Una espiritualidad diversa

TRANSCRIPT

El domingo pasado hablamos acerca de una espiritualidad práctica, una fe práctica. Cuántos recuerdan algo de ese sermón? Balance entre lo espiritual y lo práctico. Déjeme ver si quizás rápidamente puedo descubrir algo aquí. yo escribí un resumen del sermón del domingo para que ustedes recuerden, donde Pablo, en el Capítulo 14 habla acerca de mantener un balance cuando expresamos los dones del espíritu a la luz de una serie de diferentes consideraciones: el amor, edificar a otros, atención a los visitantes y los no creyentes, una serie de cosas.

Déjeme leer rápidamente algo del sermón de la semana pasada para que ustedes puedan tener una idea de a dónde voy. Porque quiero habar esta mañana acerca de una espiritualidad diversa, una espiritualidad variada, diversificada. Pero antes de eso yo titulo este resumen ‘Los dones solo se deben expresar dentro del marco del amor.’

Yo digo aquí esto, hermanos, frecuentemente observamos en la iglesia una falsa polémica. Esto no está aquí en la presentación de esta tarde. Observamos en la iglesia una falsa polémica entre los creyentes que enfatizan el orden en el culto y los que insisten en la libertad y la espontaneidad en el espíritu cuando la iglesia se reúne para adorar.

Cuántos saben a qué me estoy refiriendo? Entonces, muchas iglesias yo digo, son tan insistentes en un servicio ordenado, bien coreografiado, que terminan constriñendo el espíritu y estancando el libre fluir de las bendiciones que Dios quiere enviar a sus hijos, mientras lo alaban con libertad y entusiasmo, esa es un ala.

Otros, desean tanto darle libre curso al espíritu que se van al otro extremo, desdeñan las estructuras, es decir, las desprecian o las desconsideran, se olvidan de los límites del tiempo, admiten cualquier expresión emocional o cualquier impulso de los hermanos y terminan creando una mezcla poco saludable de emocionalismo desenfrenado y expresiones genuinas del mover de Dios en el servicio. Dos extremos.

Pablo escribió Primera de Corintios, 14, lo que leímos el domingo pasado, para establecer un sano balance entre ambos extremos. Establece como punto de juicio elementos tales como el amor y la consideración por los demás, la atención a los nuevos creyentes y a los no creyentes en el culto, un espíritu de servicio para con el prójimo, y la prioridad de buscar la edificación de los demás antes que la satisfacción personal. Estos son los valores que exaltan los principios del Evangelio, las nobles actitudes que verdaderamente reflejan el espíritu de nuestro Señor Jesucristo, quien se despojó e incomodó a sí mismo para servir y salvar a los demás.

Los dones siempre deben expresarse en el espíritu de Jesús, que es un espíritu de qué estará pensando el otro, cómo está afectando mi comportamiento a los demás, está siendo de edificación, bendición, estoy despojándome yo para que otro sea bendecido, o estoy yo simplemente celebrando mi propia fiesta y cada cual que se atienda sus propias necesidades?

No debemos hacer nada solo para edificarnos a nosotros mismo, sino sobretodo para bendecir y edificar a los que adoran al Señor con nosotros. Por eso Pablo dice, y nos anima a imitarlo, prefiero hablar 5 palabras con mi entendimiento para enseñar también a otros, que 10 mil palabras en lengua desconocida.

El valor preponderante aquí no es el expresarme o edificarme a mí mismo, no es ni siquiera darle expresión pública a una energía genuinamente espiritual, es más bien expresar el amor de Cristo, eximirme de hacer algo que pueda causarle confusión o serle de piedra de tropiezo a la persona débil e ignorante, es en suma, glorificar el espíritu amable y considerado de nuestro Señor Jesucristo, imitarlo en su comportamiento gentil y generoso.

Esta es la mayor de todas las alabanzas y la más alta expresión del espíritu compasivo y amoroso de nuestro Padre celestial. Amén.

Lo voy a dejar allí. Hay muchas cosas más que escribí en ese resumen, pero quiero entrar de lleno en la presentación. Pero quiero que ustedes vean un fluir de la enseñanza. Nosotros buscamos una iglesia balanceada, una iglesia compleja, una espiritualidad que reúna los diferentes matices de la palabra de Dios y a través de esta serie de sermones yo he querido darme a explicar, darme a entender y que ustedes también sepan la iglesia a la cual ustedes asisten, y los pastores y el liderazgo espiritual que ustedes tienen, que nos definamos en este año en que el Señor nos ha llamado a definirnos.

Ahora bien, quiero hablarles hoy, como decía, acerca de una espiritualidad diversa. Estoy usando la palabra espiritualidad, lo primero que yo creo que tenemos hacer es qué es una espiritualidad? Cuando hablamos de espiritualidad, porque quiero armar algo. Por eso les digo, relájense, si dejaron las habichuelas puestas, corra, apáguelas y venga otra vez.

Estos sermones son arriesgados, son complejos pero muchas veces uno se exime de pronunciarlos por temor y a veces yo creo que les faltamos el respeto a la gente. Ustedes son capaces de manejar la complejidad, yo estoy seguro de eso. Amén.

La primera pregunta que yo quiero que examinemos es, qué es, cuando yo hablo de espiritualidad, qué es una espiritualidad? Yo digo aquí, es una manera específica de enfocar las cosas del espíritu. Es una cierta disposición espiritual de un individuo o un grupo religioso. En nuestro caso, hay espiritualidades cristianas. Hay diferentes espiritualidades, es el punto, y yo quiero que analicemos algunas de ellas para que usted entienda la diversidad que hay en el cuerpo de Jesucristo. Hay diferentes espiritualidades, como diferentes enfoques, diferentes maneras de manejar la sustancia del espíritu.

Es una actitud del espíritu. Yo hablo aquí también que una espiritualidad es una especie de constelación de elementos, es un grupo, un conjunto de elementos y actitudes espirituales, que juntos constituyen una forma de relacionarse con Dios y con los demás tanto en el cuerpo de Jesucristo como en el mundo exterior.

Una espiritualidad es reconocible por las cosas que enfatiza y aísla, como que la espiritualidades ven algo en la Escritura, les llama la atención eso y como que lo enfatizan y lo aíslan. Yo no voy a dar unos ejemplos de ello, de parte de las Escrituras. Una espiritualidad se distingue por aquello en lo cual se enfoca, aquello a que le da importancia primordial, aún mientras reconoce que hay otras cosas de valor en el Reino de Dios y en la palabra.

Hay diferentes espiritualidades, a través de la historia se han manifestado diferentes enfoques acerca de la Escritura. Hay grupos que cada uno se distingue por un énfasis de aspectos de la palabra del Señor, un interés, una prioridad en un sentido. Son cosas distintivas de los diferentes tribus y sectores del pueblo de Dios. Hay diferentes espiritualidades.

Por ejemplo, les voy a hablar de algunas de ellas. Yo espero que esto sea de edificación para que usted entienda cuando usted mira el variado panorama de la iglesia de Jesucristo, usted pueda reconocer alguno de ellos. Esta es mi propia agrupación de las diferentes espiritualidades o tradiciones, podríamos decir también que vemos en el pueblo de Dios.

Hay lo que yo llamo, espiritualidad litúrgica y ortodoxa. La palabra liturgia, hoy en día como que para los evangélicos se ha hecho una palabra peyorativa, pero es una palabra noble. Hay una espiritualidad litúrgica y ortodoxa. Dentro de esa espiritualidad yo incluyo grupos como los católicos, los griegos ortodoxos, los rusos ortodoxos, las diferentes iglesias ortodoxas que hay en el mundo, las iglesias episcopales, anglicanas, que enfatizan, número 1, el rito dentro del culto, el simbolismo, la riqueza del santuario, una progresión anual bien organizada de oraciones, el guardar los diferentes festivales de la tradición cristiana.

Hay otra cosa también, hay una consciencia, ese tipo de espiritualidad tiene una consciencia de la acumulación de enseñanza que ha habido a través de la historia en los 2000 años de vida de la iglesia. Hay una celebración de los grandes hombres y mujeres que han aportado sus conocimientos y experiencias a la sabiduría de la iglesia y el conocimiento teológico, Santo Tomás de Aquino, San Agustín, Lutero, Calvino, Santa Teresa de Jesús, San Francisco de Asís, en nuestros tiempos también, Bonheoffer y Bart, hay una acumulación de verdades y de enseñanzas. La espiritualidad litúrgica se caracteriza por ese apreciación y celebración de esa larga historia cristiana.

Hay lo que yo llamo también, la espiritualidad pentecostal, todas las iglesias pentecostales en el mundo que enfatizan el Espíritu Santo, los dones del espíritu, el poder en la vida cristiana, la vida sobrenatural, guerra espiritual, sanidad, profecía, revelación. La espiritualidad pentecostal ve a Dios manifestándose cada día y el poder del Espíritu Santo.

Yo diría que su versículo clave es, “No es con espada, no es con ejército, sino con mi espíritu, dice el Señor.” Es una espiritualidad maravillosa y hay miles y miles de iglesias que se suscriben a eso y enfatizan esa dimensión aunque son más que eso, como ustedes ven. La espiritualidad no excluyen demás cosas pero como que se distinguen y enfatizan un área.

Hay lo que yo llamaría también la espiritualidad evangélica. Nosotros somos evangélicos pero la diferencia entre la espiritualidad que yo llamo evangélica y la pentecostal, es que en la espiritualidad sencillamente evangélica no hay un énfasis tan fuerte sobre los dones del Espíritu Santo y sobre la guerra espiritual, y sobre esa dimensión de guerra y de agresividad en el espíritu, que enfatiza tanto el mundo pentecostal.

A esa espiritualidad se incluyen iglesias y denominaciones como los metodistas, los bautistas, templo bíblico, presbiterianos, luteranos, iglesias congregacionales, que son iglesias evangélicas y bíblicas, pero no se suscriben tanto a la dimensión Pentecostal, enfatizan eso sí la palabra, la prioridad de la palabra, la enseñanza, la reflexión teológica, el carácter, el orden, el guardar la fe de la iglesia hasta que Cristo venga en orden y en sobriedad y en armonía. Eso es algo muy bello también.

Hay una diferencia por eso digo, los pentecostales son evangélicos pero no necesariamente los evangélicos son pentecostales. Hay una diferencia.

Hay lo que yo llamaría también, la espiritualidad activista, hay toda una constelación de grupos que de filosofías y teologías que se suscriben a eso, que es una espiritualidad que enfatiza el actuar sobre la historia, el cambiar las estructuras de la sociedad, el traer cambio aunque sea forzadamente, pero cambiar la injusticia y cambiar las estructuras desiguales de la historia.

Por ejemplo, todo lo que se llama la teología de la liberación que estuvo muy fuerte en los años 70 y hasta un poco de los 80 en Latinoamérica, que sobretonos de marxismo y de transformación a veces inclusive, a mano armada, como en Nicaragua, en otros países, donde elementos de la iglesia católica participaron en las revoluciones, en el Salvador y en Colombia y en otros países también.

Y está también lo que se llama Dominium Theology, teología de dominio, que habla acerca de convertir Estados Unidos, por ejemplo, en una sociedad cristiana y si hay que tomar el poder a través de las elecciones para que Estados Unidos sean una sociedad cristiana, amén. Pero es una teología que no se conforma simplemente con reflexionar teológicamente, sino quieren actuar también y tomar parte activa en los asuntos de la humanidad.

Teología feminista, que quiere por ejemplo, corregir los aspectos de dominio del hombre y muchas veces se quejan de que la teología cristiana es una teología vista a través de los ojos de los hombres y que hay de las mujeres, dicen ellas. Y entonces habla de la liberación de la mujer por medio del estudio de la Biblia también. eso es lo que yo llamo espiritualidad activista.

Hay otra espiritualidad que yo llamo espiritualidad profética que habla de justicia social, del cuidado de las minorías, los que no tienen el poder político, la misericordia, el darle atención a las ciudades con sus problemas específicos. Y hay una diferencia entre la profética y la activista en el sentido de que la activista es profética, pero no toda teología profética es necesariamente activista. No toda la gente que reconoce las inigualdades y la importancia de la misericordia necesariamente quieren entrar en el activismo político o en la revolución u otras cosas así. Pero usa, yo le llamo profética, porque usan esos textos en el Antiguo Testamento y en otros pasajes de la Escritura donde los profetas denunciaron la injusticia y denunciaron el abuso de los pobres y la desconsideración hacia los que no tienen el poder, las viudas, los huérfanos, los que están en prisión, etc. es una espiritualidad profética que habla mucho acerca del amor y la misericordia hacia los pobres y los desamparados.

Está también lo que yo llamo una espiritualidad fundamentalista, que enfatiza los fundamentos, por eso la palabra, de la palabra de Dios. Y es una espiritualidad concebida en el conflicto con esas teologías liberales que estuvieron aquí en Estados Unidos, sobretodo en los años 40 y los 50, cuando comenzó verdaderamente a afectar mucho en esta nación todo el movimiento liberal. Y muchos evangélicos viendo lo que le estaba pasando a esta nación, que se iba más y más hacia la herejía, como ha seguido, se levantaron en protesta y comenzaron a enfatizar los distintivos de la fe cristiana para contrarrestar y contrapesar ese movimiento hacia la herejía del cristianismo aquí en Estados Unidos.

Es decir, que es una espiritualidad que se levanta en contra de, es polémica por eso digo, es militante muchas veces. Y también esa espiritualidad yo la veo mucho, por ejemplo, en como los baasistas del sur, por ejemplo, son muy enfáticos en la doctrina y a veces son resistentes, por ejemplo, al movimiento pentecostal, resisten las lenguas, por ejemplo, y los bautistas del sur han llegado hasta el extremo de pedirle a sus misioneros y a la gente que va a trabajar con ellos que tienen que rechazar las lenguas y si no las rechazan en su confesión doctrinal, no pueden trabajar para ellos.

Yo respeto mucho a los bautistas del sur pero quiero señalar esa polémica que hay contra los dones del Espíritu Santo también y del movimiento pentecostal. Los fundamentalistas van a los fundamentos, y dicen, ahí nos paramos y eso es lo que somos. Y es una mentalidad un poco polémica siempre.

Pero esto es importante porque tenemos que reconocer. si uno no reconoce el terreno en el cual usted está manejando se va a perder, se va a desorientar y eso le pasa a muchos cristianos. Me dan un ratito para desarrollar todo esto? Yo creo que es bueno.

Hay lo que yo llamo también una espiritualidad de santidad, todo lo que tiene que ver con el énfasis sobre la santidad al Señor. Servimos a un Dios santo, tenemos que ser moralmente íntegros, tenemos que consagrarnos al Señor y ser un pueblo apartado. Recuerdo las enseñanzas de los hermanos Wesley en el siglo XVIII, el movimiento de santidad en el siglo XIX y aún en el siglo XX, las iglesias afroamericanas, y en las iglesias latinas, pentecostales también. hay iglesias que enfatizan la santidad en el vestido, en el comportamiento, todas estas cosas.

Hay sectores pentecostales que son sectores de santidad también y mezclan las dos cosas. El movimiento pentecostal en el avivamiento de Azuza, mucha de la gente que se metió en el movimiento pentecostal, venía del movimiento de santidad. Y por eso hay una mezcla de las dos cosas, pero hay una separación allí porque no todos los de santidad son necesariamente pentecostales.

Y hay lo que yo llamo también una espiritualidad separatista, sobretodo en el siglo XVIII se vio mucho con los anabaptistas, en Alemania, los menonitas en nuestro tiempo, que vienen de toda esa tradición, los brethren, los hermanos y otros grupos también así, el conde de Zinzerdorf en Alemania y Austria. Los separatistas, como dice la palabra, quieren separarse del mundo en una manera radical. No juran a banderas, no van a la guerra, no declaran the Pledge of Allegiance, el juramento a la bandera norteamericana. Quieren ser una comunidad como separada del mundo, pero no son activistas, rechazan el mundo, rechazan el pecado y se salen de la sociedad en un sentido y quieren ser como una iglesia pura que rechace la mundanalidad y que rechaza inclusive las corrupciones de otras iglesias, como ellos la ven.

Estos son diferentes espiritualidades, diferentes grupos y sensibilidades del espíritu que se manifiestan en el cuerpo de Jesucristo. Están allí, cuando yo voy a una iglesia anglicana o católica, veo un tipo de espiritualidad. Cuando voy a una iglesia de store front en Roxbury, pentecostal puertorriqueña o caribeña o guatemalteca, veo la espiritualidad pentecostal. Cuando visito una iglesia menonita o de quakers veo ese aspecto de separación del mundo veo también en las iglesias cuáqueras todo el aspecto de justicia social y otras cosas por el estilo.

Es decir, hay diferentes tipos de… cuando voy a una iglesia bautista del sur o templo bíblico veo esos hermanos bien correctos, enfatizando la Biblia y enfatizando el orden de la iglesia y la santidad de la iglesia. Hay una mezcla de espiritualidades que usted ve en todos los grupos de la iglesia de Jesucristo.

Y por eso yo digo, hermanos, que es importante reconocer esas diferentes espiritualidades y las personas que han dado nacimiento a esas sensibilidades, con sus enseñanzas, personas como San Agustín, el padre Las Casas en el siglo XV, cuando vinieron los españoles a América y habló acerca de la justicia para los indígenas que estaban siendo explotados por los españoles y los conquistadores. Lutero, que se levantó contra las corrupciones de la iglesia católica y dio lugar a la reforma de la cual nosotros somos descendientes. Calvino, acerca de predestinación y el señorío y la soberanía de Dios en la iglesia.

George Whitefield, que habló acerca de la predicación, un hombre que trajo avivamiento. Jonathan Edwards aquí en Nueva Inglaterra, padre de un gran avivamiento pentecostal y un pensador increíble, un filósofo de primera categoría. Yale tiene todo un departamento dedicado al estudio de la mente y el desarrollo intelectual que este hombre permitió, un hombre de Dios, en fuego por Dios pero con una mente incandescente para la teología y la ética y la estética, muchas cosas tremendas. Un hombre rico.

Lo que quiero, hermanos, es sugerirles a ustedes entre otras cosas lean más allá de lo que ustedes están acostumbrados a leer. Yo a veces me temo de que muchos de mis hermanos piadosos se limitan a estas novelitas evangélicas sabrosonas y jugosas de testimonio, de sanidad y de conversión y de esto y de lo otro, y no le dedican tiempo a esas cosas más sustanciales. Lea el pensamiento de Calvino. Lea acerca de la reforma en el siglo XVI en Europa y cómo llegó aquí a América. Lea acerca del pensamiento de un Karl Barth o de Dietrich Bonhoeffer o de Martin Luther King jr. Porque estas cosas son importantes, estas son gente que Dios ha bendecido con un entendimiento especial y han dado lugar a muchas cosas maravillosas en el seno de la iglesia.

Oriéntense, lean acerca de esto, porque nosotros somos parte de esa herencia. Esa gente de Dios enriquece y matiza nuestro pensamiento religioso. Debemos conocerlos y aprender cada día más de ellos.

Lo que estoy diciendo, hermanos, es que cada una de estas espiritualidades se enfoca en y enfatiza una parte de la verdad de la Escritura. Porque en la Biblia hay santidad, hay fuego del Espíritu Santo, hay misericordia por los pobres, hay un llamado a retener la fe una vez dada a los santos sin cambiarla, hay un llamado a apartarnos del mundo, todo eso está ahí adentro, pero que muchas veces nos fascinamos con un aspecto de la Escritura y entonces como que nos olvidamos de lo demás. La gente que se enamora tanto de los dones del Espíritu Santo se olvidan del fruto del Espíritu Santo, por ejemplo. Los corintios hicieron eso. Pablo dice, oh, entre ustedes hay muchos dones, muchas señales, pero jalándose los moños todos los días unos a otros, peleándose, llevándose a la corte, división, herejía, superficialidad espiritual, como vemos hoy en día en muchos pentecostales. Y entonces tenemos que mirar esas dimensiones complejas de la Escritura.

Cada una de estas espiritualidades se enfoca en y enfatiza una parte de la verdad de la Escritura, pero lo que vemos es que la Biblia, a su vez, las encierra e incluye a todas. La Biblia es la mina de donde sacamos esas pepitas de oro diferentes, y las llevamos luego a nuestras casas, oh, my precious, como dice el personaje de la trilogía, esta maravillosa del cine. Como que idolatramos un pedacito de la verdad mientras que alrededor de nosotros hay oro, hay diamantes, hay plata, hay bronce, hay de todo y no celebramos la totalidad de la palabra de Dios.

Esto es bien importante. Nosotros en esta iglesia, su pastor principal, creo que los pastores de la iglesia, el liderazgo de esta Congregación en León de Judá encontramos valor y utilidad en cada una de estas diferentes tradiciones y espiritualidades. Celebramos de cada una de ellas, incluimos elementos de cada una en nuestra práctica como Congregación.

Eso es lo que nos hace, a veces, difíciles de definir. Y que mucha gente tiene dificultad de entender por qué el pastor hace esto, por qué no hace lo otro, por qué oh, el culto estaba tan sabroso y Dios se estaba moviendo y parece que se iba a volar la tapa del techo, y el pastor viene y comienza, ah, ahora vamos a colectar los diezmos y las ofrendas. Cortó la bendición, este hombre no sabe discernir el espíritu.

Es porque no entendemos que en ese momento yo estoy mirando las otras dimensiones de la vida cristiana, la iglesia sigue adelante, la iglesia necesita… Si ustedes se me van sin darme los diezmos y las ofrendas, imagínese, quién me va a pagar al final del mes. No, estoy jugando. Pero necesitamos pagar las luces, necesitamos pagar la calefacción, necesitamos pagar las misiones y las cosas que queremos hacer. Hay un tiempo para todo.

Yo veo la iglesia como una cosa compleja, es parte espíritu y es parte carne y huesos, está en la tierra, es una institución y hay que darle lugar a todo. Hay que alabar al Señor, hay que colectar diezmos y ofrendas, hay que predicar la palabra y edificar al pueblo del Señor, hay que celebrar la santa cena, hay que educar a los niños, hay que discipular a personas, hay que evangelizar a los visitantes, hay que hacer de todo y hay una diversidad de cosas y tratamos de incluirlas todas. Y nuestra iglesia trata de mantener ese balance.

Por ejemplo, yo doy gracias al Señor, porque esta semana yo he visto el amor de nuestros hermanos manifestado para familias que han perdido seres queridos durante la semana. Yo he visto hermanos y hermanas orar con gente que ha estado en dolor, ir a los hospitales y estar allí, tiempo, ir a visitar… lamentamos reconocer, la hermana Mayra [inaudible], no sé cuántos la conocieron, falleció esta semana. Estuvo un par de años con nosotros, conoció al Señor aquí en la iglesia, se fue con el Señor esta semana.

Yo pude ver cómo hermanos de esta Congregación, doy gracias a la hermana Anita Valverde, Mayra y otros, cómo estuvieron allí con ella a través de meses visitándola en su casa, ministrándole, ella estaba tan agradecida. Yo fui la semana pasada a visitar un hospital para personas que están en las últimas y me encontré allí con 10 guerreras, cada una con su espada en la mano orando por esa hermana y ministrándole. Que bendición.

Y por ejemplo, yo creo, sin embargo, cuando vamos a visitar hermanos que están enfermos en el hospital, no solamente nos preocupamos, bueno, quiero hacer la buena obra de visitarlo, sino que tenemos que pensar, okay, no me quiero quedar demasiado tiempo tampoco. Quiero poner atención a que esta persona no se siente bien, retirarme después de unos minutos de orar por ella y bendecirla y entonces continuar.

Es decir, que aún en el hacer el bien uno tiene que estar pensando en diferentes cosas. Es lo que yo llamo espiritualidad balanceada. Si usted va a visitar una persona que acaba de dar a luz, mire, gloria a Dios, pero tampoco esa hermana no tiene su make-up puesto, se va a sentir… espere a que esté un poquito mejor y entonces vaya y visítela, pero muchas personas dicen, no, tengo que ir…

Hermanos, entienden lo que quiero decir? Tenemos que tener balance en la vida y nuestra espiritualidad tiene que estar balanceada de esa manera.

Lo que yo digo es que en León de Judá nosotros le damos valor a esas diferentes tradiciones. Por ejemplo, si usted mira nuestra iglesia en el área de transformación social y justicia social tenemos Alfa, tenemos el centro de recursos académicos, tenemos el ministerio de jóvenes en el área de la sexualidad Vale esperar. Tenemos ministerios de consejería, inglés como segunda lengua. Hay diferentes ministerios porque nosotros creemos en la justicia social, creemos que la iglesia es una fuerza transformadora en la cultura y dedicamos tiempo, dinero, espacio, energía a esa dimensión de la vida cristiana y con eso nos identificamos con esas espiritualidades que enfatizan la justicia social, las necesidades del pobre, la transformación en la ciudad, todas estas cosas importantes.

Por otra parte, también, tenemos una parte que se parece mucho a la espiritualidad de santidad porque hablamos de la santidad, la moralidad, y de paso digo, no solamente por ejemplo, fuimos muy activos en la cuestión de la controversia con el matrimonio, creemos en la santidad del matrimonio, pero también creemos que en el matrimonio el esposo no debe oprimir a la esposa, y eso es santidad, que la esposa debe respetar a su marido también. Amén.

Y que tenemos que ser cuidadosos de los demás también, que tenemos que preservar matrimonios, que sean de bendición para nuestros hijos. Todo eso es santidad y yo voy a dedicar un sermón acerca de lo que yo veo como una santidad abarcadora y compleja, que no es solamente moral, no es solamente adulterio, promiscuidad, homosexualidad sino que es también fruto del Espíritu Santo, consagración al Señor, entrega de todo nuestro ser al Señor, eso es una verdadera santidad. Pero nosotros enfatizamos la santidad.

Nos parecemos a los evangélicos al enfatizar mucho las Escrituras, por eso tenemos las clases de discipulado, por eso enfatizamos tanto la educación en nuestros hijos, por eso tenemos I wanna, que es una enseñanza sistemática y queremos darle a nuestros hijos fundamentos sólidos de la palabra. Creemos que las manifestaciones de los dones tienen que estar enmarcadas en la palabra de Dios y que aunque algo parezca espectacular, sabroso, sensacional, si no está avalado y cabe dentro del marco de la Escritura, no va para ninguna parte entre nosotros.

En ese sentido nos parecemos mucho a los evangélicos en su énfasis sobre las Escrituras. Somos pentecostales, nos parecemos mucha a las iglesias pentecostales, en el sentido de que usted ha visto la soltura con que alabamos al Señor, el tiempo que le damos a la adoración, creemos en guerra espiritual, sanidad, liberación, todas las cosas que pasan… cuando el pueblo alaba a Dios, suceden cosas… sabemos que el poder de Dios se mueve en medio de la alabanza, y en eso nos parecemos mucho a la tradición pentecostal.

Y yo creo, inclusive, yo aprecio aspectos del catolicismo y de la ortodoxia cristiana. Yo me he beneficiado del estudio de los grandes pensadores de la iglesia a través de los siglos. Amo ese respeto por la autoridad apostólica que yo veo en las iglesias católicas y griegas ortodoxas. Yo amo a veces entrar a una iglesia y sentir esa atmósfera de recogimiento que hace posible los vitrales hermosos de una catedral o el olor del incienso o la madera oscura, o la luz tenue de una catedral o de una iglesia anglicana, episcopal, católica.

No estoy de acuerdo con muchas de sus enseñanzas, pero amo ese sentido de que cuando tu entras a ese lugar santo, respiras ese silencio, esa quietud. Muchas veces en las iglesias evangélicas no hay una reverencia adecuada para la presencia de Dios y entonces somos como muy familiares con el Señor, y Dios es santo, terriblemente santo.

Yo creo que debemos preservar un poquito de ese respeto y esa reverencia y ese respeto por la autoridad que yo veo en los hermanos católicos y la jerarquía, que yo creo que también, sanamente, tiene su lugar en la vida cristiana.

Es decir, que yo veo valor y veo bendición en muchas de esas tradiciones y yo creo que lo que yo digo, una espiritualidad cristiana sana toma un poquito de esas diferentes cosas. Para mí el texto bíblico que se me olvidó leerlo al principio es Primera de tesalonicenses, Capítulo 5:21 que dice, “Examinadlo todo y retened lo bueno…”

Nosotros tenemos que hacer eso siempre. Examinar, nuestro radar está mirando todas las diferentes espiritualidad y tradiciones y aprendemos de esto, de lo otro, cogemos de aquí, cogemos de allá, desechamos cosas y nos quedamos con lo bueno y nos salimos con la nuestra siempre, porque estamos en todos los mundos. Siempre y cuando sea de la palabra del Señor.

Yo trazo una ilustración de las artes marciales mixtas. Usted sabe que por muchos, muchos años, las artes marciales se han mantenido en la atención pública separados unos de los otros. Tenemos el tae kwon do, tenemos yuyitsu, tenemos yudo, tenemos las artes marciales que vienen de Tailandia y de Asia Occidental, del Japón, de la China, algunas místicas, otras puramente físicas, como el Tae kwon do, pero todas estas diferentes… kick boxing que fue un comienzo de esa mezcla de boxeo con tae kwon doy, y fíjense lo que ha pasado con el tiempo, la gente se dio cuenta, sobretodo cuando vinieron los brasileños al escenario de las artes marciales, los brasileños hicieron una mezcla de yuyitsu, de lucha, de yudo, de boxeo, una cantidad de cosas, y cuando vieron unos grandes competencias mundiales, se quedaron con todos los títulos. Y la gente se dio cuenta, guau, es bueno mezclar las diferentes tradiciones marciales y hacer una síntesis de ella. Nadie podía bregar con ellos porque habían hecho una mezcla de diferentes artes e hicieron una síntesis invencible.

Y hoy en día, eso explica en parte la gran locura que hay por las mixed martial arts. Han tumbado la lucha libre, los diferentes estilos de artes marciales aunque todavía existen, pero se han dado cuenta. De paso, yo no celebro las artes marciales mixtas en la televisión, tampoco las condeno abiertamente pero yo no creo que hay que celebrar esa violencia, esa brutalidad que se manifiesta. Pero sí celebro el principio de mezclar aptitudes y coger lo bueno de una cosa y de la otra y sintetizarlo y usar lo mejor de cada tradición.

Yo veo la ventaja que aporta la diversidad y la inclusividad en la vida cristiana y en otras dimensiones también de la experiencia humana. La gente, hermanos, está acostumbrada a ver solo uno o dos de estos elementos espirituales que yo he señalado, estas espiritualidades, conviviendo en una iglesia o en un ministerio. Y cuando ven varios de ellos piensan, no, esta gente está confundida, esta gente son indecisos, esta gente no se han definido bien, y cuando ven esa mezcla no saben qué hacer con esa mezcla.

Mucha gente no entiende, bueno, qué es León de Judá? Es una iglesia pentecostal, evangélica, de santidad, de justicia social, liberal, conservadora, fundamentalista? Qué somos? Porque están acostumbrados a ver como una sola cosa o dos a lo máximo. Nosotros decimos, no, hay de bendición en todas estas energías. Nosotros cogemos de aquí, de allá y hacemos una mezcla que yo creo que es la mezcla bíblica, es la mezcla del Espíritu Santo más bien.

Mucha gente ve contradicción o ve indecisión en esa mezcla de cosas. Pero yo creo que lo que hay en realidad es más bien, una complejidad. Es una mezcla de las diferentes cosas, hermanos, que creemos que son parte de la síntesis bíblica. Es importante, hermanos, crear una consciencia histórica del desarrollo del pensamiento de la iglesia, de ver cómo el pensamiento y la teología de la iglesia cristiana se ha ido desarrollando y matizando a través de los siglos, ver esa progresión.

Por ejemplo, yo veo en la Escritura en el libro de los Hechos, cómo los Apóstoles bregaron en un momento con la cuestión de que estaban entrando los gentiles a la iglesia y no estaban preparados para eso, y tuvieron entonces que lidiar, qué vamos a hacer con estos gentiles? Los convertimos en judíos o los dejamos con sus tradiciones y respetamos sus tradiciones y simplemente nos limitamos a las cosas más básicas del Evangelio? Y eso fue lo que hicieron.

La iglesia siempre ha tenido que desarrollar su pensamiento. Cuando llegó el momento del conflicto con los judíos y los griegos, desarrollaron todo esto que tuvo que ver con lo que llamamos los diáconos de la iglesia. Entonces, la iglesia siempre ha estado desarrollando esto, los pensamientos de la iglesia ha tenido que bregar con esas cosas.

Yo creo, hermanos, el estar conscientes de esa diversidad a través de la historia, de las diferentes tradiciones de la iglesia, nos libra de muchos errores, errores que ya se han experimentado en el pasado y que podemos evitarlos cuando entendemos esta trayectoria de la iglesia.

Por ejemplo, el exceso que yo veo hoy en día entre los grupos que enfatizan la profecía, a veces el desorden, la falta de cuidado en lo que usted le dice a la gente supuestamente bajo la unción. Yo creo en eso y hermanos, aquí hay libertad para la profecía. La Biblia dice no menospreciemos las profecías, pero a veces la gente se puede enamorar tanto de la profecía que no son cuidadosos en el uso de la profecía y desprestigian la profecía.

Pero si nosotros tuviéramos la historia de la iglesia, veríamos que el movimiento montanista en el siglo IV se distinguió por eso, un exceso de atención a la profecía que llevó al desastre y llevó a unos excesos terribles que desprestigiaron la profecía para muchos.

Si nosotros entendemos eso, tenemos más cuidado. El docetismo, una doctrina que niega la importancia de la carne y que decían, no, Jesús no vino en carne al mundo, él no encarnó, eso era un espejismo, era una ilusión. Él no fue crucificado tampoco, porque el cuerpo no redime, el cuerpo es malo. Niegan el cuerpo, niegan la materia, ven la materia como algo malo. Y no, yo creo que Dios creó al mundo y dijo, todo es bueno. Yo amo una buena comida, yo amo el arte, yo amo una buena puesta de sol y yo creo en la bendición de la naturaleza, creo que la iglesia no es una institución desencarnada, como yo decía el domingo pasado, meramente espiritual. Es una institución legal, es una institución transformadora, está en la historia, está en el tiempo y hay que ponerle atención a esas cosas. Hay que ponerle atención a las necesidades materiales de la gente.

El Señor les dijo a los discípulos, dadle vosotros de comer. Los discípulos decían, no Señor, ya les dimos la palabra mándalos para su casa. Y el Señor le dijo, no, denles de comer ustedes. Enfatizó la comida también, enfatizó las necesidades del cuerpo. Y el docetismo en el siglo IV y el gnosticismo decían que el cuerpo era malo. Yo creo en la belleza de la sexualidad, creo en una sexualidad sana, dentro de los parámetros del Señor, eso es hermoso, es digno.

Todas estas cosas son importantes, lo que estamos buscando es el orden y el balance de todas estas cosas. Pero si estudiamos las diferentes tradiciones y las herejías de la iglesia nos damos cuenta que muchas de las cosas que hoy en día hacemos, si entendiéramos el pasado, nos cuidaríamos de ellas.

Yo creo también que nos libra, no solo de errores, sino también de presunción, de creer que somos lo único, que hemos descubierto algo trascendental e inusitado, que nunca se ha dado antes. Yo pienso en los Testigos de Jehová que si usted mira ellos dicen, nosotros somos los únicos. Si usted no es Testigo de Jehová y no se bautiza con los Testigos de Jehová, usted se pierde, no es salvo. Yo digo, guau, y qué les pasó a los 20 siglos de la historia de la iglesia? Dios se desentendió de la iglesia hasta el siglo XX? Dijo, oh, espérate, si tengo aquí un grupo de gente que yo mandé a mi hijo a morir por ellos y se me olvidó…

Qué presunción creer como que nosotros somos los únicos. Y hay grupos que se creen, si usted no se bautiza con ellos, si no es con ellos, usted no es salvo. Y yo creo que hay que entender la riqueza de la iglesia, cómo Dios se ha revelado a través de los siglos. No somos los únicos, hay muchos que han pensado muchas cosas ricas y eso nos ayuda a ser humildes, a celebrar los logros y las enseñanzas de los demás.

Yo creo que eso también nos debe hacer más sobrios, más inclusivos, cuando vemos por allí un nuevo predicador, predicando una doctrina rara y nueva, y nos dejamos deslumbrar. Ese movimiento nuevo, esa iglesia que está creciendo a pasos agigantados, y todo el mundo, ah, vamos a ir a esa iglesia porque allí el Espíritu Santo está moviéndose.

La persona que conoce el mover de la iglesia a través de los dos mil años y que ha estudiado esos diferentes movimientos, dice, okay, vamos a esperar, vamos a ver qué pasa. Porque así ha habido muchos movimientos en la iglesia que han avanzado dramáticamente y después se han explotado. Como dijo, Gamaliel, si esto es de Dios permanecerá, si no es de Dios se va a disolver con su tiempo.

Hay movimientos que son como luces de bengala, iluminan el firmamento y la noche por un momento pero asimismo desaparecen en un instante también. Cuando usted entiende esto usted dice, okay, déjame examinar esto a la luz de la palabra del Señor. Suena muy lindo, pero vamos a ver qué dice la Biblia. Y si es de Dios usted lo acepta, no lo rechaza porque sea nuevo, pero si no es de Dios, usted dice, bueno, otro día.

Eso también creo que nos debe ayudar a ser más tolerantes de las personas que aparentemente son diferentes a nosotros pero que tienen algo allí que podemos también aprender de ellos y celebrar. Nos ayuda a ser menos dispuestos a condenar irreflexivamente o a adoptar impulsivamente. Como dice la palabra, terminamos examinándolo todo y reteniendo lo bueno.

Hermanos, ya termino con esto, lo que estoy diciendo es que nuestra iglesia, mi propio énfasis espiritual, yo creo que se distingue por ese reconocer que hay mucho en la familia de Dios de lo cual aprender y celebrar, y que nosotros tenemos que aún a veces cuando discrepamos violentamente de lo que piensan ciertos grupos de la iglesia cristiana, tenemos que decir, okay, por qué ellos le están dando tanto énfasis a eso? Habrá algo en la Biblia que yo puedo aprender? Y cuando vamos a ver, oh, sí, por ejemplo, todo lo que tiene que ver con esto de justicia social. Hay muchos grupos liberales, yo no me suscribo al liberalismo, yo creo en la doctrina y la palabra una vez dada a los santos, pero creo que también muchas veces los cristianos conservadores nos hemos olvidado de los derechos del pobre, y nos hemos ido con los poderes y a los ricos no los hemos llamado a capítulo con su descuido y su explotación del pobre.

Yo creo que la iglesia, para su vergüenza, no ha sido esa voz profética que debiera ser, que debiera haber sido, por ejemplo, aquí en Estados Unidos durante el tiempo de la esclavitud, o durante el tiempo de la exclusión de los afroamericanos. Para su vergüenza la iglesia en Alemania durante el tiempo de Hitler se fue detrás de Hitler y solo unos pocos cristianos alemanes, denunciaron a Hitler. Dónde estaba la revelación de Dios?

Entonces, yo he aprendido que esos hermanos que a veces son tan liberales que me dan ganas de ahorcarlos, pero tienen una intuición de la Biblia de amar al pobre, al desvalido, a la viuda, al huérfano, de visitar al prisionero, de amar a los que no tienen poder, de la misericordia y yo he aprendido de ellos. He retenido lo bueno y he rechazado lo que yo creo que no es de Dios. Nosotros tenemos que hacer eso también.

Finalizo con una ilustración que muchos de ustedes quizás han escuchado, es el relato de los 6 ciegos y el elefante. En ese relato es una historia bien famosa de la literatura mundial, donde se dice que 6 hombres ciegos se acercaron a un elefante, nunca habiendo visto un elefante, no sabían lo que era un elefante, ciegos de nacimiento, se acercaron a un elefante y cada uno comenzó a tocar una parte del elefante. Y el ciego que tocó la trompa del elefante dice, un elefante es como un tubo y esa es su esencia, un tubo.

Otro tocó las piernas del elefante y sintió su fortaleza y su dureza y dijo, no, el elefante es como una columna. Otro tocó las orejas inmensas del elefante y dijo, no, el elefante es como un abanico de mano. Otro tocó la cola del elefante, dijo, no, eso no es así, un elefante es como una soga. Otro tocó el vientre del elefante y sintió su fortaleza, su dureza y dijo, no, un elefante es como un muro, como una pared. Y cada uno estaba peleando con el otro porque decía, no, el elefante es así, no, el elefante es así, y llevaron a los seis ciegos ante el rey y les dijo, el problema está en que ustedes solamente están viendo una parte del elefante. El elefante es todas esas cosas, porque está compuesto de todas esas cosas.

Y yo creo que asimismo, hermanos, yo diría que Dios es mucho más complejo que un elefante. La doctrina cristiana es tremendamente compleja y muchas veces nosotros peleamos unos con los otros en el cuerpo de Jesucristo porque uno ha visto una cosa del reino, otro ha visto otra, y decimos, no, eso no es así, en vez de mirar la belleza que hay en esas diferentes intuiciones.

Yo creo que lo que nosotros tenemos que hacer en el Reino de Dios, hermanos, es ver lo bueno que hay en cada una de esas tradiciones y aprender de ellas. No estoy abogando por, lo que yo llamaría, un relativismo indiscriminado. No estoy diciendo, oh, cada cual crea lo que quiere y vamos a celebrar todas las herejías y nadie diga nada de las cosas que son falsas. No, yo creo que lo que estoy diciendo es que cada tradición cristiana tiene aspectos de verdad y también tiene aspectos de limitaciones y falsedad. Tenemos que discriminar sabiamente, examinarlo todo, retener lo bueno.

Yo diría lo primero es que tenemos que conocer bien a Dios, tener experiencias con Dios, estudiar la palabra, empaparnos de la palabra. Por eso es que yo les animo, tomen las clases de discipulado, lean su Biblia, estudien los grandes temas de la Escritura, los grandes personajes, los grandes Capítulos, los grandes principios de la palabra de Dios, compenétrese bien, porque vivimos en tiempos de gran herejía donde es muy difícil a veces distinguir la mentira de la verdad y necesitamos cada uno de nosotros llenarnos primero de la palabra de Dios, conocer bien quién es Dios y entonces analizar estos diferentes movimientos y aprender de ellos, y retener lo que es de Dios en ellos.

Y de esa manera yo creo que vamos a ser cristianos saludables, cristianos sólidos. Debemos empaparnos de la sabiduría de Dios que viene por medio del escrutinio de su palabra y luego abordarlo todo, examinarlo todo a la luz de ese entendimiento divino. Eso es lo que yo busco, hermanos, una iglesia que sea sólida, una iglesia que sea balanceada, una iglesia que sea compleja, una iglesia que reconozca la belleza de la revelación de Dios en todo su cuerpo.

Que el Señor nos ayude, hermanos, a hacer esto y a ser ese tipo de iglesia. Amén. que Dios les continúe bendiciendo y Padre, nosotros pedimos tu sabiduría, pedimos sobriedad para discernir lo que es tuyo y lo que no es tuyo y ser un pueblo sobrio, un pueblo inteligente, sabio, un pueblo que pueda beneficiarse de todas las bendiciones hermosas que tu les has dado a tus hijos a través de toda la historia de tu iglesia.

Celebramos tu complejidad, Señor, celebramos la belleza multifacética de tu palabra. Ayúdanos a ser como Cristo, balanceados, complejos, abarcadores, Señor. Así lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.