SERMONES

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Tomar el riesgo y vivir de acuerdo a la verdad

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Los animo a que de vez en cuando visiten la página de internet, vea los sermones que van a lo largo del año, vea la temática, mis hermanos, que están corriendo ahí. Porque yo creo que hay cosas que Dios nos está hablando. Hay cosas que Dios nos está queriendo dejar saber. Y yo sé que cada mensaje tiene como su enfoque, su tonada específica, pero cuando usted empieza a ver el conglomerado de todas esas cosas y la totalidad de lo que Dios nos está comunicando, uno puedo hacer sentido de distintas cosas. Y yo creo que eso es una de las cosas más bellas de la palabra de Dios.

Cuando la Biblia que la palabra de Dios es viva y eficaz, es eso, que tiene una vida y tal vez para alguien, una palabra que escuche hoy va a tener un impacto que otra persona que lo escuche por otro lado. Y puede ser que de aquí a dos semanas usted vuelva a escuchar ese mensaje y como que otra parte le capta la atención y eso lo hace reflexionar en otro aspecto de su vida.

La vida de la palabra de Dios es así, versátil, no es estática, es bien diverso y uno tiene que aprender a ver a Dios en todos esos aspectos. A qué voy con toda esta introducción? Es que esta mañana yo tenía un dilema, voy a compartir un poquito de mi dilema con ustedes. Para qué otro dilema, pastor, no necesito más ya, con los míos suficiente.

Pero el asunto es, mis hermanos, que miren esto, obviamente uno como pastor recibe muchas noticias de situaciones que están sucediendo en la vida de distintos hermanos y hermanas y hay veces que uno como que se abruma, es como que guau! Cuándo va a parar todo esto? Cuándo va a parar estos escenarios medio negativos y vamos a empezar a escuchar historias un poquito más positivas? Y de repente, yo recordé esas primeras palabras que se compartieron en el servicio de año nuevo, cuando el pastor estaba diciendo que este año obviamente, él no puede prometerte un año libre de problemas, pero sí te podemos prometer un año lleno de victorias.

Y a la misma vez estaba diciendo que en distintas formas todos nosotros nos vamos a ver expuestos a experimentar algún tipo de pérdida, algún tipo de frustración, algún tipo de situación o problema que será bien difícil, algo bien inesperado y que uno va a haber un momento donde uno se va a sentir como que y ahora qué hago? De dónde saco esto? Cómo hago para resolver esta situación?

Pero lo que venía detrás de esa palabra, es que con todas esas situaciones Dios te dará la victoria y Dios va a glorificarse en medio de ello. Yo me ponía a pensar, Señor, habremos nosotros dicho una mala profecía o algo así? Pero no, no es así. Es que la vida es la vida y sea como sea, uno va a tener sus riesgos, unos va a tener sus momentos duros, difíciles.

Orábamos por el esposo y la esposa, y tal vez hoy tu esposa estaba cuchi cuchi contigo, mañana se levanta y es como que Gua! O viceversa. Porque a los hombres les pasa igual, hoy el hombre está todo zalamero. Mi amorcito, mañana cuando se levanta es como que, uf. La vida le pisa.

Es así, y uno tiene que aprender a cómo vivir con todas esas cosas. Hoy un compañero en el trabajo te saludó y tu te quedaste como guau! Me saludó. Espéralo mañana y te pasa por el lado, y es como una mosca en la pared. Y qué pasó con el saludo de ayer? La gente tiene sus momentos.

Pero miren, en medio de todas estas cosas, mientras yo pensaba esta mañana, yo me dije, Señor, qué podemos hacer en medio de todas estas cosas? O sea, cuando la vida se pone así, dura, difícil, qué hay en tu palabra que nosotros podemos sacar de ella? Y me puse a escuchar un podcast de uno de mis predicadores favoritos y el que me encontré hoy él estaba hablando acerca de riesgo. Los riesgos de la vida.

Yo me atrevo a pensar que muchas veces cuando hablamos de riesgos, los riesgos es como algo… tiene una dimensión de temor porque cuando tu estás hablando de un riesgo es que estás corriendo un peligro. Hay algo que puede suceder o que vaya bien o que vaya mal, y eso es la definición de riesgo. O sea, tu te estás atreviendo a hacer o decir o actuar en una manera donde el resultado tu no lo sabes si va a terminar siendo bueno o va a terminar siendo malo.

Y muchas veces nosotros evitamos vivir en esa línea del riesgo. Pero el asunto es que tarde o temprano cada uno de nosotros nos enfrentamos a algún riesgo. Cuando usted venía aquí a la iglesia usted se pudo haber corrido el riesgo de que algo le pasara en el camino. Dios lo libre, que no le pase. Pero están esos riesgos.

Cuando cae la nieve que hay hielo ahí afuera, usted sale a caminar, usted camina con el riesgo de que no se vaya a resbalar y darse un cantazo bien fuerte. Si alguien trabaja en construcción imagínese usted. Si alguien que trabaja en construcción, que trabaja arreglando techos o algo así, siempre que alguien va subiendo una escalera tu corres el riesgo de que en algún momento tu pie se resbale o algo.

Hoy yo me puse a tirar fotos desde el techo del nuevo edificio. Y cuando me dijeron sube al techo, que yo voy subiendo por esa escalerita, digo, aquí yo me estoy cogiendo un riesgo. Porque tras que el viento estaba soplando y yo tan flaco, el viento me coge y me puede volar por el borde del techo. Uno se toma sus riesgos.

Y ¿Saben qué? La Biblia está llena de historias de personas que corrieron riesgos. Y yo me crucé con algunas que se las quiero traer a colación en estos próximos minutos.

Segunda de Reyes, Capítulo 7, quiero contarles esta historia que me pareció muy jocosa, pero que es muy interesante acerca de esta dinámica de riesgos. Segunda de Reyes, Capítulo 7 empezando en el verso 3. Esto es un relato que el profeta Eliseo está haciendo para traer una moraleja a un grupo de personas. Y en este relato miren lo que él dice:

“…Había a la entrada de la puerta cuatro hombres leprosos, lo cuales se dijeron el uno al otro, ‘Para qué estamos allí hasta que muramos? Si tratáremos de entrar en la ciudad, por el hambre que hay en la ciudad vamos a morir en ella. Y si nos quedamos donde estamos, también moriremos. Así que vamos pues ahora y pasemos al campamento de los sirios, si ellos nos dieran la vida pues, viviremos, y si nos dieren la muerte, pues sea como sea, vamos a morir…”

Vieron los gozos de esta historia, es como los Three Stooges estaban hablando consigo, bueno, okay vamos a ver qué podemos resolver de este dilema que tenemos? Estamos leprosos, es una enfermedad que puede causar la muerte, si nos quedamos aquí donde estamos sentados, vamos a tener una muerte lenta y dolorosa. Si nos metemos a la ciudad, si ustedes saben los parlamentos de ley en aquel entonces, era que un leproso tenía que irse fuera de la ciudad, hasta que se curara para entonces volver a entrar. Si ese leproso entraba a la ciudad cuando estuviera leproso todavía se podía correr el riesgo de que lo apedrearan, porque estaba rompiendo una ley. So, ellos dicen, hey, si entramos a la ciudad o morimos porque nos apedrean, o morimos porque hay hambre en la ciudad, una de las dos. Y si nos quedamos aquí sentados nos morimos en los laureles en los que estamos.

Y entonces, de repente pensaron, ahora si nos vamos al campamento de los enemigos quién sabe si allí, si nos rendimos, levantamos la bandera blanca, hey, venimos en son de paz y nos dejen entrar allí, pues, viviremos. Tal vez nos den una esquinita en el campamento donde nadie entre en interacción con nosotros, pero allí estaremos.

El asunto de esta historia, mis hermanos, es que estas cuatro personas estaban decidiendo si tomaban un riesgo o no. hay otra historia en el libro de Ester, para hablarle a las mujeres también. Esta es una de las líneas que más impacta de toda la Escritura. Es cuando el pueblo, los israelitas que estaban viviendo ahí en ese tiempo de cautiverio, se había pasado este edicto de que los iban a eliminar a todos y Ester obviamente, mujer judía pero que estaba como una de las concubinas del rey, ella estaba tranquila. Entonces viene su tío Mardoqueo y le dice, hey, quién sabe si para un momento como este Dios te permitió que tu estuvieras en el lugar donde estás. Y miren cómo dice el relato, Ester, Capítulo 4 empezando en el verso 13, le dice:

“…Dijo Mardoqueo que le respondieran a Ester, no pienses que escaparás en la casa del rey más que cualquier otro judío, porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos, más tu y la casa de tu padre pereceréis. Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino? Ester, dijo que le respondiesen a Mardoqueo, ve, y reúne a todos los judíos que se hayan en Susa y ayunad por mí, no coman ni beban en tres días, noche y día, yo también con mis doncellas haré igualmente. Entonces entraré a ver al rey aunque no sea conforme a la ley y si perezco, que perezca…”

Ahí está el riesgo. Esta mujer se estaba arriesgando a perder su vida, pero se atrevió, tomó el riesgo.

Un tercer ejemplo, en el libro de Daniel, tres de mis personajes favoritos, Sadrac, Mesac y Abednego, amigos de Daniel. En el Capítulo 3 de Daniel se habla acerca del relato donde el rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro para que todo el mundo adorase a esa estatua, que cuando sonaren todos los instrumentos, trompetas, bocinas, címbalos, todo, dondequiera que estuviera la gente, en cualquier punto de la ciudad, todo el mundo se tenía que inclinar en dirección a esta estatua y adorarla. Qué pasó con Sadrac, Mesac y Abednego? ellos no lo hicieron así, porque su única adoración iba dirigida a Dios, no a ningún ídolo, ninguna estatua. Y miren qué interesante relato de estos tres varones. Daniel Capítulo 3 en el verso 16, miren cómo dice:

“…Sadrac, Mesac y Abednego respondieron al rey Nabucodonosor diciendo, ‘Rey, no es necesario que te respondamos sobre este asunto, porque he aquí que nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo y de tu mano, oh rey, nos librará… ─y aquí es donde se ve el riesgo─ … y si él no nos librase… ─miren lo que están diciendo, estos tres muchachos son guapetones, son tigres─ … y sino sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado…”

Ahí fue donde se vio el riesgo de estos tres personajes. Cómo sigue la historia? El rey se encendió `más que el horno, los tiró a los tres en el horno a quemarse, y después de unos minutos, el rey se asomó otra vez y qué vio? Tres muchachos bailando en el fuego con un cuarto. Dime tu, por qué? Por qué les estoy hablando de esto, mis hermanos?

Yo creo que como el mensaje que traje en el primer miércoles, donde yo les estaba hablando acerca del fracaso como la matriz para el éxito, se recuerdan de ese mensaje los que lo pudieron escuchar? Esa idea, mis hermanos, del riesgo está bien involucrada en toda esta temática. Muchas veces nosotros queremos vivir alejados de ese margen de riesgo porque nos gusta estar en una vida cómoda, nos gusta saber que tenemos todo bajo control, nos gusta saber que yo estoy en control de mis finanzas, que estoy en control de pagar todas las deudas en mi casa, que mis hijos están bien alimentados, bien vestidos, bien calentitos ahora en el invierno. Me gusta saber que tengo una vida donde yo me levante mañana y sé qué es lo que va a pasar, porque tengo mi agenda ahí al dedillo.

Pero cuando nos acercamos a ese margen de riesgo, cuando ya yo me estoy metiendo en una dimensión de que lo que suceda va a ser algo desconocido, ya ahí muchas veces evitamos vivir ahí. Pero la idea es, mis hermanos, que ahí en esa línea es donde más podemos conocer a Dios. No es que Dios no esté contigo en el área de confort, de comodidad y de seguridad. Dios está contigo ahí y Dios quiere que vivas ahí, pero también Dios te provee y quiere que tu tengas esos momentos donde tu te atrevas a arriesgarte y a vivir cosas que de alguna manera u otra van a transformar tu vida.

Déjeme darle distintos ejemplos. Ya que estábamos orando por los matrimonios, dígame ustedes si estoy en lo correcto o no, que muchas veces las parejas evitan conversaciones por evitar conflictos. ¿Sí o no? que tu sabes que tu sabes, que tu sabes que si tu traes a colación este tema se va a colmar la copa y algo va a suceder, o al menos así es como tu estás asumiendo que va a pasar. ¿Verdad? ahí hay alguien que está totalmente de acuerdo conmigo.

Si tu estás en tu lugar de trabajo y tu ves que tienes un colega que está haciendo algún tipo de trato o trabajo que no va de acuerdo a los principios de la compañía donde tu estás y tu sabes lo que está sucediendo, tu te tienes que tomar un riesgo, en que vas a tus superiores y les dejas saber lo que está sucediendo o evitas un problema con tu colega de trabajo, y para que tu no te metas en problemas con él, y quién sabe si con otros colegas, pues, tu dices, yo no vi nada, conmigo no es.

Hay veces que surgen problemas entre familia, padres con hijos, la suegra se quiere meter y tomar decisiones en el matrimonio también, o el suegro, y cuando surgen ese tipo de dinámicas así muchas veces es como que ay, la suegra. Si usted quiere escuchar buenos mensajes acerca de las suegras, les recomiendo que oigan a Dante Gebel, ese hombre es un maestro hablando de las suegras. Búsquelo en Google quién es Dante Gebel, habla muy bien de las suegras. Dante Gebel dondequiera que esté, no nos conocemos pero le di una buena promoción.

El asunto es, mis hermanos, que en esas dinámicas de familia muchas veces surgen situaciones que usted sabe que si usted trae a colación un tema o que usted tiene que confrontar a un hermano o una hermana concerniente a algo, usted sabe que si usted se toma ese riesgo, el tiro le puede salir por la culata de alguna manera u otra.

Yo no sé por qué siempre nos ponemos a pensar que las cosas van a salir mal en vez de pensar que las cosas se pueden resolver. Por qué será que a nosotros como humanos la tendencia casi siempre es pensar, si digo algo, olvídate, la cosa se va a acabar de empeorar, y no pensamos del otro lado. No, tengo que decir algo porque si lo digo, yo sé que esto se va a resolver. Y puede ser que usted sea una de esas personas bien positiva que está aquí, si usted lo es, lo aplaudo, gloria a Dios. Siga siéndolo.

Pero el asunto es, mis hermanos, que nosotros tenemos que aprender a vivir en esa línea de riesgos, de atrevernos a decir algo que se tiene que decir sea porque estamos viviendo bajo los principios de la palabra de Dios, o sea porque una acción va a traer una consecuencia que de alguna manera u otra va a traer algún tipo de reconciliación a lo que esté sucediendo. Pero el punto es que uno se tiene que atrever a cruzar esa línea del riesgo, uno se tiene que atrever a vivir en esa línea del riesgo porque por más incómodo que sea, mis hermanos, nos tenemos que atrever a vivir ahí.

Mientras yo pensaba en esto yo me decía en mi cabeza, guau, cuántas preguntas a mí me gustaría hacerle a mi papá, pero yo sé que si se las hago vamos a terminar discutiendo. Pero en algún en mi corazón yo sé que yo necesito tener esas conversaciones con él porque van a traer algún tipo de claridad a mi corazón que me van a ayudar a poder tratar con él en una manera totalmente distinta, y él conmigo. Pero no nos atrevemos porque no queremos tomar el riesgo.

Tu esposa, tu esposo, cuando tu llegas a tu casa, si no está aquí o si lo tienes ahí al lado tuyo, ahora mismo tu me estás escuchando pero aquí al lado de tu cabeza, tu sabes que está situación entre nosotros dos, y como que el pelo te pesa más de ese lado. Y tus ojos me miran, ah, pastor Omar, si usted supiera! Yo no tengo que estar ahí. Yo me imagino cómo es.

Pero tu sabes que tienes que tomar el riesgo. Tienes que recoger los calzoncillos una vez más para que el mensaje se comunique. Tienes que halagarla a ella para que el mensaje se comunique. Tienes que caminar con ella por el mall aunque no te guste, aunque sea window shopping pero tienes que caminar lado a lado con ella. Tienes que coger ese riesgo de cargar las bolsas de ropa por ella, y de zapatos aunque no sean tuyos, ya aquí estoy en desventaja. Yo me estoy tomando un riesgo bien grande al decir esto.

Pero, mis amores, muchachas, ustedes no se quedan atrás. Tienen que tomar el riesgo de decirle a él, oye, quedó bien esto, aunque no sientas decirlo. Que tal vez por la mañana tuvieron una discusión saliendo de la casa, pero ahora estás a punto de regresar a tu casa otra vez y tu sabes que sabes que ahora mismo tu estás diciendo, no le quiero ver ni la cara a ese… bendito, pero en vez de pensar así, tu riesgo se va a ver en el hecho de que tu puedas ir, sentarte al lado de él en la cama, aunque sea, y atreverte a decirle, mira, tenemos nuestras diferencias pero quiero respetarte. Quiero poder acercarme a ti aún más. Quiero tratar de restaurar las cosas. Aunque un 90 por ciento de tu corazón esté diciendo lo contrario, pero que ese diez por ciento te atreva a vivir en esa línea de riesgo y confiar en Dios de que el resultado va a ser bueno.

Tienes que atreverte a vivir en el riesgo de que si tienes que delatar a alguien, no te estés preocupando porque vayan a decir, soy un chota ahora, nadie va a confiar en mí. Digo, yo no sé si esa palabra está bien dicha, pero eso es un chivar, es como delatar a alguien, déjeme decirlo en español fino, de la Real Academia Española. Si tienes que delatar a alguien porque se está escondiendo de algo y lo tienes que delatar con algún superior, no te preocupes porque los otros van a decir, ah, este está delatando a todo el mundo. No, no te preocupes por eso, vive de acuerdo a la verdad.

Vive de acuerdo a la verdad. Tómate ese riesgo. Camina en ese lugar desconocido y Dios se va a encargar de exaltarte por encima de tus enemigos.

Tuviste un percance con alguien hace tiempo atrás y eres de esas personas que dice, yo perdono pero no olvido. Y tu sabes cómo yo soy con esa teoría, yo creo que yo he sido bastante claro aquí en la iglesia con esa teoría. Esa teoría está bastante cierta. Tu puedes perdonar y tampoco te olvidas de lo que sucedió, pero ese rencor que aguantas en tu corazón eso es lo que hace la diferencia.

Y tu sabes que tal vez tienes que tener una conversación donde tengas que pedir perdón o te tengas que acercar a alguien para, hey, tu me heriste pero yo te perdono. Y tienes que caminar en el riesgo de esa situación. Y atreverte a que lo que va a surgir de ahí Dios se encargue de traer victoria.

Miren, mis hermanos, yo sé que es easier said than done, es más fácil decirlo que hacerlo. Yo mismo conozco la incomodidad de caminar en esas aguas, pero por algo leímos Isaías 43. Yo creo lo que dice la palabra, que si caminamos por esas aguas, no nos vamos a ahogar, y si nos metemos por ese fuego, la llama no va a arder en nosotros. Son caminos duros para andar en ellos, son caminos difíciles y si los medimos a través de los ojos de este mundo, puede parecer hasta que sea injusto, pero la justicia de este mundo no se iguala a la justicia de Dios.

Y muchas veces la justicia bajo la cual Dios quiere que nosotros vivamos está mucho más alta de la justicia de este mundo. So, el riesgo no es necesariamente hacer justicia aquí, sino es hacer justicia a nivel de lo que Dios pide. Cuando caminamos en esa zona de lo desconocido, de lo misterioso, porque uno nunca sabe cómo Dios vaya a tornar la tortilla y qué ingredientes le vaya a poner, uno tiene que confiar de que las cosas van a suceder.

Tienes una decisión que tomar, una decisión bien apremiante, que la tienes ahí que te está exprimiendo el corazón hasta más no poder. Y tienes miedo porque sabes que de una o de otra la situación puede salir en una manera deseable o no deseable. Y aquí es donde viene esa idea de que tal vez con esas decisiones uno tiene que experimentar ciertas pérdidas, pero que a medida que caminas por esas aguas, y por el fuego, de nuevo, no te vas a ahogar, no te vas a quemar, pero vas a salir al otro lado victorioso, victoriosa. Solo porque te atreviste a tomar ese riesgo inicial.

Cuando tomas ese riesgo vas a poder ver esa presencia adicional caminando contigo dentro de ese horno de fuego. Mira, escucha bien, cómo te estoy diciendo. Yo no te estoy diciendo que tu conversación con tu esposo o tu esposa te vaya a ir color de rosa. Puede ser que las cosas se pongan como el horno ese de la historia de Daniel. Puede ser que las cosas se pongan así, pero yo creo que dentro de ese horno tu y tu esposa, Dios va a estar ahí con ustedes caminando en ese fuego para sacarlos al otro lado, y que sus ropas salgan planchaditas, con vapor de horno.

Mis hermanos, yo sé que estamos en unos tiempos donde Dios está haciendo una serie de cosas y ajustes con nosotros, sus hijos, a través de toda la iglesia. La iglesia a nivel del cuerpo es universal lo que es la iglesia. Yo sé que Dios está tratando con nosotros. Y en una forma Dios nos está retando a que nosotros tomemos ese riesgo de que yo me pueda hacer responsable con alguien, que si yo estoy luchando con algo, con alguna debilidad, con algún hábito en mí que no es saludable, que yo tome el riesgo de atreverme a abrir mi boca y encontrar a alguien de confianza y poder decir, mira, te tengo que decir esto. Yo no sé cómo va a resultar la situación, pero me voy a atrever a hablarlo contigo, confío en Dios, confío en ti de que me vas a ayudar a orar y cada semana quiero hablar contigo, reportarme contigo de cómo estoy haciendo. Y te doy permiso para que me corrijas a mí también. Atrévete a tomar un riesgo como ese, y yo te aseguro que vas a ver la mano de Dios en tu vida. Tanto para hombres como para mujeres, los dos.

Yo los dejo con esto, mis hermanos, somos como el barro en las manos del alfarero. Y eso requiere un riesgo en sí como tal, dejar que otro ponga sus manos sobre mí para que me moldee, eso duele, aprieta, pero si lo estamos haciendo en el nombre del Señor, creyendo y confiando de que al otro lado del río las cosas se van a poner súper mejor, atrevámonos a tomar ese riesgo, mis hermanos.

Atrevámonos a vivir en esa línea riesgosa. Que bueno es pensar que nosotros somos una iglesia que vive en esa línea de riesgo. Asómese ahí afuera, y dígame si nos hemos tirado un riesgo grande o no. pero una cosa es tirarnos un riesgo así, confiando en Dios, que confiando en el hombre. Atrevernos a meternos a evangelizar en una sociedad que está totalmente anti Dios, anti Cristo, eso es un riesgo en sí como tal. Más sin embargo, nos atrevemos. Nos atrevemos a hacer células, nos atrevemos a compartir en nuestras áreas de trabajo, nos atrevemos a ponernos una camisa cristiana en un lugar donde tal vez te vas a sentir como una mosca en la pared, okay, tengo una camisa cristiana, y qué?

Tienes amigos a tu alrededor, hay una racha de divorcios a tu alrededor y tu propio matrimonio está como que siendo tentado a entrar en esas aguas. Te vas a tomar el riesgo de decir, no, yo voy a cubrir mi matrimonio, voy a hacer todo lo posible por fortalecer mi matrimonio, voy a buscar de Dios. voy a buscar que Dios inyecte una dosis de amor insulínico en nosotros para que podamos sobrevivir esto. Guau! Hoy no es domingo, Omar, hoy es miércoles.

Amor insulínico, guau, me gustó eso. Lo tengo que apuntar. Pero entienden la idea, mis hermanos, ¿verdad? es más, miren, piénselo de esta forma, quién sabe que el riesgo que tu tienes que tomar, que yo tengo que tomar, es atrevernos a tan solamente creer en Dios aún más todavía. Yo creo que son unos de los mayores riesgos que nosotros tenemos ahora mismo. Atrevernos a creer en Dios.

Señor, yo no sé cómo se van a tornar las cosas, pero voy a tomar el riesgo de creer en ti, de creer en tu palabra, de creer en tus promesas. Me voy a morder la lengua y voy a dejar que seas tu haciendo lo que se tiene que hacer. Si perezco, que perezca. Pero yo estoy seguro que tu no me vas a dejar perecer.

Atrévase a confiar en Dios. Tome ese riesgo. Amado Dios, decir estas palabras me llena de gran temor porque yo sé que me estoy hablando a mí mismo. Así como también le hablo a cada uno de mis hermanos que están aquí, los que oyen por el internet, y yo lo creo en mi corazón que tu nos estás llamando a tomar ese riesgo de creerte a ti aún más de lo que hacemos ahora, de creerte a ti en medio de las situaciones de nuestras familias, matrimonios, relaciones con hijos o hijas, creerte a ti en la situación de nuestro ámbito de trabajo. Creerte a ti aún en el ámbito ministerial aquí en la iglesia, Señor, y los distintos conflictos que puedan surgir entre una persona u otra.

Atrevernos a hablar, Señor, atrevernos a hablar con respeto, Señor, pero buscando que las cosas se puedan resolver o que las cosas se puedan contemplar de una perspectiva distinta para conocer algo nuevo de parte tuya. Atrevernos a perdonar, como también pedir perdón. Atrevernos a vivir de acuerdo a los principios de tu palabra, Señor, y no necesariamente por los principios de este mundo.

Sí, Señor, es un riesgo creer esta palabra pero lo tomamos. Tomamos el riesgo de creerte a ti, Señor, de creer que cuando nos movemos en tu nombre, Señor, que tu nos darás la victoria. Tomamos el riesgo, Señor, de creer que al hablar en la forma que tu nos enseñas a hablar, o el actuar en la forma que tu nos enseñas a actuar, aunque la situación por un momento se ponga un poco más turbulenta, pero tomamos el riesgo creyendo que al otro lado, Señor, tu nos darás la victoria. Y que podremos ver tu mano, podremos ver tu gloria en una manera totalmente nueva y que esos riesgos nos va a ayudar a conocerte a ti aún más, conocer algo nuevo de parte tuya.

Señor, yo no sé cómo esta palabra podrá llegar al corazón de mis hermanos, pero sí algo te pido, que tu hagas llegar este mensaje a sus corazones, tu eres el único que puede hacer esta palabra relevante a la situación de vida que están viviendo cada uno de ellos en estos mismos momentos. Así que, Jesús, yo te pido que tu nos ayudes a recibir esta palabra, a discernirla bien de acuerdo a los propósitos que tu tengas con nuestras vidas en estos momentos, que nos des la fuerza, nos des el valor para poderla asimilar y poder vivir de acuerdo a esta palabra, Señor, creyéndote a ti y no a ninguna persona.

Así que, Señor, como siempre digo, te pido que esta palabra siga haciendo eco en los corazones de mis hermanos y hermanas, que aún durante el sueño de la noche esta palabra haga reverberar verdades en medio de nuestras vidas y que mañana si así tu lo permites, cuando nos levantemos, Señor, podamos levantarnos con una perspectiva totalmente nueva y atrevernos a creerte a ti. Lleva a mis hermanos y hermanas con bien hasta sus hogares, protégelos en su camino, Señor, y que ellos puedan ir con tu paz, con tu amor y con tu gozo a sus respectivos hogares.

Gracias, Señor, una vez más y a todos danos tu bendición. Por tu Hijo Jesús oramos, amén, amén. Dios les bendiga, mis hermanos.

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Una espiritualidad diversa

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El domingo pasado hablamos acerca de una espiritualidad práctica, una fe práctica. Cuántos recuerdan algo de ese sermón? Balance entre lo espiritual y lo práctico. Déjeme ver si quizás rápidamente puedo descubrir algo aquí. yo escribí un resumen del sermón del domingo para que ustedes recuerden, donde Pablo, en el Capítulo 14 habla acerca de mantener un balance cuando expresamos los dones del espíritu a la luz de una serie de diferentes consideraciones: el amor, edificar a otros, atención a los visitantes y los no creyentes, una serie de cosas.

Déjeme leer rápidamente algo del sermón de la semana pasada para que ustedes puedan tener una idea de a dónde voy. Porque quiero habar esta mañana acerca de una espiritualidad diversa, una espiritualidad variada, diversificada. Pero antes de eso yo titulo este resumen ‘Los dones solo se deben expresar dentro del marco del amor.’

Yo digo aquí esto, hermanos, frecuentemente observamos en la iglesia una falsa polémica. Esto no está aquí en la presentación de esta tarde. Observamos en la iglesia una falsa polémica entre los creyentes que enfatizan el orden en el culto y los que insisten en la libertad y la espontaneidad en el espíritu cuando la iglesia se reúne para adorar.

Cuántos saben a qué me estoy refiriendo? Entonces, muchas iglesias yo digo, son tan insistentes en un servicio ordenado, bien coreografiado, que terminan constriñendo el espíritu y estancando el libre fluir de las bendiciones que Dios quiere enviar a sus hijos, mientras lo alaban con libertad y entusiasmo, esa es un ala.

Otros, desean tanto darle libre curso al espíritu que se van al otro extremo, desdeñan las estructuras, es decir, las desprecian o las desconsideran, se olvidan de los límites del tiempo, admiten cualquier expresión emocional o cualquier impulso de los hermanos y terminan creando una mezcla poco saludable de emocionalismo desenfrenado y expresiones genuinas del mover de Dios en el servicio. Dos extremos.

Pablo escribió Primera de Corintios, 14, lo que leímos el domingo pasado, para establecer un sano balance entre ambos extremos. Establece como punto de juicio elementos tales como el amor y la consideración por los demás, la atención a los nuevos creyentes y a los no creyentes en el culto, un espíritu de servicio para con el prójimo, y la prioridad de buscar la edificación de los demás antes que la satisfacción personal. Estos son los valores que exaltan los principios del Evangelio, las nobles actitudes que verdaderamente reflejan el espíritu de nuestro Señor Jesucristo, quien se despojó e incomodó a sí mismo para servir y salvar a los demás.

Los dones siempre deben expresarse en el espíritu de Jesús, que es un espíritu de qué estará pensando el otro, cómo está afectando mi comportamiento a los demás, está siendo de edificación, bendición, estoy despojándome yo para que otro sea bendecido, o estoy yo simplemente celebrando mi propia fiesta y cada cual que se atienda sus propias necesidades?

No debemos hacer nada solo para edificarnos a nosotros mismo, sino sobretodo para bendecir y edificar a los que adoran al Señor con nosotros. Por eso Pablo dice, y nos anima a imitarlo, prefiero hablar 5 palabras con mi entendimiento para enseñar también a otros, que 10 mil palabras en lengua desconocida.

El valor preponderante aquí no es el expresarme o edificarme a mí mismo, no es ni siquiera darle expresión pública a una energía genuinamente espiritual, es más bien expresar el amor de Cristo, eximirme de hacer algo que pueda causarle confusión o serle de piedra de tropiezo a la persona débil e ignorante, es en suma, glorificar el espíritu amable y considerado de nuestro Señor Jesucristo, imitarlo en su comportamiento gentil y generoso.

Esta es la mayor de todas las alabanzas y la más alta expresión del espíritu compasivo y amoroso de nuestro Padre celestial. Amén.

Lo voy a dejar allí. Hay muchas cosas más que escribí en ese resumen, pero quiero entrar de lleno en la presentación. Pero quiero que ustedes vean un fluir de la enseñanza. Nosotros buscamos una iglesia balanceada, una iglesia compleja, una espiritualidad que reúna los diferentes matices de la palabra de Dios y a través de esta serie de sermones yo he querido darme a explicar, darme a entender y que ustedes también sepan la iglesia a la cual ustedes asisten, y los pastores y el liderazgo espiritual que ustedes tienen, que nos definamos en este año en que el Señor nos ha llamado a definirnos.

Ahora bien, quiero hablarles hoy, como decía, acerca de una espiritualidad diversa. Estoy usando la palabra espiritualidad, lo primero que yo creo que tenemos hacer es qué es una espiritualidad? Cuando hablamos de espiritualidad, porque quiero armar algo. Por eso les digo, relájense, si dejaron las habichuelas puestas, corra, apáguelas y venga otra vez.

Estos sermones son arriesgados, son complejos pero muchas veces uno se exime de pronunciarlos por temor y a veces yo creo que les faltamos el respeto a la gente. Ustedes son capaces de manejar la complejidad, yo estoy seguro de eso. Amén.

La primera pregunta que yo quiero que examinemos es, qué es, cuando yo hablo de espiritualidad, qué es una espiritualidad? Yo digo aquí, es una manera específica de enfocar las cosas del espíritu. Es una cierta disposición espiritual de un individuo o un grupo religioso. En nuestro caso, hay espiritualidades cristianas. Hay diferentes espiritualidades, es el punto, y yo quiero que analicemos algunas de ellas para que usted entienda la diversidad que hay en el cuerpo de Jesucristo. Hay diferentes espiritualidades, como diferentes enfoques, diferentes maneras de manejar la sustancia del espíritu.

Es una actitud del espíritu. Yo hablo aquí también que una espiritualidad es una especie de constelación de elementos, es un grupo, un conjunto de elementos y actitudes espirituales, que juntos constituyen una forma de relacionarse con Dios y con los demás tanto en el cuerpo de Jesucristo como en el mundo exterior.

Una espiritualidad es reconocible por las cosas que enfatiza y aísla, como que la espiritualidades ven algo en la Escritura, les llama la atención eso y como que lo enfatizan y lo aíslan. Yo no voy a dar unos ejemplos de ello, de parte de las Escrituras. Una espiritualidad se distingue por aquello en lo cual se enfoca, aquello a que le da importancia primordial, aún mientras reconoce que hay otras cosas de valor en el Reino de Dios y en la palabra.

Hay diferentes espiritualidades, a través de la historia se han manifestado diferentes enfoques acerca de la Escritura. Hay grupos que cada uno se distingue por un énfasis de aspectos de la palabra del Señor, un interés, una prioridad en un sentido. Son cosas distintivas de los diferentes tribus y sectores del pueblo de Dios. Hay diferentes espiritualidades.

Por ejemplo, les voy a hablar de algunas de ellas. Yo espero que esto sea de edificación para que usted entienda cuando usted mira el variado panorama de la iglesia de Jesucristo, usted pueda reconocer alguno de ellos. Esta es mi propia agrupación de las diferentes espiritualidades o tradiciones, podríamos decir también que vemos en el pueblo de Dios.

Hay lo que yo llamo, espiritualidad litúrgica y ortodoxa. La palabra liturgia, hoy en día como que para los evangélicos se ha hecho una palabra peyorativa, pero es una palabra noble. Hay una espiritualidad litúrgica y ortodoxa. Dentro de esa espiritualidad yo incluyo grupos como los católicos, los griegos ortodoxos, los rusos ortodoxos, las diferentes iglesias ortodoxas que hay en el mundo, las iglesias episcopales, anglicanas, que enfatizan, número 1, el rito dentro del culto, el simbolismo, la riqueza del santuario, una progresión anual bien organizada de oraciones, el guardar los diferentes festivales de la tradición cristiana.

Hay otra cosa también, hay una consciencia, ese tipo de espiritualidad tiene una consciencia de la acumulación de enseñanza que ha habido a través de la historia en los 2000 años de vida de la iglesia. Hay una celebración de los grandes hombres y mujeres que han aportado sus conocimientos y experiencias a la sabiduría de la iglesia y el conocimiento teológico, Santo Tomás de Aquino, San Agustín, Lutero, Calvino, Santa Teresa de Jesús, San Francisco de Asís, en nuestros tiempos también, Bonheoffer y Bart, hay una acumulación de verdades y de enseñanzas. La espiritualidad litúrgica se caracteriza por ese apreciación y celebración de esa larga historia cristiana.

Hay lo que yo llamo también, la espiritualidad pentecostal, todas las iglesias pentecostales en el mundo que enfatizan el Espíritu Santo, los dones del espíritu, el poder en la vida cristiana, la vida sobrenatural, guerra espiritual, sanidad, profecía, revelación. La espiritualidad pentecostal ve a Dios manifestándose cada día y el poder del Espíritu Santo.

Yo diría que su versículo clave es, “No es con espada, no es con ejército, sino con mi espíritu, dice el Señor.” Es una espiritualidad maravillosa y hay miles y miles de iglesias que se suscriben a eso y enfatizan esa dimensión aunque son más que eso, como ustedes ven. La espiritualidad no excluyen demás cosas pero como que se distinguen y enfatizan un área.

Hay lo que yo llamaría también la espiritualidad evangélica. Nosotros somos evangélicos pero la diferencia entre la espiritualidad que yo llamo evangélica y la pentecostal, es que en la espiritualidad sencillamente evangélica no hay un énfasis tan fuerte sobre los dones del Espíritu Santo y sobre la guerra espiritual, y sobre esa dimensión de guerra y de agresividad en el espíritu, que enfatiza tanto el mundo pentecostal.

A esa espiritualidad se incluyen iglesias y denominaciones como los metodistas, los bautistas, templo bíblico, presbiterianos, luteranos, iglesias congregacionales, que son iglesias evangélicas y bíblicas, pero no se suscriben tanto a la dimensión Pentecostal, enfatizan eso sí la palabra, la prioridad de la palabra, la enseñanza, la reflexión teológica, el carácter, el orden, el guardar la fe de la iglesia hasta que Cristo venga en orden y en sobriedad y en armonía. Eso es algo muy bello también.

Hay una diferencia por eso digo, los pentecostales son evangélicos pero no necesariamente los evangélicos son pentecostales. Hay una diferencia.

Hay lo que yo llamaría también, la espiritualidad activista, hay toda una constelación de grupos que de filosofías y teologías que se suscriben a eso, que es una espiritualidad que enfatiza el actuar sobre la historia, el cambiar las estructuras de la sociedad, el traer cambio aunque sea forzadamente, pero cambiar la injusticia y cambiar las estructuras desiguales de la historia.

Por ejemplo, todo lo que se llama la teología de la liberación que estuvo muy fuerte en los años 70 y hasta un poco de los 80 en Latinoamérica, que sobretonos de marxismo y de transformación a veces inclusive, a mano armada, como en Nicaragua, en otros países, donde elementos de la iglesia católica participaron en las revoluciones, en el Salvador y en Colombia y en otros países también.

Y está también lo que se llama Dominium Theology, teología de dominio, que habla acerca de convertir Estados Unidos, por ejemplo, en una sociedad cristiana y si hay que tomar el poder a través de las elecciones para que Estados Unidos sean una sociedad cristiana, amén. Pero es una teología que no se conforma simplemente con reflexionar teológicamente, sino quieren actuar también y tomar parte activa en los asuntos de la humanidad.

Teología feminista, que quiere por ejemplo, corregir los aspectos de dominio del hombre y muchas veces se quejan de que la teología cristiana es una teología vista a través de los ojos de los hombres y que hay de las mujeres, dicen ellas. Y entonces habla de la liberación de la mujer por medio del estudio de la Biblia también. eso es lo que yo llamo espiritualidad activista.

Hay otra espiritualidad que yo llamo espiritualidad profética que habla de justicia social, del cuidado de las minorías, los que no tienen el poder político, la misericordia, el darle atención a las ciudades con sus problemas específicos. Y hay una diferencia entre la profética y la activista en el sentido de que la activista es profética, pero no toda teología profética es necesariamente activista. No toda la gente que reconoce las inigualdades y la importancia de la misericordia necesariamente quieren entrar en el activismo político o en la revolución u otras cosas así. Pero usa, yo le llamo profética, porque usan esos textos en el Antiguo Testamento y en otros pasajes de la Escritura donde los profetas denunciaron la injusticia y denunciaron el abuso de los pobres y la desconsideración hacia los que no tienen el poder, las viudas, los huérfanos, los que están en prisión, etc. es una espiritualidad profética que habla mucho acerca del amor y la misericordia hacia los pobres y los desamparados.

Está también lo que yo llamo una espiritualidad fundamentalista, que enfatiza los fundamentos, por eso la palabra, de la palabra de Dios. Y es una espiritualidad concebida en el conflicto con esas teologías liberales que estuvieron aquí en Estados Unidos, sobretodo en los años 40 y los 50, cuando comenzó verdaderamente a afectar mucho en esta nación todo el movimiento liberal. Y muchos evangélicos viendo lo que le estaba pasando a esta nación, que se iba más y más hacia la herejía, como ha seguido, se levantaron en protesta y comenzaron a enfatizar los distintivos de la fe cristiana para contrarrestar y contrapesar ese movimiento hacia la herejía del cristianismo aquí en Estados Unidos.

Es decir, que es una espiritualidad que se levanta en contra de, es polémica por eso digo, es militante muchas veces. Y también esa espiritualidad yo la veo mucho, por ejemplo, en como los baasistas del sur, por ejemplo, son muy enfáticos en la doctrina y a veces son resistentes, por ejemplo, al movimiento pentecostal, resisten las lenguas, por ejemplo, y los bautistas del sur han llegado hasta el extremo de pedirle a sus misioneros y a la gente que va a trabajar con ellos que tienen que rechazar las lenguas y si no las rechazan en su confesión doctrinal, no pueden trabajar para ellos.

Yo respeto mucho a los bautistas del sur pero quiero señalar esa polémica que hay contra los dones del Espíritu Santo también y del movimiento pentecostal. Los fundamentalistas van a los fundamentos, y dicen, ahí nos paramos y eso es lo que somos. Y es una mentalidad un poco polémica siempre.

Pero esto es importante porque tenemos que reconocer. si uno no reconoce el terreno en el cual usted está manejando se va a perder, se va a desorientar y eso le pasa a muchos cristianos. Me dan un ratito para desarrollar todo esto? Yo creo que es bueno.

Hay lo que yo llamo también una espiritualidad de santidad, todo lo que tiene que ver con el énfasis sobre la santidad al Señor. Servimos a un Dios santo, tenemos que ser moralmente íntegros, tenemos que consagrarnos al Señor y ser un pueblo apartado. Recuerdo las enseñanzas de los hermanos Wesley en el siglo XVIII, el movimiento de santidad en el siglo XIX y aún en el siglo XX, las iglesias afroamericanas, y en las iglesias latinas, pentecostales también. hay iglesias que enfatizan la santidad en el vestido, en el comportamiento, todas estas cosas.

Hay sectores pentecostales que son sectores de santidad también y mezclan las dos cosas. El movimiento pentecostal en el avivamiento de Azuza, mucha de la gente que se metió en el movimiento pentecostal, venía del movimiento de santidad. Y por eso hay una mezcla de las dos cosas, pero hay una separación allí porque no todos los de santidad son necesariamente pentecostales.

Y hay lo que yo llamo también una espiritualidad separatista, sobretodo en el siglo XVIII se vio mucho con los anabaptistas, en Alemania, los menonitas en nuestro tiempo, que vienen de toda esa tradición, los brethren, los hermanos y otros grupos también así, el conde de Zinzerdorf en Alemania y Austria. Los separatistas, como dice la palabra, quieren separarse del mundo en una manera radical. No juran a banderas, no van a la guerra, no declaran the Pledge of Allegiance, el juramento a la bandera norteamericana. Quieren ser una comunidad como separada del mundo, pero no son activistas, rechazan el mundo, rechazan el pecado y se salen de la sociedad en un sentido y quieren ser como una iglesia pura que rechace la mundanalidad y que rechaza inclusive las corrupciones de otras iglesias, como ellos la ven.

Estos son diferentes espiritualidades, diferentes grupos y sensibilidades del espíritu que se manifiestan en el cuerpo de Jesucristo. Están allí, cuando yo voy a una iglesia anglicana o católica, veo un tipo de espiritualidad. Cuando voy a una iglesia de store front en Roxbury, pentecostal puertorriqueña o caribeña o guatemalteca, veo la espiritualidad pentecostal. Cuando visito una iglesia menonita o de quakers veo ese aspecto de separación del mundo veo también en las iglesias cuáqueras todo el aspecto de justicia social y otras cosas por el estilo.

Es decir, hay diferentes tipos de… cuando voy a una iglesia bautista del sur o templo bíblico veo esos hermanos bien correctos, enfatizando la Biblia y enfatizando el orden de la iglesia y la santidad de la iglesia. Hay una mezcla de espiritualidades que usted ve en todos los grupos de la iglesia de Jesucristo.

Y por eso yo digo, hermanos, que es importante reconocer esas diferentes espiritualidades y las personas que han dado nacimiento a esas sensibilidades, con sus enseñanzas, personas como San Agustín, el padre Las Casas en el siglo XV, cuando vinieron los españoles a América y habló acerca de la justicia para los indígenas que estaban siendo explotados por los españoles y los conquistadores. Lutero, que se levantó contra las corrupciones de la iglesia católica y dio lugar a la reforma de la cual nosotros somos descendientes. Calvino, acerca de predestinación y el señorío y la soberanía de Dios en la iglesia.

George Whitefield, que habló acerca de la predicación, un hombre que trajo avivamiento. Jonathan Edwards aquí en Nueva Inglaterra, padre de un gran avivamiento pentecostal y un pensador increíble, un filósofo de primera categoría. Yale tiene todo un departamento dedicado al estudio de la mente y el desarrollo intelectual que este hombre permitió, un hombre de Dios, en fuego por Dios pero con una mente incandescente para la teología y la ética y la estética, muchas cosas tremendas. Un hombre rico.

Lo que quiero, hermanos, es sugerirles a ustedes entre otras cosas lean más allá de lo que ustedes están acostumbrados a leer. Yo a veces me temo de que muchos de mis hermanos piadosos se limitan a estas novelitas evangélicas sabrosonas y jugosas de testimonio, de sanidad y de conversión y de esto y de lo otro, y no le dedican tiempo a esas cosas más sustanciales. Lea el pensamiento de Calvino. Lea acerca de la reforma en el siglo XVI en Europa y cómo llegó aquí a América. Lea acerca del pensamiento de un Karl Barth o de Dietrich Bonhoeffer o de Martin Luther King jr. Porque estas cosas son importantes, estas son gente que Dios ha bendecido con un entendimiento especial y han dado lugar a muchas cosas maravillosas en el seno de la iglesia.

Oriéntense, lean acerca de esto, porque nosotros somos parte de esa herencia. Esa gente de Dios enriquece y matiza nuestro pensamiento religioso. Debemos conocerlos y aprender cada día más de ellos.

Lo que estoy diciendo, hermanos, es que cada una de estas espiritualidades se enfoca en y enfatiza una parte de la verdad de la Escritura. Porque en la Biblia hay santidad, hay fuego del Espíritu Santo, hay misericordia por los pobres, hay un llamado a retener la fe una vez dada a los santos sin cambiarla, hay un llamado a apartarnos del mundo, todo eso está ahí adentro, pero que muchas veces nos fascinamos con un aspecto de la Escritura y entonces como que nos olvidamos de lo demás. La gente que se enamora tanto de los dones del Espíritu Santo se olvidan del fruto del Espíritu Santo, por ejemplo. Los corintios hicieron eso. Pablo dice, oh, entre ustedes hay muchos dones, muchas señales, pero jalándose los moños todos los días unos a otros, peleándose, llevándose a la corte, división, herejía, superficialidad espiritual, como vemos hoy en día en muchos pentecostales. Y entonces tenemos que mirar esas dimensiones complejas de la Escritura.

Cada una de estas espiritualidades se enfoca en y enfatiza una parte de la verdad de la Escritura, pero lo que vemos es que la Biblia, a su vez, las encierra e incluye a todas. La Biblia es la mina de donde sacamos esas pepitas de oro diferentes, y las llevamos luego a nuestras casas, oh, my precious, como dice el personaje de la trilogía, esta maravillosa del cine. Como que idolatramos un pedacito de la verdad mientras que alrededor de nosotros hay oro, hay diamantes, hay plata, hay bronce, hay de todo y no celebramos la totalidad de la palabra de Dios.

Esto es bien importante. Nosotros en esta iglesia, su pastor principal, creo que los pastores de la iglesia, el liderazgo de esta Congregación en León de Judá encontramos valor y utilidad en cada una de estas diferentes tradiciones y espiritualidades. Celebramos de cada una de ellas, incluimos elementos de cada una en nuestra práctica como Congregación.

Eso es lo que nos hace, a veces, difíciles de definir. Y que mucha gente tiene dificultad de entender por qué el pastor hace esto, por qué no hace lo otro, por qué oh, el culto estaba tan sabroso y Dios se estaba moviendo y parece que se iba a volar la tapa del techo, y el pastor viene y comienza, ah, ahora vamos a colectar los diezmos y las ofrendas. Cortó la bendición, este hombre no sabe discernir el espíritu.

Es porque no entendemos que en ese momento yo estoy mirando las otras dimensiones de la vida cristiana, la iglesia sigue adelante, la iglesia necesita… Si ustedes se me van sin darme los diezmos y las ofrendas, imagínese, quién me va a pagar al final del mes. No, estoy jugando. Pero necesitamos pagar las luces, necesitamos pagar la calefacción, necesitamos pagar las misiones y las cosas que queremos hacer. Hay un tiempo para todo.

Yo veo la iglesia como una cosa compleja, es parte espíritu y es parte carne y huesos, está en la tierra, es una institución y hay que darle lugar a todo. Hay que alabar al Señor, hay que colectar diezmos y ofrendas, hay que predicar la palabra y edificar al pueblo del Señor, hay que celebrar la santa cena, hay que educar a los niños, hay que discipular a personas, hay que evangelizar a los visitantes, hay que hacer de todo y hay una diversidad de cosas y tratamos de incluirlas todas. Y nuestra iglesia trata de mantener ese balance.

Por ejemplo, yo doy gracias al Señor, porque esta semana yo he visto el amor de nuestros hermanos manifestado para familias que han perdido seres queridos durante la semana. Yo he visto hermanos y hermanas orar con gente que ha estado en dolor, ir a los hospitales y estar allí, tiempo, ir a visitar… lamentamos reconocer, la hermana Mayra [inaudible], no sé cuántos la conocieron, falleció esta semana. Estuvo un par de años con nosotros, conoció al Señor aquí en la iglesia, se fue con el Señor esta semana.

Yo pude ver cómo hermanos de esta Congregación, doy gracias a la hermana Anita Valverde, Mayra y otros, cómo estuvieron allí con ella a través de meses visitándola en su casa, ministrándole, ella estaba tan agradecida. Yo fui la semana pasada a visitar un hospital para personas que están en las últimas y me encontré allí con 10 guerreras, cada una con su espada en la mano orando por esa hermana y ministrándole. Que bendición.

Y por ejemplo, yo creo, sin embargo, cuando vamos a visitar hermanos que están enfermos en el hospital, no solamente nos preocupamos, bueno, quiero hacer la buena obra de visitarlo, sino que tenemos que pensar, okay, no me quiero quedar demasiado tiempo tampoco. Quiero poner atención a que esta persona no se siente bien, retirarme después de unos minutos de orar por ella y bendecirla y entonces continuar.

Es decir, que aún en el hacer el bien uno tiene que estar pensando en diferentes cosas. Es lo que yo llamo espiritualidad balanceada. Si usted va a visitar una persona que acaba de dar a luz, mire, gloria a Dios, pero tampoco esa hermana no tiene su make-up puesto, se va a sentir… espere a que esté un poquito mejor y entonces vaya y visítela, pero muchas personas dicen, no, tengo que ir…

Hermanos, entienden lo que quiero decir? Tenemos que tener balance en la vida y nuestra espiritualidad tiene que estar balanceada de esa manera.

Lo que yo digo es que en León de Judá nosotros le damos valor a esas diferentes tradiciones. Por ejemplo, si usted mira nuestra iglesia en el área de transformación social y justicia social tenemos Alfa, tenemos el centro de recursos académicos, tenemos el ministerio de jóvenes en el área de la sexualidad Vale esperar. Tenemos ministerios de consejería, inglés como segunda lengua. Hay diferentes ministerios porque nosotros creemos en la justicia social, creemos que la iglesia es una fuerza transformadora en la cultura y dedicamos tiempo, dinero, espacio, energía a esa dimensión de la vida cristiana y con eso nos identificamos con esas espiritualidades que enfatizan la justicia social, las necesidades del pobre, la transformación en la ciudad, todas estas cosas importantes.

Por otra parte, también, tenemos una parte que se parece mucho a la espiritualidad de santidad porque hablamos de la santidad, la moralidad, y de paso digo, no solamente por ejemplo, fuimos muy activos en la cuestión de la controversia con el matrimonio, creemos en la santidad del matrimonio, pero también creemos que en el matrimonio el esposo no debe oprimir a la esposa, y eso es santidad, que la esposa debe respetar a su marido también. Amén.

Y que tenemos que ser cuidadosos de los demás también, que tenemos que preservar matrimonios, que sean de bendición para nuestros hijos. Todo eso es santidad y yo voy a dedicar un sermón acerca de lo que yo veo como una santidad abarcadora y compleja, que no es solamente moral, no es solamente adulterio, promiscuidad, homosexualidad sino que es también fruto del Espíritu Santo, consagración al Señor, entrega de todo nuestro ser al Señor, eso es una verdadera santidad. Pero nosotros enfatizamos la santidad.

Nos parecemos a los evangélicos al enfatizar mucho las Escrituras, por eso tenemos las clases de discipulado, por eso enfatizamos tanto la educación en nuestros hijos, por eso tenemos I wanna, que es una enseñanza sistemática y queremos darle a nuestros hijos fundamentos sólidos de la palabra. Creemos que las manifestaciones de los dones tienen que estar enmarcadas en la palabra de Dios y que aunque algo parezca espectacular, sabroso, sensacional, si no está avalado y cabe dentro del marco de la Escritura, no va para ninguna parte entre nosotros.

En ese sentido nos parecemos mucho a los evangélicos en su énfasis sobre las Escrituras. Somos pentecostales, nos parecemos mucha a las iglesias pentecostales, en el sentido de que usted ha visto la soltura con que alabamos al Señor, el tiempo que le damos a la adoración, creemos en guerra espiritual, sanidad, liberación, todas las cosas que pasan… cuando el pueblo alaba a Dios, suceden cosas… sabemos que el poder de Dios se mueve en medio de la alabanza, y en eso nos parecemos mucho a la tradición pentecostal.

Y yo creo, inclusive, yo aprecio aspectos del catolicismo y de la ortodoxia cristiana. Yo me he beneficiado del estudio de los grandes pensadores de la iglesia a través de los siglos. Amo ese respeto por la autoridad apostólica que yo veo en las iglesias católicas y griegas ortodoxas. Yo amo a veces entrar a una iglesia y sentir esa atmósfera de recogimiento que hace posible los vitrales hermosos de una catedral o el olor del incienso o la madera oscura, o la luz tenue de una catedral o de una iglesia anglicana, episcopal, católica.

No estoy de acuerdo con muchas de sus enseñanzas, pero amo ese sentido de que cuando tu entras a ese lugar santo, respiras ese silencio, esa quietud. Muchas veces en las iglesias evangélicas no hay una reverencia adecuada para la presencia de Dios y entonces somos como muy familiares con el Señor, y Dios es santo, terriblemente santo.

Yo creo que debemos preservar un poquito de ese respeto y esa reverencia y ese respeto por la autoridad que yo veo en los hermanos católicos y la jerarquía, que yo creo que también, sanamente, tiene su lugar en la vida cristiana.

Es decir, que yo veo valor y veo bendición en muchas de esas tradiciones y yo creo que lo que yo digo, una espiritualidad cristiana sana toma un poquito de esas diferentes cosas. Para mí el texto bíblico que se me olvidó leerlo al principio es Primera de tesalonicenses, Capítulo 5:21 que dice, “Examinadlo todo y retened lo bueno…”

Nosotros tenemos que hacer eso siempre. Examinar, nuestro radar está mirando todas las diferentes espiritualidad y tradiciones y aprendemos de esto, de lo otro, cogemos de aquí, cogemos de allá, desechamos cosas y nos quedamos con lo bueno y nos salimos con la nuestra siempre, porque estamos en todos los mundos. Siempre y cuando sea de la palabra del Señor.

Yo trazo una ilustración de las artes marciales mixtas. Usted sabe que por muchos, muchos años, las artes marciales se han mantenido en la atención pública separados unos de los otros. Tenemos el tae kwon do, tenemos yuyitsu, tenemos yudo, tenemos las artes marciales que vienen de Tailandia y de Asia Occidental, del Japón, de la China, algunas místicas, otras puramente físicas, como el Tae kwon do, pero todas estas diferentes… kick boxing que fue un comienzo de esa mezcla de boxeo con tae kwon doy, y fíjense lo que ha pasado con el tiempo, la gente se dio cuenta, sobretodo cuando vinieron los brasileños al escenario de las artes marciales, los brasileños hicieron una mezcla de yuyitsu, de lucha, de yudo, de boxeo, una cantidad de cosas, y cuando vieron unos grandes competencias mundiales, se quedaron con todos los títulos. Y la gente se dio cuenta, guau, es bueno mezclar las diferentes tradiciones marciales y hacer una síntesis de ella. Nadie podía bregar con ellos porque habían hecho una mezcla de diferentes artes e hicieron una síntesis invencible.

Y hoy en día, eso explica en parte la gran locura que hay por las mixed martial arts. Han tumbado la lucha libre, los diferentes estilos de artes marciales aunque todavía existen, pero se han dado cuenta. De paso, yo no celebro las artes marciales mixtas en la televisión, tampoco las condeno abiertamente pero yo no creo que hay que celebrar esa violencia, esa brutalidad que se manifiesta. Pero sí celebro el principio de mezclar aptitudes y coger lo bueno de una cosa y de la otra y sintetizarlo y usar lo mejor de cada tradición.

Yo veo la ventaja que aporta la diversidad y la inclusividad en la vida cristiana y en otras dimensiones también de la experiencia humana. La gente, hermanos, está acostumbrada a ver solo uno o dos de estos elementos espirituales que yo he señalado, estas espiritualidades, conviviendo en una iglesia o en un ministerio. Y cuando ven varios de ellos piensan, no, esta gente está confundida, esta gente son indecisos, esta gente no se han definido bien, y cuando ven esa mezcla no saben qué hacer con esa mezcla.

Mucha gente no entiende, bueno, qué es León de Judá? Es una iglesia pentecostal, evangélica, de santidad, de justicia social, liberal, conservadora, fundamentalista? Qué somos? Porque están acostumbrados a ver como una sola cosa o dos a lo máximo. Nosotros decimos, no, hay de bendición en todas estas energías. Nosotros cogemos de aquí, de allá y hacemos una mezcla que yo creo que es la mezcla bíblica, es la mezcla del Espíritu Santo más bien.

Mucha gente ve contradicción o ve indecisión en esa mezcla de cosas. Pero yo creo que lo que hay en realidad es más bien, una complejidad. Es una mezcla de las diferentes cosas, hermanos, que creemos que son parte de la síntesis bíblica. Es importante, hermanos, crear una consciencia histórica del desarrollo del pensamiento de la iglesia, de ver cómo el pensamiento y la teología de la iglesia cristiana se ha ido desarrollando y matizando a través de los siglos, ver esa progresión.

Por ejemplo, yo veo en la Escritura en el libro de los Hechos, cómo los Apóstoles bregaron en un momento con la cuestión de que estaban entrando los gentiles a la iglesia y no estaban preparados para eso, y tuvieron entonces que lidiar, qué vamos a hacer con estos gentiles? Los convertimos en judíos o los dejamos con sus tradiciones y respetamos sus tradiciones y simplemente nos limitamos a las cosas más básicas del Evangelio? Y eso fue lo que hicieron.

La iglesia siempre ha tenido que desarrollar su pensamiento. Cuando llegó el momento del conflicto con los judíos y los griegos, desarrollaron todo esto que tuvo que ver con lo que llamamos los diáconos de la iglesia. Entonces, la iglesia siempre ha estado desarrollando esto, los pensamientos de la iglesia ha tenido que bregar con esas cosas.

Yo creo, hermanos, el estar conscientes de esa diversidad a través de la historia, de las diferentes tradiciones de la iglesia, nos libra de muchos errores, errores que ya se han experimentado en el pasado y que podemos evitarlos cuando entendemos esta trayectoria de la iglesia.

Por ejemplo, el exceso que yo veo hoy en día entre los grupos que enfatizan la profecía, a veces el desorden, la falta de cuidado en lo que usted le dice a la gente supuestamente bajo la unción. Yo creo en eso y hermanos, aquí hay libertad para la profecía. La Biblia dice no menospreciemos las profecías, pero a veces la gente se puede enamorar tanto de la profecía que no son cuidadosos en el uso de la profecía y desprestigian la profecía.

Pero si nosotros tuviéramos la historia de la iglesia, veríamos que el movimiento montanista en el siglo IV se distinguió por eso, un exceso de atención a la profecía que llevó al desastre y llevó a unos excesos terribles que desprestigiaron la profecía para muchos.

Si nosotros entendemos eso, tenemos más cuidado. El docetismo, una doctrina que niega la importancia de la carne y que decían, no, Jesús no vino en carne al mundo, él no encarnó, eso era un espejismo, era una ilusión. Él no fue crucificado tampoco, porque el cuerpo no redime, el cuerpo es malo. Niegan el cuerpo, niegan la materia, ven la materia como algo malo. Y no, yo creo que Dios creó al mundo y dijo, todo es bueno. Yo amo una buena comida, yo amo el arte, yo amo una buena puesta de sol y yo creo en la bendición de la naturaleza, creo que la iglesia no es una institución desencarnada, como yo decía el domingo pasado, meramente espiritual. Es una institución legal, es una institución transformadora, está en la historia, está en el tiempo y hay que ponerle atención a esas cosas. Hay que ponerle atención a las necesidades materiales de la gente.

El Señor les dijo a los discípulos, dadle vosotros de comer. Los discípulos decían, no Señor, ya les dimos la palabra mándalos para su casa. Y el Señor le dijo, no, denles de comer ustedes. Enfatizó la comida también, enfatizó las necesidades del cuerpo. Y el docetismo en el siglo IV y el gnosticismo decían que el cuerpo era malo. Yo creo en la belleza de la sexualidad, creo en una sexualidad sana, dentro de los parámetros del Señor, eso es hermoso, es digno.

Todas estas cosas son importantes, lo que estamos buscando es el orden y el balance de todas estas cosas. Pero si estudiamos las diferentes tradiciones y las herejías de la iglesia nos damos cuenta que muchas de las cosas que hoy en día hacemos, si entendiéramos el pasado, nos cuidaríamos de ellas.

Yo creo también que nos libra, no solo de errores, sino también de presunción, de creer que somos lo único, que hemos descubierto algo trascendental e inusitado, que nunca se ha dado antes. Yo pienso en los Testigos de Jehová que si usted mira ellos dicen, nosotros somos los únicos. Si usted no es Testigo de Jehová y no se bautiza con los Testigos de Jehová, usted se pierde, no es salvo. Yo digo, guau, y qué les pasó a los 20 siglos de la historia de la iglesia? Dios se desentendió de la iglesia hasta el siglo XX? Dijo, oh, espérate, si tengo aquí un grupo de gente que yo mandé a mi hijo a morir por ellos y se me olvidó…

Qué presunción creer como que nosotros somos los únicos. Y hay grupos que se creen, si usted no se bautiza con ellos, si no es con ellos, usted no es salvo. Y yo creo que hay que entender la riqueza de la iglesia, cómo Dios se ha revelado a través de los siglos. No somos los únicos, hay muchos que han pensado muchas cosas ricas y eso nos ayuda a ser humildes, a celebrar los logros y las enseñanzas de los demás.

Yo creo que eso también nos debe hacer más sobrios, más inclusivos, cuando vemos por allí un nuevo predicador, predicando una doctrina rara y nueva, y nos dejamos deslumbrar. Ese movimiento nuevo, esa iglesia que está creciendo a pasos agigantados, y todo el mundo, ah, vamos a ir a esa iglesia porque allí el Espíritu Santo está moviéndose.

La persona que conoce el mover de la iglesia a través de los dos mil años y que ha estudiado esos diferentes movimientos, dice, okay, vamos a esperar, vamos a ver qué pasa. Porque así ha habido muchos movimientos en la iglesia que han avanzado dramáticamente y después se han explotado. Como dijo, Gamaliel, si esto es de Dios permanecerá, si no es de Dios se va a disolver con su tiempo.

Hay movimientos que son como luces de bengala, iluminan el firmamento y la noche por un momento pero asimismo desaparecen en un instante también. Cuando usted entiende esto usted dice, okay, déjame examinar esto a la luz de la palabra del Señor. Suena muy lindo, pero vamos a ver qué dice la Biblia. Y si es de Dios usted lo acepta, no lo rechaza porque sea nuevo, pero si no es de Dios, usted dice, bueno, otro día.

Eso también creo que nos debe ayudar a ser más tolerantes de las personas que aparentemente son diferentes a nosotros pero que tienen algo allí que podemos también aprender de ellos y celebrar. Nos ayuda a ser menos dispuestos a condenar irreflexivamente o a adoptar impulsivamente. Como dice la palabra, terminamos examinándolo todo y reteniendo lo bueno.

Hermanos, ya termino con esto, lo que estoy diciendo es que nuestra iglesia, mi propio énfasis espiritual, yo creo que se distingue por ese reconocer que hay mucho en la familia de Dios de lo cual aprender y celebrar, y que nosotros tenemos que aún a veces cuando discrepamos violentamente de lo que piensan ciertos grupos de la iglesia cristiana, tenemos que decir, okay, por qué ellos le están dando tanto énfasis a eso? Habrá algo en la Biblia que yo puedo aprender? Y cuando vamos a ver, oh, sí, por ejemplo, todo lo que tiene que ver con esto de justicia social. Hay muchos grupos liberales, yo no me suscribo al liberalismo, yo creo en la doctrina y la palabra una vez dada a los santos, pero creo que también muchas veces los cristianos conservadores nos hemos olvidado de los derechos del pobre, y nos hemos ido con los poderes y a los ricos no los hemos llamado a capítulo con su descuido y su explotación del pobre.

Yo creo que la iglesia, para su vergüenza, no ha sido esa voz profética que debiera ser, que debiera haber sido, por ejemplo, aquí en Estados Unidos durante el tiempo de la esclavitud, o durante el tiempo de la exclusión de los afroamericanos. Para su vergüenza la iglesia en Alemania durante el tiempo de Hitler se fue detrás de Hitler y solo unos pocos cristianos alemanes, denunciaron a Hitler. Dónde estaba la revelación de Dios?

Entonces, yo he aprendido que esos hermanos que a veces son tan liberales que me dan ganas de ahorcarlos, pero tienen una intuición de la Biblia de amar al pobre, al desvalido, a la viuda, al huérfano, de visitar al prisionero, de amar a los que no tienen poder, de la misericordia y yo he aprendido de ellos. He retenido lo bueno y he rechazado lo que yo creo que no es de Dios. Nosotros tenemos que hacer eso también.

Finalizo con una ilustración que muchos de ustedes quizás han escuchado, es el relato de los 6 ciegos y el elefante. En ese relato es una historia bien famosa de la literatura mundial, donde se dice que 6 hombres ciegos se acercaron a un elefante, nunca habiendo visto un elefante, no sabían lo que era un elefante, ciegos de nacimiento, se acercaron a un elefante y cada uno comenzó a tocar una parte del elefante. Y el ciego que tocó la trompa del elefante dice, un elefante es como un tubo y esa es su esencia, un tubo.

Otro tocó las piernas del elefante y sintió su fortaleza y su dureza y dijo, no, el elefante es como una columna. Otro tocó las orejas inmensas del elefante y dijo, no, el elefante es como un abanico de mano. Otro tocó la cola del elefante, dijo, no, eso no es así, un elefante es como una soga. Otro tocó el vientre del elefante y sintió su fortaleza, su dureza y dijo, no, un elefante es como un muro, como una pared. Y cada uno estaba peleando con el otro porque decía, no, el elefante es así, no, el elefante es así, y llevaron a los seis ciegos ante el rey y les dijo, el problema está en que ustedes solamente están viendo una parte del elefante. El elefante es todas esas cosas, porque está compuesto de todas esas cosas.

Y yo creo que asimismo, hermanos, yo diría que Dios es mucho más complejo que un elefante. La doctrina cristiana es tremendamente compleja y muchas veces nosotros peleamos unos con los otros en el cuerpo de Jesucristo porque uno ha visto una cosa del reino, otro ha visto otra, y decimos, no, eso no es así, en vez de mirar la belleza que hay en esas diferentes intuiciones.

Yo creo que lo que nosotros tenemos que hacer en el Reino de Dios, hermanos, es ver lo bueno que hay en cada una de esas tradiciones y aprender de ellas. No estoy abogando por, lo que yo llamaría, un relativismo indiscriminado. No estoy diciendo, oh, cada cual crea lo que quiere y vamos a celebrar todas las herejías y nadie diga nada de las cosas que son falsas. No, yo creo que lo que estoy diciendo es que cada tradición cristiana tiene aspectos de verdad y también tiene aspectos de limitaciones y falsedad. Tenemos que discriminar sabiamente, examinarlo todo, retener lo bueno.

Yo diría lo primero es que tenemos que conocer bien a Dios, tener experiencias con Dios, estudiar la palabra, empaparnos de la palabra. Por eso es que yo les animo, tomen las clases de discipulado, lean su Biblia, estudien los grandes temas de la Escritura, los grandes personajes, los grandes Capítulos, los grandes principios de la palabra de Dios, compenétrese bien, porque vivimos en tiempos de gran herejía donde es muy difícil a veces distinguir la mentira de la verdad y necesitamos cada uno de nosotros llenarnos primero de la palabra de Dios, conocer bien quién es Dios y entonces analizar estos diferentes movimientos y aprender de ellos, y retener lo que es de Dios en ellos.

Y de esa manera yo creo que vamos a ser cristianos saludables, cristianos sólidos. Debemos empaparnos de la sabiduría de Dios que viene por medio del escrutinio de su palabra y luego abordarlo todo, examinarlo todo a la luz de ese entendimiento divino. Eso es lo que yo busco, hermanos, una iglesia que sea sólida, una iglesia que sea balanceada, una iglesia que sea compleja, una iglesia que reconozca la belleza de la revelación de Dios en todo su cuerpo.

Que el Señor nos ayude, hermanos, a hacer esto y a ser ese tipo de iglesia. Amén. que Dios les continúe bendiciendo y Padre, nosotros pedimos tu sabiduría, pedimos sobriedad para discernir lo que es tuyo y lo que no es tuyo y ser un pueblo sobrio, un pueblo inteligente, sabio, un pueblo que pueda beneficiarse de todas las bendiciones hermosas que tu les has dado a tus hijos a través de toda la historia de tu iglesia.

Celebramos tu complejidad, Señor, celebramos la belleza multifacética de tu palabra. Ayúdanos a ser como Cristo, balanceados, complejos, abarcadores, Señor. Así lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

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Cuando la gloria del Señor entra a tu casa

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He aquí, una de las historias favoritas mías de toda la biblia, y tal vez nos dirá algo aún distinto esta noche, Segunda de Samuel capítulo 6 versículo 1, la historia de David trayendo de nuevo el arca de Dios a Jerusalén, ¿se acuerdan de esa historia?, David volvió a reunir a todos los escogidos de Israel, y se levantó David y partió de Baalá, de Judá, con todo el pueblo que tenía consigo para hacer pasar de allí el arca de Dios, y me encanta esto hermanos, lee esto como si estuvieras leyendo un lector de una novela, porque hay más. Él no se queda meramente en decir qué es el Arca de Dios, pero si acaso usted no sabe del donde que él está hablando, si acaso usted lo vá a equivocar, usted lo vá a equivocar con otro Arca de Dios él nos aclara de qué está hablando.

Él dice el Arca de Dios sobre el cual era invocado Jehová de los ejércitos, que mora entre los querubines, y esto fué literalmente. El Arca de Dios fué una caja por así decir que el Señor específicamente dictó todos los detalles de este Arca a Moisés, porque posado sobre esta Arca caminaría la gloria del Señor, lo que llamamos la gloria Shekinah del Señor, y al lado de cada Arca había un querubín de oro, y en ese espacio entre las alas de los querubines moraba la nube de Jehová, y ustedes saben la historia. Este es el mismo instrumento, el mismo Arca que dirigió al pueblo de Israel en el desierto, ¿verdad se acuerdan?.

Brinquemos al versículo 5, y David y toda la casa de Jehová danzaban con toda clase de instrumentos de madera de haya, con arpas, salterios, panderos, flautas y símbalos. Cuando llegaron a la era de Nacon, Usa extendió su mano al Arca de Dios y la sostuvo, buenas intenciones, porque los bueyes tropezaban, y el furor de Jehová se encendió contra Usa, y lo hirió por esa temeridad, y cayó muerto ahí en el Arca de Dios, poderoso este instrumento aún después de miles de años, el poder de la unción de Dios no se disminuyó nada, y el momento en que este hombre tocó el Arca de Dios tanta fué la unción de Dios, respondiendo a este gesto irreverente, que lo mató en este momento.

Bueno, y se entristeció David, por haber herido Jehová a Usa, y fué aquél lugar llamado Peres-Usa, hasta hoy, "Y temiendo aquél día David a Jehová dijo: ¿cómo ha de venir a mí el Arca de Jehová?. De modo que David no quiso traer para sí el Arca de Jehová a la ciudad de David, y la hizo llevar David a casa de Obed-Edom Geteo, ahora imaginenselo ustedes. Alguien toca la puerta de Obed-Edom, Dios sólo sabe qué estará haciendo él en ese momento, lavando los platos, abre la puerta, ahí está el Rey David, detrás de él todo un desfile de sacerdotes y de levitas, etc., un carrito sobre el cual estaba el Arca del Señor, y detrás de ese carrito estaba otro carrito tal vez, y esta detrás de una sabana tal vez lo que quedaba del cuerpo de Usa. Le tocan la puerta y le dicen tuvimos un problema en el camino, y estábamos, no pudimos cambiar una llanta que yo quería, tuvimos un problema, nuestra intención era llevar al Arca a Jerusalén, y acaba de matar a nuestro amigo, ¿usted nos hace un favor?, quédese con el Arca un ratito, tal vez tenerlo en su sala, hasta que nosotros podamos decidir qué hacer con ella, qué tal. You might have it on your living room for a while.

Y Obed-Edom concedió esto y abrió su hogar al Arca de Dios, y dice la palabra: "Y estuvo el Arca de Jehová en la casa de Obed-Edom Geteo tres meses, y bendijo Jehová a Obed-Edom y a toda su casa. Fué dado aviso al Rey David diciendo, fué bendecida la casa de Obed-Edom, y todo lo que tiene a causa del Arca de Dios. Entonces David fué y llevó con alegría el Arca de Dios a casa de Obed-Edom a la ciudad de David." Primero mis hermanos, les insisto, llévense la gloria de Dios a su casa. Primeramente, qué es lo que el Señor nos dice de esta palabra, David, entendía que necesitaba como rey la presencia de Dios cerca de él. Su anhelo era estar cerca de la presencia de Dios, ¿qué es lo que está pasando aquí?.

David en los capítulos anteriores, acaba de recibir la corona como Rey de Israel y de Judá, después de 32 años de espera, muchas veces durmiendo en el desierto o en cuevas, o a donde la noche lo cogía, más de 30 años así después de la promesa de Saúl, por fin él es el rey, como le prometió el Señor sobre Israel y sobre Judá. No tan sólo eso, el Señor le dió la dicha y la gracia de conquistar a Jerusalén, sacar de allí los Jebusitas, y antes de David Jerusalén no era Jerusalén. Lo que hizo Jerusalén, la capital de Israel, y la ciudad santa como lo conocemos ahora fué la conquista de David de esa ciudad, y ahora él vivía en una fortaleza llamada la ciudad de David, y estaba él seguro allí, y el dijo ¿sabes qué?, pero me falta una cosa, a donde yo esté gobernando, y donde yo esté viviendo, yo necesito que la presencia de Dios esté cerca de mí.

Y hermanos no se crean que esto fué algo automático o por sentado, Saúl fué rey durante cuarenta años antes de David y nunca se le ocurrió a Saúl traer el Arca a donde él estaba, Saúl estaba muy contento en gobernar una ciudad y el arca lo tenían guardado en unas tiendas lejos de él, y para Saúl el Arca era meramente, era como si fuera una arma secreta, y en un momento cuando Israel estaba rodeado por sus enemigos él mandaba a buscar el Arca de Dios, como si fuera una cajita mágica para vencer a sus enemigos. Primeramente mis hermanos, tenemos que vencer esa mentalidad, si usted ha estado aquí con esa mentalidad, y usted ha tratado a Dios buscándolo en apuros, ¿sabes qué?, Dios no negó su presencia en esos momentos, Dios los acompañaba en las batallas, en la alta mayoría de los casos la presencia de Dios estuvo aquí, ahí y los sacó de sus apuros, pero Dios desea algo más contigo.

Y comienza con esto, y si están anotando algo anoten esto: no se trata de la caja. Sabe, el Arca lo que hacía era la presencia de Dios. Lo que hacía esta caja especial, era la idea que la gloria del Señor estaba sobre esta caja. Separa la gloria de Dios del Arca y lo que tiene usted es una caja, eso pasó una vez a propósito. El Señor se molestó tanto como decimos los boricuas, se enfogonó tanto con Israel que un día en medio de batalla dijo, bye, see you pass, los dejó ahí y ellos marcharon con su caja a la batalla, y no fué lindo lo que pasó allí, los filisteos descubrieron en poco tiempo, esto es una caja, su Dios no está aquí. Hermanos, sin la presencia de Dios, la caja, mira, usted está buscando un lugar a donde guardar los adornos de navidad, los puede guardar en esa caja, usted está buscando guardar las herramientas, lo puede guardar ahí, los motetes que tú ya no te los has puesto en diez años, los puedes guardar ahí, porque sin la presencia del Señor, es una caja, ¿y sabes qué?, muchas cosas que para nosotros, esa caja representa nuestros símbolos religiosos, las cosas que nosotros tanto atesoramos, lo que es religión, porque, bueno, si somos evangélicos o si somos pentecostales, si cantamos gospel, si levantamos la mano, si hablamos en lenguas, y nosotros nos podemos enfocar, solamente en la caja, y olvidarnos de lo más importante que es la presencia del Señor.

Hermano, ¿usted se quiere preocupar por algo?, preocúpese por la presencia del Señor, preocuparse por la caja y preocuparse por la presencia del Señor, ambos requieren energía, usted no puede gastar la misma energía preocupándose por la caja y por la presencia del Señor, el que se preocupa por la caja constantemente se está preguntando, ¿se sentirá bienvenido el Espíritu Santo aquí?, ¿estará preparado el ambiente de tal manera que el Señor se siente, se sentirá a gusto aquí?, ¿qué desea Dios para que se sienta libre en nuestros medios?, ¿qué es lo que ha dicho Dios, cómo se sentirá el Señor a morar en mi corazón a donde yo esté?. Eso es suficiente energía, si usted se quiere preocupar por algo preocúpese por eso, por agradar a la presencia del Señor, por tenerla cerca, y eso es lo que él quería, David quería la presencia del Señor donde mismo él iba a gobernar sobre Jerusalén.

Hermanos yo les quiero compartir algo, esta iglesia anhela avivamiento, yo, para mí, para muchos, esto sí quieren una marca que distingue la congregación de León de Judá, y no solamente nosotros, como nosotros hay otros locos más, que no creen que el avivamiento es una obra de ficción por ahí, es algo, yo lo espero ver, y acaso creo que ya estamos experimentando sombras de una visitación poderosa del Espíritu de Dios, ¿cómo lo sabemos?, ¿cómo sabemos nosotros que el Señor está reinando sobre Boston como lo hemos pedido, que el Señor está reinando sobre Nueva Inglaterra?. Hermanos yo les sugiero que muchas veces nosotros estamos buscando señales en los lugares equivocados, estamos buscando señales sobre la Casa Estatal, estamos buscando tal vez señales sobre la Casa Blanca, sobre las escuelas, las instituciones gubernamentales, las leyes, la economía, sabe yo también lo busco ahí, yo quiero ver y yo anhelo ver la transformación de esas instituciones, yo creo que así será.

Pero antes, yo creo que estamos buscando en un lugar equivocado, antes de que el avivamiento llegue a esas instituciones, la presencia del Señor tendrá que habitar nuestras casas, la presencia del Señor tendrá que invadir nuestros hogares, y eso pasó con Obed-Edom, le trajeron el Arca de Dios, y algo entendía él del poder de Dios y la presencia del Señor, y le dió la bienvenida, y algo en su corazón tenía Obed-Edom que le agradó a Dios. Y en los tres meses que estuvo el Arca de Dios en la casa de Obed-Edom, el Espíritu Santo se sintió bienvenido allí, en otras palabras, como decimos los latinos, el Espíritu Santo se sintió entre su casa. Se sintió en su hogar.

La biblia no nos dá los detalles de lo que sucedió en esos tres meses. Lo que sí me dice la biblia es esto, y esto es mi deseo para usted, yo creo que este es el deseo del Espíritu Santo para usted en esta noche, llévese la gloria de Dios para su casa, porque Él desea, como Obed-Edom, bendecir toda su casa, traducido household, tu familia extendida, tu economía, todo lo que él poseía, no hubo una esquina de Obed-Edom que el Señor no tocó, yo creo que eso también fué, no creo que ese proceso fué también automático, yo creo que eso fué una invasión paulatina, como una radioactividad nuclear, yo me imagino tener esta caja digamos, la presencia de Jehová, primero ahí en su sala, y lo primero que uno entiende es esto, y tal vez Obed-Edom entiende esto, al Espíritu Santo tú no lo controlas, no es tu juguete, hay cierta reverencia, cierto temor de la presencia del Señor aún en tu casa, especialmente en tu casa, en tu intimidad, especialmente ahí caminas con una reverencia por la presencia que habita ahí, insistes, insistes en una reverencia, por la presencia de Dios que habita ahí, me imagino un Job levantándose de madrugada ofreciendo sacrificio por sus hijos para que el Espíritu de Dios que moraba en su hogar no se ofendiera, reverenciando la presencia del Señor.

Y la radioactividad de esa presencia se levanta y pasa a la cocina y a la despensa, y a donde guardamos la comida, corriendo al sótano, al aceite, a lo que controla nuestro hogar, subiendo esa radioactividad, perforando esas paredes, no hay nada que pare el Espíritu de Dios, entrando a nuestro dormitorio, cubriendo nuestra cama matrimonial, bendiciendo todo lo que está allí, y si eso fuera suficiente, no respeta paredes, sale de nuestra casa, porque cuando la presencia del Señor habita en tu casa, no hay manera de detenerlo o esconderlo, y comienza a radiar a la casa de mis vecinos, a toda esa cuadra, y dentro de poco todo Summerville la ciudad a donde vivo siente que hay algo diferente porque la presencia del Señor mora en el 162 Central Street, no saben por qué es, no saben por qué es, y usted verá que esta radioactividad comienza a cambiar cosas, comienza a insistir de nosotros ciertas cosas, comienza a trabajar bendiciendo todo lo que alcanza, sus finanzas, su intimidad con su cónyugue, su economía, la ética de trabajo, la manera en que usted se comunica con sus trabajadores, su relación con sus hijos, la presencia del Señor cubre la cuna de sus hijos, y yo estoy hablando espiritualmente, usted puede tener 50 y pico de años, sus hijos 20, 30 años, tendrán niños de ellos mismos, vivirán en el otro extremo del mundo, allí alcanza la radioactividad de la gloria de Dios, bendiciendo nuestra casa.

Y hermanos, entre poco, si hay suficiente Obed-Edoms que aparecen, si la gloria de Jehová comienza a habitar en nuestras casas, ya el rey sabe oh, ahora es seguro, hay campo libre, ahora sí podemos mover el Arca a la ciudad santa, al centro de gobierno, entonces veremos las señales que estamos pidiendo al Señor, pero comienza con nuestra casa. Les invito a ponernos de pie por una última intercesión, los adoradores, el adorador.

Mi hermano, ustedes han oído esa frase, al despedirnos, Señor, nos despedimos de este lugar, ¿cómo es?, nos despedimos de este lugar pero no de tu presencia, yo digo amén también, pero ahora vamos a orar eso individualmente, y con ganas, esto es un refugio para ti, gloria a Dios, pero sabes, ya el Espíritu Santo quiere acompañarte a tu casa, yo no sé lo que te espera allí, no sé lo que hay en tu trabajo, no sé lo que espera tu realidad, como cambiaría si el Espíritu de Dios morara allí, como cambiaría Dorchester si el Espíritu de Dios morara allí, como cambiaría Rocksberry si el Espíritu de Dios morara allí, como cambiaría Villa Victoria si el Espíritu de Dios morara allí, como cambiaría Cambridge si el Espíritu de Dios morara allí, como cambiaría Molden si el Espíritu de Dios morara allí.

Pero eso requiere que alguien, que usted le dé la bienvenida al Espíritu de Dios, de una forma activa, de una forma deliberada, de una forma intencional, let's do that, con tus ojos proféticos, te invito a captar esta imagen profética, tú llegas y no hay ninguna irreverencia en esto, el Señor se deleitaría si escuchara esto, en el baúl de tu carro mete el Arca de Dios, sube a tu apartamento, saca el Arca de Dios, descánsalo a donde mismito usted ora, sin pedir permiso, no te apures, a lo largo los vá a bendecir, a lo largo los vá a bendecir, y ya dirige, dirige el Espíritu de Dios, dále el lugar, dirige la influencia del Espíritu de Dios, dirige la sanidad del Espíritu de Dios.

Ahora recibe esta oración, comienza a recibir estas instrucciones, comienza a recibir esta intervención, sobre tus siervos, nombre nombre si es necesario, a dónde tú quieres que la radioactividad de la gloria de Dios alcanze, nombre hijos, nombre hermanos, nombre familiares, nombre jefes de trabajo, nombre supervisores, tú eres Obed-Edom en esta noche, y el Espíritu Santo desea morar contigo, desea morar contigo, desea estar contigo, habitando los espacios de tu vida, no lo dejes aquí, no lo dejes aquí.

Señor, en el nombre de Jesús invade nuestras vidas, invade nuestras vidas, no nos pidas que te dejemos, no nos pidas que dejemos tu presencia, acompáñanos Espíritu de Dios, llena Señor los espacios de cada hogar, de cada realidad, de cada vida, Señor, que tu presencia se haga sentir, abrimos nuestras mentes, abrimos nuestras carteras, abrimos Señor nuestra sala de trabajo, abrimos Señor nuestro caminar, donde quiera Señor te damos la bienvenida, no te quedes aquí, Espíritu de Dios, no te quedes aquí, no te quedes aquí, no te quedes aquí, amén.

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Bendiciones y responsabilidades

23 de enero del 2012 - Por Carmen Ray-Calvo

En su carta a los Efesios el Apóstol Pablo nos recuerda que como creyentes gozamos de bendiciones en el Señor pero que también tenemos responsabilidades.

Entre esas bendiciones podemos señalar las siguientes:

Hemos sido escogidosEfesios 1:4

Adoptados a la familia de DiosEfesios 1:5; 2:19

Conocimiento de la voluntad de DiosEfesios 1:9

Una herencia eternalEfesios 1:11

Sabiduría y conocimientoEfesios 1:17

Poder divinoEfesios 1:19-20

Vida espiritual vida?Efesios 2:1-5

Ciudadanía celestialEfesios 2:19

Acceso a Dios a través de CristoEfesios 3:12

Este listado puede hacerse mucho más extenso, porque podemos disfrutar de muchísimas más bendiciones en el Señor; pero hay una parte que nos corresponde a nosotros como hijos de Dios, ya que tenemos la oportunidad como hijos de ser participes del plan de Dios para nuestra vida.

Algunas de nuestras responsabilidades son:

Guardar la unidad del EspírituEfesios 4:3-6

Usar nuestras habilidades para el beneficio de la iglesiaEfesios 4:7-13

Seguir creciendo y madurandoEfesios 4:14-15

Despojarnos de nuestras prácticas pecaminosasEfesios 4:17-24; 5:2-14

Hablar con honestidad y purezaEfesios 4:25-29

Seguir la dirección del EspírituEfesios 4:30

Andar en amorEfesios 5:2

Honrar a Dios en el matrimonioEfesios 5:22-33

Resistir las fuerzas de maldadEfesios 6:10-18

Como creyentes en Jesucristo tenemos que estar dispuestos a vivir una vida sometidos a El. El Señor nos llama a vivir en completa entrega a El; no podemos vivir para Dios y el mundo, tenemos que establecer una diferencia bien marcada y decidirnos a vivir una vida a plenitud para nuestro Dios; recordándonos a nosotros mismo que si queremos morar bajo la sombra del Omnipotente tenemos que habitar bajo su abrigo. Y esto solo lo lograremos cuando pasemos tiempo de intimidad con El, concentrándonos en El y renovando nuestro compromiso de buscar y seguir su voluntad.

Oración:

Señor vengo a ti reconociendo que te necesito más que el aire que respiro que sin ti soy menos que nada; quiero vivir totalmente para ti, para tú servicio, por esa razón rindo a tus pies la totalidad de mi ser. Hazme un vaso de honra para ti, para que otros puedan venir a ti a través de mi testimonio. En el santo nombre de Jesús, amén.

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Hágase todo para edificación

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Quiero invitarlos a ir a Primera de Corintios, Capítulo 14, vamos al versículo 20 hasta el 33. Yo voy a leer esta palabra, póngale atención mientras la lee porque en algún momento del mensaje yo voy a entrar en una exposición de esa palabra y la introducción mía está basada en esa palabra. Y quiero continuar con la serie de sermones que interrumpimos por navidades y otra cosas que intervinieron, esa serie de sermones que yo titulé ‘Fe compleja’, en ánimo de continuar exponiendo qué es lo que nosotros creemos, qué es lo que yo creo como pastor principal de esta Congregación, y por qué nosotros hacemos las cosas como las hacemos y por qué no las hacemos como no las hacemos, y por qué a veces es difícil ubicarnos, si somos pentecostales, si somos evangélicos de 4 por 4, qué es lo que somos y por que a veces es difícil ubicarnos dónde nosotros estamos. Y yo espero que es porque estamos dentro de la complejidad de la palabra de Dios que es compleja.

Escuche cómo Pablo razona, porque nosotros tenemos que aprender a través del Espíritu Santo, él está razonando. Y usted dice, bueno, si el Espíritu Santo lleva a Pablo a razonar así, así es que yo tengo que aprender a razonar también en mi propia vida y en las cosas del espíritu. Dice el versículo 20:

“…hermanos de León de Judá y de los que me escuchan a través de la internet y de la radio también, hermanos, no seáis niños ─ en otras palabras, no sean inmaduros ─ en el modo de pensar, ─ de razonar, de estudiar la palabra, de analizar la palabra de Dios ─ no sean niños en el modo de pensar, de razonar la Biblia, de vivir la vida del espíritu, sino sed niños en la malicia…”

Hay algunos en la iglesia que tienen un doctorado en malicia, pero necesitan ir a kindergarten en términos de sabiduría espiritual. Perdone si usted se siente aludido, pero si se siente aludido es porque necesita algo ahí, porque no se lo estoy diciendo a nadie en particular.

“… sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar…”

Ahí usted tiene lo que yo persigo, lo que yo quiero que nuestra iglesia, por eso las clases de crown, las clases de discipulado, todo lo que hacemos con trabajo de justicia social con nuestros jóvenes. Es que queremos producir una cultura de cristianos maduros, balanceados, no solamente con un fuego pentecostal falso, sino con la totalidad de la palabra del Señor, gente madura, gente balanceada, gente sobria.

Y Pablo dice, él ahora está razonando y ilustrando lo que él acaba de decir. Porque él está hablando acerca de las lenguas y el uso de las lenguas, pero en ese Capítulo 14 es más que las lenguas. Yo veo ahí una forma de conjugar las cosas del espíritu en general y eso es lo que me interesa. Esto es simplemente un caso administrativo con las lenguas, de algo mucho más amplio que eso.

“…En la ley está escrito, ─ es decir, en la Biblia que ellos conocían que era el Torá, el Antiguo Testamento que nosotros llamamos el Antiguo Testamento ─ … en la ley está escrito en otras lenguas y con otros labios, hablaré a este pueblo y ni aún así me oirán, dice el Señor…”

Eso se encuentra en Isaías 28, de paso, del 11 al 12. Él está citando un texto de Isaías.

“… En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo…”

Él está diciendo, las lenguas fueron profetizadas ya por Isaías, lo que nosotros estamos ahora practicando… él está hablando de una iglesia pentecostal, Pablo. Pablo pentecostal, le habla a una iglesia pentecostal en Corinto.

“… Y ni aún así me oirán, dice el Señor. ─ entonces mire la conclusión, cuando él estudia este pasaje bíblico él dice ─ … así que las lenguas son por señal no a los creyentes sino a los incrédulos….”

Por qué? Porque lo que él acaba de citar, ni aún así no me creerán. Es decir, son incrédulos y por eso el Señor les habla en lenguas para que le crean. Entonces Pablo dice, bueno, si es así, entonces parece que las lenguas son una señal no para los creyentes, sino para los incrédulos.

“…Pero la profecía ─ hay una diferencia en la mente de Pablo entre lenguas y profecía ─ pero la profecía no es para los incrédulos sino a los creyentes….”

Ahora, en la mente de Pablo la palabra profecía quería decir muchas cosas. Esencialmente lo que nosotros vemos por lo que podemos entender en la Biblia, la palabra profecía es una palabra que viene directamente de la boca del Señor para una persona, para una comunidad. Esa palabra puede ser algo acerca del futuro, pero puede ser simplemente una palabra de corrección, o una palabra de estímulo, pero que viene directamente de la boca de Dios para una persona en particular.

Porque a veces pensamos que la profecía es solamente predecir el futuro. No es solamente predicción, puede ser también corrección, confrontación. Algunos profetas escribieron y no hay nada ahí acerca del futuro, es simplemente una confrontación acerca del pecado, acerca de la injusticia en la nación o lo que sea. La diferencia está, dice Pablo, en que la lengua entre otras cosas es… hablo una lengua que a veces no se entiende, pero la profecía sí es una palabra en español, en nuestro caso, en inglés, para una comunidad angloparlante. Entonces,

“…La profecía no es a los incrédulos sino a los creyentes. Si pues toda la iglesia se reúne en un solo lugar, como en este culto, y todos hablan en lenguas ─ todo el mundo está hablando en lenguas, no hay profecía, solamente lenguas ─ y entran indoctos o incrédulos…”

Cuáles son los indoctos? Los inmaduros, la gente crudita en el Evangelio. La gente no docta, no instruida en la palabra de Dios, que no conocen mucho de la Biblia. Como en nuestra iglesia, que hay mucha gente que apenas está entrando en el Evangelio. Están todavía como buscando, tratando de encontrar su derrotero, su lugar en el Evangelio.

Si entran indoctos, gente nueva en el Evangelio, o incrédulos, gente que simplemente está ahí porque alguien los trajo o porque la esposa lo jaló y lo amenazó con divorciarlo o no cocinarle más si no venían a la iglesia ese domingo, o están simplemente como buscando, pero no han hecho todavía una decisión a favor del Señor, si entra gente así indoctos o incrédulos y los ven a usted todo el mundo en un salpafuera gritando y hablando en lenguas y no hay orden, todo es un salpafuera, un desorden. Dice,

“… No dirán que ustedes están locos ─ cuanta gente que ha ido a una iglesia y dicen, yo fui a esa iglesia y salí de allí con un dolor de cabeza, y dije, yo jamás vuelvo. Hay personas que una mañana se levantan con un deseo ardiente de buscar de Dios y dónde voy? Ah, una iglesita que hay por ahí en el vecindario. Van allí y salen escandalizados porque no entendían lo que estaba pasando y lo que vieron fue algo que `más bien les dio miedo. ¿Sí o no? Eso pasa. Y claro, cuando la gente se va de allí, ah, ese es un impío, los impíos no saben de Dios, el Señor los reprenda, que se vayan al infierno porque nosotros somos los verdaderos. Aquí somos los marines de la fe, etc. esta excusando simplemente una incompetencia espiritual.

Por eso yo le pedí esta mañana al Señor, Padre, ayúdame a ser comedido en lo que digo, no darle palos a la gente, no dejarme intoxicar demasiado por las palabras.

“….No dirán que están locos? Pero si todos profetizan ─ si todos hablan en una forma comprensible, edificante, coherente, con algo que pueden entenderse y que tiene materia espiritual digerible ─ pero si todos profetizan y entra algún un incrédulo o indocto, por todos es convencido, por todos es juzgado…”

Mire este momento precioso aquí en que estaban estos hermanos acá, y de momento el espíritu me mueve… porque yo le había dicho a Omar, Omar, 10 minutos o sino el miércoles en la reunión de pastores nos vamos a jalar los moños tu y yo. Pero yo estoy allí escuchando y algo sucede aquí y en mí el espíritu se enardece y digo, no, cómo es posible que entre creyentes… yo entiendo… miren, yo comprendo muy bien, no estoy aludiendo a nada con respecto a eso, pero yo digo, si estamos aquí y estamos creciendo en el Señor, cómo es posible que no, que alguien no pueda dar un testimonio, claro que sí.

Y entonces, esta hermana Betania Ester. Entonces Betania comienza a hablar acerca de su vida. Ella en un sentido está profetizando porque está hablando en el espíritu, no era algo que estaba preparado ni nada, sino que el espíritu mueve al espíritu. Ella habla de su vida, habla de su experiencia. Otra hermana entonces también testifica, otro hermano por acá, conmovido por lo que Dios ha hecho en su vida, otro habla de la diferencia que ha hecho crown en su vida y cómo ha cambiado y habla de la prudencia en las finanzas. Cómo Dios ha edificado su vida. Eso es profecía, hermanos, diga amén aunque usted no lo crea.

Eso es profecía, porque la profecía no es, así te dice el Señor, pueblo de Dios, oh, siento el espíritu en este momento… eso es necesariamente profecía. Profecía es una palabra que sale del espíritu de Dios, pasa a través del espíritu de un hombre, una mujer, y llega recién horneada a la vida de los hijos de Dios. Eso es profecía.

Para mí, eso fue un momento profético. Ahora, piense en una persona que llega de afuera, está sentada allí, una persona coherente, pensante, escucha todo eso, no cree usted que va a ser conmovido? O está muerta o Dios lo tiene ya destinado para el infierno, o va a salir de aquí tocado por el espíritu? Sí, Señor.

“…Por todos es convencido, por todos es juzgado…”

Qué quiere decir juzgado? Redargüido. Óyeme, por qué no estoy yo también metido en esto? Esta gente tan linda que se ve. Mira cómo hablan. Mira cómo Dios las está bendiciendo y yo acabo de venir de una discoteca anoche, borracho y estoy aquí resacado. No, yo necesito hacer algo con mi vida. Es juzgado por todos, es convencido por todos, confrontado, redargüido, edificado, hay bendición. Amén.

Eso es lo que Pablo está diciendo. Hermanos, francamente yo prefiero eso. Si tengo que escoger, porque lo bueno es que no hay que escoger entre una cosa o la otra. Yo prefiero eso a un lenguaraje que nadie entiende y todo el mundo jalándose y empujándose y cayéndose, y no hay nada. Mucho polvo y después todo queda igualito. Yo prefiero transformación de vidas, que una parranda espiritual que yo me gozo pero eso no deja nada. ¿Sí o no? Esa es la diferencia.

Entonces, Pablo está diciendo a esta gente, “… es juzgado por todos cuando hay profecía. Pero si todos profetizan y entra un incrédulo, por todos es convencido, por todos es juzgado, lo oculto de su corazón se hace manifiesto…”

Escuchando todo esto la gente… hay algo aquí que sale a la luz. Ahora entiendo, ya, claro que sí. Es confrontado.

“…Y así, postrándose sobre el rostro adora a Dios declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros…”

Quién puede negar que Dios está entre este cuerpo de gente? Quién puede negar que a la iglesia que está haciendo esto posible tiene el espíritu del Señor dentro de ella? Eso es lo que está diciendo Pablo. Usted entiende? Y así es que uno tiene que juzgar las cosas del espíritu, hermanos.

No es solamente lo llamativo, lo místico, lo espectacular, lo estrepitoso, fuego y el azufre. Es, qué queda cuando el polvo bajó, qué queda? Cuando nos fuimos a nuestra casa y el diablo está ahí esperándonos afuera con tres demonios fumándose un cigarrillo, esperando que salgamos para pelear. Saliste con más fuerza que cuando entraste? Eso es lo que cuenta verdaderamente, no cuánto saltaste, cuánta lenguaraje. No, no, saliste edificado, fortalecido, mejor preparado para vivir la vida cristiana, para evangelizar a otro, para ser ejemplo a tu comunidad, para bendecir a tu familia. Esa es la diferencia, hermanos.

Entonces Pablo dice, “…Qué hay pues, hermanos, cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación…”

En otras palabras, se refiere, mire todo lo que hemos hecho en nosotros en este servicio, ha habido adoración y alabanza, música, testimonios, anuncios, predicación, quién sabe qué otras cosas, ofrendas y diezmos que se han tomado. Ha habido un poquito de todo, himnos, revelación de parte de Dios, yo creo que aquí inclusive hubo un poquito de revelación. Dice;

“…Hágase todo para edificación…”

Diga conmigo, hágase todo para edificación. Diga otra vez, edificación. Eso es lo que nosotros buscamos en todo lo que la iglesia hace, tiene que preguntarse al final, hubo edificación? Hubo crecimiento? Hubo instrucción? Hubo progreso? Yo siempre pregunto eso. Nuestra comunidad, esta hermosa gente que está aquí reunida, hay una diferencia entre lo que era 5 años atrás y lo que es hoy? Yo creo que sí. Yo veo ya como el gadareno, muchos demonios que se han ido y ya la gente está sentada en su asiento, cuerdos y bien vestidos. Dios está haciendo la obra de limpieza. Nuestros niños están creciendo, están adorando al Señor mejor. Nuestros jóvenes están estudiando, se están disciplinando, están entrando en las cosas, con unos tumbones de vez en cuando, pero siguen para adelante en el nombre del Señor. Hay edificación. Yo siempre pregunto eso. Cuánto ruido se hizo este domingo en el servicio, sino cuánta edificación hubo? Porque al diablo no le importa cuántas hojas tiene la higuera, sino cuántos frutos tienes. Y a Dios tampoco. A Dios le importa fruto, bendición, crecimiento. Entonces, usted entiende cómo juzga y razona la palabra de Dios?

“…Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos o a lo más tres, y por turno, y uno interprete, y si no hay interprete calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios…”

Hay muchas veces que las lenguas son para tu edificarte directamente. Es como para tu irte a tu casa y sacar dos bolas de mantecado y comértela tranquilito que nadie te vea. Es decir, muchas veces las lenguas, si no hay interpretación, Dios te va a alimentar intravenosamente, directamente, te va a dar el alimento.

Ahora, si hay un servicio aquí, por ejemplo, hay una hermanita comienza a hablar en lenguas, yo digo, hermanita, siéntese, por favor, porque yo estoy profetizando y el espíritu de Dios está hablando a través de mí así que espere su turno. Venga en algún momento y diga, pastor, Dios me ha dado algo, un mensaje, y yo quiero compartirlo con la iglesia. Yo le digo, hermana, sí, dígame. Y entonces yo juzgo en el espíritu, espero, y entonces determino… Las cosas tienen que hacerse con orden. Entiende?

Ahora, contradice eso el espíritu? En ninguna manera. Es que las cosas de Dios son coherentes. Ahora, de vez en cuando puede haber una excepción, puede pasar algo raro. Amén. y tenemos que estar también abiertos a discernir el espíritu en ese momento. Pero normalmente hay un orden, hay una coherencia en que se hacen las cosas cuando el Espíritu Santo, y hay entendimiento de la palabra de Dios.

“…Así mismo los profetas hablen dos o tres y los demás juzguen, ─ es decir, interpreten, examinen, midan si es de Dios o no ─ … y si algo le fuere revelado a otro que estuviere sentado, calle el primero porque podéis profetizar todos uno por uno para que todos aprendan y todos sean exhortados y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas, pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz…”

Hay que me dice cuando yo trato de poner algún orden en alguna cosa, en alguna manifestación, por eso es que el Espíritu Santo no se manifiesta más en esta iglesia. Y quieren echarme a mí un sentido de culpabilidad, porque usted no es pentecostal, usted no sabe si es en el espíritu. No, a veces creemos que para que el espíritu de Dios se manifieste, tiene que haber desorden. Y no es así. Las cosas en el espíritu son en orden, hay un patrón que se sigue.

Violé mi propio propósito de no meterme en exégesis de la Biblia mientras la leía. Pero está bien. lo que quiero hablar, hermanos, es de una espiritualidad que tiene la mira en las cosas del espíritu pero que también tiene los pies sobre la tierra. Es las dos cosas.

Lo que yo veo aquí es Pablo, un hombre lleno del espíritu, tiene todos los dones del Espíritu Santo, escribió dos terceras partes del Nuevo Testamento, subió al tercer cielo y oyó cosas que ni siquiera él era digno de decírselo a los demás, conocía del Señor en una manera tremenda. Jesucristo se le apareció varias veces, fue escogido desde la fundación del mundo, también hablando con un orden, una coherencia, una sobriedad impresionante. Tiene los pies sobre la tierra. Este es un hombre que ha plantado muchas iglesias, es un fariseo, ha estudiado en las mejores universidades y seminarios de su tiempo. Ha viajado, es un ciudadano del país más poderoso, Roma, aunque es judío también. Es un hombre que ya lo ha visto todo. Been there, done that, como dice and bought the tee shirt, inclusive.

Y ya él sabe lo que es verdadero y lo que no. ha estado en todas las iglesias, ha visto de todo, y ya un hombre maduro, escribiendo para el Señor, sabe lo que verdaderamente es importante y lo que no, lo que es paja y lo que es sólido, lo que es bueno, si tiene otros elementos, pero que no es bueno necesariamente en sí, simplemente porque sí.

Y eso es lo que yo quiero formar en ustedes, mis hermanos. Un espiritualidad que a la misma vez que vive en el mundo del espíritu, pero también tiene los pies sobre la tierra. Como pastor yo deseo dar a luz un pueblo práctico, con una espiritualidad sana, que le permita prosperar y vivir una vida sabia y prudente.

Óigame, dónde están esos hermanos de adoración perdiéndose estas joyas y estas perlas de enseñanza que yo estoy dando? Diles si pueden venir por acá un momentito y sentarse allí donde yo los vea. Disculpen, hermanos. Yo le dije al Señor, Padre, ten misericordia de mí esta mañana. Les aseguro no peleé con la mujer, desayuné bien, no estoy de mal humor.

Un pueblo práctica, con una espiritualidad sana, que le permita prosperar y vivir una vida sabia y prudente. Se ha fijado algo, hermano? Que en el mundo evangélico parece haber una división en dos partes. Por una parte está el mundo pentecostal, con mucha aparente unción, y mucho aparente poder, pero muchas veces pobre, relativamente ignorante, con poco impacto sobre el mundo y la sociedad, con iglesias pequeñas y débiles. Perdóneme, yo hablo como pentecostal, pero es cierto o no? los que supuestamente tienen la gran unción y el poder y los dones, usted ve que sus vidas económicamente, su matrimonio, su vida familiar, honestamente cuando usted lo observa objetivamente, no tienen la supuesta bendición y prosperidad que ellos tanto predican, que nosotros predicamos, mejor dicho.

Por una parte está ese mundo, y yo sé que me van a caer chinchas cuando todo esto salgo por la radio, por el internet, pero sepan que lo hablo con amor y porque amo, hablo la verdad.

Por una parte está ese mundo pentecostal que es una contradicción viviente entre lo que profesa y predica y lo que vive en última instancia. Y está el mundo evangélico no pentecostal, los presbiterianos, metodistas, luteranos, todo este grupo que aunque no supuestamente enfatizan tanto los dones y el poder de Dios y la unción, y todas estas cosas, usualmente son más prósperos, más ordenados y disciplinados, con iglesias de larga permanencia, gente bien educada, financieramente exitosa, con más impacto sobre la cultura, que los que tenemos el conocimiento de los dones y del Espíritu Santo.

Por qué? Es porque hay una contradicción en nosotros, por una parte nos entra la unción del espíritu y por otra hay un boquete grande que se nos va todo, y desperdiciamos lo que Dios ha puesto en nuestras manos. Hablamos de prosperidad, oh, el Señor nos prospera y después nos vamos a nuestra vida totalmente desprovista de esa prosperidad. Y estos evangélicos que no creen ni en la luz eléctrica, muchas veces, se montan en sus Mercedes Benz y se van a sus vecindarios, a una casa de 500 mil dólares. Yo digo, bueno, Señor, o es que tu estás fallando en tus promesas o hay algo que no estamos haciendo que debiéramos hacer?

Me perdonan? Entonces, yo pienso, por ejemplo, mire Park Street Church, es una iglesia no pentecostal, ahí ni un nime suena cuando está la adoración. Es todo bien ordenado, tres himnos o dos a lo máximo, y ni un corito siquiera. En la tarde tienen música contemporánea, la llaman ellos. Yo amo Park Street Church, respeto a su pastor, un hombre de Dios, Gordon Hughenberg, un hombre educado.

Pero mire, esa iglesia, a pesar de que no hay nada supuestamente de los dones y todo esto, hace poco celebró sus 200 aniversario. Yo creo que yo he dicho esto antes, 200 años tiene esa iglesia allí en el mismo centro de la Ciudad de Boston, al lado de Boston Common. Allí ha predicado Billy Graham, esa iglesia el pastor, en los años ’50 de esa iglesia, ayudó a levantar el Seminario Gordon Conwell Theological Seminary y Christianity today, una revista muy poderosa aquí en Estados Unidos, sale de ese ministerio también. han tenido un impacto nacional. Es una iglesia histórica y 200 años han tenido allí manteniendo viva la palabra de Dios, no se han liberalizado. Y es una iglesia próspera, una iglesia que es impactante en la ciudad.

Y sin embargo, hay tantas otras iglesias que supuestamente tienen los dones y el Espíritu Santo y no hacen ni siquiera un movimiento leve en el radar de la cultura. Y las iglesias pentecostales duran 20, 30 años, 40 años y después se disuelven y se desaparecen. No tienen la longevidad que tienen muchas de estas iglesias evangelicas, supuestamente no pentecostales.

Dónde está la contradicción? Mire otro caso. Hay dos revistas que para mí son como una ilustración de esta contradicción horrible, Carisma Magazine, y la revista Christianity Today. Son dos revistas que para mí son como dos ejemplos de lo que pasa en el mundo carismático y en el mundo no carismático.

Christianity Today es una revista evangélica, sólida, periodísticamente de gran excelencia, artículos sólidos, escritores tremendos, con un presupuesto multimillonario, muy escrupulosa en lo que enseñan y los anuncios a ponen, una cantidad de cosas que esa revista yo se la echo a cualquier revista religiosa del mundo, sólida, pero evangélica, no pentecostal. Y a veces enseñan cosas que a mí mismo me molestan. Yo la leo porque me gusta leer de todo, pero a veces salgo con indigestión. Pero también muchas cosas muy buenas en ella.

Y entonces está Carisma Magazine. Cuántos han leído la revista Carisma? Es una revista pentecostal. Es la revista representativa del mundo pentecostal. Y la verdad es que es una revista inferior, escrita por yo creo que por estudiantes de escuela superior de periodismo a veces. Ahí lo que hacen es recortar artículos de libros y otra cosas y para mí es un cash cow, perdonen, es como que todo se va en anuncios y hacer dinero al dueño de la revista, que es de una familia que es con fines de lucro. Y es una revista inferior. Yo ya dos veces he cancelado la suscripción y como que por alguna razón vuelvo otra vez y la pongo y después me molesto otra vez con lo que veo, y vuelvo y la cancelo. Es una relación de amor y odio que tengo con ella.

Y yo digo, que pena que una revista que supuestamente reconoce la unción del espíritu y que está dedicada a exaltar los dones, es inferior a una que no se inmuta por esas cosas. Dónde está la contradicción? Algo anda mal. Yo digo que hay algo…

Mire esto, no me interesa necesariamente el tipo de espiritualidad evangélica que estoy señalando, no carismático, yo creo en los dones y yo no cambiaría una adoración como la que tuvimos esta mañana por nada del mundo. Yo creo en los dones y por eso es que estoy hablando de esta manera. Es para inquietar a la gente, para declarar la verdad de Dios.

Respeto esa espiritualidad evangélica no carismática, pero el punto está, hermanos, en que no tenemos que escoger entre una cosa y la otra. Podemos tener lo mejor de ambos mundos, eso es lo que quiero señalarles a ustedes. Y eso es lo que Dios quiere. Dios quiere la mentalidad de Pablo, que es una mentalidad espiritual pero pensante también. es una espiritualidad consciente de lo misterioso y lo sobrenatural, pero también con la mente de Cristo que piensa clara, sistemática, estratégica, coherentemente.

Y yo les digo, hermanos, si nosotros logramos mantener estos dos elementos de la espiritualidad cristiana como iglesia en tensión, esta iglesia un día va a explotar y el techo va a volar por todas partes porque la gloria del Señor se va a manifestar de una manera extraordinaria. Vamos a ver nuestra iglesia progresar, crecer, nuestros hijos ser prosperados, los chevrolets se van a cambiar por Cadillacs y Mercedes y las casas, los apartamentitos se van a convertir en casas grandes, lujosas, para gloria del Señor.

Ahora, no perdamos el amor al Reino de Dios, eso sí. Porque Dios prospera a su pueblo. Nuestros hijos serán mejores que nosotros, más espiritualidad y más prósperos, más bendecidos, más pensantes que nosotros. Estamos sembrando para el futuro.

Por eso les digo, siembren para gloria de Dios, siembren a largo plazo, siembren con una visión. Las iglesias no pentecostales usted ve que edifican templos de 40, 60 millones de dólares. Nosotros tenemos que estar arrancándole a la gente cada centavito para edificar un templo que por la gloria del Señor lo edificamos, porque él nos da sabiduría, pero ese templo costaría una fortuna. Pero dónde está? Los incrédulos, tienen más de la unción de Dios que nosotros? Los que solamente conocen una parte del Reino de Dios pueden hacer más que los que tienen la totalidad del Reino de Dios? es imposible. Algo anda mal.

Y por eso es que tenemos que decirle, Señor, ten misericordia de nosotros. Ayúdanos a pensar en la manera en que razona tu palabra. Hasta aquí me están siguiendo? He dicho algo escandaloso o falso? Yo no creo.

Eso es lo que yo quiero, hermanos, que la gente entienda por qué yo hablo como hablo, pienso como pienso y practico la vida cristiana como la practico. Se requiere una espiritualidad sana, balanceada, una espiritualidad que tiene pasión y unción pero que también aprovecha la razón y aprovecha la sabiduría que hay en la palabra de Dios, piensa con cordura, se vale de todo los principios que encierra la Escritura, y no solamente de la parte más sabrosa y más llamativa. Balance. Conoce la palabra y sabe cómo coger un tema y desglosarlo a la luz del Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento, sabe pensar teológica, sistemáticamente.

Y no solamente se pega de un versiculito y con eso pretende manipular a Dios y forzarlo a hacer lo que uno quiere que él haga. Estamos con el pedacito de papel al Señor, mira, aquí está… no, leíste todo lo demás que yo dije en la Biblia? Y por eso nuestras oraciones a veces no son efectivas. Y por eso hablamos, hablamos y hablamos y no hay producto porque estamos falseando, violentando la palabra de Dios.

Mi metodología pastoral busca un sano balance entre ambos extremos. Por eso es difícil de entenderla. Los súper espirituales no saben porque dicen, no, este hombre no es pentecostal, esta iglesia dice… pero no son pentecostales porque están acostumbrados a un tipo superficial de razonamiento espiritual.

La gente súper espiritual no va a entender a León de Judá. Y algunos están en nuestra iglesia, lo digo con honestidad delante del Señor. De paso, qué es una persona súper espiritual? Yo diría de esta manera, alguien que solo pone atención a lo supuestamente, a lo superficialmente espiritual y no matiza sus juicios y decisiones con la prudencia, la totalidad de la palabra, la observación del comportamiento humano y de las reglas de la convivencia humana, el sentido común, la reflexión teológica. Todo es espíritu, espíritu, espíritu. Y yo no sé, pero si hay alguien aquí que es espíritu, espíritu, espíritu, es un fantasma y lo vamos a reprender en el nombre de Jesús y lo vamos a mandar al lugar de donde vino. Porque yo creo que aquí tenemos, cuerpo, mente, intelecto, espíritu, todo ahí metido en ustedes.

Y esta es una iglesia espiritual pero también es una institución y hasta ahora Dios no nos ha hecho solamente espíritu. Tenemos un edificio, hay que meterle calefacción y aire acondicionado en el verano, y sudamos y una cantidad de cosas que no nos gustan pero son la realidad, somos humanos.

Entonces, la persona súper espiritual como que ignora el cuerpo, ignora la carne y cree que todo es espiritual, espiritual, espiritual. De paso, me gusta esa imagen de cuando Jesús resucita que él llega ante los discípulos… yo prediqué alguna vez acerca de eso en un domingo de resurrección, y creen que es un fantasma. Y el Señor les dice, hey, búsquenme por ahí un pescadito frito con dos tostones, vamos a ver qué pasa? Y el Señor coge ahí el cuchillo y se mete su pescado y su poquito de ensalada y ellos ven que le entra y no se le sale como a Casper, the friendly ghost, por todas partes. Y dicen, miren a ver si un espíritu hace eso?

En otras palabras, era un cuerpo, el cuerpo del Señor era un cuerpo real, él no era un fantasma que está flotando con una bata que le llega hasta los pies. No, el Señor es cuerpo. Allá arriba, en el cielo, él tiene un cuerpo glorificado y todavía tiene las marcas de la cruz en él. Porque es que la iglesia no es un fantasma simplemente, no es una cosa desencarnada, encarna en la realidad. Es una corporación, es una institución legal, es una escuela de enseñanza, es un lugar de disciplina, de confrontación. Hay que pagar biles, es una realidad. Y los principios del Evangelio tienen que encarnar en ese cuerpo.

Pero la gente súper espiritual solamente vive allá en los aires, con dos alitas supuestas, volando por la estratósfera y queriendo servicios que sean simplemente espirituales, entre comillas. Y cuando se confrontan con el orden y la disciplina, y el sistema no saben qué hacer con ello.

Hay silencio total. Yo veo hermanos en la iglesia de Jesucristo que han caído en este error de la súper espiritualidad. Quieren agradar al Señor tanto que se vuelven místicos y todo es espíritu, profecía, dones, éxtasis, transes, revelación, santidad superficial, y se olvidan de las consideraciones prácticas del Evangelio, de las limitaciones del matrimonio, la familia, la vida congregacional, las limitaciones del cuerpo físico, los deberes del trabajo, las obligaciones cotidianas. Usted entiende?

Una esposa, por ejemplo, tiene hijos, tiene un esposo al cual darle cuenta y viceversa, pero si esa esposa… no, yo tengo que servir al Señor, y llega todos los días a la casa a medianoche porque estaba predicando el Evangelio y yendo a la clase de discipulado, y preparándose para el ministerio, y cuando llega a la casa lo que encuentra es un esposo malhumorado, deseoso de divorciarse de ella, echando pestes del Evangelio, porque dónde está mujer cuando la necesita? Y los hijos manga por hombro y la casa toda desordenada, porque ella supuestamente está sirviendo al Señor. Hay que ser prudentes, hermanos. ¿Sí o no?

Hay que pensar con cordura. El Evangelio tiene que aterrizar sobre la tierra. Y eso no lo empobrece, al contrario, impacta la tierra. Entonces, la sal para salar tiene que mezclarse con la sustancia. Si está afuera solamente siendo sal, y no se mezcla, no sala. ¿Sí o no? Al buen entendedor pocas palabras bastan.

Como dice el Señor, el que tenga oídos para oír, oiga. Hay muchas iglesias que todo es servicio para acá, servicio para allá. Siete días a la semana servicio para que la gente no tenga tiempo para pecar. Pero ¿Saben qué? Eso es lo contrario. La carne no se mata así tan fácilmente, y por eso hay divorcios, escándalos en la iglesia, jóvenes que no quieren saber del Evangelio, poco producto porque no se está poniendo atención a las demás cosas de la vida. Necesitamos una espiritualidad balanceada, una espiritualidad sana, una espiritualidad bíblica.

Hay creyentes que viven testificando en el trabajo, todo el tiempo que están en el trabajo. Testificando, porque supuestamente hay que predicar el Evangelio en todo tiempo. Y qué consiguen con eso? Se acarrean la mala voluntad de la gente, la condenación de los jefes, y un slip de despedida. Y luego le echan la culpa a los incrédulos, en vez de su propia falta de prudencia y de sabiduría.

Si usted está trabajando, trabaje. Y de vez en cuando, en su hora del almuerzo, pues, predique. Pero de qué le sirve a usted estar predicando y robándole dinero a su jefe? Ese hombre no cree ni en la luz eléctrica, así él no va a entender eso. Mejor dele lo que él le está pagando, sea el mejor trabajador posible y eso va a hacer de testimonio a él y a todos los que están alrededor de usted. Amén.

Hay una espiritualidad, hermanos, que no juzga las cosas como es debido. Y lo que nosotros buscamos es una espiritualidad balanceada, coherente, armoniosa, sólida y eso es lo que tratamos.

Ya prediqué el sermón y todavía me falta el texto que les dije que iba a examinar. Denme un momentito más. En este pasaje, en Primera de Corintios 14, tenemos un ejemplo de una sana sabiduría como caracterizaba al Apóstol Pablo.

Qué pasa en este pasaje? Había una controversia entre los corintios. Los súper espirituales decían, no contristemos el espíritu, démosle total libertad a los dones en el culto, métele allí hasta que explote el lugar. No se apuren, vamos para adelante, vamos hacer de todo aquí, porque esto es el espíritu. Que todo el mundo hable en lenguas con libertad y haga lo que sienta en el espíritu supuestamente, según los dirija el espíritu.

Entonces, cada culto era una cuestión…no había orden, no había coherencia. Porque si hay coherencia eso no es del espíritu supuestamente. Si hay una hora de comenzar, si hay un servicio bien organizado, eso supuestamente no es del espíritu. Y eso parece que estaba causando tensión en Corinto.

Pero había otros en la iglesia que quizás eran más sabios y más prudentes, más pensantes, que notaban que llegaban visitantes a la iglesia y salían disgustados. La gente entraba, pero no venía. La iglesia con mucha profecía, mucha cosa pasando, pero no crece, no prospera, no puede pagar los biles, porque no puede comprar un templo, están rentando un edificio por allí en un lugarcito pequeñito, donde nadie ni siquiera sabe que está la iglesia, y no hay progreso, a pesar de que supuestamente está pasando todo eso, mucha lengua, mucho hablar, mucha cuestión.

Esos visitantes salían disgustados, enajenados por lo que percibían como una falta de orden y armonía en los cultos cristianos y un sentido de que no sabemos lo que está pasando aquí. Un lenguaraje solamente pero no hay nada con lo cual nosotros podamos identificarnos.

Yo pienso que quizás por un momento, por un tiempo, todo el mundo en la iglesia disfrutó de ese desorden, de ese ambiente sabrosón de mucha intensidad. Pero a lo largo del tiempo se fueron dando cuenta que esa espontaneidad desaforada, estaba más bien empobreciendo la obra evangelística de la iglesia. En vez de bendecir a la gente y de que hubiera crecimiento, la iglesia estaba compuesta de un club élite, de unas cuantas personas que como los borrachos, hablaban entré sí y se entendían pero nadie más alrededor de ellos podía entender lo que estaban diciendo.

Porque esto es bien importante, hermanos, la obra a largo plazo de la iglesia requiere unos parámetros estratégicos, hay que entrar en una forma estratégica de actuar. No es solamente el momento, sino hay que pensar a largo plazo, cómo podemos conquistar nuestra ciudad, cómo podemos conquistar a los jóvenes y retenerlos, cómo podemos impactar la casa de gobierno, cómo podemos hacer un cambia, una mella en este mundo gobernado por el diablo.

Entonces, había esta lucha en la iglesia de Corinto, le enviaron un correo electrónico a Pablo, y le dijeron, Pablo, danos un consejo acerca de esto. Y Pablo les escribió y les envió el Capítulo 14 de Primera de Corintios para aconsejarlos pastoralmente.

Y entonces Pablo los llama en esa enseñanza a ser maduros en el modo de pensar y eso es lo que falta entre tanto creyente pentecostal, madurez, complejidad, balance, sobriedad. Y estoy hablando como un pentecostal. Por eso, de paso, hermanos, les digo, muchos no entendían a Pablo, en Corinto mismo, y no aceptaban su apostolado.

Lo comparaban con otros súper Apóstoles, con esa espiritualidad mística, llamativo, y cuando Pablito iba allí a enseñarles un estudio bíblico, un sermón expositivo, con tres puntos, decían, ah, no, pensábamos que era otra cosa. Tanto que se habla de Pablo y mira aquí dando un estudio bíblico. Nosotros queremos carne roja, queremos que se le cae la gente, que hablan con una voz estruendosa, que se comen los niños crudos. Eso es lo que quería la gente.

Entonces venía Pablo, maestro, pastor, plantador de iglesias, pensador estratégico, teólogo, inspirado por el Espíritu Santo, a instruir, a enseñar a edificar, y decían, eso no lo queremos. Queremos un plátano con dos chuletas fritas encima y no nos vengan con todas esas cuestiones.

Y eso molestaba. Porque hay muchas veces hermanos, la gente confunde, creen que unción es todo este levantar polvo. Y eso es necesariamente unción, eso es manipulación muchas veces. A veces, sí lo es. Yo creo, hermanos, yo creo en los dones del espíritu, yo creo que muchas veces Dios nos motiva, nos mueve a poner a un lado un sermón y todo lo demás y simplemente meter mano espiritualmente. Pero eso no puede ser la práctica de todos los domingos.

La vida es mucho más compleja que eso. La vida de iglesia tiene miles de años en la tierra y necesita algo… edificación, enseñanza, celebración de las cosas que Dios está haciendo en el pueblo de Dios. No siempre puede ser parranda todo el tiempo. Eso cansa a cualquiera, le quema el sistema nervioso al más bonito, hermanos.

Largo de explicar, pero Pablo sufría de ese problema, que decían, no, este hombre no es ungido. Queremos los grandes Apóstoles. Para edificación suya, déjeme leer solamente dos versículos, Segunda de Corintios 10, versículo 10 al 13. Por eso les digo esto es enseñanza, esto no es para que usted se vaya a la casa con el sistema nervioso quemado. No, el cerebro quemado pero no. Dice Pablo aquí:

“…Porque a la verdad dice la gente, las cartas son duras y fuertes ─ hablando de Pablo, ─ más la presencia de él es débil y las palabras menospreciables ─ como que no hay nada admirable en la palabra de Pablo ─ …esto tenga en cuenta tal persona que así como somos en la palabra por carta, estando ausentes, lo seremos también en hechos, estando presentes, porque no nos atrevemos a contarnos ni a compararnos con algunos que se alaban así mismos pero ellos, midiéndose así por sí mismos, y comparándose consigo mismos, no son juiciosos…”

Y eso continúa, léase después Segunda de Corintios, Capítulo 11, versículos 3 al 6:

“…Y pienso que en nada he sido inferior a aquellos grandes Apóstoles… ─ él lo dice sínicamente, ─ pues aunque sea tosco en la palabra no lo soy en el conocimiento, en todo y por todo os lo hemos demostrado…”

Pablo está defendiendo su estilo ministerial. Porque es que a través de la historia de la iglesia, siempre ha habido lo mismo. La gente que cree que si hay solamente enseñanza sólida y buena predicación, nutriciosa, que eso no es unción. Lo que la gente quiere es el relajo, muchas veces, en los servicios, hermanos, y si usted le da comida sólida, dicen, no. háblele a la gente de la segunda venida de Cristo, de los demonios, de la sanidad, prosperidad y ellos están felices. Se quedan 4 horas. Pero háblele acerca del fruto del espíritu, de la transformación del yo, de la consagración verdadera al Señor, de todas estas cosas sólidas de la palabra y dicen, otro día te oiremos. No nos interesa eso, eso lo dejamos para los miércoles en la noche. Y no vienen los miércoles entonces.

Es así, la gente es así. La gente quiere pan con mantequilla y mermelada. No les interesa muchas veces la comida sólida de la palabra de Dios y ese es uno de los grandes problemas del mundo pentecostal, y por eso estamos como estamos. Por eso no crecemos y no somos bendecidos. Tenemos que ser más maduros que eso, hermanos.

En el versículo 22 Pablo lleva a la iglesia a la palabra, aquí dice.

“…Así que las lenguas son por señal no a los creyentes sino a los incrédulos, pero la profecía no a los incrédulos sino a los creyentes…”

Si usted examina todo el pasaje de Primera de Corintios Capítulo 14, usted ve a Pablo bregando, okay, qué es lo que dice la palabra? Vamos a entender lo que dice la palabra. Pablo descubre que las lenguas en la adoración congregacional son una señal primordialmente para los que no conocen al Señor, para los visitantes, no para los creyentes. Él está diciendo, lean en la palabra, qué es lo que dice? Para qué son las lenguas? Y cuál es el propósito de las lenguas?

Entonces, aplíquenlo de esa manera. No es para los creyentes, es para los visitantes, es para los que no conocen al Señor. El uso de las lenguas debe reflejar su propósito original, escritural.

Lo que yo quiero que usted observe es el razonamiento de Pablo. Es un razonamiento, valga la redundancia, razonable. Es un razonamiento sobrio. Y así nosotros debemos examinar el uso de los dones también. Pablo está siendo práctico, hermanos, y eso no lo hace menos espiritual.

Si llega la gente de afuera no iniciada en las cosas del espíritu, y ven el desorden dice Pablo, pensarán que estamos locos. Debemos, por lo tanto, matizar el uso de los dones y ajustar a las consideraciones prácticas de la vida institucional a los propósitos del Evangelismo y la conquista del mundo para Cristo.

Mire cómo razona Pablo en el versículo 18 y 19:

“…Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros ─ Pablo es pentecostal, él está anticipándose a aquellos que dicen, no, porque este hombre no tiene unción, no cree en los dones, no está ungido, etc. no, yo hablo en lenguas más que todos ustedes juntos ─ pero en la iglesia,─ digan todos, en la iglesia ─ en la iglesia, en una reunión congregacional como esta, en un tiempo de adoración colectivo, dice, yo prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento para enseñar también a otros que diez mil palabras en lengua desconocida…”

Diga gloria a Dios. pablo está diciendo, miren, no es que yo no crea en las lenguas, al contrario, yo las practico más que todo el mundo, yo creo en su producto, creo en su provecho, pero, hermanos, cuando estamos en una reunión congregacional no es necesariamente el tiempo para tener un lenguaraje sino es un tiempo para edificación del cuerpo de Jesucristo.

Ahora, entiéndame, no estoy diciendo que no sea importante y bueno de vez en cuando hablar en lenguas. Hay veces que el Señor nos dirige en eso. Yo muchas veces sentado allí estoy hablando en lenguas porque necesito fortalecerme en el espíritu. Yo creo en eso. Ahora no diga que el pastor Miranda dijo que ya no se puede hablar en lenguas los domingos en el servicio. No. lo que estoy diciendo es que lo hacemos tiene que estar condicionado por consideraciones de por qué nos reunimos.

Qué es lo que estamos buscando hacer a final de cuentas? Mire, cuando usted practica cualquier don y hay gente alrededor suyo, pregúntese lo que yo estoy practicando, está siendo de bendición para mis hermanos o de piedra de tropiezo? Me estoy sirviendo yo a mí mismo o estoy sirviendo al Señor y a mis hermanos?

Porque de qué me sirve a mi tener una gran parranda y emborracharme y estar escandalizando a la gente, sacándolos del Reino de Dios, creando confusión en su mente y haciendo un espectáculo. A quién glorifica eso sino a mí mismo? Yo estoy diciendo, hey, yo me voy a gozar y todo el mundo que se vaya para el diablo, eso es problema de ellos. Si no les gusta, que no se lo coman. Eso es lo que estamos diciendo. En vez de decir, no, yo lo que estoy haciendo debe bendecir al pueblo de Dios, debe glorificar, de ejemplificar el carácter armonioso, misericordioso de servicio de Cristo Jesús.

Los dones no es para que tu te sirvas a ti mismo, y te llenes a ti mismo. Los dones son para bendición de los demás. Por lo menos, en el contexto congregacional. Ahora, cuando estás en tu casa, cierra la puerta, cierra bien la ventana y grita todo lo que tu quieras, quítate toda la ropa, si tu quieres, desgréñate los pelos. No importa, estás tu y el Señor. Amén. Gloria a Dios.

Pero si tu estás en armonía con los demás tienes que entonces disciplinar tu espiritualidad. Mire, aún Pablo usa la estética para razonar, porque los conocimientos humanos no son extraños tampoco ni foráneos muchas veces, a razonamiento espiritual. Miren los versículos 7 al 9, ya estoy aterrizando, las ruedas de abajo ya pegaron, ahora faltan nada más las de adelante. Dice el Apóstol Pablo;

“…Ciertamente las cosas inanimadas que producen sonido ─ es decir, todas las cosas inanimadas, por ejemplo, una trompeta, un piano, ─ las cosas inanimadas que producen sonidos como la flauta, o la cítara, la guitarra, si no dieren distinción de voces cómo se sabrá lo que se toca con la flauta o con la guitarra?”

Piense en eso. Si hay 17 guitarristas, cada uno tocando su propia tonada, cómo va a saber la gente lo que están tocando? Él dice, no, mire, en el mundo de la estética hay un orden. Entonces dice;

“…y si la trompeta diere sonido incierto en una batalla, quién se preparará para la batalla?”

Si hay 8 trompetas tocando, por allá, por allá y por acá, dónde se reúnen los soldados para defenderse contra el enemigo? Tiene que haber un orden. Y cuando la iglesia se reúne es para la guerra, es para fortalecer a los soldados. Si cada uno está haciendo lo que le da la gana, no hay edificación, no hay bendición. Entonces dice;

“…Así también vosotros si por la lengua no diereis palabra bien comprensible, cómo se entenderá lo que decís? Porque hablaréis al aire…”

Y él sigue con su razonamiento muy interesante. Aprendamos del razonamiento, hermanos, y entonces usted debe aplicar eso a todas las demás áreas. Pablo pone la edificación por encima de todo lo demás. Y esa es una buena pregunta que tenemos que hacernos siempre. En qué manera lo que estoy haciendo supuestamente en el espíritu, edifica a los demás hermanos, a mi familia, mi propia vida, mi crecimiento espiritual? Cómo avanza esto el Reino de Dios? de qué sirve tener una gran fiesta espiritual en el culto si eso conduce al escándalo y a la confusión de los demás.

Dónde está el supuesto provecho? Tenemos que juzgar lo que hacemos a la luz de todos los valores de la palabra de Dios, incluyendo el amor, la misericordia, la compasión, la bondad. Si yo estoy escandalizando a mi hermano, no estoy ejerciendo bondad y amor para con él.

Voy a cerrar la Biblia para resistir la tentación de seguir. Lo último, ahora sí, puedes tocar un poquito para inspirar a la gente. Hay que distinguir el espíritu. Escuche esto, quiero que usted vea cómo estos principios se aplican a muchas diferentes situaciones de la vida.

Vamos ahora, por un momento, a Primera de Corintios, Capítulo 11, cuando Pablo habla acerca de la santa cena y él dice, la santa cena es algo sublime, algo que a través de la cual recordamos el cuerpo y el sacrificio y la cruz de Jesucristo. Y Pablo dice, y hay muchos de ustedes que cuando vienen a celebrar ese hermoso rito, lo que hacen es que vienen a jactarse, porque la santa cena en aquel tiempo era una comida completa, no se crean que era un pedacito de galletita con jugo Welsh. No, eso era una comida total. Ahí había arroz con gandules, pupusas, todo. Pupusas sin carne de res, eran vegetarianas.

Y entonces venían todos a comer juntos y cada uno traía su comida, era un padlock supper, y cada uno traía sus cositas por acá, suponía que todos comían a la misma vez, esperándose, cómo come la gente? Esperándose unos a otros. Cuando usted va un restaurante, cuando le traen a usted la comida primero, usted comienza comer enseguida y los otros esperando ahí, los pobres, a que le traigan la suya? No, usted espera y entonces todos comen juntos.

Entonces, Pablo dice, mire, cuando celebran la santa cena hay muchos de ustedes que vienen aquí y comienzan a comer enseguida y se olvidan de los demás y uno se están jactando de arroz con pollo, y ensalada, y cantidad de cosas buenas, y hay otros hermanitos con una tortillita con sal, y un poquitito de frijoles refritos encima, y ustedes comen y no les importa ese hermanito, en vez de compartir con ellos lo que ustedes tienen.

Y si no llegaron a tiempo, usted viene y come porque usted tiene hambre. Y Pablo dice, eso es un insulto a la mesa del Señor. Porque ustedes no están discerniendo el propósito por el cual se dio, el que ustedes lleven a cabo el ritual no es nada, al contrario, están comiendo y están comiendo veneno porque el amor no está gobernando lo que ustedes están haciendo. Tienen que esperarse unos a otros, tienen que tener misericordia unos de los otros, tienen que honrar el cuerpo de Cristo que fue magullado y molido por misericordia y amor y servicio a los demás.

Y usted no puede comer el cuerpo de Cristo en contradicción a lo que ese cuerpo representa. Y si usted lo hace, hay una contradicción estructural que conduce a enfermedad y a una muerte.

Y yo creo que por eso muchas iglesias, que supuestamente practican los dones, pero no se dejan matizar por los demás elementos de la palabra, están comiendo juicio contra sí mismas y por eso no progresan y no son bendecidas. Porque no lo están haciendo en el espíritu de Jesucristo y de la palabra de Dios.

Ahora, si usted conoce toda la palabra, todo el consejo, y busca aplicarla toda, incluyendo los dones, entonces esos dones van a bendecir y van a hacer prosperar a la iglesia y a la gente que los practica.

Usted ve cómo el razonamiento de la palabra es tan real, tan verdadero? Y yo podría tomar cualquier texto de la Escritura, o cualquier situación humana y conjugarlo y examinarlo a la luz de los elementos de la palabra del Señor y uno podría ver claramente cómo estos principios son universales. Úselo en su vida. Cómo mi espiritualidad está bendiciendo a mi familia? Cómo mi testimonio está bendiciendo al trabajo donde yo practico mi trabajo? Cómo mi testimonio es de edificación? Cómo mis dones, que Dios me ha dado, resultan en avance para la iglesia, en edificación para los demás, en la conversión de los incrédulos y en la edificación del cuerpo de Jesucristo? Esa es la pregunta.

Y eso es lo que yo llamo espiritualidad sana y balanceada. Que el Señor nos bendiga. Vamos a ponernos de pie, hermanos. Vamos a examinarnos cada uno como dice el Apóstol Pablo, cada uno examínese a sí mismo antes de participar de las bendiciones del Señor.

Yo le pido al Señor, Padre, ayúdame a mí, ayuda a esta iglesia, ayuda a nuestro liderazgo espiritual, a reflejar la armonía y la coherencia de tu sana palabra. Danos espíritu de entendimiento, espíritu de cordura y de sabiduría en todo lo que hacemos. Y que en todo, Señor, podamos ejemplificar y expresar el carácter de Cristo Jesús. Eso es lo que pedimos para esta iglesia, y para este pueblo al cual bendecimos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Amén.

Hermanos, que la gracia del Señor sea con ustedes. Amén.

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Viviendo conforme a la agenda de Dios

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Todos saben que fuimos creados con un propósito ¿verdad? Fuimos creados con un propósito y ese propósito lo vamos a cumplir en el nombre de Jesús. Estamos caminando en ese propósito? Estamos caminando en el propósito para el cual fuimos creados? O estoy caminando en mi propósito personal?

En esta noche vamos a estar hablando un poquito acerca de lo que es caminar en el propósito del Señor. Y yo creo que este es un tiempo maravilloso para nosotros. Caminar en lo que es la senda antigua, en lo que es la agenda de Dios. Cuántos están caminado en la agenda de Dios? todos, ¿verdad? ¡Aleluya! Yo los felicito. Ya comenzamos bien.

Pues ¿Saben qué? En esta noche vamos a hablar acerca de caminar, de que es tiempo de que nosotros caminemos en la agenda del Padre, porque por mucho tiempo a veces estamos caminando y estamos caminando en nuestra propia agenda. Vamos a ver si en esta noche en cuál agenda tu estás caminando, si en la del Padre, o en la propia tuya. Y para esto vamos a ir a nuestras Biblias y vamos al Libro de Mateo Capítulo 6, y vamos a comenzar en el verso 24. Vamos a leer esta pequeña porción completa porque dijimos que era refrescar nuestra memoria, ¿verdad? Por eso quiero leerla entera. Vamos a leerla en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo de Dios. Amén.

“…Ninguno puede servir a dos señores porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. Por tanto os digo, no os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber, ni por vuestro cuerpo qué habéis de vestir. No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo que no siembran ni siegan, ni recogen en graneros, y vuestro Padre celestial las alimenta. No valéis vosotros mucho más que ellas?

Y quién de vosotros podrá por mucho que se afane añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen, no trabajan ni hilan, pero os digo que ni aún Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, no hará mucho más a vosotros hombres de poca fe? No os afanéis pues diciendo, qué comeremos o qué beberemos, o qué vestiremos porque los gentiles buscan todas estas cosas, pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Más buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia y todas estas cosas os serán añadidas. Así que no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán, basta a cada día su propio mal…”

Que palabra más tremenda esta. Bendito el Señor. Ustedes saben que los niños tienen agenda. El niño suyo le dice a usted para dónde usted va? O el niño de 3 años, 5 años, cada día le dice, a dónde usted tiene que llevarlo? ¿Verdad que no? los niños no tienen agenda. La palabra dice que tenemos que ser cómo? Como niños.

Si nosotros, dice la Biblia, tenemos que ser como niños, entonces tenemos un papá, ¿verdad? Y ese papá, nosotros estamos diciéndole a él lo que nosotros tenemos que hacer o tenemos que esperar que el papá nos diga a nosotros lo que tenemos que hacer?

Tenemos nosotros que tener la agenda nuestra como niño en este caso de Dios, como hijos de Dios? o tenemos que dejar que él como Padre, diga lo que yo tengo que hacer? Usted es el que le tiene que hacer la agenda a su hijo, ¿verdad? mañana usted va al colegio, después del colegio, usted va a regresar y vamos a ir a tal o cual lugar. Y usted va a guiar su hijo porque él no sabe cómo hacer las cosas de la mejor manera. Quizás el tenga muchas cosas y muchos deseos en su corazón y en su mente, y cosas quiera hacer, pero él no tiene la capacidad para hacerlas porque todavía es muy pequeño.

En el caso nuestro, nosotros no tenemos la capacidad de guiarnos a nosotros mismos. Usted tiene la capacidad de guiarse a sí mismo? Pero nosotros no entendemos esto y siempre estamos haciendo las cosas como yo quiero, como me parece, como yo entiendo que es mejor. Y por eso todo nos sale mal.

Y estamos afanados, y estamos haciendo y trabajo aquí, trabajo allí, y me afano por trabajar y tener hasta 3 trabajos en el día, para poder tener un dinerito. Pues, para que el dinerito me rinda. Y me afano en los estudios, y hago una carrera, y me voy a graduar de otra, y de otra, pero todos esos afanes es para tener más qué? Más dinero.

Todos los afanes, si usted se pone a analizar, el por qué usted trabaja, el por qué usted estudia, el por qué usted hace esto, todo usted lo hace para tener una mejor remuneración. Y nos enfocamos en lo que realmente Dios no nos ha llamado a enfocarnos. Nos hemos estado enfocando en lo económico, en lo material y hemos estado viviendo una vida conforme a nuestros propósitos, no conforme al propósito para el cual hemos sido creados.

Hemos sido creados con un propósito grande y poderoso en el Señor. Pero muchas veces no lo conocemos porque estamos afanando tanto y estamos tan envueltos en las cosas cotidianas de la vida, y en los afanes de qué me pongo, de qué no me pongo, de qué voy a comer, qué no voy a comer, y nos envolvemos tanto en esto que nos hemos olvidado de que Dios nos ha hecho un llamado y que tenemos que responder al llamado que Dios nos ha hecho.

Estamos viviendo conforme a nuestra agenda, a lo que yo creo, a lo que a mí me parece. Y a veces no tenemos tiempo ni siquiera para orar. Y nos pasamos el día trabajando, trabajando, salimos de la casa, no tenemos tiempo para orar. Vamos al trabajo, venimos del trabajo, tenemos un segundo trabajo, a veces venimos a la iglesia y ¿Saben qué? Que a veces estamos hasta afanando en las cosas de la iglesia, pero no estamos dentro de la agenda de Dios.

Usted sabe que hasta dentro de la iglesia nosotros hacemos muchas cosas que a Dios ni le interesa que la hagamos? Porque hay un llamado que Dios te ha hecho que tu tienes que identificarlo y la manera de identificarlo es buscando primeramente qué? El Reino de Dios y su justicia y dice que todas las demás cosas serán añadidas. Pero qué hacemos nosotros normalmente? Buscamos las añadiduras y si tenemos tiempo buscamos el Reino de Dios.

Nos afanamos por todas las añadiduras y si yo tengo tiempo voy a la iglesia. Estoy afanando en todas las cosas y buscando las añadiduras y si tengo tiempo yo podría trabajar en el ministerio, pero no creo que tenga tiempo. Y nos envolvemos en los afanes de este mundo y este país ni se diga. Porque aquí sí que hay afán. Mire que en mi país hay mucho afán, pero este país, si usted se lleva óigame usted no duerme, solo trabaja. Porque este es un país como solo de trabajo?

Entonces, el enemigo está envolviéndonos a nosotros de tal manera que estamos vivienda una agenda que no es la agenda de Dios porque la agenda de Dios dice que hay que buscarlo a él primero y él entonces va a dar todo aquello que tu necesitas. Y eso no quiere decir que te vas a cruzar de brazos. No. eso quiere decir que cuando tu buscas el Reino de Dios, cuando tu buscas su presencia, cuando tu te encargas de entregar toda tu vida al Señor y decirle, Señor, yo quiero que tu hagas conmigo lo que a ti te plazca. Dime qué es lo que tengo que hacer?

Y antes de nosotros tomar algunas decisiones nosotros podamos ir delante del Padre para que él nos diga cuál es la agenda que él tiene para mí. Pero estamos afanados, turbados, preocupaciones van, preocupaciones vienen, porque no hemos tomado esta palabra de una manera seria y contundente.

Dice que si la vida no es `más que el cuerpo? Si Dios nos dio la vida, no nos va a dar para mantener esa vida? Si nos dio el cuerpo nos va a dejar desnudos? No. nos va a proveer el vestido, pero tenemos que buscarlo a él primeramente. Tenemos que nuestra vida rendírsela a él.

Me decía una hermana que estábamos compartiendo esta palabra, me decía, pastora, pero es que mire, la gente trabaja mucho y entonces viene muy cansada y por eso no tiene deseos de ir a la iglesia. Le digo, efectivamente. Pero mira, cuando tu tienes pasión por Dios, no hay cansancio que te haga quedarte en tu casa. No hay cansancio que te impida alabar a Dios, no hay cansancio que te impida a ti reconocer su señorío, su grandeza. No hay cansancio que te impida a ti entender que Jehová es Dios.

Bendición el nombre del Señor. Pero ¿Saben qué? Hace falta pasión. Hace falta entrega. Hace falta que nosotros entendamos que Reino de Dios es la primero que tenemos que buscar. Si saliste del trabajo, guau, vete a la iglesia que Dios te va a dar descanso ahí. Bendito el nombre del Señor.

Y le decía, óyeme, allá en nuestra iglesia los martes tenemos culto, tenemos dos cultos. Y hay personas que vienen del otro lado de donde nosotros estamos, tienen que cruzar puente, y duran una hora y hasta hora y media en un …, aquí no sé cómo le dicen, tapón, ¿verdad? Allá le decimos tapón, y aquí le decimos el tráfico. Una hora y media de tráfico y esa gente llega a la iglesia y tenemos dos cultos y llegan cansados y van directito y se van al primer culto de las 6:30.

Y salen de ahí gozosos en el Señor porque la presencia de Dios se lleva el cansancio, se lleva la enfermedad, se lleva toda turbación, todo lo que te preocupa. Oye, se lo va a llevar la presencia del Señor. Bendito el nombre de Jesús pero tu le estás dando a Dios la prioridad en tu vida.

Por que no es que no trabajes, pero que entiendas que Dios está primero. Que yo tengo que buscar primeramente a Dios. Señor, qué es lo que tu quieres? Jesús iba predicaba, y hacía y luego que recorría toda la tierra, y empezaba a predicar, y ¿Saben qué? Jesús iba y se apartaba a orar al Padre. Es como quien dice, Padre, y ahora qué sigue?

Y es lo que Dios quiere en esta noche que nosotros entendamos. Tenemos que buscar a ver cuál es la voluntad de Dios. Señor, para qué tu me creaste? Tu me creaste para yo venir a trabajar a esta tierra y solo para trabajar? Tu me creaste para yo venir y hacer y obtener 5 títulos universitarios? Para eso tu me creaste? Para qué fuimos creados?

Fuimos creados por un propósito y es de servir a Dios, es de rendir nuestra vida al Señor, y luego de ahí, entonces, Dios va a cumplir cada uno de tus proyectos y propósitos, Dios los va a cumplir.

Sabe por qué no hemos visto la gloria de Dios en nuestras vidas? Porque hemos invertido la palabra. Hemos estado caminando conforme a nuestra agenda. Hemos estado haciendo lo que a mí me gusta, lo que me complace. Yo me siento bien haciendo esto. Y hemos vivido una vida tranquila y vengo a la iglesia, y alabo al Señor, y glorifico a Dios y todo está bien, pero todo me sale mal.

Por qué? Porque Dios no te creó para que te afanes tanto, porque de esos afanes él dice que él sabe que tu lo tienes, que tienes esa necesidad y que él te la va suplir. Dios te va suplir tus necesidades. No importa qué tan grandes sean. Él es fiel y él te creó y así como te creó, así él te ama. Y tiene cuidado de ti. Pero tienes que entender que tienes que caminar conforme a la agenda de tu Padre, no puedes caminar conforme a tu agenda.

Yo duré mucho tiempo caminando en mi propia agenda. Y todo me salía mal. Por qué es que todo sale mal? Cuando usted invierte la palabra, todo le va a salir mal. Y aunque algo parezca que le salió bien, usted va a concluir diciendo, no era así.

En esta noche qué es lo que yo quiero refrescar en su mente? Que tenemos que caminar conforme a la agenda que Dios ha planificado para nosotros. La palabra en Filipenses 4:6 dice:

“…Por nada estéis afanosos…”

Si usted se pone a hablar con cualquier cristiano, usted se da cuenta que eso no es afán, eso hay que llamarlo un chin más. La gente vive con un desosiego y un cansancio y un agotamiento pero no es para menos. Sabe que cuando tu andas en la agenda de Dios tu descansas. Sabes que cuando tu dejas que el Espíritu Santo sea quien te guie llega un momento en que tu te das cuenta que no eres tu?

A veces, los hermanos me dicen, pastora, pero usted sí trabaja? Y cómo es que usted logra hacer tantas cosas? Y entonces ahí yo me doy cuenta que no soy yo que lo estoy logrando, que es Espíritu Santo. Porque con mi fuerza yo no iba a poder lograr hacer todo lo que pude hacer en ese día. Cuando nosotros dejamos que sea Dios quien dirija nuestra agenda, óigame el tiempo nos va a rendir. Y todas las cosas van a salir tan perfectamente que usted se va asombrar. Y usted va a decir, pero por qué no lo hice antes?

Pero tenemos que entender que dice la palabra que por más que tu te afanes, tu no vas a añadir un codo a tu estatura. Cuántos años tienes afanando y dónde estás? Has podido lograr lo que has querido? Verdad que no lo has podido lograr?

Pero en esta noche yo te hago un reto. Empieza a caminar en la agenda de Dios y yo te aseguro que todo lo que tu has deseado lo vas a ver antes de que tu te lo imagines, va a llegar a ti. Te va a sorprender. Las bendiciones de Dios te van a sorprender. Bendito el nombre de Jesús. Te van a sorprender las bendiciones de Dios.

Porque vas a estar caminando en obediencia, y dice la palabra que cuando tu obedeces, las bendiciones qué hacen? Te alcanzan las bendiciones.

Nosotros tenemos que decirle al Señor, Señor, yo estoy cansada de trabajar y de vivir conforme a mi agenda, yo quiero saber cuál es tu voluntad en mi vida. Yo quiero saber para qué tu me llamaste, para qué me creaste, con qué finalidad tu me creaste, qué era lo que tu querías que yo hiciera? Yo estoy dispuesta a hacerlo.

Pero hay cosas que vas a tener que dejar. Hay cosas que vas a tener que soltar. Muchas cosas que tienes en la mano, que le estás haciendo porque tu quieres, no porque Dios te ha dicho, la vas a tener que soltar, y te va a doler. Porque andar en la agenda de Dios cuesta. Porque eso significa, ¿Saben qué? Negarme a mi misma. No hacer lo que yo quiero hacer sino lo que Dios quiere que yo haga. Y eso sí que duele.

Porque yo quiero tres trabajos, y Dios me está diciendo que es uno solo. Pero ¿Saben qué? Que con ese solo trabajo Dios te va a bendecir de tal manera que vas a recibir más de lo que recibes con los tres trabajos que estás haciendo. Dios te va a bendecir. Dios va a bendecir tu vida de una manera especial porque vas a entrar dentro de su agenda y todo lo que te falte Dios lo va a añadir.

No vas a tener ni que salir a buscarlo. Dice que todo lo que tu desees va a llegar. Por qué las cosas no están llegando? Porque estamos caminando conforme a nuestra agenda. Yo pasé mucho trabajo cuando estuve caminando en mi agenda. Porque Dios me decía, es por aquí, y yo decía, pero es que por aquí es que me gusta. Y el Señor, pero es que por aquí es que te quiero. Señor, pero esto se ve mejor. Porque yo lo veía con mis ojos.

Y entonces, yo llegó un momento cuando llegó la ansiedad porque ¿Saben qué? Que los afanes producen ansiedad, los afanes producen depresión, los afanes producen tormento. Tu vives atormentado, tu no tienes paz. Cuando estás afanado no hay paz en tu corazón. Pero si tu vas a Filipenses 4, del 6 al 7, dice:

“… Por nada estéis afanosos y no sean conocida vuestras peticiones delante de Dios con acción de gracia, dando gracia al Señor, y dice, que la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento guardará vuestro corazón en Cristo Jesús…”

Por qué no sentimos paz? Por qué estamos siempre preocupados? Porque no hemos aprendido a descansar en el Señor. Cuando tu andas en la agenda de Dios tu descansas en él y sabes que todo lo que va a pasar va a suceder bien.

Recuerdo a veces en momentos donde estaba bien ansiosa, muy preocupada y con mil cosas. Quería hacerlas todas el mismo día. Y pensaba, Señor, voy a hacer esto, voy a hacer, y voy a hacer y voy a hacer. Y cuántas cosas voy a hacer? Y al fin y al cabo si hacía dos era mucho, de las 10 que tenía. Cuando empecé a andar en la agenda de Dios, entonces pude experimentar que el tiempo me rinde, porque Dios va poniendo cada cosa en su debido orden y tu te sorprendes y dices, guau, que maravilloso, el tiempo rinde, las cosas te llegan, lo que tu tenías en tu corazón, lo que anhelabas aparece alguien y te lo trae y tu dices, guau, pero Dios es tremendo.

Porque cosas insignificantes que tu tenías ahí, que no se las dijiste a nadie, Dios viene y envía uno de sus emisarios aquí en la tierra, uno de sus angelitos aquí en la tierra y va y te lo llevas, y tu dices, guau, Dios.

A veces tengo deseos de comerme cualquier cosa sencilla y se aparece alguien, pastora, mire lo que le traje. Yo dije, guau, Padre, tu eres tremendo, tu eres maravilloso. Y tengo que alabarlo, y tengo que gozarme porque en cosas tan sencillas que él no tenía ni que contestármelas, yo la quería pero si él no me la quiere contestar, yo no me afanaba. Pero es para que nosotros veamos lo tan pendiente que él nos tiene.

Es para que nosotros entendamos el cuidado tan especial que él tiene con nosotros. Y si nosotros entendiéramos esto, nos afanáramos menos o no nos afanáramos, si nosotros entendiéramos cuán preocupado por así decirlo, está Dios por bendecirnos.

Tu sabes que Dios está más ansioso por bendecirte que tu por recibir bendición? Lo único que él está esperando es que tu comiences a caminar en su agenda, que tu comiences a buscar su reino, su voluntad, su perfecta voluntad, qué es lo que tu quieres que yo haga? Cuando tu te metes dentro de la voluntad del Señor, óyeme, las cosas te van a salir bien, las cosas te van a llegar. No tienes que preocuparte, no, las cosas… dice la palabra, que te van a llegar.

Pero no podemos servir como dice la Biblia, a dos señores. O servimos a Dios o servimos a las riquezas. Porque todo nuestro afán es por tener dinero, por vivir cómodo, por tener profesión, por tener título y decir que tengo títulos. Y no estoy en contra de los títulos, líbreme Dios, y no estoy en contra del dinero, líbreme Dios, todo eso es bueno. Pero eso no debe ser nuestra prioridad.

Porque afán significa trabajo forzoso, trabajo penoso, significa ansiedad. Cuando usted está ansioso usted vive en tristeza, usted vive con una amargura. Y usted, cómo tu estás? Ahí, entre dos. Por allá decimos, entre [inaudible].

Y usted como que la vida, como que no le tiene ningún sentido, no le ve sabor a la vida. Pero mire, cuando usted vive en la agenda de Dios, la vida tiene sentido, y mientras más usted trabaja para el Señor, usted como que tiene más deseo de seguir trabajando, y usted sigue haciendo, y usted se goza y la vida es un continuo gozo.

Cuando usted decide servir al Señor, cuando usted se apasiona de Dios, cuando su deseo es agradarle por encima de todas las cosas, cuando su preocupación es adorarle, servirle, no me importa que yo esté cansado, yo voy a ir a la iglesia. No me importa qué tenga yo, pero yo tengo que ayunar, porque ¿Saben qué? Hay veces que ni nos gusta ayunar. Eso es come, come, y seguimos comiendo. Y no paramos de comer. Bendito el Señor.

No nos gusta ayunar. Por qué que la comida es tan buena y entonces el día que usted dice que va a ayunar, alguien que no le brinda nunca nada, le dice que lo va a llevar a un desayuno. Eso es así, yo no sé si usted le ha pasado. A mí me ha pasado. Y le brindan ese día lo que a usted más le gusta. Yo no sé pero es una cosa como mandada, como dicen. Todo lo que a usted le gusta, ese día se lo presentan. Y alguien que nunca le había brindado nada, ese día se aparece y le brinda.

Y nosotros decimos, bueno, imagínate, este nunca me ha brindado nada, tengo que aprovechar esto. Y ahí mismo rompe el ayuno. Pero no es posible, no puede ser, ni debe ser. Nosotros tenemos que aprender a agradar a Dios por encima de todo.

Me gusta comer pero yo voy a ayunar porque yo quiero estar más cerca de Dios, yo quiero que Dios hable a mi vida. Yo quiero que Dios haga algo en mi corazón. Y empezar a pedirle al Señor que queremos estar más cerca de él.

Bendición el nombre de Jesús y orar, orar, oh, pero nosotros oramos y vamos 5 minutos y nos arrodillamos y ¿Saben qué? Que en esos 5 minutos, saben lo que hacemos? Señor, Padre, yo quiero la jeepeta, Padre, yo quiero una casa. Mira, que yo necesito un apartamento, Dios mío. Señor, mira, un trabajo nuevo. Yo necesito otro trabajo porque este trabajo no es suficiente. Señor, mira… en el nombre de Jesús amén.

Usted cree que eso es posible? Somos crueles con Dios. Sabes, somos crueles. No nos presentamos a decirle gracias por lo que me has dado, Señor, gracias, tu eres bueno. Gracias por tus bondades y no tomamos un tiempito de acción de gracias. Eso es inmediatamente, nos arrodillamos eso es pedir, pedir y pedir.

Recuerdo la anécdota de algo, de unos ángeles que eran dos ángeles, uno llevaba las peticiones a Dios y el otro le correspondía llevar la acción de gracias a Dios. y el que llevaba las peticiones se pasaba todo el día sube y baja, sube y baja, sube y baja, y el de la acción de gracias, sentado en una esquina esperando. Y el otro ya estaba agotado, ya estaba cansado, y le dice, pero, qué es lo que tu haces? Yo estoy subo y bajo y tu sentado ahí? Estoy esperando a que alguien venga a darme una acción de gracias para llevársela al Padre, pero no ha venido nadie.

Porque nosotros no acostumbramos agradecerle al Señor por lo que nos ha dado. Nos pasamos la vida pidiéndole a Dios y no dedicamos un tiempo para hacer agradecidos con nuestro Dios. y cuando tu eres agradecido de Dios es porque realmente tu lo amas y tu anhelas que él siga contigo y siga bendiciéndote.

Y es algo que nosotros tenemos que aprender. Es parte del reino, aprender a dar gracias, porque cuando tu das gracias tu eres justo. Y el Reino de Dios es justicia, hasta agradecer a la gente que te ayuda, que te extiende la mano, eso es justicia. Por eso tenemos que buscar el Reino de Dios y su justicia. Todo lo que es justo tenemos que practicarlo. Pero tenemos que enfocarnos en Dios, en qué es lo que Dios quiere que yo haga, qué es lo que Dios quiere para mí. Señor, para qué me creaste? Dios nos creó con un propósito determinado y nosotros estamos haciendo muchas cosas fuera de lo que es el propósito de Dios. y estamos afanados haciendo y haciendo inclusive dentro de la iglesia, estamos en 10 ministerios y a Dios quizás ni le interesa en 9 de esos, nada más le interesa uno solo.

Queremos hacer cosas, es tiempo de que nosotros nos detengamos y volvamos a Dios. Volvamos a decirle al Señor, Señor, qué es lo que tu quieres que yo haga? Señor, para qué tu me creaste? Qué es lo que tengo que hacer para ti? porque nos afanamos mucho en todas las cosas y no vamos a preguntarle al Señor realmente qué es lo que él quiere.

Y estamos haciendo lo que queremos no lo que él quiere. En esta noche, yo te hago un llamado a reflexionar y a ver realmente buscando la dirección de Dios, qué es lo que Dios quiere que tu hagas? Señor, cuál es tu agenda para mi vida? Yo quiero que tu me muestres tu agenda, no quiero caminar en mi agenda porque todo lo daño. A veces Dios lleva las cosas muy bonitas, y nosotros venimos y nos ponemos a hacer cosas y dañamos lo que ya Dios ha hecho. Porque no le preguntamos, porque no le pedimos dirección para hacer algo.

Todo lo que tu vayas a hacer tienes que ir a la presencia del Señor. Y decirle, Señor, esto es lo que tu quieres para mí? Señor, tu estás de acuerdo con que yo haga este negocio? Tu estás de acuerdo con que yo vuelva y haga una carrera? Tu estás de acuerdo con que yo me case con ese hombre? O con esa mujer, tu estás de acuerdo con eso?

Que en todo lo que nosotros vayamos a hacer busquemos la dirección de Dios, busquemos cuál es la voluntad de Dios. No cuál es mi voluntad ni qué es lo que yo quiero hacer. Qué es lo que Dios quiere que yo haga? Porque eso es lo que te va a bendecir, eso es lo que va a bendecir tu vida. Bendito el nombre del Señor.

Esto es un tiempo donde el enemigo está tratando de desenfocarnos. Sabe, y si te desenfocas pierdes. Y fue algo que Dios me hizo entender. Cuando nos desenfocamos del propósito de Dios, perdemos y tenemos la historia de David. David cuando va a llevarle alimento a sus hermanos, uno de sus hermanos se levanta y dice yo sé a qué tu has venido. Yo me imagino diciéndole cuántas cosas.

Tu viniste a burlarte de nosotros, tu viniste… yo me imagino cuántas cosas le dije este hermano a David. Y David le responde, y ahora qué hice? Ese ‘y ahora qué hice?’ Parece que ellos estaban acostumbrados a decirle a David y a levantarle calumnias y David en este momento dice, y ahora qué hice? Porque a lo que vine fue a traerle comida. Eso es malo? Sí, yo sé a qué tu has venido. Viniste a ver… y David sabe qué hizo? Siguió su camino. No le guardó rencor porque si le guarda rencor, entonces David, dice, oye, le vengo a traer comida y mira con lo que me sale. Me voy a ir y no voy a dejar y me voy.

Pero David no le guardó rencor. David no tomó eso en cuenta porque él estaba enfocado en el propósito de Dios. Él dijo, oye, el hermano hablando y él va y sigue, como que lo ignora. Y va le pregunta, oye, que le vas a dar al que le arranque la cabeza a ese gigante, qué es lo que le vas a dar? David estaba enfocado en el propósito de Dios. David estaba, óyeme que nada ni nadie podía desenfocarlo del propósito para el cual Dios lo había llamado en ese momento.

Y entonces sigue hacia adelante y enfrenta a aquel gigante y le arranca la cabeza. Por eso, no deje que los afanes te desenfoquen del propósito de Dios. No dejes que los afanes te hagan salir de la agenda de Dios. Mantén tu mirada en cuál es el llamado que Dios te ha hecho para que puedas derribar los gigantes que están impidiéndote crecer. Esos gigantes que están impidiendo que tu puedas ver la voluntad de Dios. Esos gigantes que están impidiendo que tu puedas arrebatar las bendiciones que ya Dios determinó para ti.

No puede dejar desenfocar por los afanes de este mundo, porque Dios trae cosas grandes para ti. Dios te va a dar galardones grandes cuando tu le arranques la cabeza a esos gigantes que están tratando de impedir tu vuelo. A esos gigantes que están tratando de impedir que tu puedas crecer en Dios, que puedas desarrollarte. Cuáles son esos gigantes? El trabajo, la universidad, cuál es el gigante que tienes que arrancarle la cabeza para que entonces las bendiciones de Dios puedan llegar a tu vida?

Es momento de que nosotros entendamos cuáles son las cosas, los afanes que nos están desenfocando de buscar el Reino de Dios. Porque hasta que no nos enfoquemos en ese reino, no nos enfoquemos en esa presencia, no nos enfoquemos en esa voluntad de Dios, las cosas no nos podrán salir como nosotros anhelamos.

Sabe, desde que determiné andar en la agenda de Dios y a veces como que uno quiere salirse, porque a veces uno quiere salirse, a veces hay cosas que dicen, oye, pero cualquiera… pero hay que tener cuidado porque entonces lo que tienes lo vas a perder. Mejor es uno mantenerse y decir, Señor, hay veces que le digo, Espíritu Santo, no me sueltes, no me dejes hacer lo que quiero hacer, no me dejes, y se lo pido con ansiedad al Espíritu Santo, no me dejes hacer lo que yo quiero. Porque todo lo daño.

Yo no sé si a usted le ha pasado, pero Dios va muy bien y uno viene y lo daña desde que uno quiere andar en la agenda de uno, uno lo daña. Y le pido al Espíritu Santo, no me lo permitas, no me lo permitas. Y cuando veo que tengo muchas situaciones que quieren agobiarme, inmediatamente veo como un bombillito rojo que me dice, peligro. Y tomo Filipenses 4:6 y me voy suelto todo y me voy en oración. Señor, dime qué es lo que voy a hacer? Porque son tantas que no sé por cuál voy a comenzar. Dime qué es lo que debo hacer?

Y ahí empiezo a pedirle al Espíritu Santo que me diga qué es lo que voy a hacer? Y él va poniendo cada cosa en orden y a medida que voy derramando mi corazón delante de su presencia, voy sintiendo algo tan lindo, voy sintiendo esa paz que dice ahí la palabra, que sobrepasa todo entendimiento. Y ya cuando me paro de ahí, ya yo sé todo lo que tengo que hacer.

Pero ya siento paz, estoy tranquila, ya no estoy afanada, simplemente voy y hago lo que tengo que hacer en el tiempo de Dios no en el tiempo mío. Hay gente que usted la ve con afán de vida y yo vivía con un afán de vida, y no lograba nada. Ahora yo ando en el tiempo de Dios y hay gente que se desespera conmigo. Se desespera porque ellos quieren que yo haga cosas que yo no puedo, porque es que yo aprendí que por más que me afane, no voy a añadir un codo a mi estatura. Entonces, pastora, mire que usted sabe que mire, que hay que hacer… Sí, hay que hacerlo, vamos a orar. Vamos a orar porque no puedo hacer nada. Ya lo que humanamente tenía que hacer lo hizo, ahora nada, orar y que Dios haga lo que tiene que hacer porque no puedo.

Y hay muchas que hoy en día antes se desesperaban pero hoy en día me dicen, ay, pastora, yo quiero ser como usted, así con esa paciencia. Pero cuando tu tratas de andar en la agenda de Dios tu vas a sentir paz, vas a caminar con paz y la vida no te va a maltratar porque los afanes nos maltratan. Amén.

Así que en esta noche he querido traer esta reflexión porque en este tiempo nosotros tenemos que determinar andar como Dios quiere que nosotros andemos. Él es nuestro Padre, nosotros somos sus hijos y tenemos que andar en la voluntad de él, en lo que él ha determinado para mí.

Yo quiero que nos pongamos de pie en esta noche. ¡Aleluya! Bendito el Señor. Yo quiero que en esta noche si hay alguna persona que sabe que ha estado andando en su propia agenda, y que hoy le dice al Señor, Señor, yo te pido perdón por haber caminado conforme a mis deseos, conforme a mis placeres, conforme a mi voluntad, yo quiero que tu me perdones hoy y que tu me enseñes a andar en tu agenda, dentro de tu voluntad, a buscarte a ti primeramente, a buscar tu reino, a buscar tu voluntad perfecta para mi vida, Señor.

Yo quiero que si hay alguna persona que entiende que ha estado así en este tiempo, que pase aquí adelante y le diga al Señor, Señor, yo estoy dispuesta a caminar en tu agenda, yo estoy dispuesto a caminar en tu agenda. Yo estoy dispuesto a buscar tu reino, a buscar tu voluntad perfecta. Dios está buscando gente apasionada por él. Dios está buscando gente que realmente anhele tocar el corazón de Dios, gente que anhele su presencia permanente en su vida, gente que esté dispuesta a dejarlo todo con tal de agradar al Señor, de obedecer al Señor.

Bendito el nombre de Jesús. Dile al Señor lo que tu anhelas en tu corazón porque yo sé que hay anhelos grandes en tu corazón, pero los afanes no te han permitido a ti desarrollar esos anhelos que tu tienes para con Dios. dile al Señor en esta noche, háblale al Señor porque él está aquí, en esta noche Dios está en este lugar. Abre tu corazón. Derrama tu corazón ante su presencia y dile, yo te necesito, yo quiero más de ti, yo quiero más de tu presencia. Yo anhelo caminar en tu voluntad, Señor.

Yo te pido, Señor, que quites todo afán, toda ansiedad, toda preocupación, todo tormento. Abre tu boca y dile al Señor que quite toda ansiedad de tu vida, toda preocupación que hay en tu mente, todo lo que te hace a ti preocuparte, todo lo que te hace deprimirte, toda depresión en esta noche yo la cancelo en el nombre de Jesús.

Yo declaro que todo insomnio ahora es cancelado, todo aquello que no te permitía dormir, hoy el Señor se lo lleva en esta noche y tu vas a dormir placenteramente. Tu vas a dormir en paz porque los afanes se van en esta noche. Todo afán, toda ansiedad se va ahora en el nombre de Jesús. Solo abre tus labios y dile al Espíritu Santo que saque de ti todo aquello que no es de él.

Dile al Espíritu Santo que tu quieres hacer su voluntad. Dile que ya no quieres caminar conforme a tus deseos, que ya no quieres cumplir tus propósitos sino sus propósitos. Cuando tu cumplas sus propósitos él va a cumplir los tuyos. Él tiene cuidado de ti. Dios tiene cuidado de tu vida, lo que has anhelado, todo lo vas a recibir.

Deléitate asimismo en Jehová y él concederá las peticiones de tu corazón. Deléitate en su presencia. Deléitate en él y tu vas a ver todas las bendiciones como van a llegar a tu vida. Te van a sorprender. Bendiciones que has estado esperando te van a sorprender, cuando decidas descansar en el Señor, cuando decidas ponerle tu agenda en las manos al Señor.

Pon tu agenda en las manos del Señor en esta noche porque él está aquí para recibirla y darte una agenda nueva conforme al propósito para el cual él te creó. Bendito el nombre de Jesús. Espíritu Santo de Dios, toca estas vidas ahora, Señor.

Mira el deseo de su corazón de agradarte, Señor, mira el deseo de su corazón de servirte, de rendirse delante de ti, Dios, diciéndote, quiero caminar en tu agenda, Señor. Quiero caminar en tu voluntad perfecta. No quiero caminar en mis deseos, quiero caminar en los tuyos, Dios.

Padre, toca estos corazones ahora. El Espíritu Santo está ahí tocando tu vida. El Espíritu Santo está ahí recibiendo esa palabra que sale de tu corazón. El Espíritu Santo la está recibiendo. Esas lágrimas el Espíritu Santo las recibe ahora y pone en orden tu vida. El Espíritu Santo da sentido a tu vida, de hoy en adelante tu vida tendrá sentido, tendrá razón de ser porque él toma tu vida para guiarla.

Él es tu guiador. Deja que el Espíritu Santo sea quien te guie. Deja que él te tome, deja que él te muestre lo que debes hacer. Gracias, Espíritu Santo. Gracias por lo que haces, Señor. Padre, en el nombre de Jesús yo bendigo cada una de estas vidas, yo declaro tu gloria, tu voluntad sobre ellas, Señor. En el nombre de Jesús establece tu voluntad perfecta.

Yo declaro, Señor, que comienzan a andar conforme a tu agenda, al propósito para el cual tu los creaste, en el nombre de Jesús. Espíritu Santo de Dios, te damos gracias, Señor, en esta noche. Gracias porque tu marcas nuestras vidas, Señor, porque no seremos los mismos, Dios. Gracias. Gracias, Señor, gracias.

Dale gracias a tu Dios en esta noche. Dale gracias a tu creador. Oh, yo declaro una pasión grande en este pueblo. Yo declaro una pasión en tu corazón por su presencia, en el nombre de Jesús.

Gracias, Espíritu Santo de Dios. Gracias, Señor. Sabe, yo declaro que este es un pueblo apasionado por Dios y si están aquí en esta noche es porque son apasionados. Pero Dios aumenta esa pasión en ustedes. El Espíritu Santo enciende una llama poderosa dentro de sus vidas y yo declaro en el nombre de Jesús que tu vida no será la misma en el nombre de Jesús, lo declaramos, lo creemos y si tu lo crees dale un aplauso fuerte a Dios. Dale gracias al Señor. Voy a caminar en tu agenda, Señor. Voy a caminar dentro de tu voluntad, en el nombre de Jesús. Gracias, Señor.

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Practica con tu armadura

16 de enero del 2012 - Por Myriam Díaz

Y dijo David a Saúl: “No puedo andar con esto, pues nunca lo practiqué. Entonces David se quitó aquellas cosas..." I Samuel 17:39

“Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo, porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra huestes espirituales de maldad en
las regiones celestes." Efesios 6:11-12

En estas navidades mi esposo quería regalarme un "Kindle" para que yo leyera mis libros. El insistía que era un regalo que yo usaría, que yo necesitaba y que me facilitaría el acceso a toda una librería. El insistía que yo podía tener todos mis libros al alcance de mis manos, él no entendía como yo no quería un "kindle".

El "Kindle" es un instrumento computarizado por medio del cual puedes comprar libros a través de Amazon.com, los precio son más bajo que en las librerías y una vez los compras los tienes todos a tu disposición sin necesidad de Internet o Wi-FI.

Yo tenía ya una costumbre y no quería cambiarla. No había experimentado la conveniencia del "Kindle", aunque sí había visto a otros usarlo y había escuchado a otros hacer comentarios de lo conveniente que era éste aparato. Mi esposo me llevó a la tienda y me lo enseñó, lo tomé en mis manos, pasé mi dedo sobre el “Kindle” y lo desprecié. Lo puse en su lugar y le aseguré a mi esposo que no lo necesitaba.

Llegó el día de la navidad y entre el sonido de papeles rasgados al abrir regalos descubrí el "Kindle". Como todas nosotras haríamos para no hacer sentir mal a la persona que nos regala, lo miré y procedí a abrirlo segura de que nada funcionaría tan perfecto como me lo habían pintado. Luego traté de buscar una palabra en el diccionario con el que llega equipado y se tardó un montón de tiempo y dije: “¿Vez? Te lo dije, es terrible". La terrible era yo. No solo por continuar despreciando un beneficio que no entendía, sino también por expresárselo a quien con tanto amor me lo regalaba. Unos minutos después mi esposo me dijo que podía comprar la Biblia y tenerla en el Kindle y que solo con un toque de mi dedo podía ver el significado de palabras que no entendía. Comencé a tocar el objeto y a familiarizarme con él, a entenderlo y a ver los beneficios. Con otro toque podía revisar las referencias de la Biblia y volver donde estaba antes. Ahora, delicioso es para mis ojos el "Kindle". El día siguiente al entrar a mi casa voceaba: "Kindle ¿dónde estas?" Ahora el Kindle se ha convertido en un "amigo" en algo placentero, en algo bueno, algo útil y la verdad es que no entiendo por que no lo quería, no entiendo por que lo rechazaba.

David rechazó en una época la armadura de Saúl, 1 Samuel 17: 39... Y dijo David a Saúl: “No puedo andar con esto, pues nunca lo practiqué. Entonces David se quitó aquellas cosas..." No las rechazó por que no eran útiles, las rechazó por que no estaba impuesto a usarlas, no podía usarlas, no había practicado, se sentía incomodo. Llego el día en la vida de éste rey en que poco a poco aprendió a usar su propia armadura, la armadura completa de un rey, la usó, la recogió poco a poco mientras batallaba, practicó y la pudo usar con confianza. Ganó batallas contra ejércitos que no hubiese ganado con una honda y cinco piedrecitas. Su fe y su fidelidad a Dios y su ejército compusieron la formula completa para ganar todas las batallas.

Dios nos da la armadura del Espíritu, nos enseña cosas nuevas tales como el mundo espiritual y nosotros despreciamos la armadura por que no sabemos como usarla, hemos visto a otros usarla pero no hemos practicado. Creemos que es para nosotros pero la despreciamos, como yo al "Kindle", como algo terrible que no funciona. Todo por que no sabemos usarla. Efesios 6:11-12 dice: “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo, porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes."

Mi esposo sonreía al verme usar el "Kindle" una y otra vez, sonreía y bromeaba respecto a mi primera reacción. Así Dios, en su paciencia nos mira, nos compra la armadura y nos la da y cuando la comenzamos a usar se deleita en nuestras conquistas olvidándose del primer desprecio. Por eso y por tanto más amo a mi Dios con todo mi corazón, mi alma y mi mente y viviré enamorada de El por siempre y hasta la eternidad. Gracias mi Dios por mi esposo. Amén.

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Pura gracia

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Quiero invitarles a ir a la Carta a los romanos en el Capítulo 3. Vamos a los versículos 21 al 26. Y este sermón yo lo voy a llamar Pura Gracia, suena como una marca de café o algo así pero me estoy refiriendo a algo muy importante y es que nuestra salvación es por pura gracia de Dios. Nuestra condición de hijos de Dios es por pura gracia del Señor. Y le voy a decir un poquito acerca del génesis, el origen de esta meditación, de este mensaje. Pero antes de eso vamos directamente a la palabra.

Trate de hacer la corrección entre perdón por gracia y el sermón que predicamos el domingo pasado, del salmo 32, que comienza diciendo, “Bienaventurado el hombre, por extensión bienaventurada la mujer, cuya transgresión ha sido perdonada y cubierto su pecado.” Eso es como la segunda parte de ese mensaje. Dice aquí, el Apóstol Pablo:

“…Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios testificada por la ley y por los profetas. La justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo ─ es una elaboración de lo que acaba de decir ─ para todos los que creen en él, porque no hay diferencia, porque cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente ─ esa palabra preciosa ─ por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios, Cristo, puso como propiciación por medio de la fe en su sangre para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto ─ es decir, de haber ignorado ─ en su paciencia los pecados pasados. Con la mira ─ es decir, con el propósito ─ de manifestar en este tiempo su justicia a fin de que él, Dios, sea el justo y el que justifica al que es de la fe de Jesús…”

Bendiga el Señor su santa palabra. Amén. Perdonados por gracia, hermanos. El sermón de la semana pasada, aquí está la conexión hablaba del perdón que viene como resultado de reconocer nuestro pecado, confesarlo y arrepentirnos delante de él.

Yo prediqué acerca de los beneficios que vienen como resultado del perdón que hemos recibido de parte de Dios. si uno lee [inaudible] dice, te haré entender y te enseñaré el camino por donde debes andar. Guianza, dirección, consejo para nuestra vida, como resultado de reconocer nuestro pecado, confesarlo ante el Señor y recibir perdón de él.

Y también hablamos en ese sermón acerca de que es necesario mantener una actitud de perpetuo reconocimiento de nuestra condición pecaminosa. Yo les decía que no es suficiente, ese salmo va más allá de simplemente llamarnos a ─ bueno, pecaste, confesaste y ya pecas otra vez, confiesas otra vez, ─ yo creo que ese salmo, si lo limitamos a esa dimensión de actos mecánicos, perdemos la esencia del salmo que nos invita, más bien, a una vida de perpetuo reconocimiento delante de Dios, de nuestra necesidad de su gracia.

Lo que Dios quiere, más bien, es que tu y yo vivamos aún mientras dormimos, aún mientras funcionamos en las cosas normales de la vida, como que ahí detrás de nuestra mente, siempre haya un reconocimiento. Como dice el salmista, se propicio a mi, pecador. Que siempre reconozcamos que somos reos de la gracia, prisioneros de la gracia del Señor. Que eso sea como una grabación que esté continuamente tocando en nuestra vida mientras nos reímos, disfrutamos de la vida, nos divertimos, trabajamos. Yo sé que necesito de la gracia del Señor. Por mí mismo, yo no puedo ganarme la salvación ni la aceptación de Dios.

Entonces, es un llamado a un perpetuo reconocimiento de nuestra condición pecaminosa. El hecho de que inevitablemente vamos a violar la ley de Dios y que constantemente requerimos de su gracia. Quién puede decir, hermanos, que ha pasado dos o tres horas, o una hora sin pecar delante del Señor. Es casi imposible, hermanos. Nosotros producimos pecados como producimos dióxido de carbono. Eso es algo simplemente que está allí.

A veces yo pienso, en el camino desde Summerville donde nosotros vivimos hasta Boston, los domingos puede tomar unos 15, 17, 20 minutos y si el acelerador se me pasa un poquito puede hasta ser un poquito menos. Pero sabe lo interesante de esto, son unas pocas millas, pero en ese camino de allá hasta aquí, por más que yo me esfuerce, por más comedido que yo sea, de alguna manera yo habré violado alguna ley de tráfico, aunque no quiera, porque quizás sin darme cuenta me metí un poquito, me pasé del carril, sin poner la señal, ya violé la ley. Y eso quizás lo hizo sin darme cuenta. Me metí un poquito en el carril del medio o doble línea amarilla, ya violé la ley. Si la luz se puso amarilla y yo, okay, qué hago? Sigo? Tengo alguien atrás y ya la pasé, y a violé la ley. Si el acelerador se me fue un poquito y pasé de 50 a 51 millas y era 45, 50, ya violé la ley. Es increíble.

Es imposible, aun en las cosas humanas, no violar las leyes mientras funcionamos en la vida. Siempre estamos transgrediendo alguna ley. Cuanto más la ley de Dios que involucra no solamente el movimiento de un solo vehículo, sino nuestra mente, pensamientos, deseos, energías, recuerdos subconscientes, acciones, palabras. Es imposible no violentar alguna ley de Dios.

Y por eso es que yo creo que pecado es más que simplemente ─ no es que nosotros somos pecadores en el sentido adrede, es que simplemente el mundo está lleno de barreras por dondequiera, el universo está lleno de pequeñas líneas invisibles las cuales es imposible no tocar en algún momento en nuestro funcionamiento humano, por lo tanto siempre violamos la ley de Dios y siempre necesitamos la gracia de Dios que nos cubra, y por eso es que es necesario siempre ese continuo Señor, yo sé que necesito tu gracia, yo sé que necesito tu perdón. Siempre, y eso es una cobertura para tu vida, increíblemente importante.

Yo llamo eso reconocimiento preventivo, el estar siempre consciente de que estamos en perpetuo estado de deficiencia delante de Dios y que solo por su misericordia que fluye constantemente podemos acercarnos a él y tener comunión con él.

Y decíamos también, hermanos, que no nos referimos a una culpabilidad, a un sentido de condenación que nos atormenta y debilita. Yo no me refiero a eso, sino más bien a un reconocimiento higiénico, natural que reconoce la perfecta santidad de Dios así como nuestra imperfección inherente, inevitable. Esa es nuestra constitución misma.

El salmista dice, en el salmo 51, he aquí en pecado me concibió mi madre, fíjense eso, es decir, que en maldad uno es formado. Es decir, eso es la sopa en que nosotros nadamos, nos cocinamos en esa sopa toda la vida. Eso es una condición humana. Y entonces, yo me refiero a que reconocemos la perfecta santidad de Dios y que somos inherentemente imperfectos, esa es la condición, el mundo en que vivimos.

Y en esa postura de humildad y entrega hay gran seguridad, y como decíamos, muchos importantes beneficios, como señala el salmista, en ese salmo 32. Nos movemos naturalmente en esa gracia. Reconocemos, okay, yo sé, para qué defenderme? Soy condenable, Señor, perdóname y ya resolvimos ese asunto. Seguimos con nuestra vida disfrutando de la gracia y la misericordia de Dios.

Cuando yo prediqué ese sermón pensé después que en verdad, el salmo 32 se trata de una hermosa exposición teológica de la doctrina del perdón, que luego se desarrolla en el Nuevo Testamento, en una forma mucho más abarcadora. Como que David, inspirado por el Espíritu Santo se adelantó a una cantidad de enseñanzas que luego el Apóstol Pablo iba a desarrollar en su teología, en Romanos, en Primera de Corintios, en Efesios, en diferentes pasajes que juntos hacen como un hermoso mosaico de lo que es la doctrina de la salvación por gracia.

Fíjense eso, que David escribe ese salmo 32 mientras está en función el sistema de los sacrificios y de todas estas cosas, pero Dios lo inspira y lo ilumina a entender que en última instancia, por los sacrificios y por guardar festivales, y no comer ciertas comidas, el hombre no puede ser salvo, sino que es simplemente por un reconocimiento de su pecado delante de Dios y por el Dios que le asigna gracia como resultado de su humildad.

Yo pensé que sería bueno este domingo terminar eso y redondearlo con una meditación, Nuevo Testamentaria de la doctrina del perdón y de la salvación por gracia, porque así es como que el círculo se cierra y tenemos una exposición total de esa enseñanza.

Por eso es que este sermón va a ser un poquito doctrinal, no es tanto un sermón como de gozarnos y decir gloria a Dios, ¡Aleluya! Es un sermón para que usted se ponga su sombrero de pensador, de teólogo y lo reciba, y que posiblemente eso le ayude a usted a poder llevar algún alma al conocimiento de Jesús, porque usted conozca lo que dice la palabra.

Inclusive yo podría… oí por ahí a Delmi que dijo amén, y a las células. Yo con mucho gusto les facilito el bosquejo de este sermón por unos 50 dólares por persona y lo pueden usar en las células esta próxima semana o la otra, no importa. Somos generosos, hermanos.

Pueden usarlo en una de las células para estudiar esto, porque es bien importante que ustedes tengan eso claro.

Esta es una buena ocasión, hermanos, para revisar brevemente esa doctrina de la salvación por gracia y entenderla mejor, tanto para nuestras vidas como para poder explicársela a otros.

Interesantemente, Pablo, esto me di cuenta esta mañana mientras elaboraba este sermón, Pablo en su exposición acerca de la doctrina del perdón por gracia, acude a este salmo 32. No me había dado cuenta acerca de eso, y es que el Espíritu Santo hace la conexión, así como yo la hice en mi mente, el Espíritu Santo llevó a Pablo a hacer esa conexión de que en el Antiguo Testamento David nos estaba dando una exposición de lo que vendría a ser la doctrina de salvación por gracia y no por obras, salvación que viene de creer que Dios es fiel, misericordioso, reconocer nuestro pecado, pedir perdón y entonces recibir misericordia y restauración.

En el salmo 32 Pablo encuentra esa misma exposición. Vayamos por un momento a Romanos, le advierto que vamos a usar la Biblia un poco más activamente, Romanos, 4, 6 al 10, miren lo que dice Pablo aquí:

“…Como también David habla, en el salmo 32, de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras…”

Si usted lee el salmo 32, ahí no hay obras, la persona esa que recibe, David mismo, perdón por sus pecados, no es porque fue al templo con un carnero, un elefante a quemarlo en el altar del sacrificio. No, simplemente dice, confesé mi pecado, no lo encubrí y Dios me perdonó.

Entonces no es nada que él hiciera, Pablo entiende esto y por eso Pablo dice, miren, siempre, judíos, dice, siempre la salvación ha sido por misericordia de Dios, no por las obras. Porque Pablo recuerda judicialmente que Abraham antes de que la ley fuera instituida, cientos de años antes de que la ley entrar en funcionamiento, antes de que Moisés viniera al escenario, ya Dios le había imputado a Abraham justicia no por obras sino por fe.

Entonces Pablo está aquí desarrollando ese punto y está diciendo, judicialmente, hay un antecedente jurídico que declara que la primera justificación de un hombre sobre la tierra no vino como consecuencia de un sacrificio que él hiciera, sino como consecuencia de creerle a Dios. y David dice Pablo, retoma esto en su salmo y lo desarrolla, de la misma manera que yo lo estoy haciendo ahora a la luz de Cristo Jesús con mucho más entendimiento de lo que eso quería decir.

Nosotros tenemos el privilegio de tener un asiento de palco, sentadito al frente, mirando esto porque ya tenemos el retrato completo. Entonces Pablo dice,

“…la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obra diciendo, bienaventurados aquellos, en este caso plural, cuyas iniquidades son perdonadas y cuyos pecados son cubiertos, bienaventurado el varón a quién el Señor no inculpa, ─ no inculpa, es decir, no le atribuye pecado ─ Es pues esta bienaventuranza solamente para los de la circuncisión? Es decir, solamente para los que están en el pacto mosaico de las obras y la justificación por obras, por los sacrificios y por todas estas cosas? O también es para los de la incircuncisión…”, es decir, para los gentiles en el caso de Pablo, y por extensión para nosotros en el siglo XXI?

Es decir, esa salvación que se da por medio de gracia y confesión y creerle a Dios es solamente para los judíos o es también para nosotros? Entonces la respuesta:

“…Porque decimos que Abraham le fue contada la fe por justicia, cómo pues le fue contada? Estando en la circuncisión, es decir, después de Moisés? No. o en la incircuncisión, antes de Moisés? Antes de Moisés. Dice, y se contesta él a sí mismo, no en la circuncisión, sino en la incircuncisión.

En otras palabras, Pablo es un teólogo increíble y como fariseo él había sido entrenado en una forma de elaborar sus argumentos. Él es muy lógico, es una progresión bien apretada la que él está haciendo. Él está estableciendo primeramente, el principio judicial de que a través de todos los tratos de Dios siempre a Dios lo que ha agradado es un hombre o una mujer que le cree lo que él dice. Cómo Abraham le creyó a Dios? cuando Dios le dijo a Abraham a los 75 años tu vas a tener un hijo, y lo vas a tener con una mujer que también está bien avanzada en edad, y nunca ha tenido hijos. Y yo te voy a dar un hijo y no solamente un hijo, sino que te voy a dar descendencia en tu vejez, ya en tu casi muerte, de manera que ni la arena del mar, si puede ser contada, serán contadas tu descendencias también.

Y qué dice la Biblia? Que Abraham en vez de escandalizarse y decirle, cómo te atreves a decir eso, Señor? Eso jamás se ha visto. Dice que le creyó a Dios. Y eso agradó al Señor. Y entonces Dios le imputó justicia, le dio un vale, le dio un crédito por justicia.

¿Saben qué? Lo que a Dios le agrada es un hombre, una mujer que le cree, que no cuestiona el carácter de Dios. Y cómo nosotros hacemos lo mismo? Cuando le creemos a Dios acerca de Jesucristo. Cuando creemos cuando Dios dijo, ese es mi Hijo amado, a él oíd. Él es el salvador del mundo, es el Mesías prometido. Cuando tu crees eso, puedes recibir la misma justificación que recibió Abraham. Tu también puedes agradar a Dios en la misma manera y recibir también la misma bendición.

Entonces, con respecto a Abraham recibió justificación porque le creyó a Dios cuando le prometió un hijo y gran descendencia en su vejez. Esto le fue contado por justicia.

Ahora, vemos esto, hermanos, que tanto en el salmo 32 como en toda la doctrina de salvación cristiana, se dice lo mismo, que si confesamos nuestros pecados Dios es fiel para perdonarlos. Que si le creemos a Dios en cuanto lo que él ha dicho acerca del sacrificio sustitucionario de Jesucristo en la cruz, el carácter mesiánico de Jesús, su resurrección de los muertos, el que simplemente decide creerle a Dios en estas cosas, se da una transacción mística, mágica, espiritual que ese creerle a Dios se convierte en una esencia de justicia en la vida de ese individuo.

Dice entonces, si confesamos nuestros pecados Dios es fiel para perdonarlos. Por qué es fiel Dios para perdonar? Por qué no dice el escritor que si confesamos nuestros pecados Dios es bueno, o misericordioso? Por qué? Porque Dios ha prometido que él nos perdonará si nosotros confesamos nuestros pecados. ¿Verdad que sí?

Si Dios te dice a ti, mira, confiesa tu pecado y yo te perdonaré. Y si tu confiesas tu pecado, qué tu esperas? Que Dios te va a perdonar, entonces al hacerlo eso, Dios se revela como que él es fiel en sus promesas. Quién puede dudar de la fidelidad de Dios?

Hermanos, yo quiero como subrayar esto. De nuevo, esto es arroz con habichuelas, esto es comida básica. Esto es papa con carne y una ensaladita. Porque esto es la doctrina básica del Evangelio, esto no es gran sutileza, lo que les estoy diciendo. Nuestra condición de justos, hermanos, no se debe a nada que nosotros hagamos, no se debe a tu des dinero a la iglesia, o que tu vengas a la iglesia, o que ayunes, o que pertenezcas al ministerio de los diáconos o los hujieres. Ninguna de esas cosas te gana la salvación sino el simple hecho, escucha esto, si tu eres nuevo en la iglesia, estás visitando hoy, escucha esto, el simple hecho de haber reconocido y confesado que hemos pecado delante del Señor, que existimos en una condición de pecado, y el remitirnos a la gracia y la misericordia de Dios, por medio de la obra que Cristo hizo en la cruz del calvario. Y cuando nosotros hacemos eso, Dios nos perdona. Es una obra de pura gracia, pura misericordia.

Ahora, déjeme aclarar algo, eso no quiere decir que no sea necesario obedecer la ley de Dios y portarse bien y hacer obras buenas y obedecer los mandamientos del Señor. Esto lo único que quiere decir, de salvación por gracia y no por obras, lo único que quiere decir es que las obras no son lo que nos hacen aceptables delante de Dios.

Lo que nos consigue el estado de justos ante Dios es el creerle a Dios lo que él ha dicho acerca de su Hijo Jesucristo. Ahora, después de eso, después que tu le crees a Dios, confiesas tu pecado, Dios te perdona y te justifica, ¿Saben qué? Se espera que ahora tu entonces hagas buenas obras, obedezcas al Señor, guardas los mandamientos, te santifiques, entres una vida entregada a respetar los principios de Reino de Dios.

Después que tu eres salvo. Hay gente que quiere poner la carreta delante del caballo. Y dice, yo no puedo pasar al frente, yo no puedo aceptar a Cristo porque no me he casado todavía. Estoy viviendo en concubinato o lo que sea, tengo muchos problemas, tengo que limpiar mi mente un poquito, tengo una adicción a las novelas o lo que sea, y entonces la gente dice, no, yo voy a esperar a que eso se arregle para entonces… No, lo primero que tiene que hacer es primero confiesa, reconoce, cree y entonces Dios dice, okay, ahora hablemos, ya podemos dialogar tu y yo.

Y entonces Dios, ahora que su gracia está fluyendo a través de ti, él te enseña y te lleva a cómo agradarlo y cómo obedecer sus mandamientos. Pero primero necesitas el Espíritu Santo dentro de tu vida para poder obedecer al Señor y hacer lo que él quiere que tu hagas. Porque si Dios no está dentro de ti, su espíritu no está fluyendo dentro de ti, nunca vas a poder agradar al Señor, nunca vas a tener la fuerza.

Por eso es que David dice, cuando Dios me perdonó, él me dijo, te haré entender y te enseñaré el camino por donde debes andar. Hay mucha gente que quiere que el Señor le enseñe el camino y los haga entender, para entonces buscar de él. Es todo lo contrario. Busca de él y él te enseñará el camino por donde debes andar.

Que maravillosa es la palabra del Señor. Entonces, lo que Dios hace, esto ha sido causa de mucha confusión a la gente. Bueno, es por gracia, es por obra, tengo que obedecer al Señor o simplemente ahora que soy libre ya puedo hacer lo que me de la gana? Dios no elimina ninguno de los elementos de la salvación, lo que hace es que yo creo que cambia el orden.

La gente decía antes, bueno, primero obra después salvación. Y ahora Dios dice, no, no, primero salvación y después obras. Esa es la diferencia en la economía cristiana. Después que tu eres salvo, después que tu eres justificado, después que tu tienes el Espíritu Santo dentro de ti, es necesario guardar la ley moral y espiritual de Dios.

De paso, eso es lo que la Biblia llama frutos de justicia. Miren Romanos 6:22, dice el Apóstol Pablo aquí:

“…Más ahora que habéis sido libertados del pecado, ─ ve, ahora que tu has sido limpiado, sanado, libertado, perdonado, justificado ─ y hechos siervos de Dios…”

Ahora que tu eres una sierva del Señor, porque tienes el Espíritu Santo dentro de ti, por medio de Cristo Jesús, “… tenéis por vuestro fruto la santificación…”

En otras palabras, después que tu eres ya hecho un siervo de Dios, una sierva del Señor, ahora tu te santificas, te consagras, vives como Dios quiere que tu vivas. Ahora, hay una razón adicional y es porque ahora tu eres miembro del Reino de Dios, tu estás destinado para la vida eterna. Cómo te vas a ensuciar?

Si dice Pablo que ahora el Espíritu Santo vive dentro de ti. Cómo tu vas a hacer el Espíritu Santo una especie de cónyuge o de compartir un comportamiento que no es debido. Ahora tienes que vivir conforme a tu condición. Mire el Capítulo 6, versículo 15 y 18, Pablo pregunta:

“…Qué pues? Pecaremos porque no estamos bajo la ley sino bajo la gracia?...”

En otras palabras, porque ahora es mucho más fácil entrar en relación con Dios, vamos a pecar, vamos a ser libertinos en nuestro comportamiento. Dice:

“…En ninguna manera… ─ y el versículo 18, ya lo leí, dice, ─ … y libertados del pecado vinisteis a ser siervos de la justicia…”

Qué pasó? Antes tu eras esclavo del pecado. Ahora en Cristo Jesús tu eres siervo de la justicia, eres esclavo de la justicia. A mí no me importa decir que yo soy esclavo del amor, de la bondad, de la santidad, de la justicia, de la misericordia, de la compasión, del gozo, de la paz, de la esperanza. Todas esas cosas yo me alegro de estar amarrado a todas ellas porque antes de Cristo estábamos amarrados al diablo, a la muerte, a la condenación, a la mentira, al adulterio, a la violación de todos los principios de Dios. Ahora, nosotros existimos para glorificar al Padre, y glorificar los principios del Reino de Dios.

Es decir, que es importante esa distinción. Hermanos, las buenas obras no son requisito para nuestra salvación pero son evidencia de nuestra condición. No son requisito pero son evidencia de nuestra condición de hijos de Dios.

Vamos ahora brevemente al pasaje de Romanos 3:21, quiero rápidamente tocar unos puntitos aquí. Dice el Apóstol Pablo,

“…Pero ahora, aparte de la ley se ha manifestado la justicia de Dios…”

Por qué dice Pablo ‘pero ahora’? antes de eso, en los versículos 19 y 20 Pablo aclara que en el viejo sistema de salvación por rituales, obras, dieta, todo el mundo estaba atrapado en una condición de culpabilidad porque nadie podía cumplir la ley perfectamente.

Sabe lo que dice Pablo, lo que dice la Biblia? Que la ley fue un ardid de Dios, fue una trampa de Dios. La ley fue un andamio que Dios usó para preparar a la humanidad para la venida de Cristo. La ley lo que hizo fue poner una señal que definía lo que es pecado y cuando el hombre se tropezó con esa señal se dio cuenta de que hay pecado.

Es como Adán y Eva, Adán y Eva mientras estaban en el jardín del Edén, estaban desnudos y no se daban cuenta que estaban desnudos, de momento, cuando desobedecieron al Señor, que entró la ley en función, qué pasó? Inmediatamente sintieron vergüenza de su desnudez y qué pasó? Se cubrieron.

La ley sirve para señalar algo. Entonces, Dios elaboró un sistema, lo primero que Dios hizo fue históricamente preparar al mundo y preparar al universo para este sistema permanente y eterno de salvación por gracia, y entonces primero dijo, Sabe qué? Vamos a probarle a la gente de que ellos no se pueden salvar por sí mismos. Vamos a hacerlos conscientes de pecado. Vamos a atraparlos en el pecado. Y que se revuelquen ahí tratando de justificarse ellos y cuando se hayan cansado y esté claro que no se pueden salvar por sí mismos, entonces yo voy a enviar a mi Hijo Jesucristo.

Entonces, por eso Pablo dice, ‘pero ahora’. Por qué? Porque mire lo que dice el 19 y 20:

“…Pero sabemos que todo lo que la ley dice lo dicen los están bajo la ley para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios, ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él…”

La ley siempre fue una ayuda en lo que venía lo verdadero. Y eso es todo, entonces Pablo dice:

Ahora, sin embargo, en el nuevo sistema es diferente. Ahora, Dios aparte de la ley, es decir, ya puso a un lado la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, lo verdadero ahora ha llegado. Quién es lo verdadero? Jesucristo. Cómo se manifiesta ahora la justicia si no es por la ley, cómo se manifiesta la justicia de Dios? por medio de la fe en Jesucristo.

Mire lo que dice, la justicia de Dios testificada por la ley, por los profetas. La justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo.

Mire lo que dice Romanos Capítulo 10, versículos 8 y 10.

“…Esta es la palabra de fe que predicamos, que sin confesares con tu boca que Jesús es el Señor y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo…”

Uno puede casi oír el golpe del martillo del juez diciendo, esa es la manera. Si tu confesaste, eres salvo. Si tu creíste, eres salvo. Esa es la manera en que la justicia de Dios se manifiesta hoy en día.

La persona que quiera sentirse libre, justificada, salvada, sanada, lo único que tiene que hacer es creer que Cristo quién él dice que él es.

Qué dice Juan, Capítulo 1, versículo 12?

“… Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios…”

La nueva forma de manifestar Dios su justicia a la humanidad, aparte de la ley es simplemente cuando la gente le cree a Dios acerca de su Hijo. Porque dice aquí:

“… por medio de la fe en Jesucristo…”

Es en Jesucristo, nada más. No es un sistema, no es una iglesia, no es otro individuo, es a través de la persona de Jesús. Por eso la persona de Jesús es tan importante en la teología de la iglesia. Dice otro pasaje:

“…Porque no hay otro nombre debajo del cielo dado a los hombres por medio del cual podamos ser salvos, sino por medio de Jesucristo hombre…”

Es Jesús, por medio de él, para todos los que creen en él. Es decir, sean judíos, sean gentiles, sean puertorriqueños, sean guatemaltecos, salvadoreños, bolivianos, lo que sea, todos los que creen en él reciben la justicia de Dios. No importa, todo el que se cobija la sangre y el nombre de Jesús y su obra salvífica, automáticamente es salvo. No hay diferencia. No trate de ponerle embeleco ni adornos a esa simple y sencilla doctrina.

El que tu seas de por allí, el que tu hagas esto, el que tu te portes bien, el que tu seas buena gente, nada de eso, es por medio de Cristo Jesús. No hay diferencia, por cuanto todos pecaron, dice, todos hemos pecado y todos estamos destituidos de la gloria de Dios.

Sin Cristo tu no tienes acceso a la presencia de la gloria de Dios. sin Cristo tu estás muerto en tus pecados y tus ofensas. Por eso es que Cristo es tan importante, por eso es que nosotros nunca podemos jugarnos con la persona de Jesús, nunca, hermanos, escucha esto bien, nunca recibas ninguna enseñanza que le roba un ápice de importancia a Jesucristo.

Tu sabes cómo tu puedes saber cuando una doctrina es falsa? Hay mucha doctrina que se llaman cristianas y todo eso, pero tu sabes cómo tu puedes saber? Pregúntate qué nivel de centralidad le dan a Jesús? Si están claros en que Jesús es la única manera, el único mediador, el Hijo de Dios, Dios mismo, muerto en una cruz, resucitado al tercer día, la única forma de recibir gracia, perdón, salvación, estamos bien. Pero si le quita una cosita, aléjate a mil millas. Hay enseñanzas hoy en día, hay doctrinas que mezclan la ciencia con otras formas y otras cosas, y lo que están haciendo es robándole su realeza a Cristo Jesús.

Es solo Cristo, porque solamente hay un mediador, somos justificados por esa creencia, esa confesión, mediante la redención que es en Cristo Jesús. Lo voy a dejar allí, hermanos, yo quiero que nos pongamos de pie un momentito.

Cuando David, en su salmo 32, habla bienaventurado el hombre, la mujer, cuya ofensa ha sido perdonada y cubierto su pecado. Él está diciendo, qué bendición, que privilegio es el uno pasar por ese cedazo de gracia y poder recibir perdón por medio de la obra de Cristo. Creerle a Jesús y recibir sanidad de esa manera.

Bienaventurada la persona que puede decir, yo he hecho lo que Dios me ha dicho que yo haga. Yo he creído que Jesucristo es el Hijo de Dios, el salvador de la humanidad, mi mediador, mi sustituto. Él ha pagado el precio y yo lo entiendo claro, lo recibo así.

Mire hermano, no le haga la vida muy difícil a la gente allá afuera. Cuando usted tenga la oportunidad de predicarles el Evangelio, dígale simplemente, mira, lo que dice la Biblia es que si tu de corazón, crees y tu lo confiesas con tu boca que Jesucristo es el Señor, el salvador de tu vida, tu eres salvo. Y una vez que tu has hecho eso, el Espíritu Santo entrará en tu vida y entonces tu puedes comenzar una relación por el resto de tus días donde él caminará contigo y te irán santificando gradualmente, mientras tu te mantengas pegado a él y sigas sus mandamientos.

Tan sencillo como eso. Hermanos, esa enseñanza la necesitan oír nuestros jóvenes allá afuera, la necesita oír tu compañero de estudio, o tu compañero de trabajo, memorízatela. Este pasaje, si tu lo sigues paso a paso te vas a dar cuenta de lo fácil que es desarrollar la doctrina de la salvación y nosotros creemos que Dios hace lo que él dice que va a hacer, cuando una persona confiesa a Cristo como Señor y salvador, y le cree a Dios, esa persona es un ciudadano del Reino de Dios y entonces puede comenzar una vida de relación íntima con él.

Yo quiero que bajemos nuestras cabezas un momento y yo le quiero dar gracias a Dios primeramente por lo consistente que es su doctrina, desde Génesis hasta Apocalipsis, hay una sola doctrina, salvación por gracia, salvación por creerle a Dios, salvación por confesar nuestros pecados, salvación porque Dios es generoso y él ha omitido la condenación que muy bien podría darnos.

Si tu no has tenido el beneficio de dar ese paso de fe todavía, antes de cerrar este culto maravilloso yo quiero invitarte, yo quiero aislar a cada uno de mis hermanos y hermanas que todavía no han tenido el privilegio de decir, sabe qué? Yo quiero ser de la familia de Abraham que le creyó a Dios y le fue contado por justicia y yo quiero también irme de aquí hoy sabiendo que he pasado por el proceso que Dios ha definido, salvación por fe, salvación por creer.

Y si alguien en esta tarde, antes de irse, quiere probar lo que estoy diciendo, yo quiero invitarte a levantar tu mano, antes de salir de aquí y experimentar la salvación que vendrá como resultado de confesar tus pecados delante de Dios.

Habrá alguien que quiera dar ese paso, que no lo haya hecho antes? Si no lo ha hecho antes, y quiere antes de salir de aquí estar seguro de que está cubierto por ese sacrificio y por esa obra salvadora, si quieres levantar tu mano antes de irte, si no lo has hecho antes y quieres en esta tarde dar ese paso de fe, yo te invito. Queremos orar por ti, dondequiera que tu estés.

Habrá alguien que no lo ha hecho todavía? Si no lo has hecho todavía. Veo una mano que se ha levantado allí detrás. Amén. Alguien más? la hermana por aquí también. gloria a Dios.

Si confesamos nuestros pecados él es fiel para perdonarlos. Si confesamos con nuestra boca que Jesucristo es el Señor, creemos en nuestro corazón que Dios le levantó de los muertos, somos salvos. Alguien más? otro joven allí. Dios te bendiga.

Es tan fácil, hermano, en un sentido es fácil. Por eso es que es pura gracia, todo comienza con una confesión. No tienes que ir tan lejos. Es aquí. Tu no tienes que decir, voy a salir a buscar esa salvación, está a la mano. Simplemente creyéndole a Dios.

Veo manos levantadas por acá. Gloria al Señor. Alguien más? que linda oportunidad en que se expone la doctrina de la salvación tan sencillamente para que tu te asegures de tener tu pasaje preparado para ir ante la presencia de Dios.

Quiero invitar a esos hermanos, pasen por aquí un momentito. Alguien si la acompaña a esta persona. Pase por aquí un momento.

Dice el Señor Jesucristo, si me confiesas ante los hombres, yo te confesaré ante mi Padre que está en los cielos.

Pasa por acá. Alguien acompáñelo alguien para que se sienta acompañado. Vengan por aquí. Vamos a orar por ustedes. Vamos a entregarles al Señor.

Yo quiero que tu digas como el salmista ahí en tu corazón, yo confesé mi pecado y reverdeció mi vida. La gracia del Señor se manifestó de nuevo en mí. Esto es para gloria del Señor. Tan sencillo como eso.

Ojalá esta ciudad un día se viera revolucionada por miles de personas que vinieran al conocimiento de Jesús de esa manera, que le dijeran a Dios y recibieran justicia como resultado de ello.

En el nombre de Jesús yo declaro miles, miles de personas. Ustedes son el depósito. Un día el Señor va a abrir las tuberías de los cielos y vamos a ver miles de personas acudiendo ante el llamado de Dios y creyéndole a Dios y confesando que Jesucristo es su Señor y su salvador. Yo lo veo, lo celebro y lo declaro como un hecho esta tarde, y ustedes son comienzo, primicias del Señor.

Yo les bendigo y les invito a creerle a Dios. Ahí en su corazón y con su boca digan, yo creo que Jesucristo es mi salvador, es mi Señor, murió en la cruz, resucitó y está sentado a la diestra de Dios Padre, intercediendo por mí y viene un día por segunda vez y yo estaré ante su presencia por la eternidad, por medio de su sacrificio en la cruz y su resurrección.

O si tu crees eso, tu puedes irte a tu casa seguro, escribe eso donde tu puedas, dí, este día hice mi pacto, mi trato con Dios. Yo le creí al Señor y él fue fiel e hizo lo que él había prometido. Yo te aseguro de una cosa hoy, si alguien te pregunta si tu te mueres ahora mismo, te irías al cielo? Tu tienes que decirle con un grito, claro que sí porque yo mi pasaporte está sellado, mi visa está decidida, tu eres un hijo de Dios.

Ahora comienza a vivir como una hija como un hijo de Dios. Yo les animo a tomar en serio este paso que ustedes dan. Ahora tienen que vivir para Cristo, antes eran esclavos del mundo, de la carne, del pecado, del diablo, ahora son siervos de Cristo Jesús. Vivan a esa altura y comiencen ese caminar mano a mano con Jesucristo. Y yo les garantizo que el Señor les guiará, les bendecirá, les protegerá, les guardará, les proveerá para toda necesidad.

¡Aleluya! Porque él es el Señor y él es fiel. Les bendigo, quebranto toda maldición en sus vidas, quebranto toda acusación del diablo, quebranto toda trama contra su bienestar. Abrimos caminos despejados delante de ustedes y creemos que el Espíritu Santo entra a sus corazones, se instala en el centro de sus vidas. Ustedes son hijos del Reino de Dios. Vivan como hijos del Reino de Dios. Gracias, Padre, gracias por tu palabra, Señor. Oh, gracias por la muerte y resurrección de Cristo Jesús. En unas semanas vamos a tener bautismos, me encantaría verles a ustedes entrar a las aguas bautismales, porque eso es parte de la bendición también, a través del bautismo ustedes darán otra expresión de entrega al Señor, así que yo espero que se mantengan ahí fieles hasta que llegue ese día y vamos a gozarnos todos.

Yo sé que vamos a tener una gran fiesta con muchas más personas que han recibido al Señor en estos últimos días. Les bendecimos y si me hacen el favor, un momentito más, mis hermanos les van a acompañar un segundo para que les queremos regalar un Nuevo Testamento, una Biblia, orar por ustedes. Vayan un segundito allá rápidamente. Ya terminamos y sean bendecidos. Queremos bendecir sus vidas y ayudarlos en todo lo posible.

Hermanos, vamos a darle gloria y honra al Señor. Amén. Vamos a bendecir al Señor con una alabanza y gracias a él por todo lo bueno que él ha sido con nosotros.

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Dios sigue creando tu vida

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Hermanos hoy quisiera como quien dice, compartir la segunda parte del mensaje que compartí el miércoles pasado, y para los que no estuvieron el miércoles pasado, un breve resumen, la semana pasada estuvimos hablando sobre el fracaso como la matriz para el éxito, reconociendo que muchas veces cuando empezamos cosas nuevas como por ejemplo el Año Nuevo, podemos encontrar aspectos que son bien difíciles, en distintos aspectos de nuestras vidas, y muchas veces pensamos que fracasar en esas áreas es lo más terrible que puede pasar.

Pero en la mentalidad de Dios eso se convierte en un semillero para que Él pueda hacer algo grande y mayor en nuestras vidas, vimos el ejemplo de personajes bíblicos que se puede decir que en algún momento fallaron en sus vidas, y como Dios los levantó a nuevas alturas, a nuevos niveles, y el mensaje con el que nos fuimos fué el hecho de que nosotros también a medida que procedemos en la vida vamos a enfrentar nuestros fracasos, y no podemos tener miedo de esas cosas, si no que tenemos que enfrentarlos con valor y en el poder de Dios, para así poder conocer esas nuevas dimensiones a las que Dios nos quiere llevar a cada uno de nosotros.

Por eso es que hoy he querido meditar en esta segunda porción de este mensaje que tiene que ver con ese contínuo desarrollo del propósito y el llamado de Dios en medio de nuestras vidas, el título que le puse hoy a este mensaje es, Dios sigue creando tu vida. Piensa eso, Dios está en el trabajo de seguir creando tu vida, Dios está formando cada detalle que envuelve quien tú eres, y Dios está usando todos los elementos a tu alrededor para crear en ti la mujer, el hombre que Él quiere forjar en tu persona. Y hoy yo me he sentido inspirado por un email que me mandó una hermana de la iglesia aquí acerca de una lectura basado en Génesis, que tiene que ver con esos primeros pasos de la creación del mundo de parte de Dios.

¿Cuántos de ustedes saben Génesis capítulo 1 verso 1?, ¿qué dice Génesis capítulo 1 verso 1, qué dice?, "En el principio creó Dios los cielos y la tierra", esa es la primera oración que sale en la biblia. Y yo me puse a indagar acerca de esto, y es muy interesante porque muchos intérpretes cuando ven esas palabras que Dios creó los cielos y la tierra no necesariamente hablan de que Dios creó el cielo y el planeta tierra como tal, si no que Dios formó el cosmos entero, poniendo distintos planetas, distintas galaxias en el lugar donde cada uno le corresponde, y en medio de todo eso se encontró con esta esfera, esta esfera que si yo miro el verso 2 miren lo que dice: "La tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo".

Miren qué interesante que hay como un contraste de estas dos imágenes, por un lado vemos esas etapas iniciales de Dios creando, de Dios formando, de Dios metiendo su mano y haciendo algo de lo que no era, pero que esa creación inicial aunque Dios la empezó a formar todavía no tenía forma, estaba desordenado, estaba lleno de tinieblas, no tenía como una esencia total aún, y tal vez yo voy a decir algo aquí que muchos intérpretes de la biblia dirían aquí como que Omar, lo estás interpretando mal, pero me voy a tomar este riesgo, yo creo que nos vá a hacer mucho sentido.

Saben nosotros muchas veces hemos leído este pasaje y pensamos wow, qué lindo, Dios creando la tierra, pero hay veces que no nos detenemos a pensar como que wow, ese toque inicial estaba como incompleto, le faltaba algo, qué interesante si yo traigo ese pensamiento a nuestras vidas ahora, que muchas veces nosotros podemos decir que podemos ver, o sentir que hemos tenido un toque inicial de Dios en nuestras vidas, pero las cosas se quedan como que desordenadas todavía, se vé como que medio oscura la situación, como que desordenado, las cosas como que no han caído en su lugar todavía, y uno tiende a pensar, o la tendencia es pensar.

¿Pero si Dios ha puesto su mano en mí por qué las cosas no caen en su lugar yá de una vez y por todas?, ¿por qué si yo me entregué al Señor, por qué sigo teniendo problemas con mi esposo o mi esposa?, ¿por qué sigo teniendo problemas con mis hijos?, ¿por qué mi vecino me sigue hinchando la vida con sus vainas allá?, ¿por qué?, ¿me siguen por donde voy?. Es que es como ese mero hecho de pensar que, yo pensaba que si me entregaba al Señor, que si le decía Señor entra en mi corazón, que ya fum, todo iba a arreglarse de una vez, yo pensaba que esta adicción que yo tenía ya pam, se iba a ir, yo pensaba que hablar mal a cada rato ya pam se me iba a ir, y mira todavía sigo ¡Uh!, pip pip pip, censurado, censurado.

Sigue diciendo el verso 2, "Aunque la tierra estaba desordenada y vacía y en tinieblas, dice que el Espíritu de Dios se movía sobre ésta", qué interesante saber que aún cuando para nosotros las cosas pueden parecer que están desordenadas y vacías Dios está ahí, yo puedo pensar que la situación en mi vida se vé como que medio oscura, sin esperanza, sin embargo, Dios tiene otro plan, ¿saben que en la biblia hay muchas imágenes que pueden hablar de esto?, de cómo la presencia de Dios habitaba en medio del pueblo aún cuando ellos pensaban que no estaba ahí, cuando el pueblo de Dios estaba en el desierto Dios estaba con ellos durante el día como una nube y durante la noche como una columna de fuego, la presencia de Dios, Moisés cuando se enfrentó a la zarza, Dios estaba en esa zarza, Elías, me gusta mucho éste, después de todo lo que hizo, salió huyendo al monte Orem, ¿cómo se manifestó la presencia de Dios?.

¿En un terremoto, en un fuego consumidor, o en un silbo apacible?, Jesús y sus discípulos en medio de un monte en la noche, ya todo el mundo se había acostado a dormir, y de repente hubo esta revelación, tres personajes con Jesús, y Jesús fué transfigurado completamente delante de sus discípulos, había presencia de Dios, y en la misma forma mis hermanos, por más oscura que pueda estar tu noche, por más desordenada que pueda parecer tu vida, por más vacía y sin sentido que tú te puedas sentir ahora mismo, Dios está ahí, el Espíritu de Dios está ahí, está flotando sobre tu vida, contemplando todo lo que tú eres, viendo todo lo que tú tienes, examinando distintas personas a tu alrededor, viendo cómo mejor mover todas esas partes para que todo funcione bien para ti.

Lo más bonito mis hermanos sobre esta historia mis hermanos, no quiero pintar una escena muy obscura aquí mis hermanos, en medio de ese desorden, de ese vacío, de esa oscuridad, tenemos que esperar la próxima palabra que Dios decreta en el tiempo de la oración, verso 3 dice: "Y dijo Dios", ¿qué dijo?, "Sea la luz", tienes que esperar a que la luz que Dios decrete ese tiempo de luz en tu vida. Mira, puede ser que ahora estés viviendo en una etapa de mucha luz y le doy gloria a Dios por eso, pero en ese tiempo de la creación, cuando Dios se dió cuenta que las cosas estaban un poco oscuras y tenebrosas, dijo mira, déjame hacer algo que haga contraste aquí, y es interesante porque cuando Él habló esa palabra sea la luz, y aquí es donde yo digo muchos intérpretes no van a estar de acuerdo conmigo, si yo estoy claro que Él mismo es ese verbo encarnado, yo estoy seguro que cuando Él dijo sea la luz, lo que Él hizo fué pararse en medio de esa tiniebla y Él mismo alumbrar todo lo que estaba sucediendo ahí, esa es la luz que yo entiendo que Dios vá a traer en medio de tu vida, en medio de tus circunstancias.

No es que alguien te vá a prender una vela, no es que alguien vá a prender un flash light, no es que te van a coger un faro de ahí en Boston y lo van a alumbrar en toda tu casa, si no que el mismo Dios se vá a hacer presente en tu vida, ese verbo encarnado, vá a hablar una palabra de luz sobre tu vida, y es Él el que vá a alumbrar en medio de esas tinieblas, oiga y en donde Dios está, ahí hay libertad, donde hay luz, allí todas las cosas comienzan a caer en su lugar, así que yo te animo mi hermano, mi hermana, este momento en tu vida es clave. Yo siempre cuando me paro aquí que estoy hablando estas palabras, yo me estoy fijando en sus rostros, y yo no puedo evitar el pensar o al menos imaginarme las distintas circunstancias por las cuáles ustedes pasan en su vida.

Yo puedo ver que muchos de ustedes están diciendo sí, amén, a las palabras que yo estoy diciendo, pero también me imagino que muchos de ustedes están como que hmm, como que no me atrevo a decirle amén todavía a eso, ¿pero sabes qué?, el tiempo de luz vá a llegar, yo no voy a traer esa luz, Dios mismo vá a traer esa luz, Dios mismo vá a alumbrar en tu situación, Dios mismo vá a alumbrar en tu mente, si acá arriba, si esta cabeza es lo que está desordenado y vacío, ahí mismo Dios vá a alumbrar, si es tu corazón que está desordenado, oscuro y vacío, ahí mismo Dios vá a alumbrar, si es tu cuerpo que de alguna manera u otra, tal vez por el sentido de culpabilidad que tú puedes sentir, que tú digas yo no soy digno, mi cuerpo está desordenado oscuro y vacío, Dios mismo puede alumbrar.

Ahora ¿qué tú vás a creer?, ¿vas a creer que Dios está alumbrando en tu vida?, ¿o vás a creer que es lo que es, no puedo hacer nada más acerca de esto?. Hm, let me think for a moment, this happens at times, ¿saben por qué digo esto mis hermanos?, porque una de las cosas que mencioné el miércoles pasado, es que inevitablemente van a haber situaciones que no necesariamente van a funcionar como uno quisiera, y van a haber pérdidas, y no es que me estoy convirtiendo en un profeta de cosas malas, sólo estoy diciendo la realidad, pero aún en medio de esas pérdidas, Dios puede entrar ahí y puede traer una nueva forma, a ese vacío que queda ahí, Dios puede traer una nueva forma a esa área en tu vida, Dios puede darle un nuevo sentido y una nueva dirección a tu vida.

Yo como pastor no lo puedo hacer, un psicólogo no lo puede hacer, un psiquiatra no lo puede hacer, tu mejor amigo, tu mejor amiga no lo puede hacer, pero Él sí puede. Yo te animo, vamos a ponernos de pie, this message will be continued, pero por ahora yo quiero que te vayas con esta palabra de afirmación, ¿acaso la biblia misma no dice que Dios es luz?, yo lo creo, yo creo que Él está trayendo un nuevo tiempo donde su luz vá a estar alumbrando sobre cada una de nuestras vidas, yo miro algunos de ustedes, y yo sé que tal vez su vida en este tiempo presente tal vez no empezó como usted esperaba, pero Dios está trayendo una nueva luz, yo lo quiero creer así, que Dios está trayendo una nueva luz sobre tu vida, sobre tu familia, sobre tus seres queridos, tu trabajo, tus luchas interiores, Dios está trayendo una luz nueva, ¿cómo van a tornar las cosas?.

Yo sé que de acuerdo al relato de la creación todo cae en su orden, ¿y sabes qué es lo más lindo de todo?, es que Dios termina diciendo que era bueno, Dios creó la luz y dijo qué bueno es, dividió las aguas de la tierra y dijo qué bueno es, creó los animales y dijo qué bueno es, creó al hombre y dijo qué bueno es, y cuando vió al hombre solo dijo, that is not too good, y lo hizo mejor entonces cuando trajo su compañera, lo que Dios vá a hacer en tu vida vá a ser bueno, créelo. Padre miramos hacia ti esta noche, y creemos con todas nuestras fuerzas, todo nuestro corazón, con toda nuestra mente, que lo que Tú vás a hacer será bueno, será deleitoso, será tu propia gloria en nuestras vidas.

Yo te pido que esta palabra Señor llegue bien profundo al corazón de cada uno de mis hermanos, mis hermanas, Tú conoces nuestras tinieblas, Tú conoces el desorden que pueda haber dentro de nosotros, pero decimos Señor, sea tu luz, trae tu luz, trae tu presencia, Tú eres luz, alumbra Tú nuestras tinieblas, aparece Tú en medio de nuestras vidas, y quita Señor todas esas cosas que le quitan sentido a nuestro ser, y trae Tu significado, trae Tu propósito, trae Tu dirección, trae Tu ánimo, trae alegría, trae paz, trae amor, trae visión, trae creatividad, Señor trae todas tus cualidades, que se hagan realidad en medio de nuestras vidas. Aunque duela pero creemos que lo que Tú traes será bueno, será bueno, será bueno, será bueno Señor, porque Tú eres bueno Señor y para siempre, a ti te damos toda la gloria y el honor esta noche, gracias por tu palabra, aleluya, amén y amén, gracias Jesús.

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Conviertase en amigo de Dios

9 de enero del 2012 - Por Carmen Ray-Calvo

Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre os las he dado a conocer. Juan 15:15

Un amigo es alguien a quien conocemos y con quien mantenemos una relación estrecha y conocen muchas cosas personales el uno del otro

Jesús en esta porción de las escrituras llama a sus discípulos amigos dando a entender la relación que existía entro ellos.

Proverbios 17:17 nos dice: “En todo tiempo ama el amigo y es como un hermano en tiempo de angustia”

También proverbios 18:24 dice que: “Amigos hay más unidos que hermanos”

Cuando usted se convierta en amigo de Dios esa relación le dará la audacia para venir a él tantas veces como sea necesario, llevandole confiadamente hasta el trono de la gracia.

No tenemos que ser perfectos para convertirnos en amigos de Dios, él es el único amigo que a pesar de nuestras faltas, flaquezas y debilidades nos sigue amando. Levántese cada mañana y cuéntele al Señor todas sus victorias, necesidades, fallos, fracasos. Hablele de usted y de aquellos que ama, El quiere ser ese amigo que usted necesita.

Cuando logres reconocer que no puede hacer nada sin El entonces se convertirá en un verdadero amigo de Dios.

¡Jesús nunca esta muy ocupado para atender a su llamada!

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La dicha de una vida perdonada

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Quiero dirigir su atención en un pensamiento desarrollado que yo sé que va a bendecirles para el resto de este año. Yo le pido al Señor que me de la misma entrega y pasión por este mensaje que me dio esta mañana y que yo se los pueda compartir a ustedes también con efectividad. Salmo 32, vamos a la palabra del Señor. Dice:

“…Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre, la mujer, a quien Jehová no culpa de iniquidad… en otro pasaje de la Biblia dice a quién Jehová no inculpa, es decir, no le atribuye culpa aunque la tiene ─ a quién Jehová no culpa de iniquidad y en cuyo espíritu no hay engaño. Mientras callé se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día, porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano. Se volvió mi verdor en sequedades de verano, mi pecado te declaré y no encubrí mi iniquidad. Dije, confesaré mis transgresiones a Jehová, y tu perdonaste la maldad de mi pecado. Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado. Ciertamente, en la inundación de muchas aguas no llegarán estas a él.

Tu eres mi refugio, me guardarás de la angustia, con cánticos de liberación me rodearás. ─esto es una promesa del Señor, ─ te haré entender y ten enseñaré el camino en que debes andar. Sobre ti fijaré mis ojos. No seáis como el caballo o como el mulo sin entendimiento, que han de ser sujetados con cabestro y con freno, porque sino no se acercan a ti. Muchos dolores habrá para el impío, más al que espera en Jehová le rodea la misericordia. Alegraos en Jehová y gozaos justos y cantad un júbilo todos vosotros los rectos de corazón…”

Bendiga el Señor su palabra. Es un hermoso salmo. La dicha de una vida perdonada. La dicha de una vida perdonada. Déjeme decirle el origen de esta meditación y de este texto.

De nuevo, como muchas veces hago, le estaba pidiendo al Señor una palabra para ustedes apenas arrancando el segundo domingo del nuevo año. Todavía me siento como que todavía estamos despegando para este nuevo año. Y se me ocurrió lo importante que es tener consejo de parte de Dios, tener dirección de parte de Dios, saber cómo obtener sabiduría y guianza en los caminos de la vida. En este año vamos a tener situaciones en que no sabemos qué hacer quizás, situaciones complejas, familiares, financiera, quizás hasta legales, relacionales, trabajo, muchas cosas. Tenemos que saber cómo recibir consejo de parte de Dios para hacer lo correcto.

Yo pensaba, okay, eso es lo que quiero siempre al Señor hablarle al pueblo, cómo recibir consejo de parte de Dios en el año venidero y en tu vida futura. Y me vino ese pasaje porque Dios tiene ahí tantas cosas en nuestro espíritu. Uno lee continuamente la palabra de Dios y como que esos textos están flotando para ser agarrados. Se habla de la nube, the cloud, en la computadora hoy en día, como que todo está en una nube ahí arriba. De vez uno extiende su mano y saca algo de la nube y la baja.

En mi nube espiritual había muchos… y me vino este texto a la mente. Yo le decía a los hermanos esta mañana, por eso es que es tan importante usted tener la palabra de Dios moviéndose dentro de usted. Cuando usted medita continuamente en la palabra del Señor, Dios siempre va a tener algo sobre qué apoyarse. Cuando usted tenga necesidad va a venir una palabra de Dios, un texto, un himno, un coro, una palabra que alguien le dio, algo que usted leyó hace tiempo y como que va subir a su mente, y esa va a ser la palabra de Dios para usted.

Me vino a la mente ese versículo que dice ‘te haré entender y ten enseñaré el camino en que debes andar’. Yo dije qué precioso eso. Ese es un buen texto para apoyarme para hablar acerca de consejo, dirección. Y eso fue uno de los últimos pensamientos que tuve anoche antes de dormirme, porque me vino mientras yo estaba listo para dormirme. Ya no quería perder el sueño así que lo dejé ahí en la cloud. Y esta mañana me levanté y busqué para preparar el mensaje.

“Te haré entender y te enseñaré el camino por donde debes andar”, fui al salmo 32 en la concordancia. Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar. Y que bella promesa de Dios para nosotros. Yo te voy a dar entendimiento y te enseñaré el camino en que debes andar.

Pero entonces cuando comencé a explorar me di cuenta que esa promesa está insertada en una serie de otros pensamientos, pre condiciones, es todo un sistema que hace posible esa promesa de Dios para nuestras vidas. Y entonces entendí que esa promesa es parte de toda una meditación acerca del perdón, de la confesión del pecado, del arrepentimiento, de traer nuestra carga y nuestras deudas delante del Señor.

Para que nosotros podamos recibir consejo, sabiduría, enseñanza, tenemos que estar claros, tener cuentas claras con Dios. Entonces, todo este salmo es una bella meditación sobre la confesión de pecados, sobre venir ante Dios y reconocer nuestras faltas, pedirle perdón al Señor y ser perdonado por Dios. Esa es la pre condición para una vida bienaventurada, por eso es que dice, bienaventurado la persona que su deuda, su pecado ha sido perdonado.

Yo quiero hablarles a ustedes, hermanos, acerca de eso, que para nosotros tener buena comunicación con Dios necesitamos primero tener una relación clara delante del Señor. Este es un salmo masquil, es un tipo de salmo que tiene que ver con sabiduría. Es un salmo de instrucción y este salmo nos está dando una enseñanza bien poderosa acerca de la importancia del perdón en la vida de los hijos de Dios, y de confesar nuestro pecado.

Entonces, el salmista comienza con un pensamiento general diciendo, que bendición, que suerte tiene, que afortunado es, que dichosa es la persona cuya transgresión ha sido perdonado y cubierto su pecado. El hombre o la mujer a quien Jehová no culpa de iniquidad. Eso es una cosa bien importante que tenemos que recordar.

Ahora, aquí dice tres cosas, dice que tenemos que ser perdonados, nuestro pecado y que Dios no nos inculpe de iniquidad. Y yo creo que ahí hay una enseñanza que tenemos que tener en cuenta. Cuando Dios nos perdona, hay muchas cosas que se dan en nuestra vida.

Dice, cuya transgresión ha sido perdonada, es como que digamos una persona, que ha cometido un crimen y que debiera ser condenado por ese crimen, pero va donde un juez, y ese juez perdona el pecado de esa persona. se da una transacción judicial, ese juez dice, ¿Sabes qué? Deberías ir a la cárcel, pero estás perdonado. Y eso es lo que pasa cuando nosotros confesamos nuestros pecados delante de Dios, nuestras deudas delante del Señor. Lo primero que pasa es que esa deuda es borrada del record. Dios borra nuestras iniquidades cuando confesamos nuestros pecados delante del Señor.

Ya el diablo no puede venir y agarrarse de eso para atacarte, para criticarte, para hacerte daño. Dios ha dicho, tu estás perdonado. Esa persona, cuando es perdonada por la ley, ya su record está limpio otra vez.

Y segundo dice, aquella persona que su pecado ha sido cubierto, es decir, yo veo en esto, es como cuando uno ha pecado uno está en vergüenza con uno mismo, está en vergüenza con los demás muchas veces, está en vergüenza con Dios. es como una persona que está desnuda y desprovista de dignidad porque toda su desnudez está abierta. Pero viene alguien y le tira un manto por encima y cubre su desnudez y ya la dignidad de esa persona es restaurada.

Entonces cuando somos perdonados por Dios yo creo que eso quiere decir también, que somos libres para comparecer públicamente y para caminar en la vida sin un sentido de vergüenza. Podemos aceptar el perdón de Dios y vivir con una consciencia tranquila, podemos movernos en la vida, transaccionar diferentes cosas. No tenemos que tener esa cosa como persiguiéndonos continuamente, yo pequé, yo hice esto, yo hice lo otro. No, si Dios te perdonó, no mires hacia atrás, mira hacia adelante y vive la vida confiado de que ya arreglamos cuentas. Yo no tengo que estar otra vez visitando ese pecado, yo voy a seguir adelante ahora con una consciencia limpia delante de Dios. Dios encubrió, Dios escondió mi pecado.

Y en tercer lugar dice que buenaventura a quien Jehová no inculpa de iniquidad. Eso quiere decir, hermanos, cuando Dios perdona, Dios perdona. Cuando Dios perdona tu no tienes que sentirte como que no puedes volver delante de Dios. ya Dios te sanó, Dios te perdonó, ya Dios no tiene rencor contigo, ya tu puedes comparecer libremente delante del trono de Dios. Dios no está como recordando y estrujándote en la cara tu pecado. Dios es un Dios sencillo de corazón, cuando él te perdona, sigue adelante porque Dios ya está bien contigo y tu estás bien con Dios si hay arrepentimiento de corazón.

Ahora, ese la esencia que nosotros, hermanos, para poder vivir efectivamente la vida cristiana, nosotros tenemos que tener una vida de continuo comparecer delante de Dios y pedirle perdón al Señor por nuestras deudas, nuestros pecados y ser verdaderamente arrepentidos.

A mí me gusta este salmo porque este salmo te llama a ti, me llama a mí, a una vida muy consciente de que yo necesito continuamente la gracia de Dios en mi vida. ¿Saben qué? Mientras estemos sobre la tierra vamos a ofender al Señor inevitablemente, porque esa es la naturaleza de la vida humana, esa es la naturaleza de la condición humana. Pero por eso es tan importante que en nosotros haya siempre una actitud de continuo reconocimiento de nuestros pecados y de que yo necesito la gracia y la misericordia de Dios continuamente.

Yo creo que Dios quiere, hermanos, que nosotros continuamente estemos examinándonos a nosotros mismos. Pero yo quiero decir esto, que no es examinándonos con un sentido de paranoia, no es con un sentido como que de que yo estoy sucio, como esa gente que tiene una enfermedad neurótica compulsiva que siempre se están lavando las manos porque sienten que siempre tienen gérmenes. No, porque hay una forma de uno sentirse culpable que te debilita, te neurotiza y te frena y te impide vivir una vida feliz. Y eso es muy peligroso y el diablo muchas veces quiere que nosotros nos sintamos sucios y que siempre estemos como mirando por detrás para ver cuando Dios nos va a dar el próximo latigazo.

No, yo me estoy refiriendo, hermanos, a una actitud de humildad preventiva delante del Señor que reconoce que yo necesito la gracia de Dios 24 horas al día. Y que haya también una disposición en nosotros, hermanos, de agradar al Señor y de cambiar de estilo de vida.

Yo creo que uno tiene que vivir una vida arrepentida todo el tiempo. No me estoy refiriendo tampoco a una actitud donde, ah, ya Dios me perdonó, Dios es bueno, Dios es misericordioso y usted vive entonces como un sinvergüenza, como un chivo sin ley como dice Gregory muchas veces. Tampoco me estoy refiriendo a eso. No me estoy refiriendo como dicen por ahí a una gracia barata. No. yo me estoy refiriendo que yo creo que todos nosotros, si somos honestos, incluyendo a quien les habla, tenemos que estar continuamente conscientes de que hay cosas en mi vida que pueden mejorar, hay cosas en el año pasado, ayer, que hubiera podido vivir mejor delante de Dios y por eso es que yo necesito la gracia, la misericordia de Dios continuamente.

Oiga hermano, porque hay mucha gente que yo creo que abusa de la misericordia y la gracia del Señor, no se examinan, no nos examinamos. Creemos que con venir a la iglesia y pagarle una ofrendita a Dios, como que ya todo está bien y no hay ese sentido interior, de corazón, Señor, ten piedad de mí. Yo necesito de tu gracia. Yo necesito de tu perdón.

Y que entonces podamos venir delante de Dios y recibir ese bálsamo de perdón y de gracia. Lo que el salmista aquí nos llama, hermanos, es a una vida de confesión, una vida de reconocimiento de nuestros pecados, nuestras faltas delante del Señor, no subestimar la santidad del Señor.

Yo creo que este año Dios quiere que tu y yo vivamos con un sentido renovado de reverencia ante la santidad de Dios y nuestra deuda, nuestro pecado delante del Señor. Dios quiere un pueblo acongojado por su pecado.

Pero de nuevo, es una paradoja porque por una parte sentimos congoja por nuestros pecados, pero por otra parte también sabemos que tenemos un Dios misericordioso que se apiada de nosotros. Para mí ese es un balance idóneo porque hay un tipo de cristiano y hay un tipo de iglesia legalista que siempre está azotando a la gente, y lo que tienen es un látigo con cuatro bolitas de bronce para darle a la gente y abrirle zanjas en la espalda, y no hay una medicina. Eso es malo.

Hay iglesias, por otra parte, que todo es gracia, gracia, gracia, no prediques nada que moleste a la gente, que los incomode con su estilo de vida, su situación, sus prácticas, porque Dios es Dios de misericordia y de amor y Dios te entiende, etc. y eso también es terriblemente irresponsable.

Y yo creo que hay un balance entre esas dos cosas de una iglesia, un hombre, una mujer, que reconoce su pecado, reconoce que necesita mejorar y está consciente de ello y está abrumado en un sentido y apenado porque sabe que uno siempre se queda corto delante de Dios y que confiesa su pecado y hace propósito sano y honesto de mejorar y de cambiar de estilo de vida, pero que también sabe que Dios es un Dios misericordioso y cuando le confesamos nuestras faltas él nos cubre, nos tira el manto de la bendición y dice, okay, vamos a comenzar de nuevo.

La Biblia está llena de esos ejemplos. Les remito a la parábola del publicano y el fariseo. El publicano era un sinvergüenza, un empleado de la ciudad o del gobierno que abusaba de su posición y era corrupto y hacía daño con su comportamiento y este hombre, dice, que viene a la casa de Dios, y hay otro al lado que es un tipo que se cree santo, perfecto, y no se ha arrepentido de corazón, no reconoce sus faltas, solamente está viendo dos o tres cositas. Yo diezmo, yo voy a la iglesia, yo hago esto, yo hago lo otro, y solamente ve las cosas grosso modo pero no ha visto de corazón todas las cosas que tiene podridas por dentro.

Dice que el publicano se golpeaba el pecho y decía, ten misericordia de mí, Señor, pecador. Había un reconocimiento radical de su pecado y yo asumo que había también un deseo de cambiar, porque dice la Biblia que Dios vio su actitud y él se fue justificado para su casa.

Y a eso es que yo me refiero, hermanos, es una actitud donde tu lloras por tu pecado, tu sabes que tu has fallado. Pero eso no te paraliza tampoco, te permite continuar viviendo porque tu recibes la misericordia de Dios, tu sabes que Dios te está perdonando y que tu vas a ser mejor, estás mejorando, estás progresando, estás haciendo todo lo que está de tu parte. Hay congoja en tu corazón por tu pecado.

Por eso es que a mí me gusta el salmo 51 que dice, al corazón contrito y humillado no despreciarás tu, oh Dios. Yo pienso en el Apóstol Pablo, el Apóstol Pablo era un hombre que servía al Señor, lo había perdido todo por Dios, había sacrificado tantas cosas en su vida. Dios lo había usado tan grandemente y sin embargo él decía, yo soy el jefe de los pecadores. Porque Pablo sabía que a pesar de todo lo que él hacía, siempre había algo que él podía todavía mejorar. Había drama en su vida.

Dice que Dios le permitió un aguijón en su vida, y él le pidió muchas veces al Señor, líbrame de esto, dice, es un mensajero de Satanás, un aguijón en su carne. Y le pidió al Señor que lo librara, y Dios le dijo, no, te lo voy a dejar ahí para que tu aprendas a ser humilde. Y él dijo, bueno, Señor, está bien, lo que tu quieras.

Es decir, que yo creo que todo hombre, toda mujer de Dios por más que haga y obre para el Reino de Dios, siempre debe saber que hay cosas que tu le debes a Dios y que solo por la misericordia de Dios él no te tira un rayo que te parte por mitad, y te manda al fondo del infierno. Porque Dios es misericordioso, y eso nos impide ser orgulloso, arrogantes, legalista, acusadores de los demás y asumir que somos la última Coca Cola en el desierto. Por más que nosotros le demos al Señor, siempre vamos a estar endeudados de Dios, hermanos, porque esa es la naturaleza humana.

Yo creo que cuando tu reconoces eso, eso te cubre, el diablo no te puede acusar. Porque cuando quiera acusarte, Dios le dice, no, hombre, pero si ya ese delató hace 10 años, mira aquí está, ya yo lo perdoné. Y tiene que irse con la colita entre las piernas a buscar otro pecado del cual acusarte, porque ya ese… mira, delátate continuamente delante de Dios ante que vengan y te denuncien a ti. Eso es lo mejor.

Guarda cuentas cortas con Dios. Desde que tu descubres algo en tu vida que no está correcto delante del Señor, tírate a los pies del Señor y llora hasta que te salgan los mocos y pídele perdón, arrepiéntete, levántate y ahí restaurado y sigue adelante con un propósito mayor de servir a Dios.

Mire lo que dice el salmista, “mientras callé se envejecieron mis huesos, en mi gemir todo el día…”

Mientras callé, acerca de qué? De mi pecado. Hay gente por ahí que callan acerca de sus pecados y creen que si callan Dios no se va a dar cuenta, y el diablo tampoco. Y ese es el error más grande de todos. Dios siempre se da cuenta porque es Dios y el diablo porque es viejo y ya lleva muchos años en la tierra, tiene sus espías por ahí.

Sabe que mientras uno calla, mientras uno disimula su pecado, mientras uno lo llama otra cosa, oh, eso es una debilidad que yo tengo, eso es un defecto que me viene de mis padres, eso es de familia, no, es que yo soy honesto. No. no es que eres honesto, es que eres duro de boca, es que eres cruel con la gente, es que eres abusador de palabra. No lo llames honestidad. No disimules tu pecado, no disfraces tu pecado, no calles tu pecado, no lo escondas, no mires a otros peores supuestamente que tu, para entonces sentirte tu mejor que los demás.

Muchas veces los confinados en la cárcel tienen un sistema, las personas por ejemplo, que son abusadores de niños, los tratan malísimo en la cárcel porque los confinados dicen, no, eso sí que es algo que no se perdona. Eso es tontería, eso es para ellos sentirse mejor que el otro. Ah, no, yo por lo menos no abuso de los niños. Sí, yo maté a 17 mujeres pero abusar de un niño jamás. Es el hombre tratando de encontrar siempre algo para esconder su pecado y no mirarse a sí mismo.

Ah, no yo no soy como esa gente en la iglesia que vienen y están al frente, y levantan la mano, y están llorando, no, yo soy sincero con Dios. Mentira. Tu estás diciendo eso para no admitir que tu tienes un pecado que tienes que confesar delante del Señor. Esos hipócritas por allá. No, confiesa tu pecado, no te fijes en los demás. Mírate a ti mismo y reconoce dónde estás tu conforme a Dios y no estés mirando alrededor, no mires a nadie más para sentirte mejor que nadie ni tampoco peor que nadie. No te compares con nadie. Tu y Dios. No escondas tu pecado, reconócelo delante del Señor. Confieso.

Por eso digo que este salmo me llama a mí a una vida de confesión saludable donde yo sé que yo le debo al Señor. Yo nunca voy a poder ser perfecto para con Dios pero me voy a arrepentir, voy a reconocer, voy a confesar y voy a hacer un sano propósito de seguir adelante, porque si no lo hago, eso va a ser como una uña que va hincar y se va a meter adentro de mí, una uña que no quiere salir. Sabe lo que pasa? Que hinca la carne, perdonen lo gráfico. Un tumor que quiere salir, hay cortarlo, hay que sacarlo porque está obstruyendo un nervio, está obstruyendo el flujo de la sangre, está obstruyendo algo, una respiración.

Y en el pecado inconfeso es así. Muchos de nosotros vivimos un estilo de vida pecaminoso, hermanos. Y eso es un tumor que se va aumentando, va creciendo. Lo disimulamos y cuando se pone demasiado grande, le cortamos un pedacito para que salga un poquito de respiración, pero no lo cortamos completamente. Y a veces lo cortamos un poco más pero le dejamos la raíz porque queremos que vuelva a surgir otra vez. No se engañe. Dios conoce. Dios sabe a qué me refiero.

Yo he bregado mucho con mi propio pecado para no ser buen psicólogo del pecado. Yo sé cómo son los juegos que nosotros jugamos con Dios, hermanos. Mi Dios lo que quiere es una operación radical. Hay cosas en tu vida y en mi vida que vamos a tener que entregárselas a Dios para arrancarlas de raíz, porque si no la arranca de raíz el cáncer vuelve a brotar otra vez. Oiga, y te va doler.

Ese demonio principal que está ahí en el fondo va a chillar como una chincha cuando se la quieren arrancar de la carne, va a chillar, pero tienes que hacerlo, tienes que confesar, tienes que entregar tu vida, tienes que decir, Señor, radicalmente me arrepiento y voy a vivir una vida…

Yo les animo este año, así como me animo a mí mismo, que sea un año de, Señor, ya, corta el tumor, córtalo de raíz. Confieso mi pecado. Porque cuando tu no lo confiesas, cuando tu no te arrepientes de corazón, mira, dice, mis huesos se envejecieron, hay decadencia. La mano del Señor pesa, se agravó sobre ti, como que Dios está poniendo presión sobre ti. Esa presión te está debilitando espiritualmente. Cada día te estás hundiendo más en el pecado.

Dice, se volvió mi verdor en sequedades de verano. Sabe lo que pasa? Cuando la grama no se le echa agua y el sol comienza a brillar sobre ella y a quemarla, se pone saca, pajosa, estéril, rala, y el pecado inconfeso, el pecado con el cual no bregamos, el pecado del cual no nos arrepentimos conduce a la esterilidad espiritual, conduce simplemente a vivir en la superficie de la espiritualidad pero no ir hondo en el Señor, porque hay cuentas que pagar, hay cosas que arreglar.

El salmista dice, mientras yo callé no reconocí, disimulé, le proyecté mi pecado sobre otros, le eché la culpa a otros de los que yo hago, no reconocí mi comportamiento, permanecí en un estilo de vida inadecuado, la mano del Señor se agravó sobre mí. Mi vida se fue secando dentro de mí.

Ahora, gloria a Dios, que el salmista no se quedó allí. El salmista va a otra cosa, y dice, mi pecado que declaré, es decir, él se dio cuenta lo que estaba pasando en su vida y entonces fue donde el Señor finalmente, fue al templo, fue a donde un amigo, y le confeso, vamos a orar juntos. Clamó delante de Dios. dice, te declaré y no encubrí mi iniquidad. Dije, confesaré mis transgresiones al Señor.

En otras palabras, eso es lo que tenemos que hacer cada día, hermanos. Venir delante de Dios, reconocer nuestros pecados, confesárselos al Señor, arrepentirnos de corazón, arreglar cuentas con Dios y mire lo que pasa cuando usted hace eso: y tu perdonaste la maldad de mi pecado.

Yo puse una notita aquí al lado de mi Biblia, dice, no hay resistencia, Dios está dispuesto. En otras palabras, desde el momento en que él reconoce su pecado, Dios le dice, y tu perdonaste la maldad de mi pecado.

Mire, en el momento en que usted se sincera con Dios enseguida la misericordia de Dios está lista para fluir otra vez. Por eso le digo a la gente, no tenga temor, no juegue juegos con Dios por que no se puede jugar con Dios. y en segundo lugar, es porque cuando tu eres honesto con Dios enseguida Dios arregla cuentas contigo y él ya todo terminó allí. Ya dice, okay, vamos, sigamos adelante. Ya, todo está arreglado. Dios está dispuesto a perdonar cuando hay arrepentimiento de corazón.

Porque sino la alternativa es el estancamiento. Recuerdan el hijo pródigo? Se fue a un lugar lejano, lleno de orgullo, lleno de altanería, carnalidad, gozo en las cosas del mundo y no en las cosas de Dios y dice, que un día volvió en sí y dijo, sabes qué? Voy a volver donde mi padre y le voy a pedir perdón. Y su padre enseguida se lanzó sobre él desde que lo vio y no solamente lo restauró a la condición de un mero empleado de su casa, como él pensaba que iba a hacer, sino que le devolvió toda su dignidad, le puso el manto de realeza otra vez sobre él. Lo restauró a su condición de hijo, le devolvió todos sus bienes, su posición.

Porque así es que Dios es. Por eso es que yo les digo, hermanos, todos nosotros debemos siempre estar listos para venir delante del Señor y mantener nuestras cuentas claras delante de Dios, alegrarnos cuando descubrimos que hay algo que tiene que ser tratado por el Señor, porque si tu le pides al Señor, él te va a ayudar a seguir adelante.

Y entonces el salmista dice, por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado. En otras palabras, dado el hecho de que Dios está tan dispuesto a tratar con nosotros y a perdonarnos, por eso es que debemos orar delante del Señor, por eso debemos confesar nuestros pecados. No titubear y traer nuestras necesidades y nuestra condición delante del Señor.

Y entonces viene ahora una lista de beneficios adicionales, que vienen como consecuencia de esa vida de confesión preventiva y de reconocimiento continuo de nuestra falta y de nuestras necesidades delante del Señor.

Mire lo que dice, ciertamente, la inundación de muchas aguas no llegarán estas a él, tu eres mi refugio, me guardarás de la angustia. Uno de los beneficios de ser perdonados por el Señor, es que Dios siempre estará contigo para rescatarte en el día de la angustia. Cuando tu estás claro delante del Señor, cuando tu sabes que tu nunca vas a ganarte la justicia de Dios por tus propias obras, entonces ahora Dios queda libre para socorrerte a ti cuando tu estás en apuros y en pruebas. En el día de la angustia el Señor te va a sacar adelante.

Yo les decía a los hermanos el domingo pasado, hermanos, yo no les prometo un año libre de pruebas, pero sí les prometo un año lleno de victorias. Las angustias van a venir, quizás van a venir pruebas a tu vida, yo no sé lo que te espera por delante, ni lo que me espera a mí, pero una cosa yo sé, es que si yo estoy bien con Dios, si mi vida está clara delante de Dios, aunque yo caiga en el hoyo, el Señor me sacará de allí.

La Biblia dice, muchas son las pruebas del justo, pero de todas ellas le librará el Señor. El salmista dice, pacientemente esperé a Jehová y me sacó del hoyo de la desesperación, del lodo cenagoso, puso mis pies sobre peña y enderezó mis pasos. ¡Aleluya!.

Cuando tu estás bien con Dios y cuando Dios está libre, porque tu has arreglado cuentas con él previamente, y tu te has cubierto con la sangre de Jesús y tu estás deseoso de agradar al Señor, entonces ya tu estás libre para que Dios siempre te saque de los problemas que puedan venir a tu vida.

Este año tu puedes estar seguro de que Dios, si te encuentras en una situación apremiante, aunque dure un día, 10 días, tres meses, seis meses, el Señor te va a sacar porque él vela sobre sus hijos. Pero es importante que tu estés claro delante de él y que tu hayas arreglado cuentas con él.

Dice aquí también, con cánticos de liberación me rodearás. Sabe, hermano, la persona que está bien con Dios y su iniquidad ha sido perdonada, es una persona que siempre está celebrando una victoria u otra. Siempre tiene una palabra de alegría para darle al Señor, siempre tiene un testimonio de algo que Dios hizo y lo sacó adelante. Cánticos de liberación.

Yo podría decir tantas cosas que Dios… tantos cánticos de liberación… esta misma semana el viernes comenzó con una cantidad de cosas y problemas y retos de la construcción y otras cosas, y cuando terminó la tarde, ya todo eso estaba resuelto. Increíble. Cánticos de liberación.

Dios me dio la sabiduría, le puedo compartir un pequeño testimonio acerca de eso? Cánticos de liberación. Mire, queremos comenzar a poner ladrillos esta misma semana, a pesar de que es invierno y eso tiene unas complejidades, pero había una traba que necesitábamos ver lo más pronto posible a una persona, una autoridad de la Ciudad de Boston. Si esta persona no daba la aprobación no podíamos comenzar a poner ladrillos y parecía que había que esperar un tiempo demasiado largo. Hay unas oportunidades que tenemos que aprovechar ahora mismo, y el arquitecto me dijo, no, no se puede esta semana, sencillamente, no hay manera.

Yo me quedé callado y me frustré por dentro pero iba manejando hacia otra reunión y me entró una de esas cosas, que a veces me entra, y dije, ¿Saben qué? Yo voy a llamar a esa persona directamente. Ahí en la Ciudad de Boston, como la reina Ester cuando dijo, yo no puedo entrar ahí a ver al rey porque sino me cortan la cabeza. Yo dije, ¿Saben qué? Yo me voy a confiar a la gracia del Señor. Este es un hombre con quien a través de todos estos años de construcción, de vez en cuando, cuando he estado en un gran aprieto yo le he pedido misericordia a él y he ido en mi calidad de pastor y le he dicho, no estoy aquí como un profesional, estoy aquí como un pastor que estoy preocupado por mi iglesia y necesito que tu me des una excepción a esto.

Y ese hombre es dificilísimo de alcanzar. El arquitecto nunca lo consigue, pero por alguna razón yo siempre que llamo lo consigo. Es una cosa rara. Nadie lo consigue. La última vez hace como 3 años lo llamé y me dijo, how did you get me? Nobody finds me in this phone ever. Él estaba como molesto y frustrado de que yo lo hubiera pillado en el teléfono. Dice, nadie me consigue cuando llaman.

Y de hecho esa vez le presenté mi causa y él me dio gracia. Y esta vez dije, Señor, ni siquiera había formulado las palabras, pero dije, Señor, aunque no tengo claro lo que le voy a decir, si él contesta ya voy a tomar eso como una evidencia de tu gracia y le voy a hablar lo que me salga. Óigame, iba manejando, iba tarde a una reunión y suena el teléfono dos veces, hello? Ni voy a decir el nombre de quién es, y yo dije, gracias Señor. Y entonces procedí, y le dije, mira, yo sé que esto es algo excepcional, mi arquitecto tiene miedo de llamarte otra vez. Te dejó un mensaje pero necesito esto y esto. Estoy llamando como pastor, no estoy llamando como contratista ni como nadie. A veces tu has tenido gracia para conmigo y esto es lo que yo necesito. Tenemos una necesidad y es un aprieto, si no vamos a perder una gran oportunidad. Él dijo, no se preocupe, yo voy a llamar al arquitecto y vamos a resolver esto.

Cerré el teléfono y llamé al arquitecto. Le dije, espera una llamada de esta persona. y cuando estoy hablando con él me dice, aquí me está llamando ahora mismo, tengo que cerrar el teléfono. Era este hombre llamándolo. Cánticos de liberación.

Hermanos, porque Dios no lo hace todo fácil para tu vida, pero cuando tu confías en la gracia del Señor, yo sé que no soy perfecto, pero yo sé que tengo gracia ante Dios. él conoce mi corazón.

Entonces, cuando tu tienes esa confianza, tu te atreves a hacer cosas. Cuando estás en aprietos, tu dices, bueno, yo y mi Dios estamos bien, no es que yo no tenga pecado pero él sabe toda mi vida, él sabe que yo estoy tirado a sus pies y que yo estoy claro, soy transparente delante de él, no tengo nada escondido delante de él, tengo su amor, tengo su gracia, tengo su misericordia. Usted se mete al hoyo mismo del infierno y usted sabe que Dios está con usted.

Y eso le da autoridad. Muchas veces nosotros somos como Adán y Eva, tenemos nuestros pecados encubiertos, nos cubrimos con hojas y Dios sabe. Y cuando Dios quiere venir y hablar con nosotros, nosotros nos escondemos de él porque no tenemos autoridad. Cuando usted sabe que usted necesidad la misericordia de Dios y que todo lo que Dios le de es porque él es misericordioso, compasivo, tierno, perdonador y tolerante, eso le baja la guardia al Señor enseguida. A Dios lo que no le gusta es la gente arrogante, la gente deshonesta, la gente que cubre su pecado, la gente de doblez de corazón, pero cuando Dios ve un corazón contrito, humillado, transparente, sincero, sencillo, el Señor no sabe qué hacer para bendecir esa persona.

Por eso yo les pido, hermanos, seamos tiernos para con Dios. seamos transparentes para con el Señor, seamos humildes ante nuestros hermanos y ante nuestro Dios porque eso siempre hará que en nuestra vida haya testimonios, muestras del favor de Dios. Tendremos pelea, tendremos batalla, tendremos momentos de aprietos pero de todas ellas nos librará el Señor y siempre habrá un cántico de liberación en nuestra boca.

Y entonces, ahí está la promesa de la cual yo les decía, el Señor dice, te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar. Cuando tu estás recto delante de Dios, cuando tu corazón está claro delante del Señor, mire, Dios te da sabiduría, te da entendimiento y te enseña cada día el camino en el que debes andar. Cada día viene el consejo de Dios a tu vida.

Yo dependo de eso, como pastor, como padre, como esposo, como consejero, como administrador, como persona que está metida en tantos diferentes ambientes, yo continuamente, Señor, dame sabiduría. Dame un consejo. Cómo resuelvo esto? Mañana tengo que predicar y no tengo nada, Señor. No quiero predicar un sermón genérico porque eso lo puede hacer cualquiera, yo quiero una palabra profética. Dónde está tu palabra? Dónde está tu consejo?

Y yo dependo de Dios, hermanos, 24 horas al día. Yo no le puedo decir cuántas veces mientras voy manejando, Señor, tengo una cita, tengo alguien a quien aconsejar, algo que decir, una situación que resolver, una reunión importante. Dame la palabra, dame el consejo.

Y cuando tu tienes cuentas claras con Dios, todas las líneas están limpias. Tu puedes recibir, no hay interferencia. La palabra del Señor baja clara, no es como cuando tu estás en el túnel que tu oyes la voz entrecortada de Dios, el diablo está tirando todo tipo de interferencias y tu no sabes lo que él te está diciendo. No, cuando tu vida está clara el Señor te habla en high definition, es claro. Te llega perfectamente clara la palabra del Señor. Dios te da entendimiento. Tu recibes intravenosamente la revelación de Dios, el consejo de Dios para tu vida.

Tu vida es una vida de sabiduría, de decisiones bien hechas y de corrección, cuando te equivocaste el Señor dirige las cosas en una buena dirección. Te enseñaré, te instruiré, te haré entender. Óigame, qué cosa? Eso es algo global, te haré entender. en otras palabras, tu sabrás quién eres? Cómo es el mundo? Cómo es la vida, la muerte, la enfermedad, las relaciones humanas, las finanzas, el trabajo, el matrimonio, los hijos? te haré entender y te enseñaré el camino por donde debes andar.

Pero todo comienza con tener cuentas claras con Dios. Una vida de confesión, una vida de reconocimiento y una vida de sanos propósitos, honestos propósitos de mejorar la manera en que caminamos con el Señor. Te haré entender, te enseñaré el camino.

Y finalmente dice, sobre ti fijaré mis ojos. Que promesa más bella. Puede usted visualizar eso? Sobre ti fijaré mis ojos. Yo espero que tu sientas que cuando tu caminas los ojos del Señor te siguen dondequiera que tu vas. Porque si Dios está mirándote, hermano, todo está bien con el mundo.

David vivía perseguido por eso. Mire lo que dice el salmo 33, versículo 18, “…he aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen, sobre los que esperan en su misericordia para librar sus almas de la muerte y para darles vida en tiempo de hambre…”

Yo les había dicho acerca de ese sueño que yo tuve del Señor en forma de león de la tribu de Judá, y lo que yo vi fue este león, Cristo, el león de la tribu de Judá, posando sus ojos sobre la Ciudad de Boston cubierta de un enjambre de espíritus demoníacos. Y cuando yo vi los ojos del Señor en ese sueño, eran ojos poderosos, ojos de autoridad, ojos de sabiduría y ojos de misericordia. Y yo sabía que simplemente el él mirar era suficiente para ejercer control.

Sabe que Dios es extremadamente económico? Dios no tiene que estar dando batazos y sacar una lanza y una espada y cortar… no, no, Dios simplemente mira y él con sus ojos él gobierna el universo. Él no tiene que inmutarse demasiado.

Así que si Dios está mirando sobre ti la protección del Señor está sobre tu vida, en control de Dios, la bendición de Dios. yo siempre digo, Señor, que tus ojos no se quiten de mi vida. Que tus ojos no se quiten de esta Congregación. Que tu siempre estés mirando sobre este pedacito de tierra en el 68 de la Northampton street, porque si tu estás mirando sobre esta comunidad, esta comunidad será prosperada y será bendecida.

Ahora, cómo te aseguras tu de que los ojos del Señor estarán sobre tu vida? Guarda cuentas cortas. Cuando tu ofendas al Señor, inmediatamente confiesa y has un propósito sano de ser mejor y no encubras tu pecado.

Hay un verso correctivo, dice, no seas como el caballo o el mulo sin entendimiento que han de ser sujetados con cabestro y con freno porque sino no se acercan a ti. qué quiere decir eso? No seas obstinado, no seas rebelde, no te empecines en tu pecado, sino se sumiso, se tierno para con Dios.

No seas rebelde. Hermanos, hay personas en el Reino de Dios y aún en esta iglesia que llevan años y siempre es la misma cosa. Nunca cambian. Es siempre lo mismo. Su temperamento no cambia, su carácter no cambia, su personalidad no cambia, sus prácticas no cambian y necesitamos cambiar de actitud. Hay cosas que están haciendo daño en tu vida, hay cosas que le están haciendo daño a tus seres queridos. Hay cosas que están impidiendo que la gracia del Señor fluya en tu vida y Dios dice, no me obligues a ser cruel contigo. No me obligues a ejercer disciplina porque sino no me obedeces.

Siempre tenemos que tratar de adelantarnos a Dios y confesar nuestros pecados delante del Señor, y cambiar. Yo quiero que en este año tu hagas un firme propósito de entregarle a Dios todas aquellas cosas que no le agradan. Tu sabes cuáles son. No les pongas un nombre diferente. Y recuerde que yo siempre estoy llamándoles a ustedes a ir bien hondo en esas cosas que desagradan al Señor.

Porque muchas veces pensamos que yo no soy adúltero, yo no le estoy robando a nadie, yo no he matado a nadie, yo no ando por ahí dándole patadas a las viejitas en la calle, no les robo los dulces a los niños. Hay cosas, hay otras actitudes, hay cosas profundas en nuestro corazón, hay orgullo, hay rebeldía, hay malas actitudes, hay abuso verbal, hay rencores que no hemos soltado. Hay cosas que son actitudes que no son pecados grotescos, pero igualmente son tumores que hacen daño en nuestra vida.

Y yo creo que verdaderamente el hombre, la mujer de Dios llega a la madurez cuando deja de preocuparse por las cosas graves y serias y feas y entra a esa área ética de la vida. Esos pecados decentes y elegantes, pero que son siniestros y son destructivos y son igualmente de dañinos para el crecimiento espiritual. Entrégale esas cosas al Señor también, confiesa tu pecado para que la disciplina de Dios no caiga sobre tu vida.

Y entonces tu podrás tener todos esos beneficios de los cuales Dios habla. Yo soy el primero que tengo que decirle, Señor, ayúdame a ser honesto y transparente contigo, ten misericordia, ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia, conforme a la multitud de tus piedades, borra mis rebeliones, lávame más y más de mi maldad y límpiame de mi pecado porque yo reconozco mis rebeliones y mi pecado está siempre delante de ti, contra ti solo he pecado y hecho lo malo delante de tus ojos, para que seas reconocido justo en tu palabra y tenido por puro en tu juicio.

He aquí, en maldad he sido concebido y en pecado me concibió mi madre, he aquí, tu amas la verdad en lo íntimo y en lo secreto, me has hecho comprender sabiduría. Unifícame como hisopo y seré limpio, lávame y seré más blanco que la nieve, hazme oír gozo y alegría y se recrearán los huesos que has abatido.

Hermanos, esa es la actitud. Léase el salmo 51 para su devocional esta semana. Esa es la actitud que Dios quiere 24 horas al día, 60 minutos por hora, 60 segundos por minuto. Un corazón contrito y humillado, misericordioso, tierno para con Dios, reconocedor de que desde que tu te levantas, es más, mientras estás soñando ya estás pecando y necesitas que Dios siempre esté cubriendo tu maldad.

Y cuando tu vives así, el diablo no sabrá qué hacer contigo. La misericordia de Dios te cubrirá una y otra vez, quiera Dios que esa sea la actitud de esta Congregación.

Vamos a ponernos de pie, vamos a entregarle al Señor. No seamos rebeldes. No seamos soberbios delante de Dios. Humildes, sumisos, tirados al piso delante de la presencia del Señor, confiando en su misericordia, cada día. Eso es lo que yo deseo para mi pueblo, es lo que yo deseo para mí mismo. Este sermón yo tengo que meditar en él 10 veces, yo primeramente.

Nos toca a todos, hermanos. Dios desea que le entreguemos nuestra vida al Señor. Si tu no has entregado tu vida a Cristo en este día, deja ya de jugar con Dios y refúgiate en los brazos del Señor. Quiero invitar, si alguien no ha entregado su vida a Jesús todavía, y lo quiere hacer en este día, si tu quieres levantar tu mano, yo quiero orar por ti y ponerte en las manos del Señor.

Habrá alguien que no haya dado su vida a Cristo Jesús todavía y que no haya confesado sus pecados delante del Señor? Dios te bendiga, mi hermana, amén, amén. el Señor conoce tu corazón, y ahí comienza la justificación. La justificación comienza con un reconocimiento de pecado. De eso no hay que avergonzarse. Al contrario, que privilegio poder despojarnos de ese manto feo y sucio y recibir el manto de justificación que Dios quiere poner sobre nosotros.

Habrá alguien más que le diga al Señor, Señor, yo me arrepiento de mis pecados y entrego mi vida a ti. Amén, Dios te bendiga, hermana. Amén, Dios te bendiga. Aquí también, manos que se levantan. Gloria al Señor. Manos levantadas en señal de arrepentimiento.

Arriba quizás alguien también? puedo pedirles que pasen aquí al frente rápidamente. Vengan acá un momentito. Yo quiero orar por usted y entregarle su vida al Señor. Alguien que acompañe a esas vidas. Vengan por acá, no se preocupen. Esto es entre tu y Dios solamente. Ven. Quiero ponerte en las manos del Señor y presentar tu vida y quiero que tu camines así de esa manera, como hemos dicho, honestidad, honestidad, sinceridad delante del Señor. Pasen por acá.

Que esta sea la consigna este año para ti y para mí. Sinceridad delante de Dios. Transparencia delante del Señor. No encubras tu pecado. Muere, este el año de morir, este es el año de definir, este es el año de decidir. Este es el año de claridad delante del Señor. Defínenos, Padre, de una vez por todas.

Te entregamos todo lo que tenemos y todo lo que somos. Sinceridad dice el Señor, sinceridad, transparencia delante de mi, dice el Señor. Entréguenme todo y confiésenme todo y yo estoy más que dispuesto para caminar con ustedes. Yo nunca los voy a rechazar, nunca los voy a azotar, nunca los voy a regresar de mi trono, avergonzados. Si ustedes se acercan a mí contritos y humillados, siempre mi mano de misericordia se va a extender sobre ustedes. Y mi perdón siempre estará sobre ustedes.

Yo no les condeno. Si hay arrepentimiento yo no les condeno, dice el Señor. Camina con Dios este año. Camina con Cristo este año. Esto que tu haces de pasar aquí al frente, séllalo en tu corazón. Escríbelo en alguna parte, pon un papel en tu dormitorio, en alguna parte que tu lo veas todos los días. Señor, yo te di mi vida, yo te entregué mi corazón, yo reconocí mi pecado delante de ti. Ahora, quiero vivir en esa honestidad.

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Ver el fracaso como la matriz del éxito

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Primer miércoles del año 2012, wow, eso para mí es grande, yo no sé ustedes pero para mí es grande. Esta mañana mi hermana Raquel me hizo la misma pregunta y me dijo, so, ¿cuál es el plan para este nuevo año con los servicios los miércoles?, y yo, seguir un miércoles detrás de otro a ver un Dios qué hace detrás nuestro, exacto, para atrás ni para coger impulso, como quien dice. Pero si hay algo que yo pueda decir mis hermanos respondiendo a esa pregunta mis hermanos es que, ver la mano de Dios obrando en medio de nuestras vidas, eso es lo más que yo deseo ver.

Y yo he estado meditando y reflexionando no solamente en cosas mías personales si no también en ustedes cuando yo miro la iglesia desde acá arriba, cuando yo los veo a ustedes, y yo veo las distintas historias que están ahí inmersas, los distintos dramas que están en el proceso de desenvolverse, distintos capítulos que se han quedado por incompleto, capítulos que se han cerrado y capítulos nuevos que han comenzado, yo sé que hay de todo eso ahí entre medio de los asientos, yo sé que hay de todo eso allá en su casa donde usted nos está viendo, hay vidas que han terminado un año bien y están empezando el año bien, como también hay historias de personas que terminaron el año 2011 con una historia amarga y el año 2012 también están empezando así medio amargo, hay personas que están comenzando esta nueva temporada en sus vidas, con un sentido de expectativa como que algo bueno vá a suceder, que algo bueno vá a desenvolverse, hay personas que tal vez desde este punto presente cuando miran hacia el futuro no pueden ver muy claramente lo que está sucediendo lo que vá a suceder, pero de alguna manera u otra están como que, ok, vamos a ver qué sucede.

Y a mí me parece muy particular, porque el domingo pasado en el servicio de las 12, el pastor estaba predicando, y hubo un momento en su prédico que él dijo una frase que se me quemó en mi cabeza, se me quedó impregnada, de esta frase que dijo, y él estaba hablando de enfrentar este nuevo año así con una perspectiva bien positiva, con un optimismo de no ver el vaso mitad vacío si no de ver el vaso mitad lleno, de saber que Dios está con nosotros, vá a estar con nosotros, de que podemos enfrentar cualquier circunstancia que venga, que tanto en las buenas como en las malas Dios vá a estar ahí, nos vá a llevar a cabo. Pero de repente él dijo una frase que de verdad me chocó, porque no es una frase que uno está acostumbrado a escucharlo en un mensaje así, y es el mero hecho de, cuando yo escucho a mi pastor decir que en este tiempo algunos momentos para poder ver esa gloria, esa luz al final del túnel, primero van a tener que enfrentar sus tragedias, van a tener que enfrentar sus fracasos, y lo van a tener que hacer, no van a poder hacer un bypass, lo van a tener que cruzar.

Hay personas que van a tener que cruzar ese valle de lágrimas, y eso puede sonar medio duro, puede sonar medio feo, pero bendito, me van a empezar el año deseando que voy a cruzar el valle de lágrimas, de sombra, pero hermanos, miren la frase que él usó, él dijo: la vida cristiana necesita esos momentos de prueba y lucha, de soledad, de oscuridad, sin esos momentos, nosotros entonces no podremos disfrutar la esencia de vivir por fé y confiar de un Dios que todo lo puede. Sin esos momentos nuestra vida cristiana es nula, tan solamente es una teoría más de las que hay ahí afuera, so hacen falta esos momentos duros donde las cosas se ponen como que ajá, ¿y ahora qué?. Llego a un cruzacalle y tengo 4, 5 opciones y no sé por cuál de todas tirarme.

Y uno sufre en esos momentos, en esas épocas, en esas transiciones, uno lo sufre, se pierden cosas, se ganan cosas, se pelea con la gente, se reconcilia con la gente, hay distintas situaciones que suceden alrededor y no muchas de ellas son bonitas de apreciar, me gusta porque el pastor dice que si usted vé hasta una obra de arte, esas obras de arte, esa combinación de colores, está hecha de tonalidades de sombras, y las sombras muchas veces pueden representar en el lenguaje religioso, teológico, sombras puede representar tinieblas, oscuridad, de algo no muy deseado, pero cuando usted vé una obra de arte, son esas tonalidades de sombras lo que muchas veces le dá esa belleza a ese arte. Si usted agarra el color rojo y lo empieza a mezclar con el blanco, ¿qué vá a pasar?, se vá a tornar rosa, pero usted sabe lo que eso en esencia es?, es una sombra que usted le está añadiendo para degradarlo a otro, so la sombra hace falta en esa escenografía que dios está pintando en nuestras vidas.

So me puse yo a pensar qué puedo hablar con mis hermanos hoy, hoy 4 de enero del 2012, el primer miércoles del año, se me cruzó este tema, que nosotros podamos ver el fracaso como la matriz del éxito, que podamos ver, enfrentar, el fracaso como la matriz para el éxito, suena bien bonito pero no es fácil, a nadie le gusta el fracaso mis hermanos, nadie, nadie me puede decir yo vivo para fracasar, el que me diga eso vamos a orar por ustedes de verdad, porque su teología está medio rara. Pero sí yo me atrevo a decir mis hermanos que nosotros tenemos que aprender a aceptar esos fracasos cuando llegan, y verlos como oportunidades para nosotros mismos poder movernos a otro nivel.

Saben que en la biblia hay tantas historias de personas que fracasaron en alguna manera u otra a lo largo de toda la biblia, de tapa a tapa, yo me puse a pensar en algunos, yo pensé en Abraham, Dios le hizo una promesa a Abraham y en vez de esperar el tiempo que pasó terminó con una concubina y eso trajo un fracaso y causó una guerra entre dos pueblos que ha durado hasta los tiempos de nosotros, así como pensé en Abraham pensé en Sarah, el fracaso de ella se vió reflejado en el hecho de que ella se mofó de la noticia que el ángel estaba trayendo pero con todo y eso Dios cumplió su promesa. Qué pasó con Moisés, Moisés asesinó un egipcio por defender un israelita, so era un asesino, él asesinó a alguien, pero con todo y eso Dios, y Moisés tuvo muchos otros fracasos después de, pero con todo y eso Dios cumplió su propósito en la vida de Moisés.

¿Quién más puedo pensar yo?. José, ¿cuántos fracasos sufrió José?. Sus hermanos lo vendieron, estuvo como esclavo, pasó de una a otra, estuvo en cárceles, y con todo y eso Dios se encargó de cumplir su propósito en José. David, fué un adúltero, fué un asesino, después de eso su vida con sus hijos fué una tragedia detrás de la otra, pero con todo y eso Dios cumplió su propósito y su promesa en la vida de David y de sus descendientes. Daniel, Daniel, obviamente el fracaso de la vida de Daniel, Sadrac, Mezac y Abed-nego se podría haber dicho que fué que los vendieron a una tierra que no era la de ellos, y el ellos estar esclavos en ese lugar, con todo Dios se encargó de cumplir su propósito y su promesa en esa generación.

Si me voy al nuevo testamento, se puede decir que uno de los mejores fué la historia de Pedro, el fracaso de Pedro se vió cuándo, cuando negó a Jesús, y con todo y eso Dios se encargó de cumplir su propósito en él. El fracaso de Pablo se vió en el hecho de que abusó de cientos y cientos y cientos de cristianos, y con todo y eso Dios se encargó de cumplir su propósito en Pablo. Mire, hay gente que hasta cuando ven la muerte de Jesús en la cruz, piensan que ese fué el fracaso más grande, y con todo y eso Dios se encargó de cumplir su propósito en su hijo para traernos a nosotros redención y salvación, el fracaso como matriz para el éxito.

Hermanos, yo les digo, estas son cosas que a mí me han hecho pensar mucho, porque así como yo miro y puedo ver muy buenas historias que yo he visto que están en medio de nosotros, yo conozco muchas de esas historias, y que he compartido esas historias y en parte he tenido como quien dice un front role de ver esas buenas historias desenvolverse en medio de sus vidas, así yo también sé que están esas historias en sus vidas que no son muy buenas tampoco, que son bien duras, y las hemos compartido, hemos llorado, nos hemos afligido, hemos orado por las cosas y a veces hemos orado sin poder ver la respuesta que esperamos, y se puede considerar como fracasos, como que fallé en esto, fallé en aquéllo, y uno se frustra de pensar qué hice mal, o qué dije mal, qué no hice, y mira todas esas son cosas que uno se puede preguntar, y uno puede reflexionar en ello, pero lo importante es mis hermanos que no nos quedemos estancados en ese fracaso.

Déjenme hacerles recuerdo de una historia bien particular. Los voy a llevar un poquito a su niñez, ¿cuántos se acuerdan de Sansón?, ¿sí?, ¿cuántos se creían que eran un Sansón cuando más pequeños?. No necesariamente por el pelo si no por la fuerza, perdón Bruno no quise mirar en dirección tuya así con esa intención. Sansón. En Jueces capítulo 19 sale la historia de Sansón, y todos conocen la historia, era que Dios dijo a sus padres que no se le afeitara, que no se le cortara el pelo porque en ese pelo era donde estaba su fuerza, era la señal de un hombre escogido por Dios, y de ahí Dios lo iba a usar como uno de esos libertadores del pueblo de Israel, y todos sabemos, Sansón tenía una fuerza bruta, era como el Hulk del tiempo de los israelitas, por así decirlo.

Ése era sansón, y claro está, apareció el personaje de Dalila que era una filistea, y ella quiso buscar una forma de destruir a los israelitas para como quien dice derrotar a este enemigo principal, y después de dos intentos que estaba tratando como de seducir a Sansón, que estaba tratando de sobarlo por aquí, sobarlo por allá, y eso está en la biblia, lo que pasa es que lo estoy hablando en el lenguaje de la versión de Omar Soto, después de distintas cositas, buscando seducir al pobre Sansón, Sansón le decía no, si me hacen esto se me vá la fuerza, ¿ah de verdad?, cuando estaba medio dormido, guardias guardias, esto es lo que hay que hacer, iban y lo cogían y lo amarraban con cuerdas de oro, y qué se yo cuántas cosas más, y cuando Sansón despertaba paf lo rompía, los agarraba a ellos, y después venía Dalila, no mira no te apures, esto es lo que me pueden hacer, si me hacen eso.

La segunda vez después que estaba dormidito, mira, ahora sí descubrí qué es lo que se le puede hacer, y ahí vá con una vaina nueva, y tratan de hacerle otro trueque pero no funciona, Sansón viene, lo rompe otra vez con su fuerza, y viene Dalila, ah, me engañaste por segunda vez, me mentiste de nuevo, chico, ¿que pasó?, yo pensé que había ganado tu confianza, y ya después de la segunda vez ahí fué donde Sansón dijo, bueno mira, este es mi secreto, si me cortan el pelo ahí es donde me dominan. Miren cómo dice la escritura, dice capítulo 16 verso 19: "Y ella hizo que él se durmiese sobre sus rodillas, y llamó a un hombre que le rapó las siete guedejas de su cabeza", me imagino que eran las siete trenzas en su cabeza, "y comenzaron a afligirlo pues su fuerza se escapó de él".

Ahí se vió el fracaso de Sansón, que descubrió su secreto, hay gente que dice que su fracaso fué que se dejó seducir por Dalila, pero su fracaso más bien se dió en que él descubrió su secreto, él mismo se tiró al fracaso, y de nuevo estas cosas son cosas que me hacen pensar como que wow, qué fácil es muchas veces para cualquier ser humano en cualquier situación, de una manera u otra, pierda su destino, su propósito, y que nos dejemos llevar así por las cosas que nos rodean, los estreses del mundo, las cosas que atrapan nuestra atención del mundo, y se nos vá la fuerza, o mejor dicho nos roban la fuerza por así decir, y caemos en el fracaso.

Dice la porción que a él hasta le sacaron los ojos, y lo ataron, con cadenas para que moliese la cárcel, lo ataron como que a un molino, yo no sé con qué fuerza él podía moverla ahora pero esa fué su tortura, esa fué la paga de su fracaso, y aunque puede sonar un poquito morboso este escenario, pero miren dónde se vé la esperanza en el verso 22, dice que el cabello de su cabeza comenzó a crecer después que fué rapado, después que le afeitaron la cabeza, ¿qué pasó?, le comenzó a crecer otra vez. Ahí fué ese rayito de esperanza mis hermanos que muchas veces no podemos ver, tal vez le empezaron a crecer dos o tres tuquitos, y él decía esto no tiene ninguna fuerza, pero si dice que el cabello le estaba creciendo era porque obviamente porque el cabello le iba a volver a crecer al largo que tal vez lo tenía, o al menos al largo que fuera requisito como quien dice para que la fuerza volviera a entrar en él.

Pero la fuerza entró en él más adelante, a Sansón lo llevaron a este templo donde él estaba, los filisteos obviamente estaban haciendo una fiesta porque ya lo habían conquistado, y lo trajeron a esa fiesta para mofarse de él, para que dizque que actuara y los entretuviera a ellos pero más bien era una mofa lo que estaban haciendo con él. Me gusta este relato porque dice que él pidió a su acompañante que lo llevara a los pilares, a las columnas, ese gesto de Sansón de en medio de la bulla que estaban haciendo en contra de él, en medio de la mofa, tal vez lo estaban, yo hasta me puse a pensar cómo Jesús que lo estaban escupiendo, lo estaban golpeando, lo estaban burlando, ¡ah! mira este que se las creía todas y míralo ahora como lo tenemos aquí, sirviéndonos a nosotros, él es la razón de nuestra risa ahora mismo.

Y en medio de todo eso, yo me imagino a Sansón por un lado sintiéndose culpable, por un lado sintiéndose como un fracasado, por un lado tal vez diciendo Dios se ha olvidado de mí, olvídate, Dios no quiere nada conmigo, metí las patas aquí, descubrí algo que no tenía que haber descubierto, pero en medio de eso, él dijo lo siguiente, verso 26 dice: "Y Sansón dijo al joven que lo guiaba de la mano, acércame y hazme palpar las columnas sobre las que descansa la casa para que yo me apoye sobre ellas, y la casa estaba llena de hombres y mujeres, y todos los principales de los Filisteos estaban allí, y en el piso alto había como tres mil hombres y mujeres que estaban mirando el escenario de Sansón, entonces clamó Sansón a Jehová y dijo: Señor Jehová, acuérdate de mí, y fortaléceme, te lo ruego, solamente esta vez". Mira eso.

Él sabía que lo que él estaba pensando hacer le iba a costar la vida a él, él sabía que al acercarse a las columnas, yo me imagino que ya estaba maquinando, Señor, yo lo único que quiero es que Tú me devuelvas la fuerza para yo empujar estas columnas y eliminar aquéllos que se están mofando de mí, por ende los que se están mofando de ti también, solamente esta vez, acuérdate de mí, y sácame de este fracaso en el cuál me encuentro. Miren hermanos, así fué: "Asió luego Sansón las columnas sobre las que descansaba la casa y hechó todo su peso sobre ellas, su mano derecha sobre una y su mano izquierda sobre la otra, y dijo Sansón: que muera yo con los Filisteos, entonces se inclinó con toda su fuerza y ¡paf!, cayó la casa sobre los principales, y todo el pueblo que estaba en ella, y los que mató al morir fueron muchos más que los que había matado durante toda su vida.

Qué interesante eso ¿ah?, obviamente tiene algo como sanguíneo, no quiero clasificar esta película R por toda la sangre que hay aquí, pero lo que yo veo en esencia es eso mis hermanos, el fracaso de este hombre se convirtió en la matriz que le produjo un éxito mayor, el mero hecho de que dice que en ese evento logró eliminar muchos más de los que había eliminado en toda su vida, me dá a entender algo muy grande. Todos los personajes que yo le mencioné me dan a entender algo muy grande, y eso es que cuando nosotros estamos en Dios, nuestras vidas, sea usted un líder ministerial o sea usted un participante más de la iglesia, si su vida está en el Señor, todos sus fracasos mis hermanos, Dios los puede tomar y los puede tornar en algo de gran valor, tanto para Él, para que Él se glorifique en eso como también para llevarlo a usted a un nivel de mayor influencia. de mayor alegria, de mayor entendimiento de quién es Dios en su vida, Dios solamente puede hacer eso. Si Sansón no hubiese clamado a Jehová y hubiese dicho ten misericordia, acuérdate de mí tan solamente esta vez por favor, si él no se hubiese acordado de Dios en ese momento, aunque hubiese tenido el pelo largo como quiera no hubiese tenido la fuerza que venía directamente de Dios.

Todos esos personajes que yo les mencioné, aún acordándonos del mismo Jesús, si no se hubiesen acordado del propósito de Dios, que Dios tenía con cada uno de ellos, sus vidas no hubiesen cobrado el sentido y el valor que tenían después de esos momentos de fracaso, así que mis hermanos, el mensaje que yo les quiero transmitir está bien claro en esto, yo me estoy predicando a mí mismo también, podrá sonar un poco medio tenebroso el que diga como que wow sí, quiero enfrentar este año nuevo con toda la fuerza de Dios pero a la misma vez tengo que ser sensible de que cuando vengan esos tiempos duros, de prueba, difíciles, una relación amorosa, que no funcionó, un trabajo que yo tenía, y yo pensaba que estaba bien y de repente me dan la carta que nadie quiere esperar, lo lamentamos pero te tenemos que dejar ir, vas en la calle en la 45 y de repente pran, se te revienta una llanta, se te revienta la segunda y solamente tienes un spare.

Estás en el servicio y de repente el pastor dice algo como que te dá pow, y dices wow, ¿de dónde salió eso?, no vengo más a esta iglesia. Estás ahí bien embollado en tu ministerio, y de repente la hermanita que menos tú te pensabas salió con una cosa y tú te quedas como wow, pero yo no me esperaba esto que saliera de esta persona, ¿qué hice mal, dónde fué la situación que me está saliendo con esta clavada de cuchillo en mi espalda ahora?. Ya no voy a seguir mencionando cosas porque no los quiero poner muy, sea lo que sea mis hermanos, sea lo que sea, piensa de esta forma, esos fracasos, esos traumas, esas situaciones imprevistas que puedan venir, dependiendo de la mentalidad que tengamos, ese outlook que tengamos hacia la vida, vá a ser el resultado que veamos después de, si creemos que Dios es un Dios grande como cantamos ahora, ah sí, cántalo todo lo que tú quieras, en el baño en la cocina, canta todo lo que tú quieras, pero si lo que estás cantando no lo estás cantando desde adentro de que Dios es grande, y de que él puede hacer lo que tú no puedes hacer, créelo de que ese fracaso que tú has experimentado se vá a tornar en algo de gloria para el Señor, y de que tú cuando estés a ese lado mirando para atrás vas a decir wow, Señor fué duro pero Tú estuvistes conmigo, esa es la mentalidad mis hermanos.

Yo recuerdo las palabras de Roberto el año pasado cuando decía yo no te puedo prometer un año libre de problemas pero sí te puedo prometer uno lleno de victorias, es la realidad, es la realidad. No podemos dejar que esas batallas perdidas nos intimiden o nos descorazones demasiado. Miren qué fácil es cuando uno se siente descorazonado la primera reacción es abandonarlo todo, ah, voy a rendirme de esto, no voy a hacer nada más, pero es no es lo que Dios quiere de sus hijos. Tal vez por un momento sí, vas a tener que sentir la carga de ese sentimiento como que, ay, la fregué, no me quedó bien, no pude completar esto, no pude hacer aquéllo, pero mira, bórra, levántate de nuevo, sigue caminando, ¿pero para dónde voy?, no sé para dónde voy, sigue caminando, pero pastor eso no me hace sentir, sigue caminando, en algún momento Dios se te vá a aparecer a lo largo del camino y te vá a dejar saber, este es el camino por donde Yo quiero que tú sigas ahora, aquí te vamos a mostrar algo nuevo que tú no has conocido todavía.

Así que mis hermanos yo les animo, es más hasta les voy a decir esto, se me ocurre esto ahora, no te sorprendas cuando escuches noticias que sean difíciles, no te sorprendas cuando tus oídos reciban noticias que te parecen escandalosas, mira, tan bueno que se veía, tan santito que parecía ser, no te sorprendas, créele a Dios, créele a Dios y confía en Él, que el que tiene la última palabra es Él, no soy yo ni tú, es Él, así que vamos a ponernos de pie mis hermanos, veamos el fracaso con esos ojos de positividad, yo no sé si es la palabra pero veámoslo así, el pelo te puede volver a crecer, jajaja.

Hay muchos calvitos que se están sobando el pelo por ahí, eso está bueno, pero créelo, el pelo te puede volver a crecer así como le creció a Sansón, el pelo te puede volver a crecer, y la fuerza de Dios puede volver a fluir en tu vida, para que tú puedas lograr alcanzar lo que Dios tiene determinado para ti, así que Dios yo declaro tu bendición sobre cada uno de mis hermanos y hermanas esta noche, Tú sabes el motivo, la razón por las cuáles he compartido estas palabras, y yo te pido que cada uno de mis hermanos, hermanas puedan salir de aquí con un sentido renovado de esperanza, de confianza, de certeza en ti Señor, y saber que Tú eres el único que hace posible que nuestros fracasos se conviertan en tesoros para nosotros alcanzar tus bendiciones, para poder alcanzar el éxito que Tú quieres que tengamos.

Señor en este primer miércoles del año 2012, yo te pido Señor que en estos servicios, nosotros podamos comenzar a ver tu mano en una forma nueva Señor, que nosotros podamos ver tu Espíritu moviéndose en formas nuevas alrededor nuestro, que estos miércoles en la noche Señor verdaderamente se conviertan en una fuente de energía, en una fuente de renovación, en una fuente donde tu palabra pueda fluir con libertad, en una fuente Señor por donde la alabanza y la adoración suba delante de Tu Presencia como olor grato delante de ti Señor, que estos servicios se puedan convertir Señor en un lugar donde la tristeza se convierte en gozo, donde el pobre pueda decir que es rico, donde el débil pueda decir que es fuerte, donde el quebrantado pueda ser levantado, donde el enfermo pueda ser sanado, donde el que está confundido pueda recibir claridad en su mente, donde podamos recibir sabiduría sobrenatural para saber cómo proceder con cualquier asunto que venga a nuestra vida.

Pero sobre todas las cosas Señor, que estas reuniones puedan ser ese momento donde nos encontremos cara a cara contigo Señor, sé con cada uno de mis hermanas, yo declaro Tu bendición en cada una de sus vidas, yo te pido que los prepares, que tu Espíritu hable a sus corazones, que los prepares para enfrentar no solamente esos momentos buenos y gratos que puedan venir a nosotros si no también esos momentos difíciles Señor, que podamos levantar nuestra mirada a ti y podamos saber que nuestro socorro proviene de ti. Gracias te damos Señor y a ti te damos toda la gloria, todo el honor, amén y amén, hermanas y hermanos que el Señor les bendiga, que el Señor les guarde.

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¡No mires atrás!

2 de enero del 2012 - Por Miriam Carrasquillo

Génesis 19:17 - ... No mires tras ti...

La Biblia tiene muchas historias de mujeres que fueron bendecidas por su fidelidad y obediencia a Dios, pero en el Antiguo Testamento, hay una historia diferente... Una historia que llama mucho la atención. Es la historia de una mujer, que por un momento de debilidad; quizás por melancolía, o por amor a lo que dejaba atrás en su pasado, perdió su bendición. A Lot y su familia se les advirtió que al salir de Sodoma y Gomorra que no miraran atrás. Fue eso precisamente lo que hizo su mujer. Por una razón u otra la mujer de Lot desobedeció, y pagó muy caro su desobediencia.

El Señor no quiere que vivamos recordando el pasado, mirando lo que dejamos atrás, como lo hizo la mujer de Lot. El quiere que nos olvidemos, si es necesario por completo del pasado, y miremos nuestro futuro; confiando siempre en que Dios nos tiene un porvenir mejor.
Dios ya olvidó lo que tú eras antes de conocerle, hazlo tu también. El dice en su palabra en Hebreos 10:17 "Nunca más me acordaré de tus pecados e iniquidades”. Tú tienes bendiciones que recibir, no permitas que el enemigo te siga atormentando recordándote tus pecados pasados, Dios ya los tiró a las profundidades del mar (Miqueas 7:19).

Estos recuerdos pueden estar interfiriendo u obstaculizando tu presente, y peor aún tu futuro. Dios tiene planes preciosos para contigo, pero tú tienes que tomar lo que te está tomando a ti - los recuerdos del pasado - tíralos al olvido por completo. El Apóstol Pablo dice en Hebreos 12:1 “... despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante." Tenemos que olvidar las cosas que pertenecen al pasado, e ir tras las cosas que nos esperan.
Dios restaurará los años que perdiste (Joel 2:25), tiene un futuro lleno de bendiciones para ti y los tuyos. En Jeremías 29:11 el Señor te dice: Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.

Arrebata tus bendiciones futuras; piensa en tu porvenir. Eres una nueva criatura desde que recibiste al Señor en tu corazón. Las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas (2 Corintios. 5:17). Camina desde hoy en adelante con tu frente erguida, mirando hacia el futuro, y a las promesas que Dios te ha hecho. Confía en el Señor y el hará (Salmos 37:5).

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Transiciones - Dios te va a hablar a través de tus esfuerzos

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Dice la palabra del Señor en Josué 1:1-7 “…Aconteció después de la muerte de Moisés, siervo de Jehová, Jehová habló a Josué, hijo de Num, servidor de Moisés, diciendo, “Mi siervo Moisés ha muerto, ahora pues levántate y pasa este Jordán tu y todo el pueblo a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. Yo os he entregado como lo había dicho a Moisés todo lugar que pisare la planta de vuestros pies. Desde el desierto y el Líbano, hasta el gran río Éufrates, toda la tierra de los Heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro territorio. Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida. Como estuve con Moisés, estaré contigo, no te dejaré ni te desampararé. Esfuérzate y se valiente porque tu repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos. Solamente esfuérzate y se muy valiente para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó. No te apartes de ella, ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de ti, de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito. Porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente, no temas, ni desmayes, porque Jehová, tu Dios, estará contigo en dondequiera que vayas…”

La palabra del Señor para nosotros. He escogido este pasaje porque es un pasaje que nos habla de transiciones. La palabra clave aquí es transición, cambios, ir de un espacio a otro, hacer una transición de una época a otra, con todo lo que eso conlleva. Aquí tenemos un momento clave en la historia del pueblo de Israel. Han pasado décadas en el desierto, han vivido eventos memorables, han visto las manifestaciones del poder y la gloria y la provisión de Dios, han peleado batallas, han tenido momentos de desastres, han vivido momentos épicos, han sido dirigidos por un líder muy especial, lleno de unción y lleno del poder de Dios, han vivido con la expectativa de que algo les espera al otro lado del Jordán. Y durante décadas esa juventud que nace en el desierto ha crecido oyendo las historias y las promesas de los antepasados y de lo que Dios ha de cumplir en el futuro.

Y ahora, están en un momento clave en su historia y Dios ha escogido a un hombre que se llama Josué, nacido y crecido en esa trayectoria en el desierto. Y es un momento de gran incertidumbre y de gran potencialidad también para el pueblo de Israel. Hay peligros y hay posibilidades también. y hay cosas desconocidas que les esperan al otro lado del Jordán.

Y el Señor se acerca a Josué y le habla estas palabras que tenemos aquí, pero también le está hablando al pueblo de Israel, y por extensión, nos está hablando a nosotros también. Cuantos saben que la Escritura no es simplemente un registro de cosas históricas que pasaron hace un tiempo para que las miremos y digamos, oh, que bueno que sucedieron? No. la Biblia nos habla de que son cosas ejemplares, son principios bíblicos, espirituales que están registrados en estos eventos y que son aplicables a nosotros también.

Y ciertamente aquí hay unos principios muy poderosos que nosotros podemos usar en este tiempo también porque estamos entrando en un año nuevo, estamos en un año nuevo. Estamos apenas despegando en este año y sabemos que, yo les decía anoche a los hermanos, el tiempo no tiene como divisiones, el tiempo no sabe que hoy es 1 de enero, el tiempo fluye como un río que no tiene barreras, sino simplemente fluye. Nosotros le asignamos separaciones, nosotros dividimos la vida en ciclos de un año, este mes, una semana, 24 horas, un minuto. Son conveniencias nuestras y eso es importante. Son ciclos de la vida y es bueno marcar la vida de esa manera. Y nosotros hemos marcado la vida en años y en todas las culturas del mundo, quizás los años no coinciden, los comienzos del año no coinciden exactamente, en Asia, en la China, ellos tienen un año diferente a nosotros, los celebran de otra manera, pero sí sabemos que es importante separar esos momentos de la vida y saber cuándo comienza algo, cuándo termina algo. Eso nos ayuda a vivir mejor la vida y a tomar cuenta de las cosas, las vivencias de la vida.

Entonces, nosotros estamos ahora al comienzo de un nuevo año y como Josué y como el pueblo de Israel delante de nosotros hay una tierra desconocida, como para esa gente. Se abría delante de ellos una tierra maravillosa de promesas, de peligros y de posibilidades también. y este año que nosotros comenzamos a vivir ahora, es un año también de posibilidades, de peligros y de promesas.

En realidad, le digo la verdad, yo no quiero saber lo que va a pasar este año. Yo creo que hay de todo, pero quizás habrá momentos también difíciles. Yo prefiero mejor que si vienen, cuando lleguen yo los confronto en nombre del Señor y Dios será fiel.

Pero hay de todo. Lo bueno es, sin embargo, que una de las cosas que vemos aquí es que Dios está en control. Pero lo importante en este momento del texto es que nosotros entendamos que como Josué, como el pueblo hebreo, nosotros también nos encontramos en un espacio, un tiempo, una tierra, esta tierra no es física aunque podría serla, es una dimensión de experiencias que están por delante de nosotros. Es un territorio virtual que nos espera allí 365 días de vivencias, de luchas, de guerras y de gigantes que vamos a conquistar en el Señor, ríos que vamos a pasar, cosas que vamos a descubrir dentro de nosotros que no sabíamos que estaban allí.

Saben que en Deuteronomio, Capítulo 8, el Señor habla de que te mantuve en el desierto para probarte, para saber lo que había dentro de ti, para enseñarte a depender a mí, a no depender de ti mismo. Y parte de las experiencias que Dios va a traer en este año son para que tu te descubras a ti mismo, para que te conozcas mejor y para que sepas cuándo ir al Señor y pedir misericordia, medirte a ti mismo y saber cuánto necesitas cambiar, cuánto necesitas entregarle al Señor.

No todo va a ser bueno, pero yo te aseguro que todo lo que sucede en tu vida es porque Dios tiene un propósito para ello, todo. Todo, todo. Los hebreos no sabían lo que les esperaba allá afuera. Dios les había dicho, yo les entrego pero había una masa de experiencia que les esperarían allí, mezclas de cosas buenas evidentemente y cosas malas aparentemente, pero que a la larga eran todas forjadas por Dios, para propósitos sublimes que él tenía, benévolos para con su pueblo.

Y así tu y yo nos encontramos ahora mirando hacia este año que viene, y ya está aquí con nosotros, Señor, esa tierra prometida que tu tienes para mí, qué encierra, qué cosas encierra?

Mire lo que dice aquí, comienza, “Mi siervo Moisés ha muerto.” Ahí yo veo varias cosas ya. yo veo que el comienzo de esta nueva tierra que Dios tiene para Josué y para ti y para mí, hay cosas ahí cuando miramos hacia atrás, hay cosas que pasaron en el año pasado que fueron también quizás negativas, Moisés ha muerto. A Moisés no le dieron un retiro con un seguro social y una pensión por los 40 años que estuvo sirviendo al Señor en el desierto. No es como que tenía una mansión en la tierra prometida con su nombre y un carro del año.

No, Moisés, su muerte fue una muerte un poquito problemática porque Moisés no se le dio entrar a la tierra prometida porque había fallada en una forma muy fuerte delante del Señor. Porque al que mucho se le da, mucho se le exige y había cometido una falla delante de la majestad y el señorío de Dios y Dios tenía un propósito para este hombre muy especial, y por lo tanto Moisés no le es dado entrar a la tierra prometida. Él muere pero ya Dios tiene el sustituto, Josué, a quien Moisés ha entrenado, a quién Moisés ha preparado. Un hombre de un corazón como Dios lo requería.

Y así hay cosas en tu vida que han tenido que morir. Por eso es que yo digo, hermanos, siempre recordemos algo acerca de Dios, Dios es soberano. Yo, por eso, cada día, como yo les decía en nuestro sermones acerca de fe compleja.

Yo entiendo una cosa y es que yo no puedo controlar a Dios, yo no puedo controlar los eventos de mi vida totalmente. Yo no puedo creer que todo lo que va a pasar en mi vida tiene que ser bueno necesariamente. Dios es soberano. Dios es fiel. Lo único que yo les digo de nuevo es esto, sabe algo, que si Dios hace algo en tu vida, si algo ha tenido que morir en tu vida, si has tenido que dejar algo en el desierto, si ha habido muerto, o si ha habido fracaso o si ha habido falta, si ha habido no dar en el blanco mismo, en el centro del blanco, Dios misteriosamente ha estado involucrado en todo eso. Y él tiene ya cosas buenas que van a salir de eso.

Porque de Moisés sale Josué. De la muerte sale la vida. De las experiencias difíciles que tu has tenido hay cosas buenas que Dios tiene preparadas para ti. la vida es así, la vida es compleja. Hay pérdidas. Ayer mismo, supe de la muerte de una persona muy cercana a mi familia, asesinado aquí en Boston, un joven lleno de futuro y de promesas. Se mete en una pelea para separar a dos personas y él resulta muerto. La vida es así, hermanos, es compleja.

Cristo dice, en el mundo hallareis aflicción, pero añadió, pero confiad, yo he vencido el muro. Así que yo veo aquí, lo primero es eso, que hay muerte, hay problematicidad. Yo creo que todos podemos señalar los puntitos negros en el año pasado, pero también yo te aconsejo que mires las bendiciones. Dios es el gran reciclador, yo siempre lo llamo así. Dios lo recicla todo. A Dios no se le pierde nada y Dios es un alquimista también por excelencia, él torna cosas burdas y feas en oro. A él le encanta tomar nuestras heridas, nuestras faltas, nuestras pérdidas, nuestras tragedias y glorificarse en eso y sacar algo mejor todavía de ello.

Pero tenemos que dejar que las cosas se mueran. Y tenemos que bendecirlas, guardarles luto, y entonces ir hacia adelante, porque Josué tiene que entrar en su función y Moisés tiene que morir para que Josué entre a la vida. Entonces, recuerda eso, en última instancia, tu no has perdido nada. Si tu tienes la fe y yo tengo la fe para creerlo, Dios se ha de glorificar en todo lo que ha sucedido en tu vida y se glorificará en este año también.

Encomiéndate a la gracia del Señor y di, Padre, si vivo, para ti vivo, si muero, para ti muera, sea que viva o que muera tuyo soy. Amén. Y a los que a Dios aman, todas las cosas ayudan a bien. Para mí esa es la carta final que yo me juego siempre. Yo le puedo pedir al Señor una cantidad de cosas y se las pido con pasión y pongo todo mi empeño en las cosas que yo anhelo y deseo y peleo por ella, pero yo sé que allá arriba en su record, el Señor tiene una carta que yo le firmé en blanco que dice, hágase tu voluntad y no la mía. Amén.

Y eso me da paz a mí. Tu puedes pelear por tus anhelos, batalla por ellos, ruega por ellos, ayuna por ellos, clama por ellos, pero al final dile al Señor, pero Padre, yo sé que tu tienes la última palabra. Y yo me encomiendo a tu gracia. Me encomiendo a tu misericordia, me confío a tus poderosos brazos. No sé lo que me espera pero yo sé que va a ser bueno al final de todo.

El Señor Jesús mirando la cruz, dice, Padre, líbrame, yo no quiero ir allí, pero que se haga tu voluntad. Óigame, y qué provecho le sacó Dios a esa cruz. Aquí estamos nosotros aprovechándonos de eso. Ese es el misterio y eso es lo que nosotros tenemos que entender.

Porque aquí en este pasaje hay, como digo, hay promesas, posibilidades, pero también hay cosas oscuras y peligrosas y llenas de temor. Esa es la vida. Pero que maravilloso es que, hermanos, en medio de todo eso, lo que impera es una tonalidad positiva, de victoria. Hay un tono menor que está por ahí, pero al final es un tono mayor de resolución, de todo está bien. Dios está en control.

Porque yo veo en este pasaje en todo momento hay bendición que espera, pero Dios es un gran pintor y usted sabe que no hay posible pintura sin sombra. Se necesita contraste para poder disfrutar de la belleza. Todo arte necesita contraste. Todo drama necesita un villano. Eso es necesario. Y la vida cristiana tiene que estar definida por momentos de lucha, sufrimiento, para poder disfrutar verdaderamente, sublimemente de lo que es la vida. No queremos esas sombras, pero las sombras son necesarias para la vida cristiana.

Pero a la larga, lo maravilloso de este pasaje es que el tono final es positivo. Mire lo que le dice en el versículo 2, dice, “a la tierra que yo les doy”, es decir, no que yo les voy a dar, no, yo se la doy, esa tierra es tuya. Yo se las estoy dando. Ya yo se la he dado. Hay un título que dice esta tierra es de mi pueblo.

Dios siempre habla en presente. Dice la Biblia que para él todo es sí y amén. Yo sé que en la mente de Dios, para mi vida, hay victoria, para tu vida hay victoria. Tu tierra Dios te la da, tu vives en el eterno presente positivo de Dios. Tu tienes que vivir con esa confianza, esa seguridad de que sí, vienen pruebas, vienen gigantes, me van a tirar una pedrada por aquí, alguien me va a tratar de acuchillar por allá, pero Dios está conmigo y al final yo tengo la victoria, porque Dios me da la tierra. Dios me entrega la tierra.

El versículo 3 dice, “yo os he entregado como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie”. ¡Aleluya!. Cuántos pueden creer eso? Amén. mira, tu puedes decir Dios me ha entregado los 364 que están por delante este año, Dios ya me los ha entregado. Cuando tu te despiertes por la mañana tu estás entrando en un terreno virtual, temporal, que ya Dios te entregó. La cuestión es ahora, simplemente que tienes que bregar con las particulares de ese terreno.

Porque ahí está el contraste. Dios le dice, “todo lo que ustedes pisen es de ustedes, yo se lo he dado,” ahora ahí había una cantidad de gigantes esperando a que pasaran el río para comenzar a tirarles palos, todo lo que tenían para defender su tierra. Pero había ese contraste. Dios le había dicho, espiritualmente, judicialmente, yo les he dado eso, ahora, van a tener que pelearlo.

Y esa es la paradoja de la vida cristiana. Que por una parte nos movemos en la buena voluntad, la bendición, la promesa de Dios. yo creo que, hermanos, esa debe ser la postura gobernante de todo hijo, toda hija de Dios. Nosotros tenemos que vivir our default posture, nuestra postura primordial, esencial, debe ser una de victoria, bendición, suficiencia, el amor de Dios, la aprobación de Dios. Tu no te tienes que ganar la aprobación de Dios, ya tu la tienes, tu vives dentro de la aprobación de Dios. tu no tienes que ganarte la buena voluntad, los buenos propósitos de Dios, ya Dios te los ha dado.

Ahora, dentro de eso tu vives y te mueves dentro de ellos. Tu vida va a depender, y los resultados de vida van a depender de la actitud con que tu entres a ella. Si tu entras a la vida con una mentalidad de insuficiencia, de carencia, de limitaciones, de ver el vaso siempre medio vacío, vas a tener problemas en la vida. Pero si tu, como hijo de Dios, como hija de Dios, te mueves y vives dentro de esa idea de que yo soy el preferido, yo soy la preferida de Dios, yo soy la niña de los ojos de Dios, Dios me tiene esculpido en su palma, dice la Biblia.

El Señor dice en un pasaje, mira, si la mujer se puede olvidar del hijo al cual le ha dado a luz, yo me voy a poder olvidar de ti. Eso ha cambiado un poquito hoy en día, ya no es tan válido, porque hay mujeres que se olvidan de los hijos y los abandonan. Pero lo que en el contexto cultural, la madre que ama a su hijo, y que no le deja por nada absolutamente, y Dios dice, mira, yo nunca te dejaré, nunca te desampararé, dice aquí la palabra del Señor.

También le dice a Josué, “yo estaré contigo dondequiera que tu vayas, yo estoy contigo, yo te he bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales.” Tu tienes que cultivar esa postura de fe en tu vida.

Ahora, dentro de esa postura de fe, vendrán dificultades, vendrán luchas, vendrán gigantes, porque ese es el conflicto. Yo le he entregado, yo les he dado todo lo que ustedes pisen, pero hay que desarrollar eso en el terreno.

Esa es la paradoja de la vida cristiana. Pero yo te aconsejo que cultives. Yo creo que uno de los distintivos de la mentalidad pentecostal es esa positividad, que a veces exageramos, porque no vemos la problematicidad, pero la positividad de la vida cristiana. Yo creo que la postura esencial de la Escritura es una de un Dios benévolo que ama su creación, que ama a sus hijos, que dio a su Hijo por su iglesia. Nosotros somos parte de esa iglesia, nosotros podemos creer que los años que están por delante son años buenos, son años positivos, son años de bendición, Dios va a bendecir a mis hijos, va a bendecir mi familia, mi trabajo, mi salud, mis finanzas, porque él lo ha prometido.

Yo te he entregado la tierra que pise la planta de tus pies. Confía en el Señor y entra en este año creyendo en la buena voluntad de Dios, porque vivir de una mentalidad de suficiencia es como un imán que atrae cosas buenas y positivas. Si tu vives con incertidumbre y con temor en tu vida y con inseguridad acerca de si Dios va a hacerlo o no va a hacerlo, te va a amar, no te va a amar, esto y lo otro, vas a fallar.

Uno tiene que cultivar esa mentalidad positiva. Por eso es que es tan importante, hermanos, comer de la palabra de Dios continuamente. Escuchar buena música cristiana, no es que no escuche otras cosas también, está bien, pero sabe, yo he aprendido, hermanos, que según yo me alimento, así es mi estado físico y así espiritualmente. Como cristianos este año yo les aconsejo y me aconsejo a mí mismo, vamos a consumir buen material para que nuestra mente se llene de esa postura positiva.

Si usted se pone a leer una cantidad de cosas donde el malo siempre gana y tu no sabes si Dios está contigo o no, o lo que sea, así va a estar tu mente, complicada. Está bien, eso lo puedes hacer para enriquecerte y para aprender, pero la base misma de tu vida tiene que ser cosas que te alimenten esa postura de fe, de positividad, porque cuando tu adquieras esa postura positiva, en Cristo, eso va a traer cosas buenas, eso te va a motivar a tomar riesgo, eso te va a motivar a emprender cosas grandes para el Señor, eso te va motivar a cuando venga el gigante no mirar su grandeza, sino mirar el poder de Dios dentro de ti, que es más grande que todo gigante.

Por eso, Dios es escogió a Josué, y a Caleb, los únicos dos que entraron a la tierra prometida de la generación antigua, fueron Josué y Caleb. Todos los demás murieron y se quedaron, los que entraron fueron una nueva generación. Por qué entró Josué y Caleb? Y por qué Dios escogió a Josué? Dice porque había un espíritu diferente dentro de él. Cuando Dios mandó esos 12 espías, solamente dos dieron un buen reporte acerca de la tierra a la cual Dios los llamaba. Los 10 dijeron, no, ahí hay unos gigantes que son unos jugadores de basquetbol, miden 6.8, 6.7, 6.6 y nosotros aquí 5.2. nos van a comer y nos van a destruir, nos veíamos como renacuajos delante de ellos.

Sí, es verdad que hay cosas buenas allí, pero que va, olvídate, esa tierra se traga a sus moradores. Josué dijo, si Dios está con nosotros, le vamos a untar mantequilla y nos los vamos a comer como pan, dice. Josué tenía una mentalidad de fe, de suficiencia. Él dijo, si Dios está con nosotros, les vamos a caer a batazos a todos esos y van a estar huyendo en un minuto de nosotros, aunque sean grandes, mientras más grandes, más duro caen, decía Josué.

Y eso agradó a Dios. Así como desagradó a Dios esos 10 que dijeron, bueno, sí, es verdad, hay cosas buenas pero la verdad es que las cosas malas están por encima de las cosas buenas.

Yo te aconsejo cultiva una mentalidad positiva en Dios. y consume todo lo que tu puedas para promover eso en tu vida. Si tu vas a servir al Señor, trata de pasar un tiempo en ayuno, en oración, preparando tu mente. Si vas a venir a la iglesia, no veas una novela antes de llegar aquí. No, pasa 10 minutos en oración y bendice el servicio y ven forrado, lleno de cosas buenas.

Estamos en guerra, hermanos, y necesitamos fortalecernos para tener esa positividad de que no, la tierra es mía. Este año es bueno, va a ser un buen año. En la tierra fluye leche y miel, hay gigantes, pero serán vencidos. Vienen dificultades, pero Dios me va a dar el poder para salir adelante. ¡Aleluya!

Y eso va a agradar al Señor y él va a activar su poder a favor tuyo. Y verán la bendición. Yo no le garantizo un año libre de problemas pero le garantizo un año lleno de victorias. Al Señor sea la gloria. Recíbelo si eres capaz de recibirlo. Yo te he entregado todo lugar, todo día, toda hora, todo trabajo, toda relación, toda situación, toda dificultad, que pise la planta de pies, la vas a batear de jonrón. Todo lo que el diablo te tire, lo vas a sacar del campo porque yo estoy contigo.

Y Dios entra desde el desierto y el Líbano y hasta el gran río Éufrates, toda la tierra, los heteos, hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro territorio. Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida. Como estuve con Moisés, estaré contigo. ¡Aleluya!.

A mí siempre me ha gustado eso. Como estuve con Moisés, estaré contigo también. Sabe porque nosotros a veces pensamos como que sí, las bendiciones y el poder y la victoria, eso es para los pastores, los evangelistas, los que tienen como un carné especial, una entrada excepcional para con Dios. Mire, el Señor está con cada uno de sus hijos, el mayor y el más humilde, Dios está contigo. El Dios que estuvo contigo el año pasado estará contigo este año. El Dios que te sacó del hoyo el año pasado, te va a sacar del hoyo otra vez este año.

La misericordia de Dios es continua. La buena voluntad, los buenos propósitos de Dios son eternos. Dice, yo te he amado, con amor eterno. El Dios que se manifestó en el Mar Rojo, se manifiesta hoy en la North Hampton Street, en Roxbury, en Dorchester, en Jamaica Plain, en Hyde Park, en Roslindale, en Chelsea, en Lawrence, dondequiera de donde tu vienes, pon nombre, el Señor está contigo, como estuvo con tu papá, tu mamá, que sirvió al Señor, está contigo también.

No le pongas trabas al Señor. Como estuvo en el libro de los Hechos, el Señor está con nosotros también. Para mí esta palabra es simplemente un punto de partida, eso es todo. Porque esta palabra, uno tiene que vivir dentro de ella. Yo tengo que poner mi nombre ahí donde habla Josué, tengo que poner mi nombre donde dice Josué, donde dice Moisés, donde dice Pablo, donde dice Jesús, porque es el mismo Dios. Esto es simplemente una manera de iniciarme en el trato de Dios.

Y esta gente son simplemente excusas, son andamios para que yo pueda entender lo que Dios quiere hacer para mi vida. Así que no le pongas trabas. No digas, oh, eso era para aquellos tiempos, los dones eran para aquellos tiempos. El Señor reprenda esa doctrina. Los dones son para hoy. Los dones de Dios son para hoy, para tu vida. Hoy Dios te puede dar revelación. Hoy Dios te puede dar sabiduría para los problemas de la vida. Hoy Dios puede darte liberación de los demonios que quieren destruir tu vida. Hoy Dios puede darte tus hijos, de manera milagrosa como se los dio a esos grandes héroes de la fe. Hoy Dios puede bendecirte, prosperarte, abrirte puertas, proveerte, sanarte, liberarte, iluminarte, respaldarte, defenderte. El mismo Dios que estuvo con Moisés está contigo hoy y estará mañana, y estará todo el año. Créelo y vive de esa manera en el nombre del Señor. Lánzate a emprender grandes cosas para gloria de Dios. Atrévete en el nombre del Señor.

¡Aleluya! Y no te dejes intimidar por batallas que has perdido o que perderás. Eso es una palabra que quiero que te grabes en tu corazón. No te dejes descorazonar por batallas que has perdido o que perderás. Porque lo importante es que la guerra tu la ganes y que aprendas de las batallas que vas a perder o que has perdido. Porque cuando este pueblo iba a entrar ahí, iba a perder batallas. Iban a pasar una cantidad de cosas horribles, no bien habían salido a Canaán ya tuvieron un problema, tuvieron la gran victoria de Jericó, vino el anatema que uno se quedó con un lingote de oro y un manto babilónico, y hubo mortandad y líos, hubo problemas. Esa es la vida del pueblo de Dios. en la vida del pueblo de Dios hay de todo.

Yo dije por ahí, que el que quiera moño alto que aguante jalones, el que quiera moño alto que aguante jalones. El que quiera bendición de Dios tiene que batallar, tiene que pelear también. Viene de todo. En la vida va a haber pérdidas, pero eso no quiere decir que Dios no va a estar contigo.

No dejes de soñar cosas grandes es lo que te quiero decir. Aunque perdiste una batalla, sigue soñando y sigue creyendo que Dios va a estar contigo en el futuro, confía en el Señor. Él te ha entregado toda la tierra y él que está con Moisés y estará contigo también.

Por eso tienes que esforzarte y ser valiente. Dice, esfuérzate y sé valiente. Aquí hay una paradoja y es que Dios le dice, yo te he entregado todo lo que pise la planta de tus pies pero le dice, esfuérzate y se valiente. Y Josué podría haber preguntado, bueno, pero cómo es eso? Si tu me has entregado todo por qué tengo que esforzarme? Lo que tengo que hacer es entrar en la bendición.

Dónde está esa casa que tu me dijiste que es mía? Voy a entrar a ella y voy a poseerla. La paradoja. Mire, Dios bendice a la gente esforzada, hermanos. Eso es una pequeño asterisco, la bendición de Dios está contigo, su buena voluntad está contigo, pero vas a tener que esforzarte, vas a tener que pagar el precio, vas a tener que invertir. Las bendiciones de Dios tienen un costo. La salvación es gratis pero las bendiciones extras hay que fajarse y trabajar por ellas.

A Dios le gusta la gente esforzada y valiente. Es una cosa que a mí me ha perseguido todos los días de mi vida, que Dios no lo hace todo por mí, yo tengo que trabajar, tengo que esforzarme, tengo que pelar pestañas. A veces yo le he dicho, Señor, pero por qué no me haces las cosas más fáciles? Dice, no porque estoy forjándome un hombre poderoso, un guerrero valiente y si te lo doy todo vas a ser un parásito, como un aguilucho abriendo la boquita para que la mamá venga y te mastique la comida y te la eche encima.

A Dios no le gusta eso. Dios honra la gente fajona, como dicen los caribeños, la gente trabajadora. Hay que darle al Señor, hay que leer la palabra para sacar las pepitas de oro que están dentro de ella. Hay que levantarse un poquito más temprano. Hay que dar, hay que invertir, hay que agonizar, hermanos. Yo no sé si es mi visión del mundo, pero hay que agonizar en la vida cristiana.

Y si tu quieres servir al Señor, tu quieres ser bendecido por Dios, tienes que fajarte. Hay gente que yo quisiera como metérmele adentro para que se despierten porque eso es lo que les falta para recibir la bendición de Dios. Pero hay ahí, el ay, bendito, y no se inmutan por nada, se muere uno de un ataque al corazón y ellos están tranquilos, llegarán a viejos tranquilitos, porque no sufren, no lloran, no hacen nada, si Dios quiere, amén. Así se pasan la vida, hermanos.

Yo he aprendido una cosa, que Dios honra al hombre, a la mujer esforzada y valiente. A través de toda la Escritura yo veo eso, hermanos. Yo veo siempre a Dios encontrando a sus siervos trabajando. a Moisés lo encuentra cuidando cabras por allá. A Eliseo lo encuentra cuidando unos bueyes. A Gedeón lo encuentra trillando el trigo para que no se los lleven los madianitas. A Pablo lo encuentra persiguiendo a los cristianos y lo tumba del caballo. Dondequiera que usted ve, usted ve gente trabajando. A Levi lo llama mientras está trabajando en la mesa de los cambio del dinero. A Pedro lo llama cuando está lavando las redes para pescar.

Por qué es que Dios siempre como que llama a su gente mientras están trabajando? porque son gente esforzada y valiente, están trabajando. a los pastores, se les revela mientras cuidaban a sus ovejas. Y yo creo que a los magos se les reveló mientras explorando las estrellas y tomaban notas acerca de la configuración de los astros. Qué es eso? Una estrella. Que raro, no se mueve. Y les habló.

Dios te va a hablar a través de tus esfuerzos. Trabajo. Generalmente Dios no te va a llamar mientras estás ahí batallando con la almohada y con las sábanas ya que no sabes qué hacer con ella porque está cansada de ti, pero tu te estás agarrando a ella y peleando para que no se te escape. Dios te va a hablar cuando estés orando, cuando estés leyendo la palabra, cuando estés sirviendo, cuando estés predicando, cuando estés invirtiendo. Ahí es donde Dios va a decirte, es el momento. Quiero decirte algo, esfuérzate, se valiente, no temas ni desmayes, Dios estará contigo. No digas, oh, estoy demasiado cansado, no puedo ir a la iglesia, no tengo suficiente dinero, no puedo dar. Estoy demasiado ocupado, no puedo servir.

Mira, lánzate en el nombre del Señor. Invierte en el nombre del Señor. Mientras más cansado estés, dale más al Señor. Dios te dará nuevas fuerzas. ¡Aleluya!

Yo tengo una lucha en mi vida, porque por una parte yo sé la importancia de descansar, de también cuidar las cosas de la familia y todo eso, pero he aprendido también que donde Dios más me ha bendecido es cuando yo entro en esa zona del sacrificio y le doy al Señor el fruto de mi cansancio y de mi desvelo. Es como que ahí es donde Dios bendice. Yo entiendo que es algo problemático, porque muchas veces yo he predicado la importancia del descanso y otras cosas, pero yo he aprendido, hermanos, también que es misterioso pero como Dios te renueva en el vuelo cuando tu le das al Señor.

Y hay una promesa en la palabra de Dios de renovación y de bendición, de fuerzas, por eso tu puedes atreverte a ser generoso con Dios y a dar un poco extra. Dáselo al Señor, no se lo des al diácono, no se lo des a Roberto Miranda, no se lo des a León de Judá, dáselo al Señor. Dice, Padre, esta es mi ofrenda, el sacrificio a ti. y Dios dice, los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen, pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas. ¡Aleluya! Correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán, aún en su cansancio Dios los renovará en el vuelo. Vive en ese nivel.

Porque es lo mismo, cuando damos al Señor, a veces estamos esperando a que la cuenta suba para darle al Señor. No, dale cuando la cuenta está baja y ahí es donde Dios te va a visitar y te va a bendecir. Ve a la iglesia cuando estés cansado y aburrido y no quieras ir, entonces di, sabes qué? Ahora es que voy a ir, y esa inversión sacrificial, yo voy a glorificar a Dios con ella y ahí es donde Dios te va a bendecir.

Le voy a pedir a los músicos que pasen por acá y el pueblo dice amén. Pasen por acá y vamos a celebrar la santa cena. Pero hermanos, yo quiero invitarles a postura de vida agresiva, militante, confiada en el Señor. Hay mucho más en este pasaje, mucho, mucho más. Voy a resistir la tentación de continuar rumiando.

Solamente apunto allí la importancia de la palabra de Dios. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley sino que de día y de noche meditarás en él para guarde y hagas conforme. Las bendiciones de Dios tienen sus pre condiciones, esfuerzo, meditación en la palabra. Recuerdan lo que les decía? Hay que meditar en la palabra, hay que alimentarse de ella, hay que saturarse de ella.

Los patrones de la palabra tienen que convertirse en nuestros patrones nerviosos, neurológicos también. Nuestro cerebro tiene que ser reprogramado por la palabra de Dios para que podamos pensar como piensa la palabra de Dios porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien.

Óigame, en un sentido yo quisiera que no estuviera eso ahí, y todo te saldrá bien, porque es problemático, porque no todo nos sale bien aparentemente. Lo que Dios dice es que te va a salir bien, al final te va a salir bien, al final te vas a pegar el premio. No te preocupes, habrá problemas en el proceso pero todo te saldrá bien. esa es la manera en que yo lo entiendo.

Pero lo importante es que tu creas que te va a salir bien. si tu emprendes las cosas en el nombre del Señor todo te saldrá bien. esa es la promesa de Dios. pueblo de Dios, Congregación León de Judá, al mirar hacia este año no temas ni desmayes porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.

Esa es la promesa de Dios para nosotros, la recibimos, la celebramos, y queremos vivir en esa profundidad y en esa altura de Dios. Vamos a ponernos de pie aunque sea un momento y darle la bienvenida a esa palabra en tu corazón y en tu vida.

Di, Señor, yo recibo tu buena voluntad para mí, he perdido batallas, te he fallado en algunas cosas, no he visto claramente tu bendición en algunos momentos, y yo sé que me esperarán momentos difíciles por delante, pero gracias, porque tu has dicho, yo te he entregado toda la tierra, yo te he entregado todos los días, yo te he entregado todas las circunstancias, yo estaré contigo el lunes, el martes, el miércoles, el jueves, el viernes, el sábado y el domingo. Y como estuvo con tus antepasados, como estuve con esos grandes hombres y mujeres de la Biblia, o con tus mentores y ejemplos del pasado, yo estaré contigo también. Mi gracia estará contigo como estuvo con Moisés, y como estuvo con Josué y como estuvo con el que tu eras el año pasado, que tuvo victorias, yo estoy con el que eres ahora también.

Solamente te digo, esfuérzate, se valiente, cree en mi promesa y vive la vida en los principios de mi palabra. Y no serás vencido ni vencida en ninguna situación que tu confrontes porque al final de todo yo me aseguraré de que mi fidelidad sea manifiesta en tu vida.

Así que atrévete a emprender cosas grandes. No mires hacia atrás, mira hacia adelante, la tierra que yo ponto este día delante de ti. Gracias Señor, gracias. Recibimos tu palabra, Padre.

Ayúdame a creer yo mismo lo que estoy predicando, Señor, ayúdame a internalizarlo y vivirlo y hazlo real en mi sistema nervioso, hazlo real en mi cerebro, hazlo real en mis emociones, hazlo real en mi voluntad, hazlo real en los tejidos de mi cuerpo, hazlo real, Señor, en los músculos de nuestro cuerpo, hazlo real en las decisiones de cada día, hazlo real en la cotidianeidad de la vida, hazlo real cuando pongamos el pie, cuando los apeemos de la cama, Señor, y pisemos el piso frío de nuestras casas, ahí podamos decir, Dios me ha entregado este pedacito de tierra que pisa la planta de mis pies y el próximo y el próximo, y el próximo, porque Dios ha prometido estar conmigo todos los días de mi vida.

Lo recibimos y te damos gracias porque podamos vivir la vida como ese gran Canaán que está delante de nosotros, Canaán es mío porque tu me has entregado la tierra. Mi vida te pertenece y me pertenece, no es al diablo, no es a las circunstancias, no es a los hombres, tu y yo, Señor, nosotros juntos somos más que vencedores. Queremos vivir nuestra vida así delante de ti, Padre, queremos consumirnos delante de ti de esa manera.

Te amamos y te bendecimos, Señor. Gracias, gracias, gracias, dale gracias al Señor. ¡Aleluya! Por su bondad y su misericordia, por su buena voluntad y sus favores, gracias Señor Jesús. Tomen asiento, hermanos.

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Resplandecer la gloria de Dios

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Les invito a abrir sus Biblias al libro Segunda de Corintios, Capítulo 3. A cuántos de ustedes les gusta hacer resoluciones de Año nuevo? Y cuántos las pueden mantener? Yo soy un fanático bien grande de lo que son las resoluciones de Año Nuevo. Es una buena disciplina poder tomar tiempo para mirar nuestras vidas y de evaluar cómo estoy haciendo y cómo puedo crecer y cambiar. Y yo entiendo que también no es tan solamente hacerlo una vez al año, sino también en una forma regular.

Yo tengo un amigo que toma el primer lunes de cada mes para evaluar su vida, evaluarse a sí mismo y ver cómo él está haciendo. Así que yo me considero muy buen fanático de una introspección sana y saludable. Pero hay un pequeño problema si nos apoyamos solamente en nuestras propias resoluciones.

Todo aquel que trabaja en un hacer ejercicios en un gimnasio sabe que el mes de enero es el mes más ocupado. El lugar está lleno de personas y están ocupados por todo un mes, pero cuando llega el día de San Valentín, todo vuelve a la normalidad. Porque todas esas resoluciones usualmente no llegan a convertirse en un estilo de la vida que la persona lleve a cabo.

El concepto bíblico no es necesariamente una resolución sino más bien una revolución. No es tan solo por nuestra propia fuerza de voluntad sino por el poder Espíritu Santo. Así que lean conmigo Segunda de Corintios Capítulo 3 y pueden leer del verso 1 en adelante.

Se dan cuenta que una palabra que está siendo bien repetida aquí? la palabra gloria. Voy a leer ese último verso en español:

“…Porque el Señor es el Espíritu y donde está el Espíritu del Señor ahí hay libertad. Por tanto, nosotros todos mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor…”

Padre, te damos las gracias por la realidad de esta promesa de libertad, de transformación en el poder del Espíritu Santo. Te doy las gracias, Señor, por este proyecto grandioso de resplandecer tu gloria a través de las luces nuestras. Padre, que pensamiento tan grande. Yo te pido que hoy esto sea más que un pensamiento, sino que inspires un sentido de fe de que tu puedes transformar y hacer una revolución en nuestro corazón, en el nombre de Jesús. Amén.

Hay una palabra clave que se usa en el verso 18, y es un verso tremendo si usted verdaderamente le presta atención. Dice que nosotros estamos mirando hacia la gloria de Dios sin ningún velo en nuestro rostro. La comparación es con Moisés, como cuando él veía el shekiná, la gloria de Dios cuando estaba en el Monte Sinaí, y la gloria como que se le pegaba a él. Era algo contagioso y era tan majestuoso que el pueblo de Israel tenía miedo de mirar a Moisés y por eso es que él se cubría con un velo.

Y Dios dice, ese era el viejo pacto, el nuevo pacto es mil veces mejor y la gloria es mayor que aquella del viejo pacto. Y cuando nosotros tornamos nuestras vidas al Señor hay un velo que se nos quita.

Han experimentado eso en algún momento? Que cuando uno se torna a Jesús y uno cree en él y confiesa sus pecados y uno pone su mirada en él, es como si un velo se te quitara de tus ojos. Es como dice el himno, oh, sublime gracia, cuán grata es, y al final el verso dice, estaba ciego pero ahora puedo ver.

Yo recuerdo cuando tenía 16 años que acepté al Señor en mi corazón, y yo miraba alrededor y yo decía, quién habrá tornado los colores de la naturaleza su color más intenso. Por qué de repente el mundo estaba como en Hd, high definition. Y por qué la Biblia de repente se puso en tres dimensiones. Cuando yo estaba en la iglesia antes escuchaba algunas canciones que me parecían un poco raras, pero al tornarme a Jesús esas mismas canciones traían lágrimas a mis ojos.

Es porque hay un velo que se nos quita. Y la Biblia dice que nosotros mirando a la gloria del Señor y como dice en la versión en español en el verso 18, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor.

Ahora, para nosotros, mirarnos en un espejo es que estamos viendo algo que refleja una imagen devuelta a nosotros, y es algo bastante claro. Pero en este caso, en este tiempo bíblico un espejo era como un metal brumoso, nublado, que la imagen que transmitía era una imagen que no estaba muy clara. Es por eso, como también dice, cuando vemos a través de un espejo que vemos las cosas como un poco nubladas, pero que cuando estemos en el cielo podremos ver las cosas tal y como son, cara a cara.

El punto que quiero decir es que cuando ese velo se nos remueve podemos ver la gloria de Dios pero sigue siendo algo brumoso, no está totalmente claro. Pero lo que vemos nos transforma. Lo que vemos se nos queda ahí con nosotros. Es por eso que la gente aún se ve diferente después de un tiempo de alabanza y adoración. Hay algo acerca de la gloria de Dios, a medida que la gente abre su corazón y el espíritu de Dios viene en ellos, hay una libertad y hay algo que la Biblia también llama una metamorfosis.

Dice que nosotros estamos siendo transformados. El griego dice metamorfumae. Es que la palabra metamorfosis es bien interesante. Como ustedes verán, una metamorfosis no es hacerle un cambio pequeño a algo, es una transformación radical, es una oruga que se convierte en una mariposa. Esa es la clase de transformación de la cual Dios está hablando aquí.

A menudo cuando pensamos en nuestra vida cristiana y el hacer resoluciones, pensamos en hacerlo con nuestras propias fuerzas, cuando lo que Dios quiere hacer es revolucionar nuestras vidas a través de su poder. La Biblia dice que si nosotros estamos en Cristo nueva criatura somos. Las cosas viejas han pasado y todo es hecho nuevo. Es una revolución donde está el espíritu del Señor, ahí hay libertad.

Yo quiero hablarles acerca de una transformación revolucionaria en nuestras vidas. Y lo primero que quiero decir es que una revolución trae una transformación holística a una sociedad. No es tan solamente cambiar una o dos leyes, es el hecho de tomar esa estatua de Sadam Hussein, o Lenin o el dictador que estaba ahí antes, y tumbarla por completo al piso. Es como tomar una vieja constitución y quemarla por completo, tiene que ver con un cambio total de gobierno, hay un nuevo gobernante, hay nuevas leyes, hay una nueva constitución.

Ahora, a menudo la historia nos enseñó que revoluciones humanas no terminaban en la mejor forma que digamos. Pero las revoluciones de Dios sí funcionan en nuestras vidas. No es un cambio promedio, sino que es una transformación total de cómo nos vemos a nosotros mismos como personas. Y tiene que ver con libertad.

Yo tengo un amigo que conocí mientras estuve en Puerto Rico y él nació en una de las islas vecinas a Puerto Rico, gobernada por un dictador bastante poderoso con una barba bien larga. Y solamente digamos que mi amigo no le gustaba la forma de dirigir de esta persona. este amigo mío era más gringo que yo en muchas formas. y siempre recuerdo el día que él consiguió su tarjeta de crédito, es como si hubiera tenido un bebé. Él estaba gozando de lo que era el capitalismo en aquel entonces. y yo le dije, “Mira, tienes que tener cuidado porque una tarjeta de crédito te puede meter en muchas deudas y problemas también.” y él me dijo algo muy profundo, “Sabes, Greg, yo puedo usar esta tarjeta para arruinar mi vida, pero eso tiene que ser una decisión que yo tengo que hacer.”

Y yo me pude percatar de que había algo mucho más grande que el mero hecho de la tarjeta en esto. Es el concepto de poderse sentir libre. El ser humano no está intencionado estar capturado en una caja, y cuando una persona se siente atrapada o esclavizada, hay algo en ellos que desea poder ser libre. Y de ahí es de donde salen las revoluciones.

La Biblia dice que todo aquel que peca es esclavo del pecado. Estamos atrapados en ello, pensamos que estamos haciendo lo que queremos hacer, pero realmente estamos haciendo lo que el pecado dice que nosotros hagamos. El diablo es el que está a cargo y no nosotros.

Pero también la Biblia dice que cualquiera que está y vive en la presencia de Dios ahí hay libertad, porque ser libre no significa que uno tengo alguien gobernando sobre uno, sino más bien significa tener el gobernante correcto sobre uno mismo. Significa tener ese rey que te hace libre. Es tener el Rey de Reyes, y Señor de Señores, significa tener al Dios que te creó a cargo de tu vida.

La Biblia dice que si el Hijo te hace libre serás libre de verdad. No hay nada que se compare con esa libertad. Y uno tiene que probarla, y uno tiene que experimentarlo, antes me solía sentir atrapado y ahora puedo respirar. Yo veo muchas veces la gente aquí arrodillados en el altar, levantando sus manos, personas que antes estaban atrapados en un complejo de inferioridad, y ahora danzan en la presencia del Señor, porque son libres y eso se siente bien.

Eso no significa que yo estoy a cargo de mi vida, sino que Dios está a cargo de mi vida, y ahora puedo respirar el aire puro que me rodea. Esto también significa un cambio de mi constitución personal, no significa que voy a ajustar un poquitito mis creencias anteriores, sino significa que las voy a quemar.

Sabes, como un nuevo creyente cuando tenía 16 años, yo traté de hacer lo siguiente, escribí todos los pecados de los cuales yo hice que yo me recordé. Y me tomó bastante tiempo. Una cosa llevaba a la otra, y la otra a la otra. Entonces, cerré la puerta del baño y tomé unos fósforos y tuve una pequeña fogata ahí en el baño. Mis padres estaban en la puerta preguntando, “qué estás haciendo ahí adentro?” “Estoy quemando mis pecados, papá:” “Vamos a llamar al psicólogo de niños contigo ahora.”

Tengo otro amigo que él ha compartido su testimonio en una forma muy abierta y pública en la cual él tenía una creencia de ateísmo muy profunda. Él sabía que no existía un Dios y él tenía una filosofía para probarlo. Y él tuvo una experiencia física con la presencia de Dios. fue visible, él vio como una nube que pasó a través de él y él sintió la sensación de esa nube moverse a través de él, y en el medio de esa nube, este pensamiento llegó a su cabeza: todo lo que yo he creído hasta este momento es completa basura.

Esa es la clase de revolución que Dios quiere hacer. Hay algunas religiones que solamente quieren añadir a Jesús a su repertorio, como quien dice, algo más en qué creer. Y quieren tratar a Dios como una mascota en sus vidas o como un amuleto de buena suerte. Y Dios dice, yo no soy tu amuleto de buena suerte, yo no soy tu mascota. Yo soy tu Rey y no podrás ser libre hasta que me conozcas a mí como tu Rey. Y significa tomar todo tu sistema de creencias que está redondeando en tu propia vida y usarlo como leña.

Dios no necesariamente está en los negocios de mejorar a la gente sino más bien de transformarla. Y ya saben, sí, he puesto una buena conexión ahí para buenas resoluciones de Año nuevo y eso está bien, pero eso no va a hacer de ti una mejor persona, Dios quiere una nueva persona en ti, una nueva persona en mí, si alguien está en Cristo nueva criatura eres. Lo viejo ha pasado, he aquí todas las cosas son hechas nuevas.

Dios cambia vidas y lo ha estado haciendo a través de toda la Escritura. Qué fue lo que le dijo a Abran? Él le dijo a Abran, sabes, hasta el día de hoy te has llamado Abrahán, pero de ahora en adelante te voy a llamar Abrahán, Padre de muchas naciones. Y a Sara le dijo, no vas a ser llamada Saraí, sino que vas a ser Sara. A Jacob le dijo, no vas a ser Jacob más sino que vas a ser llamado Israel, porque has luchado con Dios. A Oseas, no vas a ser Oseas, sino que vas a ser Josué, porque significa Dios salva. A Simón le dijo, no vas a ser llamado más Simón sino Pedro. Y sobre esta roca yo edificaré mi iglesia. No más Saúl sino Pablo.

Tu tienes un nombre. En Jesús eres una nueva persona, tienes una nueva identidad, una nueva razón para vivir y Dios puede hacer ese cambio en tu vida.

Quisiera que vayas conmigo a Romanos, Capítulo 6 y es un texto que tiene que ver con el bautismo. Cuántos aquí se han bautizado? Si no lo ha hecho, este es su año, los esperamos. Lo que hacemos aquí es que nosotros abrimos esta plataforma y hay una tina ahí adentro y la gente baja por un lado y los zambullimos en el agua y la persona se moja. Y la persona tiene que soltarse y dejar que otra persona lo meta en el agua, y esto puede ser un poquito tenebroso. Y entonces sale completamente empapados por aquí, por el otro lado y salen. Es una experiencia que no se olvida.

Por qué nosotros zambullimos a las personas? Cuál es el simbolismo detrás de esto? A menudo hablamos de esto como si fuera una limpieza. Yo tuve una mamá que me pidió que dejara a su hija debajo del agua por mucho tiempo. Y me dijo, put some chlorine in there as well. Ella necesita un buen baño.

En el Antiguo Testamento hay una historia muy rica acerca de esos ritos de purificación. Así que el bautismo encierra parte de ese simbolismo y de ese significado. Pero miren el significado de acuerdo a Romanos Capítulo 6, dice:

“…Qué pues diremos? Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? De ninguna manera, porque los que hemos muerto al pecado, cómo viviremos aún en él? O no sabes que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.

El simbolismo más que nada es un entierro de tu propia persona, esta muerte, si eres un creyente, cuando llegue ese momento de tu morir realmente, esa va a ser tu segunda muerte, pero en el bautismo es la primera vez que nosotros morimos en nuestra vida.

Yo recuerdo esta historia, no sé si es real, pero me gusta, de un hombre que cuando fue bautizado que salió del agua, se paró en la orilla y cogió una roca bien grande y la tiró al agua, y cuando cayó en el agua la gente le preguntó, por qué hiciste eso? Esa es la lápida, hay un hombre muerto ahí adentro y ahora soy una nueva persona.

El bautismo significa ser enterrado con Cristo, estar conectados a su muerte para nosotros poder unirnos así también a su resurrección. Es algo revolucionario en naturaleza. Esa vieja persona tuya ya murió, y ahora hay una nueva persona.

Pero cuántos de nosotros sabemos que ese hombre o mujer muerto que está ahí, ese viejo Greg, el viejo Omar, aún cuando teológicamente y espiritualmente sabemos que esa persona ya está muerta y crucificada, que esa vieja persona no se rinde así fácilmente. En mí está ese nuevo hombre, ese nuevo yo en el espíritu de Dios pero también, como dice la Biblia, está mi carne pecaminosa que pelean una con la otra. Y ahí es cuando entramos en un proceso de cambio como creyentes.

Esta revolución no sucede de la noche a la mañana, es un proceso. Pero Dios nos llama a tener una pasión revolucionaria por ese cambio personal. Los revolucionarios son impacientes por naturaleza, hay como una urgencia de ese cambio que quieren ver. Hay un grupo de personas que escribieron la declaración de independencia y se la enviaron por correo al rey.

Y cuando primero hicieron esto en Filadelfia, la declaración de la independencia, no recuerdo quién fue que lo dijo, si fue Thomas Jefferson o John Adams, pero dijeron, bueno, muchas felicidades mis hermanos, ya hemos escrito nuestra sentencia de muerte. Nos vemos en el degolladero, como quien dice.

Así que esa es la mentalidad que dominaba a esas personas, ellos no querían un cambio parcial de las cosas, sino que querían renovar todo el sistema por completo. Y requiere un nivel de intensidad y pudiésemos decir, hasta un tipo de coraje concerniente al curso de cómo están las cosas en la actualidad. es como decir, ya estoy harto, hastiado de esto y no voy a lidiar más con eso. Es como Rosa Park, esta mujer afroamericana que después de un largo día de trabajo, cansada, entró al bus y se sentó y entró este joven blanco y le dice, señora, yo creo que usted se tiene que levantar porque un hombre blanco acaba de entrar a este bus. Y esa era la ley en aquel entonces, ella se tenía que levantar y quedarse de pie y darle su asiento a este muchacho blanco. Y ella en una forma bien callada dijo, No, gracias, yo estoy cansada y me voy a quedar aquí sentada. Señora, si usted no se levanta la vamos a arrestar. Ella le dijo, Me van a tener que arrestar porque estoy cansada de mi día de trabajo, y estoy cansada de esta ley también. esa urgencia por revolución y por cambio fue esa chispa que inició todo ese movimiento.

Jesús usa un lenguaje revolucionario concerniente a la actitud que nosotros debemos tener también en contra del pecado. Y obviamente no tan solamente hablamos del pecado en la sociedad en general sino también el pecado en nuestras propias vidas. Jesús dijo, si tu ojo derecho te causa pecar, pues, mira arráncatelo y tíralo. Es mejor que vayas al cielo con un solo ojo que al infierno con los dos.

Si un predicador hubiese venido aquí y predica eso desde este púlpito, qué haríamos? Se está saliendo un poquito de línea. Pero esto es lo que Jesús dijo después por si acaso no se habían ofendido lo suficiente, si tu mano derecha te causa pecar, córtala y arráncatela de tu cuerpo. Es mejor que vayas al cielo con una sola mano que te vayas al infierno con las dos.

Ahora, para que nadie vaya a pensar que nos estamos poniendo un poquito locos, entendemos que Jesús estaba usando un lenguaje medio hiperbólico, pero si él no hubiese querido causar ese tipo de impacto no hubiese hablado así.

Odiamos al pecado de esa forma? Estamos desesperado por un cambio? Podemos decir, Dios, ya estoy cansado de mi vida, quiero un cambio, quiero ser más como Jesús. Es como Simón cuando Jesús hizo esta pesca milagrosa, Simón salió de su barco y se tiró de rodilla a Jesús, y dijo, por favor aléjate de mí, yo no puedo con esto. Esto tiene que ver con estar ya hastiado con una existencia pacífica con tu propio pecado.

No se puede tener ningún tipo de arreglo con ellos, sino que en el nombre de Jesús declaramos una independencia, y decimos, somos una nueva criatura en Cristo. Tengo un nuevo corazón, tengo un nuevo espíritu y yo puedo vivir una nueva vida. Y declaramos esa independencia.

Dice la Biblia que Dios va a quitar ese corazón de piedra y va a poner un corazón de carne. Has tenido esa experiencia? Antes eran totalmente duro e insensible y ahora tienes un corazón suave y sensible para Dios. Dios no necesariamente quiere ajustar tu corazón, él quiere darte uno totalmente nuevo.

Cuál es el estado de tu corazón? Le han dado un poco de golpes recientemente? Tal vez está lleno de cicatrices y marcas? O tal vez tu corazón ha desarrollado como callos alrededor de sí, como las manos de un carpintero o las puntas de los dedos de un guitarrista, que no siente ya.

Yo conozco personas que dicen que hace años no lloran y que hasta ni recuerdan cómo llorar. Gente que dicen, yo tengo que velar por mí mismo porque nadie más lo va a hacer. Y Dios dice, yo estoy listo para darte un nuevo corazón, el corazón de un niño, si me dejas hacerlo, donde el espíritu del Señor está ahí hay libertad.

Pero esto no tiene nada que ver con nuestras propias resoluciones o nuestros propios esfuerzos. En algún momento has tratado de romper un hábito que es bien duro, bien fuerte? Tal vez tratar de renunciar al cigarrillo, o perder peso, o dejar de chismear? Acaso no se hace difícil?

Mira lo que le pasa al Apóstol Pablo cuando él trata de cambiar por su propio esfuerzo, Romanos Capítulo 7, el Apóstol Pablo por un tiempo estaba tratando de cambiarse a sí mismo, dice en el versículo 14;

“…Porque sabemos que la ley es espiritual, más yo soy carnal, vendido al pecado. Porque lo que hago no lo entiendo pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco eso hago. Y si lo que no quiero esto hago, apruebo que la ley es buena, de manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. Y yo que en mí, esto es en mí carne, no mora el bien, porque el querer el bien está en mí pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero sino el mal que no quiero eso hago. Y si hago lo que no quiero ya no lo hago yo sino el pecado que mora en mí.

Y lo leí de esta forma porque el texto, la intención es como ver ese ciclo en el cual uno se enreda. Gracias a Dios que no ha nevado en estos días pero cuando nieva y tu carro se queda estancado en el hielo, en la nieve, uno aprieta el acelerador, y qué le pasa a las gomas? El carro se mueve? Qué hace uno, aprieta el acelerador más y lo más aprieto más a ver si se mueve el carro. Y está ahí dando vueltas, dando vueltas, y qué pasa con uno? Te quedas estancado.

Eso es lo que sucede cuando tratamos de cambiar por nuestras propias fuerzas. En el tiempo del Antiguo Testamento había un movimiento de auto ayuda que eran los que querían ser como judíos, judaizantes, es el término. Estas personas solían encontrar nuevos creyentes en las iglesias o en las sinagogas. Cómo son los nuevos creyentes? Cómo es ese tipo de carácter, de persona? tienes tu luna de miel con Jesús.

La gente en la escuela pensaba que yo estaba borracho. Me decían, Greg, qué estás usando? Soy Dios ahora. Mis padres me querían mandar al psicólogo de niños, hay algo mal con mi hijo. Así que estos judaizantes querían conseguir nuevos creyentes con todo ese aire, esa luna de miel, los querían conseguir a ellos. Y venían y decían, okay, se acabó la fiesta, niños. Es tiempo de ponerse a trabajar. Ahora es tiempo de convertirse en judíos. Hay que circuncidarlos, hay que obedecer las leyes de nutrición, de dieta, y ellos tenían un listado de leyes para que ellos los pudieran seguir.

Y el Apóstol Pablo le dijo a la iglesia de los gálatas, la cual fue una de las iglesias que cayó bajo la influencia de estos judaizantes. Y les dice, qué pasó con ese gozo de ustedes? Ustedes saben que están tratando de ser cristianos sin Cristo cuando pierdes ese gozo, cuando estás tratando demasiado fuerte de obedecer muchas leyes, y de repente tu vida cristiana se convierte más en trabajo que en una relación viva, efectiva con Dios.

La Biblia promete una mejor forma. Y en Romanos, Capítulo 8, verso 1 dice:

“…Ahora pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús…”

El pensamiento es, tengo que cambiar para convertirme en una persona mejor y así Dios me va a amar más. y Dios dice, yo no te puedo amar más de lo que ya yo te amo a ti. y así aún cuando tu cambies y vayas madurando y vayas creciendo, yo te voy a seguir amando de la misma manera que te amé cuando tu estabas en el caso más feo, o lo peor de tu vida. El asunto es que Jesús lo hizo todo por ti.

Yo recuerdo cuando tenía 16 años, como un año después de haberme convertido que todo ese gozo lo perdí, porque estaba pensando, no, tengo que hacer algo por convertirme en una mejor persona. yo era un chico bastante intenso, se pueden dar cuenta.

Yo recuerdo que yo tenía un trabajo de verano y el jefe mío me dijo, qué te pasa, muchacho? Vete a tu casa, estás como con mucho estrés. Y yo estoy ahí orando y ayunando y es como si yo hubiese tenido una visión de Jesús en la cruz y yo sentí al Señor decirme, hey, yo te amo. Y lo único que yo pude decir es, yo no lo merezco.

Y ese es el punto. No merecemos el amor de Dios. no podemos cambiarnos a nosotros mismos, sino que hay una medicina que cambia el corazón humano. Y es la sangre de Cristo Jesús. Es Jesús que tomó las penalidades del pecado por nosotros. Y desde ese momento aquella persona que cree en Jesús tu eres perdonado, tus pecados son lanzados tan lejos como lo es el este del oeste. Pero ese viejo tu está ahí todavía.

Por eso es que Dios te da algo para transformarte. Es una lista de reglas? Es un libro acerca de cómo puedes mejorar tu propia vida? No, él te da un poder revolucionario que se llama el Espíritu Santo. Es como por ejemplo, recientemente mi vida ha sido revolucionada porque mi papá me regaló un Gps. Ya no tengo que figurar cómo llegar de un lugar a otro con un mapa, ya pongo mi destino, y me dice por dónde ir y que puertas tomar, cada paso.

El Espíritu Santo en nuestro corazón es como un Gps divino. Es algo dentro de ti que te muestra el camino en el cual debes andar. Por eso es que Jesús lo llama el paracletos, porque va contigo, tu consejero que van en todo momento contigo enseñándote a dónde ir. No sé si esto te ha pasado cuando te convertirse al Señor, que fuiste a un lugar donde solías ir y hacer cosas que solías hacer, y algo dentro de ti dijo, no. nadie te lo tuvo que decir, nadie te tuvo que dar un listado de reglas, hay algo dentro de ti que se sentía triste, y no necesariamente porque te sentiste culpable, aunque la culpa puede ser un poco buena en ese momento, sino más bien porque estabas decepcionando a una persona que tu amas. Hay algo en ti que cambia.

Alguien te provoca a ira, y antes tu reacción hubiese sido que le dirías una, dos o tres cositas hirientes. Y de repente tu dices, qué pasa conmigo? No le estoy cortando la cabeza a esta persona. estoy cambiando, hay un nuevo espíritu en mí.

La Biblia dice que aquellos que viven de acuerdo al pecado tienen sus mentes ocupadas en lo que el pecado demanda, pero aquellos que viven de acuerdo al espíritu tienen sus mentes ocupadas en lo que el espíritu demanda de ellos. Es ese Gps divino que va a dirigirte y a cambiar tu vida.

Y quisiera usar una ilustración que he usado muchas veces con el ministerio pero es año nuevo así que yo sé que me a entender un poco. Es la historia de una esposa que tenía un esposo malo y opresivo, él se portaba mal con ella, era rudo y hasta a veces era abusivo también. y él tenía un listado de reglas de lo que ella tenía con él, cómo cocina, cómo limpiar. Y ella era más como una esclava, limpiando, trabajando, trabajando por él, pero nunca era suficiente. Finalmente este hombre muere, y ella dice, no más matrimonio, no más hombres, estoy mejor sola que mal acompañada.

Pero de repente, un buen hombre llegó y él quería su amor, y finalmente ella dijo, está bien, está bien, voy a tomar una oportunidad nueva, me voy a casar con él. Y este hombre era tan bueno con ella, tan bondadoso y ella no encontraba nada más que hacerlo feliz a él. Y un día cuando llegó su cumpleaños ella dijo, voy a limpiar toda la casa, voy a arreglar todo, voy a cocinarle algo precioso, tremendo, delicioso para él, y ella está limpiando detrás del sofá y encuentra una de esas viejas listas que ella solía tener que seguir con su anterior esposo. Y ella lloró cuando se dio cuenta que ella estaba haciendo todas las cosas que estaban en esa lista y aún más, pero esta vez era por amor y porque ella estaba feliz y contenta.

Y esto es algo que lo produce el Espíritu Santo en nosotros. Hay un nuevo esposo, y su nombre es Jesús y él nos amó aún cuando éramos pecadores. Él nos limpió con su sangre, nos dio su Espíritu Santo y nosotros somos revolucionados por ese espíritu.

Dios tiene un proyecto en tu vida. Y él quiere hacerte tal como Jesús. A medida que nosotros contemplamos la gloria del Señor en adoración, en la palabra, en el compañerismo de otros creyentes, él quiere que nosotros seamos transformados para reflejar la gloria del mismo Jesús.

Y quiero cerrar con este verso de Romanos 8:28 y dice;

“…Sabemos que a todos los que aman a Dios, todas las cosas le ayudan a bien, esto es a los que conforme a sus propósitos son llamados, porque a los que antes conoció también los predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo…”

Dios puede tomar cualquier cosa, los buenos momentos y los malos momentos, aún nuestros propios fracasos, y usarlos para formarnos, transformarnos en personas que reflejamos más la gloria de Cristo. Que podamos ser personas que reflejen esa gloria, porque el espíritu de Dios está fluyendo en nosotros.

La Biblia usualmente no define verdaderamente lo que es el espíritu, pero provee imágenes para que nosotros entendamos quién es él. El espíritu es como aguas vivas que fluyen a través de nosotros. El espíritu es como un fuego que purifica y nos quema como el oro es purificado. El espíritu es como una paloma que descansa sobre nosotros y nos da paz cuando nos sentimos ansiosos.

El Espíritu Santo nos transforma. Yo quiero retarte a ti en este nuevo año 2012, el que tu puedas llegar a experimentar esa agua viva en tu interior, que tu puedas ser tocado por ese fuego, y que León de Judá sea un lugar que cuando las personas estén aquí ellos puedan oler la presencia del Señor, que cuando alguien te conozca pueda decir, hay algo diferente en esa persona, hay algo que se siente como Jesús en ellos, hay una mirada en sus ojos, hay un tono en su voz, y es Jesús alumbrando a través de ellos. Esa debe ser nuestra meta para el 2012.

Y vamos a poner eso en nuestro Gps, pongamos más como Jesús en nuestro Gps, vamos a poner, quiero amar a Dios con todo mi corazón, mi mente y mis fuerzas, y quiero amar a mi vecino como me amo a mi mismo. Y tan solamente deja que te guíe. Llégate a ese poder del Espíritu Santo, y ty vas a ver lo que va a suceder. Porque donde está la presencia del Señor, allí hay libertad. Amén.

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Sermón 31 de diciembre 2011: Año de definición

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Quiero compartir con ustedes un pensamiento de la palabra de Dios para este año que siento que Dios me ha confiado. En el libro de Primero de Reyes, en el Capítulo 18, en el versículo 20. Esta es la palabra del Señor para todos nosotros en este tiempo, en este año, un llamado de Dios para nosotros como Congregación, para mi vida, para tu vida específicamente. Dice:

“… Entonces Acab convocó a todos los hijos de Israel y reunió a los profetas en el monte Carmelo. Y acercándose Elías a todo el pueblo dijo, ─ aquí comienza lo que yo creo que es la palabra del Señor para cada uno de nosotros ─ “Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle, y si Baal, id en pos de él.” Y el pueblo no respondió palabra…”

El llamado del Señor a nuestras vidas en esta noche y en estos meses que están delante de nosotros, se formula en términos de una pregunta, que es una pregunta pesada, hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? La implicación, la conclusión que nosotros debemos asumir de esta palabra es que no queremos continuar claudicando. Qué quiere decir la palabra claudicar? Quiere decir como debatirse entre dos cosas. Quiere decir como titubear, hasta cuándo titubearéis vosotros?

Claudicar tiene un tono también como de insinceridad, falta de definición, falta de determinación. Es como que quiero hacer una cosa pero algo me aguanta y entonces hago otra cosa. Oscilo, me debato, me muevo entre dos pensamientos. Hay una indecisión en mi vida, hay una falta de claridad y de definición.

Yo estaba fregando platos hace un par de días, y el Señor me habló, yo estaba pensando, Señor, dame una palabra para tu pueblo, para nosotros, este año, dame una palabra también para mi vida y para lo que yo debo enfocar las cosas en este año futuro. Y me vino esa palabra definición.

Y yo creo que este año mi petición delante de Dios, mi petición delante del Señor para mi vida y para mi Congregación, yo quiero que tu te lleves ese llamado para tu vida. Si tu estás involucrado en un ministerio, si estás en una situación en tu vida en que tienes que tomar una decisión, en tu matrimonio, en algo que Dios ha puesto en tu vida, yo te suplico que le pidas al Señor, Padre, ayúdame a definirme. Quiero definición en mi vida.

Porque Elías le está hablando a un pueblo que está indeciso y que se debate entre dos, él dice pensamientos, pero no son pensamientos solamente, son dos sistemas, son dos visiones del mundo, son como dos convicciones, dos religiones, dos posturas de vida y Elías confronta al pueblo de Dios y le dice, hasta cuándo van ustedes estar entre dos aguas? Y van a estar jugando con Dios y con el diablo? Ustedes tienen que definirse y adoptar una postura clara en su vida.

Elías les dice, si Dios es Dios entonces comprométanse con Dios y abracen todo lo que es de Dios en su vida y asuman el llamado de Dios, la responsabilidades de Dios, las demandas de Dios para su vida. Ahora, si Baal es el dios de ustedes, pues mire, váyanse con Baal y métanse en ese abismo, pero no estén queriendo estar con Dios y con el Dios, con Dios y con el mundo. Dios es mi rey, mi soberano, mi Señor, mi dueño, vivo para él, confieso a través de los himnos que canto, los coros que canto cuando voy a la iglesia, pero en mi mente no hay una definición, en mi estilo de vida no hay una definición, en mis prioridades no hay una definición, en mi corazón no hay una definición. Yo estoy en la iglesia pero la iglesia no está dentro de mí. Yo cargo la palabra de Dios pero la palabra de Dios no me carga a mí. Yo leo la Biblia pero la Biblia no me lee a mí, no me escudriña a mí?

Y entonces estamos como estaba Israel, estamos como están tanta gente por ahí, el domingo van a la iglesia, se persignan, hacen esto y lo otro y el lunes van a donde el curandero, donde la bruja, el santero, por si acaso Dios no está tan seguro como ellos piensan, pues cubrirse con una segunda posibilidad. Y así vivimos, entre claudicando entre dos pensamientos.

Una y otra vez yo veo en la palabra del Señor un llamado a definirnos. Israel tenía que definirse, porque eso Dios no lo bendecía, por esos sus enemigos se apoderaban de ellos y hacían lo que querían, por eso venían las plagas, por eso venían los sufrimientos, por eso la bendiciones que Dios había prometido a Israel cuando los trajo a la tierra de Canaán que dijo que las enfermedades de los egipcios no se manifestarían en ellos, que Dios bendeciría su salida y su entrada y que Dios le daría paz y protección de sus enemigos, que no habría mujer estéril entre ellos, que ellos disfrutarían de esta tierra que fluía leche y miel, que él les daría esa tierra para siempre y que nadie se la podría quitar.

Y muchas otras bendiciones que registra la palabra del Señor, pero esas bendiciones no se habían podido cumplir perfectamente en la vida del pueblo de Israel. Por qué? Porque amaban demasiado las modas espirituales de las tribus que estaban alrededor de ellos. No fueron capaces de servir y de consagrarse al Dios verdadero, y entonces seguían el ritual religioso pero no servían de todo corazón a Dios.

Y llega un momento en que hay que tomar una decisión. Y por eso Elías confronta al pueblo y les dice, hey, defínanse de una vez por todas, de quién son ustedes? Para quién viven y quién es su Dios y quién es su Señor?

Yo creo que en la vida de cada uno de nosotros tiene que venir ese momento. Y sabe, una de las cosas que también fortaleció mi convicción de que Dios nos estaba dirigiendo en esa dirección de definición, como un punto de meditación para este año. Estos últimos sermones que yo he compartido antes de los sermones navideños que compartimos, estábamos hablando acerca de qué clase de iglesia somos? Por qué nosotros somos como somos?

Por qué nosotros manejamos el espíritu, aunque el espíritu nos maneja a nosotros evidentemente también, pero Dios le da a su pueblo unas verdades en la Escritura y cada pueblo maneja esas verdades en maneras sutilmente diferentes, por qué nosotros conjugamos el espíritu en la manera en que nosotros lo hacemos como iglesia?

Somos un pueblo pentecostal, creemos en los dones del Espíritu Santo, creemos en las manifestaciones del Espíritu Santo, creemos en una vida energizada y potencializada por el poder del Espíritu Santo, pero también somos una iglesia un poco más compleja que eso, y creemos también en otras cosas. Porque creemos, por ejemplo, que la medicina es una bendición de Dios. Y creemos en los dones pero también yo creo que a veces Dios obra a través de la medicina también.

Hay veces que Dios quiere sanarte a través de un milagro radical, sobrenatural, incontrovertiblemente sobrenatural, y a veces Dios te va a decir, ¿Saben qué? Ve al médico y yo voy a obrar a través del médico y voy a darle fuerza a esa intervención y a esa medicina le voy a poner poder y ella te va a hacer más provecho que lo que te haría normalmente, y Dios nos sana también a través de la medicina. Y yo creo en eso. Hay muchas iglesias pentecostales que niegan completamente y yo creo que somos unos malagradecidos con los médicos.

Vamos donde los médicos, nos bendicen con sus artes, que Dios les ha dado, y luego decimos, no, yo no le doy créditos a los médicos, Dios fue quien me sanó. Amén. Dios te sanó pero también el médico tuvo que ver, dale gracia a Dios por el médico. Yo creo en esa complejidad de la vida cristiana.

Entonces Dios me llevó este año y me va a continuar llevando en los próximos sermones también acerca qué somos nosotros como iglesia? Porque tenemos que definirnos y que la gente sepa quién también les he hablado acerca de mi fe porque yo espero que para bien, yo soy el pastor principal de esta iglesia, y mi fe y mi forma de ver las cosas del espíritu, va a determinar en gran medida lo que esta iglesia es y cómo se manifiesta. Y yo he querido delante de ustedes definirme también y abrir mi corazón para que ustedes vean muchas veces las diferentes fuerzas con las cuales yo lucho dentro de la fe y las verdades diferentes y las cosas, para que ustedes entiendan mi corazón y por qué yo hago las cosas que hago y por qué no hago las cosas que no hago, y por qué soy de esta manera en mi trato pastoral con ustedes y por qué no lo soy así.

He querido exponer ese aspecto de mi vida delante de ustedes. Y entonces todo eso me llevó a que estamos definiéndonos. Yo he luchado mucho con muchas de las cosas que he compartido con ustedes porque siempre digo, Señor, yo no quiero diluir la fe de mi pueblo. Cuando yo hablo de la complejidad de la Escritura y de que no podemos estar ciento por ciento seguro muchas veces de todas las cosas que tenemos que estar abiertos a otras interpretaciones, otras visiones dentro del pueblo de Dios. no quiero tampoco decir como que no hay verdad, como que todo es igual, como que no podemos tener convicción. Claro que no, pero nosotros tenemos que creer ciertas cosas y pararnos y decir, esto es lo que yo creo. Amén.

Y muchas veces ustedes va a escuchar decir ciertas cosas y usted va a decir, bueno, pastor, en su corazón va a decir, sabe qué? Yo voy a coger eso y lo voy a rumiar, voy a dejar que el Señor me esclarezca si es verdad lo que usted dice o no. y usted tiene el derecho de hacer eso. Muchas veces yo podré decir ciertas cosas y yo creo que ustedes son gente madura y yo espero que ustedes conocen la palabra y ustedes podrán juzgar en el espíritu si el pastor Miranda tiene razón o no, y si usted puede abrazar eso que él ha declarado. Amén.

Porque tenemos que ser gente definida también. yo no sé todas las cosas. Sin embargo, yo creo en expresar lo que Dios pone en mi corazón pero como que nos ha estado llamando en una manera, a definirnos ante el mundo y Dios me ha estado a mí obligando en este tiempo a definir qué es lo que yo creo. Y a veces he agonizado de Dios, le digo, Señor, ayúdame porque yo quiero creer lo que tu quieres que yo crea. Yo quiero ver la palabra como tu la ves. Yo no quiero caer en una vida cristiana mediocre y tibia. Yo quiero un pueblo que sea fogoso, un pueblo de convicciones, un pueblo lleno del Espíritu Santo, que podamos adorar al Señor como lo hemos hecho en esta noche.

Pero también soy una persona compleja y Dios me ha estado hablando, defínete, y define delante de tu pueblo tus creencias. Y yo creo como que Dios nos está llamando porque yo siento que Dios tiene un propósito grandioso para esta comunidad y que nosotros no hemos entrado todavía en nuestra madurez espiritual. Nosotros no hemos entrado en todo lo que quiere hacer a través de este pueblo. Pero primero, antes de que Dios nos pueda usar como él quiere, nosotros tenemos que definirnos y saber por qué confesamos lo que confesamos, saber lo que creemos, saber lo que somos y vivir lo que somos.

Y yo pienso que quizás Dios ha querido que entremos en este tiempo de reflexión acerca de lo que creemos como una forma de prepararnos también para lo que viene adelante. Y que es importante que ustedes sepan por qué nosotros permitimos ciertas cosas, por qué no permitimos ciertas cosas, y que ustedes sepan de dónde partimos bíblicamente y lo que Dios quiere de nosotros.

Es decir, que yo creo que Dios nos ha metido en un proceso de definirnos, de definición en ese sentido. Qué creemos, qué somos y esto yo creo, que debe continuar más adelante. Pero definitivamente ese definirnos va más allá de simplemente de una definición teológica bíblica y nos habla también de definirnos en términos de nuestra actitud, nuestra posición delante del Señor.

Tenemos que definir como individuos, definirnos como individuos, asumir una postura clara concerniente, por ejemplo, a cómo vamos a vivir, si vamos a consagrar nuestra vida al Señor o si seguiremos claudicando entre dos pensamientos, viviendo entre dos aguas. Nosotros somos una Congregación de gente muy diversa, tenemos personas sencillas, de poca educación, que aman al Señor, que han dado sus vidas al Señor y que son una bendición muy especial. Tenemos gente también altamente educada, profesional. Tenemos personas intelectualmente muy desarrolladas también entre nosotros. Y tenemos personas que son nuevas en la fe, están apenas comenzando en los caminos del Señor.

Esta es una iglesia muy evangelística. Si usted mira, aquí hay muchas familias nuevas, gente que viene a través de nuestro programa de radio, a través del internet, son invitados por otros. Esta es una iglesia donde hay una buena porción de gente que siempre está entrando a la iglesia. Y Dios está haciendo obras en sus vidas. A veces se retiran por un tiempo, Dios les da un primer choque, los debilita, los marea pero vuelven y se paran y siguen otra vez, y vuelven otra vez, y hay que darle otro fuetazo más hasta que finalmente entran. Y se toma a veces años y meses.

Y yo creo en una iglesia de proceso también, una iglesia que permite un poco de espacio. A mi me decía, a mí me gusta esta iglesia, una pareja de gente bien preparada, jóvenes adultos con dos niñas, y me decía, pastor, una cosa, nosotros venimos de un trasfondo católico y una de las cosas que a nosotros nos gusta de esta iglesia es que no obligan a la gente. Yo sé que eso es un problema para otra gente de la iglesia que quisiera que fuéramos un poquito más duro con la gente. Pero para bien o para mal, y yo creo que es para bien, nosotros somos una iglesia que le permite a la gente un poco de espacio para que pueda Dios hacer su obra en ellos.

Pero, con eso, viene también el peligro de que la gente piensa como que no estamos definidos, en términos de los valores. No, yo creo que nosotros estamos claros acerca de los valores de la santidad, del compromiso con Dios, de una vida moral, ética, conforme a la palabra de Dios que afecta todas las dimensiones de nuestra vida. Pero, hay diferentes personas en diferentes estados de búsqueda del Señor y están aquí, esto es un enjambre de diferentes individuos, en diferentes etapas de su crecimiento y de su definición, pero dentro de todo eso, el Señor les dice, dondequiera que tu estés, en ese caminar con Dios, en tu etapa, Dios te dice, mira, defínete. No alargues el tiempo demasiado tampoco. No claudiques demasiado tiempo entre dos aguas. Tu tienes que zambullirte de lleno en las cosas del Señor porque si no tu corres el riesgo de pasar toda tu vida que no eres, como dicen los guatemaltecos, ni chicha ni limonada, no eres ni una cosa ni la otra. Y eso no es bueno tampoco.

Hay que definirse. Tienes que llegar un momento en nuestra vida que decimos, sabe qué? Basta, me voy a tirar de lleno en las aguas del Señor y bueno, soy evangélica y qué? Amén. Y ya hace una definición. Deja de estar jugando al agente encubierto. Muchos de nosotros somos así, como el agua, metemos el pie, el dedo gordo primero, y después lo otro, a ver si está fría. No, no, llega un momento en que tienes que zambullirte, tirarte y Dios te llama también a definirte en tu vida.

Yo quiero que sepan que nosotros estamos claros en eso. Como iglesia, nosotros tenemos que definirnos y el Señor te llama en este año a definir tu vida de una vez por todas, porque nos permitimos muchas libertades con el Señor y yo creo en un Dios misericordioso, un Dios de gracia, un Dios perdonador, pero también creo en un Dios que es fuego consumidor, un Dios que para tener trato con nosotros él necesita que nos purifiquemos, nos limpiemos y que cada día nos acerquemos más a él y vivamos más dentro de sus mandamientos.

Y hermanos, eso afecta todas las áreas de nuestra vida. La manera en que nos vestimos, la manera en que nos divertimos, nuestras conversaciones, nuestra vida de trabajo, la sinceridad con que nos tratamos unos a otros, la transparencia, la verdad con que hablamos, el decirle no a la mentira, el decirle no a la hipocresía, el decirle no a la murmuración, el ser trabajadores y obreros y profesionales honestos, y también dejar saber en lo que nosotros creemos. No estar por allí disimulando. Esta es una sociedad corrupta con unos valores terriblemente corrosivos para la salud del alma y nos ponen mucha presión en nuestros lugares de trabajo para que no tomemos una posición, una postura clara.

Y nosotros tenemos que decir, no, Señor, cuando me demanden qué es lo que yo creo, yo voy a estar listo para decir lo que yo creo, salga pato o gallareta, como decimos nosotros. Y que pase lo que pase, pero yo no voy a mentir, no voy a disimular. Hay tanta gente que yo veo haciendo eso, hermanos. Para no ocasionarse problemas con los demás, no toman una posición clara.

Entonces, hermanos, lo que quiero decir es que vivimos en una sociedad en que lo más fácil es la línea de menor resistencia. Es no declararnos, pero tenemos que declararnos, y muchos decimos, no me voy a declarar porque si yo ofendo al Señor, pues entonces no quiero desprestigiar el Evangelio. Pero yo creo que cuando tu te declaras, eso te obliga entonces a portarte mejor. Yo tengo dos stickers en las ventanas de mi carro que dicen, Congregación León de Judá y como tengo un mini van son unas ventanas grandes y se ven bien claro. Y a mí eso siempre me hinca, cuando yo estoy manejando, porque yo sé que si hago algo malo, de los dos lados ven Congregación León de Judá y yo tengo que dar buen testimonio y tengo que honrar eso que está allí.

De vez en cuando se me olvida que tengo los stickers y ya usted sabe. Digo, ay, espero que no lo vieran. Y he pensado hasta quitarlo, pero no, lo voy a dejar allí porque imagínese, si con ellos como soy, qué sería si no los tuviera allí. A veces hay que definirse en la vida, hermanos. Si tu estás en la guerra muchas veces tu tienes que tomar posiciones radicales porque en la guerra, si tu no estás bien claro, por qué estás peleando y contra quién estás peleando, te van a pasar por encima y se van a servir contigo.

Uno tiene que estar definido y estamos en guerra. Yo pienso en Ester y estos son tiempos muy parecidos donde el diablo, como estaba en la forma de este hombre que odiaba al pueblo de Dios, Amán, como nosotros odiados por Satanás y quiere destruirnos, y quiere destruir la iglesia. Y Ester era una mujer muy especial que Dios había puesto en una posición de mucha influencia y estaba en una posición que tenía acceso directo al rey. Ella podía interceder por su nación judía, contra la cual había un decreto de muerte y de exterminio. Y Ester, estaba dentro del palacio, potencialmente tenía acceso al rey para interceder por su pueblo pero no se atrevía, no quería definirse porque ella era judía también, y el rey no sabía, nadie sabía que ella era judía en el palacio. Y si se definía podía costarle a ella también la vida y su posición privilegiada. Y ella no estaba segura si el rey iba a acceder o no a su petición.

Entonces, no quería definirse. Y ustedes recuerdan la historia, que su tío, Mardoqueo, vino a donde ella y la retó a que se definiera. Dice, aquí en Capítulo 4 de Ester, dice:

“…Todos los siervos del rey, ─ eso fue lo que le dijo ella a Mardoqueo que le dijera ─ y el pueblo de las provincias del rey, saben que cualquier hombre o mujer que entra en el patio interior para ver al rey sin ser llamado, una sola ley hay respecto a él, ha de morir, salvo aquél a quien el rey extendiere el cetro de oro el cual vivirá, y yo no he sido llamada para ver al rey estos 30 días…”

Ester le está diciendo, mira, es peligroso lo que tu me estás pidiendo, que interceda por el pueblo. Hay que tener un permiso especial para entrar en la presencia del rey y yo no he tenido ese permiso y él no me ha llamado en mucho tiempo. El rey tenía muchos diferentes concubinas. Ella decía, yo no tengo un permiso legal y el decreto es que si uno se aparece ante el rey sin autorización, tiene que morir. Era una excusa válida.

Nosotros a veces en la vida tenemos muchas áreas de nuestra vida que no hemos definido. Hay situaciones, hay relaciones, hay prácticas, hay costumbres, hay prioridades, no nos hemos definido. Por eso es que digo, que una iglesia como la nuestra que se caracteriza por eso, por no ponerle presión.

De paso, sabe por qué yo no le pongo tanta presión? Hay una presión que es como meter a la gente en una camisa de fuerza. Mire, usted puede crearse gente artificialmente santa, pero por dentro se están comiendo vivos, así mismos y están quemándose por dentro. Pueden tener un vestido que les llega hasta la planta de los pies, pero por dentro, están comiéndose. Y yo creo que las cosas tienen que ser genuinas, tienen que ser de adentro.

Ahora, el peligro con eso, como digo, hermanos, es que hay mucha gente que continua sin definirse y en nuestra iglesia yo creo que hay mucha gente, en una iglesia donde el pastor no está siempre dándole la cabeza a la gente con santidad, santidad, santidad, y a veces yo hablaré en algún momento acerca de mi definición y la complejidad de la santidad, pero el peligro está en que muchas veces yo me temo, que no hay una suficiente claridad en el llamado a esa convicción y a esa definición.

Ester amaba a Dios, era una buena muchacha, tenía un carácter especial, pero no se había definido como judía, como miembro del pueblo de Dios, no había tomado una postura, no había decidido usar la posición y los dones que Dios le había dado para hacer una intervención decisiva y muchos de nosotros tenemos oportunidad para hacer algo decisivo en nuestro lugar de trabajo, con un amigo, una amiga, cosas que tenemos que hacer para definirnos.

Entonces, Ester le daba una excusa, mira, que no puedo, las circunstancias no están propicias. Miren lo que le responde Mardoqueo, dice que le dijeron a Mardoqueo las palabras de Ester ─

“…Entonces le dijo Mardoqueo que respondiesen a Ester, “No pienses que escaparás en la casa del rey más que cualquier otro judío, porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación de alguna otra parte para los judíos, más tu y la casa de tu padre pereceréis y quién sabe si para esta hora has llegado al reino…”

Hay que definirse, lo que le dice Mardoqueo. Dios te ha llamado, Dios nos ha llamado como pueblo. Gracias al Señor Ester tomó las palabras en serio de su tío, Mardoqueo, y dio un paso de fe y Dios la honró mucho más de lo que ella jamás se hubiera imaginado. Y Dios la usó.

Y yo creo que para que Dios nos use en este año para que las bendiciones de Dios corran a través de mi vida, para que Dios pueda hacer algo. Yo veo esta pareja aquí, Dios está definiendo sus vidas. Que buena tu oración. Tu has pagado un precio y eso es una bendición para que Dios pueda cumplir sus propósitos. Hay que definirse, hay que dejar de estar claudicando entre dos aguas. Y la bendición se deja sentir.

Hay que pagar un precio. En el matrimonio hay que pagar un precio. Yo he escuchado de gente, aún en la iglesia, lo que es el compromiso, cuando usted le da una palabra a alguien. Hoy en día hay gente que se cansaron de su compañero, su compañera, y comienzan a claudicar y usted los ve meses antes, ya usted sabe para donde van. Están buscando la manera de zafarse del compromiso que hicieron, mayormente los hombres pero también las mujeres hoy en día. De los dos lados. No, cuando usted da su palabra, usted da su palabra. Los matrimonios hoy en día no van a prosperar y no van a permanecer a menos que no sea muchas veces por palabra, porque la pasión barata física, muchas veces no va a estar ahí todo el tiempo, o va a estar y no va a estar, o va a haber otra cosa por ahí fresca que te llame más, si tu no haces un compromiso de fidelidad a largo plazo y para toda la vida, hay que definirse.

Dios nos está llamando a la definición para que su poder pueda fluir en nuestra vida, para que esta pueda ser una iglesia como Dios quiere que sea, una iglesia de poder. Todavía nos falta definirnos más. Yo tengo que definirme más, todos tenemos que definirnos más. El peso del Señor está sobre nosotros diciendo, iglesia, Congregación León de Judá, pueblo de Dios, pon tu nombre allí, defínete, defínete. Definámonos. El tiempo se acerca ya para las 12 de la noche y yo sé que tengo que terminar dentro de un par de minutos más, pero yo quiero tu vida y marcar la mía.

Este año yo deseo ardientemente que sea un año de definición, también concerniente a nuestro santuario, que este año terminemos ese templo. Amén. Yo le digo, Señor, tenemos que definir, porque eso es una carga bien grande que yo llevo emocionalmente sobre mis hombros, sobre mi cabeza, y les pido que oren por mí, porque es una batalla. Yo tengo que estar continuamente alerta, y tengo que estar animando a los ingenieros y los arquitectos y todo el mundo, y a veces llamándolos a capítulo y me toma a veces conflicto con gente que amo, y hablar claramente en maneras que me son dolorosas muchas veces. Y eso es un sufrimiento que, no lo digo para que me tengan pena, porque eso es el privilegio que yo tengo, ser un guerrero delante de Dios, eso es un privilegio. No rehúyo de ello, pero es una carga. Y mi deseo es terminar con eso también.

Y ustedes, hermanos, Dios les dice, miren, defínanse porque yo les hice ciertas aclaraciones durante estas campaña y esas aclaraciones están valederas, todas. Lo que yo prometí que íbamos a hacer, lo hemos cumplido. Ustedes tienen un compromiso delante del Señor. Dios ha hecho su parte, el banco está haciendo su parte, nosotros estamos haciendo nuestra parte en la construcción. Hemos reducido costos, hemos hecho muchas cosas tremendas. Yo creo que ahora ustedes tienen que definirse.

Pero saben, hermanos? Miren, dependiendo de cómo usted se defina en el ámbito mayor determinará cómo usted se defina en las cosas específicas. En otras palabras, para quién tu vives? De quién es tu dinero? De quién es tu tiempo? De quién es tu propiedad? De quién es tu cuenta de banco? De quién es tu trabajo? Para qué tu vives en esta vida? Porque según tu definas eso, entonces eso te permitirá a ti ser generoso para con Dios y para con su obra y para con sus planes y las visiones del pueblo y la iglesia de Dios.

Cuando a ti te llamen para dar y para ser generoso, porque hay una necesidad legítima, tu no vas a estar allí diciendo, cuándo van a dejar de estar hablando de dinero? Ya estoy cansado. No. esto es la familia, me están hablando a mí, yo soy parte de la familia. Yo no soy un cliente allá afuera, yo soy parte de este trabajo. Y no me voy a ofender sino que todos estamos implicados en esto, y nosotros vivimos para el Señor.

Y la respuesta está dentro de ti. yo le pido al Señor, ayúdanos este año terminar con este santuario, terminarlo y poder tener nuestro certificado de ocupación. Defínenos. Ayúdanos a definirnos de este proceso y esta carga. El Señor me trajo las palabras de Romanos, dice:

“…Y si vivimos para él vivimos, si morimos para él morimos, sea que vivamos o que muramos, del Señor somos…”

Eso es definición. En otras palabras, mi vida es simplemente lo que Dios quiere. Si yo vivo, yo vivo para el Señor, si trabajo, para el Señor trabajo, mis talentos son del Señor, mi profesión es del Señor. Mi dinero es del Señor, mi matrimonio es del Señor, mis hijos son del Señor, mi tiempo es del Señor, mi cuerpo es del Señor. Si yo vivo, para él vivo, si muero para él muera. Todo es de Dios. Yo estoy definido, yo estoy claro.

La última palabra del Señor está en Romanos Capítulo 12, donde Dios dice;

“…Os ruego que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios que es nuestro culto racional…”

Dios dice defínete, pon tu cuerpo, vive tu vida como un sacrificio delante de Dios, consumiéndose diariamente, continuamente. Cómo estas tu viviendo tu vida? Preservando tu vida o dispuesto a entregarla por Dios? es tu vida un continuo consumir delante de Dios? eres tu como una carne que está sobre las brazas y esas brazas a fuego lento la están cociendo poco a poco? Porque esa es la vida de un cristiano, es un sacrificio vivo.

Yo no he llegado a ese nivel, yo creo. Quisiera llegar a él, yo te invito a vivir de esa manera, queriendo que tu vida sea un sacrificio vivo. Defínete.

Dice como un sacrificio santo, agradable a Dios que se nuestro culto racional, dice, no os conforméis a este siglo sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento para que podáis comprobar la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

En otras palabras, de acuerdo a nuestra definición será nuestro provecho. Para poder confirmar la buena voluntad de Dios, para confirmar las promesas de Dios a nuestra vida, tenemos que definirnos, tenemos que vivir como un sacrificio vivo. Tenemos que escoger no conformarnos a este mundo. Se entiende? Ese es el llamado de Dios en esta noche para nosotros.

Pueblo de Dios, defínete. Hasta cuándo claudicaremos? Yo me canso de mí mismo, francamente, hermanos, a veces me impaciento conmigo mismo y me canso de decirle al Señor las mismas cosas, pedirle al Señor las mismas cosas, confesar las mismas cosas. Dios dice, defínete. Definámonos.

A quién vamos a servir? De qué reino vamos a ser ciudadanos? A quién le vamos a dar nuestra lealtad? Pueblo de Dios, yo les digo en este año ojalá que sea un año de definición y Dios te dice, defínete. Quiera Dios que este sea un año de definición para muchos de nosotros. Amén.

Que entremos a otro nivel. Yo quiero ser más apasionado con Dios. Quiero más de los dones del Espíritu Santo. Quiero pensar menos y creer más. Quiero moverme más en el poder del espíritu de Dios. Quiero vivir una vida más cerca al Señor y reflejar más el carácter de Jesús y deseo ardientemente una iglesia ejemplar, una iglesia que refleje los mejores valores del Reino de Dios, una iglesia radicalmente comprometida.

Por qué estamos aquí esta noche? Sabe cuánta gente dice, que ustedes están teniendo un culto de despedida de año cuando mañana es domingo; recuerdan eso. Cuántos saben que mañana es domingo? Usted sabe, hubo un momento en que tenemos el servicio este o lo cancelamos? Yo dije no, vamos a tenerlo. Y mire, que bueno ver ese pueblo lleno. Hay iglesias que han cancelado el de esta noche y el de mañana. El Señor reprenda al diablo. Yo me gozo en el Señor de que hay un pueblo que ¿Saben qué? En vez de estar viendo televisión ahora mismo vamos a la casa de Dios a darle gloria al Señor. Eso es radical. Amén. Hay que vivir radicalmente delante de Dios. Hay que buscar la gloria de Dios en nuestras vidas. Y Dios se goza de un pueblo así, hermanos.

Vamos a ser radicales para el Señor. Dale al Señor lo mejor de tu vida. Entrega tu vida al Señor. ¡Aleluya! Dale gloria al Señor. Dile, Señor, me entrego a ti de nuevo. Me entrego a ti de nuevo. Quiero vivir radicalmente delante de ti, Señor. Glorifica el nombre del Señor. Reconságrate ahora mismo al Señor, reconságrate al Señor. Yo me entrego al Señor ahora mismo. Digo, Señor, me consagro a ti. entrego mi vida a ti.

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El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz

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Vamos a la palabra del Señor en el Evangelio según Isaías, y digo el Evangelio según Isaías porque el libro de Isaías es un libro extremadamente mesiánico y evangelístico, es un libro que cientos de años antes de que Jesús naciera ya estaba profetizando la venida de Cristo al mundo. Así que podemos decir que definitivamente es un Evangelio más, uno de los cinco Evangelios podríamos casi decir. Y ahí en el libro de Isaías, Capítulo 9, vamos los primeros versículos. Mi hermano y colega Gregory va a traducir, comenzando con los primeros versículos, y noten aquí mientras yo leo el tema de oscuridad, tinieblas, por una parte y luz y gloria por otra parte. Y ese el mensaje de la navidad. Las tinieblas son invadidas por la luz de Dios.

“…Más no habrá siempre oscuridad para la que está ahora en angustia, tal como la aflicción que le vino en el tiempo que livianamente tocaron la primera vez a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí, pues al fin llenará de gloria el camino del mar de aquel lado del Jordán en Galilea de los gentiles... ─ y aquí viene una de las partes más importantes de este pasaje ─ … El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz…”

En realidad ahí está toda la navidad contenida porque en el tema del pueblo tu puedes poner tu país, puedes poner tu sociedad, podemos poner diferentes épocas de la historia, diferentes naciones a través de la historia. Esa humanidad oprimida por las tinieblas, cuando Cristo vino al mundo vio una explosión de luz. Dice:

“… los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos. Multiplicaste la gente, aumentaste la alegría, se alegrarán delante de ti como se alegran en la siega, como se gozan cuando reparten despojos. Porque tu quebraste su pesado yugo, y la vara de su hombro y el cetro de su opresor como en el día de Madián. Porque todo calzado que lleva el guerrero en el tumulto de la batalla y todo manto revolcado en sangre serán quemados, pasto para el fuego…”

Noten todas estas expresiones de victoria, de luz, de bendición, de gozo, de vida. Y la pregunta es qué hace toda esa bendición posible? Qué es lo que da cabida a esa esperanza de un cambio tan radical en la condición del pueblo al cual se refiere este pasaje? Cuál es el origen del triunfo de la luz sobre las tinieblas, de la vida sobre la muerte? El versículo 6 nos da la respuesta.

“… Porque un niño…”, uno se pregunta, uno queda sorprendido cuando uno lee después de todo eso un niño, porque un niño nos es nacido, de dónde viene eso? El origen de esa grandiosa y gloriosa transformación es un niño.

“…Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado y el principado sobre su hombro y se llamará su nombre admirable, consejero, Dios fuerte, Padre eterno, príncipe de paz…”

Como que la cosa comienza a cambiar un poco, ¿verdad? ese niño humilde, pequeñito, indefenso, impotente. Porque aquí se nos habla de que se llamará su nombre, es decir, su naturaleza se reconocerá como lo que sigue: admirable, consejero, Dios fuerte, Padre eterno, príncipe de paz.

Vemos aquí que ese niño mínimo contiene dentro de sí la misma deidad y un poder indescriptible casi. Y no es ese el misterio de la encarnación? Que Dios se despojó, se vació de su infinitud y se metió en el mínimo contenedor de un bebé y quizás de un feto, de una pequeña célula que se convirtió en el Hijo del hombre, el Hijo de Dios.

Y en él existían esas dos naturalezas incomprensiblemente contrarias una a la otra, pero estaba unida en un solo ser. La pequeñez y la fragilidad de un niño y el poder y la sabiduría infinitos de Dios mismo. Ese es el misterio de la navidad, y es el misterio que nosotros celebramos cada vez que decimos, Cristo ha venido al mundo.

“… Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrá límite sobre el trono de David y sobre su reino disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre…”

Qué es lo que hace todo eso posible ahora de otra manera? De dónde viene el niño, de dónde viene la transformación? De dónde viene la esperanza de gloria, de redención y de vida?

“…El celo de Jehová de los Ejércitos hará esto…”

Hermanos, eso es lo que nos dice la navidad, es que el amor de Dios, el celo de Dios por su creación ha hecho posible el milagro de la navidad. Este es uno de los pasajes más claros que jamás uno podría imaginarse, que validan el carácter mesiánico de Jesús.

Nosotros que hablamos de la deidad de Cristo, de su venida al mundo, que vemos los Evangelios hablar de un niño que nace de una mujer podemos entender, yendo hacia atrás, a Isaías, cómo este pasaje se aplica perfectamente a lo que había de pasar cientos de años después.

Cómo es posible que cientos de años después alguien escribiera estas cosas con tanta claridad y luego veremos que estas cosas suceden cientos de años más tarde. Y sabemos que históricamente son verdad porque hay tantas cosas que avalan, no tenemos tiempo para describir todas las cosas que confirman que lo que pasó en navidad es historia y no simplemente un mito.

En este texto se nos habla de que la venida de ese ser misterioso librará a Israel de sus padecimientos históricos y de la presión que ha sufrido históricamente. Si ese es el primer nivel de este pasaje, es un pasaje que le habla a Israel, le dice tus opresiones, tus sufrimientos debajo de la bota de tus conquistadores, vendrá un día en que todo eso va a terminar y vendrá un tiempo de paz y de victoria.

Pero, nosotros entendemos también que esta aplicación no es solamente para Israel sino que es para nosotros y para toda la humanidad a través de toda la historia.

Se trata de una profecía de aplicación universal, para todos los que quieran entrar en su efecto. Y es una promesa y una descripción de nuestra realidad también que conocemos a Jesús ahora, y que él ha venido a morar y a vivir en nuestras vidas también.

El elemento predominante que vemos en este pasaje es el elemento de la luz. En eñ versículo 1 también se habla de que la gloria del Señor también se manifestará.

Hermanos, esa es la cosa más clara acerca de la venida de Jesús, es que esa venida del mesías está asociada con gloria y con luz. Esa gloria, esa luz está en terrible contraste con la condición de la humanidad antes de la venida de Cristo, que es una condición de tinieblas, de muerte, de aflicción y de pobreza.

Nos dice que el pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz, el pueblo que andaba en valle de sombra de muerte ahora luz resplandeció sobre él.

Hermanos, esa era la condición y es la condición no solo de Israel, sino de toda la humanidad antes de que Cristo se haga real, es una realidad de tinieblas, muerte, opresión, desesperación.

Si vemos por ejemplo, en Colosenses, Capítulo 1, versículo 9.

Lo que dice ese pasaje es que el Señor nos ha librado de las tinieblas y nos ha sacado a la luz.

Y Primera de Pedro, Capítulo 2, versículo 9 dice que el Señor nos ha sacado de las tinieblas a su luz admirable.

Entonces lo que vemos, hermanos, es esto, el hombre, la mujer, la creación sin Cristo está bajo opresión de tinieblas de muerte. Pero cuando Cristo entra a esa realidad, esa realidad es de momento iluminada y redimida y tornada en luz, en esperanza, en vida.

Sin Cristo el ser humano está en tinieblas, no importa cuán sofisticado, cuán avanzado, cuán iluminado parezca. Sin Cristo estamos bajo el dominio de un reino de tinieblas y muerte, de violencia y desesperación. Lo que estamos hablando para ser aún más directos, es el dominio, el ambiente del reinado de tinieblas que es Satanás mismo. El estado natural de la humanidad, del universo, a parte de Cristo es uno de tinieblas bajo la influencia del enemigo, de Satanás mismo. De ahí vemos la diferencia entre la concepción del estado de la condición humana entre los racionalistas y los cristianos.

El hombre racional dice que el hombre es en la esencia bueno pero es corrompido por sus experiencias en el mundo, por gobiernos malos, por situaciones malas y por eso se ha corrompido con problemas. Y la mentalidad racionalista cree que el ser humano va avanzando gracias a su propia inteligencia, sus propios avances de tecnología y de la sociedad que nos vamos mejorando poco a poco.

Pero la perspectiva cristiana es diferente. Cree que el estado natural del ser humano, aparte de Dios, aparte de Cristo, es uno de tinieblas, de muerte, de pecado y no de bien. y la razón para todo eso es que el pecado humano ha cedido al príncipe de este mundo, a Satanás, ciertos derechos de hacer de nosotros, de causar problemas a la humanidad por nuestro propio pecado que ha abierta la puerta a eso.

Así que aparte de Cristo, el movimiento natural del ser humano no es para bien, para arriba, es para abajo, es más y más corrupción. Pero gracias a Dios las buenas noticias del Evangelio es que Cristo ha venido al mundo para interrumpir ese proceso que va para abajo, de deterioro, para levantar la humanidad y para comenzar un nuevo proceso de vida y de esperanza.

Y eso es lo que nos dice el mensaje de la navidad, eso es lo que nos dice Isaías. En Primera de Juna 3:8 se nos dice,

“… para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo…”

Así que podemos entender entonces lo que dice Isaías, el pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz. Los que andaban en sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos. Por qué? Porque Dios ha enviado a Cristo al mundo y eso cambia nuestra situación natural.

Lucas 2 versículos 8 al 11 y voy a ser más sabio, ni siquiera voy a buscarlo, léelo tu y yo lo voy a traducir, por si acaso. Es la historia de los pastores, la historia de la venida de Jesús. Escuchen y miren cómo en una forma gráfica, en una circunstancia específica lo que predice Isaías se da en la vida de estos pastores.

Miren aquí como todos los elementos que Isaías describe se hacen realidad en esta escena navideña. Pastores en medio de la noche cerrada, totalmente oscura de una escena palestina. Y estos pastores son gente rechazada por la gente respetable, por los religiosos, porque son impuros, cuidan animales y no son gente que normalmente Dios tendría trato con ellos, en un sentido, según lo entendía en ese tiempo la religión.

Y en esa noche, en medio de esa noche oscura, la noche de Isaías, el pueblo que andaba en tinieblas, el que tenía cubierto por sombras de muerte, dice que vio una gran luz. Esos hombres viviendo una vida monótona, de ignorancia, sin esperanza, de momento reciben una noticia que literalmente está acompañada con una gran explosión de luz y de gloria, como dice la narrativa de Isaías.

Y viene una noticia que se dice va a ser de gran bendición para toda la humanidad. Y cuál es la noticia? Cuál es el origen de esa gran esperanza? Dice, porque un niño os es nacido.

Lo que más me convence de esto es que dice, porque un niño os es nacido. Les ha nacido a ustedes. Y aquí también en la narrativa pastoral se dice lo mismo, que ese niño le ha nacido a ustedes también. y ahí vemos la base de la esperanza, es que un niño es nacido pero no solamente en una forma genérica, sino os es nacido, para ti ha nacido.

Y de momento dice que hubo una explosión de gloria y los ángeles de Dios comenzaron a cantar y a celebrar el nacimiento de este precioso niño. La vida de esos pastores nunca volvió a ser la misma, como nuestra vida después de que Cristo nace en nuestros corazones, vuelve a ser la misma.

Y la razón por la cual eso no es posible, es porque es Dios mismo que está naciendo en nuestros corazones. la naturaleza de ese niño es que es admirable, es consejero, Dios fuerte, Padre eterno, es Príncipe de paz.

Cuando Cristo entra a tu corazón y el mío él entra para cambiar todas las cosas. Ya nunca volverán las cosas a ser iguales.

Voy a pedir que los músicos y los cantores pasen por aquí inmediatamente pero solo quiero decir esto, hermanos, todavía en un sentido hay grandes segmentos de la humanidad que viven en tinieblas y en sombra de muerte.

Aún en esta nación después de conocer la luz de Cristo, vemos que también como decía Meche al inicio, esta nación está queriendo como en un sentido, está gravitando hacia atrás, está queriendo volver a las tinieblas, volver a la opresión, volver al dominio de los poderes demoníacos que quieren destruir nuestra vida.

Y todavía hay naciones enteras que están absolutamente sumidas en la oscuridad, en la muerte y en la falta de esperanza. Yo pienso en Corea del Norte, por la cual, yo les pido que oremos en este año y en años futuros porque Corea de Norte es un país que está como describe Isaías, completamente parecería cubierto por las tinieblas, ignorante de Cristo, oprimida por dictadores que se pasan el mando como si ellos fueran dueños, de padre a hijo, como si ellos fueran dueños de millones de seres humanos inteligentes, brillantes, capaces de tener inclusive reactores atómicos e inventar cosas increíbles científicamente, pero oprimidos y otros son dueños de ellos.

Y una nación así, con sus grandes inventos científicos, con su gran cultura, su hermosa cultura, su hermosa gente, y una nación así tan científica, tan lograda en tantas maneras pero sigue bajo la opresión de tinieblas y aún del espacio, los satélites ven, hay luz en el sur de Corea y en China y en el norte de Corea, tu puedes ver todo tinieblas de los satélites. Se pueden tomar fotos, tinieblas en el norte de Corea.

Y Cristo quiere entrar en esas realidades. Cristo quiere cambiar esas naciones. Y Cristo quiere invadir Roxbury y el South End de Boston con toda su cultura también. Cristo quiere invadir, quiere nacer. La luz de Dios, la luz de Cristo quiere entrar en esas calles y en esos apartamentos, algunos de ellos muy lujosos, pero oprimidos por el diablo y por la muerte.

Y Dios quiere que nosotros cada día recordemos que Cristo tiene que mantenerse dentro de nosotros. Tenemos que invitarlo continuamente a mantenerse dentro de nosotros, tenemos que afirmar nuestra fe una y otra vez y recordar que nosotros somos hijos de la luz, y no de las tinieblas.

Si Cristo está en nuestra vida la luz tiene que gobernar. Y si Cristo no ha nacido todavía en tu corazón hoy es un día para que tu le digas, Señor, entra a mi vida e invade mi espíritu, invade mi vida y llénala de luz, y de esperanza y de salvación.

Yo quiero que bajemos nuestras cabezas un momentito todos. Yo quiero que ahora mismo tomemos un momento para reafirmar en nuestros corazones la vida de Cristo, la luz de Cristo, el poder transformador de Jesús en nuestras vidas y que le digamos a Cristo, si lo conocemos ya, Señor, gracias por tu vivencia dentro de mi.

Si tu tienes a Cristo en tu corazón ahora mismo tu vida ya no es la misma, porque aunque estés en lucha, quizás aquí en este tiempo hay gente que está luchando con una enfermedad, con situaciones financieras difíciles, dificultades familiares, estamos en el mundo y todavía no todo es luz completamente. Pero te quiero decir una cosa, es que la dirección de tu vida ha cambiado radicalmente. Ya tu no vas hacia las tinieblas o hacia la muerte, tu vas hacia luz creciente, luz mayor y mayor. Cada día te vas haciendo un ser más iluminado, más poderoso, más lleno de luz y un día esa luz te penetrará completamente y tu serás un ser totalmente de luz. Y mientras luchas aquí el Señor está contigo, el Señor ha cambiado la inevitabilidad de las tinieblas. Cristo reina en tu corazón.

Pero también quiero decir que si tu conoces a Jesús, si tu todavía no has dado tu vida al Señor, tu puedes invitarlo a nacer dentro de ti y a hacer real la navidad en tu vida. Así que si no lo has hecho, simplemente vamos a por un momento, abrir esas puertas de la historia de tu vida y decirte, Cristo puede nacer, la historia de la navidad, las profecías de Isaías se pueden hacer realidad en tu vida también simplemente recibiendo a Jesús en tu corazón como Señor y salvador.

Invita a Cristo ahora mismo a entrar a tu corazón, a tu vida y a hacerse el Señor, el salvador de tu vida. Si tu quieres levantar tu mano y hacerlo o si quieres simplemente hacerlo ahí en tu corazón, pero es bueno uno dar testimonio público de lo que Dios ha hecho en su vida. Te invito a levantar tu mano y decirle, Señor, te invito a entrar a mi corazón. Te invito a entrar a mi vida.

Si no lo has hecho antes, si lo has hecho antes tu estás cubierto. Manos que se levantan. Bendecimos tus vidas. Si alguien más quiere hacerlo, me dirijo en español ahora, alguna otra persona, si quiere hacerlo. Amén, este hermano aquí a mí izquierda también. Dios te bendiga, mi hermano. Alguien más?

Bendecimos esas vidas. Ponte de pie un momentito, hermano. Te bendigo en el nombre de Jesús. Vamos a ponernos de pie todos con ellos. Extendamos nuestras manos hacia uno de ellos. Te bendecimos, Señor, te damos gracias. Te damos gracias, te adoramos.

Nosotros levantamos también nuestras manos, Señor, y te decimos que reine en nuestros corazones y nos llenes de luz y de vida y que la vida de Cristo, que la misión de Cristo que cambia vida, cambia corazones, cambia naturalezas, cambia destinos se haga una realidad en la vida de mis hermanos y mis hermanas en esta tarde, Señor. Te amamos, te adoramos, te bendecimos, te damos gracias, Jesús y exaltamos tu nombre, Señor. Exaltamos tu nombre.

Gracias, Señor Jesús. En tu nombre, amén y amén.

¿Saben qué, hermanos? Antes de… yo he estado peleando porque yo sé que tenemos un programa aquí, pero hay un himno navideño que dice, tu dejaste tu trono y corona por mí. Yo quisiera, hay un himno que no sé si está allí, pero aunque sea una estrofa la vamos a cantar.

Al venir a Belén a nacer, ven a mí corazón, oh, Cristo, ven, pues en él hay lugar para ti.

Yo quiero que nosotros confesemos esto. Amén, que él dejó su trono y vino para nosotros para reinar en nuestras vidas.

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español christian De Santiago español christian De Santiago

El Señor mismo te vá a dar señal a ti

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Qué lindo ese verso de Isaías 9, que leía al principio: "Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado es sobre su hombro", en otras palabras la autoridad está sobre él, y se llamará su nombre admirable consejero, Dios fuerte, Padre eterno, príncipe de paz. Eso es la navidad. La navidad de Jesús. La navidad habla también acerca de nuevos comienzos, ¿cuántos creen que esta es también una oportunidad de nuevos comienzos?.

Es bien interesante porque cuando uno mira la forma en que la sociedad mira hoy en día la navidad, se puede decir que este es el tiempo, es la época del año más esperado por la gran mayoría de la población del mundo entero, alrededor del mundo se celebra la navidad, en distintas formas, en distintos lenguajes, en distintas culturas, se puede decir que este es uno de los momentos más esperados por todo ser viviente, y con todo ser viviente me atrevo a decir el mundo de los animales, el mundo que está debajo del mar, porque todo el mundo conoce de esta historia, la llegada de Jesús.

Para muchos, es una de las mejores temporadas para reunirse con la familia, es un tiempo de alegría, es un tiempo de comer arroz con gandules, de comer pernil, de comer pasteles, y puedo seguir sacando el menú, ¿hay alguien ahí arriba que está diciendo amén?, para otros es un tiempo de mucho estrés, tratando de conseguir especiales en regalos, los últimos gadgets en la tecnología, hacemos filas largas, y nos peleamos un paquetito con una persona, no, ¡yo lo encontré primero!, esto es para mi nene bendito, no sí, esto también es para mi nene, y chocamos en las góndolas y todo. Para el consumerismo obviamente están buscando grandes mercados, están buscando cómo quitarnos el dinero de una manera u otra y nosotros caemos muchas veces en esas trampas, y así como también dije para otras personas también esto puede ser un tiempo muy triste, ya sea porque hayan perdido a un ser querido, o por vivir en un país que no es el suyo y el resto de su familia está en su país de origen, sea ya por su estatus migratorio y usted no puede viajar y estar con su familia, y entonces, tiene que depender de la familia de fé y puede estar aquí celebrando la navidad, recibir un año nuevo y sí, qué chévere, qué bueno, pero se siente todavía la falta de la familia.

Yo hablo por experiencia también, yo adoro estar aquí con mis hermanos y hermanas, pero cuando llamo a mi mamá allá por el otro lado, mami, felicidades, ¿como estás?, ay mi hijo, extrañándote, ay, no me rompas el corazón mujer, pero es así. Es un tiempo que incita muchas emociones para muchas personas, dependiendo de cómo haya sido todo un año, vá a ser la experiencia, el significado y la intención que le demos a la navidad. Y en medio de todas esas cosas mis hermanos, está entretejido por así decirlo en todas estas cosas la historia del nacimiento de Jesús, y de cómo ese evento no tan sólo transformó la existencia de aquéllas personas que vieron el nacimiento de Jesús en una forma tangible, sino que a través de toda la historia, ese evento continúa transformando nuestra existencia hasta el día de hoy, porque hasta el día de hoy seguimos reconociendo lo que él hizo y seguirá haciendo, seguimos reconociendo la persona de Jesús.

Ahora, siempre que llega este momento, a mí me gusta reflexionar, sobre el contexto sobre el cuál se dió la historia de la navidad, y la historia de la navidad no todo el tiempo es tan bonita como se pinta, ay uno vé esas imágenes de, tienes una imagen por ahí de María con José en el pesebre, y se vé una imagen tan bonita, tan delicada, tan tipo de postal, mira ese bebito tan lindo con ese pelo rizado y la mamá rezando, es una imagen bien bonita pero no, detrás de todo eso había toda una trama, detrás de todo eso había una conspiración con tratar de evitar que ese momento se diera. Era un momento donde la sociedad estaba bajo una sombra de oscuridad y caos, había mucha religiosidad y poco mover de Dios, poca palabr de Dios, me gusta mucho porque el evangelio de Mateo relata que fué también un tiempo de mucha violencia, no sé si ustedes recuerdan en Mateo capítulo 2, que habla de estos sabios que vinieron de Oriente y primero obviamente al primer lugar que llegan para ver a este rey nuevo que ha nacido, llegan al palacio de Herodes, y cuando le dicen Herodes, oh rey nos enteramos que ha nacido un nuevo rey, y hemos venido a adorarle, obviamente que Herodes dice como que, hm, llegó mi reemplazo, ¡ah ah!, so él comienzo a conspirar y a manipular el sistema, y le dice a los reyes, avísenme cuando lo encuentren para ir yo también y adorarlo, él lo que quería era hacer otra cosa.

Y relata que el hombre empezó mandó un edicto de que todos los niños en el área de Belén que los mandaran a matar por completo, no tan sólo en Belén sino también en las ciudades aledañas, so fué un momento de gran pérdida, fué un momento de gran sufrimiento y dolor, la semana pasada estuve compartiendo con un grupo de jóvenes, que muchos de estos jóvenes yo sé que han sufrido pérdidas de amistades o de familiares por causa de violencia, y he estado compartiendo mucho con estos muchachos, y la semana pasada cuando me reuní con ellos, la reunión tenía una tonalidad como de navidad, de celebrar unos con otros, y en medio de todo esto yo me dije, ¿cómo puedo hablarles a estos muchachos acerca de la navidad, pero hablarles de una forma que les haga sentido a lo que ellos están viviendo, lo que ellos están experimentando?.

Y yo les hablé precisamente de esto, que la navidad no fué solamente un momento bonito de regalos, que el contexto de la navidad se dió precisamente en un contexto obscuro, pero lo más lindo fué que en ese mismo contexto a Dios le dió con meter su mano. Como dice ese pasaje de Isaías, "el pueblo que estaba en tinieblas vió gran luz, y los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos". Eso fué lo que Dios decidió hacer, en medio de toda esa tiniebla y toda esa oscuridad, Él decidió enviar a su hijo Jesús. Fué en medio de ese panorama que comenzó a surgir un nuevo rayo de esperanza, fué en ese panorama que comenzaron a surgir revelaciones sobrenaturales en los cielos, en la tierra, y aún en los sueños de personas que jamás pensaron recibir algo de parte de Dios.

Miren lo interesante de todas estas señales que fueron intencionadas de parte de Dios, quiero llevarlos a otra historia en el libro de Isaías, perdón antes del libro de Isaías, ¿cuál es uno de los nombres con los que Jesús se identifica en la navidad?, Emanuel, ¿que significa qué?, Dios con nosotros, ok, por si acaso no lo sabías, dígale a la persona suya, Emanuel significa Dios con nosotros, para que se entere la persona, coja discipulado por si acaso no lo saben, ¿saben de dónde sale esta expresión? Isaías. Isaías capítulo 7, miren como dice el verso 14: "Por tanto el Señor mismo les dará señal, y he aquí que la virgen concebirá y dará a luz, y llamará su nombre Emanuel". Quiero poner su atención en algo, ¿cómo dice el principio de este verso?, "el Señor mismo les dará señal". ¿Por qué dice eso?.

Si usted lee toda esa historia en el capítulo 7, esta historia está hablando de cuando el rey Acaz estaba en Judá, y otra naciones estaban queriendo venir a sitiarla y conquistarla, saben que Judá sufrió de naciones una tras otra que querían apoderarse de Judá y como quien dice gobernar y tumbar todo lo que era Judá, y aquí estaba este rey, y la ciudad se llenó de pánico, se llenó de terror, y el rey no sabía qué hacer, y ahí viene el Señor e Isaías y le dice a este rey, le dice: dile a él que pida señal, como quien dice para confirmar que yo estoy en medio de Él, se los puedo leer.

Verso 10 dice: "Habló también Jehová a Acaz diciendo: pide también señal a Jehová tu Dios demandándola ya sea de lo profundo o de arriba de lo alto". En otras palabras Dios le dió un cheque en blanco a Acaz, le dijo pide lo que tú quieras que yo haga para que tú sepas que yo estoy ahí en medio de ustedes. Si tú quieres que Yo haga algo en medio del mar, yo me tiro, yo sé de scuba diving, yo me puedo meter ahí abajo y hacer lo que tú quieras ahí abajo del mar. Quieres que haga algo en el cielo, en el firmamento, quieres que traiga la luna más cerca de la tierra o que la aleje, quieres que pasen tres cometas uno al lado del otro, algo que tú quieres que Yo haga, déjamelo saber y yo lo hago.

¿A quién les recuerda eso?. ¿Quién fué un personaje en el antiguo testamento que pidió señal antes de ir a la guerra?. Gedeón, Gedeón pidió señal, y no solamente una, se atrevió a pedirle señal a Dios como quien dice quiero confirmar que tú estás conmigo antes de hacer una decisión. So, Gedeón fué una de las personas que le sacó provecho a ese cheque, no Acaz, ¿qué fué lo que hizo Acaz que dice el verso 12?, "Y respondió Acaz: no pediré y no tentaré a Jehová". Esa respuesta está basada en el libro de Deuteronomio capítulo 6, creo que dice algo de no tentarás a Jehová tu Dios, y eso se vé en la persona de Jesús cuando el diablo se le apareció en el desierto que empezó a tentarlo y una de las formas en las cuales le respondió Jesús fué diciendo, no tentarás a Jehová tu Dios, Él estaba diciendo lo mismo que Acaz, lo que pasa es que Acaz no dice ni que era Dios que le estaba dando la oportunidad de que él pidiera lo que él quisiera, que Dios quisiera en su favor, pero él no lo hizo. Quiso jugar el juego de ser polítically correct como quien dice y jugar otro juego.

¿Y qué fué lo que Dios le dijo entonces?. Lo que está en el verso 14, ahí entonces le dice: "Por tanto el Señor mismo te vá a dar señal a ti". ¿Y cuál fué la señal?. La llegada de Jesús. Es verdad que sucedió miles de años después, cientos de años después mejor dicho, cientos de años después llegó la persona de Jesús. Eso es la navidad mis hermanos. Es Dios, de su intención personal, intervenir en su historia. La navidad es Dios dirigiéndose a una simple jovencita y convirtiéndola en la portadora de el legado más preciado de toda la historia. La navidad es Dios hablando en sueños a un hombre que en un momento no quiso hacer honor por temor a ser malinterpretado, estoy hablando de José, sin embargo aceptó el llamado de Dios de proteger a un niño que no era suyo. La navidad es Dios resaltando una estrella en los cielos para que viniesen extranjeros a ofrecer regalos al rey, sin que ellos llegaran en las trampas de un sistema lleno de engaños, celos y violencia. Eso fué la navidad, y esto es la navidad hoy.

Es el contínuo deseo de Dios de querer entrar en tu vida. Déjame decirlo de nuevo. Eso es la navidad, es el contínuo deseo de Dios de querer entrar en tu vida. De querer entrar en tu existencia, de querer entrar en tu realidad, de querer entrar en tu situación. De querer entrar en tus panoramas, en tu caos, y traer un nuevo orden, traer un nuevo sistema, traer una nueva forma de pensar. La navidad es Dios, escucha bien, sorprendiéndote con noticias que van a transformar tu perspectiva de la vida, eso es lo que yo veo en María, cuando Él se le apareció a María, se sorprendió y la tomó como desapercibida, y le trajo una noticia que ella jamás en la vida ella se esperaba que eso iba a suceder con ella. Yo creo que esa es la navidad, que en algún momento te sorprenda con una noticia que tú no esperabas.

Mira qué interesante porque, uno tiende a pensar porque puede ser una noticia buena, pero la noticia que recibió María tenía de ambas, buenas y malas, porque tú estás viendo a Dios, el creador del cielo y la tierra, el ser más grande, el ser más excelso que le está dejando saber a esta muchacha, tú vás a ser la portadora de mi hijo, so la sacó del anonimato y la puso en el spotlight, pero así como la puso en el spotlight, también la puso en desventaja con el sistema de la generación en que ella estaba viviendo, porque entonces sin haber estado casada iban a decir mirala la llevó al altar, con la bolita ya.

Como nosotros pensamos cuando vamos a una boda así, se comió el bizcocho antes de tiempo la muchacha. Así como nosotros tendemos a juzgar así de rápido, eso fué lo que le pasó a María, so quien sabe si la navidad es eso, es una noticia que por un lado vá a tener un aspecto de expectativa, de emoción, pero por otro lado vá a ser como, ish, y ahora, ¿cómo yo me voy a llevar con esto?. La navidad es Dios trayéndote de vuelta a sus planes y propósitos cuando tú ya pensabas renunciar a todo a tu alrededor. Despierta, escucha, la navidad es Dios trayéndote de vuelta a sus planes y propósitos cuando tú estabas ya pensando a renunciar a todas las cosas a tu alrededor. Eso fué lo que pasó con José, cuando le dieron la noticia que María vá a dar a luz y no es de mí, y tú quieres que me case con ella, suena muy bonita la historia pero para un cuento, yo no voy a asumir esa responsabilidad así que, pu, me voy, y a través de sueños que él no se esperaba, tuvo que venir un ángel y decirle José, no hagas lo que estás pensando hacer, tu estás en el plan de Dios, tú tienes que estar con María, ese niño necesita tu cobertura, qué interesante porque de José no se habla mucho en la historia de la biblia, Jesús iba a necesitar un varón como padre de él también.

Por eso yo puedo ver que ese fué parte del propósito del por qué Dios quiso que José permaneciera en la historia. Si Dios no hubiese querido a José, si Dios hubiese querido que María bregara con Jesús sola, hubiera dicho bueno pues José, vete, yo me encargo de María, pero no, Dios quiso que estuviera él también ahí. Qué interesante mis hermanos, que muchas veces, cuando Dios empieza a hacer ruido, cuando Dios empieza a alborotar el polvo un poquito, podra parecer bien emocionante, pero hay veces que si no podemos entender el panorama completo, preferimos conmigo no es, bye, yo no sé nada, yo llegué ahora mismo, si algo pasó yo no estaba aquí. Más sin embargo eso es la navidad, que cuando tú estabas pensando salir, Dios te dice ah ah, tú estás en parte de mis planes, de mis propósitos, yo necesito que tú estés ahí para proteger, porque tú tienes una sensibilidad que otras personas no tienen y te necesito ahí.

Miren que interesante, la navidad es Dios rescatándote de las conspiraciones de la vida en contra tuya. ¿Quieren que lo diga otra vez?. La navidad es Dios rescatándote de las conspiraciones de la vida en contra tuya. ¿Quién conspiró?, Herodes conspirando en contra de los sabios de Oriente, diciendo, ah, cuando lo encuentre me avisan que entonces voy yo y lo adoro también, ah ah, lo que quería era destruir los sistemas de la vida, Herodes representaba un sistema que estaba ahí para cuidar y velar por el porvenir de la gente, pero ese sistema se había dañado, había algo corrupto en sí, y quiso tratar de dañar el plan, la historia, el propósito de Dios, más sin embargo Dios no permitió que eso sucediera, Dios rescató esa parte de la historia, cuando el sistema pudo haber usado todos sus recursos para conspirar en contra de Dios, conspirar en contra de Jesús, Dios dijo ah ah, con mi hijo no, Yo voy a hacer otra cosa, Dios rescató ese lado de la historia, lo cuidó, lo llevó de un lado a otro, quién sabe si Dios tenga que hacer eso contigo, yo estoy diciendo esto y yo estoy siendo muy conciente de lo que estoy diciendo pero solo tú sabes como estas palabras te van a llegar a ti a tu corazón.

Pero quién sabe si Dios tiene que hacer precisamente eso, rescatarte de una conspiración en contra tuya, yo no estoy diciendo una maldición, puede ser que tú estés viviendo ahora mismo, puede ser que tú estés siendo víctima de un sistema que se supone que está a favor tuyo, pero tú sientes que la mesa está como quien dice de patas arriba y todo está en otro lado, y Dios tiene que rescatarte de eso, y tal vez por un momento Dios tiene que sacarte de Belén y llevarte a Egipto como hizo con José, María y Jesús por un tiempo para después ya, volver, se cumplió el sistema que estaba causando peligro, ya murió, ya se rompió, puedo traerte de vuelta ahora, y Él lo hace. Quien sabe si Dios tiene que hacer eso con nosotros, de alguna manera u otra, no vayas a pensar Dios me está hablando, me tengo que ir de Boston a otra, no no no, no lo pienses tan literal por favor.

Después te vás a Springfield y la voluntad de Dios no era que te vayas a Springfield, la voluntad de Dios era que te quedaras aquí en Boston. Piensa, ¿ok?. Pero esa es la navidad, la segunda parte de ese punto, Dios conspirando a tu favor, y dirigiendo a tu nación con su luz eterna, por eso estaba la estrella ahí, para dirigir a estos extranjeros del Oriente para que pudieran llegar a donde Jesús. Y si Dios te tiene que rescatar de esas conspiraciones te vá a poner una estrella frente a ti, puede ser una estrella, puede ser una persona, puede ser un billboard que veas por la calle, puede ser un mensaje que oigas en la radio, puede ser un anuncio que veas por televisión, pero Dios se vá a valer de cualquier cosa para ponerte ese norte de frente a ti y que tú puedas ir en esa dirección.

La navidad es Dios proveyéndote de las cosas necesarias que tú necesitas a través de las cosas que tú nunca esperastes. Muchas veces a través de personas que tú ni conoces, Dios te puede proveer de oro y mirra, ese es otro aspecto que yo veo ahí de la navidad. Como decía el pastor Jonatán, estos tres reyes magos, que era como quien dice, ni eran reyes ni eran magos, pero nuestra historia los ha pintado como tal, tres personas que venía a traerle regalos a Jesús, simbólicamente estaban hablando de Él como rey, preparándolo para cómo iba a ser su muerte, bendito, pobre muchacho acababa de nacer y ya estaban hablando de su muerte, y lo que yo veo ahí es eso, recursos que para ti podrán ser extraños, que tú no conoces, que tú no sabes de dónde van a salir, más sin embargo Dios ¡pap!, los vá a proveer. Eso es la navidad.

Yo no te estoy diciendo ah, voy a esperar a alguien que me traiga un gift card de Best Buy para comprarme el televisor que yo quiero, no, yo no estoy diciendo eso, yo estoy diciendo algo más profundo que cualquier cosa material que nosotros podamos tener. Dios puede responder a tus necesidades materiales sin duda alguna, pero Dios quiere proveer a cosas mucho más profundas que esas. La navidad es Dios transformando tu vida de una vida de caos a una vida orden, de una vida de oscuridad a una vida de luz, de una vida de ansiedad a una vida de esperanza, de una vida de insensatez a una de revelación de conocimiento de su voluntad.

Miren todas las señales que Dios pintó alrededor de todo este escenario. Ángeles en los cielos cantando gloria a Dios en las alturas, ángeles que se les revelaron a los pastores cuando estaban cuidando de las ovejas, un ángel se le reveló a María y le dijo un mensaje, otro ángel que se le reveló a José en un sueño, una estrella para los sabios que venían del Oriente, el nacimiento de un Juan el Bautista, o la concepción de Juan el Bautista porque no había nacido todavía, aunque si nació primero que Jesús, claro, claro, seis meses antes que Jesús, pero eso fué otra señal. Siglos atrás un profeta que dijo la virgen vá a concebir, ahí tenías otra señal, ¿y dónde lo vás a encontrar?, no lo vas a encontrar en un palacio, lo vás a encontrar ahí en un cosito tirado ahí cubierto con piel de oveja o de vaca o lo que sea.

Ahí estaban las señales en todos los lugares, y Dios quiere traer esa revelación mis hermanos. Sabes yo quiero recordar que yo traje estas mismas palabras el año pasado, y no es que yo quiero sonar como un disco rayado, pero más bien lo digo porque me gusta enfatizar esto, yo creo que es un tiempo de nuevas revelaciones, la navidad es eso, es un tiempo donde Dios puede abrir nuestra mente y despertar nuevas neuronas ahí adentro para nosotros conocer nuevas cosas de parte de Él. Dios no quiere que nosotros estemos en la monotonía viviendo y haciendo, y pensando, y haciendo las mismas cosas que siempre hacemos, Dios quiere que comprendamos algo más de esa multiformidad que está en Él. Dios quiere que nuestras vidas sean diferentes, Dios quiere que nuestras vidas sean unas vidas de impacto, Dios no quiere que tú seas ahí un viejo cascarrabias hm hm hm hm, Dios no quiere eso, mírate al espejo y si te ves en el espejo, Dios no quiere que tú te veas así. No le estoy hablando a nadie en particular, aquí todo el mundo se está sonriendo, como siempre digo al que le cae la gotita que se moje. Mi último punto, y los músicos si pueden subir, la navidad es Dios haciéndose presente en tu vida a través de su posesión más preciada, a través de su Emanuel, su único Hijo Jesús, eso es la navidad, miren qué interesante, un hermano de la iglesia, estábamos hablando del servicio que viene de la Navidad, me dice ah yo estoy ahí debatiendo si vengo, no vengo, hay que abrir regalos con los hijos, ¿pero tú sabes qué?, qué mejor día que ir a la iglesia que ese, si ese es el día que celebramos día tras día en la iglesia que Jesús vino y se hizo carne, se hizo real en medio de nosotros, los regalos pueden esperar, yo voy a estar ahí para celebrar a Jesús. Eso es la navidad, eso es la navidad.

La navidad es que a pesar de que mi entorno pueda estar un poquito caótico, pero la realidad es que en medio de eso Jesús se puede hacer real, Jesús puede transformar mi realidad, Jesús puede transformar mis circunstancias alrededor de eso, y Él quiere hacer eso, Él tiene el deseo de hacer eso. Yo quiero terminar con esta oración, escuche bien. Si tú quieres que esta navidad sea distinta, la única forma en que vá a ser distinta es si Jesús está ahí en medio de tu vida. No van a ser los regalos que puedas tener o que no puedas tener, no vá a ser que puedas tener a tu familia a tu alrededor o no aunque eso pueda ser muy bonito, yo lo deseo, yo estoy anhelando compartir ese tiempo con mi familia pero eso no es la navidad. La navidad no vá a ser que tú puedas venir aquí y compartir con tu iglesia, es parte de pero no lo es todo. La navidad es cuanto estás tú conciente de todas estas cosas que hemos hablando, de cómo Dios quiere intervenir en tu vida, de cómo Dios se quiere hacer una realidad en ti y en los tuyos.

De cómo Dios quiere transformar tu entorno, de cómo Dios quiere hacer brillar en tu oscuridad con su luz, de cómo Dios anhela que tú puedas conocer a ese ser admirable, de cómo Dios quiere que tú puedas recibir el consejo de ese buen consejero, de cómo Dios anhela que tú puedas recibir fuerzas de ese Dios que es más fuerte que cualquier otro, que tú puedas sentir que estás en la presencia del mejor familiar de todos que es el Dios eterno, que tú puedas sentir su paz en medio de cualquier circunstancia que tú puedas estar pasando. Yo miro aquí, yo puedo mencionar muchas circunstancias, y yo lo he dicho, estamos en medio de pérdidas, estamos en medio de familiares, estamos en medio de problemas con el trabajo, no sabemos de dónde vá a venir el próximo cheque para cubrir las cosas, uh, yo puedo seguir diciendo muchas cosas, mi hijo me está sacando en problemas que yo no puedo más, me he metido en problemas con las drogas por causa del alcohol, le he faltado el respeto a una persona, cometí un error que no debí, yo puedo seguir mencionando muchísimas cosas, pero en medio de eso, Dios quiere traer la navidad a tu vida. Dios quiere resplandecer su luz, Dios quiere venir a morar en ti.

¿Quieres que la navidad cobre ese sentido?, yo te invito a que te pongas de pie y que tú puedas orar: Señor Jesús, Tú eres nuestra navidad, Tú eres el que le dá sentido a este tiempo, a esta temporada, Tú eres el que le dá sentido a cada uno de los días de nuestra vida, y Señor Jesús después de haber escuchado estas palabras, después de haber meditado y reflexionado en ellas, te decimos entra en nuestra vida, interrumpe nuestra rutina y trae tu luz a nuestra oscuridad, trae tu paz a nuestro caos, trae tu revelación a nuestra insensatez, trae tu presencia en medio de nosotros, te necesitamos Señor, te necesitamos en esta navidad.

Padre que Tú nos rescates de las conspiraciones de los sistemas de esta vida Señor, de esta sociedad, que caemos víctimas de estas cosas, muchas veces adrede, muchas veces inconcientemente, pero necesitamos que Tú nos rescates, necesitamos que Tú traigas buenas nuevas de salvación, necesitamos que Tú traigas noticias que alumbren nuestra vida, que le den una nueva dirección a nuestros pasos, y aunque esas noticias puedan traer momentos de dificultad, pero te tenemos a ti como nuestro norte, necesitamos que Tú hagas revelaciones en los cielos, en la tierra, en nuestros sueños, en todos los entornos de nuestra vida Señor, para nosotros saber la dirección en la cuál Tú nos llevas.

Padre, haz de esta navidad una diferente, sé Tú ese ser que es digno de admiración, se Tú ese ser que llena nuestros ojos, sé Tú ese consejero que habla a lo más profundo de la intimidad de nuestro corazón, sé Tú ese Dios fuerte, que nos levanta cada mañana con nueva fuerza, con nuevo vigor, con nuevo valor mi Dios para enfrentar todo lo que la vida traiga, sé Tú ese Padre eterno que pueda abrazarnos cuando podamos caernos, que pueda animarnos cuando así necesitemos, sé Tú ese príncipe de paz, que llena nuestro corazón a pesar de la circunstancia que vivimos.

Padre reposamos toda nuestra vida en ti, a ti te damos toda la gloria y todo el honor, permite que esta palabra que hemos escuchado pueda seguir haciendo eco en nuestros corazones y que nos ayude a escucharte a ti aún mejor, pedimos todo esto en el nombre de Jesús, amén y amén.

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Jesús es el centro de la navidad

19 de diciembre del 2011 - Por Fanny Rodríguez

“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz.” Isaías 9:6

“Y ahora concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús. Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.” Lucas 1:31

La sociedad acostumbra a rendir homenaje y tributo a personas en posiciones de rango o de autoridad. En la actualidad un presidente o alto dignatario recibe un trato especial al igual que un oficial de los mandos militares. En tiempos antiguos también un rey o gobernante recibía honores especiales aun si sus súbditos estaban siendo mal tratados.

El libro de Isaías que es un libro profético en el capítulo 9:6 anuncia el nacimiento de Jesús así: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz.” Esta profecía se cumplió cuando el ángel Gabriel anunció a María: “Y ahora concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús. Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.” Lucas 1:31

En este tiempo tan especial de Navidad estamos celebrando la venida de Nuestro Salvador Jesús. En la antigüedad los reyes le llevaron regalos en reconocimiento de su soberanía. Sin embargo el no descendió con la vestidura de un rey, al contrario el se quitó su vestidura de realeza y poder para vestirse de humilde humanidad, haciéndose tan frágil como un bebé, camino como un siervo sujeto a la voluntad del Padre Celestial. Jesús es el significado de la Navidad El es el regalo de Dios para ti y para mi.

Pido a Dios que los afanes de regalos, y preparativos para la cena familiar no nublen nuestra mirada y atención de aquel que se despojo de todo para traernos la paz, esa paz que sobre pasa todo entendimiento. Tomemos tiempo con nuestras familias y amistades para dar gracias a Dios por el regalo maravilloso de Jesús, El debe ser el centro de nuestra celebración, Jesús es el Rey digno de ser alabado y honrado.

Padre Celestial si hay alguna persona que lee este mensaje y aún no ha hecho a Jesús el Rey de su vida te pido que hoy se rinda a ti y reciba la bendición del perdón y de salvación en el nombre de Jesús, Amén.

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Ana y Simeón - Promesas de Dios se cumplen

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Quiero invitarles a ir a Lucas en el Capítulo 2. Hay un texto aquí que quiero compartir con ustedes, la presentación de Jesús en el templo. Yo he querido poner a un lado por un momento esta serie de sermones que yo he titulado “Fe compleja” y en este tiempo más cercano a la navidad, pues quiero también honrar el tema navideño y por eso voy a poner a un lado por un momento el complicarles la mente y se la voy a aquietar un poquito con un mensaje más tierno de navidad. Y luego volveré a hacerles la vida difícil, dentro de un par de domingos más, seguiremos con esta serie que espero que sea de bendición para usted, de edificación. Pero hoy vamos a hablar acerca de este evento en la vida y en el ministerio de Jesús, muy cercano a su nacimiento.

Todo los relatos que hay en la Escritura acerca del nacimiento de Jesús, su niñez, el inicio de su ministerio, en realidad, toda su vida, tienen algo que ver con la persona de Jesús, el mensaje evangélico y proyectan y presentan algún aspecto, alguna verdad espiritual que nosotros tenemos que recordar. Y tenemos que integrar nuestra vida.

Este texto no es diferente, señala un momento especial en el comienzo de la carrera terrenal de Jesús, vamos a leerlo, y hay dos personajes que quiero que reflexionemos sobre ellos un poquito y que aprendamos de ellos, Ana y Simeón. Dice aquí, Lucas 2:21.

“…Cumplidos los 8 días para circuncidar al niño… ─ una costumbre hebrea era que a los 8 días el niño era presentado al Señor y como que era integrado en una manera más formal a la comunidad humana y era presentado ante Dios para recibir bendición espiritual y Jesús y sus padres se sometieron a esa costumbre y llegó 8 días de nacimiento y se presentaron al templo que circuncidar al niño y para consagrarlo al Señor.

La circuncisión era esa operación quirúrgica sencilla que marcaba al varón como propiedad del Señor y miembro de la comunidad de Israel.

“…Y le pusieron por nombre Jesús, el cual le había sido puesto por el ángel, antes que fuese concebido. Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos ─ de los padres ─ conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor…”

Cómo Dios se las arregló para presentarse a sí mismo, él mismo, yo no sé pero eso él lo puede hacer. Dios se estaba presentando a sí mismo. Qué le parece, esos son los misterios de la Trinidad y la encarnación. El hombre, Dios, se presenta ante el Padre. Y dice:

“… como está escrito en la ley del Señor todo varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor…”

Eso es lo que estaba en la ley. Es decir, que el primogénito. Usted sabe que en Israel todo lo primogénito era del Señor, el primer varón, la primera parte de la cosecha, los primeros animales, los mejores eran del Señor, eran consagrados al Señor. Por eso la Biblia habla de las primicias, de traer las primicias al Señor. Y todo primogénito que abría la matriz, es decir, que era el primer fruto de la mujer, ese varón se consideraba apartado para el servicio y para los propósitos del Señor. Todos eran, pero ese varón primogénito en particular era bien, bien importante. Y de nuevo, el Señor se somete a ese. Quién más que el Señor que fue concebido precisamente para cumplir los propósitos del Padre.

“…Y también vinieron al templo para ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor un par de tórtolas o dos palominos…”

Algunos creen que María y José presentaron un sacrificio sencillo al Señor porque no podían ofrecer mucho más que eso, eran miembros de la clase más pobre y por lo tanto su sacrificio, su entrega al Señor en ese momento era algo sencillo, dos tórtolas, dos palominos. No eran miembros de la casta dominante, de ninguna manera.

“… y he aquí, había en Jerusalén ─ y aquí entramos en el relato nuestro ─ … y he aquí, había en Jerusalén un hombre llamado Simeón y este hombre, justo y piadoso…”

Yo quiero que piensen en esas dos palabras porque las vamos a tratar más adelante.

“…justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel y el Espíritu Santo estaba sobre él…”

Muy importante, ahí hay varias cosas, era justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel y el Espíritu Santo estaba sobre él.

“… y le había sido revelado por el Espíritu Santo ─ note el ministerio del Espíritu Santo en todo este relato ─… le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes que viese al ungido, al Mesías, del Señor. Y movido por el espíritu, ─otra vez la presencia del espíritu ─ …movido por el espíritu vino al templo. Y cuando los padres del niño Jesús lo trajeron al templo para hacer por él conforme al rito de la ley, él, Simeón, lo tomó en sus brazos y bendijo a Dios diciendo, “Ahora Señor, despides a tu siervo en paz, conforme a tu palabra porque han visto mis ojos tu salvación, la cual has preparado en presencia de todos los pueblos. Luz para revelación a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel. Y José y su madre estaban maravillados…”

Imagínense esto, no me puedo escapar de detener un poquito la narrativa. José y María tienen este ser misterioso cuyo nacimiento ha sido acompañado por el anuncio de un ángel, y cosas misteriosas que ellos, gente humilde, sencilla, no muy docta ni muy intelectualmente desarrollado, no entienden totalmente qué significa. No tienen un estudio de teología. Yo no sé si quizás ellos ni siquiera sabían quién era el Mesías, que eso esta prescrito y profetizado por los profetas. Yo creo que esta gente, José y María, no sabían leer ni escribir seguramente, hermanos.

Sin embargo, ellos ven esto, traen a su hijo para lo que ellos piensan que va a ser una ceremonia común y corriente, como bautizar un niño o algo por el estilo, presentarlo en la iglesia. Y de momento viene este anciano misterioso y lleno de emoción habla acerca de este y dice, “Señor, ahora ya me puedo ir ya, ya yo me puedo morir. Tu me despides ya en paz porque lo has preparado.” Imagínense si se dijera eso de su hijo en presencia de todos los pueblos y él es luz para revelación a todas las naciones del mundo, los gentiles y es la gloria de tu pueblo. Es decir, tu pueblo es glorificado y honrado en él. Cómo reaccionaría usted? Porque a veces pensamos que bueno, si el ángel le anunció a María y si él nació por concepción inmaculada como dicen los hermanos católicos, pues qué más preguntas? Ya tu sabes que este es un ser extraterrestre y que es algo maravilloso, pero todavía ellos están aprendiendo quién es el ser que ha nacido entre ellos y de ellos.

Y dice que estaban atónitos escuchando lo que este hombre extraño, que no los conoce, no conoce al niño, pero entonces tiene que haber una conexión, ellos en ese momento se conectaron con los pastores que vinieron, con los magos que vinieron del oriente a traerles regalos para un rey, y dijeron, “Oye, qué es lo que nosotros tenemos en nuestra familia?”

Y entonces estaban maravillados de todo lo que se decía de él. Y los bendijo Simeón, bendijo a María y a José y dijo a su madre, María, “he aquí, este niño está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel.”

Es lo que yo digo, no puedo suprimir esto. Es que Jesús, esto empalma con mis sermones de fe compleja, Jesús no solamente vino para cargar un corderito todo humilde y sencillo. Él vino también para destruir y vino para rebajar y vino para romper, y vino para crear división también. él no solamente era el humilde pastorcito, él vino para provocar conflicto.

He aquí, éste está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel. Y para señal que será contradicha, en otras palabras, va a causar controversia. No todos van a creer en él y algunos van a negarlo y van a condenarlo y van a negar que él es quién él dice que él es.

Y una espada, eso como que lo metió el Espíritu Santo de ñapa, pero mire qué ñapan y una espada traspasará tu misma alma.

Cuándo traspasó esa espada el alma de María? Cuando ella vio a su hijo crucificado. Una madre ver a su hijo, aunque fuera el Hijo de Dios, sufriendo lo indecible, esa espada traspasó su alma en ese momento. Fíjense cómo Dios, en su misericordia o en lo que fuera, porque yo preferiría no saber eso, francamente. Pero el Señor hace lo que a él le da absolutamente la real gana, y quiso declarar eso allí.

Así es que son las revelaciones de Dios, de paso hermanos. Las revelaciones de Dios a veces son siniestras. Los tratos de Dios a veces son cosas raras en uno y él hace lo que él le da la gana cuando quiere y cómo él quiere. Dios no solamente está aquí para hacer lo que nosotros nos gusta que él haga.

Dice, “ …para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones, lo que estaba escondido, toda la podredumbre, toda la hipocresía que había en Israel y en su sistema y aparato religioso, todo eso Cristo lo sacó á la luz, los pensamientos de muchos corazones.

Cuando Cristo está en un lugar, hermanos, las cucarachas comienzan a correr como cuando le prenden la luz. Esa es la cosa cuando usted está en la presencia de Dios, usted es un rayo x entra a su vida y lo revela todo.

Para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones, este es Simeón, dice, entonces estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues había vivido con su marido 7 años desde su virginidad y era vida hacía 84 años. Haga la matemáticas. 7 años casada, 84 años de viuda, cuánto es? 91. Y no se casó me imagino cuando nació, tenía 14, 15 años, ya era una mujer, es decir, 104 a 106 años más o menos tenía esta mujer, pero todavía estaba dura como un coco, fuerte en el Señor, llena de pasión para con Dios, llena del espíritu, fuerte en el Señor.

Dice que, no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayuno y oraciones. Hay gente por ahí que trabajan 6 horas al día y ya no pueden ayunar, no pueden orar, no pueden ir a la iglesia porque ya tienen dolor de cabeza. Esta mujer tenía 100 y pico de años ayunaba y oraba. Gloria a Dios por esa gente apasionada. Yo quisiera ser uno de esos, espero que sea y tu también, queremos levantar una iglesia de gente llena del espíritu de Dios.

Era viuda hacía 84 años, no se apartaba del templo. Esta presentándose en la misma hora, una cita divinamente concertada, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todo los que esperaban la redención en Jerusalén. Gloria al Señor.

Que bello pasaje. Creo que ya podría cerrar aquí porque ya he predicado la mitad del sermón interpretándolo mientras lo leo. Los personajes que aparecen en este pasaje son ejemplares, están allí puestos por un propósito, están allí para señalar algo, ejemplificar algo, encarnar una verdad espiritual.

Nosotros tenemos que aprender lecciones morales, éticas y espirituales de ellos. Simeón y Ana son como una encarnación de virtudes que nosotros podemos aprender y por eso Dios nos escogió para este relato en ese momento.

Otro punto aquí en preparación, Lucas es el escritor que llamaría como el escritor del Espíritu Santo. Lucas escribió el libro de los Hechos, ustedes recordarán, que es el libro que más poderosamente expresa la obra milagrosa del Espíritu Santo en la vida de su iglesia. Y también escribió el Evangelio según San Lucas. Y uno de los atributos distintivos del Evangelio según San Lucas es su continuo señalamiento de la obra del Espíritu Santo. Si usted explora a Lucas a la luz de esto que yo estoy diciendo, usted descubrirá que de los cuatro evangelistas él es el que más fuertemente hace resaltar el ministerio del Espíritu Santo en la vida de Jesús y en su ministerio y en el ministerio de los discípulos.

Entonces no es casualidad que este texto que estamos leyendo señala dos personas llenas del Espíritu Santo que están siendo dirigidas por el espíritu para un encuentro singular con el Hijo de Dios. Lucas enfatiza el rol del espíritu en todo el ministerio de Jesús.

Quiero decirle otra cosa también y es que el Espíritu Santo no aparece por primera vez en el Nuevo Testamento. Sabe que el Espíritu Santo no aparece en Azusa en el año 1906 por primera vez, el Espíritu Santo está en la Escritura y en la historia de la humanidad y en la creación desde el inicio mismo de la eternidad, no tiene inicio, pero de la creación por lo menos. Es el Espíritu de Dios eterno y siempre moviéndose.

Si usted va al Antiguo Testamento usted ve el espíritu de Dios obrando a través de los jueces, de los profetas, de los reyes ungidos, de los grandes hombres y mujeres de Dios, los grandes movimientos de Dios en la historia siempre están energizados y posibilitados por el Espíritu Santo.

Lo vemos en la creación mismo, dice que el espíritu de Dios se movía sobre las aguas. El espíritu está activo en todos los actos creativos de Dios. es Dios mismo moviéndose en medio de su creación, en poder, en acción, y hermanos, saben algo, que si tu quieres tener una vida creativa y poderosa, tu necesitas el mover del Espíritu Santo en tu vida. Eso es lo que este pasaje nos relata.

Que Simeón y Ana son dos personas que se mueven bajo la unción y el poder del espíritu de Dios, y que nosotros también necesitamos como el mismo Hijo de Dios también, necesitamos que nuestra vida sea una búsqueda continua de una frescura del Espíritu Santo.

A veces lo que el espíritu requiere es simplemente un toque de nosotros, un leve llamado y él está ahí listo para volver a refrescar nuestras aguas cuando necesitamos.

Yo creo que este pasaje debe servir como un recordatorio, un llamado a todos nosotros que tu vida sea como la de Simeón y Ana, tu movimientos, tus decisiones, todo lo que tu haces dirigido y gobernado y coordinado por el Espíritu Santo. Todos los actos creativos de Dios tienen el Espíritu Santo. Es Dios moviéndose en medio de su creación en poder y acción.

Yo veo el Espíritu Santo como el elemento ejecutivo, la manifestación de la persona de Dios que crea, que obra, que se mueve, que energiza, que posibilita cosas y por eso es que nosotros, los hijos de Dios, no podemos simplemente ver al Espíritu Santo como una presencia implícita, genérica en la vida religiosa nuestra. No, hay que enfocarlo continuamente.

Muchas iglesias y muchos cristianos simplemente hacen una mención casual del Espíritu Santo. Y lo tratan como algo por eliminación está allí. Pero no, la clave para una vida llena del espíritu es cuando tu ves el Espíritu Santo como un enfoque continuo de tu vida. Tu siempre lo estás enamorando, llamando, exaltando, celebrando, pidiendo, nadando dentro de él, refrescando, tomándote la temperatura y la presión espiritual para ver dónde estás en términos del espíritu. Y cuando tu sientes que está decayendo, tiempo para meterse otra vez a las aguas, tiempo para pedir, Señor, refréscame, porque ya no siento lo mismo en la oración, ya no me toca tanto la adoración, ya como que voy a la iglesia y es lo mismo, ya oro pero es una rutina, ya leo la palabra pero no me entusiasma.

Cuando tu sientas esas cosas, cuando tu no te sientes que estás vivo a la presencia de Dios, métete a las aguas de nuevo y refresca tu cultivo del espíritu. Tiene que ser así en toda la vida. Porque eso es lo que posibilita toda creatividad en tu vida. Nada es posible para los hijos de Dios verdaderamente, genuinamente si no está motivado y energizado por la acción del Espíritu Santo. Tu puedes hacer muchas cosas en la carne.

Yo puedo pararme aquí, recitar un sermón y engañarlos a ustedes con unas palabras semi elocuentes, pero ¿Saben qué? Si en mi palabra no está metida la energía del Espíritu Santo va a rebotar de todos ustedes y no va a hacer absolutamente nada. Solamente cuando el espíritu está dentro de esas palabras y llega al corazón y explota dentro de usted, y se hace vida, entonces hay cambio y hay impacto, y por eso es que yo, antes de pararme aquí, tengo que asegurarme que tengo la aprobación y el sello, y el respaldo del Espíritu Santo para predicarles a ustedes.

Porque francamente, ciertamente no me puedo engañar a mí mismo, no voy a engañar al diablo, ni engaño a Dios, quizás los puedo engañar a ustedes pero tarde o temprano se van a dar cuenta y van a decir, Señor, ten misericordia del pastor, tócalo de alguna manera. En las cosas del pueblo de Dios tienen que hacerse en el espíritu.

Una iglesia puede crecer, puede prosperar, puede tener un gran coro, puede tener mucho aparato religioso y todas esas cosas y la gente lo ve de afuera y dice, guau, que iglesia! Mire, pero eso no quiere decir que el espíritu de Dios está moviéndose en esa iglesia y mi pasión y mi deseo es, Señor, siempre muévete en medio de nuestro pueblo.

Y yo sí creo que Dios se mueve en este lugar. Algunos pensarán que no, pero Dios se mueve en este lugar. Con todo y arrugas e imperfecciones y verrugas, y pecados, el espíritu de Dios está en este lugar. El espíritu del Señor se mueve en este lugar. Yo creo, porque Dios es misericordioso, no por nosotros, sino por él que es misericordioso y porque él sabe que hay lugar para él en este espacio.

Y tenemos que ser así en nuestra vida. Simeón y Ana ejemplifican eso. El Señor mismo se sometió, hermanos, a esa ley de que es por el espíritu no es con espada, no es con ejército, es con espíritu. Cuando el Señor encarnó en hombre, Dios, él como que abandonó su autonomía divina y se sometió a las reglas humanas. Y como todo ser humano él mismo necesitaba la unción del Espíritu Santo y por eso él es presentado en el templo y bendecido. Por eso él va y se bautiza con su primo Juan, y por eso el espíritu de Dios descendió sobre su cabeza en forma de paloma y lo llenó y lo bautizó.

Y cuando él salió de esas aguas que eran espirituales y líquidas, dice que el Espíritu Santo lo impelió y lo movió y lo tiró al desierto para tener su primer encuentro frontal que lo capacitaría para comenzar su ministerio público. Porque lo primero que tuvo que hacer es confrontar al diablo directamente y derrotarlo judicialmente, someterse a que le tirara los mejores pelotazos que podía y él se los batió de jonrón todos y entonces habiéndolo derrotado jurídicamente, porque después él volvió pero eso fue una derrota judicial, la que él le dio a Satanás en el desierto.

Ahora, una vez que era claro ya que Satanás no tenía parte ni suerte con él, entonces él sale y entra a su ministerio público. Sabe que muchas veces, esto es una ñapita del sermón, para que Dios pueda llevarte a dónde él quiere verdaderamente, para que Dios pueda cumplir su propósito final contigo, hay peleas que tu tienes que tener primero con el diablo. Y ¿Saben qué? Desgraciadamente ninguno de nosotros sale como Jesús ileso. Yo le puedo mostrar algunas marquitas que yo tengo por ahí de mis encuentros con el diablo. Quisiera poder decirles que salí ciento por ciento ileso, pero no.

Pero muchas veces para Dios prepararte a ti y para completar lo que se necesita para que tu puedas iniciar tu llamado, tienes que pasar primero por esas preparaciones. Para que él sea reconocido justo en su palabra y tenido por puro en su juicio, dice la palabra del Señor.

Ahora, el Señor nace por el espíritu, porque es incubado por el Señor, el ser santo que nace de María es resultado del depósito del Espíritu Santo. Cuando llega a la edad mayor, es bautizado por el Espíritu Santo, impelido por el Espíritu Santo entra en esa prueba demoníaca. Y una vez que sale de esa prueba, su primera aparición pública, en un sentido, como nuevo ministro de Dios es cuando sale a la sinagoga y le entregan el rollo de la ley para que lea, y por coincidencia él saca el libro de Isaías y lee y dice, el espíritu de Dios está sobre mí y me ha ungido para proclamar libertad a los cautivos, vista a los ciegos, sanidad a los enfermos, para declarar el buen día de la salvación de Jehová.

Que maravilloso, hermanos. El ministerio de Jesús es una y otra vez buscando. Él se mueve por la unción del Espíritu Santo y nosotros tenemos que hacer lo mismo en nuestras vidas. Por eso es que yo creo que este pasaje es tan importante, porque al inicio mismo del ministerio de Jesús estas dos personas, Ana y Simeón, ejemplifican esa llenura del Espíritu Santo.

Mire lo primero que yo veo acerca de Ana y Simeón, son gente humilde, pobre, nada sobresalientes, gente común y corriente, como usted y como yo, y quizás hasta menos. Usted los hubiera visto ahí en el templo, con miles de personas en la corte de los gentiles o la corte de las mujeres o la corte de los hombres y usted los hubiera pasado de largo, no había nada en ellos físicamente que les llamara mucho la atención. Pero ¿Saben qué? Eran súper héroes encubiertos, eran Superman y Wonder Woman en vestido humano, pero eran gente llena del Espíritu Santo.

Y eso es lo que hace la diferencia en la vida. Quizás nunca fueron a un seminario, quizás nunca predicaron un sermón, quizás nunca leyeron una concordancia, no creo que ni siquiera supieran leer o escribir, pero era gente llena del Espíritu Santo.

Y yo siempre digo que el Espíritu Santo es el normalizador, el nivelador de las desigualdades humanas en la iglesia. Tu puedes no tener mucha enseñanza, tu puedes ser una persona humilde de condición, pero si tu estás lleno del Espíritu Santo tu tienes todo lo que tu necesitas para ir adelante.

Ahora, es bueno que te eduques, que crezcas en el Señor y que aprendas más y que leas y estudies, porque todo eso es leña para el fuego de Dios. Amén. Pero la base de todo es ese combustible poderoso que es el espíritu de Dios y por eso es que tenemos que buscar eso antes que nada, antes que un doctorado o 4 cursos de discipulado, busque la energía bruta, desnuda del espíritu de Dios en su vida, y llénese de eso primero: oración, ayuno, palabra de Dios, consagración, entrega al Señor, despojarse cada día más y buscar la presencia de Dios, desearla con hambre y sed, como dice el salmista.

Como el siervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo, dice, cuándo vendré y me presentaré delante de la casa de Dios?

Así es que tu tienes que vivir tu vida. Mi alma tiene sed de Dios, pero no del Dios de la religión, no del Dios de los domingos, sino el Dios vivo, el Dios de poder. Y si tu vives así el Señor te va a visitar, el Señor va a hacer cosas a través de tu vida. Ana y Simeón, aunque eran pobres, humildes de condición, pero eran gente llena del Espíritu Santo. Y eso es bien importante.

Es decir, aunque eran humildes, Dios, no hace acepción de personas. Dice la Biblia que los ojos de Dios recorren toda la tierra buscando a los que son de perfecto corazón para mostrar su favor para con ellos. Lo único que tu necesitas es un corazón deseoso de la gloria de Dios, un corazón que ponga la presencia y el mover de Dios por encima de todas las demás cosas en tu vida y Dios te va a tocar y Dios te va a tratar y va a tratar contigo. Gente común y corriente pero llena del espíritu.

Qué otras cosas vemos aquí también en estos personajes? Otra cosa que yo veo es que era gente fiel. Digan conmigo, fiel. Era gente de larga duración. Eran maratonistas, no eran gente de 100 yardas solamente, eran personas a largo plazo. Ambos eran gente avanzada en edad. Ana tenía más de cien años, Simeón yo creo que él estaba ahí siguiendo los pasos, pero ¿Saben qué? Habían preservado la fe, habían retenido lo que el espíritu les había encomendado a través del muchos años.

Cómo es que Pablo dice al final? Dice, he guardado la fe, algo así, he corrido la carrera, he peleado la buena batalla y me espera simplemente ya la recompensa al final de mi vida. Óigame, yo quisiera terminar mi vida y decir lo que dijo Pablo y tu también. Reten lo que tienes, a quién le dice eso? A una de las iglesias en Apocalipsis? Retén lo que te ha sido confiado.

Qué cosas ha hablado Dios a tu vida, mi hermano, mi hermana? Quizás un día Dios te tocó y te llamó a su reino y con lágrimas tu pasaste al altar y entregaste tu vida y quizás era un tiempo de dificultad y tu te tiraste a los pies del Señor y Dios te sacó del hoyo, del lodo cenagoso, como dice, de la profundidad. Y qué pasó? Regresaste a tu casa bendecido, viste la mano del Señor enderezar tu camino, pero vino la normalidad y te olvidaste de esas primeras promesas al Señor, te olvidaste del primer amor.

A alguien Dios le está hablando en esta tarde. Y Dios te dice, retén lo que has recibido, no te olvides de tus comienzos, no te olvides de esos primeros pasos que tu diste cuando me amabas por encima de todas las cosas, cuando me prometiste que sería mía o mío y te has olvidado de eso, y ahora simplemente me das un poco. Regresa al primer amor y cultiva ese primer amor. Vive en él. Y cuando tu veas que decae, vuelve otra vez a recordar dónde estaba y recógelo y quítale el polvo y ponlo otra vez en un lugar visible.

Simeón había recibido una promesa, a qué edad? 30 años, 40 años? quién sabe. Se le apareció un ángel? Yo no creo. Pero a él se le metió una impresión por dentro, muy poderosa, quién sabe si fue un sueño, es posible. Pero yo creo que a veces nosotros romantizamos demasiado las cosas de Dios y proyectamos cosas donde no hay. Quién sabe si fue simplemente que en alguna forma poderosa Dios le dijo, mira, tu no vas a morir sin antes ver al Prometido de las naciones, la salvación del mundo.

Y Simeón absorbió, se impregnó de esa promesa. Fue embarazado con la promesa de Dios y vivió toda su vida con esa promesa ahí, esperando un día antes de morir que vería al prometido de Dios. y vivió en esa manera y cuando llegó el momento, Dios le dijo, hoy es el día.

Si Dios ha puesto algo en tu vida, un llamado, una inquietud, una impresión de algo que él quiere que tu hagas, un impulso de consagración, una entrega de algo, una promesa que tu le hiciste al Señor, no te olvides de ella. Retenla, cultívala, bendícela y salúdala y vive en ella hasta que tu veas su cumplimiento. Si es de Dios se cumplirá, se podrá tomar 10, 20, 30, 40 años pero sé fiel al Señor. Retén lo que tienes, le dice el Señor a alguien a aquí o a algunos esta tarde. Retén lo que has recibido, tal y como yo te lo entregué y no lo comprometas. Se fiel.

A Dios le gusta la gente que vive ahí, cada día. Si Dios te puso en un puesto, quédate allí y no mires si estás contento, si estás entusiasmado, si estás aburrido. Usted es un soldado, si lo pusieron allí, quédese allí y cultívelo hasta el último momento.

La iglesia está llena de personas que retienen sus visiones simplemente según sus emociones. No, usted sirve al Señor por integridad. Usted sirve al Señor por convicción, no por calofrío o que se le engranuja la piel, o hay ángeles que le gritan o algo. No, es porque Dios lo dijo y yo lo voy a hacer y la carne que se ajuste. Punto. Fieles al Señor.

Ana, a los ciento y pico de años todavía está ahí como una jovencita, ayunando, orando, intercediendo, clamando, visitando el templo todos los días, anunciando la palabra de Dios. óigame para llegar a esa edad consagrada al Señor, esa son la gente que Dios ama, sabe? La gente entregada al Señor y que retienen lo que han recibido y que son fieles y estas dos personas, por eso Dios los llamó a ser testigos de algo tan excelso como la presentación de su Hijo.

Dos cosas acerca de Simeón. Simeón dice la Biblia, que era justo y piadoso. A mí me ha perseguido el carácter de Simeón y sus cualidades a través de los años. yo busqué las dos palabras, porque cuando yo veo unas palabras así en la Biblia, siempre trato de sacarle todo el jugo y entonces fui al griego original, que se traduce al español justo y piadoso, y busqué estas dos palabras porque ahí están puestas. Dice, Simeón era justo y piadoso. La palabra justo en el griego original es dicaios. Que bien se escuchan, se ve que son gente inteligente, hasta griego hablan.

Y la otra palabra piadoso es eulabes. Digan todos eulabes. Cuántas personas dicaious y eulabes tenemos aquí en la iglesia hoy? Y estas palabras son como dos astros que giran alrededor de un sol y las dos palabras se matizan la una a la otra. Es como que uno las puede entender mejor cuando están en juego una con la otra. Y lo que yo pensaba cuando lo busqué en el griego original y la sugerencia de estas palabras en la literatura griega y en el Nuevo Testamento y el Antiguo Testamento, verificaron lo que yo pensaba.

Porque usted puede decir justo y piadoso. No es una repetición, era algo que había en la persona de Simeón que yo quisiera que ustedes y yo pudiéramos encarnar en nuestras propias vidas. Y cuando a mí me preguntan, bueno, pastor, qué es lo que usted cree? Una de las cosas que yo creo es eso, que nosotros necesitamos una espiritualidad balanceada y como iglesia tenemos que buscar las dos cosas.

La palabra dicaios, que tiene muchas diferentes variantes en la Escritura, generalmente se refiere a medir cosas, a pesarlas y a juzgarlas y discernir su verdadera naturaleza, ir más allá de las apariencias y ver la realidad de las cosas. Esa es la entimación de la palabra dicaios, diacrino, de ahí viene la palabra crítica, de hecho, de criticar, de analizar.

Y lo que dice la Escritura es que esa palabra, dicaios, se refiere a carácter, se refiere a lo que yo diría que era el caminar de Simeón. Simeón era un hombre de integridad, Simeón era un hombre que vivía lo que predicaba. Simeón era un hombre de buen testimonio ante los demás. Simeón era un hombre que cuando usted buscaba dentro de las hojas, usted encontraba fruto.

Hay mucha gente que usted busca dentro de las hojas y no encuentra nada, por eso el Señor maldijo la higuera, porque le recordó a tanto cristiano y tanto judío que aparentan mucha religiosidad pero no dan fruto. Pero Simeón en ese sentido justicia, cumplía la justicia de Dios y esto es lo que yo digo, hermanos, mire como cristianos, nosotros tenemos que buscar esa vida que respalde lo que nosotros predicamos, una vida consistente, pero hay más que eso.

Porque ahora mismo yo sé que muchos de ustedes, o algunos, están escuchando y dicen, ah, eso me aplica a mí, gloria a Dios. Son los otros, estos hipócritas que están alrededor de mí. No, mire, eso le aplica.

Porque la palabra piadoso se refiere a la parte apasionada de la vida cristiana, y sabe que es lo que pasa? Por eso yo digo que estas dos palabras se matizan. Nosotros tenemos que buscar gente espiritual, apasionada, pero también que cuando usted los mide en la balanza, dan la medida, dan la talla de verdaderos cristianos, el carácter.

Lo que Dios está buscando, hermanos, cada día más y más en nosotros, en mí, es un carácter que refleje el carácter de Cristo Jesús. Integridad, solidez espiritual. Yo compartía con los hermanos esta mañana, por ejemplo, perdone si soy brusco y soy áspero en la manera que me expreso, pero ese no es mi deseo.

Cada año cuando hay el congreso de mujeres que de tanta bendición es, tantas vidas son tocadas, mujeres son impactadas, llenas del espíritu, la palabra de Dios fluye, es un tiempo de adoración maravilloso, pero ¿Saben qué? Muchas veces las líderes, incluyendo mi esposa, regresan al hogar un poquito tristes. Porque sobretodo al comienzo, como este último año, se dan tantos momentos feos de conflicto, mujeres que quieren los primeros asientos. Una hermana cogió, imagínese, había una mesa que decía reservada y estas hermanas a sus anchas, o como se llame, cogieron y se sentaron allí quitaron el cartel.

Y cuando llegó esta hermana que era de las ujieres y preguntó, mire, hermanas, esto está reservado aquí, no estaba el rótulo? Y ¿Saben qué? Hermana, aquí estaba un rótulo, dónde está? Y una hermanita con una sonrisa de lo más fresca, se lo sacó de abajo, se había sentado encima de él para esconderlo, como una muchachita traviesa haría las cosas.

Otras hermanas apenas hay que aguantarlas para que no se jalen los moños unas a otras. Ujieres que son ofendidas y yo digo eso con dolor en mi corazón, pero hay que decirlo porque nosotros queremos una medida apretada. Y ahora eso pasa en todas las iglesias y yo sé que eso no es provincia nuestra. Desgraciadamente algunas de esas personas son de nuestra iglesia y son a veces de las más viejas. A veces las más jóvenes se portan mucho mejor que las más viejas.

Hay también pastoras y eso es cada año, porque no se sujetan a las leyes y reaccionan en una manera violenta cuando se les llama la atención y se les pide lo más gentilmente posible. A estas hermanas poco les falta de untarse betún antes de ir allá por la mañana porque saben que van a confrontar al mismo diablo.

Entonces, usted ve por qué yo digo eso hermanos? Porque es que dónde está el carácter de Jesús? Dónde está esa justicia de Dios? justo y piadoso. Hay personas que creen que porque son piadosas no tienen que ser justos. Lo que dice esta idea de dicaoios es que él era un hombre que reflejaba el carácter de Jesús.

Usted sabe cuándo usted y yo vamos a saber que tenemos verdaderamente el carácter justo de Dios? cuando Frances, el que atiende, se acerque a usted y le toque al vidrio y usted lo baje, sí, hermano. Hermanito, usted se puede echar un poquito más para que quepa otro carro allí? Y usted dice, claro, hermano, como no, claro que sí. Y usted se muerde su orgullo y coge su carrito y lo echa un poquito más y lo mete allí. O cuando usted deja de ocupar dos espacios porque es un BMW y usted no quiere que nadie se lo gualle así que quiere espacio entre los dos lados, pero le está robando espacio a un hermano. Eso es ser justo.

Y mire, yo me tengo que echar mi propia medicina. Hay áreas en mi vida que yo tengo que tratar, pero no me deja estar tranquilo porque yo sé que a eso es que me llama Dios. y usted y yo, esta iglesia, tiene que cada día, y tu tienes que preguntarte, refleja mi vida el carácter de Cristo? En qué medida estoy yo reflejando el amor, la paciencia, la bondad, la mansedumbre, la sujeción, la tolerancia de Cristo? El fruto del Espíritu Santo, porque a veces somos unos titanes con los dones, pero y qué del fruto del espíritu. Para mí uno como otro son evidencias de la presencia del espíritu en tu vida, no compartamentalices y no dividas, todo es, todo.

Entonces, Simeón era justo pero también era piadoso. La palabra piadoso, eulabes, lo que quiere decir es que él también amaba a Dios, era apasionado con las cosas de Dios, guardaba los ritos de la fe, asistía a la iglesia, diezmaba, ayunaba, guardaba las promesas, era apasionado para con Dios, piadoso. Esa es la idea. La idea de piedad quiere decir eso, es pasión con Dios, no es simplemente un santurrón. No, es una persona apasionada para con Dios. es esa parte vertical. Justo es la parte horizontal, mi trato con los demás, el tipo de hombre, mujer, que yo y tu somos, de esposo, hermano, amigo, trabajador, chofer, que la gente que yo no tengo púas escondidas y me pueden tocar y no va a haber nada allí que los hinque. Porque hemos sido tratados por el agua de Dios que ha ido limando las asperezas. Pero también somos gente que saltamos, porque esto no se trata de quitar tampoco… No, gloria a Dios, Dios quiere gente apasionada que salte y que brinque y que canten coritos pentecostales, que sean ungidos, que vayan a la iglesia, todo eso, pero también que esa parte humilde y sencilla de la vida cristiana esté en su lugar. Me doy a entender, hermanos?

Es un balance justo y piadoso. Y Simeón ejemplificaba las dos cosas. Y era un hombre también lleno del Espíritu Santo. A veces cuando la gente me oye decir esto creen que yo estoy tirando agua al Espíritu Santo. No, todo lo contrario. Es que para que el Espíritu Santo verdaderamente se mueva en tu vida, tu necesitas el fundamento de un carácter Cristo céntrico. Y no me diga lo contrario porque eso es lo que dice la palabra del Señor. Y yo lucho con eso, eso me persigue continuamente en mi vida, porque me lo aplico a mí mismo, usted también se lo tiene que aplicar porque eso muchas veces me agua la fiesta a mí, cuando yo recuerdo, todavía me falta mucho para expresar el carácter de Jesús, pero yo sé que ahí es que me llama Dios.

Pero también quiero ser apasionado para con Dios, quiero ser lleno del Espíritu Santo. Simeón era un hombre que se movía, su vida, dice que estaba lleno del espíritu. El espíritu de Dios estaba con él y en él y todo lo que él hace está caracterizado por el espíritu. El recibe revelación de Dios. Dios le dijo, no te vas a morir hasta que no veas a mi ungido. Y dice que impelido por el Espíritu Santo, en el espíritu, es la traducción en el griego original, el espíritu lo coge y lo lleva al templo en el momento indicado para que sea testigo de la presentación de su Hijo en el templo. Porque Dios quería un testigo humano, aparte de José y María, que estaban implicados inevitablemente.

Yo creo que Ana y Simeón, para mí, quizás yo soy un poco romántico, eran como representantes de la raza humana independientes testigos, que Dios había traído y quería que en ese momento estuvieran allí para ser testigos cuando se diera ese momento increíble en que la Trinidad estaba allí, el Hijo, siendo presentado, el Padre, recibiendo la presentación, y el Espíritu Santo moviéndose, trayendo a Simeón, y los tres allí presentes en ese momento.

Y Ana y Simeón, un hombre y una mujer, como Adán y Eva, pero ya avanzaditos en edad, representando la raza humana, dándole la bienvenido al Hijo de Dios a su ministerio, y diciendo, bienvenido, Mesías, bienvenido Hijo de Dios a la tierra. Te bendecimos y te abrimos las puertas.

¿Saben qué? Porque Dios le ha dado al hombre señorío sobre la tierra. Le entregó la tierra. Y Dios mismo se rige por autoridad. Que cosa, su propia autoridad, él la somete, y él le declaró al hombre autoridad en la tierra y dijo, yo quiero que dos miembros de la raza humana le den la bienvenida a mi Hijo y estén presentes y que sean gente llena del espíritu y gente ya avanzada en edad, que tienen millaje. Sabe por qué? Es una de las cosas que yo digo que esta cultura glorifica a los jóvenes, pero ¿Saben qué? Los viejos también tienen mucho que hacer.

Yo les decía a los hermanos, miren, unas de las cosas que Dios me ha dicho que diga a ustedes es, no te eches a morir porque están pasando los años. Los mejores de tu vida todavía están por delante. Sí. Y según van pasando los años, más bueno, más buena te pones, sabes? Amén.

Para mí, no hay anticipación de una vejez decrépita, hermanos. Yo quiero servir al Señor con fuego y pasión hasta el último de mis días. Y yo creo que lo que pasa es que mientras más batallas tu has peleado, y mientras más te han sacado cosas, más preparado estás tu para recibir la verdadera unción de Dios en tu vida. Porque es que Dios no solamente se mueve a través de los jóvenes o de los viejos, Dios se mueve a través de vasijas vacías que pueden contener su espíritu. Y a veces Dios tiene que vaciarnos de una cantidad de cosas para que entonces su gloria pueda depositarse sobre nosotros y los viejos han batallado mucho y hemos perdido mucho, y hemos experimentado mucho y entonces Dios puede decir, ahora, tu y yo podemos tratar. Ahora yo te puedo usar.

No te rindas, no te eches a morir, no te des por vencido, no creas que tu eres como una velita que se va apagando y la cera se va secando hasta que ya no queda nada. Los mejores tiempos están delante de ti. Mientras el hombre exterior se va desgastando, el interior se renueva de día en día.

Dice la palabra del Señor, que aún en la vejez fructificarán, estarán vigorosos y verdes para anunciar que Jehová, mi fortaleza, es recto y que en él no hay injusticia. Dios no le da a los jóvenes más que a los viejos, él no es injusto, él le da a todos igual. Le da una cosa a los jóvenes pero a los viejos le da otra. Si a mí me dijeran, tu quieres volver a los 20 años? de ninguna manera, sinceramente se los digo, hermanos. Yo me veo a los 20, 25 y cojo miedo a mí mismo, sinceramente. Me avergüenzo.

Dios te da conforme a lo que hay dentro de ti, hermano. Y Dios te puede usar a cualquier edad, lo único es que seas fiel, que te llenes del espíritu, que lo ames por sobre todas las cosas, que retengas lo que has recibido, que busques de su presencia, que te dejes mover por su espíritu, que ames el lugar íntimo de la presencia de Dios y que pagues el precio y que te despojes de todo interés secundario, excepto la gloria de Dios en tu vida. Vive para él, consumiéndote en deseo por él.

Y eso es que Simeón cuando ha cumplido su propósito, y ya Dios llenó la promesa que le había dado, dice, Señor, ahora tu me despides en paz. Fíjense algo, él no dice, despídeme en paz, no, dice, ahora me despides. ¿sí o no? en otras palabras, lo que él está diciendo es una certeza, ya yo me voy, ya mi pasaje me lo estamparon, porque ya yo cumplí mi propósito aquí en la tierra. Nada me aguanta en este mundo. Él no le pide, Señor, dame 20 años más de vida. No. Señor, ya cumplí, gloria a Dios, me voy contigo.

Porque es que uno tiene que vivir así, hermanos. Lo único que nos aguanta en este mundo es cómo yo pueda ser usado por Dios, eso es lo que debe aguantarte a ti. Cómo tu puedes serle útil al Espíritu Santo, al Reino de Dios? pablo lo dijo, me encantaría estar con Cristo porque estar con Cristo es mucho mejor, pero si mi permanecer aquí en la tierra sirve para algo, entonces gloria a Dios, me voy a quedar.

Y esas son nuestras perspectivas, hermanos. Nosotros decimos lo contrario, yo me voy a agarrar con uñas y dientes a la vida, y si Dios me quiere llevar, tendré que decirle que sí. No, es todo lo contrario. El hijo de Dios vive en términos de la eternidad. Cómo Dios te puede usar? Lo que te da valor a ti y valer es en qué medida tu sirves para el Reino de Dios. En qué medida el espíritu de Dios se goza de estar en ti y moverse a través de ti. Lo demás, es secundario. Despójate de todo para que como Simeón y Ana tu puedas ser usada, usado, para los grandes propósitos de Dios y los moveres de Dios en la historia.

Despojémonos de todo. Póngase de pie, por favor. El Señor nos llama, hermanos. El Señor nos llama en esta tarde a llenarnos de su presencia y yo creo que el anticipo del tiempo de la adoración era para prepararnos. Yo le doy gloria a Dios por el grupo de alabanza y el enemigo a veces francamente, hermanos, la carne se mueve y trata de impedir ciertas cosas, pero no. lo que Dios me dice, mira, iglesia, llénate del Espíritu Santo, dame a mí mi porción y Dios te dice a ti, dame mí porción, búscame por sobre todas las cosas porque yo quiero hacer grandes cosas.

Hay mucho que se me ha quedado, hermanos, en el sermón, pero permítame esta cosita solamente. Simeón le dice al Señor, que él es la consolación de Israel. Eso es lo que Jesús era. Simeón lo vio como la consolación de Israel. Por qué la consolación de Israel? Israel había padecido mucho y había sido castigado mucho, había sido humillado mucho, había sido avergonzado mucho, estaba bajo la bota romana y el Mesías era la gloria de su pueblo, era la consolación para su pueblo.

Y Simeón discernió eso, que la historia iba a cambiar con la venida del Mesías, y la condición de su pueblo iba a ser diferente después. Mire, yo creo que hoy la iglesia está como Israel, en vergüenza, en esterilidad y lo que nosotros hacemos muchas veces es fabricar la gloria, porque la deseamos y como buenos pentecostales inventamos la gloria. Pero no es la gloria genuina muchas veces.

Y eso es lo que yo he estado predicando muchas veces. A veces sí lo es pero a veces no lo es. Y la iglesia de Cristo en este tiempo está en vergüenza. Y la palabra de Dios no fluye con generosidad como Dios quiere. La palabra profética, los dones del Espíritu Santo y la iglesia como Israel está en vergüenza en este tiempo ante la sociedad, ante los principados y las potestades y ante sí misma.

Y yo creo que Dios tiene una visitación de su espíritu en la cual él quiere cambiar y levantar la cabeza de su iglesia y devolverle su honra. Yo no sé por cuánto tiempo, pero para que la iglesia pueda regocijarse otra vez y celebrar los dones del Espíritu Santo y tener autoridad por un tiempo sobre la tierra. Y hay una visitación del Espíritu Santo que viene para consolar a la iglesia y para darle su gloria que merece la iglesia, y se necesita gente como Simeón y como Ana que hayan intuido esa visitación inminente del espíritu de Dios y que estén deseosos y preparándose, y que cuando eso venga y se manifieste, puedan discernirlo y celebrarlo y reconocerlo y declararlo y anunciárselo a otros. Y ese es el tiempo en que nosotros estamos ahora. Y se necesita gente que lo pierda todo y lo entregue todo para que Dios pueda anunciarles a ellos, este es el tiempo de mi visitación.

Así que preparémonos hermanos para lo que viene. Dice el Señor, prepara tu casa, prepara tu templo, límpiate y sánate. Entrégalo todo, muere a todo lo que tu puedas porque mi visitación es inminente y yo quiero que tu estés allí presente y que lo disciernas y lo veas. Yo quiero que tu seas uno de mis testigos y que tu se lo anuncies a otros. Nosotros estamos siendo llamados a eso. Yo estoy siendo llamado a eso.

Créalo y recíbalo y dígalo no ya a Evangelio genérico, Evangelio religioso, mediocre. Ya, tiempo de como Ana y Simeón, secos en la carne pero el espíritu quemándolo por dentro y manifestándose, porque hay menos carne que quemar. Ya lo que queda es la piel, el pergamino. Se ve la llama en las entrañas porque la piel está tan transparente por la vejez. Así debe ser en nosotros. Que la carne esté casi transparente. Nunca va a estar completamente transparente, le digo, pero hay mucha carne que debilitar todavía. Pero así el poder de Dios se podrá manifestar en nosotros.

Que la gloria del Señor nos visite en este espíritu navideño, recibimos la visitación del Espíritu Santo y decimos, Señor, ven y llénanos, llénanos y trata con nosotros. Límpianos, despójanos de todo lo que no sea tuyo, Señor, de toda agenda que no venga de ti. Perdónanos por ser tan difíciles de ablandar, Padre, pero deseamos que tu cumplas tus propósitos en nosotros, Señor. Y queremos serte instrumentos adecuados a través de los cuales tu puedas manifestarte. Hazlo, Señor, por amor a ti mismo y no por nosotros porque no lo merecemos, pero por amor a ti mismo, Señor, hazlo.

Te adoramos, te bendecimos y te besamos los pies y las manos, Señor. Nuestro Dios y nuestro soberano, nuestro rey, nuestro Padre celestial, te amamos, te amamos, te amamos, Señor. Glorifícate. Gracias, gracias por tu don inefable, Señor. Bendito y alabado sea tu nombre. Gracias Jesús, amén y amén y amén.

Gloria al nombre de Jesús.

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