pastora mercedes miranda

El poderde vivir en Integridad

al regreso

istanbul y de grecia muy contento con

todo lo que aprendió allá ha sido un

tiempo de reto y de reafirmarse muchas

cosas de conocer cosas nuevas y sepan

ustedes que siempre están en la mente en

el corazón del que aunque no está aquí

físicamente si ustedes están muy

presentes en él

quería comenzar con ese saludo y

cada día nosotros nos enfrentamos a

muchas decisiones a veces son cosas

pequeñas cotidianas que no tienen mayor

relevancia pero hay otras que son que

tienen mayor peso y alguna vez tú te has

preguntado si dios toma en cuenta tus

decisiones y tus acciones

a él le importan tus acciones y cuál es

la respuesta eso es un rotundo

a dios le importa lo que nosotros

hacemos

en la biblia dice que nos creó a su

imagen y semejanza y nos hablan tantos

pasajes acerca de que dios puso en

nosotros destino y propósito y que nos

cuida con un amor eterno

ese es el dios al que nosotros servimos

si dios ha invertido tanto en nosotros

como va a ser que no le importe el

resultado final y la manera en que

nosotros vivimos obviamente si a él le

importa el salmo 37 versículos 23 y 24

dice el señor

afirma los pasos del hombre o la mujer

cuando le agrada su modo de vivir

escuchen bien eso el señor afirma los

pasos del hombre

cuando le agrada su modo de vivir podrá

tropezar

pero no caerá porque el señor lo

sostiene de la mano eso es una promesa

para ti para mí

que es es preciosa su valor es

incalculable

danielle en el antiguo testamento es uno

de mis personajes favoritos lo fue desde

que yo era niña y él fue una persona que

provocó la bendición de dios que qué

tremendo pensamiento que la manera en

que nosotros vivimos puede provocar la

bendición de dios eso es maravilloso

y ccoo porque porque lo provocó la

bendición por su manera de vivir

dios se agrado de él afirmó sus pasos y

lo llevó sostenido de su mano sea cual

cuando uno lleva algo en la mano es algo

que está cerca y él así que daniel

estaba en la en la mano del señor en los

sostenía cuando daniel tropezaba el

señor estaba ahí para evitar que cayera

al piso y así mismo es con nosotros es

una promesa para todos nosotros así que

vamos a estudiar la vida de daniel

mayormente nos vamos a enfocar en el

capítulo 1 del libro de daniel así que

los primeros versículos de este libro lo

que nos hacen es establecer el contexto

en de cómo daniel llegó a babilonia al

reino de babilonia babilonia nos dice

que nabucodonosor rey de babilonia y

posiblemente el rey más poderoso de su

época

conquistó ayuda

este rey no sólo mató o deportó millares

y millares de judíos los sacó de su

tierra de judá sino que también destruyó

la ciudad y destruyó aún su templo

fueron varias veces que nabucodonosor

llegó a las puertas de judá e hizo un

trabajo completo de destruir la ciudad y

de destruir el templo de salomón que era

el orgullo de los judíos y lo que

mantenía centrada la adoración de los

judíos aún el templo de salomón y mostró

su desprecio por el dios de israel aún

llevando artículos que habían sido

apartados para la adoración de dios los

llevó y los ubicó en su en sus propios

templos paganos

hasta ese punto llegó ese rey en en su

deseo de destruir a los judíos ya su

dios

nabucodonosor adoptó una política muy

interesante de reclutar a los jóvenes

más prometedores de sus nuevos

territorios y va a un territorio lo

conquista va y de ahí él sacaba jóvenes

con con ciertas destrezas y cualidades y

el versículo 4 del primer capítulo de

daniel enumera esos requisitos ahí nos

dice que debían ser jóvenes apuestos y

sin ningún defecto físico que tuvieran

aptitudes para aprender de todo y que

actuaran con sensatez jóvenes sabios y

aptos para el servicio en el palacio

real y lo que no busca de uno solo y los

suyos hacían era que tenían un

entrenamiento riguroso de tres años esos

jóvenes tenían que ser entrenados en

toda la toda la manera de vivir de una

sociedad pagana y al final de estos tres

años tenían un examen final eran

llevados antes rey para que el evaluará

si eran aptos para servir en la corte

del reino

el versículo 6 nos dice que entre estos

fueron algunos de judá y nos menciona a

danielle ananías misael y acerías así

que cuál es qué es lo que está pasando

nos dice que estos cuatro adolescentes

nacidos y criados en judas donde habían

aprendido al ser a adorar al señor de

israel se encuentran de momento en un

entorno totalmente diferente totalmente

foráneo a ellos han sido arrancados de

lo que le es familiar han perdido el

contacto con sus padres muy posiblemente

sus padres fueron asesinados o

deportados a algún otro lugar pero ya no

tienen el consuelo de tener una familia

han perdido también su comunidad de fe

su familia espiritual también la han

perdido y no tienen fe alguna de

encontrarla en una cultura pagana

y aunque hay cierto debate en cuanto a

estos también muchos creen que fueron

también castrados y convertidos en el nu

cos así que muchas muchas cosas y como

si eso no fuera suficiente también se

les invalida en sus nombres y se les da

nombre nuevo todo esto fue lo que esos

jóvenes de judas sufrieron ante las

manos de este rey el versículo 7

continúa diciendo el jefe de los

funcionarios de funcionarios les puso

nombres a danielle el nombre belsasar a

ananías a drug a misael message y

azarías a bet negó sus nombres hebreos

que cada uno de esos nombres hebreo

tenía una parte que mencionaba el nombre

del dios de israel todos sus nombres

tienen una parte que apunta hacia el

dios de israel pero el propósito del

cambio fue cancelar le su lealtad al

dios de israel y establecer una nueva

alianza de éstos

jóvenes con los dioses paganos

babilonia y obviamente

imponer sobre ellos la filosofía y la

visión de mundo pagana de los babilonios

así que el nombre de daniel el nombre

original de daniel qué significa dios es

mi juez se convirtió a belsasar que

significa el protege al rey del es un

era un dios pagano más importante para

el rey de babilonia el protege al rey ya

que todos reciben nuevos nombres que

apuntan hacia los dioses paganos

y no hay nada nuevo bajo el sol eso lo

dice eclesiastés y nosotros mismos lo

hemos experimentado en nuestra vida y

aunque está claro que lo que daniel y

sus amigos experimentaron en babilonia

es son situaciones extremas pero hay

unas similitudes entre la vida y la

sociedad secular pagana que ellos vivían

y la sociedad

en la que nosotros vivimos

desde el principio de la humanidad la

estrategia de satanás cual ha sido ha

sido crear distancia entre el ser humano

y dios apartar a dios al ser humano de

los designios de dios y de adorar al

dios verdadero al al dios que da

salvación eterna que nos da aún vida

abundante aquí en la tierra es ha sido

desde el comienzo desde el jardín del

edén es ha sido la estrategia de satanás

a satanás no le importa si nosotros le

damos lealtad a un dios o si nosotros

nos creamos nuestro propio dios él no

tiene no tiene ninguna objeción con eso

bien siempre y cuando no sea que

nosotros que nuestra lealtad está con el

dios verdadero y hasta tan hasta un poco

le importa que tengamos ideas muy

sofisticadas e iluminadas siempre y

cuando estén lejos de los principios

verdaderos de la palabra de dios le

puede tener todo tipo de filosofías y

satanás lo va a dejar muy tranquilo

pero él si se opone a que tengamos de

nuestra filosofía hacia la línea de

estilo de vida hacia línea con lo que la

palabra de dios nos indica vivimos

nosotros en un mundo de ideas y visiones

de mundo diferente nos bombardean por

todos los lados compiten entre sí por

nuestra atención todos tenemos y si en

la realidad que todos tenemos una visión

del mundo no importa cuan conscientes

estemos de que la tenemos o no o de cuál

es mucho menos y que es una visión de

mundo en inglés es la palabra road view

una palabra muy muy hermosa que en

español es la visión del mundo que es

una visión del mundo es la forma en que

una persona ve y entiende el mundo con

la manera en que una persona

interacciona con su mundo y esta visión

de mundo guía la formación de nuestros

valores en nuestras prioridades nuestro

comportamiento nuestras decisiones

todo se mira a través de este lente de

visión de mundo y aún esa visión del

mundo define lo que nosotros

consideramos bueno o malo así que ese es

un lente un par de lentes de un color

específico que cada cual escoge y a

través de ese de esos lentes nosotros

interpretamos el mundo

y esto es un mundo cada vez más

globalizado y más interconectado así que

nosotros no nos podemos apartar ni un

minuto de la influencia de estar

expuestos a todo tipo de filosofías

religiones maneras de ver el mundo es

eso es prácticamente imposible prender

el televisor y ahí está use su tablet

para buscar algo ahí está los niños van

a la escuela ahí va ahí vamos a

encontrar estamos con los compañeros de

trabajo ahí lo vamos a encantar

encontrar no hay manera de nosotros

apartarnos de eso porque vivimos en un

mundo real

y no tendríamos problemas si la iglesia

con c mayúscula fuera fiel a sus

principios cristianos y mantuviera una

visión de mundo de acuerdo a la palabra

sin contaminar nos con lo que el mundo

quiere que nosotros adoptemos

pero la realidad es que ha habido mucha

contaminación aún en las denominaciones

haciendo nuevas reglas que no glorifican

adiós en un artículo escrito el año

pasado un grupo de investigación wagner

que quizás muchos de ustedes han oído

mencionar informo que basado en una

encuesta ellos encontraron lo siguiente

que 17% de los cristianos que ellos

definen como personas que consideran que

su fe es importante y asisten

regularmente a la iglesia sé que es es

una definición un poco amplia pero en la

definición que ellos usaron para su

investigación

así que encontraron que 17% de las

personas que se identificaban a sí

mismos como cristianos tienen una visión

de mundo bíblica sólo 17% si usted hace

la matemática esto significa que de

acuerdo a esta investigación 83% de los

que se definen a sí mismo como

cristianos

tienen una visión del mundo del mundo

bíblica o han permitido que conceptos

del mundo entre en su visión bíblica sé

que están viendo el mundo a través de

unos lentes que no son

meramente cristianos sino que tienen

otras influencias

hay muchas influencias está lo que antes

se llamaba el new age ahora se llama

nueva espiritualidad el posmodernismo

especular ismo muchos mismos que hay en

todos los sitios que que están entrando

a nuestras nuestro sistema de valores y

haciendo cambios en nuestro sistema de

valores aún de los de los que profesamos

ser creyentes y de de amar al señor y

obviamente hay grupos demográficos que

están más influenciados por esto los los

famosos me lineales y los de la

generación x pues entre ellos se

encontró que que eran 8 veces más

y había la posibilidad de ocho veces

mayor que en otras generaciones de

aceptar estas ideas como verdades en su

sistema de valores y en su visión del

mundo y porque eso es porque se han

criado en una sociedad mucho menos

cristianizada que las que las personas

que somos mayores y pudimos beber más de

esa leche cristiana en nuestra sociedad

así que esto indica que muchas personas

que profesan una fe en jesucristo han

permitidos que ideas que son

incompatibles con los evangelios se

infiltren en su sistema de valores

y esto parece como que no es importante

pero lo que pasa es que empezamos a

cuestionar el rol de dios en nuestras

vidas empezamos a creer que tenemos

mayor libertad para definir lo que si

aceptamos el diseño y los principios de

dios o no ese es el peligro de permitir

a estas ideas asentarse en nuestro

sistema de valores y les voy a dar dos

ejemplos que son sencillos pero que

muchos de nosotros hemos tenido que

lidiar con ellos

que son ejemplos de ideas que han

cambiado nuestro el sistema de la manera

de pensar de los cristianos creyentes

uno es tengo derecho a ser feliz

ustedes lo han oído verdad yo tengo

derecho a ser feliz y eso no parece

inocente pero qué pasa con eso es que es

contrario a los valores de amor de

generosidad y de sacrificio que

encontramos en las escrituras totalmente

contrario en realidad nosotros no

tenemos derecho a ser feliz nosotros

vinimos al mundo a traer honra y gloria

a dios ese es nuestro propósito y dentro

de eso una vez que nosotros somos fieles

a dios hay un sentido de gozo en el

señor pérez es un sí es una idea

totalmente diferente otra idea es que la

de la decisión de lo que es moralmente

correcto o no depende de lo que yo creo

y esto es muy peligroso porque lo que

está diciendo es que los valores morales

son fluidos subjetivos y cambiantes un

día podemos pensar de una manera otro

día podemos pensar de otra pero está

bien siempre y cuando yo considere yo

como individuo considere que es lo

correcto y eso obviamente es totalmente

inconsistente con las escrituras que nos

da valores absolutos y no donde no hay

no hay cambio nuestro dios es el alfa y

el omega en él no hay cambio y asimismo

sus principios están por siempre son muy

definidos y a pesar de que éstas cuando

yo leí esto pues obviamente uno tiende a

preocuparse más y uno puede deprimirse

la situación de la iglesia que qué

terrible si esos son los creyentes los

cristianos que será de los demás pero a

la misma vez que uno ve esto como como

una realidad y como una influencia que

es muy real también nosotros vemos

diariamente ejemplos en la política

en el arte en otros en la ciencia de

personas que son claras en su fe y que

no han dado su brazo a torcer y que son

que son personas verticales que

mantienen su fe en dios hablan de ella

no se avergüenzan del evangelio yo doy

gracias a dios por esas personas que

toman esa posición de valentía que dios

haga eso mismo con cada uno de nosotros

donde quiera que nosotros estemos

es sumamente importante que nosotros nos

eduquemos a nosotros mismos y estar al

tanto de las ideas que hay en nuestra

sociedad y que la sociedad pretende

imponer en nosotros

es muy difícil mantener la disciplina de

uno examinar su propia

sistema de valores su propia visión del

mundo y eso requiere

tomar tiempo para uno examinarse y ver

cómo están influyendo esas creencias en

nosotros pero hay que hacerlo es muy

importante que nosotros lo hacemos lo

hagamos y somos responsables de nosotros

de guiar a nuestros hijos en su propio

proceso a todos los jóvenes alrededor de

nosotros que nosotros seamos una voz

vertical de la voz de dios en su vida y

que los lleve a ellos y examinar sus

propias creencias y entender el

resultado el fin de esas creencias que

son contrarias al señor yo dios va a

utilizar a cada uno de nosotros si

nosotros estamos en este mundo si nos

estamos moviendo en diferentes círculos

de influencia es eso es absolutamente

una realidad que vamos a tener que ser

una voz para esas personas que están

definiendo sus propios valores tenemos

que entender que de la misma manera que

el rey de babilonia le cambió los

nombres a estos cuatro jóvenes a sí

mismo

un mundo en que nuestros hijos nuestros

sobrinos nuestros estudiantes nosotros

mismos vivimos así mismo está tratando

de cambiar su identidad cristiana es eso

es tan claro la idea hoy en día es es

callar la voz de cristo callar la voz de

la iglesia simplemente apartarla y

llevarla a una esquina donde no influya

sobre el resto de la humanidad y tú y yo

somos responsables de no permitir que

nos acorralen y nos lleven a esa esquina

y calle en nuestra voz y más que nada lo

más importante es que nosotros esa voz

sea clara dentro de nuestros hogares en

el único antídoto que puede oponerse a

este adoctrinamiento débil de esta

visión de mundo contraria al señor en

las nuevas generaciones en las futuras

lo único es es el discípula miento

dentro del contexto del hogar no hay

otra solución

en el hogar es lo más importante la

integridad del hogar es lo más

importante

mira podamos podemos perder otras cosas

puede ser que no tengamos la carrera que

kerry que quisiéramos puede podemos

poner muchas otras cosas en el altar del

sacrificio y dejarlas ahí pero la

importancia de dedicar nuestras vidas a

levantar a nuestros hijos a levantar a

los más jóvenes en el temor de dios ahí

nunca apliquemos de nuestra

responsabilidad jamás esté discípula

miento tiene que ocurrir dentro del

hogar en hogares bañados en oración

donde se modela la aplicación práctica

de la palabra de dios como van a saber

nuestros hijos cómo actuar si no lo han

visto

en nuestros hogares cuando hay dilemas

morales y ven a sus padres actuando de

acuerdo a los principios del evangelio

esa es la mejor manera no hay ninguna

otra educación que ellos puedan recibir

en ningún otro lugar que pueda marcarlos

para eternidad como lo que nosotros le

enseñamos en nuestros hogares así que es

ahí es en el hogar y entonces la iglesia

qué función tiene la iglesia tiene la

función de estar a la par de los hogares

y de reforzar lo que ya se ha enseñado y

modelado en la casa la iglesia

responsabilidad de la iglesia no es

criar a nuestros hijos en el evangelio

la responsabilidad de la iglesia es

estar ahí a la par como un refuerzo a

nosa nosotros es muy importante son dos

cosas muy importantes pero no es pero la

responsabilidad primordial es la del

hogar de los padres

de lo que reciben en su hogar

y nosotros vemos que este es rey no dejó

nada al azar había un plan para cada

aspecto del entrenamiento de los jóvenes

deportados de diferentes tiendas

incluyendo lo que habrían de comer todo

todo estaba muy planificado

y

el versículo 5 nos dice el rey les

asignó una cantidad diaria de comida y

el vino de la mesa del rey y miren la

respuesta de daniel a este ofrecimiento

de alimento exquisito la mejor comida de

babilonia miren la respuesta de daniel a

esa es esa comida

verso 8 y daniel propuso en su corazón

no contaminarse con la comida del rey ni

con el vino que él bebía y dio por tanto

al jefe de los eunucos que no se le

obligase a contaminarse está declaración

de danielle es poderosa él dice que se

propuso otra forma de decir de decirlo

sería determinó firmemente o tomó una

decisión basada en su compromiso de

agradar a dios fue fue algo contundente

y claro él quería hacerlos rectos

delante de dios y los rectos delante de

dios eran no contaminarse con la comida

del rey yo me preguntó la pregunta

lógica es de donde sacó este muchachito

esa autoridad y esa claridad de

propósito

evidentemente debe haberlo aprendido en

judas no fue en babilonia fue en jugar

viendo a sus padres viviendo su fe

diariamente y tomándose el tiempo para

discípulo no solamente en cosas

prácticas de la vida sino también en

cosas del espíritu en asuntos

espirituales

danielle también muy probablemente había

escuchado a los profetas

y lo que los profetas habían anunciado

de hecho

jeremías era contemporáneo de danielle

es muy posible que la haya

quizás personalmente o de oídas sabido

lo que había lo que jeremías decía la

seca de las advertencias del señor de la

destrucción inminente de judas por la

desobediencia a la rebeldía y la

idolatría del pueblo de judá

así que la comida ordenada por el rey

podría ser deliciosa atractiva a la

vista nutritiva pero la objeción de

daniel es que había sido presentada

previamente como una ofrenda a los

dioses paganos eso era una práctica en

ese tiempo en específicamente en este en

el reino babilónico daniels había de

primera mano porque lo había

experimentado que los resultados de la

los resultados de la desobediencia de su

nación a pesar de que era un joven

piense que solamente se calcula que

podía tener como joven 14 años como

mayor 17 o 18 años era era un jovencito

y eso nos llena a nosotros de esperanza

de que nuestros jóvenes también pueden

hacer cosas similares pues este joven se

estableció un estándar para comparar su

comportamiento en la tierra pagana de

babilonia y lo hizo desde el principio

él no esperó callado a contaminarse para

luego establecer su posición desde él

principio el diseño el daño que esto le

haría a su espíritu

y lo que hizo fue entonces buscar en lo

que él había aprendido y asumir una

posición vertical moral delante de dios

hubiera sido muy conveniente para daniel

no haber dicho nada y haberse comido la

comida eso hubiera sido lo más fácil

hubiera sido muy lo más conveniente

también ceder a las presiones de de lo

que sus amigos probablemente le decían

deja eso porque es comerme eso no es

nada si ya estamos aquí ya estamos

viviendo aquí porque te vas a preocupar

por la comida pero los valores y la

visión de mundo de danielle lo guiaron a

tomar esta decisión y actuar con

integridad asumió una posición moral

clara

en el comportamiento de daniel en esta

situación es un ejemplo para todos

nosotros nos enseña que los principios

cristianos firmes deben preceder a la

toma de decisiones y no al revés

nosotros cuando cuando vienen

situaciones en nuestra vida ya nosotros

tenemos que tener una plataforma clara

de cómo hemos de actuar en cada

situación así de veces no debemos

esperar a que haya un fuego en nuestra

casa para salir corriendo a la tienda a

comprar un extinguidor ya tenemos que

tenerlo ya ahí saber usarlo antes de que

de que algo daña nuestra vida

cuando se nos presentan esos dilemas

morales es que tenemos que saber que

sabemos que sabemos que hacer es ya de

antemano porque un sistema religioso de

valores religiosos que solamente a flor

de piel superficial no nos va no va a

ser suficiente para los embates que

nosotros tenemos que afrontar nos

diariamente en nuestras vidas que

nuestros hijos tienen que afrontar en

sus vidas desde el momento que salen de

nuestra casa entran a un bus a una

escuela a una universidad

son embates terribles son retos

terribles y ya ellos tienen que saber

qué es lo que han de hacer en cada

situación y como dije antes de eso

tenemos que reforzarlo en nuestros

hogares

es importante nosotros saber de tener

una visión del mundo basada sólidamente

en nuestra fe cristiana para que cuando

vengan esas decisiones nosotros podamos

saber qué hacer cuando tengamos

problemas interpersonales vamos a poder

saber qué hacer

de todas maneras tenemos que buscar la

sabiduría de dios claro que así y

tenemos que buscar consejos claro que sí

pero vamos a tener por lo menos una idea

bastante clara de por dónde tenemos que

irnos y de cómo y qué decisión sería la

que agradar a dios o cuando viene la

tentación cuántas tentaciones no hay a

diario y cuando uno dice tentaciones

piensa pues en sexualidad pero hay

tentaciones de todo tipo de cómo usar

nuestro tiempo de cómo usar nuestras

finanzas hay tentaciones en todas las

esquinas pues cuando vengan ya tenemos

que saber cómo nosotros hemos de obrar

con en cuanto a estas tentaciones

o cómo comportarnos cuando nosotros en

nuestro alrededor

aparentemente todo el mundo está

haciendo lo que no deben y qué voy a

hacer yo enfrentado a eso con esas

presiones que otros nos ponen sobre

sobre nuestra propia decisión son para

cuando eso llega ya tenemos que tener un

plan como lo tuvo daniel ya tenía un

plan en cuanto a como él iba a vivir que

estándar de vida él iba a vivir en una

sociedad pagana

la convicción y la visión cristiana del

mundo no ocurren por casualidad eso no

es algo simplemente que nos ponen una

inyección y ya ya tenemos visión de

mundo cristiana no es así sabemos que

tenemos que esforzarnos por por aprender

de la palabra porque en la oración en

asistir a una comunidad de fe para poder

reforzar lo que ya y obviamente el

manual de vida verdad manual de vida

para nosotros es la biblia de leer la

palabra y saber lo que dice para cuando

vengan esas situaciones posada sepamos

que hacer todo por un ejemplo es el

entrenamiento que reciben los pilotos y

los soldados como como hace un piloto un

soldado ellos estudian sus manuales de a

a z practican diariamente se entrenan

diariamente cuando se les presenta un

reto imagínense que algo pase inesperado

y tengan y un piloto tenga que salir

corriendo a ver en el manual del piloto

qué tengo que hacer en esta situación

usted no quiere verdad que eso es eso es

un pensamiento difícil nosotros queremos

saber que ellos están entrenados a hacer

lo que se supone que hagan hace poco

semanas atrás hubo un accidente un avión

de southwest y le explotó un motor en el

aire una terrible y la piloto para que

la que iba pilotando el avión tuvo la el

enfoque para hacer exactamente lo que

tenía que hacer y tuvo un aterrizaje

perfecto en una situación de emergencia

imagínense que agradecidos deben estar

esos pasajeros de saber que llegaron

bien a su destino por el enfoque por la

fidelidad de una mujer piloto que se

entrenó como debían asimismo somos

nosotros no los también tenemos que

entrenarnos así

la forma en que daniel se acercó a su

petición también es un ejemplo para

nosotros

y pidió un cambio de dieta pero fíjense

cómo lo hizo en daniel del 8 al 10

así que daniel le pidió al jefe de

oficiales que no lo obligara a

contaminarse y aunque dios había hecho

que daniel se ganara el afecto y la

simpatía del jefe de oficiales éste se

vio obligado a responderle a danielle

tengo miedo de mi señor el rey pues fue

él quien te asignó la comida y el vino

si el rey llegara a verte más flaco y

demacrado que los otros jóvenes de tu

edad por culpa tuya me cortara la cabeza

y evidentemente es una lógica muy muy

razonable la de este guardia porque él

conocía a nabucodonosor mnac

nabucodonosor su pasatiempo favorito era

separar le la cabeza del resto del

cuerpo a la gente ese era su pasatiempo

favorito él no tenía ningún

el problema con cortarle la cabeza a

millares de personas de una vez y

nosotros lo vemos más adelante en un

relato que amenazó con hacer

precisamente eso

y el resultado de daniel y sus amigos

acerca de su resolución a no ser

contaminados por el consumo de la comida

del rey se ve en el verso 15 que dice al

cumplirse el plazo estos jóvenes

se veían más sanos y mejor alimentados

que cualquiera de los que participaban

de la comida real así que el guardia les

retiró la comida y el vino del reino y

en su lugar siguió alimentando los con

verduras con ver con verduras y agua así

que dios vio la fidelidad de ellos y

acto actuó en su favor dios los encontró

a ellos en el camino de la fe de esos

jóvenes dios o se encontró e hizo de

acuerdo a su poder para cambiar una

situación que ellos necesitaban la

petición de daniels y que no tuvo el

resultado de de ser para de estar

pálidos y demacrados sino todo lo

contrario dios

hizo un reverso en las leyes de

nutrición en vez de verse

se veían más y se veían mucho más

saludables que todos los demás y la

palabra también nos dice que dios les

dio aún más de lo que ellos pidieron en

el versículo 17 dice que en cada asunto

de la sabiduría e inteligencia que el

rey les consultó los encontró diez veces

mejores que todos los magos y astrólogos

que habían todo su reino así que el rey

los encargó a su servicio así que un

acto de fe como ese simplemente que

tenía que ver con comida y agua

y el dios lo vio y los encontró ahí en

ese camino y les dio no solamente lo que

pedían sino mucho más

esta solicitud de daniel de un cambio de

dieta con el fin de no contaminarse fue

el primer ejercicio de fe que nosotros

vemos en el libro de daniel de parte de

daniel pues registrado en este libro fue

un pequeño comienzo de fe que lo preparó

para las pruebas mayores que seguirían

la mayoría de ustedes están

familiarizados con la historia de daniel

y no tenemos tiempo para muchos detalles

pero cuando daniel tenía 80 años

los los otros administradores tuvieron

celos de que daniel había sido puesto

por segundo en el reino por el rey que

lo amaba y lo respetaba y hurgaron

buscaron con todo con todo propósito a

ver si podían acusar a daniel de algo

que él hiciera mal para poder arrestarlo

y llevarlo ante el rey si se esforzaron

en buscar culpa de todas las maneras en

el versículo 4 y 5 dice que sin embargo

no encontraron de qué acusarlo porque de

ser corrupto negligente no daniel era un

hombre digno de confianza por eso

concluyeron nunca encontraremos nada de

que acusar a danielle a no ser algo

relacionado con la ley de su dios así

que la pregunta para nosotros en

hablando de concepto de integridad es se

puede decir de ti y de mí que no hay

nada de qué acusarnos

si alguien no estuviera siguiendo los

pasos por un día o varios días al final

de su de seguirnos podría encontrar algo

corrupto en nosotros alguna vez alguien

ha se ha molestado contigo porque tú has

actuado con integridad en vez de actuar

en una manera corrupta cuando ellos te

han pedido que lo hagas son preguntas

que nosotros nos tenemos que hacer todos

los días en esto me recuerda a billy

graham especialmente los años de su

juventud cuando él comenzaba los

siguieron muchos periodistas porque

querían

fuera como fuera encontrar que él estaba

actuando en una manera que no no era

como él predicaba gracias a dios salió

ileso de de eso pero así no así nosotros

mismos tú no crees que hay alguien hay

gente que está observando como tú actúas

y que está tomando pautas para su propia

vida por lo que ven que tú haces hay una

historia de un pastor en londres que

después de predicar un domingo el lunes

se dirigió a su oficina para seguir su

trabajo se subió al tranvía al tranvía y

pagó por su boleto recibió su cambio y

se sentó a contar el cambio después de

contar varias veces confirmó que al

conductor le había devuelto mucho más de

lo debido el pastor se sentó en su

asiento a ponderar qué hago bueno a lo

mejor esta es la provisión de dios dios

sabía que yo estaba corto de dinero en

esta semana y lo proveyó de esta manera

y hoy yo no traje almuerzo este dinero

me va a servir para comer comprar un

almuerzo pero pensando en una y otra

cosa se bajó del tranvía y para

dirigirse hacia oficina pero se sentía

atribulado de desde ese dinero que hacer

con ese dinero en un momento rápidamente

se dio vuelta y volvió a donde el

conductor y le dijo por favor tome este

dinero por error usted me devolvió

demasiado cambio el conductor le sonrió

y le dijo no pastor no fue un error

llave yo visité su iglesia anoche y lo

oí predicar acerca de la honestidad y

decidí ponerlo a prueba

quizás tú no vas a tener estas

experiencias de tranvía pero te aseguro

que hay aquellos que están mirando tu

comportamiento porque tu comportamiento

le importa adiós y también es impactante

para los demás para bien o para mal como

no pudieron encontrar ninguna falta

estos hombres hablando de daniel sé

se inventaron una una forma de atraparlo

que manipularon al rey para que el

establecieron un edicto que dijera que

por 30 días había que tener no se podía

adorar a otro dios tenía otro hombre que

no fuera al rey mismo y en el grey cayó

en la trampa y apoyó puso su sello de

aprobación y era un algo que no podía

revocar se una en ese tiempo si un grave

proclamaba un edicto tenía que cumplir

con él y qué pasó

como respondió daniel a ese decreto

leamos danielle 610 y daniel cuando supo

del decreto que había sido publicado se

fue a su casa a su dormitorio cuyas

ventanas se abrían en dirección a

jerusalén tres veces al día se puso de

rodillas y oró dando gracias a su dios

tal como lo había hecho antes él oyó el

decreto

sabía cuál era el peligro pero sin

embargo hizo lo mismo de siempre siguió

orando doblando rodillas delante de su

dios del dios verdadero y también

dándole gracias por todo así que los

hombres sabían exactamente dónde

encontrar a daniel y cómo lo iban a

encontrar los estados lo llevaron al ten

rey quien tuvo que ponerlo en él en el

foso de los leones pero ya sabemos el

fin de la historia dios hizo un milagro

y los rescató de ahí y aquellos que lo

acusaron terminaron siendo el almuerzo

de los leones y no darían

y no solamente eso sino que el rey al

ver el milagro que había acontecido con

danielle proclamó otro decreto de que se

adorará al dios de daniel ese es el

impacto cuando dio sobre nuestras vidas

cuando somos nosotros testimonios de su

poder así eso es lo que hacemos nosotros

estamos proclamando el señorío de cristo

donde nosotros estamos a través de

nuestro comportamiento y piensa en esto

no pudo haber habido una victoria del

foso de los leones si antes no hubiera

habido una victoria de vegetales y agua

es imposible eso mismo pasa con nosotros

exactamente primero nosotros tomamos un

pequeño paso de fe y luego otro y luego

otro al hacer esto que pasa nuestra fe

se fortalece nuestro propósito de

glorificar a dios crece y recibimos más

poder y más dotación de parte de dios

eso es una ley así es que funciona

empezamos por cosas pequeñas y dios nos

va nos lleva a cosas más grandes yo

personalmente quiero vivir una vida de

integridad

yo quiero vivir una vida de valor y de

compromiso y de que mi visión de mundo

se alinea perfectamente con la visión de

la palabra y tú tú también que quieres

lo mismo de manera que sea

estás convencido de que tus acciones y

tus decisiones le importan adiós

te has propuesto como dijo daniel como

hizo daniel en tu corazón agradarle a

dios en todo que no integridad quiere

decir algo completo no tener un corazón

dividido sin un corazón completamente

dedicado totalmente sometido a la ley de

dios y antes de concluir yo te dejo con

la promesa que se encuentra en santiago

capítulo 1 versículos del 2 al 5 que

resume perfectamente el mensaje de hoy

es una promesa para ti y para mí

hermanos míos tener por sumo gozo cuando

os hayáis en diversas pruebas

sabiendo que la prueba de vuestra fe

produce paciencia

más tenga la paciencia la paciencia su

obra completa para que seáis perfectos y

cabales o sea íntegros

sin que os falta cosa alguna

y si alguno de vosotros tiene falta de

sabiduría vida la adiós el cual da a

todos abundantemente y sin reproche y le

será dada también que vamos a orar

gracias

señor

yo te pido señor que cada uno de

nosotros siga el ejemplo de daniel

que nuestra integridad no solamente sea

conocida frente a los hombres sino más

que nada que sea reconocida delante de

tu trono señor yo te pido sabiduría para

tomar decisiones para examinar mis

creencias para reconocer el impacto que

otras influencias que no son las tuyas

tienen en mi vida y en la manera en que

yo actúo le pido al señor que tú

purifica en mi mente mi corazón mi

espíritu para que todo esté sujeto a ti

que mi comportamiento sea conforme a tu

ley conforme a tus propósitos gracias

señor por eso señor que sigamos

caminando y dando pasos de fe pequeños

para llegar a pasos grandes en ti y

señor yo te pido especialmente que te

levantes una generación de danielle es y

daniela en medio nuestro señor señor yo

te pido que tú ayudes a los padres a

todos los que tienen influencia sobre

niños y joven

a darles el ejemplo que ellos necesitan

para seguirte a ti para servirte a ti

diseño yo te pido una generación de

daniele y daniela que transforme en el

mundo por su fidelidad y por su

constancia por su valentía señor en

medio aún de circunstancias difíciles

señor ayúdanos a nosotros como iglesia a

ser una iglesia que siempre de este como

una visión de mundo como la que tú

quieres que estemos sujetos a todo el

diseño ayúdanos a hacer una influencia

una luz en medio de la oscuridad señor

señor que reconozcamos que aunque

estamos en el mundo no somos del mundo y

que estamos llamados a algo mucho más

alto

que es obedecerte a ti y atraer gloria a

tu nombre en todo lo que hagamos o dios

gracias señor

Danzando en el horno de fuego

TRANSCRIPT

A ver qué voy a hablar al pueblo de Dios de parte de Dios. Y Dios me dio una palabra en Daniel, capítulo 3, yo quiero que tu lo busques conmigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Este capítulo es muy lindo, muy específico, tiene varias facetas muy lindas, pero vamos a tomar del versículo 20 en adelante. Yo quiero que los que están atrás se desactiven de lo que están cuidando y vengan hacia aquí y tomen la Biblia porque Dios tiene un propósito con ustedes que sirven también. Olvídense de las mesas, nadie se va a llevar esas mesas. Yo quiero que tu recibas esta palabra. El Espíritu Santo me dijo esas mujeres que van a llegar allí tienen hambre y sed de Dios.

Todos los tienen? Si hay una amiga le damos la bienvenida, si hay una pródiga también le damos la bienvenida. Hoy va a haber fiesta en esta casa y hoy te enamorarás de este ser supremo que se llama Dios porque no es religión sino relación de amor para gloria del Señor.

Daniel capítulo 3, versículo 20. La palabra del Señor se lee en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y dice así:

“… Y mandó a hombres muy vigorosos que tenía en su ejército que atasen a Sadrac, Mesac y Abed-nego para echarlos en el horno ardiendo.”

Diga conmigo, horno ardiendo. “Entonces estos varones fueron atados con sus manos, sus calzados, sus turbantes y sus vestidos y fueron echados dentro del horno de fuego ardiendo. Y como la orden del rey era apremiante y le habían causado mucho daño, la llama de fuego mató – diga conmigo mató – a aquellos que los estaban lanzando. Y estos 3 varones, Sadrac, Mesac y Abed-nego cayeron amarrados dentro del horno de fuego ardiendo.”

Tómale la mano a la que está a tu lado y di, Señor Jesús, yo declaro que este día no saldré la misma. No saldré el mismo de esta casa, en el nombre de Jesús. Yo declaro que esta palabra yo la haré y la llevaré a los míos en el nombre de Jesús. Amén. Denle un aplauso a Jesús. Siéntese a su lado. Dígale a la que está a su lado, no me hables por favor.

Más allá de lo que mis ojos, es el tema del congreso anual de esta congregación, y cuando la pastora Mercedes Miranda me llamó me dijo, “Mándame una cita bíblica que pueda ser un clic con este tema.” Inmediatamente el Espíritu Santo me mostró Efesios 3:20 y él hará cosas más abundantemente de las que tu y yo estábamos imaginando y entendiendo. La pastora misma dijo a algunas de ustedes, si pasan aquí a testificar hay cosas que ustedes van a decir, guau, yo no me esperaba esa. Y Dios es plus en nuestra vida, cuántas creen que Dios es plus en nuestra vida? Dios es más de lo que tu y yo estamos entendiendo e imaginando.

Hay un libro que se llama ‘Cuando lo que Dios hace no tiene sentido’, no tiene sentido para ti y para mí en lo humano, porque nuestras expectativas humanas están limitadas al pensamiento de Dios pero cuando tu lo alineas con la palabra y con la alianza del Espíritu Santo, oh, dile a la que está a tu lado, mira, no te equivoques, mírame bien porque tu te vas a salir equivocada de aquí quién soy yo. Cuando tu alineas la palabra es cuando la revelación a tu vida con esa relación, con ese Dios todopoderoso comienza a ser diferente y es a donde te desarrollas como mujer, te desarrollas quizás como madre, como amiga, como esposa, como hermana, como mujer profesional.

Nosotras las mujeres, de hecho, tenemos una diversidad de rol. Yo admiraba a esta sierva de Dios que es toda una poeta profética y cantando, adorando, ella tiene un manantial que ella quisiera callar pero no puede. Hay algo lindo dentro de ti que brota, que mana sabiduría cuando tu alineas lo tuyo con Dios.

Y aquí yo operaba en la palabra y decía, Señor, pero ubícame con esta palabra porque yo sé que fuego significa tribulación en alguna… si vamos a buscar en algún contexto, pero también fuego significa unción y bautismo de poder y de gloria. Pero Dios me ubicaba en esa vida, en esos sistemas, le vamos a llamar nabucos, ya que el personaje principal es Nabucodonosor. Hay sistemas en nuestra mente que nos quieren limitar, que lo que tu estás viendo en el momento – yo me imagino el pastor Roberto Miranda cuando Dios le reveló este templo y dijo, “hijo, me vas a hacer un templo más grande,” en la mente humana él rápido pensó y dijo, economía. Pero como Dios es plus y Dios es nuestro Jehová Jiré, Dios es nuestro proveedor, él hace cosas más abundantemente de las que tu y yo estamos imaginando y entendiendo.

Entonces, esos sistemas nabuco vienen emocionalmente, específicamente a nosotras las mujeres en algunas áreas de nuestra vida a querernos limitar, a querernos estancar, y no nos gozamos la vida a plenitud en Cristo. Muchas veces estamos… hoy estamos, mañana no estamos, hoy estoy triste, mañana estoy alegre, y es normal porque también el alma está compuesta de voluntad, intelecto y emociones, pero es que en Cristo tu tienes que someter todo tu ser, como dice la palabra del Señor, amándolo a él con tu mente, con tu fuerza, con tu corazón, con tu alma y con todo tu ser.

Cuando tu alineas tu vida de esa manera entonces tu vas a poder entender que él hará cosas más abundantes de las que tu y yo estábamos imaginando o creyendo o entendiendo. En Romanos 8 dice que él a los que le aman todas las cosas le ayudan a bien. Y si tu radicas esa palabra dentro de tu mente, dentro de tu espíritu, dentro de tu alma, tu vas a entender lo que estos jóvenes que yo he tomado de ejemplo, pudieron llevar a cabo ante este sistema llamado nabuco que quería obligarles a que se arrodillaran a una estatua.

Cuando tu estás pasando un momento de tribulación, un diagnóstico de una enfermedad incurable, un cáncer, un hijo quizás en la cárcel, un hijo en la droga, un esposo que no quiere recibir a Cristo, un negocio que lo estás viendo tambalear, una carrera universitaria que no encuentra si te van a dar beca o no te van a dar beca. Hoy con esto de las circunstancias de migración, que si voy a tener documentos o no voy a tener documentos, y ese sistema nabuco te atormenta, pero déjame decirte que está de ti y de mí doblegarnos ante la estatua del miedo, ante la estatua del desánimo, ante la estatua de la desconfianza, ante la estatua de la falta de fe, ante la estatua de la opresión. Está de ti y de mí, o nos atrevemos a ver más allá de lo que los otros están viendo porque nuestra confianza no es en un ser humano, es en un ser supremo que se llama Dios.

Y estos muchachos me impresionan que a medida… yo casi no he dormido, acá hay gente que ha demandado esta palabra. Yo tengo una circunstancia cuando me invitan a predicar que desde que me encuentran a la puerta me dicen, yo estaba orando por ti porque dejó una palabra. Y es Dios que las pone a demandar. Y el Espíritu Santo me tenía en la madrugada y me hacía escribir y escribir y borrar y escribir de nuevo y comenzaba, y me dio algo muy importante basado con esta palabra.

Número 1, los hombres vigoroso, oiga bien, que lanzaron estos tres jóvenes murieron en el mismo momento. Cuando se acercaron al horno de fuego ellos fueron quemados. Hay cosas en tu vida que hoy serán quemadas por el poder del Espíritu Santo. Hoy mismo en tu vida lo emocional, ese nabuco que tienes enfrente susurrándote, diciéndote, “no se va a dar la expectativa que tu tienes,” tu le vas a decir, “¿sabes qué? Más allá de lo que mis ojos me ven estoy viendo que Dios quemó a los que lanzaron al horno de fuego y lo equivocado en mi vida hoy se quema por el fuego del Espíritu Santo. Hoy se quema por el poder de la palabra. Yo voy a renunciar a ese miedo. Yo voy a renunciar a esa opresión. Yo voy a renuncia a esa noticia quizás mal que he recibido, o la mala noticia que todavía no la he recibido.” Vas a renunciar que no te siga atormentando.

Número 2, que me Dios me daba, era que la soga con lo que ellos habían sido amarrados para lanzarlos al fuego en el aire se quemó, en el aire los soltó. Yo quiero que te pongas de pie y digas, “la atadura que yo traje esta mañana, llámese como se llame, con el fuego de la palabra, con el fuego del Espíritu Santo, me desato. Me desato. Me desato. Me desato en el nombre de Jesús. Me desato por el poder de la palabra.”

Es así como tu tienes que contradecir los preceptos, los designios, los mares que el Espíritu Santo y la palabra de Dios en nuestras vidas. Siéntate si deseas.

Número 3. El cuarto hombre, ay, a mí me gustó esto, hermanos, yo me gozo la palabra. Hay algo en mí que Dios me pone como a navegar en la palabra a mí solita. Yo tengo una niña ahora que la estoy preparando, tiene 5 añitos y ella profetiza conmigo, pero cuando yo encontré esta palabra yo hasta la quería despertar a ella para que danzara conmigo porque dice, el cuarto hombre estaba danzando dentro del fuego esperándolos. Dile a la que está a tu lado, ‘tu te equivocaste si yo estaba sola en este asunto.’ El cuarto hombre, el hombre semejando al Padre, Hijo y Espíritu Santo esta danzando conmigo en esta batalla, en esta guerra, en esta prueba, en esta circunstancia, él está danzando conmigo.

Y no solo eso, lo estaba esperando. Por eso es que yo a veces me pongo un poquito… hoy que me está llamando mucha gente, porque el teléfono olvídese, no ha parado, tanta llamada, orando, orando por gente. Me siento sola. El Espíritu Santo está allí. No lo contristes. Él te está esperando en esa prueba de fuego. Él te está esperando en esta mala noticia para que dances con él.

Usted veía cuando decía, él está en su trono rodeado de luz y serán testigos mis enemigos – diga conmigo, mis enemigos – que Jesús es el Señor. Yo no voy a dejar que ningún espíritu nabuco venga a oprimirme, venga a darme depre. Dígale, depre, te vas. La depresión no es mi amiga, la opresión no es mi amiga, el desánimo no es mi amigo, el cansancio no es mi amigo, ni siquiera el tiempo es mi amigo. Porque hay veces, ay, está lloviendo, cómo me voy a peinar, ay no, me voy a poner cualquier cosa. No, es cuando más linda te vas a poner porque vas a lucir la gloria de Jehová, vas a danzar que el cuarto hombre se va a manifestar en esa prueba, en esa circunstancia. Que cuando la gente vea tu rostro diga, ‘pero qué es lo que tiene ella? Ella tiene algo. Ella tiene algo diferente, hay un brillo.’

Bueno, Vilma cuando me saludó me decía, ‘Iris, chica, pero tu estás más linda ahora.’ ‘Pasada de hermosa pero bella, elegante.’ Tu tienes que dejar que el brillo de la gloria de Dios se manifieste en ese horno de fuego, que tu lo veas danzando, que tu lo veas que la situación o las circunstancias que estás atravesando en tu casa no será para que dejes de congregarte, para que quizás dejes de escuchar palabra del Señor. Es cuando más tu vas a poner música, adoración, y te vas a dar tu danzadita.

Déjame decirte que los psicólogos le recomiendan a la gente que ponga música para que se relaje. La yoga te manda a hacer una [inaudible] trascendental que para que tu espíritu se vivifique. Tu y yo tenemos el fuego del Espíritu Santo, tenemos el poder del Espíritu Santo, y si sabemos que en ese horno está ahora mismo el cuarto hombre esperando, no importa lo que yo esté atravesando – diga conmigo, yo sé que yo sé, que yo sé que veré la gloria de Dios en la tierra de los vivientes. La veré. Diga conmigo, la veré, la veré porque él mira más allá y él me hace ver más allá de lo que yo me estoy imaginando y queriendo.

Me llama la atención el número 4. Nabucodonosor, el primero en darse cuenta que no son 3 los que están adentro del horno. Sabes una cosa? Hay enemigos ocultos que a lo mejor hasta se ponen a ver tu página de Facebook o ahora mismo que nos están mirando en YouTube porque Mercedes Miranda es específica para darme honra. Cuando yo le pido al Señor que no quiero en las redes sociales es cuando más Dios me saca y no entiendo a Dios, es como que me entregó al mundo de las comunicaciones. Y esos enemigos ocultos usados por el enemigo no te quieren dar likes para que no te des cuenta que tu estás predicando, que tu estás danzando, que tu estás cantando, que tu has venido al pre congreso más allá de lo que mis ojos ven.

Dile al que está a tu lado, ‘mira, aquí estoy porque voy a darle la gloria al Señor, porque serán los mismos enemigos para que sean testigos mis enemigos, digan conmigo, que Jesús es el Señor, es mi vida, es lo que yo estoy declarando, es lo que yo estoy decretando, que serán testigos, aún los que fueron usados quizás no son mis enemigos. Porque hay gente que habla… dile al que está a tu lado, ‘habla equivocadamente.’ Yo he aprendido como ministro del Señor a tomar las cosas de donde vienen y como yo soy madura para gloria del Señor, yo solamente le digo, okay, muchas gracias.

Le doy un abracito. Tu no tienes que venir a discutir porque el mismo, oye bien, Dios dice en el Salmo 23 que él adereza mesa enfrente de tus angustiadores y a mí me fascina esto tanto porque dice que unge tu cabeza con aceite fresco. Yo estaba pasando esta semana en un lugar un momento donde me estaban humillando, pero yo me quedé sentadita allí y de momento chequeo mi teléfono y mi hijo estaba aquí en León de Judá el domingo pasado, y me dice, “Mami, tu vas a predicar en León de Judá?” “Sí, el sábado que viene.” “Ay, mami pusieron tu foto en la pantalla grande de la iglesia.” Cuando Dios está permitiendo que te humillen es que ya te está exaltando. Él ya está diciendo, [inaudible] ya está diciendo hacia dónde te lleva, hacia dónde te pondrá, qué hará contigo. Ese el Dios que tu y yo tenemos, el Dios verdadero, el Dios que pasará como dice Isaías, por el fuego pero no te quemarás ni aún las llamas arderán en ti.

Eso dice Isaías. Es que depende cómo yo lo vea. Imagine que yo me hubiera frustrado en ese lugar. Pide a su hermano no me mande el texto mi hijo diciéndome que aquí me estaban poniendo en pantalla grande para gloria del Señor. Esos pequeños detalles que yo puedo ver este tema, más allá de lo que mis ojos me ven porque allá no me estaban mencionando y aquí me estaban poniendo en una pantalla grande. Tu no sabes ahora mismo lo que Dios está haciendo, tu sentada aquí por estar escuchando esta palabra ahora mismo.

Nabucodonosor está espantado, está sorprendido de que no son tres, son 4, porque Dios le revela a tus enemigos que tu no estás solo, que él es tu guardia y de hecho hay un salmo que dice, no dormirá el que te guarda. Aún dormidita siéntete segura que ahí te están cuidando. Ahí tienes quién te está cuidando. Por eso a veces tu te despiertas y dices, ay, como que sentí como si alguien me peinó. Como que sentí una brisita. Como que tuve un sueño. Es Dios que te está diciendo, ‘yo te estoy mirando. Tu estás aquí conmigo.’

Hay veces que tu ni siquiera lo sientes, a mí me ha pasado como ministra del Señor. Hay gente que cree que porque yo hablo lenguas y predico tanto y ando viajando para allá y para acá es que yo todo el tiempo ando en la dimensión que yo sé que Dios está ahí. Y no, hay veces que ni lo siento, pero ¿sabes qué? Él me dice, ‘No te preocupes que no me estás sintiendo porque te estoy cargando.’ Dios te carga. En estas circunstancias difíciles, dile a la que está a tu lado, ‘Dios me está cargando, yo siento a Dios cargándome. Yo siento que Dios me está llevando en estas circunstancias, él me está llevando y está siendo testigo de que Dios está conmigo.’

El número 5. Nabucodonosor se arrepintió. Tu sabes que hay cosas que te van a pasar que te van a venir a decir, ‘ay, yo no sé por qué, manita, pero perdóname. Yo he visto a Dios en ti.’ Yo tengo una amiga que me quiere mucho, ella me dijo, ‘Iris, a mí me llamaron de un sitio y me estaban hablando mal de ti,’ y dice que ella rápido les dijo, ‘A mí el Espíritu Santo no me dice eso de Iris, chica.’ Y yo le di un besito y me fui porque yo no pregunto quién fue, cómo se llama, dónde vive, porque no me interesa.

Yo sé que lo que dice aquí Nabucodonosor se arrepintió va a provocar arrepentimiento dependiendo de tu postura, de saber que el que pelea por ti es Jehová de los Ejércitos. Mía es la venganza, dice el Señor. Mío es tu pleito, mío, yo soy tu abogado, yo soy el juez, yo tengo a tus hijos en mis manos, yo tengo ese caso, yo tengo ese negocio, esa empresa, ese empleo, esa profesión, yo soy el que lo tengo. Ese ministerio, no te adelantes a lucirte, rápido a querer hacer… mira, que Dios lo haga contigo. Es él el que te va a llamar, es él el que te va a solicitar, tu agenda se llenará rápido que tu vas a quedar asustada.

Ellos mismos arrepentidos van a decir, mire, llame por favor a esta sierva que es una tremenda intercesora. Llámela porque a ella le gusta repartir comida como lazos de misericordia. Y va a ver la expansión del asunto en tu vida. No vas a tener que empujar la cosa. Tengo 20 años para gloria del Señor de ministerio y todos los pastores de Massachusetts pueden llamar aquí personalmente a esta casa de que si Iris chica llama un domingo, ‘mira hoy tengo libre, no me quieren invitar para una ofrenda.’ No, es Dios llenando la agenda, es Dios… no dejes que Nabucodonosor se adelante a los propósitos que Dios tiene en tu vida. Espera que Dios haga contigo en todas las áreas de tu vida, tal vez en tu vida emocional estás adelantándote a tomar….

Yo me quedaba impresionada porque a mí me llama mucha gente para oración y me decía, ‘pero por qué le pasan cosas malas a la gente buena?’ y Dios me dijo, ‘Porque toman decisiones equivocadas como las has tomado tu alguna vez, hija mía.’ Soy buena, diga conmigo, soy buena pero tomo decisiones equivocadas y tengo que vivir el proceso, pero como él mira más allá, el mismo que me metió y me lanzó al horno de fuego, se manifieste el cuarto hombre. Diga conmigo, se manifiesta. Entonces empiezan los enemigos a arrepentirse, a decir, no, verdaderamente Dios está con esa persona. Verdaderamente es un hijo de Dios, verdaderamente es cristiano, verdaderamente es cristiana. No tiene ni que discutir el asunto con nadie.

A los mejor hay vecinos que no los aceptan. Tu sabías que hay vecinos que uno como que no los quiere mucho, no, no me lo diga pero sea sincera. Pero ¿sabes qué? Ore a Dios que esos vecinos se van a convertir a través de su oración para gloria del Señor. Y entonces van a decir como Nabucodonosor, ‘arrepentido’.

El número 6 dice que los envió a salir del horno de fuego. Tu sabes lo que… yo me quedé impresionada porque a los primeros que los lanzaron los quemó, los mató ahí mismo el fuego. Pero a Nabucodonosor no lo mató y me dijo el Señor, ‘Hay enemigos que Dios muchas veces perseguidores que tu y yo queremos que se vayan y Dios los deja como testigos y los deja para que den ordenes a favor tuyo, para que digan, no, espérese un momento, no, no, yo también estaba equivocado pensando esto de ella. Puede ser quizás tu mismo esposo pero no se lo digas que te lo dije yo porque entonces no me va…. No, puede ser un familiar, pero si tu sometes esos espíritus de verdad bajo la planta de los pies porque no son ellos, tu lucha no es con carne ni sangre. El horno de fuego que pasaron estos jóvenes lo vencieron porque ellos no se dejaron. Fue aquí. No se dejaron rendir a esa estatua, a ese sistema.

Si tu no te dejas rendir emocionalmente a esos traumas, a esos miedos, a ese no puedo, no creo, ay, cuántos muchas veces decimos cosas negativas en vez de decir, sí, yo creo en el nombre de Jesús, sí, yo lo puedo en el nombre de Jesús y si no lo sé lo voy a aprender en el nombre de Jesús porque él es el Padre de la sabiduría.

Como madre, porque yo tengo un hijo de 27 años y comencé a ser mamá de nuevo, hoy me toca vivir una experiencia con mi niña de 5 años y mi niña a veces me dice, ‘Mami, yo no puedo,’ y yo le digo, ‘Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Venga, vamos a enseñarle.’ Dios nos da estrategia hasta para decirle a nuestros hijos, “ah, no tu no puedes, ven, yo te lo voy a hacer.” No, no le digas así, tu tienes que enseñar a tus hijos como madre, como esposa, a tu relativo, enseñarles que tu lo puedes en Cristo, porque más él hará, cosas más abundantes de las que tu y yo nos estamos imaginando y creyendo. Entonces, él les dio la orden y los envió a salir del fuego.

El número 7 dice que reconoció que eran hijos del Dios Altísimo. Tu vivencia cristiana va a reconocer a este Dios Altísimo. Lo que tu vives ahora en Cristo va a ser ver que la gente diga, ‘estos no le sirven a un Dios muerto, ellos le sirven a un Dios vivo. Ellos de verdad le sirven a Dios.’

Los otros días se me acercó una persona y me dijo, ‘yo soy santera.’ ‘Oh, qué bueno,’ le dije, ‘contigo quería hablar.’ Sí, porque hay gente que cree que cuando tu le dices, ‘yo soy santero, yo soy brujo,’ le vas a tener miedo. Ahí mismo en Romanos 8, más abajito, dice que si Dios conmigo quién contra mí. Y mi meta es ayudar a ella a sacarla.

Sabe lo que hizo? Reconoció que el Hijo de Dios Altísimo está conmigo. Y me dijo, ‘yo te he hecho tantos trabajos, muchacha. He matado gallinas,’ y me dijo todo lo que hacía y yo después, ‘ven para acá, que ahora vamos a matar la gallina en el nombre de Jesús, vas a recibir a Cristo y de una gallina te levantas como un águila.’

Cuántas son mujeres águilas aquí? cuántas le creen a Dios? hay poder en la sangre de Cristo. Él es quien permite que tus enemigos exalten al Dios Altísimo. No es el santero, no es el agorero, no es el espiritista, es Dios que hará cosas más allá de lo que tu y yo estamos viendo y estamos entendiendo.

Número 8. A Nabucodonosor no le bastó y llamó a los sátrapas y a los gobernadores, a los mismos que le dijeron, ‘mi rey, estos jóvenes no se han querido adorarte a ti.’ ‘Ah,’ pues dijo Nabucodonosor, ‘ahora es mi tiempo de yo exhibir el Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego. Vengan para acá los sátrapas y los gobernadores a ser testigos de que no son tres, que son 4.’

Ay, ay, ay, yo no sé si tu me estás entendiendo. Yo quiero que tu te pares un momento y tu digas, no son los 3 los que están, es Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahí danzando en esta circunstancia, en esta prueba, oye, date la danzadita, dátela, dátela porque música hay dentro de ti. Hay música dentro de ti, hay canción dentro de ti. Eso es lo que Dios quiere. Vas a Beniamar, dice que se levanta multitud de pensamiento para quererte atormentar. Hay domingos que tu te levantas y dices, ay, hoy no voy a la iglesia. No. date la danzadita y di, yo voy para la iglesia. Yo voy para la iglesia porque si Dios está llamando a los sátrapas, los gobernadores, junto con los espíritus del sistema de nabuco para que sea testigo, yo voy a exaltar a mi Rey. Puede sentarse si lo desea.

Dice que ellos, oye bien, fueron tan… porque hay gente que están más allá del asunto, le vinieron y le examinaron hasta los pelitos y vieron que estaban intactos, que el fuego no les había tocado la ropa ni los cabellos y ni siquiera olor a humo. Porque es que hay guerras espirituales que lo vas a oler tu es a gloria, es al poder de Dios, es al perfume del Espíritu Santo, es como le pasó a una hermana que estaba aquí, me dice, ‘cuando tu llegaste aquí la atmosfera se transformó.’ Yo sentí algo, la gloria es para el Señor, cancelamos toda vanagloria por el poder de la palabra, ella me dijo, ‘Yo sentí que la atmósfera se transformó y sentí algo cuando tu entraste en esa puerta.’

¿Sabes qué? Me gozo que ella sea cristiana y me lo dice, pero me gozo más cuando la gente no es cristiana y entro a los lugares y me dicen, ‘Tu cargas algo.’ Di conmigo, yo cargo, soy portadora de la gloria de Dios, cargo la presencia de Dios, cargo la fe, cargo la confianza. Ningún sistema de Nabucodonosor me va a poner en el horno de fuego porque aunque me ponga el cuarto hombre se manifiesta, el todopoderoso, Jehová el shaddai, Jehová [inaudible], él está conmigo en este diagnóstico, en esa mala noticia, en esa circunstancia relacional, en esta circunstancia relacional con tu matrimonio, con tus hijos, en esas circunstancias financiera, él hará más allá.

Yo estaba en Colombia predicando y una hermana me dijo, ‘Hermana, pero usted donde cae hay un favor y una gracia con usted.’ Y yo le digo, ‘Por qué?’ Porque esta señora no quiere que siga pagando hotel usted, se la quiere llevar para su mansión. Sabe lo que me dijo Dios? es que el Dios que está en Estados Unidos es el que está en Colombia para Iris Chica. Yo soy el proveedor de ella, yo soy el Jehová Jireh, él hará más allá.

Yo fui a pagar un hotel y Dios vino y me sacó y me puso en una mansión. Dale la gloria a Dios. Eso lo hace Dios. Eso lo hace Dios. Él hará cosas más abundantes, él proveerá. Es más, me dice que le diga que ya proveyó. Ya lo proveyó para ti. Yo no sé cuál es tu expectativa por la que tu viniste hoy, porque tu no viniste a ver a Iris Chica, y si tu viniste a verme a mí ya me viste, ya te puedes ir, o tu viniste a recibir una palabra, a creerle a Dios que Dios está contigo, que él es el que está hablando en mi boca, porque yo lo único que soy es su instrumento de gloria y alabanza.

Dice el 9, Nabucodonosor adora al Dios todopoderoso de ver la victoria de ellos. Eso es lo que tu vas a provocar. En estas circunstancias que estás atravesando dile a la que está a tu lado, ‘mírame bien, porque aquí se va aparecer la vecina que no me quiere, adorar a Dios aquí a León de Judá. Oh, sí aquí se va a aparecer mi esposo que no quería ser cristiano. Aquí se van a aparecer mis hijos, aquí viene mi suegra, esa suegra que casi no la quieren.’ Diga, aquí viene mi suegra a adorar a Dios en León de Judá. Oh, yo le creo a Dios. porque ellos van a ver tu victoria, que tu vas de poder en poder y de gloria en gloria. Qué se está oyendo de ti…

Yo usualmente no hago mucho Facebook de likes solamente cuando predico, pero hay que me solicita y me dice, ‘haga un videíto, por favor, y esto y lo otro.’ ¿Sabes qué? Yo quiero que me vean exaltando al Rey de Reyes y Señor de Señores, predicando el Evangelio. Yo no saco un plato de comida, yo no saco que si me veo sexy o no me veo sexy, yo pongo a Jesucristo porque yo quiero que le adoren los santeros, que le adoren los que no conocen a Cristo, que le adoren a ese Rey de Reyes y Señor de Señores. Y él ´se va a manifestar a través de ti de esa manera. Yo sé que Dios te está tocando. Yo recibo que alguien está demandando esta palabra fuertemente.

Y saben lo que más recibo? Que te la está llevando para multiplicarla. Oh, sí, copia, copia todo lo que quieras porque yo no vendo el Evangelio, la palabra se multiplica. Por eso cuando la pastora Meche me dice, ‘[Inaudible] por YouTube,’ que lance por YouTube para que lo vea todo el mundo. Hay que multiplicar la palabra. Diga conmigo, yo compro la verdad y no la vendo. Yo soy predicadora, yo vivo un Evangelio. Dígale. Yo lo quiero ver porque yo quiero que Nabucodonosor adore al Dios vivo, que los católicos, que los religiosos crean lo que hay en ti cuando te vean vivir diferente.

El número 10, hizo un decreto. Esto me gustó. Ay, pero qué decreto? Se parece al himno último que ella cantó de la victoria, que ella cantó, porque esto es lo que tu vas a hacer ahora. hizo un decreto que toda lengua, que toda nación… tu sabes lo que una mujer que permite que Dios vea más allá de lo que los ojos de ella vean provoque no solamente a los relativos cercanos de su casa, sino que va a los lejanos, va a la comunidad, va a la nación y va a todo el mundo.

Mi hijo, él es mentor financiero, para gloria del Señor, y me puso en unos seguros y me dijo, “Mami, yo quiero saber cómo te gustaría que te reconocieran si un día partes de este mundo.” “Ah, no no, mi hijito, de mí que se diga que yo predicaba, que yo gritaba, que yo adoraba al Rey. Eso es lo único que yo quiero que digan. Y la alabanza que yo quiero que canten es la Miel San Marco, Por Amor a su nombre no callaré.” Yo quiero que se diga eso, que brote eso cuando después los que dejen legado puedan decir, “Ella decía, por amor a su nombre no callaré.”

Diga conmigo que por amor al nombre de Dios no me hagan callar. Aunque caiga en el horno de fuego que comience a danzar, porque la soga ya se soltó, ya fui desatada, con esta palabra Dios me la está dando a mí espíritu. Él está haciendo que toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor para gloria del Padre, para gloria del Hijo, dondequiera que tu entres que conozcan que el Señor está contigo.

Yo recientemente acabo de suspender los programas de la radio y hay gente que yo creo que evalúa mi espiritualidad, si le podemos llamar así, o mi vida cristiana, por hablar en un micrófono en una radio. Y entonces yo me puse a pensar, porque me mandan correo electrónico, me mandan palabra profética, y que las almas, y que tu no estás predicando, y que Dios aquí y que Dios allá, yo digo, espérate un momento, a mí Dios no me van a matar, yo tengo 20 años de ministerio de radio para gloria del Señor y hoy en día si me estoy dando este break es lo mismo que decía la pastora Meche, que Dios me lo confirmó, que cuando yo pensaba es que él ya se había levantado a hacer cosas más allá de lo que yo me estoy imaginando.

En el área que yo vivo, yo vivo por el área de Lexington Concord, Burlington, donde están los millonetas, como les llaman, entonces yo me quedé y yo dije, espérate un momento, yo no estoy en la radio, qué yo puedo hacer? Y usted la palabra presentada al estilo caribeño, en salvadoreño es metida, pero una cosa es ser metida para lo malo o presentada para lo malo, a ser presentada para lo bueno.

Yo me fui a inscribir a una oficina de voluntarios y yo dije, bueno, aquí estoy yo, si ustedes me necesitan, yo no sé mucho inglés, pero me fluye cuando el Padre quiere que me fluya. Por él hace más allá de lo que tu y yo estamos entendiendo e imaginando. Mire, este tema es tan poderoso que yo no sé si Mercedes me va a querer tener en ese congreso pero ya yo me he metido una vez para gloria del Señor. Porque es que Dios es especial.

Entonces me comenzaron a llamar, y yo digo, ¡guau! pero qué digo yo? Qué hago yo? No, hay unas personas, me dijo, que lo que necesitan es que te rías con ellos. Otros lo que quieren es que converses un poquito y como yo ando sí, yo le pongo musiquita y me pongo a danzar con el pandero. Un señor me dijo, ‘Usted hace danzas privadas?’ “Sí, pero solo para mujeres,” le dije, “tenga cuidado.” Sí, porque hay que tener cuidado. Acuérdese que Nabucodonosor está allí y usted tiene que tener cuidado. Eso es para que se rían un rato.

Pero entonces comienzo a visitar y me encuentro una señora de 52 años, una ingeniera, caminando así, que perdió el balance. Mi corazón se compujo pero como yo he sido enseñada por pastores puertorriqueños y a mí me quitaron el llorisqueo los puertorriqueños, porque yo era bien lloroncita, yo iba a un hospital y yo no oraba, sino que me ponía a llorar con el enfermo. Y me agarró una pastora y me dio un entrenamiento cómo es que yo tengo que entrar al hospital en el nombre de Jesús, que se me quitó el llorisqueo y ahora digo, sé sano en el nombre de Jesús. Sé sano por el poder de la palabra.

Entonces yo ya iba a llorar con esta ingeniera, pero dije yo, no, espérate, le dije, “En qué te puedo ayudar?” y me dijo, “He perdido el balance y necesito que alguien me vaya a hacer un shopping, por favor. Me pudieras ir a comprar la comida?” “Oh, con mucho gusto.” Me voy a comprarle la comida, cuando regreso ella estaba en una cosa ancestral de yoga y yo dije, ay, Dios mío.

Le dije, “Tu me permites el baño?” y me dijo, “Sí,” y en el baño yo comienzo a orar, yo dije, yo pido asistencia de ángeles, yo pido ahora que nadie me va a impedir que le hable de Jesucristo a ella, que el Espíritu Santo me va a dar el permiso. Padre, dame el permiso, porque hay veces que el Espíritu Santo le dice que no, eso se lo enseñé en otra clase, pero en esta ocasión el amor de Dios en mi vida me dijo, “Suéltale la palabra.”

Cuando yo la encuentro sentadita que ya terminó lo ancestral que estaba haciendo, le digo, “Can I talk to you please?” Ella me dice, “Yes.” Yo le dije, “Dios no te ha llamado para que estés así. Dios no me envió hoy a comprarte la comida, Dios me envió a hablarte, que tu tienes… cuántos años tienes?” “52.” “Qué profesión?” “Ingeniera.” Un carrazo, una mansión, el banco de lado con dinero, Dios no te mandó a eso, levántate. Levántate porque me dice el Señor que te llamó a levantarte. Le vas a dar su vida a él y van a morir estos dioses.

Ay, porque Nabucodonosor cuando se levantó a hacer el decreto, escuchen bien lo que dice ahí en la palabra, yo no sé si usted lo quiere leer en su casa todo, pero él dice que todo mundo reconozca que el Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego es el Dios verdadero, el Dios altísimo, el Dios real, el que todo lo puede, el que todo lo hace y por lo tanto, el que no adore ese Dios será descuartizado. Este fue agresivo, este tenía un crimen adentro de él, pero toda lengua tuvo que reconocer que Jesús es el Señor para gloria del Padre.

Cuando tu le crees a Dios, Dios está contigo en más allá de lo que tu estás imaginando y creyendo. Después de que le prediqué a ella, oré sobre ella, ella lloró, la abracé, la dejé allí y me fui. En el carro yo lloré. Y yo le dije, “Señor, qué es lo que tu me tienes haciendo ahora?” y me dijo, “Tu sabes lo que dice esto? Cómo van a creer si no hay alguien que les predique. Y aguanté la radio porque quiero que te ganes los millonarios, quiero que te ganes los abogados, quiero que te ganes los ingenieros, quiero que te ganes los judíos para Cristo, quiero que sepan que yo soy el Señor de Señores, el que les puede sanar, el que les puede libertar, el que les puede levantar para gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Mi hijo me dijo, “Mami, pero te gusta lo que estás haciendo?” Y yo le dije, “Sí, porque Nabucodonosor se equivocó que creía que solo en un micrófono en una radio puedo declarar y decretar en el nombre de Jesús.” Sabe lo que está haciendo Dios? en mis manos ha depositado unción para sanar y libertar y salvar. Ahora voy en el nombre de Jesús para gloria del Padre y los enfermos son sanos y los enfermos son libres. Y le dije a mi hijo, “Me tiene desarrollando el don de sanidad y no me estaba dando cuenta porque él hace cosas más allá de la que tu y yo podemos ver, podemos entender, podemos imaginar.”

Hay cosas que tu crees que estás estancada, es más, dile a la que está a tu lado, mira, hazte para allá porque yo creía que estaba estancada pero hoy me voy a expandir, hoy me voy a extender, hoy yo le voy a creer a Dios que Dios me tiene haciendo algo, no es que estoy estancada, es que él está viendo por mí hacia dónde me está llevando y hacia dónde está haciendo.

Yo tengo alguien que me está… quiero que me haga seña con el tiempo. Dice que Nabucodonosor engrandeció y esto me gustó más, a Sadrac, Mesac y Abed-nego. Primero, adoró a Dios e hizo un decreto, y después los engrandeció a ellos.

Isaías, te puse el nombre nuevo. Mío eres tu. Cuando pases por las aguas no te anegarás. Cuando pases por el fuego ni la llama arderá en ti. Eso es lo que Dios hace y te engrandece. Quién era yo cuando vine a esta nación? Una pródiga. Una que se parecía a la samaritana y de una vida promiscua me levantó como una evangelista.

Yo te pudiera mencionar a ti pero mis testimonios son mis testimonios y prefiero hablar de mí y no de ti porque a lo mejor no te va a agradar si yo cuento tu testimonio. Me puso nombre nuevo, me engrandeció a saber que el grande tuvo privilegio yo de que él me viera, que me sacara del muladar, que me limpiara y que me levantara como su instrumento.

Mujer tu eres el vehículo de la gloria de Dios. Dios te dio un nombre nuevo. Dios no te ve como tu te ves. Inclusive cuando yo estaba apartada, yo no andaba ropa casi, y sabe una cosa, todo mundo cuando me encontraba en la calle me decía, “Tu eres cristiana?” y yo me miraba y yo iba a llorar al baño y decía, “Señor,” y cuando yo vine a Cristo Dios me dijo, “Yo nunca te vi desnuda porque yo siempre te cubrí con mi amor. Yo siempre te vi que te iba a levantar para predicar mi palabra.”

Yo sé que tu estás ahí como madre, como esposa, como mujer empresaria, como mujer amiga, como pastora, como líder, como profeta, como ministra del Señor, como hermana, como mejor amiga, como profesional, no sé cuál es el rol tuyo que tu más te destacas, pero Dios no está viendo lo que tu estás viendo. Hoy el Señor te dice, lo que hice con Nabucodonosor que exaltó mi nombre y engrandeció a Sadrac, Mesac y Abed-nego lo hago contigo. No te ves como te ves ahora, hoy saldrás de aquí victoriosa.

Esa mujer llamada Abigail, por el amor Dios le dio a ella la victoria por ser humilde. Fue honrada. Dios le restauró todo después de pasar violencia doméstica. Dios está contigo, mujer. Yo no sé lo que tu estás pasando. Yo quiero que salgas de tu asiento y vengas aquí al frente porque Dios quiere hacer algo con tu vida. Dios quiere administrar todo corazón, tu alma. Si hay una enfermedad, si hay una vida que quiera hoy recibir a Jesús, lo que tu quieras, salte de tu asiento, ven. Rompe con eso y ven a manifestarte aquí con el cuarto hombre en el horno de fuego.

Salgan todas, salgan todas. Él quiere que todas se lancen al altar. No me miren a mí, miren al Padre, Hijo y Espíritu Santo que les está invitando, que es él el que quiere hacerles una manifestación. Una mujer llamada Rispa, su nombre carbón encendido, mujer ardiente, dice que levantó una tela, vamos a pensar que esto es tela, de silicio y lo puso sobre los peñascos hasta que hizo llover agua del cielo y no dejaba que ni una ave de rapiña, ni de día ni de noche se acercara a sus hijos.

Y usted sabe lo que hizo David cuando oyó ese amor, dijo, “Voy a honrar la sepultura de los hijos.” Cada acto que tu estás haciendo aquí hoy en este congreso, en este pre congreso, Dios lo está honrando, Dios lo está viendo, cada acto independientemente de qué, Dios lo está viendo.

Yo quiero que te unas, como estábamos hablando de tres y del cuarto, te unas de cuatro en cuatro y vamos a hacer un clamor juntas todas. Vamos a clamar quizás por las circunstancias de tu vida, por los Nabucodonosor que estaban viéndote estancada, por los Nabucodonosor que creían que tu te paralizabas. Cierren el círculo de cuatro, ciérrelo. Ciérrelo y créale a Dios. Créale a Dios que Dios está con usted, que sus hijos están ahí danzando con usted, que su esposo que no es cristiano, está danzando con usted. Créele a Dios.

Mientras tanto la hermana va cantando, me voy preparando para que podamos hacer el clamor. Pero vaya orando ya, diga, el espíritu de Nabucodonosor de miedo, de opresión, renuncio ahora, los renuncio a través de este cántico. Vaya renunciando porque después lo que va a recibir es una declaración profética que Dios me permite darle en un segundo para su vida, para que podamos estar preparadas para el congreso del 4 de noviembre. En el nombre de Jesús, en el nombre de Jesús, en el nombre de Jesús escucha esta alabanza y siga orando, siga renunciando, no esté mirando a nadie.

Dígale, yo no voy a ver a nadie. Yo quiero que el cuarto hombre se me manifieste aquí y me traslade si es posible a mi casa, me traslade si es posible a mi empleo, me lleve allá donde está la circunstancia de Nabucodonosor molestando mi vida. Yo quiero que me lleve.

La maternidad visionaria - levantar una generación de Samueles

Transcripción

Cuando nuestra hija menor tenía 8 años escribió para el día de las madres un poema para dedicármelo a mí y el poema dice:

“Querida mami, eres como una rosa, bella en todo sentido. Me encantan tus suaves pétalos y tu dulce perfume. Como todas las rosas también tienes espinas pero te amo a pesar de las espinas.”

Ahora ella tiene 3 hijos y sus hijos se están encargando de hacerle reconocer cuáles son sus espinas también y a la misma vez disfrutar de su dulce perfume en su maternidad. No hay una función en el mundo tan llena de gozos y memorias hermosas y a la misma vez de retos y dificultades que la de ser mamá o papá.

Y yo sé que estamos en el día de las madres. Voy a hablar quizás más acerca de la mamá pero papá, no te sientas excluido. Tu también estás involucrado en eso y todos los principios que yo voy a compartir se aplican igualmente a ti. Así que simplemente haces correcciones, modificas y también es para ti, papá.

Es una tarea tan importante y tan compleja que nosotras no podemos ejercerlas en nuestra propia fuerza. Tenemos que hacerlo con la colaboración de Dios. Nosotros en nuestra maternidad somos los colaboradores de Dios. y esta misión obviamente va mucho más allá que de criar hijos saludables, hijos que sean buenos ciudadanos. Nosotros como hijos de Dios no nos podemos conformar con eso. Queremos lograr mucho más.

Y la misión de nosotros es darles a nuestros hijos un ejemplo vivo en comportamiento y en palabra de lo que significa amar y obedecer a Dios. y qué nosotros queremos hacer a través de eso? nosotros queremos que nuestros hijos, nuestros nietos, todos aquellos a quien nosotros influenciamos con nuestra maternidad, todos ellos se aferren a esos principios, los vean modelados y a su vez deseen modelarlos en su propia vida, de manera que ellos a su vez los lleven, los transmitan a la nueva generación.

El amor de Dios, el trato de Dios es generacional. Lo vemos en la palabra de principio a fin. A Dios le importan las generaciones, le importa el individuo pero le importan las generaciones. Y ahí es donde nosotros entramos, en transmitir esa obra de Dios a la próxima generación para que ellos a su vez lo puedan hacer.

En los años ’90 se hablaba mucho acerca de visión. Visión en la empresa, visión en la profesión, visión en el liderazgo, dondequiera que uno se metía había un taller, una enseñanza, libros acerca de lo que es visión. Y lo que sería una persona visionaria, la podríamos describir como una persona que planifica el futuro con sabiduría y con una idea clara de dónde quiere llegar. Es la persona que se levanta cada día pensando, okay, o al final del día más bien, en el día de hoy, lo que yo he hecho hoy, lo que yo he dicho hoy, es algo que avanza, me avanza a mí hacia mi meta o me atrasa hacia mi meta? Eso es lo que una persona visionaria hace, examina continuamente su vida para saber si está llegando a dónde quiere llegar.

Y no hay otra aventura humana, así podríamos decirlo, donde necesitemos más el tener una perspectiva visionaria que en la maternidad o en la paternidad. El conocido Proverbios 29:18 nos recuerda que donde no hay visión el pueblo perece. Y vemos señales a todos nuestro alrededor acerca de eso, de familias donde no hay visión de Dios o donde se ha adoptado una visión contraria a Dios, donde las cosas no han funcionado.

Así que como hijos de Dios nuestro llamado como padres y madres es preservar y seguir buscando la visión de Dios para poder transmitirla a la generación, a los que están bajo nuestro cuidado. Porque el deseo de Dios es que nosotros captemos la visión suya para nuestros hijos y la inyectemos en nuestros hijos. Esa es nuestra misión principal.

Y en el día de hoy lo que yo quiero hacer es compartir algunas acciones que caracterizan a una maternidad o paternidad visionaria. Y vamos a hacer eso a través del modelo de Ana, la mamá de Samuel, en el Antiguo Testamento en el Primer Libro de Samuel, en el capítulo 1. Ahí en ese libro nos habla acerca del profeta Samuel, el gran profeta Samuel, hoy ya el pastor Isaías hizo referencia y también Vanessa hizo referencia a través de una oración. Ella leyó la oración en el capítulo 2 de Primero de Samuel.

Estos primeros dos capítulos contienen y aún más allá, una gran cantidad de detalles acerca de la vida temprana de Samuel. Quizás bíblicamente es el personaje donde más se habla acerca de su niñez. Es el trasfondo perfecto para pensar acerca de lo que es una maternidad y una paternidad visionaria.

La historia pasó 900 años antes de Cristo, estamos hablando de dos mil y pico de años atrás es esta historia. Y comienza relatando una situación familiar donde un hombre llamado Elcana que tenía dos esposas, llamadas Ana y Penina, subía a Silo, iba al centro religioso de su tiempo que más cerca le quedaba de su casa a ofrecer un sacrificio anual.

Y quiero leerles en Primera de Samuel en el capítulo 1 del 4 al 11 como un trasfondo acerca de lo que quiero hablar más adelante.

“Y cuando llegaba el día en que Elcana ofrecía sacrificio daba a Penina, su mujer, a todos sus hijos y a todas sus hijas, a cada uno su parte. Pero a Ana daba una parte escogida porque amaba a Ana aunque Jehová no le había concedido tener hijos. Y su rival la irritaba enojándola y entristeciéndola porque Jehová no le había concedido tener hijos. Y por lo cual Ana lloraba y no comía y Elcana, su marido, le dijo, “Ana, ¿por qué lloras? Por qué no comes? Y por qué está afligido tu corazón? No te soy yo mejor que 10 hijos?” – Un hombre con una saludable estima propia, ¿verdad? –

Y se levantó Ana después que hubo comido y bebido en Silo y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en una silla junto al pilar del templo de Jehová, ella con amargura de alma oró a Jehová y lloró abundantemente e hizo voto diciendo, “Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordaras de mí y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida.”

El sacerdote Elí quien carecía de discernimiento espiritual, reprende a Ana creyendo que ella está ebria y ella le dice, “No, Señor mío, yo soy una mujer atribulada de espíritu. No he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehová.” Y Elí le respondió, “Ve en paz y el Dios de Israel te conceda la petición que le has hecho.”

Y continúa la narración diciendo que ella se fue por el camino de regreso, después de adorar nuevamente al Señor, ya con un semblante alegre. Al regresar ella y su esposo estuvieron de luna de miel y de ahí nació un niño. Dios escuchó su petición y vino Samuel a nacer en su familia, en su tiempo.

Así que ese es el trasfondo de la historia. Qué acciones caracterizan la maternidad visionaria de Ana? Primeramente comienza con un reconocimiento de que la maternidad proviene de Dios. Aún dentro de su profundo dolor, Ana hace un pacto con Dios y le dice, “Si dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida.”

Así que el hijo que pide no es de ella, sino es del Señor. Así que cada bebé que nace en el mundo es un acto de misericordia de Dios, es Dios diciéndole a la humanidad, todavía mis planes redentores siguen igual. Yo estoy aquí para dar misericordia. Y ella reconoció eso. Reconoció que el hijo que ella iba a tener en fe era del Señor. Y fíjense que ni siquiera sabía que estaba embarazada y ya lo estaba dedicando al Señor.

Así que nunca es muy temprano para ustedes, los jóvenes aquí o las personas que todavía no han tenido hijos y que están pensando en la maternidad en el futuro, nunca es muy temprano para dedicarle tus hijos a Dios y para aprender todo aquello que tienes que aprender para ser el mejor y la mejor madre posible.

Y qué es dedicar algo o alguien? Hoy, esta mañana, hace unos minutos, pasaron muchas preciosas familias aquí adelante para dedicar su hijo al Señor. Es precisamente lo que Ana hizo, es lo mismo. Es dedicarle. Qué quiere decir dedicar? Dedicar algo o a alguien al Señor significa apartarlo para un propósito sagrado. Eso es lo que nosotros hacemos como padres cuando dedicamos nuestros hijos. Los estamos apartando, estamos ofrendando a Dios porque él es el dador de los hijos, y estamos apartándolo para un propósito sagrado, para que la eternidad de Dios se haga real en ellos en este mundo.

A la misma vez que Ana dedicó a su hijo también se está dedicando a sí misma. Los padres nos dedicamos al Señor también. Estamos apartándonos nosotros mismos para una función sagrada que es el criar los hijos que Dios nos ha dado. Esa es la función de la maternidad. Es hacer un pacto de Dios para que sea él el que está a nuestro lado y nosotros colaborar con él en todo.

Eso es lo primero, la primera características de una maternidad visionaria. Es saber, como dice el salmo 127 en el versículo 23, que los hijos son tesoro del Señor. Es la posesión preciosa de Dios. Eso es lo primero. Para tener una maternidad visionaria nosotros tenemos que presentarlos al Señor, reconociendo que no son nuestros. Nosotros somos los sustentadores de esos hijos, humanamente hablando, pero los hijos son del Señor.

Segundamente, para tener una paternidad, una maternidad visionaria tenemos que fundamentarla en oración. Y no me refiero a esa oración así como rapidita, Señor, bendice estos alimentos y… No, no es eso. No nos referimos a eso aunque esas oraciones son buenas también. Yo me refiero a la oración que brota de nuestro espíritu con la que cubrimos a nuestros hijos y que están arraigadas en una relación íntima con el Señor. A esa es la oración que yo me estoy refiriendo.

Y sabes por qué tenemos que orar por nuestros hijos así? Porque nadie, nadie, puede orar por tu hijo, por tu hija como tu lo puedes hacer. Nadie. Nadie tiene la posición estratégica que tu tienes para influenciar a tus hijos sobrenaturalmente. Eres el único, es una posición de autoridad y de privilegio que Dios nos ha dado. Así que la oración es fundamental para eso.

El salmo 127 dice de esta manera, al comiendo, 1 y 2: “Si el Señor no edifica la casa en vano se esfuerzan los albañiles. Si el Señor no cuida la ciudad, en vano hacen guardia los vigilantes. En vano madrugan ustedes y se acuestan muy tarde para comer un pan de fatigas, porque Dios concede el sueño a sus amados.”

Es en oración que nosotros edificamos nuestra casa. Esa es nuestra función, edificar la vida de nuestro hijo y velar por ella y por él. Y como dice el salmo, por más esfuerzos humanos que hagas, si no estás haciendo al Señor el fundamento de eso, si no estás cubriendo tus hijos con esa oración viva, tus esfuerzos… puede ser que tengas logros, no estoy diciendo que no los vas a tener, pero no es lo mismo. No vas a poder llevar a tus hijos a un nuevo nivel más alto de profundidad en su relación con el Señor y de éxito en la vida en todo lo que ellos desempeñen.

Una oración de Ana en el versículo 15 es una definición de lo que es la oración de petición. Qué es lo que Ana dice? Cuando Elí la está acusando de que está ebria le dice que ella no está ebria sino que ha derramado su alma delante del Señor. En nuestra maternidad, en nuestra paternidad, eso es lo que estamos llamados a hacer por nuestros hijos, a derramar nuestra alma delante de Jehová. Y qué pasó en ese momento específico del pasaje? Al ella derramar su alma delante de Jehová ella recibió paz del Señor y se fue, ya su semblante cambió y se fue a recibir la promesa que ella sintió en su espíritu que iba a recibir.

Y qué pasó? Que al cumplirse el tiempo precisamente fue así. Ella tuvo un hijo y el nombre Samuel significa Dios ha escuchado. Dios escucha tus oraciones cuando tu oras con esa sinceridad creyendo que le hay, con fe, Dios va a escuchar tus oraciones con respecto a tus hijos.

Muchos de nosotros estamos entrando en el Evangelio por primera vez, o no hemos quizás tomado tan en serio la práctica de la oración y pensamos que no podemos orar así como dice que Ana oró. Pero no te desanimes, sigue aprendiendo, sigue hablando con Dios cada día y él te va a enseñar. Dios quiere escucharte. Dios quiere escuchar tus pensamientos, tus dolores, tus heridas, tus tristezas, tus esperanzas, tus sueños. Así que sigue practicando la oración.

Es como cuando no podemos correr un maratón a menos que practiquemos correr, hacer ejercicios. Pues lo mismo es con la oración, tenemos que dedicarnos a ella para poder seguir aprendiendo los misterios de Dios. Porque cuando nosotros oramos así, hay un aspecto de revelación que se abre, que no se abre cuando solamente son oraciones pasajeras, sin mucho pensamiento. Hay una gran diferencia.

Es posible que por tu orar por tu hijo Dios te revele algo acerca del carácter de tu hijo, acerca de tu propio carácter, acerca de la relación, acerca de cualquier cosa, preocupaciones, aún te puede advertir de cosas que pudieran pasar. Ese el Dios que nosotros servimos, un Dios que quiere hablarnos y yo no puedo pensar en una relación donde más intensamente debamos buscar ese tipo de interacción con Dios que la maternidad.

En otro momento Ana, que fue la oración que Vanessa leyó más temprano en el servicio, ella ora nuevamente y en esa oración otra vez Dios le revela, es una oración con elementos proféticos, eso es lo que Dios puede hacer con tu oración también, hablarte proféticamente acerca de ti, de tus hijos. Y esa es una oración preciosa porque no solamente le revela a Ana cosas que ella ha vivido y ha experimentado, sino también cómo Dios trabaja en el mundo y estaba trabajando en el pueblo de Israel.

Es importante que nosotros cubramos nuestros hogares con oración. Y un detalle significativo es que esa oración del capítulo 2, se le llama también el Cántico de Ana, ocurre precisamente en el momento en que ella y Elcana llevan a su hijo Samuel al templo para ya dedicarlo definitivamente al Señor. A pesar de que era un momento de dolor, de separación, por la separación con su hijo, ella pudo elevar un cántico de adoración al Señor.

Eso es muy significativo porque cuántos de nosotros no hemos llorado con separaciones mucho más pequeñitas, cuando llevamos al nene o a la nena al kindergarten y se nos salen las lágrimas porque ya nos estamos separando de él. O como me pasó a mí cuando llevé a nuestra hija menor a un estado lejano para su primer año de universidad que lloraba como una magdalena en el taxi de regreso al aeropuerto. Y muy amable el taxista me pasó un pañuelito para que me quitara la lágrimas y me dijo, “No se preocupe, señora, su hija va a estar bien, no se preocupe.”

Momentos así, qué dolor nos da separarnos de nuestros hijos. Sin embargo, Ana, su convicción era tan grande que dentro de ese momento de separación doloroso de su pequeño hijo, ella pudo elevar este cántico al Señor.

Repasando, tenemos primeramente para tener maternidad o paternidad visionaria, tenemos que reconocer que los hijos vienen de Dios, que son su precioso tesoro. Segundo, tenemos que cubrirlos con oración intencional del espíritu. Y tercero la maternidad visionaria tiene que reconocerse a sí misma como una herramienta poderosa en las manos de Dios.

Por eso es necesario que cada uno de nosotros haga el propósito diario de someternos al Señor en todas nuestras áreas para que él sane nuestras asperezas o las espinas, como Abby le llamó en su poema, para que las tendencias pecaminosas que tenemos también Dios las sane. Y por qué es importante esto? Porque sino, nosotros vamos a transmitir eso como legado a nuestros hijos. Es tan importante que Dios nos sane.

Nuestros hijos son como esponjas y cuando digo eso es porque aprenden mucho más por lo que ven que nosotros hacemos que por lo que oyen que nosotros decimos. ¿Verdad que es así? Es una realidad. Y por eso un carácter ya moldeado o que está sujeto al Señor para que él lo moldee día a día, porque esto es una obra larga, de tiempo. Nadie es sanado de todas sus imperfecciones, inseguridades, tendencias pecaminosas en un momento. Sabemos que no es así.

Pero nuestros hijos tienen que ver que nuestro carácter está siendo moldeado por el carácter de Dios para que ellos deseen imitar eso mismo y que no vayan a imitar cosas que no convienen.

Nosotros leímos en el versículo 2 del Primer Capítulo de Primero de Samuel, que Elcana tenía dos esposas, Ana y Penina. Es muy posible que Ana fuera la primera esposa de Elcana y que al ver que pasaba el tiempo y no había descendencia, como era muy importante tener descendencia en ese tiempo, como lo es hoy pero en aquel momento aún más, pues es posible que él buscara otra esposa con quien tener hijos. Así que por eso Elcana tenía estas dos esposas.

Pero qué pasa? Eso es una muy mala idea, tener dos esposas. Si con una es difícil imagínese tener dos. Demasiado. No sé cómo Elcana podía. Pero el asunto es que Penina se convirtió en la rival de Ana y la despreciaba, sintiéndose superior a ella porque ella sí tenía hijos y Ana no tenía hijos.

Dice la historia que ya leímos al principio que Penina la irritaba, enojándola y entristeciéndola. Y cómo lo hacía? dice que cada año ella aprovechaba esta ocasión familiar de ir al templo a presentar el sacrificio anual para entonces atacarla con mayor fuerza.

Y qué pasó? Esa es una gota impertinente, dando en la piedra vez tras vez, hasta que afectó, hirió al corazón de Ana. Y es bonito ver, por el pasaje uno puede deducir que Ana no usó su propia venganza para devolverle a Penina mal por mal. Y yo creo que eso es muy importante porque qué hubiera pasado si Ana se hubiera dado a la amargura, a perseguir también ella, a devolverle mal por mal a Penina. Posiblemente no se hubiera dado el milagro de Samuel, si ella hubiera asumido esa actitud. Porque Samuel necesitaba una mamá como Ana.

Por qué traigo todo esto a colación? Porque para nosotros ejercer nuestra maternidad y nuestra paternidad con mayor eficacia y ser verdaderamente un instrumento que Dios pueda usar poderosamente en la vida de nuestros hijos, cada uno de nosotros tiene que bregar con su Penina.

La historia de Ana era muy compleja pero quizás la historia de ustedes puede ser más compleja, más difícil aún que la de Ana. Pero qué vamos a hacer nosotros con Penina? Para poder ser otra vez las herramientas que Dios pueda usar, nosotros tenemos que confrontar a nuestra Penina. La Penina a veces sale de adentro, las Peninas a veces vienen de afuera. Y tu Penina puede tener diferentes nombres. Tu Penina puede llamarse divorcio, puede llamarse dificultades extremas económicas, puede llamarse adicción, póngale el nombre. Todos hemos bregado con Peninas.

Pero lo importante es que nosotros podamos reconocer cuál es esa Penina que nosotros tenemos y poder llevárselo al Señor y crecer en el carácter de Cristo de manera que nosotros podamos transmitirles eso igualmente a nuestros hijos, que esa sea la herencia.

Cuando ustedes piensan en herencia, muchos de ustedes no piensan en dinero, en cosas materiales, cuando piensan en la herencia de sus padres. Ustedes piensan en lo que mi padre me enseñó en lo que mi madre me enseñó. Eso es lo que es verdaderamente valioso. Las posesiones materiales van y vienen pero lo que un padre, una madre nos deja en términos de legado de carácter, eso no tiene precio.

Y verdad que tu y yo queremos hacer eso mismo. Nosotros queremos ser transmisores de eso a la próxima generación. Repasando nuevamente, para tener las características de una paternidad o una maternidad visionaria son primero, reconocer que los hijos vienen de Dios, son su posesión. Segundo, tenemos que fundamentar nuestra paternidad en oración, en intimidad con Dios. Tercero, tenemos que buscar la sanidad de nuestro carácter, de nuestro ser, de nuestra alma, de nuestro espíritu, para que Dios pueda usarlo como instrumento poderoso en la vida de nuestros hijos.

Y cuarto, la madre o padre visionarios todos los días obviamente se dan a la tarea de colaborar con Dios para que se cumpla la visión de Dios en cada uno de sus hijos. Y tenemos que usar los recursos, tenemos recursos en nuestras manos. Pero cómo tenemos que usarlos? Tenemos que usarlos en una manera intencional y dirigida por el Espíritu Santo para que sean efectivas.

Cuál es el recurso más importante y más escaso? Tiempo. Cuántos de ustedes han dicho recientemente, es que no me queda tiempo, no tengo tiempo. Yo creo que casi todos hasta los niños están diciendo eso, que no tenemos tiempo. Si nosotros por cada vez que nosotros decimos, no tengo tiempo para esto, no tengo tiempo para aquello, nos quejamos de eso, si nos dieran un dólar por cada vez que nosotros dijéramos eso, seríamos ricos todos. Yo sería millonaria.

Ese es un recurso que nosotros tenemos, el tiempo. Y no hay nadie en el mundo, yo creo que aquí mismo no hay nadie que pueda decir que no le falta el tiempo para algo. Y qué está pasando con nuestras maneras modernas? Es que empacamos tanto en nuestra agenda que no nos queda tiempo para hacer conexión familiar.

Cuántos de ustedes les ha pasado eso? a nosotros nos ha pasado. Tantas actividades, y vivimos en un mundo de tanto afán que los hijos participen en tres deportes, que toquen por lo menos dos instrumentos, que pertenezcan a aquel club y a aquel otro, que yo también en este, en el otro, en el más allá. y cuando venimos a ver se nos ha ido el tiempo y ese precioso tiempo que nosotros teníamos para instruir a nuestros hijos en el hogar en las cosas del Señor, se nos va. Porque se necesita tiempo para eso, para discipular a nuestros hijos en el hogar. Y eso no se puede posponer para mañana. Eso no es algo que tu puedes decir, bueno, en 10 años lo hago. No. es aquí y ahora. Así que aprovecha la oportunidad que tu tienes ahora para influenciar a tus hijos, a tus nietos, a tus sobrinos. Aprovéchala ahora porque este es el tiempo del Señor para influenciarlo usando el tiempo.

Una de las cosas que han pasado es que aún el tiempo de cena familiar, otra vez, si hiciéramos una encuesta aquí posiblemente muchos de ustedes han dejado pasar ese tiempo de cena familiar muchas veces porque hay otras cosas más importantes. Pero los estudios dicen que la familia que come unida, un número de veces, no tiene que ser todas las veces, por lo menos 5 veces o 6 creo que es, a la semana los índices de éxito de los hijos son mayores. Como por ejemplo, en ir a la universidad, en no usar drogas. Así que aún estudios seculares indican la importancia que tiene el compartir tiempo como ese en la mesa.

Porque qué pasa en una mesa? No es solamente comer, comer, comer. Se modelan modales, se ora por la cena, se comparten cosas, preocupaciones, alegrías, retos. Es un tiempo que es demasiado precioso para uno dejarlo pasar. Yo tengo memorias muy claras de mi propia crianza porque eso era ley, en mi casa era ley. No había compromiso posible que impidiera que uno no estuviera en la mesa.

Sabemos que por complejidades de nuestros tiempos, – no es que yo sea tan vieja, pero ahora es más difícil – a veces no es posible hacerlo con tanta frecuencia pero sí has un esfuerzo por mantener esos tiempos de familia como algo sagrado, para que los puedas usar para precisamente transmitir la palabra del Señor, ejemplos del Señor, para que el Señor te dirija en eso.

La palabra de Jehová a la familias de Israel que encontramos en Deuteronomio 6, del 5 al 9, son un modelo de la importancia que tiene que nosotros impartamos nuestra fe a través del compartir con nuestros hijos. Yo sé que es un pasaje que muchos de ustedes lo conocen muy bien. Ese pasaje dice así:

“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Grávate en el corazón estas palabras que hoy te mando, incúlcaselas continuamente a tus hijos, háblales de ella cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Átalas a tus manos como un signo, llévalas en tu frente como una marca.”

Esas son palabras de urgencia. Cuando uno las lee, son palabras de acción. No es cuando puedas. No, es hoy, en todo momento. Eso es lo que dice. En otras palabras, lo que Dios nos está diciendo es, aprovecha las oportunidades que tienes para transmitir con palabras y con tu ejemplo a tus hijos cómo se obedece y se adora al Señor. Porque es en el diario vivir, en esas experiencias cotidianas sencillitas de la vida donde nosotros podemos hacer una marca al Señor.

Y saben lo que pasa? Que cuando tu tienes esas interacciones con tu hijo en un día a día, en la normalidad de la vida, tu estás abriendo unos canales de comunicación con tu hijo para que en el futuro cuando haya problemas tu hijo va a venir a ti, porque ya esos canales están abiertos, porque ya hay tiempos de conversación y de conexión. Esas cosas no pasan así como de la noche a la mañana, tenemos que cultivarlas en nuestra vida familiar.

Otra vez, la mejor manera de transmitir las verdades del Señor a nuestros hijos es a través de aprovechar esos momentitos donde estamos conectando. Puede ser lavando los platos, en el carro, tantas maneras que Dios nos da en nuestras interacciones con nuestros hijos para hacer eso.

Y Dios bendice eso. Aunque a veces no nos es evidente que nuestros hijos están absorbiendo lo que nosotros le estamos enseñando, ¿verdad? Cuántos han estado ahí? Uno dice, bueno, como que le entró por aquí y le salió por acá. Pero no pienses así, tu función es obedecerle a Dios y enseñarle lo que tienes que enseñarle. Eso es todo, tu tienes que ser fiel.

Cuando tu traes a tus hijos a I Wanna, viernes tras viernes, sales corriendo de tu trabajo, casi ni comes y corriendo y en el tráfico y estás aquí para que ellos tengan su clase en I Wanna, cuando tu los traes a la iglesia fielmente los domingos, cuando tu los llevas contigo a hacerle un bien a alguien que necesita, cuando te ven a ti que en un conflicto familiar tu eres un pacificador y tu deseas que haya una resolución saludable y amorosa, en cada uno de esas ocasiones tu estás sembrando en tus hijos algo que es perdurable, que va a durar para siempre. Estás sembrando eternidad en tu hijo. Y tu le estás demostrando que todo eso que tu estás haciendo, tu lo haces porque tiene importancia para ti, porque es prioridad para ti.

Tus hijos van a imitar, van a querer hacer aquello que tu le estás modelando que es importante. Así que también tenemos que modelarle la importancia de servirle al Señor en maneras activas, que no es solamente como ponchar la tarjetita, voy el domingo porque hay que cumplir con el domingo. No es eso, sino que todo, todo lo que tu haces hay una conexión, es una totalidad, donde tu le estás entregando tu vida total al Señor, no solamente tu domingo. Y eso es algo muy importante.

Yo recuerdo cuando nuestras hijas eran pequeñas, niñas, que iban con nosotros a la iglesia, y nosotros las llevábamos todo el tiempo y a veces se cansaban tanto si el servicio era un poquito más largo, era hora de dormir, dormiditas en un banco bien duro, porque estamos hablando de cuando tenían nuestra iglesia en Cambridge y los bancos eran de madera. Y ahí ellas dormiditas en su banco duro. Eso no les hizo daño. Todo lo contrario. Y las llevábamos siempre que íbamos, ellas iban con nosotros y participaban con nosotros. Crecieron creyendo que la iglesia es un lugar agradable y bueno para ellas porque veían la sinceridad con que nosotros servíamos al Señor, veían que amábamos a los hermanos y así mismo se criaron ellas, ellas se pasaban de una persona a otro, a otro, a otro, y se sentían tan felices de estar en la casa del Señor.

Eso lo hacemos porque eso es importante. En esas cosas aparentemente pequeñas nosotros estamos transmitiendo la importancia que tiene el Evangelio. Otra vez, es un Evangelio que cubre todas las áreas de nuestra vida.

Ana y Elcana yo me imagino que tienen que haber aprovechado cada segundo con Samuel, porque Samuel entró a ser dedicado al Señor desde muy chiquitito. Ellos no tuvieron el privilegio que nosotros tenemos de tenerlos mucho más. De 3 a 4 años tenía Samuel cuando él fue dedicado o ya fue entregado oficialmente en el templo. Así que yo me imagino que cada día contaba, y asimismo debe contar para nosotros. Cada día debe contar en términos de lo que nosotros le transmitimos acerca del Señor.

Yo me imagino a Ana orando fervientemente por Samuel, por su futuro ministerio aunque ella no lo conocía, igual que nosotros no conocemos el de nuestros hijos. Y me la imagino hablándole de que para él nacer Dios intervino, que él era de Dios, y que Dios escuchó. Que su nombre Samuel era un testimonio de que Dios había escuchado su oración.

Asimismo nosotros tenemos que tener ese sentido de urgencia, de transmitir eso mismo a nuestros hijos, lo que Dios ha hecho en nuestras vidas, así como dijimos, con el pasaje de Deuteronomio 6, en todas las circunstancias, en todas las actividades de la vida.

Ya dijimos que un padre, una madre colabora usando intencionalmente su tiempo para transmitir los valores del reino. Hablamos hace un momento en el salmo 127 de que nosotros somos guardas sobre nuestros hijos. Y no es un guarda neurótico que está pendiente de todo lo que los hijos hacen y que no les permite tener sus propias dificultades para que ellos mismos las resuelvan. No, es algo diferente, es velar por nuestros hijos pensando en ellos como el tesoro que ellos son para Dios y para nuestra vida.

Cuando nosotros usamos el discernimiento que Dios nos ha dado como padres, somos vigías sobre nuestros hijos, porque otra vez, nadie como tu para ver y conocer dónde está el corazón de tu hijo y percibir qué peligro puede haber en la vida de nuestros hijos. Yo creo que muchas cosas que pasan en nuestras familias se podrían evitar si nosotros estuviéramos más atentos a ese rol de nosotros como padres y madres visionarias, de tomar medidas en el nombre del Señor, estrategias sabias que impidan que nuestros hijos lleguen a ciertas cosas.

Así que es una labor muy importante. El tiempo, el discernimiento que Dios nos ha dado es otro recurso para nosotros formarlos. Descubrir sus dones, ayudarlos a saber qué Dios quiere para tu vida, hijito o hijita. Qué dones tu tienes y que en cualquier don que tu tengas, sea un don vocacional, profesional, Dios te puede usar. Nosotros no tenemos que anhelas hijos o hijas famosas, o importantes, nosotros tenemos que anhelar que nuestros hijos o hijas hagan famoso a Jesucristo dondequiera que ellos estén, que es algo totalmente diferente.

A mi me preocupa que con frecuencia nosotros subestimamos la capacidad de nuestros hijos para entender verdades espirituales, como que los vemos jugando y haciendo esto, y distraídos y no pensamos en la gran capacidad espiritual que tiene un niño. Pero ¿Sabes qué? Tu hijo tiene un espíritu igual que el tuyo, un espíritu que necesita de Dios igual que el tuyo. Y tu hijo tiene un Espíritu Santo que es tan poderoso como el Espíritu Santo que te ministra a ti.

Y tu hijo no tiene un Espíritu Santo tamaño preescolar o tamaño juvenil, es el mismo Espíritu Santo y Dios puede hacer obras grandes en la vida de ellos. A veces no vemos más porque no creemos más. Esa es la realidad en nuestra maternidad. Y un padre o una madre visionaria busca lo que yo llamo momentos cargados de eternidad y los aprovecha. Todo el tiempo está pensando dónde está la sensibilidad de mi hijo, hija, para poder ministrar una verdad del Evangelio en ella o en él.

Yo tuve el privilegio de propiciar dos de esos momentos cargados de eternidad en la vida de nuestras hijas, cuando ellas aceptaron al Señor. Con Sonia ocurrió otra vez un momento Deuteronomio 6, en lo cotidiano de la vida. Yo estaba dándole la comidita –nuestra hija mayor Sonia tenía 6 años en ese momento, la bebé tenía 6 meses. Yo estaba dándole la comida, ella me estaba ayudando y Sonia amaba a su hermanita, era locura con su hermanita. Ella no podía con ella misma de la emoción de tener una hermanita. Y así que ella también la alimentaba y me estaba hablando de lo bella que era la chiquita y lo maravilloso que de mí barriga pudiera salir algo así.

Esa era la conversación. Y entonces yo discerní que Sonia estaba preparada para aceptar al Señor y llevé la conversación para eso y le pregunté si ella quería aceptar a Jesús como su Señor y salvador, inmediatamente me dijo que sí, cerró sus ojitos y repitió la oración que yo modelé para ella. Y el segundo momento Deuteronomio 6 con nuestra hija menor Abby, ocurrió así también. Íbamos de camino llevándolas a la escuela.

En ese tiempo ellas iba a una escuela lejos de nuestra casa así que era un gran tiempo para Roberto y yo tener conversaciones maravillosas con ellas de diferentes tópicos y en ese día era yo la que estaba manejando llevándolas, y Abby empieza a hablar acerca de algo que una maestra le enseñó acerca de Jesús, de la crucifixión y de la resurrección. Y Sonia, ella y yo conversamos un tiempito acerca de lo que ella estaba comentando y también yo dije, este es el tiempo y le pregunto, Abby, tu quieres recibir a Jesús como tu Señor y salvador? Me dijo sí y obviamente no lo hice manejando, porque eso no era dándole suficiente honor, me estacioné en la calle Washington [inaudible] debajo de un hermoso árbol muy grande que hay allí, y ahí yo la dirigí a ella en la oración de confesión de fe.

Así que hoy en día todavía tantos años han pasado ambas reconocen, se acuerdan de cuándo y cómo fue su conversión con el Señor, cómo ellas oficialmente entraron a ser hijas de Dios. así que nosotros tenemos que aprovechar esos momentos en todo momento, no dejar que uno pase.

Y otra cosa que quiero mencionar es la importancia del recurso del hogar. El feminismo ha intentado desvirtuar la labor doméstica, la labor de la maternidad y lo ha hecho con bastante efectividad. Pero no hay nada que ministre más el poder del Evangelio que un hogar que esté limpio, ordenado y donde haya armonía entre los que ahí viven. Eso es un testimonio contundente del poder de Dios. yo sé que el trabajo del hogar como que se hace repetitivo y es cargoso, yo lo sé. I’ve been there, done that. Yo sé lo que es. Pero en vez de quejarnos de él yo creo que haríamos bien en entregarle eso al Señor como una ofrenda grata, porque en el contexto de un hogar así Dios puede hacer maravillas y puede hacer milagros.

Yo les animo a seguir haciendo lo que han hecho hasta ahora. Quiero hablar de un detallito que se puede escapar muy fácilmente. Está en el capítulo 2, el versículo 18 al 19, un detalle doméstico. Dice ahí:

“Y el joven Samuel ministraba en la presencia de Jehová vestido de un efod de lino y le hacía su madre una túnica pequeña y se la traía cada año cuando subía con su marido para ofrecer el sacrificio acostumbrado.”

Tu te puedes imaginar la emoción que tiene que haber sentido Ana de que iba a ver su Samuelito? Yo me imagino que estaría tan distraída pensando en que iba a ver a su hijo, que lo iba a ver, que lo iba a abrazar, que iba a conversar con él que a lo mejor no podía ni hacer sus quehaceres en el hogar. Yo me la imagino buscando la mejor tela para hacerle una preciosa túnica a su hijo. Me la imagino preguntándose cuánto habrá crecido Samuelito desde el año pasado? porque tengo que hacerle la túnica lo suficientemente larga para que le dure por lo menos un año, hasta que yo vuelva el año que viene con otra túnica.

Ve qué importante son esos detallitos de nosotros como mamás y de papás porque yo sé que hay muchos papás que hacen muchas cosas en el hogar también. Ella tuvo mucho cuidado en la atención de las necesidades muy prácticas de hogar de Samuel. Como Ana nosotros no conocemos el futuro de nuestros hijos, pero qué pasó con Samuel? Samuel por la fe de una mujer que escogió creerle a Dios y hacer una oración desesperada al Señor, por eso nació un Samuel, que nació en un tiempo crucial de la vida de Israel. Israel era un desastre, se estaba desacrando el templo, el sacerdocio, había peligros de guerra, había inmoralidad crasa.

Nosotros pensamos en los tiempos de hoy, pero lea el Antiguo Testamento para que usted vea también todo lo que hay. Parece que no hay nada nuevo bajo el sol. Aunque lo que pasa es que lo de ahora nos está afectando a nosotros que estamos aquí ahora.

Nosotros no conocemos el futuro de nuestros hijos pero sí tenemos que reconocer nuestro ministerio, nuestra responsabilidad dentro de nuestra maternidad. Y quién sabe si Dios nos da un Samuel, ¿verdad? Eso es maravilloso. Ella no sabía que su hijo iba a ser profeta, que iba a ser sacerdote, que iba a ser el último juez en Israel, que iba a ser un formador de reyes. Ella no sabía nada de eso, pero sí sabía que Dios a quien ella le servía… ella conocía el carácter de Dios y sabía que Dios iba a honrar su ofrenda de amor a él entregándole su hijo.

Eso es lo que nos compete a nosotros. Ser fieles en lo que Dios nos ha dado hacer y dejándole el resto a Dios.

El cuarto verso del salmo 127 dice, “Como saetas en manos del valiente así son los hijos habidos en la juventud.” Como saetas en manos del valiente – tu eres el valiente, la valiente – así son los hijos habidos en la juventud.

El fin que nosotros esperamos de nuestra maternidad, de nuestra paternidad es que nuestros hijos den en el blanco perfecto de la voluntad de Dios. Esa es nuestro fin. Tu función como padre o como madre visionaria es tomar cada una de esas amadas saetas y entesar el arco. Y cómo tu vas a hacer eso? cómo vas a entesar el arco para que tu flecha vaya disparada al blanco? Tu lo vas a hacer reconociendo primero que esos hijos no son tuyos, que son del Señor, cubriéndoles en oración intencional cada día, permitiéndole a Dios que te moldee a ti como un instrumento poderoso en sus manos, y usando tus recursos, sea el tiempo, el discernimiento, tu atención a los detalles del hogar, todo eso usándolo intencionalmente y con una visión sobre natural. Esa es la manera en que tu entesas el arco.

Que Dios nos ayude a todos nosotros como individuos y como comunidad a levantar una generación de Samueles. Amén.

Vamos a orar. Padre, yo te doy gracias por el regalo de la maternidad. Gracias, Señor, porque no lo hacemos solos, no lo estamos haciendo con nuestras propias fuerzas, sino que contamos con todos los recursos del cielo para cumplir esa importante labor. Señor, tu conoces nuestro corazón, conoces dónde flaqueamos, nos presentamos delante de ti, Señor, primero nos dedicamos nosotros delante de ti para que tu hagas una obra de renovación dentro de nosotros. Todo aquello que no te agrada, Señor, te lo entregamos.

Te pedimos que abras nuestro entendimiento a cómo podemos sujetarnos a ti en todo, de manera que tu hagas una obra redentora total en nosotros, de manera que nosotros podamos ser los instrumento que tu quieres en la vida de nuestros hijos para formarlos a ellos, para que ellos deseen servirte a ti y ser guiados por ti, para que ellos quieran imitar tu carácter, Cristo.

Ayúdanos a nosotros en eso. Señor, ayúdanos a ser fieles en la oración, fieles e intencionales en cómo usamos todos nuestros recursos, Señor, para tu honra y tu gloria, para que tu los puedas hacer más efectivos en la vida de nuestros hijos y se cumpla el propósito individual que tu tienes para cada uno de ellos, Señor.

Padre, te presentamos a aquellos hijos, aquellas saetas que se han apartado de ti, que quizás sus hogares habían hecho todo lo que podían para guiarlos a ti, pero se han apartado. Señor, yo te pido en esta hora, oh Dios, que tu los traigas a ti, que sean los hijos pródigos, que vuelvan a tu casa, que vuelvan a ti, Señor.

Señor, para ti no hay nada imposible. Tu puedes traer ese hijo rebelde, Señor, tu puedes traer a esa hija que ha escogido otras cosas en vez de a ti, Señor. Tu los puedes y los quieres traer de nuevo a casa. Señor, aún ahí te pedimos que uses nuestra maternidad y nuestra paternidad de una manera sabia para ser usados por ti en ese proceso. Y Señor, te pedimos que en este tiempo de la historia tu levantes nuevamente una generación de hombres, mujeres, hijas e hijos, como Samuel, que amen tu casa, Señor, que amen tus cosas, que le digan no al pecado, que sean influencia poderosa donde tu los has puesto, que amen tu reino, que amen tu iglesia, que quieran dedicar todo sus recursos a ti donde tu los pongas, oh Dios. Por eso estamos orando en este día, Señor.

Señor, levanta, levanta esos hijos, Señor. Levanta esas hijas, Señor. Yo presento delante de ti aún los bebitos que están aquí, aún las bebitas, Señor, ve formándote dentro de ellos, ve ayudando a sus padres a ser vigías que no descansen, Señor, a ser leones que protejan la herencia que tu quieres darle a esos hijos en contra de cualquier embate que venga, Señor. Abre nuestros ojos, oh Dios, a ver tu obra en la vida de nuestros hijos, Señor. Señor, danos el privilegio de ver tu mano obrando en cada uno de ellos, Señor Jesús. Gracias Padre. Gracias. Amén.

La maternidad visionaria - levantar una generación de Samueles

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Cuando nuestra hija menor tenía 8 años escribió para el día de las madres un poema para dedicármelo a mí y el poema dice:

“Querida mami, eres como una rosa, bella en todo sentido. Me encantan tus suaves pétalos y tu dulce perfume. Como todas las rosas también tienes espinas pero te amo a pesar de las espinas.”

Ahora ella tiene 3 hijos y sus hijos se están encargando de hacerle reconocer cuáles son sus espinas también y a la misma vez disfrutar de su dulce perfume en su maternidad. No hay una función en el mundo tan llena de gozos y memorias hermosas y a la misma vez de retos y dificultades que la de ser mamá o papá.

Y yo sé que estamos en el día de las madres. Voy a hablar quizás más acerca de la mamá pero papá, no te sientas excluido. Tu también estás involucrado en eso y todos los principios que yo voy a compartir se aplican igualmente a ti. Así que simplemente haces correcciones, modificas y también es para ti, papá.

Es una tarea tan importante y tan compleja que nosotras no podemos ejercerlas en nuestra propia fuerza. Tenemos que hacerlo con la colaboración de Dios. Nosotros en nuestra maternidad somos los colaboradores de Dios. y esta misión obviamente va mucho más allá que de criar hijos saludables, hijos que sean buenos ciudadanos. Nosotros como hijos de Dios no nos podemos conformar con eso. Queremos lograr mucho más.

Y la misión de nosotros es darles a nuestros hijos un ejemplo vivo en comportamiento y en palabra de lo que significa amar y obedecer a Dios. y qué nosotros queremos hacer a través de eso? nosotros queremos que nuestros hijos, nuestros nietos, todos aquellos a quien nosotros influenciamos con nuestra maternidad, todos ellos se aferren a esos principios, los vean modelados y a su vez deseen modelarlos en su propia vida, de manera que ellos a su vez los lleven, los transmitan a la nueva generación.

El amor de Dios, el trato de Dios es generacional. Lo vemos en la palabra de principio a fin. A Dios le importan las generaciones, le importa el individuo pero le importan las generaciones. Y ahí es donde nosotros entramos, en transmitir esa obra de Dios a la próxima generación para que ellos a su vez lo puedan hacer.

En los años ’90 se hablaba mucho acerca de visión. Visión en la empresa, visión en la profesión, visión en el liderazgo, dondequiera que uno se metía había un taller, una enseñanza, libros acerca de lo que es visión. Y lo que sería una persona visionaria, la podríamos describir como una persona que planifica el futuro con sabiduría y con una idea clara de dónde quiere llegar. Es la persona que se levanta cada día pensando, okay, o al final del día más bien, en el día de hoy, lo que yo he hecho hoy, lo que yo he dicho hoy, es algo que avanza, me avanza a mí hacia mi meta o me atrasa hacia mi meta? Eso es lo que una persona visionaria hace, examina continuamente su vida para saber si está llegando a dónde quiere llegar.

Y no hay otra aventura humana, así podríamos decirlo, donde necesitemos más el tener una perspectiva visionaria que en la maternidad o en la paternidad. El conocido Proverbios 29:18 nos recuerda que donde no hay visión el pueblo perece. Y vemos señales a todos nuestro alrededor acerca de eso, de familias donde no hay visión de Dios o donde se ha adoptado una visión contraria a Dios, donde las cosas no han funcionado.

Así que como hijos de Dios nuestro llamado como padres y madres es preservar y seguir buscando la visión de Dios para poder transmitirla a la generación, a los que están bajo nuestro cuidado. Porque el deseo de Dios es que nosotros captemos la visión suya para nuestros hijos y la inyectemos en nuestros hijos. Esa es nuestra misión principal.

Y en el día de hoy lo que yo quiero hacer es compartir algunas acciones que caracterizan a una maternidad o paternidad visionaria. Y vamos a hacer eso a través del modelo de Ana, la mamá de Samuel, en el Antiguo Testamento en el Primer Libro de Samuel, en el capítulo 1. Ahí en ese libro nos habla acerca del profeta Samuel, el gran profeta Samuel, hoy ya el pastor Isaías hizo referencia y también Vanessa hizo referencia a través de una oración. Ella leyó la oración en el capítulo 2 de Primero de Samuel.

Estos primeros dos capítulos contienen y aún más allá, una gran cantidad de detalles acerca de la vida temprana de Samuel. Quizás bíblicamente es el personaje donde más se habla acerca de su niñez. Es el trasfondo perfecto para pensar acerca de lo que es una maternidad y una paternidad visionaria.

La historia pasó 900 años antes de Cristo, estamos hablando de dos mil y pico de años atrás es esta historia. Y comienza relatando una situación familiar donde un hombre llamado Elcana que tenía dos esposas, llamadas Ana y Penina, subía a Silo, iba al centro religioso de su tiempo que más cerca le quedaba de su casa a ofrecer un sacrificio anual.

Y quiero leerles en Primera de Samuel en el capítulo 1 del 4 al 11 como un trasfondo acerca de lo que quiero hablar más adelante.

“Y cuando llegaba el día en que Elcana ofrecía sacrificio daba a Penina, su mujer, a todos sus hijos y a todas sus hijas, a cada uno su parte. Pero a Ana daba una parte escogida porque amaba a Ana aunque Jehová no le había concedido tener hijos. Y su rival la irritaba enojándola y entristeciéndola porque Jehová no le había concedido tener hijos. Y por lo cual Ana lloraba y no comía y Elcana, su marido, le dijo, “Ana, ¿por qué lloras? Por qué no comes? Y por qué está afligido tu corazón? No te soy yo mejor que 10 hijos?” – Un hombre con una saludable estima propia, ¿verdad? –

Y se levantó Ana después que hubo comido y bebido en Silo y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en una silla junto al pilar del templo de Jehová, ella con amargura de alma oró a Jehová y lloró abundantemente e hizo voto diciendo, “Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordaras de mí y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida.”

El sacerdote Elí quien carecía de discernimiento espiritual, reprende a Ana creyendo que ella está ebria y ella le dice, “No, Señor mío, yo soy una mujer atribulada de espíritu. No he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehová.” Y Elí le respondió, “Ve en paz y el Dios de Israel te conceda la petición que le has hecho.”

Y continúa la narración diciendo que ella se fue por el camino de regreso, después de adorar nuevamente al Señor, ya con un semblante alegre. Al regresar ella y su esposo estuvieron de luna de miel y de ahí nació un niño. Dios escuchó su petición y vino Samuel a nacer en su familia, en su tiempo.

Así que ese es el trasfondo de la historia. Qué acciones caracterizan la maternidad visionaria de Ana? Primeramente comienza con un reconocimiento de que la maternidad proviene de Dios. Aún dentro de su profundo dolor, Ana hace un pacto con Dios y le dice, “Si dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida.”

Así que el hijo que pide no es de ella, sino es del Señor. Así que cada bebé que nace en el mundo es un acto de misericordia de Dios, es Dios diciéndole a la humanidad, todavía mis planes redentores siguen igual. Yo estoy aquí para dar misericordia. Y ella reconoció eso. Reconoció que el hijo que ella iba a tener en fe era del Señor. Y fíjense que ni siquiera sabía que estaba embarazada y ya lo estaba dedicando al Señor.

Así que nunca es muy temprano para ustedes, los jóvenes aquí o las personas que todavía no han tenido hijos y que están pensando en la maternidad en el futuro, nunca es muy temprano para dedicarle tus hijos a Dios y para aprender todo aquello que tienes que aprender para ser el mejor y la mejor madre posible.

Y qué es dedicar algo o alguien? Hoy, esta mañana, hace unos minutos, pasaron muchas preciosas familias aquí adelante para dedicar su hijo al Señor. Es precisamente lo que Ana hizo, es lo mismo. Es dedicarle. Qué quiere decir dedicar? Dedicar algo o a alguien al Señor significa apartarlo para un propósito sagrado. Eso es lo que nosotros hacemos como padres cuando dedicamos nuestros hijos. Los estamos apartando, estamos ofrendando a Dios porque él es el dador de los hijos, y estamos apartándolo para un propósito sagrado, para que la eternidad de Dios se haga real en ellos en este mundo.

A la misma vez que Ana dedicó a su hijo también se está dedicando a sí misma. Los padres nos dedicamos al Señor también. Estamos apartándonos nosotros mismos para una función sagrada que es el criar los hijos que Dios nos ha dado. Esa es la función de la maternidad. Es hacer un pacto de Dios para que sea él el que está a nuestro lado y nosotros colaborar con él en todo.

Eso es lo primero, la primera características de una maternidad visionaria. Es saber, como dice el salmo 127 en el versículo 23, que los hijos son tesoro del Señor. Es la posesión preciosa de Dios. Eso es lo primero. Para tener una maternidad visionaria nosotros tenemos que presentarlos al Señor, reconociendo que no son nuestros. Nosotros somos los sustentadores de esos hijos, humanamente hablando, pero los hijos son del Señor.

Segundamente, para tener una paternidad, una maternidad visionaria tenemos que fundamentarla en oración. Y no me refiero a esa oración así como rapidita, Señor, bendice estos alimentos y… No, no es eso. No nos referimos a eso aunque esas oraciones son buenas también. Yo me refiero a la oración que brota de nuestro espíritu con la que cubrimos a nuestros hijos y que están arraigadas en una relación íntima con el Señor. A esa es la oración que yo me estoy refiriendo.

Y sabes por qué tenemos que orar por nuestros hijos así? Porque nadie, nadie, puede orar por tu hijo, por tu hija como tu lo puedes hacer. Nadie. Nadie tiene la posición estratégica que tu tienes para influenciar a tus hijos sobrenaturalmente. Eres el único, es una posición de autoridad y de privilegio que Dios nos ha dado. Así que la oración es fundamental para eso.

El salmo 127 dice de esta manera, al comiendo, 1 y 2: “Si el Señor no edifica la casa en vano se esfuerzan los albañiles. Si el Señor no cuida la ciudad, en vano hacen guardia los vigilantes. En vano madrugan ustedes y se acuestan muy tarde para comer un pan de fatigas, porque Dios concede el sueño a sus amados.”

Es en oración que nosotros edificamos nuestra casa. Esa es nuestra función, edificar la vida de nuestro hijo y velar por ella y por él. Y como dice el salmo, por más esfuerzos humanos que hagas, si no estás haciendo al Señor el fundamento de eso, si no estás cubriendo tus hijos con esa oración viva, tus esfuerzos… puede ser que tengas logros, no estoy diciendo que no los vas a tener, pero no es lo mismo. No vas a poder llevar a tus hijos a un nuevo nivel más alto de profundidad en su relación con el Señor y de éxito en la vida en todo lo que ellos desempeñen.

Una oración de Ana en el versículo 15 es una definición de lo que es la oración de petición. Qué es lo que Ana dice? Cuando Elí la está acusando de que está ebria le dice que ella no está ebria sino que ha derramado su alma delante del Señor. En nuestra maternidad, en nuestra paternidad, eso es lo que estamos llamados a hacer por nuestros hijos, a derramar nuestra alma delante de Jehová. Y qué pasó en ese momento específico del pasaje? Al ella derramar su alma delante de Jehová ella recibió paz del Señor y se fue, ya su semblante cambió y se fue a recibir la promesa que ella sintió en su espíritu que iba a recibir.

Y qué pasó? Que al cumplirse el tiempo precisamente fue así. Ella tuvo un hijo y el nombre Samuel significa Dios ha escuchado. Dios escucha tus oraciones cuando tu oras con esa sinceridad creyendo que le hay, con fe, Dios va a escuchar tus oraciones con respecto a tus hijos.

Muchos de nosotros estamos entrando en el Evangelio por primera vez, o no hemos quizás tomado tan en serio la práctica de la oración y pensamos que no podemos orar así como dice que Ana oró. Pero no te desanimes, sigue aprendiendo, sigue hablando con Dios cada día y él te va a enseñar. Dios quiere escucharte. Dios quiere escuchar tus pensamientos, tus dolores, tus heridas, tus tristezas, tus esperanzas, tus sueños. Así que sigue practicando la oración.

Es como cuando no podemos correr un maratón a menos que practiquemos correr, hacer ejercicios. Pues lo mismo es con la oración, tenemos que dedicarnos a ella para poder seguir aprendiendo los misterios de Dios. Porque cuando nosotros oramos así, hay un aspecto de revelación que se abre, que no se abre cuando solamente son oraciones pasajeras, sin mucho pensamiento. Hay una gran diferencia.

Es posible que por tu orar por tu hijo Dios te revele algo acerca del carácter de tu hijo, acerca de tu propio carácter, acerca de la relación, acerca de cualquier cosa, preocupaciones, aún te puede advertir de cosas que pudieran pasar. Ese el Dios que nosotros servimos, un Dios que quiere hablarnos y yo no puedo pensar en una relación donde más intensamente debamos buscar ese tipo de interacción con Dios que la maternidad.

En otro momento Ana, que fue la oración que Vanessa leyó más temprano en el servicio, ella ora nuevamente y en esa oración otra vez Dios le revela, es una oración con elementos proféticos, eso es lo que Dios puede hacer con tu oración también, hablarte proféticamente acerca de ti, de tus hijos. Y esa es una oración preciosa porque no solamente le revela a Ana cosas que ella ha vivido y ha experimentado, sino también cómo Dios trabaja en el mundo y estaba trabajando en el pueblo de Israel.

Es importante que nosotros cubramos nuestros hogares con oración. Y un detalle significativo es que esa oración del capítulo 2, se le llama también el Cántico de Ana, ocurre precisamente en el momento en que ella y Elcana llevan a su hijo Samuel al templo para ya dedicarlo definitivamente al Señor. A pesar de que era un momento de dolor, de separación, por la separación con su hijo, ella pudo elevar un cántico de adoración al Señor.

Eso es muy significativo porque cuántos de nosotros no hemos llorado con separaciones mucho más pequeñitas, cuando llevamos al nene o a la nena al kindergarten y se nos salen las lágrimas porque ya nos estamos separando de él. O como me pasó a mí cuando llevé a nuestra hija menor a un estado lejano para su primer año de universidad que lloraba como una magdalena en el taxi de regreso al aeropuerto. Y muy amable el taxista me pasó un pañuelito para que me quitara la lágrimas y me dijo, “No se preocupe, señora, su hija va a estar bien, no se preocupe.”

Momentos así, qué dolor nos da separarnos de nuestros hijos. Sin embargo, Ana, su convicción era tan grande que dentro de ese momento de separación doloroso de su pequeño hijo, ella pudo elevar este cántico al Señor.

Repasando, tenemos primeramente para tener maternidad o paternidad visionaria, tenemos que reconocer que los hijos vienen de Dios, que son su precioso tesoro. Segundo, tenemos que cubrirlos con oración intencional del espíritu. Y tercero la maternidad visionaria tiene que reconocerse a sí misma como una herramienta poderosa en las manos de Dios.

Por eso es necesario que cada uno de nosotros haga el propósito diario de someternos al Señor en todas nuestras áreas para que él sane nuestras asperezas o las espinas, como Abby le llamó en su poema, para que las tendencias pecaminosas que tenemos también Dios las sane. Y por qué es importante esto? Porque sino, nosotros vamos a transmitir eso como legado a nuestros hijos. Es tan importante que Dios nos sane.

Nuestros hijos son como esponjas y cuando digo eso es porque aprenden mucho más por lo que ven que nosotros hacemos que por lo que oyen que nosotros decimos. ¿Verdad que es así? Es una realidad. Y por eso un carácter ya moldeado o que está sujeto al Señor para que él lo moldee día a día, porque esto es una obra larga, de tiempo. Nadie es sanado de todas sus imperfecciones, inseguridades, tendencias pecaminosas en un momento. Sabemos que no es así.

Pero nuestros hijos tienen que ver que nuestro carácter está siendo moldeado por el carácter de Dios para que ellos deseen imitar eso mismo y que no vayan a imitar cosas que no convienen.

Nosotros leímos en el versículo 2 del Primer Capítulo de Primero de Samuel, que Elcana tenía dos esposas, Ana y Penina. Es muy posible que Ana fuera la primera esposa de Elcana y que al ver que pasaba el tiempo y no había descendencia, como era muy importante tener descendencia en ese tiempo, como lo es hoy pero en aquel momento aún más, pues es posible que él buscara otra esposa con quien tener hijos. Así que por eso Elcana tenía estas dos esposas.

Pero qué pasa? Eso es una muy mala idea, tener dos esposas. Si con una es difícil imagínese tener dos. Demasiado. No sé cómo Elcana podía. Pero el asunto es que Penina se convirtió en la rival de Ana y la despreciaba, sintiéndose superior a ella porque ella sí tenía hijos y Ana no tenía hijos.

Dice la historia que ya leímos al principio que Penina la irritaba, enojándola y entristeciéndola. Y cómo lo hacía? dice que cada año ella aprovechaba esta ocasión familiar de ir al templo a presentar el sacrificio anual para entonces atacarla con mayor fuerza.

Y qué pasó? Esa es una gota impertinente, dando en la piedra vez tras vez, hasta que afectó, hirió al corazón de Ana. Y es bonito ver, por el pasaje uno puede deducir que Ana no usó su propia venganza para devolverle a Penina mal por mal. Y yo creo que eso es muy importante porque qué hubiera pasado si Ana se hubiera dado a la amargura, a perseguir también ella, a devolverle mal por mal a Penina. Posiblemente no se hubiera dado el milagro de Samuel, si ella hubiera asumido esa actitud. Porque Samuel necesitaba una mamá como Ana.

Por qué traigo todo esto a colación? Porque para nosotros ejercer nuestra maternidad y nuestra paternidad con mayor eficacia y ser verdaderamente un instrumento que Dios pueda usar poderosamente en la vida de nuestros hijos, cada uno de nosotros tiene que bregar con su Penina.

La historia de Ana era muy compleja pero quizás la historia de ustedes puede ser más compleja, más difícil aún que la de Ana. Pero qué vamos a hacer nosotros con Penina? Para poder ser otra vez las herramientas que Dios pueda usar, nosotros tenemos que confrontar a nuestra Penina. La Penina a veces sale de adentro, las Peninas a veces vienen de afuera. Y tu Penina puede tener diferentes nombres. Tu Penina puede llamarse divorcio, puede llamarse dificultades extremas económicas, puede llamarse adicción, póngale el nombre. Todos hemos bregado con Peninas.

Pero lo importante es que nosotros podamos reconocer cuál es esa Penina que nosotros tenemos y poder llevárselo al Señor y crecer en el carácter de Cristo de manera que nosotros podamos transmitirles eso igualmente a nuestros hijos, que esa sea la herencia.

Cuando ustedes piensan en herencia, muchos de ustedes no piensan en dinero, en cosas materiales, cuando piensan en la herencia de sus padres. Ustedes piensan en lo que mi padre me enseñó en lo que mi madre me enseñó. Eso es lo que es verdaderamente valioso. Las posesiones materiales van y vienen pero lo que un padre, una madre nos deja en términos de legado de carácter, eso no tiene precio.

Y verdad que tu y yo queremos hacer eso mismo. Nosotros queremos ser transmisores de eso a la próxima generación. Repasando nuevamente, para tener las características de una paternidad o una maternidad visionaria son primero, reconocer que los hijos vienen de Dios, son su posesión. Segundo, tenemos que fundamentar nuestra paternidad en oración, en intimidad con Dios. Tercero, tenemos que buscar la sanidad de nuestro carácter, de nuestro ser, de nuestra alma, de nuestro espíritu, para que Dios pueda usarlo como instrumento poderoso en la vida de nuestros hijos.

Y cuarto, la madre o padre visionarios todos los días obviamente se dan a la tarea de colaborar con Dios para que se cumpla la visión de Dios en cada uno de sus hijos. Y tenemos que usar los recursos, tenemos recursos en nuestras manos. Pero cómo tenemos que usarlos? Tenemos que usarlos en una manera intencional y dirigida por el Espíritu Santo para que sean efectivas.

Cuál es el recurso más importante y más escaso? Tiempo. Cuántos de ustedes han dicho recientemente, es que no me queda tiempo, no tengo tiempo. Yo creo que casi todos hasta los niños están diciendo eso, que no tenemos tiempo. Si nosotros por cada vez que nosotros decimos, no tengo tiempo para esto, no tengo tiempo para aquello, nos quejamos de eso, si nos dieran un dólar por cada vez que nosotros dijéramos eso, seríamos ricos todos. Yo sería millonaria.

Ese es un recurso que nosotros tenemos, el tiempo. Y no hay nadie en el mundo, yo creo que aquí mismo no hay nadie que pueda decir que no le falta el tiempo para algo. Y qué está pasando con nuestras maneras modernas? Es que empacamos tanto en nuestra agenda que no nos queda tiempo para hacer conexión familiar.

Cuántos de ustedes les ha pasado eso? a nosotros nos ha pasado. Tantas actividades, y vivimos en un mundo de tanto afán que los hijos participen en tres deportes, que toquen por lo menos dos instrumentos, que pertenezcan a aquel club y a aquel otro, que yo también en este, en el otro, en el más allá. y cuando venimos a ver se nos ha ido el tiempo y ese precioso tiempo que nosotros teníamos para instruir a nuestros hijos en el hogar en las cosas del Señor, se nos va. Porque se necesita tiempo para eso, para discipular a nuestros hijos en el hogar. Y eso no se puede posponer para mañana. Eso no es algo que tu puedes decir, bueno, en 10 años lo hago. No. es aquí y ahora. Así que aprovecha la oportunidad que tu tienes ahora para influenciar a tus hijos, a tus nietos, a tus sobrinos. Aprovéchala ahora porque este es el tiempo del Señor para influenciarlo usando el tiempo.

Una de las cosas que han pasado es que aún el tiempo de cena familiar, otra vez, si hiciéramos una encuesta aquí posiblemente muchos de ustedes han dejado pasar ese tiempo de cena familiar muchas veces porque hay otras cosas más importantes. Pero los estudios dicen que la familia que come unida, un número de veces, no tiene que ser todas las veces, por lo menos 5 veces o 6 creo que es, a la semana los índices de éxito de los hijos son mayores. Como por ejemplo, en ir a la universidad, en no usar drogas. Así que aún estudios seculares indican la importancia que tiene el compartir tiempo como ese en la mesa.

Porque qué pasa en una mesa? No es solamente comer, comer, comer. Se modelan modales, se ora por la cena, se comparten cosas, preocupaciones, alegrías, retos. Es un tiempo que es demasiado precioso para uno dejarlo pasar. Yo tengo memorias muy claras de mi propia crianza porque eso era ley, en mi casa era ley. No había compromiso posible que impidiera que uno no estuviera en la mesa.

Sabemos que por complejidades de nuestros tiempos, – no es que yo sea tan vieja, pero ahora es más difícil – a veces no es posible hacerlo con tanta frecuencia pero sí has un esfuerzo por mantener esos tiempos de familia como algo sagrado, para que los puedas usar para precisamente transmitir la palabra del Señor, ejemplos del Señor, para que el Señor te dirija en eso.

La palabra de Jehová a la familias de Israel que encontramos en Deuteronomio 6, del 5 al 9, son un modelo de la importancia que tiene que nosotros impartamos nuestra fe a través del compartir con nuestros hijos. Yo sé que es un pasaje que muchos de ustedes lo conocen muy bien. Ese pasaje dice así:

“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Grávate en el corazón estas palabras que hoy te mando, incúlcaselas continuamente a tus hijos, háblales de ella cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Átalas a tus manos como un signo, llévalas en tu frente como una marca.”

Esas son palabras de urgencia. Cuando uno las lee, son palabras de acción. No es cuando puedas. No, es hoy, en todo momento. Eso es lo que dice. En otras palabras, lo que Dios nos está diciendo es, aprovecha las oportunidades que tienes para transmitir con palabras y con tu ejemplo a tus hijos cómo se obedece y se adora al Señor. Porque es en el diario vivir, en esas experiencias cotidianas sencillitas de la vida donde nosotros podemos hacer una marca al Señor.

Y saben lo que pasa? Que cuando tu tienes esas interacciones con tu hijo en un día a día, en la normalidad de la vida, tu estás abriendo unos canales de comunicación con tu hijo para que en el futuro cuando haya problemas tu hijo va a venir a ti, porque ya esos canales están abiertos, porque ya hay tiempos de conversación y de conexión. Esas cosas no pasan así como de la noche a la mañana, tenemos que cultivarlas en nuestra vida familiar.

Otra vez, la mejor manera de transmitir las verdades del Señor a nuestros hijos es a través de aprovechar esos momentitos donde estamos conectando. Puede ser lavando los platos, en el carro, tantas maneras que Dios nos da en nuestras interacciones con nuestros hijos para hacer eso.

Y Dios bendice eso. Aunque a veces no nos es evidente que nuestros hijos están absorbiendo lo que nosotros le estamos enseñando, ¿verdad? Cuántos han estado ahí? Uno dice, bueno, como que le entró por aquí y le salió por acá. Pero no pienses así, tu función es obedecerle a Dios y enseñarle lo que tienes que enseñarle. Eso es todo, tu tienes que ser fiel.

Cuando tu traes a tus hijos a I Wanna, viernes tras viernes, sales corriendo de tu trabajo, casi ni comes y corriendo y en el tráfico y estás aquí para que ellos tengan su clase en I Wanna, cuando tu los traes a la iglesia fielmente los domingos, cuando tu los llevas contigo a hacerle un bien a alguien que necesita, cuando te ven a ti que en un conflicto familiar tu eres un pacificador y tu deseas que haya una resolución saludable y amorosa, en cada uno de esas ocasiones tu estás sembrando en tus hijos algo que es perdurable, que va a durar para siempre. Estás sembrando eternidad en tu hijo. Y tu le estás demostrando que todo eso que tu estás haciendo, tu lo haces porque tiene importancia para ti, porque es prioridad para ti.

Tus hijos van a imitar, van a querer hacer aquello que tu le estás modelando que es importante. Así que también tenemos que modelarle la importancia de servirle al Señor en maneras activas, que no es solamente como ponchar la tarjetita, voy el domingo porque hay que cumplir con el domingo. No es eso, sino que todo, todo lo que tu haces hay una conexión, es una totalidad, donde tu le estás entregando tu vida total al Señor, no solamente tu domingo. Y eso es algo muy importante.

Yo recuerdo cuando nuestras hijas eran pequeñas, niñas, que iban con nosotros a la iglesia, y nosotros las llevábamos todo el tiempo y a veces se cansaban tanto si el servicio era un poquito más largo, era hora de dormir, dormiditas en un banco bien duro, porque estamos hablando de cuando tenían nuestra iglesia en Cambridge y los bancos eran de madera. Y ahí ellas dormiditas en su banco duro. Eso no les hizo daño. Todo lo contrario. Y las llevábamos siempre que íbamos, ellas iban con nosotros y participaban con nosotros. Crecieron creyendo que la iglesia es un lugar agradable y bueno para ellas porque veían la sinceridad con que nosotros servíamos al Señor, veían que amábamos a los hermanos y así mismo se criaron ellas, ellas se pasaban de una persona a otro, a otro, a otro, y se sentían tan felices de estar en la casa del Señor.

Eso lo hacemos porque eso es importante. En esas cosas aparentemente pequeñas nosotros estamos transmitiendo la importancia que tiene el Evangelio. Otra vez, es un Evangelio que cubre todas las áreas de nuestra vida.

Ana y Elcana yo me imagino que tienen que haber aprovechado cada segundo con Samuel, porque Samuel entró a ser dedicado al Señor desde muy chiquitito. Ellos no tuvieron el privilegio que nosotros tenemos de tenerlos mucho más. De 3 a 4 años tenía Samuel cuando él fue dedicado o ya fue entregado oficialmente en el templo. Así que yo me imagino que cada día contaba, y asimismo debe contar para nosotros. Cada día debe contar en términos de lo que nosotros le transmitimos acerca del Señor.

Yo me imagino a Ana orando fervientemente por Samuel, por su futuro ministerio aunque ella no lo conocía, igual que nosotros no conocemos el de nuestros hijos. Y me la imagino hablándole de que para él nacer Dios intervino, que él era de Dios, y que Dios escuchó. Que su nombre Samuel era un testimonio de que Dios había escuchado su oración.

Asimismo nosotros tenemos que tener ese sentido de urgencia, de transmitir eso mismo a nuestros hijos, lo que Dios ha hecho en nuestras vidas, así como dijimos, con el pasaje de Deuteronomio 6, en todas las circunstancias, en todas las actividades de la vida.

Ya dijimos que un padre, una madre colabora usando intencionalmente su tiempo para transmitir los valores del reino. Hablamos hace un momento en el salmo 127 de que nosotros somos guardas sobre nuestros hijos. Y no es un guarda neurótico que está pendiente de todo lo que los hijos hacen y que no les permite tener sus propias dificultades para que ellos mismos las resuelvan. No, es algo diferente, es velar por nuestros hijos pensando en ellos como el tesoro que ellos son para Dios y para nuestra vida.

Cuando nosotros usamos el discernimiento que Dios nos ha dado como padres, somos vigías sobre nuestros hijos, porque otra vez, nadie como tu para ver y conocer dónde está el corazón de tu hijo y percibir qué peligro puede haber en la vida de nuestros hijos. Yo creo que muchas cosas que pasan en nuestras familias se podrían evitar si nosotros estuviéramos más atentos a ese rol de nosotros como padres y madres visionarias, de tomar medidas en el nombre del Señor, estrategias sabias que impidan que nuestros hijos lleguen a ciertas cosas.

Así que es una labor muy importante. El tiempo, el discernimiento que Dios nos ha dado es otro recurso para nosotros formarlos. Descubrir sus dones, ayudarlos a saber qué Dios quiere para tu vida, hijito o hijita. Qué dones tu tienes y que en cualquier don que tu tengas, sea un don vocacional, profesional, Dios te puede usar. Nosotros no tenemos que anhelas hijos o hijas famosas, o importantes, nosotros tenemos que anhelar que nuestros hijos o hijas hagan famoso a Jesucristo dondequiera que ellos estén, que es algo totalmente diferente.

A mi me preocupa que con frecuencia nosotros subestimamos la capacidad de nuestros hijos para entender verdades espirituales, como que los vemos jugando y haciendo esto, y distraídos y no pensamos en la gran capacidad espiritual que tiene un niño. Pero ¿Sabes qué? Tu hijo tiene un espíritu igual que el tuyo, un espíritu que necesita de Dios igual que el tuyo. Y tu hijo tiene un Espíritu Santo que es tan poderoso como el Espíritu Santo que te ministra a ti.

Y tu hijo no tiene un Espíritu Santo tamaño preescolar o tamaño juvenil, es el mismo Espíritu Santo y Dios puede hacer obras grandes en la vida de ellos. A veces no vemos más porque no creemos más. Esa es la realidad en nuestra maternidad. Y un padre o una madre visionaria busca lo que yo llamo momentos cargados de eternidad y los aprovecha. Todo el tiempo está pensando dónde está la sensibilidad de mi hijo, hija, para poder ministrar una verdad del Evangelio en ella o en él.

Yo tuve el privilegio de propiciar dos de esos momentos cargados de eternidad en la vida de nuestras hijas, cuando ellas aceptaron al Señor. Con Sonia ocurrió otra vez un momento Deuteronomio 6, en lo cotidiano de la vida. Yo estaba dándole la comidita –nuestra hija mayor Sonia tenía 6 años en ese momento, la bebé tenía 6 meses. Yo estaba dándole la comida, ella me estaba ayudando y Sonia amaba a su hermanita, era locura con su hermanita. Ella no podía con ella misma de la emoción de tener una hermanita. Y así que ella también la alimentaba y me estaba hablando de lo bella que era la chiquita y lo maravilloso que de mí barriga pudiera salir algo así.

Esa era la conversación. Y entonces yo discerní que Sonia estaba preparada para aceptar al Señor y llevé la conversación para eso y le pregunté si ella quería aceptar a Jesús como su Señor y salvador, inmediatamente me dijo que sí, cerró sus ojitos y repitió la oración que yo modelé para ella. Y el segundo momento Deuteronomio 6 con nuestra hija menor Abby, ocurrió así también. Íbamos de camino llevándolas a la escuela.

En ese tiempo ellas iba a una escuela lejos de nuestra casa así que era un gran tiempo para Roberto y yo tener conversaciones maravillosas con ellas de diferentes tópicos y en ese día era yo la que estaba manejando llevándolas, y Abby empieza a hablar acerca de algo que una maestra le enseñó acerca de Jesús, de la crucifixión y de la resurrección. Y Sonia, ella y yo conversamos un tiempito acerca de lo que ella estaba comentando y también yo dije, este es el tiempo y le pregunto, Abby, tu quieres recibir a Jesús como tu Señor y salvador? Me dijo sí y obviamente no lo hice manejando, porque eso no era dándole suficiente honor, me estacioné en la calle Washington [inaudible] debajo de un hermoso árbol muy grande que hay allí, y ahí yo la dirigí a ella en la oración de confesión de fe.

Así que hoy en día todavía tantos años han pasado ambas reconocen, se acuerdan de cuándo y cómo fue su conversión con el Señor, cómo ellas oficialmente entraron a ser hijas de Dios. así que nosotros tenemos que aprovechar esos momentos en todo momento, no dejar que uno pase.

Y otra cosa que quiero mencionar es la importancia del recurso del hogar. El feminismo ha intentado desvirtuar la labor doméstica, la labor de la maternidad y lo ha hecho con bastante efectividad. Pero no hay nada que ministre más el poder del Evangelio que un hogar que esté limpio, ordenado y donde haya armonía entre los que ahí viven. Eso es un testimonio contundente del poder de Dios. yo sé que el trabajo del hogar como que se hace repetitivo y es cargoso, yo lo sé. I’ve been there, done that. Yo sé lo que es. Pero en vez de quejarnos de él yo creo que haríamos bien en entregarle eso al Señor como una ofrenda grata, porque en el contexto de un hogar así Dios puede hacer maravillas y puede hacer milagros.

Yo les animo a seguir haciendo lo que han hecho hasta ahora. Quiero hablar de un detallito que se puede escapar muy fácilmente. Está en el capítulo 2, el versículo 18 al 19, un detalle doméstico. Dice ahí:

“Y el joven Samuel ministraba en la presencia de Jehová vestido de un efod de lino y le hacía su madre una túnica pequeña y se la traía cada año cuando subía con su marido para ofrecer el sacrificio acostumbrado.”

Tu te puedes imaginar la emoción que tiene que haber sentido Ana de que iba a ver su Samuelito? Yo me imagino que estaría tan distraída pensando en que iba a ver a su hijo, que lo iba a ver, que lo iba a abrazar, que iba a conversar con él que a lo mejor no podía ni hacer sus quehaceres en el hogar. Yo me la imagino buscando la mejor tela para hacerle una preciosa túnica a su hijo. Me la imagino preguntándose cuánto habrá crecido Samuelito desde el año pasado? porque tengo que hacerle la túnica lo suficientemente larga para que le dure por lo menos un año, hasta que yo vuelva el año que viene con otra túnica.

Ve qué importante son esos detallitos de nosotros como mamás y de papás porque yo sé que hay muchos papás que hacen muchas cosas en el hogar también. Ella tuvo mucho cuidado en la atención de las necesidades muy prácticas de hogar de Samuel. Como Ana nosotros no conocemos el futuro de nuestros hijos, pero qué pasó con Samuel? Samuel por la fe de una mujer que escogió creerle a Dios y hacer una oración desesperada al Señor, por eso nació un Samuel, que nació en un tiempo crucial de la vida de Israel. Israel era un desastre, se estaba desacrando el templo, el sacerdocio, había peligros de guerra, había inmoralidad crasa.

Nosotros pensamos en los tiempos de hoy, pero lea el Antiguo Testamento para que usted vea también todo lo que hay. Parece que no hay nada nuevo bajo el sol. Aunque lo que pasa es que lo de ahora nos está afectando a nosotros que estamos aquí ahora.

Nosotros no conocemos el futuro de nuestros hijos pero sí tenemos que reconocer nuestro ministerio, nuestra responsabilidad dentro de nuestra maternidad. Y quién sabe si Dios nos da un Samuel, ¿verdad? Eso es maravilloso. Ella no sabía que su hijo iba a ser profeta, que iba a ser sacerdote, que iba a ser el último juez en Israel, que iba a ser un formador de reyes. Ella no sabía nada de eso, pero sí sabía que Dios a quien ella le servía… ella conocía el carácter de Dios y sabía que Dios iba a honrar su ofrenda de amor a él entregándole su hijo.

Eso es lo que nos compete a nosotros. Ser fieles en lo que Dios nos ha dado hacer y dejándole el resto a Dios.

El cuarto verso del salmo 127 dice, “Como saetas en manos del valiente así son los hijos habidos en la juventud.” Como saetas en manos del valiente – tu eres el valiente, la valiente – así son los hijos habidos en la juventud.

El fin que nosotros esperamos de nuestra maternidad, de nuestra paternidad es que nuestros hijos den en el blanco perfecto de la voluntad de Dios. Esa es nuestro fin. Tu función como padre o como madre visionaria es tomar cada una de esas amadas saetas y entesar el arco. Y cómo tu vas a hacer eso? cómo vas a entesar el arco para que tu flecha vaya disparada al blanco? Tu lo vas a hacer reconociendo primero que esos hijos no son tuyos, que son del Señor, cubriéndoles en oración intencional cada día, permitiéndole a Dios que te moldee a ti como un instrumento poderoso en sus manos, y usando tus recursos, sea el tiempo, el discernimiento, tu atención a los detalles del hogar, todo eso usándolo intencionalmente y con una visión sobre natural. Esa es la manera en que tu entesas el arco.

Que Dios nos ayude a todos nosotros como individuos y como comunidad a levantar una generación de Samueles. Amén.

Vamos a orar. Padre, yo te doy gracias por el regalo de la maternidad. Gracias, Señor, porque no lo hacemos solos, no lo estamos haciendo con nuestras propias fuerzas, sino que contamos con todos los recursos del cielo para cumplir esa importante labor. Señor, tu conoces nuestro corazón, conoces dónde flaqueamos, nos presentamos delante de ti, Señor, primero nos dedicamos nosotros delante de ti para que tu hagas una obra de renovación dentro de nosotros. Todo aquello que no te agrada, Señor, te lo entregamos.

Te pedimos que abras nuestro entendimiento a cómo podemos sujetarnos a ti en todo, de manera que tu hagas una obra redentora total en nosotros, de manera que nosotros podamos ser los instrumento que tu quieres en la vida de nuestros hijos para formarlos a ellos, para que ellos deseen servirte a ti y ser guiados por ti, para que ellos quieran imitar tu carácter, Cristo.

Ayúdanos a nosotros en eso. Señor, ayúdanos a ser fieles en la oración, fieles e intencionales en cómo usamos todos nuestros recursos, Señor, para tu honra y tu gloria, para que tu los puedas hacer más efectivos en la vida de nuestros hijos y se cumpla el propósito individual que tu tienes para cada uno de ellos, Señor.

Padre, te presentamos a aquellos hijos, aquellas saetas que se han apartado de ti, que quizás sus hogares habían hecho todo lo que podían para guiarlos a ti, pero se han apartado. Señor, yo te pido en esta hora, oh Dios, que tu los traigas a ti, que sean los hijos pródigos, que vuelvan a tu casa, que vuelvan a ti, Señor.

Señor, para ti no hay nada imposible. Tu puedes traer ese hijo rebelde, Señor, tu puedes traer a esa hija que ha escogido otras cosas en vez de a ti, Señor. Tu los puedes y los quieres traer de nuevo a casa. Señor, aún ahí te pedimos que uses nuestra maternidad y nuestra paternidad de una manera sabia para ser usados por ti en ese proceso. Y Señor, te pedimos que en este tiempo de la historia tu levantes nuevamente una generación de hombres, mujeres, hijas e hijos, como Samuel, que amen tu casa, Señor, que amen tus cosas, que le digan no al pecado, que sean influencia poderosa donde tu los has puesto, que amen tu reino, que amen tu iglesia, que quieran dedicar todo sus recursos a ti donde tu los pongas, oh Dios. Por eso estamos orando en este día, Señor.

Señor, levanta, levanta esos hijos, Señor. Levanta esas hijas, Señor. Yo presento delante de ti aún los bebitos que están aquí, aún las bebitas, Señor, ve formándote dentro de ellos, ve ayudando a sus padres a ser vigías que no descansen, Señor, a ser leones que protejan la herencia que tu quieres darle a esos hijos en contra de cualquier embate que venga, Señor. Abre nuestros ojos, oh Dios, a ver tu obra en la vida de nuestros hijos, Señor. Señor, danos el privilegio de ver tu mano obrando en cada uno de ellos, Señor Jesús. Gracias Padre. Gracias. Amén.

Somos los mentores de nuestros hijos

Transcripción

Yo llevo casi 40 años trabajando con niños pequeños en el margen de edad de 0 a 3 años, mi especialidad es desarrollo motor más que nada y he trabajado con niños con incapacidades en su desarrollo y con niños que se están desarrollando normalmente también, y a pesar de que llevo tantos años en ese campo me apasionan los niños, pienso que los niños son los recursos más grandes que tenemos entre nosotros y debemos invertir en ellos así que yo doy gracias a Dios por recursos como ese que están dándole la capacidad a los padres, las herramientas para hacer un trabajo excelente en la crianza de sus niños específicamente en esa edad de los 0 a los 3 años, así que por favor aprovechen esos recursos ¿no? no pierdan esa oportunidad.

Y a través de mi carrera he visto cómo el factor principal para que un niño logre su mayor potencial son los padres a cargo de ese niño, no hay secretos, si un niño está progresando, aprendiendo bien es porque hay alguien que está invirtiendo sus recursos en cuidar ese niño, en darle lo que necesita para que llegue a un nuevo nivel y pueda en el futuro aceptar otras oportunidades y retos. Así que les animo a que esa sea la actitud de todos nosotros, a invertir en los niños no importa en qué sea; muchos de nosotros no tenemos niños pero tenemos sobrinos, otros en el trabajo, hagamos todo lo que podamos por invertir en la vida de esos niños.

Así que profesionalmente pues cuando yo tuve a nuestra primera hija hace 32 años yo sabía bastante acerca del desarrollo pero cuando uno tiene un hijo uno se da cuenta, aún como profesional me di cuenta que sabía muy poco y que en realidad el aprendizaje real estaba comenzando con tener a nuestra primera hija. Y bueno yo me percaté de que yo sabía muy poco y me di cuenta que ese niño tenía la capacidad de volcar nuestra vida patas arriba, un cambio dramático y todos los que han sido padres, que están empezando esa carrera saben a qué me refiero, uno cambia sus prioridades. Cosas que uno jamás pensaba que iba a hacer comienza a hacerlas, sentimientos que uno jamás había tenido florecen en el corazón, es una experiencia maravillosa.

Es una criaturita, un ser tan pequeño que te cambia la vida pero que a la misma vez tú tienes la responsabilidad de cambiar en la vida de esa persona, de ayudarlo a crecer, a desarrollarse, pero en ese proceso las personas más cambiadas y más requetecambiadas somos nosotros los padres y yo doy gracias a Dios por eso, por esa bendición de la maternidad.

Como padres se nos confía un pequeño ser que está hecho a la imagen y semejanza de Dios, es un ser que lleva nuestro ADN biológico, de sus padres pero nunca olviden que también tiene el ADN de su padre celestial, esa criaturita, y nuestra mayor encomienda en la vida como padres es nutrir a ese niño para que llegue a ser, para que se llegue a cumplir el destino y el propósito de Dios en esa vida plenamente, que no se desperdicie nada, ningún don que un niño pueda tener, porque los estamos ayudando a seguir adelante.

Como cada papá y cada mamá, yo sé que ustedes son como nosotros también, como padre y madre, desean que sus hijos tengan éxito en todos. A uno se le rompe el corazón cuando el chiquito de uno no puede lograr algo, así somos nosotros los padres, y una de las peticiones más importantes que nosotros podemos presentarle al Señor es que Él nos dé toda la sabiduría que necesitamos para guiar a nuestros hijos en todas las áreas, no solamente en lo educativo sino en lo espiritual, en lo emocional, en todas las áreas. Nosotros somos los mayordomos de los recursos que ese niño tiene y tenemos que sacarle el mayor recurso, el mayor provecho para que florezca en todo el esplendor que Dios tiene intención que ese niño crezca.

En el hogar como padres nosotros somos los primeros evangelistas de esa criaturita, el hogar es donde nuestros hijos ven a las Escrituras y los principios bíblicos hacerse una realidad, y es en el hogar donde nosotros tenemos que tener tanto cuidado de que no haya una desconexión entre lo que nosotros aparentemente creemos en lo espiritual de la Palabra de Dios y cómo vivimos nuestra vida, no debe haber desconexión, debe haber una fluidez absoluta. Ese niño debe crecer en un hogar donde a cada momento salga de la boca de sus padres principios bíblicos que lo guíen y que lo mismo sea domingo en la Iglesia que lunes o martes y que el resto de la semana, esa es nuestra encomienda, que cada niño que esté en nuestros hogares los niños crezcan amando al Señor desde pequeños.

Yo creo que es nuestra responsabilidad ser mayordomos de todos los recursos que ese niño trae consigo en todas las áreas pero especialmente en lo espiritual, nunca lo olvidemos. Cuando nosotros criamos no podemos estar improvisando estrategias según nos sintamos o según vengan las circunstancias, los criamos de esta manera si nos sentimos así o dependiendo de tal o cual circunstancia, no debe ser así, nosotros en nuestra paternidad no podemos estar improvisando.

El tiempo va a volar y se lo digo por experiencia, ya yo tengo la perspectiva de ser abuela, así que nuestro nido como dicen por ahí popularmente está vacío, no se ha vaciado, mas bien se ha llenado de más gracias a Dios pero no están con nosotros en la casa, y nuestra responsabilidad es aprovechar cada momento porque el tiempo es tan corto y vuela tan rápido, y muchas veces en nuestra cultura norteamericana ya los niños a los 18 años van a la universidad, ya no están en casa así que nosotros tenemos que aprovechar cada minuto que ese niño está bajo nuestro techo, esa niña está bajo nuestro techo para inculcarle el amor al Señor, para enseñarle en todas las áreas de la vida.

Cuando nosotros comenzamos un gran proyecto o una gran obra como es la paternidad nosotros tenemos que definir desde el principio qué queremos lograr. Cada papá, cada persona que trabaja con niños se debe preguntar ¿cuál es mi meta, cuál es mi visión del futuro de ese niño o de esa niña? esa es una pregunta que debemos estar repasando en nuestra mente y contestándola con acciones concretas no solamente con buenos deseos y sueños, sino poniendo todo de nuestra parte para que ese sueño que nosotros tenemos acerca de la vida de ese niño que debe ser el mismo sueño que Dios tiene, se haga una realidad, esa debe ser nuestra encomienda para cada niño.

Y me temo que como padres nosotros tenemos la tendencia a subestimar la capacidad de nuestros niños pequeños para entender conceptos bíblicos. Cuando es un tiempo tan fructífero, la tierra está fértil tenemos que enseñarles a nuestros niños conceptos bíblicos, guiarlos, mostrárselos, el Evangelio tiene que hacerse real en nuestro hogar, en el ámbito del hogar primero y luego en otras áreas por lo mismo.

Y un ejemplo de cómo un niño pequeño puede entender conceptos bíblicos profundos llegó por cortesía de mi yerno. Desde que nuestro nieto Caleb tenía un año de edad Miguel, así se llama su papá, comenzó a entrenarlo en los conceptos de sabiduría, prudencia y dominio propio y usted dirá: ¿qué, un niño chiquito aprendiendo acerca de sabiduría, prudencia y dominio propio? y pues así mismo es, yo misma me sorprendí de esa enseñanza que él estaba dando.

Y lo que pasaba es que cada vez que el comportamiento de Caleb era menos que deseable Miguel lo convocaba a que lo acompañara a otra habitación y cerraba la puerta ¿para qué? para darle privacidad a él, para poder corregirlo él solo con el niño para que no se avergonzara, y a cada conversación cuando Caleb violaba una regla o algo comenzaba con esta pregunta: Caleb ¿qué tú eres? esa pregunta era así a lo que Caleb invariablemente respondía: soy un niño sabio, prudente y con dominio propio, y entonces su padre fácilmente lo dirigía en una conversación apropiada para su edad y su conocimiento, claro, donde le hacía entender cuáles eran las expectativas en términos de su comportamiento, qué regla había él violado, y lo llevaba a examinarse a sí mismo para ver cuál era su responsabilidad en cuanto a eso que él había violado.

Un proceso muy interesante que todavía sigue funcionando, y claro, les aclaro, su comportamiento no es perfecto como todo niño, es un niño después de todo, sin embargo lo que yo he visto que ha quedado de ese proceso que comenzó tan temprano es que Caleb tiene una transparencia con sus padres, él va a donde ellos, cuando le preguntan algo él dice: sí yo hice eso y asume su responsabilidad, y está poniendo todo de su parte para aprender y discernir lo que es bueno y lo que es malo, lo que honra a Dios y lo que deshonra a Dios, y eso es un proceso maravilloso, y yo doy gracias a Dios porque a Miguel se le ocurrió tal estrategia que él ha sacado lo mejor que había en la mente y en el espíritu de Caleb para ponerlo por obra y es algo que todavía sigue dando fruto.

Aunque nosotros como padres muchas veces no admitimos esto porque es difícil de admitir, muchas veces nosotros actuamos como si los niños fueran una interrupción, pero los niños no son una interrupción que tenemos que resolver para entonces hacer las cosas que verdaderamente son importantes en la vida, los niños nunca son una interrupción, podemos estar ocupados o haciendo otras cosas pero los niños nunca son una interrupción y ellos son el ministerio más importante del momento.

Yo te pido que ores para que Dios te dé la sabiduría y el entendimiento para ver la sabiduría en eso, cuando lo tedioso de la vida, cuando las ocupaciones, cuando el cansancio, cuando la misma acción repetida que ya dices: pero yo ya estoy cansado, en el cuidado de tus hijos, especialmente si tienes más de uno que se hace más complicado todavía, en ese momento reconoce la belleza de ese momento y disfrútala porque muy pronto no va a estar, muy pronto vas a decir: ay ojalá fueran chiquitos otra vez, pero los niños crecen, así que pídele a Dios eso activamente, que Dios te dé los ojos para reconocer la belleza de esos momentos y sacarles el máximo provecho.

Todos sabemos que criar hijos no es fácil ¿no? requiere paciencia, requiere determinación, intencionalidad continua en medio de un mar de miles de responsabilidades porque todos tenemos muchas cosas que hacer, y en medio de eso nosotros tenemos que renovarnos en paciencia, en enfoque para seguir haciendo la tarea que Dios nos ha dado.

Yo recuerdo lo difícil que era para mí sacar tiempo para leerle a nuestras hijas, a veces ellas tenían un libro favorito y ellas en vez de leerlo una sola vez querían leerlo dos y tres veces, o sea una vez tras otra. Les confieso que eso mi enojaba y a veces me salía la tentación de demostrar mi enojo y pensar: ¡qué injusto, cómo se les ocurre después que una mujer ha trabajado todo el día, que ha hecho esto y esto, y ahora tú quieres que yo te lea ese libro otra vez! y a pesar que tenía la tentación de que me saliera el monstruito que todos llevamos adentro supe, porque sabía lo importante que era eso, podía entonces complacerlas ¿y saben lo que ha pasado? pues uno que ellas son amantes de los libros y otra, son memorias que nosotras hemos podido atesorar hasta el día de hoy así que vale la pena, porque esos momentos nos ayudan a establecer bases para muchas cosas en el futuro incluyendo el vínculo del amor que se hace más fuerte.

Nunca es demasiado temprano para empezar a leerles a nuestros hijos. Si usted todavía no tiene o está esperando bebé o está pensando en encargar bebé empiece hasta a comprar libros, rompecabezas, cositas que ellos más adelante, que usted las va a tener ahí ya listas, nunca es suficientemente temprano, de hecho hay programas ahora, especialmente en los cuidados intensivos donde ya se les insta a las mamás a leerles a sus hijos desde que están adentro o en otros casos cuando han nacido prematuros, así que nunca es muy temprano para buscar los materiales apropiados y leerles a nuestros niños.

Y aquí solamente un pequeño aparte que pude expandirlo en la mañana pero no hay tiempo ahora, tengamos cuidado con los aparatitos móviles que están en donde quiera, los jueguitos, todo lo que está en esos aparatitos no es apropiado para los niños pequeños y a la larga puede hacerles daño, eso simplemente como cautela, ya hay muchos estudios acerca de eso y está comprobado que es dañino para ellos así que si usted puede ser portavoz de ese mensaje se lo agradezco infinitamente.

Como padres Dios nos ha confiado la tarea de ser los mayordomos y los promotores de todo el potencial en nuestros hijos, y como sus mentores principales nosotros tenemos que darnos a la tarea de varias cosas y la primera es conocerlos personalmente. Nuestros niños no son una extensión de nosotros, son individuos: cuando nacen ya tienen características únicas, intereses únicos, son individuos así que es bien importante que nosotros nos demos a la tarea de descubrir qué les gusta, qué les disgusta, qué intereses tienen y ayudarlos a construir sobre esos intereses que ya ellos tienen, porque nosotros que cada, si nosotros tenemos más de un hijo veremos que cada uno es diferente totalmente uno del otro, cada uno tiene sus propias cualidades y su propio temperamento y es importante que nosotros nos tomemos el tiempo de conocerlos así personalmente.

Otra tarea que nos corresponde como los mentores de nuestros hijos es ser intencionales en proporcionarles el ambiente que los atraiga a explorar y a aprender más, esa es nuestra responsabilidad, y recuerden que cada uno de ustedes es el factor más importante en ese ambiente y usted va a ser el que le va a modelar en diferentes áreas, cómo comunicarse, cómo resolver problemas, cómo correr, todo, nosotros vamos a ser los que les vamos a modelar todo eso y a que se les cree el ambiente que ellos deseen imitar lo que nosotros les estamos enseñando.

También nosotros tenemos que compartir con nuestros hijos la alegría de la exploración y el descubrimiento. Todos nosotros si estamos aprendiendo algo nuevo, explorando algo nuevo ¿verdad que no es lo mismo hacerlo solo que acompañado? cuando estamos acompañados tiene un sabor diferente, hay una alegría diferente y como padres nosotros tenemos que estar ahí, en inglés es la palabra cheerleader, animadores, el que está ahí aplaudiendo y motivando al niño, animándolo a que siga explorando más.

Una vez, un ejemplo rápido, mi hija una vez vió un pajarito en el patio que se estaba muriendo bien pequeñito que se cayó del nido y ella me buscó para que yo la ayudara a sanar el pajarito, y eso, ella aprendió tanto con ese proceso, de hecho no creo que fue por eso necesariamente pero años después escogió la enfermería así que era algo que ya estaba dentro de ella, y ella me enlistó para montar una sala de emergencias para el pajarito. El pajarito murió unas horas después pero eso nos ayudó a ella y a mí a que ella supiera que yo la apoyaba en sus intereses y tuvimos unas conversaciones maravillosas acerca de filosofía y de las cosas espirituales porque yo me tomé el tiempo de acompañarla en ese descubrimiento y en esa exploración, y esas oportunidades se dan diariamente, el asunto es no pensar que estamos tan ocupados que no podemos aprovechar esas oportunidades.

Y el último, otro recurso que nosotros debemos aprovechar de estar ahí para nuestros hijos en la mentoría para ellos es compartir el gozo de dominar una destreza, en inglés se llama mastery, compartir el gozo de dominar una destreza. Los niños pequeños cuando se les mete algo en la cabeza, por ejemplo que quiero dominar el caminar eso practican, practican, practican, qué maravilloso que nosotros estemos ahí acompañándolos en ese proceso y aplaudiéndoles también porque otra vez eso va a motivarles a ellos aún más a querer dominar cosas aún más complejas.

Así que estas cuatro áreas, primero que son las que nosotros como padres o cualquier persona que tiene niños a su cuidado, especialmente niños pequeños, son conocerlos como seres únicos, como los individuos que son, proveerles un ambiente espiritual emocional que les facilite que ellos imiten la comunicación y el modelaje que nosotros estamos ofreciéndoles, acompañarlos activamente en su gozo de explorar y descubrir y en su gozo de dominar, esas cuatro. Si nosotros hacemos esas cuatro cosas con los niños que están a nuestro alrededor vamos a producir gran fruto.

Lo primero es que esas experiencias van a ser escritas en el libro de memorias de nuestros hijos, van a estar ahí por siempre, segundo, te van a posicionar a ti como un recurso importante en la vida de ese niño y más adelante te van a volver a buscar para que tú estés acompañándolos en ese proceso, tercer fruto es que van a solidificar el lazo de amor, el amor inquebrantable, lo van a hacer todavía más real, y cuarto, cuando nosotros hacemos todas esas cosas que he dicho les vamos a proporcionar un fundamento sólido que los va a llevar a ellos a intentar cosas nuevas y a facilitarles el éxito en oportunidades y retos en el futuro. Qué maravilloso que nosotros podamos simplemente con tomar el tiempo y hacer las cosas que yo he dicho, podamos obtener ese gran fruto por nuestra inversión en la vida de nuestros hijos.

Jonathan Edwards, si pueden pasar ya los músicos, gracias, ya están aquí, Jonathan Edwards fue un famoso predicador de los 1800s y él oraba lo siguiente, escuchen esta oración, es una frase muy sencilla, dice: “Señor, estampa la eternidad en mis ojos” o sea que tú como padre, como persona que eres influencia sobre niños, niños pequeños, niños de cualquier edad, que tú veas la eternidad y el propósito que Dios ha puesto en cada niño que está a tu alrededor y que todos seamos hallados fieles de haber invertido todo lo que tenemos, poner todo lo que podemos en la vida de ese niño para que llegue a cumplirse el potencial de Dios en ese niño para la gloria de Dios, esa debe ser nuestra oración. Así que si quieren me acompañan en una oración final para darle cierre a nuestro servicio.

Gracias Padre, te doy gracias por la vida de los niños, por el tesoro que son, te doy gracias por la maternidad, te doy gracias por la oportunidad de influenciar a niños en los diferentes ambientes en los que nosotros nos movemos. Padre, así como decía Jonathan Edwards, enséñanos a nosotros a ver la eternidad en cada niño, dános la sabiduría, el entendimiento, la fuerza para ministrar a sus vidas Señor con todo el ánimo, con toda la pasión sabiendo Señor que eso no va a ser en vano, que va a haber gran fruto, que la eternidad y el propósito, el destino que Tú has puesto en cada niño bajo nuestro cuidado va a florecer, se va a cumplir Tu propósito para su vida y que todo va a ser para que Tus propósitos sean cumplidos y para que sea todo para Tu gloria Señor.

Ayúdanos Señor, enséñanos, enséñanos a ministrar a los niños en todas las áreas, Señor bendice su intelecto, bendice su conocimiento, sus emociones, su espíritu, Señor que nosotros nunca subestimemos a un niño sino que todo lo contrario Señor, invirtamos, hagamos una parte, un alto e invirtamos en la vida de ese niño Señor, ayúdanos a ministrar con poder y sabiduría en sus vidas Señor, gracias Padre en el Nombre de Jesús hemos orado Padre, amén, gracias Padre.

Somos los mentores de nuestros hijos

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Yo llevo casi 40 años trabajando con niños pequeños en el margen de edad de 0 a 3 años, mi especialidad es desarrollo motor más que nada y he trabajado con niños con incapacidades en su desarrollo y con niños que se están desarrollando normalmente también, y a pesar de que llevo tantos años en ese campo me apasionan los niños, pienso que los niños son los recursos más grandes que tenemos entre nosotros y debemos invertir en ellos así que yo doy gracias a Dios por recursos como ese que están dándole la capacidad a los padres, las herramientas para hacer un trabajo excelente en la crianza de sus niños específicamente en esa edad de los 0 a los 3 años, así que por favor aprovechen esos recursos ¿no? no pierdan esa oportunidad.

Y a través de mi carrera he visto cómo el factor principal para que un niño logre su mayor potencial son los padres a cargo de ese niño, no hay secretos, si un niño está progresando, aprendiendo bien es porque hay alguien que está invirtiendo sus recursos en cuidar ese niño, en darle lo que necesita para que llegue a un nuevo nivel y pueda en el futuro aceptar otras oportunidades y retos. Así que les animo a que esa sea la actitud de todos nosotros, a invertir en los niños no importa en qué sea; muchos de nosotros no tenemos niños pero tenemos sobrinos, otros en el trabajo, hagamos todo lo que podamos por invertir en la vida de esos niños.

Así que profesionalmente pues cuando yo tuve a nuestra primera hija hace 32 años yo sabía bastante acerca del desarrollo pero cuando uno tiene un hijo uno se da cuenta, aún como profesional me di cuenta que sabía muy poco y que en realidad el aprendizaje real estaba comenzando con tener a nuestra primera hija. Y bueno yo me percaté de que yo sabía muy poco y me di cuenta que ese niño tenía la capacidad de volcar nuestra vida patas arriba, un cambio dramático y todos los que han sido padres, que están empezando esa carrera saben a qué me refiero, uno cambia sus prioridades. Cosas que uno jamás pensaba que iba a hacer comienza a hacerlas, sentimientos que uno jamás había tenido florecen en el corazón, es una experiencia maravillosa.

Es una criaturita, un ser tan pequeño que te cambia la vida pero que a la misma vez tú tienes la responsabilidad de cambiar en la vida de esa persona, de ayudarlo a crecer, a desarrollarse, pero en ese proceso las personas más cambiadas y más requetecambiadas somos nosotros los padres y yo doy gracias a Dios por eso, por esa bendición de la maternidad.

Como padres se nos confía un pequeño ser que está hecho a la imagen y semejanza de Dios, es un ser que lleva nuestro ADN biológico, de sus padres pero nunca olviden que también tiene el ADN de su padre celestial, esa criaturita, y nuestra mayor encomienda en la vida como padres es nutrir a ese niño para que llegue a ser, para que se llegue a cumplir el destino y el propósito de Dios en esa vida plenamente, que no se desperdicie nada, ningún don que un niño pueda tener, porque los estamos ayudando a seguir adelante.

Como cada papá y cada mamá, yo sé que ustedes son como nosotros también, como padre y madre, desean que sus hijos tengan éxito en todos. A uno se le rompe el corazón cuando el chiquito de uno no puede lograr algo, así somos nosotros los padres, y una de las peticiones más importantes que nosotros podemos presentarle al Señor es que Él nos dé toda la sabiduría que necesitamos para guiar a nuestros hijos en todas las áreas, no solamente en lo educativo sino en lo espiritual, en lo emocional, en todas las áreas. Nosotros somos los mayordomos de los recursos que ese niño tiene y tenemos que sacarle el mayor recurso, el mayor provecho para que florezca en todo el esplendor que Dios tiene intención que ese niño crezca.

En el hogar como padres nosotros somos los primeros evangelistas de esa criaturita, el hogar es donde nuestros hijos ven a las Escrituras y los principios bíblicos hacerse una realidad, y es en el hogar donde nosotros tenemos que tener tanto cuidado de que no haya una desconexión entre lo que nosotros aparentemente creemos en lo espiritual de la Palabra de Dios y cómo vivimos nuestra vida, no debe haber desconexión, debe haber una fluidez absoluta. Ese niño debe crecer en un hogar donde a cada momento salga de la boca de sus padres principios bíblicos que lo guíen y que lo mismo sea domingo en la Iglesia que lunes o martes y que el resto de la semana, esa es nuestra encomienda, que cada niño que esté en nuestros hogares los niños crezcan amando al Señor desde pequeños.

Yo creo que es nuestra responsabilidad ser mayordomos de todos los recursos que ese niño trae consigo en todas las áreas pero especialmente en lo espiritual, nunca lo olvidemos. Cuando nosotros criamos no podemos estar improvisando estrategias según nos sintamos o según vengan las circunstancias, los criamos de esta manera si nos sentimos así o dependiendo de tal o cual circunstancia, no debe ser así, nosotros en nuestra paternidad no podemos estar improvisando.

El tiempo va a volar y se lo digo por experiencia, ya yo tengo la perspectiva de ser abuela, así que nuestro nido como dicen por ahí popularmente está vacío, no se ha vaciado, mas bien se ha llenado de más gracias a Dios pero no están con nosotros en la casa, y nuestra responsabilidad es aprovechar cada momento porque el tiempo es tan corto y vuela tan rápido, y muchas veces en nuestra cultura norteamericana ya los niños a los 18 años van a la universidad, ya no están en casa así que nosotros tenemos que aprovechar cada minuto que ese niño está bajo nuestro techo, esa niña está bajo nuestro techo para inculcarle el amor al Señor, para enseñarle en todas las áreas de la vida.

Cuando nosotros comenzamos un gran proyecto o una gran obra como es la paternidad nosotros tenemos que definir desde el principio qué queremos lograr. Cada papá, cada persona que trabaja con niños se debe preguntar ¿cuál es mi meta, cuál es mi visión del futuro de ese niño o de esa niña? esa es una pregunta que debemos estar repasando en nuestra mente y contestándola con acciones concretas no solamente con buenos deseos y sueños, sino poniendo todo de nuestra parte para que ese sueño que nosotros tenemos acerca de la vida de ese niño que debe ser el mismo sueño que Dios tiene, se haga una realidad, esa debe ser nuestra encomienda para cada niño.

Y me temo que como padres nosotros tenemos la tendencia a subestimar la capacidad de nuestros niños pequeños para entender conceptos bíblicos. Cuando es un tiempo tan fructífero, la tierra está fértil tenemos que enseñarles a nuestros niños conceptos bíblicos, guiarlos, mostrárselos, el Evangelio tiene que hacerse real en nuestro hogar, en el ámbito del hogar primero y luego en otras áreas por lo mismo.

Y un ejemplo de cómo un niño pequeño puede entender conceptos bíblicos profundos llegó por cortesía de mi yerno. Desde que nuestro nieto Caleb tenía un año de edad Miguel, así se llama su papá, comenzó a entrenarlo en los conceptos de sabiduría, prudencia y dominio propio y usted dirá: ¿qué, un niño chiquito aprendiendo acerca de sabiduría, prudencia y dominio propio? y pues así mismo es, yo misma me sorprendí de esa enseñanza que él estaba dando.

Y lo que pasaba es que cada vez que el comportamiento de Caleb era menos que deseable Miguel lo convocaba a que lo acompañara a otra habitación y cerraba la puerta ¿para qué? para darle privacidad a él, para poder corregirlo él solo con el niño para que no se avergonzara, y a cada conversación cuando Caleb violaba una regla o algo comenzaba con esta pregunta: Caleb ¿qué tú eres? esa pregunta era así a lo que Caleb invariablemente respondía: soy un niño sabio, prudente y con dominio propio, y entonces su padre fácilmente lo dirigía en una conversación apropiada para su edad y su conocimiento, claro, donde le hacía entender cuáles eran las expectativas en términos de su comportamiento, qué regla había él violado, y lo llevaba a examinarse a sí mismo para ver cuál era su responsabilidad en cuanto a eso que él había violado.

Un proceso muy interesante que todavía sigue funcionando, y claro, les aclaro, su comportamiento no es perfecto como todo niño, es un niño después de todo, sin embargo lo que yo he visto que ha quedado de ese proceso que comenzó tan temprano es que Caleb tiene una transparencia con sus padres, él va a donde ellos, cuando le preguntan algo él dice: sí yo hice eso y asume su responsabilidad, y está poniendo todo de su parte para aprender y discernir lo que es bueno y lo que es malo, lo que honra a Dios y lo que deshonra a Dios, y eso es un proceso maravilloso, y yo doy gracias a Dios porque a Miguel se le ocurrió tal estrategia que él ha sacado lo mejor que había en la mente y en el espíritu de Caleb para ponerlo por obra y es algo que todavía sigue dando fruto.

Aunque nosotros como padres muchas veces no admitimos esto porque es difícil de admitir, muchas veces nosotros actuamos como si los niños fueran una interrupción, pero los niños no son una interrupción que tenemos que resolver para entonces hacer las cosas que verdaderamente son importantes en la vida, los niños nunca son una interrupción, podemos estar ocupados o haciendo otras cosas pero los niños nunca son una interrupción y ellos son el ministerio más importante del momento.

Yo te pido que ores para que Dios te dé la sabiduría y el entendimiento para ver la sabiduría en eso, cuando lo tedioso de la vida, cuando las ocupaciones, cuando el cansancio, cuando la misma acción repetida que ya dices: pero yo ya estoy cansado, en el cuidado de tus hijos, especialmente si tienes más de uno que se hace más complicado todavía, en ese momento reconoce la belleza de ese momento y disfrútala porque muy pronto no va a estar, muy pronto vas a decir: ay ojalá fueran chiquitos otra vez, pero los niños crecen, así que pídele a Dios eso activamente, que Dios te dé los ojos para reconocer la belleza de esos momentos y sacarles el máximo provecho.

Todos sabemos que criar hijos no es fácil ¿no? requiere paciencia, requiere determinación, intencionalidad continua en medio de un mar de miles de responsabilidades porque todos tenemos muchas cosas que hacer, y en medio de eso nosotros tenemos que renovarnos en paciencia, en enfoque para seguir haciendo la tarea que Dios nos ha dado.

Yo recuerdo lo difícil que era para mí sacar tiempo para leerle a nuestras hijas, a veces ellas tenían un libro favorito y ellas en vez de leerlo una sola vez querían leerlo dos y tres veces, o sea una vez tras otra. Les confieso que eso mi enojaba y a veces me salía la tentación de demostrar mi enojo y pensar: ¡qué injusto, cómo se les ocurre después que una mujer ha trabajado todo el día, que ha hecho esto y esto, y ahora tú quieres que yo te lea ese libro otra vez! y a pesar que tenía la tentación de que me saliera el monstruito que todos llevamos adentro supe, porque sabía lo importante que era eso, podía entonces complacerlas ¿y saben lo que ha pasado? pues uno que ellas son amantes de los libros y otra, son memorias que nosotras hemos podido atesorar hasta el día de hoy así que vale la pena, porque esos momentos nos ayudan a establecer bases para muchas cosas en el futuro incluyendo el vínculo del amor que se hace más fuerte.

Nunca es demasiado temprano para empezar a leerles a nuestros hijos. Si usted todavía no tiene o está esperando bebé o está pensando en encargar bebé empiece hasta a comprar libros, rompecabezas, cositas que ellos más adelante, que usted las va a tener ahí ya listas, nunca es suficientemente temprano, de hecho hay programas ahora, especialmente en los cuidados intensivos donde ya se les insta a las mamás a leerles a sus hijos desde que están adentro o en otros casos cuando han nacido prematuros, así que nunca es muy temprano para buscar los materiales apropiados y leerles a nuestros niños.

Y aquí solamente un pequeño aparte que pude expandirlo en la mañana pero no hay tiempo ahora, tengamos cuidado con los aparatitos móviles que están en donde quiera, los jueguitos, todo lo que está en esos aparatitos no es apropiado para los niños pequeños y a la larga puede hacerles daño, eso simplemente como cautela, ya hay muchos estudios acerca de eso y está comprobado que es dañino para ellos así que si usted puede ser portavoz de ese mensaje se lo agradezco infinitamente.

Como padres Dios nos ha confiado la tarea de ser los mayordomos y los promotores de todo el potencial en nuestros hijos, y como sus mentores principales nosotros tenemos que darnos a la tarea de varias cosas y la primera es conocerlos personalmente. Nuestros niños no son una extensión de nosotros, son individuos: cuando nacen ya tienen características únicas, intereses únicos, son individuos así que es bien importante que nosotros nos demos a la tarea de descubrir qué les gusta, qué les disgusta, qué intereses tienen y ayudarlos a construir sobre esos intereses que ya ellos tienen, porque nosotros que cada, si nosotros tenemos más de un hijo veremos que cada uno es diferente totalmente uno del otro, cada uno tiene sus propias cualidades y su propio temperamento y es importante que nosotros nos tomemos el tiempo de conocerlos así personalmente.

Otra tarea que nos corresponde como los mentores de nuestros hijos es ser intencionales en proporcionarles el ambiente que los atraiga a explorar y a aprender más, esa es nuestra responsabilidad, y recuerden que cada uno de ustedes es el factor más importante en ese ambiente y usted va a ser el que le va a modelar en diferentes áreas, cómo comunicarse, cómo resolver problemas, cómo correr, todo, nosotros vamos a ser los que les vamos a modelar todo eso y a que se les cree el ambiente que ellos deseen imitar lo que nosotros les estamos enseñando.

También nosotros tenemos que compartir con nuestros hijos la alegría de la exploración y el descubrimiento. Todos nosotros si estamos aprendiendo algo nuevo, explorando algo nuevo ¿verdad que no es lo mismo hacerlo solo que acompañado? cuando estamos acompañados tiene un sabor diferente, hay una alegría diferente y como padres nosotros tenemos que estar ahí, en inglés es la palabra cheerleader, animadores, el que está ahí aplaudiendo y motivando al niño, animándolo a que siga explorando más.

Una vez, un ejemplo rápido, mi hija una vez vió un pajarito en el patio que se estaba muriendo bien pequeñito que se cayó del nido y ella me buscó para que yo la ayudara a sanar el pajarito, y eso, ella aprendió tanto con ese proceso, de hecho no creo que fue por eso necesariamente pero años después escogió la enfermería así que era algo que ya estaba dentro de ella, y ella me enlistó para montar una sala de emergencias para el pajarito. El pajarito murió unas horas después pero eso nos ayudó a ella y a mí a que ella supiera que yo la apoyaba en sus intereses y tuvimos unas conversaciones maravillosas acerca de filosofía y de las cosas espirituales porque yo me tomé el tiempo de acompañarla en ese descubrimiento y en esa exploración, y esas oportunidades se dan diariamente, el asunto es no pensar que estamos tan ocupados que no podemos aprovechar esas oportunidades.

Y el último, otro recurso que nosotros debemos aprovechar de estar ahí para nuestros hijos en la mentoría para ellos es compartir el gozo de dominar una destreza, en inglés se llama mastery, compartir el gozo de dominar una destreza. Los niños pequeños cuando se les mete algo en la cabeza, por ejemplo que quiero dominar el caminar eso practican, practican, practican, qué maravilloso que nosotros estemos ahí acompañándolos en ese proceso y aplaudiéndoles también porque otra vez eso va a motivarles a ellos aún más a querer dominar cosas aún más complejas.

Así que estas cuatro áreas, primero que son las que nosotros como padres o cualquier persona que tiene niños a su cuidado, especialmente niños pequeños, son conocerlos como seres únicos, como los individuos que son, proveerles un ambiente espiritual emocional que les facilite que ellos imiten la comunicación y el modelaje que nosotros estamos ofreciéndoles, acompañarlos activamente en su gozo de explorar y descubrir y en su gozo de dominar, esas cuatro. Si nosotros hacemos esas cuatro cosas con los niños que están a nuestro alrededor vamos a producir gran fruto.

Lo primero es que esas experiencias van a ser escritas en el libro de memorias de nuestros hijos, van a estar ahí por siempre, segundo, te van a posicionar a ti como un recurso importante en la vida de ese niño y más adelante te van a volver a buscar para que tú estés acompañándolos en ese proceso, tercer fruto es que van a solidificar el lazo de amor, el amor inquebrantable, lo van a hacer todavía más real, y cuarto, cuando nosotros hacemos todas esas cosas que he dicho les vamos a proporcionar un fundamento sólido que los va a llevar a ellos a intentar cosas nuevas y a facilitarles el éxito en oportunidades y retos en el futuro. Qué maravilloso que nosotros podamos simplemente con tomar el tiempo y hacer las cosas que yo he dicho, podamos obtener ese gran fruto por nuestra inversión en la vida de nuestros hijos.

Jonathan Edwards, si pueden pasar ya los músicos, gracias, ya están aquí, Jonathan Edwards fue un famoso predicador de los 1800s y él oraba lo siguiente, escuchen esta oración, es una frase muy sencilla, dice: “Señor, estampa la eternidad en mis ojos” o sea que tú como padre, como persona que eres influencia sobre niños, niños pequeños, niños de cualquier edad, que tú veas la eternidad y el propósito que Dios ha puesto en cada niño que está a tu alrededor y que todos seamos hallados fieles de haber invertido todo lo que tenemos, poner todo lo que podemos en la vida de ese niño para que llegue a cumplirse el potencial de Dios en ese niño para la gloria de Dios, esa debe ser nuestra oración. Así que si quieren me acompañan en una oración final para darle cierre a nuestro servicio.

Gracias Padre, te doy gracias por la vida de los niños, por el tesoro que son, te doy gracias por la maternidad, te doy gracias por la oportunidad de influenciar a niños en los diferentes ambientes en los que nosotros nos movemos. Padre, así como decía Jonathan Edwards, enséñanos a nosotros a ver la eternidad en cada niño, dános la sabiduría, el entendimiento, la fuerza para ministrar a sus vidas Señor con todo el ánimo, con toda la pasión sabiendo Señor que eso no va a ser en vano, que va a haber gran fruto, que la eternidad y el propósito, el destino que Tú has puesto en cada niño bajo nuestro cuidado va a florecer, se va a cumplir Tu propósito para su vida y que todo va a ser para que Tus propósitos sean cumplidos y para que sea todo para Tu gloria Señor.

Ayúdanos Señor, enséñanos, enséñanos a ministrar a los niños en todas las áreas, Señor bendice su intelecto, bendice su conocimiento, sus emociones, su espíritu, Señor que nosotros nunca subestimemos a un niño sino que todo lo contrario Señor, invirtamos, hagamos una parte, un alto e invirtamos en la vida de ese niño Señor, ayúdanos a ministrar con poder y sabiduría en sus vidas Señor, gracias Padre en el Nombre de Jesús hemos orado Padre, amén, gracias Padre.

Los dones deben usarse con un corazón pastoral

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Quiero invitarlos a ir conmigo a Primera de Corintios en el capítulo 14, es un tema interesante que quiero tratar con ustedes. A la luz de nuestro deseo de ser una iglesia efectiva en alcanzar almas y retenerlas y ser una iglesia que cuando la gente entra y adora con nosotros se sienta acogida, se sienta bien, se sienta en armonía, se sienta que están en un lugar seguro, un lugar donde pueden experimentar la paz del Señor. Porque de nada nos sirve que la gente venga y no encuentre el espacio que necesita para sus necesidades, cuando vienen a veces afanados, tristes, ansiosos, cuando vienen confundidos, cuando vienen heridos de fuera, cuando vienen con alguna situación que les aqueja, es importante que estén en un lugar donde puedan encontrar ese descanso y esa armonía que están buscando del Señor.

Y por eso es tan importante. El evangelismo incluye no solamente traer a la gente a la iglesia, sino también ofrecerles ese ambiente seguro, ese ambiente de paz, ese ambiente donde puedan permanecer y estar a gusto. El Apóstol Pablo era no solamente un teólogo, escribió muchísimo pasajes de la escritura, dos terceras partes del Nuevo Testamento lo escribió él, pero también era un plantador de iglesias, era un evangelista, y era pastor también porque tenía un corazón pastoral y le escribió a los pastores y a las congregaciones que él ayudó a plantar, acerco de cómo debían conducirse, cómo debían regular su vida diaria, su vida cotidiana como congregaciones. Y escribió principios porque en esos tiempos no tenían lo que nosotros tenemos, esta escritura ya escrita, ya codificada, ya bien ordenada. No sabían cómo conducirse porque apenas estaba comenzando el crecimiento del Evangelio. Era el primer siglo y todavía todo estaba por establecerse.

Y entonces él escribió cartas que luego fueron ensambladas y reunidas en lo que hoy llamamos la Biblia, pero en ese tiempo eran simplemente los consejos de un pastor escribiéndole a sus congregaciones que él había ayudado a plantar, a veces contestando preguntas que le hacían. Pablo, tenemos este problema en la iglesia, ¿qué hacemos? Tenemos tal situación, está causando división, ¿qué hacemos? Y él también preventivamente escribía muchos principios que luego evidentemente el Espíritu Santo lo estaba dirigiendo a hacer esas cosas, pero luego esos principios habían de ser colectados en este documento que se llama la Biblia, que nos ayuda a gobernarnos y a dirigir nuestra vida congregacional.

Eso a manera de preludio. Déjenme ir con ustedes rápidamente, el versículo 20. Primera de Corintios, capítulo 14, versículo 20. Dice allí y nos dice a nosotros:

“Hermanos de la congregación León de Judá, no seáis niños en el modo de pensar sino sed niños más bien en la malicia. – hay gente que es muy adulta en la malicia y muy niños en el amor y en la gracia. – dice, no sed niños en el modo de pensar, es decir en su conducta, en su forma de ver las cosas, en su forma de razonar, sino si van a ser niños sean niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar, porque en la ley está escrito en otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo y ni aún así me oirán, dice el Señor.

Es un pasaje del Antiguo Testamento que él está citando, eso de otras lenguas y otros labios hablaré al pueblo de isarael. Entonces él dice, “Así que la profecía son por señal no a los incrédulos sino a los creyentes, aquí él está refiriendo.” Aquí él se está refiriendo a los diferentes dones del Espíritu Santo de los cuales él ya ha hablado en el capítulo 12 de esta misma carta, dones de lengua, profecía, dones de ciencias, sabiduría, sanidad, señales y prodigios, todos estos diferentes dones e incluye también las lenguas.

Él está tratando de enseñar cuáles son los propósitos de cada uno de estos dones dentro de la vida de una congregación. “Si por ejemplo, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, como estamos nosotros en esta mañana, y todos hablan en lenguas y entran indoctos o incrédulos – ¿a qué se refiere? A gente… indocto quiere decir que no están instruidos y no son conocedores de la palabra de Dios ni de los principios de la vida cristiana. Son completamente no instruidos en la vida cristiana.

“… si entran indoctos o incrédulos – puede que entre también gente que no conoce a Dios y simplemente son totalmente foráneos a los principios del Evangelio – si entra ese tipo de gente a la iglesia y los ven a ustedes hablando en lenguas, todo el mundo a la misma vez y haciendo ruido sin sentido, como puede pasar a veces… yo no sé si usted alguna vez ha ido a una congregación donde es un sal para fuera, todo el mundo está allí teniendo su pequeña fiesta y todo el mundo está hablando y está moviéndose y gritando y todo eso, y es una cacofonía.

Y entonces si entra alguien en ese momento que es un indocto, es un incrédulo, es una persona tímida, es una persona que no entiende lo que está pasando, “¿no dirán que están locos?” lo está diciendo en una forma como que tengan cuidado, la idea es que nosotros no queremos que la gente venga y piensen que somos una cantidad de locos. Gracias a Dios que eso lo dijo el Apóstol Pablo y no yo porque si lo digo yo, dirían el pastor está dañando el espíritu, están constriñendo el espíritu, pero lo dice el gran Apóstol Pablo que conocía de todos los dones.

“¿No dirán que están locos? Pero si todos profetizan y entra algún incrédulo o indocto por todos es convencido, por todos es juzgados.”

Ahora cuando dice, pero si todos profetizan, usted verá más adelante que él dice, si profetizan pero tiene que ser uno por uno. Vamos a saltar eso un momentito para que usted pueda ver, porque no se está contradiciendo. Mire el principio que él establece en el versículo 31, dice:

“Porque podéis profetizar todos uno por uno para todos aprendan y todos sean exhortados.” Pero alguien dirá, ah, pero pastor cuando yo quiero profetizar es que no me puedo aguantar, la boca se me salen las palabras, uno no puede controlar a Dios, uno no puede controlar el espíritu. Y él dice, “Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas.” En otras palabras, tu sí puedes controlar. No me digas que te salió la palabra o que algo pasó.

Puede que cuando una persona no tiene experiencia en una ocasión cuando por primera vez experimenta una llenura del espíritu, como no tiene sabiduría puede que en ese momento no tenga control, pero lo que Pablo está sugiriendo es que cuando usted ya tiene cierta experiencia en los asuntos del espíritu, usted sí tiene control, usted puede esperar para hablar, usted puede meditar cuál es el momento más apropiado, usted puede saber si está en un ambiente donde lo que usted diga va a provocar escándalo y confusión o va a ser de bendición. Todas esas cosas la persona que está profetizando debe considerarlas.

No es cuestión de que ay, el espíritu me dijo que esa persona va a tener un accidente cuando salga de aquí y se va a matar él y sus hijos así que se lo voy a decir inmediatamente en público. Hermano, así dice el Señor, cuando salgas de la iglesia te vas a encontrar un camión y te va a arrollar y va… Señor reprenda al diablo! Hay que tener cuidado con esas cosas. Hay que meditar, hay que pensar, hay que sopesar lo que uno está diciendo y entonces uno puede…

Es decir que siempre miren ese principio aquí de orden que él está tratando de establecer. Entonces, dice, “Pero si todos profetizan y entra algún incrédulo o indocto por todos es convencido, por todos es juzgados, lo oculto de su corazón se hace manifiesto y así postrándose sobre el rostro adorará a Dios, declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros.”

“¿Qué hay pues, hermanos? – Qué lindo este pasaje. – Cuando os reunís, como en una reunión de esta mañana, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación tiene interpretación, hágase todo para edificación.”

Ahora, note algo aquí también. A veces yo me adelanto un poquito al orden del sermón porque no quiero perder la oportunidad cuando llegue el momento del texto. Una cosa que hay que aclarar es que Pablo le está escribiendo a una iglesia, – por eso se llama iglesia primitiva, eran los comienzos mismos de la iglesia. En realidad no había tal como iglesias todavía. el concepto de iglesia como esta que existe aquí, como una sinagoga. Lo que los judíos tenían eran sinagogas, ellos entendían eso. La iglesia fue como una extensión quizás del concepto de una sinagoga o de un templo greco romano.

Pero, ¿cómo se reunían los primeros cristianos en las primeras décadas del Evangelio? ¿Dónde se reunían? En las casas. No había templos, no había santuarios. Recuerden, no había Biblia, un libro del Antiguo Testamento costaba el salario de todo un año de un obrero. No había nada escrito, no había textos que pudieran guiar la adoración en esos tiempos. No había ni siquiera pastores en muchos casos porque todavía ese concepto no se había desarrollado, ese género de un pastor que dirigiera. Poco a poco vemos que según va la iglesia avanzando esas cosas… la iglesia se va institucionalizando, va estableciendo un orden, protocolos, una forma de adorar.

No había ciertamente un piano eléctrico como este tan bien tocado por el hermano Omar Medina o diferentes instrumentos. No había un orden de servicios. No había coros. Entonces los hermanos se reunían y era… Dios le hablaba al pueblo y si había 10 hermanos, 15 hermanos reunidos en una casa uno tenía una palabra de edificación, “hermanos, tuve un sueño, el Señor creo que me habló acerca de esto, esto y lo otro.” Había testimonios, había salmo, uno tenía un himno. Yo quiero cantar algo para adorar el Señor.

El servicio era algo bien informal y gloria a Dios, dirigido por el Espíritu Santo. Yo creo que a veces nos hemos ido al otro extremo, donde hay iglesias que tienen tanto orden que es una camisa de fuerza más bien que limita al Espíritu Santo. Porque los extremos siempre son malos. En esos tiempos estos hermanos bien sencillos se reunían para adorar al Señor, y uno adoraba una cosa, otro decía otra, uno cantaba un himno, otro hablaba una palabra profética y así salían edificados y bendecidos de su reunión.

Ahora, hoy en día, las reuniones de la iglesia son públicas, son grandes congregaciones como la nuestra y no son gente de un solo pueblito metido en una montaña, son gente que vienen de todos los países de la tierra, son personas de diferentes nacionalidades, diferente culturas, diferentes niveles socio económicos, diferentes niveles de educación, inclusive diferentes trasfondos religiosos y diferentes trasfondos denominacionales. Algunos vienen de trasfondos presbiterianos.

Por ejemplo, ayer la hermana Delia, estuvimos en una reunión con ella y ella me hablaba de que ella asistía antes a una iglesia presbiteriana, antes de venir a León de Judá. Y en la iglesia presbiteriana usted sabe que todo es bien ordenado, gloria a Dios, lo decimos con mucho respeto, hay liturgia, hay repeticiones, hay cosas bien simbólicas. Y ella viene de ese trasfondo y entonces entró en una iglesia como la nuestra que es una iglesia más pentecostal, carismática, pero hay iglesias que todavía son más pentecostales o más ‘avivadas’ o cómo se llame, más espontáneas o lo que sea. Y aquí en nuestra iglesia hay gente que viene de todos esos trasfondos.

¿hay alguien que venga de un trasfondo metodista o que haya asistido por un tiempo a una iglesia metodista? Aquí tenemos a alguien, por ejemplo. ¿De un trasfondo bautista? Tenemos bautistas por acá. ¿Presbiterianos por casualidad alguien? Guau! es decir, que yo estoy seguro de que si yo pregunto va a haber alguien… ¿Cuántos asistieron a la iglesia católica alguna vez en su vida? Todos los que están aquí. Entonces, tenemos gente de diferentes trasfondos y hemos bebido esa leche y venimos y aunque entramos en la unidad de la iglesia León de Judá pero todavía tenemos algunos principios que recordamos de nuestros pasados y como que quisiéramos encontrar ese lugar perfecto donde… un poquito de allá, un poquito de acá, y un poquito de todo.

Pero recuerde que si hay un poquito de todo, eso quiere decir que no puede haber de todos para todos. Tiene que haber una selección de cosas, por eso a veces no vamos a poder ser agradados en todo lo que nosotros esperamos en un servicio. Pero en esos tiempos no, todos eran judíos, convertidos, o todos eran griegos o eran de un pueblito, de una montaña por allá y entonces podía haber esa mayor libertad, pero en un ambiente público como este, donde no solamente nos están viendo a nosotros aquí unos a otros, nos están mirando a través del internet, en España, en Italia, en Buenos Aires, en Guatemala, imagínese, es todavía más público este tipo de servicio, una pantalla de 2 dimensiones solamente, que no es lo mismo que ver a la persona en 3 dimensiones como los vemos aquí.

Entonces, todas estas cosas son… él está hablando de esos ambientes que son bien homogéneos. Ahora, si tiene lengua, revelación, hágase todo para edificación, versículo 26. Digan todos conmigo, edificación. ¿Qué quiere decir edificación? Quiere decir para fortalecimiento de las personas, de su fe, para bendición de ellos, para instrucción de ellos, para que conozcan más de la palabra de Dios, para que se sientan más seguros en su fe, para que reciban algo que sea de provecho para sus vidas. Es decir, para que sean edificados más, como una construcción que va subiendo poco a poco.

Cada vez que venimos a la iglesia venimos para eso, para ser edificados entre otras cosas, también evidentemente para adorar a Dios, primeramente, pero también para salir más fuertes que cuando entramos. Y ese debe ser el principio número 1 que debe gobernar todo lo que se da dentro de la iglesia. Cuando tu hagas algo en la iglesia, y me incluyo a mí mismo, todos nos tenemos que preguntar ¿lo que yo estoy haciendo en este momento está resultando en edificación para los que son objeto de lo que estoy haciendo o los que están presenciando y viendo y observando lo que yo estoy haciendo?

Yo creo que si nosotros nos hiciéramos esa pregunta pastoralmente, ¿Cuántos saben que cada uno de nosotros somos pastores unos de los otros? Es como cuando Caín le pregunta a Dios, ¿seré yo acaso guarda de mi hermano? Sí, en la iglesia cada uno de nosotros es guarda de su hermano. Somos pastores unos de los otros. Nosotros tenemos que cuidarnos unos a otros y atendernos unos a otros y tener cuenta de qué está sintiendo mi hermano cuando yo estoy haciendo algo. A veces puede ser algo supuestamente en el espíritu, puede que sí, que sea en el espíritu, pero yo me tengo que preguntar en ese momento cuando yo estoy haciendo algo en el espíritu para glorificar a Dios, que yo creo, estoy convencido de que es bueno y es importante, cómo está afectando eso a mi hermano, a mi hermana? ¿Está siendo de edificación? ¿Está siendo de bendición? ¿o está siendo piedra de tropiezo o de escándalo o de extrañeza? ¿Le está quitando el gusto de estar en ese momento en la adoración?

Y eso tenemos que hacer la pregunta tanto acerca de un individuo a quién le estamos ministrando quizás al frente, o en términos de toda la congregación que nos está viendo, o quizás en términos de los que nos están viendo a través del internet. Ahora, entiéndame, que todo tiene su límite. No es que nosotros vivamos continuamente solamente haciendo las cosas que son universalmente aceptables para todo el mundo, porque entonces no se haría nada. Pero sí hay que tener un cierto grado de cuidado acerca de que ningún hombre es una isla, como dice por ahí un dicho bien famoso. Somos un continente, somos todos parte uno de los otros. Somos un cuerpo y entonces cuando yo estoy en mi tiempo de adoración y estoy metido en la presencia del Señor, yo tengo que reservar un poco de lucidez mental para observarme a mí mismo o como otros me ven y para tratar de preguntarme cómo está afectando lo que yo estoy haciendo el sentir y el estado espiritual de los demás.

Pregunto, ¿están conmigo hasta aquí o los he perdido en algún momento? ¿Me están siguiendo? Porque estas cosas yo sé que son un poquito delicadas. Y les voy a decir por qué después estamos predicando esto, pero me he adelantado y decidido coger el arroz y los frijoles y mezclarlo todo de una vez aquí.

Entonces, dice, “si habla uno en alguna lengua extraña sea esto por 2 ó a los más 3…” Lengua extraña, ¿qué quiere decir? una lengua que otros no pueden conocer, que otros no interpretan, es una lengua espiritual, está hablando a veces… si yo hablase lenguas humanas y angélicas, dice el Apóstol Pablo, una lengua que otros no entienden.

Si yo hablo en lengua extraña, sea esto por 2 ó a lo más 3 y – digan todos – por turno, quiere decir eso en secuencia, uno primero, otro después. Y eso también hay matices que se pueden añadir. “… y uno interprete – eso es algo también… hoy en día no se usa tanto en las congregaciones pentecostales esta idea de interpretación y muchos de estos términos requerirían un sermón completo solamente en ellos. Pero la idea es que si alguien por ejemplo, se levanta, digamos no como ahora, porque ahora yo estoy predicando y quién sabe puede que en un momento dado y a veces se puede dar pero es muy contado el número de ocasiones en que cuando un pastor está predicando alguien se ponga de pie y sea legítimo dar una profecía porque de nuevo dice por turnos.

Pero puede que haya una ocasión que así sea. Lo que Pablo se refiere es que cuando hay lenguas, cuando está hablándose en lenguas, en una manera como que detiene el curso de las cosas y comanda la atención de todo el mundo a esa persona que está hablando en lenguas, que tiene que haber interpretación de esa lengua.

Ahora, eso no quiere decir que si usted está en tiempo de adoración y Laura está en su cima de adoración, usted pueda estar tranquilo hablando en lenguas, suave, adorando al Señor, de manera que no interrumpa a su hermano, su hermana, usted puede hacer eso. y lo pueden hacer muchos a la misma vez, puede haber un murmullo muy lindo, o puede haber en ocasiones, por ejemplo, lo que se llama cántico nuevo. Qué lindo cuando una congregación adora el cántico nuevo y a veces están adorando en lenguas diferentes y alguno está cantando, otro está hablando en lenguas bajito. En ese caso lo que se oye más bien es como una unanimidad, un murmullo que nadie en particular está en ese momento tomando la atención. En ese caso sí yo creo que se puede hablar en lenguas hasta un poquito más alto.

Lo que Pablo está diciendo es que cuando hay como un discurso en lenguas se habla así específicamente o una persona está hablando lo suficientemente alto como para que todos lo escuchen, en ese caso, debe asumirse que tiene que haber interpretación. Y esa persona que está hablando en lenguas muchas veces debe pedirle, dice el Apóstol Pablo, al Señor la interpretación. Por qué? Porque es importante que sepan lo que se está diciendo.

Dice aquí, y uno interpreta y si no hay intérprete calle en la iglesia y hable para sí mismo. Quiere decir en una forma más baja y para Dios. Asimismo los profetas hablen dos o tres y los demás juzguen. Qué quiere decir juzguen? Quiere decir determinen la validez, la legitimidad y el carácter bíblico de lo que esa persona está diciendo. Porque si alguien dice, he aquí, hijos míos, así dice el Señor, el pastor Miranda tiene que irse de la iglesia porque ya llegó su tiempo.

Yo voy a juzgar inmediatamente si esa persona está diciendo la verdad o no. hay cosas, hijo mío, así te dice el Señor, te tienes que casar con fulanito porque es vaso escogido por Dios para ti desde la fundación de los tiempos. Hay que tener cuidado con esas cosa. Hay que juzgar la legitimidad, hay que determinar si lo que esa persona está diciendo…

No hay nada de malo con que si una persona le dice, mire, el Señor me dijo que te vas a morir a los 35 años, usted le diga, hermano, déjame orar, voy a pensarlo bien, voy a meditarlos y si es de Dios yo le voy a creer. Hay que juzgar, hay que determinar la validez, la legitimidad de lo que la persona… eso no quiere decir que usted sea incrédulo. Es que hoy en día hay tanta… de cada 100 profecías yo creo que 3 ó 4 ó 5 muchas veces son del Señor y si eso le escandaliza a usted, lo lamento pero esa es la experiencia que yo he visto. No todo lo que sale de la boca de la gente, sobre todo en estos tiempos en que vivimos, es verdaderamente del Señor. Ofendí a alguien? No veo que nadie se paró de su asiento, así que parece que estoy bien hasta aquí.

Sí, hay que juzgar, hay que determinar lo que es de Dios y lo que no es de Dios. Yo digo que a veces las profecías son como en aquellos tiempos, como en los años 60, 70, yo no estaba nacido todavía pero me dicen que los meteorólogos decían en los años 60 cuando no había radares y no había todas estas maquinarias que hoy en día hay, mañana va a llover y hacía un sol quemaba a la gente. Se piensa que mañana va a haber sol y la gente hacía su fiesta afuera y le caía un chumbazo de agua. Hoy en día los meteorólogos son mucho más precisos que en aquellos tiempos.

Yo creo que hoy en día, no es porque Dios no hable claro, es porque muchas veces no hay nivel de revelación que había en otros tiempos por diferentes razones. Pero hay que tener cuidado porque la verdad es que cuando uno ve cuál es el resultado muchas veces de la palabra profética uno dice, guau, verdaderamente no hay la exactitud y es que hay que ser claro, o sí o no, no se puede tapar el sol con un dedo. Nosotros queremos ver la manifestación de Dios y a veces queremos tanto que oscurecemos el hecho de que no hay…

Dios no necesita excusas. Yo no tengo que maquillar a Dios. Él es perfecto. Yo no tengo que defenderlo. Si hay palabra, gloria a Dios, si no la hay, amén, él es Dios y sigue siendo Dios. Y hay que tener cuidado con estas cosas por eso hay que juzgar.

Aún en esos tiempos, estamos hablando del primer siglo y ya Pablo en esas décadas solamente de experiencia pastoral, ya había visto todo lo que se ve hoy en día en las iglesias, porque él escribió esto precisamente para dirigirse a los excesos y los abusos que ya existían en el primer siglo, hace 2000 años, ya estas cosas existían y también existen en este tiempo por eso es que los pastores y los instructores de la palabra de Dios que Dios ha puesto a presidir en las iglesias tenemos que ejercer ese mismo tipo de integridad y de orden en la conducta de las cosas de Dios.

Asimismo los profetas hablen dos o tres, los demás juzguen y si algo le fuera revelado a otro que estuviera sentado, calle el primero porque podéis profetizar todos uno por uno para que todos aprendan y todos sean exhortados. Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas. Es decir, no me diga nadie, no, Pablo, es que no me puedo aguantar, usted sí se puede aguantar. El espíritu que Dios ha puesto en usted está… Dios le da a usted el dominio, el control para que usted lo dirija.

Pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz. Podríamos seguir leyendo esto pero yo estoy predicando este sermón en el contexto de ser una iglesia efectiva en retener y alcanzar y evangelizar a otros, también de mantener la armonía y la paz entre nosotros mismos, porque si hay disgustos, si hay insatisfacción, si hay desazón en el pueblo de Dios ese ambiente va a afectar la bendición y va a afectar a la gente que viene y que se mantiene en una congregación.

Aquí hay varios principios que quiero señalar rápidamente, aparte de los que ya he señalado. 1. Los dones del Espíritu Santo son reales, son verdaderos y deben ser usados tanto en la adoración privada como dentro de la iglesia. Yo amo los dones del Espíritu Santo y yo jamás volvería atrás a otros tiempos en la vida de esta congregación donde no había lugar para la manifestación de los dones, como nosotros tenemos durante muchos diferentes tiempos en la vida de nuestra iglesia.

Yo me considero pentecostal, me considero carismático, considero que nuestra iglesia es una iglesia abierta a los dones del Espíritu Santo. Es una iglesia pentecostal. Mire mi Biblia que pesa como 7 libras, Biblia de estudio pentecostal. Esa Biblia ojalá que el Señor me la metan en mi tumba cuando yo me muera, quiero guardarla. Me gusta esa idea de que su interpretación de ciertos pasajes y los comentarios que hace es pentecostal. Yo creo en los dones y los dones deben ser usados.

Yo animo a mis hermanos a aprender más de los dones. Como dice el Apóstol Pablo en Primera de Corintios 12, hermanos míos, no quiero que ignoréis acerca de los dones del espíritu. Es importante. Así que no estoy diciendo que no, al contrario, lo que quiero es proveer una plataforma adecuada para que los dones se puedan seguir manifestando con libertad. Yo estimo tanto los dones que quiero asegurarme de que tengan el adorno y el fundamento adecuado para que puedan seguir siendo usados.

Lo otro viene de una conversación que tuvimos entre algunos de los pastores esta semana, en la reunión de staff pastoral, donde hablamos acerca de eso y… nos preocupamos un poquito acerca de los tiempos de ministración cuando pasa la gente al frente para asegurarnos de que a veces hermanos bien intencionados cuando ministran, que lo hagan en una forma adecuada a los demás, que no haya mal uso de los dones o de la palabra profética.

Yo voy a hablar más adelante acerca de eso. Pero esa conversación que tuve con los pastores me motivó a decir, voy a tomar un sermón para hablar un poquito más acerca de eso y para establecer el orden, lo que la iglesia cree. Porque muchas iglesias no se toman tiempo para hacer esto que Pablo hizo aquí en Primera de Corintios, capítulo 14.

Esas dos cosas, ser efectivos, entretener a la gente y traerlos cuando son extraños y no conocen de la palabra y también asegurarnos de que haya orden en los momentos donde el espíritu se manifiesta y donde hay ministración.

Entonces los dones existen. Un principio importante que ya lo dije, los dones existen para la edificación del pueblo de Dios y como una señal de su poder y su presencia en medio de la congregación. Por eso Pablo habla de que cuando una persona es sanada o cuando recibe una palabra atinada proféticamente, guau… cuánta gente ha venido a la iglesia y me ha dicho, pastor, esa persona parece que estaba leyendo mi correo porque me dijo una cosa que fue absolutamente cierto y eso me tocó, me impactó. Y es de bendición. En otras ocasiones están como en otra parte de la galaxia hablándole a la persona y no dieron pero para nada. Depende, pero en muchas ocasiones sí el ejercicio de los dones puede bendecir a una persona que llegue de súbito a la iglesia. Existen para la edificación.

Otro principio, los dones poseen importancia y valor en la medida en que resultan para la bendición y edificación de los que están presentes en una reunión del pueblo de Dios. Si un don bendice, edifica, fortalece, sana, ayuda, promueve el crecimiento de alguien o de la congregación, es definitivamente de gran provecho.

Ahora, si el ejercer un don resulta en confusión, en escándalo, en descrédito para el Evangelio, entonces ese don se convierte en una piedra de tropiezo más bien y no tanto en una bendición. Los dones deben usarse con un corazón pastoral, ya lo dije eso, es decir, teniendo en cuenta a la persona a quien se le está ministrando o a los que están alrededor y teniendo cuidado de no escandalizar, herir, confundir, producir incomodidad o conflicto en las personas que están alrededor de nosotros.

Yo recuerdo hace años fui a la graduación en Gordon College y era un momento… sabe cómo son estos evangélicos anglosajones, bien solemnes, era una graduación bien todo en orden, bien solemne y había un hermano, no voy a decir de qué cultura era, pero venía de un trasfondo evidentemente pentecostal, y cada vez que el predicador decía algo, él salía con una expresión pentecostal, amén, Aleluya! Gloria a Dios, era el único que estaba haciendo eso y él resaltaba como un asío en una pierna y mientras iba procediendo el servicio, la predicación, más incómoda se ponía la gente. Usted veía a la gente mirándose unos a otros, él estaba teniendo una fiesta bien grande consigo mismo, él pensaba que estaba tocando le borde del manto de Dios en el santuario celestial, pero aquí abajo, esta gente que no estaba acostumbrada y en este ambiente donde no se permitía esas cosas o no se acostumbraba, él desafinaba como si estuviera en otra clave completamente diferente.

Yo creo que en parte él quería afirmar su cultura de dónde venía y también su cultura pentecostal. Bueno, esto es importante, al Señor le gusta, así que lo voy a hacer y los demás que les de un ataque al corazón, a mí qué me importa. Y yo dije, aquí usted tiene un caso donde esta persona no está discerniendo el espíritu, no está teniendo un corazón pastoral. Él está feliz con lo que está haciendo, él cree que está agradando al Señor, pero no está teniendo cuidado de sus hermanos alrededor, no está ejerciendo ese espíritu de Jesucristo que es tan importante cuando nosotros ministramos en el espíritu. Me siguen?

Deben usarse con un corazón pastoral. De nada sirve que una persona ejerza un don si está provocando conflicto en la iglesia o escándalo o incomodidad de algún tipo o provocando confusión en personas que muchas veces no tienen experiencia en el uso de los dones. Una iglesia como la nuestra donde ahora mismo yo puedo decirles que hay por lo menos 20 personas que son relativamente nuevas a la iglesia, o muy nuevos en el Evangelio, o están apenas todavía explorando la idea de entregar su vida a Jesucristo, o son visitantes, o vienen de un trasfondo…

Ahora mismo hay dos jóvenes que están visitando, uno a un miembro de mi familia y otro que… jóvenes que están en el servicio en inglés, que son completamente indoctos en las cosas del Evangelio. Gloria a Dios que están aquí en esta mañana. Pero vienen de un trasfondo muy intelectual, muy académico y yo estoy seguro que lo que ellos han visto es la ridiculización muchas veces de los dones entre los pentecostales y ahora vienen y gloria a Dios que están acá, y ellos no tienen criterio para poder juzgar ciertas libertades que nosotros, que tenemos experiencia en el Evangelio, nos tomamos.

Mire hermano, si alguien coge ahora mismo y se guinda de una de las paredes de esta iglesia, yo me quedo tranquilito y sigo adorando al Señor, a mi no me quita, pero yo como pastor, sé que hay muchos otros que sí se inquietan con eso y se sienten como que es una falta de respeto a su sensibilidad. Entonces uno tiene que tener cuidado con esas cosas. Ahora, si todos estamos… es como cuando la gente está borracha, usted ha visto 6 u 8 borrachos hablando, dicen tonterías y todos se entienden, se ríen de los chistes, el que está sin beber los ve y dice, esta es una partida de locos, pero ellos están felices y se hacen sentido y disfrutan de su tiempo y afirman su amistad como nunca, porque están todos borrachos.

Y así pasa, en una iglesia donde todo el mundo cree lo mismo y están todos con la misma costumbre, mire ahí pasa cualquier cosa, un sal para afuera y todo el mundo está feliz. El Señor está aquí, se van edificados, fortalecidos, arreglándose el moño que se les cayó, etc. sudando como caballos, pero en un ambiente diverso es muy diferente la cosa. Entonces, uno tiene que juzgar la madurez, la experiencia de la gente, la cultura, eso es bíblico, eso no es uno simplemente siendo un cobarde evangélico de 4 por 4, es siendo bíblico lo que dice el Apóstol.

De nada sirve que uno ejerza un don si está provocando conflicto, desazón o escándalo en algún tipo de persona que no tienen experiencia en el uso de los dones. En congregación León de Judá nosotros queremos dar espacio para la manifestación de los dones del Espíritu Santo, de la exuberancia del espíritu, pero a la misma vez queremos promover armonía congregacional, queremos evitar conflicto, escándalo, confusión para las personas que no tienen experiencia o madurez, o profundidad en esta dimensión.

Yo no estoy diciendo necesariamente que esa gente esté incorrecta. Simplemente estoy diciendo que como son más débiles o tienen menos experiencia o quizás están correctos, debemos tener cuidado con ellos. Sabe que hay una cosa, que el hecho de que tu tengas razón no quiere decir que tu tienes libertad. Piense en eso. Váyase a su casa y mastique eso un poquito.

Muchas veces el principio del amor es superior al principio de razón. Por ejemplo, Pablo habla en un caso de aquellos que no les importaba comer comida que hubiera sido sacrificada a los ídolos previamente. En los tiempos greco romanos se mataba una vaca, se sacrificaba a Júpiter y después lo metían a la carnicería para vender a $4.99 la libra y entonces los evangélicos, los cristianos decían, yo no puedo comer de esa comida, ha sido sacrificada a Satanás. Si me la como me va a coger un demonio, o lo que sea. Y había otros cristianos que eran bien maduros y bien seguros y decían, deme esa pechuga para acá, yo me la voy a comer en el nombre del Señor y esos ídolos ahora mismo quedan cancelados en el en el nombre de Jesús. Me voy a guisar ese pollo y me voy a comer hasta el hueso mismo, gloria a Dios. Aleluya! Y otros pensaban, si me como eso me va a coger un demonio.

Entonces cuando se reunían para la santa cena, para comer todos juntos los que tenían mucha libertad y madurez se pegaban su buen pedazo de carne sacrificado a los ídolos, porque ellos sabían que los ídolos no eran nada. Y el otro hermanito que pensaba que sabía que había sacrificado a los ídolos decía, guau, este hombre, cómo se atreve a comerse eso? no cree en Dios, no tiene reverencia, no tiene santidad y juzgaba al otro y pecaba. Entonces ese hermanito libre, maduro, que sabe que los ídolos no son nada estaba siendo piedra de tropiezo para el otro, aunque tenía razón. El otro es el que está equivocado porque los ídolos no son nada, conforme a tu fe te será hecho y si tu fe te da para ciertas cosas, gloria a Dios. Pero el otro no tiene esa madurez. Así que tu tienes que…

Pablo dice, entonces, somete tu madurez y tu convicción a la del hermanito más débil y no lo provoques a juzgar mal. Yo espero que alguien esté entrando en bendición ahora mismo. Gloria a Dios. Le estoy dando oro aquí, caramba. No todo lo que tiene razón es legítimo necesariamente en el contexto del cuerpo.

Sabe lo que es una célula cancerosa? Una célula cancerosa es una célula que dice, yo voy a seguir creciendo a cómo de lugar, no me importan las otras células. Yo tengo que crecer y quiero ser grande y fuerte y quiero multiplicarme. Y esa célula no tiene consciencia de que pertenece a un cuerpo completo y comienza a multiplicarse y crea un tumor que hace daño a un órgano y mata a la persona, porque no pensó que estaba, por así decirlo, en el cuerpo.

El hecho de que existimos en el cuerpo uno con los otros, tiene una serie de ramificaciones y de consecuencias muy grandes que están por encima de simplemente yo tener razón y yo quiero hacer lo que Dios me dice que haga o lo que yo pienso que Dios me dice que haga.

Entonces, amamos los dones pero queremos que sean manifestados en una forma ordenada. León de Judá es una congregación muy diversa, con personas de diferentes trasfondos cristianos y mucha gente nueva en la fe, o que están apenas explorando la fe y de diferentes trasfondos culturales y educacionales, por lo tanto tenemos que ejercer mucha cautela y disciplina para asegurarnos que el uso de los dones no provoque confusión y conflicto.

Pablo era un ardiente defensor de los dones, por eso escribió Primera de Corintios 12, léalo para que usted vea. Por eso enseñó acerca de ello y declaró que no quería que ignoráramos acerca de los dones pero a la misma vez se esforzó por establecer un orden y dar buenas guías y barreras de seguridad para el ejercicio de los dones, estableciendo un orden, estableciendo una lógica espiritual en el uso de los dones.

Hay que conocer la palabra para entender dónde están los linderos que gobiernan el uso de los dones, porque existimos en términos de un cuerpo. Y muchas veces, esto es importante, yo digo que muchas veces el orden colectivo produce cierto grado de empobrecimiento que si no existiéramos en conjunto uno con los otros sería muy bonito poder tenerlo, pero como existimos en términos de una sociedad, una colectividad, entonces a veces hay que empobrecer las cosas para que pueda haber el orden que se necesita.

Por ejemplo, son las 3 de la mañana y yo estoy parado en la Highland Ave. esquina Lowell en Summerville, a 3 cuadras de mi casa, y no hay un carro por ninguna parte, no hay ni un caballo, no hay una cucaracha moviéndose a las 3 de la mañana en esa esquina, pero hay un sign que dice “No se dobla a la derecha en rojo,” y la luz está roja y yo miro alrededor no veo un policía, no veo a nadie, pero hay una ley, porque sí puede que yo no vea a nadie pero y si viene un carro de momento con las luces apagadas y yo doblo y me choca y alguien resulta dañado o muere un niño o lo que sea. Qué hago yo? Yo tengo que pararme allí, perder 2 minutos de mi vida, esperando que la bendita luz cambie cuando no hay nadie alrededor y estoy desperdiciando tiempo, pero es lo que exige el orden de la sociedad y de la cultura.

Porque a las 3 de la tarde puede que haya un choque, o a las 2 de la mañana o 3, si yo no estoy viendo porque me tomé un par de traguitos por allí y no veo ese carro que vino, mis reflejos no están suficientemente rápidos, o cruza un perro que no vi, puede haber un accidente, entonces no. tenemos que… aunque no sea urgente y absolutamente necesario el orden exige que yo me mantenga allí.

Y así pasa con el ejercicio de los dones. Yo creo que sí sería mejor que todo el mundo pudiera saltar a la hora que quisiera. Ahora mismo el hermano Miguel se pone de pie y comienza a saltar en la silla, gloria a Dios. Aleluya! Padre, te adoro. Y yo estoy pensando aquí, esa silla nos costó $45 dólares. Suyen que está detrás de él está diciendo, no me deja ver al pastor y qué es lo que hace este loco saltando acá. Pierde la bendición. La otra hermana por allá, está diciendo, yo contribuí $10 dólares para esa silla y mira lo que este le está haciendo. Pierde la bendición.

Para el orden de conjunto tiene que haber ciertas cosas. Quizás el hermano va a tener que suprimir un poquito su libertad pero en el contexto de la iglesia completa él hacer eso, en un sentido está glorificando a Dios. Qué lindo es cuando uno se exime de hacer ciertas cosas que uno quisiera hacer por amor a los demás. Eso glorifica al Señor también muchísimo. Y a veces nosotros tenemos que empobrecer un poquito nuestra propia libertad para que haya la armonía necesaria en el cuerpo de Jesucristo. Por eso es que se necesita tanto el amor.

El mayor principio de todo es el amor. Y Pablo lo dijo en Primera de Corintios 12, yo digo que todo lo que usted tiene que saber acerca de los dones está en Primera de Corintios 12, 13 y 14. Si yo hablase lenguas humanas y angélicas y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, címbalo que retiñe. Y si tuviese todo los dones del mundo, profecías hasta el extremo y no lo hace eso con amor, nada soy, de nada me sirve porque el amor es el principio imperativo, es el principio número 1 y todo lo que hacemos nosotros tenemos que hacerlo en el contexto del amor de los hermanos y de los demás.

Y el Señor sabe allá arriba. Mira si tu sentiste que Dios te dijo, tírate a los pies de aquel hermano y bésale los zapatos ahora, y tu dices, pero si yo hago eso este hombre va a pensar que yo estoy loco, que estoy haciendo un acercamiento raro a él. Y tu te eximes. Tu vas a pensar, no, estoy ofendiendo a Dios. No. el Señor sabe. Tu vives en un contexto diferente, un contexto extraño. No creas que simplemente porque tu tuviste un impulso, no, mídelo primeramente. ¿Cómo va a recibirlo el hermano? ¿Cómo lo va a ver la persona que te ve ahí besando los zapatos del hermano? Qué va a pensar?

Entonces uno tiene que tener cuidado y si por alguna manera Dios quería que lo hiciera y no lo hiciste, ¿tu crees que el Señor va a estar allí listo para tirarte un rayo como Júpiter? Le voy a partir la cabeza porque no hizo lo que yo dije. No. el Señor sabe.

Yo le digo a veces a los hermanos, yo prefiero que no haga eso ahora. No, pastor, pero Dios me dijo que lo hiciera y usted está… No, te preocupes, yo y Dios nos arreglamos. Sinceramente, porque Dios le ha dado a los pastores a veces una carga de mantener el orden. Dios usted cree que está allí porque el pastor erró un poquito el blanco o le va a condenar entonces, una enfermedad o lo que sea, porque no hizo… Eso no es así. Dios es un Dios mucho más amplio, más lógico, más… él delega.

Ahora yo siempre digo, Señor, tu conoces mi corazón. Si es algo que yo estoy impidiendo que tu gloria se manifieste corrígeme, háblame, enséñame, yo estoy deseoso de hacer tu voluntad. Y yo creo que Dios y yo estamos bien al final del día. Yo creo que uno siempre está aprendiendo y está creciendo pero yo sirvo al Señor en ese sentido con tranquilidad. No me preocupo. Yo sé que Dios es un Dios que entiende nuestras debilidades y nuestras limitaciones.

Los dones no son un fin en sí mismos sino que dependen del contexto en que se usan y la forma en que se usan para expresar su verdadero valor. La iglesia tiene que mantener un balance entre la libertad en el uso de los dones y la responsabilidad pastoral de mantener el orden, evitar el conflicto y la confusión mientras se desarrolla el servicio.

En particular hay 2 tiempos en que es más cuidadoso esto, en los tiempos de adoración y en los tiempos de ministración. Son los tiempos de mucho tráfico y ahí son momento en que tiene que haber mucha disciplina y orden y supervisión pastoral y sujeción de los hermanos a la autoridad pastoral. Es importante tener en cuenta el orden en esos tiempos y el poner atención a la naturaleza pública de lo que se está dando.

A veces hay que establecer protocolos que no son ideales para permitir la libertad en el espíritu, pero que hacen posible ese orden bíblico del cual estamos hablando. Y siempre habrá una tensión entre la absoluta libertad y el control absoluto. Ambos tienen que limitarse hasta cierto punto para que haya un balance adecuado.

Yo creo que eso tiene que dar, por ejemplo, hay hermanos que les gusta pasar, y a mí me encanta que pasen al frente durante la adoración. Eso es bello, eso es lindo, eso es bíblico, eso es espiritual, a mí me inspira cuando veo hermanos que pasan al frente en tiempo de ministración y están ahí listos para adorar, para orar. Yo creo que la danza es bonita también, es linda, es hermosa pero también según el nivel público y atrayente del gesto uno tiene que tener cuidado.

Una persona se para aquí al frente y simplemente, Padre, estoy aquí trayéndote mi carga. Eso es mínimo el nivel de atención que comanda. Ahora si una persona está saltando o está haciendo otras cosas más… gloria a Dios. Aleluya! Santo es el Señor. Ya es otro nivel, entonces tiene que tener más cuidado cómo se hacen las cosas. Si tu te mueves, si estás danzando, todas estas cosas si estás aquí al frente en el medio, todo el mundo te ve. Yo le digo a los hermanos, mira, si tu quieres expresar fusión y entusiasmo y exuberancia espiritual yo no tengo ningún problema, veta una esquina. Hermanos, cuántos creen que Dios te puede ver debajo de ese balcón o aquí al frente? Sí o no?

Esto no es para meterle miedo a nadie. Esto es para que usted simplemente se sienta libre. Entonces, en la medida en que uno está comandando la atención del público, en esa medida uno tiene que decir, guau, ¿estoy yo siendo de bendición? Por ejemplo, cuando una persona ve a través de la internet, esa gente no está donde nosotros estamos, o cuando un incrédulo viene no tiene el amor que nosotros tenemos a la iglesia.

Yo amo a la iglesia aún cuando tiene sus locuras y sus cosas, yo la amo. Otros no tienen ese afecto para la iglesia, solo ven… Estaba ayer viendo por casualidad una de esas cosas, me vino un YouTube un grabación dice, “Ministers gone mad” y es una colección de alguien que estoy seguro no ama a la iglesia, de las locuras que hacen los pentecostales cuando están en su servicio.

Había un hermano pastor gateando por todas partes de la iglesia, había otro aullando como un lobo, una cantidad de cosas y yo como soy miembro de la iglesia de Jesucristo veo eso y siento ternura para con mis hermanos. Yo amo al pueblo de Dios que está disp8esto a aullar por Dios. Debemos comenzar un aúlla por Dios, es un buen lema. Yo los amo, pero imagínese uno de esos ateos furibundo, esa gente tan cínica con el Evangelio viendo esas cosas, se ríen, hacen el ridículo. Es como hacer el amor ante una cámara pública. El amor se hace en intimidad, tu con tu esposa en tu cámara. Y yo creo que muchas veces en este ambiente público en que uno vive de la iglesia, uno hace cosas que son íntimas a la iglesia. La iglesia entiende estas cosas pero cuando hay un público a veces que no le importa ni sabe ni quiere ni ama, lo que ven es una partida de locos haciendo cosas y para mí eso rebaja la dignidad del Evangelio.

Nosotros tenemos que ser respetuosos con esas cosas. Cuando le ministramos a la gente… a mí me gusta, yo amo el hecho de que hay libertad, de que hermanos vienen y orar por otros y yo no veo ningún problema en que alguien se acerque si Dios le mueve a una persona y con todo respeto se pare calladamente y con respeto, sabiendo que no es lo mismo que tu ser pastor.

Por ejemplo, yo tengo relación con hermanas que me conocen hace muchos años, si yo me acerco y le pongo la mano en el hombro cuidadosamente, con respeto, ellas se sienten tranquilas, pero si viene un hombre que no conocen y les impone las manos se sienten incómodas porque quién es esa persona. Él quizás está muy tranquilo y muy inocente pero hay que tener cuidado. Si una hermana le ministra a otra hermana hay que tener cuidado con lo que tu le dices. Hermana, tu no puedes dar a luz porque pecaste hace 10 años y ese aborto que te hiciste ahora te impide… Ten cuidado con lo que tu dices. Hay que tener mucho cuidado. Mientras más arriesgada la profecía, más cuidado debes tener.

Yo creo que no es lo mismo un pastor ministrando o una hermana amada que tu bien conoces que está orando por ti, que una perfecta extraña. Entonces uno tiene que tener cuidado con las libertades, imponer manos… yo veo a veces personas que lo que les falta es que le metan una llave inglesa para que la gente se caiga al piso. Yo no tengo que probarle mi unción a nadie, si se van a caer eso es cosa de Dios. Yo no tengo que ayudar a Dios.

Si tu no conoces no impongas manos. Sé respetuoso. Yo mismo me acerco a la gente y trato de decir, hermana, que conozcan mi voz y que sepan quién es. A veces están metidos que los asusto si hablo muy fuertemente, con cautela, corazón pastoral, sabiendo tus límites, poniéndote a tono con la otra persona a quien tu le estás ministrando y diciendo, quién es esa persona? Qué está sintiendo? Qué desea?

Hay veces que una persona lo que quiere es pararse aquí al frente y estar presente ante su Dios y estar tranquila con Dios, no quiere que le impongan manos, no quiere que la abracen, no quiere que la besuqueen, no quiere que le arreglen el pelo, simplemente estar tranquilos con Dios.

A veces hay que darle tiempo a la gente también. A veces la gente pasa y enseguida le caemos encima. No, déjalo que… cójalo suave, chico. Dale un ratito que esté con Dios y entonces acércate. Corazón pastoral. Ponerse a tono con las necesidades de las personas.

Yo no creo que estoy diciendo nada que no sea bíblico hasta aquí, hermanos. Y lo que buscamos es que haya lugar para la manifestación bella, armoniosa, atractiva, ministrante de los dones del Espíritu Santo. Queremos una iglesia madura, como dice Pablo, en los principios de la palabra de Dios, que matice una cosa con la otra, que compagine un tema con el otro y que pueda haber armonía y un lugar adecuado para que los dones se manifiesten. Eso es lo que deseamos y que el Señor nos ayude a ser una iglesia del espíritu, una iglesia de los dones del espíritu, pero también una iglesia de amor y de armonía espiritual.

Les bendigo en el nombre del Señor. Ore conmigo. Padre, Señor, damos gracias por tu palabra, damos gracias por el consejo del espíritu, damos gracias porque tu eres un Dios generoso, un Dios bueno, un Dios que te apiadas de nosotros y que conoce nuestras debilidades y pedimos que esta iglesia siempre tenga espacio para todo lo que tu quieres hacer. No queremos jamás limitarte y decimos, Padre, que habrá cosas a veces extrañas también, que tu vas a hacer y no entenderemos pero si es de ti te daremos la gloria y nos sujetaremos también, Señor. Líbranos de contristar tu espíritu, líbranos de limitar lo que tu quieres hacer.

Enséñanos tu el balance, Padre. Guíanos cada día a ser una iglesia donde la libertad en el espíritu se manifieste en todo momento y en formas efectivas y poderosas. Que nadie resulte dañado en alguna manera, Señor, de esta enseñanza que ha sido presentada en este día. Gracias por el consejo de tu palabra. Bendigo a tu pueblo, Señor, allá arriba, aquí debajo, sus vecindarios, sus hogares, sus familias, sus matrimonios, sus estudios, sus apartamentos donde viven, sus amistades, sus sueños, temores, ansiedades, los bendigo en el en el nombre de Jesús. Y arrojo toda bendición espiritual sobre tu pueblo, Señor, en este día. Recíbela ahora en el en el nombre poderoso de Jesús y regresa a tu hogar, a tu casa con la seguridad de que Cristo va contigo todos los días hasta el fin del mundo. Te bendigo en el en el nombre de Jesús amén, amén. Dios les bendiga, mis hermanos.

Entrevista de parejas

TRANSCRIPT

Y hoy tenemos algo muy único que fue de gran bendición esta mañana y que yo creo que va a ser de gran bendición para ustedes, Jhonatan y yo vamos a estar de Oprah y de Steve Harley, Don Francisco, queremos que ustedes reciban la Palabra de una forma nueva y diferente, una forma dinámica, hoy es el primer día de nuestro programa “CLJ presenta” y esto está al vivo a todo color por el internet, por todas partes.

Pastor Roberto: Sí señor y lo que queremos es presentar un tema que es muy adecuado para el tiempo que estamos celebrando, el amor, la amistad, las relaciones humanas y cómo el Evangelio de Jesucristo hace posibles transformaciones en medio de circunstancias difíciles, cómo Dios cambia las situaciones amargas y las convierte en algo maravilloso de crecimiento para todos los que están involucrados en el Reino de Dios, así que queremos hacerlo entrevistando algunos hermanos y reflexionando sobre cómo la fe puede transformar situaciones difíciles.

El hecho de que somos cristianos no quiere decir que estamos exentos de las luchas y las dificultades que todo ser humano tiene que pasar, la diferencia está ¿en qué, dirías tú?

Jonatán: La diferencia está en Cristo, está en Cristo, en la oración y en el desarrollo de una relación íntima con el Señor a medida que uno convive con otra persona, y hoy queremos hablar acerca de eso, de matrimonios que vencen. Vamos a hablar de historias reales de personas en nuestra Congregación que ejemplifican ciertas características que nosotros queremos resaltar el día de hoy, y también vamos a estar hablando acerca de la complejidad de muchas relaciones maritales en nuestra Iglesia porque no todo es color de rosa.

Roberto: Ciertamente, como digo somos imperfectos y el matrimonio yo creo que Dios lo diseñó para que sirviera como un mecanismo para el crecimiento y el perfeccionamiento del creyente, sabemos que el matrimonio estuvo allí en los comienzos mismos de la creación y Dios sabía que había algo muy especial en esa relación entre dos seres humanos que entran con sus imperfecciones, con sus bagajes que tienen y entonces proceden a formar un solo ser prácticamente, y que en ese proceso de aunarse más y más tienen que empezar a dejar cosas; a perdonarse, a tolerarse el uno al otro, a ver lo mejor en cada uno, a sacar lo mejor del otro a través de la relación matrimonial y es un maravilloso mecanismo.

Jonatán: Así es y queremos resaltar el rol y el poder del perdón en diferentes tipos de relaciones, relaciones de parejas, relaciones familiares, relaciones entre amigos y también la importancia de la reconciliación, de uno poder reconciliarse, los diferentes elementos que están involucrados en eso, la importancia de dejar el pasado atrás ¿verdad? y tratar de enfocarse en el presente con vista hacia el futuro.

Claro que sí pero espérese ¿ustedes han visto Despierta América verdad que sí? Nosotros vamos a invitar unas personas que vengan aquí pero nosotros queremos que ustedes les aplaudan, que haya algarabía ¿okay?

Roberto: va a haber una pantalla ahí que diga: ría y ustedes ríen, aplaudan y ustedes aplauden, digan “buu” y ustedes hacen “ooh yaay” hay que animar esto, hay que animarlos si no la gente se me aburre.

Jonatán: La primera pareja que queremos invitar ellos son originarios de la República Dominicana pero se conocieron en Puerto Rico, en la isla del encanto, sí, tienen 11 años de casados, dos hermosos hijos, 9 años en nuestra Congregación y queremos que ustedes reciban con un fuerte aplauso a Marino e Isabel López, fuerte el aplauso ¡wooo! ¡Bienvenidos, bienvenidos! Así me gusta, así me gusta con energía (recibe a los invitados con un abrazo) chévere, bienvenidos Marino e Isabel a CLJ presenta el programa inaugural de nuestra Congregación, cuéntenme ¿cómo se sienten?

Para que ustedes tengan una pequeña historia son una familia que han estado íntimamente involucrada en la vida de nuestra Congregación, por varios años ellos han servido en el ministerio de I Wanna, en el ministerio de la escuela dominical, actividades con parejas y son una familia joven que nosotros escogimos para que nos cuenten un poquito de su historia, cómo llegaron a nuestra Iglesia y cuáles han sido algunos de los retos que han enfrentado. Esta mañana fue de bendición y yo sé que esta tarde también Dios va a tocar muchos corazones.

Roberto: Bienvenidos Marino e Isabel, desde que ustedes llegaron a León de Judá se han hecho muy visibles, han hecho tantas actividades y yo siempre los viernes cuando estoy caminando por allí en los pasillos del santuario original viéndoles que ustedes han estado involucrados en la vida de nuestra Iglesia y resulta difícil pensar que hace relativamente poco tiempo ustedes no conocían al Señor y que estaban pasando por un tiempo relativamente difícil, dígannos ¿cómo llegaron ustedes a León de Judá, cómo conocieron la Iglesia, qué los llevó a venir a nuestra Congregación?

Isabel: Okay, bendiciones a todos, muchas gracias por la invitación. Nosotros como dice Jonatán nos conocimos en Puerto Rico y de Puerto Rico nos casamos y nos vivimos a vivir a Boston, entonces a través del transcurso de nuestros primeros meses de matrimonio fueron muy difíciles, muy difíciles porque yo venía con mucha expectativa, mucha cosa que uno pone en su cabeza y entonces empezaron los conflictos, los problemas, Marino y yo nos amábamos mucho, nos amamos mucho

Roberto: Y de paso parece que habían estado 8 años de novios así que uno pensaría: wow no hay nada que descubrir, todo ya está bien conocido pero no fue así, se supone que cuando estaban dentro del matrimonio como que ya la cosa cambia ¿no? porque hay otra perspectiva.

Marino: Si, los problemas comenzaron después que nos casamos, yo seguía como si hubiese el papel de matrimonio pero seguía soltero y eso es peligroso, entonces esa era mi mentalidad

Roberto: ¿En qué sentido te sentías como soltero, en qué formas se manifestaba eso en tu mente?

Marino: Bueno pues no había aceptado el rol del matrimonio de ser cabeza del hogar, de la responsabilidad que eso conlleva entonces eso nos estaba afectando en nuestro matrimonio grandemente

Roberto: Entonces ¿cómo pasando de ese tiempo así tan difícil que yo tengo entendido fue un tiempo amargo en que estaban pensando nos vamos a divorciar, nos vamos a separar pero algo sucedió que cambió esa situación?

Marino: Sí, llegamos al punto en que la primera palabra era el divorcio porque esa era la forma que pensábamos que era más fácil, o sea teníamos una pequeña discusión y mi esposa decía: vamos a divorciarnos

Roberto: Una pregunta porque yo creo que a veces el trasfondo familiar tiene mucho que ver, ¿dirían ustedes quizás que la cultura o el trasfondo familiar influyó o no o vienen ustedes de un pasado familiar digamos, de una familia extendida o de padres donde eso no existía?

Isabel: Yo vengo de padres divorciados pero más vengo de esa doctrina de que: ¡ah la mujer sin el hombre puede! Y yo sé que hay muchos casos que la mujer lamentablemente debe seguir adelante sin el hombre, pero también hay muchas oportunidades de trabajar en el matrimonio como nos pasó a mi marido y a mí, y ¿por qué no dar la oportunidad de poder sanar nuestro matrimonio y poder salir adelante?

Roberto: ¿Y tú Marino cómo?

Marino: Sí, en mi caso mis padres siguen juntos pero yo siempre ví en la costumbre latina que el hombre es el hombre y que puede hacer lo que quiera, eso es mentira, tenemos que simplemente entender y ponernos en el rol de que cuando ya somos casados tenemos una responsabilidad, un hogar y una esposa que merece respeto y que tenemos que valorar.

Jonatán: Wow eso es un punto muy interesante porque especialmente hoy en día las personas se conocen y ya son cada uno independientes, tienen su vida hecha, tienen sus círculos sociales lo que sea entonces cuando se unen cambia eso y eso afecta la dinámica ¿verdad?, entonces ¿a eso tú te refieres cuando decías que vivías como soltero estando casado?

Marino: Claro y tenemos que saber que en todo en el hogar somos uno, tenemos que estar de acuerdo en las finanzas, tenemos que estar de acuerdo en la crianza de nuestros hijos y en la comunicación.

Roberto: Y entonces están pasando ese tiempo difícil, están pensando en divorciarse, están en crisis y tengo entendido que algo sucedió entonces que les trajo a León de Judá, cuéntenos un poco acerca de eso y cómo fue ese comienzo, qué recursos y no tanto León de Judá porque León de Judá es simplemente un instrumento, un espacio donde ustedes hacen sus cosas, pero algo sucedió allí que por lo menos trajo un rayo de luz en esa situación tan difícil que ustedes estaban pasando.

Isabel: Marino y yo éramos católicos y cuando llegamos aquí pues dijimos: ah tenemos que ir a la Iglesia pero después, y yo le decía: bueno tenemos que ir, y él decía: el próximo domingo, y ese momento nunca llegaba, y entonces en el momento de quebrantamiento en el que vimos que nuestro matrimonio estaba a punto de terminar, que Marino y yo conversamos y él dijo: yo estoy dispuesto a hacer lo que tú me digas que tenga que hacer para yo recuperar mi matrimonio y no perderlo, entonces yo que uno viene con tanta expectativa yo llegué llorando a mi trabajo y hablé con mis compañeras, y les dije: yo no sé qué pasa porque no está funcionando mi matrimonio, y entonces una compañera mía habló con una amiga de ella que venía aquí a León de Judá y actualmente vive en Connecticut, y ella le dijo así: dile a tu amiga que vaya a la Congregación León de Judá que allí la van a ayudar y yo dije: wow.

Esa firmeza de esa Palabra que me envió esa hermana yo dije bueno: empecé a buscar en el internet, busqué en la página, me contacté con Ada y Luis Payez porque Marino dijo que estaba dispuesto a hacer lo que sea.

Roberto: Que de hecho Ada y Luis Payez una pareja tremendamente madura en el Evangelio tienen muchos años de casados y no sé cuántos saben que tenemos un equipo de personas incluyendo a mi esposa Meche, y otras personas que intervienen en el área de la consejería, y gracias al Señor esos recursos han sido de gran bendición a través de los años, inclusive una de las cosas que nosotros exigimos mucho es que las parejas tomen consejería pre-matrimonial porque sentimos que se necesita una base sólida espiritualmente hablando para casarse, y gracias a Dios por gente como ellos, ¿qué rol jugaron ellos en ese proceso de transformación?

Marino: Bueno desde mi punto personal yo venía con una rebeldía completa y sí estaba dispuesto a venir a consejería y abrir mi corazón, y ser honesto con lo que yo había fallado, y cuando nos reunimos la primera vez con Luis y Ada ese amor, ese abrazo y ese calor humano que nos dieron donde me dieron a entender que no era lo que yo pensaba, yo pensaba: la Iglesia evangélica ya vienen a prohibir qué vamos a hacer, ya vienen a cambiar la forma de pensar y entonces me acuerdo muy claro que Luis me dijo: aquí no vamos a cambiar nada y sí te vamos a dar consejería matrimonial, y en lo que nosotros podamos ayudar te vamos a ayudar pero el que tiene que cambiar eres tú (aplausos).

Roberto: Qué bueno, dos cosas que yo creo que son importantes señalar ahí es que le digamos a otros acerca del Evangelio como esa amiga tuya que te dijo vayan a la Iglesia, busquen del Señor ¿no? tenemos que dejarle saber a otros recursos que hay en el Evangelio, y en segundo lugar cuando vengan los que están buscando, digamos los incrédulos, la gente que está necesitando del Evangelio vienen a veces con malos entendidos acerca de lo que es la Iglesia y es importante que los recibamos en una forma afable, generosa dándoles tiempo y espacio, y mostrándoles el amor de Jesucristo que en última instancia es lo que más te cambia.

Jonatán: Así es, así es y algo muy interesante de la historia de ustedes es que la persona que les refirió a esta Iglesia ustedes todavía no conocen a esa persona ¿verdad?

Marino e Isabel: No sabemos quién es, no la conocemos

Roberto: Eso es un ángel

Isabel: amén, amén

Jonatán: Wow, nos hubiera gustado haberla descubierto y presentársela aquí

Roberto: Si nos está escuchando en alguna parte ahora venga e identifíquese, llámenos al 5441-4455 (ríe)

Jonatán: Sí si usted nos está viendo hoy llámenos porque sus hijos espirituales la quieren conocer

Isabel: amén (ríe)

Jonatán: Pero no, me llama la atención de que ustedes encontraron ese afecto como tú dices Marino sin siquiera ser miembros de esta Iglesia, vinieron a una Iglesia completamente extraña para ustedes con otra tradición espiritual y todo lo demás, ¿llegó un momento en que ustedes se sintieron incómodos? ¿cómo fue esa transición de la consejería a la Congregación en sí?

Marino: Sí, en medio de la consejería Luis y Ada nos invitaron a que viniéramos el domingo a la Iglesia y el primer domingo que vinimos nos dieron este papelito que uno llena con su información y decía: ¿alguna petición por la que quiere que oremos? y entonces yo llené ese papel con lágrimas en mis ojos y el ujier que estaba cerca de mí corrió y recibió ese papel, y vió que yo puse la petición que yo puse era orar por mi matrimonio y él me vió mi rostro, y empezaron a orar por nosotros, nos invitaron a una célula de pareja y para la gloria de Dios esa célula de pareja hizo un cambio en nuestras vidas.

Roberto: Extraordinario, a mí me encanta mucho, lo que veo en ti que me gusta tanto es esa ternura, que estabas abierto, muchas veces los hombres somos reacios a admitir que necesitamos ¿no? pero veo esa receptividad tuya y eso es tan importante ya sea hombre o mujer porque muchas veces tenemos problemas en el matrimonio pero no queremos hacernos frágiles, no queremos revelar nuestras debilidades ante otros, pero muchas veces ese quebrantamiento interno es la clave para que Dios pueda hacer algo.

Marino: Sí, hubo un quebrantamiento dentro muy grande durante el trayecto del problema donde yo ví que iba a perder a mi esposa y a mi hijo que ella me dijo: nos divorciamos, yo me voy con el niño y aquí se acabó, entonces yo, ahí el Señor sin ni siquiera haber venido a la Iglesia me quebrantó y entendí que tenía que dejar eso del machismo, aceptar que yo estaba mal y fue cuando le dije: yo estoy dispuesto a ir a consejería, a hacer lo que tenga que hacer, yo no quiero perder a mi familia y a pedir perdón, a aceptar que yo estaba mal.

Roberto: Divorcio, evidentemente esa palabra estuvo ahí desde temprano ¿cómo ven ustedes esta idea del divorcio cuando las cosas se ponen así tan agrias y tan difíciles, qué piensan ustedes ahora mirando hacia atrás?

Isabel: No es una alternativa para nosotros porque el Señor, como dice Marino hubo, él me pidió perdón, yo lo perdoné y hubo una sanidad. Ahora nuestro amor es diferente porque es pasado en el Señor, es un amor más genuino, más original porque antes uno se basaba mucho en el físico, ah me cae bien, me hace reír, ahora es un amor muy diferente. Yo veo a Marino de una manera muy diferente, él me complementa completamente gracias al Señor porque él refleja el Señor en él entonces por eso es diferente.

Jonatán: Wow, bien

Roberto: Wow eso merece un aplauso cuando una esposa habla así de su esposo

Marino: Gloria a Dios que así es yo en mi matrimonio veo a mi esposa con un amor diferente, yo la amo, la respeto, es mi compañera, mi consejera, esa palabra ya no está en nuestro vocabulario gracias a Dios, como ella dijo nos sanó, nos sentamos y conversamos, y dijimos: esta palabra del divorcio ya no va más, yo le pregunté a ella: ¿eso es lo que tú quieres que pase que nos divorciemos? Nos sentamos a hablar y dijimos: entonces saquemos esa palabra de nuestro vocabulario, no divorcio y trabajamos, oramos juntos y el Señor hasta aquí nos ha ayudado a superarnos.

Jonatán: Amén, amén

Jonatán: Algo muy interesante en cuanto a ustedes es que ha sido una combinación de varias cosas porque la Iglesia puede tener muchos recursos que la Iglesia ofrece a la comunidad pero esos recursos en realidad no sirven de mucho a menos que las personas tengan la disponibilidad y se integren, háblennos un poquito acerca de su experiencia integrandose a la Congregación porque ha sido clave el hecho de que ustedes han estado dispuestos a unirse a un grupo de células, a unirse a un grupo de parejas, a abrir sus corazones y conocer otras personas, contarles su vida, háblennos un poquito acerca de eso.

Isabel: Bueno en en el caso caso de nosotros cuando llegamos a la célula de parejas y eran muchas parejas nosotros llegamos a estar solos, nosotros no teníamos a nadie acá, es tanto así cuando terminé de cumplir años nosotros tuvimos que ir a Puerto Rico porque no teníamos a nadie, hoy en día tenemos tantos hermanos, nos sentimos tan amados, eso de haber estado en la célula y ahora estar en el ministerio de I Wanna nos ha hecho compenetrarnos aquí en León de Judá y saberla nuestra familia.

Hoy en día estamos más que bendecidos por el Señor que nos trajo hasta acá, que Él tenía Sus planes perfectos y eso nos ha hecho cada día más integrarnos.

Roberto: Y ahora me imagino que ahora todo estará bien, perfecto, no hay ninguna discusión entre ustedes

Isabel: ¡amén! (ríe)

Roberto: Todo cambió, esto es un romance 24 horas al día, 7 días a la semana no hay ningún problema ¿cierto?

Marino: No, seguimos siendo la pareja humana, seguimos teniendo esos momentos de dificultad donde hay momentos de discusión, donde no estamos de acuerdo pero yo creo que la comunicación, el orar, el poder decir: perdóname, discúlpame que yo hice algo que te molestara y que ella aceptara mi perdón o que ella me diga a mí de igual manera de yo perdonarla eso hace una gran diferencia.

Roberto: ¿Un consejo para parejas que están pasando por problemas y dificultades, algo que ha sido clave para ustedes en esta jornada para defender su matrimonio?

Marino: Claro que sí, buscar la ayuda del que todo lo puede el Señor Jesucristo, congregarnos, de cierta manera en las células, en los grupos, aquí hay grupos de hombres que también nos ayuda a crecer mucho, la célula que nosotros visitamos de pareja fue una ayuda tremenda, ahí tuvimos una familia en Cristo y empezamos a crecer, a conocernos en la Iglesia, y un consejo que yo le daría a cualquier pareja que busquen los recursos, que tengan comunicación, que sepan aceptar las diferencias, que se puedan pedir perdón y perdonar pero hay una clave que es Cristo Jesús.

Isabel: Un consejo que yo le daría a las parejas es que se junten con parejas similares, parejas que te animen a seguir adelante, que sean como un ejemplo a seguir porque por ejemplo en el caso mío y de Marino antes compartíamos con una pareja que no eran creyentes, cada uno andaba por su lado y Marino hacía eso, iba por su lado y yo por el mío, y estar aquí esa ha sido la diferencia, ver parejas que están luchando por seguir adelante, que aman a Dios por sobre todas las cosas y que cada día quieren ser mejores entonces yo creo que ese es el mejor consejo.

Jonatán: Sí, esta mañana tú decías que esta pareja con la que ustedes compartían el matrimonio de ellos no estaba muy fuerte y cuando habían actividades sociales tú te ibas con la esposa, ellos se iban a otra actividad y eso fue algo que te despertó a ti.

Isabel: Exacto, esa fue una parte muy difícil porque ellos vivían juntos pero estaban separados, entonces cuando yo llegué a vivir acá ya Marino tenía un año aquí previamente e íbamos a las actividades, y yo quería estar con mi esposo, estábamos recién casados y Marino se iba con el amigo, y yo: yo quiero estar con él y ella me decía: ay ¡déjalo! Los hombres fastidian mucho déjalo, porque ella estaba en esa onda y yo: yo no estoy en esa, entonces Marino seguía allá, yo acá y eso realmente no nos ayudó porque ese matrimonio estaba reflejando en nosotros cosas erróneas muy negativas, entonces dije: Marino vamos a salir de aquí y ahí fue cuando conocimos a León de Judá y pudimos empezar a caminar.

Roberto: La importancia de que haya esa cualidad entre nosotros como Iglesia que las parejas con más experiencia, con más conocimiento y madurez espiritual ayuden y mentoreen a otros, les animo hermanos a buscarse unos a otros y a las parejas jóvenes necesitan ser mentoreadas, necesitan gente que las apadrine, que las acoja, que las invite a salir y que les den buenos consejos, y que modelen lo que es un matrimonio saludable.

Y también nosotros tenemos que darnos nuestro tiempo y tener una mentalidad así paternal y maternal para ayudar a otros también, dar esas oportunidades de bendecir a otras parejas y mentorearlas también porque eso es clave, la Biblia dice eso ¿no? que las mujeres maduras busquen a las jóvenes y les enseñen a ser buenas esposas, buenas cristianas y ciertamente eso también para los hombres. Yo creo que estamos en un tiempo en que hay una crisis de masculinidad en que a nuestros jovencitos no se les está enseñando a ser un esposo que protege con su vida, que enamora, que provee por su familia, que tiene cierto rol y a las jóvenes por igual también, entonces estos jóvenes tienen que inventarse el mundo prácticamente a la luz de la mañana cuando entran a un matrimonio para el cual no están preparados.

Entonces necesitamos modelar buenos y sanos matrimonios y aplicar la Palabra del Señor a esas dimensiones específicas de la vida humana, y no quedarnos allá en la estratósfera espiritual con simplemente expresiones vagas y que no reflejan el Evangelio, hay que pisar tierra y encarnar la verdad del Evangelio.

Jonatán: Así es, algo que me encanta de ustedes dos es que ustedes han sido bien intencionales en involucrarse en las diferentes actividades que hay en la Iglesia y yo creo que eso es clave para cualquier persona que esté buscando comunidad en una Iglesia. La Iglesia puede organizar todos los eventos que sean pero si usted no se une a esos eventos, si usted no se involucra con ese grupo de parejas, si usted no se une al ministerio de I Wanna, tú mencionabas a I Wanna, una de las cosas más bellas del ministerio de I Wanna es que a mí me encanta verlos a ustedes compartiendo con otras familias y me gusta ver los hombres un grupito de hombres que se ponen a jugar y no sé qué, y esas relaciones se desarrollan de una manera orgánica y se trasladan afuera de la Iglesia.

Cuando ustedes se juntan ahora a compartir en los cumpleaños de los niños fuera de la Iglesia, es una comunidad que vive dentro y fuera de la Iglesia pero esto existe porque alguien tuvo que tomar el primer paso de hacerlo intencional y unirse al grupo.

Uno de los problemas es que la gente siempre se queja de que: nadie me busca, nadie me llama, en esa Iglesia nadie me saluda pero yo creo que la clave está en uno en decir: yo me voy a involucrar, me voy a hacer parte de esto y voy a comenzar a hacer parte de estas personas.

Roberto: Muchachos gracias por compartir su vida con nosotros

Jonatán: Sí pero ¡espérese un momentito Pastor espérese, espérese, no se vaya adelante, algo muy importante!

Roberto: ¿Tenemos más? ¡Wow, okay!

Isabel: (ríe)

Jonatán: Nosotros vamos a jugar un juego ahora con Marino e Isabel

Roberto: ¡pero si ellos ya se saben las preguntas, todo! (risas)

Jonatán: No, no, no, vamos a jugar un juego porque nosotros queremos conocerlos un poquito más a fondo a ellos y ustedes nos van a contestar de la misma manera que contestaron esta mañana sin pensarlo dos veces nada más, su primer instinto ¿okay? Marino agárrame aquí, Isabel agárrame aquí (les pasa unos carteles con respuestas a las preguntas que les van a hacer: Yo, Él o Ella)

Jonatán: Okay ¿quién es el peor conductor?

Isabel: (Yo)

Marino: (Ella)

Jonatán: Jaja, okay ¿quién maneja más rápido?

Isabel: (Él)

Marino: (Yo)

Jonatán: Okay, okay, ¿quién llega tarde siempre a las actividades?

Isabel: (Yo)

Marino: (Ella)

Jonatán: Hah okay, ¿quién es el padre más estricto?

Isabel: (Yo)

Marino: (Ella)

Jonatán: (Ríe) Okay, ¿quién es el mejor vestido?

Isabel: (Yo)

Marino: (Ella)

Jonatán: ¿Quién es el mejor organizado?

Isabel: (Él)

Marino: (Yo)

Jonatán: ¿Quién dura más en el baño?

Isabel: (Yo)

Marino: (Ella)

Jonatán: ¿Quién es el más sociable?

Isabel: (Yo)

Marino: (Ella)

Jonatán: ¿Quién es el que más come?

Isabel: (Él)

Marino: (Yo)

Jonatán: ¿Quién duerme del lado derecho de la cama?

Isabel: (Él)

Marino: (Yo)

Jonatán: ¿Quién limpia la nevera?

Isabel: (Yo)

Marino: (Ella)

Jonatán: ¿Y quién limpia el baño?

Isabel: (Él)

Marino: (Yo)

Jonatán: ¿Quién se estaciona mejor?

Isabel: (Él)

Marino: (Yo)

Jonatán: ¿Y quién inició el primer beso?

Isabel: (Él)

Marino: (Yo)

Jonatán: Muy bien, muy bien, ¡gracias por acompañarnos, gracias por venir!

Isabel y Marino: ¡gracias! (se despiden de la Congregación)

Roberto: Un privilegio tenerles con nosotros gracias por compartir sus vidas, es una bendición tenerles en nuestra Iglesia, Dios les bendiga

Jonatán: Amén un fuerte aplauso para Isabel y Marino López, qué chévere, qué chévere. Bueno, pero esto no se queda aquí señores, tenemos otra pareja muy, muy especial también Pastor, una pareja un poco más madura con un trasfondo muy diferente, ella es guatemalteca ¿dónde están los chapines aquí en la Iglesia? y él es puertorriqueño

Roberto: Una receta yo diría para un matrimonio difícil

Jonatán: Ya lo sabes

Roberto: Sin embargo Dios los ha bendecido con 25 años de vida matrimonial

Jonatán: 25 años de matrimonio y Pastor ellos son una familia mixta, cada uno tiene un pasado y trajeron un hijo al matrimonio, y luego procrearon una hija en común, y eso representa ciertos riesgos también y ciertos retos en la relación

Roberto: De hecho creo que yo tuve algo que ver con que ellos se conocieran y llegaran a casarse, fui una especie de cupido para ellos también

Jonatán: (Ríe) así es, eso escuché, vamos a recibir con un fuerte aplauso a Carolina Barrutia y José León, ¡muy bien, bienvenidos!

Roberto: ¡Bienvenidos!

Jonatán: Carolina es la secretaria administrativa de nuestra Congregación por más de 16 años. José cómo estás, yo siempre le ando cambiando el nombre a José y le digo Luis, inclusive esta mañana en vivo le dije Luis y el Pastor me puso a corregir pero, José, José León bienvenidos a nuestro programa CLJ presenta

Roberto: José y Carolina we have gone a long way como dicen, tienen muchos años con nosotros, los años que tienen de casados y quizá un poquito más, entonces tienen aquí en Congregación León de Judá, una de las dos familias y de las dos personas que significan tanto para muchos de nosotros, y de paso Carolina, cuando nuestra Iglesia estaba comenzando a desarrollarse en el mover del Espíritu Santo Dios usó mucho a Carolina en el área profética, de hecho Meche mi esposa fue muy bendecida por Carolina en su ministerio y en su propio peregrinaje de buscar más del Espíritu Santo, y de recibir el bautismo del Espíritu Santo, Carolina fue vital en eso por lo cual le damos gracias al Señor, desempeña un papel precioso aquí en la Iglesia llenando muchísimos vacíos.

José es un ejemplar de una vida transformada, vino a León de Judá cuando su vida estaba destruida prácticamente y el Señor ha hecho de él de pasar de ser, una persona que pasó sirviendo muchos años en prisión y el Señor lo sacó de una prisión federal, y ha venido a ser un recurso tremendo para el Reino de Dios y para la Iglesia, así que ellos dos para mí representan dos de los testimonios más dramáticos que hay en León de Judá del Dios que transforma, que renueva, que restaura y aquí los tenemos casados y felices, 25 años de matrimonio, qué cosa, nadie lo hubiera dicho viendo a esta dama guatemalteca con toda su cultura y tan fina que es, y tan culta, y José ya se ha curtido bastante pero era un jibarito de Woolster por allá cuando se casó con un pasado también muy difícil pero un hombre muy sensitivo, muy especial, una riqueza interior tremenda, y uno hubiera pensado: caramba un guatemalteco y un puertorriqueño esto es contra la naturaleza, esto no se debe dar, pero aquí están como un testimonio del Dios que puede tomar caminos muy poco esperados.

Díganme un poco acerca de su jornada, cómo ustedes entraron así a tratarse y qué Dios hizo, qué Dios tuvo que hacer para que ustedes pudieran llegar a ser una pareja como son hoy en día, una bendición para todos.

José: Fue un proceso largo yo diría, fue un proceso donde muchas personas estuvieron involucradas incluyendo al Señor, como mencionaste al principio que fuistes como ¿cupido? Fue tu culpa

Roberto: Yo soy el culpable de todo

Jonatán: Cada vez que ustedes pelean se acuerdan del Pastor (risas)

José: Si me lo permiten voy a contar un poquito de lo que pasó, cuando Carolina y yo, había una amistad, Carolina y yo nunca fuimos novios, tan sólo fuimos amigos y éramos unos amigos que aunque siempre estuviéramos juntos, donde quiera íbamos donde quiera nos buscábamos, y pues llegaron unas circunstancias que me confrontaron a mí, que el hijo de Carolina para ese tiempo tenía 16 años, y me llamó preguntándome que por qué razón su mamá había llegado llorando y se la pasaba llorando, y pues yo le contesté que yo no entendía el por qué, entonces él me dice: ¿sabes qué? Que yo creo que tú te debes casar con mi mamá, ahí

Jonatán: El hijo de ella te dijo eso con 16 años

Roberto: Directamente al hígado

José: Entonces pues yo me quedé como dicen con la boca abierta, no sabía qué decir, entonces yo le dije: okay déjame hablar con ella, hablamos y por teléfono, y yo le dije a ella: ¿sabes qué? Debemos hablar con una persona que nos ama mucho y nos estima mucho, y para mí es más cercana a nuestro Señor, y es nuestro Pastor don Roberto, entonces pues ahí hubieron ciertas circunstancias donde nos reunimos con él, el Señor creó las circunstancias.

Yo me acuerdo que cuando él conversó conmigo él me dijo a mí estas palabras: yo los veo a ustedes casados y van a ser como dos tizones sacados del fuego que el Señor va a unir para bendecir muchas personas

Roberto: Tremendo, no me acuerdo de eso pero gloria a Dios

Carolina: Ese fue el tema de nuestra boda, cuando tú hablaste en nuestra boda tú hablaste de eso, lo que tú le habías dicho a él que éramos dos tizones sacados del fuego y que íbamos a ministrar muchas personas, te presto el video así te oyes tú mismo

Roberto: Han pasado tantos años de eso que ni me recuerdo en qué año

José: Ya ahí me acuerdo que decidimos unirnos a la Iglesia Bautista Central, ahí bajamos al basement y estaba Roberto, estaba Carolina y estaba yo, yo pensando que el Pastor nos iba a confrontar por lo que estábamos haciendo o por lo que pensábamos a hacer y pues nos pusimos a hablar, y él nos dice: yo creo que esto es del Señor y vamos a poner una fecha, y yo: ¡oh, oh! Y yo pensando dije: bueno pues quizás diciembre o el año que viene, se quedó mirando a su libreta y dijo: en agosto 4 los caso

Carolina: Y era junio

José: Y yo: ¿qué?

Roberto: Yo era más atrevido en ese tiempo ya me he puesto un poquito más suave

Jonatán: Yo creo que todavía sigue siendo atrevido (risas)

Roberto: Sí bueno, después hablamos tú y yo acerca de eso

José: Pues, eh bueno yo dije: no tenemos nada, apenas estamos empezando a trabajar y Roberto dijo: si es del Señor Él va a proveer todo, y así fue, hasta ahora ha proveído todo, ha proveído, me ha dado más y me ha dado muchísimo para bendecir a otras personas

Roberto: Una que yo siempre he creído es que, a veces nosotros buscamos, las parejas buscan como las compatibilidades obvias ¿no? en el caso de Marino e Isabel los dos son dominicanos, pero you know una pareja que está comenzando su vida matrimonial y una cantidad de cosas que uno diría: bueno no vas a tener ningún problema, sin embargo resulta que sí tuvieron problemas porque no estaba el Señor y en el caso de ellos tuvieron entonces que contar al Señor para que esas afinidades se manifestaran entonces verdaderamente, en el caso de ustedes es todo lo contrario; parecería que no hubiera ninguna afinidad porque venían de trasfondos diferentes, matrimonios ya quebrados, pasados los dos porque los dos.

Usted ve aquí esta señora tan bien comportada pero también tiene su historia y su pasado que el Señor la sanó. Pero ustedes venían con todo ese bagaje, pero lo que yo siempre pensé es que si Dios está en el asunto Él se encargará y todo se arreglará para combinarlo todo y traerlo todo a Su, y yo siempre digo eso porque muchas veces hay parejas que yo he casado que no parecería que tienen una posibilidad de tener éxito, pero yo he sentido en mi espíritu que no, hay una afinidad subyacente, interna establecida por Dios. Cuando eso está presente y el Señor está presente cualquier diferencia se puede pasar y se puede reconciliar, lo importante es eso que el Señor esté presente.

Ahora ustedes se casan y no fue tampoco un camino totalmente despejado, hubo tiempos en que la piña se puso agria también y hubieron dificultades

Jonatán: Háblennos un poquito Carolina en cuanto a la decisión de ustedes unirse porque en nuestra familia tenemos varias familias mixtas, hay hijos de relaciones anteriores, y esta mañana tú comentabas algo en cuanto a la reacción de tus padres cuando tú les comunicaste que te interesaba José, que te ibas a casar con José, háblame un poquito de eso

Roberto: De paso eso no quiere decir que todos los chapines piensen así de los puertorriqueños

Carolina: Ni todos los puertorriqueños son lo que mis papás pensaban, no quiero ofender a nadie

Roberto: Exacto

Carolina: En el momento en que decidimos casarnos José y yo mis papás tenían mucho temor de que yo volviera a casarme, yo estaba divorciada. En la sociedad que yo pertenecía en Guatemala era una sociedad donde el matrimonio se respeta, mis papás tuvieron un matrimonio de 50 años donde siempre se amaron, era un matrimonio precioso, mis tíos por igual, entonces para ellos era muy importante con quién yo iba a casarme en este país, y una de las cosas que le asustó a mi madre fue que él era puertorriqueño y que tenía un récord criminal, y para ella eso fue muy duro, hasta que yo le envié el casette del testimonio de José cuando él había dado el testimonio en nuestra Iglesia y eso alivió el corazón de mi mamá y bendijo nuestro matrimonio, porque para mí era importante recibir la bendición de mis papás, pero yo misma me preguntaba por qué me estaba casando con un hombre como José.

Compartí esta mañana que cuando yo leí el libro del doctor Cho, el Pastor de Korea, La Cuarta Dimensión ahí había un ejemplo de una mujer que le escribió una carta al Señor con lista de cómo quería el esposo y yo lo hice, yo le escribí una carta y le puse todo lo que yo quería en un esposo

Roberto: Tipo Robert Redford

Carolina: (Ríe) No, yo te dije en la mañana que él estaba muy bien complementado, él se cuidó muy bien en New York, todavía Pastor, todavía

Roberto: Se ve, se ve

Carolina: Y en esta carta dos cosas el Señor no me estaba dando, o sea me estaba dando una que le había pedido y otra que no le había pedido, y una era que fuera Pastor, y la otra era que, yo quería ser pastora de una Iglesia pero me estaba dando no Pastor, todo lo demás llenaba los requisitos sobre todo porque amaba a mi hijo y tenía una buena relación con él, y eso era algo muy importante para mí, y la segunda era que tenía un récord criminal. Y yo le dije: Señor ¿cómo es posible que me estés dando todo esto y esto que era lo más importante? Pero Dios siempre, siempre puso paz en mi corazón y el amor que Dios puso en mi corazón para José no era de este mundo.

Hay algo que yo siempre cuando hablo con mujeres es: en el mundo las mujeres vemos lo físico, vemos lo que el hombre tiene, yo mi primer matrimonio mi primer esposo fue un hombre con fincas, de mucha sociedad, de mucho apellido en mi país, aceptado por mis papás, blah blah blah y fue un total desastre, desastre, desastre. Cuando yo vine al Señor después de eso que afectó tanto mi vida me di cuenta que el hombre que Dios me diera tenía que ser un hombre que amara a Dios por sobre todas las cosas, lo demás era añadido, no tenía yo que ver su posición, su título universitario, inclusive su familia, su pasado, era su corazón, lo que él era, lo que Dios había transformado en él y este amor que el Señor me dió para él transformó mi vida porque él era para mí el complemento de lo que Dios quería para hacer Su Voluntad en mi vida, sin José como complemento yo no iba a llegar donde Dios quería que llegara.

Y una de las cosas importantes que mencionamos poco en la mañana fue la participación de nuestros hijos en nuestro matrimonio porque yo venía con Carlos Roberto que ya tenía 16 años, gracias a Dios no era un muchacho que daba problemas pero su problema era su rebeldía contra su propio padre y aceptar una autoridad encima de él, y José venía con su hijo Gio, Giovanni, un niño de 11 años con un trasfondo también dramático en Puerto Rico, y era muy difícil aceptar y adaptarnos a estos hijos que el mío no era de él y el de él no era mío.

Cuando el hijo de José vino a vivir con nosotros para mí fue traumático porque yo acababa de dar a luz a mi hija Gabriela que era de nosotros, y teníamos a Carlos Roberto ya de 18 años

Roberto: Y de paso la venida de él fue la respuesta en oración porque tú hacía años que no veía a su hijo

Carolina: Años que no veía a su hijo

Roberto: Y yo recuerdo cuando José salió de la cárcel que yo lo conocí por primera vez él hablaba del dolor que tenía de no haber visto a su hijo y no haber sido ese padre que su hijo necesitaba, y estaba totalmente su ex esposa reacia a que él lo viera, y el Señor hizo un milagro tremendo y lo trajo de nuevo a la vida de José, y entonces esto vino a complicar la situación, fue un milagro que Dios hizo

Carolina: Sí, fue un milagro pero yo como madrastra estaba reacia a hacerme responsable de una criatura que no era mía cuando ya yo tenía dos responsabilidades muy grandes, pero el Señor siempre ha sido tan bueno y siempre cuando habla a mi corazón, Él lo que me hizo ver fue que, que Gio viniera a nuestra vida era porque Dios tenía algo grande para este niño, o sea si él venía a nuestra vida era porque Dios quería que él fuera bendecido, entonces mi deber y mi obligación como esposa de José era ayudarlo con su hijo pero no fue fácil, fue muy difícil y tú fuistes parte clave de esta situación porque tú nos ayudaste muchísimo, la Iglesia como tal nos ayudó muchísimo.

Mencioné en la mañana que Nancy Miranda, tu hermana fue indispensable, ella fue madrina de nuestra boda y Nancy a mí me ayudó increíblemente en esa situación, lo mismo que Sofía y Hugo Pérez que ya no están acá pero estuvieron en la mañana, ellos fueron claves como personas de la Iglesia, como gente que ama a Dios en ayudarnos a nosotros.

José estaba más en paz, como que el corazón de José ya no dudaba de que nosotros hubiéramos venido a su vida porque Dios así lo quería para él pero yo tenía duda

Roberto: Y José también tuvo su propio drama pero algo muy interesante y muy bonito Carlos Roberto es que él también tuvo que pasar por su propio proceso, esto es una lección también para familias mixtas que a veces tienen que entrar a la vida matrimonial con el trasfondo de hijos adolescentes muchas veces, pero Dios ha hecho obras lindísimas en ustedes.

José: En mi caso pues, cuando nos casamos que vinimos a vivir juntos Carlos Roberto llegó a vivir con nosotros, llegó ¿como a los 16 años? y que yo empecé como hombre de la casa a tomar la autoridad y a mandar, a mandarlo a él, a ordenarle a tratar de que haga cosas que él quizás, que yo creía que yo estaba haciendo bien y no me daba cuenta como obligarlo a venir a la Iglesia, empujarlo y empujarlo a hacer ciertas cosas, y hubo una rebeldía de él para conmigo, en vez de vernos como padre e hijo a veces nos veíamos como enemigos ¿no?

Y yo pues me puse a orar, le oré al Señor y le dije: Señor ¿cómo se puede solucionar este problema? El Señor me contestó y me dijo: Simplemente se su amigo, se su amigo. Cuando yo decidí ser su amigo lo traté como uno trata a un amigo, o sea un amigo te llama y tú estás ahí para él, te cuenta los problemas y tú le aconsejas, y eso fue lo que yo hice, estar ahí con él.

Pues creció y seguimos creciendo juntos como familia donde él ya empezó a cambiar y de ahí empezó ya a llamarme papá, como papá ¿no? en estos momentos, en estos días pues ya sus hijos me dicen abuelo, me dicen grampa y pues me gusta, y él me presenta donde quiera como su papá. Unos meses atrás que estuvimos juntos y estuvimos compartiendo detrás de su casa me dijo: yo quiero hablar contigo, y yo: okay no hay problema, y empezamos a hablar y me dijo: yo quiero pedirte perdón, y yo le digo: ¿por qué me tienes que pedir perdón? Y me dice: por como yo me comporté contigo, y me dice: te quiero decir que ahora en este momento dos personas en mi vida que yo admiro y una es mi abuelo, y la segunda eres tú, para mí eso fue un honor, una dicha.

O sea el amor es bien importante en cualquier ser humano, de niño, de adulto, es bien importante y eso fue lo que Dios puso en mi corazón para esa persona.

Roberto: Tremendo. Hermanos les felicitamos por el ejemplo que ustedes son para esta Congregación, cómo Dios les ha usado y les está usando para bendecir esta comunidad, esta Iglesia como el trabajo, la obra evidente que Dios ha hecho en sus vidas.

Jonatán: Así es

Roberto: Ya ustedes no son tizones sacados del fuego, ya son lámparas que resplandecen en nuestra comunidad y son de gran, gran bendición para todos nosotros.

Jonatán: Carolina, para terminar con ustedes, esta mañana tú dijiste algo muy importante cuando te preguntamos que qué consejo tú le das a las parejas mixtas en nuestra Congregación que son más jóvenes, que están empezando, ¿qué fue lo que tú dijiste esta mañana?

Carolina: Primero que todo amarse mutuamente, mucha oración, buscar del Señor y hacer la Voluntad de Él, porque si Él nos puso juntos a nosotros no fue la voluntad nuestra, no fue decisión nuestra fue decisión de Él, entonces nuestro consejo es: haz la Voluntad de tu Padre. Si tu Padre te ha dado a ti, esto lo voy a añadir, si tu Padre te ha dado un niño que no es tuyo, él viene a tu vida porque Dios tiene un propósito con ese niño pero contigo también, porque Gio ahora es un hombre y él a mí no me dice Carolina me dice mom y me ama como mom, yo no soy su mamá pero para mí él es mi hijo y para él yo soy su mamá, y pienso que la aceptación de recibir a estas personitas en nuestras vidas hace una gran diferencia en la vida de ellos mismos, es la Voluntad del Padre.

Jonatán: Así es y me gustó mucho lo que dijiste esta mañana en cuanto a la perseverancia, que perseveraran, que se mantuvieran firmes, que lucharan, thank you, thank you

Carolina: La palabra es fight, pelear, pelear la buena batalla porque el enemigo anda buscando destruir familias, y nosotros éramos dos familias destruidas, él con su hijo y yo con el mío cada uno con un pasado totalmente distinto pero destruido y el Señor nos puso juntos, entonces a Satanás no le gusta eso porque si él nos destruía a nosotros destruía a nuestros tres hijos, entonces es mantenerse en batalla, mantenerse juntos, decisiones juntos, autoridad juntos, pelear la buena batalla juntos porque en la separación está el problema, pero mucha rodilla.

Jonatán: Amén, muchas gracias Carolina, José, gracias por compartir con nosotros, Dios les bendiga, ¡un fuerte aplauso para Carolina y José por favor, muchas gracias! El equipo de producción me está diciendo algo que no estaba en libreto pero yo quiero invitar a la Pastora Meche a que pase por aquí arriba, sí ¿dónde está la Pastora Meche? Que pase por aquí arriba, tenemos tiempo, tenemos tiempo

Roberto: Quiero que Meche diga una palabra aunque sea como un comentario acerca de lo que tú has experimentado, lo que has escuchado

Jonatán: ¡Un fuerte aplauso señores, bienvenida Meche, fue la producción que me dijo Meche no se preocupe! (riendo)

Roberto: Bueno, escuchando estas dos parejas como una persona que tiene mucha experiencia en la consejería y en la instrucción de parejas ¿qué resaltas, un pensamiento? Queremos escucharte

Meche: Lo que hace la diferencia entre no solamente el Señor aceptar Su Obra es asumir nuestra responsabilidad por nuestra parte en el problema. A menos que no hagamos eso, a menos que no tengamos instrospección y que haya un verdadero arrepentimiento, un deseo de volver a Él y de recibir de Él, de ser tratados por Él entonces no puede haber nada. Y ahora que la otra cosa es ser miembros de un mismo equipo.

Lo que pasa muchas veces es que cuando tenemos problemas uno se convierte en fan de los Yankees y el otro de los Red Socks, y entonces empieza a haber competencia, pelea, somos miembros de un mismo equipo. Yo no puedo ser efectiva si yo no estoy en armonía con él y él no puede ser efectivo a menos que tenga armonía conmigo. Tenemos diferencias todavía ¿verdad?

Roberto: Pocas, algunas de vez en cuando

Meche: Son 32 años y hemos como toda pareja, hay diferentes opiniones, diferentes maneras de hacer las cosas, diferentes temperamentos porque Roberto y yo somos totalmente diferentes, hay muy pocas cosas temperamentalmente

Roberto: Pero yo le estoy poco a poco enseñando a ser mejor

Meche: Lo que pasa es que yo no me dejo enseñar a veces mucho

Roberto: ¿Ven cómo salen las cosas así a la luz?

Meche: Pero dentro de la dificultad siempre lo que nos une es que el Señor me lo dió a él como un regalo y Dios me lo dió a mí como un regalo para él, eso es indiscutible, y si es así pues entonces hay que hacer lo mejor de cada día, cada día es una nueva experiencia, una nueva oportunidad para demostrarnos amor, servirnos el uno al otro, buscar armonía y eso en sí es una aventura.

Una de las cosas que yo he aprendido como mujer, que bueno es aprender eso bien temprano, pero es a no resistir el proceso de Dios sino a sujetarme al proceso de Dios, entender lo que Dios me quiere enseñar, y emocionarme, y gozarme en el proceso aún cuando sea difícil porque yo sé que si el Señor está en el proceso va a salir algo bueno.

Y después de 32 años, casi 33 que tenemos miren hermanos, si Dios me diera esta oportunidad otra vez yo otra vez me enamoraría de él y dedicaría mi vida a él.

Roberto: Lo mismo de mi parte definitivamente. Cuando nosotros dejamos que el Señor obre en nuestros matrimonios en nuestras vidas Dios nos trae lo que nosotros necesitamos, Dios usa el matrimonio para formarnos, y aún las dificultades del matrimonio para acercarnos más a Él y para hacernos más, es el instrumento como Cristo como sólo Dios lo puede inventar, lo que es el matrimonio para santificarnos, en ese roce diario de la pareja aprender a perdonar, aprender a tener visión a largo plazo, a ver lo que está escondido allí, lo positivo que Dios va a hacer, a tener fe, esperanza, perdonarnos unos a otros cuando nos ofendemos, muchas cosas bellas

Una pregunta que quiero hacerte como consejera que Dios te usa grandemente, yo siempre digo que Meche es mucho mejor consejera que yo y prefiero a todas las parejas que puedo y que ella puede con todo el tiempo que tiene a que ella sea su consejera porque tiene un don verdaderamente dado por Dios para la consejería, pero a la luz de tu experiencia en la consejería ¿qué dirías tú que es una de las cualidades más importantes que se requieren para salir del atolladero? Viendo parejas que han venido a ti para consejería matrimonial o para consejería remedial ¿qué has visto tú que hace la diferencia para que esas parejas salgan del estancamiento en que se encuentran y puedan entrar en una etapa de verdadero crecimiento espiritual?

Meche: Yo diría que lo primero es desear con todo su corazón honrar a Dios dentro de la relación, eso es lo que hace la diferencia. Las parejas que siguen adelante, que aceptan el consejo son las parejas que quieren agradar a su Padre celestial, cuando ese elemento no está es muy difícil, no es imposible pero es muy difícil y yo diría lo segundo es reconocer la responsabilidad de cada uno en llevar esto hacia adelante porque nadie cambia a nadie. Nosotros al principio de nuestro matrimonio a veces estábamos, yo deseaba cambiarlo a él, yo era como: ¡uh, ah! Y él: ¡Meche pero! Estábamos trabajando en direcciones contrarias hasta que nos dimos cuenta que somos miembros del mismo equipo y cada uno tiene que asumir su responsabilidad.

Cuando yo empecé a crecer en mis asuntos y él en los de él eso hizo toda la diferencia y eso es lo que yo veo en las parejas también, cuando cada uno dice que es mi responsabilidad trabajar en esto no es cambiar al otro es aceptar: yo tengo que crecer en esta área y voy a crecer, no solamente por mi pareja sino porque quiero agradar al Padre y porque sé que es algo bueno para mí, y si yo trabajo en mí mismo el otro también va a trabajar en lo suyo. Si los dos están deseando agradar al mismo Señor pues eso es la fórmula para tener éxito en un matrimonio, seguir adelante y seguir trabajando juntos en aquéllo que necesita cambiarse.

Roberto: ¿Qué rol crees tú que juega la transparencia? (aplausos para Meche) Está bien, aplaudan si quieren son verdades muy importantes. ¿Qué rol juegan la transparencia, el hacernos frágiles, el aceptar nuestras debilidades, qué dirías tú?

Meche: Es esencial, es esencial ser transparentes, otra vez aceptar todo como hemos mencionado, todos venimos al matrimonio con un bagaje, muchos de nosotros llevamos una maletita pequeña pero otros llevamos todo un set de maletas al matrimonio, y entonces tenemos que primero reconocer, mira, transparencia es por ejemplo: fallé en esto, perdóname, no debí haber hecho esto, no debí dicho esto, no debí haber hecho lo otro, eso es lo que es transparencia pero entonces la transparencia se tiene que dar en un ambiente de seguridad. Yo no me puedo hacer transparente si mi esposo me va a traer una bazuka y me va a disparar con una bazuka.

Ahora si hay un verdadero deseo de honrarnos el uno al otro yo puedo ser transparente, en mi fragilidad se acepta y yo hago lo mismo con mi esposo, entonces eso va a promover más transparencia. La gente habla de que en un matrimonio tenemos que hacer un lugar seguro donde el otro pueda abrir su corazón y no estar poniendo ¿qué pasa en el matrimonio? Nos ponemos pantallas, nos ponemos una barrera y pretendemos ser lo que no somos o nos endurecemos, o nos amargamos. Dios quiere que ame a Roberto como él es y Dios quiere que él ame a Meche como Meche es, y dentro de eso obviamente hay proyectos dentro de los que trabajar, pero definitivamente no podemos, si estamos cubriendo quién somos, cubriendo nuestra necesidad y no dejamos ver quién somos eso es un engaño, nos estamos engañando nosotros mismos tratando de engañar a nuestra pareja y no nos va a traer, no nos va a acercar un corazón al otro.

Cuando yo veo a Roberto siendo frágil mi deseo es enseguida aceptarlo y él lo mismo, necesitamos hacernos más frágiles y compartir más quien verdaderamente somos.

Necesitamos desesperadamente sabiduría

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Muchos de nosotros tenemos la costumbre al principio del año de hacer resoluciones, lo que llamamos las resoluciones del comienzo del año. Y de hecho una vez un niño le preguntó a otro, había oído mucho hablar de la resolución, la resolución de parte de sus padres al principio de un año y le preguntó a su amiguito, “¿Qué es una resolución?” y el amiguito muy sabiamente le contestó, “Es algo que nuestros padres hablan mucho acerca de eso por las dos primeras semanas del año,” y después muchas veces pasa eso, hacemos una resolución pero muy prontamente la dejamos a un lado porque se hace difícil, porque estamos haciendo otras cosas y las abandonamos.

Muchas personas tienen resoluciones y las firmemente, tienen unos pasos a seguir y las logran. Otros de nosotros, simplemente como que tiramos deseos al aire, ah, me gustaría en este año aquello, me gustaría lo otro, pero en realidad no nos hacemos una estrategia de cómo lograr esas resoluciones. Lo decimos como de paso. Y otros ni siquiera se ocupamos, nos ocupamos de hacer resoluciones porque hemos tenido malas experiencias en el pasado. Nos propusimos una vez rebajar y en vez engordamos. Nos propusimos canalizar nuestro enojo apropiadamente y no lo hicimos. Nos propusimos usar mejor nuestro tiempo y en vez de ver una hora diaria de televisión terminamos viendo tres por día. O nos propusimos no voy a estar tanto en Facebook pero lo que hicimos fue avanzar en el uso del Facebook.

Y entonces por eso mucha gente pues simplemente ni siquiera se establecen una visión y una meta para el año. Así qué te parece si este año en vez de simplemente hacer resoluciones superficiales de cambiar un hábito o aquel otro hábito, en vez de eso qué te parece si en vez de eso hacernos una resolución nos proponemos que haya una revolución. Y usted preguntará pero una revolución ¿en qué? Y la respuesta es, una revolución en el área de la sabiduría, de la búsqueda de la sabiduría.

Hay un versículo muy conocido en el salmo 90:12 que posiblemente muchos de ustedes se lo sepan de memoria, dice, “enséñanos de tal modo a contar nuestros días que traigamos al corazón sabiduría.” Mi deseo es que en este año ese sea el clamor de nuestro corazón, estar tan conectados al Señor que podamos tener la seguridad que él nos va a enseñar cada día. Porque la vida se compone de cada día. Muchas veces pensamos a largo alcance, y eso es bueno, pero tenemos que ver cada día, qué yo voy a hacer con el tiempo que Dios me está dando ahora, porque el de mañana no lo tengo por seguro pero qué experiencias, qué me está enseñando él hoy que me va a traer al corazón sabiduría. Porque mi hermano y mi hermana, nosotros cada uno de nosotros necesita desesperadamente sabiduría. Nadie lo duda aquí ¿verdad?

Necesitamos desesperadamente sabiduría. Nosotros nunca sabemos lo que la vida nos va a traer. Nosotros tenemos muchas veces unos planes, unos diseños de dónde queremos ir, qué queremos hacer pero muchas veces las cosas que nos pasan son totalmente inesperadas. A veces nos dan con tanta fuerza que nos sacan el aire y de momento estamos en una situación y decimos, ¿y ahora qué hago? Esos son los momentos que si nosotros hemos pedido al Señor que nos enseñe a contar nuestros días de manera que traigamos al corazón sabiduría, vamos a saber, a lo mejor aún con temor y temblor, pero vamos a saber qué hacer, porque vamos a ser dirigidos por la sabiduría de Dios.

Cuántas conversaciones si se trataran con sabiduría podrían llevar a bien a bendición, y por el contrario cuando no hay sabiduría pueden degenerarse y traer algo peor. Cuántos conflictos que se nos presentan, situaciones difíciles que a menos que no las tratemos con sabiduría puede explotarnos en la cara. Todos nosotros hemos tenido esas situaciones y por eso necesitamos desesperadamente adquirir sabiduría. Nuestro corazón tiene que estar rebozando de sabiduría.

Porque imagínate qué pasaría si cada uno de nosotros de verdad creyera que Dios es un Dios sabio, si de verdad lo creyéramos, que en él está la sabiduría. ¿Qué pasaría? ¿Qué pasaría si tu y yo nos apropiáramos como para nosotros el caudal de sabiduría que Dios generosamente quiere darte a ti y a mí? ¿Qué pasaría si nos propusiéramos usar la sabiduría para tomar todas las decisiones de la vida? No solamente esas grandotas, sino aún las pequeñas que nos van enseñando a lo largo del camino. ¿Qué pasaría si nosotros usáramos la sabiduría de Dios para tomar esas decisiones, para expandir el Reino de Dios, para todo lo que tenemos que hacer? Es que la necesitamos para todo, para escoger un compañero en un negocio, para escoger esposo o esposa, para saber qué date aceptamos o no, para saber cómo usar nuestro dinero, todo, en todo absolutamente necesitamos sabiduría.

Ese debe ser el clamor de cada día de nosotros. Para mí lo es, así que yo hago todos los días sin falla, yo le pido, Señor, sabiduría. Aún cuando entro a una cita en mi trabajo, Señor, sabiduría, porque no sé lo que me voy a encontrar y si ya sé que va a ser una situación difícil, con más razón.

Antes de entrar a aconsejar siempre mi clamor es, Señor, sabiduría, tu presencia, sabiduría. ¿Saben por qué? Porque yo sé que en mí no hay sabiduría. La sabiduría que yo tengo proviene de lo alto, por lo tanto tengo que estar conectada todo el tiempo con esa sabiduría. Y lo importante es que vamos creciendo en sabiduría según nos acogemos a la sabiduría de Dios, pero necesitamos renovarla día a día.

Si piensan el Rey Salomón, ¿qué se decía de él? Que era el hombre más sabio de la tierra, ¿pero cómo terminó el Rey Salomón? Nada de sabiduría, tomó muchas malas decisiones, entre ellas tener 800 concubinas en vez de tener una sola esposa. Esa es la más grandecita. Así que si él que tanto habló acerca de la sabiduría, que era consultado por su gran sabiduría, si él también se apartó de ella, nos puede pasar a nosotros también. Tenemos que seguir siempre renovándonos en sabiduría.

¿Qué pasaría si nosotros renováramos nuestro entendimiento de tal manera que aprendiéramos a ver la vida a través de los lentes de Cristo y no a través de los lentes de nuestra propia carne? Porque el corazón humano, dice la palabra, es engañoso. A veces creemos que estamos haciendo lo correcto pero nos estamos engañando, por eso necesitamos renovarnos en la sabiduría continuamente.

Imagínate qué pasaría si cada palabra que saliera de tu boca y la mía fuera pasada por el colador de la sabiduría de Dios, eso sería maravilloso. Cuánta bendición habría en el mundo si todas las palabras corruptas, no con eso quiero decir malas palabras, sino palabra corruptas, dichas fuera de tiempo, donde la intención no es una intención pura del corazón, si todas esas palabras no se dieran y en vez de ellas hubiera el silencio cuando tiene que haber silencio, o hubiera una palabra sabia, qué diferente sería el mundo.

Nosotros lo vemos. Mire solamente en la carretera, todos los problemas que están habiendo en la carretera de lo que le llaman el rage, ira automovilística, ¿por qué? Porque alguien actuó sin sabiduría u otro respondió sin sabiduría y al final hubo un desastre. Dios nos quiere salvar a nosotros, nos quiere proteger de todo eso con su sabiduría. Así qué pasaría si todas esas cosas las hiciéramos de acuerdo a la sabiduría. Lo que pasaría sería que tendría una revolución, dentro de nosotros habría una revolución, nuestra vida se revolucionaría. Dios podría usarte con mayor poder, Dios podría ayudarte a que el llamado que él ha puesto en tu vida se materialice en todo su esplendor.

Muchos de nosotros tenemos llamados y sin embargo la falta de sabiduría nos deja cojos y enanos en vez de ayudarnos a seguir creciendo, porque necesitamos la sabiduría en todo el mundo, necesita desesperadamente hombres y mujeres, jóvenes, niños sabios y digo niños porque aún un niño bien criado en la sabiduría de Dios es sabio. A veces yo he escuchado cosas maravillosas de las palabras en el actuar de un niño, así que aún desde la niñez ya nosotros podemos estar manifestando la sabiduría de Dios.

Si comparáramos los resultados de la sabiduría del mundo o terrenal con la sabiduría de Dios, la sabiduría de Dios es perdurable, perdura, trae gozo y paz perdurables, mientras que la sabiduría terrenal o del mundo por un tiempo te da gozo, aparentemente te da paz pero a la largo no trae eso, es pasajero, se va y muchas veces deja frutos que nos hacen daño. Así que por eso es que tenemos que buscar la sabiduría que viene de lo alto.

Quiero que consideres estas preguntas. Estamos en el 2016, hace un año, al comienzo ahora en el 2016, ¿eres más sabio que al comienzo del 2015? Porque de eso se trata, ¿verdad? No nos queremos quedar en el mismo lugar, queremos seguir avanzando en la gracia, en el poder, en la sabiduría de Dios. ¿Tu te consideras hoy más sabio que hace un año? Si tuviste una situación difícil recientemente, hace meses, ¿puedes decir que la resolviste con sabiduría? ¿Usaste los elementos de sabiduría de la palabra, del espíritu de Dios para resolverla?

Y los que te conocen más de cera, si alguien les preguntara, ¿tu mamá es sabia? ¿tu esposo es sabio, tu esposa es sabia, tus hijos son sabios, tu tío es sabio? ¿Podrían contestar afirmativamente, sí, es sabio? ¿Va gente a donde ti a buscar consejo, a buscar dirección en diferentes áreas de la vida porque consideran que eres una persona sabia?

Sabe que todos nosotros somos ministros competentes, todos tenemos que dar la palabra a su tiempo, todos tenemos que aconsejar a su tiempo, todos somos llamados a eso. Eso no es solamente para los pastores, para los líderes. No, cada uno de nosotros tiene esa responsabilidad porque los líderes no van a dar abasto, los pastores no van a dar abasto, sin embargo alguien puede ir a donde ti y recibir el agua fresca que su alma necesita, y recibir un consejo sabio en el momento apropiado.

¿Y qué es sabiduría? ¿Cómo podríamos definir sabiduría? Pues mucho más que conocimiento, es mucho más que sentido común que dicen que es el menos común de los sentidos. Es mucho más que eso. La sabiduría es mirar la vida y mirar los retos de la vida a través de la perspectiva de Cristo, no a través de nuestro propio entendimiento humano que puede fallar sino a través de los ojos de Cristo. Eso es sabiduría, es saber discernir entre lo bueno y lo malo. Esa sería quizás la mejor definición, una persona sabia sabe discernir entre lo bueno y lo malo, sabe discernir aún entre lo bueno y lo mejor, sabe discernir entre los deseos de la carne y lo que verdaderamente quiere y agrada a Dios.

Podríamos decir también que sabiduría es hacer lo que le agrada a Dios en el momento correcto y en la forma correcta. Y Dios es el origen de la sabiduría, su esencia es amor, sabemos que Dios es amor, pero Dios es sabiduría. No hay nada más alto que la sabiduría de Dios y su sabiduría está plasmada en todo lo que nosotros vemos. Uno es la creación, qué maravilloso, como dice el salmo 19, versículo 1, dice, “los cielos cuentan la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos.” Todo a nuestro alrededor, todo lo que nosotros vemos en la naturaleza anuncia la obra de las manos de Dios, la sabiduría de Dios aún en la creación.

Quién de nosotros no se ha quedado pasmado con el paisaje de un atardecer con todos esos colores preciosos. Quién de nosotros nos e quedado pasmado ante la imponencia del mar, de las montañas, de la vegetación, de algo que a mí me encanta es escuchar el cántico de un riachuelo chocando contra las piedras, eso es tan precioso. Y esa es la creación de nuestro Dios. Quién no se ha maravillado con una nueva vida, con un bebé, pensar que estuvo en el vientre de su madre por 9 meses formándose cada cosa a su tiempo y después ver ese resultado tan precioso y verlo desarrollarse en una manera tan específica y siguiendo un diseño específico.

Quién no se ha maravillado con tantas otras cosas. El cuerpo humano mismo, a mí siempre me ha fascinado el ojo. El ojo es una pequeña esfera de menos de una pulgada y sin embargo dentro de esa pequeña esfera pasan cosas maravillosas. Y hay por lo menos 40 estructuras diferentes dentro de eso tan pequeñito que es el ojo y a través del cual nosotros recibimos estímulos sensoriales que van a nuestro cerebro y nos permiten disfrutar de toda la belleza de la creación.

Así que todo, dondequiera que nosotros pongamos nuestros ojos vamos a ver la mano sabia de Dios en su creación. Ahí vemos la sabiduría de Dios. Otro lugar donde la vemos es en lo que nosotros llamaríamos la providencia divina. Cuántos de nosotros no hemos tenido situaciones que después al tiempo nos dimos cuenta que Dios estaba trabajando tras bastidores. Nosotros veíamos una cosa pero después nos dimos cuenta que era otra.

Les voy a dar un ejemplo de nuestra propia congregación. Nosotros compramos el edificio original en 1993 y estábamos ubicados en Cambridge antes, pensábamos que en máximo dos años eso iba a ser resuelto y nos íbamos a mudar. ¿Sabe cuánto tiempo se tomó? Fueron 4 años de larga espera, y Mario Ulloa que estuvo en ese proceso desde el comienzo sabe lo largo que fueron esos 4 años. Y uno piensa pues qué desperdicio de tiempo, uno se molestaba, se ponía ansioso. Yo recuerdo días que no dormíamos por la provisión económica que no estaba para hacer este trabajo, que había que compra aquello, que la ciudad exigía tal otra cosa. Fue un proceso bien arduo y fue un proceso de 4 años. Y otra vez nos inquietábamos por la largura de ese proceso, pero después nos dimos cuenta que el Señor tenía un propósito con eso, en ese tiempo el pueblo, nuestra iglesia, se fue fortaleciendo más su identidad y Dios lo estaba preparando para la etapa siguiente. Así que no fue pérdida de tiempo, muchas cosas buenas pasaron en ese tiempo que solidificaron la congregación para entonces movernos acá.

Después, al poco tiempo nuestro deseo era comprar el edificio que está al lado, el que está en la esquina, y ese edificio por muchos años estuvo en litigio legal y los dueños querían venderlo, estaban desesperados por venderlo pero no podían porque había unas demandas legales que no lo permitían. Pero los ojos de la congregación estaban en ese edificio. Y cuando nuestra congregación estuvo ya en fe, preparada para poder comprar el edificio ahí se resolvió el litigio legal y el mismo día que se puso en el mercado, de hecho, no el mismo día, a las horas de que se puso en el mercado Roberto lo supo, alguien le avisó providencialmente, no sabemos por qué, alguien le avisó, “Mira, está disponible.” En ese mismo momento él fue enseguida, ni con mucho dinero, puso el depósito en fe y de hecho a los minutos vinieron otras ofertas, después que ellos lo aceptaron, vinieron otras ofertas mucho más grandes, pero ya nosotros lo teníamos.

Así que ¿qué hizo Dios? Nos puso el edificio en [inaudible], en el momento en que ya estaba listo, ahí estaba la congregación lista, ahí estaba. Y asimismo Dios obra en nuestras vidas, pensamos que estamos perdiendo tiempo, nos frustramos pero ahí es donde entra la sabiduría de Dios en nosotros, y la confianza en Dios. Señor, yo confío en ti. Esta espera es larga pero yo confío que tu tienes un propósito al final.

¿Se acuerdan de Romanos 8:28? Dice, “y sabemos que los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.” No es para todos, es muy bonito decir la primera parte, pero es a los que conforme a su propósito son llamados, implica alinearnos con la sabiduría y con el propósito de Dios.

Así que ya vimos que se manifiesta la sabiduría en la naturaleza, se manifiesta en la providencia de él y también se manifiesta en el maravilloso plan de salvación. ¿A quién se le hubiera ocurrido un plan de salvación así? Donde envió a su Hijo por amor a nacer de una virgen, a nacer en un pesebre, a predicar entre su pueblo, y después a morir en una cruz. Solamente a Dios se le puede haber ocurrido eso. y el asunto es que fue un sacrificio completo y ningún ser humano puede añadirle nada al sacrificio de Cristo. Está completo. La muerte y la resurrección de Cristo es una obra completa que abrió el camino para que cada uno de nosotros tenga acceso al Padre. Solamente Dios puede haber pensado en un plan así.

Así que nuestro Dios es definitivamente sabio, no hay duda de eso. Creó toda la naturaleza, actúa providencialmente, y mantiene su plan de salvación hasta el fin de los tiempos. Y si sabemos que él hace todo eso, nosotros tenemos que tener confianza, él me va a dar también sabiduría.

Romanos 8:32 dice “el que no escatimó ni a su propio Hijo sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” Eso incluye la sabiduría. La sabiduría sobrenatural es un regalo y no se puede dejar escondida. Tiene que manifestarse en fruto, tiene que verse. Si alguien dice, yo soy sabio, pero no actúa sabiamente, por más que diga no es sabio, se ve en las obras. El hecho de que una persona se memorice la Biblia, de Génesis a Apocalipsis, que esté en todos los ministerios de la iglesia, que tenga dones espirituales, eso no asegura sabiduría. Esto es mucho más que eso, implica una búsqueda sincera del corazón en crecer en el área de la sabiduría.

Y les voy a compartir un ejemplo. Un hombre de nuestra congregación de hace muchos años siempre tenía… él era una Biblia andante, no había que uno le dijera que no pudiera de memoria decirte el versículo y dónde está en la Biblia. Eso era continuo, era como un máquina casi. Él tenía grandes ambiciones en cuanto a ministerio dentro de la iglesia, sin embargo, él usaba esa misma palabra que él usaba que tan fácilmente citaba, la usaba para hacer daño y abusar verbalmente de su familia, de su esposa y de sus hijos, hasta hoy en día todavía no se ha podido sanar eso. Era un abuso y un control continuo. Así que su vida familiar era caótica e infeliz y a pesar de su fracaso como esposo y como padre, él se quejaba aquí en la iglesia de que la iglesia no le permitía a él ejercer sus dones. Él, un hombre tan sabio, y tan entendido en la palabra. Y por eso se fue de nuestra congregación.

Así que una persona así, obviamente aunque sepa muchas cosas, aunque te pueda recitar la palabra y a veces usarla correctamente eso no asegura que hay sabiduría. Tenemos que juzgar quién es sabio y quién no. porque la sabiduría de Dios y la sabiduría del mundo están en conflicto. Nosotros lo vemos desde la creación del ser humano.

En Génesis ¿qué nosotros vemos? Vemos a Dios que pone un límite sabio. ¿Cuál fue el límite? Fue prohibir de comer del árbol de la ciencia del bien y del mal. Fue un límite que Dios le puso, pero le había dicho, “Ustedes son mayordomos de toda la creación. Póngale nombre a los animales, esto es para que ustedes sean los mayordomos.” Pero les puso ese límite, un límite sabio, igual que nosotros hacemos con nuestros hijos. Hijo, puedes tal cosa pero le ponemos un límite porque sabemos que es para su beneficios, para su protección. Pero ¿qué pasó? Satanás en forma de serpiente, se le acercó a Eva y retó el límite que Dios había puesto en su sabiduría, cuestionó los límites establecidos por Dios.

Porque una de las estrategias de Satanás es crear duda en nosotros acerca del carácter de Dios. Si nosotros nos analizamos podemos muchas veces que cuando nosotros tomamos una decisión errónea, una decisión no sabía, muchas veces lo que está detrás de eso, si no siempre, es incredulidad. No hemos confiado en Dios plenamente, no le hemos creído a Dios plenamente. Y entonces se le acercó Satanás a Eva, implantó una semilla de duda acerca del carácter de Dios y no solamente hizo eso, sino que también implantó una semilla de avaricia.

Le dijo, quizás tienes todo pero Dios está reteniendo algo todavía mejor. tu puedes tener más. Que muchas veces nos mete en grave problemas también. Cuando tenemos lo que Dios nos ha dado y queremos más o no estamos satisfechos, no hay contentamiento en nuestro corazón y a veces eso nos mete en problemas.

Así que eso está pasando desde el principio, desde Génesis nosotros vemos que esa es la estrategia que Satanás había establecido. Y hoy el mundo, la sociedad, nos invade con todo tipo de mentiras o medias verdades que a la larga, una media verdad es una mentira, no es la verdad absoluta. Y más que nunca nosotros estamos bombardeados con la sabiduría del mundo por todos los medios. Continuamente tenemos que estar discerniendo, ¿esto es de Dios o no es de Dios? Esto parece que es bueno pero ¿cuál es la motivación que está detrás?

Esa es la manera que nosotros tenemos que estar obrando todos los días porque sino perdemos la protección de la sabiduría de Dios y no podemos hacer eso. porque lo que el mundo nos enseña es a nutrir la carne, a nutrir los placeres carnales, no nos motiva a buscar de Dios, a buscar la sabiduría y a mirar arriba, nos enfoca nuestros ojos en el aquí y en el ahora, y si no la aprovechamos tenemos miedo a perder algo que podemos valorar.

Eso es lo que trata de hacer la sabiduría del mundo. Y muchas veces es difícil discernir entre una cosa y la otra si no tenemos cuidado. Por todos sitios qué nos dice la sociedad. Nos dice sigue tu corazón, ese es un slogan muy… sigue tu corazón, cree en ti, todo es en ti, en ti, haz lo que te venga en ganas, nadie tiene que decirte a ti lo que tu tienes que hacer, nadie tiene que ponerte límites. Eso es lo que estamos bombardeados, lo que nuestros hijos reciben continuamente, lo que nuestros jóvenes están tomando de esa agua de tu todo lo puedes, no hay consecuencia. Pero nosotros sabemos que cuando enfatizamos la carne, cuando alimentamos la carne a expensas del espíritu eso tiene siempre graves consecuencias y si no a la corta, a la larga las va a tener.

Y nosotros sabemos, si nosotros somos sinceros sabemos cuán fácil es distraernos de la búsqueda de la verdad y de la sabiduría. Vuelvo al ejemplo de Salomón, un hombre tan sabio y sin embargo permitió distracciones en su vida que lo apartaron de manifestar frutos de sabiduría en su vida. La palabra de Dios nos anima en muchísimos versículos a buscar de la sabiduría.

Y el hecho de que tu hayas obrado sin sabiduría en el pasado, lejano o reciente, eso no te impide que te renueves y que cambies el curso de tu vida y empieces a actuar y a dar frutos de sabiduría de lo alto. Eso es lo grande de nuestro Dios. En Dios hay perdón, en Dios hay todos los recursos que nosotros necesitamos para enmendar nuestros caminos y caminar por donde Dios quiere que caminemos, porque no podemos vivir sin ella. Y no podemos tampoco acogernos a una sabiduría y a otra, o sea, no podemos bailar al son de la sabiduría terrenal y esperar los frutos de la sabiduría de lo alto. Eso es imposible.

No podemos mantenernos neutrales tampoco. Lo que tenemos que hacer es buscar con ahínco la sabiduría de Dios. En esto no existe el happy medium, buscar el medio, aquí combino sabiduría del mundo con sabiduría de Dios. Eso no existe. Nos estamos engañando a nosotros mismos si tratamos de hacer eso.

Y yo debo aclarar que Dios es tan sabio, él conoce nuestro corazón. A veces hay personas que después de aceptar al Señor, y aún años después, están pasando tiempos difíciles y a veces no toman las mejores decisiones. Pero Dios conoce cuánto a veces nos enredan las cuerdas del mundo, unos más que otros. Hay otros que están tan enredados que necesita que venga Dios con una tijera gigante y les suelte las cuerdas y lo haga libre como pasó con Lázaro en la tumba. Dios conoce tu corazón.

Si tu estás dando algunos tumbones, porque siempre me gusta decir no solo que Dios dice, sino entender la misericordia y el corazón de Dios. Si no estás actuando sabiamente pero Dios conoce que tu corazón está deseoso de obedecerle, pues él te va a mirar con gracias y te va a dar lo que tu necesitas en esta etapa de tu vida. Así que si estás dando tumbones de algún tipo o los has dado recientemente, no te quedes ahí. Pídele a Dios sabiduría para salir de ahí, aunque te tome mucho tiempo, eso no importa, lo importante es que tu sigas avanzando, que no te quedes donde estás y que obviamente no vayas atrás, sino que sigas avanzando con un deseo sincero de ser transformado por Dios.

Es maravilloso lo que uno ve cuando una persona verdaderamente inclina su ser ante el Señor y se somete a su gracia, a su juicio, a su disciplina. Es maravilloso lo que Dios puede hacer. Muchos de ustedes son ejemplo claro de eso, que están en un lugar totalmente diferente, en un lugar de paz y de gracia porque un día invitaron la sabiduría de Dios a entrar a sus vidas y han podido salir de donde estaban.

Vamos a un pasaje que contrasta la sabiduría de Dios, se encuentra en Santiago 3:13 al 18, y la sabiduría terrenal o del mundo.

“Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis ni mintáis contra la verdad porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica, porque donde hay celos y contención allí hay perturbación y toda obra perversa, pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz…”

Así que ahí vemos contrastados dos tipos de sabiduría. El pasaje comienza con una pregunta, ¿quién es sabio y entendido entre vosotros? Contestar esa pregunta puede ser difícil, cómo podemos saber si una persona es sabia o no. yo creo que lo contesta al siguiente dice, muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. Así que siempre vamos a saber si alguien es sabio o no por sus obras, por los frutos que den su comportamiento.

Nosotros necesitamos sabiduría para discernir entre quién es sabio y quién no lo es también. Hay dos tipos de sabiduría trabajando en nuestras vidas, no nos engañemos, no solamente una, hay dos tipos de sabiduría. Una es la sabiduría de lo alto, como dice el pasaje, y la sabiduría terrenal. Y lo que quiere decir esto es que dentro de cada uno de nosotros hay una batalla, hay una guerra por ganar nuestro corazón y nuestra mente. Dentro de cada uno de nosotros hay guerra, hay conflicto, porque hay dos lados opuestos y cada uno de ellos se llama a sí mismo sabiduría.

Sin embargo, no puede haber dos tipos de sabiduría. Sabemos que puede haber una solamente. Así que dentro de nosotros hay una lucha por seguir la sabiduría de lo alto y por protegernos y no caer en la sabiduría terrenal. Esa es una lucha que cada creyente tiene, mismo Pablo habla de eso, en un versículo él dice que hace aquello que no quiere hacer y lo contrario. O sea, eso está en nuestro ser carnal está la sabiduría terrenal.

Pero la buena noticia es que mientras más nosotros caminamos en sabiduría el camino se va haciendo más fácil. A veces nos vienen sorpresas que nos sacan el aire, pero es más fácil. Eso es como un ánimo a nosotros. Sigue buscando la sabiduría y con el paso del tiempo será más fácil para ti. ¿Y qué caracteriza estos dos tipos de sabiduría? Si empezamos por la sabiduría terrenal, dice el versículo 14, “Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis ni mintáis contra la verdad porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica.”

Auch, pensar que esa descripción está dentro de cada uno de nosotros. Alguna sabiduría que es terrenal, animal y diabólica. Y eso está marcado por la idolatría del yo, es una sabiduría egoísta y es una sabiduría que a la larga nos lleva a la competencia, a la envidia, a la amargura. Todo aquello que nosotros no queremos tener. Y es la sabiduría que la sociedad nos anima a seguir. Están los ídolos, los celebrities, muchos de ellos viven vidas así, donde ellos son el centro y buscan su propio placer, lo que su corazón desea, eso es lo que buscan. Esa es la sabiduría del mundo, que es dañina totalmente a nuestra fe.

Y nosotros debemos apartarnos de ella completamente. Nosotros quisiéramos creer que no la practicamos pero dondequiera que haya falta de perdón, dondequiera que haya chisme, dondequiera que haya calumnia, relaciones rotas, malas actitudes, todo tipo de desordenes, dondequiera que haya eso, quiere decir que hay una sabiduría que no es de lo alto, es la sabiduría terrenal, animal y diabólica.

Y muchos de nosotros tenemos la sabiduría por fuera, la cristiandad por fuera, pero por dentro todavía hay… la carne está demasiado viva y tenemos que buscar la sabiduría de manera que Dios nos lleve a vivir una vida que traiga más gozo a él.

Y Santiago en ese pasaje contrasta la sabiduría falsa terrenal con la sabiduría que viene de lo alto. En el versículo 17 dice; “pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.”

¿No les gustaría a ustedes, no me gustaría a mí tener esa sabiduría? Que eso sea lo que impere en mi vida, lo que guíe mi vida, una sabiduría así. Y se fijan que en este pasaje la sabiduría terrenal estaba enfocada en el yo, en lo que yo quiero, en mis deseos, en cumplir mis ambiciones, mientras que la sabiduría de lo alto tiene los ojos puestos en Dios. Como les decía antes, es lo que nos da una perspectiva diferente. Ya no estamos mirando a través de los ojos de la carne, ya nuestra carne está sujeta al señorío de Cristo. Esa es la sabiduría de lo alto.

Versículo 18: “Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.” Ese es el fruto, si nosotros buscamos y vivimos en la sabiduría de lo alto entonces tenemos frutos de paz y dondequiera que tu estés aunque te dé trabajo se va a imponer la paz del Señor. Esa es la sabiduría que tu y yo queremos.

La palabra de Dios valora grandemente la sabiduría y les voy a compartir un solo versículo acerca de eso, un pasaje en Proverbios 3:13 al 15. Miren lo que dice la paz acerca de la sabiduría:

“Bienaventurado el hombre o la mujer que haya la sabiduría y que obtiene la inteligencia porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata y sus frutos más que oro fino, más preciosa es que las piedras preciosas y todo lo que puedes desear no se puede comparar a ella.”

Imagínate, no hay nada en este mundo, no hay un billón de dólares, no hay ningún gozo, no hay nada en este mundo que se pueda comparar a tener la sabiduría, por eso es que tenemos que buscarla con todo nuestro ser. ¿Y cómo nosotros podemos obtener sabiduría divina? Primeramente cultivando la comunión con la fuente de sabiduría que dijimos que es Dios y solo Dios a través de la oración, de la adoración, de congregarnos con otros, de interceder, de tener amistad con Dios. Esa es la mejor manera que nosotros podemos obtener sabiduría.

Proverbios 2:6 dice, “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría.” No hay otro lugar donde nosotros encontremos sabiduría sino en el temor a Jehová. ¿Cómo más podemos? Nutriéndonos con la palabra de Dios. Yo digo si Dios se ocupó de dejar un manual de vida para nosotros que es la Biblia, asume uno que debe ser esencial leerla y estudiarla porque él se ocupó de dejarla. Hay una razón para ello.

El salmo 119 dice, “Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino.” Eso es lo que es la palabra. Recuerdo hace muchos años cuando teníamos una cabañita y de la cabaña a donde estaban los baños, que estaban separados, había un trecho significativo y a veces en la noche tenía que salir de la casa y llevar a las nenas, y recuerdo una vez que empecé el camino de la casa a los baños y yo tenía una linternita, de esas chiquititas que uno pone dentro del carro, que usaba quizás una batería nada más y yo iba agarrando con las nenas y la linternita y dando pacitos bien lentos y trabajosos porque no se veía nada con la linternita. Y mi esposo que siempre tiene buena ideas enseguida entró a la casa, buscó una linterna que era gigante, con una de esas baterías bien pesadas y me la dio y me dijo, “Toma para que puedas llegar mejor,” y con esa linterna poderosa veíamos muchos pies por delante y en vez de ir con pasos temerosos, íbamos con paso seguro y no había tropiezo.

Nos pasó como dice proverbios 3:23 “entonces andarás por tu camino confiadamente y tu pie no tropezará.” Porque eso es lo que la sabiduría te da, te permite andar confiadamente por el camino de manera que tu pie no tropiece. Así que vimos que a través de la comunión con él, a través de nutrirnos de su palabra y también simplemente podemos obtener sabiduría por pedirla, solamente pedirla.

Santiago 1:5 dice, “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría pídala a Dios el cual da a todos abundantemente y sin reproche y le será dada.” Cuando tu y yo le pides a Dios sabiduría y él ve en ti un corazón sincero y dispuesto a obrar conforme a la sabiduría de él, a su respuesta, tu provocas la generosidad de Dios. A Dios no le queda otro remedio que dártela.

Yo he experimentado eso en mi vida continuamente. Cuando no veo soluciones y lo pongo delante del Señor y espero en él confío que él me va a dar la respuesta, y ahí está. No es por magia, no es porque yo lo merezca más que nadie más, es porque eso es lo que hace, tu provocas a Dios. Al ir delante de él pidiéndole sabiduría él dice, “sí, claro que sí, cómo no te lo voy a dar, si di mi Hijo, cómo no te voy a dar también en él todas las cosas, la sabiduría.”

Esas son 3 maneras que nosotros podemos recibir sabiduría de Dios. Y una persona sabia continuamente recarga sus baterías espirituales. Como hoy les dije, eso no es ayer nada más y cogerse unas vacaciones, es todos los días tenemos que hacer esas cosas para recargar nuestra batería espiritual, reconociendo que la sabiduría solamente puede venir de él, no hay otra fuente de la sabiduría.

Hay un versículo en Isaías 50:4 que es uno de mis favoritos, dice así: “Jehová, el Señor, me dio lengua de sabios para saber hablar palabras al cansado, despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los sabios.”

Qué maravilloso que todos los días tu puedas levantarte con la confianza de que al pedir sabiduría el Señor va hablar sabiduría a tu oído y porque has escuchado la sabiduría de Dios entonces puedes hablar y actuar con sabiduría. Una persona sabia también cultiva un corazón, un espíritu enseñable.

La palabra nos anima a eso, a escuchar el consejo, a buscar consejeros sabios. Si pensamos yo lo sé todo, yo no necesito corrección, nadie tiene que venir a decirme cómo yo debo obrar, entonces nos vamos a quedar enanos, no vamos a crecer en el Señor. Tenemos que tener un espíritu enseñable. Tenemos que practicar el conocernos y examinarnos a nosotros mismos aunque nos duela. Tenemos que reconocer, tengo estas debilidades de carácter, tengo estas tentaciones y pedirle a Dios que él entre aún en esos lugares oscuros de nuestro ser. Porque sino otra vez no vamos a crecer y nosotros queremos crecer, queremos ser instrumentos exquisitos en las manos de Dios.

Otra cosa que hacen los sabios es que consultan a Dios en todo tiempo. Cuando vienen situaciones difíciles en vez de actuar con impulsividad, en vez de reaccionar vamos a consultar a Dios, vamos a hacer una tregua, si es una situación difícil familiar, por ejemplo, vamos a hacer una tregua y vamos a consultar a Dios. ¿Qué Dios quiere? En vez de añadirle más sal a la herida, en vez de empeorar las cosas, vamos a detenernos y vamos a consultar a Dios.

Cuántas veces yo en mi vida he practicado eso y al otro día me he dado cuenta el error tan grave que hubiera sido hacer lo que yo pensaba que era lo sabio hacer. ¿Por qué? Porque me tomé el tiempo de consultar a Dios y pedirle su consejo. Y eso lo podemos aplicar en todas las áreas de nuestra vida.

Así que yo no creo que aquí haya nadie que dude en cuanto la necesidad que tenemos nosotros de discernir entre lo que es la falsa sabiduría y lo que es la sabiduría que viene de lo alto. Y tenemos que comprometernos activamente a buscarlo. Si lo hacemos nuestros hogares van a ser transformados. Imagínate, un hogar donde hay sabiduría y eso se le transfiere a los hijos, se les enseña a pensar sabiamente, a discernir sabiamente, eso es el mejor regalo que usted le pueda dar. Es una herencia bendita que tu le estás pasando a tus hijos. No es solamente Biblia, es también sabiduría.

Mi yerno y mi hija tienen una práctica con Caleb, nuestro nieto mayor, que tiene 7 añitos, pero desde que era muy chiquitito casi aprendiendo a hablar, ellos le enseñaron a decir… le preguntaban, “¿Caleb, qué tu eres?” y él contestaba, “Yo soy un niño sabio, prudente y con dominio propio.” Eso me encanta. Y lo que pasa entonces cuando él hace algo muy sabio, muy bueno, lo felicitan, le dicen, “Guau, Caleb, verdaderamente tu eres un niño sabio, prudente y con dominio propio.” Y cuando se desvía del camino y hace algo que no debe, lo corrigen y le dicen, “Pero, papito, ¿qué tu eres?” “Yo soy un niño sabio, prudente y con dominio propio.” “Pues, entonces ¿qué tienes que hacer?” y entonces él mismo da la respuesta de qué es lo que tiene que hacer y reconoce su error.

Esa es parte de nuestra identidad. Nosotros debemos considerarnos que somos personas sabias. Tu sabiduría puede ser la herramienta que Dios use para transformar la vida de otro, aún para salvar una vida, para dar un consejo que llegue en el momento exacto que haga que una persona tome una buena decisión o que evite un desastre. Es una gran cosa tener sabiduría.

La sabiduría te va a traer orden y estabilidad a tu vida, aun cuando haya circunstancias difíciles te vas a sentir que estás en paz en medio de la tormenta porque eso es lo que la sabiduría de Dios trae. Te va a permitir también la sabiduría estar continuamente en una actitud de vigilancia en términos de tus propios defectos, de lo que tienes que hacer para mejorar y de discernir las maquinaciones sutiles del enemigo de nuestras almas que quiere desviarnos del camino correcto.

El enemigo nos susurra muchas cosas al oído que si las escuchamos vamos a ir en contra de la sabiduría de Dios y nos estamos alineando con la sabiduría terrenal. Pero la sabiduría verdadera te ayuda a discernir, te ayuda a verlo desde lejos. No tiene que llegar el mal a tu puerta, no tiene que tocarte, desde lejos tu puedes discernir el pecado, discernir la tentación y tomar medidas que te ayudan a vencer en el nombre del Señor.

Queridos hermanos, tu no puedes vivir sin sabiduría. Yo no puedo vivir sin sabiduría. Hay que buscarla como el tesoro más grande que hay. Permite que camines de manera que tu no tropieces. Permítele a la sabiduría alumbrar tu camino de manera que tu paso sea como Dios lo quiere y que no tropieces en el camino y búscala de manera que haya paz y gozo verdadero en tu vida, no el pasajero que el mundo da sino el verdadero gozo y paz que Dios solamente puede dar.

Al comienzo de mi mensaje yo les decía que quería extenderles un reto. ¿Aceptan el reto de no más resoluciones superficiales de principio de año sino una revolución en tu vida y en la mía en la búsqueda de la sabiduría y en la manifestación de los frutos de la sabiduría? Aceptan el reto?

Nos ponemos de pie. Quiero bendecirlos con una palabra que está en Efesios 1:17 al 19. Esta es una oración que Pablo habló sobre los efesios y quiero en este momento extenderla a mi propia vida y a ustedes.

“Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso les de el espíritu de sabiduría y de revelación para que lo conozcan mejor. Pido también que le sean iluminados los ojos del corazón para que sepan a qué esperanza él los ha llamado, cuál es la riqueza de su gloriosa herencia entre los santos y cuán incomparable es la grandeza de su poder a favor de los que creemos. Ese poder es la fuerza grandiosa y eficaz que Dios ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo sentó a su derecha en las regiones celestiales.”

Así que hermano, hoy tu te puedes ir de aquí con toda seguridad que si tu buscas la sabiduría de Dios y la invocas en todas las áreas de tu vida, él te la va a dar. Padre, sellamos esta palabra, sellamos tu propósito de este día, Señor, gracias porque tu no eres un Dios mezquino y egoísta, tu compartes todo lo tuyo con nosotros, con tus hijos. Señor, compartes tu sabiduría. Señor, que esa sea la luz que alumbre nuestra mente, nuestro corazón, nuestro espíritu, Señor, de manera que podamos dar pasos seguros, estables en la vida y que nada nos aparte de los propósitos que tu tienes para nosotros.

Señor, dale sabiduría a cada uno de mis hermanos, aquellos que están en tiempo de paz y donde no hay grandes problemas en su vida, y también a aquellos, Señor, que en este momento están en angustia y necesitan una palabra tuya, necesitan tu sabiduría. Señor, que cada uno de nosotros sepa dónde buscar, que ninguno de nosotros se contamine con la sabiduría del mundo, sino que vayamos siempre a ti. Que nuestro agrado, nuestro placer, nuestra pasión sea buscar de ti, buscar de tu sabiduría, de conectarnos contigo cada día, Señor.

Gracias, Padre. Gracias por tu misericordia, por tu perdón, por tus propósitos aún en medio de nuestra fragilidad humana. Gracias oh Dios. Amén.

Necesitamos desesperadamente sabiduría

Transcripción

Muchos de nosotros tenemos la costumbre al principio del año de hacer resoluciones, lo que llamamos las resoluciones del comienzo del año. Y de hecho una vez un niño le preguntó a otro, había oído mucho hablar de la resolución, la resolución de parte de sus padres al principio de un año y le preguntó a su amiguito, “¿Qué es una resolución?” y el amiguito muy sabiamente le contestó, “Es algo que nuestros padres hablan mucho acerca de eso por las dos primeras semanas del año,” y después muchas veces pasa eso, hacemos una resolución pero muy prontamente la dejamos a un lado porque se hace difícil, porque estamos haciendo otras cosas y las abandonamos.

Muchas personas tienen resoluciones y las firmemente, tienen unos pasos a seguir y las logran. Otros de nosotros, simplemente como que tiramos deseos al aire, ah, me gustaría en este año aquello, me gustaría lo otro, pero en realidad no nos hacemos una estrategia de cómo lograr esas resoluciones. Lo decimos como de paso. Y otros ni siquiera se ocupamos, nos ocupamos de hacer resoluciones porque hemos tenido malas experiencias en el pasado. Nos propusimos una vez rebajar y en vez engordamos. Nos propusimos canalizar nuestro enojo apropiadamente y no lo hicimos. Nos propusimos usar mejor nuestro tiempo y en vez de ver una hora diaria de televisión terminamos viendo tres por día. O nos propusimos no voy a estar tanto en Facebook pero lo que hicimos fue avanzar en el uso del Facebook.

Y entonces por eso mucha gente pues simplemente ni siquiera se establecen una visión y una meta para el año. Así qué te parece si este año en vez de simplemente hacer resoluciones superficiales de cambiar un hábito o aquel otro hábito, en vez de eso qué te parece si en vez de eso hacernos una resolución nos proponemos que haya una revolución. Y usted preguntará pero una revolución ¿en qué? Y la respuesta es, una revolución en el área de la sabiduría, de la búsqueda de la sabiduría.

Hay un versículo muy conocido en el salmo 90:12 que posiblemente muchos de ustedes se lo sepan de memoria, dice, “enséñanos de tal modo a contar nuestros días que traigamos al corazón sabiduría.” Mi deseo es que en este año ese sea el clamor de nuestro corazón, estar tan conectados al Señor que podamos tener la seguridad que él nos va a enseñar cada día. Porque la vida se compone de cada día. Muchas veces pensamos a largo alcance, y eso es bueno, pero tenemos que ver cada día, qué yo voy a hacer con el tiempo que Dios me está dando ahora, porque el de mañana no lo tengo por seguro pero qué experiencias, qué me está enseñando él hoy que me va a traer al corazón sabiduría. Porque mi hermano y mi hermana, nosotros cada uno de nosotros necesita desesperadamente sabiduría. Nadie lo duda aquí ¿verdad?

Necesitamos desesperadamente sabiduría. Nosotros nunca sabemos lo que la vida nos va a traer. Nosotros tenemos muchas veces unos planes, unos diseños de dónde queremos ir, qué queremos hacer pero muchas veces las cosas que nos pasan son totalmente inesperadas. A veces nos dan con tanta fuerza que nos sacan el aire y de momento estamos en una situación y decimos, ¿y ahora qué hago? Esos son los momentos que si nosotros hemos pedido al Señor que nos enseñe a contar nuestros días de manera que traigamos al corazón sabiduría, vamos a saber, a lo mejor aún con temor y temblor, pero vamos a saber qué hacer, porque vamos a ser dirigidos por la sabiduría de Dios.

Cuántas conversaciones si se trataran con sabiduría podrían llevar a bien a bendición, y por el contrario cuando no hay sabiduría pueden degenerarse y traer algo peor. Cuántos conflictos que se nos presentan, situaciones difíciles que a menos que no las tratemos con sabiduría puede explotarnos en la cara. Todos nosotros hemos tenido esas situaciones y por eso necesitamos desesperadamente adquirir sabiduría. Nuestro corazón tiene que estar rebozando de sabiduría.

Porque imagínate qué pasaría si cada uno de nosotros de verdad creyera que Dios es un Dios sabio, si de verdad lo creyéramos, que en él está la sabiduría. ¿Qué pasaría? ¿Qué pasaría si tu y yo nos apropiáramos como para nosotros el caudal de sabiduría que Dios generosamente quiere darte a ti y a mí? ¿Qué pasaría si nos propusiéramos usar la sabiduría para tomar todas las decisiones de la vida? No solamente esas grandotas, sino aún las pequeñas que nos van enseñando a lo largo del camino. ¿Qué pasaría si nosotros usáramos la sabiduría de Dios para tomar esas decisiones, para expandir el Reino de Dios, para todo lo que tenemos que hacer? Es que la necesitamos para todo, para escoger un compañero en un negocio, para escoger esposo o esposa, para saber qué date aceptamos o no, para saber cómo usar nuestro dinero, todo, en todo absolutamente necesitamos sabiduría.

Ese debe ser el clamor de cada día de nosotros. Para mí lo es, así que yo hago todos los días sin falla, yo le pido, Señor, sabiduría. Aún cuando entro a una cita en mi trabajo, Señor, sabiduría, porque no sé lo que me voy a encontrar y si ya sé que va a ser una situación difícil, con más razón.

Antes de entrar a aconsejar siempre mi clamor es, Señor, sabiduría, tu presencia, sabiduría. ¿Saben por qué? Porque yo sé que en mí no hay sabiduría. La sabiduría que yo tengo proviene de lo alto, por lo tanto tengo que estar conectada todo el tiempo con esa sabiduría. Y lo importante es que vamos creciendo en sabiduría según nos acogemos a la sabiduría de Dios, pero necesitamos renovarla día a día.

Si piensan el Rey Salomón, ¿qué se decía de él? Que era el hombre más sabio de la tierra, ¿pero cómo terminó el Rey Salomón? Nada de sabiduría, tomó muchas malas decisiones, entre ellas tener 800 concubinas en vez de tener una sola esposa. Esa es la más grandecita. Así que si él que tanto habló acerca de la sabiduría, que era consultado por su gran sabiduría, si él también se apartó de ella, nos puede pasar a nosotros también. Tenemos que seguir siempre renovándonos en sabiduría.

¿Qué pasaría si nosotros renováramos nuestro entendimiento de tal manera que aprendiéramos a ver la vida a través de los lentes de Cristo y no a través de los lentes de nuestra propia carne? Porque el corazón humano, dice la palabra, es engañoso. A veces creemos que estamos haciendo lo correcto pero nos estamos engañando, por eso necesitamos renovarnos en la sabiduría continuamente.

Imagínate qué pasaría si cada palabra que saliera de tu boca y la mía fuera pasada por el colador de la sabiduría de Dios, eso sería maravilloso. Cuánta bendición habría en el mundo si todas las palabras corruptas, no con eso quiero decir malas palabras, sino palabra corruptas, dichas fuera de tiempo, donde la intención no es una intención pura del corazón, si todas esas palabras no se dieran y en vez de ellas hubiera el silencio cuando tiene que haber silencio, o hubiera una palabra sabia, qué diferente sería el mundo.

Nosotros lo vemos. Mire solamente en la carretera, todos los problemas que están habiendo en la carretera de lo que le llaman el rage, ira automovilística, ¿por qué? Porque alguien actuó sin sabiduría u otro respondió sin sabiduría y al final hubo un desastre. Dios nos quiere salvar a nosotros, nos quiere proteger de todo eso con su sabiduría. Así qué pasaría si todas esas cosas las hiciéramos de acuerdo a la sabiduría. Lo que pasaría sería que tendría una revolución, dentro de nosotros habría una revolución, nuestra vida se revolucionaría. Dios podría usarte con mayor poder, Dios podría ayudarte a que el llamado que él ha puesto en tu vida se materialice en todo su esplendor.

Muchos de nosotros tenemos llamados y sin embargo la falta de sabiduría nos deja cojos y enanos en vez de ayudarnos a seguir creciendo, porque necesitamos la sabiduría en todo el mundo, necesita desesperadamente hombres y mujeres, jóvenes, niños sabios y digo niños porque aún un niño bien criado en la sabiduría de Dios es sabio. A veces yo he escuchado cosas maravillosas de las palabras en el actuar de un niño, así que aún desde la niñez ya nosotros podemos estar manifestando la sabiduría de Dios.

Si comparáramos los resultados de la sabiduría del mundo o terrenal con la sabiduría de Dios, la sabiduría de Dios es perdurable, perdura, trae gozo y paz perdurables, mientras que la sabiduría terrenal o del mundo por un tiempo te da gozo, aparentemente te da paz pero a la largo no trae eso, es pasajero, se va y muchas veces deja frutos que nos hacen daño. Así que por eso es que tenemos que buscar la sabiduría que viene de lo alto.

Quiero que consideres estas preguntas. Estamos en el 2016, hace un año, al comienzo ahora en el 2016, ¿eres más sabio que al comienzo del 2015? Porque de eso se trata, ¿verdad? No nos queremos quedar en el mismo lugar, queremos seguir avanzando en la gracia, en el poder, en la sabiduría de Dios. ¿Tu te consideras hoy más sabio que hace un año? Si tuviste una situación difícil recientemente, hace meses, ¿puedes decir que la resolviste con sabiduría? ¿Usaste los elementos de sabiduría de la palabra, del espíritu de Dios para resolverla?

Y los que te conocen más de cera, si alguien les preguntara, ¿tu mamá es sabia? ¿tu esposo es sabio, tu esposa es sabia, tus hijos son sabios, tu tío es sabio? ¿Podrían contestar afirmativamente, sí, es sabio? ¿Va gente a donde ti a buscar consejo, a buscar dirección en diferentes áreas de la vida porque consideran que eres una persona sabia?

Sabe que todos nosotros somos ministros competentes, todos tenemos que dar la palabra a su tiempo, todos tenemos que aconsejar a su tiempo, todos somos llamados a eso. Eso no es solamente para los pastores, para los líderes. No, cada uno de nosotros tiene esa responsabilidad porque los líderes no van a dar abasto, los pastores no van a dar abasto, sin embargo alguien puede ir a donde ti y recibir el agua fresca que su alma necesita, y recibir un consejo sabio en el momento apropiado.

¿Y qué es sabiduría? ¿Cómo podríamos definir sabiduría? Pues mucho más que conocimiento, es mucho más que sentido común que dicen que es el menos común de los sentidos. Es mucho más que eso. La sabiduría es mirar la vida y mirar los retos de la vida a través de la perspectiva de Cristo, no a través de nuestro propio entendimiento humano que puede fallar sino a través de los ojos de Cristo. Eso es sabiduría, es saber discernir entre lo bueno y lo malo. Esa sería quizás la mejor definición, una persona sabia sabe discernir entre lo bueno y lo malo, sabe discernir aún entre lo bueno y lo mejor, sabe discernir entre los deseos de la carne y lo que verdaderamente quiere y agrada a Dios.

Podríamos decir también que sabiduría es hacer lo que le agrada a Dios en el momento correcto y en la forma correcta. Y Dios es el origen de la sabiduría, su esencia es amor, sabemos que Dios es amor, pero Dios es sabiduría. No hay nada más alto que la sabiduría de Dios y su sabiduría está plasmada en todo lo que nosotros vemos. Uno es la creación, qué maravilloso, como dice el salmo 19, versículo 1, dice, “los cielos cuentan la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos.” Todo a nuestro alrededor, todo lo que nosotros vemos en la naturaleza anuncia la obra de las manos de Dios, la sabiduría de Dios aún en la creación.

Quién de nosotros no se ha quedado pasmado con el paisaje de un atardecer con todos esos colores preciosos. Quién de nosotros nos e quedado pasmado ante la imponencia del mar, de las montañas, de la vegetación, de algo que a mí me encanta es escuchar el cántico de un riachuelo chocando contra las piedras, eso es tan precioso. Y esa es la creación de nuestro Dios. Quién no se ha maravillado con una nueva vida, con un bebé, pensar que estuvo en el vientre de su madre por 9 meses formándose cada cosa a su tiempo y después ver ese resultado tan precioso y verlo desarrollarse en una manera tan específica y siguiendo un diseño específico.

Quién no se ha maravillado con tantas otras cosas. El cuerpo humano mismo, a mí siempre me ha fascinado el ojo. El ojo es una pequeña esfera de menos de una pulgada y sin embargo dentro de esa pequeña esfera pasan cosas maravillosas. Y hay por lo menos 40 estructuras diferentes dentro de eso tan pequeñito que es el ojo y a través del cual nosotros recibimos estímulos sensoriales que van a nuestro cerebro y nos permiten disfrutar de toda la belleza de la creación.

Así que todo, dondequiera que nosotros pongamos nuestros ojos vamos a ver la mano sabia de Dios en su creación. Ahí vemos la sabiduría de Dios. Otro lugar donde la vemos es en lo que nosotros llamaríamos la providencia divina. Cuántos de nosotros no hemos tenido situaciones que después al tiempo nos dimos cuenta que Dios estaba trabajando tras bastidores. Nosotros veíamos una cosa pero después nos dimos cuenta que era otra.

Les voy a dar un ejemplo de nuestra propia congregación. Nosotros compramos el edificio original en 1993 y estábamos ubicados en Cambridge antes, pensábamos que en máximo dos años eso iba a ser resuelto y nos íbamos a mudar. ¿Sabe cuánto tiempo se tomó? Fueron 4 años de larga espera, y Mario Ulloa que estuvo en ese proceso desde el comienzo sabe lo largo que fueron esos 4 años. Y uno piensa pues qué desperdicio de tiempo, uno se molestaba, se ponía ansioso. Yo recuerdo días que no dormíamos por la provisión económica que no estaba para hacer este trabajo, que había que compra aquello, que la ciudad exigía tal otra cosa. Fue un proceso bien arduo y fue un proceso de 4 años. Y otra vez nos inquietábamos por la largura de ese proceso, pero después nos dimos cuenta que el Señor tenía un propósito con eso, en ese tiempo el pueblo, nuestra iglesia, se fue fortaleciendo más su identidad y Dios lo estaba preparando para la etapa siguiente. Así que no fue pérdida de tiempo, muchas cosas buenas pasaron en ese tiempo que solidificaron la congregación para entonces movernos acá.

Después, al poco tiempo nuestro deseo era comprar el edificio que está al lado, el que está en la esquina, y ese edificio por muchos años estuvo en litigio legal y los dueños querían venderlo, estaban desesperados por venderlo pero no podían porque había unas demandas legales que no lo permitían. Pero los ojos de la congregación estaban en ese edificio. Y cuando nuestra congregación estuvo ya en fe, preparada para poder comprar el edificio ahí se resolvió el litigio legal y el mismo día que se puso en el mercado, de hecho, no el mismo día, a las horas de que se puso en el mercado Roberto lo supo, alguien le avisó providencialmente, no sabemos por qué, alguien le avisó, “Mira, está disponible.” En ese mismo momento él fue enseguida, ni con mucho dinero, puso el depósito en fe y de hecho a los minutos vinieron otras ofertas, después que ellos lo aceptaron, vinieron otras ofertas mucho más grandes, pero ya nosotros lo teníamos.

Así que ¿qué hizo Dios? Nos puso el edificio en [inaudible], en el momento en que ya estaba listo, ahí estaba la congregación lista, ahí estaba. Y asimismo Dios obra en nuestras vidas, pensamos que estamos perdiendo tiempo, nos frustramos pero ahí es donde entra la sabiduría de Dios en nosotros, y la confianza en Dios. Señor, yo confío en ti. Esta espera es larga pero yo confío que tu tienes un propósito al final.

¿Se acuerdan de Romanos 8:28? Dice, “y sabemos que los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.” No es para todos, es muy bonito decir la primera parte, pero es a los que conforme a su propósito son llamados, implica alinearnos con la sabiduría y con el propósito de Dios.

Así que ya vimos que se manifiesta la sabiduría en la naturaleza, se manifiesta en la providencia de él y también se manifiesta en el maravilloso plan de salvación. ¿A quién se le hubiera ocurrido un plan de salvación así? Donde envió a su Hijo por amor a nacer de una virgen, a nacer en un pesebre, a predicar entre su pueblo, y después a morir en una cruz. Solamente a Dios se le puede haber ocurrido eso. y el asunto es que fue un sacrificio completo y ningún ser humano puede añadirle nada al sacrificio de Cristo. Está completo. La muerte y la resurrección de Cristo es una obra completa que abrió el camino para que cada uno de nosotros tenga acceso al Padre. Solamente Dios puede haber pensado en un plan así.

Así que nuestro Dios es definitivamente sabio, no hay duda de eso. Creó toda la naturaleza, actúa providencialmente, y mantiene su plan de salvación hasta el fin de los tiempos. Y si sabemos que él hace todo eso, nosotros tenemos que tener confianza, él me va a dar también sabiduría.

Romanos 8:32 dice “el que no escatimó ni a su propio Hijo sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” Eso incluye la sabiduría. La sabiduría sobrenatural es un regalo y no se puede dejar escondida. Tiene que manifestarse en fruto, tiene que verse. Si alguien dice, yo soy sabio, pero no actúa sabiamente, por más que diga no es sabio, se ve en las obras. El hecho de que una persona se memorice la Biblia, de Génesis a Apocalipsis, que esté en todos los ministerios de la iglesia, que tenga dones espirituales, eso no asegura sabiduría. Esto es mucho más que eso, implica una búsqueda sincera del corazón en crecer en el área de la sabiduría.

Y les voy a compartir un ejemplo. Un hombre de nuestra congregación de hace muchos años siempre tenía… él era una Biblia andante, no había que uno le dijera que no pudiera de memoria decirte el versículo y dónde está en la Biblia. Eso era continuo, era como un máquina casi. Él tenía grandes ambiciones en cuanto a ministerio dentro de la iglesia, sin embargo, él usaba esa misma palabra que él usaba que tan fácilmente citaba, la usaba para hacer daño y abusar verbalmente de su familia, de su esposa y de sus hijos, hasta hoy en día todavía no se ha podido sanar eso. Era un abuso y un control continuo. Así que su vida familiar era caótica e infeliz y a pesar de su fracaso como esposo y como padre, él se quejaba aquí en la iglesia de que la iglesia no le permitía a él ejercer sus dones. Él, un hombre tan sabio, y tan entendido en la palabra. Y por eso se fue de nuestra congregación.

Así que una persona así, obviamente aunque sepa muchas cosas, aunque te pueda recitar la palabra y a veces usarla correctamente eso no asegura que hay sabiduría. Tenemos que juzgar quién es sabio y quién no. porque la sabiduría de Dios y la sabiduría del mundo están en conflicto. Nosotros lo vemos desde la creación del ser humano.

En Génesis ¿qué nosotros vemos? Vemos a Dios que pone un límite sabio. ¿Cuál fue el límite? Fue prohibir de comer del árbol de la ciencia del bien y del mal. Fue un límite que Dios le puso, pero le había dicho, “Ustedes son mayordomos de toda la creación. Póngale nombre a los animales, esto es para que ustedes sean los mayordomos.” Pero les puso ese límite, un límite sabio, igual que nosotros hacemos con nuestros hijos. Hijo, puedes tal cosa pero le ponemos un límite porque sabemos que es para su beneficios, para su protección. Pero ¿qué pasó? Satanás en forma de serpiente, se le acercó a Eva y retó el límite que Dios había puesto en su sabiduría, cuestionó los límites establecidos por Dios.

Porque una de las estrategias de Satanás es crear duda en nosotros acerca del carácter de Dios. Si nosotros nos analizamos podemos muchas veces que cuando nosotros tomamos una decisión errónea, una decisión no sabía, muchas veces lo que está detrás de eso, si no siempre, es incredulidad. No hemos confiado en Dios plenamente, no le hemos creído a Dios plenamente. Y entonces se le acercó Satanás a Eva, implantó una semilla de duda acerca del carácter de Dios y no solamente hizo eso, sino que también implantó una semilla de avaricia.

Le dijo, quizás tienes todo pero Dios está reteniendo algo todavía mejor. tu puedes tener más. Que muchas veces nos mete en grave problemas también. Cuando tenemos lo que Dios nos ha dado y queremos más o no estamos satisfechos, no hay contentamiento en nuestro corazón y a veces eso nos mete en problemas.

Así que eso está pasando desde el principio, desde Génesis nosotros vemos que esa es la estrategia que Satanás había establecido. Y hoy el mundo, la sociedad, nos invade con todo tipo de mentiras o medias verdades que a la larga, una media verdad es una mentira, no es la verdad absoluta. Y más que nunca nosotros estamos bombardeados con la sabiduría del mundo por todos los medios. Continuamente tenemos que estar discerniendo, ¿esto es de Dios o no es de Dios? Esto parece que es bueno pero ¿cuál es la motivación que está detrás?

Esa es la manera que nosotros tenemos que estar obrando todos los días porque sino perdemos la protección de la sabiduría de Dios y no podemos hacer eso. porque lo que el mundo nos enseña es a nutrir la carne, a nutrir los placeres carnales, no nos motiva a buscar de Dios, a buscar la sabiduría y a mirar arriba, nos enfoca nuestros ojos en el aquí y en el ahora, y si no la aprovechamos tenemos miedo a perder algo que podemos valorar.

Eso es lo que trata de hacer la sabiduría del mundo. Y muchas veces es difícil discernir entre una cosa y la otra si no tenemos cuidado. Por todos sitios qué nos dice la sociedad. Nos dice sigue tu corazón, ese es un slogan muy… sigue tu corazón, cree en ti, todo es en ti, en ti, haz lo que te venga en ganas, nadie tiene que decirte a ti lo que tu tienes que hacer, nadie tiene que ponerte límites. Eso es lo que estamos bombardeados, lo que nuestros hijos reciben continuamente, lo que nuestros jóvenes están tomando de esa agua de tu todo lo puedes, no hay consecuencia. Pero nosotros sabemos que cuando enfatizamos la carne, cuando alimentamos la carne a expensas del espíritu eso tiene siempre graves consecuencias y si no a la corta, a la larga las va a tener.

Y nosotros sabemos, si nosotros somos sinceros sabemos cuán fácil es distraernos de la búsqueda de la verdad y de la sabiduría. Vuelvo al ejemplo de Salomón, un hombre tan sabio y sin embargo permitió distracciones en su vida que lo apartaron de manifestar frutos de sabiduría en su vida. La palabra de Dios nos anima en muchísimos versículos a buscar de la sabiduría.

Y el hecho de que tu hayas obrado sin sabiduría en el pasado, lejano o reciente, eso no te impide que te renueves y que cambies el curso de tu vida y empieces a actuar y a dar frutos de sabiduría de lo alto. Eso es lo grande de nuestro Dios. En Dios hay perdón, en Dios hay todos los recursos que nosotros necesitamos para enmendar nuestros caminos y caminar por donde Dios quiere que caminemos, porque no podemos vivir sin ella. Y no podemos tampoco acogernos a una sabiduría y a otra, o sea, no podemos bailar al son de la sabiduría terrenal y esperar los frutos de la sabiduría de lo alto. Eso es imposible.

No podemos mantenernos neutrales tampoco. Lo que tenemos que hacer es buscar con ahínco la sabiduría de Dios. En esto no existe el happy medium, buscar el medio, aquí combino sabiduría del mundo con sabiduría de Dios. Eso no existe. Nos estamos engañando a nosotros mismos si tratamos de hacer eso.

Y yo debo aclarar que Dios es tan sabio, él conoce nuestro corazón. A veces hay personas que después de aceptar al Señor, y aún años después, están pasando tiempos difíciles y a veces no toman las mejores decisiones. Pero Dios conoce cuánto a veces nos enredan las cuerdas del mundo, unos más que otros. Hay otros que están tan enredados que necesita que venga Dios con una tijera gigante y les suelte las cuerdas y lo haga libre como pasó con Lázaro en la tumba. Dios conoce tu corazón.

Si tu estás dando algunos tumbones, porque siempre me gusta decir no solo que Dios dice, sino entender la misericordia y el corazón de Dios. Si no estás actuando sabiamente pero Dios conoce que tu corazón está deseoso de obedecerle, pues él te va a mirar con gracias y te va a dar lo que tu necesitas en esta etapa de tu vida. Así que si estás dando tumbones de algún tipo o los has dado recientemente, no te quedes ahí. Pídele a Dios sabiduría para salir de ahí, aunque te tome mucho tiempo, eso no importa, lo importante es que tu sigas avanzando, que no te quedes donde estás y que obviamente no vayas atrás, sino que sigas avanzando con un deseo sincero de ser transformado por Dios.

Es maravilloso lo que uno ve cuando una persona verdaderamente inclina su ser ante el Señor y se somete a su gracia, a su juicio, a su disciplina. Es maravilloso lo que Dios puede hacer. Muchos de ustedes son ejemplo claro de eso, que están en un lugar totalmente diferente, en un lugar de paz y de gracia porque un día invitaron la sabiduría de Dios a entrar a sus vidas y han podido salir de donde estaban.

Vamos a un pasaje que contrasta la sabiduría de Dios, se encuentra en Santiago 3:13 al 18, y la sabiduría terrenal o del mundo.

“Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis ni mintáis contra la verdad porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica, porque donde hay celos y contención allí hay perturbación y toda obra perversa, pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz…”

Así que ahí vemos contrastados dos tipos de sabiduría. El pasaje comienza con una pregunta, ¿quién es sabio y entendido entre vosotros? Contestar esa pregunta puede ser difícil, cómo podemos saber si una persona es sabia o no. yo creo que lo contesta al siguiente dice, muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. Así que siempre vamos a saber si alguien es sabio o no por sus obras, por los frutos que den su comportamiento.

Nosotros necesitamos sabiduría para discernir entre quién es sabio y quién no lo es también. Hay dos tipos de sabiduría trabajando en nuestras vidas, no nos engañemos, no solamente una, hay dos tipos de sabiduría. Una es la sabiduría de lo alto, como dice el pasaje, y la sabiduría terrenal. Y lo que quiere decir esto es que dentro de cada uno de nosotros hay una batalla, hay una guerra por ganar nuestro corazón y nuestra mente. Dentro de cada uno de nosotros hay guerra, hay conflicto, porque hay dos lados opuestos y cada uno de ellos se llama a sí mismo sabiduría.

Sin embargo, no puede haber dos tipos de sabiduría. Sabemos que puede haber una solamente. Así que dentro de nosotros hay una lucha por seguir la sabiduría de lo alto y por protegernos y no caer en la sabiduría terrenal. Esa es una lucha que cada creyente tiene, mismo Pablo habla de eso, en un versículo él dice que hace aquello que no quiere hacer y lo contrario. O sea, eso está en nuestro ser carnal está la sabiduría terrenal.

Pero la buena noticia es que mientras más nosotros caminamos en sabiduría el camino se va haciendo más fácil. A veces nos vienen sorpresas que nos sacan el aire, pero es más fácil. Eso es como un ánimo a nosotros. Sigue buscando la sabiduría y con el paso del tiempo será más fácil para ti. ¿Y qué caracteriza estos dos tipos de sabiduría? Si empezamos por la sabiduría terrenal, dice el versículo 14, “Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis ni mintáis contra la verdad porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica.”

Auch, pensar que esa descripción está dentro de cada uno de nosotros. Alguna sabiduría que es terrenal, animal y diabólica. Y eso está marcado por la idolatría del yo, es una sabiduría egoísta y es una sabiduría que a la larga nos lleva a la competencia, a la envidia, a la amargura. Todo aquello que nosotros no queremos tener. Y es la sabiduría que la sociedad nos anima a seguir. Están los ídolos, los celebrities, muchos de ellos viven vidas así, donde ellos son el centro y buscan su propio placer, lo que su corazón desea, eso es lo que buscan. Esa es la sabiduría del mundo, que es dañina totalmente a nuestra fe.

Y nosotros debemos apartarnos de ella completamente. Nosotros quisiéramos creer que no la practicamos pero dondequiera que haya falta de perdón, dondequiera que haya chisme, dondequiera que haya calumnia, relaciones rotas, malas actitudes, todo tipo de desordenes, dondequiera que haya eso, quiere decir que hay una sabiduría que no es de lo alto, es la sabiduría terrenal, animal y diabólica.

Y muchos de nosotros tenemos la sabiduría por fuera, la cristiandad por fuera, pero por dentro todavía hay… la carne está demasiado viva y tenemos que buscar la sabiduría de manera que Dios nos lleve a vivir una vida que traiga más gozo a él.

Y Santiago en ese pasaje contrasta la sabiduría falsa terrenal con la sabiduría que viene de lo alto. En el versículo 17 dice; “pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.”

¿No les gustaría a ustedes, no me gustaría a mí tener esa sabiduría? Que eso sea lo que impere en mi vida, lo que guíe mi vida, una sabiduría así. Y se fijan que en este pasaje la sabiduría terrenal estaba enfocada en el yo, en lo que yo quiero, en mis deseos, en cumplir mis ambiciones, mientras que la sabiduría de lo alto tiene los ojos puestos en Dios. Como les decía antes, es lo que nos da una perspectiva diferente. Ya no estamos mirando a través de los ojos de la carne, ya nuestra carne está sujeta al señorío de Cristo. Esa es la sabiduría de lo alto.

Versículo 18: “Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.” Ese es el fruto, si nosotros buscamos y vivimos en la sabiduría de lo alto entonces tenemos frutos de paz y dondequiera que tu estés aunque te dé trabajo se va a imponer la paz del Señor. Esa es la sabiduría que tu y yo queremos.

La palabra de Dios valora grandemente la sabiduría y les voy a compartir un solo versículo acerca de eso, un pasaje en Proverbios 3:13 al 15. Miren lo que dice la paz acerca de la sabiduría:

“Bienaventurado el hombre o la mujer que haya la sabiduría y que obtiene la inteligencia porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata y sus frutos más que oro fino, más preciosa es que las piedras preciosas y todo lo que puedes desear no se puede comparar a ella.”

Imagínate, no hay nada en este mundo, no hay un billón de dólares, no hay ningún gozo, no hay nada en este mundo que se pueda comparar a tener la sabiduría, por eso es que tenemos que buscarla con todo nuestro ser. ¿Y cómo nosotros podemos obtener sabiduría divina? Primeramente cultivando la comunión con la fuente de sabiduría que dijimos que es Dios y solo Dios a través de la oración, de la adoración, de congregarnos con otros, de interceder, de tener amistad con Dios. Esa es la mejor manera que nosotros podemos obtener sabiduría.

Proverbios 2:6 dice, “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría.” No hay otro lugar donde nosotros encontremos sabiduría sino en el temor a Jehová. ¿Cómo más podemos? Nutriéndonos con la palabra de Dios. Yo digo si Dios se ocupó de dejar un manual de vida para nosotros que es la Biblia, asume uno que debe ser esencial leerla y estudiarla porque él se ocupó de dejarla. Hay una razón para ello.

El salmo 119 dice, “Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino.” Eso es lo que es la palabra. Recuerdo hace muchos años cuando teníamos una cabañita y de la cabaña a donde estaban los baños, que estaban separados, había un trecho significativo y a veces en la noche tenía que salir de la casa y llevar a las nenas, y recuerdo una vez que empecé el camino de la casa a los baños y yo tenía una linternita, de esas chiquititas que uno pone dentro del carro, que usaba quizás una batería nada más y yo iba agarrando con las nenas y la linternita y dando pacitos bien lentos y trabajosos porque no se veía nada con la linternita. Y mi esposo que siempre tiene buena ideas enseguida entró a la casa, buscó una linterna que era gigante, con una de esas baterías bien pesadas y me la dio y me dijo, “Toma para que puedas llegar mejor,” y con esa linterna poderosa veíamos muchos pies por delante y en vez de ir con pasos temerosos, íbamos con paso seguro y no había tropiezo.

Nos pasó como dice proverbios 3:23 “entonces andarás por tu camino confiadamente y tu pie no tropezará.” Porque eso es lo que la sabiduría te da, te permite andar confiadamente por el camino de manera que tu pie no tropiece. Así que vimos que a través de la comunión con él, a través de nutrirnos de su palabra y también simplemente podemos obtener sabiduría por pedirla, solamente pedirla.

Santiago 1:5 dice, “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría pídala a Dios el cual da a todos abundantemente y sin reproche y le será dada.” Cuando tu y yo le pides a Dios sabiduría y él ve en ti un corazón sincero y dispuesto a obrar conforme a la sabiduría de él, a su respuesta, tu provocas la generosidad de Dios. A Dios no le queda otro remedio que dártela.

Yo he experimentado eso en mi vida continuamente. Cuando no veo soluciones y lo pongo delante del Señor y espero en él confío que él me va a dar la respuesta, y ahí está. No es por magia, no es porque yo lo merezca más que nadie más, es porque eso es lo que hace, tu provocas a Dios. Al ir delante de él pidiéndole sabiduría él dice, “sí, claro que sí, cómo no te lo voy a dar, si di mi Hijo, cómo no te voy a dar también en él todas las cosas, la sabiduría.”

Esas son 3 maneras que nosotros podemos recibir sabiduría de Dios. Y una persona sabia continuamente recarga sus baterías espirituales. Como hoy les dije, eso no es ayer nada más y cogerse unas vacaciones, es todos los días tenemos que hacer esas cosas para recargar nuestra batería espiritual, reconociendo que la sabiduría solamente puede venir de él, no hay otra fuente de la sabiduría.

Hay un versículo en Isaías 50:4 que es uno de mis favoritos, dice así: “Jehová, el Señor, me dio lengua de sabios para saber hablar palabras al cansado, despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los sabios.”

Qué maravilloso que todos los días tu puedas levantarte con la confianza de que al pedir sabiduría el Señor va hablar sabiduría a tu oído y porque has escuchado la sabiduría de Dios entonces puedes hablar y actuar con sabiduría. Una persona sabia también cultiva un corazón, un espíritu enseñable.

La palabra nos anima a eso, a escuchar el consejo, a buscar consejeros sabios. Si pensamos yo lo sé todo, yo no necesito corrección, nadie tiene que venir a decirme cómo yo debo obrar, entonces nos vamos a quedar enanos, no vamos a crecer en el Señor. Tenemos que tener un espíritu enseñable. Tenemos que practicar el conocernos y examinarnos a nosotros mismos aunque nos duela. Tenemos que reconocer, tengo estas debilidades de carácter, tengo estas tentaciones y pedirle a Dios que él entre aún en esos lugares oscuros de nuestro ser. Porque sino otra vez no vamos a crecer y nosotros queremos crecer, queremos ser instrumentos exquisitos en las manos de Dios.

Otra cosa que hacen los sabios es que consultan a Dios en todo tiempo. Cuando vienen situaciones difíciles en vez de actuar con impulsividad, en vez de reaccionar vamos a consultar a Dios, vamos a hacer una tregua, si es una situación difícil familiar, por ejemplo, vamos a hacer una tregua y vamos a consultar a Dios. ¿Qué Dios quiere? En vez de añadirle más sal a la herida, en vez de empeorar las cosas, vamos a detenernos y vamos a consultar a Dios.

Cuántas veces yo en mi vida he practicado eso y al otro día me he dado cuenta el error tan grave que hubiera sido hacer lo que yo pensaba que era lo sabio hacer. ¿Por qué? Porque me tomé el tiempo de consultar a Dios y pedirle su consejo. Y eso lo podemos aplicar en todas las áreas de nuestra vida.

Así que yo no creo que aquí haya nadie que dude en cuanto la necesidad que tenemos nosotros de discernir entre lo que es la falsa sabiduría y lo que es la sabiduría que viene de lo alto. Y tenemos que comprometernos activamente a buscarlo. Si lo hacemos nuestros hogares van a ser transformados. Imagínate, un hogar donde hay sabiduría y eso se le transfiere a los hijos, se les enseña a pensar sabiamente, a discernir sabiamente, eso es el mejor regalo que usted le pueda dar. Es una herencia bendita que tu le estás pasando a tus hijos. No es solamente Biblia, es también sabiduría.

Mi yerno y mi hija tienen una práctica con Caleb, nuestro nieto mayor, que tiene 7 añitos, pero desde que era muy chiquitito casi aprendiendo a hablar, ellos le enseñaron a decir… le preguntaban, “¿Caleb, qué tu eres?” y él contestaba, “Yo soy un niño sabio, prudente y con dominio propio.” Eso me encanta. Y lo que pasa entonces cuando él hace algo muy sabio, muy bueno, lo felicitan, le dicen, “Guau, Caleb, verdaderamente tu eres un niño sabio, prudente y con dominio propio.” Y cuando se desvía del camino y hace algo que no debe, lo corrigen y le dicen, “Pero, papito, ¿qué tu eres?” “Yo soy un niño sabio, prudente y con dominio propio.” “Pues, entonces ¿qué tienes que hacer?” y entonces él mismo da la respuesta de qué es lo que tiene que hacer y reconoce su error.

Esa es parte de nuestra identidad. Nosotros debemos considerarnos que somos personas sabias. Tu sabiduría puede ser la herramienta que Dios use para transformar la vida de otro, aún para salvar una vida, para dar un consejo que llegue en el momento exacto que haga que una persona tome una buena decisión o que evite un desastre. Es una gran cosa tener sabiduría.

La sabiduría te va a traer orden y estabilidad a tu vida, aun cuando haya circunstancias difíciles te vas a sentir que estás en paz en medio de la tormenta porque eso es lo que la sabiduría de Dios trae. Te va a permitir también la sabiduría estar continuamente en una actitud de vigilancia en términos de tus propios defectos, de lo que tienes que hacer para mejorar y de discernir las maquinaciones sutiles del enemigo de nuestras almas que quiere desviarnos del camino correcto.

El enemigo nos susurra muchas cosas al oído que si las escuchamos vamos a ir en contra de la sabiduría de Dios y nos estamos alineando con la sabiduría terrenal. Pero la sabiduría verdadera te ayuda a discernir, te ayuda a verlo desde lejos. No tiene que llegar el mal a tu puerta, no tiene que tocarte, desde lejos tu puedes discernir el pecado, discernir la tentación y tomar medidas que te ayudan a vencer en el nombre del Señor.

Queridos hermanos, tu no puedes vivir sin sabiduría. Yo no puedo vivir sin sabiduría. Hay que buscarla como el tesoro más grande que hay. Permite que camines de manera que tu no tropieces. Permítele a la sabiduría alumbrar tu camino de manera que tu paso sea como Dios lo quiere y que no tropieces en el camino y búscala de manera que haya paz y gozo verdadero en tu vida, no el pasajero que el mundo da sino el verdadero gozo y paz que Dios solamente puede dar.

Al comienzo de mi mensaje yo les decía que quería extenderles un reto. ¿Aceptan el reto de no más resoluciones superficiales de principio de año sino una revolución en tu vida y en la mía en la búsqueda de la sabiduría y en la manifestación de los frutos de la sabiduría? Aceptan el reto?

Nos ponemos de pie. Quiero bendecirlos con una palabra que está en Efesios 1:17 al 19. Esta es una oración que Pablo habló sobre los efesios y quiero en este momento extenderla a mi propia vida y a ustedes.

“Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso les de el espíritu de sabiduría y de revelación para que lo conozcan mejor. Pido también que le sean iluminados los ojos del corazón para que sepan a qué esperanza él los ha llamado, cuál es la riqueza de su gloriosa herencia entre los santos y cuán incomparable es la grandeza de su poder a favor de los que creemos. Ese poder es la fuerza grandiosa y eficaz que Dios ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo sentó a su derecha en las regiones celestiales.”

Así que hermano, hoy tu te puedes ir de aquí con toda seguridad que si tu buscas la sabiduría de Dios y la invocas en todas las áreas de tu vida, él te la va a dar. Padre, sellamos esta palabra, sellamos tu propósito de este día, Señor, gracias porque tu no eres un Dios mezquino y egoísta, tu compartes todo lo tuyo con nosotros, con tus hijos. Señor, compartes tu sabiduría. Señor, que esa sea la luz que alumbre nuestra mente, nuestro corazón, nuestro espíritu, Señor, de manera que podamos dar pasos seguros, estables en la vida y que nada nos aparte de los propósitos que tu tienes para nosotros.

Señor, dale sabiduría a cada uno de mis hermanos, aquellos que están en tiempo de paz y donde no hay grandes problemas en su vida, y también a aquellos, Señor, que en este momento están en angustia y necesitan una palabra tuya, necesitan tu sabiduría. Señor, que cada uno de nosotros sepa dónde buscar, que ninguno de nosotros se contamine con la sabiduría del mundo, sino que vayamos siempre a ti. Que nuestro agrado, nuestro placer, nuestra pasión sea buscar de ti, buscar de tu sabiduría, de conectarnos contigo cada día, Señor.

Gracias, Padre. Gracias por tu misericordia, por tu perdón, por tus propósitos aún en medio de nuestra fragilidad humana. Gracias oh Dios. Amén.

La práctica del perdón

Transcripción

Roberto ha estado hablando acerca de principios y prácticas que nos ayudan a mantener y a crecer en nuestra salud emocional. Y hoy yo quiero seguir más o menos en esa línea añadiendo una práctica más y es la práctica del perdón. Antes de ser azotados por la palabra yo quiero reconocer que en esta iglesia hay miles, cientos, de testimonios de personas que han practicado precisamente lo que yo voy a comportar en este día, el perdonar.

Yo he sido ministrada por el perdón que yo he visto a ustedes ejercer y dar tan generosamente en sus vidas. Entre nosotros hay personas que han sido traicionados por un esposo, por una esposa, que han sido traicionados por un hijo, personas que han sufrido hijos que han muerto por asesinato de otra persona. Y yo quiero honrarlos a ustedes dejándoles saber que su testimonio es poderoso dentro de este pueblo y que no es pasado por alto. Y si no lo paso por alto yo, una humana, menos lo hace el Señor. El Señor se agrada de ustedes cuando ustedes han ejercido ese privilegio que ustedes tienen, ese mandato de perdonar en sus vidas. Así que les doy las gracias por el testimonio vivo que dan en medio de su pueblo de esos actos de perdón.

Quién no necesita ser perdonado? Alguno de ustedes nunca ha cometido una ofensa que necesite ser perdonada? Nadie se atrevería a levantar la mano, ¿verdad? Quién de ustedes no ha sido ofendido, que usted haya tenido que perdonar? Todos caemos en esa categoría, nadie se escapa. Mientras estemos en este mundo mortal vamos a ser ofendidos y vamos a ofender, a veces no intencionalmente pero es parte de la naturaleza humana.

Y yo reconozco que una de las prácticas que tenemos nosotros que tomar en cuenta y crecer en ella es la práctica de perdonar a los demás. Cuando no perdonamos a los demás nos estamos nos estancamos, dejamos de crecer. Y yo creo que no hay un matrimonio, una relación de esposo, una relación de padres a hijos, una relación de hermanos, de familiares, de creyente con creyente, que en algún momento no tenga que perdonar. Es imposible. Estamos de acuerdo en eso, es imposible vivir esta vida y no tener que pasar esa experiencia de perdonar.

Para que puedan sobrevivir todas esas relaciones tenemos que perdonar, porque todos somos pecadores. Desde nuestra niñez empezamos a demostrar esos comportamientos de que somos pecadores. Un cuento que mi esposo y su familia me ha hecho, lo he escuchado varias veces, es con respecto a esto que aún de niños ya estamos demostrando que somos pecadores. Roberto, mi esposo, y su hermano Virgilio, ellos se llevan solamente 10 meses de diferencia y por eso tenían un pelea continuamente, me quitaste aquello, mira lo que hizo, mira qué me dijo, un golpetazo porque tu me diste primero, yo tengo el derecho de darte.

Todo ese tipo de situaciones vemos en nuestros hogares continuamente, y ya Toñita, mi suegra, esta hastiada del asunto, era continuamente la misma cosa, hasta aquí llegó. Intentó tener una conversación con… Tu, Roberto perdona a tu hermano, perdona a Roberto, pero nada, seguían peleando. Ella dijo, okay, ustedes no quieren perdonar y quieren seguir, van a ver ahora lo que yo voy a hacer. Y lo que hizo fue que los puso a ambos en una cama cubierta con un mosquitero y los dejó ahí horas y horas y horas. En principio no pasó mucho, cada uno molesto con el otro, después empezaron a jugaron y cuando ya se acabó el castigo, eran los mejores amigos del mundo. Oh, manito, toma mi carrito, úsalo tu primero. Y era una amistad y un amor… esa es la terapia del mosquitero, por si la quieren repetir en su casa.

Hasta el día de hoy son buenos amigos. Hay terapias que recibimos en la niñez, la sabiduría de nuestros padres que nos ayudan precisamente a crecer en lo que es perdón y a desarrollar destrezas en esa área. Son cosas aprendidas, no nos salen natural. Todo el que sabe que alguien lo ha ofendido, lo primero a uno le quiere salir el monstruito que todos tenemos adentro. Tenemos que sujetarlo y decir, no, vieja mujer, viejo hombre, ya tu moriste, ahora yo sé que yo puedo perdonar porque Cristo nos perdonó a nosotros.

Y nosotros sabemos que el perdón es entrar en las escrituras. No solamente en el Nuevo Testamento sino desde el Antiguo Testamento hay muchas menciones acerca más bien del perdón de Dios pero también de ejercer justicia perdonándonos unos a otros. Así que es un concepto central, no hay manera que nosotros estudiemos la palabra y que no veamos muy claro el concepto del perdón.

Y cuál es el fundamento de nosotros perdonar? Obviamente, el fundamento es para nosotros poder perdonar tenemos que reconocer que primero fuimos perdonados. Por qué fuimos perdonados? Cristo en la cruz pagó el precio para que nosotros tengamos salvación eterna que con nuestro arrepentimiento y recibir el perdón de Dios. Es maravilloso. En el primer instante que tu le dices, “Sí, Señor, entra a mí vida, sé dueño de mi corazón,” vamos en arrepentimiento delante de Dios, en ese mismo instante nuestros pecados son perdonados. Eso es maravilloso. Es maravilloso después de uno tener esa experiencia cómo uno ve al mundo diferente. Todavía hay luchas, hay retos en cantidad, muchas cosas que arreglar, y seguirán hasta el Señor nos lleve de este mundo, pero es diferente porque hemos experimentado lo delicioso que es el perdón de Dios.

Y cuando él ofreció su vida en la cruz, qué nosotros recibimos? Recibimos perdón de nuestros pecados, él nos liberó de la esclavitud del pecado. En un sentido él pagó el precio con su propio cuerpo, derramando su sangre para que nosotros seamos libres. Y por ese acto de nosotros decir, “Sí, Señor, sé dueño de mí vida,” entonces somos llamados también hijos del Padre. Somos parte de la familia de Dios.

Así que ocurren muchos milagros solamente por el hecho de nosotros recibir aquello que ya Cristo pagó en la cruz por nosotros. Entonces, si nosotros hemos recibido eso, pues obviamente tenemos que hacerlo nosotros también hacia los demás. En Primera de Juan 1:19 es bien clara la oferta que Dios da acerca de lo disponible que es su perdón. Dice:

“…Si confesamos nuestros pecados – fíjense lo que dice – él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados…”

Claro, ¿verdad? Confesamos, él perdona.

“… y limpiarnos de toda maldad…”

El Señor quiere hacer un trabajo completo en cada uno de nosotros. Nuestra función es invitarlo a él y darle el permiso, porque es nos respeta tanto que si nosotros decimos, “No, Señor, yo no quiero que tu me limpies de mí pecado,” él no lo va a hacer. Nosotros no somos títeres en las manos de Dios. Él nos respeta y por eso es esa invitación. Si tu confiesas tus pecados yo soy fiel para perdonar tus pecados y limpiarte de toda maldad.

Y nosotros somos perdonados no porque nosotros lo merezcamos, porque no lo merecemos. Somos todos pecadores y lo que nos tocaría por nuestro pecado es la muerte, la muerte espiritual, pero sin embargo, porque no lo merecemos o porque hagamos buenas obras, pero somos perdonados, por qué? Por la gracia y la misericordia que Dios nos da a cada uno de nosotros. Yo creo que no hay nada en el mundo, ningún bien recibido que nosotros podamos mencionar, que sea más grande y más importante y más influyente en nuestra vida que el ser perdonados por Dios.

Saber que el Dios del universo que conoce todo acerca de nosotros, nos conoce por dentro y por fuera, conoce nuestra palabra, aún antes de que nosotros la digamos, conoce de dónde salimos, conoce hacia dónde vamos, que él nos dé su perdón. Yo pienso que una de las cosas claves en nuestra vida cristiana es meditar siempre en eso, reconocer de dónde nos sacó el Señor, porque a veces cuando caminamos en el Señor muchos años se nos olvida de dónde nos sacó el Señor y entonces tratamos a otros como con cierto desprecio, ah, mira ahí donde tu estás, cuando nosotros quizás estábamos en una condición aún peor. Nunca se nos olvide de dónde Dios nos sacó y de la gracia que él derramó por su misericordia.

Él no quiere que ninguno de nosotros se pierda. El profeta Miqueas una vez dijo que “Dios como tu, que perdona la maldad y olvida el pecado del remanente de su heredad, no retuvo para siempre su enojo porque se deleita en misericordia. Él volverá a tener misericordia de nosotros, sepultará nuestra iniquidades y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados.”

Qué hermosa imagen. Uno pensar que esos pecados no se quedan por ahí flotando sino que el Señor una vez nosotros nos arrepentimos, vamos delante de su presencia, él da un perdón en ese mismo instante y los echa en lo profundo del mar. Una vez alguien dijo que el Señor tira nuestros pecados al fondo del mar y después pone un letrero sobre ellos que dice, “Prohibido pescar.” Una vez que nosotros somos perdonados dejemos eso ahí, no volvamos a coquetear con ese pecado, ni a volver a tomar la carga, porque muchos de nosotros pasa eso. El Señor nos da su perdón tan liberalmente y volvemos otra vez y recogemos la carga como si el Señor no hubiera hecho su obra en nosotros.

Eso es el concepto que la gente habla acerca de perdonarnos a nosotros mismos. A veces el sentido de culpa es tan grande que los soltamos y los volvemos a agarrar, cuando ya el Señor lo tiró al fondo del mar y colocó ese letrero que dice, “Prohibido pescar.”

Ahora, eso no quiere decir que a veces tenemos que resolver ciertas cosas, hacer restauración de ciertas faltas que hemos cometido. O sea, no quiere decir que se perdonó y ya todo volvió a la normalidad. No es así. En la realidad eso no es así. Pero sí quiere decir que yo puedo con total confianza, gozarme en el perdón que Dios me ha dado y no volver a pecar más, como tantas veces dijo Jesús cuando habló en su ministerio terrenal.

El salmo 32 habla acerca del gozo del perdón y dice así:

“…Dichosos aquellos a quienes se les perdonan las transgresiones y se les cubren los pecados. Dicho aquel cuyo pecado el Señor no tomará en cuenta.”

El perdón de pecados trae dicha. Somos más que dichosos de poder saborear el perdón de Dios. El perdón de de transforma la mente, transforma el corazón, el cuerpo, el espíritu, todo, lo cubre todo. Es algo maravilloso. Es algo sobrenatural el perdón de Dios. Y es definitivo, como yo decía, el Señor un día no se levanta, “Ah, yo te perdoné ayer pero hoy cambié de idea, hoy te vuelvo a poner la carga.” Él no es así. Una vez que nosotros confesamos con sinceridad nuestro pecados el Señor da su perdón en ese mismo instante y ya, es para siempre, es definitivo.

En el ministerio de Cristo nosotros vemos que él no solamente sanaba las enfermedades, sino que acompañaba la sanidad del cuerpo con la sanidad del alma. Y obviamente empezaba con el perdón de los pecados. Un ejemplo de esto es, si recuerdan cuando estos amigos llevan a su amigo paralítico, quieren entrar a donde está Jesús predicando al pueblo, estaba dentro de una casa, y había una muchedumbre, no podían llegar al Señor, entonces se les ocurrió, vamos a quitar el techo, hacemos un agujero y bajamos a nuestro amigo por ahí que se acerque a Jesús. Y uno pensaría que lo primero que Jesús va a hacer es sanar su cuerpo, pero fíjense que las primeras palabras que Jesús le da a este hombre, le dice, “Hijo, tus pecados te son perdonados.”

Porque de qué te vale recibir sanidad del cuerpo si también no recibes el perdón de tus pecados. Es mucho más importante, es esencial, es para la eternidad. Este cuerpo se queda aquí, el perdón de nuestros pecados nos lleva por toda la eternidad con el Señor.

Y al final de su ministerio terrenal nosotros vemos a Jesús en un momento en que él estaba siendo azotado, vituperado, burlado, las palabras de Jesús son, “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.” Ese es nuestro Dios, un Dios perdonador, solamente tenemos que tener un corazón sinceramente arrepentido y el Señor enseguida está presto a darnos el perdón.

Y nosotros sabemos que todo privilegio, tenemos el privilegio de ser perdonados por el Señor, pero todo privilegio conlleva responsabilidad. Y cuál es la responsabilidad que tenemos por haber sido y por continuar siendo perdonados hasta el último día de nuestra vidas? Es perdonar a los que nos han ofendido ya y seguir perdonando en el futuro a aquellos que nos ofendan en el futuro. En otras palabras, nosotros somos perdonados para perdonar. Una cosa va con la otra.

El famoso escritor C.S. Lewis escribió lo siguiente, “Ser cristiano quiere decir que perdonas lo inexcusable en los demás porque Dios ha perdonado lo inexcusable en ti.” Perdonados para perdonar.

Dios nos ordena en su palabra perdonar, no es una sugerencia, es un mandato. Perdonar a los que nos han ofendido. Si ustedes se recuerdan la oración del Padre Nuestro, la oración modelo del Padre Nuestro, dice en uno de sus versículos, en Mateo 6:12,

“…Perdónanos nuestras deudas como también nosotros perdonamos a nuestros deudores…”

Y no se queda ahí con respecto al perdón, unos versículos más adelante él dice unas palabras que eliminan toda duda acerca de que perdonar es un mandato, dice en Mateo 6:14,

“…Porque si perdonan a otros sus ofensas también los perdonará a ustedes su Padre Celestial…”

Fíjense un ‘pero’, es un ‘pero’ de esos gigantes de las escrituras, pero… si no perdonan a otros sus ofensas tampoco su Padre les perdonará a ustedes las suyas. No puede ser más claro. Tenemos que perdonar. Hemos recibido un regalo inmerecido de parte de Dios y nuestra obligación en obediencia al Señor es que nosotros también perdonemos a los demás.

Pero ay, ay, ay, qué difícil es perdonar. Soy yo sola o ustedes también a veces tienen dificultad para perdonar. Hace poco estaba hablando con un hermano dominicano acerca de esto del perdón y me dice, “Ah, pero es fácil.” “No.” Verdaderamente no es fácil, no es fácil perdonar, especialmente cuando se tratan de ofensas serias. Hay cosas pequeñitas que las ignoramos y no las tomamos muy en cuenta pero hay ofensas que ay, ay, ay, qué difícil es aceptar este mandato a perdonar.

Pero no es porque sea fácil, lo hacemos porque Dios lo ordena y tenemos que hacerlo. Sencillamente a Dios le agrada nuestra obediencia. Y queramos o no nuestras ideas acerca de perdonar van a estar influenciadas por nuestra propia humanidad, por quiénes somos, porque somos pecadores, y también por nuestras experiencias de vida. Eso también influye en cuán fácil o cuán difícil o cuál dispuestos estemos a obedecer. Muchas veces decimos frases con un tono bien prepotente, como hay cosas que no se pueden perdonar. Yo perdono pero no olvido. Gran perdón, ¿verdad? O, la peor, el que me la hace, me la paga.

Muchas veces decimos eso aún conociendo al Señor, aun habiendo experimentado el gozo de su perdón, así es que hacemos. Y por qué es tan difícil? Por qué es tan difícil perdonar a otros cuando nos ofenden? Y eso yo se los digo no como alguien que ha llegado a un grado de perfección en eso. Hace poco tuve una experiencia que me dejó ver, guau! Hay mucho que crecer todavía, Meche. Y la clave es repasar esos conceptos para saber. Hice lo correcto en esa situación pero qué difícil se me hizo. Se me levantó el orgullo, y qué se cree esta persona después que yo hice ta, ta, por ella y ahora me hace esto y ese tipo de cosas que todos hacemos y sentimos. Es nuestra humanidad, nuestro egoísmo, pero entonces a nosotros enseguida tiene que venir el espíritu de Dios que nos diga, “Aja, okay! Pero… vas a obedecer o no vas a obedecer?” No tenemos otra cosa que obedecer al Señor en humildad, en humillarnos a él y obedecer.

Así que primero tenemos que reconocer que se nos hace difícil perdonar porque somos pecadores, porque hay orgullo y hay egoísmo dentro de nosotros y a veces decidimos no dar de gracia lo que nosotros hemos recibido de gracia. Y retenemos entonces el perdón que podemos dar en obediencia al Señor, decimos, “No, no lo voy a hacer.” Muchos de nosotros decimos, “No, yo no siento perdonar, y por eso no voy a perdonar,” como si esto fuera un asunto de emociones. El perdón no es un asunto de emociones, en última instancia es un asunto espiritual con consecuencias espirituales. Esa es la realidad, no es solamente… las emociones están involucradas pero no es un asunto meramente emocional.

Hay quienes no perdonan porque piensan que la hacerlo se están haciendo vulnerables a ser ofendidos nuevamente o que la otra persona considera que son débiles. Ahí, otra vez nuestro orgullo presente. Hay otros que tienen el mito que creen que para perdonar tiene que el ofensor venir a ponérsele de rodillas y pedirles, “Por favor, perdóname.” No es así, muchas veces el que nos ha ofendido no nos va a venir a pedir perdón. La verdad es que para perdonar, sabe cuánta gente se necesita? Es uno nada más. Bueno son dos, se necesitas tu y el Señor, la ayuda del Señor, pero en realidad es uno.

Ahora, nosotros confundimos el perdón con la reconciliación muchas veces. Para perdonar se necesita uno, para que haya reconciliación se necesitan dos personas. Y lo ideal es que en la mayor parte de situaciones haya reconciliación, pero muchas veces no es posible por muchas razones. A veces ni siquiera es recomendable que haya reconciliación por asuntos de que a la persona puede ponerse en peligro, puede ser peligro de muerte por asesinato, peligro porque ha habido abuso sexual o lo que sea, pero no siempre es posible y a veces es recomendable ni siquiera buscar la reconciliación, pero eso cancela el hecho de que como persona yo tengo que perdonar al otro. Hay situaciones que no convienen pero cuando se pueda, que es la mayor parte de las situaciones, debemos buscar reconciliación.

Hace muchos años una joven adulta vino a buscar consejo conmigo acerca de la dificultad de perdonar a un familiar y me confesó que ella estaba estancada, sentía que no podía crecer espiritualmente y estaba en lucha porque cuando ella era niña un familiar aprovechando la confianza que se le había dado dentro de la familia, la tocó a ella inapropiadamente, sexualmente en repetidas ocasiones. Así que todos estos años, estamos hablando de que habían pasada como 25 años de que esto había pasado, pero todavía el no poder perdonar a este hombre la torturaba. Ella me decía que el solo hecho de pensar que cuando ella lo perdonara iba a tener que reanudar una relación personal normal con él, que solamente de pensar eso la enfermaba. Definitivamente había tortura emocional por este hecho en ella.

Y entonces lo que hizo fue escogió endurecer su corazón pero eso la afectó en muchas áreas, no estaba libre en el Señor. La libertad que Dios quería que ella tuviera no la estaba teniendo por este deseo de ella de no perdonar a esta persona. Cuando yo le expliqué la diferencia entre perdonar y la reconciliación fue como si un peso se le cayera de los hombros porque reconoció que su deber, su responsabilidad delante de Dios era solamente perdonar a este hombre. Tan pronto ella entendió esa diferencia, yo creo que es bien importante que nosotros entendamos eso, no siempre podemos lograr reconciliación, a veces la persona hasta se ha muerte, cómo vamos a tener reconciliación con alguien que ya no está. Hay situaciones en que no se puede. Pero en todo lo posible lo vamos a buscar.

El asunto es que esta joven dio el primer paso, perdonó, allí mismo ella hizo su oración conmigo apoyándola en oración y pudo perdonar a este hombre. Y se le cayó esa carga de encima y fue libre en ese aspecto específico de su relación con Dios. Años después Dios le dio la oportunidad de ver a este hombre en una reunión familiar y pudo muy normalmente saludarlo brevemente y ya. Pero qué diferencia hace el perdón. Ella escogió perdonar y el Señor honró su perdón y le quitó la carga que ella estaba cargando por tanto tiempo.

Cuando nosotros retenemos el perdón, cuando decidimos firmemente no darlo, nosotros nos abrimos a la amargura, a un resentimiento y a veces ese resentimiento es como una bola de nieve que va bajando por una montaña, va adquiriendo más y más nieve hasta que se convierte en algo muy grande. Muchas veces eso nos pasa, por eso es tan importante… esto es cuestión de higiene diaria, perdonar a los que nos han ofendido y buscar reconciliación siempre que sea posible para no estar cargando amargura.

Miren, la amargura te hace más arrugas. Quién quiere más arrugas? Nadie. No haga eso, deje su carga, déjesela al Señor, no cargue la amargura cuando ya el Señor pagó ese precio en la cruz.

Yo he conocido personas que han asumido la amargura como casi parte de su identidad, de manera que esto de no perdonar es tan parte de ellos que impacta todas las áreas de su vida. Yo he visto personas enfermas porque no han perdonado. Quién quiere algo así? Quién quiere se tronche todo tu crecimiento emocional, tu crecimiento espiritual, sufrir, tener pesadillas, no dormir, arrugarse antes de tiempo, todas esas cosas, quién quiere eso? vamos a hacer higiene todos los días en ese sentido, vamos a dejar todas esas cosas y verdaderamente usar el perdón que nosotros tenemos que darle a otros en obediencia.

Alguien dijo que no perdonar es como tomarse un veneno y esperar que sea otro el que se muera. Por qué? Porque eso es lo que es no perdonar. Te envenena por dentro. No se tome ni quiera que alguien se muera por el veneno ni se lo tome usted tampoco. Es ridículo.

Yo he visto personas que todavía se reúsan perdonar a aquellos que han muerto y que les han hecho daño, y están reviviendo… yo conocí una vez una persona que 30 años después todavía reviviendo cada día el mal que una persona que ya había muerto hace 30 años le estaba haciendo. Qué terrible! Qué pérdida de energía! Qué pérdida de crecimiento uno hacer algo así! Que el Señor nos libre de eso. Tenemos que recordar por qué perdonamos, porque queremos ser obedientes. Por qué lo podemos hacer? Porque ya Cristo pagó el precio en la cruz para que lo podamos hacer.

Otra vez, no es fácil, yo no estoy diciendo que es fácil, pero una vez que lo hacemos es maravilloso lo que nosotros podemos ver. Muchos de nosotros, yo reconozco, que hemos recibido heridas y carencias en nuestra niñez que han creado en nosotros un complejo de rechazo y qué es lo que pasa cuando tenemos un complejo de rechazo? Es que para nosotros protegernos hemos creado unos muros alrededor de nosotros y entonces empezamos a ser bien sensibles. Puede ser que alguien haga un comentario, tenga un comportamiento que nosotros pensamos… a lo mejor es inocente, pero la persona que tiene el complejo de rechazo tiene la idea de que es porque se le quiere hacer daño.

Esa es un área de sanidad bien importante y es muy fácil reconocer a las personas que tienen complejo de rechazo porque cosas muy pequeñitas escalan muy rápidamente y andan con resentimiento, es muy triste y son el tipo de personas que cuando están en un grupo a veces tienen problema con todo el mundo. Es un área de sanidad, hay que en el nombre de Cristo aún esas experiencias que nos formaron así, en el nombre de Cristo sanar y seguir adelante para que no nos hagan daño.

Y hay gente que sencillamente han tenido experiencias terribles, lo reconocemos, pero a veces son experiencias que nosotros le abrimos una puerta muy grande a Satanás para que él haga más y más destrucción. Usted cree que Satanás quiere que usted perdone a los que lo han ofendido? Eso le agrada a él? No, todo lo contrario. Qué es lo que él hace? Susurra en nuestra mente, ah, pero tu lo perdonaste pero no se lo merecía. Y es verdad, a lo mejor no se lo merecía pero no lo hacemos porque la persona se lo merezca, lo hacemos porque estamos siendo obedientes al Señor, lo hacemos porque hemos recibido esa gracia de parte de Dios y nos toca a nosotros también perdonar a otros. No es asunto de que nadie se lo merezca o no.

Hace mucho tiempo, a través de mi trabajo yo conocí a una joven que había tenido unas experiencias horribles en la vida. Venía del Salvador y había pasado por la guerra civil que hubo en el Salvador, la de las guerrillas, y entre una sola de las experiencias terrible que esta joven presenció fue ver a sus pies a alguien matar a su propio padre, torturarlo primero y matarlo. Estamos hablando de una niña jovencita. Además en su hogar su mamá abusaba físicamente de ella con golpes, palabras, así que venía de un trasfondo trágico y muy sensible al rechazo.

Emigró a Boston, aquí se casó, tuvo 4 hijos, cuando yo la conocí eran pequeños, y cuando yo la conocí ella y su esposo se gritaban y se insultaban a diario. No era cuestión de un día sí y otro no, era diariamente. Ese era el pan de esa casa. Ella me confesó que no podía perdonarlo por cosas que él había hecho anteriormente en su matrimonio y que su manera de vengarse, porque no todas nos vengamos matando a alguien o dándole golpes, nos vengamos a veces en maneras muy sutiles que usted misma se engaña pensando que no está haciendo venganza, pero usted sabe de qué estoy hablando ¿verdad?

El asunto es que me dijo que su manera de vengarse era llamarlo ‘loco’ entre otras muchas cosas que yo no puedo decir aquí, pero eran insultos, lo ignoraba. Él le hablaba y ella volteaba los ojos y… lo ignoraba. Le gritaba diariamente y no cocinaba para él, varias cosas. O sea, ella le cortó el agua y la luz a este hombre. Una vez que tuvimos una visita yo sentí que era el momento para abordar el tema de lo que ya ella me había dicho que hacía y le hablé del poder restaurador del perdón de Dios hacia ella y del poder restaurador del perdón de unos a otros.

Y yo recuerdo su mirada de incredulidad, que qué? Yo le di una sugerencia de las cosas que ella podía para sanar su matrimonio. Yo le hablé del perdón y vi su mirada de incredulidad cuando yo le dije lo siguiente, “Mira, tu has estas 3 cosas y yo te aseguro que tu vida va a cambiar, la vida en tu hogar va a cambiar.” Yo comencé pidiéndole, lo primero que tu tienes que hacer es pídele al Señor la gracia para tu perdonar a tu esposo. Después le dije, muérdete la lengua y supera la tentación de devolver los gritos y los insultos de tu esposo. Y tercero, cocina todos los días y coman juntos como familia. Recuerdo su mirada de… uh-huh, ya. “Tu crees que yo puedo hacer eso?” Yo le aseguré, “Sí, tu puedes hacer eso. yo sé que tu eres una mujer espiritual, yo sé que Dios tiene el poder para ayudarte a hacer esas cosas.”

El asunto es que ella obedeció. Siguió la receta al pie de la letra. Y en ese proceso, aún cuando ella todavía no había visto frutos, comenzó a crecer su fe en Dios como Dios perdonador y comenzó a crecer la esperanza de que su hogar podía cambiar. Y con solo dos semanas de ella seguir esta receta, comenzó a ver cambios. Unos meses después logró que su esposo le permitiera ir a la iglesia una vez por semana, porque él tenía control de todo en la casa. Le dijo, “Puedes ir a la iglesia una vez por semana si cocinas antes.” Pero ella, su desea de crecer en el Señor era tan grande que dijo, bueno, esto es un precio pequeño a pagar, yo lo puedo pagar, porque ella había visto que el Señor había empezado a cambiar su hogar.

Un año después su esposo se convirtió en un discípulo de Cristo también y ya no solamente iba ella a la iglesia con los nenes sino él también. Y hasta este día siguen comprometidos en una iglesia en Boston, y no solamente eso sino que… cuando Dios entra en una familia y empieza a hacer cosas, él no se limita muchas veces a la cosa que nosotros pedimos inicialmente, esta era una familia extremadamente pobre. Me consta que muchas veces no había nada en la nevera, no había dinero para comprar nada, apenas para pagar el alquiler que aún así era bajo. Y a los 4 años pudieron comprar su propia casa. Una cosa maravillosa, es uno de los ejemplos más claros que yo he visto en mi vida de cómo Dios se mueve en una familia cuando una persona en esa familia toma el reto de perdonar. Es algo maravilloso.

Así mismo como pasó en la vida de esta mujer, yo sé que puede pasar en la vida de muchos más. Uno de los ejemplos más claros en la escritura acerca del perdón es la vida de José, que encontramos en Génesis. No podemos verlo directamente de la escritura mucho porque su historia cubre del capítulo 37 al 48, es bien grande, así que lo que quiero hacer en este momento es darle un resumen muy rápido de su historia para entonces entrar al aspecto del perdón.

Nosotros sabemos que José fue uno de los dos hijos menores de Jacob, del patriarca Jacob. Su madre, Raquel, que era la favorita de su papá había muerto dando a luz a Benjamín, a su hijo menor que era el único hermano menor que tenía José. Sabemos que tenía 10 hermanos mayores y que Jacob mostró preferencia siempre por José.

Y obviamente cuando pasa en una familia, cuando una madre, un padre, muestra preferencia para un hijo, está creando ya una situación tóxica en la familia y obviamente qué pasó? Los hermanos mayores empezaron a despreciar por celos y envidia a José. En una ocasión le regaló a su hijo como para mostrar más su preferencia, una túnica muy hermosa que él se encargaba de usar con frecuencia y que obviamente les sacaba el monstruito a sus hermanos cada vez que la veían.

El asunto es que un día Jacob envía a José a visitar para saber noticias de los hermanos mayores que estaban muy lejos pastoreando, lo envía, “Ve a ver cómo están tus hermanos.” Y cuando ellos lo vieron venir de lejos, lo reconocieron por la túnica que él llevó – uno dice, para qué una persona se va a poner una túnica tan hermosa para un viaje largo, que se le va a ensuciar. José tenía quizás su problema de orgullo, eso no lo dudamos. El asunto es que sus hermanos empiezan a hablar entre sí y deciden matarlo. Pero en el momento de la verdad uno de ellos interviene y dice, “No lo matemos, de todas maneras es nuestra propia sangre, es nuestro hermano, no lo matemos.” Y pasó por allí una caravana de mercaderes entonces vendieron a José como esclavo a esos mercaderes.

Y nosotros sabemos por la historia que Dios protegió a José, él no murió en el anonimato como esclavo en Egipto, sino más bien a los 30 años la providencia divina lo llevó a la presencia del faraón donde él le interpretó dos sueños y desde ese momento fue nombrado segundo en comando en Egipto. Una historia fascinante y entre sus funciones estaba almacenar por 7 años de abundancia la comida en Egipto y luego saber cómo distribuirlas los 7 años siguientes donde iba a haber escasez.

Y la historia se pone muy interesante cuando un día, igual que otro, José está cumpliendo con sus funciones como segundo en comando y ve entrar a sus hermanos, a todos excepto a su hermano menor Benjamín. Obviamente qué pasa cuando enseguida tus recuerdos son que la última vez que tu viste a esas personas que están en tu presencia fueron momentos de traición donde tus propios hermanos te declararon palabras de muerte e intentaron matarte y te vendieron como esclavo? Qué escena tan terrible, ¿verdad? Tu pensar que ya eso era parte de tu pasado y de momento te encuentras otra vez con las personas que te han traicionado de una manera tan terrible.

Era un día común y corriente y lo que pasó es que José no se identificó inmediatamente ante ellos, pero más adelante sí lo hizo, a las 3 visitas de sus hermanos él lo hizo. Y ustedes se imaginan el terror que estos hombres tienen que haber sentido cuando se dieron cuenta que este hombre de gran poder en Egipto que estaba delante de ellos, era el mismo a quien ellos habían torturado e intentado matar muchos años antes. Y pensaron… obviamente qué tu piensas si tu le has hecho un mal a alguien? Tu piensas que la venganza viene. Pero sabemos por la historia que esa historia no terminó en venganza y en muerte sino en perdón y en reconciliación.

Y nosotros podemos inferir que la jornada de perdón de José no empezó cuando sus hermanos llegaron a dónde él. Yo creo que muchos años antes él había empezado a tomar decisiones que le habían permitido vivir una vida saludable emocional y espiritualmente. Algo que me hace pensar que es así es el nombre que él les dio a sus dos hijos. A su primogénito le dio el nombre de Manasés, que significa Dios me hizo olvidar todo mi trabajo o todas mis pruebas, todas mis penas y toda la casa de mi padre. Y a su segundo hijo le llamó Efraín, que quiere decir Dios me hizo fructificar en la tierra de mi aflicción.

Ya él había procesado parte de eso. Hay mucha sabiduría resumida en esos nombres. Expresan que José no le permitió, se determinó a impedir que su pasado determinara su futuro. Él dijo, yo he pasado muchas pruebas, he sido traicionado por mi propia familia, tuve que irme de mi casa y mi parentela. Aún en Egipto él sufrió mucho, fue traicionado también en Egipto, pero no voy a permitir que eso impide el futuro de bendición que Dios tiene para mí, que es algo que todos tenemos que hacer. No podemos permitir que el pasada que hemos vivido, las experiencias que hemos vivido marquen la pauta de lo que nosotros vamos a hacer hoy.

Y otra cosa que él hizo fue que decidió restaurar su vida y decidió dar fruto donde Dios lo tenía en ese momento. No permitir que el pasado determinara cuál era su comportamiento en ese momento. Y una cosa que vemos a través del relato una vez tras otra, es a él dándole gracias a Dios, reconociendo que los dones que él tenía, por ejemplo, ese don de interpretar los sueños, no venía de él, no era un don propio, Dios se lo había dado. Y en el pasaje se repite varias veces ese reconocimiento en humildad de que Dios le había dado lo que él tenía.

Y el hecho de que tenía un corazón agradecido con Dios lo ayudó a combatir la amargura, que muy entendiblemente él pudo haber tenido por la situación que había vivido. Él actuó justamente dentro de los marcos de su humanidad, él actuó con justicia. Y él fue capaz de perdonar, no porque fuera un gigante espiritual, como ninguno de nosotros aquí es un gigante espiritual, pero él conocía de Dios y pudo dentro de esa situación decir, yo voy a perdonar porque reconoció los peligros de no perdonar.

Un ejemplo que a veces se da en las familias es el ejemplo del adulterio. Y pongo este ejemplo porque muchas veces el perdón es un proceso. El perdón no es lineal, como que okay, ahora hago esto y pasa esto y pasa esto. Muchas veces no. a veces las heridas que hemos sufrido, las traiciones que hemos sufrido son tan fuertes que es un proceso que se toma tiempo, aun cuando hayamos perdonado sinceramente.

Y el ejemplo del adulterio viene a mi mente porque una vez una persona me dijo, “Yo creo que mi esposa no me ha perdonado porque no se comporta igual que antes.” A mí me constaba que esta mujer sí había perdonado sinceramente pero qué pasa muchas veces? Que ocurre el perdón pero entonces hay que ganarse la confianza. Tenemos que ir poquito a poco volviendo a edificar la relación. Y yo se los digo porque yo sé que hay muchas personas que piensan, okay, ya perdoné y las cosas tienen que volver como antes. O ya me perdonar y ya todo sigue igual. No, a veces hay ofensas tan serias que las cosas no pueden seguir igual. Espiritualmente sí son iguales porque ya hemos dado un paso de fe al perdonar, pero en el sentido de la humanidad hay que empezar otra vez a construir, a reconstruir, a sanar, a restaurar.

Es bueno entender que eso es un proceso y es bueno que ambos lo entiendan, tanto el que ofende como el que es ofendido. Parte de eso pasó con José. Yo creo que él no se identificó con ellos de primera intención, primero porque quería probarlos, quería saber si ellos habían cambiado y también porque las emociones que él sentía eran tan fuertes, había tanta angustia en su alma al volver a enfrentarse a las memorias de lo que esos hombres había hecho contra él y de toda la pérdida que vino a consecuencia. Lo hizo para probarlos y para darse tiempo para él poder procesar sus emociones.

Sin embargo, uno ve en uno de los comentarios de los hermanos, habían pasado ya 22 años y todavía ellos tenían claro en su mente una consciencia culpable. Una vez ellos dijeron, “verdaderamente hemos pecado contra nuestro hermano.” Y ellos no sabían que José entendía lo que ellos estaban diciendo entre sí, porque José no se había identificado todavía, y estaba hablando a través de un intérprete. “Verdaderamente hemos pecado contra nuestro hermano pues vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba y no le escuchamos. Por eso ha venido sobre nosotros esta angustia.”

Y José tuvo misericordia de ellos. No solamente en obediencia a Dios sino porque él podía entender la necesidad que ellos tenían y él deseaba reconciliación. Una vez más adelante él dice, “Mira, yo soy José, yo soy su hermano José,” y ahí es donde obviamente entra el terror en ellos. Pero él no ignora lo que sus hermanos le han hecho, pero sin embargo les da palabra de consuelo. Miren lo que dice a sus hermanos en Génesis 45:

“….Pero ahora por favor no aflijan más ni se reprochen el haberme vendido, pues en realidad fue Dios quien me mandó delante de ustedes para salvar vidas. Desde hace 2 años la región está sufriendo hambre y todavía faltan 5 años más en que no habrá siembras ni cosechas, por eso Dios me envió delante de ustedes para salvarles la vida de manera extraordinaria y de ese modo asegurarles descendencia sobre la tierra…”

José era un hombre de fe. Al hablarle así a sus hermanos los consuela. Eso trae consuelo. Y les hace ver que Dios redimió el sufrimiento y Dios lo puede hacer con todas nuestras situaciones de vida. Eso nos apunta a Romanos 8:28, palabras muy conocidas donde dice,

“… Y sabemos que los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien, esto es a los que conforme a su propósito son llamados…”

Esas palabras nos llenan de esperanza porque nos recuerda que cuando nuestro caminar con Dios es sincero él obra en medio de todas las circunstancias. Para Dios no hay desperdicios en nuestra vida, no importa qué hayamos pasado. Así que él tomó esa decisión, él tomó la decisión de no retener el perdón.

Ustedes se imaginan lo que hubiera pasado si José no hubiera perdonado? El cuadro hubiera sido totalmente diferente. Si él hubiera usado venganza y hubiera hecho el famoso ojo por ojo, diente por diente, de tu me hiciste tal cosa, yo te hago lo mismo. Pero José no escogió eso, escogió perdonar y reconciliar. Él escogió perdonar y dar fruto dentro de su aflicción, rechazar la tentación de caer en amargura, porque todos tenemos esa tentación. Renunciar a la venganza y como les dije antes, no toda venganza es muerte, hay venganzas que son muy sutiles. Ejercer la gracia y la misericordia, él entendió la necesidad de sus hermanos y por eso porque él pudo hacer todo esto, él recogió muchos frutos.

Y uno de los frutos fue reconciliarse con sus hermanos, poder compartir con su amado padre, a quien hacía 22 años que no veía, y los últimos 17 años de la vida de Jacob, él pudo compartir con él, pudo tener el privilegio de que su padre conociera y bendijera a sus propios hijos. Eso no se hubiera podido dar si él no hubiera perdonado a sus hermanos. Fue instrumento de salvación para toda su casa. Fue canal de bendición para futuras generaciones.

Uno no sabe… el perdón que tu das hoy puede ser la clave para el futuro de tu familia. Puede ser la clave para que se salve un matrimonio, puede ser la clave para que tus hijos tengan vidas fructíferas en el futuro, puede ser la clave para que haya unidad en tu familia. A veces se necesita una sola persona en una familia que sea obediente, perdonando, para que Dios sane a toda una multitud como lo vemos en la vida de José.

Otra vez, esto es un mandato, tenemos que hacerlo porque Dios nos lo manda, es necesario. Al José perdonar él pudo continuar el cumplimiento de las promesas que Dios le había hecho a los patriarcas anteriores, a Abraham, a Isaac y a Jacob. Él puso seguir la bendición que Dios ya había… estaba caminando en promesa, él por su sí al perdón de sus hermanos, por buscar esa reconciliación pudo ver ese fruto.

Tu te imaginas lo que tu perdón sincero puede hacer en las manos de Dios? Muchas cosas maravillosas. Quizás alguno de ustedes está aquí hoy y alguien le ha ofendido y no ha podido perdonarlo o perdonarla. Yo te digo en este día que Dios conoce tu corazón, él conoce que es difícil, él entiende, él conoce tu condición, él no es ajeno a eso, él conoce las luchas que hay dentro de tu corazón, él conoce la ofensa que te han hecho, pero precisamente porque conoce también ha dado en su palabra todo lo que tu necesitas para que tu puedas perdonar. Si tu has nacido de nuevo tu sabes que tus pecados han sido perdonados. Se acuerdan que al principio dije que somos perdonados para perdonar. Y tu sabes que en todo momento tu tienes acceso al Padre Celestial.

Hebreos 4:16 lo dice así: “…Acerquémonos pues confiadamente al trono de la gracia para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro…”

Te digo a ti, acércate pues confiadamente al trono de la gracia para alcances misericordia y halles gracia para el oportuno socorro. El oportuno socorro es… Dios sabe ya lo que tu necesitas y ya en el trono de la gracia él tiene preparado un paquetito que tiene tu nombre para que tu simplemente lo reclames y lo recibas. Muchos de nosotros vamos a tener a donde el Señor a pedir perdón por nuestros pecados, pero no hagamos eso solamente, hagamos también ir al trono del Señor, entrar confiadamente a su presencia para pedirle la gracia que necesitamos para nosotros perdonar a otros.

La gracia está ahí, está lista, está el paquetito ya con tu nombre, el Señor sabe todas las cosas, él sabe lo que tu necesitas hoy, él sabe lo que vas a necesitar mañana, pero ya eso está ahí esperando por ti. Lo único que tu tienes que hacer es apropiarte de esa gracia del Señor. Ya él ha dado la palabra, ya Cristo dio su vida en la cruz para que todas nuestras dolencias sean sanadas.

Así que yo te invito en este día a que tu tomes la decisión de perdonar, y no esperes… a veces se habla de… como que perdonar es algo lineal, automático, ya se resolvió todo. No. muchas veces lo primero es tomar la decisión de perdonar y lo demás muchas veces se lo dejamos al Señor. A veces las emociones no están alineadas con el perdón que nosotros queremos dar y necesitamos dar. Nos pasa muchas veces, pero por fe nosotros perdonamos y en fe esperamos a que Dios nos dé ese oportuno socorro extra, que nuestras emociones vayan cambiando y poniéndose a tono con ese perdón de manera que pueda haber reconciliación en todas las relaciones en que nosotros estamos.

Dios es maravilloso. Dios no se queda corto nunca. Todo lo que tu le pides al Señor sinceramente él te lo da. Lo sé por experiencia propia. En mi vida me han pasado cosas que yo pensé que nunca me pasarían y que me han confrontado con la realidad de perdono o no perdono. Pero cuando estamos en el Señor no hay otra opción, mi querida hermana y mi querido hermano, no importa qué haya pasado, la única opción que nosotros tenemos que hacer es en humildad, obedecer al Señor e ir a su trono de gracia, coger la gracia para perdonar y seguir adelante en nuestro camino.

Dios te va a bendecir por eso. El Señor una vez me lo dijo claramente, porque actuaste con justicia, porque perdoné en una situación, te bendeciré. Y así mismo ha sido, me ha bendecido grandemente. Y así mismo a ti te va a bendecir si tu haces eso.

Señor, gracias por tu palabra, Dios. Gracias por el perdón de nuestros pecados oh Dios. Señor en humildad nos ponemos delante de su presencia, Señor, yo represento a mis hermanos aquí, Señor, a pedirte la gracia que necesitamos para este día para perdonar a todo aquel que nos ha ofendido, Señor. Señor, queremos ser humildes delante de ti, queremos ser obedientes. Ayúdanos Señor, llévanos de la mano, a veces en ese difícil camino y danos la gracia para hacer aquello que tu nos has mandado hacer, Señor. Gracias, Padre. Amén.

La práctica del perdón

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Roberto ha estado hablando acerca de principios y prácticas que nos ayudan a mantener y a crecer en nuestra salud emocional. Y hoy yo quiero seguir más o menos en esa línea añadiendo una práctica más y es la práctica del perdón. Antes de ser azotados por la palabra yo quiero reconocer que en esta iglesia hay miles, cientos, de testimonios de personas que han practicado precisamente lo que yo voy a comportar en este día, el perdonar.

Yo he sido ministrada por el perdón que yo he visto a ustedes ejercer y dar tan generosamente en sus vidas. Entre nosotros hay personas que han sido traicionados por un esposo, por una esposa, que han sido traicionados por un hijo, personas que han sufrido hijos que han muerto por asesinato de otra persona. Y yo quiero honrarlos a ustedes dejándoles saber que su testimonio es poderoso dentro de este pueblo y que no es pasado por alto. Y si no lo paso por alto yo, una humana, menos lo hace el Señor. El Señor se agrada de ustedes cuando ustedes han ejercido ese privilegio que ustedes tienen, ese mandato de perdonar en sus vidas. Así que les doy las gracias por el testimonio vivo que dan en medio de su pueblo de esos actos de perdón.

Quién no necesita ser perdonado? Alguno de ustedes nunca ha cometido una ofensa que necesite ser perdonada? Nadie se atrevería a levantar la mano, ¿verdad? Quién de ustedes no ha sido ofendido, que usted haya tenido que perdonar? Todos caemos en esa categoría, nadie se escapa. Mientras estemos en este mundo mortal vamos a ser ofendidos y vamos a ofender, a veces no intencionalmente pero es parte de la naturaleza humana.

Y yo reconozco que una de las prácticas que tenemos nosotros que tomar en cuenta y crecer en ella es la práctica de perdonar a los demás. Cuando no perdonamos a los demás nos estamos nos estancamos, dejamos de crecer. Y yo creo que no hay un matrimonio, una relación de esposo, una relación de padres a hijos, una relación de hermanos, de familiares, de creyente con creyente, que en algún momento no tenga que perdonar. Es imposible. Estamos de acuerdo en eso, es imposible vivir esta vida y no tener que pasar esa experiencia de perdonar.

Para que puedan sobrevivir todas esas relaciones tenemos que perdonar, porque todos somos pecadores. Desde nuestra niñez empezamos a demostrar esos comportamientos de que somos pecadores. Un cuento que mi esposo y su familia me ha hecho, lo he escuchado varias veces, es con respecto a esto que aún de niños ya estamos demostrando que somos pecadores. Roberto, mi esposo, y su hermano Virgilio, ellos se llevan solamente 10 meses de diferencia y por eso tenían un pelea continuamente, me quitaste aquello, mira lo que hizo, mira qué me dijo, un golpetazo porque tu me diste primero, yo tengo el derecho de darte.

Todo ese tipo de situaciones vemos en nuestros hogares continuamente, y ya Toñita, mi suegra, esta hastiada del asunto, era continuamente la misma cosa, hasta aquí llegó. Intentó tener una conversación con… Tu, Roberto perdona a tu hermano, perdona a Roberto, pero nada, seguían peleando. Ella dijo, okay, ustedes no quieren perdonar y quieren seguir, van a ver ahora lo que yo voy a hacer. Y lo que hizo fue que los puso a ambos en una cama cubierta con un mosquitero y los dejó ahí horas y horas y horas. En principio no pasó mucho, cada uno molesto con el otro, después empezaron a jugaron y cuando ya se acabó el castigo, eran los mejores amigos del mundo. Oh, manito, toma mi carrito, úsalo tu primero. Y era una amistad y un amor… esa es la terapia del mosquitero, por si la quieren repetir en su casa.

Hasta el día de hoy son buenos amigos. Hay terapias que recibimos en la niñez, la sabiduría de nuestros padres que nos ayudan precisamente a crecer en lo que es perdón y a desarrollar destrezas en esa área. Son cosas aprendidas, no nos salen natural. Todo el que sabe que alguien lo ha ofendido, lo primero a uno le quiere salir el monstruito que todos tenemos adentro. Tenemos que sujetarlo y decir, no, vieja mujer, viejo hombre, ya tu moriste, ahora yo sé que yo puedo perdonar porque Cristo nos perdonó a nosotros.

Y nosotros sabemos que el perdón es entrar en las escrituras. No solamente en el Nuevo Testamento sino desde el Antiguo Testamento hay muchas menciones acerca más bien del perdón de Dios pero también de ejercer justicia perdonándonos unos a otros. Así que es un concepto central, no hay manera que nosotros estudiemos la palabra y que no veamos muy claro el concepto del perdón.

Y cuál es el fundamento de nosotros perdonar? Obviamente, el fundamento es para nosotros poder perdonar tenemos que reconocer que primero fuimos perdonados. Por qué fuimos perdonados? Cristo en la cruz pagó el precio para que nosotros tengamos salvación eterna que con nuestro arrepentimiento y recibir el perdón de Dios. Es maravilloso. En el primer instante que tu le dices, “Sí, Señor, entra a mí vida, sé dueño de mi corazón,” vamos en arrepentimiento delante de Dios, en ese mismo instante nuestros pecados son perdonados. Eso es maravilloso. Es maravilloso después de uno tener esa experiencia cómo uno ve al mundo diferente. Todavía hay luchas, hay retos en cantidad, muchas cosas que arreglar, y seguirán hasta el Señor nos lleve de este mundo, pero es diferente porque hemos experimentado lo delicioso que es el perdón de Dios.

Y cuando él ofreció su vida en la cruz, qué nosotros recibimos? Recibimos perdón de nuestros pecados, él nos liberó de la esclavitud del pecado. En un sentido él pagó el precio con su propio cuerpo, derramando su sangre para que nosotros seamos libres. Y por ese acto de nosotros decir, “Sí, Señor, sé dueño de mí vida,” entonces somos llamados también hijos del Padre. Somos parte de la familia de Dios.

Así que ocurren muchos milagros solamente por el hecho de nosotros recibir aquello que ya Cristo pagó en la cruz por nosotros. Entonces, si nosotros hemos recibido eso, pues obviamente tenemos que hacerlo nosotros también hacia los demás. En Primera de Juan 1:19 es bien clara la oferta que Dios da acerca de lo disponible que es su perdón. Dice:

“…Si confesamos nuestros pecados – fíjense lo que dice – él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados…”

Claro, ¿verdad? Confesamos, él perdona.

“… y limpiarnos de toda maldad…”

El Señor quiere hacer un trabajo completo en cada uno de nosotros. Nuestra función es invitarlo a él y darle el permiso, porque es nos respeta tanto que si nosotros decimos, “No, Señor, yo no quiero que tu me limpies de mí pecado,” él no lo va a hacer. Nosotros no somos títeres en las manos de Dios. Él nos respeta y por eso es esa invitación. Si tu confiesas tus pecados yo soy fiel para perdonar tus pecados y limpiarte de toda maldad.

Y nosotros somos perdonados no porque nosotros lo merezcamos, porque no lo merecemos. Somos todos pecadores y lo que nos tocaría por nuestro pecado es la muerte, la muerte espiritual, pero sin embargo, porque no lo merecemos o porque hagamos buenas obras, pero somos perdonados, por qué? Por la gracia y la misericordia que Dios nos da a cada uno de nosotros. Yo creo que no hay nada en el mundo, ningún bien recibido que nosotros podamos mencionar, que sea más grande y más importante y más influyente en nuestra vida que el ser perdonados por Dios.

Saber que el Dios del universo que conoce todo acerca de nosotros, nos conoce por dentro y por fuera, conoce nuestra palabra, aún antes de que nosotros la digamos, conoce de dónde salimos, conoce hacia dónde vamos, que él nos dé su perdón. Yo pienso que una de las cosas claves en nuestra vida cristiana es meditar siempre en eso, reconocer de dónde nos sacó el Señor, porque a veces cuando caminamos en el Señor muchos años se nos olvida de dónde nos sacó el Señor y entonces tratamos a otros como con cierto desprecio, ah, mira ahí donde tu estás, cuando nosotros quizás estábamos en una condición aún peor. Nunca se nos olvide de dónde Dios nos sacó y de la gracia que él derramó por su misericordia.

Él no quiere que ninguno de nosotros se pierda. El profeta Miqueas una vez dijo que “Dios como tu, que perdona la maldad y olvida el pecado del remanente de su heredad, no retuvo para siempre su enojo porque se deleita en misericordia. Él volverá a tener misericordia de nosotros, sepultará nuestra iniquidades y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados.”

Qué hermosa imagen. Uno pensar que esos pecados no se quedan por ahí flotando sino que el Señor una vez nosotros nos arrepentimos, vamos delante de su presencia, él da un perdón en ese mismo instante y los echa en lo profundo del mar. Una vez alguien dijo que el Señor tira nuestros pecados al fondo del mar y después pone un letrero sobre ellos que dice, “Prohibido pescar.” Una vez que nosotros somos perdonados dejemos eso ahí, no volvamos a coquetear con ese pecado, ni a volver a tomar la carga, porque muchos de nosotros pasa eso. El Señor nos da su perdón tan liberalmente y volvemos otra vez y recogemos la carga como si el Señor no hubiera hecho su obra en nosotros.

Eso es el concepto que la gente habla acerca de perdonarnos a nosotros mismos. A veces el sentido de culpa es tan grande que los soltamos y los volvemos a agarrar, cuando ya el Señor lo tiró al fondo del mar y colocó ese letrero que dice, “Prohibido pescar.”

Ahora, eso no quiere decir que a veces tenemos que resolver ciertas cosas, hacer restauración de ciertas faltas que hemos cometido. O sea, no quiere decir que se perdonó y ya todo volvió a la normalidad. No es así. En la realidad eso no es así. Pero sí quiere decir que yo puedo con total confianza, gozarme en el perdón que Dios me ha dado y no volver a pecar más, como tantas veces dijo Jesús cuando habló en su ministerio terrenal.

El salmo 32 habla acerca del gozo del perdón y dice así:

“…Dichosos aquellos a quienes se les perdonan las transgresiones y se les cubren los pecados. Dicho aquel cuyo pecado el Señor no tomará en cuenta.”

El perdón de pecados trae dicha. Somos más que dichosos de poder saborear el perdón de Dios. El perdón de de transforma la mente, transforma el corazón, el cuerpo, el espíritu, todo, lo cubre todo. Es algo maravilloso. Es algo sobrenatural el perdón de Dios. Y es definitivo, como yo decía, el Señor un día no se levanta, “Ah, yo te perdoné ayer pero hoy cambié de idea, hoy te vuelvo a poner la carga.” Él no es así. Una vez que nosotros confesamos con sinceridad nuestro pecados el Señor da su perdón en ese mismo instante y ya, es para siempre, es definitivo.

En el ministerio de Cristo nosotros vemos que él no solamente sanaba las enfermedades, sino que acompañaba la sanidad del cuerpo con la sanidad del alma. Y obviamente empezaba con el perdón de los pecados. Un ejemplo de esto es, si recuerdan cuando estos amigos llevan a su amigo paralítico, quieren entrar a donde está Jesús predicando al pueblo, estaba dentro de una casa, y había una muchedumbre, no podían llegar al Señor, entonces se les ocurrió, vamos a quitar el techo, hacemos un agujero y bajamos a nuestro amigo por ahí que se acerque a Jesús. Y uno pensaría que lo primero que Jesús va a hacer es sanar su cuerpo, pero fíjense que las primeras palabras que Jesús le da a este hombre, le dice, “Hijo, tus pecados te son perdonados.”

Porque de qué te vale recibir sanidad del cuerpo si también no recibes el perdón de tus pecados. Es mucho más importante, es esencial, es para la eternidad. Este cuerpo se queda aquí, el perdón de nuestros pecados nos lleva por toda la eternidad con el Señor.

Y al final de su ministerio terrenal nosotros vemos a Jesús en un momento en que él estaba siendo azotado, vituperado, burlado, las palabras de Jesús son, “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.” Ese es nuestro Dios, un Dios perdonador, solamente tenemos que tener un corazón sinceramente arrepentido y el Señor enseguida está presto a darnos el perdón.

Y nosotros sabemos que todo privilegio, tenemos el privilegio de ser perdonados por el Señor, pero todo privilegio conlleva responsabilidad. Y cuál es la responsabilidad que tenemos por haber sido y por continuar siendo perdonados hasta el último día de nuestra vidas? Es perdonar a los que nos han ofendido ya y seguir perdonando en el futuro a aquellos que nos ofendan en el futuro. En otras palabras, nosotros somos perdonados para perdonar. Una cosa va con la otra.

El famoso escritor C.S. Lewis escribió lo siguiente, “Ser cristiano quiere decir que perdonas lo inexcusable en los demás porque Dios ha perdonado lo inexcusable en ti.” Perdonados para perdonar.

Dios nos ordena en su palabra perdonar, no es una sugerencia, es un mandato. Perdonar a los que nos han ofendido. Si ustedes se recuerdan la oración del Padre Nuestro, la oración modelo del Padre Nuestro, dice en uno de sus versículos, en Mateo 6:12,

“…Perdónanos nuestras deudas como también nosotros perdonamos a nuestros deudores…”

Y no se queda ahí con respecto al perdón, unos versículos más adelante él dice unas palabras que eliminan toda duda acerca de que perdonar es un mandato, dice en Mateo 6:14,

“…Porque si perdonan a otros sus ofensas también los perdonará a ustedes su Padre Celestial…”

Fíjense un ‘pero’, es un ‘pero’ de esos gigantes de las escrituras, pero… si no perdonan a otros sus ofensas tampoco su Padre les perdonará a ustedes las suyas. No puede ser más claro. Tenemos que perdonar. Hemos recibido un regalo inmerecido de parte de Dios y nuestra obligación en obediencia al Señor es que nosotros también perdonemos a los demás.

Pero ay, ay, ay, qué difícil es perdonar. Soy yo sola o ustedes también a veces tienen dificultad para perdonar. Hace poco estaba hablando con un hermano dominicano acerca de esto del perdón y me dice, “Ah, pero es fácil.” “No.” Verdaderamente no es fácil, no es fácil perdonar, especialmente cuando se tratan de ofensas serias. Hay cosas pequeñitas que las ignoramos y no las tomamos muy en cuenta pero hay ofensas que ay, ay, ay, qué difícil es aceptar este mandato a perdonar.

Pero no es porque sea fácil, lo hacemos porque Dios lo ordena y tenemos que hacerlo. Sencillamente a Dios le agrada nuestra obediencia. Y queramos o no nuestras ideas acerca de perdonar van a estar influenciadas por nuestra propia humanidad, por quiénes somos, porque somos pecadores, y también por nuestras experiencias de vida. Eso también influye en cuán fácil o cuán difícil o cuál dispuestos estemos a obedecer. Muchas veces decimos frases con un tono bien prepotente, como hay cosas que no se pueden perdonar. Yo perdono pero no olvido. Gran perdón, ¿verdad? O, la peor, el que me la hace, me la paga.

Muchas veces decimos eso aún conociendo al Señor, aun habiendo experimentado el gozo de su perdón, así es que hacemos. Y por qué es tan difícil? Por qué es tan difícil perdonar a otros cuando nos ofenden? Y eso yo se los digo no como alguien que ha llegado a un grado de perfección en eso. Hace poco tuve una experiencia que me dejó ver, guau! Hay mucho que crecer todavía, Meche. Y la clave es repasar esos conceptos para saber. Hice lo correcto en esa situación pero qué difícil se me hizo. Se me levantó el orgullo, y qué se cree esta persona después que yo hice ta, ta, por ella y ahora me hace esto y ese tipo de cosas que todos hacemos y sentimos. Es nuestra humanidad, nuestro egoísmo, pero entonces a nosotros enseguida tiene que venir el espíritu de Dios que nos diga, “Aja, okay! Pero… vas a obedecer o no vas a obedecer?” No tenemos otra cosa que obedecer al Señor en humildad, en humillarnos a él y obedecer.

Así que primero tenemos que reconocer que se nos hace difícil perdonar porque somos pecadores, porque hay orgullo y hay egoísmo dentro de nosotros y a veces decidimos no dar de gracia lo que nosotros hemos recibido de gracia. Y retenemos entonces el perdón que podemos dar en obediencia al Señor, decimos, “No, no lo voy a hacer.” Muchos de nosotros decimos, “No, yo no siento perdonar, y por eso no voy a perdonar,” como si esto fuera un asunto de emociones. El perdón no es un asunto de emociones, en última instancia es un asunto espiritual con consecuencias espirituales. Esa es la realidad, no es solamente… las emociones están involucradas pero no es un asunto meramente emocional.

Hay quienes no perdonan porque piensan que la hacerlo se están haciendo vulnerables a ser ofendidos nuevamente o que la otra persona considera que son débiles. Ahí, otra vez nuestro orgullo presente. Hay otros que tienen el mito que creen que para perdonar tiene que el ofensor venir a ponérsele de rodillas y pedirles, “Por favor, perdóname.” No es así, muchas veces el que nos ha ofendido no nos va a venir a pedir perdón. La verdad es que para perdonar, sabe cuánta gente se necesita? Es uno nada más. Bueno son dos, se necesitas tu y el Señor, la ayuda del Señor, pero en realidad es uno.

Ahora, nosotros confundimos el perdón con la reconciliación muchas veces. Para perdonar se necesita uno, para que haya reconciliación se necesitan dos personas. Y lo ideal es que en la mayor parte de situaciones haya reconciliación, pero muchas veces no es posible por muchas razones. A veces ni siquiera es recomendable que haya reconciliación por asuntos de que a la persona puede ponerse en peligro, puede ser peligro de muerte por asesinato, peligro porque ha habido abuso sexual o lo que sea, pero no siempre es posible y a veces es recomendable ni siquiera buscar la reconciliación, pero eso cancela el hecho de que como persona yo tengo que perdonar al otro. Hay situaciones que no convienen pero cuando se pueda, que es la mayor parte de las situaciones, debemos buscar reconciliación.

Hace muchos años una joven adulta vino a buscar consejo conmigo acerca de la dificultad de perdonar a un familiar y me confesó que ella estaba estancada, sentía que no podía crecer espiritualmente y estaba en lucha porque cuando ella era niña un familiar aprovechando la confianza que se le había dado dentro de la familia, la tocó a ella inapropiadamente, sexualmente en repetidas ocasiones. Así que todos estos años, estamos hablando de que habían pasada como 25 años de que esto había pasado, pero todavía el no poder perdonar a este hombre la torturaba. Ella me decía que el solo hecho de pensar que cuando ella lo perdonara iba a tener que reanudar una relación personal normal con él, que solamente de pensar eso la enfermaba. Definitivamente había tortura emocional por este hecho en ella.

Y entonces lo que hizo fue escogió endurecer su corazón pero eso la afectó en muchas áreas, no estaba libre en el Señor. La libertad que Dios quería que ella tuviera no la estaba teniendo por este deseo de ella de no perdonar a esta persona. Cuando yo le expliqué la diferencia entre perdonar y la reconciliación fue como si un peso se le cayera de los hombros porque reconoció que su deber, su responsabilidad delante de Dios era solamente perdonar a este hombre. Tan pronto ella entendió esa diferencia, yo creo que es bien importante que nosotros entendamos eso, no siempre podemos lograr reconciliación, a veces la persona hasta se ha muerte, cómo vamos a tener reconciliación con alguien que ya no está. Hay situaciones en que no se puede. Pero en todo lo posible lo vamos a buscar.

El asunto es que esta joven dio el primer paso, perdonó, allí mismo ella hizo su oración conmigo apoyándola en oración y pudo perdonar a este hombre. Y se le cayó esa carga de encima y fue libre en ese aspecto específico de su relación con Dios. Años después Dios le dio la oportunidad de ver a este hombre en una reunión familiar y pudo muy normalmente saludarlo brevemente y ya. Pero qué diferencia hace el perdón. Ella escogió perdonar y el Señor honró su perdón y le quitó la carga que ella estaba cargando por tanto tiempo.

Cuando nosotros retenemos el perdón, cuando decidimos firmemente no darlo, nosotros nos abrimos a la amargura, a un resentimiento y a veces ese resentimiento es como una bola de nieve que va bajando por una montaña, va adquiriendo más y más nieve hasta que se convierte en algo muy grande. Muchas veces eso nos pasa, por eso es tan importante… esto es cuestión de higiene diaria, perdonar a los que nos han ofendido y buscar reconciliación siempre que sea posible para no estar cargando amargura.

Miren, la amargura te hace más arrugas. Quién quiere más arrugas? Nadie. No haga eso, deje su carga, déjesela al Señor, no cargue la amargura cuando ya el Señor pagó ese precio en la cruz.

Yo he conocido personas que han asumido la amargura como casi parte de su identidad, de manera que esto de no perdonar es tan parte de ellos que impacta todas las áreas de su vida. Yo he visto personas enfermas porque no han perdonado. Quién quiere algo así? Quién quiere se tronche todo tu crecimiento emocional, tu crecimiento espiritual, sufrir, tener pesadillas, no dormir, arrugarse antes de tiempo, todas esas cosas, quién quiere eso? vamos a hacer higiene todos los días en ese sentido, vamos a dejar todas esas cosas y verdaderamente usar el perdón que nosotros tenemos que darle a otros en obediencia.

Alguien dijo que no perdonar es como tomarse un veneno y esperar que sea otro el que se muera. Por qué? Porque eso es lo que es no perdonar. Te envenena por dentro. No se tome ni quiera que alguien se muera por el veneno ni se lo tome usted tampoco. Es ridículo.

Yo he visto personas que todavía se reúsan perdonar a aquellos que han muerto y que les han hecho daño, y están reviviendo… yo conocí una vez una persona que 30 años después todavía reviviendo cada día el mal que una persona que ya había muerto hace 30 años le estaba haciendo. Qué terrible! Qué pérdida de energía! Qué pérdida de crecimiento uno hacer algo así! Que el Señor nos libre de eso. Tenemos que recordar por qué perdonamos, porque queremos ser obedientes. Por qué lo podemos hacer? Porque ya Cristo pagó el precio en la cruz para que lo podamos hacer.

Otra vez, no es fácil, yo no estoy diciendo que es fácil, pero una vez que lo hacemos es maravilloso lo que nosotros podemos ver. Muchos de nosotros, yo reconozco, que hemos recibido heridas y carencias en nuestra niñez que han creado en nosotros un complejo de rechazo y qué es lo que pasa cuando tenemos un complejo de rechazo? Es que para nosotros protegernos hemos creado unos muros alrededor de nosotros y entonces empezamos a ser bien sensibles. Puede ser que alguien haga un comentario, tenga un comportamiento que nosotros pensamos… a lo mejor es inocente, pero la persona que tiene el complejo de rechazo tiene la idea de que es porque se le quiere hacer daño.

Esa es un área de sanidad bien importante y es muy fácil reconocer a las personas que tienen complejo de rechazo porque cosas muy pequeñitas escalan muy rápidamente y andan con resentimiento, es muy triste y son el tipo de personas que cuando están en un grupo a veces tienen problema con todo el mundo. Es un área de sanidad, hay que en el nombre de Cristo aún esas experiencias que nos formaron así, en el nombre de Cristo sanar y seguir adelante para que no nos hagan daño.

Y hay gente que sencillamente han tenido experiencias terribles, lo reconocemos, pero a veces son experiencias que nosotros le abrimos una puerta muy grande a Satanás para que él haga más y más destrucción. Usted cree que Satanás quiere que usted perdone a los que lo han ofendido? Eso le agrada a él? No, todo lo contrario. Qué es lo que él hace? Susurra en nuestra mente, ah, pero tu lo perdonaste pero no se lo merecía. Y es verdad, a lo mejor no se lo merecía pero no lo hacemos porque la persona se lo merezca, lo hacemos porque estamos siendo obedientes al Señor, lo hacemos porque hemos recibido esa gracia de parte de Dios y nos toca a nosotros también perdonar a otros. No es asunto de que nadie se lo merezca o no.

Hace mucho tiempo, a través de mi trabajo yo conocí a una joven que había tenido unas experiencias horribles en la vida. Venía del Salvador y había pasado por la guerra civil que hubo en el Salvador, la de las guerrillas, y entre una sola de las experiencias terrible que esta joven presenció fue ver a sus pies a alguien matar a su propio padre, torturarlo primero y matarlo. Estamos hablando de una niña jovencita. Además en su hogar su mamá abusaba físicamente de ella con golpes, palabras, así que venía de un trasfondo trágico y muy sensible al rechazo.

Emigró a Boston, aquí se casó, tuvo 4 hijos, cuando yo la conocí eran pequeños, y cuando yo la conocí ella y su esposo se gritaban y se insultaban a diario. No era cuestión de un día sí y otro no, era diariamente. Ese era el pan de esa casa. Ella me confesó que no podía perdonarlo por cosas que él había hecho anteriormente en su matrimonio y que su manera de vengarse, porque no todas nos vengamos matando a alguien o dándole golpes, nos vengamos a veces en maneras muy sutiles que usted misma se engaña pensando que no está haciendo venganza, pero usted sabe de qué estoy hablando ¿verdad?

El asunto es que me dijo que su manera de vengarse era llamarlo ‘loco’ entre otras muchas cosas que yo no puedo decir aquí, pero eran insultos, lo ignoraba. Él le hablaba y ella volteaba los ojos y… lo ignoraba. Le gritaba diariamente y no cocinaba para él, varias cosas. O sea, ella le cortó el agua y la luz a este hombre. Una vez que tuvimos una visita yo sentí que era el momento para abordar el tema de lo que ya ella me había dicho que hacía y le hablé del poder restaurador del perdón de Dios hacia ella y del poder restaurador del perdón de unos a otros.

Y yo recuerdo su mirada de incredulidad, que qué? Yo le di una sugerencia de las cosas que ella podía para sanar su matrimonio. Yo le hablé del perdón y vi su mirada de incredulidad cuando yo le dije lo siguiente, “Mira, tu has estas 3 cosas y yo te aseguro que tu vida va a cambiar, la vida en tu hogar va a cambiar.” Yo comencé pidiéndole, lo primero que tu tienes que hacer es pídele al Señor la gracia para tu perdonar a tu esposo. Después le dije, muérdete la lengua y supera la tentación de devolver los gritos y los insultos de tu esposo. Y tercero, cocina todos los días y coman juntos como familia. Recuerdo su mirada de… uh-huh, ya. “Tu crees que yo puedo hacer eso?” Yo le aseguré, “Sí, tu puedes hacer eso. yo sé que tu eres una mujer espiritual, yo sé que Dios tiene el poder para ayudarte a hacer esas cosas.”

El asunto es que ella obedeció. Siguió la receta al pie de la letra. Y en ese proceso, aún cuando ella todavía no había visto frutos, comenzó a crecer su fe en Dios como Dios perdonador y comenzó a crecer la esperanza de que su hogar podía cambiar. Y con solo dos semanas de ella seguir esta receta, comenzó a ver cambios. Unos meses después logró que su esposo le permitiera ir a la iglesia una vez por semana, porque él tenía control de todo en la casa. Le dijo, “Puedes ir a la iglesia una vez por semana si cocinas antes.” Pero ella, su desea de crecer en el Señor era tan grande que dijo, bueno, esto es un precio pequeño a pagar, yo lo puedo pagar, porque ella había visto que el Señor había empezado a cambiar su hogar.

Un año después su esposo se convirtió en un discípulo de Cristo también y ya no solamente iba ella a la iglesia con los nenes sino él también. Y hasta este día siguen comprometidos en una iglesia en Boston, y no solamente eso sino que… cuando Dios entra en una familia y empieza a hacer cosas, él no se limita muchas veces a la cosa que nosotros pedimos inicialmente, esta era una familia extremadamente pobre. Me consta que muchas veces no había nada en la nevera, no había dinero para comprar nada, apenas para pagar el alquiler que aún así era bajo. Y a los 4 años pudieron comprar su propia casa. Una cosa maravillosa, es uno de los ejemplos más claros que yo he visto en mi vida de cómo Dios se mueve en una familia cuando una persona en esa familia toma el reto de perdonar. Es algo maravilloso.

Así mismo como pasó en la vida de esta mujer, yo sé que puede pasar en la vida de muchos más. Uno de los ejemplos más claros en la escritura acerca del perdón es la vida de José, que encontramos en Génesis. No podemos verlo directamente de la escritura mucho porque su historia cubre del capítulo 37 al 48, es bien grande, así que lo que quiero hacer en este momento es darle un resumen muy rápido de su historia para entonces entrar al aspecto del perdón.

Nosotros sabemos que José fue uno de los dos hijos menores de Jacob, del patriarca Jacob. Su madre, Raquel, que era la favorita de su papá había muerto dando a luz a Benjamín, a su hijo menor que era el único hermano menor que tenía José. Sabemos que tenía 10 hermanos mayores y que Jacob mostró preferencia siempre por José.

Y obviamente cuando pasa en una familia, cuando una madre, un padre, muestra preferencia para un hijo, está creando ya una situación tóxica en la familia y obviamente qué pasó? Los hermanos mayores empezaron a despreciar por celos y envidia a José. En una ocasión le regaló a su hijo como para mostrar más su preferencia, una túnica muy hermosa que él se encargaba de usar con frecuencia y que obviamente les sacaba el monstruito a sus hermanos cada vez que la veían.

El asunto es que un día Jacob envía a José a visitar para saber noticias de los hermanos mayores que estaban muy lejos pastoreando, lo envía, “Ve a ver cómo están tus hermanos.” Y cuando ellos lo vieron venir de lejos, lo reconocieron por la túnica que él llevó – uno dice, para qué una persona se va a poner una túnica tan hermosa para un viaje largo, que se le va a ensuciar. José tenía quizás su problema de orgullo, eso no lo dudamos. El asunto es que sus hermanos empiezan a hablar entre sí y deciden matarlo. Pero en el momento de la verdad uno de ellos interviene y dice, “No lo matemos, de todas maneras es nuestra propia sangre, es nuestro hermano, no lo matemos.” Y pasó por allí una caravana de mercaderes entonces vendieron a José como esclavo a esos mercaderes.

Y nosotros sabemos por la historia que Dios protegió a José, él no murió en el anonimato como esclavo en Egipto, sino más bien a los 30 años la providencia divina lo llevó a la presencia del faraón donde él le interpretó dos sueños y desde ese momento fue nombrado segundo en comando en Egipto. Una historia fascinante y entre sus funciones estaba almacenar por 7 años de abundancia la comida en Egipto y luego saber cómo distribuirlas los 7 años siguientes donde iba a haber escasez.

Y la historia se pone muy interesante cuando un día, igual que otro, José está cumpliendo con sus funciones como segundo en comando y ve entrar a sus hermanos, a todos excepto a su hermano menor Benjamín. Obviamente qué pasa cuando enseguida tus recuerdos son que la última vez que tu viste a esas personas que están en tu presencia fueron momentos de traición donde tus propios hermanos te declararon palabras de muerte e intentaron matarte y te vendieron como esclavo? Qué escena tan terrible, ¿verdad? Tu pensar que ya eso era parte de tu pasado y de momento te encuentras otra vez con las personas que te han traicionado de una manera tan terrible.

Era un día común y corriente y lo que pasó es que José no se identificó inmediatamente ante ellos, pero más adelante sí lo hizo, a las 3 visitas de sus hermanos él lo hizo. Y ustedes se imaginan el terror que estos hombres tienen que haber sentido cuando se dieron cuenta que este hombre de gran poder en Egipto que estaba delante de ellos, era el mismo a quien ellos habían torturado e intentado matar muchos años antes. Y pensaron… obviamente qué tu piensas si tu le has hecho un mal a alguien? Tu piensas que la venganza viene. Pero sabemos por la historia que esa historia no terminó en venganza y en muerte sino en perdón y en reconciliación.

Y nosotros podemos inferir que la jornada de perdón de José no empezó cuando sus hermanos llegaron a dónde él. Yo creo que muchos años antes él había empezado a tomar decisiones que le habían permitido vivir una vida saludable emocional y espiritualmente. Algo que me hace pensar que es así es el nombre que él les dio a sus dos hijos. A su primogénito le dio el nombre de Manasés, que significa Dios me hizo olvidar todo mi trabajo o todas mis pruebas, todas mis penas y toda la casa de mi padre. Y a su segundo hijo le llamó Efraín, que quiere decir Dios me hizo fructificar en la tierra de mi aflicción.

Ya él había procesado parte de eso. Hay mucha sabiduría resumida en esos nombres. Expresan que José no le permitió, se determinó a impedir que su pasado determinara su futuro. Él dijo, yo he pasado muchas pruebas, he sido traicionado por mi propia familia, tuve que irme de mi casa y mi parentela. Aún en Egipto él sufrió mucho, fue traicionado también en Egipto, pero no voy a permitir que eso impide el futuro de bendición que Dios tiene para mí, que es algo que todos tenemos que hacer. No podemos permitir que el pasada que hemos vivido, las experiencias que hemos vivido marquen la pauta de lo que nosotros vamos a hacer hoy.

Y otra cosa que él hizo fue que decidió restaurar su vida y decidió dar fruto donde Dios lo tenía en ese momento. No permitir que el pasado determinara cuál era su comportamiento en ese momento. Y una cosa que vemos a través del relato una vez tras otra, es a él dándole gracias a Dios, reconociendo que los dones que él tenía, por ejemplo, ese don de interpretar los sueños, no venía de él, no era un don propio, Dios se lo había dado. Y en el pasaje se repite varias veces ese reconocimiento en humildad de que Dios le había dado lo que él tenía.

Y el hecho de que tenía un corazón agradecido con Dios lo ayudó a combatir la amargura, que muy entendiblemente él pudo haber tenido por la situación que había vivido. Él actuó justamente dentro de los marcos de su humanidad, él actuó con justicia. Y él fue capaz de perdonar, no porque fuera un gigante espiritual, como ninguno de nosotros aquí es un gigante espiritual, pero él conocía de Dios y pudo dentro de esa situación decir, yo voy a perdonar porque reconoció los peligros de no perdonar.

Un ejemplo que a veces se da en las familias es el ejemplo del adulterio. Y pongo este ejemplo porque muchas veces el perdón es un proceso. El perdón no es lineal, como que okay, ahora hago esto y pasa esto y pasa esto. Muchas veces no. a veces las heridas que hemos sufrido, las traiciones que hemos sufrido son tan fuertes que es un proceso que se toma tiempo, aun cuando hayamos perdonado sinceramente.

Y el ejemplo del adulterio viene a mi mente porque una vez una persona me dijo, “Yo creo que mi esposa no me ha perdonado porque no se comporta igual que antes.” A mí me constaba que esta mujer sí había perdonado sinceramente pero qué pasa muchas veces? Que ocurre el perdón pero entonces hay que ganarse la confianza. Tenemos que ir poquito a poco volviendo a edificar la relación. Y yo se los digo porque yo sé que hay muchas personas que piensan, okay, ya perdoné y las cosas tienen que volver como antes. O ya me perdonar y ya todo sigue igual. No, a veces hay ofensas tan serias que las cosas no pueden seguir igual. Espiritualmente sí son iguales porque ya hemos dado un paso de fe al perdonar, pero en el sentido de la humanidad hay que empezar otra vez a construir, a reconstruir, a sanar, a restaurar.

Es bueno entender que eso es un proceso y es bueno que ambos lo entiendan, tanto el que ofende como el que es ofendido. Parte de eso pasó con José. Yo creo que él no se identificó con ellos de primera intención, primero porque quería probarlos, quería saber si ellos habían cambiado y también porque las emociones que él sentía eran tan fuertes, había tanta angustia en su alma al volver a enfrentarse a las memorias de lo que esos hombres había hecho contra él y de toda la pérdida que vino a consecuencia. Lo hizo para probarlos y para darse tiempo para él poder procesar sus emociones.

Sin embargo, uno ve en uno de los comentarios de los hermanos, habían pasado ya 22 años y todavía ellos tenían claro en su mente una consciencia culpable. Una vez ellos dijeron, “verdaderamente hemos pecado contra nuestro hermano.” Y ellos no sabían que José entendía lo que ellos estaban diciendo entre sí, porque José no se había identificado todavía, y estaba hablando a través de un intérprete. “Verdaderamente hemos pecado contra nuestro hermano pues vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba y no le escuchamos. Por eso ha venido sobre nosotros esta angustia.”

Y José tuvo misericordia de ellos. No solamente en obediencia a Dios sino porque él podía entender la necesidad que ellos tenían y él deseaba reconciliación. Una vez más adelante él dice, “Mira, yo soy José, yo soy su hermano José,” y ahí es donde obviamente entra el terror en ellos. Pero él no ignora lo que sus hermanos le han hecho, pero sin embargo les da palabra de consuelo. Miren lo que dice a sus hermanos en Génesis 45:

“….Pero ahora por favor no aflijan más ni se reprochen el haberme vendido, pues en realidad fue Dios quien me mandó delante de ustedes para salvar vidas. Desde hace 2 años la región está sufriendo hambre y todavía faltan 5 años más en que no habrá siembras ni cosechas, por eso Dios me envió delante de ustedes para salvarles la vida de manera extraordinaria y de ese modo asegurarles descendencia sobre la tierra…”

José era un hombre de fe. Al hablarle así a sus hermanos los consuela. Eso trae consuelo. Y les hace ver que Dios redimió el sufrimiento y Dios lo puede hacer con todas nuestras situaciones de vida. Eso nos apunta a Romanos 8:28, palabras muy conocidas donde dice,

“… Y sabemos que los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien, esto es a los que conforme a su propósito son llamados…”

Esas palabras nos llenan de esperanza porque nos recuerda que cuando nuestro caminar con Dios es sincero él obra en medio de todas las circunstancias. Para Dios no hay desperdicios en nuestra vida, no importa qué hayamos pasado. Así que él tomó esa decisión, él tomó la decisión de no retener el perdón.

Ustedes se imaginan lo que hubiera pasado si José no hubiera perdonado? El cuadro hubiera sido totalmente diferente. Si él hubiera usado venganza y hubiera hecho el famoso ojo por ojo, diente por diente, de tu me hiciste tal cosa, yo te hago lo mismo. Pero José no escogió eso, escogió perdonar y reconciliar. Él escogió perdonar y dar fruto dentro de su aflicción, rechazar la tentación de caer en amargura, porque todos tenemos esa tentación. Renunciar a la venganza y como les dije antes, no toda venganza es muerte, hay venganzas que son muy sutiles. Ejercer la gracia y la misericordia, él entendió la necesidad de sus hermanos y por eso porque él pudo hacer todo esto, él recogió muchos frutos.

Y uno de los frutos fue reconciliarse con sus hermanos, poder compartir con su amado padre, a quien hacía 22 años que no veía, y los últimos 17 años de la vida de Jacob, él pudo compartir con él, pudo tener el privilegio de que su padre conociera y bendijera a sus propios hijos. Eso no se hubiera podido dar si él no hubiera perdonado a sus hermanos. Fue instrumento de salvación para toda su casa. Fue canal de bendición para futuras generaciones.

Uno no sabe… el perdón que tu das hoy puede ser la clave para el futuro de tu familia. Puede ser la clave para que se salve un matrimonio, puede ser la clave para que tus hijos tengan vidas fructíferas en el futuro, puede ser la clave para que haya unidad en tu familia. A veces se necesita una sola persona en una familia que sea obediente, perdonando, para que Dios sane a toda una multitud como lo vemos en la vida de José.

Otra vez, esto es un mandato, tenemos que hacerlo porque Dios nos lo manda, es necesario. Al José perdonar él pudo continuar el cumplimiento de las promesas que Dios le había hecho a los patriarcas anteriores, a Abraham, a Isaac y a Jacob. Él puso seguir la bendición que Dios ya había… estaba caminando en promesa, él por su sí al perdón de sus hermanos, por buscar esa reconciliación pudo ver ese fruto.

Tu te imaginas lo que tu perdón sincero puede hacer en las manos de Dios? Muchas cosas maravillosas. Quizás alguno de ustedes está aquí hoy y alguien le ha ofendido y no ha podido perdonarlo o perdonarla. Yo te digo en este día que Dios conoce tu corazón, él conoce que es difícil, él entiende, él conoce tu condición, él no es ajeno a eso, él conoce las luchas que hay dentro de tu corazón, él conoce la ofensa que te han hecho, pero precisamente porque conoce también ha dado en su palabra todo lo que tu necesitas para que tu puedas perdonar. Si tu has nacido de nuevo tu sabes que tus pecados han sido perdonados. Se acuerdan que al principio dije que somos perdonados para perdonar. Y tu sabes que en todo momento tu tienes acceso al Padre Celestial.

Hebreos 4:16 lo dice así: “…Acerquémonos pues confiadamente al trono de la gracia para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro…”

Te digo a ti, acércate pues confiadamente al trono de la gracia para alcances misericordia y halles gracia para el oportuno socorro. El oportuno socorro es… Dios sabe ya lo que tu necesitas y ya en el trono de la gracia él tiene preparado un paquetito que tiene tu nombre para que tu simplemente lo reclames y lo recibas. Muchos de nosotros vamos a tener a donde el Señor a pedir perdón por nuestros pecados, pero no hagamos eso solamente, hagamos también ir al trono del Señor, entrar confiadamente a su presencia para pedirle la gracia que necesitamos para nosotros perdonar a otros.

La gracia está ahí, está lista, está el paquetito ya con tu nombre, el Señor sabe todas las cosas, él sabe lo que tu necesitas hoy, él sabe lo que vas a necesitar mañana, pero ya eso está ahí esperando por ti. Lo único que tu tienes que hacer es apropiarte de esa gracia del Señor. Ya él ha dado la palabra, ya Cristo dio su vida en la cruz para que todas nuestras dolencias sean sanadas.

Así que yo te invito en este día a que tu tomes la decisión de perdonar, y no esperes… a veces se habla de… como que perdonar es algo lineal, automático, ya se resolvió todo. No. muchas veces lo primero es tomar la decisión de perdonar y lo demás muchas veces se lo dejamos al Señor. A veces las emociones no están alineadas con el perdón que nosotros queremos dar y necesitamos dar. Nos pasa muchas veces, pero por fe nosotros perdonamos y en fe esperamos a que Dios nos dé ese oportuno socorro extra, que nuestras emociones vayan cambiando y poniéndose a tono con ese perdón de manera que pueda haber reconciliación en todas las relaciones en que nosotros estamos.

Dios es maravilloso. Dios no se queda corto nunca. Todo lo que tu le pides al Señor sinceramente él te lo da. Lo sé por experiencia propia. En mi vida me han pasado cosas que yo pensé que nunca me pasarían y que me han confrontado con la realidad de perdono o no perdono. Pero cuando estamos en el Señor no hay otra opción, mi querida hermana y mi querido hermano, no importa qué haya pasado, la única opción que nosotros tenemos que hacer es en humildad, obedecer al Señor e ir a su trono de gracia, coger la gracia para perdonar y seguir adelante en nuestro camino.

Dios te va a bendecir por eso. El Señor una vez me lo dijo claramente, porque actuaste con justicia, porque perdoné en una situación, te bendeciré. Y así mismo ha sido, me ha bendecido grandemente. Y así mismo a ti te va a bendecir si tu haces eso.

Señor, gracias por tu palabra, Dios. Gracias por el perdón de nuestros pecados oh Dios. Señor en humildad nos ponemos delante de su presencia, Señor, yo represento a mis hermanos aquí, Señor, a pedirte la gracia que necesitamos para este día para perdonar a todo aquel que nos ha ofendido, Señor. Señor, queremos ser humildes delante de ti, queremos ser obedientes. Ayúdanos Señor, llévanos de la mano, a veces en ese difícil camino y danos la gracia para hacer aquello que tu nos has mandado hacer, Señor. Gracias, Padre. Amén.

Tu gran obra no debe cesar

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Hoy quiero seguir la línea de pensamiento que comenzó Roberto el domingo pasado; él está predicando una serie que se titula "Una vida con éxito" y él nos hablaba de cómo nosotros como hijos de Dios tenemos que vivir a la altura de la visión que Dios ha puesto en nuestra vida y desarrolló el tema de una manera pues muy práctica.

Y la idea detrás de esto por lo general es que nosotros aún teniendo algún sentido de visión y de propósito en nuestra vida se nos hace más fácil quedarnos a donde estamos porque hay muchos obstáculos en el camino, hay muchos retos que superar y él nos animaba el domingo pasado a ser bien prácticos, cuidadosos, minuciosos en entender cuál es nuestra visión, qué nos impide llegar allá y establecer pasos muy prácticos para llegar a lograr la visión.

Y nosotros sabemos que no hay razón por la cual nosotros no podamos llegar a cumplir la visión que Dios tiene para nosotros en nuestra vida porque nosotros servimos a un Dios grande. Estábamos cantando, cantando desde que llegamos acá a las 9 acerca del Dios Todopoderoso, misericordioso, que tiene todos los recursos a Su Mano y nos entramos en ese tiempo de adoración.

Y a veces lo que pasa es que venimos a la Iglesia, participamos de esa adoración, la adoración nos llena, vamos motivados a la casa pero cuando nos encontramos con los obstáculos de la vida que suceden cada día entonces nos desanimamos y pensamos: aquéllo fueron mis emociones, lo voy a dejar ahí porque ahora tengo demasiadas cosas en mi plato ¿y qué pasa? sigue pasando la vida, sigue pasando. You know es increíble lo rápido que el tiempo pasa.

Y un día llegamos y decimos: pero ya llegué aquí y todavía me faltan tantas cosas que cumplir de parte de la visión que Dios tiene para mi vida. Nosotros sabemos que tenemos un enemigo: el enemigo de nuestras almas que está intentando abortar por todos los medios posibles la visión y la bendición que Dios tiene para nosotros pero no tiene que ser así. Nosotros como hijos de Dios empoderados por Él porque si Él es un Dios de poder sabemos que ese poder está en nosotros porque nosotros somos Sus hijos y Él quiere darnos cosas buenas.

Y hay un versículo en Juan 10:10 que habla que son palabras de Jesús, Él dice: "El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir" pero miren lo que dice el Señor: "Yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia." Ese es el Dios que nosotros servimos, es el Dios de la abundancia y ningún padre amoroso va a retener la abundancia y los regalos para sus hijos; todo lo contrario busca toda posible razón para darle esos regalos a sus hijos. Como mamá yo sé que es así quiero cada día bendecir más a mis hijas y así es nuestro Dios, ese es el Dios que nosotros servimos.

Y en este día mi deseo es que el Señor prospere aún más sus almas y sus mentes, que sus mentes y sus espíritus sean nutridos, ese es el propósito de la Palabra de Dios: nutrir nuestra mente, nutrir nuestra alma; hasta el cuerpo se nutre cuando nosotros nos empapamos de la Palabra de Dios la creemos y caminamos en ella, ese es el propósito de la Palabra de Dios. Y ahí hay unos versículos en el capítulo 3 de Efesios los versículos del 14 al 21 que yo los he adaptado un poco para impartirlos a ustedes como una bendición a manera de una oración para comenzar ya el mensaje.

Así que simplemente escuchen esta Palabra y recíbanla en sus espíritus. "Por esta causa" esas son palabras del apóstol Pablo en Efesios "Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra para que les dé a cada uno conforme a las riquezas de Su Gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por Su Espíritu" de ahí es que sale todo del hombre o la mujer interior ¿no? "para que habite Cristo por la fe en los corazones de ustedes a fin de que arraigados y cimentados en amor ustedes sean plenamente capaces de comprender con todos los santos cual sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura y de conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento para que cada uno de ustedes sean llenos de toda la plenitud de Dios."

"Y aquél que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos según el poder que actúa en ustedes, a Él sea gloria en la Iglesia en Cristo" en Congregación León de Judá "por todas las edades, por los siglos de los siglos, amén." Esa es la bendición de parte del Señor para ustedes en este día.

En su prédica el domingo pasado Roberto nos instaba a amarrarnos a la visión que Dios nos ha dado y a cimentarla en nuestras mentes, en nuestros corazones y que se haga realidad para nosotros. Y nos decía que hay que mirar esa visión en los aspectos prácticos; cuando uno lo deja en lo abstracto solamente ahí se queda, algo muy bonito pero no se convierte en parte de nuestra realidad de vida.

Y así como se construye una pared de ladrillos ¿cómo se construye una pared de ladrillos? se va poniendo ladrillo encima de otro ladrillo ¿verdad? con un elemento que los une, así mismo las decisiones que nosotros vamos tomando cada día una decisión sobre otra decisión van formando nuestra vida cada día por eso nos dice que redimamos el tiempo, la Palabra nos dice que redimamos el tiempo y es porque cada decisión.

Usted puede parecerle como que es algo inconsecuente, irrelevante, que no va a tener ninguna repercusión pero nosotros sabemos que el tiempo que nosotros tenemos es de Dios y sabemos que lo que nosotros hagamos hoy, los ladrillos que nosotros pongamos, esas decisiones que vayamos haciendo día a día eso es lo que va a establecer el fundamento para nuestra vida futura.

Por eso es tan importante aprovechar la juventud. A veces el joven cree que nunca va a llegar a tener 30, 40, 50 años. Yo recuerdo cuando yo estaba en la universidad, tenía 22-23 años, no, menor 18 a 22 años yo veía a mis maestras que tenían 30 y pico y 40 y pico y yo las veía ya casi como ancianas pero el tiempo ha pasado y ya yo las he superado mucho más y cada vez me doy cuenta de lo joven que soy ahora pero ya he empezado a llamar a aquéllos que tienen 30-40 y ya los siento como hijos.

El asunto es que tenemos que aprovechar el tiempo porque pasa y tenemos que presentarle algo al Señor en términos de la ofrenda de lo que hemos recibido porque hemos aprovechado bien el tiempo y las decisiones pues son claves, esas decisiones que hacemos todos los días. Alguien con sinceridad hizo esta oración, dijo: "Amado Dios, hasta ahora he tenido un día ejemplar. No he gritado ni he peleado, tampoco he chismeado ni he pateado al gato. No he maldecido a nadie y mucho menos he mentido. Pero Dios: grande es la tarea que tengo por delante porque ahora en esta nueva mañana de la cama me voy a levantar." ¿Amén?

Todos nos podemos identificar con esa oración porque desde que comienza nuestro día se nos presentan mil y una situaciones que requieren que tomemos decisiones, eso es todo los días de nuestra vida. Unas son pequeñas otras son grandes, unas son esperadas otras son inesperadas pero de todas maneras siempre estamos tomando decisiones, estemos concientes de las que estamos tomando o no concientes porque para toda situación hay opciones. Hay una, hay más de una generalmente, una dos.

Suena la alarma al comienzo del día: yo puedo decidir ponerle Snooze para darme unos 9 minutos más creo que es en los teléfonos y que vuelva a sonar para levantarme o puedo apagarla y que no vuelva a sonar más y decir: yo voy a dormir hasta que me dé la gana hoy no voy a ir al trabajo o puedo levantarme cuando suena y seguir mi rutina diaria. O sea aún en las cosas más pequeñas siempre hay opciones; no hay tal cosa como que es una sola, siempre tenemos opciones y tenemos que entonces saber tomar decisiones que sean sabias porque algunas decisiones no son fáciles de tomar.

Algunas decisiones nos paralizan, otras nos hacen estancar, nos llenan de ansiedad y de temor porque así es la vida, muchas veces pasan situaciones que son inesperadas. Pero para nosotros como hijos de Dios la inacción o tomar malas decisiones no es una opción. Nuestras decisiones tienen que alinearse a lo que dice la Palabra de Dios, en realidad debemos vivir vidas bíblicas donde las verdades de la Palabra nosotros las acojamos y vivamos a partir de esas verdades no de nuestras propias ideas, de nuestra carnalidad nada de eso sino en base a lo que la Palabra de Dios dice.

Y no es que nosotros seamos especiales pero sabemos y tenemos que reconocer que el poder de Dios está en nosotros, tenemos que creerle a Dios. Si Él dice que hay una vida abundante para nosotros tenemos que creer en eso, si Él dice que hay riqueza en los cielos a nuestra disposición porque Jesús ha pagado el precio tenemos que creerlo. Mientras más se alinea nuestro pensamiento a lo que la Palabra del Señor dice más fácil se hace tomar decisiones. Ya no tenemos muchas complicaciones y ya la carne se va matando y apaciguando y empezamos a tomar decisiones que son bíblicas que traen agrado al corazón de Dios.

Y hoy quiero enfocarme más en lo que es ese proceso de tomar decisiones y para eso vamos a usar el Libro de Nehemías. He estado estudiando el Libro de Nehemías como por un mes y estoy enamorada de Nehemías, qué personaje tan digno de ser imitado. Y yo hoy pues quiero que tomemos su vida.

El Libro de Nehemías se ha usado mucho para asuntos de liderazgo y muy correctamente así ha sido pero en este día lo vamos a aplicar en el proceso de tomar decisiones porque los principios que están ahí nos sirven para todo en la vida; nos sirven para el matrimonio, para la maternidad, para la paternidad, para el trabajo, para todas las relaciones humanas, para nuestro ministerio en la Iglesia de servicio al Señor, absolutamente en todas las áreas los principios que están aquí en este Libro de Nehemías nos van a servir.

Así que no piense: ah bueno como no soy líder voy a apagar el cerebro, no. Eso es para ti y es para ti para que lo apliques a tu área de necesidad. Y entonces ¿quién es Nehemías? Nehemías vivía en el siglo V antes de Cristo, hace ya un tiempito que él estuvo en esta Tierra y vivía en Susa que era capital del reino Persa.

Era judío y muy posiblemente había nacido precisamente en Persia y era descendiente de judíos que habían sido deportados a Babilonia así que después cambió, pasaron otros reinos un reino dominó a otro y ya fue imperio Persa pero él, su familia, sus antepasados 150 años antes habían sido exiliados obviamente a la fuerza a Babilonia pero que en este momento ya es imperio Persa y era un siervo del rey; no era una persona libre completamente como eran los ciudadanos como tal sino que era un siervo, quizá no llegaba al punto de ser un esclavo pero sí era un siervo, estaba bajo la autoridad del rey Persa.

Y era su copero y un copero era alguien que cuando se le servía ahí mismo traía el vino, se lo presentaba al rey pero antes de que el rey lo tomara él lo probaba porque era un método común en esa época que un enemigo del rey pusiera veneno en el vino del rey para obviamente sacarlo de comisión así que él tomaba el vino para poder probarlo antes y asegurarse, si Nehemías se lo tomaba y se quedaba tranquilo y no pasaba nada pues era seguro que el rey se lo tomara.

Así que era su copero y en esa posición de copero era una persona que estaba muy cerca al rey y a veces los coperos servían como unos consejeros informales no a nivel político sino era, tenía que presentar buena conversación ante el rey y ser una persona, era como una línea de defensa para el rey por el trabajo específico que él hacía. Y se había ganado la confianza del rey, era una persona responsable, íntegro y vivía muy cómodamente en el palacio. Tenía todo lo que necesitaba.

Pero aunque vivía en el palacio nunca se olvidó de sus antepasados y nunca se olvidó del rey de Israel. Y en el primer capítulo nosotros vemos si podemos ir al Libro de Nehemías en el primer capítulo nos dice que llega a visitarlo su hermano desde Jerusalén, el hermano de Nehemías que vivía en el área de Jerusalén viene y lo visita con unos acompañantes y Nehemías aprovecha; recuerden que a él le interesaba de dónde él había salido, sus antepasados habían salido y le preguntó acerca del estado de la ciudad, de los que vivían y de cómo estaba la ciudad en sí.

Y miren en el primer capítulo versículo 3 está la contestación a su pregunta. Dice que ellos le dijeron: "Los cautivos que quedaron con vida están muy mal y pasando por muchas vergüenzas. La muralla de Jerusalén está en ruinas y las puertas de la ciudad fueron quemadas." Así que al recibir ese triste informe del estado de Jerusalén el corazón de Nehemías se compungió y Dios sembró en su espíritu una inquietud de él hacer algo por restaurar esa amada ciudad.

El verso 4 más adelante nos dice cuál fue la reacción de Nehemías, dice: "Cuando escuché esto me eché a llorar y durante varios días me puse en duelo y ayuné y oré al Dios de los cielos" se le tocó el corazón y él vió la necesidad y miren esa reacción tan fuerte que él tuvo. Lo que pasa es que Nehemías al recibir ese informe entendió enseguida que una ciudad sin murallas como Jerusalén estaba era una ciudad vulnerable al enemigo, era una ciudad indefensa; cualquiera podía entrar ahí y hacer daño.

Y además no solamente eso porque un hombre espiritual, una mujer espiritual entiende más allá, entiende las consecuencias de los actos de la vida y él entendió que había un impacto espiritual también en el hecho de que la ciudad de Jerusalén, la ciudad del pueblo escogido de Dios estuviera en esa situación tan triste. Así que al recibir el informe él lo entendió a muchos niveles, Dios le dió el discernimiento para entender esas cosas.

Hay un escritor que dice que Nehemías fue llamado a reconstruir la muralla pero primero oró sobre sus ruinas y añado yo que lloró no en el vacío sino que lloró delante de la Presencia de Dios como todos nosotros debemos llorar delante de la Presencia de Dios. Sus lágrimas y su compenetración con el dolor de los que estaban viviendo allá, con el dolor de ver la ciudad en esa manera tocó el corazón de Dios. Eso es un principio de ahí mismo ¿verdad? que cuando nosotros nos compenetramos con un dolor sea de nuestra propia vida, sea de la vida ajena y Dios ve que hay sinceridad en eso Dios obra, es así como Dios hace.

Y hay muchos cambios que no se dan en nuestra vida no porque no tengamos los recursos porque los tenemos en Dios, los tenemos, muchas veces nos falta compasión, nos falta la presencia de estar allí frente al dolor, nos falta entendimiento del poder de Dios y de quién nosotros somos en Dios y también nos falta la capacidad de establecer dónde exactamente está la necesidad y qué es lo que yo tengo que hacer en este tiempo.

Gracias a Dios Nehemías tenía el corazón de Dios dentro de él y supo identificar todas esas áreas. En nuestras propias vidas, en nuestras familias, en la sociedad que nos rodea hay muchas murallas en ruinas pero muchas veces nosotros seguimos sin reconocer que están allí. Venimos a la Iglesia, recitamos una y otra vez: "todo lo puedo en Cristo que me fortalece" pero entonces se nos hace muy difícil ponerlo por obra. Aún a veces cuando las brechas y las puertas quemadas de nuestras murallas son obvias y son obvias a otros también que las ven y sin embargo decidimos no hacer nada al respecto.

Para la época en que Nehemías vivió ya habían pasado como dije antes 150 años desde que las murallas habían sido destruídas así que quería decir que los que vivían en esa área ya ninguno recordaba a la ciudad con murallas. Habían vivido en escombros viendo los escombros de las murallas y los habitantes estaban acostumbrados ya a ver esos escombros y a veces eso es lo que nos pasa a nosotros también.

Si fuéramos sinceros a veces vemos escombros en nuestra vida, escombros en las vidas de los que nos rodean pero nos hemos acostumbrado a esos escombros; no se nos ocurre pensar: orar, interceder, tomar pasos de acción para hacer que removamos y que Dios pueda entonces con nuestra colaboración remover esos escombros y hacer que la vida cambie.

Muchas veces lo que hacemos es: hay una imagen del elefante en el medio de la sala, la imagen es que muchas veces hay familias donde hay situaciones que el elefante está en el mismo medio de la sala de la familia y todo el mundo lo ignora; el elefante no está ahí pero el elefante sí está y está haciendo daño pero el elefante no está o le damos la vuelta para irnos alrededor del elefante pero el elefante sigue ahí.

¿Usted sabe que a menos que usted haga algo para remover el elefante el elefante no se va a ir solo? Dios nos respeta tanto que Él pide nuestra colaboración para hacer cosas como esas para remover el elefante, para entender dónde están los escombros y para hacer lo necesario para remover esos escombros de nuestra vida. Así que esa es la pregunta que yo tengo para ti hoy: ¿sabes tú reconocer esos escombros y estás dispuesto o dispuesta a hacer lo que sea necesario para remover esos escombros?

Si no las brechas van a seguir ahí, vamos a seguir indefensos en ciertas áreas y ¿sabes qué? el enemigo no necesita que las brechas sean muy grandes para él entrar, con un poquito que se le abra la puerta ya él se aprovecha. Así que tenemos que estar concientes de esas áreas, yo tengo que estar conciente cada día de dónde están en diferentes áreas de mi ser: las emociones y todo y al reconocerlas tengo que entonces cerrar esas brechas, poner puertas fuertes allí donde hay una apertura para impedirle al enemigo hacer lo que él quiere hacer con mi vida de robarme mi bendición y matar desde sus comienzos alguna visión que Dios tenga para mi vida.

La vida cristiana es estar en batalla y es muy fácil pues hacer batallas externas pero la batalla principal es en el hombre o en la mujer interior, es ahí adentro donde todo comienza. Oh si Dios nos diera discernimiento para ver eso y hacer algo y la capacidad y el poder para hacerlo. Otra vez: no es porque los recursos no estén, están pero no le creemos a Dios muchas veces.

Así que yo espero que hoy ya vaya usted pensando cuál es por lo menos un área donde yo tengo que hacer un cambio, tengo que reconocer que ahí hay escombros y tengo que superarlo. Yo sé que Dios va a estar contigo si tú te decides a hacer mejorías en un área para mantenerte en la visión que Dios tiene para tu vida.

Les voy a dar un ejemplo de cómo alguien conocido mío; la voy a llamar Lucila, mi amiga Lucila. Lucila era evidente que vivía en amargura, su rostro lo decía, su comportamiento era basado en amargura y vivía lo que yo llamo una vida tóxica. Es muy difícil vivir una vida tóxica no solamente para los que viven con el que tiene la vida tóxica sino para el que la vive porque no hay alegría, no hay esperanza; hay muchas cosas que mueren y se hacen imposibles por vivir una vida tóxica especialmente cuando se trata de amargura.

Y la energía que esta mujer podía edificar para ayudar a otros, para ayudarse ella misma la utilizaba para batear todas las pelotas que el enemigo le mandaba o que su propia carne le mandaba; en vez de tener energías para vida era energías para complicación y tensión continua en su vida. Y las palabras de su boca eran como flechas con fuego: terrible, ahí iban y quemaban todo aquello a lo que se dirigía su palabra.

Estaba procesando esta mujer un episodio de adulterio de su esposo y muchas heridas porque había sido criada en una Iglesia muy legalista donde aparentemente cometieron abusos contra ella y su familia y a los ojos de cualquier observador esta mujer las tenía todas consigo: una mujer de orden y de balance, tú la veías de afuera, todo se veía perfecto. Un hogar impecable, cada cosa en su lugar, comida exquisita todos los días de aperitivo, cena, postre, una perfección. Una profesional intachable perfecta en su trabajo.

Pero por dentro tenía muchos escombros a consecuencia de la amargura y el decidir no perdonar a todos los que ella había percibido que le habían hecho daño. ¿Y qué pasó? fue solamente cuando ella reconoció que esos escombros estaban en su vida, que la muralla caída la hacía indefensa ante los ataques del enemigo, no fue hasta ese momento que ella decidió entonces empezar a reconstruir su vida en esa área.

Y hoy gracias al Señor es una mujer que cuando llora llora en la Presencia de Dios ya no es con amargura y deseando venganza contra sus enemigos sino una mujer que edifica y quiere bendecir a otros. Entendió la bendición que su Padre celestial le extiende a ella y por eso ha aprendido a tener compasión con los demás, o sea algo totalmente. Su vida hizo un giro de 180 grados, cambió de dirección, entendió la necesidad que ella tiene de Dios ¿por qué? porque reconoció el daño de las murallas caídas, de la ausencia de puertas de seguridad en su muralla y empezó a hacer algo al respecto.

¿Fue fácil? no fue fácil todavía tiene luchas, todavía el enemigo le susurra que use los mismos mecanismos que usaba antes pero ahora ya los reconoce con más facilidad y ha aprendido a superarlos. Así que eso es lo que Dios quiere hacer en nuestra vida. Todos nosotros inclusive la que les habla, todos nosotros tenemos brechas en algún lugar de nuestra muralla y todos necesitamos la Gracia de Dios, el Poder de Dios para determinarnos a cerrar esas brechas de manera que la muralla de Dios alrededor de nosotros pueda defendernos de todo ataque del enemigo.

Es tan fácil como eso, tan fácil y tan difícil ¿verdad? es fácil hablarlo pero es difícil ponerlo por obra pero no es imposible. Veíamos antes que Nehemías lloró y oró sobre las ruinas. Vamos a ver la oración de Nehemías y eso está en el primer capítulo en los versículos del 5 al 11 una oración preciosa que puede ser modelo para nosotros de cómo nosotros orar cuando tenemos una situación así difícil en nuestra vida.

Dice esa oración así: "Y dije: Te ruego oh Jehová Dios de los cielos fuerte, grande y temible que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan Sus mandamientos, esté ahora atento Tu oído y abiertos Tus ojos para oír la oración de Tu siervo que hago ahora delante de Ti día y noche por los hijos de Jerusalén Tus siervos y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra Ti. Yo y la casa de mi padre hemos pecado."

¿Se fijan en la oración? él trata a Dios como alguien que está ahí. Él va con su necesidad, va con una actitud de humildad reconociendo no solamente los pecados de otros, de sus antepasados quienes están no solo en desobediencia de Dios sino reconociendo los suyos propios delante de Dios. En el versículo 7 dice: "En extremo nos hemos corrompido contra Ti y no hemos guardado los mandamientos, estatutos y preceptos que diste a Moisés Tu siervo" el reconocer los pecados nos hace humildes.

El hecho de que hayamos alcanzado alguna madurez espiritual no nos exime de pecar desafortunadamente esa es nuestra realidad humana pero por eso precisamente con humildad vamos delante del Señor.

El versículo 8 dice: "Acuérdate ahora de la Palabra que diste a Moisés Tu siervo diciendo: Si vosotros pecáreis Yo os dispersaré por los pueblos" que es lo que había pasado con el pueblo de Israel ¿verdad? pecaron y fueron dispersados pero miren la promesa: "Pero, si os volviéreis a Mí y guardáreis Mis mandamientos y los pusiéreis por obra aunque vuestra dispersión fuere hasta el extremo de los cielos, no importa cuán lejos estés de Mí de allí os recogeré y os traeré al lugar que escogí para hacer habitar allí Mi Nombre."

"Ellos pues" hablando del pueblo de Israel "son Tus siervos y Tu pueblo los cuales redimiste por Tu gran Poder y con Tu Mano poderosa" ¿qué está haciendo Nehemías? Está reconociendo que a pesar que el pueblo está en una situación deplorable en ese momento en crisis, que la ciudad está en ruinas aún así las promesas de Dios están vigentes.

Él le dice a Dios: yo sé que las circunstancias que yo veo no tienen que ser así por siempre porque Tú dijiste, porque Tú una vez hiciste una promesa de recoger nuevamente el pueblo y traerlo a Ti y de redimirlo y traer salvación al pueblo. Entonces termina en el versículo 11 y dice: "Te ruego oh Jehová esté atento Tu oído a la oración de Tu siervo y a la oración de Tus siervos" él incluye a otros también aunque él está solo en ese momento "Quienes desean reverenciar Tu Nombre, concede ahora buen éxito a Tu siervo y dale gracia delante de aquél varón porque yo servía de copero al rey."

O sea que ¿vieron el proceso? dice quién es Dios primero lo trata como el Dios que está allí al lado de Él frente a él, un Dios con el que él tiene conexión y comunión porque no hay atrechos, no hay atrechos para tener conexión y comunión con Dios. Si tú tienes un amigo tú no puedes llamarlo amigo si no pasas tiempo con tu amigo ¿verdad? implica una inversión de tus recursos: de invitarlo a tu casa, de aceptar una invitación, de pasar tiempo, de hacer llamadas telefónicas. Implica una inversión de tiempo, no hay atrechos, no hay caminos cortos para llegar al corazón de Dios hay que hacer lo que Nehemías hizo de día y de noche esa actitud de estar en comunión con el Señor continuamente.

Y entonces como leemos en el 11 le pide éxito en términos de lo que él ya tiene en mente, que le abra. Dice que: "Concede ahora éxito a tu siervo y dame gracia delante de aquél varón" aquél varón se refería al rey, al rey Altajerjes I; no era cualquier varón era un varón que comandaba autoridad y comandaba temor en todos los que le veían.

Así que esa es la oración y es un modelo para nosotros la oración de Nehemías. Hay unas palabras que Abraham Lincoln dijo una vez, él dijo: "Mi preocupación no es que Dios esté de nuestro lado, mi preocupación es que nosotros estemos del lado de Dios porque Él siempre tiene la razón" así que en todo tenemos que siempre estar seguros que estamos del lado de Dios y es evidente que así mismo era para Nehemías, estaba del lado de Dios y lo sabemos porque Dios le dió la oportunidad.

Él estuvo unos cuatro meses antes de él presentar su petición. Imagínese cuatro meses de buscar la dirección de Dios, cuatro meses pidiéndole: Señor ábreme la puerta que yo discierna que el momento Tuyo ha llegado para yo presentar mi petición. Y en ese tiempo él lo aprovechó; no era tiempo perdido, él aprovechó para ver qué recursos tenía el rey terrenal que él pudiera usar para cumplir el propósito del Rey celestial. Empezó a pensar, a hacer estrategias de cómo él iba a lograr reconstruir las murallas de Jerusalén así que ese tiempo que él quizás estuvo que parece tiempo perdido no fue perdido, fue muy bien invertido en buscar esos recursos, en entender y en ganar confianza en que Dios iba a proveer para él lo que él necesitaba para lograr la meta que él quería lograr.

Y no podemos entrar en detalles pero sí sabemos que Dios le dió la oportunidad. Un día él estaba frente a la corte del rey, el rey lo vió así como medio triste, taciturno y le pregunta: Nehemías ¿qué te pasa? porque enfermo no está y dice que él tuvo gran temor ¿y saben por qué tenía gran temor? porque delante de un rey nunca se tenía un rostro serio, triste eso te podía llevar a la muerte; tenías que en todo momento servirle al rey, estar con una disposición alegre, si el rey te decía: ponte aquí tú te ponías allí si ponte acá ponte acá ahí te ponías, así era.

Pero Dios le dió la oportunidad y él la reconoció y en ese momento él le dijo: mira yo quiero volver a mi ciudad, a la ciudad de mis antepasados donde están los sepulcros de mis padres y quiero reconstruir las murallas de la ciudad. Esa fue la petición que él le presentó al rey. Y no solamente el rey le dió lo que él pidió sino mucho más de lo que él pidió y Nehemías supo pedirle exactamente lo que él necesitaba ¿por qué? porque había pasado tiempo en la Presencia de Dios y sabía qué era lo que necesitaba.

Pidió maderas, pidió cartas que le permitieran ir de ciudad en ciudad sin ningún problema porque recuerden que él era un siervo, él era un siervo él no era un dignatario sin embargo Altajerjes lo trata como un dignatario no como un siervo. Y maravilloso es que este mismo rey Altajerjes años antes había detenido un intento de reconstruir la ciudad de Jerusalén así que era alguien que ya reconocía lo que Nehemías estaba pidiendo y en años antes lo había obstaculizado sin embargo ahora, Dios se encargó de tocar el corazón de Altajerjes y hacerle ver que esto era algo digno de ser hecho así que él le dió mucho más de lo que él le había pedido.

Y yo les tengo una pregunta para ustedes: si hay tres ranas reposando sobre un tronco y una de ellas decide saltar ¿cuántas ranas quedan en el tronco? ¿dos? ¿Pues saben qué? quedan tres porque dice que sólo una decidió, ella decidió no dice que hizo sino que saltó y el punto es que muchas veces nosotros tomamos decisiones a veces en momentos emocionales pero no le damos seguimiento a esas decisiones. Hay una diferencia entre tomar una decisión y dar los pasos para que se haga realidad esa decisión que tenemos que hacer.

Muchas veces nosotros sabemos que tenemos que obedecer a Dios en un área y otra vez en un momento sí, nos emocionamos: lo voy a hacer, en la adoración: qué lindo es, sí Padre sí yo voy haz eso conmigo, sí la verdad yo tengo esta mala actitud mañana mismo yo sé que Tú, mañana mismo voy a pedir perdón pero ¿qué pasa? llegamos a la casa y todas esas buenas decisiones las dejamos aquí a veces; son buenas decisiones pero tenemos que ponerlas a la obra ¿verdad? Porque los sueños de Dios son mucho mejores que los sueños mediocres de nosotros así que si Él nos dice algo y nos pide algo y reconocemos que es un área de necesidad o algo nuevo que Dios quiere hacer en nuestra vida así mismo tenemos que obedecer.

Yo recuerdo que hace 25 años yo entre otras funciones en aquél momento; eso era cuando estábamos al principio del Pastorado yo era la líder del ministerio de niños en la Iglesia y pues yo trabajé muy duro para levantarlo y en un momento en que ya estaba sólido, tenía buenos maestros y tenía líderes Dios me dió la inquietud de comenzar el ministerio de mujeres pero yo como una ranita que quería quedarse en el tronco decidí que no lo iba a hacer y pasó un tiempo, unos dos años y lo que pasó es que Dios tuvo que trabajar conmigo un poquito más duro.

Una de las cosas que hizo es que me secó el amor por el ministerio de niños que estaba tan grabado en mi corazón me lo secó, de momento es como que yo perdí la unción para ese ministerio y fue un tiempo de crisis, de lucha para mí. Y tan cabecidura fui que el Señor necesitó enviarme dos Palabras proféticas: una de ellas una mujer que ni sabía quién era yo que como Dios hace las cosas le preguntó a otra persona: ¿tú conoces a una persona en una Iglesia que se llama Meche? y esa persona sabía de mí y le dió mi número.

Y esa mujer me llamó, hasta este día no sé quién fue me llamó y me dijo estas palabras: "te he dicho que es mujeres" y colgó. Así que ¿sabe? necesité un poquito más de ánimo de parte de Dios a fin de cuentas obedecí pero entré ahí luchando contra Dios por eso pero una cosa aprendí: que ya cuando el Señor me habla de algo ya yo obedezco; puede ser que me tome tres, cuatro meses pero dos años no me tomo, he aprendido mi lección. Y así mismo quizás tú sabes de una dirección en que Dios te quiere llevar y pues a buen entendedor pocas palabras bastan.

Así que sabemos que Nehemías entonces escuchó el llamado de Dios y respondió a restaurar los muros, él no se quedó sentado en el tronco sino que respondió y decidió dejar las comodidades que él tenía en el palacio; vivía una vida muy cómoda, de lujo en el palacio del rey pero decidió obedecer a Dios. Imagínese sólo llegar a Jerusalén le tomó cuatro meses así que no fue algo fácil y cuando llegó allí uno pensaría: bueno a lo mejor fue más fácil, no: muy difícil.

Lo primero que hizo fue ir con su caballo y examinar la situación de la ciudad: estaba en escombros, una situación terrible; las puertas quemadas y todo precisamente como le habían dicho. Entonces habló palabras de ánimo a aquéllos que estaban allá y una de las cosas que animó a esta gente fue cuando él les compartió el testimonio de cómo Dios había escuchado su oración, de los recursos que Dios le había puesto porque recuerden que él llegó allá con madera, con todo tipo de materiales para la construcción, con la mente llena de ideas, con acompañantes; lleno de recursos y él dió su testimonio de cómo Dios lo estaba respaldando hasta ese momento y eso animó al pueblo.

A lo largo de todo el Libro de Nehemías hay un principio que se declara una y otra vez y es que: aún cuando Dios provee ciento por ciento de los recursos, aún así nosotros Sus hijos tenemos que esforzarnos y ser valientes. Esa frase la vemos desde el Libro de Josué ¿verdad? "Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente." Así que eso está a lo largo de todo el Libro de Nehemías también.

Él estableció estrategias, él hizo todo, formó grupos de construcción, formó todo aquéllo. Yo les animo a leer el Libro, se lee fácilmente, es interesante, está lleno de los principios de la Palabra y vemos entonces que él macro-manejó y micro-manejó y ahí es donde nosotros muchas veces fallamos, que vemos muchas veces las partes grandes de lo que tenemos que hacer pero no tenemos cuidado de ver cómo son los aspectos pequeños de los componentes de diseñar un plan de acción para nuestras vidas para poder entonces levantar esas murallas.

Y esos principios aplican para todo: sea que tú tienes que hacer un cambio en tu vida espiritual, en tu vida personal, en tu trabajo; en cualquier área de tu vida esos principios aplican. Tenemos que micro-manejar, ver los aspectos grandes de lo que Dios quiere para nosotros y dar pasos de fe en esas cosas grandes pero también romperlos en sus componentes para entonces tener éxito.

Hoy en día se dice que hay una nueva manera de ver por qué los estudiantes tienen éxito, por qué unos tienen éxito y otros no. Antes se creía que era solamente por inteligencia y hay muchísimas pruebas que prueban la inteligencia de un individuo pero ahora se está estudiando más el factor de lo que es la determinación y de mantenerse corriendo hasta llegar a la meta como un maratonista; corriendo, corriendo, corriendo y siguiendo adelante a pesar de los retos. Esa es una nueva manera en que se enfoca el por qué algunas personas tienen éxito en sus carreras de educación y otras no.

Y eso aplica en lo espiritual también, esa determinación, el enfoque porque si no hay cambio no puede haber ningún cambio ¿verdad? eso es básico, tenemos que hacer cambios en cómo vemos la vida, en dónde identificamos donde están nuestras fallas, nuestras áreas que necesitan mejorarse y entonces cómo construir para llenar la brecha que hay en la muralla como decíamos antes: día a día una decisión como un ladrillo que se pone sobre otro ladrillo para construir la muralla.

Y Dios no ve las cosas como nosotros las vemos. Nosotros dividimos muchas veces lo que es religioso y espiritual de lo que es la vida y Dios no lo ve así Él se interesa por todos los aspectos de nuestra vida. Y Él le interesa si tu meta es aprender inglés pues da pasos para aprender inglés, tan fácil: ¿dónde están las clases? establécete un plan de acción. Ahí es donde fallamos mayormente no es en la visión. Muchos tenemos visión.

Si yo le preguntara a cada uno de ustedes ¿tienen visión? en muchas áreas. No es ahí tenemos que ver los componentes de eso. Y para uno tener éxito necesitamos tres cosas que Nehemías las proyecta muy bien: uno es la fe en el Señor. Eso es lo que te da la seguridad de que tú no estás solo, de que tú estás respaldado, de que todos los recursos del cielo están a tu disposición. En Filipenses 4:19 dice: "Mi Dios suplirá todo lo que les falte conforme a sus" pobrezas en gloria ¿no verdad? dice: "conforme a sus riquezas en gloria." Nuestro Padre es un Dios rico en recursos.

Eso primero, fe en el Señor. Después viene el enfoque. Nosotros vivimos en una generación desenfocada, estamos haciendo tantas cosas todo el tiempo. Estamos como ¿saben los lirones, los hámsters? que están en la ruedita y dale que dale a la ruedita y dale a la ruedita y dale, dale, dale; muchas veces estamos así: creemos que estamos haciendo grandes cosas pero no estamos adelantando estamos en la misma ruedita todavía que estábamos hace tres años, cinco y eso no es lo que Dios quiere, es importante que avancemos en fe aquéllo que Dios nos ha dado.

Nehemías tenía enemigos: dos de ellos se llamaban Sanbalat y Tobías. Por favor no le ponga esos nombres a sus hijos especialmente Sanbalat (risas). Eran enemigos de él y trataron de todas las maneras posibles de desenfocarlo del camino que Dios tenía para él. Y la verdad es que nosotros establecemos prioridades en base, o sea nosotros hacemos cosas en base a nuestras prioridades. Donde no hay prioridades nosotros no le tomamos tiempo.

Ustedes se fijan que si ustedes quieren hacer algo y no y dicen: ay no pero eso no es tan importante ¿qué pasa? el lugar que toma es último en la lista "si me da tiempo" pero en el Señor tenemos que establecer prioridades bien claras y hacer aquéllas que van a transformar nuestra vida. Así que vimos que Sanbalat o vemos en la historia que Sanbalat y Tobías hicieron todo lo posible por desenfocarlo a él.

En el capítulo 6 de Nehemías los versículos del 1 al 4 esa es quizás mi parte favorita del Libro de Nehemías dice: "Cuando oyeron Sanbalat y Tobías y Jezem el árabe y los demás de nuestros enemigos que yo había edificado el muro y que no quedaba en él portillo" aunque hasta aquél tiempo no se habían puesto las hojas de las puertas "Sanbalat y Jezem enviaron a decirme: ven y reunámonos en alguna de las aldeas en el campo de uno mas ellos habían pensado hacerme mal" las intenciones eran malas.

Y miren la contestación de él: "Y les envié mensajeros diciendo: yo hago una gran obra y no puedo ir porque cesaría la obra" yo hago una gran obra y no puedo ir porque cesaría la obra. O sea si tú tienes un enfoque y estás enfocado en hacer la obra que Dios quiere que tú hagas no dejes la gran obra por atender otras cosas porque tu unción para completar las murallas está en donde Dios te quiere no en donde tú quieres estar sino en donde Dios te quiere. Así.

Así que yo creo que eso es algo para memorizarse. Porque hubo muchos intentos: lo amenazaron de muerte, se burlaron de él. Una de las cosas que a mí me llamó la atención es que uno de ellos creo que fue Tobías dijo como que: esas murallas que ustedes están construyendo son tan débiles que si una zorra se sienta encima de la muralla la muralla se cae. ¿Sabe? portentos que Dios estaba haciendo en la ciudad ¿y qué pasa? los atacan.

Muchas veces cuando tú desees hacer algo en ese aspecto de cerrar una brecha en la muralla, sea en tu vida, en la vida de tus seres queridos, en tu vida familiar, en tu trabajo en donde sea ¿saben lo que va a pasar? va a venir crítica. No va a ser fácil, todo el mundo no te va a: "ay qué bueno que está creciendo en esa área" no. Muchas veces es cuando más enemigos nos ganamos y muchas veces nos ganamos enemigos aún dentro de aquéllos que están más cerca de nosotros y que supuestamente nos aman.

Así que no permitas que la debilidad que tú tienes de tu pasado determine tu futuro haciéndole, respondiendo esas críticas como que son verdaderas, aceptando esas críticas porque muchas veces en nuestro pasado hay cosas terribles; hicimos cosas terribles, cometimos fracasos y el enemigo se encarga de susurrarnos: "tú no puedes hacer eso porque recuerda, la visión que tú crees no es de Dios eso es tu mente porque recuerda que tú tienes aquél asuntito allá en el pasado" y eso nos susurra y muchas veces nos detiene y nos congela.

El hecho de que tú hayas sido malgenioso toda tu vida no tienes que seguir siendo así, puedes decir: mira ya se acabó, ahora voy a cerrar esa brecha en mi muralla y voy a ser un hombre de compasión y de gracia. El hecho de que te hayas dedicado a usar tu lengua para hablar del prójimo no tienes que seguir así, tú puedes decir: mira en el Nombre del Señor esa brecha se cierra voy a tomar pasos prácticos para yo no caer más en esa tentación. Si tú reconoces tu tentación, tu área de necesidad e invocas la Presencia de Dios ahí el Señor se va a hacer presente y va a hacer lo que tiene que hacer.

Tu gran obra se puede tomar mucho tiempo de eso no hay duda, las cosas no suceden de un día para otro pero si tú te mantienes vas a ver que Dios es real, yo lo sé por mi propia vida. Tu gran obra a lo mejor es como yo dije quizás alguna mala actitud, algún mal hábito en tu vida. Tu gran obra puede ser sacar tiempo para orar cada noche con tus pequeños, pueden ser pequeños o pueden ser grandes para orar con ellos, leerles una historia y tener ese tiempo así de calidad con tus hijos en tu casa.

Tu gran obra puede ser completar el GiD o una carrera universitaria que se quedó a medias. O sea tú le pones nombre a esa gran obra pero todos tenemos una o muchas grandes obras que hacer. El asunto es que nos mantegamos pegados a esa gran obra reconociendo que Dios la va a hacer posible si nosotros somos fieles y obedientes en hacer nuestra parte.

En el Libro de Nehemías no se registra ningún milagro, no hay ningún milagro ahí pero sí es evidente el mover sobrenatural de Dios desde el principio en cómo él le habla a Nehemías, cómo Nehemías planea su estrategia, cómo le abre paso frente al rey, cómo el rey suple, cómo él llega, puede animar al pueblo para hacer todo lo que Dios le había dicho y cómo logra completar la muralla. O sea se ve la Mano sobrenatural de Dios a cada paso.

Así es nuestra vida. Nuestra vida no es diferente a la de Nehemías. Si tú te propones algo y tienes así en perspectiva que vas a lograr eso en el Nombre del Señor lo vas a lograr. Y miren una cosa: que esa muralla que había estado destruída por 150 años había estado destruída: no sé cuánto tiempo lleva destruída la brecha en tu muralla o esa puerta quemada pero en el caso de Nehemías eran 150 años y ¿saben? que el pueblo logró unido levantar la muralla en sólo 52 días. Lo que parecía algo imposible se hizo posible y no solamente eso sino que fue testimonio a muchos alrededor.

Así como tu vida, tu vida en las manos del Señor. Cuando la gente te ve tener éxito en un área que tú eras de esta manera pero ahora eres de ésta, que hacías aquéllo pero ahora ya no lo haces más ahora haces esto y son cosas buenas, agradables a Dios siguiendo principios bíblicos ese es el mejor testimonio, esa es la mejor Biblia que podemos compartir con los demás. Somos libros abiertos. Los demás leen en nosotros nuestro caminar; saben cuando nosotros de verdad le creemos a Dios o cuando solamente decimos que le creemos a Dios.

Y dice el capítulo 6 en el versículo 16: "Y cuando lo oyeron todos nuestros enemigos" cuando oyeron que habían completado esa muralla en 52 días solamente "cuando lo oyeron todos nuestros enemigos temieron todas las naciones que estaban alrededor de nosotros y se sintieron humillados y conocieron que por nuestro Dios había sido hecha esta obra." Así que tu vida así, tu vida cambiada, transformada, tu fidelidad en ir creciendo en el Señor dando pasos de fe es el mejor testimonio que tú puedas dar.

Va a maravillar a tu esposa y a tu esposo, va a maravillar a tus hijos, a tus vecinos, a tus compañeros de trabajo. Todos van a estar maravillados y van a poder aún cuando no crean en el Señor que tú crees van a ver algo que no es natural detrás de eso, que hay un poder sobrenatural y eso te va a hacer el mejor evangelista que tú puedes ser cuando tu vida predica de esa manera.

Así que todos estamos llamados a una gran obra en el área que sea. En Isaías 58:12 dice: "Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas. Los cimientos de generación y generación levantarás y serás llamado: reparador de portillos, restaurador de calzadas para habitar." Ese es tu llamado, tu llamado es: edificar, levantar las murallas caídas, poner puertas, por donde antes había brechas ahora ya no van a haber brechas. Las murallas son símbolo de la protección de Dios y a eso es que Dios está llamándote este día.

El trabajo que hizo Nehemías con el pueblo ¿saben lo que hizo? promovió vida. Devolvió vida a Jerusalén. Si él no hubiera hecho eso, si él no hubiera tomado la decisión y no hubiera dado los pasos detrás de su decisión no se hubiera logrado eso sin embargo él lo logro y pudo traer vida a una ciudad que estaba muerta ya y sin esperanza. Otros después de Nehemías continuaron con la edificación.

Y un día casi 5 siglos después Jesucristo mismo ejercería Su Ministerio en esa misma ciudad. Así que: qué maravilla. O sea cuando eres fiel edificas tus murallas, construyes las murallas y Dios puede entonces hacer Su Obra completa y no va a ser solamente para tu beneficio sino para el de futuras generaciones. Seas madre o padre o no como decía: somos libros abiertos y nosotros cuando vivimos vidas de acuerdo a la Palabra entonces nosotros podemos impactar la vida de los demás y podemos empezar a edificar una mejor familia, una mejor sociedad. De eso se trata, de que nosotros seamos fieles.

Y para terminar yo te quiero extender un reto ¿sabes? porque uno escucha un mensaje pero tiene que responder al mensaje, la Palabra dice que no vuelve a Dios vacía y yo quiero que vuelva en este día llena así que yo te extiendo un reto. El reto es que ahora mismo si quieres cerrar tus ojos para pensar mejor, ahora mismo tú te digas a ti mismo de una sola cosa en tu vida donde tú sabes muy bien que la muralla está destruída, que hay una brecha en tu muralla. Todos las tenemos, piensa en esa una sola cosa, no te desenfoques pensando en tres, cuatro, cinco sino en esa sola cosa.

Y lo que yo quiero que tú hagas es que hables la visión de Dios a esa sola cosa que tú has pensado. Y mientras ustedes piensan les voy a leer en Habacuc 2 del 1 al 3 miren lo que dice: "Sobre mi guarda estaré" o sea tú tienes que estar en tu guardia puesta en tu lugar, en tu torre de vigilancia bien puesto ahí mirando dónde está la brecha en la muralla "y sobre la fortaleza afirmaré el pie" pie firme en guardia "y velaré para ver lo que se me dirá y qué he de responder tocante a mi queja."

"Y Jehová me respondió y dijo: Escribe la visión y declárala en tablas para que corra el que leyere con ella. Aunque la visión tardará aún un tiempo mas se apresura hacia el fin; aunque tardare espéralo porque sin duda vendrá, no tardará." Yo lo que te pido en este día, o sea el reto que te extiendo es que pienses en una sola cosa y si tienes duda pregúntale a un ser querido tuyo para que veas que no te dan una sola cosa sino una lista de diez en que tú puedes mejorar.

Piensa en una sola cosa en cualquier área de tu vida: en lo personal, emocional, tu manera de pensar o lo que sea y declara la visión de Dios en esa área. Otra vez tú sabes cúal es esa sola cosa y lo que yo te pido es que mantengas tus ojos fijos en el Señor, que mires esa sola cosa que la veas como un proyecto de tu vida, que la rompas en sus componentes, escribas los componentes y escribas estrategias para lograr cerrar la muralla en esa brecha que tú sabes que tú tienes. ¿Van a hacer eso?

Así que se están comprometiendo delante del Rey de reyes de que van a trabajar en esa sola cosa y yo sé que el Señor va a estar contigo. Dice que aunque tardare en llegar va a llegar ¿y por qué sabemos que va a llegar? porque es de Dios y sabemos que Él tiene todos los recursos que la va a hacer posible.

Así que acompañenme a orar para cerrar ese propósito que todos ustedes han hecho y que yo también estoy haciendo en este día. Padre: en este día nosotros nos comprometemos a mantener nuestros ojos fijos en Ti. Decidimos salir de nuestra zona de comodidad y por fe comenzar a dar pasos necesarios para que esa sola cosa de la que Tú nos has hablado hoy se haga realidad. Padre reconocemos que van a haber peligros, van a haber retos, que no va a ser fácil, que el enemigo puede susurrar a nuestro oído diciendo: no, que no es posible hacer eso pero reconocemos y declaramos en este día Señor que si la visión es Tuya, Tú pones a nuestra mano todos los recursos necesarios y que Tú vas a obrar.

Que nuestro trabajo es: ser diligentes, ser valientes, esforzarnos y esperar en Ti. Padre yo te pido que todo eso que mis hermanos en este día han declarado en su mente, en su espíritu que van a poner por obra se haga realidad Señor. Padre porque han hecho un pacto Contigo, un compromiso Contigo y saben que Tú los vas a ayudar. Te pido Señor que aumentes su fe, que aumentes su confianza en Ti, que usen todos los recursos a su alrededor, que disciernan el mover Tuyo conforme a esa sola cosa y que Padre un día muy pronto por haber hecho esa decisión delante de Ti, por haberse comprometido delante de Ti a obrar en esa área Tu bendición en esa área llegue Señor y sus vidas sean mejores y puedan dejar aún un mejor legado a la próxima generación.

Gracias Señor porque para Ti no hay imposibles oh Dios, para Ti todo es posible no importa cuán difícil sea, no importa lo que nuestras emociones digan, no importan los ataques que recibamos del enemigo. No importa cuán difícil o cuán cuesta arriba sea Tú lo vas a hacer posible Señor.

Señor nosotros declaramos que alrededor de cada uno de nosotros aquí, de cada individuo aquí, de cada familia representada se va a construir una muralla sólida sin brechas donde Tu Poder, Tu misericordia se haga patente Señor no solamente para beneficio de los que vivan dentro de esas murallas sino para que muchos puedan ver Tus portentos y Tus maravillas Señor y bajar la cabeza delante de Ti oh Dios. Gracias Señor, amén.

Tu gran obra no debe cesar

Transcripción

Hoy quiero seguir la línea de pensamiento que comenzó Roberto el domingo pasado; él está predicando una serie que se titula "Una vida con éxito" y él nos hablaba de cómo nosotros como hijos de Dios tenemos que vivir a la altura de la visión que Dios ha puesto en nuestra vida y desarrolló el tema de una manera pues muy práctica.

Y la idea detrás de esto por lo general es que nosotros aún teniendo algún sentido de visión y de propósito en nuestra vida se nos hace más fácil quedarnos a donde estamos porque hay muchos obstáculos en el camino, hay muchos retos que superar y él nos animaba el domingo pasado a ser bien prácticos, cuidadosos, minuciosos en entender cuál es nuestra visión, qué nos impide llegar allá y establecer pasos muy prácticos para llegar a lograr la visión.

Y nosotros sabemos que no hay razón por la cual nosotros no podamos llegar a cumplir la visión que Dios tiene para nosotros en nuestra vida porque nosotros servimos a un Dios grande. Estábamos cantando, cantando desde que llegamos acá a las 9 acerca del Dios Todopoderoso, misericordioso, que tiene todos los recursos a Su Mano y nos entramos en ese tiempo de adoración.

Y a veces lo que pasa es que venimos a la Iglesia, participamos de esa adoración, la adoración nos llena, vamos motivados a la casa pero cuando nos encontramos con los obstáculos de la vida que suceden cada día entonces nos desanimamos y pensamos: aquéllo fueron mis emociones, lo voy a dejar ahí porque ahora tengo demasiadas cosas en mi plato ¿y qué pasa? sigue pasando la vida, sigue pasando. You know es increíble lo rápido que el tiempo pasa.

Y un día llegamos y decimos: pero ya llegué aquí y todavía me faltan tantas cosas que cumplir de parte de la visión que Dios tiene para mi vida. Nosotros sabemos que tenemos un enemigo: el enemigo de nuestras almas que está intentando abortar por todos los medios posibles la visión y la bendición que Dios tiene para nosotros pero no tiene que ser así. Nosotros como hijos de Dios empoderados por Él porque si Él es un Dios de poder sabemos que ese poder está en nosotros porque nosotros somos Sus hijos y Él quiere darnos cosas buenas.

Y hay un versículo en Juan 10:10 que habla que son palabras de Jesús, Él dice: "El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir" pero miren lo que dice el Señor: "Yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia." Ese es el Dios que nosotros servimos, es el Dios de la abundancia y ningún padre amoroso va a retener la abundancia y los regalos para sus hijos; todo lo contrario busca toda posible razón para darle esos regalos a sus hijos. Como mamá yo sé que es así quiero cada día bendecir más a mis hijas y así es nuestro Dios, ese es el Dios que nosotros servimos.

Y en este día mi deseo es que el Señor prospere aún más sus almas y sus mentes, que sus mentes y sus espíritus sean nutridos, ese es el propósito de la Palabra de Dios: nutrir nuestra mente, nutrir nuestra alma; hasta el cuerpo se nutre cuando nosotros nos empapamos de la Palabra de Dios la creemos y caminamos en ella, ese es el propósito de la Palabra de Dios. Y ahí hay unos versículos en el capítulo 3 de Efesios los versículos del 14 al 21 que yo los he adaptado un poco para impartirlos a ustedes como una bendición a manera de una oración para comenzar ya el mensaje.

Así que simplemente escuchen esta Palabra y recíbanla en sus espíritus. "Por esta causa" esas son palabras del apóstol Pablo en Efesios "Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra para que les dé a cada uno conforme a las riquezas de Su Gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por Su Espíritu" de ahí es que sale todo del hombre o la mujer interior ¿no? "para que habite Cristo por la fe en los corazones de ustedes a fin de que arraigados y cimentados en amor ustedes sean plenamente capaces de comprender con todos los santos cual sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura y de conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento para que cada uno de ustedes sean llenos de toda la plenitud de Dios."

"Y aquél que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos según el poder que actúa en ustedes, a Él sea gloria en la Iglesia en Cristo" en Congregación León de Judá "por todas las edades, por los siglos de los siglos, amén." Esa es la bendición de parte del Señor para ustedes en este día.

En su prédica el domingo pasado Roberto nos instaba a amarrarnos a la visión que Dios nos ha dado y a cimentarla en nuestras mentes, en nuestros corazones y que se haga realidad para nosotros. Y nos decía que hay que mirar esa visión en los aspectos prácticos; cuando uno lo deja en lo abstracto solamente ahí se queda, algo muy bonito pero no se convierte en parte de nuestra realidad de vida.

Y así como se construye una pared de ladrillos ¿cómo se construye una pared de ladrillos? se va poniendo ladrillo encima de otro ladrillo ¿verdad? con un elemento que los une, así mismo las decisiones que nosotros vamos tomando cada día una decisión sobre otra decisión van formando nuestra vida cada día por eso nos dice que redimamos el tiempo, la Palabra nos dice que redimamos el tiempo y es porque cada decisión.

Usted puede parecerle como que es algo inconsecuente, irrelevante, que no va a tener ninguna repercusión pero nosotros sabemos que el tiempo que nosotros tenemos es de Dios y sabemos que lo que nosotros hagamos hoy, los ladrillos que nosotros pongamos, esas decisiones que vayamos haciendo día a día eso es lo que va a establecer el fundamento para nuestra vida futura.

Por eso es tan importante aprovechar la juventud. A veces el joven cree que nunca va a llegar a tener 30, 40, 50 años. Yo recuerdo cuando yo estaba en la universidad, tenía 22-23 años, no, menor 18 a 22 años yo veía a mis maestras que tenían 30 y pico y 40 y pico y yo las veía ya casi como ancianas pero el tiempo ha pasado y ya yo las he superado mucho más y cada vez me doy cuenta de lo joven que soy ahora pero ya he empezado a llamar a aquéllos que tienen 30-40 y ya los siento como hijos.

El asunto es que tenemos que aprovechar el tiempo porque pasa y tenemos que presentarle algo al Señor en términos de la ofrenda de lo que hemos recibido porque hemos aprovechado bien el tiempo y las decisiones pues son claves, esas decisiones que hacemos todos los días. Alguien con sinceridad hizo esta oración, dijo: "Amado Dios, hasta ahora he tenido un día ejemplar. No he gritado ni he peleado, tampoco he chismeado ni he pateado al gato. No he maldecido a nadie y mucho menos he mentido. Pero Dios: grande es la tarea que tengo por delante porque ahora en esta nueva mañana de la cama me voy a levantar." ¿Amén?

Todos nos podemos identificar con esa oración porque desde que comienza nuestro día se nos presentan mil y una situaciones que requieren que tomemos decisiones, eso es todo los días de nuestra vida. Unas son pequeñas otras son grandes, unas son esperadas otras son inesperadas pero de todas maneras siempre estamos tomando decisiones, estemos concientes de las que estamos tomando o no concientes porque para toda situación hay opciones. Hay una, hay más de una generalmente, una dos.

Suena la alarma al comienzo del día: yo puedo decidir ponerle Snooze para darme unos 9 minutos más creo que es en los teléfonos y que vuelva a sonar para levantarme o puedo apagarla y que no vuelva a sonar más y decir: yo voy a dormir hasta que me dé la gana hoy no voy a ir al trabajo o puedo levantarme cuando suena y seguir mi rutina diaria. O sea aún en las cosas más pequeñas siempre hay opciones; no hay tal cosa como que es una sola, siempre tenemos opciones y tenemos que entonces saber tomar decisiones que sean sabias porque algunas decisiones no son fáciles de tomar.

Algunas decisiones nos paralizan, otras nos hacen estancar, nos llenan de ansiedad y de temor porque así es la vida, muchas veces pasan situaciones que son inesperadas. Pero para nosotros como hijos de Dios la inacción o tomar malas decisiones no es una opción. Nuestras decisiones tienen que alinearse a lo que dice la Palabra de Dios, en realidad debemos vivir vidas bíblicas donde las verdades de la Palabra nosotros las acojamos y vivamos a partir de esas verdades no de nuestras propias ideas, de nuestra carnalidad nada de eso sino en base a lo que la Palabra de Dios dice.

Y no es que nosotros seamos especiales pero sabemos y tenemos que reconocer que el poder de Dios está en nosotros, tenemos que creerle a Dios. Si Él dice que hay una vida abundante para nosotros tenemos que creer en eso, si Él dice que hay riqueza en los cielos a nuestra disposición porque Jesús ha pagado el precio tenemos que creerlo. Mientras más se alinea nuestro pensamiento a lo que la Palabra del Señor dice más fácil se hace tomar decisiones. Ya no tenemos muchas complicaciones y ya la carne se va matando y apaciguando y empezamos a tomar decisiones que son bíblicas que traen agrado al corazón de Dios.

Y hoy quiero enfocarme más en lo que es ese proceso de tomar decisiones y para eso vamos a usar el Libro de Nehemías. He estado estudiando el Libro de Nehemías como por un mes y estoy enamorada de Nehemías, qué personaje tan digno de ser imitado. Y yo hoy pues quiero que tomemos su vida.

El Libro de Nehemías se ha usado mucho para asuntos de liderazgo y muy correctamente así ha sido pero en este día lo vamos a aplicar en el proceso de tomar decisiones porque los principios que están ahí nos sirven para todo en la vida; nos sirven para el matrimonio, para la maternidad, para la paternidad, para el trabajo, para todas las relaciones humanas, para nuestro ministerio en la Iglesia de servicio al Señor, absolutamente en todas las áreas los principios que están aquí en este Libro de Nehemías nos van a servir.

Así que no piense: ah bueno como no soy líder voy a apagar el cerebro, no. Eso es para ti y es para ti para que lo apliques a tu área de necesidad. Y entonces ¿quién es Nehemías? Nehemías vivía en el siglo V antes de Cristo, hace ya un tiempito que él estuvo en esta Tierra y vivía en Susa que era capital del reino Persa.

Era judío y muy posiblemente había nacido precisamente en Persia y era descendiente de judíos que habían sido deportados a Babilonia así que después cambió, pasaron otros reinos un reino dominó a otro y ya fue imperio Persa pero él, su familia, sus antepasados 150 años antes habían sido exiliados obviamente a la fuerza a Babilonia pero que en este momento ya es imperio Persa y era un siervo del rey; no era una persona libre completamente como eran los ciudadanos como tal sino que era un siervo, quizá no llegaba al punto de ser un esclavo pero sí era un siervo, estaba bajo la autoridad del rey Persa.

Y era su copero y un copero era alguien que cuando se le servía ahí mismo traía el vino, se lo presentaba al rey pero antes de que el rey lo tomara él lo probaba porque era un método común en esa época que un enemigo del rey pusiera veneno en el vino del rey para obviamente sacarlo de comisión así que él tomaba el vino para poder probarlo antes y asegurarse, si Nehemías se lo tomaba y se quedaba tranquilo y no pasaba nada pues era seguro que el rey se lo tomara.

Así que era su copero y en esa posición de copero era una persona que estaba muy cerca al rey y a veces los coperos servían como unos consejeros informales no a nivel político sino era, tenía que presentar buena conversación ante el rey y ser una persona, era como una línea de defensa para el rey por el trabajo específico que él hacía. Y se había ganado la confianza del rey, era una persona responsable, íntegro y vivía muy cómodamente en el palacio. Tenía todo lo que necesitaba.

Pero aunque vivía en el palacio nunca se olvidó de sus antepasados y nunca se olvidó del rey de Israel. Y en el primer capítulo nosotros vemos si podemos ir al Libro de Nehemías en el primer capítulo nos dice que llega a visitarlo su hermano desde Jerusalén, el hermano de Nehemías que vivía en el área de Jerusalén viene y lo visita con unos acompañantes y Nehemías aprovecha; recuerden que a él le interesaba de dónde él había salido, sus antepasados habían salido y le preguntó acerca del estado de la ciudad, de los que vivían y de cómo estaba la ciudad en sí.

Y miren en el primer capítulo versículo 3 está la contestación a su pregunta. Dice que ellos le dijeron: "Los cautivos que quedaron con vida están muy mal y pasando por muchas vergüenzas. La muralla de Jerusalén está en ruinas y las puertas de la ciudad fueron quemadas." Así que al recibir ese triste informe del estado de Jerusalén el corazón de Nehemías se compungió y Dios sembró en su espíritu una inquietud de él hacer algo por restaurar esa amada ciudad.

El verso 4 más adelante nos dice cuál fue la reacción de Nehemías, dice: "Cuando escuché esto me eché a llorar y durante varios días me puse en duelo y ayuné y oré al Dios de los cielos" se le tocó el corazón y él vió la necesidad y miren esa reacción tan fuerte que él tuvo. Lo que pasa es que Nehemías al recibir ese informe entendió enseguida que una ciudad sin murallas como Jerusalén estaba era una ciudad vulnerable al enemigo, era una ciudad indefensa; cualquiera podía entrar ahí y hacer daño.

Y además no solamente eso porque un hombre espiritual, una mujer espiritual entiende más allá, entiende las consecuencias de los actos de la vida y él entendió que había un impacto espiritual también en el hecho de que la ciudad de Jerusalén, la ciudad del pueblo escogido de Dios estuviera en esa situación tan triste. Así que al recibir el informe él lo entendió a muchos niveles, Dios le dió el discernimiento para entender esas cosas.

Hay un escritor que dice que Nehemías fue llamado a reconstruir la muralla pero primero oró sobre sus ruinas y añado yo que lloró no en el vacío sino que lloró delante de la Presencia de Dios como todos nosotros debemos llorar delante de la Presencia de Dios. Sus lágrimas y su compenetración con el dolor de los que estaban viviendo allá, con el dolor de ver la ciudad en esa manera tocó el corazón de Dios. Eso es un principio de ahí mismo ¿verdad? que cuando nosotros nos compenetramos con un dolor sea de nuestra propia vida, sea de la vida ajena y Dios ve que hay sinceridad en eso Dios obra, es así como Dios hace.

Y hay muchos cambios que no se dan en nuestra vida no porque no tengamos los recursos porque los tenemos en Dios, los tenemos, muchas veces nos falta compasión, nos falta la presencia de estar allí frente al dolor, nos falta entendimiento del poder de Dios y de quién nosotros somos en Dios y también nos falta la capacidad de establecer dónde exactamente está la necesidad y qué es lo que yo tengo que hacer en este tiempo.

Gracias a Dios Nehemías tenía el corazón de Dios dentro de él y supo identificar todas esas áreas. En nuestras propias vidas, en nuestras familias, en la sociedad que nos rodea hay muchas murallas en ruinas pero muchas veces nosotros seguimos sin reconocer que están allí. Venimos a la Iglesia, recitamos una y otra vez: "todo lo puedo en Cristo que me fortalece" pero entonces se nos hace muy difícil ponerlo por obra. Aún a veces cuando las brechas y las puertas quemadas de nuestras murallas son obvias y son obvias a otros también que las ven y sin embargo decidimos no hacer nada al respecto.

Para la época en que Nehemías vivió ya habían pasado como dije antes 150 años desde que las murallas habían sido destruídas así que quería decir que los que vivían en esa área ya ninguno recordaba a la ciudad con murallas. Habían vivido en escombros viendo los escombros de las murallas y los habitantes estaban acostumbrados ya a ver esos escombros y a veces eso es lo que nos pasa a nosotros también.

Si fuéramos sinceros a veces vemos escombros en nuestra vida, escombros en las vidas de los que nos rodean pero nos hemos acostumbrado a esos escombros; no se nos ocurre pensar: orar, interceder, tomar pasos de acción para hacer que removamos y que Dios pueda entonces con nuestra colaboración remover esos escombros y hacer que la vida cambie.

Muchas veces lo que hacemos es: hay una imagen del elefante en el medio de la sala, la imagen es que muchas veces hay familias donde hay situaciones que el elefante está en el mismo medio de la sala de la familia y todo el mundo lo ignora; el elefante no está ahí pero el elefante sí está y está haciendo daño pero el elefante no está o le damos la vuelta para irnos alrededor del elefante pero el elefante sigue ahí.

¿Usted sabe que a menos que usted haga algo para remover el elefante el elefante no se va a ir solo? Dios nos respeta tanto que Él pide nuestra colaboración para hacer cosas como esas para remover el elefante, para entender dónde están los escombros y para hacer lo necesario para remover esos escombros de nuestra vida. Así que esa es la pregunta que yo tengo para ti hoy: ¿sabes tú reconocer esos escombros y estás dispuesto o dispuesta a hacer lo que sea necesario para remover esos escombros?

Si no las brechas van a seguir ahí, vamos a seguir indefensos en ciertas áreas y ¿sabes qué? el enemigo no necesita que las brechas sean muy grandes para él entrar, con un poquito que se le abra la puerta ya él se aprovecha. Así que tenemos que estar concientes de esas áreas, yo tengo que estar conciente cada día de dónde están en diferentes áreas de mi ser: las emociones y todo y al reconocerlas tengo que entonces cerrar esas brechas, poner puertas fuertes allí donde hay una apertura para impedirle al enemigo hacer lo que él quiere hacer con mi vida de robarme mi bendición y matar desde sus comienzos alguna visión que Dios tenga para mi vida.

La vida cristiana es estar en batalla y es muy fácil pues hacer batallas externas pero la batalla principal es en el hombre o en la mujer interior, es ahí adentro donde todo comienza. Oh si Dios nos diera discernimiento para ver eso y hacer algo y la capacidad y el poder para hacerlo. Otra vez: no es porque los recursos no estén, están pero no le creemos a Dios muchas veces.

Así que yo espero que hoy ya vaya usted pensando cuál es por lo menos un área donde yo tengo que hacer un cambio, tengo que reconocer que ahí hay escombros y tengo que superarlo. Yo sé que Dios va a estar contigo si tú te decides a hacer mejorías en un área para mantenerte en la visión que Dios tiene para tu vida.

Les voy a dar un ejemplo de cómo alguien conocido mío; la voy a llamar Lucila, mi amiga Lucila. Lucila era evidente que vivía en amargura, su rostro lo decía, su comportamiento era basado en amargura y vivía lo que yo llamo una vida tóxica. Es muy difícil vivir una vida tóxica no solamente para los que viven con el que tiene la vida tóxica sino para el que la vive porque no hay alegría, no hay esperanza; hay muchas cosas que mueren y se hacen imposibles por vivir una vida tóxica especialmente cuando se trata de amargura.

Y la energía que esta mujer podía edificar para ayudar a otros, para ayudarse ella misma la utilizaba para batear todas las pelotas que el enemigo le mandaba o que su propia carne le mandaba; en vez de tener energías para vida era energías para complicación y tensión continua en su vida. Y las palabras de su boca eran como flechas con fuego: terrible, ahí iban y quemaban todo aquello a lo que se dirigía su palabra.

Estaba procesando esta mujer un episodio de adulterio de su esposo y muchas heridas porque había sido criada en una Iglesia muy legalista donde aparentemente cometieron abusos contra ella y su familia y a los ojos de cualquier observador esta mujer las tenía todas consigo: una mujer de orden y de balance, tú la veías de afuera, todo se veía perfecto. Un hogar impecable, cada cosa en su lugar, comida exquisita todos los días de aperitivo, cena, postre, una perfección. Una profesional intachable perfecta en su trabajo.

Pero por dentro tenía muchos escombros a consecuencia de la amargura y el decidir no perdonar a todos los que ella había percibido que le habían hecho daño. ¿Y qué pasó? fue solamente cuando ella reconoció que esos escombros estaban en su vida, que la muralla caída la hacía indefensa ante los ataques del enemigo, no fue hasta ese momento que ella decidió entonces empezar a reconstruir su vida en esa área.

Y hoy gracias al Señor es una mujer que cuando llora llora en la Presencia de Dios ya no es con amargura y deseando venganza contra sus enemigos sino una mujer que edifica y quiere bendecir a otros. Entendió la bendición que su Padre celestial le extiende a ella y por eso ha aprendido a tener compasión con los demás, o sea algo totalmente. Su vida hizo un giro de 180 grados, cambió de dirección, entendió la necesidad que ella tiene de Dios ¿por qué? porque reconoció el daño de las murallas caídas, de la ausencia de puertas de seguridad en su muralla y empezó a hacer algo al respecto.

¿Fue fácil? no fue fácil todavía tiene luchas, todavía el enemigo le susurra que use los mismos mecanismos que usaba antes pero ahora ya los reconoce con más facilidad y ha aprendido a superarlos. Así que eso es lo que Dios quiere hacer en nuestra vida. Todos nosotros inclusive la que les habla, todos nosotros tenemos brechas en algún lugar de nuestra muralla y todos necesitamos la Gracia de Dios, el Poder de Dios para determinarnos a cerrar esas brechas de manera que la muralla de Dios alrededor de nosotros pueda defendernos de todo ataque del enemigo.

Es tan fácil como eso, tan fácil y tan difícil ¿verdad? es fácil hablarlo pero es difícil ponerlo por obra pero no es imposible. Veíamos antes que Nehemías lloró y oró sobre las ruinas. Vamos a ver la oración de Nehemías y eso está en el primer capítulo en los versículos del 5 al 11 una oración preciosa que puede ser modelo para nosotros de cómo nosotros orar cuando tenemos una situación así difícil en nuestra vida.

Dice esa oración así: "Y dije: Te ruego oh Jehová Dios de los cielos fuerte, grande y temible que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan Sus mandamientos, esté ahora atento Tu oído y abiertos Tus ojos para oír la oración de Tu siervo que hago ahora delante de Ti día y noche por los hijos de Jerusalén Tus siervos y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra Ti. Yo y la casa de mi padre hemos pecado."

¿Se fijan en la oración? él trata a Dios como alguien que está ahí. Él va con su necesidad, va con una actitud de humildad reconociendo no solamente los pecados de otros, de sus antepasados quienes están no solo en desobediencia de Dios sino reconociendo los suyos propios delante de Dios. En el versículo 7 dice: "En extremo nos hemos corrompido contra Ti y no hemos guardado los mandamientos, estatutos y preceptos que diste a Moisés Tu siervo" el reconocer los pecados nos hace humildes.

El hecho de que hayamos alcanzado alguna madurez espiritual no nos exime de pecar desafortunadamente esa es nuestra realidad humana pero por eso precisamente con humildad vamos delante del Señor.

El versículo 8 dice: "Acuérdate ahora de la Palabra que diste a Moisés Tu siervo diciendo: Si vosotros pecáreis Yo os dispersaré por los pueblos" que es lo que había pasado con el pueblo de Israel ¿verdad? pecaron y fueron dispersados pero miren la promesa: "Pero, si os volviéreis a Mí y guardáreis Mis mandamientos y los pusiéreis por obra aunque vuestra dispersión fuere hasta el extremo de los cielos, no importa cuán lejos estés de Mí de allí os recogeré y os traeré al lugar que escogí para hacer habitar allí Mi Nombre."

"Ellos pues" hablando del pueblo de Israel "son Tus siervos y Tu pueblo los cuales redimiste por Tu gran Poder y con Tu Mano poderosa" ¿qué está haciendo Nehemías? Está reconociendo que a pesar que el pueblo está en una situación deplorable en ese momento en crisis, que la ciudad está en ruinas aún así las promesas de Dios están vigentes.

Él le dice a Dios: yo sé que las circunstancias que yo veo no tienen que ser así por siempre porque Tú dijiste, porque Tú una vez hiciste una promesa de recoger nuevamente el pueblo y traerlo a Ti y de redimirlo y traer salvación al pueblo. Entonces termina en el versículo 11 y dice: "Te ruego oh Jehová esté atento Tu oído a la oración de Tu siervo y a la oración de Tus siervos" él incluye a otros también aunque él está solo en ese momento "Quienes desean reverenciar Tu Nombre, concede ahora buen éxito a Tu siervo y dale gracia delante de aquél varón porque yo servía de copero al rey."

O sea que ¿vieron el proceso? dice quién es Dios primero lo trata como el Dios que está allí al lado de Él frente a él, un Dios con el que él tiene conexión y comunión porque no hay atrechos, no hay atrechos para tener conexión y comunión con Dios. Si tú tienes un amigo tú no puedes llamarlo amigo si no pasas tiempo con tu amigo ¿verdad? implica una inversión de tus recursos: de invitarlo a tu casa, de aceptar una invitación, de pasar tiempo, de hacer llamadas telefónicas. Implica una inversión de tiempo, no hay atrechos, no hay caminos cortos para llegar al corazón de Dios hay que hacer lo que Nehemías hizo de día y de noche esa actitud de estar en comunión con el Señor continuamente.

Y entonces como leemos en el 11 le pide éxito en términos de lo que él ya tiene en mente, que le abra. Dice que: "Concede ahora éxito a tu siervo y dame gracia delante de aquél varón" aquél varón se refería al rey, al rey Altajerjes I; no era cualquier varón era un varón que comandaba autoridad y comandaba temor en todos los que le veían.

Así que esa es la oración y es un modelo para nosotros la oración de Nehemías. Hay unas palabras que Abraham Lincoln dijo una vez, él dijo: "Mi preocupación no es que Dios esté de nuestro lado, mi preocupación es que nosotros estemos del lado de Dios porque Él siempre tiene la razón" así que en todo tenemos que siempre estar seguros que estamos del lado de Dios y es evidente que así mismo era para Nehemías, estaba del lado de Dios y lo sabemos porque Dios le dió la oportunidad.

Él estuvo unos cuatro meses antes de él presentar su petición. Imagínese cuatro meses de buscar la dirección de Dios, cuatro meses pidiéndole: Señor ábreme la puerta que yo discierna que el momento Tuyo ha llegado para yo presentar mi petición. Y en ese tiempo él lo aprovechó; no era tiempo perdido, él aprovechó para ver qué recursos tenía el rey terrenal que él pudiera usar para cumplir el propósito del Rey celestial. Empezó a pensar, a hacer estrategias de cómo él iba a lograr reconstruir las murallas de Jerusalén así que ese tiempo que él quizás estuvo que parece tiempo perdido no fue perdido, fue muy bien invertido en buscar esos recursos, en entender y en ganar confianza en que Dios iba a proveer para él lo que él necesitaba para lograr la meta que él quería lograr.

Y no podemos entrar en detalles pero sí sabemos que Dios le dió la oportunidad. Un día él estaba frente a la corte del rey, el rey lo vió así como medio triste, taciturno y le pregunta: Nehemías ¿qué te pasa? porque enfermo no está y dice que él tuvo gran temor ¿y saben por qué tenía gran temor? porque delante de un rey nunca se tenía un rostro serio, triste eso te podía llevar a la muerte; tenías que en todo momento servirle al rey, estar con una disposición alegre, si el rey te decía: ponte aquí tú te ponías allí si ponte acá ponte acá ahí te ponías, así era.

Pero Dios le dió la oportunidad y él la reconoció y en ese momento él le dijo: mira yo quiero volver a mi ciudad, a la ciudad de mis antepasados donde están los sepulcros de mis padres y quiero reconstruir las murallas de la ciudad. Esa fue la petición que él le presentó al rey. Y no solamente el rey le dió lo que él pidió sino mucho más de lo que él pidió y Nehemías supo pedirle exactamente lo que él necesitaba ¿por qué? porque había pasado tiempo en la Presencia de Dios y sabía qué era lo que necesitaba.

Pidió maderas, pidió cartas que le permitieran ir de ciudad en ciudad sin ningún problema porque recuerden que él era un siervo, él era un siervo él no era un dignatario sin embargo Altajerjes lo trata como un dignatario no como un siervo. Y maravilloso es que este mismo rey Altajerjes años antes había detenido un intento de reconstruir la ciudad de Jerusalén así que era alguien que ya reconocía lo que Nehemías estaba pidiendo y en años antes lo había obstaculizado sin embargo ahora, Dios se encargó de tocar el corazón de Altajerjes y hacerle ver que esto era algo digno de ser hecho así que él le dió mucho más de lo que él le había pedido.

Y yo les tengo una pregunta para ustedes: si hay tres ranas reposando sobre un tronco y una de ellas decide saltar ¿cuántas ranas quedan en el tronco? ¿dos? ¿Pues saben qué? quedan tres porque dice que sólo una decidió, ella decidió no dice que hizo sino que saltó y el punto es que muchas veces nosotros tomamos decisiones a veces en momentos emocionales pero no le damos seguimiento a esas decisiones. Hay una diferencia entre tomar una decisión y dar los pasos para que se haga realidad esa decisión que tenemos que hacer.

Muchas veces nosotros sabemos que tenemos que obedecer a Dios en un área y otra vez en un momento sí, nos emocionamos: lo voy a hacer, en la adoración: qué lindo es, sí Padre sí yo voy haz eso conmigo, sí la verdad yo tengo esta mala actitud mañana mismo yo sé que Tú, mañana mismo voy a pedir perdón pero ¿qué pasa? llegamos a la casa y todas esas buenas decisiones las dejamos aquí a veces; son buenas decisiones pero tenemos que ponerlas a la obra ¿verdad? Porque los sueños de Dios son mucho mejores que los sueños mediocres de nosotros así que si Él nos dice algo y nos pide algo y reconocemos que es un área de necesidad o algo nuevo que Dios quiere hacer en nuestra vida así mismo tenemos que obedecer.

Yo recuerdo que hace 25 años yo entre otras funciones en aquél momento; eso era cuando estábamos al principio del Pastorado yo era la líder del ministerio de niños en la Iglesia y pues yo trabajé muy duro para levantarlo y en un momento en que ya estaba sólido, tenía buenos maestros y tenía líderes Dios me dió la inquietud de comenzar el ministerio de mujeres pero yo como una ranita que quería quedarse en el tronco decidí que no lo iba a hacer y pasó un tiempo, unos dos años y lo que pasó es que Dios tuvo que trabajar conmigo un poquito más duro.

Una de las cosas que hizo es que me secó el amor por el ministerio de niños que estaba tan grabado en mi corazón me lo secó, de momento es como que yo perdí la unción para ese ministerio y fue un tiempo de crisis, de lucha para mí. Y tan cabecidura fui que el Señor necesitó enviarme dos Palabras proféticas: una de ellas una mujer que ni sabía quién era yo que como Dios hace las cosas le preguntó a otra persona: ¿tú conoces a una persona en una Iglesia que se llama Meche? y esa persona sabía de mí y le dió mi número.

Y esa mujer me llamó, hasta este día no sé quién fue me llamó y me dijo estas palabras: "te he dicho que es mujeres" y colgó. Así que ¿sabe? necesité un poquito más de ánimo de parte de Dios a fin de cuentas obedecí pero entré ahí luchando contra Dios por eso pero una cosa aprendí: que ya cuando el Señor me habla de algo ya yo obedezco; puede ser que me tome tres, cuatro meses pero dos años no me tomo, he aprendido mi lección. Y así mismo quizás tú sabes de una dirección en que Dios te quiere llevar y pues a buen entendedor pocas palabras bastan.

Así que sabemos que Nehemías entonces escuchó el llamado de Dios y respondió a restaurar los muros, él no se quedó sentado en el tronco sino que respondió y decidió dejar las comodidades que él tenía en el palacio; vivía una vida muy cómoda, de lujo en el palacio del rey pero decidió obedecer a Dios. Imagínese sólo llegar a Jerusalén le tomó cuatro meses así que no fue algo fácil y cuando llegó allí uno pensaría: bueno a lo mejor fue más fácil, no: muy difícil.

Lo primero que hizo fue ir con su caballo y examinar la situación de la ciudad: estaba en escombros, una situación terrible; las puertas quemadas y todo precisamente como le habían dicho. Entonces habló palabras de ánimo a aquéllos que estaban allá y una de las cosas que animó a esta gente fue cuando él les compartió el testimonio de cómo Dios había escuchado su oración, de los recursos que Dios le había puesto porque recuerden que él llegó allá con madera, con todo tipo de materiales para la construcción, con la mente llena de ideas, con acompañantes; lleno de recursos y él dió su testimonio de cómo Dios lo estaba respaldando hasta ese momento y eso animó al pueblo.

A lo largo de todo el Libro de Nehemías hay un principio que se declara una y otra vez y es que: aún cuando Dios provee ciento por ciento de los recursos, aún así nosotros Sus hijos tenemos que esforzarnos y ser valientes. Esa frase la vemos desde el Libro de Josué ¿verdad? "Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente." Así que eso está a lo largo de todo el Libro de Nehemías también.

Él estableció estrategias, él hizo todo, formó grupos de construcción, formó todo aquéllo. Yo les animo a leer el Libro, se lee fácilmente, es interesante, está lleno de los principios de la Palabra y vemos entonces que él macro-manejó y micro-manejó y ahí es donde nosotros muchas veces fallamos, que vemos muchas veces las partes grandes de lo que tenemos que hacer pero no tenemos cuidado de ver cómo son los aspectos pequeños de los componentes de diseñar un plan de acción para nuestras vidas para poder entonces levantar esas murallas.

Y esos principios aplican para todo: sea que tú tienes que hacer un cambio en tu vida espiritual, en tu vida personal, en tu trabajo; en cualquier área de tu vida esos principios aplican. Tenemos que micro-manejar, ver los aspectos grandes de lo que Dios quiere para nosotros y dar pasos de fe en esas cosas grandes pero también romperlos en sus componentes para entonces tener éxito.

Hoy en día se dice que hay una nueva manera de ver por qué los estudiantes tienen éxito, por qué unos tienen éxito y otros no. Antes se creía que era solamente por inteligencia y hay muchísimas pruebas que prueban la inteligencia de un individuo pero ahora se está estudiando más el factor de lo que es la determinación y de mantenerse corriendo hasta llegar a la meta como un maratonista; corriendo, corriendo, corriendo y siguiendo adelante a pesar de los retos. Esa es una nueva manera en que se enfoca el por qué algunas personas tienen éxito en sus carreras de educación y otras no.

Y eso aplica en lo espiritual también, esa determinación, el enfoque porque si no hay cambio no puede haber ningún cambio ¿verdad? eso es básico, tenemos que hacer cambios en cómo vemos la vida, en dónde identificamos donde están nuestras fallas, nuestras áreas que necesitan mejorarse y entonces cómo construir para llenar la brecha que hay en la muralla como decíamos antes: día a día una decisión como un ladrillo que se pone sobre otro ladrillo para construir la muralla.

Y Dios no ve las cosas como nosotros las vemos. Nosotros dividimos muchas veces lo que es religioso y espiritual de lo que es la vida y Dios no lo ve así Él se interesa por todos los aspectos de nuestra vida. Y Él le interesa si tu meta es aprender inglés pues da pasos para aprender inglés, tan fácil: ¿dónde están las clases? establécete un plan de acción. Ahí es donde fallamos mayormente no es en la visión. Muchos tenemos visión.

Si yo le preguntara a cada uno de ustedes ¿tienen visión? en muchas áreas. No es ahí tenemos que ver los componentes de eso. Y para uno tener éxito necesitamos tres cosas que Nehemías las proyecta muy bien: uno es la fe en el Señor. Eso es lo que te da la seguridad de que tú no estás solo, de que tú estás respaldado, de que todos los recursos del cielo están a tu disposición. En Filipenses 4:19 dice: "Mi Dios suplirá todo lo que les falte conforme a sus" pobrezas en gloria ¿no verdad? dice: "conforme a sus riquezas en gloria." Nuestro Padre es un Dios rico en recursos.

Eso primero, fe en el Señor. Después viene el enfoque. Nosotros vivimos en una generación desenfocada, estamos haciendo tantas cosas todo el tiempo. Estamos como ¿saben los lirones, los hámsters? que están en la ruedita y dale que dale a la ruedita y dale a la ruedita y dale, dale, dale; muchas veces estamos así: creemos que estamos haciendo grandes cosas pero no estamos adelantando estamos en la misma ruedita todavía que estábamos hace tres años, cinco y eso no es lo que Dios quiere, es importante que avancemos en fe aquéllo que Dios nos ha dado.

Nehemías tenía enemigos: dos de ellos se llamaban Sanbalat y Tobías. Por favor no le ponga esos nombres a sus hijos especialmente Sanbalat (risas). Eran enemigos de él y trataron de todas las maneras posibles de desenfocarlo del camino que Dios tenía para él. Y la verdad es que nosotros establecemos prioridades en base, o sea nosotros hacemos cosas en base a nuestras prioridades. Donde no hay prioridades nosotros no le tomamos tiempo.

Ustedes se fijan que si ustedes quieren hacer algo y no y dicen: ay no pero eso no es tan importante ¿qué pasa? el lugar que toma es último en la lista "si me da tiempo" pero en el Señor tenemos que establecer prioridades bien claras y hacer aquéllas que van a transformar nuestra vida. Así que vimos que Sanbalat o vemos en la historia que Sanbalat y Tobías hicieron todo lo posible por desenfocarlo a él.

En el capítulo 6 de Nehemías los versículos del 1 al 4 esa es quizás mi parte favorita del Libro de Nehemías dice: "Cuando oyeron Sanbalat y Tobías y Jezem el árabe y los demás de nuestros enemigos que yo había edificado el muro y que no quedaba en él portillo" aunque hasta aquél tiempo no se habían puesto las hojas de las puertas "Sanbalat y Jezem enviaron a decirme: ven y reunámonos en alguna de las aldeas en el campo de uno mas ellos habían pensado hacerme mal" las intenciones eran malas.

Y miren la contestación de él: "Y les envié mensajeros diciendo: yo hago una gran obra y no puedo ir porque cesaría la obra" yo hago una gran obra y no puedo ir porque cesaría la obra. O sea si tú tienes un enfoque y estás enfocado en hacer la obra que Dios quiere que tú hagas no dejes la gran obra por atender otras cosas porque tu unción para completar las murallas está en donde Dios te quiere no en donde tú quieres estar sino en donde Dios te quiere. Así.

Así que yo creo que eso es algo para memorizarse. Porque hubo muchos intentos: lo amenazaron de muerte, se burlaron de él. Una de las cosas que a mí me llamó la atención es que uno de ellos creo que fue Tobías dijo como que: esas murallas que ustedes están construyendo son tan débiles que si una zorra se sienta encima de la muralla la muralla se cae. ¿Sabe? portentos que Dios estaba haciendo en la ciudad ¿y qué pasa? los atacan.

Muchas veces cuando tú desees hacer algo en ese aspecto de cerrar una brecha en la muralla, sea en tu vida, en la vida de tus seres queridos, en tu vida familiar, en tu trabajo en donde sea ¿saben lo que va a pasar? va a venir crítica. No va a ser fácil, todo el mundo no te va a: "ay qué bueno que está creciendo en esa área" no. Muchas veces es cuando más enemigos nos ganamos y muchas veces nos ganamos enemigos aún dentro de aquéllos que están más cerca de nosotros y que supuestamente nos aman.

Así que no permitas que la debilidad que tú tienes de tu pasado determine tu futuro haciéndole, respondiendo esas críticas como que son verdaderas, aceptando esas críticas porque muchas veces en nuestro pasado hay cosas terribles; hicimos cosas terribles, cometimos fracasos y el enemigo se encarga de susurrarnos: "tú no puedes hacer eso porque recuerda, la visión que tú crees no es de Dios eso es tu mente porque recuerda que tú tienes aquél asuntito allá en el pasado" y eso nos susurra y muchas veces nos detiene y nos congela.

El hecho de que tú hayas sido malgenioso toda tu vida no tienes que seguir siendo así, puedes decir: mira ya se acabó, ahora voy a cerrar esa brecha en mi muralla y voy a ser un hombre de compasión y de gracia. El hecho de que te hayas dedicado a usar tu lengua para hablar del prójimo no tienes que seguir así, tú puedes decir: mira en el Nombre del Señor esa brecha se cierra voy a tomar pasos prácticos para yo no caer más en esa tentación. Si tú reconoces tu tentación, tu área de necesidad e invocas la Presencia de Dios ahí el Señor se va a hacer presente y va a hacer lo que tiene que hacer.

Tu gran obra se puede tomar mucho tiempo de eso no hay duda, las cosas no suceden de un día para otro pero si tú te mantienes vas a ver que Dios es real, yo lo sé por mi propia vida. Tu gran obra a lo mejor es como yo dije quizás alguna mala actitud, algún mal hábito en tu vida. Tu gran obra puede ser sacar tiempo para orar cada noche con tus pequeños, pueden ser pequeños o pueden ser grandes para orar con ellos, leerles una historia y tener ese tiempo así de calidad con tus hijos en tu casa.

Tu gran obra puede ser completar el GiD o una carrera universitaria que se quedó a medias. O sea tú le pones nombre a esa gran obra pero todos tenemos una o muchas grandes obras que hacer. El asunto es que nos mantegamos pegados a esa gran obra reconociendo que Dios la va a hacer posible si nosotros somos fieles y obedientes en hacer nuestra parte.

En el Libro de Nehemías no se registra ningún milagro, no hay ningún milagro ahí pero sí es evidente el mover sobrenatural de Dios desde el principio en cómo él le habla a Nehemías, cómo Nehemías planea su estrategia, cómo le abre paso frente al rey, cómo el rey suple, cómo él llega, puede animar al pueblo para hacer todo lo que Dios le había dicho y cómo logra completar la muralla. O sea se ve la Mano sobrenatural de Dios a cada paso.

Así es nuestra vida. Nuestra vida no es diferente a la de Nehemías. Si tú te propones algo y tienes así en perspectiva que vas a lograr eso en el Nombre del Señor lo vas a lograr. Y miren una cosa: que esa muralla que había estado destruída por 150 años había estado destruída: no sé cuánto tiempo lleva destruída la brecha en tu muralla o esa puerta quemada pero en el caso de Nehemías eran 150 años y ¿saben? que el pueblo logró unido levantar la muralla en sólo 52 días. Lo que parecía algo imposible se hizo posible y no solamente eso sino que fue testimonio a muchos alrededor.

Así como tu vida, tu vida en las manos del Señor. Cuando la gente te ve tener éxito en un área que tú eras de esta manera pero ahora eres de ésta, que hacías aquéllo pero ahora ya no lo haces más ahora haces esto y son cosas buenas, agradables a Dios siguiendo principios bíblicos ese es el mejor testimonio, esa es la mejor Biblia que podemos compartir con los demás. Somos libros abiertos. Los demás leen en nosotros nuestro caminar; saben cuando nosotros de verdad le creemos a Dios o cuando solamente decimos que le creemos a Dios.

Y dice el capítulo 6 en el versículo 16: "Y cuando lo oyeron todos nuestros enemigos" cuando oyeron que habían completado esa muralla en 52 días solamente "cuando lo oyeron todos nuestros enemigos temieron todas las naciones que estaban alrededor de nosotros y se sintieron humillados y conocieron que por nuestro Dios había sido hecha esta obra." Así que tu vida así, tu vida cambiada, transformada, tu fidelidad en ir creciendo en el Señor dando pasos de fe es el mejor testimonio que tú puedas dar.

Va a maravillar a tu esposa y a tu esposo, va a maravillar a tus hijos, a tus vecinos, a tus compañeros de trabajo. Todos van a estar maravillados y van a poder aún cuando no crean en el Señor que tú crees van a ver algo que no es natural detrás de eso, que hay un poder sobrenatural y eso te va a hacer el mejor evangelista que tú puedes ser cuando tu vida predica de esa manera.

Así que todos estamos llamados a una gran obra en el área que sea. En Isaías 58:12 dice: "Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas. Los cimientos de generación y generación levantarás y serás llamado: reparador de portillos, restaurador de calzadas para habitar." Ese es tu llamado, tu llamado es: edificar, levantar las murallas caídas, poner puertas, por donde antes había brechas ahora ya no van a haber brechas. Las murallas son símbolo de la protección de Dios y a eso es que Dios está llamándote este día.

El trabajo que hizo Nehemías con el pueblo ¿saben lo que hizo? promovió vida. Devolvió vida a Jerusalén. Si él no hubiera hecho eso, si él no hubiera tomado la decisión y no hubiera dado los pasos detrás de su decisión no se hubiera logrado eso sin embargo él lo logro y pudo traer vida a una ciudad que estaba muerta ya y sin esperanza. Otros después de Nehemías continuaron con la edificación.

Y un día casi 5 siglos después Jesucristo mismo ejercería Su Ministerio en esa misma ciudad. Así que: qué maravilla. O sea cuando eres fiel edificas tus murallas, construyes las murallas y Dios puede entonces hacer Su Obra completa y no va a ser solamente para tu beneficio sino para el de futuras generaciones. Seas madre o padre o no como decía: somos libros abiertos y nosotros cuando vivimos vidas de acuerdo a la Palabra entonces nosotros podemos impactar la vida de los demás y podemos empezar a edificar una mejor familia, una mejor sociedad. De eso se trata, de que nosotros seamos fieles.

Y para terminar yo te quiero extender un reto ¿sabes? porque uno escucha un mensaje pero tiene que responder al mensaje, la Palabra dice que no vuelve a Dios vacía y yo quiero que vuelva en este día llena así que yo te extiendo un reto. El reto es que ahora mismo si quieres cerrar tus ojos para pensar mejor, ahora mismo tú te digas a ti mismo de una sola cosa en tu vida donde tú sabes muy bien que la muralla está destruída, que hay una brecha en tu muralla. Todos las tenemos, piensa en esa una sola cosa, no te desenfoques pensando en tres, cuatro, cinco sino en esa sola cosa.

Y lo que yo quiero que tú hagas es que hables la visión de Dios a esa sola cosa que tú has pensado. Y mientras ustedes piensan les voy a leer en Habacuc 2 del 1 al 3 miren lo que dice: "Sobre mi guarda estaré" o sea tú tienes que estar en tu guardia puesta en tu lugar, en tu torre de vigilancia bien puesto ahí mirando dónde está la brecha en la muralla "y sobre la fortaleza afirmaré el pie" pie firme en guardia "y velaré para ver lo que se me dirá y qué he de responder tocante a mi queja."

"Y Jehová me respondió y dijo: Escribe la visión y declárala en tablas para que corra el que leyere con ella. Aunque la visión tardará aún un tiempo mas se apresura hacia el fin; aunque tardare espéralo porque sin duda vendrá, no tardará." Yo lo que te pido en este día, o sea el reto que te extiendo es que pienses en una sola cosa y si tienes duda pregúntale a un ser querido tuyo para que veas que no te dan una sola cosa sino una lista de diez en que tú puedes mejorar.

Piensa en una sola cosa en cualquier área de tu vida: en lo personal, emocional, tu manera de pensar o lo que sea y declara la visión de Dios en esa área. Otra vez tú sabes cúal es esa sola cosa y lo que yo te pido es que mantengas tus ojos fijos en el Señor, que mires esa sola cosa que la veas como un proyecto de tu vida, que la rompas en sus componentes, escribas los componentes y escribas estrategias para lograr cerrar la muralla en esa brecha que tú sabes que tú tienes. ¿Van a hacer eso?

Así que se están comprometiendo delante del Rey de reyes de que van a trabajar en esa sola cosa y yo sé que el Señor va a estar contigo. Dice que aunque tardare en llegar va a llegar ¿y por qué sabemos que va a llegar? porque es de Dios y sabemos que Él tiene todos los recursos que la va a hacer posible.

Así que acompañenme a orar para cerrar ese propósito que todos ustedes han hecho y que yo también estoy haciendo en este día. Padre: en este día nosotros nos comprometemos a mantener nuestros ojos fijos en Ti. Decidimos salir de nuestra zona de comodidad y por fe comenzar a dar pasos necesarios para que esa sola cosa de la que Tú nos has hablado hoy se haga realidad. Padre reconocemos que van a haber peligros, van a haber retos, que no va a ser fácil, que el enemigo puede susurrar a nuestro oído diciendo: no, que no es posible hacer eso pero reconocemos y declaramos en este día Señor que si la visión es Tuya, Tú pones a nuestra mano todos los recursos necesarios y que Tú vas a obrar.

Que nuestro trabajo es: ser diligentes, ser valientes, esforzarnos y esperar en Ti. Padre yo te pido que todo eso que mis hermanos en este día han declarado en su mente, en su espíritu que van a poner por obra se haga realidad Señor. Padre porque han hecho un pacto Contigo, un compromiso Contigo y saben que Tú los vas a ayudar. Te pido Señor que aumentes su fe, que aumentes su confianza en Ti, que usen todos los recursos a su alrededor, que disciernan el mover Tuyo conforme a esa sola cosa y que Padre un día muy pronto por haber hecho esa decisión delante de Ti, por haberse comprometido delante de Ti a obrar en esa área Tu bendición en esa área llegue Señor y sus vidas sean mejores y puedan dejar aún un mejor legado a la próxima generación.

Gracias Señor porque para Ti no hay imposibles oh Dios, para Ti todo es posible no importa cuán difícil sea, no importa lo que nuestras emociones digan, no importan los ataques que recibamos del enemigo. No importa cuán difícil o cuán cuesta arriba sea Tú lo vas a hacer posible Señor.

Señor nosotros declaramos que alrededor de cada uno de nosotros aquí, de cada individuo aquí, de cada familia representada se va a construir una muralla sólida sin brechas donde Tu Poder, Tu misericordia se haga patente Señor no solamente para beneficio de los que vivan dentro de esas murallas sino para que muchos puedan ver Tus portentos y Tus maravillas Señor y bajar la cabeza delante de Ti oh Dios. Gracias Señor, amén.

Quién es Jesús para ti?

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Lucas 9, 7 al 9, dice: "Herodes, el tetrarca, oyó de todas las cosas que hacía Jesús y estaba perplejo, porque decían algunos, Juan ha resucitado de los muertos, otros, Elías ha aparecido; y otros, algún profeta de los antiguos ha resucitado. Y dijo Herodes, 'A Juan yo le hice decapitar, quién pues, es éste de quien oigo tales cosas,' y procuraba verle."

Ese pasaje toma lugar en la mitad del ministerio de Jesús. El Señor ya ha pasado un tiempo considerable caminando por todos los lugares, las aldeas, los poblados, las ciudades, ministrando las necesidades del pueblo, enseñándoles acerca de las verdades del reino, de los principios del reino, enseñándoles como vivir de acuerdo a los principios del reino para que pudieran agradar al Padre, sanando a los enfermos, liberando a los que estaban oprimidos por espíritus malignos.

Ya hacía un tiempito que el Señor había estado haciendo eso. Y un ejemplo de eso vamos a Lucas 6, 17 al 19, para ver un ejemplo de eso, del caminar del Señor.

“…Y descendió con ellos – o sea, descendió con los Apóstoles, con sus discípulos – y se detuvo en un lugar llano en compañía de sus discípulos y de una gran multitud de gente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón, que había venido para oírle y para ser sanados de sus enfermedades. Y los que habían sido atormentados de espíritus inmundos eran sanados, y toda la gente procuraba tocarle porque poder salía de él y sanaba a todos…”

Ese era el ministerio de Jesús que se repetía vez tras vez donde él iba. Así que lo que hizo Jesús es que él conmocionó a toda Palestina. Ya Palestina no era igual que antes, porque Jesús estaba ahí haciendo todas esas cosas que acabamos de leer.

Había hecho milagros, sanidades, personas eran liberadas, había confrontado a la jerarquía y al sistema religioso de su tiempo, que estaban enseñando cosas contrarias a la palabra de Dios. Así que eso no pasó desapercibido por nadie, mucho menos por el gobernante principal de Galilea que se llamaba Herodes, el tetrarca.

Y quién era este hombre? Era el hijo de Herodes, el grande, y si ustedes recuerdan Herodes el grande, era un hombre, un gobernante sumamente sanguinario. Él no tenía ningún problema con matar multitudes y así lo hizo, y fue el mismo gobernante que mandó a matar a todos los niños de Belén, de dos añitos para abajo. Por qué? Por la sencilla razón que los reyes del oriente habían dicho que según sus Escrituras este era el rey de los judíos y que había nacido más o menos por ese tiempo. Así que Herodes hizo un cálculo, más o menos son dos años, pues, vamos a matar a todos los niños de dos años para abajo. Así que ese era el papá de este Herodes que estamos hablando, Herodes el tetrarca.

Y de tal palo, tal astilla. El Herodes que nos ocupa hoy no era buena gente tampoco como su papá. Y fue el hombre que por un sencillo capricho de su esposa ilegítima, Herodías, mandó a decapitar a Juan el Bautista. Así que no era una persona buena.

Pero a él le había picado la curiosidad. Él había oído de Jesús, de los milagros, de toda esta conmoción en Palestina, y le picó la curiosidad. Reconoce que las obras que este Jesús está haciendo no son cosas naturales y normales. Había un elemento de lo sobrenatural en lo que Jesús estaba haciendo entre el pueblo. Porque me imagino que Herodes pensaba, pero cómo es que este hombre hace levantar a los paralíticos para que caminen? Cómo es que los ciegos ven? Cómo es que los sordos oyen? Cómo es que muertos han sido resucitados? O sea, esto evidentemente no puede ser obra de un hombre común.

Y razona acerca de lo que dicen unos acerca de que es Juan que ha resucitado. Recuerdan que él le había decapitado. En su consciencia todavía está fresca, yo creo, la sangre de Juan el Bautista. Él todavía lo tiene aquí… porque no había pasado tanto tiempo antes de eso. Y declara quizás para su propia paz mental, para estar tranquilo, él dice, este Jesús no puede ser Juan, pues yo mismo le hice decapitar, no puede ser el mismo.

Y entonces al no encontrar una respuesta que le satisface, él hace su pregunta, una pregunta crucial, dice, “quién pues, es este hombre?” Esa es la pregunta de Herodes, quién pues, es este hombre?

Herodes hizo la pregunta correcta, pero desafortunadamente su motivación no era correcta. Era un hombre sanguinario, duro, de duro corazón que no quería en realidad hacer cambios en su vida. Era una pregunta como quien dice, vamos a tirarla al aire pero en realidad no quiero que me confronten a mí. No tenía un interés verdadero en lo que Jesús estaba haciendo, sino más bien una curiosidad morbosa, como muchas personas tienen acerca del mover de Dios, una curiosidad morbosa.

A través de los Evangelios también muchas personas han preguntado quién es este hombre? Por ejemplo, cuando la tormenta en que Jesús se apareció y ordenó que se calmara el agua y el viento, los discípulos preguntaron, quién es este hombre que aún los vientos y aguas manda y le obedecen? Los discípulos se preguntaban quién es éste?

Los fariseos también se hicieron preguntas acerca de quién era este hombre Jesús. Preguntaron, quién es este hombre que habla blasfemias y hasta perdona los pecados? Así que vemos que vez tras vez en los Evangelios surge la pregunta esa de quién es este hombre.

Interesantemente, los demonios no tienen duda de quién es Jesús. Los hombres sí, los hombres dudan, cuestionan, se hacen preguntas, pero los demonios lo que hacen que ellos saben que Jesús es el Cristo y tiemblan ante su poder. Así que aquí están los seres humanos dudando, pero los demonios saben muy bien quién es éste, el Cristo.

Más adelante en el mismo capítulo 9, nosotros leemos acerca de una conversación relacionada con este mismo tema de quién es Jesús entre Jesús y sus 12 discípulos. Y para este tiempo, otra vez más o menos la misma época, han pasado más o menos 18 meses del ministerio de Jesús, `más o menos a la mitad de su ministerio, y los discípulos han estado con él todo este tiempo, especialmente los que llamamos los Apóstoles, muy de cerca con él.

Habían presenciado sanidades y milagros por todos los lugares, imagínense, multitudes. Habían escuchado a Jesús enseñar a las multitudes, había escuchado el sermón del monte, con todas sus bienaventuranzas y todas las guías de cómo debe vivir un hijo de Dios. Habían escuchado parábola tras parábola acerca de las verdades del Reino, explicadas en una manera que la gente las pudiera entender. Habían estado con Jesús, habían cenado en la misma mesa de Jesús vez tras vez. Y habían también sido comisionados, como dice la palabra en Lucas 9:1 al 2, dice que habían sido comisionados por él con poder y autoridad sobre todos los demonios y para sanar las enfermedades. Y los envió a predicar el Reino de Dios y a sanar los enfermos. Y el verso 6, más adelante dice:

“…Y saliendo pasaban por todas las aldeas anunciando el Evangelio y sanando por todas partes…”

Ya no es un grupo ignorante que acaba de conocer al Señor, ya es un grupo que ha pasado por lo menos, unos 18 meses al lado del Señor, siguiéndole por todas partes, sirviéndole, acompañándolo en todo, viendo cómo el Señor ministraba y siendo comisionados para que ellos hicieran cosas similares.

Más adelante, en el mismo capítulo 9, versículo 18, está la otra pregunta que yo quiero… es seguimiento de la pregunta anterior que Herodes mismo había hecho. El versículo 18 dice:

“…Aconteció que mientras Jesús oraba aparte, estaban con él los discípulos y les preguntó diciendo, “quién dice la gente que soy yo?”

Podríamos, me imagino, quizás el Señor elaboró, a lo mejor les dijo, cuando ustedes fueron de una aldea a la otra, qué oyeron a la gente decir acerca de mí? cuando ustedes estaban distribuyendo los panes y los peces en las canastas en los grupos de 50 en 50, qué estaba diciendo la gente acerca de mi? les pregunta el Señor.

Y en el verso 19 está la respuesta de los discípulos, ellos respondieron, la pregunta es, quién dice la gente? La respuesta de los discípulos es:

“…Unos, Juan el Bautista, otros, Elías, y otros que algún profeta de los antiguos ha resucitado.”

Han oído esto antes? Las mismas opciones que consideró que había escuchado Herodes, el tetrarca, exactamente lo mismo. Al él buscar una respuesta superficial, eso fue la respuesta que la gente le trajo. La gente dice que tal y tal. Pues, lo mismo había escuchado los discípulos y le reportan, le informan al Señor acerca de esa contestación.

Muchas veces hacemos una pregunta como una introducción, pero en realidad queremos llegar a un punto más profundo. Y así pasó en este caso. Esta pregunta precedió a una segunda pregunta esencial. En el verso 20, Jesús les dijo:

“… Y vosotros quién decís que soy yo?”

Ustedes que han caminado conmigo, que me han visto sanar multitudes, que han visto a los cojos danzar, que han visto a los ciegos ver, que han visto a los leprosos ser sanados, que han visto a los endemoniados liberados, que han visto todas estas sanidades, que han escuchado los principios del reino que yo he enseñado, y ustedes quién dicen que soy yo?

Entonces miren la respuesta de Pedro que dijo:

“….El Cristo de Dios…”

Típicamente Pedro era el que siempre salía a la delantera, un poquito impulsivo. En este caso fue correcta su participación, reconoció porque el mismo espíritu de Dios le había revelado, es el Cristo de Dios. Entonces la pregunta para nosotros que tenemos que hacernos nosotros cada día de nuestra vida, es quién dices tu que es Jesús? Quién digo yo que es Jesús?

Y la respuesta a esta pregunta no puede ser encontrada ni en nuestra imaginación, ni en nuestro intelecto, no puede ser el resultado de nuestras necesidades y nuestras fantasías, nada de eso. Porque cualquiera puede inventar una religión, no es ahí donde está la respuesta a esa pregunta de quién dices tu que soy yo. No es ahí. Solamente puede estar respaldada por la palabra de Dios.

El Señor al dejar este mundo, qué hizo él? Él nos dejó, vino el Espíritu Santo que nos guía a toda verdad. Así que nosotros no estamos solos en aprender quién es Jesús. El Señor tiene todo tipo de recursos para nosotros aprender quién es Jesús. Y más que nada su palabra. Cuando nosotros leemos la palabra podemos conocer más y más acerca de quién es Jesús.

Por eso es que es tan importante que nosotros estudiemos la palabra con seriedad, especialmente los Evangelios que nos hablan acerca de todas las obras de Jesús, lo que él hizo en este mundo, por qué lo hizo, para nosotros poder alimentar nuestro espíritu con la verdad del Evangelio de quién es Cristo.

De hecho los Evangelios contestan esa pregunta. Ese el propósito de los Evangelios, enseñarnos quién es Cristo. Por eso es tan importante estudiarlos. Hay un versículo en particular en el último Evangelio, el de Juan, en el capítulo 20, versículo 31, que resume el propósito de los Evangelios y miren ese versículo dice lo siguiente:

“…Pero éstas – refiriéndose a las señales que Jesús había hecho – se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y que para que creyendo tengáis vida en su nombre…”

Ese es el propósito del Evangelio. Es para que nosotros creamos en Jesús, lo conozcamos y entonces tengamos una nueva vida en él.

Hoy en día hay muchas más que tres teorías. Las teorías que menciona Herodes y las tres teorías, las mismas tres teorías que mencionan los discípulos, hay muchas más. Hay para todos los gustos, teorías acerca de quién es Jesús. Algunos lo ven como un gran maestro, otros lo ven como un ser espiritual iluminado, que conoce más allá de lo que quizás un hombre particular, una mujer particular puedan entender. Otros lo ven como un gran ejemplo de una persona que se dedicó al servicio del prójimo. Otros lo ven como que cuando leemos acerca de él podemos aprender a ser una buena persona.

Pero todas esas perspectivas lo que hacen es que achican a Jesús, es como ponerlo dentro de una cajita. Y cuando nosotros achicamos a Jesús en realidad lo que estamos haciendo es engrandeciendo a un ídolo. Sea cualquiera, puede ser yo misma, puedo ser mi propio ídolo. Mi carrera, mis finanzas, mi familia, cualquier cosa se puede convertir en un ídolo. Porque el único que merece nuestra adoración es el Señor.

Así que por eso es tan importante verdaderamente conocer a Jesús. Reconocernos que en nuestra limitación no lo vamos a entender a él, a conocerlo ciento por ciento como él es, somos seres humanos. Pero sí podemos aprender de él y conocerlo más y más y más. Yo creo que eso es hasta el último día de nuestra vida, todavía vamos a poder seguir conociendo más acerca de quién es el Señor, de su poder, de su gracia, de su amor, de su misericordia. Eso es algo que nunca podemos decir ya, ya terminé de conocer quién es Jesús.

Otros dicen que Jesús es un personaje histórico con poca o ninguna relevancia, especialmente porque excluye otras religiones y filosofías. Porque la palabra de Dios dice que Jesús es el único camino al Padre. Y entonces muchos pueden aceptar que Jesús es buena gente, que tiene algo que enseñarnos pero hasta ahí llega porque no puede él ser el centro de nuestra vida porque no podemos excluir a otros.

Vivimos en un mundo totalmente relativista, donde cualquier cosa que a cualquiera se le ocurre es una filosofía y algo digno de seguirse. Y este es el mundo en que nosotros vivimos. Desde el jardín del edén es así.

Si vamos un momentito a Génesis, sino lo pueden escuchar, capítulo 2, versículo 16 y 17 y después pasamos al capítulo 3 versículo 1. Lo que quiero que vean es cómo desde el principio Satanás ha estado en el negocio de dañar ensuciar y contaminar el concepto del hombre acerca de quién es Dios. Él sabe que cuando él logra eso, ya ganó una gran batalla. Así que esa es la estrategia del enemigo, desde el comienzo. Si miramos esos dos versículos, Génesis 2, 16 y 17:

“…Y mandó Jehová Dios al hombre diciendo, “De todo árbol del huerto podrás comer, más del árbol de la ciencia del bien y del mal, no comerás porque el día que de él comieres, ciertamente morirás…”

Fíjense bien el 16 que dice, de todo árbol del huerto podrás comer, y fíjense después lo que dice el capítulo 3, versículo 1 dice:

“…Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo, que Jehová Dios había hecho, la cual dijo a la mujer, “Con que Dios ha dicho, no comáis de todo árbol del huerto?”

O sea, se fijan, las palabras muy parecidas, pero el sentido lo tergiversó, lo puso para atrás, hacia abajo, cambió el sentido total de lo que Dios le había dicho a Adán y Eva. Y saben que él sigue haciendo eso hoy en día? Nos susurra al oído cuando Dios nos ha dicho algo, cuando hemos leído algo en la palabra que alimenta nuestra alma, y viene él a susurrarnos duda. Y la duda más efectiva que él puede plantar en nuestra mente, en nuestro corazón es acerca del carácter de Dios, de quién es Dios. Otra vez, porque sabe que cuando él logra ganar en ese departamento, ya ganó la batalla.

Así que tenemos que tener ojos abiertos todo el tiempo para eso. Porque nuestro llamado no es a tener un concepto individual de quién es Dios, nosotros no somos Dios, no tenemos el entendimiento ni la profundidad para eso, solamente Dios la tiene. Entonces, tenemos que día a día conocerlo a él más como él es.

Cada uno de nosotros está en esa jornada. Nosotros tenemos todos los días que estar mirando qué es lo que yo creo acerca de Dios. Yo sé que quizás todos aquí a lo mejor han hecho un pacto con el Señor. Ya ustedes a lo mejor han aceptado al Señor. Y a lo mejor han dedicado su vida al Señor, pero aún así muchas veces los conceptos que nosotros traemos de cómo es Dios de nuestro pasado, nos afectan y nos impiden verlo a él como él es de verdad. a veces vemos al Señor con unos lentes contaminados que no nos permiten verlo a él como él es. Y muchas veces lo que hacemos es que le adjudicamos a Dios las cualidades que tienen otros seres humanos.

Cuando Dios es Dios, él no es un ser humano. Él nos hizo a su imagen y semejanza pero él no es un ser humano. Y por lo tanto sus planes, sus pensamientos son más altos que cualquiera que nosotros podemos tener. Y no debemos jamás adjudicarle a él aquello que son cualidades humanas meramente.

Qué respuesta tu le das al Señor con esa pregunta? Y tu quién dices que yo soy? Yo creo que esa pregunta nos la tenemos que hacer con mucha frecuencia y tenemos que seguir aprendiendo más acerca del Señor porque a veces podemos contaminarnos. Hay ideas que pueden llegar a nosotros que nos pueden contaminar e impedir que nosotros veamos a Dios como él es.

Cuando yo entendí que Jesús perfecto y sin mancha de pecado murió por mí, yo le abrí mi corazón y le pedí que fuera mi Señor y salvador. Eso pasó hace 31 años. El Señor me cautivó con su amor hace 31 años. Yo venía de una familia cristiana, católica, y conocía de Dios pero no tenía ese trato personal con el Señor.

Pero pasaba algo: yo sufrí los primeros años, sufrí, porque entendía que mi amor por el Señor era intelectual. No podía amarlo como yo intuía que él necesitaba ser amado. Y cuando en mi análisis de eso me di cuenta que mi concepto de Dios era erróneo. Y les voy a compartir así rápidamente cuál era mi concepto. Yo veía a Dios Padre sentado en un trono inaccesible, barba larga que llegaba al piso, con un bastón, un cetro y mirándome con ojos serios, así todo el tiempo. Esa era mi imagen de Dios.

Yo analizando de dónde vino esa imagen, obviamente reforzada por muchas otras cosas, eso no fue lo único, pero en mi casa había una Biblia que permanecía en una mesita, como pasaba en muchos hogares, quizás muchos de ustedes tenían la Biblia muy grande, con muchas ilustraciones, muchas pinturas, y una de las pinturas era esa precisamente, de ese Dios mirando así, serio.

El asunto es que eso se grabó en mi mente y yo pensaba que Dios era inaccesible, que Dios se ocupaba de las cosas grandes, del macro, como quien dice, pero no del micro. Él no podía atender a mis pequeñas necesidades. Yo me sentía como un ser insignificante y Dios no era accesible a mí.

Y en muchos casos hay personas que porque tienen un padre quizás ausente, pues, tienen esta imagen de Dios. En mi caso no es así porque tengo un padre sumamente amoroso hasta el día de hoy. no tengo ese problema, pero sí quizás por lo que aprendí religiosamente, esa fue la imagen que se grabó en mí del Señor.

Así que en realidad yo no había para qué pedirle, presentarle mis pequeñas insignificantes asuntos, heridas, porque no pensé que él iba a responder en ninguna manera. Y cuando me puse a analizar eso, a tratar de entender esa realidad de cómo yo veía a Dios, entonces pensé, tengo que resolver esto, porque los Evangelios me están pintando un cuadro muy diferente al que yo tengo. El Jesús que yo veo es el Jesús que iba persona por persona, el que le decía, dejad a los niños venir a mí, el que tocaba, el que sanaba a la encorvada, el que sanó a la mujer con el flujo de sangre, a los leprosos, él estaba por todos sitios sanando, como ya hemos leído en esta noche.

Para mí el punto culminante fue cuando recibí el bautismo del Espíritu Santo. Ese día todavía me emociono cuando lo pienso, ese día las escamas de mis ojos cayeron y pude ver a mi Señor como mi Padre, como mi Padre Celestial. Y eso ha seguido creciendo y creciendo y nunca he vuelto atrás. Fue una obra verdaderamente sobrenatural que el Señor hizo en mí.

Así que todos nosotros tenemos una imagen, un concepto de quién es Dios. Cuando nosotros venimos al Señor traemos nuestro concepto, un concepto ya formado. Puede ser que el tuyo sea diferente al mío, a lo mejor el tuyo fue que no tuviste un padre presente, una familia presente, quizás recibiste rechazo y eso mismo te impide pensar que Dios pueda valorarte a ti como un individuo, amarte como un individuo.

Puede ser muchas veces hay personas que han cometido tantos pecados y pecados tan serios que piensan que es imposible que el Señor les perdone y los acoja y les dé un lugar de honor en la mesa. Así que cualquiera que sea todos nosotros traemos algo. Y a veces no importa que llevemos años de conocer al Señor, aún así muchas veces cuando miramos al Señor, a Jesús, lo vemos otra vez con ojos contaminados, no lo vemos como él es de verdad.

Entonces qué pasa con eso? Lo que pasa es que estamos desperdiciando el regalo de la vida abundante que el Señor tiene para nosotros. El Señor nos dice, toma, tengo todo esto para ti, un banquete y nos conformamos con unas migajitas. Eso es casi pecado, ¿verdad? Decirle no al Señor, a sus regalos. Y aún podemos ser salvos. A lo mejor hemos hecho pacto con el Señor, tenemos salvación eterna, pero no hemos llegado a esa vida abundante.

Yo sé en mi caso, yo sé que en el de todos ustedes también, si yo no hubiera analizado mi situación, no me hubiera arrepentido de mi error de cómo yo analizaba al Señor y pensaba que él era, si no hubiera escudriñado en las Escrituras para ver cuál era la realidad de quién es Jesús, mi vida sería muy diferente.

Primero, yo no estaría parada aquí, porque todos traemos algo de pasado y aún del presente que nos impide ver al Señor. Pero tenemos que superar eso. El Señor nos anima a superar eso. Y qué pasa cuando tu lo superas? Entonces entras en el plan de la plenitud de lo que el Señor tiene para ti, de tu llamado, de una relación personal con él. Ya no es un Dios oculto, lejano, que no tiene que ver conmigo, ya es muy diferente. Uno puede hasta hacer chistes con Jesús. Ustedes han hecho chistes con Jesús? Yo me río con él, continuamente y me río, lloro con él, lo siento tan presente al lado mío. Eso es posible porque entendí que lo que yo tenía antes no era la verdad de quién es Jesús y me puse a crecer en esa área.

Todos nosotros tenemos que crecer en esa área, seguir buscando, verdaderamente, conociendo quién es Jesús. Y cuando uno logra eso, superar esos bloqueos, entonces Dios te puede usar para ayudar a otros en su propio crecer y desarrollo del concepto de quién es Jesús. Tu puedes hablar de cómo ha evolucionado.

Yo sé que mi historia de cómo yo veía a Jesús antes, a la distancia, piense que al principio de yo aceptar al Señor, yo veía a las personas adorando, diciéndole “te amo, Señor,” levantando las manos, danzando delante de él, y los veían enamorados del Señor y a mí eso me entristecía tanto, porque yo entendía que yo no lo tenía. Y yo sé que mi testimonio ha podido beneficiar a otros, de que esto es un proceso, y que es algo intencional.

Dios no te va a obligar a leer la palabra para que tu conozcas quién es Jesús. No te va a obligar en esta área, pero si tu lo reconoces, que tienes que seguir creciendo, pues es tu responsabilidad decir, “yo voy a ver cambios por fe, yo voy a ver cambios en esta área de mi caminar con el Señor.”

Así que yo les animo a todos a hacer eso y ayudar a otros también. Es como acoger a otro que es un bebé en estas cosas y ayudarlo, darle la leche apropiada, guiarlo hasta que él mismo o ella misma descubra quién es Jesús. Y fíjense que una de las cosas más importantes que nosotros podemos hacer es ministrar de esta manera a los niños en nuestras familias.

No tengo que decirles los peligros que hay en este mundo y las competencias que hay para ganarse el alma de nuestros hijos y de nuestros niños, nuestros sobrinos, nuestros nietos, quien quiera, nuestros niños con quien trabajamos. Y es nuestra responsabilidad guiar a esos niños a conocer quién es Jesús.

Saben que los niños tienen necesidades espirituales también. Ellos tienen un espíritu, igual que tu y yo, que somos adultos, también lo tienen y nosotros tenemos que aprender, tenemos que tomar tiempo. Nosotros tenemos que ponernos en la brecha por los niños para que no los contamine el enemigo, no les robe sus mentecitas, su alma, su espíritu. Antes de que el Señor pueda hablarle y crear en ellos la plenitud de vida que él quiere crear, y para eso se toma tiempo.

Una de las cosas que a mí más me preocupa es la cantidad, la frecuencia con que los niños están usando internet, todos estos aparatitos famosos de juego. Yo creo que eso tiene su lugar, yo no estoy diciendo, ‘bote todo eso’. Sería ignorante si lo dijera, pero sí muchas veces yo veo aún en la iglesia, niños que en vez de estar a lo mejor están sentados así, como todos acostados, no están prestando mucha atención pero están aquí, y saben que su papá y su mamá, es importante que ellos estén aquí también, y están jugando jueguitos.

Yo los he encontrado allá arriba, niños cerca de un enchufe para que no se le gaste la batería de sus aparatitos, mientras hay un servicio aquí, se está adorando al Señor. Eso creo que no le agrada al Señor, creo que es una deficiencia en la formación de esos niños. Así que yo creo que desde que nacen, desde que son bebecitos, leerles las historias bíblicas, aunque no entiendan gran cosa, pero se le lee, se le lee, a su entender, se les hace ver que cuando mamá y papá o alguien tiene un problema, vamos al Señor en oración porque él siempre escucha nuestro clamor.

Les hablamos de un Dios que responde a su oración. Hace poquito tiempo mi hija y su esposo estaban orando con mi nietecito y ellos sabiamente le preguntaron… él oró y le preguntaron, y qué te dijo Dios? Asumiendo que él tiene un espíritu y que él escucha de Dios también como un adulto. Y el nene con total convicción les dijo, “Dios me dice que me ama.” Y así bien tocado porque Dios le había dicho que le ama.

Si nosotros no pensamos que eso es posible, no lo vamos a hacer. Pero esa es nuestra responsabilidad, guiar a los niños desde temprano porque van a llegar en una época en que van a estar ya… su mente, su corazón, su espíritu va a estar tan lleno de cosas que no son de Dios que va a ser más difícil ponerlo ahí, no imposible. Siempre es posible, Dios siempre puede hacer la obra, pero no perdamos tiempo.

Y si ustedes tienen otras parejas jóvenes, mamás jóvenes, papás jóvenes, enséñele eso también para que ellos también ministren a la vida de sus hijitos así. El hogar es el lugar más importante donde aprendemos acerca de quién es Dios, donde desarrollamos el concepto más claro de quién es el Señor.

Nuestros hijos tienen que saber qué creo yo, cuál es mi respuesta acerca de quién soy yo? Ellos tienen que saber eso y tienen que ir formándose su idea desde temprano. Así que no perdamos tiempo, no le demos al enemigo cabida para entrar, sino ponernos en la brecha, hablarles a los niños, a los jóvenes acerca del amor de Dios, acerca del perdón de pecados, acerca del poder que hay en Dios, de que hay un llamado para ellos, aún desde su infancia.

No tenemos que esperar a que sean adolescentes o adultos. Ya es tarde, tenemos que desde chiquititos hacerles ver la importancia de su llamado, que nosotros creemos que ya Dios tiene trato personal con él. Así que espero haberles convencido de la importancia de tener un concepto saludable y basado en la palabra, no en nuestro propio pensar o nuestro propio intelecto, sino basado en la palabra.

Una fé que se hace evidente

Transcripción

En esta mañana quiero hablarles acerca de una fé que se hace evidente. Si les preguntara a ustedes, ¿qué es fé? yo sé que lo primero que les viene a la mente es Hebreos 11:1 que dice: "Es pues la fé la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve." Esa es fé.

Pero mi experiencia me dice que muchos de nosotros lo que hacemos es que apretamos el botón de la fé en un momento y en otro momento apagamos el botón de la fé. Muchos no estamos viviendo continuamente sobre la plataforma de la fé. En un momento la tenemos, en otro no la tenemos. Y Dios no quiere que hagamos eso, Él quiere que vivamos continuamente en la fé. De hecho la fé yo lo veo como una postura espiritual que tiene que permear todo nuestro ser, tiene que permear todas nuestras decisiones y tiene que estar presente en medio de todas las circunstancias o situaciones de la vida. No es en un momento sí y en otro no, si no siempre.

Porque la fé en Jesucristo no es algo que nosotros solamente la aplicamos en ciertas áreas de la vida si no en todas. La fé es lo que te permite adorar a Dios en tiempos de adversidad. Cuando todo te dice: deprímete, tira la toalla, la fé te dice: no, sigue, adórame, pon tus ojos en Mí. Y en esta comunidad yo he visto muchos ejemplos de eso, muchas personas. Yo recuerdo precisamente una mujer que perdió a su esposo después de treinta y pico de años, lo perdió en esa semana y el domingo estaba aquí adorando al Señor, buscando el consuelo de parte de su Señor. Eso es un milagro porque en un tiempo así usted no piensa que esa es la respuesta del ser humano.

La fé es lo que permite que como en esta mañana, había una hermana que se llama Flor, regresó a Honduras, ella perdió a su hijita hace unos días y ella a pesar de esa terrible situación aquí estaba hoy despidiéndose, sí con mucha tristeza, claro que sí que hay tristeza, pero declarando su confianza en Dios y declarando que en fé ella regresa a su país a seguir haciendo la obra del Señor.

Esa es la fé que nosotros tenemos. La fé que nosotros tenemos es una fé vital. Es la fé que te permite cuando viene la tentación, la llamada del pecado te permite decir no, yo no voy a entrar por esa puerta, voy a resistirlo, voy a huir de eso. Y la fé es lo que te permite también a ti ser un recurso en los tiempos más difíciles, un recurso para otros cuando tú mismo eres el que necesita que alguien levante tus brazos.

Así que esa es la fé que nosotros tenemos, es una fé vital, cubre todas las circunstancias de la vida. Y algo que yo he aprendido es que la fé tiene que moldear las circunstancias. No son las circunstancias las que tienen que afectan la fé si no todo lo contrario, porque si no estamos como veletas, no progresamos en el caminar del Señor.

Así que esa es la fé que nosotros debemos cultivar. Y la Palabra nos dice que la fé es un don de Dios. No es algo que nosotros podemos hacer por nuestras propias fuerzas, es un don de Dios. Y nosotros sabemos que todo don recibido tiene que ser cultivado por el que lo recibe. Eso es en todos los dones que la Palabra indica que Dios nos da, tenemos que cultivarlo. Tenemos que en cierta manera, trabajar no es la palabra pero tenemos que nutrirlo y crecer en eso que Dios nos da.

Y la fé, parte de la fé es proceso. La fé no es algo mágico, la varita mágica ¡tin!, ya tienes fé, todo está resuelto, no te va a doler. No, la fé no es así, consiste de procesos. Y yo quiero proponerles en esta tarde tres fases de la fé que yo creo que la Escritura me respalda en este análisis.

La primera fase es discernir, la segunda es llegar a una determinación y la tercera es definirnos. Así son tres, fácil: discernir, determinar y definir. Esas son las tres fases que yo veo en lo que es el cultivar la fé y el ejercicio de nuestra fé.

Entonces ¿qué es discernir?. Lo que voy a hacer es definirlos brevemente para darles uno, dos ejemplos y luego entrar a la Escritura para poder aplicar estos principios. Discernir es algo que no se hace lo suficiente. Muchas veces vienen situaciones a nuestra vida y actuamos así, por reflejo en base a patrones errados que hemos aprendido en nuestra vida. Es una reacción inmediata. La Palabra nos invita a reflexionar, a examinar. Y el proceso de discernir precisamente se basa en eso, es examinar a algo o a alguien cuidadosamente. Es examinarnos a nosotros mismos. También distinguir entre pasar juicio sobre nuestros propios pensamientos y sentimientos. La Palabra nos anima a eso también, a examinarnos a nosotros mismos.

Muchos de nosotros no nos examinamos lo suficiente. A veces hay personas que se creen que son más fuertes y cuando viene la tentación caen porque no reconocen sus áreas de debilidad. Y así que la Palabra nos anima a examinarnos, a examinar. La Palabra nos anima a discriminar entre lo bueno y lo malo. Entre lo que es verdadero y lo que es falso, entre lo que nos conviene y no nos conviene. Parte de nuestro caminar de fé es discernir.

La próxima etapa después de discernir es, nosotros llegamos a una determinación. Es cuando nosotros nos establecemos un propósito, una línea de acción que es consistente a lo que hemos aprendido a través del discernimiento.

Y tercero, la fase de definición es cuando nosotros demarcamos nuestros límites claramente. ¿Dónde estamos, quiénes somos en Cristo en lo que respecta a esta situación que estamos enfrentando?. Así que otra vez es: discernir, determinar y definir.

Y le quiero dar un ejemplo muy de la vida diaria para ilustrar estos tres pasos, voy a dar un ejemplo de en la juventud: una jovencita la invita un joven a salir, un joven que es muy atractivo, muy popular en la escuela. Ella en el proceso de discernimiento, ve espérate, tiene un sticker, una calcomanía de una mujer desnuda en su carro. Oye por ahí que es un jovencito que le ha roto el corazón a muchas. Oye por otro lado, lo ha visto que se mofa de Dios.

Pues en la etapa de discernimiento esa joven empieza a pensar: ¿me conviene o no me conviene?. Y empieza a comparar entre lo bueno y lo malo: bueno es un joven atractivo, me gustaría, mis amigas me están animando a que ¡qué tonta eres!, ¿cómo no vas a salir con él?, mira esta tu oportunidad, todas esas cosas. Y esto se puede dar en otras maneras a otras edades ¿verdad?, pero estamos hablando de una jovencita en este momento.

Así que en la etapa de discernir está mirando, es la fase de adquirir inteligencia, conocimiento y determinar qué es lo que conviene y lo que no conviene. La próxima fase de determinar sería: esto no conviene. Como no conviene yo no voy a aceptar esta invitación. Muy amablemente le voy a decir: gracias por la invitación pero no puedo, lo que sea y voy a empezar a orar por ese joven para que el Señor le toque su corazón.

Y en la etapa de definición se define a sí misma: mi prioridad es servir a Dios, tengo que vencer la tentación en todo momento y tengo que dar ejemplo, testimonio de que soy una hija de Dios. Así que eso es un ejemplo sencillo de la vida diaria donde vemos que todas esas tres fases se dan.

Vamos ahora al Libro de Josué capítulo 2 para ver la fé en acción, una fé que se evidencia en la vida de Raab, una mujer de Jericó. Así que por falta de tiempo voy a darles una aplicación breve de la aplicación del contexto de este libro y de este pasaje. En el tiempo de Raab, Israel estaba en un tiempo crucial de su historia. Después de vagar por el desierto cuarenta años finalmente ya está listo para cruzar el Jordán que era el río que lo dividía de la Tierra Prometida. Están listos preparándose en todo sentido, militarmente, espiritualmente para cruzar el Jordán.

Y está Josué como líder del pueblo de Israel, ya muerto Moisés y esto es una nueva generación tomando, que llaman en vías de conquistar la Tierra Prometida, la tierra que Dios le había prometido a Abraham y a todos sus antecesores de ahí en adelante. Así que ese es el contexto general de la historia de Raab. Pero antes de cruzar el río Josué envía a dos hombres, a dos espías a la ciudad de Jericó. Estos dos hombres se alojan en la casa de Raab la ramera, era la ramera de la ciudad. Dios los lleva providencialmente a la única casa y la única persona en esa ciudad que los iba a proteger, y preparó el corazón de Raab, de esta mujer previamente para que así sucediera.

La presencia de los espías se detectó y el Rey envió a soldados a la casa de Raab a buscarlos. Pero ¿qué hizo Raab?. Escondió a los dos espías en su terrado y les dijo a estos hombres que buscaban a los espías: ellos ya salieron, estuvieron aquí pero ya no están. Vayan rápidamente, vayan por el camino y búsquenlos porque van a poder alcanzarlos. Eso fue lo que Raab hizo.

Y entonces vamos a leer en Josué 2 versículos del 8 al 11 para seguir la historia donde nos quedamos en términos de la narrativa que les compartí. Dice versículo 8: "Antes que los espías se durmiesen ella subió al terrado y les dijo: Sé que Jehová os ha dado esta tierra, porque el temor de vosotros ha caído sobre nosotros, y todos los moradores del país ya han desmayado por causa de vosotros. Porque hemos oído que Jehová hizo secar las aguas del Mar Rojo delante de vosotros cuando salisteis de Egipto y lo que habéis hecho a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a Seón y a Og a los cuales habéis destruído. Oyendo esto ha desmayado nuestro corazón ni ha quedado más aliento alguno en hombre alguno por causa de vosotros."

Y mira lo que dice Raab, una mujer ramera, idólatra, dice: "Porque Jehová vuestro DiosE es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra." Esa es su declaración, la declaración de fé de Raab. Así que y vemos, fíjese que ella hace esa declaración y habla de un suceso que había pasado hace cuarenta años, hacía cuarenta años que el Señor había partido el Mar Rojo para que pasara el pueblo de Israel.

Así que ella ha estado examinando, discerniendo qué es lo que ha estado pasando aquí desde posiblemente mucho tiempo antes. Y nos preguntamos ¿por qué esta mujer de mala reputación, una ramera de un pueblo idólatra y conocido por su inmoralidad, por qué ella arriesgó su propia vida para salvar a los espías de un pueblo enemigo?. Porque recuerden si ella hubiera sido descubierta, muerte segura para ella y los espías, ¿por qué ella hizo esto?. Yo creo que la razón es que ella discernió a Dios obrando.

Primeramente ella discernió que estos dos hombres eran diferentes. Recuerden que esta es una mujer ramera, tenía un prostíbulo, a eso se dedicaba ella. Ella ha tratado con muchos hombres, conoce la psicología masculina muy bien. Y ve a estos hombres y sabe inmediatamente que son diferentes. Estos hombres tienen la gracia de Dios, no es el hombre que viene a usarla a ella si no son hombres que tienen un llamado a servir al Dios vivo, a, Dios de Israel.

Así que los recibió, discernió que ellos eran diferentes. ¿Qué más discernió ella?. Discernió que el Dios de Israel era el Dios verdadero y que los dioses a los cuales ella había adorado por mucho tiempo eran dioses falsos. Porque ella misma lo dice, ¿cuál es su declaración otra vez?: "Porque Jehová vuestro Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra." Ella hizo una declaración doctrinal sin saber nada de la Palabra, saber nada porque en realidad no estaba escrita la Palabra, ella hace esa declaración de fé. Y Discernió su propio corazón.

Fíjese que ella habla en el pasaje del temor que cundió en su pueblo. Dice que estaban prácticamente inmovilizados, ya no podía hacer nada, ya no tenía aliento en ellos. Y ella como parte del pueblo obviamente ella también tiene esa misma emoción, una emoción de miedo. Pero fíjense que ella, ¿se acuerdan que les dije que uno tiene que examinarse a uno mismo?. Ella discernió su propio corazón, el temor que había en su corazón. Y decidió que ese temor fuera tratado por Dios y no seguir lo que su pueblo iba a hacer en ese momento si no que ella tomó su propia línea de acción, se separó de lo que el pueblo estaba pensando y decidió que su temor podría ser usado como algo positivo.

Ella examinó las consecuencias del temor y no se dejó dominar por él. Que es un ejemplo para todos ¿verdad?, cuando vienen circunstancias difíciles no permitir que el temor nos agobie, que quite nuestro aliento si no que nos ayude a partir a una postura de fé en esa circunstacia. Así que ella discernió muchas cosas como acabamos de decir.

Una vez que ella discernió todas esas diferentes posturas, esas diferentes situaciones ella llegó a una línea de acción. Ella se determinó a hacer algo que es lo que nosotros tenemos que hacer. A veces el algo es estar tranquilos, callados a los pies del Señor, a veces el algo es hacer algo precisamente. Y Dios le dió a ella las estrategias.

Una vez que ella se determinó a seguir en base a lo que había discernido, seguir una línea de acción, entonces Dios le dió las estrategias y vamos a ver eso un poquito más adelante, entonces Dios le mostró como obrar. Vamos a continuar el relato en ese mismo capítulo, Josué 2, vamos a leer los versículos del 12 al 21. Dice así: "Os ruego pues ahora" esa es Raab hablándoles a los espías, "por Jehová que como he hecho misericordia con vosotros, así la haréis vosotros con la casa de mi padre de lo cual me daréis una señal segura." Esta mujer enseguida, la estrategia vino, cuando ella se determinó a hacer algo la estrategia vino y ella se determinó a establecer un pacto con los espías.

Ella sabe que el pacto que está haciendo, el trato que ella está haciendo con los espías es por Jehová. Ahí ya ella ya otra vez está declarando que su fé ya no es en los dioses falsos que ella había adorado antes si no en el verdadero Dios. Y el 13 dice: "Y que salvaréis la vida a mi padre y a mi madre, a mis hermanos y hermanas y todo lo que es suyo, y que libraréis nuestras vidas de la muerte." Y miren lo que dicen los espías: "Nuestra vida responderá por la vuestra si no denunciáreis este asunto nuestro y cuando Jehová nos haya dado la tierra nosotros haremos contigo misericordia y verdad."

Establecen un pacto de dos vías, ¿verdad?. Ella, la Palabra cuando dice misericorida es una manifestación del amor práctico. Ella dice: yo les he demostrado a ustedes amor práctico salvando su vida y poniendo mi vida en riesgo también, por favor hagan ustedes lo mismo conmigo. Vamos a hacer pacto que Dios es nuestro testigo, vamos a hacer pacto. Y los espías ven la fé de esta mujer en acción y entran en el trato que ella les ha propuesto.

El versículo 15 dice: "Y entonces ella los hizo descender con una cuerda por la ventana, porque su casa estaba en el muro de la ciudad y ella vivía en el muro." Así que Dios atendió hasta ese pequeño detalle. La casa no estaba en el centro de la ciudad si no que estaba en el muro lo cual hizo más fácil el que ellos pudieran escapar con la ayuda de Raab. Y les dijo: marchaos al monte para que los que fueron tras vosotros no os encuentren y estad escondidos allí tres días, hasta que los que os siguen hayan vuelto y después os iréis por vuestro camino."

Viene una estrategia más específica todavía: tienen que hacer esto: vayan por aquí específicamente, escóndanse allí por tres días, bien específico y después sigan su camino. Y el 17 dice: "Y ellos le dijeron: nosotros quedaremos libres de este juramento con el que nos has juramentado. He aquí cuando nosotros entremos en la tierra tú atarás este cordón de grana a la ventana por la cual nos descolgaste, y reunirás en tu casa a tu padre y a tu madre, y a tus hermanos y a toda la familia de tu padre. Cualquiera que saliere fuera de las puertas de tu casa su sangre será sobre su cabeza, y nosotros sin culpa, mas cualquiera que se estuviere en casa contigo su sangre será sobre nuestra cabeza si en algo te tocare. Y si tú denunciare este asunto nuestro nosotros quedamos libres de este juramento con que nos has juramentado."

Eso es el fine print, escribieron muy claro de ambos lados lo que tenían que hacer porque esta era una situación de vida o muerte. Ella respondió: "Sea así como habéis dicho. Luego los despidió y se fueron, y ella ató el cordón de grana a la ventana." Y lo que yo veo ahí es que yo veo que, piense que anteriormente ellos le dicen que: cuando nosotros entremos en la tierra, tú atarás este cordón de grana. Y sin embargo dice que se fueron y ella corrió a amarrar el cordón de grana. Si fuéramos nosotros así, que cuando Dios nos pide algo fuéramos a hacerlo inmediatamente.

Yo me imagino a ella haciendo el nudo de los nudos, amarrándolo requete bien para que ese cordón de grana no se saliera porque de eso dependía su salvación. Así que ella fue diligente; se determinó a hacer algo, vinieron las estrategias, inmediatamente ella hizo lo que los espías le habían dicho que hiciera. Y Raab entendió, ella sabía que el pueblo hebreo destruiría la ciudad y que la única salvación que ella tenía era hacer pacto con los espías. Y vimos que Dios le dió las estrategias para lograr eso mismo.

Al pactar con los espías en el nombre de Jehová Raab se redefinió, entró una nueva definición en su vida. ¿Antes quién era?, era la ramera idólatra, una mujer de mala reputación. Al ella entrar en este pacto con Dios ya no es eso si no que se convierte en una mujer leal al Dios de Israel, porque como ha hecho pacto con los espías que son representantes de Dios en este caso ella se ha convertido en una mujer ya leal a Dios. Y es una mujer usada por Dios para salvación que Dios iba a usar para salvación de su familia.

Así que nosotros vemos allí esas tres fases y cómo se dieron en la vida de Raab. Y los capítulos del 3 al 5 más adelante, estábamos en el capítulo 2, los capítulos 3 al 5 y parte del 6 del Libro de Josué relatan cómo Israel cruzó milagrosamente por el Jordán. Algo parecido a lo que el Señor había hecho en el Mar Rojo. Y también describe la estrategia que el Dios le dió al pueblo de Israel que era un pueblo que caminaba en Dios y en fé, cómo la estrategia que Dios les dió, ya ustedes saben los siete días, los primeros seis días una vuelta alrededor de Jericó y finalmente el séptimo día siete vueltas hasta que cayó la muralla y ellos pudieron entrar al pueblo y conquistar, destruir la ciudad.

Así que esa es la historia que hay entre la historia que vimos de Raab ya en el capítulo 2 y en el capítulo 6 que es donde nos conectamos de nuevo con Raab. Y si vamos por favor a Josué, el capítulo 6 versículos 22 y 23, miren lo que dice aquí: "Mas Josué dijo a los dos hombres que habían reconocido la tierra" esto después que habían caído los muros, "entrad en la casa de la ramera y haced salir de allí a la mujer y a todo lo que fuere suyo como lo jurásteis." Un Dios que cumple sus promesas. "Y los espías sacaron a Raab, su padre, a su madre, a sus hermanos y todo lo que era suyo, y también sacaron a su parentela y los pusieron fuera del campamento de Israel."

Así que Raab creyó a la promesa de los espías y definió el lugar donde obedeció, los espías le dijeron: tienes que traer a tu gente en este ámbito específico en tu casa, y así mismo ella hizo. Y porque ella obedeció al Señor pudo mantenerse segura ella y su familia también. Así que nosotros vemos que la fé de Raab la llevó primero a discernir el mover de Dios, luego a determinarse un curso de acción que la llevó a pactarse con los espías que la ayudó a salvar a su familia, y a definirse ya no como una ramera si no como una mujer que Dios podía usar; una mujer ya separada de su pueblo anterior con una nueva identidad en un nuevo pueblo. Así que eso fue lo que la fé viva que se evidenció de Raab hizo en su vida.

Muchos cientos de años antes de que se escribiera el siguiente versículo en Hebreos 11:10 que dice: "Pero sin fé es imposible agradar a Dios, es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay y que es galardonador de los que le buscan." Así que ella, cientos, yo no sé cuántos cientos de años, muuchos años antes que eso se escribiera ya ella estaba viviendo esa realidad en su fé naciente porque acaba de comenzar. Y vemos en el versículo 25 en el mismo capítulo que dice: "Mas Josué salvó la vida a Raab la ramera, y a la casa de su padre y todo lo que tenía, y habitó ella entre los israelitas hasta hoy, por cuanto escondió a los mensajeros que Josué había enviado a reconocer a Jericó."

Así que imagínese todo lo que había sucedido porque ella creció en su fé y se determinó a moverse en el discernimiento que ella había tenido acerca de quién era el Dios de Israel. Evidentemente la fé de Raab encontró gracia con el Señor. Eso es lo que nos pasa a nosotros, encontramos gracia en el Señor cuando lo aceptamos a Él como Señor y Salvador, cuando lo ponemos primero en nuestra vida. Esa fé que nosotros tenemos trae la Gracia de Dios a consecuencia siempre en muchas áreas de nuestra vida o en todas las áreas de nuestra vida.

Nosotros vemos que Raab no se salvó sólo ella si no que salvó a su familia. Encontró, en ese versículo, encontró en Israel una nueva familia. Pasó de ser una mujer pagana a una hija de Dios. Pasó de vivir en verguenza y en pecado, porque ya sabemos a qué se dedicaba a tener una nueva identidad dentro de su nuevo pueblo. O sea, de la A a la Z, ¿no es así mismo en nuestras vidas que éramos una cosa y ahora somos otra?. Y según seguimos de la mano del Señor todavía más cosas maravillosas siguen sucediendo.

Y la extensión del galardón que recibió de Dios Raab no termina allí. Sabemos que su nombre se encuentra registrado en el Libro de Hebreos 11 que es el gran capítulo de la fé, si quieren pueden ir conmigo a Hebreos 11, vamos a leer solamente los versículo 30 y 31 pero quiero señalarles algo. En ese capítulo, le llaman el capítulo de la fé, el capítulo de los héroes de la fé, miren en la compañía en que está Raab: está Abel, Enoc, Noé, Abraham, Sara, Jacob, José, Moisés, David, y usted piensa ¿pero qué hace una mujer ramera cananea entre ese ilustre grupo?, porque así es Dios. A Dios le place hacer eso, usar nuestra debilidad y nuestro pasado para llevarnos al futuro que Él tiene para nosotros.

Y vamos a leer el versículo 30 y 31 de ese mismo capítulo 11: "Por la fé cayeron los muros de Jericó después de rodearlos siete días. Por la fé Raab la ramera, no pereció juntamente con los desobedientes habiendo recibido a los espías en paz." Y me está muy interesante ahí esa última frase, yo sé que en la Palabra de Dios no hay palabras ni de menos ni de más, están las que tienen que estar exactamente. Y fíjese que ahí dice: habiendo recibido a los espías en paz.

¿Por qué si ella está en una situación de guerra, de posibilidad inminente de muerte, por qué ella puede recibirlos en paz?. Porque fue una mujer de fé, puso su fé a actuar, por eso podía estar en paz. Porque cuando nosotros nos movemos en el tiempo de Dios, en obediencia a Dios eso es lo que viene, ahí hay paz. No importa que haya tormenta a nuestro alrededor, sentimos y podemos percibir la paz.

Y también Raab es mencionada en Santiago en un contexto de la fé, no vamos a leer ahora mismo pero es Santiago 2:25, y finalmente en el capítulo del Evangelio de San Mateo donde se detalla la genealogía del Señor, miren lo que dice los versículos 5 y 6, ahí descubrimos varias cosas: que Raab se casó con un hombre llamado Salmón quien no vió en ella a una ramera si no una mujer redimida por el poder y la gracia del Señor, que tuvo hijos, que fue la tatarabuela del Rey David, podríamos decir otros detallitos más que voy a omitir ahora, y que está incluída entre los antepasados del Mesías, del Salvador del mundo.

Imagínese eso para una mujer pecadora de un pueblo de hace miles de años y fíjese, todavía estamos hablando de ella y sacando enseñanzas, y todo porque decidió moverse en fé. Y otra vez; fíjese que ella no tenía una fé desarrollada, acababa de entrar en su fé, sin embargo Dios honró la fé de Raab. A través de los tiempos han habido personas que han querido negar que Raab fuera realmente una ramera porque piensa, ¿cómo es posible que entre los antepasados del Salvador, de Jesucristo, pueda haber una ramera?, no puede ser. Es que ella no era ramera, ella tenía una posada, ella administraba una posada. Pero sabemos que la Palabra dice las cosas como son.

Si ustedes leen la Biblia hay ejemplos como por ejemplo Abraham. Abraham mintió en varias ocasiones, negó hasta a su propia esposa en una ocasió y está escrito ahí en la Palabra. El Rey David adulteró y mandó a matar al esposo de la mujer con la que adulteró. Pablo fue un asesino, asesinaba cristianos y sin embargo esas personas, las cosas que hicieron antes de están ahí. Y uno se pregunta: ¿qué razón puede haber para que describa a Raab así como Raab la ramera?, sí estaba redimida, ya no era ramera, pero está ahí para mostrarnos a nosotros que como Dios obró en la vida de ella, de esos personajes que he mencionado así también Él puede obrar en tu vida y en la mía.

Cuando nosotros venimos al Señor venimos cargando un saco de cosas, ¿verdad?. Algunos de nosotros tenemos un bagaje significativo donde quizás cosas tan serias como las que hemos hablado, ¿verdad?, quizás promiscuidad sexual, abortos, asesinatos quién sabe, adicciones, tantas cosas. Y a veces no son cosas así pero aún así la fé del Señor las cubre, cosas tan sencillas como tener una tendencia a usar la lengua inapropiadamente contra la gente, al chisme, a la mentira, lo que sea. Cada uno sabe, cada uno pudiera escribir su propio libro de dónde el Señor lo sacó.

Pero lo importante es que al igual que el ejemplo de Raab nosotros no somos eso ya. Cuando el Señor viene a nuestra vida ese pasado no tiene efecto. Sí hay consecuencias obviamente de lo que hemos en el pasado, no podemos tapar el cielo con una mano, pero ya no somos eso. Ya hemos discernido lo que el Señor quiere hacer en nuestra vida, ya nos hemos determinado a una nueva línea de acción, de propósito en nuestra vida y ya nos hemos definido como lo que Dios dice que nosotros somos. O sea ya no somos esa persona aunque todavía estemos resolviendo los asuntos del pasado, ya no somos esa persona.

Eso es maravillos. Pensar cómo Dios puede tomar una vida que estaba condenada en este caso ella a la muerte, y antes de eso a vivir una vida de ataduras y ver cómo Dios la pudo sacar de allí y ponerla en un lugar de honor en todos esos pasajes que hemos leído en su historia inicial. Nosotros no podemos cuando hablamos de Raab dejar de mencionar al cordón de grana, ningún mensaje de Raab puede dejar el cordón de grana sin mencionar.

Eso era un símbolo de salvación. Ya vemos que ella en obediencia lo amarró a su ventana como una señal de que el pueblo de Israel le iba a perdonar su vida, iba a ser salvada ella y su familia. Era un símbolo de fé a la vez porque ya había un trato de fé de ella con los espías de Israel. Y cada vez que el pueblo marchaba alrededor de esa ciudad, de la ciudad de Jericó pasaban por ese cordón de grana colgado en la ventana y decían: ahí vive Raab la ramera, ahí vive la mujer que salvó a los espías, ahí vive la mujer que en fé está esperando salvación y su familia a través de ella. Es un símbolo de la fé de Raab.

Pero nosotros también sabemos que ese cordón de grana a mí me recuerda un versículo que es uno de mis versículos favoritos, están en Isaías 1:18, ese versículo dice: "Venid luego dice Jehová y estemos a cuenta." Eso es como una invitación tan gentil de parte de Dios, como: venid luego, vengan ahora a Mí y vamos a estar a cuentas, ¿qué hay en ti?, ¿qué tú tienes, qué Yo tengo que Yo te voy a ofrecer a ti para que tú no seas más como eras?.

"Si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán enblanquecidos. Si fueren rojos como el camersí vendrán a ser como blanca lana." Esa es una promesa para todos nosotros. Ningún hijo de Dios debe sumirse en la autocondenación y quedarse estancado cuando tenemos un Dios tan generoso, tan amoroso que establece esos pactos con nosotros, hace esos pactos y no ve lo que nosotros merecemos si no que nos da salvación y una vida nueva, y una vida eterna también. Ese es el Dios al que nosotros servimos.

Ese cordón de grana es un símbolo de Jesucristo también, de la sangre de Jesús que Él vertió en la cruz por tus pecados y por los míos. ¿Verdad que ustedes son agradecidos?. Tenemos que estar infinitamente agradecidos, éramos una cosa y ahora ya no somos eso, hemos adquirido una nueva identidad. Estábamos en la oscuridad y ahora estamos en la luz, estábamos en el pecado y ahora tenemos pureza y una nueva vida. Eso es algo maravilloso.

Yo les animo todos los días, sentarte en tu regazo, escuchar de Él la obediencia. Yo mientras más camino en el Señor más me doy cuenta de la importancia de la obediencia, y más deseo que en mis pensamientos yo agrade a Dios. No solamente en el exterior si no que aún adentro, en mi ser más interior yo viva una vida interior de fé también. No solamente lo que yo demuestro, lo que evidencia mi exterior si no también lo que yo soy. Porque recuerda que a Dios no le importa tanto tu hacer como tu ser. Eso sí es importante para Dios, quién tú eres en Él, no lo que tú haces para Él.

Y lo que haces para Él tiene que estar fundamentado en la plataforma de la fé, de lo que le agrada a Él. Ese debe ser el deseo, el deleite, la pasión del hijo de Dios, agradar a su Padre. Había un predicador que decía que él vivía para traer una sonrisa de deleite en su Padre Celestial cada día. Esa es nuestra encomienda. Nosotros hemos venido a este mundo para traer gloria y honor a nuestro Dios, esa es nuestra razón de ser, darle la gloria y el honor a nuestro Dios. Y qué más que hacerlo con nuestra vida. Con la manera en que nos comportamos, con la manera en que traemos a otros al conocimiento de Él.

Así que yo te invito, vamos a ponernos de pie y a cerrar esta Palabra con una oración de fé, de dónde estamos nosotros parados en el Señor. Padre: gracias por Tu Palabra, gracias por la vida de personas como Raab que Tú pusiste en Tu Palabra como modelo para nosotros. Padre, en este día cada uno tiene diferentes circunstancias de vida, diferentes situaciones, pero en todas ellas Padre declaramos, nos ponemos de acuerdo en que queremos traer deleite a Tu corazón.

Padre ayúdanos a ser personas que disciernan Tu mover en todo. Dentro del mundo, dentro de la historia, dentro de nuestra familia, dentro de nuestro propio proceder como hijos Tuyos. Padre, que seamos personas determinadas a dar pasos de fé que traigan agrado a Ti Señor, que traigan gloria a Ti. Y Padre declaramos que somos un pueblo definido, un pueblo con definición que no está moviéndose de un lado a otro, si no un pueblo que quiere traer agrado a Tu corazón. Un pueblo que da testimonio en cada cosa de quién somos. No por nuestras propias fuerzas si no por lo que Tú has dicho en Tu Palabra que somos. Gracias Padre, somos un pueblo agradecido a Ti Señor. Gracias Señor, amén.

Una fé que se hace evidente

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En esta mañana quiero hablarles acerca de una fé que se hace evidente. Si les preguntara a ustedes, ¿qué es fé? yo sé que lo primero que les viene a la mente es Hebreos 11:1 que dice: "Es pues la fé la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve." Esa es fé.

Pero mi experiencia me dice que muchos de nosotros lo que hacemos es que apretamos el botón de la fé en un momento y en otro momento apagamos el botón de la fé. Muchos no estamos viviendo continuamente sobre la plataforma de la fé. En un momento la tenemos, en otro no la tenemos. Y Dios no quiere que hagamos eso, Él quiere que vivamos continuamente en la fé. De hecho la fé yo lo veo como una postura espiritual que tiene que permear todo nuestro ser, tiene que permear todas nuestras decisiones y tiene que estar presente en medio de todas las circunstancias o situaciones de la vida. No es en un momento sí y en otro no, si no siempre.

Porque la fé en Jesucristo no es algo que nosotros solamente la aplicamos en ciertas áreas de la vida si no en todas. La fé es lo que te permite adorar a Dios en tiempos de adversidad. Cuando todo te dice: deprímete, tira la toalla, la fé te dice: no, sigue, adórame, pon tus ojos en Mí. Y en esta comunidad yo he visto muchos ejemplos de eso, muchas personas. Yo recuerdo precisamente una mujer que perdió a su esposo después de treinta y pico de años, lo perdió en esa semana y el domingo estaba aquí adorando al Señor, buscando el consuelo de parte de su Señor. Eso es un milagro porque en un tiempo así usted no piensa que esa es la respuesta del ser humano.

La fé es lo que permite que como en esta mañana, había una hermana que se llama Flor, regresó a Honduras, ella perdió a su hijita hace unos días y ella a pesar de esa terrible situación aquí estaba hoy despidiéndose, sí con mucha tristeza, claro que sí que hay tristeza, pero declarando su confianza en Dios y declarando que en fé ella regresa a su país a seguir haciendo la obra del Señor.

Esa es la fé que nosotros tenemos. La fé que nosotros tenemos es una fé vital. Es la fé que te permite cuando viene la tentación, la llamada del pecado te permite decir no, yo no voy a entrar por esa puerta, voy a resistirlo, voy a huir de eso. Y la fé es lo que te permite también a ti ser un recurso en los tiempos más difíciles, un recurso para otros cuando tú mismo eres el que necesita que alguien levante tus brazos.

Así que esa es la fé que nosotros tenemos, es una fé vital, cubre todas las circunstancias de la vida. Y algo que yo he aprendido es que la fé tiene que moldear las circunstancias. No son las circunstancias las que tienen que afectan la fé si no todo lo contrario, porque si no estamos como veletas, no progresamos en el caminar del Señor.

Así que esa es la fé que nosotros debemos cultivar. Y la Palabra nos dice que la fé es un don de Dios. No es algo que nosotros podemos hacer por nuestras propias fuerzas, es un don de Dios. Y nosotros sabemos que todo don recibido tiene que ser cultivado por el que lo recibe. Eso es en todos los dones que la Palabra indica que Dios nos da, tenemos que cultivarlo. Tenemos que en cierta manera, trabajar no es la palabra pero tenemos que nutrirlo y crecer en eso que Dios nos da.

Y la fé, parte de la fé es proceso. La fé no es algo mágico, la varita mágica ¡tin!, ya tienes fé, todo está resuelto, no te va a doler. No, la fé no es así, consiste de procesos. Y yo quiero proponerles en esta tarde tres fases de la fé que yo creo que la Escritura me respalda en este análisis.

La primera fase es discernir, la segunda es llegar a una determinación y la tercera es definirnos. Así son tres, fácil: discernir, determinar y definir. Esas son las tres fases que yo veo en lo que es el cultivar la fé y el ejercicio de nuestra fé.

Entonces ¿qué es discernir?. Lo que voy a hacer es definirlos brevemente para darles uno, dos ejemplos y luego entrar a la Escritura para poder aplicar estos principios. Discernir es algo que no se hace lo suficiente. Muchas veces vienen situaciones a nuestra vida y actuamos así, por reflejo en base a patrones errados que hemos aprendido en nuestra vida. Es una reacción inmediata. La Palabra nos invita a reflexionar, a examinar. Y el proceso de discernir precisamente se basa en eso, es examinar a algo o a alguien cuidadosamente. Es examinarnos a nosotros mismos. También distinguir entre pasar juicio sobre nuestros propios pensamientos y sentimientos. La Palabra nos anima a eso también, a examinarnos a nosotros mismos.

Muchos de nosotros no nos examinamos lo suficiente. A veces hay personas que se creen que son más fuertes y cuando viene la tentación caen porque no reconocen sus áreas de debilidad. Y así que la Palabra nos anima a examinarnos, a examinar. La Palabra nos anima a discriminar entre lo bueno y lo malo. Entre lo que es verdadero y lo que es falso, entre lo que nos conviene y no nos conviene. Parte de nuestro caminar de fé es discernir.

La próxima etapa después de discernir es, nosotros llegamos a una determinación. Es cuando nosotros nos establecemos un propósito, una línea de acción que es consistente a lo que hemos aprendido a través del discernimiento.

Y tercero, la fase de definición es cuando nosotros demarcamos nuestros límites claramente. ¿Dónde estamos, quiénes somos en Cristo en lo que respecta a esta situación que estamos enfrentando?. Así que otra vez es: discernir, determinar y definir.

Y le quiero dar un ejemplo muy de la vida diaria para ilustrar estos tres pasos, voy a dar un ejemplo de en la juventud: una jovencita la invita un joven a salir, un joven que es muy atractivo, muy popular en la escuela. Ella en el proceso de discernimiento, ve espérate, tiene un sticker, una calcomanía de una mujer desnuda en su carro. Oye por ahí que es un jovencito que le ha roto el corazón a muchas. Oye por otro lado, lo ha visto que se mofa de Dios.

Pues en la etapa de discernimiento esa joven empieza a pensar: ¿me conviene o no me conviene?. Y empieza a comparar entre lo bueno y lo malo: bueno es un joven atractivo, me gustaría, mis amigas me están animando a que ¡qué tonta eres!, ¿cómo no vas a salir con él?, mira esta tu oportunidad, todas esas cosas. Y esto se puede dar en otras maneras a otras edades ¿verdad?, pero estamos hablando de una jovencita en este momento.

Así que en la etapa de discernir está mirando, es la fase de adquirir inteligencia, conocimiento y determinar qué es lo que conviene y lo que no conviene. La próxima fase de determinar sería: esto no conviene. Como no conviene yo no voy a aceptar esta invitación. Muy amablemente le voy a decir: gracias por la invitación pero no puedo, lo que sea y voy a empezar a orar por ese joven para que el Señor le toque su corazón.

Y en la etapa de definición se define a sí misma: mi prioridad es servir a Dios, tengo que vencer la tentación en todo momento y tengo que dar ejemplo, testimonio de que soy una hija de Dios. Así que eso es un ejemplo sencillo de la vida diaria donde vemos que todas esas tres fases se dan.

Vamos ahora al Libro de Josué capítulo 2 para ver la fé en acción, una fé que se evidencia en la vida de Raab, una mujer de Jericó. Así que por falta de tiempo voy a darles una aplicación breve de la aplicación del contexto de este libro y de este pasaje. En el tiempo de Raab, Israel estaba en un tiempo crucial de su historia. Después de vagar por el desierto cuarenta años finalmente ya está listo para cruzar el Jordán que era el río que lo dividía de la Tierra Prometida. Están listos preparándose en todo sentido, militarmente, espiritualmente para cruzar el Jordán.

Y está Josué como líder del pueblo de Israel, ya muerto Moisés y esto es una nueva generación tomando, que llaman en vías de conquistar la Tierra Prometida, la tierra que Dios le había prometido a Abraham y a todos sus antecesores de ahí en adelante. Así que ese es el contexto general de la historia de Raab. Pero antes de cruzar el río Josué envía a dos hombres, a dos espías a la ciudad de Jericó. Estos dos hombres se alojan en la casa de Raab la ramera, era la ramera de la ciudad. Dios los lleva providencialmente a la única casa y la única persona en esa ciudad que los iba a proteger, y preparó el corazón de Raab, de esta mujer previamente para que así sucediera.

La presencia de los espías se detectó y el Rey envió a soldados a la casa de Raab a buscarlos. Pero ¿qué hizo Raab?. Escondió a los dos espías en su terrado y les dijo a estos hombres que buscaban a los espías: ellos ya salieron, estuvieron aquí pero ya no están. Vayan rápidamente, vayan por el camino y búsquenlos porque van a poder alcanzarlos. Eso fue lo que Raab hizo.

Y entonces vamos a leer en Josué 2 versículos del 8 al 11 para seguir la historia donde nos quedamos en términos de la narrativa que les compartí. Dice versículo 8: "Antes que los espías se durmiesen ella subió al terrado y les dijo: Sé que Jehová os ha dado esta tierra, porque el temor de vosotros ha caído sobre nosotros, y todos los moradores del país ya han desmayado por causa de vosotros. Porque hemos oído que Jehová hizo secar las aguas del Mar Rojo delante de vosotros cuando salisteis de Egipto y lo que habéis hecho a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a Seón y a Og a los cuales habéis destruído. Oyendo esto ha desmayado nuestro corazón ni ha quedado más aliento alguno en hombre alguno por causa de vosotros."

Y mira lo que dice Raab, una mujer ramera, idólatra, dice: "Porque Jehová vuestro DiosE es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra." Esa es su declaración, la declaración de fé de Raab. Así que y vemos, fíjese que ella hace esa declaración y habla de un suceso que había pasado hace cuarenta años, hacía cuarenta años que el Señor había partido el Mar Rojo para que pasara el pueblo de Israel.

Así que ella ha estado examinando, discerniendo qué es lo que ha estado pasando aquí desde posiblemente mucho tiempo antes. Y nos preguntamos ¿por qué esta mujer de mala reputación, una ramera de un pueblo idólatra y conocido por su inmoralidad, por qué ella arriesgó su propia vida para salvar a los espías de un pueblo enemigo?. Porque recuerden si ella hubiera sido descubierta, muerte segura para ella y los espías, ¿por qué ella hizo esto?. Yo creo que la razón es que ella discernió a Dios obrando.

Primeramente ella discernió que estos dos hombres eran diferentes. Recuerden que esta es una mujer ramera, tenía un prostíbulo, a eso se dedicaba ella. Ella ha tratado con muchos hombres, conoce la psicología masculina muy bien. Y ve a estos hombres y sabe inmediatamente que son diferentes. Estos hombres tienen la gracia de Dios, no es el hombre que viene a usarla a ella si no son hombres que tienen un llamado a servir al Dios vivo, a, Dios de Israel.

Así que los recibió, discernió que ellos eran diferentes. ¿Qué más discernió ella?. Discernió que el Dios de Israel era el Dios verdadero y que los dioses a los cuales ella había adorado por mucho tiempo eran dioses falsos. Porque ella misma lo dice, ¿cuál es su declaración otra vez?: "Porque Jehová vuestro Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra." Ella hizo una declaración doctrinal sin saber nada de la Palabra, saber nada porque en realidad no estaba escrita la Palabra, ella hace esa declaración de fé. Y Discernió su propio corazón.

Fíjese que ella habla en el pasaje del temor que cundió en su pueblo. Dice que estaban prácticamente inmovilizados, ya no podía hacer nada, ya no tenía aliento en ellos. Y ella como parte del pueblo obviamente ella también tiene esa misma emoción, una emoción de miedo. Pero fíjense que ella, ¿se acuerdan que les dije que uno tiene que examinarse a uno mismo?. Ella discernió su propio corazón, el temor que había en su corazón. Y decidió que ese temor fuera tratado por Dios y no seguir lo que su pueblo iba a hacer en ese momento si no que ella tomó su propia línea de acción, se separó de lo que el pueblo estaba pensando y decidió que su temor podría ser usado como algo positivo.

Ella examinó las consecuencias del temor y no se dejó dominar por él. Que es un ejemplo para todos ¿verdad?, cuando vienen circunstancias difíciles no permitir que el temor nos agobie, que quite nuestro aliento si no que nos ayude a partir a una postura de fé en esa circunstacia. Así que ella discernió muchas cosas como acabamos de decir.

Una vez que ella discernió todas esas diferentes posturas, esas diferentes situaciones ella llegó a una línea de acción. Ella se determinó a hacer algo que es lo que nosotros tenemos que hacer. A veces el algo es estar tranquilos, callados a los pies del Señor, a veces el algo es hacer algo precisamente. Y Dios le dió a ella las estrategias.

Una vez que ella se determinó a seguir en base a lo que había discernido, seguir una línea de acción, entonces Dios le dió las estrategias y vamos a ver eso un poquito más adelante, entonces Dios le mostró como obrar. Vamos a continuar el relato en ese mismo capítulo, Josué 2, vamos a leer los versículos del 12 al 21. Dice así: "Os ruego pues ahora" esa es Raab hablándoles a los espías, "por Jehová que como he hecho misericordia con vosotros, así la haréis vosotros con la casa de mi padre de lo cual me daréis una señal segura." Esta mujer enseguida, la estrategia vino, cuando ella se determinó a hacer algo la estrategia vino y ella se determinó a establecer un pacto con los espías.

Ella sabe que el pacto que está haciendo, el trato que ella está haciendo con los espías es por Jehová. Ahí ya ella ya otra vez está declarando que su fé ya no es en los dioses falsos que ella había adorado antes si no en el verdadero Dios. Y el 13 dice: "Y que salvaréis la vida a mi padre y a mi madre, a mis hermanos y hermanas y todo lo que es suyo, y que libraréis nuestras vidas de la muerte." Y miren lo que dicen los espías: "Nuestra vida responderá por la vuestra si no denunciáreis este asunto nuestro y cuando Jehová nos haya dado la tierra nosotros haremos contigo misericordia y verdad."

Establecen un pacto de dos vías, ¿verdad?. Ella, la Palabra cuando dice misericorida es una manifestación del amor práctico. Ella dice: yo les he demostrado a ustedes amor práctico salvando su vida y poniendo mi vida en riesgo también, por favor hagan ustedes lo mismo conmigo. Vamos a hacer pacto que Dios es nuestro testigo, vamos a hacer pacto. Y los espías ven la fé de esta mujer en acción y entran en el trato que ella les ha propuesto.

El versículo 15 dice: "Y entonces ella los hizo descender con una cuerda por la ventana, porque su casa estaba en el muro de la ciudad y ella vivía en el muro." Así que Dios atendió hasta ese pequeño detalle. La casa no estaba en el centro de la ciudad si no que estaba en el muro lo cual hizo más fácil el que ellos pudieran escapar con la ayuda de Raab. Y les dijo: marchaos al monte para que los que fueron tras vosotros no os encuentren y estad escondidos allí tres días, hasta que los que os siguen hayan vuelto y después os iréis por vuestro camino."

Viene una estrategia más específica todavía: tienen que hacer esto: vayan por aquí específicamente, escóndanse allí por tres días, bien específico y después sigan su camino. Y el 17 dice: "Y ellos le dijeron: nosotros quedaremos libres de este juramento con el que nos has juramentado. He aquí cuando nosotros entremos en la tierra tú atarás este cordón de grana a la ventana por la cual nos descolgaste, y reunirás en tu casa a tu padre y a tu madre, y a tus hermanos y a toda la familia de tu padre. Cualquiera que saliere fuera de las puertas de tu casa su sangre será sobre su cabeza, y nosotros sin culpa, mas cualquiera que se estuviere en casa contigo su sangre será sobre nuestra cabeza si en algo te tocare. Y si tú denunciare este asunto nuestro nosotros quedamos libres de este juramento con que nos has juramentado."

Eso es el fine print, escribieron muy claro de ambos lados lo que tenían que hacer porque esta era una situación de vida o muerte. Ella respondió: "Sea así como habéis dicho. Luego los despidió y se fueron, y ella ató el cordón de grana a la ventana." Y lo que yo veo ahí es que yo veo que, piense que anteriormente ellos le dicen que: cuando nosotros entremos en la tierra, tú atarás este cordón de grana. Y sin embargo dice que se fueron y ella corrió a amarrar el cordón de grana. Si fuéramos nosotros así, que cuando Dios nos pide algo fuéramos a hacerlo inmediatamente.

Yo me imagino a ella haciendo el nudo de los nudos, amarrándolo requete bien para que ese cordón de grana no se saliera porque de eso dependía su salvación. Así que ella fue diligente; se determinó a hacer algo, vinieron las estrategias, inmediatamente ella hizo lo que los espías le habían dicho que hiciera. Y Raab entendió, ella sabía que el pueblo hebreo destruiría la ciudad y que la única salvación que ella tenía era hacer pacto con los espías. Y vimos que Dios le dió las estrategias para lograr eso mismo.

Al pactar con los espías en el nombre de Jehová Raab se redefinió, entró una nueva definición en su vida. ¿Antes quién era?, era la ramera idólatra, una mujer de mala reputación. Al ella entrar en este pacto con Dios ya no es eso si no que se convierte en una mujer leal al Dios de Israel, porque como ha hecho pacto con los espías que son representantes de Dios en este caso ella se ha convertido en una mujer ya leal a Dios. Y es una mujer usada por Dios para salvación que Dios iba a usar para salvación de su familia.

Así que nosotros vemos allí esas tres fases y cómo se dieron en la vida de Raab. Y los capítulos del 3 al 5 más adelante, estábamos en el capítulo 2, los capítulos 3 al 5 y parte del 6 del Libro de Josué relatan cómo Israel cruzó milagrosamente por el Jordán. Algo parecido a lo que el Señor había hecho en el Mar Rojo. Y también describe la estrategia que el Dios le dió al pueblo de Israel que era un pueblo que caminaba en Dios y en fé, cómo la estrategia que Dios les dió, ya ustedes saben los siete días, los primeros seis días una vuelta alrededor de Jericó y finalmente el séptimo día siete vueltas hasta que cayó la muralla y ellos pudieron entrar al pueblo y conquistar, destruir la ciudad.

Así que esa es la historia que hay entre la historia que vimos de Raab ya en el capítulo 2 y en el capítulo 6 que es donde nos conectamos de nuevo con Raab. Y si vamos por favor a Josué, el capítulo 6 versículos 22 y 23, miren lo que dice aquí: "Mas Josué dijo a los dos hombres que habían reconocido la tierra" esto después que habían caído los muros, "entrad en la casa de la ramera y haced salir de allí a la mujer y a todo lo que fuere suyo como lo jurásteis." Un Dios que cumple sus promesas. "Y los espías sacaron a Raab, su padre, a su madre, a sus hermanos y todo lo que era suyo, y también sacaron a su parentela y los pusieron fuera del campamento de Israel."

Así que Raab creyó a la promesa de los espías y definió el lugar donde obedeció, los espías le dijeron: tienes que traer a tu gente en este ámbito específico en tu casa, y así mismo ella hizo. Y porque ella obedeció al Señor pudo mantenerse segura ella y su familia también. Así que nosotros vemos que la fé de Raab la llevó primero a discernir el mover de Dios, luego a determinarse un curso de acción que la llevó a pactarse con los espías que la ayudó a salvar a su familia, y a definirse ya no como una ramera si no como una mujer que Dios podía usar; una mujer ya separada de su pueblo anterior con una nueva identidad en un nuevo pueblo. Así que eso fue lo que la fé viva que se evidenció de Raab hizo en su vida.

Muchos cientos de años antes de que se escribiera el siguiente versículo en Hebreos 11:10 que dice: "Pero sin fé es imposible agradar a Dios, es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay y que es galardonador de los que le buscan." Así que ella, cientos, yo no sé cuántos cientos de años, muuchos años antes que eso se escribiera ya ella estaba viviendo esa realidad en su fé naciente porque acaba de comenzar. Y vemos en el versículo 25 en el mismo capítulo que dice: "Mas Josué salvó la vida a Raab la ramera, y a la casa de su padre y todo lo que tenía, y habitó ella entre los israelitas hasta hoy, por cuanto escondió a los mensajeros que Josué había enviado a reconocer a Jericó."

Así que imagínese todo lo que había sucedido porque ella creció en su fé y se determinó a moverse en el discernimiento que ella había tenido acerca de quién era el Dios de Israel. Evidentemente la fé de Raab encontró gracia con el Señor. Eso es lo que nos pasa a nosotros, encontramos gracia en el Señor cuando lo aceptamos a Él como Señor y Salvador, cuando lo ponemos primero en nuestra vida. Esa fé que nosotros tenemos trae la Gracia de Dios a consecuencia siempre en muchas áreas de nuestra vida o en todas las áreas de nuestra vida.

Nosotros vemos que Raab no se salvó sólo ella si no que salvó a su familia. Encontró, en ese versículo, encontró en Israel una nueva familia. Pasó de ser una mujer pagana a una hija de Dios. Pasó de vivir en verguenza y en pecado, porque ya sabemos a qué se dedicaba a tener una nueva identidad dentro de su nuevo pueblo. O sea, de la A a la Z, ¿no es así mismo en nuestras vidas que éramos una cosa y ahora somos otra?. Y según seguimos de la mano del Señor todavía más cosas maravillosas siguen sucediendo.

Y la extensión del galardón que recibió de Dios Raab no termina allí. Sabemos que su nombre se encuentra registrado en el Libro de Hebreos 11 que es el gran capítulo de la fé, si quieren pueden ir conmigo a Hebreos 11, vamos a leer solamente los versículo 30 y 31 pero quiero señalarles algo. En ese capítulo, le llaman el capítulo de la fé, el capítulo de los héroes de la fé, miren en la compañía en que está Raab: está Abel, Enoc, Noé, Abraham, Sara, Jacob, José, Moisés, David, y usted piensa ¿pero qué hace una mujer ramera cananea entre ese ilustre grupo?, porque así es Dios. A Dios le place hacer eso, usar nuestra debilidad y nuestro pasado para llevarnos al futuro que Él tiene para nosotros.

Y vamos a leer el versículo 30 y 31 de ese mismo capítulo 11: "Por la fé cayeron los muros de Jericó después de rodearlos siete días. Por la fé Raab la ramera, no pereció juntamente con los desobedientes habiendo recibido a los espías en paz." Y me está muy interesante ahí esa última frase, yo sé que en la Palabra de Dios no hay palabras ni de menos ni de más, están las que tienen que estar exactamente. Y fíjese que ahí dice: habiendo recibido a los espías en paz.

¿Por qué si ella está en una situación de guerra, de posibilidad inminente de muerte, por qué ella puede recibirlos en paz?. Porque fue una mujer de fé, puso su fé a actuar, por eso podía estar en paz. Porque cuando nosotros nos movemos en el tiempo de Dios, en obediencia a Dios eso es lo que viene, ahí hay paz. No importa que haya tormenta a nuestro alrededor, sentimos y podemos percibir la paz.

Y también Raab es mencionada en Santiago en un contexto de la fé, no vamos a leer ahora mismo pero es Santiago 2:25, y finalmente en el capítulo del Evangelio de San Mateo donde se detalla la genealogía del Señor, miren lo que dice los versículos 5 y 6, ahí descubrimos varias cosas: que Raab se casó con un hombre llamado Salmón quien no vió en ella a una ramera si no una mujer redimida por el poder y la gracia del Señor, que tuvo hijos, que fue la tatarabuela del Rey David, podríamos decir otros detallitos más que voy a omitir ahora, y que está incluída entre los antepasados del Mesías, del Salvador del mundo.

Imagínese eso para una mujer pecadora de un pueblo de hace miles de años y fíjese, todavía estamos hablando de ella y sacando enseñanzas, y todo porque decidió moverse en fé. Y otra vez; fíjese que ella no tenía una fé desarrollada, acababa de entrar en su fé, sin embargo Dios honró la fé de Raab. A través de los tiempos han habido personas que han querido negar que Raab fuera realmente una ramera porque piensa, ¿cómo es posible que entre los antepasados del Salvador, de Jesucristo, pueda haber una ramera?, no puede ser. Es que ella no era ramera, ella tenía una posada, ella administraba una posada. Pero sabemos que la Palabra dice las cosas como son.

Si ustedes leen la Biblia hay ejemplos como por ejemplo Abraham. Abraham mintió en varias ocasiones, negó hasta a su propia esposa en una ocasió y está escrito ahí en la Palabra. El Rey David adulteró y mandó a matar al esposo de la mujer con la que adulteró. Pablo fue un asesino, asesinaba cristianos y sin embargo esas personas, las cosas que hicieron antes de están ahí. Y uno se pregunta: ¿qué razón puede haber para que describa a Raab así como Raab la ramera?, sí estaba redimida, ya no era ramera, pero está ahí para mostrarnos a nosotros que como Dios obró en la vida de ella, de esos personajes que he mencionado así también Él puede obrar en tu vida y en la mía.

Cuando nosotros venimos al Señor venimos cargando un saco de cosas, ¿verdad?. Algunos de nosotros tenemos un bagaje significativo donde quizás cosas tan serias como las que hemos hablado, ¿verdad?, quizás promiscuidad sexual, abortos, asesinatos quién sabe, adicciones, tantas cosas. Y a veces no son cosas así pero aún así la fé del Señor las cubre, cosas tan sencillas como tener una tendencia a usar la lengua inapropiadamente contra la gente, al chisme, a la mentira, lo que sea. Cada uno sabe, cada uno pudiera escribir su propio libro de dónde el Señor lo sacó.

Pero lo importante es que al igual que el ejemplo de Raab nosotros no somos eso ya. Cuando el Señor viene a nuestra vida ese pasado no tiene efecto. Sí hay consecuencias obviamente de lo que hemos en el pasado, no podemos tapar el cielo con una mano, pero ya no somos eso. Ya hemos discernido lo que el Señor quiere hacer en nuestra vida, ya nos hemos determinado a una nueva línea de acción, de propósito en nuestra vida y ya nos hemos definido como lo que Dios dice que nosotros somos. O sea ya no somos esa persona aunque todavía estemos resolviendo los asuntos del pasado, ya no somos esa persona.

Eso es maravillos. Pensar cómo Dios puede tomar una vida que estaba condenada en este caso ella a la muerte, y antes de eso a vivir una vida de ataduras y ver cómo Dios la pudo sacar de allí y ponerla en un lugar de honor en todos esos pasajes que hemos leído en su historia inicial. Nosotros no podemos cuando hablamos de Raab dejar de mencionar al cordón de grana, ningún mensaje de Raab puede dejar el cordón de grana sin mencionar.

Eso era un símbolo de salvación. Ya vemos que ella en obediencia lo amarró a su ventana como una señal de que el pueblo de Israel le iba a perdonar su vida, iba a ser salvada ella y su familia. Era un símbolo de fé a la vez porque ya había un trato de fé de ella con los espías de Israel. Y cada vez que el pueblo marchaba alrededor de esa ciudad, de la ciudad de Jericó pasaban por ese cordón de grana colgado en la ventana y decían: ahí vive Raab la ramera, ahí vive la mujer que salvó a los espías, ahí vive la mujer que en fé está esperando salvación y su familia a través de ella. Es un símbolo de la fé de Raab.

Pero nosotros también sabemos que ese cordón de grana a mí me recuerda un versículo que es uno de mis versículos favoritos, están en Isaías 1:18, ese versículo dice: "Venid luego dice Jehová y estemos a cuenta." Eso es como una invitación tan gentil de parte de Dios, como: venid luego, vengan ahora a Mí y vamos a estar a cuentas, ¿qué hay en ti?, ¿qué tú tienes, qué Yo tengo que Yo te voy a ofrecer a ti para que tú no seas más como eras?.

"Si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán enblanquecidos. Si fueren rojos como el camersí vendrán a ser como blanca lana." Esa es una promesa para todos nosotros. Ningún hijo de Dios debe sumirse en la autocondenación y quedarse estancado cuando tenemos un Dios tan generoso, tan amoroso que establece esos pactos con nosotros, hace esos pactos y no ve lo que nosotros merecemos si no que nos da salvación y una vida nueva, y una vida eterna también. Ese es el Dios al que nosotros servimos.

Ese cordón de grana es un símbolo de Jesucristo también, de la sangre de Jesús que Él vertió en la cruz por tus pecados y por los míos. ¿Verdad que ustedes son agradecidos?. Tenemos que estar infinitamente agradecidos, éramos una cosa y ahora ya no somos eso, hemos adquirido una nueva identidad. Estábamos en la oscuridad y ahora estamos en la luz, estábamos en el pecado y ahora tenemos pureza y una nueva vida. Eso es algo maravilloso.

Yo les animo todos los días, sentarte en tu regazo, escuchar de Él la obediencia. Yo mientras más camino en el Señor más me doy cuenta de la importancia de la obediencia, y más deseo que en mis pensamientos yo agrade a Dios. No solamente en el exterior si no que aún adentro, en mi ser más interior yo viva una vida interior de fé también. No solamente lo que yo demuestro, lo que evidencia mi exterior si no también lo que yo soy. Porque recuerda que a Dios no le importa tanto tu hacer como tu ser. Eso sí es importante para Dios, quién tú eres en Él, no lo que tú haces para Él.

Y lo que haces para Él tiene que estar fundamentado en la plataforma de la fé, de lo que le agrada a Él. Ese debe ser el deseo, el deleite, la pasión del hijo de Dios, agradar a su Padre. Había un predicador que decía que él vivía para traer una sonrisa de deleite en su Padre Celestial cada día. Esa es nuestra encomienda. Nosotros hemos venido a este mundo para traer gloria y honor a nuestro Dios, esa es nuestra razón de ser, darle la gloria y el honor a nuestro Dios. Y qué más que hacerlo con nuestra vida. Con la manera en que nos comportamos, con la manera en que traemos a otros al conocimiento de Él.

Así que yo te invito, vamos a ponernos de pie y a cerrar esta Palabra con una oración de fé, de dónde estamos nosotros parados en el Señor. Padre: gracias por Tu Palabra, gracias por la vida de personas como Raab que Tú pusiste en Tu Palabra como modelo para nosotros. Padre, en este día cada uno tiene diferentes circunstancias de vida, diferentes situaciones, pero en todas ellas Padre declaramos, nos ponemos de acuerdo en que queremos traer deleite a Tu corazón.

Padre ayúdanos a ser personas que disciernan Tu mover en todo. Dentro del mundo, dentro de la historia, dentro de nuestra familia, dentro de nuestro propio proceder como hijos Tuyos. Padre, que seamos personas determinadas a dar pasos de fé que traigan agrado a Ti Señor, que traigan gloria a Ti. Y Padre declaramos que somos un pueblo definido, un pueblo con definición que no está moviéndose de un lado a otro, si no un pueblo que quiere traer agrado a Tu corazón. Un pueblo que da testimonio en cada cosa de quién somos. No por nuestras propias fuerzas si no por lo que Tú has dicho en Tu Palabra que somos. Gracias Padre, somos un pueblo agradecido a Ti Señor. Gracias Señor, amén.