SERMONES
Negociar con el talento que Dios te ha dado
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Lucas 19, lo que estamos diciendo es que yo he estado siguiendo en todo lo posible una serie de sermones que enfocamos mucho tiempo una de las grandes doctrinas de la iglesia que es el Espíritu Santo y su ministerio y el bautismo del Espíritu Santo, los dones, etc. y lo que estoy haciendo es trayendo estas enseñanzas sobre grandes verdades, grandes principios de la doctrina cristiana. El domingo antepasado yo tuve la oportunidad de enfocar una de las grandes doctrinas de la iglesia cristiana ortodoxa histórica, que es la divinidad de Jesús. ¿Recuerdan ese sermón? La divinidad de Jesús. Cristo como consustancial con el Padre. Y vimos como la palabra del Señor soporta y hace casi inevitable esa conclusión.
Y yo quiero desarrollar un poco más esa enseñanza tan profunda y tan esencial para la vida del pueblo de Dios, pero hoy me hubiera gustado hacer eso, pero quiero aprovechar para sembrar una semilla de fe en su corazón y de visión acerca de el darle al Señor generosamente, de ser diligentes en aportar al Reino de Dios, no solamente voy a hablar de dinero sino voy a hablar simplemente de nuestras vidas, nuestros talentos, nuestros dones, darle al Señor. Capítulo 19, 11 al 27. Yo retomaré el tema de Cristo y su deidad en algún momento pronto. Pero en esta mañana quiero aprovechar todo esto que hemos hecho aquí para educarles a ustedes, hermanos.
Déjenme decirles que una de las maneras que yo puedo más bendecirles a ustedes es animándolos a ser generosos con Dios. Diga amen aunque sea para convencerse de ello. No hay nada más hermoso que darle al Señor y ser fiel. Además déjenme decirle que cuando usted es llamado al Reino de Dios es para servir y para usar sus dones a favor del Reino del Señor. Lucas 19, 11 al 27, dice allí:
“...Oyendo ellos estas cosas prosiguió Jesús y dijo una parábola por cuanto estaba cerca de Jerusalén y ellos pensaban que el Reino de Dios se manifestaría inmediatamente...”
en otras palabras, pensaban que la cosa era para ya, que Cristo iba a manifestar todo su poder, su deidad, su carácter mesiánico enseguida. Entonces el Señor quería como quitarles esa inocencia de la mente y ajustar mejor su expectativa.
“.... y dijo pues el Señor, un hombre noble se fue a un país lejano para recibir un reino y volver y llamando a diez siervos suyos les dio diez minas.... – minas es una cantidad de dinero, digamos que le dio 500 dólares, era una cantidad de dinero básica- .... les dio diez minas –no minas de oro ni cosa por el estilo, era una moneda, entienda bien,- .... les dio diez minas y les dijo, ‘negociad’....
Digan todos negociad, esa palabra es muy clave en este texto. Negociad.
“... negociad entre tanto que vengo. Pero sus conciudadanos le aborrecían y enviaron tras él una embajada diciendo, ‘no queremos que este reine sobre nosotros’. Aconteció que vuelto él después de recibir el reino mandó llamar ante él a aquellos siervos a los cuales había dado el dinero para saber lo que habían negociado cada uno. Vino el primero diciendo, ‘Señor, tu mina ha ganado diez minas’, él le dijo, ‘está bien buen siervo por cuanto en lo poco has sido fiel, tendrás autoridad sobre diez ciudades’....”
Por si acaso se me escapa más del, mire allí, por cuanto en lo poco.... por cuanto en lo poco has sido fiel ahora te voy a poner sobre gran autoridad.
“... vino otro diciendo, ‘Señor, tu mina ha producido 5 minas’, y también a este dijo, ‘tu también se sobre 5 ciudades’. Vino otro diciendo, ‘Señor, aquí está tu mina, la cual he tenido guardada en un pañuelo...’
Usted se lo puede imaginar abriendo un pañuelo con un nudo bien grande, allí abriéndolo para sacar la moneda, yo lo puedo ver casi perfectamente en mi mente.
“... guardada en un pañuelo porque tuve... -¿qué tuvo él?- ....Tuve miedo de ti por cuanto eres hombre severo que tomas lo que no pusiste y ciegas lo que no sembrasteis.’ Entonces él le dijo, ‘mal siervo, por tu propia boca tu juzgo, sabías que yo era hombre severo que tomo lo que no puse y que ciego lo que no sembré, ¿por qué pues no pusiste mi dinero en el banco para que al volver yo lo hubiera recibido aunque fuera con los intereses?’ Y dijo a los que estaban presentes, ‘quitadle la mina y dadla al que tiene diez minas’. Ellos le dijeron, ‘Señor, tiene diez minas’. Pues yo os digo que a todo el que tiene se le dará más al que no tiene aún lo que tiene se le quitará. Y también a aquellos mis enemigos que no querían que yo reinase sobre ellos traedlos acá y decapitadlos delante de mi....”
Bendiga el Señor su santa palabra. Es una imagen un poquito severa de Cristo, ¿no? Ese no es el Jesusito ahí con la ovejita en la mano pasándole así la mano con unos pelos rubios, unas trencitas bien delicado. Este es un ser severo que espera rendimiento de lo que él está rindiendo y presentándole a sus siervos. Y note eso, una de las cosas interesantes de este pasaje es el tono mismo del pasaje. Es un tono de seriedad, es un tono de negocio, es un tono como casi militar hasta cierto punto. La postura de este Señor, de este dueño, este magnate, un hombre de empresa, un hombre noble dice aquí. Eugenes, quiere decir, bien nacido, cuando la palabra que está traducida es un hombre noble, eugenes. Si alguien se llama Eugenio para que usted sepa, lo que quiere decir su nombre es que es bien nacido, es de buen nacimiento.
El caso es que este hombre era de buen nacimiento, es decir, buena familia. Era un hombre noble. Este hombre noble evidentemente es una persona muy clara en sus asuntos y él corre su casa, y administra su casa que en este caso es la iglesia en una forma muy concienzuda y muy a tipo corporación. Note eso, porque es bien importante que entendamos.
Evidentemente este hombre noble es una figura ¿de quién? ¿Quién es? Jesucristo, Jesucristo. El Señor Jesús está relatando una parábola acerca de sí mismo. Este hombre que se va a un país lejano, ¿cuál es el país lejano al cual se fue Jesucristo? El cielo, él ascendió, dice la palabra, y está allí sentado a la diestra de Dios Padre, los que conocen el creo apostólico esperando a venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Él está allí esperando.
Dice la palabra que el día y la hora nadie lo sabe, sino el Padre, pero el Señor está allí, se fue a un lugar lejano. Mire también algo interesante aquí y es otra cosa. El propósito por el cual el Señor relata esta parábola, ¿por qué lo relata? Porque los discípulos y había mucha idea en Israel de que cuando el Mesías llegara iba a instalar el Reino de Dios inmediatamente, iba a poner a Israel inmediatamente como cúspide de las naciones, iba a retornar el reino davídico a Israel y enseguida todo iba a estar bien bonito y fácil y resuelto.
Pero el Señor sabía que no era así tan fácil. Y después de hecho el Apóstol Pablo escribiendo en una de las cartas a los tesalonicenses, volvió otra vez a recordarle a la iglesia, miren, no se dejen engañar por esto de que el Reino de Dios viene inmediatamente porque el Reino de Dios no va a venir hasta que no se cumplan ciertas pautas, ciertas cosas que tienen que caer en su lugar antes que venga el Reino de Dios.
Es decir, eso es bien importante porque hermanos, muchas veces nosotros tenemos una imagen fácil y falsa de lo que es el Reino de Dios. Hay mucha gente que piensa, bueno, si yo entro en el Evangelio todo se me va a resolver inmediatamente, no voy a tener más problemas, ja, ja, ja, como dicen por ahí. Tremenda sorpresa nos llevamos, cuando nos damos cuenta que no es tan fácil la cosa, que entramos al Reino de Dios a guerrear, que entramos al Reino de Dios, claro entramos ahora con una nueva fuerza, tenemos poder, tenemos gracia de Dios, somos más que vencedores, pero tenemos que darle batazos al diablo y de vez en cuando también recibimos nuestros batazos, ¿no? Y eso es parte del proceso. Dios espera un pueblo guerrero, Dios espera un pueblo que mientras él llega, cuando sea, nosotros seamos fieles y que mientras estamos en el Reino de Dios, en el Evangelio nosotros nos mantengamos siempre con la mano puesta sobre el arado, haciendo la obra del Señor hasta que él venga.
Entonces, el Señor quería decirles esto requiere esfuerzo, requiere paciencia, requiere persistencia, la vida cristiana no es una vida fácil, hermanos. Es una vida para héroes, ¡Aleluya! Pero es una vida en la cual Dios te promete victoria en toda situación en la cual tu te encuentres, pero tienes que batallar, tienes que esforzarte. Hay una expectativa de que se espera que tu hagas algo para ganarte, no para ganarte la salvación. No, porque la salvación no se gana, pero sí para justificar tu presencia de todo lo que Dios ha hecho a favor tuyo.
El ambiente, cuando entramos en el ámbito del Evangelio entramos a trabajar, entramos a servir, entramos a dar, hermanos. Mucha gente viene al Reino de Dios para que le den, para que lo sirvan, para que le hagan esto, para que le hagan lo otro, para que le ministren, para que satisfagan sus necesidades, para que oren por ellos, para que, como dicen los chilenos, les rasquen la guatita, le rasquen la barriguita. Y eso no es lo único. Claro que sí, en el Reino de Dios tu recibes pero se supone que también tu des, que trabajes, que seas una varón, una mujer, esforzada y valiente. Eso es importante, esa es la expectativa de Dios.
Dice aquí que este hombre rico y noble tomó a sus siervos, él tenía que hacer un viaje muy largo. Imagínese en esos tiempos un viaje. Tenía que ir a un país lejano, tenía que ir digamos a la China y en esos tiempos no era como que usted coge un avión y se va en un momentito y se mantiene en contacto por email y por teléfono con sus empleados. No, él se iba y mientras él estuviera allá no había comunicación, no iba a haber contacto en un sentido y ellos tenían que usar de su propio entendimiento para cumplir con las directrices que él les había dejado.
Ahora, ¿cuáles son las directrices que este hombre noble le deja a sus siervos? Él los pone en línea, yo me los imagino, los pone a los diez ahí parados, uno al lado del otro y yo me imagino a él caminando mientras le da un discurso de ánimo y de instrucciones, y les dice, mira, aquí tu tienes 500 dólares, tu tienes 500, 500, 500, y a los diez le da un cheque de 500 dólares y los hacer firmar un recibo comprometiéndose a usar ese dinero en una forma adecuada, en una forma prudente y que rinda. Y les dice a ellos, a mí en última instancia no me importa cómo ustedes inviertan ese dinero, siempre y cuando lo hagan dentro la visión general de mi corporación. Pero yo sí espero que cuando yo regrese de este largo viaje ustedes me den cuenta de lo que han hecho con ese dinero. Mientras yo esté por allá viajando y haciendo las cosas y atendiendo a mis negocios allá, y resolviendo mis asuntos de recibir ese reino como Cristo está esperando a que el Padre haga todo lo que tiene, el Espíritu Santo aquí en la tierra, etc. y entonces el Padre le diga, ok, ahora te entrego el cetro de mando, de autoridad sobre las naciones. Baja y toma señorío, yo él lo tiene en un sentido espiritual, pero todavía la humanidad no ha reconocido el señorío de Cristo en su totalidad.
Pero un día, dice, que toda rodilla se doblará y toda lengua confesará que Jesucristo es el Señor, un día todas las naciones le serán entregadas a Jesús en su segunda venida. Mientras tanto qué pasa, quién se supone que esté trabajando aquí en la tierra para rendir los dones y el dinero del Señor. ¿Quién? Nosotros.
Hermanos, póngase de pie un momentito, vamos a hacer algo profético, póngase de pie todo el mundo, póngase de pie todo el mundo. I hate to disturb your comfort zone for a moment. Póngase de pie. A cada uno de ustedes y a mí también que estoy aquí delante, el Señor me ha dicho, te ha dicho ‘negocia, invierte hasta que yo venga’. Hazte de cuenta ahora mismo que el Señor está representado aquí en mi persona, y que el Señor te está mirando a ti, a cada uno de ustedes y está diciendo, ‘negocia, invierte, esfuérzate, trabaja, haz todo lo que esté de tu parte, invierte tus energías, los talentos, todo lo que tu tienes, tu tiempo, tu profesión, todo, yo espero que tu negocies hasta que yo venga’. ¿Has recibido esa comisión? Si lo has recibido te puedes sentar.
Entonces, este hombre noble para a sus siervos allí y les lee la cartilla, les da algo a cada uno. Fíjese eso hermanos, cada uno de sus diez siervos recibe algo y recibe en este caso, la misma cantidad, una mina. Nadie me venga a decir a mí que el Señor no me dio nada. Mire, usted puede ser la persona más pobre, más ignorante del mundo, con menos recursos, una persona que nunca ha hecho nada grande, constructivo, de notoriedad o lo que sea, pero déjenme convencerle de algo, dentro de ti, escucha bien esto y recíbelo en el nombre del Señor, dentro de ti hay una provisión de poder y de vida que Dios ha puesto. Diga amen.
Dentro de ti está el Espíritu Santo de Dios con todo su poder. Eso es para el pequeño y el grande, hombre o mujer, niño o adulto o anciano, rico o pobre, altamente educado o iletrado, el poder de Dios está dentro de ti. Y eso es lo que hace la obra. No hay excusas posibles. Dios ha puesto una dotación de poder en ti y si solamente el pueblo de Dios internalizara ese hecho y visualizara el poder de Dios que está dentro de usted. Usted ve ese niñito así, jovencito, tan lindo, tan buen mozo, tan atractivo, ese jovencito tiene el poder de Dios dentro de él. You have the gift of God in you, you have the spirit of God in you and you are called to be a powerful man of God, you are called to do great powerful things for God.
Remember that the Holy Spirit of God is in your life and that you have been called to greatness. You have been called to be a powerful man who will influence society and who will do mighty wonderful things for the Kingdom of God. You have the gift of God in you. Thank you and have a seat.
Hermanos, todos tenemos el poder de Dios dentro de nosotros. Cada uno de nosotros puede hacer algo y si nosotros entendiéramos eso, si se nos grabara en el corazón que cuando yo camino en este mundo el poder de Dios está dentro de mi. Dios ha dado algo, Dios ha puesto algo en mi vida, no es solamente en el pastor que está aquí arriba o en el misionero tal o en el diácono. No, usted tiene la capacidad para cambiar el mundo y para transformarlo en alguna manera de manera que el mundo no sea el mismo por el hecho de que usted vivió en este mundo, que cuando usted se vaya de este mundo haya una huella suya en algún lugar en los caminos de este mundo, porque Dios ha dado, Dios ha puesto su poder en usted. Cada uno de estos hombres recibió algo y eso es importante que nosotros entendamos, hermanos, que Dios ha puesto algo en nosotros y él espera que hagamos algo con eso. Esa es la otra parte de este asunto. Cuando él se va, él les dice, ‘negociad’, negocien, yo traduciría, ‘inviertan entre tanto que yo regreso’. La pregunta es qué estás haciendo tu con tu vida para negociar con el talento que Dios te ha dado. ¿Qué estás haciendo? ¿Cómo estás tu rindiendo el don que Dios te ha dado? Porque esa moneda, o esa cantidad de dinero es un símbolo, un sustituto para los dones del Espíritu Santo que Dios ha puesto en cada uno de nosotros.
Y entonces, yo creo que cada uno de nosotros debe estar inquieto siempre, hermanos, preguntándose que estoy haciendo yo para rendir la medida de gracia y de vida que Dios puso en mi, la creatividad, la energía, el don, el instrumento que Dios puso en mi vida. Yo creo que esa la pregunta que debe gobernar nuestros días. ¿Por qué yo sirvo al Señor como pastor? Porque el Señor me llamó y yo tuve que dejar todo lo demás a un lado y decir, Señor, yo te voy a servir a ti, porque mi vida yo quiero que cuente para tu reino. Yo quiero que mi vida sea útil para ti y que lo que tu quieres que mi vida cumpla, que así sea y cada uno de nosotros tiene que hacerse la misma pregunta.
Ahora, Dios no te va necesariamente a llamar a ser pastor, o a ser evangelista o a ser un misionero en otro país. No todos tenemos que hacer eso. Muchos de nosotros vamos a ser simplemente llamados a ser misioneros en nuestros trabajos, en nuestro vecindario, en la escuela. Algunos serán llamados a ser maestros de escuela dominical. Ahora mismo hay niños que están siendo cuidados allá arriba. ¿Sabe por qué está tan tranquilito este lugar aquí? Porque hay hombres y mujeres allá arriba esforzándose, invirtiendo y negociando hasta que Cristo venga, sabe. Puede ser un maestro de escuela dominical para los niños, puede ser la persona que atiende el estacionamiento allá afuera, o un Yosmar que está trabajando atendiendo a las finanzas. Hermanos, hay decenas y yo diría que hasta cientos de miles de formas de negociar hasta que él venga, de rendir nuestro don.
Una de las maneras, ustedes vieron esta presentación que yo hice. Mire, quizás hay personas a quienes Dios ha dotado con el don de dar. La Biblia habla de el que reparte que lo haga con diligencia. Búsquelo, creo que es en Romanos. Hay hasta un don de dar y de repartir, que lo haga con generosidad, con naturalidad. Hay personas a quienes Dios ha dotado con millones y millones de dólares de reserva, y su don ha sido trabajar y darle a la iglesia dinero para que los misioneros, para que las fundaciones. Nuestra iglesia ha recibido de parte de diferentes fundaciones filantrópicas y otras cosas que fueron dadas por personas que hicieron billones de dólares.
El Lilly Endowment le dio a Copan 650 mil dólares hace unos años atrás por un grant que nosotros hicimos para el entrenamiento de pastores hispanos aquí en Nueva Inglaterra. Lilly, este hombre fundó una farmacéutica que todavía es una de las grandes farmacéuticas del mundo y dejó en su herencia una cantidad de dinero bien grande para una fundación filantrópica de la cual una parte es para propósitos religiosos. Y mire como es hombre laico, no fue pastor, evangelista, no sé que fuera maestro ni nada, pero Dios le dio la manera de que su dinero, y ese dinero da cientos de millones de dólares al año para avanzar la causa del Señor. Gloria a Dios por eso. Yo quisiera tener unos dos o tres así de esos aquí en mi iglesia para mover a Nueva Inglaterra total. Oremos para que el Señor los traiga.
Pero, ¿saben qué? Una manera en que tu puedes rendir y negociar es dando tus diezmos, siendo fiel al Señor. Mire qué manera, hay gente que quiere, Señor, tómame y que me crucifiquen allá en algún país de Latinoamérica, una selva de por allá. Mire, el Señor no le pide tanto, simplemente de su diezmo y sea fiel al Señor ¡Aleluya! Sea generoso con Dios. Eso es todo, esa es una manera en que usted puede negociar entretanto que él venga.
Y mire si Dios es misericordiosos que él le dice, por todo lo que tu me des, yo te voy a dar mil veces más, es un jueguito que el Señor tiene. El Señor quiere saber, él quiere ver que lo amamos y que estamos dispuestos a arriesgar algo en obediencia a él y para bendecir su reino y eso le trae agrado a su corazón. Es como cuando nuestro hijito nos trae una florecita toda marchitada y maltrecha que la ha estado cargando de quién sabe dónde y ya la tiene toda destruida y se la ofrece, ¿a quién no se le enternece el corazón? Así es nuestro Padre. Las cosas que nosotros le traemos al Señor son absolutamente burdas y tontas comparadas con su gloria, pero a él le gusta recibir esas muestras de amor y de cariño de nuestra parte, hermanos.
Óigame, y tan conservadores que nosotros nos ponemos. Cuando vamos a un restaurante con nuestros amigos, no se preocupe. Nos peleamos, que yo, no, no, yo me encargo de la cuenta y cuando venimos a la iglesia, nos ponemos todos conservadores de una vez y estamos aquí contando dinero en el bolsillo con la mano. Ni un ciego lo cuenta con tanta destreza como nosotros antes de sacarlo.
Y hermanos, Dios quiere que seamos liberales, que seamos generosos. Es una forma de negociar entretanto que él viene. Hay personas que dicen, oh, Señor yo quiero ser un pastor, quiero evangelizar multitudes. Mira, comienza con lo poquito, dale al Señor. En este pasaje hay un principio muy importante, esencial del Reino de Dios, el Señor le dice al primer siervo, ‘en lo poco has sido fiel’. Si usted no es fiel en lo poco, cómo lo podrán poner en lo mucho, dice la palabra del Señor. Si usted no puede ni siquiera arriesgar algo por Dios, cómo Dios va a bendecirlo. Es un principio.
Mucha gente me dice, bueno que el diezmo no está en el Nuevo Testamento. Mire, el principio del diezmo está en todas partes del Nuevo Testamento. Los principios que fundamentan esa idea, es más, yo creo que a Dios hay que darle mucho más que diez por ciento porque él no tiene límites. Mientras tu más le das al Señor, más tu eres bendecido, eso es lo que la gente no entiende, pero hay que tener la fe para creerlo y hay que arriesgarse en el nombre del Señor, cuando hay una causa para Dios, uno tiene que ser el primero en decir, presente, aquí estoy, qué se necesita para el Reino de Dios. Esas son la gente que Dios ama, son la gente que Dios bendice.
Mire, Dios quiere usar la iglesia, Dios quiere usar las iglesias minoritarias, Dios quiere usar las iglesias “pobres” afro americanas, africanas, latinas. Dios quiere usar estas iglesias, Dios quiere usar estas comunidades para bendecir a esta nación, por eso nos ha traído. Yo mientras más reflexiono en esto últimamente más me doy cuenta de que estas comunidades étnicas que están viniendo de todas partes del mundo a países como Estados Unidos como un llamado misionero a revivir esta nación que está cada día decayendo más y más por su apego a la razón y al secularismo, al humanismo, se han desviado y son como ciegos y necesitan que gente que tiene sano temor de Dios y que conocen los valores del Evangelio vengan e inseminen y fertilicen a esta nación con su fe y la renueven, porque Dios ama a esta nación.
Dios nos ha traído aquí que ser una gente de bendición, a ser una fuente de shalom para esta nación. Entonces Dios tiene un llamado muy grande para la comunidad en este caso digamos la comunidad latina, y también me refiero a otra de las comunidades que están aquí, africanas, por ejemplo, o haitianas, o brasileras, Dios tiene un llamado para nosotros, lo tiene para la raza blanca y todo, pero me refiero aquí específicamente a los que estamos reunidos aquí, hay un llamado. Eso requiere iglesias fuertes, eso requiere iglesias con una mentalidad misionera, eso requiere iglesias empresariales, eso requiere iglesias apostólicas, eso requiere pastores con una mentalidad de negociante y de inversionista, eso requiere una iglesia agresiva, militante, siempre conquistando territorio, siempre haciendo algo nuevo para el Señor, siempre invirtiendo los recursos de Dios para avanzar y establecer el Reino de Dios y para llevar a cabo la obra que Dios nos ha encomendado en esta nación.
Hermanos, yo como pastor, no quiero sentirme allá enfrente peleando con el enemigo y que mi congregación está allá a una milla de distancia diciendo, sí, pastor adelante, dele duro, dele duro, y ellos allá tomándose una Coca Cola lo más tranquilos. Yo quiero que mi iglesia esté detrás, ahí al lado mío peleando y conquistando terreno para el Reino de Dios en Nueva Inglaterra. Yo quiero sentir que tengo guerreros a mi lado, hermanos, que tengo gente que entiende el llamado de Dios, a ser gente aguerrida, a ser gente agresiva, a ser gente militante, a ser gente emprendedora, a ser gente que invierte en el Reino de Dios y no tiene miedo al futuro porque sabe que su Dios es poderoso para proveer todo lo que ella necesita si somos fieles al Señor.
Necesitamos para ser la iglesia..., yo sé que Dios tiene grandes llamados para esta congregación que apenas estamos rasgando la superficie, pero ¿saben qué? Dios está diciendo, mira, no es tan fácil, el pastor y los pastores no lo van a hacer todo por ti, se espera que tu también inviertas. Este templo, este santuario es una locura, es una de esas cosas que yo me digo, cómo yo me meto en estas alturas de juego. Llevo ya 14 años construyendo hermanos, y no bien estamos terminando esto de acá que tanto trabajo nos ha costado, y ya estamos pensando en la próximo. Pero mire, nosotros no cabemos, esto es a las 9 de la mañana y a las 12 vuelve otra vez se llene. Todos los estudios estadísticos dicen que una vez que una iglesia llena su santuario un 80 por ciento, ya deja de crecer. Eso se ha repetido en miles y miles de congregaciones a través de Estados Unidos porque hay incomodidad, la gente ya no quiere venir porque tiene que sentarse separados, una cantidad de cosas, miren lo apretado que ustedes están para sacarle provecho al espacio aquí.
Y nosotros tenemos una ventana de oportunidad muy pequeña, si nosotros perdemos la oportunidad de construir nuestro santuario en los próximos meses de comenzar a trabajo, por lo menos romper tierra, si no lo hacemos en el próximo año legalmente, por razones largas de explicar, perdemos la oportunidad de hacerlo. A menos no abra el mar porque ya le hemos pedido una extensión a la ciudad y por todo lo que yo sé no nos van a dar una segunda extensión. Nosotros tenemos que comenzar a construir ese santuario. Entonces, yo no quiero que nos quedemos encerrados en este lugar. Somos una iglesia visionaria, hermanos, usted cree que yo emprendo eso con toda soltura y tranquilidad, simplemente por inercia porque quiero ver algo más grande. Yo reprendo al diablo en términos de cualquier cosa de orgullo, eso no es la idea. La idea es avanzar el Reino de Dios, la idea es un lugar donde vidas puedan venir. Yo estoy convencido de que cuando nosotros tengamos un santuario más amplio, nosotros podremos continuar creciendo y haciendo más cosas para el nombre del Señor.
Una de las iglesias que visitamos fue una iglesia en Connecticut ahora en este viaje misionero que hicimos, y el pastor Rick Aquiles, amigo de que ya llevamos tiempo trabajando en estas cosas, un santuario precioso, una iglesia bella. Tiene 120 años de haber sido construida. Bautista renovada y acaban de construir toda un ala hace como tres años, un hermoso santuario y él me decía, nosotros hemos cuadruplicado desde que abrimos el santuario.
Yo se que hay mucha gente esperando, porque son las dinámicas sociales, usted ve? Y no es que uno construye edificios para que vengan.... No, es que nosotros necesitamos, ya hace años que debimos haber construido un santuario más grande, entonces para que nosotros podamos.... yo estoy construyendo para el futuro, yo estoy construyendo para conquistar, yo estoy construyendo para preparar el Reino de Dios. Yo se que aquí ahora mismo cuando las iglesias quieren hacer algo de avivamiento no hay lugares, es dificilísimo y las iglesias que tienen templos grandes no quieren ni siquiera prestarlo ni usarlo para el avance muchas veces para el Reino de Dios. yo los respeto, los amo, amen. Gloria al Señor. Cada uno con su Dios, etc. pero se necesitan iglesias visionarias, hermanos. Se necesitan iglesias que sientan, no, Dios me ha llamado a edificar su reino y a laborar para el Reino de Dios. Dios me ha llamado a usar mis dones, mis talentos para avanzar el Reino de Dios.
Y esas son las personas que Dios usa para hacer cosas grandes. Vi aquí a la hermana Elsie Vergara, madre, y recordé al pastor Juan Vergara que fundó esta congregación hace 20 y pico de años. Yo me imagino que el Reverendo Vergara cuando comenzó esta iglesia en el año 82 no se imaginó, en realidad, yo no creo que él tenía en mente que la iglesia que él fundara iba a llegar, iba a tener las evoluciones que ha tenido e iba a llegar a hacer las cosas que ha hecho.
Uno a veces comienza cosas pequeñas, hermanos, y uno no sabe a dónde puede llegar. Es más, yo sé que todavía nosotros no entendemos todo lo que Dios quiere hacer a través de esta comunidad, todo lo que Dios tiene, toda la riqueza que él tiene aquí dentro de nosotros y a veces nosotros por nuestra mentalidad pequeña, hermanos, y limitada, y temerosa. ¿Qué fue lo que derrotó a este hombre? El temor, el miedo al futuro, él no sabía qué iba a pasar y no estaba seguro y pensó en los peligros, y pensó en los riesgos, y qué si lo meto ese dinero y lo pierdo, y entonces este Señor mío que es tan severo y tan exigente me corta la cabeza. Y se hizo un mar de dudas y de preguntas y de riesgos y pensó en todos los riesgos pero no pensó en todas las posibilidades y muchas veces nosotros Dios quiere bendecirnos, quiere usarnos, quiere avanzarnos, quiere llevarnos a nuevos niveles, a nuevas alturas en él y nosotros estamos aquí pensando en qué pasa si... y perdemos la oportunidad de ser bendecidos y ser de bendición.
Déjenme confesarles algo que no lo confieso con ningún tipo de orgullo, sino todo lo contrario, con vergüenza. Para que usted vea... cuando el reverendo Vergara, nosotros comenzamos seis meses en el Southend en el Emanuel Gospel Center ahí estuvimos, éramos un grupo pequeñito, un puñado de gente. A los seis meses se hizo disponible el templo que ocupamos en Cambridge durante 15 años, un lindo templo, un santuario típico de Nueva Inglaterra, de ladrillo rojo, con su alta bóveda, clásico santuario, grande, y además tenía varios salones de clase y otras cosas al lado. Era una instalación muy bella y nos la regalaban, porque la iglesia norteamericana que había estado allí originalmente había sido reducida a un puñadito de gente.
Y yo he reflexionado mucho acerca de ese proceso que se da mucho aquí en Nueva Inglaterra pero no voy a entrar en él, y finalmente tuvieron que entregar el santuario con una casa pastoral en Watertown y también con todas las instalaciones de clases. Y el pastor Vergara nos habló al grupito que teníamos en ese tiempo y nos animó de que, guau, miren esta gran oportunidad que tenemos. Un edificio se abre allá y fuimos allá a ver el edificio, era en invierno y fuimos a ver el edificio, y de nuevo nos lo estaban regalando. Y ¿saben cuál fue mi preocupación y por qué yo tenía mucho temor de que entráramos? Yo le dije, pero, reverendo Vergara, ¿cómo vamos a pagar la calefacción? Si hubiera sido yo, yo creo, probablemente no lo hubiera tomado, no estoy seguro, pero no hubiera cogido ese gran regalo que Dios nos daba por miedo a que no tuviéramos dinero para pagar la calefacción.
Gracias a Dios que Vergara tenía mucha más fe que yo en ese tiempo. Gracias a Dios que mi fe ha crecido mucho más desde entonces. Pero usted se fija a veces cómo nosotros podemos ser tan conservadores, tan temerosos, tan tímidos con las cosas que Dios quiere hacer en nuestra vida. Que terrible desperdicio hubiera sido si nosotros hubiéramos perdido esa oportunidad. 15 años estuvimos allí, nunca faltó nada. Dios bendijo en maneras amplias, generosas, abundantes. ¿Por qué? Porque dimos un paso de fe en el nombre del Señor y el mar se abrió delante de nosotros. No permitamos jamás que el miedo, el temor, lo conservador.
Así muchas veces Dios nos dice, mira, dame y estamos allí como la viuda de Sarepta, bueno, es lo único que tengo y si yo te lo doy, como dijo al profeta Elías, entonces no voy a tener ni yo ni mi hijo, nos vamos a morir de hambre. Se hizo todo un mar. ¿Y qué le dijo le profeta Elías? Le dijo, mira, dame a mi primero y yo te prometo que no te faltará ni a ti ni a tu hijo en ningún momento, y así fue. Ella lo obedeció y dice que todas las demás casas alrededor tuvieron hambre, pero en la casa de esa viuda nunca faltó el trigo ni el aceite, porque le dio al Señor generosamente.
Muchas veces nosotros así somos. Oh, estoy cansado, es el viernes en la noche. Hay una vigilia en la iglesia pero yo he estado trabajando toda la semana y si voy a la vigilia voy a estar cansado el lunes cuando vaya al trabajo y nos hacemos un mar de cosas. Cuando Dios es poderoso para reponerte todo lo que tu inviertes, y el lunes tener más fuerza de la que hubieras tenido si te hubieras quedado en tu casa descansando, porque Dios es poderoso.
Uno tiene que aprender a moverse en el poder de Dios, hermanos. Hay una oportunidad de venir a la iglesia y adorar a mitad de semana, y estamos pensando, no, mañana es jueves, tengo que levantarme a las 5 de la mañana, voy a estar cansado y nos cansamos aunque no lo estemos porque nos hacemos un mar de preocupación.
Mientras uno se mueve en el poder de Dios, Dios renueva nuestras fuerzas en el vuelo. Si usted aprendiera, y yo aprendiera a movernos en el poder en el Espíritu Santo y menos en nuestra fuerza, en los recursos que Dios da, Dios multiplicaría tu hacienda, Dios te bendeciría, Dios te usaría en grandes maneras.
Al siervo que le dio una mina y le entregó diez minas a su Señor, el Señor le dijo, sabes qué, esas diez monedas yo las voy a cambiar en autoridad sobre 10 ciudades para ti, vas a ser gobernador de 10 ciudades y al otro que le rindió 5, 5 ciudades.
Mire, con esto ya termino, nosotros pensamos a veces que el Reino de Dios allá arriba, que cuando nosotros vayamos al cielo nos van a abrir un gran closet con unas batas blancas y un arpa colgando de cada bata blanca, todas del mismo tamaño y el mismo diseño y que nos vamos a pasar toda la eternidad tocando un arpa subidos en una nube cantando himnos del siglo 18 con una bata blanca. Para mí, eso sería el infierno. Yo creo que el Reino de Dios va a ser algo creativo, va a haber diferencias, va a haber recompensa a diferentes niveles. El que trabajó, el que se esforzó, el que dio duro aquí, el que le dio al Señor todo lo que tenía, en la eternidad gozará de gloria, de autoridad. Yo no sé qué Dios tiene en el futuro pero yo sé que es algo maravilloso, el reino de los Cielos va a ser un lugar de inversión, de trabajo que no desgasta o cansa como el trabajo aquí, de creatividad, de acción, de nuevas vistas y nuevas cosas que nosotros ni siquiera podemos entender y yo estoy seguro que muchos de los que pase en la eternidad dependerá de lo que nosotros hacemos aquí en la tierra. ¿Usted entiende?
Y por eso nosotros nos esforzamos porque yo creo que si uno vive aquí por fe, dándole al Señor uno está invirtiendo para el Reino de la Eternidad. Y que yo estoy sembrando para la eternidad, y que todo lo que yo le di al Señor aquí, todo lo que yo dejé en esta tierra, mis diezmos, mis ofrendas, mi trabajo, mi sudor, mi llanto, mi sangre, mis fracasos, todo, un día el Señor lo tornará en gloria por toda la eternidad. Y por eso trabajamos en fe aquí, todo lo que le invertimos al Señor Dios lo está atesorando, por eso el Señor Jesucristo dice inviertan donde no hay moho, donde no hay corrupción, donde no puede venir un ladrón y robarte el dinero, invierte en el Reino de los Cielos porque allá todo es ganancia. Nada de lo que tu inviertes en el Reino de Dios en esta tierra dejará de tener su recompensa.
Dice el Señor que aún un vaso de agua que tu le des a alguien por haber sido siervo del Señor, no dejará de ser reconocido Dios. Imagínese. Todo lo que tu des lo vean o no lo vean otros, Dios lo está registrando en su libro y ganará intereses para toda la eternidad. Dale al Señor, invierte en el Señor, vive tu vida con una ética de servicio al Señor, de sacrificio al Señor, de inversión al Señor, todo lo que tu hagas, hazlo en el nombre y para la gloria del Señor y para avance del Reino de Dios. se un guerrero para Dios aquí en la tierra, invierte tu vida, dedica tu vida al Señor, dedica tus dones al Señor, vive poseído por una visión de darle al Señor y que tu vida valga, que el talento que Dios puso en ti reciba el máximo de rendimiento.
Y un día podrás escuchar la voz de aprobación de tu Padre celestial, diciéndote, ven, buen siervo y fiel, te has cansado, has trabajado, has sangrado, has cometido errores, has llorado, te has desvelado, en lo poco has sido fiel, en lo mucho te he de poner. Recibe ese reto del Señor y vive para esa visión, para que tu vida valga para el Señor, para que tu vida sea de bendición y de avance del Reino de Dios.
Eso es lo que justifica mi vida, hermanos, a mi no me interesa nada, creo que puedo decir como dice el Apóstol Pablo, todo lo tengo por basura para ver si conozco a Cristo en todo su poder y en su padecimientos. Eso es lo único que justifica mi vida ya, no me interesa gloria ni dinero ni nada, solamente que mi vida valga para el Reino de Dios, que los dones que Dios ha puesto en mí sean usados avanzados para el Reino de Dios. Esa es mi gloria, ese es mi gozo y yo espero que tu también sientas eso mismo. No me importa que tu seas un trabajador, un obrero, un carpintero, un inversionista, un ingeniero, una ama de casa, una abuela. Lo que sea que tu seas, escúchame, Dios ha puesto algo en ti y Dios espera rendimiento.
Dios no quiere que tu le devuelvas lo que él ha puesto en ti metido en un pañuelito todo sudoroso y sucio y que le digas, mira, Señor estuve demasiado cansado, estuve demasiado cargado, tenía demasiado trabajo, demasiados hijos, era muy difícil estudiar, nadie me ayudó, yo nunca estuve seguro de si iba a salir algo de lo que iba a hacer o no, y por lo tanto no me esforcé, lo único que hice fue ir a la iglesia.
Que triste. Muchos entrarán al reino de los cielos avergonzados y tristes en vez de entrar con el gozo del Señor inmediatamente y entrar a disfrutar de la gloria plena de Dios porque no le dieron al Señor, no rindieron aquí en la tierra.
Así que, hermanos, vamos a hacer que este sermón se grabe en nuestros corazones como un reto para cada uno de nosotros, que no vuelvas a olvidar este reto del Señor. Yo te pido por favor, escribe esto en tu corazón. Hay muchos sermones que uno predica muchas veces pero este es un sermón fundacional, este es un sermón básico que tu y yo somos llamados al reino... somos salvados, Dios ya nos ha puesto un sello, ya, hermano, tu vas a entrar ahora a la eternidad y a disfrutar de algo que ni siquiera te puedes imaginar y entonces Dios dice, pero mientras tu estés aquí esperando tu llamado, yo quiero que tu te asegures de darme rendimiento, que tu inviertas y que trabajes todo lo posible para avanzar mi Reino, porque yo espero rendimiento de ti.
Póngase de pie un momento y pídale al Señor ahora mismo que selle ese llamado en su vida. Vamos a levantar una iglesia guerrera, vamos a levantar una iglesia de inversionistas, vamos a levantar una iglesia de hombres y mujeres de negocio para el Reino de Dios, gente completamente convencida y comprometida con Dios. ¡Aleluya!
Padre, mueve tu poder. Ore y pídale al Señor que selle su espíritu con esta enseñanza. Reciba el toque de Dios en su vida. Padre, yo desato en el nombre de Jesús.
Lord, I release the calling, I release the anointing in your people, I release men and women full of the spirit of God.
Yo suelto, Señor, la unción tuya en este cuerpo y te pido que actives tu llamado en nuestros corazones, que levantes hombres y mujeres que no retrocedan, que no echen atrás, que no quiten la mano del arado, hombres y mujeres que sepan que el llamado es para serio y para largo, que mientras tanto tenemos que dar un paso de fe delante del otro hasta que lleguemos, hasta que lleguemos a la meta.
Hombre, mujer, joven, niño, Dios te está llamando, él te quiere enlistar en su ejército, él quiere hacer grandes cosas a través de ti, él no ha llamado fracasos, él no ha llamado gente pequeña, él ha llamado guerreros, águilas, aves de presa, hombres y mujeres de combate, eso es lo que Dios quiere. Y Dios te dice, yo estaré contigo dondequiera que tu vayas, mira que te mando que te esfuerces y seas valiente. No temas ni desmayes, yo estaré contigo dondequiera que tu vayas, solo pon mi palabra en tu corazón, vívela, cómela, fundaméntate sobre ella y nadie te podrá derrotar en todos los días de tu vida, saldrán contra ti por un camino y huirán por siete caminos, dice el Señor. en todas tus batallas yo te sacaré victorioso, nunca fracasarás en nada que emprendas, porque yo te voy a respaldar en todo.
Gracias, Señor. Te adoramos, te bendecimos, te exaltamos, Señor. te glorificamos, gracias, Jesús. Sella esta enseñanza en el corazón de tu pueblo en esta mañana, Padre, séllala en el nombre de Jesús. Gracias, Señor. Gracias. Denle un gran aplauso al Señor. ¡Aleluya! Gloria al nombre del Señor.
Cuando Dios no hace lo que queremos
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Vamos al libro de Juan, Capítulo 13 y yo quisiera comenzar haciendo una pregunta, ¿si usted en algún momento de su vida ha experimentado las cosas en una forma que no hubieras esperado o que tal vez no hubieras querido, que no hubieras preferido y Dios tenía algunas sorpresas para ti?
Hoy vamos a hablar de eso, porque la vida cristiana es una vida llena de sorpresas y algunas son sorpresas lindas, y algunas son sorpresas que no hubiéramos pedido, pero son sorpresas buenas al final. Así que vamos a leer el libro de Juan 13, pero antes quiero compartir un testimonio muy breve.
Cuando yo me gradué de la universidad, hace muchos años atrás, yo andaba buscando un trabajo, ¿cuántos han tenido que buscar trabajo? Y yo oraba y ayunaba yt le pedía a Dios que me proveyera el trabajo que él había escogido para mi. Y después de todo eso se me abrió una puerta para un trabajo enseñando en una escuela, donde yo iba a vivir ahí, y yo sabía que era de Dios. Yo sentí la confirmación del Espíritu Santo. Así que yo tomé ese trabajo. Ahora adivina qué tal me fue en ese trabajo. Fue pésimo, fue el peor trabajo de mi vida, fue terrible, fue una tortura total. Hoy en la mañana hablé que fue como ir al dentista sin que le den la medicina que le quite el dolor, pero todos los días por un año, porque yo estaba comprometido a estar ahí.
Y yo hacía la pregunta, Señor, no entiendo yo oré, pedí tu consejo, pedí tu sabiduría, ayuné, por muchos días seguidos. Yo sentí que esto era de ti, ¿qué pasa que es un trabajo tan difícil? Y yo tenía preguntas para Dios y no entendía qué pasaba, hasta que un día yo fui a un estudio bíblico y leí este texto del libro de Juan13, cuando Jesús lava los pies a los discípulos. Y yo había leído este texto muchas veces antes, pero en ese día el Señor me habló en una manera especial y yo quiero hablar un poquito de eso.
Vamos a comenzar en el versículo 2: “.... así que cuando cenaban Jesús con sus discípulos como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas Escariote, hijo de Simón, que le entregase, sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos y que había salido de Dios y a Dios iba, se levantó de la cena y se quitó su manto y tomando una toalla se la ciñó. Luego, puso agua en un lebrillo y comenzó a lavar los pies a los discípulos y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido.”
Así que Jesús está ya vestido de esclavo, viendo persona por persona, lavando sus pies sucios, y viene a llegar a Pedro y mira como Pedro responde, versículo 6:
“... Entonces vino a Simón Pedro y Pedro le dijo, ‘Señor, ¿tu me lavas los pies? Esto no puede, ¿tu me lavas los pies? Respondió Jesús y le dijo, ‘lo que yo hago, tu no lo comprendes ahora, más lo entenderás después’.”
Cuando yo leí ese texto yo sentí el Señor hablarme directo, ‘Gregory, tu no entiendes ahora mismo qué estoy haciendo yo en tu vida, no entiendes el por qué ni el cómo, ni qué es mi lógica en eso, pero después entenderás.’ Me costó 10 años, pero después llegué a entender todos los propósitos de Dios en eso. Yo sentí que el Señor quería que supiéramos que muchas veces somos como Pedro. Jesús viene a hacer algo que para nosotros es escandaloso, algo que no se hace, algo que no hubiéramos esperado, y decimos, que, no, no puede ser, y Jesús dice, ‘ahora no entiendes qué estoy haciendo, pero después entenderás, que yo se lo que estoy haciendo y tengo un propósito en este momento de tu vida’.
Y después Pedro como sabemos dice, “... no, y Jesús dice, ‘si no te lavare, no tendrás parte conmigo”.
Si no me dejas hacer esta cosa escandalosa en tu vida, no puedes tener nada que ver conmigo. Yo se que no tiene sentido, yo se que es algo incómodo para ti dejar que yo te lo haga, pero si no me dejas hacerlo, no tienes nada que ver conmigo. Y Pedro responde, como siempre, fogoso, él tiene sus altos y sus bajos y él dice:
“...No solo mis pies, sino también las manos y la cabeza también...”
Se mete de lleno. Así que vamos a hablar hoy de los momentos en la vida cuando no entendemos qué está pasando, cuando parece que Dios se volvió loco y está haciendo las cosas al revés. Y Dios tiene su plan con nosotros.
Padre, te pido por una unción especial de tu Espíritu Santo, tu sabes que la vida no es nada fácil. Señor, todos están pasando por una enseñanza en su vida en este momento, yo no se, pero tu sabes, tu conoces cada detalle, y te pido que sea tu Espíritu Santo hablándonos, Señor, que sea un pan rico, un pan saludable para tu pueblo. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amen.
Vamos a hablar de un caso especial que yo quiero dar como un ejemplo que se encuentra en el libro de Génesis, al principio de la Biblia. Génesis 48. Así que vamos a hablar de una experiencia en la vida de un siervo de Dios que se llamaba José. José era un personaje en el Antiguo Testamento. No estamos hablando de José el esposo de María, ese es otro José, de mucho antes, que él era el hijo de Jacob, era un hombre que él tenía un sueño para su vida, visiones de Dios para su futuro.
¿Cuántos aquí han tenido sueños de lo que Dios quiere para sus vidas? Tienen una visión de cosas grandes que Dios quiere que tu hagas. ¿Cuántos han tenido eso? José tenía sueños de su propio destino para hacer grandes cosas, pero él nunca hubiera imaginado, cómo iba a llegar a su destino, a su éxito. Tuvo que pasar por esclavitud, tuvo que pasar por un pozo con lodo y todo eso, tuvo que pasar por una cárcel en Egipto, tuvo que pasar por muchas cosas, pero al final Dios sacó bien de todas esas cosas. Y él llegó a ser el principal líder de Egipto, al lado del faraón mismo, y él era un hombre de Dios que había aprendido del fuego lo que es confiar en un Dios poderoso. Pero le quedaba un sueño más para su vida.
Ve que él tenía dos muchachos, dos hijos, un mayor, que se llamaba Manasés y un menor, más chiquito, que se llamaba Efraín. Ahora, en esa época, ellos siempre querían que los hijos tuvieran la bendición de Dios en su vida y que se recibiera de los abuelos. ¿Cuántos puertorriqueños tenemos aquí en la casa? ¿Algunos puertorriqueños? ¿No? Los puertorriqueños, están, muy bien, gracias a Dios.
Cuando yo estaba en Puerto Rico visitando familias, ahí en la casa, y tal vez se da en otros países también, no se, pero entraban los jóvenes y le decían a los padres o los abuelos, bendición o algo así. Y ¿qué dicen los padres o abuelos? Amen. Yo dije en la mañana, quisiera que los gringos hicieran eso, porque es una tradición hermosa. Los hebreos hacían algo parecido. Ellos pidieron, siempre pedían al abuelo imponer las manos sobre los niños, sobre los jóvenes para impartir una bendición y siempre la bendición principal pasaba al hijo mayor, el primogénito. Así que siempre pusieron el joven, el hijo mayor al lado de la mano, ¿cuál tu crees para la bendición principal, cuál mano? La derecha, sobre el hijo mayor para que sea la bendición principal. Y los hijos menores los ponían al lado de la mano izquierda para dar su bendición también pero no la misma bendición que hay para el primogénito. Así que vamos a ver que Dios tenía algunas sorpresas para José porque él soñaba con esa bendición. Así que para ilustrar eso, quiero saber si tal vez acaso, estaría visitando el patriarca Jacob hoy, que nos puede ayudar a enseñar qué pasó ese día.
Ah, Jacob se encuentra, gracias a Dios. Que bueno, tenemos el patriarca en la casa. No se volvió loco, hablamos de eso antes. Así que para eso voy a necesitar dos voluntarios para ayudarme con eso, así que no se si se encuentra y ahora eso no se planificó, así que de verdad estoy buscando voluntarios. Manasés y Efraín, así que tenemos el hijo Manaseis, alguien que quiere ser voluntario aquí, cualquier.... Manaseis. Amen, gracias a Dios. Necesitamos a Efraín, ah yo veo a Efraín, gracias a Dios. Así que vamos a imaginar que yo soy José y yo quiero que Efraín y Manaseis sean bendecidos.
Ahora, Manasés es el primogénito, es el mayor, él es el chiquito, el hermanito pequeño, Efraín, así que también quiero que él sea bendecido, pero quiero que Manaseis reciba la bendición principal. Así que quiero colocar con mucho cuidado a Manaseis delante de ¿cuál mano de mi papá, del abuelo? De la mano derecha, que sería en ese lado. Efraín, bueno venga aquí, yo te coloco aquí... Ahora quédense ahí.
Ahora, vamos a leer el texto y nos van enseñar qué pasó, en Génesis 48, miramos qué pasa, versículo 12, dice que:
“José lo sacó de entre sus rodillas, - así que no se si le dañaba las rodillas ponerlos ahí, yo creo que era mucho más pequeños en este texto, pero lo sacó de sus rodillas - .... y se inclinó a tierra y los tomó José a ambos, Efraín a su derecha, a la izquierda de Israel que también es Jacob, y Manaseis a su izquierda a la derecha de Israel, y los acercó a él. Entonces Israel extendió su mano derecha y la puso sobre la cabeza de Efraín, que era el menor, y su mano izquierda sobre la cabeza Manaseis, colocando así sus manos adrede... – que me imagino que eso significa cruzados, invertidos - ...... aunque Manaseis era el primogénito.”
Vamos a saltar ahora, cómo va a responder José a esto, tu crees, ¿cómo va a responder cuando él mira eso? Versículo 17
“... Pero viendo José que su padre ponía la mano derecha sobre la cabeza de Efraín, le causó esto disgusto y asió la mano de su padre para cambiarla de la cabeza de Efraín a la cabeza de Manaseis y dijo José a su padre, ‘No así, padre mío, porque ese es el primogénito, pon tu mano derecha sobre su cabeza’ y más su padre no quiso y dijo, ‘Lo se, hijo mío, lo se también él vendrá a ser un pueblo, y será también engrandecido pero su hermano menor será más grande que él y su descendencia formará multitud de naciones...”
Así que José hace esto, él viene y dice, ‘Padre, no. Quita tu mano aquí, póngalo aquí’. Pero él no dejó. No dejó. Y quería moverlos, porque él quería que la bendición principal fuera a Manaseis, pero a pesar de las protestas de José su papá siguió así, con los brazos así, invertidos, a lo que él hubiera querido.
Yo digo esto, y lo pongo a sufrir aquí a mis hermanos, porque quiero enseñarles esta imagen para mi ha sido algo muy especial en mi vida. La imagen de Dios con las manos invertidas, cambiadas de lo que yo hubiera esperado, porque muchas veces yo quiero que las cosas sean de una manera y Dios dice, no, yo tengo otro plan que tu no entiendes y cruza las manos y yo aunque yo creo en Dios y quiero lo mejor no parece bien, y quiero cambiar lo que él está haciendo. Y digo, no, no, no, que sea así, y él resiste, y resiste porque él dice, ‘hijo mío, yo se, yo entiendo tu confusión pero tengo un plan que tu no entiendes, pero después entenderás.’ Así que quedemos con esta imagen y ellos ya pueden sentarse tranquilos. Gracias. Muy bien.
Sabemos que nuestro Dios es un Dios poderoso. Muchas veces nosotros tenemos el nombre León de Judá, León de Judá, nuestro Dios no es un gatito domado, es un león salvaje. ¿cuántos han leído de eso en las crónica de Narnia cuando, esos son unos libros y una película de un león que representa a Jesús, y se hace la pregunta ¿y ese león es peligroso? Y le contestan, ‘si, definitivamente es peligroso. No es un león domado, no es león entrenado como una mascota en la casa.’ Es un animal que él hace lo que él quisiera hacer, porque él está en control y no nosotros.
¿Cuántos sabemos que nuestro Dios es un experto en sorpresas, en cambiar las cosas a la forma que hubiéramos pensado? Y a veces no queremos esto. El mismo Apóstol Pablo sufría un aguijón en la carne, no sabemos qué era, pero era algo malo, un aguijón en la carne. Y la Biblia dice que él pedía hasta rogaba con el Señor, 3 veces, que se le quitara el aguijón de la carne, 3 veces. ¿Cómo le contesta Dios? ¿Alguien recuerda? Bástate mi gracia porque mi poder se perfecciona en tu debilidad.
Yo creo que era bueno que él pidiera que cambiara, pero después uno reconoce, Dios tiene un plan que yo no entiendo. Vamos a hablar de eso. Dios es un Dios de escándalo, hermanos, de escándalo. Muchas veces tenemos malas connotaciones con esta palabra, imaginamos cosas malas, cuando pensamos en escándalo. Dios no hace nada malo, pero él si hace las cosas al revés de lo que hubiéramos pensado que es correcto, y nos escandaliza. Y, hermano, si usted es un discípulo de Jesucristo serás escandalizado por el Señor en algún momento. Te va a sorprender. Te va a escandalizar, hasta te va a molestar de vez en cuando y como nosotros respondamos, va a determinar nuestro futuro espiritual. Porque esto es el camino del discipulado.
Vamos a hablar de las formas en que Dios nos escandaliza. Primero a veces Dios te pide hacer cosas que tu no hubieras querido hacer. Yo, cuando yo conocí a Cristo, yo entregué mi corazón, tenía 16 años, estaba fuera de mi casa por el verano, volví a mi casa, y el amigo que me había evangelizado me dice, ‘Gracias a Dios, ahora eres cristiano’, y yo dije, ‘sí, soy cristiano pero yo no se si quiero ser tan famoso como tu en la escuela secundaria como cristiano. Así que yo soy cristiano si alguien me pregunta, yo digo que sí, conozco a Jesús, pero yo no voy a predicar como tu predicas.’ Aquí estoy 22 años después predicando, pero él oró, ‘Señor, no permitas que él se esconda, no lo permitas’. Y yo dije, ‘Yo haré cualquier cosa pero no predico’. Él oró, ‘Señor, no permitas’. Primer día de escuela me están preguntando, ‘¿Y Gregory, qué te ha pasado este verano? Tu como eres diferente, hablas diferente, ¿qué pasa? Y yo digo, ‘bueno, no se como fui a una iglesia’. ¿Y qué pasó en la iglesia, que tu crees ahora? Como no me dejaban esconder, yo tenía que predicar. Todo el mundo preguntándome. Aunque yo había dicho, ‘nunca haré eso’, pero Dios te obliga, Dios te pone en situaciones, cuando tu tienes que hacer aún lo que menos quieres hacer.
Algunos que vienen que dicen ‘yo voy a la iglesia tuya con toda esa gente loca, ¡Aleluya! Yo creo en el Señor, pero no voy a levantar la mano, porque yo creo que eso es fanatismo y no lo hago.’ ‘Fíjate’. Hay estilos diferentes de adorar al Señor, no hay ningún problema con un estilo más tranquilito, no me malentiendas.’ Pero alguno dice que no, nunca, y es más una rebeldía, que dice, no, cualquier cosa pero no hago eso. ¿Cuántos aquí eran así al principio? Y después ese primer momento que dices, ok, me siento como un loco, voy a levantar esa... y tu lo haces... ah, y guau, pero qué bendición. Hay una libertad, y no es que uno está haciendo algo mágico, no es que hay hacer lo que los demás hacen, solo que cuando nosotros nos dejamos ir, cuando sometemos a lo que Dios quiere para nosotros, hay un gozo, hay una libertad cuando lo hacemos. ¿Cuántos sabemos la historia de Naamán en la Biblia? Naamán, algunos expertos bíblicos aquí que sepan de Naamán. Él era un general de su país, un hombre orgulloso, poderoso, pero tenía lepra debajo de la camisa, tenía lepra. Y una sierva que él tenía hebrea decía, ‘mira, por qué no vas a Israel para que oren por ti para que tal vez seas sanado. Así que él fue a Israel, se presentó ante el rey y lo recibió con mucha celebración y el rey dice, ‘Mira, yo no soy Dios, yo no lo puedo hacer. Vaya con el profeta. Va al profeta, él esperando, el profeta salir y hacer algo religioso para él. El profeta ni sale de su casa. Él envía su ayudante a hablar con Naamán. ¿Cuántos sabemos que a veces los generales de países tienen su orgullo tal vez? Y envía el ayudante para hablar con él, y le dice, ‘mira, eso es lo que dice el profeta. Tu te tienes que meter en el río Jordán y serás sanado.’ Él dice, ‘¿para qué en el río Jordán? Yo tengo mejores ríos en mi país para meterme.
Esto me recuerda, hablaba en la mañana de la gente que tu le dices, ‘mira, por qué no vas a bañarte en las playas de Cape Code? Y responden, dicen ‘bueno, las playas en mi país son mucho mejor que esto, ¿para qué meterme en eso?
Naamán él no quiso, se negó a hacerlo. Y le dice, ‘mira, si te hubieran pedido hacer algo grande lo hubieras hecho, para qué no hacer. Por fin, el decía, ok, me someto, lo voy a hacer. Se mete en ese río sucio y sale de las aguas con su piel limpia y todo sanado. Mira cuando nos sometemos, cuando decimos, ‘Señor, aunque yo no entiendo por qué tengo que hacer esto, lo hago en tu nombre de todos modos’ somos bendecidos. Y lo digo hermanos, porque Dios nos va a llamar a servirle y a veces te va a poner a hacer cosas que no hubieras esperado ni hubieras querido hacer. Pero si tu obedeces habrá una bendición grande en tu vida.
A veces Dios nos escandaliza porque sus juicios a veces nos parecen muy fuertes, sus reglas, su santidad a veces nos escandaliza porque parece que es muy fuerte decir que ciertas cosas son pecado y otras cosas no. Para algunos de nosotros y especialmente en nuestra época, cuando hay mucho relativismo, cuando la gente cree que todo está bien, depende de lo que funciona para ti. Estar en una iglesia que dice que no a ciertas cosas son pecados y otras cosas no, parece ser algo como malo, algo ofensivo ser así.
Muchas veces la santidad de Dios nos escandaliza un poco. En el Antiguo Testamento David traía el arca a Jerusalén un día, el arca de Jehová y él lo ponía sobre un carrito con bueyes y estaban ahí entrando en Jerusalén con celebración y con gozo, y después el carro se da con un hoyo en la calle, hay problema y está tambaleando el arca, y un hombre que está ahí cuidando el arca, que se llamaba Husa, extiende la mano para soportar el arca, ¿qué pasa? Muere en el lugar, por tocar el arca de Jehová. La Biblia dice que David esa noche estaba enojado, estaba con ira y frustración ¿contra quién? Contra Dios, Dios lo había escandalizado, pero Dios quería enseñarle, ‘David, aunque tu eres el rey de Israel, yo soy el rey de reyes y el rey del universo y las cosas se hacen a mi manera.’ Fue difícil, fue un momento difícil.
A veces hay castigos que para nosotros parecen extremos, cosas que dicen, ‘Dios, ¿cómo puedes ser tan fuerte y tan duro?. Pero Dios dice, ‘mira, tienes que confiar en mi santidad, en mi sabiduría que yo se lo que es mejor para ustedes.’
David se escandalizó, se demostró Dios del universo y no una mascota domada. Dios está en control de las cosas, pero a veces, y yo diría en las mayoría de las veces Dios nos escandaliza, no por ser demasiado duro sino por ser demasiado misericordioso con la gente.
¿Cuántos hemos tenido la experiencia de conocer a alguien, tal vez aún en la iglesia, una persona sirviendo en la iglesia, y tu te haces la pregunta, pero éste, éste aquí sirviendo como mi líder de célula, como mi hujier, mi qué se yo? Y pensamos que no, como puede ser, tal vez alguien por su pasado, o por su forma de ser, o por lo que sea, lo juzgamos.
A mi me gusta la parábola del hijo pródigo. El hijo que sale de la casa de su padre y vive una vida desordenada y él después de volver a la casa, después de vivir una vida terrible, pecaminosa, el padre ¿cómo lo recibe al hijo pródigo cuando vuelve a la casa, qué hace el padre? ¿Qué hace el padre para él, lo castiga? ¿Lo grita? Lo abraza, lo recibe con una fiesta grande, pero ¿saben qué? en la historia hay otro hijo. Hay un hijo mayor, un hijo que nunca dejó la casa, un hijo bueno y bien portado y él, cuando viene su hermanito y recibe una gran fiesta ¿cómo responde ese hijo? ¿Alguien se acuerda, cómo responde cuando él mira la fiesta? Estaba celoso, enojado. ‘Pero yo aquí, trabajando como un esclavo todos estos años, siempre he cumplido tu palabra y viene éste y tu le das una gran fiesta.’ Y él se enoja con el padre, porque ¿cómo puede ser el padre ser tan generoso, tan perdonador, tan misericordioso? Él debería de ser más duro y castigar a ese joven, pensaba el hijo mayor.
Muchas veces somos así en la iglesia también. Sabe que yo he visto muchas veces con personas nuevas en la iglesia, el punto decisivo para ellos, si van a seguir en la iglesia o si van a apartarse de la iglesia y tal vez del Señor es la primera vez que tienen un encuentro con un hermano que tal vez no está completamente santificado. Alguien que le cae mal, alguien que le molesta, alguien que no sé, que no llena las expectativas de uno. Ese es un momento..... bueno, eso nunca ha pasado, ¿No? Esto ha pasado a todos.
Si tu no has tenido que perdonarle a nadie en la iglesia, no estás en la iglesia. De verdad. La iglesia es una familia y en familias nos molestamos, nos jalamos los moños un poco. Eso es normal para familias, así que si alguien está en la iglesia habrán momentos que tendremos que perdonar un poco, uy no solamente un poco, pero perdonar mucho, pero es un momento decisivo, si vamos dejarnos escandalizar o si vamos a decir, ‘Señor, aunque me moleste, aunque no me caigan bien, aquí estoy, yo soy tu siervo y ¿cómo puedo dejar la iglesia? Esta es la casa de Dios, es mi familia. Tu puedes escoger amigos, pero no puedes escoger tu familia espiritual, aquí te tocan, estás con ellos.
Yo recuerdo una vez una conversación entre dos cristianos y alguien está hablando de otro hermano y le dijo, ‘mire ese hermano es un cristiano, pero es medio cabezón, como es como un... en inglés era ‘he was a little bit of a jerk’, no se cómo se traduce eso. No se’. El otro cristiano dijo, ‘bueno, qué pena que tendrás que pasar la eternidad con ese patán, ¿no? Qué pena’.
Nos escandaliza, ¿no? Así que Dios también a veces nos escandaliza, solo por hacer las cosas raras. De hacer las cosas en una forma inesperada. Hoy en la mañana hablábamos de un milagro que Jesús hizo de sanidad de un ciego. Una persona vino a Jesús y estaba ciega. Ahora yo esperaría que Jesús tocaría los ojos de esta persona y diría, ‘mi hijito, abre estos ojos porque verás la luz del día’. ¿No? Esto es lo que yo quisiera que él haga, y él lo hizo así unas veces, pero una vez Jesús decidió hacer las cosas diferentes. Él mira al ciego y él ¿qué hizo, alguien se acuerda? Escupió, escupió en la tierra como un pelotero, hace lodo y toma el lodo y lo pone en los ojos del ciego y le manda ir a bañarse. Pero ¿por qué hizo esto?
Si tu fueras uno que da consejos a Jesús, como los discípulos siempre trataban de hacer, dirías ‘Señor, pero ¿no puedes buscar una manera más elegante de sanar un ciego que esto? Esto tiene que ser con escupir y lodo y... pero no entiendo. Pero Jesús, él no nos consulta, él no pide mi consejo de cómo yo creo que él debería de hacer las cosas. Él solo lo hace y después me toca a mi decidir si yo voy a someterme o si yo voy a escandalizarme por lo que él hace.
¿Cuántos sabemos que muchas veces el escándalo más grande que nosotros tenemos en la vida son las pruebas que nos vienen, pruebas a veces que no explicamos, que parece que no tienen sentido? Y no me malentiendas, hay un enemigo en este mundo, estamos en una guerra espiritual contra Satanás, no todo lo que pasa es la voluntad de Dios, no me malentiendas. Pero a veces tenemos pruebas que no entendemos y oramos, el aguijón en la carne, y pedimos que se saque, y Dios dice ‘bástate mi gracia porque mi poder se perfecciona en tu debilidad’.
La historia de nuestro amigo que tiene todo un libro de sufrimiento en la Biblia, ¿cómo se llama ese tipo? Nuestro amigo Job. ¿Cuántos se identifican con Job? Hay algunos que yo creo que podrían escribir otro libro de Job otra vez y agregar unos Capítulos. Job sufrió, ¿cuántos sabemos lo que pasó? Perdió su familia, perdió sus hijos, su casa, su todo, su salud, todo le iba mal. ¿Qué le dijeron sus amigos a Job? ¿Alguien se acuerda? Tiene que ser que estás en pecado, estás en pecado. Imagínate, ya ha sufrido y alguien viene y te dice, ‘ah, bueno, porque Dios te está castigando porque estás en pecado’. Qué amigo, ¿no? Sabemos de la palabra de Dios que no era así. Él no estaba en pecado, era un ser humano normal, pero él amaba a Dios, estaba bien, no fue un castigo. Y Job dice, pero Job que se defiende dice, ‘No, no estoy en pecado’, pero Job también se equivoca en su manera de interpretar la cosa. Él dice ‘Dios, tu no eres justo por lo que me estás dejando sufrir’. Él acusó a Dios, no lo maldijo, pero sí lo acusa un poco, lo acusó un poco. Él pasaba quejándose y diciendo, ‘Señor, tu no eres justo’. Al final del libro, yo quisiera que Dios quitara la cortina y dijera ‘oh, bueno Job, te voy a explicar todo el por qué de lo que has sufrido’. Yo quisiera respuestas.
¿Saben qué? la Biblia no da todas las respuestas al sufrimiento que él sufrió. Lo que Dios sí dice es, ‘Job, ¿quién hizo todas estas estrellas, quién hizo el mar que tu miras, quién hizo todos estos árboles, quién hizo todo lo que tu puedes imaginar en este universo? Tienes que confiar que yo se lo que estoy haciendo, que yo estoy en control de tu vida, y aunque sea duro, te prometo que estoy contigo en la cosa’. Y así que Job, al final dice, ‘Yo hablaba cosas que no entendía, antes de oídas te había oído, pero ahora mis ojos te ven’.
Eso es un escándalo para muchos, las luchas que tenemos. Luchas que no explicamos, luchas que no tienen razón, pero al final tenemos que decir, ‘Dios, yo se que tu estás conmigo. Yo se que todo lo puedes y que nadie puede resistir tu voluntad, y se que soy tu hijo, soy tu hija, y que tu sabes qué estás haciendo conmigo, aunque no tenga sentido ahora, yo se que después entenderé. Tal vez no después en esta vida, pero después, algún día yo veré la gloria tuya en todo lo que estoy viviendo porque yo se en quién he creído, y yo que mi redentor vive, y que yo veré la gloria de Jehová al final de la cosa’.
Dios nos manda a estar dispuestos, cuando vemos las cosas cruzadas, las cosas invertidas, a dejar que Dios cambie nuestra forma de pensar. Y ¿cómo eres tu con eso? Cuando nosotros no tenemos lo que queremos, cuando lo queremos, en la manera que lo queremos ¿cómo respondemos?
Hay un hombre de la Biblia que respondió muy bien, cuando tuvo que cambiar, se llamaba Nataniel. Ese hombre le vinieron a Nataniel, en la época de Jesús, y le dijeron, hemos encontrado el Mesías y él viene de Nazaret y Nataniel contesta y dice, ¿pero algo bueno puede salir de Nazaret? No hay nada bueno ahí, no puede ser así’. Ellos le dijeron, ‘ven y ve’. Así que él llegó a Jesús, Jesús le dice, aquí está un israelita en cuyo espíritu no hay engaño, y Nataniel dice, ‘¿de verdad tu eres el Mesías, el Rey de Israel? Y Jesús dice, ‘¿Tu crees por eso? Eso fue fácil, eso fue fácil que tu cambiaste. Vas a ver cosas mejores que eso.
Pero ¿cuántos sabemos que no todos son tan fáciles? Algunos de nosotros nos cuesta más tiempo convencernos que Dios está en control. ¿Cuántos aquí saben que el niño que resiste la disciplina, que le pasa? ¿Qué tienes que hacer si eres mamá y tiene un niño y después de un buen tratamiento sigue en la cosa? Tiene que dar más tratamiento, siempre con amor, cariño, nunca abuso, nunca violencia. Amen. Gracias a Dios. Pero, busca problemas el niño que sigue en su camino ¿no? Somos así con Dios.
Si nos dejamos enseñar, si nos dejamos moldear, si dejamos de pelear contra los brazos invertidos, hay bendición para nosotros. ¿Saben qué? Los cristianos más exitosos en este mundo son los cristianos que han pasado por la disciplina del Señor y que han sido suavizados, humillado, cambiado por eso. Los que tienen su orgullo intacto, no llegan a ningún lado.
Y quiero cerrar con una historia, invito a los músicos, pero con la historia de Abraham. Todos sabemos la historia de Abraham, ¿no? en el libro de Génesis. Dios lo llamó para ser el padre de una nueva nación, y Abraham era un hombre anciano, con una esposa anciana, y ella además estéril, no pudo tener hijos. Y Dios le dice a Abraham ‘tu tendrás hijos y tu serás padre de una gran nación’, y Abraham, ¿qué hizo Abraham para cumplir esta promesa? ¿Qué hizo, alguien recuerda? Él confió en Dios, sí, pero también puso su fe en acción en una manera inapropiada, y se buscó la sierva de la casa, la misma esposa se la entregó y tuvo un hijo con ella.
Hermanos, esto no es la manera de cumplir la voluntad de Dios en nuestras vidas. Amen. Así que tuvo un hijo, que se llamaba Ismael, y después Ismael crece y Dios viene y dice, ‘Abraham, tendrás un hijo bendecido’, y Abraham dice ‘Sí, aquí está Ismael, aquí está para ti’. Vamos a esperar un momentito. ‘Aquí te tengo a Ismael, que él tenga tu bendición’, y Dios dice, ‘mira, Ismael es muy lindo y lo voy a bendecir y gracias por tu ayuda, pero yo tengo otro plan Abraham, tu tendrás un hijo’. Y Abraham y su esposa de 100 años casi tuvieron un hijo milagrosamente. Ese hijo se llamaba Isaac, que significa risa, quién lo hubiera pensado. Dios hace todo en una manera que no hubiéramos esperado, pero después Dios viene, cuando Isaac ya está grandecito y dice, ‘Abraham, ahora quiero que me entregues ese muchacho, quiero que me lo sacrifiques’. El hijo de la promesa, y ahora Abraham está en un punto decisivo de su vida.
¿Cómo va a responder al llamado de Dios? Dios viene y le dice, ‘¿Vas a confiar en mi, en mi locura o vas a seguir tu propio entendimiento otra vez? Todos sabemos la historia. Abraham había aprendido algo, Abraham había aprendido que él sirve un Dios que llama las cosas que no son como si fueran, un Dios que puede levantar los muertos y darles vida, un Dios que puede hacer que un bebé nazca de una pareja de cien años y estéril además. Abraham creía y ya había llegado a creer que Dios pudo levantar un muerto, y él dijo ‘Yo voy a confiar en él, voy a confiar en él aunque sea locura, aunque yo no entiendo, yo voy a confiar en él’.
Y Abraham fue a sacrificar y todos sabemos la historia, no tuvo que hacerlo, y Dios hizo la obra en su vida. Y Abraham llegó a ser el padre de la fe, nuestro padre, si tenemos la fe de Abraham.
Hermanos, los que creen que Dios hace las cosas a su manera son los que vuelan en el espíritu, los que no siguen su propio entendimiento. Saben que yo he llegado mucho a respetar ministros y uno en particular que todos conocemos, que hasta hizo una propaganda ahí de video aquí, que han pasado por el trato del Señor, y que han llegado a saber que Dios sabe lo que está haciendo, y si obedecemos a él, él puede ayudarnos, en mi vida y en mi ministerio.
Hermanos, yo no se, qué es la locura que estás pasando en tu vida y ahora podemos... yo no se cómo son los brazos del Señor cruzados en tu vida, cuál es la situación que tu tienes o has tenido, pero yo si se que mi Dios sabe lo que está haciendo y que nos toca a nosotros responder como Pedro, que cuando todos los demás discípulos estaban dejando a Jesús por su palabra dura, y Jesús le pregunta a los discípulos, ‘¿y ustedes se van también?’ Ellos dijeron, a quién iremos, solamente tu tienes las palabras de la vida eterna.
Yo no explico por qué estas cosas están pasando, no tiene sentido para mi, pero a quien iré, tu eres mi Dios y tu siempre has sabido sacar cosas buenas aún del sufrimiento en mi vida, y en esto también voy a confiar en ti. Y yo se que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes. Yo se que tu eres el Dios que todo lo puede, que tu entendimiento quién puede entender, porque tus caminos no son mis caminos y tus pensamientos no son mis pensamientos.
Hermanos, los invito a ponerse de pie y vamos a terminar este tiempo con una oración, y vamos a estar delante del Señor. te invito a cerrar los ojos y yo te doy gracias, Dios, porque tu de verdad sabes lo que estás haciendo, Señor. Gracias que en mi vida, y en las vidas de tantos hermanos que conozco aún cuando parece que tu estás haciendo las cosas al revés de lo que hubiéramos esperado, patas arriba, tu, Señor, tenías tu propósito y tu sacabas bien del mal, y así es tu trato en nuestra vida. Señor, yo te pido, Señor, en el nombre de Jesús que podamos todos, Señor, someter el corazón delante de ti y decir ‘Señor, yo se que tu estás en control’.
Quiero que piensen en la situación que tu tienes delante y que sepas esto, el Señor dice, ‘mis pensamientos, mi hijo, mi hija, no son tus pensamientos, ni tus caminos, mis caminos, dijo Jehová, como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos’.
Señor, yo te pido, Señor, que nazca un gozo en el corazón de tus siervos, un gozo de saber, Señor, que tu tienes todo bajo control, que tu sabes lo que estás haciendo, y si me mandas a salir de la barca, yo voy a caminar sobre las aguas, aunque no tenga sentido, Señor, yo se que tu mandas en mi vida. Gracias, Señor, yo te pido Señor, que se desate esa paz que solamente tu puedes dar en las vidas de los que han dejado de pelear contra ti, de los que han dejado de resistir esa paz que dice, Señor, gracias, Señor, que tu mandas en mi vida. Yo me someto a ti, yo te pido que desates esa paz, Señor. Ese gozo de un hijo que confía en un papá que está en control de todas las cosas, Señor.
Te pido que desates un poder nuevo en tu pueblo, Señor, el poder de personas que creen que lo imposible es posible porque tu eres un Dios de imposibilidades. Tu eres el Dios de lo inesperado y hemos llegado a creerlo. Gracias Señor, que tu eres Dios y no nosotros, porque tu Señor, todo lo puedes, en el nombre de Jesús. Amen.
Cadenas invisibles
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Gracias a Dios por esta oportunidad y quiero entrar inmediatamente aprovechando el tiempo, agradezco, ayer hablando con el pastor Miranda, me dio todas sus finas atenciones y les agradezco a todos hermanos sus atenciones, a todos los pastores, me siento en casa. I feel at home, I feel comfortable, I feel part of you. Me siento parte de ustedes y si ustedes fueran por mí en esta mañana quiero compartir con ustedes el mensaje que Dios me ha dado y quiero, hermanos, que abran su corazón.
¿Cuántos han venido para que Dios trate con sus vidas? Hay gente que va a la iglesia nomás por rutina, pero hay personas que van a la iglesia buscando de Dios. Y hay gente que halla a Dios y hay gente que no halla ni siente a Dios. y hermanos, es triste decirlo que hay muchas personas que en verdad necesitan la presencia de Dios en sus vidas.
¿Cuántos dicen amen a eso? Sin embargo, a veces hermanos, por la confusión, por la falta de entendimiento, por la falta de la palabra de Dios, a veces hermanos, hay mucha ignorancia a cómo se puede hallar la presencia, o sentir la presencia de Dios. Hay gente que busca a Dios en grandes catedrales, en grandes iglesias, grandes templos, hay otras personas que buscan a Dios en lugares de la montaña, suben a las montañas, a la montaña más alta, otros van a lo profundo del mar y sí, Dios dondequiera está, pero para hallarlo se necesita algo más, se necesita fe. Todos digan fe.
Y hermanos, yo les voy a invitar inmediatamente para aprovechar el tiempo para abrir su corazón juntamente con su Biblia al Libro de San Juan, una Escritura muy, Capítulo 8 y hermanos aquí estaremos entrando en el corto mensaje que Dios me ha dado. Oren por mí para que Dios me dé la libertad y la unción necesaria.
Cuando ya lo tengan o pueden seguir si lo ponen allí en la pantalla. Gracias hermano. Quiero hermanos, que ustedes escuchen lo que dice la palabra de Dios. San Juan, Capítulo 8, versículo 31 en adelante.
Dice, “... dijo entonces Jesús a los judíos....”, todos digan judíos, “... que habían creído en él, ‘si vosotros permanecéis en palabra seréis verdaderamente mis discípulos y conoceréis la verdad y la verdad os libertará’, respondieron los judíos, los creyentes ‘linaje de Abraham somos, jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices seréis libres?. Jesús le respondió, ‘De cierto os digo que todo aquel que hace pecado esclavo es del pecado y el esclavo no queda en la casa para siempre, el hijo se queda para siempre...”
Ahora todos léanlo conmigo a voz alta y unidos el versículo 36, díganlo conmigo, “...así que si, el Hijo os libertare seréis verdaderamente libres...”
En esta mañana quiero predicarles un mensaje titulado, ‘Verdaderamente libres’, ¡truly free’, ‘verdaderamente libres’. Voltéese a su hermano y dígale, ¿eres verdaderamente libre? Pregúntele a alguien, are you free?
¿Eres libres? A ver, todos los libres levanten la mano derecha, muévalo un poquito, dígale aquí estoy Señor, estoy libre. Oh, we have a lot of free people today. Todos están libres, ¿verdad, hermanos?
Entonces, nos vamos a dar cuenta que a veces pensamos que estamos libres pero en realidad no sabemos lo que es la libertad en verdad. los judíos eran creyentes, eran religiosos, tenían religión, tenían teología, tenían doctrina, tenían muchas cosas buenas. ¿Por qué les dijo Jesús que necesitaban ser liberados si ya eran creyentes? Es que aquí hay un gran secreto que lo vamos a tratar de desglosar al momento que escuchemos más de este mensaje.
Hay confusión en el mundo, hermanos, hay ahorita, hay píldoras, hay farmacéuticos para todo. ¿Cuántos dicen amen a esto? Hay para adelgazar, para engordar, para ponerse más bonito, `joven, hermanos, hay para cambiar el color de cabello, hay para todo, hay para depresión, hay para levantar el ánimo, hay para ganar nuevas fuerzas, there’s a lot, hay muchas cosas. y es bueno todo esto, y por eso a veces hay confusión, hay personas que piensan que a veces la libertad se puede comprar con una píldora. El pastor Omar, me siento atado, ¿me puede dar un píldora?, y hay personas que buscan ese tipo de libertad y se frustran y se frustran y llegan a su vida cristiana que después llega hasta la duda, falta de fe.
Pero hermanos, la voluntad de Dios no es esto. Dios quiere que seamos victoriosos. ¿Cuántos dicen amen a esto? Dios quiere que seamos más que vencedores. Los propósitos de Dios para nuestra vida no es algo negativo como algunas personas a veces predican. Óigame bien, nosotros los latinos por naturaleza a veces se nos ha inculcado que servir a Dios es algo amargo, algo serio. El cristiano, el mas santo debe andar con una cabeza triste, debe tomar un vestido de piedad, no se puede reír, no puede tener sonrisa, no se puede mover. Y a veces así, hermanos, hay personas que dicen, así quiere Dios que yo esté. Y hay personas que están en depresión, que están en problema, en luchas, que están en necesidades, y a veces el diablo los hace pensar que es la voluntad de Dios que ellos estén así o que estemos así, porque a veces nos encontramos así en esa manera que decimos, bueno, Dios quiere.
Y, hermanos, todo lo contrario. Oía al pastor Omar decir que Dios tiene más que darnos y la voluntad perfecta. Todos digan la voluntad perfecta, la voluntad perfecta de Dios es algo tan tremendo que la Biblia dice que él tiene más que darnos que aquello que nosotros pudiéramos pedir. Su palabra lo dice, que él ha prometido, hermanos, grandes cosas, el ladrón, el enemigo ha venido para matar, hurtar, destruir pero Cristo dice que ha venido para que tengamos vida y vida en abundancia.
La pregunta en esta mañana es ¿tienes vida en abundancia, eres victorioso, estás lleno de esa victoria que se transmite? O estás pasando por el valle de sombra de muerte y algunos se quedan ahí y nunca salen. Y hermanos, algunos a veces por la falta de palabra de Dios en su vida, dicen, esta es la voluntad de Dios. No, hermanos, hay una voluntad que se llama voluntad permisiva. Todos digan, voluntad permisiva. Esa no es la voluntad perfecta de Dios. Pero a veces confundimos, si Dios permite ciertas cosas, eso no quiere decir que ese es el plan y el propósito de Dios para tu vida.
Los planes de Dios son más altos, los pensamientos de Dios son para que tu seas victorioso, que seas prosperado, que tengas victoria, que tengas gozo, que haya alegría, que estés lleno del poder de Dios, que haya gozo, que haya alegría, que tu vida esté llena de victoria.
Sin embargo, hermanos, a veces dicen, Dios quiere esto. Vamos a la palabra de Dios, vemos nosotros que en Segunda de Corintios 1:20 dice:
“... porque todas las promesas de Dios tienen o son en él sí y en el amen....”
¿Cuántos saben lo que quiere decir amen? Así sea, todos digan amen. Amen, así sea. Si Dios lo dijo, yo lo creo y así sea. Dios lo dijo, yo lo creo, va a suceder por su palabra lo dice. Si usted cree que va a hacer esto efecto en su vida tiene que tener fe y poder decir las promesas de Dios dicen amen, sí, todo lo contrario, la medicina, la economía, los problemas sociales, los problemas económicos, la política, hay muchas cosas contra de mí, pero yo no creo que su palabra va a mentir. Él lo dijo, yo lo creo, todas las promesas de Dios dicen, sí, yo se que Dios está conmigo. Yo sé que mi redentor vive, yo se que hay poder en el nombre de Jesús. Yo sé que hay victoria en el nombre de Jesús, yo lo creo, lo voy a ver, va a ver victoria en mi vida.
Ya estás viejo, ya pasaste, me dijo hace poco, recibo una llamada de una persona y me dice, un joven diácono que comenzó años atrás y me escribe y me dice, Gilberto, cómo te va en la viejez. Y ya está más pelón me dijo, porque me está saliendo una corona arriba. Y le dije, sí, pero se rió porque me dice, ¿te sientes bien, verdad? Le dije, sí, me siento mejor que antes. Yo creo que mi vida va a ser mejor en la villa del cristiano, dice que debe ir en aumento como la aurora, de triunfo en triunfo, de victoria en victoria. Yo creo que mi segunda parte de mi vida va a ser mejor que la primera porque su palabra lo dice. Yo lo creo, yo estoy sobre su palabra.
Pero hay, hermanos, cosas que la voluntad perfecta de Dios a veces no la entendemos. Pero dice que el gozo completo en el Señor nos produce una fe tremenda y quisiera yo, hermanos, decirles esto, que a veces van a haber momentos en nuestras vidas que tenemos que ir a la palabra.
Todos digan palabra de Dios. Haber todos los que trajeron la espada, levántenla hermanos, muchos soldados con buenas armas. Bueno, chago, yo cuando camino con esta Biblia en el público se asusta la gente. Es como traer una machine gun, una metralleta. Porque hay poder en la palabra de Dios. Dije que hay poder en la palabra de Dios.
Llega a mi mente cuando llegué a Italia yo estuve en provincia de Avelino en Nápoli y luego fui a la Sicilia por allá a predicar, y había hermanos que traían la Biblia escondida, camuflaged. La pintaban de color de rosa, la cambiaban para que nadie se diera cuenta que era palabra de Dios. y un día hermanos, el Señor me dijo, por eso compré una Biblia grande, la más grande. Llegué a la biblioteca y dije, quiero una Biblia grande. Y por allá hallaron una y ¿por qué? Si ya no se venden, lo que está de moda ahora es pocket Bibles. Pero hermanos, no hay que avergonzarnos de la palabra de Dios.
¿Cuántos aman la palabra de Dios? ¿Cuántos creen la palabra de Dios? ¿cuántos saben que hay poder en la palabra de Dios? A ver, arrimense la palabra cerca de su corazón. Esta Biblia cuando escrita vale mucho, pero más cuando tu la crees y la vives en tu vida. Alguien diga, gloria a Dios.
entonces, hermanos, la voluntad perfecta de Dios es que seamos victoriosos, que haya prosperidad, que haya victoria. No, no dijo el Señor que siempre íbamos a estar en la montaña, pero dijo que siempre estaría con nosotros. ¿Cuántos creen que el Señor está con nosotros? En la montaña, en el valle, en las pruebas y en la lucha. La iglesia sigue caminando porque Cristo lo dijo que él estaría con nosotros hasta el fin del mundo.
Entonces, hermanos, la voluntad perfecta es cuando el cristiano aprende a confesar. ¿Qué es confesar? Confesar es lo que su palabra dice. En la boca hay vida o hay muerte. A veces usamos más muerte que vida, ¿por qué? Por falta de conocimiento. A veces pensamos que con decir, no, no se puede, es imposible, estoy muy lejos, estoy muy viejo, ya no puedo. Y hermanos, hay mucha negatividad que a veces llega a nuestra vida, pero si su palabra lo dice hay que confesarlo. Y si usted lo confiesa, usted confiesa la palabra de Dios, usted está diciendo algo que ya fue escrito y que en el plan, y en el propósito, y en la voluntad perfecta de Dios se va a cumplir y si se va a cumplir esto va a traer gozo a tu vida y victoria.
¿Cuántos quieren gozo y victoria en su vida? El gozo y la victoria se ve hermanos, quiero contrario, a lo que se enseña, hay doctrinas falsas, que dicen que el gozo se debe contener, debe ser más controlado. Yo no sé hermanos, yo cuando siento gozo no puedo estar ahí calmado. Yo siento gozo, yo siento alegría. Yo tengo que expresarlo, tengo que decirlo, tengo que articularlo con las manos, con la voz, tengo que decir que en verdad lo que yo siento es algo real en mi vida, yo siento el poder de Dios, yo siento el gozo de Dios. se siente, se transmite, se puede ver en la vida de una persona. Hay personas que dicen, ah, yo estoy bien lleno del poder de Dios y en su vida no hay victoria. La victoria se ver hermanos.
Alguien diga, gloria a Dios. Ahora, hermanos, déjenme entrar a la segunda parte. Son tres partes que quiero tocar. ¿Cuántos saben que estamos en batalla? Los judíos eran creyentes, pero cuando Jesús les presentó, Jesús dijo estas palabras, los hizo pensar en algo más profundo y lo que voy a decir es profundo en esta mañana, que los hizo pensar, bueno, tenemos todo, somos judíos, somos el pueblo de Dios, tenemos las promesas de Dios, tenemos grandes cosas que Dios nos ha dado, ¿por qué nos dice este que si en verdad el Hijo los hace libres, seremos libres verdaderamente? ¿Acaso no estaban libres?
A ver, todos los libres muevan una mano, hermanos. Muevan dos manos si están libres. Puede decir, yo estoy en Estados Unidos, soy libre, soy libre. Pero el Señor estaba hablando de una libertad más profunda. Libertad del pecado. Cuando conoceréis la verdad, ¿cuál verdad?
Jesucristo es el camino, la vida y la verdad. Entonces, cuando él habla de conocer la verdad está hablando de conocer ese amor de Dios. ¿Cuántos conocen el amor de Dios? el amor es una cosa grande. Me está haciendo la hermana regresar a Italia. Pero el amor de Dios es tan grande que cuando lo experimenta uno no puede quedarse uno, lo cambia a uno radicalmente. ¿Cuántos dicen amen a eso? Hasta cambia la manera de pensar, la manera de vestir, la manera de ser porque ese poder de Dios lo hace uno entender que es amor es algo tremendo, ese amor agape, es profundo.
Pero quiero decirles algo, hermanos. Estamos en una batalla espiritual. We are in a spiritual battle. Y quiero que entiendan esto, hermanos, yo creo que todo creyente debe aprender a luchar como un buen soldado, tiene que conocer las armas de su milicia, tiene que entender que la palabra de Dios es la única cosa que le va a poder ayudar en tiempos difíciles. Porque a veces nuestros hermanos nos van a fallar. ¿Cuántos dicen amen a esto? Yo sé que esto no pasa aquí en Boston en la congregación de León de Judá, pero allá en California a veces los hermanos fallan. Pero Dios no falla, hermanos. Dije, que Dios no falla, hermanos. Dije que Dios es verdadero. Dije que Dios es fiel. Dije que hay esperanza en Dios y hay victoria.
Dice la palabra, en Efesios 6 que estamos en batalla, no luchamos contra carne ni sangre sino cosas que vagan por los aires. Estamos necesitando la armadura de Dios, necesitamos estar listos. Estamos en batalla, somos soldados, pero Dios ha prometido victoria. Dios no ha perdido ninguna, hermanos. ¿Cuántos dicen amen a esto?
Hay personas que dicen no, es que yo no siento hermanos, y ahorita voy a hablar de esto porque hay personas que se van por lo que sienten, no por lo que está escrito. La batalla de cristiano produce en el cristiano a veces amargura, dolor, angustia, a veces, hermanos, las batallas del cristiano producen, hermanos, tanto dolor que el hijo de Dios a veces comienza a pensar a Dios lo ha abandonado. ¿Cuántos se han sentido así? Sean sinceros, levanten la mano cuando llega esa lucha tan dura, Dios bendiga a los hermanos que son sinceros.
Pero cuando uno comienza en verdad a pensar a lo mejor y Dios ya se olvidó de mí. Quizás alguno sabe, meses atrás una persona me decía que lo habían diagnosticado con cáncer, ya no había remedio, fourth stage cancer, se iba a morir, y estaba esta persona ya haciendo sus preparaciones porque le dijo el médico que se iba a morir en un año. Y hermanos, me dijo, hermano, yo quiero que ores por mí para que Dios me ayude para preparar el funeral y preparar todo. Y me dijo, yo quisiera que tu predicaras en mi funeral. Y hermanos, como que el hermano ya se había resignado.
Y le dije, ¿tu te quieres morir, hermano? Dijo, no. ¿Estás seguro? Pues estás haciendo todo tan emocionado que te vas a morir. Estás preparando. ¿Y qué tal si Dios quiere algo más para tu vida? No, es pero que ya me dijo el médico. ¿Pero qué es lo que Dios te dice? Pero, hermano, es que ya no hay esperanza. Y hermanos, eso hace como 15 años y todavía sigue vivo el hermano. ¿Por qué? Porque a veces hermanos los planes de Dios, lo sanó de cáncer para que fuera en un grande testimonio pero él tuvo que aprender a confiar en Dios, no en lo que los hombres a veces le habían dicho.
Y hermanos, enseguida vamos a entrar a algo muy poderoso, las batallas de cristianos son a veces pensamientos. A ver, todos digan pensamientos. Y no buenos, hermanos. A veces somos carnales. Todos digan, carnales. Por allá en Italia se usa las carnicerías, no sé en qué provincia, pero allá en el sur hay carnicerías de res, de puerco, de anhielo, de pollo. Las carnicerías son diferentes y hermanos, se va y se compra ahí en las carnicerías. Y a veces hermanos, la carne nos gana.
¿Cuántos dicen amen a eso? Hay pensamientos carnales y no de res de puerco. Nadie dice amen pero a veces no estamos pensando... Hello. That’s not me. Ese no soy yo, yo no. Ahora, ahí vamos para allá.
Ahora sí hermanos, Jesús les dijo a los judíos, ustedes necesitan ser libres y si son mis discípulos tienen que permanecer en la palabra. Todos digan palabra. Y luego les dice, si ustedes creen en mí yo los voy a hacer libre y conoceréis la verdad, la verdad os hará libre.
Pero luego dice, si el Hijo os libertare seréis verdaderamente libres. Voy a, hermanos, a decirles algo. Los síntomas, hay personas que el enemigo encadena. Todos digan encadena. Cuando una persona está encadenada es una persona que es esclavo, no puede hacer lo que él quisiera o desea hacer porque está encadenada, está en prisión. Y hermanos, una persona encadenada, hay síntomas de una persona encadenada espiritualmente y a veces hay cadenas visibles y cadenas invisibles.
Voy a usar un ejemplo y Dios bendiga a estos hermanos que me van a ayudar para mostrarles lo que es estar encadenado visiblemente y estar encadenado invisiblemente o con cadenas invisibles. ¿Cuáles son los síntomas de una persona encadenada? Los síntomas son que a veces no se puede orar. ¿Cuántos dicen amen a eso? No se puede adorar o alabar a Dios, como se hacía, se ha dejado el primer amor. No se puede leer la palabra y ¿cuántos tienen problema para leer la palabra de Dios? Sean sinceros.
Dijo una hermana, yo cuando quiero dormir me leo un versículo y me quedo bien dormida. Le servía como una píldora para dormir. Pero el propósito de la palabra es algo más, leer, escudriñar, investigar, escarbar. A veces una persona que está encadenada comienza a fallarle ese deseo, esa hambre por la palabra de Dios. Se siente con ansiedad.
¿Saben lo que es ansiedad? Fíjese lo que hace el león en la jaula. Caminar porque está lleno de ansiedad, esa jaula no es donde, él está encadenado, está aprisionado allí. Pero su naturaleza es estar libre. Entonces, así también hay cristianos que hay ansiedad en su vida porque están encadenados y no a veces no son cosas grandes, hermanos, son las zorras pequeñas que destruyen mucho. No son cosas grandes, mortales o el pecado mortal, a veces son cosas pequeñitas que comienzan a alejar al cristiano y está encadenado. No es libre. Ya no siente a Dios como lo sentía. Se siente, hermanos, atado, ya no puede levantar las manos. Para qué se levanta, tanto ejercicio, por qué hay tanto movimiento, hay ansiedad, todo le va mal.
Dijo un hermano, es que estoy bien salado, necesito una limpia. No, hermanos, los cristianos no necesitamos, ya nos limpió la sangre de Cristo. Dije que la sangre de Cristo nos ha lavado, nos ha limpiado. Hay poder en la sangre de Cristo. Entonces, hermanos, quiero darles una ilustración y ya voy a entrar a la conclusión.
Se dice que una gran corredora de la olimpíadas ganaba muchas carreras y hermanos, en los últimos juegos olímpicos perdió su carrera. Era una gran campeona y la entrevistaron como se hace siempre. Ella ganaba todas las carreras y le preguntaron ¿por qué perdiste esta carrera si tu siempre ganas? Y se le acercó alguien y se quitó el zapato y sacó una piedrecita pequeña y dijo, esta piedrecita me estaba estorbando mientras corría.
¿Qué te está estorbando, hermano, hermana, para correr la carrera de Dios? A ver hermanos, del ministerio de hombres, al hermano Aquilas me va a ayudar aquí. A ver, pase para acá. Aquí trae a alguien encadenado. Miren, hermanos. El hermanos Carlos, tráigalo para acá. Mírenlo, así nos trae algunas veces el diablo, mire qué cadena trae ahí. El hermano está encadenado, no va para a donde él quiere, lo lleva el enemigo para donde él quiere. Mírenlo hermanos, está encadenado, no tiene libertad, no puede levantar sus manos, no puede ir a la iglesia, lo lleva a otros lugares, porque está encadenado. Miren sus manos, miren la cadena. El diablo usa muchas cosas para encadenarnos, es una cadena visible, se ve, se mira que él está atado.
Ahora les voy a enseñar una cadena invisible. Pase hermano Hernán, mire el hermano qué bonito se mira, su Biblia en mano, ¿podrá estar encadenado alguien así? No se ve nada, hasta la Biblia trae debajo del brazo. Y aquí se ven las cadenas visibles, y acá están las cadenas invisibles. Dios es el que mira y dice, que él no mira la apariencia sino él mira... nosotros vemos las cadenas, lo externo. Pero Dios ve las cadenas invisibles.
O alguien de un grito de júbilo, se pusieron muy callados, se asustaron. Alguien diga, gloria a Dios. Las cadenas invisibles no se ven, parece que el hermano Hernán todo es color de rosa. Mírelo. Pero acá el hermano está encadenado, no puede levantar la mano, no va donde él quisiera ir porque está encadenado, con cadenas visibles y cadenas invisibles.
En Gálatas, Pablo nos habla de esas obras de la carne, Gálatas 5:19, puede leer cuáles son las obras pero a veces hermanos, esas piedritas pequeñas, esas zorras pequeñas tienen a la persona encadenada para que no esté libre. ¿Cuántos en esta mañana quieren que Dios los haga libres?
Hermanos, las cadenas invisibles pueden ser rencor. Todos digan rencor, amargura, trauma. Pasó esto, cuando yo era niño, me pasó esto, yo tengo muchos problemas y a veces yo era huérfano, yo era esto, yo era lo otro, y el diablo te hace pensar que ya no hay victoria en tu vida, pero la Biblia dice que si alguno está en Cristo nueva criatura es. He aquí las cosas viejas pasaron. Todos digan pasaron. He aquí son hechas nuevas.
Miren hermanos, el diablo planta amargura. A ver todos digan orgullo. Hay personas encadenadas por orgullo. Son muy orgullosos, superiores. Nosotros los latinos a veces nos afecta esto, ¿verdad, hermanos Yo digo, yo soy, los mexicanos somos muy orgullosos. Lo admito. Yo cuando me levanto en la mañana y me veo al espejo me siento bien guapo, Vicente Fernández no me.. me miro al espejo. I’m the most handsome man in the world. Yo me miro y estoy orgulloso pero a veces el orgulloso nos puede estorbar, nos puede encadenar, nos puede dar un complejo de superioridad.
El complejo de inferioridad es el que se siente inferior, pero el superior también le puede el diablo usar para encadenarlo, para no ser libre y poder sentir la presencia de Dios y conocer la voluntad perfecta. Hay complejos que estorban al cristiano, hermanos.
Pero quiero decirles algo, las cadenas visibles y las cadenas invisibles el Señor ha prometido liberarnos, romper las cadenas. Él ha prometido vida donde hay muerte. Él ha prometido gozo donde hay tristeza. Él ha prometido cambiar nuestro lamento en danza.
Cuando llega Cristo a la vida de un cristiano el Señor le comienza a quitar las cadenas. Ahora sí puede levantar las manos. Ahora sí puede alabar a Dios. El que tiene las cadenas invisibles también cuando llega la presencia de Dios el Señor le da libertad, ahora sí es libre, y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Alguien diga gloria a Dios.
Silencio. Oigan, se oyen cadenas. Hay cadenas invisibles. ¿No las oyen? Entonces el oído humano no oye que hay cadenas invisibles, cadenas de duda, cadenas de enfermedad, pero esta mañana Dios quiere romper las cadenas y darte libertad y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres. Y al que el Hijo hará libre en verdad será libre.
Yo no sé cuántos, les voy a invitar a que se pongan de pie y voy a invitar a los músicos que pasen. Yo no sé cuantos en esta mañana han venido con el deseo que Dios, cuidado, cuidado, a alguien se le cayó algo, una cadena se le cayó. Que bueno, ojalá que si le está estorbando, se lo quite el Señor.
Hermanos, yo no sé cuántos han venido al quirófano de Dios en esta mañana. yo no tengo problemas, yo no tengo cadenas visibles, digo, yo no tengo vicios, yo estoy bien. Dios mira tu corazón. Las cadenas invisibles, hermanos, son las más difíciles a veces de quitarnos. Las cadenas visibles se caen solas a veces cuando Cristo llega a la vida de un hombre, lo cambia. Pero a veces en el corazón se quedan cositas pequeñas, cadenitas que no te hacen libre para tener victoria en tu vida. Hay ansiedad, hay problemas, te sientes que te falta algo. Hoy el Señor te quiere hacer verdaderamente libre.
Mientras nuestros hermanos comienzan a adorar a Dios yo quiero invitar rápidamente, quiero, hermanos, ministrar, que el Espíritu Santo ministre, sea hombre o sea mujer, que estén en esta mañana, los que estén escuchando por el Internet, por la televisión, por lo que sea, Dios, la voluntad perfecta de Dios para tu vida es algo hermoso, algo perfecto, pero hay cadenas que te pueden estar estorbando en tu vida. y esta cadena sea visible o invisible, el Señor te la quiere quitar de tu vida.
Puede ser un pensamiento negativo, puede ser un problema serio, puede ser cáncer, puede ser enfermedades, puede ser depresión, pero hay esperanza en Jesús. Dije que hay esperanza en Jesús. Quiero orar por alguien, Dios me está diciendo alguien que está batallando para dormir en la noche, hay mucha ansiedad en tu vida. Y el Señor me enseña que te estás levantando tarde, no duermes, pasas una hora o dos sin dormir. ¿Dónde está esa persona? Siento un persona con mucha ansiedad. Pasa para aquí, Carmen, ayúdame a ministrar un poquito.
No tengas vergüenza, a veces no pasamos porque qué van a decir los hermanos. Ahí viene. Dios te ama tanto que quiere quitar esa cadena. Hermanos Carlos, Dios no se equivocó ¿verdad? Yo no lo escogí, Dios lo escogió. Miren hermanos, hay cadenas que se van a quitar de tu vida, Dios te ama.
También los músicos tienen cadenas, a veces el diablo los quiere llevar para allá, para el rock and roll, ahí les va y esto viene de Dios. Había un hermano que cantaba muy bonito, tocaba muy bonito y llegó por allá una banda de Egipto, y le dijo, you come and play for us, I’ll make you faithless. You don’t need to sing that gospel music. Se fue el hermano, y ahora ya no sabe ni tocar, ni puertas. La droga lo destruyó.
Hermanos músicos, ustedes tienen un ministerio grande, hermoso, úselo para la gloria de Dios. Cuando venga por ahí esa tentación de Santana o de algo, diga, no, yo alabo a Dios.
Oh, ansiedad, cadenas que no te dejan hermanos. Levanta tu mano hermano. Quisiera que me ayudar alguien hermano aquí atrás. Señor, toca a tu hijo. Yo no conozco pero tu conoces su vida. Ahí va, hermano, Jesús, cual sea cadena que lo está estorbando. Tu hija, Señor, que tanto te ama, Señor, ayúdala Señor, ella intercede, dale nuevas fuerzas, rompe las cadenas. Tu hijo, Señor, Dios te ama, mi hermano. Jesús, liberación. Hay cadenas que Dios quiere romper de tu vida. Dios quiere que seas libre, hermano, que seas victorioso. Ahí va hermano, Dios está tocando a alguien. Hermano Carlos, ahí va.
La presencia de Dios te ha hecho libre, hermano. Al que el Hijo ha hecho libre será libre verdaderamente. Ya no hay necesidad de estar encadenado por diferentes cosas. Pero hermano, el problema que yo tengo, pero conozco uno que te puede dar la solución. Pero hermano, yo tengo muchas necesidades. Dios suplirá tus necesidades.
Jesús. Cristo está aquí, hermanos, rompiendo cadenas, rompiendo cadenas que te han estado atando. Sus pensamientos, hay personas que se preocupan por lo que no se deben de preocupar, Dios está contigo.
Jesús, oh mighty God. I just feel somebody needs a touch from God. Jesús.
Oh Señor. Cadenas que Dios quiere, el corazón, Dios está viendo tu corazón hermana. Oh, I got to stop.
Algo grande está sucediendo hermanos, cadenas están cayendo. Pero esto... hay personas que dicen eso no soy yo. Pero Dios ve el corazón, él no ve la apariencia. Esa sonrisa falsa se acaba, pero cuando estás solo y necesitas que Dios te haga sentir su amor entonces al que el Hijo ha hecho libre en verdad es libre.
Yo no sé cuántos en esta mañana necesitan algo especial de Dios. Levanten su mano los que traen una necesidad especial, una necesidad especial. Algo más de ordinario. Levanta tu mano y levántala, levanta dos manos si quieres que Dios te de la respuesta en este día. Dije que levantes dos manos si quieres que Dios te de la respuesta.
Hay cadenas invisibles que necesitan caer en tu vida. Jesús. Oh Señor, Dios tiene algo especial para tu vida.
Hay alguien que necesita sonreír, estar lleno del gozo de Dios, porque tu vida necesita ser libre de las cadenas del enemigo. Jesús, este corazón llénalo de tu presencia.
Hermanos, ya voy a terminar pero el Espíritu Santo me dice que hay una persona en esta mañana bien encadenada. Óigame bien, dije que hay una persona que está bien encadenada y necesito que la iglesia se una en oración. Quiero que todo ojo cerrado por favor, toda mente concentrada en el Señor porque Dios quiere liberar a alguien que ha estado sufriendo por muchos años cadenas invisibles. Nadie sabe, ni tu misma esposa sabe que esto está atormentando, te está comiendo por dentro, pero al que el Hijo ha hecho libre será libre verdaderamente.
Hermana tu que estás preocupada del futuro de tus hijos, de tu familia, confía en el Señor, pon todo en las manos de Dios. Ahí va hermanos, ahí va la presencia de Dios. Dios está tocando a alguien que necesita ser liberado. Jesús. En el nombre de Jesús yo proclamo liberación, proclamo libertad en el nombre de Jesús, en este momento Señor, rompe las cadenas.
Escucha hermano, escucha con los oídos espirituales, hay cadenas que están cayendo de las manos. A ver cuántos me pueden levantar las manos y moverlas, cuántos pueden sentir el amor de Dios en esta mañana, cuántos saben que Dios en verdad nos está amando en esta mañana. En el nombre de Jesús liberación.
Cadenas invisibles han caído, cadenas visibles.
La deidad de Jesucristo
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Quiero ir con ustedes a la palabra del Señor en la Epístola a los Colosenses, el Capítulo 1 versículos 15 al 20.
Dice la palabra del Señor: “..él es la imagen del Dios invisible – refiriéndose evidentemente a Jesucristo - ... él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación porque en él, es decir en Jesucristo, fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades, todo fue creado por medio de él y para él. Y él, Jesús, es antes de todas las cosas y todas las cosas en él subsisten y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, el que es el principio, el primogénito de entre los muertos para que en todo tenga la preeminencia por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.”
Bendiga el Señor su santa palabra. Ustedes recordarán quizás algunos que tienen buena memoria que hace ya muchos meses atrás yo inicié una serie de mensajes que podríamos titular algo como ‘grandes verdades de la palabra de Dios’. Mi intención cuando inicié esa serie era y es todavía, exponer a mis hermanos a diferentes enseñanzas, diferente doctrinas o aspectos de la doctrina cristiana que son esenciales, yo creo, para una salud espiritual como iglesia y como individuos, como Dios la desea para nosotros. Hay verdades de la Escritura que no podemos ignorar que tenemos que abrazar y conocer y entender para ser cristianos saludables.
Y yo comencé con varias cosas, hablé por ejemplo acerca de la salvación por gracia y hablamos acerca del Dios que es un Dios de justicia y de amor y de misericordia pero que también es un Dios que condena a aquellos que no obedecen sus mandamiento y que no quiere en realidad, sino que todos procedan a salvación pero que también muchas veces se ve obligado a hacerlo a pesar de que su deseo es tener gracia para con todos.
Hablamos acerca de la necesidad de evangelizar el mundo porque solamente por medio de Jesucristo hay salvación para los hombres. Y luego yo entré la doctrina del Espíritu Santo y me di cuenta inmediatamente que había tanta enseñanza de importancia en esa área del Espíritu Santo, de los dones del espíritu, de la vida llena del espíritu, que me detuve allí y pasamos varios meses hablando acerca de la doctrina del Espíritu Santo con todas sus diferentes ramificaciones.
Y ahora quiero continuar con esa serie de mensajes, ya volviendo a un ritmo un poco menos intensivo, y quiero hablar en esta tarde de un tema que me tomaría en realidad, yo creo, hasta más tiempo inclusive de lo que me tomó la doctrina del Espíritu Santo y es la deidad de Jesucristo.
Cuando digo deidad me refiero a la divinidad de Jesús, su naturaleza divina, el hecho de que Jesucristo es Dios y esa doctrina se ha enseñado en la iglesia de Jesucristo a través de los siglos. La iglesia de Jesucristo la ha considerado una de las columnas, de los puntales de la doctrina cristiana y contra esa doctrina han arremetido muchas herejías y muchas falsas vertientes cristiana a través de los siglos, pero la iglesia siempre ha insistido en que la creencia en la divinidad de Jesús no es algo negociable.
Hay muchas cosas que podemos decir, bueno, cada cual allí en la Biblia hay para preferencias teológicas, ¿no? Por ejemplo, algunos creen que la gran tribulación va a ser después del anticristo, otros creen que va a ser antes del anticristo, o mejor dicho el rapto, perdón, que el rapto va a ser antes del anticristo o después del anticristo. Y hay buenos cristianos, muiy teológicamente fuertes que creen una cosa o que creen otra. Hay diferente ideas acerca del milenio también. Y hay diferentes matices, digamos, de estas doctrinas y yo creo que hay muchas cosas, nosotros podemos permitirnos cierta libertad, pero hay doctrinas que son absolutamente esenciales para la salud de la iglesia y la salud del cristiano, que es importante que nosotros seamos claros al respecto y que no haya duda ni titubeo acerca de ellas y la deidad de Jesucristo es una de esas doctrinas.
Yo creo que nadie podrá jamás hacerle plena justicia a algo tan misterioso como lo es la naturaleza de Jesucristo. El hecho de que Dios en toda su potencia y un hombre perfecto puedan cohabitar por así decirlo en el marco de una humanidad, de un cuerpo, eso jamás lo podremos entender, cómo Dios pudo encarnar en el vientre de una mujer y adquirir forma humana y habitar entre los hombres, no lo podemos entender. Cómo Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo constituyen no tres deidades, ni tres dioses, sino un solo Dios y sin embargo ser tres, digamos esencias que podemos reconocer en diferentes funciones, y sin embargo ser diferentes pero ser la misma cosa. El cerebro humano no se construyó para procesar misterios tan profundos. El problema no es Dios, el problema es la máquina que tenemos aquí, esta computadora no tiene suficiente poder para manejar esa verdad completamente.
Pero de todas maneras, Cristo es una realidad, habitó entre nosotros y Dios quiere que nos entendamos algo acerca de su Hijo y acerca de su naturaleza. Entonces la iglesia de Jesucristo no tiene otra opción que aunque sea torpemente, aunque sea ahí dando tumbones y a veces cometiendo errores, estoy seguro, tenemos que hablar acerca de eso, tenemos que enseñar acerca de ello.
Pero una cosa sí quiero que tengamos claro hermanos, es eso de que la doctrina de la divinidad de Jesús es absolutamente esencial para la salud de la iglesia de Jesucristo que es algo que nosotros jamás debemos negociar ni comprometer. Cualquier religión que se llame cristiana pero que ponga en tela de juicio la divinidad de Jesús ya debe ser sospechosa para nosotros porque esa es una enseñanza que la Escritura defiende en muchas diferentes maneras. De hecho la carta a los Colosenses fue escrita según los estudiosos de la Biblia específicamente para defender la doctrina de Cristo como Dios, como único, para defender una enseñanza, una herejía, una doctrina que estaba entrando a la iglesia de Colosas que disminuía la estatura de Cristo, que lo ponía como uno más entre otros dioses, que trataba de incluir otros rituales y otras creencias para como fortalecer un poco la persona de Jesús, y añadir otras cosas que complementaran la obra que Jesucristo hacía.
Y el Apóstol Pablo, dirigido por el Espíritu Santo cuando se le informó que esta iglesia en Colosas que iba también y que era una iglesia bendecida, estaba comenzando a tambalearse un poquito con respecto a la deidad de Jesucristo escribió esta carta, para declarar sin ambigüedades la verdadera naturaleza y la verdadera función de Jesús en el Reino de Dios, en la creación y con respecto a Dios mismo.
Y yo veo siempre que en la Escritura el Apóstol Pablo hizo eso en varias ocasiones. La epístola a los Gálatas, otra de las cartas del Nuevo Testamento fue escrita por el Apóstol Pablo por la misma razón, aunque en una situación diferente. La iglesia en Galacia estaba como aceptando enseñanzas de parte de grupos judíos cristianos que declaraban que para uno verdaderamente ser salvo no solamente tenía que creer en Cristo como el Hijo de Dios, el Mesías, sino que también tenía que guardar los ritos de la ley judía. Y entonces Pablo escribió esa carta a los Gálatas y dijo, ustedes están completos en Cristo Jesús, ustedes no necesitan los ritos de la ley para completar lo que Cristo hizo en la cruz, ustedes solamente necesitan creer por fe porque la salvación es por gracia, por la obra que Cristo llevó a cabo en la cruz del calvario y no es como que Cristo más obras van a serle salvo.
Ahora, después que uno es salvo Dios espera que haya obras de justicia en nuestra vida. ¿Entienden? Pero las obras no nos hacen salvos. Entonces, el Apóstol Pablo en algo tan sutil como eso, escribió toda una carta para defender el carácter salvífico de Cristo Jesús por sí solo.
Ve porque, hay algo que al Espíritu Santo no le gusta que la figura de Jesús sea en alguna manera disminuida o que en alguna manera venga a compartir su poder y su obra con otros elementos. Yo veo siempre en la Escritura exaltando y levantando el nombre de Jesús, poniéndolo en alto, declarando la excepcionalidad, la unicidad de Jesucristo y por eso Dios Padre, recordamos esta escena cuando el Señor es bautizado dice que se posó una paloma, es decir el Espíritu Santo en forma de paloma, sobre esa escena en ese momento y es interesante porque ahí tenemos una presentación de la Trinidad, el Espíritu Santo en forma de paloma, el Hijo siendo bautizado, y dice que se escuchó una voz del cielo. Ustedes recuerdan que decía, este es mi Hijo amado, a él oíd, en él tengo contentamiento, a él oíd. Entonces, ahí vemos el Padre dando testimonio del Hijo y el Espíritu Santo respaldando esa escena con su presencia.
Pero lo que me interesa de esa escena es el Padre señalando al Hijo y diciendo, hey, traten con él, él es quien tiene la preeminencia. Y el mismo Señor Jesucristo, él no titubeó en presentarse a sí mismo de esa manera. El único que tiene derecho a hablar de sí mismo como habló Jesucristo es él mismo. Porque el Señor Jesucristo habló de sí mismo en términos muy exclusivos.
Por ejemplo, él dijo, yo soy el camino y la verdad y la vida, nadie viene al Padre, si no es por mí. Y él dijo también, yo soy la luz del mundo, el que anda en mí no andará en tinieblas. Dijo, el que cree en mí, ríos de agua viva correrán de su interior.
¿Usted ve? Él siempre estuvo señalándose a sí mismo. ¿Por qué? No porque él tuviera algún tipo de orgullo personal en su persona, sino por él sabía clínicamente que la salud de los seres humanos, la salud de su iglesia depende de tener una relación adecuada con él, porque en él hay poder, en él hay virtud, en él hay vida.
Dice la palabra que Dios le asignó vida para que en Cristo Jesús haya vida. Él es el único que puede dar vida, Jesús. El único que tiene vida en sí mismo, y por eso al Señor señalarse a sí mismo, lo que está haciendo y diciendo, miren, yo soy esencial. En mí hay algo que ustedes no pueden encontrar en ninguna otra persona.
Ustedes recuerdan el diálogo con Nicodemo, el maestro de la religión farisea que se acercó a Jesús y el Señor le relató un evento del Antiguo Testamento cuando los israelitas fueron atacados por una plaga de serpientes venenosas en el desierto y muchos de ellos fueron picados por esas serpientes, se estaban muriendo, y Dios mandó a Moisés que hiciera una serpiente de bronce y que la pusiera en alto y que todos los que miraran a esa serpiente pudieran ser sanados. Y el Señor Jesucristo tomó esa escena de siglos atrás en la historia de Israel, y le dijo a Nicodemo, así como Moisés levantó la serpiente de bronce para que fueran sanados los israelitas, así también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado ante los hombres, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna.
Lo que nosotros vemos a través de la Escritura, y por eso es que los teólogos de la iglesia, yo creo que fueron como arrinconados hacia la conclusión de que Jesucristo es Dios. Yo no creo que la iglesia, como han querido algunos críticos de la teología cristiana, yo no creo que la iglesia se planteó primero la divinidad de Jesucristo y entonces procedieron a justificarla usando las Escrituras y buscando versículos para justificar la divinidad de Jesucristo. Yo creo que fue todo lo contrario, la iglesia a fuerza de leer la Biblia, a fuerza de leer las Escrituras fue como poco a poco llevada a la conclusión de que Jesucristo es Dios. Porque hay muchos pasajes que no tenemos tiempo de analizarlos todos donde vemos claramente que esta idea que presenta Pablo aquí. Miren el versículo 15 que acabamos de leer del Capítulo de los Colosenses, “... él es la imagen del Dios invisible...”
Ese es uno de esos pasajes donde claramente declara la igualdad de Cristo con Dios.y yo voy a desempacar eso un poquito más, más adelante, pero vamos a buscar otros versículos porque quiero nada más hacer un recorrido bien breve acerca de diferentes versículos que nos hablan acerca de eso.
Ahí mismo en el Capítulo 2 de Colosenses versículo 9, dice, “... porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la deidad...”
¿Qué está diciendo allí? Que todo lo que está en Dios, todo lo que contiene la personalidad de Dios, la esencia de Dios está ¿dónde? Está en Cristo. Entonces si todo lo que Dios es y tiene está en Cristo, ¿cuál es la conclusión entonces? Que él es Dios también, que él tiene la misma sustancia, la misma esencia que tiene Dios.
Vamos a Hebreos y como digo, son solamente unos cuantos de muchos diferentes, Capítulo 1 de Hebreos, en el versículo 3 hablando de Jesús. Dice en el versículo 2:
“... en estos postreros días Dios nos ha hablado por el Hijo a quien constituyó heredero de todo y por quien asimismo hizo el universo, el cual, dice, siendo el resplandor de su gloria y la imagen misma de su sustancia...”
Mire allí lo que dice, ¿no? Que Cristo es el resplandor de la gloria de Dios. En otras palabras, es como que Cristo encarna y refleja la gloria shekina de Dios, el poder, la majestad, la magnificencia, todo el poderío de Dios está proyectado en la persona de Jesucristo. Y él es la imagen misma de su sustancia. La palabra que usa el griego original es aikon que quiere decir, es una copia, una fotocopia de Dios. Hoy diríamos él es la fotocopia, así como mucha gente dice, ese bebé es la foto del papá, es la misma cara del papá, bueno, eso se puede decir de Jesucristo, él es la imagen misma de la sustancia de Dios, es decir, la esencia de Dios. ¿Cuál es la sustancia de Dios? Bueno, él es divino, él es todopoderoso, él es omnisciente, él es omnipresente, todas esas cosas son las sustancia de Dios, la esencia de Dios, se pueden aplicar a Cristo Jesús también.
Siga conmigo ahí mismo en el versículo 8 de Hebreos 1, hablando de la diferencia y Cristo y los ángeles, dice: “... más del Hijo Dios dice, tu trono oh Dios por el siglo del siglo....”
Que interesante, ¿no? Hablando acerca del Hijo, ¿cómo se refiere? Tu trono oh Dios por el siglo del siglo. En otras palabras, de nuevo ahí tenemos otra sugerencia muy fuerte acerca de la deidad de Jesucristo.
Mire otro más ahí mismo en el versículo 10, Hebreos 1:10, hablando de Cristo dice, “... tu, oh Señor, en el principio fundaste la tierra y los cielos son obra de tus manos....”
Ahora, qué dice, Génesis Capítulo 1, versículo 1, los eruditos aquí de la palabra, “... en el principio creó Dios los cielos y la tierra....”
¿Quién creó los cielos y la tierra? ¿Y qué creó Dios? Los cielos y la tierra, ¿verdad? Ahora, ¿y qué está diciendo aquí en este pasaje, según Hebreos Capítulo 10, quién fundó la tierra y los cielos que son obras de sus manos? El Hijo. Entonces qué tenemos que concluir, o se equivocó el escritor de Hebreos o de Génesis, uno de los dos, o es que está implicando que hay algo, hay una identidad entre el Hijo y el Padre que nos lleva lógica irremisiblemente nos arrastra a esa idea de que hay algo misteriosa, hay una misteriosa identidad entre el Hijo y el Padre.
La iglesia ha tenido que bregar con textos como estos a través de todos los siglos. Por ejemplo, otro pasaje cuando Cristo dice, “... antes que fuese Abraham, yo soy...”
Mire qué dije, no dice yo era, sino yo soy. ¿Qué quiere decir Jehová? Yo soy. ¿Y sabe lo que pasó cuando él dijo antes que fuera Abraham yo soy? ¿Qué hicieron los fariseos que estaban alrededor de él que conocían bien el texto bíblico? Le dijeron, ok, no hay problema. No, cogieron piedras para apedrearlo. ¿Por qué? Porque entendieron la intención de lo que él estaba diciendo, entendieron que él estaba equiparándose en ese momento a Dios y que él estaba diciendo, yo soy el que soy, yo soy Dios. y por eso quisieron apedrearlos.
Hay tantos versículos, Juan 1:16, “... en el principio era el verbo y el verbo era con Dios y el verbo era Dios ...”
Y podríamos pasar muchas horas mirando diferentes, un solo versículo en sí no constituye la doctrina de la deidad de Cristo, pero cuando usted los junta a todos, y cuando usted mira el lenguaje acumulativo de la Escritura con respecto a Jesús, el hecho de que él recibió adoración cuando solamente Dios, ni los ángeles reciben adoración. Cada vez en la Escritura que usted ve un ángel siendo adorado por una persona que se sorprende de ver una visión angelical, ¿qué le dicen los ángeles? No, adora a Dios, no nos adores a nosotros.
Cuando Tomás duda de Jesucristo y el Señor le dice, bueno, mira mete tu mano en mi costado, mira mis señales en las manos de la cruz, ¿qué hace Tomás? Dice, se hincó ante él y lo adoró. ¿Y sabe lo que dijo? Mi Señor y mi Dios. y el Señor no lo contradijo.
Es decir, que hay todo ese cúmulo de enseñanzas que nos van llevando a la conclusión inescapable de que algo misterioso hay. Yo nunca podré decirle a ustedes exactamente en qué consiste esa identidad entre Cristo y el Padre y el Espíritu Santo porque no hay palabras humanas, el lenguaje humano tampoco fue hecho para procesar cosas tan profundas. Pero nosotros obedientemente apuntamos hacia un misterio y decimos, no nos pregunten exactamente cuáles son los detalles de ese misterio pero lo que vemos es que hay una esencia divina que se manifiesta en un Padre, un Hijo y un Espíritu Santo y la Biblia dice que no son tres dioses porque Dios es uno solo, y por lo tanto nuestra conclusión es de alguna manera misteriosa y rara y difícil de explicar, que Dios se manifiesta en tres personas y esas tres personas son un solo Dios. Y esa es la doctrina.
La Biblia es bien clara con respecto a eso, y dondequiera que hemos visto herejías y mala doctrina hemos visto la figura de Cristo siendo minimizada y siendo como puesta a un lado, y siendo cubierta con un follaje adicional a lo que debiera ser él solamente parado. Y es muy importante que nosotros nunca compartamos, hermanos, la persona de Jesús con ningún otro elemento en nuestra fe. Cristo debe estar, él es sui generis como dicen en la filosofía, él está en un género por sí solo. Y nosotros tenemos que darle a él un lugar muy, pero muy preferencial.
El diablo siempre querrá apartar a la iglesia sutilmente del enfoque en la deidad de Jesucristo y en su carácter único, y querrá añadir otros componentes, si no quitar a Cristo completamente de la película, querrá añadir otras cosas que lo vayan comprometiendo y disminuyendo en su función única. Y nosotros siempre tendremos que resistir eso y tendremos que tener una nariz bien afilada para detectar cualquier cosa que quiera cambiar esa función especial de Jesucristo.
En los principios mismos de la era cristiana surgió la doctrina gnóstica, el gnosticismo. Era una enseñanza que venía mezclada de Asia y de Grecia y el Mediterránea y que incluía un poquito de sazón a veces judaico y un poquito de filosofía meramente intelectual y mezclaba todas esas cosas y se desarrolló como un síndrome de doctrina que se llamó la doctrina gnóstica. Y esencialmente lo que doctrina gnóstica hacía era precisamente tratar de diluir la persona de Jesús, de convertirlo en un semi Dios, de añadir conocimiento, de donde viene la palabra gnóstico, de conocimiento y de tratar de proveer el conocimiento como la manera de alcanzar a Dios.
Y la inmediatamente se paró contra esa doctrina, peleó contra ella porque fue una doctrina muy fuerte que casi arropa a la iglesia cristiana y la doctrina de la deidad de Cristo y de ahí salió la enseñanza codificada para el resto de la historia de parte de la iglesia cristiana de que Jesucristo es Dios. Y eso es uno de los distintivos de la iglesia cristiana.
Como ustedes saben hay diferentes grupos hoy en día en el mundo que, gente muy sincera, muy noble y a mí hasta me da pena a veces hablar de estas cosas porque suena como que uno le está tirando insultos a gente de fe, pero yo creo que siempre tenemos que ser claros, respetamos diferentes doctrinas, pero digamos por ejemplo, los Testigos de Jehová, una de las razones por las cuales el resto del cristianismo tiene serias diferencias con los Testigos de Jehová, y mire que hay mucha gente sana, hay mucha gente noble y seria. Yo he conocido alguno de ellos y yo me sorprende muchas veces la entrega de esa gente al Señor, pero la razón por la cual la gran mayoría del cristianismo, no recibe a los Testigos de Jehová como miembros de la iglesia de Jesucristo en su diversidad es porque los Testigos de Jehová no reconocen la deidad de Jesucristo. Ellos creen que Jesucristo es la criatura más exaltada que Dios ha creado, pero es una creación, tiene fecha de creación y de ahí en adelante pues es eterno, pero lo que la Biblia nos enseña es que él existe antes del tiempo, o más allá del tiempo, más allá del espacio, y por eso cuando él dijo, antes que Abraham fuese yo soy, estaba aludiendo a su eternidad.
Cristo encarnó en María pero lo que Cristo es, existía mucho antes de María. Por eso tampoco con resto digo esto, nosotros no creemos como dicen los hermanos católicos que María es la madre de Dios, no, ella es la madre de Cristo en su encarnación humana, pero Dios no tiene madre, Dios es, suena raro hasta decirlo, Dios es nuestro padre y nuestra madre. Dios es Dios, Dios es eterno. No me salió bien eso.
María fue usada como la matriz que le asignara a Dios una naturaleza humana pero ella no fue su madre, sino que todo lo contrario, Dios la creó a ella también y antes de que María fuese, Jesucristo era.
Entonces lo que tenemos que entender es que Jesucristo no conoce de tiempo, no conoce de espacio, no conoce de comienzos. Él es eterno. Y nosotros tenemos que verlo a él en esa manera y tenemos que verlo como Señor de todas las cosas.
Ahora, aquí en este pasaje, en Colosenses, Pablo establece tres maneras en que la deidad de Jesucristo se manifiesta, con respecto al Padre, con respecto a la creación, y con respecto a la iglesia.
Miren primero, él es la imagen del Dios invisible. En otras palabras, hemos dicho eso, que Jesucristo es un reflejo perfecto de la presencia de Dios. En otro pasaje, en Juan, Capítulo 14 el Señor Jesucristo dice, ‘el que me ha visto a mí, ha visto al padre’. En otras palabras, no es que Jesucristo fuera la reflexión física del Padre, pero el que ve a Cristo en su capacidad milagrosa, el que ve a Cristo en su carácter perfecto, el que lo ve en su comportamiento impecable, el que lo ve en su dominio sobre los demonios, el que lo ve en su capacidad para obrar milagros, el que lo ve en su capacidad para resistir la tribulación, el rechazo de los hombres, la soledad, la lucha de su humanidad con su deidad, el que lo ve resistir la tentación directa de Satanás en la lucha en el desierto, el que ve su amor por una samaritana o por un saqueo, el que ve la perfección de Jesús en su comportamiento está viendo la belleza y el carácter del Padre, los atributos del Padre.
Entonces en ese sentido Cristo refleja. Él es la imagen, él es la estampa, él es la esencia del Padre manifestándose y en ese sentido, con respecto al Padre, él es lo mismo que el Padre. Ahora, con respecto a la creación dice el Apóstol Pablo, “... porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra....”
En otras palabras, de nuevo la misma cosa, Dios creó los cielos y la tierra. Aquí se refleja claramente que Cristo estuvo presente y estuvo involucrado en el acto de la creación. Él es creador junto con el Padre, junto con el Espíritu Santo él está involucrado en la creación también. Es decir, que él está por encima de todas las cosas creadas.
Y el Apóstol Pablo añade aquí, “... sean visibles o invisibles...”
En otras palabras, hermanos, no solamente lo material fue creado por Cristo sino también aún lo espiritual, por eso el Apóstol Pablo también en Filipenses Capítulo 2 dice que un día toda rodilla de lo que está en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra, él tiene un nombre que es sobre todo nombre, sobre todo lo que existe, y Pablo añade, sean principados, sean potestades, sean autoridades, sea lo que sea. Misteriosamente Cristo es creador de los ángeles, los arcángeles, los querubines y aún, no entendemos cómo, pero esos espíritus malignos que son el origen de la maldad en el universidad están creados.
La iglesia cree que son espíritus angelicales que se rebelaron contra Dios y que Dios entonces los arrojó de su presencia y son lo que llamamos demonios, hoy en día, ángeles caídos. Pero aún esos poderes, aún el mismo Satanás, Lucifer, la criatura más exaltada que Dios creó que se rebeló contra Dios, todos esos principados, todas esas potestades, todos esos espíritus fueron creados por Jesucristo y eso es muy importante por eso nos dice a nosotros que si él los creó él está por encima de ellos. Él es poderoso sobre ellos, él tiene autoridad sobre ellos. No hay poder en esta tierra que pueda resistir el nombre de Jesús. Y por eso cuando nosotros batallamos contra principados, contra potestades en nuestras vidas. Nosotros podemos relacionarnos con ellos desde una perspectiva de autoridad y de confianza porque ellos están bajo Cristo Jesús, están bajo el señorío de Cristo, él los ha creado, y nosotros gozamos de la autoridad de Cristo y por lo tanto nosotros podemos ejercer en el nombre de Jesús autoridad sobre los principados y las potestades.
Esta mañana yo oraba con una hermana de la congregación y ella me hablaba precisamente acerca de su lucha con espíritus que ha tenido en el pasado y es larga la historia pero mi consejo para ella fue, hermana, usted al ser una hija de Dios y al tener el espíritu de Cristo en su vida, usted no tiene que estar atormentada ni perseguida por espíritus malignos, usted tiene autoridad sobre ellos. Use esa autoridad. Y oramos allí por ella y yo confío en el nombre del Señor que allí quedó neutralizado todo ataque del enemigo, porque la iglesia de Jesucristo tiene la autoridad que Cristo tiene sobre los demonios, porque él es el creador de todo lo que existe.
Y dice aquí que todo fue creado por medio de él y para él y él es antes de todas las cosas y todas las cosas en él subsisten.
Eso quiere decir, hermanos, que el universo está sostenido por Cristo Jesús. Si los átomos de la materia misma se mantienen ordenados para producir una silla o un cuerpo o una puesta de sol o la onda de sonido que llega a tus oídos en términos de música o lo que sea, si las células de tu cuerpo están saludables y si tu sistema nervioso o tu sistema cardíaco funcionan adecuadamente es porque todo eso está subsistiendo en Cristo Jesús. Cristo es el elemento unificador de todo lo que existe.
Toda la creación se mantiene en orden porque el Señor es, porque el Señor vive. Y el Apóstol Juan cuando escribió en Juan 1:1 acerca de que en el principio era el verbo, usando la palabra logos, estaba tomando prestada una palabra de la filosofía griega, platónica donde los griegos creían que el logos era... ellos no creían en Cristo, no creían en el Dios que nosotros conocemos, pero Dios le dio suficiente iluminación a esta cultura para entender que había un principio que regía el universo, había algo, había una fuerza que le daba coherencia a todo lo que existía. Era como el eje de una rueda y todo giraba alrededor de ese eje. Y ellos entendía que si el universo tenía significado era porque había algo, una deidad, un Dios, un principio regidor, algo de coherencia que le impartía orden al universo y a ese principio ordenador ellos llamaron logos.
Entonces el Apóstol Juan atentando, tratando de explicar lo que Jesús era, tomó ese concepto de la filosofía griega y dijo, en el principio era el logos, y el logos era con Dios y el logos era Dios, refiriéndose a Jesucristo.
Y ahora Pablo aquí en este pasaje dirigido por el Espíritu Santo dice lo mismo, él es antes de todas las cosas y todas las cosas en él, en el logos, en el principio ordenador, en el principio sustentador, en Cristo subsisten.
Yo me pregunto, ¿si la Biblia no quisiera sugerir la deidad de Jesucristo hubiera usando un lenguaje tan exaltado, hubiera usado un lenguaje que nos obliga casi a asumir la deidad de Jesucristo? Yo creo que Dios es mucho mejor maestro que eso. él hubiera tomado otro vocablo o vocabulario menos exaltado para referirse a su Hijo, sin embargo el Espíritu Santo una y otra vez usa un lenguaje que solo conviene a Dios mismo, a la deidad. Y por eso nosotros tenemos que siempre defender y apoyarnos en ese principio de la deidad de Jesucristo.
Entonces tenemos, Cristo Dios con respecto al Padre, Cristo Dios con respecto a la creación, y mire lo que dice con respecto a la iglesia, versículo 18 y con esto ya vamos terminando:
“... y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, el que es el principio, el primogénito de entre los muertos para que en todo tenga la preeminencia...”
Cristo, la cabeza que fale, la cabeza de la iglesia. y nosotros somos el cuerpo. Sabe usted, hermano, la palabra visualiza a la iglesia como un cuerpo. Aquí estamos muchos diferentes cuerpos, pero místicamente, espiritualmente nosotros estamos unidos en un solo cuerpo. Y cuando la iglesia se mueve y se mueve en el espíritu, la iglesia se mueve como un cuerpo, y la iglesia inicia cosas y hace decisiones y mueve cosas y lleva a cabo programas, y ejecuta una cantidad de cosas, pero todo eso requiere que esté sometido bajo la dirección de Cristo Jesús, que haya un dirección, una coherencia que imparte Cristo Jesús y esa es una implicación bien importante y es que nosotros siempre tenemos que ir a Cristo para todas nuestras iniciativas.
La iglesia de Jesucristo tiene que siempre buscar el modelo que Cristo establece. ¿Qué haría Cristo? ¿Qué desea Cristo? ¿Qué desea el espíritu de Cristo? ¿Estamos nosotros ministrando y sirviendo conforme al espíritu de Jesucristo? ¿Está la iglesia manifestando el amor de Cristo? ¿Está la iglesia manifestando el poder de Cristo? ¿Está la iglesia viviendo conforme a la palabra de Jesucristo?
NO es conforme a los modelos del mundo, no es conforme al estilo del siglo XXI con su insistencia sobre el mercadeo y satisfacer las necesidades de la gente, etc. No, siempre nuestro modelo para hacer la iglesia es Cristo Jesús, su carácter, sus enseñanzas, y sabia es la iglesia que se fundamenta en Jesucristo. Por eso esta palabra es tan importante, que nosotros en esta tarde renovemos nuestra conciencia sobre Cristo Jesús, que sepamos que todo lo demás es totalmente secundario.
Voy a pedirle a los músicos que pasen por acá. Y que recordemos siempre eso, nosotros estamos fundamentados en la deidad de Jesucristo. Cualquier otra creencia que te aparte de eso, tu tienes que volver de nuevo a fundamentarte en Jesús, por la mañana tu tienes que enfocar la persona de Jesucristo y recordar, yo estoy atado a él, yo estoy vinculado a él, yo estoy arraigado en él.
El Señor Jesucristo dijo, porque separados de mí nada podéis hacer. El que en mí permanece llevará mucho fruto. El que se separa de mí se seca y hay que sacarlo y echarlo como ramas que se han desgajado del árbol y ya no tienen vida. Nosotros tenemos que reconocer que en Cristo Jesús hay algo místico, hay un poder sobrenatural, hay una naturaleza única y en oración nosotros tenemos que ir y vincularnos con la persona de Jesús.
No es tanto que leamos acerca de Jesucristo, no es tanto que estemos en un ambiente donde se menciona a Jesús. Hay algo que nosotros tenemos que como un enfermo que necesita cada día una dosis de medicina, tenemos que volver a inyectarnos la energía que solo viene de Cristo Jesús, permanecer centrados en él, permanecer en su naturaleza divina y recordar que Dios lo ha hecho a él Señor y rey y fuente de toda vida para su iglesia.
En esta tarde vamos a ponernos de pie un momento y vamos a reconocer esa deidad de Jesús, el señorío de Cristo en nuestras vidas, vamos a señalar a Cristo, vamos a levantarlo en esta tarde en una sociedad que en muchas ocasiones ha tratado de minimizar el nombre de Jesús y de quitarle a la iglesia su dependencia de Cristo y de poner a la iglesia a depender de programas, o de plantas física, o teología o lo que sea. Nosotros en esta tarde vamos a declarar que nosotros dependemos de la energía que sale de la persona y del nombre de Jesucristo.
¡Aleluya! Y que somos una iglesia anclada en Jesús.