SERMONES
Ministerio de Matrimonios : Testimonio de Nelson y Eliana Mesa
Damos gracias a DIOS por la bendición con la que nos permite gozarnos al compartir con los demás las diferentes experiencias que a lo largo de nuestra relación hemos adquirido, ya que siendo una pareja joven nuestro años juntos ya suman dos decadas, permitiendonos así tener cada día un concepto más claro de los que es el matrimonio. Atravéz de todo este tiempo hemos hemos podido ver la mano de DIOS siempre en dirección hacia el ministerio con las parejas es por esto que en los diferentes lugares que DIOS nos ha querido llevar nuestro testimonio lo hemos compartiendiendo tratando de utilizar pocas palabras. Anexó a esto en esta oportunidad nos regocijamos en el hecho de ser parte de la gran obra que DIOS esta haciendo atravez de la célula de parejas de nuestra iglesia El León de Judá. Nuestro objetivo aprender de lo mucho que DIOS tiene cada día para darnos y apoyar en el trabajo para el fortalecimiento de las relaciones matrimoniales fundamentadas en DIOS y vivificadas por el Amor. (Nelson y Eliana Mesa).
Ministerio de Matrimonios : Traducción del poema 'The Committed Marriage'
Estaré contigo no importa qué nos suceda o suceda entre nosotros.
Si mañana te quedaras ciego ahí estaré.
Si no lograras éxito ni estatus deseado en nuestra sociedad ahí estaré.
Cuando nos enojemos y discutamos como inevitablemente ocurrirá, buscaré reconciliación.
Cuando estemos en total oposición y ni tú ni yo sienta alivio en su necesidad, persistiré en tratar de entender y restaurar.
Cuando nuestro matrimonio parezca estéril y que no adelanta
Creeré que si puede funcionar, y querré trabajar en él, poniendo en él intencionalidad.
Y cuando todo parezca maravilloso, y sintamos felicidad,
me deleitaré en nuestra vida juntos, y me enfocaré en que crezca aún más.
Por Elizabeth Achtemeier: The Committed Marriage
Una fe atrevida recibe su recompensa
TRANSCRIPT
Esta mañana compartí una palabra con los hermanos del servicio y quisiera hacerlo también con ustedes. Quisiera que ustedes puedan buscar en sus Biblias en el Libro de Marcos, Capítulo 5, hay una historia que quiero compartir con ustedes. Es una historia que cada vez que yo la leo, que cada vez que me cruzo con ella me toca bien profundo en mi corazón, siempre encuentro algo distinto en ella entremedio de sus líneas. Y hoy pues, el Señor puso una inquietud en mi corazón y compartir esto también con ustedes y que ustedes puedan llevar esa bendición consigo en sus vidas también.
Y solamente quisiera leer algunos versos para poderlo contextualizar, que podamos entender por dónde estamos yendo. Yo sé que es una historia que muchos de ustedes conocen, pero que quisiera resaltar algunas cosas en la misma para la edificación de nuestras vidas hoy.
Libro de Marco, Capítulo 5, comenzando en el verso 21, dice así: “... Pasando otra vez Jesús en una barca a la otra orilla se reunió alrededor de él una gran multitud. Y él estaba junto al mar. Y vino uno de los principales de la sinagoga llamado Jairo y luego que le vio se postró a sus pies y le rogaba mucho diciendo, ‘mi hija está agonizando, ven y pon las manos sobre ella para que sea salva y vivirá.’ Fue pues, Jesús con él y le seguía toda esta gran multitud y lo apretaban. Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre y había sufrido de muchos médicos y gastado todo lo que tenía y nada había aprovechado. Antes le iba peor...”
Déjenme dejarlo ahí. Esto es una historia mis hermanos, que yo creo que tiene mucha relevancia para el día de hoy. Y yo sé que tal vez muchas mujeres de las que están aquí se pueden identificar con esa historia, pero yo creo que también los hombres tenemos mucho que aprender de la misma. Y lo primero que yo logro identificar es que Marcos habla acerca de cierta mujer. Es una mujer que no sabemos su nombre, es una mujer que no conocemos su identidad, no conocemos de su trasfondo, de su familia, no conocemos nada de esta mujer, lo único que sabemos de ella es que tiene un problema. Muchos de nosotros nos podemos nos podemos identificar al menos con ese aspecto. ¿Quién de ustedes no tiene problemas? Déjenme ver sus manos. Ok, estamos en el mismo barco entonces.
Esta mujer, su problema era único, por así decirlo, era un problema único. La Biblia, el relato lo describe como un flujo de sangre, muchas formas esto se puede interpretar que tal vez tenía una hemorragia o que tenía un problema con su ciclo menstrual. Pero el asunto es que por doce años esta mujer estaba sufriendo de eso, estaba padeciendo de esto. Ahora yo me pregunto, nosotros ahora si yo me pongo a pensar qué le pasa a una persona cuando tiene un problema de esta forma con su sangre. ¿Qué le pasa? Se debilita por un lado, la hemoglobina le baja y por ende se mamonea, una palabra bien portorriqueña, se me zafó ahí, se le quitan las fuerzas, las energías.
Ahora, si una mujer se pone moody cuando está en esos días, yo sé que las mujeres se pueden identificar muy bien con esto, y sus moods pueden variar de distintas formas, yo me pregunto, cómo variarían los moods cuando ha sido un problema de 12 años, cuán difíciles serían los moods con esa persona. Así que no tan solamente se sentía débil, no tan solamente tenía poca energía, encima de eso puede ser que estaba totalmente deprimida también y deprimida por qué. según lo que dice el relato había gasto todo lo que tenía en médicos y me gusta cómo lo dice, había sufrido por los médicos, o sea, los médicos en vez de traerle alivio le habían traído más sufrimiento y eso hay veces que uno lo ve hoy día, que uno va al médico para que le quiten el dolor y hay veces que uno sale con más dolor de la clínica del médico. Hay que orar por los médicos de hoy en día y si tengo algunos aquí, créame que estamos orando por usted.
Así que no tan solamente estaba débil, no tan solamente podría ser que estaba deprimida y que no había encontrado todavía esa sanidad que necesitaba, sino que también por los estándares y los patrones de esa sociedad en la cual ella vivía, una mujer que tenía esa condición se consideraba inmunda y al considerarse inmunda tenía que aislarse por completo. No podía entrar en contacto con nadie, ella tenía que vivir apartada de la gente. Si ella salía a la calle tenía que salir en un momento donde no se encontrara con la gente y donde ella tuviese que hacer las cosas que tenía que hacer por sí sola.
Así que yo me pongo a pensar en esto, mis hermanos, y yo quiero, yo les invito a que ustedes usen su imaginación conmigo en esta historia. Yo quiero que usted se traslade siglos atrás y que usted se imagine que usted está en el cuarto de esta mujer. Póngase en el cuarto de esta mujer. Tal vez esta mujer está acostada en su cama, tal vez está hastiada de la vida ya, no tiene esperanza, está tan agotada, tan angustiada que ya no sabe qué va a pasar con ella. Pero de repente, en ese cuarto ella empieza a oír un bullicio, desde su cuarto ella empieza a oír un bullicio que era totalmente distinto y así entre palabra y palabra lograba escuchar, ahí viene, ahí viene, ahí viene.
Y como que ese ahí viene, ahí viene, como que le causó algo a ella. ¿Quién viene? Y si somos bien pentecostales diríamos, Cristo, pero obviamente esa no es la idea. A medida que ella seguía escuchando comenzó el bullicio que empezaba a decir, Jesús, viene. Jesús está pasando por el vecindario. Ahí viene Jesús. Vamos a ver a Jesús.
Y esta mujer, yo me imagino, que de repente se puso a pensar; y ahí tal vez tendida en su cama, ella empezó a recordarse tal vez de los recuentos de esa persona que se llama Jesús, de cómo Jesús había sanado a muchos, de cómo Jesús había puesto su mano sobre ciegos y terminaban viendo, de cómo Jesús había puesto su mano sobre aquellos que eran cojos y salían brincando, porque no podían caminar y salían brincando, de cómo Jesús había libertado a un gadanero que estaba poseído por completo de legiones y terminó limpio y salió para servir y comunicar y anunciar las grandezas del Señor también.
Así que ahí está esa mujer acostada, yo me imagino que esta mujer de repente comienza a pensar: he tratado médicos, ninguno me ha podido curar; he gastado todo lo que tengo, todo mi dinero, y todavía sigo con este flujo, ¿podrá este Jesús hacer algo por mí? ¿Podrá este Jesús en el cual la gente está saliendo a correr detrás de él, podrá él verdaderamente hacer algo por mí ahora?
Y yo me imagino que dentro de esta mujer comenzó una batalla interna. Tal vez ahí acostada como que se levantaba y se sentaba en el borde de su cama y como que se mecía en la cama y como que pensaba, voy o no voy, me muevo o no me muevo. Y en su inquietud tal vez se levantaba y se asomaba por la ventana y comenzaba a ver el bullicio de la gente que venía, que venía, que venía, y tal vez ese bullicio como que le aumentaba su vigor hasta que de repente empezó a ver la silueta de Jesús así a lo lejos, a la distancia caminando. Y tal vez ella pensaba, tal vez esta es mi oportunidad, tal vez aquí es donde yo voy a poder encontrar lo que estoy buscando.
Y yo me imagino que ella se atavió, se puso su ropa rápido, se trató de tapar porque sabía que si iba a salir la gente la iba a criticar, porque se supone que no saliera, que no estuviera en medio de la multitud. Pero yo me imagino que ella sale y entonces está a la puerta de su casa, ahí a la entrada, y está todo el bullicio ahí, moviéndose de un lado para otro, y quien sabe si ya tal vez Jesús ya había pasado y estaba viendo a Jesús allá en la distancia y quizás si en ese momento como que se fue mi oportunidad, por allá va, voy a entrar de nuevo. Ella pudo haber dicho eso, pero no. ¿Qué es lo que dice el pasaje?
Ella se metió en el medio de la multitud y buscó llegar a Jesús. ¿Saben qué? Yo quiero hacer algo para despertarlos. ¿Me dan permiso? Tengo tiempo, mucho tiempo. Yo quiero voluntarios que vengan acá arriba conmigo un momento, por favor, rápido, rápido, no perdamos tiempo. Vengan, vengan, vengan. Venid, venid, venid.
Edy tu vas a ser el personaje de Jesús, párate allá. Yo quiero una multitud aquí en el mismo medio, una multitud bien grande, bien grande. Algún otro voluntario por favor. Yo quiero ilustrar algo para que ustedes puedan ver la dinámica de este pasaje. Ok, Jesús está allá pero miren allá hacia Jesús. Yo voy a ser esta mujer, yo estoy bien seguro de quien yo soy, conste.
Pero yo me imagino esta mujer que se tuvo que haber tapado para que nadie la reconozca, y tengo toda esta multitud en el mismo medio y mi respuesta está al otro lado. Y yo sé que de alguna forma u otra esa persona que está en el lado de allá, Jesús si te puedes acercar porque estás lejos todavía, ayúdame Jesús, por favor. Yo me imagino esta mujer que se tuvo que empezar a meter entre medio de... gracias.
A Jesús se le olvidó decir, alguien me ha tocado. Oh mi Dios... ahora entiendo a la mujer más todavía. Miren, ese gesto le pudo haber costado a esa mujer su vida. Pero ella estaba tan y tan y tan segura. Si usted ve en el relato donde ella dice, con tan solo yo tocar el manto, el borde del manto de Jesús seré salva, seré sana. Y en ese momento que ella se metió entre toda la multitud, y cuando vio una esquinita para poder agarrar el manto de Jesús, y lo tocó, algo sucedió ahí, algo sucedió en ese momento que le hizo una pausa a la caminata.
Yo me imagino que esa mujer cuando alcanzó a tocar a Jesús, que sintió lo que pasó, se fue, pero en esa ida ella sabe que lo que estaba ocurriendo en su interior paró, cesó. Y en ese momento Jesús no sintió cosquillas salir de él, Jesús no sintió un airecito que lo sopló, Jesús sintió algo salir de él. Y ahí es donde todo para. Y viene esta pregunta: ¿quién me tocó?
Entonces viene este dilema, los discípulos como que Jesús, pero, what are you talking about, man? Todo el mundo te está oprimiendo, todo el mundo quiere coger un cantito de ti como si tu fueras un pie de manzana. Todo el mundo quiere un cantito tuyo y tu vienes a decir que alguien te tocó. Pero miren, aquí es donde yo veo esa dinámica tan bella de Jesús porque Jesús, yo me imagino que él estaba teniendo una comunicación de corazón a corazón con esa mujer, no se veía donde estaba ella, pero él sabía que ella estaba por ahí, él sabía que esa mujer estaba tal vez por ahí escondida, con temor, pero que a la misma vez estaba contenta por lo que había sucedido con ella.
Y yo me imagino que Jesús en su corazón estaba diciendo, ven, ven, dondequiera que estés, no juegues a esconder. Cuantos de nosotros el Señor nos dice, no juegues a esconder conmigo. Por aquí te veo, yo sé dónde estás. Hasta que esta mujer, yo me imagino, que en su corazón ella sentía ese clamor del corazón de Jesús, ella sentía ese llamado de Jesús diciendo, ven, dónde estás, hasta que de repente la multitud se partió en dos como si hubiese sido el Mar Rojo, y sale esta mujer y yo me la imagino a ella que venía, como dice el pasaje, temerosa y temblorosa y tal vez tenía una risa de nervio, pero llegó hasta Jesús y se postró ante él y dijo a Jesús, yo fui, yo fui la que te tocó.
Y mire cómo Jesús le dice, si vemos el texto Jesús le dice, “...hija, hija..” Marcos la identificó como una mujer cualquiera sin nombre y Jesús le dijo hija. “... tu fe te ha sanado, tu fe te ha hecho salva...”
¿Saben qué, mis hermanos? Yo puedo decirte que aquí hoy en medio nuestro hay gente que se creen como si fuera uno más en medio de la multitud. Hoy aquí hay alguien que puede pensar o creer que tu identidad nadie la conoce, tal vez tu estás aquí hoy, estás ahí sentado o sentada, me estás escuchando pero en tu interior estás como que qué diferencia hace esto, quién verdaderamente se interesa por lo que yo vivo, por lo que yo tengo. Who cares?
Tal vez el problema por el cual tu estás pasando, tu has gastado de lo que tu tienes por tratarlo de resolver, tal vez has gastado dinero, si es una condición física la que te está dañando, atribulando. Tal vez has gastado energías físicas, energías emocionales, energías mentales, tratando de buscar una solución a ese problema con el cual estás lidiando y usted llene el blanco, puede ser un problema con tu hijo, con tu hija, con tu esposo, con tu esposa, con el jefe gruñón en tu trabajo, puede ser un problema contigo mismo, con tu propia actitud, con tu ambivalencia, que hoy quieres hacer una cosa, pero mañana no, que hoy le hablas bien a tu gente, pero mañana les estás bajando los santos del cielo, y esas son las cosas con las cuales uno pelea. Y puede ser que hayas estado luchando por meses como puede ser que hayas estado luchando por años con esa situación. Puede ser que como esta mujer ya tu estás tirado en la cama, vencido, vencida, sin energías, sin fuerzas, deprimido y nada pasa, te has entregado a la corriente a ver qué sucede contigo. Puede ser que como esa mujer tu estés como quien dice, me paro de la cama o no me paro, podrá verdaderamente suceder algo conmigo o no. Puede ser que como esa mujer tu estés tal vez asomándote por la ventana y viendo el gentío, puede ser que estés escuchando lo que otros están diciendo de Jesús pero que tu todavía no has experimentado.
¿Me siguen? Puede ser que estás en el proceso de ponerte todas tus cosas y taparte lo más que tu puedas para que nadie vaya a decir, ah, mira este se metió a cristiano ahora, y estás como que ahí, en el tire y jala, salgo o no salgo, me meto en la multitud o me quedo acá, busco lo que tanto necesito al menos en esta persona de la cual estamos hablando, o me quedo aquí metido en mi cuarto sufriendo, desangrándome. Me quedó aquí botando toda mi sangre. Quien sabe si tu propia fe se está desangrando y tu no lo has querido reconocer.
La historia no se queda ahí. Hay otro personaje en la historia, ese personaje se llama Jairo. ¿Saben quién era Jairo? ¿Quién era? El que dijo que su hija se estaba muriendo, pero ¿quién era él? El principal de la sinagoga. Saben lo que era un principal de la sinagoga. Se lo voy a poner en términos bien de nosotros ahora mismo. Esta mañana yo entrevisté a un principal de escuela y a un principal asistente de otra escuela. En otras palabras, entrevisté al hermano Miguel Prieto y al hermano David Díaz, los entrevisté a ellos dos. Y yo les hice una pregunta, usted cómo principal de escuela qué es lo que usted tiene que hacer. Y lo primero que me dicen, obviamente velar por el cuidado y la educación de los muchachos que vienen ahí. Segundo, ¿cuál fue? Uno tiene que estar evaluando a los maestros, velando que ellos estén impartiendo una buena educación. Tercero en la lista, bregar con los padres, con todos los issues que ellos puedan tener con sus hijos también, bregar por la seguridad, atender la administración de esa institución, que toda pueda correr de acuerdo a las leyes del estado, y otro sinfín de cosas que yo sé que no me mencionaron pero que como quiera las hacen.
¿Saben lo que hacía el principal de la sinagoga? El principal de la sinagoga era el que se encargaba de estudiar todo lo que los maestros rabinos iban a enseñar. Él era el que se encargaba de poner en orden, quién le toca cuándo, a qué hora y en qué lugar dentro del templo. Era el principal de la sinagoga el que se encargaba de todo ese tipo de administración. Así que yo no estoy hablando de un Juan Pancho de las Casas, yo estoy hablando de un hombre que tenía una posición de autoridad, que tenía un lugar de influencia, que lo que él decía eso iba, ese es el tipo de persona de quien yo estoy hablando.
Y miren qué interesante porque si yo sigo el relato, qué es lo que dice, que este hombre se acercó a Jesús, lo saludó, vaya Jesús, cómo estás. Se ve muy bien tu toga. Ese hombre se olvidó que era principal, se olvidó de su estatus, se olvidó de los diplomas que tenía lindando en su pared, él se olvidó tal vez del efot que el hombre iba usando, y él lo único que tenía en la mente eran dos cosas: uno, que tenía una necesidad porque su hija se estaba muriendo, y segundo, porque la única respuesta que él tenía a su problema estaba en Jesús.
¿Quién sabe si él igual que la mujer probó con muchos médicos, llevó a su hija a muchos médicos, a curanderos en aquella época? Hey, mira, mi hija se está muriendo, mira si puedes hacer algo con ella. Pero ninguno, ninguno, ninguno, ninguno pudo hacer algo con ella. Es bien interesante porque este pasaje de Lucas, esta historia en Lucas que la mujer había sufrido de su flujo de sangre ¿por cuántos años? Por 12 años. Si ustedes ven la misma historia en el pasaje de Lucas, ¿cuantos años tenía la niña? 12 años. Este padre presenta a su hija, le da a una identidad, Jairo le dio identidad a su hija, sin embargo la mujer se presenta como si fuera una más en la multitud, pero ¿qué fue lo que hizo Jesús cuando ella se le acercó a él? Le dio identidad. Le dijo, tu eres mi hija.
Oigan, mis hermanos, yo quiero, yo me pregunto cuando yo busco la forma en que esta historia me hace sentido en el día de hoy, una de las primeras cosas que yo pregunto es, ¿dónde estamos nosotros? ¿Dónde estás tu? ¿Estás tu como la mujer tal vez tirada en la cama, que ya te has rendido y has entregado tu vida a merced de lo que vaya a pasar? ¿Tal vez te estás asomando por la ventana a ver por dónde viene el bullicio y escuchando lo que están diciendo, pero que tu no has experimentado todavía? ¿Tal vez te estás vistiendo y preparándote para salir y tirarte a ver si algo funciona? ¿O estás metida en el mismo medio del bullicio abriendo espacio para poder llegar a donde tienes que llegar?
Tal vez eres como un Jairo que ha decidido despojarse de todo título y posición que tenía por venir y presentarse a los pies de Jesús y poder encontrar en él la respuesta que tanto anhelaba. Y yo me pregunto cuál será el bullicio que se pone entremedio de nosotros y de Jesús. Cuál será el bullicio que está en tu vida, cuál será la multitud que se está interponiendo entre ti y la persona de Jesús, la respuesta que se encuentra en Jesús para que tu puedas llegar.
Como mencioné hace un minuto, puede ser que sea algo, una manera de pensar en ti, que no quieres ceder a eso y estás tan empecinado con esa forma de pensar que no hay nadie que te saque de ahí. Puede ser que la crisis en la cual está viviendo la nación entera ahora mismo haya puesto a tantos con los pelos de punta que no se sabe qué va a pasar ni qué va a suceder. Estas personas en el relato bíblico habían puesto su esperanza en lo que tenían de frente, pusieron su esperanza primero en un médico, pusieron su esperanza en los recursos materiales que tenían, pero nada de eso funcionó. Hoy día, en el sistema en el que vivimos hay gente que pone su esperanza en Wall Street, hay gente que pone su esperanza en Main Street, y todas esas instituciones, ¿qué está pasando con ellos? Se están desmoronando por completo. Es una crisis que está afectando a la nación en tantas formas y entonces ¿dónde estamos buscando esperanza? Estamos buscando ahora esperanza en dos personas: digo, no estamos, están, porque nosotros sabemos dónde está nuestra esperanza. Pero la gente gravita todo eso, las preguntas que le hacen: cómo usted piensa resolver el problema de la economía? Y ¿saben qué? Puede sonar bien articulado lo que dicen, pero yo me imagino que a los oídos de Dios se oye como bla, bla, bla, bla, bla.
Y al otro le preguntan y ¿qué piensa hacer usted con la guerra? Y puede sonar bien, bien articulado lo que dicen, pero a los oídos de Dios se oye como bla, bla, bla, bla. O tal vez Dios dice, oh, muy bien el discurso, pero ¿tu sabes qué? Yo soy el que tiene la última palabra.
Y mis hermanos, ¿saben qué? Esto yo lo digo como un paréntesis aquí, porque yo creo que es bien importante que nosotros podamos entender esto. Esta historia ¿saben qué? En ese personaje de la mujer yo veo el personaje de la iglesia representado ahí, porque la iglesia de alguna forma u otra, por todas las circunstancias que están ocurriendo alrededor del mundo que han oprimido y que han presionado de alguna forma u otra a la iglesia, la iglesia puede sentir que ha estado sufriendo de una hemorragia también. Pero yo entiendo que la iglesia como hizo esa mujer en la historia es el recurso que Dios quiere y va a usar para que haya una manifestación de su poder en estos tiempos, para que el tumulto que hay en medio de la algarabía de la muchedumbre, de la gente, se pare por un momento y que se oiga escuchar esas palabras que digan, alguien me ha tocado. Y ese alguien es la iglesia.
Estamos viviendo en tiempos críticos donde es necesario que los principios de esta historia se vean hoy día. Es necesario que la iglesia se levante de su cama de sangramiento, es necesario que la iglesia se asome a la ventana y que pueda ver lo que está sucediendo ahí afuera, pero eso no es suficiente. Es necesario que la iglesia se atavíe, se vista, y rompa por ahí y se meta en la muchedumbre hasta poder llegar al punto que se desate ese poder de Dios.
¿Sabe a quién le toca hacer eso? A todos ustedes. El mensaje es este: cómo usted se va a levantar del lugar donde está para hacer todo lo posible por romper todos los patrones de esta sociedad y meterse en la algarabía, aunque te critiquen, aunque te empujen, aunque te den patadas, aunque te hagan tropezar y caer, pero que tu puedas hacer todo lo posible por llegar y alcanzar tocar a todo lo que significa Jesús, puede ser el borde de su manto, puede ser su chancleta, pueden ser los pelos de la pierna, puede ser todo lo que usted quiera. Y la idea es que usted se mueva con una fe atrevida, mis hermanos. Yo creo que Dios está buscando que nosotros tengamos una fe atrevida verdaderamente poder ver su fuerza, su majestad moviéndose, obrando en formas que ni usted ni yo habíamos visto antes.
Y ¿saben qué? Es bien interesante porque digo fe atrevida con intención, porque cuando yo era chiquito, yo no sé ustedes, pero para mí el ser atrevido era algo malo. Mi mamá me decía, mira muchacho, no seas atrevido. Y eso era algo malo y ahí venía el cocotazo por la cabeza. Pero yo entiendo que lo que esta mujer tuvo fue las agallas y el valor de tener una fe atrevida que se fue en contra de todo lo que le impedía a ella meterse en la gente y poder llegar a tocar a Jesús.
Guau, yo creo que es como si el Señor mismo nos dijera, ¿dónde estamos? ¿Dónde estamos? Yo me imagino que en el cuarto de esa mujer, en el cuarto de Jairo, cuando ellos se enteraron que Jesús, yo me imagino que estas dos personas de alguna forma u otra tuvieron esa guerra, esa batalla interior, ¿voy o no voy? Me atrevo o no me atrevo.
Jairo tal vez por un lado estaba diciendo, pero yo, principal de la sinagoga, sabiendo que Jesús ha tenido tantas peleas con los rabinos en la sinagoga, sabiendo que todos esos rabinos van a estar bien pendientes a mí a ver qué yo hago, qué no hago, yo no puedo ir. Quiero pero no puedo.
Yo me imagino que esa otra mujer también estaba pensando, si voy me van a decir algo, si me asomo me van a dar de codazos. Pero yo entiendo mis hermanos, que hay un Dios que trabaja tras bastidores aún cuando nosotros no lo podemos ver y Dios trabaja mediante su gracia obrando en nosotros. es la gracia de Dios la que nos mueve a nosotros a hacer cosas que nosotros no pensamos jamás que podíamos hacer.
¿Saben qué? En estos días pasados, mi hermana Carolina, ella me dio como unos mensajes que ella recibe usualmente en el email de un ministerio profético, y hay veces que yo los leo, pero hace tiempo que yo no los leía lo que ella me pasaba, y la semana pasada me dio con, ella lo tenía encima del escritorio, yo lo cogí por relajar y dije, vamos a ver cuál es la palabra... bueno, no por relajar, lo tomé en serio. Pero lo cogí y abrí y yo dije, vamos a ver cuál es la palabra de Dios para hoy. y estoy leyendo y de repente me crucé con esta frase que decía, Dios te ha puesto en un momento de gracia inusual. Lo decía en inglés, God has given you a time of unsual grace to get your bearings. Dios te ha puesto en un momento de gracia inusual para que puedas recogerte, ubicarte, y una vez lo hayas hecho que puedas responder a su llamado en ti.
¿Saben qué? La gracia de Dios obra cada día, la gracia de Dios actúa en nosotros cada día, pero cuando dice que hay una gracia inusual, an unusual grace, una gracia inusual, en otras palabras, es una gracia distinta, es una gracia que tiene un propósito distinto, es una gracia que está buscando que se acontezca algo en ti que no había pasado antes, es una gracia que está buscando que lo que sea que está estancado en tu vida, se suelte, es una gracia que está buscando que eso que se está desangrando en ti, se pare de una vez y por todas, es una gracia que está buscando que si el dinero se te está yendo por un roto del bolsillo, esa gracia está buscando que ese bolsillo se cosa completo y que se pueda ministrar bien como Dios manda, es una gracia inusual que está buscando que si tu matrimonio se está desangrando por aquí, por allá, norte, sur, este y oeste, que entonces eso se detenga por completo.
¿Vamos a dejar esa gracia inusual pasar? ¿O vamos a fluir con ella? ¿Vamos a dejar que la muchedumbre impida el que yo pueda llegar? ¿O voy a esforzarme hasta poder llegar a ese recurso de vida y de poder para que todo a mi alrededor pueda ser transformado, para que todo en mi vida pueda ser transformado y a través de mi vida, que todo a mi alrededor sea transformado también?
Oigan, hermanos, esto es algo serio. Esto es serio. Esa mujer lo arriesgó todo por llegar a Jesús. Jairo arriesgó su posición por llegar a Jesús. Y ¿Saben lo que pasó? Adquirieron su recompensa, adquirieron su respuesta. Jesús tenía esa respuesta para ellos. Yo quiero dirigir esta palabra a ustedes para cerrar.
Yo quiero que usted mire el centro de su vida ahora mismo y que usted evalúe dónde usted está, dónde tu estás. ¿Estás escuchando los rumores pero no estás haciendo nada? ¿Te estás asomando por la ventana pero nada todavía? ¿Estás pensando en tu estatus que se me vea bien la corbata y que nadie vaya a pensar nada mal de mí?
Una fe atrevida es la que va a recibir su recompensa. Dios está buscando una iglesia que sea atrevida, hoy más que nunca. Dios está buscando en su pasar, es más, yo sé que a mí me han dicho que uno no debería leer mucho en las Escrituras, pero conociendo lo que se dice de Jesús, que él es soberano, él sabía lo que iba a pasar tan pronto él se bajó de esa barca. Él sabía que Jairo se le iba a presentar. Él sabía que esta mujer se le iba a acercar por detrás y tocar el borde de su manto, él está moviéndose en medio de tu vida.
Hay veces que Dios sí se mueve tras bastidores, pero hay veces que Dios se mueve bien claramente delante de ti. ¿Cómo nosotros vamos a responder a esa acción de Dios? Yo le invito, mi hermano, mi hermana, que se ponga de pie un momento, vamos a orar.
Sabe, yo no conozco tu identidad, yo conozco quién tu eres, yo no conozco lo que tu vives día tras día, noche tras noche, 24 horas al día, los 7 días de la semana, yo no sé, pero hay alguien que sí lo sabe. Y ese alguien está tan y tan dispuesto para obrar en ti, para bendecir tu vida, he’s dying for it, él se está muriendo por bendecir tu vida y hay veces a él se acerca a ti pero hay otras veces que él quiere que tu te acerques a él. ¿Dónde estás?
Puede ser que en tu cama a donde tu puedas estar, tu ni tan siquiera has considerado el seguir a Jesús y yo te puedo decir en esta tarde que si tu quieres ver algo obrando en ti y Jesús no está en el panorama de tu vida, este es el día donde él puede entrar, donde tu puedes permitir que él entre en ese panorama y que las cosas cambien por completo. En un día como hoy, Señor Jesús, viene caminado y hay una multitud, hay una multitud de problemas que tu crees que no van a permitir el que tu puedas experimentar el toque sanador de él, pero él sabe, él sabe que si tu das ese paso y te esfuerzas, él se va a encargar del resto, él se va a encargar del resto.
Déjame terminar de decirte esto, cuando Jesús estaba hablando con esta mujer después de haber sido sana, alguien se le acercó a Jairo y le dijo, Jairo, no molestes al Maestro más, tu hija ya murió. Yo me imagino que para Jairo en ese momento fue como si el ruido que estaba haciendo toda la gente se hubiese apagado y su mundo entero se cayó. Yo me imagino que Jairo dijo, ya, hasta aquí fue, se acabó. Pero Jesús estaba ahí y escuchó lo que le dijeron a Jairo, y rápidamente se volvió donde Jairo y le dijo, Jairo, no temas, solo cree.
Tal vez hay algunos aquí que sienten que su vida se está desangrando y te identificas muy bien como la mujer, pero puede ser que haya otros aquí que te puedes identificar con Jairo y que tal vez te dijeron esa mala noticia y estás diciendo, ya aquí se acabó. Pero Jesús te dice, no temas, cree, cree.
Si tu quieres en esta tarde, si tu quieres tener un momento donde tu te puedas acercar a Jesús y hacer ese gesto de estirarte y esforzarte hasta alcanzar y tocar el borde del manto de Jesús, para adquirir en tu vida la sanidad y la salvación que solamente él puede dar, yo quiero que ahí donde tu estás tu levantes tu mano y yo quiero orar por ti.
Señor Jesús, en una forma, en un gesto de fe, Señor levantamos nuestra mano, estirándonos para alcanzar tocarte a ti, Señor. Padre, y no es una novela, no es algo ficticio, yo creo que es bien real que cuando esa fe que tu has activado en nosotros se pone en acción, en una forma atrevida, en una forma valerosa, tu Señor, permites que poder pueda salir de ti para que nuestras vidas puedan ser transformadas, puedan ser cambiadas, puedan renovadas y ahora mismo tu tienes tus hijos e hijas, Señor, que están extendiendo sus manos hacia ti, pues han intentado todo, han intentado médicos, han intentado su mejor amigo, su mejor amiga, su mamá, su papá, el hijo, la hija, la esposa, el esposo, lo han intentado todo, han intentando su trabajo pero nada todavía, Señor, y este ..... manos a ti porque de ti es que proviene el poder, de ti es que provienen las fuerzas, de ti es que proviene ese toque sanador, ese toque salvador, redentor, solo de ti, Señor.
Yo te pido que ahora mismo tu Espíritu Santo, Señor, alcance las manos de cada uno de mis hermanos y hermanas y que ellos puedan sentir y recibir de ti ese toque de tu poder, Señor, para que su fe pueda recibir, mi Dios, la recompensa que tanto espera, Señor.
Padre, suelta ese espíritu de poder, ese espíritu de fe, tu estás llamando a una iglesia, Señor, que se atreva a moverse entre medio de la multitud para que pueda entonces verse esa manifestación tuya en todo los sectores de esta sociedad en la cual vivimos. Y Señor, como iglesia oramos por esta nación, como cuerpo nos extendemos hacia ti pidiendo un milagro en esta nación, Señor, hay líderes políticos que se están peleando y se están quemando las pestañas tratando de buscar una solución a la crisis en este país pero nosotros como iglesia sabemos y declaramos que la solución se encuentra en ti, Señor.
Hay gente que gravita su esperanza hacia candidatos a la presidencia pero nosotros gravitamos nuestra esperanza hacia ti, Señor. Y no obviamos nuestra responsabilidad como ciudadanos del Reino tuyo, de orar e interceder por los líderes gubernamentales políticos de esta nación, lo más que podemos pedirte Señor, como tu cuerpo es que tu tengas misericordia, Señor y que tu en tu gracia sea quien sea la persona que termine al final, así como tu hiciste con el rey Siro, que no era una persona que tal vez te reconocía en su totalidad, pero tu como quiera lo declaraste que era tu siervo, y tu lo usaste en la misma forma, Señor. Sea quien sea la próxima persona que termine en el poder, que tu demuestres tu gracia, que tu demuestres tu misericordia, Señor, que tu demuestres tu sabiduría y tu poder obrando en esa persona y a través de esa persona.
Decimos esto, Señor, porque nuestra mente es bien finita, pero tu eres soberano, tu ves más allá y pedimos Señor, que tu en tu infinita misericordia operes como tu sabes que mejor pueden ser las cosas. Padre, y aún si la situación se pusiera peor, que nosotros como iglesia no dejemos de movernos a través de la muchedumbre para alcanzar tocar tu manto, Señor, y ver una manifestación de tu poder, que no nos dejemos vencer por las situaciones tirados en una cama, aislados de todos los demás, sino que podamos ataviarnos con tu armadura, Señor, que podamos vestirnos con la fuerza que tu nos das, con la autoridad que tu nos das para poder vivir en una forma que podamos ver ese toque tuyo en medio de nuestras vidas.
Señor, así como esa mujer estaba en la multitud entiendo que hay alguien aquí que se siente como uno más, te sientes que no sabes ni por qué razón estás aquí pero el Señor ahora mismo está teniendo una conversación contigo corazón a corazón.
El Señor te está diciendo que esta es tu oportunidad para experimentar esa gracia inusual y ubicarte en el lugar donde recibirás la bendición que tanto buscas y que tanto esperas. Solo a través de mí, te dice el Señor, escucha bien, solo a través de mi, podrás salir a flote, no es por tus propias fuerzas, no es por tus propios recursos, es por mí. Si Dios te ha hablado hoy y yo sé que así ha sido, por favor recibe esa palabra y en la mejor forma que tu entiendas obedece al llamado de Dios en tu vida.
Padre, yo declaro tu bendición sobre tus hijos e hijas. Señor Jesús que podamos seguir viviendo en una forma donde nuestra fe nos mueva a alcanzarte a ti, Señor, que no nos dejemos llevar por las circunstancias que nos rodean, no nos dejemos intimidar por nada sino que podamos movernos, Señor, como una fe segura, convencida de que tu eres nuestra esperanza, que en ti están nuestras esperanzas, Señor.
Bendice a tus hijos e hijas, Señor, bendice a sus familias, yo declaro tu bendición sobre cada uno de sus familias, sobre sus trabajos, sus estudios, aquellos que están en la escuela, en la universidad, a los solteros, los bendigo, Señor en esta iglesia, declaro tu fuerza en medio de ellos, dominio propio, mi Dios, la certidumbre de que tu los amas y que tu tienes lo mejor para ellos. A la juventud de esta iglesia yo la bendigo, Jesús, a la niñez de esta iglesia, Señor, la bendigo también, a todos los líderes, Señor, los pastores, los líderes de esta iglesia, declaro tu bendición sobre ellos y que todos como tu cuerpo podamos seguir moviéndonos, Señor, hasta alcanzarte a ti, ese llamado al cual tu nos das a cada uno de nosotros poder alcanzar esa meta final. Tu que eres el autor y el consumador de nuestra fe, gracias Señor Jesús. Amen y amen. Gracias Dios, gracias Dios.
Fluir bajo autoridad
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Quiero concluir la enseñanza que estamos desarrollando concerniente al tema de la autoridad. La autoridad espiritual, la autoridad humana, la autoridad física inclusive también, porque hemos dicho que la autoridad es la misma, tanto en el mundo físico como en el mundo espiritual, como en el mundo humano también, en el mundo de la sociedad.
Quiero que comencemos con un pasaje, hay otros pasajes que quiero tratar con ustedes en esta mañana y les aconsejo que los que puedan, busquen estos sermones en el Internet, los vean, o los compren aquí en la librería de la iglesia cuando estén disponibles, porque yo sé que podemos beneficiarnos de meditar en estos conceptos que son bastantes profundos y que son de provecho mientras más los escuchamos, no porque los predique yo sino porque son palabra de Dios que yo siento que Dios está trayendo en una forma profética a su pueblo en este tiempo.
Bien, en el Evangelio según San Lucas, en el Capítulo 7, versículos 1 al 10, dice la palabra del Señor, hablando de un centurión:
“... después que hubo terminado todas sus palabras al pueblo que le oía entró en Capernaúm hablando de Jesús, y el siervo de un centurión a quien este quería mucho estaba enfermo y a punto de morir. Cuando el centurión oyó hablar de Jesús le envió unos ancianos de los judíos rogándole que viniese y sanase a su siervo....”
Este centurión intercede a favor de un siervo suyo, algo que es raro que un hombre de tanto poder esté interesado tan profundamente que un mero sirviente de él sea sanado, porque en el tiempo en que esto se da no era típico ese tipo de intercesión o de interés.
“... y ellos vinieron a Jesús y le rogaron con solicitud diciéndole, es digno que le concedas esto porque ama a nuestra nación y nos edificó una sinagoga. Y Jesús fue con ellos, pero cuando ya no estaban lejos de la casa, el centurión envió a él unos amigos, diciéndole, Señor, no te molestes, pues no soy digno de que entres bajo mi techo...”
Este hombre se dio cuenta de que el Señor había escuchado su petición y quizás alguien fue a decirle y le dijeron la noticia de que el Señor se dirigía hacia su casa para sanar a su siervo. Pero el centurión le dice:
“...no te molestes, no soy digno de que entres bajo mi techo, por lo que ni aún me tuve por digno de venir a ti, pero di la palabra y mi siervo será sano...”
Simplemente le dice, mira, tu no tienes que venir y estar físicamente aquí en mi casa, yo creo, que con tu palabra es suficiente, simplemente di la palabra de sanidad y eso es más que suficiente. Y miren el razonamiento de este hombre, ahí es donde yo quiero llegar: el origen de su razonamiento, por qué él le dice al Señor, di la palabra simplemente y eso es suficiente, para mí, yo creo que tu lo puedes hacer. Dice,
“.....porque también yo soy hombre puesto bajo autoridad...”
Primero, él es un hombre que está bajo autoridad, él era un centurión, podríamos decir que era como un capitán o un mayor del ejército, y él entendía que él estaba bajo autoridad porque encima de él había coroneles, había generales, inclusive quizás el César que estaba muy por encima de él, él estaba bajo autoridad.
“... yo soy hombre puesto bajo autoridad y tengo soldados bajo mis órdenes...”
Primero, él sabe que él está bajo autoridad pero también él sabe manejar autoridad, él sabe lo que es la autoridad, porque tiene autoridad encima de él y tiene gente debajo de él. Él ejerce autoridad también, así él sabe cómo funciona la autoridad, debajo de él como capitán o mayor hay tenientes, hay sargentos, hay cabos, podríamos decir así en términos de rango. Yo no sé los rangos en el ejército romano, pero había gente que estaba bajo su autoridad también.
“... y tengo soldados bajo mis órdenes y digo a este, ve y va, y al otro, ven y viene, y a mi siervo le digo, has esto y lo hace....”
En otras palabras, mire cómo le está sonando. Cuando yo uso autoridad yo con mi boca le digo al sargento, ven acá, y el sargento enseguida viene, y le digo al cabo, ve allí y él obedientemente va y hace lo que yo le digo. Esa es la naturaleza de la autoridad. Autoridad es influencia valedera para que otros hagan algo o para que algo obedezca, sea humano, sea espiritual o sea material. Todo es lo mismo, es la misma moneda siempre, la moneda de la autoridad la que cuenta. Autoridad es eso, tener bastante peso, bastante influencia, bastante respaldo de manera que cuando uno dice algo a alguien, has algo, ese algo, o ese alguien obedece, porque está en uno la fuerza para hacer valer lo que uno está ordenando que se haga.
Entonces él dice, “....has esto y lo hace. Al oír esto, cuando el Señor oye el razonamiento de este hombre dice que se maravilló de él y volviéndose dijo a la gente que le seguía, asombrado el Señor dijo, ¿saben qué? ni aún en Israel he hallado tanta fe...”
El Señor se maravilló de que un soldado romano, no judío, no entendía la Biblia, nunca había estudiado que sepamos el Antiguo Testamento, no tenía estudios de teología hebrea, ni nada, pero el Señor se maravilló de su introspección teológica, de la sabiduría espiritual que este hombre estaba mostrando por medio de su experiencia como soldado, y cómo pudo transferir esto al mundo del espíritu. Y el Señor dijo, guau, ni en Israel he hallado tanta fe.
Y al regresar a casa los que habían sido enviados hallaron sano al siervo que había estado enfermo. Yo me pregunto inclusive si el Señor ni siquiera dijo, está bien, sé sano, siervo del centurión. Parece que la fe, yo pensaría que la fe de este hombre fue tan grande que activó el poder de Cristo, simplemente por creerle al Señor Jesús, porque sabía cómo se mueve la autoridad.
Y usted ve por qué yo escogí este pasaje. Aquí hay cosas bien profundas que nosotros debemos entender, porque fíjese cuando yo comencé a predicar estos sermones, yo no entendía todo lo que entiendo ahora. El Señor me ha hablado bastante y esta mañana sobre todo dije, guau, verdaderamente ahora yo entiendo muchas cosas.
Uno dice cosas a veces y no sabe todas las ramificaciones de lo que está diciendo, pero yo siento verdaderamente que el Señor me está hablando y nos está hablando para que podemos verdaderamente movernos en el poder que él quiere que nosotros nos movamos. Pero fíjense que yo les había dicho a ustedes al principio, búsquelo si quiere en el sermón antepasado, creo que fue, ni siquiera fue el del domingo pasado, porque este es el tercer domingo que hablo sobre autoridad, que hay diferentes tipos de autoridad.
Dije que el universo, el mundo físico, el cosmos, la creación, los montes, la tierra, los átomos y moléculas, el cuerpo humano biológico, los animales, los cuerpos celestes, estrellas, galaxias, planetas, todo se mueve conforme al principio de autoridad. Y les mostré en el salmo 104 cómo el Señor dio la orden y fue. Por ejemplo, usted busca en Génesis y el Señor dice, sea la luz, y ¿qué pasó? Vino la luz. Surjan el sol y la luna, surgen. Sepárense las aguas de la tierra, se separaron. Haya peces y animales y aves, surgieron todas esas cosas. ¿Qué fue lo que hizo posible que se crearan todas esas cosas? La autoridad de la boca de Dios. El poder, la autoridad que hay en Dios.
Y Dios escribió leyes en el universo que no van a ser violadas. Los planetas funcionan conforme a ciertas leyes eternas. La luz viaja a cierta velocidad. La biología humana funciona conforme a reglas específicas, los mares, la naturaleza del agua es incambiable. Hay diferentes, en el mundo físico, fisiológico, hay leyes que Dios estableció y que Dios profirió el mundo, porque Dios es la autoridad perfecta, total, de manera que cuando Dios dice una cosa su palabra es absolutamente irresistible. Lo que él dice tiene que hacerse y tiene que cumplirse. Si él dijo, sea la luz, surge la luz, porque él lo dijo. Es decir, solamente Dios tiene ese poder absoluto, esa autoridad absoluta para que lo que él dice en cualquier ámbito, físico, espiritual, humano, tiene que obedecerse lo que él dice a la perfección.
Pero entonces vemos que el mundo físico obedece a leyes y a autoridad que viene de parte de Dios. y yo dije también que el mundo espiritual, el mundo de los espíritus demoníacos y divinos, angelicales también se mueve bajo autoridad y vimos cómo hay rangos, hay jerarquías, hay ángeles, arcángeles, hay querubines, hay serafines, el Hijo se somete al Padre, el Padre está sobre el Hijo. En el mundo de los demonios hay principados, hay potestades, hay diferentes rangos de demonios, y diferente autoridades y poderes y el mundo del espíritu también se mueve bajo conceptos de autoridad.
De paso, me vino a la mente esta mañana el caso de cuando los hijos de Heseba, ¿cuántos han oído hablar de los hijos de Heseba en el Libro de los Hechos? Estos eran dos hombres que vieron a Pablo hacer grandes milagros. Veían que por medio de los Apóstoles los demonios salían de la gente. ¿Por qué? Porque los Apóstoles tenían autoridad. ¿Quién les dio autoridad a los Apóstoles sobre los demonios? El Señor Jesucristo. No recuerdan que en Mateo y en Marcos dice que el Señor les dio autoridad sobre los demonios cuando los envió. Y cuando ellos regresaron dice, Señor, aún los demonios se sujetan a nosotros. Estaban boquiabiertos. El Señor les dijo, eso no es nada, las cosas que yo hay aún mayores ustedes las harán.
Y antes de él ir a su padre, dijo, toda autoridad me es dada en el cielo y en la tierra, por tanto id. Les dio autoridad a los discípulos. Entonces, cuando estos dos hombres vieron no sé cuántos eran, supongamos que eran dos, que por medio de la palabra de los Apóstoles los demonios salían, dijeron, bueno, nosotros también podemos hacer lo mismo y entonces se fueron a donde un hombre endemoniado y le dijeron, en el nombre de Jesús, el que predica Pablo, te reprendemos y te ordenamos sal de ellos. Y ¿qué le contestó el demonio? Dijo, bueno, nosotros conocemos a Pedro y sabemos quién es Pablo, pero ¿ustedes quiénes son? Y se les tiró encima y dice que salieron corriendo con toda la ropa deshecha porque no pudieron resistir la fuerza del demonio.
¿Qué vemos aquí? La misma idea. Los demonios dijeron, bueno, nosotros sabemos que tenemos que obedecer a la autoridad de Pablo y de Pedro y de los Apóstoles porque el Señor Dios les dio autoridad, pero ustedes, ¿dónde están sus credenciales? Enséñenme el carné de exorcista, ¿dónde está? Como no lo tenían, los demonios no les obedecieron.
Usted ve que el mundo de los espíritus se mueve también. Cuántas veces vemos en la Biblia esto de que Dios nos ha dado autoridad. La palabra exousía, o exousía en griego quiere decir autoridad. A veces esa palabra se traduce poder, otras cosas, pero es autoridad. Dios nos da autoridad sobre las enfermedades, nos da potestad, otra palabra también que se usa.
Si usted mira en el Evangelio según San Marcos, Capítulo 16, dice, el Señor antes de irse “... id por todo el mundo predicad el Evangelio, el que creyere y fuere bautizado será salvo más el que no creyere será condenada, y estas señales seguirán a los que creen. En mi nombre echarán fuera demonios, hablarán nuevas lenguas, tomarán en las manos serpientes y si bebieren cosa mortífera no les hará daño, sobre los enfermos pondrán sus manos y sanarán...”
¿En nombre de quién? En el nombre de Jesús. ¿Por qué? Porque Jesús tiene autoridad y cuando yo me muevo en el poder del nombre de Jesús en una forma legítima esa autoridad se me traspasa a mí. Entonces los demonios entendían eso y las enfermedades Dios nos ha dado autoridad, como hijos de Dios, sobre la enfermedad, nos ha dado potestad sobre las enfermedades, nos ha dado potestad sobre los demonios, nos ha dado potestad sobre los obstáculos de la vida. Nosotros tenemos esa autoridad, hermanos. Nosotros tenemos la autoridad por medio del nombre de Cristo Jesús.
Ahora, lo que pasa es, les voy a explicar algo. Hay que saber cómo moverse en esa autoridad. La mayoría de los cristianos no sabemos cómo se maneja el tema de la autoridad y por eso.... mire, el hecho de que usted tenga una insignia no quiere decir necesariamente que sus súbditos le van a obedecer. En los ejércitos hay cantidad de oficiales que sus hombres no les tienen respeto, o porque son cobardes, o porque son indisciplinados, o por que no saben moverse como guerreros, o porque no saben ejercer autoridad y hablan y la gente ni les pone atención, porque hay que ganarse la autoridad. En el campo de guerra los soldados no van a seguir a un oficial que no ejemplifica la autoridad que él encarna. Por eso a los oficiales del ejército se le enseña a hablar en cierta manera, a dar órdenes en cierta forma, a moverse conforme a las leyes de la autoridad de manera que su autoridad no sea rebajada y la gente, sus soldados, le pierdan el respeto.
El tener simplemente insignias no quiere decir que usted va a manejar la autoridad adecuadamente. El hecho de que usted tiene autoridad en sí como seguidor de Jesucristo no quiere decir necesariamente que usted va en efecto a tener esa autoridad cuando confronta los problemas de la vida, cuando vienen las enfermedades, cuando vienen las crisis financieras. Hay mucha gente inclusive que está viviendo vidas inconsistentes, entonces cuando quieren ejercer la autoridad descubren que la autoridad se les ha ido por otra tubería, se les ha escapado el aire, y su conciencia les acusa y ellos saben que hay en sus vidas pecados, no confesados, no hay una vida de oración, de ayuno, de santidad, de búsqueda del Señor, no conocen la palabra, entonces qué autoridad van a usar, qué autoridad van a tener, cuando viene un demonio a sus vidas para hacerle daño, cuando viene una enfermedad terrible, cuando viene una crisis financiera, no saben cómo moverse, no han estudiado las leyes de la autoridad.
¿Me estoy explicando bien, hermanos? Porque ese es el problema de la iglesia en este tiempo, la iglesia ha perdido el entendimiento de los misterios del Espíritu Santo, no sabemos cómo funciona el mundo del espíritu, no sabemos cómo funcionan las leyes de la autoridad, no tenemos experiencia en esa área y por lo tanto por eso somos impotentes, por eso hay una iglesia impotente que no manifiesta ese caminar militar, marcial, esa seguridad, ese aplomo cuando habla, cuando testifica, cuando ora, porque esa persona no sabe verdaderamente quién es, no sabe moverse en autoridad o hay en su conciencia un sentido de que él sabe, ella sabe, yo no tengo las herramientas para moverme en autoridad, entonces cuando habla sale más bien una voz afeminada y débil, en vez de una voz de mando. Has esto y tienes que obedecer porque estoy moviéndome en la autoridad de Cristo Jesús.
Ustedes entienden a qué me estoy refiriendo, hermanos, por eso es tan importante que nosotros entendamos cuáles son los requisitos para que un cristiano se mueva en autoridad porque esté funcionando conforme a los principios de la autoridad. Déjenme buscar otro ejemplo, porque quiero que ustedes entiendan esto bien claro y este ejemplo podrá servir como que aquí viene otra vez el pastor hablando del diezmo y las ofrendas. No es así. Pero mire cuando la palabra... hay principios de autoridad que dicen, para yo tener autoridad en el mundo financiero, yo tengo que moverme en las leyes que Dios ha establecido y si yo no estoy obedeciendo la autoridad en el mundo espiritual, yo no voy a tener autoridad en el mundo físico. Entonces si Dios ha dicho, traed los diezmos al alfolí, si Dios ha dicho, tus finanzas me pertenecen a mí, si Dios ha dicho, busca primero el Reino de Dios y su justicia y las demás cosas te serán añadidas. Si Dios ha dicho, el que confía en mí no será avergonzado, si Dios ha dicho, dame la décima parte de tu dinero, sacrifícamele, conságramela, tráemela como un holocausto y yo te bendeciré hasta que sobreabunde. Eso es autoridad espiritual.
Entonces yo obedezco esa ley, yo me sujeto como el centurión, yo sé que hay una ley espiritual que viene de la boca de Dios bajo la cual yo estoy, entonces yo me sujeto a esa ley, yo obedezco al Señor, yo le doy al Señor el diezmo, yo no estoy preguntando, bueno se lo va a coger el pastor y va a usarlo para las vacaciones en el verano, o va a hacer o va a hacer lo otro. No, Dios lo dijo, yo lo doy en el nombre de Jesús, yo cumplo mi parte. Yo cumplí con autoridad encima de mí.
¿Sabe qué? Entonces eso quiere decir que ahora yo puedo usar esa autoridad para bendecir mis finanzas, para defender mis finanzas. Yo puedo orar con autoridad para que Dios bendiga y prospere mi casa, mi dinero, mi propiedad física, bendiga mi cimiente, prospera a mis hijos, prospere mi comunidad, prospere mi iglesia porque yo soy hombre que vivo bajo autoridad y puedo entonces ejercer autoridad. Pero mucha gente viene los problemas financieros y se dan cuenta, nunca dan pie con bola, nunca echan adelante, siempre están haciendo cosas y se les viene abajo el mundo y siempre están perdiendo y volviendo a comenzar otra vez lo mismo todo el tiempo y orar y no pasa nada y están siempre en miseria y en dificultad, y se preguntan, ¿es que Dios no es fiel? ¿Sabes qué? Tus oraciones... primero arregla la autoridad que tienes encima de ti antes de tu poder ejercer autoridad. ¿Ustedes entienden lo que les estoy diciendo ahora?
Cuando usted se mueve en el sentido de autoridad, y hermanos como les digo, yo no entendía esto también hasta hoy podría decir, que estoy comenzando a entender por qué yo comencé a hablar en estas maneras, es que las diferentes dimensiones de autoridad se mezclan una con la otra y el problema de la iglesia, el problema tuyo y mío es que no estamos entendiendo la ciencia de la autoridad y la iglesia misma no entiende las intricacies, como dicen en inglés, las complejidades del concepto de autoridad y por eso tenemos una iglesia endeble, por eso tenemos una iglesia que le habla al mundo y el mundo lo que hace, que se ríe de ella. es una iglesia sin autoridad, es una iglesia que le dice al mundo cantidad de cosas y dicen, donde sea viejo loco, tu no tienes nada que decirnos, tu lo que hablas es tonterías. La gente se ríe de la iglesia.
Miren la diferencia cuando un Elías hablaba, cuando un Eliseo hablaba, los reyes temblaban, cuando la iglesia se mueve en autoridad el mundo, mire, tiene que obedecer porque tiene que obedecer, y tiene que poner atención porque tiene que poner atención, porque una iglesia segura de sí misma, una iglesia que ha pagado el precio, una iglesia que sabe lo que cree, una iglesia que no está... hoy en día sabe cómo está la iglesia hoy en día, en este país por ejemplo, que nosotros primero le preguntamos a la gente cuando vienen a la iglesia, ¿qué te gustaría que nosotros predicáramos? Y entonces le predicamos eso. ¿Qué te ofende, qué no te gusta que yo predique? Y entonces yo tomo un poll, una encuesta y todos esos temas que causan controversia y molestia, yo los saco de mi repertorio de predicación para que la gente no se me moleste y no se me vaya, para que los diáconos o los ancianos no me creen problemas y me boten del puesto del pastor.
Eso es autoridad, eso es pusilanimidad, eso es cobardía espiritual. Eso es ser asalariado, eso no es ser un profeta o un portavoz de la palabra de Dios. la iglesia en este tiempo está así, la gente viene y le dice a la iglesia, inclusive, cómo la iglesia debe adorar, cuáles deben ser sus rituales, cómo debe comportarse en el servicio. Ellos dicen, si ustedes se comportan de esta manera nosotros vamos a ir, y sino no vamos. Y la iglesia muy obedientemente ajusta su repertorio y su forma para que la gente venga, para que vengan y no nos dejen solos.
Sabe, cuando el poder de Dios se mueve en la iglesia, cuando la autoridad de Dios está, la iglesia le dice al mundo lo que tienen que hacer, la iglesia le dice al mundo, nosotros tenemos la palabra de vida eterna para ustedes. Ustedes necesitan venir aquí. Y ustedes tienen que sujetarse al dictado de la iglesia, no la iglesia al dictado de la sociedad, que es lo que tenemos actualmente, porque es una iglesia que no tiene poder, no tiene autoridad, entonces la iglesia le habla al mundo y el mundo se ríe de ella, es una iglesia irrelevante porque es una iglesia que está funcionando conforme a otra cosa. Es como un capitán, un coronel que le diga a los soldados, ¿qué les gustaría a ustedes hacer hoy? ¿Vamos a la guerra o no vamos? ¿Atacamos al enemigo o no lo atacamos? ¿Usamos piedras o rifles o granadas, qué ustedes preferirían hoy que usáramos?
¿Así es que funciona un ejército? Claro que no. el oficial dice, el general da la orden y los soldados obedecen. Y entonces se mueve la cosa en una manera efectiva. Y así funciona el mundo del espíritu también, así funciona la iglesia de Jesucristo. Pero una iglesia cobarde, una iglesia pusilánime, una iglesia que no conoce los misterios del espíritu, una iglesia que no ha visto los milagros de Dios, una iglesia que no le cree a Dios, porque si la iglesia le creyera a Dios diría, nosotros vamos a decirle al mundo la palabra de Dios y si el mundo no obedece, Dios traerá sus juicios o Dios los disciplinará para que vengan y se aliñen con la iglesia y la iglesia se mantiene vertical, clara en su posición.
Y ¿saben qué? Con el tiempo Dios realinea al mundo y el mundo tiene que ajustarse a la palabra de Dios. Este país está buscando y necesitando una iglesia con autoridad. Mire, el asunto este de Sarah Pailin, la gobernadora de Alaska que está como candidata al partido Republicano. Usted sabe todo lo que a esta mujer le han buscado, esto no es anuncio a favor de Sarah Pailin, usted puede creer lo que usted quiera al respecto de eso, pero todo lo que a esta mujer, que si habla en lenguas o no, esto es una cosa que como ella viene de un trasfondo pentecostal, Asamblea de Dios, todos los periodistas de Estados Unidos se fueron para Alaska para ver si podían encontrar un video donde Sarah Pailin estuviera hablando en lenguas para mostrarla como una charlatana, una loca, que no podía dirigir esta nación como vicepresidente, o si algún día muriera McCain como presidente.
Y desgraciadamente ¿saben qué es lo que pasa aquí en esto? Que la pobra mujer misma, yo creo, que si le preguntaran a ella, ojalá que tenga la integridad de decir, sí, yo hablo en lenguas, pero ellos están rogando que no se le haga esa pregunta. Y yo digo, hay millones de norteamericanos y millones de gente en el mundo, decenas de millones de gente que habla en lenguas cristianas. Si el mundo no le gusta que se hable en lengua ese es problema del mundo, no de nosotros. Nosotros no tenemos que estar avergonzados de usar un misterio que viene de la palabra de Dios. Y ¿saben qué? Yo me considero bastante lúcido intelectual y mentalmente aunque hablo en lenguas. Y el hecho de que yo hable en lenguas yo no creo que me descalifica para yo entender lo que pasa en el mundo alrededor de mí y gobernar adecuadamente.
Pero la iglesia está acobardada y personalmente yo sospecho que quizás ella, no sé, cambió de iglesia hace unos años atrás para defenderse de esa acusación, una iglesia que fuera un poquito más quietecita, más callada. Eso pasa en la política norteamericana. Y la gente que cree en el Dios verdadero este país le dice, si tu practicas ciertos elementos de la Biblia, tu eres un fanático, un fundamentalista, un loco y tu no tienes derecho a gobernarnos y por eso nosotros a veces cambiamos nuestra canción para que el mundo nos acepte y el mundo nos deje jugar en su patio.
Y ¿saben qué? Cuando la iglesia hace eso está haciendo transacciones coin el diablo mismo. Sutilmente le está diciendo a Satanás y a la cultura y al mundo, ustedes tienen poder sobre nosotros, en vez de la iglesia ser autoridad sobre las naciones. Y cuando una iglesia hace ese tipo de transacción enseguida pierde autoridad, se sale del problema en el momento cuando el periodista le hace la pregunta, ¿Tu hablas en lengua? Bueno, las lenguas, a qué tipo de lenguas se refiere, lingüísticamente, qué sé yo qué, y dan vueltas y no responden a la pregunta por miedo.
¿Saben qué? En ese momento hay una sutil transacción en el mundo del espíritu, los demonios son testigos. Dios es testigo. El Espíritu Santo es testigo. Todo el mundo espiritual es testigo y según tu te mueves en ese momento tienes autoridad o no tienes autoridad. Por eso es que hay que vivir en integridad en todo lo posible. Yo mismo que predico esto tengo miedo de hablar de esa manera porque yo mismo no estoy a la altura de lo que yo predico a veces, pero sé que tengo que llegar a esa altura. Y eso es lo que le pido al Señor, que me ayude a llegar a ella.
Déjenme darle otro ejemplo acerca de eso: Daniel y sus amigos. Daniel está en Babilonia, él sabe que la comida que le dan a estos hebreos jóvenes que están en esta universidad para ser funcionarios del rey de Babilonia es comida que ha sido dedicada a los ídolos, es comida demoníaca, comida entregada a los demonios. Y Daniel entiende el asunto de autoridad y él dice, ¿saben qué? Si yo como de esa comida consagrada a los demonios, eso me dice a mí que implícitamente yo estoy reconociendo la autoridad de los demonios y yo estoy participando con ellos. Y Daniel y sus compañeros dicen, ¿saben qué? No vamos a comer de esa comida. Eso era contra cultural, era algo contrario a lo que la cultura demandaba, era contrario al ethos, a los valores de ese momento en la universidad donde él estaba.
He was not being a team player. No estaba jugando el juego de equipo, se estaba saliendo de los valores. Pero Daniel dice, no, aquí hay un principio espiritual involucrado, aquí hay un principio de autoridad espiritual involucrado y yo voy a mantenerme. Entonces le dice al supervisor de él, ¿saben qué? hay una prueba con nosotros, déjanos comer solamente legumbres y a los diez días y mira a ver qué tal nos parecemos, si estamos saludables o no. Porque el supervisor les dijo, ¿saben qué? Si ustedes no comen esa comida se van a demacrar todos y después van a decir que yo no estoy haciendo un buen trabajo de cuidarlos a ustedes. Así dice, danos 10 días a ver qué pasa, solamente 10 días y pruébanos.
Porque esto es importante, yo les estoy dando aquí bistec, no porque yo se lo estoy dando sino porque es la palabra de Dios. Daniel les dice, vamos a probar, ¿qué dice la Biblia? A los 10 días dice que Daniel y sus compañeros estaban más saludables, sus rostros estaban más saludables y más rollizos que los de todos sus compañeros que estaban comiendo bistec y salmón y toda la comida del rey. Y ellos comiendo solamente vegetales, estaban más fuertes que sus compañeros. Y dice la Biblia que no solamente eso, sino que Dios le dio también conocimiento a Daniel, le dio inteligencia para que sacara todas Aes en la universidad. Y le dio también sabiduría espiritual, discernimiento, revelación. ¿Qué pasó? Daniel se sujetó a la autoridad espiritual, a la autoridad divina, no le preocupó si no era popular la idea o no, él estaba funcionando conforme a principios del espíritu, en el mundo del espíritu y ¿qué pasó? Eso se tradujo a autoridad en el mundo de la materia. Su mismo cuerpo obedeció a la autoridad que Dios le dio, porque cuando uno se sujeta a la autoridad divina, uno recibe autoridad sobre la materia, sobre las relaciones humanas, sobre todo lo demás.
Usted ve, esta es la gran revelación que Dios nos está dando a mí y a ti en esta mañana es para tu ejercer autoridad sométete a la autoridad, sea espiritual, sea humana, sea lo que sea. Respeta las leyes que están encima de ti, fluye conforme a las leyes que están encima de ti y la bendición va a venir a tu vida en otras maneras.
¿Cuántas personas violan las leyes de la materia y por ejemplo están comiendo todo tipo de comidas desaforadamente, sin disciplina, no vigilan lo que comen, no hacen ningún de ejercicio, viven vidas completamente desordenadas en el mundo de la materia, no obedeciendo las leyes que Dios estableció acerca del cuidado del cuerpo y vienen las enfermedades, vienen los problemas físicos, vienen las dificultad muchas veces. No siempre es por desobediencia, pero en muchas casos hermanos, no estamos nosotros respetando las leyes de la materia y entonces no esperemos que vamos a tener autoridad, entonces estamos orándole al Señor, Señor, sáname, ayúdame, y Dios dice, ¿sabes qué? Deja de comer tanta azúcar o tanta sal, deja de comer tanta grasa en vez de comerte esos 4 chicharrones, cómete uno, una vez a la semana, has un poco de ejercicio, ejercita tu cuerpo, usa las partes que no estás usando.
¿Usted entiende, hermano? Es que la autoridad tiene que ver al final de cuentas con todo. Y cuando uno se mueve bajo autoridad la bendición de Dios fluye más fácilmente en uno, en la vida de uno. Un hombre se queja de que su esposa no lo obedece, o que sus hijos no le obedecen, debe preguntarse muchas veces si está él sometiéndose a la autoridad del Padre en la manera en que trata a su esposa y trata a sus hijos.
¿Cuántas hermanas dicen amen a eso? Todas seguro. O una hermana no se está sometiendo a un esposo que la trata bien, conforme a autoridad y hay cosas en su vida que ella ve que no tiene bendición, su matrimonio no está siendo bendecido, sus hijos no están prosperando. Mire, hermana, cuestiónese y examínese a ver si usted está sometiéndose a una autoridad legítima o no. un hijo ve que no le va bien en la vida, está siempre fracasando, no le va bien en esto, no le va bien en lo otro, su mente no puede pensar claramente, no hay bendición de Dios en su vida, los cielos están cerrados, hay fracaso dondequiera que va, puertas cerradas dondequiera que se mueve, traspies por dondequiera. Hijo, pregúntate si tu estás obedeciendo a tu padre y a tu madre, si estás sometido a la autoridad que está encima de ti donde Dios dice, para que te vaya bien, para que te vaya bien, para que te vaya bien, y si no te va bien, es posible, no siempre, pero es pobile que sea porque no estás fluyendo conforme a las leyes de la autoridad, no te estás sometiendo a tu cabeza.
Si eres obediente ante tus maestros, si no le rindes el tributo que merecen tus adultos, tus ancianos, quizás por eso no hay bendición en tu vida y estás en camino de fracaso, porque no estás funcionando conforme a los principios de la autoridad.
Usted ven cómo, hermanos, esto de la autoridad se mezcla una cosa con la otra. Es muy profundo, muy profundo, por eso, ya cierro con esto, por eso el centurión fue bendecido de la manera en que fue bendecido en su propósito. Este centurión, su entendimiento del mundo físico le dio entendimiento sobre el mundo espiritual y por eso tuvo tanto éxito en su propósito de que su siervo fuera sanado. Porque este hombre sabía cómo moverse. Toda su vida respetaba las leyes de la autoridad, en todo lo que él hacía, este hombre parece que se movía impecablemente y la gente así, hermanos, que se mueve en esa manera... mire, su vida, va a ver bendición, va a ver éxito, va a ver influencia, va a tener el respeto de los demás porque es una persona que sabe, a Dios le da lo que es Dios, al César le da lo que es del César, a IRS le da lo que es del IRS, al policía le da lo que es del policía, a su esposa o esposo le da lo que le pertenece a él, a sus hijos le da lo que les pertenece a los hijos, en términos de autoridad y respeto y todo lo demás y no le debe nada a nadie. Recuerden el pasaje de Romanos, no sé si fue aquí que lo discutí o en el servicio de las 12. dice no le debáis a nadie nada, al que tributo, tributo, al que respeto, respeto, al que honra, honra.
En otras palabras, asegúrate de que en tu vida tu le des a cada cual lo que cada cual se merece, que tu te muevas dentro de la ley siempre, ley del espíritu, ley de la materia, ley de las relaciones humanas. Muévete bajo autoridad y examínate dónde está la rebeldía en tu vida, dónde está la falta de alineamiento con la autoridad en tu vida, y alíñate con la autoridad y la bendición fluirá a través de ti y te saldrás con la tuya, en otras palabras.
Este siervo, mire lo primero que hace, él sabe cómo funciona la autoridad y él, ¿a quién manda él para que hable con Jesucristo? Léalo allí, él no va él, él manda a los ancianos de Capernaúm, manda a los escribas, ¿a quién dice exactamente? Ayúdeme aquí, porque esto es importante hermanos, por eso voy a insistir. Dice, “... le envió unos ancianos de los judíos rogándole que viniese y sanase a su siervo...”
¿Por qué hace él eso? Porque él sabe por medio de las leyes de la autoridad que él es simplemente un soldado romano, él no es de la religión judía, él no tiene legal standing, él razona para ir ante Jesús. Él no tiene como derecho legal, él se siente como que yo no tengo credenciales, yo no tengo autoridad, si yo fuera judío, hebreo podría comunicarme con este hombre. Porque así es que funciona en el ejército. En el ejército usted no salta para hablar con el general si usted es un cabo. ¿Dónde usted va? Usted va donde el sargento para que el sargento hable con el teniente, y el teniente con el capitán, y el capitán con el mayor, y el mayor con el coronel. Porque usted sabe que hay una cadena de mando y él sabía que la cadena de mando dictaba que fuera un judío que hablara con él y un anciano espiritual. Este hombre entiende las leyes de la autoridad.
Y finalmente le dice al Señor, ¿sabes qué, Señor? Yo entiendo cómo funcionan estas leyes, tu no tienes que estar presente. Un general no tiene que estar presente para decirle a un coronel o a un teniente que envíe un batallón a tal sitio. ¿Qué hace el general? Coge el teléfono y llama y da una orden y esa orden llega a donde tiene que llegar y se ejecuta, porque el general tiene la autoridad para hacer que se ejecute. Entonces, el siervo dijo, así es que debe funcionar el mundo del espíritu y hermanos, así es que funciona el mundo del espíritu.
Según la autoridad que tu tienes, tu puedes mover montañas o puedes mover un montoncito de dinero o puedes mover un cáncer, o puedes mover un dolor de cabeza, o puedes, que te busque un espacio de estacionar, cuando necesita, esos son los misterios del mundo del espíritu. si tu te mueves en autoridad, si estás en autoridad, esto es bien complejo pero es así. entonces, le dijo, ¿sabes qué? Tu no tienes que venir, Señor, di la orden simplemente. A él le molestó que un ser tan poderoso como Jesús tuviera que desplazarse para ir a su casa. dijo, no, hombre coge el teléfono y llama, envia un email y eso se va a hacer. Y el Señor dijo, guau, la fe que tiene este hombre es grande y enseguida su siervo fue sanado.
Y mira, lo otro, este hombre sabía usar autoridad porque amaba a su siervo. Si hubiera sido otro tipo de persona en autoridad, hubiera pateado en vez de amado a su siervo, pero aquí lo tenemos cuidando a su siervo. Y ¿saben qué? para que se molesten más les voy a predican un último sermón pronto sobre autoridad, porque hay otra parte que se me ha quedado en el.... porque así es que funciona en familia y en todas partes.
Usted va a ver cuando yo enfoque la familia más de lleno acerca de la autoridad, y usted verá que esto va por todas... Dios nos está dando una revelación bien importante en nuestras vidas. Y si usted tiene la sabiduría de escucharla y ponerle atención, su vida va a ser revolucionada, su vida va a ser cambiada, usted va a poder moverse en esa autoridad. Quiera el Señor que meditemos bien: cómo está mi vida con respecto a la autoridad. ¿Hay rebeldía en mi corazón, hay crítica, hay resistencia a la autoridad? Como dicen los dominicanos, yo refunfuño cuando me dicen que haga algo y cuando me aconsejas y cuando me dicen no. Mire, hay gente en esta iglesia y en otras iglesias, cuando yo le digo no a algo, usted lo ve enseguida, usted puede ver casi el humito saliéndole de la nariz y de las orejas. No saben someterse a autoridad y eso no es de bendición.
Cuando usted no fluye bajo autoridad no pretenda que va a tener autoridad. Palabra del Señor para el pueblo de Dios. Vamos a ponernos de pie, nuestro grupo de alabanza como ustedes saben está preparándose, tienen una clase que están tomando, y por eso no están aquí ahora, y eso va a suceder por unas cuantas semanas hasta que ellos terminen su clase, que nosotros decimos que es de gran bendición. Y así sea, pero vamos a nosotros tener una palabra de oración aquí, yo les bendigo en el nombre de Jesús, quiera Dios ayudarnos a entender estas cosas más y más. Padre, gracias, gracias por tenernos aquí en esta mañana, gracias por bendecirnos con tu palabra, Señor, la recibimos. Ayúdanos a predicar estas cosas en el espíritu de Jesucristo, ayúdanos a sujetarnos a la palabra de Dios y yo mismo que predico estas cosas, Señor, ayúdame a moverme conforme a ellas. Dame entendimiento acerca de lo que yo predico, Padre, soy el primero que necesita aprender a moverse bajo autoridad para poder ejercer autoridad, pero en esta mañana te pedimos ayúdanos y bendice a tus hijos, bendice a tu pueblo, Padre.
We bless your people this morning, Father. We declare you blessing on their lives, en el nombre poderoso de Jesús, y el pueblo de Dios dice, amen. Que la gracia del Señor sea con ustedes, mis hermanos, Dios les bendiga. Les amamos mucho. Salude a alguien en esta mañana.
MINISTERIO DE MATRIMONIOS : Educando a nuestros hijos.
LIMITES CON LOS NIÑOS
BASADO EN EL LIBRO “BOUNDARIES WITH KIDS”- AUTORES DR. HENRY CLOUD Y DR. JOHN TOWNSEND
PARTE 1—POR QUE LOS NIÑOS NECESITAN LIMITES
CAPITULO 1: EL FUTURO ES AHORA
Dr. Cloud narra una visita en la que fue a ver a una de sus amistades. El podía escuchar que la señora de la casa estaba hablando en la alcoba de su hijo de 14 años, el cual acababa de llegar de un campamento.
Ella se encontraba guardando las cosas de su hijo, mientras hablaba con el. Dr. Cloud le pregunta que estaba haciendo, y ella le responde ingenuamente; “¿que crees que estoy haciendo?”
Luego de saber lo que estaba haciendo, le dice: “ Lo siento mucho por la futura esposa de tu hijo.”
Examinemos nuestra presente situación con nuestros hijos:
¿Nos podemos identificar con lo narrado anteriormente?
¿Que estaba sucediendo en esa situación y por qué Dr. Cloud hace esa aseveración?
Ciertamente que el criar a nuestros hijos requiere nuestra intervención en diferentes ocasiones; pero el problema real es este: ¿Lo hacemos a propósito? ¿O lo hacemos por razones que no estamos pensando,tales como nuestra propia personalidad, niñez, necesidades del momento, o temores?
El carácter de una persona principalmente determina como vamos a funcionar en la vida.
Carácter se refiere a la habilidad o inhabilidad de la persona; sus valores morales; su funcionamiento en sus relaciones personales y como desempeña diferentes tareas. Si la manera en que el carácter se desarrolla, determina el futuro de una persona, nuestro énfasis en la crianza de nuestros niños debe de basarse en el desarrollo del carácter, el cual lo conducirá en la vida sin temores, con seguridad, productivos y contentos. Cuando nos damos cuenta de que el futuro de nuestros hijos depende de nuestro modo de criar, haremos todo lo posible por mejorar lo que hacemos.
Medicina Preventiva
Adultos con problemas de límites han aprendido que sus problemas de límites no comenzaron como adultos , sino que fueron adquiridos durante su crianza. Estos adultos han adquirido como jóvenes, los siguientes problemas con límites:
*Inhabilidad de decir no a personas que le hieren o establecer límites a comportamientos de otros que producen dolor.
*Inhabilidad de decir no a sus propios impulsos destructivos.
*Inhabilidad de oir no de otros y respetar sus límites.
*Inhabilidad para esperar en obtener cosas que le gustan y realizar metas y tareas.
*Tendencia a ser atraídos a personas irresponsables o personas que les hieren y luego tratar de arreglarlos o cambiarlos de su manera de ser.
*Tomar responsabilidades que le corresponden a otros.
*Habilidad de ser fácilmente manipulado o controlado.
*Problemas en su intimidad y mantener cercanía con otros.
*Inhabilidad de ser honesto con aquellos cerca de ellos.
*Inhabilidad de confrontar a otros y resolver conflictos productivamente.
*Experimentar la vida como una víctima, en vez de vivir una vida con propósito y sintiendo tener control de la misma.
*Addiciones y compulsiones.
*Desorganizados y falta de terminar lo comenzado.
Esperamos que luego de vernos nosotros representados en lo descrito arriba, podamos ayudar a desarrollar el carácter que nuestros hijos necesitan y que les evitará pelear con los mismos en el futuro.
ES MEJOR QUE UN NIÑO PIERDA SUS PRIVILEGIOS A QUE UN ADULTO PIERDA SU MATRIMONIO O SU CARRERA.
Preguntas a contestar:
¿Cómo enseño límites a mis hijos?
¿Cómo impongo mis propios límites a mis hijos en una manera eficaz?
¿Cómo me aseguro que mis hijos no tendrán los mismos problemas con límites, como los tengo yo?
Los niños no nacen con límites.
Definición: límite es una “linea de propiedad” que define a una persona: define donde el límite de una persona termina y el límite de la otra comienza.
Si nosotros conocemos donde estan los límites de una persona, podremos saber de que cosas esa persona puede tomar control o no. Le podemos requerir responsabilidad en relación a sentimientos, comportamientos y actitudes. Cuando tomamos propiedad de nuestra parte en la relación con otra persona, nuestra relación con esa persona funciona. Los niños no son diferentes: ellos necesitan saber donde estan sus límites y que responsabilidades deben de asumir. Si no establecemos claramente estos límites, crecerán confusos y sin desarrollar auto-control que les ayudará a pasar por la vida en victoria. Si los límites estan claros, los niños aprenderán a desarrollar las siguientes cualidades:
*Un sentido adecuado de quien son ellos.
*De que cosas son responsables.
*La habilidad de escoger.
*El conocimiento de que si aprenden a elegir bien, las cosas iran bien; y si escogen pobremente, sufrirán consecuencias.
*La posibilidad de amor verdadero, basado en libertad.
La esencia de los límites es auto-control, responsabilidad, libertad y amor.
El lider como siervo
TRANSCRIPT
Ahora vamos a estudiar algo de la palabra del Señor y vamos a continuar con el tema que inicié el domingo pasado sobre la autoridad. Quiero invitarles a buscar en el libro de Romanos, o la Carta a los Romanos en el Capítulo 13, de nuevo, siempre hay tantos textos, hay tantos pasajes que podríamos usar para fundamentarnos en lo que queremos tratar que podría escoger varios, pero este es un pasaje muy apropiado y el Señor puso este pasaje en mi corazón.
Como ustedes recuerdan, y para los hermanos que están visitando hoy o que no estuvieron el domingo pasado, yo emprendí este sermón porque está vinculado con el sermón del domingo antes, es decir, hace dos domingos atrás, prediqué sobre la obediencia como una protección para el pueblo de Dios, ser obedientes al Padre, ser obedientes a la palabra del Señor.
Decíamos que la obediencia no es sustituto, o mejor dicho, la adoración no es sustituto para la obediencia. Es bueno adorar al Señor, es bueno darle al Señor, pero obedecer es mejor que sacrificios, dice la palabra de Dios. y cuando obedecemos los mandamientos de la palabra del Señor, cuando nos ceñimos a los principios de la palabra de Dios todos esos mandamientos hermosos y principios que contiene la Biblia, tenemos vidas bendecidas, prosperadas, tenemos la cobertura, la protección de Dios sobre nuestras vidas.
Y de ahí se me quedaron una cantidad de cosas de ese sermón que prediqué sobre la obediencia, y me llevó hacia el concepto de autoridad, de obedecer también la autoridad. Pero me estoy refiriendo sobre todo a la autoridad humana, a la autoridad gubernamental, la autoridad eclesiástica, la autoridad de los padres, esa autoridad humana bajo la cual nosotros también, como cristianos, se supone que caminemos.
Y yo decía que caminar bajo autoridad es algo precioso, es algo que embellece, no empobrece. Yo creo que en el siglo moderno, en el tiempo moderno, como decía también el domingo pasado, para mucha gente el estar sujeto a la autoridad es casi como humillante. Mucha gente concibe el respetar a la autoridad, y sujetarse a la autoridad como un empobrecimiento de la dignidad de uno. En el siglo moderno se enfatiza más el cuestionar la autoridad, el no confiar en las autoridades, el demandar siempre, deme cuentas de todo, la postura inicial de la gente, o de mucha gente en nuestro tiempo, no quiero generalizar demasiado, de la cultura moderna es más bien cuestionar la autoridad y como que la gente mira la autoridad con sospecha. Las instituciones las miramos con sospecha, mucha gente no quiere saber de la religión, dicen, yo me sujeto a Dios pero no me sujeto a ninguna iglesia, no me sujeto a ningún pastor, no me sujeto a ninguna denominación y eso no es bíblico.
Yo sé que ha habido muchos abusos de la autoridad y los hay, pero no podemos irnos al otro extremo tampoco porque al hacer esto estamos en conflicto con principios muy fundamentales, tanto del universo mismo como de la vida espiritual, del mundo espiritual. Y por eso es tan importante que los hijos de Dios aprendamos a vivir en una postura de respeto a la autoridad humana, porque evidentemente bajo Dios tenemos que siempre vivir bajo su autoridad. Pero hay más eso todavía.
Ahora, yo he dicho también que así como hablo de sujetarnos a la autoridad las autoridades también debemos aprender a manejar la autoridad en una forma Cristo-céntrica, no podemos abusar de nuestra autoridad, no podemos servirnos de los demás y nuestra autoridad Dios nos la da para que seamos siervos más bien, para que pensemos en el bienestar de aquellos sobre los cuales ejercemos autoridad. Por eso la autoridad siempre deberá ejercerse con un espíritu de mansedumbre y de servicio y de consideración y respeto a aquellos sobre los cuales nosotros ejercemos autoridad.
¿Cuántos pueden decir amen a eso? Es decir, que tanto el que está bajo autoridad debe sujetarse a la autoridad como el que está en autoridad, debe ceñirse a los principios del Evangelio de Jesucristo que Cristo era un líder que también era siervo.
En inglés se habla de servant leadership, de liderazgo de siervos, o liderazgo de servicio, la persona que es líder es ante todo un siervo, una persona que sirve a los demás, y eso hace entonces que la gente pueda sujetarse a la autoridad con mucha más facilidad, con mucha más buena voluntad porque sabe que no va a ser abusado, no va a ser oprimido, no va a ser explotado y eso es valedero para cualquier ámbito donde se ejerce autoridad, sea la iglesia, sea un trabajo, sea la autoridad civil gubernamental, lo que sea, siempre esos principios de sujeción a autoridad y de autoridad usada en una forma adecuada.
Y estoy, ante ni siquiera de meterme en el texto, pero me viene a la mente acerca de eso, el pasaje donde, por eso les digo que hay tantos hermosos pasajes en la Escritura acerca de autoridad. Cuando los discípulos, los hijos de Sebedeo se acercan a Jesús con su mamá para pedirle que cuando el Señor esté en su gloria uno se siente a la derecha de él y otro se siente a la izquierda, vienen a pedirle como un favor político a Jesucristo. Señor, cuando tu ya estés allá en tu reino, pues por qué no nos permites a nosotros ser tu vicepresidente y tu co-director o lo que sea, querían, y trataron como de hacer eso encubiertamente para que los otros discípulos no se dieran cuenta. Los otros discípulos se dieron cuenta y se enojaron con estos dos porque seguramente ellos también querían lo mismo. Había un corazón como de mandar, de ejercer autoridad, pero no había un corazón de humildad y de sencillez.
El Señor intuyó esa carnalidad que había en ellos de querer ejercer autoridad espiritual de una manera como carnal y humana. Entonces el Señor les dijo a los que le estaban pidiendo ese favor, les dijo, bueno, primeramente eso no me es a mí el concedérselo a ustedes, eso le pertenece al Padre. Yo no tengo esa... fíjese eso, el Hijo dice, eso que ustedes me están pidiendo no está en mi ámbito de autoridad, el Padre solamente es el que puede hacer eso. Fíjese que el Señor ahí reconociendo la autoridad en su encarnación, reconociendo la autoridad de su Padre que estaba en los cielos. Y en segundo lugar le pregunta, ¿pueden ustedes beber de la copa que yo he de beber? ¿Cuál era esa copa de la cual él iba a beber? La cruz, la crucifixión. Y ellos tontamente le dicen, sí, podemos porque no sabían lo que él estaba diciendo.
Entonces dice, bueno, es cierto, de esa copa ustedes van a beber porque el Señor sabía que ellos iban a sufrir cuando fueran perseguidos, cuando fueran probados en su ministerio más adelante, pero les dice, pero ¿saben qué? Entonces él llamó para que le trajeran una palangana, como una ponchera o lo que sea, y agua y una toalla y le dijo a todo el mundo, siéntense allí y procedió a lavarle los pies a cada uno. Lavar los pies en la cultura hebrea era cosa de esclavos y de sirvientes, gente muy pobre y muy baja en la escala social. Y el Señor le lavó los pies a cada uno de ellos. Cuando llegó a Pedro, Pedro se escandalizó de que su Señor, quien él sabía que era el Hijo de Dios, le fuera a lavar los pies, y le dijo, no, Señor, yo no puedo permitir que tu hagas eso. ¿por qué? Porque Pedro todavía estaba funcionando conforme al esquema humano, donde alguien que está en una posición tan alta no se supone que esté haciendo algo tan bajo. El Señor le dijo, Pedro, si tu no me permites hacer eso, tu no vas a tener parte en mi reino.
Ven, porque Pedro estaba proyectando sus propios conceptos de autoridad. En otras palabras, una persona que está en autoridad nunca debe humillarse ante la persona que está bajo su autoridad y el Señor dijo, en el reino de los cielos no es así. Tu tienes que sujetarte a los principios. Y es otra cosa también, que muchas veces nosotros tenemos que entender que a menos que el líder no se humille a otro que está por encima de él, o se humille inclusive ante aquellos a quien él dirige, él mismo o ella misma no puede ejercer autoridad. Ese es un principio muy bello de la Escritura.
Yo creo que una persona que un día quiera ejercer autoridad debe comenzar siempre siendo muy respetuoso de la autoridad que está encima de él o de ella. Por eso yo creo que muchas veces los hijos, cuando no respetan a sus padres y cuando no se sujetan a sus padres, yo creo que están creando trampas para su vida en el futuro y creando las bases para sufrimiento porque muchas veces un hijo rebelde tendrá hijos rebeldes porque eso es un ciclo. El universo siempre se encarga de ordenar las cosas y establecer balances. Yo creo que un hijo que se ha sujetado a sus padres y que ha honrado a sus padres tiene más posibilidades de tener hijos sujetos, sumisos y obedientes que uno que ha sido rebelde y descuidado con la autoridad de sus padres.
Entonces, vemos que en esa escena que no la he leído pero que ya es parte de nuestro sermón, hay principios de autoridad muy grandes, muy poderoso involucrados. Y es que eso está a través de toda la Biblia, la idea de vivir bajo autoridad. Entonces al final de ese drama el Señor les dice a los discípulos, les dice, miren, ustedes me llaman a mí Señor y bien dicen, porque yo soy el Señor, pero si yo siendo el Señor le he lavado los pies a ustedes, que son mis discípulos, ustedes también tienen que estar dispuestos a hacer lo mismo con los demás. El Señor estableció allí un principio poderoso de lo que es la autoridad en el Reino de Dios, que no debemos abusar de los demás, no debemos tratar de buscar atajaderos para llegar a la autoridad.
Siempre que una persona llega legítimamente a la autoridad es porque habrá sido quebrantada, probada, humillada, escarmentada. Es la única manera legítima de uno llegar a la autoridad a través de la cruz, la crucifixión. No podemos llegar a la autoridad simplemente, bueno porque yo sé, yo soy, yo hago, yo tengo. Mucha gente cree que eso es suficiente para que tengan autoridad. Hay gente que llega a las iglesias y creen que porque yo tengo un título y porque yo en otra iglesia fui esto y lo otro, ya me tiene que poner hacer... nunca he creído yo en eso. Uno tiene que ganarse a la gente. ¿Cuántos pueden decir amen a eso? Uno tiene que adquirir credibilidad, uno tiene que darse a conocer, uno tiene que conocer a la gente que uno va a dirigir. En el mejor de los casos eso es lo que debe suceder y la gente debe decirte a ti, ven, sube acá, sube y dirígenos porque tu te has ganado el respeto y el cariño y la confianza de las personas. Esa es la forma de uno llegar a la autoridad.
Bien, ese sermón es gratis para ustedes. Pero vamos a la palabra del Señor un momento, de nuevo, miren Romanos Capítulo 13. por eso es que yo digo desde Génesis hasta Apocalipsis el principio de vivir bajo autoridad está allí, en todas partes, cuando uno se abre a esa idea de la sujeción a la autoridad uno lo encuentra en todas partes a través de la Escritura. Romanos, Capítulo 13, entre los consejos lindos que el Apóstol Pablo le da a sus lectores, dice aquí;
“... sométase toda persona a las autoridades superiores... “
Fíjese, dice toda persona, no hay allí excepción, es todos nosotros tenemos que sujetarnos a las autoridades superiores.
“... porque no hay autoridad sino de parte de Dios y las que hay por Dios han sido establecidas...”
Ahora, déjenme decirle que ese versículo es bien problemático pero no tenemos tiempo de deshilarlo todo, porque digamos Idi Amin, en Uganda, un hombre terriblemente dictatorial y cruel y sanguinario, yo no creo necesariamente que Dios haya dicho, ya de hecho él está muerto, ya hace años que murió, pero una persona así que es simplemente un criminal que hay tomado poder sobre una nación, en mi opinión, no está puesto allí activamente por Dios. Y yo creo que un pueblo tiene derecho de resistir esa autoridad porque yo no pienso, por eso es que los pasajes de la Biblia hay que tomarlos en su contexto y hay muchos pasajes que se matizan unos a otros, pero Pablo está hablando de una autoridad legítimamente constituida y de una autoridad, porque si nos ponemos a cuestionar toda la autoridad, ¿dónde va a estar el orden? Toda autoridad siempre tiene imperfecciones, tiene defectos, es imposible que haya una autoridad perfecta y que no cometa errores.
Entonces hay que tener cuidado también de trazar un balance. Pero interesantemente Pablo está hablando aquí sobretodo, yo creo, de la autoridad romana. Pablo le está escribiendo a cristianos que estaban bajo la autoridad de Roma, vivían en Roma y el imperio romano era un imperio muy fuerte, muy dictatorial. Sin embargo, es interesante que Pablo no dice que se rebelen contra los romanos, ni tampoco les dice a los judíos que están bajo el imperio romano, en Palestina, rebélense contra esta autoridad que es un imperio.
Es decir, que para mí, es importante si yo creo que esta es la palabra de Dios hablando, que es el Espíritu Santo hablándome y que esto no es un error de un hombre escribiendo a la luz de su tiempo, yo tengo que darme cuenta de que aún a veces cuando hay autoridades con las cuales yo no estoy de acuerdo, yo tengo que someterme y sujetarme a ellas. Ahora, habrá casos extremos en que yo creo que ahí entonces hay que pedir más iluminación de parte de Dios. pero aquí dice:
“... sométase toda persona a las autoridades superiores porque no hay autoridad sino de parte de Dios y las que hay por Dios han sido establecidas...”
Hay ahí un principio que yo creo que todo cristiano debe respetar. Por ejemplo, los patrulleros del estado que están dirigiendo las carreteras federales, la ruta 93, no tiene policías, tiene policías estatales específicamente, esa gente quizás no es la gente más simpática del mundo,¿verdad? y a mi me gustaría que tuvieran un lacito bonito que me inspirara confianza, pero vienen con sus botas y con su traje bien fuerte calculado para inspirar respeto y temor y todo este tipo de cosas. Si yo me pongo de que quién es este hombre para mandarme, y si me paran, o lo que sea, y yo ya comienzo a hablarle mal o en mi corazón tengo una raíz de amargura contra él o lo que sea, qué va a pasar. Más bien me voy a meter en problemas con esa persona y es más, voy a estar operando bajo un principio de rebeldía. Esta persona, sea lo que sea, representa algo que protege la comunidad. Esa gente es necesaria y tienen un trabajo bien difícil que hacer, y yo me imagino que se encuentran con todo tipo de gente rara, hay policías que pierden la vida en las carreteras, y tienen ellos que ejercer su autoridad en una forma fuerte, clara, decisiva y yo no me puedo poner a cuestionar, quizás hay uno que está abusando de su autoridad un poco, o es odioso, lo que sea, pero mi postura como cristiano es, esta persona representa el gobierno, representa el orden, yo debo sujetarme a ella y debo darle gracias a Dios porque esa persona está allí porque sino sería un caos la carretera. Y yo debo, en un sentido, en mi corazón concebir más bien simpatía para ese hombre que está haciendo un trabajo bien difícil y darle el respeto que él merece.
A mí me gusta cuando me acerco a un policía, yo lo trato de officer, lo primero que le digo es, officer, antes de yo dirigirme a él o a ella, porque yo creo en respetar la autoridad y que esa persona está haciendo un trabajo importante, serio, peligroso, y esa persona protege a la comunidad y merece un respeto especial. Y yo me deleito en darle a esa persona su rango y su respeto y como cristiano yo quiero que esa persona se sienta honrada. Y a mí me gusta respetar autoridad y yo creo que eso es bueno. y así un joven, por ejemplo, yo le digo a los jóvenes cristianos, miren, cuando tu te acercas a una persona mayor, a un anciano o un adulto que tiene más años que tu, que bueno es cuando tu saludas a esa persona con respeto y tu le muestras a esa persona joven que tu la respetas, que tu valoras su edad y tu la tratas con un respeto. Eso es bello y eso bendice al joven y bendice al adulto también y hay un orden.
Yo creo que en la iglesia de Jesucristo esos valores deben imperar, eso es hermoso. Y yo, como pastor de esta congregación, hay gente a la cual yo debo rendirle también respeto en autoridad espiritual. Hay gente que está por encima de mí en conocimiento, en experiencia, en ejercer autoridad sobre mayores personas o ámbitos más amplios de la iglesia y yo como pastor debo tener el gozo de a esa persona darle un respeto especial, y reconocer su autoridad. Yo no tengo que decir, no, porque yo soy pastor de una iglesia, que sé yo, que se yo cuanto. No, mentira, uno no es nadie, uno tiene que siempre... cómo puedo yo darle el respeto que una persona se merece, y siempre tenemos que vivir en ese espíritu de respetar la autoridad de los demás, someternos a las autoridades superiores. Todos tenemos autoridad encima unos de los otros.
Yo creo que este mundo tiene tantos problemas, esta sociedad porque hay cambiado el principio de la sujeción a la autoridad por el principio de cuestionar la autoridad y cuando eso sucede todo tipo de problemas comienzan a crearse, comienzan a cuestionarse las cultura, comienza a cuestionarse los valores morales que hemos recibido, comienza a cuestionarse inclusive los mitos que una cultura necesita para inspirar. Usted ve que hoy en día, por ejemplo, en el estudio de la historia los escritores se deleitan en encontrarle defecto a los grandes héroes de la nación. Ah, dicen por allí, una cosa que se le enseñaba mucho a los niños es que esa historia de que, creo que fue Jorge Washington, que se rehusó a cortar un árbol de cerezo cuando era niño porque era un árbol de cerezo, se usaba eso para hablar del carácter de George Washington, que era un hombre respetuoso y que aún cuando niño era un gran líder.
Bueno, hoy en día, ya se ha probado que eso no fue cierto, que eso fue un invento de la gente, que George Washington ni siquiera había un árbol de cerezo que esa es una mentira que se dijo. Y los mitos estamos continuamente destruyéndolos para bajar a los héroes al nivel humano, para convertirlos en meros seres humanos. Eso para mí, eso es espíritu rebelde, diabólico que es lo que llevó a Satanás a ser tirado del cielo cuando se rebeló contra Dios como Lucifer. Y eso se le ha traducido a la humanidad, la rebeldía contra la autoridad.
Y eso, hermanos, mire, no estoy saliéndome del tema, yo espero que ustedes vean eso, porque este tema es tan amplio y me gusta matizarlo con muchas cosas. a través de la historia, las grandes culturas siempre han entendido la importancia de sujetarse a la autoridad. Los griegos tienen un mito, en la mitología griega está el mito de Sísifo, lo puede leer después en su enciclopedia. Sísifo se rebeló contra los dioses en la mitología griega, se rebeló contra los dioses y los dioses lo condenaron a por toda la eternidad rodar una piedra redonda, como una rueda, subirla a una montaña, él mismo con su propio esfuerzo y esa roca siempre se bajaba y él tenía que volver otra vez a subirla y volvía a bajarse, y esa fue su condena. Por toda la eternidad él tenía que subir esa roca y verla bajar y volver. Y yo creo que ahí hay, de paso, hay una enseñanza moral y es que la persona que se rebela contra la autoridad termina repitiendo los mismos errores, siempre, una vez tras otra.
Las culturas cuando se rebelan contra la autoridad y operan bajo un principio de rebeldía termina cometiendo errores continuamente, continuamente porque no aprenden nunca. Siempre están cuestionando la sabiduría que viene del pasado. No hay sabiduría acumulada, siempre están tumbando todos los mitos, tumbando todos los ejemplos morales, como un hijo también, un joven que no respeta las canas, un joven que no se lleva de la autoridad, un feligrés que no respeta la autoridad de sus pastores o sus líderes espirituales no crece. Siempre está cometiendo los mismos errores, subiendo la misma piedra a la cima de la montaña para que vuelva a bajar y comenzar otra vez a construir en la vida. Mientras que cuando la persona respeta los mitos de su cultura, respeta los héroes de su cultura, celebra las canas y los logros de los que han venido de antes de uno, esa es una cultura que va acumulando sabiduría y va siendo bendecida y cada vez es más sabia y mejor, así como también el individuo.
Yo creo que por eso es que el Apóstol Pablo dice aquí en romanos 13, “.,.. sométase toda persona a las autoridades superiores porque no hay autoridad sino de parte de Dios y las que hay por Dios han sido establecidas...”
De nuevo, yo creo que si el Apóstol Pablo hubiera tenido tiempo hubiera escrito mucho más para matizar lo que él estaba diciendo allí. Pero la Biblia no está escrita para abogados, está escrita para gente que entiende lo que está diciendo. La mayor parte de la autoridad está constituida por Dios, el principio de autoridad viene de Dios y nosotros tenemos que ver a nuestros gobernantes, tenemos que ver a nuestros líderes como que están representando un principio que Dios ha establecido. Y nosotros debemos, no solamente sujetarnos al hombre, al policía estatal, por ejemplo, sino al Dios que está por encima del policía estatal que permite que haya el concepto de policía en el mundo. Yo estoy respetando a Dios a través de ese policía ya constituido su autoridad.
Ahora, en el versículo 2 dice, “... de modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste...”
En otras palabras, cuando usted resiste la autoridad de los que están encima de usted, no solamente está resistiendo a esa persona sino que está resistiendo a Dios que lo constituyó. Eso es una afirmación muy fuerte pero la hace la palabra, no yo. Entonces, dice:
“... y los que resisten acarrean condenación para sí mismos....”
Hermanos, eso es muy cierto, la persona que vive cuestionando la autoridad, la persona rebelde, la persona desobediente, la persona dura de servis, la persona que no se lleva de consejo, la persona que siempre está peleando contra las autoridades, siempre murmurando de las autoridades. Usted sabe que siempre en los trabajos hay una persona que siempre está quejándose de los jefes y de las cosas que hacen y siempre está criticando y siempre tiene una mejor opinión y una mejor forma de hacer las cosas. ¿Cuántos se han encontrado con este así en los trabajos?
Ese tipo de actitud es la que Dios condena. Mire, la persona que opera en una actitud de rebeldía en cualquier ámbito que sea, no entiende que se está acarreando mal y fracaso y sí mismo. yo prefiero, hermanos, pecar de ser demasiado sujeto a la autoridad y de no cuestionar lo suficiente la autoridad que de ir del otro lado y de estar en rebeldía y cuestionar más de la cuenta la autoridad. Yo creo que nosotros si vamos a pecar, pequemos del lado del respeto excesivo de la autoridad que del lado del cuestionamiento excesivo de la autoridad, porque cuando nosotros nos rebelamos contra la autoridad acarreamos condenación, estamos bajo juicio.
El joven que no se sujeta a la autoridad paternal, maternal, tiene como una presión en frente de él que no lo deja progresar, siempre va a estar la vida va a estar en contra de él o de ella. Yo he dicho antes, mucha de la gente que yo veo, por ejemplo, en las prisiones, cuando he visitado prisiones, sabe todos los hombres que yo he encontrado en las prisiones que son gente bien atractiva. Hay mucho hombre buen mozo en las prisiones. Yo me he preguntado por qué es eso y yo creo que, mire mi teoría, esto es un poquito enfermizo quizás pero debo decir cuál es mi teoría: y es que muchas veces y también fuertes, es que muchas veces ese tipo de persona se crea, si no tiene cuidado, se puede crear un orgullo de que son mejores que los demás y son astutos y muchos de estos hombres son muy inteligentes. Muchos criminales son muy por encima del promedio de inteligencia de la persona regular. Y al crearse una actitud de rebeldía o de orgullo, la vida entonces se les tira encima y comienzan a dar traspiés, comienzan a cuestionar la autoridad, comienzan a salirse de los linderos seguros del respeto a la autoridad, comienzan a ellos querer cambiar un poquito las cosas y ajustar las leyes a su propia conveniencia, se rebelan contra los padres, se rebelan contra la gente, están engreídos, orgullosos, y qué pasa: termina cayéndoles una piedra de molino encima de la cabeza y muchas veces terminan en la cárcel, terminan en el crimen, terminan haciendo cosas indebidas porque el orgullo nació en ello.
Antes del hecho de la rebeldía viene el orgullo, creerse uno mejor que la autoridad que está por encima de uno. Y uno tiene que tener cuidado con eso. Muchas personas en la calle, cuando yo veo gente a veces, esa pobre gente que yo siempre oro por ellos cuando vengo aquí a la iglesia, que paso por ahí por el Boston Medical Center, muchas de esa gente que están ya caídos completamente en la vida, usted ve que han sido drogadictos por muchos años, o están sin hogar, o están deshechos, pero mire a ver, se le meten a uno, a veces la luz está verde para el chofer y ellos no le importa, ellos se le meten encima y si lo mira mal, si usted le toca la bocina o algo, mucha de esta gente no respeta las leyes, no respetan el orden público, el orden social y esa rebeldía yo creo que les viene desde niños, desde jóvenes y por eso fracasan en la vida.
Mientras que la persona que se ciñe por la verdad y por la justicia y por la autoridad tienen la bendición de Dios encima, si no va a tener la condenación de Dios, va a tener el juicio de Dios, no va a progresar, va a estar peleando contra la corriente. Porque como yo decía el domingo pasado, el universo mismo está constituido conforme a leyes de autoridad y nosotros tenemos que fluir conforme a esas leyes de autoridad y al hacerlo somos bendecidos. En vez de estar luchando contra la naturaleza de la existencia, estamos obrando con el viento detrás de nosotros llevando nuestro barco hacia puerto seguro.
Pueden decir amen aunque sea para mostrarme que están allí. Yo veo sus cuerpos pero quiero asegurarme que están escuchando.
“....Los que resisten acarrean condenación para sí mismos porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien sino al malo...”
En otras palabras, si tu estás respetando las leyes tu no tienes que temerle a un policía, pero si estás metiéndote en los carriles y corriendo, ¿cómo está uno? Mirando el espejo a ver si hay un policía detrás o a los lados o escondido, y yo les confieso que a veces caigo en esa categoría. Pero si tu vas por encima del límite de velocidad, ¿qué tu vas a estar haciendo? Mirando a ver... ese carro que está ahí atrás, parece que tiene algo encima, que parece que es un policía, será gris o será azul. Es un volkswagen o será un ford. Uno está temiendo. Ahora, cuando uno está respetando la autoridad uno va de lo más bien tranquilito, un policía ahí parado, cruzando, ah, hola, cómo está usted. Usted sigue feliz. Ahora, qué pasa si usted va por encima de la velocidad, usted ve un policía, el corazón se le quiere salir de la boca, usted pega el freno enseguida, el carro se le echa por un lado del frenazo tan fuerte que pegó porque vio al policía, pero si usted está bien, feliz, usted pasa de lo más bien, el policía no es ningún problema para usted.
Y eso es lo que dice el Apóstol Pablo aquí. Los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. Si yo estoy tranquilo en mi corazón, yo no tengo que temer la autoridad, la autoridad policía que todo esto es contra el caos, es para oponerse al caos, oponerse al mal, pero si usted está en el bien, respete, ame, coopere con la autoridad.
“..Quiere pues, no temer a la autoridad, haz lo bueno y tendrás alabanza de ella porque es servidor de Dios para tu bien pero si haces lo malo, teme, porque no en vano lleva la espada pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo...”
Yo, hermanos, no sé usted, pero yo creo que la policía es de bendición, yo creo que los cristianos pueden servir en la policía, yo creo en los ejércitos, yo no soy pacifista. Yo bendigo al Señor por el ejército de los Estados Unidos, y por los soldados, yo bendigo al Señor por los policías que tienen su buen revolver allí mientras más grande mejor, Dios los bendiga. Yo no tengo ningún problema con eso, no es lo mejor evidentemente, ojalá no necesitáramos policías, ojalá no necesitáramos ejércitos pero mientras haya rufianes en este mundo, y mientras haya gobiernos caóticos, mientras haya gente maligna y ejércitos usados en una forma inapropiada, se necesitarán los ejércitos, se necesitarán los policías y yo creo que un cristiano puede estar en un ejército y lo bendigo en el nombre del Señor y alguno jóvenes de nuestra iglesia están o han estado en el ejército, que bendición, hay que orar por ellos.
Ahora que ejerzan la autoridad correctamente. Porque yo creo que a veces en el mundo cristiano progresista de hoy en día, hay como un desdén de la gente que está en la policía o en los ejércitos. Saben, se ha creado como algo que tener un hijo policía, o un hijo en el ejército es como, no sé, es como tener el que trabaja en una casa de juego o algo así. No, yo creo que eso es parte, es muy bueno, es necesario. En este mundo necesitamos esas autoridades y hay que respetarles, hay que darle gracias a Dios por ellas, hay que orar por ellas, hay que orar para que Dios los ilumine, hay que orar para que ejerzan su autoridad en una forma sana. Es decir, cuidado con que en nuestra mente se meta una raíz de amargura contra la autoridad en sus diferentes manifestaciones. Nosotros tenemos que darle gracias a Dios porque vivimos en un mundo siniestro donde la autoridad es necesaria y Dios la ha constituido para bendición de la humanidad y la gente necesita llevar la espada, por así decirlo. La espada es necesaria y llevan la espada porque Dios se lo permite y hay que entender que eso es parte de la realidad humana que habitamos.
“Es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo por lo cual es necesario estarle sujetos, no solamente por razón del castigo sino también por causas de la conciencia...”
en otras palabras, respete al policía no porque tiene un bastón en la mano que le va a dr sobre la cabeza si no hace. No, respétele simplemente porque es autoridad y porque está bajo la autoridad divina y su conciencia cristiana le dicta que así debe de ser.
“... pues por esto pagáis también los tributos, porque son servidores de Dios que atienden continuamente a esto mismo....”
¿Quién le paga a los policías? ¿Quién le paga a los soldados y los ejércitos? El estado, y ¿quién le paga al estado? Usted y yo. Recuerda, abril 15, lamento dañarles el día, pero viene por ahí en algún momento, cuando uno paga sus impuestos y entonces ahí usted paga por la luz, usted paga por el gas, por la calle, por las aceras sobre la cual usted camina, por los highways, por todas estas cosas incluyendo los policías y las ambulancias y los bomberos, todo esto. Usted paga porque son servidores de Dios que atienden continuamente al orden de la humanidad.
Entonces mire lo que dice el versículo 7, es el resumen de todo lo que él está diciendo aquí, dice.
“... pagad a todos lo que debéis....”
Hermano, no le quede debiendo a nadie nada, si usted le debe dinero a la gente, páguele dinero. Si usted le debe a la gente respeto, páguele respeto. Si usted le debe a la gente obediencia, páguele obediencia, lo que usted deba, y eso es algo bien importante, en general no es solamente autoridad, cualquier área de la vida. Si usted le debe a alguien alabanza, dele alabanza. Si alguien hizo algo bueno, mire, usted dígale a esa persona, óyeme, que bueno lo que tu hiciste, te felicito, lo hiciste bien. Seamos gente que siempre que le demos a la gente lo que la gente se merece, sobretodo lo bueno.
y Pablo resume, “... pagad a todos lo que debéis...”
En otras palabras, sea el jefe en tu trabajo, dale lo que se le debe; sea el anciano en una congregación, o los ancianos en una congregación, dale; sea tu maestro de escuela dominical, págale lo que le debes; sea el maestro en la escuela secular donde tu estás, págale lo que le debes; sea el policía en la calle, págale lo que le debes, sea el presidente de Estados Unidos. Mire, hay gente hoy en día, por ejemplo, perdónenme, yo sé que muchos están en desacuerdo con el presidente Bush y todo eso, lo que ha hecho y usted puede tener su opinión, pero yo creo que nosotros no tenemos derecho de estar riéndonos y haciendo ridiculeces de nuestro presidente. Yo creo que si vamos a criticarlo, critiquémoslo en una manera respetuosa. Esa es mi opinión, no sé cómo usted se siente al respecto, pero yo creo que es importante.
Hoy en día, en Estados Unidos se ha hecho una industria de ridiculizar a este hombre y de usar formas, al americano le encanta como le digo, rebajar a sus líderes. Eso es algo de la cultura norteamericana secular sobretodo que me parece horroroso donde hablamos de nuestros líderes en formas totalmente irrespetuosas. Yo creo que nosotros tenemos que cultivar formas adecuadas. Esas personas están allí, merecen respeto. Podemos criticarlos, podemos estar en desacuerdo con ellos, pero usemos formas adecuadas, porque nosotros le debemos cierto respeto por lo que representan. No es el hombre, ese no es un hombre solamente el que está allí. Ese hombre representa la nación, es una encarnación de la nación y hay que tratarlo con cierto respeto.
Dice la Biblia, fíjese algo interesante, otro concepto de autoridad, dice que cuando el Arcángel Miguel peleaba con Satanás, no sabemos a qué se refiere específicamente, pero en algún momento hubo una lucha cuerpo a cuerpo entre ese ángel poderoso de Dios que es Miguel y Satanás, dice que Miguel no se atrevió a proferir maldición contra Satanás sino que dijo que el Señor te reprenda, y entonces añade el escritor, eso está en Judas, tengamos cuidado, porque hay gente por ahí que está diciendo mal de los principados y las potestades y las autoridades, y no saben que se están metiendo en un lío tremendo.
Sabe que hay cristianos por ahí que el diablo, que se yo qué, que yo lo tengo bajo mis pies, que yo le doy una patada y lo engancho por acá y que se yo que, mire, tenga cuidado y por eso usted ve que andan por allí corriendo con los ojos amoratados y con problemas en la vida y fracasos y cosas, porque ese ser, Satanás, es un ser, sí, ha ofendido a Dios, Dios lo ha echado de su presencia, pero es un general, y es un general que un Dios lo va a poner en su lugar, pero mientras tanto usted trátelo con, no con respeto, pero sí con deferencia. Yo no tengo que estar hablando mal de los principados, si me atacan pues yo veré lo que hago en el nombre del Señor y yo me defiendo, pero yo no tengo que estar allí hablando del diablo en maneras irrespetuosa o lo que sea. No, ese es un ser al que hay que darle su rango y tratar con él conforme a principios bíblicos, remitir la causa al Señor, Cristo. Yo le echo a Cristo, Roberto Miranda no puede pelear con él y hay que respetar la autoridad.
Fíjese eso, ni siquiera el Arcángel Miguel se atrevió a maldecir a Satanás, usó una fórmula apropiada, un protocolo apropiado, que el Señor te reprenda. Es como los ejércitos. Sabe que en los ejércitos un general de un ejército enemigo es tratado con mucha cortesía cuando es capturado, normalmente si se va conforme a las reglas de la guerra, un general capturado tiene que ser tratado conforme a su rango. ¿Por qué? Porque el que usa autoridad sabe como se mueve la autoridad, sabe que hay cierto respeto a los rangos, los símbolos tienen cierto poder y eso lo entiende la gente humana allá, el ser humano en las instituciones humanas, cuánto más nosotros los cristianos debemos entender esos principios espirituales.
Yo creo que muchas de las cosas que sufre la iglesia en este tiempo es porque han perdido el entendimiento de esos misterios de la vida espiritual. Yo voy cerrando esto completamente.
¿Por qué yo estoy predicando estas cosas, hermanos? Porque yo creo que son valiosas, son importantes para su bendición, para su prosperidad, para su provecho. Yo como su pastor, quiero bendecirlos a ustedes, dándole cosas que yo creo que son importantes porque en la iglesia de Jesucristo se ha perdido mucho entendimiento de estos misterios. Hemos mezclado la cultura con la revelación y entonces hemos sacado cosas que están en contra de la cultura en la cual vivimos porque chocan con ella, y entonces dejamos de predicarla para que la gente no se moleste, no se ofenda y esto y lo otro, y saben, no le hacemos bien, le hacemos mal, al contrario, les robamos el conocimiento de cómo es que opera el universo y cómo moverse prósperamente en la vida.
El padre que no le enseña a sus hijos a respetar autoridad y no los disciplina y no los confronta y no les habla claro, además de amarlos y afirmarlos y darles cariño y todo lo demás, pero el padre que no enseña a sus hijos a caminar bajo autoridad y respetar la autoridad y quitarse el sombrero delante de las canas, está robándole a su hijo, y está haciéndole un daño y está estableciendo condiciones para su fracaso en el futuro.
Como pueblo cristiano nosotros tenemos que enseñar a nuestros hijos a ser respetuosos de la autoridad y en la iglesia nosotros tenemos que operar conforme a reglas de autoridad porque las iglesias yo creo que están muy, muy, a veces mal enseñadas con respecto a esto. Se ha perdido ese concepto, ese sano temor de la autoridad. Dios ha puesto en mi corazón, hermanos, en este tiempo un ardor, por así decirlo, un celo por enseñar estos principios que son contraculturales, van en contra de la corriente que yo veo en la iglesia moderna pero que son principios que tiene que ser rescatados y vueltos a poner en el lugar de prominencia para que el pueblo de Dios pueda ser bendecido, para que el Espíritu Santo pueda manifestarse con libertad, para que los dones del Espíritu Santo puedan fluir con libertad porque yo creo que el espíritu de Dios está ofendido por todas las libertades que nosotros nos hemos permitido en la iglesia. Tenemos iglesias laxas, iglesias que han perdido esa vigilancia, ese sano temor de los misterios del Espíritu Santo y por eso el espíritu de Dios se ha alejado y por el Espíritu Santo no se manifiesta con más poder y más libertad en medio de su pueblo porque cada uno está como chivo sin ley, como decimos por ahí, cada uno por su lado, correteando, haciendo lo que le da la gana y no operamos conforme a principios.
Y Dios quiere restaurar los misterios de su reino, Dios quiere restaurar una mentalidad sobrenatural al pueblo de Dios y se necesita ese sano consejo de la palabra de Dios, se necesita esa enseñanza que es como jabón de lejía que raspa cuando se le pone, pero limpia la piel, limpia los poros y permite que haya bendición.
Termino con un sueño que tuve anoche que tiene algo que ver con lo que yo les estoy diciendo aquí y siente al Señor compartirlo, porque he tenido algunos sueños que creo que son del Señor y esta es la segunda vez en estos meses que sueño en esta manera, concerniente al mismo tema. No tengo mucho tiempo para explicarlo pero sí en el sueño vi, era como que yo estaba viendo una calle, como si cogieran esta calle aquí y la abrieran y yo pudiera ver en su interior y lo que vi fue como, era como una tubería que comenzaba a salir de la tierra, venía subterránea pero comenzó a surgir a la superficie. Yo pensé que era un tubo, pero me di cuenta que era más bien el cuerpo de una serpiente, bien larga, bien grande, unas 8 pulgadas o 10 pulgadas de diámetro, bien gruesa. Cuando yo comencé a seguirlo y a seguir su corriente allá al final se veía completamente que era el cuerpo de una serpiente. Cuando llegué a donde estaba la cabeza de la serpiente, era una iglesia, me entro a la iglesia y ahí estaba la cabeza de la serpiente, no era una cabeza de serpiente, era como una cabeza de caballo, era un animalito, pero grande, era grande la cabeza. Y a su lado había otra cabeza, era un macho y hembra y estaban allí los dos acostados durmiendo y cuando yo le pregunté a la persona qué era eso. Era como un pastor, un sacerdote, me dijo, bueno, esto es un animal muy bonito, no sabemos de dónde viene pero lo estamos cuidando y fíjate que bello es, que noble parece.
Evidentemente era un ser siniestro. Estaba allí metido, las dos cabezas, dormidos de lo más cómodos dentro de ese santuario. Y es la segunda vez que yo tengo sueños parecidos a este de una iglesia que el diablo está metido en ella, se le está dando lugar y la iglesia no tiene conocimiento de con qué está lidiando por su ignorancia de los principios espirituales. No entiende que está bregando directamente con algo demoníaco y por lo tanto el espíritu demoníaco tiene libre curso para hacer lo que le dé la gana en el ámbito.
Esos dos seres que estaban allí evidentemente estaban contaminando ese lugar y no les importaba estaba estar muy activos. No se estaban moviendo, estaban dormidos, pero para qué tenían que estar muy activos si con su presencia estaban dominando y contaminándolo todo. Y este pastor, o sacerdote o lo que fuera, ignorante, con su enseñanza mística, no entendía que lo que tenía era la presencia misma del mal dentro de su congregación.
Y yo creo que la iglesia de Jesucristo universal en este tiempo, hermanos, está así. hay doctrinas de demonios en la iglesia, hay presencia demoníaca en las iglesias. Hay dominio de Satanás en muchas iglesias y hay gente, y hay líderes ignorantes de las reglas y las leyes de la guerra espiritual y de cómo se mueve el mal en el mundo y dentro de la iglesia, que no pueden discernir, que no conocen la palabra de Dios.
Y estamos permitiendo que nuestras iglesias sean contaminadas, el espíritu del Señor no se mueve, no hay autoridad, hemos cambiado la verdad eterna de Dios por principios de hombres y entonces no nos extrañe que no haya poder, más bien lo que hay es contaminación y el diablo tiene libre curso para hacer lo que le dé la gana en medio del pueblo de Dios. Lo único que va a rescatar a la iglesia es sana enseñanza, recuperar los principios eternos de la palabra de Dios, poner en su lugar las leyes profundas del espíritu y que nosotros los cristianos podamos caminar como caminaron los primeros cristianos hace dos mil años conociendo los misterios de la palabra del Señor y entonces Dios podrá manifestar su poder en medio de nosotros.
¿Cuántos pueden decir amen a lo que estoy diciendo? Amen. Eso es lo que está detrás de este sermón. Si el Señor me da espacio yo creo que todavía queda un sermón más con respecto a este tema porque es un tema muy importante y quiero ponerle todos los matices debidos y ustedes van a ver, voy a trabajar con otros textos porque yo quiero presentar mi caso como un buen abogado de manera que no quede duda en el jurado de que esto es conforme a la ley de Dios, conforme a los principios del Espíritu Santo. Amen.
Y yo deseo que esto sea de bendición para nuestra juventud, para nuestros líderes, para mí mismo que estoy predicando este sermón, para toda nuestra iglesia, que nuestra iglesia sea bendecida por medio de estos principios que Dios quiere que volvamos a establecer en medio de su pueblo.
Vamos a bajar nuestras cabezas un momento, pedirle al Señor que nos dé sabiduría para poder navegar estas aguas tan profundas. Padre, entregamos este tiempo a ti, ayúdanos Señor a operar conforme a tus misterios, estas cosas tan profundas que muchas veces ni siquiera entendemos aún cuando las decimos. Perdónanos por nuestro espíritu rebelde, perdónanos muchas veces porque nos hemos jugado con tu gloria y tu autoridad, perdónanos por cambiar tu verdad eterna por principios culturales, muchas veces. Ayúdanos a ser un pueblo sobrio, un pueblo sencillo, un pueblo manso, un pueblo sujeto a la autoridad. Entregamos nuestra iglesia a ti, Señor para ser gobernados por tus principios eternos. Te damos gracias, Señor. Gracias en el nombre de Jesús. Amen y amen.
Ministerio de Matrimonios Tema : Enojo - El enemigo número uno del amor.
El siguiente estudio es tomado del libro "Amandonos siempre de Gary Smalley".
Tema: El ENOJO.
Airaos,pero no pequéis; no se ponga el sol sobre nuestro enojo,ni deis lugar al Diablo ( Efesios 4.26-27).
Queremos compartir con ustedes algunos consejos que le ayudaran a Eliminar al enemigo número uno del amor “EL ENOJO”
El enojo es una de las causas mas comunes y principales que causan el divorcio y el mayor ladrón del amor a la vida.
La Biblia no identifica el enojo como pecado, realmente el pecado es el enojo no resuelto y por lo tanto nos afecta a nosotros mismos,afecta nuestra relación con Dios, con la familia y con los demás,porque del enojo brotan tres emociones distintas : Temor, Frustración y ofensa. “Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír,tardo para hablar,tardo para airarse;porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios . (Santiago 1.19-20)
El enojo tiene varios efectos en las relaciones y causa distanciamiento con Dios, con los demás y con nosotros mismos porque nos hace sentirnos desdichados.
Siete Pasos para libranos del Enojo.
Defina la Ofensa.
Permitase experimentar el dolor.
Trate de comprender a quien lo ofendio.
Libere a quien lo ofendio es decir PERDONE aquella persona que lo ofendio.
Busque perlas en la ofensa , busque lo bueno y lo que le enseña.
Describa sus sentimìentos por escrito.
Extiendale la mano a quien lo ofendio, este último es el paso mas dificil esto no ocurre inmediatamente ni de forma natural, requiere de un gran acto de voluntad, de amor y madurez.
Inventario del Enojo
Este inventario puede darle una idea respecto a donde está con relación a su enojo a sus antecendentes que pueden producir el enojo. Evalúe cada declaración que sigue en una escala del 0 ( muy bajo) 10 (muy alto) si sus resultados son mas de 200 pudieran necesitar ver un consejero que le ayudaran a revelar y resolver el enojo. Si sus resultados es mas de 100 le recomendamos este libro donde fue tomado este estudio “ Amandonos Siempre” Y tambien agradecemos al doctor Gary Smalley ya que este manual ha sido de gran bendición en nuestro grupo de parejas.
Inventario personal.
-------He tenido problemas frecuentes problemas de salud.
-------Tiendo a tener dificultadeses permaneciendo cerca de las
personas. Otros incluso han dicho que soy frio.
-----Constantemente dejo ver los escollos ocultos en los tratos comerciales.
-------Tengo poco interés en las cuestiones religiosas.
-------Tengo muchas dudas acerca de la existencia de Dios.
-------Tiendo ver a las personas religiosas como hiprócritas.
-------Tiendo a ser condenatorio o demasiado crítico de las personas.
-------Tengo una ineptitud total para ver mis propios defectos.
-------Mi imagen es muy importante para mí. Es de gran importancia cómo me visto y qué manejo.
-------Lucho a menudo con el pobre concepto de mí mismo.
------A menudo no me doy cuenta de que mis palabras y mi conducta hieren los sentimeintos de los demás.
------Mis padres se divorciaron antes que yo tuviera 18 años.
-------Pienso que uno de mis padres o los dos bebían mucho alchol.
------Mis padres me maltrataron.
------Mis padres parecían demasiados distantes o descuidados conmigo.
-----Mis padres perecían enviciados con narcóticos u otras sustancias.
-----Sentían que mis padres eran demasiados dominates.
-----A menudo lucho con sentimientos de desaliento y depresión.
-----Al paracer estoy enojado con varias personas durantes largos períodos.
-----Tiendo a ser demasiado dominante con mi cónyuge, con los niños y con los amigos.
-----Tengo sentimientos de ansiedad. No puedo señalar exactamente lo que me molesta.
-----A veces he considerado el suicidio.
----Me ha resultado dificil perdonar a los demás cuando me me hiren o me frustran.
----Me resulta dificil confrontrar a los demás cuando me ofenden, y se que no soy muy bueno para liberarme del enojo.
-----Me hallo demasiado ocupado la mayor parte del tiempo.
-----Hallo más fácil culpar a los demás que aceptar la culpabilidad de mis errores.
-----A menudo reaciono exageradamente a lo que otros me dicen o me hacen.
----Siento que me motiva con demasiada frecuencia el temor o el fracaso.
----A menudo deseo que quienes me han ofendido fueran castigados de algún modo.
----Con frecuencia pienso que he sido desfraudado en varios aspectos de la vida.
----Me enredo en luchas con los demás que a veces dan por resultado agresión física,como tirarse cosas,abofetearse o golpearse.
----En realidad no confío en nadie sino en mi mismo.
Resultado total-------------.
Sujeción a la autoridad
TRANSCRIPT
Números, Capítulo 12 y quiero hablar para que ustedes tomen el pasaje, el texto que lo quiero interpretar. Quiero hablar sobre autoridad, sobre la vida bajo autoridad y este sermón es una continuación del sermón del domingo pasado sobre la obediencia. Ustedes pueden ver en realidad, ustedes ven la conexión.
Muchas veces uno predica cosas y se le queda la mitad del sermón a uno, porque uno no quiere ser excesivo en lo que va a predicar, pero en realidad esto es una continuación del mensaje que llevé a cabo el domingo pasado. Así que está muy atado al concepto de obediencia y titulo este mensaje ‘sujeción a la autoridad’.
‘Submission to authority’, that’s what I want to speak about this morning and the concept of authority, of spiritual authority and we need to need and flow, and live under authority.
Esta idea de que debemos vivir, movernos y fluir bajo autoridad. Parece un concepto un poco sutil pero yo espero poder hacerlo más claro a través de este mensaje y es precisamente lo que me propongo.
Números, Capítulo 12 dice allí: “... María y Aarón, Aarón era hermano de Moisés, de paso y María era su hermana también. Eran hermanos de Moisés. “... María y Aarón hablaron contra Moisés, mire allí el principio de la violación de una autoridad. Moisés había sido puesto en autoridad sobre Israel y aunque María y Aarón eran hermanos de Moisés estaban su autoridad espiritual, la cual Dios le había asignado.
Entonces, “... hablaron contra Moisés a causa de la mujer husita que había tomado... porque él había tomado una mujer husita. ¿Qué es una mujer husita? Bueno, es una tribu que no era israelita. Imagínese los hebreos están en el desierto, han salido de Egipto, están en sus 40 años de peregrinaje en el desierto y Moisés se casa con una mujer que no es de la tribu de Israel, es de otra tribu. No sé si es la tribu de Husa, y por eso le dicen husita. El caso es que no estamos seguros, yo no estoy seguro si Moisés había cometido un pecado con eso. No parece que fuera así. Dios sí había prohibido que los israelitas se casaran con gente pagana, pero los comentarios que yo he leído como que hay división. No están seguros los comentaristas al respecto. Algunos dicen que no, que no fue nada malo lo que él hizo. Otros dicen que posiblemente él ahí como que forzó un poquito la cosa tomando una mujer que no fuera de la tribu de Israel.
El caso fue que hay un acción aquí, quizás un poquito dudosa que se presta a cuestionamiento, quizás Aarón y María se ofendieron de que no se casara con una de la tribu de Israel, se molestaron por eso, quizás pensaron, hey, él debiera dar el ejemplo, él es el líder y debiera casarse con una mujer de Israel para no establecer mal ejemplo. Y yo me tomo un momento para hablar acerca de esto porque parece que había un poquito de duda al respecto, pero aún así mire lo que sucede, esto lo que hace es más dramático todavía esta necesidad de vivir bajo autoridad, respetar las autoridades que Dios ha constituido, porque esto es importante, yo quiero desarrollar eso claramente.
“... y entonces dijeron, ‘Solamente por Moisés ha hablado Jehová, no ha hablado también por nosotros?...”
En otras palabras, ¿qué están diciendo ellos aquí? Están diciendo, hey, él no es el único que Dios usa, Dios también nos puede usar a nosotros. Están cuestionando, están diciendo como que este hombre está subvirtiendo la autoridad, este hombre está monopolizando la autoridad y nosotros también tenemos la unción de Dios, nosotros también tenemos el Espíritu Santo, por qué nosotros también no podemos hacer cosas en Israel. ¿Qué pasa muchas veces? Nosotros cuestionamos, yo creo mucho en el sacerdocio de cada creyente, hermanos, cada día más, creo que el Espíritu Santo usa a su pueblo, el más pequeñito tiene la unción de Dios. Es más yo creo que la salud de una iglesia depende de que al pueblo se le dé autoridad para hablar, ministrar, evangelizar, predicar, enseñar y que los pastores somos bendecidos en la medida en que compartimos la autoridad con otros. ¿Cuántos pueden decir amen a eso? Cada día yo me convenzo más y más de eso.
Pero yo creo que el problema aquí no era tanto ese principio, era el corazón de María y de Aarón, había un poco de rebeldía en ellos. Saben que Israel era un pueblo rebelde. Búsquese la palabra servis que quiere decir cuello, caballo, cuello de caballo, en la concordancia y usted verá cuántas veces Dios llama a Israel pueblo de duro de servis, es decir, cuello duro, no se deja voltear para ningún lado, lo tienen bien duro, nadie lo puede someter. Y en el curso de la historia de Israel en el desierto muchas veces cuando los hebreos se rebelaron contra Moisés, se rebelaron contra Dios, contra la autoridad de Moisés y de Dios sobretodo, con consecuencias funestas, terribles. Y este es uno de los casos, que como les digo, hubiera podido escoger muchos otros casos así, porque toda la Biblia está llena de este concepto de sujetarnos a las autoridades superiores.
De nuevo, yo quiero matizar eso mucho, quiero matizarlo mucho porque esto es un asunto muy delicado.
“...Entonces dijeron, ‘Solamente por Moisés ha hablado Jehová, no ha hablado también por nosotros? - ¿y qué pasó? Dice,- ... y lo oyó Jehová... en otras palabras, Dios se dio cuenta de esa actitud rebelde de Aarón y de María y tomó nota de eso. Dios, hermanos, déjenme decirle algo donde hay un corazón rebelde, donde hay un corazón no sujeto a autoridad, donde hay un corazón ensañado contra la autoridad, sea la autoridad civil, policía, gobierno político o civil, sea padres y madres, un hijo vis a vis su padre y su madre, sea un obrero vis a vis la autoridad de la gente que está en autoridad sobre ellos en un lugar de trabajo, sea la esposa con respecto a su esposo, o el esposo que abusa de su autoridad, dondequiera que hay una violación del concepto de autoridad porque el esposo tiene que sujetarse a Dios, ¿si o no? y si el esposo está violando, si está abusando de su autoridad entonces está violando la autoridad que está sobre él que es la autoridad de Dios y de la palabra. ¿Usted ve? Si la autoridad es algo que va de arriba para abajo, descendiendo. Todo el mundo está bajo autoridad, yo estaba buscando un pasaje en la Escritura que dice precisamente eso, aún sobre el rey hay uno encima de él. ¿Usted ve? El único que no tiene ninguna autoridad encima de él es ¿quién? Dios, el Padre, porque el Hijo se sujeta al Padre.
y hay un pasaje muy lindo que quizás voy a tener ocasión de compartir con ustedes con respecto a esto, pero la autoridad todo el mundo tiene una autoridad y Dios toma muy en serio cuando una persona se rebela contra ese principio de autoridad.
Entonces dice, “... lo oyó Jehová. Dice aquí interesantemente en el versículo 3, y aquél varón Moisés era muy manso más que todos los hombres que había sobre la tierra...”
¿Por qué pone eso ahí el Espíritu Santo? Porque yo creo que la mansedumbre Dios la bendice y la rebeldía y la altanería Dios la enjuicia. Es más, yo creo que nadie puede ser verdadero líder y aquí nos cabe a todos un poquito, en la medida en que nosotros nos sujetamos a autoridad y somos mansos, mientras más mansos y humilde, más Dios nos puede usar. La mansedumbre es bendecida, la mansedumbre, la humildad, la sujeción Dios la mira de una forma muy positiva. Yo quiero adelantarme al sermón así que lo voy a dejar allí pero voy a volver a ese punto. Yo creo que se señala aquí la mansedumbre de Moisés porque contrasta con la rebeldía y la altanería de Aarón y de María.
Dios escogió Moisés por alguna razón. Ahora, mire muchas veces la desobediencia del pueblo llevó a Moisés a cometer cosas, porque a veces la rebeldía le hace daño a los líderes. Una vez vemos en la Escritura que Moisés golpeó con ira una roca que Dios le había dicho simplemente háblale, porque estaba ya harto de la rebeldía del pueblo. Y ese acto de exasperación de parte de Moisés que fue llevado a ello por la rebeldía del pueblo, le costó a Moisés el no entrar a la tierra prometida.
Tengamos cuidado, hermanos, de no llevar a nuestros líderes, llevar a nuestras autoridades a un punto de exasperación. Así como los que estamos en autoridad tengamos cuidado de no exasperar a aquellos que están bajo nuestra autoridad. La Biblia dice, padres, no exasperéis a vuestros hijos. Usted ve que esto es una cadena, es un círculo donde cada cual tiene su parte que jugar en sujetarse a algo o a alguien.
El caso es que Moisés era un hombre manso y humilde de corazón y Dios veía eso con benevolencia y con complacencia. Entonces dice aquí:
“... luego dijo Jehová a Moisés, Aarón y a María, salid vosotros tres al tabernáculo de reunión, los llamó a capítulo a los tres, dijo Moisés, ven, y Aarón y María vengan acá, repórtense los tres. Vamos afuera que quiero hablar con ustedes.
“... y salieron ellos tres, versículo 5, entonces Jehová descendió en la columna de la nube....., descendió más bien su espíritu, no quizás su voz, su presencia, no es que Dios se bajó con unos maones ahí a hablar con ellos, no. Es decir, escucharon la voz de Dios, escucharon el espíritu de Dios.
“... y se puso a la puerta del tabernáculo y llamó a Aarón y a María y salieron ambos y él les dijo, oíd ahora mis palabras...”
Cuando Dios te dice así será mejor que pongas atención ¿verdad? “...oíd ahora mis palabras, cuando haya entre vosotros profeta de Jehová le apareceré en visión, en sueños hablaré con él..”
en otras palabras, voy a hablar con él indirectamente en una visión, o en un sueño, “... no así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa, cara a cara hablaré con él y claramente no por figura...”
En otras palabras, este varón que ustedes tienen ahí, a este hombre yo le hablo directamente, yo lo respeto tanto y valoro tanto su liderazgo que a él yo le hablo cara a cara. No me pidas que le explique totalmente porque yo no puedo concebir que Dios hablándole, pero la Biblia dice que Moisés estuvo en la misma presencia de Dios y vio a Dios cuando le pasó así, pero dice que nada más vio sus espaldas. Yo creo que cuando Dios dice aquí, cara a cara, quiere decir en otras palabras yo le hablo directamente a él. No tengo que ir a través de un sueño en su psiquis, en su mente, o una visión simbólica. No, yo le hablo a él claramente, directamente con palabras entendibles a él.
“... y verá la apariencia de Jehová. ¿Por qué, pues, no tuviste temor de hablar contra mi siervo Moisés?....”
En otras palabras, dado el valor que yo le asigno a este hombre, a este líder, por qué ustedes no tuvieron respeto y se pusieron a hablar detrás de sus espaldas.
“.. entonces la ira de Jehová se encendió contra ellos y se fue y la nube se apartó del tabernáculo. Y he aquí que María estaba leprosa como la nieve...” instantáneamente María quedó totalmente leprosa, se cubrió de lepra.
Ahora no me pregunte a mí por qué la pobre María fue la única que pagó la java en esto, y no también Aarón, las pobres mujeres siempre. Yo creo que lo que... por eso es que muchas veces la gente tiene dificultad en interpretar la palabra de Dios y asigna otros tipos de valores a la Biblia para poder explicarla según sus propios esquemas.
Yo creo que María era la cabecilla, yo sospecho que por eso Dios la enjuició, no porque fuera mujer sino porque era María. ¿Por qué pienso yo eso? Primero porque es la que queda y Dios es muy claro y muy justo en las cosas. Pero que interesante que en el Capítulo dice, María y Aarón hablaron contra Moisés. ¿Por qué quizás no hubiera dicho mejor Aarón y María? Aarón tenía mucha más autoridad que María, era un sacerdote. Yo sospecho que María tuvo algo que ver en esto y fue quizás la instigadora de todo esto. De nuevo, no porque fuera mujer sino porque en ese caso ella era la que llevó la .... y ella acarreó..
Dice, cuando Dios se aparta estaba completamente cubierta de lepra. “.... Y dijo Aarón a Moisés, ah, Señor mío, no pongas ahora sobre nosotros este pecado porque locamente hemos actuado y hemos pecado. No quede ella ahora como el que nace muerto que al salir del vientre de su madre tiene ya medio consumida su carne. Entonces Moisés clamó a Jehová diciendo, te ruego, oh Dios, que la sanes ahora...”
Mire aquí la bondad de Moisés, en vez de decir, bueno, que le pase. A veces uno como que quiere rezar un salmo imprecatorio ahí y tirarle a la gente que hostiga uno, ¿verdad? Pero no, no, Moisés va y Moisés hizo eso varias veces. Moisés intercedió por el pueblo varias veces en que Dios lo iba a destruir por su rebeldía y Moisés, Señor, no lo hagas, por favor, dale un chancetita más, etc. y aquí dice:
“Moisés va y clama, dice, te ruego, oh Dios, que la sanes ahora, y respondió Jehová a Moisés, pues si padre hubiera escupido en su rostro, ¿no se avergonzaría por siete días? Sea echada fuera del campamento por 7 días y después volverá a la congregación...”
¿Por qué? Porque una persona leprosa no podía jamás estar entre el pueblo, era echada fuera. Entonces dijo, si ella hubiera ofendido a su padre, y su padre hubiera escupido sobre ella... estos son, recuerden hermanos, estamos hablando de esquemas bíblicos. Una de las cosas que a mí me impresiona de la Escrituras es desde Génesis hasta Apocalipsis, esta idea de la autoridad, la autoridad de los padres por ejemplo. Es una de las cosas que, bueno, me estoy adelantando un poquito pero, hermanos, déjenme decirles, Dios cada día engendra en mí un sentido de peso sobre la generación joven y su falta de respeto a sus padres. Y yo creo que el juicio de Dios está sobre esa generación a menos que no se arrepienta de su actitud hacia sus padres.
Y si usted me permite hablar como profeta en este momento le hablo así, porque parte de lo que yo tengo que decir es en espíritu profético como hice el domingo pasado también. Y yo creo que el corazón de Dios está ofendido con esta generación por su falta de respeto al padre y a la madre. Y si quieren sanarse van a tener que aprender a sujetarse a sus padres y a sus madres. El primer padre es el Padre celestial y de ahí abajo en adelante. Esto es algo terrible lo que estoy diciendo, le pido al Señor que examine mi corazón y que me libre de hablar una sola palabra en este sermón que sea con algún tipo de raíz de amargura, pero yo sé lo que estoy hablando. Y estoy predicando este sermón en el mismo espíritu que prediqué el domingo pasado porque yo sé que Dios tiene algo con estas cosas y que para Dios usar su iglesia y Dios bendecir a las naciones, primero tenemos que arreglar el asunto de la autoridad. La maldición de esta generación y de esta sociedad es su rebeldía, su incapacidad para sujetarse a nada y su cuestionamiento de todas las cosas que tienen que ver con la autoridad.
Entonces Dios le dice a Moisés, bueno, si ella hubiera ofendido a su padre y su padre hubiera escupido sobre ella, ¿no tendría que estar por vergüenza 7 días fuera de la congregación? Así que te voy a escuchar, pero 7 días se va a quedar leprosa. Y después volverá a la congregación. María fue echada del campamento 7 días y el pueblo no pasó adelante hasta que se reunió María con ellos. Ella aguantó al pueblo hebreo.
Saben que ellos estaban dando vueltas en el desierto, se paraban, iban a otro sitio y así por el estilo. Se tuvieron que aguantar 7 días en lo que la pobre María estaba allá afuera curándose y a los 7 días Dios la sana y entonces, en disciplina, entonces la vuelve a entrar en comunión con su pueblo.
“.. y después el pueblo partió de Acerot y acamparon en el desierto de Parán...”
Ven ustedes la seriedad, hermanos, de la sujeción a la autoridad. Pero yo quiero elaborar esto un poco más. Ahora bien, primer punto quiero señalar aquí: el universo se rige por principios de autoridad. El mundo físico, el cosmos, los planetas, los mares, la materia misma se rige por principios de autoridad. El cuerpo humano se rige por principio de autoridad. A esto se le llama las leyes físicas, las leyes de la biología, de la química, de la física, pero es lo mismo, es autoridad.
Mire el salmo 104, para que usted entienda esto porque es algo novedoso, esta idea de que el universo mismo se rige por principios de autoridad. Yo quiero ir de lo físico a otros aspectos. Mire lo que dice el salmo 104, comenzando en el versículo 5, dice él, hablando de Dios, fundó la tierra sobre sus cimientos, no será jamás removida con el abismo como con vestido la cubriste, sobre los montes estaban las aguas, a tu reprensión huyeron, al sonido de tu trueno se apresuraron.
El salmista está antropomorfizando, es una símil, una comparación de la naturaleza como si fuera un hombre, sujetándose a la autoridad del que lo crea.
A tu reprensión huyeron, al sonido de tu trueno se apresuraron, mire lo que dice aquí el versículo 8, este es le más importante y el 9, subieron los montes, descendieron los valles al lugar que tu les fundaste, les pusiste término el cual no traspasarán ni volverán a cubrir la tierra.
Dios les puso términos, les puso linderos al mar, a los valles y les dice, ustedes tienen que ceñirse a lo que yo les establezco, a las leyes a las cuales yo los sujeto y los someto.
Usted ve, los planetas dan vuelta alrededor de sus órbitas, porque hay una ley, que se llama la ley de la gravedad que sujeta a los planetas a una moción elíptica, no circular. Los planetas quieren salirse y volar pero la atracción de otras cosas, otros cuerpos, los mantiene y ese querer salirse, y la atracción los hace dar vueltas continuamente, interesantemente.
Pero el universo físico se rige por leyes, autoridad que Dios ha establecido. Ahora, el mundo espiritual, mi segundo punto, se rige también por principio de autoridad. En la Escritura vemos que hay ángeles, arcángeles, serafines, la Biblia habla de anciano, 24 ancianos ante el trono de Dios, la Biblia habla de principados y potestades, hay gobernadores de tinieblas. El mundo demoníaco tiene diferentes niveles. Hay demonios extremadamente poderosos que rigen naciones, regiones, ciudades, hay otros demonios que son simplemente demonios de maldad, muy localizados y muy pequeñitos y a veces hasta estúpidos y tontos pero son demonios también y tienen su propia especialidad. Pero hay demonios que rigen sobre grandes cantidades de otros demonios.
Cómo se llaman, cuando Cristo le preguntan, demonios a los que están en el cadarero, ¿cómo te llamas? Dice Legión porque somos muchos. Una legión romana era un grupo que se regía por reglas muy, muy bien dirigidas. Entonces el mundo espiritual se rige por jerarquías, niveles de autoridad. El mismo Señor Jesucristo dice que se sujeta al Padre. cristo dice, yo no hago nada si no lo que oigo de mi Padre. y el Señor siempre estuvo sujeto y está sujeto al Padre.
Mire lo que dice Primera de Corintios, Capítulo 15, estoy hablando ahora del mundo espiritual, hablé del mundo físico, ahora quiero hablar del mundo espiritual que también se rige por principios de autoridad. Capítulo 15, versículo 22, dice
“... porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados, pero cada uno en su debido orden, Dios es un Dios de orden, Cristo, las primicias, luego los que son de Cristo en su venida, luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia...”
En otras palabras, Dios no va a descansar en su obra redentora hasta que el demonio más chiquito y el más grande estén sujetos a su autoridad, hasta que todos los presidentes reconozcan que él es Dios, hasta que todas las naciones se sujeten a sus pies, hasta que la materia misma que está en rebeldía con Dios, también se sujete a Dios. Todo, hasta que todo principio de autoridad, todo pensamiento no sea llevado cautivo al Padre, Dios no va a descansar, no va a estar tranquilo.
Entonces dice aquí, “,.... y el postrer enemigo que será destruido es la muerte, dice 27, porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas. En otras palabras, Dios se sale de esa cadena de autoridad porque él es quien sujeta todas las cosas.
Miren lo que dice el versículo 28, precioso versículo, dice, “...pero luego que todas las cosas le estén sujetas entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas para que Dios sea todo en todos...”
Que precioso pasaje. Cuando el Señor haya hecho su obra ejecutiva de someterlo todo bajo su señorío entonces tomará su corona y se la entregará al Padre y dirá, reina tu ahora, yo hice mi parte ya, y ahora yo me sujeto a ti también. Que preciosa imagen.
Hermanos, ¿por qué? Porque el principio de autoridad es algo muy, muy poderoso y reina y por eso es que el uno saber funcionar conforme a los principios que rigen el universo y el mundo espiritual es tan importante y a esta generación en muchas maneras a la gente se le ha olvidado enseñarle a sus hijos, a esta sociedad se le ha olvidado enseñar la sujeción a la autoridad, todo lo contrario, hoy en día, se exalta la idea de cuestionar la autoridad. ¿Sí o no? A cada rato yo estoy manejando por ahí en el highway y me tropiezo con uno de esos afiches de carro, dice, question authority, cuestiona la autoridad. Hoy en día, más bien eso es lo que se predica, el cuestionar la autoridad. Hoy en día se ve como una virtud y como una señal de sofisticación y de fuerza y de vigor emocional el cuestionar la autoridad, ¿si o no? Váyase a cualquier universidad de Estados Unidos y usted verá que el principio de cuestionar la autoridad es algo que se enfatiza continuamente. En las escuelas se enfatiza el cuestionar la autoridad y por eso es que nosotros muchas veces, nuestros hijos cuando llegan a la casa, cómo vamos a esperar que se sujeten a los padres.
¿Saben ustedes algo, hermanos? Que a través de los siglos las culturas han dependido de todo un sistema te reforzamiento para que los hijos se sujeten a los padres. Desgraciadamente hoy en día, quedan unos grupitos reducidos de entidades que predican la sujeción a la autoridad de los padres y generalmente estamos peleando contra todo un sistema cultural que deshace con los pies lo que nosotros tratamos de hacer con las manos. Entonces por eso es tan difícil muchas veces, porque antes todo el sistema cooperaba, el hijo escuchaba lo mismo en la escuela, en la iglesia, en la calle, en el vecindario, en los medios de comunidad que hubiera, todo decía, respeta a tu padre, honra a tus padres. La literatura de niños, la literatura adulta, todo enfatizaba ese principio, respeto a la autoridad. Eso ha cambiado radicalmente sobre todo aquí en Estados Unidos y después con toda su secuela, en Europa, desde los años 60 sobre todo, con toda esta rebeldía y rebelión que vino a cundir en la cultura moderna.
La rebeldía se venido a exaltar como un principio regidor de la sociedad. Y nuestros hijos beben de esa leche. Una de las cosas que yo aprecio de la iglesia católico es su entendimiento de la autoridad. Podrán tener muchos errores y muchas cosas, pero hay un concepto de autoridad que yo creo que le ha permitido a esa institución estar dos mil años en existencia. Hay un respeto a la autoridad que se le tiene al sacerdote, al obispo, al cardenal, al papa y yo he visto que una persona que es un buen católico, generalmente es un buen evangélico, mejor evangélico todavía porque aprenden lo que es el principio de autoridad.
Muchas veces en las iglesias el protestantismo con su exaltación del sacerdocio de cada creyente ha tirado el bebé con el agua sucia, como decimos, y se ha ido detrás de simplemente cuestionamientos, fraccionamiento, todo el mundo tiene autoridad, cada iglesia es una autoridad para sí misma, nadie respeta a nadie, no hay dirección en la iglesia y todos somos como que cada uno se fue por su lado, estamos dispersos.
Y déjenme decirles algo, escúchelo si quiere creerlo o no, yo sé que Dios no va a hacer nada como él quiere hacer en esta tierra hasta que la iglesia de Jesucristo no se una en autoridad, hasta que la iglesia no fluya bajo principios de autoridad apostólica. Yo no sé cómo va a suceder eso, pero va a tener que suceder, porque esa es la única forma en que Dios puede obrar a través de su pueblo. Una iglesia hablando una sola cosa bajo autoridad determinada yu dirigida y bendecida e iluminada por Dios, y la gente tiene que someterse. Las iglesias tienen que sujetarse a la autoridad espiritual.
Y de nuevo, yo matizo mucho eso y lo voy a hacer en algún momento, pero de nuevo, no me adelanto a muchas cosas. Esto es profundo, mientras yo hablo me doy cuenta que requeriría un par de sermones quizás para dilucidar todo esto, pero les estoy dando algo muy importante, les estoy dando bistec espiritual, hermanos, no porque sea yo sino porque es la palabra de Dios que lo dice.
Si usted lo escucha va a ser bendecido, si se rebela contra lo que le estoy diciendo va a ser enjuiciado, te lo digo con todo el cariño y el amor de padre. mi corazón, Dios lo sabe, no hay nada de amargura en lo que estoy diciendo en este momento, sino un gran deseo de bendecirles a cada uno de ustedes y a mi propia vida también.
Entonces, es importante esta, que bello, el hijo se sujeta al padre después de coger lo que estuviera rebelde contra Dios y se lo entrega al Padre y él entonces se mete en el paquete también y se sujeta y saluda al Padre.
El universo se rige por principio de autoridad, el mundo espiritual se rige por principio de autoridad, tercero, todo el pecado y la tragedia del mundo nacen de una rebeldía y de una desobediencia. Todos sus dolores de cabeza, hermanos, el choque que usted sufrió ahí cuando se iba a parquear que le metió un cantazo a la columna de acero que estaba delante de usted, el tropezón que se dio en la noche cuando andaba en la oscuridad con el dedo gordo, todo eso se debe a un pecado que sucedió hace miles de años atrás. Todo el mal en el mundo viene de actos de rebeldía y de desobediencia.
El primero, ¿sabe cuál es? Usted dirá, Adán y Eva, ¿sabe cuál fue el primero antes que eso? quien sabe cuantos miles de años antes, cuando Lucifer, Lucero, el arcángel más poderoso y más grande que Dios había creado se rebeló contra su creador.
Vaya conmigo un momentito a Isaías 14, ¿lo estoy aburriendo todavía, hermanos? Ok, vamos a Isaías Capítulo 14, comenzando con el versículo 12. estas son cosas muy importantes, no sé si voy a terminarlo todo, pero está bien, lo que pueda lo voy a trabajar y vamos a ver si Dios me permite seguir más adelante.
Isaías Capítulo 14, versículo 12. muchos estudiosos de la Escritura, con mucho entendimiento espiritual aseguran que este pasaje definitivamente se refiere a Satanás, a los orígenes del diablo mismo. mire lo que dice aquí, Capítulo 14, versículo 12:
“...Como caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana – no hay ningún hombre al cual esto se pueda referir - .... cortado fuiste por tierra, tu que debilitabas a las naciones, tu que decías en tu corazón, subiré al cielo en lo alto junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono y en el monte del testimonio me sentaré a los lados del norte sobre las alturas de las nubes subiré y seré semejante al altísimo, más tu derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo. Se inclinarán hacia ti los que te vean, te contemplarán diciendo, ¿es este aquel vAarón que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos, que puso el mundo como un desierto, que asoló sus ciudades, que a sus presos nunca abrió la cárcel?
Es largo el pasaje, y hay otros pasajes complementarios a este en la Escrituras que hablan claramente de ese ser maravilloso que se rebela contra su creador, quiere igualarse a él y Dios lo derriba y lo echa abajo. Y ese ser rebelde que Dios echa abaja arrastra consigo otros ángeles también, dice la Escritura porque no tenemos todo el drama claramente elaborado en la Biblia pero sí sabemos un poquitito aquí y allí, que algún de rebelión hubo hostigado por esa criatura exaltada que Dios creó y que esos son los demonios que hoy en día hacen tanto daño a la humanidad, esos seres preternaturales que contaminan el mundo y la vida humana con su maldad y con su naturaleza corrupta y dañada por su lejanía de Dios y entonces transfieren su corrupción a la humanidad cuando la tocan, la manipulan, la tientan, la hacen tropezar porque tienen maldad en ellos, porque están separados de la gracia de Dios completamente.
Y ese ser que Dios tumba y derriba por su altanería y por su deseo de subvertir la autoridad del padre, es el ser que entonces le susurra a Adán y Eva, que se aparece en el huerto del Edén y le dicen, ustedes le están creyendo a ese viejo sombrío que les está diciendo que si comen de ese árbol se van a morir. Él lo que quiere es aguarle la fiesta a ustedes, él lo que no quiere es que ustedes tengan un buen tiempo y pasen un buen rato, coman y ustedes verán que todo está bien. y Adán y Eva se dejan guiar por lo que les dice ese ser maligno, caen, desobedecen a Dios y viene la maldad al mundo, el pecado, la muerte, el sufrimiento, la separación de Dios.
Ustedes ven, mis hermanos, que la rebeldía, la violación de ese principio de autoridad es lo que hace que venga la corrupción al mundo. ¿Puede usted entender entonces por qué Dios mira con tanta molestia, ira, indignación, cuando ve rebeldía en el hombre, en el individuo? Porque él sabe que todo el mal que hay en el cosmos, en la realidad humana, viene de corazones rebeldes, de actos de rebeldía y de desobediencia.
Entonces yo tengo claro que por eso es que Dios... y recuerdan el pasaje que yo examiné el domingo pasado, Samuel le dice a Saúl, Saúl, tu no entiendes que la rebeldía para Dios es como brujería, la desobediencia para el Señor es como si tu estuvieras cometiendo un acto de brujería, adivinación, que es lo que Dios aborrece, una de las que más aborrece, porque ese principio de rebeldía y de desobediencia le ha causado tanto daño a la humanidad a través de los siglos, y por eso es que nosotros tenemos que examinarnos continuamente, hermanos.
¿Señor, hay rebeldía en mi corazón, hay rebeldía en mi espíritu contra mis autoridades? ¿Hay rebeldía en mi espíritu contra...? Porque todos tenemos autoridades, contra cualquier cosa que me cuestiona. Ve, hay mucha gente que psicológicamente han sido ofendidos por un padre que los abusó, por una madre que no les dio cariño, por un patrón que los explotó, un guardia que les dio una bofetada un día, un vecino que abusó de ellos cuando niños en alguna manera, y crecen con un sentido, hay una raíz de amargura en ellos, no se pueden sujetar a nadie, tienen rebeldía en su corazón y entonces caminan con eso y eso le hace daño.
No se pueden sujetar a un pastor, no se pueden sujetar a un policía, no se pueden sujetar a un políico, a un gobernador, porque en su corazón hay una maquinita que le dice, no, rebélate, cuestiona, no te dejas. Están obrando bajo una energía psicológica dañina que hasata que no se resuelva va a hacer que esa persona tropiece continuamente.
Y por eso es tan importante, hombre, mujer, que siempre nos preguntemos, ¿hay en mí alguna raíz de amargura contra autoridad? Porque ese principio, esa energía siempre causa daño en la vida humana. ¿Cuántos jóvenes, hermanos, están en rebeldía contra sus padres, tienen resentimiento contra sus padres? Y quizás muchas veces, ¿saben qué? los padres se han comportado en una manera inapropiada o quizás simplemente es que son humanos, porque yo creo que los padres siempre han sido padres y siempre hemos sido humanos a través de los siglos.
Hoy en día, solamente esto de que si el padre es imperfecto o la madre es imperfecta, pues, yo no tengo que obedecerlo. Mire, a través de miles de años de existencia sobre la tierra los papas siempre han cometido errores, y siempre han hecho daño porque eso es así. La Biblia lo dice claramente, eso no es suficiente. Ahora, claro, si hay abuso sexual, si hay abuso físico y otras cosas definitivamente, mira, hijo, huye de tu casa. Pero si es un padre, una madre bienintencionada que está haciendo todo lo posible por educar a sus hijos comete errores, hijo, bendice a tu padre, obedece, sujétate, porque yo veo muchos hijos, aún adultos que están deambulando por la tierra, que no han resuelto su resentimiento contra sus padres y tienen juicio sobre sus cabezas.
Hay algo, hay un misterio. Dios no puede bendecir a una persona que está en ira contra su padre o su madre y en rebeldía y resentimiento. Arregla las cosas con tu padre o tu madre porque te conviene a ti. Eso es un principio bíblico.
Por eso, padres, hagamos lo más fácil posible la sujeción de nuestros hijos para que no los pongamos en situaciones donde ellos tengan que verse peleando contra un principio universal que les va a causar daño. Yo creo que el peor pecado que un padre, una madre puede cometer es abusar de sus hijos, exasperarlos hasta el punto que sus hijos se ponen rebeldes, porque los está maldiciendo doblemente. Les está causando heridas psicológicas y emocionales y los está poniendo en contra del Dios al cual sirven que quiere, y que dice, obedece a tu padre, honra a tu padre y a tu madre y sino... Perdona, no quiere decir que al tu perdonar estés justificando lo que te hayan hecho, pero salte de debajo de esa nube de juicio lo más pronto que tu puedas. Arregla las cosas, tu no tienes que estar ciento por ciento ido, si tu padre no fue digno de una honra activa, o tu madre, lo que sea, está bien, pero por lo menos acepta autoridad, reconcíliate con ellos, sujétate.
Lo mismo, digamos en el pastorado, hermanos, mire a través de veintipico de años de ministerio yo raramente he visto una persona prosperar espiritualmente en rebeldía contra su pastor o contra sus autoridades, no porque sea yo o quien sea, y de nuevo yo no digo esto por mí, les aseguro hermanos, yo le doy gracias al Señor que predico esto en una iglesia que yo amo y que sé que ama y que me respeta. Aquí no hay ningún issue, yo no estoy tratando de sanarme de algo ni nada por el estilo, yo siento que tengo el respeto de la inmensa, inmensa mayoría de mis hermanos. Estoy hablando puramente así, bien neutral, así que no piensen que fue que mi esposa no me dio de desayunar esta mañana, y que estoy molesto, no, no, esto es algo muy general, principios universales que yo siento que estoy predicando bajo la unción de Dios para su bendición.
Hay gente que está en lucha, en pugna con sus pastores y yo me temo que no entienden que hay una sombra sobre su vida. Mejor, mire hermano, si usted no puede sujetarse a su pastor o respetar su autoridad espiritual, mi consejo de padre espiritual, búsquese otra iglesia, no por la iglesia o por mí, sino por usted para que usted no viva en pugna espiritual y juicio delante de Dios. con sanidad váyase y busque una iglesia donde usted pueda sentirse a gusto y respetar a su pastor para que la bendición de Dios pueda fluir sobre su vida, porque Dios nos ha llamado a paz no a lucha, porque es un principio espiritual.
Ahora, déjenme añadir otra cosa porque estas cosas son tan complicadas que uno quisiera tener diez bocas para hablar a la misma vez y decirlas todas las cosas juntas. Déjenme decirles algo, los pastores no son perfectos, los ancianos no son perfectos, las autoridades espirituales no son perfectas, se comete mucho error y yo creo que es importante el principio de uno dialogar con sus pastores. Yo me beneficio de un diaconado que tiene gente que yo sé que tengo que caminar muy bien delante de ellos. Me aman, me respetan, pero si tienen que decirme algo me lo van a decir. Yo nunca he buscado gente que me diga, sí, sí, sí a todo, al contrario le tengo miedo a ese tipo de personas porque sé que no es bueno para mí. Me gusta tener gente que esté preparada para decirme la verdad aunque me moleste. Y me gusta en mi gobierno eclesiástico gente con autoridad que no van a compartir conmigo en cosas que no sean correctas por mi propia protección.
Así que yo creo, y hermanos, yo también creo que un miembro de la congregación si ve a su pastor haciendo algo que no es debido o si no está de acuerdo con algo debe sentir libertad para con amor, humildad y mansedumbre ir a donde su pastor y decirle, pastor, veo esto y esto y esto. Explíqueme qué está pasando, etc. y yo les animo, hermanos, también de igual manera, si usted quiere darme un consejo, yo le voy a agradecer ese consejo. Si me molesto después yo voy a ir a mi casa, me tomo dos aspirinas y pienso en lo que usted me dijo. Si usted, dígalo y deje entonces que el Señor tome control y haga. Yo creo que sé cómo escuchar la verdad y aunque respingo y me duele, la escucho y la recibo y me sujeto a ella en la inmensa mayoría de los casos.
En otras palabras, yo no estoy diciendo aquí que nosotros debemos decirle sí a todo, no cuestionar autoridad, mirar al pastor como si fuera la encarnación de Dios en la tierra. No, lo que estoy diciendo es que tenemos que regirnos por ese principio de sujeción a las autoridades, el cuestionar a la autoridad debe ser una medida de último recurso, no de primero recurso como en nuestro tiempo, porque hay una bendición en eso. yo sé que ya el tiempo se nos ha ido, ha sido largo, muchas cosas, yo estoy apenas en una tercera parte de mi mensaje, hay tantas cosas que hay que jalar, tantos cabos que hay que atar, que tengo hasta temor de dejar las cosas así, como un mecánico que saca todos los alambres del carro y entonces lo tiene ahí y tiene que cerrar el bonete.
Pero, creo han recibido suficiente para meditar sobre ello, y yo con todo lo posible voy a tomar el hilo el próximo domingo, pero quiera el Señor, voy a pedir que los músicos y los hermanos de la adoración pasen por acá rápidamente, quiera el Señor, hermanos, comenzar a trabajar en nuestros corazones acerca de la importancia de nosotros fluir en mansedumbre, en obediencia, en sujeción a las autoridades. Hermanos, yo les garantizo una cosa, que el usted ser una persona mansa y humilde y sujeta a autoridad en vez de hacerlo una alfombra sobre la cual la gente pise, le va a hacer un hombre, una mujer más poderosa que el espíritu.
Cuando un hombre, una mujer fuerte se sujeta a la autoridad por principio espiritual, Dios los bendice. Hermanos, déjenme decirle no hay algo más bello que yo haya visto sobre la tierra que un joven en toda su masculinidad, o una joven en toda su belleza femenina en su intelecto, sujeta a su padre y a su madre, esa es la cosa más bella que hay en el mundo. Eso inmediatamente evoca mi respeto y mi deseo de bendecir a esa persona. No hay nada más bello que un soldado en su uniforme y con sus medallas saludar delante de su superior, eso es hermoso.
La autoridad y la sujeción a la autoridad cuando se despliegan en toda su belleza es la cosa más hermosa que hay en el mundo. Nunca pienses que si tu te sujetas a autoridad tu vas a ser un mequetrefe, una marioneta, una persona indigna de respeto. Todo lo contrario, una sociedad, una familia, una iglesia que se rige por principios de autoridad donde la autoridad varonil está sujeta a Dios, a su palabra, a la sabiduría que viene de Dios, al amor de Cristo de amar a su mujer como a sí mismo, amar a sus hijos, desvivirse por ellos, es precioso. Una mujer que se sujeta a un esposo que se mueve bajo la autoridad de Cristo y su palabra, es hermosa. Unos hijos que se sujetan a sus padres, son hermosos. Unos obreros que se sujetan a sus autoridades que a la vez están sujetas a los principios de Dios de no explotar al obrero, de tratarlo como un ser humano, con respeto, es hermoso.
Y Dios dice, hijos, muévanse bajo principios de autoridad. León de Judá, congregación León de Judá, mis hijos, mi familia, fluyan conforme a principios de autoridad y yo los bendeciré. Yo derramaré bendición sobre sus cabezas hasta que sobre abunde, que el Señor bendiga a su pueblo, que nos bendiga a todos y que nos ayude a vivir conforme a principios de autoridad espiritual. Amen.
Señor bendiga su santa palabra. Gloria a Dios. Gloria al Señor. Pongámonos de pie, hermanos, vamos a darle gloria a Dios por su palabra. Yo espero que esta semana podamos meditar en eso y con la ayuda del Señor el domingo que viene vamos a continuar meditando sobre estos principios que son vida, son vida si los aplicamos. Gracias, Padre, nos sujetamos a tu palabra Señor. Ayúdanos a ser gente humilde, mansa y sencilla de corazón. Ayúdanos a entender estos principios, Padre, y a regirnos por ellos. Yo bendigo a los jóvenes y bendigo a los padres y bendigo esta iglesia, Padre, y te pido que sea una iglesia digna, Señor de tu bendición al vivir conforme a tus principios. Gracias, Jesús, en tu nombre pedimos estas cosas. Amen y amen. Que el Señor les continúe bendiciendo.
Obedecer es mejor que los sacrificios
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Les invito a buscar en el primer libro del profeta Samuel, Capítulo 15. gracias los músicos, tremendo trabajo, una bendición. Capítulo 15 del libro primero de Samuel.
Hermanos yo quiero compartir con ustedes una palabra que ha estado ardiendo en mi espíritu toda la semana y en realidad es un tema que ha ido percollando, bullendo en mi vida a través de los últimos meses, y es un tema que parece tan básico que casi como que es redundante en un sentido, pero que es tan importante y que nunca podremos predicar lo suficiente acerca de él. Se trata del tema de la obediencia, la obediencia, obedecer al Señor. y si me pidieran un título para este sermón siempre ponemos los títulos de los sermones en el Internet y yo quisiera acordarme siempre, ayudar a nuestro hermano Ernst Diehl y a Esmeralda dándole los títulos de los sermones, pero esta vez me acuerdo y quiero ponerlo allí y está relacionado con el relato mismo el cual les quiero hablar, primera de Samuel 15, y el título que yo le pondría es ‘Obedecer es mejor que los sacrificios’, palabras del profeta Samuel mismo.
Quiero leer con ustedes este pasaje, primera de Samuel 15. nosotros hablamos de profecía y yo digo que cuando el Señor pone una palabra candente en nuestros corazones y predicamos esa palabra, es palabra profética de Dios. Reciba esta palabra como una profecía, reciba esta palabra como palabra directa del corazón de Dios para ti y para mí, porque ya yo he tenido que filtrarla a través de mi propia vida, mi propio ser, mis propias necesidades y deficiencias y ya Dios me ha hablado a mí, transmito a ustedes el fruto de esa lucha cuerpo a cuerpo con el ángel de Dios también a través de su palabra.
Primera de Samuel, Capítulo 15, voy a leer de los versículos 1 al 3 y entonces voy a saltar al versículo 7 por ahí más o menos y leeré hasta el 23. dice la palabra del Señor
“... Después Samuel dijo a Saúl – Saúl el gran rey hebreo antes del rey David- Jehová me envió a que te ungiese por rey sobre su pueblo Israel. Ahora pues está atento a las palabras de Jehová...”
Sabe uno podría pararse allí solamente y hacer un sermón de esto. Dios nos da una encomiendo, como se la dio a Saúl de llevar a cabo una tarea, una misión, una carrera en la vida y nuestro llamado de parte de Dios es estar atentos a la palabra de Dios, a los mandamientos del Señor. Sabe que la obediencia comienza con una actitud, una postura, una conducta y esa conducta, esa postura es de estar atentos, de estar alertas, de estar vigilantes a la palabra que sale de la boca de Dios. Si nosotros estamos atentos a la palabra de Dios y la tomamos en serio, entonces podremos obedecer, podremos estar alineados con la palabra del Señor.
Dios llamó a Saúl a una encomienda a dirigir a su pueblo y para hacerlo bien él tenía que estar atento a la palabra del Señor. Ahora específicamente, Dios tenía una palabra para él, un mandamiento específico para él, una misión que él tenía que cumplir, y ahí vamos a ver cómo se desgrana todo esto de la obediencia.
Dice en el versículo 2: “... Así ha dicho Jehová de los ejércitos, yo castigaré lo que hizo Amalek a Israel al oponérsele en el camino cuando subía de Egipto...”
Sabe, Dios tiene una memora muy larga, pero para que ustedes entiendan los que no conocen tanto así de la Biblia o de la historia de Israel, cuando Israel estaba en el desierto, habían salido de Egipto y estaban deambulando en el desierto durante 40 años de peregrinaje, Amalek, una tribu más numerosa, más fuerte que Israel le tendió una emboscada al pueblo judío y tramposamente comenzaron a atacar a Israel desde el lado de atrás, a los débiles, a los ancianos y a los niños. Mostraron una gran saña, mostraron un gran odio contra el pueblo hebreo y a través de los siglos Amalek, aún hoy en día en la teología hebrea judaica, Amalek todavía es visto como un símbolo de Satanás y su odio contra el pueblo de Dios, esa oposición que muchas veces se lanza contra el pueblo de Dios. Dios nunca se olvidó de ese ataque tan traicionero, tan terrible de parte de la tribu de Amalek contra los israelitas cuando estaban en el desierto, y Dios juró enemistad eterna con Amalek y Amalek siempre mostró guerra contra Israel. Y entonces por eso Dios le dice, para que entiendan el contexto, le dice a Saúl, tienes que destruirlos. Entonces dice, voy a castigar lo que él hizo. Y mire cuál es la directiva terrible, yo he escogido este pasaje porque es muy escandaloso, precisamente le voy a enseñar por qué, porque es dramático lo que encarne, lo que contiene este pasaje y mi punto se hace efectivo, yo creo, por medio de él.
Dios le dice a Saúl, “... ve pues y hiere a Amalek, hablando de toda la tribu, toda la nación, los Amalequitas, y destruye todo lo que tiene, y no te apiades de él, mata. Esa es una palabra terrible. Mata a hombres, mujeres, niños y aún los de pecho, vacas, ovejas, camellos y asnos....”
Le dio una misión terrible a Saúl pero había un trasfondo en eso. Dios conocía el corazón de esta gente, sabía que era una tribu empedernida. Dios le había dado mucho tiempo a esa gente para que se arrepintiera y como hizo con todas las demás tribus de Canaán, Dios esperó siglos antes de entregarle la tierra de Canaán a los hebreos y quitársela a estas tribus que estaban allí porque estaba esperando que le colmaran la copa de su pecado y cuando llegó el tiempo en que ya no había vuelta atrás espiritualmente para esta gente, Dios mandó entonces que los hebreos saliera de Egipto y que poseyeran la tierra de Canaán porque Dios siempre primero prefiere la misericordia antes que el juicio, pero llega un momento en que la copa de ira de Dios se llena y entonces viene el juicio.
Esa fue la orden terrible que Dios le dio a Saúl. Ahora en el versículo 7 dice: “... Y Saúl derrotó a los Amalequitas desde Avila hasta llegar a Shur, que está al oriente de Egipto y tomó vivo a Agag, rey de Amalek...”
Fíjate esto, aquí comienza el problema, Dios le dice, destrúyelo todo pues él toma vivo a Agag el rey de Amalek, “... pero a todo el pueblo mató a filo de espada. Y Saúl y el pueblo perdonaron a Agag y a lo mejor de las ovejas y del ganado mayor, de los animales engordados, de los carneros y de todo lo bueno y no lo quisieron destruir. Más todo lo que era vil y despreciable, eso destruyeron.... –y aquí viene ahora la reacción de parte de Dios a esta acción mixta de parte del pueblo hebreo- ..... Y vino palabra de Jehová a Samuel diciendo, me pesa – es una expresión más bien como antropomórfica, Dios es como si Dios le pesara, bueno Dios sabía que esto iba a pesar, pero su ira, su molestia estaba en el corazón divino, - .... me pesa haber puesto por rey a Saúl porque se ha vuelto en pos de mí y no ha cumplido mis palabras....”
Hermanos, Dios toma muy enserio cuando nosotros no cumplimos su palabra, porque Dios se toma enserio a sí mismo.
“... Y se apesadumbró Samuel y clamó a Jehová toda aquella noche...”
Yo me pregunto qué le habrá pedido Samuel. Estuvo toda la noche clamando por Saúl. Samuel amaba a Saúl. Saúl era como un hijo espiritual de Samuel. Él lo había introducido al reinado y yo me pregunto cuántas veces, hermanos, nosotros, gente que nosotros amamos, que están en desobediencia, puede ser un hermano nuestro, puede ser un familiar, un amigo íntimo, una persona a quien respetamos mucho y queremos, pero están en desobediencia, están en contrariedad a la palabra de Dios y sin embargo Samuel tuvo que ejecutar la palabra del Señor, tuvo que ir donde Saúl y darle el veredicto terrible. Y eso ya nos entra en el sermón de que muchas veces hoy en día yo veo en la sociedad tanta gente que inclusive en la iglesia misma de Jesucristo, estamos permitiendo que el afecto y el cariño nos haga deslizar de ejecutar y respaldar la palabra del Señor. Yo veo cada día más y más gente diciendo, bueno, pero yo amo a esas personas y qué de malo tiene, y que son gente tan decente y tan buena, y esto y lo otro, y como si nosotros pudiéramos cambiar el veredicto de Dios simplemente porque nuestros afectos están comprometidos con la gente.
Nosotros sabemos que no es así. El amor y el afecto y el cariño nada tienen que ver, hermanos, con la justicia de Dios cuando tiene que ser ejecutada. La justicia de Dios está por encima de nuestros afectos, ¿sí o no? Está por encima de nuestra amistad, está por encima de nuestros lazos familiares, está por encima de nuestras lealtades y nuestras alianzas. La palabra de Dios es la palabra de Dios y tenemos que obedecerla.
Samuel amaba a Saúl, Dios amaba a Saúl, pero había un principio espiritual involucrado en este drama y ese principio tenía que ser respetado, tenía que hacerse valer. Pero me impacta el drama de Samuel, toda la noche clamando. Qué le habrá dicho Samuel, Padre, ten misericordia de él, dale un tiempecito más, es desobediente pero no es una mala persona, él ha tratado pero todavía no, pero.... Dios fue claro con Samuel, no, ve y dale mi palabra, no ha cumplido con mis palabras.
Entonces madrugó luego Samuel, cuando Dios te dice que hagas algo, aunque tu no quieras hacerlo y aunque involucre a una persona que tu amas, hazlo rápido. No lo hagas a medias. Samuel madrugó.
Recuerdo a Abraham cuando Dios le dijo, sacrifica a tu hijo y dice que Abraham se levantó de mañana y se preparó y preparó la leña y se fue a camino a ejecutar lo que Dios le había dicho que sacrificara a su hijo también. Actos de obediencia que son dolorosos pero que tienen que ejecutarse porque la palabra del Señor es mucho más poderosa que cualquier afecto que haya en nuestro corazón. Quiera el Señor darnos esa integridad que muestra Samuel aquí.
Pero eso no es mi sermón, en realidad, pero estoy señalando algunas cositas en el camino. Samuel madruga para ir a encontrar a Saúl por la mañana “....y fue dado aviso a Samuel, diciendo, Saúl ha venido a Carmel y he aquí se levantó un monumento y dio la vuelta y pasó adelante y descendió a Gilgal....”
Antes de continuar, fíjese eso, qué está haciendo. Saúl se hizo un monumento a sí mismo. Usted puede ver allí algo del corazón de este hombre, cómo está vinculado a su record de desobediencia. En el corazón de Saúl al final de cuentas había orgullo espiritual, había soberbia, había un engrandecimiento de sí mismo antes que de Dios. y lo muestra en varias ocasiones más adelante. Pero yo siempre he dicho que en el fondo de la desobediencia está el orgullo, está la rebeldía, está en nosotros creer que nosotros sabemos más que Dios, y de anteponer nuestras necesidades y nuestros apetitos antes que la palabra del Señor.
En esta cultura en la cual nosotros vivimos, que se ha alejado tanto de los mandamientos de Dios, al final de cuentas hay eso mismo, una cultura que quiere hacerse un monumento a sí misma antes que a Dios.
El Apóstol Pablo dice que honraron a la criatura antes que al creador y por eso Dios los entregó a una mente reprobada, a una mente fallida. Cuántas veces los hombres quieren hacerse un monumento a sí mismos y decir, nosotros sabemos más que Dios. Esta palabra ya está out of fashion. Hoy en día ya nuestros conocimientos psicológicos y sociológicos, históricos y científicos ya nos han mostrado que esto está fuera de fecha, y quieren erigirse un monumento a raíz de todo hay eso. y por eso yo creo que es tan importante para Dios la obediencia, porque la raíz de la desobediencia está siempre la duda del carácter de Dios, es cuestionar, oh, si Dios lo dijo, pero quizás, esas son cositas de viejos, ya está demasiado viejo, demasiados siglos tiene viviendo así que vamos a ponerlo al día, vamos a poner la palabra de Dios al día.
Hay un descuido de la persona de Dios, es como la raíz del mal de la humanidad es eso, es la rebeldía, es la desobediencia. Adán y Eva en el Edén qué fue, una desobediencia y por eso este mundo ha sufrido tanto a través de la historia. Y antes de Adán y Eva, quién, Lucifer, el ángel más exaltado que Dios había creado, que también quiso ponerse en el lugar del creador. Desobedeció al Señor, se rebeló contra él y por eso es que Dios detesta, hermanos, la desobediencia. Es más, mire cómo lo pone aquí, me voy a detener allí pero vamos a ver más adelante, yo no quiero adelantarme demasiado. Mire,
“... vino Samuel, versículo 13, a Saúl le dijo, bendito seas tu de Jehová, yo he cumplido la palabra de Jehová...”
¿Están ustedes de acuerdo? Yo he cumplido.... Él no había cumplido la palabra del Señor, pero Saúl era un hombre superficial, o quizás quería curarse en salud como decimos, había allí una cosita que le decía, tu no has cumplido, tu no has hecho todo y quiso ponerse como antes de que le dijeran nada.
“... Yo he cumplido la palabra de Jehová. Samuel entonces dijo, aja, pues – ese aja, lo estoy añadiendo yo, un comentario- pues qué balido de ovejas y bramido de vacas es este que yo oigo con mis oídos...”
Estaba ahí el ganado bramando y haciendo todo tipo de ruidos y de sonidos contradiciendo con su presencia esa aseveración de Saúl de que él había cumplido la palabra del Señor.
¿Y eso que yo oigo, qué es? Es un DVD o un CD o lo que sea, una grabación de animales. Son los animales que tu rehusaste matar según Dios te dijo.
“...Y Saúl respondió, bueno, de Amalek los ha traído porque el pueblo perdonó lo mejor de las ovejas y de las vacas para sacrificarlas a Jehová, tu Dios. pero lo demás, sí lo destruimos....”
Explicaciones, explicaciones, justificaciones. Me interesa eso también que dice, a Jehová, tu Dios. Saúl no conocía bien a Dios, él no conocía al Dios de Samuel. Saúl no tenía verdadera intimidad con Dios. Sabe que muchas veces la desobediencia nace de una falta de compenetración con el carácter de Dios.
Cuantos de nosotros nos tomamos todo tipo de libertades con Dios, incluyendo el que les habla, porque no entendemos a veces todo lo que conlleva la presencia, la santidad de Dios. Hay superficialidad, yo creo que mucha gente peca por ignorancia de quién es Dios. Subestimamos la seriedad de Dios, subestimamos lo en serio que Dios se toma a sí mismo, subestimamos lo pesada que es los decretos de Dios. Cuando Dios dice algo, él no quiere decir, menos o más, no, él dice lo que él dice y él dice lo que quiere decir. Y lo que él quiere decir es lo que él dice, ni más ni menos. La palabra del Señor, las expresiones de Dios son como, dice la Biblia que son como, dice, refinadas 7 veces, son pasadas por el cedazo y cuando salen, salen con precisión.
Hermanos, lo que Dios pone en su palabra eso es lo que Dios quiso decir. No podemos añadirle, no podemos quitarle, no podemos estirarle para que quepa más, no podemos hacerlo más estrecho para que quepa menos, es lo que Dios dice, y lo que nosotros tenemos que aceptar, y a lo que nosotros tenemos que sujetarnos. Pero muchas veces como Saúl, estamos jugando, no conocemos de Dios, no conocemos lo serio, no conocemos lo preciso, lo exacto que es Dios en sus mandamientos, en sus principios, en lo que él ha dejado establecido, y si el pueblo de Dios se compenetrara más con la santidad de Dios, si entendiéramos más.
Pero Saúl habla de Jehová, tu Dios. Saúl era un cristiano a medias, y estoy usando esa expresión. Era un creyente de esos creyentes tibios como tantos políticos que dicen que son cristianos pero no tienen una experiencia verdadera con Dios. Se toman libertades a diestra y a siniestra y entonces usted los ve jugando con la palabra de Dios, tratando de hacer decir la palabra de Dios lo que no ha dicho. Y eso vemos aquí en este diálogo.
“.....A sí, nosotros, el pueblo mejor de las ovejas pero para sacrificarlas, pero lo demás sí lo destruimos. Entonces dijo Samuel a Saúl, déjame declararte Saúl lo que Jehová me ha dicho esta noche. Y él le respondió, bueno, di, .... – ahí como que se enfriaron las cosas un poquito, el entusiasmo de Saúl yo creo que decayó un poco y entendió que la cosa iba en serio y dijo Samuel-.... Saúl, aunque tu eras pequeño en tu propios ojos, no has sido hecho jefe de la tribu de Israel... – Dios lo está llevando a través de un recorrido- ... y Jehová te ha ungido por rey sobre Israel y Jehová te envió en misión y dijo, ve, destruye a los pecadores de Amalek y hazles guerra hasta que los acabes. ¿Por qué, pues, no has oído la voz de Jehová sino que vuelto al botín has hecho lo malo ante los ojos de Jehová? Y Saúl respondió a Samuel, bueno antes bien, yo he obedecido la voz de Jehová...
Hermano, cuando Dios te dice algo no lo trates de rebatir, no entres en disputa con Dios, no entres en lucha y en conflicto con el Señor, sujétate, sométete. Pero Saúl comienza justificarse, “... antes bien, yo he obedecido la voz de Jehová, y fui a la misión que Jehová me envió, y he traído a Agag rey de Amalek y he destruido a los amalecitas. Bueno, y el pueblo tomó del botín ovejas y vacas y las primicias de la anatema para ofrecer sacrificios a Jehová, tu Dios en Gilgal....”
Mire, ya como que ahora es el pueblo el problema. A veces tratamos de tirarle las cosas a los demás, echarle la culpa a la gente, mi papá y mi mamá que hizo esto y no hizo aquello y me trató de esta manera, y la sociedad que me ha tergiversado la cosa, y esto y lo otro. Estamos siempre echándole la culpa a los demás. Y mire estos próximos dos versículos que yo le decía a la iglesia, esta es mi Biblia de trabajo. Si usted mira estos dos versículos, yo primero los tengo bold, con un lápiz de sombra, highlighted, amarillo, lo tengo en amarillo, pero no contento con eso, después lo subrayé en alguna otra lectura y después de eso le metí una línea vertical al lado, y después le puse un asterisco bien grande, para que no se me escape lo que dice aquí, porque es un principio espiritual bien importante, dice:
“... Y Samuel dijo, se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas como en que se obedezca a las palabras de Jehová. Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios y el prestar atención que la grosura de los carneros porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación, por cuanto tu desechaste la palabra de Jehová, él también de ha desechado para que no seas rey....”
Terrible imagen. Pero es un pasaje muy, muy gráfico que si nosotros le ponemos atención nos podemos evitar muchos dolores de cabeza, mis hermanos, muchos momentos trágicos y difíciles en nuestra vida.
Déjenme a vuelo de pájaro compartir con ustedes unos principios específicos que se desprenden de este pasaje.
1. Dios es específico en lo que pide y manda. En el versículo 3 vemos aquí que Dios le dio una orden a Saúl y fue absolutamente meridianamente claro en lo que él esperaba de Saúl, y que terrible es esa orden, pero Dios se la dijo con lujo de detalles. Dijo, “ve pues, hiere Amalek, destruye todo lo que tiene y no te apiades de él...” Es a toda la nación, incluyendo su rey, “... mata a hombres, mujeres, niños y por si acaso, aún a los de pecho....” Yo sé que las madres en este momento como que uno se estremece ante lo terrible de esa orden, pero fue bien claro y por eso es que mucha gente hoy trata de escabullirse de ciertos versículos de la palabra del Señor, porque es que ofende al sentido de justicia y de misericordia y todo lo que uno como cristiano ha aprendido del corazón de Cristo y de los valores del Evangelio. Uno escucha una cosa así y uno dice, pero eso lo escribió un psicópata enfermizo, un genocida de estos. Eso no puede haber salido del corazón de Dios, esa es la reacción humana a una palabra así, pero Dios fue bien claro, bien específico, “.....aún a los de pecho, vacas, ovejas, camello y asno...” y puede haber dicho, mira, si ves una lombriz por allí, también le cortas la mitad. Y si hay un pajarito volando por ahí, tírale una flecha también para que no se escape. La idea era totalmente contundente, clara, detallada, precisa, maciza, concisa.
Hermanos, cuando Dios dice algo, Dios... es lo que yo digo, que las palabras del Señor son refinadas 7 veces. Yo he aprendido a respetar lo más que yo pueda la palabra del Señor, con el paso del tiempo porque la experiencia me enseña que cuando Dios dice algo y lo violamos aunque sea mínimamente las consecuencias no se dejan faltar. Dios es detallado y muchas veces nosotros creemos, bueno, no, Dios dijo eso pero no exactamente lo que él quiso decir, estoy seguro, y entonces comenzamos a jugar con la palabra. Y cuántos de nosotros nos permitimos todo tipo de libertades. La palabra del Señor tiene tantos mandamientos y principios y nosotros por eso es que tenemos que conocer la palabra para poder nadar conforme a sus corrientes en vez de contra la corriente de la palabra de Dios. Nosotros tenemos que ser precisos.
Yo he aprendido, hermanos, a esta palabra respetarla, amarla, estudiarla, escudriñarla. Dice si al escudriñaras como el oro y la plata entonces entenderás sabiduría. Yo te quiero decir hermano, mira yo he visto cómo esta palabra, en todo es precisa, es confiable. Tu puedes ir al banco con ella. Cuando Dios te mando a algún mandamiento en algún área de la vida, sea en el área de las relaciones humanas, sea en área de tu vida íntima, pensante, sea en el área de tus finanzas, sea en el área de tu trabajo, sea en el área de tu matrimonio, sea en el área de tus hijos, sea en el área moral, en el área ética, en el área financiera o lo que sea, en cualquier área, Dios tiene directrices específicas que te da a tu vida y nos conviene muy bien respetar la especificidad de Dios y caminar dentro de los mandamientos del Señor escrupulosamente, específicamente. Escudriña la palabra del Señor y entonces cíñete a ella con especificidad.
Dios le dijo a Saúl exactamente lo que él quería entonces Dios es específico. Aprendamos a respetar lo que Dios manda.
2. Eso tiene una corolaria, algo que está añadido, que está pegado a ella. Dice, tenemos que obedecer, este es el segundo principio, tenemos que obedecer a Dios al pie de la letra. Yo escribí aquí en paréntesis, parcial no es suficiente. Obedecer a Dios en parte no llega al blanco, no cumple con el requisito.
En primera de Samuel 15, versículo 9 usted ve aquí dice que “... Saúl y el pueblo perdonaron al rey Agag y a lo mejor de las ovejas y del ganado mayor...” ¿qué le dijo el Señor a ellos? Mátenlo todo aunque sea la vaca más bella que hay en el mundo, tienes que matarla. Aunque tu veas dentro de ella el bistec más precioso y más grueso, tienes que matarla. No la puedes perdonar. Y tienes que matar a todo el mundo. Ellos se dejaron impresionar por el rey, quizás el rey les pidió perdón, o les ofreció esto o lo otro, y Saúl en vez de ejecutar la orden, perdonó en un momento de falsa misericordia quizás. Acab otro rey maligno perdonó a Benadad, el rey de Siria, y Dios también lo ajustició terriblemente. Porque hay momentos en que no es tiempo para misericordia y para gracias. Hay momentos en que gracia y misericordia a un Dios que te ha dicho que no es el tiempo para ello, eso es desobediencia y pecado. Es una palabra difícil, hermanos, porque uno pensaría, bueno, la misericordia y la gracia son para todo el tiempo. No, hay tiempos en que el juicio es lo conviene. Hay tiempos en que lo que tu tienes que hacer si tu amas a una persona es, con amor, con temblor y temor, darle la palabra de Dios y entonces allá ellos y que sean responsables ellos. Pero ay de ti, si cuando Dios te dice, mira, adviértele a esa persona que está en caminos de destrucción y de pecado y tu vas y le dices, no te preocupes que todo está bien, Dios es un Dios de misericordia. Dios comprende, Dios entiende, no te apures. Eso es terrible y Dios ajusticia y enjuicia a la persona que da palabra de paz cuando Dios está en guerra con un individuo. Y en nuestra propia vida es igual, nosotros tenemos que satisfacer al pie de la letra.
Saúl para su crédito ejecutó la misión, fue al sitio, mató a toda la gente, pero una sola persona perdonó y eso era ya suficiente para que desobedeciera. No mató todo el ganado que Dios le había dicho, todos los animales, y eso acarreó el juicio de Dios. Cuántos de nosotros muchas veces estamos obedeciendo a Dios en muchas áreas significativas en nuestra vida, pero hay áreas que sabemos que están débiles, hay unas cuantas tuercas y tornillos de la maquinaria que están flojas. Y nosotros decimos, bueno es que no tengo tiempo ahora, o no, después otro día cuando yo tenga más fuerza y me sienta más consagrado, entonces yo haré esto y lo otro. Y vivimos vidas esquizofrénicas. Hay áreas de nuestra vida que están apartadas de Dios, están cerradas a la penetración de la palabra de Dios y en otras áreas estamos bien. Pero ¿saben qué? Nosotros tenemos un enemigo de nuestras almas que no perdona las áreas de inconsistencia y que él nos, viene ante Dios y nos acusa por esas áreas y son brechas que abrimos al ataque del enemigo.
Hay en la Biblia la historia de un rey que fue a la guerra contra la voluntad del Señor y dice la Biblia que cuando él se metió a la guerra, se disfrazó para que no supieran que él era el rey, y dice la Escritura que un soldado, cualquiera tiró una flecha al aire y esa flecha vino ciegamente y penetró al rey entre las dos costuras de su armadura, entre una apertura de su armadura, por ahí penetró la flecha. Y ese rey terminó muriendo ese mismo día, ¿por qué? Porque estaba en desobediencia.
Y muchas veces es así hermanos, a veces en nuestra vida hay áreas, tenemos un 80%, un 70%, un 90% que está todo bien, pero hay un 10% y por ahí el diablo mete su flecha. La Biblia dice, no deis lugar al diablo. Y lugar quiere decir, en el griego original, quiere decir, no le den asidero, no le den una uñita a Satanás, no le den ningún espacio porque él sabe, él es un observador de la humanidad y sabe por dónde nos agarra. Y muchas veces en nuestra vida hay muchas áreas, hay personas, bueno, usted no lo va a agarrar por el área de las finanzas, o de las mujeres, pero lo va a agarrar por el área de la ira y del rencor. Otra persona usted nunca la va a agarrar en el área sexual pero lo va a agarrar por las finanzas o por las relaciones humanas o cualquier otra cosa. Hay otros que el diablo no lo va a agarrar por ningún problema financiero, pero sí por el juego o por la ira o por cualquier otra cosa. Y es por allí donde nosotros tenemos que tener cuidado, dónde están los huecos en nuestra armadura, cuáles son las áreas en las cuales nosotros no le hemos cedido al Señor y que necesitamos... y nosotros tenemos que examinarnos para traer esas áreas al Señor, para que el Señor las cierre, las selle, porque un área de descuido es suficiente para traer destrucción a nuestras vidas porque tenemos un enemigo. Dios es misericordioso pero hay un enemigo, un fiscal que nos acusa y no perdona ninguna deuda y demanda que se haga juicio contra la persona está en desobediencia. Y tenemos que buscar esas áreas y pedirle al Señor, Señor, endereza esa área de mi vida.
Como dice el salmista, examíname, oh Dios y conoce mi corazón, pruébame y conoce mis pensamientos, y ve si hay en mí camino de perversidad y guíame por el camino eterno. Puede usted decir amen a eso.
3. otro principio que se desprende de este pasaje. La alabanza y los rituales no son sustituto para la obediencia. Mire lo que pasa aquí, Saúl dice, oh, pero esas vacas y esas ovejas, fue que las guardamos para adorar al Señor. El departamento de finanzas del templo me dijo que si nosotros economizábamos 400 de las mejores vacas a 400 dólares cada una nos economizábamos 160.000 dólares que podíamos usar entonces para pagar el templo y para pagar la adoración, y esto y lo otro. y Dios dijo, yo no les dije a ustedes que pusieran a calcular, no, yo les dije, mátenlo todo. Yo prefiero, antes de que me des sacrificio, que me den obediencia. Eso fue lo que le dijo Samuel a Saúl.
Dios no se complace tanto en sacrificios como en que lo obedezcan. Muchas veces, hermanos, cuántos de nosotros queremos sobornar a Dios, vamos a ver. Cuántas veces nosotros creemos, bueno, yendo a la iglesia y ofrendando y diezmando, eso va a hacer que Dios me vea con un poquito más de misericordia y que no le ponga atención a todas las áreas de mi vida que están en manga por hombro.
O si yo sirvo en el cuerpo de diáconos, si yo estoy en la iglesia todos los días haciendo esto, y yo soy director de una célula, que yo danzo y alabo al Señor con gozo y esto y lo otro, pero estás en desobediencia en áreas de tu vida. Hay áreas de tu vida que no le estás cediendo al Señor. Estás, quizás en tu matrimonio, no estás honrando a tu esposa y estás abusando de tu dirección como líder espiritual, estás quizás oprimiendo en tu casa. Quizás estás hablando mal de tu prójimo, quizás hay otras áreas en tu vida que no están bien con el Señor y tu crees que solamente porque tu le das al Señor o que sirves al Señor, que eso es suficiente.
Yo he aprendido que a Dios no se le puede sobornar, que nosotros tenemos que ser consistentes en todo lo posible delante de Dios. Saúl pensó, y yo creo que era una mera justificación, que si apartaba estas cosas, Samuel, le dijo, no, no es así Saúl, esto es cuestión de obedecer al Señor.
El Señor Jesucristo, en otro pasaje que yo debatí cuál de los dos usaba para la base de mi sermón, es donde el Señor le dice a los discípulos y a la gente, ¿por qué me decís Señor, Señor y no hacéis lo que yo mando? Así dice el Señor muchas veces a las congregaciones y a nosotros. Tu me estás alabando, me estás glorificando, estás viniendo a la iglesia, estás dando tu diezmo, eres entregado en muchas cosas, pero no haces lo que yo te digo en tu vida espiritual, en tu vida moral, en tu vida ética, en tu carácter, en tus relaciones humanas. Hermanos, la adoración no es sustituto para la obediencia.
4. escuche esto, nuestro sentido de justicia y misericordia no son mejores que la justicia y la misericordia de Dios. Lo voy a decir otra vez, porque puede confundir, nuestro sentido de justicia y misericordia no son mejores que la justicia y la misericordia de Dios. ¿Por qué yo digo esto? Porque Saúl antepuso su propio sentido de misericordia, perdonando a Agag antes de la ley de Dios, que dijo tienen que destruir a todos.
Yo veo en esta sociedad un problema y lo veo también en la iglesia evangélica, más y más en Estados Unidos, y esta idea de que nosotros creemos como que con el tiempo que nosotros podemos mejorar y calibrar un poquito más el amor y la misericordia de Dios, y creemos que buscando subterfugios y cositas por aquí, por allí, podemos ser más misericordiosos y más amorosos que Dios.
Hoy en día, por ejemplo, con el matrimonio homosexual, cuánta gente dice pero qué de malo tiene eso, si se aman, si son gente que también tienen derecho a amar, ¿usted ha escuchado eso alguna vez? Y quién soy yo para decir, no eres tu, es lo que dice la palabra del Señor. Mi amor, mi misericordia, hermanos, o que es mi amigo y es tan buena gente y yo lo amo tanto. Y ¿sabe qué? Estamos anteponiendo. O que yo hablé con esa persona y hay tanta angustia y tanta lucha en él que yo tengo que creer que eso es de Dios.
Mire, la palabra de Dios es la palabra de Dios. Tu sentido de justicia y de misericordia, tu no puedes ser más misericordioso que Dios, escúchalo bien. Tu nunca vas a poder mejorar la misericordia, la bondad y la gracia del Señor Jesucristo, nunca. Y yo he dicho siempre que si Dios dice algo, eso por de por sí lo hace bueno ya, lo hace noble, lo hace justo, lo hace perfecto. Yo no soy nadie para cuestionar lo que Dios dice. Mi rol, mi papel, es sujetarme a un a regañadientes a lo que Dios ha dicho y obedecer y decir, un día cuando yo llegue al cielo yo no voy a preguntar a papá Dios por qué él me mandó a hacer eso y a creer eso. Y yo te aseguro que Dios se va a sentar contigo y te va decir, mira, esta y esta era la razón, y tu vas a decir, ah, ahora entiendo. Y tu vas a darte cuenta de que era exactamente lo que se requería a la luz de la economía total de la humanidad.
Cuántas veces en nuestra vida nosotros hemos pasado cosas que no parecen tener sentido en absoluto y después, años después o meses después vemos, caramba, la verdad es que Dios se las trae. Que sentido hace y cómo le damos gracias al Señor porque se impuso sobre nosotros. ¿Sí o no? Porque hermanos es así, muchas veces Dios humilla la razón humana para ver si lo vamos a honrar y aceptar o no. Y si usted baja la cabeza y hace las cosas conforme como Dios lo dijo, aunque ofende a su razón, usted va a ser bendecido, aunque ofenda su sentido de justicia, aunque ofenda su sentido de misericordia.
Cuando el Señor Jesucristo le dice a Pedro, Pedro, echa las redes al mar para pescar y Pedro le dice, pero Señor, si toda la noche estuvimos pescando, en situaciones óptimas y no sacamos ni un solo pez, pero Pedro añade, pero Señor, en tu palabra yo echaré la red. En otras palabras, tu sabes lo que estás haciendo. ¿Y qué pasó? Pedro recogió multitud de peses, tanto que se hundía la barca y tuvo que llamar a otros para que vinieran y lo ayudaran a recoger peses. ¿Por qué? Porque cuando Dios dice las cosas, aunque parezca loco, aunque parezca escandaloso, aunque parezca injusto, eso es lo que va y ay de aquel que se rebela contra ello y el que recibe la palabra del Señor es bendecido y es prosperado. No pensemos jamás que vamos a mejorar sobre lo que Dios ha declarado.
Ay de aquella nación que quiere poner su propio sentido y definición de justicia antes de lo que Dios ha determinado.
5. Tenemos que obedecer y ser fieles, no solo en lo aceptable y razonable, sino en lo escandaloso y ofensivo a la razón. Ya lo dije, esa es la corolaria de lo que he dicho antes. Por eso es que tenemos que obedecer y ser fieles, no solo en lo aceptable y razonable sino en lo escandaloso y ofensivo a la razón.
Mi hermano, mi hermana, hay gente aquí en esta congregación ahora mismo, lo digo proféticamente, Señor que hay áreas en tu vida que para tu alinearte con lo que Dios quiere de tu vida, tu vas a tener que hacer algo que te va a desgarrar el corazón, tu vas a tener que romper con alguien a quien tu amas mucho, y te va a sangrar el alma, pero vas a tener que hacerlo, y si lo haces vas a ser bendecido. Si eres obstinado u obstinada y persistes va a venir el juicio a tu vida.
Hay áreas de tu vida que te dan mucho placer, mucho gusto, mucha satisfacción, te halagan pero si tu no se las entregas al Señor van a ser la fuente de tu destrucción, te va a doler, te vas a preguntar, pero por qué, qué de malo tiene eso. Porque el Señor lo dice.
Otro pasaje que me vino a la mente esta mañana acerca de eso es cuando el Señor Jesucristo envía a los discípulos y le dice a los discípulos, díganle a una gente que ellos no conocían, que ese asno se lo entreguen al Señor, era cuando el Señor iba a entrar a Jerusalén en su entrada triunfal, montado en un asno. Y fíjense lo que dice, dice Jesucristo y si le preguntan a ustedes que por qué tienen ustedes que entregar ese asno, díganle lo siguiente, porque el Señor lo necesita. Guau eso me impacto, es un versículo precioso.
Hermano, cuando el Señor te dice que le entregues algo, entrégaselo, porque eso es lo que él dice, eso es lo que él quiere y eso es lo que tu tienes que hacer. Y si tu lo haces vas a ser bendecido, aunque te duela en el corazón, aunque se te parta el alma, aunque te sangren las entrañas, hazlo porque en eso hay gran bendición. Y cuando tu corrijas esa área y te aliñes con la voluntad de Dios aunque sea doloroso el camino, vendrá la bendición a tu vida, vendrá la cobertura de Dios, vendrá el sueño tranquilo, vendrá la esperanza.
Cuantas cosas en nuestras vidas están ahí escondidas e impiden que Dios pueda hacer todo lo que él quiere en nuestra vida. Mira, hay gente aquí en esta iglesia ahora mismo que Dios tiene una cuenta de banco increíble que Dios quiere derramar sobre ti, pero está esperando que tu aliñes tu vida con su voluntad, hay cosas que Dios quiere hacer en tu vida, escúchame, y tu te preguntas pero por qué no viene la bendición a mi vida, por qué es que yo voy a la iglesia, por qué yo diezmo, por qué es que yo hago lo otro, y no he visto la bendición de Dios. Mira, esa área en tu vida que necesitas alinear la palabra de Dios, entrégasela al Señor, vas a sangrar, te va a doler, vas a patalear, te vas a ver amargo, pero cuando tu lo hagas inmediatamente se va aquello y entra la bendición de Dios en tu vida. El que tenga oídos para oír oiga lo que dice la palabra del Señor.
Estoy cerrando ya esto aquí. Otro punto importante.
6. tarde o temprano la desobediencia trae consecuencias funestas. Aquí el énfasis está en tarde o temprano, tarde o temprano la desobediencia trae consecuencias funestas. Saúl fue un hombre que desde el comienzo mismo de su reinado estuvo desobedeciendo el Señor y los hebreos si hubieran tenido ojos entendidos se hubieran dado cuenta que algo estaba mal en el corazón de este hombre porque cuando Dios lo bendijo a Saúl y lo señaló como el primer rey de Israel y le puso su sello a Saúl, dice que cuando fueron a presentar a Saúl, cuando Samuel fue a presentar a Saúl ante la congregación, ante el pueblo de Israel, Saúl no aparecía por ninguna parte. Y la gente estaba preguntando, dónde está Saúl y no lo encontraban. ¿Saben dónde lo encontraron? Escondido por allá en un sitio porque tenía miedo de presentarse, era tímido y tenía miedo de presentarse ante la congregación. Algo ya había en el corazón de este hombre que él mismo entendía que él no estaba a la altura de su llamado. Había una falta de integridad en él. Había un sentido de separación, como cuando Eva y Adán se escondieron de la presencia de Dios, porque sabían que estaban mal.
Y Saúl una y otra vez se rebeló contra Dios, fue inconsistente en su caminar. Y Dios tuvo misericordia de él pero un día Dios dijo, ya se colmó la copa. Hoy es el día y se la cobró todas con intereses.
Hermano, hermana, no permitas, no te juegues, no nos juguemos con Dios porque muchas veces la misericordia de Dios es larga y Dios nos da una soga bien larga y hacemos y deshacemos, y correteamos por aquí y por allí, y hay inconsistencias en nuestra vida y decimos, bueno Dios sabe, Dios es misericordiosos, esto y lo otro, y lo otro. y un día Dios nos jala la soga y nos rompe el cuello. O un día el enemigo nos cobra, porque ese sí que no perdona nada, ¿sabe? Ese no perdona y yo le tengo a veces más miedo a....., a Dios no le tengo miedo, a Dios le tengo respeto, pero a Satanás le tengo miedo porque ese es un acusador. Él no perdona ninguna deuda, no tiene misericordia, siempre está listo para cobrar cualquier cosa. Y entonces por eso es que tenemos que caminar rectamente.
Hermanos, si yo pudiera enfatizar de alguna manera que la palabra que yo estoy dando, no es para atemorizarle, es para bendecirle. Si usted la toman enserio, congregación León de Judá, Dios quiere hacer cosas bellas en ti, Dios quiere este pueblo honrarlo, levantarlo bendecirlo, usarlo, prosperarlo pero Dios dice, antes que venga mi bendición sobre ustedes, vamos a arreglar cuentas, póngase bien conmigo, alíñense a mi palabra, pueblo León de Judá Dios te dice, yo quiero bendecirte, yo quiero derramar mi gracia sobre ti, yo quiero usarte grandemente, yo quiero mostrar la veracidad de mi palabra para contigo y yo quiero darte todo lo que he concebido en mi corazón desde antes de la fundación del mundo, lo tengo destinado y preparado para ti, los regalos que yo hice para ti están preparados y mi corazón está deseoso de entregártelos.
Ahora, ponte a buenas conmigo, arregla tu camina, endereza los caminos torcidos, lo que está demasiado alto, bájalo, lo que está demasiado bajo, levántalo, lo excesivo, hazlo preciso y lo poco ensánchalo, y cuando te alinees mi bendición descenderá sobre ti, cuando la obediencia sea la regla de tu vida, mi bendición correrá como fuentes abundantes a tu vida. Esa es mi palabra para el pueblo de León de Judá en este día, es la palabra del Señor.
Pueblo de Dios este mensaje es para ti, obediencia antes que sacrificio, pulcritud antes que alardes, integridad en lo pequeño y en lo grande, santidad en lo público y en lo privado, obediencia al Señor, integridad delante de Dios.
Lo último, porque quiero terminar en un punto positivo es, que cuando obedecemos somos bendecidos y prosperados. Quiero que los músicos pasen, por favor, gracias, cuando obedecemos somos bendecidos y prosperados. Tengo aquí algo que dice, la obediencia es el mejor conducto.
En el mundo de la ciencia hay diferente conductores de la energía, algunos son mejores que otros. Por ejemplo, la electricidad, el cobre es uno de los conductores mejores y por eso se hacen las cuerdas eléctricas de cobre, los alambres, se usa cobre y hay todavía conductores aún mejores que el cobre. Pero lo importante es que yo diría el conductor mejor de las bendiciones de Dios es la obediencia.
Hay muchos otros conductores de la bendición de Dios, la alabanza es uno, el servicio es otro, el diezmar y darle al Señor de tus bienes preferencialmente es otro conductor de la bendición de Dios, pero de todos los que yo conozco el mejor es obedecer al Señor, tener un corazón sujeto, sumiso al Señor, un corazón tierno para con el Señor, un corazón como la blanda cera que cuando Dios solamente oprime un poquitito enseguida se conforma a la imagen que Dios imparte, que nuestros corazones sean así, que nuestra sensibilidad para con el Señor.
Hermanos, yo estoy convencido de lo preciso de esta palabra que estoy compartiendo con ustedes esta tarde y de lo del momento que es. Por eso es que yo digo que esta es una palabra profética para ustedes y para mí que he estado peleando con ella y bregando con ella todos estos días, estos meses. Hoy el Señor me da libertad para que la comparta con ustedes.
Dios quiere usarnos, bendecirnos, prosperarnos, pero recordemos esto, iglesia, iglesia congregación que me escuchas, Dios quiere que cada uno de nosotros seamos pulcros delante de él. Ustedes no se dan cuenta de todo el deseo que tiene su Padre de bendecirles y de prosperarles. Si ustedes entendieran cuán grande es la pasión de Dios en este tiempo por bendecir a su criatura, el hombre, la humanidad, y a su iglesia usarla, pero eso no puede venir hasta que no pongamos las cosas rectamente delante de Dios.
Lo que decía la palabra profética de esta mañana, hay que arreglar el altar primeramente antes que venga la bendición. Cuando Gedeón fue llamado por Dios para libertar a Israel de los madianitas, le dijo, lo primero que tienen que hacer es túmbenme la estatua esta que le tienen a la diosa Asherah, quiten eso de allí, córtala y hazme un sacrificio con ello. Antes de venga la bendición.
Usted ve, qué ídolo hay en nuestras vidas, qué cosas hay en tu vida, en mi vida que hemos puesto antes que a Dios y la obediencia. y Dios dice, pueblo mío, pueblo mío, yo quiero usarles. El clamor, el llamado de ustedes, la petición de ustedes de ver mi gloria descender sobre Nueva Inglaterra y sobre esta nación, yo la he escuchado y deseo darlo pero enderecen sus caminos, corrijan sus senderos, preparen camino para mi venida y yo llegaré, prepárense vasijas limpias y sobre esas vasijas yo haré descender mi aceite, mi unción, porque mi unción no tiene precio y no puede ser contaminada. Mi unción no descenderá sobre vasijas impuras. Examinemos nuestros caminos, busquemos al Señor, obedezcamos su palabra. Prepárate un hogar, prepárate una vasija limpia en tu vida, destapa los oídos de incredulidad, mi hermano, mi hermana en esta tarde y sal de aquí comprometida con el Señor, comprometido con el Señor de caminar rectamente. No juguemos más con el Señor, me lo digo a mí mismo primero, no más juegos con el Señor para que Dios pueda tener un pueblo, un pueblo, un pueblo, un pueblo, un pueblo capaz de contener su gloria.
Lo que más Dios quiere es su pueblo, un pueblo. Vamos a darle al Señor un pueblo conforme a su gloria. Póngase de pie.
Vamos a entregarle al Señor nuestra vida, vamos a consagrar al Señor de nuevo nuestras vidas, vamos a entregarle al Señor lo que él quiere de nosotros, lo que él más quiere es tu corazón. Eso es lo que más él desea en este día, más que sacrificio, diezmo, tiempo, esfuerzo, trabajo, tu corazón. Dame hijo mío, tu corazón, dice el Señor y miren tus ojos a través de mis ojos. Entrégale al Señor tu vida, conságrala al Señor ahora mismo, tu camino.
Soltando una energía del Espíritu Santo?
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Quiero invitar a Alan Juárez que pase por aquí, y nos presente al predicador invitado. Solamente voy a decir yo a manera de preludio que lo conocí antes de salir para Colombia, bendijo mi vida, nuestro hermano Rigoberto Rojas es un hombre que se mueve en el aspecto profético y tiene una palabra, yo creo, para Boston.
Dios lo ha traído desde Costa Rica. Lo voy a dejar allí y por eso, yo sé que hace ya una semana que no predica por diferentes razones, de vacaciones, viajes, y todo eso, pero sentí del Señor que era buena que nosotros fuéramos expuestos también a una energía profética que eso bañe nuestra iglesia en esta mañana, así que prepárense para recibir del Señor, discierna en el Señor, esté atento y alerta a la palabra de Dios y quiero que Alan nos de un saludo y que también entonces presente al pastor Rigoberto. Dios les bendiga, hermanos.
Gracias, abuelo, y jóvenes los abuelos. Espero verme elegante así como él con ese outlook. Hermanos, es una bendición estar aquí en la casa del Señor adorando su nombre. No quiero robar el tiempo porque Dios quiere hablar a nuestras vidas. Amen. Pueden decirlo conmigo, Dios me quiere hablar hoy. Amen. Ténganlo por seguro que Dios le quiere hablar hoy. Ha sido una bendición para mi vida el pastor Rigoberto Rojas, vino de Costa Rica, la manera en que nos encontramos y nos conocimos, fue bien extraña y diferente pero él mismo le dirá que él es un siervo extraño también en el Señor. Pero les cuento que el Señor nos ha estado usando como dos zorras que tienen una candela amarrada a la cola y hemos andado corriendo por todo el estado de Massachussets encendiendo un fuego en el Señor y solamente ayer fuimos a un retiro de hombres que los hermanos que nos habían invitado, pues, pensaban que iba a ser un retiro de hombres y de repente el Señor se apareció y todo cambió. Así que yo vengo con esa expectativa y yo les motivo a ustedes también que mantengamos nuestros corazones, nuestras mentes abiertas para la palabra del Señor de este día. Amen. Amen. ¿Lo podemos hacer? Sí, le podemos dar la gloria al Señor y la honra que él se merece. Amen.
Hermano Rigoberto puede pasar. Te adoramos.
La gloria es únicamente para nuestro Dios. Que pocos amenes. La gloria es únicamente para nuestro Dios. A él sea la gloria. A él sea la honra. A él sea el honor. Bendito es nuestro Señor. Que privilegio tan grande, que maravilla tan preciosa, el que el Señor nos da en esta preciosa mañana.
Quiero decirles que por esas cosas que hace el Señor anoche fue una noche difícil, difícil digo porque el Señor no me dejó dormir. Estuve predicando toda la noche, tuve un tiempo para hablarle en la madrugada y yo le decía, Señor, necesito estar con energías para todas estas grandes cosas que tu quieres traer por tu gracia divina, y por tu infinita misericordia sobre esta congregación, sobre esta parte de esta gran nación, sobre Nueva Inglaterra, sobre Boston, de manera que yo mismo acá en la presencia del Señor, delante de ustedes con mucho temor, respeto, temblor también estoy a la expectativa de cuántas cosas grandes quiere hacer nuestro Dios.
Tantas veces creemos que vamos a cumplir su perfecta voluntad, ya sea predicando, ya sea cumpliendo con ciertas responsabilidad, de cierta actividad, y este Dios nos sorprende. Él siempre tiene cosas nuevas. Algo muy importante es que nuestro Dios en su gracia divina, en su infinita misericordia tiene siempre cosas nuevas para hacernos ver que como hijos suyos que somos, no más es cumplir con requisitos para con él y del ya tenemos derechos, sobre todo tenemos derechos los varones como hijos, las mujeres como hijas a través de la sangre de Jesucristo, su Hijo, a través de la sangre de Jesucristo, su Hijo, tenemos derechos, derechos de grandes bendiciones, derechos de muchas cosas bonitas y agradables y es allí cuando entonces le agradecemos a nuestro Padre celestial esta bondad tan grande, esta gracia tan maravillosa.
Estarán de acuerdo conmigo en que él es digno de toda honra, él es digno de toda gloria, de nuestra gratitud. Grandes cosas ha hecho el Señor con cada uno de nosotros y grandes cosas continuará haciendo nuestro Dios con cada uno de nosotros.
De todos los siervos que tiene el Señor sobre todo el mundo, siempre le digo a él, Padre, yo soy el siervo más extraño, el más extraño y lo digo con tanto respeto porque cuando él me dice que dirija mis pasos para tal país, o para tal lugar de mi país en Costa Rica, algunas veces él mismo dice, mejor haga un alto, alguien me ha estado clamando a esta hora y es necesaria una palabra para ese hermana, para ese hermano, para esa mujer, para ese varón.
Y han ocurrido las cosas más extraordinarias. Aquí podríamos pasar toda la mañana, podría estarles testificando de estas acciones tan raras y tan extrañas que hace nuestro Dios, pero sí en una gran obra, en algo glorioso y en algo extraordinario que repercute a través de los años y los años en mi vida ministerial, es aquella experiencia que él me permitió tener al norte de mi país, en la zona de San Carlos a una de aquellas montañas el Dios de los cielos me llamó en una oportunidad para que me retirase con él en ayuno y en oración y allí él me sorprendió de una manera gloriosa y extraordinaria.
En aquella oportunidad no sé el número de días, cuál, el espíritu del Señor vino de una manera gloriosa, impresionante. Creí que me iba a morir, más un mensajero suyo me trajo fortaleza, me dio ayuda, reconvalecí gloriosamente para su honra, para su gloria y pude entonces con toda seguridad y con toda tranquilidad poder observar todo lo que vería sobre la faz de la tierra.
Podría enumerar una y otra cosa en lo profético de todo lo que se ha cumplido según aquella preciosa revelación, pero déjame decirte algo sumamente importante porque esto es tocante a tu vida, esto es tocante a tu hogar, esto es tocante a un llamamiento que está en ti, esto es tocante a una vida de victoria a que el Dios de los cielos te está llamando en estos postreros días. Yo te puedo decir a ti en esta hermosa mañana que el espíritu de Dios está muy activo, está sumamente cuidadoso de esta palabra que él está declarando porque él ya te había mirado, 30 años atrás en esta revelación suya y bendito sea nuestro Dios que él ya sabía cuál era la actitud tuya en este momento cuando él te ha traído para que ocupes esa silla.
Sabes, tu vida será cambiada por el poder glorioso del Espíritu Santo. Lo declaro con toda seguridad, lo declaro con esa autoridad que él me ha dado, porque él me dijo, algunos se auto analizarán, y una vez más dirán a sus pensamientos de negatividad, no puedo, ya tengo esta edad, mis hijos, la demás parte de la familia. El Señor me decía, tendrán en sus mentes y en su corazón una lista muy grande de todo lo negativo que el enemigo quiere influenciar en sus mentes, pero soy yo quien he hado esa palabra y esa palabra yo la cumplo. Puedes decir realmente amen. Así es, le acabas de decir al Espíritu Santo y también le acabas de decir algo muy similar. Así es, así sea. Bendito es nuestro Dios. a él sea la gloria, a él sea la honra.
La razón para que podamos vernos en esta hermosa mañana y que a través de Internet estemos llegando a tantos lugares más, es porque el Dios de los cielos se ha puesto en pie, lo digo con respeto, lo digo con temblor en su santa presencia, le Dios de los cielos se ha puesto en pie porque él tiene un propósito glorioso con Massachussets, con Nueva Inglaterra, con Boston.
Después de una experiencia maravillosa que tuvimos ayer, hermano Alan, tiene su CD puesto allí en su carro, está el hermano Marcos Puig cantando aquél canto de adoración, es por su sangre, y lo puso a repetirse, y a repetirse y el Espíritu Santo comenzó a ministrarnos y el Espíritu Santo comenzó a tocar mi corazón desde que salimos de aquel lugar y me dijo, siervo bien amado mío, siervo bien amado mío, están sonando los clarines, están los sonidos de trompeta muy fuertes en su sonar en los aires porque ya se avecina el día, ya se avecina el momento, ya es el tiempo, ya es el tiempo en que estoy provocando en los mismos aires un movimiento de gloria, un movimiento de poder sobre toda esta región, según un día yo le declaré a tu corazón, vine a tu espíritu y te hice ver siervo amado lo que yo ciertamente traería a estos lugares.
Y de inmediato, sí tu que aplaudes, apláudele a él, tu no le aplaudes a ninguna figura humana, tu no le aplaudes a alguien que de pronto deja de ser, cuando tu sientes el deseo, el impulso de aplaudir, estás aplaudiendo al mismo Espíritu Santo, a él sea la gloria, a él sea la honra, que cuando eso sucedía allí en ese vehículo, cuando veníamos ministrando a la ciudades en las zonas verdes, a los pueblos y más luego a los mismo edificios, la gente en su ir y en su venir en sus vehículos, los que transitaban las calles a pie, sobre todos se estaba ministrando la gloria de Dios. Cuando eso se estaba realizando, por una motivación exacta, por un fluir mismo de él, algo sucedió en los cielos y le dije, Alan, mira que impresionante lo que está ocurriendo en este momento. Hay un torbellino, míralo, míralo, el espíritu de Dios me tomó, no supe más porque el espíritu de Dios era muy fuerte sobre mi vida, diciendo, he aquí testigo es mi siervo de esta gran gloria que yo ciertamente traigo, traigo, traigo sobre la ciudad de Boston.
Y allí en los cielos, el amado consiervo, Alan toma su teléfono y allí comienza a hacer tomas de esta imagen. Yo no sé si más luego la podrás presentar en alguna oportunidad acá, o si alguno te pidiera verla, pero eso fue algo glorioso y algo maravilloso, anoche, hasta anoche, él sacaba esto y me lo enseñaba y me decía, mira, algo precioso, algo maravilloso viene sobre esta región.
Hay muy poco tiempo, yo comprendo para ministrar en esta mañana pero el Espíritu Santo es perfecto, es precioso y ya está haciendo una obra maravillosa en tu corazón. Hay una palabra de parte del precioso Espíritu Santo y a él le vamos a dar honra, a él le vamos a dar gloria y es sobre el amado consiervo, pastor que está con nosotros y su esposa. He aquí siervo bien amado te dice el Señor, has estado clamando exactamente por lo mismo y has reclamado esa tierra, ese territorio para mí.
Ciertamente yo te he mirado arrodillado en mi presencia una y otra vez diciéndome, Espíritu Santo úsame como tu quieras usarme, soy instrumento en tus manos, no quiero, Señor, ser trasladado a tu presencia sin antes ver la gloria tuya sobre esta región. Recibe esa palabra que el espíritu del Señor está contigo. Recibe esa palabra porque dice el Espíritu Santo, tu verás mi gloria ciertamente sobre tu vida, tu ministerio es transformado, es lleno con mi poder, dice el espíritu de Dios y yo te levantaré como uno de aquellos, mis grandes hombres que tocaron mi gloria una y otra vez cada vez que mi nombre era invocado por sus labios, ciertamente lo haré a través de ti, dice el Dios tres veces santo, lo traigo sobre tu vida, lo traigo sobre tu hogar, lo traigo sobre el pueblo que te he entregado para que lo ministres y lo entrego y te lo doy sobre una región a donde yo te he llevado y te he plantado, así dice el espíritu del Señor. Le damos la gloria a él.
Y aquí me decía el Señor que era necesario que desatara una palabra de bendición a la hermana que estaba acá adorándole, que estaba con los demás compañeros de canto de oración para con él, creo que es Mary, bueno, gloria al Señor. Es tu esposa? Le damos la gloria al Señor? Ciertamente el Señor tiene sobre ustedes un ministerio por ahora es de jóvenes, pero dice el Señor que él te ha puesto por príncipe sobre decenas y centenas y aún sobre miles al lado de tu esposa. Le damos la gloria a nuestro Señor, a él sea la gloria, a él sea la honra, a él y solamente a él.
Cuando ustedes lo adoraban, cuando él vino sobre mí antes de estar en este lugar delante vuestro, él me dijo es necesario, siervo que se lea en el Libro de Números, Capítulo 23 y verso 19 y 20:
“... quién he sido yo, quien soy y de qué manera yo seguiré siendo en medio de mi pueblo, verso 19, en su santo nombre y en la comunión con su hijo Jesús y con el precioso Espíritu Santo, dice, Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, y no hará, habló y no lo ejecutará...”
Cuando el espíritu del Señor nos hace una pregunta de esta magnitud de inmediato usted y yo tenemos la respuesta para él, y la respuesta es, sí Señor, tu eres nuestro Dios, sí Señor, tu has estado con nosotros, sí Señor, tu presencia es real con nosotros, sí Señor, te creemos a ti que aún el día de mañana tu estarás con nosotros.
Esa es la respuesta automática ante una pregunta de esta índole por parte del espíritu de la palabra. El Señor algo hablaba a mi corazón, y esto es que no solamente contestemos de esta forma de acuerdo a una experiencia cierta muy personal con él sino que debiéramos de contestar de esta manera, pero no solamente pensando en el pasado, en el presente, sino que pensemos realmente en el futuro que es lo que él ha declarado que trae como bendición aún sobre toda la tierra. No es para que le contestemos en un momento determinado, sí Señor tu eres lo más grande, tu eres lo más maravilloso. No. Fue escrita esta palabra para que entendamos que nuestro Dios no miente, no solamente en esa experiencia personal que como bendición, que con su misericordia nos ha tocado, y nos ha alcanzado, no solamente en esa magnitud, en ese momento, en esa circunstancia, no, él quiere que podamos ser sensibles a esta palabra maravillosa. ¿Cuál? De él no es Dios que miente, pero no solamente de momento, en la armonía en la relación con él, que no miente respecto a las promesas que ya nos hizo.
Yo tengo dos maneras para poder ver a Dios actuar en mi vida. Una es según mi fe natural, y la otra es según mi fe sobrenatural. Porque según mi fe natural voy a ver las cosas, voy a escuchar las cosas según la situación, según la circunstancia, según lo que el enemigo de mi alma quiere hacerme ver, porque el enemigo sabe de qué manera puede influenciar mi mente y mi corazón y las bendiciones de este Dios todopoderoso entonces pueden ser arrebatadas por él, obstaculizadas por él, pero cuando mi fe natural realmente la pongo, mi vida, todo mi ser, en lo que es esa fe natural, la deposito a los pies de Jesucristo y le digo, Jesús, soy débil, soy necesitado, Señor, soy miope, tengo una experiencia contigo, hay una relación cercana a ti, Jesús, pero ya mañana pareciera como que si vuelvo a tomar el vestido de incredulidad, el vestido otra vez de la debilidad, y entonces ya dejo de mirarte a ti y comienzo a ver las circunstancias.
Pero cuando le hablo así, y le digo, por favor ayúdame, sin la palabra me haces ver que realmente tu eres el resucitado, si a través de tu bendita palabra me haces ver una y otra vez que tu realmente resucitaste de entre los muertos, que la tumba no te pudo sostener, que la muerte no te pudo dominar y tomar y tener allí en las entrañas de la tierra, si tu bendita palabra me dice que al tercer día tu resucitaste de entre los muertos, Señor Jesucristo, yo creo que esa es una realidad. Tu eres Jesús el hijo de Dios viviente, por favor, Señor Jesucristo, toma mi vida porque quiero comenzar a tener otra actitud delante de ti, delante del Padre celestial, y aún delante del preciosos y poderoso Espíritu Santo, yo quiero Señor Jesucristo que haya una nueva experiencia en mi vida.
Él no te va a preguntar, cuántos años tienes de andar conmigo. Él no te va a preguntar, cuántas veces tu vas a la iglesia. Él tampoco va a venir con palabras de reproche ni con palabras de condenación, porque tu y yo somos obra de sus manos y él perfectamente sabe cuáles son nuestras necesidades.
Tenemos el privilegio entonces de experimentar realmente de Cristo Jesús, la vida del Jesús resucitado. Y comenzamos a experimentar cosas nuevas a través entonces de lo que es la fe espiritual, por qué no hacer entonces mi caminar según mi concepto, según mi criterio, sino que mi caminar va a estar cimentado en la persona del Jesús resucitado.
Cuando el Señor me dijo, siervo bien amado, es necesario que entregues una palabra a una mujer allá en Brasil y yo dije, Señor, hay millones de mujeres. y él dice, no vas a evadir esta responsabilidad. Claro que conoció mi pensamiento de hombre natural, claro que lo entendió perfectamente y me sentí avergonzado porque él había observado aquello. Entonces le pedí perdón y yo le dije, Señor, soy tu siervo, listo estoy.
Vinieron los ticketes de avión, me movilicé y cuando me veía entre cielo y aguas en aquella lancha por el Amazonas, lloraba. Los que iban allí no sabían por qué estaba llorando, no podían entenderlo, era que le estaba dando gloria y honra a él, porque a pesar de que no entendía con exactitud lo que se iba a llegar a dar, aunque no podía ver con estos ojos físicos con toda realidad lo que iba a suceder, sí en lo profundo de mi corazón sabía que Jesucristo, el Hijo de Dios, tiene todo poder, tiene toda autoridad, él es soberano sobre todas las cosas criadas en los cielos, en la tierra y aún debajo de la tierra, él es el Señor creador de las cosas movibles e inamovibles, él es el maravilloso Jesús que triunfó sobre todo espíritu inmundo, sobre todo dominio, sobre toda hueste de Satanás, sobre todo principado. ¡Aleluya! ¡Aleluya! Ah, precioso nombre de Jesús, glorioso Jesús, glorioso Señor, a él sea la gloria, a él sea la honra. Él es el que tiene el control, él tiene el control, él tiene el control, hermana, hermano, él tiene el control. Vive Jehová, que si él te indica algo, si él te llama a algo, aunque tu lo creas extraño, aunque no lo puedas comprender, aunque no lo puedas ver, como quisieras hacerlo, confía, confía, confía, confía.
Llegamos a aquella isla y el Señor me guió a una casa sumamente humilde y la palabra era una palabra profética y no era una mujer joven, era una mujer anciana, que por años había estado clamando a este Dios para que trajese una palabra profética que iba a traer avivamiento a aquella isla.
Varón de Dios, levántame tu mano derecha, por favor. Démosle gloria al Señor, el Espíritu Santo está muy fuerte aquí. Toda la gloria es para él. Estamos viviendo un culto sobrenatural más luego el espíritu de Dios me dará la bendición de poderles declarar con qué propósito también él me ha traído aquí.
Muchos de ustedes llorarán, esta es tu mañana. Antes el espíritu de que el espíritu del Señor entregue la palabra al amado siervo para ustedes, amados hermanos, el hermano y la hermana que ya tienen madurez de edad, dice el Señor, siervo bien amado, yo soy tu paz. Haz llorado, haz llorado por tanto tiempo pidiendo una bendición para tus hijos, nietos, bien dices ¡Aleluya! Siervo, unidos los ha encontrado el Señor, y han llorado juntos. Para esta bendición dice el Señor, yo traigo una bendición a vuestras vidas y primeramente les traigo paz, paz, paz para todo lo demás que viene. Créanme a mí, porque vuestras peticiones son concedidas, dice el Señor Dios todopoderoso. A él sea la gloria, a él sea la honra, a él sea la gloria, a él sea la honra.
Siervo amado, te dice el Señor, ciertamente has dispuesto tu corazón para mí. He mirado que tu corazón arde a causa de mi presencia en ti, muy calladamente has venido a mi presencia una y otra vez, me has hablado cara a cara, has traído tu corazón delante de mí mismo corazón. He aquí tu corazón para mí es tipo del corazón de Caleb, ciertamente concedo tu petición, eres unos de mis caudillos en estos tiempos, yo vendré a ti con una palabra de poder. He aquí mi espíritu de gloria te respaldará con prodigios y milagros por cuanto esta ha sido tu petición delante de mí. En silencio y a solas me has hablado de estas cosas pero ciertamente yo te sacaré en público porque he aquí eres parte de un grupo de hombres y de mujeres, comprados a precio de sangre, testigos de mi gloria sobre Boston. Porque tu representas a esta hora en este día al grupo de cristianos hijos míos, anglosajones sobre los que mi espíritu había venido a sus corazones pero que a través de la historia dejaron de lado mi antorcha en este mañana delante de mí tu representas a ese pueblo, por eso te tomo a ti como a Caleb, porque todos estos que por ahora están en muerte, sus corazones serán vivificados cuando tu lleves una palabra de poder porque he aquí mi espíritu de gloria estará sobre ti con prodigios, con milagros y con grandes señales. Siervo bien amado, es mi palabra para ti, yo el Señor. ¡Aleluya!
Ese aplauso debe ser bien fuerte. Es el Señor Espíritu Santo, es el Señor Espíritu Santo.
Me dice el Señor, que te quiere bendecir. ¿Quieren ser bendecidos allá? ¿Quieren ser bendecidos allá? ¿Allá atrás? ¿Por estos lados? Puestos de pie.
Por favor si viene el grupo de la música de alabanza. Inclina tu cabeza, cierra tus ojos. Soy sensible a la presencia del Espíritu Santo y puedo verle ministrando sus vidas. Yo podría invitarles acá delante, pero no, no lo hagan, no vengan porque él es tan poderoso y precioso que por supuesto está ahí al lado tuyo.
Oh, él me quebranta en mi espíritu porque él me está permitiendo ver a esta gloria, él me permite ver a un grupo de hombres y de mujeres al que el enemigo había querido poner obstáculos, al que el enemigo quería limitarles, al que el enemigo de una y otra manera había querido poner ceguera, atarles. Vive Jehová que veo al Espíritu Santo con todo poder y gloria con un propósito maravilloso para tu vida, oh, si tan solo pudieras entenderlo, si tan solo pudieras recibirlo a esta hora, porque he aquí que mientras tu levantas tus manos a él, mientras le hablas a él, maravillosamente comienza a ocurrir algo desde tu entrañas, de lo profundo de tu ser.
Este es un momento de gloria, aquí estás tu y ahí lo tienes a él. Son momentos determinantes en tu vida, él te está ministrando ahí, si sientes deseo de llorar, llora. Quizás haces muchos días tu no le adorabas así, quizás han pasado algunas horas y tu no hablabas de esta manera con él, es tu momento, es tu momento.
Sigan hablando con él, se va a entonar un canto y yo te invito, yo te animo a que te unas con tu hermano y con tu hermana, y reconozcamos su gloria, reconozcamos su soberanía, algo maravilloso está a las puertas por suceder. Permanezcan quietos en adoración, sigan hablando con él, déjate preparar por el Espíritu Santo, momento culminante para tu vida, para tu hogar, para tu familia. Oh santo.
Hay una columna vertebral que está siendo sana completamente. Precioso mover, Jesús. Mujer, te dice el Señor, he aquí te sano, he aquí tu vértebra número 5, tu vértebra número 7, es nueva, he aquí es mi mano sobre ti, columna completamente nueva. Manténganse en adoración. Están ocurriendo cosas maravillosas.
Un tumor ha sido disipado, sistema digestivo completamente sano, Jesús te sana. Un niño con pies planos está experimentando ahora mismo unos pies nuevos, completamente nuevos, huesos nuevos, y hay una madre que está gozándose a esta hora porque entonces sabe qué le ha ocurrido a su hijo. Migraña, fuertes dolores de cabeza, dice el Señor, eres completamente sana, sano también en el caso de otro varón. No solamente el Señor Jesucristo está sanando sino que también están ocurriendo cosas maravillosas en lo profundo de tu ser ahora mismo está ocurriendo desde lo profundo de tu ser, desde tus entrañas.
Manténganse así y vamos a pedir ayuda al grupo de alabanza para entonar un canto de adoración, un canto de adoración al Señor.
Sigan hablando con el Señor porque están ocurriendo cosas maravillosas. Algo glorioso y extraordinario es que el espíritu del Señor quiere que se declare esto en tu hogar, que había una persona enferma, un miembro de tu hogar que estaba siendo azotado, azotada por algún tipo de enfermedad vas a experimentar algo maravilloso al llegar a tu casa. Ese miembro de tu hogar lo declaro específicamente para una mujer que le ha estado hablando al Señor para que sane a su ser querido, a su ser amado, eso sucede contigo mujer, dale la gloria a Jesús, dale la gloria a Jesús.
El espíritu de Dios te permite abrir tus ojos porque tu sabes que esa palabra es tuya, es tuya, es tuya, es tuya. No pudo venir a la iglesia a adorarle a él a la par tuya, porque estaba afectado de salud, llegarás y le verás en perfectas condiciones. Oh, Jesús bendito.
Queremos darte Gloria y alabanza
Dígaselo de corazón
Levantando nuestras manos, exaltándote Señor
Queremos darte gloria y alabanza
Sí Señor, sí Señor
Levantando nuestras manos exaltándote Señor,
Grande eres tu, grandes tus milagros son
No hay otro como tu, no hay otro grande eres tu
Grandes tus milagros son, no hay otro como tu
No hay otro como tu. ¡Aleluya!
Queremos darte gloria, dale gloria
Levántale tus manos al Señor
Y alabanza
Este es un momento glorioso
Levantando nuestras manos
Es un momento de encuentro
He aquí el Espíritu Santo está aquí
Oh, es el momento de honrarlo de glorificarlo
Levantando nuestras manos, exaltándote Señor
Grande eres tu, grandes tus milagros son
No hay otro como tu, no hay otro, grande eres tu
Grandes tus milagros son
No hay otro como tu, no hay otro, grande eres tu
Grandes tus milagros son, no hay otro como tu
No hay otro como tu.
No hay otro como tu
No hay otro como tu
¡Aleluya! te adoramos Señor, te bendecimos Dios
algo bien importante que tenemos que entender para aquellos que no tienen tanta experiencia en el mover profético, en la dimensión profética. La proclamación profética es diferente a la predicación de enseñanza por ejemplo, o de una predicación evangelística. Cuando Dios se mueve en una modalidad profética, una de las cosas más importantes es simplemente el compartir una energía del Espíritu Santo, muchas veces la palabra profética no se mueve en una forma de un sermón de tres puntos y un poema, sino que se mueve simplemente soltando una energía de Dios, soltando una palabra de Dios que ministra en diferentes maneras, y en formas en que nosotros a veces no podemos entender. Cuando la unción de Dios se está moviéndose en una congregación es necesario que nosotros como que cambiemos de estación, cambiemos de sintonía y abramos en nuestro espíritu para que la energía que Dios está dando, lo que Dios está usando para impregnar nuestras vidas, llegue a nuestros corazones.
Dios creo que lo que Dios ha estado haciendo en esta mañana es soltando esa energía en nosotros, renovando nuestra mente, nuestra conciencia a la dimensión del espíritu y recordándonos que la vida cristiana es más que simplemente lo que escuchamos con nuestro intelecto y que es sobre todo un abrirse al Espíritu Santo, al espíritu de Dios. en esta atmósfera que Dios ha creado en esta mañana de adoración, de fe, de recogimiento espiritual, yo creo que Dios está haciendo algo en esta congregación.
Como dice el sabio Salomón, hay tiempo para esto, hay tiempo para lo otro, hay tiempo para lo otro. A través del curso de la vida de una congregación Dios escoge tiempos para ministrarnos en enseñanza, Dios escoge tiempo para ministrarnos en una predicación evangelística, Dios escoge tiempo a veces en que lo cambia todo y cambia completamente el programa y simplemente nos movemos en un tiempo de adoración y alabanza al Señor, o de ministración, y Dios escoge tiempo a veces también para hablarle a una congregación en términos proféticos, y todo eso lo que hace es que mantiene entre nosotros una mentalidad sobrenatural.
Yo no quiero que jamás nosotros como iglesia perdamos nuestra mentalidad sobrenatural. Y esa mentalidad sobrenatural solo se puede mantener cuando una iglesia se abre como hoy, al mover libre del Señor y deja simplemente que Dios hable como él quiera y deja que su espíritu sea penetrado por una energía espiritual.
Es decir, yo digo esto para que entendamos en el contexto en que nos estamos moviendo y para que ustedes sean también instruidos en como recibir las diferentes energías que Dios trae a nuestra iglesia como familia espiritual. Y de esa manera entonces nos mantenemos como una iglesia balanceada, una iglesia que puede moverse en diferentes modalidades, en diferentes moveres del Señor y que somos una iglesia completa, una iglesia redondeada por el espíritu de Dios. Que muchas iglesias crecen a veces cerebralmente o teológicamente, o en la acción social solamente, o en el mover del espíritu solamente en forma espectaculares, milagrosas. El pueblo de Dios tiene que aprender a moverse 360 grados en la manera que Dios quiera que nos movamos. Y así crecemos como un pueblo completo, un pueblo balanceado.
Así, recibe en el nombre de Jesús en esta mañana lo que Dios, la semilla que Dios ha implantado en tu vida, cualquiera que sea en el nombre de Jesús yo declaro que lo que hoy ha sucedido aquí es mayor que la suma de las partes para podemos sumar, que el resultado de lo que Dios ha hecho es mayor de lo que podemos entender. En el nombre de Jesús yo declaro en esta mañana para cada uno de ustedes las bendiciones, los nutrientes, la visión, la renovación, la energía que Dios ha querido poner en tu corazón en el nombre de Jesús.
Yo abro en la dimensión del espíritu la gracia de Dios sobre esta congregación y conforme a las necesidades, conforme a los anhelos de tu corazón, recibe lo que Dios quiere depositar en ti en esta mañana porque yo sé que mucha gente Dios la ha traído aquí en esta mañana para que reciba algo especial de Dios. No es el hombre el que sirve para que Dios haga lo que él quiere hacer, nosotros somos simplemente instrumentos, instrumentos misteriosos de lo que Dios quiere hacer.
Así en esta mañana ahora mismo por fe di, yo recibo lo que Dios tiene para mí, en el nombre de Jesús. Abre tu espíritu ahora ahí, y yo puedo decirte con toda seguridad de que tu te vas en esta mañana con tu espíritu lleno. Esta iglesia recibe lo que necesita de Dios, recibe renovación de tu mente en esta mañana, recibe renovación de la fuerza espiritual del espíritu de Dios en esta mañana, recibe nuevas fuerzas para el camino, recibe nuevo entusiasmo, recibe las sanidades que Dios ha declarado, recibe la apertura de nuevos ministerios y nuevas dimensiones del mover de Dios en tu vida.
I declare the blessing of God on your life, I declare new things happening in your life, you have been brought here this morning to be renewed in your vision, in your perspective of the things of the spirit. You have been brought here to be exposed to a different dimension of the moving of God. God moves in very different ways. He’s a very diverse, very rich, a very multi faceted God so he chooses different ways to promote and project his energy. Our spirit must be open to receive the different movings of God, not just through the mind but also through the heart, through the emotions, through the body even, through the spirit directly in all these different ways God chooses to move and we as a people of God are open to whatever it is that he wants to do and so we let the mystery of God wash over us and we declare that God is sovereign and we receive what he brings to us. So I bless you in the name of Jesus Christ this morning, I declare that you leave this place with your hands full of the blessing of God. You may not understand it with your mind, but your spirit will understand it. And if you, by faith, claim the blessing of God today, you shall receive it and you will realize that you are not the same person as you leave that you were when you came in, because that’s the way the spirit does things. So I bless you in the name of Jesus Christ, I declare the peace of God.
Yo te bendigo en el nombre de Jesús, declaro la paz de Dios sobre tu vida. Gracias Señor, ¡Aleluya!
Estudio de parejas : Diferencias de los sexos
Estudio de parejas por Luis Valles - Lider del ministerio de matrimnios de La CLJ
Unas niñas de primer grado hicieron el siguiente listado de diferencias:
Las niñas son mejores que los niños
Las niñas mastican con su boca cerrada
Las niñas no se limpian las narices con sus dedos
Las niñas no huelen tan mal
Las niñas son mas inteligentes.
Las niñas se afeitan más
Un varón anónimo vino con las siguientes diferencias:
Una vacaciones de cinco días requiere una sola maleta
Si alguien se olvida de invitarte, tal persona puede aún ser tu amigo(a)
Uno puede calladamente gozar la travesía en el asiento de pasajeros
El cabello grisáceo y las arrugas solamente añaden algo a tu carácter
No se espera de usted que sepa mas de cinco colores.
¿Cómo un MARIDO puede decir, “Te Amo”
Para asumir el llamado alto que tiene el marido, tiene que asumir el papel de siervo-lider.
De la misma forma que Jesús toma la responsabilidad de la Iglesia, el hombre lo toma de la Mujer. Esto nos dá a nosotros la responsabilidad de iniciar una acción. Asi que cuando las cosas no andan bien en el hogar, nosotros tenemos que hacer rodar la bola. Cuando nuestra relación con Dios estaba fuera de control, fue Jesús quien tomó la iniciativa.
Características del Siervo-Líder
Se sacrifica- Dios quiere que seamos nosotros siempre los primeros en ir a la cruz. Esta es la marca de aquel que guía y no controla. Nutre- supliendo las necesidades de la otra persona y ayudándola a madurar.
Le da valor-lo que hacemos la hace sentir que ella es especial Le da honor-- 1ra Pedro 3:7
Si usted no honra a su mujer, la efectividad de sus oraciones es disminuida.
La comprende-
10 MANERAS DE DEMOSTRARLE A SU MUJER QUE LA HONRA:
Alábela públicamente
Digale “gracias” a menudo
Abrale las puertas a ella.
Espere por ella con alegría
Espere por ella con paciencia
Busque su opinión
Acepte su consejo
Respete sus sentimientos
Traígale un regalo
Escuche, escuche, escuche
Coronado de gloria y de honra
TRANSCRIPT
Hermanos, les invito a abrir sus Biblias en el Salmo 8, por favor. Salmo 8. la palabra dice:
“.. Oh Jeovah, Señor nuestro, cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra. Has puesto tu gloria sobre los cielos de la boca de los niños y de los que maman fundaste la fortaleza, a causa de tus enemigos para hacer callar al enemigo y al vengativo. Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tu formaste, digo, ¿qué es el hombre para que tengas de él memoria y el Hijo del hombre para que lo visites? Le has hecho poco menor que los ángeles y lo coronaste de gloria y de honra. Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos, todo lo pusiste debajo de sus pies; ovejas y bueyes, todo ellos, y asimismo las bestias del campo, las aves de los cielos y los peces del mar, todo cuanto paso por los senderos del mar, oh, Jehová, Señor nuestro, cuán grande es tu nombre en toda la tierra....”
Padre, gracias por tu palabra. Gracias que tu eres majestuoso, Señor, y tu quieres revelar tu majestad en maneras que no hubiéramos esperado. Yo te pido que nos hables en el día de hoy, Señor, que uses la palabra de mi boca que eches un poquito más de gasolina en este tanque y que bendigas esta iglesia, Señor, que sea tu palabra hablándonos a todos en esta tarde, te pedimos en el nombre de Jesús. Amen y amen.
¿Saben qué? Yo recuerdo un día yo estaba visitando en Guatemala, en el Petén, no sé si alguien, tenemos algunos chapines aquí, algunos chapinitos. Yo estaba en el Petén viendo esas ruinas que hay y yo andaba en la selva con todo los sonidos raros que hay en una selva, miré para arriba y vi monos en los árboles, monos de verdad, monos. Y yo estaba ahí y nunca había estado en un bosque de verdad selva, selva, selva y yo todo sudado, pero feliz. Y yo saliendo de ahí le dije a un joven que yo conocí ahí, guau, cómo puede uno ver todo eso y no creer en Dios. Y el joven me dijo, fácil, él era atea, así que nos pusimos a hablar un poco. Y yo dije, ¿pero tu cómo puedes ver todo esto? Discutimos un poco, espero que dejé una semilla.
Pero yo no sé de él, pero guau, piensa en un lugar bello que tu conoces, un mar, aguamarina, así hermosa de tu país, puede ser; un campo verde, montañas, un lago con volcanes alrededor, en Sudamérica, lugares hermosos y tu piensas, guau, Señor, cuán majestuoso es tu nombre en toda la tierra. ¿Cómo es que tu hiciste todo eso? Mirando las estrellas y pensando, guau, pero no los puedo contar. Son tantos y después uno piensa, ¿y cómo es que tu vas a escuchar mi oración? Yo soy una hormiguita, un poquito de polvo en el universo, y además soy malo, soy pecador, pequeño y malo, ¿cómo tu vas a escucharme a mí?
Este salmo dice que Dios revela su gloria, no solamente a través del universo sino a través del testimonio de sus siervos. Si este mensajito y voy hacerlo muy al grano, pero si este mensaje tuviera título yo diría, Coronado de gloria y de honra.
¿Tu sabes que tienes una corona que Dios ha hecho para ti? Desde tu concepción Dios te coronó de gloria y de honra solo por ser un ser humano y llevar dentro de ti la imagen y semejanza del Dios vivo. Tu estás coronado, coronada de gloria y de honra. Esto parece malo. No, Dios tu eres el único con la corona. Él dice, no, a mí me gusta dar coronitas a mis hijos y revestirles de dignidad y de honra.
¿Saben qué no hablamos mucho de la palabra honra hoy en día? Pero yo creo que es importante que lo hablemos. Honra, ser una persona honrada, una persona que puede caminar con la cabeza en alto y tener auto respeto y dignidad. Cuando yo pienso en eso, pienso en los militares que se les enseña a andar como una persona seria, a tener su gorra. Yo compartí en la mañana que los Santiago, Mary y Chago, me invitaron a la casa y me dio el permiso sagrado de ponerme la gorra militar que usaba Chago cuando era joven. Y yo me lo puse y miré en el espejo y sentí una electricidad, una corriente eléctrica correr por mi cuerpo. Pretty good, I feel good. Me siento bien. Y fue como un susto, fue un susto y Mary was, ajá, apúntate, mira vas a ser un capellán, no sé qué. La gorra de autoridad, la dignidad.
Dios tiene una corona así para ti, para cada uno de nosotros que cuando tu lo pones siente corriendo en las venas una corriente eléctrica que te hacer saber que estás vivo, que eres una persona de un valor inestimable, creado en la imagen de Dios mismo.
Yo pienso en las personas, los abuelos entre nosotros que han servido al Señor, y dice la palabra de Dios que la luz de los justos es como la luz de la aurora que va en aumento hasta que sea el pleno día. Y yo creo que los abuelos que sirven al Señor ya la luz está en pleno día. Y uno puede mirar, aunque los cuerpos se van desgastando, uno puede ver la gloria de Jehová reposar sobre ellos.
Yo recuerdo visitar a doña Toñita cuando, la mamá del pastor, cuando estaba en sus últimas y la única palabra que yo podía pensar era la palabra majestad, majestad, como una reina ahí, una dignidad ahí rodeándola. Pienso en doña Anastasia, 99 y no salía de la casa sin su vestido limpio y bueno y tal vez barato, pero bueno y bonito y su perfume de Calvin Klein, hasta hacía esperar la ambulancia a veces cuando se cayó, espera, espera, saca el vestido más limpio, me van a ver los doctores. ¿Por qué? ¿Vanidad? Bueno, más que vanidad, está hablando de dignidad, de auto respeto, de saber que yo soy hijo, hija de un rey y yo puedo caminar bien, porque Dios me ha coronado de gloria y de honra. Yo no soy basura, yo no soy un cero a la izquierda, yo soy una mujer de Dios, un hombre de Dios y yo me respeto y los demás deberían respetar también porque Dios está conmigo, quién contra mí.
Yo pienso, aún los bebés están coronados de gloria honra. ¿Cuántos pueden saber? Tu miras una criatura y tu piensas, pero Señor, cómo. Tal vez esta criatura no puede hacer nada sino llorar y comer y hacer sus necesidades. El perro puede hacer más que el bebé en la casa. Está entrenado el perro, el bebé todavía no está entrenado, pero qué diferencia. El bebé tu lo miras y estás mirando los ojos de Dios, tu piensas, Señor, guau, cómo es que tu hiciste este ser, cómo lo hiciste. Es una maravilla.
Así que por eso dice, de las bocas, versículo 2, de la boca de los niños y de los que maman fundaste la fortaleza....
Que lindo, por eso cuando se hace esta danza de niños, y habrá más de escuela dominical, cuando ellos adoran a Dios, ay, eso es del Señor.
¿Saben qué? Cuando leí eso me confundí un poco. Mira lo que dice otra vez, de la boca de los niños y de los que maman fundaste la fortaleza.
Quiero que vayan conmigo a Mateo 21 y vamos a hacer un poquito de estudio aquí. Despiertos. Mateo 21, 14. Está hablando de Jesús sanando los ciegos y cojos en el templo, dice:
“... vinieron a él en el templo ciegos y cojos y los sanó. Pero los principales sacerdotes y los escribas viendo las maravillas que hacía Jesús y a los muchachos aclamando en el templo y diciendo, Oh sana al Hijo de David, se indignaron y le dijeron, oyes lo que estos dicen. Y Jesús les dijo, sí, nunca leíste de la boca de los niños y de los que maman, Jesús había memorizado el versículo, él lo escribió de hecho en el espíritu, de los boca de los niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza....”
Espera. El salmo 8 ¿qué dice? Pon el dedo aquí y vamos otra vez al salmo 8, y dice, fundaste la fortaleza. Así que qué pasa, ¿Jesús no memorizó bien el versículo? Se olvidó, puede ser. No, no, no Jesús, es fundaste la fortaleza. Y Jesús, dice, no, no, yo sé lo que estoy haciendo. Él es el Creador del universo, él inspiró la Biblia. Jesús sabía que la palabra alabanza y la palabra fortaleza tendrá algo en común. ¿Qué tiene en común la alabanza y la fortaleza? Piénsalo.
Piensa en un tiempo cuando tu te sentías débil, te sentías que ya no quedaba más nada para seguir adelante, la vida te había dado luchas y retos duros, ni querías venir a la iglesia, pero te obligaste y viniste y aquí cantando todo el mundo feliz, y tu sientes, pero estoy muriendo por dentro, ¿cómo puedo cantar, cómo puedo levantar las manos? No quiero ser hipócrita. Pero tu sabes, Dios me manda a hacerlo. Y tu levantas esas manos por fe y comienzas a cantar y ¿qué pasa? Comienza a fluir el espíritu en ti, comienza a llegar algo de lo que la Biblia dice, los que esperan en Jehová nuevas fuerzas tendrán, levantarán alas de águilas, correrán y no se cansarán, porque han decidido en lugar de vivir en la auto lástima y la queja, han decidido alabar a Jehová el Creador del universo y cantar y danzar y decir, yo sé que mi redentor vive y funciona, funciona. Comienza a hacerlo y guau y comienzas a sentirte más vivo, hay fuerza que entra.
¿Qué pasó con Silas y Pedro en la carcel? Ahí, ¿qué harías tu en la cárcel? Yo me quejaría como un no sé qué. Ellos en lugar de eso, ahí cantando alabanzas, cantando al Señor porque ellos sabían, hay cadenas pero estamos libres de corazón. Ustedes no pueden encadenar el corazón, somos libres en Cristo, donde está el espíritu de Jehová, ahí hay libertad. Cantaban himnos y ahí se deshizo, se rompió la cadena y pudieron salir milagrosamente.
Hermanos, cuando cantamos, cuando alabamos, el Señor hace prodigios y maravillas. Hay que hacerlo. Esto es parte de lo que quisiera hablar hoy de tener puesta la corona que Dios te ha dado. ¿Saben qué? Dios te ha dado la corona pero no lo sabemos, no la usamos, tal vez pensamos que se ha perdido. Cuando entramos en la casa de Dios y comenzamos a cantar, estamos declarando, yo soy un hijo del Rey y le voy a adorar con todo el corazón y Dios pone esta corona y tu comienzas a sentirte bien, como yo me sentía cuando tenía la gorra puesta. Amen. Así que estamos llamados.
Y los niños pueden adorar a Dios. ¿Por qué dice? En versículo 2 de Salmo 8, de boca de niños y de los que maman fundaste la fortaleza. A causa de tus enemigos para hacer callar al enemigo y al vengativo.
Saben que cuando yo veo los niños danzando y cantando yo estoy pensando en cosas alegres, no estoy pensando en Satanás. Pero la Biblia dice que cuando niños adoran a Dios o la persona más pequeña entre nosotros, el enemigo se tiene que callar porque él no tiene nada que decir a eso.
¿Cómo es que esta persona pasando por tantas luchas puede dar gloria a Dios? Él no tiene respuesta para eso. Por eso la Biblia dice, el Salmo 23, aderezas mesas delante de mí, no en el campo fácil, es en la lucha en presencia de los angustiadores, Dios prepara la mesa delante de ti, y tu comes, y tu cantas y tu adoras a Dios, y tu dices, yo tengo la corona puesta, soy hijo del Rey.
Así que, hermanos, Dios nos ha llamado a esa dignidad, esta autoestima y también tener la corona significa que hay majestad. ¿También qué significa una corona? ¿Qué significa? Si alguien tiene una corona, hoy en día no se usa, pero en las épocas cuando se usaban las coronas, ¿qué significaba eso? Poder, que tu eres una persona que está llamada a gobernar en el mundo. Adán y Eva fueron llamados a reinar en la tierra. Esto significaba para ellos, cultivar la tierra.
Hermanos, tu eres llamado a usar los dones que Dios te ha dado para la gloria de él, porque cuando tu haces lo que Dios te ha dado, Dios se glorifica, tu estás reinando. Saben que hoy en la mañana compartí un testimonio de una película que nadie había visto, pero voy a tratar una vez más, tiempo de olimpíadas. ¿Cuántos han visto la película Carros de fuego? Uno, dos, tres, cuatro, seis. Ya ganamos a los de la mañana. Así que uno de cien lo ha visto.
Es una película cristiana, muy buena película, película libia, no es muy común hoy en día películas libias. Trata de un atleta en las olimpíadas en las épocas pasadas y este hombre era un cristiano, un misionero pero él corría en las carreras y él quiso participar en las olimpíadas pero tenía que correr en lugar de servir en la iglesia, a veces en lugar de desempeñar su obra misionera. Y su mamá y papá diciendo, pero mi hijo, eres llamado a ser misionero, ¿qué tu haces corriendo en el campo, perdiendo tiempo con eso? Y él dice, pero mamá, cuando Dios me hizo me hizo, when God made me, he made me fast and when I run I feel his pleasure. Cuando Dios me hizo, me hijo rápido, pero no sé si esto se traduce con capacidad de correr rápido, y cuando yo corro siento su sonrisa sobre mí.
Y en la película cuando él corriendo, corriendo, levantaba la cabeza porque estaba corriendo para Dios. Yo no sé si tu eres un atleta, yo no sé qué es que Dios te ha dado, pero Dios te ha llamado a hacer algo y a hacerlo bien, y a hacerlo con excelencia y hacerlo para él porque Dios lo ha hecho para eso.
Cuando el cantante canta le da gloria a Dios. Cuando el atleta corre da gloria a Dios, cuando el artista pinta, cuando el agricultor siembra, cuando el niño juega, cuando el doctor sana, damos a gloria a Dios que nos ha hecho. Cuando la mamá cuida al niño, cuando el papá está ahí presente, cuando hacemos lo que Dios nos ha dado, estamos reinando en el mundo y diciendo, Dios me ha hecho y yo estoy aquí para darle gloria a él.
¿Saben qué? Hermanos, esto no es orgullo. Hablamos antes de orgullo. Orgullo es un pecado serio, era el pecado de Satanás mismo, orgullo. Así que no estamos hablando de orgullo, estamos hablando de reconocer lo que Dios me ha sembrado, lo que Dios me ha hecho y yo puedo gozarme en eso, me ha coronado de gloria y honra, ha puesto todo debajo de mis pies y yo soy llamado a grandes cosas. Eso no es orgullo porque la gloria no es mía, es de él, la bendición, la capacidad no es mía, no tengo nada que no se me ha dado, es su gloria y yo me gozo que Dios recibe la gloria cuando tengo la corona bien puesta. Amen.
Así que estamos hablando de algo muy diferente, una gloria reflejada del Señor. Cuantos saben después de pasar tiempo con Dios te sientes diferente. Moisés, le pasó esto a Moisés. Moisés subió a la montaña y bajó eléctrico, con el poder nuclear saliendo de él, con el rostro brillando, la gente dice, mira, tápate, tápate, no te podemos ver. Él tenía la gloria de Jehová que se le pegó y hermanos, cuando estamos en la presencia de Dios, cuando adoramos a Dios, cuando reconocemos que él está con nosotros, reflejamos la gloria de él al mundo. Es un testimonio, es una manera de decir, Dios está conmigo y es una manera de mostrar al mundo lo que Dios es capaz de hacer. La gloria, la corona que Dios te ha dado.
Pero ¿sabes qué? Sabemos que el enemigo no está contento con un ejército de reyesitos y reinitas, él no está contento con nosotros, con las coronas puestas. No está contento. Él quiero ensuciar, yo hablo mucho de eso en mensajes, lo he dicho antes, pero es un tema en mi vida en mi ministerio, nosotros somos portadores de la imagen de Dios, como si tuviéramos una pintura hermosa de Dios dentro de mí y brilla a través de tu personalidad, tu carácter, tu cultura, tu sentido de humor, todo lo que eres tu, Dios brilla a través de eso y Satanás odia a Dios así cuando él mira una persona que le recuerda de su enemigo mortal, y que tiene una corona puesta reinando en el mundo, él quiere tomar esta corona y él quiere ensuciar esta cosa un poco. Quiere opacar la gloria que está ahí, quiere hacer que pierda el brillo y él logra hacerlo muchas veces, lo hace tentándonos a pecar muchas veces.
Por eso que el enemigo quiere, no solamente tentarnos, quiere humillarnos porque es por pura malicia. Por eso que los ministerios que hacen evangelismo, trabajo social, es guerra porque estamos dignificando al ser humano, evangelizando pero también levantándolos, diciendo, Dios tiene grandes cosas para esta persona.
Así que, y lo hace tentándonos a pecar muchas veces. Cada ser humano aquí hemos pecado en algún momento y cuando lo hacemos estamos ensuciando la corona que Dios nos ha dado, estamos opacando la gloria que está ahí.
Como dice la carta a Timoteo, que en una casa grande hay muchos vasos, algunos platos son los platos finos, la porcelana. Tu no sacas la porcelana para mi hijo de un año y medio o él va a hacer daño con las cosas. Te prometo, rápido. Le damos cosas plásticas que no valen tanto, pero hay porcelana que tu sacas para la suegra cuando llega una visita, porque vale, vale mucho. Ahí está.
Dios dice, mira, tu eres llamado a ser la porcelana fina, tu no eres el plástico para que el niño te tire al piso. Cuando nosotros estamos en pecado es como tomar la porcelana y usarla para algo que no vale.
Sabes que la autoestima cristiana es muy diferente al orgullo. Tener autoestima es saber, Dios está conmigo, soy mejor que esto. Yo no tengo que seguir en lo mismo, Dios me puede cambiar, yo soy mejor que esto.
Hablamos mucho con las hermanas de la iglesia especialmente las solteras, en insistir que los pretendientes te respetan, ¿por qué? ¿Porque eres de estilo antiguo? Porque eres una hija de Dios y saben, yo valgo. Mira, tiene que respetarme, si este quiere tratarme diferente, bueno, que busque otra, yo soy mejor, soy una hija de Dios, espero alguien que me respete, un hombre que los amigos lo tienten a hacer barbaridades en la calle, lo que sea, y dice, mira, yo soy un militar, yo soy un oficial en el ejército de Dios y un oficial se porta en una manera digna de su oficio.
Saben que hay un crimen en los militares que se llama conduct unbecoming an officer, que es conducta que no luce a un oficial. Mira, tu eres un oficial en el Reino de Dios, así que yo voy a vivir con honra, con dignidad y voy a insistir que me respeten porque voy a portarme en una manera respetable. Así que esto es el llamado, el pecado lo ensucia.
Quiero leer algo de Proverbios 31. todos sabemos qué está en Proverbios 31, de qué se trata. ¿Saben qué? Se trata de otra persona también, alguien que tal vez tu no conoces, un tipo que se llama Lemuel. ¿Alguien sabe quién es Lemuel? Alguien sabe. Un rey, era un rey joven y su mamá le dio una profecía que dice, mi hijo, versículo 2:
“... qué mi hijo y qué hijo de mi vientre y qué hijo de mis deseos, no des a las mujeres tu fuerza y tus caminos a lo que destruye a los reyes. No es de los reyes oh Lemuel, no es de los reyes beber vino, ni de los príncipes, la sidra. No sea que bebiendo olviden la ley y perviertan el derecho de todos los afligidos. Da la sidra al desfallecido y el vino a los que de amargado ánimo beban y olvídense de su necesidad y de su miseria no se acuerden más. abre tu boca por el mudo, en el juicio de todos los desvalidos abre tu boca, juzga con justicia y defiende la causa del pobre y del menesteroso....”
Mi hijo, tu tienes un llamado grande a ser un rey que va a defender a la gente necesitada, así que no pierdas tu tiempo en la bebida o en las cosas, en la calle porque tu eres mejor que esto. Mira, la bebida, ponerse borracho o vivir en pecado, eso es para personas que no tienen esperanza, pero tu eres un hijo de Dios.
Sabe que tenemos un grupo aquí los sábados que yo amo muchos, hombres saliendo de luchas y vicios y ahí son hombres que yo veo delante de mis ojos aprender, yo soy hijo de un rey, yo soy llamado a ministrar, soy llamado a ser un hombre de mi familia, un hombre respetable y efectivo en la vida y se levantan y a mí me encanta estudiar la palabra con ellos. Pero todo tiene que ver con la autoestima.
Satanás te dice, mira, hazlo, esto tu no eres mejor que esto. Hazlo, métete, esto es la mentira de Satanás. Satanás es un acusador. Él viene para acusar pero Jesús es nuestro abogado y él ha venido para decir, no, no, no, tu eres mi hijo, yo te he limpiado. Antes era así, pero ahora eres diferente. La vergüenza nos causa quitar esa corona de la cabeza, nos hace hacer como Adán y Eva. ¿Qué hicieron después de su pecado? Se escondieron en los árboles, trataron de tapar su vergüenza.
Dios dice, esto no sirve, deja que yo te vista como el hijo pródigo. Este traje que tu tienes no sirve, déjame ponerte un traje de gala, déjame poner el anillo sobre el dedo y una corona sobre tu cabeza. Pero muchas veces el pecado, la vergüenza y el orgullo opacan la gloria que tenemos. El orgullo es un substituto falso para la autoestima cristiana, es una manera de pensar que yo soy mejor que los demás. Mentira del infierno. Es inseguridad. Me siente mal de mí mismo así que tengo que probarme a todos los demás. Esto no es de Dios.
El cristiano sabe, no tengo que ser orgullosos, no tengo que ser como Narciso, enamorado de mi propio reflejo. Yo puedo reflejar la gloria de Dios y sentirme bien sin probar nada a nadie. Que lindo, que libertad.
Hermanos, Dios viene para reemplazar la corona perdida y para limpiar la corona opaca. Porque todo ser humano lo tiene, por ser un ser humano ya lo tienes, y Dios quiere tomarlo y restaurarlo sobre tu cabeza. Dice en Isaías 61, que él ha venido a darnos gloria en lugar de ceniza, manto de alegría en lugar de un espíritu angustiado.
A mi me encanta ver esta transformación delante de los ojos, la pesadez se va, la sombra se va y la persona ya tiene gloria sobre su cabeza. Sabe que Dios está con uno, quién contra mí.
Hay otro versículo que dice, los redimidos de Jehová volverán y vendran a Zión con alegría y gozo perpetuo será sobre sus cabezas y tendrán gozo y alegría y huirán la tristeza y el gemido.
Hermanos, Dios está en el negocio de la coronación, de levantar a sus hijos y hacer eso. Y esto es lo que hace él por fe cuando alguien recibe a Jesús como Señor y salvador. Pero ¿saben qué? Hay otra corona. Eso es un poquito misterioso, yo no pretendo entenderlo perfectamente pero algunas coronas que se ganan. Me siento mal al decirlo porque sabemos que la salvación no se gana, la salvación es un don gratuito de Dios, no puedo ganarme nada de Dios pero hay algunas coronas que son condicionales, que vienen basados en como nosotros hemos luchado y echado para delante. No es la salvación pero es alguna no sé qué, una gloria dotada del Señor, que nos espera.
El Apóstol Pablo dijo que yo he peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor juez justo. Y dice esto de muchos otros, algunas personas dicen bienaventurado el varón que soporta la tentación porque cuando haya resistido, en Santiago dice, la prueba, recibirá la corona de vida que Dios ha prometido. Así que dice que hay lucha.
Hay un texto que no voy a leer pero quiero resumir de las olimpíadas también. Sabemos que la semana pasada, Omar que es adicto a las olimpíadas habló de eso. Hay un texto cuando Pablo dice, que yo quiero que ustedes corran de tal manera que puedan ganar la corona, pero la persona que corre de todo se abstiene para ganar la corona. Y no una corona corruptible sino una corona incorruptible.
¿Sabes lo que le daba a los ganadores en esa época? ¿Alguien sabe que clase de corona? Si estabas aquí a las 9 no puedes decir. Laureles a los romanos, pero antes de eso. Saben lo que era, era celery. Hoy a la mañana trataron de enseñarme, apio. Una corona de vegetales, de apio. Ya comenzando a pudrirse y le ponían, y yo pienso, y esto es un premio o un castigo, no entiendo, pero se hacía combinando el apio con tal vez laureles y lo ponían ahí, y ya deshaciéndose sobre la cabeza.
Mira, hay una corona mejor que esta que yo quiero ganar. Yo vivo para el día que Jesús me diga, bien hecho, siervo fiel, ven y comparte el gozo de tu amo. Yo vivo para ese día, pero el Señor dice, lo has hecho bien, siervo fiel. Y esto es recibir la medalla de oro ahí, escuchar la canción y ver la bandera y sentir, sí, se hizo, se logró la batalla. Yo gané.
Pero estas personas, atletas de las olimpíadas tienen que abstenerse de todo, no por legalismo, no lo hacen bajo compulsión, ellos se abstienen de ciertas comidas, de cierto comportamiento ¿para qué? Para ganar. Saben que muchos de nosotros hemos salido de trasfondos muy legalistas donde nos han dicho, tu tienes que ser a, b, c, d o no sirves y son tan estrictos que a veces nos rebelamos contra eso.
Pero sabe que Dios no nos llama a ser flojos ni ser libertinos tampoco. Dios nos llama a abstenernos de muchas cosas, pero no es por legalismo, no es por obligación es porque yo tengo una carrera que correr y yo quiero ganar. No quiero ningún peso ni nada para distraerme, yo quiero la medalla. ¿Cómo es que un atleta puede abstenerse de la pizza cuando todos los amigos están haciéndolo? Porque él está pensando en el oro, en el premio, y así para nosotros.
Dios me ha llamado a tener esta corona bien puesta y estoy dispuesto a sacrificar todo para ganar este premio del llamado que Dios me ha dado en la vida y esto es lo que Dios nos llama, saber que ya tengo la corona, pero tengo que luchar si quiero que sea puesta tal como Dios quiere que sea. Así que es esto es el llamado que Dios tiene para nosotros, a creer que somos personas de la realeza espiritual.
¿Saben qué? Que mucha gente cuando se miran en el espejo no miran eso. Ellos miran a alguien que no le cae muy bien, muchos somos así. No estamos hablando de la belleza física, hermano, hermana, aunque esto pasa. Dice que el Señor hermosea a la persona humilde que lo busca, pero no trata de eso. Saben que yo tengo un profesor de mis estudios teológicos que es un famoso predicador, se llama, es muy famoso entre los gringos por lo menos, se llama H. Robinson, ha escrito muchos libros de la homelética, sale en la radio a cada rato, muy famoso, y yo llegué a la universidad estudiando y yo recuerdo, nuevo alumno, todo nervioso estudiando debajo de un árbol, y yo miro y ahí está, al lado mío. Y yo... él dice, mira, saludos, estás estudiando y comenzó a hablar conmigo. Y me fijé que yo no lo sabía antes, que él tiene una deformidad de cara, de rostro. Estaba con una deformidad, tenía un defecto de nacimiento muy grande en la cara y su sonrisa y todo, y yo no me había fijado, porque solo lo había escuchado o leído sus libros, le había visto desde muy lejos. Pero lo vi de cerca pero vi otra cosa, vi la gloria de Jehová brillando de él, y yo pensé, ese hombre, cualquiera se escondería pero él es llamado a predicar y poner el rostro, la cara de él delante de millones. Te digo, él ha predicado en estadios de personas, miles y miles, cientos de miles, tal vez millones de personas han visto su cara y él ahí, no tiene vergüenza porque él sabe, yo soy coronado de gloria y de honra y sale de él la gloria del Señor y la belleza del Espíritu Santo, porque él sabe quién es y que su testimonio da gloria a Dios, tanto como las estrellas.
También una muchacha que yo conocí estudiando, que lo mismo, tenía un defecto en la nariz, solo tenía la mitad de la nariz y otra cosa. Ella lo mismo, tenía la luz más brillante saliendo de sus ojos que había en toda mi vida, una muchacha hermosa y lo digo de verdad, no lo digo con ojos, oh, tu lo miras,... no, no, no, era bella, bella en el Señor porque sería a Cristo, era una líder en su escuela y entre los otros, porque ella sabía, soy coronada de gloria y de honra, y esto no es algo de afuera, eso es algo de corazón. Eso no es gloria mía, es gloria de Jehová y eso es un testimonio.
Yo quiero animarte a verte así, porque si yo sé que yo tengo esta gorra puesta, voy a vivir una vida digna del llamado que tengo, pero también te animo a hacerte la pregunta, si de verdad tu miras a cada persona que tu conoces así de esta manera, ¿puedes ver la corona en tu cónyuge? ¿Puedes ver la corona en tus hijos, en tus amigos, en tu jefe? Porque por ser un ser humano tiene corona, tal vez no está brillando pero está. Tu de verdad miras a la gente así.
Vino aquí un hombre hace unos dos o tres años atrás, no ha regresado más a la iglesia así que nadie lo conocería, pero él llegó bien, bien borracho, pero feo. Se le estaba saliendo la baba, estaba todo decaído y estaba ahí en la oficina con Carolina y me llamó a entrar, y yo sentí del Señor a tratarle, no solamente tratarle de usted, sino de llamarle por un título que yo he aprendido de alguno de ustedes. Su nombre era, yo voy a inventar un nombre, era Paco y yo dije, saludos, y yo usé el título que Dios me dio, saludos don Paco. Y yo pude verle mirarme con sorpresa y enderezarse un poco. Y yo siempre lo llamaba don, don Paco, porque era un hombre mayor, don.
¿Alguien sabe el significado de eso, de ese título, alguien sabe? Es respeto, me han enseñado, no sé si es verdad, yo soy visitante a esta cultura, yo no sé nada, pero me dicen que significa, de origen noble, don, de origen noble. Don, tu de verdad crees que tu eres don alguien. No eres un don nadie. De origen noble, de origen noble en el Señor, creado en la imagen y semejanza de Dios, llamado a ser para la gloria de él en el mundo y señorear sobre todo esta tierra.
Dios me ha llamado, te ha dado dones especiales, eres la niña de sus ojos, el hijo de su mano derecha. Dios te ha llamado a ser así, y ver a los demás de esta manera. Así que yo te animo a ubicarte dentro de esta coronación del Señor en este día.
Vamos a orar, yo le invito a ponerse de pie. Los músicos pueden pasar. Van a comenzar ya una canción.
Padre, en el nombre de Jesús yo reprendo el acusador que nos convence que podemos vivir una vida mediocre y no hace ninguna diferencia, que nos convence que somos un cero, que no importa, otros lo harán. Señor, yo te pido que levantes aquí de esta iglesia hombres y mujeres que conocen su dignidad, que saben que es el llamado que tienen en ti, que tu eres un Dios majestuoso en el mundo, que tu eres el rey sobre toda la creación y somos nosotros a ser la joya de esta creación para la gloria tuya en el mundo. Yo te pido, Padre, que más y más personas se acerquen a miembros de esta congregación y están conociendo a Cristo, que están creciendo en él y que le hacen la pregunta, tu eres diferente que antes, ¿qué está pasando? ¿Qué es que tu tienes? Y que ellos puedan decir, yo soy un hijo de Dios y por esto, por esto que tu me ves como soy.
Padre, yo te pido que seamos de testimonio para el mundo, que levantes al decaído y que nos des, Señor, una nueva ropa en el día de hoy. La palabra dice, levántate, resplandece porque ha venido tu luz y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.
Vamos a cantar. Adelante. Yo te invito si alguien quiere, mientras cantamos, si alguien quiere oración en esta última canción vamos a tomar tiempo de orar, puede acercarse si quiere. Adelante.
Moviéndonos a un nuevo nivel para dejar nuevas marcas
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Bendición lo que va del transcurso de este servicio. Quisiera invitarlos al libro de Hebreos, Capítulo 12 y si me permiten voy a tener una palabra de oración para entrar entonces de lleno al mensaje.
Amado Dios, te doy las gracias. Padre, por esta preciosa oportunidad que tu siempre me concedes de poder exponer tu palabra, Señor, y lo hago humildemente, Señor, y siempre con temor y temblor, Padre, porque sé que es una responsabilidad bien grande. Pero Dios, como siempre digo, Señor Jesús, por favor que la meditación de mi corazón y las palabras de mi boca sean palabras tuyas, Señor, y que puedan llegar a lo más profundo del corazón de mis hermanos y hermanas para transformación de sus vidas, para la edificación de cada uno de sus corazones, sus mentes, su espíritu Señor, y sobre todas las cosas que tu propósito se cumpla en cada una de ellas, mi Dios, que tu palabra ahora se convierta en una radiografía de nuestros corazones y que sirva de insumo, que sirva de estímulo Señor, para nosotros movernos a alcanzar aquellas cosas para las cuales tu nos has llamado. Pido esto en el nombre de tu Hijo, Jesús. Amen y amen.
Dice Hebreos 12, verso 1, dice: “Por tanto nosotros también teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante....”
Déjenme hacer énfasis en esa frase ahí: “.. corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante...”
Dele pausa ahí. Yo quise titular este mensaje del día de hoy, o sentí en mi corazón titularlo de la siguiente forma. Dice “.... moviéndonos a un nuevo nivel para dejar nuevas marcas....” Piensen en eso: Moviéndonos a un nuevo nivel para dejar nuevas marcas.
El moverse a un nuevo nivel puede significar moverse a una nueva etapa en su vida, puede significar moverse a un nuevo lugar de influencia, puede significar moverse a un nuevo lugar donde usted va a ser utilizado por el Señor, utilizada por el Señor para bendecir a otros. El asunto es este: que nos estamos moviendo a un nuevo nivel para dejar nuevas marcas.
Ahora, si usted me conoce bien, algunos de ustedes yo creo que me conocen bien aquí, y ustedes conocen de al menos un evento bien importante que está ocurriendo acreedor del mundo ahora, o al menos en una parte del mundo, usted va a decir que Omar va a empezar hablando de qué, de las olimpíadas. Vaya, me conocen muy bien.
Sí, mis hermanos, cada vez que llegan las olimpíadas para mí es como que es una época de sueños se levanta dentro de mí. ¿Cuántos de ustedes han soñado en algún momento aunque sea cuando fueran niños, de llegar a las olimpíadas? Ahí se levantan la mano, sí. Yo al menos conozco a uno aquí que sí llegó pero no lo voy a apuntar porque no lo quiero poner en el spotlight, como quien dice, pero conozco a alguien que sí llegó en las Olimpíadas de Barcelona, así que yo le doy gloria a Dios por esa persona siempre. De mucha inspiración para mí.
Pero el asunto es mis hermanos, que desde que comenzaron estas olimpíadas yo he estado escuchando distintas historias de distintos atletas que de verdad que son de tanta inspiración para mí. En el equipo de Estados Unidos, por ejemplo, hay una persona, un africano que él fue un refugiado en Sudán de este tiempo de genocidio que hubo en Ruanda. Él estuvo por diez años refugiado en Sudán y ahora su sueño de haber participado en las olimpíadas se está realizando. Él es ahora uno de los más ilustres en lo que es pista y campo y se espera que el hombre pueda alcanzar, tiene un buen potencial para alcanzar medallas.
Otra persona que también me pongo a pensar es un joven que también en un accidente perdió una de sus piernas y él ahora tiene una pierna prostética y él tuvo que hacer todo un caso para poder llegar a las olimpíadas y poder participar, porque decían que el él tener esa pierna prostética podía funcionar más en su favor y lo podía ayudar a alcanzar mejores tiempos y se le estaba haciendo difícil a él poder participar, entonces él tuvo que hacer una prueba, tuvo que pasar distintas pruebas con el comité olímpico para poder ir y participar y este muchacho ahora es uno de los que están ahí mirando para lo que son los doscientos y cuatrocientos metros en pista y campo también.
Y otro muchacho que es, diría yo, el niño estrella de los Estados Unidos en lo que es la natación, él se llama Michael Felps, que dicen que él es el hombre que va a romper el record en cuestión de medallas de oro que pueda ganar una persona en la historia de las olimpíadas. Y este joven anoche, o sea, yo estaba viendo anoche, yo me sorprendí en la competencia que más difícil se le hacía a él, fue el que rompió el record olímpico y el record mundial, lo rompió anoche, por una ventaja, diría yo, como de unos tres puntos. Y tres puntos nadando, créame que eso es mucho. Él asunto fue que al yo ver todas estas cosas, mis hermanos, mi nivel de inspiración como que empezó a subir una vez más y yo me dije, guau, mira estos atletas que tienen esta determinación, a dog determination, una determinación canina? No, no esa no es, una determinación enfocada, déjenme decirlo así, una determinación enfocada, una determinación bien enfocada, mis hermanos, es como le dicen esa mirada de atleta que una vez están en su bloque de salida pueden tener mil cámaras a su alrededor de prensa, y todo, pero su mirada está en su meta. Fija, no ha nadie, usted puede hacerle así al frente y no se distrae, porque está enfocado. Michael Felps, a mí me da gracia porque fuera, cuando él esta fuera del bloque él se sonríe con todo el mundo, es un muchacho bien carismático, tiene una sonrisa que uno dice, guau, que buena onda ese muchacho. Ahora, no hace más que pararse en el bloque de salida y el tipo se pone serio, no hay quién lo distraiga y él se enfoca en lo que tiene que hacer.
Pero son personas, mis hermanos, que cuando llega ese momento cada uno de ellos está pensando, este es el momento de yo poder alcanzar, como quien dice, mi gloria. Este es el momento donde yo puedo alcanzar una medalla, este es el momento donde yo puedo hacer una marca en la historia, este es el momento donde yo puedo romper el record que se estableció tal vez hace años atrás, este es mí momento y yo lo voy a buscar y lo voy a alcanzar. Todos ellos están pensando de esa forma. Aunque no ganen pero llegan ahí con ese tipo de mentalidad. He llegado hasta aquí, tengo una oportunidad para alcanzar esto.
Y es por eso, mis hermanos, que yo entonces me pongo a pensar que muchos de nosotros que somos considerados, que nos llamamos hijos de Dios, nosotros también tenemos día tras día esas oportunidades para movernos a un nuevo nivel, para alcanzar nuevas metas, para alcanzar un nuevo record, para establecer una nueva marca, no tan solamente en nuestras vidas, sino también en las vidas de otros a nuestro alrededor.
Pregúntese usted, ¿usted ve su vida y se está moviendo a otro nivel? Pregúntale a la persona de al lado, ¿te estás moviendo a otro nivel? O estás estancado, o estancado en el lugar donde estás. Miren, el moverse a otro nivel se puede dar por varias razones, usted escoja la que mejor le aplique. Moverse se puede dar por circunstancias que están a nuestro alrededor, circunstancias que están a nuestro alrededor que tal vez son circunstancias un poco opresivas y nos obligan a tenernos que mover. Muchos de nosotros, tal vez, la historia de algunos de ustedes es que en sus países de origen donde ustedes estaban, vivían en un tipo de opresión, sea cual sea, política, económica, social, religiosa y usted no tuvo otra alternativa sino que salir del lugar donde usted estaba. Fue como si el sistema lo hubiese empujado a usted salir de ahí.
Otros pueden ser que se mueven a otro nivel por voluntad propia, porque puede ser que digan que ya están tan y tan cansados de la realidad que los rodea, que ellos mismos o ellas mismas deciden moverse. Dicen, ay ya no puedo más con esto. O les va bien, puede ser que les esté yendo súper bien en sus vidas, pero dicen, como que, caramba, como que necesito alcanzar algo más. y lo pueden tener todo, pueden tener sus casas, su carro, su buena cuenta bancaria, pueden tener buenas amistades, pueden tener una buena iglesia, pero con todo y eso dentro de su corazón dicen, como que, ah, voy a tirar a la aventura y voy a alcanzar algo más.
Y también están las personas que se mueven a otro nivel por otro tipo de circunstancias que suceden en sus vidas. Puede ser que una persona le haya atacado alguna enfermedad mortal, terminal y eso ocasiona un cambio para moverse, moverse a otro nivel sea cual sea el nivel que usted entienda que se tiene que mover.
La pérdida de algún ser querido puede obligarlo a usted a moverse a otro nivel, una nueva etapa que comienza en su vida. Tal vez le cortaron el trabajo, no tiene más y eso entonces lo obliga a usted a moverse a otra etapa, de tal vez conseguir otro trabajo o cambiar de carrera o irse a estudiar.
Por distintas situaciones el tener un hijo, el tener una hija, esa es una nueva etapa que definitivamente nos mueve a otro nivel. Distintas cosas nos pueden provocar el nosotros movernos. Pero hay una bien en particular que es cuando alguien y ese alguien es con letra mayúscula, cuando alguien nos llama a movernos a otro nivel. Cuando alguien nos llama continuamente a movernos a otro nivel.
Yo me pregunto, déjenme hacer una pausa aquí, ¿por qué nos movemos? ¿Por qué nosotros respondemos a esa acción de movernos? Y si usted se considera una persona conforme con lo que tiene, si usted puede mirar su vida ahora mismo y decir, ay, yo estoy bien así tal como estoy. Pues, mire tal vez este mensaje no se le aplique tanto a usted, pero y hago un énfasis bien grande en ese pero, pero si usted entiende sobre todas las cosas las movidas de Dios y usted se considera como un hijo o una hija de Dios, entonces usted debe entender que estas movidas, que estos cambios son inevitables. Y la razón por la cual lo digo es porque Dios no es un Dios aburrido, Dios es un Dios de acción. Dios a lo largo de toda la historia ha estado en continuo movimiento. Sus propósitos y sus intenciones podrán ser las mismas, pero la forma y los métodos que usa para establecer esos propósitos siempre están moviéndose en distintas formas.
Y yo creo que en cada uno de ustedes, en cada una de sus vidas, Dios está en acción. Dios está en alguna forma trayendo movimiento, trayendo cambio en medio de sus vidas. Y esto es algo inevitable. ¿Saben qué? se puede decir que en nuestras vidas el cambio es algo que siempre ha estado corriendo.
A mi me da gracia porque hace poco escuché la predicación de alguien que estaba hablando acerca de eso mismo, de cambios, y empezó a usar como ilustración el clima. Gonzalo, tu le puedes decir al invierno, invierno no llegues porque no te quiero. Iris, tu le puedes decir al verano, verano, quédate aquí para que mi piel se quede así bronceada todo el tiempo. O hay algunos que tal vez prefieren decirle a la primavera que sea primavera todo el tiempo, y olvídate de las otras tres etapas del año, especialmente otoño porque a nadie le gusta recoger hojas, ¿verdad?
Pero el asunto es, mis hermanos, que no podemos hacer eso. Esas cosas que ya están establecidas a menos que usted viva en el trópico, que sea verano casi todo el tiempo, pero con todo y eso casi siempre están sus cambios. Si el clima, miren que interesante, porque Dios nos ha dado un cuerpo que se ajusta al cambio. Si el clima se pone frío, ¿qué hace el cuerpo? Se ajusta al frío. Si hace calor, el cuerpo se ajusta al calor.
¿Saben qué a estos atletas para ir allá a Beijín en China muchos de ellos llegaron como hace una o dos semanas antes de que empezaran las olimpíadas, saben para qué? Para ajustarse, particularmente ¿a qué? Al aire de China por tanta polución, contaminación que hay en el aire. Polución es una spanglish. Elizabeth, ¿cómo están las clases de inglés por favor, para darnos por ahí?
Pero así es, el cuerpo humano se ajusta, mis hermanos, y cada uno de nosotros tenemos la capacidad de ajustarnos. Dios nos ha dado la capacidad de ajustarnos a esos nuevos cambios que vienen a nuestra vida. Y es por eso, mis hermanos, que cuando nosotros entendemos esto, ¿saben qué? A mí me anima porque entonces yo puedo entender que Dios tiene unas acciones, Dios tiene intenciones sobre usted y sobre mí de querer hacer cosas en medio de su vida, de querer hacer cosas a través de su vida. Y son cosas que algunas de ellas no las podemos evitar. Es más, yo puedo decir que en las puertas de algunas de sus vidas, el cambio ha estado tocando desde hace mucho tiempo y lo más que nosotros podemos hacer es resistirnos al cambio. Esto es una de las categorías de personas que yo he logrado identificar con respecto a lo que es el cambio. Hay tres en particular que yo quiero mencionar. Una es esa. Una es ese de persona que delante del cambio lo resiste porque se sienten bien cómodos en el lugar donde están, se sienten totalmente complacidos con lo que han alcanzado, y no les interesa ni les ha pasado por la mente el moverse a otro nivel. No les llama la atención, puede ser que ya hayan sufrido lo suficiente, que ya hayan perdido lo suficiente, y que ya hayan alcanzado lo que necesitaban y dicen, ok, ya, hasta aquí llegué, no más. Eso es un tipo de persona.
En algunas veces yo diría que de ese tipo de personas sale otro sub categoría que son los inmóviles, por así decirlo. Inmóviles porque le tienen temor al cambio, le tienen temor a lo nuevo, a lo desconocido y entonces no se atreven a tomar ese paso, tal vez por ignorancia o tal vez porque han escuchado rumores o comentarios de terceras personas que dicen haber visto lo que estaba al otro nivel, pero en realidad no han comprendido la totalidad de eso y entonces esas personas, como escuchan eso, pues, yo no me voy a meter ahí, yo no voy para allá. Entonces están esas personas, las inmóviles, las conformes.
Hay un segunda categoría que yo le llamo, los atropelladores. Estaba tratando otra palabra pero no la encontré, pero esta encierra lo que estoy buscando. Atropelladores porque están dispuestos a irse por encima de cualquiera por alcanzar esas nuevas cosas, pero las quieren alcanzar por una ganancia egoísta, como quien dice, por el mero hecho de decir, ah, mírame, lo alcancé, alcancé esto, llegué a este nivel, nadie me detuvo, tuve las fuerzas para hacer esto. Y ¿saben qué? Por un lado yo puedo decir que eso es una cualidad buena porque es una persona determinante, enfocada, que si dice, mira, me voy a mover y voy a tirarme a alcanzar esto y lo hace, y lo logra y se le aplaude. Ahí es donde yo veo, mis hermanos, como por ejemplo, la actitud de muchos de estos atletas que yo veo en las olimpíadas que sí hay una camaradería que se da entre ellos y miren que interesante esto.
Sabiendo cómo están las cosas en el mundo, yo diría que muchas veces las olimpíadas son como un sistema de paz, por así decirlo. El viernes cuando se estaba dando la parada de las naciones, que esto es parte de la ceremonia, o sea, yo me asombro de ver por ejemplo, cuando entra el grupo de Estados Unidos y todos aplauden, todos estos atletas con su desfile y de repente entra el grupo de Irak y en la multitud se podían escuchar algunos aplausos pero también se oían los buuuuuuuuu. Y después de Irak entró Irán y ahí como que se sintió un silencio en el estadio y de repente enseñaron al presidente Bush en la cámara, lo hicieron un close up, y el hombre así serio, mirando todo lo que estaba aconteciendo.
Yo me digo, guau, mira que interesante. Yo me digo, usted se imagina que se desate una pelea de repente dentro de todos esos atletas y..... pero no, no sucede porque estos atletas tienen esta mentalidad de que hey, mira, no todo es malo, no todo es contienda, no todo es guerra. Y aunque puede haber rivalidad entre las competencias que se están dando, pero hay un sentido de camaradería. Y eso es algo que yo lo veo dentro de ese grupo que sí hay un tipo de relación, pero es una relación donde si te tengo que echar a un lado por un momento, yo te echo a un lado porque yo quiero alcanzar esto. O si me tengo que ir por encima de ti para yo poder alcanzar esto, lo voy a hacer. Es lo que yo quiero hacer.
Ahora, pero está la tercera categoría de personas, y esta es la tercera categoría donde yo espero donde todos nosotros nos podamos identificar y si usted se identifica en algunas de las otras amen, gloria a Dios, el Señor le ama, sea como sea y estamos aquí para orar por usted también.
La tercera categoría son las personas que se mueven valientemente para alcanzar lo nuevo y en el transcurso del camino ayudan a otros a alcanzarlo también pues saben que la promesa de Dios es para todos. La promesa de Dios es para todos. Y aquí, mis hermanos, es donde quiero hacer una pausa porque este grupo de personas hay una cualidad crítica que los distingue y es que estas personas que se mueven a esa nueva dimensión, a esa nueva etapa, a ese nuevo nivel, saben que hay un costo que pagar y están dispuestos a hacer el sacrificio, están dispuestos a hacerlo.
Algunos de nosotros hemos estado dispuestos, o hemos pagado ya un precio pero mi pregunta aún para mí sigue siendo todavía estamos dispuestos a seguir pagando el precio de lo que Dios demanda de nosotros. ¿Estamos dispuestos todavía a renunciar un poco más a lo que nosotros atesoramos y anhelamos para que lo que Dios verdaderamente quiere que se forje en nosotros se pueda realizar?
Miren esto, en estas olimpíadas ya ha ocurrido una tragedia, una tragedia que nadie se esperaba. En un ataque random, al azar, en un ataque al azar una persona, un individuo, un civil de allá de China, se lanzó a atacar a dos personas y apuñaló a dos personas, un hombre y una mujer y después que hizo esto, se tiró de un edificio y se suicidó.
Si ustedes han estado siguiendo más o menos la historia de estas olimpíadas, ha habido mucha controversia en que estas olimpíadas se hagan ahí en China, por lo que es esta relación que hay con Tibet también. Ha habido muchas protestas, hubo muchas protestas donde cuando la antorcha la iban corriendo de una ciudad a otra había gente que hacía bloqueos en las calles para que la antorcha no pasara. Había una mujer que iba en silla de ruedas, que era una deportista de Japón si no me equivoco, con la antorcha y de repente alguien, un tibetano, se le tiró encima para quitarle la antorcha y ella de alguna forma lo evadió y esto es una foto que quedó ahí marcada para la historia.
Pero ha habido contienda, ha habido controversia en todo esto. Y en ese evento que sucedió el sábado da la casualidad que las personas que agredieron, uno de ellos era el suegro del coach de volley ball de los Estados Unidos, el cual murió en el acto, y su suegra estaba mal herida en el hospital. Ese coach tenía su primer juego hoy, domingo, y él tuvo que suspender su participación y el asistente se tuvo que encargar del equipo para él poder atender a esta situación con su familia. Tal vez algunos dirían, como que guau, pues es su suegro, tal vez se deshace de los suegros, pero no. Yo no lo pienso así. Yo amo a los suegros también. Pero son precios que hay que pagar, hay un costo que pagar, siempre hay un nivel de sacrificio y aunque uno se lo espera, aunque uno no lo desea, pero siempre hay un sacrificio que pagar.
Y nosotros, mis hermanos, Dios siempre nos mantiene en ese proceso de nosotros podernos mover, de nosotros poder ir en esas etapas de cambio que él tiene para nosotros, mis hermanos. Dios nos ha puesto en esta carrera, si nosotros vemos este pasaje que nosotros leemos corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante. En otras palabras, es una carrera que se nos ha puesto ahí, es como si nos hubiesen ubicado en esta nueva carrera y nosotros tenemos que andar y correr y ser pacientes y tener la resistencia para poder llegar y alcanzar aquellas cosas que Dios tiene escogidas para nosotros.
Saben, mis hermanos, yo me hago esta pregunta porque yo entiendo que hay veces que Dios está pidiendo algo de nosotros y nosotros verdaderamente lo resistimos. Hay tantas veces que Dios le ha hablado a esta iglesia, y cuando le habla a la iglesia no es necesariamente congregación León de Judá pero cuando le habla a la iglesia, se refiera a cada uno de ustedes que están ahí sentados. Ustedes son los que hacen congregación León de Judá. Y se ha escuchado de toda esta palabra profética que el Señor, que si va a bendecir esta iglesia, que si va a mover a esta iglesia a un nuevo nivel, que si Dios va a llevar a esta iglesia a nuevos niveles de influencia sobre la ciudad, sobre la nación, palabras que escuchamos así. y yo no sé si usted se ha detenido en algún momento y se ha puesto a pensar, ¿verdaderamente estamos preparados para movernos a ese nuevo nivel? ¿Verdaderamente estoy yo preparado o preparada para aceptar ese llamado de Dios y poder ser una parte crucial en el desarrollo de ese llamado, en la implementación de ese llamado sobre la vida de esta iglesia? Y si es así, ¿cuáles son las cosas, cuáles son los precios que yo tengo que pagar, para entonces yo poder ser un instrumento útil para Dios en que sus propósitos y sus intenciones se cumplan en medio de estos tiempos?
Eso es una pregunta clave, mis hermanos, que yo quiero y anhelo que nosotros reflexionemos en estos momentos, porque es un llamado bello, es un llamado precioso, es un llamado que estimula, que emociona, cada vez que nosotros escuchamos esa palabra, Dios tiene grandes bendiciones para congregación León de Judá y ¿que es lo que nosotros hacemos? Aplaudimos y decimos amen, ¿verdad? Digo, usted ha hecho eso que yo sepa, yo he sido testigo, he visto a la iglesia aplaudir y decir amen.
Pero detrás de esos aplausos y detrás de esos amenes, entendemos lo que eso va a requir de nosotros, o usted está pensando, ah, ese llamado es para el pastor Roberto, para el pastor Greg, para el pastor Omar, ellos son los que van a tener la carga mayor. Yo me encargo de seguir viniendo aquí los domingos, de ofrendar, de diezmar, y recibo lo que tengo que recibir y ya. Esa va a ser mi contribución al desenvolvimiento de ese llamado. Guau.
Mi hermano, mi hermana, si ese es su pensar, si ese es su sentir, tenemos aceite por aquí, para ver si, tenemos aceite porque hay que orar por usted. Digo, lo que acabo de mencionar es una parte importante claro está, no me malentiendan, pero hay algo más que el Señor pide de nosotros, no tan solamente, mis hermanos, para cosas que se puedan hacer aquí a través de la iglesia, sino por lo que Dios está pidiendo en su vida individualmente. Lo que Dios está buscando hacer en su vida, que eso es lo que verdaderamente va a traer un impacto, eso es lo que verdaderamente va a traer un nivel de influencia sobre gente que está a su alrededor.
¿Saben qué? El mismo Jesús era uno que le estaba diciendo a sus discípulos, ustedes se van a mover a un nuevo nivel, y ustedes van a dejar nuevas marcas. El mismo Jesús se lo estuvo diciendo, que hasta se lo dijo con estas palabras, las cosas que yo he hecho ustedes las van a hacer y las van a hacer aún mayor.
Díganme ustedes, ¿algunos de ustedes ha cambiado cinco panes y dos peces para alimentar a cinco mil personas? ¿Algunos de ustedes ahora ha dado en algún nivel para que un muerto se levante de dondequiera que esté? ¿Algunos de ustedes en algún momento se ha parado en una esquina y usted ha compartido una palabra donde al menos 20 personas se hayan acercado a usted, y hayan dicho, mira yo quiero aceptar a Cristo Jesús ahora mismo, así como un acto espontáneo?
¿Alguna vez usted ha caminado por algún lugar y el mero hecho de que su sombra roce a alguien que esa persona pueda resumir un insumo de parte de Dios, un toque de su bien, un toque sanador de parte de él?
Hermanos, si es una palabra que el mismo Jesús ha dado, yo me pregunto, guau, qué me falta para yo poder ver eso. ¿Qué me falta para yo poder alcanzar ese nivel al cual él mismo me está llamando que yo llegue, al cual él mismo anhela y desea que yo pueda estar? El mismo Jesús dice, ningún discípulo es mayor que su maestro, pero llegará el momento en que esos discípulos van a ser maestros de otros. Son nuevos niveles, nuevos niveles a los cuales los están llevando.
Mis hermanos y hermanas, yo no quiero aburrirlos más así que yo establezco esta pregunta aquí, delante de todos ustedes con toda sinceridad. ¿Entiende usted que el Señor lo está llamando a un nuevo nivel para dejar una nueva marca? Si usted entiende y reconoce que el Señor está haciendo esa invitación sobre su vida en cualquier forma que esto se pueda manifestar, usted conoce su situación mejor que yo mismo y Dios conoce su situación también, tal vez el usted moverse de un nivel a otro significa que usted deje de estar sufriendo de la influencia de algún tipo de adicción, y usted se pueda parar en sólido y decir, no, basta ya, me voy a mover a otro nivel, esto no va a ser influencia sobre mi. Que usted se pueda levantar y decir, esta depresión no me va a ahogar nada más, yo me voy a levantar y me voy a mover a otro nivel. Este trabajito que tengo ahora de 5 pesos a la hora, no más, yo me voy a levantar y me voy a preparar para conseguir algo mejor. Este esposa o esta esposa que yo tenga, no más, no, no piense que se va a conseguir otro mejor. Hazme repetir bien las palabras, este esposa o esta esposa que yo tengo no más, le unjo con aceite y va a ser el tipo de hombre y mujer que yo anhelo y deseo. Este hijo o esta hija que me dan un dolor de cabeza, no más, me voy a tomar mis tylenol y sigo trabajando con él o con ella hasta que Dios verdaderamente los coja o los estruje y haga algo nuevo con ellos.
Hermanos, Dios nos llama a nuevos niveles. Dios nos llama, Dios quiere que nosotros podamos llegar a algo más. Las intenciones de Dios no es para que nosotros nos quedemos estancados en un mismo nivel, las intenciones de Dios no es para que nosotros nos estemos viendo bajo la sombra de otra persona, Dios que usted se pueda levantar y se pueda ver bajo la sombra de él y de las intenciones que él tiene para usted. Eso es lo que Dios quiere hacer en medio de su vida.
¿Saben qué? yo quiero terminar con esto: los atletas en las olimpíadas disfrutan de la gloria de poderse trepar en el podio, poder agarrar su medalla de oro, su ramito de flores, levantar sus manos y decir, I did it, lo hice. Apuntan a los stands donde están sus familiares y dicen, guau, esto es para ti. Y van y tienen la prensa y todas las cosas y ellos disfrutan su gloria y ellos disfrutan la gloria de escuchar su himno nacional, sea cual sea, cuando se levanta esa bandera, ellos disfrutan eso. Hay un orgullo, hay un ego que builts up, que crece por dentro y entonces cuando llegan a sus países natales, que entonces tienen a toda la prensa ahí, y se convierten en la celebridades y entonces como atletas profesionales su sueldo aumento, porque ya tiene una credencial de una medalla olímpica, todas esas cosas disfrutan de esa gloria.
Para ¿saben qué? Es una gloria pasajera. Es una gloria pasajera que la única forma que la puedes mantener es cuando 4 años después si logras mantener tu record, o romper tu record y ganar esa medalla, la puedes volver a disfrutar. Pero con todo y eso, es una gloria pasajera. Nosotros, mis hermanos, en nuestra carrera, nuestra gloria es una gloria eterna. Nuestra gloria es la gloria de poder llegar y estar delante de Papá y decir, Papá lo hice. No tengo una medalla de oro, no tengo una medalla de plata, no tengo una medalla de bronce pero tengo el sello de tu Espíritu Santo en mi corazón, tengo tu sangre Jesús, que me ha cubierto, que me ha sanado, que me ha restaurado. Tengo el propósito, tengo la intención que tu vertiste sobre mi corazón y logré alcanzar a x, y, z persona para ti y para tu gloria, esa es la gloria mía, esa es mi corona, y aquí estoy contigo y esto es eterno, esto no se acaba. No necesito un spotlight de la prensa que me alumbre porque tengo la luz del rostro de Dios que me va a estar alumbrando por siempre y para siempre.
Pero esto solo es posible, mis hermanos, cuando mantenemos nuestros ojos enfocados en la meta y esa meta es Jesús. Puestos nuestros ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, de nuestra fe.
Póngase de pie mis hermanos. Vamos a prepararnos para correr. Vamos a seguir corriendo, los que ya están corriendo y los que están estancados yo espero que este mensaje te anime a tu levantarte y salir corriendo, aunque sea para el altar. Pero tu no vas a poder disfrutar de esa gloria a menos que tus ojos estén puestos en Jesús. Yo quiero tomar este momento, yo quiero tomar un paréntesis aquí, mis hermanos, para abrir una oportunidad si hay alguien aquí que en esta mañana siente que ha perdido su enfoque, siente que sus ojos se han desviado a otras cosas, siente que su estámina se ha visto dominada por circunstancias de la vida que te han arrastrado, que te han aguantado, que te han puesto en tus pies y no te puedes mover con facilidad, con fluidez. Yo quiero usar este momento para abrir este altar y poder hacer una oración de reconciliación con el Señor y una oración donde usted pueda entregar su vida por completo al Señor una vez más, sea que lo esté haciendo por primera vez o sea porque usted quiere renovar sus votos con Dios, yo quiero abrir esta oportunidad para usted.
Este es el momento donde yo siempre soy bien intencional porque aquí es donde ustedes responden al llamado de Dios a sus vidas. Usted no está respondiendo a la invitación que el pastor Omar hace, usted responde a la invitación de Dios sobre usted, usted responde al propósito y la intención que Dios tiene sobre su vida, usted responde a las posibilidades, usted responde a las oportunidades que Dios mismo le provee y son oportunidades que no están dependiente de la persona que usted tiene al lado, son oportunidades que se cimientan y se fundamentan solamente en la gracia de Dios y en su misericordia para cada una de sus vidas. Es por eso que yo quiero tomar un momento para orar.
Si usted se quiere mover a ese nuevo nivel, si usted quiere reconciliar su vida una vez más con el Señor, si usted entiende que necesita nuevas fuerzas, nuevo ánimo para seguir en esta carrera y poder correr pacientemente, esta oportunidad es para usted ahora. Como usted sienta en su corazón responder a este llamado usted lo puede hacer. Esa categoría de personas la cual yo estaba mencionando, que solamente los valientes se mueven a alcanzar lo nuevo y traen a otros a lo largo del camino. Esos son los valientes que Dios llama, esos son los valientes que hacen la diferencia, esos son los valientes que disfrutan y disfrutarán de una gloria venidera que no se va a comparar con ninguna otra. Ese es el llamado que Dios tiene para ti hoy. Y tu dices, Señor, yo quiero moverme a un nuevo nivel, quiero entrar a una nueva etapa para establecer un nuevo record, para establecer una nueva marca en la historia, la historia de mi vida, en la historia de otra persona, yo quiero ser ese tipo de persona, yo quiero ser ese hombre, yo quiero ser esa mujer, yo quiero ser ese joven, yo quiero ser ese niño que deja una marca en la vida de otra persona.
Yo te invito, quiero orar por ti, quiero orar por ti porque Dios quiere bendecirte, Dios quiere llevarte a ese nuevo nivel, Dios quiere, Dios lo anhela, es el deseo del corazón de Dios, el corazón de Dios ahora mismo está palpitando y desbordándose por sus hijos, por sus hijas que quieren moverse a un nuevo nivel, que tal vez te quieres mover pero no sabes cómo llegar. Dios está ahí, Dios te está llamando, Dios es el que te equipa, Dios es el que te provee, te suple de las herramientas que tu necesitas, no tan solo para tu trabajar en tu situación individual, sino para que tu puedas traer a otros y levantarlos contigo a esa nueva dimensión que Dios tiene para sus vidas y no podemos pensar como que, no tal vez Dios no quiere hacer eso conmigo. No. No, no, Dios quiere hacer eso contigo. Dios quiere hacer eso contigo en la forma en que Dios quiera, Dios lo va a hacer, Dios lo va a hacer. Es inevitable, mi hermano, mi hermana, lo puedes resistir, te puedes aguantar, puedes echarte a un lado, puedes decir, conmigo no es, pero el llamado de Dios está ahí, el llamado de Dios está ahí sobre ti. Él sabe lo que ha puesto en ti, él sabe lo que ha puesto en tu corazón. Solo él sabe cómo puede sanarte, restaurarte para que tu te puedas convertir en el tipo de persona que va a llegar a ese nuevo nivel y que va a traer a otros también con él o con ella.
Amado Dios en el nombre de tu hijo Jesús yo elevo esta oración ahora mismo por mis hermanos y hermanas que han pasado aquí a este altar, cada uno de ellos, cada una de ellas, ellos entienden, han reconocido este llamado de moverse a un nuevo nivel, de que tu los llamas, de que tu los invitas a moverse a una etapa en sus vidas donde puedan experimentarte a ti en formas nuevas y en la misma forma que puedan impartir esa misma bendición sobre la vida de otros y Señor, puede ser que haya algunos que hayan perdido su enfoque, que hayan puesto su mirada en otras cosas y si hay que pedir perdón, Señor, te pedimos perdón, perdónanos por nuestras faltas, perdónanos por nuestros pecados, Jesús, perdónanos por desviarnos de tu atención, pero aquí estamos, Jesús, aquí estamos tomando este gesto, tomando esta acción de ponernos, Señor, de posicionarnos en un lugar donde podamos comenzar una vez más contigo, donde podamos reenfocarnos una vez más en tu llamado sobre nuestras vidas para podernos mover, Jesús, para poder seguir esa caminata cuesta arriba, Señor, hasta llegar al tope de esa montaña a la cual tu nos estás llamando, Jesús, espíritu de Dios ahora mismo imparte sobre cada uno de tus hijos e hijas, imparte sobre cada uno de ellos, Señor, una porción de tu espíritu, Señor, que sirva como ese segundo aire, mi Dios, que los eleve a esas nueva alturas en las cuales tu quieres que ellos anden, Señor, espíritu de Dios ven, ven y rebélate, rebélate en medio de sus corazones que se puedan despojar, que podamos despojarnos de todo aquello que impide y limita nuestra carrera, nuestro caminar, nuestro movernos contigo, Señor, y que podamos poner nuestros ojos enfocados en ti totalmente, Señor.
Recibe nuevas fuerzas ahora mismo en el nombre de Jesús, cualquiera sea tu necesidad, cualquiera sea esa etapa a la cual tu te estás moviendo, recibe fuerzas ahora mismo en el nombre de Jesús, recibe fuerzas para enfrentar un nuevo trabajo, recibe fuerza para enfrentar esa enfermedad que te ataca, recibe fuerzas para enfrentar esa nueva etapa en tu vida en la cual te vas a tener que desenvolver tu solo o tu sola, sin la compañía de alguien, recibe nuevas fuerzas en la restauración de tu matrimonio, recibe nuevas fuerzas en el desempeño de tu trabajo en las nuevas etapas en las cuales te moverás, recibe nuevas fuerzas en estos cambios de vida, cambios de localidad, recibe nuevas fuerzas en el nombre de Jesús, yo declaro tu bendición, Señor, sobre cada uno de tus hijos e hijas aquí presentes.
Padre, que ellos puedan correr como aquellos que corren para recibir el premio, el premio de esa gloria eterna, el premio de poder ser alumbrados por tu luz, por toda la eternidad, podamos mantenernos corriendo firmes, Señor, mirando hacia ti. Papá toda la gloria es tuya, Señor, por todos los siglos en la iglesia, Señor, la gloria y la honra es para ti. Manifiéstate a cada uno de tus hijos e hijas como solo tu sabes hacerlo en el nombre de Jesús. Amen y amen.
Gracias Jesús, gracia Señor. Mi hermano, mi hermana recibe con fe esa palabra en el Señor, te moverás a nuevas etapas, a nuevas dimensiones y verás la mano de Dios obrando en ti. Salgan de aquí bendecidos y confiados de que Dios es el que camina con ustedes, que Dios es el que está ahí en medio de sus vidas. Gracias, y la paz de Dios sea con ustedes. Adelante mis hermanos.
Vino nuevo en odres nuevos
Transcripción
Es un placer nuevamente estar aquí con ustedes, como mencionó roberto estamos en el área de Texas en Dallas, está nuestra iglesia Rossmon Christian Center y allí también tengo un centro de estudios bíblicos en el 1304 de la Southampton Road, para aquellos que están escuchándonos a través de la Internet. Así que estamos ubicados en Dallas y para aquellos que nos conocen de muchos años atrás, déjenme decirles que ya somos abuelos. Tenemos un nieto, un varoncito de dos meses de nacido, Amadeus Alejandro es su nombre y estamos felices, de mi hijo mayor Manuel Alejandro.
Quiero entonces invitarles a que pasemos a la palabra del Señor, vamos a ubicarnos en el Evangelio según San Lucas, Capítulo 5 y vamos a estar leyendo los versículos 36 al 39, ubiquemos nuestras Biblia, dejémosla ahí abierta y les invito de que oremos.
Padre, estamos o continuamos ante tu presencia y en esta hora buen Dios, llevamos cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo Jesús de tal manera, Señor, que tu palabra haga en nuestras vidas, oh Dios, aquellos que es necesario hacer. Abrimos nuestros corazones a ti, Señor y te pedimos que nos hables conforme a nuestras necesidades, Señor, y conforme a tus propósitos para con nosotros, oh Dios en el nombre de Jesús te lo pedimos. Amen. Amen.
Capítulo 5, versículo 36 dice de la siguiente forma: está Jesús hablando, “.... les digo también una parábola, nadie corta un pedazo de un vestido nuevo y lo pone en un vestido viejo pues si lo hace no solamente rompe el nuevo sino que remiendo sacado de él no armoniza con el viejo. Y nadie echa vino nuevo en odres viejos de otra manera el vino nuevo romperá los odres y se derramará y los odres se perderán. Más el vino nuevo en odre nuevos se ha de echar y lo uno y lo otro se conserva. Y ninguno que beba del añejo quiere luego el nuevo porque dice, el añejo es mejor.,,,”
Cuando Roberto me invitó para predicar hoy la noche que él tuvo su participación le dijo, te contesto mañana y en la noche cuando estaba orando por esta invitación, y orando por la congregación, Dios me habló y Dios me dijo, vino nuevo quiero traer a mi pueblo. Vino nuevo quiero traer o traigo para mi pueblo. Es por eso la temática que traigo para ustedes en esta tarde es el vino nuevo en odres nuevos. Vino nuevo en odres nuevos.
Y en la lectura que acabamos de ver si voy un poquito al trasfondo del contexto de lo que está ocurriendo ahí, encontramos que ciertos escribas y fariseos preguntan a Jesús una pregunta capciosa para agarrarle en falta, preguntan a Jesús ¿por qué los discípulos de Juan, de Juan el Bautista ayunan y por qué los tuyos no, Jesús? Y Jesús ante esa pregunta le responde con esta parábola que acabamos de leer. Y esta es una parábola que contiene dos ilustraciones, dos diferentes ilustraciones para traer un mismo principio. Y vamos a estar observando las partes generales o principales de la parábola, no vamos a entrar a rebuscar detalles extras que la misma Biblia nos dice, sino los puntos importantes y generales de la parábola para ver qué Dios tiene para nosotros en esta tarde y recordamos, mencioné que es un mismo principio ilustrado dos veces. Y en el pensamiento hebreo que la Biblia se escribe en griego, pero los escritores hebreos en el pensamiento hebreo del pueblo judío, que es el pueblo de donde se inicia la iglesia en el primer siglo, la repetición implica énfasis de parte de Dios. o sea que la contestación que Jesús estaba dando estaba dejando claro lo que era él y lo que él traía ante la pregunta de los escribas y los fariseos.
Y vemos entonces que está diciendo aquí que nadie coloca en un vestido nuevo un remiendo viejo. Y si yo tomase esta blusa que está media nuevecita, y agarro un pedazo, por algún error me cayó una mancha o algo como que se rompió, y agarro un pedazo de tela que mi hermana Milly me regala, y ella dice, yo tengo una blusita por allí ya usadita pero también color negro, eso pega, y entonces yo vengo y agarro esa pedazo de tela ya vieja de esa blusa y la coloco en la blusa nueva, ¿qué va a pasar? No armoniza. No se ve bien aunque sea el mismo color a lo mejor está ya deteriorado. Pero no solamente eso que ¿qué más ocurre? El remiendo viejo va a tirar ¿de qué? O la tela nueva va a tirar de remiendo viejo y se va a romper la blusa nueva y también el pedazo de remiendo viejo que le colocamos, ambas cosas se pierden y ya no sirven para nada.
Así que tenemos que tener cuidado de que Dios quiere traer algo nuevo a nuestras vidas o a su pueblo, a su congregación y tenemos que tener nuestras mentes abiertas y preparadas para lo que Dios quiere que es nuevo pero que nuestros corazones también se mantengan en novedad en el Señor para que lo que Dios derrame nuevo llegue a un odre nuevo, que es precisamente la segunda ilustración que Jesús utiliza al contestarle a los escribas y a los fariseos.
Dice que nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque el odre cuando es viejo ya ha estirado lo que iba a estirar. Los odres usualmente eran de cuero de vaca y el odre nuevo está flexible para ir estirando cuando se le echa el vino nuevo, pero ya el odre viejo no estira más por lo tanto un vino nuevo que se echa en un odre viejo que comienza a fermentarse, necesita que el odre se expanda, pero en un odre viejo lo que va a ocurrir es que se rompe el odre o la vasija de cuero, se rompe, y también se pierde el odre y se pierde el vino nuevo que se echó en ese odre.
Así que con esta principio, con estas ilustraciones que Jesús nos da queremos entonces motivarles a lo que Dios, a que estemos pendientes y preparados y en apertura de corazón para lo que Dios trae nuevo en esta congregación. Y cuando digo, lo que Dios trae nuevo estoy consciente que le estoy hablando a una congregación que está activa, una congregación que está implementando constantemente programas para la iglesia, para la comunidad, una congregación que podemos decir que procura estar siempre a la vanguardia, procura responder a Dios, procura caminar en el propósito, y está caminando en el propósito de Dios.
Estoy consciente de a qué pueblo le estoy hablando. Pero lo que Dios nos quiere decir, o el propósito de este mensaje en esta tarde es que podamos entender que debemos estar a la expectativa y continuar preparándonos y estar preparados para lo nuevo que Dios tiene para esta congregación, para el próximo paso de lo que Dios tiene en esta congregación.
Cuando hablamos de algo nuevo es algo que no lo hemos visto antes, ¿verdad? Si es nuevo, pues, por lógica no lo habíamos tenido antes, pero esto de algo nuevo de Dios, es relativo en el sentido del trato de Dios con nuestras vidas como individuos y el trato de Dios como iglesia. en una iglesia un mover de Dios que Dios traer nuevo puede ser diferente al mover que Dios tienen en esta congregación y lo que para unos es nuevo para nosotros ya lo conocemos. O a la inversa, lo importante es que lo nuevo de Dios para este pueblo lo podamos alcanzar, que contentos y gozosos con lo ya logrado no nos quedemos ahí estancado disfrutando lo que ya hemos alcanzado, sino que avancemos hacia lo próximo que Dios tiene, de tal manera que el vino nuevo caiga en odres nuevos.
En las Escrituras encontramos especialmente en el Antiguo Testamento, también en el Nuevo Testamento, esta imagen bíblica que utilizó aquí Jesús acerca del vino. También encontramos, por ejemplo, en el Evangelio según San Juan la ilustración que nos da Jesús de que él es la vid y que nosotros somos los pámpanos, encontramos en el Antiguo Testamento como se habla de la vid y cómo Dios promete bendición al pueblo y el fruto de la tierra, la abundancia y la bendición, la promete y habla de que tendrán vino abundante porque eso representa bendición de Dios, eso representa que el pueblo ha respondido a Dios por lo tanto Dios derrama aún mayor bendición.
Vino nuevo en odres nuevos. Vino nuevo en odres nuevos. Y siguiendo con el asunto de contextualizar lo que estamos hablando a nosotros, podemos decir que en el contexto de lo que Jesús habló, lo que Jesús traía cuando estos escribas y fariseos preguntan para agarrarle de alguna forma en falta o que fallase en su contestación, lo que Jesús trajo en su tiempo eran verdades nuevas, era un nuevo pacto, y las verdades nuevas del cristianismo no podían ser colocadas o puestas en vasijas viejas, en odres viejos porque la misma persona de Jesús, ese nuevo pacto hermoso, era un vino nuevo de Dios llegando. Y el vino de Dios nuevo, de Dios en los tiempos y en el momento en que Jesús contesta a estos fariseos no encajaba con la mentalidad del pueblo judío, no encajaba con lo que ellos conocían, no acomodaba con lo que ellos conocían y muchas veces en nuestros tiempos, en nuestra vida cristiana, como individuos, como personas lo que entendemos es a dónde vamos en Dios y en el mover de Dios, no acomoda con otras, con la manera de ver de otras personas creyentes o no creyentes. Y muchas veces el mover de Dios, el próximo paso de Dios, el plan de Dios, el propósito de Dios con esta iglesia puede que no encaje con los conceptos religiosos que existen en otros lugares, pero lo importante es que según Dios hasta aquí nos ha traído Dios está dispuesto a que avancemos hacia lo próximo.
Cuando Dios da lo próximo usualmente lo da a aquellos que han sido fieles. En lo poco has sido fiel, en lo mucho te pondré, dice el Señor, pueblo. En lo poco has sido fiel, en lo mucho te pondré dice el Señor. Así que aquellos que han llegado más recientemente ven todo este mover y todo lo que esta iglesia ha logrado, esto se queda poco comparado con todo lo que viene. Dios tiene algo nuevo. Dios tiene un avance. Dios tiene cosas extraordinarias y aunque quizás no podemos definir bien y decir, ponerle nombre a eso que Dios tiene, yo sí sé una cosa: en los planes de Dios, en los planes de Dios lo que Dios tiene es grande, hermanos.
Si hemos visto cosas grandes, lo que Dios tiene es aún mayor. Así que debemos tener nuestras mentes y nuestros corazones aún más preparados. No es que no estemos, no es que no estemos open, no es que no queramos, lo estamos haciendo, pero Dios está advirtiendo, lo que viene es más grande, por lo tanto todavía quiero odres nuevos, odres nuevos. Y a veces cuando nuestros odres se van envejeciendo tenemos que refrescar nuestro interior para abrir nuestra mentalidad, porque a veces nos hemos acomodado a lo que Dios está haciendo, a la manera de trabajar, a lo que hemos logrado hasta el presente y aún nosotros que estamos a la vanguardia, también Dios tiene que advertirnos, lo que traigo es mayor, prepárate, pueblo para lo que viene.
Nuestras mentes deben ser suficientemente elásticas para poder contener nuevas ideas en el Señor. el fundamento es el mismo que en la palabra de Dios, el fundamento no cambia, pero Dios muestra que tiene cosas nuevas y no podemos atrincherarnos y encerrarnos por causa de lo que ya conocemos, por causa de lo que ya hemos experimentado y quedarnos ahí. Tenemos que abrir nuestra mente, y nuestro corazón que sea suficientemente elástica, que se estire para recibir la bendición fresca y nueva que Dios tiene para nosotros.
El vino nuevo en odres nuevos sea dicha. Y cuando esto ocurre tanto una cosa como la otra, se conservan, nada se pierde. Pero también decía en estos versículos, dice el versículo 39:
“... y ninguno que beba del añejo quiere luego el nuevo porque, dice, que el añejo es mejor...”
Y entonces me dirá, ¿pero en qué quedamos? ¿Lo nuevo o lo viejo? Les mencioné que íbamos que estar viendo esta parábola en sus partes principales y una de las cosas que dice este versículo es que el vino viejo es mejor, pero el vino viejo es mejor en relación, y voy a mirar para este lado, que en el culto anterior, yo no sé por qué, voy a mirar para este lado, si alguien que me pueda ayudar con ese asunto del vino, pero dicen por ahí, que el viene viejo sí es el mejor. Eso es en términos de lo natural, ¿verdad? Pero en términos de la verdades bíblicas, lo que está diciendo el pasaje es que lo nuevo es mejor, por lo tanto tenemos que estar preparados para que llegue a odres nuevos y se conserve y rinda y bendiga a muchas vidas.
El vino nuevo es mejor, el vino es mejor y es ese tipo de vino lo que Dios quiere derramar aún mayor sobre esta iglesia. a veces, somos muy lentos en aceptar lo que es lo nuevo porque nos resistimos al cambio. Nos acostumbramos a unos patrones, a una manera de hacer las cosas y nos atrincheramos y nos quedamos ahí y en este lado Dios en el próximo paso, Dios tiene algo diferente con un patrón diferente donde puedo mover diferente, pero yo me quedo aquí porque esto es lo que aprendí, así es que se ha movido la iglesia hasta ahora y nos ha funcionado, por lo tanto, por qué no seguimos en el mismo patrón. Ok, algunos patrones se van a conservar, pero si Dios trae algo nuevo y hay que establecer patrones diferentes, programas diferentes, maneras de trabajar diferentes, hagámoslo porque lo importante es que cuando esa bendición fluya llegue y acomoda y tenga espacio para ser derramada.
El vino nuevo en odres nuevos. En el Nuevo Testamento encontramos que Dios habló, había hablado en el Antiguo Testamento de un nuevo pacto y en Nuevo Testamento encontramos cómo ese nuevo pacto se cumple. Encontramos por ejemplo, que en el Antiguo Testamento el Espíritu Santo moraba solamente, venía y caía sobre la persona que tenía un ministerio, sobre rey, sobre profetas, sobre los sacerdotes, para ejercer una función en el momento, una minstración en ese momento y luego se iba, pero en el nuevo pacto, en ese vino nuevo que Jesús trajo, encontramos al Espíritu Santo morando en nuestra vidas, morando en nuestros corazones. Dios ya ha dado vino nuevo, ese vino comenzó con la presencia de Jesús, con la presencia de Jesús en este mundo, ese vino comenzó con el sacrificio de Jesús, comenzamos a beber de la bendición de la salvación.
Pero también Dios desea continuar bendiciéndonos y ese Espíritu Santo que mora dentro de nosotros desea llevarnos día a día a que alcancemos sus propósitos, a que alcancemos lo nuevo que él tiene para nosotros, a que logremos llegar hacer realidad los planes de Dios para con nuestras vidas, los planes de Dios para con esta iglesia. Dios desea dar cosecha fresca.
Y cuando hablo de cosecha usualmente se piensa en cosecha solo en el sentido de almas ganadas. Eso es lo primero, las almas que se salven, eso es lo primero. Pero cuando hablo de cosecha me refiero a toda la bendición que Dios quiere traer en cualquier área de trabajo que la iglesia se envuelva. Dios desea dar cosecha nueva. Sin la cosecha nueva de las uvas de la vid, no hay vino. Sin que la planta no produzca no hay vino. El resultado es el vino pero hay un proceso de que la planta tiene que dar fruto. Nosotros tenemos que dar fruto o debemos seguir dando fruto permaneciendo nosotros pegados a la vid como los pámpanos que somos, y finalmente encontraremos y de estar pegados, el estar unidos al Señor nos llevará a disfrutar de ese vino nuevo, del resultado de esa unión, ese vino nuevo que Dios desea derramar constantemente sobre nosotros.
¿Cómo alcanzar lo nuevo que Dios tiene para nosotros? Mencioné el estar pegados a la vid. Quiero mencionar que debemos negarnos a nosotros mismos trabajar y caminar en obediencia. en Lucas 9:23 dice:
“... si alguno quiere venir en pos de mí niéguese asimismo, tome su cruz cada día y sígame....”
Tenemos que negarnos a nosotros mismos, el egoísmo hay que ponerlo a un lado. A veces somos egoístas hasta inconscientemente, y el Espíritu Santo nos tiene que concienciar. A veces creemos que porque las cosas se han hecho de una manera, tenemos que continuar haciéndolo de la misma manera porque a mí me gusta cómo se hace. Y tenemos que dejar a un lado el egoísmo porque lo que Dios trae nuevo tiene que acomodar con espacio suficiente para desbordarse, para derramarse.
Cuando somos egoístas cada uno pensamos a nuestro favor y decimos, no, pero es que si yo pienso que se debe hacer de esta forma en la iglesia es por el bien de los hermanos. Bueno, la intención es por el bien de los hermanos, por el bien de la iglesia, pero interiormente a lo mejor la raíz de que las cosas se quieran que se queden en este patrón ahí atrincherados tiene que ver con que me gusta de esa forma y no quiero el cambio y no quiero experimentar la apertura de lo que Dios quiere traer. Necesitamos no ser egoístas para ser de mayor bendición al pueblo de Dios y aquellos que nos rodean.
También decíamos, tome su cruz cada día. El trato de Dios con nosotros es de cada día. Y nosotros tenemos que tomar la cruz, tenemos que esforzarnos aún hasta el cansancio en el trabajo, en el envolvernos en el trabajo, en el Señor, en el trabajo en la iglesia, en nuestra vida individual, nuestro compromiso con el Señor, tenemos que tomar nuestra cruz día a día, y cuando tomamos la cruz día a día vamos a ver la gloria de Dios. Cuando día a día avanzamos hacia ese propósito, hacia lo nuevo que Dios trae vamos a tener victoria día a día, pero tenemos que estar dispuestos al sacrificio, al trabajo.
En ocasiones aún en iglesias grandes donde hay muchas personas para ayudar, mucho recursos humanos para ayudar, a veces trabajan los mismos. Eso no pasa aquí, yo no sé, yo estoy lejos, yo espero que eso no pase aquí, y los mismos se llama al trabajo a las personas, sea que lleven un poco de tiempo en la iglesia, o llegaron más tarde, más temprano, llevan unos años o no, y cuando se llama al trabajo siempre responden lo mismo, y ¿saben qué? El vino nuevo de Dios, Dios lo va a derramar, pero hay una parte que nos corresponde a cada uno de nosotros. Tenemos que tomar nuestra cruz día a día, no son unos pocos los que tienen que tomar la cruz en términos ahora estoy hablando del servicio al Señor. Cada uno de nosotros envolviéndonos en las diferentes áreas haremos que se puede hacer realidad lo nuevo que Dios tiene para nosotros.
Lo nuevo que Dios trae cuesta. Y cuando digo, cuesta lo digo en el sentido de la parte que nos corresponde hacer, porque lo que Dios hace es por gracia y porque desea bendecirnos y porque tiene propósitos en medio nuestro. Pero cuesta en el sentido de que hay una parte que le corresponde al creyente. Dios siempre está dispuesto para bendecir, Dios siempre está dispuesto para derramar su presencia, Dios siempre está dispuesto a llevarnos a avanzar un próximo paso, pero necesitamos hacer la parte que nos corresponde a nosotros y entonces alcanzaremos lo nuevo de Dios, entonces alcanzaremos lo próximo que Dios tiene diseñado en su plan.
También decíamos, sígame. Y sígame implica obediencia. Tenemos que estar unidos a la vid permaneciendo bien pegaditos al Señor y seguir los pasos de él. Yo decía esta mañana que en cierta ocasión en mi país, en Puerto Rico, estaba caminando por una carretera y entonces venía un automóvil, era de una sola vía y tuve que colocarme en el pavimento, en la acera, lo que el carro pasaba, entonces yo me acomodo y me doy cuenta que por eso era que estaba caminando en la carretera, que era bien estrecha, bien estrecha. Entonces comienzo yo a caminar y tengo que caminar de esta forma, así, miren mis piecitos tan grande, caminando de esta forma para poder ir en la trayectoria y avanzar y nosotros tenemos que caminar de tal forma que estemos ahí, pendiente que cuando el camino se pone estrecho, no importa que el camino esté estrecho, yo avanzo hacia la bendición de Dios, no importa que el camino esté estrecho, yo le sigo. Dice, y sígame. Tenemos que estar dispuestos a seguirle.
Que fácil es seguirle cuando todo suena armonioso, cuando todo es alegría, cuando todo es felicidad. Que fácil es seguirle. Pero el Señor espera que tomemos nuestra cruz y le sigamos cada día, sea que haya abundancia, sea que haya escasez, sea que haya alegría, sea que hay tristeza, sea que el camino esté ancho y cómodo como cuando el camino esté estrecho y angosto y difícil de caminar, tenemos que seguirle en obediencia y así alcanzaremos lo que Dios tiene para nosotros.
Que más tenemos que hacer. Tenemos que ubicar nuestras expectativas conforme a las expectativas de Dios. el pueblo judío tuvo la bendición de que el Reino de Dios irrumpió nuevo, con Jesús, pero ¿qué ocurrió? Las expectativas que el pueblo judío era de un rey que llegase con toda pompa y toda gloria, las expectativas que el pueblo judía tenía era un rey en el sentido de gobierno político, de reino terrenal. Y lo que Dios tenía era un reino celestial que irrumpía en la tierra, que irrumpió en la persona de Jesús. Las expectativas que el pueblo judío tenía no acomodaban con la realidad de lo nuevo de Dios.
Nuestras expectativas muchas veces erramos en ellas. A veces por ejemplo, Dios nos dice, mi siervo, mi sierva, te voy a usar en esto en lo otro, nos da una palabra específica y nos emocionamos tanto con esa palabra, y nos gozamos y entonces comenzamos a imaginarnos cosas, Dios va a hacer esto y lo otro y el ministerio y lo otro y lo otro, y a veces no prestamos ni siquiera atención específica a detalles de lo que Dios nos está diciendo, porque comenzamos a soñar en grande y no es malo soñar. Pero tenemos que soñar conforme a lo que Dios ha declarado. Cuando soñamos en un panorama diferente a lo que Dios ha dicho, entonces viene la frustración porque encontramos que lo que supuestamente Dios nos estaba diciendo, no se está cumpliendo, no es que no se cumplió es que mis expectativas estaban erradas. Dios dijo A y creí que era B y comencé a esperar el A y nunca llegó porque lo que llegó fue B y no lo reconocí y no lo identifiqué como le pasó al pueblo judío con el Rey de reyes, con el Señor de Señores, cuando irrumpió en este mundo con su reino para traernos bendición y vida eterna.
Lo que Dios va a hacer es nuevo en relación a nuestra experiencia, pero sus planes ya estaba determinado. En su anticipado conocimiento Dios conoce todo, ante nuestra relación como seres humanos que somos, y nuestra relación con el Señor, lo que Dios va a hacer es nuevo para nosotros pero Dios ya conoce todo, ya su plan como arquitecto, el mejor arquitecto que tenemos, ya su plan está diseñado y a veces él nos permite ver hasta cierto punto. A veces nos permite ver un poquito más allá y a veces la meta final es todavía más grande y nos deja ver apenas un panorama de esa meta final. Nos va mostrando a veces poco a poco sea que identifiquemos a plenitud y con certeza ese plan de Dios o no, simplemente veamos por espejos puramente, como quiera tenemos que caminar hacia el propósito de Dios tratando de avanzar y avanzar hacia lo nuevo que Dios tiene para nosotros.
Para eso también además de ubicar nuestras expectativas correctamente tenemos que renovar nuestras mentes. Romanos Capítulo 12, versículo 2 nos habla de que no nos conformemos a este siglo sino que nos renovemos por medio de nuestro entendimiento, nos habla de la mente, y en el contexto en Romanos, Capítulo 12 está hablando de la adoración del Señor, de nuestra entrega, de nuestro servicio que nos presentemos al Señor como un sacrificio vivo, santo, agradable a Dios. Pero ese mismo principio de no conformarse al mundo en este caso, habla de no conformarse a este siglo, se refiere al mundo, a los principios de este mundo, sino que debemos vivir en santidad, ese mismo principio yo quiero que hoy lo apliquemos a que no nos conformemos a esos patrones donde nos atrincheramos y no tenemos una mente elástica suficiente para estire y se expanda para entrar en lo nuevo de Dios y que su espíritu se derrame como he dicho y lo repito intencionalmente, y que su espíritu se derrame y que Dios se mueva con lo nuevo que trae con toda libertad. Tenemos que renovar nuestra mente, tenemos que renovar nuestras ideas y nuestros conceptos de tal manera que lo nuevo de Dios acomode en un odre nuevo. Tenemos que tener también apertura al Espíritu Santo.
Si el nuevo pacto y lo nuevo que Dios trajo comenzó con ese Espíritu Santo siendo colocado en el interior nuestro, muy diferente a lo antiguo, al antiguo pacto, donde el Espíritu Santo simplemente venía y ministraba a través de una persona y luego se iba, si comenzó de esa manera, si nuestra salvación comenzó de esa manera, si nuestro caminar en el Señor comenzó con la presencia del Espíritu Santo, el Espíritu Santo no se ha ido, ni se irá de nuestro interior, sino que desea llevarnos al próximo paso que Dios tiene para nosotros.
El vino nuevo desea ser derramada, Dios desea derramarlo en nuestros corazones a través de la obra de su Espíritu Santo. No hay cosecha, no puede haber cosecha. Yo sé que ustedes saben esto, yo lo sé, no puede haber cosecha si no hay mover del Espíritu Santo. No puede haber cosecha nueva, fruto nuevo, vino nuevo si el mover del Espíritu Santo no sigue avanzando. Y con esto no estoy diciendo que aquí no hay mover del Espíritu Santo, estoy diciendo lo próximo, vuelvo a enfatizar, que Dios traer, que Dios tiene para este pueblo.
Que más podemos decir en esta tarde. Los resultados de echar el vino nuevo en odres nuevos son que permitimos que lo nuevo llegue y se deje ver en nosotros, y al dejarse ver bendice a otros. Los resultados que el vino nuevo se eche en odres nuevos, podemos mencionar, en primer lugar, que lo que tu tienes de Dios, esa bendición tan grande fluye, tu no la puedes contener y contagias a otros. Se deja ver impactando otras vidas. Resultados que el nuevo vino sea echado en odres nuevos, viviremos vidas victoriosas y fructíferas.
Y vivir vidas victoriosas y fructíferas no implica que no pasemos por circunstancias difíciles, pero en medio de las circunstancias estamos en victoria, en medio de las circunstancias ese vino nuevo que ha sido depositado en nosotros en estos odres nuevos fluye y el Espíritu Santo nos fortalece para vencer cada día.
Las Escrituras dicen en Isaías 43, “... he aquí yo hago cosa nueva pronto saldrá a la luz, no la conoceréis, otra vez abriré camino en el desierto y ríos en la soledad....”
Cuando hay vino nuevo en nuestro corazón aún en el desierto, se florece, aún en el desierto hay aguas abundantes, porque el vino de Dios está en nuestro interior. Lo imposible, Dios lo hace posible. Alcanzamos otras vidas para el Señor, nuestro caminar, nuestro mover todo lo que hacemos bendice a otros, pero también cuando permitimos que ese vino nuevo sea echado en odres nuevos encontramos que el Espíritu Santo se derrama de tal manera que aún mayores prodigios y señales ocurren en nuestras vidas a través de nosotros y en medio de nosotros.
En las Escrituras se nos prometió que aquellos que siguiéramos al Señor muchas cosas y señales ocurrirían, echarían fuera demonios, hablarían nuevas lenguas, tomará en la mano serpientes y nada nos dañará, diferentes señales que Dios quiere hacer en respaldo a la palabra predicada, no que la palabra no sea suficiente por sí misma, pero aquellos que no creen por la palabra, van a creer por las obras. Y no solamente eso, las obras que Dios hace: milagros, sanidades y prodigios, Dios las hace porque es un Dios de misericordia. Y cuando tenemos ese vino nuevo de Dios en nosotros, tiene que fluir para extender la misericordia a otras vidas.
Hace muchos años atrás estando yo embarazada me dio piedra en un riñón. Aquello era un dolor peor que el de parto, yo ya había tenido otro parto anteriormente, yo sabía lo que era eso, era un dolor horrible. Y ya yo llevaba 3, 4 días con la condición y un día estoy sentada en le balcón de mi casa y yo había orado, Señor, quítame esto que tengo que hacer. Y estoy en el balcón de mi casa y le digo al Señor, mira, Señor, yo te voy a pedir que me sanes por tu amor y por tu misericordia porque este dolor es demasiado fuerte. Yo fui al Señor diciendo, yo sé que tu eres un Dios de amor, yo sé que tu eres un Dios de misericordia, en otras palabras, a lo mejor yo no tengo un arrebato de fe para reclamar sanidad ahora, pero por cuanto tu eres quien tu eres, por favor sáname. Voy al baño y la piedra salió inmediatamente.
Vino nuevo, Dios quiere derramar para que cosas como esta ocurran en nuestras vidas y ocurran en nosotros y también para bendecir a otros. Pero también dentro de lo que implica sanidades, quiere contarles otro testimonio. Esta mañana nos acompañaba una hermana llamada Matsie y la vez anterior que yo vine unos meses atrás, estaba quedándome con mi hermana Milagros, y ella también estaba allí. La conocí por primera vez, no sé nada de ella, estábamos orando y estoy orando por ella y Dios me lleva a colocar mis manos sobre su corazón, y al declarar sanidad, palabra de sanidad sobre su corazón, yo no conozco ni me estoy inventando nada, yo estoy haciendo lo que Dios me está indicando. Y resulta ser que ahora cuando regreso ella me cuenta que ella tenía una condición, tenía, del corazón. Cuando Dios me lleva a orar, ella sabe que es el Señor porque yo no conozca de su condición. Cuando ella regresa creo que fue a su país, unos meses después, va al médico y el médico le dice, tu estás sana, no tienes nada.
Señales y prodigios, porque el vino nuevo está en nuestras vidas y el vino nuevo se quiere derramar en medio nuestro. Pero también hay otras señales que quizás no nos gustan mucho pero yo las quiero mencionar por algo, no sé por qué el Señor quiere que las mencione, pero las tengo que mencionar.
Cuando están pasando todas estas cosas, estas bendiciones, este avance de Dios, estas cosas que Dios hace como ocurrió en la iglesia en sus inicios, también pueden ocurrir cosas que nos puedan sorprender. En los inicios en la iglesia mientras la iglesia se extendía y había bendición, gozo, cantando himnos al Señor, predicando la palabra, señales y prodigios, comienzan los hermanos a suplir las necesidades unos de los otros y en cierta ocasión una pareja llamada Sananías y Safira decidieron vender una propiedad que tenían y ponerla a los pies de los discípulos para ayudar a los que estaban en necesidad y no se pusieron de acuerdo. No se pusieron entre ellos dos de acuerdo, vamos a venderla en tanto. Pero resulta ser que luego cuando la venden y van a llevar la ofrenda a los Apóstoles decidieron quedarse con una parte. Ellos podían quedarse con una parte, decirle, mira, Pedro originalmente la íbamos a vender en 10 y la vendimos en 10 y queríamos dar los 10 pero tenemos una necesidad y te vamos a dar 8. Pudieron haber hecho eso, pero mintieron al Espíritu Santo de Dios y el hombre cayó muerto y cuando la mujer viene, porque entraron uno primero y otro después, y entonces Pedro confirma que ella también había mentido y cayó muerta.
Con esto yo no estoy asustando a nadie, pero yo quiero decir algo: en este mover de Dios cuando inclusive pueda venir gente a querer hacer daño. No estoy diciendo, venir, fíjese venir, no estoy hablando de aquí, si Dios hace lo que haga, yo no le deseo mal a nadie, pero cuando Dios te termina derramar la bendición que él tiene, y se quiere colar el enemigo para dañar, Dios hace como quiere hacer.
Solamente una advertencia para estar pendiente para lo que viene. En cierta ocasión también, en el Antiguo Testamento encontramos que Coré junto con otras personas de su casa y seguidores, estaba en el servicio a Dios igual que Moisés, igual que Aarón, tenía cierta tarea en el Señor, en término de servicio a Dios, no igual a la Moisés y a la de Aarón. Parece que entraron celos, o algo pasó con él y con los de su casa y un grupo ahí, y ¿qué ocurrió? Comenzaron a murmurar en contra de Aarón y de Moisés, y a tal grado fue la murmuración que Moisés presenta a todos delante de Dios y le dice, reúnanse en tal lugar y vamos a ver aquí quién es el que está sirviendo al Señor, en otras palabras. ¿Y qué ocurrió? La Escritura dice que ocurrió algo nuevo. La tierra se abrió y tragó a los de Coré y a los que le seguían.
Vuelvo y digo, eso no está pasando aquí. Lo que les quiero decir con esta ilustración es que en este avance de Dios cuando quieran venir estorbos de afuera, de la índole que sean, Dios se va a ocupar de hacer lo que tenga que hacer, pero el avance de Dios va a seguir, así que, iglesia, no te sorprendas. Iglesia, no te sorprendas de los milagros que Dios haga sea de una índole o de la otra.
Lo nuevo de Dios tiene que avanzar en este lugar y no debe ser detenido, dice el Señor. lo nuevo de Dios tiene que avanzar y no debe ser detenido. Dispuestos a que nuestros odres se mantengan nuevos, tenemos que disponernos a que nuestros odres, nuestras mentes y nuestro corazón se mantengan nuevos y frescos para todo lo que Dios tiene.
Procuremos alcanzar ese vino nuevo que Dios tiene para nosotros. Puestos en pie, por favor.
Te adoramos, Señor, te adoramos, Dios, bendito eres, Señor, bendito eres, oh Dios. Vamos a elevar una oración al Señor mientras está la melodía de fondo.
Primero vamos a orar al Señor presentándonos cada uno individualmente, lo que somos y si usted ha identificado que en algún momento en su vida, usted ha cegado su mente a lo que Dios quiere para usted, dígale Señor, aquí estoy, quiero tener elasticidad en mi mente y en mi corazón para lo que tu quieres hacer. Y quiero avanzar para lo que tu tienes para mí. Y luego entonces vamos a estar orando como iglesia, como congregación:
Padre, en esta hora nos presentamos ante tu presencia o continuamos ante tu presencia, Señor, y te decimos, oh Dios, y te pedimos hasta perdón, Señor, por haber cerrado nuestra mente y nuestro corazón a lo que tu tienes para nosotros, al avance a lo próximo que tu tienes para nosotros, para mi vida, Señor. En esta hora te digo, Señor, quiero avanzar, abro mi mente, abro mi corazón a ti, has conmigo como te plazca pero quiero avanzar en tus propósitos, Señor.
Y ahora Señor, nos presentamos como un solo pueblo delante de ti, y te decimos, Señor, queremos avanzar en aquello que tu tienes para nosotros, queremos avanzar en ese nuevo paso en lo próximo, queremos salir de cualquier patrón, si hay alguno donde nos hemos encajonado y atrincherado y te decimos, queremos movernos al patrón que tu traes que acomoda a lo nuevo. Queremos ser como iglesia un odre nuevo para todo lo que tu tienes, Señor porque tu dijiste que tu deseas, o que tu traes vino nuevo sobre este pueblo, Señor. Aquí estamos, Señor. Aquí estamos, oh Dios.
Entonemos un cántico por favor y mientras la melodía está sonando vamos a orar por las personas que están enfermas, por favor, vamos a seguir las instrucciones, solo las personas que están enfermas, cualquier persona que necesite oración por sanidad vamos a estar ministrando, los líderes o las personas que usualmente ministran, yo quiero que oren conmigo, no solamente que estén ahí acompañando, sino que oren conmigo, que me ayuden en la oración, mientras la música está, pueden pasar aquellos que necesitan la oración.
Vino nuevo en odres nuevos
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Es un placer nuevamente estar aquí con ustedes, como mencionó roberto estamos en el área de Texas en Dallas, está nuestra iglesia Rossmon Christian Center y allí también tengo un centro de estudios bíblicos en el 1304 de la Southampton Road, para aquellos que están escuchándonos a través de la Internet. Así que estamos ubicados en Dallas y para aquellos que nos conocen de muchos años atrás, déjenme decirles que ya somos abuelos. Tenemos un nieto, un varoncito de dos meses de nacido, Amadeus Alejandro es su nombre y estamos felices, de mi hijo mayor Manuel Alejandro.
Quiero entonces invitarles a que pasemos a la palabra del Señor, vamos a ubicarnos en el Evangelio según San Lucas, Capítulo 5 y vamos a estar leyendo los versículos 36 al 39, ubiquemos nuestras Biblia, dejémosla ahí abierta y les invito de que oremos.
Padre, estamos o continuamos ante tu presencia y en esta hora buen Dios, llevamos cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo Jesús de tal manera, Señor, que tu palabra haga en nuestras vidas, oh Dios, aquellos que es necesario hacer. Abrimos nuestros corazones a ti, Señor y te pedimos que nos hables conforme a nuestras necesidades, Señor, y conforme a tus propósitos para con nosotros, oh Dios en el nombre de Jesús te lo pedimos. Amen. Amen.
Capítulo 5, versículo 36 dice de la siguiente forma: está Jesús hablando, “.... les digo también una parábola, nadie corta un pedazo de un vestido nuevo y lo pone en un vestido viejo pues si lo hace no solamente rompe el nuevo sino que remiendo sacado de él no armoniza con el viejo. Y nadie echa vino nuevo en odres viejos de otra manera el vino nuevo romperá los odres y se derramará y los odres se perderán. Más el vino nuevo en odre nuevos se ha de echar y lo uno y lo otro se conserva. Y ninguno que beba del añejo quiere luego el nuevo porque dice, el añejo es mejor.,,,”
Cuando Roberto me invitó para predicar hoy la noche que él tuvo su participación le dijo, te contesto mañana y en la noche cuando estaba orando por esta invitación, y orando por la congregación, Dios me habló y Dios me dijo, vino nuevo quiero traer a mi pueblo. Vino nuevo quiero traer o traigo para mi pueblo. Es por eso la temática que traigo para ustedes en esta tarde es el vino nuevo en odres nuevos. Vino nuevo en odres nuevos.
Y en la lectura que acabamos de ver si voy un poquito al trasfondo del contexto de lo que está ocurriendo ahí, encontramos que ciertos escribas y fariseos preguntan a Jesús una pregunta capciosa para agarrarle en falta, preguntan a Jesús ¿por qué los discípulos de Juan, de Juan el Bautista ayunan y por qué los tuyos no, Jesús? Y Jesús ante esa pregunta le responde con esta parábola que acabamos de leer. Y esta es una parábola que contiene dos ilustraciones, dos diferentes ilustraciones para traer un mismo principio. Y vamos a estar observando las partes generales o principales de la parábola, no vamos a entrar a rebuscar detalles extras que la misma Biblia nos dice, sino los puntos importantes y generales de la parábola para ver qué Dios tiene para nosotros en esta tarde y recordamos, mencioné que es un mismo principio ilustrado dos veces. Y en el pensamiento hebreo que la Biblia se escribe en griego, pero los escritores hebreos en el pensamiento hebreo del pueblo judío, que es el pueblo de donde se inicia la iglesia en el primer siglo, la repetición implica énfasis de parte de Dios. o sea que la contestación que Jesús estaba dando estaba dejando claro lo que era él y lo que él traía ante la pregunta de los escribas y los fariseos.
Y vemos entonces que está diciendo aquí que nadie coloca en un vestido nuevo un remiendo viejo. Y si yo tomase esta blusa que está media nuevecita, y agarro un pedazo, por algún error me cayó una mancha o algo como que se rompió, y agarro un pedazo de tela que mi hermana Milly me regala, y ella dice, yo tengo una blusita por allí ya usadita pero también color negro, eso pega, y entonces yo vengo y agarro esa pedazo de tela ya vieja de esa blusa y la coloco en la blusa nueva, ¿qué va a pasar? No armoniza. No se ve bien aunque sea el mismo color a lo mejor está ya deteriorado. Pero no solamente eso que ¿qué más ocurre? El remiendo viejo va a tirar ¿de qué? O la tela nueva va a tirar de remiendo viejo y se va a romper la blusa nueva y también el pedazo de remiendo viejo que le colocamos, ambas cosas se pierden y ya no sirven para nada.
Así que tenemos que tener cuidado de que Dios quiere traer algo nuevo a nuestras vidas o a su pueblo, a su congregación y tenemos que tener nuestras mentes abiertas y preparadas para lo que Dios quiere que es nuevo pero que nuestros corazones también se mantengan en novedad en el Señor para que lo que Dios derrame nuevo llegue a un odre nuevo, que es precisamente la segunda ilustración que Jesús utiliza al contestarle a los escribas y a los fariseos.
Dice que nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque el odre cuando es viejo ya ha estirado lo que iba a estirar. Los odres usualmente eran de cuero de vaca y el odre nuevo está flexible para ir estirando cuando se le echa el vino nuevo, pero ya el odre viejo no estira más por lo tanto un vino nuevo que se echa en un odre viejo que comienza a fermentarse, necesita que el odre se expanda, pero en un odre viejo lo que va a ocurrir es que se rompe el odre o la vasija de cuero, se rompe, y también se pierde el odre y se pierde el vino nuevo que se echó en ese odre.
Así que con esta principio, con estas ilustraciones que Jesús nos da queremos entonces motivarles a lo que Dios, a que estemos pendientes y preparados y en apertura de corazón para lo que Dios trae nuevo en esta congregación. Y cuando digo, lo que Dios trae nuevo estoy consciente que le estoy hablando a una congregación que está activa, una congregación que está implementando constantemente programas para la iglesia, para la comunidad, una congregación que podemos decir que procura estar siempre a la vanguardia, procura responder a Dios, procura caminar en el propósito, y está caminando en el propósito de Dios.
Estoy consciente de a qué pueblo le estoy hablando. Pero lo que Dios nos quiere decir, o el propósito de este mensaje en esta tarde es que podamos entender que debemos estar a la expectativa y continuar preparándonos y estar preparados para lo nuevo que Dios tiene para esta congregación, para el próximo paso de lo que Dios tiene en esta congregación.
Cuando hablamos de algo nuevo es algo que no lo hemos visto antes, ¿verdad? Si es nuevo, pues, por lógica no lo habíamos tenido antes, pero esto de algo nuevo de Dios, es relativo en el sentido del trato de Dios con nuestras vidas como individuos y el trato de Dios como iglesia. en una iglesia un mover de Dios que Dios traer nuevo puede ser diferente al mover que Dios tienen en esta congregación y lo que para unos es nuevo para nosotros ya lo conocemos. O a la inversa, lo importante es que lo nuevo de Dios para este pueblo lo podamos alcanzar, que contentos y gozosos con lo ya logrado no nos quedemos ahí estancado disfrutando lo que ya hemos alcanzado, sino que avancemos hacia lo próximo que Dios tiene, de tal manera que el vino nuevo caiga en odres nuevos.
En las Escrituras encontramos especialmente en el Antiguo Testamento, también en el Nuevo Testamento, esta imagen bíblica que utilizó aquí Jesús acerca del vino. También encontramos, por ejemplo, en el Evangelio según San Juan la ilustración que nos da Jesús de que él es la vid y que nosotros somos los pámpanos, encontramos en el Antiguo Testamento como se habla de la vid y cómo Dios promete bendición al pueblo y el fruto de la tierra, la abundancia y la bendición, la promete y habla de que tendrán vino abundante porque eso representa bendición de Dios, eso representa que el pueblo ha respondido a Dios por lo tanto Dios derrama aún mayor bendición.
Vino nuevo en odres nuevos. Vino nuevo en odres nuevos. Y siguiendo con el asunto de contextualizar lo que estamos hablando a nosotros, podemos decir que en el contexto de lo que Jesús habló, lo que Jesús traía cuando estos escribas y fariseos preguntan para agarrarle de alguna forma en falta o que fallase en su contestación, lo que Jesús trajo en su tiempo eran verdades nuevas, era un nuevo pacto, y las verdades nuevas del cristianismo no podían ser colocadas o puestas en vasijas viejas, en odres viejos porque la misma persona de Jesús, ese nuevo pacto hermoso, era un vino nuevo de Dios llegando. Y el vino de Dios nuevo, de Dios en los tiempos y en el momento en que Jesús contesta a estos fariseos no encajaba con la mentalidad del pueblo judío, no encajaba con lo que ellos conocían, no acomodaba con lo que ellos conocían y muchas veces en nuestros tiempos, en nuestra vida cristiana, como individuos, como personas lo que entendemos es a dónde vamos en Dios y en el mover de Dios, no acomoda con otras, con la manera de ver de otras personas creyentes o no creyentes. Y muchas veces el mover de Dios, el próximo paso de Dios, el plan de Dios, el propósito de Dios con esta iglesia puede que no encaje con los conceptos religiosos que existen en otros lugares, pero lo importante es que según Dios hasta aquí nos ha traído Dios está dispuesto a que avancemos hacia lo próximo.
Cuando Dios da lo próximo usualmente lo da a aquellos que han sido fieles. En lo poco has sido fiel, en lo mucho te pondré, dice el Señor, pueblo. En lo poco has sido fiel, en lo mucho te pondré dice el Señor. Así que aquellos que han llegado más recientemente ven todo este mover y todo lo que esta iglesia ha logrado, esto se queda poco comparado con todo lo que viene. Dios tiene algo nuevo. Dios tiene un avance. Dios tiene cosas extraordinarias y aunque quizás no podemos definir bien y decir, ponerle nombre a eso que Dios tiene, yo sí sé una cosa: en los planes de Dios, en los planes de Dios lo que Dios tiene es grande, hermanos.
Si hemos visto cosas grandes, lo que Dios tiene es aún mayor. Así que debemos tener nuestras mentes y nuestros corazones aún más preparados. No es que no estemos, no es que no estemos open, no es que no queramos, lo estamos haciendo, pero Dios está advirtiendo, lo que viene es más grande, por lo tanto todavía quiero odres nuevos, odres nuevos. Y a veces cuando nuestros odres se van envejeciendo tenemos que refrescar nuestro interior para abrir nuestra mentalidad, porque a veces nos hemos acomodado a lo que Dios está haciendo, a la manera de trabajar, a lo que hemos logrado hasta el presente y aún nosotros que estamos a la vanguardia, también Dios tiene que advertirnos, lo que traigo es mayor, prepárate, pueblo para lo que viene.
Nuestras mentes deben ser suficientemente elásticas para poder contener nuevas ideas en el Señor. el fundamento es el mismo que en la palabra de Dios, el fundamento no cambia, pero Dios muestra que tiene cosas nuevas y no podemos atrincherarnos y encerrarnos por causa de lo que ya conocemos, por causa de lo que ya hemos experimentado y quedarnos ahí. Tenemos que abrir nuestra mente, y nuestro corazón que sea suficientemente elástica, que se estire para recibir la bendición fresca y nueva que Dios tiene para nosotros.
El vino nuevo en odres nuevos sea dicha. Y cuando esto ocurre tanto una cosa como la otra, se conservan, nada se pierde. Pero también decía en estos versículos, dice el versículo 39:
“... y ninguno que beba del añejo quiere luego el nuevo porque, dice, que el añejo es mejor...”
Y entonces me dirá, ¿pero en qué quedamos? ¿Lo nuevo o lo viejo? Les mencioné que íbamos que estar viendo esta parábola en sus partes principales y una de las cosas que dice este versículo es que el vino viejo es mejor, pero el vino viejo es mejor en relación, y voy a mirar para este lado, que en el culto anterior, yo no sé por qué, voy a mirar para este lado, si alguien que me pueda ayudar con ese asunto del vino, pero dicen por ahí, que el viene viejo sí es el mejor. Eso es en términos de lo natural, ¿verdad? Pero en términos de la verdades bíblicas, lo que está diciendo el pasaje es que lo nuevo es mejor, por lo tanto tenemos que estar preparados para que llegue a odres nuevos y se conserve y rinda y bendiga a muchas vidas.
El vino nuevo es mejor, el vino es mejor y es ese tipo de vino lo que Dios quiere derramar aún mayor sobre esta iglesia. a veces, somos muy lentos en aceptar lo que es lo nuevo porque nos resistimos al cambio. Nos acostumbramos a unos patrones, a una manera de hacer las cosas y nos atrincheramos y nos quedamos ahí y en este lado Dios en el próximo paso, Dios tiene algo diferente con un patrón diferente donde puedo mover diferente, pero yo me quedo aquí porque esto es lo que aprendí, así es que se ha movido la iglesia hasta ahora y nos ha funcionado, por lo tanto, por qué no seguimos en el mismo patrón. Ok, algunos patrones se van a conservar, pero si Dios trae algo nuevo y hay que establecer patrones diferentes, programas diferentes, maneras de trabajar diferentes, hagámoslo porque lo importante es que cuando esa bendición fluya llegue y acomoda y tenga espacio para ser derramada.
El vino nuevo en odres nuevos. En el Nuevo Testamento encontramos que Dios habló, había hablado en el Antiguo Testamento de un nuevo pacto y en Nuevo Testamento encontramos cómo ese nuevo pacto se cumple. Encontramos por ejemplo, que en el Antiguo Testamento el Espíritu Santo moraba solamente, venía y caía sobre la persona que tenía un ministerio, sobre rey, sobre profetas, sobre los sacerdotes, para ejercer una función en el momento, una minstración en ese momento y luego se iba, pero en el nuevo pacto, en ese vino nuevo que Jesús trajo, encontramos al Espíritu Santo morando en nuestra vidas, morando en nuestros corazones. Dios ya ha dado vino nuevo, ese vino comenzó con la presencia de Jesús, con la presencia de Jesús en este mundo, ese vino comenzó con el sacrificio de Jesús, comenzamos a beber de la bendición de la salvación.
Pero también Dios desea continuar bendiciéndonos y ese Espíritu Santo que mora dentro de nosotros desea llevarnos día a día a que alcancemos sus propósitos, a que alcancemos lo nuevo que él tiene para nosotros, a que logremos llegar hacer realidad los planes de Dios para con nuestras vidas, los planes de Dios para con esta iglesia. Dios desea dar cosecha fresca.
Y cuando hablo de cosecha usualmente se piensa en cosecha solo en el sentido de almas ganadas. Eso es lo primero, las almas que se salven, eso es lo primero. Pero cuando hablo de cosecha me refiero a toda la bendición que Dios quiere traer en cualquier área de trabajo que la iglesia se envuelva. Dios desea dar cosecha nueva. Sin la cosecha nueva de las uvas de la vid, no hay vino. Sin que la planta no produzca no hay vino. El resultado es el vino pero hay un proceso de que la planta tiene que dar fruto. Nosotros tenemos que dar fruto o debemos seguir dando fruto permaneciendo nosotros pegados a la vid como los pámpanos que somos, y finalmente encontraremos y de estar pegados, el estar unidos al Señor nos llevará a disfrutar de ese vino nuevo, del resultado de esa unión, ese vino nuevo que Dios desea derramar constantemente sobre nosotros.
¿Cómo alcanzar lo nuevo que Dios tiene para nosotros? Mencioné el estar pegados a la vid. Quiero mencionar que debemos negarnos a nosotros mismos trabajar y caminar en obediencia. en Lucas 9:23 dice:
“... si alguno quiere venir en pos de mí niéguese asimismo, tome su cruz cada día y sígame....”
Tenemos que negarnos a nosotros mismos, el egoísmo hay que ponerlo a un lado. A veces somos egoístas hasta inconscientemente, y el Espíritu Santo nos tiene que concienciar. A veces creemos que porque las cosas se han hecho de una manera, tenemos que continuar haciéndolo de la misma manera porque a mí me gusta cómo se hace. Y tenemos que dejar a un lado el egoísmo porque lo que Dios trae nuevo tiene que acomodar con espacio suficiente para desbordarse, para derramarse.
Cuando somos egoístas cada uno pensamos a nuestro favor y decimos, no, pero es que si yo pienso que se debe hacer de esta forma en la iglesia es por el bien de los hermanos. Bueno, la intención es por el bien de los hermanos, por el bien de la iglesia, pero interiormente a lo mejor la raíz de que las cosas se quieran que se queden en este patrón ahí atrincherados tiene que ver con que me gusta de esa forma y no quiero el cambio y no quiero experimentar la apertura de lo que Dios quiere traer. Necesitamos no ser egoístas para ser de mayor bendición al pueblo de Dios y aquellos que nos rodean.
También decíamos, tome su cruz cada día. El trato de Dios con nosotros es de cada día. Y nosotros tenemos que tomar la cruz, tenemos que esforzarnos aún hasta el cansancio en el trabajo, en el envolvernos en el trabajo, en el Señor, en el trabajo en la iglesia, en nuestra vida individual, nuestro compromiso con el Señor, tenemos que tomar nuestra cruz día a día, y cuando tomamos la cruz día a día vamos a ver la gloria de Dios. Cuando día a día avanzamos hacia ese propósito, hacia lo nuevo que Dios trae vamos a tener victoria día a día, pero tenemos que estar dispuestos al sacrificio, al trabajo.
En ocasiones aún en iglesias grandes donde hay muchas personas para ayudar, mucho recursos humanos para ayudar, a veces trabajan los mismos. Eso no pasa aquí, yo no sé, yo estoy lejos, yo espero que eso no pase aquí, y los mismos se llama al trabajo a las personas, sea que lleven un poco de tiempo en la iglesia, o llegaron más tarde, más temprano, llevan unos años o no, y cuando se llama al trabajo siempre responden lo mismo, y ¿saben qué? El vino nuevo de Dios, Dios lo va a derramar, pero hay una parte que nos corresponde a cada uno de nosotros. Tenemos que tomar nuestra cruz día a día, no son unos pocos los que tienen que tomar la cruz en términos ahora estoy hablando del servicio al Señor. Cada uno de nosotros envolviéndonos en las diferentes áreas haremos que se puede hacer realidad lo nuevo que Dios tiene para nosotros.
Lo nuevo que Dios trae cuesta. Y cuando digo, cuesta lo digo en el sentido de la parte que nos corresponde hacer, porque lo que Dios hace es por gracia y porque desea bendecirnos y porque tiene propósitos en medio nuestro. Pero cuesta en el sentido de que hay una parte que le corresponde al creyente. Dios siempre está dispuesto para bendecir, Dios siempre está dispuesto para derramar su presencia, Dios siempre está dispuesto a llevarnos a avanzar un próximo paso, pero necesitamos hacer la parte que nos corresponde a nosotros y entonces alcanzaremos lo nuevo de Dios, entonces alcanzaremos lo próximo que Dios tiene diseñado en su plan.
También decíamos, sígame. Y sígame implica obediencia. Tenemos que estar unidos a la vid permaneciendo bien pegaditos al Señor y seguir los pasos de él. Yo decía esta mañana que en cierta ocasión en mi país, en Puerto Rico, estaba caminando por una carretera y entonces venía un automóvil, era de una sola vía y tuve que colocarme en el pavimento, en la acera, lo que el carro pasaba, entonces yo me acomodo y me doy cuenta que por eso era que estaba caminando en la carretera, que era bien estrecha, bien estrecha. Entonces comienzo yo a caminar y tengo que caminar de esta forma, así, miren mis piecitos tan grande, caminando de esta forma para poder ir en la trayectoria y avanzar y nosotros tenemos que caminar de tal forma que estemos ahí, pendiente que cuando el camino se pone estrecho, no importa que el camino esté estrecho, yo avanzo hacia la bendición de Dios, no importa que el camino esté estrecho, yo le sigo. Dice, y sígame. Tenemos que estar dispuestos a seguirle.
Que fácil es seguirle cuando todo suena armonioso, cuando todo es alegría, cuando todo es felicidad. Que fácil es seguirle. Pero el Señor espera que tomemos nuestra cruz y le sigamos cada día, sea que haya abundancia, sea que haya escasez, sea que haya alegría, sea que hay tristeza, sea que el camino esté ancho y cómodo como cuando el camino esté estrecho y angosto y difícil de caminar, tenemos que seguirle en obediencia y así alcanzaremos lo que Dios tiene para nosotros.
Que más tenemos que hacer. Tenemos que ubicar nuestras expectativas conforme a las expectativas de Dios. el pueblo judío tuvo la bendición de que el Reino de Dios irrumpió nuevo, con Jesús, pero ¿qué ocurrió? Las expectativas que el pueblo judío era de un rey que llegase con toda pompa y toda gloria, las expectativas que el pueblo judía tenía era un rey en el sentido de gobierno político, de reino terrenal. Y lo que Dios tenía era un reino celestial que irrumpía en la tierra, que irrumpió en la persona de Jesús. Las expectativas que el pueblo judío tenía no acomodaban con la realidad de lo nuevo de Dios.
Nuestras expectativas muchas veces erramos en ellas. A veces por ejemplo, Dios nos dice, mi siervo, mi sierva, te voy a usar en esto en lo otro, nos da una palabra específica y nos emocionamos tanto con esa palabra, y nos gozamos y entonces comenzamos a imaginarnos cosas, Dios va a hacer esto y lo otro y el ministerio y lo otro y lo otro, y a veces no prestamos ni siquiera atención específica a detalles de lo que Dios nos está diciendo, porque comenzamos a soñar en grande y no es malo soñar. Pero tenemos que soñar conforme a lo que Dios ha declarado. Cuando soñamos en un panorama diferente a lo que Dios ha dicho, entonces viene la frustración porque encontramos que lo que supuestamente Dios nos estaba diciendo, no se está cumpliendo, no es que no se cumplió es que mis expectativas estaban erradas. Dios dijo A y creí que era B y comencé a esperar el A y nunca llegó porque lo que llegó fue B y no lo reconocí y no lo identifiqué como le pasó al pueblo judío con el Rey de reyes, con el Señor de Señores, cuando irrumpió en este mundo con su reino para traernos bendición y vida eterna.
Lo que Dios va a hacer es nuevo en relación a nuestra experiencia, pero sus planes ya estaba determinado. En su anticipado conocimiento Dios conoce todo, ante nuestra relación como seres humanos que somos, y nuestra relación con el Señor, lo que Dios va a hacer es nuevo para nosotros pero Dios ya conoce todo, ya su plan como arquitecto, el mejor arquitecto que tenemos, ya su plan está diseñado y a veces él nos permite ver hasta cierto punto. A veces nos permite ver un poquito más allá y a veces la meta final es todavía más grande y nos deja ver apenas un panorama de esa meta final. Nos va mostrando a veces poco a poco sea que identifiquemos a plenitud y con certeza ese plan de Dios o no, simplemente veamos por espejos puramente, como quiera tenemos que caminar hacia el propósito de Dios tratando de avanzar y avanzar hacia lo nuevo que Dios tiene para nosotros.
Para eso también además de ubicar nuestras expectativas correctamente tenemos que renovar nuestras mentes. Romanos Capítulo 12, versículo 2 nos habla de que no nos conformemos a este siglo sino que nos renovemos por medio de nuestro entendimiento, nos habla de la mente, y en el contexto en Romanos, Capítulo 12 está hablando de la adoración del Señor, de nuestra entrega, de nuestro servicio que nos presentemos al Señor como un sacrificio vivo, santo, agradable a Dios. Pero ese mismo principio de no conformarse al mundo en este caso, habla de no conformarse a este siglo, se refiere al mundo, a los principios de este mundo, sino que debemos vivir en santidad, ese mismo principio yo quiero que hoy lo apliquemos a que no nos conformemos a esos patrones donde nos atrincheramos y no tenemos una mente elástica suficiente para estire y se expanda para entrar en lo nuevo de Dios y que su espíritu se derrame como he dicho y lo repito intencionalmente, y que su espíritu se derrame y que Dios se mueva con lo nuevo que trae con toda libertad. Tenemos que renovar nuestra mente, tenemos que renovar nuestras ideas y nuestros conceptos de tal manera que lo nuevo de Dios acomode en un odre nuevo. Tenemos que tener también apertura al Espíritu Santo.
Si el nuevo pacto y lo nuevo que Dios trajo comenzó con ese Espíritu Santo siendo colocado en el interior nuestro, muy diferente a lo antiguo, al antiguo pacto, donde el Espíritu Santo simplemente venía y ministraba a través de una persona y luego se iba, si comenzó de esa manera, si nuestra salvación comenzó de esa manera, si nuestro caminar en el Señor comenzó con la presencia del Espíritu Santo, el Espíritu Santo no se ha ido, ni se irá de nuestro interior, sino que desea llevarnos al próximo paso que Dios tiene para nosotros.
El vino nuevo desea ser derramada, Dios desea derramarlo en nuestros corazones a través de la obra de su Espíritu Santo. No hay cosecha, no puede haber cosecha. Yo sé que ustedes saben esto, yo lo sé, no puede haber cosecha si no hay mover del Espíritu Santo. No puede haber cosecha nueva, fruto nuevo, vino nuevo si el mover del Espíritu Santo no sigue avanzando. Y con esto no estoy diciendo que aquí no hay mover del Espíritu Santo, estoy diciendo lo próximo, vuelvo a enfatizar, que Dios traer, que Dios tiene para este pueblo.
Que más podemos decir en esta tarde. Los resultados de echar el vino nuevo en odres nuevos son que permitimos que lo nuevo llegue y se deje ver en nosotros, y al dejarse ver bendice a otros. Los resultados que el vino nuevo se eche en odres nuevos, podemos mencionar, en primer lugar, que lo que tu tienes de Dios, esa bendición tan grande fluye, tu no la puedes contener y contagias a otros. Se deja ver impactando otras vidas. Resultados que el nuevo vino sea echado en odres nuevos, viviremos vidas victoriosas y fructíferas.
Y vivir vidas victoriosas y fructíferas no implica que no pasemos por circunstancias difíciles, pero en medio de las circunstancias estamos en victoria, en medio de las circunstancias ese vino nuevo que ha sido depositado en nosotros en estos odres nuevos fluye y el Espíritu Santo nos fortalece para vencer cada día.
Las Escrituras dicen en Isaías 43, “... he aquí yo hago cosa nueva pronto saldrá a la luz, no la conoceréis, otra vez abriré camino en el desierto y ríos en la soledad....”
Cuando hay vino nuevo en nuestro corazón aún en el desierto, se florece, aún en el desierto hay aguas abundantes, porque el vino de Dios está en nuestro interior. Lo imposible, Dios lo hace posible. Alcanzamos otras vidas para el Señor, nuestro caminar, nuestro mover todo lo que hacemos bendice a otros, pero también cuando permitimos que ese vino nuevo sea echado en odres nuevos encontramos que el Espíritu Santo se derrama de tal manera que aún mayores prodigios y señales ocurren en nuestras vidas a través de nosotros y en medio de nosotros.
En las Escrituras se nos prometió que aquellos que siguiéramos al Señor muchas cosas y señales ocurrirían, echarían fuera demonios, hablarían nuevas lenguas, tomará en la mano serpientes y nada nos dañará, diferentes señales que Dios quiere hacer en respaldo a la palabra predicada, no que la palabra no sea suficiente por sí misma, pero aquellos que no creen por la palabra, van a creer por las obras. Y no solamente eso, las obras que Dios hace: milagros, sanidades y prodigios, Dios las hace porque es un Dios de misericordia. Y cuando tenemos ese vino nuevo de Dios en nosotros, tiene que fluir para extender la misericordia a otras vidas.
Hace muchos años atrás estando yo embarazada me dio piedra en un riñón. Aquello era un dolor peor que el de parto, yo ya había tenido otro parto anteriormente, yo sabía lo que era eso, era un dolor horrible. Y ya yo llevaba 3, 4 días con la condición y un día estoy sentada en le balcón de mi casa y yo había orado, Señor, quítame esto que tengo que hacer. Y estoy en el balcón de mi casa y le digo al Señor, mira, Señor, yo te voy a pedir que me sanes por tu amor y por tu misericordia porque este dolor es demasiado fuerte. Yo fui al Señor diciendo, yo sé que tu eres un Dios de amor, yo sé que tu eres un Dios de misericordia, en otras palabras, a lo mejor yo no tengo un arrebato de fe para reclamar sanidad ahora, pero por cuanto tu eres quien tu eres, por favor sáname. Voy al baño y la piedra salió inmediatamente.
Vino nuevo, Dios quiere derramar para que cosas como esta ocurran en nuestras vidas y ocurran en nosotros y también para bendecir a otros. Pero también dentro de lo que implica sanidades, quiere contarles otro testimonio. Esta mañana nos acompañaba una hermana llamada Matsie y la vez anterior que yo vine unos meses atrás, estaba quedándome con mi hermana Milagros, y ella también estaba allí. La conocí por primera vez, no sé nada de ella, estábamos orando y estoy orando por ella y Dios me lleva a colocar mis manos sobre su corazón, y al declarar sanidad, palabra de sanidad sobre su corazón, yo no conozco ni me estoy inventando nada, yo estoy haciendo lo que Dios me está indicando. Y resulta ser que ahora cuando regreso ella me cuenta que ella tenía una condición, tenía, del corazón. Cuando Dios me lleva a orar, ella sabe que es el Señor porque yo no conozca de su condición. Cuando ella regresa creo que fue a su país, unos meses después, va al médico y el médico le dice, tu estás sana, no tienes nada.
Señales y prodigios, porque el vino nuevo está en nuestras vidas y el vino nuevo se quiere derramar en medio nuestro. Pero también hay otras señales que quizás no nos gustan mucho pero yo las quiero mencionar por algo, no sé por qué el Señor quiere que las mencione, pero las tengo que mencionar.
Cuando están pasando todas estas cosas, estas bendiciones, este avance de Dios, estas cosas que Dios hace como ocurrió en la iglesia en sus inicios, también pueden ocurrir cosas que nos puedan sorprender. En los inicios en la iglesia mientras la iglesia se extendía y había bendición, gozo, cantando himnos al Señor, predicando la palabra, señales y prodigios, comienzan los hermanos a suplir las necesidades unos de los otros y en cierta ocasión una pareja llamada Sananías y Safira decidieron vender una propiedad que tenían y ponerla a los pies de los discípulos para ayudar a los que estaban en necesidad y no se pusieron de acuerdo. No se pusieron entre ellos dos de acuerdo, vamos a venderla en tanto. Pero resulta ser que luego cuando la venden y van a llevar la ofrenda a los Apóstoles decidieron quedarse con una parte. Ellos podían quedarse con una parte, decirle, mira, Pedro originalmente la íbamos a vender en 10 y la vendimos en 10 y queríamos dar los 10 pero tenemos una necesidad y te vamos a dar 8. Pudieron haber hecho eso, pero mintieron al Espíritu Santo de Dios y el hombre cayó muerto y cuando la mujer viene, porque entraron uno primero y otro después, y entonces Pedro confirma que ella también había mentido y cayó muerta.
Con esto yo no estoy asustando a nadie, pero yo quiero decir algo: en este mover de Dios cuando inclusive pueda venir gente a querer hacer daño. No estoy diciendo, venir, fíjese venir, no estoy hablando de aquí, si Dios hace lo que haga, yo no le deseo mal a nadie, pero cuando Dios te termina derramar la bendición que él tiene, y se quiere colar el enemigo para dañar, Dios hace como quiere hacer.
Solamente una advertencia para estar pendiente para lo que viene. En cierta ocasión también, en el Antiguo Testamento encontramos que Coré junto con otras personas de su casa y seguidores, estaba en el servicio a Dios igual que Moisés, igual que Aarón, tenía cierta tarea en el Señor, en término de servicio a Dios, no igual a la Moisés y a la de Aarón. Parece que entraron celos, o algo pasó con él y con los de su casa y un grupo ahí, y ¿qué ocurrió? Comenzaron a murmurar en contra de Aarón y de Moisés, y a tal grado fue la murmuración que Moisés presenta a todos delante de Dios y le dice, reúnanse en tal lugar y vamos a ver aquí quién es el que está sirviendo al Señor, en otras palabras. ¿Y qué ocurrió? La Escritura dice que ocurrió algo nuevo. La tierra se abrió y tragó a los de Coré y a los que le seguían.
Vuelvo y digo, eso no está pasando aquí. Lo que les quiero decir con esta ilustración es que en este avance de Dios cuando quieran venir estorbos de afuera, de la índole que sean, Dios se va a ocupar de hacer lo que tenga que hacer, pero el avance de Dios va a seguir, así que, iglesia, no te sorprendas. Iglesia, no te sorprendas de los milagros que Dios haga sea de una índole o de la otra.
Lo nuevo de Dios tiene que avanzar en este lugar y no debe ser detenido, dice el Señor. lo nuevo de Dios tiene que avanzar y no debe ser detenido. Dispuestos a que nuestros odres se mantengan nuevos, tenemos que disponernos a que nuestros odres, nuestras mentes y nuestro corazón se mantengan nuevos y frescos para todo lo que Dios tiene.
Procuremos alcanzar ese vino nuevo que Dios tiene para nosotros. Puestos en pie, por favor.
Te adoramos, Señor, te adoramos, Dios, bendito eres, Señor, bendito eres, oh Dios. Vamos a elevar una oración al Señor mientras está la melodía de fondo.
Primero vamos a orar al Señor presentándonos cada uno individualmente, lo que somos y si usted ha identificado que en algún momento en su vida, usted ha cegado su mente a lo que Dios quiere para usted, dígale Señor, aquí estoy, quiero tener elasticidad en mi mente y en mi corazón para lo que tu quieres hacer. Y quiero avanzar para lo que tu tienes para mí. Y luego entonces vamos a estar orando como iglesia, como congregación:
Padre, en esta hora nos presentamos ante tu presencia o continuamos ante tu presencia, Señor, y te decimos, oh Dios, y te pedimos hasta perdón, Señor, por haber cerrado nuestra mente y nuestro corazón a lo que tu tienes para nosotros, al avance a lo próximo que tu tienes para nosotros, para mi vida, Señor. En esta hora te digo, Señor, quiero avanzar, abro mi mente, abro mi corazón a ti, has conmigo como te plazca pero quiero avanzar en tus propósitos, Señor.
Y ahora Señor, nos presentamos como un solo pueblo delante de ti, y te decimos, Señor, queremos avanzar en aquello que tu tienes para nosotros, queremos avanzar en ese nuevo paso en lo próximo, queremos salir de cualquier patrón, si hay alguno donde nos hemos encajonado y atrincherado y te decimos, queremos movernos al patrón que tu traes que acomoda a lo nuevo. Queremos ser como iglesia un odre nuevo para todo lo que tu tienes, Señor porque tu dijiste que tu deseas, o que tu traes vino nuevo sobre este pueblo, Señor. Aquí estamos, Señor. Aquí estamos, oh Dios.
Entonemos un cántico por favor y mientras la melodía está sonando vamos a orar por las personas que están enfermas, por favor, vamos a seguir las instrucciones, solo las personas que están enfermas, cualquier persona que necesite oración por sanidad vamos a estar ministrando, los líderes o las personas que usualmente ministran, yo quiero que oren conmigo, no solamente que estén ahí acompañando, sino que oren conmigo, que me ayuden en la oración, mientras la música está, pueden pasar aquellos que necesitan la oración.
Ministerio de Matrimonios : Diferencias y deseos del Hombre y la Mujer
Hombre y Mujeres buscamos y deseamos algo diferente pero por desconocimiento y motivados por nuestros mejores sentimientos le damos a nuestra pareja lo que deseamos recibir.
Necesidades y deseos del hombre:
NECESIDAD SEXUAL
AMOR
RESPETO
ATENCION
ADMIRACION
AUTORIDAD Y LIDERAZGO
AFIRMACION
LIBERTAD PARA TOMAR DESICIONES
APOYO
APRECIO
ANIMO
CONFIANZA
COMPROMISO
TIEMPO PARA ESTAR A SOLAS O CON AMIGOS
HONESTIDAD Y TRANSPARENCIA
INTIMIDAD ESPIRITUAL
Necesidades y Deseos de la Mujer:
AMOR
COMUNICACION
ROMANCE
RESPETO
VALORACION
SEGURIDAD
LIBERTAD PARA EXPRESAR OPINIONES
APROBACION
COMPRENSION
APOYO
TIEMPO JUNTOS
HONESTIDAD Y TRANSPARENCIA
RESPONSABILIDAD
INTIMIDAD ESPIRITUAL
INTIMIDAD SEXUAL
Emanuel = Dios contigo, siempre
TRANSCRIPT
A la palabra del Señor en el Capítulo 28 de Mateo, versículo 20. hay un versículo bien sencillo, unas palabras del Señor conocidas. La segunda parte de ese versículo 20 de Mateo 28 dice: “... y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo...”
¿Cuántos pueden decir amen a eso? Quiero que digan conmigo, y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, todos los días, hasta el fin del mundo. Amen. Esa palabra es para ti, mi hermano, mi hermana en esta mañana y yo quiero que se grabe ese concepto del Dios que está con nosotros, el Dios con nosotros.
De nuevo buscando un tema para mi presentación de esta mañana, mi meditación de esta mañana, me cruzó rápidamente por mi espíritu como un rayo bien, bien claro, ese texto que yo acabo de leer con ustedes. Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.
Esa es la palabra para ustedes, mis hermanos, y para mí en esta mañana. Esa es la palabra del Señor, la promesa del Señor. Recíbela ahora en el nombre de Jesús. El Señor te dice a ti, individuo y te dice a ti, congregación León de Judá, he aquí yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo.
El Señor quiere que nosotros sepamos que él está con nosotros, que su compañía no nos deja y que su ojo, sus ojos están sobre ti, están sobre tus hijos, está sobre tu cuerpo mismo, está sobre los órganos de tu cuerpo, está sobre tus finanzas, está sobre tu trabajo, está sobre tus aspiraciones, está en medio de tus luchas, está en medio de los temas persistentes de tu vida, la mirada del Señor, la presencia del Señor está contigo.
Y él quiere que tu recuerdes eso. si te sientes en esta mañana un poco afligido, dudoso, triste, abrumado, con preocupaciones, quizás con dificultades financieras, sientes dudas acerca de tu futuro en este país, o tienes preocupaciones acerca de tus hijos o tu familia en Latinoamérica o en África o en Europa, de dondequiera que tu vengas, el Señor te dice en esta mañana, he aquí yo estoy contigo, todos los días hasta el fin del mundo.
Ese es un pasaje maravilloso, la verdad es que cuando yo me puse a meditar en él y decir, bueno, cómo abordo yo ese texto, cómo le saco provecho al texto. Hay tantas maneras según uno comienza a meditar en él.
Lo primero que me impacta acerca del texto es simplemente ese contraste, esa complementación entre todos los días y el fin del mundo. Todos los días me recuerda a mi de lo cotidiano, lo diario, lunes, mañana, cuando tu regreses a tu trabajo, el Señor te dice, yo estoy contigo el lunes por la mañana, y el martes también, y el miércoles también. Cuando estés en la fábrica o en el nursing home donde trabajas, o en el restaurante donde lavas platos o sirves o cocinas, o en la oficina, o en el negocio, o donde sea en la escuela, donde estés estudiando, el Señor dice, yo estoy contigo, yo camino contigo, yo estoy ahí en tu negocio. Yo estoy ahí en el salón de clases contigo. Yo estoy en la oficina mientras tu luchas con los deberes y las responsabilidades. Estoy en el camión cuando manejas en la carretera, estoy contigo todos los días y hasta el fin del mundo.
Ese es un concepto muy sublime, ¿no? Porque todos los días es el diario vivir. Uno se levanta y toma un café y come un pedazo de pan o un cereal, lo que sea, y se va al trabajo, pero también esa idea del fin del mundo cuando la historia cese. El Señor dice, yo estoy con vosotros también allí, y estaré con ustedes en el interino, en todo momento yo estoy con vosotros.
Y hermanos, nosotros tenemos que hacernos conscientes cada día de ese hecho, de que el Señor Jesucristo está con nosotros cada día. Esa es la fuente de nuestro poder, esa es la fuente de nuestra esperanza y nuestra vitalidad. Es el hecho de saber que Dios está con nosotros, cuando salimos, cuando entramos. Yo creo que eso es una de las grandes diferencias del cristiano, es que nosotros tenemos esa idea de un Dios presente, un Dios inmediato, un Dios personal, un Dios que me conoce, un Dios que me ha formado en el vientre de mi madre.
Dice que Dios formó los órganos internos de nuestro ser y embrión vieron tus ojos, dice la Biblia, el Señor ha estado allí presente desde antes de la concepción de nuestra vida, ya el Señor sabía quiénes éramos y está con nosotros, nos acompaña en todo momento. Y esa idea del Dios inmediato, el Dios personal, el Dios presente es un distintivo del cristianismo, del Evangelio, ese Dios personal que yo le puedo orar si me duele la cabeza, o si tengo un cáncer, él está conmigo. Sea para algo pequeño, sea para algo grande, sea para que me lleve a tiempo a una cita médica o de trabajo porque hay un tapón en la 93, yo puedo apelar a mi Dios y él no va a decir, no, esa petición no califica porque no es lo suficientemente importante. El Dios que tenemos es un Dios para todos los días, es un Dios para toda situación.
Y hay muchos textos que me vinieron entonces a la mente y comencé a desglosar esta idea del Dios que está con nosotros. yo quiero, esa preposición, con, quiero darle énfasis en esta mañana. Esta idea del Dios conmigo, el Dios contigo y las implicaciones de ese hecho de que Dios está con nosotros, está conmigo, qué implicaciones tiene eso, prácticas para la vida.
Mire, por ejemplo, una de las primeras cosas, en el mismo libro de Mateo, Evangelio según san Mateo en el Capítulo 1, la misma naturaleza de Jesucristo es estar con nosotros. ¿Qué nombre se le dio, uno de los nombres de Jesús es cuál? Emmanuel, ¿y qué quiere decir el nombre Emmanuel? Dios con nosotros, 1:23 Mateo:
“.... y llamarás su nombre Emmanuel que traducido es Dios con nosotros....”
De paso, recuerdan que yo decía acerca de Jesucristo Dios como una de las grandes doctrinas, que yo voy a estar visitando de vez en cuando esas doctrinas grandes de la Escritura, que hay grupos que se llaman cristianos que niegan la deidad de Jesucristo. Mire aquí cómo se le llama a Jesús, Dios con nosotros. Que expresión más clara de la divinidad de Jesús que esa. Cuando Cristo nació se hizo una realidad el hecho más que nunca que Dios está con nosotros, su nombre mismo refleja su deidad, pero más todavía y práctico para nosotros, refleja el hecho de que él está.
Es decir, la misma encarnación, el fenómeno de la encarnación, la venida de Dios y su hechura como hombre, sugiere ese hecho de que él está con nosotros. Esa es su naturaleza misma, eso está en su esencia. No es estar allá en el cielo separado de la historia y del hombre, de la naturaleza. Lo hermoso de Dios es que él está profundamente involucrado con la historia. Él no es la naturaleza, hay teologías o religiones que hablan de la inmanencia de Dios en el sentido de que Dios es la piedra, Dios es el animal, Dios es el agua o el cielo o la luna, no, Dios no es esas cosas, pero está en ellas. ¿Me entiende? Dios las creó y está eminentemente envuelto, involucrado en el mundo que él ha creado, continuamente y eso el Señor les recordó a sus discípulos cuando él iba a ascender ya presto para terminar su ministerio terrenal, resucitado, listo para ser tomado y llevado al cielo, él dijo, y he aquí yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo.
Y eso es un recordatorio que él les dejo. Y vamos a ver dentro de un momento por qué él escogió ese momento en particular para recordarles a ellos que él iba a estar con ellos, con los discípulos y que por lo tanto también está con nosotros.
Se me ocurre otro pasaje también donde el Señor le dice a los discípulos, hey, alégrense de que yo me voy porque hasta entonces yo estaba con ustedes, pero ahora voy a estar en ustedes. Mire si la presencia de Dios es profunda en la vida de sus hijos que no solamente está contigo sino que está dentro de ti para que no se vaya a escapar por allí en un frenazo que tu diste en la 93 o un arrancón demasiado rápido y que él se quede atrás, no, él está dentro de ti así que donde tu vas él tiene que ir también contigo. El Señor está en ti y por lo tanto está contigo dondequiera que tu vayas. Di amen en el nombre de Jesús.
Hay tantos pasajes así preciosos. Se me ocurrió Isaías 41, un versículo que yo tengo aquí escrito en mi propia mano, que yo creo que se lo he dicho antes y si lo tengo aquí en mi Biblia continuamente. Isaías 41, versículo 10 dice, “ no temas porque yo estoy contigo”. “....No temas porque yo estoy contigo, no desmayes porque yo soy tu Dios que te esfuerzo, siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia....” Amen.
Que bella promesa del Señor, ¿no? Es como que Dios sabe que el simplemente decirme, yo estoy contigo, eso es suficiente. Si Dios está conmigo yo no necesito más nada, déjenme decirles. Es como que Dios dice, mira, si yo estoy contigo no te preocupes si te voy a ayudar, si no te voy a ayudar, si te voy a dar, si no te voy a dar. Yo estoy contigo, tu tienes todo lo que tu necesitas. La mera presencia de Dios en nuestras vidas ya significa que nosotros tenemos todo lo que necesitamos para las demandas de la existencia, para los retos de la vida.
Y esa es la gran herencia del Hijo de Dios, el hecho de que como resultado que tenemos a Cristo en nuestros corazones, que tenemos a Cristo como nuestro salvador, él está con nosotros, él está. Una cosa va con la otra, si tu eres un hijo de Dios, Dios está contigo y no debes dudar de eso jamás.
Miren el versículo 1 de Isaías 43, es más el comienzo mismo de Isaías 43. que bueno es tener su Biblia porque usted puede seguir, ¿verdad que sí? Aunque también tenemos aquí la ayuda del Internet, pero dice:
“Ahora así dice Jehová, creador tuyo – ve, como Dios es tu creador, eso tiene una implicación bien seria acerca de eso en relación con Dios – creador tuyo, oh Jacob y formador tuyo, oh Israel, no temas porque yo te redimí, te puse nombre, mío eres tu. Dice, cuando pases por las aguas yo estaré contigo....” Gloria al nombre del Señor.
Cuando pases por las aguas, eso es cuando pases por la angustia, las aguas son, ya tu sabes cuando está llegando el agua al cuello, yo estaba pensando dónde está el salvavidas para que me saque de aquí lo más pronto posible. Cuando hay problemas en la vida, cuando hay preocupaciones, cuando la renta hay que pagarla y el cheque no ha llegado todavía, y hay demasiado mes para el dinero que te queda y tu no sabes de dónde va a venir la respuesta.
Cuando pases por las aguas, el Señor dice, no te preocupes, yo estaré contigo. Yo estaré contigo y si por los ríos no te anegarán cuando vengan las tribulaciones fuertes así de que te va a arrastrar ya la corriente, y te va a llevar y parece que no hay esperanza ya, y dice, no te preocupes, los ríos no te van a hundir, no te van a ahogar.
Cuando pases por el fuego, no te quemarás, cuando la prueba ya se ponga al rojo vivo en tu vida y ya te hayan declarado sin esperanza y que no hay solución para ti, el Señor dice, no te quemarás ni la llama arderá en ti, porque yo, Jehová, Dios tuyo, el santo de Israel soy tu salvador. Gloria al nombre del Señor.
Yo estaré contigo. Esa es la promesa de los hijos de Dios. Hay un pasaje que dice asimismo, no lo tengo conmigo pero dice, y esta es la herencia, esta es la herencia de los hijos de Dios. El hecho de que Dios está con nosotros. Así que si tu eres un hijo de Dios, una hija de Dios, si tu estás en Cristo Jesús, si tu tienes a Cristo como el mediador de tu vida, si tu estás conectado al Internet divino, Dios está contigo. No te tienes que preocupar de si está o no está, él está contigo y eso, mi hermano, mi hermana te debe dar ánimo para emprender cualquier cosa en la vida. El hecho de nosotros cultivar siempre el sentido de la presencia de Dios.
Sabe qué hay tiempos en que uno como que se mete tanto en los afanes de la vida que uno como que pierde un podo el sentido de la presencia de Dios, ¿si o no? Como que a veces uno pasa un tiempo y deja de orar, y deja de buscar el rostro de Dios y vienen los afanes de la vida, el trabajo y las luchas, nos metemos en proyectos y situaciones, y viene también a veces tiempos de enfermedad o de dificultades económicas o lo que sea, y como que decae un poco nuestra búsqueda de Dios, esas prácticas que nos mantienen. Porque hay que cultivar el sentido de la presencia de Dios, hermanos, eso no viene automáticamente. Déjenme decirle que eso se le va a uno en un instante, en dos o tres días si usted no busca de Dios, la mente es la cosa más traicionera del mundo, se empolva la sensibilidad hacia el Señor y se cubre con una capa de polvo y que no permite que la electricidad, que haya conexión con los cables divinos. Y entonces usted como que decae un poco en su sentido de la presencia de Dios.
¿Qué tiene que hacer usted en ese momento? ¿Saben qué? Meterse un ayunito por allí o sacarse unas tres, cuatro horas para buscar más de lleno del Señor, trancarse en un cuarto, decirle a los muchachos que se comen una lata de ravioles o lo que sea, pero hoy yo voy a buscar el rostro del Señor y voy a llenarme otra vez de la presencia, voy a cargar las baterías, voy a recordar que Dios está conmigo.
Porque hay que, cuando uno está consciente de que la presencia de Dios está con nosotros, eso es lo que nos da ánimo. Por eso es que la vida cristiana no se puede vivir de domingo en domingo dependiendo de una carguita allí rápido el domingo a vapor. Uno tiene que estar buscando su bendición todos los días, hermanos. Uno tiene que estar revisitando la presencia de Dios porque esa conexión con la presencia de Dios en nuestras vidas, eso es lo que nos da ánimo y valor para emprender las cosas de la vida. Cultivar el sentido de la presencia de Dios, de que Dios está conmigo y entonces como él está conmigo, yo puedo emprender en el nombre del Señor todo lo que yo desee, todo lo que yo necesite en la vida, sea un nuevo negocio, un futuro matrimonio, una carrera, una movida, lo que sea, tu tienes que asegurarte.
¿Qué le dijeron los hebreos a Moisés? Asegúrate de que Dios vaya con nosotros, que Dios esté contigo. Y creo que fue el mismo Moisés que dijo, si tu no vas con nosotros no nos saques de aquí. Nosotros tenemos que saber que Dios va con nosotros dondequiera y tenemos que cultivar eso. Dios quiere que tu sepas que él está contigo porque si tu sabes que él está contigo es como tu tener dos guardaespaldas ahí de 6 pies con 8 detrás de ti. Tu sabes que tu puedes acometer cualquier cosa porque tienes allí un respaldo. Asimismo tu tienes uno que mide más que 6 con 8, mide la extensión del universo, que es infinita. Y él está contigo, él quiere ser usado a tu favor.
Yo recuerdo, pensaba en eso y recuerdo mi madre que era una mujer que vivía embargada con el sentido de la presencia de Dios en su vida y por eso yo creo como ella sabía que Dios estaba con ella, mis recuerdos más gratos y más inspiradores de ella son de cosas que ella emprendió que parecía imposible que una mujer como ella, que no había hecho grandes estudios y era una mujer humilde, sencilla, pudiera emprender, y sin embargo las emprendió y Dios siempre la sacó con victoria. Porque ella tenía esa seguridad de que Dios estaba con ella y entonces ella se atrevía a hacer cosas locas.
Yo recordaba esta mañana una vez en la República Dominicana una tía mía que había dado a luz y usted sabe todas esas cosas de las familias hispanas, no estaba casada con este señor y tuvo una hija, una bebé que ya es una mujer casada y todo esto, hace muchos años atrás, y este hombre, ella llevó a la niña a la República Dominicana donde estaba este señor, el papá de la niña en un campo allá de República Dominicana, y la dejó por un tiempecito con él en ese campo. Él no podía venir aquí a Estados Unidos y ella regresó a Estados Unidos, se enfermó aquí y el hombre al fin de cuentas dijo que no la iba a soltar a la niña, y la tenía escondida en un campo de República Dominicana y había dicho en forma muy clara y muy amenazante que nadie se atreviera a quitarle esa niña a él porque él no la iba a entregar.
Y mi mamá fue a República Dominicana y todo el mundo le advirtió, Toñita, no vaya a ese lugar porque son gente peligrosa allí, y esa familia controla todo ese campo donde está la niña. Un sitio alejado de la ciudad, muy aleado de la ciudad. Y mi mamá estuvo allí levándose más bien de lo decía la gente y con mucho temor porque mi tía no podía, no estaba en condiciones de poder hacer nada al respecto y mi mamá casi regresa de República Dominicana a Estados Unidos sin ver a la niña ni hacer nada al respecto. Pero un par de días antes de que ella regresara de la República Dominicana, Dios puso en su corazón que ella quería ir al campo ese y le iba a hablar a este hombre, y sentía que el Señor tenía algo que iba a hacer en esa intervención.
Y mi mamá le pidió a mi cuñado, que le decimos Pucho, él se llama Juan Ramón, pero le decimos Pucho de apodo, y le dijo, Pucho, llévame al campo ese porque yo quiero hablar con ese hombre. Y Pucho le dijo, doña Toñita usted sabe que esta gente son gente peligrosa, eso es un campo allá muy aislado y ese hombre no es cosa fácil y yo no quiero meterme allí a correr un peligro como ese. Pero mi mamá insistió y Pucho finalmente asintió y se fue con ella con temor y temblor a ese campo recóndito de República Dominicana. Y allí llegó mi mamá con Pucho, según me contaba ella la historia, y él siempre respaldaba todos los detalles, llegaron ya anocheciendo a ese campo alejado allá en la República Dominicana y allí se orientaron, llegaron al sitio donde vivía este hombre que no los recibió con cara muy amistosa, de paso. Y mi mamá se sentó con este hombre y como Dios siempre le había dado a ella una gracia especial, que podía mezclar la firmeza con la bondad y la mansedumbre y mi mamá razonó con este hombre y entre otras cosas le dijo, mire, esta niña es una ciudadana norteamericana así que no se meta con el gobierno norteamericano, ellos pueden hacer cualquier cosa y esto y lo otro. Pero también le habló de que esa niña en ese campo no tenía mucho futuro, pero que en Estados Unidos con su madre podía tener un futuro y que hiciera lo que era correcto como padre para esa niña.
El caso fue, hermanos, que terminando ya el día, ya oscuro, mi madre regresó con esa niña a Santo Domingo y la pudo traer a Estados Unidos para que se reuniera con su madre. Y yo recuerdo que Pucho siempre que se contaba esa historia, con asombre decía, mire, yo nunca vi una cosa parecida, yo nunca me hubiera atrevido a ir a ese lugar como doña Toñita, le decía, se atrevió.
¿Qué era lo que le daba a mi madre esa fortaleza? Era el sentido de que Dios estaba con ella. y así como ella hizo esa proeza, así hizo muchas otras en su vida y yo creo que uno de los legados que ella nos dejó a nosotros como familia fue precisamente ese sentido de que Dios está con nosotros y que por lo tanto no importa cuán serio sea el problema, cuán grande sea la lucha, cuán difícil sea el reto, nosotros podemos emprender cosas grandes porque Dios está con nosotros. Con nuestro Dios nosotros podemos hacer proezas, hermanos.
Si una mujer sencilla como ella, con relativamente poca educación, no era un genio espiritual, no tenía estudios teológicos, no tenía dinero, podía hacer tantas cosas que bendijo a tanta gente, tu puedes hacer mucho más inclusive. Si tu cultivas el sentido de la presencia de Dios en tu vida, si tu sientes que Dios está contigo, que él está allí como poderoso gigante, como dice la palabra de Dios, que él te respalda, que él camina contigo, cuando tu sales de tu casa en ese frío de diciembre o febrero aquí en Boston el Señor va contigo a tu lugar de trabajo. Él está contigo en tus luchas y en tus tribulaciones.
Hay cinco cosas que yo voy a relatar rápidamente en las cuales Dios está con nosotros y que tenemos que tener siempre bien en cuenta. Primeramente ya he señalado esto y lo voy a simplemente a aislar y reforzarlo un poquito. Dios está contigo en el diario vivir, en las tareas cotidianas de la vida, en el day to day stuff of life, en los asuntos normales, cotidianos, sencillos, consuetudinarios, no sé cómo decirlo más claramente, simplemente en la sencillez de la vida. Dios no está con nosotros solamente en las grande crisis, en las grandes tribulaciones y en las grandes luchas, Dios está con nosotros simplemente cuando entramos y salimos, cuando estamos en una conversación, cuando estamos ganándonos el cheque del viernes, cuando estamos cocinándole a los hijos o bregando con el papeleo de la profesión. El Señor está con nosotros, ahí en ese momento cotidiano, aburrido, sencillo, sin mucho esplendor, Dios está contigo, fortaleciéndote y llenándote.
Pensé en José, miren en Génesis, Capítulo 39, como José fue beneficiado de la presencia de Dios en su vida. Usted sabe que José fue un hombre que pasó por grandes tribulaciones y luchas, fue vendido por sus hermanos, Dios estaba con él desde el principio, Dios tenía un propósito para la vida de José y Dios estaba con José. Sus hermanos lo vendieron porque, déjenme decirte que la presencia de Dios contigo no dice, no implica que no vas a pasar por problemas y tribulaciones. ¿Estamos claro en eso, verdad? Dice cuando pases por el fuego, no te quemarás. No es que si vas a pasar por el fuego o que no vas a pasar por el fuego, no, cuando pases, cuando pases por las aguas no te anegarás.
Y José, Dios estaba con él desde niño pero fue vendido por sus hermanos, sin embargo en Génesis 39, versículo 2 dice:
“... más Jehová estaba con José...”
Tu ves, pueden venir luchas en tu vida, reversos, persecuciones, la gente se puede poner en contra tuya, pero tu tienes siempre que decirte no, pero más Jehová está conmigo. Y eso te debe dar fuerza para tu espigarte otra vez y en vez de estar ahí como una florecita caída y muerta, tu te levantas otra vez, y dices, voy a seguir adelante, voy a seguir la batalla. ¿Por qué? Porque Dios está conmigo.
Entonces, mire esto: “... y fue varón próspero y estaba en la casa de su amo, el egipcio, y vio su amo que Jehová estaba con él y que todo lo que él hacía Jehová lo hacía prosperar en su mano....”
Todo lo que él hacía, ahí yo veo la vida cotidiana. Todo lo que José emprendía, si lo mandaban a comprar algo venía con dos bolsas en vez de una que era lo que se esperaba. ¿Por qué? Porque Dios estaba con él. Si lo ponía a hacer una comida, esa comida sabía sabrosa porque Dios estaba con él. Si lo ponía a administrar su dinero, el dinero como que mágicamente se multiplicaba y rendía porque Dios estaba con él. Entonces hermanos, mire lo que pasó:
“.... así halló José gracia en sus ojos y le servía y él le hizo mayordomo de su casa y entregó en su poder todo lo que tenía y aconteció que desde cuando le dio el encargo de su casa y de todo lo que tenía, Jehová bendijo la casa del egipcio a causa de José y la bendición de Jehová estaba sobre todo lo que tenía, así en casa como en el campo...”
Y este hombre no muy lento ni perezoso dejó todo lo que tenía en manos de José. ¿Por qué? Porque él sabía que si Dios estaba con José y José estaba metido en algo, pues Dios iba a estar en ese algo.
¿Ve? Y eso es algo que yo siempre he creído hermanos, ¿saben qué? Esta nación es bendecida porque hijos de Dios están en ella. Nosotros somos levadura de la tierra, somos sal de la tierra, somos luz del mundo. Donde nosotros vamos va la presencia de Dios con nosotros. Recuerda que tu tienes derecho a creer que Dios está bendiciendo tu vecindario porque tu estás en él, porque la presencia de Dios está contigo. Dios bendice tu trabajo porque tu estás en ese trabajo.
Yo creo que ni nosotros cultiváramos más ese sentido de la bendición activa de Dios porque yo soy un hijo de Dios y porque estoy tocando el ambiente donde yo me muevo, Dios se movería con más poder sobre nosotros. Lo que pasa es que muchas veces nosotros no cultivamos ese sentido activo de la presencia de Dios con sus implicaciones de prosperidad, bendición, fruto para nuestros ambientes. Yo creo que este vecindario ha sido bendecido entre otras cosas porque León de Judá llegó a él hace 10 años atrás. Y yo creo que la comunidad general a la cual nosotros pertenecemos con nuestras diferentes nacionalidades y culturas está siendo bendecida porque hijos de Dios que van a esta congregación y a otras congregaciones cristianas están en esos lugares bendiciendo con su presencia.
Ahora, yo creo que nosotros tenemos que cultivar, porque mucha gente no cultiva ese sentido de la presencia de Dios y por eso Dios no se mueve. Usted ve, uno tiene que estar consciente de la presencia de Dios y uno tiene que cultivarla porque eso entonces le da a uno más poder, no es que Dios no esté si tu no estás consciente de ella, pero la presencia de Dios se mueve con más poder cuando tu cultivas el sentido de la presencia de Dios. Pide cada día por eso que es buscar de Dios, buscar de la palabra del Señor, buscar del tiempo de oración para que se renueve tu conciencia de que Dios está contigo. Yo trato de nunca ascender a esta plataforma sin estar cargado del sentido de la presencia de Dios conmigo. Yo no podría ministrar subiendo simplemente aquí como si fuera una rutina cotidianamente. Eso me da miedo a mi, hermanos, uno tiene que ministrar con la seguridad y la conciencia, Dios está conmigo en este momento. Dios me va a abrir camino, Dios me va a abrir paso, Dios me va a dar la palabra, Dios me va a dar la unción que yo necesito.
Y así en el trabajo, dondequiera que tu estés, cada día recuerda el Señor está contigo en las cosas cotidianas de la vida, tu trabajo, tu lucha con tus hijos, en todas las cosas, Dios está contigo.
Y Dios estaba con José y por eso Dios lo prosperó. La gente se da cuenta cuando una persona tiene el toque de Dios, la gracia de Dios en su vida. Entonces, Dios está con nosotros en las tareas cotidianas pero Dios también está con nosotros cuando lo servimos a él, en el servicio cristiano Dios está con nosotros. Dios nos llama a testificarle a otros de Jesucristo, muchos estamos sirviendo en nuestra congregación como maestro, como instructores de niños, como hujieres, en la alabanza, en diferentes ministerios el Señor ha querido que nosotros sepamos que cuando servimos al Señor hay una unción especial que reposa sobre nosotros. Nosotros no servimos al Señor en las fuerzas humanas, eso no es suficiente. Es la unción de Dios, por eso el Señor Jesucristo les dijo a los discípulos, no se vayan de Jerusalén hasta que no sean investidos de poder. Y cuando reciban el Espíritu Santo entonces iré y me seréis testigos.
Recuerda, nunca trates de servir al Señor a menos que tu no estés lleno de la presencia del Señor. Todo lo que tu hagas, sea sencillo o grande, para el Señor siempre asegúrate de que Dios esté allí muy presente contigo y que tu mente esté conciente y tu corazón de la presencia de Dios, que lo que tu hagas lo emprendas con Dios, en Dios.
Un ministerio cuando es dirigido por una persona que está consciente de la presencia de Dios en su vida y cree que Dios lo ha llamado y que cultiva esa conciencia de la presencia de Dios, es un ministerio que va a prosperar, sea de hujieres, sea de lo que sea, algo sencillo, cuando un hujier hace un trabajo de sentar a una persona, o entra en su función un domingo por la mañana, debe siempre cargarse de la presencia de Dios y decir, Señor, que cuando mi mano toque que una persona para recibirla o le hable a alguien para que ceda su asiento o lo que sea, que tu estés conmigo también, que tu vayas conmigo y tu cultiva eso.
Emprende, cualquier cosa que tu hagas para el servicio de Dios, con una conciencia pesada de que Dios está contigo y eso te va a prosperar y te va a bendecir grandemente.
La tercera categoría de la presencia de Dios con nosotros es que Dios está con nosotros en los problemas de la vida, en los retos de la vida, en las dificultades de la vida, en las pruebas que nos vienen inevitablemente a la existencia. Dios está con nosotros.
Mire Segundo de Crónica, la vida del rey Ezequías es muy instructiva al respecto. Ezequías fue un hombre que sirvió al Señor, amó a Dios, fue fiel al Señor, hizo muchas cosas para que su reinado reflejara la gloria de Dios. Pero llegó un momento en la vida de Ezequías que un rey muy poderoso, el rey Zenakerib invadió el reino de Israel y Zenakerib llegó con todo su ejército y rodeó a Jerusalén y este rey se jactaba de que ninguno de los dioses de las otras naciones que habían confrontado su ejército, habían podido proteger a ninguna de esas naciones. Y se mofaba de los hebreos porque Ezequías había dicho que no adorarán a ningún otro Dios sino a Jehová solamente. Y él le tiró eso en cara a Ezequías mientras rodeaba su ciudad.
Y Ezequías animó al pueblo de Israel a que confiaran en su Dios. y mire aquí dice en el versículo 5, Segundo de Crónicas 32:6 dice:
“... y puso capitanes de guerra sobre el pueblo y los hizo reunir en la plaza de la puerta de la ciudad y habló al corazón de ellos....”
Es decir, Ezequías le habla al corazón de su pueblo para que no se dejen intimidar por este gran problema que tienen encima, este rey poderosísimo que está rodeando a Israel y que parece que no hay manera de que puedan vencerlo.
Dice, versículo 7 “ ... habló al corazón de ellos y les dijo, esforzaos y animaos, no temáis ni tengáis miedo del rey de Asiria ni de toda la multitud que con él viene....”
Ve, esa es la cosa, cuando tu sabes que la presencia de Dios está contigo, eso debe infundirte ánimo, valor, confianza para acometer las situaciones difíciles de la vida. dice:
“... porque más hay con nosotros que con él, con él está el brazo de carne...”
Mucha gente solo tiene los recursos humanos, el dinero, la influencia, la posición, la inteligencia humana.
“... con él está el brazo de carne, más con nosotros está Jehová, nuestro Dios para ayudarnos y pelear nuestras batallas....”
¡Aleluya! “.... más con nosotros está el Dios, nuestro Dios para ayudarnos a pelear nuestras batallas...”
Mi hermano, cuando tu te encuentres en situaciones difíciles, una de las cosas que la crisis va a querer hacer en tu vida es borrarte la conciencia de la presencia de Dios y que tu te enfoques en la crisis y te enfoques en el problema y en la lucha y en la dificultad y que dejes de confiar en el Señor, que te desanimes, que decaigas en la oración, en el servicio al Señor, en la lectura de la palabra y tu tienes que decirte, no, es cierto, estoy pasando por un problema, es difícil la situación, pero Dios está conmigo y yo me voy a animar y voy a emprender la tarea, voy a seguir adelante, voy a seguir confiando.
Dice que cuando el pueblo escuchó este ánimo que les daba Ezequías tuvo confianza en las palabras de Ezequías, rey de Judá. ¿Y saben lo que pasó finalmente? Dice la Biblia que milagrosamente, misteriosamente un ángel del Señor caminó por el campamento del rey Zenakerib, lo dicen varios libros, no solamente el libro de Segundo de Crónicas sino el libro de Isaías también creo que lo menciona, el ángel de Jehová destruyó a todo el ejército de Zenakerib, porque Zenakerib se enorgulleció tanto de insultar al Señor y yo creo que eso fue lo que provocó que Dios lo atacó y lo mató con una, dice que cuando Zenakerib regresó avergonzado a su tierra porque su ejército había sido destruido, dos de sus hijos lo mataron a él mientras adoraba en el templo a su Dios.
Porque es que cuando usted se mete con los hijos del Señor usted tiene problemas serios. Cuando los hijos del Señor se llenan de la presencia de Dios suceden cosas, como dice el corito. Nosotros, tenemos, hermanos, que batallar nuestras batallas con la conciencia de la presencia del Señor. no nos dejemos intimidar por los problemas de la vida, peleemos con la conciencia de que Dios está con nosotros.
Dos cositas más, hemos visto que Dios está con nosotros en las tareas cotidianas, cuando servimos al Señor, cuando tenemos problema y también yo creo que hay tiempos en que vienen no solamente un problema, sino viene como un tiempo de problemas, es como una mala racha, creo que es así que se le dice, una racha de problemas que nos vienen, un ventarrón de esos que dejan todas las langostas, esos insectos encima de la tierra y como que comienzan a comerse la tierra y no sabemos cómo deshacernos de ella. Viene una estación casi de problemas y pasamos por semanas y meses y el sol no sale.
Es como estos días que la lluvia ha estado ahí continuamente, cayendo un día tras otro. Y así pasa en la vida del hijo de Dios, a veces vienen tiempos de carencia, tiempos de dificultades, yo sé que para algunos de nosotros estos tiempos de recesión y de dificultad ha sido penoso, algunos hemos perdido casas o hemos tenido dificultad de diferente tipo financieras, se han perdido trabajos, ha habido tiempos secos, y en esos tiempos largos uno como que también va decayéndose. De hecho, el Apóstol Pablo habla de cuando venga el día malo, ¿recuerdan? Cuando venga el tiempo de la aflicción a la vida.
Hermanos, ¿saben qué? Ese es el tiempo para tu recordar que Dios no se ha ido de tu vida. Él dijo, yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo, él no puso allí asteriscos, por si acaso, si estoy de buen humor, no, él dijo, todos los días hasta el fin del mundo. A veces el sol tu no lo puedes ver, pero tu sabes que el sol está allí, está simplemente cubierto por las nubes. A veces la vida va a impedir que tu sientas y veas la presencia de Dios, pero tu tienes que saber, no, Dios está allí.
Y cuando esta racha de dificultad termine yo voy a estar, como dice el Apóstol Pablo, parado, firme, habiendo pasado el día malo, habiéndome acorazado con la armadura de Dios. Hay veces que cuando viene el ventarrón lo que tenemos que hacer es cerrar bien las ventanas, ponerle un 4 x 8 a cada ventana o a la puerta y que ruja el viento y venga la tempestad y cuando salga el sol, pues abrimos la puerta otra vez y salimos y celebramos de nuevo.
Hay tiempos en que lo único que tu puedes hacer, mi hermano, mi hermana, es apretar los dientes y decir, Dios está conmigo y agarrarte ahí hasta que pase la tormenta, meterte en el basement de la presencia de Dios, asegúrate que lleves una buena Biblia y que leas allí mientras ruje el viento alrededor de tu casa, quédate ahí metido hasta que pase el tiempo malo. Agárrate de todo lo que Dios te ha dicho, todas las promesas que te ha dado, repítelas, óralas, confiésalas y cuando el diablo se canse de tirarle piedras a tu casa, el Señor va a decir, ok, ya pasó, te tienes que ir, mi siervo, mi sierva ha sido fiel, ahora viene la bendición. Porque Dios bendice a los hijos de Dios cuando son fieles al Señor.
Cuando pasamos por las dificultades, los problemas matrimoniales, las luchas con los hijos, y oramos y oramos y oramos y como la viuda insistimos al Dios justo que nos haga justicia, y Dios dice, por cuanto has creído en mí, te has mantenido, yo te bendigo ahora y te doy mucho más de lo que perdiste.
Tan importante, hermanos, cuando viene el día malo, cuando vienen las rachas de dificultad, agárrese con uñas y dientes de las promesas del Señor. Él dice yo estoy contigo todos los días hasta el fin del mundo.
Y finalmente Dios está con nosotros también en nuestros esfuerzos de superación. Lo he puesto de esa manera, nuestros esfuerzos de superación, cuando queremos hacer algo no solamente a la defensiva, peleando con algo malo, sino cuando vamos a emprender algo bueno en nuestras vidas. Cuando vamos emprender un nuestro trabajo que va a demandar más de nosotros, o vamos a un programa de estudios y no nos sentimos cómodos, que no tenemos la destreza quizás que se requiere, o cuando vamos a abrir un negocio. Una hermana esta mañana me entregó una tarjeta de su nuevo negocio y el negocio es Emmanuel, precisamente. Yo dije, ah, precisamente de eso voy a predicar. Pues esa hermana yo le pude decir, mira ese nombre cree que Dios te está diciendo, Dios está contigo en ese negocio que estás emprendiendo. Dios te bendice y tu puedes creer, Dios está conmigo en ese negocio que yo voy a emprender.
Es tan importante hermanos que cuando nosotros emprendamos cosas nuevas sepamos que Dios está con nosotros. Les dejo con un último pasaje, Deuteronomio 31, versículos 6 al 8 donde ya el pueblo de Dios está presto a entrar a la tierra prometida, se abre delante de ellos un gran camino, una gran nueva era de sus vidas. Han estado 40 años en el desierto, ahora les espera algo bien grande allí, muy bueno, es un cambio de vida radical para la nación pero también tienen gente que va a pelear contra ellos y que va a querer impedir que ellos entren en esa herencia que el Señor les ha dado. Y miren cómo les habla Moisés a Josué y al pueblo, porque ellos van a emprender algo grande, bueno, noble, hermoso, lleno de futuro y de promesa y:
“... llamó Moisés a Josué y le dijo en presencia de todo Israel, esfuérzate y anímate porque tu entrarás con este pueblo a la tierra que juró Jehová a sus padres que les daría, y tu se la harás heredar. Dice aquí, en versículo 8, y Jehová va delante de ti, él estará contigo, no te dejará ni te desamparará, no temas ni te intimides....”
Me gusta eso, hermanos “... no temas ni te intimides...” ¡Aleluya!
“... no temas ni te intimides”. Dile a tu hermano que está al lado tuyo, no temas ni te intimides. Ok. Asimismo hermanos, es una doble advertencia y un doble llamado. No temas ni cojan miedo ni siquiera. Ok. Ni te intimides.
Es decir, hermanos, en el corazón del hijo de Dios no hay ni siquiera, no debe haber lugar ni siquiera para un pellizquito de duda ni de temor. Nosotros tenemos que emprender nuestras cosas. Dice la palabra que en Dios todo es sí y amen. Y nosotros tenemos que entender que ese Dios que está con nosotros él nos permite, hermanos, emprender cosas grandes en la vida.
Yo le digo a los que están batallando con un vicio, con una dificultad en sus vidas, no temas ni te intimides, Dios te puede dar la victoria. Una persona que está tratando de perder peso, no temas ni te intimides, Dios está contigo. Una persona que está considerando un programa de estudios, no temas ni te intimides, Dios está contigo. Una persona que está contemplando un cambio en su vida de algún tipo, no temas ni te intimides. Alguien que está pasando por una dificultad en este tiempo en su vida, un problema financiera, lo que sea, de trabajo, de vivienda, no temas ni te intimides porque Dios está contigo. Él va delante de ti. Créelo en el nombre del Señor en esta mañana. ¡Aleluya!
Vamos a llenarnos de esa conciencia de la presencia de Dios. Póngase de pie en el nombre de Jesús y crea, sea lo que sea, yo no sé qué está delante de ti, qué tierra tu tienes delante de ti. Hay un río en el medio, un río Jordán que impide que tu entres a esa tierra prometida. El diablo muchas veces arroja cosas en nuestro camino para que no entremos en todo lo que Dios tiene, y Dios te está diciendo, mira, no te atemorices por ese río crecido que está delante de ti porque yo tengo poder para abrir ese río para que tu pases en seco. No se te van a mojar esos zapatos que te compraste. Yo voy a asegurarme que una gota de agua caiga sobre ellos, vas a pasar en seco para entrar en la bendición que yo tengo para ti. Créelo en el nombre de Jesús en esta mañana.
Llénate del sentido de la presencia del Dios que está contigo. Dios está conmigo. Si Dios está con nosotros, quién contra nosotros, dice la palabra del Señor. ¡Aleluya!. Oh pueblo de Dios, cree que Dios está contigo. El mero hecho de que tu eres un hijo de Dios a través de Cristo Jesús ya te garantiza la compañía del Señor. Podrás tener tus dificultades, podrá haber inconsistencias en tu vida, pero mira, yo quiero decirte que mientras tu te agarres de Cristo Jesús, el Señor no te dejará ni te desamparará.
Si fuera asunto de perfección yo creo que ninguno de nosotros podríamos aspirar a la presencia de Dios, esto es la fidelidad del Señor, no la fidelidad nuestra. Todo está en que nosotros creamos en el Cristo que nos ha llamado y que nos ha dicho, yo estoy contigo todos los días hasta el fin del mundo.
Cuando tu salgas por esa puerta vas a salir a batallar con los gigantes, vas a volver a tu situación cotidiana, di dentro de ti, el Señor está conmigo todos los días. Dios está conmigo. Cuando yo llegue a mi negocio, a mi oficina, a mi casa, al comedor del restaurant, donde se lavan los platos, o lo que sea, di, aquí entra el Señor conmigo, aquí entra la presencia de Dios en este lugar porque yo soy un hijo de Dios, una hija de Dios y la presencia del Señor va conmigo.
Hijo de Dios llénate de esa seguridad en esta mañana, cultívalo ahí mismo en tu espíritu, di, Señor gracias porque tu estás conmigo. Yo recibo el toque de tu presencia en esta mañana, yo recibo renovación para mis fuerzas aunque tenga dificultades, aunque ande por valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno porque tu estarás conmigo. ¡Aleluya! Tu estarás conmigo, santo es el nombre del Señor. Gracias, Jesús. Te adoramos.
God is with you. Have no fear; you must dare to undertake great things in the name of the Lord. You must dare to look at the future with great hope and great confidence because the Lord has said; I am with you every day until the end of time. I will be with you in the fire, I will be with you in the storm, I will be with you when the waters threaten to overwhelm you, I will be with you in the midst of difficulty when the enemy comes to you like a wall, that cannot be resisted. The Lord says I am with you, and the fact that the Lord is with you, means that nothing can stand against you, nothing can prevail against you, not even yourself, not even the difficulties in your life, not even the inconsistencies in your life, not even the defects in your character can stand between you and the blessing of the Lord. Now, you must hold on the Jesus Christ, you must be faithful to him, you must seek him, you must make sure that you are aware of the fact that he is your Lord, he is your savior, and you must confront any situation with that certainty that God is with you and that he walks with you every day of the week in every situation of your life. Do cultivate that sense of the presence of the Lord and walk in that confidence, walk in that vitality that comes from knowing that the Lord of the universe is with you, so I bless you in the name of Jesus Christ this morning.
Les bendigo en el nombre de Jesús. Confiesa que Cristo está contigo en esta mañana, confiésalo, gracias, Señor. Gracias, porque estás conmigo, gracias porque vas conmigo. Gracias porque tu presencia me sigue. ¡Aleluya! Yo bendigo a este pueblo, padre, y te pido que lo llenes con el sentido de tu presencia. Alabado sea el nombre de Jesús. Gloria al nombre de Jesús. Gracias Señor. Te bendecimos. Alaba el nombre del Señor. Antes de salir de aquí cultiva la presencia de Dios, vete cargada tu batería con la presencia del Señor. Te amamos, Padre, te bendecimos, Señor. Gracias Jesucristo, gracias, gracias, Señor. Te adoramos, te bendecimos. Alabado sea el nombre de Jesús. Amen.