¿Porqué a mí?

10 de mayo del 2010 - Por Miriam Carrasquillo

“Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido...”
1 Pedro 4:12

Hay momentos en la vida en que pasamos por pruebas muy difíciles que nos llevan a hacernos éstas preguntas. ¿Porqué a mi? ¿Por qué me están sucediendo estas cosas? Cuando el momento de la desesperación llega siempre tratamos de encontrar un “porque”, y esto, aunque parezca raro, es algo normal, y digo normal porque en nuestra desesperación simplemente estamos tratando de encontrar una salida al problema.

Sabes… muchos de nosotros, los cristianos, hemos pasado por el mismo dilema, nos hemos hecho las mismas preguntas: ¿Porqué si soy hija de Dios y sigo sus principios? Les diré algo que quizás les parezca un poco extraño. Dios si permite que situaciones adversas lleguen a nuestras vidas; y sabes ¿porqué? Porque nos ama y tiene un plan perfecto para ti y para mí. Dios no nos mira como lo que somos, sino como lo que podemos llegar a ser. Quiere formar en nosotros la criatura que él ha predestinado.

A veces estamos tan desentendidos de Dios y tan lejos que él tiene que permitir pruebas difíciles para tornar nuestra mirada hacia él. Pensamos muchas veces, erróneamente, que por ser cristianos todas las cosas nos tienen que salir como las deseamos.

Algunos dicen, solo basta una oración y problema resuelto, la prueba se va y todo vuelve a la normalidad. Entonces cuando no sucede así se sienten mal y aun su fe empieza a titubear: ¿Será que Dios no oye mis oraciones? ¿Será que estoy mal delante de él? Permítame decirle que no creo que sea ni una cosa ni la otra. Nosotros como hijos de Dios tenemos que ser enseñados por él, y muchas veces por medio de situaciones difíciles. Lo que si debemos tener siempre presente es lo que él nos dice en Romanos 8:28 “…A los que aman a Dios TODAS las cosas les ayudan a bien”, aunque en el momento no lo parezca.

Oración:
Padre, enséñanos a ser agradecidos por todo y a entender que tú estás en control siempre. En Jesús tu hijo. Amén.