SERMONES
Pedir gracia en tiempo de gracia
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Pastor Miranda: Me gozo en ver al Pastor David Marrero de nuevo aquí, su esposa y asumo que hijos y nietos que están aquí. Ya tú aclararas esta linda familia que está aquí contigo David. El Pastor David Marrero es amigo personal, amigo de nuestra Congregación; lo tuvimos esta mañana, de hecho nos bendijo con esa Palabra apasionada sacada del Libro de Cantares; aunque no fue allí donde él leyó pero en realidad esa Palabra de Pasión por Dios y de deseo y necesidad de Dios. Así que hoy es un gozo para nosotros tenerlo a él, él ha estado de viaje en Latinoamérica y está por aquí.
David Marrero para los que no los conocen y yo creo que hay visitantes, porque yo creo que en el pueblo hispano-cristiano de Boston él es ya muy conocido, pero para los que no conocen de David, él ha sido Pastor durante muchos años de la Iglesia "Defensores de la Fe". Una Iglesia de mucha Bendición aquí en la ciudad de Boston. Su vida ha sido una levadura positiva aquí en la ciudad de muchas maneras. David ha plantado muchas Iglesias y ha dejado todo un semillero de Pastores en muchas partes de Centroamérica, Puerto Rico; gente muy próspera y fructífera en las cosas de Dios. Así que, es un hombre muy especial, un enamorado de Dios.
Hace tiempo salió un libro que se llamaba -creo que es como "God Chasers" o los "Cazadores de Dios"- David es un cazador de Dios, lo persigue por todas partes. Es un hombre que ama mucho al Señor. Así que denle un aplauso de bienvenida a nuestro amigo David Marrero... un placer tenerlo por acá en esta mañana.
Pastor David: Yo no sé cuantos hermanos y hermanas hay aquí que me conocen. ¿Cuántos me conocen? Okay. A los que no me conocen quiero felicitarle, porque tienen el privilegio de conocerme. No, quiero decirle que si usted no me conocía a mí, usted no ha perdido gran cosa, pero si usted no conoce al Señor, usted ha perdido LA gran cosa. Mejor conocerle a Él. Está aquí conmigo Medra, me lo robó León de Judá, está conmigo Felipe -me lo robó León de Judá-, está Maritza Gómez -me la robó León de Judá-, está El Chamo -me lo robó León de Judá y entonces a mí se me ocurrió algo: "Robaron esos Pastores, y me robé al Pastor" y ahora han perdido todos ustedes porque me robé al Pastor, y he quedado adicto del amor y la admiración que tengo por este hombre. A todos los que piensan -y digo que me han robado, no que nunca me lo robaron, pero así ese es el algo portorriqueño cuando se va un alma de la Iglesia, usualmente uno dice se fue porque eran malamañosos. Bueno, los que vinieron para aquí no eran malamañosos, eran muy buenos. Así que les felicito por estar acá pero me robé al Pastor. Es más quiero decirles que como con él y tomo café con él mucho más con él que todos ustedes. "Hello!" ¡Ah! y me invitó a predicar y tienen que oírme. Muchas gracias. No puedo callarme, este Omar, agárrate por ahí un instrumento. Prende el piano o la guitarra, cualquier... lo que desees aquí.
Yo no puedo seguir sin antes decir, esto que llevo diciendo por muchos años. Sois una enorme familia, enorme, veintitrés hermanos y el menor es Medra. Ponte en pie Medra, este es el menor, ponte en pie. Otros de los pequeños, Felipe, ponte en pie, veintitrés.
Pero un día yo estaba en la ciudad de Nueva York y me pasó algo curioso... yo me descarrilé de una forma tan, tan terrible. Imagínense, dieciocho años, yo viviendo solo en la ciudad de Nueva York. Sin nadie que me pudiera poner un freno, y pensé que el mundo era mío, pensé que Broadway era mío, que la 42, las luces, que el casino, que tantas cosas que no valen la pena mencionar eran míos y entonces me encontré un viejito y ese viejito empezó a hablarme. Yo tenía un jarro de agua en la mano y le ofrecí a este viejito y entonces el viejito me dice: "¡Ah! Si conocieras el don de Dios. ¡Guau! Si conocieras el don de Dios y ¿tú le pedirías agua a Él? Él te daría agua que salta para vida eterna". El texto yo lo sabía, lo que no sabía era lo que venía detrás del texto y me dice el viejito: "Te voy a presentar a un hermano que hace tiempo te está buscando". Me sorprendí porque yo conozco a todos mis hermanos, todos, pero tenía uno en Nueva York que no conocía. Me dijo: "Te voy a presentar... pero antes déjame decirte que estás vivo no porque eres guapo, ni porque eres listo, ni porque eres ágil; estás vivo porque tienes una madre que ora en Puerto Rico por ti".
Primera vez en mi vida que miraba a este Señor, primera vez que él me miraba y entonces ya se me habían secado las lágrimas, ya yo no conocía el llanto, ya yo no conocía... yo creo que es por eso que yo lloro ahora tanto, casi todos los Cultos. Se me había secado el deseo de la gente, de ser social y me descuidé en la vida. De momento este señor me refrescó en mi vida y me dijo: "Estás vivo porque tienes una madre que ora por ti. Tienes muchos hermanos". Me sorprendía cada vez más hasta que me dijo:"Te voy a presentar a tu hermano mayor", y ¿quién es? Me dice:"Se llama Jesús. Tiene treinta y tres años. Hace dos mil años tenía treinta y tres años, vive en el Cielo y tiene treinta y tres años y es tu Hermano mayor". Para Él el mejor aplauso de este año.
Por ahí un micrófono que puedan conseguirme. Soberano, hermanos, vamos a darle otro aplauso al Señor... y otro más... otro más. Amén.
David Marrero canta:
"¡Oh cuánto te amo Dios... ohhh yeah! ¡Hm! Oh!yeah!...
Ven a mí. Si estás cansado y agotado yo te haré descansar
Yo te haré descansar. Ven a mí.
Mi carga es ligera, mi yugo es fácil, yo te haré descansar.
Sólo pido que vengas a mí.
Ven a mí… oh! ven a mí, ven a mí.
Si estás agotado y cansado, yo te haré descansar,
Yo te haré descansar. Ven a mí.
Mi carga es ligera, mi yugo es fácil,
Yo te haré descansar. Sólo pido que vengas a mí
Ven a mí... oh!, ven a mí, ven a mí.
Vengo a ti Señor cansado y angustiado. Vengo a Ti
Seguro estoy que tu mano puede traerme ayuda, me ayudará.
Vengo a Ti, vengo a Ti Señor tal como soy
Vengo a Ti
La fuente de mi alegría y mi fortaleza eres Tú.
Vengo a Ti, vengo a Ti
Suelta el volante, déjame guiarte,
Yo quiero conducir tu vida por las calles de justicia
Pasearte en victoria, llevarte de Gloria en Gloria,
Quiero conducir tu vida por las calles de justicia
Suelta el volante, déjame guiarte,
Quiero conducir tu vida por las calles de justicia
Pasearte en victoria, llevarte de Gloria en Gloria,
Quiero conducir tu vida por las calles de justicia
Yo sé Señor que Tu eres piloto y conductor,
De mi vida eres el Salvador
Pero déjame decirte que yo también quiero guiar,
Yo también quiero guiar,
Junto a Ti yo quiero guiar a tu pueblo
A la Eternidad.
Señor déjame guiar ya que tu ojo me cautivó,
Ya que tu luz me detuvo Señor, déjame guiar, contigo
Déjame caminar aunque Tú seas el jefe,
Yo quiero cooperar, Señor
Yo también se guiar, yo también sé guiar... oh!...
Cada paso que Tú das, yo estoy contigo
En la hora oscura yo soy tu Paz,
Soy la Luz y la Verdad
Que alumbre el camino, un fiel amigo hasta el final
No, no temas, no desmayes
Porque Jehová, tu Dios, está contigo.
Del enemigo te guardará,
Con su diestra te sostendrá
Cada paso que tú das
Yo estoy contigo
En la hora oscura, yo soy tu Paz,
Soy la Luz y la Verdad
Que alumbre el camino, un fiel amigo, hasta el final.
Si me llevas Tú que sea a la ciudad,
Si me llevas Tú que sea a la ciudad
Ciudad Celestial, ciudad Celestial
Con calles de oro, y mar de cristal, y mar de cristal
Yo quiero ir allá, yo quiero ir allá,
Yo quiero ir allá
A esa gran ciudad...
Ciudad Celestial, ¡oh!, ciudad Celestial
Ayúdame a improvisar... Mi Padre está presto, el carro llegó ya
Con calles de oro, y mar de cristal
¡Oh cuánto anhelo ir allá!
Apóstoles doce, las puertas también,
Hermanos de León de Judá,
Irán también con Cristo reinará
En esa ciudad
¡Oh cuánto anhelo ir allá!
Ciudad Celestial, ciudad Celestial
Mi Padre está presto esperándome allá
Con calles de oro, y mar de cristal
¡Oh cuánto anhelo ir allá!...
No se ha dicho ni aún la mitad,
No se ha dicho ni aún la mitad
De aquella ciudad tan hermosa,
No se ha dicho ni aún la mitad.
Gracias Omar, gracias.
Pueden sentarse, muy amables. Muy amables.
Mi predicación, simplemente voy a decirles alguito. Hay una ciudad en Estados Unidos, en Nueva York que se llama Búfalo, hay otra ciudad que se llama Rochester. Están aproximadamente a cincuenta, sesenta millas distantes una a la otra. Usted va a la ciudad de Búfalo y usted ve arrabal por todos los lugares. Usted va a la ciudad de Rochester y usted ve una belleza y una limpieza enorme. En Búfalo rechazaron los grandes predicadores, no tenían entrada. En Rochester fue muy Mareen Spellan y toda esa gente que han bendecido la historia. Entonces se queda un ambiente, como dijo el Pastor, se queda un ambiente que no lo puso usted, no lo plantó usted pero que en algún tiempo alguien hizo un parque y quedó allí.
¡Ah! y creo que se puede hacer ambiente en algún sitio, hacer atmósfera, hacer clima, hacer cultura. León de Judá predican, se portan casi todos iguales, hablan con el Pastor, sienten lo que el Pastor siente, tienen la misma visión. Se hace ambiente, se hace temperatura, se puede crear una atmosfera en sitios donde no hay.
Este lugar iba a ser mío. Yo vine aquí para comprar este lugar, de hecho, si hubiésemos estado un poquito más cerca, lo hubiese comprado por un poquito menos de lo que ustedes lo compraron, porque la oferta que hice fue aceptada. Pero este Templo era mío, yo traje a mi hijo aquí. Y mi hijo que estaba estudiando arquitectura dice: "Papi, tremendo, se rompe aquí, se le pone un elevado por acá, se hace... tremendo". Y nos daban en aquel tiempo... barato. Yo tengo en el sótano de mi casa dos leones y noté que aquí había un león dibujado aquí al frente. Entonces pensé: 'Los ricos construyeron hace muchos años atrás para el León de Judá, no para los defensores de la Fe'. Entonces Dios puso un punto, una señal donde se crearía una cultura, una atmósfera, una reunión que eso iba a traer a una Congregación que se llamaría León de Judá.
Así que cincuenta, sesenta, ochenta, cien años tiene este edificio. Quizá ochenta y más años que tiene este edificio Dios dijo: "Voy a poner un sellito allí y lo voy a dejar allá, porque viniendo el tiempo como Yo no vivo en tiempo ni espacio, hoy León de Judá va a mudarse para este lugar". Y lo que ustedes están viendo no es un mero capricho, no es una mera idea, no es un mero laberinto, sino es el sitio que Dios escogió desde antes de la fundación del mundo para ustedes.
Me fascina eso, me fascina cuando se puede reunir el pueblo con un sentido, con un pensamiento, con un espíritu y como una sola persona. Cuando el pueblo puede hacer eso, tenemos la gran Bendición de poder funcionar mejor.
-Vuélvete hijo, no es el mensaje que voy a predicar- ¡Ah!
Pero tengo algo que decirles que va a lucir un poco jocoso; antes de esto yo quiero presentarles a mi Pastor David Hernández, mi Pastor Mananaíta ¿se fue? ¿Está por ahí? ¿Pastora, está por allá? Ellos son mis Pastores y no lo digo, ellos no son muñecos en la Iglesia, ellos son mis Pastores. No son nenes, no son figuras, no fue alguien que yo puse para marionetas, no, ellos son mis Pastores.
¿Saben qué? Yo no tuve que cambiarles el nombre. Por ahí hay gente, que tratando de judaizar un poquito cambian el nombre a la gente. Conocí un Hermano que le cambiaron el nombre a Efraín, a otro Judá a otro que sé yo. Pero yo quería poner a alguien que se llamara David y no tuve que cambiarle el nombre, se llama David también.
Él hoy es de la Iglesia desde que era un niñito, un pequeñito, está con nosotros desde que no sabía caminar y ahora es el Pastor.
David, ponte en pie, y déjenme decirles Mananaíta y la familia, déjenme decirles que se los recomiendo también como un tremendo Predicador. Se los recomiendo, porque me fascina como predica y me tocaba predicar en Defensores hoy. Él me había anunciado yo estando en Latinoamérica pero ya, León de Judá, hacía tiempo se había adelantado.
Gracias por venir. Gracias familia de Omar. Está conmigo la primera dama, mi Hermana Ida. Está con la nieta ahí, póngase en pie hermana Ida, no importa. Lo lindo hay que exhibirlo. Y Martiza y la familia póngase en pie, stand up people want see you.
Omar es un Ministro que estaba bajo entrenamiento y yo lo llevo conmigo y entre David y yo estamos entrenándolo, es un gran compositor, es un improvisador, él toca la guitarra, toca el piano. Está estudiando Teología, es un buen maestro, pero sobre todo un buen discípulo, un buen discípulo; y que bueno es saber que hay gente que son buenos discípulos.
No sé de usted, pero me imagino que usted hace falta en la Iglesia, porque cada miembro como Dios repartió como Él quiso tiene una función: no hay miembros inútiles en la Congregación, no lo hay. En el cuerpo de repente sí y lo sacan y ya no le hace falta, pero el resto del cuerpo hace falta.
Yo siempre soñé con tener un carro convertible del cincuenta y siete Chevrolet. El clásico en buenas, buenas condiciones, el más barato vale setenta y cinco mil. Hay por ahí de cuarenta y cincuenta mil pero están maltratados pero setenta y cinco, cien mil, ciento cincuenta mil vale un carro Impala del cincuenta y siete convertible, asientos blancos de leather.
A mí me regalaron uno, yo lo soñé y me lo regalaron y ¿qué culpa tengo yo de hallar Gracia? ¿A cuántos les gustaría que le regalen un carro así que...? ¿A cuántos les gustaría? El resto yo le diría: "No sea hipócrita”, le gustaría tener un carro que le regalen de setenta y cinco, ochenta mil, cien mil dólares. ¿Verdad que sí?"
Pues mire yo soy un misionero con un carro que unos cuantos amigos se reunieron y me regalaron este carro. Lo tuve ahí en el garaje y después lo subí arriba a la casa y en la cajita decía “Para niños de cinco a siete años".
Pero ¿por qué se ríen? Un Chevrolet... lo tengo... ¿Omar lo viste tú? Lo tengo en video, lo tengo.... Hello! Convertible... decía... pero mira lo que decía: "Hace falta montarlo". ¿Cómo se dice en español? ¿Ensamblarlo, no? Ensamblarlo is necessary. Battery is not included".
Pero, ¿por qué se ríen si es verdad? Entonces este la Iglesia León de Judá es un carro clásico que está hecho en piezas y por ustedes no reunirse en Asamblea le falta una puerta, le falta una llanta, le falta el radio, le falta un bonete, un capot, le falta el guardafangos, le falta el tonel, le falta algo. Porque cada vez que un miembro se ausenta de la Iglesia y cada vez que un miembro deja de funcionar, es una pieza del carro que no se puede montar y la única persona que tiene la capacidad para bregar en ese departamento es usted. Por eso no dejemos de congregarnos como muchos tienen por costumbre sabiendo que la Venida del Señor se acerca. Usa las palabras el que escribió el libro de los Hebreos usa mismo las palabras: "No dejen de juntarse como Asamblea" porque este carro necesita a cada uno de ustedes. Así que cuando quieran ver mí carro yo se los puedo presentar por el Internet, creo que aparece en un Predicación que yo di. La gente aplaudió grandemente y pidió "por favor, manéjeme mi carro". Estábamos en un estadio y maneje mi carro y la gente empezó a aplaudir y metieron el carro en una cajita. Bueno, hermanos, no dejen de congregarse, no dejen de funcionar, no dejen de hacer su labor por más insignificante que sea. Eso es un consejito, ¿Está bien?
Bueno esta mañana estuvimos hablando de un tema y yo no tengo la gracia que tiene aquí los Pastores de poder predicar el mismo tema cuatro o cinco veces en el día. Tienen una gracia única, así que me perdonan los que no vinieron por la mañana... por la mañana, pues hablamos de un amor adictivo, de un amor que te contagia. Pero hoy vamos a hablar de una gracia que también es adictiva, que te contagia. Voy a leerles algunas Escrituras, sean pacientes conmigo, no voy a leer más de diez quizás once, porque sino Villafañe me dice: "¡Ey! lo que te enseñamos no lo estás aprendiendo. Un buen Predicador no lee más de diez versos, más de nueve versos".
¿Villafañe está por ahí? ¡Ah! no está por ahí. Bueno, entonces me excuso. Pero no voy, no voy.
En el Libro de Éxodo Capítulo doce -me fascina el Libro Éxodo, porque está después de Mateo y antes de Juan- buenos hermano si usted es hebreo que empieza de derecha a izquierda. Okey.
Dice así: Capítulo Once, Verso Tres: "Y Jehová dio Gracia al pueblo en los ojos de los egipcios. También Moisés era tenido por gran varón en la tierra de Egipto y a los ojos de los siervos de Faraón, y a los ojos del pueblo". Parece que se contradice porque por causa de Moisés, Dios acabó esa nación y todavía sigue la Gracia de tal manera funcionando que la gente los tenía en gran estima.
El Capítulo Doce y Verso Treinta y seis de Éxodo -Éxodo después de Génesis- "Y Jehová dio Gracia al pueblo delante de los egipcios y le dieron cuanto pedían así despojaron a los egipcios". Parece como que hay una magia en la palabra Gracia, porque se menciona la palabra Gracia y como que la gente se derrite.
Y me da gracia porque se están riendo, pero a cuento de la Gracia yo puedo ir al Banco y cambiar el cheque Celestial, a cuenta de la Gracia yo puedo coger fiado a nombre de Dios. Porque aquí dice `Pídanle a los egipcios lo que ustedes quieran, yo le daré Gracia de tal manera, que ellos le den lo que ustedes deseen´.
Muy bien, ahora, el Libro de los Proverbios -Proverbios ese sí que ustedes saben donde están. El libro Proverbios es fácil de conseguir, está después de Génesis y antes de Apocalipsis y creo que no se va a perder si lo busca poco a poco, detenidamente- el libro de los Proverbios. Mire este texto: Proverbios, Capítulo Dieciséis y Verso Quince: "En la alegría del rostro del Rey está la vida y su benevolencia" -que en inglés es favor o Gracia- "su Gracia es como nube de lluvia tardía". Muy bien. Grábeselo bien. ¿En qué? En la alegría del rostro del Rey hay Gracia y su benevolencia es ¿cómo qué? Como… ¡ajá!
Capítulo diecinueve y Verso doce, el mismo Proverbio: "Como rugido de cachorro de león es la ira del Rey"
¡Qué paradoja! El Rey está enojado, es como un cachorro de león, está furioso y su favor es "como rocío sobre la hierba". Entonces como que cambia de tonalidad el rostro del Señor, como que hay algo que le da un 'switch' que lo cambia, tiene ira, está irado. Dios se levanta con una voz poderosa y hace temblar los montes y quiebra la piedras y como rayo viene, pero entonces hay algo que le cambia el enojo del Rey y lo hace como el rocío por la mañana y el rocío es la forma más sutil, más sexy -yo le llamo- de la lluvia, es la forma más delicada del agua.
Pero entonces como es posible que de un "grrrrr" un león de momento hay algo que se llama Gracia que lo hace "haa" y es como rocío y es que el rocío hace como unas burbujitas encima de las hojas, encimas de las rosas o encima de su cabello y se ve. No es como un torrente, no es como un montón de agua, es como que algo lo cambia, algo como que lo transforma, algo como que lo hace, le da cosquillas y cambia la ira en sonrisa.
Hay un Profeta que también está en su Biblia que dice: "Pida lluvia en tiempo de lluvia y Dios hará relámpagos, hará truenos y mandará lluvia al plantío de cada uno de ustedes". También lo encuentro como paradójico en Zacarías 10:1 que le pida una cosa cuando la hay. ‘Pastor como yo no fui a mucha escuela, es que no entiendo, ¿cómo es que manda orar por lluvia cuando está lloviendo? Yo no entiendo’.
Y luego dice que Él hará relámpagos, así que si no hay relámpagos no hay nubes, no hay truenos, no hay señales de lluvia, pero dice que está lloviendo y que pida lluvia cuando está lloviendo.
Permítanme ser un poco jocoso pero como muy serio porque fue Hermano Medra que me recordó por el camino está historia que le voy a contar y que tengo la primera dama conmigo que me va a respaldar: mi esposa.
Era martes, un martes posiblemente trece de marzo, era un martes de esos terribles martes donde el dolor de cabeza del lunes sigue y no está el David Marrero, no está tan alegre. Yo no soy una persona de estar enojado por la mañana pero tampoco ese día no quería celebrar el cumpleaños entonces mi esposa me dice: "Mira David qué bueno que Masseys mandó un especial de Masseys los miércoles; y David ¿te recuerdas que a ti te hace falta una maleta nueva? Porque tanto que tu viajas y yo con maleta buena”. Y las maletas de mujeres son color rosa o azul turquesa, cosa que uno no puede usarla y entonces me dice: "Pero mira ¡qué especial! 60% descuento en las maletas. ¡Qué bueno para mañana ir a comprar!"
Hermano, a mí no me importaba maleta, ni Masseys, ni salir, no estaba en el buen humor para ir de compras. Pero "David, pero mira David, es 60% y si usas la tarjeta de Masseys, ¡ah! que yo tengo una, te dan un 15 más David. Yo no creo que deba desaprovecharse"; y David como cordero al matadero, ya se le quitó la rabia, ya se le quitó el coraje, ya como que su rostro empezó a cambiarle y ya como que la furia del león empezó como una tonelada de rocío.... bueno porque yo me iba a comprar mi maleta que me costaba barato y me fui con mi querida esposa.
¡Qué bueno que una esposa que no piensan en ellas, que piensan en sus maridos!
Cuando vamos hacia las maletas noto que ella vio una pieza, no sé si fue una falda -me imagino- color Corinto, fucsia, como lila... entonces ella dice: "Mira David, ¡guau! 60% y 15 más y qué sé yo…75 y 15. David mira y tu te acuerdas que el mes que viene se casa nuestro hijo y ¿de qué van a ser los colores de que la gente fuere? Si de ese color, David, mira esto, David". Y entonces David, claro el especial, porque está lloviendo y pida lluvia en tiempos de lluvia y pida un especial en tiempos de especial y cuando el esposo dejó de tener el coraje y está contento pida lo que usted quiera porque ha cambiado y así pasó. Nuestro marido celestial que estaba muy enojado con el pecado, pero algo le pasó que le miró a usted y usted le coqueteó un poquito y se enamoró y le dijo: "Te doy hasta mi Reino, dejo todo lo que tengo por ir detrás de ti porque agarraste el especial de la Gracia. Masseys se abrió"
Porque "he´s a good guy", él es un gran buen, buen marido. La Iglesia debe sonreírle de vez en cuando al Señor. Bueno compramos la chaqueta. Seguimos hacia las maletas, porque vamos hacia las maletas. Ya me encuentro como un héroe. Por diez dólares había comprado algo que valía cien o noventa dólares y me sentía como un héroe con mi esposa. Esta gente lo hace como de maldad, poner las maletas en lo último por allá y todo el departamento primero de perfumes después de mujer y las maletas por allá a lo último al lado de los matresses. Bueno de momento yo veo que ella se para frente de otra pieza y digo: "Ida ¿te gusta?" "Sí me gusta, pero no está en especial, David". "¿Te gusta Ida?”. "Si, David, pero eso es mucho para ti. Vinimos a comprar maletas". "Ida, ¡¿te gusta?!" Es que el Rey se está riendo, es que su rostro ya es como el rocío de la mañana. Pida lluvia en tiempos de lluvia, cuando Dios esté enviando Gracia sobre la Iglesia será un hambriento de Gracia. Pida Gracia en tiempo de la Gracia porque Gracia sobre Gracia vino el Señor a dar y de esa tomamos toda.
Gracia sobre Gracia, especial sobre especial por eso que me fascina servirle, me fascina ser como soy porque Él es un Dios de Gracia, Él es un Dios que si tú lo agarras por el lado débil y el lado débil de Él se llama Gracia y Amor yo no quiero saber sus espaldas y aún esas me sanan. Pero su Rostro está resplandeciente como el rocío de por la mañana.
Bueno, vamos hacia la maleta: "David..." "No te importa, Ida, no te importa, es el día de la Gracia, tú me convenciste, tú me sedujiste y fui seducido". Yo vine como cordero al matadero pero como un cordero que quiere morir. Bueno nos fuimos, ¡Ay! Dios mío hermanos, estoy dando la introducción. Nos fuimos, nos fuimos para las maletas... y de momento miró unos zapatitos… el color si, ese mismo que usted acaba de pensar, ajá, "Ida, ¿te gustan?" "Bueno, David, si pero esto sí que es caro, David. No hay especial ni de noventa, ni de cincuenta ni de treinta..." "Ida, ¿te gusta?" "Mira David, la maleta", "Ida ¡¿te gusta?!"
Es que pidió lluvia en tiempo de lluvia, pidió Gracia en tiempo de Gracia... me pidió sonrisa en tiempo de sonrisa, me pidió amores en tiempo de amores y este es el gran problema que Dios se ha buscado. Yo soy un enamorado de Él como que le coqueteo y ¡le gusta!
Si es un Trono en esplendor y Gloria. Si los ángeles quieren meter la nariz en esto de la Salvación y no pueden, si los ángeles pueden cantar pero nunca pueden improvisar un cántico de Redención. Los ángeles no pueden cantar gracias al cordero que murió por mí y yo sí.
Un ángel puede toda la grandeza, todo el esplendor, guarden la Gloria... pero la esposa es la que va a cantar un cántico que nadie sabe y cuando la esposa empiece a cantar el cántico que nadie sabe todo el Cielo se juntará en silencio esperando que termine un cántico que los ángeles anhelan saber porque fue que la Gracia lo conquistó y ahora nos dio los secretos del Reino la riqueza del Reino, de su poder, de su personalidad de todo el Trono. Es más dice: "El que venciere, le daré que se siente conmigo en mi Trono". Como yo vencí y me senté con mi Padre en el Trono. ¡Aleluya!
Sabe la nueva Jerusalén tiene doce piedras preciosas. Dios se gasta el lujo de preparar el traje de la novia, la casa de la novia y el Diablo lo que tenía eran nueve piedras preciosas. Ustedes lo leen en Isaías y Ezequiel, solamente nueve piedras preciosas. Cuando ve el Diablo un Trono allá y ve tres piedras preciosas que no tiene, que no se las han dado, el Diablo dice: "Me sentaré, subiré, seré igual" y una vocecita de un cordero le dice: "Te queda grande y abombachado. Te queda muy grande porque eso es para una querida doncella que me ha coqueteado. Se llama mi Iglesia". Este es el gran especial de Masseys es para ella. Bueno, compramos una cosa, compramos la otra, compramos la otra y ahora yo tengo una casaquilla aquí, un shopping bag aquí, otro shopping bag aquí. Hermanos, ¡yo no podía ir a las maletas! Estaba como Santa Claus y no era tiempo de Santa Claus. Ahí estaba, ¡ah! "David, vamos a llevar al carro para venir a comprar la maleta" y yo como tratando de llevar al carro.
El asunto es que había gastado demasiado en tarjeta y ¡todavía me gustaba, todavía me reía, todavía la amaba! ¡Todavía por dentro decía: Si pidiera más, si pidiera más, si pidiera más, si pidiera más, le daría todo porque ha cambiado la ira del Rey en risas de rocío!
Sí, también adivinó. No está Walter Mercado aquí pero adivinó: ¡llegué sin maletas! ‘Especial de 9 a 11 o de 8 a 11’. Eran las 2 de la tarde y yo en Masseys. Se había ido el tiempo de especiales y no me había dado cuenta porque la reina estaba conmigo y había dicho "quiero lluvia en tiempo de lluvia, quiero Gracia en tiempo de Gracia".
Me dice: "David, te veo como pálido, el rostro tuyo está como pálido". "Ida, no yo estoy bien". "No tu rostro está pálido". "Ida, estoy bien". "No, David, yo te conozco, tú tienes hambre". Mi esposa nunca me pide nada, por eso tiene todo. Mi esposa sugiere y una sugerencia, un "me gustaría" de ella es un puño al hígado.
"Yo le daré Gracia delante de los egipcios para que cuando ustedes le pidan les den todo lo que ustedes necesitan" acabamos de leer. La Hermana "Fulana" esclava con padre esclavo, con abuelo esclavo, el hermano que lo que sabía hacer era ladrillos, ahora Dios le dice: "Vayan a los egipcios y pídanle a ver que pasa. Yo les daré Gracia. Yo pondré Gracia. Yo cambiaré el rostro de los leones, de las víboras de Egipto por Gracia".
Y de momento una Hermana se fue, se iba a ir, y lo dice la Biblia. En la noche que se iba a ir, fueron donde las vecinas, los hombres donde los vecinos, las hermanas donde las vecinas y le dicen: "Mira hermana me voy esta noche y ¿no tienes tú un poquito de uña perfumada?" Y le dice: "Pues, mira tengo un poquito de uña perfumada". Entonces va donde la otra: "No te vayas, que mi marido vino ayer de Arabia y me trajo un perfume y como que yo sentí dártelo" y le dice la otra: " No te vayas que yo tengo un perfume de la India" y otro dijo: "No te vayas porque yo tengo un perfume que se saca de las algas de debajo de océano que eran las especies que yo iba a usar en tabernáculo". Estaba escondida, había encontrado miles y miles de dólares, miles de millas y ahora estaba porque la Gracia la demandó y cuando la Gracia demanda no importa lo que cueste, aparece porque aparece porque el león se está riendo.
Nos vamos Gracia 400 años y nos dice: "No, no no, ¿400 años de esclavitud? Payday, van a cobrar en un día lo perdieron en 400 años"
Iglesia, León de Judá, yo sé que ustedes son dadivosos, sean más dadivosos, mucho más dadivosos que Faraón. Parézcanse a Dios que dio todo porque Dios tiene riqueza para dársela a la Iglesia para que no viva como mendiga, sino que viva como una verdadera princesa. Y esto es sin predicar la súper economía o la súper Fe o la súper abundancia, no de la barata, de la buena. 400 años sin pagar y Dios dice 'payday'.
Vamos a hacer un templo que no construimos durante 20 años, lo vamos a hacer en un año. ¿Cuántos lo creen? Si lo creen digan Amén, si no digan ¡ay! pero digan algo. Bueno, mi esposa, no se me olvida.
Tengo sesenta y seis años y llevo cuarenta y dos predicando y no se me olvidan. Si se me olvidan ella me jala. Hermanos, le digo "Ida pues aquí esta: comida rápida. Comida del fast food. Entonces vamos ahí y comemos" y entonces me dice: "David, tú no comes hamburguers, tú no comes papas fritas. David, tú lo que comes son cosas buenas. Yo sé la comida que te gusta y aquí hay un un sitio que se llama "Legacy Sea Food" y yo sé que a ti te gusta comer".
Hermanos, la palidez que yo tenía no era, era un invento de ella, yo no estaba pálido. Ella quería comerse una langosta a la cacerola y sabía que diciendo que mi rostro no lucía tan bien, me iba a convencer y ¡me convenció! Terminé yo, llevé los paquetes allá, no compré la maleta y yo como un gran bobo, pero un bobo que le gusta, un adicto que le gusta.
¿Qué tú quieres? Una langostita a la cacerola y después el postrecito y por el heladito y "David, yo sé, comete el pescadito que a ti siempre te gusta" Lo que vale son doce dólares. Y entonces terminé comprando. Ya por la tarde sin fuerzas, pero lleno de entusiasmo y de amor porque alguien supo cambiar la maquinaria de mi ánimo. Toque a Dios, mueva a Dios.
Dios dijo, `Yo tenía deseos de hacerles gran bien, pero ustedes me tornaron', pero por otro lado Él dice: 'Yo tenía deseos de hacerles un gran mal a miles pero ellos me tornaron a hacerle bien".
Usted puede cambiar el reloj de Dios, Dios es soberano pero dentro de su soberanía Él ha dejado una posibilidad de que usted pueda cambiarlo, sin dejar de ser soberano.
Porque Soberano es un Dios que hace lo que le da la gana, aún se puede hacer el débil en su Soberanía para que usted aparentemente usted lo debilita y es que en su Soberanía se debilitaba para que usted dijera: "Yo quiero casarme contigo aunque soy pobre, aunque soy moabita, yo quiero casarme contigo porque se me ha antojado" ¡Qué la Gracia será suficiente para acostarme contigo Rey!
Hermanos, teníamos en ese fin de semana al Pastor Raymond y al Pastor Elizabeth Colón de Orlando, estaban visitando nuestra Iglesia. Ya era domingo. El domingo le digo: "Ida, a los hermanos hay que llevarlos a cenar" y ella dice: "Tú sabes que siempre el Hermano Raymond siempre habla de la langosta de Boston. Tú lo sabes David". "Okey. Y ¿dónde vamos?" "Donde fuimos el miércoles, es que son fresquecitas, tú sabes. Vamos a llevarlos allí”
Hermano, como cordero al matadero, me llevé al Pastor y a la Pastora, mi esposa y yo fuimos a "Legacy SeaFood" otra vez y entonces la emoción fue tan grande que mi esposa dice: "Bueno, ¿qué les gusta? pidan lo que quieran. La más grande que haya".
El Legacy SeaFood tiene la reputación de tener sus propios criaderos y ese día tenían langostas de seis libras. Hello? Yes, el plato era doscientos cincuenta dólares cada uno ese día porque no estamos en season pero como ellos tienen su propio criadero ellos contaban. Tanto fue así, suponte que no sea ética, la muchacha que nos atendió dijo: "¿Usted sabe cuánto cuesta la langosta que ha pedido? Doscientos cincuenta dólares cada una". Hermana Elizabeth una, Hermano Raymond otra, mi esposa que fue humilde y pidió otra y David Marrero como a ti te gusta el pescado de doce dólares... hermano.... -pero déjeme decirle Pastor, de veras, con estos Pastores yo me gasto no eso, me gasto la vida, porque así les amo y así son ellos con nosotros. Tú los conoces a Raymond y a Liz, tú los conoces, son... y entonces Raymond cuando dijo: "Yo no quiero, yo no voy a abusar, yo no quiero. Vamos a pedir de cinco solamente". Bueno hicimos la orden, diez minutos, veinte minutos, treinta minutos, cuarenta minutos y no venía la orden; cincuenta minutos y no venía la orden, sesenta minutos y no venía la orden. Por último yo le dije: "Señorita nosotros hicimos una orden grande, estos son mis invitados" pero cómo ya Dios me había hablado de que la Gracia hace cambiar el rostro de los leones, en vez de ponerme a pelear contra la que me podía ayudar en la Gracia, le dije:"Yo sé que no es culpa suya, pero usted tiene el poder de ayudarnos". Ella no hallaba que hacer, fue que en la computadora se perdió la orden. Ella trajo al Manager y se excusó el Manager. Hermana Ida, ¿estoy hablando verdad? ¿Verdad hermana Ida? Si me dan ofrenda te doy la mitad.
Ella me pide el diezmo cada vez que salgo, ella es mi Sacerdote. Mi sacerdotisa.
Bueno, viene y se excusa. Se fueron. Diez minutos... hermanos, una langosta que cruzaba el plato y cruzaba casi la mesa y de la Pastora otra langosta igual y mi esposa otra langosta igual y yo por bobo el pescadito de... Boston´s crown. El asunto es que cuando pedimos la orden llega la muchacha a atendernos, digo: "¿Cuánto? Deme la orden" y me dice: "No si el jefe dijo que era gratis" "Pero... ¿por qué?" "¡Ah! porque ustedes le cayeron bien. Una hora y ustedes no gritaron ni se escandalizaron, una hora y fueron gentiles". Entonces viene el jefe y dice: "Eso es por la casa". Me dio una tarjeta y me dice: "Mientras yo sea Manager y usted sea cliente, es gratis. Es por la casa"
Pida lluvia en tiempos de lluvia, vaya a Masseys cuando estén es especiales y cuando se esté anunciando un Culto de Sanidad Divina no se quede allá porque es tiempo se especial de Sanidad Divina o de Prosperidad. Hello? o de Liberación o de Bautismo del Espíritu Santo o de Salvación, por favor, no se quede ahí, porque el tiempo, el especial se puede terminar y usted seguirse para allá sin haber gozado del material que el especial le ofrecía.
Bueno, ahora se podía pedir el tiramisu y entonces la Pastora dice: "Yo quiero un tiramisu" y el Pastor también y la hermana Ida. Hermanos, y cuando viene, viene con el Arca de Noé. Una cosa especial, pero especial, especial y yo dije: "¿La cuenta?". "No, si se la hizo el Manager mismo y dice que es Gratis".
Digan conmigo: Gratis. Digan conmigo: Gratis, digan conmigo: Gratis. Gracia. Nunca pelee con la persona que puede ayudar, nunca pelee con la persona que está frente al counter que es la única, no tiene culpa y es la única que le puede ayudar.
Nos vamos al aeropuerto y nos peleamos con los que están ahí al frente que no tienen culpa de nada. Nos vamos a los hoteles y botaron la reservación, peleamos con la señorita: no tienen culpa. La Gracia hace milagros.
Estoy contando yo eso, casualmente con el Hermano Colón y Hermana Elisa, nos ganamos una banquera para el Señor en Florida, completamente nueva pero lleno de gozo. Aguilda se llama, posiblemente la conocen. Yo iba a alquilar un carro que costaba como catorce dólares diarios, ella fue conmigo Pastor, "yo voy a buscar el carro con usted" entonces cuando fuimos a buscar el carro, ella no sabe nada y le dice al attendant: "Consígame un Mustang convertible al Pastor porque tiene Gracia en la cara". Porque como yo identifiqué eso y ella es nueva, ella pensaba que me iba a alquilar un convertible y tan nueva que era y yo dije: "Aguilda eso no funciona así" El muchacho que me atiende dice: "No puedo porque es una tarifa de como ochenta dólares diarios y no puedo, no estar en mi poder". "¡Ah! pero el Pastor dijo que si la Gracia si uno se sonreía y tenía Gracia le daban lo que pedían". "Bueno, lo siento, no puedo, no hicieron el contrato". Fuimos a buscar el carro en Parking Land, el número tres, cuando fuimos... un Mustang convertible amarillo y cuando salí con el Mustang me hace el muchacho.
Pide lluvia en tiempo de lluvia, pide Gracia en tiempo de Gracia que si no hay Gracia, Dios hará relámpago, creará una nube... y lo que me gusta más de la profecía esa: " y yo mandaré lluvia para el plantío de cada uno", significa que es una Gracia privada. Es para ti privada, Dios tiene un especial privado para ti. Pienso que debo callarme. Esta mañana no terminé y hoy tampoco so me deben dos más.
Alcen las manos conmigo al Cielo. Álcenlas. Estaba el pueblo de Israel siendo usado por los asirios, dice el Profeta: "Dios está furioso, dará su voz, su poderosa voz, vendrá Dios con toda la furia". Luego dice: "La doncella que salga con pandero a tocar porque habrá alegría en mi pueblo". El otro verso dice: "Y Dios acabará con los Asirios si la doncella menea la mano una, dos, tres veces", si golpea con la mano si ustedes hacen eso, me aplauden en otras palabras y cuando ustedes me aplaudan yo me luzco peleando por ustedes. Un aplauso para el Señor. Dios les Bendiga.
Amén.
Pastor Miranda: Gloria a Dios. Ese es el poder de las Parábolas, ¿no? que nos enseña esas verdades de Dios profundas: "Pide lluvia en tiempo de lluvia". El Señor tiene lluvia y Gracia para su Pueblo. Este es el tiempo del pueblo de Dios. El Señor dice: "Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de ustedes" Pensamientos de bien y no de mal para darles el fin que ustedes desean y esperan. Vamos a ponernos de pie, vamos a pedirle al Señor.
Una sola historia de redención
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Cuando su corazón está lleno uno quiere derramarlo, y Dios en su gracia hizo fluir, hizo brotar la tierra puso al hombre exactamente en medio del jardín del Edén. Y vamos a mirar hoy a la historia de la redención que comienza precisamente allí en el jardín del Edén y que entonces procede de ahí hasta llegar a lo que celebramos el domingo pasado, que fue el domingo de resurrección. Y es en realidad una sola historia desde Edén hasta la resurrección. Y Cristo está vivo. Amen.
Y vemos que Juan y Pedro corrieron a la tumba donde estaba Jesús pero estaba vacía. Y mientras ellos se preguntaban y volvía a decirle a los demás discípulos, ¿Dónde está el Señor? Buscaban por los campos, por los caminos, y preguntaban dónde está él. Y le preguntaban ¿dónde está el Señor? ¿Saben ustedes dónde está? Pero Jesús le dijo a los discípulos: vayan por todo el mundo y prediquen las buenas nuevas del Reino de Dios.
¿Y quién fue el primero en obedecer a ese mandamiento del Señor? Jesús, el mismo Jesús. Caminando por el camino ve a dos hombres en el camino a Meaux, y les pregunta de qué están hablando ustedes. Y eso lo que un buen maestro hace. Y ellos lo miraron, y le preguntaron no sabes algo, ¿no sabes acerca de Jesús el que fue crucificado? Y dicen que acaba de resucitar de entre los muertos. Y miren lo que el Señor les dice entonces:
“…Él les dijo, oh, insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho, no era necesario que el Cristo padeciera estas cosas y que entrara en su gloria, y comenzando desde Moisés y siguiendo por todos los profetas les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decía….”
Él les dijo que en el libro de los profetas y en todo lo que Moisés había escrito en el Pentateuco hablaba acerca de él, de Jesús. El plan de Dios, el plan de redención divina está incrustado, tejido por todos los libros de la Biblia.
En Génesis 2:16 dice: “… y mandó Jehová Dios al hombre diciendo, de todo árbol del huerto podrás comer más del árbol de la ciencia del bien y del mal, no comerás porque el día que de él comieres, ciertamente morirás…”
Eso es en los comienzos mismos de la palabra. Les dice, de cierto moriréis. ¿Dios estaba hablando en serio cuando dijo eso? Su palabra es verdadera y eso es lo que nosotros creemos. Si nosotros hubiéramos dicho, bueno, no, él no quería en realidad decir eso, pues simplemente cerremos el libro y despidámonos de él. Pero la palabra de Dios es verdadera y en ese mismo día Adán y Eva ciertamente murieron, espiritualmente.
¿Cómo murieron ellos? Su espíritu, la relación que tenían con Dios quedó quebrantada, ahí comenzó a manifestarse la muerte. Se dieron cuenta, estamos desnudos. ¿Y qué les habría cubierto antes de ese momento? Podemos ver solamente lo físico y no ver en los espiritual? Antes de pecar ellos habían estado cubiertos en esa gloria, esa relación íntima con Dios y ese era su cobertura, pero ahora después de pecar esa cobertura espiritual de relación con Dios quedó quebrantada, quedó quitada.
Y Dios no había terminado con ellos. Porque Dios es amor, y el amor no se da por vencido, Dios quería estar en relación con ellos, y Dios insistió en mantener esa relación con ellos. Con Adán también y con su esposa Dios les hizo pieles, túnicas de pieles y los vistió. Túnicas de piel, y esas túnicas de piel eran simplemente cualquier tipo de piel? No, en el hebreo, las letras con que se describen la palabra túnicas de pieles, nos hablan del misterio de la salvación.
Moisés fue instruido para hacer una túnica de piel para Aarón el sacerdote. Y esa vestimenta de Aarón como sacerdote que se suponía que representara a Dios ante los hombres, esa vestimenta era para gloria y para bien. Esa vestimenta representaba ese sacrificio de animales, la piel de los animales que era como una cobertura para aquellos que eran culpables a través del pecado.
Jesús viene para una novia que sea pura y sin mancha. ¿Están ustedes anticipando y deseando esa cobertura de justicia que dice la Biblia que nosotros hemos de recibir un día? Esa cobertura que Dios proveyó aquel día en Edén para Adán y Eva era una ayuda visual de la misericordia de Dios y la justicia de Dios para con Adán y Eva.
Así que inmediatamente vemos que ya Dios en Edén tenía un plan, tenía un propósito que él estaba comenzando a realizar, que era para traer en el futuro a un Salvador a la tierra. Y el Señor miró sobre toda la tierra y escoge a un hombre que se llama Abraham, ¿por qué Abraham? En las Escrituras descubrimos que Abraham posiblemente sabía acerca de las promesas de Dios. ¿Cómo habría sabido Abraham acerca de estas promesas y de estos propósitos divinos? Si seguimos la historia de Noé y sus hijos encontramos que Sem, uno de los 3 hijos de Noé, estaba todavía vivo cuando Abraham nació. ¿Es posible quizas que Abraham hablara con Sem, este hijo de Noé? Y posiblemente cualquiera de nosotros no hubiera ido a hablar con Sem quizas para que nos informara acerca de los propósitos de Dios si sabíamos que él estaba vivo?
Pero lo que sí sabemos es que Abraham fue fiel de ponerse en fe, de lanzarse en fe. Y yo creo también que Dios a muchos de ustedes los ha llamado también en algún momento de su vida para que se lancen a caminar en fe. Y como Abraham usted puede tener la seguridad que Dios llevará a cabo lo que él ha prometido.
¿Y qué fue lo que Dios le prometió a Abraham? Que le daría a Abraham y a sus descendientes una tierra que les perteneciera a ellos. ¿Y de hecho, tienen los descendientes de Abraham una tierra suya que les pertenece? Ciertamente, esa tierra está en el centro mismo de la contienda y del conflicto en los días actuales. También Dios le prometió a Abraham que tendría muchos descendientes y que haría de ellos una gran nación. Podemos preguntar, ¿tiene Abraham muchos descendientes? También en ese pacto con Abraham Dios prometió que bendeciría a sus hijos y al mundo con redención a través de un pacto nuevo hecho a través del Mesías, Jesucristo.
¿Somos nosotros recipientes de ese pacto, de esa promesa? Dice también te daré por luz de las naciones para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra.
Y entonces pasando a través de la historia vemos que esos descendientes de Abraham se encuentran ahora en Egipto esclavos. Pero Dios es fiel a sus promesas y a sus pactos. Dios escuchó el clamor de sus hijos y dijo, yo los voy a redimir, los voy a sacar de la esclavitud. Y comenzó a darle instrucciones a Moisés, y Dios le dijo a los israelitas, este mes será el comienzo de los meses del año para ustedes, este mes en que estamos actualmente, abril, en el calendario de Dios es el primer mes del año para sus siervos judíos. Y ese mes es el mes que muestra la redención de Dios.
Dios le dijo a Moisés, “…habla a los hijos de Israel y diles las fiestas solemnes de Jehová, las cuales proclamaréis como santas convocaciones serán las siguientes, estas…”
Nosotros hablamos de esas fiestas que Dios declaró que como si fueran fiestas judías, pero ¿qué es lo que está diciendo Dios verdaderamente? Dios dice, estas serán mis fiestas. Son los tiempos que Dios ha asignado. Si usted tiene una cita, por ejemplo, con un personaje importante usted se asegura de estar presente. Y Dios dice, estén presentes, lleguen a tiempo. Tres veces les dice, tres veces lleguen a mi santo lugar. Hay tres épocas de cosecha en el año: está el la cosecha de primavera, la cosecha del verano temprano y la cosecha del otoño.
Durante cada uno de esos tiempos, esas estaciones de cosecha, Dios hace citas con su pueblo a fin de mostrarles su gran amor. Y vamos a ver ahora cuáles son algunas de esas fiestas que Dios ha asignado a su pueblo. La primera fiesta es pasak que es lo que se llama la Pascua, en inglés Passover, Pascua en español. Y Dios dio instrucciones muy específicas para la celebración de esa fiesta, dice Levítico 23:5:
“… en el mes primero, es decir en abril, a los 14 días del mes entre las dos tardes celebrareis la pascua de Jehová…”
El 14 del mes de abril, eso fue la semana pasada.
Y la segunda fiesta es la fiesta de los panes sin levadura y en esa fiesta dice en Levítico 23:6, en la misma parte, un poquito más adelante, dice:
“…. Y a los 15 días del mes de abril esta fiesta solemne de los panes sin levadura a Jehová, 7 días comeréis panes sin levadura….”
El día 15, muy específico, se suponía que comieran pan sin levadura.
Y la tercera fiesta, la fiesta de las primicias. Dice aquí, en esa fiesta, la tercera, recuerden, Pascua, sin levadura, primeros frutos, dice:
“.-… habla a los hijos de Israel y diles, cuando hayáis entrado en la tierra, es decir, en Canaan, que yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra siega y el sacerdote mecerá la gavilla delante de Jehová para que seáis aceptos el día siguiente del día de reposo, él la mecerá. Quiere decir, presentársela al Señor al sacrificio…”
Y vamos a mirar, vamos a ver, examinar esas 3 fiestas que Dios declaró para su pueblo con un poquito más de detalle cada una. Dios le instruyó a cada familia que llevara un cordero sin mancha a su hogar el décimo día del mes hasta el día 14, del décimo al 14. esa es la fiesta de la Pascua. Estamos examinando estas tres fiestas más de lleno, en la fiesta de la Pascua se suponía que cada familia tomara un cordero sin mancha y lo llevaran a su hogar el décimo día de abril hasta el día 14. Recuerden, que estas fiestas Dios se las da mientras son esclavos en Egipto.
Y Moisés le dice al faraón, deja salir a mi pueblo y faraón se niega. Y entonces Dios envía las plagas de Egipto porque Dios mismo va a sacar a su pueblo de Egipto. ¿Y cómo iba a Dios a llevar a cabo esa liberación?
Les dice a través de esta fiesta de la Pascua le dice, tome el décimo día de abril y busquen un cordero sin mancha, tráiganlo a su casa y retengan ese cordero allí hasta el día 14 de abril. Y Jesús hizo exactamente ese mismo acto, lo llevó a cabo, porque el Señor les dijo, lleven a cabo este acto como un memorial a través de todas las generaciones y el Señor obedeció.
Así que imagínese al Señor yendo al campo y su Papá diciéndole a Jesús le dice, Jesús es el tiempo de escoger el mejor corderito de la manada. Imagínense a Jesús buscando allí entre los corderitos y Jesús toma ese corderito y lo toma en sus brazos. Y le dice, Papá, este es el mejor corderito que he encontrado. Y le pregunta, lo vamos a llevar a casa de nuevo y debo guardarlo por 4 días y retenerlo? Y su papá le dice, sí, puedes hacerlo. Y entonces dice el Señor, pero papá, después tendremos que matarlo, sacrificarlo? Imagínense a Jesús en su forma humana agarrando ese corderito que iba a ser sacrificado como un memorial, como un recordatorio a ese tiempo en que el Señor había sacado a los judíos de Egipto. Se suponía que antes de ofrecer ese cordero ellos lo examinaran para asegurarse de que no tenía ningún tipo de mancha ni defectos. Se suponía que mataran a ese cordero al atardecer y que tomaran algo de la sangre de ese cordero, en esa época de la Pascua, en esa celebración de la Pascua y que la pusieran en los dinteles de la puerta de su casa. Y los judíos allí en Egipto fueron salvados por esa sangre que pintaron sobre los dinteles de sus puertas. Dice que cuando Dios iba a derramar esas plagas, sobretodo la destrucción de los primogénitos, se suponía que al ellos pintar la puerta de su casa se mantuvieran dentro de la casa. Para los israelitas lo que estaba a su puerta iba a ser una señal, esa sangre pintada en los dinteles de la puerta iba a ser una señal de aquel a quien ellos adoraban. Y cuando entraban a su casa estaban bajo el cuidado del Señor.
Esa misma noche, dice la Escritura, el ángel de la muerte pasó por todo Egipto donde estaban los hebreos pero los primogénitos de los israelitas no fueron matados. Porque Dios ya tenía la señal de la sangre y Dios los sacó.
Dice en Deuteronomio 26:8: “… y Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte, con brazo extendido, con grande espanto y con señales y con milagros…”
El brazo de Dios es el brazo redentor, el Señor siempre realiza sus promesas por medio de su brazo derecho. ¿Dónde está Jesús? Dice, al lado derecho, a la derecha de Dios. Como un niño le dijo a su madre hace un par de años atrás, le dijo el niño, mamá, vi a Jesús en un sueño anoche. Y la mamá le preguntó, ¿Dónde estaba Jesús? Y la mamá le pregunta, ¿estaba sentado a la diestra, a la derecha de su Papá? Le dijo, no, mamá, él es el brazo derecho del Padre.
En el tercer mes cuando los hijos de Israel salieron de la tierra de Egipto ese mismo día ellos entraron al desierto de Sinaí. Y allí en la base del monte de Sinaí algo glorioso iba a suceder. Dios había de revelar otra pieza de su plan redentor. Cuando usted se casa usted entra en pacto con su esposo, o esposa, hace un pacto con él o con ella, y ese pacto implica un compromiso eterno.
Hace poco supe que había habido un programa aquí que se iba a desarrollar con el tema de la sexualidad. Ese matrimonio entre un hombre y una mujer es algo sagrado. Y a través de este pacto en Sinaí podemos ver algunos elementos del pacto matrimonial. Es tan magnífico. Cuando verdaderamente comprendemos que Dios se casó, estableció un pacto matrimonial con su pueblo y se supone que nosotros como pueblo de Dios seamos una imagen de ese pacto matrimonial entre Dios y su pueblo, solamente así podemos verdaderamente mostrar aprecio por lo sagrado que es este pacto.
Dice aquí en Éxodo 19:1: “… En el mes tercero de la salida de los hijos de Israel de la tierra Egipto, en el mismo día llegaron al desierto de Sinaí y Dios les dice, en Éxodo 19:5 y 6, …. He aquí si ustedes obedecen de hecho mi voz, y guardan mi pacto entonces ustedes me serán como un reino de sacerdotes y una nación santa….”
¿Hemos escuchado lo que Dios está diciendo? ¿Hemos dicho en nuestro corazón, ejecutaremos, llevaremos a cabo ese pacto? ¿Hemos obedecido el pacto? En la ceremonia matrimonial se nos pregunta, tomas tu a este hombre, tomas a esta mujer?, hay una pieza hoy en este día, en estos días que se está quitando de ese pacto matrimonial. La gente no le gusta decir ya, yo obedeceré.
Pero aquí mismo Dios está diciendo si usted quiere pacto conmigo usted tendrá que obedecerme.
Y la gente llegó al pie de la montaña, del monte de Sinaí y se vistieron con ropas limpias porque estaban entrando a un terreno santo. Se hicieron ofrendas, sacrificios. Cuando se hace un holocausto esto representa el corazón de la persona entregado en total rendimiento, y lo que vemos aquí es la presentación de un rendimiento total de Jesús en la cruz.
Dice aquí, y él envió jóvenes de los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos y becerros como sacrificios de paz a Jehová, y Moisés tomó la mitad de la sangre y la puso en tazones y esparció la otra mitad de la sangre sobre el altar.
Total rendimiento, total entrega al Señor a través de esa imagen del sacrificio. Ese animal inocente estaba entregando su sangre.
Dice aquí, Dios tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo, haremos todas las cosas que Jehová ha dicho y obedeceremos. Entonces Moisés tomó la sangre y roció sobre el pueblo y dijo, he aquí la sangre del pacto que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas.
Moisés tomó ese pacto que Dios estaba haciendo con el pueblo allí en el Sinaí, roció la sangre sobre ese pacto y también la roció sobre el pueblo hebreo. ¿Estás tu bajo la sangre del cordero? Pero sabemos que Israel no le fue fiel a Dios en ese pacto. ¿Qué va a hacer Dios en ese caso? Él ama a su pueblo y desea tener relación con ese pueblo, él había hecho un pacto con ellos.
Dice aquí, por qué cuando vine no hallé a nadie y cuando llamé nadie respondió. ¿Acaso se ha cortado mi mano para no redimir? ¿No hay en mí poder para librar?
Dios estableció las estrellas en el cielo. Dios estableció el curso del mar. ¿No es Dios capaz de redimir a su pueblo? Él es santo, lo que no es no es santo no puede acercarse a Dios porque Dios es santo. ¿Y cómo podía entonces santificar a su pueblo?
En Oseas 2:19 dice, he aquí yo te desposaré conmigo para siempre, te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y misericordia.
Dios es compasivo. Su amor y misericordia son eternos. Dios ciertamente ha de redimir a su pueblo.
Jeremías 31:31 “… mirad los días vienen, dice el Señor, cuando haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá..”
De nuevo, un nuevo pacto después que Israel quebranta el antiguo pacto en Sinaí, ahora Dios quiere hacer un nuevo pacto con ellos.
Ese nuevo pacto dice no será como el pacto que hice con sus padres, el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto porque ellos invalidaron mi pacto, aunque yo fui como un marido para ellos, dice Jehová.
Este nuevo pacto no iba a ser como el primer pacto que ellos invalidaron.
Este nuevo pacto, dice, será de tal manera que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice, Jehová, quedaré mi ley en su mente y la escribiré en su corazón y yo seré a ellos por Dios y ellos me serán por pueblo.
¿Pero cuándo sería ese nuevo pacto que Dios iba a hacer con su pueblo? ¿Y cómo lo iba a llevar a cabo?
Entonces saltando en el tiempo vemos a Jesús diciendo a sus discípulos, vayan a la ciudad y encontrarán un hombre al cual le dirán, dice el Señor, mi tiempo ha llegado y yo voy a guardar la pascua en tu casa con mis discípulos. El Señor Jesucristo le dijo así a sus discípulos que le dijeran a esta persona. El Señor les dijo, yo voy a guardar esa pascua con mis discípulos.
Y dice aquí, fueron pues y hallaron, como el Señor les había dicho, y prepararon la pascua y cuando era la hora se sentó a la mesa y con él los Apóstoles.
Y dice allí que cuando él tomó el pan y había dado gracias por el pan, él quebró el pan, lo abrió y les dio a ellos diciendo, este es mi cuerpo el cual es entregado por ustedes, hagan esto en memoria de mí.
Este es el pan que el Señor quebrantó en esa celebración de la pascua, la santa cena, o la última cena como se conoce, esa era la señal de ese nuevo pacto que Dios estaba haciendo, ya que el primero había sido quebrantado por los hebreos.
Lo que el Señor puso sobre la mesa cuando celebró esa pascua con los discípulos era pan sin levadura, como lo que Dios había dicho antes. ¿Cuántos de ustedes han ido alguna vez a un Sader? Es una celebración de la pascua judía. Alguno ha estado alguna vez en una celebración de pascua judía? El año que viene deben ir a una celebración de la pascua judía, vamos a tener un Sader, vamos a tener una celebración de pascua. Y en esa celebración de la pascua nuevamente judía, hay vino y hay pan sin levadura.
Y es importante porque cuando el Señor trajo esos símbolos él dijo, yo voy a ser el cumplimiento de esos símbolos que ustedes están participando.
El Señor dijo, y tomen también la copa de igual manera después de cenar, diciendo, esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, la cual es derramada por ustedes. Es decir, ese era el nuevo pacto que Dios había dicho que iba a hacer, una vez que fue el primer pacto quebrantado, a través de la sangre de Jesús. El Señor tomó una copa muy especial, según el orden de la, esa celebración judía esa copa que el Señor tomó se llamaba la copa de redención y el Señor tomó precisamente esa copa que estaba en el ritual judío y el Señor había de realizar ese nuevo pacto a través de su propia sangre derramada en realidad por nosotros.
Cuando ya estaban saliendo, terminando la cena y saliendo del lugar que había sido escogido, dice la Biblia que ellos cantaron un himno. Cantaron salmos, siempre los judíos año tras año cantaban los mismos salmos en esa celebración de la pascua.
Aquí por ejemplo, en el salmo 118, uno de los salmos que usaban dicen, el Señor es mi fortaleza y mi canción y él se ha convertido en mi salvación. La mano derecha del Señor, la diestra del Señor es sublime, la diestra del Señor hace valentías, la piedra que desecharon los edificadores ha venido ser cabeza del ángulo. Este es el día que hizo Jehová, nos gozaremos y alegraremos en él.
Es uno de los salmos que cantaban ellos. Año tras año antes de que Jesús llegara a la tierra los judíos proclamaban eso, dice, la piedra que rechazaron los constructores ha venido a ser la piedra principal, la piedra del ángulo. Estaban proclamando algo que había de venir en el futuro.
Dios reveló ese nuevo pacto a nosotros cuando Jesús estableció el pacto con su Padre a favor nuestro en la cruz del calvario. Como ustedes pueden ver la sangre de Jesús, lo que hizo fue realizar en actualidad lo que la fiesta de la pascua simplemente anunciaba desde tiempos de Moisés y los judíos en Egipto. El Señor realizó todo eso. Y hay otras fiestas también pero por lo menos ustedes pueden ver por lo menos…
Simplemente para que no se pierdan de las otras fiestas también, son parte de… porque Dios había dicho que en el 14 día del mes de abril sería la fiesta de la Pascua, y el Señor es el cordero sin pecado, sin mancha. Él es el pan que no tiene levadura, que no tiene mancha, no tiene contaminación. La levadura era así por la contaminación. Y en el mes de abril en el día 15 era el día del pan sin levadura. La Escritura dice cuando una semilla cae a tierra y es enterrada en la tierra brota, sale y da mucha vida, da mucho fruto. Jesús, el que no tenía pecado, el que no tenía levadura fue enterrado como una semilla en la tierra precisamente en ese día de pan sin levadura. Y el Señor se levantó como ese grano, esa espiga que sale de la tierra precisamente en el día de las primicias, de esa segunda fiesta, para dar vida a la humanidad.
Y cada una de esas tres fiestas: la fiesta de la Pascua, él Señor la realizó, la llevó a cabo; la fiesta de los panes sin levaduras. Lo vemos allí cuando esa semilla cae a tierra y ese pan brota como una espiga, salió de la tierra como el Señor resucitó. En ese tiempo de que Jesús muere, la tierra estaba completamente llena de cereal, y de la misma manera en que los sacerdotes iban a cortar las primeras espigas y para arrancarla de la tierra, en ese mismo momento el Señor también se levantó de la tierra. Él es bueno, y de la misma manera que el sacerdote cogía esas espigas y las llevaba adentro del templo en celebración de esa fiesta y las mecía delante de Dios, las mecía delante del Señor, si era aceptable, si era aceptaba entonces eso quería decir, bueno, toda la cosecha es aceptable y es buena. Y mientras el sacerdote mecía estas espigas delante de Dios el Señor había dicho a María le había dicho, no me toques le dijo cuando ya había resucitado y estaba pasando esto, yo tengo todavía que ascender a mi Padre, todavía no he ascendido a él. Y le dijo a María, ve, y dile a los discípulos que yo me encontraré con ellos más tarde en este día. Dice la Biblia que en ese tiempo, entre el tiempo que habló con María y fue a visitar a sus discípulos, el Señor ascendió al cielo, ese tabernáculo no hecho por manos de hombre y el Señor se presentó como esa ofrenda que iba a ser mecida delante del Padre. Amen.
Y allí el Señor fue aceptado por el Padre, como esas espigas simbólicas del sacerdote, fue aceptado como perfecto, como aceptable por el Padre. Y entonces por lo tanto toda la cosecha, que somos nos, es buena delante de Dios y aceptable también. Usted es parte de esa cosecha de Cristo Jesús y ¿Qué dice? Dice que la cosecha está lista, los trabajadores son pocos y dice, vayan ustedes, vayan. Hay mucho trabajo que hacer pero la cosecha está lista y Dios desea venir y tomar esa cosecha para sí mismo. Gracias. Amen.
Como ven, hermanos, es importante, hay mucho material, tanto material que es difícil uno absorberlo todo, pero yo espero que lo que ustedes saquen de esto es entender que el Antiguo Testamento no está desvinculado del Nuevo Testamento. El Antiguo Testamento es lo que estaba haciendo era como presentando simbólicamente todo lo que el Señor iba a ejemplificar en su propia persona. Es decir, que los judíos sin darse cuenta, toda la Escritura apunta hacia la persona de Jesús. Y esos ritos están allí, esas fiestas están allí y tienen un significado precioso. No podemos entender todo lo que Cristo hizo a menos que no entendamos esas fiestas y esas declaraciones de parte de Dios en el Antiguo Testamento. Así que les animamos a continuar estudiando estas cosas. Porque se aprende mucho de, por ejemplo, eso de la cena que el Señor celebró. Nosotros la celebramos pero no entendemos que eso era lo que los judíos estaban haciendo hace miles de años atrás. Lo que el Señor hizo fue en esa cena él presentarse, ok, hoy, todo los hebreos han estado diciendo se cumple en mi persona. Él fue la copa, él fue el pan quebrado por nosotros.
Es decir, que podemos entender mucho mejor todo el significado de eso. Muchas cosas que no entendemos de Jesús a menos que no entendamos esa parte. Así que les animamos, Gail va a estar dando seis lecciones más adelante, donde con mucho más detalle usted podrá entrar en estas cosas, entenderlas mejor, yo sé que Dios quiere que eso se dé y vamos a ser muy, muy instruidos.
Vamos a orar por Gail. Vamos a orar por ella y por esa pasión que ella tiene por instruir al pueblo de Dios, porque yo creo que este es el tiempo que Dios quiere que el pueblo de Dios entienda estas cosas y que rescatemos muchos de estos…
Y oren también para que yo aprenda a hablar español. Amen.
Bendecimos la vida de Gail, Señor. Gracias por lo que hemos aprendido hoy, Señor yo pido que el recuerdo de esas fiestas, Señor, de la pascua, de las primicias, de los panes sin levadura y cómo el Señor realizó todo eso en su persona, la manera en que tu palabra tiene esa coherencia, Señor, tan perfecta que nosotros podamos entender esto cada día. Y Padre, lo que tu quieras rescatar, lo que tu quieras que nosotros volvamos a integrar, Señor, a nuestra vida de adoración como iglesia, nosotros estamos bien dispuestos a entregarte todo lo que tu desees, Señor. Enséñanos cómo diferenciar entre una cosa y la otra, Padre. Y a ti daremos toda la gloria y toda la honra.
En el nombre de Jesús, amen y amen. Gloria al Señor.
Abriendo pozos de vida
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Libro de Génesis, Capítulo 26. He titulado este mensaje de hoy: "Abriendo pozos de vida". Quisiera que vayan al Verso número doce, ahí en Génesis 26, Verso 12.
Mucho de lo que voy a estar hablando hoy, tiene que ver con como una generación nutre a otra generación con esa semilla de Fe; como los padres pueden nutrir a sus hijos y sus hijos a sus hijos con esa semilla de Fe que ha sido plantada en sus corazones; cómo una generación tiene la responsabilidad de recibir esa semilla y de poder seguir creciendo en ella o ahogarla por completo.
Son unas dinámicas muy interesantes que pueden sonar un poco sencillas, pero a la misma vez tienen su nivel de complejidad y es en esos aspectos que yo quisiera reflexionar hoy con ustedes.
Pero vamos al texto, déjenme leer algo aquí para poner las cosas en su respectivo nivel: Génesis 26 comenzando en el Verso 2, dice así: "Y sembró Isaac en aquella tierra y cosechó aquel año ciento por uno y le bendijo Jehová. El varón se enriqueció y fue prosperado y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso y tuvo hato de ovejas y hato de vacas y mucha labranza y los Filisteos le tuvieron envidia y todos los pozos"... -aquí es donde empezamos a llegar al punto, al meollo de las cosas-..." y todos los pozos que habían abierto los criados de Abraham-el papá de Isaac- los criados de Abraham, su padre en sus días los Filisteos los habían cegado", en otras palabras los habían tapado y llenado de tierra... "Entonces dijo Abimelek a Isaac"...-Abimelek es el Rey de la región de Gerard donde estaba Isaac-..."dijo Abimelek a Isaac: 'Apártate de nosotros porque mucho más poderoso que nosotros te has hecho'"; e Isaac se fue de allí y acampó en el valle de Gerard y habitó allí. "Y volvió a abrir Isaac los pozos de agua que habían abierto en los días de Abraham, su padre, y que los Filisteos habían cegado después de la muerte de Abraham y los llamó por los nombre que su padre los había llamado. Pero cuando los siervos de Isaac cavaron en el valle y hallaron allí un pozo de agua vivas, los pastores de Gerard riñeron con los pastores de Isaac diciendo: 'El agua es nuestra', por eso llamó el nombre del pozo Esek, porque habían altercado con él; y abrieron otro pozo y también riñeron sobre él y llamó su nombre Signa". Ya luego les voy a explicar lo que esos nombres significan.
"Llamó su nombre Signa y se apartó de allí y por tercera vez abrió otro pozo y no riñeron sobre él y llamó su nombre Rehobot y dijo 'Porque ahora Jehová nos ha prosperado y fructificaremos en la tierra'.
Déjenme dejarlo ahí.
Saben, este es uno de esos pasajes que están en la Biblia y uno no sabe por qué están ahí hasta que verdaderamente uno los lee con detenimiento y busca a ver cual es el sentido que está ahí detrás de todas esas palabras. ¿Qué tiene que ver una historia de pozos? ¿Qué tiene una historia de pozos que enseñarme a mí con respecto a mi vida de Fe, con respecto a mi vida personal? ¿Con respecto a mi relación con Dios, con respecto a mi relación con otras personas a mi alrededor? ¿Qué tiene eso que enseñarme? Yo creo que tiene mucho que enseñarnos, mis hermanos. Miren esto, los pozos en aquel entonces eran el recurso principal de vida. En otras palabras, el agua en aquel entonces era el recurso principal de vida. Para aquellos días la forma en la cual Isaac se enriqueció fue por el ganado y por la agricultura que logró cosechar.
Así era una persona que tuviera terrenos de trigo o viñedos o cualquier otro producto de la tierra, una persona que tuviera hatos de ovejas, vacas, cabras y cualquier otro animalito que se pudiera encontrar por ahí, era una persona que era considerada próspera y enriquecida por Dios; y para poder mantener todas esas cosas, todos esos animales, todos esos viñedos, uno de los recursos principales que se necesitaban, era ¿qué?... el agua. Imagínense, estamos hablando de que muchos de estos lugares eran lugares desérticos y muchos de esos otros lugares también eran lugares verdes, pero había que regar ambos para poder mantener ese criado de vacas, ovejas y también las verduras que se cosechaban por ahí la vianda, la batata, los plátanos... todo lo que se diere en aquél entonces. El agua era sumamente importante, tal como lo es para nosotros hoy día. Y aquí vemos que por causa de esa agua se estaba desarrollando una pelea, una riña. Pero yo quiero ponerles algo en contexto porque el personaje de Isaac aquí es bien clave. Muchas veces nosotros escuchamos en la Biblia cuando se dice de Dios que "Dios es el Padre del Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob". Esa expresión implica generación de como Dios es Dios de una generación a la otra y de como la Bendición de Dios se transmite de una generación a la otra. ¿Cuál fue la promesa que Dios le dio a Abraham? Que le iba a dar una descendencia ¿cómo qué? "Como las estrellas que estaban en el Cielo". Esa promesa que recibió Abraham la transmitió a su hijo Isaac. Isaac al principio del Capítulo 26 donde nosotros leímos comienza con un recordatorio de esa promesa de Dios que le dio a Abraham y que ahora se la estaba transmitiendo a Isaac. Isaac al recibir esa promesa estaba viviendo bajo una Bendición generacional.
Usualmente cuando escuchamos esa expresión tendemos a decir que 'la maldición de una generación se transmite de una a la otra', pero la maldición no solamente sino también la Bendición y esa promesa que se transmitió de Abraham a Isaac también conllevó consigo una serie de errores que se estaban transmitiendo a lo largo del camino; ¿a qué me refiero? Abraham en el Capítulo veinte de Génesis cuando él entró en esa tierra de los Filisteos donde Abimelek era el Rey, él tenía a su esposa Sarah y cuando llegó a ese lugar Abraham sintió temor de que los hombres de esa región lo fueran a matar a él por coger a Sarah. Y ¿qué fue entonces lo que Abraham entonces hizo? Abraham mintió y dijo que Sarah era ¿quién? ... su hermana, hasta que en un momento Dios se le reveló al Rey Abimelek y le dijo:"No se te ocurra ponerle ni un dedo en un pelo a Sarah, porque está cogida."
"Pero Dios yo no sabía"... lean la historia, está ahí en el Capítulo veinte. Él dijo: "Yo no sabía, yo pensaba que era la hermana" "Es la esposa del escogido mío, él es un Profeta y él orara por ti para que entonces tú con tu esposa y tu concubina puedan tener entonces la generación que tienen que tener"; y así sucedió pero Abimelek fue donde Abraham y como que le dio una "nalgada" por así decirlo. Se lo dijo a Abraham: "¿Por qué nos vas a traer este mal, este pecado a nosotros mintiéndome así? Si te hemos dejado usar nuestras tierras y fructificar en nuestras tierras, ¿por qué me vas a engañar de esta forma?". Entonces Abraham, obviamente, se disculpa con él pero también hizo lo que Dios mandó: oró por Abimelek para que él, su esposa y su concubina pudieran reproducirse. Pero ese mismo error que cometió Abraham, también lo cometió Isaac.
Así que vemos que esos errores de una generación a la otra se transmiten también porque Isaac hizo lo mismo con su esposa Rebecca cuando entró en esa tierra de Gerard, tuvo el mismo temor y dijo:"¡Ay! Aquí me van a eliminar. Mi esposa es un "cover model" y me van a eliminar así que déjame decir mejor que es mi hermana", y ese fue el acuerdo que hicieron. Pero ¿qué pasó? el Rey Abimelek esta vez no fue que Dios se lo reveló sino que parece que uno de esos días que iba caminando y pasó por la casa de campaña de Isaac y se dio cuenta que Isaac estaba tratando a Rebecca en una forma que no es de hermanos y yo imagino que el Rey Abimelek dijo: "Oye, te tal palo, tal astilla. El papá me vino a mentir y el hijo también me viene a mentir. ¿Qué se creen, que yo soy bobo?" Y fue y le llamó también la atención también a Isaac pero en ese instante había cosas que estaban ocurriendo tras bastidores, mis hermanos.
Porque había una dinámica de Dios con sus escogidos que se estaba moviendo de una generación a la otra, porque Dios puso en favor a estas dos personas que eran considerados los padres del pueblo judío. Los puso en favor delante de una de las tierras que en el futuro vendrían a ser uno de sus grandes enemigos: los Filisteos y en medio de esa tierra Dios permitió que ellos pudieran fructificar. Pero aquí es donde yo quiero traerlos al grano de las cosas, mis hermanos, porque yo creo que hay algo bien importante aquí con respecto a estas dimensiones de Fe.
Hay algo que yo veo en la conducta de Isaac que me llamó mucho la atención. Primero que nada fue su persistencia al él querer proveer para los suyos, para su esposa, para sus hijos; ustedes saben que los hijos de Isaac los principales son Esaú, Jacob -que obviamente está su drama ahí metido también- pero esos son sus hijos. Tenía su esposa, tenía sus concubinas y él tenía que proveer para los suyos. Así que Isaac tenía esta mentalidad de un constante esfuerzo, un constante sacrificio, un constante trabajar para proveer para los suyos y eso lo vemos en esta historia de esos pozos que él buscó abrir. El asunto es que aunque él sabía que él como quien dice estaba en tierra de nadie, solamente le habían dado un permiso para estar allí como forastero, él sabía que él había adquirido un poder, que él había adquirido una autoridad de parte de Dios para establecerse allí pero a causa de eso estaba recibiendo envidia de parte de sus contrincantes. Esos contrincantes comenzaron a altercar con él y lo primero que yo veo en el acto de Isaac fue que él buscó honrar primero que nada, ante todas las cosas la memoria de sus padres; la memoria de su papá en esta instancia.
Si ustedes se fijan conmigo en el verso 18 dice:"... Y volvió a abrir Isaac los pozos de agua que habían abierto en los días de Abraham, su padre, que los Filisteos los habían tapado después de la muerte de Abraham y los llamó por nombres que su padre los había llamado".
¿Saben qué? Yo quiero que ustedes piensen esto, estamos hablando de un pozo de agua. ¿Ustedes saben lo que es un pozo de agua? Yo no estoy hablando de que esto es un hoyito en la tierra de tres pies de hondo y ya, eso no es lo que estamos hablando aquí. Estamos hablando de que estos pozos de agua -me gusta ver mucho el National Geographic, el canal así cuando dan cosas históricas, arqueológicas de la Biblia- y fue bien interesante. Un día yo me crucé de como en aquel entonces se cavaban los pozos y obviamente en aquel entonces no había el tipo de maquinarias que podemos tener hoy: que hoy buscan un taladro inmenso y va penetrando la tierra hasta que llega veinte, treinta, cuarenta hasta cien pies debajo de la tierra alcanzar esa agua.
En aquel entonces iban cavando de poquito a poquito y mientras iban cavando iban sellando las paredes con piedra para que esa tierra no se fuera a caer, y los iban bajando así poco a poco con soga e iban sacando la tierra de cubeta en cubeta, si se encontraban con una piedra a lo largo del camino ellos tenían que buscar la forma de que con sus instrumentos y sus propias manos, la fuerza de sus manos, buscar romper esa piedra para poder seguir penetrando hasta encontrar el agua. No era un trabajo fácil, es más yo les digo, en campamento de jóvenes que nosotros hemos hecho a veces que tenemos que hacer los hoyitos para sacar las piedras o algo así y es con esas palitas chiquitas tipo "Army."
Hay veces que se hace difícil poder hacer un hoyo en la tierra o si usted está haciendo un trabajo de construcción en su casa y tiene que bregar con pico y romper y de repente se encuentra con un... yo le digo un peñón, una piedra así bien grande y hay que buscar la forma de sacar eso porque está interrumpiendo su camino; si uno pasa trabajo haciendo esas cosas ¿cuánto más trabajo abrir esos pozos?. Solamente por el hecho de poder encontrar el recurso que iba a mantener una familia viva, que le iba a dar a una familia la oportunidad de sobrevivir. Y ¿saben qué? Yo veo algo muy bonito en la conducta de Isaac y fue que Isaac buscó honrar a su papá, eso fue lo primero que él hizo, él buscó honrar a su papá. Y ¿saben? en este entonces los Diez Mandamientos no estaban todavía, en ese entonces todavía Dios no había dado esa lista de Reglamentos por los cuales vivir.
Pero yo estoy seguro que los principios de Dios todavía estaban bien presentes, o estaban bien presentes en cuanto a la relación de una generación a la otra. Y yo veo algo muy importante porque así como Abraham buscó esforzarse para proveerles a sus hijos lo mejor y que ellos pudieran disfrutar de la Bendición de Dios, así mismo Isaac los recibió.
Déjenme hacer un paréntesis aquí. Saben, ese Mandamiento del cual habla esta relación de padres e hijos lo sabemos muy bien, ¿verdad?, ese es el Mandamiento, creo que es el número cinco en el Libro del Éxodo, Capítulo 20 donde dice: "Honra a tu padre y a tu madre" ¿para qué? "Para que te vaya bien en la Tierra y vivas largos días". Ese yo creo que es el Mandamiento que tiene una promesa que encierra muchos aspectos de la vida. "Honrad a tu padre y a tu madre" en otras palabras respetarlos, en otras palabras hacer todo cuanto esté en tu poder porque ellos puedan también llevar una vida abundante delante del Señor. Y hay veces que yo me pregunto, mis hermanos, que la experiencia de la Bendición de Dios en nosotros hay veces que se vive a medias, porque no hemos cumplido con principios tan básicos y tan sencillos como éste, que no hemos logrado honrar a nuestros padres en la forma que Dios espera que nosotros hagamos y yo sé que aquí estoy delante de tanto padres como madres, como hijos e hijas.
Todos nosotros aquí, aunque ustedes tengan sesenta años, déjame dejarlo ahí, o que usted tenga quince o dieciséis, usted ha sido un hijo, usted ha sido una hija o sigue siendo todavía, en algún momento de su vida usted está ahí. Y muy bien, mis hermanos, el tipo de vida abundante que nosotros podamos tener, muchas veces está conectado a ese aspecto de como nosotros hemos tenido un trato con nuestros padres... sea para bien o para mal. ¿Hemos sido el hijo o la hija rebelde? o ¿Hemos sido el hijo o hija que se somete a la autoridad de sus padres y busca responder en la forma que Dios espera de ellos? Y tal vez, yo sé que aquí habrá muchos que me van a poder decir a mí, pero "Pastor Omar, es que mi padre era un bandolero, mi padre era un abusador, mi padre no me quería, yo no puedo someterme, yo no puedo honrar un hombre así". Y mire, yo no lo voy a culpar, yo sé que hacer algo así es bien difícil, pero el principio Bíblico está ahí. El principio Bíblico, lo que Dios pide de nosotros, es más, yo hasta me atrevería a decir que cuando uno logra honrar a un padre o a una madre que no se lo merece la Bendición de Dios sobre usted va a ser aún mayor.
Yo me atrevo a declarar eso con toda certeza y yo sé que aquí hay testimonio de esos casos, yo sé que aquí los hay; de que han logrado experimentar la Bendición de Dios en sus vidas solamente porque entendieron lo que Dios pedía de ellos y se sujetaron a la autoridad de Dios por encima de todas las cosas para poder experimentar esa Bendición que Dios quería derramar sobre sus vidas. Ese pozo, mis hermanos, de la relación de Isaac con Abraham nos da mucho que decir a nosotros en cuanto a cómo nosotros podemos mantener esos pozos de vida abiertos en medio de nuestros días. Son pozos que tenemos que mantener abiertos, y yo sé que aquí, obviamente, cada familia aquí representada tiene su drama.
Cada familia aquí presente tiene su drama y nadie lo conoce mejor que usted y que Dios. Y mi deseo hoy es que al yo leer un pasaje como este que nosotros verdaderamente podamos reflexionar en qué es lo que Dios está pidiendo, que es lo que Dios está demandando de nosotros en estos días. Y tal vez usted no me va a decir muchos mas menes, pero después de que yo esté causando que en su mente y en su corazón esté ahí, dando vueltas a millón, yo prefiero que eso suceda. A menos en un momento como hoy. Pero yo hago esta pregunta ¿Cuáles son los pozos para los cuales tenemos que trabajar, esforzarnos y aun pelear para abrirlos? ¿Cuáles son los pozos de nuestra vida que las circunstancias han tratado de anegarlos, han tratado de taparlos con tierra, con polvo, con piedras, con cemento, con varas de acero y nosotros tenemos que hacer un esfuerzo grande por mantener esos pozos abiertos?
Yo he identificado, al menos cuatro principales. Uno de esos es el pozo de nuestra Fe en Dios, el pozo de nuestra relación con Dios, el pozo de nuestra comunión con Dios como el principal, como el centro, como el núcleo de todas las cosas.
Y podrá parecer algo sencillo o trivial, pero no lo es, mis hermanos porque es uno de los pozos que más rápido se puede anegar. Es uno de los pozos que más rápido las circunstancias de la vida pueden venir... pum... sucede algo y ahí se fue. ¿Eh? un metro más que se va llenando día tras día, cada momento al usted levantarse, cada momento al usted abrir sus ojos algo va a suceder que va a querer anegar ese pozo de su relación con Dios. Y esas circunstancias de la vida son muchos otros pozos que yo también voy a identificar aquí. Pero el aspecto es, mis hermanos, que requiere una intencionalidad para mantener esos pozos abiertos.
Miren, Isaac; yo me pregunto ¿por qué él quiso abrir los pozos de su padre? Obviamente, una mente entendida me va a decir: "porque lo necesitaba, tenía vacas, tenía cabras, tenía viñedos, pues necesitaba esos pozos, los tenía que abrir, claro está". Pero yo creo que también estaba ese aspecto de él querer honrar su padre y al hacer eso él iba a estar honrando a Dios. Porque él sabía que su padre se movió en una dimensión que ninguna otra persona se había movido, el sabía que su papá había recibido algo directamente de Dios y ese "algo" se había transmitido a Isaac. Por lo tanto Isaac se estaba moviendo en esa misma dimensión y buscó honrar a Dios al honrar a su padre, pero cuando hizo eso no se quedó ahí, él buscó abrir pozos nuevos. Miren esto, aquí mismo lo dice -Verso diecinueve-
"Cuando los siervos de Isaac cavaron en el valle y hallaron allí un pozo de aguas vivas, en otras palabras hallaron aguas que no se habían encontrado antes- Isaac no se conformó con abrir los pozos de su papá, él buscó seguir promoviendo, seguir desarrollándose, seguir buscando más sí mismo, para los suyos y para aquellos que estaban a su alrededor"; y es en esa búsqueda donde él comenzó a encontrar resistencia. Es en esa búsqueda donde Isaac comenzó a encontrarse con estos contrincantes que estaban impidiendo el que él verdaderamente pudiese avanzar, ese primer pozo que encontraron fue el que se llama Eseq. Eseq en la traducción del hebreo significa contienda, contención, en otras palabras que se riñe, que se pelea, es algo que tuvo que forcejear ahí con los otros. En aquel entonces ese pozo de agua viva era bien importante y se lo estaban peleando pero no logró conquistarlo tal vez porque el otro grupo era mayor que él, pero él dice: "Okay, le voy a poner cruz y raya, Eseq, contención. Ustedes quieren contención, quédense con la contención". Pero es bien interesante que Isaac se movió.
Tal vez si hubiese sido otro le hubiese arrancado la cabeza a esos que estaban peleando por ese pozo de agua -'No era mío, yo lo encontré primero'- y hubiesen estado ahí buscando, peleando, causando más riña y riñas, pero Isaac decidió mantenerse ¿qué? ... en Paz. Okay. ` ¿Tú quieres? Ya, yo le pongo el sello a éste. Me voy a mover a otro lado´. Va y empieza a cavar en otro lado y se encuentra con este otro pozo y va y sale el chorro de agua así de repente y vienen los otros pastores del área y vienen y `No, no no, esto está en nuestra área. Ese es de nosotros también´. ¿Eh? y he ahí el teje maneje de lado a lado de lado a lado hasta que Isaac dice "Okay, yo le pongo el "label" también. Este va a ser Sidna".
Sidna, ¿saben lo que significa Sidna en la traducción de hebreo? Significa enemistad y hay otra palabra que yo conseguí que estaba bien relacionada que significaba odio. Enemistad u odio. Y yo quiero que ustedes observen estas dos cosas, mis hermanos, porque no tan solamente se está reflejando aquí el hecho de que estamos queriendo cavar un pozo, sino que había una maldición que estaba ocurriendo ahí en ese mismo instante: que si Isaac no hubiese tenido la mentalidad correcta de parte de Dios, él hubiese traído todo ese mal de contención, de enemistad, de odio sobre su familia. Pero al él buscar y quererse esforzar por algo mejor por su familia para poder estar en Paz con Dios y con los otros ¿qué fue lo que hizo? `Déjenme ir a cavar a otro sitio’ y fue a otro lugar por otro lado y se fue e hizo otro pozo, cavó su hoyo, sale el agua, se dio cuenta que era buena agua y ¿qué nombre le dio? Rehobot y Rehobot lo que significa es: lugares espaciosos, lugares amplios.
¿Dígame usted, si a usted le dan a escoger entre esos tres pozos, cuál de los tres usted escogería?
.... Obvio, Dios nos libre escoger cualquiera de los primeros dos. Una mente lógica va a pensar eso, pero el asunto es mis hermanos y hermanas que muchas veces yo no sé por qué, es como una mosca que se deja llevar por esa luz azul, como que se ciega por la luz y cuando va.... ¡pzz!... así nos pasa muchas veces que en vez de irnos por el camino de la vida, por el camino de esos lugares espaciosos por alguna razón u otra terminamos en la contienda, en la enemistad. Por alguna razón u otra nos empedernecimos con estar en contienda con otras personas, en estar en enemistad con otros;" ¡ah! porque no quisiste hacer las cosas como yo quiero, pues... Hm... ahí.... cruz y raya para ti.... ahí quedaste".
Esto es algo que se da en mucha dinámicas, esto se da en relaciones muchas veces entre esposo y esposa: "¡ah! no quieres hacer las cosas como yo quiero pues pah, te chavaste, una pared, una muralla de cinco pies de espesor entre tú y yo" y van a la cama y se acuestan y está esta pared así grande entre medio de ellos, necesitan una cama más de King para poder poner esa pared ahí. Se da en las relaciones entre hermanos y hermanas de sangre; ¿cuántas veces no hay historias de hermanos y hermanas que por años y años....? y " ¡oye! ¿Cuántos hermanos usted tiene? Yo tengo como tres, cuatro, cinco, doce, dieciocho hermanos. ¡Guau! esa familia es sí bien extendida y ¿te llevas bien con todos ellos?... ¡ah! muchacho si tu supieras eso es una guerra todo el tiempo"; aún dentro aquí de los mismos hermanos y hermanas hay veces que se dan estas riñas que es como que venimos aquí y "¡ay! hermano ¿cómo estás? mucho gusto. Dios te Bendiga." Pero cuando salimos por esa puerta es como......
Yo espero que se estén riendo, no porque estoy haciendo un show aquí, sino porque los estoy poniendo a pensar. Pero ese es el asunto, mis hermanos, que muchas veces hay algo en nuestra naturaleza que en vez de gravitar a ese lugar espacioso a ese Rehobot como que hay algo en nosotros que gravita hacia el otro lado; que se aísla... "tú te estás metiendo en contra mía, muchacho. Atrévete a pasar esta raya" y nos vamos a ir empedernecida mente en contra de la otra persona. Eso no es lo que Dios quiere y pide para nosotros, eso no es la vida abundante que Dios quiere que nosotros tengamos. Dios quiere que nosotros podamos llegar a esos lugares espaciosos pero para poder llegar ahí, mis hermanos y hermanas, ¿sabes qué? ... tienes que pelear, tienes que luchar, tienes que tener una Fe bien persistente, una Fe empedernecida en poder llegar al lugar donde Dios quiere que tú puedas estar y habitar.
Hoy más que nunca, mis hermanos, en esos pozos, no me di cuenta y mencioné los otros tres pozos que tenía, el pozo de nuestro círculo familiar es uno por el cual tenemos que luchar. El pozo de nuestro círculo familiar es uno que tenemos que estar ahí constantemente cavando, cavando, sacando el residuo que el mundo a nuestro alrededor pone y muchas veces ese residuo viene por causa de nosotros como padres, también puede venir por causa de los hijos, como también puede venir por causa de la sociedad en el cual vivimos que quiere ahogar ese pozo de la familia. Y nosotros no nos podemos dar el lujo de dormirnos en nuestros laureles y dejar que ese pozo se ahogue por completo de basura. No nos podemos dormir.
Yo creo que los padres juegan un rol principal aquí en este aspecto. Los que estaban cavando estos pozos no fueron ni Sarah ni Rebecca. Ellas sí se encargaban de prepararle la torta de harina durante el día, cosa que los muchachos pudieran comer y pudieran seguir trabajando; pero los que estaban ahí SUDANDO FUERTE, que se les sangraban las manos de todos los callos que tenían bregando con los instrumentos que estaban haciendo, eran esos varones que estaban ahí escogidos por Dios. Hoy día es igual. Nosotros padres -y estoy hablando padres, y gracias Señor que puedo hablar en forma de papá- yo nos miro a nosotros mis hermanos y nosotros delante de Dios tenemos la responsabilidad de que esos pozos de agua en nuestro hogar se puedan mantener abiertos, con agua limpia que esté corriendo todo el tiempo.
Sobre nosotros recae que ese filtro que pueda parar cualquier basura que pueda llegar a nuestro hogar recae sobre nosotros para que el pozo de nuestra vida familiar se mantenga nutrido, para que el pozo de nuestra vida familiar se pueda mantener sólido.
¿Saben qué? Yo tengo un testimonio que en algún momento lo voy a poder compartir, no creo que sea el tiempo de... No, no no, créanme, créanme, solamente los hago pensar ahí un poco. Porque yo creo que es un testimonio que Dios todavía está.... ¿cómo puedo decir?.... lo está cocinando todavía en mi vida... pero créanme que yo he visto la Gloria de Dios, mis hermanos. Pero he visto la Gloria de Dios porque he reconocido lo que es tomar el lugar que uno debe tomar dentro de ese núcleo familiar para poder ser de Bendición a las personas que Dios ha puesto en mi vida y por ende al yo hacer eso, poder buscar ser de Bendición al resto de todas estas personas delante de las cuales Dios me pone. Pero todo recae en ese aspecto: que yo pueda reconocer cual es mi rol, cual es mi responsabilidad delante de Dios. Y ¿saben qué? asimismo como un padre tiene esa responsabilidad de cuidar ese pozo de la familia, asimismo los hijos tienen la responsabilidad también de que esa agua se pueda mantener limpia. No te creas que "¡ah! pues como yo soy hijo pues me voy a echar para atrás en la cesta voy y papi y mami que se encarguen del resto". Miren yo escribí una nota aquí, yo escribí: una generación bendice la otra al abrir los pozos y la generación que lo recibe es responsable de mantenerlos abiertos o de cerrarlos por su propia conducta.
Un padre, si yo como padre, me enfoco de que ese pozo se mantenga abierto pero Lucas -Dios nos libre de eso- en algún momento Lucas mientras vaya creciendo se convierte en un hijo irresponsable, rebelde y lo que yo he tratado de abrir él lo está tapando por otro lado, ¿saben qué? delante de Dios yo habré cumplido con mi deber. Pero delante de Dios, Lucas va a tener una responsabilidad de la cual él va a tener que responder. Yo no quiero que él reciba ese juicio, por eso es que yo constantemente me mantengo, me mantengo: "Lucas, ¡no! hay que abrir este pozo, hay que trabajar por este pozo, hay que buscar que esa agua.... `No, papa, eso no es lo que yo quiero, yo quiero otro pozo´", no Señor, lo digo en el nombre de Jesús que eso no llegue a suceder.
Pero ¿ven la dinámica de lo que estoy diciendo aquí, mis hermanos? Hijos, yo les hablo a ustedes ahora mismo, ustedes que son hijos ahora, que tal vez están sentados al lado de tu papá o tu mamá y que si no lo tienes y lo tienes a la distancia, pensemos bien. Por casualidad la Bendición de Dios que nosotros estamos o no estamos experimentando ¿se ha dado por ese hecho de que hemos tapado los pozos que nuestros padres han abierto en nuestras vidas?
Otro de los pozos que tenemos que trabajar, otro de los pozos por los cuales tenemos que luchar y esforzarnos para abrir son los pozos de nuestro trato con el prójimo. Los pozos de nuestro trato con el prójimo, y tal vez me van a decir: "Omar ya aquí lo estas llevando a otro nivel, yo no soy responsable por las relaciones con otras personas. Yo no soy responsable de eso. Ya las personas que se comporten como quieran. Mira, fine, la gente ya se pueden comportar como ellos quieran". Pero si usted tiene en su cabeza el título de que usted es un hijo o una hija de Dios, usted tiene una responsabilidad que cumplir con ese prójimo que está ahí afuera también. Uno de los Mandamientos que el Señor nos deja a nosotros es: "Amar a Dios sobre todas las cosas" y ¿después que pasó? "y amar al prójimo también". Yo tengo una responsabilidad delante de Dios de poder buscar abrir esos pozos que han quebrantado mi relación con el prójimo a mí alrededor. Yo tengo que intencionalmente buscar la forma de que yo pueda volver a construir esos puentes que me conectan con otras personas que tal vez la falta de entendimiento que yo tenía antes ha causado que los rompiera.
¿Ustedes han escuchado esa expresión que dice: "no ensucies el agua porque nunca sabes cuando te la vas a tener que volver a tomar otra vez"? ¡Uhh! ¿Cuántas veces yo he tenido que aprender de eso? que en algún momento de mi vida ensucié el agua y de nuevo las vueltas que da la vida uno se dice "¡guau! ¡Qué pequeño es el mundo!" vuelvo y me encuentro con esta persona y es como que... aj... ahora ¿qué es? déjame ponerle un filtro Britta para ver si me la puedo tomar o algo. Esta filtro Britta se llama Jesucristo mis hermanos, que me permite volver a establecer esas conexiones con la gente que estaban a mi alrededor, con gente que tal vez en algún momento cuando yo estaba cavando ese primer pozo hubo contienda entre nosotros y ahí se quedó la contienda, "no vuelvo a hablar contigo" y tal vez volví y traté de hacer un segundo esfuerzo y reñimos de nuevo en ese segundo y.... ahí quedó... Sidna, enemistad, ahí nos vamos, tú allá y yo acá. Hay veces que mucha gente se quedan ahí en esa segunda instancia pero si yo conozco el humor de Dios, en el humor de Dios, en el drama de Dios de alguna forma u otra, si Dios había intencionado para que usted fuera Bendición a esa persona, Dios va permitir que esa persona vuelva a su vida por tercera, por cuarta, por quinta vez y de alguna forma u otra usted va a tener que reconocer que hay un pozo de vida que usted va a tener que abrir para poder experimentar la Bendición de Dios. No tan solamente en usted sino también en la otra persona. ¿Me siguen por donde voy?
La razón por la cual yo he mencionado estos tres pozos es porque hay un cuarto pozo, y con éste voy terminando, hay un cuatro pozo por el cual nosotros también tenemos que luchar, por el cual nosotros también tenemos que pelear, por el cual nosotros tenemos que esforzarnos intencionalmente para poderlo destapar. Es un pozo que si esos primeros tres no están abiertos este cuarto se va a quedar nulo de alguna forma u otra. Es el pozo de nuestro ejemplo y nuestro testimonio con la comunidad alrededor, de como nosotros como Iglesia servimos como un pozo de agua viva para la gente que está a nuestro alrededor, para nuestro entorno, para la comunidad. ¿Saben?
Yo he estado leyendo un libro por un autor muy reconocido para todos nosotros, que es como quien dice :"Pan acabado de sacar del horno", que pronto van a saber quien es; pero es el libro de nuestro Pastor Miranda que ya, Gloria a Dios, está ahí afuera, está empezando a circular y eso lo vamos a celebrar pronto; pero en este libro el enfoque, el tema principal del Pastor es que la Iglesia Hispana tiene un llamado Redentor de parte de Dios de poder funcionar como agentes para el Advenimiento de Dios aquí en esta área donde nosotros estamos. Eso es uno de los puntos que él menciona. Pero que Dios haya escogido a un pueblo, a una generación que ante los ojos de muchos podrá parecer como poca cosa, que ante los ojos de muchos podrá parecer que son nada, que son nadie, que son forasteros, que son peregrinos, que son inmigrantes aquí en esta tierra, que muchas veces nos miran con asco. Dios ha escogido ese pueblo para recordarle a esta tierra las raíces de donde salieron. Es este pueblo, mis hermanos, el cual Dios ha llamado para abrir esos pozos de vida de la Palabra de Dios, de la Fe en Cristo Jesús, que pueda nutrir de nuevo esta tierra en la cual nosotros vivimos.
Pero eso no es fácil mis hermanos, porque poder abrir esos pozos significa que nos vamos a tener que parar en una forma difícil y una forma firme y proclamar una Palabra que muchas veces no es recibida en la sociedad en la cual estamos. Cuántas historias ya, o cuántas noticias hemos escuchado de Pastores que han sido arrestados porque han predicado un mensaje que ante algunos sectores de la sociedad se reciben como ofensivos, se reciben como homofóbicos o cosas así por el estilo y son Pastores o son personas que han estado sufriendo ahora por causa de sus principios, de su Fe.
¿Saben qué? El miércoles en la noche cuando yo salí del culto de oración, yo salí de aquí con -¿cómo diría yo?- con un sentido de urgencia, una urgencia por orar por el rol que ésta Iglesia estaría jugando en estos próximos meses y años aquí en la comunidad en la cual vivimos. Y mucho de esto provino del mensaje que nuestro Pastor comunicó el domingo pasado.
Yo me estaba diciendo: "Señor yo sé que Tú nos llamas a que nosotros nos paremos firmemente y declaremos los principios de tu Palabra, que seamos fiel a tu Palabra y así entonces tú nos respaldas a nosotros". Esa noche como a las once y media yo estaba escribiendo en mi jornal, en mi diario y por alguna razón recibí esta impresión en mí corazón sobre la Iglesia Hispana siendo como esa nueva generación de mártires que establecieron un decreto en la historia. Esa generación de mártires que por causa de muchos de ellos es que nosotros estamos ahora en el lugar donde estamos, hablando acerca de nuestra vida de Fe. Y por alguna razón yo escribí en mi jornal lo siguiente. Reflexionando en esas cosas que Dios puso en mi corazón, yo me dije: "¿quién sabe, así estas son mis palabras, quien sabe?"
Si el que una multitud de Pastores tengan que ser arrestados por los principios de su Fe, ¿quién sabe si ese sea el mensaje urgente que Dios quiere enviar a la sociedad en la cual nosotros vivimos hoy en día?
Hermanos, yo les digo, esas palabras a mi me cayeron fuertes. Yo no quiero ser arrestado, yo estoy seguro que el Pastor no quiere ser arrestado, pero ¿quién sabe si en algún momento escogidos de Dios tengan que llegar a un nivel de sufrimiento, de esfuerzo por los principios de la Palabra de Dios? para que verdaderamente este mundo pueda abrir sus ojos y decir ¡guau! "Estábamos bien mal en lo que estábamos pensando, porque verdaderamente hay un Dios que existe, que reina por encima de todas las cosas". Verdaderamente hay un pueblo que está bien convencido de los principios que están aquí en esta Palabra, verdaderamente hay un pueblo que ha experimentado un nivel de Bendición porque se han sujetado a esto que Dios pide de ellos y nosotros estábamos siendo faltos de eso o nos estábamos alejando de todo eso. Pero mis hermanos, mucho de esto requiere que el pueblo de Dios pueda esforzarse por abrir esos pozos que la sociedad ha estado socavando, que ha estado ahogando, que ha estado llenando de porquería y de basura, para que esa vida de Dios pueda verdaderamente correr y nutrir la tierra en la cual nosotros vivimos. Pero para que eso se pueda experimentar los primeros tres pozos de los cuales les hablé tienen que estar bien abiertos y nutridos y corriendo con esa agua de vida que solamente proviene de Dios.
Hermanos yo me imagino que tal vez estas palabras que yo he compartido con ustedes hoy no son muy flamboyantes o algo por el estilo; que usted salga de aquí diciendo ¡guau! hoy se estremeció la silla donde estaba sentado. Pero sí hay algo que yo tengo en mi corazón es la intención de todos podamos salir de aquí reflexionando sobre la responsabilidad que nosotros tenemos en estos tiempos, de ser esforzados en no tan solamente recordar las promesas de la Bendición de Dios sino que cada momento de nuestra vida nosotros podamos luchar y esforzarnos porque esos pozos de agua puedan permanecer abiertos para que no tan solamente nosotros sino también nuestra descendencia, las generaciones que salen de nosotros puedan disfrutar de esas cosas, de esa promesa que Dios derrama en nosotros y que a la misma vez nuestro círculo de influencia, los lugares donde nosotros estamos puedan también recibir esa Bendición de Dios que se transmite a través de un pueblo que se para firme en la Promesa de Dios y que no es estremecido de ahí. Yo creo que nosotros, mis hermanos, somos llamados a ser ESE PUEBLO, somos llamados a ser el pueblo que vemos cuando los pozos de nuestra vida están siendo puestos en peligro o en riesgo y nosotros tenemos que esforzarnos no tan solamente en buscar una pala y un pico. Uno tiene que decir: "Mira búscame un digger completo para yo mantener este pozo abierto" y esa responsabilidad recae sobre usted y recae sobre mí.
Isaac fue bien intencional en hacerlo, Abraham fue intencional en hacerlo también; como padre lo transmitió a su hijo y el hijo supo entender y supo transmitirlo también a su generación. Por ende mis hermanos, nosotros aquí hoy, escuchen bien, estoy hablando tanto a padres, a madres como también a hijos que están aquí, yo les hablo a todos hoy.
Si verdaderamente queremos experimentar esa vida abundante de la cual Jesús nos habla, de la cual Jesús nos quiere nutrir a nosotros tenemos que entender que hay una responsabilidad bien grande con la cual hay que cumplir. Hay frentes de batalla, los cuales tenemos que seguir protegiendo, que no podemos bajar la guardia, no podemos dejarnos ahí de manos caídas, sino que tenemos que seguir peleándolos y luchándolos a cada momento, a cada instante.
Si Isaac hubiese sido otra persona, del primer cantazo que empezaron a contender en contra de él por abrir ese pozo, les hubiera dicho: "¡Ay! déjame dejarlo ahí, yo me voy a buscar otra esquinita y ahí me quedo sujeto a lo que está pasando". Pero el era un hombre que tenía una promesa, él era un hombre que sabía que había un llamado de Dios en él y que ese llamado se iba a extender a su descendencia, a su generación. Por ende no se durmió sobre sus laureles sino que continúo peleando, continúo batallando, y eso es algo mis hermanos y hermanas que a cada uno de ustedes, Dios está transmitiendo este mensaje a sus vida, podrá ser un mensaje bien mecánico pero es un mensaje bien real. Hay pozos que Dios ha puesto en sus vidas que hay que mantenerlos abiertos, hay pozos que hay que esforzarse, que hay que luchar, que si se contiende contra ellos, mira Okay, contiende aquí pero me muevo entonces y voy a buscar abrir otro pozo por acá, si se contiende acá Okay, me muevo y busco otro hasta que yo encuentre ese lugar espacioso del cual Dios me ha prometido a mí, a mi descendencia, a los míos, a las personas con las cuales yo me encuentro a mi alrededor.
Miren tal vez, tal vez no llegará un momento donde nosotros podamos decir "estoy libre de problemas, todos está fantásticamente bien", tal vez no lleguemos a ese punto pero sí podremos llegar al punto de poder decir "mira tengo esto, esto y esto pero yo estoy firme en el Señor, yo estoy firme en sus promesas y yo sé que este pozo que yo estoy buscando aquí abrir va a haber agua que va a fluir de ahí, que llegará a mi generación y aún a las personas que están alrededor mío". Pero tenemos que enrollarnos las mangas y esforzarnos. El Reino de Dios lo arrebatan ¿quienes? ... tenemos que ser valientes, mis hermanos, tenemos que ser valientes, no podemos dejar que el enemigo se salga con la suya. Hay que seguir peleando y luchando esto. Y todo esto proviene de un sentido de Fe, mis hermanos, todo proviene de un sentido, una promesa que uno se arraiga a esa promesa en Fe.
Yo quisiera que nos pusiéramos de pie mis hermanos y que verdaderamente podamos pensar en estas cosas, en estas cosas que yo he compartido con ustedes. Yo veo así a mi alrededor, mis hermanos, y yo veo una bella, una hermosa congregación. Historias de personas que son fantásticas, que son geniales, pero que a través de todas esas cosas, han experimentado sus luchas, sus altas, sus bajas. Y ¿saben qué? en medio de tu vida hay un pozo que fluye con agua y no fluye con cualquier agua, fluye con el agua que proviene de Dios, porque cada uno de ustedes que están aquí lo quieran o no, el mero hecho que usted llegue a este lugar, ya usted ha sido expuesto a probar ese tipo de agua que proviene de Dios. Tarde o temprano usted va a tener que dar una respuesta a ese mover de Dios en medio de su vida. Esa respuesta de parte suya puede ser un rechazo o esa respuesta de parte suya puede ser un "Sí Señor lo acepto, lo recibo y trabajo en esa dirección" y esto lo digo tanto a padres como a hijos, adultos como jóvenes, este mensaje va para todos.
Todos tenemos una responsabilidad que cumplir delante de Dios. Si verdaderamente queremos experimentar, si verdaderamente queremos vivir en esa dimensión donde la Bendición de Dios fluye y prospera todo lo que cae en nuestras manos para hacer, yo tengo que hacer un esfuerzo bien intencional, bien premeditado para mantener ese pozo de agua viva, abierto, fluyendo. Si usted no quiere hacer nada, mire ¿sabe lo mejor que usted pueden hacer? es ser totalmente indiferente al llamado de Dios. Sea indiferente al llamado de Dios en su vida, sea indiferente a lo que su esposo o esposa pide de usted, sea indiferente a lo que su hijo o su hija piden de usted. Si usted quiere tapar ese hoyo, la indiferencia es el peor enemigo que puede tapar ese hoyo. Pero eso no es lo que Dios está pidiendo de sus escogidos, Dios lo que pide es un pueblo que intencionalmente usan su libre albedrío para responder a ese llamado de Dios, para decir "Mira Señor, aquí está mi pozo, aquí está este pozo que tal vez mis padres o mis abuelos lo abrieron hace generaciones atrás, pero que por distintas causas de la vida yo he permitido que caiga residuo, yo he permitido que caiga tierra, que caiga polvo, que caigan piedras y se ha tapado”.
Pero esa agua está ahí, está latente todavía, esa agua sigue corriendo y hoy yo necesito hacer un gesto intencional, Señor delante de Ti, delante de mis hermanos y hermanas de poder buscar la forma que ese pozo sea abierto por completo para poder disfrutar la Bendición de sentir esa agua que corra por todo mi ser. Esa agua que pueda limpiar mi ser entero para yo entonces poder pararme firme y decir "Señor aquí estoy. Yo quiero que Tú bendigas mi generación, yo quiero que Tú bendigas mi pueblo, yo quiero que Tú bendigas mi comunidad y yo quiero ser un instrumento de esa Bendición. Yo quiero que ese pozo de agua pueda fluir para otros también. Yo quiero que este pozo se agua se mantenga abierto refrescante, para refrescar la vida de otros a mi alrededor empezando con mi familia, empezando con mi Iglesia y luego al resto de mi comunidad donde yo vivo". Eso es un llamado que Dios tiene para nosotros hoy: “Abriendo pozos de agua viva en medio de nosotros”.
Vamos a abrir esos pozos mis hermanos. Yo creo que estamos a ley de nada, a ley de que Dios tan solamente en un snap de sus dedos, que podamos ver un mover de Dios manifestado en medio de nosotros, que revitalice todo lo que nosotros somos como Iglesia y que a la misma vez se revitalicen nuestras comunidades, se revitalicen nuestros lugares de trabajo, nuestras escuelas, la ciudad en la cual vivimos, que pueda experimentar una revitalización total, y ese es fruto que proviene solamente de Dios.
Saben yo quiero tomar un momento ahora y si alguno de ustedes en una forma bien intencional quiere tomar esa decisión de decir: "Mira Señor yo sé que yo he dejado que el pozo de Tu vida se tape con un montón de porquerías y yo quiero que ese pozo hoy comience a abrirse, yo quiero tomar una decisión para que ese pozo se pueda abrir". Ahí donde tú estás si tú quieres tener o si tú quieres tomar esa decisión yo te pido que tú levantes tu mano en Fe ahí donde tú estás, levanta tu mano en Fe y dilo: "Señor yo quiero que ese pozo se abra, yo quiero que ese pozo en mi relación con mi esposo, con mi esposa, con mi hijo, con mi hija, con mi papá, con mi mamá, con mi hermano, con mi hermana, con mi vecino, con mi vecina, con mi jefe o con mi jefa, con mi colega de trabajo, yo quiero que ese pozo se abra, yo quiero que esa agua tuya pueda fluir. No estoy listo para rendirme, no estoy listo para tirar la toalla, yo quiero seguir luchando, yo quiero seguir peleando por esto. Lo he intentado una vez, lo he intentado una segunda vez y voy a intentarlo una tercera vez, si tengo que intentar una cuarta, una quinta vez en el nombre de Jesús levántate, toma en tu mano lo que Dios ha puesto y ve, abre esos pozos en el nombre de Jesús".
Padre ahora mismo, yo declaro por tu Espíritu Santo, Señor Jesús que esos pozos de agua viva que tu has abierto en los corazones de mis hermanos y hermanas, esos pozos de agua viva, Señor que han sido cavados por tu poder Señor Jesús y que han permitido que esa agua tuya pueda fluir en medio de sus corazones; ahora mismo yo declaro Señor Jesús que a cada uno de nosotros que necesitamos que eso pozos se puedan mantener abiertos, Padre que tu traigas en una forma especial esa unción Tuya, que nos dé esa nueva dimensión, esa nueva fuerza, esa nueva intencionalidad para ver esos pozos abiertos por completo y experimentar esa Bendición que solamente Tú traes cuando Tú estás en el centro de nuestras vidas.
Padre, ahora mismo, yo te pido que Tú traigas restauración sobre los círculos de familia aquí representados, que esa Bendición que se transmite de una generación a otra, Señor Jesús, que Tú la fortalezcas y la nutras aún más y que si una generación está transmitiendo a otra algo que no es bueno, algo que es negativo, sea ya a nivel de carácter, sea a nivel de pensamiento, sea a nivel de ideales, yo te pido que esas generaciones puedan ser restauradas, transformadas por Ti; para que en Ti Señor las próximas generaciones puedan ser nutridas con tu vida, con tu Espíritu, con tu unción Señor, con los ideales y los principios tuyos, mi Dios. Padre trae fortaleza sobre cada uno de tus hijos e hijas. Señor, a los adultos, a los jóvenes que se han expuesto a esta Palabra de hoy, Señor, permite que ellos hayan entendido, Señor, el mensaje que se ha querido transmitir. Somos responsables delante de Ti para mantener esos pozos abiertos, que como hijos tenemos que reconocer que nuestros padres han querido sembrar algo en nosotros, Señor y delante de Ti nosotros tenemos que honrarlo al responder a ellos en la forma que Tú pides de nosotros; que como padres tenemos la responsabilidad de sembrar sobre nuestros hijos, Señor todo aquello que proviene de Ti.
Padre nutre los círculos familiares aquí en esta Iglesia, Señor, que pueda haber restauración, que pueda haber reconciliación, Señor Jesús, que los canales de comunicación se puedan abrir para que así podamos Señor disfrutar de una Iglesia fortalecida, bendecida por ti y a la misma vez poder impartir tu luz a las naciones, tu luz Señor Jesús aquí en la comunidad donde vivimos. ¡Oh! Padre, llena, llena tu pueblo, llena tu pueblo Señor Jesús en tu nombre oramos así mi Dios. Amén y amén. Gracias Señor Jesús, gracias Señor Jesús.
Mujeres ejemplares
Transcripción
Parte 20 - [19 de abril 2009] Relacionado con el reto de la juventud, la Iglesia hispana también confronta el reto de las madres solteras que abundan en nuestras iglesias. Algunos de los líderes más poderosos en mi iglesia son, precisamente, esas mujeres esforzadas y valientes que cada día tienen que jugar el papel de papá y mamá, proveyendo materialmente para sus hijos, sirviendo como mentores espirituales, manteniendo la disciplina sobre adolescentes conflictivos, y con frecuencia sirviendo fielmente a sus congregaciones. Admiro su valentía, su voluntad feroz de vivir con gracia, sin perder el buen humor o el gusto por la vida. Son un ejemplo elocuente para mí de fe y persistencia en medio de retos y pruebas abrumadores, de increíble generosidad y capacidad para perdonar, de amor feroz que no se deja vencer por la ingratitud o la desconsideración.
Frecuentemente, estas mujeres ejemplares luchan con la depresión y el desaliento, el cansancio físico, o el sentido de soledad e impotencia. A veces, se sienten incapaces de defender a sus hijos de la influencia dañina que emana de la cultura juvenil en que se mueven. Muchas veces, se desesperan cuando sus hijos varones entran en esa edad difícil en que se sienten obligados a afirmar su masculinidad e independencia, y no saben cómo manejarlos o aconsejarlos, cómo balancear la tolerancia con la disciplina.
Muchas de estas mujeres sostienen trabajos demandantes y agotadores, los cuales les dejan muy poco tiempo para cuidarse a sí mismas, para apartar unas horas de descanso y recuperación, o simplemente para dialogar con sus hijos. Frecuentemente, luchan en su interior con las heridas del pasado, con recuerdos del abandono de sus maridos, o de abuso sexual durante la niñez. Desean una figura paternal para sus hijos varones, o sencillamente anhelan el calor y la compañía de un esposo para llenar su vacío emocional. A veces, luchan por un tiempo con la tentación de una relación romántica que saben instintivamente no será buena ni para ellas ni para sus hijos, pero terminan sucumbiendo ante la poderosa necesidad de romper con la soledad y el vacío que tanto las persigue.
Muchas madres solteras llegan a nuestra iglesia y encuentran allí el refugio que tanto necesitaban para ellas y sus hijos. La renovación espiritual que experimentan, y el hallazgo de una comunidad que les provee apoyo y consejo para navegar las difíciles situaciones que frecuentemente confrontan, le imparten un nuevo significado a sus vidas, y muy pronto muchas de ellas crecen y prosperan como una plantita sedienta de agua y luz que sólo esperaba las condiciones idóneas para alcanzar todo su potencial. Reciben el evangelio con gozo y avidez, y como la mujer samaritana después de conocer a Jesús, muy pronto se convierten en evangelistas efectivas y contagiosas.
Estas mujeres traen consigo un tesoro de potencialidad humana y espiritual. Cuando reciben los nutrientes requeridos, frecuentemente se convierten en valiosos recursos para sus congregaciones. Son expertas en dar y servir. Sus dolorosas experiencias del pasado, y las demandas que la vida ha puesto sobre sus hombros, las han convertido en seres espiritualmente dotados, sensibles a las necesidades de los demás, sabias mucho más allá de su capacidad intelectual. Muestran una exquisita sensibilidad a las cosas del Espíritu, y reaccionan fácilmente a las enseñanzas del evangelio. Como los creyentes de Berea en el libro de los Hechos, reciben la Palabra “con toda solicitud”.
Por otra parte, presentan un gran reto para la iglesia. Sus necesidades son múltiples, y bastante complejas. Requieren una comunidad de fe que esté a la altura del reto pastoral que representan. Estas mujeres requieren una Iglesia con una mentalidad altamente pastoral. Sus necesidades y las de sus hijos demandan más que un simple sermón los domingos y nuestros buenos deseos y oraciones piadosas. Requieren mentores y asesoramiento académico para sus hijos. Necesitan de grupos de apoyo y ministerios de mujeres que caminen al lado de ellas y les den ánimo durante su jornada solitaria. Necesitan de iglesias sabias, que entiendan su difícil situación, que muestren paciencia cuando luchan con la tentación sexual, cuando se alejan por un tiempo de la iglesia, cuando lidian con la ira o el desánimo. A veces requerirán de ayuda financiera para pagar el alquiler o la calefacción en un momento de crisis. Requerirán iglesias con sólidos ministerios juveniles que les puedan proveer una alternativa social a sus hijos adolescentes, además de ayudarlos a forjarse una vida emocional y una espiritualidad sanas. Se beneficiarán de sabia consejería pastoral para sanarse de las heridas y complejos del pasado, y de mentoría para comenzar a creer en sí mismas, y atreverse a emprender proyectos y estudios académicos tronchados en la niñez o la juventud.
Dadas las condiciones sociales que vive nuestra comunidad, estas mujeres y sus hijos continuarán siendo una presencia importante en nuestras iglesias por mucho tiempo. La Iglesia hispana en Estados Unidos deberá desarrollar la capacidad ministerial para atender a las múltiples necesidades de este importante segmento de nuestras congregaciones. Mirando a largo plazo y en una forma más sistémica, será necesario confrontar los elementos sociológicos que permiten que estas madres solteras continúen siendo un fenómeno tan significativo en nuestra sociedad.
Entre otras cosas, habrá que encontrar maneras más efectivas de fortalecer a nuestras jóvenes adolescentes con respecto a su identidad sexual y su autoestima, de manera que no se entreguen compulsivamente al primer varón que parezca ofrecerles la aceptación y validación emocional que a veces tanto necesitan. Además, habrá que dirigirse a la inseguridad y el falso sentido de masculinidad que hay en muchos de nuestros jóvenes varones. Como es bien sabido, esas fallas estructurales en la sensibilidad juvenil masculina frecuentemente conducen a un comportamiento sexual irresponsable. La Iglesia hispana necesita suplementar la predicación espiritual genérica con enseñanza y discusiones prácticas y específicas que saquen a la luz las influencias culturales y las trampas mentales que conducen al tipo de comportamiento que produce tanta madre soltera en nuestra sociedad.
Una iglesia de carne y hueso
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Lucas 24:36. Y dice la palabra del Señor: "Mientras ellos aún hablaban de estas cosas…” es decir, de la Resurrección de Jesucristo –el revuelo que hubo alrededor del hecho de que Cristo había resucitado, ellos comentaban acerca de estas cosas– “Jesús se puso en medio de ellos y les dijo: ‘Paz a vosotros, Shalom’, les dijo, entonces "espantados y atemorizados pensaban que veían a un espíritu", y eso es muy... o que veían un espíritu, que veían un fantasma en otras palabras. En el griego original la idea es que pensaban que estaban viendo un fantasma –un ghost–, esa era la idea. Pero Él les dijo: "¿Por qué estáis turbados y vienen a vuestro corazón estos pensamientos?" y este versículo es clave para lo que yo quiero desarrollar en este momento. "Mirad mis manos y mis pies que yo mismo soy, que yo mismo soy. Palpad y ved porque un espíritu no tiene carne ni huesos" Lucas 24:39. Este es el versículo clave de todo este pasaje, yo podría inclusive leer solamente ese Versículo como base. "Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy. Palpad y ved porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo".
Fíjense lo que Él dijo allí, ¿no?: no espiritualicemos demasiado las cosas, ¿no? Dice aquí, "un espíritu no tiene ni carne ni huesos, como veis que yo tengo", porque a veces, ¿cuántas veces hemos tratado de espiritualizar un poco el Cristo resucitado? y quizás lo vemos con una túnica blanca, semitransparente como un espíritu; pero miren que aquí dice que tenía "carne y huesos". Nos atrevemos a decir que también tenía intestinos, ¡guau! ¿Se atreven ustedes a pensar eso?, que tenía corazón y esófago, que tenía costillas, ¿hm?, es decir dele carne a Jesús en ese momento, no le quite su carne al Señor. Dice aquí bien claro "un espíritu no tiene carne ni huesos como veis que yo tengo". Él tenía sangre que estaba corriendo por sus venas. Visualizénlo en toda su corporeidad en ese momento, que eso es muy importante.
"Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies. Y como todavía ellos de gozo no lo creían y estaban maravillados, les dijo: ‘¿Tenéis aquí algo de comer?’, así que yo asumo que también tenía dientes, tenía boca, tenía garganta y estómago e intestinos posiblemente, yo no sé, pero yo creo que tenía todo lo que tiene un cuerpo humano. Voy a decirlo: órganos sexuales, ¡ugg! Tenía todo lo que tiene un ser humano y digo eso no para escandalizar sino porque hay un propósito en lo que estoy diciendo y quiero chocarles a ustedes porque eso es bien importante. ‘¿Tenéis aquí algo de comer?’ "Entonces le dieron parte de un pez asado y un panal de miel y Él lo tomó y comió". Digan todos: comió... "delante de ellos". Bendiga el Señor su Santa Palabra.
¿Qué se le metió al Pastor Miranda en la cabeza al leer este pasaje y tratar de sacarle algo de provecho a él? Bueno, siempre me gusta cuando hablo acerca de estos, en estos días que se repiten cada año, no quiero volver con el mismo Sermón todo el tiempo, sino siempre... yo creo que la Resurrección, lo que es la crucifixión, el padecimiento de Jesús, la Navidad; esos eventos que celebramos año tras año, tienen tanta enseñanza que se les puede extraer que hacemos una injusticia siempre predicando los mismos temas una y otra vez.
Hay mucho, muchos ángulos interpretativos acerca de estos eventos y mientras yo pensaba en eso en esta semana y pensaba acerca de la Resurrección, de la muerte de Jesús, su crucifixión y todas estas cosas me vino a la mente este pasaje. De nuevo, como yo decía el viernes pasado hablando de Pedro negando a Jesús, uno a veces como que se tropieza con estos versículos, estos pasajes y uno sabe que hay algo escondido en ellos; el espíritu reacciona a ellos y entonces la mente dice "bueno ¿qué es lo que está sintiendo y qué es lo que está viendo mí espíritu?", entonces la tarea del Maestro, Predicador, Exégeta, estudioso de la Biblia como usted y yo lo debemos ser, nuestra parte es entonces es que nuestro espíritu nos hable y que el Señor comience a pasar a nuestro entendimiento lo que estamos percibiendo espiritualmente. Yo quiero compartir con ustedes lo que yo siento que el Señor me ha hablado acerca de ese versículo donde dice:"Palpad y ved porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo".
Este pasaje, hermanos, nos habla acerca de algo muy importante y es que la Resurrección y su poder, sus consecuencias, el efecto, el impacto –escúchenme bien– que ha tenido la Resurrección han invadido la realidad humana, el ámbito del tiempo y el espacio, el ahora y el aquí. No solamente la eternidad, no solamente el futuro, no solamente el porvenir, sino que la Resurrección fue un estallido de energía, como una bomba atómica pero de una magnitud inconcebible. Cuando la Resurrección estalló, cuando Cristo resucitó de entre los muertos, cuando la vida entró a través de los lienzos de su cuerpo muerto y una energía poderosa desató su cuerpo y... esa energía puso a un lado la roca que se interponía entre la vida de Dios que había explotado dentro de esa cueva y el mundo allá afuera, algo extraordinario, revolucionario, irrevocable, sin precedentes pasó en el ámbito del tiempo y del espacio. La historia nunca más sería igual. El mundo nunca más sería igual, así como el pecado y la caída desataron consecuencias irrevocables en el contexto humano, en el tiempo y el espacio en la materia misma, de igual manera la Resurrección desató consecuencias igualmente radicales y poderosas. Ahora lo Sagrado en una manera como nunca antes en realidad y sus consecuencias habían invadido la realidad humana y de ahí de esa Resurrección se abrió una potencialidad como nunca antes y de ahí en adelante todo hombre, toda mujer que quisiera abrazar lo que Cristo representa y aceptarlo como Señor y Salvador podía entonces entrar en una nueva realidad, en una nueva economía –podríamos así decirlo– espiritual.
Un ámbito donde el poder de Dios se podía manifestar, donde el mismo poder que levantó a Cristo de los muertos como dice Pablo en Efesios 1:17,18 "ahora había de habitar en cada creyente", donde nosotros más no teníamos que vivir encadenados al poder del Diablo y a su reino ilegítimo. Ustedes ven, si Cristo hubiera simplemente venido a la Tierra predicado, proclamado, sanado, libertado de endemoniados pero cuando fue crucificado su cuerpo hubiera sido enterrado y ahí se hubiera quedado todo, yo les aseguro que no ... este asunto del Cristianismo no tendría el poder y el significado que tiene. La Resurrección era absolutamente clave e importante en todo el plan de Dios, era la joya encima de la corona. Por eso Pablo en Primera de Corintios: 15 dice –léalo después cuando usted quiera– que "Si Cristo no resucitó de entre los muertos entonces nosotros somos los más dignos de Misericordia, porque estamos todavía perdidos en el pecado". La Resurrección es lo que confirma, consolida el triunfo de Cristo sobre la muerte y sobre las tinieblas y voy a estar caminado y pisando aquí para celebrar el hecho de que está esta plataforma aquí también. Gloria a Dios.
La Resurrección ha invadido también el vacío de la escalera aquí. Entonces, hermanos, es muy importante decir, entiendan esto, a mí siempre me gusta cuando hablo de la Resurrección no hablar de ella como algo simplemente que nos asegura vida eterna, que nos asegura nuestra propia Resurrección en la Segunda Venida, que nos abre acceso al Paraíso y a la nueva vida en el Cielo; siempre yo he tratado de predicar que la Resurrección tiene consecuencias para el ahora y el aquí, para nuestro tiempo; ¿Cuántos pueden decir...? Okay, para asustarse un poquito digan amén. Tiene consecuencias para la realidad que nosotros habitamos, para tu vida y para la mía, mañana cuando tú vayas al trabajo, tú estarás viviendo en el poder de la Resurrección. Gloria a Dios.
La Resurrección ha invadido el lunes por la mañana, mi hermano, aún esos días cuando hay nieve y hay frío y hay hielo; dice "yo vivo en el poder de la Resurrección" y usted puede caminar con esa autoridad, aún cuando tu cuerpo esté enfermo y tú estés luchando con situaciones difíciles en tu vida, dile a tu carne, dile a la realidad de esa diabólica que quiere destruirte:"yo habito, me muevo y vivo en el poder de la Resurrección". El poder de Dios está en mí y por eso yo soy más que victorioso, todo lo puedo en Cristo que me fortalece y cuando nosotros estamos habitando en esa lucha de la caída del mundo sin la Resurrección, nosotros tenemos que recordar: "no, yo me muevo en una dimensión donde Cristo ha resucitado y ha delegado su Poder en mi vida", donde el poder que levantó a Cristo de los muertos se mueve dentro de mí y yo puedo mirar ese gigante en la cara y decirle: "yo te voy a derribar, te voy a destruir porque el poder de Dios vive en mí.
Eso es importante, hermanos, entiendan, porque muchos cristianos somos como estos discípulos: que Cristo ha resucitado ellos no lo saben y peor aún no lo creen, tanto que sufrieron, tanto que padecieron, tanto que lo oyeron decir que Él iba a resucitar y cuando Cristo resucita no lo saben y no lo creen, no lo pueden... adoptar, digerir y a Cristo le interesa que usted y yo sepamos que Él ha resucitado. Pero más importante que eso, a Él le interesa saber...que usted y yo sepamos cómo el ha resucitado, en qué forma Él ha resucitado. Pero, hermanos, es muy importante que ustedes no se vayan de aquí en este día, por favor recuerden esto: "si usted está en Cristo, usted habita una nueva realidad", usted no puede seguir viviendo bajo el dominio del diablo, usted no puede seguir viviendo bajo la inercia de la vida caída, usted no puede seguir viviendo como si Cristo no hubiera resucitado, usted no puede seguir viviendo como sí la Resurrección no hubiera sido una revolución, usted no puede seguir viviendo como... de la misma manera que usted vivía antes. ¿Qué dice la Palabra? Dice: "Si alguno está en Cristo, nueva criatura es". Las cosas viejas pasaron y he aquí, ¡TODAS! son hechas nuevas, mi vida financiera y económica, mi vida moral, mi vida mental, mi vida emocional, mi vida familiar, mi vida matrimonial, mi vida en todo.... ponga lo que usted quiera allí, es nuevo en Cristo y su... la Resurrección. Eso es lo que yo creo que es importante en el Cristo resucitado se mezclan lo humano y lo divino en una manera nueva y diferente a como se mezclaban en la encarnación meramente.
Yo sé que soy... sé que va a necesitar un poquito de tiempo para digerirlo, pero la encarnación mezcló lo humano con lo divino, ¿Sí o no? En la matriz de María se hizo una química muy especial: lo humano y lo Divino se mezclaron, pero ¿Saben qué? Ahora cuando Cristo resucita lo humano y lo divino han adquirido una nueva forma de mezclarse. Yo sé que me estoy metiendo en aguas profundas aquí teológicamente hablando, pero es importante que entendamos esto. Antes la esencia Divina habitaba el cuerpo de Jesús y sí había una mezcla perfecta de lo humano y lo Divino, pero ahora lo interesante es que como que el cuerpo mismo de Jesús aunque es el cuerpo que Él caminaba antes en la Tierra está saturado con una nueva Gloria. Pero es como que ahora todavía lo divino se ha metido en una manera diferente en lo humano, lo corporal. Ahora es un cuerpo verdaderamente como glorificado, donde el Señor se mueve, se aparece, se desaparece. Lea después de la Resurrección como Él se le aparece a los discípulos y de momento como que se desaparece, lo ven y no lo ven, camina con los discípulos en el camino a Emaus y no lo conocen y de momento Él abre... rompe el pan y ¡oh! lo descubren entonces se desaparece de ellos y aparece en otro lugar...
Hay una nueva forma, es Jesús, pero su deidad y su cuerpo están mezclados en una forma como diferente. Es el cuerpo ahora glorificado, la Resurrección ha operado algo diferente, pero es todavía un cuerpo, y eso es muy importante. Esa es una de las grandes lecciones de la Resurrección, es la siguiente, escuche esto también: "es un evento que afecta el ahora y el aquí de los hijos de Dios." El cuerpo y el Espíritu se mezclan en una forma diferente, cambia completamente el significado de la vida, nuestro sufrimiento, nuestros inconvenientes, nuestras luchas son redimidos y penetrados por la Gloria de Dios. Nosotros ahora podemos vivir en los sobrenatural en una manera diferente, podemos habitar y movernos en una forma completamente diferente a como lo hacíamos antes.
Déjenme preguntarles algo ¿Por qué Jesucristo no ascendió directamente al Cielo después de su Resurrección? ¿Usted se ha preguntado eso? ¿Por qué tenía Él que venir al mundo, por un breve tiempo? Porque fue muy breve el tiempo que Él estuvo en el mundo antes de volver, ¿Por qué simplemente no lo mandaron directamente al Cielo después que estuvo en la tumba y quizá fue al infierno a declarar algo allí? ¿Por qué tuvo Él que venir y entrar en el mundo, en el tiempo y en el espacio hablar con sus discípulos, llevar a cabo ciertas cosas? ¿Por qué? A menos que Dios no quisiera que quedara claro que ahora a lo que su Hijo había experimentado su Resurrección invadía la realidad humana, en una forma preliminar hasta cuando Él viniera que consumara la transformación total en su segunda venida. Pero la Re... el Cristo que caminó sobre la Tierra en el tiempo y en el espacio, por un tiempecito, después de resucitar, quería anunciarle al mundo, a la realidad humana: "Yo he resucitado y el mundo no volverá a ser el mismo de aquí en adelante". Él quiso caminar otra vez ahora en su poder resurrecto, el hombre que había sido resucitado tenía que caminar sobre la Tierra, declarando la victoria de Dios sobre la muerte, invadiendo nuestra vida, dejándonos saber:" ahora tú y yo habitamos en una nueva potencialidad, un nuevo poder, una nueva dimensión".
Hermanos, es bien importante esto, que entendamos que Dios quiere unir el Cielo y la Tierra, el cuerpo y el espíritu, porque este sermón es acerca del cuerpo más que nada, pero ¿cómo se relaciona con el Espíritu? Yo quiero enfatizar que el poder de Dios invade la corporeidad de la vida, invade la materia, invade el cuerpo, invade ... por eso es que yo enfaticé acerca de Jesús, sus órganos, su cuerpo, su corporeidad y a Cristo le interesa que los discípulos sepan que Él no es simplemente un espíritu etéreo, desencarnado, caminando por allí. A Él le interesa que sepan que es un cuerpo, que ese es Él, que ese es su cuerpo, que cuando Él resucitó, resucitó con el cuerpo. ¿Saben qué, hermanos? Yo no tengo manera de probarlo pero ¿Saben? yo creo que Cristo allá arriba en el Cielo no es... ¿Cómo lo imaginamos?
Yo quiero que ustedes entiendan, ¿Cómo se imaginan a Jesús allá sentado a la diestra del Padre? ¿Cómo se imagina usted a Jesús en el Cielo? ¿Usted se lo imagina como un espíritu así meramente etéreo? Es un cuerpo. Mire cuando Cristo... yo no sé lo que Él era antes de bajar, pero creo que sé lo que Él es ahora, después de subir. Es el que caminó sobre… Él que se comió ese pedazo de pan y ese pez fue el que subió arriba y el que vendrá... su cuerpo, es un hombre... Dios. Yo... no me pregunte la química de ese asunto pero es... cuando Cristo se hizo hombre, Él no dejó su humanidad aquí abajo cuando ascendió. Eso es importante. Yo sé que me estoy metiendo en aguas calientes, aquí en eso, pero recuerde eso bien, quizá cuando yo llegue allá me tendrán que dar una lección de teología, pero yo cada día entiendo más y más este asunto de que ... mire yo creo que cuando Cristo bajó a la Tierra, encarnó, se hizo hombre, Él no dejó su humanidad aquí abajo como creo que "ya la usé para lo que necesitaba, ya –buff– la dejó allí y entonces subió un espíritu" No, subió un hombre, Dios, perfectamente unido, glorificado, en un cuerpo glorificado y por eso, yo creo que ese Jesús, miré, eso tiene unas implicaciones terribles, grandes, serias y eso es lo que yo quiero desarrollar en los minutos que me quedan.
La corporeidad, la humanidad de Jesús glorificada eso le permite un contacto con nosotros que usted ni siquiera se puede imaginar. Eso le permite una forma de entendernos y de nosotros relacionarnos... ¿Sabe qué el ser humano, la humanidad necesita eso? Por eso es que, yo creo, que al no entender la corporeidad de Jesús, la Humanidad se ha tenido que inventar a María como esa madre, esa intermediaria humana; porque el ser humano siempre está como necesitando algo con lo cual identificarse, tocar, ver, sentir, identificarse con ello.
Mire... yo... Cristo es de...Cristo es humano, divino, es un cuerpo glorificado, es Dios, pero es también humanidad allá en el Cielo y viene al mundo y Él conoce mis debilidades, conoce mis luchas, conoce mis afanes, conoce mis dolores, yo puedo hablar con Él. Dice la palabra que tenemos un Sumo sacerdote que es capaz de compadecerse de nosotros porque Él sabe lo que nosotros sentimos. Y yo puedo hablarle a ese Jesús, Él es mi hermano, es mi amigo, es mi consejero, es mi cuate –como dicen los mexicanos– y cuando yo le hablo a Él de cualquier cosa que yo siento dice: "claro que sí, yo sé, porque yo estuve allí", sin pecado, pero Él conoce. Su cuerpo, su humanidad redimida se puede identificar y conectarse con esa dimensión de quien yo soy y por eso es tan importante que nosotros enfoquemos ese momento en que Jesús les dice "miren yo no soy un espíritu, señores", le dice, "yo tengo carne y hueso" y si no me creen busquen unas hamburguesas por ahí con un poquito de ‘bacon’ a ver si no le meto mano.
Un espíritu no hace eso, es como los muñequitos... si hubiera sido un espíritu, cuando se la come ¿qué pasa? se le va y se ve ahí mismo la hamburguesa bajando, no, no... Él la digirió, Él se la comió, la masticó por así decirlo, porque era un cuerpo glorificado. Hermanos, miren, eso no es algo vano, eso tiene unas implicaciones que nos tomaría mucho tiempo para desgranar eso... no se asusten no la voy a sacar toda pero simplemente quiero sugerirle que sí, es muy importante que ustedes y yo entendamos esto. ¿Saben que los discípulos siempre estaban tratando de tornar a Jesús en un fantasma?
Mire un pasaje cuando Cristo... cuando estaban en el mar que había una tormenta que los había... los estaba atormentando, habían estado toda la noche bajo la tormenta y dice que el viento les era contrario y dice que al final de la noche en la madrugada vino Jesús caminando sobre las aguas y ¿qué dice el versículo 49? Dice que,:"Viéndole ellos andar sobre el mar pensaron que era un fantasma y gritaron" porque todos lo veían y se turbaron pero enseguida habló con ellos y les dijo: "Tened ánimo, Yo Soy". Lo mismo que dice cuando resucita: "Yo mismo Soy", ego eimi, yo mismo soy. El Señor siempre estaba diciendo eso:"Yo soy", ustedes ven cuando ven a Jesús caminando sobre las aguas ellos dicen: "nadie puede hacer eso excepto un fantasma". Esto es un muerto que se nos ha aparecido aquí, el Señor dice: "no, no señores yo soy que estoy caminando sobre esas aguas, mi poder. No me quieran volver un fantasma". Saben, hermanos, la Iglesia... nosotros en nuestra humanidad y nuestra falta de fe como que siempre estamos tratando de reducir el poder del Cristianismo y de la fe y de la Resurrección y de la promesa de Dios, yo le digo: "Padre ayúdame" porque yo... mi biología... yo tengo como una tela delgada que cubre mi entendimiento espiritual que me impide sentir el poder de Dios como Dios quiere que yo lo sienta. Yo le digo: "Señor, arranca es membranita, que cubre mi fe, para que yo pueda ver y sentir todo el poder que habita dentro de mí por medio de Cristo Jesús; que yo no esté tentado a espiritualizar, metaforizar, poetizar, literaturizar tus declaraciones de poder y de potencialidad".
¿Saben qué? Hoy en día hay muchas iglesias que están continuamente haciendo eso, cobardemente, han dejado de insistir en las declaraciones que Dios ha hecho y han vendido el Evangelio y lo deshonran y han matado el poder de las declaraciones de Dios en la Palabra. Iglesias muertas, iglesias... mucha poesía, mucha teología, mucha declaraciones baratas que suenan muy bien pero deshonran al Dios que las declaró porque le han quitado su poder a las declaraciones y han adormecido el pueblo de Dios y han creado un pueblo endeble, un pueblo cobarde, un pueblo tímido, un pueblo que no vive y vibra bajo las declaraciones de Dios, incapaz de entrar en contacto con el poder de la Resurrección. Y lo han tornado en un fantasma en vez de decir: "No, la eternidad, el poder de Dios, las declaraciones de Dios, el mover milagroso, la vida abundante de Dios existe aquí en el tiempo y el espacio, se mueve en mi vida, se mueve en mi realidad y con Cristo, con ese Cristo resucitado yo puedo hacer cualquier cosa".
Hermanos, yo me moriré, insistiendo en que las cosas son exactamente como Dios las dijo. Y si yo no las puedo ver en mi vida o en mi Iglesia el problema es mío, no de Dios o de la palabra que lo declaró y nunca bajaré lo que dice la Palabra para adecuarlo a lo que yo vivo. No, lo que yo vivo tiene que adecuarse a la Palabra. Cristo está aquí, Cristo vive, Cristo es real. Cristo ha invadido la realidad corporal, el cuerpo, la materia, el tiempo, el espacio. Cristo dice: "Yo no soy un fantasma" ese es el título de este Sermón, es más "Yo no soy un fantasma". Cristo es un ser viviente, real, que ha invadido el tiempo y el espacio y esa realidad invade mi vida, también y a Él le interesa en extremo. Por eso es que Él insistió, ¿Por qué se toma tanta molestia en probarles a los discípulos? Él les dice ‘Miren, toquen mis manos, mi cuerpo. Miren mis manos, miren mis pies. Miren ahí están las marcas de la herida’. Miren ahí están las marcas, si yo fuera un fantasma eso ya estaría cosmetizado, me hubieran hecho cirugía plástica allá en el Cielo. No, todavía tengo las marcas, ahí. Óiganme, si nosotros pudiéramos ver ahora mismo... cuando a una persona le metieron un clavo, de quizá, un cuarto de pulgada de grueso y se lo metieron que le pasara los tendones y el hueso como se le hacía a esos crucificados... ¿Usted cree que en tres, cuatro días iba a estar eso cerrado y bonito? Mire, usted se hace una cortadita, y durante años después le queda la marca, cuanto más que le metan unos clavos. Cuando le clavaron las manos, no eran las manos aquí como pensamos, el cuerpo se hubiera desgarrado. Se lo clavaban en la muñeca, se lo metían, era un clavo fuerte para romper el hueso y que traspasara y se metiera en la madera.
Cristo cuando resucita dice: ‘Miren eso, este soy yo’. Pero ahora mi cuerpo tiene un poder y una cosa muy diferente, y Cristo quiere que tú sepas que Él ya resucitó. Ese cuerpo magullado, ese cuerpo traspasado, ese cuerpo penetrado rompió lo amarres de la muerte y ahora a ese no lo vuelven a crucificar jamás. Cuando vuelva otra vez, viene a poner... dice: "Reinará sobre las naciones con vara de hierro". Nadie podrá resistirse. Ese es el Cristo que yo creo, hermanos, ese es el León de Judá, ese león que está allá afuera rugiendo. Ese es el Cristo que Dios me ha llamado a servir. No es el Cristo que se acobarda, ¿Saben? Es un Cristo de poder, es un Cristo de autoridad.
Miren, déjenme concluir con esto, el hecho de que Jesús comiera y resucitara con un cuerpo físico aunque glorificado, nos enseña varias cosas. Escuchen eso de nuevo... el hecho de que Jesús comiera y resucitara con sus clavos, sus marcas y que les probara a los discípulos que Él era un cuerpo con carne y hueso, estómago y tendones físicos aunque glorificado nos enseña varias cosas.
Número uno –no tengo tiempo para hacerlo, pero apúntelo allí, medítelo después– una de las cosas que le parecerá un poquito rara es esta: los cristianos tenemos que ser campechanos, realistas, de la tierra, accesibles para nosotros, hermanos, no espiritualidad farisaica, barata, esotérica, mística, santurrona... yo renuncio a eso en el nombre del Jesús. Dios quiere hombre y mujeres de carne y hueso. Con desodorante allí, oliendo, no, no, no, que huelan a sudor de vez en cuando, ¿sabes? Sí, señores, que coman carne de pollo y de cerdo y todo lo demás en medio. Gente que sí que sepa ayunar, orar, clamar, buscar santidad, pero también gente que sepan hacer un buen chiste, reírse de sí mismos, disfrutar de la vida, ser accesible a los demás.
Hermanos, esa conciencia culpable que se proyecta en un espiritualidad barata, inútil, inservible, farisaica no le sirve a Dios. Dios necesita hombres y mujeres con cuerpo. ¿Ustedes entienden? Que rescaten su humanidad, gente que sí, que sean santos, que busquen la voluntad de Dios en sus vidas, pero que la gente allá afuera pueda reconocerlos. Esta es una persona como yo, tiene sus luchas, tiene sus dificultades, tiene sus defectos, pero está viviendo una vida glorificada que... de una manera que yo no sé como lo hace. Que cuando la gente venga a nuestras iglesias vea gente que se ríe, que disfruta de la vida, que se da un palmotazo en la espalda, que de vez en cuando tienen sus frotes pero luego se reconcilian, gente que disfruta de la vida, se goza en el Señor. Gente que ha rescatado la materia.
¿Usted entiende? Porque la Iglesia siempre ha querido rechazar el cuerpo. Si usted se remonta a los tiempos del Segundo Siglo allá con el movimiento monástico al inicio ¿no? los monjes estos allá metidos en su celdas, azotándose cada vez que tenían un pensamiento malo o lo que fuera y todo lo esto y rechazando el matrimonio. Luego dicen "no mi creación es buena, y ustedes lo que necesitan hacer es redimirla, pero no me la rechacen porque todo lo que yo hice es bueno". La familia es buena, el matrimonio es bueno, la amistad es buena, el sexo es bueno, hermanos perdónenme, la comida es buena, todo yo lo hice y es bueno en mí Santidad. Y tenemos que entender eso hermanos y celebrarlo, vivirlo, nada de esas santurronerías para esta Iglesia. Yo las reprendo y las rechazo en el nombre de Jesús. Queremos gente real, gente verdadera y eso es lo que Cristo quiso decir, donde,.... denme un pedazo de pan y un pedazo de salmón y yo les voy a probar a ustedes: "Esto que está aquí es un hombre, es un cuerpo, y no me tornen ahí en un Santo de palo o de yeso. Yo soy un hombre redimido o glorificado" Y nuestras iglesias tienen que ser así.
Este mundo no va a venir a otra cosa que no sea eso. Yo creo en la risa, creo en la celebración, creo en el gozo, creo en la fiesta. En el Señor.
Esta semana estaba leyendo una cita que dijo Martín Lutero, el Reformador de la Iglesia, y Martín Lutero dijo: ‘Si en el Cielo no se puede reír, yo no quiero ir allá’ y eso es... pidámosle al Señor que nos enseñe el balance entre nuestra humanidad y nuestra santidad, nuestra eternidad y nuestra temporalidad, nuestro cuerpo y nuestro espíritu. Una Iglesia balanceada. Eso es lo que yo le pido al Señor: "Señor enséñame, enséñanos el balance”. Una personalidad saludable, una Iglesia que represente el gozo del Señor, la vida abundante en Cristo Jesús, la capacidad para disfrutarlo todo pero ahora bajo el poder de la Resurrección. El cuerpo rescatado, preservado, redimido, glorificado, viviendo como Dios lo diseñó que viviera en todo lo posible. Porque nunca alcanzaremos la totalidad de lo que Dios quiere y eso me lleva a otra cosa, yo creo que necesitamos una Iglesia que pueda entender el pecado y que pueda... estas almas que serán cada días más y más destruidas por la guerra que se está desatando allá afuera, por una humanidad que cada día rechaza más y más los valores de Dios; las vidas que lleguen aquí tendrán unas enfermedades espirituales más terribles que nunca antes en toda la historia. Y si tenemos una iglesia aquí que derrama un poquito de sangre y mal olor y de una vez comienzan a hacer muecas y todo eso y "¡uy, uy!" no vamos a poder bregar con esa humanidad. Necesitamos gente que como los cirujanos, como los médicos puedan ver los intestinos explayados y malos olores y puedan decir: “¡Ey! en nombre de Jesús declaramos la vida y la sanidad de Dios".
Si al lado suyo se sienta una persona que no parece, no huele, no habla como usted está acostumbrado, abrácela y bendígala en él nombre del Señor. No se me ponga allí mirando con cosas raras.
Yo les digo, hermanos, en el nombre de Jesús rechazo todo rechazo de la gente que viene de allá afuera de esta Iglesia, no importa como sea. Esta Iglesia está abierta, bendecida a los alcohólicos, al homosexual, al adúltero, al drogadicto a la persona pervertida por la vida, a la persona que ha pasado muchas malas noches. Que vengan que aquí van a encontrar Sanidad, aquí van a encontrar el poder del Cristo resucitado, aquí van a encontrar la capacidad de que el cuerpo se torne en algo que verdaderamente glorifique a Dios.
Porque la Iglesia de Jesucristo tiene que estar a tono con el cuerpo, con la Humanidad, con lo concreto, ¿usted entiende? Hemos tratado de que nuestras iglesias sean antisépticas, como un salón de operaciones quirúrgico en un hospital. Yo les he dicho si ustedes quieren verme molesto díganme: "Pastor en la Iglesia hay pecado" y yo le voy a decir "¿Dónde usted estaba? Claro que sí, que hay pecado, está lleno de seres humanos" ¿Qué es lo que esperamos?
Lo que tenemos que hacer es relacionarnos adecuadamente y bregar con el pecado y declarar la santidad de Dios. Pero mire no se me escandalicen y anden por allí con mucha muecas y muchas cosas. El pecado estará con nosotros hasta que Cristo venga. Acostúmbrese a eso de una vez. Lo que tenemos que hacer es bregar con él adecuadamente, declarar la palabra. Yo nunca voy a sesgar en lo que dice la Palabra de Dios. Bregaré con mi humanidad y bregaré con el pecado hasta el último día de mi vida, pero yo digo, no me voy a poner neurótico por el pecado, ni en mí ni en los demás.
Yo voy a bregar con el pecado como brega el médico con la enfermedad, en la gracia y el poder y la suficiencia y la positividad del Señor. Necesitamos Iglesias así con una teología clara del pecado y de la Santidad. Una mezcla muy adecuada.
Así que eso es balance, tenemos que ser campechanos. El Cristo que comió pan y pescado y que tiene carne y huesos dice "yo quiero una Iglesia con carne y huesos" y que sepa como relacionarse con otra gente con la carne y con los huesos. Muy importante.
Otra cosa, tenemos que... esto de nuestra Iglesia León de Judá y la iglesia de Cristo tiene cada vez más y más que tomar en cuenta el cuerpo y no solamente el espíritu en su ministerio. Por eso que a mí me encanta cada día más y más cuando nosotros, por ejemplo, este ministerio de Crown Financial Ministry –El Ministerio Financiero– esta clase que están tomando como cincuenta personas en el área de las Finanzas. A mí me encanta esa idea de que la Finanzas ya no es algo que se dice en el púlpito espiritualmente hablando así esotérica, abstractamente, no, mire ¿Qué quiere decir Finanzas? Quiere decir crédito, quiere decir ahorrar, quiere decir tener un presupuesto, quiere decir sujetarte tú a cierto orden, quiere decir darle tu diezmo al Señor, quiere decir si tienes deudas pagar tus deudas, quiere decir planificar. La gente necesita que la Iglesia con su sabiduría divina le enseñe como vivir en esa dimensión concreta. Cada día la Iglesia tiene que desarrollar más programas que tengan carne y hueso. No solamente la eterialidad de aquí del púlpito, sino que baje allá y se mezcle con la gente en su día a día.
La iglesia tiene que estar dando más enseñanzas sobre finanzas, trabajar con la gente que está bregando con inmigración, en la consejería. Levantar, ayudar a través del Instituto para la Excelencia Pastoral. Levantar Pastores que puedan bregar con la comunidad, que puedan bregar con las familias, que puedan bregar con la juventud, que puedan bregar con la sexualidad, que puedan bregar con la consejería, para que nuestras iglesias tengan esa corporeidad. Esos Ministerios concretos, esos Ministerios de la lucha cuerpo a cuerpo, el discipulamiento. ¿Cómo encarnan las verdades de Dios en la vida humana? ¿En el día a día? y ¿Cómo tú puedes hacer, darle vida y cuerpo a los valores del Reino de Dios? y cada día yo pido al Señor que nuestra Iglesia pueda más y más tener ese nivel de especificidad en su Ministerio, segunda cosa.
En tercer... bueno, eso va mucho allí... perdónenme hermanos, yo a veces que trato de ser breve y de ser... pero hay tantas cosas y... yo no puedo... es que la palabra de Dios es demasiado... el Evangelio, la Iglesia tiene que involucrarse en las necesidades del hombre total, tiene que incluir lo social, lo político, lo artístico, lo intelectual. Tenemos que buscar afectar e inseminar toda la realidad humana. Que no me hablen de meter el Evangelio en un closet, en un templo, en una casa, tenemos que leudar toda la masa de la humanidad, hermanos.
Leí ayer un artículo, Rupert are you here? Rupert envío un artículo de Times Magazine "La muerte y el declive del Cristianismo en América". Yo reprendo es una mentira del diablo, el Cristianismo va a tener más poder que nunca, yo lo declaro, la Iglesia no va a morir. Y este episcopal confundido, lo voy a decir así mismo, que escribe el artículo dice que es bueno que la Iglesia Cristiana pierda influencia en América y que cada día la Iglesia deje de hablar a la sexualidad, a las leyes, a la política.
El Señor reprenda, esas son las doctrinas de demonio de las cuales habló el Apóstol en su libro que vendría en estos tiempos "falsos cristianos", discúlpenme, hermanos, porque es que la ira de Dios me llena muchas veces. Ya yo no me voy a quedar callado con ciertas cosas. Por una falsa decencia y cortesía que no conviene al Reino de Dios. Yo reprendo cualquier cristiano que esté celebrando la muerte y el decaimiento de la influencia cristiana en esta nación. Y él celebra supuestamente el hecho de que la Iglesia ya no tiene tanta influencia y que el Evangelio va a ser extraído de la política y de la sociedad. Yo sé que los evangélicos aquí en América no han sabido manejar ese asunto muy bien, pero hermanos, déjenme decirles algo, el Evangelio se supone que penetre en la política, en las leyes, en la moralidad, en la educación, en el arte, en el intelecto, en la filosofía, en todas la dimensiones de la vida.
Y el diablo ha querido acobardar a la iglesia y limitar el Evangelio a la casa, a las cuatro paredes del Templo. Eso es lo que a él le gustaría, meter al Evangelio en el closet, mientras otros salen del closet.
Señor, reprenda esa maldad del diablo. La Iglesia tiene que hablarle a todas las dimensiones de la vida. Y por eso es que esa teología es tan importante. Cristo resucitó en carne y hueso y vino aquí a la historia, el tiempo y al espacio antes de irse al Cielo. No se fue directamente, pasó a través del mundo para dejar aquí de los depósitos de su Resurrección.
La iglesia tiene que trabajar eso mucho. ¿Cuáles son las implicaciones de esa corporeidad de Cristo en términos de nuestra forma de hacer el Ministerio?
Tercera cosa, esto es bien importante, por eso perdonen si me excedo un poquito. Escuche esto, la sexualidad, digan todos: sexualidad. La sexualidad está incluida en la Resurrección, en el plan de Dios. Por eso yo celebro este programa que está... gracias Señor... es a través de Copani pero León de Judá está jugando un papel bien importante y este programa se llama : "Vale esperar"– ustedes no sabe, pero ese grant de tres millones de dólares que recibimos a través de Copani, para trabajar con Copani y con los recursos que Dios nos ha dado para enseñarles a nuestros jóvenes a esperar, por eso "vale esperar", a tener una sexualidad sana, una sexualidad... porque este mundo hermanos, está pervirtiendo cada vez más y más a nuestra juventud.
Hasta el punto de llegar a decir que son como animales que no pueden reprimirse, mejor enseñémosle entonces como canalizar su promiscuidad, en vez de decirles, "No, hay que hacer todo lo posible por permanecer en Santidad delante de Dios, aunque fallemos", aunque sea lo que sea, eso tenemos que decirlo una y otra vez. La Iglesia tiene que ser ese muro de contención. Si a nuestra juventud no se le dice por lo menos: "mira esto... a esto es a lo que tienes que apuntar", entonces ¿dónde van a llegar? Si no hay una voz que diga: "Mira esto es lo que Dios espera de ti" por lo menos hay que apuntar a la luna, para que le des aunque sea al techo de tu casa, apunta alto. Si bajamos la guardia, si dejamos de hablarle a la Humanidad de los valores de Dios, ¿qué se espera entonces, hermanos? La Iglesia no puede sacarse del aspecto de la sexualidad y eso cubre todas las áreas. Una sexualidad sana, exuberante, santa, balanceada para los hijos de Dios en este tiempo. Tenemos que hablar claramente con respecto a lo que está pasando en Estados Unidos. Una revisión del concepto de la sexualidad humana, en todas las áreas, en todas las áreas y yo incluyo no solamente la homosexualidad, que es importantísimo, sino también todo lo demás: la promiscuidad, el adulterio, la pornografía –que se está comiendo la Iglesia y el Pastorado– en todas las áreas, hermanos. Hay una sexualidad sana que Dios quiere para sus hijos y la Iglesia no puede bajar el estándar, tenemos que seguir aunque fallemos, aunque luchemos, pero esa es la verdad de Dios y tenemos que declararla y tenemos que amarrarnos a ella y que Dios tenga misericordia de nosotros.
Pero si nosotros bajamos eso y decimos "no eso no podemos hablar, porque la gente se ofende", mire ese es el diablo tratando de acobardar a David para que no le meta la pedrada que le tiene que meter al gigante en la frente.
La iglesia tiene que decir "No, ese es nuestro territorio, también" y eso está haciéndole daño, está destruyendo, está carcomiendo la contextura de esta sociedad y nosotros somos aquí agentes de vida y de la verdad de Dios. Y no vamos a callarnos, eso es lo que el diablo quiere, amordazar a la Iglesia para entonces darle el jaque mate a esta Humanidad, que ya está casi caída completamente.
Lo último, se los prometo, tenemos que cultivar una visión diferente de lo que es el Cielo y de como serán las cosas en la segunda venida. Eso se los dejo allí simplemente para un futuro. Pero muy importante eso, ¿cómo se ve usted en el Cielo? ¿Se ve usted también a sí mismo, cuando usted llegue allí a la puerta le van a dar una bata blanca del mismo tamaño con tres hoyitos, cuatro, uno para la cabeza, otro para los brazos y otro para que simplemente caiga abajo? Con un arpa hecha a la medida, sabe, todo del mismo tamaño y una nubecita para que usted se siente en ella y esté tocando por toda la eternidad. ¿Eso es lo que usted cree del Cielo? Hermanos, yo creo que es otra cosa completamente diferente. Yo creo que en el Cielo vamos a trabajar, vamos a crear, el Cielo habla de las naciones. Va a haber naciones, va a haber gobierno, yo no sé pero yo no creo que... eso no es... esa realidad monocromática, todo igualito.
Tenemos que darle cuerpo y huesos al Cielo. Es un lugar. Además la Biblia habla de Cielos nuevos y ¿qué? y Tierra nueva. Esta Tierra va a ser renovada, esta Tierra penetrada por el pecado, esos Cielos que están contaminados, Dios los va a limpiar todos, los va a purificar y los va a poner "opt to speck" y a nosotros también, como Él nos diseñó originalmente.
Mire el Cielo así, anticipe algo increíble, yo soy como Martín Lutero, si el Cielo es tocar un arpa para toda la eternidad, mire yo no voy a decir que no quiero ir allá pero me decepcionaría muchísimo. Creo que Dios es mucho más creativo que eso. Y por eso es que tenemos que mirar hacia el futuro con gran expectativa, vivir aquí esperando, ¡guau! ¿Qué es lo que Dios tiene al otro lado del asunto? Y anhelarlo y celebrarlo y desearlo.
Pónganse de pie, nuestros músicos, por favor pasen por acá. Hermanos, vamos a hacer una Iglesia que celebre el Cristo, el cuerpo resucitado de Jesús. Una Iglesia que pueda habitar cómodamente en la dimensión del tiempo, del espacio, del cuerpo, del ahora y del aquí. ¡Cristo ha resucitado! y Cristo ha penetrado en la realidad humana. ¡Aleluya! Gloria al nombre del Señor. Padre, enséñanos, enséñanos a ser tu Iglesia, una Iglesia que sirva al Cristo resucitado de carne y hueso. Él no es un fantasma. Señor, en el nombre de Jesús por la Palabra que ha sido proclamada, ayúdanos a vivir de esa manera, enséñanos el balance, Señor de tu perfecta reconciliación del cuerpo y el espíritu, la materia y el Cielo, el tiempo y la eternidad. Y ayúdanos a vivir en ese balance, Padre, como congregación, te damos gracias por la proclamación bella de tu Evangelio en este día.
Bendice a mis hermanos, Padre. Permite que al salir de aquí puedan moverse, en el poder de la Resurrección. Gloria al nombre del Señor. Dele un gran aplauso al Señor. Ada ven por acá un momentito e Iris vengan acá. Vamos a cantar de nuevo ese coro: "Vivo está", por favor y si lo pueden dirigir todos los hermanos, y vamos a declarar eso antes de irnos de aquí. ¡Qué el Señor les bendiga, hermanos! Cristo está en su trono y reina sobre el tiempo y el espacio, el cuerpo y el espíritu. Viva de esa manera. Gloria al nombre del Señor. Amén.
Yo soy Pedro
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Vamos a la palabra de Dios, hermanos, en esta noche preciosa. Quiero invitarlos a ir al Evangelio según San Lucas, capítulo 22; y vamos a ir a los versículos 54 en adelante. En una noche como ésta en donde recordamos, este tiempo de padecimiento. Si en un tiempo como éste - no estamos seguros en que momento específicamente- pero sabemos que fue un viernes, el Señor fue arrestado y entró plenamente en su tiempo de padecimiento y sufrimiento y de crucifixión y todas estas cosas. Y ese aspecto que se llama "La Pasión de Jesucristo" tiene mucho que enseñarnos a nosotros.
Pero en ese tiempo sombrío, en esas horas sombrías que el Señor vivió, una de las cosas terribles que sucedió fue: la negación de Pedro. Y vamos a ver que podemos nosotros extraer, que enseñanza podemos extraer de esto. Dice que: "Prendiéndole -arrestándole- a Jesús le llevaron y le condujeron a casa del Sumo Sacerdote y Pedro le seguía de lejos y habiendo ellos encendido fuego en medio del patio, se sentaron alrededor y Pedro se sentó también entre ellos. Pero una criada al verle sentado al fuego, se fijó en él y dijo: ‘También éste estaba con Él’". Es decir, refiriéndose a Pedro, lo acusó: "Sabes que éste también anda con ese que han arrestado, él es parte de su grupo". ‘También éste estaba con Él’, "pero Pedro lo negó diciendo: ‘Mujer, no lo conozco’. Un poco después viéndolo otro dijo: ‘Sí, tú también eres de ellos’ y Pedro dijo: ‘Hombre, no lo soy’, como una hora después otro aún afirmaba diciendo: ‘Verdaderamente, también éste estaba con Él, porque es Galileo’ y Pedro dijo: ‘Hombre, no sé lo que dices’ y enseguida mientras él todavía hablaba, el gallo cantó.”
Entonces " vuelto el Señor miró a Pedro" -esas miradas que daba el Señor- "vuelto el Señor...", pero no era una mirada... yo sospecho que la mirada de Jesús no era una mirada condenatoria, no era una mirada severa, ¿Entienden? No era una mirada acusadora, era una mirada entendida, yo imagino que el Señor lo miró y se sonrió un poquito, se sonrió un poquito con una mirada como triste y de mucho entendimiento y le caló hondo a Pedro cuando lo miró así. Porque vamos a ver por qué razón. Entonces miró a Pedro, y Pedro se acordó de la palabra del Señor que le había dicho: ‘antes que el gallo cante me negarás tres veces’ y "Pedro saliendo fuera, lloró amargamente". Bendiga el Señor su Santa palabra.
Saben que hace unos días atrás, yo estaba en tiempo de meditación por la mañana y no sé por qué razón me tropecé con ese pasaje de la negación de Pedro y me impactó, e hice una nota en mi agenda para este viernes Santo -para hoy- y yo nunca he predicado un viernes Santo, creo, acerca de la negación de Pedro específicamente. Pero me impactó, así de una manera muy fuerte, ese momento en todos los diferentes momentos que hubo en la Pasión de Jesucristo, el drama. No estoy seguro, porque a veces eso me pasa a mí, que un pasaje me impacta y yo -algo en mi espíritu responde a él y yo no estoy seguro que es- pero entonces tengo que darme a la tarea de escarbar dentro de mi espíritu para tratar de descubrir que fue lo que el espíritu vio y unirlo con mi mente. Y lo puse allí y anoté que iba a predicar acerca de ese pasaje y lo que el Señor me trajo a la mente, así embriónicamente mientras meditaba sobre ello, es que en un sentido Pedro al negar a Jesús de esa manera es un representante de cada uno de nosotros. Y lo que... el título que me vino a la mente es "Yo soy Pedro", concerniente a éste pasaje, "Yo soy Pedro". Y ¿sabes qué? Tú eres Pedro.
En este momento de la jornada dolorosa de Jesús, hay algo allí por lo cual quedó registrado esto, y es para recordarnos algo del drama divino, del drama de Dios en su relación con la Humanidad con su criatura. Yo no sé si ustedes se atreven a pensar conmigo por un momento, si yo dijera: "Yo voy a predicar un sermón acerca de la soledad de Dios"; quizá algunos teólogos se escandalizarían y dirían: "Eso es un disparate, porque Dios no puede sentir soledad", "Dios tiene la Trinidad en perfecta armonía, perfecta compañía, Él es perfecto. La soledad implica, quizás carencia, algo de incompleto. Dios es perfecto, Dios es completo, por lo tanto Dios no puede sentir soledad". Pero yo creo que a veces en nuestro deseo de glorificar a Dios y exaltar su singularidad, nosotros olvidamos que Dios tiene pasiones como nosotros, también. Es más, nosotros tenemos pasiones porque Dios tiene pasiones; porque nosotros hemos sido hechos a la semejanza y a la imagen de Dios. Yo creo que si el hombre padece tristeza, gozo, ira, indignación, amor, pasión, es porque esas emociones en una forma muy pura, muy bella, muy exaltada están en el corazón de Dios por así decirlo. No es que Dios tiene un corazón físicamente como nosotros, pero ese lado que siente de Dios.
Yo no creo en absoluto que hago irreverencia a la grandeza y totalidad de Dios al decir que Dios siente. Yo veo, si yo leo la Biblia, veo a Dios sintiendo ira, ira terrible; indignación, sentido de ser traicionado; veo a Dios sintiendo un amor pero absolutamente -yo creo que si nosotros pudiéramos sentir por un momento el amor que Dios siente por su criatura- nos moriríamos de un ataque al corazón. No podríamos procesar el Amor, es más, yo creo que nos calcinaríamos, nos secaríamos en un instante, porque el amor de Dios es tan consumidor.
Hay momentos en que Dios siente dolor por la traición de Israel y se ve a si mismo como un esposo traicionado, lleno de ira, como buscando a alguien a quién destruir porque está lleno de un sentido de indignación de ser traicionado. Y ¿por qué no decir que Dios puede sentir, quizás en algún momento -yo diría quizás no soledad como nosotros le sentimos- pero sí un sentido a veces de abandono de su criatura? Yo creo que en el corazón de Dios hay un dolor por esa separación que hay entre el hombre, la mujer que Él ha creado y su persona; y Dios quiere tener absoluta intimidad con nosotros.
El pecado se interpuso entre esa intimidad que Dios quiere y nosotros y Cristo vino precisamente a salvar ese abismo y a sanar esa distancia. Pero el corazón de Dios se duele porque esta creación que Él ha fabricado con sus manos, con su aliento, no lo reconoce a Él como lo que Él quiere ser reconocido. La Humanidad no le ha dado a Dios esa reverencia total, esa entrega total y por eso es cuando Dios ve un hombre, una mujer que lo ama -aunque sea imperfectamente- pero que lo ama apasionadamente, el corazón de Dios salta y se vuelca hacia esa persona y la bendice, bendice, bendice aunque tenga sus imperfecciones. Porque es que Dios vive ávido del amor de su criatura y a Dios le gusta tener comunión con nosotros y le gusta tener intimidad con nosotros. Yo creo que es algo... pero verdaderamente es raro pensar que a Dios le gusta cuando nosotros le buscamos en oración y buscamos comunión con Él.
Uno pensaría que ese Ser tan basto, tan infinitamente grande no se inmutaría, porque una criatura tan pequeña como nosotros hiciera gestos de acercamiento hacia Él. Uno dice "¡Ah! entre los billones de personas que quizás están en este momento acercándose a Él de alguna manera ¿Cómo va él a identificar mi acercamiento o mi dejadez?" Pero yo creo que sí, que Dios en maneras que no entendemos, como un padre que aunque tenga muchos hijos o una madre los ama a todos en diferentes maneras, cuanto más Dios es capaz de hacer eso; y Dios desea.
Miren, ahí vemos en Génesis al Señor, supuestamente en una forma -no sabemos cómo- pero bajando a buscar compañía con Adán y Eva, ¿recuerdan? Y, ¿qué pasa cuando Dios entra al huerto a buscar compañía, a tomarse un cappuccino con Adán y Eva a las tres de la tarde, cogiéndose un break de darle vuelta a los mundos en el Universo? ¿Qué pasa? Los encuentra distantes, los encuentra cubiertos con hojas y dice: "Hm, yo nunca he visto esto antes, ¿qué ha pasado aquí? vamos a ver" y descubre que su criatura lo ha traicionado y lo ha desobedecido en una manera fundamental y que ha quebrado la relación entre Él y ellos.
Pero Dios buscando, en ese momento compañía con su criatura, descubre que lo han traicionado. Antes de eso había habido una traición todavía más significativa cuando Luzbel -ese Arcángel maravilloso, la cúspide de las criaturas de Dios- traiciona a Dios y se llena de orgullo creyéndose igual a Dios o queriéndose hacer igual a Dios y traiciona a Dios, se revela contra Dios y Dios también tiene que tomar esa criatura que Él tanto ha amado y me imagino tan orgulloso como padre se sentía de haberlo creado también tiene que separarlo. ¡Qué dolor habrá sentido Dios! y ángeles según dicen -no hay claridad en la Escritura acerca de esto pero -muchos teólogos creen que cuando el Satanás propició una rebelión entre las huestes angelicales y que una parte bastante grande de ángeles se separó de Dios y Dios los arrojó de su Gracia y eso explica la existencia de los demonios. "Ángeles caídos", dice la Biblia, que "han sido reservados en prisiones de oscuridad" pero que de alguna manera tienen acceso a esta dimensión humana pero son ángeles también que traicionaron a Dios y no le dieron la Gloria y el Señorío que a Él le pertenecía y lo traicionaron.
Yo creo que el Señor estaba… ustedes ven esa dinámica: Dios está siempre buscando gente que lo honre, gente que lo adore, gente que le rinda el tributo que Él necesita. ¿Recuerdan de lo qué estoy hablando? La traición de uno de sus discípulos más cercanos, el rechazo, la negación, el abandono de uno de sus discípulos más cercanos: Pedro; y de los otros también que lo abandonaron también, después de caminar con Él todos esos años y de ver milagros y toda una cantidad de cosas. Recuerde eso porque estoy hablando de eso específicamente, y vamos a ver como una cosa empata con la otra. Hay un significado en todo esto. Entonces a través de los siglos yo creo que el corazón de Dios está sangrando porque su criatura no lo ama como Él quiere ser amado. Y ¿sabes qué, mi hermano, mi hermana? Uno podría decir "... y bueno, está bien. Esos son los de afuera: los ateos, los musulmanes, las otras religiones que no conocen a Jesucristo. Nosotros somos diferentes". Pero miren hermanos, yo quiero llevarlo a un punto mayor, llevarme a mí mismo y decir que ¿sabes qué? en última instancia nosotros no somos diferentes. Y eso es terrible de contemplar, pero, nosotros...
Dios quiere en esta noche recordarnos de eso, no para que salgamos de aquí sintiéndonos culpables o diciendo: "Oh, Dios mío ¿qué va a pasar?" No, simplemente para que nosotros sobriamente pensemos: "Okay, ¿qué hago yo con eso?", de qué yo también tengo la tendencia de descuidar a mi Padre y no darle todo lo que Él amerita.
Me vino a la mente otra asociación aquí. ¿Recuerdan ustedes a Simón el fariseo y la mujer que vertió el vaso de perfume sobre la figura de Jesús? Simón, el fariseo, invita a Jesús a la casa para examinarlo y lo trata seca, distante, fríamente; como nosotros muchas veces hemos tratado a Dios. Le damos al Señor a veces las sobras de nuestro día, le damos al Señor lo que nos queda, le damos al Señor lo que no necesitamos. Nos aseguramos primero de atender todas las demás cosas y si acaso quedan unos minutos para orarle ahí rápidamente o para darle un servicio a medias- porque después de todo tenemos que vivir, tenemos que hacer otras cosas- se lo damos. Y el Señor dice: "¿Dónde está la primicia? ¿Dónde está lo mejor? ¿Dónde está lo escogido? ¿Dónde está lo que yo merezco? ¿Dónde está la preferencia? ¿Dónde está la pasión feroz?", que dice primero mi Padre, primero mi Dios, tengo que honrarlo, tengo que darle lo mejor, tengo que asegurarme de bendecirlo y que no haya duda en nadie de que Él es lo primordial, lo primero en mi vida.
Eso lo que toca el corazón de ese Padre herido que a través de los siglos ha sido traicionado una y otra vez por sus hijos y sus hijas; Dios vive ávido de encontrar hombres y mujeres con un corazón que lo honre verdaderamente. Porque esa es la controversia principal que hay en el corazón del Padre, ese el dolor número uno.
Por eso yo creo que la Palabra dice: "los ojos de Dios recorren toda la Tierra buscando a aquellos de corazón perfecto para Él," para mostrar su Misericordia, su bondad para con ellos; para mostrarse fuerte para con ellos.
Yo no sabía de dónde venía ese pasaje. Hace ... pero ahora que he estado estudiando la vida del Rey Josafat, descubrí exactamente el contexto de ese pasaje; y es cuando Josafat antes... no perdón Haza, el padre de Josafat, cuando el Rey Haza entrega los tesoros del templo y también los tesoros de su propio palacio y se lo da a un Rey para buscar una alianza para salir de un problema militar que tiene; y un profeta se le aparece al rey Haza y le dice: "Mira, ¿Cómo es posible que tú primero buscaste ayuda en un Rey humano, y no lo buscaste en Dios? ¿No te acuerdas tú de aquella vez cuando había un ejército de etíopes mucho más poderoso que ese otro ejército del cuál tú ahora trataste de librarte y el Señor te dio una victoria rotunda?" y "locamente has hecho..." le dice, "porque ahora vas a tener guerra todo el tiempo, porque los ojos de Dios recorren toda la Tierra buscando aquellos de corazón perfecto para con Él, para mostrar su favor para con ellos".
El corazón de Dios se sintió denigrado, ofendido. Dios se vio, entonces como un ciudadano de segunda clase, segundo recurso, en vez de buscarlo primeramente. Usted ve... si usted mira continuamente en la Palabra está eso: el corazón del Padre, Dios, que quiere la honra y el respeto, la adoración, la preferencia que Él sabe que Él merece. Porque Él ha creado, Él es la fuente de todo: Él es creador, Él es sustentador.
Entonces yo creo, hermanos, que en el paquete de la Pasión -por así decirlo- esa temática se incluyó allí para recordar ese aspecto del sufrimiento de Dios a través de Jesucristo. Yo creo que si nosotros pudiéramos entender todos los detalles que entraron en la Pasión de Jesús, yo sospecho que si tuviéramos un libro dónde fueran escrito todos los temas y los subtemas teológicos divinos, sagrados que se incluyeron en la Pasión de Jesús, descubriríamos que todos los temas del dolor de Dios estaban incluidos.
No era solamente el padecimiento en la Cruz, los clavos, la sed, la tortura, no, había dolores de Dios también que estaban siendo ensayados a través de la persona de Jesús, mucho más exquisitos que esos. Dolores acerca de la soledad, el abandono, la traición, el pecado que sintió ese Ser perfecto sobre su persona lo cual debe haber aborrecido, el abandono de Jesús de sentirse separado de su Padre, todo eso era parte del sufrimiento. Y parte del sufrimiento no fue en la Cruz, sino también en esos momentos de soledad en que muchas otras cosas del drama de Dios se dieron también, y uno de ellos fue, precisamente, eso, el abandono de la Humanidad, el rechazo de la Humanidad, la traición de los que Dios... aquellos para los cuales Dios ha dado todo. Miren acerca de eso, cuando el Señor les dice a sus discípulos que lo van a dejar.
Vamos un momento, aquí mismo, en Lucas... no he de conseguir el... vamos a Mateo capítulo 26, un momento. Creo que es Mateo:26 donde el Señor le dice: "...y cuando hubieren cantado el himno salieron al Monte de los Olivos" y entonces Jesús les dijo: " Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche", mire "escandalizar" es una palabra bien seria, no quiere decir simplemente: ustedes se van a avergonzar, me van a dejar, me van a abandonar, no, "ustedes se van a escandalizar de mí"; quiere decir: ustedes se van a avergonzar pero en una manera extremada, yo voy a ser un objeto de escándalo para ustedes. Porque escrito está "Heriré al pastor y las ovejas del rebaño serán dispersas". ¿Por qué? ¿Por qué el Señor dijo esta profecía? ¿Por qué tenía que estar eso incluido allí de que sus discípulos lo abandonaran y se escandalizaran de Él y que Pedro lo negara? Porque ese drama estaba allí metido, el drama de Dios, la soledad de Dios. En todo esto de la crucifixión, el padecimiento, estaba ese asunto de la separación de su criatura. Y, miren, entonces respondiendo Pedro le dijo: "Señor, aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré" y Jesús le dijo: " De cierto te digo, que esta noche antes que el gallo cante, me negarás tres veces."
Ahora ¿Fue que esa profecía de Cristo causó que Pedro lo negara? o ¿La profecía simplemente anunció lo que ya estaba predeterminado? No sabemos, pero el caso es que Pedro como un discípulo fuerte de Jesús, que compartió momentos bien íntimos, bien poderosos de Jesús era el que menos debía haberlo rechazado y por lo tanto su escándalo de Jesús, su negación rotunda tres veces era indicio de cuán lejos estaba la Humanidad que él representaba de esa lealtad que Jesús se merecía.
"De cierto te digo que esta noche antes que el gallo cante, me negarás tres veces" y Pedro insiste, le dijo: "Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré" y todos los discípulos dijeron lo mismo; como a veces nosotros decimos. Nosotros decimos: "¡Ah! aunque esta Humanidad empedernida, aunque ahí en el estate house, aunque en Vermont te nieguen, aunque en California te nieguen, nosotros aquí en Congregación León de Judá nunca te vamos a negar. Estaremos contigo Señor hasta la muerte". Y el Señor con mirada triste nos dice: "Hey, ustedes no saben lo que están diciendo, ustedes también".
Por eso es que yo digo que este sermón a mí, yo lo llamaría "Yo soy Pedro", porque aún los más cercanos, nosotros... hermano, verdaderamente examínate tú, en esta semana, como yo lo puedo hacer y lo he hecho. ¿Cuántas veces hemos hecho cosas que sabemos que niegan a Jesús? ¿Cuántas veces? ¿Cuántas veces en nuestra vida después de ser cristianos, después de conocer a Jesucristo, después de conocer su palabra, nosotros hacemos cosas que rotunda, poderosa, radicalmente niegan a Jesús? El Jesús que nosotros conocemos. Yo levanto la mano, hermanos. Okay. Nosotros hemos rechazado, hemos negado, hemos contradicho nuestro voto de Fe al Señor, nuestra confesión al Señor y herimos el corazón de Dios una y otra vez.
Vayamos cientos de años atrás, para que ustedes vean que esto no es un tema aislado. Ya voy arropando esto aquí, vayan a Isaías: 51 que yo leí al principio del servicio, versículo tres, hablando acerca de Jesucristo en profecía del Profeta Isaías: "Despreciado y desechado entre los hombres", "Varón de dolores, experimentado en quebranto y como que escondimos de Él el rostro". Está hablando en el inclusivo, segundo persona plural "nosotros". ¿Quién es nosotros? ¿Nosotros el pueblo de Dios? ¿Congregación León de Judá? ¿Tú y yo? ¿Mi familia, tu familia? "Nosotros, como que escondimos de Él el rostro". Ese "como que escondimos" quiere decir como que nos hicimos que no lo conocíamos, ¿no? Escondimos el rostro de una manera sutil, leve para que no se dieran cuenta pero como que escondimos el rostro del Señor; "como que escondimos de Él el rostro, fue menospreciado y que no lo estimamos", ese es el problema, hermanos. Dios te está preguntando a ti y me pregunta a mí: "¿Cuánto tú me estimas?" "¿Cuánto tú me estimas?".
Hermano, ¿Cuánto refleja tu vida mi vida? ¿Los momentos de nuestra vida, la estima en que debemos tener a Dios? ¿Puedes tú decir, puedo yo decir que yo estimo a Dios como Él merece ser estimado? ¿A Cristo cómo Él merece ser estimado? ¿Puedo yo decir verdaderamente qué yo venero a mi Padre y que lo tengo en el lugar dónde Él merece estar? Yo no puedo decir que sí completamente. Cada día como Pedro, vamos a ver más adelante, yo llego al punto de decir: Señor cada vez que, sólo Tú sabes, yo no estoy seguro. Yo creo que te amo, pero la verdad es que eso sólo Tú lo sabes completamente. Porque cuando nosotros somos sinceros con nosotros mismos y examinamos nuestra vida, paso a paso, vemos que nos falta mucho todavía.
Yo digo esto para animarte, no para condenarte. Para que de ese momento de reconocimiento de que a mí me falta mucho, tú y yo saltemos entonces, a un nivel de mayor entrega al Señor, de mayor compromiso con el Señor, de mayor honrar, preferir, adorar, amar, defender la honra del Señor, estar allí primero para darle los veinte pesos al Señor. Y no sentir como que le hemos dado la gran cosa, si Él lo dio todo por nosotros.
Ese decir "presente" cuando hay una necesidad de alguien que sea la mano o la boca o el corazón de Dios en el mundo y que digas: "No, no es posible que donde hay un hijo de Dios, que está representando el Reino de Dios falte esto o falte lo otro; no se haga esto o no se haga lo otro si yo soy representante del Reino de Dios". Y, que cuando tú estés en algún lugar, o en una situación donde tú vayas a ofender a tu Padre o vayas a negar, tú digas: "Espera, ¿sabes qué?, Pedro, yo soy Pedro. Déjame no caer en eso, déjame yo preferir a mi Padre en ese momento y darle". Eso es una lucha diaria, una decisión que tenemos que hacer diecisiete veces o cincuenta veces al día, no negar al Señor, darle preferencia, amar al Señor, expresar nuestra adoración.
Miren el versículo seis de Isaías, dice: "Todos nosotros", digan: "Todos nosotros." "Todos nosotros nos descarriamos como ovejas. Cada cual se apartó por su camino", ¿Qué dice la Biblia? "Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la Gloria de Dios".
Un último versículo, váyase a Romanos, capítulo uno. Romanos Capítulo uno o dos, déjame ver, por ahí, es el dos en realidad, ahora que lo visualizo aquí. Romanos: 2:1. En el Capítulo uno de Romanos, Pablo acusa a toda aquella gente que ha rechazado a Dios, que ha violado su mandamientos, que no le han reconocido a Dios su señorío por cuanto no le rindieron a Dios la adoración que Él merecía, sino que se las dieron a la criaturas, Dios los desechó y les entregó una mente reprobada, rechazada para hacer cosas que no convienen. Y yo me imagino que había los judíos y mucha gente decía: "Sí, Amén. Eso es cierto. Esos paganos sucios, hay que tirarlos todos al infierno, por sinvergüenzas que son. Como decimos nosotros a veces acerca de la gente, ¿no? del mundo allá afuera.
Pero miren lo que dice en el Capítulo dos: "Por lo cual eres inexcusable oh, hombre quien quiera que seas tu que juzgas", León de Judá, Roberto Miranda, quien sea que juzga. ¿Sabes que? Pues en lo que juzgas a otro te condenas a ti mismo, porque tú que juzgas haces lo mismo. Todos nosotros nos hemos separado de Dios, todos nosotros no le hemos dado al Señor, lo que el Señor necesita y eso es parte de su Pasión, eso es parte de su sufrimiento y necesitamos nosotros identificarnos con eso, decir, Padre perdóname, yo también. Por eso es que cuando Pedro lo niega a Jesús y lo niega tres veces y hay un pasaje paralelo que dice que maldijo en una, digo yo, una palabra... una palabra por allí, ¿Quién sabe qué palabra dijo?, "Yo no conozco a este hombre", como para sellar, como una maldición.
Óiganme, ¡Qué cosa más terrible!, Pedro no podía hacer algo más terrible que eso: negar al Señor así con maldición. ¿Por qué razón se encargó el que quien quiera que fuera que propició eso? ¿Dios usó un espíritu maligno? Yo no sé; ¿Dios usó la carne de Pedro? Yo no sé; ¿Fue el Espíritu Santo para darle una lección a Pedro y a nosotros a través de los siglos? El caso es que Pedro selló con una maldición su negación. Este hombre tan cercano a Jesús, lo negó de esa manera. Y entonces ahí está ese momento, ese momento terrible en que el Señor mira a Pedro con una mirada entendida, compasiva y misericordiosa como quien dice: "Tú ves, Pedro, eso es lo que yo he estado pasando desde Adán y Eva. Eso que tu acabas de hacer, ¿Tú ves?". En esa mirada, que Jesús le dio le dijo todo eso:"Tú ves, Pedro, ese es mi dolor, ese es mi sufrimiento, eso es lo que yo padezco. Y eso es lo que tú y tu Humanidad que tú representas en este momento han hecho conmigo. Y eso es parte de la cruz que yo llevo". Y por eso, todo esto tenía que pasar.
¿Recuerdan el pasaje de Jesús orando y los discípulos durmiendo? "De nuevo me han dejado solo". Cuando Él va a hablar con ellos, a buscar confort en su compañía, están todos rendidos de sueño. Lo han dejado, la soledad. Ese era uno de los padecimientos del Señor, el abandono.
Nosotros tenemos que pedirle al Señor: "Padre ayúdame", y ¿Qué le dice el Señor Jesucristo? "Orad para que no entréis en tentación". Hermanos nosotros tenemos... la única manera que yo creo que nosotros podemos tener la fuerza para amar a Cristo como Él merece ser amado para servirlo con la Pasión, es buscando la fortaleza del Espíritu Santo cada día consagrándonos más y más, buscando el poder de Dios, viviendo una vida de privaciones, de ayuno, de oración, de lectura de la palabra, de estar en la casa del Señor, de buscar la compañía de los Santos, de servir a Dios para mantenernos con ese amor, ese ardor que Dios necesita.
Finalmente, es importante que entendamos esa tendencia humana a abandonar a Dios, a no darle lo que Dios merece, a no darle lo que al Señor le toca. Primero, para redoblar nuestros esfuerzos, para serles fieles y no dejarlo solo, ¿okay?
En esta noche yo lo que quiero es que tú recapacites como yo lo quiero hacer también y que digas: "¿Sabes qué? Yo necesito hacer un voto más fuerte que nunca de yo darle siempre la preferencia a mi Dios. Darle siempre el primer lugar, amarlo por sobre todas las cosas, honrarlo, adorarlo, darle el momento mejor de mi día, servirlo, obedecerlo, preferirlo. Redobla tu esfuerzo, y en segundo lugar es importante que entendamos esa tendencia humana para no enorgullecernos y creernos mejor que los demás.
Es bueno estar siempre nosotros consientes de ese déficit, de esa deuda que tenemos con Dios y saber que "Mira, yo no soy diferente al que está allá afuera", la única diferencia es que Cristo en su misericordia cargó mi pecado por medio de su cruz y yo me pegué a eso; pero sino yo merecería la misma muerte que los que están ahí afuera, a pesar de que estoy aquí adentro. Y que nosotros tengamos siempre esa compasión, esa gracia, esa misericordia para con los demás. Yo imagino que Pedro, el Pedro que dijo: "Señor aunque todos estos cobardes te dejen, yo nunca te voy a dejar" y se lo dijo dos veces. Ah, ahora después de lo que ha pasado, imagino que ya Pedro podía entender mucho mejor aquel que huyó desnudo cuando lo querían agarrar ¿Recuerdan? Pedro ha dicho: "Mira ese cobarde cuando yo lo agarre le voy a dar una paliza bien grande. Mira como se fue corriendo, con el trasero afuera, dejando toda su"... ¿Por qué? Por cobarde que era". ¿Recuerdan el que salió huyendo, ese personaje cómico que hay en el drama de la Cruz, que salió huyendo porque le arrancaron parece la ropa? Y él dijo: "Mejor que se quede la ropa, pero yo me salgo". Yo imagino que cuando Pedro vio eso, dijo:"¿Tú ves ese? Ese no vale nada, a ese hay que crucificarlo también". Pero ahora yo me imagino que Pedro después de haber hecho eso, dijo: "Mira, ¿Sabes qué? Yo no soy diferente a él, yo soy peor que él en un sentido". Y me imagino que habrá tenido mucho más misericordia. Y así, nosotros hermanos, siempre recordemos eso: "No, yo no soy mejor que nadie, tú no eres mejor que nadie" nosotros hemos violado la lealtad y la preferencia que le demos a nuestro Dios y tenemos siempre que encomendarnos a la Misericordia del Señor y ser compasivo con los demás.
Y finalmente, es importante entender esto para buscar la unción de Dios cada día. Para que Él renueve nuestro amor y nuestra pasión por Él, para que podamos amarlo como Él verdaderamente merece ser amado. El Señor es compasivo, hermanos.
Quiero invitarlos a los músicos, que pasen por aquí un momentito, por favor. El Señor quiere comunión con nosotros, Él sabe que lo hemos ofendido. En esta noche eso es parte de la pasión de Dios, yo soy parte de Pedro. Yo soy Pedro, tú eres Pedro o sino eres Pedro eres Petra, pero eres.... somos Pedro y el Señor quiere simplemente que recordemos esto. ¡Qué bendición tan grande cuando Jesús se encuentra con el Pedro escarmentado al final! y Pedro esperaba que el Señor lo iba a rechazar, lo iba a odiar, le iba a decir: "Ya no quiero saber de ti, ya no hay perdón para ti. Ya tú no mereces ser mi discípulo", y el Señor con esa misericordia le dice:" Pedro, ¿me amas?". Me imagino que se estaba casi riendo a carcajadas. "¿Me amas?" "Sí, señor. Tú sabes que te amo," todo agachado allí. "Pedro, ¿me amas?" "Sí, señor tu sabes que te amo". Le dijo tres veces para neutralizar las tres amargas negaciones de antes. Delante de Él.
¡Qué maravilloso! ¡Qué lindo es el Señor, ¿no?! "Pedro quiero borrarte con azúcar lo que tú hiciste aquella vez. Te voy a dar la oportunidad para que me confieses tu amor. Y, ¿Sabes qué? Te lo voy a creer, te lo voy a creer". "Pedro, ¿me amas?" "Bueno, Señor tu sabes todas las cosas. Tú sabes que sí, no estoy seguro ahora mismo, pero tú sabes… tú sabes que te amo". ¡Qué lindo es el Señor, ¿no?!
Así que vete de aquí en esta noche, no sintiéndote rechazado, no sintiéndote fracasado, pero vete más bien con ese propósito. Como Pedro cuando se encontró con el Señor. "Tú ¿sabes qué, Señor?" "La próxima vez voy a tratar un poquito más. Voy a tratar de hacerlo mejor". Quiere el Señor sacarnos de aquí en esta noche, más comprometidos que nunca con nuestro Dios para servirle. Gracias a Dios.
Pedro, dice la tradición, dice la historia que finalmente le llegó su oportunidad de redimir completamente ese momento. Alguien ha dicho que Pedro murió ¿Cómo fue? Fue a... él pidió que lo crucificaran boca abajo porque no merecía morir como su Señor. Eso lo dice la tradición histórica. ¿Eh? Finalmente con el poder del Espíritu Santo yo imagino un Pedro bautizado con el Espíritu Santo tuvo el valor para morir de una manera todavía más noble y más sacrificial.
Así que siempre hay una oportunidad para nosotros, hermanos. Pero salgamos de aquí, deseosos de poder dar nuestra vida al Señor y darle la honra que Él se merece. Y damos gracias a Dios por sus bondades... Vamos a ponernos de pie y vamos a decirle: Señor te adoramos, te bendecimos, te damos gracias por todas tus bondades, todas tus maravillas. Lo bueno que Tú has sido. Pídele perdón al Señor como yo le he pedido perdón al Señor meditando en este pasaje. Por todas las veces que yo lo he negado, he dicho: "Padre perdóname, perdónanos, límpianos, sánanos y derrama Señor tu Gloria sobre nosotros. Te necesitamos, Señor, te necesitamos Jesús. Sigan ahí en oración, hermanos.
Gracias, Señor. A ti sea la Gloria y la honra. Gracias, Jesús. Señor entregamos nuestras vidas a ti de nuevo, entregamos a ti nuestro tesoro de nuevo. Entregamos a Ti todo lo que tenemos, todo lo que somos. Padre ayúdanos, ayuda a esta Iglesia a ser una Iglesia que te prefiera, Señor. Ayuda a esta Iglesia a ser una Iglesia no para nuestra gloria, sino para gloria tuya, de hombres y mujeres radicalmente comprometidos contigo. Radicalmente comprometidos contigo, Señor. Radicalmente deseosos de ver tu Gloria manifestada en esta Tierra, Padre. Dispuestos a entregarte todo. ¡Qué esta palabra cale hondo, Señor, en nuestros corazones en esta noche! Bendigo a tus hijos, Padre. Tráenos de nuevo aquí el domingo para darte a Ti toda la honra y toda la Gloria de nuevo. Gracias, Jesús. Amén y Amén.
Cuando el Señor te pida el burrito
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Lucas capítulo 19 comenzando con el versículo 28. Lucas 19:28. Me encanta oir el sonido del pueblo de Dios ojeando la palabra de Dios. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Dicho esto iba el Señor delante subiendo a Jerusalén y aconteció que llegando cerca de Belfaguet y de Betania al Monte que se llama de los olivos envió dos de sus discípulos con esta encomienda ,diciendo "Id a la aldea de enfrente y al entrar en ella hallaréis un pollino atado en el cual ningún hombre ha montado jamás, desatadlo y traedlo y si alguien os preguntare por que lo desatáis, le responderéis así: "Porque el Señor lo necesita". Fueron los que habían sido enviados y hallaron como les dijo y cuando desataban el pollino -he comments to somebody: Gracias mi hermano- cuando desataban el pollino sus dueños le dijeron: "Hey, ¿por qué desatais el pollino?" y ellos dijeron "Porque el Señor lo necesita" y lo trajeron a Jesus y habiendo echado sus mantos sobre el pollino subieron a Jesús encima.
Espíritu de Dios te pido en el nombre de Jesus que soples sobre esta palabra y lo vivifiques para la gloria de tu nombre.
Hermanos, otro nombre para este pollino en la palabra, otras versiones lo llaman asno, lo llaman burrito pero estamos hablando de este mismo animal y yo se que en muchos de nuestros países aún todavía se usan burritos, todavía se usan asnos. Se ve todavía en nuestras ciudades, en las aldeas que esto es muy común en Centro y Sudamérica por ejemplo y en el Caribe. Y este animal humilde juega, mis hermanos, un papel enorme en la profecía mesianica. Hermanos, desde antes del Señor crear el mundo, hermanos, el Señor ya tenía un plan. El Padre Celestial tenía un plan para glorificar a su hijo Jesucristo e incluía en este plan para exhaltar y engrandecer el nombre del Señor, incluído en este plan ya estaba este burrito.
Ya de antemano el Señor sabía siglos atrás lo que El iba a hacer. El creó este burrito para este proposito. Por ejemplo, mis Hermanos, vayamos a Genésis capítulo 49 comenzando, digamos con el versículo 9. Este texto -Genésis Capículo 49 comenzando con el versículo 9- es la primera vez que nosotros vemos mención del nombre del león de la tribu de Judá. Es la primera vez que el Señor nos introduce a esta frase que ahora por cierto es el nombre sobre el cual, el nombre que lleva esta congregación. ¿De dónde sale este nombre, este título, del león de la tribu de Judá? Cachorro de León, mientras Israel, Judá bendecía a cada uno de sus hijos de los cuales saldrían pueblos, tribus de Judá saldría Jesús el Mesías. El ungido del Señor iba a salir de la vida, iba a salir de la semilla de Juda el hijo de Jacob, el hijo de Israel y él declaró profeticamente sobre su hijo Judá: "cachorro de León, Judá" De la presa subiste hijo mío,se colgó, se echó como leon, asi como león viejo ¿quien lo despertará? No será quitado el cetro de Judá, ni el legislador de entre sus pies hasta que venga Silord y a él se congregarán los pueblos. Atando a la vid ¿qué? Su pollino y a la cepa el hijo de su asno. Lavó en el vino su vestido y en la sangre de uvas su manto. O sea, aún en la primera mención del León de la tribu de Judá está profetizando Israel sobre su hijo que este león de la tribu de Judá llegaría cabalgando sobre un asno, sobre un pollino. Luego en el texto que nosotros conocemos más, el texto que asociamos con la entrada triunfal : Zacharías Capítulo 9, Versículo 9; que declara que en este texto mesianico acerca de la entrada triunfal, vemos el papel clave de este burrito. Y declara que sobre este burrito el Rey de Reyes entraría triunfante en la ciudad de Jerusalen. Declara: "Alegrate mucho, Hijo de Sión, da voces de jubilo hija de Jerusalen. He aquí tu Rey y vendrá a tí justo y salvador, humilde y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna". Gloria a Dios.
¿No es gloriosa la palabra de Dios y esas profecias tan grandiosas? Solo hay un problema, nadie se molestó en compartir estas profecías con los dueños del burrito. Nadie se molestó en contarle esta historia mesianica, estas profecías a los dueños de este animal y.. mis hermanos yo estoy seguro que los dueños del burrito tenían ya sus propositos con él. Los dueños del burrito ya sabían, tenían una idea que iban a hacer con este burrito. Quien sabe, tal vez intentaban moler grano con él, como se hace aún todavía en muchos países.
Tal vez por eso nunca lo montaron porque lo estaban reservando para eso, para la agricultura. Tal vez querían usarlo para cargar compra o mercado, especialmente durante la fiesta judía que precisamente comenzaba ese día. Tal vez era el día más concurrido en toda Jerusalen y le estaban tomando prestado su camión de carga para su negocio. Y ellos tenían su propositos ya, o tal vez ellos tenían un negocio de burritos. Tal vez tenían un taller y este burrito representaba su favorito entre todos ellos. O tal vez los dueños eran unos padres, no sé, y este humilde burrito era el único regalo, el único legado que le tenían a su hijito y lo estaban reservando para su cumpleaños. Yo no sé que historia triste está detrás de esto, pero yo sí sé esto: estos dueños de este animal no anticipaban que alguien se le iba a acercar ese día y desatarle su propiedad. Y desatarle su animal con quien ellos tenían propósitos muy legitimos.
Hermanos, ¿le puede culpar a estos dueños si ellos le preguntan por qué lo desatan? ¿Por qué desatan el burrito? Y ahora le tengo una pregunta a usted, mi hermano. ¿Acaso le ha preguntado eso al Señor de vez en cuando? ¿Ha tenido usted la ocación de preguntarle al Señor, Señor que estas haciendo? ¿Por qué desataste mi burrito?. ¿Por qué me lo desataste?
Samuel ¿de qué estas tu hablando? ¿Con qué desayunaste esta mañana? What are you talking about? ¿Qué burrito? Vivo en Rocksberry. Ni siquiera puedo estacionar mi carro, menos más un burrito!. ¿De que hablas tu?
Mis hermanos ¿cuantas veces nosotros no hemos estado aquí delante de la presencia del Señor y declarando, Señor lo mío es tuyo? ¿Se acuerda?¿Se acuerda haberle dicho al Señor, Señor todo lo que soy: alma, cuerpo, espiritu, dones, tiempo, mente, corazón, pasado, presente, futuro todo eso es tuyo Señor? ¿No lo hemos declarado hermanos?
Saben que, les tengo buenas noticias, el Señor nos toma en serio. El Señor te toma en serio, el Señor te ha escuchado y para algunos, es más hermanos, yo no digo algunos, yo diria para la gran mayoría, más de uno yo les comparto este mensaje de parte de su Dios. El Señor te dice a tí: "yo he visto tu corazón" "yo he visto que me has buscado, que has buscado mi rostro, que has pedido que me glorificaras en tu vida. Tu has pedido que te use, que el nombre del Señor sea exhaltado en el drama de tu vida, y que el Señor se glorifique sobre tí".
Y te tengo buenas noticias, hijo, hija, he decidido bendecirte. El Señor en esta mañana te dice: "He visto tu corazón, he oido tu clamor, sé que quieres que te use, se que quieres que me glorifique sobre ti y ese es mi deseo". "Quiero glorificarme en tu vida, quiero que el nombre del Señor sea exhaltado en tu vida", ha decidido el Señor y te lo declara. Solo necesito usar, tomar prestado, lo único es que solo necesito tu burrito ;para poder glorificarme necesito tu burrito. Y cuando el Señor lo hace, hermanos, la mayoría de las veces te lo toma prestado sin explicaciones, la mayoría de las veces el te dice "necesito tu burrito, lo necesito",ni siquiera te molesta decir por qué. Asi como los discipulos no le dieron ninguna explicación a estos dueños, aparte del hecho de que es que qué le dijo: "el Señor lo necesita". Y en ese momento esa es la unica explicación que el Señor te va a dar. Te va a decir: "hija, hijo ¿confías en mí, me amas?" "¿Deseas que te use entonces?".
Samuel desata el burrito, lo necesito, cuidare de ti y cuidare del burrito y a lo largo todo el mundo gana. Pero si quieres que me glorifique en tu vida, primero tenemos que comenzar con desatar tu burrito. Y hermanos, usted puede confiar en esto que los milagros del Señor son así. Los milagros del Señor requieren un canal, el Señor cuando hace un milagro, cuando usa una vida el requiere un canal, el requiere un medio, una cablería para transmitir su Gloria y transmitir su poder y su virtud milagrosa. El necesita tarros de agua para convertirlos en vino, mis hermanos.
Hermanos, El por toda la Biblia escoge un medio para sus milagros, y casi siempre ese medio es lo más, y tal vez en algunos casos lo único que usted valora, lo más que usted valora, lo único que usted tiene, lo más precioso. No la cosa que usted tiene en abundancia, pero la cosa que usted tiene en escasez es lo que el Señor escoge para montarse sobre eso y glorificarse, no?
Hermanos, este mensaje cae precisamente en este tema que el Pastor ha estado elaborando acerca de la fe. ¿Saben por qué? Este proceso es el proceso que Dios usa para fabricar los héroes de la fe. Todos los héroes de la fe. Hermanos, les doy este reto: busquen a alguien sobresaliente en la palabra, un hombre que ha sobrevivido la historia que ha sobrevidido los siglos y aparece en este texto; y yo les puedo garantizar que antes que el Señor lo escoja, al Señor escogerlo, separarlo, hablarle, antes de entrar en el proceso de glorificarse sobre la vida de este hombre o esta mujer, el Señor le ha pedido algo de valor. Ellos han tenido que desatar algún burrito.
Moises por ejemplo, el Señor le dice: "Moises prestame esa vara, lo necesito" Para usted, para mí ¿qué es una vara? un palo, una estaca, ¿qué vale para nosotros? Si eres un pastor de ovejas en medio del desierto, estas viviendo en la penuria como vivía Moisés en esos días, un anciano de 80 años apacientando ovejas en el desierto, esa vara es lo único que tiene. Es lo que él usa para defender sus ovejas de los animales, es lo que él usa para poder caminar sobre piedras, es su compañero. El Señor le dice: "¿Sabes qué? Damelo". No le estaba pidiendo meramente una vara, El le estaba pidiendo su plan de retiro, El le estaba pidiendo su manera de defenderse, El estaba pidiendo su tranquilidad, El estaba pidiendo los años que le faltaban, los poquitos años que le faltaban sobre la faz de la Tierra que él muy tranquilamente lo iba a pasar con unas ovejas, anonimamente en el desierto de Median. El Señor le dice "dame esa vara". Y en lugar de apacentar ovejas, yo te daré otro pueblo para apacentar. Y con esa vara, mi unción estará sobre ella, yo me montaré sobre eso y abriras el mar con ella. Pero primeramente dame esa vara.
La viuda de Zareta, el pastor ha predicado, tanto el pastor Omar y el pastor Roberto han predicado acerca de la viuda de Zareta. Y que le pidio a ella? Su sostén. "Dame ese ultimo bocado de comida que usted tiene, lo necesito. Lo necesito, y si me lo da, usted verá. Yo te prometo que nadie se olvidará de tí mientras la palabra sea predicada y nunca jamás tendrá hambre su hogar. Me glorificaré sobre eso." "Maria, prestame tu cuerpo" "Prestame tu cuerpo, prestame tu vientre" Mira si para una mujer hay algo más precioso, más intimo, mas cercano. "Prestame tu vientre, lo necesito". Lo unico que tienes tu cuerpo, tu dignidad, tu sueño de tener una familia normal y vivir una vida tranquila, anonima comun, corriente. Yo se que tu estabas reservando ese vientre para que de ahi naciera una familia normal en Nazaret. Pero yo tengo otros planes. No te puedes imaginar los planes que tengo para ese vientre y el ser que saldrá de allí." Cien por ciento Dios, cien por ciento hombre. Pero me tienes que prestar tu vientre. Prestame tu burrito".
"Pedro, prestame tu barca, la necesito. Tus planes de retirarte aquí en Caponahum pescando, pescando, prestame esa barca y te harés pescador de.. hombres."
Pero comienza con una decisión de entregarle al Señor su burrito y hermanos ¿Qué te pide el Señor? ¿Qué es el Señor capaz de pedirte? Hermanos puede ser su tiempo, su salud, como hemos dicho su profesión, tus sueños o sencillamente Tu SUEÑO. No solamente tus sueños, pero para algunos su sueño.
Hermanos, El Señor cuando busca adoradores en espíritu y verdad, El ve lo que usted tiene. Primeramente hermanos les tengo buenas noticias, no hay un ser creado, no hay un ser que está escuchando esta palabra, no hay un ser sentado aquí que no tiene algo que el Señor ha implantado en tí, aun antes de que usted naciera sobre el cual El no se puede glorificar. Hay algo en tí con un código que el Señor, el Señor implantó aún antes de usted nacer, en tu ADN. El Señor, hay un cromosoma que ningun médico podrá jamas identificar. Yo le diría el cromosoma de la Gloria. Ahi el Señor lo implantó desde antes de usted nacer.
El Señor ya llevaba el plan desde antes de El crear el mundo, antes de que usted saliera del vientre de su mamá el Señor sabía como, de que manera y que usaría El para glorificarse en tu vida. Puede ser algo precioso o puede ser algo que usted ni siquiera se da cuenta que el Señor sería capaz de glorificarse sobre ello. Puede ser algo pequeño, por ejemplo, tiempo.
Esta semana, mis hermanos, el Señor me pidió un burrito. Esta semana tuve la oportunidad, muchas veces de las pocas de salir de desatarme yo, mi oficio sea en el Centro de Recursos Académicos o en Copani y llegar a la casa y tal vez las 5 de la tarde y yo estoy mirando que "boom, boom, boom, cha cha cha" "Gloria a Dios", 5 de la tarde "Praise the Lord" ya yo estaba glorificando al Señor: I´m all free! Tal vez puedo ver a Marina antes de que se acueste, tal vez pueda tener yo una cena tranquila en casa con mi esposa. How´s that for a thought? Sería bello, Amén. Y yo claro, glorificando al Señor, salí por el pasillo para recoger mis cosas y me encontré... o me encontraron con un hermano -people laughed- por el cual yo he estado orando por meses, por meses y el hermano, el estaba en un estado urgente. Y yo era el unico que lo podía atender en ese momento. Y de momento vi esa cena quemandose en la estufa,-people laughed- vi esa esa tranquilidad evaporarse, tuve un momento de muerte y le dije: "Dame 5 minutos, te voy a atender, solo dame 5 minutos y tienes toda mi atención" Esos 5 minutos fueron suficientes para yo esconderme en un lugar y decirle al Señor: "me desataste el burrito!!!". Laughter from audience. "¿Por qué me lo desataste?" "Samuel lo necesito para eso te lo cree. Creé esas horas por esto. Tu tenias tus propositos legitimos para ese tiempo, para esas horas. Pero desde antes de crear el mundo ya yo tenía un plan para la vida de ese hombre y yo necesito tu burrito para ejecutarla."
Y a veces es algo más serio todavía. Mis hermanos, esta es una semana importante en la vida de la Congregación León de Judá. Este es el libro de nuestro Pastro Roberto: "En la tierra de los Peregrinos" por el Dr. S. Miranda. Amen. -applause- I´m holding it!. It´s real! Comparto esto con el permiso de nuestro Pastor. Este libro creanlo o no, el Pastor se tardó 25 años en escribirlo. ¿Por qué? No es que él ha estado escribiendo este libro hace 25 años, pero unos 25 años atrás el Pastro Roberto se encontraba en Harvard elaborando su Doctorado y hermanos, lo menos que el tenía en mente era esta Congregación. Y lo menos que él tenía en mente era pastorear una congregación.
Su idea era "me hago un hombre de letras, un profesor, un escritor de libros, un lector y a eso me dedicaré" Y en una el Señor se le acerca y le dice: "Roberto, tengo una idea. Yo me voy a glorificar, yo me voy a glorificar en tu vida. Yo me voy a glorificar en la ciudad de Boston. Es más, oye esto, yo me voy a glorificar en toda Nueva Inglaterra, miles, tal vez ahora a través de la internet, cientos de miles, serán alcanzados por mi gloria y serán transformados. Continentes enteros serán alcanzados a través de este plan que yo he elaborado. Pero para elaborar este plan, y para que yo me glorificare, Roberto yo necesito tu burrito. Esa capacidad que tu tienes de comunicarte, esa mente que tu tienes, esa educación que te he dado. Esos años de preparación. Tal vez tu escribirás tu libro o tal vez no. Confía en mí. Pero sí te digo esto: Prestame tu burrito, dejame desatar tu burrito y yo me voy a glorificar".
Hermanos, gracias a Dios que el Pastor dejó que el Señor le desatara su burrito, sino hoy no estaríamos aquí. Demosle Gloria a Dios por eso. -applause-. No estuvierleramos aquí.
Pero esto si les digo, mis hermanos, el Señor, no tengas pena ni temor porque el Señor no se va a poner a forcejear contigo. Y yo creo que esto es lo más temeroso de este pensamiento. El Señor no se va a poner a forcejear contigo. Hermanos ¿ustedes creen que estos discipulos entre una semanas ellos en el momento que ellos vieron malas y no buenas ellos se desaparecieron? ¿Ustedes creen que estos discipulos se iban a porfiar con el dueño, salen los dueños con una escopeta, hey que hacen ustedes con mi burrito? ¿Ustedes creen que se iban a quedar ahí? No way. Maestro sabe que necesitamos otro plan, tal vez una carreta, tal vez te cargamos nosotros. ¿Ustedes creen? No, y tampoco el Señor va a forcejear contigo.
Hermanos, usted puede escoger. Cuando el Señor te pida el burrito y esto es una transacción, yo diria, diaria. Cuando el Señor te pida el burrito usted tiene para escoger. Usted le puede decir al Señor, Señor lo lamento pero ya yo tengo mis planes para ese burrito,yo tengo mis planes para eso. Yo tengo mis propositos para eso. ¿Saben mi teoría hermanos? Hubieron muchos Moises, tan solo uno respondío al Señor y por eso sabemos quien es él.
Abraham tenía mucha familia. Sabemos de Abraham porque él dejó que el Señor desatara su burrito. Yo creo hermanos que hubieron unos cuantos Robertos Miranda. Gracias a Dios que uno le dijo que SI al Señor. Los otros no los conocemos y lo triste de esto, tampoco ellos lo conocen. Los otros Robertos Miranda estan viviendo la vida que ellos escogieron, muy tranquilos pero hermanos, estamos hablando de la Gloria del Señor y la Gloria del Señor requiere algo mucho más que nuestra respuesta normal.
El ministerio o la Gloria del Señor, hermanos, requiere como dijo David: "No te daré sacrificio, sin ningún valor" ,"Algo te va a costar" y aqui es donde entra la fe, mis hermanos, ahi es donde entra la Fe. Para que esto acontezca en tu vida, usted tiene que creer que si el Señor te pide algo, te pide tu tiempo, te pide tu profesión, te pide tus dones, te pide lo que sea, te pide tu provisión, te pide tu salud, te pide tu cuerpo, te pide tu sueño o tus sueños el Señor a lo largo se va a glorificar sobre eso de alguna manera. Sobre eso el Señor se va a montar y usted sabe que o el Señor te lo devolverá con creces como declara la palabra.
Pedro le dijo: "Señor nosotros te hemos dado todo, nosotros hemos rendido todo, nos quedamos con nada y ¿ahora qué?" El Señor le dice: "No te apures, no hay nadie que me ha dado su tesoro, sus casas, su madre, su padre, sus hijos a quien yo no le de ¿qué? ¿cuanto? cien veces mas" Con persecuciones aquí en la Tierra y en el Cielo la vida eterna. El Señor te lo devolverá con creces o ¿sabes qué? tal vez el Señor te dará algo mejor. Algo que no podemos imaginar.
Ese burrito viene a ser el downpayment, ese burrito viene a ser el primer pago en una inversión en el Reino y sobre eso hermanos viene todo lo que tu le has pedido al Señor, vienen los sueños que tu has tenido para tu vida, viene la salvación, la gracia, la bendición, la sanidad, la liberación. Pero lo tienes que creer antes de la cosa. Lo tienes que creer en el momento que el Señor te lo pida. Porque a lo largo el proposito de Dios, es montarse sobre tu vida. Glorificarse sobre tu vida, que el nombre del Señor sea exhaltado sobre tu vida. ¿Y saben que mis hermanos? Estamos ahorita, aqui en este momento, sentados sobre un burrito. La Congregación León de Judá ¿qué es esto?. Esta combinación de planta física, de staff pastoral, de tecnología, de almas. Hermanos, esta congregación, esta comunidad no es nada menos que un gran pollino, un gran burrito atado esperando que el Señor se monte sobre ella y que haga con ella lo que Él desee. Que haga con ella lo que a El le place.
Padre, he aquí tu pollino. Montate sobre ella. Y asi por el estilo, mis hermanos, si tu deseas que el Señor se glorifique en tu vida El te va a tomar en serio. Pero desde ahora hermanos confiemos, pongamosnos de pie y confiemos que El se ha de glorificar. Silence.
Voy a pedir que los musicos, hablando de fe, voy a pedir que los musicos, hermanos, si ustedes me ven mirando por aca es que yo estoy esperando que el Mesias entre cabalgando sobre un burrito y vendra dentro de poco, no se apuren y cantaremos OH Sana. Hermanos, oremos juntos. Permiteme el grial, I think. Esta oracion.... oh Amen. (Background music)
Yo te aseguro mis hermanos el Dios que te creó no es loco. He´s not crazy. No hay ni una onza de locura en El. El sabe lo que esta haciendo. No hay en El perdida. No hay perdida en El. No hay perdida en El (Background music) Cada inversión que hay en EL, hermanos, yo les aseguro el Señor se va a glorificar.
Toma un momento y lo has dicho muchas veces, digaselo ahora conociendo el peso de lo que esta diciendo: "Vamos Señor, Padre primeramente reconozca el deseo de nuestro corazon. Deseamos ser usados por tí" Deseamos que tu te glorifiques en nuestras vidas, deseamos que nuestras vidas lleven tu marca, deseamos que se conozca de lejos wow la Gloria del Señor se ha reposado sobre esa vida, sobre esa Iglesia. Padre yo declaro que sin excepción ese es tu proposito para cada alma que se encuentra aqui, yo declaro que sin excepcion cada hombre, mujer, niño, cada ser creado, fue creado con el proposito ya desde antes de tu crear el mundo, lo creaste Maestro para que tu Señor se glorifique sobre cada vida aqui. y Padre ahora yo pido que tu Espiritu señale Señor, ilumine Padre, esa parte Señor que tu estas pidiendo de nosotros porque tienes algo grande en mente. Este es el momento Padre, esta es la epoca, Señor. This is the season, Padre de tu desatar tu Gloria sobre cada vida.
Señor, no hay año Señor que nosotros no te demos , que tu no puedas glorificarte sobre ella -stronger background music- Señor los años Padre que la langosta con la cual arrasó, Señor tu lo multiplicaras, nadie sufrira perdida, lo declaramos en el nombre de Jesus. Nadie sufre perdida en tu Reino, nadie sale perdiendo, Padre, nadie sale acreditor de tu Gloria. Padre pues danos, pues Señor Padre toma lo que valoramos, toma Señor lo que necesitas para que tu nombre sea glorificado. Padre sería un honor que tu escogieras lo que atesoramos. Para que tu entraras triunfantemente y para que todo ojo te viera y toda lengua declare que Jesus es el Señor. Ese es nuestro deseo Señor.
Do what you need to do, take what you need to take, Say what you need to say, just bring it to pass. Hazlo Padre. Para la gloria de tu nombre. Amen.
Si oraste esto con fe mis hermanos el Señor te va a visitar, y cuando te visite es para glorificar su nombre en ti. No te apures. Dale gloria al Señor, el te ha escogido. Que el escoja lo poco, el escoge lo necio, el escoge lo de poco valor para glorificar su nombre -applause- en nombre de Jesus.
Fe persistente y repetitiva
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Lucas capítulo 11. Vamos al Evangelio según San Lucas, capítulo 11, versículos 5 al 10. Y en estos d1ías que estamos hablando del tema ¿de qué? De la fe. El tema de la fe. Este año es un año en que vamos a estar meditando continuamente sobre temas y consideraciones que nos orientan hacia la fe, a vivir vidas de fe. Vidas de autoridad en el Señor. Vidas que reflejen el uso de los recursos del espíritu. El uso de las verdades de la palabra de Dios. Eso es una vida de fe, una vida que puede aprovisionarse, aprovechar... agarrarse de los instrumentos que Dios ha dado en su palabra porque cree que son verdaderos, que son útiles, que son confiables, que son reales y que son para este tiempo, que son para mí y para ti. Eso es fe.
Fe es la actitud, la postura... que nos permite conectarnos con los recursos del reino de los cielos. Con las verdades del Reino de los Cielos. Esa apertura a lo que Dios ha declarado y esa sencillez de corazón que nos permite creer que si Dios lo dijo, que si lo dice la Palabra de Dios, es real y que puedo ir al banco con ello. Amén. Eso es fe. Es una actitud de receptividad a las promesas y a las declaraciones de Dios.
Y uno de esos elementos... Yo he hablado hasta aquí, por ejemplo, acerca de, de que en estos tres personajes, el paralítico y sus amigos, Bartimeo, la mujer con el flujo de sangre, hemos hablado acerca de lo que decía… esa fe que es atrevida, esa fe que procede forzosamente como el Reino de los Cielos, esa fe que puede ser a veces violenta y a veces hasta un poquito descortés y como que se impone a las cosas. Esa fe que no admite barreras, esa fe que no obedece al temor, esa fe que no se deja intimidar porque la empresa parece improbable, incierta y hasta imposible. Esa fe que no deja que los obstáculos, no importa cuán grande sean, nos impidan ir detrás de nuestros objetivos porque creemos que Dios es poderoso para allanar las montañas que están detrás de nosotros.
Y estos personajes ejemplifican ese tipo de postura. Hemos hablado también, de paso, acerca del Rey Josafat y su batalla y precioso mensaje –dos mensajes– que yo sé que van a bendecir mucho en su vida, están ahí en el Internet. Mucha gente ha escrito acerca de esos pasajes, esos sermones. Antes de eso, comenzamos con el pasaje de María. ¿Cómo será esto? Siempre la fe pregunta, ¿cómo será posible que se haga este milagro? Dios dice que se va a hacer, Dios dice… Dios me ha llamado. Yo siento en mi vida una, una visión que quiero realizar. ¿Cómo… cómo será? ¿Qué va Dios a hacer para que eso sea posible? A nosotros nos puede parecer imposible pero Dios siempre tiene una solución y las soluciones de Dios siempre son sencillas pero poderosas.
Y ahora, yo quiero entrar en otro aspecto de la fe bien importante y escuche esto, por favor. La fe es… ya hemos hablado acerca de eso un poquito pero quiero ahora aislar ese punto. La fe es persistente, la fe es persistente. Diga conmigo: Persistencia. “Persistencia.” ¿Qué quiere decir la palabra persistencia? Quiere decir mantenerse en el objetivo, quiere decir insistir. Es hermana o amiga de la palabra insistencia –persistencia. Ahí andaba la palabra también repetir. Es repetitiva. La fe es una ametralladora que está disparando, disparando hasta que alcanza su objetivo. Es un martillo mecánico y que está dando, dando, dando hasta que penetra el clavo en la superficie dura.
La fe es esa corriente de agua que va poco a poco lamiendo una superficie con muchas pullas y muchas perezas y que con el paso del tiempo ese poquito de agua que parece que no haría nada, desgasta una superficie y la vuelve lisa. Porque es persistente a través de años y años y años poquito a poquito una… dos o tres átomos por aquí, dos o tres granitos por allí, va pelando una superficie hasta que la deja lisa porque es persistente, insiste. Yo podría llamar este sermón así mismo, la fe insiste, la fe es persistente, la fe sigue insistiendo hasta que alcanza lo que se propone y también voy a usar, en estos días quiero hablar uno poco también acerca de la oración. Es decir, en realidad van a tener ustedes dos temas dentro del gran tema de la fe que es la persistencia y también la oración. Porque la oración es, hermanos, el vehículo que Dios usa para hacer bajar su poder.
La fe se conecta con la oración. Yo diría que la fe... o la oración es fe en expresión. La oración es fe expresándose, ¿okay? Entonces, estos dos temas de la oración y la persistencia van a estar aquí en estos días circulando en mis comentarios y por eso, por ejemplo, el pasaje de Lucas 11, es un pasaje muy apropiado, versículo 5. 11, 5. Ustedes van a ver allí esta parábola de Jesús del amigo a media noche. El amigo a media noche.
Y, entonces, el Señor les ofrece una parábola a sus oyentes y les dice, “les digo también, quién de vosotros que tenga un amigo va a él a media noche y le dice, 'amigo, préstame tres panes porque un amigo mío ha venido a mí de viaje y no tengo qué ponerle delante’. Y aquél respondiendo desde adentro le dice, 'no me molestes, la puerta ya está cerrada y mis niños están conmigo en cama, no puedo levantarme y dártelos.'" Y es aquí donde viene el elemento de la persistencia. Dice, “os digo, que aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo, –” ¿por qué? “Por su importunidad…” “Por su importunidad se levantará y le dará todo lo que necesite.”
Aquí la palabra importunidad, en el contexto de este pasaje, indica eso… es esa insistencia. Ese no me voy a ir, hasta que no me atiendas. Y si tú no te levantas, pues no vas a dormir hoy. Así que mejor levántate y dame lo que necesite así puedes volver a tu cama y dormir el resto de tu noche tranquila, ¿no? ¡Qué interesante!
Muchos de los personajes que vemos en la escritura tienen esa cualidad de persistencia y también de descortesía, por eso es que yo les digo que esto es como una continuación de los temas que hemos tratado hasta aquí, pero con un giro un poquito diferente y es como que esta descortesía que insiste, insiste, insiste hasta que finalmente consigue sus objetivos. Y eso es un principio, hermanos, muy poderoso de la vida cristiana y de la vida de fe. Déjeme decirles, no estoy hablando de parajitos en el aire ni de cosas bonitas, esto es algo muy poderoso para nuestra vida espiritual.
Si usted quiere ser un hombre, una mujer de victoria en la vida cristiana, persista. Aún en relación con sus oraciones y sus peticiones delante de Dios. Y eso fue l oque el Señor quiso aislar aquí, y entonces dice, “por su importunidad se levantará y le dará todo lo que necesite.” Y entonces aquí viene la conclusión, ¿por qué dice el Señor yo le estoy ofreciendo esta parábola? Y, ¿qué pueden ustedes sacar de esta parábola? Bueno, "y yo os digo, pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá…” Nota usted aquí la imagen dinámica. “Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, tocad y se os abrirá…” Y como que uno ve una gente pidiendo, por diferentes partes y pidiendo.
Ve a uno tocando allí para que se le abre y ve a otro buscando como la mujer ésta de la parábola, ¿no? Hasta que encontró la moneda que se le había perdido. Yo veo cuando el Señor dice, pedid y se os dará, buscad y hallaréis, tocad y se os abrirá… yo veo gente insistiendo en esa acción. El Señor quiso proyectar una imagen de dinamismo, de insistencia, de continuidad en la acción. Y, entonces dice, “porque todo aquel que pide recibe y el que busca, halla, y al que llama se le abrirá.” Bendiga el Señor su Santa Palabra.
Pero, ¿sabe qué? Vamos a otro pasaje. Siento que es… remachar el clavo, para que usted vea que esto no fue una enseñanza aislada de Jesucristo aunque hay tantas lecciones a través de la escritura que nos indican lo mismo acerca de la persistencia. Miren el capítulo 18 del Evangelio según San Lucas, comenzando con el versículo 1. Esto no era una idea aislada en la mente de Jesús, sino que era, Él que conocía el corazón del Padre, Él que conocía como nadie más los misterios de la vida en el espíritu. Él que conocía como ninguna otra persona cómo llegar al corazón de Dios y obtener lo que se necesita. Si él es Dios mismo, Él tenía que saber cómo uno consigue cosas de parte de Dios. Así que si Él nos está dando, hermanos, una enseñanza como esta, ¿no haremos nosotros bien en agarrarnos de ella y ponerla en práctica y aislarla en nuestra mente y hacer un bookmark? Hacer como un check y subrayar esta verdad.
Mire aquí, capítulo 18, versículo 1, Lucas. "También, les refirió Jesús una parábola…” ¿Sobre qué? “… la necesidad de orar siempre,” Y, ¿qué más? “… no desmayar.” ¿Ve aquí usted, de nuevo, la relación entre la oración y persistencia? “Sobre la necesidad de orar siempre y no desmayar.” Se recuerdan lo que dice el Apóstol Pablo, ¿orar cómo? Sin cesar, orad sin cesar. Okay, aquí dice la necesidad de orar siempre y no desmayar. Y entonces, Él dice, una… relato en una parábola: “Había una vez un juez que ni temía a Dios ni respetaba hombre. Había también en aquella ciudad una viuda la cual venía a Él…” ¿Ve? 'venía a Él’ ese es el imperfecto en gramática, quiere decir, insistentemente venía una y otra vez, no dice vino a Él, que es el estado perfecto pasado, no. Venía. No se ha cumplido, por eso dice el imperfecto porque no está completamente realizado.
Venía Él diciendo, “hazme justicia de mi adversario…” Como ustedes saben una viuda… todos los días, lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado… a las 9 de la mañana estaba ella a la puerta de la corte. Y cada día le decía al juez, usted no ha escuchado mi causa, usted no ha querido atender a mi caso, usted no me ha hecho justicia y el juez allí con su maletín debajo del brazo seguía para dentro, lunes, martes, miércoles… pasan tres semanas, cuatro semanas y la mujer allí siempre. Y cada vez que ve a la bendita mujer por la mañana se le agria todo el día, se le daña el día al juez, este. ¿No? Y, entonces dice aquí, y “él no quiso entonces por algún tiempo, pero después de esto dijo dentro de sí, aunque ni temo a Dios ni tengo respeto a hombres, sin embargo, porque esta viuda me molesta...” En otras palabras, pa' que me deje tranquilo, para que no me moleste más, “… le haré justicia, no sea que viniendo de continuo me agote la paciencia.”
De nuevo en mi idea, esta mujer por su insistencia, por persistencia alcanzó su objetivo. Venció el obstáculo, venció un corazón renuente que no quería atenderla y de eso vamos a hablar en un momentito. Y dijo el Señor, oíd lo que dijo el juez injusto. Pero aquí está el punch line, aquí esta la clave: “… y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos que claman a Él…” ¿cómo? Día y noche. Bueno no que claman a Él un día y se acuestan a dormir y se olvidan de lo que dijeron ya para siempre y se cansaron porque no recibieron inmediatamente. “… que claman a el día y noche, ¿se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia.”
Ahora una pregunta allí, ¿cuando venga el hijo del hombre hallará fe en la Tierra? Una de las preguntas más terribles que yo creo que hizo el Señor Jesucristo. La verdad es que muchos de nosotros escuchamos estas cosas, pero les aseguro que se nos olvidará a algunos de nosotros. No debo de decir ni siquiera eso porque estoy profetizando negativo. En el nombre del Señor, no se nos va a olvidar y vamos a salir de aquí bendecidos y vamos a salir de aquí… Pero, el Señor entendía cuán difícil muchas veces es para la gente recibir estas verdades, aplicarlas en su vida, cuán fácil la gente se descorazona, cuán tardos somos para poner en práctica las verdades del Espíritu. Y el Señor se pregunto, ¡caramba! Es que la verdad, cuando yo regrese, ¿habrá gente que… que aplique estas verdades?
Hermanos, de nuevo, allí tienen ustedes dos pasajes que nos hablan precisamente acerca de este aspecto de la persistencia. Y mire que en ambos lugares, volviendo digamos al de capítulo 11 de Lucas. Donde este amigo llega a media noche, a donde su amigo, vemos aquí varios elementos que nos recuerdan a nosotros mismos. Lo primero que yo veo en este pasaje es este hombre con una necesidad bien fuerte y parecería algo casi sin importancia, pero para él tenía una profunda importancia. Nosotros tenemos que... el Señor era un maestro en coger temas de la cultura en la cual Él esta administrando, del tiempo que Él estaba administrando y usarlo para ilustrar verdades eternas que hoy en día todavía nos hablan.
Uno tiene que remontarse a la cultura del medio oriente en el siglo I cuando el Señor está hablando, para entender cómo lo que Él estaba diciendo era perfectamente comprensible y ellos se podían identificar con el aprieto en que se encontraba este hombre. Su estado de necesidad muy fuerte porque primeramente en esos tiempos del siglo I no había comunicaciones como las hay hoy en día. No había Internet, no había teléfono, no había celulares… no había ni siquiera telégrafo, simplemente usted sabía que venía un familiar porque alguien vino hace tres meses de la aldea donde él vive y le dijo que su familiar le decía que iba a ir un día a visitarlo allá a su casa. Él se fue cuando ustedes eran chiquitos, se separaron y no se han vuelto a ver durante 10, 15 años y dice que quiere venir a verlo. Pero usted no sabe cuándo va a llegar porque él vive por allá en otra montaña bien lejos y no hay transportación muy buena, no hay…
Y la gente vive allí de esa manera, ¿no? Cuando pueden, pues hacen las cosas. Y un día menos pensado, son las 12 de la noche, usted ya se ha acostado, apagó la vela y está de lo más, allí entrado en el sueño, y pum pum pum un toque bien fuerte a la puerta y allí viene su primo con la esposa y con los siete hijos y con la sirvienta también, y los dos mulos que contrataron para que trajera todas las cosas y vienen a quedarse unos cuantos días y, ¿qué pasa? Es precisamente el día que usted no tiene ni una cucharita de café en la despensa, no tiene azúcar, no hay nada en la despensa. Se le olvidó hacer las compras o la cosa está un poco apretada.
Y usted siente la… invita al amigo a entrar a la casa, o al familiar, lo sienta, comienzan a hablar de las cosas y usted está pensando mientras hablo y está sonriendo, ¿dónde voy a darlo yo café a esta gente que viene de tan lejos? Aunque sea un juguito de naranja o algo para que se duerman tranquilos en lo que yo mañana arreglo la situación. Y finalmente a usted se le ocurre, a ¿sabe qué? Fulanito aquí al lado, mi vecino, yo estoy seguro que él tiene café o estoy seguro que él tiene una lata de jugo congelado allí, marca Minute Maid y allí.... se lo voy a pedir prestado hasta mañana que yo pueda ir al supermercado y comprar algo, ¿no? Entonces, fíjese eso, para mí ese momento de fragilidad de este hombre, ese momento de que no quiere pasar una vergüenza, de que no quiere acostar a esa pobre gente así como vino y tampoco quiere decirle, ‘mira, la verdad es que no tengo nada que ofrecer.’
¿Qué penoso eso? Y yo sé que, a veces, uno sufre más por cosas pequeñitas que por cosas grandes. Y allí estaba el asunto de la honra, tan importante en las culturas del Medio Oriente, de la hospitalidad mezclada de atender a la gente cuando llega a su casa y ofrecerle su cobertura y todo este tipo de cosas. La verdad es que parece algo sencillo pero es un aprieto y es algo tomado de la vida diaria, que la gente que escuchaba en ese momento puede identificarse con ello. Y yo pienso hermanos, que muchas veces este hombre en su necesidad extremada, en su fragilidad, es una imagen de usted y yo en la vida. Que tenemos momentos de fragilidad, de necesidad, nosotros somos gente de la contingencia, no sabemos cuando va a llegar un momento de necesidad y a veces nos encontramos en aprietos, nos encontramos en necesidad. Y no tenemos los recursos con nosotros, no tenemos cómo resolver el problema.
Y eso para mí es la esencia de la oración. Cuando tú reconoces y sabes que tú no tienes los recursos que necesitas para resolver una situación y tú reconoces tu fragilidad y sabes que vas a tener que ir a donde alguien que tiene lo que tú necesitas y ese alguien se llama Dios, se llama Jesucristo, se llama el reino de los cielos. Y tú reconoces tu fragilidad. Hermanos, yo creo que el origen de toda oración es un hombre, una mujer que dice, ¿sabe qué? Yo no tengo lo que necesito para esta situación y tengo que ir a mi Padre Celestial y tengo que humillarme y tengo que reconocer que lo necesito a Él.
Mientras uno está confiado en sí mismo, lleno de sus propios recursos, seguros de que yo puedo salir de esta, yo puedo resolverlo o puedo ir donde un médico o puedo ir donde alguien que me preste dinero... o puedo usar esa técnica que yo usé la vez pasada.... Mientras uno trata de buscar ayuda en el nivel humano solamente, uno está buscando donde verdaderamente no es donde uno tiene que ir. Lo primero, yo creo que la oración nace de un hombre, una mujer que ha reconocido debilidad, ha reconocido insuficiencia.
Yo he estado estudiando mucho el pasaje de Josafat, la vida de Josafat, y uno de los temas que vimos hace un tiempo cuando tratamos de Josafat cuando se encontró en esa terrible necesidad de este ejército que venía a Judá, a destruir a Judá y a quedarse con su tierra y Josafat hizo una oración. Y hay unas palabras de él que como que resumen lo que es la oración y lo que es la postura de la oración, y es en el versículo –no tiene que buscarlo, en el versículo 12 del capítulo 20, Segundo de Crónicas, “y Josafat ya después de describir su necesidad ante Dios y orarle a Él y clamar ante una audiencia nacional, dijo, 'O Dios nuestro, ¿no nos juzgarás tú?" Refiriéndose a esa multitud que viene contra ellos, "…porque en nosotros no hay fuerza...” Escuche eso. "…porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros.” Allí está la raíz de toda oración poderosa delante de Dios, es reconocer que en mí no hay fuerza. Y en mí sí hay una gran necesidad.
Dice, “… no sabemos qué hacer y a ti volvemos nuestros ojos.” “… no sabemos qué hacer y a ti volvemos nuestros ojos.” Eso, hermanos, es la esencia. Si usted me pregunta, ¿qué es la oración? Allí está. Yo le diría esa palabra de… el rey Josafat, “no sabemos qué hacer y a ti volvemos nuestros ojos.” La oración es cuando una persona no sabe qué hacer, vuelve los ojos hacia Dios y le pide al Señor una respuesta. El salmista pregunta, “alzaré mis ojos a los montes, ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová que hizo los cielos y la tierra.” Entonces, recuerde eso hermano, usted y yo siempre dependemos de Dios. Y tenemos que cultivar un sentido de fragilidad. Yo creo que cuando uno cultiva ese sentido de fragilidad uno siempre va a estar orando al Señor. Yo no sé usted, pero yo tengo que orarle al Señor decenas de veces al día y no hago oraciones largas, pero yo creo que a veces, la gente, cuando yo estoy manejando, pensará que yo estoy loco. Siempre estoy diciéndole cosas, Señor… y a veces me tengo que esconder, si miro y hay un carro muy pegado al mío para que... no crean que yo estoy loco.
Porque uno siempre está hablando al Señor, uno siempre está dialogando, a veces una oración, dos frases… eh, dos frases, tres pensamientos, usted está lavando los platos y le ora al Señor, usted hablando en la computadora con algo y de repente recuerda algo y clama al Señor. Usted se levanta por la mañana y tiene su tiempo de buscar de Dios, porque usted siempre está conciente de que usted necesita. Cada día más en vida yo reconozco que soy más frágil y estoy más necesitado de la misericordia y la intervención de Dios en mi vida. Cada día yo cultivo más adrede, ese sentido de absoluta dependencia y fragilidad delante de Dios. Según pasa el tiempo, en vez de sentirme más fuerte y más confiado en mí mismo, es todo lo contrario, me siento más débil, más a la deriva y más necesitado de la gracia de Dios. Pero, sabe una cosa, qué interesante, que cuando soy débil entonces soy fuerte, dice el Apóstol Pablo.
El hombre, la mujer de Dios, cuando cultiva la debilidad en Dios, se hace más fuerte que… porque entonces se vacía de todo sentido de autosuficiencia y es en esa vasija vacía, Dios puede echar su aceite. ¿Cómo le dijo Eliseo a la viuda? Búscate muchas vasijas vacías. Y cuando ella buscó todas las vasijas que pudo, vacías, porque si hubieran estado llenas, ¿qué pasa? Dios no las hubiera podido llenar con aceite, ¿verdad que no?
Entonces, nosotros tenemos que vaciarnos de todo sentido de autosuficiencia y cuando lleguemos a ese punto en que, mire, para cualquier cosa usted sabe que necesita de Dios. Para cualquier gestión en su vida, cualquier diligencia, cualquier situación financiera, su familia, su salud, su estado emocional, una conversación que es difícil que tiene que tener con alguien, el día de trabajo que le espera... Salir a la calle, cuántos saben que es una prueba grandísima muchas veces. No sé, uno no sabe a qué se atiene en esa calle. Qué riesgos uno puede tomar, qué cosas pueden pasar. Y en todo momento uno está como ese hombre, frágil, necesitado de algo. Y eso es bueno, que nosotros entendamos eso, que tenemos que venir delante de Dios, una y otra y otra vez. Por eso es que la palabra habla acerca de eso, ¿no? Orar siempre y no desmayar.
La idea que dice Pablo, orar sin cesar… no está diciendo como que estemos 24 horas al día, 60 segundos por minuto: orando, orando, orando. No, es como la idea es que tú siempre te muevas en una atmósfera de oración. Siempre estés presentando al Señor, repetidamente, insistentemente tus peticiones. Primeramente esa idea de persistir quiere decir que la oración forma una parte continua de tu vida. La oración es lo que tú respiras continuamente, oración es lo que sale de ti desde que tú te levantas por la mañana hasta que te acuestas. Es un continuo hablar con Dios, un continuo repetirle al Señor, persistir ante el Señor acerca de: Te necesito, Padre. Tú eres mi ayudador, Tú eres mi fortaleza, sin Ti no puedo. En esta situación te necesito. Este problema de trabajo, esta crisis financiera, esta fragilidad en que me encuentro en mi vida emocional, con mis hijos, mi esposa, lo que sea, Señor, te recuerdo mi causa.
Y uno está, así, como uno aprende a respirar. ¿Cuántas veces usted respira al día? Miles de veces, y usted ni se da cuenta ya, porque su sistema autónomo ha tomado control de esa tarea. ¿Sabe qué?, yo digo que algo así debe pasar, que aún en la noche nosotros estemos orándole al Señor, aún cuando estamos dormidos. ¿Cuántas veces usted se despierta así, tiene un rato de conciencia en la noche? No. Puede ser unos minutos, a veces no sabemos cuanto tiempo… ¿Sabe qué? Un buen tiempo, aproveche y dispare tres o cuatro oraciones al espíritu santo. En vez de estar allí dando vueltas y estar sudando la gota gorda, con la ansiedad que se le mete a uno. ¡Ey!
Aproveche para darle tres pedradas al diablo allí, con tres o cuatro oraciones bien dadas. ¿No? Y usted verá como usted, ni se da cuenta, ¡uff!, vuelve otra vez a dormir. Cuando viene a ver se le pasó la hora de despertarse más. Porque tú guardarás en perfectamente paz a aquél cuyo pensamiento en ti… ¿qué? Persevera. Amén.
Tú guardarás en perfecta paz a aquél cuyo pensamiento en ti persevera. Oiga, y perseverar quiere decir, ¿qué? Mantenerse pegado. Una persona persevera, ¿cuándo? Se pega a una tarea y no la suelta hasta que no la completa, ¿verdad que sí? Entonces, muchas veces, hermano, para mantener la paz en nuestros corazones tenemos que perseverar en Dios. Tenemos que mover ese animal rebelde y agarrarlo por la soga y volver a meterlo en el camino de la oración; porque, si no, la mente comienza a divagar, a preocuparse, a llenarse de ansiedad y todo, no pues. Vuelve otra vez al camino, tienes que meter, clama al Señor, busca su rostro, pídele a Él. Nosotros tenemos que, de ese sentido de necesidad de Dios que lo cultivamos, pasamos a una vida de oración persistente. Un continuo venir delante de Dios, hacer de la oración tu pan diario, nuestro hábito continuo.
¿Por qué? Porque somos frágiles. Ahora, cuando este hombre sabe que está en una situación de aprieto, va a donde él sabe que tiene lo que él necesita. Eso es una cosa bien importante porque primero está el ser humano tremendamente necesitado. Pero hay un Dios que tiene lo que tú necesitas. Él tiene los recursos. Dios tiene lo que tú necesitas. Este hombre sabía que donde su amigo había la café, había azúcar, había pan, había hasta un poquito de mantequilla inclusive. Y él va donde su amigo. ¡Qué importante es que nosotros conozcamos a Dios! ¡Qué importante que sepamos que Dios tiene lo que yo necesito! Este hombre tenía que haber estado en la casa de este amigo. Este hombre tenía que conocer lo suficiente acerca de su estdo económico coo para saber que ese amigo tenía lo que él necesitaba.
¿Sabe qué? Por eso es tan importante, hermanos, a que nosotros no esperemos a que vengan las crisis en nuestra vida para tener contacto con Dios. Yo les animo a hacer de su vida, una vida de continuo y profundo conocimiento de Dios para que usted sepa lo que Dios tiene y para que usted sepa lo que Dios está dispuesto a hacer para usted; y para que usted sepa cómo acercarse a Dios; y para que usted sepa cómo sacar de Dios lo que usted necesita para su vida. Amén.
Eso es bien importante, que nosotros conozcamos el corazón de Dios, que nosotros conozcamos estas reglas del espíritu como las que el Señor está diciendo aquí. Si usted persiste, si usted insiste, si usted persevera, si usted repite delante de Dios… Dios va a responder a su necesidad. Allí usted tiene un insight, una enseñanza, una intuición en el carácter y los recursos del cielo. Y por eso es que es tan importante que nosotros estudiemos la Biblia, que tengamos tratos con Dios por medio de la oración, que asistamos a la iglesia, tomemos las clases de discipulado. No desperdiciemos oportunidades de estudiar acerca de los secretos del manual del fabricante que es la palabra de Dios.
Porque cuando usted conozca el corazón de Dios, usted va a saber. Cuando vengan las necesidades usted no va a tener que preguntar, y ahora a dónde voy. Su corazón directamente va a ir, iré a mi Padre, como dijo el hijo pródigo, ¿no? Cuando el vio que todo el mundo lo abandonó, “ah, pérate, iré a mi padre porque él tiene lo que yo necesito. Cuántos jornaleros en la casa de mi padre comen todo lo que quieren y yo aquí comiendo algarroba. ¿Qué es eso? Vuelo a mi papa, le voy a pedir lo que necesito.” Entonces, cuando usted conoce el corazón de Dios, cuando usted ha tenido trato con Dios, usted instintivamente va a saber a dónde ir.
¿Sabe que?, un soldado tiene que repetir las mismas acciones tanto que cuando llegue el momento de la guerra y el pánico y el corre-corre y el enemigo esté tirando balas, y estén silbando por su cabeza, el soldado haya practicado tanto las mismas acciones que ya lo haga por naturaleza. Que de una vez sepa si se tiene que tirar al piso o si tiene que disparar, cómo hacerlo. O si el arma se le trancó, cómo desarmarla y volver a armarla rápidamente, porque ya ha repetido, repetido, repetido una cosa tanto de que ya es second nature, es instintivo la reacción. Y yo creo que así tiene que ser nuestra vida, nosotros tenemos que… en los tiempos de paz y de tranquilidad es cuando nosotros, continuamente la palabra del Señor, cuando uno se mantiene en forma, cuando uno continuamente está buscando de Dios, y uno tiene tratos persistentes con Dios y uno ha vuelto a repetir las mismas acciones, una y otra y otra vez.
Uno ha leído los mismos versículos. ¿Por qué yo puedo citar: "tú guardarás en perfecta paz a aquél cuyo pensamiento en ti persevera”? Porque yo he recitado ese versículo más de 450 ó 500, 600 veces a través de mi vida. ¿Por qué yo puedo decir, “por nada estéis afanosos, antes bien sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios con acción de gracias, y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento guardará vuestra mente y corazones en Cristo, Jesús nuestro”? ¿Por qué yo puedo repetir eso? Porque yo lo he dicho como 700 veces a través de mi vida, para recordarme a mi mismo. Roberto Miranda, en vez de tú afanarte y en vez de gritar de pánico cuando viene el enemigo, levanta tu mirada hacia Dios, órale al Señor, clama a Él.
Y ya eso se ha hecho parte de mi vida y parte de mi corazón, está dentro de mis venas, está corriendo por mis poros, y yo no necesito que alguien me venga a decir, Roberto… No, no, eso está allí adentro, yo lo he repetido, lo he dicho tanto. Por eso es tan importante, hermanos, que nosotros repitamos la palabra de Dios. Si vamos a hablar de persistencia, persiste en entender la palabra de Dios. Persiste en repetir esos versículos. Persiste en conocer la Biblia. Persisten en practicar la oración aunque sea así brevemente porque cuando llegue el momento de la prueba, tu súper-ego, tu cerebro no va a poder accionar como tú quieres y tiene que ser una cosa instintiva. Tiene que ser un disparo que salga de lo íntimo de tu corazón porque ya es parte de tu vida, tú te has entrenado en eso continuamente.
Y es importante que nosotros, así, en los tiempos de paz, cultivemos el poder para los tiempos de guerra. No seas un cristiano de crisis, no seas un cristiano de prueba, no… no vayas a donde Dios solamente en esos momentos aislados cuando tienes necesidad. Ve donde el Señor todos los días de tu vida. Hermanos, yo creo en fe preventiva. Yo creo en vida cristiana pro-activa, atesorando allí en tu montón, en tu tienda de almacenaje, en tu almacén para cuando venga el día de la prueba. Tenemos que ser como José, cuando los días de las vacas gordas, hermano, mete trigo, mete harina, mete vegetales y sécalos o congélalos, enlata lo que sea. En los tiempos de bendición y prosperidad, ora al Señor, clama a Dios, sirve a Dios. Dale a Dios. Busca al Señor. Lee la palabra. Atesora para que cuando venga el tiempo de las vacas flacas tú puedas ir a tu almacén y sacar… sacar la bendición para tu vida.
Por eso es que tenemos que ser cristianos que continuamente estemos repitiendo las mismas acciones, preparándonos, entrenándonos, cada domingo, yo creo que no hay vergüenza en decir yo necesito ir a la iglesia. En último caso puede decir, yo puedo en mi casa; pero ¿sabe qué? Que hay algo bello cuando usted viene a la casa del Señor, algo que le fortalece ver a sus hermanos. Usted como que se anima, coge fuerza en verse unos a otros, saber usted que es parte de una familia, usted es parte de un ejército. Estamos todos en la misma cosa, estamos avanzando todos hacia Canaán, Gloria a Dios. Hasta Pentecostal me volví hace un momentito.
Estamos yendo hacia delante y tenemos que… esas cosas hay que repetirlas continuamente. ¿Cuántas veces usted come al día? Más de lo que usted necesita, muchas veces. ¿Cuántas veces se baña? Yo espero que una vez al día por lo menos. Continuamente estamos repitiendo cosas, y, ¿sabe qué? Asimismo, yo necesito continuamente repetir ciertas cosas en mi vida para mantenerme y tengo que ser como un soldado, disciplinado, practicando las mismas disci... ¿Por qué se llama disciplinas espirituales? Disciplinas espirituales se refiere al ayuno, la oración, la lectura de la palabra, el servir al Señor, la comunión de los santos, son lo que se ha llamado a través de los siglos: las disciplinas espirituales. ¿Por qué? Porque hay que hacerlo quiera o no quiera. Le guste o no le guste, tiene que hacerlo en cualquier momento para que su vida se vaya forjando y se vaya haciendo el temple de un guerrero, una guerrera de Dios.
Y, usted, para cuando llegue el tiempo de la prueba será mejor que sea como este hombre que supo exactamente dónde había comida, y cómo ir a esa persona. El último elemento que está aquí es bien importante y es lo siguiente: Hemos hablado acerca de la fragilidad inherente, y tenemos que cultivarla, tenemos que reconocerla. Número dos, tenemos que saber dónde están los recursos. Dios, Él es nuestro proveedor, nuestro ayudador, y saber cultivar una vida que nos permita ir en los momentos de necesidad. Pero hay una tercera cosa, y, ¿sabe qué? Es lo siguiente, tenemos un Dios que quiere responder y que nos invita a venir a Él.
Aquí hay algo interesante, fíjese. En los dos casos del juez injusto y del amigo indispuesto, así podríamos llamar a esta parábola, también, el amigo indispuesto. En las dos parábolas, la gente que tiene la respuesta no quiere ayudar a la persona que viene, ¿verdad que no? Son resistentes; y, ¿qué vence la insistencia del necesitado? Bueno, lo que el Señor estaba diciendo aquí es aún más importante, y es que, ¿sabe? que la diferencia entre Dios y estos personajes, es que Dios sí quiere ayudar. Dios sí quiere responder a tú necesidad. El corazón de Dios está dispuesto pero muchas veces, hermanos, ¿saben qué? Por algún misterio, cuando Dios nos dice, ven a mí. Ora, búscame, pídeme; a veces tenemos que seguir pidiendo también.
Y en algún momento yo voy a seguir hablando de eso también. ¿Por qué se hace la persistencia tan necesaria en la vida cristiana? Si Dios quiere bendecirme, ¿por qué tengo yo que pedir continuamente? Y allí viene algo de la interacción entre lo natural y lo sobrenatural. Pero yo le puedo decir algo, que hay muchas razones por las cuales nosotros tenemos que cultivar el pedirle a Dios persistentemente. Aunque Dios quiere y desea, y nos invita, tenemos que persistir, tenemos que seguir pidiéndole al Señor. Mira, si tú le has pedido al Señor algo y no lo has recibido, vuélvele a pedir. Yo he aprendido que a pesar de que yo sé que Dios me ama y que Dios es generoso y que quiere bendecirme, yo no me puedo llevar solamente de eso; que es lo espiritual, Dios queriendo que yo aprenda ciertas cosas, no es el tiempo apropiado, tengo que aprender ciertas lecciones, antes muchas razones.
Y yo no puedo tratar de second guess, yo no quiero tratar de adivinar lo que hay en el corazón de Dios. Lo único que yo sé es, que la Biblia desde Génesis hasta Apocalipsis dice que Dios honra a los que persisten en sus peticiones. Y que yo tengo que hacer lo mismo, si tú quieres recibir, mira, cíñete los lomos, apriétale bien el cinturón y ora hasta prevalezcas, ora hasta que recibas. Ven ante Dios, Dios quiere dártelo, Dios quiere responder a tu necesidad pero a veces Dios artificialmente se resiste un poquito para sacar de ti ese clamor, ese grito que es lo que se necesita para que vengan las respuestas de oración.
Y a veces ese grito hay que irlo cultivando, ese grito hay que irlo allí amasando. Ese grito hay que irlo calentando, oración a oración. Día a día, hasta que un día tú verás que tu clamor sale con una seguridad y tú sabes que ese día diste en el blanco y Dios recibió tú oración. Y ese día tú te puedes ya, mira, ir al banco porque el dinero va a estar allí. Tú puedes volver a tu casa y saber que ese… ese hijo que estaba hecho un demonio, ya Dios lo sanó y ya comenzó la bendición para su vida y el cambio. Porque Dios ama y Dios honra a la persona que persiste.
Esa es la lección de este pasaje, hermanos, ora hasta que recibas. Persiste en tu oración. Sigue insistiendo delante del Señor. Vive una vida de repetición de las verdades del estudio de la Biblia, del cultivo del carácter del creyente. Sé un hombre, una mujer de Dios que persiste hasta llegar al objetivo. Amén.
Quiera Dios levantar ese espíritu en nosotros. Vamos a ponernos de pie. Gloria al Señor. Gloria a Dios y de nuevo, hermanos, bien claro en esta práctica de la fe, Dios dice: persiste. En esta práctica de la fe, Dios dice: cultiva. La persistencia, no te dejes… no te dejes intimidar porque no recibiste la primera vez. No te dejes acobardar porque has tenido que orar unas cuantas veces. Y no has recibido todavía lo que has pedido. Yo te suplico en el nombre del Señor, haz un pacto con Dios hoy, de que tú vas a mantenerte en tu objetivo. Tú no vas a recibir no por respuesta. Tú vas a ser como Jacob que luchó con el ángel y dijo, no te voy a soltar hasta que no me bendigas.
Y, ¿sabe qué? Dios en vez de sentirse insultado va a decir, ¡guau! Este muchachito, parece que está aprendiendo unas cosas de la palabra. Lo voy a bendecir, le voy a dar su petición. Hermanos, cuántos quieren ser gente de persistencia, Amén. ¿Cuántos quieren ser gentes de fe? En el nombre de Jesús vamos a pedir, así como Padre ayúdanos. Amén, amén.
Guarda eso en tu corazón ahora mismo. Ponle allí una marca, allí. Persistencia. Ahora mismo en tu espíritu, ahora mismo, di: Señor, yo recibo esta enseñanza de mi pastor, yo recibo esta enseñanza que viene de tu espíritu santo y yo te prometo, Padre, voy a ser un hombre, voy a ser una mujer insistente, yo voy a aprender a practicar lo que es una vida de fe. Yo voy cada día a repetir mi oración. Y, Padre, esa oración que descontinué, ¿sabes qué? Ahora te la voy a presentar otra vez, hasta que me respondas. Porque te amo y porque yo sé que tú eres fiel. Y porque yo sé que tú que llamas, tú respondes. Tú que invitas, tú no decepciones. Tú que abres la puerta, no la cierras en nuestras narices. Tú que prometiste, serás fiel para cumplirlo. Amén. Gloria al Señor. Gracias, Padre, gracias. En el nombre de Jesús, por esa palabra, Padre. Nuestras oraciones que hemos presentado delante de ti. Las expectativas que tú has puesto en nosotros, Señor, nosotros declaramos que las veremos, las veremos, las veremos realizadas para gloria de tu nombre. ¡Aleluya! ¡Aleluya! Gloria al nombre del Señor, Amén.
Fe radical que rompe hielo
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Vamos a Marcos, capítulo 10, vamos a ir a los versículos 46 al 52 y, de nuevo, estamos centrándonos en el tema de qué… ¿qué tema estamos tratando, vamos a ver? En estos días… ¿qué tema? Díganlo todos: fe.
Okay. Yo espero, hermanos, que a través de nuestras meditaciones, a través de nuestros sermones, ese concepto de la fe y no solamente un concepto, es una dinámica… es un principio espiritual poderosos que se grabe en nuestros corazones. Yo quiero que ustedes vayan meditando. Yo estoy tratando de ser, por lo menos un poco sistemático en lo que estoy enseñando, y quizás algunos de ustedes van a poder ir al Internet y escuchar de nuevo estos sermones para que se les grabe bien en el corazón y que usted pueda ir adquiriendo esos conocimientos que son tan necesarios para vivir una vida victoriosa.
Sin fe es imposible agradar a Dios, dice la Palabra. Es decir que, la fe es la cosa más esencia que puede haber para un hijo, una hija de Dios. Es como la moneda… la moneda que permite que uno compre, venda, gestione, adquiera… eh, todo tiene su origen en fe. La fe es el vehículo que Dios usa para aterrizar sobre la tierra, para entrar en el ámbito del tiempo y del espacio. Conforme a nuestra fe nos será hecho, dice la Palabra. Y dice también, que “el justo por su fe vivirá.”
Interesantemente no dice por la fe, yo a veces lo he citado y he dicho, el justo por la fe vivirá, ¿cuántos hemos dicho eso alguna vez? Pero no, es “el justo por SU fe vivirá.” Porque yo creo que hay diferentes grados de fe. Diferentes personas adquieren y alcanzan diferentes niveles de fe. Y entonces conforme a la fe que tú logres alcanzar, por medio de tus lecturas de la Palabra del Señor, por medio de tales recursos como la oración, el ayuno, la lectura de la palabra de Dios, ya lo he dicho; el servir al Señor, porque todo eso aumenta nuestra fe, adquirimos experiencia, conocimiento, por el codearnos con otros hombres y mujeres de fe adquirimos energía, nos contagiamos unos a otros… todos estos elementos juntos van levantando nuestro nivel de fe hasta permitirnos ser gente poderosa, gente efectiva en el ámbito espiritual.
Ahora, aquí tenemos un personaje que ejemplifica mucho ese elemento de fe. Uno de mis personajes favoritos, el ciego Bartimeo. ¿Cuántos han oído hablar de Bartimeo? Levante su mano. Okay, como una cuarta parte, quizás una tercera parte. ¡Guau! Bueno, va a ser interesante que ustedes conozcan, les quiero presentar al ciego Bartimeo, es un hombre muy simpático, yo lo encuentro muy simpático, ¿verdad? Es un hombre atractivo, es como Zaqueo hasta cierto punto, hay un aspecto, cómico podríamos decir, de Bartimeo. Pero es simplemente por la situación en la que él se encontró, pero evidentemente como Zaqueo también, era un hombre bien, bien decidido. Y eso lo ayudó mucho. Yo quiero pasar un ratito haciendo un resumen, porque les digo que quiero que ustedes vayan acumulando conocimiento y entendiendo muchos de estos conceptos. Y entonces voy a tratar de entrar directamente en el evento mismo que involucra la vida de Bartimeo. Pero quiero que por lo menos miremos lo general primeramente.
En las últimas semanas, en lo que yo he podido cuando he estado predicando... Hoy yo completo en éstos, digamos un trío de fe, estos tres individuos o personas comparten unos elementos comunes acerca de la fe. He hablado acerca de la mujer con el flujo de sangre: se acercó a Jesús entre la multitud, tocó el borde de su manto y recibió poder sanador de parte de Jesús. Hemos hablado de los amigos del paralítico, ¿recuerdan también? De igual manera estos hombres que cogieron a su paralítico, quisieron entrar a la casa, no pudieron porque estaba llena de gente y se subieron al techo, abrieron el techo, bajaron a su paralítico, lo pusieron allí delante de Jesús y el Señor qué podía hacer. Tuvo que sanarlo.
Y ahora quiero hablar de este hombre, Bartimeo, el ciego, que comparte algunos elementos con estas dos… estos personajes que yo acabo de mencionar. Yo el domingo pasado, creo, ¿fue el domingo pasado o el antepasado? Ya como que uno… el antepasado creo que ha sido, –el domingo pasado tuvimos algo, hermano Pedro Julio Fernández. Yo he dicho que la fe tiene unas cualidades que vemos en este trío aquí de personajes. Uno, he dicho que la fe toma riesgos, como tomaron toda esta gente de la cual estoy hablando. Segundo, la fe vence obstáculos. Recuerde que éstas son características de una persona que tiene fe y usted puede, en su propia vida, piense en algún momento en su vida en el cual alguna de estas cualidades lo llevó a un nuevo nivel de, como de efectividad, o lo ayudó a salir de un problema o a vencer una situación difícil.
La fe toma riesgos, he dicho. La fe vence obstáculos. Tercero, la fe a veces actúa desesperadamente. Hay veces que hay que romper brecha, hay que meterse en algún sitio, hay que tocar una puerta, hay que presentársele a alguien que ha dicho que no tiene tiempo para usted, hay que llamar por teléfono y hacer una segunda o tercera llamada. Debe de paso, se me ocurre algo chistoso, esto es hasta banal, pero sabe qué dicho yo siempre, hay una… digo una de las cosas que yo digo aquí, que estaba relacionado con eso, la fe siempre busca una solución. ¿Cuántos creen que siempre hay una solución en la vida?
Yo digo, hermanos, siempre hay una puerta en la vida que se puede abrir, aunque parezca que está cerrado. Aunque tú tengas una montaña en frente de ti y tu carro llegue y se tropiece con la falda de esa montaña, mira de algo… yo creo que aunque algo, ábrete Sésamo o algo, pero yo puedo pasar por en medio de la montaña. La fe es algo increíble, la fe hace cosas extraordinarias. Pero, hermanos, hay ocasiones en que hay cosas pequeñas en la vida que yo uso para aprender la importancia de la fe. De esto de tomar riesgos, vencer obstáculos, actuar desesperadamente. Déjeme completar, voy a dar una ilustración banal casi, cotidiana.
La fe es descortés y agresiva, a veces la fe es entrometida, a veces la fe se le mete en la cara a las cosas y a la gente y hace cosas que son descorteses. Que la gente como que dice, ¡Oh! y, ¿de dónde salió esta persona y porque hizo eso? La fe también comete lo improbable. La fe tiene esa cualidad de que cuando algo parezca que no tiene posibilidades de tener éxito, la fe se lanza y dice, bueno, el Señor ya… y si fracaso, lo peor es que simplemente me dice que no, pero voy a hacer. Y se lanza a cometer lo improbable. Y la fe siempre busca una solución, lo que decía. Y en último la fe siempre emprende acción.
La fe está asociada con la acción, hacer algo. Muévete haz algo, rompe un vaso pero haz algo. No te quedes sentado allí, aplatanado. La fe siempre hace algo. Ahora, lo que decía, que esas cualidades de fe. Yo siempre aprendo, eso de que hay siempre una solución en la vida, de que uno no debe… –cuántas veces nosotros hemos dejado de hacer cosas, porque cuando se nos ocurrió como que alguien nos tiró enseguida una sábana mojada encima de la idea: “Ah, eso no se puede hacer. Pero eso ya lo trataron, yo he visto que otros lo han tratado de hacer y no se pudo… ah, esa gente no cogen hispanos, o nunca una mujer ha ocupado ese puesto; o ya ese producto muchos han tratado de venderlo y no han tenido éxito. Ah, yo traté hace como 10 años de comprar una casa y fallé y ahora ya están vendiendo esta bien barata, pero ahh… no quiero volver…” etc. ¿no?
Hay muchas veces que, ¿qué pasa? Cuando uno tiene una idea, enseguida se le tira a la mente las razones por las cuales esa idea no va a tener éxito. Y si usted se deja, si usted pierde la batalla en ese milésimo de segundo entre la idea creativa y la idea de que no se puede hacer, si en ese milésimo de segundo usted permite que el NO o el posiblemente no se va a dar, le caiga encima, usted no va a ir al próximo paso de considerarla más a fondo y quizás tratar y ver que sí, que se puede hacer.
Y es importante que usted siempre resista el primer no de la mente, que la mente es así, es muy traicionera. Pero nada, mire, es hasta banal, pero es interesante. Hace años, literalmente… ¿cuántos saben lo que es una greca? Es una de esas cafeteras metálicas, que tú sabes, se destornilla abajo, y tiene una cámara pequeñita donde usted hecha el agua, después tiene un filtro en el medio donde usted hecha el café. Y les dije que era cotidiana la ilustración, ¿verdad? Entonces usted coge la otra parte de arriba y la atornilla, y cuando el agua hierve el vapor… se convierte en vapor, pasa por el café, y al final, pues, usted tiene café para tomar. Ustedes no sabían que era tan compleja la cosa, ¿verdad? Tiene una lección de química allí.
El caso es que hace años, nosotros tenemos varias cafeteras así de diferentes tamaños, y había una que es la que más me gusta y yo no sé pero se perdió el filtro de metal, del medio. Y yo, diez veces quise botarla, porque de qué sirve una cafetera si no tiene filtro en el medio. Pero algo me aguantaba y me decía, no, qué sabe si un día de estos, quién sabe si por allí uno encuentra un filtro y a algún loco se le ocurrió vender filtros para reponerlo cuando se le perdiera a uno. Uno piensa, y oiga, y de nuevo allí está la cosa. A alguien se le tenía que ocurrir, sabe qué, por allí a la gente se le pierde el filtro de las greca, así que yo voy a hacer unos cuantos filtros y los voy a vender. Eso ya es fe también, hasta cierto punto, es una fe secular probablemente hasta cierto punto, pero lo es. El caso es que yo siempre había dicho, no, la voy a dejar allí por si acaso. Pero, siempre pensaba que era absolutamente difícil conseguir un filtro de esos, y a veces hemos pasado por el North End, el bar italiano aquí de Boston. De hecho, si usted quiere comer buena comida italiana, váyase al North End, ese anuncio es gratis.
Y habíamos pasado por un par de sitios, que tenía porque los italianos usan mucho las grecas esas. Y Meches, mi esposa me había dicho, sabe qué, allí posiblemente tengan, y vamos a ir un día. Pero yo, como que le daba la larga, porque empezaba, n'ombre… de todos los sitios, quizás entre los hispanos eso se puede usar, y quizás tengan repuestos para los filtros esos, pero estos italianos por acá, qué se les va a ocurrir a ellos, etc. Y nunca… pero, de nuevo, hermanos, es ese freno, es ese freno subconsciente que te dice, es poco probable que eso se pueda hacer. Y eso es lo que nos impide muchas veces, vivir vidas creativas y hacer cosas que Dios quiere hacer en nuestras vidas. ¿Cuántos entienden a qué me estoy refiriendo?
Es como que hay un freno inconciente, de pesimismo y como de timidez que nos impide concebir ideas creativas y que cuando las concebimos de una vez como que alguien viene y nos apaga la luz. Y entonces, pues así cada día... Pero ayer a Meches se le ocurrió mientras estábamos esperando algo, entrar a la tienda esta. Y, ¿sabe qué? Tenían los benditos filtros esos de metal. Así que desde que llegué a la casa, lo probé, ¡perfecto! Y allí tengo yo una cafetera nueva por dos dólares y pico que costó el filtro ese. Así que gloria a Dios por la fe de Meches.
Pero lo que les quiero decir, hermanos, es que mire, en cosas así sencillas uno puede aprender que puede crecer porque mi filosofía es que uno siempre debe tratar, uno siempre debe buscar una solución. Uno siempre cuando algo te dice, mira yo puedo hacer esto, no lo rechaces enseguida. Ve al segundo paso, ve al tercer paso, y cuando se te cierre la puerta que ya hayas dado golpes, entonces vete a la casa. Pero mientras tanto trata porque donde tú menos espera está la solución y yo muchas veces a través de mi vida he visto eso, que hay que tener fe.
Sobre todo eso, si tú tienes a Dios contigo, dice… alguien ha dicho por allí que, Dios y yo somos mayoría. Y eso es así hermanos. Las personas de fe como que siempre tiene una actitud de positividad en la vida, no se deje llevar por las emociones. Una de las cosas que usted tiene que aprender, si usted es una persona de fe, mire, no se deje llevar por las emociones, las emociones son unos animalitos malcriados, que si usted los deja se adueñan de su vida y le imposibilitan cualquier acción alta.
Las emociones son producto de la caída de Adán y Eva. Nuestras emociones están dañadas y las personas que viven por las emociones, por las heridas del pasado, por los apetitos que lo controlan, por la negatividad o la depresión, o la tristeza o esas cosas que nos quieren controlar. Hermanos, no piense que como dice el Apóstol Santiago que va a alcanzar nada de Dios. Usted no puede llevársele, uno vive por principios, por lo que dice la Palabra de Dios. Por lo que uno sabe que es real y eso es bien importante si usted quiere ser una persona de fe y si usted quiere ser emprendedor, atrevido, ir a ese nuevo nivel de su vida. Tiene que creer que Dios está con usted y que siempre hay una salida. Recuerde eso, esa parte del sermón es gratis, no la tenía totalmente allí en la mente.
Pero, esa cualidad que tiene la fe, hermanos, yo les animo en el nombre del Señor, cíñanse los lomos y digan yo voy a vivir una vida poderosa, una vida creativa y yo siempre voy a buscar una solución. Siempre voy a emprender lo improbable y entrene su mente, y cuando usted vea sugerencia y lecciones en su vida que le indican que funciona, márquela como yo marqué el asunto ese. Yo le aseguro que yo voy a volver a meditar sobre el filtro ese de la greca. Porque allí yo dije, hmm, aquí hay una lección, yo puedo meter eso allí en mi repertorio, aprender, voy a fortalecer, voy a marcar esa lección para crecer en el aspecto de la fe.
Muy importante, ahora bien. Como ven la gente de fe generalmente tiene una cualidad dinámica, esforzada, emprendedora. Eso es lo que yo veo, que la gente de fe no es aplatanada, no es gente que se echa a morir fácilmente, no es gente pasiva, no es gente… la gente de fe es nerviosa, se mueve con gestos un poquito catatónicos y eléctricos y eso es importante porque es que hay algo, no es que tampoco... Entiéndame bien, déjeme matizar eso un poquito. Hay gente que son muy calladas pero son gente de fe, no se crea. Pero yo quiero decir, que si a mí me preguntan una persona de fe, yo lo que veo es una bandera ondeándose, moviéndose. No está caída así, como toda desecha, monga, no, es una bandera que se deja mover por el viento del Espíritu, que recibe el viento de Dios. Ese es para mí la persona clave, de fe.
Bartimeo… Bartimeo es así. Mire cómo él grita, sigue gritando, se tira de que lo llaman, muchas cosas aquí… que eso. Mire la mujer con el flujo de sangre, diligente, emprendedora. Mire los amigos del paralítico, de igual manera. Toda esta gente comparte esa cualidad, esforzada y emprendedora. Qué le dijo el Señor a Josué, le dijo, mira que te mando que te esfuerces y, ¿qué? ¡Seas valiente! Porque yo estaré contigo donde quiera que tú vayas. Esa es la clave, hermanos. La gente de fe se atreve a hacer cosas porque sabe que Dios está con él o con ella. Esa es la clave, pero Dios quiere… a Dios le gusta la gente esforzada y valiente.
Cómo le dijo Él a Gedeón? El Señor está contigo, varón esforzado y valiente.
Recuerden que yo siempre he dicho que esas palabras: esforzado y valiente, Son palabras definitivas para un hijo, una hija de Dios, una persona de fe. Yo les digo, hermanos, yo quiero asociarme con gente esforzada y valiente porque esa gente me inspira a mí, me motiva, me alienta, y yo saco mucho, aprendo mucho de ellas.
A Timoteo, ¿qué le dijo Pablo a Timoteo? Le dijo, te aconsejo que avives el fuego del don de Dio que está en ti. Y que le añadió, porque no nos ha dado Dios, ¿qué? Espíritu de cobardía, sino de, ¿qué? De poder, de amor y de dominio propio. Ese es un mensaje y un sermón completo. Pero la idea es que parece que Timoteo era un poquito así como, medio apagadito, un pastor allí suave, y you know, lo que pase pasará, se ala voluntad de Dios. El ‘ay bendito’ como dicen los puertorriqueños, ¿no? Y Pablo dijo, no, no, no, no, Timoteo. Usted tiene que ser un hombre esforzado y valiente. Dios le ha puesto un don allí en usted, ahora abanique ese don hasta que se prenda en una llama. Sea emprendedor, porque Dios no ha puesto en usted un espíritu de cobarde ni de tímido, sino un espíritu de poder.
Hermanos, déjenme decirles, usted tiene dentro de usted, lo sepa o no, el motor de un tanque de guerra. No es un Volkswagen allí, o uno de esos Smart Cars allí chiquititos, allí todo encogido, no, no. Usted tiene un tanque de guerra dentro de usted, diga amén aunque sea para convencerse a sí mismo. Está allí adentro, lo que pasa es que muchas veces no lo usamos, no lo usamos. Somos como esas viejitas y tienen un carro deportivo, y lo llevan a la iglesia a 10 millas por hora el domingo, y lo parquean allí y vuelven y lo meten a la casa. Y allí está muerto el bendito carro ese, queriendo que lo lleven a un campo y lo aprieten, mire no hay policía y zoom, aunque sea para que él sepa lo que tiene adentro. No cojan ideas ahora, hermanos, no.
Pero, muchos de nosotros somos así. Usamos un uno por ciento del poder de Dios que está en nosotros y el Apóstol Pablo y el Espíritu Santo te dicen, mira, tú tienes dentro de ti todo el poder del reino de Dios, ¡atrévete! Emprende, vive una vida poderosa, no digas no puedo, no digas ohh, yo soy así y eso… eso es del diablo, eso es de la carne. Usted puede en el nombre de Jesús. Usted tiene todo lo que necesita. Quizás ni siquiera voy a poder entrar en el texto de Bartimeo, pero mire otra cosa importante. Este es un principio muy importante que quiero que aprendan acerca del principio de la fe y ese es esto… Es, tiene que ver con la naturaleza del reino de Dios.
¿Cuántos pertenecen al reino de Dios? Levanten su mano. Yo espero que todos, excepto quizás los que están durmiendo que no me oyeron. Pero todos… todos, yo espero que todo el mundo aquí sienta que pertenece al reino de Dios. Y si usted no pertenece al reino de Dios, mire hágase miembro ahora mismo. Levante su mano y yo voy a orar por usted, lo voy a ungir ahora con aceite si no, si usted… Hay alguien que duda, si no, levántese y venga aquí corriendo ahora mismo que lo vamos a zambullir esta misma tarde en el agua del bautismo. Usted es miembro del reino de Dios, ¿verdad que sí?
Entonces… ahora, si usted es miembro del reino de Dios, cómo se va a usted sentir cómoda o cómodo dentro del reino de Dios. Bueno, yo me imagino que será asumiendo las mismas cualidades del reino de Dios, ¿verdad que sí? Porque si el reino de Dios es de una manera y usted es de otra, va haber un choque, va a haber un choque de poder, de naturaleza. Usted se siente a gusto donde hay armonía con lo que usted es. Por ejemplo, ¿cuál es la temperatura del cuerpo más o menos? ¿Quién sabe? 98.6 creo que es o algo así, ¿verdad que sí? ¿Normal? 98… Y porqué es que a la gente no le gusta poner… si un ambiente es 40 grados ó 50 grados, ¿por qué usted se siente incómodo en esa temperatura? Porque no está de acuerdo con su cuerpo, ¿no?
Pero cuando la temperatura esta en 75, 80… es como que usted se siente más… hay armonía entre su cuerpo y el mundo exterior. Ahora si está a 120, de nuevo también lo mismo. Si su cuerpo está pidiendo una temperatura un poco más afín a lo que usted… entonces usted también se va a sentir incómodo en el otro extremo. Si usted es una persona apacible, suave, le gustan las cosas tranquilas y calladas y usted entra a un sitio donde están tocando música rock a todo lo que da… usted también se va a sentir también, porque hay una desavenencia porque hay una falta de afinidad entre lo que usted es y lo que ese ambiente donde usted se encuentra, representa.
Ahora, ¿por qué estoy yo diciendo esto? Porque al nosotros entender cómo es el reino de los cielos, nosotros vamos a tener que pedirle al señor, Padre, adécuame, ayúdame a ser como es el reino de los cielos. Muchos de nosotros venimos y entramos al reino de los cielos, y traemos todas las heridas, los arrastres… las cargas, los problemas, deformaciones del pasado y entramos a un reino que es poder, es paz, es gozo, es vida, es verdad, es justicia, es amor y en nosotros hay todas estas cosas diferentes y hay un choque, y eso tenemos que… Señor, ayúdame cada día a ir ajustándome más y más a la naturaleza de tu reino. Esa es la tarea, es la vida de un hijo, una hija de Dios. Es ir cada vez más y más, a parecerse más y más al reino de los cielos.
Ahora, una pregunta: ¿cómo es el reino de los cielos? Yo he dicho muchas cosas, pero mire Mateo 11, versículo 12. Mateo 11, versículo 12. Es un pasaje que yo encuentro muy revelador. Dice aquí, “desde los días de Juan el Bautista…” Este es el Señor Jesucristo hablando, “desde los día de Juan el Bautista hasta ahora,” y eso puede ser ahora el siglo XXI porque lo estamos leyendo ahora mismo, “desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos…” Aquí hay una problematicidad, un problemita que yo voy a tratar de resolver ahora mismo. Dice, “el reino de los cielos sufre violencia,” –sufre violencia, – “… y los violentos lo arrebatan.”
Okay. Ahora déjeme hacerle una pregunta, ¿qué usted entendería por esto de que el reino de los cielos sufre violencia? Si soy yo leyéndolo, yo interpretaría que eso quiere decir como que el reino de los cielos recibe violencia contra él. Que sufrir es como que aguantar, es como soportar. Soporta violencia… es una imagen pasiva del reino de los cielos. Como que el reino de los cielos siempre está recibiendo violencia de afuera, le están dando… yo veo allí un bate y reventando el reino de los cielos. Sufre violencia. Yo siempre me sentí incómodo con esa idea, y es por eso que es tan bueno ir al griego original y entender un poco de la gramática. No todo el mundo puede hacer eso, tiene la oportunidad, pero yo le voy a hacer el trabajo a usted esta mañana y usted me lo va a agradecer, para eso me pagan.
Pero, yo… busqué en el griego original de ese texto y es interesante allí lo que verdaderamente dice en el griego original que ha sido traducido al español, pero como usted sabe la Biblia ha sido traducido a muchos diferentes idiomas. Y los traductores, a veces, cuando se encuentran con una complicación tienen que decidir, a veces hay dos opciones de interpretar algo y la persona tiene que escoger una u otra opción y la pone allí y descarta la otra alternativa. En el griego original, eso que dice: sufre violencia y los violentos… En el griego original es viasetai kai vastai. Kai quiere decir _____. Viasetai es la palabra que tiene que ver con violencia, y vastai, dicen algunos que era como un juego de palabras: Viasetai vastai son muy parecidos en el griego. Así como hay juego de palabras en el español. Sufre violencia y los violentos. El Señor estaba jugando con el lenguaje.
Ahora, la palabra, viasetai que se traduce: sufre violencia, es un verbo que se puede traducir tanto activamente como pasivamente. ¿Cuántos se me fueron ya a dormir ahora? Están despiertos… okay. En otras palabras, viasetai en el griego original se hubiera podido traducir: sufre violencia o padece violencia. O hace violencia. Procede con violencia, procede forzosamente, forzadamente, procede agresivamente, hace agresividad, es agresivo en otras palabras. Lo que pasa es que yo me imagino algún traductor de esos aplatanados por allí, metido allí en su… ah, sufre violencia el pobre reino de los cielos, porque no le gusto que el reino de los cielos fuera violento. Pero sabe hermano, el reino de los cielos es violento.
El reino de los cielos está en contra, ¿de qué? Del reino de las tinieblas. Cuando Dios entra al mundo viene a quitarle a Satanás lo que el diablo le robó al hombre. ¿Usted sabe eso? Cuando Adán y Eva cayeron en el huerto del Edén, el diablo tomó control y este mundo. ¿Por qué le dice Satanás a Jesús, todos los reinos del mundo me pertenecen y se los doy a quien quiero? Y el Señor no le dijo, mentiroso Satanás. No. El príncipe de este mundo es Satanás, ilegítimamente, pero es. Cuando Cristo viene al mundo y por eso dice, desde los tiempos de Juan el Bautista. ¿Por qué? Porque Juan el Bautista fue el que comenzó a anunciar la venida de Dios, ¿sí o no? Búsquelo, “arrepiéntanse porque viene el reino de los cielos.”
Cuando dijeron eso, imagínese, es como una persona que es dueño de unas tierras en alguna parte lejana del país y hace 20 años que no las visita y allí se han metido una cantidad de gente, y están viviendo y un vecino se cogió la tierra y hace lo que le da la gana con ella y nadie lo ha molestado. Y de momento el dueño de la tierra dice, sabe qué, yo voy a ir, esa tierra es mía y la voy a trabajar, la voy a plantar, la voy a cultivar. Pero cuando llega allí, allí están bien valentonados esa gente que la cogió y se robó la tierra y dice, usted no puede entrar aquí. ¿Ah no? ¿No puedo entrar aquí? Vamos a ver quién manda. Y se inicia una pelea, una batalla, puede ser una batalla legal o si el dueño es un poquito violento hasta con rifles y palas y lo que sea, resuelven el problema. Pero se inicia un conflicto. El que está metido allí atrincherado ilegítimamente y el que es legítimamente el dueño que viene a reconquistar su tierra.
Y así pasó, cuando Cristo entra a la historia, Él viene a reconquistar lo suyo. ¿Cuántos dicen amén? Aunque sea para animarme un poquito, ¡caramba! ¡El Señor dice a lo suyo vino! En otras palabras, el Señor vino a lo que le pertenecía, a reconquistarlo, a agarrarlo, a robarle al diablo las almas, a robarle el mundo, las naciones, quitárselas a Satanás porque se las había robado. ¿Y qué pasa? Se había iniciado una lucha de poder. El reino de los cielos avanza ahora, tenía que hacer violencia. Por qué cree usted que el Señor Jesucristo dice que para que uno pueda saquear la casa de un hombre fuerte, ¿qué es lo que tiene que hacer? Tiene que atarlo primeramente y dice, y entonces usted puede saquear su casa, ¿sí o no? Verdad que sí.
Entonces, en otras palabras, hermanos, usted cree que Satanás va a entregar las almas y las naciones y las comunidades y la juventud y los sistemas de gobierno, así por así. De ninguna manera, es una pelea a brazo partío. Es una pelea dura la que se ha iniciado en el mundo. Y, ¿sabe qué? Usted y yo somos parte de ese reino de Dios. Somos parte, entonces en realidad en el griego original, lo que el Señor dijo, fue: desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos procede con violencia, y los violentos lo arrebatan. ¿Usted entiende? ¿No hace mejor sentido así?
Porque un reino que sufre violencia solamente, pues entonces, yo creo que entonces sería como que los pusilánimes, los tímidos, los sufridos son los que lo toman. No, hace mucho más sentido: El reino de los cielos procede con fuerza. Búsquese por ejemplo la interpretación la interpretación, la Biblia NIV, la New International Version en inglés, y ahora hoy en día los eruditos de la Biblia están mucho más acordes en que la interpretación de ese verbo en el griego original debe ser activa, no pasiva. Y ya las Biblias más modernas, las versiones más modernas, lo interpretan así: el reino de los cielos procede con fuerza, agresivamente. Y la gente fuerte, agresiva, esforzada y valiente es la que lo arrebata.
Es como ese carro –ese bus está corriendo y el chofer dice, móntese y usted tiene que... o salta o se le va el bus. Así es, usted tiene que agarrarse al reino, el reino de los cielos no se va a poner a esperar a que usted bostece, y se vista, no, no. El reino de los cielos va caminando, tiene que correr y tirarse adentro porque si no se lleva y va a buscar a otro. Ese es el reino de los cielos. Por eso es que usted mire la gente que alaba en la Biblia y son siempre así un poco violentas y malolientes. No se quieren panaa como dicen los caribeños, son gente así atrevida, son gente esforzada. Caab, Jacob, David, Moisés, Daniel, Saulo… un guerrillero allí que Dios lo Salva, porque necesitaba alguien así como Saulo. ¿Por qué Dios busca a Pedro? Arrebatado, impulsivo. ¿Por qué Dios busca gente así? Pudiendo buscar gente más pasiva, más tranquila, más suave… porque a Dios le gusta, porque la gente que puede usar, el reino de los cielos es un ejército, es un Army, es un tanque de guerra que se está moviendo y necesita alguien decidido que se meta a operarlo.
Entonces Dios, hermano, hermana, Dios quiere cambiarte tu ADN. Dios quiere cambiarte tu genética. Dios quiere meterte un programa nuevo y diferente. Dios quiere darte el programa del reino de los cielos. Dios quiere darte la genética del reino de los cielos. Yo he dicho, mire, para mí la imagen que yo tengo del reino de los cielos, ¿usted sabe cuál es? No se si usted ha visto alguna vez, un rompehielos, uno de esos barcos que surcan por Antártica, el Polo Norte, donde los mares se congelan y hay a veces hielo de un pie o dos pies, tres pies, diez pies de densidad en el mar, pero por allí tienen que pasar los barcos. Y sabe que los barcos esos rompehielos tienen una coraza en el frente que es de hierro, es de acero, bien pesado. Y yo he visto esos barcos cuando se mueven en el hielo. Mire, hermano, eso es como un cuchillo caliente cortando mantequilla y el hielo va saltando por todas partes, apartándose; y la proa de ese barco es así, es como una V, y va rompiendo, rompiendo, rompiendo. Y él avanza, y todo lo que se le pone en el camino lo quiebra, lo parte, lo echa a un lado, porque él tiene un propósito y él tiene que llegar a su meta.
Mire, hermano, esa es la visión del reino de los cielos. A ese reino es que usted pertenece, a ese Cristo es que usted pertenece, a mí que no me vengan con Jesusito allí, como un corderito todo maltrecho y… esa no es la imagen de Jesús que yo tengo. Para mí, Jesús es un hombre poderoso, fuerte, quemado por el sol, con la piel reseca de caminar los caminos del Medio Oriente predicando el evangelio, que va a delante de sus discípulos a la cruz, no está allí quejándose de por qué tú me hiciste esto. No. Él va directo allí, a la cruz. Vea cómo el Señor va, es delante de sus discípulos a Jerusalén, sabe que allí lo van a crucificar, pero allí va delante de ellos. Para mí, Jesús es un ser decidido, fuerte, es un hombre que hay que respetarlo, su sí es sí, su no es no. Sus palabras son claras, cuando alguien dice algo que no le gusta se lo deja saber.
Y no es que seamos, hermanos, yo creo que todo tiene que estar templado por el amor, la gracia, la misericordia de la bondad del fruto del espíritu. Pero la gente del reino de Dios, aún dentro de esa gracia, esa misericordia, ese amor, tiene una cualidad como de fortaleza y de cierta decisión que tienen en su carácter. El Señor es así, examinen las páginas de la Biblia. Hermanos, un hombre decidido, claro en sus propósitos bien definido; Él sabía a qué vino, y qué le iba a pasar, y a dónde iba y de dónde venía, y quién Él era. Usted no ve al Señor diciendo, bueno yo no estoy seguro si soy Dios o no, si me deben o no… no, no. Él bien claro: Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al Padre si no es por mí. Punto se acabó.
Yo soy la luz del mundo, el que anda en mí no andará en tinieblas. Punto se acabó. Ustedes me dicen Señor, y bien dicen porque Yo Soy dice Él. Ahora también la parte gentil de Él, se ciñó la toalla, lavó los pies de sus discípulos, pero no había en Él duda de quién Él era. Él sabía quién Él era. Es un hombre decidido. Hermanos, Dios quiere que seamos así. Dios quiere que seamos así, el reino de Dios es así, y tú y yo tenemos que ser así. Nada de estar entre dos aguas, a Dios no le gusta la gente tibia. Por qué les dice a los de la Odisea, ojalá que fueras fría o caliente, pero como eres tibia te voy a vomitar de mi boca. Porque a Dios no le gusta la gente tibia, a Dios no le gusta la gente que tiene un pie en el mundo y el otro en el reino de los cielos. Que creen un poquito pero no están seguros y se preparan las cosas por si acaso les va mal para poder salirse a tiempo.
A Dios le gusta la gente decidida, clara, determinada, definida. Si perezco que perezca, pero yo esto me lo voy a fumar hasta el cabo. Yo voy a ser un miembro del reino de Dios, y si me equivoqué por lo menos viví mi vida con propósito. Y yo no sé, hermanos, hay que ser o no ser. Y una cosa que Dios quiere en este tiempo es gente decidida y clara. Que nuestra comunidad sea una comunidad de gente decidida. Dejémonos de estar jugando entre dos aguas, soy o no soy, doy o no doy, tengo o no tengo, vivo o no vivo, decido o no… decídete de una vez por todas. Decídete a tirarte de lleno en las aguas del reino de Dios y ser un hombre, una mujer decidida. Abraza esta Biblia, abraza los valores de ella. No seas simplemente un beato viniendo aquí a escuchar una misa y un sacerdote allí… Déjenme no hablar demasiado, no. Yo respeto. Pero, hermanos eso de venir aquí a una aguita allí tibia, pasada por agua. Eso nunca hizo nada por nadie.
Dios quiere gente radical. Gente comprometida, gente que sea como el reino de Dios. Gente clara, gente definida, gente que haya muerto ya y que sepa que este mundo es simplemente un caminito allí hacia la vida eterna. Somos peregrinos y extranjeros, no tengo nada, esto no es mío. Yo no voy… yo voy directo para el reino de Dios, y lo que vivo aquí lo vivo como dice en la fe del hijo de Dios y que ha muerto ya. Y decidió eso hace tiempo y ahora está aquí para servir al reino de Dios y para hacer todo lo posible para que ese reino avance. Arrancarle almas a Satanás donde quiera que haya una necesidad del reino esa persona dice presente porque todo lo que es, todo lo que tiene, todo lo que piensa, todo lo que vive es para gloria de Dios. Ha determinado ya vivir para Dios, está decidido ese barco va rompiendo oposiciones. Ya está claro su destino. Ese es el reino de Dios.
Y quiera el Señor, hermanos, que mi vida y tu vida respondan a eso. Vamos a ser como Bartimeo, amén. De neuvo, no... no, quizás el domingo que viene, vamos a ver si me da tiempo, voy a tratar. Léase de nuevo a Bartimeo, mire el pasaje y usted va a ver ese ciego, oye a Jesús pasar, le grita ten misericordia de mí. El Señor no le pone atención. Pues dice, más te voy a gritar hasta que me escuches. El Señor se para, la gente le está diciendo no grites tanto, no se oye bien, estás despertando a la gente, él sigue gritando más duro. Finalmente el Señor dice, mándenmelo, tráiganlo. Y el Señor le pregunta, ¿qué tu quieres que te haga? Señor, que recobre la vista, punto. Cinco palabras, o cuatro no se cuantas. Cuéntelo usted. Señor, que recobre la vista. Y el Señor le dice, vete tu fe te ha salvado. Punto y vamos al próximo. Y eso fue todo, cinco ó seis versículos, pero este hombre tenía una necesidad y para mí nada, y los músicos por favor si pueden pasar por aquí… nada ejemplifica el carácter de mi hermano Bartimeo, que mire ese detallito, cuando el Señor lo llamó, ¿qué hizo él? Arrojó su capa… arrojó su capa, y se mandó corriendo detrás de Jesús. ¿Porque el Espíritu Santo puso eso de que arrojó su capa? Porque Él hubiera podido decir simplemente cuando lo llamaron él se fue hacia Jesús. Pero dijo, arrojando su capa, búsquelo si allí está o no. Fue donde estaba Jesús.
Dicen algunos que la capa de un ciego era la cosa más importante. Usted ha visto a la gente homeless, la gente que no tiene casa, ellos llevan generalmente una mochila encima o llevan alguna cosa, ¿verdad que sí? Y que tienen allí, allí tienen su abrigo, allí tienen un cepillo de dientes, allí tienen unas cositas que son para ellos bien importantes. Esa es su supervivencia, ellos tienen su casa literalmente encima de ellos y eso para ellos es bien… eso lo protegen con uñas y dientes. Eso. La capa de un ciego era eso, la capa era lo que le permitía sentarse encima de ella mientras estaba la gente caminando para pedir dinero, la capa cuando llovía lo cubría, la capa le daba abrigo del frío. Esa capa era la cosa más importante que tenía un ciego y cuando el Señor les dice, mándenlo a buscar, él ya dice, yo ya no necesito esta capa. Ya esa capa no me sirve, ahora lo más importante es que yo toque a Jesús, que yo hable con Él. Tira su capa y se manda delante, no la coge, no se la lleva por si acaso no le va bien y entonces volver a tenerla. Él deja la capa allí, eso ya no me sirve.
Mire que siempre la gente cuando Jesús hace algo… ¿qué paso con el paralítico, cuando lo sanaron? Cogió su camilla, la enrolló y se fue con ella cargándola. Hay algo especial, hermanos, un simbolismo en eso, que muchas veces lo que nos ha servido para nuestra enfermedad ya no nos sirve cuando tenemos un encuentro con Cristo. Las muletas las tenemos que dejar a un lado. Esas cosas que te dan a ti seguridad y que tú tienes allí por si acaso, suéltalas, bótalas y decídete de una vez y vete detrás de Jesús. Y vive el reino de Dios según los valores y los principios del reino de Dios. ¿Cuántos pueden decir amén y entienden lo que estoy diciendo, haber? Gloria al Señor.
Gente conforme al reino de Dios, así vamos a titular este sermón, ¿qué le parece? Gente conforme al reino de Dios.
Vamos a ponernos de pie en el nombre de Jesús. Dios quiere gente conforme al temperamento del reino. Gente decidida, gente clara, gente fuerte, gente concreta, gente dinámica, gente emprendedora, gente radical, gente militante, eso es lo que Dios quiere en su reino, hermanos. Y Dios quiere hacer eso, si tú eres una mujer, un hombre de fe, pídele al Señor que te conforme a los valores de su reino. Y quiera el Señor darnos el carácter de Bartimeo. Pídele al Señor ahora mismo que le dé ese carácter. Pídele al señor que fortalezca su temperamento espiritual, que suba su temperatura espiritual. Que lo lleve a cierta dimensión de vida espiritual.
Padre en el nombre de Jesús… está bien, hermano, déjalo allí un momentito.
Padre en el nombre de Jesús desata tu poder en nosotros, desata Señor, ese carácter, ese temperamento del reino de Dios, desata el carácter del reino de Dios en nosotros. Haznos gente decidida, gente llena del espíritu santo, gente poderosa, nosotros renunciamos a la timidez de la carne, pedimos que, Padre, levántate una iglesia que sea conforme al carácter del reino de Dios, levántate un pueblo, Señor, decidido. Levántate un pueblo poderoso, llénanos con tu espíritu Padre. Padre estas palabras que yo he declarado las declaro proféticamente. Yo declaro que ese será el temple de esta congregación Señor y Padre todo lo que tu necesites hacer, comienza conmigo pero padre hemos sido llamados para un tiempo como este. Y necesitamos que Tú, que prepares una iglesia que sea como el reino de Dios.
Una iglesia decidida, Padre, una iglesia conforme al corazón de Dios. Padre, yo te entrego todos los recursos de esta congregación y te pido que nos hagas gente poderosa. Que esta iglesia tú sepas que puedes depender de ella, Señor, para tus causas. Haznos gente evangelística, Padre. Haznos gente agresiva, haznos gente de adoración y de ayuno, haznos gente de santidad, Padre. Haznos gente de fe para que podamos hacer lo que se necesita hacer en este tiempo, Señor. Te damos gracias, te damos gracias.
Recibe la palabra, hermano, hermana. Recibe la palabra de Dios en tu corazón ahora mismo, recíbela y dile, Padre, esa palabra es para mí. Recibe esa semilla y di, Señor, yo la entierro en mi corazón. Di, yo creo que esa semilla va a dar fruto en mi vida. Yo creo que Tú me has impregnado con una palabra hoy que viene de tu boca y es vida tuya que Tú me has dado, Señor. Y yo recibo esa vida, yo voy a vivir así. Ayúdame a ser como el reino de los cielos. Ayúdame a ser un hombre, una mujer conforme al reino de Dios. Hoy yo mato toda indecisión y me entrego completamente a vivir como Cristo quiere que yo vive. Ayúdame, cámbiame, cambia mi temperamento, cambia mi carácter, cambia mi visión, cambia la energía que hay dentro de mí y hazme como tú quieres que yo sea.
Padre, yo declaro esa palabra sobre tus hijos, en el nombre de Jesús. ¡Señor la declaro sobre esta iglesia! ¡Sobre los que están cerca y los que están lejos, Señor! Declaro que esta iglesia, Padre, será un fuerte del reino de Dios, un destacamento del reino de Dios, para gloria tuya, Señor. Levántate guerreros. Gracias, Padre. En el nombre de Jesús y el pueblo de Dios dice: Amén.
Hermanos, ni siquiera voy... le voy a pedir simplemente, salúdense unos a otros y dígale a alguien asimismo, te bendigo y declaro la fuerza y la gracia del señor sobre tu vida. Declare ahora mismo el poder de Dios sobre ese hermano, esa hermana, y váyanse seguros de que tienen todo lo que necesitan allí para ser esa gente que Dios quiere que ustedes sean. Les bendigo en el nombre del Señor. Amén y amén.
El privilegio de ser informado antes que las cosas ocurran
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Vamos a escuchar lo que Dios tiene para nosotros a través del pastor, Reverendo Pedro Julio Fernández, es un hombre de Dios, lo conocemos hace muchos años, él junto a su esposa Belkis han venido a la iglesia varias veces ya a través de los años, siempre han sido fieles en amarnos, en compartir con nosotros, él ha escrito varios libros porque es un hombre que ama la Palabra y Dios le ha dado esa capacidad para reflexionar sobre ella y escribir sobre ella. El trae alguno de esos libros con él así que al final del servicio bendígalo también y bendígase usted sobretodo, participando en el caudal que Dios ha puesto sobre su vida al final del servicio estarán disponibles. Hay un par aquí que yo tengo, Se Oye un Rumor y también está el libro sobre el evento en la vida Cades Barnea, y son libros para la vida cristiana, el crecimiento devocional, el desarrollo espiritual de los hijos de Dios. Yo sé que va a ser muy útil para ustedes y para nosotros. Ellos pastorean una hermosa iglesia en Toronto, Canadá donde hay muchos latinos allá en Toronto. Y es un privilegio para nosotros unirnos hoy a su ministerio y tenerlos aquí a ambos, a su hijo Naún también que está por allí. Así que... pero Julio, denle un aplauso de bienvenida al Reverendo Pedro Julio Fernández.
Dios te bendiga, hermano. Bienvenido. Amén.
Gloria a Jesús, aquí como somos deudores, gloria a Dios. Mucho es lo que hemos recibido en León de Judá y yo soy un miembro virtual de la iglesia porque me envían mi correo electrónico y también yo me meto como se dice, ¿no? En el Internet y es mucha las bendiciones que he tomado de aquí, las pongo en el contexto de Toronto y ellos nos saben que es de aquí que yo las he tomado, eso se lo digo a ustedes nada más. No vaya ninguno a decir eso por allá cuando les toque ir, pero... es mucho lo que hemos llevado de aquí para allá, y ¡qué bueno es el Señor! Gloria en Jesús, agradezco mucho al Pastor Miranda por esta brillante oportunidad que nos brinda de estar aquí en la Casa del Señor y bueno ya él ha presentado a mi familia y entonces me gustaría que vayamos de una vez a la palabra del Señor al libro de Apocalipsis, capítulo 1.
Apocalipsis, capítulo 1.Vamos a leer los primeros tres versículos. En esa misma posición, hermanos, vamos a leer y ojalá que esta palabra rápidamente entren en el mismo contexto en el cual ellas se dijeron y el motivo y la razón por la cual el Señor permitió que esto se escribiera. Así dice la palabra, "La Revelación de Jesucristo, que Dios le dio para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan que ha dado testimonio de la palabra de Dios y del testimonio de Jesucristo y de todas las cosas que ha visto. Bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de esta profecía y guardan las cosas en ella escritas porque el tiempo está cerca. Oh, gloria a Dios. Más bendiciones puede agregar el señor a su santa y bendita palabra, gloria a Jesús. Yo pienso que esta introducción al libro de Apocalipsis era muy necesaria de parte del Señor porque después que todo está escrito, todos los libros de la Biblia, el enemigo de la justicia como que le tiene algo a este libro en particular; y le ha hecho una fama muy mal, incluso dentro del pueblo de Dios llegando a haber cristianos que ellos pueden leer cualquier libro de la Biblia y en Apocalipsis se detienen.
Entonces, lo que la propaganda del enemigo dice, ellos lo han tomado muy en serio y no quieren tocar el libro del Apocalipsis porque han vendido la idea de que eso no se entiende, que es un lenguaje muy figurado y que eso solamente habla de dragones, de bestias, de animales y no hay quien pueda… gracias, Hermana… quien pueda comprender lo que aquí está escrito. Pero qué pasa, nosotros no podemos llevarnos de la opinión de él, mucho menos podemos llevarnos de la opinión que tengo el mundo de la palabra de Dios, puesto que lo que acabamos de leer aquí, primeramente nos informa cuán fidedigna es la palabra del señor, cuál ha sido el canal utilizado por Dios para que algo tan maravilloso llegue hasta nosotros.
Es algo de Dios puesto en la mano de Jesús, Jesús envía un ángel para que le lleve esto a Juan y Juan nos lo hace llegar a nosotros y pasando por tantas manos, esto no fue alterado en absolutamente nada. Entonces, una cosa tan grande como el libro de Apocalipsis, Dios ha confiado en que Su Iglesia esté bien enterada del porvenir. Sabe lo que nosotros tener algo seguro, seguro que nos hablan del destino humano completamente aquí en la tierra, el libro del Apocalipsis.
La introducción dice a quienes se le envía, a los siervos de Él. Esto es un libro escrito para nosotros, es algo enviado a nosotros. Dios quiere que usted como Iglesia esté bien informado de las cosas del presente pero también de las cosas del futuro puesto que nosotros somos los llamados para decirle al mundo qué es lo que está pasando. No es el mundo que tiene que entrar aquí a decirnos esto. Yo les aseguro hermanos que aún en cuestiones de economía y de finanzas, nosotros le podemos decir al presidente de la Reserva Federal qué es lo que está pasando.
Miren que los amines son pocos, por lo menos los aquí presentes, porque tal vez por el Internet la gente está diciendo más. La Iglesia tiene una capacidad tan grande que ella es la llamada para decirle al imperio qué es lo que está pasando. Ella es la llamada para decirle al imperio qué es lo que tiene que hacer porque los que saben están diciendo qué es lo que hay que hacer pero ellos mismos dicen: hay que salir de esto pero no sabemos para donde vamos; pero la Iglesia sí sabe qué es lo que está pasando y sabe para dónde vamos. Oh, gloria a Dios.
El solo hecho de recibir esto, lo hace a usted y a mí, personas comprometidas con un mensaje que es altamente fidedigno. Dios nos ha honrado con hacernos conocer el porvenir; el presente y el porvenir, para que la Iglesia esté claro por donde va en su jornada hacia la tierra prometida. No debe sorprendernos nada, nosotros estamos plenamente informados de qué es lo que tiene que suceder. Yo no sé, pero en esta Biblia todavía dice que los malos hombres irán de mal en peor, eso no lo han quitado de aquí. Todavía dice que los malos hombres irán de mal en peor, engañando y siendo engañados, que es lo que nosotros hemos visto en los últimos años cuando se destapan estas crisis porque había confianza primero en el sistema, segundo en gente.
Nosotros no confiamos en ninguna de esas cosas, nos movemos en niveles de confianza porque aquí vivimos, pero la Iglesia alza sus ojos a los montes, no, a Dios que hizo los montes, a Dios el creador de todas las cosas y seguimos confiando plenamente en Él, porque a la Iglesia Él la mueve, Él la protege, Él la cuida, Él es que la va llevando. Entonces, nosotros tenemos una información de parte de Dios que tenemos que salir de este lugar y tenemos que decirle a la gente qué es lo que está pasando. Pero también debemos decirle qué es lo que hay que hacer. Alabado sea el nombre de Jesús.
En estos últimos tiempos, yo pienso que el Espíritu Santo del Señor me ha motivado mucho como a re-estudiar los consejos apostólicos de Pablo, de Pedro, de Judas, de Santiago porque son como muy pertinentes para lo que ahora está pasando, no solamente en el mundo pero también dentro de la Iglesia del señor Jesucristo donde, aunque usted no lo crea, hay personas pero muy desorientados… pero muy desorientados, concerniente a las cosas que están sucediendo en el primer mundo, en el primer nivel, en el nivel que se consideraba excelente, sabelotodo, y dueño hasta de sí mismo.
No, hermanos, para nosotros esto está demasiado claro. Lo que está pasando es una lección después la Bíblica para cualquiera de nosotros porque la Iglesia tiene que saber qué es lo que está pasando. Y aquí claramente, la Palabra nos está diciendo cosas que deben suceder pronto; está hablando la Palabra manifestar a sus ciervos. Oiga, cuánto se humilla nuestro Dios. Porque yo pienso que es un acto de humillación de Dios soberano, Dios todopoderoso, develar un poco de la historia y hacernos saber a nosotros qué es lo que va a ocurrir. Pero también hacernos ver qué es lo que está ya ocurriendo, dentro y fuera de la Iglesia que va para el Cielo. Gloria a Dios.
En uno de los consejos apostólicos del Apóstol Pedro, yo encontré este hombre, un hombre muy humilde también, porque Pedro pasó unos procesos que posteriormente él no lo esconde, caídas tremendas que tuvo, que cualquiera de nosotros probablemente no quiere ni que le toquen ese tema del pasado de uno y más un pasado dentro del Evangelio ya. Pero el hombre cree que contando su historia hace bien, hace bien para que otro no caiga en donde él cayó; y él está escribiéndole al pueblo y le está advirtiendo de cosas que ocurrieron en el Antiguo Testamento y que probablemente ocurrieron en su tiempo y en el nuestro también… de personas con falsas ideas que iban a penetrar círculos de confianza como es el de la Iglesia para alterar o trastornar una cosa buena, pura y verdadera como la Palabra de Dios.
Él le dice: mira, nosotros como cristianos tenemos que saber medir la experiencia espiritual que tenemos y no hay experiencia espiritual que se pueda medir fuera de otra cosa que no sea la Biblia; si nosotros medimos una experiencia espiritual con otros parámetros fuera de la Biblia hay mucho peligro. Entonces, él dice: miren, lo que les estoy diciendo del poder de Dios, de la venida de Cristo Jesús, de la primera, no es conforme a fábulas artificiosas. Una fábula artificiosa, una persona con toda la premeditación del mundo, se sienta a diseñar algo que él sabe que es falso, que él sabe que es una mentira, que el único que está seguro que eso es una mentira es él. Esa es la única verdad dentro de la fábula artificiosa: crear un escenario que no tiene sustento en las Escrituras para caer bien o para conseguir algo de alguien.
Dice: “nosotros no damos a conocer el poder de Dios ni su venida de acuerdo a fabulación de acuerdo a un testimonio poderoso.” Dice: “nosotros estuvimos en el monte…” y ahí comienza él a contar su experiencia. Y estando en el monte santo, Moisés, Elías, Jacobo, Juan, Pedro, Jesús. Estando en ese lugar la gloria de Dios, la majestad de Dios, allí se manifestó pero a mí se me ocurrió interpretar lo que estaba pasando de una manera privada. Es un hombre sincero, yo se los dije, es un hombre que está lleno de la presencia de Dios porque la vida lo que dice la majestad de Dios, en ese monte que lo llaman santo porque fue apartado para Dios. Una cosa trae linda mi hermano, Cristo se transfigura delante de estas personas, Elías y Moisés, personas que ellos lo conocían por las Escrituras pero nunca personalmente porque ya habían desaparecido del escenario terrestre.
Ahora aparecen allí, hablando con Jesús, los planes de Cristo, su partida de Jerusalén, hablando. Él, sin nadie decírselo, decide interpretar lo que está pasando. Qué cosa seria mi hermano cuando uno no le da chance al Espíritu Santo que él termine de hacer lo que tiene que hacer, uno medio se desespera y a uno se prende en el Espíritu y uno comienza por un lado, hermano, que no es la dirección de él; como que hay que esperar, decantar un poco como se dice, para saber qué es lo que nos está pasando. Entonces, allí dice, mira Jesús aquí hay que hacer tres pabellones. Esa es una persona que lo invitaron al monte santo y ya él está tomando dominio del asunto, diciendo hasta lo que hay que hacer.
Dice: “aquí hay que hacer tres pabellones, uno para ti, uno para Moisés y otro para Elías.” El Doctor Lucas que era un hombre muy investigador, averiguando todos los detalles que otro no dijo pues lo dice. Y el Doctor Lucas en su evangelio dice que Pedro decía lo que no sabía, que Pedro estaba diciendo lo qué el no sabía, en otras palabras, Pedro estaba diciendo un señor disparate pero estaba diciendo un señor disparate un hombre que está con la gloria de Dios porque cómo se le ocurre a este hombre igualar a Jesús con Moisés y con Elías. Quiere decir que la experiencia él no la está evaluando con las Escrituras.
Oh, bendito sea el nombre del Señor, tiene que aparecer el Libro de Hebreo, tiene que aparecer este libro interpretando toda la narración del Antiguo Testamento, que tiene que ver con esa persona de Cristo Jesús para decir que Cristo es más grande primero que los ángeles, segundo que Moisés, que Aarón, que Josué, que La Ley, que El Pacto, que La Creación, que Jesús es más grande que todo.
Oh, gloria a Dios. Bendito sea el nombre del Señor, que Moisés fue un gran siervo de Dios, que Elías también pero Jesús no se puede comparar con ellos. Y noten ustedes que cuando Cristo mismo pregunta: ¿qué opinión tiene la gente de mí? ¿Quién creen ellos que soy yo? Nadie la pegó, como decimos, nadie, todo el mundo mantuvo a Cristo al nivel de un profeta más. Y, probablemente, esa sea la opinión que todavía tenga la gente fuera de este lugar. ¿Quién es Jesús? Cualquier cosa dicen. Elías, Moisés, Mengá, un profeta más. Esa es la opinión que la gente tiene de Jesús.
Quiere decir que a ese punto de Jesús haberse presentado, de Juan el Bautista haber dicho dos o tres veces: “he ahí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo,” al tiempo de Jesús haber ido a la sinagoga, tomar el Libro de Isaías capítulo 61 decir: “el Ungido soy yo,” todavía la opinión que la gente tiene es que es un profeta más pero la Iglesia no puede tener esa opinión, una persona como Pedro no puede tener esa opinión porque él mismo fue el que dijo tú eres el Cristo, el hijo del Dios viviente.
Oh, bendito sea el Señor. Pero también Jesucristo le aclaró y le dijo: mira, Pedro, lo que tú estás diciendo no es ser humano que te lo ha revelado, aunque tu hermano Andrés me conoció primero y él te trajo, no fue a través de él que vino la revelación. Lo que tú estás diciendo, lo estás diciendo porque Dios te lo está revelando. Ciertamente yo soy el Hijo de Dios, ciertamente yo soy el Ungido, yo soy el Cristo. Para después, venir con el proyecto de hacer tres ramadas y hasta quedarse ahí arriba en el monte santo y, dije, no bajar de ahí.
Pues, yo les dije al principio que el hombre fue muy sincero, en serio hermanos, él está contando en dónde se equivocó porque es que uno lleno del Espíritu Santo es algo tan grande, la gloria de Dios en vaso de barro, que hay momentos que hasta uno abusa de la confianza. Lo bueno del caso es que él dice, “nosotros tenemos también la palabra profética más segura a la cual la Iglesia le hace bien en poner atención…” y allí mismo está diciendo porque la cosa está en oscuridad. Esto está oscuro, mi hermano, y un mundo en oscuridad, yo no sabe para donde van. Pero usted y yo sabemos, mire sabemos para donde vamos usted y yo y sabemos para donde van ellos si no arreglan su camino.
Dice: hasta que el lucero de la mañana resplandezca la palabra profética más segura, la palabra escrita, es una palabra viva, es una palabra vigente, es una palabra pertinente para este tiempo dicha por el señor que cobra vida en el contexto en el cual estamos usted y yo, hermanos. Quiere decir que el buen consejo de él, es que nos remitamos a las Escrituras, como ancla segura, como palabra que no puede fallar, que nosotros estamos llamados a evaluar lo que está pasando solamente con la palabra de Dios.
Yo recuerdo en el… por lo menos en diciembre del ‘99, diciembre de 1999, yo sé que fue todo el ’99, los debates era primero que si el siglo XX terminaba ahí, el 31 de diciembre del ’99, y estaban los teóricos y la gente contando y dándole para atrás y recogiendo historias porque esto no sabe nadie, hermano, por donde estamos en sí, decimos 2009 pero nadie está seguro de que eso sea así. Comienza la gente que si el siglo XX termina ahora o el 31 de diciembre del 2000. Bueno, debates van y debates vienen, muchos de ellos ni siquiera edificantes fueron.
Luego vino el siguiente debate con las computadoras, el 31 de diciembre del ’99. Y se lo digo, mi hermano, sin ofender a nadie pero hasta los pelagatos opinaban de computadoras, de informática, de cualquier cosa como si fueran expertos de la materia. Que los aviones, que los elevadores, que aquí, que aquí. De momento llega todo eso a la Iglesia y los hermanos ya preocupados, una Iglesia desorientada… que el conserje del edificio dijo que los ascensores no van a trabajar esa noche… que los aviones todos se van a caer porque las computadoras van a leer el 2000 como si fuera un cero, que hay males en los últimos dos dígitos.
Hermanos, se levantaron expertos, no sé si aquí se levantaron algunos. Hermano, como me pasó a mí una vez en un trabajo que fui a solicitar en Santo Domingo y me llamaron a esa compañía industrial, me llevan al departamento de recursos humanos y con la primera pregunta yo tuve para irme de ahí. Yo pensaba que calificaba en ese trabajo, me dice la encargada: ¿usted sabe operar una computadora? Le dije: yo no sé ni encenderla, yo no sé ni por dónde se prende eso. Hasta ahí llegó la entrevista. Pase buenas tardes y que venga el que sigue.
Si yo no sé de eso, hermanos, qué es lo que voy a decir que yo no sé de eso. Entonces, personas que no saben absolutamente nada, usted los ve opinando; pero lo grande del caso es según el apóstol Pedro que el problema no es que esta persona se levante, ese no es el problema. El problema es la gente que siguen a esta persona, entonces, quedan tan desorientados como la misma persona que los está orientando porque no tiene ningún fundamento.
La palabra escrita de parte de Dios es un legado que vale oro. Mire todo el esfuerzo que ha hecho Dios, solamente miramos nosotros el final del siglo XV o el siglo XVI con la reforma protestante y que este libro, tanto Juan Gutenberg como Martín Lutero, poder comenzar a traducir esto, hermano. El privilegio que tenemos los hispanos de que ya bien cerca de ahí Casiodoro de Reina nos tenía la Biblia en español.
Y como Dios, a través de hombres, de mujeres, de agencias... Hermanos, que la Biblia sea traducida, traducida, traducida, hay un empeño generalizado para que la palabra escrita esté en todo idioma, todo dialecto, toda nación… que sepan de fuente segura cuál es la voluntad de Dios, qué es lo que Él quiere para nosotros.
Todo el Apocalipsis, todo este preámbulo, todo este prólogo, hermanos, es conducente para que nosotros estemos claros y amantes de la lectura bíblica, de oír la palabra, de guardar la palabra, de practicar la palabra porque mientras más la practicamos, más se ejercitan nuestro sentidos. Yo entiendo que es muy bueno cuando nosotros les decimos a las personas anhele la palabra de Dios como la leche, como un niño anhela la leche. Eso está correcto, una leche no adulterada, pura, de la madre a la criatura. ¿Pero nos vamos a quedar siempre de ese tamaño? ¿Vamos a ser siempre unos inexpertos dependiendo siempre del seno de mamá?
La palabra de Dios aspira a que uno crezca en conocimiento que uno ejercite la palabra del Señor para que sea diestro para que tenga experiencia y todo este tipo de cosas las pueda manejar como un experto en la palabra del Señor. Usted mañana va a llegar a su trabajo o al centro de estudio y usted es el que tiene la razón, hermano, usted es el que puede opinar con base, porque la opinión tuya, tiene que sanar al que te esté oyendo. Oh, gloria a Jesús.
Este señor que era un emperador muy grande, el tal Nabucodonosor. Ese hombre tuvo muchas revelaciones de parte de Dios. Dios en su infinita misericordia hablándole a este hombre para que cambiara, y en una ocasión Dios le dio un sueño y como siempre Dios hace se lo bloquea a los astrólogos y adivinos para que no digan lo que no es porque son expertos diciendo lo que no es y quedar bien con el rey. Entonces, el hombre cuenta el sueño y nadie, nadie da con la interpretación pero Daniel que tiene la interpretación correcta le dijo a este hombre: mire, este sueño es esto, esto, esto, esto lo otro y ese eres tú. Ahora, después de contarte la interpretación del sueño ahora te voy a dar un consejo: arrepiéntete de tus pecados, arrepiéntete Rey de tus pecados, humíllate delante de Dios.
Porque hermano no podemos quedarnos callados cuando previamente somos informados de parte de Dios de lo que va a ocurrir. Usted y yo tenemos que ponernos en la brecha, en el centro de estudio, en el centro de trabajo, en el vecindario, en el hogar… donde Dios lo permita para decirle al mundo cuál es el nivel, qué es lo que está pasando.
Digo, yo te recomiendo que te arrepientas. Decirle eso a ese hombre; el no tenía que escribir, nomás tenía que hacer señas y le cortaban la cabeza a Daniel, fácilmente. Y el hombre no tomó en cuenta el consejo divino a través de un hombre y pasó 12 meses haciendo lo mismo y a los 12 meses vino la sentencia de Dios, el cumplimiento y el hombre se quedó loco de remate por siete años… peor que de remate. Informados ya nosotros tenemos que hablar pero siempre en base a la palabra de Dios. Nosotros tenemos que ver cualquier mover del Espíritu Santo de Dios, que no estoy hablando doctrinas raras ni espíritus raros sino del Espíritu Santo de Dios, aún ese mover, hay que evaluarlo por lo que ya está escrito porque Dios no se va a violar a sí mismo, su palabra de mano Dios no la va a corromper. Entonces, si no puedo medir eso a la luz de la palabra del Señor, lo menos que puedo hacer es quedarme tranquilo y esperar que el mismo Dios tal vez con el tiempo me explique qué experiencia fue que yo pasé. Oh, gloria a Jesús.
En el Libro de los Hechos, hay también otra experiencia que la narra Lucas porque era un hombre muy observador, por la formación misma, profesional que tuvo más el Espíritu Santo en su vida, era un hombre que podía observar y podía escribir lo que él observaba experimentalmente como se le quiera llamar. Y la Biblia dice que él y Pablo y otros más llegaron a un lugar llamado Tesalónica y los hermanos de Tesalónica recibieron la Palabra de Dios en medio de una gran tribulación, problema terrible. Y Pablo siendo perseguido, acusado, apedreado, pero ahí Dios lo ayudó para que por más o menos tres semanas Pablo pudiera pasar un tiempo con ellos y explicar la palabra del Señor, lindos los hermanos de Tesalónica.
Luego, Pablo tuvo que salir huyendo y de ahí llegó a un lugar llamado Berea y aquí es que viene la observación del Doctor Lucas porque en Berea él vio que los hermanos igual recibieron la palabra con solicitud pero estos era distintos de los de Tesalónica porque escudriñaban en lo que estaba escrito probablemente el antiguo testamento nada más, para ver si lo que Pablo estaba diciendo era así o no era así.
Lucas no es ningún protagonista allí, Lucas está observando las cosas y observando el perfil de estos hermanos me parece ver hablar con el Apóstol Pablo diciéndole: noto la diferencia; los hermanos de Tesalónica son amorosos, tienen fe, tienen esperanza, se mueven sin mandarlos, hacen esto, esa gente son increíble, se ganan a Macedonia, acá y a todo para Cristo. Pero veo cierta diferencia entre aquellos y éstos, los de aquí son más nobles, aquellos son nobles pero los de aquí son más nobles porque estos están día a día escudriñando las escrituras para comprobar que lo que Pablo está predicando o enseñando está de acuerdo con lo que está escrito.
Y aquí viene entonces hermano de parte de uno, la inquietud, muy probablemente, ¿por qué Pablo nunca le mandó una carta a los hermanos de Berea? ¿Por qué no se le escribe a ellos? Y ¿qué ustedes creen que puede ser la respuesta? ¿Qué a un hermano así no hay que mandarle cartas? ¿Con gente como la de Berea no hay que enviarle cartas? Los Tesalonicenses mírenlo ahí, Pablo sale, se va, luego mandan una pregunta. Dice, ahora estamos nosotros turbados no sabemos bien esto de arrebatamiento, quién viene primero si el anticristo, la apostasía, no, que estamos turbados. Y Pablo dice: yo no se los decía a ustedes cuando estaba allá.
Pablo lo dice Primero y Segundo a Tesalonicenses. Dice: ¿pero cuándo yo estaba con ustedes yo no les decía esto? Sí, tú lo decías pero nosotros no pusimos mucha atención. El típico caso del que pregunta por una dirección bien difícil, el otro se lo explica y después dice: ¿tú entendiste? Y dice, no, nada. Dice, yo le dije a ustedes como eran las cosas, ¿saben por qué les pasó eso? Miren hasta se levantaron unos tipos allí diciendo que no había resurrección y ellos le creían eso. Ven, hermanos, como la Iglesia puede quedar desorientada completamente sin esa brújula que es la palabra de Dios. Hermanos, cuando es quitada la intensión de leerla, de escucharla, de practicarla, de guardar la palabra de Dios.
Miren, hermanos, los sentidos espirituales se ejercitan, cualquier cosa que pasa dondequiera uno rápidamente los filtra por la palabra de Dios pero en fracciones de segundo recibe aprobación o eso no está bien, pero rápidamente. Y si no tiene la capacidad mental para eso no tome ninguna decisión, espere llegar a su casa, abra su Biblia, llame al pastor, un maestro o alguien que te oriente porque si los reyes llamaron a los profetas, llame usted a su pastor, llame usted a su maestro. No le quiero poner más trabajo, hermano, pero... Oh, gloria a Dios.
O los que están cerca porque el pastor debe tener mucho trabajo. Gloria a Dios. Pienso que nos pasa lo mismo, hay mucha gente que me acerca a mí o a mi esposa y nos dice, ay, no hicimos tal cosa porque usted siempre tan ocupado. Y yo: no, no, espérese un momento hermana, nosotros siempre estamos ocupados pero siempre estamos disponibles. Siempre estamos disponibles porque por eso uno está en esto y uno no está en esto porque uno quiso, fue porque de ahí arriba metieron a uno en esto porque nadie con juicio normal se mete en esto.
Uno está en esto porque Dios confió y puso a uno en este asunto pero, de lo contrario, uno estuviera como está el grupo también. Gloria a Dios. Pues yo siento que la sanidad de esa Iglesia, radicó en tener las Sagradas Escrituras como autoridad máxima, como palabra infalible, como la palabra de mando y reconocer que es Dios a través de estas personas.
Hermano, y entrando a la parte ya concluyente de esta presentación yo encuentro por ejemplo en el caso de Daniel y traigo un poco a Daniel para acá para que nos oriente un poco concerniente a la situación que Daniel dice dos veces en el capítulo dos… Él está hablando de una situación escatológica, un poco también confusa. Dice, mucho mover de la gente de un lugar para otro, las migraciones por cualquier razón, al momento, ahora mismo yo estoy hablando y tiene que haber más de tres millones desplazándose o desplazados en algún lugar del mundo que estamos en un lugar que no somos de ahí, que llegamos porque alguien no trajo o lo que fuera pero que no somos. Habla del aumento de la ciencia de una forma desorbitante y tantas cosas como ocurriendo muy rápido, ocurriendo como muy rápido entonces él dice, mira, los entendidos van a entender, los entendidos comprenderán, los entendidos van a comprender qué es lo que está pasando y, ¿quiénes son los entendidos?
Yo no me encuentro esto aquí en la Iglesia, yo no hallo que la Iglesia es la entendida, la conciencia de la humanidad. Dios ha tenido, hermano, confianza en nosotros, nos ha dicho ahí está mi palabra, ahí está la revelación entiéndela, compréndela, sal y explícale a la gente qué es lo que está pasando, hazlo fundamentado en la palabra de Dios no en ningún libro del pastor Pedro Julio, en lo que diga la Biblia.
Usted lo puede leer los libros también. Pero tiene que ser la autoridad bíblica, la palabra del Señor. Dice, “los entendidos van a comprender, lo entendidos.” ¿Quién es el entendido? Aquél que previamente informado de parte de Dios de las cosas que están sucediendo en el presente y de las cosas que van a ocurrir en un futuro no muy lejano. Gloria a Dios.
De ahí de Daniel, capítulo 12, caemos una vez más donde el Apóstol Pedro segunda carta capítulo tres, donde él dice, hermano, esta es la segunda vez que yo le escribo y para mí no es ninguna molestia escribirle para despertar su limpio entendimiento… su limpio entendimiento; y vuelve otra vez a llover sobre mojado para explicarle las cosas que están dentro de la agenda escatológica de Dios. Esto debe suceder de esta manera, por lo tanto, volvamos al capítulo 14 del Evangelio de Juan y no se turbe nuestro corazón, creámosle a Dios, creamos también a la palabra de Cristo Jesús que es el logos eterno, que es la palabra que se humanó y habitó entre nosotros.
Nos clarificó las cosas para que ahora de una forma cómoda, solamente tengamos que pisar donde él pisó. ¡Oh, gloria a Dios, qué lindo es tener la palabra escrita como ancla segura! ¡Qué bien hacemos nosotros en seguir esa palabra como antorcha ardiendo en medio de un mundo que está en tinieblas y tenemos que poner atención a esa escritura hasta que Cristo aparezca. Gloria a Dios. Entonces le diremos a Dios Escritura, porque ya Cristo llegó, el consumador de todas las cosas.
Iglesia de Jesucristo que está aquí presente en León de Judá y los que están oyendo a través de Internet este es un tiempo de oro para la Iglesia. Este es uno de los mejores momentos de la Iglesia de Jesucristo, el dormir se terminó para nosotros. Nosotros tenemos ahora que ocupar el puesto al que Dios nos ha llamado, mírese como un vigilante en la ciudad, mírese como un instrumento de Dios en el lugar donde usted está, nosotros no estamos llamados a propagar rumores. Creo que el lenguaje nuestro ha sido dañado un poco en los últimos meses y hemos cambiado una realidad por otra. No digo que escondamos una cosa por decir que no hay si hay, pero hermano, Dios sigue ahí, él no ha cambiado. No sé qué le pasa a mucha gente, Dios está ahí, hermanos.
Jacob lo dejó por 20 años y volvió y lo encontró en el mismo sitio donde él estaba. Dijo: mira, yo estoy aquí, yo no me he movido de aquí. Tú me hiciste una promesa aquí en Betel y aquí te estoy esperando. Dios no cambia, parecen absurdas las cosas de Dios pero cuando las creemos, eso es claro. Elías muévete. Oh, gloria a Dios, santo es el Señor. Muévete Elías. Después de estar en un hotel cinco estrellas, mi hermano, Dios alimentándolo, hermano, agua pura y comida dos veces al día. Se seque el arroyo y para afuera Elías. ¿Y para dónde voy? Donde una viuda. Adónde, en Sarepta de Sidón, fuera de país. Ya yo hablé con ella para que ella te mantenga. Llega Elías, saluda a la doña y dice. Doña, dígame lo que hay en su casa. La señora le dice: comida para un día y dos personas. Oh, gloria a Dios.
Y Elías mira para arriba. ¿Tú me mandaste aquí? ¿Tú hablaste con esta señora? Porque hay comida para un día y dos gente y conmigo somos tres y no voy a durar un día aquí. Hermano, Dios está en el mismo lugar, Dios no se ha movido. Oh, gloria a Jesús. Sí señor en el nombre de Jesús para bien, Dios desata bendición para su pueblo y Dios prueba nuestra disposición, hermanos. Dios observa si estamos dispuestos o no estamos dispuestos a nosotros servir y a obedecer su bendita palabra. Dios comienza a medirnos desde aquí desde el interior viendo la disposición nuestra. Dios está en el mismo lugar, nuestro vocabulario no puede ser alterado, debe ser mantenido igualmente, hermanos.
Tenemos que reconocer lo que está pasando, nosotros ya fuimos informados. Gloria a Dios. En otra ocasión yo pienso que podemos seguir hablando porque esto se terminó el tiempo y bueno y hay tantas cosas que decir de las palabras del Señor que el tiempo no basta, nunca alcanza porque uno habla y habla y esto fluye y fluye como un panal pero de miel pura. Gloria a Dios.
Pero vamos a usar de la prudencia y vamos a detenernos en este punto hermanos, pidiéndole por favor que incline su rostro y cierre sus ojos. ¡Oh, bendito sea tu nombre! ¡Padre cuánto te amamos! ¡Cuánto te queremos! Qué dichosos somos nosotros la primera bienaventuranza del libro de Apocalipsis, leer tu palabra, oír tu palabra, guardar tu palabra Señor, pertinente a toda la Biblia pero bien enfatizado en la revelación del Apocalipsis.
Gracias Señor por el privilegio de ser informado antes que las cosas ocurran, no para apropiarnos de esta información, no para interpretarla de manera privada, para salir, para comenzar por casa, para hablar con nuestros parientes y decirle bíblicamente lo que está ocurriendo. Gracias porque somos los José de este tiempo. Gracias, Señor, porque esperamos no defraudar la confianza que tú has puesto en nosotros como Iglesia.
Oh, Dios, retira de nuestros corazones, retira de nuestras mentes inquietudes que no vienen de parte tuya y afírmalo en la esperanza, en la confianza, en la paciencia y en la fe. Dios agarrado de esa ancla segura, tu palabra escrita. Gracias te damos Señor. Mira Dios si hay algún corazón tocado, dispuesto a nacer de nuevo, entrando Dios mío en esa sala de operación con tu Santo Espíritu, Dios para producir esa redención. Bendigo esa decisión, Señor, la bendigo por el Internet, la bendigo aquí presente, mi Dios. Que tu palabra nos cubra, que tu palabra nos oriente Dios claramente. Oh, Señor gracias te damos, en el nombre de Cristo Jesús, amén y amen.
No te lleves de regreso tu paralítico
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Lucas, capítulo 5, versículo 17. Voy a ser juicioso en el nombre del Señor con el tiempo también, pero por lo menos plantar una palabra una semilla de fe allí en su espíritu, en su corazón. Dice la palabra, el Señor, Lucas 5, 17, "aconteció un día, que él, Jesús, estaba enseñando y estaban sentados los fariseos y doctores de la ley, los cuales habían venido de todas las aldeas de Galilea y de Judea y Jerusalén. Y el poder del Señor estaba con él para sanar,” nota por favor, Meches, gracias. Y sucedió que unos hombres que traían en un lecho a un hombre que estaba paralítico, procuraban llevarle delante de él, pero no hallando como hacerlo,” aquí está el obstáculo, “pero no hallando cómo hacerlo a causa de la multitud, subieron encima de la casa y por el tejado," es decir por el techo, “le bajaron con el lecho poniéndole en medio, delante de Jesús.
Al ver Él la fe de ellos, les dijo, hombre…” –en los dos otros pasajes dice hijo; en los pasajes paralelos de Mateo y Marcos, “hombre tus pecados te son perdonados.” Entonces los Escribas y los Fariseos comenzaron a cavilar,” es decir a hacerse… a cuestionar en sus mentes, diciendo, ¿quién es este que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios? Jesús entonces, conociendo los pensamientos de ellos, respondiendo, les dijo, que caviláis en vuestros corazones, qué es más fácil decir, tus pecados te son perdonados, o decir, levántate y anda. Pues, para que sepáis que el hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados, dijo al paralítico, a ti te digo levántate, toma tu lecho y vete a tu casa. Al instante, levantándose en presencia de ellos y tomando el lecho en que estaba acostado se fue a su casa, glorificando a Dios. Y todos sobrecogidos de asombro glorificaban a Dios y llenos de temor decían, hoy hemos visto maravillas.” Bendiga el Señor su Santa Palabra.
Hermanos, como ustedes saben, estas semanas estamos predicando sobre el tema de la fe y nuestra meta es que todo este año 2009, nos llenemos de esos principios de fe escarbemos allí en lo profundo de la Palabra de Dios, vayamos hondo minemos, hagamos trabajo de mineros para extraer de lo profundo del suelo de Dios esas verdades que tienen que ver con el tema de la fe.
Yo siento que Dios quiere ungir y preparar nuestra congregación. Cuando Dios quiere hacer algo, siempre prepara primero los instrumentos que va a usar. Cuando el Señor iba a comenzar a hacer milagros en medio de Israel, para entrarlos a la Tierra Prometida, llamó a Josué y le dijo, mañana yo voy a comenzar a hacer milagros entre ustedes, y entonces dijo, manda a los hombre a ser circuncidados, que se purifique todo el pueblo, que se purifique todo el pueblo.
Cuando Dios quiere hacer algo, primero tiene que trabajar en los instrumentos, tiene que limpiar las vasijas, tiene que preparar los instrumentos que él va a usar, y él quiere que tú te prepares, que yo me prepare, que nos purifiquemos… que busquemos la unción de Dios, Que permitamos que Dios transforme las estructuras de nuestra mente, nuestra sensibilidad espiritual, porque cuando nuestras estructuras no están preparadas, no van a poder contener la unción de Dios.
Lo primero que tiene que ser preparado, y yo por eso siento que este año es un año de preparación de enseñanza en el área de la fe. Dios me dio esa palabra la víspera de año nuevo acerca de un año para hablar, para meditar, para vivir principios de fe y todo comienza precisamente preparando nuestra mente, nuestro concepto, nuestro entendimiento... Yo les decía a los hermanos, esta mañana, en el servicio de las 9, primera vez en muchos años que me pasa esto, se me olvidó cambiar el reloj. En cuanto se le olvidó esto… ajá… aún a las 12 todavía no sabía, eso quiere decir que estaba durmiendo, y a las 11:45. Pero, se me olvidó cambiar el reloj, que lo tenía muy presente. Y sabe lo interesante, bueno… llegué aquí con la lengua afuera, llegué aquí a las 9 :14, 9:15... Rogándole que no me viera un policía de esos de los troopers de Boston. Y sabe qué, yo miré mi computadora como cuatro o cinco veces y vi el reloj, porque tú sabes que las computadores tienen... y se ponen al día, es decir, no es como el reloj de mano de uno, que uno tiene que cambiarlo, no. Lo que es el celular y los relojes de las computadores se ponen enseguida en la nueva hora, pero yo lo miré como cuatro o cinco veces, porque estaba trabajando allí en ella, etc. Y sabe qué, lo miré pero no vi la hora verdadera.
Y a las 7:57 yo estaba de lo más feliz porque me quedaba un tiempecito y terminar, y venir a la iglesia, no sabía que eran las 8:57. El gran pánico cuando sentí que me di cuenta de la verdad terrible, pero sabe, lo que quiero decirle es lo siguiente ve, ¿por qué yo no vi la hora en el reloj? Porque yo, en mi mente, estaba en la hora antigua. ¿Usted entiende? Digan, hmm, sonó bien… Yo estaba en la hora antigua, es decir, mi mente estaba pegada… yo todavía no había echo el ajuste, la hora había cambiado, la realidad había cambiado pero mi mente no había cambiado. Entonces, cuando su mente no cambia, usted ve lo que usted quiere ver y lo que usted cree que tiene que ver. Es así, esa es la mente. Usted proyecta lo que usted cree, lo que usted piensa, los paradigmas, para usar una palabra filosófica grande. Según los paradigmas que usted tenga así va a suceder en su vida. Si su mente no está preparada, no se ha anchado para que quepa el vino nuevo de Dios en su vida, usted no va a poder recibir lo que Dios quiere hacer porque usted va a estar viendo las cosas… las va a estar mirando, pero no las va a estar viendo. Y esto fue lo que pasó con esos Fariseos, y de paso estos hombres teólogos que tenían una teología fallida, no estaba preparada para entender toda la verdad mágica y poderosa que Dios tenía a través de la persona de Jesús.
Uno de los problemas precisamente en la fe es eso, hermanos, que nuestra mente tiene que cambiar y nosotros tenemos que ser lo suficientemente humildes muchas veces para que cuando Dios quiere hacer algo que no cabe dentro de los parámetros que nosotros tenemos establecidos, tener la humildad de decir, sabe qué, voy a anchar un poquito las paredes para que quepa la verdad de Dios en mi vida.
La mente tiene que cambiar, y es por eso que estas enseñanzas yo las lanzo como una forma de anchar nuestros parámetros, de expandir nuestra visión, nuestra capacidad de ver, porque estos hombres, estos fariseos, como usted ve aquí, cuando el Señor estaba allí en ese momento. El Hijo de Dios, el enviado de Dios, el Dios mismo delante de ellos, pero ellos no podían entender lo que Dios quería hacer y estaba haciendo en ese momento, porque sus parámetros teológicos no incluían la idea de que fuera Dios mismo que descendiera en forma de hombre, y que hiciera lo que Jesús había venido a hacer. Sus enseñanzas teológicas eran diferentes, su saco teológico era muy pequeño para que cupiera todo lo que Dios tenía encerrado en la persona de Jesús, por eso es que cuando el Señor Jesucristo dice, tus pecados son perdonados, era como cucleándolos a ellos, porque Él sabía… Él quería ver lo que ellos hacían cuando Él dijera eso, ¿por qué? Porque en su teología decía, solamente Dios puede perdonar pecados. Y el Señor decía, saque, exactamente.
Y por eso Él dijo tus pecados son perdonados, para ver qué ellos pensaban. Y claro, de momento se le fundieron los fusibles, la teología farisaica, porque ellos no podía… la computadora empezó a echar humo. ¿Qué hace con eso? Cavilaron en sus corazones, porque no estaban preparados, su mente no estaba preparada para recibir la presencia misma de Dios hecha hombre. Eso no estaba en la... usted busque en Isaías, está allí, pero de nuevo, los lentes que usted se pone le permiten ver o no muchas cosas en la vida. Yo le pido al Señor, Padre, ancha mis conceptos mentales, espirituales.
Hermanos, mire, esto no es ni siquiera donde yo iba a comenzar, pero si esto es lo que Dios quiere para ti, amén. Sé humilde y deja que Dios… ¿cómo lo pondría de esta manera? Dios quiere hacer algo nuevo, diferente, inesperado y necesita gente flexible y gente que esté dispuesta a dejarse moldear. Nosotros cantamos muchas veces, “toma mi vida y hazla de nuevo, yo quiero ser por tu poder un vaso nuevo.” ¿No? Es decir, el barro blando que en las manos del alfarero… cuando el barro se seca y se endurece ya no se puede hacer nada con él. Y Dios necesita gente que esté dispuesta a ir a otro nivel, que estén dispuestos a… mire, lo que Dios te pida, dáselo, si Dios tiene algo nuevo para tu vida, algo que tú no esperabas, algo que es inclusive escandaloso, no te pero.... mira, dáselo al Señor, vale la pena. Si Dios está hablándote en este tiempo en tu vida, si Dios quiere que tú le entregues lo que sea, una relación, una profesión, un sueño, unos planes acerca del futuro, un entendimiento de lo que Él quiere para tu vida y l oque tu piensas que él va a hacer en cinco, diez años, pónselo todo en las manos al Señor. Dile, Padre, lo que tú quieras de mí eso es lo que yo voy a hacer.
Si tú quieres que yo camine por un pordiosero por todos los caminos de la tierra predicando tu palabra, heme aquí, como dijo María, he aquí la sierva del Señor, haz de mí como tú quieras. Esa es la palabra del hijo de Dios... la hija de Dios, siempre. Porque a menos que tú no tengas esa visión abierta, sencilla, suave, maleable, Dios no va a poder hacer lo que Él quiere hacer con tu vida.
Yo le pido al Señor, Padre, haznos como niños verdaderamente, que podamos creer cualquier cosa que salga de tu boca. Pidámosle al Señor que cree una congregación de niños espirituales aquí, en el sentido bueno de la palabra. Gente moldeable, gente enseñable, gente inocente en el espíritu, gente que esté allí con el espíritu abierto para ver lo que Dios quiere, para que Él pueda hacer la obra que Él quiere hacer… Yo siento que él quiere trabajar en esta iglesia y hacer cosas verdaderamente grandes. Yo veo gente joven, jóvenes adultos, veo gente madura ya, cronológicamente y también en el Señor, veo profesionales, veo gente trabajadora, veo gente que no ha tenido muchos estudios y otros que tienen muchos estudios… mire Dios quiere convertir a cada uno de ustedes en un obrero poderoso, un evangelista, un guerrero, un profeta, una predicadora, una maestra, pero necesita que estemos abiertos a lo que él quiere hacer.
Que seamos esos odres nuevos, capaces de que cuando el vino se expanda dentro de nosotros tengamos la sutileza para expandirnos, porque si somos como el cuero viejo ese de los odres, ¿qué pasa? El cuero viejo ya está seco, no se puede expandir, cuando el vino... con la efervescencia del vino y los procesos químicos del vino nuevo comienza a expandir… no puede. No encuentra donde anchar, entonces muchas veces Dios tiene revelaciones a nuestras vidas, Dios quiere mostrar a un Jesús poderoso, un Jesús maravillosamente nuevo que es el mismo, sin embargo. Y nuestros esquemas son tan pequeños, nuestros esquemas están dentro de los esquemas religiosos, venir a la iglesia los domingos, ponchar la tarjeta e irnos otra vez para vivir como paganos el resto de la semana. Y Dios dice, no, yo quiero todo, yo quiero la totalidad de la vida, yo quiero que vivas como un levita, como una sacerdotisa metida en mi casa aunque esté en la calle pero metida en el espíritu en mi casa, adorándome, sirviéndome, cambiando tus paradigmas, cambiando tus patrones para yo poder usarte. Cambia tu mente, cambia tu actitud porque si no, no vas a poder entender.
Dios quiere una visión basada en fe, porque la fe es la plataforma, como hemos dicho, sobre la cual Dios puede llevar a cabo sus procesos milagrosos. La fe es lo que está aquí… hombre tus pecados, te son perdonados. Estos hombres ejemplifican ese elemento de la fe que Dios quiere impartir a nuestras vidas, Ese elemento de valor, de atrevimiento de audacia, que caracteriza. Una de las características de la fe… una de las características que usted va a ver a través de toda la escritura, que señala a las personas como gente de fe, es que son audaces, son atrevidos. Son incorrectos, son políticamente incorrectos muchas veces también. Y estos hombres como la mujer con el flujo de sangre, ejemplifican esa acritud de falta de corrección. Es una falta de ortodoxia en un sentido, de lo que se espera. Ellos operan fuera de la caja, como dicen en inglés.
Y esto… mucho de la fe se refiere a vencer obstáculos. Mucha de la gente que usted ve a través de la escritura, que son gente de fe, vencen obstáculos, vencen dificultades, las montañas son muchas veces símbolo del obstáculo, y por eso yo creo que el Señor dijo, si tuvieres fe como un grano de mostaza, ¿qué pasaría? Le dirías a ese monte muévete y échate al fondo del mar, y obedecería. Eso fue una hipérbole que el Señor usó, pero hey, yo creo que antes de que el mundo pase, va a tener que venir alguien para poder cumplir esa palabra del Señor y va a tener que mover un monte, yo no se cómo Dios lo va a hacer o quizás Dios ya lo hizo y nosotros ni sabemos. Pero, el Señor Jesucristo dijo, si tienes fe como un grano de mostaza, cualquier obstáculo, ese monte representa los obstáculos, las dificultades. La fe se especializa en quitar obstáculos. Como estos hombres quitaron el obstáculo, una multitud impide que ellos lleguen a Jesús, la casa está llena de gente, ellos tienen este paralítico que quieren exponer al poder de Cristo y no saben cómo hacerlo.
La fe siempre confronta y vence obstáculos, mucho de la fe tiene que ver con vencer deficiencias, vencer deficiencias. Si usted mira a través de la escritura, esa es una de las áreas. Por eso es que muchas veces la fe se identifica con gente débil, demasiado débil para la tarea que tienen por delante. Porque la fe tiene mucho que ver con debilidades que son sobrepuestas y vencidas por medio de la creencia en que Dios es poderoso para reponer lo que falta. Por eso es que siempre cuando usted ve fe, usted probablemente va a ver deficiencia que es esa igualizada o igualada o contrapesada por la fe. El caso clásico, la imagen gráfica clásica es la imagen de David y Goliat. David, muchachito jovencito, inexperto en la guerra, tierno, no tan tierno porque él le dijo a Saúl que cuando él era pastor y venía un oso a querer matar una oveja él lo cogía por la quijada, así que no era tan tierno tampoco, pero no era un guerrero experimentado. Fíjese, que cuando Saúl quiere ponerle la armadura de él, que era una hombre de guerra, fuerte y grande, ¿qué pasa? Le bailan la armadura al pobre David porque no era un hombre muy grande aparentemente. Y David le dice, sabe qué deja eso mejor aún lado porque yo tengo otras armas que tú no conoces. ¿Qué dice la palabra? Dice que nuestra armadura no es… dice que las armas de nuestra milicia no son carnales sino que poderosas en Dios, diga, en Dios. Para la destrucción de fortalezas.
Pero David en su pequeñez, y Goliat en su sobresuficiencia ejemplifican eso, ¿no? Que Dios iguala la diferencia. Recuerdo que yo les dije el domingo pasado acerca de la mujer con flujo de sangre y Jairo. Jairo era el hombre exitoso, influyente, poderoso con relaciones sociales influyentes. Esta mujer anónima, impura ceremonialmente sin recursos ya porque se lo había gastado todo, pero cuando su fe entra en acción ella se salta a la línea y se pone a la cabeza de la línea, porque la fe iguala deficiencias.
El gigante entonces es reducido a su tamaño real y el pequeño es subido a un nivel mucho más que suficiente, Porque la fe es lo que iguala los términos de la lucha en el mundo del espíritu, así que la fe es vencer deficiencias. La fe es atreverse a lo improbable. Hay cosas que parecen imposibles a los ojos del hombre, pero para Dios dice que todo es posible, todas las cosas son posibles para aquél que cree. Eso le dijo el Señor a Marta. Parecía imposible que un hombre que había estado muerto cuatro días, creo que era, ya olía en ese calor de medio oriente. Imagínese metido en una tumba, en una cueva envuelto en cuanto trapos había por allí, el pobre Lázaro. Cuatro días muerto y el Señor le dice, tu hermano va a resucitar. Y lo único que da la fe de Marta es para decirle, sí Señor, yo sé que resucitará en el día de la resurrección de los muertos. Y el Señor dice, no, no. Él va a resucitar ahora, aunque no parezca posible, aunque no parezca probable, ahora es que yo lo voy a resucitar. Es más, a veces el Señor permite que las cosas lleguen al nivel de lo improbable para entonces hacer el milagro, porque Él necesita que parezca imposible para que sea fe. Si fuera posible, entonces no sería fe, sería vista, sería otra cosa. El Señor permitió que se cocinara bien el pobre Lázaro allí en la cueva, que se madurara bien, perdone la expresión, no quiero dañarle la comida… para entonces hacer el milagro.
Porque el Señor se mueve en el terreno de lo improbable, y sabe qué, que muchas cosas Dios permite que los asuntos en nuestra vida lleguen a ese terreno y Él está allí madurando las cosas, y nosotros allí clamando, mira Señor ya me está llegando al cuello, me está llegando a la nariz. Padre, haz algo y el Señor espera a veces, hasta el último segundo, para intervenir, para mostrar que es él quien está obrando. No te dejes vencer por el tiempo ni por porque hayas clamado o esperado mucho. A veces Dios quiere precisamente que las cosas parezcan color de hormiga para entonces hacer la obra en tu vida. Entonces, la fe vence deficiencias, la fe se atreve a lo improbable. Este paralítico, imagínese, un hombre paralítico, no puede moverse, cuadriplégico en una camilla. Jesús no los conoce, la casa está llena de gente, está llena de dignatarios, dice aquí que de todas las ciudades de alrededor habían venido, sacerdotes, escribas, levitas, gente de conocimiento teológico para examinar a Jesús. Estaban allí ellos. Esta gente era del pueblo, no tenía educación teológica, no tenía una tarjeta de representación que los llevara donde Jesús. La casa está llena de gente, no hay por donde entrar.
Si hubiera sido yo me llevo mi paralítico otra vez, le digo otro día, tratamos, tú viste que tratamos, ¿verdad? Bueno, vamos a ver lo que pasa. Quizá venga otra campaña y entonces te podemos llevar. Era improbable que nada iba a pasar. Era improbable porque físicamente no podían, pero ellos se sobrepusieron a eso y buscaron una salida, buscaron una respuesta, la encontraron en el techo de la casa. Ahh, okay, vamos a quitar unas cuantas tejas y vamos a ver qué pasa.
Siempre, yo les decía a los hermanos, siempre hay una salida en Dios. Yo soy de los que creen que siempre hay una opción, siempre hay una solución. Siempre hay una respuesta que Dios tiene, nunca te des por vencido. Winston Churchill, creo que lo dije hace un tiempo atrás, ¿no? En el tiempo más oscura de la vida de Inglaterra, esa islita pequeña que es Inglaterra, porque la gente cree que es un país inmenso –es una isla. Y en esa isla, estaba la vista puesta de toda la maquinaria de guerra nazi con toda su potencia, con todo su poder Parecía imposible, todo Europa estaba arropada por el ejército nazi, parecían invencibles. Y Winston Churchill le dijo las famosas palabras a los ingleses en uno de sus discursos, les dijo, nunca, nunca, nunca se den por vencidos. Y se pararon en su fe y en su creencia y esa maquinaria nazi tuvo que caer de bruises ante la fe del pueblo inglés y de los aliados. Porque es que, hermanos, miren, El enemigo a veces parece que viene como agua, que viene como río impetuoso, irresistible. Pero en ese momento lo único que puede sacar a un hombre, una mujer del aprieto es pararse firme sobre lo que Dios ha declarado, y creer que aunque parezca improbable, imposible, para Dios siempre hay una salida.
Por eso yo digo hermanos, este tiempo financiero económico de esta nación y del mundo entere, parece como los muros de Jericó, cerrados, bien cerrados. Quién saca de este lío en que se ha metido el hombre, a la humanidad en este tiempo. Solamente un milagro de Dios. ¿Cómo vamos nosotros a pasar estos tiempos? Mire, agarrándonos de los cuernos del altar y clamando a Dios, y creyendo que Dios siempre tiene una solución, Dios siempre tiene una salida. A veces, las cosas parecen imposibles, todo cerrado, pero por eso están esos ejemplos allí en la escritura. No hay muro que Dios no pueda derribar, no pueda hacer caer, y ¿con qué cayeron los muros de Jericó? Con la alabanza, con la adoración, con la declaración profética, con el sedio, con el asedio… con el circulamiento del pueblo de Dios dando vueltas allí, dando vueltas hasta amarrar eso y hacerlo caer a pedazos.
Dios tiene siempre una respuesta, Dios tiene algo que puede hacer en tu vida. Yo le digo, Señor, ayúdame a creer en ti, porque yo me doy cuenta que mi fe es insuficiente, hermanos, para lo que Dios necesita hacer. Necesitamos una transformación, una operación quirúrgica de parte de Dios. Que Dios mismo nos meta su bisturí en nuestro cerebro y haga lo que tenga que hacer. Que haga unas conexiones nuevas, para que nosotros podamos tener la suficiente fe para creer que Él puede hacer lo que Él quiere hacer. El milagro es grande, hermanos, que Dios quiere hacer. La cosa es grande, hay algo en la Biblia que dice así, que la cosa es grande. En algún momento voy a pensar en eso, pero sí la cosa es grande, lo que Dios tiene es grande. Y, se necesita prepararse. El bebé pesa 14 libras hermanos, y hay que pedirle al Señor que le de fuerza a la mujer. La iglesia tiene que dar a luz, la iglesia tiene que dar a luz, la iglesia está lista para dar a luz, pero le falta fuerzas, es como una mujer que tiene que dar a luz pero está agotada, y no hay fuerzas para sacar al bebé y si se pasa el bebé, la va a matar a ella y va a morir el bebé.
No va a pasar eso, porque Dios es más poderoso que eso. Pero, hermanos, necesitamos pedirle al Señor darnos fuerza, ancha nuestras estructuras, nuestra mente, nuestra estructura espiritual para que podamos a dar a luz la vida de Dios, es importante que nosotros estemos a la altura de lo que Dios quiere hacer y que creamos que lo que parece imposible, lo que parece improbable, Dios lo puede hacer y que clamemos al Señor, paguemos el precio.
La fe siempre arriesga cosas, hermanos. En toda la escritura usted ve siempre que la persona que va a hacer algo, una hazaña de fe, tiene que arriesgar algo. Ustedes recuerdan lo que yo dije en una de las predicaciones anteriores, toda esa gente que arriesgó algo. Siempre hay que arriesgar algo, la fe es hermana del riesgo. Si no hay riesgo yo diría que no hay fe en alguna manera u otra. Allí está de nuevo la historia de Ester, por ejemplo. Ester tuvo que arriesgar algo para ser usada por Dios. Cuando llegó el momento de la verdad, nadie le había dado derecho para entrar en la recamara del Rey, ella no tenía un appointment, una cita, aunque era la concubina principal, la esposa del Rey. Y la ley decía, el que entra allí a ese lugar sin ser invitado, pena de muerte. Pero, había una necesidad, Dios quería hacer algo y el tío de Ester le dijo, mira, quién sabe si a ti te han puesto para este momento, y tú vas a tener que decidir, si tú no lo haces otra persona lo va a hacer probablemente. Pero te vas a perder la gloria de ser tú.
Así que mira a ver lo que hace. Y ella se atrevió, dice, puso a sus amigas a orar tres días y ayunar. Tres días. Ayunó ella y ayunaron sus amigas, sus compañeras. Tres días. Hermanos, hay veces que las cosas que Dios quiere hacer requieren un ayuno sostenido, una oración sostenida. Que digamos para, al mundo a la realidad, a los afanes, a los compromisos y a las cosas de la vida, que abramos espacio. Para mí, el ayuno es símbolo de abrir espacios, sí o ¿no? Porque el ayuno es cuando tú abres espacios en el tiempo porque sabes cuándo tiempo uno pasa a veces comiendo, es increíble el tiempo que sentado a la mesa, hablando y esto y lo otro, tres veces al día. A veces, muchos más que eso, mucho más al día de lo que debiéramos. Lo primero que pasa cuando usted saca tiempo para ayunar es que usted aparta el tiempo para el Señor y segundo, usted abre el tiempo adentro, también. Yo creo que se abre, es decir, se abre espacio. Ese espacio que iba a estar lleno de comida ahora está vacío.
Y Dios puede hablar a veces en esos vacíos que le abrimos al Señor. Y, ciertamente, hay algo también que se ha comprobado. Médicamente, experiencialmente que cuando hay ayuno hay lucidez mental, hay una apertura de la mente. Hay hambre, muchas veces, pero la mente está clara. Yo se lo puedo decir por experiencia propia. El Señor hace muchos años, hace 20 años me puso en un ayuno que yo no lo busqué, no lo pedí, no lo deseaba, era contrario a mi naturaleza y por casi un año yo estuve ayunando de todo tipo de carne, excepto así mariscos de vez en cuando, y yo… una persona más carnívora del mundo, no carnal, pero carnívora –es una diferencia. Y Dios me puso, me frenó en eso de comer carne y era porque yo tenía que hacer mi tesis doctoral y estaba pastoreando, trabajando y no tenía tiempo para parar ninguna de esas cosas. Y necesitaba una comida como Elías, poder seguir trabajando y además escribir una tesis doctoral sin consejero de tesis, ni nada, yo solito allí. Dios y yo solamente.
Y Dios me puso un ayuno, y a raíz de comenzar ese ayuno que me salió de la nada, comenzó entonces la vitalidad mental que yo necesitaba para escribir, escribir, escribir. Meches está allí, ella sabe, ya estábamos casados. En seis meses Dios me permitió hacer una tesis de 500 páginas y someterla a un jurado implacable y Dios permitió que saliera airoso. Y también completar otros requisitos, también, en menos de un año para gloria del Señor porque Él, y la lucidez mental y claridad que yo tenía en ese tiempo, y la claridad mental increíble. Porque el ayuno hace eso, el ayuno abre espacios para que Dios pueda obrar, limpia el panorama. Por eso es que el ayuno tiene tanto poder, es algo misterioso. Pero a veces tenemos, hermanos, si queremos… conforme a lo que queremos que Dios haga, a veces tenemos que pagar un precio, la salvación es gratis pero todo lo demás… ni eso es gratis, porque el Señor tuvo que pagar un gran precio. Dios pagó un gran precio por la salvación, siempre hay algo que pagar.
Ahora si tú quieres entrar en mayor nivel de unción paga el precio, ora, ayuna, busca el rostro de Dios. Ester tuvo que clamar a Dios, y tuvo que decirle a sus amigas... únanse a mí, vamos a orar, vamos a clamar. Es más, y dijo, dile a todos los judíos en la zona que oren y ayunen también porque la cosa era grande, lo que tenía que hacerse era grande. El milagro que se requería era cambiar un decreto del rey, que era en el sistema de esa época Medo Persa, eso era imposible. Una vez que el rey daba su palabra, y él había decretado que en tal día los judíos tenía que ser exterminados. Sabe que la guerra contra los judíos no es solamente del nazismo en el siglo XX, eso ha sido a través de todos los siglos porque el diablo odia al pueblo de Dios. Y también, porque el pueblo de Dios no ha hecho su parte, ha sido cabeciduro, siempre. Ya voy terminando, pero el caso es que ella dijo, pongan a todo el mundo a orar y ayunar y yo voy al cabo de ese tiempo, yo voy a entrar a la corte del rey. Y cuando ella hizo eso, Dios hizo lo que tenía que hacer. Y ella arriesgó algo.
Nosotros tenemos que arriesgar algo, hermanos. Según el milagro que tú quieres que suceda, tú tienes que arriesgar algo. Si no te cuesta nada, no es adecuado. Tienes que arriesgar algo muchas veces para que Dios pueda hacer la obra que Dios quiere hacer en tu vida. A veces, hermanos, la fe es imprudente. La fe está mezclada con la imprudencia muchas veces. Es interesante eso de que muchas veces hay una descortesía afiliada con la fe, o hay una falta, a veces, de sabiduría según los hombres estiman la sabiduría. A veces la gente de fe es una gente poco cortés. Son atrevidos, son impulsivos, son emprendedores, son guerreros y hacen cosas que no son. Mire estos hombres aquí. Ellos tenía que traer a su paralítico ante el Señor, no había entrada, ellos rompieron el techo, se expusieron a que les metieran una demanda por daños a la propiedad. Se impusieron sobre la predicación de Jesús, fueron descorteses con toda la gente que habían venido a escuchar un sermón de parte del Señor. Pero ellos dijeron, nosotros tenemos una necesidad. Hemos venido y no nos vamos de aquí sin ver a ese hombre cargando su camilla.
Fueron imprudentes. Fueron poco corteses. Muchas veces hay que ser así para recibir algo de parte del Señor. Mucha de la gente que recibió de Dios, fueron descorteses, fueron imprudentes. Incluyendo esa mujer del flujo de sangre, incluyendo Bartimeo que gritó y gritó y gritó, y todo el mundo decía ya cállate que estás molestando a los vecinos, y él dijo, no, Señor, hijo de David, ten misericordia de mí. El Señor se detuvo y lo atendió, ese hombre salió sanado de allí, porque fue insistente. Piense en el vecino que viene a media noche a donde su vecino. Le llegó gente a la casa, no le mandaron un e-mail diciéndole vamos a llegar a las 11:45 de la noche o las 12. Se aparecen, como se han aparecido así en nuestros países, ¿verdad? Cuántas veces no le ha llegado gente a la casa, cuando usted menos lo espera. Porque están acostumbrados a eso. Cuántas veces no llega gente y le dice, mira voy a visitarte este verano, pero no le dicen cuando y le aparecen allá con todos los motetes a quedarse dos semanas en la casa. ¿Le ha pasado eso a alguien alguna vez en su país? Confiéselo, claro que sí.
Y en esos tiempos de Israel, era así. La gente no tenía forma de comunicar cuándo llegaba así que se podían aparecer, si el caballo se les quebraba una herradura, llegaban a la hora que llegaban. Se le aparece gente inesperadamente a media noche, él no tiene azúcar, no tiene café para darles en ese momento y no quiere pasar la vergüenza de no tener nada que ofrecerles y dice, pérate Agapito aquí al lado, claro que sí. Déjame ir a ver, él tiene café, yo sé porque lo olí el café esta tarde cuando lo estaba colando. Va allá, le toca la puerta, Agapito está rendido, roncando a pierna suelta y no quiere abrirle. Ya lo escucha pero se hace de cuentas de que no le oye. Pero la premura de este hombre es tan grande, la presión que él tiene encima es tan grande de no pasar la vergüenza que él sigue tocándole, tocándole, tocándole hasta que finalmente Agapito dice, sabe qué para no cogerlo de los moños y darle una buena bofetada le voy a dar el bendito café ese. Le abre la puerta, le entrega lo que quiere y el hombre se va lo más risueño a atender a sus invitados, y el Señor dice así es que tenemos que ser para recibir de Dios.
Tenemos que ser persistentes, tenemos que ser insistentes. A veces tenemos que ser importunos, tenemos que ser imprudentes. Hay veces, hermanos, hermanas, que Dios va a pedir algo de ti, esperar algo de ti, y tú vas a tener que decir, mira aunque piensen los vecinos lo que pienses, aunque mi familia diga que estoy loco, lo voy a hacer porque eso es lo que el señor ha puesto en mi corazón. Y muchas veces usted se sale con la suya, o con la de Dios, depende como usted lo mire. Porque usted se atrevió a ser imprudente en el Señor. La locura de Dios es más sabia que la sabiduría de los hombres, dice la palabra del señor. Dios necesita gente, mire a veces nuestro problema es que somos demasiado prudentes. Hay personas que yo les digo, mira, tú definitivamente necesitas crear prudencia en ti. Hay otros que yo les digo, tú tienes que ser imprudente. Algunos somos tan corteses, tan apropiados, tan correctos, tan sabios en nuestro proceder, tan conservadores, tan planificadores, que Dios no puede moverse a través de nosotros, porque estamos –e iba a decir estreñidos… estamos restringidos… y necesitamos que Dios nos haga más fluidos.
Por eso, esta tarde, hermanos lo que hicimos aquí, de vez en cuando ustedes saben. Sacamos tiempo y decimos, sabe qué, el programa, ese coro… lo tiramos, el otro por acá, el plan que teníamos… y decimos, Señor, haz tú lo que tú quieras. Porque eso es, no solamente glorifica al Señor, no solamente permite que Dios sea glorificado como Él quiere, pero yo pienso también que es un ejercicio para esta Congregación, mental y espiritual, de decirnos a nosotros mismos: somos un pueblo que fluye conforme al espíritu de Dios. Y cuando el Espíritu Santo dice, yo quiero que me adoren y que saquen tiempo para estar conmigo… los niños están aquí, hermanos.
Llegaron los niños. Déle, cómo es que dicen por allí… quién que está aquí… El caso es hermanos, mire déle gracias a Dios que ellos están allá arriba la mayor parte del tiempo. Lo que pasa es que nos excedimos, pero gloria a Dios.
Lo que estoy diciendo hermanos, mire, necesitamos a veces romper el molde. Necesitamos salirnos de lo correcto. Okay. Son las dos y media, se supone que a las dos estamos afuera, pero de vez en cuando hay que darle al Señor un poquito más. Amén. ¿Sí o no?
Esa es una manera de mantener esta iglesia en sus paradigmas pentecostales, carismáticos, espirituales. Porque muchas veces, sabe, con el tiempo, las iglesias y los pastores nos vamos acostumbrando al programa, a la elegancia, a la mentalidad de clase media, burguesa. No hamburguesas, sino burguesas. Sabe, y entonces, ¿qué pasa? Que el programa se convierte en una camisa de fuerza que estanca el fluir del Espíritu Santo, entonces todo es el programa, el minuto, el terminar a la hora que dijimos que íbamos a terminar, y cantar el corito que dijimos hace una semana y media que íbamos a cantar. Y, hermanos, el pueblo de Dios es un pueblo guerrero, es un pueblo beduino, es un pueblo peregrino, es un pueblo que como los hebreos cuando se levanta la nube el pueblo se mueve, cuando se establece la nube el pueblo se queda. Eso es un paradigma que Dios estableció para que recuerde, el pueblo de Dios siempre fluye cuando un Espíritu fluye, no conforme a lo que usted quiere o yo.
Y a veces nosotros tenemos, que de vez en cuando, yo mismo tengo que tomar una pastilla pentecostal para recordar… ¿Por qué? Porque cuando uno se acostumbra… a nosotros nos gusta, gente como yo y como otros, nos gusta estar como al momento, al día, planificar, hacer las cosas que nos propusimos, seguir el plan, ser estratégicos y ¿sabe qué? A veces, eso se convierte en orgullo. Hay una arrogancia, allí, espiritual. Hay un espíritu de control, que toma control, y entonces Dios quiere a veces que recordemos, yo estoy en control y que le ofrezcamos al Señor ese apetito de control. Digamos, Padre, hoy quiero reconocer, yo te quiero dar este holocausto a ti, que el diablo menee la cola todo lo que quiera, pero te vamos a dorar a ti y vamos a darte a ti gloria y honra. Y eso es lindo hermanos.
Hay veces que hay que anchar los paradigmas, hay que ser imprudente, hay que ser un poquito desorganizado, mire, no hay organización más bella que la del Espíritu Santo. No hay adoración más hermosa y armoniosa que cuando el espíritu lo cocina, cuando el espíritu pone esa sazón que nadie más sabe. Eso glorifica, eso es bello, bello, bello. Así que, a veces hay que ser imprudentes, estos hombre fueron imprudentes, se impusieron sobre la agenda y sobre la propiedad de los demás.
Lo último, esta gente, muchas veces la fe requiere acciones desesperadas. A veces la fe requiere acciones desesperadas y que lo pongamos todo, todo sobre la mesa. Y que digamos, mira, si lo pierdo todo que perezca, pero eso… Dios no pide eso muchas veces, pero habrá ocasiones en tu vida en que tú vas a tener que hacer una decisión desesperada y que Dios te ayude y tenga misericordia de ti, para tu poder entrar en lo que Dios tiene para tu vida. A veces vas a tener que sacrificar lo que más amas, y vas a tener que ser radical y vas a tener que arriesgarlo todo. Todo por el todo. Jugártela el todo por el todo, para que Dios pueda hacer lo que quiere hacer en tu vida. Dios ama a la gente desesperada que no tiene nada que perder. El problema es que muchos de nosotros tenemos mucho que perder. Y por eso, a veces Dios no puede trabajar con nosotros y hacer lo que Él quiere hacer en nuestra vida.
Somos como el joven rico, que cuando viene ante Jesús desesperado porque tiene una depresión que lo está matando a pesar de ser un hombre muy religioso. Y le dice, Señor, ¿qué tengo que hacer para ser salvo? Y el Señor sabe ya de que pie cojea, y le dice bueno, nada, guarda los mandamientos… Ah, pero si eso yo ya lo he hecho, yo soy un experto en guardar mandamientos. Dice ah bueno, entonces mira, una cosita te falta nada más. Coge todos tus bienes, toda tu riqueza, véndelas, entrega el dinero a los pobres, despójate de todo lo que tienes y entonces ven y sígueme. Como quien no dice nada.
Y dice la Biblia que este hombre se deprimió, se puso triste. ¿Por qué? Porque tenía muchas posesiones, y el Señor dijo, ah qué difícil es para la gente rica entrar en el reino de los cielos. Y sabes qué, tú no tienes que ser un millonario para a veces ser rico. A veces somos ricos en otras cosas, somos ricos en relaciones humanas, somos ricos en dormir, somos ricos en un sentido del humor que no agrada al Señor, somos ricos en hábitos que empobrecen el fluir de Dios en nuestra vida, somos ricos en rencor, somos ricos en una boca que no debiera decir las cosas que decimos…. Somos ricos en muchas cosas, y Dios dice, entrégame eso y tú vas a ver como yo obro en tu vida. Entrégame eso y tú vas a ver cómo yo me muevo con poder en tu vida. Y sabe qué, muchas veces secretamente, hacemos como el joven rico y nos escurrimos y decimos, otro día volveremos a hablar Señor. Quizás un día de estos tú bajes el precio y quizás tú y yo podamos hacer el trato.
Hay muchas cosas… riqueza es lo que tú amas. Riqueza es aquello a lo cual tú estás apegado. Riqueza es aquello que tú piensas que si no lo tienes no puedes vivir sin ello. Eso es riqueza, no es solamente dinero. Y el Señor muchas veces requiere que tú te despojes de todo y que tú hagas un Ejercicio mental de perderlo todo para que entonces Dios te lo pueda dar todo. A veces nosotros tenemos que hacer un ejercicio mental, yo digo que es uno de los ejercicios más fructíferos de todos, tú vas a hacerte de cuenta que lo perdiste todo, y si lo perdiste todo, lo que quede es bendición, crema sobre el pastel. Tenemos que vivir así como que lo perdimos todo, todo es del Señor, y cuando tú está así que no tienes nada, Dios te puede usar.
Como esos cuatro leprosos que cuando había el hambre esa terrible en Israel, no tenía nada que perder. Y dijeron, sabe qué mira, vamos al campamento este de los Sirios, si nos matan somos unos leprosos viejos que no servimos para nada. Y nos vamos a morir de hambre de todas maneras, porque hambre hay en toda la tierra y así que si nos quedamos adentro nos morimos, y si vamos donde los Sirios, quizás tengan misericordia de nosotros y nos den de comer, y después nos cortan la cabeza pero nos morimos con el estómago lleno. No tenía nada que perder y sabe qué, cuando llegaron allí, ¿qué paso? Encontraron que el campamento estaba vacío completamente. Habían huido el ejército enemigo, porque Dios los había puesto a huir la noche anterior. Lo habían dejado todo. El resto del pueblo estaba metido en los muros allá, y ya Dios había resuelto el problema. Pero esa gente desesperada fueron los que pudieron descubrir lo que Dios había hecho.
Porque se necesita gente así, gente imprudente, gente desesperada, gente que no tiene nada que perder, como estos hombres. Ellos dijeron, bueno qué, si nos meten presos no importa. Vamos a hacer lo que tenemos que hacer. Hermanos, eso es lo que el Señor quiere. Pongámonos de pie. Samuel pasa por aquí un momento. Fe es vencer deficiencias, fe es atreverse a lo improbable. Fe es arriesgar cosas por Dios. Fe es a veces ser imprudente. Fe es ser desesperado y no tener nada que perder, porque ya tú lo has perdido todo, ya tú se lo entregaste todo al Señor. Esa es la plataforma que Dios quiere usar para hacer sus milagros.
Quiere el Señor levantar un pueblo así, comenzando con el que les habla. Padre, te lo entregamos todo, lo ponemos todo a tus pies, Señor. Todo lo que tengo, todo lo que soy te lo entrego en este día. Padre, yo predico esto y no sé de lo que estoy hablando, pero tú puedes iluminarnos, darnos entendimiento, créate un pueblo Señor, un pueblo, un pueblo, un pueblo que te agrade, un pueblo digno del tesoro que tú has confiado a nuestras manos. Señor, estamos cansados de la normalidad, estamos cansados de la respetabilidad. Estamos cansados de lo predecible, estamos cansados de la religión, estamos cansados de la rutina, estamos cansados de lo predecible... y queremos, Señor, que el viento del Espíritu Santo irrumpa con poder y trastorne toda la casa, Señor.
Espíritu de Dios, te entregamos todas nuestras riquezas, todas las cosas que amamos, incluyendo nuestros patrones mentales, la forma de pensar en la cual estamos atrapados, te la entregamos… los hábitos, Señor. Las actitudes autistas que frenan el libre fluir de tu espíritu, las rechazamos, renunciamos a ellas, renunciamos a lo que pensamos que es imprescindible para nosotros, te lo entregamos, Señor. Te lo entregamos. Créate un pueblo Padre, diferente. Señor, si tú tienes que sacarnos a nosotros y poner otro pueblo, pero que se haga tu voluntad, Señor. Cúmplase tu voluntad, vénganos tu reino Señor, vénganos tu reino Padre.
Tu reino es más importante que cualquiera de nosotros pero, Padre, te ofrecemos las vigas de este edificios, te ofrecemos su fundación, te ofrecemos sus salones, Señor. Te ofrecemos su techo, te ofrecemos cualquier recurso que tenga esta iglesia, te ofrecemos las almas, Señor, que pertenecen a esta comunidad. Te ofrecemos los talentos que tú has creado y que has testado, Señor, en esta familia. Todo lo ponemos a tus pies. Toda riqueza, toda corona, todo talento, toda posesión, Señor, a tus pies. Todo el tesoro a tus pies y no nos dejes caer de tu gloria, Señor, no nos dejes caer de donde nos has puesto, Señor, en este día. Amárranos a tu verdad, amárranos a tus principios, Señor, amárranos a tu gloria y a tu presencia Señor, por favor, no nos dejes apartarnos de tu gloria, Padre. Glorificamos tu nombre, bendecimos este pueblo, Señor, cada hondo, cada hondo, Señor, en nuestras vidas.
Te entregamos, Señor, todo lo que tenemos. Yo te suplico que si no has recibido a Jesús, como tu Señor y tu Salvador hasta hoy, hoy hazlo, allí donde tú estás, allí donde tú estás ahora mismo dile a Jesús, Señor Jesús, yo te entrego mi vida. Entrega tu vida al Señor, ahora mismo. Entrégale lo que más amas al Señor, di, Padre, entrego mi vida a Jesucristo ahora mismo. Díselo así con autoridad, convicción, con fe, dile al Señor, entra a mi vida, Jesús, ahora mismo. Entra a mi vida y lléname. Porque el Señor dice que si tú abres tu corazón Él entrará y cenará contigo y tú conversarás con Él. Así que en el nombre de Jesús, ahora mismo, entrega tu vida al Señor, y confiésalo como Señor y Salvador. Sal de aquí renovado, sal de aquí transformado, sal de aquí confrontado, quien quiera que sea que necesita hacer su pacto con Cristo, hazlo ahora mismo al Señor tu vida, Él va a escuchar, Él va a saber lo que tú estás haciendo allí en tu corazón ahora mismo. Y después lo harás públicamente, pero por ahora te reto a darle tu vida al Señor, y te aseguro que si tú lo haces no vas a hacer el mismo, o la misma, de hoy en adelante.
El Señor está aquí, el Señor está hablando con autoridad, con claridad, entrégale tu vida al Señor. Dile, Señor Jesús, entra a mi corazón, entra a mi vida y establece tu trono dentro de mí. Seas joven, seas mujer, hombre, lo que sea, entrégale al Señor, entrégale al Señor ahora mismo tu vida. Gracias, gracias, gracias Señor, te adoramos. Yo te entrego mi vida, yo te entrego esta iglesia, ministerio, todo es tuyo Señor,. Gracias, gracias Jesús, bendice esta iglesia, y que estas palabras hagan su efecto en nuestras vidas, te adoramos Señor, te bendecimos. Alabado sea tu nombre, Señor, gracias.
Vencer obstáculos en comunidad
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La mente es una cosa, si tienes una mente negativa tu no esperas nada de Dios, tú no estás convencido de que Dios no obra de una manera, eso es lo que va a pasar en tu vida porque tu mente es poderosa. Lo que tú piensas, según lo que tu pienses así eres. Según lo que tú esperas ver recibir así va a suceder en tu vida. Por eso es que debemos pedirle al Señor ancha mi fe, ancha mi expectativa de lo que tú puedes hacer, ancha los parámetros de lo que yo creo que tu eres capaz de hacer. Para que entonces tú puedas hacerlo porque si tu fe es pequeñita así va a ser tu realidad. Si tu fe es grande y poderosa así van a ser tus posibilidades también. Apúntate eso allí, te lo doy gratis.
Capitulo 5, Lucas, versículo 17.
Él famoso pasaje bien conocido de la sanidad recibida por un paralítico que fue traído a Jesús. Dice, “aconteció un día que Él estaba enseñando y estaban sentados los fariseos y doctores de la ley los cuales habían venido de todas las aldeas de Galilea y de Judea y Jerusalén…” y aquí está algo bien, bien importante: y el poder del Señor estaba con Él para sanar. ¡Aleluya!
Esa era la diferencia entre Jesús y los demás maestros que había en ese tiempo en Israel. Él poder del Señor estaba con Él para sanar, “y sucedió que unos hombres que traían en un lecho a un hombre que estaba paralítico, procuraban llevarle adentro y ponerle delante de Él, pero no hallando como hacerlo a causa de la multitud subieron encima de la casa y por el tejado le bajaron con el lecho. Poniéndolo en medio, delante de Jesús. Al ver Él...” ¿que fue lo que vio Él?
Al ver Él la fe... digan otra vez,¡la fe! Al ver la fe de ellos, “le dijo al hombre,” -al paralítico-, “hombre tus pecados te son perdonados. Entonces los escribas y los fariseos comenzaron a cavilar diciendo, ¿quien es este que habla blasfemias? ¿Quien puede perdonar pecados sino solo Dios? Jesús entonces conociendo los pensamientos de ellos, respondiendo les dijo, ¿Que caviláis en vuestros corazones? ¿Que es mas fácil, ¿decir tus pecados te son perdonados o decir levántate y anda? Pues, para que sepáis que el hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados, dijo al paralítico: a ti te digo, levántate, toma tu lecho y vete a tu casa.”
“Al instante levantándose en presencia de ellos y tomando el lecho en que estaba sentado se fue a su casa glorificando a Dios. Y todos sobrecogidos de asombro, glorificaban a Dios. Y llenos de temor decían, hoy hemos visto maravillas.” Bendiga al Señor su santa palabra. Amén, amén.
Seguimos, seguimos hablando acerca de la fe.
Ese es otro sermón también a cerca de cómo Dios a veces limpia nuestros pecados y cuando llega allá nuestra oraciones están en estéreo están perfectas porque la gracia del Señor lo hace posible.
Estamos hablando a cerca de la fe, hermanos, estamos hablando en este tiempo que queremos… y yo, y mi meta es que este año 2009, meditemos continuamente sobre temas que construyan, fortalezcan, edifiquen nuestra fe y nos hagan una congregación cada vez más poderosa, más efectiva en las cosas de Dios así que este sermón también es una ilustración a través de este pasaje de principios de fe que nosotros podemos usar para nuestra vida.
Y este pasaje como el pasaje anterior que discutimos sobre la mujer con el flujo de sangre, ¿recuerdan ese pasaje? La mujer con el flujo de sangre que tenía una enfermedad, doce años... Ningún médico pudo sanarla, muchos obstáculos se presentaron delante de ella para llegar a Jesús, pero ella se esforzó, se sobrepuso a los obstáculos, tocó el borde del manto de Jesús, altero la agenda de Jesús y fue sanada. Y no solamente fue sanada sino que fue consolada, también al final, el Señor le dijo, “hija tu fe te ha salvado, vete en paz.”
Y es interesante porque este pasaje a pesar de que relata un evento muy diferente al de esa mujer; en este caso son cuatro hombres, uno de los pasajes paralelos en Mateo, y en Marcos señala que son cuatro hombres, aquí solamente dice que unos hombres. En el caso era una mujer solitaria aquí hay una comunidad de gente. ¡Qué lindo es, hermanos, cuando la vida cristiana se vive en comunidad! Ahí te viene una primera enseñanza que se me ocurre ahora, no se me ha ocurrido cuando estaba relatando, o meditando sobre este sermón.
La verdad que las batallas de la vida como que pasan mejor cuando lo hacemos en familia, cuando lo hacemos con familia de otros creyentes, cuando nuestras cargas las compartimos con otros. Qué bueno es tener un compañero de trinchera, ¿verdad que si? Cuando las cosas arrecian usted tiene alguien ahí que aunque sea por vergüenza usted dispara para que no piense que usted es un cobarde, ¿no? Es bueno tener gente ahí detrás de usted apoyándolo, orando por usted, compartiendo las cargas, adorando al Señor juntos; es el principio detrás de la iglesia. Él Señor Jesucristo dice que donde están dos o tres reunidos en su nombre, ¿que pasa? ¡Allí Él está!
Hay un principio de comunidad muy importante, nunca pretenda llevar sus cargas sola o sólo, amén. Porque, ¿sabe lo que pasa? Él diablo quiere aislarnos muchas veces.... ¿saben? Él diablo quiere que usted cuando está pasando por un problema se mete en una esquina allí solo, ¡ay de mí! Nadie me ama, yo soy el único que está sufriendo en el mundo y entonces que le pegue un buen batazo para derribarlo completamente. Al diablo le gusta la gente que se aísla, y es importante, hermanos, cuando estamos pasando por problemas... busquemos a alguien, busquemos un hombro adicional. Busquemos a alguien que entienda nuestros problemas con el cual orar, llorar, clamar al Señor y compartir las cargas de la vida.
No pretenda vivir la vida solo o sola, búsquese siempre la comunidad de fe; por eso a mí me encanta las células en la iglesia, esos grupos familiares que se reúnen en los hogares. Me encanta cuando yo oigo por allí que un grupo de hermanos esta reuniéndose para compartir juntos y orar y buscar de Dios.... y que están haciendo comunidad. Yo les digo hermanos, yo… me encantaría ver a nuestra iglesia, con el paso de los años, formarse en grupos de gente que tengan afinidad unos con los otros y que están reunidos aunque sea una vez por semana o una vez por mes para compartir un libro, para orar juntos, para compartir en sus problemas o lo que sea, eso es lindo.... Hay que vivir la vida en comunidad. Busque a alguien, busque un buddy, busque un compañero, gente que esté con usted para compartir las cargas.
Este hombre, este paralítico, tenía una comunidad; no sé si eran familiares de él, probablemente eran amigos de él, quizás eran vecinos, gente generosa, de corazón generoso, que vieron la oportunidad aquí de ayudar a este varón; y traerlo ante ese hombre poderoso, que ellos no sabían exactamente quien era pero tenía poder y lo trajeron, se incomodaron para ayudar a este hombre y traerlo.
Otra enseñanza, qué importante es, hermanos, que nosotros seamos generosos con los demás. A veces vemos la gente sufriendo, comiéndose un cable, como decimos por ahí. Nosotros decimos: oh yo estoy demasiado ocupado, yo tengo mis propios problemas, yo no puedo sacar tiempo para ayudar a esta persona, o llamar… sé que fulanito está deprimido o está enfermo y no lo hemos visto por la iglesia durante mucho tiempo, pero tengo demasiado trabajo, demasiadas cosas que hacer. Hermanos, hermanas, comparte tus recursos con otros. Creo que este es un tiempo en la vida de la humanidad y de la sociedad en que se necesita gente generosa que comparta con otros. Espero que en estos tiempos de prueba, de dificultades financieras, es importante que si tú sabes que alguien necesita una ayuda mira... comparte tus recursos.
Si puedes extender la mano alguien con un par de pesos o invitar a alguien a una comida a tu casa, hazlo en el nombre del Señor. Si las cosas siguieran poniéndose más difíciles, vamos a necesitar de ayudar a otros extendernos hacia otros, vamos a necesitar más y más vivir la vida en comunidad. Saben, y eso es muy bueno, en un sentido habría hasta que darle gracias a Dios por las pruebas y dificultades. En nuestros países la gente a veces es pobre pero son más felices que nosotros que tenemos mucho aquí. ¿Es así o no?
Yo veo eso donde quiera, hermanos, cuando uno visita otros países… usted ve que la gente como que son alegres, les encanta la amistad, llegan a la casa y n un momentito están haciendo un cocinado o como decimos nosotros allí, con un poquito de arroz dos pedacitos de salchichón y lo echan allí con un pedacito de ají que les queda ahí en alguna parte; cuando van a ver están compartiendo una comida y gozándose todo. Nosotros aquí con tanta comida y tantas cosas vivimos deprimidos, ansiosos, tristes, no dormimos, tomamos pastillas por donde quiera y estamos demasiados ocupados para entretener gente en la casa, para recibir gente. Óigame, hay que romper eso, si la pobreza nos lleva a ese tipo de vida gloria a Dios, ¿sabe? Porque a veces es bueno cultivar los valores bellos de la vida y no hay nada como la generosidad, no hay nada como el compañerismo, no hay nada como la amistad.
Hermanos, la iglesia de Jesucristo está creada para que haya amistad, para que haya compañerismo. Yo le pido al Señor, Señor, has que nuestra iglesia, cada día más y más, sea una comunidad de gente que se amen unos a otros. Amén. Gente que se busquen, que se visiten, que se inviten, que se ayuden, que oren juntos, que les guste estar juntos. Yo no quiero una iglesia donde la gente venga aquí, se persignan cada uno por su lado y después se van pa’ la casa todo el mundo como desperdigados. Quiere el Señor que cada día vayamos, más y más, haciéndonos una comunidad estrechamente unida uno con los otros y que cultivemos eso. Eso requiere esfuerzo, la verdad es que, muchas veces no vamos a querer hacerlo, pero tenemos que hacerlo por principio. Hay mucha gente que dice, bueno yo no soy dado a estar buscando a los demás. A veces es orgullo, a veces es temor de ser rechazado, a veces es que no nos crecimos en esa manera.
Hay que hacer un esfuerzo, hay que esforzarse, hay que hacerse frágil. Lo peor que puede pasar es que si tu invitas te digan que no que no van a venir. Bueno men, se lo pierden ellos comete tú la comida y dale gracias a Dios que tienes más para mañana. Hay que hacerse frágil, para que haya amistad, para que haya compañerismo, uno tiene como que arriesgarse a veces, sí, exponerse. A veces fracasa pero a veces le pega de vez en cuando y te ganas un gran amigo para toda la vida, una gran amiga para toda la vida. Hay que hacerse frágil para que haya comunidad, para que haya compañerismo, así que vamos a hacer un esfuerzo.
Estos cuatro hombres con su amigo paralítico, que no podía darles nada excepto problemas, son un ejemplo de esa vida vivida en comunidad. Él principio de compañerismo, que es el principio esencial de la iglesia. No hay llaneros solitarios en el Reino de Dios. La vida cristiana tiene que vivirse en comunidad. Y es cierto, algunos de esa gente en la comunidad, no son la gente más a veces más agradables, te van a fallar, te van a herir. Hermanos, en el Reino de Dios hay de todo, ¿sabe? Pero es lo que tenemos y Dios ha hecho su iglesia y tenemos que vivir con ella, tenemos que amarla, tenemos que amar esa familia de fe; es una familia neurótica y disfuncional a veces, es cierto, pero es lo que tenemos. Mire, a veces usted porque su hermano o su hermana es problemático usted dice, bueno, no te quiero ver, ya no eres mi hermano… La sangre esta ahí adentro, la sangre de Cristo está adentro de usted y está en los suyos, usted quiera o no compartimos la misma sangre y por eso estamos obligados aquí a fumarnos esa comunidad de fe que se llama la iglesia hasta que Cristo venga. Y entonces venga algo mejor, ya todos estamos santificados, no tenemos problemas, no tenemos defectos… pero mientras tanto tenemos que convivir aquí juntos. Amén. Gloria al Señor, eso es gratis.
Pero es cierto esta gente, esto estos hombres estaban en comunidad y eso hizo una gran diferencia. Así que la primera lección de este pasaje es eso: vivamos la vida en comunidad tanto recibiendo y buscando amor y también dando amor, siendo generosos compartiendo nuestros recursos con los demás, sacando a alguien de un apuro en un momento dado. Entonces, lo segundo que yo veo aquí, es esto acerca de la fe específicamente, mucho de la fe se refiere a vencer obstáculos. Una de las cosas que caracteriza a la persona de fe es que es una persona, un hombre, una mujer, que se sobrepone a los obstáculos. Cuando vienen los obstáculos, en vez de echarse a morir y de colgar los guantes, como que se crecen y le dice, como le dijo David a Goliat, ¿quien es este…? Cómo fue que le dijo… este pagano, está incircunciso para que rete e insulte al ejército de Dios vivo. Cuando vienen los problemas a tu vida, mira, crécete y hazte fuerte y entonces es cuando tienes que tomar tu fe más que nunca, y decir, de aquí no me muevo yo. Tú te tienes que ir, pero yo me quedo donde yo estoy, porque esto nos lo dio Dios.
Entonces, mucha de la fe se refiere a vencer obstáculos, como vimos con la mujer del flujo de sangre: ella venció obstáculos, todo se interponía entre ella y Jesús; pero ella dijo, no, yo quiero mi bendición, yo quiero mi milagro e hizo lo que tenía que hacer y agarró poder de Jesús porque venció obstáculos. Mucho de la fe tiene que ver con vencer deficiencias, vencer dificultades que vienen a tu vida, vencer problemas, inercia que se pone entre tú y lo que Dios quiere darte.
Es como esas tribus enemigas que Dios les dijo a Israel esta tierra es de ustedes, Canaán es de ustedes. Pero había allí tribus que poseían esa tierra y que ya Dios los había desechado, los había maldecido por su pecado y su inmundicia y su impureza; ya esa tierra no les partencia. Esas tribu eran símbolo de del esas fuerza enemigas que quieren interponerse entre la herencia que Dios te ha dado y tu. Y tú tienes que decidir si tu vas a dejar que esas tribus enemigas, esos poderes enemigos se planten en tu tierra y te arranquen lo que es tuyo o si tu vas a crecerte como hicieron Josué y Caleb y decir en nombre del Señor nosotros vamos a tomar esa tierra porque es nuestra Dios nos la ha dado. Así va a pasar, Dios quiere bendición para tu familia, Dios quiere bendición para tus hijos, Dios quiere bendición para tus finanzas, Dios quiere bendición para tu salud, Dios quiere bendición para tus emociones; y tú eres… tu fe va decidir si tú vas a dejar que el diablo y la carne se interpongan o tú vas a vencer y vas a salir adelante y tú vas a guerrear por tu milagro, vas a guerrear por tu salvación, vas a guerrear por tu bendición, vas a guerrear por esa vida abundante que Cristo te ha prometido.
Vencer obstáculos, no dejar que lo que Dios ha declarado… Dios tenía sanidad para este hombre, pero había obstáculos. Mucha de la fe tiene que ver con atreverse a emprender lo improbable, lo que no tiene muchas posibilidades de historia, pero hay que atreverse. Estos hombres confrontaban la improbabilidad de lo que ellos querían hacer en mucha maneras. Mucha de la fe requiere arriesgar cosas. Piense en Ester cuando tenía que presentarse ante el Rey Azuero para eh interceder en favor de su pueblo que lo iban a exterminar, y no había posibilidad de que ella… porque el rey no la había invitado y para ir ante el rey, aún cuando ella era la concubina principal del rey, la esposa del rey, la ley impedía que ella pudiera acerarse al rey al menos que lo fuera por una invitación previa del rey. Pero ella tenía una imperiosa necesidad y entendió que Dios la había puesto para que ella fuera la que hiciera esto y ella se atrevió y dijo mira si me matan que me maten pero yo voy a entrar allí. Y entró y el rey le concedió su petición y más.
La vida de fe es eso, hay que arriesgarse; a veces hay que jugarse el todo por el todo, hermanos, y poner todas cositas que tu tiene, tu montoncito de cosas ponerlas todas sobre la mesa y decir aquí esta todo Señor, me voy a tirar por allí, y si perezco que perezco. Yo no les consejo eso todas las veces, ¿sabe? Pero de vez en cuando, hermanos, a veces en la vida hay una o dos ocasiones en el que usted tiene que jugarse el todo por el todo, ¿sabe? Y usted tiene que… va a llegar un día en tu vida aunque sea una vez, quizás, que tú… que Egipto… el faraón esta detrás de ti, están todos los ejércitos del infierno detrás de ti y esta delante de ti el mar rojo y tú tienes que dar un paso de fe simplemente y pensar que el mar se va a abrir, porque si no te van a comer los egipcios o algo va a pasar.
Hay que atreverse, hay que arriesgar cosas. Y hay otras ocasiones en al vida en que hay que arriesgar cosas menores pero siempre la fe involucra riesgo. Como estos hombres se arriesgaron al rechazo de Jesús y hasta una demanda de los dueños de la casa porque le rompieron el techo. Es así hermanos, la fe arriesga cosas, a veces la fe parece imprudencia. Mucha de la gente que alaba la Biblia es gente imprudente, gente afrentada…
… statement dice que yo tengo que atender a los judíos primero y tú eres una pagana. Sí, señor, pero recuerda que aunque sea una migajita ahí que caiga de la mesa eso para los paganos también es… hacer grande tu fe, por esas palabras tu hija ya es sanada inmediatamente se fue con su milagro inmediatamente porque se atrevió a ser un poquito insistente, descortés. El amigo a la media noche recuerdan la historia vamos a discutir todas esa historias, el amigo a la media noche que viene familia, viene visitantes, no había teléfono en ese tiempo, no había Internet para decir la gente llego a tal hora de tal día, ¿no? Se le aparecen ahí, tocándole la puerta como a veces en nuestros países, ¿no? La gente llega a la hora que se le da la gana y la hora que usted está listo para acostarse llegan tres o cuatro amigos bien risueños a hablar con usted y a pasar la noche allí y usted listo para dormir, ¿no?
Y así pasa en esa historia de Jesús, llega visita a la casa, el amigo el abre la puerta a la gente a media noche, no tiene azúcar, le falta café y no tiene nada que servirle a la gente; entonces, espérate mi vecino de aquí al lado le voy a pedir un poquito hasta mañana que yo voy a la bodega y se lo regreso ahí, ¿no? Y le toca a la puerta y el otro está rendido durmiendo a pierna suelta y no le abre, y le toque y le toque y le toque y no le abre, hasta que finalmente dice el vecino bueno pa’ que me deje tranquilo le voy abrir la puerta y le voy a dar lo que necesita. Y el Señor mismo dio esa historia diciendo, a veces hermano cuando tú tienes una necesidad tienes que tocarle al cielo hasta que te abra. Y de nuevo, al Señor le gusta eso, ¿sabe? Al Señor le gusta gente que cree en Él lo suficiente como para importunarlo, ¿entiende? A Dios le gusta a esa gente afrentada que le tocan al Señor, hazme mi milagro, necesito algo de ti.
Yo creo que hay más gente que no recibe por ser tímido que por ser descorteses con Dios. Yo prefiero arriesgar ser descortés con Dios que ser mas tímido de la cuenta, porque yo se que a Dios le gusta le gente atrevida. La gente que cree en Él lo suficiente como para decir que Él es galardonador de los que le buscan. Entonces a veces hay que ser como estos hombres, hay que ser imprudentes, hay que ser descortés porque hay una necesidad. Y ese paralítico era más importante que cuatro tejas en el techo de esa gente. Ellos se atrevieron y Dios honra ese tipo de gente. La fe muchas veces consiste en acciones desesperadas, acciones de gente que no tienen nada que perder porque ya lo perdieron todo de todas maneras, si le cortan la cabeza ya se la cortaron mil veces antes… y ya no tiene nada que perder. Perdieron la casa, perdieron la mujer, perdieron los hijos, perdieron el carro, las ropas ya se la van a llevar en cualquier momento y ellos no tienen nada que perder así que hacen cosas desesperadas.
Se tiran a la misericordia de Dios, Bartimeo, el ciego no tenía nada que perder si era un mendigo y se atrevió a gritarle a Jesús, Señor, hijo de David ten misericordia de mí… Y todo el mundo diciendo, cállate, suave que Él es un hombre muy importante, no tiene tiempo… y el seguía insistiendo hasta que el Señor se paró y lo atendió y le dio lo que le estaba pidiendo. No tenía nada que perder, ¿qué podía perder ese hombre? Su oficio de mendigo, lo único que tenía que perder.
Y a veces, hermanos, nosotros… Dios honra la gente que no tiene nada que perder. Yo creo que uno de los problemas que nosotros tenemos mucho que perder por eso no nos atrevemos a hacer cosas para Dios. Tenemos muchas ropas, muchas casa, mucha nevera con mucha comida, esto y lo otro y estamos… estamos, ¿cómo dijera yo? Espiritualmente, fofos, es una palabra de cinco huecos, débiles. Pero cuando usted se mantiene allí al fuego, al rojo vivo en el Señor, allí es donde Dios bendice a la gente desesperada, esta gente estaba desesperada porque necesitaba un milagro y sabían que Jesús era el único que lo tenía. Es decir, sí, la fe es eso, vence obstáculos, vence deficiencias, se atreve a lo improbable, arriesga cosas por Dios, a veces es imprudente, a veces es desesperada, la fe tiene esa cualidad de intensa… Y sabe algo interesante también acerca de eso, ¿sabe porque Dios tiene una afinidad especial con al gente así? Porque el reino de los cielos, escúchenme, el reino de los cielos es así. El reino de los cielos es atrevido, forzado, violento, ¿si o no? ¿No dice eso la Biblia?
Mire, mire ahí lo que dice en Mateo 11, 12. Dice, “Desde los días de Juan el Bautista ahora, el reino de los cielos sufre violencia y..." ¿Qué? “…y los violentos,” –eso no lo dice Roberto Miranda para justificarse a sí mismo, no. Dice, “y los violentos lo arrebatan.” Ahora mire algo interesante, es decir en otras palabras, déjeme, déjeme… El reino de los cielos, es decir, el sistema de Dios, la economía divina, la encarnación de Dios en la tierra, la relación de los principios del reino con el mundo se basan en oposición y en fuerza y en conflicto. Dice la Biblia que en este mundo hay un príncipe ilegítimamente establecido aquí que se llama Satanás, que ha tomado control de este mundo ilegítimamente, porque Dios le dio a su criatura el mundo, pero su criatura se ha dejado engañar por el diablo y el mortgage se lo robó el diablo y ahora lo tiene él, y es un reino ilegitimo. Entonces, el reino de Dios viene a arrebatarle lo que pertenece al Hijo de Dios, al diablo. Y por eso el reino de Dios es en violencia, es en conflicto; la naturaleza misma del reino de Dios es violencia y conflicto con un reino oscuro, destructivo, maligno, mortífero que se llama el reino de las tinieblas.
Y cuando Dios aterriza en el mundo, aterriza en poder y en guerra, en oposición a las huestes de las tinieblas. Ahora es interesantísimo esto que, en el griego original la traducción esta dice, “desde los días de Juan el Bautista el reino de los cielos sufre violencia,…” usted ve eso allí, sufre violencia. Usted sabe, ¿en qué idioma fue escrito el nuevo testamento? ¿Alguien sabe, ah? En griego –en griego… digan todos, griego. Fue escrito en griego y cómo… ¿por qué lo estamos leyendo ahora en español? ¿Qué pasó? Alguien lo tradujo, ¿verdad que sí? Ahora, a veces en la traducciones se pierde su cosita aquí y allí, eso es muy largo de explicar; pero en el original está y por eso es importante a veces uno ir al original griego para entender esa palabra que se traduce al español, esa expresión: ‘sufre violencia’. En el griego original es “viasetae”, digan todos “viasetae”. Ya todos ustedes son unos expertos en griego aquí toditos. Vaya mañana a la fabrica y digan a la gente “viasetae” y usted verá como lo llevan inmediatamente a un hospital de locos… “Viasetae” esa palabra que traducen aquí, ‘sufre violencia’, “viasetae”, es un verbo que se puede traducir tanto en una forma activa como en una forma pasiva. Puede ese verbo en griego puede decir sufre violencia o procede con violencia, se mueve con violencia.
Y hoy en día la mayoría de los eruditos que ya conocen mucho mejor, por muchos estudios que se han hecho del idioma original de Jesús y todo eso, entienden que la forma correcta de traducir eso es 'hace violencia’, ‘procede con violencia’. De hecho la New International Version, en inglés, dice: proceeds with violence or proceeds forcefully, dice, moves forcefully, se mueve con fuerza. Así que es mucho mas mucho más apropiado traducir, “desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos se mueve con violencia y los violentos lo arrebatan.” ¿Usted entiende? Es decir, que el reino de Dios se mueve con violencia, el reino es para la gente fuerte, el reino de Dios no es para los cobardes, hermanos. No deje que nadie me lo engañe para decir que los evangélicos son gente que están cayéndose muertos, que son gente poca de ánimo, no. El reino de los cielos es para la gente heroica, fuerte, atrevida. Porque el reino de los cielos es así.
Entonces por eso es que Dios tiene como una afinidad especial con la gente atrevida, con la gente que es de fuerza, la gente agresiva, la gente militante, la gente que cree que Dios es más poderoso que cualquier situación y se lanzan a buscar su bendición. La gente que no reciben no por respuesta y están ahí tocando la puerta hasta que le hagan justicia y le abran la puerta y le den lo que necesitan. A Dios le gusta ese tipo de gente porque su reino es así. Entonces por eso es que usted va a ver a través de la Biblia la gente así, activa, dinámica, emprendedora, atrevida, agresiva, es la gente que Dios honra y bendice. Ahora no en el sentido, déjeme aclarar eso un poquito, porque cuando viene a ver algunos de ustedes necesitan ser menos agresivos pero con los demás. Agresivo en la forma correcta, no agresivo con su esposa, con su hermano, con su compañero de trabajo, no; pero agresivos en Dios, agresivos en las cosas del espíritu, agresivos en lo que Dios ha dicho y yo me agarro de lo que Dios dijo y con eso yo voy al banco y me tiene que dar porque yo tengo la llave de la palabra de Dios.
Esa gente agresiva recibe de Dios y entonces por eso es que estos hombres, gente como Raab, gente como Jacob, gente como Ester, gente como Ruth y su suegra Noemí, gente como Pedro, gente como Pablo, son gente así… gente atrevida. A Pablo lo apedrearon y lo dejaron por muerto y a al otro día estaba predicando el evangelio otra vez. Óigame, si a mí me tiran una sola piedrecita y me dan en la cabeza, ya yo estoy tres días o una semana en al cama quejándome, ¿por qué Dios permitió eso en mi vida? A Pablo lo apedrearon, lo dejaron por muerto y a al otro día estaba predicando el evangelio y, ¿cuántos de nosotros haríamos eso?
Hermanos, esa es la gente que… por eso Dios escogió a un hombre como Pablo. Esa es la gente que a Dios le gusta, que se caen y vuelven y se levantan. Ah me quitaron la casa, pues no te preocupes que ahora le voy a dar doblemente al diablo pa’ que no lo vuelva hacer. Y se levantan nuevamente y siguen adelante y sirven al Señor y aman a Dios y oran más que nunca y dicen la próxima va a hacer más grande que la otra. Se atreven. Pierden el trabajo y entonces, está bien, se lo pierden ellos -y comienza a buscar otra cosa mejor y creen que Dios va abrir una puerta y se mantienen allí hasta que Dios da la respuesta, da la bendición.
Él reino de los cielos es violento y los violentos lo arrebatan, hermanos es una de las cosas y muchos de nosotros tenemos que llenarnos de esa fe agresiva, tenemos que perder la grasa esa de bebé que tenemos nosotros y hacernos atrevidos en el Señor, atrevidos en la oración, atrevidos en el ayuno, atrevidos en el servicio, atrevidos en dar, atrevidos en confesar , atrevidos en alabar y glorificar al Señor porque al Señor le gusta esa gente atrevida, esa gente agresiva, que no se dejan quedar en el piso caídos sino que se levantan.
Dice la palabra siete veces cae el justo pero de todas ella se levanta porque su fe lo levanta. Y eso es importantísimo, el reino de los cielos procede con fuerza y la gente esforzada lo arrebata, lo coge, lo recibe, su esencia, sus nutrientes. Entonces, vemos aquí que estos hombres son ejemplo de esto. Allí tenemos al Señor enseñando, la agenda de Jesucristo no era sanar a nadie ese día, como tampoco su agenda era sanar a la mujer con el flujo de sangre, pero estos hombres y su fe… se impuso en un sentido sobre la agenda de Jesús. Cuando vieron que el techo era un impedimento que había demasiada gente adentro de la casa, ellos rompieron el techo se bajaron con una soga al pobre hombre ahí, que habrá dicho, ¿por qué me metí yo en este lió? Bajando, pero lo bajaron… ¿Dónde lo pusieron? En frente de Jesús. Y dice que lo pusieron en medio, delante de Jesús; es así, hermanos, se lo pusieron allí como quien dice, bueno vamos a ver qué vas a hacer ahora, no lo puedes ignorar. Usted se imagina, se abre el techo, comienza a caer paja por donde quiera, el Señor allí hablando y se lo ponen ahí… ¿usted cree que el Señor iba a poder seguir predicando con un muerto ahí tirado enfrente de Él? Tenía que hacer algo.
Es lo que yo digo, que el reino de los cielos es así, es violento. Y esta gente se impuso y el Señor, dice que, “viendo la fe de ellos…” Viendo la fe de ellos… Cuando usted tiene fe, hermano, es imposible, Dios no le puede, Dios no lo va a ignorar porque Él no quiere ignorarlo porque su fe honra a Dios y Dios responde a la fe de la persona atrevida. "...y entonces recibieron su milagro.” Hermano, este es un pasaje riquísimo, yo no lo… yo no lo voy a exponer todo porque tiene tantas cosas, simplemente ya estoy terminando… antes de que aquí mi hermano Samuel pase por aquí, lamento quitarte a tu preciosa bebe ahí de las manos, se ve tan linda y tan cómoda con su papi ahí…
Pero hermanos, la fe –es importante que nosotros nos atrevamos a créele al Señor. Hay momentos en que la enseñanza va a tener que ponerse a un lado para que la fe tenga su propósito y se cumpla lo que tiene que hacerse. Hay tiempos muy buenos para aprender y leer la Biblia y estudiar la Biblia y estudiar teología pero hay tiempos en que se necesita la acción de Dios, gente que haga algo, que se mueva, que haga una decisión, que se atreva en el nombre del Señor. Y, yo no sé cuál es tu obstáculo en la vida, yo no sé cuál es tu necesidad en la vida… Hay un paralítico que tu estas cargando encima ahora mismo, yo no sé cómo se llama problemas financieros, problemas de trabajo, problemas matrimoniales, una lucha emocional, una carga emocional que hay en ti; cada uno de nosotros tiene un paralítico montado encima y cada uno de nosotros tiene una multitud que se interpone entre lo que necesitamos y Jesús. Yla decisión que tenemos que hacer es, ¿voy a dejarme… voy yo a echarme a morir? ¿Voy a coger a mi muerto y me lo voy a llevar otra vez a la casa porque había un obstáculo, una dificultad? O voy a persistir, voy a buscar, voy a tocar, voy a indagar.
Estos hombres cuando vieron al gente, la casa llena de gente y no podían entrar, yo me imagino que pasaron 10 ó 15 minutos diciendo, bueno, ¿cómo vamos a resolver este problema? Porque no nos vamos a ir con este tipo otra vez porque ya estamos cansados de él, hoy tenemos que hacer algo con este hombre. Y ellos buscaron y exploraron hasta que, ah, el techo, claro que sí, el techo, eso es. Vamos a subir este pobre hombre, vamos a subirlo por el techo.
Siempre hay una solución hermanos, saben, yo siempre digo… miren, mi lema en la vida es siempre hay una solución. Yo no me doy por vencido, hermanos. Si se me cierran las puertas yo busco un hoyito por allí que dejo un ratón para meterme por allí, digo algo… algo para… Hay que, hay que siempre hay algo, yo creo que en Cristo siempre hay esperanza, en Cristo siempre hay una solución, en Cristo siempre hay una salida, siempre hay una posibilidad. Gloria al Señor. Y cuando se te cierran las puertas es porque Dios tiene una puerta más grande que quiere abrir en tu vida. Sí, señor, cuando Dios te quita algo es porque tiene algo mejor para ti.
Siempre hay una solución. Siempre hay una puerta, siempre hay esperanza. Siempre hay una respuesta, quizás no venga antes que termine la noche, quizá va a tener que pasar otro día mas, otra semana más, otro mes más pero tu respuesta viene mi hermano, hermana, tu puerta se va a abrir. Hay un techo que tienes que abrirse para que tú pongas tu problema enfrente de Jesús. Esto es lo último que te digo, pon tu problema delante de Jesús, tiene que orar, hay que clamar a Dios. Muchos… si nosotros pasáramos más tiempo orando al Señor y quejándonos menos, tendríamos más respuestas de Dios. El problema está en que cuando tenemos problemas, ¿qué hacemos? Entonces dejamos de orar, dejamos de clamar, dejamos de ayunar, dejamos de adorar, dejamos de venir a la iglesia, dejamos de servir al Señor porque tenemos un problema. Y cuando se resuelve el problema, entonces, después de las vacaciones yo vuelvo a la iglesia.
Señor reprende al diablo, eso no es de Dios. Mientras más problemas tenga, más órale al Señor, más clama al Señor, más ayuna, más levanta tus manos como decíamos en ese coro, más recuérdale al Señor sus promesas. Oh, hermano, hermana, eso es lo que a Dios le gusta, esos hijos de Él que se crecen cuando viene el problema y dicen yo voy a encontrar la salida. Órale al Señor, clama al Señor, presenta al Señor tu necesidad. Dice la palabra, por nada estéis afanoso sino… digan todos: sino, sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios. Hay que poner las cosas delante de Dios, hay que ponerlas delante de Jesús, hay que ponerlas en el medio de la sala y decirle, ahora Señor yo te lo dejo a ti, ¿que tú vas a hacer con eso? Eso es tu problema, no es mío, el problema es tu problema Señor, ahí los tiene vamos a ver que tu vas hacer con tu problema, con tú problema… ahora es tú problema. ¿Que tú vas a hacer con tú problema, Señor?
Hermano, ponle tu necesidad delante a Jesús y el Señor… yo nunca vi a alguien venir ante Jesucristo y pedirle una sanidad, una provisión una respuesta y el Señor decirle vete pa’ tu casa porque no tengo tiempo para ti. Siempre el Señor atendió las necesidades que vinieron delante de Él. Él es misericordioso, es más, ¿cómo si lo ha hecho por otros como no lo va a hacer por mí que soy la niña de sus ojos? ¿Huh? Dice la palabra que el que no escatimó ni aún a su propio hijo como no nos dar justamente con el también todas las cosas. Si Dios no escatimó a su hijo único, no te va a escatimar un trabajo, una provisión, una respuesta a tu necesidad, una sanidad, una… una salida… Oh , hermano, hermana, hay muchas sutilezas a lo que estoy diciendo pero a la larga lo importante es que Cristo dice, tráeme tu problema, esa es tu responsabilidad traerle el problema a Jesús. La responsabilidad de Él es hacer algo con ese problema y lo que Él haga es bueno por definición. Cree.
Vamos a ponernos de pie, vamos a hacer como esos hombres que trajeron al paralítico; durante la semana tome ese pasaje, Lucas 5, 17 y léalo, medítelo, deje que sus enseñanzas que no hemos podido extraer todas, deje que este pasaje le hable esta semana, haga de este pasaje su pasaje de meditación, mastíquelo ahí, ruméelo, yo no sé si se dice así, como las vacas que cogen las yerbas no y las mastican ahí, deje que este pasaje suelte todas su enseñanza y promesa. En su vida esta semana haga una meta, esta semana yo voy a meditar en este pasaje y aunque crea que ya lo agoté, voy a volver a leerlo para que su mensaje se me meta en el corazón, se me meta en mi mente, se me entre en mi espíritu y suelte todo lo que tiene para mi vida. A veces eso es bueno, la escritura, hermanos, hay que masticarla ahí, hasta el día… hasta que lleguemos al tuétano. Chuparse el tuétano de los huesos de la escritura para que recibamos todos los nutrientes que Dios tiene, así que le animo en el nombre de Jesús, coja ese pasaje allí y deje que le hable en esta semana y que llegue hasta donde se necesita. Así que, vamos a cantar ese coro que está cantando…
Elements of faith
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Children are experts at the illogical and the counteraction or the counterintuitive, they can enter into the magic of play and belief. That’s why it’s easier for them. It’s easier also for an artist to enter into the lane of faith and for a scientist because, you know, that’s the way it is. If faith is countercultural, counterintuitive and counter rational.
Six: Faith leads you to take risks based on your beliefs. Taking risks is the essence here of what I’m saying. The emphasis is there: taking risks. You have to take risks. Many times the walk of faith will ask you to take risks. Like, you know, Esther, the classic example: she has to come before the king and the law of the land said the king has to give you and appointment, he has to invite, never enter into the king without being invited. But she needs to because she has a pressing need. And what are her famous words? If I perish, I perish, but I’m going to go in. there’s a need and I have to… and faith is like that, you have to take risks.
Many times in Scripture people of faith needed to take risks. If you play it saint you’ll never get into the zone of power. Many times we have to risk everything in order to get what you need. Faith is not for the timid. Many times in Scripture you see faith if for the strong.
Nietzsche the great German philosopher, I don’t think he was so great by the way, he was an atheist. I don’t think that’ll be great, to be an atheist. But Nietzsche said that Christianity was a faith of weak and of slaves. He didn’t know what he was talking about. By the way, he died totally mad. I think that only a Hebrew can truly be a Christian and live by the Christian etos. It requires a great strength, great courage, because faith does take a lot of risk taking. So, faith needs you to take risks. Faith in your beliefs.
Number 7, I believe, is faith always leads to some sort of action. Here the word is action. It does not remain theoretical for long. If you have faith you will always act upon your faith. You know, light cannot exist without spelling darkness. I mean, noise cannot happen without asserting itself of the silence. Faith cannot exist and just remains kind in the theoretical realm, it always impels you to do something, decide something, say something, think something. Faith is always action as well, that’s what Apostle Paul said, he said, faith without actions is nothing, it’s empty.
Eight, faith impacts life, conduct, relationships, moral beliefs, world view, destiny, both temporal and eternal. You know, faith impacts all those areas. You cannot faith and not have your moral life impacted, your relationship, social relationships, your conduct, your world view, your destiny, everything, faith covers every aspect of one’s life. I mean, you cannot be a part time believer, you cannot be a part time Christian, you cannot sort of keep your faith compartmentalized, that’s the word I was looking for. Faith permeates every area of the human existence. You cannot be a Christian and have faith, Christian faith without having every area of your life colored and impacted by your faith. That’s what makes it so hard many times. That’s why people are always looking for cop outs and ways and playing all kinds of games, particularly in our modern time to escape the absolutely dominant role of faith in human life. We try to find all kinds of intellectual excuses. No, faith is absolutely resistant and it colors everything, it just you know, it’s like those moles, it just penetrates everything until it settles, every area of its influence.
Nine, whatever it is. Faith can be costly and leads you to risk or give up things that are precious to you. It can be costly. Abraham, give me your son, says God, and sacrifice him for me. And Abraham is willing to kill his own son and yet, when he’s going to do that, God says, stop. I just wanted to check on you, just to see wheter you truly are committed to me.
But, you know, faith can be costly. He was giving what he adored and loved most and many times faith, don’t believe anybody who says to you, well, that is you believe in Christ you’re going to have a great life, you’re going to have two cars in your garage, a beautiful house, three kids and a dog. It just doesn’t work that way. Many times, your faith will lead you to pay a big price and in those moments you have to assert your faith. Your faith that should carry you to that stormy time and hold on to it.
Ephesians, chapter 6 speaks about when the evil day comes, strengthen yourself, arm yourself with all the armor of God so that after you have gone through that evil day, you can remain standing. After the storm has passed you still are on your feet because faith has carried you through that time. It can be costly.
Ten, faith remains despite uncertainty, lack of clarity, contradiction, delay or unexpected results. The key here is remaining. Faith remains despite uncertainty. Faith is hardy, faith is resistant, faith is obstinately strong. It just remains. You know, many times in life your life is not going to go the way you expected. You’ll get to age of 60, or 70 or 50 and you thought that by then you’d have a million bucks in your account, and you’d be retired and then a recession comes and you lose all your money. And what are you going to do? Faith, true faith remains despite all of that, despite all the complexities of life. Faith is a journey, is a zigzagging journey, multifaceted, indefinable, many times, unpredictable, uncontrollable. And if you just to get what you want, and to get where you want and to get the result you expected, forget about it, just get off the bus right now because that’s not the way it is. God will not be a controlled, God’s purposes are unfathomable, complex many times and it takes you to a risk where you didn’t want to go many times, and you to choose to believe and stand firmly on your faith.
Also, faith can be obstinate, desperate, focused, persistent, forcible, confrontative and violent. Memorize all of those things. The point here, you know, faith is a forcible thing, faith is a violent thing, faith is sometimes aggressive, faith is militant, faith is dynamic. The Bible says that the kingdom of heaven proceeds with violence, forcefully, and forceful men and women lay hold of it. The Kingdom of God is something that is irresistible. If you want a nice, happy, smooth ride, again, get off the bus.
You see, many times in Scripture you see obstinate people get what they need, like this woman. Desperate people like this woman, 12 years with the disease, she gone to every doctor in the land and nothing, she has spent all her money and she still has this debilitating sickness that is also humiliating and isolating, and renders her ceremonially impure and unclean. She’s desperate, she has nowhere to go, she has nothing to lose. What if they kick out of the crowd? They’d done that ten times before. She has nothing to lose.
Bartimaeus screaming, Jesus, son of David, have mercy on me. He screams, he screams, he screams. People say, shut up, don’t disturb the master. He screams even louder, he knows he has one opportunity in his whole life. He hears that Jesus is passing by, he keeps screaming and Jesus finally hears this. Stop, bring him to me. And he leaves that day with his healing, because he was desperate.
Zacchaeus gets up on top of the tree, he’s desperate to see Jesus and he gets what he needs. Desperate, obstinate, insistent, persistent people. Faith has that quality, wherever you see that often faith is there. You know, please, do not give up, you tried once, try again. You know at a door, know again. You tried something and it didn’t work, get back on the horse, try a different perspective, try it again, tweak it. If God has spoken to you, if you believe that there is a God keep at it. If God has given a call in your life and you did something and it didn’t work the first time, keep at it. It is one of the qualities of our faith. Jesus said, knock and it shall be opened to you, seek and you shall find, ask and you shall receive.
The Bible speaks about insistence, the man in the midnight who knocks on his friend’s door. I have friends who have come and I don’t have sugar, can you let me a little bit? Now, I don’t have mustard, do you have any? Yes, you know, the guy doesn’t open, two hours he knocks and then finally he says, let me open the door for this guy so I can go to sleep. Jesus says, that’s what faith is. Faith is persistent, insistent, obstinate, focused, desperate. You know, all these things, it’s that quality in your life? How dynamic are you? How insistent are you? How focused are you? How pressing, pressing are you in your goals in your life? God doesn’t like passive life, but he loves them anyway. But he doesn’t appreciate them as much. And he doesn’t do as much through them, God likes people who are a little bit pushed, you know, in your faith kind of people, those are the people that God uses.
I’m serious, I mean, over and over again. You know what? What does he say to Joshua? He says, ¿cómo es que le dice en español? En English, be strong and, be courageous and what else? Ok, whatever, you heard. It’s this idea, you know, I know it in Spanish but even that is not coming to me right now, but mira que te mando que te esfuerces y seas valiente. I am commanding you this day, be strong and be of courage.
You know, and over and over again, what does he tell to Timothy? He says, Timothy, I encourage you to stow the fire of the gift that is in you because God has not given us a spirit of weak, of timidity, or call it weakness or fear, many words that go in the Greek word, of timidity, but a spirit of what? Power, of love and of self control. There’s a whole sermon there, we don’t have time to dwell on that, but it’s this idea. You know, don’t be timid, don’t be shy, don’t be passive, you know, take hold, take authority as believers we need to do that.
What are your goals? What has God spoken to you in your life? What do you envision for yourself in the future? Well, stay on that thing until it comes through. Or God gives you something different and you realize that it was better than what you wanted in the time, because sometimes that happens as well.
I’m coming to the end here. Say amen and thank you God. The last one I think is number 12: faith is the only way to get to God and to receive anything from him. Faith is what provides access to God. It is as I said, that conduit par excellance of access to God and his power. If you don’t have faith, if you are doubtful, if you are kind of wavering the Apostle James says that a double minded person is inconstant, in all the ways do not expect that you’ll receive anything from God if that’s the way you are. God appreciates clarity and decision and faith, a faithful attitude.
Ok, now, you know, I could stop there and that would be it. But how does this apply? Give me ten more minutes, how does this apply to this woman here? You will recognize many of these qualities in the way that this woman acted, and you will recognize it in the way that David and Abraham, and Moses, and Esther, and Ruth and Daniel, and Paul, and Peter, and well, all the Apostles, wherever, I mean, any person in Scripture that is somehow elevated and commended for their walk and their action bears some of these qualities.
And our life has to incorporate some of these qualities if we are going to be truly people of faith. But you know, take a look at this woman for a moment: number one, this woman believes that Jesus can heal her, there’s a element of belief and conviction here. Faith is belief in something. What it says? The conviction, it is the hope that you have that something is going to work, something that you’re waiting for, you’re seeking, you’re expecting that is going to come true. It is conviction.
And this woman has a conviction: this man has the answer to my problem. I don’t think that this woman understands all the theological complexities of Jesus’ person, we don’t even today with all the Scripture that we have, she had nothing except a raw belief that this man, I don’t know if her faith was a little bit occulted, I believe that she had a magical attitude to Jesus. It’s like, you know, many people who go to see Benny Hinn and others’ campaigns. Many of them, they don’t even know, you know, they are not even Christians as a whole, but they feel this man has power and I don’t care, if they get from the demon or from whoever, I need to get healed so they go.
I think this woman, she knew that Jesus was a good man, he was a rabbi, but I don’t think that she knew that he was the Son of God, etc. but she believed that Jesus could heal her.
Number two, she believes that he is so powerful that even a slight touch from him will heal her. I mean, she’s convinced of this, she says, if I can only touch the hem of his garment I will be healed.
Also, she takes action; you see what I’m talking about? Faith never remains in the realm of pure theory and belief. She takes action and doesn’t remain at home wondering, oh, man it will be great to see this guy. Maybe I’ll send him an email and maybe he’ll read it or something. Maybe if I put my hand on the television, you know, he’ll heal me. Whatever. No, she takes action, she plots, she plans, she knows that he’s going to come to the city and she calculates where’s the best place in the street where she can kind of get herself into the crowd and what her methodology is going to be. She has a plan and she takes action. One day she dresses herself to go out there and there’s a vast realm of uncertainty that opens up to her, but she’s going to do it.
You know, sometimes I found that the most difficult moment to undertake anything great in life is when you break the absolute inertia of zero, you know, I remember years ago the day that I started my carpenter career, the first I did anything of carpentry in my life and it was a big thing, it was actually putting together a room for our second daughter, and I had to break a whole wall. It was too expensive at that time for us to pay the carpenters to do it, some several thousand dollars and we didn’t have that money. And I remember the shear terror that I felt when I took that hammer in my hand and I hit that wall the first time, and I knew there was no going back, it was a big hole out there, and I knew man, I sweat like crazy, I said my wife will never forgive me, she’ll never let me live this down. My whole self esteem is implicated in this moment here. You know, but then as I went along things got better and surely enough there was a room there for our daughter to be born and to come into our house and be there for many years, but you know, just at that moment you have to take action, at some point you have to take the hammer and hit the wall and begin the journey and the process.
And you know, this woman took action. Don’t let inactivity and just fear, keep you, many people want to change a job, they want to change a profession, they want to travel to another country, whatever, they want to speak to a friend about something and they always remain in the realm, should I do it, should I do it? And days pass and they never take action. At one point you got to just commit yourself, take the jump in the name of the Lord and say like Esther, if I perish, I perish but at least I tried.
So, this woman takes action, doesn’t remain at home wondering what would happen if. Also, she goes through a lot of effort to get to him. Faith usually asserts herself by overcoming obstacles, dangers, opposition. There’s whole element, people, you know, throughout Scripture overcoming obstacles and going through a lot of efforts, she had to plot, she had to get through the people, she had to.. I think she touched the hem of the garment of Jesus, not because that’s what she wanted to touch, I think she would have wanted to embrace him and grab on to him, but her circumstances only allowed for that, I think that she kind of stretched through 3 or 4 people and they were kind of complaining, what are you doing woman? And she just, ….., there it is, she touched, she knew that that’s about all she could get, but she felt if I can only do that, that’ll be enough. So you know she had to overcome obstacles.
In life if you’re a man, a woman of faith, you got to believe that with God all things are possible as the word says. Don’t let anything deter you from pursuing great goals, even in your Christian life or in your secular life just because it’s difficult, because there are obstacles. Persist, that’s the whole thing, get through the difficulties and grab on to Jesus grace and power.
Also, she risks censure by mingling with the multitude. Remember what we said about risk? We said we had to take risks. You know, a woman with a flow of blood was ritually impure according to Jewish law. Anybody that she touched by definition became ceremonially impure. So, a woman like her, just like a leper was prohibited from having contact, physical contact with other people. it was a terrible experience for this woman, 12 years of her life totally isolated, looked down upon, the reputation that probably run through her neighborhood and she was not supposed to be there, religiously speaking and yet she decided, I’m going to go anyway, I mean, this people don’t know what I’m suffering. I’m going to break through that difficulty. She took a risk.
And you know, as I said, risk sometimes implies that you look to take risks. She risks censure in this case. Sometimes you’ve got to commit yourself to the shear grace of God. If you are not willing to sacrifice your reputation, your good name, your self image, or your public image in the wake of some impulse that God puts in you, don’t try, don’t live a life of faith. You won’t be able to, you have to take risks many times and you have to just commit yourself to the grace of God.
Another thing, reason and prudence dictated that she stayed home. You know, think about it, she had been sick 12 years, number one, number 2, she had tried through many physicians and none of them could cure her. Actually she had tried and lost all her money. She could get directly to Jesus to speak to him, she had no connection. She didn’t have an insider to tell her, hey, come and I’ll put you in the head of the line, I’ll connect you. Yes, I know him, he’s a good friend of mine and I’ll tell him about you and you know, come. She had no way, she was just a nobody. She was just an outcast.
You can imagine if it were me and I started thinking about all those things I tried before, nothing happen, I’d gone to the best doctors and nothing happen, I’d been around for 12 years with this thing and it’s gotten worse. I’m poor, I’m a woman, I’m ceremonially unclean, all of these obstacles that she was facing and you know, I think the reasonable there for her to say, hey, you know, forget about it. It’s not going to happen; I might as well just stay home. Why submit myself to possible disappointment and more suffering and failure in my life? I think the reasonable thing for her to have done is to just become used to her condition and to try to live the best way that she could and she just threw all of that to the wind. That’s why I say, faith can sometimes be unreasonable.
Many times I’ve undertaken things in my life and in my ministerial journey that I fell like a fool, and I said, Father, I just pray that I just won’t break my head, you know, and that people won’t laugh at me at all, but I just learned that you got to do sometimes foolish, risky things in order to obtain things from God, because sometimes there’s a crucifixion that takes place, when you sacrifice your reason, when you sacrifice your self image, when you sacrifice your pride. These are many of the things that prevent us from doing great things in the Kingdom of God that prevent us from becoming powerful men and women. You got to break all of that.
I think one of the biggest things that need to break is our need for everything to make sense and to be perfectly explainable before we do something, and there’s a crucifixion, there’s a breaking that takes place, and the more you do that, the more supple, the more agile you become in the walk of faith. That’s what Jesus said, if the grain of wheat doesn’t fall to the ground and break and die, it remains alone, but if it breaks it bears a lot of fruit. Why? Because that external covering of human self sufficiency, pride, need to everything be correct and accountable and explainable, it’s a crust that prevents the life, the inner life of God from expressing itself to you. That has to crack in order for the life of God in you to emerge and go out and bless others, and also bless you.
Reason and prudence, in this case, needed to go by the way side. Despite thousand obstacles she took action and made every effort to get to Jesus, you’ve seen that already.
There’s 3 more and then I’ll stop here. Her faith opened access to the power in Jesus. Remember what I said? Faith is the conduit, when you believe in God despite everything you just break through into the realm of the divine.
Also, it made her different from everyone. Faith is what differentiates each and every Christian from a Christian of power and effectiveness. This woman touched Jesus and there were hundreds of people touching him and Jesus felt the difference. And he said, who touched me? Now, when he said touched me, I think he meant, who Touched me? with a capital T, because this woman touched him with a quality that was her faith and that’s why among all the touches, among the wide noise of touching that was around him, her touch penetrated Jesus consciousness and he felt somebody touched, and you know, people looked around, they waited, nobody said, I touched you. And then this woman finally, who expected to just leave kind of quietly and scurry out of there with her victory in her hand and then go back to her life of anonymity. No, she had to stop, she said, ok man, I don’t want to risk this healing to go away. No, ok Jesus, I did it. All right. This woman, her touch was unlike any other touch.
What differentiates her from the multitude? What differentiates her from all the people who come to church and who try to get something from God? It’s your passion, your need, your humility, your persistence, your risk taking, your willingness to break, to fail, and you believe that God will honor your faith if you undertake something. That’s what makes her different from the crowd. 90% of believers in the Christian faith will not get very much from God, except a religious warm feeling, fuzzy feeling when they come to church. That’s about it. Only people who have true faith would be differentiated.
And then finally, it overcame all obstacles, all the obstacles were overcome by her faith. So let me just stop here, there’s a few more things, but maybe some other time we’ll be able to get through all these other things.
The dynamics of faith, they’re so beautiful. Faith is the most absolutely complex sophisticated thing that you can image. We have made it something very superficial. But the Bible is just full of beautiful teaching and if we apply these principles in our lives, I tell you, our lives will be revolutionized; each one of us can become someone very powerful. It doesn’t matter whether you are a new believer, it doesn’t matter whether you are a woman or a man, it doesn’t matter whether you are Latino or Anglo European, it doesn’t matter whether you come from a family that has had several generations of college graduates or whether you are the first high school graduate in your generations. It doesn’t matter whether you speak well or not, whether you have great gifts or not, and the only important question is how great is your faith, what is the quality of your faith. There are many diamonds in the world but there are diamonds that are so pure and so crystal like in their ability to reflect light that they are unique and precious beyond mention. This is what you, how’s your faith, how pure is it? What point of clarity have you brought your faith to in your life? That will make all the difference whether God acts in you and through you to others.
So, I pray this morning that these words of the Lord will dwell in your life and become powerful, powerful presences in your Christian walk.
Madeleine, I know that we are recording these things, they will be in the Internet, right? In the page, the web page. So, if I was going too quickly for you and I mentioned some things and you were unable to take note and you’d like to come back and dwell on those things, go to the church web page which has an English component as well, León de Judá.org and in a couple of days, 3 days or so, you will be able to have a transcribed version of this message. So, I bless you in the name of Jesus Christ.
Father, we pray now for wisdom, many things that were mentioned some of them perhaps not totally what you wanted to, they may not be perfectly able to correct in our spirit anything that needs correcting and also to affirm anything that needs to remain there, and I pray that your understanding Lord would be upon your people, right now, your full understanding, your blessing upon your people, Father. Greater and mini, mini communities among this nucleus and that will bless this city. We pray your joy, your power, your energy to fill our lives, make us powerful men and women of love so we can serve you, we can be effective servants for the Kingdom of God.
We thank you, we bless in the name of Jesus. Alleluia! Amen. Give the Lord a big hand clap. Let’s just stand for a moment. Alleluia! Praise the Lord. Praise the Lord.
No tire la toalla!
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Vamos al libro de Daniel, capítulo 1. Florecitas de nieve en marzo, pero hermanos no se desanimen, dentro de poco la primavera vencerá el invierno. No tire la toalla. Y en una manera, hermanos, de eso se trata este mensaje. Daniel, capítulo 1. Daniel, chapter 1. Gloria a Dios. Glory to God. Especialmente si usted se crió en el Evangelio, si se crió en un hogar cristiano, yo no dudo que usted, tarde o temprano, ha leído este texto, tal vez en un grupo de jóvenes. Pero hace poco lo leí de otra manera, el Señor me quebrantó revelándome algo y aprovecho en esta mañana de compartir esa revelación con ustedes. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
“En el año tercero del reinado de Joacim rey de Judá, vino Nabucodonosor rey de Babilonia á Jerusalén, y la Sitió. El Señor entregó en sus manos” –en manos de Nabucodonosor, “a Joacim rey de Judá, y parte de los utensilios de la casa de Dios; y los trajo a tierra de Sinar,” –o sea Babilonia– “a la casa de su Dios, y colocó los utensilios en la casa del tesoro de su Dios. Y dijo el rey a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que trajese de los hijos de Israel, del linaje real de los príncipes, muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idóneos para estar en el palacio del rey; y que les enseñase las letras y la lengua de los caldeos. Y les señaló el rey ración para cada día, de la provisión de la comida del rey, y del vino que él bebía; y que los criase tres años, para que al fin de ellos se presentasen delante del rey. Entre éstos estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías, de los hijos de Judá. A éstos el jefe de los eunucos puso nombres: puso a Daniel, Beltsasar; a Ananías, Sadrac; a Misael, Mesac; y a Azarías, Abed-nego. Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey…”
¿Cuántos han leído este versículo antes? “Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, i con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse.” Hermanos, reflejemos por un momento este versículo que usted tal vez ha leído muchísimas veces. Y ahora en el contexto de cómo abre el libro de Daniel, ¿no te parece absurdo hermano, este versículo, esta actitud de Daniel? Piénsalo bien. ¿No te parece una locura, algo absurdo? Este libro comienza describiendo lo que parece ser una derrota total para el pueblo de Israel. Hubo una invasión, hubo una conquista. Hermanos, por qué insistir en no contaminarse, en guardar la ley de moisés, en guardar kosher como hacen los judíos hoy día, si Jerusalén ya está destruida, si la guerra se ha perdido y si no hay esperanza de victoria.
Por qué insistir bajo ese ambiente en no contaminarse… parece una locura. ¿Y la respuesta, hermanos? Y esta es la respuesta para todos de ustedes que tal vez se encuentren en Babilonia en esta mañana. La respuesta hermanos es que la guerra nos e ha perdido todavía, la respuesta es que la esperanza no se ha perdido todavía, la respuesta es que el enemigo no se ha salido con la de él, aunque todo alrededor diga lo contrario. Y hermanos, esa es una especie de fe. Y pido al Señor, que el Señor despierte esa fe en usted, esto es una fe que no se deja vencer. Pídele al Señor esta fe que te asegura que saldrás ganando aunque toda la evidencia alrededor de ti te diga lo contrario. Aunque todo lo que usted vea, aunque tus circunstancias te aconsejen niega a tu Dios y muérete.
Hermanos, esta es la fe que te asegura que tu redentor vive y que tus ojos lo verán aunque todo alrededor te diga todo lo contrario. Hermanos, esta especie de fe es la que ha asegurado que el reino de Dios ha sobrevivido. Gracias. El reino de Dios ha sobrevivido imperios, ejércitos, reyes, dictadores, gobiernos, ateos, generales, invasores, como este, crisis económicas y morales, lo que declara el libro de Hebreos, capítulo 36, versículo 33, cuando declara, “que por la fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filos de espadas, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros…” En pocas palabras es una fe que tiene por seguro en el centro de los huesos uno vive seguro que a lo largo el reino de Dios siempre gana. Pase lo que pase, llámelo Babilonia, llámelo Persia, llámelo Grecia, llámelo Roma, llámelo la Unión Soviética, llámelo Cuba, llámelo lo que lo llame… parezca lo que parezca. A lo largo el reino de Dios gana y sus hijos salen triunfando.
Y hermanos, yo llamaría a esto una fe que no se deja vencer. Y hay un lugar para una fe de corto plazo sólo para distinguir una especie, por así decirlo, una fe de otra. Y qué es una fe de corto plazo, bueno que es una decisión, es una emergencia y necesita una respuesta en este momento. Padre, provéeme por esta necesidad, Señor sáname de este flujo, de este dolor de cabeza, Señor tengo que llegar a la gasolinera. Padre, ahora y no es gran cosa. You can handle this, God, tú puedes, esto es poca cosa para ti. Y literalmente, poca cosa para ti. Pero, ese tipo de fe, la fe de corto plazo no es de gran ayuda para ti en Babilonia… cuando usted se encuentra en Babilonia. Cuando usted se encuentra en Babilonia usted necesita una fe invencible, una fe que no se deja vencer. Y hermanos, tarde o temprano el Señor permite que sus hijos confronten una Babilonia.
Yo no sé si usted está en Babilonia, ha experimentado una Babilonia, una Babilonia ha visitado sus familias. ¿Por qué no hacemos un examen aquí rápido? ¿Cuándo sabemos que estamos en Babilonia? Hermanos, no estamos hablando de un día fuerte en el trabajo, no estamos hablando de que te rayen el carro en el parqueo, por más que eso nos molesta. No estamos hablando de esos retos, estamos hablando hermanos… uno está en Babilonia como Daniel cuando confrontas una situación y esto puede acontecer en un momento. Una llamada, un e-mail, un texto, de momento tu vida cambia. De momento confrontas una situación tan abrumadora que de una vez pone a prueba todo lo que usted ha aprendido acerca de Dios y todo lo que usted ha aprendido acerca de quién es Dios para ti y tú para Él. Pone en tela de juicio toda tu relación con Dios y todo lo que tú has aprendido hasta ese momento acerca de Dios. Te borra de un momento los linderos espirituales, te daña tu brújula espiritual. Eso es lo que hace una Babilonia. Uno sabe si está en babilonia, si como David en esa situación, toda la vida que usted conoció –en su caso el templo, los sacerdotes, las viñas de Judá, los rostros de su familia, sus vecinos, en un momento desaparecen, no la vemos, una vida totalmente desconocida, totalmente otra. Job es otro ejemplo hermanos, que en un momento en un par de días pierde hijos, provisión, salud.
Hermanos, ¿el libro de Job no es tan exagerado? En un momento, en un abrir y cerrar de ojos, su… –todo lo que usted conoce de su familia, no es ni siquiera su familia, esto es lo poderoso. Es la imagen que usted tiene de su familia es reconfigurada en un momento. Ese esposo que ayer tú lo conocías como un hombre responsable, sobre el cual descansaba tu confianza y tu corazón va y se corre con otra, guau, tu vida es diferente de ese momento en adelante. Esos hijos, esos niños que tú cargabas, de un momento sea un embarazo inesperado, sea una llamada de la escuela, o peor del cuartel, y ya es otro hijo. Ya es otra situación. Ya esto es otra vida, esto no es lo que usted esperaba. Tu provisión. En un momento, en par de días, este es el drama que los Estados Unidos ha estado vivienda, fortunas se pueden perder en un abrir y cerrar de ojos… fortunas, casas desaparecer, carreras de 20, 25 años, 30 años, desaparecer. Una Babilonia.
Su salud, hermanos, nuestros cuerpos son la cosa más frágil que se ha inventado, y un diagnóstico, una pelota que sale, un dolor de cabeza que no se explica y de momento ya tu vida es otra. Bienvenido a Babilonia. Bienvenido a Babilonia. Y la cosa de Babilonia es esto, cuando esa nube pasa, cuando ese choque inicial pasa y la experiencia emocional inicial pasa y te secas las lágrimas, aún así te quedas con la realidad de los escombros de esta nueva vida. Y esta es la cosa, hermanos, uno no sabe una crisis de este tamaño puede ser de un día, pero más bien uno sabe de antemano que esto no va a pasar en un día o dos. Cuando uno está en Babilonia uno sabe que aquí estaremos tal vez meses, tal vez años, tal vez toda su vida. Hermanos, entonces, primeramente, ¿por qué Dios permite algo así? Un Dios justo, un Dios bueno, un Dios que te ama, un Dios que tú has confesado como tu Dios, un Dios que tú has adorado, un Dios que tú has servido fielmente. ¿Por qué Dios permite algo así sobre su vida? ¿Por qué?
Bueno hermanos, le doy por lo menos dos razones, primeramente hay implicaciones personales para su fe. Hay implicaciones personales. Francamente hermanos, cualquier fe que vale la pena será probada, tarde o temprano. Any faith worth having is a faith worth testing. Cualquier fe que vale la pena a lo largo será probada. Como declara la palabra en el libro de Santiago, la fe sin obras es muerta. ¿Y qué quiere decir eso? Su fe, antes de que sea probada, antes de que pase por una Babilonia… su fe es una profesión, usted lo que tiene es una profesión de fe, eso es importante. Usted lo que tiene son declaraciones de fe, es teología y eso es precioso. Pero, hasta que usted no pase, hasta que el Señor no permita que usted pase por el fuego refinador, esa fe no se activa en una vida ferviente y dinámica y poderosa en el Señor. Imagínate… su vida antes de que pase esta prueba de fe es una colección de talentos y dones y promesas de parte del Señor. Elementos inertes, allí juntos que hasta que el Señor no prenda la llama y comience a derretir esos talentos en mezclarlas con lágrima y quebranto y ahora sí está sacando la Palabra, y ahora sí está comenzando a ejercer ciertos dones, ahora eres un hombre, una mujer de fe. Y ahora brillarás porque en ese fuego el Señor separa las impurezas, el Señor separa la escoria del oro. Y hermanos cuando usted pasa por esto su fe brillará.
Hay implicaciones personales. Pero, hermanos, yo quiero enfatizar esta otra implicación. Otro tipo de fuego refinador y purificador, y es las implicaciones que hay de su sufrimiento y su prueba sobre el reino de Dios. ¿Qué quiere decir con eso? El Señor te ha invitado a un drama eterno. No pierdas de vista eso. Hermanos, mientras usted esté viviendo su vida, mientras usted esté caminando sobre esta tierra no pierda de vista su drama en relación al drama espiritual que se está librando en lugares invisibles. ¿Qué quiero decir con esto? Preguntémonos, ¿qué necesidad tenía Nabucodonosor de tomar de rehén la crema de Judá? –estos muchachos y llevarlos allá. Él ya había hecho lo que le dio la gana con Jerusalén, ¿verdad? Destruyó sus muros, quemó el templo, mató los sacerdotes, de remate toma los instrumentos de adoración del templo del Señor forjada con oro de las ofrendas del pueblo, él toma estos utensilios del templo del Señor. ¿Cómo te sentirías tu, hermano? Y de momento él lo lleva a Babilonia y lo entrega a sus Dioses paganos como un símbolo gráfico, culminante, de una victoria completa –de una conquista.
Qué necesidad tenía él de llevar a estos muchachos de rehén e incorporarlos a su corte, y adoctrinarlos a su cultura y en su manera de pensar y su política. ¿Qué necesidad hay? ¿Sabe por qué? Y aprenda esto bien, aprenda esto bien. Cuando estés en Babilonia. ¿Sabes por qué era tan necesario que hiciera esto? Porque no hay… –la conquista no es completa hasta que uno no se rinda voluntariamente. La conquista no es completa hasta que el enemigo provoca que usted diga, hasta que él oiga de tus labios, ¿ya para qué? Ya no hay esperanza, ya la guerra terminó, ya mi Dios ha muerto y con mi Dios sus promesas. Como declara Pablo en 2ª de Corintios, mira si Cristo –en el contexto de la resurrección del Señor–, si Cristo no ha resucitado en vano es nuestra fe, en vano es nuestra fe. Comamos, dancemos, vivamos, ¿para qué? Ustedes ven lo absurdo que es la declaración de Daniel de no contaminarse en este trasfondo, si es que uno está convencido que la guerra está perdida ya. Pero el Señor sabe, en esta controversia con Satanás, desde antigüedad, Él siempre ha mantenido algo. El Señor ha mantenido. Es más yo, –forgive me God–, Él ha apostado que una minoría, un remanente, tal vez hasta un alma is enough for God. Una alma rehusará, se negará a rendirse. Okay, venga la prueba. El fuego arrasa con todo lo Santo, con todo lo divino, con toda la religiosidad, con todos los aparatos, con todo. Y Él mantiene que cuando ese fuego, esas llamas mueran, quedará por lo menos un Noé. Quedará por lo menos un Abraham. Quedará por lo menos un Josué, un Caleb. Quedará por lo menos un Job. Quedará por lo menos un Daniel.
El Señor permite esto, permite estas Babilonias en esta controversia espiritual porque Él dice ahora en este contexto veremos haber quién me ama, en este contexto tan negativo veremos quién todavía me llama, quién aún me busca… quién aún confía en mí y de esa persona, aunque sea un alma, de esa vida yo puedo crear esa nación. De esa vida yo puedo crear toda una generación inconquistable. Satanás no tiene estrategia con alguien así. Y en este fuego refinador, el Señor está buscando almas con ese ADN espiritual. That’s you. A eso el Señor nos ha llamado. Entonces, hermanos, no te olvides hermano que esto es guerra. No solamente que esto es guerra, pero como decía Louis, nosotros somos parte de un ejército de resistencia. Nosotros vivimos, como él declaraba, en terreno ocupado por el enemigo, this is occupied territory. El enemigo ha usurpado este terreno, esto no es de él. Y tú eres parte del reino legítimo y nosotros vivimos aún, aunque todo alrededor parece que el enemigo se ha apoderado de todo, nosotros vivimos con esperanza… –es más, la certeza, la certeza entre poco habrá una invasión.
Como en la segunda guerra mundial, tú estás en Francia es el año 1944, los alemanes se han replegado de París por más de cuatro años y tú estás seguro que cualquier día tu redentor llega, Y habrá una liberación. La fe es la certeza de lo que no se ve, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Y hermanos en este contexto lo que se espera y no se ve es la victoria, esa victoria y tú la abrazas, tú la esperas, tú la besas… aunque todo a tu alrededor te diga esto es absurdo –esto es absurdo. ¿Entonces cómo lo hace? ¿Cómo lo hace en Babilonia, hermanos? Are we going to make it out of Babylon, ¿cómo nos formamos en un ejército de resistencia debilitando al enemigo y abriéndole paso a nuestro rey que nos viene a redimir. Sabe qué, tres consejos. Primeramente, hermanos, en Babilonia busca al Señor, por decisión y no emoción. En Babilonia busca al Señor por decisión y no emoción. Qué quiero decir con eso, usted puede reducir este punto en esta palabra: disciplina, discipline… disciplina espiritual.
¿Qué quiero decir con esto, hermanos? Esta declaración de Daniel, que él propuso la fuerza de esa palabra, proponer, habla de determinación, eso implica disciplina. Eso implica venga lo que venga, ve alo que yo vea, yo me propongo mientras el Señor me de vida hasta que el Señor restaure Israel, yo me propongo no contaminarme. ¿Y cómo hace esto? Hermanos, en campos de guerra, en campos de prisión de soldados de guerra o soldados en un campo de concentración, tienen la costumbre de mantener ciertas disciplinas aún mientras ellos están presos, que parece un poco ridículo. Usted ha oído esto, ellos se saludan como soldados, ellos respetan su rango aunque ya para ellos se supone que la guerra ha terminado porque son presos. ¿Qué hacen ellos? Poniéndose su uniforme. ¿Qué hacen ellos? Arreglando su uniforme. ¿Qué hacen ellos? Desfilando todas las mañanas. ¿Qué hacen ellos? Haciendo ejercicio y manteniéndose en forma. ¿Qué hacen ellos? Saludando la bandera si les permiten. ¿Por qué? Estas son disciplinas que los ayuda a sobrevivir aún cuando todo a su alrededor le dice, véncete. Y esto es lo que hacía Daniel, no vamos a ir a este texto, pero ustedes conocen la historia de Daniel y la fosa de leones, hermanos. Allí declara la palabra que él solía llegar delante de la presencia del señor, tres veces al día, como un reloj por años. Esto fue un reloj, esto es una disciplina, con ganas o sin ganas abría las ventanas hacia Jerusalén y allí buscaba el rostro de Dios.
Y hermanos les voy a decir, –les voy a advertir–, en Babilonia, especialmente Babilonia, te van a faltar las ganas, te van a faltar las ganas. Te van a faltar las ganas de alabar al señor, te van a faltar las ganas de buscar su rostro, te van a faltar las ganas de oír de Él. En Babilonia eso es especialmente peligroso, porque como Daniel descubrió, él estaba rodeado. El reino de Nabucodonosor, Babilonia estaba donde quiera, donde quiera. Él estaba rodeado de la comida, de las normas, la cultura y la inmoralidad de Babilonia. Hermanos, él nadaba en aguas de conquista como un pez. Y así es tu vida. Si usted se deja, hermano, esas aguas de depresión, esas aguas de mira ya tira la toalla y negatividad, esas aguas que tal vez usted confrontará aún en el camino de su casa al trabajo, del trabajo al hospital, o del hospital a tu hogar. Eso te va a agotar. Tarde o temprano, a menos que usted con disciplina llegue delante del señor, y dice Señor yo tal vez no entienda esta situación, tal vez yo no sé qué hago en Babilonia o qué hice yo para merecer eso, pero yo declaro aunque mi corazón no lo sienta, yo confieso que tú estás en tu trono, que tú estás en control y Padre, mi corazón te busca y pido Señor que tú espíritu, ese espíritu que intercede con gemidos indecibles… Padre que tú espíritu viniste a mi espíritu, que yo soy aún incapaz de ministrarte a ti, ni siquiera te puedo dar la adoración en este momento que tú mereces, pero tu recíbela.
Hermanos, esas son las oraciones que más honran a Dios. Esas oraciones que vienen de decisiones y no de emoción. Esas oraciones que nacen de principios y disciplina. Él oraba tres veces al día. Hermanos, no dejen ir por lo menos una vez al día, antes de su primera decisión, antes de su primera conversación esté delante de la presencia del Señor. Enchúfate con el Señor antes de que salga a Babilonia, punto número uno. Punto número dos, hermanos, le voy a pedir que pasemos a Jeremías, capítulo 29. Punto número dos. En Babilonia, y esto es más difícil que lo del principio, primeramente guarda disciplinas espirituales; segundo, en Babilonia hermanos sirve, en Babilonia ama, en Babilonia construye, en Babilonia determínate ser sal y luz.
El joven Daniel conocía el libro de Jeremías. En Daniel capítulo 9 está esta escena donde Daniel abre este rollo y está leyendo las promesas del libro de Jeremías, específicamente Jeremías 25 y Jeremías 29 que declara que dentro de 70 años el Señor levantaría el exilio de Jerusalén –de Judá de Israel, y que volvería el pueblo del Señor de toda la tierra y regresarían allí. Pero, Él también conocía el contexto de esa promesa. Declara la palabra: "así ha dicho Jehová,” versículo 4 mis hermanos, “así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, á todos los de la cautividad que hice trasportar de Jerusalén a Babilonia, en Babilonia edificad casas, y habitadlas; y plantad huertos, y comed del fruto de ellos. Casaos, y engendrad hijos e hijas; dad mujeres a vuestros hijos, y dad maridos a vuestras hijas, para que tengan hijos, y para que tengan hijas; y multiplicaos ahí, en Babilonia, multiplicaos y no os disminuyáis. Y procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar, y rogad por ella a Jehová; porque en su paz tendréis vosotros paz.”
Daniel tomó esto de corazón, él fue… el libro de Daniel para un líder es imprescindible, hay que leerlo porque habla de un hombre libre de corrupción, habla de un hombre que servía sin negligencia, es un tremendo líder. Un tremendo líder. Y hermanos, él servía de todo su corazón, bendecía a estos hombres, servía rey tras rey aún cuando hubiera golpes de estado, y hubieron unos cuantos en los 70 años que estuvo Daniel allí, próximo reinado el lo sirvió con el mismo, con la misma excelencia que él servía el anterior y hermanos mientras él hacía eso el Señor lo bendecía, mientras usted haga eso sobre la marcha, usted se levanta y tú dices bueno aquí va, estoy en Babilonia y yo me puedo dar, yo me puedo entregar a la depresión, yo me puedo quedar en casa con mis pantuflas y mi bata y puedo hacer… dejar que mi barba crezca y me puedo convertir en un ermitaño…
O puedo salir por esa puerta y declarar que soy un hijo de Dios y es aquí que el Señor va a florecer mis dones, es aquí que el Señor –fue en este contexto, sin Babilonia las revelaciones que el Señor le dio a Daniel no hubiese sido posible. Sin Babilonia los dones que el Señor le había… que estaban inertes en él no hubiesen florecido. Este hombre se convirtió en un profeta del Señor, un instrumento en las manos del Señor. Pero, hermanos, vino de una decisión de primero obedecer la palabra del Señor, de orar por el Shalom, la paz de todo su alrededor. Hermano, ame aún en Babilonia, ame aún a aquéllos que son responsables por su Babilonia, ame, sirva, bendiga a aquéllos que son responsables por su cautividad aún. Se oye radical, se oye radical, pero esto es guerra de resistencia. This is a resistance warfare, a lo largo tu fe sólo se aumentará, y a lo largo como pasó con Daniel, el nombre del Señor será exaltado y glorificado sobre tu vida.
A lo largo reyes paganos, esto es lo que te va a acontecer, los que son testigos de tu vida, los que son la gente que están mirando tu drama de lejos… estoy hablando de ángeles, sí, estoy hablando de demonios, pero tus vecinos y por así decirlo los reyes paganos se verán obligados a declarar no hay un Dios que salve como el Dios de Daniel. No hay un Dios que salve como el Dios de ese muchacho. No hay un Dios que salve como el Dios de esa hermana. Yo no me explico cómo ella se levanta por la mañana, yo no me explico cómo ella se viste, yo no me explico cómo ella como ella va y hace sus cosas con diligencia, yo no me explico esa sonrisa, yo no sé, pero no hay un Dios que salve como el Dios de esa hermana. Jehová sea glorificado aún en Babilonia, mis hermanos. La resistencia del enemigo cae y es corrompido aún de adentro por fuera.
Finalmente hermanos, no dejen esto, en Babilonia viva, en Babilonia viva esperando su redención. En Babilonia viva esperando su redención, viva como un peregrino, un extranjero, sabiendo de dónde usted salió. Hermanos, y yo creo que esto es el secreto de Daniel, él pudo entrar aún como un jovencito en esa corte y confrontar esta realidad y mantener su integridad y mantener su santidad y hacer lo que le pidieran que haga porque detrás de él... él se amarró esta promesa. En el versículo 10, de Jeremías 19 el Señor le promete, “porque así dijo Jehová, cuando en Babilonia se cumplan los 70 años, yo os visitaré y despertaré sobre vosotros mi buena palabra para haceros volver a este lugar.” Hermanos, de gratis porque estamos ya en ese vecindario, me encanta este versículo, y tú recibe esto también. Porque en Babilonia es muy difícil creer esto, más que en otro lugar, tu Dios te promete, hermano. Aunque todo tu alrededor te diga lo contrario, aunque todas las circunstancias te digan otra cosa. Aunque usted se crea que tu Dios te abandonó, que no hay solución, que todo está perdido, que no hay razón porque despertarte en la mañana, el Señor te promete yo sé los pensamientos que tengas dentro de vosotros, pensamientos de paz no de mal para daros el fin que esperáis. Daniel se levantaba cada mañana y se acostaba cada noche marcando los días… marcando los días. Abrazando esta promesa.
Hermanos, conozcan las promesas del Señor. Conozca las promesas del Señor, indaga, nade en las promesas del Señor, bébelas, digiérelas, escríbalas, memorízalas, amárralas sobre tu corazón, escríbelas, como dice la palabra, sobre las tablas de tu corazón, escribe tu nombre en ellas, personalízalas. Hermanos, sueños que no se han realizado, pero marca los días. Promesas del Señor que aún no se han cumplido, pero marca los días. Oraciones que aún el Señor no ha contestado, que han pasado un año, han pasado cinco años, han pasado diez años, han pasado quince años… marca los días, márcalos –márcalas. En esta controversia el Señor te va a mostrar que Él es fiel. A los 80, 90 años Daniel aún iba delante del Señor, y cuando mira como un reloj cuando se cumplió los 70 años él vino delante del Señor y dice Padre, ¿y ahora? ¿ahora qué? Yo he esperado toda mi vida, yo he esperado, yo he confiado en ti, cumple tus promesas. Hebreos, 11. Declara que en versículo 13 de Hebreos 11, conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido. La ironía hermanos es que Daniel –la tradición es que Daniel nunca regresó a Jerusalén pero que Dios lo usó para ser de influencia con el Rey Sido de Persia, porque estaba en su corte... y esa liberación -él fue el vaso que el Señor usó. Y aunque él no llegará allí, dice allí, “sino mirándolo de lejos y creyéndolo y saludándolo y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra, porque lo que éstos dicen ciertamente dan a entender que buscan una patria pues si hubiesen estado pensando en aquellos a donde salieron, ciertamente tenía tiempo de volver.” Pero declara el Señor, anhelaban una mejor. Anhelaban una mejor. Anhelaban… esto es lo celestial, por lo cual Dios, y hermano recibe esta palabra, Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos, porque les ha preparado una ciudad.
Hermanos, aunque los saludemos, aunque usted salude su redención de lejos, tome a sus… si tiene hijos, tome a sus hijos, si tiene nietos, tómelos… ponle las manos, pásale la promesa a ellos, pásale esa herencia a ellos, pásale ese ojo de guerrero a ellos. Creemos, hermanos, una generación invencible. Pongámosle.
Esta fe que no se deja vencer, es una fe que declara aún en Babilonia 'grande es nuestro Dios, grande es nuestro rey, aleluya, Cristo vivo está’ esto es fácil hacerlo aquí en León de Judá con este equipo, luce allí, mis hermanos y es súper difícil declarar esto en Babilonia, sin el templo, sin todo lo que usted conoce. Pero yo te digo esta promesa, hermano, Dios sigue en su trono. El cielo y la tierra pasarán, su palabra jamás pasará. Hermanos, no hay una promesa que el Señor le haya hecho a usted que ha caído a la tierra, es más Babilonia solamente lo hace más precioso. Babilonia solamente nos hace anhelarla más, nos prepara más para ella.
Padre venimos delante de tu presencia con la certeza, primeramente Señor agradeciéndote por hacernos miembros de tu reino que es un privilegio que es incontable, Señor, primeramente afirmamos eso. No lo cambiaríamos para nada, no lo cambiaríamos para nada, Señor. No cambiaríamos esta salvación, no cambiaríamos el conocerte a ti, no cambiaríamos el privilegio de estar delante de tu presencia. Señor, no cambiaríamos ni siquiera para ganar mil años, no cambiaríamos un día en tus atrios, porque eso es precioso. Señor, venga lo que venga no podemos imaginar el mundo sin ti. Señor, el sol se apagará y tú sigues siendo Dios, Señor el cielo y la tierra pasarán, tú sigues siendo Dios, tú sigues siendo rey, tú sigues soberano, Padre y nosotros declaramos porque somos tu pueblo y somos pueblo de tu palabra y aquí tu palabra es ley, Señor.
Y aquí tu palabra en este espacio, tu palabra tiene autoridad, en este lugar y así declaramos a aquél que murió sobre una cruz y fue sepultado y aún sobre la muerte venciste y saliste conquistador. Señor, a lo largo, a lo largo toda lengua confesará que tú eres Señor. A lo largo, Padre, toda rodilla se doblará delante de ti, a lo largo, Padre, todos los reyes de la tierra, Señor, desde los días de Abel y Adán, Señor, hasta el día presente todos arrojarán sus coronas delante de ti y declararán, Señor, quién eres tú. Verán quién eres tú. Lo que nosotros hemos sabido dentro de nuestro corazón, con los ojos de la fe …… Padre, yo amarro esas promesas, yo amarro a mis hermanos a esas palabras ahora en el nombre de Jesús, yo amarro sus vidas a esas promesas ahora, Señor, en el nombre de Jesús. Yo amarro sus corazones, su economía, sus amistades, su familia, su generación, sus esperanzas, sus sueños a esas promesas, Padre. Yo declaro, Padre que no hay uno que te invoque como Dios, no hay uno aquí, no hay uno en este espacio que te invoque como Dios y rey que será avergonzado aún. No hay uno Señor que confíe en tus promesas que será avergonzado. No hay uno, Señor, que confiese, mi Dios vive y será avergonzado, Padre. You are alive, your kingdom rules, it isn't over, it isn’t over –no ha terminado, Padre, tu reino es establecido por una eternidad y a lo largo tuya es la victoria, tuyo es el honor. Tuya es la gloria.
Tu fe te ha salvado
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Lucas 8, versículo 40. Quiero hablarles acerca de la mujer con el flujo de sangre. Este personaje muy interesante que Cristo tuvo un encuentro con ella, o ella tuvo un encuentro frontal con el poder de Jesús. Y es muy inspirador ese texto y quiero que ustedes y yo podamos recibir enseñanza de parte del Señor acerca de este texto.
La mujer que tocó el manto de Jesús. 8, 40, Lucas.
Dice allí, “cuando volvió Jesús le recibió la multitud con gozo porque todos le esperaban. Entonces vino un varón, llamado Jairo, que era principal de la sinagoga y prestándose a los pies de Jesús le rogaba que entrase en su casa,” porque tenía una hija única, como de doce años que se estaba muriendo. Y mientras él iba, la multitud le oprimían, es decir, le presionaban físicamente, “pero una mujer,” y allí deténgase un momentito. Y dice, pero una mujer. Mire esa conjunción, 'pero’ una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía 12 años y que había gastado en médicos todo cuanto tenía y por ninguno había podido ser curada, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto. Y, al instante se detuvo el flujo de su sangre.
Entonces, Jesús dijo, “¿quién es el que me ha tocado?” Y negando todos, porque era una sola persona que le había tocado no, y negando todos, dijo Pedro y los que estaban con Él, “Maestro, la multitud te aprieta y oprime y dices, “¿quién es el que me ha tocado?” Pero, Jesús dijo alguien me ha tocado. Porque yo he conocido que ha salido poder de mí. Entonces, cuando la mujer vio que no había quedado oculta vino temblando, postrándose a sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa ella le había tocado y cómo al instante había sido sanada. Y Él le dijo, hija tu fe te ha salvado, ve en paz. Amén.
Escuche esas palabras, tu fe te ha salvado. Se me ocurre en este momento que si me pidieran un título para este sermón yo tendría que decir, ese mismo, tu fe te ha salvado. Digan todos conmigo, tu fe te ha salvado. Todos, tu fe. Amén. Porque recuerden que en este año que Dios ha puesto en mi corazón compartir el tema de la fe. Impartir a la congregación un espíritu, una mentalidad, una actitud de fe. Yo tengo un compromiso, en todo lo posible que el Señor me ayude a cumplirlo, de que los sermones, las meditaciones de este año, en alguna manera u otra nos inclinen a pensar en ese concepto tan profundo, tan necesario de fe. Y yo declaro en el nombre de Jesús, que al final de esta jornada de fe, nuestra iglesia va a quedar marcada. Va a quedar cambiada en una manera muy poderosa. Amén.
¿Cuántos creen eso? Y que estas palabras van a ser palabras proféticas que van a impactar la vida de ustedes y que Dios va a ser muchas cosas poderosas. Yo creo que Dios quiere marcar nuestra congregación, yo creo que Dios quiere cambiar la constitución misma de esta iglesia y llevarla a otro nivel más poderoso. Cambiar nuestra forma de pensar, de ver las cosas y esa es una de las cosas más importantes acerca del concepto de fe. ¿Sabe donde comienza la fe? La fe comienza en la mente en la forma de pensar. La persona de fe es una persona que piensa y ve la vida y concibe los eventos y los asuntos de la vida en una forma muy diferente a como lo hace la persona que no es de fe. La persona que piensa solamente en términos racionales, humanos, materiales. Se necesita experimentar un cambio de mentalidad para poder pensar en términos de fe.
Por eso el Apóstol Pablo, en Romanos 12, 2, creo que es. Él dice, no se acostumbren a la manera de pensar de esta cultura. Él dice, las palabras son, “no os conforméis a este siglo,” pero lo voy a traducir en lo que realidad quiere decir en términos contemporáneos. No se acostumbren a pensar como piensa el mundo sino transfórmense por medio de la renovación, ¿de qué? De su mente, su forma de pensar, su entendimiento. Cuando usted entra en los caminos de Dios, mire usted tiene que coger la mitad de todo lo que usted cree que hace sentido y dejarlo en el safacón antes de entrar a la Iglesia. Porque en el mundo de la fe las cosas funcionan muy diferentes a como funcionan en el mundo material. En el mundo de la fe, más es menos, y menos a veces es más. En el mundo de la fe los niños son los que entran al reino de los cielos, y los adultos y los muy maduros y sofisticados se quedan afuera. En el mundo de la fe el débil es el que es fuerte. En el mundo de la fe hay que morir para vivir. En el mundo de la fe hay que servir para recibir y para ser servido. En el mundo de la fe hay que dar para tener. En el mundo de la fe hay que hacerse pequeño para que Dios levante a uno, etcétera, etcétera.
Es una cosa rara. La visión de fe es muy diferente a la visión humana. Y desgraciadamente mucha gente en el mundo, o mejor dicho en la iglesia, cuando vienen del mundo y entran a la economía del evangelio no hacen ese cambio en su mente. Se quedan todavía pensando como piensa el mundo y Dios quiere que cuando entremos al evangelio que nuestra mente sea transformada, sea cambiada. Y eso es proceso de toda una vida, pero muchos de nosotros ni siquiera lo comenzamos nos quedamos todavía, no somos ni chicha ni limonada, como dicen los guatemaltecos, no somos ni una cosa ni la otra. Y entonces, somos como parte humano, parte espiritual y es una confusión terrible y no recibimos nada porque sabe que el hombre de doble ánimo no espere que recibirá nada del Señor. La persona que es así indecisa, insegura, indefinida, nosotros tenemos que definirnos como hombres y mujeres de fe. Amén. Gente que computa las cosas del mundo conforme a las leyes del espíritu y no a las leyes de la razón.
Entonces, yo quiero que a través de estas meditaciones nosotros podamos fortalecer la forma de ver la vida que Dios quiere que tengamos que es a través de los principios, los conceptos de la fe y estos pasajes que hay en toda la escritura –usted verá que una de las cosas que Dios quiere hacer a través de toda la escritura es que nosotros aprendamos a pensar en términos de fe. Que nosotros aprendamos a vivir la vida como gente de fe. Y por esos están esos pasajes aquí, y por eso al final el Señor le dice a la mujer, “hija, vete en paz. Tu fe te ha salvado.” ¿Por qué? Porque la fe es como el hilo conector, es el alambre que permite que la energía divina corra y llegue a uno y vaya la petición de uno hacia Dios.
La fe es el hilo conector entre Dios y el mundo del espíritu y el mundo humano y el ser humano. Si no hay fe no hay conexión hermanos, si no hay fe ese teléfono no tiene dial-tone el cual cantaba María Alejandra hace un momentito. Si no hay fe no hay conexión con Dios. Dice la Biblia que el que se acerca a Dios es preciso que crea que él existe y que Él es galardonador de los que le busquen, ¿recuerdan? Dice la Biblia que sin fe es imposible agradar a Dios. Si usted quiere acercarse a Dios, si usted quiere recibir algo de Dios, si usted quiere ser premiado, galardonado por Dios, tiene que creer que Dios es y que Dios es como Él dice que es. Y que Dios es el mismo ayer, hoy, por los siglos. Que el Dios que sanó a esta mujer con el flujo de sangre, puede hacer lo mismo en tu vida. Porque ella tenía un flujo de sangre que la debilitaba, era como un continuo derrame allí, gotita a gotita en su cuerpo que le daba una anemia terrible probablemente.
Sabe qué, en nuestra vida hay situaciones que nos están desangrando a veces, ¿sí o no? Hay preocupaciones, un hijo malcriado o que está en caminos indebidos, un matrimonio que está allí cada día en resucitación, en respiración artificial, un esposo que no da pa’ lante ni que lo halen con una grúa; una situación financiera, una depresión que no quiere irse, recuerdos que nos atormentan. Hay tantas cosas que son como gotitas de sangre, ¿no? Que se van saliendo de nuestra vida, que nos mantienen débiles, inefectivos e imposibles de dar fruto para el Señor. Entonces, ¿qué hace uno con ese flujo de sangre? Yo creo que lo único que uno puede emplear es los principios y los recursos de la fe para que se resuelva el problema. ¿Puede decir amén?
Cualquier situación, yo creo, hermanos, tiene solución en Cristo, en el poder de dios y tu fe es lo suficiente. Ahora, yo no te puedo garantizar que va a ser de la noche a la mañana. ¿A esta mujer cuántos años le tomó para llegar a su solución? 12 años. Yo no voy a decir que te va a tomar tanto tiempo, no te desesperes así tampoco, pero puede que sea un año, dos años, tres años. Mire, hay batallas que se van a tomar… hay a veces unos demonios que son más tercos que una mula y hay que darles batazos en la cabeza hasta que finalmente se van y se desalojan. Hay veces que no, que tú clamas y antes de que tú clames ya Dios ha respondido, también. Pero todas esas transacciones, siempre se darán a través del proceso de la fe. Esta mujer tuvo fe y por eso Dios pudo hacer el milagro en su vida y la fe cambia las circunstancias.
Hermanos, la fe… –yo le pido al Señor, Padre ayúdame a tener fe. Alguna gente pensará 'oh, pero que el Pastor Miranda no tiene fe por esto que está haciendo.’ Hermanos, si mi fe fuera como tuviera que ser yo estaría montado en una loma de millones de dólares, porque la fe es muy poderosa. Mi fe es muy pequeñita y yo agonizo cada paso que doy, pero trato. Por eso cuando los discípulos le dijeron al Señor, Señor… ¿cómo fue? Enséñanos acerca de la fe. Y el Señor les dijo, si tuvieras fe como un grano de mostaza, ustedes le dirían a este monte muévete y échate al mar y lo haría. ¿Qué les quiso decir? Ah no, ellos dijeron auméntanos la fe, Señor auméntanos la fe. Y el Señor, como que se rió, y dijo, ¿qué fe? Si tuvieran una fe tan chiquita como un grano de mostaza, ustedes le podrían decir. Otra palabra, ¿qué les voy a aumentar si no tienen? Nada. A veces nosotros queremos, hermanos… –la fe es tan poderosa, que una chispa de fe en nosotros puede hacer montañas y lo que tenemos que pedir al Señor es aumenta o infunde fe en mí, cambia mi manera de pensar, dame la actitud para que yo pueda vencer los gigantes que hay en mi vida. Sabe qué, las luchas y los problemas de la vida no son problemas de Dios, el problema es nuestro en última instancia, cuán grande es mi fe, cuán grande es mi capacidad para pedirle a Dios. ¿Cuán grande es mi capacidad para hacer lo que tiene que hacerse para que Dios se mueva en mi vida?
Yo creo que cuando ustedes vean a través de los diferentes casos y temas y capítulos que vamos a discutir en estas próximas semanas y meses, ustedes van a ver cuán variada es la dinámica de la fe. Cuántos diferentes caminos llevan a la solución. Algunos caminos son zigzagueantes y largos, otros caminos son instantáneos, algunas intervenciones de Dios son explosivas y destructivas, otras son allí a largo plazo; algunos tuvieron que morir y fueron aserrados y nunca vieron lo que estaban buscando pero en el futuro Dios se lo dio a otra generación. Otros recibieron todo lo que necesitaban en el momento. Léase el capítulo 11 de Hebreos, que es el gran capítulo de la fe, y usted verá allí la diversidad de experiencias y de personajes y de eventos que caracterizan la dinámica de la fe. Pero lo importante es que todos tuvieron fe, todos ejercieron fe y sin fe nadie puede agradar a Dios, sin fe usted no puede desatar el mover del poder de Dios. Usted necesita fe, órele al Señor, ayune, clame a Dios todas esas cosas son formas de uno ir aumentando los músculos de la fe.
Esta mujer es un perfecto ejemplo de algunos aspectos de la fe y de nuevo yo decía que la fe puede cambiar la historia. La fe puede… –yo no voy a decir que la fe cambia la mente de Dios, porque Dios sabe todas las cosas etcétera, pero mirándolo desde esta perspectiva humana, temporal, yo me atrevería a decir que la fe puede afectar el corazón de Dios. Yo no sé cómo, porque en última instancia, en términos absolutos, eternos –no. Porque Dios sabe todo. Pero, desde la perspectiva temporal, humana, yo creo que sí y le podría dar casos pero no tengo el tiempo ahora mismo, en el futuro lo haremos. Pero, lo que yo quiero decir es que aquí yo veo un cambio que se dio en la historia, un cambio en el fluir de ese texto que acabamos de leer. Mire, y es por eso que la fe cambia las cosas. La fe puede alterar la historia, la fe ciertamente puede alterar el estado de tu vida.
Mire cómo comienza el texto, dice que el Señor estaba administrando a la multitud y se le acercó un hombre, se llamaba Jairo. Es decir, en la agenda, en ese momento, la agenda de Cristo cambia un poquito porque un hombre que se llama Jairo que es un hombre religioso, bien conocido en la comunidad es como el pastor de una iglesia, es el principal de una sinagoga. Digamos, el equivalente sería un sacerdote de una iglesia, un pastor de una congregación, un hombre respetado en la comunidad, un hombre con influencia en la comunidad, conexiones sociales en la comunidad, se acerca a Jesús y le pide que sane su hija que está muy enferma. Y, el Señor escucha la petición de Jairo, y dice está bien Jairo, voy a ir a tu casa y voy a sanar a tu hija.
Entonces, la agenda del Señor es ir a la casa de Jairo y sanar a la hija de Jairo, este hombre importante, principal, que es un hombre noble y religioso. Porque dice aquí que mientras Él iba, en otras palabras, la agenda del Señor es ir a sanar esta niña. Ese es su propósito y ese es su misión en ese momento, pero fíjese qué dice en el próximo versículo. "Pero, una mujer," ese pero, hay que poner un círculo alrededor de él, pero, una mujer. Para mí eso es bien significativo. Porque, ¿qué paso en ese momento? La fe de esta mujer se inyectó en la trayectoria de Jesús, y le cambió el programa a Jesús. ¿Sí o no? Usted ve lo que yo quiero decir que la fe puede afectar la historia, puede afectar la agenda de Dios, por así decirlo, desde la perspectiva humana no desde la perspectiva divina.
Puede cambiar el curso de las cosas porque el Señor no está en su programa en ese momento, sanar a nadie, excepto a Jairo. Pero, esta mujer llena de fe y que tiene una convicción que Dios puede sanar su vida a través de este hombre misterioso que ella no sabe –ella ni siquiera entendía totalmente quién era Jesús, yo no creo. Pero había en ella una chispa de fe y de confianza, y de impulso. Porque fe es muchas cosas, fe es emocional, mental, físico, espiritual. Es una mezcolanza de energías que construyen esa esencia que se llama fe. Entonces, esta mujer afecta la vida, el ministerio de Jesús porque se inyecta en la trayectoria de Jesús, su fe es como una flecha que se mete en el programa de Jesús. La fe hace eso, la fe cambia tu vida.
Entonces, a mí siempre me ha fascinado el contraste entre esta mujer y Jairo. Jairo es como la gente debe ser. Y yo diría que en los primeros dos versículos que yo leí, las cosas están sucediendo como se supone que suceden en el mundo. ¿Qué pasa? ¿Quién es el que se supone que se sale con la suya, que recibe lo que necesita? La gente importante, ¿verdad que sí? La gente con conexiones sociales, la gente que se porta bien, la gente que respeta la ley, la gente que tiene recursos, que tiene dinero, que tiene influencia… la gente que ha estudiado, esa es la gente que recibe las cosas en el mundo. Y hasta ese momento vemos que las cosas están marchando como se supone que marchen en la vida normal. Un hombre importante, un sacerdote que conoce la ley, conoce la Biblia por así decirlo. Tiene acceso a este hombre importante que se llama Jesús, y quizás hizo una conexión con uno de los discípulos y le dijeron, no te preocupes, te vamos a meter primero en la línea para que tú le preguntes.
Eso es lo que pasa, cómo se hace en nuestros países cuando usted quiere buscar una visa o algo, usted habla con alguien y lo ponen al frente de la línea, ¿verdad que sí? O lo meten por la puerta de atrás para que vea al cónsul o lo que sea. Entonces, en este caso, Jairo, tiene acceso directo a Jesús y le presenta su caso al Señor y Jesús le dice, está bien voy a ir. Y Jairo es como digo, es la imagen de lo respetable, de lo bien conectado, lo que se porta bien, lo aceptable a la sociedad, todo. Virtualmente es puro, respeta la ley. Esta mujer es todo lo contrario a Jairo. ¿Usted ve por qué yo decía que la fe pone las cosas patas arriba o boca abajo y cambia todo? La gente pobre, generalmente, no recibe lo que necesita en el mundo. No tiene acceso a lo importante, no tiene acceso a los recursos, no sabe cómo meterse en la línea, no sabe cómo llamar al teléfono necesario para conectarse con la persona que tiene la solución. Pero, cuando tú tienes fe hermano, esa es la clave. Cuando tú tienes fe eso te pone al frente de la línea, en muchas ocasiones, eso te da acceso directo al poder de Dios.
Allí ya la fe es el great equalizer, la fe iguala el terreno de competencia. En el mundo de la fe, en la dimensión de la fe el rico es tan poderoso –o el pobre es tan poderoso como el rico, es más, a veces más poderoso que el rico. El no educado a veces puede saber más y tener más acceso al corazón de Dios que el educado por medio de la fe, porque la fe es lo que permite que la revelación de Dios, el poder de Dios llegue a la conciencia humana. El hecho de que esta mujer tenía fe igualó el terreno de competencia con Jairo, por así decirlo. Y le dio acceso a Jesús y ella hizo muchas cosas.
Esta mujer era todo lo contrario, mujer dice primeramente, pero una mujer. Y es interesante, ¿no? Y esta mujer yo no sé si llamaba, Gapita o Juanita. Yo no sé, no tiene nombre, pero ganó acceso a Jesús y se fue con lo que necesitaba. Se fue con el galardón, Dios es galardonador de los que le buscan. Ella se fue con su galardón antes que Jairo, se le metió adelante a Jairo. Sabe que dice la Biblia que el reino de los cielos se hace fuerte y los valientes lo arrebatan. Otra expresión, los violentos lo arrebatan. Pero yo no quiero animarlos a ser violentos porque ya bastante violentos que son ustedes, así que no, yo quiero que sean mansos y humildes más bien. Así que me voy a quedar con el politically correct term, valientes. Pero muchas veces, hermanos, hay que ser atrevido, ¿sabe? Hay que arrancar las cosas, hay que lanzarse en el nombre del Señor. Dios honra a la gente atrevida.
Y a mí me encanta eso, que al Señor Jesús le encanta cuando uno de sus hijos viene y le arrebata algo. A mí me critican allí en mi casa porque yo mi nietecito yo dejo que me arranque los lentes, y me dicen que le estoy dando mal ejemplo a él y que lo estoy malcriando, pero a mí me gusta. Yo no se lo permitiría a otra persona, pero cuando él me quita los lentes yo me siento contento, Me bendice porque es un gesto de confianza y de intimidad entre él y yo. ¿Y sabe qué? Al señor le gusta cuando nosotros, entre comillas, le arrebatamos las cosas. La mujer fenicia le arrebató poder al Señor, ¿ustedes recuerdan? Ella vino y le dijo, Señor sana a mi hija tiene un demonio, el Señor le dijo yo no le puedo dar la comida a los perrillos –la insultó casi, se puede decir. Ella le dijo, sí señor pero aún los perrillos comen de la comida que cae de la mesa. Y el Señor, dijo guau me pillaste me agarraste, sabes qué mujer por esas palabras tu hija ha sido sanada. Sabe qué, no es que la iba a sanar, cuando esa mujer dio esa palabra se sanó e inmediatamente a larga distancia a su hija. La palabra de fe de esa mujer sacó el poder de Cristo. Guau, eso es tremendo. Y un día quiero hablar de la mujer fenicia. Es lo que pasa, hermanos, que nuestra fe, nuestros actos simbólicos tienen un poder increíble para afectar el corazón de Dios. Y al Señor no le molesta que algunos de nosotros vayamos frente a Él siguiendo sus principios y le arranquemos, dice, ¡guau, qué lindo! Está aprendiendo mi hijo, está convirtiendo en una guerrera, está creciendo en el conocimiento de la dinámica. Al Señor le gustan cuando sus hijos le hacen cosas extraordinarias y raras, diferentes.
No tenga temor de hacer cosas desesperadas para que Dios haga algo en su vida. Es más, a veces somos cobardes y por eso Dios no nos bendice más, nos quedamos allí como el siervo infiel que metió su talento en un pañuelito y lo metió allí debajo de la cama y no hizo nada porque tenía miedo, de qué pasaba si perdía el talento y lo invertía en lo que no era. El miedo a veces nos frena de tantas bendiciones que Dios quiere darnos, pero cuando tenemos valor, cuando tenemos fe cuando operamos bajo fe. Y decimos como dijo Ester, si perezco que perezca, si me muero, que me muera; si me cortan la cabeza, por lo menos hice algo, un esfuerzo por salvar a mi pueblo. Y el Señor la bendijo y la honró. La Biblia está llena de gente que hace actos desesperados, Bartimeo, Zaqueo, los amigos del paralítico, toda esa gente los vamos a discutir, y todos tuvieron fe, y se salieron con la suya.
Pero, esta mujer anónima, es todo lo contrario de Jairo, es mujer, no tiene nombre, no tiene dinero porque lo ha gastado todo en los médicos, se lo han robado todo los médicos, Algunas cosas no cambian nunca, pero no, no debo decir eso. No es verdad, no es verdad. Si hay algún médico aquí, ustedes son diferentes, son médicos santificados. Pero, lo había gastado todo en los médicos, era ritualmente impura, sabe que en el judaísmo una mujer que tenía flujo de sangre era como si fuera una mujer menstruosa, perdonen la expresión, pero es normal. Y en la Biblia, si una mujer cuando estaba en su flujo de sangre, era ritualmente impura. Entonces, esta mujer técnicamente, médicamente, era ritualmente impura y no debía, según la ley Judía, estar en contacto con gente alrededor de ella, porque al tocarlos los hacía a ellos ritualmente impuros también.
Sabe que esta mujer violó la ley religiosa para conseguir su milagro, imagínese si tenía fortaleza y valor. No voy a decir otra palabra, tenía pantalones, por así decirlo, ¿no? Esta mujer tenía agallas y violó una cantidad de cosas para conseguir su milagro. Entonces uno no esperaría que ese tipo de individuo recibiera de Dios nada. sin embargo, su fe hizo la diferencia y entonces ella. Por eso es que dice allí, “pero una mujer.” La fe iguala el terreno de la competencia, la fe hace que las cosas cambien alrededor de ti y de tu vida. Ella padecía de flujo de sangre hacía 12 años. Hermanos, como yo digo, a veces los procesos de fe se toman tiempo.
Uno de los principios de fe que tenemos que aprender es eso, que a veces los milagros de Dios se toman tiempo. Y si usted es de esos, como esos récords antiguos, no que yo los haya visto, yo era un bebito cuando esos récord de 45, de corta duración de 45 revoluciones por minuto, ¿se acuerdan? Esos ustedes los conocen, yo no. No, que era una sola canción, ¿no? Muchos cristianos, somos así como esos récords de 45 revoluciones por minuto, nos acabamos en un momentito. Se nos quita la gasolina, se nos acaba en un instante, y oramos dos o tres veces, si no viene el milagro pasamos a la otra petición y se nos olvida y dejamos las cosas así a medias. Y en la Biblia hay que perseverar hasta el fin, hermanos. Si hubiera una lucha o una batalla, y Dios no te responde inmediatamente, sigue clamando, sigue esperando, sigue tocando a la puerta hasta que el Señor responda.
Hay personajes en la Biblia, la viuda ante el juez injusto. Otros así, el amigo que viene a media noche y le toca la puerta a su amigo y no requiere despertar y finalmente para que lo deje tranquilo, le abre la puerta y le da lo que necesita. Hay ejemplos en la Biblia de persistir, uno de los grandes principios de la fe es que hay que persistir, hay que mantenerse hasta el último momento, hay que seguir hasta que Dios te dé lo que Él te ha dicho que te va a dar. Esta mujer tenía 12 años allí con su serio problema, pero no dijo bueno, me voy a quedar en mi casa, aquí me voy a morir, no voy a salir más, no voy a ver a nadie, me voy a deprimir, no. Ella seguía, fue a donde un médico, fue a donde otro, esto y lo otro, hasta que un día vio en el periódico que había un nuevo predicador en el ambiente y leyó en el Internet que había un hombre que se llamaba Jesús que sanaba gente y que tenía un ministerio preciosos, investigó más y vio que sí era un hombre de Dios, y dijo, allí está mi respuesta, voy a probar con Él.
Hermanos, hay que ser persistentes en la vida, hay que tocar las puertas. Yo siempre creo que hay una solución en el mundo para todo problema. Si tú estás buscando algo, lánzate y pide y busca y toca y pregunta hasta que alguien te responda algo, pero no te des por vencido rápidamente. Hay que seguir, porque a nosotros Dios nos ha echo como animales de presa, no somos un pavito allí con la cabeza siempre para abajo, somos águilas, tenemos alta duración, podemos ascender a altas alturas y volar largas distancias. Porque ese es el ADN, esa es la genética que Dios ha puesto en ti. El Señor Jesucristo ha dicho a través del Apóstol Pablo, porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía sino de poder, de amor y de dominio propio. Lo que tú tienes dentro de ti es poder puro, así que no te des por vencido en un momento, no tires la toalla porque no te contestaron inmediatamente, sigue adelante Dios está contigo, el tanque de gasolina que ha puesto es para largas distancias. No subestimes lo que Dios ha puesto en ti.
Atrévete a seguir adelante, siempre hay una solución. Siempre hay una posibilidad, si no tuviste éxito la primera vez, trata, móntate al caballo y trata la segunda vez. Si te caíste, límpiate las rodillas, remiéndate el pantalón y sigue para la próxima y en una de esas vas a pegar, vas a llegar a donde necesitas. Doce años estuvo esta mujer y finalmente entendió que su solución estaba en Jesús. Oh, que los cristianos primero fuéramos a Jesús antes que las demás cosas, no al final. Muchos de nosotros vamos a Jesús como último recurso. Bueno cuando ya los médicos me dijeron que me quedan tres días de vida, entonces comienza a orar. Mira, ora cuando estés en salud por salud. No esperes a que te digan tienes un cáncer, no, ora cada día. Si estás en salud, sabes qué, ese es el tiempo para orar para que el Señor te preserve en salud. Tú tienes que poner todas las cosas en las manos del Señor siempre, bañar todos los aspectos de tu vida con oración de fe para mantenerlos saludables.
Yo creo mucho en la fe preventiva, no en la fe curativa, no en la fe remedial. Muchos de nosotros solamente venimos cuando ya todo ha fallado y cuando estamos ya comiéndonos un cable, lo que sea. Hay que comenzar temprano. Ora por tu salud, ora por tu vigor. Ora por tus finanzas, ora por tus hijos. Mantén tu vida bañada en una sopa de oración continuamente, ¿no? Todas las cosas que naden en un ámbito de oración en tu vida. Satúralo todo en oración, que tu mente esté saturada con la presencia de Dios. Tú vives una vida de fe, tú te mueves en un ámbito de fe, tú pagas el precio, tienes que ser un gigante. No busques al Señor a última hora, no busques al Señor cuando las cosas están malas. Siempre ora preventivamente, para que el Señor bañe tu vida con la vitalidad del Espíritu Santo, que tu mente esté abierta, porosa, comprensiva de los misterios de Dios y que tú puedas procesar los eventos de la vida, la luz del espíritu. Mantente siempre con el Señor primero en tu vida.
Ella esperó 12 años y todo lo había gastado en médicos, todo cuanto tenía y nadie había podido resolver su problema. No hay problema que Dios no pueda resolver. Dios no conoce de grande pequeño, para Dios todo es igual, todo es posible, todo es fácil. Es más Dios no sabe qué es eso de qué es fácil, porque para Él todo es simplemente natural. Él puede hacer lo que a Él le da la gana, y Él no conoce de distancia, esto está lejos, esto está cerca, esto es difícil, esto es fácil, esto es ahora, esto es después. Dice que Dios mora en su eternidad, Dios no conoce de tiempo, espacio, colores, diferencia. Él es todo. Él lo define todo. Todo es definido por Él. No, Él definido por ningún elemento de la realidad humana. Eso es bien, bien profundo, bien poderoso.
Entonces, nadie había podido pero el Señor tenía la solución, Cristo tenía la solución. La fe dice no importa cuán grande mi problema, yo sé que Dios puede resolverlo. Yo sé que aunque todos los demás estén por allí padeciendo de hambre y de necesidad, y hay una crisis económica gigantesca y todo parezca imposible, hay una rendijita por donde yo me voy a colar y voy a recibir mi milagro. Eso es lo que la fe dice, no importa cuántas veces hayas fallado, cuántos hayan fallado, yo puedo recibir porque tengo fe en el Señor y mi Dios es grande.
Entonces ella se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto. Dos cosas negativas que ella tenía en su contra, no tenía un acceso frontal a Jesús, no podía acercarse para que él le diera una palabra de sanidad como le dio a tantos otros. Y no tenía, por lo menos me le voy a pegar bien fuerte para que el Poder salga de Él, ¿no? Ella nomás pudo entre la multitud, me imagino que tal vez entre una o dos personas, estirar la mano y tocar un hilito de la ropa de Jesús, porque había una gran multitud alrededor de ella. Obstáculos, obstáculos, obstáculos por donde quiera. Hermanos, la bendición de Dios muchas veces va a tener que estar al final de muchos obstáculos. La fe siempre tiene que vencer obstáculos, mire toda la Biblia y usted verá obstáculos delante de cualquier persona que quiera conseguir algo de parte del Señor.
Pero, nosotros tenemos que sobreponernos a eso, ir más allá de los obstáculos y esta mujer tenía que acercársele a Él por detrás y tenía que tocar apenas el borde de su manto. Hermanos, déjenme decirles algo, esto es importante. Yo creo que en esta mujer había, quizás, hasta un poquito como de superstición, esto de tocar el manto, pero que sabe que a veces la fe nos lleva a hacer cosas locas. Yo creo mucho en el poder de las acciones simbólicas. Porque uno piensa bueno, tocar el borde de su manto. ¿Qué estaba ella pensando? Ella pensó bueno, la energía de Él se transmite a través de su manto, yo tengo que tocarlo para yo recibir. Eso es una mentalidad mágica. La mentalidad mágica del hombre es así, opera en esa manera. Una palabra, un contacto, una puesta de manos, un aceite.
Pero, yo no creo que esta mujer conocía todo de quién era Jesús, ella no había estudiado teología, ella sólo pensó eso, y es una conexión. Este hombre tiene energía y si yo me meto, en nuestra vida moderna, usted sabe que si usted le mete el dedo a un enchufe usted va a sentir algo, electricidad. Ella dijo, si este hombre tiene poder y si yo lo toco, el poder de Él va a salir a través de de mi dedo y va a sanar. Hay allí algo como un poquito de brujería y de magia yo creo, y yo no dudaría que esta mujer estuviera operando, no sobre una mentalidad teológica o bíblica, sino sobre una mentalidad mágica. Pero sabe qué, muchas veces hermano, Dios obra a través de la imperfección si hay fe. Es que la fe es así, es tan poderosa que muchas veces, tú no vas a tener todas las cosas bien planchaditas pero si tienes una energía de fe eso va a hacer que todo lo demás sea secundario. Hay veces, que en nuestra vida, no está todo como Dios quisiera pero tenemos fe y esa fe neutraliza porque lo que Dios busca es fe. Y eso no es una excusa para vivir vidas pecadoras o lo que sea. Pero, ¿sabe qué? A Dios le encanta la gente que tiene fe y mucha veces esa gente es muy básica en su entendimiento de Dios, son imperfectos y esto y lo otro. Pero tienen fe, y a Dios le encanta la gente de fe. Con esa gente Él hace algo.
Hay veces que hay gente que lo tienen todo planchadito, van a la iglesia todos los domingos, se ponen su traje y su corbata, dan dinero, hacen lo otro pero su corazón está lleno de orgullo y el Señor dice a ti no te voy a mirar, a ti no te voy a dar nada. Y a veces viene otro, un adicto, una persona que ha hecho veinte mil cosas por allá, y tiene fe y se inclina ante Dios y busca de Dios, y Dios dice eso es lo que yo necesito. Es que es increíble, la fe es muy misteriosa. Dios siembre responde a veces a los outsiders, no a los insiders. Dios le responde muchas veces a la gente de afuera no la de adentro. La gente de afuera muchas veces son los que reciben, porque los de adentro muchas veces están tan seguros de sí mismos que su seguridad es un impedimento para su bendición.
A Dios a veces le encanta la gente imperfecta en su hechura pero que tienen fe. Por eso el publicano recibió lo que necesitaba cuando fue a orarle al señor, y el Fariseo que estaba muy seguro de sí mismo no recibió nada. El publicano estaba lleno de pecados, y decía simplemente, Señor ten misericordia de mí porque soy pecador. Pero tenía fe. La fe que Dios necesitaba y esa fe hizo que Dios lo bendijera y lo perdonara. El fariseo muy correcto, todas las calificaciones pero su fe era una fe impura y Dios le dijo a ti no te toca nada hoy, te vas a ir igualito que como llegaste. Esta mujer quizá no entendía quién era Jesús, yo no creo que ella supiera que Él era el Mesías, el hijo de Dios con sustancial con el Padre, esto y lo otro, pero tenía fe. Y esa fe desató el poder de Jesús, esa fe se impuso al hecho de que el Señor no le dio permiso para tocarlo. Esa fe estuvo por allá por encima del hecho de que ella no pudo pedirle su milagro en una forma adecuada, fue simplemente un acto desnudo de fe lo que abrió el poder de Dios.
Cuando tú tengas un problema en tu vida, una necesidad, aunque tú no sepas todo acerca del problema y tengas todas las cosas bien planchaditas, simplemente clama al Señor, pídele al Señor y tírate a los pies del Señor y dile tu problema y tu necesidad en palabras balbuceantes. El Señor lo que ve es el corazón de la persona y dice aquí que al instante se detuvo el flujo de su sangre, al instante. Inmediatamente que ella por medio de su fe se conectó con el poder de Jesucristo, se dio el milagro y ella sintió… es decir, el Señor Jesucristo no fue el único que sintió un estremecimiento dentro sí, la mujer sintió también un estremecimiento. Y es lo que pasa muchas veces, si en una transacción eléctrica, si usted mete algo en un enchufe, sabe qué muchas veces hay una descarga y puede que se vayan los fusibles, se funde la luz, ¿sabe? Y usted también siente algo del otro lado, un corrientazo. Porque hubo un fluir demasiado rápido de energía y todo se tira patas arriba y los dos extremos sienten el cambio. Eso pasó aquí, el Señor se estremeció y ella también se estremeció y sintió que la habían sanado, que estaba lista.
¿Cómo supo ella que había sido sanada? Porque ella sintió algo dentro de ella, sintió que eso que la estaba afectando, se secó. Que la apertura que tenía se cerró y ella dijo, recibí lo que necesitaba. Y el Señor también. Hermano, esos son los misterios. A veces yo veo que la gente teológica se pone con tantas complicaciones, yo les digo hermanos, mientras yo más conozco el poder de Dios, veo que más sencillo tengo que ser, menos teológico. Dios hace lo que da absolutamente la gana y muchas veces los misterios de Dios, estos de la energía y los toques, y las acciones simbólicas y todo eso, eso tiene un poder increíble. Por eso es que a veces la gente criticó a Guille Ávila por los pañitos que oraba y se los enviaba a la gente por el correo. Mire, Dios hace lo que le da la gana. Hay gente muy teológica y dice, eso de poner las manos al radio, que eso es brujería. Mire a Dios si se la pone en la boca del perrito que tiene, y lo hace con fe, quizás Dios use eso para sanar, quién sabe. El Señor hace lo que le da la gana si hay fe, si hay fe, si hay fe. Esa es la diferencia, porque aquí, esta mujer –eso fue una cosa de poder, una cuestión eléctrica. La vida… –el mundo del espíritu, el mundo de la fe tiene aspectos así raros, misteriosos, que son casi como electrónica. ¿No? Aquí eso fue una transacción eléctrica lo que hizo que ella sintiera lo que sintió. Es fe desnuda, esto es la fe en su forma más básica.
Pidámosle al Señor que aumente esa energía en nuestras vidas. Pequémonos más a Jesús. Porque eso es una cuestión. ¿Cómo dice el señor Jesucristo? Permaneced en mí y yo en vosotros y llevaréis mucho fruto porque apartaos de mí que nada podéis hacer. Es una cuestión eléctrica. Mi computadora, si yo la desconecto de la carga eléctrica nomás dura tres horas y a las dos horas ya la bateriíta esa que tiene dice me estoy muriendo, me estoy muriendo, pégame otra vez porque ella necesita estar enchufada al poder. Es algo eléctrico. La fe es algo eléctrico, usted tiene que estar enchufado a Jesús, enchufado a la palabra, enchufado a la oración, enchufado a la adoración, enchufado a la a las declaraciones verbales de poder, enchufado a la a la comunidad de Dios, enchufado a la a la iglesia. Usted necesita venir a la iglesia, no me diga que usted es tan sofisticado que no necesita venir a la iglesia. Aquí Dios hace cosas, hay que pegarse a las cosas donde está el poder. Hay que estar con gente de poder, hay que hablar con gente que tiene unción. Si usted habla con gente que solamente todo es negativo y pesimista, usted va a ser igualito que ellos en 10 días, se los garantizo. Péguese a gente que tiene unción, poder, positivismo y optimismo y usted también va a recibir lo mismo porque es energía.
Hay energía y nosotros tenemos… eso es uno de los grandes detalles y verdades acerca de la fe. Hay una dimensión de energía y hay que estar donde está la energía. Jesús es la máxima expresión de eso pero también hay otros lugares, hay otras transacciones, cuando tú te pegas a la palabra y tú estás leyendo esa palabra, esa palabra está transmitiendo energía divina. Ahora, pégate al televisor y ya tu sabes, lo que va a salir de allí más loco que un reloj de a peso, como decimos nosotros. Porque esa energía que está allí adentro, ¿qué es lo que te va a dar? Problemas, dificultades, adulterios, sensualidades, locura, violencia, esa energía es la que se va a pegar a ti. Hay que pegarse donde está la energía buena, quien quiera que tenga energía, un ambiente con buena energía, una enseñanza, una iglesia con buena energía, ve a allá y pégate a ella y recibe de ella. Y eso te va a dar fuerza para que tu vida cambie y seas diferente y puedas hacer otras cosas. Ella se pegó a Jesús y vino lo que ella necesitaba.
Último pensamiento. Ella tocó a Jesús, salió poder de Jesús. Bueno, ella dijo, ya tengo lo que necesitaba, ahora me voy a mi casa y ya. Ve por qué, porque ella tiene una mentalidad primitiva, básica. Pero las cosas de Dios son mucho más complejas, a veces Dios tiene tratos con nosotros que van más allá de nuestra necesidad o nuestro drama inmediato. A veces Dios quiere sacar mucho más provecho de la luchas de tu vida, que simplemente tu dramita pequeño que estás viviendo. Tú no sabes qué cosas están pasando a través de ti que tú crees que tú eres el único que está comiéndote un cable y cociéndote en tu propio jugo de sufrimiento, pero hay gente que está mirando tu drama y están aprendiendo y están mirándote a ver qué tú vas a hacer en tu trabajo, en tu familia, en diferentes partes. ¿Qué hablé demasiado? Ya he visto ---. No eso es bueno, eso es bueno. No dejen de hacerlo, eso me gusta. Yo prefiero que estén aquí, keep doing that, that's good. Eso es bueno. Hermanos, ya hasta se me olvidó lo que iba a decir.
Hermanos, de nuevo. A veces Dios tiene cosas que están pasando en nuestra vida personal y Dios quiere glorificarse y por eso a veces Él alarga las cosas porque quiere sacarle el millaje. El milagro Él lo puede hacer en un instante, pero Dios a veces Él le gusta sacarle provecho a las cosas para que otros sean bendecidos. ¿Cuántas personas han sido bendecidas a través de la historia con el dramita de esta mujer? Millones de personas, yo me atrevo a pensar, que han leído este pasaje y han recibido ánimo y estímulo y enseñanza. Mire aquí, dos mil y pico de años después, una comunidad de inmigrantes aquí en Boston está recibiendo bendición de lo que le pasó a esta mujer hace dos mil y pico de años. Ella pensó que este era solamente mi drama, mi problema, mi dificultad. Nosotros tenemos siempre una gran nube de testigos alrededor de nosotros y usted no sabe qué Dios está haciendo. Porque esta mujer qué creyó ella, bueno toco a Jesús, saco lo que necesito, thank you very much, me voy para mi casa y ahora puedo volver otra vez a hacer toda mi vida normal, etcétera.
Pero había algo más que Cristo quería hacer, cuando Él experimenta esa descarga de poder Él dice quién me ha tocado. Ella llega escurriéndose. ¿Quién me ha tocado? Y ella tuvo que detenerse en ese momento porque el Señor… yo creo que el Señor sabía todo lo que estaba pasando. Él quiso hermanos, que esta mujer no se fuera como ella siempre había vivido, anónima, despreciada y deprimida. Él quiso bendecirla un poco más todavía, Él quiso ponerle el toque final a ese drama que él había permitido que se diera y quiso ponerle punto y aparte a lo que había sucedido.
Porque, de nuevo, Dios es así. Dios es complejo en sus cosas y entonces Él quiso que esta mujer fuera, que tuviera un momento de comunicación con Él. Fíjese qué interesante, hay tanto, pero ya no me va a dar oportunidad. Y dice aquí, mire una de las cosas, y es que el Señor quería hablarle a ella y comunicarle algo y ella solamente quería su milagro, su situación. Pero, muchas veces hermanos, la fe quiere enseñarnos algo más. Quiere tratar con nosotros, quiere que crezcamos a otro nivel, quiere desarrollar carácter en nosotros, quiere quebrantarnos, quiere formarnos en hombres y mujeres más poderosos en Dios. Y todo eso el Señor quiso hacer. Esta mujer… cuando el Señor dice, ¿quién me ha tocado? Los discípulos dicen, bueno, todo el mundo te esta tocando. Entonces, ella dice a la gente okay, me tengo que confesar. El Señor no quería que ella se fuera con un sentido de ilegitimidad. Él quería que ella se fuera con un sentido de lo que recibiste, lo merecías y vete bendecida.
Dios es tan misericordioso, tan generoso, tan amoroso con nosotros. Entonces, Él la llama y ella le cuenta su historia. Otros escuchan su historia, son bendecidos por su testimonio, son edificados. El Señor es glorificado, se hace un récord de lo que sucedió, muchos son bendecidos y Él le dice a la mujer estas palabras que la despiden en paz. Y le dice a ella, mujer tu fe te ha salvado. Le dice, hija. Escuche eso, porque era un drama de amor, el Señor es amoroso. El Señor no quería que esta mujer se fuera como una ilegítima, ilegal, indocumentada. Él quería que ella sintiera que hiciste bien, se hizo lo que tenía que hacer, obtuviste lo que tú merecías. Le dijo, hija tu fe te ha salvado, ve en paz. Ese es el Dios que yo conozco hermanos, el Dios de misericordia, el Dios de amor, el Dios de compasión, el Dios que me ama, el Dios que no espera que yo tenga todas las tes cruzadas y todas las íes con su puntito arriba.
El Dios que dice, sabe qué quizás no mereces todo lo que te voy a dar, pero tú ere mi hijo y yo te amo y te lo voy a dar de todas maneras. Es el Cristo que dice, sabe qué, has cometido algunos errores en tu vida, pero yo te amo porque tú me amas y tu corazón está en el lugar correcto. Nunca pienses que tú tienes que tener todo bien arreglado para acercarte a Cristo. Al contrario, a veces mientras más problemas tienes y más dificultades tienes, más el Señor quiere que tú te acerques a Él. Eso te califica más todavía para acercarte al Señor. Quiere el Señor que en esta mañana, la fe de la mujer que tocó el manto de Jesús se haga nuestra fe, amén.
Vamos a bajar nuestras cabezas un momento, yo te pido que recuerdes estas dinámicas de la fe para que en tu próxima lucha, en tu próxima tribulación tú puedas tener acceso. Mira ese Cristo, mira ese Jesús que ha hecho lo que describe este pasaje y pégate a Él y entiende que eso no está allí para que simplemente veamos algo arqueológico que pasó hace dos mil años, eso lo pusieron allí para que tú entiendas que eso es lo mismo que Dios puede hacer por ti hoy en tu situación, por eso está allí. Es un ejemplo, es un paradigma, es un llamado a que tú ejerzas esa misma fe y obtengas ese mismo resultado en tu vida. Que tú uses esa mentalidad y que veas ese mismo poder fluir de Jesús. ¿Qué drama tienes tú? ¿Qué lucha tienes tú? ¿Cuál es tu problema? ¿Cuál es tu situación? Ese problema, esa situación puede obedecer al poder que hay en Jesús y cambiar tu vida, cambiar tu dinámica. Cristo tiene la solución, Cristo tiene la solución a tu problema. No lo sueltes hasta que no hayas recibido todo lo que Él tiene para ti.
Para que abunde toda gracia
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La verdad de los principios que yo estoy estableciendo aquí no son solamente para esta campaña financiera sino son para toda la vida. Eso es bien importante que lo recuerden.
Yo he dicho en el espíritu creo que este año es un año de enseñanza sobre fe para la Congregación León de Judá, que todo lo que vamos a estar enseñando de una manera u otra va a ser orientado a restablecer la fe de este pueblo, para que sea un pueblo agresivo, un pueblo militante, y un pueblo efectivo con respecto a las cosas del reino de Dios.
Así que, esta enseñanza que yo voy a compartir con ustedes, les aseguro, es para toda la vida. Y conlleva uno de los principios grandes de la vida cristiana que es como dar una fe para desatar la bendición de Dios, tanto alrededor de nosotros como en nuestra propia vida. Y tengo dos textos que quiero compartir con ustedes, uno se encuentra en Marcos, capítulo 12, versículo 41 al 44. Así que, quiero invitarlos si es niñito lo pueden tomar y llevarlo a su clase, se los agradezco, por favor para que tengamos, hablando de usar los servicios de la Iglesia, sería muy bueno y el puede ser bendecido también.
Marcos, 12, 41 al 44. Y quiero orientar su mente hacia esta imagen, esta escena del evangelio. El título de este mensaje es, 'Para que abunde toda gracia.' Nos dice allí este pasaje, que Jesús una vez estaba sentado delante del arca de la ofrenda. Había un lugar en el templo donde la gente venía, era como un lobby digamos, era una plaza grande en ese santuario inmenso que era todo un complejo de edificios, el templo. Y allí venía la gente a entregar sus ofrendas, sus diezmos, sus ofrecimientos para el templo. Y el Señor estaba allí sentado, nadie sabía que él era el Hijo de Dios, en ese momento, me imagino, pero él estaba allí viendo la escena.
Y así pasa muchas veces en nuestras vidas, que nosotros le damos al Señor y no entendemos que tenemos una gran nube de testigos alrededor de nosotros en el Espíritu que están viendo. Yo creo que hay ángeles, hay demonios, hay principados, potestades, arcángeles y el mismo Dios está mirando sobre este drama que se está desarrollando en esta congregación en estos días. Dios está mirando y muchas veces no sabemos cuán importante es lo que yo hago, lo que yo doy al Señor, y pienso "yo no soy nadie, yo simplemente estoy dando mecánicamente" y no sabemos lo sublime que es ese momento de dar.
El Señor estaba mirando esa escena de la gente dando cotidianamente, dice "y miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca y muchos ricos echaban mucho," primer detalle, ¿no? venía esa gente con todas sus grandes vestiduras, sus hermosos trajes, evidentemente gente de afluencia y de recursos y echaba dinero en abundancia. Algunos de ellos quizás lo hacían ostentosamente, y el Señor observaba discretamente, pero qué pasa, segundo detalle, "vino una viuda pobre," cuántas veces vemos en la Escritura gente pobre de escasos recursos que son los que Dios escoge para que le den. Haga un recuento de la Escritura y usted verá cuántas veces se repite eso.
No había nadie menos provista que una viuda en esos tiempos, era la imagen misma de la pobreza y de la incapacidad para dar, sin embargo, viene una mujer así, evidentemente el Señor la identificó como una viuda pobre, y esa mujer echó dos blancas, o sea, un cuadrante- yo no sé, cuánto exactamente equivalía dos blancas o un cuadrante, yo me imagino que era el precio de una taza de café o quizás hasta menos, 50 centavos, un dólar, no sabemos. Pero, era muy poco en comparación con la gran cantidad de dinero que daba aquella gente muy rica. Entonces, el Señor, observó, marcó esa escena y como Él siempre estaba buscando formas de edificar, instruir y preparar a sus discípulos para el ministerio, Él entendió que era importante que ellos supieran el principio espiritual que estaba detrás de ese momento. Muy importante, porque hermanos uno de los principios más poderosos de la vida cristiana es el dar y servir al Señor.
Busca tal vez en toda la escritura, cuando Dios quiere bendecir a alguien, cuando quiere algo de alguien le pide que dé, llama a alguien para que dé algo, y piensen en Abraham cuando Dios le pide que le dé a su único hijo y que se lo entregue en sacrificio. Dios siempre se impresiona y quiere que nosotros aprendamos a dar y a servir. Entonces el Señor llamó a sus discípulos y quiso compartir con ellos una lección. Fíjense, que a veces, la gente se molesta cuando tocamos los temas de dar y de dinero, y la gente dice, 'Oh, eso no es para la iglesia.' Mire aquí al mismo hijo de Dios separando tiempo de su enseñanza, para compartir acerca de dar, y si usted mira el ministerio de Jesús, muchas veces el Señor habló acerca de dinero, generosidad, darle a Él.
Entonces, él llamó a sus discípulos y les dijo, "de cierto les digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca.” Matemáticamente eso no era cierto, matemáticamente eso no era cierto- físicamente los ricos dieron mucho más en términos de cantidad total que ella. ¿Por qué dijo el Señor que ella dio más que los demás? Bueno, aquí está la respuesta, dice, "porque todos han echado de lo que les sobra, pero ésta” -esa viuda- “de su pobreza, echó todo lo que tenía, todo su sustento." En otras, palabras, en la economía divina, en la economía espiritual la ofrenda de esta mujer tenía más poder y más valor que la de los que dieron mucho cuantitativamente, ¿por qué? Porque esta mujer dio en la zona de la incomodidad. Esta mujer dio con fe, dio sacrificialmente y eso fue lo que movió el corazón de Dios.
Hermanos, yo les digo que siempre en toda la escritura, lo que verdaderamente toca a Dios es cuando nos salimos de lo predecible, lo cómodo, lo confiable, lo razonable y entramos en la zona de lo que solamente Dios puede hacer posible. Allí es donde verdaderamente se activa el concepto de fe, mientras usted se mantiene en lo natural, entonces no hay fe. Cuando usted sale de lo natural y entra donde sólo Dios puede proveer, allí usted ha entrado en la zona de fe. Toda vida de fe presupone sacrificio, riesgo, si no hay sacrificio, si no hay riesgo, si no hay estiramiento, si no hay déficit en alguna manera, escuchen lo que les estoy diciendo, no hay fe. David entendió esto muy bien.
En un evento de la historia del pueblo de Dios, al rey David Dios le marcó sobrenaturalmente el lugar exacto donde se había de construir templo para Él. El primer templo. Dios por medio de una escena de un ángel parado en un solar, una era de un hombre de Israel, Dios marcó ese es el lugar donde yo quiero que se construya mi santuario. Porque hay lugares así, lugares sagrados, yo le decía a la congregación esta mañana, yo realmente no comparto esto, pero yo creo que esta iglesia, este lugar está en un lugar sagrado. No lo digo así porque es una iglesia simplemente, no, pero este lugar específicamente.
Y yo le decía a los hermanos, mire esto es importante que entendamos estas cosas, porque yo siempre he sabido que geográficamente el León de Judá está en un lugar céntrico, está céntricamente ubicado en la ciudad de Boston. Hace 2 ó 3 sábados atrás, Linda Clarke, que es una intercesora afro-americana, muy conocida aquí en el área de Boston, en Nueva Inglaterra, en una reunión de oración y alabanza que teníamos aquí con hermanos de diferente áreas de la región, dijo algo que yo pensaba que yo era el único que en realidad entendía esto. Pero no es así, ella dijo, esta iglesia que abre sus puertas para que aquí se de oración y alabanza y Dios dijo, ella tiene un propósito especial para este lugar y dijo, este lugar está y uso las palabras 'en el epicentro de la ciudad de Boston.’
Geográficamente, si usted mira un mapa del área de Boston, usted va a ver esta área es céntrica geográficamente a la ciudad de Boston. Inclusive se ha echo más céntrica todavía cuando se hizo esa salida 18 de la ruta 93, este lugar es absolutamente accesible. Uno de los lugares más fácilmente accesible de iglesia en toda la ciudad de Boston. Y Dios tenía un propósito, cuando esta iglesia era apenas escombros y apenas habíamos entrado a comenzar a trabajarla yo tuve un sueño una noche, Dios me dio varios sueños alrededor de esto, esta iglesia de echo es el origen de un sueño con el León de Judá, por eso se llama Congregación León de Judá y yo lo he compartido con ustedes.
Pero al inicio de la construcción yo tuve un sueño donde yo me veía en el basement de la iglesia que en ese tiempo era una mazmorra, feísimo, oscuro, tétrico, usted lo ve hoy y no se imagina lo terriblemente feo que era ese lugar allá abajo. Y es más los arquitectos ni querían que nosotros tratáramos de construir nada allá abajo, dijeron simplemente cierren eso porque no hay mucho que hacer. Dios nos permitió habilitarlo. Pero yo me veía allá abajo en el sueño y en mi mente yo sabía que no había nadie, era así porque yo tenía una de las pocas llaves en ese tiempo para entrar en el santuario o para entrar en el edificio completo. Entonces, yo había entrado en el sueño solo, sabía que era el único en el edificio, pero en el momento me percaté de que había alguien más adentro en el basement conmigo.
Yo me pregunté, pero ¿quién puede estar aquí? Porque yo soy el único que he entrado aquí, en un momento se materializó en mi visión, en mi vista, una mujer alta, delgada, todavía la recuerdo bien, con una mirada de locura en sus ojos, una mirada así vacua y distante, y con el pelo todo enmarañado, como cuando los deambulantes no se han bañado en mucho tiempo, y la barba y el pelo se le pone como pastoso, como una paja, así pegajosa y estaba todo así pegado su pelo; y ella me miraba pero no me veía, miraba a través de mí y comenzó a caminar, yo recuerdo el terror en el sueño cuando yo sentí cuando ella se acercaba hacia mi persona, y mientras más se acercaba más aumentaba mi terror porque yo sabía que en ella había un espíritu de locura. Esta mujer estaba desaforada, su mente ida y yo entendí que era un espíritu de locura y por eso mi terror, porque se acercaba hacía mí el espíritu de locura. Cuando yo pensé que ella iba a chocar contra mí ella simplemente pasó a través de mí y siguió caminando como si yo no existiera.
En el momento en el sueño, en el mismo basement, vi otra persona, un hombre sobrepeso, extremadamente sobrepeso, anglosajón, sentado en un lazy sofa, un lazyboy, un sofá de esos grandes, acolchonados de una sola persona de esos que se reclinan, reclinador, sentado allí también con una mirada así lejana, todo mal vestido, simplemente así bien, bien extremadamente sobrepeso, pero sin hacer nada. Y yo lo que sentí era que esta persona era un fracaso en la vida, estancado, no tenía a donde ir, simplemente estancamiento fue lo que yo sentí y en mi espíritu yo sentí que este hombre me presentaba un espíritu de estancamiento y de fracaso en la vida. Y de momento todo el lugar se iluminó y se llenó de gente, de espíritus que traficaban a través de el espacio de allá abajo, y yo entendí entonces en el sueño que esos, todos esos espíritus malignos, eran los que poseían a mucha de la gente en esta comunidad y que los afligían con diferentes males y que esos espíritus simplemente no sabían ni les interesaba que aquí había un edificio, para ellos era simplemente una zona espiritual y ellos cruzaban de un lado para otro y traficaban aquí como se haría en una gran plaza, moviéndose como a ellos les daba la gana.
Yo entendí desde ese día, apenas comenzando la construcción aquí que Dios nos había puesto en un lugar de mucho mal espiritual, de mucha necesidad. En ese tiempo teníamos Blancher's Liquors, esa deparadora de maldad y de vicio que ahora se ha convertido en una farmacia deparadora de medicina, gloria Señor teníamos allí este sitio aquí que era una barra de mala muerte también abiertas, oramos y Dios los ha ido cerrando uno tras otro. Y esta ciudad que es una de las grandes concentraciones en todo Estados Unidos de servicios sociales, aquí está el centro más grande de deambulantes, de tratamientos de ambulantes, allí en Boston Medical Center, que en, yo creo que en uno, sino en todos Estados Unidos, en un tiempo lo fue. Pero usted sabe los cientos y cientos de persona deambulantes, aquí está Rosy's Place, aquí está Pine Street Inn, uno de los grandes, grandes centro de deambulantes en toda la región, está el Salomon Carter Fuller Center aquí a un tiro de piedra, que es uno de los manicomios más grandes que hay aquí en toda la región.
Fue un área de tanto mal, de tanta violencia. Antes de nosotros llegar a este edificio, meses antes mataron a dos personas en ese callejón que está allí detrás de ustedes, una prostituta y un hombre deambulante. Este era un lugar terrible aquí, y yo entendí que Dios nos había movido a este lugar. Y Dios ha ido bendiciendo y limpiando este lugar, no solamente porque nosotros estamos aquí, pero yo creo que nuestras oraciones, nuestra presencia aquí ha ido limpiando mucho hasta el punto de que hoy en día el South End y esta avenida por aquí es una de las áreas más cotizadas de toda la ciudad de Boston.
Pero Dios me dijo que este lugar era así magnético, era un lugar espiritual y a ese lugar Dios nos había traído para hacer guerra espiritual en el nombre del León de Judá, no en el nombre del pastorcito de ovejas, el León de Judá que es una encarnación de guerra de Jesucristo. Es el temperamento que Dios le ha dado a esta iglesia hermanos, esa es la encarnación profética que ustedes tienen. Ustedes tienen el ADN de León de Judá como congregación y yo espero que ustedes se levanten a esa altura del llamado que ustedes y yo hemos recibido.
Porque eso es lo que Dios quiere, un pueblo guerrero y aguerrido, como esa guatemaltequita que se paró aquí con corazón de gigante, sabe, yo se la hecho de cualquier mujer de 6 pies con 8, sabe esta allí. Y si tengo que ir a la guerra me gustaría con 1 o 10 como Delmi, y eso es un crédito para nuestra iglesia, sabe. Pero, Dios quiere eso para hombres y mujeres de esta congregación.
Entonces lo que yo les decía es que cuando David se acercó a ese dueño de esa era, de ese solar, para comprarle esa tierra el hombre entendiendo que era una oportunidad para él dar esa tierra al Señor, porque cuando uno le da al Señor hay bendición, sabe lo que le dijo David, cuando David le dijo mira, te quiero comprar esta tierra y pagártela por su precio justo. El hombre éste, que creo que su hombre era Arauna si no me equivoco, sino no importa. El caso es que el hombre dueño de la tierra le dijo, sabe que Rey, yo te la entrego, yo te la doy, no me pagues por ella es más sabe qué yo te voy a dar bueyes y madera para que hagas un sacrificio al Señor en este lugar y consagres este sitio al Señor, yo te lo regalo todo, no me des nada.
Y sabes lo que David le dijo, sabes qué muchas gracias, pero yo no le ofreceré al Señor sacrificio que no me cueste nada. Famosas palabras. Aquí se dio un duelo entre dos dadores. Cada uno quería la bendición de darle al Señor y los dos sabían que para desatar la bendición de Dios hay que dar. Y David dijo, no, tú no me vas a quitar ese privilegio, yo no le voy a dar nada al Señor que no me cueste. Y por eso es que siempre en los textos de la Biblia va haber gente dando que le cuesta. Si a usted no le cuesta, no le dé al Señor. Si usted no siente una pullita de duda y de temor, no le dé al Señor. Si usted no se siente un poquito incómodo cuando usted da, no le dé al Señor.
Yo le digo, yo le suplico en el nombre de Jesús, en este gran momento de la historia de esta congregación, déle al Señor así, como esta viuda. Déle al Señor en la zona de lo incómodo, déle de su pobreza, déle de su desempleo, déle de su temor a quedarse sin empleo, déle de su mirar este tiempo raro y nefasto que estamos viviendo en la economía de esta nación, déle al Señor de allí. Métase allí en ese lugar incómodo y déle al Señor desde allí. Déle al Señor desde su duda, de que si yo en estos tres años verdaderamente soy capaz de dar esto y atrévase en el nombre de Dios. Sabe que cada vez que esta iglesia ha tenido que darle al Señor, siempre se ha estirado espiritualmente y siempre ha quedado más fuerte que antes. Y yo sé que esta vez va a ser diferente, veo un aquí que está asintiendo con su cabeza cuando yo digo esto, ese hombre se me acercó a mí el domingo pasado y me dijo, 'Pastor, yo quiero decir, yo prometo 7,000 dólares para esta iglesia, quiero decírselo ahora mismo. Y yo voy a tratar de dárselo al Señor lo más pronto posible, y ni siquiera voy a esperar 3 años.’ Y yo me sentí tocado por esa ofrenda y esa promesa de ofrenda. Sabe, y esta iglesia está poblada de gente así, hermanos, yo sé que a esas personas no les sobra el dinero, pero, guau, qué bendición.
Y uno se siente, y yo creo que Dios sobretodo se siente agradecido y agradado por un pueblo así que se pegue a David y a Arauna y diga yo quiero ser como ellos que dieron de manera que les costara algo. Esa viuda dio de esa manera y esa es la manera en qué nosotros estamos dando en este tiempo. Hay otro texto con lo cual quiero ya completar este estudio que se encuentra en 2a de Corintios, capítulo 9, versículo 6 al 8, que ilustran de nuevo ese tipo de experiencia de la cual estamos hablando. Yo he dicho ya que en muchos pasajes de la escritura resalta el tema de la fe, y de paso Gregory, mis gráficas no son tan cool como las tuyas, él hizo una presentación allí con muñequitos y pintura, todo esto es bien básico, yo cuando crezca voy a ser como él y ya voy a dar más... Pero, ésta aquí lo máximo que pude meter un poquito de color, eso es todo.
En muchos pasajes de la escritura resalta el tema de la fe. Estamos hablando de fe en este año, ¿no? Y la iniciativa del individuo, la agresividad espiritual que ustedes vivieron desplegada aquí esta mañana. La fe es agresividad, es una lanza que se mete y se incrusta en una pared. Vemos que Cristo reacciona positivamente ante la acción de fe que arriesga cosas confiando en su fidelidad y poder. Y hemos dicho que cuando nosotros damos como Hijos de Dios, damos mirando hacia el Dios del cual nace nuestra provisión y nuestra seguridad. Damos con un ojo mirando hacia dios y un ojo mirando hacia la necesidad.
Porque esa mano que se extiende hacia Dios dice, ‘Señor yo voy a recibir de ti y voy a canalizar tu provisión y tu bendición hacia la necesidad.’ Entonces usted no dé por si misma o por sí mismo, creyendo solamente en usted, dé creyendo en el Dios que lo respalda. Y la Biblia está llena de gente que arriesga, la fe presupone riesgo. Ya lo he dicho, Bartimeo es uno de esos ejemplares, usted recuerda la historia de Bartimeo, el ciego que cuando clamó y le gritó al Señor, "Señor hijo de David, ten misericordia de mí," la gente decía cállate, no molestes al Maestro. Y finalmente su fe prevaleció, el Maestro lo escuchó y dice que cuando lo mandó a llamar, a Bartimeo, dice que dejando su capa, fue hacia Jesús. ¿Por qué el espíritu Santo animó al evangelista, dejando su capa? Porque la capa era la capa era la fuente de seguridad de un mendigo, la capa lo cubría de la lluvia, lo abrigaba, servía para que él se sentara sobre ella, para que él pusiera sus ofrendas cuando se iba hacia la casa. La capa era esencial.
Cuando Jesús lo llamó, Bartimeo dejó su capa y se fue hacia el Señor. Y yo digo eso, que cuando nosotros vamos a un milagro a una bendición, en alguna manera tenemos que dejar la capa de seguridad, de arriesgarnos, meternos en la zona del riesgo. Esa es la fe. Ahora otro punto que quiero señalar a ustedes, es lo siguiente hermano, porque esto es también bien importante. Un principio de fe que nos va a ayudar en todos los aspectos de nuestra vida es que Dios es un Dios de pactos. Digan conmigo: Pactos. Si usted mira siempre a Dios haciendo Pactos, en la escritura, con Abraham hizo un pacto. Le digo yo, tú vas a ser mi hijo, tú vas a servirme a mí, a través de ti las naciones serán bendecidas, si tú me eres fiel yo multiplicaré tu descendencia, yo te haré tan numeroso como la arena del mar, etc. etc. y bendeciré tu descendencia. Pactos. Ahora les dijo, ustedes sírvanme a mí.
A los Hebreos, hizo pacto con el pueblo de Israel a través de Moisés, y les dijo hoy yo pongo delante de ustedes la vida y la muerte, escojan una cosa o la otra, si ustedes me sirven yo los haré prosperar, los bendeciré, les daré salud, nunca habrá estériles, su familia habrá riqueza, ustedes harán prestadores y no gente que pida prestado, serán cabeza y no cola. Una cantidad de promesas, les dijo, hizo un pacto con ellos. Dios siempre quiere hacer pactos, y por medio de su Palabra, Dios establece pactos también con nosotros, y nosotros establecemos pactos con Dios. Ahora qué quiere decir cuando Dios hace un pacto con un hombre, una mujer, eso quiere decir que lo toma en serio.
Usted nunca hace un pacto, un contrato, con un niño. Usted lo hace con una persona que usted cree en su palabra y usted traba un trato con ellos, si usted cree que esa persona está conciente, madura y sabe lo que está haciendo y que se atiene a las consecuencias del contrato y del pacto. Dios nos trata como adultos, los pactos tienen una cualidad legal, hay consecuencias si los rompemos y hay recompensas si los cumplimos. Según los violemos o los obedezcamos. Ahora recuerde eso, yo estoy aquí como un abogado, estoy montando un caso. Dios ama el riesgo y el sacrificio, Dios hace pactos con sus hijos. Un tercer elemento muy importante es esto, la importancia de la Iglesia de Jesucristo. Este trato que estamos haciendo de esta campaña financiera, lo hace la iglesia con sus feligreses. La iglesia es importante, mucha gente dice, bueno yo le doy a Dios, pero cuándo se vio a Dios tendiendo su mano para que alguien le diera algo, nunca. Usted siempre le da a una causa, una institución, un ministerio, una empresa del reino de Dios. Siempre es algo humano, concreto, personal, físico, ¿no?
Y la iglesia, Dios ha hecho un pacto con nosotros en cuanto a sus negocios aquí en la Tierra. Dios le ha dado al hombre autoridad -a la iglesia-, y funciona a través de esos canales de autoridad. Recuerden que hemos hablado mucho acerca de autoridad, Dios delega a su iglesia la autoridad. Su iglesia es autoridad en al Tierra, la iglesia vela por los asuntos de Dios aquí. El Señor Jesucristo le dijo a su iglesia, lo que ustedes aten yo ataré en el cielo, lo que ustedes desaten en la Tierra yo lo desataré en el cielo. Es más dijo, a los que ustedes les perdonen sus pecados, yo se los perdonaré. Eso es inconcebible. Dios le da a la iglesia la autoridad para derribar y para construir. Para juzgar. Dice que un día juzgaremos a los ángeles mismos de Dios, y que por lo tanto tenemos autoridad para juzgar cosas menores aquí en la Tierra. La iglesia es algo muy poderoso, entonces, cuando usted le da a su iglesia, entienda, usted le está dando a Dios, si esa iglesia fluye en conformidad con los principios bíblicos. Si la iglesia está manipulando, explotando, engañando, no. Pero si la iglesia está moviendo la Palabra de Dios, al usted darle a su iglesia usted le está dando al Señor. Porque ella es la autoridad que él ha constituido aquí, Ahora por eso, hermanos, por esa autoridad que tiene la iglesia el estado de la casa de Dios, los recursos de los cuales dispone la iglesia, son importantes para Él, porque según su iglesia tenga recursos así podrá hacer su voluntad.
Qué dice el libro de Ageo, capítulo 1, versículo 7 y 8. Dice allí, "así ha dicho Jehová de los Ejércitos, meditad sobre vuestros caminos, subid al monte y traed madera y reedificad la casa” -hablando de su templo-, “y pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho Jehová.” Usted ve, cuando usted construye la casa de Dios, el ministerio, la misión de la iglesia, pasan dos cosas: Dios entonces puede poner en ella su voluntad, es decir, puede desarrollar sus propósitos redentores aquí en la Tierra y también Él es glorificado. Yo sé que Dios está siendo, y va a ser glorificado, por esta empresa que nosotros hemos emprendido. Porque todo esto va a redundar en gran manera para la gloria de Dios. Entonces, por eso que el estado de la casa de Dios es tan importante. Entonces vemos una y otra vez, Dios promete que si nos preocupamos por el estado de su casa, Él se preocupará de nuestras necesidades. Él proveerá. Recuerden eso siempre, cuando tú le das a Dios tú estas dando a un Dios que dice, no te preocupes no te va a faltar. Como le dijo a la viuda de Sareta. Yo me aseguraré de que no te falte lo que tú necesitas para tu existencia, para tus necesidades. Malaquías, 3, 10 al 12 es el pasaje clásico en este sentido, donde Dios le dice al pueblo, traed todos los diezmos al alfolí.
Nunca se quede con una parte del diezmo de Dios, nunca se quede con lo que a Dios le pertenece, tráigaselo todo. Dice, “traed todos los diezmos al alfolí, es ir a la casa mía, que haya alimento en mi casa,” y mire lo que dice el Señor, “y probadme ahora en esto, dice Jehová de los Ejércitos. Si no os abriré las ventanas de los cielos y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.” Dios ha sido generoso, cuando nos llama a darle nos dice, no se preocupen yo les voy a bendecir. Y miren Él añade, dice, “reprenderé también por vosotros al devorador y no os destruirá el fruto de la Tierra, y vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejército, y todas las naciones os dirán bienaventurados porque seréis tierra deseable dice Jehová de los Ejércitos.” Sabe cuál es mi gran deseo como pastor, que esta Congregación de León de Judá se convierta en una tierra deseable, nuestros hijos sean prosperados, nuestras finanzas sean prosperadas, ver cada día más matrimonios bendecidos, más gente arreglando sus asuntos con Dios, gente que son buenos trabajadores, un crédito para nuestra comunidad que representen bien el reino de Dios, gente que Dios está prosperando y bendiciendo y nuestros hijos siendo hombres y mujeres funcionales, exitosos, llenos del Espíritu Santo, bendiciendo a su comunidad, y que toda la gente mire esta congregación, esta comunidad, como cuando miraron a los peregrinos, puritanos, llegaron a esta nación y la convirtieron un jardín florido y digan guau, verdaderamente, Dios está con ellos, que nos llamen bienaventurados. ¿Por qué? Porque le estemos dando al Señor esa parte sacrificial que desata su bendición y su vida, ¿entienden? Que estemos muriendo para tener vida, el grano de tierra, cayendo a la tierra- el grano de trigo cayendo a la tierra, quebrándose, abriéndose y dando vida, mucho, mucho fruto. Porque el que pierde su vida la ganará dice el Señor.
Entonces, no olvide nunca, si usted se preocupa por el estado de la casa de Dios, Él se preocupará por usted. Ahora bien, la casa del Señor lo representa a Él, su gloria, su poder, su capacidad para proveer y, hermanos, debemos ser celosos de contribuir nuestra parte al estado y la gloria de la casa de Dios. ¿Por qué estamos queriendo construir un nuevo santuario? No solamente porque ya hay una necesidad, si miramos alrededor, arriba, abajo, todas partes, está lleno esto- la segunda vez que se llena en este día. No nos damos abasto ya, pero sobre todo hermanos en nuestro corazón está ofrecer al Señor algo aún más digno de su gloria. Ese santuario, cuando esté allí lleno de gente, y se llenará dos veces, escúchenme que se lo prometo en el nombre del Señor. Usted sabe que nosotros no vamos a simplemente tener un solo servicio allá. Desde el primer día vamos a tener dos servicios. Yo no estoy buscando que se nos haga más fácil el trabajo a nosotros, sabe. Parece que una hermana, alguien me contaba que pensaba que íbamos a hacer servicio porque ya el pobre pastor está cansado de dos servicios, todavía no, quizás dentro de 10 años, 15 años, todavía me queda un poco de fuerza, sabes. Pero no, no, yo lo que quiero es más espacio para más almas salvadas, eso es lo único que me interesa, sabes.
Así que nosotros estaremos siempre abriendo este lugar para la gloria de Dios, para que haya más espacio, para que más vidas sean salvadas, para que haya más gloria para el nombre del Señor. Yo no me conformo, simplemente, okay ya tenemos este pacito aquí, no piense como pobre, hermano, no piense como una persona miserable. Tire la mentalidad miserable al piso, y pisotéela. Sálgase de ese hueco pequeño y crece en una mentalidad de prosperidad, bendición, excelencia, grandeza, ambición del Señor, no te conformes con algo chiquito, ya qué más. Mire, Dios tiene más y más bendición para su pueblo. Entonces, vamos a contribuir para el estado, para la gloria de esa casa del Señor. Hay unos principios universales que encarna, Segunda de Corintios, 9, este pasaje que acabamos de leer. Dios establece principios universales, ¿cuáles son algunos de esos principios que vimos allí en ese pasaje que leímos? En la segunda de Corintios, 9. Rápidamente, primero vemos una advertencia, dice, “pero esto digo," ese pero, es un pero como de advertencia, no, pero esto digo, el que siembra escasamente, también segará escasamente. Hay una advertencia allí. La palabra de Dios a veces es bien seria, no todo es melcocha, y jalea. Hay veces que hay que mirarlo serio también, ese Dios nos toma en serio y nos dice, sabe qué yo voy a hacer un trato con ustedes, hagan su parte yo haré la mía. Dice, “si tú siembras escasamente tú vas a segar escasamente.”
Muchos no reciben más de Dios porque no siembran más. Dios nos trata como adultos, dependiendo de nuestra inversión así cosecharemos los intereses. Yo voy a aclarar eso un poquito más, más adelante, lo voy a matizar un poco más. Si usted mira en Ageo, capítulo 1, versículo 9 al 11. Dice aquí, “buscáis mucho y halláis poco, y encerráis en casa y yo lo disiparé en un soplo." Cuántos trillones de dólares ha perdido esta nación en un soplo, ¿cuántos trillones de dólares se han perdido en este país de riqueza en un soplo desde octubre para acá? Trillones, varios trillones- yo leía en un artículo de periódico los otros días, el encabezamiento decía, es el trillón el nuevo billón, is the trillion the new billion in America? Porque hoy en día se habla de trillones, ya no se habla de billones, las pérdidas han sido de trillones y las inversiones son de trillones y no se sabe ni siquiera si van a surtir efecto. En un soplo se ha perdido en esta nación y en Europa y en todos los países del mundo, ya son no sé si más de trillones de dólares, se ha perdido una cantidad inconcebible.
Dice, “encerráis en casa y yo lo disiparé en un soplo, ¿por qué? Dice Jehová de los Ejércitos, por cuanto mi casa está desierta y cada uno de vosotros corre a su propia casa.” Cuando una nación, una familia, un individuo hace de su propia comodidad, su propia riqueza, su Dios, sabes qué y se descuida de los principios de la casa de Dios y de Dios y sus propósitos, eso es efímero. Su riqueza, su comodidad es efímera, se va en un soplo. Porque si esta nación pusiera su mirada en Dios y en los principios de justicia de la palabra de Dios y de generosidad, no estaría pasando por la tragedia por la cual está pasando. “Por eso se detuvo de los cielos sobre vosotros la lluvia, y la tierra detuvo sus frutos, y llamé la sequía sobre esta Tierra y sobre los montes, sobre el trigo sobre el vino, el aceita, sobre todo lo que la tierra produce, sobre los hombres y sobre las bestias, y sobre todo trabajo de manos.” Esta nación ha sembrado en los últimos años escasamente y está segando escasamente, está cosechando. Cuando los puritanos y los peregrinos en esta nación sembraron generosamente para con Dios, Dios los bendijo, multiplicó esta nación increíblemente, ahora está escaseando porque ha escaseado la fe y el amor hacia las cosas de Dios.
Noten, hermanos, simplemente el papel directo que juega la fe en activar o desactivar el poder de Dios. Hay principios de siembra y de cosecha en todo proceso de fe. Si tú siembras generosamente, dice aquí, vas a segar generosamente. Note algo, muchas veces a la gente no le gusta este vocabulario de siembra y yo creo que hoy en día se ha abusado un poco el principio de sembrar. Y mucha gente usa eso para manipular a las personas para su propia ganancia, aún en la iglesia. Y yo reprendo ese espíritu, no somos parte de eso en absoluto, pero hay que rescatar una verdad espiritual que es bíblica. Esto de sembrar, ¿qué implica la palabra sembrar? Se siembra siempre con intención de cosechar. Sembrar en el Señor es como invertir, siempre hay que esperar rendimiento. Aún una mujer que siembra flores, por ejemplo, porque se puede decir, bueno un agricultor siembra para cosechar fruto, pero sabe que una mujer o un hombre que le gustan las flores, las flores quizás no tienen mucha utilidad pero es un fruto. Usted siembra y espera aunque sea una flor, nadie siembra una mata que no produce algo que sea bueno o provechoso. Y siempre se siembra para cosechar algo, entonces hermanos, saben qué, que uno tiene siempre que esperar rendimiento de sus inversiones.
A Dios no le da problema con que le demos con cierta expectativa de recibir. Hay gente que quiere ser más católica que el Papa, más santa que San Pablo o San Pedro, y dice no yo le voy a dar al Señor pero yo no espero nada y yo reprendo aquellos que dicen que Dios te va a dar si tú le das, etc. Pero mire usted no puede ser más generoso que usted mismo, y Dios es quien le dice a usted, da y yo te voy a bendecir. No tengas vergüenza de esperar una bendición, yo creo que hay un momento en que la santidad pasa a ser necedad. Y yo les animo hermanos, déle al Señor y mire entonces espere una bendición, usted no sabe cuándo va a llegar, pero espere bendición porque Dios se lo ha prometido. Creanlo. Eso es bíblico, entonces Dios no tiene problemas con que le demos esperando recibir sabiendo que Él ha prometido, él ha sido quien dice probadme ahora en esto. Si Él le dice, pruébame, deje al hombre allá arriba que lo pruebe. Y pruébelo.
No esté tratando de hacerle la vida más fácil a Él, Él no necesita esa ayuda. Espere recibir bendición. “Probadme en esto, yo abriré las ventanas en el cielo y yo daré bendición hasta que sobreabunde,” dice el Señor. Ahora, la aclaración que hago es que no se trata de algo mecánico, si usted me oye a mí diciendo dale al Señor $1,000 y Dios te va a dar un BMW mañana, entonces sí, allí yo me aparto de esa gente. O, dadle al Señor tu anillo de matrimonio, dame la llave de tu carro y ven que mañana Dios te va a dar un humvee o lo que sea. No se trata de eso. Ahora lo que yo sí creo, es que cuando usted le da al Señor hay una esperanza que se genera bíblicamente de que si usted es generoso con Él, su vida y aún sus finanzas en su totalidad van a reflejar la bendición y la aprobación divina.
Puede decir amén a eso. Porque yo lo he visto en mi vida, en la vida de mi familia, la vida de mi madre, que por ejemplo mi madre conoció al Señor hace 50 y pico de años en la pobreza de República Dominicana y yo he visto cuatro generaciones desde que ella hizo ese acto de fe, de entregar su vida al Señor, bendecida. Porque lo vi en ella y su generación, su familia, lo vi en sus hijos, de los cuales yo soy parte, lo vi en sus nietos, y lo he visto en sus bisnietos. Todos han sido bendecidos financieramente y son gente que han estudiado, han progresado y tienen todo lo suficiente. Yo creo que si hubieran dado más a buscar dinero más dinero tendrían, porque Dios los hubiera bendecido. Pero muchos de ellos se han dado a servir al Señor. Y allí ha sido su gozo y Dios los ha prosperado en eso, y los ha bendecido y seguirá bendiciendo. Ves, cuando tú le das al Señor hay un soplo de prosperidad y bendición que cae sobre ti y tu descendencia.
Eso es así, el Shalom, la paz de Dios se esparce a través de tu vida y tu vida fluye en una palabra de bendición. Podrán venir momentos de prueba, ciertamente, como nuestra hermana Delmi hablaba, claro que sí, pero la curva siempre va a ser en ascendencia. Eso es lo importante. Que la vida vaya como la luz de la aurora que va en aumento hasta que el día es perfecto. Así que no tenga temor de esperar bendición, porque la bendición va a venir a su vida. Lo último es que Pablo dice, cada uno dé como propuso en su corazón. “Cada uno dé como propuso en su corazón.” Cada uno, un principio de la Biblia, todo hombre, mujer, miembro de una congregación debe darle al Señor.
Yo espero que en esta campaña no se quede nadie sin dar. Si usted tiene una ardilla en su caza, sáquele una nuez de la boca y tráigala aquí, no importa lo que sea. Pero dé, que dé todo lo que respira, que alabe y que le dé a Jehová. Voy a usar ese versículo, allí. Hermanos, esto es para todo el mundo. Mire, yo no quiero que nadie se me quede el domingo que viene porque vamos a tener la campaña. No se quede en su casa, venga y aunque sea eche una promesa allí, lo que sea. Pero prométale al Señor algo, el gozo del Señor va a ser, hermanos, que toda familia que se considere miembro de esta iglesia, parte de esta congregación que esté recibiendo. Si usted nos visita, si usted todavía no se identifica con León de Judá no se sienta aludido, pero si usted come de esta casa espiritualmente hablando, mire yo le animo en el nombre de Jesús, atrévase y déle al señor. Amén. Prepare una ofrenda.
Por eso dice, cada uno dé, por que yo separé dé. Porque sabe qué muchas veces son muy generosos con decir padre yo te amo, mi vida es tuya, cantamos coritos, ¿no? Yo lo entrego a ti, que se yo qué cuando, pero cuando viene el momento de dar, óigame, desarrollamos una tortícolis allí, un dolor se nos entra y se frena la palanca y no quiere saltar pero pa' nada, ¿no? Hay un momento en que tiene que salir uno de las promesas y de lo romántico y hay que dar, simplemente. Cada uno dé, como dice, como propuso. Yo pongo énfasis en propuso, como propuso en su corazón. Proponer quiere decir hacer una decisión consciente y hacer un propósito, tomar una deliberación y decir, yo voy a dar.
Esta semana órele al Señor, y proponga en su corazón una ofrenda generosa y de fe para con el Señor. Dice, “no dé cono tristeza ni por necesidad” Hermanos si el domingo que viene, cuando usted esté viniendo a dar su ofrenda, yo quiero que sean lágrimas de gozo, no de tristeza, ¿okay? No venga nadie aquí a dar, sabe cojeando y rengueando allí, no, No. Dé con gozo en su corazón. Venga riéndose a carcajadas. Porque Dios ama al dador alegre. Dé con soltura, generosidad, espontaneidad, dé con fe sabiendo que Dios ha de recompensarle. Entonces, lo último, ya así. Dice, "dé cada uno, dé como propuso su corazón, no con tristeza," dice, lo tercero una promesa. Vimos una advertencia, vimos un llamado, dé, y ahora vemos una promesa. “Porque poderoso es Dios,” déle al Señor sabiendo que Dios es más poderoso que la recesión, la inflación, la depresión, lo que sea. Dios es más poderoso. Dios es poderoso “para que abunde en vosotros.” Note el lenguaje abundante, sobrecogedor de este pasaje. Imágenes de abundancia. Dice, “para que abunde en vosotros toda gracia.”
Es decir, la gracia de Dios es el combustible que hace posible toda buena cosa en la economía humana. Y dice, Dios es poderoso para que en tu vida, tu negocio, tu salud, tu vida familiar, tus emociones, tu trabajo abunde toda esa esencia que se necesita para que haya bendición en tu vida, Abunde de toda gracia. “Teniendo siempre en todas las cosas,” cualquier transacción, cualquier situación de tu vida haya gracia, todo lo suficiente “para que abundes tú en toda buena obra.” Sabes qué, Dios te va a dar no solamente para ti sino para otros, cuando Dios te dé, no almacenes solamente, no amontones como el mísero de la parábola, da. Sé una fuente de bendición, en estos tiempos vamos a tener que aprender a darle a otros. Dios va a bendecir a alguno y entonces esos deben bendecir a otros. Van a ver y Dios va a bendecirlos a todos al final. No faltará, dice, el que tuvo no le falto, ni el que no tuvo lo que sea. Hubo bendición. El caso es que hubo bendición y hubo provisión para que abundéis en toda gracia. Una promesa, un llamado, una advertencia, una promesa. Bueno, eso va a ser la ilustración. Entonces, hermanos.
Yo estaba sentada así, yo vi algo precioso así, como algo brillante… yo siento que es el Espíritu Santo, llena de gente todavía más que ahora, yo dije Señor, pero qué será que tú vas a hacer. Vamos a romper esas paredes pero no hay espacio, porque yo veo que hay algo atrás. Y yo dije, será que me estoy volviendo loca, pero no. Sabes con Dios no se juega, ¿verdad? Pararme en frente a todos ustedes.
…
Estoy un poco nerviosa porque no me gusta hablar en público pero el Señor me ha tocado y el Señor quiere que ustedes lo sepan, desde el primer momento que vine a esta iglesia, yo sentí algo especial, el pastor es un elegido de Dios. Tengo viniendo a la iglesia desde que tengo 7 años de edad, mi abuelita sembró la semillita en mí y nunca he podido separarme de Dios, he tenido momentos bien difíciles en mi vida como el que ahora estoy pasando pero tengo a Dios en mi corazón. Tengo una visión en esta iglesia, hace un año y medio, más o menos. Yo venía aquí pidiéndole al Señor un hogar hermoso como el que tengo ahora. Y lo vi aquí orando, el Señor me lo dio así mismo como yo lo vi. Y no recuerdo de qué tema estaba predicando el Pastor, yo sé que estaba hablando del Espíritu Santo y yo tuve una visión que vi el Espíritu Santo encima de todos nosotros como algo brillante, grandísimo que nos arropaba a todos. Yo vi esta iglesia más grande, con más miembros, y no es el Pastor que quiere esta iglesia llena de gente, es el Señor. Yo dije dentro de mi corazón, Señor, será que esas paredes se van a romper y van a ser más amplias para atrás. Porque yo no tenía conocimiento que iban a ser otro templo más grande al lado, de hecho yo vine, estoy otra vez en los caminos del Señor y quiero seguir buscando más de Dios.
Y el Señor, cuando el Pastor empezó a decir, creo, 5 domingos atrás a decir que a cada uno podíamos dar $2,000 $3,000 en dos años, yo dije en mi corazón, cómo yo lo doy si tengo la economía super-mal, I dunno, no sé, en septiembre fue a Santo Domingo traje una cantidad de dinero para atrás. El Señor no ha permitido que ese dinero se vaya de mis manos, y yo hace dos domingos el pastor volvió a decir otra vez lo mismo, que podemos darle al Señor y me vino a la mente ese dinero y yo dije, “Señor, lo único que yo tengo, ¿cómo lo voy a dar? Pero seguí escuchando al Pastor. Y el domingo que pasó dije en mi corazón, ese dinero no es mío ese dinero es para el Señor. Y eso lo único que yo tengo ahorrado pero no es para mí. Es para el Señor. Y el domingo tuve una inquietud bien fuerte en mi corazón de hablarle al pastor, pero vi que estaba muy ocupado. Lo sentí tan, queriendo convencer a la gente de que le diera al Señor y yo sentí en mi corazón que el Señor iba a seguir tocando gente como me tocó a mí, que ese dinero no es para mí, es para el Señor. Y el Señor va a seguir tocando, pastor, porque yo lo vi, yo sé que es así. Porque el Señor ha hecho cosas grandes en mi vida. Nadie se puede imaginar las maravillosas cosas que el Señor ha hecho en mi vida.
Y hoy que vi a la hermana aquí parada con todas las necesidades que ella tiene, trayéndole lo que es del Señor. Yo dije, Dios mío tú eres maravilloso, y esta iglesia así se va a construir con el poder de Dios. A lo que yo quiero venir es que yo sentí que solamente fue a mi que el tocó mi corazón estos dos domingos atrás, que lo diera porque no es mío eso es del Señor, cuando yo vi a la hermana yo dije increíblemente el domingo, que el Señor iba a tocarlos para que den, mira la hermana que se paró aquí a darlo. Y así van a venir más personas que el señor va a seguir tocando porque lo que dios quiere así se va a hacer.
Gracias, gracias. Amén.
Saben, yo creo que hay mucho que decir. Gracias Señor por esa manera. Normalmente no hago eso pero sentí de Dios que había que hacerlo. La conclusión, hermanos, de todo esto es así. Lo voy a leer, en una iglesia como la nuestra, hermanos, con muchos inmigrantes, muchos de escasos recursos, este texto que yo acabo de discutir adquiere mayor significado. Aquí en esta iglesia, en el León de Judá, como en el caso de la viuda que discutimos que dio todo lo que tenía, tenemos la oportunidad de probar cuán grande verdaderamente sea nuestra fe en este tiempo. Podemos ver cuando Dios nos prospere y bendiga por medio de nuestra fe sacrificial, cuán fieles y confiables son las promesas del Señor. Amén. Gloria a Dios.
Gracias Padre, gracias por la manera en que tú concluyes tus enseñanzas, porque sólo tú haces posible estas cosas, Señor. En este tiempo profético que estamos viviendo como congregación, te pedimos solamente que nos sostengas de la mano Padre, y que tengas misericordia de tus hijos que quieren honrarte y quieren aplicar tus principios. No nos dejes caer de esta gloria ni permitas que una sola palabra caiga a tierra, Señor. De todo lo que hemos declarado, bendice a tu pueblo, fortalece sus manos, fortalece sus corazones y espíritus, Padre, para que podamos honrar tu propósito en este tiempo en la vida de nuestra congregación y te daremos a ti toda la gloria y toda la honra cuando tu voluntad haya sido cumplida, Padre. En el nombre de Jesús. Amén y amén.
¿Tú, qué quieres?
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Isaías 61. Hermanos, yo quiero comenzar compartiendo un testimonio. En mi casa yo tengo un niño de dos años y él aprendió una nueva palabra en esta semana, yo estaba allí haciendo mis cosas y escuché una vocecita detrás de mí, una voz de ángel que clamó diciendo "I want milk!" '¡Yo quiero leche!’ Yo no quiero enseñarle la palabra "now" –ahora, porque seguramente lo hubiera usado. Saben que él aprendió la palabra I want, y él lo usa bien.
Y sabe qué me puse a pensar, el señor muchas veces hizo esta pregunta al pueblo, Jesús le dijo a las personas, ¿tú, qué quieres? ¿De verdad quieres ser sanado? Personas que le estaban siguiendo y él les dijo, ¿Qué buscas? Y yo sentí al Señor decirme Gregory, ¿qué quieres? ¿Qué quieres de mí?
Dios te hace la pregunta, y muchas veces nosotros no sabemos qué decir. Así que yo quiero leer por lo menos en el largue de discipulado, ¿qué queremos? ¿Qué queremos lograr en todo lo que hacemos? Discipulando y sirviendo al pueblo de Dios.
Isaías 61, lo dice. Jesús lo dijo. Él dijo, "el espíritu de Jehová, el Señor, está sobre mí, porque me ungió Jehová, y me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos. A vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos y a los presos. Apertura de la cárcel. A proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, el día de venganza del Dios nuestro. A consolar a todos los enlutados, a ordenar que a los afligidos de Sión se les dé gloria en lugar de ceniza. Olio de gozo en lugar de luto. Manto de alegría en lugar del espíritu angustiado, y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya. Reedificarán las ruinas antiguas y levantarán los azoramientos primero y restaurarán las ciudades arruinadas, los escombros de muchas generaciones. Extranjeros apacentarán vuestras ovejas, y los extraños serán vuestros labradores y vuestros viñadores, y vosotros seréis llamados sacerdotes de Jehová, ministros de nuestro Dios seréis llamados, comeréis las riquezas de las naciones y con su gloria seréis sublimes. En lugar de vuestra doble confusión y de vuestra deshonra os alabarán en sus heredades por lo cual en sus tierras poseerán doble honra y tendrán perpetuo gozo."
Señor, yo quiero esto. Yo quiero personas y quiero destacar una palabra que dice allí al final del versículo 6, "… y con su gloria seréis sublimes" ¿Sabe qué? Yo no soy experto en español, ustedes lo saben muy bien, pero a mí me gusta la palabra sublime. Sublime significa que algo es precioso, es algo trascendente, algo tan bello que ni hay palabras para describirlo. Como cuando se pone el sol en el mar, tal vez tú estás en una isla muy lejos de Boston y ves una noche preciosa, y tú dices es sublime este anochecer. O tal vez tu eres fanático, aficionado del arte y estás mirando una pintura hermosa y tú dices, "sublime". Tal vez a ti te gusta la música, escuchas algo de Juan Luis Guerra, y dices, ésta canción es más que chévere, es sublime.
Sublime es algo excelente, algo que tiene dignidad, algo que tiene majestad.
Sabes que yo he visto a veces personas ancianas en sus últimos días de vida y están allí preparándose para ir al otro mundo, al próximo mundo. Y yo mirándolos y yo pienso, son varias, y yo las miro y me viene la palabra ‘majestad’. Se siente casi blasfemo decir majestad de una persona, ¿no? Pero nuestro Dios nos ha hecho reyes y sacerdotes. Nuestro Dios toma de su gloria, de su corona y lo pone sobre nuestras cabezas. Y nos hace reycitos y reinas en Dios.
Nuestro Dios nos hace brillar con la dignidad del espíritu en nuestras vidas, y yo creo que Satanás quiere lo opuesto, él quiere humillar a la humanidad, él quiere degradar a la humanidad y hacernos sentir pequeños y sucios, peor nuestro Dios dice, "ah, ah, ésta es mi hija ella es preciosa, él es mi hijo y yo lo he llamado a ser un sacerdote en el reino de Dios."
Y yo creo que Dios nos llama a reedificar vidas, personas, para que conozcan el poder del Evangelio, para que lleguen a tener la gloria sublime que Dios quiere para ellos. Dice que el pueblo tiene vergüenza, tiene vergüenza, el deseo de esconderse, ¿no?
Sabe que mi hijo, hablando de vergüenza, lo encontré el otro día con un lápiz y con un libro haciendo eso y cuando yo entré él me vio y puso el lápiz, y me vio. Así que ya se está poniendo un poquito inteligente, ¿no? Vergüenza... muchos andamos con vergüenza. Pensamos, no me miren, no, nos escondemos. Nuestro Dios dice, tú puedes quitar el velo y tú puedes brillar en mi presencia. Yo te voy a dar en lugar de vergüenza, doble honra. Doble honra y tú te vas a poner allí parado firme con la cabeza en alto. No de orgullo sino de la dignidad de ser un hijo de Dios.
En lugar del espíritu angustiado Dios va a sanar el corazón y darte el manto de alegría. Hemos hablado del efecto de poner un traje elegante, ¿no? Poner un saco bueno, como uno mira a uno de esos maestros aquí, que se ve como puede ser precedente de la nación, ¿no? Dios quiere darnos manto de alegría en lugar del espíritu angustiado. Dios quiere poner en libertad a los cautivos.
Nosotros creemos que el mundo viene, muchos vienen con ataduras, ataduras espirituales, ataduras mentales, ataduras morales en su vida. Cosas que no pueden soltar porque tienen cadenas allí y no pueden dejar de hacer ciertas cosas, están atrapados en la vida y nuestro Dios viene y dice, "tengo buenas noticias para ti, yo he venido para romper esta cadena." Nosotros hablamos de la imagen de un pajarito que está en el jaula, el pajarito del jaula y después tú abres la puertecita y el pajarito sigue allí dentro del jaula y no sale de la puerta porque no sabe que está libre. Nuestro Dios en el nombre de Jesús viene y agarra esta jaula y le da un buen sacudón, sacudida. Y dice, 'ya fuera de allí, es tiempo de volar.'
Volviendo a lo que dije al principio, estrellas en aumento, estrellas que se están levantando. Hermanos, muchos venimos tan cargados, venimos con tantas cosas. Nuestro Dios viene y dice, 'el espíritu del Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová, me ha enviado a predicar nuevas a los abatidos.' Nosotros creemos que el evangelio tiene poder, el espíritu tiene poder, por eso, ¿sabe qué? Una clase no cambia a nadie. Es el espíritu de Jehová que te cambia. Por eso lo que nosotros queremos lograr en esta iglesia es una combinación del poder y la unción del espíritu Santo combinado con estudio de la palabra de Dios.
Queremos que en los cultos la gente venga para orar, para buscar de Él durante la oración, queremos ver a todos aquí en el altar, clamando y orando, lágrimas saliendo. Y después del culto tomando una clase para hablar de cómo voy a poner en práctica lo que estoy aprendiendo. ¿Cómo de verdad voy a cambiar? Combinando la unción con el estudio y el diálogo, es una combinación potente para cambio de vida. Hermanos, esto funciona... funciona. Y yo personalmente soy adicto a ver este proceso, a mí me encanta ver personas ser glorificadas delante de nuestros ojos. Revestidas de alegría, del Espíritu Santo.
Y yo no sé lo que tú buscas en la vida, y vuelvo al comentario del principio, Jesús te pregunta, "¿Qué quieres? ¿Qué buscas?" Y yo te dejo con esta pregunta, porque a veces Dios no nos da por que no pedimos. No recibimos porque no sabemos cómo buscar. Dios te pregunta hoy, ¿qué tu quieres de mí? ¿Qué buscas en la vida? Nuestra visión es muy pequeña, es tiempo de decir yo quiero ser un árbol de justicia, yo quiero tener el manto de alegría, yo quiero ser rey sacerdote para ti y no me voy a conformar con menos, Señor. Te busco hasta que me des lo que necesito, así Dios honra la persona que le busca con ese ruego. Así que pongámonos de pie y vamos a cerrar este tiempo orando, ¿no?
Padre, en el nombre de Jesús, venimos delante de ti, Señor, y te damos gracias, Señor, que tú eres poderoso y majestuoso. Y yo te doy gracias, Señor, que a ti, Señor, te gozas en compartir tú gloria, tu majestad con la humanidad. Yo te doy gracias por cada persona que tú has llamado, Señor, que ha venido a buscar de ti, quien se ha atrevido a creer en el evangelio y entregarse a ti aquí y la manera que tú, Señor, has quitado las sombras y lo has reemplazado con una luz que brilla en los ojos y en el rostro.
Padre, yo te pido que tú vengas revistiéndonos, Señor, de este manto de alegría, yo te pido por la transformación de vidas y la transformación de la ciudad, Señor. Te pido que sea una realidad, Señor, que podamos tener testimonios de sanidad y que tú levantes sacerdotes y siervos en esta iglesia. Señor, gracias que no hay ni uno que no tiene propósito, gracias que tú tienes plan para cada uno en esta iglesia. Te pido por las estrellas escondidas, ¡que se levanten, Señor! Que comiencen a brillar en ti, Señor, os entregamos a ti una vez más.
Así que en este momento de tranquilidad, en este momento de paz, lanzamos la pregunta, ¿qué quieres? ¿Qué quieres del Señor? ¿Qué buscas de él? Estamos tan enfocados en los problemas, que buscamos soluciones solamente, sin saber que Dios quiere no solamente solucionar problemas sino transformar la vida. ¿Qué quieres? dile al Señor en tu corazón, qué es lo que tú quieres de Él, si quieres más de Él. Si quieres ir al otro nivel con Él.
Padre, descansamos en ti en este día. Sabemos, Señor, que tú que nos llamas eres fiel para perfeccionar la buena obra que tú has comenzado, que tú eres fiel para poner esta corona sobre la cabeza. Recibimos esto en el nombre de Jesús, amén. Amén. Amén. Gracias a Dios, hermanos que el Señor te bendiga, que el Señor multiplique su poder en vida. Vaya en paz, Dios le bendiga.
Estrellas escondidas
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Deutoronomio, 8. Y sólo vamos a leer un texto sencillamente, y reflexionar por unos momentos. Es algo que yo sentí que el Señor puso en mi corazón, ahora mismo de hecho, que yo sentí que Dios quería que leyéramos juntos, ¿no? Yo dije antes que la mejor escuela del Señor no es un salón de clases, es y lo hablamos antes, el desierto.
No sé si alguien ha vivido en un desierto, yo no, pero me imagino que no es un lugar tan lindo. Dios llama a sus siervos allí, es un lugar donde tú no sabes de dónde viene la próxima comida, es un lugar donde no hay sombra para protegerte del sol, es un lugar donde tú no miras a nadie, te sientes completamente solo a veces. Es un lugar que parece ser eterno, que tú no miras el final porque hay horizontes por todas partes y sólo ves arena y todo seco. Y nuestro Señor dice, 'allí, mi escuela perfecta de la fe' Y él llamó a Abraham, Jacob, Isaac, José, Moisés y todo su pueblo, Jesús mismo al desierto para ser formados.
Pero allí vemos que Dios no es cruel, cuando Dios nos pasa por el desierto es porque Él tiene un plan para nosotros y esto es no solamente para nosotros individualmente, es para nuestra iglesia. Dios nos ha llamado a ser atrevidos en el desierto y ver si vamos a serle fiel en este tiempo, para que veamos su gloria manifestada.
Deutoronomio, 8, comenzando en versículo 1. Dice, "cuidaréis de poner por obra todo mandamiento que yo os ordeno hoy para que viváis y seáis multiplicados y entréis y poseáis las tierra que Jehová prometió con juramento a vuestros padres. Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios, estos cuarenta años en el desierto para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tú corazón. Si habíais de guardar o no sus mandamientos y te afligió y te hizo tener hambre y te sustentó con maná, comida que no conocías tú ni tus padres la habían conocido. Para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre más de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre. Tu vestido nunca se envejeció sobre ti ni el pie se te ha hinchado en estos 40 años, reconoce asimismo en tu corazón que como Dios castiga el hombre a su hijo, que como castiga el hombre a su hijo así Jehová, tu Dios, te castiga."
Padre, en el nombre de Jesús sabemos que tú eres un Padre que castiga con propósito, que tienes tu plan para nosotros, te pido que nos hables en el día de hoy en el nombre de Jesús, amén.
Castigar... eso no es una palabra que yo quiero escuchar. ¿Quién quiere castigo? ¿Alguien? Castigo en la Biblia, en este uso no es un cocotazo, porque te has portado mal. En este caso, castigo es entrenamiento, es disciplina, es el castigo del sargento. ¿Cuántos han vistos esas películas de boot camp? ¿No? O, ¿cuántos tal vez han servido de militar? Y sabe que el sargento se pone en la cara, y te grita… te trata mal, no para humillarte, aunque te humille en el momento, sino para que tú seas duro y fuerte para cuando venga el momento de la batalla, tú seas preparado para luchar y para ser exitoso y para sobrevivir.
Y nuestro Dios es un padre que sabe muy bien cómo levantar a sus hijos y Él usa de todo en la vida, especialmente los tiempos de escasez y prueba para formarnos. El mejor oro, ¿dónde se purifica? En el fuego. Se aprieta el carbón para hacer el diamante que Dios tiene para nosotros, que seamos estos diamantes. Dios hizo a Israel pasar por el desierto, no por ser cruel, no por ser malo, sino para enseñarles algo.
Yo quiero que tú sepas que ‘no solamente de pan vivirá el hombre, sino de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre.’ Yo quiero que tú sepas muy bien de dónde viene tu sustento, para que cuando tú entres en la tierra prometida y ya tienes el trabajo y el dinero y la casa, y ya estás prosperado que no te olvides de dónde viniste, que no te olvides de dónde vino la provisión en tu vida, ¿no?
Nosotros hemos visto prosperidad en esta iglesia, hemos visto personas llegar con nada, sus vidas en un desastre, en escombros. Conocen al Señor, vienen al frente y lloran aquí y se ora por ellos y se vuelan los demonios, se liberan, reciben unción del Espíritu Santo y comienzan a decirse, ya no soy víctima, todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Yo soy una nueva criatura en Cristo y comienzan a sentirse, no sé… fortalecidos, no orgullo, pero se sienten bien de ellos mismos. Caminan más firme, tienen una sonrisa más confiada porque saben que son nuevos en el Señor. Y se ponen a pensar quién dice que yo no puedo tomar una clase de discipulado, sí se puede, yo voy a tratar de hacerlo. Y se hace y se gradúa. ¿Quién dice que yo no puedo aprender inglés? … y se lanza a aprender inglés. ¿Quién dice que yo tengo que conformarme con el nivel educativo que tengo? … y se echan a estudiar y sacan su GED, su bachillerato y su maestría. Y compran casas y su vida se mejora en todo aspecto, porque lo espiritual resulta en transformación material también.
Pero después de toda esa transformación, ¿qué es el peligro? Que se olvida.
Y que comenzamos a pensar, ‘guau mira lo que hice yo,' y nosotros como iglesia estamos en pañales, hermanos, bueno, no diría pañales, I would say we are pre-adolescent, you know, maybe pre-teen. Tenemos 25 años pero estamos, no somos bebés pero tampoco somos jóvenes adultos todavía, estamos como teenager, pero Dios quiere entrarnos en la madurez, quiere prosperarnos, quiere bendecirnos. Pero, para eso, quiere probarnos.
Y nosotros somos parte de una generación especial en la vida de Congregación León de Judah. Somos parte de una generación que en el desierto Dios nos va a probar y ver si nosotros confiamos que Él sí puede sacar agua de la roca. Que Él puede poner una columna de fuego para guiarnos en las noches y una nube en el día para darnos sombra. Si la ropa no se va envejecer, si va haber maná cada mañana, sin nosotros guardar para mañana. Dios nos va a probar y cuando entremos en la grandeza de lo que Dios tiene para nosotros sabremos que no es por nuestras fuerzas, es porque nuestro Dios es fiel y que es Él que nos da el sustento, es Él que toma personas pequeñas y nos hace caminar grande en Él.
Dios nos llama, dios nos prueba y hermanos, si usted está viviendo un desierto personal y creo que todos lo viven en un momento u otro, puede ser algo en términos de las finanzas y provisión financiera. Podría ser una relación en la vida que está seca y tú no ves la solución de dónde va a llegar la resolución en tu familia o vida emocional. Puede ser un problema personal que tú tienes y tú no sabes cómo vas a salir de eso. Has tratado mil veces de dejar de fumar o no sé qué y es difícil. ¿Sabes qué? Dios quiere decirte algo.
El desierto parece ser eterno pero no lo es. Es una antesala como esta vida es una antesala, el desierto es antesala a la tierra prometida. Lo que pasa en el desierto sigue con nosotros el resto de la vida. Es allí que vemos que nuestro Dios es grande y fuerte y poderoso y hay testimonios para compartir. Y allí entramos conquistando en la tierra prometida sabiendo mi Dios ha sido fiel conmigo.
Tú sabes que yo anoche saliendo de un evento vi en el cielo, no sé si han visto esta estrella que está en el cielo desde diciembre, yo soy tonto con astronomía, así que no sé. Me imagino que no es estrella, es planeta o algo así no sé. Pero qué hermoso, mi hijo dice "Star! Moon! Star!" Él lo mira, está allí es una estrella bella, una estrella impresionante y yo sentí al Señor decirme, hay estrellas escondidas en esta congregación que van a comenzar a levantarse en esta época, están todavía opacadas tal vez por unas nubes, pero no va a seguir así se va aclarar los cielos y hay algunas estrellas que ahora tú no miras, tal vez pasaron por aquí pero no los conoces, que van a comenzar a brillar en Cristo. Pero ahora están opacados, están pasando por el desierto, pero saben qué, nuestro Dios los mira y los conoce por nombre. Él mira no solamente lo que son sino el potencial que ellos tienen para el futuro.
Y por allí vamos, por allí vamos hermanos. Estrellas guiando muchos a justicia como dice Daniel, como estrellas brillando en el firmamento. Hermanos, Dios te llama a ti a brillar así. Te llama, pero tenemos que decirle que sí. Señor, yo estoy dispuesto a pasar por tu entrenamiento que es mucho más que una clase, es todo el desierto que tú quieres para mí y yo voy a salir de eso un marine, un marinero con el uniforme bien puesto con esas medallas y voy a caminar con orgullo sano porque yo habré pasado por el fuego y saldré al otro lado. Hermanos, esto es para ti. Dios te llama, te conoce por nombre, sabe lo que estás viviendo y llegarás al otro lado porque nuestro Dios camina con nosotros. Amén.
Pongámonos de pie, vamos a orar. Yo invito al Pastor Omar, u otros van a administrar la oración así que adelante.
Yo, presento delante de ti a todo este pueblo, Señor. Te doy las gracias por cada uno de los hombres y mujeres, Señor Jesús, que celebramos el que hayan pasado de un nivel a otro en su discipulado, Señor, y gracias por todos aquellos que vendrán aún más. Y también, Señor Jesús, en una forma especial te damos las gracias por los desiertos de nuestra vida, Señor. Padre, porque aunque sabemos que son tiempos difíciles, podemos declarar con fe y certeza de que tú no nos abandonas, Señor Jesús, sino que tú estás allí como una nube de día guiándonos, y con una columna de fuego también en la noche, en las noches oscuras de nuestras vidas.
Tú estás allí para marcar el paso que debemos seguir, tú eres el que hace que brote agua de la peña, tú eres el que manda maná del cielo, Señor, en los momentos que menos los esperamos, Señor Jesús, cuando pensamos que más solos estamos, de alguna forma u otra tú nos dejas saber y nos dejas entender que tú estás allí, que tú estás en control, que tú estás guiando cada uno de nuestros pasos, Señor. Que si hay dos huellas que vemos que quedan en la arena, son las tuyas porque tú nos llevas cargados en tus brazos, Señor Jesús.
Así que mi Dios, yo te ruego que ninguno de nosotros olvidemos la forma en la cual tu obra se ministra en medio de nuestras vidas. No permitas que al alcanzar la riqueza, que al alcanzar el poder, que al poder alcanzar los trabajos, la educación, los grados que podamos tener, Señor, líbranos de nosotros pensar que lo hemos podido lograr alcanzar por nuestras propias fuerzas. Sino que con toda humildad podamos reconocer que lo hemos hecho por la fuerzas que tú nos das, por la sabiduría que tú nos das, por los recursos que tú has traído a nuestras manos para nosotros poderlo alcanzar así.
Así que, Señor, yo declaro tu bendición sobre cada uno de tus hijos e hijas en este momento, Señor, en esta tarde. Cualquiera sea su desierto, cualquiera sea su situación, Señor, yo declaro tu bendición sobre cada uno de ellos, sobre sus familias, sobre sus trabajos, sobre sus escuelas, mi Dios, sus universidades, en sus hogares, mi Dios, donde quiera que ellos vayan. Donde quiera que ellos estén, yo declaro tu bendición, la bendición tuya como Padre, la de tu hijo Jesús, la de tu Espíritu Santo nuestro consolador que nos guía a toda verdad. Declaro tu bendición sobre tus hijos e hijas en esta tarde.
Llévanos con bien Señor Jesús, a donde quiera que vayamos después de aquí de este lugar, llévanos con bien, con tu bendición Señor Jesús, y que podamos seguir meditando en estas palabras para poder seguir creciendo a la altura que tú nos llamas a que podamos alcanzar. Te doy las gracias por este pueblo, Señor, y sobre ellos dales tu paz, tu Shalom, tu bendición. En el nombre de tu hijo Jesús. Amén. Y Amén. Salúdense unos a otros mis hermanos, extiéndanse la paz de Dios, adelante el Señor, a los hermanos que nos ven por Internet, muchas bendiciones, adelante todos en el nombre de Jesús.
Dando en la zona de la incomodidad
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Quiero partir de un texto de Primero de Reyes, capítulo 17, versículo del 8 al 16. Y saben por qué, porque yo siento que este texto, y este episodio en la vida del profeta Elías como que representa el emblema mismo, la temática misma espiritualmente hablando, la unción, la energía, el propósito de Dios en el cual este tiempo que estamos viviendo se está desarrollando. Es bajo esta señal, bajo este signo espiritual que nosotros estamos emprendiendo lo que estamos emprendiendo, y usted, yo creo que va a ver eso rápidamente. Y por eso lo he escogido, porque yo quiero… recuerde que esto que estamos viviendo es simplemente un ejercicio para algo mucho más amplio que Dios quiere hacer en tu vida.
El templo es en última instancia hasta secundario y terciario comparado con el tema mayor que Dios quiere desgranar dentro de ti. Y por eso es que este texto yo quiero que sirva como la bandera, sirva como el tema de darle a Dios extraordinariamente en tiempos de escasez para ser bendecidos extraordinariamente. Darle a Dios extraordinariamente en tiempos de escasez para ser bendecidos extraordinariamente. 17, 8 dice, “vino luego a Él, a Elías, palabra de Jehová, diciendo: Levántate, vete a Sarepta de Sidón y mora allí. He aquí, yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente. Entonces él se levantó y se fue a Sarepta. Y cuando llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña, y él la llamó y le dijo: Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso para que beba. Y yendo ella para traérsela…” y usted vea, esa parte la podía hacer ella bien, tenía agua suficiente, aparentemente.
Pero el profeta la detiene y mete el drama en un nivel mucho más profundo y tenso, y él la llamó y le dijo, “ven acá un momentito, te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso” y yendo ella para traérsela, él la volvió a llamar y le dijo, “¿sabes qué?, te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu mano.” Y ella respondió -aquí fue donde ella comenzó a resbalar y a responder en una manera negativa, “dile a Jehová, tu Dios, que no tengo pan cocido, solamente un puñado de harina tengo en la tinaja y un poco de aceite en una vasija y ahora recogía dos leños para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo.” Mire esa imagen de dos leños, si usted fuera un estudioso de literatura usted entendería que esos dos leños querían decir ni siquiera había leña para hacer comida.
Me imagino que un tiempo de sequía todos los árboles los habían cortado, los habían convertido en carbón, todo lo que pudiera, y aún para cocinar una cosita pequeña había que estar buscando por donde quiera para encontrar algo, ella tenía dos leños, esos dos leños son símbolos de la total escasez y carencia, sequía que había en la tierra. Ahora recogía dos leños 'para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos y nos dejemos morir'. Tiene allí usted una imagen muy clara de la devastación que había en la tierra, la total sequía y carencia que había, una mujer preparando su última comida para echarse a morir. Pero Elías le dijo, “no tengas temor, ve, haz como has dicho, pero hazme a mí primero.” Usted ve, allí está la clave.
Y de paso, estoy consciente, se me olvidó decirlo al principio, estamos usando el mismo texto que Omar predicó el domingo pasado, pero esto es diferente, la palabra de Dios es multifacética, sabes, tiene diferentes niveles, diferentes… yo le he pedido a Omar que lo predicara y él lo predicó en su estilo, su enfoque y yo quería predicarlo en este enfoque y es muy largo de explicar, pero le aseguro, no crea que el pastor tuvo un senior moment, se le olvidó que lo predicaron el domingo pasado. No. Este es el mismo texto, pero estamos haciéndolo diferente.
“No tengas temor, ve, haz como has dicho, pero hazme a mí primero.” Eso es bien importante, una de las leyes primordiales, de la buena mayordomía, del buen uso del dinero, del tiempo, de todo es que al Señor hay que darle siempre primero. Y entonces, todo lo que tú deseas después de eso, eso vendrá por añadidura. Esa es la ley esencial de toda buena mayordomía de la vida. “Hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de las cenizas y tráemela. Y después harás para ti y para tu hijo.” Y después harás para ti y para tu hijo. A mí primero, y después para ti. Mis hermanos, mis hermanas, allí está el razonamiento loco de Dios, el razonamiento trascendental, contraintuitivo de Dios. Hazme a mí primero y después harás para ti y para tu hijo. ¿Por qué? Porque Jehová, Dios de Israel, ha dicho así. La harina de la tinaja no escaseará ni el aceite de la vasija disminuirá hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la Tierra. ¿Cuántos pueden recibir eso para su vida, en este día? La harina no escaseará, el aceite no disminuirá hasta el día en que Jehová haga llover otra vez. Vuelva la prosperidad, vuelvan los tiempos de normalidad, no faltará.
Entonces, ella fue e hizo como le dijo Elías y, ¿sabes qué pasó? Que comió él, y ella y su casa muchos días. Note el contraste entre él, estoy haciendo un poquito de comida ya lo último que me queda para que nos muramos, comió ella, su hijo, su casa, toda su casa. ¿Qué quiere decir su casa? Yo me imagino que los sirvientes estaban metidos allí, los perros que había en el patio de la casa también comieron, quien sabe si los vecinos también les pudo llevar comida, ella y toda su casa. Sus nietos… comió ella y su casa muchos días. Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó. Conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías. Bendiga al Señor su Santa Palabra.
Hermanos, este texto es un texto ilustrativo, es un texto que nos enseña uno de los principios más profundos; Meches, pásame ese texto que está allí de la mayordomía. Lo pone todo en un contexto de crisis, de urgencia, pero también de claridad de extremo. ¿Ustedes recuerdan, yo les hablé hace unos días del caso de Josafat? Y yo les decía que el caso de Josafat, donde Dios le dijo, “paraos, estad firmes y ved la salvación de Jehová”, que no siempre es tan clara la cosa, de que a veces hay que dar duro y hay que pelear, pero que Dios había escogido ese texto porque ilustraba la esencia misma de lo que es el mover de fe. Una crisis una palabra profética que sale de en medio del pueblo, un pueblo que cree esa palabra y se lanza a hacer algo que parece loco como simplemente ir a encontrar un enemigo mucho más numeroso, y lo único que se va a pelear es con alabanza y adoración. ¿Locura? Pero cuando ese pueblo cree lo que Dios le ha dicho, Dios pone los armamentos del enemigo en contra unos de los otros y al final de esa crisis hay grandes… -ojo-, gran provisión, gran llenura y el pueblo regresa convencido como cuando comenzó en crisis.
Y yo les decía que esa es la trayectoria esencial de la fe en la vida de un hombre y de una mujer de Dios. Y estos textos son así, son textos ilustrativos, este texto es igual en un sentido quita toda la complejidad, la quita toda y lo que deja es una situación extremadamente clara. Donde los procesos de la fe se pueden ver en una forma muy, pero muy, paradigmática. Muy precisa, muy clara. Y lo que esto texto manifiesta es eso, lo que es la mayordomía, lo que es darle al Señor en una manera bíblica y lo pone todo así, un contexto de crisis extrema, urgencia extrema, claridad extrema.
Dios ha dado la orden para que Elías sea sustentado, pero esa orden se va a realizar a través de un proceso complicado y zigzagueante. ¿Qué hemos visto aquí? Elías está huyendo de un rey que lo quiere matar, Dios lo ha estado sustentando, proveyéndole comida a través de los cuervos, un arroyo que le provee agua, pero llega un momento en que el agua se seca, los cuervos ya no vienen y Dios le dice, ¿sabes qué Elías?, ahora hay una nueva etapa. Te voy a mandar a otro lugar para que tú seas provisto. Cuando usted mira la vida de Elías, usted ve continuamente pasa de victoria a persecución y prueba, a victoria, a más persecución y prueba, primero el gran momento culminante de los profetas de Baal cuando Elías delante de toda la nación destruye a los profetas de Baal. Tiene que huir porque lo quieren matar, prueba. Depresión, se deprime. Provisión, Dios se le aparece por medio de un ángel, le da comida, lo recuesta a dormir, lo fortalece, lo manda a caminar. Es continuamente ese proceso de prueba, sufrimiento, cuando está en la casa de la viuda después de la gran victoria, se le muere el hijo a la viuda, crisis. La viuda dice, tú me has traído mala suerte aquí, pero Elías resucita al hijo de la viuda, victoria. Es una vida, y así es la vida de fe.
Dios permite cosas en la vida, y eso no quiere decir que su mano se ha apartado de ti. Simplemente, que él está proveyéndote otra experiencia para tu crecimiento espiritual, porque a Dios lo único que le importa es producir hombres y mujeres experimentados en los procesos de la fe, gente llena del espíritu, gente conocedora de los principios espirituales, Dios no quiere niños espirituales, y siempre que hay un hombre o una mujer de fe viviendo la vida cristiana como Dios quiere que la viva, va haber zigzagueo, va haber complejidad, pero Dios siempre va a proveer. Va a venir momentos y tu vas a tener que preguntarte y ahora de dónde va a salir la próxima provisión, Dios ya la tiene en su mente, Dios ya sabe exactamente donde va a venir.
Tú quizás no lo sepas pero en el momento preciso Dios te va a decir de dónde va a venir. Con cuántos de nosotros Dios ha bregado así en la vida, que a veces estamos allí en el momento preciso y no sabemos y Dios saca las respuestas. Increíblemente, de alguna manera. Y eso pasa aquí Dios le provee a su siervo Elías, y siempre nos dice cuando estamos entrando en una nueva etapa de fe, de crecimiento, de trato de Dios. Dios te dice, no temas porque allí viene el temor muchas veces. El señor le dice al pueblo en Lucas 12, 32, “no temáis, manada pequeña, porque a Dios le ha placido daros el reino, a vuestro Padre le ha placido daros el reino.” Esa es la base de todo caminar en el camino de Dios. Hay zigzagueos, hay complejidades como este tiempo que estamos viviendo, pero Dios dice no temas. Mis hermanos, ese ‘no temas’ es el fundamento de nuestra generosidad para con Dios. Él es nuestro proveedor, la persona que le da al Señor tiene que creer que Dios es su proveedor y que no importa cuál sea el momento que está viviendo, Dios le va a proveer. Porque si tú le das al Señor creyendo que depende de ti solamente y que si tú no haces lo que tienes que hacer, te va a faltar, y que es tu inteligencia la que te da para dar lo que tú necesitas… ¿sabes qué? Nunca le vas a dar al Señor. La gente de Dios, el hombre, la mujer de fe le da a Dios porque cree que Dios es quien le provee y que si le da a Dios, Dios enseguida va de alguna forma va a manifestar su fidelidad en su vida.
Nosotros le damos generosamente a Dios desde una postura de confianza en que Dios proveerá para nosotros en toda situación y por eso podemos darle a Dios con gozo. “Jehová es mi pastor, nada me faltará”, dice el salmista. “Aunque mi padre y mi madre me dejaran con todo, Jehová me recogerá. Joven fui y he envejecido y no he visto justo desamparado, ni descendencia que mendigue pan.” Ese es la Palabra continua, es esa provisión divina y la mujer, el hombre que conoce a Dios, cuando tiene que darle a Dios le da porque ha entendido eso. Si usted no cree que Dios provee en toda circunstancia y que Dios es generoso para con su pueblo, usted nunca va a entrar en una medida de fe. En un mover de fe.
Dios proveyó para Elías, en todo momento hemos visto, nunca le faltó nada a Elías. ¿Por qué registra la historia bíblica ese episodio… esa vida de Elías? ¿Simplemente para que supiéramos que hubo un hombre que se llamó Elías, que caminó sobre la tierra y que Dios hizo cosas grandes con él? O es porque él quería que usted y yo entendiéramos que lo que hizo con Elías también lo puede hacer con usted.
Por qué escogió no solamente a Elías para proveerle, como le proveyó en el desierto, sino que también escogió una viuda y un hijo -que ninguno de los dos tiene nombre. Porque Él, Dios quiere que entiendas que los milagros de provisión de Dios, no son solamente para los ungidos, los apóstoles, los profetas, los pastores, los líderes grandes, no, eso es para toda persona que cree. Y Dios quiere mostrarle a su pueblo desde Génesis hasta Apocalipsis, 'Yo soy tu proveedor.’ Cuando usted ha muerto verdaderamente a su voluntad y a su intelecto, esa verdad puede amanecer a su vida.
Mire el ministerio de Jesús, dos ejemplos tenemos allí, uno cuando envió a los 70 a predicar el Evangelio, les dijo, “no lleven bolsa, ni alforja, ni bordón, ni nada. Deje la tarjeta de ATM, la MasterCard, la Visa, la American Express, dejen todo, la chequera, déjenla y váyanse simplemente con lo que tienen puesto. ¿Por qué? Porque Él quería mostrarles a ellos que cuando ellos emprendieran algo en su nombre, Él siempre les iba a proveer, quería ejercitarlos de fe. Dios quiere siempre ejercitar a su pueblo en fe. Y a veces artificialmente nos quita todos los andamios alrededor de nosotros, toda la seguridad, para que al quedarnos en el aire solamente entendamos que sí, que Él puede proveer. Dios a veces se construye escenarios artificiales alrededor de nosotros porque Él quiere mostrarnos que Él es lo único que importa a la larga. ¿Por qué Dios escogía el sábado? ¿Por qué Dios escogió que al séptimo día no se trabajara? Porque Él quería dejarle a la humanidad un paradigma. Que si tú dejas de trabajar por un día a la semana, un 14%, muy cerca del diezmo de paso, si tú dejas de hacer una vez a la semana, tu mente y todo tu ser te van a decir, me va a faltar. Pero si tú honras al señor con ese ejercicio tú vas a ver que no te falta y Dios te bendice.
¿Por qué Dios escogía que cada 50 años, creo que era así, cada 50 años se dejara un año libre, o era cada 7 años la tierra se dejaba un año, verdad? Y el 50 el año de jubileo, pero cada 7 años se dejaba la tierra un año sin tratar, sin trabajar. Y Dios le decía yo le voy a proveer a ustedes por ese año y por el año siguiente en lo que plantan, porque siempre había una espera, Dios le iba a proveer por dos años si ellos dejaban la tierra tranquila. ¿Por qué? Porque Él quería un pueblo de fe y les integró en su vida comunal ese principio de depender de él y no de ellos mismos. Porque nosotros estamos tan entrenados por la mente a que si yo no hago no voy a recibir, y si yo doy me va a faltar. Y Dios quiere que nosotros, el pueblo de Dios, entienda que eso no es así, que nosotros nos movemos en el poder de Dios, la provisión de Dios, y que si yo honro a Dios y pongo mi vida en riesgo por Dios, Él es poderoso para hacer todo lo que parece que no se haría si yo no lo hago.
Y entonces para que nosotros refresquemos ese principio continuamente y a los 50 años, en el año 50 lo volvía todo y decía todas las tierras se devuelvan a los que las perdieron, todo el dinero se redistribuya, todos los esclavos sean libertados, todos los siervos sean libertados, todas las deudas sean perdonadas y vamos a comenzar de cero otra vez. Guau, si Israel hubiera tenido el valor para vivir así, no tendrían todos los problemas que tienen hoy. Pero es que a nosotros nos falta la fe, pero eso es lo que Dios, Jesús envía estos hombre y mujeres para que aprendan fe, y cuando llega el momento de proveerle a 5,000 personas al final del día, y ellos le dicen, “Jesús envía esa gente ya para que se busquen comida.” “No, ustedes, denles de comer.” “Nosotros, ¿de dónde? No tenemos dinero, es más por aquí no hay supermercados, no hay nada, a esta hora del día, ¿cómo le vamos a dar de comer?” Y él les dice, “no, busquen entre ustedes.” ¿Por qué? Porque Dios quiere siempre, hermanos, sus procesos llevarlos a cabo con su pueblo. Y Él les dice, “busquen allá dentro.” Y regresan 5 panes, 2 peces, y Él entonces toma ese depósito que ellos dan. Los 5 panes y los peces eran totalmente inmateriales, secundarios. Él podía hacerlo con 5 piedras y 2 palos, pero Él quería que sus discípulos entraran en función, que se sacara algo de la multitud porque Dios siempre busca un depósito de parte de nosotros. Sus milagros él siempre los hace en sociedad con sus hijos, hermanos, entiendan esto, siempre.
¿Por qué Dios no hace llover ahora mismo 3 millones de dólares del cielo para que esta iglesia construya su edificio? ¿Ustedes creen que él no puede hacerlo? Él puede hacer eso y mucho más. Dios podría despertar un filántropo de algún sitio que dijera, ‘¿sabes qué Roberto…?’ Y, ¿sabes qué? Si él lo quiere hacer no estaría malo tampoco, yo lo recibo. ‘Quiero evitarte estos líos, ¿sabes qué? Allí tienen el dinero, no se preocupen.'
¿Saben qué? A Dios le interesa a esta iglesia mostrarle lo que es vivir por fe. A Dios le interesa levantarse gigantes, hombre y mujeres, llenos del Espíritu Santo, gente de fe. Y nos dice, ¿qué tienen? ¿Qué hay entre ustedes…? Denme un depósito. Denme su demostración de que ustedes me creen, y yo voy a hacer algo estruendoso, estrepitoso. Yo sí creo, estamos viviendo ese tiempo increíblemente profético, en que Dios como en este caso de la mujer de Sarepta, nos está diciendo yo quiero hacer algo en sus vidas, pero primero denme a mí, aunque parece que ustedes me están dando escandalosamente, locamente, irresponsablemente, denme a mí primero y no les va a faltar nada a ustedes. Ese es el lema del hombre y la mujer de Dios, “nada me faltará.” Y, ¿sabes? que la resistencia de muchos a darle al señor con generosidad, viene precisamente de su falta de confianza en que él proveerá.
Nosotros a veces decimos en nuestra mente, si yo le doy al señor me va a faltar a mí. Pero la gente de fe dice, “Jehová es mi pastor y nada me faltará.” Esa es la base de todo lo que el Señor quiere para nuestra vida. Lucas, Capítulo 12, dice, “vosotros, pues, no preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud; consideren los cuervos que ni siembran, ni siegan, no tienen despensa ni granero, y Dios los alimentan. ¿No valen ustedes más que las aves? Y quién de vosotros podrá afanarse añadir a su estatura un codo, no estéis en ansiosa inquietud, todas estas cosas buscan las gentes del mundo, pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas.” Elías había confirmado esto una y otra vez. Sin embargo, aún así hubo momentos de duda en él, como ese momento cuando él salió huyendo de Jezabel, se metió al desierto y dijo sabes qué señor yo ya estoy cansado de este ministerio. Es demasiado sufrimiento, demasiada zozobra, demasiada pérdida. Yo sé que ya mi tiempo llegó, mátame, sácame de este mundo porque yo, ya no tengo más nada que hacer. Elías era un hombre agónico, por eso es que el Apóstol Santiago, siglos después dice, “Elías era un hombre sujeto a pasiones similares a las nuestras, sin embargo, él oró y Dios escuchó y paró el cielo y no llovió.” Hablar de la eficacia de la oración, porque Elías evidentemente era un hombre muy sicológico, era un hombre con unas emociones inestables, quizás. Y, él dudó en momentos. Pero uno pensaría, una persona que así como Elías dudando, imposible, si yo hiciera una fracción de lo que Elías hizo yo estaría siempre seguro.
Miren, nosotros siempre vamos a tener que luchar con la duda, la vida de generosidad para con Dios siempre involucrará la duda. La lucha contra la mente natural eso es parte del proceso de fe, si no hay duda, lucha en usted, titubeos, zigzagueo, no es un proceso de fe. A veces nosotros vamos a creer, y a veces vamos a dudar. Y tendremos que sobreponernos a la duda y obrar estrictamente por principios objetivos y no por emociones. El darle al señor generosamente es asunto de disciplina. En última estancia, es uno aprender como el soldado, como el corredor del maratón cuando se pone y dice yo voy a llegar a la meta, y llega las 25 millas y no le queda nada excepto aliento, voluntad y disciplina. Y eso es lo que lo lleva a la meta. Y muchas veces nosotros vamos para darle al señor como Él quiere, vamos a tener que ir más allá de las emociones. Yo les digo, le decía a los hermanos esta mañana, este es un tiempo en que yo hago todo lo que hago, prácticamente lo hago por disciplina, por fe y por creer en los propósitos y los principios de Dios. Si yo fuera un hombre más sabio y prudente, yo ya hace tiempo que hubiera cerrado este proceso porque los tiempos no son buenos.
Hay alguna gente que se pregunta, por ejemplo, por qué el pastor Miranda espera dos o tres años para que esto se defina mejor y entonces emprender esto. Confiese, algunos de ustedes han pensado quizás así; yo lo he pensado. Pero, yo sigo porque creo que este es el tiempo, y porque me muevo por fe. En estos tiempos yo digo soy como un piloto que está a 30 mil pies de altura en una noche cerrada, sobre el mar, a su alrededor no hay ningún punto de referencia y lo único que tengo delante de mí, son los instrumentos del avión, las agujitas y los instrumentos que me dicen por dónde tengo que ir. Y tengo que confiar en los instrumentos porque en mi propia vista no puedo confiar, ni mis emociones ni nada, sino simplemente en los instrumentos. Y así es el diezmo, y así es el darle al Señor. Si esperamos a sentir siempre deseos de diezmar, nunca lo haremos. Diezmar es una disciplina por ejemplo, darle al señor es una disciplina. Es como pagar los impuestos. Yo sé que se habla mucho de darle a Dios con alegría, pero mire al final de cuentas, cuando yo tengo que darle al Señor, yo no me pregunto si estoy contento o no, yo simplemente le doy al Señor, porque tengo que darle porque eso es lo correcto y eso es lo que dice la biblia y eso es lo que me bendice.
Y es así como usted le va a pagar al IRS, cuando llega el momento de pagar los taxes, yo no conozco a nadie que diga, gloria a Dios, qué bueno llego abril, llegó marzo, ahora puedo pagarle al IRS lo que le debo. Pero usted lo hace porque hay que pagarle al IRS y sabe que la biblia habla en esos términos de darle al señor en esa manera. Busque por ejemplo Salmo 76, versículo 11, dice allí, “prometed y pagad a Jehová, pagad a Jehová, vuestro Dios, todo lo que están alrededor de él traigan ofrendas al temible.” Pagad a Jehová, vuestro Dios. Saben, Dios es temible, Dios es sublime, Dios es poderoso, grandioso. Al Señor hay que pagar. Por qué la biblia habla, esta mañana se me hizo absolutamente claro, aún cuando escribí estas palabras, cuando las predicaba nunca me había atrevido a entender claramente eso de que cuando nosotros damos el diezmo le estamos pagando al Señor algo que le debemos a Él. Miren lo que dice Hebreos, siglos después el escritor de Hebreos habla en los mismos términos. Porque la gente a veces dice, bueno estas son cosas del Antiguo Testamento, miren lo que dice el escritor de Hebreos, 7, 9. Dice, hablando de cuando Abraham pagó el diezmo, etcétera, “y por decirlo así en Abraham pagó el diezmo, también Leví…” -un descendiente- “que recibe los diezmos.“ En otras palabras, hay una transacción allí puramente legal, cuando Abraham dio el diezmo a ese sacerdote, Melquisedec, estaba pagándole a Dios el diezmo. Cuando la gente, los subalternos, los súbditos le daban los diezmos a los reyes en la economía antigua, le estaban pagando al rey, tenían que pagarle. Y el diezmo obedece ese principio de que al soberano se le paga por los servicios que él rinde, y eso es una señal de subvención a él. Y entienda esto hermanos, porque muchas veces yo les quiero decir, Dios no les va a tirar un rayo, como dicen algunos por allí, si usted no diezma. Pero sí le puedo decir que usted está involucrado en una transacción cuando usted entra en la economía divina, espiritual, usted entre en unos tratos, en un sistema legal terriblemente fuerte, y hay cosas que pasan y no pasan en nuestra vida. Hay cosas que están cerradas en nuestra vida porque hay un lean, hay una deuda, hay un documento legal que impide que algo suceda.
Ha habido gente que ha querido vender una casa y cuando va a venderla, descubren que no pueden venderla porque hay un documento metido allí en el título que le impide venderla porque tiene que pagarle algo a alguien primero. ¿Cuántos saben eso? Eso se llama un lean, y yo creo que hay muchas veces en el mundo del espíritu que hay cosas atadas que no se sueltan porque hay otras cosas que tienen que ser resueltas. Y el diezmo es interesante porque una y otra vez es asunto de, es como que a Dios se le debe, y hay que pagarle eso. Y cuando no se le paga uno está en un sentido hay cosas que están agarradas. ¿Por qué Dios dice en Malaquías, vosotros me habéis robado? Y la gente le pregunta, extrañada, nosotros en qué te hemos robado, dicen. Me habéis robado porque no me habéis dado el diezmo. Cuando es que ustedes le roban a una persona, cuando le debe algo y no se lo paga. Si usted mira una y otra vez el lenguaje del diezmo está acompañado en esa idea de es una transacción legal, es una acto. Y yo creo hermanos que muchos no están recibiendo más porque legalmente no están, el mundo del espíritu se mueve legalmente, es una cosa que claramente, el mundo de los demonios y de lo divino se mueve por principios legales. Observen ese lenguaje de pagar y de robarle a Dios. Es muy importante.
Ahora qué pasa, Elías llega a Sarepta. Dios le dice, ve allá porque hay una mujer que te va a alimentar allá. Quizás Elías pensó bueno, me pegué la lotería, esta mujer va a tener mucho dinero, una gran casa, un cuarto especialmente para mí. Toda la comida que yo necesito y me voy a desquitar finalmente esta hambre que he estado viviendo con estos benditos cuervos que no me traen suficiente comida. Y qué pasa, cuando llega a Sarepta plaza, allí en la ciudad de Sarepta, lo que encuentra es una mujer pobre, andrajosa, lista para echarse a morir. Y él dice, oye Señor tú me estás jugando una mala aquí, es un chiste cruel lo que me estás haciendo. Pero Dios le habla a Elías, y le dice, “esa es la mujer que yo he escogido para que me dé." Quién sabe si Dios ha escogido una comunidad de inmigrantes, no próspera o no rica para hacer algo extraordinario y excepcional en este tiempo. Quién sabe si Dios está escogiendo esta comunidad pobre, entre comillas, para dar una lección a los ricos de Lexington y de Newton y de otras partes. Quién sabe si Dios ha escogido esta comunidad para que a través de ella Dios traiga bendición y avivamiento y comida a muchos de su pueblo, esa es una pregunta, simplemente la dejo allí.
A veces, Dios tiene sentido irónico del humor, Dios siempre escoge lo pequeño, lo débil, lo poco prometedor para avergonzar a los fuertes y para proveer. Y Dios tiene un drama en esto, Dios nunca… a Dios no le interesa tanto el resultado como el proceso. Por eso siempre los procesos de Dios son multinivel, multifacéticos. Dios siempre embute todo lo posible de los procesos para sacarle el máximo de provecho y por eso escoge esta viuda, este jovencito, por eso escoge a Elías, porque Él quiere fortalecer a la viuda, bendecirla a ella, por quién sabe qué hubo en el corazón de esa mujer que Dios la escogió a ella para que fuera la protagonista de este drama. Y quería también bendecir a Elías y proveerle a él. Y, ¿sabes qué? También quiere glorificarse. Porque en última instancia, todas estas cosas a lo que apuntan es a la gloria de Dios. Todo esto que nosotros estamos viviendo es solamente, Dios está allí sentado en su trono aspirando este holocausto que nosotros estamos elaborándole allí. En última instancia todo esto, si se da como yo creo que él quiere, va a redundar en absoluta gloria para Él. Porque hay muchas cosas que nosotros vivimos y las vivimos a un micro-nivel, pero Dios lo está viviendo y hay ángeles hay demonios, hay principados, hay arcángeles, mirando, está Dios, está Jesús, una multitud de testigos mirando nuestros procesos, privados muchas veces. Y ni esta mujer, ni siquiera Elías, sabía que él estaba viviendo un drama que iba a servir de alimento espiritual para generaciones, generaciones, generaciones, naciones, culturas, siglos. Y lo que él estaba viviendo era puramente secundario, Dios estaba simplemente montando un drama para que se escribiera, para que le diera comida a generaciones, a través de la historia como nos da hoy en el siglo XXI porque Dios quiere glorificarse y todo esto hermanos apunta a los procesos complejos de Dios.
En todo proceso de fe y de dar está involucrada la gloria de Dios. A la misma vez Dios también estará tratando con nosotros, estirando nuestra fe además de probarnos, y cuando su pueblo le cree y arriesga, Dios es glorificado. Nosotros hemos llegado a un punto ya, Dios nos ha bendecido, Dios nos ha avanzado, Dios nos ha dado mucho hermanos. Dios ha bendecido esta congregación. Yo sin orgullo digo, muy pocas congregaciones pueden adorar al Señor como nosotros lo hicimos hace un rato, y esta mañana, a las 9 de la mañana. Y yo decía, no se puede repetir esa misma intensidad, pero Dios lo hizo posible, ustedes han sido bendecidos, Dios nos ha dado muchas cosas. Y nosotros venimos aquí, y yo creo que a veces no estamos conscientes de todo lo que Dios le ha dado a este grupo de inmigrantes. Y no, no ha sido con tanto dolor, miren nosotros no hemos sido estirados, pero sabe qué, Dios está diciendo, ya ahora ustedes han recibido mucho y yo quiero que su fe se anche y yo quiero que ustedes hagan algo que les va a doler y que va a ser… quiero que se estiren, quiero que me den una ofrenda que les cueste verdaderamente. Y quiere estirar nuestra fe. Dios quiere que después de este proceso de fe, nosotros no volvamos a ser como antes, sino que lleguemos a otro nivel.
Cuando León de Judah entró en este proceso para venir aquí y estuvo luchando para hacer este edificio y levantarlo y hacer todas las cosas, León de Judah nunca volvió a ser lo que era antes de eso. Es más, ni siquiera el nombre, éramos Iglesia Bautista Central, hoy en día es Congregación León de Judá, hasta nos cambió el nombre, nos cambió identidad, nos cambió el ministerio, nos cambió todo. Lo multiplicó ingresos, población, impacto, nivel de ministerio, alcance, perfil en la ciudad, notoriedad, todo lo cambió, hermanos, nunca volvimos a hacer lo que éramos antes de venir aquí. Y ahora yo sé que Dios quiere hacer lo mismo. Dios quiere ahora poner esta iglesia a otro nivel, pero para la gloria que Él quiere, hay que pagar un precio, siempre antes de la resurrección viene la cruz, antes de recibir hay que dar, antes de ser resucitado hay que morir, antes de crecer hay que menguar como decía en ese coro, y siempre el crecer cristiano viene a través de la muerte y del despojo. Un pueblo generoso glorifica a Dios. Un pueblo encogido y cómodo es una vergüenza para Dios. En todo proceso de darle al Señor hay profundos principios espirituales en juego. Y miren cómo se desarrolla esto, Elías le pide a la mujer un poquito de agua, ella tiene agua parece que todavía se puede encontrar agua en la ciudad. Y como es poco lo que él le pide, ella inmediatamente se lanza a buscarlo porque es muy fácil darle al Señor dentro de lo razonable, lo posible ¿no? Pero eso no es suficiente, después Elías le pide algo que sí le va a costar.
¿Por qué el drama divino se da en esa manera? En dos etapas, allí. De nuevo, porque Dios es un dramaturgo muy deliberado. Primera etapa, dame algo de beber. No hay problema, cómo no, pero sabes qué, dame de comer. Allí viene el problema, ella no tiene para darle de comer. Y es allí donde Dios quiere probarla. Tiene que dar comida de lo cual tiene muy poco y aquí ella se resiste, como nos resistimos nosotros muchas veces. ¿Qué podemos aprender de esto? Lo siguiente: Dios nos pide hermanos que le demos a él en la zona de la incomodidad. Yo muchas veces he hablado de esa zona de la incomodidad. Donde nos duele. ¿Dónde prueba Dios a sus siervos? ¿Dónde gradúa Dios a sus siervos? ¿Dónde entra Dios a sus siervos en un nuevo nivel de poder espiritual? En la zona de la incomodidad.
Dónde probó él a Abraham, y le dijo dame tu hijo, tu único hijo. A los ciento y pico de años, el único hijo que tenía Abraham, su única esperanza de preservación y de extinción, y Dios le dice te voy a meter en la zona de la incomodidad. Y le dice, dame a tu hijo, tu único hijo. Y lo pone en un viaje. Tres días. Sudando, cociéndose en su propia humanidad. Sabiendo que en un momento le espera un monte, donde allí va a tener que meterle el cuchillo a lo que él más ama y adora para mostrar que hay algo para él más valioso que su hijo, que es el Dios que se lo dio. Y que si él sacrifica a ese hijo y se lo da al Señor, hay millones de hijos en las entrañas de Dios que él puede darle. Porque eso fue lo que dice el escritor, después en la escritura, que en la fe de Abraham había suficiencia para creer que Dios era poderoso inclusive para resucitarle a Isaac. Porque de nuevo, Dios es mi proveedor, yo sé que Él es, aunque yo le de algo que yo amo, Él me lo va a regresar.
Sabes, déjenme decirles algo de eso. Ustedes sabe, algunos saben, yo acabo de terminar de escribir un libro que yo espero que va a salir dentro de poco tiempo, ya está escrito, ya estamos trabajando en la portada y todo eso. Déjenme decirles algo, un drama, algo personal mío. Cuando Dios me llamó a ser pastor en el año ’84, yo, como ustedes saben, estaba haciendo mi doctorado en la universidad, mi deseo era escribir y ser profesor universitario, moverme en el mundo intelectual, ese era mi anhelo, mi deseo profundo para lo cual yo desde niño había querido y lo que quería ser. Y Dios me dijo conviértete en el pastor de una iglesita pequeñita en una esquinita de Cambridge, y yo tuve que morir a mi sueños, no le digo eso para que me admire o me respete. Olvídese de eso, Dios me ha dado mil veces más. Pero, yo tuve que sacrificar algo que yo amaba, quería. Y yo vi que esos libros que yo quería escribir, cobraron alas y se me fueron, pero ¿sabes qué? Yo dije en mi corazón, si yo estoy haciendo lo que Dios quiere y si esto es de Dios que yo no estaba seguro que lo fuera, porque podía ser simplemente que yo estaba en un momento en que esta iglesia necesitaba un pastor, y yo podía hacerlo y como yo siempre he resuelto necesidades pues estaba recibiendo una necesidad. Yo no estaba seguro de que fuera Dios activamente, aunque Dios me había dicho ya que Él quería que yo pastoreara esta iglesia. Pero yo por fe se lo entregué a Él, y dije, “Señor, tú quieres que yo pastoree esta iglesia, yo lo voy a hacer,” y tuve que poner mi deseo de escribir durante 25 años y yo dije siempre, Señor, si tú quieres hacerlo en algún momento tú lo vas a permitir. Y quizás me voy a morir y nunca lo voy a poder cumplir, pero yo creo que tú eres poderoso para hacer posible esas cosas. Y este año pasado, con dolor en mi alma, porque ese libro nació de un dolor, una espina en el corazón. Dios me dio la facultad en medio de tanto tiempo de trabajo y tanta cosa, de escribir ese libro. Que yo sé que es el inicio de muchos otros que Dios me va a permitir hacer para gloria de Él, porque cuando tú le das al Señor lo que tú más amas sin garantía de que vas a recibirlo, pero porque tú crees que Dios es tu proveedor. Pero me tomó 25 años, hermanos, para yo comenzar a ver la fidelidad de Dios en ese punto. Y hay otras cosas asimismo que Dios me ha dicho y todavía no las veo, pero yo sigo caminando. Si me muero sin verlas Él sabrá cómo me responde cuando yo llegue allá al cielo, pero yo sí creo que las voy a ver.
A veces dudo y agonizo, porque cuando tú le das al Señor, tú sirves al señor, simplemente espera, espera la Salvación de Jehová, porque vendrá en su momento. Y es esa zona donde dios nos prueba, esa zona donde Dios nos gradúa, hay que primero resolver controversias con el diablo, con los demonios, con la ironía, el cinismo de Satanás y la controversia que tiene con la raza humana y con Dios, y hay cosas que primero hay que resolverlas con él porque por alguna razón él tiene algún derecho aquí por un tiempo, y hay cosas primero que sólo se resuelven muriendo, sangrando y siendo crucificado. La sangre paga precios que usted no entiende, ni yo. Y no solamente Jesús tuvo que ser sacrificado. Y hay cosas que hay que hacerlas, primero hay que pagar un precio, hay que sangrar, hay que morir, hay que disminuirse para que se puedan cumplir contra el diablo que es el legalista más terrible que hay. Algo tiene que pagarse, misterios de las cosas de Dios, hay que dar en la zona de la incomodidad donde le duele.
La viuda dio todo lo que tenía, y Jesús dijo, ésa ha dado más de quien diera millones de dólares, por eso tantas viudas en la biblia porque es que las viudas eran símbolo de todo lo que se da cuando no hay nada, sólo muerte y carencia. Dios alaba esas mujeres, alaba esas figuras que dan de la nada, de lo vacío, de lo pobre, de lo mínimo, de lo negativo. La conclusión es esa y cuando le damos al Señor en esa zona de lo incómodo, de lo sacrificial, es allí donde somos verdaderamente bendecidos, hermanos. Ese tipo de ofrenda glorifica a Dios grandemente, desata la gran bendición de Dios. La viuda opone una objeción racional y lógica a la petición de Elías. Si usted tuviera que darle la comida de su hijo a un hombre que llega a la plaza de la ciudad, sin usted saber quién es, que le dice yo soy un siervo de Dios dame a mí comida, mire hermano, usted lo mandaría a freír papas por allá, este es un charlatán. Este es un sinvergüenza. Y a qué madre se le puede acusar de no ser sabia y prudente cuando dice, mira yo no te puedo dar la comida de mi hijo, de mí misma. Y en cualquier situación eso sería lo razonable, pero mire muchas veces cuando Dios quiere hacer algo extraordinario, te pide algo extraordinario a ti. Te pone a veces a prueba, hay veces que hay que darle a Dios irresponsablemente, escandalosamente.
Sabes cuando dice la Palabra, Dios ama al dador alegre, la palabra alegre en el griego original es una palabra más bien quiere decir como loco, hilarious, esta es la palabra, hilarious –es la palabra de la persona que da a carcajadas, la persona que da en una locura. A Dios no se le da ni siquiera con una sonrisa, se le da con carcajadas. O que llegara el día en que nosotros le diéramos al Señor riéndonos a carcajadas, laughing all the way to the bank, en realidad. Esta mujer le opone una objeción racional. Quién puede culpar a alguien que diga, mira en este tiempo yo no puedo dar, yo prefiero mejor esperar un tiempo en que las cosas estén mejores para yo ser generoso, para dar. Y que yo tenga a alguien un poco más confiable que este mero hombre, pastor Miranda, pidiéndome, si viene un angelito por allí y me lo dice yo, entonces, quizás voy a dar. Pero es un hombre, común y corriente, que está diciendo, dame a mí primero, al Señor, y no le opongas lógica. Cuando nosotros damos frecuentemente, así, a veces nosotros oponemos ¿no? Esas razones, razonables, valga la redundancia.
Por qué la viuda le responde, “mira no puedo ahora. Me voy a morir, ya no me queda nada.” Todo lo que ella le dice a Elías es una imagen de negatividad, la viuda le responde a Elías lo que yo llamo una mentalidad de carencia. Ustedes recuerdan cuando predicamos el sermón hace un tiempo atrás, de Josué y Caleb. Josué y Caleb y los diez espías. Había una división. Yo decía que hay dos mentalidades en el pueblo de Dios. Una es una mentalidad de suficiencia y posibilidad y otra es una mentalidad de carencia y de imposibilidad. Y que el pueblo de Dios siempre se divide entre esas dos dimensiones, Josué y Caleb representaban el pueblo que cree, que mira lo positivo, que mira al Dios que está allí, que mira al que los ha llamado, mira al que ha prometido, no mira los obstáculos. Los que viven conforme a carencia, miran los obstáculos, miran al enemigo, miran la altura del monte, miran lo cerrado del camino, miran lo seco del desierto, miran lo imposible de la empresa y miran lo grande del gigante. Miran lo pequeño de ellos mismos y esa gente nunca recibe lo que Dios tiene para ellos. Esos diez espías se quedaron en el desierto, sus esqueletos se quedaron allí y ahora son parte del polvo, de la tierra seca del desierto. Josué y Caleb, solamente dos de doce entraron a la tierra prometida, porque había en ellos un espíritu diferente dice la biblia.
Qué interesante, dos de doce, sabe cuánto es, es 1 de 6, lo cual quiere decir, 16.6 -17%, casi 20% Y esta mañana, yo compartía con los hermanos algo interesantísimo, y es lo siguiente. Con todo esto de los bancos y las negociaciones nos han pedido una inmensidad de cifras y de detalles, increíble. Cantidad de cosas. Y gracias al Señor, nosotros hemos mantenido récords muy preciso que nos han permitido darle a los bancos todo lo que ellos nos han pedido, peor una de las cosas que ellos nos pidieron fueron cifras de mes por mes, semana por semana, tres meses, cuánta cantidad y cuántas personas dan cierta cantidad de dinero y tuvimos que proveerles todo eso. Por primera vez, tuvimos que ponernos a examinar esas cosas de esa forma y miren qué interesante lo que descubrimos, y de paso les digo hermanos, sabe qué, yo nunca miro quién da diezmos de iglesia. Durante 24 años, 25 años de ministerio, yo nunca me he puesto a mirar una planilla, y esta vez tenía las planillas frente a mí y obvie, no miré quien diezma en esta iglesia. Porque yo siempre he dicho yo no quiero que eso impacte ni influya sobre la manera en que yo trato a nadie, ni quiero que eso contamine mi mente en absoluto y no miré, pero sí tomamos números y cosas, y es interesante lo que salió a la luz. Porque tenemos que hacer muchas gráficas.
Siempre los expertos en mayordomía de las iglesias dicen que el 20% de las congregaciones, el 20% de la gente de una congregación, generalmente da el 80% del dinero. Y saben lo que sucedió cuando nosotros miramos los números, que el 20% de esta iglesia da el 80% del dinero. El 20% da y yo dije guau, y qué predecibles somos los seres humanos. Ahora yo sé que esto es apretado lo que yo estoy diciendo, hermanos, pero relájese. Yo quiero bendecirlo a usted. Es que así mismo como 2 espías, 2 solamente tuvo la visión de ver que Dios quería hacer y de creerle a la promesa de Dios y 10 no tuvieron esa visión, y 2 fueron bendecidos, nuestro nieto se llama Caleb por alguna razón. Y, esas son la gente que marcan la historia, esas son la gente que marca el pueblo de Dios. Cuántos Josués hay en esta iglesia ahora misma, y cuántos hay que tienen los nombres de los diez espías, quién sabe, porque nos sabemos siquiera los nombres de ellos. Se murieron en el desierto hermanos. Pero 2 de 12, y 2 de 10, se atreven a creerle. Ese es como un número paradigmático que divide al pueblo de Dios.
A través de la historia, y eso todavía qué misterioso son los procesos de Dios, los procesos del espíritu. Hermanos, yo les quiero decir, si esta iglesia, por ejemplo si en esta campaña todo el mundo que puede dar, diera modestamente, nadie tendría que sacrificarse. Déjenme decírselo así sencillamente. Si todo el mundo que tiene que diezmar, diezmara, hermanos nosotros seríamos una de las congregaciones más poderosas y ricas de toda la región. Y una de las cosas que a mí me preocupa como pastor, aprovecho para decirles, es que nuestra iglesia sigue creciendo numéricamente pero no necesariamente sigue creciendo a la manera que debe crecer financieramente. Ahora, qué quiere decir eso, que cada vez hay más presión sobre los servicios de la iglesia porque tenemos que hacer mucho más con relativamente menos. Las bocas espirituales aumentan pero no la provisión. Y eso entonces hace que mucha gente se sienta, ‘oh no me visitaron, no me llamaron, no me hicieron…’ no hay, aunque entra mucho dinero, pero así sale, son muchas las propiedades que Dios nos ha dado, muchos los ministerios, muchas las cosas y nosotros hacemos rendir cada centavo, aquí no se gasta nada de que no sea absolutamente necesario, se lo puedo decir. Pero, qué pasa, si seguimos así si más gente no crece espiritualmente y se une a las filas del creerle a Dios, y darle a Dios, la iglesia va a crecer en cierto sentido, pero va a en calidad de su mantenimiento, de su planta física, de sus servicios, de su pastorado, todas estas cosas, y por eso es que ustedes tienen que crecer. Muchos de ustedes tienen que crecer rápidamente, porque lo que Dios quiere hacer es grande. Muchos de ustedes tienen que romper el cascarón, están metidos en una camisa de fuerza, de incredulidad.
Y yo les animo en el nombre de Jesús, eso se los digo proféticamente, estoy hablando ahora en palabra profética, rompe el cascarón, ese cascarón te está asfixiando, no te está protegiendo, te está asfixiando, es una camisa de fuerza, te está impidiendo que tus alas se expandan para que tú puedas volar como Dios quiere que tú vueles. Créele al Señor, párate sobre la Palabra de Dios, la Palabra profética, muere a tu razón, muere a tu comodidad y Dios te va a bendecir. No vivas en la mentalidad de carencia, no mires lo feo, lo siniestro del ambiente, mira al Dios que dice, “Yo soy igual en la tormenta, soy igual en el día de sol, soy igual en el desierto y soy igual en la tierra fértil, yo no cambio, para mí no hay difíciles, no hay imposibles, todo es sí, todo es posible, todo es fácil, todo es presente.” Ese es el Dios que tú sirves.
Elías le dice a la mujer, -ya voy terminando- “no tengas temor, no tengas temor.” Ese 'no tengas temor’, es una palabra como yo decía al principio, es una palabra para nosotros, esa es la respuesta divina, una y otra vez para el pueblo de Dios. “No tengas temor, recuerda eso, no temáis manada pequeña, a vuestro Padre le ha placido daros el reino, todo es de ustedes.” Dios te dice no temas, si me das a mí por fe no te faltará más adelante. Al contrario tendrás más de lo que tenías antes de darme. La pregunta es, ¿le vamos a creer a Dios? ¿Le vamos a creer a Dios? Esa es la pregunta siempre.
Elías le dice ‘no temas, hazme a mí primero’ yo les decía que ese es un principio de la vida de mayordomía, a Dios hay que darle primero. Proverbios, 3, 9. Honra a Jehová con tus bienes y con las primicias de todo tu fruto, primicias, primicias… lo primero, lo primerizo, y cuál será el resultado, serán llenos tus graneros con abundancia y tus lagares rebosarán de mosto. Cuando tu le dabas primicia, si usted tiene una concordancia, de esas concordancias completas, busque cuántas veces aparece la palabra primicia en la biblia, para que usted entienda que ese es un principio absoluto usted tiene que decirle a Dios, buscar primeramente el reino de Dios y todas estas cosas que la gente se mata tratando de conseguir serán añadidas. Busque después, Deutoronomio 26, versículo 2, “entonces tomará de las primicias, de todos los frutos que sacares de la tierra y que Jehová tu Dios te da y las pondrás en una canasta e irás al lugar que Jehová, tu Dios, escogiere para hacer habitar allí su nombre.” Qué dice el señor, mira toma de lo que tú has recibido, coge lo mejor, coge lo escogido y llévalo al lugar donde tú te nutres, donde está la presencia de Dios, donde tú estás militando, donde estás recibiendo y entrégaselo al sacerdote que está allí, hoy soy yo, mañana puede ser otra persona no importa, entrégaselo porque esa persona me lo va a rendir a mí. Y el sacerdote tomará la canasta de tu mano después que tú hayas dicho, declaro hoy a Jehová tu Dios, que he entrado en la tierra que juró Jehová, nuestro Padre, que nos daría. Cuándo usted le da al señor, cuando usted reconoce que lo ha bendecido a usted y que ha sido fiel. Muchos de nosotros hemos venido a una tierra que no es nuestra, y aquí Dios nos ha bendecido, aquí muchos de nosotros hemos comprado casas, hemos conseguido trabajo, el otro día, yo he visto un hermano centroamericano con un tremendo aparatito que se pone aquí, pajareando, como decimos nosotros. Aquí con uno de esos celulares, aquí verdad, se veía bien bonito, bien grande, hasta creo que una joyita tenía allí, y yo jocosamente le dije a Meches, ‘¿sabes qué? Ese en su país te aseguro que no tendría uno de esos hoy en día.’ Se lo dije así de juego solamente. Sabe qué y es así hermano, muchos de nosotros hemos sido bendecidos en esta tierra. Nacimos, ya usted sabe, con una mano delante y otra atrás y Dios nos ha bendecido, nos ha prosperado. Y cuando nosotros reconocemos todo lo que Dios nos ha dado, es por eso que nosotros tenemos que darle al Señor, porque no nos ha faltado en el camino. Y por eso Dios les dice, cuando tú lleves tu primicia a donde el sacerdote, di, “declaro hoy…” declaro es una palabra legal, documental, “declaro hoy a Jehová, tu Dios, que he entrado en la tierra que juró Jehová, nuestro Padre, que nos daría.” En otras palabras, cada vez que usted le dé al señor, cada vez que usted le dé su diezmo, que usted le entrega al Señor una ofrenda, diga, ‘Señor, yo declaro y reconozco y confieso que yo he sido bendecido por ti, y por eso te doy.’ Dígaselo en su corazón, no diga pensando, ‘oh qué lata tengo que dar otra vez.’ No. Reconozca por qué usted está dando, que usted ha sido bendecido, y continúe, mire ese texto, yo no me voy a detener contra mi alma, porque hay tanto allí, léalo, 26, todo lo que le dice esa persona cuando le da al Señor, hay allí un principio de seriedad, de integridad, Dios me dio, Dios me llamó yo estoy dando según Él me ha pedido. Notar la generosidad de Dios, el agradecimiento que presupone el diezmo, y el darle generosamente al Señor.
Voy a saltar, voy a saltar simplemente. Hay mucho, mucho, pero quiero… ya voy a terminar. El resultado de todo esto, el resultado de todas estas cosas, y hay mucho que en otro tiempo, busque el sermón de la mañana, donde pude terminarlo. Cuál es el resultado de este proceso, que involucra riesgo, muerte al yo, muerte a los razonamientos, dar por fe, reconocer la generosidad de Dios, dar en la zona de la incomodidad, atreverse a creerle al Señor. El resultado de este complejo proceso revela un principio espiritual universal con relación a darle generosamente al señor. Y es el siguiente, póngase de pie yo quiero que lo leamos todos lo que sigue. Cuál es el resultado de todo esto que estamos diciendo. Usted lo puede repetir, y ustedes lo van a confesar conmigo porque yo creo que nada de lo que yo he dicho aquí se sale de lo bíblico, si yo he predicado algo, si yo he declarado algún principio que no está respaldado por la Escritura, yo les suplico que no me escuche y que cierre su corazón contra lo que yo he dicho. Pero si a todo lo que yo he dicho usted no puede encontrar un contraargumento biblicamente, entonces abra su corazón a lo que yo le estoy diciendo, porque es de Dios, y esto lo está impregnando, lo está secundando, lo está llenando para el resto de su vida. Si yo he predicado un sermón en la palabra de Dios es éste, si lo he predicado en el espíritu de Dios es éste, si lo he predicado en el espíritu profético es éste.
El resultado de este complejo proceso que vemos aquí, revela un principio espiritual universal con relación a darle generosamente al Señor y es el siguiente, diga conmigo: "Cuando nos arriesgamos para darle a Dios, cuando damos en la zona de la incomodidad, cuando damos más allá de nuestras posibilidades, cuando le damos a Él primero, no importa cuán escandaloso sea este acto a la razón.” Confiéselo, “Dios nos bendecirá.” Dígalo duro, “Dios nos bendecirá en una forma generosa, más allá de nuestras expectativas, y nuestra fe será fortalecida.”
Esa es la palabra del Señor para congregación León de Judah en estos tiempos nuestros hermanos. Señor te adoramos, te bendecimos, te exaltamos, te glorificamos Señor. Padre, yo sé que tú quieres marcarnos, Señor, con esta Palabra. Tú quieres marcarnos con esta vivencia, tú quieres graduarnos a un nuevo nivel de potencia como congregación, como individuos, como siervos tuyos en tiempos proféticos, Señor. Ahora entra esta Palabra en lo hondo de nuestro ser, Señor, y que sea un faro que dirija nuestra vida, nuestra relación contigo. Quebranta Señor, todo lo que no sea de ti. Y pon solamente lo que obedece a los patrones que tú has establecido en tu Palabra. Bendice este pueblo Señor. Yo entrego esta Palabra a ti para que dé fruto para gloria de Tu nombre exclusivamente. En el nombre de Jesús oramos. Amén, y amén, y amén. Gloria al Señor. Gloria al Señor. No deje que el enemigo le arranque esa Palabra.