SERMONES

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Líbranos del mal y no nos metas en tentación

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Vamos a la palabra del Señor, y en el libro de los Hechos tenemos, continuando con el estudio que iniciamos. Hace 3 semanas, que yo prediqué el último sermón. Vamos a ir al Capítulo 5, yo voy a ser económico en el uso del tiempo. Mantenga ahí su vigilancia y su receptividad a la palabra de Dios y vamos a ver que el Señor nos edifique a través también de este mensaje. Capítulo 5, del libro de los Hechos. Es un Capítulo bastante largo, yo voy a simplemente tocar los temas resaltantes. Dice en el versículo 1:

“…Pero cierto hombre llamado Ananías con Safira, su mujer, vendió una heredad y sustrajo del precio…”

Esa palabra sustrajo ahí lo dañó todo al hombre.

“… sustrajo del precio sabiéndolo también su mujer….,─ allí pecó ella, se metió en el problema también ella ─ …. Y trayendo solo una parte la puso a los pies de los Apóstoles y dijo Pedro, “Ananías, por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola no se te quedaba a ti? Y vendida, no estaba en tu poder? Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres sino a Dios.” Al oír Ananías estas palabras cayó y expiró y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron y levantándose los jóvenes… ─le tocó a los jóvenes el problema de enterrar al pobre Ananaías─ … lo envolvieron y sacándolo lo sepultaron. Pasado un lapso como de tres horas, sucedió que entró su mujer, no sabiendo lo que había acontecido. Entonces Pedro le dijo, “Dime, Safira, vendiste en tanto la heredad? Y ella dijo, “Sí, en tanto”, y Pedro le dijo, “Por qué convinisteis en tentar al espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido y te sacará a ti también”. Al instante ella cayó a los pies de él y expiró. Y cuando entraron los jóvenes la hallaron muerta… ─ellos habrán dicho, guau, que habremos hecho hoy que nos ha tocado enterrar a dos personas ─ …. Al instante ella cayó a los pies y expiró y entrando los jóvenes la hallaron muerta y la sacaron y la sepultaron junto a su marido. Y vino gran temor sobre toda la iglesia y sobre todos los que oyeron estas cosas…”

Yo lo voy a dejar hasta allí. El resto del pasaje, de los versículos 12 al 16 nos muestran esa vida victoriosa, llena del Espíritu Santo, de sanidad, de señales, prodigios que vivían los primeros cristianos, un reporte de cómo era la vida en ese momento, sobrenatural de esa iglesia primitiva. Y los versículos 17 hasta el 42, que es el final del Capítulo, nos muestran la persecución que se desató contra Pedro y los Apóstoles, y también la victoria que ellos ganaron. Aún en medio de la persecución, cómo dieron testimonio claro y vigoroso del Cristo que había resucitado y los había llamado a ser representantes del Reino de Dios en la tierra.

Y es muy lindo todo este pasaje y yo voy simplemente a limitarme a, como dije, tocar los puntos sobresalientes de este maravilloso Capítulo.

Número 1, en el Capítulo 4, hace unas semanas atrás cuando yo prediqué, el Capítulo 4, el anterior, nos da una imagen gloriosa de la vida de los primeros discípulos. Vimos que a pesar de la persecución que se desató con la sanidad del cojo ante la puerta La Hermosa en el templo, a pesar de esa persecución que vendrá cuando los hijos de Dios se mueven en el poder del Espíritu Santo, a pesar de eso, hay victoria, hay un testimonio efectivo de Jesucristo que dan Pedro y Juan ante los miembros del concilio de Jerusalén.

Pedro y Juan regresan victoriosos a los suyos, dice la Biblia, a lo suyos, quiénes? Su familia espiritual. Regresan a los suyos y testifican lo que Dios ha hecho ante el concilio, los hermanos se regocijan, oran para que Dios siga moviéndose en medio de la persecución del enemigo, y Dios bendice esa gran reunión con un temblor que confirma su presencia poderosa en medio de ellos. Y dice que fueron todos llenos del Espíritu Santo.

Y yo decía esta mañana que me tocó ese hecho, de que estos mismos discípulos, que en el día de Pentecostés, meses antes, habían sido llenados con el Espíritu Santo, ahora son llenados otra vez del Espíritu Santo. Por qué? Porque el Espíritu Santo es redundante? No, porque ellos necesitaban una fresca unción.

Cuántos saben que necesitamos refrescarnos continuamente, llenarnos del Espíritu Santo una y otra, y otra vez. No podemos contentarnos con la unción de ayer o del año pasado. El hijo de Dios, la hija de Dios tiene que estar buscando siempre la llenura nueva del Espíritu Santo, la oración, la alabanza, la búsqueda del rostro de Dios, tiempos de vigilia, ayuno, lectura de la palabra.

Cuando vemos que esta temperatura está bajando, tenemos que subirla de nuevo. Porque en el curso de servir a Dios se gasta energía, como en un carro, y necesitamos volver otra vez a llenarnos de la presencia de Dios. Por eso, recibe una fresca llenura del Espíritu Santo y siguen testificando con poder.

Y en ese mismo Capítulo 4, el anterior, de los versículos 32 al 37 se concluye con otro resumen de la vida maravillosa de esos primeros discípulos, una vida colectiva llena de la unción de Dios. Vemos allí manifestaciones de unidad, estaban unánimes, juntos, generosidad, compartían todo lo que tenían, poder de Dios que fortalecía y daba testimonio de que ellos eran hijos de Dios. Había también favor ante el pueblo porque esa comunidad que testificaba y vivía una vida de integridad y de santidad, tenía gracia ante la gente, como lo tendrá toda iglesia, toda persona que vive los valores del Reino de Dios. La gente de afuera mirará y dirá, yo quiero ser como él o como ella. Amén.

Así que tenemos que vivir esa vida victoriosa y veíamos también, dice en ese Capítulo 4, al final, que los discípulos compartían generosamente, dice que hasta el punto de que algunos vendieron sus propiedades y el dinero que recibían de las propiedades lo traían a los discípulos para que se compartiera entre los pobres de la comunidad. Maravilloso reporte de la vida.

Pero ¿Saben qué? Que el diablo siempre quiere meter sus uñas sucias cuando la vida de Dios se está manifestando. Qué pasa? Que esa misma bendición de los hermanos compartir sus propiedades unos con los otros, comienza el enemigo a tratar de usarla para hacer daño a esa comunidad. Ahora, aquí en el Capítulo 5 usted ve que comienza, “….Pero, cierto hombre llamado Ananías…”

Ese pero allí, lo que está diciendo, bueno, a pesar de todo eso bueno, algo pasó para que querer dañar esos actos de tanta bendición. Aquí en el Capítulo 5 vemos el otro lado de la moneda, la humanidad de esa comunidad.

Cuantos saben que el pueblo de Dios no es perfecto? Que una iglesia no es perfecta, siempre hay algo que tiende a querer hacerle daño. Y muchas veces la misma bendición de Dios si no nos cuidamos va a querer socavar y debilitar las bendiciones que Dios quiere traer. No podemos, cuando Dios está bendiciendo una comunidad, no podemos bajar la guardia. Saben? No podemos ufanarnos, oh, que buena es la bendición de Dios! Tenemos que mantener los ojos alertas.

La Biblia dice que sed sobrios y velad porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente anda alrededor buscando a quien devorar. Y qué pasó? Que esa misma bendición que Dios había traído, de que la gente generosamente daba de sus bienes, ahora el enemigo quiere tornarlo.

Y esta pareja, Ananías y Safira, es más, se ha preguntado usted qué fue de Ananías y Safira después que se murieron? Se habrán ido al infierno? Yo no sé si usted es tan curioso como yo, pero yo me hecho esa pregunta? Sabe qué? Esto es gratis, esto es una reflexión teológica, no le voy a cobrar por eso, por lo que le voy a decir ahora mismo. Sabe que yo pienso que Ananías y Safira posiblemente se fueron al cielo, Dios los disciplinó y trató con ellos, los fulminó, eso es cierto como un rayo, pero yo creo que se los llevó. Él quiso dar un ejemplo. Esa es mi versión personal, no deje que eso le inspire confusión a usted. Yo creo que esta gente, cuantas veces hemos metido la pata nosotros? Queriendo hacer algo y nuestro corazón ama a Dios pero a veces hacemos cosas que son terribles. Pero Dios también nos enjuicia, no se crea.

Y yo creo que en este ambiente en que cosas tan poderosas estaban pasando, Dios quiso dar un ejemplo. Y muchas veces Dios trata con nosotros y dice que nuestro cuerpo es entregado a Satanás para que nuestra alma no se pierda. Y yo pienso que quizás, Dios en su misericordia, sí, disciplinó a esta gente, pero es posible, yo reservo ahí como una posibilidad de que Dios se los llevara con él.

Pero lo importante es que ellos cometieron un grave error y vemos algo aquí bien interesante. Yo digo que hay como tres movimientos, tres tonalidades en el libro de los Hechos. Y usted lo va a ver una y otra, y otra vez.

Número 1, vemos en muchas ocasiones el poder de Dios manifestándose abiertamente, como lo veremos más adelante en este mismo pasaje, milagros, señales, prodigios, sanidades, ciencia, conocimiento de Dios, revelación poderosa, eso es uno de los momentos del libro de los Hechos.

El segundo tono es persecución que en muchas ocasiones vemos que vienen. Muchas veces después que Dios hace algo poderoso, el diablo enseguida viene y persigue al pueblo de Dios. En muchas ocasiones vemos eso a través del libro de los Hechos. Y déjeme decirle, cuando usted está sirviendo a Dios y Dios está haciendo cosas grandes a través de su vida, como decía antes, el enemigo va a querer vengarse y hacer daño. Y por eso es que tenemos que estar siempre firmes en el Señor, siempre buscando una doble porción de su espíritu.

Yo cada día me convenzo más y más hermanos, no es que nosotros le tengamos miedo al diablo, no es que le demos más importancia a Satanás de lo que él merece, pero yo sí veo algo. Mire aquí mismo en este pasaje quién dice Pedro que llenó el corazón de Ananías y Safira? Satanás. Yo creo que no puedo dar al diablo demasiada gloria pero tampoco debemos descuidarnos de él.

Y yo creo que si los hijos de Dios pensáramos más en la obra misteriosa del mal en la tierra, nosotros seríamos más cuidadosos, más vigilantes de nuestra propia vida personal. Yo creo que la iglesia ha perdido esa conciencia de que vivimos en un mundo penetrado por el mal y que tenemos que ser vigilantes, tenemos que cuidarnos, tenemos que vivir una vida santa, tenemos que ser puntillosos en todo lo posible en la manera en que vivimos. Porque hay un enemigo que quiere aprovecharse de cualquier cosa para entrar y hacer daño.

El Apóstol Pedro en otro pasaje también dice, nos vistamos de toda la armadura de Dios porque nuestra lucha no es contra sangre y carne sino contra principados y potestades. Y hay muchos otros pasajes que nos hablan acerca de eso.

El Nuevo Testamento nos habla tengan cuidado, cuídense y en este caso el enemigo está tratando, aún mientras Dios está bendiciendo, él está tratando de usar. ¿Saben qué? Muchas veces entre el pueblo de Dios el enemigo va a usar los elementos más débiles para hacer estragos. Y por eso es que nosotros tenemos que tener también, a la vez que vigilancia, tener misericordia de la gente débil y saber que muchas veces nuestra lucha no es contra esa persona que te está haciendo daño, no es contra la persona que está murmurando, no es contra ese individuo que de alguna manera está sirviendo para piedra de tropiezo en tu camino, no veas a esa persona, como tu enemigo, detrás de él o de ella, ve a Satanás tratando de usar una persona para hacer daño en tu vida, para hacerte caer.

Lo que está pasando quizás en la iglesia, hay división, hay lucha, un líder que no se comporta como es debido. Detrás de todo eso, sí, tu puedes ver a esa persona, pero también hay la fuerza del mal tratando de hacer daño. Y tu tienes que identificar eso.

En el hogar, hay pugnas, hay dificultades, un hijo se pone rebelde de la noche a la mañana, surgen problemas en el matrimonio. Cierto, hay temas que hay que tratar directamente humanamente, pero muchas veces detrás de eso está el diablo tratando de socavar la paz del hogar.

Y si tu identificas a tu esposa como tu enemiga, entonces le habrás dado al diablo la victoria. No, identifica el poder maligno que quiero hacer daño a tu vida, y ponte la armadura de Dios y reprende en el nombre de Jesús.

Déjeme decirles, Dios ha estado hablando mucho a mi vida en estos días. Eso no lo compartí tanto con el servicio de la mañana, pero Dios me está hablando mucho en estos días acerca del poder del diablo para hacer daño entre los hijos de Dios. Y no es que yo le esté quitando gloria a Dios, cada día estoy convencido de que Dios tiene la victoria sobre los poderes del mal, pero tenemos que cuidarnos.

Dios me ha hablado mucho acerca de esa oración del padre nuestro donde Cristo dice, “más líbranos del mal y no nos metas en tentación, más líbranos del mal”. Sabe algo interesante, ya me estoy saliendo un poquito del tema, pero es ahí, porque esto es Satanás, la lucha, su deseo de hacer daño cuando Dios está bendiciendo.

Cuando Cristo dijo, no nos metas en tentación, uno como que se pregunta, bueno, Dios no mete a nadie en tentación. Cómo Dios me va a meter en tentación? El griego original, esto es algo que descubrí hace poco, el griego original, la palabra que se traduce en español tentación, puede querer decir, o tentación o ataque, crisis, persecución. Entonces, yo siento que la traducción preferible sería en este caso, y no nos metas, no nos dejes caer en persecución, en ataques, en pruebas, más líbranos del mal.

Ve? Me hace mucho más sentido lo que sigue después de eso. Y la idea es, solo Dios nos puede guardar del mal, hermanos. Hay veces que un hombre, una mujer puede hacer todo lo que puede por caminar en santidad y agradar al Señor, pero a veces su humanidad, su biología, una relación humana, una situación, un decaimiento, lo que sea, puede hacer que esa persona caiga en una trampa y haga algo que es contrario a su naturaleza misma.

Un accidente, una fuerza ciega que viene y destruye, hace daño, un elemento destructivo que entra al cuerpo humano, el mal ciego que quiere hacer daño. Satanás solo sabe matar, robar y destruir, y tenemos que pedirle al Señor, Padre, líbranos del mal, líbranos de tentación y danos tu bendición, llénanos de tu gracia, cuídanos, protégenos. Cubra a su familia siempre con la sangre de Cristo. Ore para que el enemigo no entre a su vida ni a su hogar. Mientras usted da gloria a Dios y está consciente del poderío de Cristo también, dígale a Satanás, tu no puedes entrar a mi vida, no tienes poder. Yo soy de Cristo, soy propiedad del Reino de Dios. Y afirme el señorío de Cristo en su vida, el bien es la ley, el principio que gobierna su vida.

La sangre de Cristo derramada que derrotó a los principados y las potestades. Pero esté consciente del mal, esté alerta del enemigo. Cuídese, no le de entrada al enemigo. La Biblia dice eso, que no le demos un asidero al enemigo. No le demos ni una uña para que él meta ahí su dedito, porque él se agarra de eso y entonces entra en la casa completamente. No le de al diablo nada, ni una pulgada para que aterrice en su vida. Cúbrase con la sangre del Señor y pida sabiduría siempre.

No subestime la importancia de las acciones, los pensamientos, las palabras, porque quizás Dios no va a actuar tan fulminantemente como actuó con Ananías y Safira, dele a gloria a Dios, porque sino nadie saldría de aquí vivo. Pero ¿Saben qué? Yo decía esta mañana que siempre hay una consecuencia. Cuando nosotros hacemos algo, cuando hay deshonestidad en nuestros corazones, cuando hay palabras indebidas, cuando hay acciones que nadie ve, el ojo de Dios sí ve, el Espíritu Santo sí ve, y hay consecuencias, hay muerte, hay muerte en alguna manera, hay empobrecimiento de nuestra vida, hay una pérdida de autoridad, hay un escape de poder, hay juicio que viene, hay consecuencias negativas, nuestra comunión con Dios es interrumpida. Hay muchas maneras.

Y por eso es que tenemos que tener cuidado porque Dios es real, Satanás es real y vivimos en un mundo donde hay ojos por dondequiera. Hay una gran nube de testigos que está siempre alrededor de nosotros. Y tenemos que caminar en esa manera, somos figuras que representamos el Reino de Dios. Tenemos que pedirle al Señor, Señor, ayúdanos a caminar de una manera que tu seas agradado y que tu nombre sea glorificado en nuestras vidas.

Entonces, Ananías y Safira, para mí, representan ese elemento de imperfección y de humanidad que hay en toda comunidad cristiana y que el enemigo quiere usar para hacer daño, pero que no podemos permitir que así sea, sino que tenemos que creer que Dios quiere purificar.

Por qué Dios fue tan fulminante con Ananías y Safira? Recuerde que estamos en los principios mismos de la iglesia de Jesucristo. Dios quiso dar un ejemplo de su presencia vigilante. Dios quiso también, algo interesante, una y otra vez, no tengo tiempo para buscarlos pero mire que una y otra vez, y vino un gran temor, así dice en el versículo 5 y así dice en el versículo 11, y vino un gran temor sobre toda la iglesia. Dios quería decirle a la iglesia, alerta, mis hijos, yo estoy vigilando, sean sobrios, velen , sean santos como yo soy santo.

La iglesia tiene que tener un sano temor delante de Dios. No tenerle miedo a Dios pero tener un santo temor. Yo creo que nosotros hemos perdido el temor a Dios muchas veces. Ya tratamos a Dios como si fuera nuestro pana, nuestro panita. Le damos la mano, le ponemos el brazo alrededor del hombro y queremos que Dios vaya a donde nosotros vayamos y que se olvide de lo que nosotros hacemos. Dios es santo, santo, santo. Y tenemos que caminar con él, él está en el cielo y yo estoy en la tierra, dice la Biblia, por tanto sean tus palabras pocas, sean tus pensamientos pocos, sean tus pretensiones pocas. Camina sobriamente delante de Dios.

Yo creo que ese el mensaje que nos da el ejemplo de Ananías y Safira. Hay otra cosa en el versículo 12 al 16 de ese Capítulo 5 del libro de los Hechos, hay un reporte, como un resumen de la vida de los discípulos. Esos resúmenes los vemos varias veces en el libro de los Hechos. Es como un reporte completo de lo que está pasando.

Allí se nos habla de que hay poder en la vida de los discípulos. La presencia del Espíritu Santo era tan poderosa que las señales y los prodigios, las sanidades y las liberaciones eran cosa común entre los discípulos. Noten, hermanos, que dice, todos eran sanados, en el versículo 16, dice que aún de las ciudades vecinas, muchos venían a Jerusalén trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundo y todos eran sanados.

Guau, la presencia de Dios era tan poderosa. Quizás en nuestros tiempos no todos serán sanados, no todos serán sanados, pero ¿Saben qué? Para mí ese es el blanco, en el centro mismo de… ahí es donde yo tengo que apunta, que el poder de Dios sea tan grande en mi vida y en la vida de mi iglesia que la sanidad, la liberación, la manifestación del poder de Dios sea totalmente irresistible. Yo voy a seguir pidiéndole al Señor cada día, más y más, Padre, que tu unción sea cada día más poderosa en medio nuestro, porque yo creo que ese mismo poder es para nosotros también en nuestro tiempo.

Yo no me voy a contentar con que alguien se sane de un dolor de cabeza, yo quiero que si le cortan la cabeza, yo se la pueda pegar en el nombre de Jesucristo. Amén. Nosotros queremos que los cánceres se sanen, nosotros queremos que las personas que están impedidas en su movimiento, Dios envíe su espíritu y las levante para que puedan servir al Señor todavía con más efectividad. Gloria a Dios por el testimonio maravilloso de mi hermana Ciumara, porque es para mí ella es un testimonio de fe. Esa es la fe de Dios, el poder de Dios en ella obrando de una manera diferente.

Pero también nosotros queremos ver manifestaciones de sanidad en todas las dimensiones. Amén. Y yo seguiré pidiéndole al Señor, Padre, que tu poder descienda sobre tu iglesia. Por eso es que yo tengo que mejorar mi propia vida y ustedes también. Queremos ser una iglesia cada día más penetrable por el poder de Dios. Yo creo que Dios tiene grandes cosas para nosotros, pero tenemos que pagar un precio, tenemos que preparar nuestras vidas, tenemos que cada día darle más al Señor. El que está débil por allá, pensando en pajaritos en el aire, póngase firme. Amén. La persona que está jugándose entre dos mundos, defínase de una vez por todas. Llénese de la palabra de Dios, busque más y más la unción del Espíritu Santo en su vida, pague el precio. Paguemos el precio, iglesia León de Judá para que Dios pueda hacer todo lo que él quiere.

Es un maravilloso pasaje. Que todos sean sanados, que todos sean liberados, que todos sean bendecidos, que cada día que la gente venga a nuestra iglesia, cuando adoremos al Señor, podamos hacerlo con corazones entregados a Dios, conscientes de que adoramos al rey de reyes, al Señor de Señores. Que el pueblo venga deseoso de entregar sus vidas al Señor en adoración y alabanza, de que venga un pueblo radicalmente comprometido con los valores del Reino de Dios, un pueblo ejemplar, hermanos, y que el poder de Dios se manifieste entre nosotros, genuino, verdadero, lleno de gracia y de simpatía. Peleen por eso.

Porque yo veo esa vitalidad aquí reflejada en este pasaje, aún en medio de los pecados de Ananías y de Safira, y las imperfecciones del pueblo, hay bendición también.

Y de paso, se me olvidó, yo dije que había tres movimientos, 1. Poder, unción, llenura del Espíritu Santo, 2. Persecución y 3. Imperfección, humanidad. Hay momentos en que se manifiesta, como en el caso de Ananías y Safira, esa imperfección. Pero a ese juego, poder, persecución, imperfección, lo vemos una y otra vez manifestándose en el libro de los Hechos.

Cuando Pablo y Silas tienen su pugna, cuando en el Capítulo 6 hay pugnas entre los judíos y los griegos acerca de las viudas, cómo son atendidas. Se habló de eso hace unas tres semanas. Ahora en este caso Ananías y Safira, pero en todo eso también está el poder de Dios ungiéndose.

Esa es la riqueza, esa es la belleza de una comunidad cristiana. En una comunidad cristiana hay de todo. Aún el mismo tiempo en que Dios se está moviendo hay pecado también, pero eso no quiere decir que Dios no sea tan poderoso. Dios es poderoso y tenemos que tener ojos sabios para discernir una cosa de la otra y simplemente seguir hacia adelante en la fe, no dejando que nada nos entretenga o nos quite de nuestro camino.

Ahora, este último pasaje que son los versículos 17 al 42, yo quiero tratarlo así levemente antes de terminar. Este último gran pasaje de este Capítulo trata con la persecución nueva, otra ola de persecución que sobrevino a ese período de gran manifestación del poder de Dios.

Vemos en la primera parte, imperfección y pecado, en la segunda parte, del 12 al 17, poder y unción, y ahora 17 al 42, persecución. Tres tonalidades de la vida. La vida cristiana se mueve en esos tres momentos, y uno tiene que saber nadar esas aguas para cada uno de esos momentos, cuando viene la prueba, cuando viene la persecución, y cuando se manifiesta el pecado, ya sea en nosotros o en los demás. Que siempre nuestra mirada se mantenga fija sobre Cristo Jesús.

Entonces aquí viene la persecución que sobrevino a este gran período de manifestación del poder de Dios. Las autoridades judías se llenan de celos, dice, y meten a Pedro y a los demás Apóstoles… esta vez no son Pedro y Juan, sino los demás Apóstoles, los meten en la cárcel. Pero qué pasa? Victoria, un ángel los libera y los manda a anunciarle al pueblo, dice, las palabras de esta vida.

Usted se ha detenido alguna vez en esa maravillosa expresión? Qué poético. Las palabras de esta vida. Vayan, párense ante la comunidad y anúncienle las palabras de esta vida. Esta mañana yo le decía a la gente que importante que nosotros veamos el cristianismo como una vida, un estilo de vida, una vivencia. No es solamente cuando usted entra por ahí por la puerta, y se pone el sombrero de evangélico, y entonces ahora es usted un dechado de virtudes, todo bien, allá afuera lo están esperando los diablitos para volver a manifestarse, no? o manifestarse a través de usted a veces también. No que eso sea un problema entre nosotros.

Pero tenemos que tener cuidado de diferenciar entre una vida que solamente se vive dentro de la iglesia, cuando nos están mirando en el contexto, y una vida que nosotros abrazamos y que nos abraza a nosotros. El cristianismo es una vida, hermanos, es una profesión, mi fe penetra todas las dimensiones de mi vida, la dimensión ética, la dimensión moral, la dimensión relacional, la vida de mi familia, mi profesión, mi vida financiera, como yo administro mi dinero, como yo administro mi vida mental, emocional, como yo brego con los conflictos y las luchas de la vida. Todo, como yo me divierto, como yo me visto, todo, hermanos, digan amén, aunque sea para animarme un poquito.

Todas las dimensiones de la vida son penetradas por los valores del Evangelio y tenemos que decirnos a nosotros mismos, cómo está la levadura del Reino de Dios penetrando toda la masa de mi vida? Cómo están mis relaciones con los demás? Reflejo yo la gracia de Jesús? Cómo están mis finanzas? Estoy yo, si alguien examina, si hacen una auditoría de mis finanzas, reflejan los valores de un hombre, una mujer de Dios, del Reino de Dios? Como yo distribuyo mi dinero.

Mi tiempo, como está mi tiempo distribuido? Glorifica a Dios, refleja las prioridades del Reino de Dios o de una persona carnal que vive como le da la gana? Como está la vida cristiana manifestándose a través de tu vida? Las palabras de esta vida.

Eso es lo que nosotros tenemos que anunciarle a la gente, los valores, los principios del Reino de Dios, porque el cristianismo es una vida. Y como yo estoy viviendo mi vida de manera que mi vida refleje la gracia, la bendición del Reino de Dios. Como dice el Apóstol Pablo en Filipenses, que vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. Nuestra vida tiene que siempre reflejar la simpatía del Reino de Dios, el gozo, la paz, el amor, la vitalidad, la victoria, el poder, la autoridad del Reino de Dios, que la gente al mirarme, al mirarte vea la redondez del Evangelio reflejada en ti, y que tu palabra, tu acción siempre sea llena de gracia, y que la gente al verte a ti vea a un sanador, alguien saludable que aún en medio de las pruebas, las dificultades, refleja el gozo del Señor y la victoria de Dios.

Eso es lo que Dios quiere, las palabras de esta vida. Anúnciale a la gente tanto con tu vida como con tu palabra también. Amén. Las palabras de esta vida.

Ahora, esa liberación angelical, porque dice la Biblia que vino un ángel y libera y los manda a anunciar las palabras de esta vida, esto sirve para mostrarnos una vez más el poder de Dios en libertar y proteger a los suyos.

Vemos aquí el carácter excepcional de lo que está pasando en este tiempo, por qué? Porque Dios no siempre libera a los suyos en manera espectacular. A veces como el caso de Juan el Bautista, Dios escoge permitir la muerte de sus siervos para glorificarse también de esa manera.

Recuerdo las palabras de Daniel cuando en el libro de Daniel, le dice él con sus compañeros al rey de Babilonia que los quiere meter en el horno de fuego, dice, sabe una cosa, rey? Que el Dios a quien nosotros servimos es lo suficientemente poderoso para librarnos del horno de fuego. Pero si no nos libra aún así no nos vamos a arrodillar ante tu estatua.

El hijo de Dios sirve a Dios para vida o para muerte, sea que vivamos o que muramos, somos del Señor. Si Dios te libera de la cárcel, cualquier cárcel, cualquier persecución dale gloria a Dios, pero si te deja en el horno de la prueba, dale gloria a Dios también. En toda situación de la vida los hijos de Dios somos más que victoriosos.

Dice el Apóstol Pablo, quién nos separará del amor de Dios? Tribulación o angustia o hambre o desnudez, o peligro o espada o muerte, dice, antes en todas estas cosas somos más que victoriosos. Si Dios te sana dale gloria a Dios, si no te sana, dale gloria a Dios. Es el mismo Dios.

Pablo y Silas metidos en la cárcel azotados, perseguidos, fríos, hambrientos, cantaban himnos dándole gloria a Dios, y la cárcel tembló y sus cadenas se cayeron. Cuando un hijo de Dios le da a Dios gloria en medio de sus tribulaciones, luchas, padecimientos, aún caídas, Dios es glorificado y el diablo es avergonzado.

Recuerda que en cualquier situación de la vida, porque Dios puede que un día mande un ángel a liberarte, pero un día quizás te corte la cabeza y quizás Dios quiere que esa sangre que tu derrames sea lo que lo glorifique a él. Por eso es que yo decía a un hermano esta mañana, yo muchas veces no sé ni siquiera cómo orar, no es que mi fe sea poca, es que yo conozco a Dios muy poco y a veces yo no sé si Dios quiere darme vida o matarme para su gloria. Pero hay que orar de todas maneras para que te de vida. Sigue orándole al Señor para que te sane. Sigue orándole a Dios para que te saque del problema. Sigue orándole a Dios para que te de prosperidad, y si él no quiere dar es asunto de él, sigue sirviéndole, dándole gloria al Señor, con el mismo gozo y eso frenará, te dará la victoria al final.

Pero yo creo que en este momento Dios quiso mostrar su poder. Porque yo les digo, Dios está obrando en una manera muy poderosa allí, y él decidió enviar su ángel y sacarlos de la cárcel para que siguieran testificando.

De paso, en una ocasión, no sé si en esta misma los azotan. Fue aquí que los azotaron? Sí, versículo 40, convinieron con él, llamando los Apóstoles, después de azotarlos para que no se fueran ilesos, para que recordaran. Le dieron un azotito también para que se vayan contentos. Pero dice aquí, y ellos salieron de la presencia del concilio gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del nombre.

Quiera Dios que esa sea la actitud de nuestras vidas. A veces nos perseguirán, a veces entraremos en dificultades, tenemos que darle gloria al Señor y retener el mismo gozo de siempre. Yo le pido, Padre, ayúdame a estar gozoso aún en la.. no solamente cuando todo me va bien, sino también en las tribulaciones y esperar que venga la mañana. A veces el tiempo más oscuro es la madrugada antes de que salga el sol, pero hijo de Dios, hija de Dios aguanta en el nombre del Señor y dale gloria a Dios y gózate en medio de las afrentas, de las dificultades.

Hay un último elemento que es bien interesante, y es que el comportamiento de Gamaliel me parece interesante. Gamaliel es un miembro del sanedrín, es un rabino distinguido, es dicen algunos, el maestro del Apóstol Pablo, cuando Saulo era fariseo y fue instructor y tutor de Pablo. Y Gamaliel es un rabino que todavía es tenido como una persona muy excepcional en el panteón rabínico judío, todavía. Y yo puedo ver por qué. Porque aquí este hombre se comporta con una sabiduría que nosotros hacemos bien en imitar.

Qué pasa? Cuando estos judíos líderes se sienten llenos de celo y quieren matar a Pedro y a los Apóstoles, Gamaliel, cuando ellos están hablando entre sí, los sacan del salón y Gamaliel les dice, miren, mis amigos, vamos a tener cuidado, por ahí pasó fulanito y quería llevarse el mundo por encima y como no estaba alineado con Dios, le cortaron la cabeza. Y después vino zutano, y también parecía que iba a tener mucho éxito su movimiento pero no era de Dios y fracasó. Si esta gente no es de Dios esto que ellos representan se va a deshacer, y va a fracasar, pero si es de Dios no seamos nosotros encontrados peleando contra Dios.

Que sabiduría más grande, no? y lo que yo quiero decirles, hermanos, es que muchas veces en la vida, mire, hay situaciones, hay personas en el cristianismo que vienen a la vida y su manifestación es diferente a lo que hasta aquí hemos visto y qué pasa? Muchas veces nosotros queremos sacar la espada y cortar la cabeza. Pero yo digo que nosotros tenemos que ser sobrios y pacientes.

Muchas veces cuando uno ve gente, predicaciones, predicadores, movimientos que uno dice, caramba, yo como que hay algo allí que yo no creo que esto es de Dios. Pero en vez de usted lanzarse de una vez a denunciarlo y a querer cortar cabeza, ore, y dele tiempo al Señor. Porque yo creo que Dios habla para que Dios aclare las cosas. Y muchas veces cuando no es de Dios se viene abajo.

Hay veces que usted ve gente llevándose el mundo por delante, iglesias creciendo, ministerios haciendo cosas, pero si la fundación no es buena, a la larga eso cae. Ahora, ore, cuando usted vea algo raro en la vida, en su familia, dele tiempo para que madure. El Señor Jesucristo hizo una parábola y dijo, mire, cuando tu veas que el trigo crece con la cizaña, no te apresures a cortar todo de una vez, a cortar la cizaña, porque quizás te equivoques y cortes trigo con la cizaña, deja que se maduren las dos, que estén bien definidos y entonces córtalo para que no mate lo malo con lo bueno.

Yo creo que el Señor nos dice seamos cuidadosos en nuestra vida. Hay veces que debemos darle tiempo a los procesos, a veces un consejo que nos dan, en vez de rechazarlo inmediatamente, dale tiempo para que Dios te hable, considéralo un poquito más. A veces algo que Dios está haciendo en tu vida y tu no sabes, será de Dios, será del mal? Ora y dale tiempo al Señor. Hay a veces una situación en tu familia, un hijo que se está… te da una palabra, un comportamiento, dale tiempo al tiempo. A veces somos tan apresurados, nos lanzamos de una vez a cortar cabezas, nos lanzamos de una vez a pronunciar, esto es de Dios, esto no es de Dios. Dios quiere que tengamos una sana humildad y paciencia y que le pidamos a Dios sabiduría. Tomemos tiempo. Dios obra, hermanos.

Yo creo cada día más y más, Dios es fiel para mostrar la veracidad de las cosas. Yo no tengo que estar continuamente con una espada inmediatamente lanzándome a fulminar contra esto o lo otro, tengo que pedirle al Señor que me de sabiduría y a veces medir mis propios impulsos para ver si son de Dios o no. tenemos que ser pacientes, ser sobrios, y darle tiempo al tiempo y darle tiempo a Dios para que nos ilumine.

Claro. Amén. Un gran ejemplo de parte de Gamaliel que era un rabino que no creía en Jesucristo pero que tenía gran sabiduría. Hermanos, que la gracia del Señor sea con ustedes en este día. Recordemos, Dios es fiel, se manifiesta en nuestra vida, hay poder. El Espíritu Santo está entre nosotros. Seamos sobrios y velemos también porque el enemigo quiere socavar y hacer daño. Seamos pacientes con la humanidad de los demás y perdonemos, toleremos y oremos por aquellos que nos ofenden. Y no nos escandalicemos, salgamos corriendo.

Y en tercer lugar, cuando venga la persecución parémonos firmes en lo que Dios ha declarado y esperemos porque cuando pase el día malo, si nos vestimos del poder de Dios estaremos firmes, Satanás no podrá prevalecer contra un hijo de Dios. Nuestra vida es poderosa, sea que vivamos o que muramos, somos del Señor. Dios es poderosos para sacarnos de cualquier apuro, y si no nos saca es porque él tiene un plan mejor. Démosle gloria al Señor. Vivamos vidas constantes, firmes y nuestra senda será ascendente como la luz de la aurora. Vendrán pruebas pero así también vendrá el tiempo del refrigerio, del descanso, de la bendición y saldremos brillando como el oro si somos firmes cuando la viene la dificultad.

Dios les bendiga. Pongámonos de pie. Recibe lo que te toque a ti. Dios ha dado muchas diferentes bendiciones en este día, muchas cosas. Recuerda este tiempo. Que te ha hablado Dios a ti? Qué te ha dicho Dios en tu vida hoy? Reten eso. Guarda eso, ora sobre ello, mételo en tu corazón y mete esa semilla hondo en tu tierra para que de fruto.

Gracias a Dios por todas las bendiciones que hemos recibido, victoria en medio de las limitaciones de la vida. Yo creo que es algo muy bello que Dios nos ha dado hoy. Gracia de Dios que se manifiesta en todo momento.

Padre, queremos ser una comunidad que refleje la redondez del Reino de Dios. Queremos ser una comunidad llena de gracia y de favor para con los hombres y para contigo. Queremos traer agrado a tu corazón de Padre. Señor, líbranos del mal, líbranos de las fuerzas ciegas y tenebrosas que se mueven en la profundidad de la vida queriendo meterse y hacer daño y socavar tu gracia en nosotros.

Danos ojos vigilantes, danos corazones alertas, danos una vida que permita que Cristo nos cubra con sus alas y nos proteja de los ataques del enemigo. Bendice esta iglesia, Padre, esta comunidad en la cual tu estás haciendo cosas bellas. Presérvanos del mal. Ayúdanos a ser humildes y sencillos de corazón y darte siempre la gloria a ti, Padre y buscar tu unción y caminar humildemente delante de ti y ser testimonios de la gracia de Cristo ante esta comunidad.

Padre, mira nuestra base y pon un bello edificio encima de ella que glorifique a Cristo y que sea de bendición a esta comunidad. Haznos irresistibles, Señor, haznos radioactivos espiritualmente. Danos una palabra contundente, Señor, para el mundo, manifiesta tus señales, tus milagros, tus prodigios, tus sanidades, tus liberaciones, en medio de nosotros, Padre, rompe, Señor, el dique para que el agua de tu espíritu ruja y se lleve todo lo malo, Padre, la enfermedad y las tinieblas, Señor, ante las declaraciones de poder de Cristo Jesús.

Queremos ver la gloria de Cristo manifestada. Queremos que venga un gran tsunami, Señor, de poder que se lleve las huestes del mal, Padre. Oh, queremos ver tu gloria manifestada, Señor, queremos ver el nombre de Jesús entronado, puesto en alto para que todos miren hacia él y todos los que crean sean salvos.

Úsanos, Señor, úsanos como un instrumento en tus manos, Padres. Queremos que tu gloria se manifieste, Señor. Bendice a este pueblo y sácalo de aquí con tu bendición y tu gracia, Señor, te adoramos y te bendecimos. Bendice el nombre del Señor, mi hermano, mi hermana, antes de irte de aquí, dale gloria a Dios. Dale gloria al nombre del Señor. Dale al gloria al nombre de Jesús y sal de aquí preparado y capacitado para vivir la vida que Dios quiere que tu vivas. Amén y amén.

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Agradecer la misericordia de Dios en el desierto

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Salmo 63, en el verso 1. Yo quiero que se fijen en el titular de este salmo, el titular de este salmo. Yo no sé si su Biblia lo dice, pero, así mismo como está en la pantalla dice, Salmo de David cuando estaba en el desierto de Judá.

Voy a explicarles un poquito esto. Dice:

“… Dios mío eres tu de madrugada te buscaré, mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas, para ver tu poder y tu gloria así como te he mirado en el santuario. Porque mejor es tu misericordia que la vida, su labios te alabarán…”

Vamos a detenernos ahí. Miren esto, mis hermanos, cuando yo leo, si yo hubiese leído este salmo sin haberle prestado atención al título, yo lo hubiese leído como que guau, que lindo, lo más seguro David estaba caminando por el palacio y reflexionando en cuan bueno ha sido Dios con él. Porque decir una palabra como esa, guau, mejor es tu misericordia que la vida. Esas son palabras grandes, profundas, y eso usualmente uno puede asumir que esas son palabras que vienen de una persona que está bien. Ah, Señor, estoy experimentando tu bondad en mi vida y puedo decir que tu misericordia es mejor que cualquier cosa. Estoy en el Seventh Heaven, por así decirlo.

Y mis labios te alabarán, miren eso, o sea, el hablar de la bondad de Dios usualmente, de nuevo, uno asume que puede venir de una persona que tiene como quien dice, entre comillas, su vida all set, que todo lo tiene bien, lo tiene todo bajo control. Pero cuando nosotros le prestamos atención al título de ese salmo ya la historia es otra. El contexto es uno totalmente distinto porque cuando yo leo que estas palabras fueron inspiradas en el corazón de David cuando él estaba en el desierto de Judá, mis hermanos, no fue que salió del palacio y con su ropa real se fue a caminar por el desierto. No, no, no, esa no fue la época. La historia dice que él cuando escribió esto era el tiempo donde él todavía estaba siendo perseguido. Es verdad que no está claro si era perseguido por el rey Saúl o si era perseguido después de su reinado que fue perseguido por sus propios hijos, como Absalón que fue uno de ellos.

El asunto es que el hombre estaba en el desierto pero estaba en un estado de estrés por así decirlo, estaba en un estado de ansiedad, estaba en un estado de inquietud, estaba en un estado de inseguridad, porque no sabía que era lo que iba a acontecer con su vida. Más sin embargo, en medio de esa búsqueda yo quiero que usted se imagine una persona caminando por el desierto con sed, con sus labios que se están rompiendo por el sol y la sequedad y la deshidratación, y una persona en medio de esa ambivalencia en la cual se puede encontrar, de repente, sale de su boca el decir, Dios mío, tu eres mi Dios y yo te busco intensamente, mi alma tiene sed de ti y todo mi ser te anhela.

Si yo lo pongo a usted en el desierto de Sahara usted va a decir, mi boca tiene sed, y no es de ti sino de agua. Eso es lo que yo diría. Pero él en medio de esta situación, lo que le da por decir, mi alma tiene sed de ti, o sea que la sed de justicia que él tenía en su corazón era más que la sed que él podía estar sintiendo en su cuerpo físico. Es más, quién sabe si la sed de su cuerpo físico era un reflejo de lo que verdaderamente estaba pasando en su interior. Y en medio de todo eso, él puede decir estas palabras, todo mi ser te anhela.

Y él de repente, Señor, yo te he visto en el santuario y he contemplado tu poder y tu gloria. En otras palabras, en medio de esa ansiedad él lo que está diciendo, ah, yo sé quién tu eres, yo sé lo que tu puedes hacer, yo te he visto en acción en mi vida. Yo sé que tu eres el Dios de los imposibles y en medio de todo eso poder decir entonces al final, Señor, tu misericordia es mejor que la vida.

Mis hermanos, yo quiero hacer hincapié en esa frase. Porque hay veces que nosotros llevamos la vida como si no le prestásemos atención verdaderamente a cuán bueno y cuán misericordioso es Dios con cada uno de nosotros.

Miren, el mero hecho de que nosotros estamos aquí ya es una expresión de la misericordia de Dios. Yo escucho testimonios como el de Daniel, o recuerdo muchos testimonios de sus propias vidas, o sea, yo veo sus propias caras y sus propias caras ya es un testimonio de la misericordia de Dios. De cómo nosotros en una forma sobrenatural podemos sacar fuerza de donde no las tenemos, podemos sacar ánimo de donde no existe ninguno, podemos tener una perspectiva distinta de la vida cuando las circunstancias a nuestro alrededor nos están apuntando a otra realidad y aún así poder decir, Señor, tu misericordia, tu amor, tu bondad, todo lo que tu tienes es mucho mejor de lo que me pueda pasar a mí en esta vida.

Y eso se manifiesta en tantas formas que cuando uno está alerta de esa bendición de Dios uno entonces puede decir, mis labios te alabarán. Esa expresión de que mis labios te alabarán, sabe lo que están diciendo? Es que mis labios van a testificar de todo lo que has hecho, de todo lo que tu haces.

Por eso fue que yo sentí hoy invitar a personas que pudiésemos testificar que Dios está haciendo. Porque esos testimonios mis hermanos, edifican nuestras vidas en tal forma que nos animan y nos ayudan, y nos impulsan a seguir adelante. Mira, tu vida no tiene que estar al cien por ciento perfecta para que tu puedas testificar de lo que Dios está haciendo en ti. Tu vida no tiene que estar en la perfección.

Yo me puedo parar aquí ahora mismo y yo les puedo decir, mira, mi vida no está al cien por ciento perfecta, como yo desearía o como Dios quisiera, pero aún así Dios me da la fuerza, me da el ánimo para yo poder hablar en fe de lo que Dios ha hecho, de lo que Dios está haciendo, y de lo que Dios va a seguir haciendo.

Yo les digo, miren, el yo escuchar estas cosas así, ver la gente orando por mí, y yo le doy gracias a Dios por eso. Hoy he celebrado mi cumpleaños ya tres veces. El staff aquí en la iglesia, me cogieron de sorpresa, rompieron una reunión que teníamos los pastores y llegaron con un pastel y cantamos. Ahorita los muchachos del grupo de alabanza de oración también tengo un pastel que me está esperando ahí ahorita. Es para mí. Para mí. Dice mi nombre. Y ahora el mero hecho de que estamos aquí en este tiempo de oración, eso es algo que bendice mi vida. Y yo no sé, bueno, yo estoy seguro que todos nosotros tenemos esos momentos donde de repente nos detenemos y paramos y reflexionamos y es como que, guau, Señor, dónde está mi da? Qué he logrado hacer? Qué estoy haciendo? En qué dirección voy? Qué nuevo tu quieres que yo haga? Qué puedo corregir?

Ustedes me entienden, es esa jornada de reflexión interna donde uno se dice, ok, Señor, vamos a hacer un maintainance check. Dónde estoy ahora mismo? Cómo están las cosas? Y hay algo que yo he logrado reflexionar en estos tres días pasados, y es el mero hecho, mis hermanos, que yo estoy más que agradecido con el Señor. Y de nuevo, mi vida no está al cien por ciento perfecta como yo quisiera, y yo sé que usted se puede identificar con eso, pero aunque no está al cien por ciento perfecta, mire, yo veo todo lo que está a mi alrededor y yo tengo que decir que realmente hay un Dios que está en los cielos y que se está moviendo aquí en medio de nosotros.

Yo anoche mientras estábamos celebrando en mi casa, a mi esposa le dio fiebre con hacer bizcocho ahora, con hacer pasteles y ayer estuvimos preparando el bizcocho, poniendo el frosting, ¿verdad? El suspiro? Eso es nuevo para mí. A lo dominicano, el suspiro, el frosting, lo dulce. El supiro.

Pero el asunto es que de repente ponemos el bizcocho en la isleta de la cocina y de repente yo tengo a mi esposa, que está agarrando a Sebastián, Lucas se enganchó en la pileta, y mi suegra por otro lado, y el mero hecho de yo poder escuchar a todos ellos cantando así sapo verde todo you, como nosotros… Happy Birthday, miren para mí yo estaba contemplando ese panorama y me decía, guau, Señor, la verdad es sin yo merecer esto, tu me has dado estos regalos. Una familia bella, preciosa.

Y entonces hoy en el tiempo que he estado aquí, cuando yo vengo y me paro de frente a ustedes y yo los veo a cada uno de ustedes yo me digo, Señor, qué mejor regalo yo puedo pedir, o sea, cada una de estas personas, en el nivel en que yo los pueda conocer a ustedes, a unos más a otros menos, pero cada uno de ustedes significa un regalo de Dios por que ustedes son una familia aquí, y yo sé y reconozco que uno está aquí en capacidad pastoral, pero yo los miro y yo veo una familia que Dios me ha permitido tener aquí.

Yo aquí ahora mismo veo cumplido lo que dice Jesús en Lucas, cuando él dice, si alguno dejare a madre o padre o hermano o hermana, o hijo o hija, o perro o gato, cotorra, por mí, por el Evangelio, recibirá cien veces más cada una de esas cosas. Y yo solamente tengo un perro, no tengo gatos ni tengo cotorras, pero sí yo puedo decir, como he dicho otras veces, tengo muchas madres, tengo muchos padres espirituales, tengo muchos abuelos y abuelas espirituales, y tengo muchos hermanos y hermanas, primos, primas, tíos, tías, puedo seguir ahí dando la lista.

Y todo eso, mis hermanos, es bendición de Dios, todo eso me permite a mí decir, Señor, tu misericordia es mejor que cualquier otra cosa que uno pueda desear o querer en la vida. El mero hecho de que tu provees este ambiente aquí y de nuevo, yo no estoy diciendo que este grupo sea un grupo de personas cien por ciento perfectas, porque yo sé que hay momentos en los cuales nos pisamos los cayos y rozamos hombros y hay veces que uno dice cosas que tal vez al otro le cae mal. O usted dice cosas que a mí pueden caer mal, y es como que, y ahora qué? Pero como quiera, acaso eso no es parte de una familia? Acaso eso no es parte de una familia? Como dice el verso 5, por favor, hablando de supiro, de frosting, ahora es de meollo. Qué es meollo, by the way? Lo que se mueve en la olla, ¿verdad? Yo voy a averiguar bien qué es lo que significa meollo, es que aquí lo estaba leyendo en otra versión.

En mi versión dice: “… mi alma quedará satisfecha como de un suculento banquete…”

Si suculento banquete significa meollo, yo creo que el que escribió esa versión de la Biblia tenía algo de hispano en su corazón. Creo que lo sacaron de Santo Domingo o algo.

“…Como de meollo y de grosura será saciada mi alma y con labios de júbilo te alabará mi boca. Cuando me acuerde de ti en mi lecho, cuando medite de ti en las vigilias de la noche porque has sido mi socorro y así en la sombra de tus alas me regocijaré…”

Miren, yo cierro con esto, mis hermanos y hermanas, yo no sé cuántos de ustedes se han levantado por la noche porque la ansiedad no los deja dormir. Cuántos le ha pasado eso? Que la ansiedad no los deja dormir. Y se levantan y están como que jalándose los pelos, qué va a pasar con esto. Ahora, escúchenme bien, yo no sé, aquí sí que yo no sé, porque esto no es muy usual, pero yo no sé cuántos de ustedes se levantan por la noche porque la satisfacción, el gozo, el deseo es tan y tan grande, y tan inmenso que uno no puede dormir. Le ha pasado? A mí me ha pasado también.

Mire, y de nuevo, de nuevo, estoy poniendo esto en contexto mis hermanos y hermanas, no significa que la vida tenga que estar cien por ciento perfecta, pero sí hay algo que… se recuerdan hace dos miércoles atrás que le estaba hablando acerca de ese momentum divino, de ese momentum espiritual que cuando Dios está haciendo algo, si uno no está alerta te va a pasar, y se fue la guagua, olvídate, te dejó a pie. Pero si uno está alerta, sensible a lo que Dios está haciendo, cuando viene ese momentum uno se queda como que, espérate, esta ola la tengo que surfear.

Pues, mire, así a veces pasa, hay veces que hay situaciones alrededor que vienen y amenazan, son duras, son fuertes pero en medio de todas esas cosas, se siente algo de Dios que es sobrenatural. Y es ese algo de Dios que es como mantiene a uno con una adrenalina arriba y uno siempre está a la expectativa, guau, que amanezca ya, yo quiero saber qué va a pasar en este próximo día, o qué puedo hacer nuevo en este próximo día.

Miren, mis hermanos, esas son las cosas, ese verso que decía en las meditaciones de la noche pienso y estoy conectado contigo. En mi lecho me acuerdo de ti. Mira cómo dice, me acuerdo de ti y pienso en ti toda la noche. Eso es una expresión de amor. Cuando usted conoció a su primer amor, su novio, su novia, cuantos de ustedes, vamos a confesarnos aquí y ahora, voy a poner una cortinita para que se confiesen conmigo, dígame hijo, dígame hija, cuántos de ustedes no enganchaban el teléfono a la una de la mañana y media hora después ya estaban pegados al teléfono de nuevo, porque es como que, papito, mamita, no puedo dormir, te tengo que escuchar otra vez. Mira allá están los dos ahí atrás, como eso parece que todavía pasa, ¿verdad? Te levantan a media noche, están durmiendo, están uno al lado del otro y se levanta a medianoche, como papito, te extraño.

Eso es lo que está diciendo David aquí, es como que, está a este nivel de emoción que, ok, me voy a dormir ahora Dios, pero no, no es que me haces falta. Tengo que despertarme de nuevo. Pensar en ti, hay algo que pasa.

Y miren, mis hermanos, eso es parte de ese momentum, de ese ímpetu, de esa fuerza que Dios pone en nuestras vidas y cuando eso sucede, miren, hay que aprovecharlo, porque uno nunca sabe lo que Dios pueda revelar a nuestras vidas en esos momentos.

Así que, mis hermanos y hermanas, piensen, mediten en estas palabras. Yo les estoy mirando las caras y mira sí, puede ser que usted tenga una necesidad bien crasa, bien fuerte. Hay algo que está ahí bien apremiante en su corazón, pero asumamos la actitud de David, que en medio de esos desiertos de la vida, cuando las cosas aprietan, y uno se siente que está en persecución, esa ambivalencia, esa inseguridad, qué va a pasar, qué me van a decir, o qué me van a hacer o qué yo voy a hacer, o qué yo voy a decir, y uno está así como que, mire, encuentre las fuerzas para poder decir eso, Señor, de madrugada, a las 9 de la mañana, a las 12 del mediodía, a las 3 de la tarde, el tapón, tomando café, tomando te, comiendo un hamburgher en Mc Donalds, sea donde sea, te voy a buscar, Señor.

Te voy a buscar, voy a estar en contacto contigo y ver cómo tu puedes inspirar mi vida de tal forma para que yo entonces pueda decir, tu misericordia es mejor que la vida, y mis labios te alabarán.

Vamos a ponernos de pie y vamos a orar. Gracias te damos, Señor Jesús, tu misericordia es mejor que la vida, Señor Jesús. Y por eso nuestros labios te alaban, nuestros labios te bendicen, Jesús, porque tu eres el que hace todas estas cosas posibles en medio de nuestras vidas, Señor Jesús.

Padre, yo te doy las gracias por cada uno de mis hermanos y hermanas, Señor, yo bendigo sus vidas dondequiera que estén, dondequiera que se encuentren, Señor Jesús, sea cual sea su necesidad, su situación particular, yo te pido que tu les visites donde ellos están ahí ahora mismo, Señor Jesús, y que ellos puedan recibir de ti ese aire que los levanta, Señor, ese aire por debajo de sus alas que los levantan a nuevas alturas. Señor que puedan experimentar esa misericordia tuya que los satisface, que los llena, que sacia su sed, que sacia su hambre y que aún en las meditaciones de la noche los mantiene despiertos. Pero es un despertar que trae energía, Señor, que trae fuerza, que trae nuevas perspectivas, nueva visión.

Señor, no dejes que nosotros nos endurezcamos hacia ti, Señor, sino permite que nuestro espíritu, nuestro corazón se mantenga sensible a escuchar tu voz y a obedecerla sobre todas las cosas. Te damos las gracias por lo que tu haces, por lo que tu has hecho y por lo que seguirás haciendo, Señor, gracias por cada uno de mis hermanos y hermanas, Señor, que han llegado hasta aquí en esta noche. Sobre cada uno de ellos declaramos tu bendición. En el nombre de tu Hijo Jesús, lo decimos así Padre, gracias te damos. Amén.

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La protección del Pastor

13 de septiembre del 2010 - Por Myrza Marilys Lassús

“Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas”. Isaías 40:11

Mi hermano y yo íbamos camino a la escuela. Yo tenía 11 años y él tenía 10 años. El cargaba un violín porque tenía un concierto ese día. De momento paró un carro grande, de color rosa pálido y salieron dos hombres grandes. Uno de ellos comenzó a preguntarme por direcciones, mientras el otro se acercaba a mi hermano. Yo en par de segundos le grité: “Corre, corre y olvídate de mí”. Mi hermano tan chico corrió con su violin y el hombre se le fue detrás. Había nieve y mucho hielo en la carretera. El hombre logró alcanzar a mi hermano. Lo tiró al suelo y tomó el violín. Yo me había escapado del otro y corrí tras mi hermano. Los hombres se olvidaron de nosotros y se fueron en el carro. Mi hermano y yo asustados, llegamos a la escuela. Llamaron a la policía y lograron recuperar el violín. El ladrón “inteligente” le estaba robando a una anciana con el violín en la mano. Eso fue una de las tantas cosas que nos sucedieron al principio de llegar a este país.

¿De cuantas cosas Dios no te ha librado? ¿Cuándo fue la última vez que te sentaste a pensar en el accidente que tuviste y no te pasó nada; en la vez que te caíste de la escalera y no te pasó nada; en la vez que te operaron y no se infectó la herida? Dios nos cuida en todo momento. El nos tiene refugiados en sus brazos guardándonos del mal.

En aquel entonces, mi hermano y yo no nos percatamos del peligro que nos amenazó. Pero algo nos libró; las oraciones que mami hacía todos los días por nosotros.

No temas. El está contigo. Levanta tus ojos y mira quien creó los cielos y la tierra y llama a todas las estrellas por su nombre. El grande en fuerza y poder. El que da fuerza al caído y multitudes de fuerzas al que no tiene ninguna. Ese es el gran Dios que te protege y cubre como un gran pastor hace por sus ovejas.

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Sermon clásico #6059: Como ganar perdiendo

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Vamos a ir al capítulo 13 de Génesis, este es un pasaje sobre el cual yo he comentado en años anteriores y que siento que el Señor me ha dado un enfoque fresco y que yo creo que es para hoy, para hoy y ahora mismo, para este día, para mi vida, yo creo y para la vida de nuestra congregación y vamos a pedirle al Señor que nos hable a través de esta palabra que él tiene para nosotros. Génesis capítulo 13, ponga su espíritu en sintonización con lo que Dios quiere decirle a su vida. Dice la palabra del Señor:

“… Subió pues Abraham de Egipto hacia el Neguev, él y su mujer, con todo lo que tenía y con él Lot. Y Abraham era riquísimo en ganado, en plata y en oro, y volvió por sus jornadas desde el Neguev hacia Betel hasta el lugar donde había estado antes su tienda entre Betel y Ay, al lugar del altar que había hecho allí antes, e invocó allí Abraham el nombre de Jehová. También Lot que andaba con Abraham tenía ovejas, vacas y tiendas y la tierra no era suficiente para que habitasen juntos pues sus posesiones eran muchas y no podían morar en un mismo lugar. Y hubo contienda entre los pastores del ganado de Abraham y los pastores del ganado de Lot, y el cananeo y el pereseo habitaban entonces en la tierra. Entonces Abraham dijo a Lot, no haya ahora altercado entre nosotros dos, entre mis pastores y los tuyos porque somos hermanos. No está toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí, si fueras a la mano izquierda yo iré a la derecha, y si tu a la derecha, yo iré a la izquierda. Y alzó Lot sus ojos y vio toda la llanura del Jordán que toda ella era de riego como el huerto de Jehová, como la tierra de Egipto en la dirección de Soar antes que destruyese Jehová a Sodoma y a Gomorra. Entonces, Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán y se fue Lot hacia el oriente y se apartaron el uno del otro. Abraham acampó en la tierra de Canaán en tanto que Lot habitó en las ciudades de la llanura y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma. Más los hombres de Sodoma eran malos y pecadores contra Jehová en gran manera y Jehová dijo a Abraham después que Lot se apartó de él, alza ahora tus ojos y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur y al oriente y al occidente, porque toda la tierra que ves la daré a ti y tu descendencia para siempre. Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra que si alguno puede contar el polvo de la tierra también tu descendencia será contada. Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho porque a ti la daré. Abraham pues removiendo su tienda vino y moró en el encinar de Mambré que está en Hebrón y edificó allí altar a Jehová.”

Bendiga el Señor su palabra. El Señor me ha estado moviendo en estos últimos días a hablar acerca de esta temática que tiene que ver con, podríamos llamarlo el espíritu apacible, el espíritu de reconciliación, el espíritu de amor, de perdón. Hace unos domingos hablamos acerca de sobrellevar las cargas unos de los otros, recordarán ese tema. Hemos hablado también acerca del llamado de Jesucristo a ir esa segunda milla, un llamado tan doloroso y tan difícil para todos nosotros, yo diría. Y hablamos de eso diciendo que es el arma espiritual más poderosa que podemos usar para avergonzar al diablo muchas veces y para que el espíritu de Cristo sea glorificado y para vencer el mal con el bien.

El domingo pasado reflexionábamos acerca de Ana, esta mujer que fue madre del gran profeta Samuel, y usábamos a Ana como ejemplo para nuestras vidas. Y una de las cualidades que yo señalé fue la mansedumbre de Ana, su espíritu manso, su forma de responder a Elí cuando Elí la insultó por su falta de discernimiento espiritual. Su forma de tratar a su contrincante, la concubina de esposo, que la insultaba y se reía de ella porque ella no podía tener hijos y cómo Dios usó a Ana y esa actitud de Ana para traer una gran bendición a su vida y la llevó a ser la madre de un profeta que trabajo liberación al pueblo de Israel.

Y una y otra vez el Señor me ha estado hablando, hermanos, de esa necesidad que tenemos de usar esta regla espiritual tan poderosa que el Señor nos dejó, de vencer el mal con el bien, de vencer el espíritu de violencia y de agresividad que domina a este mundo, con su contrario que es el espíritu de la cruz y el espíritu del perdón, el espíritu de la tolerancia y el espíritu de ceder aún cuando tenemos todo el derecho.

Y yo decía que esta es un arma espiritual tremendamente poderosa y un arma muy misteriosa, paradójica, viola las reglas de la razón y viola las reglas de el darwinismo que controla muchas veces las relaciones humanas, esta lucha que el más grande se come al más pequeño y el más fuerte es el que impera sobre el más débil.

Y el Señor Jesucristo vino a darle al diablo una estacada central por medio de la cruz y ustedes notarán que la cruz es la antítesis total de ese espíritu diabólico de conquista y de agresividad y de ojo por ojo y diente por diente. La cruz a través de la muerte trajo vida, a través de la vergüenza mayor, trajo gloria para Jesucristo. Y a través de la inmovilidad y la impotencia total desató un poder irresistible en el universo que es el poder de salvación y de vida eterna, usted entiende? Allí Cristo clavado en la cruz, sangrando, incapaz de moverse dentro de su humanidad que él había escogido, allí, dice la Biblia, que Cristo hizo lo que no se había podido hacer en todos los siglos en que la humanidad había existido antes.

Dice el libro de Colosenses que en la cruz Cristo despojó a los principados y a las potestades. Allí sin moverse sangrando, recibiendo burla de la gente y contradiciendo en un sentido aparente su deidad y su poder, y su gloria, y su eternidad, el Señor le quitó las llaves al diablo de la vida y de la muerte y del universo y de la humanidad. Despojó a los principados y a las potestades, dice también, que obtuvo salvación para nosotros, anuló el acto de los decretos que nos era contraria, todas las acusaciones que teníamos en contra nuestra fueron neutralizadas. Cómo? Sin hacer nada, sumiéndose en la vergüenza y en la muerte y en la impotencia más grande.

Y ese es el principio fundamental hermanos, que yo creo que vence en el universo. Y es el principio que cuando nosotros, los hijos de Dios, lo adoptamos trae gran victoria para nosotros y desata el poder de Dios a través de nuestras vidas. Neutraliza al diablo, lo avergüenza, lo ata y entonces desata el poder y la gracia de Jesucristo.

Lo que pasa es que cuando nosotros buscamos nuestra propia gloria y nosotros buscamos salirnos siempre con la nuestra, entonces estamos solos, a la merced de nuestra sabiduría, nuestra astucia, nuestras fuerzas, pero cuando nosotros en el nombre del Señor, por una decisión consciente y espiritual y bíblica, nosotros decidimos darle la gloria al Señor, entonces las cosas cambian. Y el Señor entonces entra y se hace socio de nosotros. El Señor se hace socio de nosotros y nos da la victoria. Él entra en acción a favor nuestro.

Por eso es que, hermanos, esa regla, aunque es tan difícil de poner en práctica es tan provechosa y es tan misteriosamente efectiva. Y yo creo que Abraham muestra esto, en este pasaje en una manera eminente. Por eso yo quiero ilustrar este principio con ustedes a través de la vida de Abraham.

Dios había escogido a Abraham para un destino muy, muy especial. Había escogido a este hombre oscuro, sin ser conocido por nadie, y le había dicho, Abraham, lo vemos en el capítulo 12, “haré de ti una nación grande, te bendeciré en grande, seré tu nombre, será bendición, bendeciré a los que te bendijeren, a los que te maldijeren maldeciré, y serán benditas en ti todas las familias de la tierra…”

Que promesa tan grande para un hombre que hasta ese momento había vivido una vida normal, común y corriente, que Dios venga y le diga, yo voy a hacer de ti una nación inmensa y el que te maldiga a ti será maldecido y el que te bendiga a ti será bendecido y te daré a ti toda la tierra que pise la planta de tus pies.

Por qué Dios hizo eso? Tenía que ser un hombre muy especial. Tenía que haber habido algo en ese hombre que atrajo la atención de Dios y que hizo que Dios dijera, de esta semilla yo quiero hacer mi nación, mi pueblo escogido. Así que Abraham tenía que tener unas cualidades muy especiales. Y aquí en el capítulo 13 uno puede comenzar a ver qué había en ese hombre, que había tocado el corazón de Dios.

Si hay un testamento maravilloso que ilustra la grandeza moral y espiritual de Abraham, ahí ustedes lo tienen en el capítulo 13, en ese evento pequeño de la vida de él, muchas veces en nuestra vida las acciones pequeñas son las que demuestran la totalidad de un hombre o de una mujer. El gran teólogo y escritor Unamuno, filósofo muy conocido, español, decía que muchas veces uno puede en un momento, en un segundo observar una acción de un hombre o de una mujer, y en esa acción mínima está retratada y contenida toda la personalidad de un ser humano, su grandeza o su pequeñez, su sabiduría o su insensatez, en un acto, una palabra, una reacción, uno puede decir mucho.

Así cada un gene mínimo que no lo puede ver el ojo contiene todas las cualidades y las características físicas por lo menos de un ser humano, así mismo a veces una acción puede contener la totalidad de un individuo, su altura moral o su bajeza moral. Por eso es que tenemos que tener tanto cuidado, hermanos, cómo nosotros lo que hablamos, lo que decimos, porque nuestras acciones denotan tantas cosas y a veces somos descuidados y no entendemos que estamos proyectando lo que somos y lo estamos revelando.

Y Abraham aquí en el capítulo 13 para mí revela su grandeza moral, lo que lo hizo un hombre agradable delante de los ojos de Dios. Una contienda surge entre los pastores, los empleados de Abraham y su sobrino Lot. Como siempre las posesiones, hermanos, que cosa!, las cosas materiales dividen a los hermanos, las bendiciones mismas que Dios a veces nos da se convierten en trabas para nuestra vida espiritual y para nuestras relaciones con los demás. Y eso se da en todas las áreas de la vida, a veces en el matrimonio puede ser las cuentas y en qué se invierte el dinero, y si las vacaciones nos vamos a Hawái o nos vamos a ir a visitar a los padres de él o de ella, o si vamos a comprarle a los hijos ropa, o si vamos a invertirlo en un televisor nuevo, etc. en la iglesia muchas veces puede ser otro tipo de posesiones, puede ser la posesión de autoridad y de derechos que tenemos. En el trabajo pueden ser otras cosas, pero dondequiera es la posesiones, y a menos que no haya un espíritu gentil y un espíritu desprendido y un espíritu que remite la causa al Señor siempre habrá pugnas en las iglesias, en el hogar, en el trabajo, en la calle, y la sociedad no irá para ningún sitio porque a menos que no haya alguien que ceda en el nombre del Señor no puede haber paz.

Y cuando estamos tan estancados en nuestras posiciones y la persona que siempre quiere salirse con la suya y que nunca da su brazo a torcer, y que nunca se queda dao, como decimos nosotros en buen dominicano, no puede ser un agente de bendición, no puede ser un buen cristiano, en otras palabras, no puede seguir siendo un modelo adecuado de Cristo Jesús. Tiene que haber un espíritu de dar y un espíritu de ceder.

Para mí esa es la esencia de lo que yo veo aquí en Abraham, en ese evento. Si Abraham no dialoga con Lot en alguna manera hubiera habido un derramamiento de sangre, hubiera habido una enemistad que hubiera durado para toda la vida y quizás la historia de Israel hubiera sido muy diferente. Qué cosa nos enseña Abraham aquí? Rápidamente yo veo un punto y es que, y esto es parte de esa actitud de dar y de entregar y de ceder, Abraham mantenía una comunicación continua con Dios. Abraham tenía una vida de adoración muy saludable.

Miren el versículo 3, Abraham ha dado un gran viaje, ha estado por allí unos cuantos meses o años, no sabemos, antes de él irse, él había edificado un altar de donde había salido. Y qué hace él cuando regresa de su largo viaje? Dice, regresó habiendo estado antes allí en ese lugar entre Betel y Ay al lugar del altar que había hecho allí antes. Qué hizo? E invocó allí Abraham el nombre de Jehová.

Enseguida que Abraham llega de nuevo al área donde estaba va al altar que él había edificado antes de salir y vuelve otra vez y allí adora al Señor, invoca el nombre del Señor, pide la bendición de Dios sobre su vida y como lo entendían en ese tiempo Dios moraba en ciertos lugares específicos. Ahora, evidentemente mora en nuestros corazones por medio de su Espíritu Santo, pero Abraham entendía que en ese altar allí había una presencia especial de Dios y él enseguida, yo me lo imagino llegando de su viaje, ni siquiera quitándose la ropa, primero va allí y le da gracias a Dios por haberlo acompañado durante su viaje, re consagra su vida, alaba al Señor, adora al Señor, le reconoce la soberanía a Dios y entonces continua con sus quehaceres.

Una y otra vez vemos Abraham edificando altares en comunicación, recibiendo revelación de Dios. Y qué interesante, hermanos, que en la vida de Ana o decía que una de las cosas también que aparte de su mansedumbre, era eso mismo, su gran comunión con Dios, que lo vemos en el canto que ella le expresó a Dios cuando tuvo a Samuel. Dijo, mi poder se exalta en Jehová y yo me gozo en el Dios de mi salvación.

Es decir, usted va a ver siempre ligado, hermanos, una cosa no es posible sin la otra, yo creo. No es posible tener un espíritu de mansedumbre y un espíritu apacible a menos que uno no esté en gran comunicación y en gran contacto con Dios y que uno no tenga una comunicación profunda con el Señor. Para poder vivir en paz con los demás se necesita fe y comunicación con Dios, se necesita estar fuerte espiritualmente. La regla de Cristo de ir la segunda milla no es para gente débil, no es para gente emocionalmente inestable, no es para gente con heridas de la niñez y con dolores que no se han sanado.

Mucha gente resiste esta actitud de ceder porque creen que es para gente débil y para gente que siempre está dominado y con el cuello debajo de la bota de alguien, y por eso lo resisten, porque nadie quiere ser un parásito, nadie quiere ser una víctima. Pero, hermanos, lo irónico del Evangelio es eso, que a la verdad para usted aplicar la ley de Jesucristo usted tiene que ser bastante maduro espiritualmente y haber crecido bastante en el Señor y tener su fortaleza muy claramente afincada en el Señor. Porque solamente aquel que tiene mucho puede dar mucho. La persona pobre generalmente va a ser aguantada, con el dinero y con la comida, y con las cosas porque entiende que su supervivencia depende de lo poquito que tiene. Generalmente una persona que tenga un poco más si es una persona bastante normal va a darse la libertad de dar más, porque puede prescindir. Esa es la regla natural y así pasa emocionalmente, si nosotros estamos saludables y fuertes con el Señor, y nuestra confianza está en el Señor y sabemos que nuestra vida depende de Dios entonces eso nos va a permitir ser más generosos con los demás, perdonar más, tolerar un poco más, dejar el agua correr un poco más, olvidar un poco más, esperar un tiempo hasta que Dios haga su obra, porque sabemos que Dios es real y que Dios actúa y que lo ha hecho antes y que lo va a volver a hacer en nuestra vida.

Usted ve, entonces por eso es que en realidad lo que Cristo pide de ir una segunda milla y voltear la otra mejilla y vencer el mal con el bien, eso es para gente que está saludable emocional y espiritualmente, para gente que está bebiendo continuamente la sabia de Dios y que está fuerte y que entonces puede darse el lujo de perdonar a los demás y amar a los demás a pesar de sus faltas. Se necesita estar fuerte espiritualmente y Abraham tenía ese contacto con Dios, Abraham sabía que Dios le había dado mucho y por eso Abraham podía darse el lujo de ser como fue con Lot.

Qué otras razones hay allí? La comunicación con Dios nos hace partícipes de la sabiduría divina. Cuando estamos siempre en oración y leyendo la palabra del Señor, y reflexionando sobre las verdades espirituales, eso nos permite recibir el consejo divino en tiempos de conflicto y de dificultad y entonces viene la revelación de Dios para la necesidad. Nos hace partícipes de la sabiduría divina.

Además de eso la comunicación con Dios nos hace conscientes de que la solución a nuestros problemas no depende solo de mí, que Dios también es un jugador en mis situaciones. Ese hecho de saber que yo no soy el único que tiene que defenderse y buscar la solución a sus problemas eso produce paz en nosotros, eso reduce nuestro nivel de tensión que muchas veces es lo que nos hace atacar y contra atacar cuando viene la ofensa real o imaginada. Y eso nos permite ceder y a veces nos permite darle a nuestro opositor una palabra que lo calme y le baje el ánimo y que entonces le permita ver el otro lado del asunto. Por qué? Porque yo estoy consciente de que Dios también está jugando en el asunto.

En tercer lugar, el estar en contacto con Dios directamente me quita a mí esa tendencia a querer desquitarme y querer buscar venganza y a querer siempre contra atacar y hacer que la otra persona pague las consecuencias de sus acciones, porque yo sé que Dios también es un jugador en el asunto.

Miren lo que dice Romanos, capítulo 12, dice, “… no os venguéis a vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios porque escrito está, mía es la venganza yo pagaré, dice el Señor. Así que si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. No sea vencido de lo malo sino vence con el bien el mal…”

Usted ve? Es decir, ese es un llamamiento, cuando yo sé que Dios es el que hace justicia en la vida yo no tengo que estar siempre con esa presión de que yo tengo que hacerle justicia a mi contrincante que me ofendió. Por eso es que tanta gente vive presa del resentimiento y el rencor durante años y años por algo que se le hizo, porque no tuvieron la satisfacción de vengarse y entonces se sienten como que se les engañó, se les quitó ese derecho que tenían y están tronchados y están como incompletos porque ellos creen que como yo no lo hice, nadie más lo va a hacer.

Pero dice la Biblia, mía es la venganza y dice el Señor, yo pagaré. Dios es un Dios justo, el universo, aunque no lo veamos está regido por leyes de justicia. A la larga las cosas siempre tienen que igualarse y la justicia de Dios tiene siempre que cumplirse.

Entonces si yo estoy en comunión con Dios yo sé que Dios va en su momento hacer las cosas y eso me ayuda a mí a ser una persona más calmada, un agente de paz. Yo creo que Abraham en su manera de actuar con Lot, de llamarlo aparte y de buscar una solución, fue porque él tenía esa comunión tan íntima con el Padre.

En segundo lugar, yo veo que Abraham fue diligente en mantener la paz. Abraham fue solícito en establecer la paz con su sobrino. Él no esperó a que las cosas se deterioraran. Él no esperó a que las cosas llegaran a un punto ya en que no hubiera solución, sino que él inmediatamente fue a donde Lot desde que descubrió que estaba pasando algo, y muy diligentemente fue a buscar una solución al problema.

Qué dice Efesios capítulo 4 versículos del 1 al 4? “… yo os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, y aquí está la clave, solícitos en guardar la unidad del espíritu en el vínculo de la paz….”

Solícitos en guardar la unidad del espíritu en el vínculo de la paz. Hermanos, a menos que nosotros no estemos solícitos. Qué quiere decir la palabra solícitos? Diligente, dispuestos, atnetos, dinámicos en mantener esa paz. Y para que haya paz entre los seres humanos y en las relaciones humanas tiene que haber gente solícita, tiene que haber gente atenta a esta dinámica de la paz. Por eso es que yo me tomo este tiempo para hablar porque yo quiero plantar esa inquietud en sus corazones así como reforzarla en mí también. Tenemos que continuamente estar revisitando esas ideas y volviéndolas a hacer brotar en nuestro corazón y en nuestra mente porque si no, si no lo hacemos no vamos a recordarlo.

Tenemos que ser diligentes en guardar ese vínculo de la paz entre los hermanos porque esa paz no se da automáticamente, requiere vigilancia, requiere esfuerzo, requiere que continuamente estemos atendiendo. Está bien todo con mi hermano? Si yo noto que las cosas se están complicando, ir enseguida y hablar con él o con ella y arreglar las cosas y establecer la paz en vez de que se haga una montaña que después sea imposible de uno derribarla. Estar siempre en oración examinándonos para que el rencor y el resentimiento no se acumulen, buscando formas de comunicar lo que sentimos en una forma adecuada, reflexionando y meditando lo que nos dice la palabra de Dios acerca de la reconciliación y el perdón y el amor, y la tolerancia de unos con los otros. Requiere diligencia.

Abraham enseguida que supo que había problema con siervos suyos y los siervos de Lot llamó a Lot enseguida. Lot vamos a hablar, qué es lo que está pasando? Vamos a comunicar, hay problemas entre nuestros trabajadores, no permitamos que eso trascienda a nosotros. Tu y yo somos hermanos, tiene que haber una solución y Abraham no tenía que hacer eso, él era el mayor, él era el tío. En la cultura judía o en la cultura semita, más bien, él tenía todo el derecho a decir, bueno, hey, que venga él a donde mí, yo soy mayor que él, yo tengo más derechos que él, y que hable conmigo y entonces vamos a ver si se resuelve la situación. No, el fue donde su sobrino, el más joven y le dijo, ven acá, vamos a arreglar las cosas, vamos a buscar una solución a este problema. Él fue diligente. Él no se quedó allí en su gloria diciendo, bueno, como él es el que le toca pues que venga él donde mí. Él usó la ley de ceder y él fue a donde su sobrino.

Otra cosa que yo veo aquí, Abraham puso los principios espirituales por encima de los materiales. Dónde veo yo eso? Mire en el versículo 8 de Génesis 13, dice, “… entonces Abraham dijo a Lot, no haya ahora altercado entre nosotros dos, entre mis pastores y los tuyos, por qué? Porque somos hermanos..”

Usted ve? Allí, qué estaba diciendo Abraham? Lot, no dejemos que haya pugna y división y problemas y luchas entre nosotros porque hay algo que debe estar por encima de esta situación y es el hecho de que tu y yo somos hermanos. Antes de eso dice, en el versículo 7, el versículo anterior, que el cananeo y el pereseo habitaban entonces en la tierra. Eran gente extraña y sin embargo Abraham y Lot eran consanguíneos, eran hermanos en un sentido de sangre y carne. Y entonces Abraham dice, Lot, no es posible que tu y yo siendo hermanos demos un mal testimonio ante esta gente que es incrédula. Tu y yo siendo hermanos no podemos darnos el lujo de pelear y de matarnos unos a otros y estar en pelea, vamos a resolver esta situación. Ve?

Hermanos, por encima de los derechos suyos o míos están los derechos de Cristo Jesús y del Evangelio y de la palabra de Dios y de los principios que han sido revelados a través de la palabra del Señor. Usted recuerda lo que yo decía el domingo antepasado de la familia como un sistema y el matrimonio como un sistema y que muchas veces el problema está en que estamos tan preocupados por mí y mis necesidades y mis derechos, y mi dignidad que ha sido violada que no pensamos en la salud de la pareja o en la salud de la familia y de los hijos, o en la salud de la iglesia, o en la salud del testimonio que damos ante los incrédulos o ante los débiles en la fe. Porque no estamos pensando en esa estructura mayor sino que estamos pensando en mí y en mí necesidad y por eso es que yo decía que dondequiera que hay pelea continua y hay desarmonía es porque a la raíz hay egoísmo, yo ismo, una atención desmerecida al yo y a las necesidades del yo en vez de pensar en el sistema mayor dentro del cual nosotros estamos integrados.

Y por eso Abraham dijo, no es posible Lot que nosotros nos pongamos a pelear como perros y gatos por ovejas y vacas y hierba siendo tu y yo hermanos. Este hecho de nosotros ser hermanos es mucho más importante y más profundo y de más envergadura las vacas y las ovejas y la hierba que ellas se comen, y la tierra donde estamos.

Ve? Eso es lo que yo quiero decir, hermanos, que muchas veces en la iglesia por ejemplo, nosotros tenemos que tener cuidado porque a veces puede haber una pugna entre mi hermano y yo y yo puedo decirle una palabra hiriente o tajante y no se crea usted, como yo decía, que eso se da así en el aire, aún cuando estemos los dos encerrados dentro de una caja de seguridad, una caja fuerte, nadie más lo vea ni lo oiga, los aires están penetrados por la santidad de la iglesia y de la presencia de Dios. Tenemos alrededor de nosotros una gran nube de testigos, tenemos demonios y ángeles, tenemos el Espíritu Santo y tenemos a Satanás siempre mirando. Nuestras acciones dan gloria al diablo o dan gloria a Dios. Y entonces nosotros tenemos que estar siempre solícitos al hecho de que yo al obrar en una manera inadecuada estoy trayendo vergüenza al Reino de Dios, estoy a veces, hermanos, no nos cuidamos y el padre y la madre pueden pelear ante los hijos y no estamos pensando en el principio mayor de la salud de nuestros hijos, salud emocional, o espiritual de nuestros hijos. O en el trabajo, hay una pelea y no nos damos cuenta que esa pelea puede estar envenenando el ambiente y no solamente tener que ver con las dos personas que están teniendo la pelea. Hay principios mayores.

No sé si me estoy explicando bien, Abraham le dio al principio de hermandad más importancia que al principio de propiedad y eso nos ayuda muchas veces a ser gente de paz. Mire, estoy predicando algo que yo tengo que aprender a aplicarlo. No se crean que le estoy hablando desde mi gloria, es difícil pero yo creo que estas cosas nos ayudan.

Y finalizando Abraham usó el principio de darle la ventaja al contrincante, le dio ventaja a su contrincante, que en este caso era Lot. Usó el principio de ceder, he gave up his rights, versículo 9 y 10, qué le dice Abraham a Lot? “… Lot, no está toda la tierra delante de ti, yo te ruego que te apartes de mí, si fueres a la mano izquierda yo iré a la derecha; si tu a la derecha yo iré a la izquierda….”

Mire a Lot ahora, usted ve lo que yo le digo? Que el carácter de un hombre está retratado en una acción. Así como Abraham fue retratado en una luz gloriosa y admirable, miren lo que inmortaliza a Lot, versículo 10, dice; “…. Y alzó Lot sus ojos y vio toda la llanura del Jordán que toda ella era de riego como el huerto de Jehová, como la tierra de Egipto en la dirección de Soar, antes que destruyese Jehová a Sodoma y a Gomorra… y qué hizo Lot? Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán…”

Lot dijo, esta es mi oportunidad, aquí me hago yo rico. Y él cogió me imagino unos anteojos y buscó bien cuidadosamente y vio todos los arbolitos y todos riachuelos, y todos los lagos y el pasto que parecía más verde y pensó, por aquí me voy. Él estaba pensando en sí mismo, él estaba pensando en su ventaja, él estaba pensando en su provecho para el futuro, su cuenta bancaria y todo lo demás y el provecho de su ganado, y su prosperidad futura. Todo lo apostó y escogió así a la franca, y dijo, bueno, como tu me diste la oportunidad pues yo me llevo esta parte, la mejor de todas. Y Abraham tranquilo allí.

Hermanos, cuántos de nosotros hubiéramos dicho, que tonto Abraham. Cuántos de nosotros hubiéramos dicho, no, aquí Abraham se le quemó el cerebro en ese momento, un fusible se le fundió. Sin embargo, Abraham estaba, su cercanía con Dios le daba a Abraham una paz tremenda que le permitía remitir su causa al Señor y usar el principio de ceder y de la cruz mucho antes de que la cruz surgiera en la historia. Por eso es que Abraham era un genio espiritual, por eso yo creo que Dios lo escogió a ese hombre, porque él conocía ese corazón que había allí en Abraham, aunque Abraham también tenía grandes errores en su vida. Cometió errores serios pero tenía un corazón como el de David que era conforme al corazón de Dios.

Y entonces Abraham sabía que el carácter de Lot requería una acción desesperada, dramática y muy, muy poderosa espiritualmente y por eso Abraham le dijo, ok, Lot escoge tu primero, donde tu te vayas yo me iré en la dirección contraria. Y Abraham no le recriminó a su sobrino, no lo acusó, no vemos nada de eso, sino que Abraham dijo, ok, yo hice mi trato contigo, ahora vete tu por allí, yo me voy por acá. Lot me imagino que se habrá ido cantando y gritando y saltando e hizo una gran fiesta al final de ese encuentro.

Pero miren después ya pasan, me imagino, que Lot se fue en ese momento, pasan unos minutos y entonces viene el espíritu de Jehová y se acerca a Abraham y miren la palabras de Dios a Abraham, después que Lot se apartó de él. “Abraham alza ahora tus ojos y mira desde el lugar donde estás, hacia el norte y el sur y el oriente, y el occidente…”

Eso incluía la tierra que Lot había escogido, mis hermanos, eso incluía la tierra, porque todo lo que él podía ver desde su posición, toda esa tierra incluyendo la tierra que Lot había escogido y que ya él se había ido feliz creyendo que era suya, pero la tierra era del Señor, la tierra no era de Lot y qué le dice:

“… porque toda la tierra que ves la daré a ti y tu descendencia para siempre y haré tu descendencia como el polvo de la tierra que si alguno puede contar el polvo de la tierra también tu descendencia será contada….”

Hermanos, ven la gloria de Dios al uno usar estos principios de guerra espiritual? A quién quiere usted tener como su garante, a usted con su limitado entendimiento y fuerza o al Dios todopoderoso que garantiza bendición para usted, para sus hijos, sus nietos, sus bisnietos, sus tataranietos? Yo siempre quiero que el Señor esté bendiciendo mi linaje porque yo sé que yo no soy capaz, ni el que tengo inmediato a mí de bendecirlo. Y por eso yo necesito que Dios sea mi canal y mi intermediario y mi defensor. Y yo tengo que remitir mi causa al Señor y poner mis cosas en las manos de Dios. Y la única manera es abriendo el espacio a Dios para que haga la obra.

Hermanos, vamos a imitar el espíritu de Abraham en este día, vamos a imitar el espíritu que se da en sacrificio al Señor. Vamos a dar el espíritu que imita al Cristo que dijo, Padre, no se haga mi voluntad sino la tuya. Vamos a imitar el espíritu del Cristo que se montó a la cruz y abrió sus brazos para una humanidad que no lo amaba ni lo estaba buscando para darle salvación y vida eterna. Y ese Cristo entonces qué pasó? Que dice la Biblia que Dios le dio un nombre que es sobre todo nombre para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla de lo que está en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra. Por qué? Porque Cristo usó ese principio entonces fue levantado. Antes de que tu seas levantado tienes que descender. Antes que tu seas enaltecido tienes que humillarte. Antes que tu seas resucitado tienes que ser crucificado. Esa es la regla de la vida cristiana.

Hermanos, vamos a abrazar ese principio, vamos a cargar nuestra cruz porque en cargar nuestra cruz hay descanso. Llevad mi yugo sobre vosotros y hallaréis descanso para vuestras almas. Tu quieres que la paz reine en tu hogar? Comienza a ceder en el nombre de Cristo. Tu quieres que tus hijos crezcan saludables? Practica yudo espiritual y pídele a Dios que te de revelación cómo hacerlo en tu vida. Tu quieres que haya paz en tu trabajo y tu ser un agente de bien? Comienza a darle a Cristo espacio para defender tus principios y no quieras tu todos los días y exclusivamente defenderlos tu.

Hermanos, que la paz del Señor reine en nuestros corazones y que ese espíritu tan difícil de entender pero tan lleno de vida y de sanidad venga a reinar en nuestras iglesias, en nuestros hogares, en nuestro trabajo, en dondequiera que nosotros vayamos. Que el Señor nos bendiga.

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El gozo del Señor es tu fuerza

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Hermanos, vamos a abrir la palabra a Romanos Capítulo 14. Cuántos se gozan de estar en la casa de Dios? Amén. Cuántos se sienten gozo por estar en la casa de Dios? Gloria a Dios. Amén. Entonces, todo el punto, la razón, hermanos, estamos en buenas manos porque es precisamente eso lo que quiere Dios con nuestras vidas. Hermanos, no sé qué le trajo a la casa del Señor, y el Señor usa un sin número de maneras y de patrones para traernos hasta acá. Pero sepan que el Señor quiere algo contigo también. Usted desea algo del Señor, pero algo desea Dios contigo. Al final de este proceso aquellos que caminan en el Señor, el Señor quiere que usted llegue a un fin muy claro, ese es el deseo de su corazón.

Y en el nombre de Jesús pedimos que todos los que estén aquí caminando en los caminos del Señor, todos los que nos siguen por el internet, todos aquellos que llaman a Jesucristo su Señor, nuestra oración es que sus vidas se semejen a esta palabra, a esta declaración. Romanos, Capítulo 14, versículo 17, ahí estaremos solo por una introducción y luego nos pasaremos a Nehemías, el libro de Nehemías, Capítulo 8. Pero esta palabra declara:

“… Porque el Reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo…”

Justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. De qué se trata esto? Qué es lo que está diciendo el Apóstol Pablo con esto de ni bebida, ni comida. En otras palabras, cómo usted adora al Señor? Él está hablando de distintas, hay gente en esos días comían una cosa pero no se sentían como no comer ciertas cosas, y todo su tiempo en el Señor ellos se pasaban debatiendo esos detalles.

El Señor le está diciendo a usted, hermano, tranquilo, al fin y al cabo los detalles, lo que quiere Dios cumplir contigo, lo que quiere Dios cumplir con nuestras vidas es que a lo largo de nuestras vidas podamos ver nuestras vidas a la luz del Señor y decir, gracias a Dios que desde que conocí al Señor yo puedo testificar que el Señor ha incrementado su justicia en mi vida. En otras palabras, que me aflijo por el pecado, conozco su ley, amo al Señor, me estoy alejando más y más de aquellas cosas que me alejan de su gloria y de su distancia, y puede decir que aunque no sea yo perfecto, he conocido la justicia del Señor. Sé que abogado tengo en el cielo y sé que más y más Dios está haciendo una obra de justicia en mi vida. Aunque sea nuestra vida una vida de paz.

Ahora, pregúntese, mi hermano, está viviendo una vida de paz? Y eso es no meramente aquellos que acaban de llegar a la Congregación León de Judá, o que acaban de comenzar su camino en el Señor. Usted que ha estado sirviendo en la mesa del Señor, usted que ha estado viviendo , caminando como un hijos de Dios por x años, 10, 15 años, está usted experimentando verdaderamente una… conoce usted la paz que sobrepasa todo entendimiento? Conoce usted cuando hablan de esa paz en que en medio de la tormenta usted duerme bien, como Jesucristo durmiendo en la popa del barco, usted sabe lo que es eso? Usted lo ha experimentado.

Yo veo amén, gloria a Dios, pero si no mi hermano, sepa eso es lo que quiere Dios contigo. Y por fin, yo creo que es más importante gozo. Gozo. Joy. Hermanos, el Señor quiere que esta vida en él sea repleta, saturada, conocida por gozo, que a usted caminar en el Señor, usted pueda decir, yo conozco el gozo de mi salvación. Es uno de los tesoros de mi vida. Porque le advierto, en esta mañana mis hermanos, no les quiero asustar, pero sí le advierto en esta mañana Satanás le tiene en su blanco, le tiene en el diana de su blanco. Eso lo sabía usted.

Pero usted tal vez, está esperando ataques de Satanás en lugares obvios y lugares sensibles y pedimos que el Señor cubra esos lugares con la sangre del cordero. Pero muchos de nosotros no nos damos cuenta que Satanás está atrás de su gozo. Tiene tu gozo en su blanco. Quiere atacar, disminuir y si puede hacerlo, evaporar tu gozo, el que servir al Señor sea una aflicción. Y mira que cosa, por más, esta es la fórmula, por más que usted sirva al Señor, por más ocupado que usted esté en la viña del Señor, más está usted en peligro que el enemigo ataque el gozo del Señor.

Samuel, qué es lo que estás tratando de decir? Hermanos, hay un gozo en servir al Señor. Estar ocioso es aburrido, hay mucho que hacer aquí, gracias a Dios por todos los anuncios. Esta iglesia es septiembre, esta iglesia está a punto de arrancar. Clases de discipulado, clases de…, células siguen en vigencia, …. Está haciendo clases de …., vale esperar, está viento en popa, alfa tiene su caminata. Gloria a Dios, hay vida en la casa del Señor.

Gloria a Dios. Amén. Gloria a Dios. Hay vida en la casa del Señor. Y muchos de ustedes dirían, yo lo sé, porque yo soy uno de esos que estoy corriendo, haciendo mil cosas aquí en la casa del Señor. Y ese es el peligro. Muchas veces llegamos, no todos, pero Satanás le encantaría que usted llegara a ser esas cosas y hacerlo olvidándote del gozo del Señor. Y que ese trabajo se convierta en puro afán. O sea, usted se pierde en los detalles. Y aún el trabajo en el Señor, aún preparando su clase de discipulado, aún preparando su clase para la escuela bíblica, aún preparando la clase de …. esta semana, se convierte como en una monotonía, porque lo ha hecho tantas veces. Tal vez lo has hecho tantos años, y cuando lo haces sin el gozo del Señor, usted pierde de vista la razón tras esto, pierde de vista la gloria del Señor, pierde de vista cómo lo que usted hace, cómo es que la obra de sus manos glorifica al Señor.

Y eso es un peligro. Eso es el comienzo de algo muy negativo y sabe, eso no es el modelo de Dios para sus vidas. El Señor quiere que usted viva esta vida y que todo lo que usted haga, por lo mínimo que sea, por los detalles más… usted diría anónimo que usted haga, que aún en eso, usted experimente el gozo del Señor.

Qué es lo que desea el Señor con tu vida? Yo creo que hay un modelo que podemos seguir en Nehemías Capítulo 8. Que para mí esto es una de las escenas más preciosas en el pueblo de Dios. Es una escena que hemos visto aquí, hoy lo vimos, hoy vimos algo así acontecer en la casa del Señor. Pido al Señor que esta iglesia siempre esté viviendo escenas de avivamiento como la que vamos a leer ahorita. Pero también que veamos el lugar del gozo del Señor en estas manifestaciones del Espíritu Santo. Nehemías, Capítulo 8, digamos comenzando con el versículo 9.

“… Y Nehemías, el gobernador, y el sacerdote Esdras, escriba, y los levitas que hacían entender al pueblo dijeron a todo el pueblo, día santo es a Jehová nuestro Dios…”

Qué es lo que está pasando aquí. A propósito, en el primer versículo del Capítulo 8, yo les encomiendo este Capítulo, algo extraordinario está pasando aquí. Un avivamiento. Un avivamiento en toda esta comunidad. Pareciera algo pasajero, pero algo muy significante. En vez de los sacerdotes y los escribas y los religiosos profesionales decirle al pueblo, decirle a la comunidad, mira, esto es lo que Dios espera de ti, mira, pórtense bien, mira esto es lo que dice la palabra. Algo aconteció en el corazón de la comunidad, bello.

Pídele al Señor, el Señor que hizo esto una vez, lo puede volver a hacer en la Ciudad de Boston. Lo puede volver a hacer en Nueva Inglaterra, lo puede volver a hacer dondequiera que usted esté. Cuando el pueblo, el pueblo se le acerca a los escribas y a los sacerdotes y ellos le dicen a los profesionales y religiosos, ¿Saben qué? Saquen el libro de la ley, léela, dinos, por favor, el deseo de Dios, dinos la verdad, predíquenos la palabra del Señor. Esta gente hicieron una plataforma especial, solamente … ustedes no pueden ver eso aconteciendo a León de Judá, veo al hermano Roberto Naranjo haciendo una plataforma de 20 pies de altura para que se pare ahí el siervo de Dios y esté predicando la palabra del Señor desde el rayo al alba, al cruzar el día y todo el pueblo parado allí recibiendo palabra del Señor, y si eso no fuera suficiente regado por toda esta Congregación, regado por todo este pueblo habían levitas, habían escribas, habían maestros, personas haciéndole entender al pueblo qué era lo que estaba leyendo. Era como si fueran concordancias humanas.

A propósito, maestros de discipulado, eso es lo que es usted. A propósito, maestra de …, eso es lo que es usted. A propósito, maestra de célula, esa es su función. Usted está haciendo en vida esta palabra para que la gente lo pueda entender. y el Espíritu Santo abrió sus espíritus, abrió el espíritu de este pueblo, abrió las mentes de este pueblo y comenzó a derramar verdad dentro de sus corazones y penetró la palabra. Tal vez ellos son buenos judíos, ellos se criaron oyendo la palabra de Dios pero por primera vez, tal vez en sus vidas, ellos se veían a la luz, ellos veían sus vidas a la luz de la palabra de Dios. Y por primera vez en sus vidas se le amaneció la profunda necesidad que ellos tenían por este Dios, no un Dios lejano, sí un Dios que los conoce, que lo amaba, que tenía un trato con ellos, que tiene mandamientos sí, pero mandamientos que están allí para que nosotros los acercáramos a él, para que fuéramos él nuestro Padre, nosotros sus hijos y herederos de promesas. Ellos despertaron.

Y hermanos, la reacción que ellos tuvieron al recibir esta palabra, nosotros somos ellos. Después de 2000, 3000 años vemos lo mismo. We are these people. Nosotros somos esta gente. En el momento que eso pasa, que por primera vez una gota de la palabra de Dios cae como miel viva en ese corazón árido, algo paso. Es algo mágico en ese momento. Hay lágrimas.

Usted no lo han visto aquí? Ustedes no lo han visto en León de Judá? No lo vimos aún esta tarde? En el momento que el espíritu de Dios conecta con nuestro espíritu y hace vivir la palabra, es una reacción antigua, inspira lágrimas. Lágrimas, tal vez, de sentirse redargüido por saber la distancia que tenemos. Lágrimas, primera vez darse cuenta del vacío que tenemos por este Dios. Lágrimas de tal vez, de esperanza, saber tal vez mi vida no es un caos, puede cambiar. Gracias a Dios, lágrimas de gozo en saber que hay un Dios vivo, lágrimas.

Hermanos, yo no sé de usted pero yo bendigo en el nombre de Jesús las lágrimas que se derraman en este altar por el Señor. Yo bendigo a aquellos que le lavan los pies a Jesús, aún con sus lágrimas. Es una de las cosas más, es una de las alabanzas más puras, más claras, más elocuentes que se acontece en este lugar. Es una de las cosas más bellas que acontece aquí. Cuando un alma se deja quebrantar por el espíritu de Dios. Hombre, mujer, niños, jóvenes, derramando lágrimas delante de la presencia del Señor. Es bello. Pero lo único que les digo es esto, no se quede ahí. No se queden ahí. No se queden con las lágrimas. Las lágrimas es una introducción para otra cosa. El avivamiento es lágrimas, pero el avivamiento es también es el gozo del Señor.

Y el Señor quiere que usted, el que sí derrame lágrimas el Señor que usted también experimente el gozo del Señor. Y Nehemías, el siervo de Dios, vio algo aconteciendo aquí. Fue un momento precioso, pero el Señor le dio discernimiento al siervo de Dios. Praise the Lord. Para eso tenemos pastores guiando los profetas y coordinando el mover del espíritu. El espíritu de Dios trabajando a través de sus profetas y sus pastores. Y el Señor le reveló sube Nehemías, y habla, habla a través de mí. Y Nehemías en el versículo 9 el gobernador Esdras, ellos le dicen:

“… Día santo es Jehová nuestro Dios, no os entristescais ni lloréis que todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de la ley. Luego les dijo, id, qué le dice, comed grosuras, bebed vino dulce, si eso es fuerte para mí, bebed Coca Cola y Pepsi Cola, pero bebed algo. Envía porciones a los que no tienen nada preparado, porque día santo es a nuestro Señor. No os entristezcáis al contrario, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza…”

Gloria a Dios. Maten el becerro grande, inviten a sus vecinos, barbacoa por dondequiera a los hombres, sí, que bueno es un Dios vivo. Por que no? ¿Saben qué? Satanás es un experto en tomar las cosas más bellas de Dios y más sagradas de Dios y darle un buen arañazo sucio y dañarlo en algo maligno, y algo malévolo. Él es experto en esas cosas. Para eso nació él.

Él le encantaría tomar tu gozo y esconderlo detrás de las lágrimas. Él está atacando. Él tiene un propósito de atacar tu gozo. Y el gozo del Señor, no es cualquier cosa es vuestra fuerza y si alguien lo sabe es él. Por qué él está tan decidido en atacar su gozo? Por lo menos, por dos razones. Primeramente, sin el gozo del Señor nos convertimos en cristianos inmovilizados e inefectivos. Es cierto.

Hermanos, tal vez usted está preocupado porque Satanás, y eso es bueno, le tiene o le descarrile, o le distraiga. Amén. Velen por eso. Pero ¿Saben qué? Él estaría contento, feliz meramente con quitarte el gozo, con eso él hace su trabajo. Eso sería lo suficientemente efectivo. Porque sin su gozo, sin el gozo del Señor, todo lo que usted hará le va a saber a polvo. Usted no verá el propósito divino en lo que está haciendo. Todo lo contrario, sería un afán. Sin el gozo del Señor más inefectivo eres.

Ustedes saben que tiene dones, ¿verdad? Que cada persona aquí tiene un don del Señor. Algo el Señor hizo en su vida, te escogió, te hizo cuando naciste fue con un código especial que el Señor hizo en ti, para que esos dones se pongan en función. Pero esos dones requieren el soplo del espíritu del Señor para que sean avivados y esa obra tiene que ser lubricada en el gozo del Señor. Pues por más que usted sin el gozo, más inefectivo eres.

Todo te molesta, te encuentras dando un encontronazo detrás de otro, porque todos también te molestan. Nada sale bien. Y luego, usted ve este patrón. Por menos gozo que usted tiene, más inefectivo es. Por más inefectivo eres, menos gozo tienes. Menos gozo tiene, todavía más inefectivo eres. Y ¿Saben qué? Mission accomplished. Hay un cristiano menos por el cual Satanás se tiene que preocupar. Hay uno más a quien él le ha atado las manos, y lo único que hizo fue quitarte el gozo. That’s it. Hacer tu vida una pura aflicción.

Y eso nos lleva a la segunda razón porque tenemos que buscar, pedirle al Señor por el gozo de nuestra salvación, protegerla celosamente, porque ¿Saben qué? Sin el gozo del Señor Satanás llenaría el mundo de cristianos agrios y reacios, llenaría de cristianos agrios y reacios. Y ¿Saben qué? A él le encantaría eso. Por qué? Porque quién se quiere meter en algo así, no? a propósito, y usted no tiene ni que levantar la mano, por favor, pero cuántos están aquí como refugiados de iglesias así, saben, amén, cómo está? Vete y no peques más. Cuántos de ustedes han venido de iglesias así? Totalmente sale agrio y por qué es que la gente, tal vez, no asisten, por qué, hermanos, por qué, hermanos, no reciben la palabra? Por qué no te prestan más atención? Hermanos, porque parece que usted no se está gozando. You’re not having a very good time. Para qué meterse en eso? Para que se vean así como usted después de tantos años? No como usted, estoy seguro que alguien en la internet que está recibiendo esta palabra.

Pero quién se mete en eso? Y Satanás le encantaría llenar el mundo de cristianos así. Llenar el mundo, poblar el mundo de iglesias así. Alejadas del gozo del Señor. Protejamos el gozo del Señor, celosamente protege el gozo del Señor. Haz todo lo que puedas.

Y hermanos, yo soy el presidente del club de aquellos que han tenido que aprender a proteger el gozo del Señor. Pero el Señor en su misericordia me ha dado ciertas tácticas y humildemente, mis hermanos, si ustedes me permiten, yo le comparto por lo menos tres tácticas, tres temas sobre el cual yo le invito que mediten, que bendicen. Yo sé que han sido de bendición para mí y que incrementaría tremendamente la taza del gozo del Señor en su vida. Tal vez no perfectamente, hay una obra que el Espíritu Santo tiene que hacer en muchas de nuestras vidas. Hay cosas que el Señor tiene que sanar y atar y él es poderoso para hacerlo. Pero si usted se acuerda de estas tres cosas, hermanos, tal vez habrá un 75%, 80% mejoramiento en usted recibir y caminar en el gozo del Señor.

El primer consejo es este. Number 1, el primer consejo es este. Nunca se olvide de esto. Cristo te ama. Oyó? Cristo te ama. I know, eso está tal vez tu niño de 4to año, tu niño de 3, 5 años, el que está en el …. Lo dibujó, usted lo tiene en la nevera, lo ve cada mañana cuando abre la nevera para sacar leche, y todavía no se le ha amanecido la idea que Cristo, Cristo, Cristo, ese Cristo, el alfa, el omega, el que está sentado a la diestra del Padre, el que tiene toda autoridad sobre el cielo y la tierra y debajo de la tierra, frente su autoridad los demonios huyen, el todopoderoso, el shaday, el que resucitó de los muerto y que vendrá a juzgar los muertos y los vivos, ese Cristo te ama.

Oyo? Te ama. Se le sale la babita cuando piensa en ti. Es loco por ti. Se acuerda de tu cumpleaños porque mil años antes de usted nacer, él ya te tenía en idea. Programó dones dentro de ti. Te ve caminando, te ve despertando, te ve en la ducha, te ve dondequiera y dice, guau, he ahí mi hijo amado. Tal vez es más cerrado que un huevo, no sabe cuánto yo le amo. Pero muchacho, qué belleza de creación es ese muchacho. Que obra bella yo he hecho en esa joven. Que potencial hay en ese, guau, eso si es precioso. Yo amo… mira, yo daría, dice el Señor, es más lo hizo, es más para allá voy yo, se vistió de carne, vino a la tierra, caminó entre nosotros y dio su vida porque te ama. Y si eso no te da gozo, todavía no se te ha amanecido la idea. He loves you. Él te ama.

Hay una razón porque la palabra dice, fijémonos en él, fijémonos en él. Fíjate en el autor y en el consumador de nuestra fe, el que te trajo a este asunto, el que te tiene por la mano, por el cual tu te fajas, por el cual tu sudas, a quien tu adoras, y al final a quien tu estás glorificando. En todo lo que tu haces es por él. It’s about Him.

En el momento que tu pierdes de vista de su belleza y su autoridad, entonces todo es afán. Porque te pierdes de vista la cosa más preciosa en el universo, la energía más poderosa en el universo, amándote a ti. Y no conforme con amándote a ti, pero queriéndote de cerca, queriendo comunión contigo, queriendo intimidad contigo. Que humillante, el Dios de los cielos, el rey de reyes, tocando a la puerta de nuestro corazón, a ver si alguien escuchara su voz y abriera la puerta porque si abres la puerta, él entrará a ti y cenará contigo, y tu con él.

Pero tanto así le importa, hay una prioridad divina de tener intimidad contigo. Hermanos, es por eso que queremos alejar al pecado de nuestras vidas, es por eso que queremos vivir en santidad, es por eso que nosotros servimos y servimos con gozo y si hay más que podemos hacer, lo hacemos. Si estamos enamorados de este Jesús la vida es una delicia.

Mira, Satanás le encantaría tapar las nueves y esconder tu corazón del rostro de Dios. Porque detrás de eso, sigue el gozo del Señor. Pero el gozo del Señor no es producto de una teología, mi hermano, el gozo del Señor no es como dijo Pablo, no es cuestión de bebida o comida, no es cuestión de teología, es cuestión de él. Una presencia poderosa, divina, sensible, personal que invita a un pueblo a amarlo, a conocerlo, a perderse en un mar de conocimiento eterno llamado Jesús.

Cristo te ama. He loves you. Acuérdate de eso especialmente cuando pases por tus pruebas. Y esto me trae al segundo consejo. El segundo consejo, mi hermano, no permitas que sus pruebas y sus días difíciles te sorprendan. Mi hermano, vendrán, la lluvia vendrá, es como vivir en Nueva Inglaterra, hoy soleado, tres horas, tremendo aguacero. Uno nunca sabe lo que espera y ¿Saben qué? Así es su vida. Un drama divino. Y tu eres el protagonista.

Cuántos de ustedes no han visto una buena película pero por más… más te encanta la película. Lo ven dos o tres veces. Se le recomienda a la gente. Mira, eso te va a hacer llorar muchacho, pero se lo recomienda. Ahora, tu eres un artista en una película así. Vendrán esos momentos. Deja que vengan, hermano, no lo resista, van a venir. Van a venir. Hay razón porque vienen, sabe?

Hermanos, eso está pegado a lo que acabamos de decir. Cristo te ama. Lo crees? Uno, hay aspectos de su carácter, hay aspectos de su poder, hay aspectos de su belleza que usted no verá, hay ángulos del trono de Dios, reservados para gente que están pasando por pruebas. Hay aspectos de su gloria que a menos que usted no pase por una buena prueba, jamás conocerá el nivel, usted puede hablar, hermanos, de la capacidad de Dios para sacar a uno de un apuro, usted puede oír, podrá oír testimonios de la provisión de Dios, de la sanidad de Dios, de la fidelidad de Dios pero a menos que usted no esté en el aprieto, y a menos que usted no conozca lo que es eso, al rojo vivo, en persona, usted solo lo conocerá de oídas, como Job, un hombre justo amando al Señor desde el primer Capítulo de Job, hasta que él no pasó por una infierno vivo y eso con la mano de Dios cubriéndolo, tapándolo, comunicando con su espíritu, hasta que él no experimentó eso, y en medio de eso declarar, ¿Saben qué? Yo sé, yo lo sé, la palabra me dice, la promesa es que mi redentor vive, vive mi redentor y mis ojos lo verán.

Dicho sea de paso así termina ese libro. Guau! Yo pensé que yo conocía a este Dios, ahora mis ojos lo ven, ahora sé yo lo que es él. Yo hablaba lo que no entendía, yo hablaba pura teología, yo hablaba ideas, yo conozco, he visto, he visto, he visto, he visto un Dios redentor, no es que yo oí de un Dios redentor, él es mi fiel amigo. Y él me ha sacado de este apuro.

Sabe lo que se llama eso? Esperanza. It’s hope. Esperanza. Y hermanos, a un milímetro de esperanza, al lado, son gemelos, está el gozo del Señor. Uno se despierta a las dos de la mañana, guau, viene esta prueba, se acuerda, Dios está en su trono. Oh, it’s right. Thank you Jesus. Esperanza. Hope. El saber, la certeza que mi Dios me va a sacar de esto porque él es poderoso para hacerlo y él es bueno y me ama.

Y hermanos, cuando él lo haga, y lo va a hacer, es más, no cuando, antes de que él lo haga, aún en el potencial que lo haga, yo le recomiendo este tercer y final consejo. Muy sencillamente, celebra. Celebra. Celebra delante de tu Dios. Sabe que la celebración, praise the lord, así no me olvido yo tampoco, sabe que la celebración es del Señor, el celebrar el Señor es una disciplina espiritual?

Y yo, a propósito, celebro algunos jóvenes adultos que han estado estudiando el libro de Richard Foster, Celebration of Discipline, la celebración de la disciplina. Y es un libro pequeñito, pero poderoso y esto se ha repartido por años, por lo sencillo que es. Es meramente celebrar y recalcar las disciplinas espirituales que la iglesia exitosa ha hecho, ha vivido en todos los años de la iglesia. Cosas como oración, la disciplina de oración, la disciplina de meditación, la disciplina de alabanza, la disciplina de someternos a autoridad, la disciplina de dar dadivosamente. Todo esto son disciplinas espirituales que marcan una vida exitosa en el Señor.

E interesantemente, la última disciplina que él trata, el número 10 es la disciplina en sí de la celebración. Él celebra, es como un juego de palabras, él celebra la disciplina y la última disciplinan es celebración. Sabe el decirme a mí que es una disciplina quiere decir si yo no lo estoy haciendo, hay un gran aspecto de la vida del Señor que no estoy viviendo. Si yo no tengo una práctica de celebrar delante del Señor, hay algo de la vida del Señor que se está empobreciendo en mí. Y hermanos, en esto yo les tengo un testimonio, no compartí este testimonio a las 9, aunque lo tenía en el bosquejo y el Señor me redarguyó, Samuel, ve y practice what you preach, ve y practica lo que predicas, celébrame. Thank you, Lord. La misericordia de tu siervo.

Un pequeño testimonio acerca de Hurk. Algo, una manera en que el Señor me aprendió esto, pero esto no es cualquier, para mi vida, no fue cualquier testimonio. En verdad esto me marcó. El año pasado, algo así como en la primavera de 2009, Hurk, que sorpresa, estaba pasando por una crisis financiera. Hermanos, esa es la vida de Hurk. Eso es su historia. Lo he visto muchas veces y también yo he visto como el Señor nos ha sacado del apuro. Mira, esto ha sido mi gimnasio en la fe, ese lugar.

Pero esta vez, oh brother, teníamos todos los datos y todos los datos me decían una cosa, Samuel, para el día 31 de julio 2009 aquí van a desenchufar medio mundo y pum y todo el mundo para su casa porque no queda ni un kilo más. Pero yo, fíjate, ya el Señor me había entrenado y yo comencé a orar. Cuantos aquí tienen un testimonio del Señor, tu orar en tiempos así y ver la provisión de Dios? Good. Good. Ok, ustedes entienden lo que estoy diciendo. Y eso fue, mira, pero oré, esto es Josafat tirado en el piso. Has algo pero apúrate, Señor. Y el Señor que sorpresa, el Señor contestó y contestó en grande y en dos semanas, en dos semanas inesperadamente llegó por lo menos 6 meses de provisión para este ministerio.

Gloria a Dios. Eso era lo que quería oír el Señor. Tómalo Señor. Pero yo lo hice como hicieron ustedes. Saben lo que yo hizo? Guau, vino esa provisión y yo dije, gracias, Señor. Amén. Y entre poco yo oí la voz del Señor diciéndome, gracias, Señor? That’s it! Eso es todo? Tu sabes el apuro como tu te perdía la lágrima, como tu me pediste y mira lo que hice, yo me boté bendiciéndote y todo lo que tu me das es Gracias, Señor? Dónde está mi gloria? Dónde está? Muchacho, celebra.

En ese momento, éramos penosamente éramos 2 ó 3 gatos ahí con la gente comiendo frío, y Hurck en ese tiempo Danielle, que la veo aquí, acaba de llegar, gracias a Dios ni siquiera ella sabía el lío en que se estaba metiendo. Y miren, chicos, vamos a almorzar, vamos y yo no sé matar el becerro grande, pero voy a ir a donde lo hacen. Y vamos a pedir bien un buen bistec y vamos a celebrar al Señor y su provisión. Gloria a Dios.

¿Saben qué? Hace más de un año desde eso y el Señor dentro de los dos servicios, el Señor me lo vino a la mente, por esto es que lo tienes compartir, porque jamás hemos pasado algo así. Algo ha pasado, una explosión de provisión de parte del Señor. El patrón se dobló, se está multiplicando la bendición de Dios sobre ese ministerio y yo tengo que ver que tal vez algo acerca de esa celebración desató algo en el corazón de Dios, porque esta gente de Hurck te puede decir, yo vivo contando ese testimonio y diciéndole, mira, el Dios que hizo eso, qué no puede hacer? Y mis hermanos, yo estoy viviendo ahora en un momento semejante, y yo sé que el Señor va a proveer por los otros ministerios que tenemos delante del Señor, vale esperar, …. y todos esos ministerios, por qué? Porque tenemos un Dios que provee, un Dios poderoso.

Y aún antes de que veamos su mano, aún antes de que veamos las nubes abrirse, aún antes de que él se presente con sus ángeles a caballo, celebremos el nombre de Jesús. Celébralo ya, celébralo en anticipación porque si usted está aquí en su juicio común, pasé lo que usted esté pasando, y pido que los músicos me acompañen en este momento, si usted está aquí, algo ha hecho Dios por ti. Si usted está sentado aquí y hermanos, yo sé que muchos de ustedes estamos pasando por cosas horribles, este altar se llenó, pero el mero hecho de que estás aquí es evidencia de que Dios está obrando en tu vida. There’s something to celebrate before the Lord.

Es más, hermanos, pongámonos de pie. Hermanos, levante su mano donde está, sabe, eso mismo. Gloria a Dios por el tiempo de petición, el tiempo de traer cargas al Señor, el tiempo de llorar delante de su presencia, el tiempo de venir delante de él y decir, Señor, necesito, Señor, intercede, Señor, apúrate, Señor, acuérdate de mí. Pero ahora, cambia la sintonía de tu corazón un poquito. Change the channel, y busca el canal de gratitud y celebración.

Y tomo un momento, tome dos minutos, y en voz alta, delante del Señor, esto es tuyo con él. Él quiere oír, hermano, algo pasa y tienes creerlo, hasta que usted no lo viva no lo va a ver, pero algo acontece cuando tu corazón conecta con esta realidad, cuando comienzas a celebrar al Señor, en voz alta. Señor, hubo esa noche en el año 2006 en que me vi más muerto que vivo y ahí tu estuviste para mí.

Señor, hubo esa mañana en que la despensa estaba vacía, Señor, y que no había solución y me despidieron del trabajo, y tenía 3 meses de deuda, Padre, cómo fue que nosotros comimos? Cómo fue, Señor, que encontramos para el alquiler? Fue tu mano. Gracias, Señor. Padre, hubo ese momento horrible, sentí ese tumor y nadie me daba esperanza y los doctores me miraban con pena, pero algo me decía que tu ibas a sostenerme, que tu me ibas a contestar, y aquí estoy, vivo, saludable, en mi juicio común, celebrándote. Gracias Jesús.

Padre, yo pensé que iba a perder a mi hijo, yo pensé que él iba a desconectarse de ti, y de tu obra, Padre, yo pensé que él era un caso perdido. Pero, Señor, gracias que yo veo aquí, gracias que lo veo entre los jóvenes, gracias que yo lo veo en …., eso fuiste tu. Padre, thank you Jesus. Gracias, Jesús porque tu has sido bueno, bueno, bueno, bueno, bueno, bueno.

My God is good. My God is good. My God is good. My God is good. Mi Dios es bueno. Y te celebramos, tu lo mereces. ¡Aleluya!

Conmigo bueno él has sido, su misericordia es sobre mi, con todo el alma y corazón le adoraré. Conmigo bueno él ha sido, su misericordia es sobre mí.

Sing this until they believe it.

Con todo el alma. ¡Aleluya! Conmigo bueno él ha sido. Su misericordia es sobre mí, con todo el ama y corazón le adoraré. Él es bueno, sí.

Bueno él ha sido, su misericordia es sobre mí, con todo el alma y corazón le adoraré. Su misericordia ha sido bueno. Conmigo bueno él ha sido, su misericordia es sobre mí, con todo el alma y corazón le adoraré. Adoraré.

¡Aleluya! Lord Jesus. Señor, recibe esto como un bouquet de alabanza presentado a ti. Recíbelo, Padre, como un ramo, Maestro, de preciosa alabanza que se te entrega a ti, un premio, Señor, arrojamos nuestra coronas delante de tus pies. Arrojamos, Padre, nuestros días y nuestras noches, Señor, delante de tus pies. Y declaramos derramando aceite de unción a tu pies. Tu eres bueno. Tu eres bueno. Tu eres bueno. Tu eres bueno. Tu eres bueno. Y hermanos, si le cabe esta oración, dile, Señor, devuélveme el gozo de la salvación. Devuélveme el gozo de la salvación. Señor, yo me gozaré delante de ti. Yo reprendo y ato en el nombre de Jesús toda estrategia de tratar de robarte el gozo, de tratar de disminuir la obra poderosa de Dios en ti, de tratar de esconder el sol de Jehová bajo una nube de duda, bajo una nube de experiencias agrias que pierdes tu distancia al Señor. Y yo declaro en el nombre de Jesús esta iglesia y este pueblo recobrará su fuerza delante del Señor, recobrará su fuerza delante del Señor.

El gozo del Señor, Señor, te serviremos con gozo. Te serviremos con gozo. Señor, te alabaremos con gozo. Señor, te alabaremos con gozo. Señor, caminaremos en tu presencia con gozo. Señor, hasta que nos veamos en gloria viviremos en gozo delante del Señor. Thank you Jesus. Thank you Jesus. Thank you Lord. Bendito sea el nombre de Jesús. Hermanos por qué tu no le das, tu no le den, dale al Señor un aplauso y tu sabrás por qué, y tu sabrás por qué. Eso es de él. Esa victoria es de tu y él, tu sabrás por qué pero él lo merece. Tu sabrás por qué, tu sabrás por qué, pero él lo merece. Él lo merece. Él lo merece. You know why you do it. You know why you’re celebrating, but it’s celebration. This is the celebration. This is joy, this is joy unspeakable.

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El pecado y la gracia

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Vamos a primera de Juan, la primera carta de Juan, Capítulo 2 y vamos a leer ese primer versículo. Segundo Capítulo de la Primera epístola del Apóstol Juan, versículo 1. Mis hermanos, si hay una verdad clave en el Evangelio de Jesucristo es la verdad, la teología por así decirlo, de la gracia. Y mi petición en esta noche es que esta noche salgamos conociendo lo que es verdaderamente la gracia en los ojos del Señor. Para así alcanzarla, explorarla, soñar con eso, que habitemos en su gracia en nuestras oraciones. Francamente mi propósito en el nombre de Jesús es aclarar el blanco, nuestro blanco debe ser alcanzar la gracia del Señor. De eso depende el Evangelio de Jesucristo. Es un Evangelio de gracia. Pero qué es eso?

Interesante, sabe en toda la epístola de Juan en Primera de Juan, en toda esta epístola, ni siquiera aparece la palabra gracia, que interesante. Pero para mí este versículo lo define. Todos los elementos de la gracia están aquí y regados por toda esta epístola y vamos a explorarlo en el nombre de Jesús. Primera de Juan, Capítulo 2, versículo 1:

“…Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis…”

Digan conmigo, no pequéis.

“… Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis y si alguno hubiera pecado abogado tenemos para con el Padre a Jesucristo, el justo…”

Amén. Gloria a Dios. Ahí, hermanos, tenemos todos los elementos de la gracia y a la vez vemos una de las luchas más ardientes en la iglesia evangélica. Hay iglesias, y yo no sé cuántos de ustedes, muchos de nosotros, y yo he oído esto una y otra vez, pastor Samuel, y no es que sea esta iglesia, pero una iglesia efectiva, conocerá este balance y la gracia tiene que ver con un balance. Y es así.

Muchos de nosotros venimos aquí ni siquiera les voy a pedir que levanten las manos, pero básicamente estamos aquí refugiados. Algunos de nosotros hemos llegado a aquí porque solamente hemos oído la primera parte de ese versículo, hijitos míos, no pequéis. Dejen eso. Dejen de pecar. Somos pecadores. Y nunca se le ocurrió o de una forma muy pasajera o mínima, hablar de la otra parte, abogado tenemos, abogado tenemos.

Ahora, también algunos de nosotros también venimos refugiados de otros tipos de iglesias en que eso es todo lo que se oye. Gracia. Tenemos un abogado. Podemos vivir, no hay consecuencias, podemos vivir como queramos, hacer lo que inventamos y aún sentándose ahí, aunque todas las palabras son positivas, en nuestros corazones algo nos dice instintivamente, aunque nadie te lo predique, el espíritu de Dios te da testimonio que algo anda mal, que algo falta, que hay algo incompleto.

Bueno, sí, el Señor es un Dios bueno, un Dios de gracia, pero por qué tiene él que ser un Dios bueno? Bueno en el contexto de qué? Por qué importa que Dios sea bueno? Y por qué necesito yo un abogado? Yo necesito un abogado y a dónde voy yo entonces, a qué corte voy a comparecer que necesite yo un abogado? Para mí, si necesito un abogado es porque estoy en un lío. La única razón por que yo llamaría un abogado es porque algo anda mal y necesito un profesional que sepa lo que esté haciendo.

El Señor nos dice, mira la gracia es este balance entre el pecado y la naturaleza corrosiva del pecado, y el amor sacrificial del Señor. El amor sacrificial de Jesús. En la carta de Primera de Juan usted no oye la palabra gracia, pero sí se habla del pecado. Y mucho. Y tal vez usted no oirá la palabra gracia, pero se habla mucho del amor de Dios.

Y, hermanos, para poder aprovechar la gracia del Señor primeramente tenemos que confrontar esta realidad. Primeramente confrontar este hecho: ojalá esto no sea noticia… ustedes sabemos que todos llegamos pecadores, ¿verdad? Ok. Si esto es noticia para usted, prepárese, ajústese los cinturones, se va a poner mejor, pero por ahora, sepan esto y claro: nosotros somos pecadores. We’re sinners.

No pequéis. Qué es lo que me está diciendo el Señor ahí? Primeramente el Evangelio en su belleza es una invitación a andar en la luz de Jesucristo. Mira, el primer Capítulo, por ejemplo, Capítulo 1, versículo 5. Este es el mensaje que hemos oído de él y os anunciamos, Dios es luz, Dios es luz y no hay ninguna tiniebla en él.

Ahora, lo bello de esto es esto, ese Dios que es luz anhela tenerte cerca. Y anhela tenerte caminando en su luz, pero declara la palabra, si decimos que tenemos comunión con él, con este Dios que es luz, y andamos en tiniebla, mentimos y no practicamos la verdad, por qué? Hermanos, por qué nos importa el pecado? Bien, bien fácil. Hay buenas razones por qué evitarlo. Si la palabra no te lo dijera y si eso no es suficiente, sepan esto, qué nos importa si pecamos o si se encuentra pecado en nosotros?

Primeramente y esto debe ser suficiente, el pecado nos separa de la luz de Dios. El pecado nos separa de la luz de Dios. Y qué importa eso? Si nos separa de la luz de Dios nos separa de su comunión, nos separa de su capacidad de bendecirnos, interrumpe su obra en nosotros , congela la obra de gracia que él ha comenzado desde que usted nació, el proyecto de Dios que él inició en el momento que él produjo tu DNA nos aleja de su rostro, enmudece su voz profética y empobrece la integridad que el Señor ha programado dentro de ti.

O sea, imagínese el pecado como si fuera una lluvia de ácido, lentamente corrompiéndonos y corrompiendo nuestro caminar con el Señor. Y, mis hermanos, la gracia comienza con este reconocimiento, la gracia comienza con este hecho, sabiendo el pecado sí es malo y yo no lo quiero en mi vida.

Ahora, te tengo buenas noticias. Si usted puede aún imaginar ese pensamiento es que ya el Espíritu Santo está obrando en ti. Solo alguien que ha tenido un encuentro con el Espíritu Santo es capaz de caminar en la luz de Jesucristo, bienvenido. Pero lo que el Señor quiere en este momento es eso mismo, decir, sabe, Señor, yo estoy en buena compañía como dice en el versículo 8. Si decimos que no tenemos pecado, qué hacemos? Nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros.

Y, hermanos, lo primero que quiere Dios es esto. El Señor quiere primeramente sobre todo ver esto en nosotros, ver esto en nuestro corazón. Cuando nosotros venimos delante del Señor como hicimos ahorita, declarándole esas palabras, yo te entrego mi ser, te doy mi corazón, qué es lo que le estamos diciendo? Estamos diciendo, Señor, yo sé que no soy perfecto, y sé que soy pecador porque todos hemos pecado y nos hemos encontrado destituido de la gracia de Dios, all of us.

Señor, a pesar de eso, a tu invitación yo vengo delante de ti. Y Padre, yo determino que el pecado no se encuentre dentro de mí. Y, hermanos, si usted dice eso, si andamos en la luz, como él está en la luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesucristo, su Hijo, nos limpia de qué? De todo pecado.

Ahora, mis hermanos, yo no los voy a abrumar con un catálogo de pecados. Estaríamos aquí toda la noche y saldríamos de aquí deprimidos. El primer deprimido sería yo. Es una lista larga. Pero tiene su género, por ejemplo, this is fun, pecados que cometemos conociendo la ley. Está ese especie de pecados, lo hago, lo sé que lo estoy haciendo y lo voy a hacer porque Dios es un Dios de gracia. No. Eso sí que no lo haga, bad news, bad judgement, very, very bad, don’t do that. Pecados intencionales.

Pero hay otros. Pecados de omisión, o sea, lo que deberíamos hacer y no lo hacemos. Dentro de este lovely género está honrar a nuestros padres, está perdonar a alguien que nos ha ofendido. Sabemos que la palabra lo requiere y no lo hacemos. Eso es un pecado de omisión.

Pecados ligados a nuestro carácter. Engañamos porque somos engañadores. Hablamos con soberbio porque somos orgullosos. Y son áreas de nuestro carácter que todavía el Señor tiene que tratar.

Y pecados que cometemos por inercia. Malos hábitos. Ni siquiera tiene que tratar muy duro, solamente te tienes que levantar por la mañana, esperar 5 ó 10 y no te apures, dentro de poco vas a pecar porque está ligado a nuestro carácter y nuestros hábitos.

Te tengo buenas noticias. Todos esos pecados, cada uno de esos pecados, y ahora se va a poner interesante, todos esos pecados, la sangre de Cristo nos limpia. Cada uno de esos pecados, como declara el versículo 9 del Capítulo 1, si confesamos nuestros pecados y hermanos, esa es la clave. Esa es la clave. Es una victoria pero es una victoria condicional.

El Señor está en su trono esperando. Todo el aparato de gracia está listo, la mesa está servida, el cirujano tiene sus instrumentos listos, la medicina, el jarabe mágico necesario para que nosotros vivamos una vida de plena victoria en la luz, sabe quiénes viven en la luz? Los ángeles del Señor, los arcángeles, los serafines, caminando en la luz. Tener acceso a su trono, it’s easy. Pero hay una condición, ahí está la solución, el detergente que nos limpia de esos pecados.

Pero hay un si, si confesamos nuestros pecados él es fiel cada vez, no tengas temor, no lo pienses dos veces. No crea que él no te va a escuchar, no creas que él te va a dar la espalda, no creas que ya está cansado de ti, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. Y eso es tener un abogado.

Sabe, la parte del abogado viene después de eso. Si usted ha pasado por ese proceso, Señor, claro que soy pecador. Señor, quiero vivir una vida intachable delante de ti. Es imposible no tengo, yo quiero acceso a tu trono, yo quiero acceso a tu gracia, yo quiero ser heredero de tus promesas. Límpiame con tu sangre.

Si usted ha dicho eso, usted ha retenido el mejor abogado del universo. En el momento que usted ha hecho eso, Jesucristo, el justo, se convierte no en tu juez, sino en tu abogado. Y si usted ha hecho eso, mis hermanos, a propósito, ya el enemigo no tiene autoridad sobre ti. Si usted ha hecho eso, ya el enemigo no tiene autoridad sobre tus hijos. Si usted ha hecho eso ya la cadena de pecados generacionales comienza a pudrirse.

Es increíble. El que descubre esta realidad de la gracia, ha descubierto un arma poderosa. Porque el pecado, lo primero que hace el pecado es retener una ola de poder que inunda nuestras vidas y nuestros hogares. Pero en el momento que el Señor comienza a decir, no, este es mío, él me pertenece, él permanece en mí. El Señor comienza a aplicar sobre nosotros, nosotros no somos justos pero nosotros nos pertenecemos a él. Él es nuestro amo, nosotros somos sus siervos, automáticamente tu eres de la casa.

Y su justicia se aplica a ti. Sabe lo que se llama eso? Gracia. Gracia. Ahora, si hay un compromiso, hay algo que él pide de nosotros. Él dice y en esto sabemos que nosotros reconocemos, dice en el versículo 3 del Capítulo 2, si guardamos sus mandamientos, el que dice yo lo conozco y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso y la verdad no está en él, pero el que guarda su palabra en este verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado por esto sabemos que estamos en él.

O sea, en este momento, guau, yo voy, hago una decisión, voy a seguir al Señor. Pero pastor, tu no acabas de decir que somos pecadores y que voy a caer? Yo trato de caminar en su luz, lo he hecho, yo me levanto por la mañana, yo le digo, Señor, yo te seguiré y dentro de media hora, una hora, dos horas, sea lo que sea, en nuestro seguir a Jesús resbalamos. Esta es la belleza de esto.

Gloria a Dios por la gracia de Jesucristo. Porque saben lo que hace este proceso? No es meramente que nos cubre nuestros pecados, pero descubrimos algo después de un tiempo. Trátalo, vive así y sabes lo que vas a descubrir? Vas a descubrir dos cosas. Primeramente vamos a descubrir lo inútil que somos nosotros, verdaderamente, lo incapaz que somos nosotros.

Cuánto nosotros dependemos de Jesús? Y dos, te garantizo tu vas a descubrir lo mucho que te ama Jesús, lo mucho que él se ha comprometido contigo. Mira, tu permaneces en él, no hay… dice la palabra que las puertas del infierno no prevalecerán contra su iglesia. Y eso te incluye a ti. Eso es gracia. Eso es gracia.

No es que nosotros seamos perfectos, pero tenemos un Jesús que nos perfecciona y que nos ama y que no nos va a dejar ir, que no nos va a dejar resbalar, que no nos va a abandonar, que nos va a convertir en sus hijos. Nos va a entrenar a ser huestes que gobernaremos con él. Pero eso es a través de este proceso de la gracia que es poderoso.

Pongámonos de pie. Amén. Señor, venimos delante de tu presencia. Guau, esa frase, Señor, venimos delante de tu presencia. Venimos delante de la presencia de un Dios santo, un Dios poderoso, un Dios sanador, un Dios que tiene la llave, la clave a todo lo que tus hijos le hace falta. Y Señor, si lo único que puede obstruir que cualquiera de tus hijitos se acerque al trono de la misericordia es el pecado, Padre, declaramos que a través de tu gracia y tu poder, tu has vencido el pecado a través de la sangre de tu Hijo Jesucristo.

Y ahora no hay nada, Señor, yo declaro en el nombre de Jesús, el que se aferra, this was a hard message, esto fue difícil, this is hard medicine, pero saben lo que es? El propósito de este mensaje es esto, mis hermanos, yo no quiero que nada, nada, nada, nada esté entre usted y esa presencia, entre usted y esa unción, entre usted y esa sabiduría, entre usted y esa fuerte de sanidad, entre usted y esa luz, entre usted y la victoria que tu has estado pidiendo, entre usted y la respuesta a su oración, entre usted y ese Dios que es como el rey, el esposo de Ester, extendiéndote su cetro. He wants you. Él te desea y te anhela a su lado.

Y si el pecado es el problema, gloria a Dios, hay solución. Not a problem. Hay solución. Abogado tenemos. Abogado tenemos. Venimos delante de ti, Señor, Padre, yo vengo con tu pueblo. I come before you with your people.

Y declaramos, Señor, que aquí delante de tu presencia tu estás aquí a la vez como sumo sacerdote, con la vasija de sangre preparado, chorreándola sobre tu pueblo, chorreándola, Padre, sobre sus vidas, chorreándola Padre sobre sus corazones, chorreándola Padre, sobre los dinteles de sus casas, chorreándolo Padre, sobre su hamaca y el lecho de sus hijos, chorreándola, Padre Santo, sobre sus sueños.

You are sprinkling every part of our existence, everything that we confess to you, everything that we bring before you, God the devil cannot stop this.

El enemigo no puede parar esto. El enemigo no tiene autoridad. Si confesamos nuestros pecados, la sangre del cordero lo cubre, lo cubre, lo cubre y ya no hay autoridad, y ya no hay culpabilidad, hay ahora una vida de libertad, libertad y victoria porque nuestro abogado es nuestro hermano mayor y es el Cristo de la gloria y la garantía de nuestra victoria. Es nuestra resurrección.

Thank you, Jesús. Ahora con razón decimos, gracias Jesús. Gracias Jesús. Oh, eso fue lo que tu hiciste por nosotros. Eso fue. Gracias, Jesús. Thank you, Jesús. Thank you, Jesús. Padre, que cada uno que esté aquí, cada uno de tus hijos descanse su cabeza sobre su almohada en esta noche, seguro que hay poder en ti, hay poder en ti para garantizar una nueva vida en ti, para cubrir, inunda nuestros hogares con la luz de Jesucristo. Inunda nuestros hogares con la luz de Jesucristo porque tu lo garantizas en el nombre poderoso de tu Hijo, nuestra esperanza, en el nombre de Jesús declaramos. Amén.

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Engañosa es la gracia y vana la hermosura

6 de septiembre del 2010 - Por Meche López-Miranda

Durante una reciente visita a una librería pasé frente a la sección de los audio-libros. Uno captó mi atención porque tenía una foto de la comediante Joan Rivers en la carátula. El título no merece ser repetido aquí porque es un tanto vulgar, y porque expresa un leve desprecio hacia los hombres. El tema principal del libro es que la mujer debe hacer todo lo que esté a su alcance para conservarse y aumentar su atractivo físico. Este gran consejo viene de una mujer que ya ha perdido la cuenta del número de cirugías plásticas a las que se ha sometido. Según el resumen de la carátula Rivers explica con detalle cómo decidir qué tipo de cirugía es más conveniente y en qué consiste basado en su propia experiencia.

Creo que es importante cuidar nuestra apariencia y nuestra salud, de manera que nos veamos y sintamos óptimamente hasta que el Señor nos llame a Su presencia. Pero me preocupa que también nos hemos contaminado con la vanidad del mundo en este aspecto. Este énfasis exagerado no sólo se manifiesta en la cantidad de tiempo y recursos que le dedicamos a la belleza externa. También se manifiesta en el rechazo propio porque nuestro rostro o cuerpo no se conforman al ideal del siglo veintiuno. Hay demasiadas mujeres sufriendo inseguridades innecesarias porque subestiman la belleza única que Dios les regaló y persisten en compararse con otras mujeres. Muchas tristemente viven obsesionadas con lograr verse de tal o cual manera para ganarse la atención del sexo opuesto, aún cuando tengan que comprometer en alguna manera sus valores al revelar más de lo apropiado.

Una querida amiga mía se dedicó con mucho éxito al estilismo. Un día en que visité su salón, entre el corte y el secado, entablamos una interesante conversación. Compartimos ideas acerca de qué es lo que hace a una mujer verdaderamente atractiva. Jenelle me decía que en sus años en el negocio de la belleza había visto mujeres que a los ojos del mundo cualificaban como mujeres muy bellas. Pero, a su entender, carecían de verdadero atractivo porque las expresiones de sus rostros y su trato indicaban malas actitudes. Por otro lado, había conocido muchas mujeres quizás no tan agraciadas físicamente que irradiaban belleza. La belleza de sus corazones hermoseaba sus rostros y las hacía atractivas. Mi amiga y yo concluimos que es en el corazón donde se origina la belleza genuina y perdurable de una mujer. Hace dos mil años el apóstol Pedro lo expresó así:

Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos
de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el
incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de gran
estima delante de Dios.

Así que, querida amiga, sí cuida de tu apariencia pues es un regalo para ti misma y para los demás. Discierne qué valores mundanos se han infiltrado en tu alma con relación al tema de la belleza externa. Recuerda lo que la Palabra te dice en Proverbios 31:30:

Engañosa es la gracia, y vana la hermosura;
La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.

Y finalmente, sigue cultivando la belleza del corazón pues es lo que el mundo necesita y lo que trae deleite al corazón de tu Padre Celestial.

Oración
Amado Padre, gracias por mi cuerpo y mi rostro. Perdóname por las veces que he sido excesivamente crítica conmigo misma, y por las veces que me he comparado con los ideales de belleza establecidos por la cultura secular. Guíame a establecer balance entre el cuidado de mi “atavío externo” y el cultivo de mi “atavío interno”. Reconozco, Padre, que la única belleza que perdura es la que tú depositas en mi corazón. Sigue conformando mi corazón al tuyo. Gracias por aceptarme tal y como soy.

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Pelea, iglesia, pelea!

TRANSCRIPT

Cuántos vinieron a escuchar palabra de Dios? Creo que su palabra es necesaria en nuestras vidas y yo le doy gracias a Dios y al cuerpo pastoral, al pastor Roberto por esta oportunidad. Y quiero, hermanos, aprovechar el tiempo de entrar a la palabra, y el Señor me ha dado mensaje. Quiero saludar a los hermanos que nos van a seguir por internet, en Alemania, el pastor Ernst, ya lo estoy declarando pastor allá en Alemania; a los hermanos en Italia, en España, en Sudamérica, en Centroamérica, que nos han llamado, han orado, han ayunado.

Hermanos, vamos a dejar que Dios nos hable. Cuántos quieren escuchar la voz de Dios en esta mañana? Levante su mano y muévala así, diciéndole, aquí estoy Señor, háblame. Yo en esta mañana le he pedido al ministerio de hombres y al grupo WPD que nos ayude durante la predicación y vamos, hermanos, a dejar que su palabra corra libremente.

Yo quisiera que ustedes abran su corazón, dejen que la palabra llegue a su corazón. En estos días Dios ha estado moviendo la iglesia en general, incluyendo el pastor Roberto ha estado hablando de la iglesia, el libro de los Hechos, y hermanos, creo que todos sabemos que al nacer la iglesia, pasaron muchas cosas y una de las cosas más sobresalientes que cuando la iglesia nació, allí en el libro, el Capítulo 2 del libro de los Hechos que ya se habló, dice que nació con el bautismo del Espíritu Santo, con un viento recio, con un estruendo.

Y la iglesia siempre ha tomado la posición de una iglesia militante. Todos digan militante. Una iglesia que pelea, una iglesia que debe pelear. Y naturalmente todo el que ha aceptado a Cristo, cuántos saben de lo que estoy hablando de esa pelea que tenemos en la vida? Creo que todos.

Y después de varios años el Señor ha tratado con mi vida y en estos días me dio un mensaje fresco. Es la primera vez que lo predico, me lo dio el Señor, y me dijo, hijo, tu has estado peleando y has ganado algunas batallas, pero yo te quiero enseñar a pelear la manera que yo quiero que mi iglesia pelee.

Quiénes son la iglesia, hermanos? Levante la mano si usted es parte de esta iglesia. Las 4 paredes no son la iglesia. Usted y yo somos el templo del Espíritu Santo. Y hermanos, pidamos las oraciones para que Dios nos de la unción fresca para poder vocear esta palabra que el Señor nos ha dado, es panecito fresco.

Voltee a su hermano y dígalo, abróchate el cinturón para volar. Dígale a alguien. Volar. Cuántos saben que la palabra de Dios los hace volar al cielo? Y hermanos, aquí a mi lado traje mi escudero, porque cada guerrero tiene que tener un escudero, y Dios bendiga a mi escudero, el hermano Renzo Rojas, uno de mis sargentos del ministerio de hombres, de buen tamaño.

Hay templos del Espíritu Santo, pero hay catedrales también del Espíritu Santo y yo y el hermano Renzo somos esas catedrales. Hermanos, voy a pedirles vamos a entrar a la palabra de Dios y vamos a leer unas Escrituras para poder, hermanos, entrar y dar la base del mensaje que yo traigo.

En Judas Capítulo 1, la palabra de Dios nos da una Escritura y estableciendo que la iglesia es una iglesia militante, Judas escribe:

“… Amados por el gran deseo que tenía de escribirles acerca de común salvación… ─todos digan, común salvación─ … me ha sido necesario escribirles para exhortarlos a que contendáis ─todos digan contendáis─ ardientemente por la fe… ─todos digan ardientemente por la fe─… que ha sido una vez dada a los santos…”

Otra Escritura muy conocida en Mateo, Capítulo 16, versículo 18 y 19 que creo que se ha oído muchas veces donde dice:

“…Yo también te digo que tu eres Pedro y sobre esta roca edificaré mi iglesia y las puertas del hades no la dominarán, dice una versión, o la vencerán, dice otra… y te daré las llaves del reino de los cielos y todo lo que ates era tierra será desatado en los cielos y todo lo que desatares en la tierra será atado en los cielos…”

Y la última Escritura en Efesios, Capítulo 6, versículo 12 donde el Apóstol San Pablo dice, quisiéramos que lo leyéramos conmigo a voz alta unánime, todos juntos:

Ya usted hizo algo también en esta mañana para predicar. Lucha, lucha, guerra, pelea. Vivimos en unos tiempos donde la iglesia del Señor sobre la tierra tiene grandes conquistas, grandes cosas están pasando en todo el mundo. Se predica el Evangelio por la radio, por la televisión, por los medios de internet, ya, hermanos, hay palabra difundida por todas partes del mundo. Y gloria sea al Señor por ello, porque la palabra de Dios tiene poder.

Cuántos dicen amén a esto? La iglesia nace, están pasando cosas en el libro de los Hechos que estamos escuchando, pero una de las características de la iglesia que nace en el día de Pentecostés con una actitud militante, de militar, de guerrillar, de pelear. Inmediatamente el primer mensaje de Pedro convierte a 3000 personas; el segundo 5000, hay avivamiento, hay crecimiento, hay guerra, hay persecución también.

Para haber guerra tiene que haber un enemigo. Cuántos dicen amén? Ahora, hay gente que se pelea hasta con ellos mismos, eso ya es otro tipo de guerra. Y yo no sé si aquí hay alguien que se pelea consigo mismo, pero para haber guerra se necesita un enemigo, se necesita, alguien que nos esté tratando de estorbar para conquistar la meta que nosotros queremos conquistar.

Y, hermanos, hay gente que pelea y estudiando las estrategias de guerra, me encontré un libro que la mayoría de los generales en todos las repúblicas, en todos los gobiernos donde existen ejércitos, se habla de este libro muy famoso, las 33 estrategias de batalla o de guerra. Y en este libro me di cuenta que hay maneras, muchas estrategias para pelear, para guerrear, y todas estas 33 están basadas en dos estrategias principales.

La primera es una estrategia que se llama la guerra a la defensiva. Y esta estrategia se usó mucho en la Primera guerra mundial, en la Segunda y hasta en el conflicto de Vietnam donde los soldados hacían hoyos y se metían adentro y allí tiraban balas a los enemigos. Ese tipo de guerra es una guerra muy protectiva, es una guerra, dice es pelear retrocediendo, sin moverse adelante en un hoyo escondiéndose del enemigo.

Pregúntele a su hermano si está escondido del enemigo. Pero sin poder estar seguro de sus estrategias y estar seguro que están las balas llegando y pegándole al enemigo. La guerra defensiva fue una estrategia que se trató, se perdieron muchas vidas porque muchos soldados allí en el hoyo, en el Marine Corps usaban una frase de tres letras, defence fighting position or strategy. Y mucha gente, muchos soldados les enseñaban que allí en el hoyo, si hacían un hoyo y sacaban la cabeza y tiraban balas y las balas llegaban y tumbaban al enemigo. Pero se dieron cuenta que los soldados se sentían muy protegidos en su propio hoyo. Por qué? Porque sí escuchaban las balas, sí escuchaban la guerra, sabían que estaban en guerra, tenían el uniforme, tenían las armas, tenían sus raciones para sobrevivir, pero no avanzaban, se quedaban peleando en un hoyo.

Y ese tipo de guerra defensiva, iglesia, por muchos años muchas iglesias han peleado con esta estrategia de quedarse y no avanzar. Estamos bien, para qué tanto movimiento? Estamos bien cómodos. El soldado en el hoyo se sentía en el hoyo muy cómodo, protegido. Algunos hasta hacían sus cocinitas, sus hoyitos, it was my home, decían algunos soldados. Por qué? Porque allí en el hoyo se sentían protegidos del enemigo.

Y muchas personas en la vida espiritual también pelean así. Y la guerra defensiva causa que el soldado, el creyente se viva en una zona de confort. Estoy sirviendo, pero la pregunta en esta mañana, estás avanzando? Estás conquistando? Estás teniendo victoria? El soldado cuando tiraba balas algunos tiraban, tiraban, no sabían si pegaban o no pegaban. Por allá caía un soldado, oían un grito y se gozaban y decían, all right, estamos ganando! Pero no sabían si en verdad estaban ganando. Porque ellos estaban escondidos, estaban escondidos. No había la visión para ver porque ahí en su hoyo estaban peleando.

Ahora, esta estrategia causó muchas pérdidas de vida, mucha gente murió. Y les voy a decir que hay miles y miles de soldados que murieron en estos hoyos. Y en esta mañana mi pregunta es, cuántos estamos en esos hoyos peleando? Hoyos de auto conmiseración, hoyos a veces de depresión, de luchas personales, a veces un hoyo que parece que no vamos a salir.

Llega a mi mente cuando el salmista dijo allá en el salmo 103, “rescátame vida del hoyo”. Y yo quisiera en esta mañana iglesia, que vayamos a la palabra de Dios porque la guerra defensiva no ha sido la voluntad de Dios sino que el hombre se siente más cómodo peleando en este tipo de pelea. Por qué? Porque ahí no hay mucho riesgo. Sí hay riesgo, pero quiero decirles algo, pasó algo que los enemigos se dieran cuenta que todo lo que tenían que hacer ellos, es comenzar a tirar bombas y bala a los hoyos y los soldados se enterraban solos.

Hermano, hermanas, el diablo quiere que tu te entierres solo. Haces el hoyo para defenderte, no sabiendo que en ese mismo hoyo el diablo quiere destruir tu vida. Pero el Señor lo reprenda. Cuántos saben que hay poder en Jesús? Cuántos saben que hay victoria en Jesús? Ahora, una de las cosas en la guerra defensiva que en la guerra de Vietnam muchos comenzaron a usar droga, opio, la heroína, para estar despiertos toda la noche, porque tenían miedo que durmiendo llegara el enemigo y los destruyera.

Y, hermanos, si ustedes salen a las calles se van a dar cuenta que la mayoría de las personas homeless, la mayoría son soldados, veteranos de Vietnam o de la primera o segunda guerra, porque el enemigo los engañó a usar estas drogas durante la guerra, unos por temor, nos por sentirse, se dormían en los hoyos y el enemigo todo lo que tenía que hacer el enemigo, pasaba y barría con balas o tiraban granadas y los mismos soldaditos salían y caían enterrados.

Dijo un soldado, no supimos de dónde salió el enemigo porque los vietnamitas hicieron una estrategia, hacían hoyos y escarbaban y luego no tenían que hacer nada, o tirar una granada nomás así despacito y mataban a los soldados. Muchas vidas se perdieron.

Otra estrategia defensiva es la guerra ofensiva. Esta guerra no se pelea en un hoyo, se pelea avanzando, se pelea, hermanos, dice, es un sistema que fue empleado desde el…. De conquista y atacaba. Los grandes generales siempre aprovechan la ofensiva, porque agarran al enemigo descuidado, lo atacan, lo tumban, salen, no están enterrados sino que están marchando, están avanzando.

Cuántos saben que Dios quiere que la iglesia avance, hermanos? Entonces, esta estrategia ofensiva es, no enterrarse, sino que tomar las armas, levantarse y marchar y conquistar el terreno que Dios quiere que conquistemos. Vamos a la Biblia, yo estudiando esto el viejo Testamento, en Josué uno de los grandes guerreros, en Josué 11:16 donde dice:

“… Conquistó pues Josué toda aquella tierra…”

Todos digan conquistó. Eso implica una estrategia de ofensiva, de ataque, de no retroceder sino avanzar, marchar. Fui a Hebreos, Capítulo 11 y también allí en el libro de los héroes de la fe, en el Capítulo 11 en el versículo 33 dice una frase que me llama mucho la atención, dice:

“… todos ellos por fe conquistaron reinos…”

Todos digan, conquistaron reinos. Dice, “… hicieron justicia, alcanzaron promesas y taparon la boca de leones…”

Una estrategia de conquista, una actitud de conquistar, no voy a estar retrocediendo sino voy a ir caminando, aunque sea un paso pequeño, pero es para adelante, no es para atrás. Venga lo que venga yo voy a alabar a Dios. Pase lo que pase yo voy a darle gloria a Dios. En las buena y en las malas voy a levantar mis manos, voy a reconocer que él es Dios, que él es digno de ser alabado, voy a reconocer, voy a conquistar, voy a pelar, voy a cancelar, voy a darle gloria al rey de reyes, voy a decir que él está conmigo. Pero con acción.

Y quiero terminar, hermanos, rápidamente porque tengo unas ilustraciones. Me llamó la atención un acróstico para explicar un poco esa guerra ofensiva. El acróstico de favor de Dios. Este acróstico es muy importante porque Dios me reveló que para que nosotros podamos tener victoria necesitamos el favor de Dios.

Cuántos dicen amén a esto. En una frase muy clave el Señor Jesucristo lo dijo claro a sus discípulos, “sin mí….” Entonces hermanos, si Jehová no edifica la casa, entonces el favor de Dios es muy necesario.

Vamos a rápidamente explicar un poco este acróstico. La palabra favor, la primer letra, f, esa palabra fe. Todos digan fe. Es una de las primeras armas para pelear ofensivamente porque sin fe. En ese mismo Capítulo 11 dice, “es pues la fe la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve”.

Para tener el favor de Dios necesitamos fe. Alguien diga dame más fe, Señor. Voltee a su hermano y dile, que nos de más fe. Porque la fe es una de las primeras cosas que trae el favor de Dios a tu vida.

Saben que Dios se deleita cuando sus hijos dependen de él. Dije que Dios se deleita cuando su iglesia por fe depende de él. Pero la fe sin obras, letra a para acción. Esa palabra acción la busqué en el diccionario y me di cuenta, hermanos, que esta palabra significa la actitud de actuar en algo, desarrollar algo. Entonces, la fe no sirve para nada si no la usamos. Entonces, la fe necesita acción y la iglesia pelea por fe pero también con acción. Todo lo que nosotros hacemos lo hacemos basado en la palabra y tenemos fe que su palabra es verdad.

Cuántos dicen amén a esto? La f para favor, es visión. Un soldado que no tiene visión va a ser derrotado porque va a morir en su propia miseria o auto conmiseración. Él mismo se va a enterrar y va a decir, no puedo, es imposible. Esta palabra visión en Segunda de Reyes, Eliseo, el profeta Eliseo en una ocasión había guerra y su escudero, ya se fue el mío, pero tenía su escudero a un lado y comenzó a temblar, comenzó a preocuparse, y el profeta la dice, Segunda de Reyes, Capítulo 6, versículo 16 y 17, Eliseo respondiendo le dijo:

“…no tengas miedo…”

Voltee a su hermano y diga, no tengas miedo. Le dijo “… no tengas miedo porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos. Lloró Eliseo diciendo, te ruego, Jehová que abras sus ojos…”

Muchas veces tenemos que pedirle a Dios que nos abra los ojos. Cuántos dicen amén a esto? Aprender a usar los ojos de la fe y del corazón. No lo que yo veo, lo que tu ves a lo mejor no es lo que Dios está viendo. Se necesita visión para tener el favor de Dios. Dios se deleita cuando su iglesia usa fe, usa acción, pero tiene visión. Sin visión no hay hermanos, sin la visión el pueblo perece. Se necesita visión para poder sentir el favor de Dios.

La o para favor, esa palabra famosa, oración. Todos digan oración. En otras palabras Jesús una vez lo dijo en otra forma: “… velar y orar…” esa palabra oración, esta carne no le gusta orar. Cada sábado a las 5 de la mañana algunos llegan a tomar con la cabeza, con el Dunkin Donuts, Starbucks y algunos hasta enojados no saludan. Pero hermanos, cuando comienzan a platicar con Dios, comienzan a sentir las caricias de Dios, esa tristeza se cambia en gozo, ese lamento, ese dolor, porque la oración tiene resultado. Dije que la oración tiene resultado. Dios escucha tu oración.

La oración es esa comunicación que Dios quiere tener contigo con esa relación iglesia. La r para favor, es la famosa palabra resistir. Todos digan resistir. Dígalo más fuerte, resistir. Es fácil decirlo pero qué duro es hacerlo.

Someteos pues a Dios, dijo Santiago, resistid al diablo, resistid a quién? Al enemigo. A mi ni me gusta ni decir su nombre. Le damos más gloria al diablo. Cuando yo estaba allá y a veces él se gozo de eso, me gusta. Pero hermanos, una cosa que el enemigo lo tenemos que conocer, pero la Biblia dice, resistirlo.

F para fe, acción, visión, oración y resistir. En este acróstico vemos que la palabra favor nos da a nosotros armas, si las usamos va a haber victoria en nuestras vidas. Ahora, una de las palabras más poderosas es la palabra Dios. Y vamos a rápidamente la D, todos digan dedicación. Esa palabra cuando uno se dedica a algo, se entra alma, cuerpo y espíritu. Cuántos quieren dedicarse más a Dios?

Me dijo un hermano ayer temprano a las 5 iba subiendo yo por los escalones, me dijo, pastor, ore por mí porque estoy orando a que Dios me de la fe para amarlo más que mi propia vida. Guau, ese hermano nunca me lo esperaba.

Y, hermanos, cuando me dijo eso me di cuenta que a veces dedicación implica también consagración. La iglesia pelea defensivamente con el favor de Dios porque estamos dedicados a lo que hacemos día tras día, culto tras culto, actividad tras actividad. Hermanos, día, minuto tras minuto, segundo tras segundo, nosotros estamos seguros que la palabra de Dios es la verdad, creemos en su palabra, la hemos experimentado, la vivimos y peleamos creyendo que esta palabra tiene poder.

Dedicación, dedícate, hermano. Muchos hermanos, llega el buen tiempo, me dijo un hermano, pastor, no cuente conmigo, yo me voy de vacaciones. Después que llegue el invierno nos vemos en la oración, porque yo necesito una vacación. Vacación de Dios me dijo. Guau, dije yo, hermano, ten cuidado que Dios no vaya a tener una vacación de ti.

Dios, dedicación. La siguiente letra, la i, integridad. Todos digan integridad. Esto es honestidad, ser sinceros con Dios. Para recibir el favor de Dios yo creo, hermanos, que una de las armas más poderosas es ser íntegros, ser transparentes con Dios, reconocer que sin él nada somos, sin él nada podemos hacer. Por qué? Porque él nos da la capacidad y la bendición de poder ser íntegros con él.

La o, otra vez, llega a mí que va conectada con visión, que es observación. Si alguno piensa estar firme mire, dice, mire dijo el Apóstol, mire…. Dígale a su hermano, observa. No todo lo que brilla es oro. A cuántos les han engañado oro falso? Sean sinceros, cuántos han sido engañados? Nadie quiere levantar la mano? Cuántos le dijeron que eran 14 quilates o 18 quilates y fue y las llevó y le dijeron. Allá en Nápoles, Italia, para los hermanos italianos de Nápoles, hay un lugar que venden oro de todos tipos de … venden ropa, venden Nike, venden Louis Vouitton, venden muchas cosas, y me compraron los hermanos un reloj bien hermoso, y el pastor dijo, esto sí es oro, me lo puse y se puso verde la mano inmediatamente. Y dijo, pastor, nos engañaron. Nosotros no sabemos de oro. Cuidado, observa, observa, observa.

Voltee a su hermano y diga, es tiempo de observar. Es tiempo de observar. Se levantarán falsos maestros, falsos profetas, habrá engaño, pero gracias a Dios que la iglesia tiene con quién pelear y para qué? Lo que nosotros hacemos lo hacemos confiando que Dios va a dirigiendo nuestros pasos. Observa. Observa.

La s de Dios, es palabra tan poderosa, santidad. Todos digan santidad. Yo creo que la palabra no se equivoca allá donde dice que si la paz y la santidad. Esa palabra para algunos es una palabra muy fuerte, muy difícil, pero simplemente quiere decir separación de practicar el pecado. Cuántos saben que la sangre de Cristo nos perdona todos los días? Cuántos ya le pidieron perdón hoy? Levante su mano si le pidió perdón al Señor. Si no le ha pedido, pídale perdón porque esa es una de las cosas más importante. Para ser santos hay que aplicar la sangre de Cristo a nuestras vidas.

Hermanos, iglesia, es tiempo de pelear en la ofensiva. Salgamos de nuestros hoyos y vamos al ataque, vamos a pelear la buena batalla. Pablo lo dijo en esa frase, “he peleado la buena batalla, he acabado la carrera”.

Pero esa palabra buena la investigué en el griego, en el español, en el italiano, inglés, francés, y en todas las lenguas significa la misma cosa: guerrearon pelear con éxito. Dios no nos ha llamado a derrota. Cuántos dicen amén a esto?

Cuando Pablo escribió “somos más que vencedores”, digo en todas estas cosas somos más que vencedores. Él estaba declarando que él se había dado cuenta que aunque estuviera en la cárcel, en la prisión, estuviera en la catacumba más profunda, Dios estaba con él. Hermanos, Dios está contigo, hermana, Dios está contigo. Hay poder en Jesús.

Y yo quiero, hermanos, terminar y quiero que como dije al grupo de los hombres y también a los jóvenes de WPG ayudarme a hacer unas ilustraciones para explicar un poco todo lo que nosotros tratamos de dejar a toda la iglesia. Todos digan pelea, pelea iglesia. Dígalo más fuerte: pelea… digan favor de Dios. Yo quiero más el favor de Dios. Yo siento que Dios ya está aquí viéndonos con una sonrisa y diciendo, mis hijos quieren pelear como yo quiero que ellos peleen. Somos más que victoriosos, somos más que vencedores. Y hay que tomar una actitud de soldados victoriosos.

Hermanos, voy a pedir que a los hermanos que van a prepararse para hacer esta ilustración, yo quisiera que ustedes nos escucharan, tuvieran un poco de paciencia, voy a tratar de ser rápido. Quiero explicar una cosa; que en estas ilustraciones voy a hacer el llamamiento al altar después de cada escena, porque representa una cosa muy importante. Si ustedes me escuchan yo quisiera que todos entráramos como que si estuviéramos en la base militar y que Dios nos está diciendo, ejército, iglesia, yo quiero llevarlos a conquistar una gran batalla.

Cuántos están en una batalla en esta tarde? Levanten su mano. Cuántos tienes muchas? Si tienen más de 2 batalla, levante dos manos. Si tienen más de 3 levanten los pies también. Yo, hermanos, creo…

Bueno, vamos hermanos, a establecer algo primero, que la iglesia es un ejército militante. En el estudio de la iglesia en la teología nos damos cuenta que la iglesia es un ejército, el cuerpo de Cristo, la iglesia universal, la iglesia católica, de todo el mundo, universal, es una iglesia militante. Dígale a su hermano, somos militares. Amén.

Hermano Bruce. Cuántos pueden darle un aplauso a Cristo, hermanos? Estos soldados te representan a ti y a mí. Pero hay que pelear como Dios quiere que peleemos. Hay muchas cosas por qué pelear. Yo quisiera, hermanos, que así como estos hombres representan soldados guerreros de Cristo, todos nos demos cuenta que Dios nos ha llamado a pelear la buena batalla.

Y si algo te llevas en tu corazón es que todo soldado tiene un enemigo, pero tiene una victoria. Ahora, yo quisiera que el Espíritu Santo te prepare a ti, hermano amigo, que estás aquí en esta mañana o viéndonos por el internet. Es tiempo de pelear, iglesia, la batalla no la hemos ganado todavía, pero Cristo ya la ganó por nosotros. Dije que Cristo ya la ganó por nosotros.

¡Aleluya! Dale gloria a Dios. Aprende a marchar, y estamos aprendiendo a marchar. Ahora, viene lo bueno. Demostramos que somos un ejército, pero ahora quiero demostrar algunas batallas que tu y yo pasamos en la vida. Todo cristiano tiene batallas y a lo mejor la primera no te va a identificar, pero casi estoy seguro que sí te vas a identificar, porque una de las cosas más grandes que el diablo quiere hacer es robarte tu salvación. No descuidemos una salvación tan grande que Dios nos ha dado.

Y la primera escena estamos viendo que el enemigo, la primer cosa que quiere hacer es robarte la salvación. Entre más te dedicas, más buscas el favor de Dios comienzan a pasar cosas extrañas, comienzas buscar, a leer y llega el enemigo. Oh, pero gracias a Dios que cuando llega el enemigo también nosotros podemos pelear, podemos pelear, podemos pelear y podemos ganar la batalla de nuestra salvación.

Hermanos, sí se puede ser salvo, sí se puede. ¡Aleluya! Ahora, yo quiero hacer el llamamiento, hay alguien que está necesitando pelear por su salvación. Esto es para los que ya son salvos, no para los que no son salvos. Alguien que llegó un poco desanimado que quisiera pasar. Te queremos ayudar a pelear por tu salvación. Habrá alguien que quiera pasar? Pase hermano, pase hermana aquí, ya el sermón se acabó, ahora el Espíritu Santo quiere tratar con tu vida.

Toda esa primera persona que quiere ser íntegro con Dios y decir, he estado pasando por unos momentos que a veces hasta dudamos que Dios está con nosotros. Donde está esa primera personas que dice, yo soy esa alma? Dios te bendiga hermano. Dios te bendiga hermana. Dios honra tu sinceridad.

Los hombres van a ministrar a ellos. Habrá alguien acá? Dios te bendiga hermana. Hay alguien más aquí que le diga a Dios, yo estoy necesitando pelear por mi salvación? Sí, puedes ser vencedor. Necesitas ayuda. Cristo te quiere ayudar a pelear en esta mañana. Pasa, no tengas temor. Pasa creyendo que Dios te va a dar la victoria. No tengas temor. A veces nos avergonzamos, qué van a decir? Qué importa que digan lo que digan. Lo importante es que tu seas victorioso. Dios te bendiga hermano. Dios te bendiga hermana.

Levanta tus manos en señal de victoria ya. La siguiente cosa, voy a decir algo, el que vence la salvación casi es vencedor en todas las cosas, pero a veces el enemigo nos ataca, a veces donde nos duele más. La siguiente escena es el matrimonio para todos los casados y cansados. Miren que hermosa pareja. El matrimonio lo que Dios unió el hombre no lo separe. Pero el diablo quiere destruir el matrimonio en esta última hora. No importa cuántos años tienes casado, el diablo quiere destruir. Pero sí se puede también pelear por nuestro matrimonio. Sí se puede buscar la solución y reparar lo que está quebrado. Sí se puede pelear por el matrimonio porque Dios unió el matrimonio.

Habrá una pareja en esta mañana que diga, yo necesito ayuda. Pasa, si tu esposo no está aquí tu pasa en lugar de él. Pero muchos dicen, no, se van a dar cuenta todos. Ya todos lo saben, hermanos. No más que somos diplomáticos. Oh, cómo está la esposa? Ya tiene un año que no la ve, oh, está bien, todo bien. Pasa, pelea por tu matrimonio, pelea por tu matrimonio. Sí se puede mantenerse unido. Dios te bendiga hermano, Dios te bendiga hermana.

El diablo siempre nos pega donde está más cerca. La siguiente cosa que nos ataca mucho el diablo es por aquellos, dicen por allá en México, los hijos, las hijas. Dios te bendiga hermano. Alguien a ministrar, aquí hay unas hermanas, ya estamos terminando. Los hijos, todos digan hijos. Hermanos, los hijos son tan importantes que el enemigo muchas veces nos ataca cuando comienza a plantar rebelión, cuando comienza a querer destruir a nuestros hijos, a llevarlos por caminos que no son de él. Pero sí se puede pelear por los hijos, sí se puede pelear por los hijos.

Si tu tienes hijos que quieras pelear, ven, ven en representación a este altar. Hermanos, los hijos son preciosos. Que bonito cuando están chiquitos y hacen todo lo que tu les digas que hagan. Pero a veces el diablo nos comienza a robar y a veces perdemos la fe que nuestros hijos van a ser salvos. Cuántos saben de lo que estoy hablando, hermanos, que a veces son una decepción, nuestros hijos, pero hoy se puede pelear por ellos, sí se puede ganar nuestros hijos para el Reino de Dios.

Oh this is beautiful! Iglesia, pelea, pelea por tus hijos. Pelea por tu salvación. Pelea por tu matrimonio. En la vida tenemos muchas batallas, algunas pequeñas, algunas grandes. A veces son batallas que no las vemos llegar pero llegan. Hay batallas que necesitamos conquistar en la victoria. Muchas veces, hermanos, no hay victoria porque no peleamos por nuestra victoria. Estamos aquí representando, Dios te bendiga.

La victoria en nuestras vidas a veces las necesitamos. Saben por qué? Porque estamos en el hoyo y de repente el diablo manda una granada y no tenemos victoria. De repente llega un problema a nuestras vidas y comenzamos a perder la fuerza. Pero Dios quiere darte la victoria. Sí se puede ganar la victoria. Sí se puede ganar la victoria.

Sí se puede ganar esa victoria. Hay victoria en el nombre de Jesús. Hay victoria en nombre de Jesús. Habrá alguien que quiere pelear por su victoria? Pasa. Yo sé que el altar está pequeño, pero busca un lugarcito o ahí donde estás ponte de pie, no tienes que pasar, ahí donde estás ponte de pie. Dios te bendiga, hermano, Dios te bendiga, Dios te bendiga, hermano.

La victoria es tuya. Dije que la victoria es tuya. La victoria es tuya, hermana. La victoria es tuya, hermano. Alguien dele gloria a Dios por la victoria. Favor de Dios para tu vida, nadie se mueva hermanos, ya voy a terminar. Hay victoria en esta mañana.

La última escena que es una de las escenas más importantes, uno de los mandamientos fue ir por todo el mundo y predicar el Evangelio. Hay almas perdidas que mueren en los hoyos porque no saben pelear pero Dios quiere que nosotros podamos ir por todo el mundo y ganar almas.

Miren, hermanos, las almas necesitan que alguien pelee por ellas. El diablo las quiere destruir pero tu tienes la salvación, tu tienes a Cristo en tu vida. Sí puedes salvar almas para el Reino de Dios. Sí puedes ganar almas que necesitan a Cristo. Las almas son de Cristo. Pasa, pasa, pasa.

Almas ir por todo el mundo y predicar el Evangelio. Alguien dele un aplauso a Cristo por la sangre de Cristo. Hermanos, por favor, denme un minuto, voy a dejar este lugar al pastor Omar. Yo creo que ahora llega lo más importante de nosotros como iglesia peleamos, pero ahora hay que arrebatarle las almas al reino de las tinieblas.

Habrá un alma en esta mañana que quiera aceptar a Cristo? Levanta tu mano ahí donde estás, yo sé que no hay mucho campo aquí. Habrá alguien que diga, yo quiero confesar con mi boca que necesito a Cristo en mi vida? Dónde está esa persona o personas que quieran aceptar a Cristo? Levanta tu mano. Cristo por medio de su palabra, que es representada por la espada de Dios, cuántos saben que la palabra es la verdad, hermanos?

Amigo, amiga que me estás escuchando, hoy es el día de salvación. Aquí está un joven que quiere aceptar a Cristo? Alguien dele un aplauso a Cristo por esta alma. Otro señor, Dios te bendiga. Otra persona. Dónde están las mujeres, las jóvenes? Dos hombres. Habrá una hermana? Dios te bendiga. Dios te bendiga, joven.

Ahora, iglesia, digan conmigo 3 veces, pelea iglesia. Dígalo otra vez. Dígalo otra vez. Pastor Omar con nosotros. ¡Aleluya! ¡Aleluya! Vamos solamente a orar bien rápido, ahí donde las personas que han pasado al frente, vamos a orar. Vamos a declarar esa bendición de Dios sobre esa guerra que estamos haciendo. Yo sé que esto es algo que es bien dramático pero ilustra mucho de lo que nosotros vivimos en nuestro diario vivir y cómo Dios envía a sus ángeles a que peleen en favor de nosotros a nivel espiritual.

Y también envía personas alrededor nuestro que nos cubren con sus oraciones. Son distintos frentes de los cuales siempre tenemos que guardar, esa relación con Dios, nuestra salvación, nuestra familia, nuestros hijos, y aquellas personas que aún no le conocen.

Señor, como iglesia, venimos delante de ti a orar y pedimos que seas tu, Señor, celebrando esta palabra en medio de cada uno de nuestros corazones, Señor.

Padre, por todas estas personas que han pasado aquí al frente, cualquiera de estas escenas con las cuales se identifican, Señor, nosotros declaramos que es tu favor, es tu misericordia, Señor, quien les cubre, que les fortalece y que les anima a seguir adelante, Señor, es solamente por ti, mi Dios, que nosotros podemos lograr hacer esto.

Padre, pedimos que cada familia, cada persona, Señor, que está luchando de alguna forma u otra, que hoy a través de este tiempo, de esta palabra que ha sido predicada, Señor, que puedan recibir la fuerza y las energías, la estámina, las estrategias que necesitan para seguir batallando en favor de los suyos, Señor, peleando por aquellas cosas que tu nos has dado como un regalo en la vida, Señor. Te adoramos, mi Dios, te adoramos, Señor Jesús. Y declaramos que tu eres el Señor de nuestras vidas, que solamente por tu misericordia, Señor Jesús, que nosotros podemos permanecer firmes, es solamente por ti, Señor, que nosotros permanecemos firmes. Que somos nosotros, Señor Jesús para que tu nos visites?

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Un momento divino

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Déjeme solo recapitular un poco sobre lo que hablé el miércoles pasado para beneficio de aquellos que no estuvieron. El miércoles pasado estuve hablando de segundo Capítulo de Ageo, donde estuvimos meditando en esa frase que Ageo, por ejemplo, en el Capítulo 2 decía meditad sobre vuestros caminos, que eso tenía que ver con la forma de proceder, la forma en que uno se ha comportado, la conducta que uno tiene. Y después en el Capítulo 12, el llamado de Dios a través del profeta, es decir, meditar en nuestro corazón. Meditar sobre vuestro corazón.

Y eso llamado es más bien a meditar sobre las actitudes, y las acciones de carácter que muchas veces se convierten en obstáculos para dejar que la bendición de Dios pueda fluir en nosotros. Y una cosa bien importante que yo mencioné es el mero hecho, mis hermanos, de que nosotros tenemos que estar bien alertas al mero hecho de poder identificar cuáles son las intenciones con las cuales nosotros llegamos delante de la presencia de Dios.

En ese Capítulo de Ageo algo que el profeto dijo en el primer Capítulo fue que, Dios, perdón, hablando a través del profeta decía, ah, para ustedes es tiempo de estar en sus casas mientras que la casa del Señor está completamente abandonada. Y él lo que estaba apuntando era precisamente eso, las intenciones de la gente, cómo la actitud de una persona fácilmente podía contagiar la actitud de muchas otras. Una persona que vino del exilio aquí a Jerusalén de nuevo con la intención de reconstruir pero que todavía en su corazón está como que, no, yo me voy a enfocar en mi propia cosa. Y cuando empieza a pensar de esa forma, ese pensamiento se empieza, como quien dice, a contagiar sobre otros. Y entonces dejan de prestarle atención a lo que verdaderamente Dios quiere que le presten atención y cada cual se empieza a enfocar en lo suyo.

Y fue por eso que Dios entonces tuvo que decir, ven acá, qué tiempo ustedes se creen que es? Ustedes se creen que es el tiempo de que ustedes abandonen mi casa y enfocarse en lo suyo nada más, o tu crees que tenemos que ir aquí más o menos de par en par. Bueno, Dios fue bien directo. No, aquí hay que prestarle atención a la casa primero para que después puedan trabajar en lo suyo.

Eso me recuerda mucho la palabra de Jesús cuando Jesús dice, buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia y todas las demás cosas, qué? Se les van a ser atendidas. Es un principio del Reino de Dios que muchas veces nosotros lo ignoramos porque caemos en esta rutina de vida que fácilmente nos cega de lo que Dios verdaderamente quiere que nosotros podamos aprender y de la forma en que él quiere que nosotros podamos vivir.

Miren, esas palabras de Ageo, mientras yo iba meditando en ello, me hizo pensar, guau, hay veces que cuando Dios tiene algo, Dios se las trae. Yo no sé usted, pero cuando Dios tiene algo, Dios se las trae, Dios se va a buscar la forma de captar nuestra atención para que nosotros podamos responder a esas acciones que Dios está haciendo. Que si en medio de todo esto, mis hermanos, ¿Saben qué? Mi corazón se ha puesto a meditar en qué son, qué son esas acciones que Dios quiere hacer con nosotros. Qué es lo que Dios está tratando de hacer?

Y por algún, la semana pasada, yo estuve hablando con el pastor Miranda, salimos a almorzar y en un momento estuvimos hablando del servicio de los miércoles, de cómo Dios se está moviendo y cómo están sucediendo las cosas. Estuvo bien interesante porque él me dijo esta frase, como que, mira Omar, hay veces que uno tiene que entrar en ese momentum de Dios. Entienden ese término? Cuando uno tiene un momentun que es como un ímpetu, un impulso que nos está moviendo. Y uno tiene que aprender a discernir eso y poder como quien dice, ride that wave, de poder navegar esa ola de alguna forma u otra.

Yo no tengo duda, mis hermanos, de que Dios está haciendo esto alrededor de toda su iglesia. El lunes yo tengo un podcast, es como una serie así en audio que yo recibo de predicaciones de un pastor en Australia, saben por allá donde le dicen, el down under, allá en Australia, el sur del Japón, por allá. Este pastor de esta iglesia, …. Church, él se llama Brian Houston, da la cosa que el lunes cuando yo empiezo a oír esta reflexión, el tema de su prédica era A Divine Momentum, un momento divino. Y yo me dijo, vaya, más claro no canta un gallo. Yo me dijo, Señor, definitivamente algo tu estás haciendo en tu iglesia, en tu iglesia con I mayúscula. Y las palabras que este pastor estaba diciendo, estaban haciendo eco de esos mensajes que yo traje concerniente a Ageo. Él no estaba haciendo hincapié en Ageo, pero sí las palabras que yo había compartido con ustedes, él estaba diciendo exactamente lo mismo.

Y yo quisiera hoy, mis hermanos, compartir una inquietud que yo tengo en mi corazón con ustedes, y a la misma vez un deseo, que ustedes se puedan ir hoy de aquí de la mano. Esto tiene un fundamento bíblico también. Vaya a la Biblia conmigo al libro de Hechos, Capítulo 2, aunque yo me imagino que ya a esta hora ustedes tienen que saber de memoria el Capítulo de Hechos 2 y el 3 y el 4, porque ese ha sido el centro de las prédicas de los últimos domingos por hace casi un mes o un mes y medio, lo más seguro.

Así Hechos, Capítulo 2, 3 y 4 ya ustedes se lo tienen que saber de memoria. Es más, quién quiere venir aquí y recitar 3, 4 de memoria? Tampoco así. Pero miren esto, si yo solamente hago referencia a algunas partes de estos 3 Capítulos en el libro de Hechos. Miren esto, cuando llegó el Espíritu Santo sobre los discípulos, qué fue lo que pasó? Vamos a hacer un repaso aquí. Cuando llegó el Espíritu Santo que los discípulos estaban en el aposento alto, estaban allí orando, ayunando, buscando la presencia de Dios, qué fue lo que pasó cuando llegó el Espíritu Santo? Se manifestó en lenguas y ellos comenzaron a hablar en otros idiomas, otras personas que estaban allí de otros países los empezaron a entender, que estaban hablando en su propia lengua. El que hablaba árabe, en árabe, el que hablaba en arameo, en arameo, el que hablaba en jebuseo, en jebuseo, el que hablaba en guantanameno, guantanameno también lo entendían. Hablaban en todos los lenguajes.

Y qué pasó después? Se recuerdan? Cuando llegaron algunas personas que empezaron a decir, guau, esa gente está borracha ahora tan temprano por la mañana. Y qué fue lo que pasó con Pedro? Le entró un momentum a Pedro. Y abrió esa boca y sacó una letanía de mensaje que nadie se lo imaginó. Todo el mundo se quedó como que patidifuso. Han escuchado esa palabra, ¿verdad? Patidifuso es como atónito, se quedaron como que guau, pero este pescador que salió de la esquina, mira qué clase de mensajote se sacó ahí de repente.

Y qué fue lo que pasó? Miren como dice, el versículo 41 del Capítulo 2, el verso 41 del Capítulo 2. Dice:

“…Así que los que recibieron su palabra fueron bautizados y se añadieron aquel día como 3000 personas… y si sigo leyendo…. Y sobrevino temor a toda persona y muchas maravillas y señales eran hechas por los Apóstoles. Todos los que habían creído estaban juntos y tenían en común todas las cosas y vendían sus propiedades y sus bienes y los repartían a todos según la necesidad que tenían. Perseverando unánimes cada día en el templo y partiendo el pan en las casas comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, teniendo favor con todo el pueblo y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos…”

Dígame usted si eso no es un momentum divino. Usted ha experiementado en algún momento un momentum? Usted ha experimentado en su vida algo así? Yo no sé, pero mi mejor ejemplo yo lo puedo dar cuando yo en mi tiempo de high school, a mí me gustaba hacer mucho pista y campo, entonces uno de los eventos que a mí me dirigieron a practicar fue el salto a lo largo. Yo era flaco pero brincaba, yo no sé de dónde rayos sacaba fuerza pero yo brincaba con todo y que era flaco. Yo recuerdo que yo participaba en los eventos de mi escuela y tal vez no llegaba en primer lugar pero sí me tiraba mis buenas marcas. Y hubo un día que el entrenador mío me sugirió ir a un entrenamiento que se iba a dar en Tennessee. Y de Puerto Rico él me mandó allá con otra parte del equipo de los muchachos. Entonces pues amí me llevaron a un coach que era específico de salto a lo largo. Y ese señor me sentó a mí con los demás muchachos que estaban participando en ese evento. Nos sentó primero en un salón con una proyección y nos enseñó un video, y en ese video él nos enseñaba paso por paso como en cámara lenta, cómo uno tenía que tener la técnica apropiada desde que uno salía del bloque, cuando uno iba corriendo, la posición que uno tenía que asumir cuando uno tocaba la tabla, asegurarse que uno levantara el pecho hacia arriba, porque al hacer eso era lo que iba a dar uno el impulso para salir y llegar más lejos.

El asunto es que después de toda esa charla técnica teórica, obviamente qué pasa? Nos llevan al field, nos llevan al campo. Entonces pues uno empieza a practicar y obviamente los primeros intentos son medio torpes porque uno está aprendiendo a dominar una técnica, pero óigame cuando uno cae en sintonía, ay, ay, yo, el brinco mío yo lo logré superar por dos pies. Solamente por dominar bien una técnica, que en Puerto Rico yo recuerdo que yo hice como 18 pies brincando a lo largo. Cuando llegué de esta práctica yo terminé haciendo casi como 20 pies y medio más solamente por dominar la técnica.

Pero mis hermanos, experimentar un momentum, eso es gloria. Es como estar en una nube, es como uno de nada más dar un paso, puf, es como que el cuerpo mismo se impulsa porque ya hay algo que te está moviendo. Y esto se experimenta en muchas otras cosas. Yo no sé si a usted le ha pasado que usted se levanta una mañana y usted se levanta como que con unas energías que no sabe de dónde le salió, pero usted se levanta y está, pam, y hace esto y hace aquello, y hace lo otro, y logras preparar el desayuno antes de tiempo, y planchas tu ropa, y sales al trabajo. Cuando llegas al trabajo la guagua está ahí, digo, cuando sales a la parada la guagua está ahí y no tienes que esperar y te montas y llegas y coges el tren, y está todo ahí fluyendo. Llegas a la oficina, ya tus compañeros prepararon el café y tu no tienes que esperarlo. Me siguen por dónde voy?

Es como que tu vienes con este momentum donde todo fluye. Todo te lo tienen ahí, como quien dice, en la mano. Y tu no lo pediste, pero sucede así. Y en la vida eso se puede experimentar en muchas formas, en muchas formas.

Pero cuando estamos hablando de un momentum divino, un ímpetu que viene de parte de Dios, aquí es donde yo veo, mis hermanos, que uno tiene que prestar mucha atención. Miren, en la Biblia hay muchos ejemplos de distintas personas que experimentaron un momentum de parte de Dios.

Y si yo le pregunto a ustedes si creen que los momentum son solamente, como quien dice, para cosas buenas que todo termine en algo bueno? No necesariamente porque hay momentums que pueden empezar, que pueden ir de otro lado. Yo recuerdo cuando yo empecé a hacer este servicio aquí los miércoles por la noche, los primeros días habían como 40 personas. El primer miércoles, el segundo miércoles llegaron como 38, el próximo miércoles llegaron como unos 32 y así seguían y yo, guau, si sigo a este paso terminaré con 10 personas. Y mira literalmente había un momento que había 10 personas. So, el momentum iba como quien dice, del otro lado, y yo, Señor, ese no es el momentum que yo quiero ver. Perdóname, a mí me gustaría ver otra cosa.

¿Saben qué? En la Biblia hay otras personas que experimentaron eso. Qué le pasó a Job? Qué le pasó a Job? Óigame, un momentum que iba una detrás de la otra. Primero, se le secó todo lo que tenía en cuestión de los ganados, todo lo perdió, se le empezaron a morir los hijos. Después la esposa se le fue a juste, y encima de eso le salió lepra y encima de eso los amigos supuestamente lo estaban aconsejando, pero era como que, qué tu habrás hecho delante de Dios?

Mire, dígame si eso no es un momentum malo de verdad. Eso es un momentón por así decirlo, no un momentum, sino un momentón, que va en reversa. Saben otro personaje en la Biblia que tuvo un momentum así? José, el soñador. Óigame el momentum de él como que iba cogiendo despegue. Tuvo un primer sueño y como, esta revelación está buena y seguía y tuvo un segundo sueño, y guau, y lo contó pero ya cuando los hermanos dijeron, ah, ah, no más, qué pasa con ese momentum? Se estrelló. Los hermanos lo tiraron en un pozo, nada, vamos a sacarlo de ahí, vamos a venderlo mejor. Y si vemos ahora el momentum cuando lo vendieron por allá, qué pasó? Se fue de esclavo a otro sitio y después que terminó siendo de esclavo, qué pasó? Terminó en la cárcel y después que estaba en la cárcel qué pasó?

Después de la cárcel fue que el momentum volvió a coger vuelo de nuevo. Pero miren, saben lo más interesante de la historia de José, es que a pesar que ese momentum supuestamente iba bajando, bajando, bajando, la Biblia siempre dice que Jehová estaba con él. Jehová estaba con él y hacía prosperar todo lo que llegaba a sus manos.

Eso me dio entender a mí que no necesariamente porque el momentum se va como quien dice, cuesta abajo, significa que sea todo malo, porque Dios está ahí como quiera. Imagínese usted, o yo, que hay veces que en la vida parece que el momentum se va cuesta abajo también. No tengo suficiente dinero para pagar las deudas, el hijo, la hija se me fue o se me fue de la casa. No Luca no se me ha ido de casa. Perdón, se dan esos casos. Lo que yo esperaba que sucediera con mi esposo, con mi esposa, no se está dando y es como que el momentum sigue, sigue.

Es más, mire a nivel ministerial, si aquí tengo líderes de ministerio, yo creo que esto también se ve a veces hasta a nivel ministerial. Que uno está orando, que el ministerio que se ponga sólido, y que se yo, y hay veces que lo que pasa es lo contrario. El ministerio como que va como cuesta abajo, y uno como que , ay, Señor, pero qué está pasando aquí? No estoy orando lo suficiente? No estoy ayunando lo suficiente? No estoy pidiendo como debo pedir?

Pero miren, en medio de todo eso yo me atrevo a decir que Jehová está usted. Como le pasó a José. Jehová está con usted. Miren, un momentum es duradero, sí o no? o sea, permanente. Usted cree que un momentum es permanente. No? no? no, no, no, imagínese como es un surfeador, eso es en Spanglish, pero un surfer, un surfista, okay, un surfista, lo voy a decir así, de los que navegan las olas en la tabla. Imagínese un personaje de estos, sabe que cuando ellos se van mar adentro, qué es lo que ellos están haciendo? Ellos están esperando la mejor ola. Y qué es lo que pasa? Es una ola detrás de la otra, cada ola trae su momentum. Y él tiene aprender a idenficiar el momento oportuno para montarse en esa ola y ponerse de pie y hacer todas las maromas que vaya a hacer dentro de la ola para entonces como quien dice, llegar a su final. Y después de eso, qué? Vuelve a ir otra vez adentro para agarrar otra ola y por ahí seguirlo. Pero hay veces que cuando las olas bajan, qué es lo que tiene que hacerse? Se tiene que quedar ahí esperando y está ahí sentado en la tabla y chequeando que no vengan tiburones por abajo ni nada, hasta que de repente las olas vuelven de nuevo y empieza a subir otra vez y él vuelve y coge ese mismo fluir una vez más.

Miren, mis hermanos, así mismo pasa en esos momentums de Dios con nosotros. Hay veces que esas olas que Dios trae, las trae como quien dice, para impulsarnos a cierto nivel, para llevarnos a un nivel, para movernos del punto A al punto B y cuando llegas al punto B tienes que esperar a que venga otro momentum, otra ola para llevarte al punto C. y puede ser que el espacio que se de entre un y el otro sea bien variado. Puede ser que de la A a la B en 5 minutos venga uno, pero puede ser que de la B a la C te tengas que tardar 2, 3, 4 días y por ahí puedo seguir añadiendo más, más, más tiempo.

Pero el asunto es que en medio de todas esas cosas, Jehová está con usted, con nosotros. Qué puede detenerlos? Un momentum. Qué puede detenerlo? Mire, lo primero que me cruzó por la cabeza fue incredulidad. La incredulidad de qué? Incredulidad de qué? La mayor incredulidad que nosotros podemos tener es que Dios no vaya a hacer nada, que nosotros lo tengamos que hacer nosotros por nuestra propia cuenta, que ellos mismos tengan que provocar ese momentum.

Y mire, usted puede provocar el momentum en su propio plano, como quien dice, en su propia realidad, usted puede provocar una que otra cosa. Pero si es un momentum de Dios usted lo más que puede hacer es orar por eso. So, incredulidad es una. Conformismo, el yo quedarme conformado. Yo estoy bien. Mi realidad está chévere, yo estoy bien, tengo casa, tengo trabajo, tengo carro, tengo novio, tengo novia, tengo esposa, tengo esposo, tengo hijos, tengo todo, ya, ya estoy aquí. Déjame aquí tranquilo. Ese pensamiento de conformismo, mira, también puede tener ese momentum que Dios quiere hacer contigo.

Sabe otra cosa que lo puede detener? Tratarte de montar en la ola de otro. Tratar de correr el momentum de otra persona. Eso también lo puede detener. Sabe que los surfistas se pelean las olas y si una vez ya uno está montado en una ola, si otro se mete, se lo llevan enredado, no le va a decir, ah, perdona, tu estaba ahí, perdóname, me salgo entonces. No, que va. No, esa ola es mía y yo la estoy corriendo.

Lo que sí puede pasar es que el momentum de uno, de una persona pueda provocar un momentum en el tuyo. La ola que deja uno puede ser que esa ola cause un rip curl, como otra onda que te impulse a tu a tu poder encontrar como quien dice, tu propio ritmo, pero tu no puedes navegar la ola del otro. Tu tienes que esperar el momentum tuyo.

Otra cosa que lo puede detener es enfocarse en lo suyo propio demasiado, demasiado a expensas de otra persona. Si yo me enfoco demasiado en lo que yo quiero y como yo deseo ver ese momentum de Dios en mí vida, y me olvido de cómo otras personas puedan ser benediciadas, mira ese momentum de Dios se puede apagar también. Cuando Dios trae un momentum, cuando Dios trae algo, un mover, ese ímpetu, esa fuerza que te empieza a mover, que te empieza a impulsar a un nuevo crecimiento, a una nueva madurez, a un nuevo desarrollo, mira, Dios lo va a traer a tu vida, pero a través de tu vida va a impactar a otros también. La bendición de Dios es así. Tu puedes como quien dice, retenerlo para que otros no lo reciban y entonces tu problema va a ser uno de egoísmo porque es como que no, lo que Dios tiene para mí es para mí nada más. Pero no, eso no es lo que Dios quiere.

Dios lo que quiere es que nosotros podamos como quien dice, regar esa bendición en la vida de otros también. Así que miren, yo quiero aquí es donde viene, yo creo que ustedes han tomado ya la idea, aquí es donde quiero, como quien dice, dar el punto final, hoy voy a terminar temprano, y es esto, mis hermanos, estos últimos miércoles y domingos y aún esta vigilia que aunque yo no estuve, pero escuché muchas cosas, miren, yo no tengo la duda de que Dios está trayendo esas olas que nos están moviendo a otro nivel. Yo creo que Dios está trayendo un momentum divino, no tan solamente aquí en esta iglesia, sino que Dios está trayendo un momentum divino a través de su iglesia alrededor del mundo entero, y eso yo lo confirmé con esa predicación de este señor, miles de millas de distancia de aquí. Hay algo que Dios está haciendo. Y Dios está, como quien dice, diciendo, hello, wake up, despierta.

Dios no puso un maní ahí adentro, ni tampoco lo puse ahí para cargar pelo nada más. Hay algo ahí y también el Señor dice, como que, hay algo aquí dentro también? Miren, cómo se pueda manifestar eso en su vida, tal vez usted dice, pero usted pastor, usted debe saber pero yo no sé necesariamente. Eso le conviene a Dios. Y le conviene a usted. Yo puedo orar por usted, yo puedo estar en mi ola y puedo mojarlo a usted con mi ola a ver si pasa algo en su vida, pero créame que yo voy a seguir corriendo esta olita porque no es muy fácil correrla tampoco, uno tiene que aprender a discernir, mis hermanos.

Tenemos que, a ver cómo lo digo, tenemos que aprender a ver un poquito más allá de nuestras narices. Y poder comprender lo que Dios está haciendo en medio de todas las cosas, mis hermanos, y no es fácil, no es fácil. Miren, yo les digo, aún en este mismo fin de semana yo pasé a través de una experiencia que fue como que, Omar, tu sabes mejor, tu sabes mejor. Me dejo llevar por sentimientos personales que están ahí y empieza a hacer asunciones que no debo hacer para simplemente al fin y al cabo, para que Dios me diga como que, Omar, ven acá, qué tu estás pensando? O sea, usted cree que las cosas van a ocurrir solamente como tu piensas o como tu entiendes? O tu vas a aprender a poner tu mirada en lo que yo estoy mirando, vas a aprender a pensar en la forma en que yo estoy pensando. Vas a aprender a orar en la forma que yo quiero que tu ores, no como tu deseas necesariamente orar. Vas a empezar a proceder con la gente en una forma de reino o vas a proceder con la gente en una forma banal, de mundo, aquí, social como tutti li mondo.

No es fácil, mis hermanos, no es fácil. Hay veces que, miren, cuando un surfista se cae de la ola, eso es lo que le dicen en el …. Y esos …. Pueden ser bien feos, porque cuando esa ola cae, no se crea que el surfer se queda así en superficie flotando. Esa ola cuando cae la corriente de la ola lo lleva para abajo. Y allá abajo se queda en el rollo de la ola, y si hay arrecifes abajo, créame que esa persona va a llegar abajo, al arrecife. Fácilmente se puede quedar debajo del agua uno, dos minutos. So, los surfistas tienen unos pulmones de hierro, se lo puedo decir. Pero no se quieren caer, jamás.

Yo no me quiero caer de esa ola, porque yo sé que si me caigo me voy a ver en una situación donde voy a estar, como quien dice, Señor, sácame de esta. Pero mire, si estamos entendiendo el fluir de Dios, aún si nos caemos, el Señor vuelve de nuevo y nos saca y nos pone otra vez, ve de nuevo, coge otra ola y sigue. Tenemos que estar pendiente a eso, mis hermanos, de verdad. Tenemos que estar pendientes a ese mover de Dios, a esos hints que nos hace Dios a veces, a esa técnica de cómo Dios quiere que nosotros llevemos nuestras vidas. Si seguimos demasiado pendiente a nuestra situación particular, mire, vamos a perder de vista lo que Dios verdaderamente quiere hacer.

Uno se tiene que atrever, uno tiene que hacer riesgos. Si yo pienso que cuando yo estaba aprendiendo esa técnica de salto a lo largo, mire, uno tiene que hasta atreverse a hacer el ridículo de otras personas hasta que usted pueda dominar bien lo que tiene que hacer. Ahora, yo no estoy diciendo que eso le da licencia como quien dice, para ir y …. Yo no estoy diciendo eso, no es que usted y empieza, ah, pues voy a hacer errores porque el pastor me dijo que sí, tengo que hacer errores para poder, como quien dice, aprender la técnica. No, no, no, yo no estoy diciendo eso.

Pero sí yo estoy diciendo, mis hermanos, que cuando uno se tira de verdad a entender, a buscar, a discernir lo que Dios está haciendo. Miren, a lo largo del camino, vamos a cometer los errores, porque vamos a interpretar lo que Dios está queriendo hacer, es más, casi siempre nuestra interpretación va a estar contextualizada en lo que nosotros estamos pidiendo, sintiendo, experimentando en el momentum.

Si yo cojo un ejemplo bien básico, si yo le digo a Anthony ahora mismo el salmo 23, verso 9, yo le digo Anthony, Jehová es tu pastor y nada te faltará. Él lo va a interpretar en una forma, de que si yo se lo digo es ….

María, si yo le digo a María, Jehová es tu pastor y nada te faltará. Yo estoy seguro que María va a interpretar esa misma frase totalmente distinta a lo que lo está interpretando Anthony.

Si yo se lo digo a Arnold ahí atrás, Arnold también lo va a interpretar en una forma distinta. Si se lo digo a Suyen, Suyen lo va a interpretar en una forma distinta. Porque nuestra interpretación siempre está condicionada a donde nosotros estamos, donde estamos viviendo, qué estamos sintiendo, que estamos experimentando, qué pruebas tenemos, qué logros tenemos. Uno lo interpreta todo así, pero lo bello de Dios es que aunque lo interprete así, Dios puede llegar a la necesidad de su corazón en la forma que él quiere, a través de esa misma frase.

Ahora, pero no significa que yo voy a amoldar lo que Dios me está queriendo decir a mí necesidad, yo tengo que ajustar mí necesidad, mi condición, mi situación a lo que Dios verdaderamente está queriendo decir. Me siguen por dónde voy o los perdí ahí? Cogieron el momentum? Están en la ola conmigo. Sálganse que es mía.

Miren, mis hermanos, yo les digo esto, y se los digo obviamente desde una perspectiva pastoral, pero es más bien para alentarles, para que sus radares estén bien prendidos. En los detalles más mínimos hay algo que puede causar un mover, un ímpetu, una fuerza de parte de Dios. Puede ser una tragedia como puede ser un logro bien grande, como también puede ser un simple saludo que le haga una persona que usted jamás esperó que esa persona lo fuera a saludar así.

Como también puede ser que usted está ahí montándose en el autobús y en una fila bien grande y usted es el última y ya van a cerrar, y de repente, la última persona que está antes de usted, se echa a un lado y le dice, adelante. Y usted pasa y después entra otra persona.

Como puede ser algo así, cosas tan simples y sencillas que puede ser Dios diciéndonos, como que, hace tiempo que no hago esto. Te estoy mirando. No te duermas. Te estoy mirando. Yo tengo mis ojos sobre ti. Tengo mis ojos sobre ti, y hay alto que estoy trayendo a tu vida pero tu tienes que despertarte y estar pendiente a lo que yo estoy haciendo, porque si no estás pendiente te vas a perder.

Así que, mis hermanos, vamos a ponernos de pie. No voy a hablar más.

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Cuando lo que Dios te pide no tiene sentido...

30 de agosto del 2010 - Por Miriam Díaz

Pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Juan 10:26-28

Un día sentí el suave tocar de el Espíritu de Dios que me impresionó en mi corazón, "no te pongas pantalones". Respondí: ¡Queeeeee! ¿Estás seguro?
Continué mi conversación con el Espíritu Santo esa mañana: "Pero, Joyce Meyer se pone pantalones y tú la usas Jehová. ¿Es que acaso tú todavía tienes que bregar con ella? ¿Y qué tal de la esposa de el pastor y la predicadora que tu tanto usas al frente?"

Fue una primavera larga, no había explicación alguna que le pudiese dar a mi esposo, a mis hermanas, ni aún a mis hermanas de la iglesia. Solo que "Dios me quito los pantalones". Tampoco podía explicarle a muchos. Habían ocasiones en que solo decía con una sonrisa: "Me he determinado a ponerme faldas", esto era más aceptado y entendido que la anterior. No mentía, era cierto.

A medida que caminaba en fe, notaba como mis faldas y mis nylons y mis zapatitos hacían de mí una mujer delicada y tierna. Hacía que la gente se detuvieran a cederme el paso, a sacarme la silla, a tratarme delicadamente. Mi interior comenzó a cambiar con mi exterior. Me agradaba el trato de mujer, ese trato especial que una mujer radia, delicado, único para ella. Donde ella no es una "puede-lo-todo", sino una mujer dispuesta a ser delicada y lista para anticipar y aceptar la oferta dulce y amable de los hombres sanos que también dentro de su corazón anhelan ser hospitalarios, necesitados por una mujer sana también.

Conocí a hombres que nunca supe que estaban ahí, y conocí a una mujer que nunca supe que estaba ahí, yo. Una mujer en cuyo corazón yace innatamente la delicadeza y el deseo de ser delicada y mimada. Me di cuenta que lo que de Dios era innato en mi había sido ahogado por la gran liberación femenina que continúa creciendo hoy día y cuyo propósito es establecer cero diferencias entre el hombre y la mujer. Como que ese deseo escondido, impregnado en mi por la sociedad de ser "suprema", igual o mejor que, con los mismos derechos de un hombre comenzó a significar un cero en mi vida.

Todo lo que comenzó a pasar a mí alrededor comenzó a complementar mi ser femenino. ¡Maravilloso! Al pedir ayuda veía que le daba a mis hijos varones y aun a mi esposo un sentir de valor de ser necesitado. Y de ahí nacía también nueva apreciación en mi corazón hacia el ser masculino en mi hogar y fuera de mi hogar. Comencé a mirar a los hombres como seres fuertes, capaces de el rescate y comenzó a morir ese “puede-lo-todo” en mí. Con este entierro también se enterraron unos resentimientos fantasmas que existían en mí, mas no los veía. Vivía la vida bien, feliz, mas mi Dios Todopoderoso que conoce el corazón de cada mujer y de la mujer a quien El formó, como EL la formó y en el orden que El la formó, sabía que a mí me faltaba algo.

Lo innato en mi no es el deseo de ser una mujer que levanta su pie hasta donde le alcanza por que tiene "pantalones". Mi interior llamaba a gritos esa actitud innata de ser mujer "sin pantalones" y mi actitud se rebelaba contra el hombre porque me trataba como mujer "con pantalones". Quería el trato delicado, no sabía que pasaba en mi interior, y es que la mujer delicada y tierna había sido ahogada y no se veía.

Esta historia no tardó en recordarme a Eva en el huerto y la oferta de "más". La historia se había repetido una vez más y yo era la protagonista principal. Ahora me pongo pantalones, más en mi interior hay un traje.

Cuando lo que Dios te pide no tiene sentido, hazlo confiadamente. Amén.

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Felipe - constructor de puentes

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Yo le pedí a Bob Baker que estuviera con nosotros esta mañana y nos trajera la palabra del Señor ya que él es miembro del ministerio en inglés y hay un micrófono ´más que no sé donde estará, quizás lo tengo aquí en frente mismo. Yo voy a estar traduciendo para Bob. De nuevo, ellos han sido pastores, Bob y Susy, su esposa, han sido pastores en Cape Cod en una iglesia que se llama South Chattam Community Church, varios años. Ellos están en transición ahora, Dios los ha traído en nuestro medio para que compartan y ha sido una bendición conocerlos, gente de carácter.

Bienvenido, un placer tenerte con nosotros. Es un honor, este micrófono todavía está caliente. La primera canción que yo aprendí cuando estuve en Chicago fue Fuego, Fuego, la iglesia quiere fuego. Y cantamos esa canción como 50 veces cada vez que la cantábamos. Y este blanquito de Massachusetts salió de esa iglesia cantando Fuego, Fuego.

El pastor Roberto ha estado predicando una serie de mensaje sobre la primera iglesia, la iglesia primitiva, y mi esposa Susy y yo sentimos aquí este mismo tipo de gozo y de expectativa en el momento que entramos por la puerta de la Congregación de León de Judá, ese mismo gozo, y recuerdo la bienvenida tan cálida que recibimos de parte del pastor Roberto. Pero también recuerdo la bienvenida cálida que me dio una hujier llamada Ascany, cuando llegamos.

Nosotros asistimos al segundo servicio que como saben es en español exclusivamente, y Ascany se aseguró de que tuviéramos aparatos de traducción. Nunca olvidaremos ese primer servicio, era el Día de la Madre, y la esposa del pastor Roberto, Mercedes, dio un sermón poderoso e inspirador. Ella comenzó con una serie de transparencias que captaron la atención de todo el mundo. Y luego ella captó la escencia de lo que es ser un padre, una madre cristianos.

Yo sinceramente creo que el Espíritu Santo nos dirigió a esta Congregación y por eso llegamos. Digan amén, aunque sea. Llegamos porque el espíritu nos trajo pero nos quedamos porque nos sentimos tan amados y apoyados por ustedes. Nos quedamos porque había una pasión tan fuerte en ustedes para seguir a Jesús. Sabemos que hay diferencias culturales y lingüísticas entre nosotros, pero hay una intencionalidad del espíritu de parte del pastor Roberto y los demás líderes de la iglesia y de parte de ustedes, cada uno de ustedes, para crear puentes que vayan más allá de las barreras que dividen las diferentes culturas y nacionalidades.

Y en esta mañana vamos a ver en la Biblia un hombre llamado Felipe cuyo llamado era para precisamente derribar barreras en el nombre de Jesús. No todo el mundo puede ser un gran teólogo como el Apóstol Pablo. Y no todo el mundo puede ser un líder tan carismático como lo era el Apóstol Pedro. Pero todos nosotros podemos ser constructores de puentes como lo fue el evangelista Felipe.

Vamos a ver tres aspectos esta mañana de la vida de Felipe. Felipe, el hombre de paz, Felipe el siervo líder o el líder siervo; y en tercer lugar, Felipe el evangelista, el hombre de paz, el evangelista y el siervo líder de Dios.

La primera vez que encontramos a Felipe lo encontramos en Hechos, Capítulo 6. La iglesia estaba creciendo en una manera extraordinaria. Y uno pensaría, bueno, ese es el tipo de problema que toda iglesia querría tener, y de hecho es así.

Pero mucha gente se pone un poco nerviosa cuando llega demasiada gente al servicio, sobre todo si se ven un poquito diferentes o actúan de una forma un poco extraña, o piensan en una forma diferente a como nosotros pensamos. Y ese precisamente era el problema que tenía la iglesia de Jerusalén. Hechos, Capítulo 6, comencemos allí con el versículo 1:

“…. En aquellos días creciendo el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos de que sus viudas eran menospreciadas en el ministerio cotidiano….”

Y quiero ahora poner esto en un contexto histórico. Lo que estaba pasando aquí es como sabemos, el pueblo judío había sido a través de toda su historia, esparcido debido a la persecución. Había comunidades judías en todas partes del mundo en ese tiempo y todavía lo hay actualmente. Quizás ustedes recuerden la historia de Daniel en el foso de los leones. Daniel era …. A Israel y se habían llevado sus propios prisioneros. Hay un término que se usa para este fenómeno histórico que se llama la Diáspora, y muchos de los judíos de la Diáspora, de ese esparcimiento, anhelaban regresar a su tierra nativa, Israel, especialmente deseaban regresar a Israel en su edad anciana y poder ser enterrados en su amada Jerusalén.

Y esos judíos de la Diáspora, de la expulsión, hablaban griego, pero los judíos que se habían quedado en Israel, en Jerusalén, hablaban arameo o hebreo. Y como es la naturaleza humana qué pasa, a uno le gusta asociarse con la gente que es igual a uno, y que habla como uno. Y esta gente, como vemos aquí, no tenían ninguna diferencia con nosotros en nuestras costumbres también. Los que hablaban griego, los judíos que hablaban griego, se juntaban con los que eran también de esa misma procedencia, hablaban también griego. Y los judíos que hablaban hebreo les gustaba asociarse con la gente de Jerusalén que hablaban y tenían la cultura más pura hebrea también. Y algunos comentadores de la Biblia piensan que ese tipo de problema lingüístico era solamente un aspecto muy mínimo de lo que era un problema mucho más amplio culturalmente hablando. Probablemente había otros prejuicios y problemas, intenciones que iban más allá de simplemente el idioma, la diferente idiomática.

Y cuando nosotros muchas veces exploramos la iglesia primitiva en el libro de los Hechos decimos, guau, ahí está una iglesia definitivamente perfecta. Hechos 4:32, por ejemplo nos dice que:

“… todos los creyentes eran de un mismo sentir, una misma mente, lo compartían todo, todo lo que tenían…”

Y eso me suena a mí como una iglesia perfecta. Pero solo dos Capítulos después aquí en el Capítulo 6, vemos que esa unidad de mente y corazón estaba siendo amenazada y estremecida. Una de las traducciones de la Biblia dice que había como temblores de descontento, había tensiones en el aire. Poco tiempo después que Susy yo nos casamos teníamos una secadora de ropa que precisamente temblaba cuando funcionaba y poco tiempo después se nos rompió la bendita secadora y tuvimos que ir al laundry para lavar la ropa.

Vemos aquí en el Capítulo 4 todo el mundo compartiendo con la gente que tenía necesidad, pero en el Capítulo 6 vemos que había muchas viudas necesitadas que no estaban recibiendo comida. Quizás usted pensó cuando llegó aquí primeramente a León de Judá que esta era la iglesia perfecta. Lo único que les puedo decir de mi propia experiencia es que quizás León de Judá era perfecta hasta que yo llegué. Pero en el momento mismo en que yo llegué ya dejó de ser la iglesia perfecta.

Recuerdo una señora que dice que oró, querido Señor, hasta aquí ha sido un día perfecto, no he pecado todavía, no le he gritado a los muchachos, mi mente no ha sido inundada con preocupaciones y tribulaciones, ni siquiera me he molestado con mi esposo todavía, pero ahora Señor, necesito levantarme de la cama y voy a necesitar tu ayuda. Cuántos pueden identificarse con esa señora?

La perfección solamente se da en el cielo, cuántos pueden decir amén a eso? Mientras tanto somos como el santuario nuevo que está siendo construido allá afuera en el estacionamiento. Esas grúas están sacando porquería que ha estado allí durante muchos años debajo de la tierra. Todos esos escombros tienen que sacarse antes de que ese hermoso edificio pueda ser edificado. Somos cristianos bajo construcción. Amén. Hay cantidad de basura en nuestra vida, las heridas del pasado, las distorsiones, los pecados, las tendencias pecaminosas que están ahí dentro de nosotros tienen que ser arrancados de raíz para que entonces el nuevo edificio que Cristo quiere construir sea edificado. Amén. Y ese proceso de construcción se llama con la palabra santificación y es un proceso que dura toda la vida.

De vez en cuando mi persona no santificada se manifiesta a través de mi vida, y si esto pasa como puede pasar a veces, en el camino a la iglesia los domingos, si alguien se me interpone en la carretera, entonces llego a la iglesia con mi ser no santificado. Alabado sea Dios que todavía no ha terminado de trabajar en mi vida.

Y este proceso de construcción, de santificación, como vemos, estaba dándose aquí en este pasaje, en la iglesia primitiva, y la pregunta iba a ser, cómo van ellos a responder a esas necesidades de estas viudas de habla griega? Se unirían en el nombre de Jesús? O la situación explotaría en sus caras y dividiría a la iglesia?

Los 12 Apóstoles, gracias a Dios, no trataron de simplemente meter la basura debajo de la alfombra y pretender que no estaba existiendo el problema. Ellos presentaron la situación ante la Congregación y le ordenaron a la Congregación que escogieran a 7 hombres para que ellos administraran el programa de suministro de alimentos que tenía la iglesia. 7 hombres llenos de sabiduría y del Espíritu Santo.

Necesitamos hombres y mujeres llenos del Espíritu Santo que puedan usar sus habilidades para hacer el trabajo de Dios. No necesitamos gente que solamente esté llena de sabiduría del mundo, del intelecto. El colapso de las instituciones financieras que vimos en Wall Street en las finanzas aquí en Estados Unidos, se debió precisamente a gente que tenía conocimiento intelectual mundanal, pero no tenían conocimiento espiritual.

Y Felipe fue uno de esos hombres llenos del Espíritu Santo escogido para esta tarea. Felipe fue usado para traer paz, él fue un pacificador en medio de esta situación potencialmente explosiva. Y debido a que los líderes manejaron la situación en una forma piadosa y santa y adecuada, la iglesia pudo continuar creciendo en formas extraordinarias.

Y yo me imagino que había gente fuera de la iglesia que estaban observando este proceso para ver qué iba a pasar. Seguramente pensaron, guau, algo extraordinario debe estar pasando dentro de esa comunidad. Toda esta gente de diferentes culturas, que normalmente no se hablan unos a los otros, dirían ellos, están uniéndose juntos adorando a Dios. Y probablemente dijeron, guau, seguramente esta gente tiene algo que yo necesito en mi propia vida también.

Cuando nos unimos en el nombre de Jesús, cuando derribamos barreras en el nombre de Jesús, cuando perdonamos y nos amamos unos a otros en el nombre de Jesús le estamos dando al mundo exterior un atisbo, una visión inicial del cielo como será.

El libro de Apocalipsis nos da una visión de un grupo inmenso de personas de diferentes tribus, lenguajes, culturas, adorando juntos a Dios. Tienen vestiduras blancas y están ondeando palmas en sus manos y están declarando sus alabanzas y dicen, la salvación pertenece a nuestro Dios, él está sentado en el trono y salvación y alabanza al cordero. Si usted habla español esta mañana yo quiero que diga esto en español, a la misma vez que los que hablan inglés lo dicen en inglés, los que hablan español, lo dirán en español, y los que hablan inglés en inglés. Lo voy a repetir otra vez, “la salvación pertenece a nuestro Señor que está sentado en el trono y al cordero”.

Denle un aplauso al Señor. Amén. Gloria a Dios. Ven ustedes cuando oramos al Señor en español y en inglés nos prepara para el cielo.

Felipe era un pacificador, un hombre de paz. Y nosotros nos convertimos en pacificadores cuando nos unimos con otros que hablan otros idiomas, tienen otras culturas, gente que viene de un trasfondo cultural diferente al nuestro. Y hay otras maneras también de edificar la paz en nuestras iglesias. Edificamos la paz cuando nos rehusamos a escuchar chismes, digan amén. Traemos paz cuando hablamos la verdad en amor. Traemos paz cuando somos rápidos en perdonar y lentos en airarnos. Amén.

La Biblia dice, hagan todo tipo de esfuerzos para mantener la unidad del espíritu a través del vínculo de la paz. Felipe era un hombre pacificador. Y en segundo lugar veremos que Felipe era también un líder siervo. Fue uno de los primeros diáconos de la iglesia. Ahí está en el versículo 2 del Capítulo 6. Dice aquí que:

“-… Los 12 Apóstoles unieron a todos y dijeron lo siguiente: no es correcto que nosotros dejemos el ministrarle directamente al Señor para atender a las mesas para resolver este problema.

La palabra que se traduce diácono en el griego original, literalmente quiere decir alguien que atiende a las mesas, un mesero, en un sentido como decía Lizette aquí. Levante su mano si usted ha sido mesero alguna vez en un restaurante. Yo financié mis estudios de seminario trabajando como mesero en un restaurant. Yo usaba un chalequito negro muy lindo y un lacito rojo en el cuello. Que mejor manera de prepararme para ser un líder que sirve en la iglesia.

Recordemos que el Señor Jesucristo nos enseñó acerca del servicio cuando lavó los pies de sus discípulos. Recordamos que hoy marca el quinto aniversario del huracán Katrina que devastó Luisiana. Yo recuerdo como unos líderes siervos fueron llamados para ir a Biloxi, Mississippi, para ayudar a restaurar esos escombros. Yo fui con algunos de esos en ese viaje y les digo, que nunca había visto tranta destrucción en toda mi vida. Algunas de las casas simplemente desaparecieron completamente en el Golfo de México y otras fueron reducidas absolutamente a simplemente montones de escombros. Pero una iglesia en el centro mismo de la ciudad de Biloxi permaneció intacta y era una iglesia bautista. Amén. Y nos quedamos allí en esa iglesia bautista y recuerdo que dormíamos en colchones tirados en el piso de esa iglesia. Y esa iglesia se convirtió en uno de los puntos principales para la distribución de comida en toda el área afectada por el huracán Katrina. Pero el pastor me dijo lo siguiente el mismo día después que el huracán golpeó esa área, de hecho la única comida que tenían en grandes cantidades era arroz con frijoles y habichuelas, así que ellos simplemente cocinaron una gran cantidad de arroz con frijoles y se lo servían a toda la gente que estaba en el camino necesitados.

Pero de pronto un gran milagro sucedió: comenzaron a llegar a la iglesia grandes cantidades de agua y comida que la gente traía e inmensos camiones comenzaron a traer comidas y todo tipo de comestibles a la iglesia de todas partes del país. Iglesias y universidades cristianas enviaron miles de voluntarios para limpiar y para establecer el orden en esa área tan devastada por el huracán. Un grupo, por ejemplo, llegó y estableció una gran cocina y mucha gente a través de toda la costa del golfo me dijeron no fue el gobierno quien nos ayudó, decían ellos, fueron las iglesias cristianas, iglesia que establecieron un ejército y otras agencias cristianas como Bolsa del Samaritano y otras agencias de ayuda social cristianas.

Dos hermanos llegaron desde la Florida, uno de ellos era un tipo grandísimo como el actor de la película de cine que se llama la Roca, es inmenso el tipo este, y el otro parecía Don Johnson de Miami Vice. Ellos llegaron desde de la Florida trayendo consigo, arrastrando una especie de máquina para hacer barbacoa, pollo a la barbacoa, así que los llamamos los hermanos pollos, y yo lo decía con mucho respeto porque el tipo que yo digo que era grande podría fácilmente cargarme y tirarme si quería. Y los hermanos pollo ahumaban a veces hasta 500 pollos a la vez. Y entonces se iban con todos estos pollos a la barbacoa por diferentes vecindarios y los distribuían a la gente necesitada. Pero saben alto? Su meta era más que simplemente darles pollo a la gente. Su meta verdadera era darle a la gente comida espiritual, oraban por la gente. Un día me fui con ellos y parecería verdaderamente que esto era un avivamiento, una campaña evangelística. El espíritu de Dios era tan poderoso en ese momento. Milagros suceden cuando servimos a los demás en el nombre de Jesús.

Si usted sirve como diácono en esta iglesia yo le doy gracias a Dios y todos los que sirven por su servicio porque como pastor yo sé lo duro que ustedes trabajan detrás de bastidores, tras el escenario, ustedes ponen la mesa de comunión, visitan a los pobres, visitan a la gente en los hospitales que están enfermos. Quizás algunos de ustedes no tengan el título de diacono pero quizás usted estará sirviendo comida allá abajo en la cocina esta tarde, quizás usted es un maestro de escuela dominical, quizás usted sirva por ejemplo como hujier, o hace trabajo administrativo para la iglesia. Quizás sirve en el ministerio de adoración, o quizás usted es el que recoge las sillas y las ordena después del servicio, que limpia el lugar. Adoramos al Señor por ustedes, alabado sea Dios por todos ustedes que sirven en nuestra iglesia.

Sean fieles en su servicio y los milagros continuarán. Su sonrisa como hujier le dará la bienvenida a un visitante, y quizás esa sea la primera sonrisa que ellos hayan visto en mucho tiempo. Maestro, tu compromiso será recordado por tus alumnos muchos años después que tomen tu clase. Tu diligencia como administrador, tu entusiasmo va a mantener la iglesia corriendo durante mucho tiempo, tus cánticos, el ministerio de alabanza audiovisual estarán en nuestros corazones durante toda la semana. Su consideración, gente que limpia la iglesia, será apreciada por las personas que se benefician.

El Señor Jesús dijo cuando servimos a los demás en verdad estamos sirviendo a él. Felipe entonces vemos aquí, el pacificador, el hombre de paz, esa es la tercera persona de Felipe. Vemos Felipe, el siervo líder, y ahora tenemos a Felipe, el evangelista. Luis Palao y Billy Graham son famosos evangelistas, pero cualquiera que comparte las buenas nuevas de Jesús es un o una evangelista.

Ahora, recordaremos que Felipe fue expulsado de Jerusalén por la persecución que se desató contra la iglesia. Quizás Felipe habrá pensado que ya su tiempo de servir a Dios había terminado cuando salió perseguido. Pero Dios puede usar tiempos de tribulación en nuestra vida para llevar a cabo cosas importantes en la vida de su iglesia, y eso es exactamente lo que pasó con Felipe. Capítulo 8, versículo 5 de Hecho proclama:

“… Felipe llegó a una ciudad en Samaria y allí proclamó la buena nueva del Evangelio…”

Ahora, recordemos que los samaritanos eran considerados como las ovejas perdidas de Israel, descarriadas de Israel. Eran extranjeros enajenados de la cultura judía porque se habían casado con personas de otras nacionalidades. Algunos los consideraban traidores simplemente y gente mezclada. Y algunos trataban de evitar Samaria e iban alrededor del pueblo de Samaria para continuar en su camino simplemente porque no querían mezclarse con gente que ellos consideraban impura.

Y qué de Jesús? Cómo actuó Jesús? Se nos dice que Jesús caminó y entró directamente a Samaria. Quizás ustedes recuerden cómo él se paró en el pozo de Samaria y le pidió algo de tomar a la mujer samaritana. Esa conversación que Jesús tuvo con la mujer samaritana, es la conversación más larga que registra la Biblia que el Señor tuviera con ningún otro personaje en la Escritura. Ahora, aquí vemos que entra Felipe a Samaria.

Recordemos que Felipe también en un sentido era un extranjero. Así que en realidad no había una mejor persona para hablarle a los samaritanos de Jesús que Felipe, otro extranjero, otro de los de afuera. Capítulo 8, versículos 5 y 6, dice:

“… Felipe volvió y fue a Samaria y predicó a Jesucristo y cuando la multitud oyeron a Felipe, su mensaje, y vieron los milagros, las señales milagrosas que él hacía en el nombre de Jesús le pusieron mucha atención a lo que decía Felipe, y se dice que con gritos espíritus inmundos salían de la gente cuando él predicaba, y paralíticos y gente con diferentes tipos de impedimentos fueron milagrosamente sanados también…”

Así que hubo gran gozo en toda la ciudad de Samaria. Gozo porque Jesús estaba vivo, había resucitado. Y ese fue el mensaje que Felipe le trajo a esa gente de Samaria. La salvación ha llegado al mundo a través de Jesús, el que fue crucificado en la cruz y enterrado en la tumba, ha resucitado y está dando vida hoy a los… Y todas las profesías acerca del Mesías fueron cumplidas a través de Jesús y ahora esas promesas que el Señor había hecho acerca del Espíritu Santo se estaban dando en ese momento. El Espíritu Santo vino con poder en ese momento. Hubo señales y prodigios. Los demonios eran sacados y los enfermos eran sanados, vidas quebrantadas eran sanadas y el gozo fue la reacción predominante de esa ciudad. Hubo gran gozo en esa ciudad.

Y a veces yo pienso en la Ciudad de Boston cuando pienso en esto de gozo en la ciudad. Nosotros nos gozamos cuando los Red Socks ganan el campeonato. Y yo creo que eso va a pasar de hecho, ellos van a ganar este año también. Nosotros nos animamos cuando vienen las elecciones y la política está al rojo vivo, pero la cosa más extraordinaria es cuando alguien da su corazón a Cristo Jesús.

El Señor dice que cuando un pecador se arrepiente en el cielo hay fiesta. Los ángeles se gozan y celebran, hay canto y danza por una sola alma que se convierte y es salvada en el cielo. Uno de mis domingos favoritos fue cuando el pastor Roberto y otros comenzaron a danzar y a dar vueltas alrededor de la iglesia. Es como un pequeño gustito de lo que va a ser la cosa en el cielo algún día.

Vidas quebrantadas fueron sanadas, corazones quebrantados y heridos son sanados y la tristeza se convierte en gozo en el nombre de Jesús, hay poder en el nombre de Jesús. Pero en el mismo medio de esa gran campaña evangelistico del Apóstol Felipe mientras la gente era salvada a diestra y a siniestra vemos que Dios llamó a Felipe y lo sacó de la ciudad por un momento. Y el Espíritu Santo le ordenó a Felipe que comenzara a viajar en el camino de Jerusalén a Damasco. Uno se pregunta, por qué Dios le ordenaría a su evangelista que hiciera tal cosa?

Felipe hubiera podido argumentar con Dios. Señor, mira todo la buena obra que estoy haciendo por ti aquí en Samaria, no puedo detenerme ahora. Las cosas están pasando, se están dando. Pero no, Felipe inmediatamente obedeció a Dios y se dirigió por ese camino desértico.

Ven ustedes, Dios tenía algo en su mente mucho mayor de lo que ni siquiera Felipe pudiera imaginarse. A la misma vez que Felipe estaba caminando por ese sendero, Dios estaba trayendo convicción al corazón de un hombre que venía del lejano país de Etiopía. Este etíope venía desde Jerusalén donde había ido a adorar a Dios y no era un hombre cualquiera, déjeme decirle, era el Tesorero oficial del país de Etiopía. Y ahora vemos que este hombre, este tesorero, este oficial iba de regreso a su país de Etiopía, y él iba en gran carro oficial y estaba leyendo las Escrituras. Estaba leyendo en el libro del profeta Isaías, leyendo profecías acerca del Mesías que había en el libro de Isaías, y el Espíritu Santo se acercó a Felipe y le susurró y le dijo: ve habla con ese hombre.

Y la Biblia dice que Felipe inmediatamente corrió a donde estaba este hombre en su carro, se subió al carro de este hombre y comenzó a hablarle acerca de Jesús, porque todo lo que este hombre estaba leyendo en Isaías era acerca de Jesús, profecías acerca de Jesús, y el corazón de este hombre fue quebrantado y entregó su vida a Jesucristo.

Y ahí se las arreglaron, encontraron agua y hasta tuvieron un servicio de bautismo ahí también para el hombre. Ustedes recordarán cómo el Señor Jesucristo le dio la gran comisión a sus discípulos, y les dijo, ustedes recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes, y me serán testigos en Jerusalén, en Judea y Samaria y hasta los fines de la tierra.

Ven ustedes, Felipe encarnaba la gran comisión, era la gran comisión encarnada. Sirvió al Señor en Jerusalén, dirigió esas grandes cruzadas en Samaria y finalmente los fines de tierra llevó a este etíope de un país lejano a Jesús. Pero no se para allí la historia.

La Biblia dice que el etíope siguió su camino gozoso, gozándose, y Dios usó a ese hombre para traer el Evangelio a Etiopía, lo cual en la literatura antigua se conocía como precisamente los fines de la tierra, como había dicho Jesús, era conocido geográficamente.

Felipe era la gran comisión en persona. Y usted es la gran comisión con piel y huesos. Ahora, uno se pregunta, el Espíritu Santo trabajará en esta misma forma en los días actuales? Creemos nosotros que el Espíritu Santo todavía une a la gente en el tiempo correcto, el lugar correcto para traerlos a Dios?

Permítanme cerrar mi serón con una historia precisamente del huracán Katrina. Esta historia me la relató un amigo mío, Gary Lane. Gary Lane era el pastor que estaba encargado de dirigir a más de 9000 voluntarios en esta iglesia de la cual yo hablaba que estaban ayudando a la gente en Katrina, y él les enseñó a todos los voluntarios lo siguiente: si hay algo que ellos necesitaran, antes que me lo pidan a mí, pídanselo directamente a Dios. Y una y otra vez se pudo confirmar que Dios proveyó exactamente lo que se necesitaba en esa respuesta a las oraciones de sus hijos.

Ahora, por ejemplo, uno de esos momentos en que sucedió esto. Se acuerdan de todo ese pollo que estaban sirviendo los hermanos pollo de los cuales les hablé anteriormente? Todo ese pollo llegó de una gran compañía suplidora de pollo que estaba en Mississippi. Llegaba en unos trailers, unos vagones de 53 pies de tamaño. El chofer del camión dejaba un tráiler lleno de pollo, un congelador lleno de pollos en la iglesia y entonces se llevaba el vagón ya cuando estaba vacío y lo regresaba otra vez a su lugar de origen. Así que siempre en la iglesia había un tráiler, un congelador lleno de pollos continuamente, y ese proceso se dio durante muchas semanas. Pero un día el chofer dijo que la iglesia podía tener todo el pollo congelado que había, es decir, se podían quedar con todos los pollos congelados pero desgraciadamente él tendría que llevarse los dos trailers, el que traía y el que tenía que llevarse. Tenía que llevarse los dos.

Y el pastor tuvo el gran dilema de decidir si iba a poder aceptar dos vagones, miles y miles de libras de pollos que no sabía qué hacer con todo ese pollo. Y como se iban a llevar los vagones congeladores no había ningún lugar donde ponerlos excepto ahí en el piso, en el asfalto. El pastor Gary unió a varios voluntarios con él y juntos oraron al Señor. Y luego dice, bueno, los vamos a tomar.

Así que todo ese pollo congelado lo sacaron y lo pusieron en el estacionamiento y ese sol calentísimo de Mississippi comenzó a derretir esos pollos congelados. Gary los cubrió con una tarpa, un plástico, le impusieron manos a los pollos y simplemente continuaron haciendo su trabajo. Y en menos de dos horas después que ellos oraron llegó un camión a la iglesia. El chofer de ese camión venía desde Carolina del Sur. Este hombre había sentido el Espíritu Santo decirle que arreglara su camión y que lo trajera a ese lugar para ayudar a la gente ahí en Mississippi, pero no sabía a dónde ir. Simplemente comenzó a manejar y cuando llegó a esa iglesia él simplemente entró con su camión. Y llegó al pastor Gary y le dijo, pueden ustedes usar mi camión? Y Gary no lo podía creer.

Dios había provisto un tráiler de 53 pies congelador y la iglesia lo podía usar todo el tiempo que le diera la gana. Y esos voluntarios tomaron todo ese pollo y lo metieron en el congelador dándole gracias al Señor. El Espíritu Santo todavía a la gente y los une en el momento preciso en el lugar preciso.

No todos nosotros tendremos el gran privilegio de dirigir una gran cruzada como Billy Graham o Luis Palao, pero Dios nos puede usar para esos encuentros divinos cada día cuando nosotros estamos en nuestros propios quehaceres para tener encuentros divinos con otras personas que necesitan, y nuestra obra, nuestra tarea puede ser en nuestro trabajo, en la escuela donde estamos, en la comunidad donde vivimos, el Espíritu Santo nos provee oportunidades para compartir esa esperanza que nosotros tenemos en Jesús. Él nos capacita, como capacitó a Felipe para ser constructores de puentes para dejarle saber a otros acerca de Dios también. Nosotros podemos edificar puentes de amor más allá de las barreras y los abismos culturales y lingüísticos. Exactamente como Felipe, Dios nos da oportunidades para servirnos unos a los otros en amor.

Y mientras la Congregación León de Judá continúe desarrollando y desempeñando su misión y su llamado lo cual es la gran comisión de Jesús, habrá gozo en la ciudad, habrá gozo en la Ciudad de Boston. Bendecido sea el Señor. ¡Aleluya! Denle un gran aplauso al Señor. Amén. Gloria a Dios. Gloria a Dios. ¡Aleluya! ¡Aleluya! Gloria al Señor.

Nuestros músicos por favor vengan rápidamente. Gloria a Dios. Sí, Señor, gracias, gracias.

Vamos a orar y vamos a darle gracias al Señor, selle ese mensaje. Que podamos ser verdaderamente líderes siervos, que podamos ser hombres y mujeres de paz, pacificadores y también que podamos ser gente que evangelice y que comparta las buenas nuevas de Jesucristo en el poder del Espíritu Santo. Amén.

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La recompensa del servicio

23 de agosto del 2010 - Por Betsy Behan

"Sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ése recibirá del señor, sea siervo o sea libre"
Efesios 6:8

La historia de Isaac y Rebeca es bien conocida y linda. De ella aprendemos sobre la fe, la obediencia, el amor, el servicio, y de éste último hablaremos. Abraham envió a su criado de más confianza a buscar esposa para su hijo Isaac, y le recomendó buscarla en la tierra de sus padres. El criado al llegar a un pozo, oró diciendo: ‘la doncella que sirva agua para mi, y mis camellos; que sea ésta la que tú has destinado para tu siervo Isaac" Ver Génesis 24:14. Esa doncella fue Rebeca.

Rebeca le dio agua al criado, y cuando terminó "corrió de prisa " a buscar más agua para darle de beber a los camellos. Un camello puede tomar casi catorce galones de agua, y eran diez camellos, pero Rebeca no miró cuantos eran, sino que busco agua para todos, y no solo eso, sino que le ofreció alimento y lugar para posar. El criado estaba maravillado. Rebeca sirvió con entusiasmo, y amor, sin saber que esos camellos la transportarían hasta donde Isaac el cual sería su amado esposo, ese servicio le dio la bienvenida a una familia de Dios, la familia de Abraham el padre de la fe. "LA RECOMPENSA DEL SERVICIO.

Al igual que los camellos (los cuales no son muy lindos) muchas veces el servicio que debemos desempeñar no es muy lindo o atractivo para realizar, pero detrás hay una bella experiencia, enseñanza, y bendición. Cuando en nuestro camino se presente el desempeñar un servicio, desempeñémoslo con alegría y amor, no perdamos tiempo buscando una balanza para determinar si es muy pesado o una tira de medir para saber si es muy largo; si se presentó en nuestro camino fue porque así Dios lo permitió para bendecirnos. ¿Cuál es tu servicio?

Señor Jesús: Gracias por darnos las fuerzas, y deseo para servir, gracias porque detrás de cada
tarea que pones en nuestras manos hay una enseñanza por la cual crecemos, y Somos bendecidos. ¡Amén!

La bendición de Jehová
es la que enriquece,
y no añade tristeza con ella
Proverbios 10:22

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Después del milagro - la persecución

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Capítulo 4, libro de los Hechos, voy a leer solamente los primeros 3, 4 versículos y después seguiremos tratando con lo demás: “… Hablando ellos al pueblo vinieron sobre ellos los sacerdotes con el jefe de la guardia del templo y los saduceos resentidos de que enseñasen al pueblo y anunciasen en Jesús – marque eso en Jesús- la resurrección de entre los muertos…”

What’s wrong with that? Como diría alguien por ahí. Qué tiene de malo eso?

“… Y les echaron mano y los pusieron en la cárcel hasta el día siguiente porque era ya tarde. Pero muchos de los que habían oído la palabra creyeron y el número de los varones era como 5000…”

Vamos a dejarlo allí en el nombre del Señor. Vamos a explorar lo más posible de este Capítulo 4. Queremos avanzar y sacarle el mayor provecho a esta enseñanza. El tema que vemos aquí claramente perfilado es el tema de la persecución en medio del servicio al Señor. Este Capítulo, su mayor parte, nos habla de la persecución que se desata cuando Pedro y Juan hacen la obra del Señor y movilizan el Espíritu Santo a favor de este paralítico que ha estado sentado a la puerta de la Hermosa. Y el Señor tiene un mensaje acerca de eso.

La semana pasada vimos a Pedro lleno del Espíritu Santo, fogoso en el espíritu, aclarándole a esa multitud que se ha reunido para contemplar este milagro de este hombre que tiene 40 años paralítico y que de momento está saltando, alabando, gozándose, declarando las grandezas del Señor. Ellos lo han visto tirado en el piso, todo el tiempo mendigando y ahora ven un hombre fortalecido por el espíritu, tan lleno de asombro.

Pedro, dirige la mirada de la multitud hacia Cristo. Le dice, nosotros no tenemos nada que ver con esto en un sentido, es el Señor, esto se ha hecho en nombre de aquel a quienes ustedes crucificaron. Él es quien ha hecho esa obra, su autoridad y su poder y Dios ha usado esto para mostrarles que él es el Hijo de Dios, él es el ungido de Dios. Quitaron la mirada de sí mismos y la pusieron escuetamente sobre Jesús, como debemos hacer nosotros siempre. Invitar a la gente a mirar.

Cristo dijo que es preciso que el Hijo del hombres sea levantado para que todo aquel que en él cree no se pierda sino que tenga vida eterna. En nosotros no hay poder, todo el poder está en Cristo Jesús. Amén.

Y de momento todo está muy bien, la gente está feliz, Pedro ha hecho un llamamiento y se ha convertido una cantidad inmensa de gente y Pedro dice, guau, de aquí me van a poner como presidente de la nación en cualquier momento. Pero qué pasa? Llega la policía, llegan 3 policías estatales de 300 libras cada uno, 6,5 y lo cogen y lo levantan y lo llevan en el aire a la cárcel. Qué ha pasado? Persecución, la ira del enemigo.

Hermanos, yo digo aquí que después de la bendición y el milagro, después de la cosecha de las almas viene la persecución, y aquí en ese Capítulo 4, se introduce un tema recurrente en el libro de los Hechos: la persecución que acompaña a la predicación del Evangelio, dondequiera que el Evangelio es proclamado con poder, eficacia, dondequiera que la gente se esté convirtiendo, dondequiera que la palabra de Dios está siendo anunciada con claridad, el Espíritu Santo se esté moviendo, se esté avanzando en contra de las fuerzas de las tinieblas, el diablo no va a estar contento y va a arrojar su furia contra la iglesia de Jesucristo.

Usted sabe cuándo el diablo se queda tranquilo y no hace nada en nuestra contra? Cuando nosotros no hacemos nada en su contra. Cuando hay una iglesia entretenida con ritual de la religión, ir a la iglesia los domingos, hacer lo que hace siempre la gente religiosa, no se afecta la cultura, no hay cambio, vidas no se convierten, Dios no hace milagros, el Espíritu Santo no se manifiesta, el enemigo no tiene que hacer nada. Ahora cuando él siente que sus intereses están siendo amenazados por una iglesia que se ha puesto las pilas, por gente que está viviendo el Evangelio al rojo vivo, por gente que ama a Dios por sobre todas las cosas, está santificando, están purificando, están conquistando terreno, entonces el enemigo arroja su ira.

Si usted está viviendo una vida que agrada al Señor, no se descuide, sino que fortalézcase. No es que anda asustado tampoco, mirando para atrás para ver si el diablo le va a dar un batazo. No, pero también sabe, guarde sana cautela. Yo digo que los cristianos deben ser como esos policías que andan por la calle pitando, dándole la vuelta a su macana, no? por si acaso. Están tranquilos pero siempre están mirando a ver de dónde puede salir un tiro o alguien que quiera hacerle daño. Y nosotros podemos vivir la vida cristiana muy bien pero saber que el enemigo siempre va a estar tratando de hacer daño a nuestras vidas.

Yo digo aquí que la ira del enemigo se desata cuando el Evangelio progresa como vemos aquí. Cuando los creyentes están cumpliendo con el mandato de Jesucristo, como Pedro y Juan haciendo las obras, deshaciendo las obras del diablo, este hombre atado 40 años, paralítico y ahora viene Pedro y Juan y lo desatan, es cuando entonces el enemigo quiere hacer estragos. El Evangelio siempre progresa en medio de la oposición y el conflicto. La fuerza del infierno y el mundo no se quedan tranquilas cuando sus intereses están siendo cuestionados y opuestos.

Qué pasa aquí? Estos intereses religiosos, los fariseos, los saduceos, la gente que gobierna en el área religiosa sienten que su imperio está siendo cuestionado. Ellos tienen el dominio. Ellos reparten el bacalao, como decimos nosotros. Ellos son los que gobiernan todas esas cosas, la industria de la religión ellos tienen el control y ahora de momento vienen estos renegados, estos rebeldes, no tienen autoridad, no tienen carné de nada, no han ido a un seminario, no pueden enseñar una identificación oficial de nada y están convirtiendo 5000 personas y tergiversando todo lo que ellos han pasado tanto tiempo para adormecer al pueblo y controlar ellos el sistema religioso.

De momento cuando ven que la gente está siendo liberada, sus ojos están siendo abiertos, claro, el diablo, no quiere eso. El diablo quiere una iglesia adormecida, quiere un sistema religioso que mate más bien la fe, y eso es lo que hace que esta gente se abalance contra ellos. Detrás de eso, hermanos, está el enemigo, el enemigo está como estuvo detrás de Judas, como estuvo detrás de Caifás, tratando de deshacer la obra de Dios.

Por eso en Mateo, Capítulo 11, versículo 12 el Señor dice:

“…Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los cielos sufre violencia y los violentos lo arrebatan…”

Yo he hablado acerca de eso antes. En realidad la traducción original en el griego habla de …… es decir, biacetai quiere decir, no solo sufrir violencia sino también hacer violencia. Puede ser activo o pasivo. La idea que Jesucristo dice es que el reino de los cielos avanza con fuerza, avanza con violencia y también lo atacan con violencia.

Ahora, quién entra en contacto con el reino de los cielos? Quién se apodera de él? Quién se apodera de la bendición de ese reino? Quién arrebata lo que Dios tiene para ellos? ¿Saben qué? Los que son igual, de la misma temperatura que el Reino de Dios. El Reino de Dios está hecho para la guerra, hermanos.

Cuando usted busca dondequiera la palabra del Reino de Dios, ese término, y usted verá que se refiere al avance como de un ejército, es una nación, es un reino, es un gobierno. Qué dice Cristo acerca de este mundo? Dice que está gobernado por Satanás. El Príncipe de este mundo. Una y otra vez dice eso. Por eso el Apóstol Pablo también dice, nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados y potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo. Una y otra vez dice eso, que el mundo entero está bajo el dominio de Satanás.

Dios le entregó al hombre el mundo y el hombre a su vez se lo ha dejado arrebatar por el diablo. Y ahora, el enemigo, gobierna este mundo y cuando Cristo viene al mundo, viene para romper esas ataduras, viene para romper esas cadenas. Cristo, dice la Biblia, que vino para deshacer las obras del diablo.

Fíjense que siempre el Reino de Dios, el progreso del Evangelio está siempre siendo descrito en términos de batalla, guerra, atar, desatar, romper, deshacer. Qué dice el Señor Jesucristo? Dice que para que uno pueda saquear la casa de un hombre fuerte, recuerdan eso? Qué tiene que hacer primero? Atarlo. Y entonces puede saquear su casa. A qué se refería Jesucristo? Cuál es la casa? El mundo. El mundo está bajo el dominio de Satanás. Y para nosotros arrebatarle almas, vidas, para avanzar los intereses del Reino de Dios, para cambiar la sociedad, para convertir a la gente, para establecer los principios del Reino de Dios, primero tenemos que atar al diablo, tenemos que ser más fuertes que él. Tiene que darse una pelea, una confrontación y entonces podemos quitarle las armas.

Qué pasó aquí? 5000 almas, 5000 hombres además de sus mujeres, familias y la gente a quien ellos le iban a testificar más adelante, dice aquí 5000 varones, hombres, andronios es la palabra en el griego original. Pero y qué de las esposas y los hijos de esos hombres, los familiares que iban a evangelizar. El diablo ve, están saqueando mi casa y por eso envía las autoridades que él controla. Estos hombres que no aman a Dios sino que se aman a sí mismos y el poder que tienen, y los envían para que aprisionen y acallen la boca a esta gente.

Por eso es que Señor Jesucristo dice que Reino de los cielos avanza con violencia y los violentos, es decir, los que son iguales que ese reino, agresivos, por eso hermanos, es que pedirle al Señor, Señor, danos una mentalidad de guerra. Ese pueblo dócil, pasivo, acostumbrado a las cosas, queriendo el agrado del mundo, la aprobación del mundo, esa gente que le gusta la comodidad, que le gusta esa hora extra de sueño, que aman demasiado el televisor, el microondas, la nevera, y todas las cosas cómodas del mundo, entiende? Y las sedas de los vestidos bonitos, y trajes de 3 piezas, ya eso ni se usa, pero lo que sea, hay otros nuevos, usted entiende lo que estoy diciendo, ¿verdad? Esa gente que ama al mundo no tiene comunión con el Evangelio verdadero.

Si usted quiere servir al Señor, si usted quiere hacer las obras de Cristo, usted tiene que adoptar la mentalidad de Cristo. Es que mi reino no es de este mundo, que usted no vive para usted misma, usted vive para Dios, usted lo ha perdido todo, lo ha entregado todo, usted es un terrorista del Reino de los cielos, usted anda por ahí con 4 granadas y un cinturón lleno de explosivos para irse y llevarse a 50 ó 60 con usted para el Reino de Dios. Usted entiende lo que le estoy diciendo, no estoy predicando terrorismo aquí.

Pero los cristianos tenemos que ser peligrosos. El diablo no le interesa ni le molestan esos cristianos todos aburridos y deseosos simplemente de hacer su pastel aquí en la tierra y gozar del mundo a lo máximo. El diablo a quien le tiene miedo es a esa gente flaca, que no come mucho porque está siempre ayunando y orándole al Señor y con los ojos puestos en el cielo. Esa gente le inspira terror al reino de las tinieblas, la gente que ha muerto al mundo, la gente que vive para Cristo. Y contra esa gente él va a lanzar sus dardos, pero Dios es más poderoso, tome coraje, tome valor.

Este pasaje es acerca de eso, de la predicación del Evangelio como un asunto de guerra. El avance de un reino de luz contra un reino de tinieblas y de muerte. Cristo dice, el diablo solo sabe matar, robar, destruir, pero yo he venido para que tengan vida y vida en abundancia. La Biblia dice que Cristo vino a deshacer las obras del diablo. La Biblia dice que en la cruz Cristo destronó a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente en la cruz del calvario. Todo el Evangelio, si usted mira el Evangelio, usted ve continuamente imágenes de guerra contra las tinieblas y los poderes del diablo. No necesariamente siempre se menciona Satanás, pero él está detrás del imperio de la muerte, y la persecución.

Y en el libro de los Hechos usted va a ver siempre cuando el Evangelio está más poderoso viene el ataque del diablo inmediatamente. Recuerdan cuando Pablo y Silas, lo veremos más adelante, liberan a esa joven que está atada por un demonio de adivinación? La gente se convierte, una gran multitud quiere adorarlo porque creen que son dioses. Pablo predica un mensaje y qué pasa? Ahí mismo vienen los judíos a meterlos a la cárcel. Los meten a la cárcel, los persiguen. Ahora, gloria a Dios que su fe los lleva a adorar al Señor y viene la liberación.

Pero dondequiera usted ve continuamente, cuando Esteban lleno del Espíritu Santo predica ese maravilloso sermón, qué pasa? La gente se llena de ira y el diabla los usa para apedrear a este hombre lleno del Espíritu Santo y qué pasa? Se desata todo el infierno, una gran persecución, los cristianos son usados. Pero qué pasa? Tienen que huir pero dondequiera que van comienzan a predicar el Evangelio y se llenan todas de alrededor del Evangelio.

Porque es que, hermanos, un pueblo de Dios que vive para Cristo, miren, como dice el Apóstol Pablo, ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo futuro ni lo por venir lo alto ni lo bajo, ni ninguna otra cosa creada lo podrá separar del amor de Dios que es Cristo Jesús. Cuando usted lo ha perdido todo por Cristo y usted vive para el Reino de Dios, el diablo le puede arrojar todos los proyectiles que él quiera, y todos usted se los batea de jonrón. La persecución simplemente lo pone a usted más furioso contra el infierno, eso es todo.

Por eso es que tenemos que vivir en el Señor, para bien, para mal, para bueno, es como el matrimonio, en enfermedad o en salud, en pobreza o en riqueza, hasta que la muerte nos separe. Lo bueno es que ni la muerte nos separa de Cristo. Pero usted se casa con Cristo y sea lo que sea ya usted vive para él, usted vive para el Reino de Dios, usted es un muerto en vida en un sentido, sabe? A un muerto no le pueden quitar nada, tampoco le pueden dar nada.

Sabe que usted ni las alabanzas del mundo, ni los prestigios del mundo, ni la gloria, a usted eso lo deja igualito, pero tampoco le molesta. Perdió la casa, gloria a Dios, más se perdió cuando quemaron a Roma. El carro ya se le despedazó, bueno, no te preocupes que como vino ese vendrá otro, el Señor proveerá. Se le muere un ser querido, Dios quitó, como dijo Job.

Hermanos, tenemos que despojarnos de todo, tenemos que vivir la vida para el reino de Dios. La eternidad está por ahí a la vuelta de la esquina. Viva para Cristo. Mi meta es que Dios me saque todo el jugo que pueda antes de yo irme de aquí. Esa es mi meta, hermanos. Y eso debe ser la suya también. Lo demás entrégueselo a Dios. Los diplomas, la profesión, la mujer, lo que sea, los hijos, entrégueselo a Dios, viva para él. Y lo irónico es que más le dará Dios.

Ustedes saben quién es la gente más bendecida y más gloriosa de la tierra? Lo que lo perdieron todo por Cristo ya en su corazón. Dijeron, Señor, ya yo no vivo para mí, como dijo Pablo, ya no vivo yo, más Cristo vive en mí, y lo que vivo ahora, lo vivo para gloria del Señor. Esa es la gente que Dios usa, esa es la gente más feliz de la tierra. Esa es la gente más bendecida porque usted está viviendo para el Reino y el diablo que ruja como quiera, que menee la cola, que le crujan los dientes, mejor, que sufra por malo que es. Usted viva gozoso en el Señor y sirva a Dios, no importa qué, porque el va a tratar, él va a hacer todo lo posible por atemorizarlo, intimidarlo, avergonzarlo, pero usted manténgase firme.

El Apóstol Pablo dice que nos mantengamos firmes y habiendo pasado el día malo todavía estemos firmes. Por qué dice el Apóstol Pablo eso? Revistámonos con toda la armadura de Dios porque estamos en guerra. Y eso es lo que este Capítulo 4 en el comienzo mismo del libro de los Hecho nos enseña y es un tema que va a ver una y otra vez usted en el libro de los Hechos. Cuando el Evangelio se predica con poder, viene la asechanza del enemigo, viene la guerra también, viene la persecución.

Muchas veces va a venir a través de enfermedades, pérdida de trabajo, pérdida de una relación que amamos, situaciones de conflicto en el hogar o en el trabajo, con un hijo, que de momento comienza a causar problemas, un choque en la carretera, cuando yo estaba escuchando a Marcos, metido estaba en la alabanza y entonces alguien le choca por detrás o lo que sea. Hay muchas maneras. El diablo es un desvergonzado, hermanos, él trata de destruir nuestro amor por Dios. Ahí está esa persona recién convertida, buscando de Dios, santificándose, queriendo servir al Señor y viene esa tentación de una manera u otra queriendo apartarla, complicando su vida. Hay manera, el diablo siempre está tratando cuando el Evangelio está haciendo su obra, envía, a veces sus armas pueden ser calientes, a veces pueden ser frías, a veces usa un cañón, a veces usa un puñal, pero él siempre sabe como se las arregla para tratar de tergiversar las cosas. Estamos en guerra, mantenga sus ojos… sed sobrios y velad.

Por qué la Biblia usa tantas imágenes? No es porque estemos paranoicos. Sed sobrios y velad, por qué? Porque vuestro adversario, el diablo, como león rugiente anda alrededor buscando a quien devorar. Eso lo dice la palabra. Tenemos que ser sabios y velar.

Si tu estás sirviendo al Señor, si Dios está haciendo cosas en tu vida, no dejes que el enemigo te quite el gozo. Aún en la iglesia usted va a encontrar, hermanos, el ataque del diablo, un conflicto con una hermanita, una mirada que te dieron que no te gustó, un puesto que no te dieron, que te quitaron, un reconocimiento que no te hicieron, se lo hicieron a otro que hizo menos que tu, un líder que te traicionó o no se portó como debía. Hay muchas maneras, aún en la iglesia.

Miren, quién persigue a Pedro y a Juan? No es Roma, son los judíos, son gente religiosa. El diablo se viste como un ángel de luz, dice la Biblia. Él usa cualquier disfraz, él es un maestro de los disfraces, ni la CIA es tan buena en los disfraces como el diablo, hermanos. Él se puede vestir con la ropa de un profesor de universidad, una modelo un ladrón, un asesino en serie, lo que sea, él usa cualquier disfraz, un fariseo, a él no le importa, él usa cualquier apariencia, un pastor.

Sed sobrio, velad, pídele al Señor sabiduría. Si tu estás viviendo la vida cristiana, mantente alerta porque las circunstancias pueden cambiar, pero detrás está el mismo actor de siempre. Y eso es lo que nos enseña este pasaje. Por eso es que el Evangelio siempre usa estas imágenes de guerra, de combate.

Para predicar el Evangelio con efectividad hay que armarse de esta mentalidad combativa, dispuesta a padecer persecución, a experimentar el desprecio y la oposición del mundo. Hay que saber que estamos en guerra y que el mundo no es nuestro hogar. Hay que estar dispuesto a ser un mártir, lo cual quiere decir, tanto testigo como víctima de persecución.

Sabía usted que la palabra mártir que viene del griego original mártir, así mismo, quiere decir dos cosas: testigo, pero también quiere decir víctima de persecución. Es la misma palabra. Y es muy apropiado porque cuando testificamos de Cristo también vamos a padecer persecución.

Hermanos, yo creo que lo que Dios quiere decirnos a través de este pasaje, todo el Capítulo 4, que Dios me dijo esta mañana mientras yo trataba de extraer la enseñanza para ustedes, es que la mentalidad que adoptemos como cristianos tendrá mucho que ver con nuestro éxito en hacer la voluntad de Dios en la tierra. Nuestra predisposición inicial determinará nuestras acciones en el Reino.

Es decir, Dios quiere que tu te armes desde ahora de una mentalidad guerrera, una mentalidad de despojarte de todo y vivir solamente para Cristo, una mentalidad de Señor, todo lo que tengo es tuyo. El mundo no es mi hogar. Estoy en el mundo pero no soy del mundo. Mi vida te pertenece a ti, para muerte o para vida, yo soy tuyo. Yo voy a predicar tu palabra a tiempo o destiempo. No me importa que me boten del trabajo o lo que sea, pero yo voy a predicar la verdad, yo voy a vivir tu verdad. Entiende?

Ahora, si va a predicar predique en tiempo, no esté cogiendo un sueldo y predicando también. No, trabaje y haga sus 8 horas y cuando usted pueda predique el Evangelio. Pero en todo contexto predique la palabra de Dios y nunca tenga temor de decir lo que usted cree.

Esa mentalidad guerrera, hermanos, lo que yo digo es que tenemos que dejar a un lado la mentalidad religiosa convencional, entiende? La mentalidad de evangélico barato, hermanos, usted es un guerrero, una guerrera del Reino de Dios. Pídale a Dios que nos selle.

Eso es lo que tratamos con estos jovencitos aquí, es lo Dios tiene que hacer esa obra de renovación en sus vidas para cambiarle la mentalidad, sorberles la mentalidad esa de que ama el mundo. El diablo los ha hipnotizado y el diablo ha inventado una cantidad de juguetes y sistemas más poderosos que nunca para matarle la creatividad a esa juventud, para adormecerlos con el sexo, con la promiscuidad, la tecnología, son una tribu armada todos entre ellos, facebook, ha creado una familia más poderosa que la familia de la fe. La familia que esos jóvenes tienen en facebook es más fuerte que su propia familia en la casa. Usted sabe eso?

Sabe que esos jóvenes se están lavando los dientes y mandan un text, me estoy lavando los dientes, y lo escuchan todos sus amigos. Se están comiendo un perro caliente con mostaza, estoy comiendo un perro, la marca Nathan, estoy comiendo un perro caliente ahora mismo, está riquísimo, un hot dog, que bueno. Y todo, están en la clase, la maestra y haciendo texting, enviado a facebook or a twitter o lo que sea. Es increíble. El enemigo los ha ido amarrando y necesitan romper ese hechizo y adquirir una mentalidad del reino. Por eso es que hay enseñarles a pensar como hombres y mujeres de Dios, en nuestras casas, en nuestros hogares, nuestros hijos, hermanos, metámosle, embutámosle una mentalidad del reino para que puedan entrar en lo que Dios quiere para su vida. Y nosotros adoptemos también esa mentalidad guerrera.

Mi deseo, como les he dicho, de predicar acerca del libro de los Hechos es para inducir en nosotros esa mentalidad sobrenatural. Porque ahí es donde está la clave. Ahí es donde uno comienza a crecer y a hacer grandes cosas y a recibir de parte de Dios grandes bendiciones.

La mentalidad del cristiano tiene que ser aguerrida, quiere decir, eso de guerrero, agresiva, consciente de estar en guerra con el mundo, la carne y el diablo. Si se trata de una mentalidad de acomodamiento e integración al mundo y a la cultura, no habrá efectividad y poder espiritual. Conforme a su mente así será su efectividad, conforme a su disposición, así será los provechos que usted le saque al Reino de Dios. Dios obrará a través de un corazón guerrero y un corazón entregado completamente a los intereses del Reino de Dios. Eso es en gran parte el problema con la iglesia moderna en Occidente, en estos países de América, Europa, por eso la iglesia está tan impotente.

La iglesia moderna en muchas partes del mundo ha perdido esa mentalidad de separación, de oposición, de guerra, agresividad, dispuesta a guerrear y a padecer por Cristo. El Señor te está diciendo hoy, hijos de Dios aquí en León de Judá, te está diciendo, si tu me quieres servir, tienes que estar dispuesto a padecer por mí. Si tu quieres ser efectivo en mi reino y si tu quieres que yo te bendiga como yo quiero bendecirte, y tu quieres que yo te cubra de los ataques del diablo, aunque va a atacarte, pero yo te cubriré siempre, estate preparado para estar en guerra con el mundo y adopta una mentalidad guerrera, una mentalidad de separación del mundo. Ama el mundo, sirve al mundo pero no te apegues a él ni pongas tu lealtad en el mundo.

Tu tienes que estar dispuesto a morir por la humanidad pero no dejes la humanidad te controle a ti, no dejes que la humanidad determine tus valores, no dejes que la humanidad te ponga a vivir como ella quiere. No, no, tu eres el líder, tu le dices a la humanidad cómo vivir en el Reino de Dios. Porque Cristo dice, si tu vives una vida cristiana como yo la quiero, el mundo te va a perseguir, no te va a amar.

Qué dice Segunda de Timoteo, Capítulo 3, versículo 12? Búsquelo conmigo, dice:

“…y también todos los que quieran vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución…”

Te aseguro una cosa, el mundo nunca te va a amar si tu representas los intereses del Reino de Dios, porque el mundo dice el Señor Jesucristo, no quiere que le señalen sus malas obras. Y si tu vives como Cristo quiere que tu vivas, tu vida va a ser una señal de lo que es el Reino de Dios. Y los que no quieren conformarse a ese reino, se van a oponer a ti. Así que la iglesia tiene que abandonar esa idea de que el mundo nos va a amar, tenemos que ganarnos al mundo. No, usted se gana al mundo predicando el Evangelio y viviendo un Evangelio auténtico. No entregando sus armas para que el mundo lo quiera. El mundo no lo va a amar a usted si usted vive como Cristo vivió. La vida cristiana es una vida de guerra y de oposición al mundo, aunque amamos, de nuevo, yo no estoy diciendo que anden por ahí con una cara de aburrido, de una persona que odia y detesta la vida, siempre serio, siempre aguándole la fiesta a la gente, hablando todo el tiempo solamente de las cosas espirituales. No, Dios quiere que usted sea una persona normal, se ría, que disfrute de la vida pero con una misión clara, como Cristo Jesús.

El Señor Jesucristo iba a una fiesta, iba a una cena pero usted lo ve siempre haciendo el trabajo del Padre, dondequiera que estaba. Y así tenemos que ser nosotros. Gente convencida y clara en lo que tenemos que hacer.

Ahora, mire aquí, quién encabeza la oposición? Dice los saduceos, con el jefe de la guardia del templo, los sacerdotes. Por qué? Porque predicaban la resurrección de los muertos en Cristo Jesús. Ellos negaban, los saduceos era una secta muy liberal, racional, muy entregada a la cultura griega, una cultura muy filosófica, muy racionalista, y por eso negaban la resurrección. Hoy en día, hay toda un ala del cristianismo que niega los milagros, niega los demonios, niega la vida sobrenatural porque se han metido un Evangelio racional y cuando nosotros le predicamos un Evangelio real, un Evangelio de milagros, de prodigios, de santidad, de entrega al Señor, no les gusta.

Entonces, note eso, los que persiguen son esa gente que no quieren que se predique un Evangelio lleno de vida, un Evangelio que libere a la gente de sus ataduras espirituales. Toda la casta directiva de Israel se abalanza contra los discípulos porque sienten que sus intereses están siendo amenazados, y así pasará siempre. Si tu quiere vivir una vida como Dios la manda, a veces hasta tu familia se va a abalanzar contra ti para tratar de apartarte de ese fuego para con el Señor, no se lo permitas.

Vamos un poquito más adelante. Noten la pregunta, más adelante cuando los arrestan, los llevan a la cárcel y los cuestionan, miren la pregunta que le hace los saduceos a Pedro y a Juan:

“… y poniéndoles en medio, versículo 7, les preguntaron, ‘con qué potestad o en qué nombre habéis hecho vosotros esto?’…”

Usted ve algo aquí interesante, esta gente religiosa sabe acerca de lo que es verdaderamente importante en la vida espiritual. Le preguntan qué poder, qué autoridad, con qué nombre ustedes han hecho esto, quién les dio derecho a hacer esto, por qué se sienten ustedes con el derecho de predicar el Evangelio?

Hermanos, porque ellos entienden que las cosas espirituales, las cosas religiosas tienen que manejarse en términos de poder y de autoridad. Hermanos, nosotros tenemos que entender, somos un pueblo que se mueve con combustible espiritual, con poder. El Apóstol Pablo dice, no me avergüenzo del Evangelio porque es poder de Dios para salvación de todo aquel que cree.

Dice en otra parte, el Evangelio no consiste en palabras sino en poder de Dios. Nosotros tenemos entender que necesitamos pegarnos a ese poder. Ahora, de dónde viene ese poder, cómo le contesta Pedro a los saduceos. Dice:

“…el Dios de Abraham, en versículo 13, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres ha glorificado a su hijo Jesús a quien vosotros entregasteis y negasteis delante de Pilatos, cuando éste había resuelto ponerle en libertad...”

Versículo 16: “… Y por la fe en su nombre a este que vosotros veis y conocéis le ha confirmado su nombre y la fe que es por él ha dado a éste hombre esta completa sanidad en presencia de todos vosotros….”

Pedro pone la mirada de nuevo sobre Jesús. Dice, okay, ustedes quieren saber en nombre de quién, con qué poder nosotros lo hemos hecho? Lo hemos hecho en el nombre y con el poder de Jesús de Nazaret.

Hermanos, la iglesia tiene que cultivar ese apego a Jesucristo y tiene que cultivar esa entrega total a Jesús. Cristo dice, permaneced en mí y yo en vosotros y llevaréis mucho fruto. La iglesia tiene que cultivar ese nombre, ese apetito de poder. Por eso es que nosotros venimos a la casa de Dios y buscamos en nuestro tiempo de adoración, lo que estamos buscando, como enchufar la batería, o mejor enchufar la computadora o el teléfono espiritual a esa batería que nos va a dar poder, nos va a llenar de la fuerza del espíritu.

La vida te va a absorber energía, la vida te va a quitar efectividad, el roce de los problemas y las luchas. Tu tienes que estar continuamente buscando poder, buscando la unción de Dios, buscando la llenura del Espíritu Santo.

Nosotros tenemos que conjugar la vida cristiana en términos de poder y pedirle al Señor siempre, Padre, enséñame cómo acumular poder para yo poder hacer las obras que tengo que hacer.

Es decir, anoche por ejemplo, ayer tarde, larga la historia pero de todas maneras, llegó como las 5 o las 6 de la tarde y yo lo que sentí deseos, mire, ¿Saben qué? Voy a ver un programita de televisión para ver si me distraigo un poco. Pero algo me dijo en mi espíritu, ¿Sabes qué? En vez de hacer eso, ayuna de eso y dedícame este tiempo a mí, y búscame a mí. Mañana tu tienes que estar predicando la palabra. Yo he aprendido algo, que aunque no hubiera sido nada de malo, yo hubiera visto un programa inofensivo, hubiera estado un tiempecito para distraerme. Uno necesita eso también. Pero yo sentí del Señor, ¿Sabes qué? Mejor voy a ayunar de esa comida de entretenimiento y le voy a dedicar ese tiempo al Señor para que mañana la unción de Dios se manifieste más poderosamente en el servicio. Yo soy la autoridad espiritual de esta iglesia, hay otras autoridades, pero yo soy el pastor principal. Y Dios obra a través de esas cosas de poder y autoridad.

Cuando los líderes de la iglesia están buscando el poder de Dios y conjugan las cosas en términos de poder, Dios puede moverse. Hoy ha sido un día glorioso, dos servicios maravillosos, hermanos, Dios se ha movida. No es que solamente se deba a esto, no? porque ha habido una adoración preciosa, pero todo eso tiene que estar unido. Si los adoradores el sábado en la noche se están preparando, o se levantan temprano en la mañana del domingo para buscar la unción de Dios, el que va a dirigir, los ujieres están ahí en sus casas, Señor, llénanos de tu santo espíritu, la iglesia está orando, Padre, unge a los pastores que van a predicar, unge a los que van a adorar, están en la mañana, en vez de estar ahí arropados y con las sábanas, están orando y haciendo guerra espiritual, hermanos, cuando viene aquí es una explosión del poder de Dios, el poder de Dios se manifiesta. El padre, la madre que están teniendo problemas en el hogar, hay dificultad en el hogar, los hijos están fuera del Evangelio, hermano, guerrea en el espíritu, llénate del poder de Dios, llénate de la autoridad de Dios, ayuna un poco más, lee más la palabra, pídele a alguien que ore contigo, busca el poder, porque tu eres un consumidor de poder, estás en guerra. El diablo te va preguntar, qué poder tu tienes? Me estás pidiendo a tu hijo, qué poder, en qué nombre tu lo estás pidiendo? Y tu tienes que saber exactamente a nombre de quién tu vas a guerrear. Con qué poder tu estás viviendo?

Por eso es que estos hombres no saben lo que están preguntando, pero están inspirados en un sentido casi por el Espíritu Santo. En qué nombre están ustedes haciendo esto, con qué autoridad, con qué poder? Gracias a Dios que Pedro y Juan conocían ese poder, dicen, en el nombre de Jesús de Nazaret.

Los músicos que pasen por acá, por favor. Ese Jesús que ustedes crucificaron, Dios lo ha levantado de entre los muertos y le ha dado autoridad y poder. Usted quiere saber en qué poder? En el poder de él. Ese poder que Pedro le dijo al paralítico, no tengo plata ni oro, pero de lo que tengo te doy, en el nombre de Jesús levántate y anda. Ese poder, hermano, hermana, joven, anciano, esposa, ama de casa, trabajador, padre, cabeza de un hogar, ujier, siervo de Dios, persona que dirigen una célula, trabajador, profesional, maestra, tu quieres arrebatarle almas al diablo? Quieres vivir una vida de poder? Busca poder en Cristo Jesús, llénate, vive una vida.

Hermanos, hay que pagar el precio, hay que pagar el precio. Tu quieres ser efectivo para Dios? Tu quieres cubrir a tu familia con tu autoridad, invierte en el reino. Usa tu tiempo. El tiempo es corto, usa tu tiempo adecuadamente, úsalo para llenarte de poder. Oh, aprende a disfrutar de los manjares del Reino de Dios. Pon a un lado, a veces la comida del mundo y di ¿Sabe qué? Me voy a contentar con este manjar delicado del Reino de Dios.

¿Saben qué? En vez de esa película apetitosa e interesante, ¿Saben qué? Voy a decir, tiempo de ofrecerle esto al Señor, Padre, estas dos horas las voy a emplear leyendo un buen libro, escuchando un mensaje o simplemente estar en silencio, darte la gloria a ti. Uf, tengo sueño, queiro dormir. ¿Sabe qué, Padre? En la iglesia hay un servicio, estas dos horas te las voy a dedicar a ti, voy a ir allí para llenarme de poder. Voy a adorarte.

Usted entiende? Hay que vivir al rojo vivo. Para ser un instrumento de Dios hay que pagar un precio, hay que acumular poder. Si usted quiere ser usado, porque usted está en guerra, usted es un guerrero, usted está bajo opresión, el enemigo tiene su nombre y tiene su número y él quiere hacer estragos en su vida, así usted tiene que vivir como un soldado. La espada no puede estar muy lejos de su mano, nunca. La palabra de Dios no puede estar muy lejos de su mente. Usted tiene que estar continuamente renovando las fuerzas porque eso es lo que usted es, su identidad es guerrero. Su identidad es miembro del Reino de Dios que avanza, con fuerza y con vigor y rompe y va a recibir ataques del diablo, y yo soy, parte de ese reino poderoso.

Me explico? Pueblo de Dios, Dios te llama en esta tarde, asume una mentalidad correcta. Quítate la mentalidad de civil y asume la mentalidad de guerrero del reino. Ese cristiano que se rompe por cualquier cosita que le hacen 20 mil pedazos, como es que dicen por ahí? Como un vidrio de Belén. Lo miran y de una vez de deprime, se pone molesto, se ofende, se va de la iglesia, le pone mala cara a los pastores, deja de servir al Señor. Quítate ese vestido, ponte el vestido de una guerrera, un guerrero fuerte, un guerrero que las cosas le resbalan.

Esa persona que tiene un dolorcito de cabeza y por eso no va a ir a la iglesia. Vente a la iglesia con dolor de cabeza y todo, Dios te bendecirá, se te irá el dolor de cabeza cuando estés en la casa del Señor. Esa persona que está triste y deprimida y no siente deseos de alabar al Señor, dile a tus emociones, contrólense y sujétense al espíritu, yo voy a adorar al Señor, te guste o no te guste. Ese esposo, esa esposa que está teniendo problemas en el hogar y dice, por eso no voy a servir al Señor, porque ya se ofendió con Dios porque no le dio la respuesta inmediatamente. Mira, hay que pelear, hay que guerrear, hay que batallar, hay que doblar rodillas, hay que ayunar para conseguir las batallas de la vida y ganar victoria. Lo que tu necesitas te va a costar. Dios no te lo va a dar inmediatamente. Muchas veces quiere que desarrolles mollero espirituales, así que ora más, ayuna más, persiste hasta que Dios te de la victoria, lo que tu estás pidiéndole, pero mantente porque tu eres un guerrero.

La persona que se siente aburrida porque ya es lo mismo, todos los domingos, es lo mismo, ya yo llevo haciendo eso 10 años, me voy a tomar unas vacaciones. No, sigue. Tu eres un soldado, el soldado se disciplina, el soldado marcha aunque no sienta deseos de marchar. El soldado es un soldado 24 horas al día, se sienta contento o no, tu sirves al Señor, tengas ganas o no, tu sirves al Señor, esté aburrido o no tu sirves al Señor. Tengas o no tengas tu le das al Señor. Somos guerreros. Esa es la mentalidad que tu tienes que adoptar. Mentalidad de poder, mentalidad de disciplina, mentalidad de entrega porque estás en guerra. Hay un enemigo que quiere cortarte la cabeza y Dios te ha llamado a ser victorioso. Dios te ha llamado a batearle al diablo de jonrón todo lo que él te tira. Y necesitas el poder de Dios, en qué nombre, en qué autoridad tu estás sirviendo? Estás sirviendo en la autoridad de León de Judá, olvídese. Que si está sirviendo en eso, ahí no hay poder. Roberto Mirando, menos todavía, imagínese. Cristo Jesús, Cristo Jesús, Cristo resucitado, el Espíritu Santo, el poder de Dios. Eso, ahí está el poder. Estamos en guerra, por eso necesitamos poder y la mentalidad del soldado.

Ponte de pie un momento y recibe la unción de Dios, recibe el llamado de Dios en tu vida. Iglesia de Dios, ponte las pilas, iglesia de Dios, ponte el casco del guerrero, iglesia de Dios, ponte las botas del guerrero, ponte toda la armadura de Dios porque es tiempo de batalla, tiempo de arrebatarle al diablo las almas, es tiempo de avanzar el Reino de Dios, es tiempo de lograr cosas para Dios, es tiempo de unificar a tu familia, es tiempo de que tu hogar sea un templo donde more el Espíritu Santo con toda comodidad. Es tiempo de que tu trabajo sea la viña en la cual tu trabajes y traigas vida a Cristo, es tiempo de que la iglesia sea el lugar donde los guerreros se adiestran para la batalla y reciben la palabra que los hace diestros para servir al Señor y hacer grandes proezas para el Reino de Dios. Es tiempo que la iglesia cambie su mentalidad porque son tiempos de guerra, y tiempos de cosecha, y hay que acumular el poder, hay que acumular autoridad, hay que saber que nos movemos en el nombre de Jesús.

Y cuando nos digan en qué nombre tu sirves? Yo sirve en el nombre de Jesús de Nazaret, el Cristo resucitado. ¡Aleluya! Ese Cristo que yo conozco, hemos visto su resurrección. Lo hemos visto, oímos su palabra, yo lo conozco, él ha hecho cosas en mi vida, y ha hecho proezas a través de mí. En qué nombre yo sirvo? En el nombre de Jesús. Bajo qué autoridad? Bajo la autoridad de Cristo.

Iglesia llénate del llamado de Dios. No dejes que se escape lo que tu has recibido hoy. Cuando tu salgas de aquí atesora lo que te han dado, por favor, la mentalidad del guerrero, métela ahí adentro en tu mente, séllala. No permitas que nadie te quite eso. Cultívala cada día, más, más, porque Dios quiere hacer cosas grandes. Son tiempos de cosecha, son tiempos de hazañas, son tiempos de celebración, son tiempos de hacer cosas que serán leyendas en el futuro. Prepárate, pueblo de Dios, paga el precio, paga el precio. Hay mucho que morir, mucho que morir, mucho que matar, mucho que dar, mucho que entregarle al Señor. Hay que morir mucho, hay que ser como el grano de trigo que si no cae a tierra y muere, queda solo, pero si muere lleva mucho fruto. Te está llamando a morir para vivir. Está llamando a dar para que pueda dar más, a perder para tener y recibir.

Llénate del poder de Dios. Vacíate de todo lo que no sea de Dios para que Dios pueda echar su aceite en ti. Él no va a llenar una vasija llena, va a llenar una vasija vacía con su unción y su poder. Así que, pueblo, recibe el llamado de Dios en tu vida. Padre, levanta tu manos ahora, levanta tus manos y recibe esta palabra es palabra de Dios, es palabra que ha salido del corazón de Dios para ti, pueblo. Y la palabra de Dios es vida, la palabra de Dios es poder, es unción.

Yo no estoy comunicando información, estoy comunicando energía, estoy comunicando autoridad, estoy comunicando el Reino de Dios a través de las palabras. Es palabra profética apostólica la que yo te doy, pueblo. Recibe en el nombre de Jesús un corazón guerrero, recibe una mente guerrera, recibe una mentalidad sobrenatural, pueblo de Dios, abre tu corazón, abre tu mente.

Padre, abre las puertas grande en la mente de tus hijos ahora mismo para que entre el Reino de Dios en sus corazones. En el nombre de Jesús, créate una iglesia a tu medida, Padre, créate una iglesia que te honre, Señor. Créate una iglesia que traiga agrado a ti, Padre, a tu corazón. Comienza conmigo, Señor, quítanos todo lo barato, lo vil, lo terrestre, Señor, y pon el traje de un sacerdote guerrero, Padre, de príncipes y princesas que caminen con toda la autoridad de tu reino, en el nombre de Jesús, Señor, créate una iglesia nueva y alcanza los que estuvieron esta mañana, los que no vinieron también y llénalos con el mismo poder, Padre, la misma autoridad, en el nombre de Jesús.

Nos ponemos la armadura de Dios, el soldado, el uniforme del soldado, nos lo ponemos en el nombre de Jesús, la guerrera, la princesa con la espada en la mano, en nombre de Cristo. Declaro un corazón aguerrido, declaro una mente de guerrero, una mente agresiva, una mente conquistadora, en el nombre, cámbianos Padre, cambia esta iglesia, Señor, cambia a tu pueblo, Padre, cambia nuestras prioridades, Señor. Oh, perdónanos, Padre, porque amamos demasiado este mundo. Cámbianos, Señor, y danos una mente nueva, una mente renovada, Padre.

Morimos, morimos, morimos, morimos, nos despojamos de todo lo que no sea tuyo, Padre, todo lo que compita con la lealtad exclusiva a Cristo Jesús, a su reino y sus intereses, la eternidad. Vivo para la eternidad, soy de la eternidad, me muevo en la eternidad. Peleo y guerreo para la eternidad. Cristo es mi general, Cristo es mi cabeza, y lo que vivo lo vivo en el nombre de Jesús, en la obra, en la vida de Jesús.

Oh, Señor no nos dejes caer de la altura de este mensaje, sino llévanos cada vez más y `más, más alto, más consagrado, más entregados, Señor, más santificados. Gracias, Señor, te lo entregamos todo, te lo entregamos todo, Señor, te lo entregamos todo, todo, todo, Padre. Poséelo todo, llena nuestros hogares, llena nuestras finanzas, llena cada miembro de nuestro cuerpo, Señor, apodérate Señor de todo y haznos instrumentos en tus manos para gloria de tu nombre, Señor, queremos ser mártires, queremos ser mártires, queremos ser testigos y queremos ser también, si tenemos que morir por Cristo, amén, lo haremos, Señor, pero sabemos que tu nos darás la victoria en todo. Avergonzaremos al diablo y lo derrotaremos una y otra vez, porque nos movemos en el poder y la autoridad del nombre de Jesús.

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Despertar

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Hermanos, vayan conmigo al libro de Hageo, Capítulo 1. Está en el Antiguo Testamento llegando casi al final, después de Sofonías y antes de Zacarías. Está ahí entre medio de esos dos, entre Sofonías y Zacarías. Hageo, Capítulo 1. Voy a leer algunos versos de aquí, este es bien interesante porque este pasaje me llegó hoy después de una conversación que tuve con una persona, después que hablé con esta persona, yo sentí en corazón irme a orar un rato, y yo estaba diciendo, Señor, yo necesito que tu me hables, basado en esa conversación, para mí fue una conversación tan reveladora, que yo dije, Señor, yo necesito que tu hables a mi espíritu, que confirmes algo. No tan solamente para mi vida personal, sino también para lo que tu estás haciendo en nosotros como iglesia. Para mí se ha convertido en una carga, pero una buena carga. El poder estar tan y tan en sintonía con el espíritu de Dios, particularmente los miércoles, mis hermanos, porque yo lo creo en mi corazón, que hay algo que Dios va a hacer con estos servicios de mitad de semana. Yo lo creo y lo confieso que aquí se van a dar unas visitaciones sobrenaturales. Yo sé que nosotros vamos a estar escuchando testimonios de personas que van a ser transformadas por el poder de Dios, que ya lo han sido, pero que también va a seguir sucediendo, que usted va a llegar aquí un miércoles por la noche, y se va a quedar, guau, espérate, hoy es miércoles, hoy es domingo, qué es esto? Un nuevo día en la semana o algo así.

Y mi carga se ha convertido en eso, mi carga se ha convertido en el sentido de poder orar intensamente pidiéndole al Señor esa visitación, mis hermanos. Por favor, en ningún momento hago este disclaimer, en ningún momento que Dios le libre, pensar que los miércoles por la noche es el show del pastor Omar, o el servicio del pastor Omar, Dios le libre de decir eso. Es más, que el Señor reprenda un pensamiento como ese. Porque esto no tiene nada que ver con el pastor Omar, yo sé que yo soy un recurso, yo me he puesto a la disposición de Dios, así como todos nosotros nos ponemos a la disposición de Dios. Pero esto es un servicio de la iglesia y es un momento donde nos encontramos con Dios, es un momento donde venimos, lo apartamos, lo tenemos ahí consagrado a él para llenarnos, para afirmarnos, para poder seguir adelante con los diarios vivir, y miren, para exponernos a la palabra de Dios que tiene tanto que ofrecer a nuestras vidas.

Este es cargando las pilas en el medio de la semana. Dale manigueta ahí. Hageo, comenzando en el verso 2, dice:

“… Así ha hablado Jehová de los Ejércitos diciendo: ‘Este pueblo dice… - y de hecho les dejo saber, esta palabra puede sonar un poco fuerte pero es importante, así que tengan eso en mente - … ‘este pueblo dice: no ha llegado aún el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada’…. - Miren por donde empieza esto -….Entonces vino la palabra de Jehová por medio del profeta Hageo diciendo: “Acaso es para ustedes tiempo de habitar en sus casas artesonadas, más sin embargo esta casa está desierta? Pues así ha dicho Jehová de los Ejércitos… -marquen esta frase- … ‘Meditad sobre vuestros caminos’…”

Mediten sobre sus caminos, mediten sobre sus andares, mediten sobre su conducta, mediten sobre su pensamiento, mediten sobre su forma de proceder, su forma de hablar, su forma de conectarse con Dios, su forma de ver la vida, mediten sobre su forma de si vemos el vaso mitad lleno o mitad vacío. Mediten sobre sus caminos. Miren cómo dice el verso 6:

“… ustedes siembran mucho y recogen poco, comen y no se sacian, beben y no quedan satisfechos, se visten y no se calientan y el que trabaja a salario, recibe su salario como en un saco roto. Así les ha dicho Jehová de los Ejércitos… -qué dice?- … meditad sobre vuestros caminos. Subid al monte y traed madera y reedificad la casa y pondré en ella mi voluntad y seré glorificado, ha dicho Jehová. Ustedes buscan mucho y hallar poco y se encierran en casa y ¿Saben qué? Yo lo disiparé de un soplo, por qué? Dice Jehová de los Ejércitos, porque mi casa está desierta y cada uno de ustedes corre a su propia casa…”

Brinquen al verso 12, dice:

“-…Y oyó Zorozábel … -que en aquel entonces estaba dirigiendo, gobernando Judá- … hijo de Salatiel, y Josué, hijo de Josadac que era el sumo sacerdote, y todo el resto del pueblo, la voz de Jehová, su Dios, y las palabras del profeta Hageo, como le había enviado Jehová, Dios, y temió el pueblo delante de Jehová. Pero entonces Hageo enviado por Dios, habló por mandato al pueblo diciendo: ‘Yo estoy con ustedes, dice Jehová’…”

Una afirmación muy importante en medio de todo esto: ‘Yo estoy con ustedes’. Y el verso 14, aquí es donde está el punch line, que les quiero traer:

“… Y despertó Jehová, el espíritu de Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judá y el espíritu de Josué, hijo de Josadac, el sumo sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo y vinieron y trabajaron en la casa de Jehová de los Ejércitos, su Dios. Y despertó Dios el espíritu de cada uno de ellos…”

Diga conmigo: Y despertó Dios el espíritu de cada uno de ellos. Ahora dígaselo a la persona al lado suyo. Y despertó Dios el espíritu de cada uno de ellos. Dígaselo usted mismo: y despertó Dios el espíritu de mí persona.

Mire, yo creo que yo voy a coger este libro de Hageo y lo voy a repasar con ustedes los miércoles, porque aquí hay mucha tela que cortar, sin duda alguna. Pero hay algo que yo quiero hacer. Yo quiero poner un contexto para que todos podamos ir entendiendo por dónde va esta línea de estas palabras que está diciendo el Señor.

Déjeme darle un poquito de historia. Cuántos les gusta la historia? Les gusta la historia sí? Seguro, no mienta. Cuántos de ustedes estudiaban historia cuando estaban en el high school? Sí, pero lo hacían a regañadientes, ¿verdad? Lo hacían con la muelas de atrás. Ustedes eran los que se sentaban ahí a leer historia por las noches. Guau, que interesante!

Déjeme darle un poquito de historia. Este pasaje, mis hermanos, viene en el tiempo cuando el pueblo de Israel estaba regresando a Jerusalén después de sus 70 años en el exilio en Babilonia. Durante el exilio en Babilonia, quiénes fueron los profetas que hablaron al pueblo? Fueron Isaías, Jeremías y Ezequiel estaba como que en esa transición, al final del exilio, y entrando otra vez al tiempo que el pueblo volvía a Israel. Esos fueron los profetas más importantes durante el tiempo de exilio.

Pero una vez que estaban regresando, ahí fue donde Dios tuvo que levantar otros profetas para animar y dirigir al pueblo concerniente a lo que tenían que hacer una vez más y estuvieran en Judá.

Ahora, digo intencionalmente que los tenía que animar, por qué? Si yo preguntase, por qué el pueblo de Dios estaba desanimado con el mero hecho de que habían regresado a su casa, había regresado a su tierra prometida, habían regresado al lugar donde Dios los estableció y los afirmó? Por qué ese pueblo estaba, como quien dice, con su ánimo por el piso?

Vamos a explorar algunas cosas. Por un lado, mis hermanos, yo quiero que consideremos esto. Por un lado, después de 70 años en el exilio, yo me imagino que gran parte de este pueblo se había, como que acomodado al exilio. Como que hicieron de Babilonia su casa. Imagínate, uno aquí en Estados Unidos, después de 3, 5 años ya es como que… ya perdí mis esperanzas de regresar a mi país, pues me voy a quedar aquí, voy a hacer de Estados Unidos mi exilio, mi Babilonia, mi casa. Yo no sé cuántos de ustedes se sienten así, pero yo lo siento así. Aquí está mi casa ahora. Hay veces me siento como que estoy en dos bases todavía, pero no. estoy aquí.

Una segunda razón puede ser que tal vez algunas de las personas que estaban en el exilio, sus negocios les iban muy bien. Estaban ganando sus buenos chavitos, su buen dinero y regresar a Israel significaba tener que dejar todo ese esfuerzo, todas esas ganancias y tener que enfrentar una vez más los retos y los riesgos de tener que entrar a una ciudad que estaba abandonada y destruida. So, ahí había un sacrificio muy grande que tal vez no muchos estaban dispuestos a hacer. Aunque era palabra de Dios, que les llegó, pero tal vez no muchos estaban dispuestos a hacer eso.

Una tercera opción que tal vez les puedo dar, es que muchos de ellos, ¿Saben qué? Tal vez estaban bien enfocados en la palabra del profeta Jeremías. Si usted se recuerda en Jeremías, Capítulo 29, es una palabra que nosotros leemos mucho. Jeremías 29, miren cómo Dios le habló al pueblo de Israel en el exilio, durante el exilio a través de Jeremías y les dijo:

“… Así ha dicho Jehová de los Ejércitos, Dios de Israel, a todos los de la cautividad que hice transportar de Jerusalén a Babilonia… - mira cómo les dice - … edificad casas y habitadlas, plantad huertos y comed del fruto de ellos, casaos y engendrad hijos e hijas, dad mujeres a vuestros hijos y dad maridos a vuestras hijas para que tengan hijos e hijas y multiplicaos allí y no se disminuyan, y procurad la paz de la ciudad a la cual los hice transportar y rogad a Dios por ella, porque en su paz tendrán ustedes paz…”

Quién sabe si algunas de esas personas recibieron esa palabra y estaban tan y tan afincados a esa palabra que pensaban, como que volver a Judá, no, pero si Dios nos dijo que nos quedáramos aquí, que hiciéramos casas, que nos casemos, que hiciéramos negocios, que nos fructifiquemos, y todo eso, esa fue la palabra de Dios, así que nos estamos afincando a esa palabra.

Y mire, ¿Saben qué? Puede ser que tengan razón. Pero eso era lo que Dios quería? No necesariamente. Y miren, una cuarta opción, yo creo que uno de los problemas más grandes que tenían en ese retorno a Judá era tener que enfrentar a los samaritanos y otros grupos étnicos que se apoderaron de sus tierras mientras ellos estaban en el exilio.

En otras palabras, tenían que volver a confrontar los enemigos que una vez pelearon contra ellos, cuando estaban en el proceso de conquistar la Tierra Prometida, me siguen por donde voy? Al menos ahí yo creo que había 4 razones que para muchos de ellos tenían que ser bien obvias, de por qué se sentían un poco como que, ay, volver a todo esto otra vez.

Así que si yo lo resumo sería por un lado, había una actitud de comodidad con la actualidad y conformarse con lo que tenían en el exilio. Comodidad y conformismo. Por otro lado, yo creo que también había un sentido de insensibilidad a responder al deseo del corazón de Dios. Y el deseo del corazón de Dios era volver a su pueblo al lugar donde él primero los plantó, los engendró. Una tercera es enfocarse en una palabra profética, como que no, esta fue la palabra de Dios y guau, se le mete entre ceja y ceja y no hay quién lo saque de ahí. Cuando tal vez esa palabra, mis hermanos, estaba intencionada a tener una efectividad por un período de tiempo específico y determinado.

Es más, cuando leemos esas palabras de Jeremías, nosotros podemos deducir que esa era la intención de esa palabra, que la intención de esa palabra cuando Dios dice, mira, cásense, hagan casa, hagan negocio, lo que Dios estaba diciendo era, yo necesito que mi pueblo se multiplique para que pueda permanecer. Mi pueblo en el exilio estaba, como quien dice, disminuyendo, se estaba muriendo las generaciones y si los judíos se hubiesen quedado entre los judíos nada más y no se hubiesen mezclado con otros, sus oportunidades de supervivencia hubiesen sido mínimas.

Entonces por algo Dios entonces está diciendo, hey, conéctense, cásense, vayan, hagan vivir, o sea multiplíquense porque una vez más el deseo de mi corazón es que ustedes puedan volver al lugar de donde yo los saqué, porque ahí es donde yo los quiero. Ok, pastor Omar, cómo se conecta todo esto a nosotros?

Esa es la pregunta que yo siempre me hago, créame cuando estoy viendo la palabra. Cuál es la relevancia que esto tiene a nuestras vidas? Yo entiendo que Dios está en un proceso de despertar a su pueblo. Dios desea despertarte. Dios quiere despertar tu espíritu. Dios quiere despertar tu corazón.

Y a qué me refiero con la palabra despertar? En la intención de esa palabra aquí en este texto, quiere insinuar el sentido de levantar, de excitar, de incitar, de provocar, de abrirle los ojos a alguien. Ese es el propósito de esa palabra ahí en el contexto de Hageo. Hay muchas referencias, varias referencias que puede hacer sentido, por ejemplo, déjeme decirle esto: en Isaías, para que vean que no me estoy inventando esto. Isaías, Capítulo 50, miren cómo él dice en el verso 4, dice:

“…Jehová el Señor, me dio lengua de sabios para saber hablar palabras al cansado, despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los sabios…”

Mira eso, el mismo Isaías está diciendo, Señor, tu eres el que me despierta para que yo preste atención a lo que tu me quieres dejar saber. Un poquito más adelante en Isaías 52, verso 1, qué es lo que dice?

“… despierta, despierta, vístete de poder, oh Sión, viste tu ropa hermosa, oh Jerusalén, ciudad santa porque nunca más vendrá a ti incircunciso o inmundo…”

Una vez más Dios está incitando el espíritu de su pueblo. Despierta, wake up! Otra referencia que también yo puedo marcar aquí está en el Capítulo 60, de Isaías, cuando dice:

“… Levántate y resplandece porque ha venido tu luz y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti…”

Ese sentido de levantarse significa eso, hey, despierta, wake up, smell the rose. Digo, en este caso sería smell the presence of God. Huele la presencia de Dios de cómo se está moviendo en tu vida. Saben por qué ese llamado de despertar a la gente? Dios tenía mucho cuidado con sus hijos e hijas, porque es que él sabía que una vez que sus hijos volvieran a su casa, se iban a encontrar con todo este meollo de cosas, que él sabía que se iban a desanimar. A lo largo de toda la Escritura en varias ocasiones, Dios siempre está animando sus escogidos, llamándolos a esforzarse, llamándolos a cobrar ánimo, llamándolos a ver las cosas como él las ve y no como ellos las ven.

Josué se lo dijo, esfuérzate y sé valiente, no temas ni desmayes porque Jehová, tu Dios, estará contigo dondequiera que tu vayas. A Gedeón, qué fue lo que le dijo? Gedeón estaba ahí escondidito como un ratón, diciendo, quién soy yo para poder hacer algo como eso? Más sin embargo él le dice, hombre, varón, valiente esforzado, así te dice Jehová. No te veas con los ojos tuyos, despiértate. No es la realidad que tu estás viendo, es la realidad que está viendo Dios.

Y ¿Saben qué? Mis hermanos, nosotros tenemos que abrir nuestros ojos, nosotros tenemos abrir, despertar nuestro corazón para poder ver y discernir lo que Dios anhela y desea hacer en medio de nuestras vidas hoy más que nunca. Se han estado danto cuenta que yo estoy repitiendo esa frase mucho en estos últimos días? Hoy más que nunca el Señor quiere despertar nuestro corazón. El Señor quiere despertar a su pueblo, porque hay algo que él quiere revelar.

Y ¿Saben qué? Mis hermanos, yo le digo amén a esta palabra. Porque fácilmente cada uno de nosotros, si yo me pusiera a enumerar las distintas circunstancias que nosotros vivimos día tras día, esas circunstancias fácilmente nos pueden cegar nuestro entendimiento, fácilmente nos pueden distraer de lo que Dios verdaderamente quiere hacer. O es más, puede ser que las cosas te están yendo tan y tan y tan bien que tu te estás acomodando mucho, mucho, mucho a todas esas cosas que estás viviendo ahora, cuando tal vez el deseo del corazón de Dios es… flip your life around, y dirigirte en otra dirección. Pero no, el Señor me tiene en una iglesia tremenda. Esta es la mejor iglesia de todo Boston. Por qué Dios me va a querer sacar de aquí? Ah, la casa donde yo vivo, tengo el …. Y voy allí de frente al televisor de 57”, el carro que yo guío, ah la ropa con la que me visto, caché, Dolce & Gabbanna, como es Che Guevara. No, o Dolce & Gabbana, hay que decirlo con el acento francés. Yo no sé si eso es francés, tal vez eso es garabato mío.

Pero, entienden lo que estoy diciendo, mis hermanos? Esto se puede ir en muchas direcciones. Y yo entiendo que Papá quiere despertar algo en nosotros. Hay algo que el Señor nos está llamando la atención, mis hermanos, y no podemos dejar que las circunstancias de nuestro alrededor, las ansiedades y las preocupaciones así también como nuestros logros y conformidades, nos vayan a nublar de nosotros verdaderamente poder estar en sintonía con lo que Dios quiere hacer.

Miren, yo no sé cuántos de nosotros tal vez nos identificamos con esas palabras que dijo Hageo, siembra y recogen poco. Hay veces que uno está… mire, siembran mucho y recogen poco, comen y no se sacian, beben y quedan satisfechos, se visten y no se calientan y el que trabaja a jornales es como si viven del plato a la boca, es como quien dice, tu recibes tu cheque hoy y mañana es como, ooops, se me fue el cheque. Qué pasó? O te mandan un email que te dicen tu cuenta de banco no tiene suficientes fondos.

Miren, uno ve todas esas cosas y miren cómo Dios dice, hay veces que uno piensa como que, ay, válgame, la suerte que yo tengo, que mira cómo me están saliendo todas las cosas. Más sin embargo hay veces que el mismo Dios dice, miren cómo dice en el verso 9:

“… buscan mucho, hallan poco, se encierra en casa y yo lo disiparé todo por cuanto mi casa está desierta y cada uno de ustedes se va y corre a su propia casa…”

Saben lo que significa eso? Dios lo que está diciendo es, poder establecer prioridades. Esto no significa que uno desconsidere sus propias cosas. No es eso, porque no es que vas a tirar tu casa, tu familia a la borda. No es eso, pero sí de uno poder verdaderamente alinear esas prioridades y de saber reconocer a Dios en todo lo que uno hace.

Aquí obviamente había un caso que era craso, un caso importante. Y era el hecho de que el templo estaba en ruinas, el lugar más importante y eso era lo que Dios estaba llamando. Dios estaba llamando a restaurar el templo. Y miren, yo les invito a que ustedes estudien esto, porque hay veces que hablamos de Nehemías, y hay veces que hablamos de Esdras y todo eso, pero ¿Saben qué? Todos estos personajes funcionaron más o menos en el mismo episodio de tiempo. Hageo y Zacarías fueron los profetas que estuvieron hablando durante el tiempo del reinado de Zorobabel, y el llamado de Zorobabel fue a restaurar el templo.

Después de esto vino Esdras como otro de los gobernadores de Judá, y a través de Esdras se estima que el profeta que habló fue Malaquías durante el tiempo de Esdras. Y a través de él lo que sucedió fue un avivamiento en el pueblo para restaurar la experiencia del culto de adoración en el templo. Y después de Esdras vino entonces quién? A ver si saben? Nehemías. Cuantos de nosotros nos fascina la historia de Nehemías, ¿verdad?

Pero entonces llegó Nehemías y cuál fue el propósito de Nehemías? Restaurar las murallas que protegían la ciudad de Jerusalén. Esos 3 episodios que estamos hablando, que fueron casi como un promedio de 100 a 120 años más o menos, que sucedieron ahí. Dios lo que estaba haciendo era restaurando su pueblo y lo hizo a través de tres personajes específicos. Y en todo momento Dios estaba incitando al pueblo, Dios estaba provocando, Dios estaba causando ansiedad en el pueblo.

Y miren, yo no sé usted pero a mí últimamente me está dando esta piquiña en mi corazón de anhelar conocer lo que Dios tiene, de buscar no tan solamente cuáles son los propósitos de las intenciones de Dios para mi vida personal, pero poder buscar identificar cómo Dios quiere usar mi vida a la luz del contexto de esta iglesia. O a la luz del contexto de la iglesia con I mayúscula, alrededor del mundo entero de qué Dios quiere que yo pueda hacer, cómo Dios quiere que yo pueda contribuir con lo mucho o lo poco que Dios ha puesto en mis manos.

¿Saben qué? Cuando él dice, meditad sobre vuestros caminos, Dios lo que está diciendo, no te enfoques demasiado en tus propias cosas, broaden your perspectives, amplía tus horizontes. Y empieza a ver las cosas como yo las veo. No significa que Dios no va a proveer a tu necesidad personal, eso lo vamos a leer un poquito más adelante, pero sí implica que el deseo de Dios es que nosotros podamos estar más abiertos y dispuestos, disponibles, mejor dicho, a poder entender y discernir qué es lo que Dios quiere hacer, qué es lo que Dios quiere hacer en estos tiempos.

Miren, Efesios, Capítulo 5, verso 14 dice, es un verso muy interesante porque dice:

“… Despiértate tu que duermes y te alumbrará Cristo…”

Déjeme leerlo porque es chévere. Efesios Capítulo 5, verso 14, miren cómo dice el verso 14:

“… Por lo cual, dice, despiértate tu que duermes y levántate de los muertos y te alumbrará Cristo. Mirad pues, aquí es donde está la cosa, mirad pues con diligencia cómo andéis… -una vez más, esto se conecta con ‘meditad sobre vuestros caminos’.

Oye, dile un secreto a la persona al lado tuyo, dile, hey, medita sobre tus caminos. Tu que me estás viendo allá arriba, enfócate aquí, medita sobre tus caminos.

“…. Mirad pues con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo porque los días son malos. Por tanto, no seamos insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor…”

Oye, no andes por ahí emborrachándote con ….. Miller light, con Heinken, con cualquier otra cosa que se pueda mencionar, sino busca emborracharte con aquel que verdaderamente puede llenar tu vida por completo. En vez de beberse cerveza boca abajo con un tubo, bebe el espíritu de Dios como Dios intenciona que uno beba las cosas. Despierta, despierta, despierta, mis hermanos, tenemos que despertar. Yo lo creo así. No nos podemos conformar a lo cotidiano, a lo ordinario, no, no, no, mis hermanos.

Miren, el sábado pasado aquí en la actividad de soul revival con los jóvenes se cantó un himno que para mí es tan edificante. Y este himno decía, que no nos conformaremos con nada ordinario, te queremos a ti, Dios. Dice, we won’t be satisfied with anything ordinary, we won’t be satisfied at all, we won’t be satisfied with anything ordinary, all we want is you.

Y yo lo creo así, mis hermanos. Mire, voy a cerrar con esto, yo sé que me he extendido un poco, pero voy a cerrar con esto. Cuando usted llegue aquí a la iglesia, si hay una palabra que usted pueda recibir de mí como pastor, cuando usted llegue aquí a la iglesia Dios lo libre, es más, Dios nos libre de venir aquí con un sentido de, oh, otro servicio más, uy, válgame Dios. No, reprenda ese pensamiento, mis hermanos. Dios nos libre de venir con un pensamiento así. Dios nos libre de venir y sentarnos aquí y pensar, ahora el pastor Omar va a decir esto, y esto, y esto, o ahora el pastor Roberto va a orar de esta y esta otra forma. Y ahora es que viene la predicación, y ahora es que vienen las ofrendas y ya uno está como… next, next, next.

Mire, no, si usted viene así, ¿Saben qué? Usted va a arruinarle la fiesta a Dios. Vengamos siempre con un corazón dispuesto, con un corazón despierto. Venga ahí Señor, como que mira, tengo mis necesidades Papá, pero quiero conocer qué es lo que tu tienes. Señor, mira, mi cuenta de banco está un poquito baja, pero Señor, yo confío en ti, yo sé que tu eres el proveedor de todas las cosas y vengo a buscarte a ti. Señor, tal vez hoy no tengo el ánimo, me siento cansado, quiero quedarme en casa durmiendo. Señor, tal vez se explotó la goma del carro de camino aquí o en la casa, se me explotó la goma y no puedo salir.

Mire, cualquier razón, por no decir excusa, que nos podamos inventar, miren, no lleguemos a estos encuentros, no lleguemos a estos servicios a sentarse aplatanadamente como que, ah, sí, aquí vamos a cantar, ¡Aleluya! Gloria a Dios. No, no, no, venga con intencionalidad, venga a propósito, venga con la expectativa, venga como que guau, Señor, que hay, qué hay de nuevo hoy, viejo. Dígaselo al Señor, mire esté pendiente, esté pendiente porque usted nunca sabe cuándo Dios lo vaya, o la vaya a sorprender.

Es más, tal vez usted está viniendo aquí, me está escuchando a mí ahora, y usted está, como que, pastor, acabe que me quiero ir, quiero irme a comer un sándwich de jamón y queso con un poquito de Quick con leche. Digo, leche con quick y ya acostarme a dormir. Avanza, pastor, son las 9.15, te pasaste por 15 minutos.

Miren, mis hermanos, no, vengamos a la expectativa, vengamos a la expectativa, hay algo, hay algo, hay algo que Dios quiere, mis hermanos, y no me pregunten a mí qué es porque yo no sé, yo también estoy buscando. Yo también quiero saber. Yo tal vez puedo tener una idea pero no lo sé todo. Quién sabe si Dios te revela una parte a ti, y otra a ti, y otra parte a ti, entonces todo el conjunto de todo es como que, bing! Eso es lo que Dios quiere hacer.

Pero lleguemos, lleguemos a la expectativa. Vamos a contagiarnos con eso. Mire, ¿Saben qué? Mis hermanos, esto es algo que tenemos que aprender. Saben que mi papá estuvo visitándome en estos días y yo amo a mi padre, el Señor lo sabe, pero mi padre desde que llegó él estuvo conectado a las noticas de Guapa Televisión, manteniéndose enterado de cuánta gente mataban en Puerto Rico, que si la madre del niño, que si aquel otro lo asesinaron, y todas las noticas negativas, negativas, negativas. Yo creo que yo podría coger el televisor y mirarlo así de lado y salía sangre por todas las cosas negativas que estaban diciendo.

Y yo me senté a hablar con mi papá, y yo como que, papi, papi, para, para, hay algo positivo que tu me puedas decir de lo que está sucediendo en Puerto Rico? Ah, sí, pues claro que hay cosas positivas. Dime una aunque sea. Pero es que mataron a tantos y tantos y tantos. Y yo, no, no me digas eso, dime lo bueno que está sucediendo.

Miren, mis hermanos, hay veces que, dígame si la ha pasado o no? Omar, termina, termina. Oh, que bien voy, y sigo hablando. Miren, dígame si le ha pasado o no? que cuando ocurre algo malo, se riega como pólvora, ese es el bochinche, todo el mundo habla de lo malo. Pero si sucede algo bueno, dicen, ah, sí, mira qué chévere! Y ahí se murió. No dicen más nada. Oigan, mis hermanos, vamos a despertar, vamos a despertar nuestro espíritu, abrirnos, a decir, Señor, el vaso tu quieres que lo veamos mitad lleno, no mitad vacío. Tu quieres que nosotros podamos ver nuestras vidas literalmente a la luz de lo que tu tienes para nosotros. Tu no quieres que yo esté pensando, como que, guau, cuando salga de aquí me van a dar ganas de fumar. Mira, no pienses que te van a dar ganas de fumar, piensa en que Dios te va a dar la fuerza para no fumar. Piensa que tal vez cuando llegues a tu casa, vas a tener un esposo, una esposa ahí refunfuñón, y está como que, guau, ahora me tengo que enfrentar…

Mira, no, piensa positivamente. Si algo pasa, Señor, tu me vas a dar la paz para estar tranquilo, tranquila y para poder proceder en la forma que tu quieres que yo haga. Ah, mira me está esperando mi mamá, mi papá en casa, con una correa en la mano. Pues, ¿Saben qué? Si tienen una correa, ah… ponte una almohada por si acaso.

Pero, mis hermanos, tenemos que despertar. Yo me voy a callar la boca. Miren, mis hermanos, yo quiero ver, yo quiero, anhelo y deseo ver lo que Dios tiene, y estas cosas que yo he mencionado, esos 4 puntos, miren, en alguna forma u otra yo me veo en ese espejo. Hay veces que yo veo que yo me conformo con las cosas. Bueno, esta es mi rutina, pues así sigo, pero quién sabe si Dios lo que quiere es apuntarme en otra dirección.

Hay veces que yo me digo, bueno, pues, esto está yendo bien, por qué tirarme a la aventura de hacer algo nuevo? O tal vez no me atrevo a considerar los riesgos de hacer algo nuevo, y cómo eso puede afectar mi vida. Pero ¿Saben qué? Confiemos en el Señor.

Yo creo que ahí está la aventura de nuestra fe. Como que me fui de frente. Ahí está la aventura de nuestra fe, mis hermanos, en el mero hecho de que la fe no se mide porque ya escribimos todo lo que teníamos. No, es aburrido. La fe se mide porque hay algo nuevo, hay una aventura. Mira, créase que usted está en una película de Indiana Jones con Dios, que siempre hay una aventura, siempre hay un tesoro nuevo que buscar.

Vamos a ponernos de pie y vamos a orar. Ya me voy a callar la boca. Padre, hoy estoy híper. Mire, extienda la mano sobre la persona al lado suyo, póngale la mano ahí sobre el hombro a la persona. Ay, gracias, Señor Jesús, Padre te adoramos, te bendecimos. Gracias por tu palabra, Señor, tu palabra es tan rica, es tan dulce, Señor, poder escuchar, leer esta palabra, escucharla, Señor, internalizarla, digerirla, Padre. Y yo te pido que esta palabra, Señor, permanezca en nuestros corazones, Señor.

Oh, mi Dios, yo quiero y al igual que yo sé que muchos de mis hermanos y hermanas queremos despertar, queremos abrir nuestros ojos, Señor, queremos responder a esa forma que tu nos estás provocando, mi Dios, a poder responder a tu voz, al llamado tuyo en nuestras vidas, mi Dios. Y Señor, si hay alguno en nosotros que está frío, que está rígido, que está estéril, Señor, y que tal vez no percibe esa incitación de parte tuya de tu espíritu, mi Dios, ahora mismo yo declaro que esos corazones puedan empezar a abrirse, mi Dios, yo te pida, que esas mentes comiencen a abrirse, Padre, que cualquier pensamiento de rebeldía, cualquier pensamiento de indiferencia, cualquier pensamiento de whatever, mi Dios, que eso se caiga por completo y que seas tu trayendo revelación, revelación clara, mi Dios, una revelación que sea tan tangible que nosotros podamos decir, como que, sí, Señor, esto es lo que tu quieres. Por aquí es que tu quieres que caminemos.

Pero Padre, que no nos enfoquemos tanto en estas cosas sino que siempre podamos estar mirándote a ti por encima de todo, mi Dios. Estamos como parte de esta iglesia ahora, pero sabes, tu solamente sabes dónde nos pondrás después. Así que, mi Dios, por este interino de tiempo, por esta temporada de nuestras vidas, por esta época en la cual estamos viviendo, Señor, te pedimos que por favor, nos ayudes a vivir sabiamente, no como insensatos, ayúdanos, mi Dios, a poder tener esa iniciativa de buscar tu presencia para saber cómo, mi Dios, saber cómo conocer tu voluntad en medio de nosotros, de nuestras vidas personales, de nuestras familias, de nuestros lugares de trabajo, de nuestro vecindario, donde vivimos, de la iglesia donde nos congregamos, de la célula de que participamos, del ministerio donde estamos involucrados. Señor, en todos los lugares, aún donde hacemos compras, donde echamos gasolina, Padre, donde compramos ropa, en cualquier lugar, ayúdanos a conocer tu propósito y tu voluntad.

Queremos ver tu mano, Señor, obrando con poder en medio de nosotros. Así que, Padre, have your way, toma tu lugar, Señor, toma tu forma de saber cómo hablar a nuestras vidas y que nosotros tengamos el valor de poder decir como dijo Isaías, heme aquí, envíame a mí. Úsame a mí, transfórmame a mí, equípame a mí, Señor, para yo poder ser un buen colaborador tuyo en el establecimiento y la expansión de tu reino aquí en este mundo en el cual nos has puesto a vivir.

Te damos la gloria y la honra solo a ti, bendícenos mi Dios, a medida que nos preparamos para salir a nuestros hogares. Llévanos con bien, llévanos con tu protección, Señor, que ese gozo que tu nos das pueda permanecer con nosotros y Señor, que esta noche, tu nos des un sueño tranquilo, reparador, placentero, Padre, que podamos dormir en tu mano y que mañana si así tu lo permites, podamos levantarnos con nuevas fuerzas, nuevas energías, Señor, y cumplir con aquello para lo cual tu nos llamas. Bendice a tus hijos e hijas, lo pedimos en nombre de Jesús. Amén. Amén. ¡Aleluya! Salúdense unos a otros.

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¡Qué difícil es esperar el tiempo del Señor!

16 de agosto del 2010 - Por Herenia Hernández

“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1)

Por casi dos años estoy esperando que el Señor conteste a mi petición con un milagro sobrenatural; que sólo nuestro Padre Celestial es capaz de poder hacer.
¿Alguna vez has estado tú esperando pacientemente, creyendo cada mañana que ese será el día en que recibirás tu milagro? Y como un niño dices bueno será más tarde o mañana he incluso piensas que será en una fecha especifica que es muy importante para ti. Y estás confiada y en paz. Pero resulta que no, que debes continuar esperando; y así sucesivamente cada día albergas la esperanza y la fe de que acontecerá, que no puede ser posible que el Dios al cual tu le has creído te deje desamparada y permita que todos los que te conocen y saben que tu eres Cristiana y les has dicho que existe el Dios todo poderoso, el que pago el precio en la cruz del calvario por ti y por mi y que además cumple sus promesas y guía nuestro destino y el de nuestros hijos al propósito que El ha diseñado para nuestras vidas y lo hace en formas y maneras que no podemos entender; pero tu milagro aún no se ha cumplido en el momento que tu más lo necesitas; y los demás se burlan de ti, como lo hicieron con Job diciendo ¿Dónde está tu Dios, que responde a tus milagros? Que dolor produce sentir ese sentimiento de impotencia y el deseo de recibir lo que crees que necesitas para tu vida o los tuyos y tu alma llora y clama en silencio. Y cuando tu alma llora te duelen hasta los huesos de cada parte de cuerpo. ¿Lo has sentido? Yo también.

Pero este dolor y el sentir autocompasión, no mueve al Señor a responder tu milagro. Ni tampoco jugar el papel de abogadora de la imagen de un Dios perfecto que responde nuestras peticiones inmediatamente, estas cosas no mueven al Señor. Si nuestra fe no está basada en la palabra, no nos sirve de nada clamar; debemos creer en nuestro corazón y confesarlo con nuestra boca que lo que pedimos esta hecho; porque antes de que nosotros naciéramos el Señor ya había creado el plan para nuestras vidas; por lo tanto nuestras vidas, nuestros propósitos, sueños, anhelos ya están hechos, solo debemos creerlo de corazón y tener una actitud positiva y clamar con oración y convicción de que lo obtendremos en el tiempo del Señor, no cuando nosotros lo creamos. Según David Yonggi Cho; autor del libro La Fe Mueve Montanas; nos dice que “la paciencia es algo clave para todos incluyendo a los cristianos. Debemos esperar con paciencia y con fe hasta que la promesa sea cumplida y recordar que Nuestro Padre Celestial nos dijo que en el Mundo encontraremos aflicciones pero con El venceremos.

La vida de nosotros los Cristianos no será solo de felicidad, habrá tiempos de tristeza y dolor pero debemos recordar que para que la cosecha sea buena y fructifica deben haber días de sol, de viento y de lluvia, nos enfatiza Yonggi Cho”.

Hermana, si estas esperando la respuesta a tu petición como yo lo estoy. Debemos estar confiadas y con fe y una actitud positiva. Creer que el Señor nos lo concederá en el tiempo que El considera que estamos listos para recibir las promesas para nuestras vidas o para los nuestros. Conforme nuestra paciencia crezca así también crece nuestro carácter y muchas áreas de nuestra vida son restauradas. “No es en nuestro tiempo, es en el tiempo del Señor”.

Padre yo te doy las gracias, por el privilegio que tengo de amarte, hablar contigo y de glorificar tu Nombre que es sobre todo Nombre. Este día decido doblegar mi impaciencia y sujetarme a esperar en ti con paciencia y con fe confesando que toda petición de transformación y bendición para mi vida y los míos será concedida, por que tus planes para nuestras vidas son de bien y no de mal, de bendición y abundancia, para que nos deleitemos con lo que tu haz creado para nosotros. Padre que se haga tu voluntad y no la mia. En El Nombre de Jesús. Amén.

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Los requisitos del milagro

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Vamos a la palabra de Dios, Hechos, Capítulo 3, continuamos con nuestro estudio del libro de los Hechos y quiero tomar ahora este tiempo. El Capítulo 3, lo voy a tratar de cubrir en su totalidad, si Dios me da la sabiduría para ser económico y para ir al grano en los puntos especiales de este Capítulo tan elocuente en muchas, muchas, diferentes maneras.

Recordamos a los hermanos que estamos haciendo un recorrido a través del libro de los Hechos con todas sus enseñanzas bien profundas, bien poderosas. Pero voy a leer simplemente unos cuantos versículos, Capítulo 3 versículo 1 dice:

“… Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración. Y era traído un hombre cojo de nacimiento a quien ponían cada día a la puerta del templo que se llama la Hermosa…”

El templo tenía diferentes puertas o portones bien grandes por donde entraban los adoradores a las diferentes secciones del templo. Y esta puerta tenía el nombra de la Puerta Hermosa. Y allí se sentaba este hombre para que pidiese limosna de los que entraban en el templo.

“… Éste, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le diesen limosna. Pedro con Juan fijando en él los ojos le dijo, “Míranos”, entonces él les estuvo atento esperando recibir de ellos algo. Más Pedro dijo, “No tengo plata ni oro” –famosas palabras. Cuántos han oído esa expresión del Apóstol Pedro?- …”No tengo plata ni oro pero lo que tengo te doy. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda”. Y tomándole por la mano derecha le levantó y al momento se le afirmaron los pies y tobillos y saltando se puso en pie y anduvo, y entró con ellos en el templo andando y saltando y alabando a Dios. Y todo el pueblo le vio andar y alabar a Dios y le reconocían que era el que se sentaba a pedir limosna a la puerta del templo La Hermosa, y se llenaron de asombro y espanto por lo que le había sucedido….”

Bendiga el Señor su santa palabra. Amén. Bueno, aquí tenemos, hermanos, en este pasaje y en todo el Capítulo 3, yo diría que aunque ha habido otros momentos milagrosos como el bautismo de Pentecostés y otras cosas por el estilo, pero es como el primer milagro formal, claro que registra la Biblia en el libro de los Hechos. Es como el primer milagro que se da dentro de este nueva época después que Cristo ha ascendido en la época de la iglesia, esta iglesia que está en formación. Es el primer milagro.

Vemos aquí otro aspecto de la vida de la iglesia que el evangelista Lucas quiere presentarnos. Él nos ha hablado acerca de la vida de los primeros discípulos, como vimos la semana pasada, creo que fue o antepasada, la semana antepasada, sí. Y hemos visto diferentes cosas que han pasado porque son como momentos clave en el desarrollo de la iglesia. Y ahora él quiere enseñarnos algo que vamos a ver varias veces: sanidades y liberaciones de opresiones demoníacas en la gente.

Vemos aquí el mover milagroso, poderoso del Espíritu Santo, en una forma bien gráfica, la sanación, aquí lo llaman un cojo, pero probablemente era un paralítico porque es un hombre que no se puede mover de ninguna manera. Entonces vemos aquí este mover milagroso de Dios. Jesús de hecho había dicho que sus seguidores, que dice, sobre los enfermos pondrán sus manos y sanarán. Eso el evangelista Marcos lo registra en Marcos 16:18. Era una promesa de parte del Señor que aquellos que lo siguieran iban a hacer cosqas poderosas y que Dios haría sanidades a través de ellos.

Y entonces vemos aquí esa palabra, esa promesa del Señor Jesucristo cumpliéndose por primera vez a través de la oración, la intervención de Pedro y de Juan. Noten aquí algo, cositas interesantes, dice que Pedro y Juan subían al templo a la hora novena. Todavía los discípulos adoran a la costumbre judía, van al templo. La separación gradual que vemos en el libro de los Hechos todavía no ha comenzado a darse entre el judaísmo y el cristianismo. Estos cristianos todavía se consideran judíos, por la única salvedad que son judíos que han encontrado a su mesías y lo reconocen como la persona de Jesucristo. En eso se diferencian, pero en realidad ellos se ven como hebreos, judíos, unidos a la antigua Escritura de los profetas y todo lo que hoy llamamos el Antiguo Testamento y ellos van, como es de costumbre, a las oraciones a las cuales va un judío piadoso.

Y parece que allí se reunían todos los primeros cristianos también juntos a conversar y hablar de las cosas de Dios. Pero Pedro y Juan van en una especie de costumbre religiosa, de judíos piadosos al templo a la hora novena, es como las 3 de la tarde más o menos, es una hora específica cuando se daba la oración en el ritual judaico.

Seguramente, como digo, iban a reunirse con otros creyentes. Vemos aquí sin embargo que Dios está preparando como un encuentro divino. A la misma vez que ellos van hacia el templo, están trayendo a un hombre, como es de costumbre, paralítico, dice que lo ponían cada día a la puerta de la Hermosa. Es algo repetitivo, hasta aquí todo va muy normal. Unos hombres van a adorar como siempre, otro hombre es traído quizás por sus padres, por un familiar que lo cargan, y lo ponen siempre en el mismo lugar para que recoja su limosna. Todo está como de costumbre, excepto, que Dios está preparando un encuentro divino, una cita divina. Es algo que Dios quiere demostrar. Dios está en el asunto, hay poder en el aire. Esa es la diferencia, cuando el Espíritu Santo está moviéndose en medio de una iglesia, una Congregación, en medio de la vida de un creyente, las cosas comunes y corrientes se tornan en cosas extraordinarias. Y Dios siempre está proveyendo oportunidades para manifestar su poder.

Así que vemos que se da este encuentro entre estos dos elementos, y la presencia del Espíritu Santo transforma. Quien sabe si Pedro y Juan no hubieran sido bautizados en el Espíritu Santo? O quién sabe si ellos muchas veces pasaron a este hombre, pero no sucedió nada? Pero cuando estaba la presencia del espíritu en la vida de ellos, entonces ellos pudieron transformar ese momento cotidiano en algo espectacular, algo dramático.

Eso pasa cuando hay unción en el aire, hermanos, cuando hay una persona llena del espíritu cosas que son comunes y corrientes se tornan en algo extraordinario. Yo recuerdo, por ejemplo, cuando el Señor Jesucristo va a la sinagoga y está allí predicando un sermón como invitado y dice la Biblia que una persona, una mujer que tenía un demonio lo manifiesta y el Señor Jesucristo reprende al demonio. Y el demonio mismo denuncia su presencia y el Señor lo confronta y esa persona es sanada. Esa persona iba a la iglesia estaba allí todo el tiempo, no había poder en el aire, era el judaísmo muerto, pero cuando el Señor estaba allí presente, ese demonio que estaba escondido tuvo que salir a la luz, tuvo que manifestarse para ser denunciado y para ser expulsado.

Que importante es hermanos, que nosotros llenemos nuestra vida cada día de esa presencia del espíritu, que cultivemos la presencia del Espíritu Santo en nuestra vida. Que le pidamos al Señor que nos llene cada día más y más de su poder porque eso lo que hace es la diferencia. Tantas cosas que pasan en nuestra vida común y corriente, a veces enfermedades, opresión, dificultades familiares, muchas cosas que quién sabe si hubiera la presencia de Dios manifiesta en el hogar, más oración, más palabra de Dios, Dios nos podría aclarar muchas cosas espirituales que están escondidas bajo la superficie, y podríamos entonces confrontarlas y vivir vidas más poderosas, más libres de todas las opresiones de la vida.

Así que es importante, por eso es que predicamos estos sermones acerca del libro de los Hechos porque podemos ver aquí la importancia de esta dimensión sobre natural. Ahora la dinámica del milagro este, es bien interesante: número 1, Pedro llega ante este hombre y le dice, “Míranos”, por qué le dice Pedro que lo mire? Yo creo que Pedro, inspirado por el Espíritu Santo entiende que hay algo, como una transferencia de poder que él quiere que se de a través de esa mirada. A veces nosotros imponemos manos sobre una persona para invocar sanidad. En este caso Pedro intuye que es importante que este hombre los mire a los ojos. Y este hombre dice que lo mira fijamente también, pero qué pasa? Él lo que está esperando es que le de una moneda. Él lo mira con interés material. Dice, bueno, este hombre quizás me va a dar 20 dólares, quién sabe? Me está diciendo que lo mire, o quién sabe si me va a enviar a un hospital para que me cure o lo que sea. Él está esperando algo extraordinario también, pero no está esperando lo que Pedro tiene en la mente, que es invocar el poder de Dios.

Pero, de todas maneras era importante ganarse la atención de esta persona. Y para mí, es interesante y es irónico que este hombre no está a tono en realidad, con lo que Pedro quiere hacer espiritualmente, sin embargo Dios aún así lo sana. Su fe es imperfecta, es como la mujer con el flujo de sangre que toca a Jesucristo por el borde de su manto. Quizás ella está simplemente pensando, bueno, es algo como un poco supersticioso, pero de todas maneras, esa fe, lo que Dios busca, hermanos, es ese contacto, esa conexión de alguna manera.

Nuestra fe no tiene que ser perfecta, muchas veces nuestra fe no es todo lo que debiera ser, pero ¿Saben qué? Tenemos un Dios misericordioso. Lo que Dios quiere es ese contacto, lo que Dios quiere es esa búsqueda, ese deseo, ese ponernos a tono con su persona. Lo demás él lo completa. Nuestra fe no tiene que ser perfecta. Nosotros no tenemos que ser perfectos para Dios moverse en nuestra vida, pero sí tiene que haber algún tipo de conexión.

Y yo veo esto, que en ocasiones Dios usa la mirada para transferir poder. El ángel, cuando se le aparece a Gedeón en el Antiguo Testamento para llamarlo que convertirse en el liberador de Israel de los marianitas, lo mira, dice, como que esa mirada lo comisiona y le transfiere poder a Gedeón. De ahí Gedeón sale hecho un liberador de su pueblo.

Hay algo, son misterios. Yo creo mucho en estos elementos proféticos, estos símbolos físicos de la transferencia de poder de Dios. El Señor Jesucristo muchas veces tocaba a la gente, en su promesa en Marcos 16 dice, que impondrán manos sobre los enfermos y sanarán. A veces él tomó, en un caso cogió tierra del suelo, escupió sobre la tierra, hizo una mezcla rara y la puso sobre una persona para sanarlo sobre sus ojos.

Hay muchas maneras. Yo creo que es importante que como cristianos nosotros aprendamos a discernir del Señor, esos símbolos, esas formas externas del mover de Dios. Nosotros los carismáticos pentecostales creemos que hay una bendición en pasar al frente, levantar las manos, arrodillarnos, danzar, salirse de lo común y corriente, porque a través de todos esos símbolos Dios hace muchas veces cosas maravillosas.

Pero el caso es que en este caso Dios usa la mirada de Pedro como una manera como de canalizar su poder a la vida de este hombre, aunque él tiene un entendimiento muy imperfecto de lo que está pasando aquí. Pero Dios es soberano, Dios quería hacer un milagro, Dios quería bendecir a este hombre. Y Pedro también, miren todas esta dinámica de este milagro, Pedro da una orden verbal. Note de paso, el hecho de que es Pedro quien encabeza esto, no es Juan. Juan está con él, pero qué está pasando aquí? Una cosa bien interesante del libro de los Hechos, es que el liderazgo espiritual de Pedro se está comenzando a perfilar en la iglesia. El Señor Jesucristo le había dicho a Pedro que él lo haría una columna de su iglesia, recuerdan? Pedro vino a ser el líder principal de los Apóstoles. Era reconocido como el número 1 y en muchas ocasiones en el libro de los Hechos vemos a Pedro tomando la delantera. Luego después surge el ministerio del Apóstol Pablo, pero en Jerusalén Pedro era el cabeza principal, la cabeza número 1 de todos los Apóstoles.

Y es interesante, claro, de ahí la iglesia católica, por ejemplo, ha tomado esta idea de la transferencia de autoridad apostólica. El Papa católico se supone que viene de una línea directa de Apóstoles o de personas que vienen desde el primer obispo, que fue Pedro, ese linaje a través de los siglos, porque se reconoce que Pedro tuvo un rol muy importante sobre la iglesia al principio mismo.

Aquí Pedro da una orden verbal y dice en el nombre de Jesucristo de Nazaret, se sano. Esta sanidad, nótese, se da en el nombre de Jesucristo. Es la primera vez en un sentido, que se da esta idea de el nombre de Jesucristo de Nazaret. Antes, Jesús mismo daba la ordenes en su propia persona, en su propio poder, ahora los discípulos usan el nombre de Jesús.

No ven ustedes aquí un poquito de una implicación de la deidad de Jesucristo también? Del hecho de que es en el nombre de Jesús. Pedro no dice en el nombre del Padre, nuestro Dios todopoderoso, en el nombre del Señor, refiriéndose a Jehová. No, dice en el nombre de Jesucristo de Nazaret. Y ese Jesucristo de Nazaret le da como una especie de carácter de importancia y de peso a la persona de Jesús, el nombre de Jesús es la clave. El poder, la autoridad.

La Biblia dice que de le dio a Jesús un nombre que es sobre todo nombre para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodillo de lo que está en el cielo y la tierra y debajo de la tierra. El nombre de Jesús tiene gran poder. Yo he visto demonios temblar y huir de una persona cuando se usa el nombre de Jesús. Yo no conozco otro nombre que haga eso, sabe? Yo nunca he visto, y perdonen esto, nunca he visto a un demonio salir en el nombre de María, aunque gloria a Dios por María, no quiero con eso indicar ningún desrespeto, entiende? Pero háblele al demonio en el nombre de Jesús de Nazaret y usted verá la diferencia, no? gloria a Dios por eso. Es decir, Jesús, Cristo céntrico que tiene que ser el creyente.

Entonces, otra cosa bien interesante aquí es que cuando Pedro toca al paralítico, mire cómo le dice, el versículo 7 dice:

“… y tomándole por la mano derecha…” Ahora hubiera sido también por la mano izquierda, yo creo que se hubiera dado lo mismo, ahora no convirtamos esto en un rito que hay que coger a la gente por la mano derecha, para que Dios haga algo, no?

Pero lo importante aquí es que lo tomó de la mano y lo levantó y al momento se le afirmaron los pies y tobillos. Yo me detengo sobre esto porque es bien interesante el hecho de que… Fíjese quizás cuando Pedro dijo, en el nombre de Jesucristo de Nazaret recibe sanidad, este hombre recibió la sanidad. Pero qué pasa si Pedro se hubiera quedado ahí, okay, hijo, que Dios te bendiga y bandéate como puedas por allá, Dios te… quién sabe si ese hombre se hubiera quedado ahí toda su vida paralítico.

Pedro tuvo que tomar como una especie de riesgo y yo digo a veces a la gente, don’t try this at home, pero lo tomó de la mano. Es como que a veces las intervenciones divinas necesitan una parte física también. A veces le pedimos, Señor, sáname, y oh Dios envía tu espíritu y levántame. Pero seguimos con la misma mentalidad de enfermo, entiende? Y yo creo que a veces Dios requiere un movimiento de fe también.

Señor, levántate. Pero, menso, levántate, ya yo te di la fuerza para hacerlo. Ponte, muévete. Es importante que nosotros cooperemos por así decirlo, con el Espíritu Santo también. Estoy deprimido allá en la casa, Señor, quítame esta depresión, pero se queda uno y se mete en la sábana más todavía alrededor del cuello y se mete más ahí en la cama y se atrinchera más todavía. Bueno, yo creo que si yo le pedi al Señor que me sane de la depresión o del desánimo, yo tengo que coger esa sábana, tirarla para un lado, darme un buen baño, perfumarme, ponerme la mejor ropa y decir, en el nombre del Señor yo creo. Y cuando usted hace eso comienza a fluir la bendición de Dios.

Eso es algo bien interesante. Los otros días yo estaba corriendo por la Sommerville, corro por la mañana cuando puedo, y me entró un dolor en una rodilla. Nada porque uno corre en el pavimento, y ya a los 35 años la cosa pues es… no es tan fácil como cuando yo tenía 20. Pero sentí algo, me estaba hincando la rodilla, y casi me siento tentado a detenerme y regresar a mi casa. Pero ¿Saben qué? Dios como que puso en mí suficiente fe porque ya me ha pasado antes eso mismo, y yo dije, Señor, en el nombre de Jesús yo voy a seguir y tu vas a ungir, porque una vez tuve… bueno, a través de los años uno siempre tiene diferentes tipo de… y yo he visto cómo verdaderamente cuando uno le cree al Señor y le ora, y reclama la bendición de Dios, Dios hace cosas increíbles. Dios restaura músculos, restaura articulaciones, cosas así. ¿Saben qué? Yo seguí corriendo, no lo voy a dar todos los detalles, pero seguí clamando al Señor, seguí orando y declarando unción y sanidad y seguía persistiendo el dolorcito esto. Y como tres veces en el proceso… pero yo seguí porque sentí como que esto era una prueba que Dios estaba poniendo para aprender algo acerca de la sanidad.

El resumen es que, hermanos, al rato ese dolor desapareció y yo lo hice, sabe, voy a correr más que nunca para que no lo vuelva a hacer, y seguí y gloria a Dios nunca más me ha afectado esa… y ya hacía varios días que me estaba hincando ese dolor precisamente. Yo creo en un Dios que sana, hermanos.

Pero yo creo que también cuando pedimos la sanidad y le clamamos sanidad al Señor, pues tenemos que hacer cosas que avalen lo que estamos declarando en nuestra vida. Tenemos que poner en práctica lo que declaramos. Nosotros, los pentecostales, somos muy buenos en decir esto y lo otro, pero cuando llega el momento de la prueba y de hacer cosas en el Señor, ahí es donde nos rajamos, como dicen los mexicanos.

Entonces Pedro dice, en el nombre de Jesús levántate y anda, pero no lo deja ahí, sino que lo toma de la mano, lo levanta y ahí en esa acción de fe es donde se desata el mover poderoso de Dios. Yo creo que hay una lección allí. Medite en eso. No siempre necesariamente se va a dar así pero hay ocasiones en que Dios te va a decir, ¿Saben qué? Tu me has pedido algo, pues muévete entonces.

Cuando Pedro dice, Señor, si eres tu ayúdame que yo camine sobre las aguas, como tu lo has hecho. Y qué le dice Jesucristo? Bueno, salte de la barca, atrévete si tu eres hombre, pues salta y vamos a ver qué pasa. Y Pedro se sale y caminó sobre las aguas, pero le falló su fe. Dice que cuando comenzó el ruido de las olas, y de la lluvia y los truenos, comenzó a hundirse porque le quitó la mirada de Jesús.

Muchas veces los milagros del Señor requieren que nosotros nos persistamos, nos mantengamos allí, guerreemos. Guerrera por tu milagro. Toma riesgos, muévete, acciona el poder de Dios en tu vida, en otras palabras. Para mí es una de las cosas más reveladoras, fue en el momento en que Pedro lo tomó de la mano y lo jaló de su lugar cuando el poder que ya estaba declarado sobre él se activó. Hermano y hermana, medite en eso. No tengo todo el tiempo para sacarle todo el jugo que quisiera a eso, pero hay mucho allí que podemos aprender.

Entonces, otra cosa interesante sobre este milagro es que la sanidad es completa. Cuando Dios hace las cosas, hermanos, él las hace de las a hasta la z, perfecto. Esto es una sanidad tremenda. El cojo salta, anda, alaba, poco le faltaba para hacer unas cuantas volteretas en los aires. Esto es una sanidad total, radical. Y más adelante en el Capítulo 3, en versículo 16, Pedro se refiere a ese hecho, dice aquí:

“… y por la fe en su nombre, Jesús, a este que vosotros veis y conocéis le ha confirmado su nombre y la fe que es para él ha dado a este esta completa sanidad en presencia de todos vosotros…”

Que lindo es cuando Dios hace unas de esas sanidades radicales, no? es precioso. A veces las sanidades de Dios son graduales, a veces no son totales, por qué, no me pregunte. Pero es lindo ver una sanidad total así, porque Dios puede hacer eso, Dios lo hace cuando él escoge de esa manera.

Ahora, otra cosa acerca de este milagro es que Dios escoge a una persona estratégica para llevarlo a cabo. Alguien conocido por mucho tiempo como un paralítico. No había duda de que un milagro se había dado. Este hombre era conocido en las calles. Ah, mira ahí está fulanito. Lo habían visto por años y años, había estado paralítico desde su niñez. Es decir, que no había manera de decir que esto era un truco, de que lo habían traído de otra parte. No, este hombre era conocido y era incontrovertible el milagro que Dios había hecho.

Una última cosa acerca del milagro, note el comentario de Pedro: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy. El poder de Dios siempre será mucho más útil para el progreso del Evangelio que el dinero o los accesorios físicos del poder. Eso es lo que yo aprendo de allí.

Cuantas iglesias tienen grandes bocinas y templos y phd en todos los pastores, pero no hay poder de Dios. Tienen un gran caudal de dinero pero una teología y una enseñanza en bancarrota completamente. No hay poder. Pero todo lo contrario, cuando el poder de Dios está en una iglesita, esa pequeñitas por allá, cuando la presencia de Dios se manifiesta en la adoración, donde hay gente que clama a Dios, donde hay gente que está buscando el poder de Dios que saben cómo desatar la presencia de Dios, suceden cosas.

Hermanos, yo prefiero en cualquier momento ser pobre pero tener la gracia de Dios en mi vida, que tener mucho dinero y ser un desgraciado. Es decir, no tener gracia, eso es lo que quiero decir.

Que lindo es, hermanos, nosotros tenemos siempre… bueno, le damos gracias a Dios por sus provisiones, le damos gracias a Dios por todas las cosas que él provee pero no nos olvidemos que es con gasolina espiritual que corre la iglesia de Jesucristo. No es con espada ni con ejército, sino con mi espíritu dice el Señor. Tenemos que cultivar primero la presencia de Dios, la llenura del Espíritu Santo. Antes de que usted busque cualquier otra cosa, asegúrese de que su saco esté lleno de dones del Espíritu Santo y del poder de Dios en su vida. Sea una persona hambrienta de la gracia y el poder de Dios. Eso es número 1.

Todo lo demás muy bueno, muy lindo, un templo bonito, precioso, una buena cuenta en el banco, tremendo, buenos aparatos electrónicos, maravilloso; pero si no tengo el poder de Dios, no te vistas que no vas para ningún sitio. El poder de Dios es primordial. Que bueno que Pedro pudo decir, mira hermano, estoy quebrado, no tengo nada en el bolsillo, pero ¿Saben qué? Tengo una cosita que va a ser mejor. Cuanto habría dado ese hombre por recibir lo que recibió de Pedro. El poder de Dios es más poderoso que cualquier cantidad de dinero o cualquier cosa material.

Pidámosle al Señor que podamos decir asimismo como Pedro, lo que tengo te doy. El diablo muchas veces le pregunta a los cristianos, bueno, qué tienes tu? Vamos a ver. Ojalá que usted diga, yo tengo el poder del Espíritu Santo conmigo. Tengo la presencia de Dios en mi vida y que usted pueda usar eso para llevar a cabo las tareas que Dios tiene para usted.

Miremos un poquito más adelante, me quedan unos minutos todavía. Dice aquí que:

“… teniendo asidos a Pedro y a Juan, este hombre estaba agarrado de ellos, lo que había pasado era algo verdaderamente extraordinario y surge una gran conmoción, la gente conoce este hombre, ve que está saltando, antes lo habían visto totalmente impedido, y Pedro, como en la primera vez en su primer sermón, qué hace? Aprovecha el momento para predicar otro sermón evangelístico. Se frota las manos y dice, aquí está mi oportunidad, carne fresca. Se reunió la gente alrededor de él y de nuevo importante uno aprovechar los momentos, hermanos. Dios nos abre momentos para predicarle a la gente, no sea lento ni perezoso, tampoco, predique el Evangelio a tiempo y a destiempo. Usted es un evangelista. Pedro aprovechó esta oportunidad. La gente estaba sorprendida y él en seguida aprovecha la oportunidad. Mire qué hace Pedro en este sermón?

Número 1, quita la mirada de sí mismo y de Juan y la pone escuetamente sobre Jesús. Dice, por qué ustedes nos miran a nosotros? Quién somos nosotros? No somos nadie. Miren a Jesús, el que ha hecho este milagro. Eso es lo que debe hacer todo siervo de Dios, debe quitar la mirada de sí mismo y ponerla sobre el Señor.

Nosotros somos simplemente un dedo que apunta hacia Jesucristo. Cuantos creen eso? Amén. Hoy en día yo veo mucho en la televisión, todos estos sistemas evangelísticos, qué pasa? Se glorifica tanto a la persona. Hoy en día los predicadores son como artistas de cine, grandes casas, aviones privados por donde quiera, hoteles de $ 5000 la noche, corbata de $ 400, y fulanito de tal, fulanito de tal, son como artistas de cine, hermanos.

Ahora, yo creo que está bien que se reconozca la importancia de un nombre, porque todo se mueve hoy en día con la publicidad y todas estas cosas. Yo veo, por ejemplo, las diferencias entre un Billy Graham, la gente hablaba de las campañas de Billy Graham, amén, pero yo siempre vi en Billy Graham, a un hombre que apuntaba siempre hacia Jesucristo. Siempre sobrio, nunca llamando tanta atención hacia sí mismo. Era importante, sí, el nombre de él, porque la gente sabía que cuando estaba Billy Graham, que iban a recibir buena palabra, buena enseñanza, un hombre ungido de Dios, pero no había ese culto a la personalidad que hoy en día hay en muchos casos.

Hermano, no adore a ningún hombre por favor. No ponga su mirada sobre ninguna persona. Nosotros somos columnas muy, muy fallidas. No ponga su fe en ningún pastor, ni en ninguna iglesia tampoco, póngala en Jesucristo porque cualquier hombre le va a fallar a usted, sabe? Póngala en Jesús. Una iglesia le puede fallar, pero Cristo nunca le va a fallar.

Pedro dice, “… por qué os maravilláis de esto? Por qué ponen los ojos en nosotros? Como si por nuestro poder o piedad hubiésemos hecho andar a este hombre. El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres ha glorificado a su Hijo Jesús…” usted ve? Es Cristo quien ha hecho este milagro a través del Padre, que lo ha glorificado a él.

Ve aquí esta interacción también el principio de la Trinidad, el esbozo de la Trinidad, el Padre glorifica al Hijo haciendo milagros en el nombre del Hijo para que se sepa que el Hijo es el Hijo y que es el Mesías que él ha enviado.

Entonces Pedro dice, no nos miren a nosotros, no nos adoren a nosotros, no nos conviertan ahora en un culto a nuestra personalidad. No, Dios, usando a su Hijo Jesucristo ha hecho esto para glorificar a su Hijo. Es muy importante esto. Y ha glorificado a su Hijo Jesús, edocsasen, es una palabra quiere decir, de donde viene la palabra docsología, lo ha hecho glorioso, la ha exaltado, lo ha adornado, le ha dado una gloria especial a su Hijo, haciendo esto que ustedes ven aquí. Esto es para el mérito de Jesús y no para nuestro mérito.

Otra cosa, en la manera en que Pedro habla hay una confrontación clara y directa. Los judíos han crucificado al autor de la vida. Irónicamente lo han matado al que es el autor de la vida. Ahora, quién es el autor de la vida sino Dios? ¿Verdad que sí? Hay algo interesante ahí también, no? es una implicación de que Jesucristo es Dios, porque solo Dios crea vida, sí o no? y Cristo dice, es el creador de la vida, es autor de la vida, entonces hay una implicación allí.

Ve por qué la iglesia siempre ha creído que Jesucristo es Dios? Porque es que en la mente bíblica, como que no hay separación entre el Hijo y el Padre, de su divinidad. Dios es el creador de la vida, es el autor de la vida. Dice en el versículo 14:

“… vosotros negasteis al santo y al justo y pedisteis que se os diese un homicida, y mataste al autor de la vida…”

Entonces hay una confrontación de la gente. Hermanos, y Pedro no lo hace en una forma cruel o dañina. Él simplemente está notificando, ustedes mataron al que da la vida, es una ironía. Yo siempre he dicho que a la gente hay que hablarle acerca de sus pecados, pero no con guille de ser uno más santo que ellos ni nada, sino simplemente hablarle de que todos somos pecadores y necesitamos arrepentimiento y sanidad a través de Jesucristo.

No podemos obviar eso, no podemos quitar la importancia del pecado, la santidad del arrepentimiento, del repertorio cristiano. Entonces Pedro los confronta y les deja saber que ellos han hecho algo terrible y que han matado al que Dios mismo autorizó como el Hijo de Dios, como el Mesías, y que ellos necesitan arrepentirse.

Entonces viene luego la misericordia. Dice:

“… más ahora, hermanos, sé que por ignorancia lo habéis hecho como también vuestros gobernantes –versículo 17-“

En otras palabras, no se preocupen, está bien, no se vayan a pegar un tiro, todavía hay esperanza, no? Cójanlo suave, no? sí, hicieron un error pero hay una posibilidad de solución. Versículo 19:

“… así que arrepentíos y convertíos para que sean borrados vuestros pecados, para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio…”

Cuál es el llamado? Está bien, cometieron un pecado, pero la esperanza está. Arrepiéntanse y conviértanse al Señor. Cambien de mente. Recuerdan qué era arrepentimiento? Cambiar de mente, cambiar de dirección, cambiar de comportamiento. Esa es la respuesta.

Aquí hay algo interesante, no tengo tiempo para tantas cosas pero, fíjese que en el primer sermón Pedro dice, arrepiéntanse, bautícense para perdón de pecados y recibirán el don del Espíritu Santo. Porque en ese contexto era lo que llamó la atención de la gente fue el derramamiento del Espíritu Santo. Aquí fíjense que él omite esa parte del bautismo del Espíritu Santo. Una notita ahí, simplemente un detalle. Interesante, no? como que en esta ocasión esa parte no parece tan relevante, no es que no sea importante el bautismo del Espíritu Santo, pero él no lo menciona.

Y así en diferentes ocasiones en la Biblia no hay como una consistencia total acerca de que esto tiene que ir después de lo otro, y después de lo otro. Pero solamente me parece interesante, no? porque en este caso él no menciona como en el primero la cuestión del bautismo del Espíritu Santo.

Y finalmente, un versículo que a mí me cautivó mucho, el 21, dice:

“… para que él envíe a Jesucristo que os fue antes anunciado, versículo 20, entonces 21, a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de su santos profetas…”

Es decir, hablando de Jesucristo dice, a quien de cierto es necesario que el cielo reciba. En otras palabras, como que el cielo retenga, que el cielo aguante a Jesús, que él esté allá arriba como está todavía hace 2000 años que el cielo lo está recibiendo, lo está aguantando allá. Él está allí esperando su momento. Ese Jesús es importante que se quede allá arriba, hasta qué tiempo? Hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas.

La palabra restauración es apocatastaceo, de donde viene la palabra apocalipsis, apocatastaceo, es el final de los tiempos. Ahora, qué esto de la restauración de los tiempos? El Apóstol Pedro no explica, ni la Biblia explica, qué quiere decir Pedro. Pero es interesante a la luz de lo que hemos estado diciendo, yo creo, hermanos, que Jesucristo no vendrá. Yo me aseguré de leer algunos comentarios, por ejemplo el de John Wexley, que es uno de los grandes hombres de Dios, es exactamente lo que yo pienso que quiere decir esto. Yo no creo que Jesucristo va a venir hasta que no se den ciertas correcciones que tienen que darse en este mundo, hasta que Dios no haya cumplido su propósito.

El Señor Jesucristo le dijo a la iglesia, id y haced discípulos a las naciones. El Señor le dio a la iglesia autoridad. El Señor, yo no creo que va a venir necesariamente hasta que la iglesia no haya hecho todo lo que tiene que hacer aquí en la tierra. Yo no creo que Jesús va a venir hasta que Israel no llegue a su punto de conocer algo del Señor. Yo creo que tienen que darse ciertas correcciones, ciertas cosas en este mundo. Yo no creo que Cristo va a venir a un mundo totalmente caótico y deshecho, yo creo que todavía la iglesia tiene que establecer mucho orden en este mundo, y todavía todo lo que la iglesia tiene que cumplir en esta tierra no se ha dado.

Yo no creo que Jesucristo va a venir hasta que no haya, por lo menos, no sé exactamente lo que quiere decir, pero hasta que no haya una restauración de este mundo. Y por eso es que yo vivo siempre diciendo, Señor, qué es lo que tu tienes en mente? Qué es lo que tu vas a hacer todavía? Porque todavía queda mucho por hacer. Yo no creo que este mundo todavía esté restaurado como Dios lo quiere y esa es mi señal de que ya mi tiempo se termina. Como ustedes ven estoy tratando de ser más responsable con ustedes, sobre todo en el verano que la paciencia de la gente está un poquito más baja.

Pero no, estoy entrenando también para ser un poquito más parco en las enseñanzas porque sino no se puede ir por todas partes. Pero, es importante, hermanos, que nosotros le pidamos al Señor claridad acerca de eso. Señor, qué es lo que te falta todavía por hacer antes de que Cristo venga?

Dice también en otra parte que hasta los tiempos de los gentiles, cuando se haya cumplido el tiempo de los gentiles entonces Jesucristo vendrá. Es decir, Dios tiene un reloj, lo mínimo que eso quiere decir es que Dios sabe el momento preciso. Hay cosas que tienen que pasar en este mundo, hay restauraciones, hay correcciones que tienen que darse en este mundo antes de que el Señor venga. Y lo que tenemos que hacer, por lo menos yo sé esa cantidad, no sé exactamente todo. Habla aquí de la cual hablaron los profetas antiguos. Bueno, vaya a los profetas. Yo en este verano cuando estuve de vacaciones recorrí todos los libros proféticos, estoy haciendo un resumen, estoy sacando todos los textos proféticos, y yo veo allí claramente la restauración de Israel, el juicio de las naciones, cambios en la naturaleza, muchas cosas que tienen que suceder, de las cuales hablan los profetas: Isaías, Ezequiel, Jeremías, Zacarías, Malaquías, Joel. Hay muchas cosas que tienen que pasar antes de que Cristo venga y no todas han sucedido todavía.

Así que no se compre el paracaídas todavía porque quien sabe si todavía le falta tiempo antes de que usted suba. Hay mucha gente que dice, bueno, ya mañana y quién sabe Cristo puede venir en cualquier momento. Pero no se vaya tan rápido todavía, hay mucho trabajo que hacer aquí en la tierra, sabe? Y mucha bendición que todavía Dios quiere darle a su pueblo. Amén.

Así que apriétese los cinturones todavía, mi hermano, mi hermana, porque cosas buenas van a pasar. Amén. Gloria al nombre del Señor.

Vamos a ponernos de pie y vamos a darle gracias a Dios por su palabra. Vaya después durante la semana, medite en este milagro. Pídale Señor, yo quiero vivir esa vida milagrosa de estos primeros discípulos. Caramba, cómo se movía el Señor. Yo vivo con hambre y sed de ver ese mover de Dios en la vida de su iglesia. Un nuevo Pentecostés, necesitamos un bautismo del Espíritu Santo, un mover de Dios en la iglesia para que se den esos momentos. Porque la gente entonces va a estar interesada en escuchar y Dios va a abrir oportunidades para que le prediquemos el Evangelio.

Hoy en día la iglesia se mueve y ni una mosca se da por enterada y por eso es que hay que estarle rompiendo la puerta a la gente para que nos dejen entrar a hablar del Evangelio. Si el espíritu de Dios se está moviendo, si hay unción de Dios en los aires, la gente va a venir y vamos a tener nosotros que aprovechar oportunidades que Dios va a abrir en nuestras vidas. Yo quiero que Dios nos de una iglesia radioactiva, yo quiero ser una persona magnética para Dios. Tengo que llenarme del Espíritu Santo. Tengo que vivir una vida… hay que pagar un precio, esta gente había pagado un precio, habían recibido la unción del espíritu.

Pídele a Dios que te haga interesante, pídele a Dios que te haga intrigante. Pídele a Dios que te haga magnético para que otros vengan y te pregunten, qué es lo que tu tienes? Dime. Qué es lo que hace la diferencia en tu vida? Y nosotros podamos hablarle de ese Cristo que conocemos.

Así, Padre, en el nombre de Jesús pedimos en esta mañana, Señor, una fresca unción de tu espíritu. Gracias porque tu dejaste registrada en tu palabra estos milagros, Señor, que nos recuerdan sobre todo que tu no has terminado con nosotros. Tu quieres que esto mismo se de en nuestros tiempos en tu iglesia, en este lugar, Señor, en esta Congregación. Envía tu espíritu, Padre, haznos gente evangelística, haznos gente inquieta, haznos gente, Padre, que Dios se mueva de tal manera alrededor de nosotros que sea imposible esconder el hecho de que Cristo vive y que Dios lo ha glorificado por medio del poder de su espíritu en su nombre.

Yo bendigo a mis hermanos, Señor, en esta mañana y pido que tu gracia repose sobre cada uno de ellos. Bendice sus vidas, Señor, llévalos de este lugar con tu bendición y con la presencia poderosa de tu espíritu, Señor. Sus temas, sus luchas, sus dificultades, sus retos, trabajos, falta de trabajo, vivienda, falta de vivienda, situaciones matrimoniales o familiares, Padre, sus emociones, yo declaro ese mover poderoso de Jesucristo en sus vidas, y que al salir de aquí, Señor, salgamos como Pedro y Juan a ser testigos de un Cristo que todavía vive, un Cristo resucitado, un Cristo de poder, un Cristo de milagros y de sanidades, Señor. Llénanos con tu espíritu de nuevo Padre, porque sin tu espíritu no podemos hacer nada. A ti damos toda la gloria y toda la honra, Señor, y apuntamos hacia ti, Señor Jesús, el único y sabio Dios, el único que merece toda gloria, toda honra, todo honor por los siglos de los siglos. A ti Señor te adoramos, bendito sea tu nombre, amén y amén. Gloria al nombre del Señor, hermanos. Les bendigo en el nombre de Jesús. Amén. Amén

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Buscar sabiduria

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Vamos a hablar de búsqueda, y no de búsqueda de cualquier cosa, vamos a hablar de búsqueda de algo bien particular. Hay un verso en Santiago, Capítulo 1 verso 5 que dice lo siguiente. Yo no sé si alguno se lo sabe de memoria, pero Santiago Capítulo 1, verso 5 dice:

Si alguno tiene falta de sabiduría, pídasela a Rafael. Mire que este hombre es bien sabio. Caso perdido.

“….Si alguno está falto de sabiduría pídasela a Dios…”

Sabe usted que la sabiduría es una de las palabras más mencionadas en la Biblia? Particularmente entre los salmos, los proverbios y Eclesiastés. La sabiduría se iguala a la persona de Jesús que en Jesús se encuentra la sabiduría. Dice Proverbios, Capítulo 2, hay muchos proverbios que dicen esto, pero miren Proverbios, Capítulo 2 y si me lo podéis poner por ahí, mire esto, dice empezando en el verso 1:

“….Hijo mío o hija mía, si recibieres mis palabras y mis mandamientos guardares dentro de ti, haciendo estar atento tu oído a la sabiduría, si inclinares tu corazón a la prudencia que es una pariente de la sabiduría, si clamares a la inteligencia y a la prudencia dieres tu voz, si como a la plata la buscares y la escudriñares como a tesoros, entonces entenderás el temor de Jehová y hallarás el conocimiento de Dios….”

Saben que cuando yo estaba en el tiempo de oración y yo me pongo a pensar, guau, son tantas las gentes que se desviven por buscar otras cosas en la vida, y obviamente cuando compara la sabiduría a la riquezas, hay mucha gente que se desviven, se vuelven locos y locas por tratar de adquirir los recursos financieros necesarios para poder vivir sus sueños. Y a cuantos de nosotros no nos ha pasado eso? Hay gente que se desviven por adquirir las ayudas financieras necesarias para poder estudiar, para poder aclarar sus papeles, para poderse comprar su casa de sueño, para poderse comprar el carro de sueño, para poderse comprar la ropa de sueño, para poder arreglarse partes del cuerpo, el viaje del sueño. Gracias a Dios que el paréntesis que dije ahí no lo oyeron. No lo voy a repetir. No.

Hay gente sí que gastan su dinero por tratar de verse un poquito mejor de lo que Dios los creó. Lo voy a decir de esa forma. No se dieron la liposucción que yo me hice? Hasta que como…. Se va la liposucción. Eso lo estoy sacado todo de Proverbios 2.

Pero mis hermanos, el asunto es que hoy más que nunca, yo no sé cuantos de ustedes estuvieron aquí el domingo y tuvieron la oportunidad de escuchar el mensaje que compartí. Pero ese mensaje a mí me ha seguido rodando, rodando en mi cabeza y en mi corazón. Y yo me digo, guau, Señor, o sea hoy más nunca literalmente, hoy más que nunca es tan y tan importante uno poder buscar de ti esa sabiduría que necesitamos para saber cómo proceder en todo lo que hacemos, en todas nuestras andanzas, para saber cómo vivir como seres humanos en nuestras relaciones con otras personas, para saber vivir como hijos e hijas tuyas, Señor, entendidos de qué es lo que tu esperas de nosotros, qué es lo que tu quieres hacer en nosotros, qué es lo que tu quieres hacer a través de nosotros, mis hermanos.

Yo no sé si ustedes se han dado cuenta, pero para mí ya eso es un refrán. Cada vez que Dios nos bendice no es solamente, esa bendición no es para enriquecer tu vida personal, sino para que a través de ti tu puedas enriquecer la vida otro u otra persona a tu alrededor. La bendición de Dios es así, es como un efecto dominó, te toca a ti y por ahí sigue llegando a otras personas.

Y ¿Saben qué? Yo entiendo que hoy uno tiene que ser sabio también para poder entender y comprender cómo es que Dios quiere bendecirnos a nosotros. Esa sabiduría de la cual está hablando los Proverbios, de buscarla, y lo dice con tanta intensidad, mis hermanos, si ustedes siguen leyendo ese Capítulo 2 de Proverbios, ustedes se van a dar cuenta que Salomón está poniendo un sentido de urgencia tan y tan grande al poder encontrar la sabiduría, a poder buscarla y encontrarla y vivir de acuerdo a ella.

Y miren que estoy diciendo sabiduría, no como un concepto ético, estoy diciendo la sabiduría como una representación del mismo Jesús, de poder buscar su persona, de poder buscar quién él es, lo que el significa en medio de nuestras vidas, lo que él puede hacer en nosotros, y cómo él nos equipa para nosotros poder llevar a cabo nuestro diario vivir.

Hay que buscar esa sabiduría, mis hermanos, y cuando lleguemos a los momentos donde nos trancamos, miren esto, vayan conmigo a Eclesiastés, yo no sé cuántos de ustedes leen Eclesiastés, pero yo les sugiero que lean Eclesiastés. En el Capítulo 7 de Eclesiastés me crucé con estos versos que me parecieron bien interesantes. Y mire cómo dice, Eclesiastés, Capítulo 7 empezando en el verso 9, válgame, déjame empezar en el verso 5, es que es tan bueno el Capítulo que por eso es que sigo subiendo, subiendo para leer otras cosas. Miren estos dichos que salen aquí, dice:

“… mejor es oír la reprensión del sabio que la canción de los necios porque la risa del necio es como el estrépito de los espinos debajo de la olla…” ahí me perdiste, déjame leerlo en esta versión que se oye mejor.

“…la risas del necio se parecen al crujir de las zarzas en el fuego –eso lo entiendo mejor- … y también son vana ilusión,- esto también es vanidad- …ciertamente la opresión hace entontecer al sabio y las dádivas corrompen el corazón. Mejor es el fin del negocio que su principio, ¿verdad? ¿Verdad que es mejor cuando usted cierra el día en la casa que cuando lo está empezando? ¿Verdad que es mejor cuando usted ya usted firma y le dan el carro, que cuando está empezando a buscarlo? ¿verdad que es mejor cuando, entre su esposo o su esposa, ustedes llegan a un acuerdo que tu vas a hacer esto y yo voy a hacer aquello, y están todos tranquilos, que el procesos antes que fuera como jalándose los pelos? Ah, pero que si tu no haces esto, no haces lo otro, ¿verdad? La gente se siente mejor cuando el negocio se cierra a que cuando se está empezando.

“… mejor es el sufrido de espíritu que el altivo de espíritu… -sigamos pues, ahora -… no te apresures en tu espíritu a enojarte porque el enojo reposa en el seno de los necios…”

Óigame aquí fue donde este pasaje me empezó a atraer. Y lo voy a leer en esta versión Dios habla hoy, porque aquí me gustó como lo leí. Dice:

“… No te dejes llevar por el enojo, porque el enojo es propio de gente necia…”

Ahora, no significa que no nos enojemos, yo sé que nosotros podemos experimentar el enojo, pero que el enojo vaya a dominar sobre nosotros, ahí es donde la necedad puede entrar a nuestras vidas, ahí es cuando, si uno se deja llevar por el enojo que nos pueden causar las situaciones, muchas veces el enojo nos puede cegar y entorpecer y entonces actuamos neciamente. Exacto, el necio dice locamente, o el enojo no nos ayuda, nos provoca a hablar neciamente. Cuando usted está enojado con alguien y dice algo que no tiene que decir, sabe dónde se ve la necedad? Cuando después usted tiene que venir con el rabo metido entre las piernas a pedir perdón. Y qué es lo primero que uno dice? Yo sé que hice mal. Yo sé que metí la pata, yo sé que actué mal. Y uno tiene que pedir perdón.

Pero siga leyendo, mira el verso 10, a mí me gustó el verso 10, porque hay muchos que decimos esto, dice:

“… No te preguntes por qué los días del pasado fueron mejor… “-cuántos han dicho, ay, los días de antaño, qué buenos eran esos días! ¿Verdad? Qué buenos eran aquellos días que la Coca Cola valía 5 centavos! Qué buenos eran aquellos días cuando me levantaban con caricias en el cutis y ahora me levantan ahí a regañadientes, ¡Levántate! Y prepara la cama! Qué buenos eran aquellos días donde cada pedazo de piel del cuerpo estaba en su lugar! Y ahora hay que mirarse en el espejo y como que… por algo estaba diciendo aquellas personas que gastan dinero en…óigame. Un chiste, Dios mío.

Padre debería decir esto, dame sabiduría para ver si tengo que decir esto o no. Es que saben por qué estoy diciendo eso, mis hermanos, porque es que ayer yo me estaba reuniendo con un amigo mío y estábamos en el Mall de South Plaza y cuando yo voy llegando, yo veo a esta mujer que viene caminando hacia mí, mis ojos se concentraron solamente en su boca. And you can tell, cuando una boca es de verdad y cuando una boca es artificial. So, yo había visto esas cosas en televisión pero cuando lo vi en carne y hueso, delante de mí, yo me dije, como que… dinero mal gastado, eso fue lo único que yo pude decir.

Pero, dónde estaba, ok, miren, no nos pongamos a soñar por los tiempos pasados pues mira cómo dice:

“… esa no es una pregunta inteligente…” Guau, eso a mí me cogió “… porque nunca de esto preguntarás con sabiduría…”

En otras palabras lo que está queriendo decir, por qué te vas a quedar soñando en los días de ayer, cuando tu tienes que vivir el día de hoy, enfocándote en lo que está adelante. Tal vez tu puedas adquirir experiencias del día de ayer, pero muchas veces esa experiencia del día de ayer no necesariamente te van a dar lo que tu necesitas para hacer lo que tienes que hacer en el día de hoy and beyond.

So, no gastes mucha energía cerebral pensando en los días de ayer. Miren, esto, verso 11, me gusta esta versión, me casé con esta versión, dice

“…Buena y provechosa es la sabiduría para los que viven en este mundo si además va acompañada de una herencia, porque la sabiduría protege lo mismo que el dinero, pero la sabiduría tiene ventaja de darle vida al sabio…”

Y ahora miren el verso 13, aquí sí que lo podemos leer, verso 13:

“… Mira la obra de Dios porque quién podrá….” defenderme, no, eso es el Chapulín Colorado, ¿verdad? Dice, “…. Quién podrá enderezar lo que él torció….”

Estoy siendo bien visual. Quién puede enderezar lo que él torció. Él mismo, gracias. Se recuerdan el mensaje del domingo que hay veces que uno está dándole la matraca como que, Señor, endereza esto, endereza esto, endereza esto, y él lo creó torcido por un propósito, y muchas veces no recibimos esa respuesta y estamos buscando, porque es que Dios quiere que se quede torcido por un tiempo. Y puede ser que después él lo tuerza del otro lado, y uno, no, no, tiene que estar derecho. No, yo lo quiero torcer del otro lado ahora.

Pero Dios es el que hace y deshace, o sea, eso es lo que yo veo ahí. Hay cosas que Dios determina, mis hermanos, que por más que lo peleemos it’s up to him. Depende de él. Pero si seguimos leyendo, miren esto, se va poniendo más interesante, verso 14, por favor, dice:

“… En el día de bien goza del bien, y en el día de la adversidad considera, porque Dios hizo tanto lo uno como lo otro a fin de que el hombre nada halle después de él…”

Ah, no, eso suena muy deprimente. No, no. Déjeme leerlo de acá.

“… Cuando te vaya bien mira disfruta de ese bienestar, pero cuando te vaya mal ponte a pensar, miren esto, ponte a pensar que lo uno y lo otro son cosas de Dios y que el hombre, ve aquí suena mejor, suena más poético, y que el hombre nunca sabe lo que le va a traer el futuro…”

En otras palabras está diciendo que mira, no, cuando las cosas te vayan mal no te quedes, ah, se me fueron a fuste mis planes que yo tenía, no voy a poder hacer nada más ahora. No. Qué es lo que dice Romano 8?

… que todas las cosas obran para bien a los que aman a Dios…”

So, eso es lo que yo estoy leyendo aquí. Cuando las cosas te vayan bien, gózate, fíjate tus pasitos de jazz, ponte tu ropa fina, vete a comer al Eagle Seafoods, mejor vete al colmado y compra el pescado y te lo comes tu en tu casa, sale más barato. Lo hacen en barbecue. Y mire, cuando te vaya mal, aquí es donde el fuego quema de verdad, porque muchas veces cuando va mal, hay veces que se nos hace difícil como poder decir como, Señor, pero por qué, por qué esto me sucede a mí? Pero miren ahí es donde está la sabiduría, mis hermanos, ahí es donde está la sabiduría espiritual. Déjame definirla así: la sabiduría que proviene de Dios se encuentra ahí, en el mero hecho de que cuando las cosas van bien, cuando las cosas van mal, Dios nos da a nosotros la capacidad de poder entender cómo vivir a través de esas cosas. Y de nosotros poder ver a Dios en medio de todas esas cosas.

Así que yo quiero resumir aquí ahora: tu estás escuchando estas palabra ahora mismo y tu entiendes muy bien cuál es el panorama de tu vida, tu entiendes muy bien en qué sentido tu estás necesitando sabiduría ahora mismo. Tal vez tu eres la madre de adolescentes y como que tus chicos están como que sus hormonas están corriendo y no están pensando inteligentemente, por algo es que Salomón escribió en Proverbios a su hijo, como que, mira, cuando lleguen esos años de locura, lee lo que te estoy diciendo, para que sepas bien cómo actuar. Pero lo que esas palabras se nos aplican a nosotros aunque nuestras hormonas estén tambaleando en otra forma, pero la enseñanza se aplica a nosotros como quiera.

Así que, mis hermanos, yo quiero animarles a ustedes, la sabiduría es un don de Dios que está ahí presta, está, Dios la tiene ahí en sus manos para darla a quien la pide. Si usted es el tipo de persona que se deja ahogar por las circunstancias que lo rodean, o por las cosas que diga la gente, o por lo que usted pueda ver con sus ojos naturales, mire, su capacidad de poder percibir las cosas como Dios intenciona se va a empequeñecer y a nublar. Pero si nosotros en medio de todo eso podemos decir, mira, Dios yo necesito que tu me des esa sabiduría sobrenatural para yo saber cómo hablar, sabe cómo hablarle a alguien y yo no sé, yo estoy diciendo estas cosas sabrá como esa gotita le está mojando la cabeza. Pero saber cómo hablarle a alguien, saber cómo tratar a su cónyuge, su pareja, saber cómo tratar a ese colega de trabajo, saber cómo tratar a ese hermano, esa hermana en la iglesia que piensa distinto a usted, que le gusta hacer las cosas distinto a usted. Es más, que Dios le de la sabiduría para usted saber tratar con usted mismo o con usted misma. Y ahí es donde verdaderamente la batalla se da.

Cuantos de ustedes se soportan a sí mismos? Algunas veces, ok, algunas veces. Cuantos se soportan y cuantos unas veces es como si se pudiesen dar una patada, pórtate bien. Pero miren aún para eso, mis hermanos, porque ¿Saben qué? Muchas veces… la sabiduría de Dios actuó ahí. Pero miren hermanos, hay veces que lo que percibimos fuera de nosotros es provocado por lo que está en nuestro interior. Hay veces que esos pleitos que hay con otras personas a nuestro alrededor es porque no hemos sabido verdaderamente tratar el interior. Por eso es que si yo estoy leyendo esto, mis hermanos, que cuando estemos en esa búsqueda de sabiduría no estés diciendo, Señor, dame sabiduría para saber tratar con fulano, fulana, mengana y sutana. No, pídele sabiduría para saber cómo tratar conmigo mismo, conmigo misma.

Que esa sabiduría me ayude a entender que si hay algo que yo estoy haciendo incorrectamente, que si estoy pensando incorrectamente, que si estoy actuando en la forma que no es debida, permite que esa sabiduría me ayude a mí, a yo poder descubrir esas cosas que están en mí para entonces ver esos cambios que yo quiero ver a mi alrededor. Pero Dios primero tiene que obrar en uno, por eso es que ese libro de Proverbios dice, busca la sabiduría, búscala como un tesoro, búscala como agua fría cuando estás en medio de un desierto y no tienes nada de beber. Búscala. Busca la inteligencia, busca la prudencia, busca todos esos atributos de Dios que puedan transformar tu ser para que entonces tu te conviertas en un agente de transformación de las cosas que están a tu alrededor. Amén.

Vamos a ponernos de pie y vamos a orar. Amado Dios yo te doy las gracias de verdad porque tu sabes cómo trabajar con nosotros, Señor, tu sabes cómo tratarnos, tu sabes cómo llenar nuestras vidas como nadie más lo puede hacer. Y yo te ruego, Padre, yo sé como dije hace unos minutos atrás, yo sé que esta noche ha sido una noche de renuevo, una noche refrescante para muchos, y a la misma vez tal vez puede ser que haya algunas personas que hayan dicho, aquí no ha pasado nada, gente cantando, gente llorando, eso es lo que he visto. Pero Padre, tu sabes tus tiempos, tus temporadas con la gente. Y aquellos que han sido renovados, Señor, yo sé que tu vas a seguir cumpliendo tu propósito en medio de sus vidas. Y en el segundo grupo de personas, mi Dios, yo sé que tu tiempo también vendrá para ellos, donde tu palabra va a penetrar tan profundo en su corazón que no van a poderse contener.

Yo te pido que esta palabra de sabiduría que hemos compartido hoy, traiga luz a nuestras mentes y a nuestros corazones, para saber descubrir, conocer nuestro interior como tu lo conoces, para entonces podernos convertir en hijos e hijas útiles para ti en la transformación de las circunstancias de nuestro alrededor.

Padre llénanos, llévanos con bien ahora hasta nuestros hogares, permite Señor, que tu espíritu vaya con nosotros, que tu renueves nuestro ser, que nuestros sueños esta noche sean reparador, que aún en nuestro sueño tu te encuentres con nosotros y nos hables, nos reveles tus propósitos, tus intenciones para con nuestra vida. Gracias te doy, bendice a cada uno de mis hermanos y hermanas que han llegado hasta aquí esta noche, Señor, y yo sigo orando que tu sigas trayendo a aquellos que tu sabes que necesitan ese toque tuyo los miércoles por la noche.

Reclamamos tu bendición sobre nuestras vidas, tu paz, tu poder, tu amor, tu unción, Señor, y mañana es otro día, que tu nos permites vivir, Señor, para declarar tu gloria, tu bendición, tu majestad y vivir a la altura de lo que tu pides para nosotros, Señor. Te bendecimos, te damos la gloria y la honra en el nombre de Jesús. Amén, amén. Gracias Señor.

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La Carrera

9 de agosto del 2010 - Por Miriam Díaz

Me dirigía a la iglesia con pasos muy aligerados, muy feliz, bien vestida y deseosa de adorar. Cuando de repente me percato de un hombre que iba para la iglesia en el mismo camino que yo. Los dos estábamos solos en el camino y si yo continuaba al mismo paso le iba a pasar por el lado bien pronto.

Me detengo y lo saludo, le sonrío y le invito a subir a la acera ya que los carros iban a pasar y además se nos hacía más rápido para llegar a la iglesia. Muy pronto me indicó que sus piernas no lo dejaban que había tenido un accidente y no podía subir tan ágilmente como yo. Su cadera había sido remplazada y tenía una pierna más corta que la otra. A medida que el SEÑOR me daba palabra para este hombre, el Espíritu Santo me tocaba a mí. El Espíritu le decía a él “que no importaba cuan rápida o lenta era su carrera que lo que importaba era que él estaba en la carrera y que no se saliera jamás de ella”. Recordaba a mi esposo en casa y como él no podía correr la carrera espiritual como la estaba corriendo yo. Miraba y escuchaba al hombre a mi lado y lo esperaba con paciencia a medida que caminaba a su paso y no al mío. El hombre me hablaba y estaba muy feliz de caminar con alguien.

El Espíritu continuaba redarguyéndome acerca de mi marido, no podía caminar tan ligero como yo, ni brincar los obstáculos con mi agilidad y estaba solo. Mis lágrimas a medida que caminaba con este hombre se detenían detrás de mis ojos. Quería correr al altar y pedirle perdón a mi Dios. Mi esposo necesitaba que me compadeciera de él, que le esperara, que lo acompañara y caminara a su paso al mismo lugar, el templo. Mi paso había sido tan aligerado que mi esposo había decidido no correr más ¿para qué? solo e impedido, se había desanimado.

El Espíritu Santo continuaba su conversación conmigo: “Para y camina con el lisiado y con los que han sufrido accidentes y no pueden correr tan rápido como tú. Sigue tu carrera, despacio o ligera más siempre con misericordia y amando aquellos que pueden mucho como a aquellos que no pueden.”

Los corredores de verdad paran y ayudan y no se preocupan tanto por quien llega primero, sino por los que no pueden llegar y necesitan ayuda, una palabra o simple compañía. Los corredores de verdad esperan, se sacrifican y aman de corazón. El camino está lleno de corredores que se paran a ayudar. Los lisiados están puestos ahí para enseñarte a amar y probar el crecimiento de tu amor. Están puestos ahí para moldearte, para Dios ver como Su trabajo está progresando en ti.
Para de correr y camina con aquellos que han sufrido accidentes, para y ten misericordia, anima y da compañía. Para, es necesario. Para y ama.

Pablo lo describe muy bonito en su carta a los corintios: 1 Corintios 9: 19-27.

“Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número. Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no esté sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley; a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo), para ganar a los que están sin ley.
Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos.
Y esto hago por causa del evangelio, para hacerme copartícipe de él. ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis.
Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.
Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.”

Gloria al que vive para siempre y por la eternidad.

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El hombre propone y Dios dispone

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El hombre propone y Dios dispone. Cuantos de ustedes viven de acuerdo a ese refrán en muchas ocasiones? Vivimos de acuerdo de eso, y ¿Saben qué? Es bien interesante porque muchas veces en nuestras vidas nosotros podemos hacer planes, podemos trazarnos metas que queremos alcanzar y en varias ocasiones las logramos alcanzar. Pero qué pasa con esos momentos donde no se alcanzan esas metas, qué hacemos? Qué hacemos en esos momentos cuando estamos orando por cosas que son bien duras, que son bien profundas en nuestro corazón y estamos orando y no recibimos las respuestas a esas oraciones, qué hacemos? Qué hacemos entonces?

Y yo quisiera preguntarles algo, solamente para hacerlos reflexionar. Qué sería de un niño o una niña si su papá o su mamá le diera todo lo que ese niño o esa niña pide? Qué sería de él o de ella? Qué sería de una pareja, de un matrimonio, de una pareja de novios si una de las partes siempre está buscando que la otra le satisfaga todas sus necesidades a expensas de lo que el otro pueda pensar o sentir? Qué sería de esa pareja? O es más, qué sería de cada uno de nosotros, qué sería de cada uno de nosotros si Dios nos concediera todos los caprichos de nuestro corazón?

Yo me atrevería a decir que necesariamente no sería un mundo mejor. Porque estaríamos llenos de personas consentidas por todos lados. Y yo no estoy diciendo que Dios no nos consienta a nosotros, yo sé que Dios nos consiente pero no en todo y es precisamente en esto, mis hermanos, en lo que yo quiero meditar. Qué pasa en nuestras vidas cuando no recibimos lo que estamos buscando? Qué hacemos cuando no recibimos aquello por lo cual estamos, como quien dice, desesperados por ello en alguna forma u otra?

Y yo quisiera contarles una historia, un relato para que ustedes puedan, más o menos, ver mi sentir que quiero comunicarles a ustedes. Hace un mes atrás yo salí de vacaciones con mi familia, y estábamos en Orlando, y fuimos a uno de los parques de atracción, fuimos a Seaworld que es uno de los favoritos de mi hijo Lucas, a él le encanta ver las ballenas, los delfines, las focas, todo eso, entonces cuando fuimos el ticket que compramos nos daba la oportunidad de tener una segunda entrada gratis al parque. So, yo me dije, bueno, mira que chévere como ahí en Seaworld hay muchas montañas rusas y a mí me encanta todo eso. Bueno, no es que hay muchas, hay como tres al menos. Pues, siempre me gusta meterme en esas cosas, me gusta ese adrenaline rush que le da a uno. So, yo me dijo, bueno, pues este primer día déjeme concentrarme en Lucas, vamos a caminar con él todo el parque, que él vea todo lo que quiera ver, y entonces el segundo día que vengamos pues yo me doy el gusto, y me meto en todas las montañas rusas que puedo.

So, así lo hicimos. El primer día fue concentración en Lucas total. Lo consentimos definitivamente hablando de esa pregunta. Y fuimos a todos los lados, compartimos con él, fue una chulería. Ahora, el segundo día cuando vino para nosotros ir, pues ahora yo era el que estaba como que, guau, ahora yo voy a disfrutar. Entonces nosotros llegamos y yo hablo con mi esposa, con mi suegro y ellos dicen, pues, mira, vete tu a la primera montaña rusa y nosotros nos quedamos con Lucas. Fantástico. Voy, me meto en la fila, y para mi sorpresa había una espera solamente como de 20 minutos. Entonces yo voy ahí bien emocionado, a mí me gusta meterme en la línea al frente, así cuando uno lo ve todo bajando, dando todas las vueltas. So, yo voy estoy en la fila, y estoy a ley de una vuelta para entrar y montarme en la máquina, y de repente sale este mensaje, la máquina la tuvimos que parar por desperfectos técnicos. Por favor, espere en la fila. Y yo me quedo ahí esperando, pasan 5, 10, 15 minutos y el mismo mensaje se seguía repitiendo, se seguía repitiendo. Y no fue hasta 25 minutos después que de repente salen y dicen, necesitamos que desaloje el edificio por desperfectos técnicos. Entonces todo el mundo tuvo que salir del edificio, y yo me quedé con las ganas.

Ok, salgo yo así, medio tristón, no fue gran cosa, había otra máquina. Voy y le digo a mi esposa, mira, nos sacaron por desperfectos técnicos, pues me voy a ir a la otra entonces. Pues, fantástico, vete a la otra. Entonces voy a la otra, y la línea de espera allí era como de 15 minutos. Y yo, ahora, esta es mi oportunidad. Voy, me meto en la fila y llego casi, casi al frente. Me toca esperar como unos 15 minutos, y déjeme decirles, era un día bien caliente en Orlando. Yo no sé cuantos ustedes han experimentado el calor de Orlando, Florida, pero es caliente. Eso es como un sauna, ese vapor que se siente ahí. Ahí estoy yoi en la fila, los abanicos que ponen en la fila, lo que sopla es aire caliente, y uno ahí como que me estaba empezando a sentir medio débil, no tenía agua, yo veía a otra gente bebiendo agua y yo… pueden compartir un poquito de agua?

El asunto es que yo veo que viene el carro, sale, y viene otro grupo y sale, y me voy acercando, y estoy, mis hermanos, literalmente ahí en el portón para pasar y montarme en la máquina. Y cuando llego ahí algo pasó de nuevo, pasan el mensaje y dicen, la máquina la tuvimos que detener por desperfectos técnicos. Por favor espere en línea. Entonces, desde donde yo estoy yo veo el carrito que venía entrando que se quedó parado en el sol, y la gente ahí, en el sol esperando. Y yo ahí espera, vuelve y pasan el otro mensaje que había que seguir esperando. Y de repente la muchacha que estaba al frente mío, yo veo que la muchacha se desplomó completa, y se quedó agarrada de la verja y de repente se cayó, así para atrás. Guau! Un heat stroke le dio a la muchacha que estaba ahí esperando.

Entonces tuvimos que cogerla, ponerla en el piso, alguien tiene agua, por favor, para atenderla, echarle aire. Vamos a llamar a los paramédicos, algo así, pero yo no sé la muchacha de repente se levantó. Y nosotros como que, mira, vamos a buscar los paramédicos, y ella, no, no, yo me quiero montar. Y yo, pero hello, te acabas de caer y te quieres montar. Como quieras! Te quieres desmayar ahí arriba trepada. No, no, déjeme aquí.

La cosa es que se quedó ahí parada y nosotros seguimos esperando. Y miren, después de 20 minutos, saben lo que pasó? Necesitamos que desalojen el edificio por desperfectos técnicos. Y yo, noo! So, yo voy saliendo y no hace mi esposa y mi suegro más que verme la cara y yo, voy así como, cerraron otra vez. Y se echaron a reír. Y ese fue el chiste del día.

La cosa fue que seguimos paseando el parque y ya como a eso de las 5.30, 6 de la tarde, que yo me empiezo a dar cuenta que mucha gente se empieza a ir, yo me digo, bueno pues, esta es mi oportunidad. Yo le digo a mi esposa, voy a ver si ahora tengo el break de ir a montarme aunque sea en una.

Entonces vuelvo otra vez a una de las máquinas y cuando voy entrando para hacer la fila, pasan un mensaje que dice: la máquina está cerrada por causas de una tormenta eléctrica. Y yo, nooo! Mi frustración fue tanta que yo lo puse en Facebook. Entonces los que me han visto en Facebook vieron que yo escribí ahí como que, este no fue mi día de montaña rusa definitivamente.

Pero el asunto fue, mis hermanos, que al yo pensar en esto, yo no sé cuántos de ustedes han dicho como yo, no, si Dios me tiene que decir algo, tiene que caer un rayo y decírmelo. Yo no sé cuantos de ustedes han dicho eso, pero yo lo he dicho. Y el asunto fue que para mí se dio literal, porque yo vi la tormenta eléctrica pasar definitivamente. Pero el asunto fue que cuando yo estaba ahí, después que mi esposa y yo nos reímos, mi suegro, hicimos un chiste de esto, yo me quedé pensando y yo me decía, caramba, la verdad es que yo sería bien ignorante y bien inmaduro si yo no me doy cuenta que hay algo que Dios me quiere enseñar a través de este experiencia.

Y literalmente, mis hermanos, así fue. En medio de ese pensar, sí, Dios me llevó a ese pasaje de Proverbios que leí, el hombre propone y Dios dispone, pero también estaba haciendo eco en mi cabeza ese texto de Eclesiastés, Capítulo 3, que dice “todo tiene su tiempo y todo lo que se quiere debajo del sol tiene su hora”.

Pero asimismo como digo eso, me atrevo a decir que no todo lo que se quiere debajo del sol se va obtener. Me siguen? No todo lo que se quiere está intencionado para ser obtenido. Y aquí es donde quiero reflexionar con ustedes un poco.

Por qué yo hago mención de esto, mis hermanos, miren, este miércoles por la noche, el miércoles pasado, mientras estábamos aquí en el servicio de oración, que tuvimos un momento bien bonito, un momento de oración bien lleno de la presencia de Dios, que de hecho, recuerden, no se olviden de nuestro servicio de oración los miércoles por la noche, si tienen el tiempo les animamos. Vengan, congréguense aquí en la iglesia para ese tiempo de oración. Cierro el paréntesis.

Cuando estábamos ahí orando el Señor puso una impresión en mi corazón. Estábamos cantando el himno Grandes cosas ha hecho Dios por su pueblo, y mientras estábamos cantando eso, el Señor puso esta impresión y me dijo, dile a la gente que aún si no han recibido la respuesta a su oración, con toda la declaración de fe se ve cuando podemos decir que Dios ha hecho grandes cosas por nosotros. Que aunque vemos esa respuesta, como quiera, Dios hace grandes cosas. Y yo compartí eso y miren oramos en línea de esa petición. Es más, hasta hicimos algo que hace tiempo no hacíamos. Yo le dije a la gente, mire, saque su celular y llame a alguien que usted entiende que necesita esa palabra. Y lo hicimos, y oramos por la gente a través de los celulares.

Y yo sé que cuando hacemos eso hay una bendición que sale de aquí y llega a cada una de esas personas. Pero el asunto fue que a medida que yo salí de aquí ese día, y me quedé pensando y reflexionando y yo me digo, mira, Señor, yo sé que tu haces grandes cosas por nosotros, y que tu te interesas de responder a nuestras peticiones, pero a la misma vez yo sé que no todo el tiempo tu vas a responder a esas peticiones que nosotros te hacemos. Y tal vez usted me diga, pero Omar, cómo va a ser? Si la Biblia dice que pedir y se os dará, buscad y hallareis, tocad a la puerta y se os abrirá. Sí, pero aún esa enseñanza no significa que siempre vamos a recibir lo que estamos pidiendo, lo que estamos buscando, lo que estamos tocando.

Por qué? Les explico. Déjeme solamente darles unos ejemplos bíblicos de lo que estoy diciendo. Si ustedes se recuerdan de la historia de Moisés, qué fue lo que pasó con Moisés? Moisés fue el líder escogido por Dios para llevar al pueblo de Israel a la tierra prometida. Moisés entró a la tierra prometida? No. Usted cree que él quería entrar a la tierra prometida? Usted no cree que en su tiempo, aunque Dios le dijo, porque hiciste esto y aquello y lo otro, usted no cree que en algún momento Moisés habrá dicho como que, Dios, tu sabes, reconsidera, dame un break, déjame entrar? No? No, entró. No entró.

Qué fue lo que le pasó al profeta Elías? Después que degolló a los profetas de Baal y que se enteró que la reina Jezabel quería cortarle la cabeza a él, qué fue lo hizo él? Se asustó, salió corriendo y mientras iba corriendo en el desierto, qué era lo que le pedía a Dios? Se recuerdan del relato? Busquen, Primera de Reyes, Capítulo 19 y lo leen ahí. Él le estaba diciendo a Dios, se volvió suicida el tipo, él estaba, Señor, quítame la vida porque no puedo con esto. Él estaba pidiendo algo bien craso, que yo sé que tal vez alguno de nosotros también nos ha pasado por la mente. Y si sí, pues, en el nombre de Jesús cancela esos pensamientos porque eso no es de Dios.

Pero él estaba pidiendo eso, y usted cree que se lo concedieron? No. Que fue lo que Dios le dijo, un verso después? Le dijo, levántate y come porque largo camino te resta. Pero él quería terminar su vida, y Dios le decía, no papá, te falta más todavía, así que sigue por ahí.

Otro ejemplo que les puedo mencionar tiene que ver con Daniel. No sé si ustedes recuerdan el relato de Daniel, entre los Capítulos 9 y 10, Daniel comienza a orar por el perdón de los pecados del pueblo de Israel. Y en el versículo 10 se cuenta el relato de cómo después de 21 días de oración, se le aparece el arcángel Gabriel y le da un mensaje, y como parte de ese mensaje, le dice a Daniel, Daniel, no te preocupes, porque desde el primer día que tu dispusiste tu corazón a orar por esto, tu respuesta fue dada.

Pero la respuesta no llegó. Por qué? Qué es lo que dice Gabriel? Porque el príncipe de Persia, él estaba hablando de Satanás, del enemigo, que estaba haciendo bulla allá arriba en los aires espirituales impidiendo que esa respuesta llegara a Daniel. So, muchas veces lo que nosotros pedimos encuentra en los aires resistencia, no porque Dios no quiera sino porque hay otro que está impidiendo que usted reciba lo que Dios quiere para su vida. Y uno tiene que entender esa dinámica también. Él lo recibió pero lo recibió más tarde.

Otro ejemplo que les puedo dar, Pedro, miren esto, Pedro en una conversación que tuvo con Jesús en el libro de Juan, Capítulo 13. Jesús estaba hablando acerca de la llegada de su muerte y Pedro de repente le pregunta, Señor, dinos a dónde vas? Porque él estaba insinuando, porque yo estoy dispuesto a ir contigo, yo quiero ir contigo. Y Jesús le responde como que, Pedro, a donde yo voy tu no puedes ir, tu no estás preparado para eso. Es más, antes de que cante el gallo, tu sabes lo que va a pasar? Tu me vas a negar 3 veces. Yo? Así mismo fue. Yo? Tu discípulo más fiel? Pero eso mismo fue lo que pasó, él estaba pidiéndole algo a Jesús que el mismo Jesús le dijo, ah, it’s not time for that yet. Todavía no es tiempo.

Y es más, miren este ejemplo de Pablo, a mí me gusta mucho este. Pablo en el libro de Hechos, Capítulo 16. En un relato muy interesante, porque esta fue una de las salidas de Pablo cuando fue en algunos de sus viaje misioneros, que Pablo tenía la intensión de parar en algunos puertos específicos, más sin embargo el relato cuando usted lo lee, dice específicamente que el Espíritu Santo le impidió él poder llegar a esos lugares. Porque lo que quería el espíritu de Dios es que él llegara a otro lugar.

Así que ustedes ven, mis hermanos, que bíblicamente y aún en nuestras vidas, nosotros podemos comprobar de que hay momentos que lo que nosotros pedimos no está intencionado a que se nos de. Y yo sé que podrá sonar algo fuerte, pero la intención que yo tengo con este mensaje, mis hermanos, el propósito que yo quiero compartir con ustedes, es que nosotros podamos hacer paz con la idea de que no siempre lo que estamos pidiendo se nos va a dar, y eso es algo que está en Dios.

Pero aún cuando digo eso, lo importante es que nosotros podamos buscar la forma de descubrir, de discernir y de entender por qué eso no se nos está siendo dado. Me siguen? Están conmigo?

Miren, déjeme darles unos cuatro puntos bien breves que quiero hablar, de por qué muchas veces cuando no recibimos algo, qué es lo que Dios está haciendo detrás de todo eso? Y lo primero que puedo decir, mis hermanos, es que plena y básicamente no te conviene. Cuando tu no recibes algo por lo cual tu estás pidiendo es básicamente porque no te conviene.

Acaso en Primera de Corintios, Capítulo 6, no hay un verso dice, “todas las cosas me son lícitas, pero qué dice después? ... pero no todo conviene”. Es más, hasta le añade, y no voy a dejarme dominar por ninguna. Pero eso es otro mensaje. Y más adelante en el Capítulo 10, versículo 23 y 24, también repite la misma frase. Pablo es bien intencionado porque él lo dice, todo me es lícito más no todo edifica.

Miren, ¿Saben qué? Salomón, cuando escribió Eclesiastés en el Capítulo 12 de Eclesiastés, él dijo, le dijo a la gente, se estaba dirigiendo a la gente joven, pero yo lo cojo para todos, él le estaba diciendo, mira, persigue los placeres de tu corazón, has todo cuanto tengas en tu mano de hacer, dondequiera tus ojos se siembren búscalo, aséchalo. Si un hombre que estás mirando y eres una mujer, y quieres ese hombre, persigue los deseos de tus ojos, y viceversa. Si viste un carro, busca ese carro. Si viste un cazón, vete y busca ese cazón. Pero lo que dice ese texto es que de todas esas cosas que tu decidas hacer, que va a pasar? Dios te va a juzgar por cada una de ellas.

So, definitivamente nosotros tenemos al alcance todas las cosas que nosotros queramos hacer, tanto lo bueno como lo malo, todo está a nuestro alcance. Pero sea bueno o sea malo, no todo nos es lícito, no todo edifica nuestras vidas. Yo puede decir, ah, pues, me voy a ir a Argentina, de misionero por un año, y puede sonar bien bonito, pero si no está en los planes de Dios, esa movida que yo estoy tratando de hacer no se va a dar. Porque no está intencionado.

Así que, si no recibe algo, mire, piense en eso, que tal vez no le conviene. Pleno y simple. El segundo punto, tal vez no es el tiempo de recibirlo. Tal vez no es el tiempo. Qué es lo que dice Eclesiastés cuando lo leímos ahorita? Todo tiene qué? Su tiempo. Lea el relato, ahí le dice un montón de cosas, hay tiempo para todo. Hay tiempo para llorar, hay tiempo para reír, tiempo para abrazar, tiempo para despegarse, tiempo para hablar, tiempo para estar en silencio. Hay tiempo para vivir y hay tiempo para morir.

Puede ser que por mucho tiempo usted tenga un familiar que está a punto de morir y usted está orando, orando, orando, Señor, que no se muera, dale vida, un milagro y es bueno orar de esa forma. Pero si es el tiempo de Dios de que el final de esa persona llegue, llega. Si Dios quiere hacer un milagro y darle vida, Dios lo puede hacer también. Pero tenemos que entender, mis hermanos, que si hay algo que no estamos recibiendo está en el tiempo de Dios o está en el tiempo de nosotros. Estoy yo queriendo ajustarme al reloj de Dios o estoy yo queriendo ajustar el reloj de Dios al mío, de que Dios haga las cosas en mi tiempo. Esto tiene que ser rápido, Dios, yo necesito esto inmediato, es como ir al ATH o el ATM, usted mete la tarjeta, saca los chavos y ya, Señor, así es como yo quiero que tu respondas aquí. Y consta, hay veces que uno tiene que orar de esa forma, diciendo Señor, esto es urgente. Y mire, puede ser que Dios en su misericordia responda inmediatamente, pero la mayor parte de las veces que yo sepa, Dios se toma su tiempo. Y nosotros tenemos que ajustarnos al tiempo de Dios.

Un tercer punto que les puedo mencionar, mis hermanos, es que tal vez la forma en la cual estamos orando no está en línea con la voluntad de Dios. Y esto es algo bien, bien importante de poder entender. Cuando hablamos de la voluntad de Dios muchas veces nosotros pensamos que la voluntad de mi Dios para mi vida es esto, esto así bien específico. Y yo sé, mis hermanos, que para algunas personas la voluntad de Dios es algo bien marcado, bien definido, muy determinado, pero aún cuando está eso ahí, la voluntad de Dios tiene, como puedo decir, tiene unos ámbitos que son bien vastos para explorar. Dios puede hacer muchas cosas y con todo y eso estamos en la voluntad de Dios.

Si yo hablo un poquito de mi ejemplo, cuando yo recibí mi llamado para ser pastor, yo creo que ya lo he compartido esto antes, yo recuerdo que yo completé mis estudios de bachillerato y para eso yo sabía que Dios me estaba llamando a ser pastor. Cuando me gradué de mi bachillerato yo quería venir aquí a hacer una maestría en fisiología del ejercicio, porque yo quería trabajar como un rehabilitador clínico. Y me vine aquí para estudiar eso y apliqué a universidades y ¿Saben qué? Ninguna de esas universidades me aceptó. Apliqué al seminario y en cuestión de dos meses ya me dieron beca y todo.

So, dígame usted cuando uno trata, como quien dice, de, ah, Señor dame un break de tu voluntad, déjame venirme por acá y hacer esto en otra forma. Miren, si Dios tiene algo, Dios lo va a hacer. Pero asimismo le doy otro ejemplo. Ya una vez yo estaba en el ministerio, yo entonces estaba explorando, ok, Señor, cuál es la forma específica ¿verdad? Porque nosotros no nos convencemos con algo tan general, siempre queremos algo más al dedillo. Si yo así en el ministerio digo, ok, Señor, dónde tu quieres que yo esté? Tu quieres que yo esté aquí, que yo esté allá, o por allá, o que haga esto con esta persona, con aquella otra? Y uno se pone a explorar, así en todas esas áreas, y ahí es donde yo digo, mis hermanos, que ahí es donde yo veo que la voluntad de Dios tiene sus, cómo puedo decirlo? Tiene sus áreas que son medio nébulas, por así decir. Me explico? Hay nébulas, es como si usted va por una calle y está todo el día soleado y de repente llega a un área de neblina, que cuando usted prende los headlights del carro usted solamente puede ver como 10 ó 15 metros al frente de usted, y tiene que reducir la velocidad, ir con precaución para poder ver por donde es que está yendo el camino, pero usted no discierne el camino hasta que no esté ahí.

Así muchas veces es la voluntad de Dios. Y no para todos pero sí con algunos. Que hay veces que nosotros estamos buscando, Señor, cómo tu quieres que yo te sirva? Qué tu quieres que yo haga? Y parece que el camino se pone medio nébulo. Y uno está tratando de discernir, Señor, qué es lo que tu quieres? Y uno tiene el miedo de que uno se está saliendo de la voluntad de Dios porque uno cree, no, porque la voluntad de Dios tiene que ser clara, no puede haber ningún tipo de sombra de duda, porque es la voluntad de Dios. Así fue como lo enseñaron. Pero mire, Dios permite que vengan esos tiempos de nébulas, para ver cómo uno va encaminándose y como uno va tanteando las cosas hasta que llegue el momento donde esa neblina se esfuma y uno puede ver que, all along the way, que a través de todo el camino usted estaba en los propósitos, en los planes, en la voluntad de Dios.

Tal vez uno estaba atrás freaking out, como quien dice, ya perdí de línea lo que Dios quería. Olvídate, aquí me fregué. Pero no, cuando usted sale al otro lado y usted mira para mira usted dice, guau, tu estabas ahí todo el tiempo. Tu estuviste ahí todo el tiempo conmigo.

Y eso yo lo traigo, mis hermanos, en este sentido de que muchas veces cuando pedimos, estamos pidiendo en línea con la voluntad de Dios. Miren esto: yo tuve una etapa de mi vida donde mi oración era toda centrada alrededor de mí, myself, and all mine. Ha escuchado esa expresión? Mi oración era eso, todo el tiempo. Yo sé que a ninguno de ustedes les pasa, yo sé que ustedes oran por muchas otras personas, usted nunca ora por usted. Pero yo no sé si usted se ha escuchado mucho a veces que uno está como que, Señor, has esto por mí, y Señor, yo quiero esto, y Señor, aquello otro conmigo. Y Padre, yo necesito que tu hagas esto en mi vida. Y ah, sí, Señor, acuérdate de Javier, pero Señor, yo necesito esto conmigo, esta es mi presión ahora mismo. Me siguen por donde voy? Es como que nuestra oración es todo nuestro entorno.

Y miren, saben lo que pasa? Cuando usted se queda orando mucho tiempo en ese entorno, usted pierde perspectiva de cuál es la voluntad de Dios para su vida y para otros a su alrededor. Y por ende, cuando termina orando, sabe lo que va a pasar? Va a estar orando más bien para satisfacer, usted lo que va a estar buscando es que Dios satisfaga caprichos suyos, en vez de que verdaderamente Dios opera en usted de acuerdo a su voluntad para su vida.

Miren esto, en Santiago, hay un pasaje en Santiago que cada vez que lo leo me fascina cada vez más y más, en Santiago, Capítulo 4. Hay un texto muy interesante. Santiago Capítulo 4, verso 1 dice: “… De dónde surgen las guerras y los conflictos entre ustedes, no es precisamente de esas pasiones que luchan dentro de ustedes mismos? En otras palabras, de esos caprichos que uno tiene, esos anhelos, esos deseos empedernecidos que uno tiene por dentro.

Ustedes desean algo y no lo consiguen, matan y sienten envidia y no pueden obtener lo que quieren. Riñen y se echan a la guerra, no tienen porque no piden, y cuando piden no reciben porque piden con malas intenciones, para satisfacer sus propias pasiones.

Yo no sé pero para mí ese verso es bien revelador. Estaba leyéndole la nueva versión internacional, por si acaso, porque me di cuenta que no era lo mismo. Entendieron la idea? Cuando uno pide en oración, uno tiene que saber como alinearse. Señor, estoy pidiendo solamente por mero caprichos esto. O estoy pidiendo porque verdaderamente hay algo que tu me estás mostrando?

Así que ese es el tercer punto, mis hermanos, es bien importante. Medite en ello. Cuando usted ore, cuando usted pida algo, está pidiendo en línea con la voluntad de Dios? O está pidiendo en línea con la voluntad suya? Es más, déjeme darle otro ejemplo, este es el favorito de todos.

Miren lo que le pasó a Jesús. Qué le pasó a Jesús cuando estaba en Getsemaní, que estaba a horas de ser arrestado. Si yo recuerdo bien el relato bíblico, me pueden corregir si estoy mal, pero yo creo que en su oración él estaba llorando amargamente hasta que en un punto él dijo, Dios, Papá, tu hiciste este plan, tu me mandaste aquí con un propósito, pero ese propósito se me está haciendo difícil. Si es posible, podemos cambiar los planes? Se lo dijo así? Obviamente, si es posible pasa de mí esta copa. Pero entiendan, se lo estoy diciendo en la versión popular. Si es posible podemos cambiar los planes, Dios? Porque esto se me está haciendo bien difícil. Pero qué fue lo él dijo después? Pero que no sea mi voluntad sino que sea la tuya.

Miren lo que pasa, mis hermanos, cuando nosotros logramos discernir si estamos orando o no, de acuerdo a la voluntad de Dios, miren, nuestras oraciones se acomodan a lo que Dios quiere hacer en nosotros. Jesús mismo en un momento estaba diciendo, Señor, esto es duro, esto es muy difícil, yo no sé si estoy listo para morir por todas estar personas, así que vamos a cambiar los planes. Envía tus ángeles y vamos a hacer otra cosa para salvar el mundo. Pero cuando Jesús se dio cuenta que esa no era la intención, que ese no era el propósito de Dios, Jesús mismo tuvo que ajustar su oración y empezó a decir, yo me imagino, leyendo yo entre líneas el relato. Yo me imagino que Jesús tuvo que haber dicho, bueno , mira Dios, yo sé cuál es tu plan, yo sé cuál es tu propósito, así que yo te pido que tu me des fuerza para poder resistir todos los azotes que me van a dar. Yo te pido que tu me de s el valor moral que necesito para aceptar que uno de mis discípulos me va a negar. Yo te pido que tu me des la gracia para perdonar a ese ladrón que me va a pedir que me lo lleve conmigo al reino cuando estemos en la cruz.

Hermanos, ustedes se imaginan. Si Jesús hubiera seguido con sus deseos, como él lo quería, nosotros no estaríamos aquí ahora mismo. Más sin embargo, porque él entendía cuál era la voluntad del Padre, se sujetó a esa voluntad y supo cómo alinear su oración en línea con esa y por él nosotros estamos aquí ahora.

Un último punto que les quiero decir, y con esto voy terminando. Cuarto, saben por qué muchas veces no recibimos lo que queremos? Porque es parte de la disciplina de Dios para cada uno de nosotros. Hay algo que Dios quiere formar, hay algo que Dios quiere moldear en usted y en mí. Uno de los problemas más grandes que Dios tiene con nosotros, sabe lo que es? Nuestro orgullo. Tenemos problemas con nuestro orgullo. Vamos a ser honestos. Yo puedo levantar las dos manos, los pies. Yo tengo problemas con mi orgullo. Y ¿Saben qué? Uno de los mejores recursos que Dios usa para lidiar con nuestro orgullo es ponernos al lado de una persona que es más orgullosa que nosotros todavía. Yo creo que hay matrimonios que pueden probar esto. Yo creo que hay relaciones de colegas de trabajo que pueden probar esto. Muchos de ustedes pueden decirme, ese jefe mío, sí, esa jefa tuya, los dos. Dios te los pone ahí.

Y saben por qué digo eso? Porque…hasta cuando, hasta cuando, Señor. Yo no sé es el tiempo de Dios. Pero mira, saben por qué digo eso? Porque así como tu piensas de esos superiores que están por encima de ti, que tienen un problema de orgullo, lo mismo pensarán otros de ti, que están por debajo tuyo también. Y esto es re fácil, hermanos, yo estoy hablando esto con las muelas de atrás. Estoy siendo bien honesto.

Pero así es como Dios nos enseña. Eso es una de las formas que Dios usa para moldearnos a cada uno de nosotros. Porque él sabe que lo que él quiere darnos, que es mucho mejor de lo que nosotros podemos pedirle a él, nuestra forma de pedir siempre está limitada. Pero lo que él quiere darnos es mucho más de lo que usted puede pedir o entender, si yo leo bien el contexto bíblico.

Y como él quiere darle algo mejor, él se tiene que asegurar que ese vaso, que ese instrumento sobre el cual va a depositar su bendición tiene que estar en la forma apropiada, tiene que tener la capacidad apropiada para entonces poder depositar toda su gracia sobre cada uno de nosotros.

¿Saben qué? Jesús le dijo a sus discípulos cuando se estaba preparando para morir, él les dijo a sus discípulos, aún tengo muchas cosas que revelarles, que mostrarles, que hablarles, pero todavía ustedes no las pueden sobrellevar. No es el tiempo para mostrarles todas estas cosas. Ven? La bendición de Dios cae sobre nosotros cuando usted ora por algo, tal vez usted está pidiendo, Señor, yo quiero un Mustang rojo convertible y que la capa sea negra, y que los aros sean de cuántas pulgadas? De 22 pulgadas los aros, y que tenga el …., y que tenga sillas de cuero y cosas así. Y ¿Saben qué? Puede ser que Dios te día, de verdad? Pues, mira te voy a dar un Volki del 86 color azul, con los asientos que lo más seguro es que se los vas a tener que tapizar, y que para prenderlo le vas a tener que dar manigueta.

Aprende a apreciar ese tipo de convertible. Tu querías un convertible? Te dio un convertible. No era el que tu pedías, pero al menos te dio un convertible. Si tu lo que tu querías era quemarte ahí en el sol, y fiebrar ahí con el sol y que el aire te pase mientras ibas a la playa, pues al menos lo tienes. Eso es un ejemplo bien… pero siguen la idea ¿verdad?

Hay veces que lo que tu pides, Dios te lo da pero en otra forma. Te lo da en otro paquete. Te lo da con otro nombre. Te lo da con otro sabor. Te lo da con otros olores. Te lo da a través de otras personas. Y uno tiene que aprender que, ah, no, yo no puedo ser tan orgulloso que yo diga, no se dio a mi forma, no me lo dieron como yo quería, no estaba well done, estaba médium regular, metí el cuchillo y salió sangre todavía. No lo quiero. Si usted se porta así con Dios, sabe lo que va a pasar? Usted se va de time out. Usted se va ir de time out porque Dios que es nuestro Padre, él se procura en disciplinarnos a nosotros.

Miren, yo se los digo, yo como papá ahora, yo veo esta dinámica de Dios conmigo como yo la veo con Lucas ahora mismo. Cuantas veces yo le he tenido que poner a Lucas en time out, porque él se empeña en algo, y yo sé que no es el tiempo para dárselo, más sin embargo él está ahí, y dale y dale, y yo, ah sí, tu quieres? Nos vamos de time out. Y allá empieza a llorar y a pataletear como hacíamos nosotros.

Miren, quién de sus padres, dígame si es verdad o no, quién de sus padres cuando usted le pedía algo y le decía que no, usted… rápido se entrompaba rápido. Y empezaba a pataletear, y empezaba a hablar entre dientes, o se encerraba o se empezaba a dar cabezazos en la pared o algo o lo que sea para que su padre le diera lo que usted quería, ¿verdad?

Yo veo algunos por ahí que tienen chichones en la cabeza. Miren, y ¿Saben qué? Lo más interesante es que yo veo que Dios muchas veces nos trata igual. Es más, hay veces que los padres, para mantener el interés de sus hijos los dejan como quien dice, en standby. Yo no sé si a usted le pasó que cuando usted quería algo y su papá se lo quería dar, pero le decía después. ¿Verdad? Ahorita te lo doy, ahorita no, bueno, el ahorita mío puertorriqueño es como ahorita, más tarde. Pero el ahorita de algunos de ustedes es como que ya, ahora. So, a mí me decían, Omar, ahorita. Y saben lo que pasaba cuando me decían ahorita? Yo me llenaba de esperanza porque ok, me lo van a dar, tal vez no ahora, pero a los 5 minutos, qué pasaba? Yo volvía. Ahora sí me lo das? Después. Ok, volvía seguía haciendo lo mío, jugando por ahí, pero yo sabía en mi mente, ah, lo que yo quiero me lo van a dar. So, a los 5 minutos volvía de nuevo, mami, ya? Ahora? Ya mismo? Ok, ya mismo, ya no es después, ahora es ya mismo. O sea, se está acercando el momento.

Miren, dígame usted si Dios no trata con nosotros igual, que nos mantiene, como quien dice, on the hook, nos mantiene ahí enganchados y nosotros estamos orando, estamos orando, y Dios te puede traer una palabra que esa palabra profética, lo que está diciendo, ya mismo, después, sigue esperando, ya viene. Y usted, va y viene, y usted va y viene, esa es la única forma que Dios tiene para mantenerlo a usted ahí interesado. Porque si se lo da todo, sabe lo que va a pasar? Es más, qué es lo que pasa cuando usted obtiene lo que quiere? Ya, lo tengo, yo quería un teléfono y estaba esperando que me dieran la oportunidad de hacer el…. gratis para no tener que pagar gratis, so, me llegó el …. y todo el mundo corre a la tienda, coge su nuevo teléfono y una vez que lo tiene es como, y qué? Ya lo tengo. Tu querías tu carro convertible, pues, ya lo tienes, y ahora qué? Ahora necesito una compañera al lado para compartir el carro.

Miren, mis hermanos, yo traigo este mensaje de verdad porque para mí esto ha sido algo bien revelador. Yo no estoy tirando por el piso la enseñanza bíblica, yo sé que Dios quiere que nosotros oremos a él, que nosotros pidamos, que nosotros nos llenemos de valor para poder buscar aquellas cosas que él tiene para nosotros, pero cuando no recibimos lo que estamos esperando, mis hermanos, yo creo que Dios no intenciona con ese propósito. Dios no quiere niños consentidos y niñas consentidas, aunque muchas veces lo puede hacer. Hay veces que yo entiendo que Dios me ha consentido en algunas cosas. Pero aún así, Dios también me mantiene en la línea, no todo el tiempo me dice, Omar, esto todavía no va a llegar. Y yo sé que así ha pasado con muchos de nosotros.

Pero miren, nosotros tenemos que seguir buscando. Acaso, miren como dice el Salmo 37. Bruce lo tienes por ahí? El salmo 37 otra vez. Uno de mis salmos favoritos, cada vez que yo lo leo, me inspira, me da nuevas fuerzas, pero miren, como dice el salmo 37? Dice, confía en el Señor, lo estoy leyendo en otra versión, pero dice, confía en el Señor y has el bien. Confía en Jehová y has el bien y habitarás en la tierra y te apacentarás de la verdad. Deléitate, aquí está la clave, deleita asimismo en Jehová y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, confía en él y él hará.

Miren, mis hermanos, la Biblia está llena de todas estas promesas. El mismo Jesús nos enseñó a nosotros a pedir que se nos va a dar, a buscar porque vamos a encontrar, a tocar a la puerta porque tarde o temprano esa puerta se va a abrir. So, ese sentido de pedir, de búsqueda, es necesario, tenemos que insistir en ello.

Pero cuando no se vea la respuesta, cuando no se vea la respuesta al menos como a nosotros nos gustaría recibirla, entonces tenemos que entrar en un proceso de discernir, ok, qué es lo que está pasando aquí? Será que lo que estoy pidiendo no me conviene?, número 1. Será que lo que estoy pidiendo, no está en el tiempo de Dios?, número 2. Será que lo que estoy pidiendo está fuera de la voluntad de Dios y tengo que reajustarme en ese sentido? Y número 4, será que lo que estoy pidiendo, Dios necesita trabajar algo conmigo primero para entonces poderme dar aquello que él quiere darme.

Miren, como dije, aquello que él quiere darme. No lo que yo quiero. Yo creo, mis hermanos, que hoy más que nunca, escuchen bien estas palabra, hoy más que nunca, Dios está llamando a su pueblo a que pueda perseverar en él en sus promesas. Saben por qué lo digo? Porque hoy más que nunca cientos de cristianos, porque no reciben las respuestas a sus oraciones el mundo los seduce fácilmente y terminan yéndose como el hijo pródigo.

Y Dios no quiere que eso pase con su pueblo. Sabiendo que estamos en tiempos finales, hoy más nunca Dios quiere mantener a su pueblo bien unido, bien cubierto, bien protegido, bien nutrido. Dios quiere hacer eso. Pero nosotros como pueblo tenernos que tener eso en mente también. Fácilmente en el mundo en el cual estamos viviendo, cualquiera de nosotros puede ser engatusado por las mentiras del mundo y ponerse a pensar en papas fritas y en hamburguesas. Pero si estamos bien alertas, de poder discernir qué es lo que Dios quiere hacer en nosotros y a través de nosotros, a través de nuestras vidas como una comunidad, como una familia, miren, mis hermanos, ahí es donde está nuestro llamado de poder perseverar.

Es bien fácil tirar la toalla y hacer otra cosa. Es bien fácil poder hacer eso. Pero si nosotros seguimos el ejemplo de Jesús que no tiró la toalla cuando lo pudo haber hecho, más sin embargo se mantuvo ahí con los guantos puestos y aguantó, y a través de su triunfo nosotros estamos entonces donde estamos.

Yo creo que nosotros también podemos esperar en nuestro tiempo, podemos esperar a esas oraciones que no han llegado, que en el tiempo de Dios llegarán. Podemos entonces entender que tal vez que si lo que estoy pidiendo no está en línea con la voluntad de Dios, que entonces yo pueda sacrificar, entre comillas, que yo pueda sacrificar ese deseo, que yo pueda sacrificar ese capricho, que yo pueda sacrificar esa pasión interna, por entonces ajustarme a lo que Dios quiere.

Eso es lo que Dios está llamándonos a nosotros a hacer ahora más que nunca, mis hermanos. Así que yo quiere inspirarte un sentido de esperanza hoy. Yo los miro a ustedes aquí, y yo no sé si algunos de ustedes han sentido como que, para qué seguí orando por esto si no funciona, para qué voy a seguir insistiendo en esto si no llega. Y tu has sentido tal vez como que tu ánimo como que ha mermado, como que ha bajado. Si tu te sientes así hoy, yo creo que hoy es una oportunidad para coger nuevas fuerzas y seguir adelante.

Si tu estabas demasiado centrado en algo y tal vez Dios lo que te está queriendo dejar saber es como que tweak your prayers, ajusta tus oraciones de alguna forma, busca orar en una forma distinta para ver si entonces no vas a ver tu respuesta. Si se te hace difícil cambiar el enfoque de tu oración, pues mira, pídele al Señor que te muestre entonces qué es lo que hay ahí, para que tu oración pueda tener entonces la certeza con la cual Dios quiere que tu le des ….., por decirlo así. Si tu estás en un tiempo donde tu estás tratando de ajustar el reloj de Dios para ajustarlo al tuyo, definitivamente ten bien claro que el reloj de Dios es más importante que el tuyo. Nunca, escucha bien, nunca Dios se deja manipular. Dios es un Dios de amor, Dios responde a sus hijos, pero nunca se deja manipular. Dios sabe lo que hace en su tiempo.

Yo puedo ayunar, yo me puede tirar de cabeza en el piso, puedo caminar por fuego, Señor, estoy haciendo todo esto porque quiero esa respuesta, pero si no está en Dios, me quemé los pies.

Quiero que se pongan de pie, mis hermanos, que vamos a orar. A mi me gusta cuando todo el mundo se queda así bien callado. Yo sé que están reflexionando. Ya yo he aprendido mi lección. Pero hermanos, yo quiero orar por ustedes, esas cosas que yo he dicho aquí, usted sabe dónde usted está, usted sabe qué parte de este mensaje le llega a usted. You know better than me. Usted lo sabe.

Y si hoy usted necesita ajustarse, afirmarse, coger fuerzas, o mire, quién sabe si hasta alguno de nosotros tengamos que pedirle perdón a Dios, quién sabe si alguno de nosotros aquí tenemos que llegar delante de la presencia de Dios y decir, Señor, perdóname porque he sido un hipócrita, he sido un orgulloso. Aún eso, mis hermanos, si tenemos que pedirle perdón a Dios, estas son las oportunidades para poderlo hacer.

Así que yo te animo ahí donde tu estás, tu sabes, tu sabes lo que tu necesitas. Tu sabes cómo este mensaje se aplica a las circunstancias en las cuales tu estás, y Dios te está hablando a ti ahora mismo. Yo lo creo así, Dios te está hablando. No es el pastor Omar, yo sé que es el espíritu de Dios ahora mismo que está redarguyendo tu corazón.

Así que espíritu de Dios, en esta misma solemnidad yo te pido que seas tu operando en los corazones de mis hermanos y hermanas. Permite que ellos puedan recibir de ti hoy la fuerzas que necesitan para poder seguir adelante en su búsqueda de ti, su búsqueda de esa respuestas, de esas peticiones que tanto están anhelando, en cualquier forma que eso se pueda manifestar. Puede ser que estén orando por algún familiar, por alguna situación en el trabajo, alguna situación financiera, por alguna sanidad física, Señor, puede ser que hasta haya alguien que está pidiendo que tu confirmes un llamado en su vida y todavía esa confirmación no ha llegado. Puede ser que están pidiéndote que tu les des algún don específico y ese don todavía no se ha manifestado. Se puede aplicar de tantas formas, Señor, pero yo te ruego que de acuerdo a tu conocimiento sobre la vida de cada uno de nosotros, Señor, que esta palabra cobre vida y que tu traigas convicción sobre nuestros corazones. Trae convicción en nuestras mentes, de lo que tu verdaderamente quieres revelarnos a nosotros.

Señor, si nuestra respuesta no llega porque no conviene, pues, mira, Señor, let it be. Que nosotros no sigamos empujando en algo que tu no nos vas a dar, que podamos entonces re enfocarnos en alguna otra dirección.

Señor, si lo que estamos tratando de hacer es que tu te ajustes a nuestro tiempo, cuando lo que tu quieres es que nosotros nos ajustemos a tu tiempo, mira, Señor, danos la sensibilidad de espíritu para hacer precisamente eso. Si estamos orando fuera de tu voluntad, si estamos pidiendo cosas que no están en línea con lo que tu quieres para nosotros, si estamos pidiendo cosas que no están en acorde con esos planes de bien que tu tienes para nuestras vidas, pues, mira Señor, ayúdanos a discernir tu voz para saber acomodarnos entonces a lo que tu tienes, lo que tu mandas.

Y Señor, si en algunos de nosotros tu lo que estás haciendo es dándonos una disciplina para poder moldear nuestro carácter, para poder moldear la forma en que hablamos con otros, para poder moldear la forma en que pensamos acerca del mundo a nuestro alrededor, o quién sabe si hasta poder cambiar la forma en que nos apreciamos a nosotros mismos, Señor, entonces ayúdanos a recibir esa disciplina porque tu a quien amas disciplinas, porque somos tus hijos, tus hijas, sino fuéramos unos bastardos.

Pero porque somos tuyos, somos tu posesión, somos parte de familia, tu buscas corregirnos. Así que, Señor, sea cual sea la etapa, o la situación de vida en la cual estemos, yo te pido que tu nos hables y que nosotros podamos responder al llamado de tu voz, que sepamos discernir cuáles son tus intenciones, mi Dios, para entonces vivir en esa vida abundante que tu tienes para cada uno de nosotros. Te damos la gloria y el honor, solamente a ti Señor y como decía al principio aunque no veamos la respuesta, Señor, tu pueblo te dice gracias, porque son grandes las cosas que tu has hecho, son grandes las cosas que tu estás haciendo, y son grandes las cosas que tu harás en nosotros, en favor de nosotros y a través de nosotros. Por eso mismo entonces, Señor, te damos toda la gloria y toda la honra, por tu hijo Jesús te bendecimos, Señor. Amén. Amén.

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Esperanza contra esperanza

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Cuantos están aquí esperando que el Señor realice una promesa que le ha hecho, que hace tiempo que el Señor ha hecho esta promesa. Y usted vive con esperanza, contra esperanza por esta promesa. Cuántos de ustedes pueden describir, ese soy yo?

Hermano, sabe lo que usted está a punto de ser? Un héroe de la fe. Así el Señor crea héroes de la fe. Esa es la manera en que el Señor lo hace. Vamos abrir a Romanos Capítulo 4, por favor. Mis hermanos, yo no sé cuáles opciones usted tuvo esta noche a propósito, pero yo no cambio estar en la casa de Dios por nada del mundo. Esto ha sido una fiesta esta noche, es un gozo estar en la presencia del Señor, no por nada.

Romanos, Capítulo 4, comenzando, mis hermanos, con el versículo 17. Venimos delante de la presencia del Señor. Señor, tu has llenado este altar con tu presencia. Tu presencia ha sido manifiesta aquí, palpable. Señor, este pueblo te ha tocado, se ha acercado a ti. Tu nos has permitido ver tu gloria manifiesta. Señor, nuestros corazones se abren ahora, son tratables. Tu has rasgado el velo, espíritu de Dios, para darnos acceso a tu gloria shekina, y un pueblo hambriento, espera que tu los nutras y que sacies nuestra sed. Espíritu de Dios sopla sobre esta palabra y vivifícala, te suplico en el nombre de Jesús.

Mis hermanos, declaro esta palabra comenzando con el versículo 13, es más todo este Capítulo trata la idea de que Abraham es el padre de la fe. Cuántos han oído esa frase? Que Abraham es el padre de la fe y que el Señor le dio la promesa que él iba a ser, como declara aquí, en el versículo 17, eso es promesa que el Señor le ha hecho a Abraham, el cual, versículo 16, declara, el cual es padre de todos nosotros, padre de todos nosotros, padre de cada uno de ustedes, siendo gentil, siendo judío, siendo puertorriqueño, siendo dominicano, siendo colombiano, siendo de donde es, de la China, èl es padre de todos nosotros en este sentido, como está escrito, te he puesto por padre de muchas gentes delante de Dios y esto nos dice cómo él se hizo padre de todos nosotros, a quién el creyó, creyó en este Dios el cual da vida a los muertos y llama a las cosas que no son. Él llama a las cosas que no son como si fuesen. Y él creyó. Él creyó en esperanza.

Diga conmigo, esperanza contra esperanza. Digamos de nuevo, esperanza contra esperanza. Él creyó en esperanza contra esperanza para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme lo que se había dicho, así será tu descendencia. Y no se debilitó en la fe a considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto, siendo de casi 100 años, o la esterilidad de la matriz de Sara. Cómo iba Dios a hacer esto? Ahí veremos.

Pero fíjese, en el versículo 20, “…tampoco dudó por incredulidad de la promesa de Dios sino que se fortaleció en fe dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido, por lo cual también su fe fue contada por justicia…”

Ese es el punto, hermanos, esperanza contra esperanza. Hermanos, nosotros somos descendencia de Abraham, no por linaje de sangre. Esto es algo más poderoso que esto. Para mí esto es emocionante. Nosotros somos descendencia de Abraham porque Abraham fue el que fui primogénito, el que abrió todo… nos introdujo a una fe práctica, y nosotros que caminamos en esta fe, esto es lo que nos está diciendo el Señor. Si nosotros aprendemos a caminar en esta fe, si nosotros nos abrimos al tratamiento de Dios que desde ahora yo les advierto, este tratamiento no es para todo el mundo, aquí se descalifican muchos porque no es fácil. Es un horno que nos prueba y quema lo que no hace falta y que nos purifica y nos hace algo especial.

Pero mi hermano, yo le garantizo, si usted se deja tratar por este proceso de esperanza contra esperanza, hermanos, una cosa es la promesa del Señor, pero vale mucho más a Dios el proceso por el cual nosotros pasamos para que se realice esa promesa.

Ustedes saben, mis hermanos, que le importa más a Dios este proceso que aún la promesa. El proceso, hermanos, el que ha experimentado esto, y para nadie esto es cómodo, pero el que ha experimentado el proceso, el que puede testificar, sí, pastor, yo conozco lo que es esto de vivir, de creer en las promesas del Señor, en esperanza contra esperanza, sí, a lo largo el Señor me bendijo con creces. Vi la promesa del Señor una y otra vez, pero yo bendigo a Dios más por el proceso que por la misma promesa.

Ya Dios está cumpliendo sus propósitos, aún por la jornada en que nosotros pasamos para que se cumplan sus promesas. Y hermanos, es fácil describir el proceso, lo difícil es vivirlo. Y el proceso es muy fácil. Aquí cada palabra de esta fórmula está cargado con significancia y son tres palabras muy fáciles, y dos de ellas se repiten: esperanza. Esta frase y solamente lo encontramos en la versión Reina Valera, fíjate, en la nueva versión internacional y probablemente ellos están traduciendo el griego mucho más efectivamente pero, como yo no leo griego, yo prefiero esta versión que declara esto: con esperanza contra esperanza creyó Abraham.

Esperanza. Saben lo que esa primera palabra me indica a mi? La promesa en sí, que recibimos de parte del Señor. Usted ha recibido una promesa de parte del Señor? Sabe, Abraham fue padre de una gran herencia, una gran descendencia habiendo recibido una promesa que le parecía imposible. Un día el Señor visitó a Abraham, ustedes se acuerdan tal vez el día en que el Señor los visitó. Un día el Señor visitó a Abraham, y le dijo, Abraham, tu no seguirás siendo como eres, yo tengo otro plan para ti. No es semejante a lo que tienes, no tienes idea lo que yo tengo para ti, pero si tu confías en mí, si me crees, si te atreves a creer, si te atreves a seguirme, si te atreves dar la espalda a tu parentela y a tu pueblo, y a todo lo que tu conoces y todo lo que da seguridad, si tu dejas el mundo que tu conoces, deja que yo te dirija a donde yo te quiera dirigir, deja que yo te tome de la mano y te diga dónde ir, qué hacer y cómo actuar, yo te voy a dar un herencia inconcebible. Y no serás el mismo.

Mis hermanos, a cuántos el Señor le habló así? Saben, yo creo que esto es un milagro. El Señor habla así domingo tras domingo. El Señor habla así a seres a cada rato. Esto es el Evangelio. Qué es el Evangelio si no es la promesa de Dios anunciada y la gente atreviéndose a creer esta promesa. El Evangelio diciendo, no importa la condición en que llegaste, no importa quién fue su padre, no importa qué es lo que tienes o qué es lo que falta, no importa cómo has vivido, no importa las deudas que tu tienes con Dios, no importa lo que tu has conocido, no importa quién está en tu árbol familiar, no importa nada de eso, no importa lo que estudiaste o dejaste de estudiar, si te atreves a creer a Dios y sus promesas, tu vida cambiará, tu vida dejará de ser igual.

Si te atreves a creer las promesas de Dios el Señor te hará otro. El Señor te hará otro hombre, el Señor te hará otra mujer, el Señor te dará otra familia, el Señor te dará otro futuro, el Señor cambiará lamento en baile, el Señor cambiará silicio por lino fino. El Señor cambiará tus ropas viles por ropa de sacerdote. El Señor te cambiará. Si te atreves a creer las promesas del Señor. Y gloria a Dios que aún hoy bendito es el nombre de Jesús. Aquí hay gente que se atreven a creer eso.

No estaríamos aquí si no nos atreviéramos a creer eso. Si usted está aquí es porque una promesa del Señor se le acercó y en ese momento usted se apropió de esa promesa y la hizo suya. Esa es la manera en que nosotros llegamos al Evangelio.

Saben, mis hermanos, conozcan las promesas del Señor. Sabe cuántas promesas? Yo les he contado, pero yo leí en alguna parte, yo no sé cómo lo hizo, Dios bendiga al hermano, la hermana que lo hizo, pero alguien se molestó en contar las promesas que se encuentran en la Biblia. Hay 1260 promesas en la Biblia. 1260 promesas. Si usted se atreviera a aprenderlas todas, memorizarlas, una promesa al día, se tardaría 3 años y medio memorizando las promesas del Señor, y haciéndolas suyas.

Saben, mis hermanos, pero solamente requiere una promesa para cambiar una vida. Para mí fue Hebreos Capítulo 13, versículo 5 al 6, me acuerdo como hoy, esto hace más de 20 años atrás, y tropecé con este texto, leí cuando el Señor prometió: “… no te desampararé ni te dejaré de manera de que podamos decir confiadamente, el Señor es mi ayudador, no temeré lo que me puede hacer el hombre.

Cuando tropecé con este versículo, ya no era meramente una promesa anónima, a través del espíritu de Dios el Señor me dijo, Samuel, esta promesa se aplica a ti, esto es tuyo. Esto es para ti. Y saben, yo aprendí en ese momento, eso fue 20 años atrás, pero lo que hice en ese momento fue arrodillarme, abrir la palabra delante de mí, señalarla al Señor y dije, Señor, esta promesa en esta página, Padre, yo me lo aplico a mí.

Y de una forma muy distinta todavía el Señor habla mi vida. Cuantos tomaron la clase de discipulado? Eso es meditar en la palabra. El verdadero meditar en la palabra no es nada menos que leer la palabra, apropiarte de la palabra, hacerla tuya. Se acuerdan, masticar la palabra y aplicársela a su vida. Sea de una forma así a través de sus oraciones, o sea usando un diario, pero hermanos, conozca las promesas del Señor. Aprópiate de las promesas del Señor. Clama a mí y yo te responderé y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tu no conoces. Son promesas del Señor, si mi pueblo se humillare y me buscare y si apartare de sus malos caminos, él tornará su rostro hacia nosotros y nos bendecirá y oirá nuestras oraciones.

1260 promesas, comience esta noche. Nos vemos en tres años. Pero véalas todas, conózcalas todas, porque son suyas en el nombre de Jesús. Sabes por qué es tan importante? Esperanza, y la próxima es qué? Contra. Esperanza contra esperanza. Saben lo que es la contra en esta fórmula? Confrontando la verdad. Dice la palabra, sigue diciendo

“….que Abraham su fe no flaqueó… Él creyó en esperanza contra esperanza para llegar a ser padre de mucha gente, del siglo XIX …y no se debilitó la fe al considerar su cuerpo…”

Qué es lo que quiere decir esto? Saben, mis hermanos, en la fe, en la verdadera fe, la verdadera no corre contra la realidad sino la abraza, sino la abraza. Abraham sabía esperar. Él no se había olvidado de que el tenía casi 100 años. Abraham sabía que su mujer era estéril. Él no se había olvidado de esto. Él estaba consciente de los hechos. Él estaba consciente de la realidad.

Saben, me gusta como este versículo es traducido en la nueva versión internacional. Ese versículo se traduce, “Abraham faced the facts of his age”. Abraham faced the facts. Abraham confrontó la realidad. Abraham confrontó los hechos.

Mis hermanos, este proceso es al instante. Cuántos de ustedes experimentaron… praise the lord, estamos hablando en lenguas en esta noche! Por todas partes. No siente usted una… he regresado al púlpito pentecostal, sigan hablando en lenguas, mis hermanos, bendiciendo al Señor. Gloria a Dios.

Mis hermanos, él conocía la condición – and if someone would just love that child and give him a big hug and tell him that Jesus loves him, that would be awesome. Amen.

Mis hermanos, en el momento que nosotros recibimos al Señor y te llena, cuántos de ustedes experimentaron eso? Usted se llena de gozo. Usted no sabe quién primero saludar, está flotando sobre una nube, hasta el momento que usted llega a su coche. Y es el mismo coche hecho leña que llevaste a la iglesia. Y te subes a ese coche, a ese carro con sus llantas con tres llantas ya medias cuadradas, llega al mismo apartamento que dejaste y sobre la mesa de ese apartamento está la montaña de cuentas que dejaste cuando saliste a la iglesia. Y cuando llegas al trabajo, si es que tienes trabajo, te encuentras con la misma situación que el día anterior. Sabe qué es eso? The facts. Los hechos. La realidad.

Hermanos, eso es parte de la fe, parte de la gloria de Dios en su vida es confrontar los hechos. Y mis hermanos, yo conozco muchos hermanos que abrazan la promesa hasta que se encuentren, hasta que chocan con los hechos. Y los hechos te dicen, ‘pero cómo es esto posible?’ El Señor me ha prometido que él sanaría mi hogar, pero cómo si esto es un infierno? El Señor ha prometido que él bendecirá mis finanzas, pero cómo si esto es un caso perdido, si ni siquiera tengo un trabajo?

The facts. The facts. Hermanos, tome este consejo: no corra de los hechos, abrácenlos. No tenga temor de los hechos, no se amedrenten por los hechos, no se sienta deprimido por los hechos. Mírale los ojos, mírale los dientes a ese perro bravo, confróntalo. Eso es precisamente la manera en que Dios te va a bendecir en ti, en lo imposible de la promesa.

Hermanos, y muchos de estos hechos son muy difíciles. Hermanos, tal vez usted está orando por una bendición financiera. Muchos de nosotros hoy estamos `pidiendo eso al Señor, face the facts. Face the facts. Confronta los hechos.

Hermanos, usted está pidiendo una bendición de parte del Señor? Haga algo que te va a hacer la mano temblar. Pida un reporte de crédito. Pida un reporte de crédito. Face the facts. Abra esos sobres. Cuenta y preséntalos delante del Señor. Señor, yo no sé ni siquiera dónde comenzar aquí? Face the facts. Estos son los hechos.

Hermanos, los hechos van a señalar tal vez cosas que tu no quieres confrontar. Nuestra realidad como padres, nuestra realidad como hijos, nuestra realidad como esposos, nuestra realidad como empleados, nuestra realidad, la realidad de nuestro carácter. Estos son los hechos. Y saben qué? Eso es precisamente la manera en que Dios se va a glorificar en ti.

No tengas pena, confróntalo. Confróntalo. Señor, yo creo, es más, quiere una historia fresca y verídica? El lunes tuve el privilegio de orar con una hermana que le han dado un pronóstico muy pobre. Los doctores ya no le están administrando medicina, le han dado 3 días de vida. Hace 3 días que la vi y hoy estoy seguro, hoy está tan en victoria como el lunes. Aquí está todavía. Sabe por qué yo sé que ella tiene 3 días? El doctor le dio ese pronóstico. Porque ella me lo dijo. Ella está muy consciente de su situación. Ella sabe los hechos, pero ¿Saben qué? El Señor le ha dado esperanza y a pesar de los hechos que ella está confrontando, ella sabe que ella sirve a un Dios poderoso. Y esta es la clave, hermanos.

Esperanza, la promesa del Señor. Contra, usted va confrontar hechos que te van a decir, esto es imposible, jamás se va a cumplir. Esperanza contra esperanza. Y esa última esperanza representa esto, el poder de un Dios poderoso que te ama y que esto no depende de ti. Declara la palabra. Declara la palabra:

“… él no se debilitó la fe al considerar su cuerpo y estaba ya como muerto, siendo casi cien años, pero tampoco dudó por incredulidad la promesa de Dios, sino que se fortalecía en fe dando a gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido….”

¿Saben qué? Cuando al Señor bendecirte, al Señor cumplir sus promesas, por el hecho de que usted ha confrontado los hechos, sabe quién va a tomar la gloria y el crédito y el que se va a quedar con el show? Ese Dios que te hizo esa promesa. God it had to be you. Tenías que ser tu. Era imposible. No había manera, no había nada en mí que prometía que esto iba a ser un éxito. Solo por tu gracia. Solo porque tu eres un Dios que hace vivir los muertos y un Dios que llama las cosas que no son, como si fueran.

Espera en ese Dios. Espera en ese Dios. Hermanos, te hizo una promesa, confronta hechos que te dicen, jamás el Señor va a cumplir esa promesa. Sepa que si Dios te lo prometió, él es justo y fiel y poderoso para cumplirlo. Él tomará el tiempo que él tomará y a través de ese tiempo, porque Abraham esperó bastante, y eso hizo de ese hombre un gigante en la fe, un hombre que conocía este Dios.

Pongámonos de pie. Un Dios que conocía en esta jornada que Dios era un Dios fiel y que él cumpliría su palabra. Ahora hermanos, tomemos un momento. Vamos a revisitar esa promesa. Vamos a revisitar por un momento esa promesa. Cerremos nuestros ojos por un momento. Thank you Jesus, for this opportunity.

Por más grande que sea la promesa que el Señor ha hecho en ti, para muchos de nosotros ni siquiera hemos compartido las promesas, porque parecerían ridículos aún entre cristianos. Cuántos de ustedes están esperanza en una promesa de ese tamaño? Usted ni siquiera se atreve a compartirlo, porque aún su hermano en la fe, tal vez no lo entendería, así de grande es.

Sabe, eso se aplica a iglesias también. Nosotros estamos esperando un avivamiento en Nueva Inglaterra. Imagínese, en Nueva Inglaterra. Entre las iglesias de Nueva Inglaterra. Ridiculous. Imposible. No way.

Pero nuestro Dios llama a las cosas que no son, como si fueran. Él nos prometió. Él lo sigue prometiendo. Él no nos deja en paz. Recordándonos de su fidelidad y su poder. Él ha hecho lo mismo contigo, ¿verdad? No te ha dejado olvidar sus promesas. No importa lo que esté confrontando, Señor, así es. Declaramos que sí. Tu has hecho grandes, grandes promesas delante de nosotros y tenemos grandes peticiones delante de ti, y no vemos la manera cómo, aparte de esto, vemos tu gloria, vemos tu fidelidad, vemos tus promesas a través de la palabra, vemos cómo una y otra vez tu nos has rescatado desde el lodo, vemos Señor, cuando no hubo provisión, tu proveíste de una forma milagrosa. Vemos Señor, como cuando ya habíamos dado la espalda, Señor, a la promesa, tu enviaste un ángel o una voz profética, o alguien, y no nos dejaste olvidar. Tu nos arropaste en tu mano, nos amarraste a esta promesa y por eso, Señor, nuestra confianza, dilo, nuestra confianza está en ti. Nuestra confianza está en ti.

Tu eres justo. Tu no mientes. Tu eres poderoso y tu eres fiel. El hombre nos faltará, yo mismo puedo me faltar, pero jamás tu faltarás, Señor. Hermano, a través de su promesa en ti el Señor está levantando un pueblo imparable, un pueblo que se atreve a creer en él. Amén.

Amén. Las promesas del Señor mías son, en la Biblia yo las leo. Las promesas del Señor mías son, gloria a Dios, las promesas del Señor mías son y en la Biblia yo lo leo y yo sé las promesas del Señor mías son.

Hermanos, démosle la bienvenida a la hermana Josefita, no ha hecho falta. Dios te guarde. Padre, estas promesas son nuestras. Es más importante que la promesa, tu eres nuestro y nosotros tuyos, nosotros tuyos. El ver tu rostro es promesa suficiente, Señor, para atarnos a ti. Bendice a este pueblo, creemos, Señor, ayuda a nuestra incredulidad.

Gracias Señor por la promesa que has hecho a cada familia, a cada padre, a cada hijo, a cada joven, a cada techo, a cada puerta, representada aquí. Te bendecimos, bendice este pueblo y nuestra jornada hacia la gloria en el nombre de Jesús.

Dígale a su vecino, la promesas del Señor mías son. Dígale a su vecino y bendícelo en el nombre de Jesús.

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