SERMONES

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Que nuestra fe nunca muera

14 de junio del 2010 - Por Myrza Marilys Lassús

Génesis 12:10-20

En ese entonces, hubo tanta hambre en aquella región que Abram se fue a vivir a Egipto. Cuando estaba por entrar a Egipto, le dijo a su esposa Sarai: «Yo sé que eres una mujer muy hermosa. Estoy seguro que en cuanto te vean los egipcios, dirán: "Es su esposa”; entonces a mí me matarán, pero a ti te dejarán con vida. Por favor, di que eres mi hermana, para que gracias a ti me vaya bien y me dejen con vida.

Cuando Abram llegó a Egipto, los egipcios vieron que Sarai era muy hermosa. También los funcionarios del faraón la vieron, y fueron a contarle al faraón lo hermosa que era. Entonces la llevaron al palacio real. Gracias a ella trataron muy bien a Abram. Le dieron ovejas, vacas, esclavos y esclavas, asnos y asnas, y camellos. Pero por causa de Sarai, la esposa de Abram, el SEÑOR castigó al faraón y a su familia con grandes plagas. Entonces el faraón llamó a Abram y le dijo: « ¿Qué me has hecho? ¿Por qué no me dijiste que era tu esposa? ¿Por qué dijiste que era tu hermana? ¡Yo pude haberla tomado por esposa! ¡Anda, toma a tu esposa y vete!» Y el faraón ordenó a sus hombres que expulsaran a Abram y a su esposa, junto con todos sus bienes.

Esta historia es simple y clara. Hay hambre en Canaán y Abram se va a Egipto con toda su gente para poder sobrevivir. Saraí su esposa, era preciosa y llamaba la atención. Llegaron a Egipto y Abram tomó miedo y le dijo a ella que mintiera y dijera que era su hermana. Así que cuando entraron a Egipto, rápido se supo de la hermosura de Saraí y entonces Faraón la mandó a buscar. Por ella ser la “hermana” de Abram, Faraón le bendijo a él con regalos.

No pasó mucho tiempo cuando el mal llegó a la casa de Faraón y cuando la verdad se supo. Entraron diferentes plagas que afectaron al palacio por causa de Saraí. Y ahí Faraón confrontó a Abram y lo ordenó a que se fuera. Faraón no quería nada de Abram, por eso lo mandó que se fuera con TODO lo que tenia; esto incluía los regalos ya dados por el Faraón.

Vemos aquí a un hombre que había oído la voz de Dios, se había ido de la tierra de su padre por lo que Dios Jehová le había dicho y flaqueó en su fe. Al Abram mentir y flaquear en su fe, en su confianza en Dios, no solamente peca, sino que también expone a su familia por causa de su falta de fe.

En estos últimos meses el Señor me ha hablado, me ha demostrado cuantas cosas, cuantas opiniones, cuantas ideas tenemos que son 100% erróneas. Estando en el evangelio o mejor dicho, asistiendo la iglesia por tantos años, no veía lo que Dios quiere de nosotros. Miramos, pero no vemos. Podemos estar en la iglesia 100 años y si no vemos lo que Dios espera de nosotros, nunca entenderemos Sus caminos.

Abram dejó que el hambre venciera. Dejó que las circunstancias de la vida dictaran su camino. Abram mintió por salvar su vida. Tuvo miedo. Si miramos textos anteriores, Dios le había prometido a Abram que de él saldría una nación (Ge. 12:2). No hace mucho me vi perdida, como sin rumbo y sin esperanza. Emocionalmente destruida. Me sentí como el profeta Jeremías sin paz, sin fuerzas y sin esperanzas en Jehová (Lam. 3:17-18). ¿Por qué yo estaba tan turbada, tan preocupada, tan perdida?

Así como Abram, ando en un camino de cambios, de revelación y de nuevo conocimiento. Como Abram, he salido de “mi tierra y mi parentela” (mi comfort zone), para ir a la tierra que Dios tiene para mí. ¿Cuál era mi comfort zone? No sé, no estoy clara. Lo que sí sé es que ahora veo muchas cosas que antes no veía o no quería aceptar. Y esto le pasa mucho a los cristianos, nos vienen situaciones a nuestras vidas, sean nuestra culpa o no, y comenzamos a cuestionar la voluntad de Dios. Comenzamos a dudar de la provisión de Dios. Hacemos como Abram, mentimos. Nos mentimos a nosotros mismos diciendo que no hay solución y el temor llega a nuestras vidas.

Dios cumple sus promesas. El es fiel. Dios no miró a Abram que mintió, pecó. Miró al hombre de fe, el hombre que amaba a Dios, que temía a Dios. La misericordia de Dios no depende de nosotros sino de Él. Él es Dios Soberano. (Rom. 9:14-18). El no nos paga por lo que hemos hecho, sino según Su misericordia (Sal. 103:8-14).

Aún dentro de la mentira de Abram y su falta de fe, Dios usó eso para Su plan. Abram salió de Egipto lleno de riquezas y más bendiciones. Así cumpliéndose la promesa en él.

Estos procesos y cambios en mi vida me han enseñado que:

1) Tengo que tener fe en el Señor en todo. Si caemos tan pronto viene la prueba y la dificultad, ¿qué ejemplo le damos al no creyente de nuestra fe? Si decimos tener fe, tenemos que mostrarlo (Santiago 2:17-26). Que nuestra falta de fe no traiga tropiezo o pecado a los que nos rodean.

2) Las pruebas y las dificultades nos enseñan la verdadera voluntad de Dios en nuestras vidas. Muchas veces nos llenamos de miedos sin fundamentos. No creemos en la Palabra que nos dice que Él nos fortalece (Fil. 4:13); que Él nos suplirá con todo lo que necesitamos (Fil 4:19); que Él nos da paz cuando ponemos todas nuestras preocupaciones en sus manos (Fil. 4:6-9). La voluntad de Dios es que nos apartemos para Él (1 Tes. 4:3); que demos gracias a Dios en todo (1 Tes. 5:18) y que hagamos el bien para callar a los no creyentes (1 Pedro 2:15).

3) Por último, si queremos ver lo que el Señor tiene para nosotros, debemos de vivir en el espíritu. (Gal. 5:22-23). Tenemos que rechazar todo lo que no es de Dios (Efesios 5:1-21) y no andar en la carne (Gal. 5:19-21).

Si flaqueamos en nuestra fe, negamos la Palabra y si negamos la Palabra, somos hipócritas. Así como Dios le mostró a Abram Su misericordia, así he visto la misericordia de Dios en mi vida. Dios le brindó abundancia y cumplió su promesa en Abram. Así Dios también nos puede bendecir y cumplir Su promesa en nosotros.

Que Dios nos llene de Su sabiduría y nos llene de Su paz para comprender cada paso que damos en nuestras vidas. Confiando que cada paso sea bajo Su voluntad, así cumpliendo Sus propósitos en nuestras vidas. Bendiciones.

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La adoración importa (Parte 2)

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Vamos a la palabra del Señor, Hechos, capítulo 16. Dijimos antes de hoy que queríamos dedicar todo el servicio y que bello espíritu de alabanza, a meditar sobre la adoración. Y yo quiero hacer una breve meditación sobre, yo llamo a este sermón, La adoración importa. Capítulo 16 del libro de los Hechos. Quiero solamente apuntar 3 ó 4 cosas importantes acerca de la adoración, por qué hoy hemos dedicado tanto tiempo a adorar a Dios y cómo la presencia del Señor se ha movido en medio de nosotros con tanta, tanta efectividad e impacto. Versículo 16, Hechos 16, versículo 16. Ya que estamos estudiando el libro de los Hechos, voy a extraer el texto base, de ahí mismo, de este libro y luego volveremos hacia atrás y no nos saldremos del libro de los Hechos. Porque hemos dicho que en todo lo posible vamos a mantenernos meditando. Y el libro de los Hechos en muchas ocasiones señala la importancia de la adoración como conviene a un libro que expresa la energía del Espíritu Santo en una manera tan gráfica y tan clara. Conocido pasaje del encarcelamiento de Pablo y Silas en Filipos, dice el 16:

“Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación….”

¿Sabía usted que los espíritus malos se especializan, van a la universidad de los espíritus y algunos salen de allí con un título de lo que sea, criminalidad, alcoholismo? Este espíritu tenía un doctorado en adivinación, y por esa esta muchacha reflejaba una capacidad para adivinar, le leía la mente a la gente, profetizaba. El diablo profetiza también, sabe? Y ese espíritu le daba una destreza especial. Hay dones diabólicos y hay dones también divinos, espirituales. Ella tenía este espíritu de adivinación.

“…. El cual daba gran ganancia a sus amos…” -adivinando, la llevaban por la ciudad y la exhibían, le daba palabra. Quién ha oído alguna vez, no levante la mano, a un gitano por allí para que le lea la taza o las hojas de te o lo que sea, el Señor reprenda esa práctica, no. Un hijo de Dios no tiene lugar para estar en ninguna de esas cosas, ni el horóscopo y nada. No me diga que usted, alguien me preguntó, pastor qué signo es usted? Yo le dije, hermana, ya yo dejé eso hace tiempo. Interesantemente, yo soy leo de León de Judá. No voy a ir allí… pero usted no tiene que estar viendo nada de esas cosas. Nosotros creemos en el Espíritu Santo, él sí que nos da palabra. Pero esta gente llevaba a esta muchacha a diferentes partes de la ciudad adivinando, y les daba gran ganancia, gran dinero.

“…. Y esta siguiendo a Pablo y a nosotros, los que acompañaba a Pablo, daba voces, diciendo, éstos hombres son siervos del Dios altísimo quienes os anuncian el camino de salvación…”

Óigame, sabe usted que el diablo sabe que Cristo es el Hijo de Dios y el diablo conoce a los que sirven al Señor también. Sabe usted que el diablo sabe que le espera el lago de fuego y azufre, pero no se convierte a pesar de todo eso. Es malo. Satanás es malo. Está empedernido, no tiene la gracia de Dios en él y por eso no puede convertirse.

Esta muchacha en su espíritu mismo de adivinación le daba capacidad para discernir en Pablo su compañero que era siervo de Dios, pero como esa confesión salía de un espíritu inmundo, Pablo discernió ese hecho y su espíritu rechazaba esa declaración objetiva. Yo no creo que ella quería adorar al Señor con eso, sino como que estaba compelida y obligada por la fuerza del espíritu en ellos de señalar ese hecho.

Yo no sé si usted ha tenido ocasión, yo he estado en situaciones donde he estado bregando con gente endemoniada y los espíritus confiesan que Jesucristo es el Hijo de Dios, tienen que confesarlo. Lo odian y detestan pero ellos saben que Jesucristo es el Señor, y confiesan el poder de la sangre de Jesús también. Si algo me convence a mí del poder de la sangre es cuando un demonio lo confiesa, déjenme decirle.

Y esa muchacha estaba confesando eso, tenía que hacerlo. Dice:

“…. Y esto lo hacía por muchos días más desagradando a Pablo, por él discernió la naturaleza demoníaca de esa confesión, éste se volvió y dijo al espíritu, ‘te mando en el nombre de Jesucristo que salgas de ella’, y salió en aquella misma hora…”

Sabe lo que pasa? Que cuando el espíritu de Dios se manifiesta viene también la persecución y viene, eso es lo que decíamos, que donde está el espíritu de Dios, usted recordará un estudio que dimos hace tiempo, no solamente se manifiestan los dones, hay evangelismo efectivo, hay sanidades y milagros, hay profecías, sino que también hay persecución. Y mire lo que pasó aquí: cuando el espíritu se manifestó, esta muchacha fue sanada y liberada. Dice:

“… pero viendo sus amos que había salido la esperanza de su ganancia, prendieron a Pablo y a Silas y los trajeron al foro antes las autoridades y presentándolos a los magistrados dijeron, ‘estos hombres siendo judíos alborotan nuestra ciudad y enseñan costumbres que no nos es lícito recibir ni hacer, pues somos romanos’…”

Se pusieron muy patriotas de momento, saben? El dinero pone a la gente patriota enseguida y muy espiritual.

“… y se agolpó el pueblo contra ellos –azuzaron al pueblo-… y los magistrados rasgándole las ropas ordenaron azotarles con varas y después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel mandando al carcelero que los guardase con seguridad, el cual recibido este mandato los metió en el calabozo de más adentro… -el hombre tomó en serio la orden y los metió en solitario-…. Y les aseguró los pies en el cepo…”

¿Qué pasó? Los encadenó y les ató los pies en la mazmorra esta donde los metió. Pero mire qué interesante, dice:

“…. Pero a medianoche orando Pablo y Silas …” -qué hacían? Se quejaban de Dios, Señor, por qué tu permites que nos hagan esto si te hemos servido? Señor, si sacamos el demonio de esa muchacha ahora tu nos pagas permitiendo que nos azoten y nos metan a la cárcel. Eso es lo que nosotros hacemos cuando pasamos por prueba. Qué pasa? Nos quejamos de Dios. Pero Señor, si yo estuve en la iglesia el domingo y di mi diezmo, por qué ahora me botas del trabajo, por qué se me daña el carro, por qué se me acabó la gasolina en el medio de la ruta 93 y mira todos los carros aquí tocándome bocina. Padre, por qué tu permites esto. Nos quejamos y miramos las circunstancias en vez de mirar hacia Dios.

Pablo y Silas hicieron algo totalmente diferente, a pesar de su sangre que les corría, a pesar del dolor de los azotes, a pesar de la humillación, a pesar de no saber qué iba a suceder con ellos. Imagínense cómo se sentiría uno si le pasara esto que le ha pasado a ellos. No se crea, las cárceles en esos tiempos no tenían aire acondicionado, sabe? No tenían televisión a color con alta definición. Eran lugares terribles. Y yo me imagine que mientras sentían las patitas de las ratas encima de sus pies, encadenados, Pablo y Silas adoraban al Señor. Me imagino que con la sangre endureciéndose sobre los lugares donde habían azotado, ellos daban gloria y honra al Señor. Y qué sucedió cuando ellos escogieron mirar hacia arriba en vez de hacia abajo?

“…Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían y al instante se abrieron todas las puertas y las cadenas de todos se soltaron. Despertando el carcelero y viendo abiertas las puertas de la cárcel, sacó la espada y se iba a matar pensando que los presos habían huido. Más Pablo clamó a gran voz, diciendo, no te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí. Él entonces pidiendo la luz se precipitó adentro y temblando se postró a los pies de Pablo y de Silas, y sacándoles les dijo, ‘Señores, qué debo hacer para ser salvo?’….

Óigame que cambio de situación, eh? 180 grados. El hombre que estaba en total control de las vidas de estos misioneros, el hombre que los había azotado y los había metido en la última celda de la cárcel, ahora, se voltea la tortilla y ahora le está diciendo, qué tengo que hacer? Díganme.

Ahora, Pablo le salva la vida a él, lo salva de suicidarse. Eso es lo que pasa, hermano, cuando tu adoras al Señor, cuando tu te pones a tono con la dimensión del espíritu Dios cambia la situación. Ese es el poder de la alabanza. Ese es el poder de la adoración.

Óigame, se me ocurre ahora mismo, yo no hablé de esto esta mañana, pero, ahora mismo en esta nación todo parece como estar descrito aquí en la primera parte de ese relato. El diablo parece estar en control. La carne, el hombre, el orgullo, la arrogancia del hombre está en control en esta nación. El intelecto domina esta región.

Estaba leyendo en el Internet anoche, en DisneyWorld, que se supone que es el lugar donde celebra la familia, la inocencia, las cosas sencillas de la vida, este fin de semana, creo que es el primer fin de semana, o el fin de semana pasado, es el día para celebrar la homosexualidad y vienen 100.000 parejas y personas homosexuales pisoteando la inocencia, precisamente, en Disney.

El diablo es irónico, saben? El diablo es irónico. Y yo como les digo siempre, yo no tengo nada en contra de los homosexuales. Yo digo, hermanos, déjenme decirles de nuevo, si yo pudiera que todos ustedes se fueran de la iglesia y la iglesia se llenara de homosexuales buscando de Cristo, yo no lo pensaría dos veces. Yo los amo mucho, pero yo les diría, hermanos, búsquense otra iglesia que se queden ellos y llenen los asientos, sinceramente. Nada me honraría más que trabajar con mis hermanos y hermanas homosexuales y lesbianas. Cristo los ama y Cristo quiere redimirlos y Cristo dio su sangre por ellos. Yo jamás deshonraría a un homosexual burlándome de él o de ella, son gente digna de respeto la mayoría. Y muchos de ellos son más éticos que nosotros los cristianos, se los digo sinceramente. Pero están confundidos, están atados y están bajo el dominio de Satanás, y están haciéndose daño ellos y daño a los demás, y por eso el amor de Cristo nos compele a denunciar esto. Así que digo eso solamente para que entiendan.

Pero, uno mira esta nación y uno ve todo lo contrario, uno ve como que todo parecería estar oscuro, parecería que la iglesia está en el cepo, con los pies atados por cadenas, las manos, la boca con un tape plástico, de metal puesto sobre su boca y no puede anunciar el Evangelio, no puede dar la palabra.

Estoy leyendo un libro ahora de un autor James Davidson Hunter, creo que se llama, no recuerdo ahora, soy malo para los nombre muchas veces, profesor de religión en la Universidad de Virginia. Y este libro habla acerca de por qué nosotros no debemos lanzarnos a tratar de cambiar la cultura, por qué no debemos hablar de cambiar la cultura. Porque dice, es imposible, hay demasiados factores, es demasiado complejo. Se llama ‘To change the world’, si alguien quiere leerlo, ‘Cambiar el mundo’, es un título irónico. Y él da muchas razones, muy profundas, y por eso estoy leyendo el libro, por qué, yo concuerdo con muchas de las cosas que él dice, por eso me ha cautivado el libro, pero rechazo rotundamente su premisa de que por eso, por lo difícil que es, no debemos tratar de cambiar la cultura y cambiar el mundo.

Y parecería que es así, cuando uno mira esta nación, y uno ve que son las élites gubernamentales, financieras, culturales, intelectuales, científicas que controlan el mundo, y son eminentemente seculares. La iglesia parece como estar al margen, estar en el cepo, metida en lo profundo.

Qué va a cambiar esa situación? Cómo puede una situación totalmente sin esperanza, tétrica, que no parece abierta a cambios, cómo puede cambiar de la noche a la mañana? Con armas espirituales, alabando y glorificando en el nombre del Señor. Adorando en el nombre del Señor, suscitando la gloria de Dios que descienda sobre la tierra. Una iglesia que adora, una iglesia que declara el nombre de Cristo, una iglesia que vive la vida cristiana y que desata el poder de Dios.

Dios puede cambiar esta situación que estamos viendo en esta nación. Hermanos, yo me atrevo a decir de la noche a la mañana, con una visitación poderosa de su espíritu. Este escritor dice que una generación jamás será suficiente, se burla de otros que dicen que una generación, 20, 30 años, es más, yo creo hermanos, que en un día Dios puede cambiar todas las cosas, en un día si el Espíritu Santo visita verdaderamente a su pueblo. Yo sé que no lo va a hacer a través de ardides de hombres pero lo puede hacer a través del mover del Espíritu Santo, puede cambiar el ímpetu, por lo menos, el momentum del hombre secular diabolizado y puede cambiar las cosas y ponerlo en otro giro.

Y por eso es importante adorar al Señor. En un momento todo cambió en este pasaje. Y los que eran víctimas pasaron a ser protectores y salvadores. Los que eran impotentes pasaron a instruir a los que estaban en poder sobre cómo debían proceder para ganar la salvación y la vida eterna. Y yo digo, hermanos, que en una iglesia que adora como nosotros adoramos hace un rato, puede cambiar una nación. Si al Señor le place visitarnos con su poder y desatar la unción de Dios, Dios puede cambiarlo todo.

No dejemos de adorar al Señor, no subestimemos la importancia de alabar el nombre de Jesús en esta manera, que nuestra vida, que esta iglesia se caracterice… cuando Dios me dio esa visión del León de Judá, una de las cosas que representa Judá es la alabanza. La tribu de Judá es una tribu que adora, que alaba al Señor. Búsquelo en la Biblia, y el león es el rey de la selva, el león es el animal más real que hay en toda la mitología humana.

Y Cristo en este tiempo requiere ser adorado como Rey de Reyes y Señor de Señores, y la llave que yo creo que va a desatar el mover del poder de Dios es la alabanza, la adoración. Esa es la llave mágica que abre la presencia de Dios.

Y lo que pasó aquí fue que este hombre les preguntó qué debo hacer para ser salvo. A mí me gustaría ver esta cultura cambiar su giro y que se llenara las iglesias de gente diciendo, cómo podemos ser salvos, cómo podemos encontrar la salvación. Y que hubiera iglesias preparadas para guiarlo como guiaron Pablo y Silas a este hombre.

“… Y ellos dijeron ‘cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tu y tu casa. Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa y él tomándonos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas y enseguida se bautizó él con los suyos. Y llevándolos a su casa les puso la mesa y se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios…”

El Espíritu Santo me dice que aquí en este pasaje hay un paradigma. Esta es la segunda parte del sermón que yo prediqué esta mañana. Hay un paradigma aquí de cómo Dios cambia las cosas en un instante, que lo que parece imposible para el hombre, para Dios es absolutamente, como dijera yo, cómicamente fácil. Dios puede cambiar la situación de esta nación con un pueblo que lo adore, un pueblo que rete al diablo, que declare la gloria de Dios contra viento y marea, que se empecine en declarar, sí, Jesucristo es el Señor, Jesucristo es el Señor.

Eso fue lo que yo vi cuando yo tuve ese sueño de León de Judá mirando sobre la ciudad, sobre una manada de seres demoníacos, que cubrían todos rascacielos de la ciudad de Boston, desde donde yo estaba en la tierra yo apunté con mi dedo hacia el León de Judá que miraba sobre ellos con autoridad y dije tres veces, tu eres el Señor, tu eres el Señor, tu eres el Señor. Y nosotros estamos aquí en esta ciudad de Boston, en este lugar que yo creo que es un lugar mágico, este sitio aquí, este culto en la ciudad de Boston es como si yo fuera místico, yo diría que este lugar es como un botón, aquí hay algo especial, en este lugar, en esta zona. Por qué usted cree que esta zona está llena….

Sabe lo que me decían hace poco aquí en el tiempo de oración que tenemos aquí todos los días en este grupo 333, no 666, 333, es diferente, aquí, Chris Odow, él me decía que vino hace poco un médico de Boston Medical Center a orar con ellos, viene a un tiempo de oración aquí y les dijo, el mayor centro de abortos en toda Nueva Inglaterra está a una cuadra de nosotros, detrás del edificio donde vivía Gregory, ahí es el mayor centro de abortos de toda Nueva Inglaterra. Yo no sé si lo han cambiado también pero el mayor lugar para enfermos mentales, el Salomon Carter Fuller Center está también a dos cuadras de aquí.

Yo tuve un sueño hace años cuando nosotros apenas comenzamos a trabajar este edificio, donde…. El edificio estaba echo escombros, estaba vacío, estaba ahuecado, solamente había ladrillos en este lugar, en el sueño yo me vi que estaba en el basement de este edificio, que en ese momento era una mazmorra, el basement daba miedo. Usted ve el basement ahora y usted jamás imaginaría lo que había allí. Allí había una caldera que era un monstruo, hecha de hierro colado, que los arquitectos que cuando llegamos nos dijeron, miren, ni siquiera traten de sacar eso de allí, porque no van a poder. Métanle una pared alrededor. El hermano Mario Ulloa, diseñó una forma, y yo creo que en menos de medio día la desarmamos y la sacamos. Domamos el monstruo del basement de León de Judá.

Y era un lugar así, lleno de agua, se metía el agua continuamente. Bueno, un lugar feísimo. Entonces en el sueño yo me encontré, yo sabía que estaba solo, yo había entrado al edificio y había abierto con la llave que tenía, estaba solo el edificio y estaba en el basement. Pero de momento en el sueño yo percibí que había compañía, que había gente en el lugar y que estaban en el basement. Entonces yo me pregunté, pero cómo han entrado las personas si está cerrado el edificio? Y lo primero que yo vi fue en el sueño, una mujer, yo no sabía lo que era esta área del Southend, después entendí que este lugar es la concentración más grande de centros de trabajo social.

Aquí están, en esta área está el centro mayor para gente deambulante, el Pine Street Inn. Es el mayor centro para gente deambulante en todo Estados Unidos. No se si ahora hay más grande, pero ese es el primero y el más grande de todos. Está el primer, a nuestro patio aquí, está el primer centro de refugio para mujeres que han sufrido violencia y que Rosie’s Place, conocido nacionalmente, ahí mismo en nuestro patio, un centro inmenso para mujeres abusadas y sin hogar. Están algunos de los centros para tratamiento de adicción más grande en toda Nueva Inglaterra, aquí mismo. Estaban unos hospitales que servía y todavía sirve a los pobres, que es el Boston Medical Center, se ha mejorado muchísimo pero era un sitio donde usted no quería ir si tenía un accidente o le pasaba algo. Estaba uno de los centros más grandes de licor, era Blanchards, que gracias a Dios lo convirtieron ahora en una farmacia que vende medicina. Que lindo, ¿verdad? Antes vendía licor y ahora venden medicina y cosas para mejorar el pelo y para sanarse uno en vez de para enfermarse. Gloria a Dios por eso.

Y hay uno de los lugares más grandes también donde se reúne gente para de aquí ser llevados a la isla, no recuerdo, Long Island donde van cientos y cientos de gente sin hogar para dormir, pasar la noche y después regresan aquí, los lanzan por toda la ciudad en el resto del día hasta la noche y los vuelven a tomar ahí mismo también. Usted los ve en Albany con Massachusetts Avenue.

Entonces yo vi de momento cuando …. Yo no sabía nada de eso porque estamos apenas todavía comenzando a entrar en el vecindario este, estamos hablando del año 1994 para serle preciso. Entonces yo estoy en el basement y yo les dije que iba a ser breve…. Voy a terminar, porque esta es la segunda parte. Quieren que continúe o me callo? Estoy siendo coqueto.

El caso es que veo, digo, pero si yo estoy solo aquí, entonces se materializa frente de mí, o a una cierta distancia, una mujer alta, delgada, con el pelo hecho pasta, paja. Usted ha visto la persona cuando no se han lavado el pelo durante semanas y semanas, se le pone como si fuera paja, se le pega, una redecilla más o menos. Veo yo esta mujer con el pelo así y con una mirada vacua en la distancia simplemente y mal vestida y viene caminando hacia mí como si no me viera. Y yo entendí que era un espíritu de locura lo que había en ella. Y esta mujer viene caminado hacia mí, yo me lleno de pánico dentro del sueño, comienzo a hablar en lenguas y ella viene, hace así, y pasa a través de mí y sigue caminando, como si yo no existiera.

Y entonces volteo la mirada y veo a un hombre sumamente obeso sentado en un lazy chair, una silla bien gruesa, bien cómoda, pero estaba deshecha la silla, pero era una silla de esas que las llaman lazy chair, era una silla para holgazanes, quizá alguno de ustedes tiene una de esas en su casa frente al televisor. Y ese hombre sumamente obeso con una mirada de total hastío y sin propósito en la vida, sentado allí en ese asiento, simplemente con una encarnación de la falta de significado y de propósito en la vida. Y sentí que había también un espíritu como de fracaso que se había posado sobre este hombre y que simplemente no había futuro para él.

Y de momento el lugar se llenó de personas alrededor de mí y yo vi diferentes tipos de espíritus caminando. Y entonces yo entendí en mi mente que estos espíritus no se daban por enterados de que aquí había un edificio, para ellos la tierra era una gran plaza y ellos simplemente caminaban y ellos circulaban alrededor de este lugar, estaban simplemente caminando de un sitio para otro como si fuera un parque o una plaza inmensa. Y este edificio no tenía materialidad para ellos, ni les impedía moverse. Yo entendí entonces que estábamos como en un centro de infección.

Después de eso yo entendí, supe que aquí estaba lleno de adictos a drogas, alcohólicos, gente con problemas emocionales y mentales, y entendí lo que era este lugar, esta área aquí. El Southend es conocido por todas esas cosas. Ahora se ha gentrificado y hay gente de todo tipo pero cuando nosotros nos metimos aquí todavía es un sitio muy complejo. Están los ricos y están los desechados de la tierra. Están los dos aquí en este lugar, conviven.

Entonces yo creo que por alguna razón Dios escogió este lugar para que aquí su nombre fuera exaltado y adorado. Así que entienda que usted habita, usted está en un lugar muy interesante por decirlo así. y que nuestra adoración tiene una cualidad muy significativa, porque es una adoración que es contra los poderes del diablo. Es una adoración de guerra como el león. Esta es una congregación que Dios la ha llamado para ser una congregación de guerra. Por eso es que usted tiene que vivir a la altura de su llamado. Esto no es aquí para jugadores de golf, esto no es para gente que le gustan los picnics, esto es para gente guerrera.

Si usted no está viviendo como un guerrero, no está viviendo a la altura de su llamado, de su herencia. Por eso es que Dios quiere gente, óigame, gente que ponga la vida donde ponen la boca. Dios no quiere gente simplemente de boca, hablando, hablando, adorándole, levantando manos y después viven como les da la gana o no están haciendo lo que tienen que hacer para el Reino de Dios.

Dios quiere que tu vivas como un guerrero, una guerrera. Tu eres realeza, tu eres gente noble, tienes que vivir a la altura de tu llamado. Tu estás en un lugar santo. Yo me atrevería a decir, como le dijeron a Moisés, quita las sandalias de tu pie porque el lugar que pisas santo es. Esto es un lugar santo. Este lugar tiene propósito, este lugar Dios lo ha escogido, esta congregación Dios la ha escogido para algo. Y por eso cuando nosotros adoramos al Señor, cuando exaltamos el nombre del Señor, yo creo que Dios nos ha llamado para cambiar las circunstancias. Nuestra alabanza cambia la situación.

Esta nación está bajo los poderes del diablo. La iglesia de Jesucristo está como estaban Pablo y Silas, aprisionada, amordazada, impedida de moverse. Pero una cosa nosotros podemos hacer y es adorar y glorificar el nombre de Dios. Nosotros podemos decir, tu eres el Señor, tu eres el Señor, tu eres el Señor por encima de los principados y las potestades, Cristo reina. Cristo está sobre su trono.

Y nosotros podemos poner presión sobre el Reino de los Cielos, si cabe la expresión, para que el Señor envíe tiempo de refrigerio sobre su pueblo, para que el Señor quite la afrenta de su iglesia, para que el Señor levante la cabeza de su princesa y la ponga en el lugar donde él quiere ponerla, que es un lugar de autoridad.

Nosotros tenemos que seguir diciendo, Señor, ven, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como se hace en el cielo. Tenemos que declarar eso, tenemos que declararlo una y otra vez. Padre nuestro que estás en los cielos santificado sea tu nombre, vénganos tu reino, hágase tu voluntad. Esa es la esencia de la adoración.

La esencia de la adoración declara, tu eres el Señor. No es la circunstancia, no son nuestros sufrimientos, no son nuestras enfermedades, ni siquiera es nuestro pecado, eres tu, tu eres el Señor y tu tienes control. Yo declaro, Dios no ha terminado con esta nación. Dios puede cambiar las circunstancias si nosotros simplemente le damos gloria y honra a él, si vivimos las vidas que lo honren.

Pueblo de Dios, Dios te llama en este día. Cobra consciencia de la gran responsabilidad que tu tienes. Tu estás en un lugar escogido. Tu estás en un lugar misterioso. En este lugar tu moneda vale mucho más que lo que vale normalmente porque estás en un lugar mágico, magnético. Si fuera esa gente espiritista o algo así, diría magnético. Este es un lugar magnético. Este es un lugar claro donde habitan demonios y también habita la presencia de Dios y nosotros nos movemos en un lugar radioactivo y por eso nuestra alabanza tiene mucha importancia, mucho significado.

Y Dios quiere que tu seas un adorador siempre, siempre. Quiero que los músicos pasen por aquí rápidamente. Quiero plasmar ahí en tu corazón y en tu mente y le voy a pedir a Ernst, estos dos sermones, son parte de un solo sermón así que pongámoslos los dos y Miguel, también que pongamos los dos sermones en la radio porque los dos son importantes, se complementan. Mi primer sermón habla de una cosa, este sermón habla de otra y el Señor quiere que ambos sean parte de una sola totalidad.

Pero pueblo de Dios, recuerda lo siguiente, cuando los muros de Jericó tenían que caer y era imposible para el pueblo de Israel derribar los muros de Jericó, ellos no tenían las armas, no tenían los medios, no tenían el equipo, Dios simplemente les dijo, den vuelta alrededor de los muros. No les dijo, búsquense por ahí unos lanza-piedras o lo que fuera para derribar estos muros. Les dio una fórmula bien sencilla: les dijo simplemente denle vueltas a los muros. No le tiren piedras a los muros, no cojan palos para tratar de derribarlos. No le tiren lanzas. No cojan martillos para derribarlos, simplemente denle vueltas alrededor, denle 6 vueltas. Una vuelta cada día.

Yo me imagino que ellos se habrán sentido medio avergonzados. Imagínense, allí unos cuantos judíos impotentes, dándole vueltas a unos muros, mientras desde arriba…. Esos muros eran, dicen los muros de Jericó, podían varios carros con caballos correr paralelo el uno al otro de tan grueso y altos que eran. Y estos pobres judíos dando vueltas. Y Dios les dijo, denle 6 vueltas y en el séptimo día denle 7 vueltas y a la séptima vez griten.

Yo creo que ese grito fue un grito de alabanza, fue un grito de obediencia al Señor. Eso fue todo. Y qué pasó? Dios les dijo cuando den ese grito, los muros se van a caer. Yo sé que mi amigo, el escritor de ese libro, se reiría a carcajadas si él hubiera estado allí, él hubiera dicho, que impotente, que inútil, que ridículo, darle un grito a unos muros. Pero es que precisamente cuando el hombre no puede hacer nada, yo creo que ya el tiempo pasó para cambiar esta cultura con esfuerzos meramente humanos. Ya esta cultura pasó de ese punto. Si hay esperanza para esta cultura tiene que ser por una obra de Dios. Y entonces lo único que nosotros podemos hacer es convertirnos en alambres a través de los cuales corra la energía de Dios. Eso es lo único que la iglesia puede ser, un conductor de la energía divina que tenemos que hacer bajar del cielo con un grito de alabanza, con una persistencia, con una insistencia. Tu eres el Señor, tu eres el Señor, tu eres el Señor. Al séptimo día la vuelta número 13 los muros de Jericó cayeron y Dios les dijo, ahora, vayan adelante, no miren para ningún lado, metan mano y hagan lo que tienen que hacer. Y ese día el pueblo de Dios ganó una gran victoria. Todo cambió en un solo día, en un solo día.

Yo creo eso es lo que Dios quiere en este tiempo, que nosotros le creamos y que adoremos, adoremos y vivamos la vida cristiana y sigamos persistiendo, no dejemos de anunciar la palabra de Dios. No nos acobardemos. Hagamos lo que la iglesia siempre hace, mantengámonos en nuestro lugar.

Dice el Apóstol Pablo, cuando venga el día malo, estar firmes y habiendo pasado todo, estar firmes. Y eso es lo que la iglesia hace, en los tiempos de encarcelamiento y persecución, la iglesia se planta sobre la verdad de Dios y adora y declara la gloria de Dios. Y el diablo tiene que huir. En algún momento se rompe el hechizo y viene la bendición.

Pueblo de Dios, vamos a adorar al Señor. Es importante adorar. Nunca piense, nos estamos tomando demasiado tiempo. Si estuviéramos adorando por inercia y por hábito y religiosidad, pues sí, entonces sí, pero si el espíritu del Señor se está moviendo y hay gasolina para adorarlo, tenemos que adorarlo, hasta que él nos diga, ok, ya, hicieron lo que tuvieron que hacer. Dios quiere un pueblo aguerrido, un pueblo adorador.

León de Judá Dios te llama. Se un pueblo adorador, porque la adoración cambia las cosas. La adoración importa. La adoración, tu adoración es importante. Gloria al Señor. Padre, haznos un pueblo de adoradores. Danos ojos para ver, danos un corazón para sentir, danos una mente para entender tu verdad.

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¿Hasta cuando?

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Yo quisiera llevarlos al Salmo 90, yo quisiera compartir el Salmo 90 hoy. Y mi Dios yo solamente te pido que estas palabras que Tú has puesto ahí, que estás cocinando en mi corazón aún a medida que hablo, como siempre te pido, ruego Señor que la meditación de mi corazón y las palabras que salgan de mi boca sean de bendición a cada uno de mis hermanos y hermanas aquí esta noche.

Los que están aquí, los que nos ven por el Internet y que tu palabra cumpla el propósito, Señor con el cual Tú la envías. El instrumento podrá ser fértil pero tu palabra es poderosa, Señor y Tú puedes hacer lo que Tú bien intencionas. Te lo pido en el nombre de Jesús, Amén.

Bien. Yo quisiera reflexionar en algo hoy y yo se que tal vez la mayoría de todos ustedes que están aquí estuvieron el domingo pasado cuando estuvimos allí afuera que estuvimos rompiendo terreno en esa ceremonia simbólica donde estamos declarando ese terreno del nuevo santuario como propiedad de Dios. Hemos declarado y yo lo creo así que cuando se rompe ese terreno se están rompiendo maldiciones que atan a la gente.

Se están rompiendo maldiciones generacionales que quieren dañar el propósito de Dios en nosotros aún hoy día y en las generaciones que están por venir. Yo creo que ese gesto que nosotros hicimos el domingo pasado tiene poder. Yo no se si usted lo cree pero yo sí lo creo. Yo tengo una colección de cuatrocientas y pico de fotos y cada foto que yo vi me convencía cada vez más y más de eso.

Fotos que representaban sus caras, las caras de muchos de ustedes estaban en esas fotos y mientras yo veía todas esas caras yo no podía parar de cantar en mi corazón. En mi corazón yo cantaba “Tu pueblo dice gracias, porque muchas cosas ha hecho Dios por su pueblo”. Yo digo eso mis hermanos, aún las personas que salieron de espaldas pero que yo reconocía y sabía quien era esa persona yo decía ‘yo se que lo que Dios está haciendo en esa persona es algo bueno’.

Y yo se que su final va a ser aún mucho mejor. Puede que el proceso sea duro, sea fuerte, que nos cortemos unos de otro lado, pero yo se que va a ser un final bueno. Porque los planes que Dios tiene para nuestras vidas ¿son qué? Buenos. Son planes de bien y no de mal para darnos el fin que esperamos en Él.

Pero cuando yo pensaba en esto, me crucé con este Salmo 90. Miren el Salmo 90. Comenzando en el verso 11. Dice ‘¿Quién conoce el poder de tu ira y tu indignación según que debe ser temido? Enséñanos de tal modo a contar nuestros días que traigamos al corazón sabiduría’. Es un verso rima, ¿verdad? ‘Enséñanos de tal modo a contar nuestros días para que traigamos al corazón sabiduría’.

Miren esto, el verso 13 dice ‘Vuélvete ¡oh, Jehová! ¿Hasta cuando?’. ¿Hasta cuando? Es como una expresión que dice ¡Guau, Señor! Vete por un tiempo a causa de la ira que Tú tenías sobre mi y mis faltas y sobre mis debilidades, por un tiempo, como que yo he podido sentir como que tú me has dado la espalda. Eso es lo que yo estoy leyendo en este Salmo.

Y es lo que este Salmo intenciona, también. Que por las maldades del pueblo de Israel, mira que hubo un tiempo en que Dios como que dijo ‘This is too much for me’. Yo no voy a volver. Yo te he demostrado amor, he estado ahí una y otra vez, una y otra vez pero tú insistes, eres terco, eres terco, eres testarudo, testadura y va a llegar un tiempo donde yo me voy a cansar de ti y te voy a dar la espalda.

Yo lo se porque yo como padre ahora he experimentado eso en muchas ocasiones. Llega un tiempo donde mí querido Lucas me hierve la paciencia y es como que Lucas “set back”. Tengo un perfecto ejemplo de algo como esto. Yo no se pero cuando un niño se pone chango, ¿entienden esa expresión ‘chango’? Se pone ñoño, es como que de todo, de nada llora. Tú le tocas así y llora. Yo le pagué a mi hijo una clasecita de “teebo” como el chico tiene buena habilidad con las manos, no digo que vaya a ser pelotero, pero tiene buena habilidad.

Le pago la clase, la primera clase. Fine. Yo entro, fui el único papá que entró al field con él porque él estaba así medio tenebroso. So el maestro me dejó entrar y él fine, en toda la clase aprendió a tirar las bases, aprendió a tirar el bate, aprendió a tirar la bola, aprendió a cacharla. Okay. La segunda vez que vamos, óigame, ese chico no paraba de llorar. Yo no se pero él entró en ese field verde y fue como que el llanto empezó. Parecía un chiste, si él se echaba para atrás dejaba de llorar pero si echaba para el frente comenzaba.

‘Pero Lucas, yo estoy contigo’ Entro y me siento al lado de él y llorando. Miren mis hermanos, yo tengo que confesar, yo me molesté. Se me hinchó la paciencia. Yo me fui y el maestro como que me vio yéndome y me decía “No. no, no, dele tiempo”. “Yo me voy a ir”. El chico iba llorando por todo el camino hacia el carro. Lo senté en el carro y le dije “Lucas yo me siento tan decepcionado”. Se lo dije así, con razón.

Y ese Lucas se quedó ahí tranqui, llorando, sobbing. Me partía el corazón pero yo quería que él aprendiera una lección. En todo el camino a la casa yo no le hablé. Él me trataba de decir “Papi”, “No me digas nada, ahora”. Pero tú estas siendo muy fuerte, el chamaquito tiene tres años nada más. Tiene que aprender. Hasta mi mamá me regañó: “Pero Omar como lo va a tratar así”.

“No, tiene que aprender”. El asunto fue que la siguiente semana cuando íbamos a la clase no hubo clase porque era el fin de semana libre que pasó, fue Memorial Day por eso no hubo clase. So, el lunes pasado tuvimos la tercera clase. So, desde la noche anterior, la noche del domingo yo le empecé a decir a Lucas: “Lucas ¿quieres ir a la clase de teeble, jugar baseball con los otros niños? Y él “No”, se recordó.

¿Saben por qué él se recordó? Porqué él decía “Voy a llorar”, “No, no vas a llorar. Tú jugaste muy bien”. Me daba la espalda y no me hacía caso. Por la mañana cuando se levanta lo primero que me dice es “¿No hay baseball con los niños?” “Sí vamos a jugar”. “Sí, si vamos a jugar”. Lo vestí, lo preparé le di el desayuno y yo acá estoy maquinando como que “este se me va a echar a llorar otra vez. Mira que se me va a echar a llorar de nuevo”.

Vamos y entramos al área del parquecito, jugamos por el área de las chorreras. El chico estaba feliz. Cuando llegó la hora de la clase yo le digo “Lucas ¿vamos a baseball?” “Sí”. Para mi sorpresa, yo me quedó atónico, el chico cogió el guante, se lo puso y entró, mientras iba entrando él miraba para atrás y me decía “Papi”. Yo le enseñé a saludar así y el ahora lo hace.

Miren ese chico se metió toda la clase, la hizo completa sin decir nada. Yo estaba atrás sentado y le estaba mandando text messages a mi esposa “Tú no vas a creer lo que está pasando”. Yo cogí fotos y se las mandé y mi esposa siempre me respondía “¡Ay, sí! Estoy orando” Y yo “Sí, sigue orando, ayuna. Todo lo que tú quieras”. Pero el muchacho está haciendo la clase completa. Ves, mira eso, lo que hace la tecnología.

Bien, mis hermanos la cosa es que el chico hizo la clase entera y el maestro lo felicitó. Hasta otros padres que estaban allí lo felicitaron y él se quedó como “¡Guau!”. Mira esto, ¿Por qué yo hago esta ilustración, mis hermanos? Porque este texto que yo estoy leyendo implica algo parecido en la relación de Dios con nosotros. Hay veces que nosotros por nuestra ñoñería el Señor tiene como que “Hn. Espérate. Déjame darte un break. Ve y párate en aquella esquina mirando la pared”.

Y hay veces que Dios nos tiene que tratar de esa forma. Pero ¿tú sabes qué? Mira que interesante. Aquí fue donde a mi me cautivó la actitud de Lucas porque Lucas cuando llegó el día él empezó a hablarme a mi de lo que él quería hacer: “¿Vamos a jugar baseball con los otros niños?” “Sí, vamos”. “Yo voy”. Yo no estaba diciendo nada, pero la actitud de él fue lo que me movió a mí a ir.

Miren lo que pasa en este Salmo. Miren como dice el verso 13. Dice: “¿Hasta cuando?” y ahí está haciendo una súplica como que “Señor, te necesito, ya tus espaldas no las quiero ver mas, quiero ver algo más”. Y “aplácate para con tus siervos, de mañana sácianos de Tu misericordia y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días”. “Alégranos conforme a los días que nos afligiste y los años que vivimos mal”.

Y aquí es donde está lo bello de este Salmo dice: “aparezca en tus siervos tu obra y tu gloria tus hijos. Sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre nosotros y la obra de nuestras manos confirma sobre nosotros” y luego mira el énfasis “Sí la obra de nuestras manos confirma”. Yo no se usted, pero yo oigo eso y a mi me entra el gozo de medio esto es, aquí estamos.

Miren esto, mis hermanos, aquí hay una transición como quien dice – ¿como es que dice la frase en inglés?- from ashes to grandness. Como quien dice mi tristeza la estoy cambiando por algo mejor. Ya les estoy dando lo que vamos a cantar ahorita. No Enrique me dice como que “No, Omar, no”. Pero miren esto. En este Salmo las personas están diciendo como que “¡Guau! Espérate ya yo estoy cansado de esto. Yo necesito algo más. Yo necesito algo nuevo”.

Están entrando en una iniciativa como que “Señor yo necesito algo de Ti Estoy buscando algo de ti. Estoy buscándote, Señor. Yo necesito que hagas algo sobre mi vida. Yo necesito que tu obra aparezca en mí. Yo necesito que estas cosas que yo quiero emprender, yo quiero que estas cosas que yo quiero hacer que tu luz, que tu gloria alumbre en ello para yo luego romper por ahí y lograr alcanzar todo eso y más”.

Yo no se tú pero eso de pesimismo no tiene ni un pelo. Eso es un espíritu no solamente optimista sino que es un espíritu que está totalmente confiado en la provisión del Padre. Si yo pienso en Lucas cuando Lucas esa mañana desde que se levantó hasta que nos montamos en el carro y aún cuando llegamos al lugar donde estaban teniendo la clase, todo el tiempo el iba “Papi, jugar baseball con los niños. Papi jugar baseball con los niños”. Estaba repitiendo todo el tiempo como que lo mismo.

Pero el asunto es que la insistencia de él me movió a mi a yo estar ahí con él, apoyarlo, no gritarle pero no a gritarle como echándole porra “¡Ya!” por cualquier cosa que él hacía. Miren cuando él corrió a primera base yo me decía “Este va a ir por ahí haciendo zigzag o algo”. El corrió a primera base y se paró en primera base. Cuando el maestro dijo “Ve a segunda”, corrió a segunda y se quedó en la segunda. Y yo diciendo “Este se va a perder ahora va a hacer otra cosa”. Pero lo hizo todo y tan bien.

Yo me quedé tan contento, mis hermanos. Que cuando él llegó donde mi yo no pude evitar darle un abrazo, tirarme al piso con él. Yo me ensucié en el piso con él pero él estaba tan pero tan contento y yo más todavía por el logro que él había alcanzado. Yo creo que él logró hacer todo lo que hizo porque él sabía que su papá no estaba en un estado de molestia sino que el favor de su papá estaba con él.

Cualquier volteadita de cara que él hiciera yo rápido. Él me miraba y me decía “Papi”, “Sí dale duro”. Yo me volvía todo un ocho por mirarlo a él y eso es lo que este salmo está diciendo. Este salmo está diciendo “Mira Señor han sido tantos los años de aflicción que hemos vivido que ya estoy hastiado de esto. No quiero más. No quiero comer más de este pan, no lo quiero. Yo quiero algo más. Yo quiero algo nuevo”.

Cuando nosotros estábamos rompiendo ese terreno ahí afuera yo me puse a pensar en ese verso “Señor confirma la obra de estas manos. Confirma esto que nosotros estamos emprendiendo ahora. Tal vez a los ojos de otro podrá ser una locura pero a tus ojos, Señor esto es algo que Tú lo haces posible” Y nosotros nos lanzamos en fe y creyendo que Dios va a suplir a lo largo del camino y que su favor va a estar abriendo puertas para cada uno de nosotros.

Lo mismo en cada una de sus vidas, sea lo que sea que usted está viviendo. Cualquiera sea la situación, la circunstancia, you name it, llene el blanco, fill in the blank, whatever is there, fill it. Si usted se está diciendo: “¡Ah, Señor! Mira no consigo trabajo porque no tengo papeles”. Mire como quiera, láncese en fe y el Señor usted verá que le va a abrir la puerta y le va a conceder su favor. Tarde o temprano sea en este país o en otro el Señor se lo va a conseguir.

“Señor no consigo novia. No consigo novio”. “Recórtese. Aféitese. Pásese colonia, algo” y el Señor se va a encargar de darle favor después. Pero ¿entienden la idea, mis hermanos? Mire, cualquiera si lo pongo ahora en un tono serio, de verdad, si lo pongo en un tono serio. Bueno, aquí yo siempre estoy hablando en serio aunque me este riendo.

Miren esto. Cuando yo veo que están esos años de angustia. Puede ser que alguno de ustedes este en esos años de angustia. Puede ser que alguno de ustedes estén saliendo de o puede que estén ahí todavía pero a muchos de ustedes que están ahí. Ustedes tienen una de dos opciones: usted se puede dejar llevar por su angustia o usted se puede parar en seco de repente y decir “no more. Hasta aquí llegamos”. Aunque Dios no haya hecho vislumbres en el cielo para decirle “ya llegó tu hora de salir de tu angustia”.

Pero el mero hecho de que usted se está moviendo en fe, de que usted está diciendo “Mira Señor tal vez yo estoy en esta angustia porque yo metí la pata o yo misma la fregué. Pero Señor yo me arrepiento. Tú pones esa convicción en mi espíritu y yo ahora muevo con fe porque yo se el Dios que yo tengo arriba en los Cielos, los recursos que Tú provees para mi vida y yo voy a empezar a tomar las medidas necesarias ahora para poder disfrutar de lo que Tú verdaderamente tienes”.

“Y de yo poder vivir en el favor tuyo. Y yo poder caminar con mi cabeza en alto sin estar pensado que ‘¡Ah! Me falta para esto, me falta para aquello” o “Aquel me va a dar un tortazo”. No yo no camino con miedo, yo camino con autoridad, camino con convicción, camino con seguridad porque mira yo se que estás conmigo. Tú me puedes ver que estoy caminando así de repente y me pides un don o algo así y o te digo “Mira solamente tengo una peseta pero lo que tengo te lo doy” Y esa peseta, perdón veinticinco centavos… pero ¿entienden lo que les estoy diciendo mis hermanos?

Yo creo que Dios quiere que nosotros vivamos a la luz de lo que está en este texto. Una cosa es que el Señor diga “¡Ah, sí! Yo estoy confirmando esa obra en ti” que suena bien bonito y todos queremos escuchar eso y otra cosa es que nosotros en fe digamos “Señor yo quiero que Tú confirmes esto en mi vida”. “Yo quiero que Tú traigas favor sobre esto que yo estoy haciendo”.

Obviamente esto tiene, there´s a catch for this. Hay un lado para esto. Si lo que usted está emprendiendo está con unas intenciones que no son muy buenas, think again. ¿Qué es lo que dice la palabra en Hebreos capítulo 4? Dice que la palabra de Dios es “viva y eficaz y mas cortante que toda espada y filos y penetra hasta partir el alma, el espíritu y las coyunturas y los tuétanos”. Y miren que dice: “y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”.

Yo te digo ese es el rayos X el MRI de Dios está ahí en la palabra. Tú puedes venir con tu congoja, con tu queja “¡Ay, Señor! Apiádate de mí. Que si esto y si lo otro” Y tú puedes tratar de hacerte toda una historia delante de Dios, pero Dios huele bien. Dios sabe cuando uno viene con “bla, bla” y cuando uno viene en serio delante de Dios.

Tú ¿sabes qué? Yo no soy bien intencional al decir esto porque me estoy predicando a mi mismo. Usted puede venir donde mi y puede venir “¡Ay, Pastor Omar! Que si esto, que si lo otro”. Usted me puede contar su historia y yo le puedo creer. Yo le puedo dar a usted cien por ciento del beneficio de duda pero con Dios la historia es distinta. Porque al momento de la verdad nosotros como seres humanos con tal de ganar el favor de alguien aquí en la tierra we can go the limits. Y si pueden leer entre líneas.

Nosotros como seres humanos nos atrevemos a hacer cualquier cosa por ganar el favor de alguien aquí. Pero con Dios yo no puedo jugar ese jueguito. Y miren que estoy tirando candela yo mismo ahora. Estoy siendo bien honesto, yo me estoy tirando candela a mi mismo. Muchas veces yo he querido hablar de una forma que manipulo la situación para yo salirme con la mía. Y yo confieso, he pecado de esa forma pero me he encontrado con mis consecuencias después.

Pero cuando yo me encuentro con Dios, yo puedo venir como con el rabo entre las patas ‘Señor, sabes esto y lo otro’ pero Dios sabe. Él entiende, el discierne mis pensamientos y las intenciones de mi corazón. Si las intenciones de mi corazón cuando yo me acerco a Él no son las correctas, mira, créeme pero si me permiten la expresión ‘me va a salir el tiro por…’ tú sabes donde. Los que son puertorriqueños y dominicanos yo creo que me entienden.

A los otros les cuento después. Pero si yo vengo delante de Dios con unas intenciones claras, si yo vengo delante de Dios no tan solamente por mis meros caprichos sino que estoy viniendo delante de Dios porque yo se y estoy convencido de que lo que estoy pidiendo está en línea con su voluntad para mi vida y para la vida de otras personas a mi alrededor, miren, entonces no hay duda que todas las compuertas de los cielos se van a abrir a favor de usted. Porque Dios lo que está ahí.

Entonces cuando usted viene con esa actitud delante de Dios: “Mira yo se que no soy poca cosa, pero Señor Tú sabes que yo te amo, Tú sabes que yo te quiero servir, Tú sabes que yo quiero hacer las cosas bien. Quiero vivir bien con mi esposa, con mis hijos, con mi iglesia, con el resto de mis familiares, con otros amigos. Yo quiero hacer las cosas bien aunque a veces mi carne me obligue ha hacer otra cosa. Pero, Señor, ayúdame a vivir como es correcto.

Yo necesito que Tú me des favor en esto. Necesito que Tú me des favor en esta conversación con esta persona, necesito que Tú me des favor en este negocio que tengo que hacer con fulano y fulano de tal. Necesito que me des favor en emprender la construcción de todo un Santuario nuevo. Necesito que me des favor en poder arreglar mi vida y romper con cualquier vicio que yo tengo. Necesito que mes tu favor y yo dejar de estar hablando tanta mala palabra con mi boca y poder hablar cosas que sean buenas.

Si nos ponemos las pilas y nos ponemos en el lugar que tenemos que estar de acuerdo con lo que leí en ese Salmo. Señor, mira ya, de mañana sácianos con tu verdad, que tu verdad sea lo que esté en mi todo el tiempo y que toda porquería que hay en mi desvanezca. Señor, entonces yo me atrevo a decir ‘confirma esta obra’. Confirma estas cosas que yo te estoy pidiendo que Tú hagas en mi, que se abran las puertas para yo poder estudiar, que se abran las puertas para yo poder conseguir una casa nueva, que se abran las puertas para yo poder restablecer mi contacto con mi hijos que hace años no veo.

¡Que Dios te abra las puertas para poder restaurar todo lo que es tu vida! Todos tus entornos y poder salir adelante. Nosotros tenemos que hacer un cambio, si ese cambio no se da… Yo se que hay cosas que Dios comienza, que Dios impulsa en nosotros, que Dios nos empuja a… Pero hay otras cosas que salen de acá, hay otras cosas que tienen que salir de uno diciendo “Señor Tú me has dado una palabra, Tú me has dado una promesa yo me voy a mover en esto. Yo voy a confiar en Ti”

Ahora Tú confirma, Tú traes esa confirmación. Si eso no esta no puedo llegar muy lejos. Así que mis hermanos, yo no se usted pero hay algo que tenemos que hacer. Hay algo que tenemos que hacer. Hay una actitud que tiene que haber en nosotros. ¿Verdad? Si están meditando se pueden poner de pie. Yo creo que así se oye mejor. ¿Vale? Otro testimonio.

Hablando de confirmaciones, hace ocho semanas atrás yo estaba esperando una respuesta para una persona que amo mucho, que no pudo obtener la documentación de aquí y teníamos el 99.99 por ciento de las posibilidades de que se lo dieran y migración solo dijo “No”. Y no pudimos decir nada. Yo me puse muy frustrada. Lloré y lloré la mañana, el día entero y me fui caminando por ahí y nada. Me senté en mi carro y dije “Señor si ahora Tú me estas escuchando esta gente necesita una persona que hable. Un vocero. Una persona que… la que Tú escojas”. So yo estaba sentada en ese sitio y estaba llorando bien frustrada pero yo estaba con mi Señor, ¿saben?

En eso yo le dije “Si de verdad me has escuchado y vas a mandar una persona quiero que aquí en este lugar donde nadie me conoces me hables”. Y yo estaba ahí parada en ese sitio donde nadie me escuchó. Entró Vanessa y dio dos vueltas así y se fue. Entonces yo le dije, llame a una persona y le dije “¿Tú sabes donde vive Vanessa?” Y ella me dice “Pues vive en Jamaica Plain”

Y estábamos totalmente al otro extremo de Jamaica Plain y después yo le dije a Vanessa “El Señor me habló de que tú me enviaras como un mensajero”. Y tú eres el mensajero que el Señor usó. Y ahora la confirmación de lo que ella va a hacer ante Dios, ¿saben? Amén. Yo quiero que usted cierre sus ojos ahí donde usted está. Padre te damos las gracias, Señor, porque Tu favor siempre está con nosotros Jesús. Tú quieres bendecir nuestras vidas, Señor. Tú quieres darnos planes de bien, las cosas que Tú tienes en tu corazón para con nosotros.

Señor aunque hay veces que reconocemos que los achaques en los cuales estamos son por causa de nuestras propias decisiones, mi Dios, pero sabemos que Tú eres el que nos va a dar la salida. Porque no hay ninguna tentación fuerte que Tú no permitas que llegue a nuestras vidas, que Tú mismo no nos proveas las salidas, Señor. Y esas salidas muchas veces están en nosotros, en ese espíritu, en esa promesa que Tú has puesto en nuestros corazones para nosotros poder reconocer nuestra falta, pedir perdón, arrepentirnos y a la misma vez afincarnos a ti, aferrarnos a ti, Señor.

Y poder salir adelante creyendo que Tú eres, mi Dios, el que abre puertas para cada uno de nosotros mi Dios. Así que Señor en esta noche, decidimos mi Dios, echar a un lado la tristeza, decidimos echar a un lado nuestras enfermedades, nuestros pesares y lo cambiamos todo Señor Jesús por tu gozo. Lo cambiamos todo por tus promesas, lo cambiamos todo por tu amor, lo cambiamos todo por tu sabiduría en medio de nuestras vidas, Señor Jesús.

A ti te damos la gloria Señor Jesús.

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En el día de la angustia

7 de junio del 2010 - Por Gloria Marroquín

...invócame en el día de la angustia; te libraré, y tú me honrarás. Salmo 50:15

Cuando nos sacude una prueba, cuando no sabemos cuando terminará una tormenta, o si algún día volveremos a sentirnos libres del dolor, nuestro primer impulso es huir, negar la realidad, llorar, lamentarnos y pensar que no llegará la solución.

Clamamos una y otra vez pensando en las cosas que están mal, casi las repetimos de memoria, retroalimentándonos con ellas. Pero si continuamos viendo nuestras circunstancias, lo único que lograremos es el desánimo y la depresión, y con ello secaremos poco a poco nuestra fe.

No permitamos que las cosas de la vida nos quiten la mirada de aquel que todo lo puede, estemos seguras que nada nos robará su promesa de vida eterna. Él prometió que estaría con nosotros todos los días, búscalo con todas tus fuerzas en el día de la angustia, pero mejor aún búscalo en el día que todo está bien. Aumenta el depósito de tu fe, para que cuando venga el dia malo nos encuentre firmes, tomadas de su mano sabiendo que Él nos librará.

Aprópiate de sus promesas. Si tu situación es de escases económica, proclama sus bendiciones financieras y su abundancia sobre tu vida, si tu prueba es enfermedad, proclama sus promesas de sanidad. Si te han ofendido, herido, robado, defraudado; regala el perdón del maestro, su gracia es infinita, da por gracia lo que por gracia has recibido.
Si no tienes paz clama al Espíritu Santo que te llene y que su abundancia rebase tus expectativas. Calmará tu sed porque de tu interior fluirán ríos de agua viva para transformar tu vida y para bendecir a otros.

Oración:
Amado Dios pedimos perdón por abrir las puertas al desánimo y poner la mirada en las noticias del mundo y los dolores de esta tierra. Espíritu Santo guíanos a poner la mirada en las cosas que no pierden valor. Que tus promesas sean nuestra confesión diaria, y que la comunión con el amor del Padre, la gracia de Jesucristo y la llenura del Espíritu Santo sean nuestro alimento y nuestro plan para servirte. Por Jesús, amén.

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Los cántaros que llevamos no nos dejan servir a Dios

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Quiero invitar a nuestra predicadora, a Olguita Martínez, la doctora Olguita Martínez, que pase por aquí. Vamos a dejar que el Señor nos hable, ustedes conocen a la hermana Olguita Martínez. Dios te bendiga hermana. Un gusto tenerte aquí con nosotros y adelante.

Te pedimos delante de ti para que tu palabra sea la que salga a través de mi boca y de mi espíritu pueda tocar el espíritu de las demás personas.

A ti, iglesia, a ti, iglesia yo hoy te digo, que es el momento, es el momento de que te levantes porque yo traeré a este lugar muchísimas personas. Tu tienes que preparar mesa para dar de comer a todos los que vendrán, una mesa espíritu porque tu serás quien alimente a muchas personas, por eso extiendo el sitio de tu carpa, lo extiendo para que tu puedas alimentar a muchos. No es el momento en que estés sentado, es el momento en que yo te digo ‘levántate para que cumplas el propósito para el cual yo a ti te he criado, porque a muchos de ustedes yo he venido a hablando y les he dicho que es el momento que se levanten a servir en este lugar, más no han oído mi voz y se han quedado sentados. Más yo te digo es el momento en que tu ingreses en las filas de mi ejército. Es el momento que tu pases a ser un soldado mío en este lugar. No es el momento que estés sentado, es el momento de que todo lo que yo te he preparado, de todo lo que yo te he dado, hoy vengas y lo des a los otros que yo voy a traer para que puedan poner en este lugar porque yo soy un Dios de multiplicación y verás mi mano, verás mi mano como se multiplica porque no es el número que cuenta sino que son las personas que yo traeré para que tu las levantes, para que tu las restaures. Vendrán personas y tu creerás que no necesitan mi restauración aparentemente no se verá la necesidad que traen de mí pero sus corazones vienen quebrados. Necesitarán restauración y tu eres el instrumento para esa restauración. Yo usaré tu boca, yo usaré tu corazón, yo usaré tus manos para esa restauración y para eso necesito abrir tu corazón. Algunos de ustedes su corazón se ha cerrado pero yo abriré su corazón para que tu puedas tener un corazón que los abrace, un corazón que los restaure, un corazón que los abrace, los restaure y puedan verme a mí en ti, eso es lo que quiero para esta iglesia, dice el Señor.

Gracias, Señor Jesús. Gracias, Señor. Gracias, Señor. Recibimos tu palabra, Padre. Gracias Señor Jesús. Amén. Amén. Amén. Gracias Señor. Te adoramos. Te bendecimos.

Por favor, abra su Biblia en Segunda de Samuel, capítulo 6, versículo 1.

“David volvió a reunir a todos los escogidos de Israel frente a mí y se levantó David y partió de Baala de Judá con todo el pueblo que tenía consigo para pasar de allí el arca de Dios sobre la cual era invocado el nombre de Jehová de los ejércitos que mora entre los querubines. Pusieron el arca de Dios sobre un carro nuevo y lo llevaron a la casa de Abinadad que estaba en el collado. Y Uza, hijo de Abinadad, estaba en un carro nuevo y cuando lo llevaban a la casa de Abinadad, que estaba en el collado con el arca de Dios, ahí iba delante del arca. Y David y toda la casa de Israel danzaban delante de Jehová con toda clase de instrumentos de madera, de haya, con harpas, salterios, panderos, flautas y címbalos. Cuando llegaron a la era de Nacón, Uza extendió su mano al arca de Dios y la sostuvo porque los bueyes tropezaban. Y el furor de Jehová se encendió contra Uza y lo hirió ahí Dios por aquella temeridad y cayó ahí muerto junto al arca de Dios. Y temiendo David a Jehová aquel día dijo, cómo ha de venir a mí el arca de Jehová? De modo que David no quiso traer para sí el arca de Jehová a la ciudad de David y la hizo llevar David a casa de Obed Edom Geteo. Y estuvo el arca de Jehová en casa de Obed Edom Geteo tres meses y bendijo Jehová a Obed Edom Geteo y a toda su casa….”

El día era un día muy especial, habían reunidas todas las tribus. Estaban representantes de todas las familias, el arca de Dios estaba siendo trasladada, se estaba restaurando la adoración a Dios después de 20 años. Y de repente, algo inesperado sucedió: Uza toca el arca porque se iba a caer porque los bueyes tropezaban y queda fulminado.

Imaginémonos por un momento el cuadro, vamos a ver cómo la desilusión porque sucedió algo que no se esperaba. Estaban todas las personas estaban en ese lugar, es que la desilusión es algo que puede venir a nuestra vida en un determinado momento. La desilusión viene a nuestra vida cuando las cosas no son como nosotros las hemos esperado, cuando hay una diferencia en lo que yo espero y la realidad. Hay un vacío en lo que yo deseo y creo que va a suceder y lo que está sucediendo.

En la desilusión la realidad siempre está por debajo de lo que yo he esperado. La desilusión puede venir a nuestra vida a través de situaciones, personas o sucesos. En la Biblia leemos cuando David estaba desilusionado por la traición de un amigo. En el salmo 55 vemos que David tenía dolor en el corazón, lo había traicionado no su enemigo, porque eso lo hubiera él podido soportar. No era un desconocido, si él hubiera desconocido su traidor él hubiera podido huir, pero quien lo había traicionado era quien caminaba con él en la casa del Señor, con quien compartía dulces sueños en la casa del Señor.

Y es que cuando hay desilusión en nuestras vidas hay dolor profundo en el corazón. Y por qué sucede la desilusión? La base de la desilusión, la plataforma de la desilusión son las expectativas que ponemos en las cosas. Las cosas que nosotros suponemos son expectativas basadas en presuposiciones. Yo supongo que, yo presupongo que va a pasar tal cosa.

Ahora, esas presuposiciones tienen una base más profunda. Esas presuposiciones nacen de los deseos insatisfechos que nosotros tenemos, vienen de necesidades que todavía hay en nosotros, necesidades que pueden ser económicas o pueden emocionales, necesidades que aún no están siendo satisfechas totalmente por Dios, que no hemos dejado que Dios entre totalmente en esas áreas y venimos caminando en carencias emocionales.

Cuando se producen la desilusión en nuestras vidas el carácter de la persona desilusionada cambia. A veces las desilusiones son pequeñas pero se juntan, se van juntando y hacen algo grande en nuestra vida.

La mujer samaritana era una mujer que venía caminando de varias desilusiones, con cada marido que ella había tenido había tenido desilusiones, pero cuando ella tiene un encuentro verdadero con el Señor Jesucristo ella deja el cántaro y se va a hablar de Jesús. Ella deja el cántaro de todas las desilusiones y se va a hablar de Jesús. Ella va a hacer lo que tiene que hacer.

También tenemos en la Biblia cuando Josué después de haber tenido éxito en la batalla de Jericó, él vio cómo los muros de Jericó cayeron de una manera milagrosa, pero después tuvo un fracaso, una desilusión con la batalla de Hai. Él mandó a personas de su ejército que vieran como era el ejército de Hai, regresaron y le dijeron que no eran muchos y que con pocos que él enviara podía ganar la batalla. Pero no fue así. Él envió a unas personas y el ejército de Hai resultó que no era un ejército pequeño, era un ejército grande. Y cuando venían saliendo de la ciudad, bajando, los derrotaron. Y dice la palabra que su corazón desmayó como el agua, lo que ellos esperaban no sucedió.

Y cuando eso pasa en nuestras vidas nuestro corazón desmaya como el agua y hay desilusiones que quieren detenernos. Satanás las usa para detenernos de aquello que quiere que haga. Muchas veces las trae a nuestra vida después de una victoria o antes de que nosotros tengamos una victoria. Él lo que quiere es impedir que nosotros hagamos para Dios lo que tenemos que hacer.

Pero Josué lo que hizo es que dobló sus rodillas, puso su rostro en tierra, clamó a Dios, le preguntó qué había pasado pero le pidió dirección de qué tenía que hacer. No se quedó en la desilusión. No se quedó haciendo las preguntas que nosotros muchas veces le hacemos a Dios. Por qué a mí? Qué fue lo que pasó? Si yo no me hubiera entregado tanto a esa persona, si yo no hubiera trabajado tanto en ese ministerio, si no hubiera entrado a un paso más en tu servicio, y nos quedamos cuestionando las cosas.

Tenemos que tener cuidado que la desilusión no transforme nuestro carácter. La persona desilusionada tiene muchos temores, la mayoría de ellos infundados.

Elías era un hombre que había visto la gloria de Dios de una manera inmensa y después de haber visto la gloria de Dios, de haber como descendía la lluvia, cómo el fuego había descendido, cómo él había confrontado a otros profetas, cómo Dios le había respondido, en comparación de otros dioses, que no habían respondido los dioses paganos, Elías después de ese gran triunfo se encuentra atemorizado. Y Elías estando atemorizado le pide a Dios que le quite la vida. Elías realmente no sabía qué estaba pidiendo, él tenía por un lado temor de que Jezabel lo matara y por otro lado pedía que Dios le quitara la vida.

Y es que en la desilusión estamos perplejos, no sabemos qué es lo que queremos. Y empezamos a pedir cosas que no son la voluntad de Dios. Dios tenía otra cosa totalmente para él, él no iba a ser enterrado, él iba a ser arrebatado.

Y cuando tu y yo estamos en la desilusión no podemos ver las grandes cosas que Dios tiene adelante para nosotros, no podemos ver que la desilusión es un momento pero lo que Dios tiene adelante es grande porque los planes de él son planes de bien y no de mal para darnos (inaudible) que esperamos.

En la desilusión decidimos qué hacer, decidimos que hasta aquí llegamos, y en una desilusión tomamos decisiones equivocados, dejamos lugares, dejamos personas, dejamos iglesias y así no nos damos cuenta que estamos cortando el plan de Dios de lo que quiere hacer con nosotros en ese lugar, con esa persona y en esa situación. Nunca debemos movernos de un lugar, de una iglesia por una desilusión.

Cuando tenemos una desilusión creemos que no hemos progresado, creemos que estamos estancados, pero Dios es un Dios que nunca nos deja estancados. Dios es un Dios que trabaja día con día, todos los días en nuestra vida aunque nosotros no lo veamos por fuera, él está trabajando por dentro para que en un determinado momento lo que Dios ha trabajado por dentro nosotros lo podamos ver afuera. Y este es el momento en el que Dios ha trabajado en tu vida para que ahora tu empieces a dar todo lo que tienes a los que vienen aquí afuera. Este es tu momento. Este es el momento de poner tu privilegio. Este es el momento que Dios tiene para ti.

En la desilusión no vemos que lo mejor de Dios está por venir. Tu tienes que creer que lo mejor de tu vida está por venir. Tu tienes que creer que los años que faltan para tu vida son los mejores años, no importa la edad que tengas. No importa dónde te encuentres ahora. Lo mejor de tu vida está por venir.

Cuando Elías estaba desilusionado Dios no le dice que se quede ahí estancado en la desilusión, él trata de darle muchas excusas, le dice que está escondido en la cueva porque ha sentido un vivo celo por Jehová, Dios de los ejércitos porque los hijos de Israel han dejado su pacto, han derribado los altares, y han matado a espada a los profetas. Y él entra en auto lástima porque le dice que solito él queda y lo buscan para quitarle la vida.

Cuando estamos en desilusión entramos en auto lástima, pero Dios no quiere nuestra auto lástima, Dios quiere que sigamos adelante a cumplir el plan que tiene para nosotros. Dios quiere que el propósito para nuestra vida suceda.

Los resultados de la desilusión pueden ser devastadores, si tu y yo los dejamos. Pero no es la desilusión en sí lo que nos abate, es lo que nosotros pensamos de la desilusión. Tenemos que tener una mente renovada, una mente controlada que nuestros diálogos internos, o sea, todas esas conversaciones que tenemos adentro, puedan ser controladas por el espíritu. Es básico y esencial que nosotros tengamos el manejo de los diálogos internos producto de patrones que han venido de antes. Si no entendemos esto el resultado de la desilusión es detenernos en la obra de Dios.

Un escritor muy famoso, Charles Dickinson, escribió varios cuentos, uno de esos nos muestra esto con exageración. Una joven quedó plantada en el momento de su boda. Esta joven se quedó vestida de novia, se encerró en un cuarto, cerró las ventanas, y quedó ahí toda su vida. Nosotros no hacemos esto físicamente pero lo hacemos emocionalmente. Cerramos nuestro corazón a las personas y cerramos nuestro corazón a Dios.

En el fondo tenemos un resentimiento y un pleito con Dios. Dios no ha cumplido las expectativas nuestras. Dios a veces se mueve de diferente manera a como nosotros queremos. Pero usted y yo tenemos que tener la seguridad que la forma en que Dios hace las cosas es una forma mejor que la nuestra. Tenemos que tener la seguridad que los planes de Dios son mejores que los nuestros. Su palabra dice que los planes de Dios son planes de bien y no de mal para darnos el fin que nosotros esperamos.

Usted y yo estamos en las manos de Dios bajo los planes de Dios, bajo los planes que Dios tiene para esta iglesia. Y usted es parte de esos planes y nada va a detener que usted haga lo que tiene que hacer en este lugar.

Cómo entonces tenemos que vencer a la desilusión? Cuando viene la desilusión lo primero que tenemos que hacer es llorar, llore todo lo que quiera. Si quiere pasar días llorando, llore. Llore hasta el cansancio. Lo que no puede hacer es quedarse llorando toda una vida. Usted decide cuándo deja de llorar y cuándo empieza a caminar con Dios.

En Primera de Samuel 16:1 dice así: “… Dijo Jehová a Samuel, hasta cuándo llorarás a Saúl, habiéndolo ya desechado para que no sea rey sobre Israel. Llena tu cuerno de aceite y ven. Te enviaré a Isaí de Belén porque de sus hijos me he provisto de rey…”

Dios hoy te dice, llena tu cuerno de aceite y ve a donde yo te estoy enviando. No es momento de seguir llorando, es momento de detener las lágrimas y es momento de seguir adelante. No importa quién te desilusionó. No importa si fue tu pareja, no importa si fueron tus hijos, no importa si fueron los líderes, tu tienes que seguir con el único que nunca te va a desilusionar, nuestro Dios.

Lo segundo que tu tienes que hacer, rendir tu desilusión a los pies de Dios. Deja, como la mujer samaritana, el cántaro a los pies de Jesús. Ese cántaro lleno de cosas que a veces tenemos que nos detienen en la obra de Dios. La mujer samaritana no sabía mucho pero tenía un corazón de servicio y el encuentro que ella había tenido con Dios quería que todos lo tuvieran.

Tu has tenido un encuentro con Dios tal vez hace muchos o pocos años. Tu corazón debe de arder para que otros tengan ese encuentro con Dios, no es el momento de estar sentados, es el momento de hablar de Cristo a todo el que tenemos cerca.

Lo otro que tienes que hacer es esperar en Dios por lo que viene. David agarró el arca y la puso en la casa de Obed Edom Geteo y esperó ahí el tiempo de Dios. Cuando le dijeron que la casa de Obed Edom Geteo……, cuando le avisaron que ya era el tiempo de Dios él tomó el arca y la trasladó. Pero él hizo lo que tenía que hacer. No se quedó detenido en la desilusión.

Luego lo que tenemos que hacer es cambiar la perspectiva. En la Biblia tenemos a dos mujeres que no querían cambiar la perspectiva. Tenemos a Raquel y Leah. Leah siempre pensaba que si iba a tener más hijos su marido iba a estar cerca de ella. Fue hasta que ella cambia la perspectiva y mira la perspectiva de Dios, ella logra ver la perspectiva de Dios con su cuarto hijo.

Raquel, por el contrario, tenía el amor del esposo y quería los hijos. Y parece que usted y yo somos un poco así. Dios nos está dando la oportunidad de servirlo y nosotros no queremos servirlo.

Cuando Dios nos da una oportunidad como la que Dios está dando en este momento tenemos que aprovecharla. La iglesia de donde yo vengo, yo compartí el año pasado que el templo era para 14000 personas. Mucha gente decía, por qué un templo tan grande? Dios tenía el propósito de llevar mucha gente a ese templo para que lo conocieran a él.

En la semana mayor, la semana de la Semana Santa se realizó una representación teatral de la vía dolorosa. Se realizaron tres presentaciones con un lleno completo y el resultado de esas tres presentaciones fue que 285 personas recibieron al Señor Jesucristo en un fin de semana. Eso es lo que Dios quiere para esta iglesia también.

Naturalmente que eso implica que mucha gente tiene que participar en el trabajo de la iglesia para atender a 285 más gentes que han llegado en un fin de semana. Las personas de contacto y de los grupos de apoyo tuvieron que ponerse a trabajar ese mismo día. Los maestros de la escuela de liderazgo tuvieron que aumentar en número. Los encargados de la escuela dominical también, los encargados de parqueo, los ujieres, todos han tenido que aumentar en número. Eso ha traído cambios de estructura, cambios de funcionamiento y todos hemos tenido que caminar en ese cambio.

Y en esta iglesia Dios va a traer muchas, muchas personas. Cuando yo estaba preparando este mensaje Dios me lo repetía una y otra vez. Pero también me repetía una y otra vez que necesidad obreros, la mies es mucha y los obreros son pocos. No es el momento en que tu puedas quedarte sentado, es el momento en que si tu estás trabajando acá para el Señor tu tienes que incrementar ese trabajo. Tu vas a tener que hacer más de lo que estás haciendo y si tu no estás sirviendo al Señor en esta iglesia, es el momento que lo hagas.

Dios te está dando la oportunidad y cuando Dios da una oportunidad de servicio tenemos que tomarla porque si tu no tomas ese privilegio que Dios te da, se lo va a dar a otro con menos tiempo que tu en el Señor, con menos conocimiento de él, con tal vez, menos talentos y menos dones pero con un corazón de servicio que es lo que Dios quiere, con un corazón para recibir a los que van a venir, con un corazón abierto, con un corazón que abraza, un corazón que los va a hacer sentirse bienvenidos, con un corazón que va a restaurar sus vidas. Eso es lo que Dios quiere.

Y en esta mañana él te pregunta cuál es el cántaro que tienes que dejar? Cuál es la desilusión que debe ser dejada? Qué nombre tiene tu cántaro? Es desánimo? Es simplemente pereza? Es indiferencia?

Sabes que uno de los cántaros más grandes que llevamos por lo que no servimos a Dios es la indiferencia. Dios ya tiene arreglada nuestra vida, tenemos un trabajo, necesidades económicas cubiertas, tal vez nuestra familia ya conoce a Dios, estamos tranquilos. Dios quiere sacudirnos. Dios quiere que dejemos esa comodidad, Dios quiere que dejemos esas sillas, Dios quiere que salgamos afuera, Dios quiere que hablemos de él. Dios quiere que cumplamos la gran comisión que vayamos allá afuera y hablemos de él y de su palabra, del Evangelio, de lo que ha hecho en nuestra vida, de las bendiciones que nos ha dado, de cómo nos restauró, el amor que nos ha dado.

Dios quiere que vayamos ahí afuera y contemos cómo es el único que llena nuestras necesidades básicas, como es el único que nos ha llenado de amor, como es el único que nos ha llenado de aceptación, como es el único que nos ha dado una identidad, como es el único que nos ha dado un lugar, como es el único que nos ha llenado de gozo.

Dios quiere que la indiferencia se quede sentada ahí en esa silla. Dios quiere que hoy tu la dejes. Indiferencia al nivel que sea. Dios quiere que salgamos de la cueva, que si ya lo estamos sirviendo lo sirvamos aún más, que si tienes cansancio en el servicio lo dejes hoy y que si no lo estás sirviendo hoy es el día que debes empezar.

Y tal vez usted podrá decirme ahí en su silla, es que no tengo ánimo, no estoy viendo Jesús en mi vida, las circunstancias son tan grandes que no lo vea, no dejes que te pase lo de los discípulos. Jesús venía caminando a la par de ellos y ellos no lo veían. No importa lo que estés pasando Jesús va a la par tuya, aunque no lo veas, aunque no lo oigas, él te está hablando, aunque no lo sientas él está contigo y él te dice, nunca, nunca te dejaré ni te desampararé.

También te dice, levántate …. Al lugar que destino te tengo para ti, porque yo te llevaré dice el Señor, a lugares que nunca te has imaginado, la dimensión a la que yo llevaré a esta iglesia aún no la has visto, aún ni siquiera la has imaginado porque dones y talentos que han estado estancados, dones y talentos que tu ni siquiera sabes que tienes, potencial que la vida no ha dejado que desarrolles, será desarrollada dice el Señor. Porque yo, por eso, estoy haciendo espacio grande.

En esta mañana te voy a hacer una invitación. Yo no sé qué cántaro tienes tu que dejar pero ven a dejar ese cántaro aquí para que puedas servir a Dios como él quiere que lo sirvas. Si no lo estás sirviendo es el momento que vengas a hacer un compromiso con él, un compromiso de servicio no con el pastor, no con la pastora, sino con Dios. Es aceptar la oportunidad que él te está dando, es aceptar el privilegio que él te está dando, es aceptar el llamado que te está dando.

Cuando una iglesia crece no podemos decir, yo no tengo nada que ofrecer. Podemos ser útiles en muchas áreas, hay muchísimas cosas tu puedes hacer. No es el momento de estar pasivos. Es el momento de decirle a Jesús, aquí estoy Señor, usa mi vida, Señor, para lo que tu quieras. Y si tu ya estás sirviendo a Dios pero quieres que ese servicio pase a un nivel mayor, si tu quieres que ese servicio sea incrementado, tal vez has estado como Jonás haciendo un servicio rutinario, un servicio sin gozo, un servicio en el que prácticamente ya te acomodaste, si no estás caminando una segunda milla es lo que estás dando, es momento que lo vengas a poner a los pies del Señor para dejar el cántaro de la rutina.

Tal vez lo que tienes es cansancio en el servicio, y cansancio viene a la vida, el Señor nos dice que él da fuerzas al cansado, él multiplica al que no tiene, que te renueva (inaudible). Y eso es lo que tu tienes que pedirle en esta mañana, una renovación, un incremento de tu servicio.

Tal vez lo que tu no sientes, ese amor por las personas que no conocen a Cristo. Tal vez la situaciones de la vida te han puesto indiferente, este es el momento que vengas a dejar esa indiferencia delante del Señor, es el momento que le pides que tu corazón que se ha cerrado por algo, él venga y lo abra para que tu puedas tener un corazón abrazador para todos aquellos que van a venir. Este es el momento que dejes cualquier cántaro y entres al propósito de Dios.

Pon lo que te está deteniendo a los pies de Dios, Padre, en esta mañana ponemos delante de ti nuestro cántaro, lo que nos ha estado deteniendo, si es una enfermedad, también ven a dejarla aquí a los pies del Señor (inaudible) tenga de entrar al propósito del Señor. Un problema familiar, ven a dejarlo.

Padre, venimos delante de ti a dejar todas aquellas cosas (inaudible), Padre. Todas aquellas cosas que han impedido que te sirvamos como tu quieres que te sirvamos, todas las cosas que han impedido que entremos al propósito tuyo (inaudible) a los pies tuyos, a los pies de tu altar, Padre, aquí dejamos, Padre, el cántaro que hemos venido cargando (inaudible) un compromiso contigo de servicio entendiendo que es un compromiso contigo, Padre. Aceptamos el llamado que tu nos estás haciendo hoy en esta mañana, con toda nuestra conciencia y toda nuestra voluntad venimos a decirte, Padre, úsanos en aquello que tu quieras. Venimos a ponernos a tu disposición, estamos a tu disposición, Padre, para que tu nos uses como tu quieras. Usa nuestros talentos, Padre, usa todo, todo aquello que has puesto en nosotros, hoy te lo entregamos a ti para ser usado para ti, Padre. Te lo devolvemos para que tu lo uses como tu quieras. Es tuyo, venimos a rendir nuestra vida totalmente, Padre, dejamos todo, todo en esa silla, y estamos a tu disposición y a tu servicio.

Llévanos al nivel de servicio que tu quieras llevarnos, que podamos llegar a ese nivel de destino que tiene para cada uno de nosotros reconociendo que tus planes son planes de bien y no de mal.

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español christian De Santiago español christian De Santiago

Éxito en las relaciones interpersonales - Parte 1

Transcripción

Una vez yo leí que todos nosotros debemos aspirar y buscar tener a alguien que está más atrás de nuestro propio camino, a quien nosotros mentoreamos. Que debemos tener a alguien a nuestro lado que esté en el mismo camino de nosotros, más como a nivel de amistad y de compartir, y que debemos también aspirar tener a alguien que está más delante de nuestro camino para recibir mentoría de esa persona. Así que yo tengo el privilegio de en esta mañana presentarles a alguien que está en ese lugar para mí, alguien a quien yo considero una madre espiritual, una mentora, a pesar de que estamos a tantas millas de distancia porque ella vive en Guatemala, y yo estoy aquí, pero de igual manera con Carolina, la misma cosa también, Olguita es muy cercana a ella y es su mentora también.

Así que es un privilegio tener personas que así que han dado más pasos que uno, no solamente por edad sino también por experiencia, profundidad, que valga la aclaración, ¿verdad? Que no es solamente por eso, sino por autoridad espiritual, por profundizar, por ejemplo, así que esa es la persona que la doctora Olga Martínez es para mí y yo sé que a través de … nosotros recibimos mentoría también a través de lo que leemos, de lo que escuchamos. A veces uno piensa que el mentor tiene que estar ahí al lado de uno, pero no es así. Uno puede tener un mentor aún a la distancia y en este caso, hoy, también ella va a mentorearnos a todos nosotros en lo que Dios le ha enseñado a ella para compartir. Olguita viaja internacionalmente impartiendo enseñanza tanto en el ámbito secular, entre comillas, como el eclesiástico. Es una miembro activa de su congregación.

Nosotros la conocimos a través de Carolina León Barrutia, ella comenzó un capítulo de Aglow hace casi 22 años porque yo sé que yo estaba esperando en ese tiempo, esperando a mi bebé. Ya mi bebé tiene 21 años así que… así que un poco después Olguita vino a invitación de Carolina, así que desde ese momento hemos tenido esa relación. Así que ella ha viajado varias veces acá. Tuve el privilegio de verla en su ámbito, en su ambiente natural, en diciembre, en Guatemala cuando visitamos Guatemala. Así que es un privilegio tenerla en esta mañana con nosotros. Yo sé que vamos a ser enseñada y bendecidas y el Espíritu Santo que está en ella también va impartir a nuestras vidas de una manera especial. Así que vamos a orar para que eso se quede ahí, bien adentro, y nos selle y nos transforme esta mañana, así que bienvenida Olguita.

Saben cuántos años tiene esta señora? Acaba de cumplir 70 años. Nadie lo diría, y saben, hablando de lo de la mentoría, ella hace ejercicios casi todos los días: va al gimnasio a hacer ejercicios, nada, así que a veces uno más joven dice, ay, levantarme temprano para ir a hacer ejercicios, no, conmigo, no. Y ella lo hace, así que no solamente mantiene su mente, su espíritu con ejercicios continuo todos los días, sino también su cuerpo así que ese es un buen modelo para todas nosotras imitar también.

He tenido la oportunidad de abrazar a algunas de ustedes y saludarlas, pero a otras no. Así es que ahí en su lugar reciba un abrazo mío, reciba un saludo mío, reciban mis cariños y reciban los cariños de mi país, Guatemala. Y ahora que ya saben mi edad, ¿verdad? Es el secreto de todas las mujeres. Está evidenciado pero realmente damos a gracias a Dios que nos permite llegar a estos años con salud, que nos permite servirlo y que nos deja a todas las que estamos aquí muchos más para poder servir. Ese es el propósito de nuestra vida y el propósito que él permite que podamos llegar a cierta edad sirviéndolo.

Padre, te damos gracias en esta mañana por lo que tu ya has hecho en nuestras vidas, en nuestros corazones. Te pedimos que sigas haciendo lo que tienes que hacer. Padre, yo te pido que esta enseñanza salga de mi espíritu unido a tu espíritu, al espíritu de cada una de las personas y hagas los cambios que tienen que ser hechos. Padre, te pedimos que no sea una enseñanza más, sino que realmente sea una capacitación que cambia nuestras vidas, que lo podamos poner en práctica. Te pedimos, Padre, que quites todas las defensas que a veces cada una de nosotras elaboramos pensando en que esto no es para nosotros, que ya lo sabemos, pero, Padre amado, hoy te pedimos que realmente tu nos confrontes por las cosas que tal vez ya sabemos, pero que tenemos que cambiar. Te lo pedimos en el nombre de tu hijo, Jesucristo.

Vivimos en un mundo cambiante. Hoy día cada vez es mucho más fácil procesar la información, cada vez hay comunicaciones más rápidas y más fáciles. También hay cambios climáticos muy fuertes, hay cambios sociales, hay cambios culturales. Sin embargo, hay algo que permanece y es la palabra de Dios. Y las relaciones interpersonales están en el corazón de Dios.

Si usted toma la Biblia, usted se va a dar cuenta que desde la primera a la última página Dios de qué nos está hablando. Nos está hablando de relaciones interpersonales. Si pudiéramos definir los Evangelios en dos palabras, en una palabra diríamos, relaciones interpersonales. Las relaciones interpersonales son difíciles. No son fáciles. Son complejas y es lo que nos mete a veces en problemas.

Los países tienen problemas de relaciones. Las familias, cuáles son los problemas que tienen? De relaciones. Y entre las iglesias, cuáles son los problemas que tenemos? De relaciones. Y a veces no le damos la suficiente importancia, pero es básico, es central en nuestra vida y es básico y es central también en un liderazgo.

Vamos entonces a ver acá qué es un liderazgo. Liderazgo según John Maxwell es influencia. Y tenemos que relaciones según Don Marshall es el mutuo compartir de una vida. Si nosotros juntamos estos dos conceptos vamos a ver que un líder debe de estar preparado para desarrollar relaciones de sinergia.

Cuáles son las relaciones de sinergia? Las relaciones de sinergia es la acción combinada o cooperativa que incrementa la efectividad de la persona. Son aquellas relaciones que hacen que en un equipo todos se beneficien. Cuando en una relación las personas entran a esa relación con la capacidad, con la idea de dar va a haber un beneficio mutuo en la relación. Va a ser una relación sinérgica. Por qué razón? Porque ambos se benefician. Por qué? ambos van con la idea de dar lo más que pueden en esa relación y no de obtener. Cuando tenemos relaciones de sinergia, relaciones de beneficio mutuo, el equipo crece y tenemos un equipo de liderazgo saludable.

La definición que acabamos de ver hace un momento nos lleva a tener implicaciones. Vimos que una relación es el mutuo compartir de una vida. Esto nos va a llevar a tener implicaciones. Una de ellas es la reciprocidad. Qué queremos decir con la reciprocidad? Con la reciprocidad lo que queremos decir es que en una relación ambas partes deben de poner algo. Si ambas partes no ponen algo la relación no se desarrolla. Claro, hay veces que alguien pone más, no los dos o los 4 ó los 5 que se van a relacionar deben de aportar en igual cantidad. Por ejemplo, en el liderazgo, el líder es el que más tiene que aportar en la relación. Pero los miembros del equipo también tienen que aportar.

Si no hay este aportar de todos, no hay un crecimiento, no se desarrolla la relación. Naturalmente, cuando la relación se rompe, también todos tienen parte en el asunto. Se ha fijado que cuando una relación se rompe, siempre la culpa la tiene el otro? Yo, como que ni existo, soy sombra. La culpa, todo es culpa de los otros, yo, pobre angelito. No hice absolutamente nada.

Tal vez hay más parte de culpa de las otras personas posiblemente, pero siempre en toda ruptura de relación hay una parte nuestra. E igualmente para que la relación sea restaurada, se necesita que ambos quieran, se necesita que ambos pongan de su parte. De lo contrario la relación no puede ser restaurada, no hay relaciones unilaterales.

Y cuando tratamos de ver una vida compartida, qué quiere decir? Será que las relaciones interpersonales son solo acciones? No. Fíjese que en las relaciones interpersonales hay algo mucho más las acciones, que el comportamiento. Porque nosotros qué somos? Somos espíritu, alma y cuerpo. Y una verdadera relación, una relación significativa, la relación que nos hace vibrar, la relación que nos da vida, la relación que edifica, la relación que aporta, es la relación que va de nuestro espíritu al espíritu de la otra persona.

Y esto a veces no es fácil. Hay gente que tiene una facilidad para tocar desde su espíritu el espíritu de otras personas y hay a quienes les cuesta muchísimo. Y hay quienes nosotros queremos tocar el espíritu de esa persona, y no se puede porque su espíritu está cerrado. Pero un líder tiene que tener la capacidad de poder tocar el espíritu de las personas.

Cómo se toca el espíritu de las personas? Bueno, lo primero es nuestra relación con Dios. En la medida que nosotros tocamos el espíritu de Dios. Cuando usted y yo tocamos el espíritu de Dios, es una relación, bueno, estamos en el éxtasis con el Señor. Es una relación que nos vivifica, nos llena de energía, nos llena de ánimo. Cuando usted termina de estar en la relación con Dios, así como Moisés, está nuestro rostro, cambia. En la medida que nosotros tengamos esa relación con Dios vamos a tener la capacidad de tocar el espíritu de las demás personas. Va junto, no van separados.

Lo que yo me relaciono con Dios se va a manifestar en mi relación con las personas. Ah, no hermana, mire, yo con Dios, una relación linda, con los hermanos, no mucho. No, la cosa no es así. si usted tiene una linda relación con Dios, va a tener una linda relación con los hermanos. Y si tiene una relación con los hermanos va a tener también una linda relación con Dios.

De qué otra manera el líder puede mantener su espíritu abierto? Abriéndole su espíritu a Dios todo el tiempo. Cuando le abrimos nuestro espíritu a Dios todo el tiempo vamos a tener un espíritu abierto para las demás personas. Un equipo de liderazgo tiene que tener su espíritu abierto. Cuando el espíritu se ha cerrado, qué es lo que pasa? No podemos llegar a las personas. La persona no deja ser tocada, la persona que tiene el espíritu cerrado no es enseñable. La persona que tiene el espíritu cerrado es como que pone una barrera, que dice, aquí no entras.

Entonces tenemos que trabajar en el liderazgo para mantener nuestros espíritus abiertos en una buena relación con Dios presentándole tu espíritu delante de Dios, siendo totalmente franca delante de Dios. Nos damos en una relación cuando somos totalmente honestas, cuando nos damos totalmente, cuando somos francas, cuando somos sinceras. Cuando hacemos esto con Dios lo podemos hacer con facilidad con las personas. Cuando el espíritu está cerrado una de las maneras que el espíritu se abre es perdonando y pidiendo perdón. Por eso es tan importante el perdón, porque sino nuestro espíritu se cierra. Y el problema es que se cierra a una persona pero pronto se va a cerrando a las personas y vamos caminando con murallas que no dejan que nos relacionemos unos con otros.

Y qué es una tercera entidad? Qué entendemos por una tercera entidad en una relación? Esto es bien importante. Por qué razón? Una persona es una entidad, la otra persona en la relación es otra entidad, pero la relación en sí hace una tercera entidad. Y fíjese que nosotros muchas veces lo que queremos cambiar en una relación es a la persona, es que como ella no cambia, no va a cambiar, a no ser que deje que Dios la cambie. Lo que tenemos que cambiar es la relación con esa persona. Eso es lo que hay que cambiar. Ahí es lo que hay que trabajar.

Para ponerle un ejemplo: a veces usted mira parejas muy sencillos, sin mayor conocimiento de nada y se llevan tan bien la pareja. Por qué razón? Porque los dos están poniendo todo lo que son. Tal vez lo poco, pero lo están poniendo todo. Entonces logran una tercera entidad que se lleva bien. Pero por el contrario, de repente vemos una pareja; él con conocimiento de todo, magnífica persona; ella, con conocimiento de todo, magnífica persona, júntenlos y usted dice, pero si los dos son excelentes, sí, separados, pero por qué razón? Porque en la relación no están poniendo nada de su parte y en las relaciones hay que darse con honestidad, hay que darse con franqueza.

Y para tocar el espíritu de una persona no necesariamente tenemos que ser íntimo de esa persona. Yo no sé si usted ha ido a un almacén donde le aparece un dependiente que usted dice, aquí, no regreso. En un almacén, la cajera me gruñó en inglés y como yo no entiendo inglés, no entendí los gruñidos. No pude hacer la compra. Pero a los 10 minutos regresé y había otra cajera, y con esa cajera, miren, mi espíritu tocó el de ella y el de ella tocó el mío. Y en dos minutos estábamos platicándonos, ella me contó su vida, yo le conté a qué venía, me hizo otro descuento, me dio una tarjeta y miren cuál fue la diferencia en esa relación. Si a ninguna de las dos yo las conocía, la transacción fue la misma, pero qué pasó? Ella se dio por entero, tocó mi espíritu, pues yo pude tocar el de ella y las dos nos dimos en ese momento. Y hasta la invité a venir pero tenía que trabajar. Pero eso es tocar el espíritu de la otra persona.

Las relaciones también tienen categorías fundamentales. Cuáles son esas categorías fundamentales? Hay un tipo de relación que es cooperativa, con el propósito de lograr algo. Perdón, es cooperativa e instrumental. Qué quiero decirles con cooperativa e instrumental? Que las personas se juntan con el propósito de lograr algo. Tienen una meta. El liderazgo por ejemplo, tiene mucho de ese tipo de relación, porque hay un equipo que está para lograr algo.

Pero hay otro tipo de relación que consumatoria, que es la relación en sí lo que importa, por ejemplo, el matrimonio. Ahora, es muy difícil que las relaciones se den o solo cooperativas o solo consumatorias. Generalmente están combinadas. Y en el liderazgo a pesar de que hay más de la relación instrumental o cooperativa, también hay relaciones consumatorias, porque también es importante la relación en sí.

Y si entramos a las dimensiones fundamentales, entramos a un terreno difícil. Por qué razón? Porque nos habla de la cercanía o la intimidad entre las personas. Claro, en un matrimonio tiene que haber una cercanía, tiene que haber una intimidad. Y la pregunta siempre es, entre los líderes tiene que haber una intimidad, tiene que haber una cercanía? Bueno, eso hasta donde es esa intimidad, hasta dónde es esa cercanía, claro que tiene que haberla, hasta dónde es? El líder la decide con su equipo. Por qué razón? Porque si usted quiere entrar en intimidad con uno de los miembros del equipo y el miembro del equipo no quiere, usted shute. Sabe lo que significa la palabra shute? Que usted es metido. Metido, está invadiendo el espacio del otro. Y tal vez es el líder el que no quiere tanta intimidad y los del grupo están queriendo, entonces se siente como acosado. Estos límites tienen que ser definidos dentro del equipo, hasta dónde es necesario, hasta dónde no es necesaria la intimidad entre los miembros del equipo. Si se lograr una buena intimidad entre todos, pues, excelente, pero a veces depende mucho de las personalidades. Hay personalidades que usted no puede invadir, el espacio está nuevo, como que tiene que ir despacio, poco a poco.

Y aquí también vemos lo que se llama la acción y la extensión que también es importante tenerla presente. Esto quiere decir cuántas áreas de la vida de la persona yo tengo que abarcar. Si en este liderazgo dependiendo de lo que se trate el equipo, yo tengo que abarcar todas las áreas de la vida de la persona o solo abarcar algunas. Posiblemente no tengo por qué abarcar su trabajo, o no tengo que abarcar sus estudios. Hay que definir qué áreas se tienen que abarcar en un equipo de trabajo y hasta dónde se tiene que abarcar.

Y también acá va el factor tiempo. Definir cuánto tiempo del equipo yo voy a tomar para liderazgo. Porque de ahí resulta que quiero demasiado tiempo, y empiezan los problemas. Yo quiero llamar a su casa a cualquier hora y empiezan los problemas. Entonces, tenemos que saber cuánta extensión de tiempo y cuánto de la vida de la persona vamos a abarcar.

En toda relación interpersonal vamos a tener varios elementos. Ahí están. No hay ninguna relación interpersonal que no tenga estos elementos. Claro, según el tipo sea la relación, los elementos se van a dar mayor o en menor grado, y son más o menos importantes. Pero si nosotros los examinamos vamos a tener el amor. El amor usted dirá en una relación de liderazgo, tiene que haber amor? Claro que sí. El Señor nos da un mandato que dice: amaos los unos a los otros. No hay para donde. Claro, no tiene que ser en la misma intensidad como en un matrimonio, de la misma manera lógicamente. Pero el amor en un equipo de trabajo tiene que existir. El amor tiene que ser lo más duradero en un equipo de trabajo.

El respeto. El respeto en un equipo de trabajo entre los líderes es esencial. Tiene que haber respeto. Y sabe que el respeto es una de las cosas más olvidadas que hay hoy día. La confianza, yo le diría, que en un equipo de trabajo, entre el líder y los que están a su cargo, es el elemento más importante, la confianza. Un equipo de trabajo que no se tiene confianza, imagínese. Mejor se van para su casa definitivamente. Es básica la confianza en un equipo de trabajo.

La generosidad, la que menos nos gusta. ¿Verdad? Porque algunos en todas las áreas, usted sabe qué es esto? Sí? Codos, porque podemos ser codos, no solo en lo económico. Codos, hasta con la sonrisa. Hay quienes que parece que pagaran por sonreír. El entendimiento es lo que más cuesta. Le es fácil a usted entender a la gente? Ay, hay gente que de verdad cuesta. Y sabe una cosa, sabe cuál es el más difícil de entender? Uno mismo. A veces ni uno mismo se entiende, pero sí quiere que todos en la casa lo entiendan. Toda la iglesia lo entienda, pero usted no se entiendo. Y el día que usted amaneció de malas, ese día, hasta la cara lleva fea y quiere que toda la iglesia entienda que usted va de malas, que no se le acerquen, que usted va de malas. Entendernos es una de las cosas más difíciles que hay, pero es esencial en un liderazgo.

Veamos entonces el amor cómo debe manifestarse en un liderazgo. El amor en un liderazgo básicamente va a ser enfocarnos en los demás. Un líder tiene que dejar de enfocarse en él mismo y enfocarse en los demás. El líder que no puede enfocarse en los demás, más que en él mismo, no va a tener un liderazgo efectivo. Y la palabra de Dios es clara, miren lo que nos dice Mateo 7:12:

“…Así pues hagan ustedes con los demás, como quieran que los demás hagan con ustedes porque en eso se resume la ley y los profetas…”

La famosa regla de oro. Un líder tiene que tener lo que se llama un caminar alto. Cuál es el caminar alto? El caminar bajo es cuando el líder trata a los demás, ay, menos de cómo lo tratan a él si él es el líder. Un caminar medio es cuando el líder trata al equipo como el equipo lo trata a él. Pero un caminar alto es cuando el líder trata a los de su equipo mejor que como él es tratado. Y ese es el caminar que Dios quiere para nosotros. Ese es el caminar que él quiere en todas las relaciones interpersonales. Cuando en la familia nosotros tratamos mejor que como nos tratan. Es el ejemplo que dio Meche en la mañana hace un ratito. Esta mujer estaba siendo maltratada, pero cuando ella empezó a tratar mejor, las cosas cambiaron, el clima emocional cambió. Y el líder es el que va a marcar el clima emocional de su equipo. Todos influyen, ya lo vimos, todo influyen, pero el que va a marcar el clima emocional es el líder. Y lo va hacer con un caminar alto.

Cuál es el contenido del amor? Cuál es el contenido del enfocarnos los unos a los otros? Lo primero que tenemos es la preocupación. Un líder que no se preocupa por su equipo no va a funcionar. Tiene que dar el ejemplo porque el líder es un manual andando. Así de sencillo. Si él en su equipo se preocupa por otros, los otros se va a ocupar entre sí y se van a ocupar por él. Una de las mayores quejas que yo he visto en los equipos de liderazgo es: el líder nunca se preocupa de mí. El líder nunca me llama por teléfono. El líder nunca me visita si estoy enfermo.

Yo no le quiero decir que el líder tenga que estar todo el tiempo como que usted es un niño, cuidándolo. No. Pero las relaciones interpersonales se dan cuando nos preocupamos los unos por los otros. Y yo sí creo que debemos preocuparnos los unos por los otros, cuidarnos mutuamente. La preocupación es el cuidado mutuo que nos tenemos. Cuando yo la cuida a ella, ella me cuida a mí. Si esto se logra en un liderazgo vamos a caminar todos bien.

A veces tenemos la excusa, ah, no, si es servir al Señor, servir al Señor no tiene uno por qué estarle dando palmaditas en la espalda. Yo creo que cuidarnos, preocuparnos, sí es parte de la relación. Por qué lo creo? Porque Dios se preocupa por nosotros. Jesús se preocupa por nosotros. Dios se preocupó de tal manera que dio a su Hijo Jesucristo para que nosotros tengamos vida eterna. Y si queremos tener un liderazgo al estilo de Jesús tenemos que preocuparnos los unos por los otros.

La bondad. Fíjese que la bondad es el relacionarnos de una manera amable. Sabe que a veces cuesta ser amable. Hay veces que no tenemos ganas de ser amables. No estamos en condiciones de ser amables, sin embargo, es parte de la hermandad. Un hablar amable… que a veces somos groseros con nuestras palabras, groseros para tratarnos unos con otros en el equipo, groseros para tratarnos en la familia, y un hablar amable, un hablar bondadoso nos va a dar un sentimiento de hermandad, nos va a dar unidad. Fíjese que Dios nos habla de manera amable, hasta cuando nos da los jaloncitos nos habla de manera amable.

Simpatía. Ay, ese líder sí que es antipático. Tendrá que trabajar. Yo no puedo tener un líder antipático. Usted tiene un líder antipático? Sí, quieren un líder antipático. Eso es fácil. Más difícil es que sea simpática, que tenga simpatía. La simpatía la van a dar las acciones. Cuando usted mira las acciones de una persona, eso es la simpatía, no es tanto el físico, o que sea payaso, sino que son las acciones lo que van a dar la simpatía. Y eso es básico. Si usted es líder prepárese. Va a tener que perdonar, perdonar y perdonar. Y si está en un equipo de trabajo va a tener que perdonar, perdonar y perdonar. Usted sabe cuántas veces no podemos manejar un liderazgo, o estar en un equipo de trabajo si no estamos en el perdón.

Ahora vamos a ver cuáles son los principios relacionales del amor. Cómo podemos saber, aparte de los elementos que tenemos que poner en práctica, cuáles son los principios relacionales en un liderazgo para que se manifieste el amor?

La perspectiva. Qué es la perspectiva? La perspectiva es ver el cuadro completo. El líder no puede ver solo una parte de la situación en su liderazgo. No puede ver solo una parte de la persona, el líder tiene que ver un cuadro completo. Muchas veces los líderes cristianos solo vemos nuestro pedacito. Lo que a mí me toca y mi grupito, pero ¿saben qué? nosotros y nuestro grupito somos parte de otro grupote. Y ese grupote es parte de otro grupote. Y tenemos que ver el cuadro completo. No somos un equipito aislado, dependemos unos de otros. Y cuando no vemos el cuadro completo, qué nos puede pasar? Nos puede pasar lo que le pasó a Nabucodonosor. Fíjese que él era tan orgulloso que solo vio su pedacito. Él agarró a las personas más importantes, los más inteligentes, con esos se quedó y no vio el cuadro completo de la nación. Qué pasó? Dios tuvo que trabajar en él y después de que era rey, lo llevó a vivir de la peor manera, hasta que reconoció que Dios era el Soberano. Tenemos que ver el cuadro completo.

Qué otro principio tenemos? Tenemos el principio del intercambio. Ese principio es bien sencillo, difícil de hacer, ponerse en los zapatos del otro. Si algo es difícil es ponerse en los zapatos del otro. Pero cuando logramos ponernos en los zapatos del otro, vamos a entender al otro. Posiblemente nos vamos a dar cuenta que si yo estuviera en su lugar, haría lo mismo y peor todavía. Sí. Es cuando como cuando censuramos a los gobernantes, a saber, si nosotros fuéramos los gobernantes cómo seríamos? O cuando censuramos al líder, a saber, si yo fuera el líder cómo sería? A lo mejor sería peor que aquel que estoy censurando. Eso de ponernos en los zapatos del otro ayuda mucho.

Hay dos personajes que uno es ejemplo de lo que no debe ser un liderazgo y la otra, sí es un ejemplo. Está el caso de Abigail y su esposo Nabal. Nabal era…, espero no tenga ninguna similitud con ningún esposo acá, porque era feo. Me refiero a su actitud, me refiero a su modo de ser. Cuando le tiene que dar comida a los hombres de David que habían sido buenos con los hombres de él, qué hace? No le importa. No los quiere ayudar. Hay que ver lo que les pase. Solo vio su pedacito, nada más.

Pero qué hizo Abigaíl? Abigaíl es ejemplo de lo que debe de ser las relaciones en un liderazgo, y en todo tipo de relación. Qué hizo ella? Ella fue a dar, ella fue a ofrecer, ella agarró lo que tenía, ella se fue con David, ella fue amable, ella para cariñosa. Por qué? Porque era una mujer bondadosa, era mujer linda y qué pasó? Tocó el espíritu de David y lo tocó de tal manera y David tocó el espíritu de ella, lo tocó de tal manera que salvó a todas las familias del lugar. Una mujer que toca el espíritu de las personas puede salvar a su familia, puede salvar a las familias de la cuadra, puede salvar a todas las familias que tiene cerca cuando sabe tocar el espíritu de alguien. Y mire, y lo tocó tanto que después David se casó con ella. Ya esa parte, déjenla por un lado, ahí ya no entramos.

Y tenemos acá entonces otro principio: el principio del carisma. A veces decimos, ay, tan carismático, por qué? Su físico. No, realmente el carisma es interesarse por las personas. Y un líder tiene que interesarse por las personas, tiene que interesarse por las personas más que en sí mismo.

Jonatán apoyó a David para que fuera rey. Y un líder tiene que apoyar a su gente para que crezca, para que se levanten, para que un día sea su sucesor. Ay, pero a veces los líderes qué hacemos? Que no hay ninguno, solo a los de guate. Sabe que hacemos allá? Cuando alguien va creciendo y ya nos va a quitar del puesto lo apachamos de alguna manera. Y a veces somos expertos en buscar formas de apachar al que va creciendo en el grupo, cuando ya vemos que este nos puede pasar, ahí buscamos la manera de ver cómo lo apachamos. Por qué razón? Porque no queremos que crezca.

Para una reflexión: está aplicando usted estos principios en su liderazgo? Se están manifestando en su liderazgo? Se están manifestando en su familia? Se están manifestando en la mía estos elementos del amor? Eso solo Dios nos puede dar la respuesta. Solo Dios puede saber y confrontarnos que si realmente hemos estado aplicando este principio del amor en nuestro liderazgo, si realmente hemos dejado el de centrarnos en nosotros mismos y centrarnos en los demás. Si Dios nos muestra que tenemos que hacer un cambio en esa área, tenemos que pedirle a él que nos ayude a hacer ese cambio.

Cuánto realmente yo estoy centrada en mí misma, o cuánto realmente me interesan más los demás. Quién va primero? Yo o los otros.

Y ahora entremos a otro de los elementos que tenemos acá: el respeto. Qué es el respeto? El respeto es el reconocimiento de la dignidad de una persona. Y qué nos dice Colosenses? Miren, “…..compórtense sabiamente con los que no creen en Cristo aprovechando al máximo cada momento oportuno que su conversación sea siempre amena y de buen gusto así podrán saber cómo responder a cada uno….”

Mis amadas hermanas, como está nuestra conversación? Muy linda, muy interesante. Que bien! Saben que las conversaciones a veces van en detrimento, las conversaciones más altas son las que hablan de ideas, bajan un poquito de tono cuando hablan de cosas, y se van para abajito cuando hablan de personas. De qué será lo que más hablamos? De cosas, ideas o personas? Si somos honestas, de personas. Como que tenemos que elevar nuestra conversación.

En su equipo de liderazgo de qué habla? De ideas, de cosas o de personas? Si estamos hablando de personas subamos nuestro nivel.

Cuál es el contenido? En el respeto lo básico es valorar a los integrantes del equipo y que los integrantes del equipo valoren al otro con su valor intrínseco. El valor intrínseco que Dios nos ha dado. En la familia nos tenemos que valorar con el valor intrínseco que Dios nos ha dado. Ese valor que no se quita con nada aunque hagamos lo peor. Sabe que aunque su esposo haga lo peor, los hijos hagan lo peor, el líder haga lo peor, su valor intrínseco sigue siendo como persona. Porque es el valor que Dios le da.

Y en un liderazgo también tenemos que aprender a reconocer el valor del carácter. Qué es el carácter? A veces pensamos que carácter es, ay, yo soy muy dulce…. Mal carácter. No, carácter es otra cosa. El carácter es hacer lo correcto cuando tengo que hacer lo correcto. Y un líder puede cometer equivocaciones de cosas que no sabe, esas se corrigen aprendiendo, pero las equivocaciones de un líder por falta de carácter, esas pueden ser terribles. Un líder tiene que hacer lo que tiene que hacer cueste lo que cueste. Ay, que me va a ir mal…. Bueno, le va a ir mal, pero tiene que hacer lo que tiene que hacer, cueste lo que cueste, lo vea quien lo vea. Saber que Dios siempre está viendo.

El reconocimiento. Entre el equipo de liderazgo es importante, es otra de las áreas de problemas siempre. Es que no me reconocen lo que hago. Es que nunca me dan las gracias. Ha oído eso? Es que nunca me dicen que qué bien lo hice. Es que no son agradecidos. Claro, no nos van a dar las gracias todo el tiempo, pero sí tenemos que darnos las gracias, sí tenemos que reconocer lo que unos hacen por otros. Dios nos manda a ser agradecidos, a dar gracias a él todo el tiempo por lo que tenemos, pero también debemos de dar gracias a las personas que nos están rodeando.

Cuando empezamos a dar gracias por el equipo que tenemos y las personas que nos están rodeando, nos vamos a dar cuenta cuán hermosa es nuestra vida con las personas que nos puso alrededor, cuál enriquecedora es nuestra vida con las personas que nos puso alrededor. El problema saben en qué está? En que a veces somos buenas para ver los defectos y no para ver el potencial. Y un líder tiene que ver el potencial de la gente más allá del defecto. Para ver el defecto no necesita ser líder, para eso todos los vemos los defectos. Somos cazadores de errores pero ver el potencial de la gente eso es otra cosa. Saber ver lo que está debajo de la persona y hasta dónde se le puede llevar y cuánto puede dar, si se le respeta, si se le da reconocimiento, si se la da aprobación. La aprobación retroalimenta y en un liderazgo tiene que retroalimentadas las cosas buenas, tiene que haber aprobación. En la casa tenemos que tener aprobación los unos con los otros. Las mamás para corregir, buenísimas, doctorado… para aprobar las cosas buenas de los hijos… pasan por un lado y pasan por el otro. Tenemos que aprobar.

Y la aceptación, qué es la aceptación? En un equipo de liderazgo cada miembro debe sentirse aceptado, sentir que tiene un lugar, sentir que ahí está cómodo, sentir que ahí lo aprecian, que ahí lo respetan, de lo contrario, imagínese trabajar en un equipo donde usted no se siente aceptado, con qué ganas va a trabajar? Cómo va a hacer su trabajo? Malo. Tenemos que trabajar en el equipo de liderazgo para aceptarnos los unos a los otros, lo cual no es fácil, porque somos diferentes. Y qué bonito es aceptar a los que son iguales que yo, pero a los que son diferentes, ahí ya la cosa cuesta.

Pues bien, razones por las que las líderes no se ganan el respeto. Yo se las podría centrar en dos: una de ellas es que un líder cree que porque le dieron el puesto ya lo van a respetar. O porque es más grande, o porque tiene canas, o porque tiene más tiempo en el Señor. No, el respeto se gana. Y cómo se gana el respeto? Ya lo vamos a ver. Cuál es el comportamiento del líder para ganarse el respeto?

La otra razón por la cual un líder a veces no se gana el respeto, es porque tiene más necesidad de aceptación que de respeto. Y el líder que tiene entonces por su necesidad de aceptación quedar bien con todos, deja que le falten el respeto. Y empieza a no separar los límites, a pasarse sobre el límite.

Cómo se empiezan a pasar sobre el límite en un liderazgo? Las bromas. Y las bromas cada vez van subiendo más de tono, van subiendo más de color y cuando sentimos nos estamos faltando el respeto los unos a los otros. Hoy día yo he visto que a los líderes se les respeta poco, se les contesta mal. Yo les quiero decir, usted al líder no le puede contestar mal. Simple y sencillamente porque es el líder. El día que usted sea es otra cosa, pero al líder hay que respetarlo. Ay, sí, pero fíjese que es más chiquito que yo. No importa. Sabe menos que yo, que lo voy a respetar. No importa, es la autoridad delegada. Acaba de entrar en el Señor y yo mire cuántos años tengo. No importa, es la autoridad delegada.

Fíjese que en la iglesia está el pastor y está el pastor asociado que es el hijo del pastor. Es para mí un joven de 35 años. Mi hijo trabaja exactamente a la par de él, los dos juntos, ellos tienen leyes que han puesto, estatutos que han puesto, reglas que han puesto, y yo tengo que obedecerlas, yo tengo que sujetarme a lo que ellos me dicen y si me dicen, esto se puede hacer, esto se hace; esto no se puede hacer, esto no lo hago. Tengo que respetarlos aunque sea mi hijo y aunque sea, los dos que yo los puedo ver como unos jovencitos, pero son los líderes que Dios puso sobre mí.

Claro, el líder tiene que darse a respetar. Cómo va el líder a edificar el respeto? Fíjese que el líder tiene que hacer cosas para edificar el respeto. El líder tiene que empezar respetándose él mismo. Si él no se respeta, olvídese, no lo van a respetar. Cómo se respeta un líder? Lo primero que tiene que hacer es un buen desempeño. Usted va a respetar a un líder que se desempeña bien. Vamos a respetar a un líder que no cambia sus convicciones. No es un líder que hoy dice una cosa y mañana dice otra. Hoy está hasta arriba, mañana está hasta abajo. Puro yoyo. En todo lo que hace, en todo lo que dice, eso no es un líder al que nosotros vamos a respetar.

Qué otra manera se va a dar a respetar un líder? Un líder se va a dar a respetar sabe cómo, cuando es puntual, porque cuando el líder no es puntual, está robando la vida a la gente que está con él. Y los del equipo tienen que ser puntuales. La impuntualidad, mis amados hermanos, es quitarle la vida a otra gente. Por qué razón? El tiempo es vida. Y si yo lo hago esperar a usted una hora, le quité una hora de su vida. Así de sencillo. Eso es crucial en un equipo de trabajo.

El líder también tiene que ir más allá de las perspectivas del equipo. Por qué? porque el líder es el que marca la dirección. El líder tiene que ir al futuro, o sea, que el líder tiene que ir en su pensamiento como antes, tiene que ver las cosas como antes, tiene que visualizar antes lo que va a pasar. Por qué razón? Porque al visualizar antes las cosas que van a pasar, las puede prevenir.

Pero imagínese que un líder hasta que el asunto está grave toma cartas en él. No, el líder tiene que ver venir las cosas y tiene que ver muchas veces cómo las detiene. Y un líder tiene que ser exitoso en la medida de hasta donde puede, en todas las áreas de liderazgo: casa, trabajo, liderazgo. Ah, es que aquí en la iglesia, yo soy exitosa, pero en mi casa…. Aquello va fatal. Eso no puede ser. Tiene que haber un equilibrio en todo. Aquí miren, ja, pero en el trabajo… ahí casi que ya me sacan. Tiene que haber equilibrio. La vida es equilibrio y tiene que haber equilibrio en todas las cosas de nuestra vida.

Fíjese que a mí me llama mucho la atención lo que dice Primera de Tesalonicenses 5:12 y 13 dice:

“… que reconozcan a los que trabajan entre vosotros y los presiden en el Señor y os amonestan, y que los tengan en mucha estima a causa de su obra….”

Qué me está diciendo aquí? Me está diciendo que tenemos que tener al líder en estima, aunque nos amoneste. Hay que tenerlo en estima. Y cómo vamos a mostrar nosotros respeto? Una de las formas de mostrar respeto es la obediencia. Ahí va el líder, ni caso le hago, solo lo dejo hablando. Es falta de respeto y el líder también tiene que tener respeto por su equipo. El cumplir con lo que tenemos que hacer es una manera de lograr el respeto en un equipo. El hablarnos educadamente, si no necesitamos gritarnos ni decirnos cosas así, usted sabe, ….. así, esas, que usted se lo dice a Juan para qué? lo oiga Pedro. Y lo dice aquí para que lo oigan así. Esas son faltas de respeto que no deben darse en un liderazgo.

Pregunto para una reflexión: Cómo está el respeto en su equipo de trabajo? Hay que incrementarlo, incrementémoslo. Cómo está en la casa el respeto? Tenemos que incrementarlo? Tráeme la toalla. Apúrate, son las 6!! Te dije que corriendo, venís como que tortuga. Yo no sé de dónde me lo inventé. Y cuando llegamos a la iglesia, hermano, bienvenido. Y en la puerta otra vez, te dije que te apures que tengo hambre. Equilibrio. Equilibrio en todas las áreas que podamos ser personas que fomentamos el respeto. Mire, si algo se ha perdido hoy día es el respeto. Hablamos como queremos, decimos lo que queremos, herimos como queremos.

Vamos a entrar a otro que no se ve ahí, la confianza. Esta es la más importante en el liderazgo, bien difícil, porque miren lo que es la confianza. Es la condición por medio de la cual nos hacemos dependientes de otras personas para un resultado o consecuencia. Y Corintios 4:2 nos dice:

“… ahora bien, se requiere de los administradores que cada uno sea hallado fiel…”

La confianza es una decisión. Usted toma la decisión de confiar en alguien. De hecho, las decisiones de confianza usted las toma todos los días desde que se levanta. Usted decide confiar en el que va manejando en el vehículo en el que usted se va. Ahí está la primera decisión de confianza. Usted cuando compra algo confía en lo que le están vendiendo. Cuando oye a alguien, confía en lo que le están diciendo. Es una decisión.

Pero también es un proceso relacional. Usted no va adquirir la confianza de sus líderes por una vez que hicieron las cosas bien. La confianza es un proceso que se va desarrollando. Y la confianza lo más difícil es que es un riesgo. Cuando usted confía en alguien usted confió y si le fue mal la decisión de quién fue? Suya. Es que yo confié, sí, pero quién decidió confiar? Uno. De quién es la culpa? Si a culpables vamos de uno. Por qué? Porque confió en la persona equivocada. No habría visto en esa persona los elementos o los contenidos de la confianza, que veamos cuáles son.

La confiabilidad. Usted sabe si una persona es confiable a medida de que le ha encargado varias cosas y ha funcionado. Entonces usted sabe que es confiable. De lo contrario no sabe si es confiable.

La responsabilidad. Si usted sabe que una gente es irresponsable y confía en ella, cuál va a ser el resultado? Porque mire, la confianza no puede ser fragmentada o la persona es confiable en todas las áreas, o no es confiable en nada. Pero no puede ser que usted tenga un equipo de liderazgo que puede confiar en esto, como que fueran rompecabezas. No. La confianza debe ser en un grupo de liderazgo total, todos entre todos y en todas las áreas.

La lealtad. Esto sí que…. Yo no sé si usted ha visto dentro de las otras iglesias como hablan del líder y después ay, que tal estás? Como me gozo en que seas mi líder! O al revés, ¿verdad? Ha oído eso?

El otro les decía a unas personas, ah, pero que tan mal se llevan pues con esa persona, pero es la primera que invitan a la hora de una reunión. Si no les gusta, si no la quieren ver, es la primera que invitan. Por qué? Porque no hay lealtad. La lealtad es algo en lo que tenemos que trabajar. No podemos ser desleales con la gente con la que trabajamos. No podemos ser desleales. No podemos, yo siempre he dicho que uno no puede morder la mano que le está dando de comer. Si usted está trabajando en un lugar no hable del jefe. El jefe le está dando de comer. Gracias al jefe compró su carrito, su casita y estamos hablando mal de él encima. Pero no nos gustaría que nos pasara a nosotros, que la persona que trabaja con nosotros hable mal después de que nosotros le estamos pagando y dando de comer. No nos gusta. La lealtad.

La fidelidad. Todo esto va combinado: la lealtad, la fidelidad, van combinados. Fíjese que Dios es un Dios fiel, fiel, fiel y si usted quiere un liderazgo al estilo de Jesús tiene que ser fiel en el equipo, tiene que ser un líder fiel. Si usted es un líder intermedio, tiene que ser fiel con los que están de cabeza suya y tiene que ser fiel con los que tiene en su equipo. Tiene que tener fidelidad en los dos niveles. Tiene que ser con fidelidad en los dos niveles.

Credibilidad. Sabe qué es la credibilidad? Si digo sí es sí. Y si digo no es no. No se preocupe, yo lo hago, yo lo hago. Y usted no hace nada. Yo traigo, yo traigo. Y no trae nada. Yo me hice responsable, no lo traje pero asumo la responsabilidad. Cuál responsabilidad si no lo trajo? Si usted se comprometió, se comprometió, aunque tenga que venir a hacerlo de cabeza, enferma, como sea, se comprometió, se comprometió. Usted dijo que llegaba y llega en burro, pero llegue. Sí, así de sencillo. Sí, pero llegue. Eso es la credibilidad. Con la mayor tranquilidad dice, ay, no pude, fíjate. Y deja al líder ahí, deja a todo el equipo porque no pudo. Y busca cualquier excusa que a lo mejor es hasta mentira. Porque si no lo va a poder hacer, llame antes, y arréglelo cómo lo puede cubrir. Así de sencillo. A veces hay trabones, llame antes y arregle cómo se puede cubrir. Pero hágalo.

Y luego vamos a tener la seriedad. Mi amada hermana, si usted se decidió a servir al Señor, de ser parte de un equipo, usted tiene que ser seria. Ay, hoy sí lo sirvo, pero mañana no porque estoy cansada. No. Las cosas en mi casa…. no, servir al Señor no es juguete. Estar en un liderazgo, en un equipo de trabajo no es juguete.

Yo veo que a veces para el trabajo somos serios, para las cosas del Señor, no. Ay, como es para el Señor, sí, precisamente como es para el Señor tiene que haber excelencia. Al trabajo sí llegamos puntual porque ni modo, pero a las cosas del Señor, no, porque es para el Señor. Eso no puede ser.

Y respuestas predecibles. Usted si quiere ser una persona confiable, de credibilidad, tiene que tener respuestas predecibles. Es que no sé como me va a salvar. No, las respuestas tienen que ser predecibles. No sé qué me va a decir. No, las respuestas tienen que ser predecibles. Usted tiene que trabajar en eso en su equipo de trabajo, que ahí todos los que digan es sí, lo que digan es no. Son confiables, las respuestas son predecibles.

Las personas en qué confían en el líder? Porque también las personas depositan su confianza en el líder. Y el líder tiene esa responsabilidad. Ser líder no es fácil. Es bien difícil. Solo se logra unido del Señor. En qué confía la gente en el líder? Bueno, en el juicio.

Usted sabe que su líder está cuerdo. Al menos eso cree. Cree que sabe a dónde lo lleva, cuáles son las metas. Porque si no cree que su líder está cuerdo, pues vamos mal, ¿verdad? Usted sabe que su líder es una persona íntegra en todas las áreas de su vida, que es franco, que no le dice mentiras blancas. Sabe cuáles son las mentiras blancas? Las mentiras sociales. Sabe que es un líder veraz, que si le dijo una cosa es porque es. En qué va a confiar usted en el líder? En la perseverancia. Usted no quiere un líder que a la primera de cambio, cuando las cosas se ponen feas, sale corriendo y los deje a todos en el equipo y ahora qué hacemos, a quién ponemos.

Usted tiene que desarrollar esas características si es un líder, tiene que desarrollar su carácter. Ya hablamos de esto. Tiene que ser honesto. Y un líder honesto, pues, es un líder que no tiene una imagen falsa, que como soy líder soy perfecto, fíjese, ya no tengo errores, ya no tengo emociones, ya no siento nada. Los líderes tenemos un montón de errores, cometemos equivocaciones, somos personas y podemos tener una imagen falsa. Hasta caminamos diferente porque somos el líder. No, eso no puede ser, no puede ser.

Esas son las características que un líder tiene que desarrollar. Por qué? Porque su equipo espera eso.

Vamos a ver cómo podemos edificar confianza en un grupo. La confianza definitivamente empieza en uno mismo. Ahí empieza la clave. Ya vimos como podemos ser un líder confiable. Un líder también edifica la confianza cuando es accesible. Antes yo lo podía hablar al hermano, a la hermana, ahora ya no porque es líder, ya tengo que pedir cita. Ya si lo saludo nunca me da la cita. Yo no lo puedo hablar ahí en el equipo porque ahora es líder. No. El líder tiene que ser accesible.

Fíjese que ahí en la Biblia tenemos un ejemplo de accesibilidad que a mí me gusta mucho, y es el caso de Rebeca. Le pongo ejemplos de mujeres porque estamos mujeres. Cuando a ella le piden agua para beber, qué hace ella? Ella es accesible y da el agua al siervo de Abraham, le da el agua, y no solo le da agua a él sino que le da agua a los camellos. Pero nosotros no queremos caminar un poquito más de ser accesibles, sino que exactamente lo que nos piden.

No, un líder tiene que caminar la segunda milla. Ay, le pidieron la camisa, tiene que dar el saco. Un líder tiene que dar siempre más. Tiene que ser accesible. Claro, usted no va a estar llamando al líder a su casa y a su trabajo, cada media hora, porque tampoco. Pero equilibrio para las cosas, pero sí tenemos que saber cuándo somos accesibles para atender a la gente.

Otra cosa bien importante para edificar la confianza es crea lo mejor de las personas. Si usted cree, el líder que cree lo mejor de su equipo, va a sacar lo mejor de su equipo. Por qué? Porque eso van a ser sus diálogos internos. Cuáles son los diálogos internos? Son estos pensamientos que hay aquí en la cabeza todo el tiempo. Y ahorita, yo sé que usted tiene algunos. Esos diálogos internos de lo que usted cree de la gente van a ser el resultado. Crea lo mejor de la gente. Es que me puedo equivocar, se puede equivocar, es un riesgo, pero creer en alguien da buenos resultados.

Para una reflexión: Cómo está la confianza en su equipo? La ha edificado? La tiene que edificar? Qué cambios tiene que hacer? Recuerde, un equipo en el que no hay confianza, no es equipo. Así de sencillo. Por qué? Porque estamos todos desconfiados los unos de los otros, no confiamos en que la gente va a hacer las cosas. No confiamos. No puede ser, tiene que edificarse la confianza.

Y veamos ahora, la generosidad. Es la inversión que nosotros hacemos en los demás. Cómo vamos a invertir en los demás? Preocupándonos los unos por los otros a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras. Cómo vamos a ser generosos? Mire, en tiempo el líder tiene que tener tiempo para el trabajo del Señor, el equipo tiene que tener tiempo. Es que ya voy corriendito porque no tengo tiempo, y todo lo hacemos corriendito. En el Señor no puede haber corrienditos. El Señor no anda corriendito de nosotros. Nos da tiempo o usted lo tiene que corretear? Yo no veo. El Señor ahí está. Entonces, lo más que podemos hacer por él es darle tiempo, pues, si no nos pide mucho.

Usted tiene que dar información. Hay líderes que cómo saben y no enseñan nada. Por qué? Porque si el otro sabe mucho va a saber más que yo. Si usted quiere ser trascendente en un liderazgo enseñe, deje seguidores. Esa es la trascendencia. Usted se muere y los otros siguen. Porque le cuento que todos vamos por ese camino. Así es que muy líderes pero ese es el caminito.

Afecto. Mire, un líder tiene que dar afecto. Cuando un líder da tiempo, información y afecto, qué está dando? Está dando apoyo, y cuando da apoyo hay crecimiento del grupo y hay buenas relaciones.

Y veamos ahora los principios de la generosidad. El primer principio que tenemos es el principio de la huerta. Ahí tenemos a Moisés y Josué. Moisés y Josué estuvieron juntos por 4 décadas. Se dieron tiempo el uno al otro, se apoyaron el uno al otro por 40 años, en las buenas y en las malas. Las relaciones hay que cultivarlas. No se dan por sí solas, hay que regarlas y regarlas todos los días.

Tenemos el principio del ciento uno por ciento. Qué es este principio usted me dirá? Es que yo con mi equipo no tengo nada en común, todos somos tan distintos. Busque el uno por ciento que tenga en común y a ese uno por ciento dele toda la fuerza. Es que yo con mi esposo no tengo nada en común. Busque el uno por ciento con el que tenga acuerdo y dele toda la fuerza.

Mire, Pedro estaba defendiendo la inclusión de los gentiles que hizo Dios. Pedro fue amonestado porque le estaba predicando a los gentiles, y le estaba predicando a Cornelio. Y qué hizo él cuando lo confrontaron? No se puso a pelear, buscó el punto en el que estaba de acuerdo en común con los religiosos, que era que cada persona que verdaderamente tenía un convencimiento creyente en Jesús, tenía el Espíritu Santo. Ese era el punto en común, y eso fue lo que él tomó para entrar en unidad.

La celebración. Sabe usted dónde se prueba una verdadera relación? Cuando usted se alegra que le pasó algo bueno. Pero cuando se alegra de verdad. Ay, que bueno lo que te pasó y en el fondo, Señor, por qué no fue a mí a la que le pasó eso? No crea, no es fácil eso a veces. Es cuando verdaderamente usted se alegra del triunfo del otro, cuando verdaderamente usted se alegra que Dios le dio al otro lo que usted quería para usted. Ahí se mide una verdadera relación.

A veces estamos orando dos personas por lo mismo. Dios se la da a una y a uno no. No es fácil alegrarse. Pero ahí se prueba la verdadera relación. Usted se recuerda el caso de Saúl y David? David había vencido a Goliat, había vencido a los filisteos, iban de regreso a su casa y cuando las mujeres israelitas empiezan a decir, David, mató a diez mil, Saúl solo a mil, qué hizo Saúl? Se enojó, se puso bravo, lo empezó a perseguir. Por qué? Porque no pudo celebrar el triunfo de la otra persona.

Y por último tenemos el entendimiento. Toda relación debe de añadir valor a la persona. No quitarle valor. Una relación es significativa cuando usted se relaciona con la persona le da valor a la persona, añade a la persona, hace crecer a la persona, hace resaltar lo mejor de la persona, hace que la persona sea efectiva. Esas son las relaciones saludables que Dios quiere para nosotros. Por eso dice que dos son mejor que uno, porque si uno cae el otro lo sostiene.

Y veamos el contenido del entendimiento. Comunicación adecuada. Un líder que no tiene una comunicación adecuada con su equipo de trabajo no funciona. Que entiendo por comunicación adecuada? Una comunicación que es clara, concreta, directa, que puede dar las órdenes con claridad, con seguridad, concretas. No que yo te digo, porque yo creo para... una confusión. Que usted hasta cuando da una dirección lo mandan por aquí, y luego para allá y después…

El otro día una persona le daba una dirección para llegar a mi casa y le decía, mira, te venís por un banco que ahora es tal banco, y antes era tal otro, y antes era otro y después vas a llegar a otro banco, que ahora es tal banco y que antes era…. Imagínese esa persona, nunca llegó a mi casa, por supuesto. Anda todavía buscando los bancos.

La comunicación tiene que ser clara. La visión tiene que ser clara. Usted tiene que tener la visión de lo que está haciendo para transmitirla con claridad. Si no la tiene usted con claridad, no la puede transmitir al grupo. Todos tienes que tener la visión.

Cada quien debe de conocer su responsabilidad. Es que yo no sabía que me tocaba a mí. Ha oído usted eso? Es que yo creí que le tocaba a no sé quién. Es que yo no sabía que yo tenía que hacerlo. Tenemos que conocer nuestras responsabilidades y tenemos que saber lo que estamos haciendo. Si usted está en equipo de trabajo que lo que le toca hacer no lo sabe hacer, apréndalo. Así de sencillo.

Mire dónde lo aprende. Busque un libro. Métase al Internet. Pregunte. Vea qué hace y aprenda. Pero hágalo bien. Hágalo con excelencia porque es para el Señor, no para nadie más.

Y vamos a ver ahora los principios. Por favor escuche, escuche, escuche, escuche. No hable antes de que el otro haya terminado. Conoce a alguien así? uno va por la mitad y ya le contestaron. Uno va por la mitad y le ponen a uno el resto de la frase. Eso no es escuchar. No oiga, escuche, escuche es ir más allá de las palabras, es entrar al corazón de la persona, es entrar al espíritu de la persona, es entrar a las intensiones de la persona, es ponerme en el zapato del otro. Todo eso es escuchar.

Quiere buenas relaciones en su casa? Escuche. Es que me aburro. Escuche. Es que mi marido cómo habla. Escúchelo. Quiere buenas relaciones con los líderes? Escúchelos. Porque eso si nos gusta a que nos escuchen, eso es bonito.

La asociación. Miren, en un equipo de liderazgo tenemos que estar juntos porque si trabajamos juntos vamos a tener buenos resultados. Ahí no estoy yo solo, estamos asociados todos. Y debemos de gozarnos el equipo de liderazgo solo por el hecho de estar juntos. No porque tenemos que trabajar. Solo por el hecho de estar juntos debe de haber gozo. Por qué razón? Jesús tiene gozo de estar con su iglesia. Y la relación mejor que tenemos es la relación con Jesús, es una relación de gozo y así debe de ser la relación los unos con los otros.

Yo le voy a pedir ahora que se pongan un poquito de pie. Estamos un poco atrasados pero vamos a tratar de adelantar. Voy a pedirle que se estire un poquito. Vamos a hacer un poquito la gimnasia cristiana, usted diga, a veces estoy con Cristo arriba, arriba. Toque el techo. Toque el techo. Toque el techo.

A veces estoy sin Cristo, abajo, abajo. Vamos agáchese, hasta el suelito, hasta el suelito. Llegando, llegando. Pero como no me gustar arriba y abajo, arriba y abajo, mejor me quedo arriba, arriba, arriba, arriba. Ahora siéntese.

Y le voy a dar unos dos minutos, tres minutos para que usted con la persona que tiene a la par le comente de todo lo que vio aquí, en qué cree que su liderazgo anda muy bien, o en qué cree que su liderazgo necesita trabajar. Y si usted no es líder, pues, comente en qué cree que su casa está bien o qué cosas necesita edificar. Haga el ejercicio porque esto nos va a dar un poquito de auto revelación de cómo estamos. Trate de hacer el ejercicio.

Cambie con la otra persona para que sea recíproco. Muy bien, vamos a continuar. Tenemos todavía un poquito aquí adelante para no dejar esta parte inconclusa.

Y entonces vamos a ver qué perjudica una relación. Lógicamente una relación se va a perjudicar cuando no se trabajan estos elementos que vimos y cuando los principios relacionales que vimos no se llevan a cabo.

Entonces, se va a perjudicar la relación, puede ser que se perjudique en el área del amor, en el área de la confianza, en el área del respeto, en el área de la generosidad o el entendimiento. Identificar el área de problema es bueno porque es en esa área en la que hay que trabajar, y no se puede sustituir un área por otra.

Usted me dirá, mi equipo está mal en el área del amor, pero estamos bien en el área de la confianza. No, no se puede sustituir un área por otra. Tienen que edificarse todas las áreas. Qué pasa cuando hay problemas en alguna área? Bueno, viene el conflicto. El conflicto simple y sencillamente yo le diría que es un desacuerdo. En una palabra, un desacuerdo entre personas interdependientes, porque claro, para que haya conflicto tenemos que ser interdependientes.

Cuando hay conflicto nosotros podemos hacer muchas cosas. Una cosa es ignorarlo. Aquí no pasa nada. Aquí todo está bien. Negar el conflicto, hermana, yo veo que su equipo… No, aquí no pasa nada. Luego en su familia, no, no, no, todo bien. Todo de cabeza pero estamos bien. A veces huimos del conflicto. Tengo con conflicto en la iglesia, qué hago? Me voy para otra. Váyase a otra a tener conflicto a otra y así camine y salte. O qué puede hacer? Arreglar el conflicto de la índole que sea. Enfrentarlo a la manera de Dios.

Tenemos diferentes niveles de conflicto. El número 1 es el fácil de resolver y ahí es donde se deben resolver los conflictos. Por qué? Porque ahí todavía nos estamos hablando realmente, queremos resolver el conflicto, somos francos, con hablar las cosas se arreglan. Si dejamos pasarlo al número 2 pues vamos a entrar ya a los desacuerdos.

Ya los desacuerdos, la comunicación ya no es tanta, ya no nos hablamos con tanta franqueza. Ya somos medio hipócritas, ¿verdad? Nos saludamos así como que está todo bien, pero no está todo bien.

Si sigue su curso hay ruptura de la comunicación y ahí es más problema la solución. Y si seguimos nos volvemos personas antagónicas. Y el último nivel del conflicto es cuando entonces mejor me voy. Y salgo huyendo y dejo la obra del Señor tirada. La obra de Dios no se puede quedar tirada. No porque seamos insustituibles, usted no lo hace, lo levanta otro. Así. Tal vez con menos conocimiento que usted pero con más corazón para servir al Señor.

Veamos entonces ahora las etapas del conflicto porque mire, el conflicto no surge así de la nada. El conflicto tiene etapas que se pueden ver en la batalla de Hai. Mire, en la batalla de Hai, qué pasó? Creían que iban a enfrentarse a unos poquitos y resultó que enfrentaron a un montón y así nos pasa a nosotros en el conflicto. Está primero la etapa del síntoma. Nos damos cuenta que algo anda mal, yo como que veo que la fulanita no está igual conmigo, como que ya no me saluda igual, como que ya no viene a todas las reuniones, como que ya falta mucho. Es la etapa del síntoma. Vemos que lo cotidiano, lo que llevábamos tiene una interrupción, hay un vacío, empezamos a notar el vacío. Yo creo que mi marido ya no se me acerca mucho. Empezamos a ver una interrupción. Mis hijos ya no me buscan tanto. Hay una interrupción.

Luego viene la etapa de la confusión. Qué estará pasando? Se ha hecho esa pregunta? Por qué será que ya no viene la fulanita a las reuniones? Por qué será que ya no me saluda? Y tantas cosas, es la etapa de la confusión. Y en esta etapa de la confusión fíjese que es bueno hacer lo que hizo Josué. Qué hizo Josué? Josué agarró a los ancianos, postró rodilla en tierra y le preguntó a Dios, qué estaba pasando y que le diera sabiduría para saber lo que tenía que hacer.

Pero sabe qué hacemos nosotros? Está bueno que usted busque alguien de su confianza para orar, pero sabe qué hacemos nosotros? Buscamos a otro para contárselo y otro para contárselo y cuando venimos a sentir ya tenemos equipitos y grupitos. El conflicto ahí está.

Y luego viene la tercera etapa, la etapa de la revelación. Fíjese que Dios a Josué no se lo reveló todo, pero sí le reveló lo que estaba pasando, le reveló que había pecado, le reveló que había robo, le reveló que había desobediencia. Y cuando nosotros le pedimos revelación a Dios de qué está pasando, fíjese que Dios revela. Y sabe, Dios sabe qué nos revela a veces? Que la otra persona tiene conflictos personales, que la otra persona está pasando por dificultades económicas, que la otra persona tiene problemas familiares, y que tal vez el que no me salude o el que no venga no tiene nada que ver conmigo. Pero yo lo personalizo todo, como soy tan importante, parezco niño de dos años, todo gira alrededor mío. Y a lo mejor la persona… y eso lo revela Dios.

Entonces, revélate a ser. Si la persona tiene conflictos, problemas, qué voy a hacer? La busco para ayudarla. Así de sencillo. Qué hizo Josué? Fue con Acán y lo confrontó y cuando Acán le dice, sí, yo he robado, yo tengo ahí escondido todo lo que robé, pues, ahí Josué hace lo que Dios le había indicado, ¿verdad? Que era quemarlo porque esa era la ley.

Pero nosotros qué hacemos cuando Dios revela cosas? Porque también Dios nos puede revelar que el problema es nuestro, que las que estamos conflictuadas somos nosotros, que las problemáticas somos nosotros, y las que no andamos bien somos nosotros. Entonces ahí el conflicto se puede arreglar fácil. Tal vez con buscar a la persona, con hablarle, con cambiar de actitud. No me saluda, saluda. No me saluda la primera vez, la saludo dos. No me saluda dos, la saludo tres, a la cuarta me va a saludar. Y se arregló la cosa. A veces los conflictos son sencillos, a veces los conflictos son malos entendidos. Así de simple, ¿verdad?

El otro día me dice una persona, ahí al lugar donde yo voy a nadar, estás enojada conmigo? No, le digo yo, por qué? es que como no estás en tu casillero donde te viniste a la par del mío. Sí, le digo yo, porque el mío se arruinó. Me cambiaron de lugar porque se arruinó la chapa de tantas cosas que le meto al casillero. Pero ella ya pensaba… pero si no me lo dice qué pasa? Ay, está brava conmigo, qué será? Qué habré hecho? Y allá empieza uno a dudar, empieza uno a especular, a suponer cosas. Y si usted supone cosas, actúa sobre las suposiciones. Y cuando siente que hay un distanciamiento que se pudo haber arreglado con preguntar, qué te pasa? Así de sencillo.

Veamos entonces cómo solucionar algunos conflictos. Mateo 18:15 es muy claro:

“… si tu hermano peca contra ti, ve y repréndelo a solas. Si te escucha has ganado a tu hermano…”

Es decir, ir y hablar con la persona para reconciliarnos. Yo pienso que lo primero que tiene que haber es la reconciliación, porque se reconcilian las personas, no los problemas. Primero tiene que haber una reconciliación. Es prioridad porque si lo dejamos pasar mucho tiempo, qué va a pasar? Se endurece el corazón, se agranda el problema, se vuelven más triangulaciones, o sea más equipos, de unos sí y otros no, viene la raíz de amargura. Dios no quiere que tengamos raíz de amargura.

Entonces, quién toma la iniciativa? Mire, no importa quién la toma. Si usted la tiene que tomar, tómela. Si es la otra persona la que la toma, tómela, pero que alguien la tome. No, yo espero que venga. Hágalo en privado. Mire, a veces con pedirnos perdón, con perdonarnos se arreglan a veces las cosas, llevarlo a la cruz el conflicto, perdonándonos, reconciliándonos. Dios no quiere que nosotros estemos sin reconciliación. Cuando nos pedimos perdón la gracia de Dios baja sobre nuestras vidas.

Es que no tengo ganas. Mire, sabemos que no es cosa de ganas. Yo, una vez fui a pedir un perdón casi sin ganas, sin querer hacerlo, en obediencia de Dios y en ese momento, mire, Dios tocó mi corazón de tal manera que ya fui genuino porque Dios lo que quiere es obediencia.

Ahora bien, a veces si ya tenemos, aparte de que nos reconciliamos, a veces se tiene que quedar ahí. Pero hay veces que si el problema es mayor, hay veces que hay que arreglar situaciones de trabajo, hay que arreglar situaciones de vida, que a veces usted se va a tener que confrontarse con alguna persona. Ahora, a veces la confrontación se puede hacer el mismo día que nos reconciliamos. A veces no se puede. A veces se necesita un proceso unilateral. Qué quiero decirle con esto? Dios a veces necesita trabajar en nuestro corazón y en nuestra vida unilateralmente, necesita mostrarnos en qué fallamos, necesita mostrarnos nuestras emociones, necesita mostrarnos las equivocaciones, necesita mostrarnos los mecanismos de defensa que estamos usando.

A veces no es cosas de que perdonémonos y vivamos felices. Tiene que haber un proceso para la reconstrucción de la relación y Dios también va a trabajar en la otra persona. Si nosotros vamos guiados por el espíritu de Dios en el momento en que hacemos la confrontación, va a dar resultados. Por qué? Porque vamos guiados por el espíritu de Dios. Dios también ya trabajó en el otro, no solo en mí. En la confrontación lo que nosotros debemos de tratar es de arreglar las cosas porque si usted y yo vamos a la confrontación, es que yo le voy a demostrar que yo tengo la razón. Yo la voy a demostrar que yo soy más maduro por eso yo fui primero. Mejor que vayamos a la confrontación pues no es para eso. Hay que ir con el deseo de encontrarnos el uno al otro y que si Dios nos puso juntos vamos a encontrar el camino para ir juntos, yo con mis defectos, el otro con sus defectos, pero vamos a encontrar a veces dónde podemos darnos el brazo y caminar juntos para hacer lo que tenemos que hacer, lo que Dios nos ha mandado a hacer.

Y entonces en la confrontación veamos la actitud es básica. Yo tengo que ir con la actitud de encontrarme con el otro. Y el otro tiene que ir con la actitud de encontrarse conmigo, de buscar el camino juntos. Eso es básico. Si no llevamos esa actitud, no van a funcionar las cosas.

Y veamos algunos lineamientos para la confrontación. Lo primero que hay que hacer es orar, orar y orar hasta que Dios diga vaya. Separe a la persona de la acción. Qué difícil es eso! Cuando tenemos conflicto con alguien toda la persona la vemos negra, toda la persona la vemos horrible, toda la persona la vemos mala, toda la persona la vemos que está mal. …………………………… (inaudible) hay que separar a la persona de la acción.

Hable, no ataque. Es que yo le voy a decir…. Ni vaya. Vaya a hablar, no a atacar en lo personal porque entonces ya atacamos a la persona como persona porque ya revolvimos todo. Eso no es fácil. Qué más tenemos que hacer? Trate un solo asunto. Los que nos salimos por la tangente ¿verdad? Estamos hablamos de lo que pasó hace una hora y empezamos a hablar de lo que pasó hace 10 años, lo que pasó hace tres meses, lo que pasó hace 5 meses y aquello se vuelve un ….. por favor, hay que ser específico. Estamos hablando de esto, de esto. Qué me quieres decir con esto? Qué estás tratando de decir? Ser específicos, no generalidades, de que no sabemos ni de qué estamos hablando.

Ha tenido usted conversaciones así? no sabe ni de qué está hablando. Evite generalidades. Mire, no diga, siempre haces lo mismo. Nunca me escuchas. Nunca tal cosa. Toda la vida… eso no es cierto. Estamos exagerando. Y cuando decimos eso, hay defensa. Dígale a una persona, nunca me escuchas y si nunca la escucha, menos la va a escuchar ahora. Uno mismo se ata.

Evite el sarcasmo. Mire, algo pasó. Evite el sarcasmo. Como no nos están diciendo lo que queremos oír, a veces nos empezamos a reír así, como con sarcasmo, con desdén, ah, porque los gestos hablan mucho, una cierta sonrisa, el piecito lo empezamos a somatar.

Aclare, si necesita que le aclaren cosas, pida aclaración. Explore si necesita conocer más. Extiéndase, pida que se extiendan, si eso es la confrontación. Y por favor, escuche. Si no tiene la razón reconózcaselo y si la tiene cállese, no vaya a decir, te lo dije. Conoce eso, ¿verdad? Ya sabía yo.

Y si usted quiere hacer críticas a la situación preséntelas como una sugerencia, no como una crítica, como una sugerencia. Y cuando tenga que hacer una crítica a una persona, primero enfoque lo positivo, luego haga la crítica haciendo ver el error como algo que se puede arreglar y finalice valorizando a la persona.

Aquí tenemos el caso bíblico de Natán y David. Natán tuvo que confrontar a David, pero cómo lo confrontó. Primero había escuchado la voz de Dios, conocía bien, bien el problema, conocía la raíz, porque a veces queremos confrontar a la gente y ni sabemos el problema. Por ahí alguien nos contó de oídas. No, él conocía el problema, sabía la raíz del problema y sabía las consecuencias del problema, conocía bien y había oído la voz de Dios antes de la confrontación.

Cuándo es el momento de llamar mediadores? Si el conflicto no se arregló con la confrontación llamemos mediadores. Lo dice la palabra de Dios en la Escritura.

Cualidades de un mediador. Fíjese que no cualquiera puede ser un mediador. Tiene que tener empatía con los dos lados. Tiene que ser imparcial porque sino se va a ir de un lado. Tiene que ser profesional, yo le llamaría madurez en el Señor. No vaya a llamar de mediador a uno que el domingo pasado conoció al Señor. Y que tenga confidencialidad. Ah, mire, esto es clave. Contame qué pasó ahí adentro en la confrontación, pero me lo contás con detalles. Usted no puede contar nada ni con detalles, ni sin detalles. O sea, un poquito te voy a contar pero no vayas a decir nada. No, no, no. Sabe qué va ir a decir, pues, al otro también le dice que no diga nada. Todos los saben menos el confrontado.

Hay dos tipos de mediadores: un mediador pasivo y un mediador activo. Cuál es el mediador pasivo? El mediador pasivo, como su nombre lo indica, actúa poco en la mediación, más que todo el mediador pasivo lo que tiene que hacer es que los otros dos se encuentren, pero la comunicación entre las dos partes es directa, pues, uno se comunica con el otro. El mediador, más que todo, va orientando como va la comunicación entre uno y otro y facilitándola, y hace reuniones juntos.

Ahora, el mediador activo ya toma más parte en la mediación. El mediador activo ya a veces lo que hace él es lo que uno dijo hablarlo para que el otro lo escuche. Ya va tomando como una parte más directa, ya sirve como un canal de comunicación. Además el mediador activo ya tiene que saber bien, bien, cuándo preguntar, cuándo presionar, cuándo extenderse, cuándo concluir. Ya tiene que tener más cualidades el mediador activo.

Y el mediador activo por lo general primero se reúne con una parte y luego se reúne con otra. Y no importa cuántas veces necesita reunirse con A y cuántas veces necesita reunirse con B, hasta que considera que es el momento adecuado los junta. Y no importa cuántas veces los tiene que juntar.

Luego tenemos aquí los pasos para la mediación. Si usted va a ser un mediador, por favor, reúna toda la información, no vaya con lo que le contaron y con lo que le contó una de las partes. Tiene que identificar cuáles son los puntos de conflicto. A medida, a veces, lo que pasa es que se ha vuelto tan grande que ya no sabemos dónde empezó el conflicto. Como no somos ni francos ni honestos, ni siquiera con nosotros mismos, ni sabemos dónde empezó el asunto. Entonces, identificar los puntos de conflicto no es fácil. Tiene que formular preguntas, tiene que saber cuándo preguntar, cómo preguntar para ahondar. Tiene que hacer enunciados con sus palabras. Los enunciados tienen que ser fieles, no pueden ser interpretaciones. Tiene que repetir las frases claves. Siempre en una confrontación van a haber frases claves, puntos clave que el mediador activo tiene que conocerlos. Tiene que hacer aclaraciones. Tiene que buscar alternativas. Recuérdese que vamos a solucionar cosas.

En el mediador pasivo las alternativas, la solución, las buscan las dos personas confrontadas. Aquí el mediador activo busca él también soluciones. Él propone a las dos partes las soluciones. Y tiene que ir cerrando áreas de acuerdo. Ya hay acuerdo en esta área, cerrémosla. Ya hay acuerdo en este aspecto, cerrémoslo. Acuerdo en este otro aspecto, cerrémoslo. Acuerdo aquí, cerrémoslo. Son cerrar las áreas de acuerdo.

Y aquí para finalizar esta parte de hoy en la mañana, aquí tiene la bibliografía que yo utilicé para esta presentación. Usted puede consultar todos estos libros, verificar la veracidad de la información, ampliarla, aumentarla y utilizarla de la manera que considere conveniente.

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Éxito en las relaciones interpersonales - Parte 2

 

Transcripción

Vamos a seguir con nuestra enseñanza. Había una vez un hombre sentado a la orilla del camino, pasó un viajero y le dijo “Óigame, dígame ¿como son las personas que viven en este lugar?” el hombre que estaba ahí sentado le dijo “¿Cómo son las personas? Excelentes”. Él le dijo “las personas de donde yo vengo son horribles, criticonas, chismosas”. “Bueno, le dijo, aquí no va a encontrar algo diferente. Son muy parecidas las personas”.

Siguió ahí sentado el hombre y al rato vino otro viajero y le hizo la misma pregunta “Óigame, ¿Cómo son las personas de este lugar? ¿Qué personas voy a encontrar?” “Dígame usted, ¿Cómo son las personas de donde usted viene?” “¡Ah! Yo vengo de un lugar donde las personas son bondadosas, lindas, preciosas, amables, encantadoras, dadivosas, confiables”. “Bueno, lo mismo va a encontrar aquí”. ¿Por qué razón?

Porque la forma en la que nosotros nos vemos, vamos a ver a los demás. Y como nosotros veamos a los demás así los vamos a tratar. Por eso es que un líder tiene que auto conocerse. Tiene que saber quien es, que piensa, que siente y en que nivel del camino va. Hay un engaño que consiste en que ‘yo creo que lo que se lo estoy viviendo’. ¿Qué pasa entonces? Yo creo que estoy hasta aquí.

De repente viene una crisis, viene una situación difícil y ¡ay! Sorpresa, como reaccioné. ¡Qué sorpresa! Vi que no estaba hasta aquí, estaba hasta aquí. ¿Por qué razón? Las crisis lo único que hacen, las situaciones difíciles lo único que hacen es evidenciar el nivel en donde estamos. No nos cambian de nivel, solo evidencian el nivel en el que estamos. Y las reacciones que tenemos pues van a evidenciar el nivel en el que yo estoy.

Así es que el auto conocerme, verme yo en un espejo y saber exactamente en donde estoy y no creer que porque se mucho estoy hasta arriba. Toda mujer tiene que tener un auto conocimiento. Eso es básico. Ahí empiezan las relaciones de liderazgo. Como me veo yo, voy a ver a otros. Yo soy criticona, voy a ver a los criticones; soy bondadosa los voy a ver bondadosos. Ahí empiezan las relaciones de liderazgo, partiendo de cómo me veo yo a mi misma. Muy bien.

Yo tengo que tener conocimiento ¿en qué cosas? Yo tengo que saber en que nivel de restauración yo estoy. Porque todos vamos en niveles de restauración. Dios empieza a restaurar en nosotros áreas grandototas, aquellas que si no las restaura no podemos seguir adelante. Pero poco a poco la restauración es más fina. Nos deja pasar menos cosas. Entonces ¿en qué nivel de restauración yo estoy? Yo no he llegado a un nivel total.

Vamos a pasar toda la vida siendo restaurados. Vamos de gloria en gloria, de victoria en victoria pero no lo hemos alcanzado todo. Vamos camino a, y cada día tenemos que ser mejorados. Nuestro hombre interior tiene que crecer aunque el exterior se vaya desgastando. Yo tengo que saber como está la influencia del pasado en mi vida. Todos tenemos un pasado. Eclesiastés nos dice que “las cosas pasadas ya fueron y las que van a ser ya son”.

Pero yo tengo que saber como está mi influencia del pasado todavía manejando mi vida como líder. ¿Por qué razón? Porque de repente va a venir alguien y va a decir una cosita chiquitita y yo la sentí enorme. ¿Por qué razón? Hago de una pulga un elefante, ¿por qué razón? Porque se conectó con un área del pasado que todavía no había sido sanada. Y si yo la identifico y reconozco que una conexión del presente tocó el pasado y el pasado fue el que surgió, se lo voy a poder entregar a Dios y voy a ver sanada. ¡Que bueno que lo podemos evidenciar!

Pero tenemos que saber como voy con el pasado. Si usted es un líder, usted va a tener dolor. Y si es mamá va a tener dolor, y si es esposa va a tener dolor. Entonces tenemos que saber como estamos manejando el dolor. El dolor si no lo sabemos manejar puede ser devastador. Hay dolores que son profundos, que son intensos y tenemos que aprender a manejar el dolor en el liderazgo y el dolor personal para seguir caminando en el Señor.

El dolor no nos puede detener. Tenemos que aprender a manejarlo. Tenemos que pedir la ayuda que se necesite pero no dejar que el dolor nos detenga, que va a venir tarde o temprano a nuestra vida. A veces con más a veces con menos intensidad. Esto nos lleva también a los conflictos no resueltos. Los conflictos no resueltos son todas esas situaciones que nosotros no hemos hecho nada por resolver. Sí estamos de pleito pero no importa y seguimos caminando con el conflicto sin resolver.

Pero ¿qué pasa cuando tenemos muchos conflictos sin resolver? Al rato tenemos una carga encima con todos los conflictos que no tenemos resueltos. Dios no quiere que llevemos cargas. Tenemos que cerrar las gestalt. ¿Qué es el cierre de una gestalt? Es cierre de una gestalt es ir cerrando situaciones emocionales. A veces tenemos una situación emocional con una persona que no hemos cerrado, abierta la situación. Tenemos otra situación emocional con otra persona. Tenemos situaciones emocionales abiertas en el liderazgo, en la casa, en el trabajo.

¿Qué pasa entonces si no las cerramos? Si no le damos una finalización, un cierre adecuado. La energía que gastamos en ello es mucha, entonces estamos candados. Es exactamente como cuando tenemos cosas que no hemos terminado. Tengo una costura sin terminar, una carta sin terminar, un libro sin leer. La casa empiezo a barrer la cocina y la dejo sin terminar y me paso y barro la sala y la dejo sin terminar, quedó toda la casa sin terminar. El closet a la mitad, todo eso da confusión e igual es en lo emocional. Entonces cuando tenemos gestalt sin cerrar no podemos tener relaciones saludables.

Luego tenemos que aprender a caminar en los círculos de rechazo. Hay que saber si uno ya está sanado cien por ciento del rechazo. Puede ser que nos llevemos la sorpresa que no. Todavía me molesta que no me saluden, no hemos cerrado todavía el circulo del rechazo. Todavía me molesta que no me inviten. No hemos cerrado todavía el círculo del rechazo. Todavía estamos tomando ciertas situaciones como rechazos personales. Y cuando caminamos en círculos de rechazo: a mi me rechazan, yo empiezo a rechazar y tenemos entonces un liderazgo en un equipo en todos medio nos manejamos con cierto rechazo y no llegamos a ningún lado.

Luego, acá tenemos que tener con mucha claridad el nivel del manejo de aceptación. Ya vimos el manejo del dolor, los conflictos no resueltos, el cierre del gestalt, los círculos de rechazo y yo tengo que tener como está mi nivel de aceptación. De repente yo estoy como el de la figura y me miro en el espejo como que tengo un concepto un poquito elevadito del asunto. Y si yo me creo más, en mi país dicen ‘la mamá de los pollitos’ yo voy a ver a los demás para abajo.

Mi posición existencial va a ser ‘yo estoy bien, pero ustedes…’. Y si por el contrario yo tengo complejos del famoso complejo de inferioridad, que me creo menos, que me creo tonta, que no me creo capaz. Que en realidad es lo mismo que el de superioridad solo que con una manifestación diferente. Dios nos quiere que nos veamos ni más ni menos. Dios quiere que nos veamos exactamente como Él nos ve. Y Él es el mejor reflejo. Preguntarle a Él es verme con mis habilidades, mis cosas buenas, mis fortalezas y mis debilidades, ¿para qué? Para entregárselas a Él y que no afecten el liderazgo.

Cuando yo no tengo una buena imagen de mi misma, ¿qué va a pasar? Yo no voy a pedir ayuda porque si me siento muy poca cosa no merezco la ayuda, si me siento mucho no la necesito. Un líder hay momento que tiene que pedir ayuda. Hay momentos en que el líder tiene que aprender, tiene que reconocer que comete errores. Porque todos cometemos errores. Todos fallamos. El problema no es fallar, el problema es no corregir el fallo y no aprender.

Y podemos aprender de los que están más arriba que nosotros, de los que están al mismo nivel y de los que tenemos a nuestro cargo. De todos podemos aprender, siempre y cuando tengamos un espíritu abierto a aprender. Muy bien. Y aquí viene algo sumamente importante: como está mi madurez emocional. Yo puedo tener los años que tengo, no se los repito, y tener una madurez emocional muchos años atrás. Saber mi nivel de madurez emocional es importante. Ahora ¿cómo yo la conozco? Yo tengo que saber que tengo emociones.

A veces creemos que porque somos muy espirituales tenemos muchas revelaciones, Dios nos habla mucho ¡qué lindo! ¡Qué hermoso! Pero eso no quita que aún tenemos emociones y tenemos que aceptarlo. ¿Para qué? Para que Dios nos ayude a manejarlas. Si no lo reconocemos no podemos entregárselas a diario y pedirle ayuda para manejar las emociones. Las emociones van a influir en nuestras relaciones. Como líder tenemos que decidir que tipo de liderazgo quiero tener. Quiero tener un liderazgo emocional en el que dejo fluir mis emociones o quiero tener un liderazgo espiritual donde las manifestaciones del fruto del Espíritu se van a ver.

Porque las manifestaciones del fruto del Espíritu son relaciones: bondad, gozo, amor, paz, mansedumbre, paciencia son relaciones. Así de sencillo. Yo tengo que saber que tipo de liderazgo tengo y que tipo de liderazgo quiero tener. Ahora bien. Hay una emoción básica. Todos tenemos mínimo una emoción básica. A veces tenemos dos o más. ¿Qué es una emoción básica? Una emoción básica es aquella emoción que venimos manejando fuertemente desde la infancia. Todos de alguna manera hemos tenido situaciones traumáticas.

Todos, de una u otra forma. Si no las hemos tenido reales las hemos tenido en la cabeza. Pero las hemos tenido. Cuando una situación traumática, cuando hay un dolor, cuando hay algo que no podemos manejar, que no sabemos como responder hay emociones. Y esa emoción si no la aprendemos a manejar va perdurando durante la adultez. Entonces es la emoción o las emociones que ahora me cuesta manejar. Generalmente, las mujeres la emoción que nos cuesta manejar es la ira.

No nos enseñaron a manejarla y generalmente la reprimimos en la infancia y ahora venimos manejando mal la ira. ¿Qué pasa con un líder que no reconoce que es su emoción básica y no la maneja? Va a gritar a todos, enfrente de todos y nadie quiere estar cerca de un líder que grita. Nada quiere estar cerca de una mamá gritona, nadie quiere estar cerca de una esposa gritona, de una esposa enojona o de un líder enojón. ¿Por qué? Porque no hemos reconocido nuestra emoción básica.

Entonces puede ser que la estemos reprimiendo y reprimiendo y de repente una cosita nos conecta con eso y “¡fum!” estallamos, como la olla. ¿No han visto las ollas esas, Presto creo que se llaman? Yo de cocina no se así que no se si son Rinaweb o esto. Entonces las ollas ¡fum! Estallan. Así estallamos a veces y si no vamos reprimiendo y reprimiendo las emociones y llegamos a la depresión. A veces la emoción que no podemos manejar es la ansiedad. Por eso compre el CD.

Pero tenemos que reconocer cual es esa emoción que venimos manejando mal. Y no me diga que no tiene ninguna porque ¿sabe cuantas emociones hay? 180 emociones y a veces hay un día de paz pero a veces las 180 emociones se acuerdan en el día y es ese uno de esos días tormentosos que usted pasó por todos los estados emocionales y en la noche solo se tira en la cama porque ya no puede más. 180 emociones, ¿se da cuenta? Y a veces decimos “no yo no tengo que manejar ninguna”. Mentira. Si somos humanos, yo hasta creo que son más de 180, fíjese. Todavía le estoy quitando algunas.

Otra cosa que hay que reconocer son los disparadores emocionales. ¿Qué es un disparador emocional? Esos nunca los identificamos. ¿Sabe cuales son? Son esas palabritas, esos gestos, ese tonito de voz que cuando alguien nos lo dice rápidamente saltamos o nos defendemos. Yo se cuales son mis dos disparadores emocionales. Mire, estoy pidiéndole al Señor que siga trabajando en eso porque de repente son dos palabritas que me dicen y yo como que ‘pongo freno’. ¡Ay, Señor! Son los disparadores, ¿verdad?

Pero si no sabemos cuales son los disparadores, vamos a reaccionar y le vamos a echar la culpa al otro y no es la culpa del otro. Son mis reacciones, es lo que yo no he manejado que se dispara con las palabras del otro. A veces es un gesto, a veces solo basta que alguien nos haga “así” y saltamos, ¿verdad? “Este me dio mal”. Hay que conocer y un líder tiene que conocer cuales son sus disparadores emocionales, todos los tenemos. Y tenemos que reconocerlos para entregárselos a Dios.

Tenemos también que conocer cuales son nuestros estados anímicos. ¿Qué son los estados anímicos? Son esas tendencias a estar de cierta manera emocional y a veces no sabemos ni por que. ‘¡Ay! Es que hoy me siento, no se como… melancólica, triste, animadísima’. Son estados emocionales aprendidos muchas veces de la infancia. Patrones emocionales que venimos aprendiendo. Yo he tenido que luchar mucho con la ansiedad porque yo aprendí ese patrón emocional.

En mi casa siempre se manejaba la ansiedad, pero…. Sinónimo de responsabilidad. Entonces cuando yo llegué al Señor y me decían que echara toda la ansiedad sobre el Señor, yo dije “bueno, esto no es responsable, pues”. No es así la cosa. Lo que pasa es que pasa es que tenemos que aprender a manejar esas emociones pero tenemos que identificar esos estados emocionales aprendidos. Fíjese que a veces yo me empezaba a sentir ansiosa y no había razón. Tenía que decir ‘Olga, calma. Tranquila, tranquila. Come despacio, no vas a ningún lado. No te están quitando la comida’ y así.

Y yo sola calmarme, ¿por qué? Porque tenía un patrón aprendido de estar con ansiedad y con estados anímicos que no son los adecuados. ¿Qué son las emociones? Las emociones, pues son agitaciones internas producidas por situaciones externas a veces producidas por ideas, a veces producidas por recuerdos que nos van a dar una conmoción física que va a ser más o menos evidente. La mayoría de nosotros demostramos las emociones. Creemos que no, pero las demostramos: con los gestos, con la cara, con los ademanes, de alguna manera demostramos las 180 emociones.

Tengo que tener conocimiento de los conflictos del yo. O sea del ego. El ego es lo que me identifica como persona. Hermana, ¿yo tener ego? Ya no, si yo ya estoy crucificada. No lo creo. Todavía hay mucho de eso. Lo que pasa es que no lo veo porque son lo que se llaman los puntos ciegos. ¿Sabe que es un punto ciego cuando usted va manejando? Usted va manejando y mira para atrás y ve los carros que vienen pero hay un punto que usted que por más que haga así y se tuerza ya no mira y ¡zas! Le dan en el carro. Eses es el punto ciego. El punto que uno ya no ve.

¿Quiénes conocen nuestros puntos ciegos? Los que viven con nosotros, nuestro equipo de liderazgo y nosotros conocemos los puntos ciegos de nuestro equipo. Porque para conocer los puntos ciegos del otro, los puntos ciegos míos y que ni me los digan porque me enojo. Criticones que son. El egoísmo. Va junto con el orgullo. ¿Cómo miro yo si tengo orgullo? Yo hago, yo vuelvo, yo dirijo, yo esto, yo el otro y yo, yo, yo. Y cuando alguien es “yo” ¡ay! Que fácil verlo pero cuando yo soy no lo veo. Lo veo muy normal, pero en realidad voy a preguntarle al Señor si no realmente hay todavía esto de esto que van combinados.

Mire, la vanagloria. Creerme insustituible. No lo soy. Favor que me hace el Señor con usarme. Pero si yo me creo que el líder es insustituible… La altivez también es colocarme en una posición más arriba que los demás y a veces en el liderazgo –estamos hablando acá mas o menos de los liderazgos de mandos medios- aún de mandos medios a veces nos volvemos un poquito…. Y no nos damos cuenta. ¿Por qué? La altivez no la vemos pero cuando alguien nos la dice pues debemos llevarla delante del Señor para ver si es cierto.

Y la prepotencia, también. ‘Solo yo hago las cosas bien. Si se la doy a otro las va a hacer mal’. Mejor las hago yo. Tengo que enseñar a los que están conmigo, a mi equipo a que las hagan bien. ¿No las hicieron bien la primera? Tengo que enseñarle la segunda porque hay una cosa que usted necesita como líder: paciencia. Mire, la carrera más rápida es la de uno solito. Llega más rápido. Como no podemos ir solitos hay que tener paciencia.

Luego yo tengo que conocer, y esto es bien importante, mis estados mentales o sea los mecanismos de defensa. Repetirlos como yo se los voy a repetir ahorita es bonito, evidenciarlos en mi vida es difícil porque ya los he hecho propios, ya son míos, ya se volvieron parte de mí y tengo que dejar que Dios me los quite. Si Dios no nos quita los mecanismos de defensa, si no se los entregamos a diario vamos a seguir caminando en ellos y no vamos a crecer. No vamos a madurar emocionalmente, no vamos a tener aprendizaje, no vamos a ser enseñables.

Y ¿Cuáles son? La negación. Negamos lo que sentimos. ‘¿Te enojaste con lo que te dije?’ ‘No, si yo soy cristiana, ¿Cómo me voy a enojar?’ ‘Es tan colega conmigo ¿Cómo va a hacer eso? De ninguna manera’. La represión: yo introduzco las emociones y las guardo ahí adentro como una gavetita y de repente se ha fijado que en las gavetas usted mete y mete cositas y de repente un papelito y ya la gaveta no cerró. Y usted empuja y la gaveta ya no cierra. Igual es eso. Acumule cosas adentro y usted va a vivir cansada, confusa y de repente estallamos.

¿Por qué? Porque todo se lo guarda. Estamos equivocando el guardarnos todo con la bondad y la mansedumbre. Esas son manifestaciones del fruto del Espíritu reales. Esto es guardarse lo que siente: ‘estoy bien brava y me lo guardo’. Es otra cosa. Desplazamiento: usted está en su casa bien molesta con sus hijos y viene aquí y remata con los de su equipo. ‘¿Y a esta que le pasó?’ O al revés: nos enojamos con alguien al que no le podemos decir nada y vamos a la casa a ver quien nos las paga. Y ¿dígame si no funcionamos a veces así?

‘Pero mamá ¿Qué te pasa? Y entramos regañando a todos y por todo. Lo que usted ayer no regañó porque dejaron los escarpines tirados hoy se pone furiosa y regaña. Pero no son los calcetines los que nos tienen brava. Son otras cosas que no pudimos manejar. Y vivimos haciendo estas cosas muchas veces. La regresión: el líder o la persona del equipo que de repente Dios ‘me dijo que me fuera’. Pero hay veces que Dios no nos dice es que yo ya no quiero seguir en el asunto y que asumo una conducta infantil y todos saben que es el cuerpo que está peleando porque algo no le gustó y el único engañado es uno.

¿Por qué? Porque estos mecanismos de defensa son inconscientes. No son conscientes y a no ser que permitamos que el Espíritu Santo penetre a profundidad en el inconsciente, en el subconsciente y rompa todas estas cosas que traemos de la infancia, del pasado, vamos a seguir caminando engañadas. ‘¿Por qué se fue de la iglesia?’ ‘¡Ah! Es que no me gusta esto’ pero la hermana se fue, esa es la realidad. Formación reactiva: algo negativo lo convertimos en lo contrario. Entonces a veces aparecemos ‘hermanita linda, preciosa’ y usted sabe que en el fondo no es ni hermanita linda ni preciosa.

La mira con el tono de voz. Porque nos volvemos… ‘Si mi linda’ pero es un “Sí mi linda” que no es ni linda aparte de alguien que lo dice con sinceridad pero yo tengo discernimiento para saber cuando nos están diciendo de verdad o no. Y la gente no sabe que está haciendo eso porque inconscientemente está usando esos mecanismos para no decir y confrontar con lo que se siente y manejarlo.

Aislamiento: fíjese que a veces aislamos la parte emocional de la parte mental y entonces hablamos las cosas como que somos un palo, sin emoción. ¿Por qué? Porque el corazón se ha endurecido. Y mucha gente de la que viene al conocimiento del Señor viene así con las emociones aisladas porque son tan dolorosas, le han pasado tantas cosas en su vida que las ha tenido que aislar. Y cuando usted la trata de ministrar parece que no entra la ministración. Y usted trata y trata y parece como que hay un palo adentro, una dureza de corazón.

Y eso tiene que irse rompiendo poco a poco, con amor, con entendimiento, con dulzura, con palabras nobles, con comprensión, con paciencia y todo es trabajo que nos toca a nosotros con las personas. Luego tenemos la racionalización o justificación. Esa todas la usamos: ‘porque vino tarde’; ‘fíjese’, ‘fíjese’. Vinimos tarde porque salimos tarde. Y va la media verdad y la media mentira: porque en parte es cierta y en parte no. Pero para Dios o es verdad o es mentira. ‘Hermana, ¿verdad que usted estuvo orando por mi, intercediendo?’ ‘Claro que sí mi hermana’ y por dentro ‘¡qué pena, nunca oré!’. Que bueno que Dios ya le contestó.

Proyección: yo proyecto en otro lo que yo siento. En ese grupo donde estoy ninguno es amoroso. Me voy a otro ministerio, pero tampoco son amorosos y me voy a otro y resulta que tampoco. Entonces ¿toda la iglesia no es amorosa? ¿Quién será la que no es amorosa? Yo. Identificación proyectiva: yo me identifico tanto con ciertas actitudes de otra persona que si es en negativo pues me contamino y si es en positivo empiezo a actuar igual que la persona a vestirme igual que la persona y mucha veces ni siquiera me doy cuenta.

De repente, yo me visto igual que la líder, igual que la que dirige el grupo. ¿Por qué? Porque estoy usando este mecanismo. Dios nos ha hecho individuales, diferentes, únicos. Entonces esto es bien importante. Mire. Que todos los días vayamos delante de Dios y le preguntemos en toda situación difícil ‘Señor ¿qué mecanismos de estos estoy usando?’ No cuales usa el otro o la otra, ¿Cuáles uso yo? Yo se cuales son los que uso y estoy dejando que el Señor trabaje. Todavía tengo que partes que vamos caminando. No somos perfectas de ninguna manera. Yo se cuales uso.

Y hay que tener cuidado en eso y permitir que Dios entre a las capas profundas de nuestra personalidad. Que entre al inconsciente y al subconsciente. Eso es cuestión de pedírselo todos los días. Mire, engañoso es el corazón, mas que todas las cosas y por algo es escribista decía “Escudriña, ¡Oh, Dios! Mi corazón. Pruébame. Muéstrame que hay de malo en ello y enséñame el camino correcto” Y escudriñar es meter hasta el fondo, es entrar al consciente, subconsciente y el inconsciente.

Luego la vuelta contra si mismo. Esto es la persona que por la culpa empieza a auto agredirse. Y fíjese que este mecanismo a veces nosotros decimos “Bueno nosotros como cristianos ya no nos auto agredimos”. Fíjese que sí, no nos cuidamos ni físicamente muchas veces, ni emocionalmente ni espiritualmente. A veces es una forma de auto agredirnos. ‘Hermana, mire, usted lo que tiene que hacer es esto, esto y esto’ y van y no lo hacen.

¿Quién se está auto agrediendo? Uno. O si no: ‘Hermana tómese esta pastilla cuando el médico le mandó una pastilla’ y no la tomamos cuando nos dijeron. ¿Cómo nos queremos curar? O nos dice lo que hay que hacer y no lo hacemos. Entonces tenemos que preguntarle a Dios que mecanismos de estos estamos usando. En un equipo de trabajo yo voy a tener una personalidad y mi equipo va a tener otras personalidades. Y ahí viene la situación problemática. ‘Yo quiero que todos piensen como yo’, ‘Yo quiero que todos actúen como yo creo que deben de actuar’.

Y resulta que yo voy a tener una gama de personalidades y por ejemplo aquí podemos ver el que está siempre alegre. En ciertas clasificaciones le llaman el sanguíneo, otras le llaman el festivo, diferentes maneras. Pero es la persona que le gusta exhibirse, que siempre está contenta y siempre quiere exhibirse. Y ¿qué nos pasa? A veces decimos “el show es lo que le gusta”, “lucirse es lo que le gusta”. Es su personalidad y la podemos usar en algo que le gusta si eso lo hace bien.

Tiene buen contacto con la gente por lo que estar en la puerta es bueno para ella porque saluda a todos y se goza con todos. Y los saluda y los abraza y los hace sentirse bienvenidos. Pues, ¡que bueno! A veces tenemos otra personalidad. Podemos tener el que es muy serio. El que es muy serio va a decir ‘¡Uy! Tanta abrazadera, ¡eso no!’ ¿Por qué? Porque no es así. Simple y sencillamente lo que le gusta es estar pensando, analizando, viendo detalles. Yo no quiero saber cuantos abrazos dieron, yo quiero saber cuanto dinero entró. Son los contadores. Son los que llevan las finanzas porque esas personas son meticulosas y entonces ellos lo que necesitan son detalles.

Entonces sepamos que hay personas con personalidades así en nuestro grupo y que tenemos que usarlas correctamente. Podemos tenemos al que se llama el colérico o que se puede llamar también agresivo o que se llama emprendedor. Es aquel que lo que quiere es acción. Entonces a él démosle retos. Es que lo quiere hacer todo, ¡ah! Demoledle ya bastantes cosas. Le gusta estar haciendo cosas porque lo que le gusta es el reto. Él lo que quiere es: hagamos. En cambio podemos tener al –que en algunos lugares se llama- flemático, en otras clasificaciones pacifico.

Esta persona pregunta ‘¿Y cuál es la prisa?’ ‘¿Pero para qué estamos corriendo?’ Es calmado. Y el líder a veces quiere que el flemático vaya al ruido. Imagínese un colérico de líder y todos los que tiene son flemáticos. Los otros pobres no le pueden seguir el paso. Y en cada equipo tenemos que reconocer cual es la personalidad del equipo completo para manejarla, como se integran las personalidades y que está predominando. Porque imagínese donde tenemos un liderazgo donde todos somos sanguíneos. Todos viven felices, todos empiezan todo, nadie termina nada, después están las reuniones pero nunca llegamos a la meta.

Imagínese que nuestro equipo es de todos de coléricos. Pues, vamos a un ritmo muy fuerte y si todos somos serios, imagínese un equipo solo detalles, como que lo pensamos tanto que no hacemos nada porque demasiados detalles, demasiada planificación y nunca logramos hacer nada. Usted tiene que tener un equipo donde haya de todo para combinarnos, para balancearnos y yo como líder tengo que conocer mi personalidad y tener cerca de mi personas que me complementen y tengo que entender que no las puedo hacer igual a mi.

Me tienen que complementar. No quererlas cambiar y que todos nos volvamos iguales. Muy bien. Ahora vamos a entrar un poquito al manejo de las personas difíciles. Me voy un poquito rápido por razones de tiempo. Pero vamos a ver el manejo de las personas difíciles. Recordemos a la hora de manejar una persona difícil que lo que tenemos que manejar es la relación. Lo que hay que cambiar es la relación, lo que hay que encontrar es la manera de caminar con la persona persona difícil. Si yo la quiero cambiar me voy a pasar la vida entera cambiándola. La persona va a cambiar al ritmo que ella deje, con el Señor.

Primero vamos a tener aquí la palabra de Dios. Miren aquí la palabra de Dios dice que “vivamos en paz”. Vamos a tener al negativo. Como que en un grupo a todo lo que usted dice, dice “no se puede”. Aquí hay tres elementos que usted va a tener que usar en todas las personas difíciles que tenga que manejar en su casa o en el liderazgo o donde sea. Y el primero de ellos es: Reconozca al negativo interior. Todos tenemos algo de negativo: ‘¡Ah, no! Yo no’. Todos tenemos algo de negativo. En otro lo vemos fácil, pero todos tenemos algo de negativo.

Segundo: Acepte a la persona como es. Dios nos acepta como somos y en base de esta aceptación nos empieza a transformar. Tercero, estas tres cosas, mire, van para todo: Ore por la persona. A veces se nos va en criticarla y no en orar por ella. Especialmente cuando se vaya a juntar con él, ore para que usted pueda relacionarse bien con la persona negativa. ¿Qué hacer con una persona negativa en el grupo? Por favor no discuta con el negativo. El negativo dice que no y usted que sí. ¿Sabe que haga? Acepte el negativismo pero dígale que hay alternativas.

Le puede decir algo así como “Está bien, entiendo que no quiera que hagamos ese proyecto porque hay muchas cosas difíciles. Es cierto. Pero también hay alternativas que yo quisiera probar. Si en el camino vemos que las cosas que usted dice no se pueden solucionar buscaremos otras maneras”. Entonces usted sigue adelante con su grupo, no entró en discordia con el negativo pero tampoco dejó que el negativo le quite el impulso de caminar adelante. ¿Por qué razón? Porque el negativo lo que le pasa es que siente que no tiene el control de las cosas.

Le da miedo fracasar, le da miedo lo miedo. Entonces ¿Cuál es su manera de asegurarse que no va a fracasar? El no hacer nada. ¿Cuál es su manera de asegurarse que no va a correr riesgos? Pues no hace nada. ¿Por qué? Porque le teme a eso. Entonces si reconocemos al negativo interno y entendemos que le pasa al negativo vamos a poder relacionarnos con él aunque siga siendo negativo pero no nos va a detener. Luego tenemos a uno que no nos gusta para nada: el criticón. Mire ese todo el tiempo se queja, todo el tiempo aconseja sin que usted se lo pida.

Ahora todos tenemos un criticón interior. Dígame si no. ¿Nunca ha criticado? ¿Nunca ha dado consejos sin que se lo pidan? A cada rato: ‘Yo que tú haría’. Pero usted no es la otra persona. Ni le están pidiendo consejo ni le están oyendo tampoco. Y lo mismo, ore y acepte al criticón. Ahora bien. Cuando viene la crítica tenemos que diferenciar varios aspectos. Uno es ver de donde procede la crítica. Hay críticas que proceden de personas que valen la pena oír y hay criticas de personas que usted dice todo el tiempo ‘está en las mismas criticando’.

Hay críticas que no vale la pena oír y que hay que detener. Entonces nosotros tenemos que diferenciar: que críticas sí oír, que criticas no oír. Cuando alguien venga con la crítica escuchemos y llevémosla delante del Señor y veamos cual es la perspectiva de Dios. Puede ser que Dios diga ‘Sí, oye la crítica y corrige ese error’. Puede ser que Dios diga ‘No, no tienes ese problema’. Pero oigamos, veamos la perspectiva de Dios para la crítica.

La otra cosa que hay que ver es el número de los criticones. Fíjense que los criticones a veces hablan tan fuerte y son tan seguido lo que critican que parece que fueran muchos y a lo mejor son dos. Y uno dice ‘Es que todos me critican’. Veamos las cosas despacio. ¿Quiénes son todos? ¡Ah! Fulanita y ¿quién más? Zutanita y ¿Quién más? Menganita. Pero fácil decimos ‘todo el grupo me critica’. ¡No! Hay que ver cuantos son. Fíjese que a Jesús las cosas que le criticaron eran fuertes pero no eran muchas. ¿Por qué razón? Porque en realidad a veces no son muchos los que nos critican, a veces son pocos y entonces tenemos que tener ese cuidado.

Tenemos que evitar la triangulación. La triangulación es cuando la crítica empieza a correr y a correr y no se arregla para nada y tenemos ya una situación de crítica dentro del grupo. Y también en la crítica hay que ver los puntos débiles. Fíjese que así como los disparadores son palabras o gestos que nos llevan a reacciones, en la crítica hay veces que usted mira venir la crítica, mira venir una palabra y sabe que viene al punto que le duele. Usted la mira venir y sabe que le van a dar en el mero corazón ¿verdad? Y entonces antes nos ponemos defensivos.

Cuando viene la crítica ya no la oímos y empezamos a atacar. Tenemos que conocer los puntos débiles. Y lo pensamos y decimos ‘ya se por donde viene’. Ya empieza la defensa. Que Dios nos ayude para recibir las críticas que debemos de recibir y dejar a un lado las que no debemos de tomar y que no nos detenga la crítica. Porque le voy a decir algo: si usted es líder espere la crítica. Espérela de una vez, porque va a venir. Y si no viene es porque usted no está haciendo nada. Entonces ¡que bueno que venga!

El antagónico es aquel que pelea hasta con su sombra. ¿Ha visto que hay gente que pelea hasta con su sombra? Y de repente le sale en su grupo uno así. ¿Qué hace usted? ¿Qué hace con un antagónico? Con el antagónico hay que trabajarlo preventivamente. ¿Cómo se trabaja el antagónico preventivamente? Primero reconozca al antagónico interior. Todos tenemos un poquito. Acepte al antagónico y ore por él. Esto va con todas las personalidades. ¿Cómo puedo yo manejar el antagonismo para que no me ocasione problema en mi grupo?

Yo tengo que seguir todo lo establecido. Cuando yo soy líder, hay normas, hay reglamentos. Si yo los sigo, yo le quito oportunidad al antagónico. El antagónico tiene campo cuando yo no sigo los reglamentos. La otra cosa que tengo yo que hacer es darle toda la información por escrito. Darle todo con detalles y dárselo por escrito y darle las cosas anticipadamente. Con eso yo estoy manejando a un antagónico en el grupo. No le estoy dando el espacio para que trabaje su antagonismo y tengo que buscar también cierta distancia.

Recuérdese que en la mañana hablamos de los límites y de cuando dejar la intimidad y cuando no. El antagónico no puede tenerse muy muy cerca. Tiene que haber una cierta distancia en el manejo. El antagónico si usted lo aconseja o lo manda a consejería no va a funcionar. El antagónico también se detiene un poquito aceptándolo tal como es cuando entre los líderes hay un frente unido. Los diferentes liderazgos tenemos que estar unidos. Eso nos ayuda bastante. Y ahora tenemos a otro que usted conoce muy bien: el chismoso.

Todas tenemos algo de chismocitas. No nos gusta pero nos entretiene. Esparce rumores y divulga secretos. Cuando oiga que alguien está chismeando, córtelo. Porque nosotros decidimos el rumbo del chisme. ‘Contame más’, ‘Pero que más’ y ahí se va el chisme. Si usted deja que en su equipo de trabajo se meta el chisme, no vamos a tener relaciones saludables. Entonces tenemos que detener el chisme. No podemos entrar en controversia sino que simple y sencillamente podemos detenerlo diciéndole “No quiero oír mas de lo que estás diciendo”.

Y podemos decir algo bueno de esa persona. Con eso el chisme se detiene. El chisme es como el baile se necesitan dos. Y si usted lo detiene no hay chisme. Otra manera de evitar el chisme en nuestro grupo es: cuidemos nuestros comentarios. A veces se nos va la lengüita un poco, ¿verdad? Y como que hay que pedirle a Dios como que todos los días la sujete. Y mire, cuando hay un chisme que levantó alguien contra nosotros, un rumor que no es cierto. Pidámosle consuelo a Dios. Hay veces que podemos confrontar a la persona y podemos decirle ‘Mira estas diciendo esto, esto y esto de mi’ pero hay veces que no se puede.

Y que Dios nos de discernimiento porque hay gente que se crea sus propias mentiras y entonces se creen que lo que están diciendo es cierto y entonces ¿cómo les hace usted ver que no es cierto? Entonces que Dios nos de discernimiento para saber cuando hacerlo y cuando no. Y tenemos que crear un buen ambiente de trabajo que no tenga chismes y esto solo se logra cortándolo de raíz. Pero al líder le gusta el chismito eso se riega por todo el equipo.

¿Cuál es la razón básica? El chismoso quiere ser aceptado. El chismoso se siente superior porque tiene una información que los demás no tienen: ‘¿Ya supiste?’ y todos ‘¡Ay! ¿Qué es lo que tú sabes y nosotros no?’. Se colocó hasta arriba. Entonces que Dios nos ayude, pues, porque a veces las chismosas somos nosotras. Y tenemos aquí otro que no nos gusta que sea el controlador, dominante. Y si le aparece uno en su grupo tiene dificultades. El controlador dominante es invasor. Invade su campo todo el tiempo.

Reconozcamos que todos tenemos algo de controladorcitas. Si no que lo digan los hijos, ellos saben. Aceptémoslo y oremos por él. No luche por el control. El fuego no se apaga con fuego y a ver ¿Quién tiene el control en el grupo? ¡No! Lo que tenemos que hacer con el controlador es detenerlo. ¿Cómo lo vamos a detener? Mire, el controlador usted empieza a exponer y el controlador no la deja, se le adelanta y quiere exponer por usted. Pero si usted es el líder del grupo usted tiene que detenerlo y decirle ‘un momento estoy en el uso de la palabra’ y vuelve a repetir lo que estaba diciendo.

Y el controlador le vuelve a quitar la batuta y usted solo dígale ‘continuo en el uso de la palabra’ y siga diciendo lo que tiene que decir. No se deje quitar el lugar sin entrar en contienda. Porque si entra en contienda se vuelve problema. Pero sí, no permita. Dele alternativas, dígale: ‘en este momento yo estoy en el uso de la palabra. Después vas a hablar tú. Cuando yo termine tú vas a hablar’. Eso se llama la técnica del “disco rayado”. Si hay necesidad de volver a repetir lo que empezamos lo volvemos a repetir, pero no dejamos que el controlador nos quite lo que estamos exponiendo.

Porque cuando venimos a sentir es él el que tiene el grupo a su cargo, es el líder que le llaman el líder virtual: agarra las cosas y a nosotros si el Señor nos puso a nosotros nos dio el lugar y debemos mantenerlo sin entrar en contienda. Y ¿cuál es lo que le ofrece el controlador? Mire, debe ser vulnerable y por eso quiere tener el control. Si entendemos que todas estas personalidades difíciles tienen problemas de aceptación, problemas de valorización, problemas de manejar sus vidas emocionales vamos a entenderlos más. Vamos a llevarnos mejor con ellos y no los vamos a rechazar.

Y también tenemos el traicionero. Esto si es dos caras, ¿verdad? Usted sabe ya quien es. Todos, también, adentro tenemos un traicionerito por ahí. Ahora el traicionero rastrero, mire, sepa quien es. Y ponga usted algunas formas en su grupo de que su puede como se dice corrientemente curar en salud. Y si usted ve que hay alguien traicionando usted enfréntelo y hágale saber lo que está haciendo. Y si ve que está traicionando a alguien deténgalo. No lo puede dejar avanzar, sin entrar en conflicto pero si puede detenerlo. También aquí nos ayuda mucho la red de confianza y de unidad que tengamos entre los líderes.

Porque cuando venga alguien así, pues, nosotros estamos unidos. Tenemos una red de confianza entre si. Y ¿Qué le pasa al controlador? Tiene un sentimiento de impotencia y quiere controlándolo todo sentirse que las puede. El controlador siempre va a creer que sabe más que usted. Entonces por eso no la deja hablar, ni quiere que usted exponga. Él sí sabe y usted no. Se le detiene dándole alternativas para que después hable. Dándole después la opción pero usted toma su lugar. Tenemos también el competidor: cree que todo es superarnos unos a otros. No entremos en el juego. Nosotros tenemos nuestras metas que Dios nos ha dado.

No tenemos por que entrar en la competencia a ver quien lo hace mejor. ¡No! Usted tiene sus metas, llévelas como Dios se las ha dado, no entre en el juego. Y el competidor fácilmente puede ser una persona con un poquito de envidia. Orémosle al Señor, que el Señor nos de la cautela para esto y sigamos con nuestras propias metas. El competidor también es inseguro. Estas personalidades difíciles, que esperamos no sean las nuestras ¿verdad? Porque si nosotros somos el líder y tenemos esto pues también hay que trabajar. Y finalmente ya para terminando ¿Cómo manejar lo que los demás piensan de mi?

No gastemos la energía en esto. El único que nos debe interesar que piensa de nosotros es Dios. No finjamos que somos perfectos. Si la gente ve que tenemos errores, tenemos errores. Si la gente ve que cometimos un error arreglémoslo pero no tenemos que fingir que todo es maravilloso, que todo es perfecto. No es así y no podemos complacer a todos. Siempre va a haber alguien que no está complacido. Y algo que nos puede ayudar mucho, mire, es el consejo. La multitud de consejos siempre es buena. El consejo es bueno.

Y veamos también si de repente tenemos una persona que no habla dentro del equipo. Aquí lo mejor es usar lo que se llama la psicología invertida o si usted tiene un hijo que no habla use la psicología invertida. Le puede decir: “Se que tienes algo que decir. Respeto tu silencio. Cuando tengas tiempo me lo dices, cuando quieras me lo dices”. Le quitamos un poquito la presión y al quitarle la presión va a empezar a hablar. Pero eso sí tengamos cuidado que cuando logremos que hable escuchémoslo.

Porque de repente por timidez, por temor, por las razones que sean no habla y cuando habla no lo escuchamos o rapidito le decimos ‘No, no es así’. Ya no vuelve a hablar. Porque a veces la gente en los grupos toma esa actitud: ‘No vuelvo a decir nada’. Y nos quedamos con esa actitud de ‘No vuelvo a decir nada’. Entonces aprendamos a usar la psicología de invertir en esos momentos para que cambie la presión, o hacerle preguntas como ‘Dime que te pareció tal cosa’ pero tratando de que no solo diga sí o no; sino que tenga que dar una descripción de las cosas. Esto también ayuda.

Y ya finalmente ¿Cuáles son las actitudes a tomar en el manejo de las personas difíciles? Mire si no tenemos humildad, si no estamos determinadas a llevarnos bien con ellos a pesar de la forma que son porque nunca vamos a tener un equipo perfecto. Si usted espera ser un líder con un equipo que todas las personalidades son ajustadas, lindas, preciosas, quizás el primero que se tendría que ir sería uno mismo como líder. ¿Verdad?

Entonces aceptémoslos. Dios nos acepta a nosotros. Ayudémoslos, crezcamos junto con ellos, busquemos la manera de relacionarnos y tengamos esperanza que Dios nos va a ayudar. ¿Por qué razón? Porque los fuertes en la fe debemos ayudar a los más débiles. Y el líder, una de las razones por las que está puesto, es porque es más fuerte que nadie. Así que yo es que le quiero pedir que usted se ponga de pie. Vamos a orar.

Padre te damos gracias en esta tarde porque Tú nos has ayudado a reflexionar de muchas cosas que hay adentro de nosotros. Padre amado a veces cuando vemos tanta cosa que tenemos que cambiar, cuanta cosa en la que tenemos que mejorar, Padre a veces pensamos que nunca lo vamos a lograr. Que es tanto y que es mucha la demanda que hay sobre nosotros en el puesto que Tú nos has puesto de liderazgo, o es mucha la demanda que Tú nos has puesto como líderes en nuestra casa Padre.

Pero sabemos que cuando Tú nos das una posición de padres, de madres, de madres espirituales en la iglesia, de líderes en la iglesia Tú no nos dejas solas. Que Tu palabra dice que siempre estarás con nosotros y que Tú nos ayudarás y que Tú nos consolarás y que Tú eres el que nos lleva de gloria en gloria. Sabemos que la transformación de todas estas cosas no se va a llevar de un día para otro. Sabemos que todo esto es un proceso pero lo que sí pedimos, venimos a pedirte en esta tarde Señor Jesús es que nosotros podamos ver las áreas que tenemos que someter a Ti todavía.

Las áreas de todo esto que estamos viendo Padre que todavía necesitan ser mejoradas. Gracias por enseñárnoslas, Padre. Porque sólo conociéndolas te las podemos entregar a Ti Yo les quiero pedir a ustedes, si usted tiene un área en la que tiene que ser trabajada por Dios en cada una de estas cosas yo le voy a pedir que venga aquí enfrente con toda sencillez, con toda sencillez para Dios empiece a trabajar en cada una de estas áreas.

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Éxito en las relaciones interpersonales - Parte 2

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Vamos a seguir con nuestra enseñanza. Había una vez un hombre sentado a la orilla del camino, pasó un viajero y le dijo “Óigame, dígame ¿como son las personas que viven en este lugar?” el hombre que estaba ahí sentado le dijo “¿Cómo son las personas? Excelentes”. Él le dijo “las personas de donde yo vengo son horribles, criticonas, chismosas”. “Bueno, le dijo, aquí no va a encontrar algo diferente. Son muy parecidas las personas”.

Siguió ahí sentado el hombre y al rato vino otro viajero y le hizo la misma pregunta “Óigame, ¿Cómo son las personas de este lugar? ¿Qué personas voy a encontrar?” “Dígame usted, ¿Cómo son las personas de donde usted viene?” “¡Ah! Yo vengo de un lugar donde las personas son bondadosas, lindas, preciosas, amables, encantadoras, dadivosas, confiables”. “Bueno, lo mismo va a encontrar aquí”. ¿Por qué razón?

Porque la forma en la que nosotros nos vemos, vamos a ver a los demás. Y como nosotros veamos a los demás así los vamos a tratar. Por eso es que un líder tiene que auto conocerse. Tiene que saber quien es, que piensa, que siente y en que nivel del camino va. Hay un engaño que consiste en que ‘yo creo que lo que se lo estoy viviendo’. ¿Qué pasa entonces? Yo creo que estoy hasta aquí.

De repente viene una crisis, viene una situación difícil y ¡ay! Sorpresa, como reaccioné. ¡Qué sorpresa! Vi que no estaba hasta aquí, estaba hasta aquí. ¿Por qué razón? Las crisis lo único que hacen, las situaciones difíciles lo único que hacen es evidenciar el nivel en donde estamos. No nos cambian de nivel, solo evidencian el nivel en el que estamos. Y las reacciones que tenemos pues van a evidenciar el nivel en el que yo estoy.

Así es que el auto conocerme, verme yo en un espejo y saber exactamente en donde estoy y no creer que porque se mucho estoy hasta arriba. Toda mujer tiene que tener un auto conocimiento. Eso es básico. Ahí empiezan las relaciones de liderazgo. Como me veo yo, voy a ver a otros. Yo soy criticona, voy a ver a los criticones; soy bondadosa los voy a ver bondadosos. Ahí empiezan las relaciones de liderazgo, partiendo de cómo me veo yo a mi misma. Muy bien.

Yo tengo que tener conocimiento ¿en qué cosas? Yo tengo que saber en que nivel de restauración yo estoy. Porque todos vamos en niveles de restauración. Dios empieza a restaurar en nosotros áreas grandototas, aquellas que si no las restaura no podemos seguir adelante. Pero poco a poco la restauración es más fina. Nos deja pasar menos cosas. Entonces ¿en qué nivel de restauración yo estoy? Yo no he llegado a un nivel total.

Vamos a pasar toda la vida siendo restaurados. Vamos de gloria en gloria, de victoria en victoria pero no lo hemos alcanzado todo. Vamos camino a, y cada día tenemos que ser mejorados. Nuestro hombre interior tiene que crecer aunque el exterior se vaya desgastando. Yo tengo que saber como está la influencia del pasado en mi vida. Todos tenemos un pasado. Eclesiastés nos dice que “las cosas pasadas ya fueron y las que van a ser ya son”.

Pero yo tengo que saber como está mi influencia del pasado todavía manejando mi vida como líder. ¿Por qué razón? Porque de repente va a venir alguien y va a decir una cosita chiquitita y yo la sentí enorme. ¿Por qué razón? Hago de una pulga un elefante, ¿por qué razón? Porque se conectó con un área del pasado que todavía no había sido sanada. Y si yo la identifico y reconozco que una conexión del presente tocó el pasado y el pasado fue el que surgió, se lo voy a poder entregar a Dios y voy a ver sanada. ¡Que bueno que lo podemos evidenciar!

Pero tenemos que saber como voy con el pasado. Si usted es un líder, usted va a tener dolor. Y si es mamá va a tener dolor, y si es esposa va a tener dolor. Entonces tenemos que saber como estamos manejando el dolor. El dolor si no lo sabemos manejar puede ser devastador. Hay dolores que son profundos, que son intensos y tenemos que aprender a manejar el dolor en el liderazgo y el dolor personal para seguir caminando en el Señor.

El dolor no nos puede detener. Tenemos que aprender a manejarlo. Tenemos que pedir la ayuda que se necesite pero no dejar que el dolor nos detenga, que va a venir tarde o temprano a nuestra vida. A veces con más a veces con menos intensidad. Esto nos lleva también a los conflictos no resueltos. Los conflictos no resueltos son todas esas situaciones que nosotros no hemos hecho nada por resolver. Sí estamos de pleito pero no importa y seguimos caminando con el conflicto sin resolver.

Pero ¿qué pasa cuando tenemos muchos conflictos sin resolver? Al rato tenemos una carga encima con todos los conflictos que no tenemos resueltos. Dios no quiere que llevemos cargas. Tenemos que cerrar las gestalt. ¿Qué es el cierre de una gestalt? Es cierre de una gestalt es ir cerrando situaciones emocionales. A veces tenemos una situación emocional con una persona que no hemos cerrado, abierta la situación. Tenemos otra situación emocional con otra persona. Tenemos situaciones emocionales abiertas en el liderazgo, en la casa, en el trabajo.

¿Qué pasa entonces si no las cerramos? Si no le damos una finalización, un cierre adecuado. La energía que gastamos en ello es mucha, entonces estamos candados. Es exactamente como cuando tenemos cosas que no hemos terminado. Tengo una costura sin terminar, una carta sin terminar, un libro sin leer. La casa empiezo a barrer la cocina y la dejo sin terminar y me paso y barro la sala y la dejo sin terminar, quedó toda la casa sin terminar. El closet a la mitad, todo eso da confusión e igual es en lo emocional. Entonces cuando tenemos gestalt sin cerrar no podemos tener relaciones saludables.

Luego tenemos que aprender a caminar en los círculos de rechazo. Hay que saber si uno ya está sanado cien por ciento del rechazo. Puede ser que nos llevemos la sorpresa que no. Todavía me molesta que no me saluden, no hemos cerrado todavía el circulo del rechazo. Todavía me molesta que no me inviten. No hemos cerrado todavía el círculo del rechazo. Todavía estamos tomando ciertas situaciones como rechazos personales. Y cuando caminamos en círculos de rechazo: a mi me rechazan, yo empiezo a rechazar y tenemos entonces un liderazgo en un equipo en todos medio nos manejamos con cierto rechazo y no llegamos a ningún lado.

Luego, acá tenemos que tener con mucha claridad el nivel del manejo de aceptación. Ya vimos el manejo del dolor, los conflictos no resueltos, el cierre del gestalt, los círculos de rechazo y yo tengo que tener como está mi nivel de aceptación. De repente yo estoy como el de la figura y me miro en el espejo como que tengo un concepto un poquito elevadito del asunto. Y si yo me creo más, en mi país dicen ‘la mamá de los pollitos’ yo voy a ver a los demás para abajo.

Mi posición existencial va a ser ‘yo estoy bien, pero ustedes…’. Y si por el contrario yo tengo complejos del famoso complejo de inferioridad, que me creo menos, que me creo tonta, que no me creo capaz. Que en realidad es lo mismo que el de superioridad solo que con una manifestación diferente. Dios nos quiere que nos veamos ni más ni menos. Dios quiere que nos veamos exactamente como Él nos ve. Y Él es el mejor reflejo. Preguntarle a Él es verme con mis habilidades, mis cosas buenas, mis fortalezas y mis debilidades, ¿para qué? Para entregárselas a Él y que no afecten el liderazgo.

Cuando yo no tengo una buena imagen de mi misma, ¿qué va a pasar? Yo no voy a pedir ayuda porque si me siento muy poca cosa no merezco la ayuda, si me siento mucho no la necesito. Un líder hay momento que tiene que pedir ayuda. Hay momentos en que el líder tiene que aprender, tiene que reconocer que comete errores. Porque todos cometemos errores. Todos fallamos. El problema no es fallar, el problema es no corregir el fallo y no aprender.

Y podemos aprender de los que están más arriba que nosotros, de los que están al mismo nivel y de los que tenemos a nuestro cargo. De todos podemos aprender, siempre y cuando tengamos un espíritu abierto a aprender. Muy bien. Y aquí viene algo sumamente importante: como está mi madurez emocional. Yo puedo tener los años que tengo, no se los repito, y tener una madurez emocional muchos años atrás. Saber mi nivel de madurez emocional es importante. Ahora ¿cómo yo la conozco? Yo tengo que saber que tengo emociones.

A veces creemos que porque somos muy espirituales tenemos muchas revelaciones, Dios nos habla mucho ¡qué lindo! ¡Qué hermoso! Pero eso no quita que aún tenemos emociones y tenemos que aceptarlo. ¿Para qué? Para que Dios nos ayude a manejarlas. Si no lo reconocemos no podemos entregárselas a diario y pedirle ayuda para manejar las emociones. Las emociones van a influir en nuestras relaciones. Como líder tenemos que decidir que tipo de liderazgo quiero tener. Quiero tener un liderazgo emocional en el que dejo fluir mis emociones o quiero tener un liderazgo espiritual donde las manifestaciones del fruto del Espíritu se van a ver.

Porque las manifestaciones del fruto del Espíritu son relaciones: bondad, gozo, amor, paz, mansedumbre, paciencia son relaciones. Así de sencillo. Yo tengo que saber que tipo de liderazgo tengo y que tipo de liderazgo quiero tener. Ahora bien. Hay una emoción básica. Todos tenemos mínimo una emoción básica. A veces tenemos dos o más. ¿Qué es una emoción básica? Una emoción básica es aquella emoción que venimos manejando fuertemente desde la infancia. Todos de alguna manera hemos tenido situaciones traumáticas.

Todos, de una u otra forma. Si no las hemos tenido reales las hemos tenido en la cabeza. Pero las hemos tenido. Cuando una situación traumática, cuando hay un dolor, cuando hay algo que no podemos manejar, que no sabemos como responder hay emociones. Y esa emoción si no la aprendemos a manejar va perdurando durante la adultez. Entonces es la emoción o las emociones que ahora me cuesta manejar. Generalmente, las mujeres la emoción que nos cuesta manejar es la ira.

No nos enseñaron a manejarla y generalmente la reprimimos en la infancia y ahora venimos manejando mal la ira. ¿Qué pasa con un líder que no reconoce que es su emoción básica y no la maneja? Va a gritar a todos, enfrente de todos y nadie quiere estar cerca de un líder que grita. Nada quiere estar cerca de una mamá gritona, nadie quiere estar cerca de una esposa gritona, de una esposa enojona o de un líder enojón. ¿Por qué? Porque no hemos reconocido nuestra emoción básica.

Entonces puede ser que la estemos reprimiendo y reprimiendo y de repente una cosita nos conecta con eso y “¡fum!” estallamos, como la olla. ¿No han visto las ollas esas, Presto creo que se llaman? Yo de cocina no se así que no se si son Rinaweb o esto. Entonces las ollas ¡fum! Estallan. Así estallamos a veces y si no vamos reprimiendo y reprimiendo las emociones y llegamos a la depresión. A veces la emoción que no podemos manejar es la ansiedad. Por eso compre el CD.

Pero tenemos que reconocer cual es esa emoción que venimos manejando mal. Y no me diga que no tiene ninguna porque ¿sabe cuantas emociones hay? 180 emociones y a veces hay un día de paz pero a veces las 180 emociones se acuerdan en el día y es ese uno de esos días tormentosos que usted pasó por todos los estados emocionales y en la noche solo se tira en la cama porque ya no puede más. 180 emociones, ¿se da cuenta? Y a veces decimos “no yo no tengo que manejar ninguna”. Mentira. Si somos humanos, yo hasta creo que son más de 180, fíjese. Todavía le estoy quitando algunas.

Otra cosa que hay que reconocer son los disparadores emocionales. ¿Qué es un disparador emocional? Esos nunca los identificamos. ¿Sabe cuales son? Son esas palabritas, esos gestos, ese tonito de voz que cuando alguien nos lo dice rápidamente saltamos o nos defendemos. Yo se cuales son mis dos disparadores emocionales. Mire, estoy pidiéndole al Señor que siga trabajando en eso porque de repente son dos palabritas que me dicen y yo como que ‘pongo freno’. ¡Ay, Señor! Son los disparadores, ¿verdad?

Pero si no sabemos cuales son los disparadores, vamos a reaccionar y le vamos a echar la culpa al otro y no es la culpa del otro. Son mis reacciones, es lo que yo no he manejado que se dispara con las palabras del otro. A veces es un gesto, a veces solo basta que alguien nos haga “así” y saltamos, ¿verdad? “Este me dio mal”. Hay que conocer y un líder tiene que conocer cuales son sus disparadores emocionales, todos los tenemos. Y tenemos que reconocerlos para entregárselos a Dios.

Tenemos también que conocer cuales son nuestros estados anímicos. ¿Qué son los estados anímicos? Son esas tendencias a estar de cierta manera emocional y a veces no sabemos ni por que. ‘¡Ay! Es que hoy me siento, no se como… melancólica, triste, animadísima’. Son estados emocionales aprendidos muchas veces de la infancia. Patrones emocionales que venimos aprendiendo. Yo he tenido que luchar mucho con la ansiedad porque yo aprendí ese patrón emocional.

En mi casa siempre se manejaba la ansiedad, pero…. Sinónimo de responsabilidad. Entonces cuando yo llegué al Señor y me decían que echara toda la ansiedad sobre el Señor, yo dije “bueno, esto no es responsable, pues”. No es así la cosa. Lo que pasa es que pasa es que tenemos que aprender a manejar esas emociones pero tenemos que identificar esos estados emocionales aprendidos. Fíjese que a veces yo me empezaba a sentir ansiosa y no había razón. Tenía que decir ‘Olga, calma. Tranquila, tranquila. Come despacio, no vas a ningún lado. No te están quitando la comida’ y así.

Y yo sola calmarme, ¿por qué? Porque tenía un patrón aprendido de estar con ansiedad y con estados anímicos que no son los adecuados. ¿Qué son las emociones? Las emociones, pues son agitaciones internas producidas por situaciones externas a veces producidas por ideas, a veces producidas por recuerdos que nos van a dar una conmoción física que va a ser más o menos evidente. La mayoría de nosotros demostramos las emociones. Creemos que no, pero las demostramos: con los gestos, con la cara, con los ademanes, de alguna manera demostramos las 180 emociones.

Tengo que tener conocimiento de los conflictos del yo. O sea del ego. El ego es lo que me identifica como persona. Hermana, ¿yo tener ego? Ya no, si yo ya estoy crucificada. No lo creo. Todavía hay mucho de eso. Lo que pasa es que no lo veo porque son lo que se llaman los puntos ciegos. ¿Sabe que es un punto ciego cuando usted va manejando? Usted va manejando y mira para atrás y ve los carros que vienen pero hay un punto que usted que por más que haga así y se tuerza ya no mira y ¡zas! Le dan en el carro. Eses es el punto ciego. El punto que uno ya no ve.

¿Quiénes conocen nuestros puntos ciegos? Los que viven con nosotros, nuestro equipo de liderazgo y nosotros conocemos los puntos ciegos de nuestro equipo. Porque para conocer los puntos ciegos del otro, los puntos ciegos míos y que ni me los digan porque me enojo. Criticones que son. El egoísmo. Va junto con el orgullo. ¿Cómo miro yo si tengo orgullo? Yo hago, yo vuelvo, yo dirijo, yo esto, yo el otro y yo, yo, yo. Y cuando alguien es “yo” ¡ay! Que fácil verlo pero cuando yo soy no lo veo. Lo veo muy normal, pero en realidad voy a preguntarle al Señor si no realmente hay todavía esto de esto que van combinados.

Mire, la vanagloria. Creerme insustituible. No lo soy. Favor que me hace el Señor con usarme. Pero si yo me creo que el líder es insustituible… La altivez también es colocarme en una posición más arriba que los demás y a veces en el liderazgo –estamos hablando acá mas o menos de los liderazgos de mandos medios- aún de mandos medios a veces nos volvemos un poquito…. Y no nos damos cuenta. ¿Por qué? La altivez no la vemos pero cuando alguien nos la dice pues debemos llevarla delante del Señor para ver si es cierto.

Y la prepotencia, también. ‘Solo yo hago las cosas bien. Si se la doy a otro las va a hacer mal’. Mejor las hago yo. Tengo que enseñar a los que están conmigo, a mi equipo a que las hagan bien. ¿No las hicieron bien la primera? Tengo que enseñarle la segunda porque hay una cosa que usted necesita como líder: paciencia. Mire, la carrera más rápida es la de uno solito. Llega más rápido. Como no podemos ir solitos hay que tener paciencia.

Luego yo tengo que conocer, y esto es bien importante, mis estados mentales o sea los mecanismos de defensa. Repetirlos como yo se los voy a repetir ahorita es bonito, evidenciarlos en mi vida es difícil porque ya los he hecho propios, ya son míos, ya se volvieron parte de mí y tengo que dejar que Dios me los quite. Si Dios no nos quita los mecanismos de defensa, si no se los entregamos a diario vamos a seguir caminando en ellos y no vamos a crecer. No vamos a madurar emocionalmente, no vamos a tener aprendizaje, no vamos a ser enseñables.

Y ¿Cuáles son? La negación. Negamos lo que sentimos. ‘¿Te enojaste con lo que te dije?’ ‘No, si yo soy cristiana, ¿Cómo me voy a enojar?’ ‘Es tan colega conmigo ¿Cómo va a hacer eso? De ninguna manera’. La represión: yo introduzco las emociones y las guardo ahí adentro como una gavetita y de repente se ha fijado que en las gavetas usted mete y mete cositas y de repente un papelito y ya la gaveta no cerró. Y usted empuja y la gaveta ya no cierra. Igual es eso. Acumule cosas adentro y usted va a vivir cansada, confusa y de repente estallamos.

¿Por qué? Porque todo se lo guarda. Estamos equivocando el guardarnos todo con la bondad y la mansedumbre. Esas son manifestaciones del fruto del Espíritu reales. Esto es guardarse lo que siente: ‘estoy bien brava y me lo guardo’. Es otra cosa. Desplazamiento: usted está en su casa bien molesta con sus hijos y viene aquí y remata con los de su equipo. ‘¿Y a esta que le pasó?’ O al revés: nos enojamos con alguien al que no le podemos decir nada y vamos a la casa a ver quien nos las paga. Y ¿dígame si no funcionamos a veces así?

‘Pero mamá ¿Qué te pasa? Y entramos regañando a todos y por todo. Lo que usted ayer no regañó porque dejaron los escarpines tirados hoy se pone furiosa y regaña. Pero no son los calcetines los que nos tienen brava. Son otras cosas que no pudimos manejar. Y vivimos haciendo estas cosas muchas veces. La regresión: el líder o la persona del equipo que de repente Dios ‘me dijo que me fuera’. Pero hay veces que Dios no nos dice es que yo ya no quiero seguir en el asunto y que asumo una conducta infantil y todos saben que es el cuerpo que está peleando porque algo no le gustó y el único engañado es uno.

¿Por qué? Porque estos mecanismos de defensa son inconscientes. No son conscientes y a no ser que permitamos que el Espíritu Santo penetre a profundidad en el inconsciente, en el subconsciente y rompa todas estas cosas que traemos de la infancia, del pasado, vamos a seguir caminando engañadas. ‘¿Por qué se fue de la iglesia?’ ‘¡Ah! Es que no me gusta esto’ pero la hermana se fue, esa es la realidad. Formación reactiva: algo negativo lo convertimos en lo contrario. Entonces a veces aparecemos ‘hermanita linda, preciosa’ y usted sabe que en el fondo no es ni hermanita linda ni preciosa.

La mira con el tono de voz. Porque nos volvemos… ‘Si mi linda’ pero es un “Sí mi linda” que no es ni linda aparte de alguien que lo dice con sinceridad pero yo tengo discernimiento para saber cuando nos están diciendo de verdad o no. Y la gente no sabe que está haciendo eso porque inconscientemente está usando esos mecanismos para no decir y confrontar con lo que se siente y manejarlo.

Aislamiento: fíjese que a veces aislamos la parte emocional de la parte mental y entonces hablamos las cosas como que somos un palo, sin emoción. ¿Por qué? Porque el corazón se ha endurecido. Y mucha gente de la que viene al conocimiento del Señor viene así con las emociones aisladas porque son tan dolorosas, le han pasado tantas cosas en su vida que las ha tenido que aislar. Y cuando usted la trata de ministrar parece que no entra la ministración. Y usted trata y trata y parece como que hay un palo adentro, una dureza de corazón.

Y eso tiene que irse rompiendo poco a poco, con amor, con entendimiento, con dulzura, con palabras nobles, con comprensión, con paciencia y todo es trabajo que nos toca a nosotros con las personas. Luego tenemos la racionalización o justificación. Esa todas la usamos: ‘porque vino tarde’; ‘fíjese’, ‘fíjese’. Vinimos tarde porque salimos tarde. Y va la media verdad y la media mentira: porque en parte es cierta y en parte no. Pero para Dios o es verdad o es mentira. ‘Hermana, ¿verdad que usted estuvo orando por mi, intercediendo?’ ‘Claro que sí mi hermana’ y por dentro ‘¡qué pena, nunca oré!’. Que bueno que Dios ya le contestó.

Proyección: yo proyecto en otro lo que yo siento. En ese grupo donde estoy ninguno es amoroso. Me voy a otro ministerio, pero tampoco son amorosos y me voy a otro y resulta que tampoco. Entonces ¿toda la iglesia no es amorosa? ¿Quién será la que no es amorosa? Yo. Identificación proyectiva: yo me identifico tanto con ciertas actitudes de otra persona que si es en negativo pues me contamino y si es en positivo empiezo a actuar igual que la persona a vestirme igual que la persona y mucha veces ni siquiera me doy cuenta.

De repente, yo me visto igual que la líder, igual que la que dirige el grupo. ¿Por qué? Porque estoy usando este mecanismo. Dios nos ha hecho individuales, diferentes, únicos. Entonces esto es bien importante. Mire. Que todos los días vayamos delante de Dios y le preguntemos en toda situación difícil ‘Señor ¿qué mecanismos de estos estoy usando?’ No cuales usa el otro o la otra, ¿Cuáles uso yo? Yo se cuales son los que uso y estoy dejando que el Señor trabaje. Todavía tengo que partes que vamos caminando. No somos perfectas de ninguna manera. Yo se cuales uso.

Y hay que tener cuidado en eso y permitir que Dios entre a las capas profundas de nuestra personalidad. Que entre al inconsciente y al subconsciente. Eso es cuestión de pedírselo todos los días. Mire, engañoso es el corazón, mas que todas las cosas y por algo es escribista decía “Escudriña, ¡Oh, Dios! Mi corazón. Pruébame. Muéstrame que hay de malo en ello y enséñame el camino correcto” Y escudriñar es meter hasta el fondo, es entrar al consciente, subconsciente y el inconsciente.

Luego la vuelta contra si mismo. Esto es la persona que por la culpa empieza a auto agredirse. Y fíjese que este mecanismo a veces nosotros decimos “Bueno nosotros como cristianos ya no nos auto agredimos”. Fíjese que sí, no nos cuidamos ni físicamente muchas veces, ni emocionalmente ni espiritualmente. A veces es una forma de auto agredirnos. ‘Hermana, mire, usted lo que tiene que hacer es esto, esto y esto’ y van y no lo hacen.

¿Quién se está auto agrediendo? Uno. O si no: ‘Hermana tómese esta pastilla cuando el médico le mandó una pastilla’ y no la tomamos cuando nos dijeron. ¿Cómo nos queremos curar? O nos dice lo que hay que hacer y no lo hacemos. Entonces tenemos que preguntarle a Dios que mecanismos de estos estamos usando. En un equipo de trabajo yo voy a tener una personalidad y mi equipo va a tener otras personalidades. Y ahí viene la situación problemática. ‘Yo quiero que todos piensen como yo’, ‘Yo quiero que todos actúen como yo creo que deben de actuar’.

Y resulta que yo voy a tener una gama de personalidades y por ejemplo aquí podemos ver el que está siempre alegre. En ciertas clasificaciones le llaman el sanguíneo, otras le llaman el festivo, diferentes maneras. Pero es la persona que le gusta exhibirse, que siempre está contenta y siempre quiere exhibirse. Y ¿qué nos pasa? A veces decimos “el show es lo que le gusta”, “lucirse es lo que le gusta”. Es su personalidad y la podemos usar en algo que le gusta si eso lo hace bien.

Tiene buen contacto con la gente por lo que estar en la puerta es bueno para ella porque saluda a todos y se goza con todos. Y los saluda y los abraza y los hace sentirse bienvenidos. Pues, ¡que bueno! A veces tenemos otra personalidad. Podemos tener el que es muy serio. El que es muy serio va a decir ‘¡Uy! Tanta abrazadera, ¡eso no!’ ¿Por qué? Porque no es así. Simple y sencillamente lo que le gusta es estar pensando, analizando, viendo detalles. Yo no quiero saber cuantos abrazos dieron, yo quiero saber cuanto dinero entró. Son los contadores. Son los que llevan las finanzas porque esas personas son meticulosas y entonces ellos lo que necesitan son detalles.

Entonces sepamos que hay personas con personalidades así en nuestro grupo y que tenemos que usarlas correctamente. Podemos tenemos al que se llama el colérico o que se puede llamar también agresivo o que se llama emprendedor. Es aquel que lo que quiere es acción. Entonces a él démosle retos. Es que lo quiere hacer todo, ¡ah! Demoledle ya bastantes cosas. Le gusta estar haciendo cosas porque lo que le gusta es el reto. Él lo que quiere es: hagamos. En cambio podemos tener al –que en algunos lugares se llama- flemático, en otras clasificaciones pacifico.

Esta persona pregunta ‘¿Y cuál es la prisa?’ ‘¿Pero para qué estamos corriendo?’ Es calmado. Y el líder a veces quiere que el flemático vaya al ruido. Imagínese un colérico de líder y todos los que tiene son flemáticos. Los otros pobres no le pueden seguir el paso. Y en cada equipo tenemos que reconocer cual es la personalidad del equipo completo para manejarla, como se integran las personalidades y que está predominando. Porque imagínese donde tenemos un liderazgo donde todos somos sanguíneos. Todos viven felices, todos empiezan todo, nadie termina nada, después están las reuniones pero nunca llegamos a la meta.

Imagínese que nuestro equipo es de todos de coléricos. Pues, vamos a un ritmo muy fuerte y si todos somos serios, imagínese un equipo solo detalles, como que lo pensamos tanto que no hacemos nada porque demasiados detalles, demasiada planificación y nunca logramos hacer nada. Usted tiene que tener un equipo donde haya de todo para combinarnos, para balancearnos y yo como líder tengo que conocer mi personalidad y tener cerca de mi personas que me complementen y tengo que entender que no las puedo hacer igual a mi.

Me tienen que complementar. No quererlas cambiar y que todos nos volvamos iguales. Muy bien. Ahora vamos a entrar un poquito al manejo de las personas difíciles. Me voy un poquito rápido por razones de tiempo. Pero vamos a ver el manejo de las personas difíciles. Recordemos a la hora de manejar una persona difícil que lo que tenemos que manejar es la relación. Lo que hay que cambiar es la relación, lo que hay que encontrar es la manera de caminar con la persona persona difícil. Si yo la quiero cambiar me voy a pasar la vida entera cambiándola. La persona va a cambiar al ritmo que ella deje, con el Señor.

Primero vamos a tener aquí la palabra de Dios. Miren aquí la palabra de Dios dice que “vivamos en paz”. Vamos a tener al negativo. Como que en un grupo a todo lo que usted dice, dice “no se puede”. Aquí hay tres elementos que usted va a tener que usar en todas las personas difíciles que tenga que manejar en su casa o en el liderazgo o donde sea. Y el primero de ellos es: Reconozca al negativo interior. Todos tenemos algo de negativo: ‘¡Ah, no! Yo no’. Todos tenemos algo de negativo. En otro lo vemos fácil, pero todos tenemos algo de negativo.

Segundo: Acepte a la persona como es. Dios nos acepta como somos y en base de esta aceptación nos empieza a transformar. Tercero, estas tres cosas, mire, van para todo: Ore por la persona. A veces se nos va en criticarla y no en orar por ella. Especialmente cuando se vaya a juntar con él, ore para que usted pueda relacionarse bien con la persona negativa. ¿Qué hacer con una persona negativa en el grupo? Por favor no discuta con el negativo. El negativo dice que no y usted que sí. ¿Sabe que haga? Acepte el negativismo pero dígale que hay alternativas.

Le puede decir algo así como “Está bien, entiendo que no quiera que hagamos ese proyecto porque hay muchas cosas difíciles. Es cierto. Pero también hay alternativas que yo quisiera probar. Si en el camino vemos que las cosas que usted dice no se pueden solucionar buscaremos otras maneras”. Entonces usted sigue adelante con su grupo, no entró en discordia con el negativo pero tampoco dejó que el negativo le quite el impulso de caminar adelante. ¿Por qué razón? Porque el negativo lo que le pasa es que siente que no tiene el control de las cosas.

Le da miedo fracasar, le da miedo lo miedo. Entonces ¿Cuál es su manera de asegurarse que no va a fracasar? El no hacer nada. ¿Cuál es su manera de asegurarse que no va a correr riesgos? Pues no hace nada. ¿Por qué? Porque le teme a eso. Entonces si reconocemos al negativo interno y entendemos que le pasa al negativo vamos a poder relacionarnos con él aunque siga siendo negativo pero no nos va a detener. Luego tenemos a uno que no nos gusta para nada: el criticón. Mire ese todo el tiempo se queja, todo el tiempo aconseja sin que usted se lo pida.

Ahora todos tenemos un criticón interior. Dígame si no. ¿Nunca ha criticado? ¿Nunca ha dado consejos sin que se lo pidan? A cada rato: ‘Yo que tú haría’. Pero usted no es la otra persona. Ni le están pidiendo consejo ni le están oyendo tampoco. Y lo mismo, ore y acepte al criticón. Ahora bien. Cuando viene la crítica tenemos que diferenciar varios aspectos. Uno es ver de donde procede la crítica. Hay críticas que proceden de personas que valen la pena oír y hay criticas de personas que usted dice todo el tiempo ‘está en las mismas criticando’.

Hay críticas que no vale la pena oír y que hay que detener. Entonces nosotros tenemos que diferenciar: que críticas sí oír, que criticas no oír. Cuando alguien venga con la crítica escuchemos y llevémosla delante del Señor y veamos cual es la perspectiva de Dios. Puede ser que Dios diga ‘Sí, oye la crítica y corrige ese error’. Puede ser que Dios diga ‘No, no tienes ese problema’. Pero oigamos, veamos la perspectiva de Dios para la crítica.

La otra cosa que hay que ver es el número de los criticones. Fíjense que los criticones a veces hablan tan fuerte y son tan seguido lo que critican que parece que fueran muchos y a lo mejor son dos. Y uno dice ‘Es que todos me critican’. Veamos las cosas despacio. ¿Quiénes son todos? ¡Ah! Fulanita y ¿quién más? Zutanita y ¿Quién más? Menganita. Pero fácil decimos ‘todo el grupo me critica’. ¡No! Hay que ver cuantos son. Fíjese que a Jesús las cosas que le criticaron eran fuertes pero no eran muchas. ¿Por qué razón? Porque en realidad a veces no son muchos los que nos critican, a veces son pocos y entonces tenemos que tener ese cuidado.

Tenemos que evitar la triangulación. La triangulación es cuando la crítica empieza a correr y a correr y no se arregla para nada y tenemos ya una situación de crítica dentro del grupo. Y también en la crítica hay que ver los puntos débiles. Fíjese que así como los disparadores son palabras o gestos que nos llevan a reacciones, en la crítica hay veces que usted mira venir la crítica, mira venir una palabra y sabe que viene al punto que le duele. Usted la mira venir y sabe que le van a dar en el mero corazón ¿verdad? Y entonces antes nos ponemos defensivos.

Cuando viene la crítica ya no la oímos y empezamos a atacar. Tenemos que conocer los puntos débiles. Y lo pensamos y decimos ‘ya se por donde viene’. Ya empieza la defensa. Que Dios nos ayude para recibir las críticas que debemos de recibir y dejar a un lado las que no debemos de tomar y que no nos detenga la crítica. Porque le voy a decir algo: si usted es líder espere la crítica. Espérela de una vez, porque va a venir. Y si no viene es porque usted no está haciendo nada. Entonces ¡que bueno que venga!

El antagónico es aquel que pelea hasta con su sombra. ¿Ha visto que hay gente que pelea hasta con su sombra? Y de repente le sale en su grupo uno así. ¿Qué hace usted? ¿Qué hace con un antagónico? Con el antagónico hay que trabajarlo preventivamente. ¿Cómo se trabaja el antagónico preventivamente? Primero reconozca al antagónico interior. Todos tenemos un poquito. Acepte al antagónico y ore por él. Esto va con todas las personalidades. ¿Cómo puedo yo manejar el antagonismo para que no me ocasione problema en mi grupo?

Yo tengo que seguir todo lo establecido. Cuando yo soy líder, hay normas, hay reglamentos. Si yo los sigo, yo le quito oportunidad al antagónico. El antagónico tiene campo cuando yo no sigo los reglamentos. La otra cosa que tengo yo que hacer es darle toda la información por escrito. Darle todo con detalles y dárselo por escrito y darle las cosas anticipadamente. Con eso yo estoy manejando a un antagónico en el grupo. No le estoy dando el espacio para que trabaje su antagonismo y tengo que buscar también cierta distancia.

Recuérdese que en la mañana hablamos de los límites y de cuando dejar la intimidad y cuando no. El antagónico no puede tenerse muy muy cerca. Tiene que haber una cierta distancia en el manejo. El antagónico si usted lo aconseja o lo manda a consejería no va a funcionar. El antagónico también se detiene un poquito aceptándolo tal como es cuando entre los líderes hay un frente unido. Los diferentes liderazgos tenemos que estar unidos. Eso nos ayuda bastante. Y ahora tenemos a otro que usted conoce muy bien: el chismoso.

Todas tenemos algo de chismocitas. No nos gusta pero nos entretiene. Esparce rumores y divulga secretos. Cuando oiga que alguien está chismeando, córtelo. Porque nosotros decidimos el rumbo del chisme. ‘Contame más’, ‘Pero que más’ y ahí se va el chisme. Si usted deja que en su equipo de trabajo se meta el chisme, no vamos a tener relaciones saludables. Entonces tenemos que detener el chisme. No podemos entrar en controversia sino que simple y sencillamente podemos detenerlo diciéndole “No quiero oír mas de lo que estás diciendo”.

Y podemos decir algo bueno de esa persona. Con eso el chisme se detiene. El chisme es como el baile se necesitan dos. Y si usted lo detiene no hay chisme. Otra manera de evitar el chisme en nuestro grupo es: cuidemos nuestros comentarios. A veces se nos va la lengüita un poco, ¿verdad? Y como que hay que pedirle a Dios como que todos los días la sujete. Y mire, cuando hay un chisme que levantó alguien contra nosotros, un rumor que no es cierto. Pidámosle consuelo a Dios. Hay veces que podemos confrontar a la persona y podemos decirle ‘Mira estas diciendo esto, esto y esto de mi’ pero hay veces que no se puede.

Y que Dios nos de discernimiento porque hay gente que se crea sus propias mentiras y entonces se creen que lo que están diciendo es cierto y entonces ¿cómo les hace usted ver que no es cierto? Entonces que Dios nos de discernimiento para saber cuando hacerlo y cuando no. Y tenemos que crear un buen ambiente de trabajo que no tenga chismes y esto solo se logra cortándolo de raíz. Pero al líder le gusta el chismito eso se riega por todo el equipo.

¿Cuál es la razón básica? El chismoso quiere ser aceptado. El chismoso se siente superior porque tiene una información que los demás no tienen: ‘¿Ya supiste?’ y todos ‘¡Ay! ¿Qué es lo que tú sabes y nosotros no?’. Se colocó hasta arriba. Entonces que Dios nos ayude, pues, porque a veces las chismosas somos nosotras. Y tenemos aquí otro que no nos gusta que sea el controlador, dominante. Y si le aparece uno en su grupo tiene dificultades. El controlador dominante es invasor. Invade su campo todo el tiempo.

Reconozcamos que todos tenemos algo de controladorcitas. Si no que lo digan los hijos, ellos saben. Aceptémoslo y oremos por él. No luche por el control. El fuego no se apaga con fuego y a ver ¿Quién tiene el control en el grupo? ¡No! Lo que tenemos que hacer con el controlador es detenerlo. ¿Cómo lo vamos a detener? Mire, el controlador usted empieza a exponer y el controlador no la deja, se le adelanta y quiere exponer por usted. Pero si usted es el líder del grupo usted tiene que detenerlo y decirle ‘un momento estoy en el uso de la palabra’ y vuelve a repetir lo que estaba diciendo.

Y el controlador le vuelve a quitar la batuta y usted solo dígale ‘continuo en el uso de la palabra’ y siga diciendo lo que tiene que decir. No se deje quitar el lugar sin entrar en contienda. Porque si entra en contienda se vuelve problema. Pero sí, no permita. Dele alternativas, dígale: ‘en este momento yo estoy en el uso de la palabra. Después vas a hablar tú. Cuando yo termine tú vas a hablar’. Eso se llama la técnica del “disco rayado”. Si hay necesidad de volver a repetir lo que empezamos lo volvemos a repetir, pero no dejamos que el controlador nos quite lo que estamos exponiendo.

Porque cuando venimos a sentir es él el que tiene el grupo a su cargo, es el líder que le llaman el líder virtual: agarra las cosas y a nosotros si el Señor nos puso a nosotros nos dio el lugar y debemos mantenerlo sin entrar en contienda. Y ¿cuál es lo que le ofrece el controlador? Mire, debe ser vulnerable y por eso quiere tener el control. Si entendemos que todas estas personalidades difíciles tienen problemas de aceptación, problemas de valorización, problemas de manejar sus vidas emocionales vamos a entenderlos más. Vamos a llevarnos mejor con ellos y no los vamos a rechazar.

Y también tenemos el traicionero. Esto si es dos caras, ¿verdad? Usted sabe ya quien es. Todos, también, adentro tenemos un traicionerito por ahí. Ahora el traicionero rastrero, mire, sepa quien es. Y ponga usted algunas formas en su grupo de que su puede como se dice corrientemente curar en salud. Y si usted ve que hay alguien traicionando usted enfréntelo y hágale saber lo que está haciendo. Y si ve que está traicionando a alguien deténgalo. No lo puede dejar avanzar, sin entrar en conflicto pero si puede detenerlo. También aquí nos ayuda mucho la red de confianza y de unidad que tengamos entre los líderes.

Porque cuando venga alguien así, pues, nosotros estamos unidos. Tenemos una red de confianza entre si. Y ¿Qué le pasa al controlador? Tiene un sentimiento de impotencia y quiere controlándolo todo sentirse que las puede. El controlador siempre va a creer que sabe más que usted. Entonces por eso no la deja hablar, ni quiere que usted exponga. Él sí sabe y usted no. Se le detiene dándole alternativas para que después hable. Dándole después la opción pero usted toma su lugar. Tenemos también el competidor: cree que todo es superarnos unos a otros. No entremos en el juego. Nosotros tenemos nuestras metas que Dios nos ha dado.

No tenemos por que entrar en la competencia a ver quien lo hace mejor. ¡No! Usted tiene sus metas, llévelas como Dios se las ha dado, no entre en el juego. Y el competidor fácilmente puede ser una persona con un poquito de envidia. Orémosle al Señor, que el Señor nos de la cautela para esto y sigamos con nuestras propias metas. El competidor también es inseguro. Estas personalidades difíciles, que esperamos no sean las nuestras ¿verdad? Porque si nosotros somos el líder y tenemos esto pues también hay que trabajar. Y finalmente ya para terminando ¿Cómo manejar lo que los demás piensan de mi?

No gastemos la energía en esto. El único que nos debe interesar que piensa de nosotros es Dios. No finjamos que somos perfectos. Si la gente ve que tenemos errores, tenemos errores. Si la gente ve que cometimos un error arreglémoslo pero no tenemos que fingir que todo es maravilloso, que todo es perfecto. No es así y no podemos complacer a todos. Siempre va a haber alguien que no está complacido. Y algo que nos puede ayudar mucho, mire, es el consejo. La multitud de consejos siempre es buena. El consejo es bueno.

Y veamos también si de repente tenemos una persona que no habla dentro del equipo. Aquí lo mejor es usar lo que se llama la psicología invertida o si usted tiene un hijo que no habla use la psicología invertida. Le puede decir: “Se que tienes algo que decir. Respeto tu silencio. Cuando tengas tiempo me lo dices, cuando quieras me lo dices”. Le quitamos un poquito la presión y al quitarle la presión va a empezar a hablar. Pero eso sí tengamos cuidado que cuando logremos que hable escuchémoslo.

Porque de repente por timidez, por temor, por las razones que sean no habla y cuando habla no lo escuchamos o rapidito le decimos ‘No, no es así’. Ya no vuelve a hablar. Porque a veces la gente en los grupos toma esa actitud: ‘No vuelvo a decir nada’. Y nos quedamos con esa actitud de ‘No vuelvo a decir nada’. Entonces aprendamos a usar la psicología de invertir en esos momentos para que cambie la presión, o hacerle preguntas como ‘Dime que te pareció tal cosa’ pero tratando de que no solo diga sí o no; sino que tenga que dar una descripción de las cosas. Esto también ayuda.

Y ya finalmente ¿Cuáles son las actitudes a tomar en el manejo de las personas difíciles? Mire si no tenemos humildad, si no estamos determinadas a llevarnos bien con ellos a pesar de la forma que son porque nunca vamos a tener un equipo perfecto. Si usted espera ser un líder con un equipo que todas las personalidades son ajustadas, lindas, preciosas, quizás el primero que se tendría que ir sería uno mismo como líder. ¿Verdad?

Entonces aceptémoslos. Dios nos acepta a nosotros. Ayudémoslos, crezcamos junto con ellos, busquemos la manera de relacionarnos y tengamos esperanza que Dios nos va a ayudar. ¿Por qué razón? Porque los fuertes en la fe debemos ayudar a los más débiles. Y el líder, una de las razones por las que está puesto, es porque es más fuerte que nadie. Así que yo es que le quiero pedir que usted se ponga de pie. Vamos a orar.

Padre te damos gracias en esta tarde porque Tú nos has ayudado a reflexionar de muchas cosas que hay adentro de nosotros. Padre amado a veces cuando vemos tanta cosa que tenemos que cambiar, cuanta cosa en la que tenemos que mejorar, Padre a veces pensamos que nunca lo vamos a lograr. Que es tanto y que es mucha la demanda que hay sobre nosotros en el puesto que Tú nos has puesto de liderazgo, o es mucha la demanda que Tú nos has puesto como líderes en nuestra casa Padre.

Pero sabemos que cuando Tú nos das una posición de padres, de madres, de madres espirituales en la iglesia, de líderes en la iglesia Tú no nos dejas solas. Que Tu palabra dice que siempre estarás con nosotros y que Tú nos ayudarás y que Tú nos consolarás y que Tú eres el que nos lleva de gloria en gloria. Sabemos que la transformación de todas estas cosas no se va a llevar de un día para otro. Sabemos que todo esto es un proceso pero lo que sí pedimos, venimos a pedirte en esta tarde Señor Jesús es que nosotros podamos ver las áreas que tenemos que someter a Ti todavía.

Las áreas de todo esto que estamos viendo Padre que todavía necesitan ser mejoradas. Gracias por enseñárnoslas, Padre. Porque sólo conociéndolas te las podemos entregar a Ti Yo les quiero pedir a ustedes, si usted tiene un área en la que tiene que ser trabajada por Dios en cada una de estas cosas yo le voy a pedir que venga aquí enfrente con toda sencillez, con toda sencillez para Dios empiece a trabajar en cada una de estas áreas.

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Éxito en las relaciones interpersonales - Parte 1

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Una vez yo leí que todos nosotros debemos aspirar y buscar tener a alguien que está más atrás de nuestro propio camino, a quien nosotros mentoreamos. Que debemos tener a alguien a nuestro lado que esté en el mismo camino de nosotros, más como a nivel de amistad y de compartir, y que debemos también aspirar tener a alguien que está más delante de nuestro camino para recibir mentoría de esa persona. Así que yo tengo el privilegio de en esta mañana presentarles a alguien que está en ese lugar para mí, alguien a quien yo considero una madre espiritual, una mentora, a pesar de que estamos a tantas millas de distancia porque ella vive en Guatemala, y yo estoy aquí, pero de igual manera con Carolina, la misma cosa también, Olguita es muy cercana a ella y es su mentora también.

Así que es un privilegio tener personas que así que han dado más pasos que uno, no solamente por edad sino también por experiencia, profundidad, que valga la aclaración, ¿verdad? Que no es solamente por eso, sino por autoridad espiritual, por profundizar, por ejemplo, así que esa es la persona que la doctora Olga Martínez es para mí y yo sé que a través de … nosotros recibimos mentoría también a través de lo que leemos, de lo que escuchamos. A veces uno piensa que el mentor tiene que estar ahí al lado de uno, pero no es así. Uno puede tener un mentor aún a la distancia y en este caso, hoy, también ella va a mentorearnos a todos nosotros en lo que Dios le ha enseñado a ella para compartir. Olguita viaja internacionalmente impartiendo enseñanza tanto en el ámbito secular, entre comillas, como el eclesiástico. Es una miembro activa de su congregación.

Nosotros la conocimos a través de Carolina León Barrutia, ella comenzó un capítulo de Aglow hace casi 22 años porque yo sé que yo estaba esperando en ese tiempo, esperando a mi bebé. Ya mi bebé tiene 21 años así que… así que un poco después Olguita vino a invitación de Carolina, así que desde ese momento hemos tenido esa relación. Así que ella ha viajado varias veces acá. Tuve el privilegio de verla en su ámbito, en su ambiente natural, en diciembre, en Guatemala cuando visitamos Guatemala. Así que es un privilegio tenerla en esta mañana con nosotros. Yo sé que vamos a ser enseñada y bendecidas y el Espíritu Santo que está en ella también va impartir a nuestras vidas de una manera especial. Así que vamos a orar para que eso se quede ahí, bien adentro, y nos selle y nos transforme esta mañana, así que bienvenida Olguita.

Saben cuántos años tiene esta señora? Acaba de cumplir 70 años. Nadie lo diría, y saben, hablando de lo de la mentoría, ella hace ejercicios casi todos los días: va al gimnasio a hacer ejercicios, nada, así que a veces uno más joven dice, ay, levantarme temprano para ir a hacer ejercicios, no, conmigo, no. Y ella lo hace, así que no solamente mantiene su mente, su espíritu con ejercicios continuo todos los días, sino también su cuerpo así que ese es un buen modelo para todas nosotras imitar también.

He tenido la oportunidad de abrazar a algunas de ustedes y saludarlas, pero a otras no. Así es que ahí en su lugar reciba un abrazo mío, reciba un saludo mío, reciban mis cariños y reciban los cariños de mi país, Guatemala. Y ahora que ya saben mi edad, ¿verdad? Es el secreto de todas las mujeres. Está evidenciado pero realmente damos a gracias a Dios que nos permite llegar a estos años con salud, que nos permite servirlo y que nos deja a todas las que estamos aquí muchos más para poder servir. Ese es el propósito de nuestra vida y el propósito que él permite que podamos llegar a cierta edad sirviéndolo.

Padre, te damos gracias en esta mañana por lo que tu ya has hecho en nuestras vidas, en nuestros corazones. Te pedimos que sigas haciendo lo que tienes que hacer. Padre, yo te pido que esta enseñanza salga de mi espíritu unido a tu espíritu, al espíritu de cada una de las personas y hagas los cambios que tienen que ser hechos. Padre, te pedimos que no sea una enseñanza más, sino que realmente sea una capacitación que cambia nuestras vidas, que lo podamos poner en práctica. Te pedimos, Padre, que quites todas las defensas que a veces cada una de nosotras elaboramos pensando en que esto no es para nosotros, que ya lo sabemos, pero, Padre amado, hoy te pedimos que realmente tu nos confrontes por las cosas que tal vez ya sabemos, pero que tenemos que cambiar. Te lo pedimos en el nombre de tu hijo, Jesucristo.

Vivimos en un mundo cambiante. Hoy día cada vez es mucho más fácil procesar la información, cada vez hay comunicaciones más rápidas y más fáciles. También hay cambios climáticos muy fuertes, hay cambios sociales, hay cambios culturales. Sin embargo, hay algo que permanece y es la palabra de Dios. Y las relaciones interpersonales están en el corazón de Dios.

Si usted toma la Biblia, usted se va a dar cuenta que desde la primera a la última página Dios de qué nos está hablando. Nos está hablando de relaciones interpersonales. Si pudiéramos definir los Evangelios en dos palabras, en una palabra diríamos, relaciones interpersonales. Las relaciones interpersonales son difíciles. No son fáciles. Son complejas y es lo que nos mete a veces en problemas.

Los países tienen problemas de relaciones. Las familias, cuáles son los problemas que tienen? De relaciones. Y entre las iglesias, cuáles son los problemas que tenemos? De relaciones. Y a veces no le damos la suficiente importancia, pero es básico, es central en nuestra vida y es básico y es central también en un liderazgo.

Vamos entonces a ver acá qué es un liderazgo. Liderazgo según John Maxwell es influencia. Y tenemos que relaciones según Don Marshall es el mutuo compartir de una vida. Si nosotros juntamos estos dos conceptos vamos a ver que un líder debe de estar preparado para desarrollar relaciones de sinergia.

Cuáles son las relaciones de sinergia? Las relaciones de sinergia es la acción combinada o cooperativa que incrementa la efectividad de la persona. Son aquellas relaciones que hacen que en un equipo todos se beneficien. Cuando en una relación las personas entran a esa relación con la capacidad, con la idea de dar va a haber un beneficio mutuo en la relación. Va a ser una relación sinérgica. Por qué razón? Porque ambos se benefician. Por qué? ambos van con la idea de dar lo más que pueden en esa relación y no de obtener. Cuando tenemos relaciones de sinergia, relaciones de beneficio mutuo, el equipo crece y tenemos un equipo de liderazgo saludable.

La definición que acabamos de ver hace un momento nos lleva a tener implicaciones. Vimos que una relación es el mutuo compartir de una vida. Esto nos va a llevar a tener implicaciones. Una de ellas es la reciprocidad. Qué queremos decir con la reciprocidad? Con la reciprocidad lo que queremos decir es que en una relación ambas partes deben de poner algo. Si ambas partes no ponen algo la relación no se desarrolla. Claro, hay veces que alguien pone más, no los dos o los 4 ó los 5 que se van a relacionar deben de aportar en igual cantidad. Por ejemplo, en el liderazgo, el líder es el que más tiene que aportar en la relación. Pero los miembros del equipo también tienen que aportar.

Si no hay este aportar de todos, no hay un crecimiento, no se desarrolla la relación. Naturalmente, cuando la relación se rompe, también todos tienen parte en el asunto. Se ha fijado que cuando una relación se rompe, siempre la culpa la tiene el otro? Yo, como que ni existo, soy sombra. La culpa, todo es culpa de los otros, yo, pobre angelito. No hice absolutamente nada.

Tal vez hay más parte de culpa de las otras personas posiblemente, pero siempre en toda ruptura de relación hay una parte nuestra. E igualmente para que la relación sea restaurada, se necesita que ambos quieran, se necesita que ambos pongan de su parte. De lo contrario la relación no puede ser restaurada, no hay relaciones unilaterales.

Y cuando tratamos de ver una vida compartida, qué quiere decir? Será que las relaciones interpersonales son solo acciones? No. Fíjese que en las relaciones interpersonales hay algo mucho más las acciones, que el comportamiento. Porque nosotros qué somos? Somos espíritu, alma y cuerpo. Y una verdadera relación, una relación significativa, la relación que nos hace vibrar, la relación que nos da vida, la relación que edifica, la relación que aporta, es la relación que va de nuestro espíritu al espíritu de la otra persona.

Y esto a veces no es fácil. Hay gente que tiene una facilidad para tocar desde su espíritu el espíritu de otras personas y hay a quienes les cuesta muchísimo. Y hay quienes nosotros queremos tocar el espíritu de esa persona, y no se puede porque su espíritu está cerrado. Pero un líder tiene que tener la capacidad de poder tocar el espíritu de las personas.

Cómo se toca el espíritu de las personas? Bueno, lo primero es nuestra relación con Dios. En la medida que nosotros tocamos el espíritu de Dios. Cuando usted y yo tocamos el espíritu de Dios, es una relación, bueno, estamos en el éxtasis con el Señor. Es una relación que nos vivifica, nos llena de energía, nos llena de ánimo. Cuando usted termina de estar en la relación con Dios, así como Moisés, está nuestro rostro, cambia. En la medida que nosotros tengamos esa relación con Dios vamos a tener la capacidad de tocar el espíritu de las demás personas. Va junto, no van separados.

Lo que yo me relaciono con Dios se va a manifestar en mi relación con las personas. Ah, no hermana, mire, yo con Dios, una relación linda, con los hermanos, no mucho. No, la cosa no es así. si usted tiene una linda relación con Dios, va a tener una linda relación con los hermanos. Y si tiene una relación con los hermanos va a tener también una linda relación con Dios.

De qué otra manera el líder puede mantener su espíritu abierto? Abriéndole su espíritu a Dios todo el tiempo. Cuando le abrimos nuestro espíritu a Dios todo el tiempo vamos a tener un espíritu abierto para las demás personas. Un equipo de liderazgo tiene que tener su espíritu abierto. Cuando el espíritu se ha cerrado, qué es lo que pasa? No podemos llegar a las personas. La persona no deja ser tocada, la persona que tiene el espíritu cerrado no es enseñable. La persona que tiene el espíritu cerrado es como que pone una barrera, que dice, aquí no entras.

Entonces tenemos que trabajar en el liderazgo para mantener nuestros espíritus abiertos en una buena relación con Dios presentándole tu espíritu delante de Dios, siendo totalmente franca delante de Dios. Nos damos en una relación cuando somos totalmente honestas, cuando nos damos totalmente, cuando somos francas, cuando somos sinceras. Cuando hacemos esto con Dios lo podemos hacer con facilidad con las personas. Cuando el espíritu está cerrado una de las maneras que el espíritu se abre es perdonando y pidiendo perdón. Por eso es tan importante el perdón, porque sino nuestro espíritu se cierra. Y el problema es que se cierra a una persona pero pronto se va a cerrando a las personas y vamos caminando con murallas que no dejan que nos relacionemos unos con otros.

Y qué es una tercera entidad? Qué entendemos por una tercera entidad en una relación? Esto es bien importante. Por qué razón? Una persona es una entidad, la otra persona en la relación es otra entidad, pero la relación en sí hace una tercera entidad. Y fíjese que nosotros muchas veces lo que queremos cambiar en una relación es a la persona, es que como ella no cambia, no va a cambiar, a no ser que deje que Dios la cambie. Lo que tenemos que cambiar es la relación con esa persona. Eso es lo que hay que cambiar. Ahí es lo que hay que trabajar.

Para ponerle un ejemplo: a veces usted mira parejas muy sencillos, sin mayor conocimiento de nada y se llevan tan bien la pareja. Por qué razón? Porque los dos están poniendo todo lo que son. Tal vez lo poco, pero lo están poniendo todo. Entonces logran una tercera entidad que se lleva bien. Pero por el contrario, de repente vemos una pareja; él con conocimiento de todo, magnífica persona; ella, con conocimiento de todo, magnífica persona, júntenlos y usted dice, pero si los dos son excelentes, sí, separados, pero por qué razón? Porque en la relación no están poniendo nada de su parte y en las relaciones hay que darse con honestidad, hay que darse con franqueza.

Y para tocar el espíritu de una persona no necesariamente tenemos que ser íntimo de esa persona. Yo no sé si usted ha ido a un almacén donde le aparece un dependiente que usted dice, aquí, no regreso. En un almacén, la cajera me gruñó en inglés y como yo no entiendo inglés, no entendí los gruñidos. No pude hacer la compra. Pero a los 10 minutos regresé y había otra cajera, y con esa cajera, miren, mi espíritu tocó el de ella y el de ella tocó el mío. Y en dos minutos estábamos platicándonos, ella me contó su vida, yo le conté a qué venía, me hizo otro descuento, me dio una tarjeta y miren cuál fue la diferencia en esa relación. Si a ninguna de las dos yo las conocía, la transacción fue la misma, pero qué pasó? Ella se dio por entero, tocó mi espíritu, pues yo pude tocar el de ella y las dos nos dimos en ese momento. Y hasta la invité a venir pero tenía que trabajar. Pero eso es tocar el espíritu de la otra persona.

Las relaciones también tienen categorías fundamentales. Cuáles son esas categorías fundamentales? Hay un tipo de relación que es cooperativa, con el propósito de lograr algo. Perdón, es cooperativa e instrumental. Qué quiero decirles con cooperativa e instrumental? Que las personas se juntan con el propósito de lograr algo. Tienen una meta. El liderazgo por ejemplo, tiene mucho de ese tipo de relación, porque hay un equipo que está para lograr algo.

Pero hay otro tipo de relación que consumatoria, que es la relación en sí lo que importa, por ejemplo, el matrimonio. Ahora, es muy difícil que las relaciones se den o solo cooperativas o solo consumatorias. Generalmente están combinadas. Y en el liderazgo a pesar de que hay más de la relación instrumental o cooperativa, también hay relaciones consumatorias, porque también es importante la relación en sí.

Y si entramos a las dimensiones fundamentales, entramos a un terreno difícil. Por qué razón? Porque nos habla de la cercanía o la intimidad entre las personas. Claro, en un matrimonio tiene que haber una cercanía, tiene que haber una intimidad. Y la pregunta siempre es, entre los líderes tiene que haber una intimidad, tiene que haber una cercanía? Bueno, eso hasta donde es esa intimidad, hasta dónde es esa cercanía, claro que tiene que haberla, hasta dónde es? El líder la decide con su equipo. Por qué razón? Porque si usted quiere entrar en intimidad con uno de los miembros del equipo y el miembro del equipo no quiere, usted shute. Sabe lo que significa la palabra shute? Que usted es metido. Metido, está invadiendo el espacio del otro. Y tal vez es el líder el que no quiere tanta intimidad y los del grupo están queriendo, entonces se siente como acosado. Estos límites tienen que ser definidos dentro del equipo, hasta dónde es necesario, hasta dónde no es necesaria la intimidad entre los miembros del equipo. Si se lograr una buena intimidad entre todos, pues, excelente, pero a veces depende mucho de las personalidades. Hay personalidades que usted no puede invadir, el espacio está nuevo, como que tiene que ir despacio, poco a poco.

Y aquí también vemos lo que se llama la acción y la extensión que también es importante tenerla presente. Esto quiere decir cuántas áreas de la vida de la persona yo tengo que abarcar. Si en este liderazgo dependiendo de lo que se trate el equipo, yo tengo que abarcar todas las áreas de la vida de la persona o solo abarcar algunas. Posiblemente no tengo por qué abarcar su trabajo, o no tengo que abarcar sus estudios. Hay que definir qué áreas se tienen que abarcar en un equipo de trabajo y hasta dónde se tiene que abarcar.

Y también acá va el factor tiempo. Definir cuánto tiempo del equipo yo voy a tomar para liderazgo. Porque de ahí resulta que quiero demasiado tiempo, y empiezan los problemas. Yo quiero llamar a su casa a cualquier hora y empiezan los problemas. Entonces, tenemos que saber cuánta extensión de tiempo y cuánto de la vida de la persona vamos a abarcar.

En toda relación interpersonal vamos a tener varios elementos. Ahí están. No hay ninguna relación interpersonal que no tenga estos elementos. Claro, según el tipo sea la relación, los elementos se van a dar mayor o en menor grado, y son más o menos importantes. Pero si nosotros los examinamos vamos a tener el amor. El amor usted dirá en una relación de liderazgo, tiene que haber amor? Claro que sí. El Señor nos da un mandato que dice: amaos los unos a los otros. No hay para donde. Claro, no tiene que ser en la misma intensidad como en un matrimonio, de la misma manera lógicamente. Pero el amor en un equipo de trabajo tiene que existir. El amor tiene que ser lo más duradero en un equipo de trabajo.

El respeto. El respeto en un equipo de trabajo entre los líderes es esencial. Tiene que haber respeto. Y sabe que el respeto es una de las cosas más olvidadas que hay hoy día. La confianza, yo le diría, que en un equipo de trabajo, entre el líder y los que están a su cargo, es el elemento más importante, la confianza. Un equipo de trabajo que no se tiene confianza, imagínese. Mejor se van para su casa definitivamente. Es básica la confianza en un equipo de trabajo.

La generosidad, la que menos nos gusta. ¿Verdad? Porque algunos en todas las áreas, usted sabe qué es esto? Sí? Codos, porque podemos ser codos, no solo en lo económico. Codos, hasta con la sonrisa. Hay quienes que parece que pagaran por sonreír. El entendimiento es lo que más cuesta. Le es fácil a usted entender a la gente? Ay, hay gente que de verdad cuesta. Y sabe una cosa, sabe cuál es el más difícil de entender? Uno mismo. A veces ni uno mismo se entiende, pero sí quiere que todos en la casa lo entiendan. Toda la iglesia lo entienda, pero usted no se entiendo. Y el día que usted amaneció de malas, ese día, hasta la cara lleva fea y quiere que toda la iglesia entienda que usted va de malas, que no se le acerquen, que usted va de malas. Entendernos es una de las cosas más difíciles que hay, pero es esencial en un liderazgo.

Veamos entonces el amor cómo debe manifestarse en un liderazgo. El amor en un liderazgo básicamente va a ser enfocarnos en los demás. Un líder tiene que dejar de enfocarse en él mismo y enfocarse en los demás. El líder que no puede enfocarse en los demás, más que en él mismo, no va a tener un liderazgo efectivo. Y la palabra de Dios es clara, miren lo que nos dice Mateo 7:12:

“…Así pues hagan ustedes con los demás, como quieran que los demás hagan con ustedes porque en eso se resume la ley y los profetas…”

La famosa regla de oro. Un líder tiene que tener lo que se llama un caminar alto. Cuál es el caminar alto? El caminar bajo es cuando el líder trata a los demás, ay, menos de cómo lo tratan a él si él es el líder. Un caminar medio es cuando el líder trata al equipo como el equipo lo trata a él. Pero un caminar alto es cuando el líder trata a los de su equipo mejor que como él es tratado. Y ese es el caminar que Dios quiere para nosotros. Ese es el caminar que él quiere en todas las relaciones interpersonales. Cuando en la familia nosotros tratamos mejor que como nos tratan. Es el ejemplo que dio Meche en la mañana hace un ratito. Esta mujer estaba siendo maltratada, pero cuando ella empezó a tratar mejor, las cosas cambiaron, el clima emocional cambió. Y el líder es el que va a marcar el clima emocional de su equipo. Todos influyen, ya lo vimos, todo influyen, pero el que va a marcar el clima emocional es el líder. Y lo va hacer con un caminar alto.

Cuál es el contenido del amor? Cuál es el contenido del enfocarnos los unos a los otros? Lo primero que tenemos es la preocupación. Un líder que no se preocupa por su equipo no va a funcionar. Tiene que dar el ejemplo porque el líder es un manual andando. Así de sencillo. Si él en su equipo se preocupa por otros, los otros se va a ocupar entre sí y se van a ocupar por él. Una de las mayores quejas que yo he visto en los equipos de liderazgo es: el líder nunca se preocupa de mí. El líder nunca me llama por teléfono. El líder nunca me visita si estoy enfermo.

Yo no le quiero decir que el líder tenga que estar todo el tiempo como que usted es un niño, cuidándolo. No. Pero las relaciones interpersonales se dan cuando nos preocupamos los unos por los otros. Y yo sí creo que debemos preocuparnos los unos por los otros, cuidarnos mutuamente. La preocupación es el cuidado mutuo que nos tenemos. Cuando yo la cuida a ella, ella me cuida a mí. Si esto se logra en un liderazgo vamos a caminar todos bien.

A veces tenemos la excusa, ah, no, si es servir al Señor, servir al Señor no tiene uno por qué estarle dando palmaditas en la espalda. Yo creo que cuidarnos, preocuparnos, sí es parte de la relación. Por qué lo creo? Porque Dios se preocupa por nosotros. Jesús se preocupa por nosotros. Dios se preocupó de tal manera que dio a su Hijo Jesucristo para que nosotros tengamos vida eterna. Y si queremos tener un liderazgo al estilo de Jesús tenemos que preocuparnos los unos por los otros.

La bondad. Fíjese que la bondad es el relacionarnos de una manera amable. Sabe que a veces cuesta ser amable. Hay veces que no tenemos ganas de ser amables. No estamos en condiciones de ser amables, sin embargo, es parte de la hermandad. Un hablar amable… que a veces somos groseros con nuestras palabras, groseros para tratarnos unos con otros en el equipo, groseros para tratarnos en la familia, y un hablar amable, un hablar bondadoso nos va a dar un sentimiento de hermandad, nos va a dar unidad. Fíjese que Dios nos habla de manera amable, hasta cuando nos da los jaloncitos nos habla de manera amable.

Simpatía. Ay, ese líder sí que es antipático. Tendrá que trabajar. Yo no puedo tener un líder antipático. Usted tiene un líder antipático? Sí, quieren un líder antipático. Eso es fácil. Más difícil es que sea simpática, que tenga simpatía. La simpatía la van a dar las acciones. Cuando usted mira las acciones de una persona, eso es la simpatía, no es tanto el físico, o que sea payaso, sino que son las acciones lo que van a dar la simpatía. Y eso es básico. Si usted es líder prepárese. Va a tener que perdonar, perdonar y perdonar. Y si está en un equipo de trabajo va a tener que perdonar, perdonar y perdonar. Usted sabe cuántas veces no podemos manejar un liderazgo, o estar en un equipo de trabajo si no estamos en el perdón.

Ahora vamos a ver cuáles son los principios relacionales del amor. Cómo podemos saber, aparte de los elementos que tenemos que poner en práctica, cuáles son los principios relacionales en un liderazgo para que se manifieste el amor?

La perspectiva. Qué es la perspectiva? La perspectiva es ver el cuadro completo. El líder no puede ver solo una parte de la situación en su liderazgo. No puede ver solo una parte de la persona, el líder tiene que ver un cuadro completo. Muchas veces los líderes cristianos solo vemos nuestro pedacito. Lo que a mí me toca y mi grupito, pero ¿saben qué? nosotros y nuestro grupito somos parte de otro grupote. Y ese grupote es parte de otro grupote. Y tenemos que ver el cuadro completo. No somos un equipito aislado, dependemos unos de otros. Y cuando no vemos el cuadro completo, qué nos puede pasar? Nos puede pasar lo que le pasó a Nabucodonosor. Fíjese que él era tan orgulloso que solo vio su pedacito. Él agarró a las personas más importantes, los más inteligentes, con esos se quedó y no vio el cuadro completo de la nación. Qué pasó? Dios tuvo que trabajar en él y después de que era rey, lo llevó a vivir de la peor manera, hasta que reconoció que Dios era el Soberano. Tenemos que ver el cuadro completo.

Qué otro principio tenemos? Tenemos el principio del intercambio. Ese principio es bien sencillo, difícil de hacer, ponerse en los zapatos del otro. Si algo es difícil es ponerse en los zapatos del otro. Pero cuando logramos ponernos en los zapatos del otro, vamos a entender al otro. Posiblemente nos vamos a dar cuenta que si yo estuviera en su lugar, haría lo mismo y peor todavía. Sí. Es cuando como cuando censuramos a los gobernantes, a saber, si nosotros fuéramos los gobernantes cómo seríamos? O cuando censuramos al líder, a saber, si yo fuera el líder cómo sería? A lo mejor sería peor que aquel que estoy censurando. Eso de ponernos en los zapatos del otro ayuda mucho.

Hay dos personajes que uno es ejemplo de lo que no debe ser un liderazgo y la otra, sí es un ejemplo. Está el caso de Abigail y su esposo Nabal. Nabal era…, espero no tenga ninguna similitud con ningún esposo acá, porque era feo. Me refiero a su actitud, me refiero a su modo de ser. Cuando le tiene que dar comida a los hombres de David que habían sido buenos con los hombres de él, qué hace? No le importa. No los quiere ayudar. Hay que ver lo que les pase. Solo vio su pedacito, nada más.

Pero qué hizo Abigaíl? Abigaíl es ejemplo de lo que debe de ser las relaciones en un liderazgo, y en todo tipo de relación. Qué hizo ella? Ella fue a dar, ella fue a ofrecer, ella agarró lo que tenía, ella se fue con David, ella fue amable, ella para cariñosa. Por qué? Porque era una mujer bondadosa, era mujer linda y qué pasó? Tocó el espíritu de David y lo tocó de tal manera y David tocó el espíritu de ella, lo tocó de tal manera que salvó a todas las familias del lugar. Una mujer que toca el espíritu de las personas puede salvar a su familia, puede salvar a las familias de la cuadra, puede salvar a todas las familias que tiene cerca cuando sabe tocar el espíritu de alguien. Y mire, y lo tocó tanto que después David se casó con ella. Ya esa parte, déjenla por un lado, ahí ya no entramos.

Y tenemos acá entonces otro principio: el principio del carisma. A veces decimos, ay, tan carismático, por qué? Su físico. No, realmente el carisma es interesarse por las personas. Y un líder tiene que interesarse por las personas, tiene que interesarse por las personas más que en sí mismo.

Jonatán apoyó a David para que fuera rey. Y un líder tiene que apoyar a su gente para que crezca, para que se levanten, para que un día sea su sucesor. Ay, pero a veces los líderes qué hacemos? Que no hay ninguno, solo a los de guate. Sabe que hacemos allá? Cuando alguien va creciendo y ya nos va a quitar del puesto lo apachamos de alguna manera. Y a veces somos expertos en buscar formas de apachar al que va creciendo en el grupo, cuando ya vemos que este nos puede pasar, ahí buscamos la manera de ver cómo lo apachamos. Por qué razón? Porque no queremos que crezca.

Para una reflexión: está aplicando usted estos principios en su liderazgo? Se están manifestando en su liderazgo? Se están manifestando en su familia? Se están manifestando en la mía estos elementos del amor? Eso solo Dios nos puede dar la respuesta. Solo Dios puede saber y confrontarnos que si realmente hemos estado aplicando este principio del amor en nuestro liderazgo, si realmente hemos dejado el de centrarnos en nosotros mismos y centrarnos en los demás. Si Dios nos muestra que tenemos que hacer un cambio en esa área, tenemos que pedirle a él que nos ayude a hacer ese cambio.

Cuánto realmente yo estoy centrada en mí misma, o cuánto realmente me interesan más los demás. Quién va primero? Yo o los otros.

Y ahora entremos a otro de los elementos que tenemos acá: el respeto. Qué es el respeto? El respeto es el reconocimiento de la dignidad de una persona. Y qué nos dice Colosenses? Miren, “…..compórtense sabiamente con los que no creen en Cristo aprovechando al máximo cada momento oportuno que su conversación sea siempre amena y de buen gusto así podrán saber cómo responder a cada uno….”

Mis amadas hermanas, como está nuestra conversación? Muy linda, muy interesante. Que bien! Saben que las conversaciones a veces van en detrimento, las conversaciones más altas son las que hablan de ideas, bajan un poquito de tono cuando hablan de cosas, y se van para abajito cuando hablan de personas. De qué será lo que más hablamos? De cosas, ideas o personas? Si somos honestas, de personas. Como que tenemos que elevar nuestra conversación.

En su equipo de liderazgo de qué habla? De ideas, de cosas o de personas? Si estamos hablando de personas subamos nuestro nivel.

Cuál es el contenido? En el respeto lo básico es valorar a los integrantes del equipo y que los integrantes del equipo valoren al otro con su valor intrínseco. El valor intrínseco que Dios nos ha dado. En la familia nos tenemos que valorar con el valor intrínseco que Dios nos ha dado. Ese valor que no se quita con nada aunque hagamos lo peor. Sabe que aunque su esposo haga lo peor, los hijos hagan lo peor, el líder haga lo peor, su valor intrínseco sigue siendo como persona. Porque es el valor que Dios le da.

Y en un liderazgo también tenemos que aprender a reconocer el valor del carácter. Qué es el carácter? A veces pensamos que carácter es, ay, yo soy muy dulce…. Mal carácter. No, carácter es otra cosa. El carácter es hacer lo correcto cuando tengo que hacer lo correcto. Y un líder puede cometer equivocaciones de cosas que no sabe, esas se corrigen aprendiendo, pero las equivocaciones de un líder por falta de carácter, esas pueden ser terribles. Un líder tiene que hacer lo que tiene que hacer cueste lo que cueste. Ay, que me va a ir mal…. Bueno, le va a ir mal, pero tiene que hacer lo que tiene que hacer, cueste lo que cueste, lo vea quien lo vea. Saber que Dios siempre está viendo.

El reconocimiento. Entre el equipo de liderazgo es importante, es otra de las áreas de problemas siempre. Es que no me reconocen lo que hago. Es que nunca me dan las gracias. Ha oído eso? Es que nunca me dicen que qué bien lo hice. Es que no son agradecidos. Claro, no nos van a dar las gracias todo el tiempo, pero sí tenemos que darnos las gracias, sí tenemos que reconocer lo que unos hacen por otros. Dios nos manda a ser agradecidos, a dar gracias a él todo el tiempo por lo que tenemos, pero también debemos de dar gracias a las personas que nos están rodeando.

Cuando empezamos a dar gracias por el equipo que tenemos y las personas que nos están rodeando, nos vamos a dar cuenta cuán hermosa es nuestra vida con las personas que nos puso alrededor, cuál enriquecedora es nuestra vida con las personas que nos puso alrededor. El problema saben en qué está? En que a veces somos buenas para ver los defectos y no para ver el potencial. Y un líder tiene que ver el potencial de la gente más allá del defecto. Para ver el defecto no necesita ser líder, para eso todos los vemos los defectos. Somos cazadores de errores pero ver el potencial de la gente eso es otra cosa. Saber ver lo que está debajo de la persona y hasta dónde se le puede llevar y cuánto puede dar, si se le respeta, si se le da reconocimiento, si se la da aprobación. La aprobación retroalimenta y en un liderazgo tiene que retroalimentadas las cosas buenas, tiene que haber aprobación. En la casa tenemos que tener aprobación los unos con los otros. Las mamás para corregir, buenísimas, doctorado… para aprobar las cosas buenas de los hijos… pasan por un lado y pasan por el otro. Tenemos que aprobar.

Y la aceptación, qué es la aceptación? En un equipo de liderazgo cada miembro debe sentirse aceptado, sentir que tiene un lugar, sentir que ahí está cómodo, sentir que ahí lo aprecian, que ahí lo respetan, de lo contrario, imagínese trabajar en un equipo donde usted no se siente aceptado, con qué ganas va a trabajar? Cómo va a hacer su trabajo? Malo. Tenemos que trabajar en el equipo de liderazgo para aceptarnos los unos a los otros, lo cual no es fácil, porque somos diferentes. Y qué bonito es aceptar a los que son iguales que yo, pero a los que son diferentes, ahí ya la cosa cuesta.

Pues bien, razones por las que las líderes no se ganan el respeto. Yo se las podría centrar en dos: una de ellas es que un líder cree que porque le dieron el puesto ya lo van a respetar. O porque es más grande, o porque tiene canas, o porque tiene más tiempo en el Señor. No, el respeto se gana. Y cómo se gana el respeto? Ya lo vamos a ver. Cuál es el comportamiento del líder para ganarse el respeto?

La otra razón por la cual un líder a veces no se gana el respeto, es porque tiene más necesidad de aceptación que de respeto. Y el líder que tiene entonces por su necesidad de aceptación quedar bien con todos, deja que le falten el respeto. Y empieza a no separar los límites, a pasarse sobre el límite.

Cómo se empiezan a pasar sobre el límite en un liderazgo? Las bromas. Y las bromas cada vez van subiendo más de tono, van subiendo más de color y cuando sentimos nos estamos faltando el respeto los unos a los otros. Hoy día yo he visto que a los líderes se les respeta poco, se les contesta mal. Yo les quiero decir, usted al líder no le puede contestar mal. Simple y sencillamente porque es el líder. El día que usted sea es otra cosa, pero al líder hay que respetarlo. Ay, sí, pero fíjese que es más chiquito que yo. No importa. Sabe menos que yo, que lo voy a respetar. No importa, es la autoridad delegada. Acaba de entrar en el Señor y yo mire cuántos años tengo. No importa, es la autoridad delegada.

Fíjese que en la iglesia está el pastor y está el pastor asociado que es el hijo del pastor. Es para mí un joven de 35 años. Mi hijo trabaja exactamente a la par de él, los dos juntos, ellos tienen leyes que han puesto, estatutos que han puesto, reglas que han puesto, y yo tengo que obedecerlas, yo tengo que sujetarme a lo que ellos me dicen y si me dicen, esto se puede hacer, esto se hace; esto no se puede hacer, esto no lo hago. Tengo que respetarlos aunque sea mi hijo y aunque sea, los dos que yo los puedo ver como unos jovencitos, pero son los líderes que Dios puso sobre mí.

Claro, el líder tiene que darse a respetar. Cómo va el líder a edificar el respeto? Fíjese que el líder tiene que hacer cosas para edificar el respeto. El líder tiene que empezar respetándose él mismo. Si él no se respeta, olvídese, no lo van a respetar. Cómo se respeta un líder? Lo primero que tiene que hacer es un buen desempeño. Usted va a respetar a un líder que se desempeña bien. Vamos a respetar a un líder que no cambia sus convicciones. No es un líder que hoy dice una cosa y mañana dice otra. Hoy está hasta arriba, mañana está hasta abajo. Puro yoyo. En todo lo que hace, en todo lo que dice, eso no es un líder al que nosotros vamos a respetar.

Qué otra manera se va a dar a respetar un líder? Un líder se va a dar a respetar sabe cómo, cuando es puntual, porque cuando el líder no es puntual, está robando la vida a la gente que está con él. Y los del equipo tienen que ser puntuales. La impuntualidad, mis amados hermanos, es quitarle la vida a otra gente. Por qué razón? El tiempo es vida. Y si yo lo hago esperar a usted una hora, le quité una hora de su vida. Así de sencillo. Eso es crucial en un equipo de trabajo.

El líder también tiene que ir más allá de las perspectivas del equipo. Por qué? porque el líder es el que marca la dirección. El líder tiene que ir al futuro, o sea, que el líder tiene que ir en su pensamiento como antes, tiene que ver las cosas como antes, tiene que visualizar antes lo que va a pasar. Por qué razón? Porque al visualizar antes las cosas que van a pasar, las puede prevenir.

Pero imagínese que un líder hasta que el asunto está grave toma cartas en él. No, el líder tiene que ver venir las cosas y tiene que ver muchas veces cómo las detiene. Y un líder tiene que ser exitoso en la medida de hasta donde puede, en todas las áreas de liderazgo: casa, trabajo, liderazgo. Ah, es que aquí en la iglesia, yo soy exitosa, pero en mi casa…. Aquello va fatal. Eso no puede ser. Tiene que haber un equilibrio en todo. Aquí miren, ja, pero en el trabajo… ahí casi que ya me sacan. Tiene que haber equilibrio. La vida es equilibrio y tiene que haber equilibrio en todas las cosas de nuestra vida.

Fíjese que a mí me llama mucho la atención lo que dice Primera de Tesalonicenses 5:12 y 13 dice:

“… que reconozcan a los que trabajan entre vosotros y los presiden en el Señor y os amonestan, y que los tengan en mucha estima a causa de su obra….”

Qué me está diciendo aquí? Me está diciendo que tenemos que tener al líder en estima, aunque nos amoneste. Hay que tenerlo en estima. Y cómo vamos a mostrar nosotros respeto? Una de las formas de mostrar respeto es la obediencia. Ahí va el líder, ni caso le hago, solo lo dejo hablando. Es falta de respeto y el líder también tiene que tener respeto por su equipo. El cumplir con lo que tenemos que hacer es una manera de lograr el respeto en un equipo. El hablarnos educadamente, si no necesitamos gritarnos ni decirnos cosas así, usted sabe, ….. así, esas, que usted se lo dice a Juan para qué? lo oiga Pedro. Y lo dice aquí para que lo oigan así. Esas son faltas de respeto que no deben darse en un liderazgo.

Pregunto para una reflexión: Cómo está el respeto en su equipo de trabajo? Hay que incrementarlo, incrementémoslo. Cómo está en la casa el respeto? Tenemos que incrementarlo? Tráeme la toalla. Apúrate, son las 6!! Te dije que corriendo, venís como que tortuga. Yo no sé de dónde me lo inventé. Y cuando llegamos a la iglesia, hermano, bienvenido. Y en la puerta otra vez, te dije que te apures que tengo hambre. Equilibrio. Equilibrio en todas las áreas que podamos ser personas que fomentamos el respeto. Mire, si algo se ha perdido hoy día es el respeto. Hablamos como queremos, decimos lo que queremos, herimos como queremos.

Vamos a entrar a otro que no se ve ahí, la confianza. Esta es la más importante en el liderazgo, bien difícil, porque miren lo que es la confianza. Es la condición por medio de la cual nos hacemos dependientes de otras personas para un resultado o consecuencia. Y Corintios 4:2 nos dice:

“… ahora bien, se requiere de los administradores que cada uno sea hallado fiel…”

La confianza es una decisión. Usted toma la decisión de confiar en alguien. De hecho, las decisiones de confianza usted las toma todos los días desde que se levanta. Usted decide confiar en el que va manejando en el vehículo en el que usted se va. Ahí está la primera decisión de confianza. Usted cuando compra algo confía en lo que le están vendiendo. Cuando oye a alguien, confía en lo que le están diciendo. Es una decisión.

Pero también es un proceso relacional. Usted no va adquirir la confianza de sus líderes por una vez que hicieron las cosas bien. La confianza es un proceso que se va desarrollando. Y la confianza lo más difícil es que es un riesgo. Cuando usted confía en alguien usted confió y si le fue mal la decisión de quién fue? Suya. Es que yo confié, sí, pero quién decidió confiar? Uno. De quién es la culpa? Si a culpables vamos de uno. Por qué? Porque confió en la persona equivocada. No habría visto en esa persona los elementos o los contenidos de la confianza, que veamos cuáles son.

La confiabilidad. Usted sabe si una persona es confiable a medida de que le ha encargado varias cosas y ha funcionado. Entonces usted sabe que es confiable. De lo contrario no sabe si es confiable.

La responsabilidad. Si usted sabe que una gente es irresponsable y confía en ella, cuál va a ser el resultado? Porque mire, la confianza no puede ser fragmentada o la persona es confiable en todas las áreas, o no es confiable en nada. Pero no puede ser que usted tenga un equipo de liderazgo que puede confiar en esto, como que fueran rompecabezas. No. La confianza debe ser en un grupo de liderazgo total, todos entre todos y en todas las áreas.

La lealtad. Esto sí que…. Yo no sé si usted ha visto dentro de las otras iglesias como hablan del líder y después ay, que tal estás? Como me gozo en que seas mi líder! O al revés, ¿verdad? Ha oído eso?

El otro les decía a unas personas, ah, pero que tan mal se llevan pues con esa persona, pero es la primera que invitan a la hora de una reunión. Si no les gusta, si no la quieren ver, es la primera que invitan. Por qué? Porque no hay lealtad. La lealtad es algo en lo que tenemos que trabajar. No podemos ser desleales con la gente con la que trabajamos. No podemos ser desleales. No podemos, yo siempre he dicho que uno no puede morder la mano que le está dando de comer. Si usted está trabajando en un lugar no hable del jefe. El jefe le está dando de comer. Gracias al jefe compró su carrito, su casita y estamos hablando mal de él encima. Pero no nos gustaría que nos pasara a nosotros, que la persona que trabaja con nosotros hable mal después de que nosotros le estamos pagando y dando de comer. No nos gusta. La lealtad.

La fidelidad. Todo esto va combinado: la lealtad, la fidelidad, van combinados. Fíjese que Dios es un Dios fiel, fiel, fiel y si usted quiere un liderazgo al estilo de Jesús tiene que ser fiel en el equipo, tiene que ser un líder fiel. Si usted es un líder intermedio, tiene que ser fiel con los que están de cabeza suya y tiene que ser fiel con los que tiene en su equipo. Tiene que tener fidelidad en los dos niveles. Tiene que ser con fidelidad en los dos niveles.

Credibilidad. Sabe qué es la credibilidad? Si digo sí es sí. Y si digo no es no. No se preocupe, yo lo hago, yo lo hago. Y usted no hace nada. Yo traigo, yo traigo. Y no trae nada. Yo me hice responsable, no lo traje pero asumo la responsabilidad. Cuál responsabilidad si no lo trajo? Si usted se comprometió, se comprometió, aunque tenga que venir a hacerlo de cabeza, enferma, como sea, se comprometió, se comprometió. Usted dijo que llegaba y llega en burro, pero llegue. Sí, así de sencillo. Sí, pero llegue. Eso es la credibilidad. Con la mayor tranquilidad dice, ay, no pude, fíjate. Y deja al líder ahí, deja a todo el equipo porque no pudo. Y busca cualquier excusa que a lo mejor es hasta mentira. Porque si no lo va a poder hacer, llame antes, y arréglelo cómo lo puede cubrir. Así de sencillo. A veces hay trabones, llame antes y arregle cómo se puede cubrir. Pero hágalo.

Y luego vamos a tener la seriedad. Mi amada hermana, si usted se decidió a servir al Señor, de ser parte de un equipo, usted tiene que ser seria. Ay, hoy sí lo sirvo, pero mañana no porque estoy cansada. No. Las cosas en mi casa…. no, servir al Señor no es juguete. Estar en un liderazgo, en un equipo de trabajo no es juguete.

Yo veo que a veces para el trabajo somos serios, para las cosas del Señor, no. Ay, como es para el Señor, sí, precisamente como es para el Señor tiene que haber excelencia. Al trabajo sí llegamos puntual porque ni modo, pero a las cosas del Señor, no, porque es para el Señor. Eso no puede ser.

Y respuestas predecibles. Usted si quiere ser una persona confiable, de credibilidad, tiene que tener respuestas predecibles. Es que no sé como me va a salvar. No, las respuestas tienen que ser predecibles. No sé qué me va a decir. No, las respuestas tienen que ser predecibles. Usted tiene que trabajar en eso en su equipo de trabajo, que ahí todos los que digan es sí, lo que digan es no. Son confiables, las respuestas son predecibles.

Las personas en qué confían en el líder? Porque también las personas depositan su confianza en el líder. Y el líder tiene esa responsabilidad. Ser líder no es fácil. Es bien difícil. Solo se logra unido del Señor. En qué confía la gente en el líder? Bueno, en el juicio.

Usted sabe que su líder está cuerdo. Al menos eso cree. Cree que sabe a dónde lo lleva, cuáles son las metas. Porque si no cree que su líder está cuerdo, pues vamos mal, ¿verdad? Usted sabe que su líder es una persona íntegra en todas las áreas de su vida, que es franco, que no le dice mentiras blancas. Sabe cuáles son las mentiras blancas? Las mentiras sociales. Sabe que es un líder veraz, que si le dijo una cosa es porque es. En qué va a confiar usted en el líder? En la perseverancia. Usted no quiere un líder que a la primera de cambio, cuando las cosas se ponen feas, sale corriendo y los deje a todos en el equipo y ahora qué hacemos, a quién ponemos.

Usted tiene que desarrollar esas características si es un líder, tiene que desarrollar su carácter. Ya hablamos de esto. Tiene que ser honesto. Y un líder honesto, pues, es un líder que no tiene una imagen falsa, que como soy líder soy perfecto, fíjese, ya no tengo errores, ya no tengo emociones, ya no siento nada. Los líderes tenemos un montón de errores, cometemos equivocaciones, somos personas y podemos tener una imagen falsa. Hasta caminamos diferente porque somos el líder. No, eso no puede ser, no puede ser.

Esas son las características que un líder tiene que desarrollar. Por qué? Porque su equipo espera eso.

Vamos a ver cómo podemos edificar confianza en un grupo. La confianza definitivamente empieza en uno mismo. Ahí empieza la clave. Ya vimos como podemos ser un líder confiable. Un líder también edifica la confianza cuando es accesible. Antes yo lo podía hablar al hermano, a la hermana, ahora ya no porque es líder, ya tengo que pedir cita. Ya si lo saludo nunca me da la cita. Yo no lo puedo hablar ahí en el equipo porque ahora es líder. No. El líder tiene que ser accesible.

Fíjese que ahí en la Biblia tenemos un ejemplo de accesibilidad que a mí me gusta mucho, y es el caso de Rebeca. Le pongo ejemplos de mujeres porque estamos mujeres. Cuando a ella le piden agua para beber, qué hace ella? Ella es accesible y da el agua al siervo de Abraham, le da el agua, y no solo le da agua a él sino que le da agua a los camellos. Pero nosotros no queremos caminar un poquito más de ser accesibles, sino que exactamente lo que nos piden.

No, un líder tiene que caminar la segunda milla. Ay, le pidieron la camisa, tiene que dar el saco. Un líder tiene que dar siempre más. Tiene que ser accesible. Claro, usted no va a estar llamando al líder a su casa y a su trabajo, cada media hora, porque tampoco. Pero equilibrio para las cosas, pero sí tenemos que saber cuándo somos accesibles para atender a la gente.

Otra cosa bien importante para edificar la confianza es crea lo mejor de las personas. Si usted cree, el líder que cree lo mejor de su equipo, va a sacar lo mejor de su equipo. Por qué? Porque eso van a ser sus diálogos internos. Cuáles son los diálogos internos? Son estos pensamientos que hay aquí en la cabeza todo el tiempo. Y ahorita, yo sé que usted tiene algunos. Esos diálogos internos de lo que usted cree de la gente van a ser el resultado. Crea lo mejor de la gente. Es que me puedo equivocar, se puede equivocar, es un riesgo, pero creer en alguien da buenos resultados.

Para una reflexión: Cómo está la confianza en su equipo? La ha edificado? La tiene que edificar? Qué cambios tiene que hacer? Recuerde, un equipo en el que no hay confianza, no es equipo. Así de sencillo. Por qué? Porque estamos todos desconfiados los unos de los otros, no confiamos en que la gente va a hacer las cosas. No confiamos. No puede ser, tiene que edificarse la confianza.

Y veamos ahora, la generosidad. Es la inversión que nosotros hacemos en los demás. Cómo vamos a invertir en los demás? Preocupándonos los unos por los otros a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras. Cómo vamos a ser generosos? Mire, en tiempo el líder tiene que tener tiempo para el trabajo del Señor, el equipo tiene que tener tiempo. Es que ya voy corriendito porque no tengo tiempo, y todo lo hacemos corriendito. En el Señor no puede haber corrienditos. El Señor no anda corriendito de nosotros. Nos da tiempo o usted lo tiene que corretear? Yo no veo. El Señor ahí está. Entonces, lo más que podemos hacer por él es darle tiempo, pues, si no nos pide mucho.

Usted tiene que dar información. Hay líderes que cómo saben y no enseñan nada. Por qué? Porque si el otro sabe mucho va a saber más que yo. Si usted quiere ser trascendente en un liderazgo enseñe, deje seguidores. Esa es la trascendencia. Usted se muere y los otros siguen. Porque le cuento que todos vamos por ese camino. Así es que muy líderes pero ese es el caminito.

Afecto. Mire, un líder tiene que dar afecto. Cuando un líder da tiempo, información y afecto, qué está dando? Está dando apoyo, y cuando da apoyo hay crecimiento del grupo y hay buenas relaciones.

Y veamos ahora los principios de la generosidad. El primer principio que tenemos es el principio de la huerta. Ahí tenemos a Moisés y Josué. Moisés y Josué estuvieron juntos por 4 décadas. Se dieron tiempo el uno al otro, se apoyaron el uno al otro por 40 años, en las buenas y en las malas. Las relaciones hay que cultivarlas. No se dan por sí solas, hay que regarlas y regarlas todos los días.

Tenemos el principio del ciento uno por ciento. Qué es este principio usted me dirá? Es que yo con mi equipo no tengo nada en común, todos somos tan distintos. Busque el uno por ciento que tenga en común y a ese uno por ciento dele toda la fuerza. Es que yo con mi esposo no tengo nada en común. Busque el uno por ciento con el que tenga acuerdo y dele toda la fuerza.

Mire, Pedro estaba defendiendo la inclusión de los gentiles que hizo Dios. Pedro fue amonestado porque le estaba predicando a los gentiles, y le estaba predicando a Cornelio. Y qué hizo él cuando lo confrontaron? No se puso a pelear, buscó el punto en el que estaba de acuerdo en común con los religiosos, que era que cada persona que verdaderamente tenía un convencimiento creyente en Jesús, tenía el Espíritu Santo. Ese era el punto en común, y eso fue lo que él tomó para entrar en unidad.

La celebración. Sabe usted dónde se prueba una verdadera relación? Cuando usted se alegra que le pasó algo bueno. Pero cuando se alegra de verdad. Ay, que bueno lo que te pasó y en el fondo, Señor, por qué no fue a mí a la que le pasó eso? No crea, no es fácil eso a veces. Es cuando verdaderamente usted se alegra del triunfo del otro, cuando verdaderamente usted se alegra que Dios le dio al otro lo que usted quería para usted. Ahí se mide una verdadera relación.

A veces estamos orando dos personas por lo mismo. Dios se la da a una y a uno no. No es fácil alegrarse. Pero ahí se prueba la verdadera relación. Usted se recuerda el caso de Saúl y David? David había vencido a Goliat, había vencido a los filisteos, iban de regreso a su casa y cuando las mujeres israelitas empiezan a decir, David, mató a diez mil, Saúl solo a mil, qué hizo Saúl? Se enojó, se puso bravo, lo empezó a perseguir. Por qué? Porque no pudo celebrar el triunfo de la otra persona.

Y por último tenemos el entendimiento. Toda relación debe de añadir valor a la persona. No quitarle valor. Una relación es significativa cuando usted se relaciona con la persona le da valor a la persona, añade a la persona, hace crecer a la persona, hace resaltar lo mejor de la persona, hace que la persona sea efectiva. Esas son las relaciones saludables que Dios quiere para nosotros. Por eso dice que dos son mejor que uno, porque si uno cae el otro lo sostiene.

Y veamos el contenido del entendimiento. Comunicación adecuada. Un líder que no tiene una comunicación adecuada con su equipo de trabajo no funciona. Que entiendo por comunicación adecuada? Una comunicación que es clara, concreta, directa, que puede dar las órdenes con claridad, con seguridad, concretas. No que yo te digo, porque yo creo para... una confusión. Que usted hasta cuando da una dirección lo mandan por aquí, y luego para allá y después…

El otro día una persona le daba una dirección para llegar a mi casa y le decía, mira, te venís por un banco que ahora es tal banco, y antes era tal otro, y antes era otro y después vas a llegar a otro banco, que ahora es tal banco y que antes era…. Imagínese esa persona, nunca llegó a mi casa, por supuesto. Anda todavía buscando los bancos.

La comunicación tiene que ser clara. La visión tiene que ser clara. Usted tiene que tener la visión de lo que está haciendo para transmitirla con claridad. Si no la tiene usted con claridad, no la puede transmitir al grupo. Todos tienes que tener la visión.

Cada quien debe de conocer su responsabilidad. Es que yo no sabía que me tocaba a mí. Ha oído usted eso? Es que yo creí que le tocaba a no sé quién. Es que yo no sabía que yo tenía que hacerlo. Tenemos que conocer nuestras responsabilidades y tenemos que saber lo que estamos haciendo. Si usted está en equipo de trabajo que lo que le toca hacer no lo sabe hacer, apréndalo. Así de sencillo.

Mire dónde lo aprende. Busque un libro. Métase al Internet. Pregunte. Vea qué hace y aprenda. Pero hágalo bien. Hágalo con excelencia porque es para el Señor, no para nadie más.

Y vamos a ver ahora los principios. Por favor escuche, escuche, escuche, escuche. No hable antes de que el otro haya terminado. Conoce a alguien así? uno va por la mitad y ya le contestaron. Uno va por la mitad y le ponen a uno el resto de la frase. Eso no es escuchar. No oiga, escuche, escuche es ir más allá de las palabras, es entrar al corazón de la persona, es entrar al espíritu de la persona, es entrar a las intensiones de la persona, es ponerme en el zapato del otro. Todo eso es escuchar.

Quiere buenas relaciones en su casa? Escuche. Es que me aburro. Escuche. Es que mi marido cómo habla. Escúchelo. Quiere buenas relaciones con los líderes? Escúchelos. Porque eso si nos gusta a que nos escuchen, eso es bonito.

La asociación. Miren, en un equipo de liderazgo tenemos que estar juntos porque si trabajamos juntos vamos a tener buenos resultados. Ahí no estoy yo solo, estamos asociados todos. Y debemos de gozarnos el equipo de liderazgo solo por el hecho de estar juntos. No porque tenemos que trabajar. Solo por el hecho de estar juntos debe de haber gozo. Por qué razón? Jesús tiene gozo de estar con su iglesia. Y la relación mejor que tenemos es la relación con Jesús, es una relación de gozo y así debe de ser la relación los unos con los otros.

Yo le voy a pedir ahora que se pongan un poquito de pie. Estamos un poco atrasados pero vamos a tratar de adelantar. Voy a pedirle que se estire un poquito. Vamos a hacer un poquito la gimnasia cristiana, usted diga, a veces estoy con Cristo arriba, arriba. Toque el techo. Toque el techo. Toque el techo.

A veces estoy sin Cristo, abajo, abajo. Vamos agáchese, hasta el suelito, hasta el suelito. Llegando, llegando. Pero como no me gustar arriba y abajo, arriba y abajo, mejor me quedo arriba, arriba, arriba, arriba. Ahora siéntese.

Y le voy a dar unos dos minutos, tres minutos para que usted con la persona que tiene a la par le comente de todo lo que vio aquí, en qué cree que su liderazgo anda muy bien, o en qué cree que su liderazgo necesita trabajar. Y si usted no es líder, pues, comente en qué cree que su casa está bien o qué cosas necesita edificar. Haga el ejercicio porque esto nos va a dar un poquito de auto revelación de cómo estamos. Trate de hacer el ejercicio.

Cambie con la otra persona para que sea recíproco. Muy bien, vamos a continuar. Tenemos todavía un poquito aquí adelante para no dejar esta parte inconclusa.

Y entonces vamos a ver qué perjudica una relación. Lógicamente una relación se va a perjudicar cuando no se trabajan estos elementos que vimos y cuando los principios relacionales que vimos no se llevan a cabo.

Entonces, se va a perjudicar la relación, puede ser que se perjudique en el área del amor, en el área de la confianza, en el área del respeto, en el área de la generosidad o el entendimiento. Identificar el área de problema es bueno porque es en esa área en la que hay que trabajar, y no se puede sustituir un área por otra.

Usted me dirá, mi equipo está mal en el área del amor, pero estamos bien en el área de la confianza. No, no se puede sustituir un área por otra. Tienen que edificarse todas las áreas. Qué pasa cuando hay problemas en alguna área? Bueno, viene el conflicto. El conflicto simple y sencillamente yo le diría que es un desacuerdo. En una palabra, un desacuerdo entre personas interdependientes, porque claro, para que haya conflicto tenemos que ser interdependientes.

Cuando hay conflicto nosotros podemos hacer muchas cosas. Una cosa es ignorarlo. Aquí no pasa nada. Aquí todo está bien. Negar el conflicto, hermana, yo veo que su equipo… No, aquí no pasa nada. Luego en su familia, no, no, no, todo bien. Todo de cabeza pero estamos bien. A veces huimos del conflicto. Tengo con conflicto en la iglesia, qué hago? Me voy para otra. Váyase a otra a tener conflicto a otra y así camine y salte. O qué puede hacer? Arreglar el conflicto de la índole que sea. Enfrentarlo a la manera de Dios.

Tenemos diferentes niveles de conflicto. El número 1 es el fácil de resolver y ahí es donde se deben resolver los conflictos. Por qué? Porque ahí todavía nos estamos hablando realmente, queremos resolver el conflicto, somos francos, con hablar las cosas se arreglan. Si dejamos pasarlo al número 2 pues vamos a entrar ya a los desacuerdos.

Ya los desacuerdos, la comunicación ya no es tanta, ya no nos hablamos con tanta franqueza. Ya somos medio hipócritas, ¿verdad? Nos saludamos así como que está todo bien, pero no está todo bien.

Si sigue su curso hay ruptura de la comunicación y ahí es más problema la solución. Y si seguimos nos volvemos personas antagónicas. Y el último nivel del conflicto es cuando entonces mejor me voy. Y salgo huyendo y dejo la obra del Señor tirada. La obra de Dios no se puede quedar tirada. No porque seamos insustituibles, usted no lo hace, lo levanta otro. Así. Tal vez con menos conocimiento que usted pero con más corazón para servir al Señor.

Veamos entonces ahora las etapas del conflicto porque mire, el conflicto no surge así de la nada. El conflicto tiene etapas que se pueden ver en la batalla de Hai. Mire, en la batalla de Hai, qué pasó? Creían que iban a enfrentarse a unos poquitos y resultó que enfrentaron a un montón y así nos pasa a nosotros en el conflicto. Está primero la etapa del síntoma. Nos damos cuenta que algo anda mal, yo como que veo que la fulanita no está igual conmigo, como que ya no me saluda igual, como que ya no viene a todas las reuniones, como que ya falta mucho. Es la etapa del síntoma. Vemos que lo cotidiano, lo que llevábamos tiene una interrupción, hay un vacío, empezamos a notar el vacío. Yo creo que mi marido ya no se me acerca mucho. Empezamos a ver una interrupción. Mis hijos ya no me buscan tanto. Hay una interrupción.

Luego viene la etapa de la confusión. Qué estará pasando? Se ha hecho esa pregunta? Por qué será que ya no viene la fulanita a las reuniones? Por qué será que ya no me saluda? Y tantas cosas, es la etapa de la confusión. Y en esta etapa de la confusión fíjese que es bueno hacer lo que hizo Josué. Qué hizo Josué? Josué agarró a los ancianos, postró rodilla en tierra y le preguntó a Dios, qué estaba pasando y que le diera sabiduría para saber lo que tenía que hacer.

Pero sabe qué hacemos nosotros? Está bueno que usted busque alguien de su confianza para orar, pero sabe qué hacemos nosotros? Buscamos a otro para contárselo y otro para contárselo y cuando venimos a sentir ya tenemos equipitos y grupitos. El conflicto ahí está.

Y luego viene la tercera etapa, la etapa de la revelación. Fíjese que Dios a Josué no se lo reveló todo, pero sí le reveló lo que estaba pasando, le reveló que había pecado, le reveló que había robo, le reveló que había desobediencia. Y cuando nosotros le pedimos revelación a Dios de qué está pasando, fíjese que Dios revela. Y sabe, Dios sabe qué nos revela a veces? Que la otra persona tiene conflictos personales, que la otra persona está pasando por dificultades económicas, que la otra persona tiene problemas familiares, y que tal vez el que no me salude o el que no venga no tiene nada que ver conmigo. Pero yo lo personalizo todo, como soy tan importante, parezco niño de dos años, todo gira alrededor mío. Y a lo mejor la persona… y eso lo revela Dios.

Entonces, revélate a ser. Si la persona tiene conflictos, problemas, qué voy a hacer? La busco para ayudarla. Así de sencillo. Qué hizo Josué? Fue con Acán y lo confrontó y cuando Acán le dice, sí, yo he robado, yo tengo ahí escondido todo lo que robé, pues, ahí Josué hace lo que Dios le había indicado, ¿verdad? Que era quemarlo porque esa era la ley.

Pero nosotros qué hacemos cuando Dios revela cosas? Porque también Dios nos puede revelar que el problema es nuestro, que las que estamos conflictuadas somos nosotros, que las problemáticas somos nosotros, y las que no andamos bien somos nosotros. Entonces ahí el conflicto se puede arreglar fácil. Tal vez con buscar a la persona, con hablarle, con cambiar de actitud. No me saluda, saluda. No me saluda la primera vez, la saludo dos. No me saluda dos, la saludo tres, a la cuarta me va a saludar. Y se arregló la cosa. A veces los conflictos son sencillos, a veces los conflictos son malos entendidos. Así de simple, ¿verdad?

El otro día me dice una persona, ahí al lugar donde yo voy a nadar, estás enojada conmigo? No, le digo yo, por qué? es que como no estás en tu casillero donde te viniste a la par del mío. Sí, le digo yo, porque el mío se arruinó. Me cambiaron de lugar porque se arruinó la chapa de tantas cosas que le meto al casillero. Pero ella ya pensaba… pero si no me lo dice qué pasa? Ay, está brava conmigo, qué será? Qué habré hecho? Y allá empieza uno a dudar, empieza uno a especular, a suponer cosas. Y si usted supone cosas, actúa sobre las suposiciones. Y cuando siente que hay un distanciamiento que se pudo haber arreglado con preguntar, qué te pasa? Así de sencillo.

Veamos entonces cómo solucionar algunos conflictos. Mateo 18:15 es muy claro:

“… si tu hermano peca contra ti, ve y repréndelo a solas. Si te escucha has ganado a tu hermano…”

Es decir, ir y hablar con la persona para reconciliarnos. Yo pienso que lo primero que tiene que haber es la reconciliación, porque se reconcilian las personas, no los problemas. Primero tiene que haber una reconciliación. Es prioridad porque si lo dejamos pasar mucho tiempo, qué va a pasar? Se endurece el corazón, se agranda el problema, se vuelven más triangulaciones, o sea más equipos, de unos sí y otros no, viene la raíz de amargura. Dios no quiere que tengamos raíz de amargura.

Entonces, quién toma la iniciativa? Mire, no importa quién la toma. Si usted la tiene que tomar, tómela. Si es la otra persona la que la toma, tómela, pero que alguien la tome. No, yo espero que venga. Hágalo en privado. Mire, a veces con pedirnos perdón, con perdonarnos se arreglan a veces las cosas, llevarlo a la cruz el conflicto, perdonándonos, reconciliándonos. Dios no quiere que nosotros estemos sin reconciliación. Cuando nos pedimos perdón la gracia de Dios baja sobre nuestras vidas.

Es que no tengo ganas. Mire, sabemos que no es cosa de ganas. Yo, una vez fui a pedir un perdón casi sin ganas, sin querer hacerlo, en obediencia de Dios y en ese momento, mire, Dios tocó mi corazón de tal manera que ya fui genuino porque Dios lo que quiere es obediencia.

Ahora bien, a veces si ya tenemos, aparte de que nos reconciliamos, a veces se tiene que quedar ahí. Pero hay veces que si el problema es mayor, hay veces que hay que arreglar situaciones de trabajo, hay que arreglar situaciones de vida, que a veces usted se va a tener que confrontarse con alguna persona. Ahora, a veces la confrontación se puede hacer el mismo día que nos reconciliamos. A veces no se puede. A veces se necesita un proceso unilateral. Qué quiero decirle con esto? Dios a veces necesita trabajar en nuestro corazón y en nuestra vida unilateralmente, necesita mostrarnos en qué fallamos, necesita mostrarnos nuestras emociones, necesita mostrarnos las equivocaciones, necesita mostrarnos los mecanismos de defensa que estamos usando.

A veces no es cosas de que perdonémonos y vivamos felices. Tiene que haber un proceso para la reconstrucción de la relación y Dios también va a trabajar en la otra persona. Si nosotros vamos guiados por el espíritu de Dios en el momento en que hacemos la confrontación, va a dar resultados. Por qué? Porque vamos guiados por el espíritu de Dios. Dios también ya trabajó en el otro, no solo en mí. En la confrontación lo que nosotros debemos de tratar es de arreglar las cosas porque si usted y yo vamos a la confrontación, es que yo le voy a demostrar que yo tengo la razón. Yo la voy a demostrar que yo soy más maduro por eso yo fui primero. Mejor que vayamos a la confrontación pues no es para eso. Hay que ir con el deseo de encontrarnos el uno al otro y que si Dios nos puso juntos vamos a encontrar el camino para ir juntos, yo con mis defectos, el otro con sus defectos, pero vamos a encontrar a veces dónde podemos darnos el brazo y caminar juntos para hacer lo que tenemos que hacer, lo que Dios nos ha mandado a hacer.

Y entonces en la confrontación veamos la actitud es básica. Yo tengo que ir con la actitud de encontrarme con el otro. Y el otro tiene que ir con la actitud de encontrarse conmigo, de buscar el camino juntos. Eso es básico. Si no llevamos esa actitud, no van a funcionar las cosas.

Y veamos algunos lineamientos para la confrontación. Lo primero que hay que hacer es orar, orar y orar hasta que Dios diga vaya. Separe a la persona de la acción. Qué difícil es eso! Cuando tenemos conflicto con alguien toda la persona la vemos negra, toda la persona la vemos horrible, toda la persona la vemos mala, toda la persona la vemos que está mal. …………………………… (inaudible) hay que separar a la persona de la acción.

Hable, no ataque. Es que yo le voy a decir…. Ni vaya. Vaya a hablar, no a atacar en lo personal porque entonces ya atacamos a la persona como persona porque ya revolvimos todo. Eso no es fácil. Qué más tenemos que hacer? Trate un solo asunto. Los que nos salimos por la tangente ¿verdad? Estamos hablamos de lo que pasó hace una hora y empezamos a hablar de lo que pasó hace 10 años, lo que pasó hace tres meses, lo que pasó hace 5 meses y aquello se vuelve un ….. por favor, hay que ser específico. Estamos hablando de esto, de esto. Qué me quieres decir con esto? Qué estás tratando de decir? Ser específicos, no generalidades, de que no sabemos ni de qué estamos hablando.

Ha tenido usted conversaciones así? no sabe ni de qué está hablando. Evite generalidades. Mire, no diga, siempre haces lo mismo. Nunca me escuchas. Nunca tal cosa. Toda la vida… eso no es cierto. Estamos exagerando. Y cuando decimos eso, hay defensa. Dígale a una persona, nunca me escuchas y si nunca la escucha, menos la va a escuchar ahora. Uno mismo se ata.

Evite el sarcasmo. Mire, algo pasó. Evite el sarcasmo. Como no nos están diciendo lo que queremos oír, a veces nos empezamos a reír así, como con sarcasmo, con desdén, ah, porque los gestos hablan mucho, una cierta sonrisa, el piecito lo empezamos a somatar.

Aclare, si necesita que le aclaren cosas, pida aclaración. Explore si necesita conocer más. Extiéndase, pida que se extiendan, si eso es la confrontación. Y por favor, escuche. Si no tiene la razón reconózcaselo y si la tiene cállese, no vaya a decir, te lo dije. Conoce eso, ¿verdad? Ya sabía yo.

Y si usted quiere hacer críticas a la situación preséntelas como una sugerencia, no como una crítica, como una sugerencia. Y cuando tenga que hacer una crítica a una persona, primero enfoque lo positivo, luego haga la crítica haciendo ver el error como algo que se puede arreglar y finalice valorizando a la persona.

Aquí tenemos el caso bíblico de Natán y David. Natán tuvo que confrontar a David, pero cómo lo confrontó. Primero había escuchado la voz de Dios, conocía bien, bien el problema, conocía la raíz, porque a veces queremos confrontar a la gente y ni sabemos el problema. Por ahí alguien nos contó de oídas. No, él conocía el problema, sabía la raíz del problema y sabía las consecuencias del problema, conocía bien y había oído la voz de Dios antes de la confrontación.

Cuándo es el momento de llamar mediadores? Si el conflicto no se arregló con la confrontación llamemos mediadores. Lo dice la palabra de Dios en la Escritura.

Cualidades de un mediador. Fíjese que no cualquiera puede ser un mediador. Tiene que tener empatía con los dos lados. Tiene que ser imparcial porque sino se va a ir de un lado. Tiene que ser profesional, yo le llamaría madurez en el Señor. No vaya a llamar de mediador a uno que el domingo pasado conoció al Señor. Y que tenga confidencialidad. Ah, mire, esto es clave. Contame qué pasó ahí adentro en la confrontación, pero me lo contás con detalles. Usted no puede contar nada ni con detalles, ni sin detalles. O sea, un poquito te voy a contar pero no vayas a decir nada. No, no, no. Sabe qué va ir a decir, pues, al otro también le dice que no diga nada. Todos los saben menos el confrontado.

Hay dos tipos de mediadores: un mediador pasivo y un mediador activo. Cuál es el mediador pasivo? El mediador pasivo, como su nombre lo indica, actúa poco en la mediación, más que todo el mediador pasivo lo que tiene que hacer es que los otros dos se encuentren, pero la comunicación entre las dos partes es directa, pues, uno se comunica con el otro. El mediador, más que todo, va orientando como va la comunicación entre uno y otro y facilitándola, y hace reuniones juntos.

Ahora, el mediador activo ya toma más parte en la mediación. El mediador activo ya a veces lo que hace él es lo que uno dijo hablarlo para que el otro lo escuche. Ya va tomando como una parte más directa, ya sirve como un canal de comunicación. Además el mediador activo ya tiene que saber bien, bien, cuándo preguntar, cuándo presionar, cuándo extenderse, cuándo concluir. Ya tiene que tener más cualidades el mediador activo.

Y el mediador activo por lo general primero se reúne con una parte y luego se reúne con otra. Y no importa cuántas veces necesita reunirse con A y cuántas veces necesita reunirse con B, hasta que considera que es el momento adecuado los junta. Y no importa cuántas veces los tiene que juntar.

Luego tenemos aquí los pasos para la mediación. Si usted va a ser un mediador, por favor, reúna toda la información, no vaya con lo que le contaron y con lo que le contó una de las partes. Tiene que identificar cuáles son los puntos de conflicto. A medida, a veces, lo que pasa es que se ha vuelto tan grande que ya no sabemos dónde empezó el conflicto. Como no somos ni francos ni honestos, ni siquiera con nosotros mismos, ni sabemos dónde empezó el asunto. Entonces, identificar los puntos de conflicto no es fácil. Tiene que formular preguntas, tiene que saber cuándo preguntar, cómo preguntar para ahondar. Tiene que hacer enunciados con sus palabras. Los enunciados tienen que ser fieles, no pueden ser interpretaciones. Tiene que repetir las frases claves. Siempre en una confrontación van a haber frases claves, puntos clave que el mediador activo tiene que conocerlos. Tiene que hacer aclaraciones. Tiene que buscar alternativas. Recuérdese que vamos a solucionar cosas.

En el mediador pasivo las alternativas, la solución, las buscan las dos personas confrontadas. Aquí el mediador activo busca él también soluciones. Él propone a las dos partes las soluciones. Y tiene que ir cerrando áreas de acuerdo. Ya hay acuerdo en esta área, cerrémosla. Ya hay acuerdo en este aspecto, cerrémoslo. Acuerdo en este otro aspecto, cerrémoslo. Acuerdo aquí, cerrémoslo. Son cerrar las áreas de acuerdo.

Y aquí para finalizar esta parte de hoy en la mañana, aquí tiene la bibliografía que yo utilicé para esta presentación. Usted puede consultar todos estos libros, verificar la veracidad de la información, ampliarla, aumentarla y utilizarla de la manera que considere conveniente.

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Nadie sabe el día ni la hora

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Como ustedes se recordarán yo empecé hace dos miércoles atrás una serie de lo que yo creo que le voy a cambiar el título ahora. Le voy a decir “Abriendo la cajita de Pandora”, eso es lo que le voy a decir a mi serie de mensajes ahora. Digo eso, por obviamente, la naturaleza de esos temas es una naturaleza que es bien conflictiva porque son temas que mucha gente los interpreta de distintas formas y pueden justificarlos en distintas formas.

Pero yo he sentido el deseo o la inquietud de poder hablar de estos temas desde la perspectiva de nosotros como iglesia. Porque hay veces que no escuchamos estos temas como así desde el púlpito de aquí de Congregación León de Judá. Así que yo me he dado a la tarea de coger algunos de estos temas. El primero con el cual yo empecé fue el tema de que si algún cristiano puede perder su salvación ¿o no? Eso fue lo que hablábamos hace dos miércoles atrás. Y el argumento que yo estaba diciendo no es que necesariamente que pierde la salvación sino que es más bien un asunto de que la persona se aparta, renuncia a su salvación.

Y obviamente, al hacer eso, pues es como quien dice está corriendo el riesgo de perder eso entonces. Pero más bien el argumento era ese, que después de haber conocido la verdad y la persona por su libre albedrío decide entonces seguir con su vida vieja. Pues es una personas que está negando de haber disfrutado de esa bendición, de estar en la presencia o de disfrutar una relación con Dios.

Hoy el tema que me estoy atreviendo a tocar tiene que ver con el retorno de Cristo. Por eso es que estoy diciendo, le puse de tema “Nadie sabe el día ni la hora” y pueden ir conmigo a ese pasaje en Marcos capítulo 13. Aquí lo que yo quisiera hacer es más o menos hacerlo como parte de un estudio bíblico acerca de cuales son algunas perspectivas teológicas sobre el retorno de Cristo. Yo espero que no se me pierdan aquí. Créanme, es un tema bien interesante.

Pero a la misma vez lo estoy haciendo con el sentido con el cual inicié esta serie que es la idea de nosotros podernos aferrar a Cristo. Aferrarnos a aquellas cosas en las cuales nosotros creemos, lo que nos une, lo que nos amarra a nuestra relación con Dios. Cuando se dan cuenta si estaba hablando de la salvación, la salvación es la puerta de entrada para nosotros tener una relación estrecha, directa con nuestro Señor Jesús. Eso es una de las cosas que más nos aferra.

Entonces, este tema del retorno de Cristo, estamos hablando de que es un tema teológico, que no es escatología. Esto tiene que ver con los tiempos finales, lo que habla acerca del fin. Pero sin embargo lo estamos hablando a la luz de que es una promesa. Es una promesa que el Señor Jesús nos ha dado a nosotros, de que no nos va a dejar solos sino que Él va a regresar por nosotros en un momento futuro. Pero lo que quiero hacer ahora es más o menos explicar algunas de las perspectivas que obviamente hay allí afuera en el mundo evangélico.

Pero déjenme leer primero el verso de Marcos, capítulo 13. Comenzando con el verso 31. ¿Lo tienen ahí? Muy bien. Dice:

“el Cielo y la Tierra pasarán, más mi palabra no pasará. Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aún los ángeles que están en el Cielo” -y esta es la parte más interesante- “Ni el Hijo. Sino solamente el Padre. Mirad, velad y orad porque no sabéis cuando será el tiempo”.

Este verso a mi siempre me ha cautivado por el mero hecho de que a lo largo de toda la historia de la humanidad la gente se han estado rompiendo la cabeza tratando de descifrar cual es el día, la hora, el año y el mes en que Jesús va a regresar. Pero se van a seguir rompiendo la cabeza porque la misma Biblia dice que nadie lo sabe. ¡Ni el mismo Jesús lo sabe! Imagínate es como si Jesús estuviera sentando al lado del Padre, como qué “¿Ya?” “No”. “¿Ya? ¿Ahora sí, verdad? Mira septiembre 11 pasó”. “No todavía, sigue esperando, sigue esperando”. “Ya el tsunami, el tsunami”. “No todavía”. “Mira, hay bombas escondidas yo no sé donde. Ahora sí, ahora sí”. “No todavía”. ¿Vieron la idea? Ni el mismo Jesús sabe el momento.

Ahora porque la gente trata de descifrar todas estas cosas. Hay un libro que es bien importante en la Biblia que se llama el libro de Apocalipsis. Es el Libro que no mucha gente se atreve a meterle las manos a él obviamente, porque es un libro que tiene muchos simbolismos y cuando uno trata de interpretar los simbolismos, por eso es que hay tantas vertientes y direcciones de cómo la gente percibe como van a suceder estos eventos finales.

Pero miren. Déjenme presentarles algunas cosas. ¿Si me puedes poner el próximo slide? Yo les voy a presentar algunas de estas teologías que hay allá afuera y una se llama la “Post milenial”. Lo del milenial tiene que ver con el año del milenio que si ustedes buscan en Apocalipsis-déjenme leerles esto para que no se me confundan- Apocalipsis capítulo 20 habla acerca de los mil años del reinado de Jesús aquí en la Tierra y obviamente hay unos sucesos que ocurren antes y unos sucesos que ocurren después.

Empiezo con esta perspectiva: la post milenial porque esta es la teología que dice que el rapto, el retorno de Cristo va a suceder después del milenio. Eso es esta perspectiva: que el segundo retorno de Cristo va a suceder después del tiempo del Juicio Final. O sea que si ustedes ven esa gráfica que yo puse ahí arriba miren como lo presenta. Dice que después de la muerte y la resurrección de Cristo la gran tribulación supuestamente comenzó en el año 70 cuando fue la destrucción del Templo de Israel.

La Gran Tribulación, supuestamente, nosotros ahora estamos viviendo en el tiempo del milenio, el tiempo presente –supuestamente- del milenio, pero obviamente ya han pasado más de mil años así que piensen que milenio es un número simbólico. Y que tiene que haber un momento en ese período donde haya una gran conversión de judíos. Eso es lo que la teología post milenial dice. Donde el pueblo de Israel completo va a reconocer a Cristo Jesús como el Mesías y después entonces va a llegar esa rebelión final de la cual habla que el diablo va a ser puesto suelto y va a confundir a todas las naciones y después llegará el juicio final y entonces viene Cristo. Esa no es nuestra teología como Iglesia.

El próximo slide. Les voy a mostrar todas las demás para después enfocarme en todas las otras que son más cercanas a nosotros. Bruce, permiso, next one, please. Thank you. La amilenial. Esta es una que ¡Uh! I wish you … diría yo. Pero tiene su… La amilenial lo que dice es que después del tiempo de la muerte, resurrección y ascensión de Jesús, ellos no creen que va a haber un tiempo de tribulación en sí como tal. Bueno, sí hay un tiempo de tribulación pero que la iglesia está viviendo durante todo ese tiempo de tribulación y que el milenio es algo simbólico donde pueden cien años como pueden ser cinco mil años pero lo que va a decir el regreso de Jesús es ese tiempo de Juicio Final.

Que no hay eventos, así claves a lo largo de él que puedan decir que ya está cerca sino que va a llegar el momento donde así repentinamente llega el Segundo Retorno de Cristo y ahí se van con Él los salvos como los no salvos a ese tiempo del Juicio Final. So, esa no es la perspectiva de nosotros como iglesia. Próximo slide. Aquí ya nos estamos acercando un poquito más porque aquí tiene que ver con la pre-milenial.

La teología premilenial lo que está diciendo es que Cristo Jesús, que esa segunda venida de Jesús va a suceder antes de ser el tiempo del milenio. Pero dentro de la perspectiva premilenial hay como tres sub-categorías. Primero está dentro de la premilenial que está la pre tribulación. La pre tribulación lo que dice es que el rapto va a venir antes de esos 7 años de tribulación que se ven ahí y después de eso van a venir los mil años del reinado de Cristo en la Tierra. Y para eso están los libros de Apocalipsis 19, 20 y 21.

Y que después entonces de ese de esos mil años va a venir ese tiempo de revolución donde el diablo va a ser puesto suelto y Cristo con la iglesia van a pelear y va a haber tremenda pelear y el diablo, finalmente va a ser lanzado al lago de fuego y entonces va a venir el gran juicio del trono blanco donde todas las personas, finalmente, van a ser juzgadas para vivir por la eternidad.

¿Qué es lo que pasa después de ese tiempo del juicio del trono blanco? Que entonces viene la eternidad, eso es Cielo y tierra nueva. Hay personas dentro de esta perspectiva que como que muchas veces confunden la aritmética y cuando están leyendo los textos lo que dicen es que lo que significa el rapto es que la iglesia, nosotros, vamos a ser llevados –imagínense si nosotros tuviésemos un laser, se me olvidó coger el laser, el laser está en mi oficina.

Pero está bien- imagínese que mi dedo tiene un laser pero de ahí del lado del rapto lo que está diciendo es que la iglesia va a ser llevada al Cielo y hay dos perspectivas de esto. Que después de haber sido llevado al Cielo va a pasar el tiempo de la tribulación y después la iglesia va a volver a la tierra para esos mil años de reinado de Cristo. Esto es la perspectiva de que la iglesia va a conducir ese reinado de Cristo.

Y esto habla mucho de que todos los gobiernos, todos los sistemas financiero, educativos, de las artes, todo va a ser elegido por la iglesia de Cristo. Eso es lo que dicen esos mil años de reinado aquí en la tierra. En el rapto la iglesia se va al Cielo y luego llega aquí a los mil años de reinado. Pero hay otra perspectiva que también dice que la iglesia se va en el rapto y entonces entra aquí en la eternidad. Esas son dos perspectivas que están ahí. ¿Puedo cambiar esto aquí? No, Okay.

La próxima porque no los quiero confundir mucho con toda esta palabrería. Está la otra, es la perspectiva pre milenial. Y vuelvo y lo escribo mal. Eso fue la computadora que lo puso así. Okay, está la pre milenial a media tribulación. Y el único cambio que hay aquí, miren esto, miren donde cae el rapto. Vayan conmigo a Mateo capítulo 24 verso 22. Miren como dice este pasaje, miren de donde sale esta idea.

Mateo 24 versos 21 y 22. De aquí es de donde sale esa idea de que la iglesia va a ser llevada a mitad de la tribulación. Dice: “Porque habrá entonces gran tribulación cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados nadie será salvo. Mas por la causa de los escogidos –esto es la iglesia- aquellos días serán acortados”.

Esta perspectiva lo que quiere decir es que la iglesia va a entrar en el tiempo de la tribulación pero va a ser solamente hasta mitad del tiempo de la tribulación. Entonces Cristo va a venir, se va a llevar a la iglesia a mitad de la tribulación y entonces pasa una de dos cosas: la iglesia sube, se encuentra con Él y vuelve y entra en el tiempo del inicio de los mil años del Reinado o entra acá ya directamente en la eternidad.

Próximo slide. Ahí, Okay. Pre milenial post tribulación. ¿Si usted quiere saber donde está León de Judá parada? Es aquí. Aquí es donde nosotros estamos parados. Les voy a explicar por qué. Hay varios textos que indican esto. Déjenme leerles algunos aquí. Si nosotros leemos todo este pasaje de Mateo 24 que es donde estábamos leyendo ahora. Miren, les voy a leer algunos versos. Aquí es donde Jesús comienza a hablar de las señales antes del fin.

Verso cuatro. Comienza diciendo: “Miren que nadie los engañe porque vendrán muchos en mi nombre diciendo ‘Yo soy el Cristo’ y a muchos engañarán y van a oír de guerra y rumores de guerra, pero miren que no se turben porque es necesario que esto acontezca pero aún no va a ser el fin”. ¿Dígame usted si nosotros hasta ese verso nada más, si hemos visto ya eso suceder? Esto son cosas que están sucediendo ya hoy día.

Es bien cómico porque hubo alguien que me dejó aquí un DVD de este personaje allá en Miami, Florida que se llama Ser el Cristo reencarnado. Válgame la cosa que tiene el apellido Miranda también pero no está afiliado con nuestro Miranda. Exacto se llama Jesucristo hombre. Y yo nada más empecé a oír los primeros cinco minutos de esta grabación y yo lo tuve que apagar porque yo me dije “¡Guau! ¿Cómo la gente va a creer esta barbaridad?”

La verdad es que yo me lo tuve que decir así pero puedo ver que el mismo Jesús lo dice. Muchos van a venir hablando en mi nombre pero no son. No son Él, van a engañar a muchos. Y han engañado a muchos a tal nivel que son personas que hasta se han tatuado el número 666 en su brazo y en su frente y es como que “Come on, people! Wake up! Don´t you get it?” Pero el hombre tiene melaza para confundir a corazones débiles.

Pero, anyway, sigo leyendo. Verso 7: “Porque se levantará nación contra nación y reino contra reino y habrá pestes y hambre y terremotos en diferentes lugares”. Cosas que están sucediendo hoy día, corriente. “Pero todo esto va a ser el principio de dolores. Entonces los entregarán a tribulación y los matarán y ….” Verso 12: “Y por haberse multiplicado la maldad el amor de muchos se enfriará” que esto es algo que también acontece hoy día.

Hay veces que la gente se empieza a criticar: “¡Guau! Si Dios es un Dios tan bueno y compasivo por qué Él permite tanto pecado en el mundo?” Esa es una pregunta existencial que tienen muchas personas hoy día. Porque no pueden sumar, porque uno mas uno no les da dos. Es como que “¡Guau! Si Él se dice ser un Dios de tanto amor y de tanto bien por qué Él entonces está permitiendo todas estas cosas?”

Y no se dan cuenta que no es que Dios permita eso, sino que es la misma naturaleza de nosotros como hombres y mujeres caídos que causamos toda esa amalgama de males que se están llevando a cabo hoy día. Obviamente, “por haberse multiplicado la maldad de muchos, el amor de muchos se enfriará” pero –verso clave- “más el que persevere hasta el fin, este será salvo”. Y entonces sigue leyendo “entonces será predicado este evangelio”.

Y ahí llego al verso 22 que ya lo leí. Verso 29 miren como dice: “E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días el sol no resplandecerá, la luna no dará su resplandor y las estrellas caerán del Cielo y las potencias del Cielo serán conmovidas”. Verso 31 “y enviará a sus ángeles con su gran voz de trompeta y juntarán a sus escogidos de los cuatro vientos desde un extremo hacia el otro de la higuera aprender esta parábola”.

De nuevo, verso 35 dice: “El Cielo y la tierra pasarán pero mis palabras no pasarán. Pero el día y la hora nadie lo sabe”. Así que en esos versos ahí, particularmente el verso 29 y 31 da esa connotación de que nosotros como iglesia vamos a pasar un tiempo de tribulación. El otro verso que también les puedo leer está en Apocalipsis. Vayan conmigo a Apocalipsis capitulo 7. Verso 9.

Miren como dice: “Después de esto miré y he aquí una gran multitud de la cual nadie podía contar, de todas las naciones y tribus y lenguas que estaban delante del trono y en la presencia del cordero vestido de ropa blanca y con palmas en las manos. Clamaban a gran voz diciendo ‘La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono y al cordero’. Verso 13: “Entonces uno de los ancianos que estaba en el trono habló diciéndole a Juan -que es el que está escribiendo esta profecía-: ‘Estos que están vestidos de ropas blancas ¿Quiénes son y de dónde han venido?’ Mira la pregunta.

“Yo le dije. Señor Tú lo sabes. Y Él me dijo ‘estos son los que han salido de la gran tribulación y han lavado sus ropas y las han emblanquecido en la sangre del cordero. Por esto están delante del trono de Dios y le sirven día y noche en su templo y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos. Ya no tendrán hambre ni sed y el sol no caerá más sobre ellos ni calor alguno. Porque el cordero que está en medio del trono los pastoreará y los guiará a fuente de agua viva y Dios enjugará toda lagrima de los ojos de ellos”.

Miren este verso que bello y que precioso mis hermanos. Este verso es uno de esos versos que me mantiene a mí corriendo todos los días, todos los días. Porque ahí es donde está mi esperanza enfocada. El mero hecho de que nosotros tenemos una promesa de que el Señor Jesús va a volver una vez más por la iglesia. Y aquí es donde sí, teológicamente, nosotros como iglesia estamos puestos aquí. Esta es nuestra perspectiva como iglesia. Porque entendemos que nosotros estamos viviendo ahora en un tiempo de tribulación, mis hermanos.

Las cosas que nosotros estamos viviendo hoy día son cosas bien fuertes. Vivir o mejor dicho declarar que nosotros somos cristianos, hoy día en el mundo que vivimos y válgame por ende el estado de la ciudad donde nos ha tocado vivir, cada día se hace más difícil poder vivir de acuerdo a esos estándares, a esos estilos de vida que el Señor quiere para nosotros. Tal vez a ninguno de nosotros nos están poniendo una pistola en la cabeza como quien dice.

“Si eres cristiano te voy a matar” “Bueno, pues mátame, vuélame la tapa de los sesos”. Pero hay otros lugares en el mundo donde esto sí está sucediendo hoy día. Hay persecución de cristianos en muchos lugares. En China, miren esto mis hermanos, esto es algo que a mí siempre me ha abrumado. En China que es uno de los lugares donde los cristianos son más perseguidos, sin embargo, uno de los lugares donde la iglesia más y más está creciendo.

Y ¿saben dónde? No en templos así tan bonitos como este. Es en túneles bajo tierra. Ahí es donde se reúnen. Tú sabes, tú vas por la calle y las alcantarillas del subte tú estás mirando así como que nadie te vea, te levantan la tapa y …por ahí te vas y te cierran la tapa por detrás. Y cuando llegas allí abajo hay tremenda fiesta ¡Gloria a Dios, Aleluya! Y está todo el mundo ahí gozoso, fogoso en el Señor.

Suena bien impresionante pero mis hermanos, esto es algo fuerte, esto es algo duro. Los tiempos en los cuales nosotros estamos viviendo son tiempos duros, difíciles. Pero por algo es que el Señor nos dice “El que persevere hasta el final, este verdaderamente va a ser salvo. Esa es la persona que verdaderamente va a disfrutar y a gozar de todo lo que yo tengo guardado allí arriba en el cielo…” Y aquí yo les digo algo, aquí yo soy bien honesto.

Aquí es donde mi teología, yo como que, no sé tal vez yo saque F en esta parte de la clase. De nuevo, yo no pienso en mil años del reinado de Cristo. Hay veces que yo me digo “Señor Jesús por qué Tú vas a querer venir a la tierra si vamos a estar en el cielo?” Hello. No hay nada mejor que estar en el Cielo. Pero si Él quiere venir a la tierra a hacer algo, so be it.

Ahora yo me digo, si son mil años y antes de esos mil años el diablo fue como quien dice aprisionado, mandado al lago de fuego, ¿por qué entonces van a pasar mil años y después de los mil años lo vas a soltar otra vez? Hello? It doesn´t make sense. ¿Por qué lo vas a soltar de nuevo? Yo no se ahí es donde viene la incógnita de estas profecías. Porque de alguna forma, es como quien dice, tengo que amarrar el perro bravo para poder hacer lo que yo quiero.

Y una vez yo tenga a mi pueblo bien formado en esos mil años donde Cristo va a estar reinando, va a estar ejerciendo su fuego, su ejercicio, su mandato y poniendo todas las cosas en orden cosa que cuando finalmente cuando Él le quiera dar el último cocotazo por encima a Satanás Él diga: “Okay, vamos a soltarlo ahora a ver como se mueve el meollo ahora”. Y lo suelta y es como darle la última pescozada porque ya sabe que está derrotado para entonces, me imagino yo, entrar a ese Cielo y tierra nueva.

Si usted me pregunta a mi “ Pastor Omar ¿cómo va a ser? ¿Qué significa eso? ¿Qué nosotros vamos a estar volando entre el Cielo y la tierra y vamos a estar disfrutando de dos residencias, una allá en el Cielo y otra acá en la tierra?” Yo no se. Si usted me dice “¿De verdad que vamos a estar caminando en calles de oro?” Yo no se. “¿De verdad que son mares de cristal?” Yo no se. Yo se que la Biblia lo dice, pero que vaya a ser así perfectamente.

Aquí es de nuevo mis hermanos, donde yo digo lo mismo que dije hace dos miércoles atrás. El que tiene la última palabra es Dios. Yo se que hay una Palabra, yo se que hay una promesa que el Señor dijo que va a preparar mansiones para cada uno de nosotros. Y no son mansiones como las que nosotros vemos aquí. Yo se que es algo totalmente nuevo, distinto. Miren, yo me atrevo a decir que muchos de ustedes han tenido sueños de cómo será ese lugar.

A mí alguien aquí me prestó un DVD que yo lo empecé a ver de una niña, una joven, creo en Guatemala, que tuvo un sueño y en su sueño ella fue al infierno y del infierno fue el Cielo y después volvió otra vez. Y ella relata su testimonio de cómo fue toda esa experiencia. Fue algo bien interesante. Yo he tenido muchos sueños, mis hermanos. Pero yo me recuerdo de uno en particular donde yo me vi en un sitio, que como a mi me gusta la playa, yo me vi que yo estaba en una orilla y la arena era tan blanca y tan sedosa, parecía azúcar la arena.

Y yo recuerdo que yo estaba sentado en una mesa que yo recuerdo era una mesa larga. Había cientos y cientos de personas en esa mesa y toda la gente en esa mesa tenían un gozo, estábamos compartiendo. Estábamos comiendo, pero yo no se que era, yo se que estábamos comiendo pero yo no se que era. Yo se que no eran ni chuletas, ni arroz, yo no se que eran. Quien sabe si esas comidas van a existir en el cielo pero algo estábamos compartiendo.

Yo de repente recuerdo que en ese sueño yo vi a un personaje que era como Jesús. Que él se me acercó y con una sonrisa solamente me dijo “¿Te gusta lo que estás disfrutando?” Y yo solamente en el sueño me vi que estaba abrazando a gente que estaba al lado mío y yo recuerdo que en ese sueño yo pude sentir que eran familiares míos, que yo los estaba abrazando. Y que nos estábamos riendo y que estábamos gozando el momento.

Y ese sueño para mí, mis hermanos, han sido como un vislumbre tan bello y tan pero tan precioso. Pero que vaya a ser así, maye, puede ser que sea así. Tal vez que yo llegue a una esquinita allá en el Cielo que yo llegue a una playa como la que yo vi, donde el azul del cielo y el azul del mar como que no había un horizonte porque todo se veía tan pero tan similar. Pero yo si se lo que yo sentí. Y yo se que yo sentí un gozo, que ni aquí, mis hermanos, yo lo he sentido.

Había algo en ese sueño que yo sentí que me decía “¡Guau! ¿Si eso va a ser así cuando nosotros lleguemos allí arriba? I can’t wait. De verdad. Yo anhelo y deseo ver eso. Ahora, mis hermanos, ¿Cómo nosotros nos aferramos a Cristo después de yo haber hablado toda esta tertulia así? Miren, lo más importante de nuestra fe en Cristo Jesús es que nosotros tenemos esa promesa de que hay una eternidad que nos espera. Hay un Cielo que nos está esperando.

Hay un lugar que el Señor está preparando para cada uno de nosotros que tiene tu nombre, que tiene tu apellido. Hay una piedrecita blanca que tiene tu nombre nombre pero que ninguno de nosotros lo sabremos hasta que lleguemos allí. ¿Se recuerdan de ese mensaje de la piedrecita blanca? ¿Se acuerdan? Bueno los que no estaban aquí vean el archivo del Internet en el 2006 creo que fue. Allí esta ese mensaje.

Pero mis hermanos, yo creo firmemente cuando yo estudio estas cosas así de cuando viene. Miren, ¿saben qué? No trate de romperse la cabeza de cuando va a ser el día. Si alguien se le cruza al lado y le empieza a discutir “No va a ser aquí, va a ser allá. Porque ha sucedido esto, ha sucedido aquello”. Mire, dígale “Cuando Dios quiera”. Lo importante es que usted sea como esas cinco vírgenes que estaban preparadas, que tenían sus candelabros llenos de aceite. Y las que no estaban preparadas “Bendito, sorry for you” pero te quedaste.

Pero usted que está preparado, que tiene su lámpara con aceite y que tiene su aceite adicional al lado por si acaso se tarda un poquito más; pero el asunto es que estemos preparados. Cuando yo leo esas palabras de Jesús “El que persevere hasta el fin, ese será salvo. Y que aún el mismo Jesús dice ‘Miren, muchachos ¿saben qué? Ni yo se cuando se va a dar ese día, pero yo se que se va a dar’. El mismo Jesús, está esperando órdenes. Pues mire, uno tiene que estar listo pues ese día vendrá, ¿Cómo qué? ¿Qué dice la Biblia? Como ladrón en la noche.

Como dice el propio Jesús, ningún ladrón te va a venir a decir “Mira Vanesa, mañana a las 8 de la noche yo me voy a aparecer por la parte de atrás de tu casa y me voy a meter por la ventana que dejaste semi abierta”. Ningún pillo te va a decir eso. Si fuese así, caramba, ¿qué clase de pillo es ese, ah? Mis hermanos, mi deseo, con el yo compartir esto es que su fe esté segura en esto. En que nosotros tenemos una promesa en una vida que está por venir.

Y mire, sea que Dios nos haga como un trip de viene el rato, nos sube, nos encontramos con Él en el Cielo y después volvemos a la tierra por mil años, cincuenta, dos mil años, un millón de años más; es más puede hasta que sea un abrir y cerrar de ojos. Pero sea el tiempo que sea, después que estemos con él, déjame donde Tú quieras, Señor. “Si me quieres llevar a otro planeta, llévame”. Pero después que este contigo, there’s no problem”.

Mis hermanos yo no quiero sonar simplista con esto pero es verdad que hay perspectivas de nuestra fe que es bien difícil poderles dar una respuesta tan y tan concreta como que esto es rojo y ya. No es tan así. La misma Biblia, mis hermanos, si ustedes leen estos temas que yo les estoy diciendo. Hay otras iglesias que pueden coger muchas de otras perspectivas y le pueden sacar verso por verso de cómo ellos justifican esas cosas. Y para ellos eso es ley.

Pero al menos nosotros como iglesia, yo les estoy dejando a comunicar lo que nosotros como iglesia creemos, donde estamos parados. Pero lo más importante es eso –vuelvo y lo enfatizo- saber que tenemos una promesa de que Cristo va a volver por nosotros y que tenemos que estar listos para ese momento. Así que si usted se quiere aferrar a Cristo sea por susto o sea por alegría, manténgase listo. Sea por miedo, susto. No me quiero quedar; que eso es lo que me decían a mi ‘¿Tú no te quieres quedar?’ ‘No yo no me quiero quedar’. Me metían miedo, susto, yo me quiero ir con Él.

Mira, sea como sea. La cosa es que estemos listos para esperarlo a Él, que cuando eso se manifiesta que el sol se caiga, que la luna explote, sea lo que sea; que cuando se empiece a manifestar que venga por ahí ese caballo blanco con su jinete y sus trompetas sonando a todo fuete, en todo estero en high definition y con todas las luces que venga de bengala: mira que nosotros estemos listos y le digamos “Señor, aquí estamos”.

Si se van los que murieron en ti primero, los veré a ellos subir pero yo me voy a quedar así como que “Ahora me toca a mí”. Quiero sentirme así flotando en el aire, ya ahí soy yo. Estoy interpretando la Biblia, eso es. La biblia de acuerdo a San Omar capítulo 5 verso 18. Vamos a ponernos de pie mis hermanos que vamos a orar. ¿Cuál es el mensaje de hoy? Nadie sabe el día ni la hora pero lo importante es que estemos listos. Eso es lo importante, que estemos listos para recibir al Señor Jesús. Gracias Dios.

Padre te doy las gracias, te doy toda la honra y toda la gloria Jesús por las promesas que Tú nos das Señor. Si no fuera por las promesas que Tú nos has dado Señor nuestras vidas no tendrían dirección, no tendrían sentido Señor Jesús. Si no fuera por esas promesas que tú has declarado sobre nuestras vidas, Padre no habría ningún sentido ni ninguna razón de ser. Dios yo no quiero reencarnar en una lombriz. No quiero volver a salir en otra vida, yo lo que quiero es encontrarme contigo cuando Tú lo declares.

Así que yo lo rechazo, rechazamos por completo cualquier otra perspectiva Jesús y nos afincamos en lo que Tú declaras Señor. Sea antes de la tribulación, sea durante, sea después. Lo que queremos es encontrarnos contigo, Señor y esperamos con corazones anhelantes ese momento en que Tú te vas a manifestar. Mientras tanto, Jesús, danos la fuerza para poder perseverar, para poder resistir, para poder dar un buen testimonio de quien Tú eres, de lo que Tú haces en nuestras vidas, de lo que Tú puedes hacer en las vidas de otros.

Sigue dándonos el valor, el coraje, la valentía, Señor para poder seguir anunciando tu palabra Señor porque creemos como también Tú mismo dices, que hasta que esta palabra no sea anunciada en el mundo entero entonces no va a llegar ese día final. Así que si Tú nos quieres seguir usando a nosotros para seguir anunciando tus buenas nuevas en otros lugares. Sea que lo vayamos de aquí a allá, sea que lo hagamos a través del Internet o aquí al cruzar la calle, Señor.

Que podamos seguir anunciando, Señor, con valor, con firmeza, con denuedo, con valentía, con unción Señor tu palabra, tus buenas nuevas. Ayúdanos a redimir bien el tiempo ahora cuando estamos viviendo para poder ser como esas cinco vírgenes que tenían su aceite listo y preparado cosa que cuando llegue el novio que podamos entrar a las bodas y gozarnos contigo. Bendice a mis hermanos y hermanas en esta noche, Señor.

A medida que van a sus hogares, dales un sueño placentero, Señor. Dales revelación. Yo te pido, Señor que les de revelación sobre estas cosas que hemos estado hablando. Permite que ellos puedan tener sueños, Señor, donde ellos se puedan encontrar contigo, Señor. Y que en día de mañana si así Tú lo permites podamos levantarnos con nuevas fuerzas, con nuevas energías para echarle mano a todo lo que pueda venir y hacerlo en tu nombre, Señor Jesús.

Declaramos todas las cosas, Señor, seguras en ti. Nuestras vidas están seguras en ti y a Ti una vez más te damos toda la gloria y toda la honra. Por tu hijo Jesús, hemos orado. Amén y amén. Hermanos y hermanos que el Señor les bendiga. Salúdense unos a otros.

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Hoy

31 de mayo del 2010 - Por Raquel De Jesús

Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Filipenses 3:13,14

Hace mucho tiempo emprendí un viaje, un viaje hacia un país que no conocía, donde se hablaba un idioma que no entendía, donde la gente pensaba distinto a como yo pensaba y al llegar pensé que nunca me acostumbraría a su forma de ser y pensar. Pero pasó el tiempo y yo fui cambiando también aprendí a comunicarme con las personas que me rodeaban, no solo en la lengua sino en su forma de vivir y poco a poco fui cambiando. Cambié y ni yo misma me di cuenta, cambié y no recuerdo el momento, cambié y con mi cambio dejé muchas personas detrás de mí.

Mi cambio trajo alegría a muchos, tristeza a otros tantos y tal vez un poco de decepción a otros. Cambié y mi cambio conllevó un sin número de obstáculos, porque con mi cambio tuve que dejar muchas personas detrás de mí. Cambié y mi cambio trajo con el soledad en muchas ocasiones, lágrimas en otras y alegrías muchas tantas otras.

El cambio trajo consigo la amarga despedida, el decirle adiós a muchas personas que ya no iban de acuerdo con el lugar al que yo me dirigía, personas que no podían ir porque todavía no están listos para entrar en ese lugar. No porque sean mejor o peor sino porque el tiempo de ellos no ha llegado para entrar en donde yo estoy entrando.

Hoy le he tenido que decir adiós a aquellas personas que no creyeron en mi, le he tenido que decir adiós a aquellas personas que pensaron que nunca lo lograría, le he tenido que decir adiós a esas personas que aunque quisieran no pueden alegrarse por mí.

Hoy tomé la decisión de decirle adiós a todos aquellos que me retienen en el pasado y no se dan cuenta que ya yo viví ahí y que no quiero volver. Hoy le tengo que decir adiós a aquellas personas que nunca aprendieron a mirar al futuro y abrazar lo que está en frente de ellos y luchar hasta alcanzar aquellas cosas que están allí.

Hoy le tengo que decir adiós al temor a ser diferente, hoy le digo adiós al temor a que las personas no me entiendan porque no todos van a entender de donde vengo y hacia dónde voy. Vengo de la tristeza, de la soledad y de la desolación y voy hacia un lugar donde nada de eso cabe ya. Yo no sé cuantas veces en mi camino he mirado hacia atrás con remordimiento por lo que no hice pero hoy le digo adiós al remordimiento y no miro hacia atrás sino hacia el frente ya lo que no hice no hay forma de cambiarlo pero si puedo cambiar en la forma que vivo mi vida desde hoy en adelante.
Yo hoy decido vivir mi vida al máximo, luchando por lo que quiero sin miedo al que dirán, hoy decido vivir mi vida como una mujer victoriosa y no importa lo que venga(pruebas, dificultades, desafíos) yo los enfrento y los venzo porque no estoy sola.

Yo tengo de mi lado al mejor amigo, no importa cuantos amigos me fallen él nunca me va a fallar, no importa cuantos amigos me dejen él nunca me va a dejar, o decepcionar él es el único amigo que pase lo que pase él va a estar ahí conmigo.

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Lo que Dios hace EN nosotros es mejor que pasa A nosotros

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Quiero compartir algún tema que está en mi corazón, que he tenido ahí desde estos últimos domingos que hemos estado escuchando todos estos distintos mensajes que están basados en el libro de los Hechos de los Apóstoles.

Bien sabemos que el pastor ha estado predicando una serie de mensajes de esa vida llena del espíritu, lo que nuestras vidas pueden llegar a ser cuando dejamos que el espíritu de Dios opere en medio de nuestras vidas y cómo nos puede impulsar a hacer grandes cosas para la gloria y la honra de Dios.

Pero hoy lo que yo quiero hablar es este tema, y yo quiero que pensemos bien en esto, que reflexionemos en esto. Piense esto, lo que está sucediendo en usted es mayor de lo que le sucede a usted. Déjenme decirlo otra vez: lo que está sucediendo en usted es mayor de lo que le sucede a usted.

Entendieron? Pueden decir amén a eso? Más o menos. Yo espero que al final de este mensaje salgan convencidos de aquí. Miren esto, vamos al libro de los Hechos, capítulo 4 y voy a estar comenzando en el verso 29. Una de las cosas más interesantes del libro de los Hechos es ver cómo Dios puede tomar a personas como quien dice totalmente comunes y corrientes y Dios transforma esas personas y las convierte en agentes de su reino, de su mensaje, para transformar la vida de muchos.

Si usted lee a través de todo el libro de los Hechos se va a encontrar con una historia atrás de la otra, de cómo por el poder del Espíritu Santo vidas fueron transformadas, vidas fueron confrontadas, vidas fueron sacrificadas, pero todo por un gran propósito. Y eso es el propósito de dar a conocer la grandeza de Dios. Pero hay un texto en el cual me voy a enfocar y está en el verso 29 del capítulo 4 de los Hechos, y dice así, esto sucede después que Pedro y Juan, después de haber sido puestos en libertad, que estaban en la cárcel, ellos volvieron una vez al aposento donde se encontraban el resto de los discípulos y comenzaron a hablarle acerca de lo que las autoridades les habían dicho, y cómo los habían amenazado para no compartir el mensaje de Jesús con nadie. Más sin embargo cuando ellos van y hacen este reporte, miren cómo los discípulos comenzaron a orar. Ellos comenzaron a orar diciendo:

“… Y ahora Señor, mira sus amenazas y concede a tus siervos que con todo denuedo podamos hablar tu palabra mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades, señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo, Jesús….”

Ese texto para mí es clave de yo poder entender el tema de este mensaje de hoy. Porque solamente una persona que logra estar en sintonía con el poder de Dios puede hacer ese tipo de declaración. Cuando otras personas se dejan llevar o influenciar por las cosas que les suceden a ellos y pueden perder el ánimo, y pueden perder todo sentido de esperanza con respecto a sus vidas y su futuro, aquí vemos un grupo de personas que aún en la cara de esas amenazas tienen las agallas, tienen el poder, tienen la autoridad de poder orar y decir, Señor, no nos importan esas amenazas. Queremos que tu nos cubras con tu espíritu que nosotros poder seguir viviendo el tipo de vida que tu quieres que nosotros vivamos.

Por lo tanto, si yo digo entonces en esta tarde, lo que te sucede a ti, lo que está sucediendo en ti es mucho mayor de lo que te puede suceder a ti, para nosotros poder internalizar, entender esto, tenemos que estar en total sintonía con Dios y lo que él está haciendo en medio de nuestras vidas.

Saben por qué digo eso, mis hermanos? Porque muchas veces nosotros estamos en sintonía con tantas otras cosas que no tienen ni son ni ton. Me siguen por dónde voy? Hay veces que podemos estar en sintonía con la Mega, la estación de radio de la Mega, ¿verdad? Qué otra estación de radio hay por ahí? Cuál? Bachata 16.7. hay veces que estamos en sintonía con una serie de cosas, mis hermanos, que tal vez que el mensaje que transmite es un mensaje que en vez de levantarnos, en vez de subirnos la moral, lo que hace es otra cosa. Hay veces que nos produce una serie de pensamientos ideales que muchas veces no son los mejores.

Hay veces que estamos en sintonía con las voces de otras personas a nuestro alrededor. Tenemos amigos, tenemos a familiares y miren, ¿saben qué? muchas veces esas voces nos pueden hablar a nosotros con las mejores intenciones, pero cuando usted ve su vida, su experiencia y cómo han tenido sus altos y bajos, uno se tiene que preguntar, caramba, cuánto caso le puedo hacer a lo que me está queriendo decir?

Hay veces que estamos bien en sintonía, saben con qué? Con todas las cosas que suceden en la sociedad, en el mundo en el cual vivimos. Y cuando escuchamos de un revolú que ocurrió por allá en la India, o algo así, entonces todos nos paniqueamos acá porque no vaya a pasar eso aquí. Y así por el estilo, muchas veces la sintonía de nuestras mentes está por ahí flotando en el aire, divagando sin ningún tipo de sentido ni dirección.

Pero si nosotros verdaderamente queremos vivir bajo la sintonía y poder decir como que guau, a pesar de todas esas cosas que puedan suceder a mi alrededor, yo sé que lo que está sucediendo en mí es mucho mejor. Es mucho mejor de lo que la Bachata, en la Mega pueda decir, o lo que mi amigo o mi amiga en la esquina me pueda decir. Lo que Dios está haciendo en mí es mucho mejor. Cuántos podemos decir eso?

Ahora, miren, hay 5 cosas que yo quisiera hablar, y voy a tratar de ser bien económico con el tiempo, aunque tengo tiempo todavía. Pero me voy a chupar el tiempo completo.

Miren esto: cuáles son aquellas cosas que te suceden a ti, que nos suceden a nosotros que pueden ser contrarrestadas con lo que Dios está haciendo en nosotros? Síganme el trabalenguas, por favor. Por ejemplo, algo que nos sucede a todos nosotros es cuando alguien te dice o hace algo con lo cual tu no estás de acuerdo.

Muchas veces podemos tener conversaciones con personas y de repente en esa conversación sucede algo que te tocan tus botones, o te pisan los callos y ya uno está como que, hmmm, como que ya uno se pone a la defensiva, ya uno empieza a prejuzgar lo que la otra persona está diciendo, y uno empieza como que a establecer su distancia, su categoría, como que, con esta persona no puedo hacer esto.

Y si te tocan los botones demasiado, pues, ya uno se empieza a agitar, y uno empieza entonces y entra en una discusión, en un argumento y las cosas se pueden poner un poquito coloradas, en una situación como esa. Claro está, cómo se contrarresto esto? Porque lo que Dios hace en nosotros es que en vez de tener un carácter volátil que lo que quiere hacer es cortarle la cabeza a alguien, lo que Dios hace en nosotros es todo lo contrario. Dios nos da un espíritu de paz, Dios nos da un espíritu de mansedumbre y no tan solamente eso, sino que también nos da la sabiduría para saber cómo proceder con la gente, cómo hablar, cómo resolver las situaciones donde ambas personas salgan ganando y que no tan solamente uno me use a mí, como quien dice, de alfombra para limpiarse los pies y el otro sale con la suya.

Eso es lo que Dios hace en nosotros. Dios forma un carácter en medio de nuestras vidas donde nos permite por un lado reconocer nuestro orgullo, reconocer cuando nuestro ego se está queriendo intervenir en alguna situación para entonces saber cómo lidiar con otra persona.

Miren, les voy a dar un ejemplo y lo compartí esta mañana, y me siento libre de compartirlo ahora también. Esto es recién sacado del horno. Hacen dos miércoles atrás yo empecé una serie de predicaciones y lo más seguro no voy a decir que cometí un error pero yo sé que me metí en un, como quien dice, abrí una caja de pandora. Porque quise comenzar a predicar sobre temas teológicos, doctrinas que pueden ser bien conflictivas muchas veces, doctrina que han causado divisiones en muchas iglesias y yo quise coger algunas de estas doctrinas y empezar a predicar de ellas a la luz de lo que nosotros, León de Judá, creemos con respecto a esas doctrinas.

Y hacen dos miércoles yo comencé hablando acerca de esta pregunta de que si un cristiano puede perder su salvación o no. Y el asunto es, obviamente, si quieren oír que fue lo que yo prediqué sintonicen el website y cítenlo, véanlo porque no lo voy a decir todo. Pero lo que pasó fue que al final del servicio se me acerca un hermano y empieza a discutir conmigo porque no estaba de acuerdo con mi perspectiva.

Y el asunto fue que, imagínense esto, dos puertorriqueños discutiendo, la cosa se puso un poco caliente. Y yo tengo que reconocer que mi lado pastoral se fue a un lado y mi lado puertorriqueño surgió también y yo confieso mi falta, yo confieso mi falta. Y hablé con este hermano, se lo dije, estamos súper cool ahora, estamos esperando el próximo tema teológico para discutir de nuevo. Pero el asunto fue, mis hermanos, que nosotros salimos de ese argumento un poco calientes los dos. Pero al próximo día este hermano me mando un mensaje de texto y él se estaba disculpando conmigo y dejándome saber que me respeta y cosas así. Digo, yo lo recibí y amén, gloria a Dios. Y ayer yo me encontré con él aquí. Mira, fue tan bello y tan precioso, poder ver a este hermano y darle un abrazo y dejarle saber que yo lo amo, que yo no puedo permitir que un argumento como ese me vaya a quitar el amor que yo siento por él. El amor que Dios ha puesto en mi corazón por él y que Dios ha puesto en su corazón por mí también.

Y eso es algo, mis hermanos, que solamente una mente, una persona que está bien sintonizada a lo que Dios está haciendo en medio de ellos, puede lograr hacer eso. Si hubiese sido otro puertorriqueño de los que vienen directo de la isla, que no tienen ni papa de amor por Dios, ¿saben qué? Aquí hubiese habido un blood bath, lo más seguro, en la iglesia. Y salí en el vocero después y en León de Judá se mataron dos a pescozadas y sale así, tremenda noticia en Puerto Rico.

Pero el asunto es que cuando uno reconoce, by the way, por favor, no es que estoy proyectando una mala imagen de los puertorriqueños, ok? Dios ama a los puertorriqueños así como ama a los guatemaltecos y todos los demás, pero cada grupo étnico tiene su pasión y su carácter apasionado también, y hay veces que ese carácter puede salir en muchas formas. ¿Verdad? Los dominicanos ni se diga, también. Los cubanos también, los colombianos también, así que todos tenemos eso.

Pero el asunto es que eso fue lo que surgió de esta situación. Pero de esa conversación, mis hermanos, de ese argumento, miren lo que salió? Salió algo tan bello de poder reconocer que yo estaba permitiendo que mi orgullo se interpusiera a una relación y él reconoció también lo mismo y juntos pudimos hablar y decir, mira, vamos a resolver esto. Estas discusiones… pusimos en práctica lo que dice Pablo a Timoteo, mira, no te enredes en discusiones que no tienen ni ton ni son y que no llevan a nada. Si tu crees en Cristo y yo también, tu eres mi hermano, tu eres mi amigo y por ahí lo seguimos.

Y ese fue el punto clave de todas las cosas. Dios nos dio la sabiduría para poder enmendar lo que había sucedido. Y eso es lo que pasa con esa situación que yo estaba presentando, mis hermanos. Cada uno de nosotros, usted plantee el escenario que usted quiera: esto se da a nivel de matrimonio, esto se da a nivel de colegas de trabajo, esto se da con sus amigos en la calle, esto se da con el extranjero en la calle que le hizo un corte de pastelillo y usted quiere decirle dos o tres, eso se da en cualquier forma, en cualquier forma.

El asunto es que lo que Dios está haciendo en nosotros es mucho mayor de lo que nos sucede. Porque lo que Dios está haciendo es formando en nosotros un carácter que va de acuerdo con el carácter de él y no con el carácter de lo que esta sociedad quiere proyectar en nosotros. Así que ese es el primero.

El segundo, miren, hay veces que cosas que nos suceden a nosotros es que somos víctimas de injusticias en la sociedad en la cual vivimos. Y las injusticias se pueden dar en muchas formas, en muchas formas. Hay veces que si usted en el lugar de trabajo donde usted está, hay veces que le están sacando el jugo con unas horas ridículas de trabajo y la paga que le dan es nada. Y hay veces que esos pueden ser injusticias que suceden con uno.

Que tal vez si usted es un estudiante en la universidad y usted de repente quiere proceder con el profesor o la profesora y le quiere hacer una pregunta y usted ve que ese profesor o profesora lo evade un poco, y a otra persona le da mucha más atención de lo que le da a usted, usted puede sentir que eso es una injusticia que se está haciendo en contra de usted.

Y así mismo en tantos otros escenarios que uno puede experimentar injusticias. Pero cómo Dios contrarresta eso, mis hermanos? La justicia de Dios no es lo mismo que la justicia de este mundo. Cuando otros quieren, como quien dice, pisarte, qué es lo que dice la Escritura? Que Dios hará que tu justicia brille como la luz del mediodía. Dios es el que se encarga de hacer justicia en tu vida. Y lo que Dios hace entonces es que a la luz de esas injusticias que suceden en tu vida, Dios te convierte a ti en un agente de su justicia para que tu puedas hacer justicia en otros y en favor de otros.

Eso es como Dios contrarresta estas cosas. Pero ese tema de justicia también tiene un reto en el día en el cual vivimos hoy. Porque nosotros vivimos en un tiempo, mis hermanos, donde esa palabra justicia es tan manipulada por tantos grupos dentro de la sociedad. Mucha gente puede decir que me tienen que hacer justicia porque yo creo en esto, o porque yo vivo de esta forma. Y hoy día hablar de justicia es bien duro, es bien difícil.

Pero el reto que tenemos es de nosotros podernos convertir en esos agentes de la justicia de Dios, de poder seguir los estándares que Dios ha establecido para cada uno de nosotros y que nos dejemos regir por eso y ver cómo Dios, al nosotros ser fiel a ese aspecto de lo que él quiere hacer a través de nosotros, cómo él puede traer justicia en medio de todas las cosas en las cuales nosotros nos involucramos. Me están siguiendo?

Miren otra situación que nos sucede a nosotros: cuando por casualidad nos diagnostican con algún tipo de enfermedad. Muchas veces si va usted al médico y te dicen, mira, es una cosa bien distinta a cuando te dicen lo que tienes es un catarro por las alergias del polen, versus, que te digan, lo que tienes es un cáncer terminal. Pero el asunto es que te están diciendo algo que está afectando a tu salud. Sea lo que sea, puede ser que te dijeron que tienes cataratas en los ojos y no son las del Niágara, puede ser que te digan que tus coyunturas obviamente están desarrollando artritis porque estás entrando en edad y ya la empiezas a sentir y no te puedes doblar como antes, puede ser cualquier cosa que te diagnostiquen. Y ¿saben qué? a pesar de eso lo que Dios hace en ti es mucho mayor de esas cosas que pueden suceder en nuestra vida.

Saben, yo compartí un ejemplo esta mañana de dos personas de que yo conocí, de nuevo, en Puerto Rico, y esta es una pareja que yo la conocí cuando yo estaba en escuelas intermedias. Ella se llama Rafaela Vega y ella era mi maestra de educación cristiana, y el esposo de ella, Luis Alberto, él era el pastor de una iglesia allá en Puerto Rico. El asunto es que ella era una mujer tremenda, era una mujer alta, más alta que yo, era fuerte, tenía una constitución bien fuerte, bien activa, bien dinámica, una mujer llena del espíritu de Dios y esa mujer, mis hermanos, yo la llevo en mi corazón porque ella sembró en mí esa semilla de la palabra de Dios, me instruyó, me retó, me corrigió, me dio nalgadas, me hizo todo lo que necesitaba hacer para que yo pudiera llegar al punto donde estoy ahora.

El asunto es que llegó un momento en su vida donde la diagnosticaron con cáncer. Y en cuestión de meses murió, en cuestión de meses. Eso nos cogió a todos por sorpresa. Todos estuvimos perplejos. Que si oramos? Claro que oramos. En la iglesia oramos, ayunamos, la ungíamos con aceite, pedíamos milagros. Pero miren, ¿saben qué? falleció como quieran. Lo sentimos, lo lloramos, la lloramos. Hay veces que yo me recuerdo de ella y mi corazón se compunge por eso.

El asunto es que varios, yo diría, como unos dos años después del fallecimiento de ella, su esposo, Luis Alberto, él era un hombre bastante ancho. Y a mí me daba gracia porque él no tenía vergüenza de eso. Como buen puertorriqueño había una canción, un merengue que se cantaba allá que decía, la pipa es lo de menos, el gordo baila bueno, alegre y divertido, es un gordito simpático. Él cantaba esa canción a cada rato. Cada vez que le decían algo de su peso, él salía con esa canción.

Pero el asunto es que también, igual que su esposa, era un hombre lleno del espíritu de Dios, un hombre apasionado por el Evangelio, por Dios, por su Reino, por ver vidas transformadas. Y él dos años después que falleció su esposa, él tenía diabetes y su diabetes comenzó a empeorar. Al punto de que sus riñones comenzaron a fallar, aún así dentro de esa condición él seguía viniendo a la iglesia, seguía pastoreando, desde el hospital él daba llamadas, desde el hospital él hacía oraciones, pero llegó al punto donde él también falleció.

Esas dos personas que eran tan claves en mi vida, de repente murieron ambos. Y una vez más, no es cuestión de que nosotros como iglesia no hayamos orado, porque nosotros también oramos, ayunamos, intercedimos por sanidad en la vida de este hombre de Dios también, pero también llegó su punto donde él falleció. Ante todas esas cosas, mis hermanos, ¿saben qué? hay algunos que pueden decir como que todo fue en vano, pero no, porque yo estoy seguro de que lo estaba sucediendo en ellos era mucho mayor de lo que les sucedió a ellos.

Saben por qué, mis hermanos? De esa pareja han salida tantas personas que yo conozco que ahora mismo están en ministerio pastoral. Esa iglesia que ellos fundaron en Río Grande es una iglesia creciente, es una iglesia llena de energía, llena del espíritu de Dios que siguen alcanzando a muchas vidas allí en el pueblo de Río Grande y aún más allá y todo por el testimonio de esta pareja. Que su enfermedad no fue situación para que ellos como quien dice, echaran a perder todo, o que se rindieran a mitad de camino, sino porque ellos estaban tan y tan conscientes de lo que Dios estaba haciendo en sus vidas que esa enfermedad no los podía parar, no los podía parar. Por más trágico que sucedió, de lo que sucedió, ellos como quieras, siguieron ministrando, ministrando, aún desde la cama del hospital seguían ministrando a la gente porque sabían el llamado que Dios había puesto sobre sus vidas. Ellos sabían que lo que Dios estaba haciendo en ellos era mucho mayor de lo que les sucedía a ellos.

Déjenme terminar diciendo este punto: todas las circunstancias que nos pueden suceder a nosotros, ¿saben qué, mis hermanos? Todas las circunstancias que nos suceden a nosotros lo que quieren hacer es quitarnos el gozo que Dios ha puesto en medio de nuestras vidas.

Usted puede mirar su vida ahora mismo y usted se puede reír? Es una pregunta retórica pero yo quiero que lo piensen. Si usted mira su vida ahora mismo, todo lo que usted está viviendo, todo lo que usted está pasando desde la a hasta la z, usted se puede reír? Si no nos podemos reír entonces qué es lo que pasa con Nehemías, capítulo 8, verso 10? Que el gozo del Señor es vuestra fortaleza. El gozo del Señor es vuestra fortaleza.

Saben, esto es bien particular, este texto es bien particular porque no significa que es el gozo del Señor, ah, porque él está allá en el cielo y porque nosotros en la tierra. No significa que es el gozo del Señor porque él Dios y nosotros no. Sino que es el gozo del Señor porque él es nuestro creador, él es nuestro Padre, y él se goza en cada uno de nosotros que somos su creación.

Cuando dice el texto que el gozo del Señor es porque él está contento en lo que está sucediendo en cada una de nuestras vidas, porque él sabe que cada uno de nosotros estamos esculpidos en sus manos y la obra que él está haciendo en nosotros él la va a perfeccionar.

Miren este texto en Filipenses, vayan conmigo a Filipenses, capítulo 1, verso 6 dice:

“… Estando persuadido de esto que el que comenzó en nosotros la buena obra la perfeccionará hasta el día de Jesucristo…”

En otras palabras, el día que Jesucristo regrese una vez más. Puede decirle a la persona que está al lado tuyo, es más, vamos a cantar Tanto Tanto. Estoy viendo dos o tres cabezas por ahí que están cabeceando, ahí está. Ok, dile a la persona al lado tuyo, el que comenzó la obra en ti la va a perfeccionar. Hamáquelo, dele, para que se despierte bien.

Miren, mis hermanos, yo no tengo duda de algo, yo estoy tan convencido en esto que de verdad puedo apostar en esto y yo sé que Dios lo va a hacer. Digo, aunque no es que yo apueste, perdón, ilustración incorrecta. Me tiro de pecho en esto, mejor dejarlo y decirlo así.

Pero el asunto es este, mis hermanos, saben cuando yo pienso y yo medito en todas las cosas que nosotros vivimos en el diario vivir, y yo tan solamente puedo imaginar algunas, las que yo he vivido, las que ustedes pueden vivir y entonces yo trato de reconciliar muchas veces lo que dice la palabra del Señor, trato de reconciliar lo que hemos estado escuchando del libro de los Hechos de tantas vidas que fueron transformadas, personas que hablaban en lenguas, milagros que se hacían, Dios rompiendo cadenas, abriendo puertas de las cárceles y Pedro y Juan salían en libertad, Pablo y Silas también, yo empiezo a leer todas esas cosas y miren, ¿saben qué? hay veces que si yo me dejo llevar por las presiones del mundo, yo voy a decir, esto no hace sentido. Esto es como que está muy foráneo, esto fue allá en un tiempo, esto como que no hace sentido ahora. Pero obviamente a mí se me hace difícil decir eso porque la experiencia que yo he tenido corresponde cada vez más y más, confirma cada vez más y más que lo que Dios ha hecho back then, todavía lo sigue haciendo ahora, que ese Dios que estuvo en acción dos mil, tres mil años atrás, todavía sigue en acción hoy día.

Miren, mis hermanos, todos estos niños que ustedes vieron aquí, díganme ustedes o no si Dios está en acción en la vida de esos niños. Y por ende, por estar en acción en la vida de esos niños, está en acción en la vida de esos padres. Dónde están los padres de esos niños? Déjenme ver las manos. Los padres, mira, yo veo todas esas caras tan bellas y tan hermosas por ahí y yo me atrevo a decir que ninguno de ustedes son igual de lo que ustedes eran cuando empezó el semestre. Y si me dicen lo contrario, pues, hablamos después, ok? Podemos orar por usted ahora mismo.

Pero el asunto es, mis hermanos, que cuando nosotros abrimos esa puerta para que Dios empiece a orar en nosotros, cuando nosotros nos atrevemos a ponernos en sintonía, en la frecuencia de lo que Dios quiere hacer, óigame, no hay nada que suceda en este mundo, no hay nada que pueda apagar el gozo de lo que Dios puede hacer en medio de su vida, no hay nada que pueda aguantar el propósito que Dios quiere hacer en medio de usted, o que Dios quiere cumplir en medio de usted, mejor dicho.

Todas las cosas sin embargo, lo que dice las Escritura es qué, que todas las cosas obran para bien para aquellos que aman a Dios. Todas las cosas operan para bien. Oye, si tu eres un novio, una novia, y la novia o el novio te dejó por otro, por más malo que eso se pueda ver, eso obra para bien. Yo no sé por qué me salió eso, Señor, pero amén.

Oigan, mis hermanos, yo quiero tomar un momento para reflexionar en esto e ir cerrando aquí. Yo sé que nosotros hemos escuchado mucho de que nosotros estamos en un vislumbre de ver un mover grande de parte de Dios en medio de nosotros, y yo lo creo eso, y yo lo creo con todas las fuerzas que hay en mi corazón, en mi vida. Yo lo creo, lo anhelo, lo deseo. Deseo verlo, quiero ser parte de eso. Pero no significa que Dios no está en acción ahora. Dios sí está en acción ahora. Dios está obrando en medio de cada una de sus vidas, en distintas facetas, en distintas formas, por eso es que yo me atrevo a decir que lo que está sucediendo en nosotros es mucho mayor de lo que nos pueda suceder a nosotros así en el diario vivir.

Yo veo así, al menos las personas que yo conozco, y las historias que yo conozco y yo no puedo dejar de asombrarme de lo que Dios está haciendo en la vida de tantas personas aquí. Hay algunos que yo no conozco todavía pero me imagino cómo será su historia. Y si al menos, si en su vida usted no ha estado todavía en esa sintonía correcta para poder ver con toda exactitud lo que Dios está haciendo en usted, mire, yo creo que hoy hay una buena oportunidad para que usted pueda entrar en esa sintonía y que usted pueda comenzar a confesar con todo su corazón, mira, sí, yo creo que lo que Dios está haciendo en mí, lo que está sucediendo en mi corazón, las palabras que yo he recibido en mi corazón, yo sé y creo que son mucho mayor de lo que sucede en mi entorno a mi alrededor. Porque Dios lo hace posible.

Así que yo quisiera tomar un momento, mis hermanos, para orar por esto. Y yo quisiera tomar la oportunidad para orar por aquellas personas que tal vez se sienten que están fuera de esa frecuencia, la frecuencia de Dios, que tal vez usted siente que la influencia que usted ha tenido por las cosas a su alrededor han sido mayores y se ha dejado llevar por la corriente de esas cosas en vez de estar verdaderamente en la sintonía de Dios. Para nosotros poder ver con claridad lo que Dios está haciendo tenemos que estar en sintonía con él. Si yo salgo fuera de esa sintonía puede ser que vea algunas cositas, pero me voy a perder de la totalidad, el entorno de todo lo que Dios quiere hacer. Y ¿saben qué? Dios quiere bendecir tu vida, Dios quiere hacer grandes cosas en ti. Yo estoy seguro que él las ha hecho, las está haciendo y las quiere seguir haciendo. Y yo miro aquí alrededor ahora y yo quiero tomar ese momento para orar por ti, si tu entiendes en tu corazón que tu necesitas estar en esa frecuencia correcta, no en la frecuencia de cualquier estación de radio, sino en la frecuencia de la radio de Dios, yo creo que hoy puede ser un momento en el cual podemos comenzar una vez más, comenzar una vez más y creer que esas cosas que Dios ha comenzado a hacer en medio de su vida, que Dios las puede y las va a completar, las va a completar a su perfección. Por más que se oponga la situaciones a su alrededor, Dios lo puede completar.

Yo lo invito a que cerremos nuestros ojos ahí donde están. Vamos a orar. Amado Dios, yo te doy las gracias por las cosas que tu haces en medio de nuestras vidas, las cosas que tu has hecho, que estás haciendo ahora y lo que seguirás haciendo y es por eso, mi Dios, que la solemnidad de este momento, Padre, yo te pido, mi Dios, yo sé que aquí hay muchos corazones que han escuchado esta palabra y yo sé como tu puedes redargüir a cada corazón. Así que, Señor, por tu nombre Jesús yo te pido que la obra que tu has comenzado a hacer en muchos de los corazones que están aquí, yo estoy seguro que tu la puedes completar, pero si hay algunos aquí que en alguna forma u otra se han salido de la sintonía de lo que tu quieres para sus vidas, yo te pido que con tu Espíritu Santo, mi Dios, tu traigas convicción a esos corazones para que esos corazones puedan ser capaces de abrir sus ojos y ver, mi Dios, lo que estás haciendo en medio de ellos.

Padre, te ruego que a todas las personas que están aquí hoy, a cada corazón, mi Dios, en cada familia, en cada hogar, sobre cada hombre y cada mujer, cada joven, cada niño, Señor, yo te pido, mi Dios, que seas tu impartiendo esa gracia sobrenatural que solamente tu puedes dar para que cada uno de nosotros, mi Dios, podamos ver y comprender que lo que tu haces en nosotros es mucho mayor, Jesús, pasa cualquier circunstancia, sobrepasa cualquier situación. Yo te pido por un sentido de fe y convicción en el corazón de mis hermanos y mis hermanas, Señor, que si por alguna razón estas palabras que yo he dicho, Señor, se les hace difícil asimilarlas, por la intensidad de lo que están viviendo, yo te pido que tu con tu Espíritu Santo puedas llegar a cada uno de esos corazones, mi Dios, para que ellos puedan comprender, Señor, en toda su plenitud el poder que tu tienes para obrar en medio de sus vidas, cuando nosotros verdaderamente te damos el permiso de nuestros corazones para que tu puedas hacer como tu quieres, Señor.

Have your way, Lord. I pray. Yo te pido, Señor, que tu tomes el mando de nuestras vidas, el comando de nuestros corazones, Jesús, y que sobre cada uno de los corazones de mis hermanos y hermanas que están aquí hoy, Jesús, que seas tu impartiendo, mi Dios, la bendición que solamente tu puedes dar. Yo les dejo a cada uno de ellos en tus manos, Señor, y confío, Señor, que esta palabra va a dar su fruto. Gracias te doy, Padre, en el nombre de Jesús. Amén.

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Por la gracia de Dios, somos "hermanos"?

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Hermanos, ¿a cuántos les ha pasado que, tal vez ustedes han leído y re-leído, y re-releído un pasaje en particular pero llega un momento en que lo lee de nuevo y el Espíritu Santo te revela algo que nunca has visto antes?

Aunque sea una palabra o dos, pero de momento algo acerca de ese pasaje como que resalta y de momento, no lo ves igual. Y tal vez, mientras usted viva no leerá ese pasaje igual. Eso me pasó a mí con este pasaje. Sabemos que el Señor le ha puesto en el corazón del Pastor, el Espíritu Santo le ha puesto en su corazón que juntos estemos estudiando el Libro de los Hechos. O como él dijo el domingo pasado, debería decir, los Hechos del Espíritu Santo. En vez del Libro de los Hechos de los Apóstoles, los Hechos del Espíritu Santo. Y leyendo, Hechos capítulo 9. Yo no sé en su traducción, pero en la traducción que tengo aquí, los editores de la versión Reina Valera escribieron esta nota, con versión de Saulo. ¿Lo tienen allí?

Y bien debería tener este título. Y vamos a hablar un poco acerca de esto en esta noche. Pero, dos palabras que siempre lo había leído, de momento resaltaron que yo lo había leído antes, pero me conmovieron de momento. Y se encuentran en el versículo 17, de Hechos capítulo 9. Vamos a leer el contexto en un momento, pero estas dos palabras, fíjate, y son éstas – no les voy a hacer adivinar. Las palabras, “hermano Saulo.” “Hermano Saulo.” Lee igual en inglés, “Brother Saul”. De momento leí ese versículo como siempre, pero esta vez el Señor me detuvo en esas dos palabras.

Hermano Saulo – y me conmovió. Y de momento escribí en el margen de mi Biblia, “bello.” Y la palabra, “mercy” – misericordia. Hermano Saulo - ¿qué significa ser hermano, mi hermano? Sabe, aún antes de… lo que nos dice el libro de los Hechos, que aún antes de que se inventara la palabra Cristiano – porque la palabra Cristiano no se inventa hasta años después en la ciudad de Antioquia. Comenzaron a llamarnos Cristianos. Pero desde el primer día que el Señor empezó a tratar con su iglesia, nos llamábamos “hermanos.” ¡Qué poderoso, hermanos! ¿Cómo es que nosotros llegamos a ser eso -hermanos-, y por qué importa? ¿Qué significa?

Padre, venimos, estamos delante de tu presencia. Declaramos, Señor – hemos declarado tu belleza y hemos declarado tu bondad. Hemos traído nuestras necesidades delante de ti, hemos sentido tus cercanías. Gracias por ministrarnos. Yo declaro, Señor, que tu has oído cada oración que se ha levantado en esta noche. Yo declaro, Señor, que no ha habido una necesidad que se ha traído a ti, que tú has pasado por alto y declaro que tu mano aún se extiende para sanar, para liberar, para levantar al caído y para hacer milagros, Señor. En este momento, posa sobre esta palabra, Espíritu de Dios y vivifícala. Te lo rogamos en el nombre de Jesús.

¿Por qué me conmueven mucho estas palabras? Porque son dichas por el hermano Ananías, ven allí Ananías? Y a Ananías el Señor le dio un encargo, le dio una misión, le dio una obra y fue esta. Ananías – es más vamos al versículo 10. El Señor le dijo, “había entonces en Damasco, un discípulo llamado Ananías a quien el Señor dijo en visión, ‘Ananías.’ Y él respondió, ‘heme aquí, Señor,’ como un buen discípulo. El Señor le dijo, ‘levántate y ve a la calle que se llama derecha y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo de Talso porque he aquí el hora. Y ha visto en visión a un varón llamado Ananías

Había entonces un discípulo en Damasco llamado Ananías, al cual el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor. Y el Señor le dijo: Levántate, y ve á la calle que se llama la Derecha, y busca en casa de Judas á uno llamado Saulo, de Tarso: porque he aquí, él ora; Y ha visto en visión un varón llamado Ananías, que entra y le pone la mano encima, para que recobre la vista. Entonces Ananías respondió: Señor, - este hombre tiene fama – yo he oído mucho - muchas, a muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho á tus santos en Jerusalem: Y aun aquí tiene autoridad de los príncipes de los sacerdotes de prender a todos los que invocan tu nombre.”

Y él podría decir, incluyéndome a mí y mi familia. “Y le dijo el Señor le dijo ve, porque instrumento escogido me es éste, para que lleve mi nombre en presencia de los Gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel: Porque yo le mostraré cuánto les es necesario padecer por mi nombre. Fue entonces Ananías, y entró en la casa, y poniéndole sobre él las manos, dijo…,” Esto es lo primero que oye Saulo después de tres días de soledad y quebranto, “Hermano Saulo – Hermano Saludo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.”

Pónte en ese lugar ahora, no meramente lo lea, transpórtate en ese momento. What do you see? ¿Qué ves? Ananías le impone las manos sobre Saulo, y al momento le cayeron los ojos de Saulo como escamas, y recibió al instante la vista, y levantándose fue bautizado.

Hermanos, pero leyéndolo esa mañana, tal vez yo vi otro drama. No ves tú, entra Ananías a este cuarto. Está este hombre sólo, orando, como hemos visto tantas veces aquí. El Señor usa a su siervo, le impone manos y lo llama, “hermano.” Saulo sabe – uno de aquéllos que Saulo venía a aniquilar, lo llama hermano, y le dice: yo he venido para interceder por ti. Yo he venido para poner manos sobre ti, bendecirte, para que veas. Y para que seas lleno del Espíritu Santo.

¿Tu no ves a Saulo – tú no ves las lágrimas en los ojos de este hombre? Yo me imagino un quebranto, yo me imagino a este hombre hasta… the way I see it, versión Samuel, pero yo me imagino este hombre, hombre a hombre, me imagino a este hombre agarrando esa mano, que él pone sobre él – conmovido de la Gracia y de la misericordia y el amor que fluye como… como una catarata sobre el corazón de este hombre. Y yo me imagino, eso fue lo que tumbó las escamas de los ojos de este hombre.

Ahora, ¿cómo llegamos a esto? Este milagro, porque para mí, yo dije, ¡guau! esa es la belleza de ser cristiano y siempre ha sido así. Esta aventura de ser cristiano es su esencia. Se reduce a momentos así. Tal vez la doctrina ha cambiado aquí y allá, tal vez esta denominación adora de esta manera, esta otra se llama otra cosa y adora de esta manera, pero este fluir de este amor y del Espíritu Santo cuando es la Iglesia de Jesucristo, es uno de los elementos esenciales.

Ahora, ¿qué es lo que prepara la escena? Francamente este hombre, Saulo, tuvo un encuentro con Jesucristo. Y eso lo cambió todo. Ahora, ¿qué es lo que queremos decir con esto? Yo no quiero, hermanos, al oír esa frase “encuentro con Jesucristo” – yo no quiero que caiga duda en esta congregación, en esta noche, en el corazón de nadie. ¿Qué es lo que quiere decir eso? No quiero que aquí nadie dude jamás.

“Pastor Samuel, qué es tener un encuentro con Jesucristo? ¿Cómo puedo tenerlo yo? ¿Cómo sé que he tenido genuinamente un encuentro con Jesucristo? Y, ¿cómo entro yo en esta hermandad?”

Hermanos, y toda la evidencia de esto está en esta historia. Hermanos, por eso yo creo que está perfecto este título. La conversión de Saulo, porque la receta no ha cambiado para nada. Por ejemplo, vamos al versículo 3 – es más, comenzando con el versículo 1: “Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este Camino…” A propósito, este Camino, con c mayúscula porque no tenían otro nombre para esta gente. En ese momento, nosotros éramos parte de ese camino, pero estamos hablando de cristianos.

Dice, “Mas yendo por el camino,” en el versículo 3, “aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeo un resplandor de luz del cielo y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo,” interesantemente lo llamó por nombre, “¿por qué me persigues? Este ser conocía a Saulo bien, pero Saulo responde, ¿quién eres Señor? Y le dijo, yo soy Jesús, a quien tú persigues. Dura cosa es dar coses contra el aguijón.”

Punto número uno, ¿cómo sé yo que he tenido un encuentro con Jesús? ¿Qué es lo que es esto. Punto número uno, primeramente, si has tenido un encuentro con Jesús, usted se ha convertido a él y no al revés. Parece obvio, pero pensemos en esto. Saulo en este momento – si usted hubiera parado a Saulo, en ese momento, antes de que él tuviera cinco minutos antes de que él tuviera este encuentro con Jesús, esta revelación – si usted le hubiese preguntado, ‘Saulo, tú que tienes en tus manos una orden de muerte para esta gente que están proclamando el nombre de Jesús, ¿tú te consideras un hombre temeroso de Dios?

Saulo se hubiese caído insistiendo, ‘¡Claro que sí! Claro que temo a Dios, por eso es que hago lo que estoy haciendo’ Si le hubiese preguntado, ‘¿Tú amas a Dios? - ¿tú crees que eres un hombre bueno?’ ‘¡Claro que sí!’ Este hombre tenía sus ideas de Dios. Y no cualquier idea. Este hombre tenía ideas apasionadas de Dios. Este hombre era un hombre sinceramente apasionado en su idea de Dios. El único problema es que él estaba completamente, ciento por ciento, 360 grados equivocado. Sus ideas de Dios no caían con lo que era Dios, lo que es Él, lo que es Jesús, la imagen del Padre. El único Dios verdadero, las primicias de nuestra redención.

Y, hermanos, y por qué es esto tan importante? Estamos viviendo en un momento, en una era de la historia, que se está predicando de púlpitos, especialmente yo diría en Nueva Inglaterra y estoy hablando aún de algunas iglesias evangélicas. Estuvimos en una sesión de pastores hace poco en que no de los pastores, el orador en ese momento, dio un discurso explicando a los otros pastores, que si queremos ganar a Nueva Inglaterra tenemos que permitir que la gente pregunte más. No seamos tan cerrados, no transmitir el hecho de que el Evangelio es una lista de reglas que Dios es tan cerrado. Sino dejar a la gente correr por su jornada y en su jornada, Dios lo iba a encontrar y Dios se acoplaría a su verdad o a su existencia. El problema con eso es esto, como Saulo hay mucha gente que están determinadamente caminando en un camino que lo está llevando totalmente en el lugar opuesto a la verdad de Dios.

Hermanos, no es suficiente tener buenas ideas acerca de Dios. Es necesario llegar a un punto en que dejamos que el Señor nos confronte. Sabe, el Señor te ama, te conoce, te hizo, tiene propósitos para ti, ya mitad de la batalla se ha ganado. Él te conoce, Él te ama, Él tiene una eternidad preparada para ti, Él tiene para ti un arsenal de milagros que te va a volar la tapa de los sesos, Él tiene el nudo que usted le trae al Señor, y el Señor ya lo ha desenvuelto.

He’s ready! Te conoce por nombre, por nombre te llamó, por eso estás aquí! Amén. Él te llamó por nombre. Él ha conspirado, por así decirlo, para que antes de que usted naciera, llegara en esta noche y oyera ese mensaje. Amén. Te conoce por nombre, esa es mitad de la batalla. Ahora la otra mitad es, si la verdad está en él, si la solución está en él, si el poder mana de él. Él declara y yo sé que eso es lo escandaloso de la fe cristiana, pero no tengo otra alternativa sino predicarlo. Porque es la verdad.

Él declara, “Yo Soy.” Jesús declara, “Yo Soy la verdad, el camino, la vida. Nadie llega al Padre sino es por mí.” Amén.

Ahora, conéctate con él y algo empieza a suceder y en ese momento, ¿cómo reaccionó Saulo al oír esto? ¿Quién eres, Señor? Fíjate, se consideraba un hombre temeroso de Dios, y ahora él se da cuenta, yo ni lo conozco. Todo lo que yo pensé que yo conocía de Dios, todo lo que yo traía – todo lo que yo pensé que yo era, para qué yo vivía, era un error. Y el temblando y temeroso… hermanos, ¿saben qué? Nuestros cuerpos y nuestras mentes, y nuestras almas y nuestros espíritus reaccionan a un encuentro con Dios. No es emocionalismo. No es emocionalismo.

Lo que ustedes han visto esta noche no es emocionalismo, es un pueblo, es la reacción de un pueblo llegando delante de la presencia de un Dios vivo, bueno y que lo ama y es poderoso para actuar. Y eso le pasó a Saulo, y temblando y temeroso dijo, Señor, ¿qué quieres que haga? Levántate y entra en la ciudad y se te dirá lo que debes hacer.

Punto número uno – nos convertimos a Él y no Él a nosotros. Punto número dos – él hace una acción de obedecerlo.

Ahora esto puede ser en su corazón, pero al menos una vez en voz alta, y nosotros oramos, nosotros oramos en alta voz por cada ser que viene y hace una decisión de recibir a Jesús. Yo diría que como parte de esa oración, se debe incluir esta frase, “Mi Señor, yo me comprometo a obedecerte. Yo me comprometo a obedecerte. Mi bendición vendrá de ti.”

Como dijo el Señor, si me amas, obedece mis mandamientos. Y no hay otro mandamiento mayor que esto, que se amen los unos a los otros. Pero que me obedezcan. Interesantemente, dice aquí, y “los hombres que iban con Saulo se pararon atónitos, oyendo a la verdad, la voz, más sin ver a nadie.”

Y, hermanos, hay muchos que tal vez oyen la voz, esto es interesante – oyen la voz del Señor, pero no lo llegan a ver. Cuando usted hace en su corazón este compromiso, y aunque perfectamente… yo no digo que usted no se va a equivocar, no digo que será un proceso, no digo que el Señor – así son los procesos del Señor. El Señor te lleva a un lugar y dice, obedéceme hasta aquí y desde aquí te voy a instruir y eso… eso fue el proceso de Saulo mientras él vivía. El Señor nunca le entregó el manual completo. El Señor le dijo ve a Damasco, y allí él recibió sus instrucciones. De Damasco, él lo envía a Jerusalén, allí él recibe otras instrucciones – él espera en el Señor. Allí el Señor lo lleva a Tarso, por unos años. Esperando instrucciones del Señor. De allí el Señor lo mueve a Antioquia, o sea ese es el trato del Señor con sus hijos.

Ahora usted lo puede ver como algo que le impaciente, usted dice, ¿por qué el Señor no me dice de una vez, qué quiere conmigo en mi hogar? O usted lo puede ver así, el Señor está escribiendo su propio Libro de los Hechos sobre Su Vida y usted está viviendo una gran aventura con Él. Pues primeramente nos convertimos al Señor. Vemos al Señor como él es y no como nosotros queremos que él sea. Porque de la imagen de Dios que él es siempre será mayor que la que nosotros le inventemos a él.

Segundo, hacemos una decisión de obedecerlo. Y tercero, mis hermanos, entramos en gracia. Entramos en gracia. Dice el versículo 8, “entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos, no veía á nadie.” Fíjate, por tres días, la última imagen que él vio, sus ojos retrataron esta imagen. La imagen de la Gloria de Jesús – lo último que él vio, no se qué fue lo que el vio de Jesús. No sé si el Señor llegó a permitir que Saulo vea su rostro o su espalda como con Moisés. Algo de la Gloria de Jesús vio él y luego el Señor le apagó los ojos. Como quien dice, ahora medita sobre esto por un par de días. Medita sobre… mírame a mí y a mi gloria por un buen tiempo y le cerró los ojos.

Y, llevándolo por la mano lo metieron en Damasco donde estuvo tres días sin ver. Y no comió ni bebió. Usted no se ha puesto a pensar, ¿qué pensaría Saulo en esos tres días? ¿Cómo serían sus oraciones en esos tres días?

Otra versión Samuel del Evangelio, ustedes lo pueden recibir, lo pueden rechazar. ¿Sabe lo que yo me imagino? Yo me imagino, que por lo menos una que otra vez en esos tres días, él diría, ¡qué necio he sido yo! ¡Qué equivocado he sido yo! Tengo sangre inocente sobre mis manos. Hermanos, hay muchos – y por eso es que necesitamos gracia – hay muchos hermanos en nuestros medios que llegan así. Tenemos una revelación de parte del Señor, el Señor nos muestra algo de su gloria, podemos ver lo que es él comparado a lo que somos nosotros. Y de momento nos damos cuenta, ¡guau, yo no soy nada! Comparado a lo que es él, no soy nada.

¿A cuántos les ha pasado así? Hermanos, bienvenido al club. Comparado a Dios, a su belleza, a su santidad no somos nada. Pero no te apures, Dios tiene un propósito con esto y Dios no nos deja allí.

Y yo estoy… otra cosa, versión Samuel, Segunda de Corintios, capítulo 12, dice Pablo que una y otra vez, él le rogó al Señor, quítame este aguijón de encima. Él describe que Satanás – a propósito, la palabra Satanás es hebreo para eso, “acusador”. El acusador había enviado un mensajero, y él rogándole al Señor, Señor, quítame eso. En todas las cartas de Pablo, él nunca se olvidó del hecho de que él había derramado sangre inocente, y el Señor le dice, ¿sabe? Yo no voy a borrar eso, por más que tú has visto, por más que tú has experimentado, por más que tú has pasado, eso pasó, eso pasó. Eso pasó. Pero Pablo, tú no te vas a quedar así. ¿Sabes qué? Cuando venga el acusador, hijo, bástate mi gracia. Porque mi poder se perfecciona en tu debilidad. No te apures por eso porque tú tienes hermanos, todito está así, que yo he rescatado en el camino, que me encontrado con ellos, todos en el camino, les he revelado mi gloria, en el camino. Tú no estás solo, bástate mi gracia.

Pongámonos de pie. Amén.

Si usted no está seguro que en un momento u otro has tenido un encuentro con Jesús, yo quisiera en esta noche, darte la oportunidad. Esto es automático. I really don’t even want to do this Jesus, but I’m going to do this tonight. Te voy a dar la oportunidad de estar seguro esta noche. El Señor te llama por nombre y te ama, usted ha tenido un encuentro con su gloria y lo que te espera es una aventura y Él pide ahora francamente una oportunidad, de mostrarte lo grande y lo poderoso que es Él.

Pero requiere una decisión de rendirte y decir, Sí, Señor, tú eres Dios y no yo. De ahora en adelante tú eres el que maneja mi vida, sin condiciones, sin reservas, sin mirar hacia atrás, sin lamentar lo que ha pasado. Yo me comprometo a seguirte, me comprometo a obedecerte, te invito a llenarme. Si ese es usted, le invito a pasar o levante su mano. Si hay alguien aquí, que eso le describe. Dios le bendiga.

Dios te bendiga, amén. Mi hermano, si alguien puede acompañar a este joven, yo te invito a pasar. Está bien? Te invito… ¿Usted estaba levantando su mano? ¿No? Maybe not. Amen.

Si alguien está tomando esa decisión por primera vez, yo le invito, levante su mano, okay. Si no, amén, en el nombre de Jesús. Padre, gracias por Jesucristo y gracias por el milagro de la Cruz y por llamarnos por nombre y mostrarnos su gloria. Y, Señor, gracias por hacernos hermanos, gracias por el milagro que es seguirte. Y, Padre, pido que tú lleves a la perfección la obra que tú has comenzado en cada uno de mis hermanos.

Yo declaro, Señor, que lo que está delante de cada vida aquí, que te conoce y clama por nombre, es una aventura y que tiene buenas cosas por delante. Te bendecimos.

Ahora, Señor, recibe nuestras vidas, recibe nuestra ofrenda de adoración y declaramos, maestro, que sobre todas las cosas que necesitamos esta noche, te necesitamos a ti, tú eres necesario y tú eres suficiente. Y te amamos Así declaramos en el nombre de Jesús. Amén.

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Acto de amor

24 de mayo del 2010 - Por Betsy Behan

"...Y comenzó a lavar los pies de los discípulos..." Juan 13:5a

Antes de Jesús ser entregado se reunió con los discípulos y cuando cenaban, se levantó de la cena, se quitó su manto, tomó una toalla, puso agua en un lebrillo y comenzó a lavar los pies de los discípulos; después de terminar les dijo: pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis (Ver Juan 13). El hecho de que El Señor Jesús lavara los pies de los discípulos, sin duda fue un "Acto de Amor" el cual debemos imitar.

La mañana del pasado miércoles me levanté sintiendo una molestia la cual sentía por ratos y era desde la garganta, el pecho hasta el inicio del estómago; en todo el día trate de no comer nada pesado, pero no fue hasta la media noche que la molestia aumentó, después de Paul orar por mi me llevó al hospital; me tomaron la presión, me hicieron un electro, me tiraron placas y gracias a Dios todo salió bien; me dieron una pastillita y dos cucharadas de una emulsión blanca la que continué tomando en la casa. En la tarde cuando Paul llegó del trabajo me trajo más medicamentos y una linda tarjeta con un mensaje especial; las recomendaciones del doctor y las medicinas me estaban ayudando, pero les diré que el efecto de la tarjeta fue maravilloso en mi recuperación. Ese fue un "Acto de Amor".

“Si te he dicho que te amo por lo menos una vez al día de todos estos años maravillosos que hemos compartido...si te he dado las gracias por cada vez que tocas mi corazón con tu sonrisa y por demostrarme con amor tu cuidado para mi...si te he dado mi atención en miles de maneras todavía no he expresado todo el amor en mi corazón para tí. Eres mi mundo mi felicidad.”
Hay muchas maneras de bendecir a los demás con "Actos de Amor", los detalles, las acciones de atención, las palabras de motivación causan un efecto especial en nuestras vidas. Vanemos con "Actos de Amor" a nuestros abuelos, padres, esposos (a), hijos, hermanos, amigos, pastores, compañeros de trabajo, vecinos, tíos, primos, el marchante, con esto hacemos un mundo mejor e imitamos a Dios.

Querido Dios: Gracias por tu ejemplo de amor y bondad. Queremos imitarte, queremos que en nuestras acciones reinen el amor, el gozo, la paz, la paciencia, la benignidad, la bondad, la fe, la mansedumbre y la templanza, queremos actuar en y con amor. ¡Amén!

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Porque lenguas, fuego y viento en el día de Pentecostés?

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Estamos estudiando acerca del Espíritu Santo y el libro de los Hechos es el mejor recurso que tenemos en la Escritura. Capítulo 2, volvamos a ese pasaje que hemos estado meditando sobre la venida del Espíritu Santo, versículo 1, capítulo 2, Hechos.

“…Cuando llegó el día de Pentecostés, un día como hoy, cuando llegó el día de Pentecostés estaban todos unánimes, juntos y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba el cual llenó toda la casa donde estaban sentados. Y se les aparecieron lenguas repartidas como de fuego asentándose sobre cada uno de ellos y fueron todos llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas según el espíritu les daba que hablasen…”

Tenemos ahí el comienzo formal, por así decirlo, del ministerio activo del Espíritu Santo dentro de los hijos de Dios. El Espíritu Santo evidentemente estuvo ahí en la fundación misma del mundo, se movió en las páginas del Antiguo Testamento. Pero el Señor Jesucristo había dicho, esperen hasta que reciban poder de lo alto, la promesa del Padre.

Juan dijo, Juan el Bautista dijo, yo bautizo con agua, pero viene detrás de mí uno que bautiza con Espíritu Santo y con fuego. Y eso fue el inicio. Esta fue la inauguración de ese ministerio activo del Espíritu Santo en la vida de los hijos de Dios, cada creyente.

Antes la unción del Espíritu Santo se manifestaba específicamente en gente escogida y privilegiada, excepcional como lo eran los reyes que eran ungidos con aceite para recibir la sabiduría y el poder y la unción de Dios para desarrollar su ministerio específico. Los sacerdotes eran ungidos con aceite también como símbolo de la unción del Espíritu Santo. Los profetas eran ungidos con el Espíritu Santo para desempeñar su función sobrenatural.

Pero la gente común y corriente tenía que bandeársela como podían para hacer la voluntad de Dios. Y Cristo dijo, ¿saben qué? ahora yo quiero que ustedes todos, mis hijos, mis seguidores, mis creyentes, tengan un recurso. El Espíritu Santo va a vivir dentro de ustedes. Antes estaba con ustedes, pero ahora va a estar dentro de ustedes.

Cuántos saben que el Espíritu Santo está dentro de usted? Usted es un hijo de Dios, usted tiene el Espíritu Santo de Dios. El Espíritu Santo es la fuerza motriz, es el motor, y es la gasolina que usted debe usar para todos sus esfuerzos y todas sus transacciones en la vida cristiana. Y aquí ese día de Pentecostés lo que vimos fue como que Dios dijo, ok, hoy, comienza una nueva dispensación en la vida de mi pueblo. Yo me voy a mover en ellos y yo quiero que cada uno de ellos busque esa experiencia pentecostal, esa experiencia de recibir poder para llevar a cabo las tareas de la vida cristiana.

Y el domingo pasado vimos que cuando eso sucede en el capítulo 2, entonces se desata una obra que vemos en todas las páginas del libro de los Hechos: en la vida de los primeros cristianos. Vemos el Espíritu Santo bautizando a otros, dándole poder a Pedro para predicar con unción extraordinaria, dándole valor a los cristianos para testificar ante las autoridades, para soportar la persecución que se desata. Lo vemos testificando, los vemos recibiendo revelación, como Ananías que el Espíritu Santo le dice, ve donde Saulo que este hombre es instrumento escogido, úngelo, imponle manos porque yo lo voy a usar grandemente.

Vemos a Felipe recibiendo instrucción de ministrarle al eunuco. Vemos a Pablo y a Bernabé recibiendo revelación del Espíritu Santo acerca de donde ir y predicar. Vemos sanidades que se dan, liberaciones de espíritus demoníacos que son expulsados bajo el poder del Espíritu Santo. Vemos muchas cosas que suceden porque el Espíritu Santo está allí.

En realidad el libro de los Hechos debiera llamarse el Libro de los Hechos del Espíritu Santo, no el libro de los Hechos de los Apóstoles, como se llama, o le dicen así. ese nombre se lo pusieron. En realidad es el Espíritu Santo orando.

Y la idea es en ese libro que así como el Espíritu Santo se movió en aquel tiempo, se debe y se puede mover también en la vida de la iglesia hoy en el siglo XXI también y se debe mover en la congregación León de Judá de esa manera.

La Biblia nos dice que las mismas obras que hicieron estos hombres y mujeres las podemos hacer nosotros también, por eso ese libro está allí y por eso nosotros también tenemos que buscar la unción del Espíritu Santo.

Ahora, hay tres elementos que aparecen en este evento que nos podemos preguntar por qué Dios escogió estos elementos distintivos en ese momento tan especial. Qué significado tienen? Y qué propósito tenía ese Dios que nunca hace nada sin tener una razón y sin tener un propósito. Qué tenía Dios en esos tres elementos que quería decirnos? Qué mensaje quería él darnos?

Mire, aquí habla de que, vino del cielo un estruendo como de un viento recio, un viento recio. Por qué era esto? Es como que de momento se veía como si fuera un huracán que se había desatado. No sé cuántos han oído a veces lo que es un viento cuando está soplando como un huracán. Eso es terrible. Eso le mete miedo a cualquiera. Era un viento recio, un soplo, un rugido como de un huracán que de momento se desató donde ellos estaban. Un viento recio que soplaba.

Número dos, dice que se le aparecieron lenguas repartidas. Lenguas, eran como unas llamitas que reposaron sobre la cabeza de cada uno de los Apóstoles, o de las personas que estaban en el lugar donde se encontraban. Y esas lenguas repartidas eran como de fuego, eran llamitas, como dije hace un momento. Entonces, vemos aquí viento recio, viento, vemos lenguas que parecían como unas llamitas, así como prendidas, de fuego. Es decir, el elemento de fuego en realidad es lo más importante. Esas lenguas repartidas, dice, comenzaron a hablar en otras lenguas. Es decir, esas llamitas eran como símbolos también de unas lenguas que iban a ser distribuidas.

Entonces vemos que la gente habló en lenguas, hubo viento recio y hubo fuego involucrado. Por qué esos tres elemento? Lenguas, fuego y viento. Dios tenía un propósito en estas tres cosas. Por qué lenguas? Tomemos esa parte principalmente. Por qué esta gente habló en lenguas? No tengo tiempo ahora, ustedes saben lo que es hablar en lenguas. Lenguas es un idioma sobrenatural, inspirado por Dios. Es hablar en un idioma que no es el suyo. Ahora, ese idioma puede ser un idioma no de esta tierra, un idioma angelical, un idioma espiritual, que usted no conoce y que no existe en la cultura humana. O puede ser un idioma humano que tampoco usted conoce pero que Dios le da la facultad para hablarlo, de otra tribu, de otra nación.

El Apóstol Pablo dice que si yo hablara en lenguas humanas y angélicas. Entonces, eso es la lengua. Esta gente comenzó a hablar en otros idiomas, en este caso en particular porque Dios tenía un propósito en ello, esta gente habló en idiomas reconocibles, idiomas humanos, idiomas que pertenecían a todos esos hebreos que estaban en ese tiempo en Jerusalén celebrando precisamente el festival de Pentecostés y que venían de diferentes naciones y hablaban diferentes idiomas de las naciones de donde venían.

Y el Señor le dio a esos discípulos la facultad de hablar en ese idioma, esos idiomas diferentes porque él tenía un propósito en ello, un propósito simbólico. Él quería declarar algo acerca de eso para toda la historia.

Ahora, qué significaban? Esas lenguas, el hecho de que hablaran muchos idiomas de diferentes naciones, se refería al carácter universal y mundial del Evangelio. El hecho de que ahora el Evangelio iba a correr por toda la tierra y que iba a llegar a todas las naciones, que ese anuncio de que Cristo es el Señor y el salvador, era para toda la humanidad y no solamente para los hebreos. Con eso Dios estaba diciendo, este idioma será llevado a todas partes del mundo y es para todas las naciones.

En segundo lugar, yo creo que las lenguas hablan de algo importante y es que el lenguaje es clave para comunicar el Evangelio. Nuestra boca comunica la verdad de Dios. Y era como una consagración del lenguaje humano para predicar el Evangelio y para anunciarlo. Dios estaba diciendo, este lenguaje que los hombres usan para tantas diferentes cosas, yo ahora lo consagro para anunciar mi Evangelio. Dios estaba ungiendo la boca de sus discípulos en una manera sobrenatural.

En tercer lugar, muchos eruditos han dicho que en un sentido Dios estaba neutralizando la obra negativa de Babel. Saben lo que pasó en la torre de Babel? Qué sucedió? Los hombres trataron de glorificarse a ellos mismos y Dios, dice, que confundió. Antes, según dice la historia bíblica, la humanidad hablaba un solo idioma. Es interesante que los lingüistas hoy en día que no creen en la luz eléctrica, muchos de ellos, dicen que ciertamente los diferentes idiomas de la humanidad vienen de un solo lenguaje. Y siempre están buscando, tratando de buscar cuáles son las palabras en común que tienen todos los idiomas de la tierra. Ellos saben que los idiomas del mundo vienen de una lengua materna y de ahí se fueron desarrollando y dividiendo en los idiomas indoeuropeos, los idiomas germánicos, los idiomas romances, etc. pero vienen de una raíz común. Ellos entienden esto independientemente de la Biblia.

Ahora, cuando Bable dice que Dios confundió los lenguajes del hombre como un castigo para que no avanzaran en su idea de glorificarse a sí mismos. Y de ahí en adelante hubo una Babel, es decir, una cantidad de idiomas diferentes. Ahora, en este momento en que Dios está creando un pueblo escogido, él unifica en un sentido los lenguajes permitiendo que se hablen en todos los idiomas diferentes para que el Evangelio se anuncie y que la gente pueda comunicarse unos con los otros.

Es decir, era como que Dios estaba diciendo, ¿saben qué? Babel dividió a los hombres pero mi Hijo ahora los une y permite que se comuniquen unos con los otros.

Además de eso, yo creo que las lenguas son una forma sobrenatural de alabar y glorificar a Dios con un idioma sobrenatural. Es una forma de comunicarse directamente con Dios en un lenguaje recién hecho, sacado del horno, un idioma fresco que no tiene los elementos destructivos y caídos del idioma humano. Con una lengua sobrenatural inspirada por el Espíritu Santo usted puede comunicarse directamente con Dios. Ahora, usted quizás no sabe cerebralmente lo que usted está diciendo, pero su espíritu sabe. Y es una comunicación directa con Dios.

Dios quería comunicar sobrenaturalmente una experiencia sobrenatural. Yo creo que al esta gente hablar ese idioma sobrenatural Dios le estaba diciendo a la iglesia, ¿saben qué? la comunicación de mi palabra siempre tendrá que ser algo misterioso, espiritual, sobrenatural, hecho en el poder del Espíritu Santo.

Cuando usted comunique la verdad del Evangelio, hermano, hermana, piense en su corazón y en su mente, yo estoy hablando a la gente no en mi fuerza, sino en el poder del Espíritu Santo. Yo estoy comunicando este idioma del Reino de Dios en una manera diferente.

Yo diría también que Dios quiso hacer otra cosa y es que, si usted mira, el idioma es la cosa más fundamental, yo creo, que hay. El hombre se distingue por poder hablar. Los chimpancés y los monos en general tienen una capacidad para comunicarse muy básicamente y se ha descubierto, por ejemplo, que los chimpancés tienen un lenguaje bastante complejo pero comparado con el idioma humano, es absolutamente primitivo. El ser humano se distingue por hablar y hablar en una forma extremadamente complejo.

Mire todas las cosas que yo estoy comunicando ahora mismo a través del idioma humano. Entonces, como que Dios quería sellar ese elemento tan esencial de la raza humana con el toque de su espíritu. Y eso que es tan esencial para el hombre, Dios quería sellarlo con su espíritu.

Y yo creo que por eso, esta idea de las lenguas. Era algo tan especial lo que estaba pasando en ese momento que Dios quería que fuera marcado, tocando algo que era tan integral, una parte tan esencial de la raza humana como es el lenguaje. Y Dios quiso tocar su pueblo en ese sentido y por eso las lenguas. Ahora, después vamos a tener más tiempo para hablar acerca de las lenguas y su significado y su importancia.

En segundo lugar, el viento. Dice que fue como un viento recio, un estruendo que hubo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados. Por qué viento? El viento siempre ha sido símbolo del espíritu de Dios. Los hebreos hablan de ‘ruaj’. Mire la palabra aliento, la palabra aliento se refiere a el soplo, el aire que sale de nuestra boca, el aire que respiramos, el oxígeno. Pero también se refiere al ánimo. Me dejó sin aliento, muchas veces no quiere decir solamente que me dejó sin respirar, pero me dejó como sin ánimo, me dejó sin fuerzas. El aliento es la marca de la fuerza.

En el Antiguo Testamento, en las Escrituras, ‘ruaj’ es como eso, aliento, el viento de Dios, el aire de Dios, que es también el espíritu. Yo estaba leyendo algo acerca de eso en el internet. Dice aquí, en el Tanaj que es la Escritura hebrea, la palabra ruaj generalmente quiere decir viento, aliento, mente, espíritu.

En una criatura viviente, ruaj es el aliento, la respiración, ya sea de animales o de la raza humana. Dios es el creador de ruaj, de aliento. En las manos de Dios está el ruaj, el aliento de toda la humanidad. En la humanidad ruaj además de nota, indica el principio de vida que posee la razón, la voluntad y la conciencia, lo que llamamos el alma también. Ruaj imparte la imagen divina al hombre de Dios. Y constituye el elemento dinámico que resulta en el hombre siendo un ser viviente.

Recuerde que cuando Dios crea a Adán de la tierra, sopla sobre su nariz y le comunica vida. Pero yo creo que también Dios le comunicó su espíritu a través de eso. Entonces, siempre el viento se ha asociado con el espíritu de Dios y con el espíritu del hombre, el alma, la fuerza motriz del hombre.

Y entonces yo creo que aquí el viento estaba refiriéndose a muchas cosas. Es el ánimo, es la fuerza de Dios moviéndose. También yo creo que ese viento recio aludía a algo que el espíritu es poder, es dinámico. El viento puede romper, puede destruir cualquier cosa, mueve montañas. Entonces, ese viento recio aludía al carácter dinámico y poderoso del Espíritu Santo. El Espíritu Santo viene para bautizarnos con poder de lo alto.

Habla también, yo creo que el viento sugiere, el carácter impredecible e incontrolable del Espíritu Santo. Nadie puede controlar el viento. Cuando el viento sopla hay que echarse a un lado. Cristo dijo que el viento sopla por donde quiere. El Espíritu Santo hace lo que quiere. Nosotros nos sometemos al Espíritu Santo. Nosotros no controlamos el espíritu, el Espíritu Santo nos controla a nosotros.

Como el viento se mueve por donde quiere y asimismo yo creo que ese viento quería decir, yo me muevo como yo quiero, como me da la gana. El carácter soberano e impredecible del Espíritu Santo también.

Otra cosa, eso de que como un viento recio sugería algo misterioso, algo amenazante y sobrenatural. Si usted oye un viento soplando es como algo de otro mundo. Y yo creo que ese viento recio era como que, yo vengo de una región que ustedes no conocen. Se refiere a lo que yo llamaría la otredad de Dios. Que Dios pertenece a otra dimensión, es algo misterioso, es algo que no es de esta tierra. Ese viento sugería, yo vengo aquí, vengo de otro mundo y vengo a hacer cosas que ustedes no entienden y no pueden controlar.

Entonces, hablaba acerca del aspecto misterioso, sobrenatural, amenazante casi de Dios. También ese viento recio, poderoso sugería la dotación de poder y capacidad para obrar y transformar que tiene el Espíritu Santo a través de la vida de los hijos de Dios. El viento se usa para cosas productivas, por ejemplo, para mover un molino de viento y producir entonces energía. Y asimismo entonces el viento quiere decir energía para llevar a cabo cosas, para llevar a cabo tareas y eso es lo que hace el Espíritu Santo en nuestras vidas, nos capacita para llevar a cabo las tareas de la vida cristiana.

Y finalmente la venida de Dios en el Antiguo Testamento, muchas veces la aparición del Espíritu Santo en un ambiente se asocia con el viento. Recuerdan, Elías cuando está allí que Dios le da esa visión, dice que venía un viento que rompía las piedras. Elías pensaba que ahí estaba Dios porque Dios se aparece en el viento, pero en ese momento Dios escogió no aparecerse a través del viento, pero sí está esa idea de que cuando está la presencia de Dios hay un viento que rompe y que destruye cosas.

Entonces, todo eso era. Yo creo que ese viento recio quería decir, mi espíritu poderoso, capacitador, dinámico, misterioso, amenazante, de otro mundo, todo eso era sugerido por ese viento que venía, era el aliento de Dios, ese soplo de Dios que iba a invadir y que iba a meterse en nosotros como se metió a través de la nariz de Adán, el soplo de Dios, de la boca de Dios y le dio vida para ser un ser viviente.

Y lo último, el fuego. Lenguas de fuego se aparecieron sobre sus cabezas. Por qué fuego? De nuevo, lo mismo, fuego sugiere entre otra cosas el poder consumidor de Dios, el fuego consume, el fuego derrite. Dios es todo poderoso. Así que Dios quería sugerir por medio de su fuego también de que échense a un lado porque yo vengo poderosamente.

La Biblia habla de Dios como un fuego consumidor. La Biblia habla de que al final de los tiempos los elementos, la tierra arderá. Todos los elementos, todo lo que compone la tierra se derretirá, se consumirá y Dios creará cielos nuevos y tierra nueva. Entonces esa idea de Dios como fuego consumidor.

En segundo lugar, fuego sugiere vida, energía y calor. No tenemos que enfatizar mucho eso. Si no hubiera el fuego… sabe que el sol es fuego, el sol es una bola de fuego y si el sol se apagara no podría existir la vida. Así que fuego sugiere la vida de Dios, la energía de Dios, el calor que Dios imparte cuando está presente como el Espíritu Santo nos da vida, nos da energía, nos da calor para llevar a cabo las tareas de la vida cristiana.

Fuego también habla de pasión y compromiso para testificar del Evangelio. Cuando la persona tiene el fuego del Espíritu Santo dentro de ella o de él, tiene pasión. Mucha gente es indiferente, mediana, tibia porque no tienen el fuego de Dios en sus vidas. Y por eso mucha gente le da lo mismo ir a la iglesia o no ir a la iglesia, cantarle al Señor o no cantarle al Señor, leer la Biblia o no leer la Biblia, orar o no orar.

Ahora, cuando una persona está llena de ese fuego del Espíritu Santo tiene necesidad de estar en la presencia de Dios. Es una persona comprometida con Dios, tienen energía del espíritu. Por eso yo le digo, Señor, ayúdanos, llénanos con el fuego de tu Espíritu Santo porque si tenemos tu fuego vamos a ser gente comprometida.

Entonces, el fuego sugería esa vida, esa energía, ese calor del espíritu que venía al pueblo de Dios. Y esa pasión, y ese compromiso para testificar del Evangelio. Fuego también sugiere esa convicción de que Cristo es Señor y salvador y que nos lleva a testificar de él también. Ese fuego que nos consume, que no nos permite estar callados, que uno de los profetas dice, traté de callarme y era como un fuego en mis entrañas, en mis huesos, no podía dejar de anunciar la palabra de Dios.

Fuego es lo contrario, evidentemente, de frialdad, formalismo, muerte espiritual. Donde está el fuego de Dios esa religiosidad rutinaria, barata huye. Ya la gente no puede estar en la rutina de la religión, simplemente venir y mostrarse allí y hacer algunas cosas raras y entonces irse a la casa igualito que como entraron. No, ya entonces la vida del pueblo de Dios se torna en algo activo, dinámico. Es todo lo contrario del formalismo y de la frialdad y la estructura rígida que mata.

Ya voy terminando. Fuego sugiere el juicio de Dios también. Un día el juicio de Dios se va a manifestar en fuego en la humanidad y la destrucción de este mundo. Y yo creo que también esta sugiriendo esa parte de Dios como juicio.

Y finalmente, fuego también sugiere conflicto, persecución y guerra que se desataría contra la iglesia de Jesucristo. Es decir, también estaba sugiriendo guerra. El fuego sugiere guerra, sugiere conflicto, sugiere también persecución.

Así que como ustedes ven, solo quería que ustedes vean que en este elemento esa venida del Espíritu Santo a través de las lenguas, a través del fuego y a través del viento, Dios estaba dando un mensaje subliminal acerca de todo lo que iba a componer la vida de la iglesia de Jesucristo, y lo que era verdaderamente la naturaleza del Espíritu Santo. Y ese fuego, esas lenguas, esa capacidad para comunicar cosas sublimes, sobrenaturales, espirituales y esa capacidad para movernos dinámicamente como se mueve el viento poderoso de Dios, es lo que Dios quiere en nuestra vida. Amén.

Ese es Pentecostés. Esa característica tan importante, cuando usted lea acerca del fuego, del viento recio y de las lenguas que se aparecieron, entienda lo que Dios estaba diciéndole, que Dios espera de su propia vida también a través de la presencia del Espíritu Santo en usted. Amén.

Hermanos, vamos a ponernos de pie y darle gracias al Señor. Hemos empacado mucho hoy, ¿verdad? Están cansados? Gloria a Dios. Si están cansados eso es bueno, porque eso quiere decir que trabajaron. A la iglesia de Dios hay que venir a trabajar. Si usted vino a dormir, mejor quédese en su casa. No, venimos a trabajar. El próximo domingo traiga sus majones, traiga unos jeans. Ok? Y una camisa de trabajo. Vamos a trabajas, si puede traiga un martillo también señal de que venimos a trabajar a la casa del Señor.

Vamos a bajar nuestras cabezas y darle gracias al Señor por todo lo que hemos recibido hoy. Váyase a su casa a vivir en el poder del Espíritu Santo. Padre, gracias, te hemos alabado, te hemos adorado tu nombre, nos hemos gozado de estar aquí en tu casa y queremos que tu sigas con nosotros el resto de este día. Bendice a mis hermanos, tanto los de habla inglesa como los hermanos hispanos que están aquí.

Gracias porque somos un solo pueblo. Gracias porque el fuego del Espíritu Santo derritió las barreras que dividían a la humanidad. Gracias porque las lenguas nos unieron, Señor, para poder comunicarnos como hermanos y hermanas en un idioma misterioso que solo tu sabes dar. Gracias porque tenemos el fuego transformador y el viento transformador del Espíritu Santo en nuestras vidas.

Gracias por Pentecostés, Señor. Queremos que cada día esta iglesia sea una iglesia animada, fortalecida y dinamizada por el poder del Espíritu Santo. Te bendecimos. Despido a mis hermanos y declaro sobre cada uno de ellos la presencia y la bendición del Espíritu Santo.

Bendigo sus hogares, Señor, sus vidas, sus finanzas, sus cuerpos, su salud, sus sueños, sus luchas. Fortalece a los que están, Padre, débiles en este tiempo, los que están en crisis, Señor, llénalos de una nueva unción en este día, Padre. Y pedimos milagros, Señor, en la vida de tu pueblo. Padre, pedimos soluciones para los que tienen graves problemas ahora mismo. Padre, pedimos que tu abras las ventanas de los cielos y hagas milagros financieros en la vida de tus hijos, Señor.

Desatamos prosperidad en la vida de tus hijos. Los que necesitan trabajo, Señor, nosotros pedimos milagros y puertas que se abran. Los que necesitan su documentación, Señor, pedimos una solución a este problema también. Los que tienen problemas matrimoniales, hijos que necesitan un toque de tu espíritu, Padre. Problemas de salud en nuestros cuerpos, oh Señor, envía tu espíritu ahora mismo, Padre, y sácanos de aquí con esperanza y con gozo en nuestros corazones.

Gracias por tenernos delante de tu presencia hoy y por el privilegio de adorarte, Señor. Despídenos ahora con tu bendición en el nombre de tu hijo Jesucristo. Amén.

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Edifica primero tu casa

17 de mayo del 2010 - Por Vanessa Santos Mirabal

“Si Jehová no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican”. Salmo 127:1

Amada hermana, he querido compartir esta palabra que Dios me dio recientemente y que la recibí en una forma especial y distinta que otras veces. Venía conduciendo mi carro del trabajo a la casa, un poco apresurada porque tenía que preparar comida para mi familia, hacer unas tareas pendientes y luego ir a la iglesia a un compromiso que tenía. Me la había pasado así casi toda la semana. Mi esposo y yo somos un matrimonio joven con dos niños pequeños, y desde muy niños servimos en la alabanza y en otros ministerios en la iglesia. Cuando conducía iba planeando lo que iba a hacer cuando llegara a casa, pero de momento quise poner una emisora cristiana que acostumbro a escuchar y el Señor me ministró con una reflexión que hacía un anciano pastor que me estremeció y me confrontó a la misma vez. Desde pequeña he sabido de la importancia de sacar tiempo para la familia y de la prioridad que esta tiene en el orden de todas las cosas. Mi esposo y yo siempre hemos tratado de darles lo mejor de nosotros a nuestros pequeños, pero muchas veces los compromisos que cada ministerio nos pide asumir, y que lo hacemos con tanto amor, nos quitan la oportunidad de darle la prioridad a nuestra familia.

Lo que más me impactó de este mensaje era que si yo no edificaba mi casa primero, todas las demás cosas que yo hiciera por el reino de Dios, iban a ser en vano y les confieso que eso me asustó, porque uno se envuelve sin darse cuenta en cultos, retiros, servicios especiales, reuniones, ministerios, talleres, clases, y tantas cosas buenas que ofrecen las iglesias para nuestro crecimiento personal, pero muchas veces descuida lo más importante: nuestra casa, nuestro hogar, nuestros hijos, nuestra familia. Me dio miedo sólo la idea de pensar que pudiera ser en vano todo lo que hacemos con amor para el Señor, si primero no edificaba mi casa. ¿Se imaginan? ¿Todo ese esfuerzo, todo ese tiempo invertido, toda esa entrega y dedicación… en vano? La palabra de Dios nos confronta.

Con tristeza he observado esta realidad en muchas personas que sirven en la iglesia y me pregunto porqué hemos asumido que Dios es el que va a cuidar de nuestra familia mientras nosotros nos dedicamos al ministerio, cuando en realidad el Señor delegó esa responsabilidad en nosotros (padres y madres) y aunque podemos contar con Su ayuda siempre, no nos podemos desligar y asumir que Dios hará lo que nos toca a nosotros hacer. Si Dios nos dio la bendición de tener una familia, cuidémosla. Nadie puede sustituir ese tiempo de calidad dedicado a nuestros hijos y esposos: Comer juntos, salir al parque, jugar juntos, salir a pasear y divertirse, ver una película, conversar como amigos, orar juntos, leer la palabra, tratarse con respeto, aconsejar cuando es necesario, darse cariño y muestras de afecto, leerle un buen libro si tiene niños pequeños, hacerles cuentos o historias, en fin…dedicarles tiempo, no dejarlos en un segundo plano…edificar primero nuestra casa.

A través de los años me ha inquietado tanto el ver cómo algunas de mis maestras de infancia tenían hijos que no les gustaba estudiar… cómo muchos de los que dirigían retiros de pareja o matrimoniales terminaban en divorcio… porqué tantos hijos de pastores se revelan contra el evangelio o llevan una vida desordenada… En mi país hay un refrán que dice “en casa de herrero, cuchillo de palo”; suena jocoso pero es seria la cosa y una triste realidad, porque muchos de esos hermanos que enfrentan esas situaciones son personas bellas, buenas, dignas y aman al Señor de corazón, pero déjenme decirles que cuando nosotros no atendemos con diligencia lo que está bajo nuestra responsabilidad, no solamente es en vano todo lo demás que hacemos, sino que le permitimos al enemigo entrar a nuestra casa y asumir el rol que nosotros por estar tan ocupados en el ministerio no hemos podido asumir. Debemos entender que hay un orden para todo y que trabajar por nuestras familias es trabajar por el reino de Dios también. Nuestra casa es nuestro primer ministerio, sino en vano hacemos todo lo demás. Nuestro testimonio tendrá poder para traer vidas a Cristo cuando nuestra casa ha sido edificada primero.

Pasos a dar: 1) Pídale dirección al Espíritu Santo para que le muestre formas creativas sobre cómo pasar tiempo de calidad junto a la familia. 2) Pídale también que le muestre el orden y la prioridad que tienen cada cosa 3) Saque de su mente que la única forma de servir a Dios es yendo a la iglesia. 4) Comience a apartar tiempo para los suyos, a ponerlos en su agenda y aprenda a disfrutar de ese tiempo juntos. 5) Sea afectuoso en su casa y muéstreles lo importantes que son. 6) Ore en todo tiempo… y encontrará dirección.

Oración: Amado Padre Celestial, muéstrame cómo hacer de mi hogar un refugio seguro que edifique mi familia; un lugar donde fluya la creatividad y la comunicación sea continua. Haznos mujeres y hombres prudentes, que sepamos edificar nuestra casa sobre la roca, para que cuando descienda la lluvia y los vientos soplen, nuestra casa no caiga, porque ha sido fundada sobre la roca que eres Tú. En el nombre de Jesús. Amén.

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Mantener limpio el fluir del espíritu

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Vamos a la palabra del Señor en el libro de los Hechos en el capítulo 2. Para los que nos visitan y los que no han estado por un tiempo recordemos que en todos los momentos en que yo pueda, que no intervenga otro tipo de situación, visitante, un viaje o lo que sea, yo voy a estar caminando a través del libro de los Hechos, como ustedes bien lo han escuchado pero lo voy a seguir repitiendo hasta que se les grabe. Mi deseo a través de este estudio es infundir en nosotros como congregación y como individuos, lo que yo llamo una mentalidad sobrenatural, un sensibilidad a las cosas del espíritu, un entendimiento de que la vida cristiana no se procesa en la manera en la manera en que se procesan los demás fenómenos de la existencia humana, sino que es algo que se navega en el espíritu.

El Apóstol Pablo dice que los que son del espíritu piensan en las cosas del espíritu. Habla del hombre espiritual o la mujer espiritual. Y para eso hay que renovar la mente y una de las maneras en que nosotros renovamos nuestra mente es meditando en la palabra de Dios, meditando en esos paradigmas, esos conceptos que nos registra la palabra de Dios y al nosotros ver esos textos, esas narrativas, estudiarlas, escucharlas expuestas en los diferentes momentos en que estudiamos la palabra del Señor, en nuestra mente va grabándose esa idea: yo soy un hombre, soy una mujer del espíritu, soy de la eternidad, no camino, no pienso, no hablo, no proceso los eventos de la vida en la misma manera que lo hace la persona natural, el hombre natural, la persona que procesa las cosas en la carne según la razón meramente.

Entonces al estudiar el libro de los Hechos que es un libro eminentemente sobrenatural, porque es los Hechos del Espíritu Santo en realidad a través de los Apóstoles, nosotros podemos entender mejor cuáles son esos patrones, esos hábitos del espíritu, esas formas en que el espíritu obra en la vida de los creyentes, y cómo nosotros interactuamos y nos relacionamos con ese Espíritu Santo.

Y uno de los pasajes claves en toda la Escritura está ahí en el capítulo 2, es el momento como yo decía hace unas semanas atrás, es el momento cúspide del proceso del Evangelio y también es el punto de partida de muchas cosas que vemos en el resto de la Escritura.

En el capítulo 2, comenzando con el versículo 1 se nos describe la venida del Espíritu Santo. El Señor Jesucristo les dice a sus discípulos:

No salgan de Jerusalén hasta que no hayan recibido poder de lo alto, hasta que no hayan recibido la promesa del Padre, por qué? Porque él los enviaba a aprender una tarea sobrenatural, una tarea humanamente imposible para un puñado de hombres y mujeres ignorantes, pobres, sin ningún tipo de influencia social, intelectual o política, conquistar el mundo, hacer discípulo a todas las naciones, conquistar Roma, ir hasta Egipto y las otras partes del mundo que ellos ni siquiera conocían, que ese Evangelio tenía que llegar. Cómo iba esa bandada de gente asustada, impotente, como eran ese puñado de creyentes, cómo iban ellos a cumplir esa tarea excepto que Dios los capacitara en una manera sobrenatural?

Y por eso el Señor Jesucristo le dijo, No se vayan de Jerusalén hasta que no hayan sido ungidos con poder de lo alto. Entonces aquí es el momento esperado, ellos han estado orando, han estado tramando, han estado juntos en espera de esa visitación que el Señor le dijo que vendría y llega el momento. Cuando llegó el día de Pentecostés estaban todos unánimes, juntos. Recuerde de nuevo Pentecostés no es el nombre que se le dio a este fenómeno, a esta experiencia, Pentecostés ya era un día de fiesta solemne judía. Es como decir que el Espíritu Santo cayó el 4 de julio o Memorial Day, o cualquier otro día de esos de fiesta. Pero este era un día de fiesta solemne judío, religioso, espiritual, marcaba la culminación de la cosecha. Que lindo que el bautismo del Espíritu Santo sobre la iglesia, la iniciación del funcionamiento del Espíritu Santo vino cuando se completaban los 50 días de la cosecha. Guau! Iba a ver una cosecha mucho más hermosa, cosecha de almas.

Y ese día que se marcaba la culminación, y que había comenzado el día de resurrección, 50 días después que Cristo resucita se da. Es decir, ese período que culmina con Pentecostés comienza un domingo que fue el domingo en que Cristo se levantó de entre los muertos, primicia, dice, y la primicia era precisamente el día que iniciaba los 50 días hacia Pentecostés. Cuando se cortaba el primer grupito de espigas de trigo o de cebada o lo que fuera, el sacerdote lo cortaba iniciando el tiempo de la cosecha. Y 50 días después se concluía en el día de Pentecostés.

Es decir, la primera cosecha, Jesucristo resucitado, primicia de entre los muertos. Una nueva creación de Dios, 50 días después de cumple ese tiempo y se inicia la cosecha de la humanidad entera, se inicia la nueva era de la iglesia. Cuando llegó el día de Pentecostés estaban todos unánimes, juntos como tu madón epito auto, repitan eso, por favor todos: como tu madón epito auto. Estaban todos juntos, dice en un mismo acuerdo, en el mismo lugar más o menos la idea. Estaban con una idea clara, fija, todos estaban unidos.

Hermanos, qué importante es que las iglesias cultiven la unidad. Porque allí envía Jehová bendición y vida eterna, que hermoso es habitar los hermanos juntos en armonía.

Hermanos, sabe usted que la pre condición para cualquier visitación del Espíritu Santo es la armonía? Que la armonía presupone humildad, presupone ajustarnos unos a otros. Ayer, viendo yo esos hombres, hermana lamento decirle mujeres que estos hombres se la comieron. Sabe ya ustedes no son el único show en el pueblo, saben? Lamento decirle que hay otro vaquero ya aquí en Dodge City. Las hermanas dice, amén, gloria a Dios. No, esos hombres están poniendo las pilas, hermana. Que bueno, verdad que sí, las mujeres están deseosas que los hombres se levanten, no para oprimirlas sino para caminar junto con ellas. Amén.

Pero yo creo que una de las razones por las cuales se dio esa bendición, porque estos hombres están aprendiendo a trabajar en armonía, saben? Eso es bien importante. Cuando los hombres se sujetan unos a otros, es que hay demasiado vaquero por ahí de dos pistolas en el mundo y por eso es que los hombres a veces no podemos hacer nada y las mujeres están viajando a la velocidad de la luz y nosotros ahí con una carretilla más o menos y es porque no nos sujetamos, no nos dejamos quebrantar. La mujer aunque aparentemente la llaman el género débil, pero de débil no tiene nada. Esas mujeres nos envuelven en un solo dedito. Pero yo creo que es porque la mujer se sujeta al espíritu, la mujer es frágil ante el Señor, la mujer es como una niña, las mujeres son más sensibles al espíritu y como que pueden sujetarse más fácilmente. Nosotros los hombres, Dios nos ha hecho fuertes, líderes y a veces eso también se pervierte, es el lado oscuro del don y entonces no nos sujetamos y siempre estamos con esa violencia y esa actitud de que no nos sujetamos a nadie y queremos que nuestra agenda sea…

Y yo siempre le he dicho a los hermanos, recuerdan cuando yo fui a predicar allá el martes, hace tiempo, al grupo le decía, hermanos, tenemos que sujetarnos unos a otros, tenemos que amarnos, tenemos que ser mansos y humildes. Yo le doy gracias al Señor, porque estos hombres al trabajar juntos y al llegar allí y amarse como hermanos y poner a un lado las agendas, Dios ha permitido que se vaya levantando un grupo muy bello y que esa bendición de ese sábado, yo creo que fue por eso, así que varones, les animo, sigan en ese espíritu, que no se oiga aspereza en el ambiente.

Yo estaba pensando en eso los otros días, perdonen, tienen tiempo? Y si no, too bad. Yo estaba pensando, hablando con alguien, sabe que cuando se hizo el templo, el primer templo el Señor dijo que en el espacio donde se iba a hacer el templo no se debía oír el golpe de martillos. Cuando Dios dice las cosas, él es un detallista increíble, él no quería que se oyera en el lugar del santuario, mientras se construía el templo jamás golpes de martillos, sino que las piedras tenían que ser talladas en otro lugar y traídas y ajustadas unas con otras. No les vuela eso la tapa de los sesos? Que interesante, no?

Primero, yo creo que en la casa de Dios no debe haber violencia, en el sentido de la gente golpeándose unos a otros, criticándonos unos a otros, atacándonos unos a otros, debe haber armonía, paz, amor, gozo, bondad. Miren el fruto del Espíritu Santo, mansedumbre. Entonces es muy importante eso, escúchenme, hombres, esto es un freezbee, eso es gratis para ustedes. Mujeres, congregación León de Judá, unánimes, juntos, en unanimidad, en armonía. Por qué? Dios dice, yo no quiero violencia en este lugar porque mi espíritu va a morar en él. Reverencia. Y nosotros tenemos que ser como esas piedras del templo talladas por Dios para que podamos pegarnos unos a los otros, vamos a encajar. No era con cemento, ni con clavos, ni nada, no, era que las piedras ajustaban tan bien que podían…

Usted ha visto las piedras del muro de las lamentaciones? Esa es la fundación del templo. Son unas piedras gigantescas y esas piedras han permanecido siglos y siglos. Las otras fue porque las destruyeron los romanos, pero esas piedras, que eran la fundación están simplemente encajadas unas con las otras y así nosotros tenemos que ser.

Yo le tengo que pedir al Señor, Señor, moldéame para que yo pueda encajar con los demás hermanos. Hay que morir. En el matrimonio es igual. En el matrimonio… alguien me preguntó el otro día, bueno, que hay que hacer para tener un buen matrimonio? Yo le dije, morir mucho. Se lo dije inmediatamente. Es cierto. Por qué? porque hay cosas en tu vida que quizás si tu vivieras solo, tu no tendrías que cambiarlas. Están bien, no tienen nada de malo, pero como tu vives ahora a la luz de otro ser con el cual tu tienes que emparentar y empatar, hay cosas que si tu fueras una piedra solitaria en un pedregal, no habría problema, pero como tienes que ajustar muy bien con otra piedra, tienes entonces que tallarte, dejarte tallar por el Espíritu Santo para tu poder encajar con tu pareja. Digan gloria a Dios. Eso me salió tan bueno que quisiera grabarlos. Grábenme por ahí y déjenme oírlo otra vez. Eso es del Señor.

Hay que morir, hay muchas cosas que uno tiene que dejar atrás para que el matrimonio pueda funcionar bien. Y entonces dicen, pero por qué yo tengo que dejar eso si eso no es nada? No, no es nada en sí, solo, pero a la luz de tu pareja y de tu matrimonio, si tu quieres tener un matrimonio feliz y sólido y bendecido, sí es algo. Y si lo sacrificas Dios te va a bendecir por ello. Y si te dejas cortar ese pedacito Dios te va a dar otro pedacito mejor, porque eso es lo que hace que te hace tropezar. Unánimes juntos, estaban unánimes juntos.

Para que el Espíritu Santo se pueda manifestar en una congregación tiene que haber armonía. Yo le doy gracias al Señor, no somos perfectos, de vez en cuando nos jalamos los moñitos allí, pero normalmente esta es una iglesia, gloria al Señor, que hay armonía, hay sus cosas, dónde no las hay? Y yo les digo hermanos, protejamos eso hasta el último segundo. Cultivemos la armonía, cultivemos el amor. Si hay algo, alguna aspereza, con alguien apresúrate a reconciliarte con tu hermano, no lo dejes ahí languideciendo y desangrándote, busca sanidad. Perdona y pide perdón y arregla las cosas con tu hermano para que pueda fluir la unción del espíritu en la congregación.

Porque cualquier cosita es como… la iglesia es como una vena, una gran vena y el conflicto es como crecimiento de grasa que crean arterioesclerosis en la vena, cualquier conflicto entre dos hermanos es un pedacito de grasa que impide un poquito del fluir del espíritu. La iglesia que no tiene un pedacito de grasa, la tubería está casi tapada 80%, necesitan una operación de esas que le hacen… le meten una zonda por ahí para rasparle todo lo que está ahí adentro. Tenemos que mantener limpio el fluir del espíritu.

Yo amo el Espíritu Santo, hermanos, como nunca en mi vida. Yo deseo que el Espíritu Santo descienda sobre esta congregación. Y yo le doy gracias a Dios porque mucha gente viene aquí y dice, pastor, su congregación es amorosa. El profesor Eduardo Ramírez que estuvo aquí en estos veintipico de jóvenes de Eastern University el domingo pasado, me escribió, como siempre lo hace cada año que viene, me dijo, pastor, su congregación es una congregación excepcional, el Señor la gloria. Estos jóvenes dice, se fueron tan animados y tan agradados del calor de esta iglesia, se sintieron como en su casa. Yo le dije, hermano, esta iglesia es suya cuando quieran venir. Para mí lo más importante es manifestar el amor de Cristo sobre todas las cosas. Todo lo demás es secundario, hermanos, el amor de Cristo por eso es tan importante.

Por eso es que yo creo que el escritor puso esto aquí: “… estaban todos unánimes juntos…” por eso yo digo, esperen, por qué? porque mientras oraban juntos, mientras clamaban al Señor, mientras derramaban lágrimas pidiendo la unción del espíritu cada día venían, se reunían, sus espíritus eran hermanados, purificados y entonces cuando la vasija estaba preparada vino el Espíritu Santo sobre sus vidas. Estaban unánimes y juntos.

“…Y de repente, dice, vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba el cual llenó toda la casa donde estaban sentados, y se les aparecieron lenguas repartidas como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas según el espíritu les daba que hablasen….”

Yo decía, por eso hermanos, yo cada día me enamoro más y más del Espíritu Santo. Por eso en este tiempo… yo creo que estamos en un tiempo clave en que vamos a ver un derramamiento del Espíritu Santo increíble.

De paso, el próximo domingo es día de Pentecostés. El próximo domingo, ya llegamos a la conclusión de los 50 días que marcan. Así que el próximo domingo es día de Pentecostés y yo creo que esta estación, esta época en que estamos entrando es una época como nunca otra. Yo tengo grandes expectativas de ver la manifestación de Dios en una manera sin precedente en la historia de la humanidad. Muchas cosas que Dios ha hablado en mi corazón que yo pienso, bueno, me la está harbando a mí? No, se la está hablando a otros dondequiera. Esta mañana yo leía una carta que me habían enviado hacía como 3 semanas y yo no la había leído. Estaba allí en un sobre que me enviaron con unas grabaciones, una gente que tiene un don profético muy bello. Y yo pude leer esa carta y muchas de las cosas que esta gente decía acerca de esta época en que estamos viviendo ahora de la historia de la humanidad y de la iglesia, hacían resonancia en mí corazón. Yo creo que estamos entrando ya a los últimos tiempos y vamos a ver una gloriosa visitación del Espíritu Santo y yo quiero que mi iglesia se prepare, que mi iglesia esté lista para esa venida del espíritu de Dios.

Y yo quiero, yo mismo, estar listo y prepararme más y más para procesar esa presencia de Dios en mi vida y en mi ministerio y en el ministerio de esta iglesia. Es importante, hermanos, que nosotros entendamos esto.

Ayer mismo yo tuve una experiencia con respecto a eso. Yo iba a predicar, tenía la segunda predicación en el congreso de hombres y yo llevaba un sermón muy diferente, me había preparado para predicar, y había meditado y había orado, y de momento cuando llegué allí y fue más o menos cuando se paró el pastor Osorio a predicar, que algo me dijo, olvídate ese no es el sermón que tu tienes que predicar. Predica otra cosa y me dio exactamente el texto. Y yo prediqué sobre otro texto y creo que fue de bendición.

Pero mire esto, esto no es tanto la cosa. Yo le he dicho que muchas veces he tenido que hacer eso, más en esta etapa de mi vida, y yo creo que es por eso, porque según uno se va dejando guiar por el Espíritu Santo, el Espíritu Santo dice, ok, me estás escuchando, que bueno, te voy a dar más, te voy a dar más. Y a mí no me gusta pararme allí así sin preparar algo, pero cada día me encanta más fluir en el espíritu porque yo sé que si es de Dios, Dios va a proveer. Eso es lo bello y no hay nada como un pan recién horneado del espíritu, sacado del horno.

Después que yo terminé de predicar, al final de día, vino el hermano Héctor. Héctor, ven acá un segundito, por favor. Héctor es un hombre de Dios, es un hombre que ha estado muchos años en nuestra iglesia callado, un hombre respetable y respetuoso, muy especial, una familia muy bella. Y el hermano Héctor no es dado a estar con… yo nunca lo he escuchado a él hablar de estar con muchos alardes del espíritu ni nada por el estilo, pero si pueden poner un micrófono por favor. Pero Héctor vino y compartió conmigo algo al final y yo quiero simplemente… porque esto es acerca de cómo vivir nuestra vida fluyendo en el espíritu, lo importante es escuchar del espíritu y cuando el espíritu se está moviendo…

Héctor, dime algo de lo que tu compartiste conmigo ya al final del servicio? Dios les bendiga. Dios me les bendiga, queridos hermanos. Para mí la primera vez venir a hablar a petición del pastor frente a ustedes y resulta que en el día de ayer cuando nos preparábamos para asistir a la actividad de hombres saliendo del baño Dios me habló, me dijo, abre tu Biblia y vete a Lucas 5 y léelo.

Permítanme leerlo primero como el mandato que él me dio.

“Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesareth el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios….”

Así mismo, queridos hermanos, cuando llegamos a la actividad junto a mi hermano Félix, yo abrí la Biblia en el mismo capítulo Lucas 5 y le manifesté a él, mira, Dios me habló esta mañana de que abriera en mi Biblia Lucas 5, pero antes de manifestárselo a él se lo había manifestado a un hermano, el hermano Andrés que es ujier acá, a la entrada del edificio, y le dije, siento que aquí se va a hablar sobre esto. Y él me dijo, espera confirmación. Y así mismo dejé la Biblia abierta en la mesa, cuando el pastor dijo que había cambiado el sermón y que abrieran Lucas, capítulo 5, yo me quedé boquiabierto. Yo no tuve que hacerlo, ya estaba ahí. Y eso fue una confirmación y es algo de que no es casual. Eso quiere decir que Dios se está moviendo alrededor de nosotros y que el pastor está siendo grandemente usado por Dios para manifestarnos a nosotros a través de él, el mensaje. Queridos hermanos para mí fue una gran confirmación el día de ayer.

Gracias Héctor. Amén. Amén. La razón por la cual yo le pido a Héctor mismo que comparta es simplemente para ilustrar esta idea de que bello es cuando nosotros aprendemos a navegar en el espíritu y escuchar. Yo creo sin embargo, hermanos, que el Espíritu Santo siempre nos está hablando lo que pasa es que a veces no lo escuchamos, somos torpes, no somos diestros en discernir la voz de Dios. Porque cuando me vino eso, no fue como un ángel que me dijo verbalmente. No, fue algo, una impresión bien clara. Ese pasaje como que se me sembró en la mente. Yo dije, bueno, yo no sé por qué pero… y entonces yo conozco el pasaje comencé a pensar, claro que sí perfecta coincidencia con este momento de hoy.

Es bueno dejarse guiar por el Espíritu Santo. Es bueno, yo podría darle varias ilustraciones, pero me tomaría todo el sermón, pero ojalá, porque son ilustraciones. Esta misma semana, yo compartía una ilustración muy larga, pero no la voy a hace ahora mismo con los hermanos ayer, de como Dios me llevó a hacer una llamada telefónica estratégica y abrió una puerta extraordinaria. Simplemente escuchando su voz y accediendo a él.

Ahora, uno tiene que tener mucho cuidado con eso. No toda impresión es de Dios, hay que tener mucho cuidado con Dios, sabe. Yo he visto gente cometer serios errores, serios errores con respecto a eso. Uno tiene que tener mucho cuidado y experiencia, confirmación y sobre todo cuando son cosas muy delicadas en la vida. Uno tiene que buscar una seguridad y caminar muy cuidadosamente y sobriamente en el Señor.

Pero Dios quiere que aprendamos a fluir en el espíritu, a escuchar del espíritu, que nuestra vida está lubricada continuamente con el aceite, el ungüento del espíritu. Por eso él quiere bautizar las congregaciones. Y por eso en este tiempo yo estoy hablando tanto del Espíritu Santo y yo les animo, mis hermanos, mis hermanas a buscar esa llenura del espíritu en su vida, buscar ese bautismo del Espíritu Santo.

Si tu no has tenido todavía esa experiencia gloriosa hemos orado muchas veces aquí por los hermanos y las hermanas, seguiremos haciéndolo y tu también ahí en tu propia vida busca y espera y anhela y pídele al Señor ese bautismo del Espíritu Santo porque no podemos simplemente, bueno, yo acepté a Cristo un día y ya soy evangélico, tengo mi carnet para comprobarlo y no necesito más nada. No, hay una segunda experiencia, esa que el espíritu a través de Jesucristo le dijo a los discípulos esperen hasta que sean bautizados con poder de lo alto, investidos con poder de lo alto.

Entonces vino el Espíritu Santo sobre los discípulos y de ahí en adelante, desde ese momento en adelante vemos al Espíritu Santo manifestado en las páginas del Nuevo Testamento en muchas diferentes maneras.

En el libro de los Hechos lo vemos llenando muchas funciones, desde que cae sobre los discípulos. Cuáles eran algunas de esas funciones? Que son las mismas funciones que el Espíritu Santo quiere llenar en nuestra vida hoy, en tu vida y en la vida de la iglesia. Mire, yo veo que los discípulos recibieron denuedo. Digan denuedo. Es una palabra muy rara. Yo podría decir que recibieron valor, recibieron pasión, recibieron atrevimiento, coraje, podría decirse también, para testificar de Cristo Jesús.

Ahí está Pedro cuando en ese mismo momento cuando cae el Espíritu Santo mucha gente afluye a donde están los discípulos porque los están escuchando hablar en otras lenguas y hablar en lenguas, en ese momento el Espíritu Santo se manifestó con lenguas humanas. Eran las lenguas de todos esos judíos que habían venido a Jerusalén de diferentes países donde se encontraban, precisamente para celebrar Pentecostés. Los judíos siempre han estado esparcido por todas partes del mundo y como aquí en Estados Unidos, por ejemplo, que los judíos hablan inglés, o en Europa donde hablan francés, o alemán o cualquier otro de los idiomas europeos, o en Latinoamérica donde hablan español, todos esos judíos que vivían en diferentes partes del mundo, trabajando en comercio, en las diferentes cosas en que siempre han trabajado los judíos, habían llegado a Jerusalén para celebrar ese festival. Y cuando oyen a estos hombres y mujeres indoctos hablando en todos esos idiomas que ellos entienden, se quedaron boquiabiertos. Y entonces llegó una gran multitud alrededor de ellos, y ese Pedro que se acobardó ante una sola sirvienta que le dijo, tu eres de los discípulos de Jesucristo y él dijo, quién yo? Le dijo no conozco a ese hombre. De momento ahora se para como un general y les predica acerca del Cristo resucitado. Y los confronta, les dice, ustedes crucificaron al autor de la salvación. Y esa gente cayó y dijo, varones, hermanos, qué tenemos que hacer? Y él les dijo, recibid a Cristo y sed llenos del bautismo del Espíritu Santo.

Pedro tuvo un coraje, un valor. Y una de las cosas que el Espíritu Santo hace cuando nosotros somos llenos del Espíritu Santo, nos da valor para testificar, nos da efectividad, nos da denuedo para testificar. Y vemos a los discípulos de ahí en adelante testificando en diferentes situaciones ante autoridades, multitudes, funcionarios, como Felipe, ante el etíope, funcionarios del gobierno, diferentes personas con denuedo.

Otra cosa que vemos, vemos al Espíritu Santo dando efectividad y elocuencia en el ministerio. Estos hombres y mujeres se convirtieron en grandes instrumentos del Señor dondequiera que iban. Eran efectivos. No eran perfectos pero eran efectivos.

Yo he visto eso en las iglesias que cultivan la llenura verdadera balanceada del Espíritu Santo son iglesia bendecidas. Crecen, testifican y hablan con efectividad acerca del Señor Jesucristo como Señor y salvador. Tenemos que pedirle al Señor, Señor, lléname de esa efectividad por medio de tu Espíritu Santo.

Otra cosa, vemos al Espíritu Santo por dondequiera facilitando milagros. Donde está el Espíritu Santo hay milagros, hay señales, hay prodigios, surgen cosas sobrenaturales sobre las que hablaba el hermano Héctor.

Vemos por ejemplo, poco tiempo después que se derrama el Espíritu Santo están Pedro y Juan en la puerta de la hermosa, hay un cojo de nacimiento allí, y el Señor viene sobre Pedro, él testifica, declara sanidad sobre ese paralítico y este hombre que llevaba años y años ahí cojo, paralítico, sentado mendigando, de momento se para, salta y glorifica a Dios y crea toda una sensación, porque el Espíritu Santo facilita milagros. Donde se cultiva la presencia y el mover del Espíritu Santo hay una atmósfera donde Dios puede obrar. Se genera fe en la gente y entonces Dios puede hacer las cosas que él quiere hacer.

Otra cosa que vemos también aquí. Vemos al Espíritu Santo disciplinando y castigando. Sabe usted que el Espíritu Santo no es solamente para pasarle la mano a la gente y decirle Dios te ama, Dios te acepta como tu eres. Yo creo en todo eso, yo creo en la gracia de Dios, yo creo en la iglesia de misericordia, he hablado de amor y todas estas cosas, pero ¿saben qué? El Espíritu Santo también es siniestro, sabe. Le da una bofetada al más bonito. El Espíritu Santo confronta. El Espíritu Santo castiga.

Ananías y Safira, eso no pasó en el Antiguo Testamento con Elías, eso pasó en el Nuevo Testamento. Donde está el Espíritu Santo con poder hay confrontación, hay temor de Dios. Se requiere santidad. Amén, hermanos. Esa vida laxa en que vive tanto cristianismo hoy en día cuando está la llenura del Espíritu Santo verdaderamente la gente tiene temor de hacer ciertas cosas. Hay que hablar la santidad, hay que hablar la verdad de Dios, hay que confrontar las cosas que no están bien. Y cuando está el Espíritu Santo en medio de una congregación el Espíritu Santo puede castigar y disciplinar.

Yo he oído gente decir, no, eso de que Dios puede enfermar a una persona, Dios no enferma a nadie, mire, eso suena bonito pero no es bíblico, no es verdad. Ahí está en Primera de Corintios, dice, aquellos que comen de la cena del Señor y no disciernen el cuerpo del Señor, dice, por eso están muchos de ustedes enfermos y algunos hasta duermen. ¿Sí o no? Quién los hace dormir en otras palabras le corta el pescuezo? El Espíritu Santo porque no están….

Hermanos, donde está la presencia de Dios moviéndose hay que tener cuidado. Camina ligerito, sabe? Eso es algo que a mí me molesta en extremo hoy en día con tanto evangélico en esta nación norteamericana sobre todo. Los amo y lo saben tremendamente, pero veo muchas iglesias donde todo es amor y aceptación y gracia y que Dios te ama, Dios quiere prosperarte, Dios quiere hacerte un millonario, Dios quiere darte tres carros y 4 perros de raza, etc. y cantidad de cosas y nada de, sí, pero Dios espera que tu hagas ciertas cosas, tienes responsabilidad, tienes que comportarte de cierta manera, tienes que caminar rectamente delante de Dios, tienes que darle al Señor, tienes que dejarte confrontar, tienes que morir a muchas cosas.

No se oye esa parte. Todo es la mermelada y nada de comerse el pan, como los niños. Lamben la mermelada y entonces te dan el pan para que le pongas más mermelada. Cómete el pan también. Hay que buscar la otra parte también, la responsabilidad, lo que Dios espera de nosotros. Donde está el Espíritu Santo, hermanos, hay una expectativa de parte de Dios, que su pueblo va a regirse por los principios y los conceptos de la palabra de Dios. Señor, ayúdanos a ser una iglesia de santidad, una iglesia que te agrade, comienza conmigo, yo le digo al Señor. Padre ayúdanos a tomar muy en serio las cosas de tu palabra. Líbranos del mal. Líbranos de la tentación y ayúdanos a nosotros mismos a caminar de manera que tu te agrades de nosotros.

Yo veo aquí un llamado a la santidad. Ananías y Safira para mí, son una muestra. Donde está el Espíritu Santo hay seriedad. Hay que tener cuidado. Se habla claro. Se confronta el pecado, la gente es confrontada en sus comportamientos, hay expectativa de que tu te vas a regir por los caminos de Dios en todas las dimensiones. Yo creo en una iglesia profética, yo creo que en este tiempo el ministerio de Elías se va a hacer más y más fuerte. Ese último tiempo en que vendrá el profeta Elías a la tierra, o su encarnación, o su espíritu va a haber mucha confrontación en la iglesia.

Vamos a comenzar con la iglesia, hermanos, la iglesia tiene que arreglar muchas cosas. Hay que hablar claro. Yo creo en ese espíritu confrontativo. Yo sé que ustedes nunca lo han visto en mí pero…. se supone que se rían. Yo sé que muchas veces puede parecer un poquito áspero, pero hermanos yo creo que hay que tener cierta seriedad en las cosas de la vida, hay que caminar de cierta manera delante de Dios.

La iglesia de Jesucristo es una iglesia que tiene que reflejar el orden de Dios. Si queremos ser bendecidos tenemos que reflejar el orden de Dios. Por eso, entonces veo al Espíritu Santo disciplinando, castigando.

Otra cosa, veo al Espíritu Santo dando conocimiento profético, entendimiento, como al hermano Héctor a quien le habló y le dijo, yo quiero que se predique este pasaje en mi iglesia hoy. Es intuición profética.

Los discípulos entendieron que Ananías y Safira no habían vendido todas las propiedades que ellos decían. Se habían quedado con parte del dinero. El Espíritu Santo les dio entendimiento profético. Muchas veces a Pedro le dio entendimiento profético para que fuera a la cosa de Cornelio, conocimiento profético.

Vemos al Espíritu Santo también bautizando a mucha gente y llenándolos con su energía, a los 120 los bautiza, a Cornelio y sus amigos y familia los bautiza, a los efesios, los discípulos en Efesios en el capítulo 19 los bautiza, a los samaritanos los bautiza con el Espíritu Santo. Y el mismo Pedro cuando predica su primer sermón a 3000 personas habla acerca de que conviértanse y reciban la llenura del Espíritu Santo. Por eso es que yo creo, hermanos, que eso del Espíritu Santo no es solamente para la gente súper espiritual es para todo el que cree, todo el que ha recibido a Cristo como su Señor y salvador.

Hay un pasaje, no lo voy a buscar, bueno sí, aquí está, dice:

“Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados y recibiréis el don del Espíritu Santo porque para vosotros es la promesa y para vuestros hijos y para todos los que están lejos, para cuantos el Señor nuestro Dios llamare…”

La experiencia del bautismo del Espíritu Santo es para todo creyente, no es solamente para los súper espirituales. Todos tenemos que buscar esa experiencia y vemos al Espíritu Santo de ahí en adelante bautizando mucha gente.

Otra cosa, vemos al Espíritu Santo dando revelación. Hablé de conocimiento profético y revelación es más o menos lo mismo. Pedro tuvo su visión al respecto de Cornelio. A Ananías el Señor le haba y le dice, Ananías, ve a tal calle allá hay un hombre que se llama Saulo, yo tengo propósitos con ese hombre, ve, ora por él, ora para sanidad y para el bautismo del Espíritu Santo. Y Ananías se sorprende al principio porque ha oído hablar de Saulo, que es terriblemente anti cristiano, pero va en obediencia y Dios hace una obra maravillosa allí. Recibió revelación.

A los Apóstoles cuando iban a predicar en cierto lugar le dice, no, y después van a otro lugar, tampoco allí, después van a otro lugar y les dice, ahí es donde tienen que ir. Que bello es navegar las tareas de la vida cristiana con dirección y revelación de parte del Espíritu Santo. Cuantos errores nos evitaríamos y cuanto trabajo innecesario. Hay revelación.

Otra cosa, vemos al Espíritu Santo dirigiendo la obra evangelística. El Espíritu Santo coordina los movimientos y las decisiones de la iglesia. Uno de mis pasajes favoritos es Hechos 13 cuando están allí esos Apóstoles y profetas, perdón, profetas y maestros, dice, reunidos para ministrarle al Señor y mientras están ministrándole al Señor, dice que vino el Espíritu Santo y les dijo, apártenme a Saulo y a Bernabé para la obra para la cual yo los he reservado.

Que lindo es cuando los que ministran en el ministerio son gente verdaderamente llamada por Dios. Saben que hay mucha gente que se ha invitado a sí misma al ministerio y no siendo llamados por el Señor? Yo creo que hay una parte muy grande de gente en el ministerio ahora mismo que a veces bien intencionados tienen amor por las almas, tienen amor por el Reino de Dios, Dios les ha dado ciertos dones y ya por eso creen que Dios los ha llamado al ministerio pastoral, por ejemplo. Y Dios no los ha llamado al ministerio pastoral, Dios los ha llamado quizás para que apoyen a su pastor, sean maestros en una iglesia, hagan obra de evangelismo, pero no necesariamente para que encabecen una iglesia. Y yo creo que hay mucha gente hoy que se ha invitado pero no han sido llamados.

Entonces por eso viven a veces vidas infructíferas e infelices en el ministerio. Yo veo a veces personas que me da pena en el sentido más respetuoso de la palabra porque ellos mismos se quejan, no ven fruto, están amargados en el ministerio, su vida es una retahíla de tragedias y de fracasos y yo quisiera tener el valor a veces de decirle, hermano, quién soy yo para decir eso quizás, no me atrevo, decir, hermano, Dios no te ha llamado al ministerio pastoral. Como se atreve uno a decirle a una persona algo así?

Yo creo que cuando Dios te llama Dios te prospera y te bendice. No es posible que tu puedas llevar 20 años en el ministerio apretando el acelerador y nunca arranca. Eso no es de Dios. Cuando te bendice, Dios te respaldo. Va a haber pruebas, definitivamente pero también va a haber bendición, va a haber crecimiento, va a haber confirmación de que tu ministerio es de Dios. Pero mucha gente están enamorados del ministerio, no enamorados del Dios del ministerio.

Pero cuando hay palabra de Dios, Dios confirma y entonces viene la bendición. El Espíritu Santo dijo, apártenme a Saulo y a Bernabé para la obra para la cual yo los he reservado, y dice que los ungieron e impusieron manos y comenzó la obra más poderosa de toda la historia evangelística y apostólica. Todo un ala del ministerio nació porque el Espíritu Santo mismo appointed, asignó, estableció. Dice que él mismo estableció Apóstoles, profetas, pastores, maestros y evangelistas.

Cuando una iglesia se mueve en el poder del Espíritu Santo Dios habla, confirma, establece y la gente fluye en el don para el cual Dios le ha llamado. Es muy importante, pidámosle al Señor, Padre, danos sabiduría, danos el mover de tu espíritu para que nosotros podamos discernir dónde es que tu nos quieres, qué piedra yo soy. Soy piedra de fundación, piedra de pared, piedra de columna, piedra de techa, cuál es la parte que tu quieres que yo juegue? Porque todos somos parte del cuerpo y todos somos importantes.

Y pedirle al Señor, Espíritu Santo háblanos, enséñanos cuál es la función que tu quieres que nosotros desarrollemos. Es decir, esa visitación, esa venida del Espíritu Santo entre otras cosas desató todo esto que el Espíritu Santo hace y debe y tiene que hacer en nuestras vidas y en nuestros ministerios también.

Otra cosa, veo aquí el Espíritu Santo desató toda una ola de sanidades y liberaciones y milagros extraordinarios. Lo sobrenatural tomó control de la vida de la iglesia. Ángeles se aparecen, cadenas se caen, temblores inducen gente a convertirse al Señor, como el carcelero de Filipos. Extraordinarias sanidades se hacen, gente queda ciega por el juicio del espíritu, muertos son resucitados, todo porque se ha desatado un ambiente de milagros.

En Hechos, capítulo 5, versículo 12 al 16 veo por ejemplo, dice:

“… Y por las manos de los Apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón, de los demás ninguno se atrevía a juntarse con ellos más el pueblo los alababa grandemente, y los que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres….”

Miren que ambiente más eléctrico había en ese lugar. “… tanto que sacaban los enfermos a las calles y los ponían en camas y lechos para que al pasar Pedro a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos. Y aún de las ciudades vecinos muchos venían a Jerusalén trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos y todos, digan todos, todos eran sanados….”

¡Aleluya! Oigan hermanos, me encantaría ver eso. Yo quiero ver eso aquí en la ciudad de Boston. Tenemos que pedirle al Señor, Padre envía una bomba atómica aquí a Nueva Inglaterra que ese mismo ambiente sobrenatural se manifieste en medio de tu pueblo. No queremos business as usual, no queremos las cosas comunes y corrientes, queremos la gloria de Dios. Tenemos que estar inquietos pidiéndole al Señor más y más de esa atmósfera sobrenatural.

En último lugar vemos al Espíritu Santo facilitando el esparcimiento del Evangelio por medio de ese ambiente milagroso. Vemos los viajes de Pablo, vemos a Felipe encontrándose con el eunuco. Y algo interesante, ¿saben qué? otra cosa que yo creo que hace la presencia y la obra del Espíritu Santo, yo nunca lo había puesto así de esa manera, y yo creo que les va a ser difícil a ustedes decir amén a esto, persecuciones, persecuciones. Cuando el Espíritu Santo se mueve, hermanos, los demonios se molestan. Hay mucha gente endemoniada que cuando ven la cruz y el poder del Espíritu Santo comienzan a manifestar toda esa porquería que tienen adentro. Cuando la iglesia comienza a predicar a Cristo, como Señor, como salvador, y los valores del Evangelio y toda esa gente que no se conforma a esos valores, le crujen los dientes porque hay mucha gente…. Cuando una iglesia está moviéndose hay persecución. Sabe que nosotros hemos sido objeto de persecución? Y últimamente ha habido… el diablo se ha estado moviendo por ahí: críticas en la comunidad gay, homosexual, lo voy a decir asimismo, que el diablo se moleste si quiere, es su problema. Hay salió un artículo esta misma semana acusando a la senadora Chan Díaz, voy a hablar, que importa, de haber asistido a una de nuestras cenas, la cena de Alfa y porque ella asistió a la cena, y como ella ha sido apoyada por la comunidad gay aquí en South End, por eso le salieron, como dicen, de centellas, rayos y centellas le cayeron encima porque asistió a una iglesia que es discriminatoria contra los homosexuales.

Y que hay de nuestros derechos, la primera enmienda de los Estados Unidos, que dice que tenemos derecho de nuestras creencias espirituales? Somos nosotros una secta falsa por ahí comiéndose a los niños? Somos una iglesia, hay millones de gente que cree como nosotros en esta nación, la mayoría de esta nación, y sin embargo quieren marginarnos y meternos en una esquina porque hablamos la palabra de Dios.

Yo no voy a dejarme acobardar por el diablo, hermanos. Escúchenme bien. Y si están escuchando ahora mismo, que lo escuchen claramente, esta iglesia no va a dejar de predicar la palabra de Dios claramente. Si quieren ladrar, intimidar, amenazar, todo lo que quieran, pero no vamos a comprometer el Evangelio. No es que yo voy a estar en una guerra activa, para qué? yo amo esa comunidad, se lo he dicho en tantas maneras ya cuando he podido y eso para mí es simplemente un punto de muchas otra cosas que me preocupan en la vida cristiana en general.

Pero cuando llega el momento de decir eso, hablamos de tantas otra cosas, como hay que hablar contra el adulterio y como hay que hablar contra el rencor, como hay que hablar contra el latrocinio y todas las demás, la promiscuidad y la pornografía, y el divorcio y todas cosas que dañan la vida del ser humano. También hablamos en el momento adecuado de ese aspecto, ese fenómeno. Eso es todo. Pero habrá persecución, hermanos, habrá persecución para los que hablan el Evangelio.

Cuando una iglesia está llena del Espíritu Santo está buscando la santidad de Dios, se molestarán los principados y las potestades. Cuando se declare que Jesucristo es el Señor, el diablo no quiere aceptar eso y se molestará y usará diferentes maneras de intimidar, pero nosotros tenemos que mantenernos firmes, porque eso es lo que está matando esta nación, cristianos acobardados, que están cada día callando más y más la verdad de Dios para no molestar a la gente, para que no molesten con ellos porque creemos que con esa simpatía falsa vamos a ganar a la gente. El diablo nunca se va a convertir, hermanos, por más que usted dance delante de él y se cambie el moño y se pinte los labios de diferentes colores, él seguirá siendo diablo.

Él quiere que usted se convierta a él, él no se va a convertir a usted. Así que será mejor, de la cara simplemente y sea frontal. Y predique el Evangelio y sea claro.

Entonces lo voy a dejar ahí, hermanos, hay muchas cosas que podemos sacar de este capítulo 2. Yo quiero que la próxima vez hablemos acerca de las lenguas, el viento y el fuego que se manifiesta aquí en este maravilloso pasaje. Lenguas repartidas como de fuego y también un viento recio. Qué quería decir el Señor con estas cosas? Pero vemos aquí, donde está el Espíritu Santo moviéndose hay denuedo para testificar, efectividad y elocuencia en la predicación, milagros, disciplina y castigo, conocimiento profético, bautismo del Espíritu Santo, revelación para la obra, dirección pormenorizada del Espíritu Santo, sanidades y liberaciones frecuentes y el esparcimiento del Evangelio por diferentes maneras incluyendo la persecución.

Que el Señor te bendiga, mi hermano. Enamórate del Espíritu Santo. Ponte de pie. ¡Aleluya! Vamos a decirle al Señor, Señor amamos tu espíritu. Amamos la energía de tu espíritu, Señor. Amamos la electricidad, el calor, la calefacción que da tu espíritu y queremos ser calentados por ti, Señor. Toma tu iglesia, Señor, toma control de este espacio, Espíritu Santo. Señor, toma control de cada brasita que está en cada asiento, comienza con la mía, Señor.

Estamos enamorados de ti y queremos ver tu gloria. Queremos ver tu gloria. Espíritu de Dios, Espíritu Santo apodérate de esta iglesia. Posesiónate de esta congregación. Señor, amamos tu espíritu y pedimos que nos bautices y nos llenes cada día más y nos ayudes a caminar, Señor, como tu quieres que caminemos. Guárdanos del mal, guárdanos de errores, guárdanos de entusiasmos excesivos, no autorizados por ti, Señor. Guárdanos de excesos. Ayúdanos a caminar dirigidos específicamente, balanceadamente por ti, Señor, paso a paso. Amamos tu presencia espíritu de Dios.

Dile al Señor, te amo y te necesito y te deseo, te requiero espíritu de Dios. Queremos más de ti. Queremos más de ti. Queremos que nuestras reuniones, Señor, sean reuniones donde tu presencia manifiesta esté en medio de nosotros, Señor. Queremos que nuestra adoración, Padre esté caracterizada por esa presencia tuya, Señor. Bendecimos estos músicos, Señor, y declaramos sobre ellos esa mentalidad de la cual hemos hablado, Padre, en el nombre de Jesús.

Comienza conmigo, Padre. Pon en nosotros apetito de adorar, de estar en tu presencia, tener intimidad contigo, Señor. Oh espíritu de Dios, queremos más de ti. Queremos de tu gloria. Bautízanos, llénanos, bautízanos, radicalízanos, Señor. Radicalízanos, Señor.

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¿Porqué a mí?

10 de mayo del 2010 - Por Miriam Carrasquillo

“Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido...”
1 Pedro 4:12

Hay momentos en la vida en que pasamos por pruebas muy difíciles que nos llevan a hacernos éstas preguntas. ¿Porqué a mi? ¿Por qué me están sucediendo estas cosas? Cuando el momento de la desesperación llega siempre tratamos de encontrar un “porque”, y esto, aunque parezca raro, es algo normal, y digo normal porque en nuestra desesperación simplemente estamos tratando de encontrar una salida al problema.

Sabes… muchos de nosotros, los cristianos, hemos pasado por el mismo dilema, nos hemos hecho las mismas preguntas: ¿Porqué si soy hija de Dios y sigo sus principios? Les diré algo que quizás les parezca un poco extraño. Dios si permite que situaciones adversas lleguen a nuestras vidas; y sabes ¿porqué? Porque nos ama y tiene un plan perfecto para ti y para mí. Dios no nos mira como lo que somos, sino como lo que podemos llegar a ser. Quiere formar en nosotros la criatura que él ha predestinado.

A veces estamos tan desentendidos de Dios y tan lejos que él tiene que permitir pruebas difíciles para tornar nuestra mirada hacia él. Pensamos muchas veces, erróneamente, que por ser cristianos todas las cosas nos tienen que salir como las deseamos.

Algunos dicen, solo basta una oración y problema resuelto, la prueba se va y todo vuelve a la normalidad. Entonces cuando no sucede así se sienten mal y aun su fe empieza a titubear: ¿Será que Dios no oye mis oraciones? ¿Será que estoy mal delante de él? Permítame decirle que no creo que sea ni una cosa ni la otra. Nosotros como hijos de Dios tenemos que ser enseñados por él, y muchas veces por medio de situaciones difíciles. Lo que si debemos tener siempre presente es lo que él nos dice en Romanos 8:28 “…A los que aman a Dios TODAS las cosas les ayudan a bien”, aunque en el momento no lo parezca.

Oración:
Padre, enséñanos a ser agradecidos por todo y a entender que tú estás en control siempre. En Jesús tu hijo. Amén.

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Una exhortación a los padres

Transcripción

Esta mañana yo quiero hablarles, hacer una exhortación acerca de la paternidad y la maternidad. Yo sé que hoy es el día de las madres, pero vamos a incluir a todo, mamá y papá, porque el mensaje es para ambos. Y para empezar yo quiero que comencemos leyendo un pasaje en Marcos 10, del versículo 13 al 16. Este es un pasaje conocidísimo. Yo creo que prácticamente todos ustedes lo conocen, es el pasaje donde se dice que Jesús bendecía a los niños, un pasaje muy conocido por muchos de nosotros.

Y yo quiero que nos imaginemos la escena, algo que ayudar a darle vida a la palabra de Dios es imaginarnos, es cerrar nuestros ojos e imaginarnos que estamos allí, ponerlo a todo color. A veces nosotros leemos la palabra en blanco y negro, pero la podemos leer la palabra tridimensionalmente con high definition, con colores preciosos, así es que Dios quiere que nosotros leamos la palabra. Así que vamos a imaginarnos esa escena. Está Jesús posiblemente era un campo, un campo abierto. Yo me lo imagino a él sentado en una piedra grande, imagino que hay gente a todo su alrededor pero que hay un espacio que los mismos discípulos y quizás el mismo Jesús ha dejado abierto para que vengan a él. Así que está él rodeado de gente, yo me lo imagino mirando a la gente, haciendo contacto visual con ellos, y deseando darles las palabras de vida que ese pueblo necesitaba escuchar.

Así que vamos a leerlo así, y quiero que lo vean desde la perspectiva de padre y madre este pasaje. Dice así la palabra en Marcos 10 13 al 16:

“… y le presentaban niños para que los tocase….” Eso era una costumbre en aquel tiempo, cuando había una persona de cierta importancia, fuera espiritual, política, los padres muchas veces deseaban traer a sus hijos a esas personas para que los tocasen, simplemente un toque, ustedes han visto los políticos hoy, ustedes han visto en la televisión pasa a cada rato, especialmente en el tiempo de elecciones, que la gente está las barreras para que la gente no pase de cierto punto para que los políticos tengan su espacio y su seguridad y están los papás ahí muchas veces con sus hijos pequeños y lo que quieren es que el político, aunque sea toque un poquito al hijo. Pero obviamente en este caso ellos quieren que alguien que tiene obviamente tenían conocimiento que tenía una profundidad espiritual, un mensaje que esa persona tocara a sus hijos.

Los discípulos reprendían a los que los presentaban. Los discípulos se tomaron la prerrogativa de decirle a estas personas que estaban presentando a los niños, les decían, no, no, no. Yo me imagino que la razón es el Maestro está ocupado, esto no es para niños, su tiempo es limitado así que tiene que dedicárselo a los adultos no a los niños, esto es una pérdida de tiempo, los niños total qué van a recibir con eso, es mejor que él pueda declarar sus palabras, su mensaje sin esas interrupciones que los niños proveen. Y evidentemente no habían escuchado los mensajes de Jesús acerca de la humildad.

Y entonces decía, cuando él vio esto, Jesús obviamente siempre estaba pendiente de todo, tenía ojos por todos los lados de la cabeza, ¿verdad? Como hacemos muchas mamás y papás que sabemos, tenemos ojos por atrás de la cabeza también. Pues Jesús estaba pendiente de todo el cuadro y cuando vio esto, cuando vio que los discípulos estaban reprendiendo a las personas que presentaban a los niños, qué dice la palabra en el próximo versículo? Dice:

“….viéndolo Jesús, qué dice?, se indignó y les dijo…”

Se indignó. Qué quiere decir indignarse? Estamos hablando es un enojo fuerte, ¿verdad? Y es un enojo que la palabra aquí lo que quiere decir es que se enojó pero a la mismo vez había dolor en su espíritu por lo que él estaba viendo, por lo que los discípulos estaban haciendo. O sea que no simplemente cuando nos enojamos porque estamos frustrados, algo superficial, no, cuando habla que el Señor se indignó fue que él vio que esto no podía pasar, que él tenía que hacer algo en el momento, tenía que dar una lección de que eso estaba incorrecto. Y le causó dolor en su espíritu ver lo que los discípulos estaban haciéndole a estos niños. Y dijo Jesús:

“… dejad a los niños venir a mí y no se lo impidáis…”

Muchas veces yo he escuchado personas leyendo este pasaje, lo dicen, dejad a los niños venir a mí y no se lo impidáis, como un tono así como de…. Cuando uno está indignado, uno no usa ese tono, uno usa un tono categórico, fuerte. Así que yo creo que el Señor dijo aún quizás más fuerte que esto:

“… dejad a los niños venir a mí y no se lo impidáis….”

Se lo dice dos veces, por si no entendiste, dejar a los niños venir a mí, te digo, no se lo impidáis. Es una orden doble para darle más énfasis. Entonces miren por qué?

“…. Porque de los tales es el Reino de Dios, entonces sigue añadiéndole a este concepto de que los tales es el Reino de Dios, dice, de cierto os digo que el que no reciba el Reino de Dios como un niño no entrará en él…”

En otras palabras, los niños son modelo para todos nosotros. Si ustedes miran, cuando leía este pasaje vi un viaje unos cuantos años atrás cuando yo era niña y recordé momentos en los que yo todavía los recuerdo donde yo sentía la presencia de Dios en mi vida, donde había un deseo de conocer a Dios y tener hambre de Dios y servirle. Estamos hablando de una niña de 3, 4, 5, 6 años. Yo recuerdo que a mis hermanitos yo los sentábamos y jugábamos a la iglesia; yo era la pastora y ellos eran los congregantes. Y yo les enseñaba la palabra y oramos juntos y digo de dónde salió eso? Es que los niños, si ustedes traten de hacer ese viaje mental para que ustedes vean la sensibilidad que hay en los niños. Los niños obviamente también hay una mancha de pecado en los niños también, eso lo vemos en el egoísmo que tienen. Los niños no son perfectos así que yo no creo que a eso apunta la palabra sino más bien lo que está diciendo es que ellos son ejemplo para nosotros porque tienen una confianza en su mamá y en su papá como nosotros debemos tenerla en nuestro Padre celestial.

Los niños, si usted le dice a un niño, siéntate ahí que yo te voy a traer una galletita ya mismo. Qué hace el niño? Ahí se queda y está pendiente a donde está la jarra de galletas porque sabe que de verdad si mamá dice te voy a traer la galletita ya mismo, es porque lo va a hacer. Es una confianza. Y el niño no está preguntándose, me lo dará, no me lo dará? Qué motivaciones tendrá mi papá de darle la galleta, será que quiere otra cosa, será que….? No, el niño simplemente confía y no solamente eso, sino va a su padre y pide.

Nuestro nietecito viene a nuestra casa y él ahora tiene un truquito nuevo, él siempre dice tita, tita, es galletita, él sabe dónde están y todo y señala para las titas, entonces ahora, como a veces le decimos que no hay galletita porque no es tiempo, ahora dice, una. Y obviamente quién se va a resistir que te dice así con la carita una? Nadie. Así que él tiene la confianza de que va a obtener lo que él quiere ya que los que proveen para él, de los que le aman. Así que a eso yo creo que a esa cualidad del niño se refiere el Señor. El niño cree sin cuestionarlo.

Nosotros vivimos en una época donde todo lo cuestionamos. El niño cree sin cuestionar. Simplemente si usted le dice, sí papito, o mamita, esto es rojo, aquello es azul, el sol se pone a las 5, a las 6, él lo cree, no tiene problemas con eso. No está cuestionándolo. Así que esa cualidad es la que tenemos que tener nosotros para entrar al Reino de Dios. Y ellos son modelo para nosotros.

Y después en el versículo 16 dice; “… y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos los bendecía…”

Tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos los bendecía. Eso me dice a mí que Jesús en este caso hizo mucho más allá de lo que estaban esperando los que traían a los niños a Jesús. Porque fíjense que en el primer versículo 13, qué les dice? Y le presentaban niños para qué? para que los tocase. Estos padres, o estos quienes fueran, se conformaban con que Jesús los tocase. Pero Jesús no solamente los tocó sino que, no puso su mano así levemente, algo superficial sino que los tomó en los brazos, puso las manos sobre ellos y los bendecía.

Imagínense la escena, él está sentado en esta piedra grande, coge a cada niño individualmente o quizás dos a la vez, es posible que hayan sido…. No, pero no puede ser dos porque necesitaría muchas más manos. Así que cogía uno a la vez, así que si ahí había no sé cuántos, 30, 50, 100 niños, él hizo eso con cada uno de esos niños, los tomó en los brazos, puso la mano sobre ellos y los bendijo.

O sea que usó muchas maneras de llegar al espíritu de ellos. El contacto físico es tan importante para nuestros hijos, es esencial aún biológicamente está comprobado que el contacto físico ayuda aún a la digestión, así que algo tan sencillo que uno ve, y por eso no ve que los niños están en orfanatos o en hogares donde hay negligencia en el cuidado, en el cariño, esos niños sufren en todo, emocionalmente, físicamente, en todas las áreas de su ser sufren. Así que el contacto físico es importante. Jesús los tomó en los brazos, ellos sintieron la presencia del Señor, puso la mano sobre ellos. Yo no sé, yo me imagino quizás se la puso en la cabecita que es lo que muchos hacemos, ¿verdad? Ponemos la mano sobre la cabecita de un niño, lo bendecimos, y los bendecía. Así que también declaró palabras de vida sobre cada uno de ellos.

Y cuando uno ve eso entonces uno tiene que preguntarse, bueno, quiénes llevaban a los niños? Uno asume que eran los padres, ¿verdad? Los hermanos mayores quizás, podría ser, pero yo asumo que mayormente serían los padres los que trajeron a los niños a Jesús. Esa es uno de nuestras funciones principales en la vida, o la principal, no una sino la principal, es traer a nuestros hijos a Jesús.

Y esto es un modelo para nosotros. Lo que Jesús hizo con estos niños es un modelo para cada uno de nosotros. El tomar a nuestros hijos en nuestros brazos, poner las manos sobre ellos y bendecirlos. Bendecirlos es declarar palabras de bendición. Muchas veces palabras proféticas de lo que Dios nos ha dicho acerca de lo que ese niño es o va a ser.

Yo creo que sinceramente si yo les pregunto a cada uno de ustedes, padres, abuelos, tíos, hermanos mayores, cada uno de ustedes quieren que los niños en su vida tengan una relación personal con Jesús ¿verdad que sí? Eso no hay duda. Y cada uno de nosotros de ver un peligro, si usted ve que viene un carro acercándose a un niño, qué usted hace? Está en peligro. Usted corre y deja lo que sea y usted se pone en medio para proteger a ese niño ¿verdad? O si vemos cualquier peligro, un perro que se abalanza sobre ellos, cualquier cosa, nos ponemos en alerta enseguida y accionamos. Esa es parte de nuestra función como padres es precisamente proteger a nuestros hijos. Lo que pasa es que hay muchas cosas. El carro es evidente, el perro es evidente, muchos otros peligros para nuestros hijos son evidentes, pero hay otros que no son tan evidentes.

Así que lo que yo quiero hacer en esta mañana es exhortarlos en diferentes áreas acerca de la crianza de nuestros hijos para que expandamos nuestra visión. Digamos, son cosas que yo he aprendido, ese es el beneficio de la edad. Cuando vivimos en el Señor y aprovechamos el tiempo como Dios quiere, eso nos da sabiduría. Le pedimos sabiduría, las experiencias vividas en el Señor, nos traen más sabiduría.

Así que hoy lo que quiero es de lo que yo he aprendido compartir con ustedes. Y una cosa que yo creo que es muy importante es entender que Dios creó al ser humano con mente, cuerpo y espíritu y esto no es diferente en la vida de un bebé recién nacido o de un niño pequeño. En otras palabras, el espíritu de un niño no es más pequeño que el espíritu suyo, que ya es adulto, no es más pequeño. Es igual, está lleno de potencial en el Señor, es un espíritu vivo, ya definido por el Señor desde antes de la fundación del mundo.

Yo creo que eso hace una diferencia, porque si nosotros entendemos con qué material estamos trabajando, eso nos debe motivar a ser más responsables y más intencionales en cómo criamos a nuestros hijos. Eso es bien importante. Eso para mí fue una revelación cuando yo me di cuenta, yo no puedo descuidarme, yo no puedo perder el tiempo con otras cosas. Yo tengo que enfocarme en criar, en nutrir el espíritu de mi hijo o de aquellos niños pequeños y aún adolescentes. Los niños en mi vida tienen que ser nutridos y hay que hacerlo desde pequeños.

Nosotros tenemos a veces una tendencia a pensar que los niños se entretienen cuando son chiquitos, y entonces después más adelante nos ocupamos de enseñarles las verdades espirituales. No es así, yo creo que desde el vientre nosotros debemos empezar a bendecir la vida de ese niño, a declarar proféticamente sobre el espíritu del niño.

Fíjese los niños son tan sensibles. Hay estudios que han comprobado que un niño oye música y que un niño que escucha música dentro del vientre de su madre, cuando nace va a ser más sensible a la música, así que si eso es verdad, y estamos simplemente de mecanismos de oído, mecanismos cerebrales, cómo no va a ser verdad también que el espíritu también recibe desde que está dentro del vientre de su madre. Así es esa es la primera verdad que yo quiero compartir con ustedes: ver a ese niño y entender el potencial y determinar desde temprana edad a precisamente nutrir ese potencial.

Yo tuve una experiencia, y perdonen otra vez que saque lo del nieto, es que sabe que esas etapas, a veces uno se ríe de los abuelos que todas las historias son de los nietos, pero cuando uno llega ahí uno se da cuenta por qué es. Es que es otra etapa. Ya ustedes, las que no han llegado a ella verán. Pero de todas maneras, un día yo estaba cuidando a Caleb en la casa y tenía 5 meses, se había dormido en mis brazos y yo simplemente me había quedado disfrutándolo, me había quedado con él así agarrado, y de momento el espíritu del Señor me llevó a profetizar sobre su vida.

Y así empecé, bien calladita, en una voz bien callada, o sea que no iba a despertar a nadie, muy calladamente empecé a declarar el favor de Dios sobre su vida y lo que Dios va a hacer en su vida, lo que el Señor me iba diciendo, yo lo declaraba sobre él en una voz muy calladita. Saben, ese niño estaba profundamente dormido. Ustedes saben que los bebés a los 5 meses duermen y duermen. Y él de momento tan pronto yo empecé a profetizar sobre él, él abrió los ojos bien fijos, me miró fijo a mis ojos, me miró tan pronto yo terminé dije la última palabra, dije amén, él cerró los ojos y siguió durmiendo. Podemos decir, es casualidad, yo sé que no fue casualidad, yo sé que él estaba respondiendo al espíritu de Dios que le estaba hablando por medio de mí. Eso me enseñó una lección que yo no desaprovecho ninguna oportunidad ahora sobre la vida de él, sobre la vida de otros niños, y sobre la vida de los adultos también. Si Dios me dice algo, vamos a bendecir a la persona en el momento.

Así que en la palabra también tenemos muchos fundamentos para saber que el espíritu de un niño, el llamado de Dios sobre su vida está ahí desde temprano. Fíjese, vamos a las Escrituras, no tienen que buscarlo, solo tienen que apuntar, en Isaías 49, versículo 1 dice:

“Oídme Costas, este es Isaías hablando, y escuchad pueblos lejanos, Jehová me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria…”

Y si vamos al versículo 5 de ese mismo pasaje del capítulo 49 en Isaías, dice:

“Ahora pues dice Jehová, el que me formó desde el vientre para ser su siervo...”

Qué nos dice eso? Llamado los ojos de Dios ya puestos sobre Isaías desde el vientre, no cuando Isaías tenía 50 años, ni 40, ni 30, desde el vientre. No les cambia eso la perspectiva de cómo tenemos que creer acerca de los niños aún desde el vientre?

En Jeremías que es otro ejemplo, y en la palabra hay muchos más ejemplos pero estos son los únicos que vamos a ver hoy, en Jeremías en el primer capítulo, versículo 4 dice:

“… vino pues palabra de Jehová a mí diciendo, antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones…”

Guau! Así que ya un llamado, pleno sobre la vida de Jeremías. Dice antes de que te formaras en el vientre, o sea que no estamos hablando de vientre, aún antes, ya Dios puede tener planes y propósitos para nuestros hijos porque Dios no solamente llama a los adultos. Como nos dice en esos versículos en Isaías y Jeremías, Dios llama aún antes de nacer.

Y yo creo que parte de los privilegios que nosotros tenemos como padres es preguntarle a Dios qué él tiene para cada uno de nuestros hijos? Si no le preguntamos él no nos va a contestar, así que tenemos que preguntarle a Dios, Señor, qué tu tienes para este chiquitito que solamente dice, gu, gu, gu y llora, y que tengo que cambiarle el Pampers cada dos horas, qué tu tienes para este bebé?

Yo lo sé por experiencia que yo desconocía esta verdad cuando tuve a mi primera hija, pero ya cuando llegó la segunda ya yo había aprendido. Y el Señor me habló acerca de mi hijo. Después me habló acerca de la mayor también cuando ya era un poquito más grande. Pero en el momento en que ella nació Dios me dio el llamado de ella. Así que Dios si nosotros tenemos la disposición, el entendimiento para entender cómo son estos asuntos espirituales sobre nuestros hijos, Dios nos lo va a revelar. Él nos va a revelar lo que él tiene para cada uno de nuestros hijos y cómo es él quiere usarlos.

Así que nosotros como padres somos observadores, todo el tiempo viendo cómo es mi hijo, qué tendencias tiene, cómo es su temperamento, qué veo que a él le gusta, qué sensibilidad espiritual tiene. O sea, todo eso nosotros tenemos que verlo y nutrirlo, igual que nosotros nutrimos la mente de nuestros hijos, vamos a nutrir el espíritu igualmente.

Si volvemos al pasaje de Jeremías, el primer capítulo de Jeremías, el verso 6 entonces, nosotros vemos la respuesta que Jeremías le dio a este llamado, a las palabras de Jehová de que iba a ser profeta de las naciones y que lo había conocido aún antes de nacer. Fíjese lo que Jeremías le contesta en el versículo 6, dice:

“… y yo dije, ah, Señor Jehová, he aquí no se hablar porque soy niño… y qué le dice Jehová? Oigan la respuesta en el verso 7, dice “… no digas soy un niño porque a todo lo que te envíe irás tu y dirás todo lo que te mande…”

En otras palabras, el mismo Señor, el mismo Dios qué hace? Jeremías se auto limita dice, pero yo soy solamente un niño. Y qué le dice Jehová? Que no tome en cuenta su niñez, que eso no es un factor el hecho de que sea niño. Claro, sabemos que el llamado de Jeremías se fue desarrollando con el tiempo. Nosotros entendemos eso. Un niño que ha sido llamado a ser profeta no es necesariamente profeta desde los 3 meses ni los 10 años, a lo mejor, pero está en preparación. Entonces nosotros tenemos que nutrir eso, tenemos que ser partícipes de ese proceso de limitación.

Y otro ejemplo en cuanto a esto está en el primer capítulo de Lucas, en el versículo 76, ahí encontramos cuando Zacarías da unas palabras proféticas sobre su hijo Juan, que sabemos que después sería Juan el Bautista. Miren las palabras que declara Zacarías, este padre, sobre su hijo en Lucas 1:76, dice:

“… y tu niño, profeta del Altísimo serás llamado porque irás delante de la presencia del Señor para preparar sus caminos….”

Esto es un padre profetizando sobre la vida de su bebé y este bebé en ese momento estaba recién nacido. Así que eso es lo que Dios nos llama a profetizar sobre la vida de nuestros hijos, a estar observando cómo está el espíritu de ese niño, cómo yo puedo ayudar a nutrirlo. Y como una parte yo les animo a escoger el nombre que Dios quiere para sus hijos.

Mucha gente pone nombres sin discernimiento y escogen, bueno, yo voy a mirar el nombre de la abuela tal con la tía tal, acá, y voy a hacer un nombre nuevo, y no nos preguntamos…. Si usted quiere hacer eso, usted tiene todo el derecho de hacerlo, yo sé eso, pero busquen, busquen qué es lo que Dios les está diciendo acerca de ese niño, esa niña para que usted pueda poner el nombre de acuerdo. Los judíos practicaban eso y hasta el día de hoy lo practican. Yo creo que es una buena práctica y yo me gozo, yo veo dentro de nuestra congregación hemos a través de los últimos años cómo la gente está haciendo precisamente eso. Yo no sé si ustedes se han dado cuenta pero estoy pendiente de los nombres de los niños pequeños de nuestra congregación y me he hado cuenta que hay un deseo de honrar a Dios con el nombre y de estampar una personalidad proféticamente en la vida de los niños.

Así que si usted tiene algo que ver con eso, por favor busque del Señor para saber qué nombre ponerle a los niños, especialmente si son los suyos, los ajenos no se los ponga, pero los suyos sí. Sí, porque hay gente que también quiere poner su nombre y hay que respetar lo que los padres quieren. No hay nada más importante que la salvación de nuestros hijos. No hay nada más importante que su vida espiritual.

Muchas veces nosotros tenemos metas muy específicas en cuanto a la educación de nuestros hijos, todo el mundo quiere que sus hijos estudien una vocación o una carrera, queremos que crezcan en diferentes áreas, en el deporte, pero también tenemos metas en cuanto al carácter de Dios que nosotros queremos ver formados en ese niño, en cuanto a la profundidad de su relación con el Señor. Eso es importante, igual que tenemos metas para lo demás, tenemos que tenerlo para eso. Tenemos que ser bien consecuentes y diariamente trabajar en esas metas.

Yo recuerdo, cuando yo mi hija mayor tenía 2 añitos Dios me confrontó con la realidad de que yo no tenía muy claras mis metas en el sentido espiritual sobre su vida. Yo recuerdo que entré a su cuarto, iba a orar por ella y Dios me redarguyó, me dijo, tu tienes que ser más específica en cuanto a lo que pides sobre la vida de tu hija. Ya después aprendí, con la segunda fue diferente, fue un proceso de aprendizaje. Así que yo les estoy dando perla de sabiduría a ustedes.

Desde ahora empiece, pregúntele a Dios, Señor, qué metas yo tengo que ponerme? Qué prácticas yo tengo que incorporar en mi vida para que mis hijos crezcan espiritualmente desde que son niños, no esperando a que sean más grandes, sino desde que son niños. Una trampa en este mundo es pensar este asunto de, ellos tienen que escoger. Cuando mi hija o mi hijo sean más grandes, pues ya escogerán cómo sirve al Señor, qué dones Dios le va a dar. Eso no es así, imagínese qué tonto sería que nosotros escogiéramos libros de texto, libros de matemática, de ciencia, de lenguaje, de literatura, los tiramos ahí al piso, se los tiramos en el cuarto al hijo, y le decimos, hijito, cuando a ti te plazca, cuando tu crezcas, cuando tu sientas la inclinación de estudiar matemáticas, pues ahí está el libro. Tu lo coges cuando tu quieras. Eso sería tonto ¿verdad que sí? Ninguno de nosotros haría eso. Hay un orden y hay que hacer las cosas, hay que hacer las tareas, hay un orden y una disciplina. Eso mismo tenemos que llevarlo a lo espiritual. Claro, sin rigidez. No estamos hablando de rigidez ni de legalismo. Porque las lecciones mejor aprendidas son las que se aprenden en el ambiente natural y en el momento natural. Esas son las mejores lecciones, no las que se nos imponen con tablazo, o un biblazo en la cabeza. Esa no es la idea. Pero estemos pendientes y guiemos a esos chiquitos desde el comienza y aún… no importa la edad que tengan, nunca es tarde para sembrar en la vida de nuestros hijos. Pero si empezamos temprano en la vida mucho mejor resultado.

Y fíjese vamos a leer un pasaje, ese pasaje está en Deuteronomio 6, vamos a leer los versículos 1, 2 y del 5 al 7, porque es un versículo clave acerca de cómo el hogar es el verdadero lugar de discipulamiento para nuestros hijos. Y son palabras de Moisés al pueblo de Dios, Deuteronomio 6 dice:

“… estos pues son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová, vuestro Dios, mandó que os enseñase para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para tomarla…”

El pueblo estaba pronto a entrar en la tierra prometida, así que está ahí Moisés dándole las últimas encomiendas de parte de Dios al pueblo.

“… para que temas a Jehová, tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando…” Y fíjese lo que dice ahora, dice: “… tu, tu hijo, y el hijo de tu hijo…”

O sea, estamos hablando de que esto no es solamente para ti, es para tus hijos, tus nietos y todos los demás.

“… todos los días de tu vida para que tus días sean prolongados y amarás a Jehová, tu Dios, de todo tu corazón y de toda tu alma y con todas tus fuerzas, y estas palabras que yo te mando hoy estarán sobre tu corazón y las repetirás a tus hijos y hablarás de ella estando, díganlo conmigo, en tu casa y andando por el camino y al acostarte y cuando te levantes…”

Ok, así que a quién le corresponde discipular a los hijos en las cosas del espíritu? A los padres, es a la familia en todo momento. Fíjese todos esos son momentos cotidianos de la vida, en la casa, andando por el camino, llevándolos a la escuela, recogiéndolos de la escuela, llevándolos al dentista, llevándolos a la práctica de soccer, lo que sea que usted haga y al acostarte. Esos momentos tan lindos que el niño ya está en la cama tranquilito, ya es como que uno lo ve diferente, ese alivio. Yo no sé qué es, yo no sé si es por amor al hijo o es por alivio. Ya se va a acostar, ya puedo seguir, ya puedo tener un rato de tranquilidad. Yo creo que parte es eso también. Pero en tu casa, andando por el camino, al acostarte y cuando te levantes. O sea, en todo tiempo nosotros tenemos que hablarles de las maravillas de Dios, declararle los estatutos y los decretos de la palabra de Dios a nuestros hijos. Y como decía antes en maneras orgánicas y naturales.

Y yo quiero decirles que la iglesia no es la que tiene la responsabilidad de discipular a los hijos, a nuestros hijos. Alguna gente cree eso. Pero no es la iglesia. Claro, sí es importante, es esencial que una iglesia tenga programas de discipulamiento para todas las edades, en particular para niños y jóvenes. Eso es esencial en una iglesia, es parte de la vida de una iglesia. No es que yo no estoy subestimando la importancia de eso. Pero esos ministerios caminan a la par con nosotros como padres o como abuelos, o tíos, lo que sea, están a la par, son recursos para nosotros enriquecer lo que ya estamos haciendo en nuestra casa. No es un sustituto. No es que aquí es que vienen a leer la Biblia, o aquí es que vienen a orar. No, no es así. en la casa los guiamos, los discipulamos y entonces la iglesia viene a ser otro recurso que nosotros podemos aprovechar, y es bueno que lo aprovechemos para enriquecer aún más la vida de nuestros hijos.

Porque en realidad los niños que necesitan son los modelos diarios, el modelo diario de una fe en acción. La fe nuestra en nuestras bocas, en nuestras manos, en nuestros pies, una fe en acción, es lo que los niños necesitan ver cada día. Nosotros somos colaboradores de Dios en ese sentido, en el aspecto espiritual. Y nosotros le modelamos la vida cristiana, los niños van a aprender, van a imitar lo que ven que nosotros vivimos. Así que tenemos el inmenso privilegio, la responsabilidad de enseñarle a nuestros hijos cómo es que se vive la vida cristiana.

Cada uno de nosotros es un libro abierto para nuestros hijos, un libro abierto y nuestros hijos van a leer cada hoja aún las que usted se cree que están ahí pegadas y que nadie las puede ver. Nuestros hijos tienen una visión más allá de 20 20 y van a leer esas hojas también. Así que por eso nosotros tenemos que seguir creciendo, tenemos que tener cuidado con nuestra integridad y tenemos que tener cuidado cómo nosotros tratamos a nuestra esposa, nuestro esposo, como manejamos nuestro dinero, como manejamos nuestro comportamiento porque los niños van a aprender mucho más con eso que con lo que nosotros le hablamos. Así que tenemos que tener muchísimo cuidado con eso.

Y en Timoteo hay otro ejemplo de la palabra donde Pablo le habla a este nuevo pastor, este pastor joven, Timoteo, que ha estado bajo su cobertura. Él lo ha estado mentoreando y el Apóstol Pablo le comenta a su discípulo que lo recuerda sin cesar en sus oraciones y en el versículo 5 dice:

“… trayendo a la memoria no fingida que hay en ti….”

O sea eso es lo que dice Pablo acerca de la fe de Timoteo, que es no fingida, es natural, es genuina.

“… la cual habitó primero en tu abuela Loira, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también…”

Eso es lo que hace una vida familiar sana, una fe vivida en integridad, no en perfección. Mire, yo sé que aquí no hay nadie perfecto, empezando conmigo, no hay nadie perfecto, pero tenemos siempre que hacer lo mejor que podamos con lo que sabemos, con lo que tenemos, lo mejor que podamos y siempre estar creciendo y mejorando, desechando todo aquello que nos impida vivir la vida cristiana como nosotros debemos vivirla. Porque nuestros hijos van a ver eso también, van a ver al antes y el ahora y van a estar contentos de los cambios que ven. Así que eso es un ejemplo más: Timoteo, que la fe que él aprendió, primero estuvo en su abuelo, luego estuvo en su madre y entonces llegó a él y una fe genuina, que eso es lo que nosotros queremos que nuestros hijos logren.

Nosotros no tenemos que enseñarles a nuestros hijos religión. Religión es algo, eso está pegado con tapes del barato, o sea se pega ahí y ahora mismo viene una humedad, un agüita, un viento y el tape se despega. Eso no es lo que nosotros queremos. Nosotros queremos que la relación que nosotros modelamos con Dios, ellos la imitan también y esté impregnada en su espíritu, no pegada con tape sino impregnada en su espíritu como pasó en el caso de Timoteo.

En el hogar se presentan montones de oportunidades, yo les llamo momentos enseñables, en inglés es teaching moments, momentos enseñables que nosotros tenemos que aprovechar. En la palabra hay un versículo bien conocido que creo que todos los domingos se pone aquí cuando es hora de que los niños suban a sus clases, dice, Proverbios 22:6 dice:

“…Instruye al niño en su camino y aún cuando fuere viejo no se apartará de él….”

Así que otra vez leíamos antes en Deuteronomio que esto es asunto del camino, de la casa, de la entrada, de la salida, al acostarse, al levantarse. Y eso es lo que quiere decir instruir. Instruir quiere decir que el que instruye, el instructor lo hace con propósito, con discernimiento, con orden, con disciplina, con intencionalidad. O sea, no es al azar, sino es algo que pasa que nosotros planeamos, que nosotros buscamos de Dios y entonces instruimos al niño.

Instruimos no por sermones de estar a veces papapapapppa, hablando y los niños después de 30 palabras apagaron el cerebro. No es solamente por las palabras, que las palabras son importantes obviamente, sino también con la manera que los afirmamos, que los corregimos, por el tiempo que pasamos con ellos, preguntándole acerca de sus sueños, viéndolos juntos, compartiendo cosas agradables, hablando de las situaciones en su vida, de sus preocupaciones, trayéndolos con nosotros a adorar, haciéndolos partícipes de nuestra vida espiritual. O sea todas esas son maneras bien… momentos enseñables. Nosotros tenemos que buscar ese momento donde el espíritu de nuestros hijos está poroso, está dispuesto a recibir, mirarlos, aprovecharlos y entonces impartir vida en nuestros hijos.

Nosotros vivimos en un ajoro tan grande, ¿verdad? Muchos de ustedes, el trabajo, la casa, los deportes, las otras cosas que permitimos que entren a nuestra casa, que quitan tiempo, tantas cosas, ese ajoro que vivimos que muchas veces nos impide hacer precisamente eso, estar presente y discernir cuáles son esos momentos enseñables y aprovecharlos.

Yo quiero darles dos ejemplos de mi vida cuando mis niñas eran pequeñas donde yo vi eso claramente, aproveché el momento enseñable para que ellos hicieran su decisión por el Señor. Mi hija mayor a los 6 años, un día estábamos…. Algo totalmente cotidiano, yo estaba alimentando a la chiquita que tenía menos de un años, tenía meses, estaba en su sillita de comer, y yo le estaba hablando de la maravilla, mira que lindo que tenemos ahora una hermanita, una hijita, un miembro más de nuestra vida, tenemos que estar tan agradecidos a Dios por eso, y ella estaba… ella misma añadió sus palabras de felicidad porque ella estaba feliz, ella no sabía que hacer con el hecho de que tenía una hermanita. Y entonces la llevé en ese momento a hablar acerca de Jesús, de la bendición de Dios sobre nuestras vidas, sobre la vida de ella y la guié para que ella pudiera hacer su decisión por Jesús en ese momento, que su espíritu estaba abierto y poroso en ese momento para recibir al Señor.

Sé que después al tiempo ella tuvo que hacer otra decisión, ¿verdad? Porque van madurando, pero es importante uno buscar esos momentos cuando son pequeños e infundirles eso en ese momento. Con la pequeña fue una situación parecida, estábamos de camino, yo estaba llevándolos a la escuela, ellas estaban en una escuela lejos de nuestra casa y en el camino yo prendí el televisor en una estación cristiana y había una canción que a ella le gustaba, una canción acerca de verdades espirituales. Y yo vi cómo ella reaccionó a la canción y empezó a cantarla y empezamos a hablar de la canción, y yo le pregunté, tu quisieras ahora mismo aceptar a Jesús como tu salvador? Y yo recuerdo su carita, así moviéndose, que sí, que ella quería hacerlo y yo dije, bueno, ahora es el momento, así que paré, iba manejando. Paré el carro debajo de un árbol, hasta el día de hoy ella recuerda donde está ese árbol. Y ahí ella hizo su profesión de fe.

A eso me refiero con buscar esos momentos así donde el espíritu del hijo está abierto a recibir para nosotros enseñarle algo o impartirle alguna palabra de vida. Y si estamos con tanto ajoro todo el tiempo a veces vamos a desaprovechar esos momentos. Así otra vez, busque los momentos enseñables.

Y otra vez, usted no tiene que tener hijos, a lo mejor es su vecinito que vino a su casa, o su sobrina que vino de visita. No importa, sus nietos, no importa quién sea, usted puede ser una influencia en la vida de ese niño.

Otra cosa que yo creo que es bien importante es que nosotros le regalemos una comunidad de fe a nuestros hijos. Muchas personas vienen a la iglesia, vienen como que ponchan la tarjeta los domingos, vienen, llegan muchas veces tarde, se sientan en su asiento, participan, escuchan, pero luego, antes que se termino a veces el servicio, ya está corriendo saliendo. Eso no es vida de comunidad, eso es mejor que nada, nos alegramos y si eso es solamente lo que usted puede hacer por ahora, gloria a Dios, estamos felices de que usted venga y no participe de nada más. Pero eso no es lo que es la vida cristiana. La vida cristiana también se vive en comunidad. Así es bien importante que usted le cree el deseo en el niño de venir a la iglesia, de que aquí estén sus amigos, sus madres y sus padres espirituales. Es tan bonito uno ver niños que siempre quieren venir a la iglesia porque saben que es un fun place, es un sitio donde yo disfruto, es un sitio agradable, donde recibo, donde soy parte de una comunidad, donde tengo un nombre, donde me conocen y me aman. Y eso no se hace corriendo, entrando corriendo, estar aquí hora y media o dos horas y salir corriendo. Hay que dedicarle un poquito más de tiempo a eso.

Y a la misma vez entonces que usted trae a sus hijos, lo importante es que usted los supervise durante estas actividades de adoración y de discipulamiento que usted viene. A veces nosotros tenemos esta mentalidad de que venimos a la iglesia por nosotros, el adulto es el que recibe, el niño se entretiene. Y eso es una mentira del diablo. Los niños no vienen a la iglesia a entretenerse, vienen a ser discipulados por el Señor, y por los recursos que aquí hay, aparte de lo que ya reciben en su casa. Así que es bien importante eso que ellos vengan sabiendo a lo que vienen. Que ellos entiendan que este es un lugar de reverencia donde la presencia del Señor está aquí, donde hay poder en el hecho de que se reúnen los hermanos y adoran juntos. Eso nosotros tenemos que interpretárselos a ellos como padres, no simplemente vienen ahí, los traemos así corriendo, a veces los tiramos aquí, nosotros seguimos y usted no sabe lo que está haciendo el niño, qué esta recibiendo, no le preguntamos qué aprendiste hoy en la escuela bíblica. Tenemos que darle seguimiento. Si nosotros le estamos proyectando a ellos que eso no importancia, ¿saben qué va a aprender el hijo? Que no tiene importancia, que eso es simplemente es algo que hacemos los domingos y estamos cometiendo un error y desaprovechando un recurso muy importante.

Miren, hace como tres meses yo bajé al sótano, cuando ya había pasado media hora del servicio, había comenzado el servicio hacía media hora, y en el sótano en una mesa redonda había 8 jovencitos preteens y early teens ahí ellos tenían una fiesta oyendo ipod, conversando, riéndose. Ya había empezado el servicio y era media hora en la alabanza, la alabanza ungida en la presencia del Señor y ellos allá abajo con su propio asunto riéndose. Y lo peor de todo fue que cuando yo les hablé con respeto les pregunté qué hacían ahí, que era hora de irse, que tenían que buscar cada uno a sus padres, lo peor fue que ninguno de ellos se movió. Tuve que levantarles la voz para que ellos reaccionaran. Guau, qué estamos haciendo? Un recurso tan precioso.

Y eso, miren, no es trabajo de los ujieres, no es trabajo de los maestros, eso es trabajo de los padres, tener que buscarlos, tiene que estar pendiente de dónde están, qué está haciendo, si no hay clases, dónde tienen que estar ellos? Tienen que estar al lado de usted sirviendo también.

Hay una señora joven que pasa muchos domingos aquí al frente, ella pasa con su jovencita, una niña de edad elemental y un niño y eso me parece tan bonito, danzan juntos, oran juntos, es muy especial ver como ella viene.

Y otro día, volviendo a los ejemplos no tan agradables, eran las, otra vez ya había comenzado el servicio, había 4 jovencitos, uno de ellos con un aparato de videojuegos, muy conectado. Había buscado conectarlo en la pared allá arriba, por ahí detrás, muy conectado él, muy inteligente, y ahí jugando videojuegos, eran 4 en total. Y yo digo, y los papás no saben que este nene trajo un videojuego, que lo está usando en la iglesia? Yo creo que tenemos que poner un letrerito que dice, Son las 9, va a comenzar el servicio, sabes dónde está tu hijo?

Parece que it struck a chord, eso es trabajo de los padres más que nada. Ok, yo sé que …. Tenía mucho más que hablar pero unos minutitos más. Una cosa importantísima es aprovechar los recursos que la iglesia ofrece, venga, traiga a sus hijos. Vaya a la inconveniencia de traerlos, haga otras cosas. Cómprele materiales cristianos, videos cristianos, música que a ellos les guste cristiana, haga algo por nutrir a su hijo en ese aspecto. Ore con sus hijos y por sus hijos. Pídale a Dios que le de el discernimiento para saber cuáles son las necesidades espirituales de su hijo.

Miren, todos nosotros tenemos grietas en nuestra armadura, empezando por los adultos, tenemos grietas. No somos perfectos, tenemos inconsistencias. Y la paternidad es un lugar muy importante, nosotros tenemos que ver cuáles son mis inconsistencias y cómo afectan la manera en que yo crío a mis hijos.

Un ejemplo es por ejemplo, ser demasiado permisivo, dejar que los hijos hagan todos. Muchas veces es porque nos hemos criado en un hogar tan rígido que queremos entonces compensar con nuestros hijos, dándoles todo lo que ellos quieren. Eso obviamente no va a conducir a nada bueno. Hay muchísimos ejemplos que nosotros podríamos dar de cosas en nosotros que nos limitan en la manera en que nosotros ejercemos nuestra paternidad.

Y entonces miremos también cuáles son las grietas en la armadura de mi hijo. Aún desde chiquito, muchas veces puede ser excesiva timidez, niños que no se quieren relacionar con nadie, que tienen miedo a la gente, pues, ore por el niño, provéale experiencias naturales para que supere eso. Pueden ser niños que a lo mejor tienen la tendencia a ser enojados, un poco egoístas, poco generosos. O sea, vamos a ver cuáles son esas cosas que tiene nuestro hijo, las grietas en su armadura y vamos a ayudar a discernir y en oración, ora acción, como dice Roberto. Orar y acción para ayudar al hijo a superarla.

Y también vean, vamos a observar cuáles son los rasgos que ese niño tiene de sensibilidad espiritualidad y vamos a guiarlo más y más por eso. Puede ser un niño que sea muy sensible a las necesidades de los demás, pues entonces vamos a proveerle oportunidades para que ese niño crezca en su liderazgo respondiendo a una necesidad por los demás.

Así que hay tanto que uno puede hacer con un niño, cosas prácticas. Otra cosa es discernir qué influencias están compitiendo por el corazón de nuestros hijos. Eso es tan importante. Nosotros tenemos que ver qué nosotros estamos permitiendo que nuestros hijos reciban. Usted no permitiría que viniera un camión de la basura a descargar su podredumbre en su sala, ¿verdad que usted no permitiría eso? Que entrara un camión de basura a su casa y plum, le depositara toda esa basura maloliente en su casa, esa contaminación. De ninguna manera, haríamos todo lo posible por poner barreras, por impedir que eso sucediera.

Sin embargo, como padres, nosotros muchas veces no nos ponemos en la brecha y permitimos que entren influencias a nuestros hijos que son dañinas. Y obviamente es fácil pensar en muchas. No estoy hablando, fíjese no es droga necesariamente, ni otras cosas, a veces son cosas como el televisor, como el uso del internet, como el ipod, como todos esos aparatos. No es que yo esté en contra de eso, todo lo contrario, yo los uso diariamente, pero muchas veces nosotros no ponemos reglas, no enseñamos a nuestros hijos a usar esos recursos, permitimos que ellos tengan acceso libre.

Y yo quiero, sé que estamos corriendo con el tiempo, pero permítanme solamente para abrirles su entendimiento a esta realidad, quiero compartir con ustedes unas estadísticas pequeñas, no las voy a poner todas las estadísticas que tenía preparadas por falta de tiempo, pero una cosa importante es por ejemplo, que en los últimos 5 años ha aumentado dramáticamente el uso diario de los jóvenes de 8 a 18 años lo que es los medios de comunicación. Tenemos que los niños 8 a 18 años usan diariamente por lo menos 7 horas y media de los medios de comunicación. Y eso incluye todo, incluye televisión, incluye el uso del internet, el ipod, no incluye el teléfono celular para hacer llamadas y recibir textos. Dicen que diariamente los niños de 8 a 18 en promedio reciben y dan mensajes una hora y media diariamente. Solamente en text messaging, usted se imagina lo que es eso: una hora y media. Y 7 horas y media de los medios de comunicación.

Eso, no se ustedes, pero a mí me alarma bastante. Y dicen 30% de los niños que se entrevistaron en este estudio que solamente la tercera, que 30% de los entrevistados, de estos niños que participaron en este estudio, solamente el 30% de esos niños sus padres le ponen algún límite en el uso de los medios de comunicación. En otras palabras, el 70% están usando su ipod como les parece, donde les parece y cuando les parece, la computadora sin ningún tipo de restricción y viendo toda la televisión que ellos quieren ver.

Eso es, me parece, bastante alarmante. 64% dicen que el televisor está prendido durante la cena. 45% dicen que el televisor está prendido casi todo el tiempo. Yo he ido muchas cosas donde el televisor… no hay nadie viendo el televisor pero el televisor está prendido, es como que les da confort, llena el espacio de algo, no sé de qué es, el asunto es que obviamente los niños donde el televisor está prendido la mayor parte del tiempo, ven más televisión que los demás.

En una más adelante vemos que los niños hispanos ven 5 horas y media de televisión diaria más que los niños blancos. Así que eso nos toca a nosotros. Y saben, yo creo que parte de eso son novelas y quién prende las novelas? Ok, nada más, vamos a decir nada más acerca de eso.

El asunto es que el ver televisión, los medios de comunicación, todas esas cosas, eso lo que trae es daño a nuestros niños. Pudiéramos hacer una lista muy larga de las cosas que traen. Traen aumento en la agresividad, en la violencia, el aprovechamiento escolar se reduce, porque obviamente tienen el cerebro embotado, está lleno de todo lo que ven. No tienen espacio, no les queda espacio para entrar la matemática y la ciencia. No hay espacio, todo está embotellado con cosas que no se deben.

Y así por el estilo. Otra cosa, uno de los daños es falta de tiempo de la familia. Ustedes han ido a familias donde todo el mundo está en lo suyo? Hay uno por acá, viendo televisión para no molestar a los demás, a veces tiene un headphone. El otro está por allá, haciendo asignaciones con un ipod prendido. Cada uno en lo suyo. En otras palabras, tenemos medios de comunicación bombardeando nuestra casa pero no hay comunicación. La comunicación en la familia se está erodando y está despareciendo, es casi como un animal extinto.

Pero usted puede hacer algo por eso. Usted puede poner límites en no regalarle un celular a su hijo, no le de ese privilegio sin darle una lista de reglas de cómo debe ser usado. Y una de las cosas que a mí más me preocupe, es la última, la estadística de la página enough is enough. Una de las cosas que más me preocupa es que el 79%, dice otro estudio, de los niños están siendo expuestos a la pornografía en el hogar.

Estamos hablando, no es niño necesariamente que están buscando activamente la pornografía, sino que usando el internet, sin reglas, sin ningún tipo de provisión de cómo lo usan por sus padres, están entrando a estos websites por error. Yo recuerdo una vez yo puse, yo estaba buscando acerca del fruto del espíritu en la computadora en un website, y puse algo de amor, no sé qué fue lo que puse en la computadora, el asunto es que saben lo que me salió? Un web pornográfico para mujeres… por si acaso, no miré, no busqué, pero lo encontré sin estar buscándolo, totalmente inocentemente.

Así que imagínense, son niños usando estos medios en su casa, solos, qué están haciendo? Tienen todo tipo de acceso. Así que eso se lo digo para que usted tenga discernimiento y establezca orden en su hogar. La mayor parte de los niños de los que están adictos a la pornografía, eso comienza en la casa, es en nuestros hogares, en los hogares cristianos. Y entonces si ven el televisor que está prendido en programas que son dudosos, donde hay mujeres con escasa ropa, y escenas que los niños no deben estar viendo con los padres presentes, pues qué dice el niño? Esto no es malo, mi papá y mi mamá ven esto durante el día. Así que yo se los digo como mamá, como una mamá, por favor tenga cuidado. No permita que la basura entre a la sala de su casa. Haga algo, póngale un no a esto, es por el bien de sus hijos.

Sus hijos son como un esponja, si están llenos de basura, si eso es lo que están absorbiendo no hay espacio en la esponja para que absorban las verdades del espíritu y lo que Dios quiere hacer con ellos. Esas dos esencias no mezclan. Así que es nuestra responsabilidad, nosotros impedir que eso suceda.

Y lo último que quiero decirles es animarlos a no subestimar todo lo que ustedes hacen por el crecimiento espiritual de sus hijos. Es posible que hoy usted no vea resultado de lo que usted está haciendo, pero no se preocupe que un día eso que usted está haciendo por sus hijos va a dar fruto. Yo sé, lo sé por mi vida, todavía hoy en día yo disfruto de los beneficios de lo que recibí de mis padres espiritualmente hablando y tengo el ejemplo de mi hermana, mi hermana Sonia es 16 años menor que yo, así que yo fui como figura de mamá para ella, teníamos a nuestra mamá pero yo fui figura maternal para ella. Yo recuerdo que desde chiquitita, cuando ella iba a dormir yo me acostaba cerca de ella y le leía lecturas de la Biblia, historias de la Biblia y ella dice que cuando ella se convirtió después al tiempo, como a los 27 años que ella se convirtió, que Dios me permitió a mí el privilegio de traerla a los caminos del Señor, ella después de haber vivido una vida, pues difícil, con muchas luchas, malas decisiones, ella finalmente aceptó al Señor, como a esa edad, a los veintitantos, y ella dice que una de las cosas que ella más le ayudó finalmente a tomar su decisión, es recordar las historias que yo le leía de niña. Eso parece que es algo como que no tiene tanta importancia, pero aún ahí. Y hoy en día ella se casó con un pastor, ella u su esposo pastorean, tienen 3 hijas preciosas que están levantando para el Señor, así lo que nosotros pensamos que era imposible que se lograra, por la trayectoria de vida que ella llevó en su juventud, ha sido todo lo contrario. Dios ha usado todo lo que se invirtió en ella.

sí que no tenga usted temor aún puede ser que usted tenga un hijo que ya pasó de la niñez, no tenga temor, siga invirtiendo en la vida de su hijo, orando por él, bendiciéndole. Hace poco yo le decía a una mamá que tiene 4 hijos, yo le decía, bendice, estábamos hablando de esto, de este tema de hoy, yo le decía bendice a tus hijos y ella se quedó así, nunca se me había ocurrido, y es una mujer cristiana. Nunca se me había ocurrido que yo puedo bendecir en el momento conmigo presente puedo declarar palabras proféticas y de bendición sobre mi hijo. Y de hecho lo hizo con uno de sus hijos y estaba feliz, dice, guau, qué hermoso, yo sentí la presencia del Señor mientras yo declaraba estas palabras de vida sobre mi hijo. Y beneficio, no solamente yo creo que lo recibió mi hijo sino que lo recibí yo.

Así que nosotros como padres estamos posicionados en el mejor lugar, en el lugar más estratégico para impactar la vida espiritual de nuestros hijos. Nadie más tiene ese privilegio, nadie más, solamente nosotros.

Así que discierna lo que el espíritu le está diciendo. Ponga barreras donde tiene que ponerlas en maneras bien prácticas. La vida cristiana no es solamente orar por nuestros hijos, a veces es disciplinar, es confrontar, pero vamos a hacer todo eso en el espíritu del Señor, sabiendo que con fe él va a hacer lo que nosotros queremos que él haga. Sean bendecidos.

Vamos a terminar orando por todo esto que hemos hablado y si quieren ponerse de pie, yo sé que han estado sentados un ratito.

Señor te damos gracias, Padre, por tu presencia en este lugar. Yo te doy gracias por la presencia tuya en la vida de todas las madres y padres aquí presentes, Padre. Yo te pido, Señor, que tu bendigas la vida de cada uno. Señor, yo sé que desde lo alto tu pones tu mano de amor sobre cada uno de los padres y las madres presentes. Señor, yo sé que tu abrazas a cada uno, yo sé que tu los bendices, yo sé que tu declaras palabras de afirmación y de amor sobre cada uno.

Señor, yo te doy gracias porque en tu palabra está la respuesta a todos los dilemas de la vida, Señor, en especial en esta área de la crianza de nuestros hijos. Padres, yo te pido, Señor, que tu obres de una manera poderosa. Yo te presento a los hijos, a los niños, aún a los que no han nacido, Señor, a los niños pequeños, a los de todas las edades, a los jóvenes de esta congregación. Padre, yo te pido que ni uno se pierda, Señor, que cada uno de ellos, Señor, tenga una experiencia personal contigo. Yo te pido, Padre, que en especial uses a cada persona aquí presente, sea madre o padre, o no lo sean, Señor, para ser instrumental en la vida de un niño, de un joven, para traerlo a tus caminos, Señor, y guiarlos.

Padre, además de ser padres y madres biológicas, de hacer todo lo demás que un padre y una madre hace, yo te pido, Señor, que en este lugar tu levantes padres y madres espirituales, Señor, hombres y mujeres llenos de tu presencia con tu unción, Señor. Yo te pido, Señor, que esa sea la manera en que esta tierra se sane, Señor, que estos niños sean criados en hogar donde padres y madres estén enfocados en presentar los hijos a ti, Señor.

Yo te pido Señor, que ningún impedimento, que nada que el mundo pueda inventar, nada que Satanás pueda pensar, nada, nada, nada, se interponga en la obra que tu quieres hacer en la vida de cada niño de esta congregación, Señor. Gracias por el privilegio de ser mamá y papá, en tu nombre Señor, yo bendigo ese ministerio, esa vocación de ser madre y padre, Señor. Gracias por tu amor, Señor. En el nombre de Jesús. Amén.

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Una exhortación a los padres

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Esta mañana yo quiero hablarles, hacer una exhortación acerca de la paternidad y la maternidad. Yo sé que hoy es el día de las madres, pero vamos a incluir a todo, mamá y papá, porque el mensaje es para ambos. Y para empezar yo quiero que comencemos leyendo un pasaje en Marcos 10, del versículo 13 al 16. Este es un pasaje conocidísimo. Yo creo que prácticamente todos ustedes lo conocen, es el pasaje donde se dice que Jesús bendecía a los niños, un pasaje muy conocido por muchos de nosotros.

Y yo quiero que nos imaginemos la escena, algo que ayudar a darle vida a la palabra de Dios es imaginarnos, es cerrar nuestros ojos e imaginarnos que estamos allí, ponerlo a todo color. A veces nosotros leemos la palabra en blanco y negro, pero la podemos leer la palabra tridimensionalmente con high definition, con colores preciosos, así es que Dios quiere que nosotros leamos la palabra. Así que vamos a imaginarnos esa escena. Está Jesús posiblemente era un campo, un campo abierto. Yo me lo imagino a él sentado en una piedra grande, imagino que hay gente a todo su alrededor pero que hay un espacio que los mismos discípulos y quizás el mismo Jesús ha dejado abierto para que vengan a él. Así que está él rodeado de gente, yo me lo imagino mirando a la gente, haciendo contacto visual con ellos, y deseando darles las palabras de vida que ese pueblo necesitaba escuchar.

Así que vamos a leerlo así, y quiero que lo vean desde la perspectiva de padre y madre este pasaje. Dice así la palabra en Marcos 10 13 al 16:

“… y le presentaban niños para que los tocase….” Eso era una costumbre en aquel tiempo, cuando había una persona de cierta importancia, fuera espiritual, política, los padres muchas veces deseaban traer a sus hijos a esas personas para que los tocasen, simplemente un toque, ustedes han visto los políticos hoy, ustedes han visto en la televisión pasa a cada rato, especialmente en el tiempo de elecciones, que la gente está las barreras para que la gente no pase de cierto punto para que los políticos tengan su espacio y su seguridad y están los papás ahí muchas veces con sus hijos pequeños y lo que quieren es que el político, aunque sea toque un poquito al hijo. Pero obviamente en este caso ellos quieren que alguien que tiene obviamente tenían conocimiento que tenía una profundidad espiritual, un mensaje que esa persona tocara a sus hijos.

Los discípulos reprendían a los que los presentaban. Los discípulos se tomaron la prerrogativa de decirle a estas personas que estaban presentando a los niños, les decían, no, no, no. Yo me imagino que la razón es el Maestro está ocupado, esto no es para niños, su tiempo es limitado así que tiene que dedicárselo a los adultos no a los niños, esto es una pérdida de tiempo, los niños total qué van a recibir con eso, es mejor que él pueda declarar sus palabras, su mensaje sin esas interrupciones que los niños proveen. Y evidentemente no habían escuchado los mensajes de Jesús acerca de la humildad.

Y entonces decía, cuando él vio esto, Jesús obviamente siempre estaba pendiente de todo, tenía ojos por todos los lados de la cabeza, ¿verdad? Como hacemos muchas mamás y papás que sabemos, tenemos ojos por atrás de la cabeza también. Pues Jesús estaba pendiente de todo el cuadro y cuando vio esto, cuando vio que los discípulos estaban reprendiendo a las personas que presentaban a los niños, qué dice la palabra en el próximo versículo? Dice:

“….viéndolo Jesús, qué dice?, se indignó y les dijo…”

Se indignó. Qué quiere decir indignarse? Estamos hablando es un enojo fuerte, ¿verdad? Y es un enojo que la palabra aquí lo que quiere decir es que se enojó pero a la mismo vez había dolor en su espíritu por lo que él estaba viendo, por lo que los discípulos estaban haciendo. O sea que no simplemente cuando nos enojamos porque estamos frustrados, algo superficial, no, cuando habla que el Señor se indignó fue que él vio que esto no podía pasar, que él tenía que hacer algo en el momento, tenía que dar una lección de que eso estaba incorrecto. Y le causó dolor en su espíritu ver lo que los discípulos estaban haciéndole a estos niños. Y dijo Jesús:

“… dejad a los niños venir a mí y no se lo impidáis…”

Muchas veces yo he escuchado personas leyendo este pasaje, lo dicen, dejad a los niños venir a mí y no se lo impidáis, como un tono así como de…. Cuando uno está indignado, uno no usa ese tono, uno usa un tono categórico, fuerte. Así que yo creo que el Señor dijo aún quizás más fuerte que esto:

“… dejad a los niños venir a mí y no se lo impidáis….”

Se lo dice dos veces, por si no entendiste, dejar a los niños venir a mí, te digo, no se lo impidáis. Es una orden doble para darle más énfasis. Entonces miren por qué?

“…. Porque de los tales es el Reino de Dios, entonces sigue añadiéndole a este concepto de que los tales es el Reino de Dios, dice, de cierto os digo que el que no reciba el Reino de Dios como un niño no entrará en él…”

En otras palabras, los niños son modelo para todos nosotros. Si ustedes miran, cuando leía este pasaje vi un viaje unos cuantos años atrás cuando yo era niña y recordé momentos en los que yo todavía los recuerdo donde yo sentía la presencia de Dios en mi vida, donde había un deseo de conocer a Dios y tener hambre de Dios y servirle. Estamos hablando de una niña de 3, 4, 5, 6 años. Yo recuerdo que a mis hermanitos yo los sentábamos y jugábamos a la iglesia; yo era la pastora y ellos eran los congregantes. Y yo les enseñaba la palabra y oramos juntos y digo de dónde salió eso? Es que los niños, si ustedes traten de hacer ese viaje mental para que ustedes vean la sensibilidad que hay en los niños. Los niños obviamente también hay una mancha de pecado en los niños también, eso lo vemos en el egoísmo que tienen. Los niños no son perfectos así que yo no creo que a eso apunta la palabra sino más bien lo que está diciendo es que ellos son ejemplo para nosotros porque tienen una confianza en su mamá y en su papá como nosotros debemos tenerla en nuestro Padre celestial.

Los niños, si usted le dice a un niño, siéntate ahí que yo te voy a traer una galletita ya mismo. Qué hace el niño? Ahí se queda y está pendiente a donde está la jarra de galletas porque sabe que de verdad si mamá dice te voy a traer la galletita ya mismo, es porque lo va a hacer. Es una confianza. Y el niño no está preguntándose, me lo dará, no me lo dará? Qué motivaciones tendrá mi papá de darle la galleta, será que quiere otra cosa, será que….? No, el niño simplemente confía y no solamente eso, sino va a su padre y pide.

Nuestro nietecito viene a nuestra casa y él ahora tiene un truquito nuevo, él siempre dice tita, tita, es galletita, él sabe dónde están y todo y señala para las titas, entonces ahora, como a veces le decimos que no hay galletita porque no es tiempo, ahora dice, una. Y obviamente quién se va a resistir que te dice así con la carita una? Nadie. Así que él tiene la confianza de que va a obtener lo que él quiere ya que los que proveen para él, de los que le aman. Así que a eso yo creo que a esa cualidad del niño se refiere el Señor. El niño cree sin cuestionarlo.

Nosotros vivimos en una época donde todo lo cuestionamos. El niño cree sin cuestionar. Simplemente si usted le dice, sí papito, o mamita, esto es rojo, aquello es azul, el sol se pone a las 5, a las 6, él lo cree, no tiene problemas con eso. No está cuestionándolo. Así que esa cualidad es la que tenemos que tener nosotros para entrar al Reino de Dios. Y ellos son modelo para nosotros.

Y después en el versículo 16 dice; “… y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos los bendecía…”

Tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos los bendecía. Eso me dice a mí que Jesús en este caso hizo mucho más allá de lo que estaban esperando los que traían a los niños a Jesús. Porque fíjense que en el primer versículo 13, qué les dice? Y le presentaban niños para qué? para que los tocase. Estos padres, o estos quienes fueran, se conformaban con que Jesús los tocase. Pero Jesús no solamente los tocó sino que, no puso su mano así levemente, algo superficial sino que los tomó en los brazos, puso las manos sobre ellos y los bendecía.

Imagínense la escena, él está sentado en esta piedra grande, coge a cada niño individualmente o quizás dos a la vez, es posible que hayan sido…. No, pero no puede ser dos porque necesitaría muchas más manos. Así que cogía uno a la vez, así que si ahí había no sé cuántos, 30, 50, 100 niños, él hizo eso con cada uno de esos niños, los tomó en los brazos, puso la mano sobre ellos y los bendijo.

O sea que usó muchas maneras de llegar al espíritu de ellos. El contacto físico es tan importante para nuestros hijos, es esencial aún biológicamente está comprobado que el contacto físico ayuda aún a la digestión, así que algo tan sencillo que uno ve, y por eso no ve que los niños están en orfanatos o en hogares donde hay negligencia en el cuidado, en el cariño, esos niños sufren en todo, emocionalmente, físicamente, en todas las áreas de su ser sufren. Así que el contacto físico es importante. Jesús los tomó en los brazos, ellos sintieron la presencia del Señor, puso la mano sobre ellos. Yo no sé, yo me imagino quizás se la puso en la cabecita que es lo que muchos hacemos, ¿verdad? Ponemos la mano sobre la cabecita de un niño, lo bendecimos, y los bendecía. Así que también declaró palabras de vida sobre cada uno de ellos.

Y cuando uno ve eso entonces uno tiene que preguntarse, bueno, quiénes llevaban a los niños? Uno asume que eran los padres, ¿verdad? Los hermanos mayores quizás, podría ser, pero yo asumo que mayormente serían los padres los que trajeron a los niños a Jesús. Esa es uno de nuestras funciones principales en la vida, o la principal, no una sino la principal, es traer a nuestros hijos a Jesús.

Y esto es un modelo para nosotros. Lo que Jesús hizo con estos niños es un modelo para cada uno de nosotros. El tomar a nuestros hijos en nuestros brazos, poner las manos sobre ellos y bendecirlos. Bendecirlos es declarar palabras de bendición. Muchas veces palabras proféticas de lo que Dios nos ha dicho acerca de lo que ese niño es o va a ser.

Yo creo que sinceramente si yo les pregunto a cada uno de ustedes, padres, abuelos, tíos, hermanos mayores, cada uno de ustedes quieren que los niños en su vida tengan una relación personal con Jesús ¿verdad que sí? Eso no hay duda. Y cada uno de nosotros de ver un peligro, si usted ve que viene un carro acercándose a un niño, qué usted hace? Está en peligro. Usted corre y deja lo que sea y usted se pone en medio para proteger a ese niño ¿verdad? O si vemos cualquier peligro, un perro que se abalanza sobre ellos, cualquier cosa, nos ponemos en alerta enseguida y accionamos. Esa es parte de nuestra función como padres es precisamente proteger a nuestros hijos. Lo que pasa es que hay muchas cosas. El carro es evidente, el perro es evidente, muchos otros peligros para nuestros hijos son evidentes, pero hay otros que no son tan evidentes.

Así que lo que yo quiero hacer en esta mañana es exhortarlos en diferentes áreas acerca de la crianza de nuestros hijos para que expandamos nuestra visión. Digamos, son cosas que yo he aprendido, ese es el beneficio de la edad. Cuando vivimos en el Señor y aprovechamos el tiempo como Dios quiere, eso nos da sabiduría. Le pedimos sabiduría, las experiencias vividas en el Señor, nos traen más sabiduría.

Así que hoy lo que quiero es de lo que yo he aprendido compartir con ustedes. Y una cosa que yo creo que es muy importante es entender que Dios creó al ser humano con mente, cuerpo y espíritu y esto no es diferente en la vida de un bebé recién nacido o de un niño pequeño. En otras palabras, el espíritu de un niño no es más pequeño que el espíritu suyo, que ya es adulto, no es más pequeño. Es igual, está lleno de potencial en el Señor, es un espíritu vivo, ya definido por el Señor desde antes de la fundación del mundo.

Yo creo que eso hace una diferencia, porque si nosotros entendemos con qué material estamos trabajando, eso nos debe motivar a ser más responsables y más intencionales en cómo criamos a nuestros hijos. Eso es bien importante. Eso para mí fue una revelación cuando yo me di cuenta, yo no puedo descuidarme, yo no puedo perder el tiempo con otras cosas. Yo tengo que enfocarme en criar, en nutrir el espíritu de mi hijo o de aquellos niños pequeños y aún adolescentes. Los niños en mi vida tienen que ser nutridos y hay que hacerlo desde pequeños.

Nosotros tenemos a veces una tendencia a pensar que los niños se entretienen cuando son chiquitos, y entonces después más adelante nos ocupamos de enseñarles las verdades espirituales. No es así, yo creo que desde el vientre nosotros debemos empezar a bendecir la vida de ese niño, a declarar proféticamente sobre el espíritu del niño.

Fíjese los niños son tan sensibles. Hay estudios que han comprobado que un niño oye música y que un niño que escucha música dentro del vientre de su madre, cuando nace va a ser más sensible a la música, así que si eso es verdad, y estamos simplemente de mecanismos de oído, mecanismos cerebrales, cómo no va a ser verdad también que el espíritu también recibe desde que está dentro del vientre de su madre. Así es esa es la primera verdad que yo quiero compartir con ustedes: ver a ese niño y entender el potencial y determinar desde temprana edad a precisamente nutrir ese potencial.

Yo tuve una experiencia, y perdonen otra vez que saque lo del nieto, es que sabe que esas etapas, a veces uno se ríe de los abuelos que todas las historias son de los nietos, pero cuando uno llega ahí uno se da cuenta por qué es. Es que es otra etapa. Ya ustedes, las que no han llegado a ella verán. Pero de todas maneras, un día yo estaba cuidando a Caleb en la casa y tenía 5 meses, se había dormido en mis brazos y yo simplemente me había quedado disfrutándolo, me había quedado con él así agarrado, y de momento el espíritu del Señor me llevó a profetizar sobre su vida.

Y así empecé, bien calladita, en una voz bien callada, o sea que no iba a despertar a nadie, muy calladamente empecé a declarar el favor de Dios sobre su vida y lo que Dios va a hacer en su vida, lo que el Señor me iba diciendo, yo lo declaraba sobre él en una voz muy calladita. Saben, ese niño estaba profundamente dormido. Ustedes saben que los bebés a los 5 meses duermen y duermen. Y él de momento tan pronto yo empecé a profetizar sobre él, él abrió los ojos bien fijos, me miró fijo a mis ojos, me miró tan pronto yo terminé dije la última palabra, dije amén, él cerró los ojos y siguió durmiendo. Podemos decir, es casualidad, yo sé que no fue casualidad, yo sé que él estaba respondiendo al espíritu de Dios que le estaba hablando por medio de mí. Eso me enseñó una lección que yo no desaprovecho ninguna oportunidad ahora sobre la vida de él, sobre la vida de otros niños, y sobre la vida de los adultos también. Si Dios me dice algo, vamos a bendecir a la persona en el momento.

Así que en la palabra también tenemos muchos fundamentos para saber que el espíritu de un niño, el llamado de Dios sobre su vida está ahí desde temprano. Fíjese, vamos a las Escrituras, no tienen que buscarlo, solo tienen que apuntar, en Isaías 49, versículo 1 dice:

“Oídme Costas, este es Isaías hablando, y escuchad pueblos lejanos, Jehová me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria…”

Y si vamos al versículo 5 de ese mismo pasaje del capítulo 49 en Isaías, dice:

“Ahora pues dice Jehová, el que me formó desde el vientre para ser su siervo...”

Qué nos dice eso? Llamado los ojos de Dios ya puestos sobre Isaías desde el vientre, no cuando Isaías tenía 50 años, ni 40, ni 30, desde el vientre. No les cambia eso la perspectiva de cómo tenemos que creer acerca de los niños aún desde el vientre?

En Jeremías que es otro ejemplo, y en la palabra hay muchos más ejemplos pero estos son los únicos que vamos a ver hoy, en Jeremías en el primer capítulo, versículo 4 dice:

“… vino pues palabra de Jehová a mí diciendo, antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones…”

Guau! Así que ya un llamado, pleno sobre la vida de Jeremías. Dice antes de que te formaras en el vientre, o sea que no estamos hablando de vientre, aún antes, ya Dios puede tener planes y propósitos para nuestros hijos porque Dios no solamente llama a los adultos. Como nos dice en esos versículos en Isaías y Jeremías, Dios llama aún antes de nacer.

Y yo creo que parte de los privilegios que nosotros tenemos como padres es preguntarle a Dios qué él tiene para cada uno de nuestros hijos? Si no le preguntamos él no nos va a contestar, así que tenemos que preguntarle a Dios, Señor, qué tu tienes para este chiquitito que solamente dice, gu, gu, gu y llora, y que tengo que cambiarle el Pampers cada dos horas, qué tu tienes para este bebé?

Yo lo sé por experiencia que yo desconocía esta verdad cuando tuve a mi primera hija, pero ya cuando llegó la segunda ya yo había aprendido. Y el Señor me habló acerca de mi hijo. Después me habló acerca de la mayor también cuando ya era un poquito más grande. Pero en el momento en que ella nació Dios me dio el llamado de ella. Así que Dios si nosotros tenemos la disposición, el entendimiento para entender cómo son estos asuntos espirituales sobre nuestros hijos, Dios nos lo va a revelar. Él nos va a revelar lo que él tiene para cada uno de nuestros hijos y cómo es él quiere usarlos.

Así que nosotros como padres somos observadores, todo el tiempo viendo cómo es mi hijo, qué tendencias tiene, cómo es su temperamento, qué veo que a él le gusta, qué sensibilidad espiritual tiene. O sea, todo eso nosotros tenemos que verlo y nutrirlo, igual que nosotros nutrimos la mente de nuestros hijos, vamos a nutrir el espíritu igualmente.

Si volvemos al pasaje de Jeremías, el primer capítulo de Jeremías, el verso 6 entonces, nosotros vemos la respuesta que Jeremías le dio a este llamado, a las palabras de Jehová de que iba a ser profeta de las naciones y que lo había conocido aún antes de nacer. Fíjese lo que Jeremías le contesta en el versículo 6, dice:

“… y yo dije, ah, Señor Jehová, he aquí no se hablar porque soy niño… y qué le dice Jehová? Oigan la respuesta en el verso 7, dice “… no digas soy un niño porque a todo lo que te envíe irás tu y dirás todo lo que te mande…”

En otras palabras, el mismo Señor, el mismo Dios qué hace? Jeremías se auto limita dice, pero yo soy solamente un niño. Y qué le dice Jehová? Que no tome en cuenta su niñez, que eso no es un factor el hecho de que sea niño. Claro, sabemos que el llamado de Jeremías se fue desarrollando con el tiempo. Nosotros entendemos eso. Un niño que ha sido llamado a ser profeta no es necesariamente profeta desde los 3 meses ni los 10 años, a lo mejor, pero está en preparación. Entonces nosotros tenemos que nutrir eso, tenemos que ser partícipes de ese proceso de limitación.

Y otro ejemplo en cuanto a esto está en el primer capítulo de Lucas, en el versículo 76, ahí encontramos cuando Zacarías da unas palabras proféticas sobre su hijo Juan, que sabemos que después sería Juan el Bautista. Miren las palabras que declara Zacarías, este padre, sobre su hijo en Lucas 1:76, dice:

“… y tu niño, profeta del Altísimo serás llamado porque irás delante de la presencia del Señor para preparar sus caminos….”

Esto es un padre profetizando sobre la vida de su bebé y este bebé en ese momento estaba recién nacido. Así que eso es lo que Dios nos llama a profetizar sobre la vida de nuestros hijos, a estar observando cómo está el espíritu de ese niño, cómo yo puedo ayudar a nutrirlo. Y como una parte yo les animo a escoger el nombre que Dios quiere para sus hijos.

Mucha gente pone nombres sin discernimiento y escogen, bueno, yo voy a mirar el nombre de la abuela tal con la tía tal, acá, y voy a hacer un nombre nuevo, y no nos preguntamos…. Si usted quiere hacer eso, usted tiene todo el derecho de hacerlo, yo sé eso, pero busquen, busquen qué es lo que Dios les está diciendo acerca de ese niño, esa niña para que usted pueda poner el nombre de acuerdo. Los judíos practicaban eso y hasta el día de hoy lo practican. Yo creo que es una buena práctica y yo me gozo, yo veo dentro de nuestra congregación hemos a través de los últimos años cómo la gente está haciendo precisamente eso. Yo no sé si ustedes se han dado cuenta pero estoy pendiente de los nombres de los niños pequeños de nuestra congregación y me he hado cuenta que hay un deseo de honrar a Dios con el nombre y de estampar una personalidad proféticamente en la vida de los niños.

Así que si usted tiene algo que ver con eso, por favor busque del Señor para saber qué nombre ponerle a los niños, especialmente si son los suyos, los ajenos no se los ponga, pero los suyos sí. Sí, porque hay gente que también quiere poner su nombre y hay que respetar lo que los padres quieren. No hay nada más importante que la salvación de nuestros hijos. No hay nada más importante que su vida espiritual.

Muchas veces nosotros tenemos metas muy específicas en cuanto a la educación de nuestros hijos, todo el mundo quiere que sus hijos estudien una vocación o una carrera, queremos que crezcan en diferentes áreas, en el deporte, pero también tenemos metas en cuanto al carácter de Dios que nosotros queremos ver formados en ese niño, en cuanto a la profundidad de su relación con el Señor. Eso es importante, igual que tenemos metas para lo demás, tenemos que tenerlo para eso. Tenemos que ser bien consecuentes y diariamente trabajar en esas metas.

Yo recuerdo, cuando yo mi hija mayor tenía 2 añitos Dios me confrontó con la realidad de que yo no tenía muy claras mis metas en el sentido espiritual sobre su vida. Yo recuerdo que entré a su cuarto, iba a orar por ella y Dios me redarguyó, me dijo, tu tienes que ser más específica en cuanto a lo que pides sobre la vida de tu hija. Ya después aprendí, con la segunda fue diferente, fue un proceso de aprendizaje. Así que yo les estoy dando perla de sabiduría a ustedes.

Desde ahora empiece, pregúntele a Dios, Señor, qué metas yo tengo que ponerme? Qué prácticas yo tengo que incorporar en mi vida para que mis hijos crezcan espiritualmente desde que son niños, no esperando a que sean más grandes, sino desde que son niños. Una trampa en este mundo es pensar este asunto de, ellos tienen que escoger. Cuando mi hija o mi hijo sean más grandes, pues ya escogerán cómo sirve al Señor, qué dones Dios le va a dar. Eso no es así, imagínese qué tonto sería que nosotros escogiéramos libros de texto, libros de matemática, de ciencia, de lenguaje, de literatura, los tiramos ahí al piso, se los tiramos en el cuarto al hijo, y le decimos, hijito, cuando a ti te plazca, cuando tu crezcas, cuando tu sientas la inclinación de estudiar matemáticas, pues ahí está el libro. Tu lo coges cuando tu quieras. Eso sería tonto ¿verdad que sí? Ninguno de nosotros haría eso. Hay un orden y hay que hacer las cosas, hay que hacer las tareas, hay un orden y una disciplina. Eso mismo tenemos que llevarlo a lo espiritual. Claro, sin rigidez. No estamos hablando de rigidez ni de legalismo. Porque las lecciones mejor aprendidas son las que se aprenden en el ambiente natural y en el momento natural. Esas son las mejores lecciones, no las que se nos imponen con tablazo, o un biblazo en la cabeza. Esa no es la idea. Pero estemos pendientes y guiemos a esos chiquitos desde el comienza y aún… no importa la edad que tengan, nunca es tarde para sembrar en la vida de nuestros hijos. Pero si empezamos temprano en la vida mucho mejor resultado.

Y fíjese vamos a leer un pasaje, ese pasaje está en Deuteronomio 6, vamos a leer los versículos 1, 2 y del 5 al 7, porque es un versículo clave acerca de cómo el hogar es el verdadero lugar de discipulamiento para nuestros hijos. Y son palabras de Moisés al pueblo de Dios, Deuteronomio 6 dice:

“… estos pues son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová, vuestro Dios, mandó que os enseñase para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para tomarla…”

El pueblo estaba pronto a entrar en la tierra prometida, así que está ahí Moisés dándole las últimas encomiendas de parte de Dios al pueblo.

“… para que temas a Jehová, tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando…” Y fíjese lo que dice ahora, dice: “… tu, tu hijo, y el hijo de tu hijo…”

O sea, estamos hablando de que esto no es solamente para ti, es para tus hijos, tus nietos y todos los demás.

“… todos los días de tu vida para que tus días sean prolongados y amarás a Jehová, tu Dios, de todo tu corazón y de toda tu alma y con todas tus fuerzas, y estas palabras que yo te mando hoy estarán sobre tu corazón y las repetirás a tus hijos y hablarás de ella estando, díganlo conmigo, en tu casa y andando por el camino y al acostarte y cuando te levantes…”

Ok, así que a quién le corresponde discipular a los hijos en las cosas del espíritu? A los padres, es a la familia en todo momento. Fíjese todos esos son momentos cotidianos de la vida, en la casa, andando por el camino, llevándolos a la escuela, recogiéndolos de la escuela, llevándolos al dentista, llevándolos a la práctica de soccer, lo que sea que usted haga y al acostarte. Esos momentos tan lindos que el niño ya está en la cama tranquilito, ya es como que uno lo ve diferente, ese alivio. Yo no sé qué es, yo no sé si es por amor al hijo o es por alivio. Ya se va a acostar, ya puedo seguir, ya puedo tener un rato de tranquilidad. Yo creo que parte es eso también. Pero en tu casa, andando por el camino, al acostarte y cuando te levantes. O sea, en todo tiempo nosotros tenemos que hablarles de las maravillas de Dios, declararle los estatutos y los decretos de la palabra de Dios a nuestros hijos. Y como decía antes en maneras orgánicas y naturales.

Y yo quiero decirles que la iglesia no es la que tiene la responsabilidad de discipular a los hijos, a nuestros hijos. Alguna gente cree eso. Pero no es la iglesia. Claro, sí es importante, es esencial que una iglesia tenga programas de discipulamiento para todas las edades, en particular para niños y jóvenes. Eso es esencial en una iglesia, es parte de la vida de una iglesia. No es que yo no estoy subestimando la importancia de eso. Pero esos ministerios caminan a la par con nosotros como padres o como abuelos, o tíos, lo que sea, están a la par, son recursos para nosotros enriquecer lo que ya estamos haciendo en nuestra casa. No es un sustituto. No es que aquí es que vienen a leer la Biblia, o aquí es que vienen a orar. No, no es así. en la casa los guiamos, los discipulamos y entonces la iglesia viene a ser otro recurso que nosotros podemos aprovechar, y es bueno que lo aprovechemos para enriquecer aún más la vida de nuestros hijos.

Porque en realidad los niños que necesitan son los modelos diarios, el modelo diario de una fe en acción. La fe nuestra en nuestras bocas, en nuestras manos, en nuestros pies, una fe en acción, es lo que los niños necesitan ver cada día. Nosotros somos colaboradores de Dios en ese sentido, en el aspecto espiritual. Y nosotros le modelamos la vida cristiana, los niños van a aprender, van a imitar lo que ven que nosotros vivimos. Así que tenemos el inmenso privilegio, la responsabilidad de enseñarle a nuestros hijos cómo es que se vive la vida cristiana.

Cada uno de nosotros es un libro abierto para nuestros hijos, un libro abierto y nuestros hijos van a leer cada hoja aún las que usted se cree que están ahí pegadas y que nadie las puede ver. Nuestros hijos tienen una visión más allá de 20 20 y van a leer esas hojas también. Así que por eso nosotros tenemos que seguir creciendo, tenemos que tener cuidado con nuestra integridad y tenemos que tener cuidado cómo nosotros tratamos a nuestra esposa, nuestro esposo, como manejamos nuestro dinero, como manejamos nuestro comportamiento porque los niños van a aprender mucho más con eso que con lo que nosotros le hablamos. Así que tenemos que tener muchísimo cuidado con eso.

Y en Timoteo hay otro ejemplo de la palabra donde Pablo le habla a este nuevo pastor, este pastor joven, Timoteo, que ha estado bajo su cobertura. Él lo ha estado mentoreando y el Apóstol Pablo le comenta a su discípulo que lo recuerda sin cesar en sus oraciones y en el versículo 5 dice:

“… trayendo a la memoria no fingida que hay en ti….”

O sea eso es lo que dice Pablo acerca de la fe de Timoteo, que es no fingida, es natural, es genuina.

“… la cual habitó primero en tu abuela Loira, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también…”

Eso es lo que hace una vida familiar sana, una fe vivida en integridad, no en perfección. Mire, yo sé que aquí no hay nadie perfecto, empezando conmigo, no hay nadie perfecto, pero tenemos siempre que hacer lo mejor que podamos con lo que sabemos, con lo que tenemos, lo mejor que podamos y siempre estar creciendo y mejorando, desechando todo aquello que nos impida vivir la vida cristiana como nosotros debemos vivirla. Porque nuestros hijos van a ver eso también, van a ver al antes y el ahora y van a estar contentos de los cambios que ven. Así que eso es un ejemplo más: Timoteo, que la fe que él aprendió, primero estuvo en su abuelo, luego estuvo en su madre y entonces llegó a él y una fe genuina, que eso es lo que nosotros queremos que nuestros hijos logren.

Nosotros no tenemos que enseñarles a nuestros hijos religión. Religión es algo, eso está pegado con tapes del barato, o sea se pega ahí y ahora mismo viene una humedad, un agüita, un viento y el tape se despega. Eso no es lo que nosotros queremos. Nosotros queremos que la relación que nosotros modelamos con Dios, ellos la imitan también y esté impregnada en su espíritu, no pegada con tape sino impregnada en su espíritu como pasó en el caso de Timoteo.

En el hogar se presentan montones de oportunidades, yo les llamo momentos enseñables, en inglés es teaching moments, momentos enseñables que nosotros tenemos que aprovechar. En la palabra hay un versículo bien conocido que creo que todos los domingos se pone aquí cuando es hora de que los niños suban a sus clases, dice, Proverbios 22:6 dice:

“…Instruye al niño en su camino y aún cuando fuere viejo no se apartará de él….”

Así que otra vez leíamos antes en Deuteronomio que esto es asunto del camino, de la casa, de la entrada, de la salida, al acostarse, al levantarse. Y eso es lo que quiere decir instruir. Instruir quiere decir que el que instruye, el instructor lo hace con propósito, con discernimiento, con orden, con disciplina, con intencionalidad. O sea, no es al azar, sino es algo que pasa que nosotros planeamos, que nosotros buscamos de Dios y entonces instruimos al niño.

Instruimos no por sermones de estar a veces papapapapppa, hablando y los niños después de 30 palabras apagaron el cerebro. No es solamente por las palabras, que las palabras son importantes obviamente, sino también con la manera que los afirmamos, que los corregimos, por el tiempo que pasamos con ellos, preguntándole acerca de sus sueños, viéndolos juntos, compartiendo cosas agradables, hablando de las situaciones en su vida, de sus preocupaciones, trayéndolos con nosotros a adorar, haciéndolos partícipes de nuestra vida espiritual. O sea todas esas son maneras bien… momentos enseñables. Nosotros tenemos que buscar ese momento donde el espíritu de nuestros hijos está poroso, está dispuesto a recibir, mirarlos, aprovecharlos y entonces impartir vida en nuestros hijos.

Nosotros vivimos en un ajoro tan grande, ¿verdad? Muchos de ustedes, el trabajo, la casa, los deportes, las otras cosas que permitimos que entren a nuestra casa, que quitan tiempo, tantas cosas, ese ajoro que vivimos que muchas veces nos impide hacer precisamente eso, estar presente y discernir cuáles son esos momentos enseñables y aprovecharlos.

Yo quiero darles dos ejemplos de mi vida cuando mis niñas eran pequeñas donde yo vi eso claramente, aproveché el momento enseñable para que ellos hicieran su decisión por el Señor. Mi hija mayor a los 6 años, un día estábamos…. Algo totalmente cotidiano, yo estaba alimentando a la chiquita que tenía menos de un años, tenía meses, estaba en su sillita de comer, y yo le estaba hablando de la maravilla, mira que lindo que tenemos ahora una hermanita, una hijita, un miembro más de nuestra vida, tenemos que estar tan agradecidos a Dios por eso, y ella estaba… ella misma añadió sus palabras de felicidad porque ella estaba feliz, ella no sabía que hacer con el hecho de que tenía una hermanita. Y entonces la llevé en ese momento a hablar acerca de Jesús, de la bendición de Dios sobre nuestras vidas, sobre la vida de ella y la guié para que ella pudiera hacer su decisión por Jesús en ese momento, que su espíritu estaba abierto y poroso en ese momento para recibir al Señor.

Sé que después al tiempo ella tuvo que hacer otra decisión, ¿verdad? Porque van madurando, pero es importante uno buscar esos momentos cuando son pequeños e infundirles eso en ese momento. Con la pequeña fue una situación parecida, estábamos de camino, yo estaba llevándolos a la escuela, ellas estaban en una escuela lejos de nuestra casa y en el camino yo prendí el televisor en una estación cristiana y había una canción que a ella le gustaba, una canción acerca de verdades espirituales. Y yo vi cómo ella reaccionó a la canción y empezó a cantarla y empezamos a hablar de la canción, y yo le pregunté, tu quisieras ahora mismo aceptar a Jesús como tu salvador? Y yo recuerdo su carita, así moviéndose, que sí, que ella quería hacerlo y yo dije, bueno, ahora es el momento, así que paré, iba manejando. Paré el carro debajo de un árbol, hasta el día de hoy ella recuerda donde está ese árbol. Y ahí ella hizo su profesión de fe.

A eso me refiero con buscar esos momentos así donde el espíritu del hijo está abierto a recibir para nosotros enseñarle algo o impartirle alguna palabra de vida. Y si estamos con tanto ajoro todo el tiempo a veces vamos a desaprovechar esos momentos. Así otra vez, busque los momentos enseñables.

Y otra vez, usted no tiene que tener hijos, a lo mejor es su vecinito que vino a su casa, o su sobrina que vino de visita. No importa, sus nietos, no importa quién sea, usted puede ser una influencia en la vida de ese niño.

Otra cosa que yo creo que es bien importante es que nosotros le regalemos una comunidad de fe a nuestros hijos. Muchas personas vienen a la iglesia, vienen como que ponchan la tarjeta los domingos, vienen, llegan muchas veces tarde, se sientan en su asiento, participan, escuchan, pero luego, antes que se termino a veces el servicio, ya está corriendo saliendo. Eso no es vida de comunidad, eso es mejor que nada, nos alegramos y si eso es solamente lo que usted puede hacer por ahora, gloria a Dios, estamos felices de que usted venga y no participe de nada más. Pero eso no es lo que es la vida cristiana. La vida cristiana también se vive en comunidad. Así es bien importante que usted le cree el deseo en el niño de venir a la iglesia, de que aquí estén sus amigos, sus madres y sus padres espirituales. Es tan bonito uno ver niños que siempre quieren venir a la iglesia porque saben que es un fun place, es un sitio donde yo disfruto, es un sitio agradable, donde recibo, donde soy parte de una comunidad, donde tengo un nombre, donde me conocen y me aman. Y eso no se hace corriendo, entrando corriendo, estar aquí hora y media o dos horas y salir corriendo. Hay que dedicarle un poquito más de tiempo a eso.

Y a la misma vez entonces que usted trae a sus hijos, lo importante es que usted los supervise durante estas actividades de adoración y de discipulamiento que usted viene. A veces nosotros tenemos esta mentalidad de que venimos a la iglesia por nosotros, el adulto es el que recibe, el niño se entretiene. Y eso es una mentira del diablo. Los niños no vienen a la iglesia a entretenerse, vienen a ser discipulados por el Señor, y por los recursos que aquí hay, aparte de lo que ya reciben en su casa. Así que es bien importante eso que ellos vengan sabiendo a lo que vienen. Que ellos entiendan que este es un lugar de reverencia donde la presencia del Señor está aquí, donde hay poder en el hecho de que se reúnen los hermanos y adoran juntos. Eso nosotros tenemos que interpretárselos a ellos como padres, no simplemente vienen ahí, los traemos así corriendo, a veces los tiramos aquí, nosotros seguimos y usted no sabe lo que está haciendo el niño, qué esta recibiendo, no le preguntamos qué aprendiste hoy en la escuela bíblica. Tenemos que darle seguimiento. Si nosotros le estamos proyectando a ellos que eso no importancia, ¿saben qué va a aprender el hijo? Que no tiene importancia, que eso es simplemente es algo que hacemos los domingos y estamos cometiendo un error y desaprovechando un recurso muy importante.

Miren, hace como tres meses yo bajé al sótano, cuando ya había pasado media hora del servicio, había comenzado el servicio hacía media hora, y en el sótano en una mesa redonda había 8 jovencitos preteens y early teens ahí ellos tenían una fiesta oyendo ipod, conversando, riéndose. Ya había empezado el servicio y era media hora en la alabanza, la alabanza ungida en la presencia del Señor y ellos allá abajo con su propio asunto riéndose. Y lo peor de todo fue que cuando yo les hablé con respeto les pregunté qué hacían ahí, que era hora de irse, que tenían que buscar cada uno a sus padres, lo peor fue que ninguno de ellos se movió. Tuve que levantarles la voz para que ellos reaccionaran. Guau, qué estamos haciendo? Un recurso tan precioso.

Y eso, miren, no es trabajo de los ujieres, no es trabajo de los maestros, eso es trabajo de los padres, tener que buscarlos, tiene que estar pendiente de dónde están, qué está haciendo, si no hay clases, dónde tienen que estar ellos? Tienen que estar al lado de usted sirviendo también.

Hay una señora joven que pasa muchos domingos aquí al frente, ella pasa con su jovencita, una niña de edad elemental y un niño y eso me parece tan bonito, danzan juntos, oran juntos, es muy especial ver como ella viene.

Y otro día, volviendo a los ejemplos no tan agradables, eran las, otra vez ya había comenzado el servicio, había 4 jovencitos, uno de ellos con un aparato de videojuegos, muy conectado. Había buscado conectarlo en la pared allá arriba, por ahí detrás, muy conectado él, muy inteligente, y ahí jugando videojuegos, eran 4 en total. Y yo digo, y los papás no saben que este nene trajo un videojuego, que lo está usando en la iglesia? Yo creo que tenemos que poner un letrerito que dice, Son las 9, va a comenzar el servicio, sabes dónde está tu hijo?

Parece que it struck a chord, eso es trabajo de los padres más que nada. Ok, yo sé que …. Tenía mucho más que hablar pero unos minutitos más. Una cosa importantísima es aprovechar los recursos que la iglesia ofrece, venga, traiga a sus hijos. Vaya a la inconveniencia de traerlos, haga otras cosas. Cómprele materiales cristianos, videos cristianos, música que a ellos les guste cristiana, haga algo por nutrir a su hijo en ese aspecto. Ore con sus hijos y por sus hijos. Pídale a Dios que le de el discernimiento para saber cuáles son las necesidades espirituales de su hijo.

Miren, todos nosotros tenemos grietas en nuestra armadura, empezando por los adultos, tenemos grietas. No somos perfectos, tenemos inconsistencias. Y la paternidad es un lugar muy importante, nosotros tenemos que ver cuáles son mis inconsistencias y cómo afectan la manera en que yo crío a mis hijos.

Un ejemplo es por ejemplo, ser demasiado permisivo, dejar que los hijos hagan todos. Muchas veces es porque nos hemos criado en un hogar tan rígido que queremos entonces compensar con nuestros hijos, dándoles todo lo que ellos quieren. Eso obviamente no va a conducir a nada bueno. Hay muchísimos ejemplos que nosotros podríamos dar de cosas en nosotros que nos limitan en la manera en que nosotros ejercemos nuestra paternidad.

Y entonces miremos también cuáles son las grietas en la armadura de mi hijo. Aún desde chiquito, muchas veces puede ser excesiva timidez, niños que no se quieren relacionar con nadie, que tienen miedo a la gente, pues, ore por el niño, provéale experiencias naturales para que supere eso. Pueden ser niños que a lo mejor tienen la tendencia a ser enojados, un poco egoístas, poco generosos. O sea, vamos a ver cuáles son esas cosas que tiene nuestro hijo, las grietas en su armadura y vamos a ayudar a discernir y en oración, ora acción, como dice Roberto. Orar y acción para ayudar al hijo a superarla.

Y también vean, vamos a observar cuáles son los rasgos que ese niño tiene de sensibilidad espiritualidad y vamos a guiarlo más y más por eso. Puede ser un niño que sea muy sensible a las necesidades de los demás, pues entonces vamos a proveerle oportunidades para que ese niño crezca en su liderazgo respondiendo a una necesidad por los demás.

Así que hay tanto que uno puede hacer con un niño, cosas prácticas. Otra cosa es discernir qué influencias están compitiendo por el corazón de nuestros hijos. Eso es tan importante. Nosotros tenemos que ver qué nosotros estamos permitiendo que nuestros hijos reciban. Usted no permitiría que viniera un camión de la basura a descargar su podredumbre en su sala, ¿verdad que usted no permitiría eso? Que entrara un camión de basura a su casa y plum, le depositara toda esa basura maloliente en su casa, esa contaminación. De ninguna manera, haríamos todo lo posible por poner barreras, por impedir que eso sucediera.

Sin embargo, como padres, nosotros muchas veces no nos ponemos en la brecha y permitimos que entren influencias a nuestros hijos que son dañinas. Y obviamente es fácil pensar en muchas. No estoy hablando, fíjese no es droga necesariamente, ni otras cosas, a veces son cosas como el televisor, como el uso del internet, como el ipod, como todos esos aparatos. No es que yo esté en contra de eso, todo lo contrario, yo los uso diariamente, pero muchas veces nosotros no ponemos reglas, no enseñamos a nuestros hijos a usar esos recursos, permitimos que ellos tengan acceso libre.

Y yo quiero, sé que estamos corriendo con el tiempo, pero permítanme solamente para abrirles su entendimiento a esta realidad, quiero compartir con ustedes unas estadísticas pequeñas, no las voy a poner todas las estadísticas que tenía preparadas por falta de tiempo, pero una cosa importante es por ejemplo, que en los últimos 5 años ha aumentado dramáticamente el uso diario de los jóvenes de 8 a 18 años lo que es los medios de comunicación. Tenemos que los niños 8 a 18 años usan diariamente por lo menos 7 horas y media de los medios de comunicación. Y eso incluye todo, incluye televisión, incluye el uso del internet, el ipod, no incluye el teléfono celular para hacer llamadas y recibir textos. Dicen que diariamente los niños de 8 a 18 en promedio reciben y dan mensajes una hora y media diariamente. Solamente en text messaging, usted se imagina lo que es eso: una hora y media. Y 7 horas y media de los medios de comunicación.

Eso, no se ustedes, pero a mí me alarma bastante. Y dicen 30% de los niños que se entrevistaron en este estudio que solamente la tercera, que 30% de los entrevistados, de estos niños que participaron en este estudio, solamente el 30% de esos niños sus padres le ponen algún límite en el uso de los medios de comunicación. En otras palabras, el 70% están usando su ipod como les parece, donde les parece y cuando les parece, la computadora sin ningún tipo de restricción y viendo toda la televisión que ellos quieren ver.

Eso es, me parece, bastante alarmante. 64% dicen que el televisor está prendido durante la cena. 45% dicen que el televisor está prendido casi todo el tiempo. Yo he ido muchas cosas donde el televisor… no hay nadie viendo el televisor pero el televisor está prendido, es como que les da confort, llena el espacio de algo, no sé de qué es, el asunto es que obviamente los niños donde el televisor está prendido la mayor parte del tiempo, ven más televisión que los demás.

En una más adelante vemos que los niños hispanos ven 5 horas y media de televisión diaria más que los niños blancos. Así que eso nos toca a nosotros. Y saben, yo creo que parte de eso son novelas y quién prende las novelas? Ok, nada más, vamos a decir nada más acerca de eso.

El asunto es que el ver televisión, los medios de comunicación, todas esas cosas, eso lo que trae es daño a nuestros niños. Pudiéramos hacer una lista muy larga de las cosas que traen. Traen aumento en la agresividad, en la violencia, el aprovechamiento escolar se reduce, porque obviamente tienen el cerebro embotado, está lleno de todo lo que ven. No tienen espacio, no les queda espacio para entrar la matemática y la ciencia. No hay espacio, todo está embotellado con cosas que no se deben.

Y así por el estilo. Otra cosa, uno de los daños es falta de tiempo de la familia. Ustedes han ido a familias donde todo el mundo está en lo suyo? Hay uno por acá, viendo televisión para no molestar a los demás, a veces tiene un headphone. El otro está por allá, haciendo asignaciones con un ipod prendido. Cada uno en lo suyo. En otras palabras, tenemos medios de comunicación bombardeando nuestra casa pero no hay comunicación. La comunicación en la familia se está erodando y está despareciendo, es casi como un animal extinto.

Pero usted puede hacer algo por eso. Usted puede poner límites en no regalarle un celular a su hijo, no le de ese privilegio sin darle una lista de reglas de cómo debe ser usado. Y una de las cosas que a mí más me preocupe, es la última, la estadística de la página enough is enough. Una de las cosas que más me preocupa es que el 79%, dice otro estudio, de los niños están siendo expuestos a la pornografía en el hogar.

Estamos hablando, no es niño necesariamente que están buscando activamente la pornografía, sino que usando el internet, sin reglas, sin ningún tipo de provisión de cómo lo usan por sus padres, están entrando a estos websites por error. Yo recuerdo una vez yo puse, yo estaba buscando acerca del fruto del espíritu en la computadora en un website, y puse algo de amor, no sé qué fue lo que puse en la computadora, el asunto es que saben lo que me salió? Un web pornográfico para mujeres… por si acaso, no miré, no busqué, pero lo encontré sin estar buscándolo, totalmente inocentemente.

Así que imagínense, son niños usando estos medios en su casa, solos, qué están haciendo? Tienen todo tipo de acceso. Así que eso se lo digo para que usted tenga discernimiento y establezca orden en su hogar. La mayor parte de los niños de los que están adictos a la pornografía, eso comienza en la casa, es en nuestros hogares, en los hogares cristianos. Y entonces si ven el televisor que está prendido en programas que son dudosos, donde hay mujeres con escasa ropa, y escenas que los niños no deben estar viendo con los padres presentes, pues qué dice el niño? Esto no es malo, mi papá y mi mamá ven esto durante el día. Así que yo se los digo como mamá, como una mamá, por favor tenga cuidado. No permita que la basura entre a la sala de su casa. Haga algo, póngale un no a esto, es por el bien de sus hijos.

Sus hijos son como un esponja, si están llenos de basura, si eso es lo que están absorbiendo no hay espacio en la esponja para que absorban las verdades del espíritu y lo que Dios quiere hacer con ellos. Esas dos esencias no mezclan. Así que es nuestra responsabilidad, nosotros impedir que eso suceda.

Y lo último que quiero decirles es animarlos a no subestimar todo lo que ustedes hacen por el crecimiento espiritual de sus hijos. Es posible que hoy usted no vea resultado de lo que usted está haciendo, pero no se preocupe que un día eso que usted está haciendo por sus hijos va a dar fruto. Yo sé, lo sé por mi vida, todavía hoy en día yo disfruto de los beneficios de lo que recibí de mis padres espiritualmente hablando y tengo el ejemplo de mi hermana, mi hermana Sonia es 16 años menor que yo, así que yo fui como figura de mamá para ella, teníamos a nuestra mamá pero yo fui figura maternal para ella. Yo recuerdo que desde chiquitita, cuando ella iba a dormir yo me acostaba cerca de ella y le leía lecturas de la Biblia, historias de la Biblia y ella dice que cuando ella se convirtió después al tiempo, como a los 27 años que ella se convirtió, que Dios me permitió a mí el privilegio de traerla a los caminos del Señor, ella después de haber vivido una vida, pues difícil, con muchas luchas, malas decisiones, ella finalmente aceptó al Señor, como a esa edad, a los veintitantos, y ella dice que una de las cosas que ella más le ayudó finalmente a tomar su decisión, es recordar las historias que yo le leía de niña. Eso parece que es algo como que no tiene tanta importancia, pero aún ahí. Y hoy en día ella se casó con un pastor, ella u su esposo pastorean, tienen 3 hijas preciosas que están levantando para el Señor, así lo que nosotros pensamos que era imposible que se lograra, por la trayectoria de vida que ella llevó en su juventud, ha sido todo lo contrario. Dios ha usado todo lo que se invirtió en ella.

sí que no tenga usted temor aún puede ser que usted tenga un hijo que ya pasó de la niñez, no tenga temor, siga invirtiendo en la vida de su hijo, orando por él, bendiciéndole. Hace poco yo le decía a una mamá que tiene 4 hijos, yo le decía, bendice, estábamos hablando de esto, de este tema de hoy, yo le decía bendice a tus hijos y ella se quedó así, nunca se me había ocurrido, y es una mujer cristiana. Nunca se me había ocurrido que yo puedo bendecir en el momento conmigo presente puedo declarar palabras proféticas y de bendición sobre mi hijo. Y de hecho lo hizo con uno de sus hijos y estaba feliz, dice, guau, qué hermoso, yo sentí la presencia del Señor mientras yo declaraba estas palabras de vida sobre mi hijo. Y beneficio, no solamente yo creo que lo recibió mi hijo sino que lo recibí yo.

Así que nosotros como padres estamos posicionados en el mejor lugar, en el lugar más estratégico para impactar la vida espiritual de nuestros hijos. Nadie más tiene ese privilegio, nadie más, solamente nosotros.

Así que discierna lo que el espíritu le está diciendo. Ponga barreras donde tiene que ponerlas en maneras bien prácticas. La vida cristiana no es solamente orar por nuestros hijos, a veces es disciplinar, es confrontar, pero vamos a hacer todo eso en el espíritu del Señor, sabiendo que con fe él va a hacer lo que nosotros queremos que él haga. Sean bendecidos.

Vamos a terminar orando por todo esto que hemos hablado y si quieren ponerse de pie, yo sé que han estado sentados un ratito.

Señor te damos gracias, Padre, por tu presencia en este lugar. Yo te doy gracias por la presencia tuya en la vida de todas las madres y padres aquí presentes, Padre. Yo te pido, Señor, que tu bendigas la vida de cada uno. Señor, yo sé que desde lo alto tu pones tu mano de amor sobre cada uno de los padres y las madres presentes. Señor, yo sé que tu abrazas a cada uno, yo sé que tu los bendices, yo sé que tu declaras palabras de afirmación y de amor sobre cada uno.

Señor, yo te doy gracias porque en tu palabra está la respuesta a todos los dilemas de la vida, Señor, en especial en esta área de la crianza de nuestros hijos. Padres, yo te pido, Señor, que tu obres de una manera poderosa. Yo te presento a los hijos, a los niños, aún a los que no han nacido, Señor, a los niños pequeños, a los de todas las edades, a los jóvenes de esta congregación. Padre, yo te pido que ni uno se pierda, Señor, que cada uno de ellos, Señor, tenga una experiencia personal contigo. Yo te pido, Padre, que en especial uses a cada persona aquí presente, sea madre o padre, o no lo sean, Señor, para ser instrumental en la vida de un niño, de un joven, para traerlo a tus caminos, Señor, y guiarlos.

Padre, además de ser padres y madres biológicas, de hacer todo lo demás que un padre y una madre hace, yo te pido, Señor, que en este lugar tu levantes padres y madres espirituales, Señor, hombres y mujeres llenos de tu presencia con tu unción, Señor. Yo te pido, Señor, que esa sea la manera en que esta tierra se sane, Señor, que estos niños sean criados en hogar donde padres y madres estén enfocados en presentar los hijos a ti, Señor.

Yo te pido Señor, que ningún impedimento, que nada que el mundo pueda inventar, nada que Satanás pueda pensar, nada, nada, nada, se interponga en la obra que tu quieres hacer en la vida de cada niño de esta congregación, Señor. Gracias por el privilegio de ser mamá y papá, en tu nombre Señor, yo bendigo ese ministerio, esa vocación de ser madre y padre, Señor. Gracias por tu amor, Señor. En el nombre de Jesús. Amén.

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