SERMONES
Tiene la iglesia lo que se requiere?
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Les invito a ir hermanos, a Lucas, Capítulo 13, comenzando con el versículo 10. No sé cuántos han tenido ocasión alguna vez de leer o meditar sobre la figura de esta mujer encorvada. El Señor Jesucristo le ministró muchas veces a mujeres, la mujer con el flujo de sangre, la mujer samaritana, las sanó, sanó a sus hijos, por ejemplo la viuda de Naín que resucitó a su hijo y muchos milagros que hizo y hay figuras inolvidables en la Escritura. Esta mujer encorvada a la cual el Señor sana es uno de esos personajes muy interesantes.
Y quiero compartir con ustedes desde el versículo 10, Capítulo 13, Lucas, dice: “... enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de reposo y había allí una mujer que desde hacía 18 años tenía espíritu de enfermedad y andaba encorvada. Y en ninguna manera se podía enderezar. Y cuando Jesús la vio la llamó y le dijo, ‘mujer, eres libre de tu enfermedad’. Y puso las manos sobre ella y ella se enderezó luego –es decir, inmediatamente- fue sanada. Pero el principal de la sinagoga enojado de que Jesús hubiese sanado en el día de reposo, dijo a la gente, ‘seis días hay en que se debe trabajar, en estos pues venid y sed sanados y no en el día de reposo’. Entonces el Señor le respondió y dijo, ‘hipócrita, cada uno de vosotros no desata en el día de reposo su buey o su asno del pesebre y lo lleva a beber y a esta hija de Abraham que Satanás había atado 18 años, ¿no se le debía desatar de esta ligadura en el día de reposo?’ Al decir él estas cosas se avergonzaban todos sus adversarios, pero todo el pueblo de regocijaba por todas las cosas gloriosas hechas por él.”
Bendiga el Señor su santa palabra. Qué hermoso pasaje de la Escritura. Hemos estado hablando, hermanos, en los últimos meses como ustedes bien ya saben de la necesidad y en un sentido la obligación de ser llenos del Espíritu Santo. Hemos demostrado por qué es imprescindible que vivamos y nos movamos en la vida cristiana en ese poder y esa llenura del Espíritu Santo. Yo me he tomado este tiempo porque quiero, como he dicho antes, sellar a esta congregación sobre el hecho de que Dios quiere que vivamos vidas abundantes, vidas llenas del Espíritu Santo, que no vivamos simplemente con el carro casi en e ahí casi tosiendo para llegar a los sitios, sino que vivamos una vida plenamente llenos del poder de Dios.
En los sermones anteriores hemos visto que muchos creyentes como la samaritana, por ejemplo, fue creo que la última vez que prediqué sobre el bautismo del Espíritu Santo y la vida llena del Espíritu Santo, muchos creyentes como la mujer samaritana, entran en el Evangelio, están en la fe, pero frecuentemente no han cambiado su mentalidad, su visión no cambia a una visión sobrenatural, siguen conjugando y procesando los eventos y los aspectos de la vida religiosa racionalmente. Pero la Biblia nos llama a renovar nuestra mente, nos llama a mirar la vida a través de los ojos espirituales, nos llama a procesar los eventos de la vida desde una perspectiva sobrenatural. Dios quiere que nosotros seamo seres sobrenaturales, que sepamos movernos cómodamente en la zona del espíritu y cuando tengamos problemas, necesidades, dificultades, enfermedades, triunfos en la vida, que no los miremos simplemente de la perspectiva meramente humana, natural, sino que siempre podamos hacer la conexión de estas cosas que estamos viviendo en el tiempo y el espacio con aspectos del espíritu que nuestra mente pueda procesar la vida en una forma espiritual.
Por eso es que tenemos que renovar nuestra mente, no podemos simplemente vivir la vida cristiana con los lentes naturales. Nosotros no somos gente natural. La Biblia habla del hombre natural y del hombre o la mujer espiritual. Nosotros tenemos que aprender a mirar con una mente renovada, esa mente que dice el Apóstol Pablo en Romanos 12, no os conforméis a este siglo sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento. El cristiano natural, el cristiano que viene a la iglesia, tiene como una capa sutil de religiosidad pero no ... la visión sobrenatural no ha penetrado en su vida, no puede entrar en el pleno uso de la herencia que Dios le ha legado como hijo de Dios.
Muchos cristianos vivimos como pordioseros, mendigos cuando Dios nos ha hecho ricos en Cristo Jesús. Amen. Por eso el Apóstol Pablo dice que ora para que Dios nos de espíritu de sabiduría y de entendimiento para que seamos capaces de entender todo lo que Dios nos ha entregado. Cuan grande es la riqueza de la herencia que nosotros tenemos en Cristo Jesús y cuan grande es el poder que Dios ha hecho habitar en nosotros, dice que es como el poder que levantó a Cristo de los muertos.
Y tu tienes ese poder como hijo de Dios dentro de ti, y es importante que tu aprendas a usar ese poder y a saber cómo usarlo adecuadamente. Hemos visto que Dios quiere que haya una transformación de la mente, que cambiemos a una mentalidad de poder y de misterio para poder vivir esa vida efectiva que Dios quiere que vivamos.
Jesús le dijo a sus discípulos, recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo. No podemos hacer en este mundo como cristianos si no tenemos ese poder de Dios. Siempre que él envió a sus discípulos los envió con una dotación de poder y les dio poder para tener autoridad sobre los demonios, sobre las enfermedades, sobre los problemas de la vida.
Una persona llena del Espíritu Santo es una persona de poder y de autoridad y esa autoridad viene como resultado de la abundancia, de la gracia del Señor dentro de nosotros. Siempre que hay llenura del Espíritu Santo va a haber manifestaciones de poder. Una persona que está llena del Espíritu Santo va a ser una persona usada por Dios, va a ser imposible que una persona que tenga el poder de Dios de él o de ella, sea inútil. Dondequiera que esa persona vaya Dios lo va a poder usar en alguna manera, pero tenemos que estar llenos del poder de Dios.
Por eso es que tenemos que promover en el pueblo de Dios la formación de esa mentalidad sobrenatural que lo incline a buscar la acumulación de ese poder y autoridad en la experiencia cristiana y que prepare al hijo de Dios para recibir y reconocer ese poder. Dondequiera que yo voy, hermanos, me doy cuenta que esa es una de las cosas que les falta a muchos cristianos en esta época, donde Dios quiere hacer grandes cosas, Dios quiere hacer proezas y vivimos en un mundo que está atado y cerrado y no vamos a resolver los problemas de este mundo con simplemente sermones y apologética y muchos programas y muchas cosas, se necesita algo más poderoso para romper los muros de Jericó.
Dice la palabra que Jericó estaba cerrada, bien cerrada, era una ciudad blindada completamente, unos muros que dicen algunos que eran como de 14 pies de ancho, podían correr 2 carros con caballos encima de esos muros y una altura increíble. Y ahí estaban los judíos, pequeñitos y tenían que penetrar en esa ciudad y Dios les dio una estrategia de poder y esos muros cayeron porque el pueblo de Dios tenía la estrategia de Dios, tenía el poder de Dios.
Esta sociedad está cerrada, bien cerrada como los muros de Jericó, y necesita la liberación que solo Dios puede darle, necesita algo más que simplemente fuerza humana y eso viene con el poder de Dios.
Ahora, este texto ejemplifica para mí muy claramente toda esta dinámica de poder de la cual yo estoy hablando. Y ¿por qué es importante que nosotros seamos una iglesia poderosa? Este texto me muestra a mí dos iglesias. Usted sabe que hemos estado hablando últimamente acerca de la mentalidad religiosa y la mentalidad espiritual. Usted no sé si recuerdan ese sermón que usamos a la samaritana como ejemplo. La samaritana tenía un grado de religión, ella conocía la historia de su religión, conocía los lugares sagrados de su fe samaritana, pero no tenía una fe vibrante, no había tenido un encuentro real con el Cristo de poder. Y ella no entendía muchas cosas porque estaba ciega y necesitó que Cristo la libertara y le diera un conocimiento de lo que verdaderamente es la vida espiritual. Y por eso el Señor le dijo que los que adoran al Señor en espíritu y en verdad, esos son los que Dios quiere que lo adoren verdaderamente.
Y aquí en este pasaje yo veo en una manera muy elocuente dos tipos de iglesia, una iglesia donde está el poder de Dios y que por lo tanto es efectiva y hace lo que tiene que hacer, y una iglesia enclenque, una iglesia débil, una iglesia que no tiene lo que se requiere en el momento de la necesidad.
Ahora yo voy a mostrarles cómo yo veo eso, pero vayamos al pasaje mismo. Vemos aquí al Señor Jesucristo en una sinagoga y dice el escritor Lucas que estaba allí en el día de reposo y eso es muy importante, muy significativo, el hecho de que era en el día de reposo. Porque se supone que en el día de reposo según los fariseos con su religión muy estricta y muy rígida, no se podían hacer ningún tipo de obras de trabajo, no se podía trabajar en ninguna manera. Los fariseos eran muy, pero enfermizamente estrictos con respecto al día de reposo.
Y el Señor estaba allí como hoy, un domingo por ejemplo, predicando la palabra de Dios en una sinagoga y dice que, yo me imagino al Señor mientras predicaba, había una mujer ahí en la sinagoga que estaba totalmente encorvada. Y yo me imagino que mientras el Señor predicaba de vez en cuando sus ojos iban hacia ella. Yo sospecho que esta mujer quizás ni se podía sentar porque su condición encorvada era tan extrema que posiblemente ella ni podía hacer eso. y me imagino que quizás estaba en una esquina parada avergonzada y el Señor estaba predicando.
Les voy a pedir que los hermanos allá arriba si me pueden guardar orden, escucho alguien, a veces no saben que hay gente aquí que está y que se escuchan sus voces. Gracias.
Pues, sí, hermanos, y yo me imagino que el Señor estaba molesto porque esta mujer representaba algo que era contrario a lo que él adoraba, que era la vida y la calidad de vida de una persona. Y yo pienso que él tomó notas mentales acerca de esta mujer mientras predicaba y que desde que terminó su sermón, él bajó de la plataforma y se acercó a ella.
Dice la Biblia aquí claramente que ella no le pidió a él que la sanara sino que él fue a donde ella. Y eso me impacta a mí acerca de Jesucristo, el hecho de que el amor de Jesús es tan grande, donde hay necesidad ahí él afluye. Y el Señor tocó a esta mujer con su poder y ella fue sanada.
Pero vamos un poquito hacia atrás, antes de entrar en el análisis de lo que él hizo. Mire algo bien interesante, yo les he hablado acerca de la importancia del poder en la vida cristiana, de la necesidad de estar llenos del Espíritu Santo, pero siempre me ha intrigado en este pasaje que el Señor no estaba allí para sanar a nadie necesariamente, él estaba allí para dar enseñanza. Dice que Jesús enseñaba en la sinagoga. Y yo digo que es importante que nosotros entendamos que nosotros no tenemos que estar obsesionados con los milagros. Los milagros son importantes y el poder es importante, pero más importante que el poder es nosotros tener conocimiento de la palabra del Señor y conocer cómo tener acceso al poder de Dios a través de su palabra.
El Señor no tenía un ministerio de sanidad, entiendan esto, el Señor tenía un ministerio de enseñanza de la palabra de Dios y en el curso de enseñar su compasión, su amor, su misericordia, se extendía en obras de sanidad también. Pero ¿saben por qué yo digo eso? Porque es una manera de corregir a veces los excesos que vemos en el mundo carismático pentecostal que le da importancia a las obras de poder, que muchas veces como que nos enfocamos demasiado en los milagros. Y a veces nos olvidamos que hay cosas que son más importantes que los milagros, como lo es conocer la palabra del Señor, como lo es tener un carácter cristiano que sea como el carácter de Jesucristo. Es importante vivir una vida cristiana balanceada, que balanceemos el poder y el hambre de poder y deseo de ver la gloria de Dios también, con un deseo de que nuestra vida refleje el carácter de Jesucristo.
Por eso yo enfatizo siempre que una congregación balanceada y un cristiano balanceado es un cristiano que conoce toda la palabra de Dios, que conoce el llamado a vivir una vida ética, una vida moral, una vida de buenas relaciones humanas con los demás, de actos de misericordia, de compasión, de tolerancia, que nosotros trabajemos mucho, hermanos, también en el pulimento de nuestro carácter, que nuestra vida está en conformidad con la palabra del Señor. Eso es bien, bien importante.
Mire, hermanas, pueden sentarse aquí adelante. Vengan por aquí, vengan aquí y siéntense aquí. El ojo siempre del pastor por aquí viendo a los.... pasen hermanas, tomen asiento aquí adelante y gracias a los hujieres también por ayudarles, vinieron juntas, quiero que se sienten juntas.
Pues, sí, hermanos, muy importante que nuestras vidas reflejen ese carácter de Jesús. Porque mire, nosotros podremos hacer muchos milagros y muchas cosas pero a la larga si nosotros no vivimos una vida que refleje el carácter de Cristo, vamos a estar cojeando y muchas veces el enemigo puede hacer estragos en nuestra vida. Yo veo que el Señor Jesucristo siempre quería enseñar a la gente y su corazón era un corazón de amor, y entonces cuando había necesidad él se extendía a ello, pero yo creo que muchas veces hay ministerios que se caracterizan tanto por los milagros y por los hechos de poder, pero no hay la palabra de instrucción que la gente necesita muchas veces y a veces hasta hay doctrina mala, doctrina que es confusa y entonces no representamos bien el Evangelio y no hay la credibilidad suficiente para que la gente pueda creer en los supuestos milagros que ven.
Ahora, un pueblo que está viviendo en el orden Dios y un pueblo que está viviendo en la palabra de Dios es un pueblo que va a ser bendecido grandemente. Yo creo que lo más importante es eso, que nosotros estemos llenos del Espíritu Santo y entonces cualquiera que sea la necesidad que encontremos en el camino vamos a poder resolverla. Si alguien necesita consuelo vamos a darle consuelo porque tenemos palabra de consuelo, si alguien necesita instrucción y un consejo para la vida práctica, esa palabra de Dios va a fluir de nosotros también. Y si alguien necesita un par de dólares porque necesita comer algo pues también de nuestro bolsillo va a salir esa obra de bendición. Y si alguien necesita una oración por sanidad, le damos esa oración y lo bendecimos en el nombre del Señor. ¿Por qué? Porque el hijo de Dios está preparado para toda situación. Cuando usted está lleno del Espíritu Santo usted es una fuente de poder y ese poder asume cualquier forma que sea necesaria.
Lo que se necesite usted se lo podrá dar a la gente, eso era lo que caracterizaba al Señor Jesucristo. En uno de sus milagros lo vemos predicándole a la multitud todo el día, pasa el día y llega la noche y los discípulos le dicen a Jesucristo, ‘Señor, despídelos porque ya se hizo noche y mándalos a que compren comida donde puedan’, y el Señor les dice ‘no, denle ustedes de comer’. El corazón del Señor tenía compasión en ese momento. Les dio la comida espiritual, la enseñanza bíblica pero también había otra necesidad física de comida, también el Señor tenía poder y multiplicó los panes y los peces y le dio de comer a toda la multitud.
¿Usted ve, hermano? Ese es el balance que a mí me encanta de Jesús, compasión, amor, conocimiento de la palabra de Dios y unción cuando era necesaria también. No nos enfoquemos solamente en una cosa, sino en la totalidad de la revelación de Dios. el Señor estaba enseñando en la sinagoga, de momento su ojo enfoca a una mujer necesitada. Esta mujer no necesita enseñanza, aunque que quizás la necesitaba hasta cierto punto, no necesitaba comida, no necesitaba quizás compañía en ese momento, necesitaba un milagro de sanidad y eso fue lo que el Señor le dio a ella. Entonces, ese balance para mí eso es una comunidad poderosa, no es una comunidad solamente milagros, milagros, milagros, sino que es una comunidad que tiene toda la unción de Dios en todas las dimensiones.
Ahora miremos el milagro que el Señor hace. Esta mujer dice que su condición era extremada, la palabra que se usa en el griego original es ‘suncuopto’ que se traduce en el español encorvada, y el prefijo ‘sun’ lo que quiere decir es como junto. Esta mujer estaba junta en sí misma, estaba tan doblada que estaba como encorvada sobre sí misma, era una cosa totalmente, estaba inclinada desde la nuca hacia abajo y tenía 18 años en esa condición. Y yo me imagino esa pobre mujer viniendo a esa sinagoga año tras año con su vergüenza caminando por las calles de la ciudad y la gente la miraba con pena, quizás hasta asco, horror hasta cierto punto, era un espectáculo humano esta pobre mujer. Y venía a esa congregación y nadie se dio cuenta, ni ella misma quizás, que lo que ella tenía quizás fue a donde un quiropráctico y le dijeron, bueno sus vértebras están un poco débiles y usted tiene falta de calcio y le dio unas pastillas de calcio. Pero ¿sabe cuál era el problema en este caso de esta mujer? Había un espíritu demoníaco en ella.
Fíjese lo que dice aquí la palabra, es bien clara, dice que tenía espíritu de enfermedad. Y en el ministerio de Jesucristo en ocasiones vemos gente que tiene por ejemplo espíritu de sordomudo, o espíritu de mudez, y en este caso esta mujer tenía un espíritu que se manifestaba en una encorvadura severísima. El origen de esa enfermedad en particular de ella, no todas las enfermedades evidentemente son de origen demoníaco sabemos eso, pero esa mujer su origen fundamental era, había un espíritu.
Y yo me pregunto, hermanos, no le da a usted curiosidad qué hacía este espíritu allí metido y por qué se manifestó y qué es un espíritu maligno. Hay espíritus que tienen una naturaleza dañina, destructiva y cuando contagian a una persona, la contagian con su maldad, la contagian con su especialidad, por así decirlo, demoníaca. Y este espíritu al pegarse a esta mujer encorvó su cuerpo. Y yo creo que su placer era mantener a esta hija de Dios totalmente imposibilitada y carente de su humanidad como Dios la había diseñado, porque los espíritus solo saben matar, robar y destruir y ahí estaba sin embargo el Señor de vida, el Señor que había venido para que la humanidad tuviera y tenga vida abundante.
Y se dio ahí una lucha de poder en ese momento y el Señor se acercó a esta mujer, le impuso manos y dice que inmediatamente la mujer fue enderezada. Yo le decía a los hermanos de esta mañana que hay algunos videos que yo quiero ver cuando ellos vayan al cielo y uno de ellos es esta mujer cuando se enderezó completamente, qué espectáculo habrá sido ese, ¿verdad? La gente la había visto todos los días entrar a la sinagoga y de momento esta mujer quizás medía con su encorvadura tres pies con cuatro y de momento la gente se dio cuenta, oye, pero es una mujer altísima, mide 5 con 8 ó 6 pies o lo que sea, porque pudo regresar a su estatura normal. Su cuerpo regresó a funcionar como Dios lo había diseñado.
Mientras tanto el diablo la tenía encorvada, atada, sin poder gozar de la vida, sin poder mirar hacia el cielo. Sabe, yo creo que por eso era claramente algo demoníaco. Para mí esta mujer representa la humanidad en su condición caída. ¿Sabe cómo viven los hombres? Así mismo encorvados sin poder mirar hacia el cielo, mirando siempre a la tierra, mirando siempre al tiempo y el espacio, mirando siempre a las circunstancias, mirando siempre a la materia, mirando siempre a su condición y su situación y el diablo tiene su mente cegada de manera que no pueden mirar hacia Dios y decir, Padre, sálvame, sáname, límpiame, rompe mis ataduras. El diablo quiere que nuestra mirada siempre esté como la de esta mujer, mirando hacia el piso y lo que el diablo quiere es humillar a la gente, robarle su dignidad, robarle su humanidad, hacerlos un espectáculo ante los demás.
Cristo ha venido para deshacer las obras del diablo. cristo ha venido para libertar al cautivo. Cristo ha venido para enderezar a los encorvados. Cristo ha venido para que el diablo sepa que ya tiene noticias de desalojar la casa en el nombre de Jesús. Este mundo está ocupado actualmente por poderes demoníacos. Satanás es el príncipe de este mundo y él ha tomado autoridad donde no tiene que tener autoridad y el Reino de los Cielos ha venido para notificarle a los demonios que ya no tiene poder sobre la humanidad legalmente hablando.
Ahora, todo aquel que se acoge al gobierno del Reino de los Cielos es un ciudadano que tiene poder y autoridad sobre los demonios. Y tu no tienes que vivir tu vida atormentado, tu no tienes que vivir tu vida atado, tu no tienes que vivir tu vida encarcelado, tu no tienes que vivir tu vida bajo ningún tipo de yugo porque el Señor ha quebrado los yugos.
Y esta mujer necesitaba una liberación que solo Cristo le puede dar. Y a mí lo que me impacta es esto, hermanos, por eso yo digo, el contraste entre una iglesia impotente y una iglesia de poder. Mire, esta mujer había estado en esa sinagoga todos esos años como yo decía, nunca nadie se había dado cuenta del origen de su enfermedad, nunca nada había sucedido allí que mostrara que era un espíritu demoníaco lo que estaba metido en esa mujer, no había habido poder para libertarla de su atadura. Y así hay tanto cristiano y tanta iglesia donde no tenemos el poder para libertar vidas, para regenerar a la gente, para que haya cambios. La gente viene a las iglesias y muchos estamos atados y luchando con tantas cosas y no hay el poder para libertar a la gente.
Por eso yo les digo, hermanos, tenemos que buscar más y más como iglesia el poder de Dios. No podemos conformarnos con servicios bonitos, con gente muy bien perfumada y con buena pintura en las paredes y mucho aparato y mucha buena música, si el poder de Dios no está con nosotros, de nada sirven ninguna de esas cosas. Tenemos que pedirle al Señor, Señor úngenos más cada día, llénanos más con el Espíritu Santo. Esa es la gran hambre en este tiempo de mi vida. No queremos seguir jugando a la iglesia, ya de eso estamos hartos, hermanos, nosotros necesitamos ir más y más al poder de Dios, queremos vidas vitales. Y si en tu vida tu no estás experimentando esa llenura del Espíritu Santo, si tu vida no refleja, hermano, hermana, esa plenitud, esa efectividad del Hijo de Dios, te animo, sigue buscando más, no te conformes donde estás. Estudia la palabra del Señor, ora, ayuna, conságrate más al Señor, pégate a gente ungida, dedícale más tiempo al Señor, métete en un ayuno y dile al Señor, no te voy a dejar hasta que no me bendigas, como le dijo Jacob al ángel. No nos conformemos con religión, no nos conformemos con simplemente venir a la iglesia, no nos conformemos con decir, oh, yo soy evangélico. No, yo quiero vivir una vida vital, una vida llena del Espíritu Santo, una vida que rebose de gozo, una vida que pueda entender los misterios del Evangelio. La iglesia evangélica en Estados Unidos yen todo occidente, porque en muchos otros países Dios está haciendo cosas interesantes en África, en Asia, en Latinoamérica, hay mucha gente, hay mucho pueblo que conoce el poder de Dios. Tienen sus propias fallas pero conocen por lo menos del poder sobrenatural de Dios hasta cierto punto. En todo occidente se necesita conocer más del poder Dios, hay que estar predicando el Evangelio de poder. ¿Por qué? Porque hay iglesias que están vacías, están débiles, no hay autoridad contra los poderes del diablo y viene la gente atada y asimismo siguen sus vidas. Yo creo que cuando hay un ambiente de poder los demonios tienen que revelarse, tienen que salir a la luz para ser reprendidos y ser echados fuera.
El domingo pasado en el servicio de oración que tuvimos en la tarde, a las 4 comenzaron a las 6 yo tuve ocasión de orar por una hermana, viene aquí a la iglesia, es nueva en la congregación y ahí cuando estábamos orando con ella, porque estuvo un tiempo precioso, hermanos, eso fue la gloria de Dios el domingo pasado y ahí había una señora y yo me acerqué simplemente para orar por ella porque estaba con otra hermana de la congregación y no la reconocí y esa hermana en el momento que orábamos por ella cayó al piso y había estado sintiendo un dolor de cabeza bien fuerte y una de las cosas que sucede cuando hay un ambiente de poder como el que había aquí en el tiempo de oración, el poder del enemigo se manifiesta en síntomas físicos en la gente. Yo he oído de gente que siente ira, siente deseos de huir de la iglesia, siente deseos de atacar al pastor, sienten odio, cantidad de cosas, no son ellos, es el espíritu que está dentro de ellos que se siente incómodo por el ambiente de poder donde están. Y esa mujer se levantó liberada de donde estaba porque había unción en ese ambiente, había el poder de Dios. y por eso yo digo, Señor ayúdanos a cultivar más y más el poder de Dios, por eso es que nuestros servicios en todo lo posible tienen que incluir bastante oración.
Esta mañana comenzamos el servicio en oración. Estuvimos unos 15, 20 minutos orando y alabando libremente y cuando comenzó la alabanza se sentía el ambiente lleno del poder de Dios. Tuvimos un servicio precioso como en esta tarde también. ¿Por qué? Porque hay que tomarse tiempo, porque nosotros los cristianos conjugamos los procesos espirituales en una manera diferente a como lo hace el mundo. Usted puede cumplir todo el programa que se propuso y no pasar nada porque eso no era lo que Dios quería. Dios quería que el pueblo hiciera otra cosa, pero como no discernimos lo que Dios quería, pues, completamos el programa pero no se da la liberación que Dios quiere en nuestras vidas.
¿Qué queremos? ¿Llenar el programa o hacer las cosas como Dios quiere que se hagan? Yo creo que lo segundo, ¿verdad? Y entonces es por eso que la iglesia, nosotros tenemos que ir cada vez más y más madurando como pueblo de Dios. el show cristiano tenemos que ponerlo a un lado. La gente viene aquí muchas veces a un teatro, la gente va a la iglesia a veces para ver una presentación. No, venimos aquí a hacer guerra espiritual, venimos aquí a ser liberados, venimos aquí a sudar, venimos aquí a echar lágrimas, venimos aquí a gritar si tenemos que hacerlo, a reírnos si tenemos que hacerlo, a saltar, a levantar manos, a hacer la obra de Dios aquí a favor de esta ciudad que necesita liberación.
Y por eso es que cuando salimos de aquí si hemos adorado al Señor como es debido, salimos nutridos, listos para confrontar lo que venga a nuestra vida. Esta sinagoga no tenía ese poder excepto ahora que Cristo estaba en medio de ella. 18 años esta mujer encorvada, un minuto ante la presencia de Jesús y quedó liberada completamente. Ese demonio se vio obligado a huir. Y tenemos que pedirle al Señor, Padre, no queremos ser la sinagoga, queremos ser la iglesia de Jesucristo con Cristo en el centro, Cristo haciendo sus obras de poder, Cristo llevando a cabo sus labores.
Y es importante que veamos eso, hermanos, el mundo como esta mujer encorvada que es una imagen del mundo caído, el mundo oprimido por el diablo, el mundo distorsionado por el enemigo, ese mundo necesita gente con la unción de Dios que impongan manos, que oren por ellos, le digan, estás sano en el nombre de Jesús. Y por eso esa iglesia necesita ser levantada por el Señor.
Yo tuve un sueño que compartí con los hermanos esta mañana hace unos meses atrás, y no creo que lo he compartido aquí tampoco. Hace unos meses de esos sueños que yo he tenido a través de mi vida que me han dejado intrigado, me han dejado con una carga en mi espíritu sabiendo que he recibido algo de parte de Dios. En ese sueño yo vi a un arquero, un hombre con un arco, un guerrero tomar un arco en su mano y tomar una flecha, tirar del arco y lanzar una flecha a través de un campo que estaba frente a mí. Yo podía ver el campo y podía ver en un extremo a este hombre, un guerrero vestido de guerrero con ese arco, y él cogió la flecha y la lanzó al espacio. Y esa flecha viajó a través de ese campo, muy largo el viaje y yo sabía en mi espíritu que ese arquero era un personaje demoníaco, era un representante del infierno y que esa flecha que él estaba lanzando al aire estaba lanzándose para demarcar territorio, para marcar el territorio que pertenecía a Satanás, al reino del infierno. Y esa flecha cayó, por esas cosas de los símbolos de los sueños, es como que en un extremo estaba este arquero y en el otro extremo estaba el patio de mi casa. Y era como que el patio de mi casa tenía una valla alta y la flecha cayó a unos cuantos pies del patio de mi casa. Y yo sabía que en el sueño me estaban diciendo, todo ese territorio que ha viajado esa flecha hasta donde aterrizó, eso pertenece a Satanás, pertenece al infierno, y ese territorio no se supone que tu lo toques.
Cuando esa flecha aterrizó cerca de la valla esta de mi patio, no era una flecha ya más, era una lanza como de 8 pies de altura dorada, muy ornamentada, porque el diablo es muy elegante, para que ustedes lo sepan, es un reino de poder, es un general maligno, psicopático, pero es un general pero tiene mucho poder y mucha dignidad maligna. Y cuando esa lanza bien ornamentada y bien poderosa cayó, yo podía ver a través de los ojos en mi sueño, podía ver el hueco que hizo, la grama se abrió, y podía ver la tierra que se abría con los pedazos de grama donde aterrizó esa lanza, pegada así.
Y yo tomé la lanza con mi mano, la arranqué de la tierra y la entré en el patio de mi casa y la acosté encima en una señal de desafío y de no reconocer el reto que se me estaba tirando. Porque yo entendía que si yo acogía lo que se me estaba diciendo, era una derrota implícita. Y hermanos, Satanás no tiene poder, Satanás no tiene el derecho, no tiene la legitimidad para ocupar el mundo. Él quiere hacernos creer que nosotros somos impotentes contra su poder, y si nosotros nos dejamos amedrentar él va a hacer lo que le de la gana en el mundo.
Ahora, en un momento dado yo pude ver como desde una altura, en ese campo que había sido demarcado por esa flecha que había viajado, vi escenas de gente que estaban caminando y entraban como en una pelea que había entre demonios mismos, y esa gente como que caía en esa lucha y los demonios en su propia pelea entre ellos mismos, le hacían daño a esta persona que había caído en esa dinámica maligna. Y yo en mi sueño pensaba, mataron a esa persona porque era tan grande el ultraje que experimentaba esa gente que parecería como que no iban a sobrevivir, pero no, salían de la lucha maltrechos y tambaleándose como borrachos y continuaban caminando. Y vi
eso como dos o tres veces en sucesión rápida en el sueño.
Y yo entendí en el sueño que se me estaba dando una imagen acerca de Satanás demarcando territorio y diciendo, este territorio es mío. Ahí no debe entrar la iglesia, ahí solamente entre yo, y ese es mí territorio y si usted entra en ese territorio, sepa que va a estar haciendo guerra conmigo.
Y así hay gente en este mundo, como esas personas que yo vis en el sueño, maltratadas por el diablo, en este mundo dominado por Satanás lo que tenemos es eso: gente bajo el yugo del pecado, gente deformada, gente que están siendo distorsionados y neurotizados por el poder del enemigo y solamente una iglesia poderosa, solamente una iglesia ungida va a poder hacer guerra efectiva contra los poderes del diablo. Ese reino de Satanás no es un reino cualquiera, hermanos, y cuando nos enfrentamos a ese reino tenemos que saber que vamos a entrar en lucha, que tenemos que tener toda la unción de Dios.
El Señor Jesucristo dijo, toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra por tanto id y predicad el Evangelio. No podemos ir contra esa fuerza enemigo si no tenemos la unción de Dios y no estamos bien protegidos, porque es una lucha encarnada, hermanos, y el más bonito va a recibir unos cuantos cantazos, como decimos por ahí, en esa lucha.
Ahora, el Señor Jesucristo dijo, nadie puede saquear la casa de un hombre fuerte si antes no lo ata. Y solamente después de haberlo atado puede saquear su casa. Satanás está ocupando, el hombre fuerte de este país y de este mundo se llama Satanás y necesita una iglesia poderosa, una iglesia llena de la sabiduría de Dios, una iglesia con la estrategia de Dios, una iglesia ungida con el Espíritu Santo que pueda arrebatarle almas como esta mujer encorvada.
Quiera el Señor, hermanos, que nosotros entendamos esto. Dios quiere levantar una iglesia apostólica. Le voy a pedir que los músicos pasen por aquí por favor. Dios quiere levantar una iglesia apostólica. Dios quiere levantar una iglesia llena del Espíritu Santo. En este tiempo de la historia las cosas se van a poner cada vez peores. No se van a poner mejores, vamos a necesitar más que nunca el poder de Dios. Los hombres van a estar más y más maltratados por el enemigo, va a haber más luchas espirituales, va a haber más necesidades que nunca, va a haber más enfermedades que nunca y solamente un pueblo que conozca cómo hacer guerra en el nombre del Señor Jesucristo podrá ser efectivo.
Y yo pido que el Señor levante hombres y mujeres apostólicos, hombres y mujeres ungidos, hombres y mujeres conocedores de la palabra de Dios, hombres y mujeres que caminen en santidad y que caminen conforme a los mandamientos del Señor, para que Dios pueda hacer la obra que quiere hacer en nuestras vidas.
Yo le pido al Señor que nuestra iglesia pueda llegar a esa altura, pueda llegar a ese poder, que no haya mujeres encorvadas, ni hombres encorvados en nuestra congregación siendo oprimidos por el diablo, que haya siempre una visión de rayos X que pueda ver lo que está detrás e ir directamente al corazón de la necesidad, una iglesia capaz de hacer señales, prodigios, milagros y que esté deseosa y hambrienta buscando más del poder de Dios en nuestras vidas.
Hermanos, ¿les gustaría ser usted parte de ese nuevo ejército que Dios está levantando? Amen. Yo quiero ser parte de esa iglesia. No queremos una iglesia de programa, no queremos una iglesia rutinaria, no queremos una iglesia de espectáculo, no queremos ni siquiera una iglesia superficial que solamente esté detrás de los milagros, saltando de un sitio para otro, queremos una iglesia sobria, una iglesia madura, una iglesia anclada en el poder y la palabra de Dios, una iglesia de obras, de poder y de misericordia, una iglesia que ejemplifique el carácter de Jesús. Y tenemos que estar pegados a Cristo, pegados a Cristo, pegaditos a él como dice.
Es así de esa manera solamente que vamos a recibir lo que necesitamos. Yo quiero retarte en el nombre del Señor en esta tarde a hacer un pacto de nuevo de que tu no vas a ser un cristiano mediocre, cuando tu veas la oportunidad de estudiar la palabra del Señor, siempre tenemos aquí cursos y programas de discipulado para nuestros hijos, para los adultos, para los jóvenes. Yo les animo a registrarse para esas enseñanzas, son tan necesarias. No se puede tener poder sin conocer la palabra del Señor.
Cuando hay tiempos de oración, hermanos, mire, el domingo yo estaba cansado, bien cansado como Jericó en este caso, y teníamos este servicio a las 6 de la tarde y la verdad es que yo les digo, yo no estaba tan contento de tener que comenzar el servicio a las 6, pero ¿saben qué? Cuando terminó como a las ocho y media yo me sentía como si el poder de Dios hubiera descendido completamente sobre mí, me alegré tanto de estar allí en ese tiempo de oración. Era día de las madres, yo sé para muchos de ustedes irse a la casa y volver otra vez pero nosotros tenemos que hacer un voto de querer buscar más de la unción del Señor. Hay que pagar un precio. No podemos solamente vivir del domingo. El domingo está bien, y quiero que vengan siempre los domingos, pero hay otras ocasiones que usted puede buscar el poder de Dios en su vida y en su propia casa también, saque tiempo para orar, saque tiempo para bendecir su casa, saque para atar al hombre fuerte que quiere meterse ahí en esa casa y hacer estragos en ella. Y decirle al diablo, por aquí tu no vas a pasar porque mi familia está cubierta con la sangre de Jesús.
Se me ocurre ahora mismo esa imagen, hermanos, y creo que el Señor la pone en mi corazón. Recuerdan ustedes cuando Dios mandó el ángel de la muerte en Egipto a matar a todos los primogénitos, ¿qué le dijo a los judíos que hicieran? Que cogieran un cordero, símbolo del cordero inmolado que iba a ser Cristo Jesús y que pintaran el dintel de su casa, es decir la puerta de su casa con la sangre del cordero. Y cuando el ángel de la muerte pasara por los vecindarios ahí en esos vecindarios vivían judíos y egipcios, gente que conocía del poder de Dios y gente que estaba completamente ignorante del poder de Dios. Cuando el ángel de la muerte pasaba a matar a los primogénitos, si veía la sangre en el dintel de la puerta, él pasaba de largo y esa familia era libertada.
Nosotros tenemos que escribir la sangre de Jesús en nuestras puertas, pero no escribirla como un talismán, escribirla como oración, escribirla con declaraciones de poder, escribirla con alabanza, pintar la sangre del cordero de Dios con una vida atraiga la presencia del Espíritu Santo. Nuestra familia necesita sanidad, hay mucha lucha hoy en día, hay mucha opresión en los hogares, hay un enemigo que quiere matar, robar y destruir y que dice, este mundo me pertenece a mí, este vecindario me pertenece a mí, este edificio me pertenece a mí, esta familia me pertenece a mí y usted tiene que tener poder y sabiduría para decirle, mentirosos, esta familia pertenece a Jesucristo propiedad del Reino de Dios.
¿Cómo vamos, hermanos, a obtener ese poder? Es a través de una búsqueda del poder de Dios. el poder de Dios no se adquiere por inercia, no se adquiere simplemente por accidente, hay que buscarlo, hay que clamar al Señor, hay que pagar el precio, hay que ayunar, orar, adorar, leer la palabra, congregarse, tenemos que estar, ya los tiempos no son para estar jugando a la iglesia, los tiempos son serios. Son tiempos malos y hay que fortalecerse y hay que establecer la presencia del Espíritu Santo en nuestras iglesias, trabajos, vecindarios, edificios, escuelas.
Cuando tu vayas a la escuela, tu lugar de trabajo, di aquí entra el Reino de Dios conmigo y yo bendigo este lugar, y yo lo pongo bajo la autoridad del Reino de Dios. si nosotros hiciéramos eso en nuestros vecindarios, hermanos, si en cada calle hubiera alguien clamando y diciendo, Señor, esta calle yo la entrego al Reino de Dios y yo ordeno que el orden de Dios entre en esta calle. Y si hay desorden, si hay gritos, si hay lucha, poco a poco esa calle se va a ir ordenando y va estar tomando el orden del Reino de Dios. Porque, hermanos, nosotros tenemos el poder, el diablo no tiene el poder. El poder lo tiene la iglesia de Jesucristo, todo poder le ha sido dado a la iglesia, hermanos.
Vamos a llenarnos de ese poder de Dios, vamos a clamar al Señor, vamos a pedirle al Señor que descienda sobre nuestras vidas. Oh en el nombre de Jesús. No desperdiciemos la unción que Dios ha hecho depositarse sobre nosotros.
Dile al diablo ahora mismo, tu no te vas a salir con la tuya en mi vida, ese problema que yo estoy peleando, yo lo voy a vencer en el nombre de Jesús, no más depresión, esa enfermedad se va a sanar en el nombre de Cristo, esa carencia económica va a ser reemplazada con provisión de parte de Dios, esa depresión se va, esa ansiedad se somete al orden de Dios, esos temores, esas dudas, esos pecados se sujetan a la palabra del Señor, al poder de Dios. ese titubeo, lo someto a la palabra, a la autoridad del Señor.
Vamos a clamar, vamos a usar ese poder que hay en nuestras vidas. Tómate un momento allí y llénate del espíritu del Señor de nuevo, dile al Espíritu Santo, te recibo, recibo tu poder, recibo tu unción, recibo tu llenura, doble porción del Espíritu Santo en esta tarde para tu pueblo, Señor en el nombre de Jesús, llena, llena a tus hijos ahora con el poder de Dios. Renueva las mentes, Señor, abre el entendimiento, Padre, quita el velo.
Lord take away the veil of ignorance and misunderstanding and make us whole, give us your power.
Danos tu poder, Señor, haznos un pueblo poderoso, haznos un pueblo lleno del Espíritu Santo. Derrama tu unción ahora, Padre, que salgamos de aquí refrescados, que salgamos de aquí con nuestras baterías llenas del poder de Dios, que salgamos de aquí con nuevas fuerzas, oh Dios, nuevo ánimo, nuevo gozo. Oh Señor que el viento de tu espíritu se lleve toda la maldad del enemigo, todos los cuervos que el diablo trata de traer a nuestras vidas, los reprendemos y los echamos fuera en esta tarde, y nos llenamos del Espíritu Santo.
Recibo espíritu fresco del Señor en esta tarde, frescura del Señor, la brisa del Señor sopla sobre tu vida, hermano, hermana, nuevas fuerzas, nueva visión, renovación del poder de Dios. ¡Aleluya! Gloria al nombre del Señor.
La relación entre Jesus y su mamá
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Quiero invitarlos a buscar conmigo un pasaje conocidísimo en el Evangelio según San Juan, en el Capítulo 2, versículos del 1 al 11, el famoso pasaje de la bodas de Caná.
Dice allí, “ Al tercer día se hicieron una bodas en Caná de Galilea y estaba allí la madre de Jesús y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos, y faltando el vino la madre de Jesús le dijo, ‘No tienen vino’, Jesús le dijo, ‘¿qué tienes conmigo, mujer, aún no ha venido mi hora?’. Su madre dijo a los que servían, ‘haced todo lo que os dijere’. Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros. Jesús les dijo, ‘llenad estas tinajas de agua’, y las llenaron hasta arriba. Entonces les dijo ‘sacad ahora y llevadlo al maestresala’. Y se lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo y le dijo, ‘todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior, más tu has reservado el buen vino hasta ahora’. Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea y manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él.”
Gloria al Señor. ¿Qué tiene esto que ver con el día de las madres? Vamos a ver. El Señor me habló en esta mañana mientras preparaba algunas notas para compartir con ustedes en honor a nuestras madres. Siempre nos gusta en todo lo posible traer una meditación que tenga que ver con el área de la familia, el área de la maternidad en todo lo posible. Y la verdad es que nunca había visto este pasaje desde esa perspectiva, pero es precioso y muy revelador con respecto a lo que es una, yo quiero hablar en esta mañana acerca de una relación saludable entre madre e hijo, o puede ser también entre padre e hijo, pero en este caso Jesús y su madre expresan una relación saludable.
María expresa una maternidad sabia y Jesús se comporta como un hijo también sabio, un hijo legítimo que llena bien su papel como hijo. ¿Qué es lo que compone esa relación saludable entre madre e hijo? Vamos a ver eso en esta meditación. Interesantemente Juan es el único de los cuatro Evangelistas que registra dos escenas que yo consideraría muy tiernas y muy íntimas entre Jesús y su madre. Una se da al principio mismo del ministerio de Jesús, aquí. Él está apenas iniciando su ministerio terrenal y se encuentran en una boda y se da este lindo diálogo, intercambio entre él y su madre.
La otra escena, el otro momento no es tan positivo como este, sino que se da al final del ministerio terrenal de Jesús cuando el Señor está, no en una boda celebrando y gozándose con amigos, sino en una cruz, crucificado mirando a su madre y al discípulo amado que era Juan, precisamente. Y por eso yo me pregunto si como Juan tenía una relación de intimidad mayor que los demás discípulos con la madre de Jesús, y con Jesús mismo, quizás por eso él registró estos dos eventos que ningún otro evangelista registra, solamente Juan registra esos dos momentos tan tiernos, tan reveladores, tan hermosos, entre Jesús, el hijo, y María, la madre. Y son eventos muy reveladores acerca de Jesucristo.
Tenemos que recordar, hermanos, que Jesús poseía una dimensión humana, plenamente humana. Él también tenía otra parte que era plenamente divina y en él convivían esas dos dimensiones, la humana y la divina. Y me imagino que había tensión en él en ocasiones con respecto a esa humanidad perfecta y esa divinidad perfecta. Cuando él entraba en contacto con su familia, con la gente de su comunidad, el ser Dios y hombre a la vez lo ponía en tensión.
Vemos por ejemplo, cuando él visita su aldea natal que la gente no quiere creer en él porque dicen, ‘pero si ese muchachito andaba por ahí con una ruedita dando vueltas y caminando y ahora mírenlo, un gran profeta, no es posible que sea tan especial como parece que es. Y tenían incredulidad en su corazón y por eso dice que él no pudo hacer todo los milagros que él quería hacer.
Vemos también por ejemplo en el famoso pasaje del templo cuando el Señor se les pierde a sus padres cuando niño, y los padres andan buscándolo locos y finalmente lo encuentran, ¿dónde? En el templo, dialogando con los hombres sabios y los teólogos y sorprendiéndolos con el conocimiento sobrenatural que evidentemente tenía. Y en ese momento los padre lo tratan conforme a su humanidad y le dice, ¡pero hijo, ¿por qué nos hiciste esto, por qué te comportas de esa manera?’ Pero la divinidad de Jesús responde y dice, ‘hey, ¿no saben ustedes que en los negocios de mi Padre me es preciso estar? Entonces vemos esas tensiones continuamente que hay, cuando dicen, tu madre y tus hermanos te buscan, pensando que está loco por las cosas que está diciendo. Y él dice ‘¿quiénes son mi madre y mis hermanos? Mi madre y mis hermanos son aquellos que escuchan la palabra de mi Padre y la hacen.
Entonces, vemos que hay una tensión allí entre esas dos dimensiones de Jesús, que sale a la luz cuando él entra en contacto con la gente allegada a él. Ahora, esas escenas en que la humanidad de Jesús se manifiesta de esa manera nos enseñan a nosotros cómo ser seres humanos plenamente realizados, porque si alguien fue humanamente realizado y perfecto fue Jesucristo. Y al yo observar esos momentos en que su humanidad florece o aflora, mejor dicho, se manifiesta, yo generalmente logro aprender algo acerca de Jesús y de cómo reconciliar a veces dimensiones de nuestro ser que a veces nos ponen en conflicto posible y en tensión con nuestros seres queridos.
Por ejemplo, es interesante, yo nunca había observado esto pero en ese pasaje donde el Señor se les pierde a sus padres, él les dice, ¿por qué me buscabais, no sabías que en los negocios de mi Padre me es necesario estar? Más ellos no entendieron las palabras que les habló y mire aquí, Lucas, donde se registra este pasaje, añade una nota, dice:
“... y descendió con ellos y volvió a Nazaret y estaba sujeto a ellos...”
¿Por qué añadió Lucas ese detalle? Bueno, porque el Señor no dijo, ‘hey, yo soy Dios y yo por lo tanto no me tengo que sujetar a mis padres’. Él se sujetó a sus padres a pesar de ser quien él era. Y eso me dio a mi una lección de la importancias de sujetarme yo a las autoridad y los que tienen sus padres y sus madres vivos de que aún en nuestra adultez. Si el Hijo de Dios se sujetó a sus padres, cuánto más nosotros debemos sujetarnos a nuestros padres aunque seamos adultos y hay una dimensión que nunca se debe perder, esa dimensión.
Ahora bien, ¿qué cosas específicas aprendemos de este pasaje, qué nos revela este pasaje? Yo tengo varias lecciones morales y espirituales que he extraídos estudiando este pasaje. Primeramente vemos aquí que Jesús, ya un adulto, un ministro, y su madre avanzada en edad ya, me imagino, comparten una experiencia social. Es lo primero que yo veo aquí, en el versículo 1 y 2 dice que la madre de Jesús estaba en unas bodas y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos, y allí se dan cita madre e hijo y se encuentran los dos y comparten una experiencia, una situación social.
Y yo veo en esto algo importante, y es que es importante que los hijos mantengan una relación intencional con sus padres y que compartan experiencias sociales con sus padres. Muchas veces, qué pasa con los jóvenes, cuando nos ponemos adultos, bueno, queremos ir a la casa para que mamá nos cocine, ¿verdad que sí? Y vamos allá y la visitamos a veces en la casa, pero ¿qué de sacarla a comer un día? ¿Qué de llevarla a una fiesta o a una reunión familiar? ¿Qué de ir con ella a un parque o algún lugar, o a un cine y honrarle y compartir con ella socialmente? Y hablo a los jóvenes aquí, ya teen agers y jóvenes más, jóvenes adultos, 19, 20, 23, 24 años, porque cuando uno es joven, ¿qué pasa muchas veces? Uno lo que quiere es compartir con sus amigos y ¿saben qué? Los adultos, los padres nos bendicen y nos honra cuando nuestros hijos nos invitan a salir.
Ayer Sonia, nuestra hija, invitó a Meche aparte para ir a comer algo, y eso yo estoy seguro que honra a su madre. Y yo creo que así es importante que nosotros siempre seamos intencionales en honrar a nuestros padres y compartir con ellos, endulzarles la vida. Jóvenes, eso requiere intencionalidad porque hoy en día más y más la dirección de los jóvenes es muy diferente a la dirección de los adultos y cada día se van separando más y más las direcciones. Y a menos que ustedes, jóvenes, no han un esfuerzo por bendecir a sus padres y honrarlos y decir, hoy yo voy a invitar a papá o a mamá a ir al cine. Y quizás te vas a sentir un poquito incómodo al principio porque no estás acostumbrado a ver a tu papá o a tu mamá en esa condición, en esa luz, pero ¿saben qué? Con el tiempo uno se va acostumbrando y hay tanta bendición y nuestros padres son bendecidos.
Es decir, es importante que los jóvenes y los adultos reduzcamos esa distancia que el siglo XXI, la sociedad moderna ha establecido entre los adultos y los jóvenes y que honremos a nuestros padres y a nuestras madres de esa manera.
Hay un texto en Proverbios que siempre me ha cautivado. Es en el Capítulo 23 de Proverbios, versículo 22, dice:
“.. y cuando tu madre envejeciere no la menosprecies....”
¿Cuántos han oído ese versículo antes? ¿Cuántos lo han leído? No me mienta, si no lo ha leído no me... ¿verdad? Ok, mire que eso está ahí metido como una joya escondida en la Escritura. Cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies”.
El sabio sabía de lo que estaba hablando. ¿Saben qué? Cuando nuestros padres envejecen ya no son tan cool, ¿sabe? Ya como que no queremos andar con ellos, ya cojean un poco, son más lentos, quizás dicen cosas inapropiadas, quien sabe, no están tan a tono con las reglas sociales y pueden a veces no hacerlo todo como es correcto. ¿Y qué hacemos nosotros? Nos avergonzamos de ellos y queremos como limitarlos. ¿Y qué pasa? Muchas veces vamos aislando más y más a los ancianos y van perdiendo más y más destrezas sociales, personales, espirituales y a veces aceleramos su envejecimiento, a menos que no haya esa disposición previa de parte de nosotros de honrar a nuestros padres, y sobretodo si tenemos padrea ancianos y bendecirlos con un compartir socialmente con ellos. Me parece algo precioso.
Yo veo eso, me evocó esa asociación, esa conexión al leer este pasaje. Los jóvenes y los adultos deben compartir y muchas veces los jóvenes tendrán que iniciar el contacto en este tiempo.
Segundo lugar, hay algo muy bello que yo veo en este pasaje y es que hay balance en la relación entre Jesús y su madre. Yo creo que todo este pasaje gira alrededor del tema del balance. Mire esto, es interesante cuando uno lo estudia más a fondo el concepto de balance surge en maneras muy interesantes.
Yo veo en este pasaje en el diálogo tenso entre Jesús y su madre, balance entre, por ejemplo, independencia e intimidad. Después yo voy a desarrollar un poquito más esto. Hay un balance entre independencia de parte de Jesús y también intimidad con su madre. Hay también un balance entre sujeción de parte de Jesús a su madre que le pide que se le haga un favor a alguien, y por otra parte una cierta autoridad personal que Jesús ejerce también. Mujer, no sabes que todavía mi tiempo no ha llegado, ¿pero qué hace al final? Que la complace. Pero hay balance, hay una tensión ahí entre esas dos dimensiones.
Y hay también balance entre María ejerciendo sus privilegios de madre pero también respetando barreras y sus limitaciones. María se allega a Jesús, le pide que le haga un favor a ella y a esta familia pero también llega un momento en que dice a la gente de la boda, hagan todo lo que él les diga, y ella se echa para atrás para que él determine cómo va a llevar a cabo el milagro.
Es decir, ella ejerce sus privilegios de madre pero también en cierto momento respeta sus limitaciones también como madre, ya tratando a un adulto y un hombre de Dios muy especial.
Yo digo aquí que la relación familiar apropiada, como el matrimonio, por ejemplo, es una danza delicada. Nunca es rígida y fija, todo de un solo lado, por ejemplo, ya sea de parte de los padres o de los hijos, sino que es más bien un continuo buscar un balance. Y ese balance es algo dinámico, algo que cambia de día en día. Nunca es, por ejemplo, los padres tienen toda la autoridad y aquí se hace lo que yo digo porque yo soy el papá de la casa y los muchachos hablan cuando las gallinas ya usted sabe, los dominicanos y otros saben lo que....
No es así. Hay un balance siempre en la vida. Hay un buscar ese término medio de las cosas. Y yo veo eso, que hay una dinámica aquí, hay una flexibilidad en el diálogo y en la relación que manifiestan Jesús y María. La madre que ejerce su autoridad y me imagino que alguien, o ella misma dijo, no, yo soy la mamá de este hombre y él tiene la solución así que yo voy a ir a donde él. Quizás nadie más se hubiera atrevido a venir a donde él, pero ella sabía que tenía una entrada especial al corazón de él y a este hombre misterioso que ella misma no entendía que era plenamente Dios también. Pero ella se atreve a acercarse a él con autoridad, pero también sabe que a este hombre él sabe como hacer sus cosas, así que hagan las cosas como él lo dice y allá ustedes, pero entiéndanse ahora, ya yo hice mi parte, ahora déjenlo a él que él haga la suya, que obre. Ella no está ahí mirando por encima, ya le echaste suficiente vino, le echaste esto o lo otro al agua. No, no, ella simplemente lo deja, él sabrá como hace el milagro.
Hay balance en eso y eso es muy bello. Y yo creo que en la bella entre los padres y los hijos es así. A veces nosotros tenemos ciertas autoridades, ciertas cosas que podríamos hacer si nos diera la gana, porque somos los padres. Pero ¿saben qué? Como dice Pablo, todo me es lícito más no todo me conviene. A veces hay que saber cómo también dejar que el tiempo vaya haciendo las cosas y a veces cuando llega un momento en que ya tenemos a nuestros hijos cansados y lo que hacemos es provocarlos más a ira y entonces lo que hacemos es cerrar la relación de manera que ya no hay contacto, no hay diálogo. Entonces a veces los padres más sabios tenemos que saber cuándo echar un poco hacia atrás y dejar que el Señor haga la obra en su momento. Tiene que haber balance también, no tenemos una autoridad absoluta sobre nuestros hijos tampoco.
Entonces yo creo que todas las familias sanas y saludables tienen ese distintivo de que siempre están negociando aunque se sabe bien que hay una autoridad que tiene el padre y la madre que es importante y si a veces yo no soy un fly al pitcher, como dicen por ahí tampoco como papá, entiéndanme, yo creo que hay momentos en que hay que poner los pies sobre el piso y decir, por aquí usted no pasa porque tiene que hacerse así, y ya le di bastantes explicaciones y ahora usted tiene que hacerlo y punto. Pero también en todo momento hay que tener también sanidad de mente para saber cuándo también abrir espacio, porque si usted jala la soga demasiado rápido le parte el cuello al pobre muchacho y entonces no hay nada que arreglar. Así que balance, balance es una cosa muy importante.
En tercer lugar, yo veo aquí también que hay una tensión constructiva y amorosa entre Jesús y su madre, llamo a esto una tensión constructiva y amorosa entre Jesús y su madre. Ella presiona un poco, le dice, mira, se le acabó el vino. Y me imagino que solamente hay un resumen de algo que ella estuvo negociando con él. Ella presiona un poco y ejerce su privilegio materno.
Él obedece a una agenda celestial, él dice, mira, Dios tiene un propósito conmigo, y ella como que lo violenta un poco esa agenda celestial. Y él se lo aclara, pero al final, ¿qué hace? Se sujeta y es condescendiente con su madre. Hay como una tensión allí, hijo, se les acabó el vino. Mamá, pero este no es mi tiempo para hacer un milagro de esa manera, va a salir en los periódicos y entonces van a venir los reporteros y me van a estar buscando y tirándome fotos y todo esto y todavía no es el tiempo, mamá. Pero, hijo, mira caramba es que van a pasar una vergüenza tremenda, ayúdalos aunque sea un poquito. Haz algo. Y Jesús finalmente dice, bueno, mamá, está bien, vamos a hacerlo. Y él condesciende con su madre y al final nadie reciente el proceso.
Ella no le dice, pero recuérdate que yo te di tanta comida cuando tu eras un muchachito y que esto y que lo otro, y que.. No, no ella interviene y él le aclara algo y al final..... Y yo creo que eso es lindo porque toda relación saludable entre padre e hijo está nutrida por ese tipo de negociación, ese tipo de tanteo, un forcejeo amoroso a través de muchos contactos, muchos encuentros, muchas negociaciones, hasta que se encuentra el balance adecuado.
Los hijos van creciendo, se van haciendo más complejos, más maduros, más complicados muchas veces, hay influencias que ahora vienen de fuera y entonces el padre, la madre, según el hijo va creciendo tiene que ir ajustándose. Y ¿cómo se hacen esos ajustes? ¿Cómo un hijo aprende a afirmarse? Los psicólogos hablan de la palabra individuación que quiere decir, cómo una persona se va haciendo un individuo, se va separando de la tutela materna, paterna, y se va haciendo un hombre, una mujer individual, separada, definida.
Y nosotros, los padres, tenemos que ayudarlos y una de las maneras en que eso se hace es a través de ese diálogo, ese forcejeo, ese negociar, esas tensiones, a veces disgustos que se da entre padres e hijos, y en esos encuentros a veces tensos y a veces hasta fuertes, y a veces un poco simplemente de negociar se va definiendo la personalidad del hijo y el padre y la madre también van aprendiendo cómo definir su relación, dónde están las distancias, dónde están los derechos, todas estas cosas.
Yo lo veo aquí en Jesús y su madre. Él ya es un joven adulto, un ministro, y su madre todavía está apegada a él. Poco a poco él se está separando más y más y siendo más el Hijo de Dios, el Mesías que está entrando en su plena manifestación como un ser misterioso enviado por Dios y ya la relación entre madre e hijo se está haciendo un poquito más distante, pero todavía la madre está allí negociando con él y él está aclarando ciertas cosas y hay ese forcejeo, ese proceso de individuación que tenemos que ayudar a nuestros hijos a llegar a ser plenamente ellos, individuos. Y tenemos que saber cómo ayudarlos y cómo respetar ese proceso y cómo no aferrarnos y poseerlos y tratar de alguna manera manipularlo para que nunca corten el cordón umbilical. Y tenemos que dejarlos ir. Y ese proceso requiere que tanto nosotros como ellos aprendan a llevarlo a cabo. Tensión constructiva.
Otro elemento que yo veo aquí es que María reconoce la adultez, la independencia y la autoridad de su hijo. Ella encuentra paz en reconocer que ya su hijo es un ser diferente a ella y que habita en otra dimensión.
Cuando ella dice, ‘haced todo lo que os dijere’, ella está reconociendo allí ciertos talentos y ciertos dones que tiene su hijo que ella no tiene nada que ver con eso. Llega un momento en que tenemos que reconocer que nuestros hijos ya son adultos y tratarlos como tal, aún cuando retenemos ciertos privilegios de padres. Hay que mantener un balance allí con respecto a eso. Llega un momento en que tenemos que decir, mira, ya este es un adulto.
Usted sabe que hay padres que dicen, yo, a mi hijo aunque se case y tenga nietos, si le tengo que dar su bofetada se la doy. ¿Usted ha oído eso de los padres viejos, de antes? Bueno, es lindo hasta cierto punto. Y yo creo que, que lindo cuando un joven o un adulto se somete a ese respeto, eso se ha perdido desgraciadamente y yo creo que la humanidad es mucho más pobre por esa falta de respeto así, de reverencia al hecho de que te parieron y te trajeron a la vida y eso les da unos derechos que tienen que nadie más los tiene y eso es maravilloso y eso es irrompible, no cambia.
Pero qué lindo es cuando el padre también dice, ok, mira, ya yo se que tu eres un individuo, tu eres un adulto, eres independiente y ahora vamos a establecer una relación diferente entre tu y yo y vamos a ser amigos, vamos a ser interlocutores, vamos a ser compañeros y vamos a tratarnos en una manera diferente, ya yo voy a ser ahora más bien un mentor para ti, y ahora yo tengo que dejar que tu matrimonio....
Cuantos padres estamos siempre mirando por encima de los hijos a ver cómo está el matrimonio y metiendo la cuchareta, y haciendo comentarios y criticando y diciendo, tu debieras hacer esto, y que lo otro. Mire, cuando ya, por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y serán una sola carne. Hay que respetar ciertas cosas que la adultez trae consigo.
Y María parece que representa muy bien esa actitud de respetar la autoridad y la adultez de su hijo. Otra cosa, yo veo aquí es que Jesús por su parte refleja una madurez saludable con respecto a su madre. Él refleja una madurez y una seguridad en sí mismo que yo creo que viene como resultado de ser Dios pero humanamente hablando también como resultado de que su padre y su madre han sabido cómo navegar el misterio que es ese ser con el cual ellos han convivido todos estos años.
Se ve en Jesús, el hombre que se ha individuado, el hombre que se ha hecho un individuo y que refleja cierta independencia saludable de la tutela paternal o maternal. Mire, con qué seguridad el Señor dice, mujer, mi tiempo. Y esa palabra mujer aquí no es despreciativa, es más bien una expresión hebrea que yo creo que era más bien de respeto a ella hasta cierto punto, pero que también refleja cierta autoridad. Si él hubiera dicho mamá, en ese mamá hubiera habido un autoridad también.
Él se mueve muy confiadamente, muy seguro de su llamado, muy seguro de la cronología de su ministerio, y sabe que en ese momento lo que su madre le pide no está adecuado con los planes que Dios tiene para su vida. Hay una independencia saludable que yo creo que es la meta que nosotros debemos apuntar para nuestros hijos, que llegue el día en que nuestros hijos nos amen, nos busquen, nos respeten, les guste estar con nosotros, pero que también sean independientes y puedan estar solos y hacerse su vida ellos. Muchas veces los padres creamos hijos dependientes y no les damos suficiente espacio para que vayan desarrollando, y esa jornada de creciente madurez e independización debemos nosotros como padres iniciarla poquito a poquito desde el primer día en que nacen de hecho, poco a poco irlos ayudando a reconocer su independencia y ayudarlos a habitar cómodamente dentro de su propia piel. Jesús refleja eso, el individuo que está seguro de sí mismo porque sus padres lo han ayudado a expresar esa seguridad.
Ahora, es interesante, aquí yo veo también que el problema surge cuando tratamos de hacer esto antes de tiempo. Ahora hablo a los hijos y a los jóvenes, como el caso del hijo pródigo y de tantos jóvenes de esta generación que muchas veces hoy en día la independencia se tira prematuramente y se crea rebeldía más bien, y los muchachos no quieren oír consejos de sus padres.
Oh, yo lo sé hacer. Esa es la respuesta. I know how to do it. Y entonces ¿saben qué? Eso crea juicio y condenación para los jóvenes. Yo creo que uno de los grandes problemas hoy en día de mucha juventud y van a pagar el precio, si Dios no mete su mano, cuando sean más adultos porque eso te sigue con la vida. Es la rebeldía y la falta de honra a los padres y yo creo que cuando un hijo honra a su padre y a su madre, lo obedece y juega un papel de bendecir a sus padres y de sujetarse a su tutela, ese hijo es bendecido y protegido por Dios. Cuando trata de independizarse prematuramente y no respeta las leyes que Dios ha establecido, hay una sombra que lo sigue toda su vida.
Honra a tu padre y a tu madre para que te vaya bien, dice la palabra y para que seas de largos días. Eso es un mandamiento pero también es una advertencia. Si no lo haces, no te va a ir bien. Así es importante.
Pero el Señor muestra esa individuación en su tiempo. Ahora, añado de nuevo esto mismo, que otra cosa que yo veo aquí, en sexto lugar, es que Jesús complace y honra a su madre aunque no está plenamente en sincronía con ella. Ese no era el momento que él quería hacer un milagro tan notorio y tan resaltante como ese, pero se lo aclara y ¿qué hace? Finalmente reconoce, mira, es mamá cómo le puedo decir que no. Y condesciende con ella.
Y para mí eso es verdaderamente honrar a nuestros padres y autoridades, complacerlos y escucharlos aunque a veces no estemos de acuerdo con ellos. Esa es la verdadera sujeción y la verdadera armonía. Yo veo mucha gente que solo respetan a sus autoridades cuando ellas están de acuerdo con ellos, pero cuando no están de acuerdo entonces ahí como que pierden la relación de autoridad.
El Señor Jesucristo decía, ¿por qué me dicen Señor, Señor y no hacen lo que yo les digo? Yo tengo una pequeña heridita que siempre me está sangrando un poquito, porque yo veo eso que muchas veces en este tiempo la gente quiere mentores, la gente quiere pastores, pero muchas veces no quieren sujetarse a ellos, y nos sujetamos a nuestros pastores, autoridades, mentores, solamente cuando estamos de acuerdo con ellos. Yo creo que a través de toda la historia yo he visto siempre que el mentor, el pastor, la autoridad espiritual se le acata su enseñanza, ese es el privilegio de una relación de mentoría o de tutela espiritual donde uno se sujeta, uno complace, uno honra al tutor, uno muchas veces pone en paréntesis sus propias ideas y cosas porque es tu tutor, es tu mentor, es tu pastor, y Dios bendice eso, siempre y cuando haya una relación de opresión o de explotación o de manipulación de parte del tutor. Pero si tu mentor, tu pastor, tu autoridad, tu anciano, tu madre, tu padre reflejan una sana autoridad sujétate a ellos y Dios te bendecirá a la larga.
El gran problema de esta generación moderna es eso, hemos perdido el concepto de autoridad y de honrar a nuestras autoridades. El Señor aquí honra a su madre aunque no está plenamente de acuerdo con el ritmo que ella le establece.
Ya voy terminando. En séptimo lugar, María se sujeta por su parte a la autoridad de su hijo y reconoce sus aptitudes y talentos. Saben, no hay nada de mala con que usted de vez en cuando se sujete a su hijo o a su hija, eso es lo maravilloso de la familia. Así como no hay nada malo de que un esposo se sujete a su esposa en muchas ocasiones. La Biblia habla de sujetaos los unos a los otros, cuando tu esposa tiene razón, sujétese a su razón, no te sujetes a ella, pero sujétate a la razón que ella representa. Cuando tu hijo tiene razón, sujétate a la razón que él representa, no te sujetes a tu hijo si acaso, pero sujétate a la verdad que él encarna.
Hay que sujetarse a la verdad venga de donde venga, de un asno, si viene de un asno usted se sujeta a esa autoridad también. Entonces, ella se deja guiar por la sabiduría del hijo. “Haced todo lo que él os mande”. Hay un momento en que nuestros hijos comienzan a manifestar destrezas y conocimiento que nosotros no tenemos. Y debemos aprender a escucharlos y ser humildes en esas ocasiones.
Cuando los hijos van creciendo llega un momento en que casi hay ocasiones en que la relación se invierte y los hijos a fuerza de estudiar, de tener contacto con un mundo mucho más amplio, de enriquecerse intelectualmente, de tener una plenitud de vida mayor que la que nosotros, que nos movemos en un ámbito más limitado tenemos, se conviertes a veces en nuestros educadores, o a veces revelan cosas que nosotros no sabemos y nosotros tenemos que aprender a celebrar eso y bendecirlos y aprender de ellos de darle gracias a Dios de que hemos producido seres que ahora nos pueden enseñar a nosotros.
Y qué lindo es cuando puede haber ese sujetarse mutuamente y bendecirnos mutuamente y así bendecimos a nuestros hijos y los afirmamos en sus dones, en sus destrezas también, en su crecimiento y su proceso de maduración. Al hacer esto los bendecimos y afirmamos y les damos permiso para avanzar en el proceso de la maduración y la seguridad personal.
Nuestros hijos a veces son muy inseguros y se sienten bendecidos cuando sus padres los afirman y les dicen, guau, mira yo nunca lo había visto de esa manera. Gracias por dejármelo saber. Y de esa forma usted también los está bendiciendo a ellos.
Dos cositas más, número ocho, yo veo entre Jesús y María un balance de independencia e intimidad, como señalé antes. No hay lo que los psicólogos llaman enmarañamiento, ni hay como dependencia entre ellos. Hay una intimidad de madre e hijo, muy linda, pero también hay una independencia, como dicen por ahí, están juntos pero revueltos.
Miren como yo veo esto aquí, en el versículo 1 y 2 dice, “... al tercer día se hicieron una bodas en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús, pero dice, y fueron también invitados a las bodas, Jesús y sus discípulos....”
Ellos llegaron allí y se encontraron. La mamá estaba allí y Jesús llega a la boda con su grupo de seguidores, que son sus discípulos, ahora él es rabino ya, exitoso, influyente, que tiene sus discípulos y él llega a la boda y se encuentra allí con su madre, comparten un evento, comparten un espacio, comparten un proceso muy íntimo, pero también cada uno está allí en calidad independiente. Y eso es tan importante, hermanos, en las familias. Hay familias enmarañadas donde los hijos crecen pero no se dibujan claramente las fronteras, boundaries.
Yo, creo que he aludido antes a una familia que me señalaron una vez que el hijo, cuando se casó se mudó al otro lado del patio de donde vivía la mamá, y su ropa la lavaba la mamá, y allí era que él iba a cambiarse. Y allá comía también. Yo me imagino esa pobre mujer cómo se habrá sentido. What am I, chop liver? Como dicen en inglés y eso es enmarañamiento, hay padres y madres que a veces no soltamos a nuestros hijos y nos aseguramos de tirarles unos lazos mágicos, transparentes, que no se ven pero son muy fuertes porque no se ven precisamente, y les prevenimos, les impedimos a ellos entrar en su plena manifestación personal.
Jesús anda con sus discípulos, ya ejerce su ministerio, es un profesional exitoso, por así decirlo, pero aún así tienen comunicación, cooperan en una causa común, dialogan y se relacionan mutuamente y mantienen una linda relación de madre e hijo.
Yo doy gracias al Señor porque mi madre nunca nos puso lazos, fue totalmente independiente. Nosotros teníamos que obligarla a que se quedara con nosotros. Marina porque ella, decía, yo no quiero ser carga y celebramos ese hecho de una madre que siempre supo.... hay que respetar barreras, hay que respetar linderos y sabios es el padre o la madre que siempre está observando para mantener ese balance y darle al hijo, o a la hija la libertad que necesita para encontrar su destino y encontrar su personalidad, como hizo el padre sabio cuando el hijo pródigo le dijo, mira, dame esto. Él dijo, está bien hijo, aquí está, vamos a ver, adelante en tu proceso y hablaremos al final de él.
Finalmente, digan todos, gracias Señor. Finalmente, como resultado de la actitud sabia de Jesús, este es el desenlace de este drama, hacia su madre, él la honra, la escucha, la complace, y la actitud de María hacia Jesús, lo respeta, le da su lugar, respeta linderos y barreras, hay un bendición para todo el mundo. La comunidad entera es bendecida.
Eso es lo que pasa cuando hay familias sanas. Y por eso es que hay que aprender estas cosas, hay que estudiar, hay que aprovechar oportunidades así porque no solamente nuestras familias son bendecidas, no solamente nosotros somos bendecidos al tener una familia que nos trae gozo y orgullo y bendición y proceso de crecimiento porque ahí aprendieron mucho ambos, yo creo, en ese proceso y hubo bendición, sino que la comunidad entera, la comunidad latina necesita familias sanas, las iglesias necesitan familias.
María sale honrada de todo el proceso, respetó su lugar y en vez de salir empobrecida, sale honrada y brillando como el oro. Digo, sale tan honrada, hermanos, que los católicos han visto en este evento, yo creo que personalmente, más de lo que deben ver, y han hecho de todo esto la base para la obra intercesora de María, que vino ante su hijo a interceder para que hiciera un favor y de ahí se ha construido toda una teología, me parece a mí, injustificadamente, pero respeto diferencias en ese sentido. Pero es evidente que el Señor respetó a su madre, y que su madre tenía un lugar especial en el corazón de su hijo. Eso es innegable y ella sale de allí honrada.
Me imagino que ese ramo de flores se lo ganó, se lo mandó esa pareja a María después. Gracias por habernos librado de la situación embarazosa. Por otra parte Jesús también es bendecido porque miren dice aquí que al final del proceso él manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él. Hubo avance para el reino y hubo avance, por así decirlo para el ministerio de Jesús también.
Cuando un hijo honra a su madre, cuando un hijo le concede su lugar al padre o a la madre y se sujeta a la autoridad y aunque tenga fuerza y autoridad y dinero y riqueza y todo lo demás, influencia, cuando honra a su padre y a su madre hay bendición y prosperidad y avance para su vida.
Y finalmente una familia también es librada de la vergüenza, una gran vergüenza hubiera sido para esa familia si no hubiera habido allí una relación sana y un acceso de comunicación adecuado entre madre e hijo. Y finalmente millones de personas como nosotros hoy han sido bendecidos a través de la historia por este hermoso relato de las bodas de Caná.
Que el Señor bendiga su palabra. Felicitamos a nuestras madres. Las bendecimos en el nombre del Señor y les damos gracias a Dios por sus vidas, y pedimos que el Señor cada día nos ayude como familias a ejemplificar estos valores hermosos del Reino de Dios. vamos a ponernos de pie y considerémonos todos instruidos, el primero que es instruido soy yo. Yo quisiera tener a mi padre y a mi madre, hoy en día conmigo para poder poner en práctica algo de estas hermosas enseñanzas. Si usted los tiene aproveche.
Ahora, si hay una tía por allí o un abuelo o un hermano mayor que ha bendecido su vida o alguien que ha tenido una influencia especial en su vida, mire, hónrelo, respételo, bendígalo, muéstrele preferencia y usted también será bendecido. Y con nuestros hijos seamos también sabios, no los provoquemos a ira, no abusemos de nuestra autoridad, no los tratemos como objetos, son interlocutores, son amigos también y que el Señor nos ayude a todos nosotros.
Padre, gracias por las sabiduría que encierra tu palabra en esta mañana Señor pedimos que tu nos llenes con tu doble porción y que estas verdades, Señor, que hemos recibido se graben en nuestros corazones, permítenos tener familias saludables, Señor, ser padres sabios que entendamos el misterio que representan nuestros hijos, padre, que sepamos cuándo echarnos a un lado y dejar que tu les tomes la mano y nosotros simplemente ir detrás de ti entonces, observando y participando en el misterio de otro ser que se une a la vida individual, Señor, y gracias porque en tu palabra hay gran sabiduría y consejo para todos nosotros. Gracias por nuestras madres de nuevo te damos Señor y las bendecimos en este día en el nombre poderoso de Jesús, amen y amen. Que el Señor les bendiga, hermanos, que su gracia sea con todos ustedes. Amen.
Tenemos libertad o es libertinaje?
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Hace muchos años cuando yo comenzaba mi ministerio Dios me llevó a inquietarme acerca del área de la guerra espiritual y la liberación de cómo yo como pastor podía ayudar a mi pueblo a liberarse de las cadenas y los ataques del enemigo. Esa es una dimensión de la vida cristiana y yo entendía que esa era una dimensión para mi pastorado también. Así como está la predicación y la administración y todas las demás cosas, entendía que esa dimensión de buscar la liberación de mi pueblo y de entender el aspecto demoníaco y el mal en su mover en el mundo y en la iglesia era importante para mi entrenamiento como pastor. Y Dios me guió hacia dos personas, el Dr Ed Murphy que escribió un volumen muy conocido que se llama “El manual de guerra espiritual” y los escritos del Dr Neil Anderson que lleva mucho tiempo en el ministerio y ha escrito decenas de libros literalmente que han circulado por todo el mundo enseñando e instruyendo a la iglesia en el área de guerra espiritual, de consejería, de liberación espiritual y todas estas cosas que son tan importantes.
Y su ministerio es muy amplio, muy variado, muy multifacético y esta semana lo tuvimos aquí con nosotros y ha sido una gran bendición. Yo nunca pensé que lo íbamos a tener en nuestra iglesia porque es un hombre que está en mucha demanda en EEUU y en otros países del mundo también, pero gloria a Dios, hemos tenido un fin de semana preciosos y ahora tenemos el privilegio de tenerlo con nosotros. Denle un gran aplauso de bienvenida al Dr Neil Anderson.
Buenas tardes. Es un gozo estar de nuevo con ustedes. Estuve aquí en Boston cuando estaba en la marina en el año 1963 y fue desgraciadamente el peor año de toda mi vida. Pero esta ha sido una buena visita. Puedo sentir el buen espíritu que hay en esta iglesia y creo que tiene que ver algo con este hombre y su esposa.
Hace muchos años el Dr George Barna hizo unas encuestas acerca del legalismo en las iglesias y nos sorprendió los descubrimientos que él hizo. El legalismo está vivo y coleando en este país. No necesariamente que se enseña pero es la manera en que todavía mucha gente se relaciona con Dios. Dime lo que está bien y lo que está mal, yo trataré de hacer lo que está correcto y cuando no lo haga pues corrígeme. Pero ¿saben qué? Nosotros no queremos vivir por la ley, porque la ley mata pero el espíritu vivifica. Y en muchas maneras yo creo que hay mucha gente que le gustaría vivir por la ley pero ¿sabes qué? Te estás robando de tu libertad que tienes en Cristo Jesús y yo veo muchas de las cosas que está haciendo la iglesia en respuesta a todo lo que está mal en esta sociedad y cultura. La gente está tomando droga, pues entonces ¿qué hacemos? Predicamos en contra de eso; el alcohol y entonces predicamos en contra de eso también. Y predicamos contra el divorcio y citamos del Antiguo Testamento, Dios odia el divorcio y es verdad pero también odia muchas veces la persona que se divorcia. Y nunca debemos olvidar eso pero cómo está eso funcionando, nunca ha funcionado y nunca funcionará esta ley de legalismo.
Ahora, cuando uno camina por el espíritu uno entonces no ejecuta los deseos de la carne. Y en esta tarde yo quiero hablar acerca de cómo caminar en el espíritu. Si tienen su Biblia vamos a Gálatas, Capítulo 5 16 al 18.
Dice la palabra aquí: “... Digo pues, andad en el espíritu y no satisfagáis los deseos de la carne porque el deseo de la carne es contra el espíritu y el del espíritu es contra la carne, y estos se oponen entre sí para que no hagáis lo que quisiereis pero si sois guiados por el espíritu no estáis bajo la ley....”
Y ahora la pregunta es, cómo camina y vive uno en el espíritu y aquí hay un problema. Muchas veces respondemos a esta pregunta dándole tres pasos y una fórmula, y si yo hiciera eso estaría poniéndole otra vez bajo la ley. El espíritu no es una cosa, sino que es una persona, es un él. Y esto no es un problema nuevo.
Nicodemo se acercó a Jesús una noche y le preguntó a Jesús cómo podía él recibir la vida eterna. Y Jesús le contestó, bueno, tienes que nacer de nuevo. ¿Nacer de nuevo? ¿Cómo puede un hombre entrar de nuevo en la matriz de su madre? Y el Señor le responde, ¿y tu siendo un escriba, un maestro de ley no entiendes cosas como estas? Estoy hablando, dice Jesús, acerca del espíritu. El espíritu es como el viento, sopla por donde quiere.
Lo que el Señor está diciendo, yo pienso, es que debemos tomar los remos de nuestro bote y levantar la vela. Y me gusta esa idea de lo que quiere decir eso de estar movidos por el viento de Dios e ir donde el viento nos lleva. Y en realidad se nos pasaje más bien lo que no es caminar en el espíritu, pero eso nos ayuda un poco porque nos da dos parámetros dentro de los cuales podemos vivir.
Así que primeramente dos cosas que no es caminar en el espíritu. Caminar en el espíritu no quiere decir libertinaje. Libertinaje es simplemente descuidar completamente las reglas, las leyes morales. Cuando yo era un muchachito ir a la iglesia era como ir a un asado de perros calientes. Uno o lo volteaba o se quemaban. Y uno esperaba ir a la iglesia y recibir su dosis regular de culpabilidad y acusación. Y uno le pedía al predicador que le tirara toda la ley y si no pues entonces, no le echaba el dinero en el plato de la ofrenda.
Y entonces vino el movimiento del pueblo de Jesús en los años 60, los hippies cristianos, es como que de momento descubrieron el amor de Dios entonces era cuestión a más de fluir en el espíritu, todo era muy místico, hacer lo que a uno le diera la gana, fumarse un pitillo de marihuana. Pero en realidad era todo lo contrario, la Biblia dice que cuando uno vive en el espíritu uno no lleva a cabo los deseos de la carne, uno no va a hacer lo que le da la gana.
Yo recuerdo cuando comencé apenas el ministerio, vivíamos cerca de una familia católica y yo siempre estaba buscando una oportunidad de compartir el amor de Jesús con ellos y ese hombre tenía una cantidad de hijos y el mayor de ellos siempre cuidaba a nuestros dos hijos pequeños. Y un domingo en la noche finalmente llegó mi oportunidad. Diez de la noche ella viene y toca mi puerta, y me dice, se me olvidó preguntarte, puedes venir, me dijo ella, a mi clase de religión en San Antonio, mi iglesia, y hablarnos acerca del protestantismo, y yo le dije, bueno, voy a orar acerca de esto.
Inmediatamente le dije, creo que sí puedo ir. Y el martes por la mañana fui a esta escuela católica y ahí conocí al Monseñor y le dije, le aclaré yo no vengo aquí a representar mal el catolicismo así que siéntase libre para corregirme si cometo algún error. Así que yo comencé con la historia de la iglesia, la Reforma, la justificación por fe que son cosas del protestantismo, les hablé cómo nuestra creencia es que toda persona puede tener una relación personal con el Dios viviente, les di un tratado a cada uno de hecho y entonces abrí la clase a discusión. Y había ahí un tipo muy listo sentado allá atrás en el último banco, él tenía un jacket con el logo de la escuela, y me preguntó, ¿tienen ustedes muchas prohibiciones en su religión? Yo dije, bueno yo no creo que tengo nada que diga que Dios no hace, por lo menos creo que no.
Pero en realidad no me estás preguntando esto, en realidad estás preguntando, ¿tienen ustedes libertad? Y entonces él dijo, bueno, está bien, ¿tienen ustedes libertad? Y yo le dije, claro que sí, yo puedo hacer lo que me dé la gana. Pregunté, bueno ¿por qué no? Yo le pregunté, ¿no podría yo ahora mismo tomar una piedra y romper un vidrio con ella si me da la gana? ¿Pero si hiciera eso no tendría que siempre estar mirando por detrás a ver si alguien me va a atrapar y me va a llevar a la cárcel? Yo supongo que tengo libertad para decir una mentira si quiero, pero entonces tendría que recordar a quién le dije la mentira y en qué consistía la mentira. ¿Tu te recuerdas de esos días? ¿Todavía estás metido en esto?
Ven ustedes, la libertad no quiere decir simplemente la habilidad para ejercer una opción o un derecho sino que más bien está relacionado con las consecuencias de esas decisiones que hacemos. Yo digo, Dios me ha dado la libertad para hacer todo tipo de decisiones y que yo puedo vivir con la libertad que él compró para mí en la cruz del calvario. Y entonces le pregunté, ¿de paso, estás tu libre? Y entonces en ese momento sonó la campana y todos se desperdigaron. Y entonces llega el Monseñor, se acerca a mí y me dice, guau, estuvo tremendo lo que dijiste. Y yo le quería preguntar, bueno ¿cuál parte de lo que dije?
Quiero decirles en otras palabras que sea lo que sea caminar en el espíritu no quiere decir caminar en libertinaje. Pero tampoco es legalismo. Cuando uno es guiado por el espíritu uno no está bajo la ley. Ahora, déjenme decirles, no hay nadie en este lugar ahora mismo más comprometido que yo en ayudar a la gente a vivir una vida justa y piadosa, y correcta delante de Dios pero si tu crees que la respuesta a ese reto es vivir bajo la ley, hay 3 cosas que tu necesitas saber conforme a las Escrituras.
Vayamos otra vez a Gálatas en el Capítulo 3 y miremos el versículo 10 donde dice:
“... porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición pues escrito está maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley para hacerlas....”
Así que si tu tratas de vivir solamente conforme a la ley te vas a sentir maldecido todo el tiempo porque Pablo dice si eres culpable de un solo punto de la ley te haces culpable de toda la ley. Cuando tu tratas de vivir una vida justa conforme a la ley vas a ser una persona obsesionada, un perfeccionista compulsivo y nunca vas a poder conseguirlo. Vas a ser una plaga para ti mismo y para toda la gente alrededor de ti.
Y notemos lo que sigue en Gálatas 3 en los versículos 11 al 14, dice aquí:
“... y que por la ley ninguno se justifica para con Dios es evidente porque el justo por la fe vivirá y la ley no es de fe sino el que hiciere estas cosas vivirá por ellas. Cristo nos redimió de la maldición de la ley hecho por nosotros maldición, porque está escrito, maldito todo el que es colgado en un madero para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del espíritu....”
Saben ustedes lo que dice aquí es muy interesante porque dice que el hecho de que nadie es justificado por la ley se hace evidente. Y yo lo creo así, pero entonces ¿por qué hay ese tipo de maldición debajo de la ley? ¿Cuántos hacemos nosotros continuamente que está basado en una ley o en un principio que nos obligaría a responder en obediencia a diferencia de las cosas que hacemos basados en un concepto de vida que me obligaría a responder más bien por fe conforme a lo que Dios dijo que es verdad en la Escritura y entonces poder vivir bajo el poder de Dios en vez de estar ejecutando los deseos de la carne?
Lo primero se refiere a vivir bajo la ley, y lo segundo a vivir bajo la gracia. no solamente somos salvos por fe sino que también somos santificados por fe. Uno vive por fe, uno camina por fe. Porque Dios lo vio como fiel, lo encontró fiel Dios puso a Pablo en el servicio cristiano. La manera por la cual nosotros vivimos como cristianos es por fe en el poder de Dios. ese es el nuevo pacto.
Y saben algo, es muy difícil de debajo del yugo de la ley y si tu vives bajo la ley continuamente eso va a funcionar como si fuera una maldición, continuamente te vas a estar sintiendo culpable. Y la ley era simplemente como un preparatorio, un maestro difícil cuya función era prepararnos para recibir la enseñanza de vida de Cristo Jesús.
El Capítulo 3 en el versículo 21 de Gálatas señala este punto donde dice:
“...luego ¿la ley es contraria a las promesas de Dios? En ninguna manera, porque si la ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley...”
¿Saben, hermanos? La ley no tiene poder para dar vida. Escuchen, cristianos, somos siervos de un nuevo pacto porque la ley mata pero el espíritu da vida. Déjenme poner esto en una manera práctica. Decirle a la gente simplemente que lo que están haciendo es equivocaba no le va a dar nunca a las personas el poder para dejar de hacer lo que están haciendo pecaminoso. Y ese concepto es muy bellamente ilustrado en un texto, en una historia que apareció en un periódico, Los tiempos de Los Ángeles.
En esta historia el estado comisiona a una señora para ir a visita diferentes escuelas para que esta mujer diera clases sobre sexo seguro, es decir que no llevara a embarazos, y esto no se trataba de un programa cristiano pero ella era una experta de parte del estado sobre este tema. Y la idea era, bueno si se le enseña a estos jóvenes acerca del sexo seguro supuestamente, pues todos van a practicar sexo seguro. Pero ella misma tenía un problema muy serio de obesidad y esta mujer había leído una cantidad de libros sobre nutrición, sobre dietas, sobre ejercicios y ella hubiera podido hacer conferencias sobre estos tópicos de dieta, etc, también perfectamente, era un experta. Pero aún conociendo todas esas cosas sobre dieta y ejercicios, no le impedía comerse una segunda porción de pastel ese día.
Y yo pensé, esa admisión no solamente es honesta sino que es iluminadora también. Aquí tienes una persona que se supone que sea un adulto madura, ella sabía lo que era correcto y lo que era incorrecto y sin embargo ella misma no podía llevar a cabo eso. ¿Y cómo espera uno que los jóvenes mismos también lo hagan? Buen punto, ¿verdad?
Recuerdan ustedes el programa “dare” hace diez años en este país, simplemente di no. ¿Funcionó esto? No, simplemente abandonaron el programa y simplemente se puso la cosa peor. Así que el segundo problema de vivir bajo la ley es simplemente es que no tiene poder la ley para dar vida.
Y todavía más revelador tenemos un tercer punto. Busquemos allí en Romanos, Capítulo 7, versículo 5. dice:
“.... porque mientras estábamos en la carne las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte...”
Vemos aquí que la ley lo que hizo fue despertar las pasiones pecaminosas. Miremos aquí en el versículo 8, dice:
“...más el pecado tomando ocasión por el mandamiento produjo en mí toda codicia porque sin la ley el pecado está muerto....”
¿Entienden lo que está diciendo esto? En realidad la ley lo que tiene es la capacidad para estimular precisamente aquello que se supone que prohíba e impida. ¿No les parece cierto? Pues dígale a su hijo, mira no puedes ir allí pero puedes ir allí. En el momento en que usted dice eso, ¿dónde cree que quiere ir el niño? Allá precisamente donde usted le dijo que no fuera. Probablemente ni siquiera quería ir allí antes, es como la pintura que está mojada todavía.
Yo recuerdo una escuela donde siempre ponían una lista de las películas que los muchachos no podían ver, que se suponía que no vieran. Y esas eran las buenas películas. Y los muchachos enseguida copiaban la lista para ir a ver esas precisamente. ¿Por qué es que la fruta prohibida siempre es la más atractiva? Yo no estoy seguro, pero definitivamente no es un concepto nuevo. El Señor le dijo, puedes comer de cualquier árbol en el jardín pero ese, no puedes comer de él. ¿Por qué no?
¿Saben ustedes? Mucho de lo que Pablo está escribiendo y exponiendo es acerca de lo que es pecaminoso. No, no está diciendo que la ley sea pecaminosa, todo lo contrario, la ley es lo que hace que el universo que Dios creó funcione, la ley es necesaria. En otras palabras, recuerden esto, que los mandamientos de Dios no son restrictivos, no es para prohibir sino para proteger. Pero lo que constituía una ley en el pacto antiguo se hace ahora una promesa en el nuevo pacto en Cristo Jesús si uno camina por el espíritu.
Dice entonces, cuando uno camina por el espíritu no matará, no robará, no matará, lo que sea. Ahora, recuerden nosotros estamos bajo un nuevo pacto. Si no es entonces libertinaje y no es legalismo, de qué estamos hablando, entonces. Es libertad; donde está el espíritu del Señor hay libertad.
Ahora vayamos a Gálatas de nuevo Capítulo 5. esos 3 versículos son un resumen de todo el Capítulo. Busquemos Gálatas 5 versículos 1 y 2, dice allí:
“... estad pues firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud. He aquí, yo Pablo, os digo que os circuncidáis de nada os aprovechará Cristo y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida que está obligado a guardar toda la ley...”
No regreses a la ley. Busquemos ahí en el versículo 13, Gálatas 5, dice allí:
“...porque vosotros hermanos, a libertad fuisteis llamados, solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne sino servios por amor los unos a los otros....·”
No se trata tanto ni de libertinaje, ni de legalismo, sino de libertad. Ahora, yo admito que el camino es estrecho y que estamos ascendiendo en esa montaña de Dios. Imagínese que el camino es estrecho y que delante de usted hay una iglesia en ese camino y que aquí hay un precipicio bien alto, demasiado alto para ascender y demasiado hondo para saltar por él, y aquí al otro lado lo que hay es un fuego forestal terrible y detrás de usted hay un león, ¿por dónde caminaría usted? Inmediatamente yo iría directamente hacia la iglesia.
¿Saben ustedes? Mi santuario, mi protección es en Cristo Jesús. Cuando tu fijas tus ojos en Jesús, dice la Biblia el consumador de nuestra fe camina con fe conforme a lo que él declara que es verdadero, entonces en Cristo Jesús encontraremos todo el santuario y la protección que necesitamos. Pero aquí siempre tenemos una opción a la derecha, simplemente lánzate y tírate por el precipicio. ¿Puedes imaginarte el gran gozo, la gran excitación que uno siente saltando? Simplemente saltando por el aire. Es como la ilustración del hombre que se cayó del edificio Empire State, y cuando iba cayendo se le escuchó decir ‘por ahora todo está bien’. Pero hay serias consecuencias cuando se toma esa opción, como ese pare súbito al final del camino.
Ven ustedes, esa es la naturaleza de vida de tentación y de libertinaje. Si no fuera atractivo no sentiría tentación. ¿Cuántos se sintieron tentados a comer espinaca esta mañana? Vamos a ver. Recuerdan en los años 60 todo el mundo decía, hey, sexo libre. ¿En realidad era libre? Saben ustedes el costo en términos de vida es absolutamente abrumador, si la tendencia continúa para el año 2020, 80 millones de personas morirán de Sida, probablemente la enfermedad más incurable que existe actualmente, y por mucho la que más se puede evitar de todas. Mañana mismo podríamos detenerla completamente. Solamente abstente. Es todo lo que hay que hacer, deja de usar drogas, no lo podemos hacer. Es más, cuando llega el congreso mundial del Sida ni siquiera esa opción se presentará de abstinencia, no la usarán los hombres seculares.
Y aquí tenemos otra opción, a la izquierda. Simplemente quémate, bebito, quémate. Y aquí está el legalismo, no, fuego y azufre. Y lo que es interesante, es que el diablo siempre comienza como un tentador. Camina, sabes que lo quieres hacer, anda. Todo el mundo lo está haciendo y tu te vas a escapar con ellos. Así que hazlo. Y entonces el diablo cambia su rol inmediatamente y entonces se convierte en, de tentador a acusador. Y entonces uno descubre tarde que te han atrapado, te han engañado.
Ahora, ¿qué queremos decir, qué dice la Biblia con libertad? Bueno, uno camina por el espíritu. Ahora, eso quiere decir, implica dos cosas, dos cosas que no es la libertad. No quiere decir siéntate o corre. ¿Cuál es el gran error evangélico? Corre. Mira todas las cosas que hemos hecho. Fuimos allí, fuimos aquí, hicimos esto, hicimos lo otro. Pero en realidad, ¿cuánto fruto permanece de todo ese activismo? Uno no mide la espiritualidad por simplemente por cuánto se hace sino por el fruto que deja. Si el diablo no te puede hacer inmoral, simplemente te hará ocupado, te meterá en muchas cosas que tienes que hacer.
¿Recuerdan Isaías Capítulo 40? Los jóvenes vigorosos y fuertes tropiezan malamente, sin embargo esos que esperan en el Señor levantarán altas como las águilas, correrán y no se cansarán. Y la otra opción es simplemente sentarse ahí y poner una mala cara, deprimirse, y poner una cara de santidad falsa. Y es una buena pregunta, interesante. ¿Cuánto en realidad se lleva a cabo en esta era de la iglesia cuando tratamos de hacer las cosas por nosotros mismos? ¿Saben qué? Nada, aparte de Cristo no podemos hacer absolutamente nada. ¿Cuánto en realidad se hace por otra parte cuando simplemente nos sentamos a esperar que Dios lo haga todo? Nada.
¿Saben? Nosotros podemos tener el privilegio de echarle agua a la mata pero el que da el crecimiento, dice la palabra, es Dios, ahora, por otra parte si uno le echa agua a la mata pues nada crece tampoco. Dios prometió hacer conocer su sabiduría a través de la iglesia.
Una historia, había un pastor que tenía un hábito de hacer jardinería y uno de sus ancianos, de sus diáconos viejos llegó a visitarlo un día. Y le dijo, guau, el Señor te ha dado un jardín precioso, y el pastor le dijo, bueno, ojalá lo hubieras visto cuando Dios lo tenía él solo, era un desastre. Y es verdad, ¿no?
busca allí en Mateo Capítulo 11, y aquí tenemos una imagen que nos dejó el Señor Jesucristo, el versículo 28 hasta el final dice:
“..Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados y yo os haré descansar, llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón y hallaréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es fácil y ligera mi carga....”
Esa es la más hermosa invitación que hay en toda la Biblia. Él no dijo, vengan a esta gran iglesia, o vengan a una de las conferencias mías, sino él dijo ven a mí, a mi presencia, toma mi yugo sobre tu persona, oh, uno dice, yo no necesito otro yugo más. Saben que, tu no te puedes poner este yugo de Jesús encima, a menos que no te quites todos los otros yugos. Y en el contexto de aquí, de este pasaje, lo que vas a estar echando abajo, el yugo que vas a estar tirando es el yugo del legalismo y vas a aprender de Jesús, y vas a encontrar descanso para tu alma.
¿Cuántos les gustaría tener descanso? Yo estoy seguro que a todos les gustaría. Ahora, yo soy un antiguo granjero, un muchacho de granja, mi papá comenzó a ser granjero cuando se usaban los caballos y yo aprendí mucho acerca de los caballos y la imagen que usa Jesús aquí era del tiempo cuando se hacía agricultura usando bueyes. Ahora, imagínense la imagen que el Señor está proveyendo aquí en este llamado. Un yugo es ese pedazo de madera bien pesado que uno pone encima de un buey. ¿Y cuán bien funciona ese yugo si solamente hay un solo buey? No funciona en absoluto. Sería mucho mejor si uno no lo tiene sencillamente. Solamente un yugo funciona cuando hay dos bueyes juntos y los dos están jalando en la misma dirección. Ahora, lo que hacían en aquellos tiempos es que se tomaba un viejo buey, un buey veterano que había aprendido obediencia de todos los palos que le habían dado, de hecho que eso es lo que se dice de Jesucristo que padeció, y el Señor sabía cómo caminar, y entonces a ese buey viejo y experimentado se le ponía al lado de un buey más joven y con mucho brío esperando que el buey más joven indisciplinado aprendiera del buey más viejo. ¿Y qué creen ustedes que se sentiría tentado a hacer el buey joven y lleno de brío? Dice, hey, papá estás yendo demasiado lento, acelera. Yo me voy a mandar enseguida a correr. Y lo que le pasaría a ese jovencito buey es que recibiría un gran dolor en el cuello. Dice la Biblia que aunque los jóvenes flaqueen y caen. Un día el buey joven diría, hey, hoy no voy a trabajar. Hey, la vida sigue, muchas veces nos sentimos tentados a ir de izquierda a la derecha, si ese joven buey es inteligente verdaderamente lo que va a hacer es que se va a dar cuenta de que ese viejo buey sabe cómo caminar, ¿saben qué diría? Hm, yo quiero aprender el buey viejo, y entonces aprendería a tomar un día a la vez. Aprendería acerca de las relaciones y las prioridades que hay en las relaciones, aprendería a caminar con Dios.
Cuando mi esposa y yo nos casamos estaba encinta con nuestro primer hijo, y nosotros compramos nuestro primer perrito, una mascota preciosa para nuestros hijos. Así que por 12 años tuvieron este perrito, un poodle, muy lindo y de momento murió y eso fue un trauma terrible para los muchachos y yo estaba tratando, eforzándome por ser un buen padre en este momento, así que inmediatamente fui, ¿qué hice? Compré otro perrito. Estoy hablando de un matrimonio que está rebotando por segunda vez ahora. Y ese segundo perrito era la cosa más neurótica que usted se podría imaginar. Yo creo que le abrieron la puerta pensando que se querían soltarlo y que se desapareciera de su vida y nunca se fue el perrito esto.
Por alguna razón a mi hijo le encantaba el bendito perrito este y en nuestra ciudad, de paso, tenía una clase de obediencia canina para los perros, diez lecciones de obediencia por 25 dólares para los perros desobedientes, dice traiga una cadena de esas para jalarle el cuello. Así que yo mandé a mi hijo con el perrito a la escuela de obediencia. y en dos semanas el perrito había entrenado perfectamente a mi hijo y simplemente se dio por vencido mi hijito. Y un día yo dije, ¿saben qué? Yo voy a coger este perrito y lo voy a llevar a caminar. No voy a dejar que me jale, no voy a correr, voy a caminar, y yo soy el dueño, y yo sé exactamente a dónde quiero ir. Yo amarré ese perrito, le puse la cadena e inmediatamente que salimos por la puerta de enfrente esa caminata supuestamente, el perrito se estaba estrangulando, o a veces quería estar oliendo algo bien sucio y feo por allí o una flor o lo que fuera. Y yo simplemente seguía caminando y eso era un problema, o muchas veces se amarraba alrededor de una columna. Pero yo estaba determinado, yo soy el señor, yo soy el dueño y yo simplemente seguía caminando. Y ahora usted me preguntará, ¿aprendió finalmente la lección cómo caminar ese perrito estúpido? Nunca aprendió.
Y hay muchos cristianos que tampoco han aprendido. Algunos simplemente siguen y terminan quemándose y otros se van a la izquierda o a la derecha y simplemente desaparecen del mapa. Y aún si ese es el caso de tu vida, si me estás escuchando todavía hay algo que puedes hacer, puedes escuchar, atender. Dice el Señor, venid a mí. Yo te creé. Yo sé cómo debes caminar, yo conozco el camino. Así que uno camina en el espíritu pero uno también es llevado, dirigido por el espíritu. Ahora, ser dirigido quiere decir que no te están empujando. Neil tienes que decidir ahora mismo. Bueno, ok, no. ¿Por qué no? Porque la guianza, la dirección de Dios no llega a nuestra vida de esa manera compulsiva, mandatoria. La dirección de Dios puede que llegue súbitamente pero solamente para aquellos que están preparados espiritualmente. Quién sabe si alguien te está posiblemente empujando a que hagas una decisión rápida y súbita sin tener tiempo para reflexionar y orar, ¿sabes qué? Retírate, no lo hagas, eso no es Dios hablando.
Pentecostés vino súbitamente pero cuántos días de preparación en oración y espera precedieron ese momento súbito de Pentecostés. ¿Y saben qué? Nosotros somos guiados por el espíritu no arrastrados fuera del la zona del espíritu. Alguien dice, ven acá un momentito tenemos una reunión secreta. Y ¿sabe qué? Estás en problemas con Dios porque en Dios no hay secreteos, Dios es todo luz, no hay oscuridad. Uno tiene que siempre caminar en la luz. Uno no está haciendo cosas oscuras.
Ahora, de nuevo, yo soy un granjero a la antigua. En la granja donde yo crecí criábamos ovejas. Las ovejas me traen muchos buenos recuerdos. Dice la palabra, nosotros somos ovejas de su pasto y él es el gran pastor. Pero también tiene sus desventajas este hecho. Si uno no sabe lo siguiente acerca de las ovejas uno debe saber esto, muy importante son los animales más estúpidos que hay en toda la granja, están ahí muy cerca de los gallinas.
Uno puede venderle comida a las vacas, y uno le puede dar de comer que coman todo lo que quieran a los cerdos también y a las vacas, pero con las ovejas no se le puede dar así, simplemente que ellas se dejen. Si uno les da comida, mientras uno le está dando comida comen, y comen, y comen hasta que se mueren y explotan. Los proverbios tienen mucho que decir acerca de ser demasiado ricos y con mucho dinero. Y eso también es muy cierto acerca de la grama cuando está bien verdosa y rica y tupida. Las ovejas pueden comenzar a comer y comer y comer hasta que explotan con la hierba, por eso es que el salmo 23 dice, el Señor es mi pastor, no careceré de nada, nada me faltará. Él me acuesta en lugares de delicados pastos me hace descansar porque él sabe que sino me comería hasta morirme.
Ahora, en los tiempos de primavera en Minnessotta, cuando comenzaba a derretirse la nieve más o menos por el 4 de julio, primavera, en todos los caminos, los bordes de los caminos se ponían bien verdes con la grama y papá me decía, coge a las ovejas y llévalas por los bordes de los caminos pero mantenlas moviéndose, así que nosotros las movíamos y las llevábamos, y como las manteníamos moviendo las hostigábamos como uno de esos perros australianos de ovejas que siempre los mantienen en movimiento a las ovejas.
Yo tuve el privilegio hace un tiempo de estudiar en Israel y nos encontrábamos en Betania cerca de Jerusalén. Allí hay un monte más o menos en forma de cono llamado Herodiano, y encima de ese cono, de ese monte hay un fuerte, una de siete fortalezas que Herodes había construido en su tiempo. Masada es uno de esos fuertes que construyó Herodes. Y yo me encontraba allí en ese monte Herodiano mirando el hermoso campo debajo de mí, y desde donde yo estaba podía ver a un pastor con unas 15 ovejas y muy pronto lo vi decir algo que no entendí y entonces salir y comenzar a caminar y dejarlas. Pero qué pasó, que todas las ovejas comenzaron a seguirlo. Y a mí me dio tanta excitación ver esto que comencé a tomar fotos por donde quiera y lo único que se podía ver, porque estaba tan lejos en la altura, era simplemente puntitos en la foto de hecho. Pero yo tomé la foto simplemente porque me encantó esa escena porque era una escena totalmente foránea a la experiencia que yo había tenido, pero ¿saben qué? los pastores en Israel no están empujando las ovejas desde atrás, no las empujan desde atrás, sino que ellos guían desde adelante, las ovejas siguen a los pastores.
¿Y conocen ustedes, recuerdan el versículo? Mis ovejas escuchan mi voz y me siguen. Todos aquellos que están siendo guiados por el espíritu de Dios, esos son los hijos de Dios. ¿Cómo camina uno en el espíritu? no se trata de libertinaje, no se trata de legalismo, no se trata simplemente de estar siempre en actividad.... de una actividad a la otra, no es tampoco quedarse ahí en un lugar supuestamente santurrón y piadoso.
A ti y a mí se nos ha invitado a caminar junto a ese gentil y manso Jesucristo bajo el nuevo pacto de la gracia. ¿No me explico por qué el mundo está buscando un guia del espíritu, esos espíritus malos, cuando tienen un espíritu bueno que los puede guiar? Nosotros debiéramos levantarnos cada día y decir, Señor te pertenezco, yo merecía el infierno pero tu me diste vida eterna. Lléname con tu Espíritu Santo, guíame hacia toda verdad para que yo pueda caminar en fe. No quiero ejecutar los deseos de la carne, quiero vivir una vida piadosa, justa, recta y yo espero y oro que esa sea tu experiencia cada día.
Déjenme decir algo, y es que ha sido un gran privilegio estar aquí con ustedes pero mi avión sale a las 4 de la tarde. Adiós.
Vamos a bendecir al pastor Neil Anderson. Pongámonos de pie. Dios le bendiga. Gloria a Dios.
Hermanos, es un privilegio como dice el hermanos Neil Anderson, Dios nos llama a caminar en la libertad del espíritu. Lo hemos dicho muchas veces que la religión, el formalismo no lleva a nada bueno. No podemos depender de los pastores, ni de las iglesias, ni de nuestros maestros para que vivan la vida cristiana por nosotros. Dios quiere que cada uno de nosotros aprenda a caminar en el espíritu por sí mismo. Amen. Que vivamos una vida auténtica en el espíritu, hermanos, que cada uno de nosotros tenga un encuentro personal con Cristo Jesús y que sepamos como ir directamente a la fuente y beber del agua que él nos quiere dar. Amen.
En esta tarde yo les invito en el nombre de Jesús a asegurarnos de que estemos viviendo en esa vida abundante que Cristo ha hecho posible. Él le dijo a la samaritana, yo te voy a dar de un agua que tu nunca más vas a tener sed, no es el agua de las obras, no es el agua de la religión, no es el agua del esfuerzo, no es el agua de lo que la otra persona está viviendo, sino es el agua que yo te voy a dar a ti mientras tu vives conmigo. Amen. Y yo espero que esa sea la realidad que estemos viviendo en esta tarde.
Como responder al llamado de Dios?
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Voy a compartir una palabra de adoración y entonces nos adentraremos de lleno en el mensaje.
Amado Dios, Señor siempre te digo que las palabras no son suficiente para poder expresar la intención que hay en tu corazón para cada uno de nosotros. Y Señor, yo estoy bien claro de quién yo soy, estoy bien claro que no llego ni a tus talones por así decirlo, y es por eso que te pido ahora que tu me respaldes con tu espíritu, Señor para poder compartir una palabra que sea de edificación a cada uno de mis hermanos y hermanas. Señor, yo creo firmemente que tu tienes un llamado para cada uno de nosotros, hay algo, hay una forma específica en la cual tu quieres que nosotros podamos vivir.
Y muchas veces nos confundimos, muchas veces vivimos en una forma ignorante a cuál es ese llamado, así que te pido, Señor, que al yo reflexionar en esta palabra, Jesús, que tu fluyas, mi Dios, mi deseo es que tu espíritu pueda fluir y que tu llegues al corazón de mis hermanos y hermanas. Solamente tu sabes cómo llegar a su corazón, yo no, mi Dios, yo lo más que puedo hacer es poner mi boca y mis palabras al servicio tuyo, Señor y que tu hagas con ellas como tu quieras. Gracias, Señor y que esa palabra llegue, que esa semilla caiga en un buen terreno para que pueda dar fruto al ciento por uno, Jesús, en tu nombre Señor, amen. Amen.
Bien mis hermanos, yo quisiera primero que nada compartir un poco acerca de mi historia. Yo usualmente no comparto mucho de cómo fue mi relato, que yo llegué al ministerio, hay mucha gente que me conocen y me dicen, guau, pero usted tan jovencito y que tienes esa cara de nene y qué se yo, y yo les soy honesto, yo me siento un poco incómodo cuando me dicen eso, yo me digo, nene es mi bebé que yo tengo ahora, yo no, ya, pero si Dios me ha bendecido con una cara joven pues, no me voy a quejar tampoco.
Pero el asunto es este, mis hermanos, cuando yo pienso en esta idea de llamado, este es un tema que para mí es tan personal para mí, porque yo entiendo que en mí vida Dios ha dado un llamado que cada día que yo llevo se va desenvolviendo algo nuevo, es como un regalo cuando le hacen una maldad a usted, que le dan una caja de regalo bien grande y usted va sacando y se encuentra otra caja, y dentro de esa caja hay otra caja y dentro de esa caja hay otra caja, y otra caja, y otra caja hasta que se encuentra una cajita bien chiquitita. Algo así, pues algo así es como yo lo veo, es como si ese llamado se ha ido desenvolviendo a lo largo de toda mi vida. Yo les puedo decir, yo acepté al Señor Jesús cuando yo tenía 15 años de edad, 13 años de edad, perdón. A los 15 fue que me bauticé. Y en este momento a los 13 años de edad, yo era un muchacho jovencito, no era tan travieso pero hacía mis maldades y todo eso.
Pero yo recuerdo que en un servicio de despedida de año, yo recuerdo que el pastor hizo un llamado para aquellas personas que quisieran aceptar al Señor en sus vidas, que quisieran entregar todo su corazón a él y yo recuerdo que mientras el pastor estaba habando yo estaba escondido en una esquina del altar, porque estábamos celebrando la santa cena y la tradición era que todo el mundo venía al frente y estábamos de frente al altar, y el pastor repartí la cena. Entonces yo recuerdo que yo estaba en una esquina de este lado, y mientras el pastor hacía ese llamado, yo no sé cómo pero mi mano como un elástico, se levantó y de repente y yo oigo al pastor que me dice, Omar, ven acá quiero orar por ti, y yo como que no me di cuenta que mi mano estaba arriba. Entonces, voy, paso al altar y el pastor me pone al lado de él y me hace arrodillarme al lado de él, y ahí él comienza a orar por mí. Yo recuerdo sus palabras, él dijo, Señor, sepáralo para tu servicio, él es tuyo, has con él como tu quieras. Esas fueron las únicas palabras que él dijo y yo recuerdo que yo me eché a llorar, mis hermanos, yo estaba ahí en mis rodillas llorando como un bebé. Y cuando yo levanto mi cara, que me seco bien mis ojos, yo vi que alrededor de mí había como otros 15, 20 jóvenes que habían aceptado al Señor en este mismo momento y para mí eso significó mucho.
Dos años después entonces fue que yo tomé la decisión de bautizarme como muchas veces hacemos aquí. Yo me bauticé y yo estaba convencido de lo que yo estaba haciendo, lo entendía bien, yo sabía que yo estaba levantándome a una nueva vida con Cristo Jesús y yo se que eso fue otro evento que marcó mi vida. yo creo que por eso es que soy tan apasionado cada vez que vienen los bautismos y lo anuncio porque yo sé que eso es un evento que significa, que marca algo en nuestras vidas.
Y entonces cuando tenía 17 años, que ya me estaba acercando al final de mis estudios de high school, yo recuerdo que en mí escuela, donde yo estudiaba era una escuela cristiana y el pastor era como quien dice, un advisor también para los estudiantes. Y un día el pastor me llama a su oficina y estábamos hablando y él me estaba diciendo, Omar, qué carrera vas a estudiar, cosas así. Yo no sé, me gusta el arte, me gusta el ejercicio, tal vez algo por ahí en esa línea. Y de repente el pastor me pregunta, Omar, ¿por casualidad tu has pensado algún día ser pastor? Y yo, ¿yo, pastor? Jamás, visitar enfermos en un hospital. Hm, hm. Eso era lo que yo entendía en aquel entonces, visitar enfermos en un hospital, no gracias. Pararme en público y hablar de frente a la gente. Ah, ah, no way. Eso no es para mí. Y miren qué cosa, yo estaba diciendo eso, y ya eran cosas que yo hacía. Pero por alguna razón dije que no.
El asunto fue que esa conversación con el pastor comenzó a calar bien profundo, bien profundo en mí, y en un día que el pastor de mi iglesia allá en Puerto Rico fue invitado a otra iglesia en Puerto Rico a predicar, y él llevó el grupo de adoración de jóvenes con él a ministrar en esa iglesia. Yo era parte de ese grupo también. El asunto es que cuando estábamos allí el pastor estaba predicando, el pastor decidió predicar acerca de este mensaje que yo les tengo para ustedes de Lucas, Capítulo 5, cuando Jesús llama a sus discípulos a seguirle.
El relato es que como yo estaba peleando con esa pregunta, el llamado de Dios en mi vida, ¿seré pastor o no? Esos son inventos míos o lo inventó el pastor, ¿qué estará pasando ahí? El asunto es que cuando el pastor hizo el llamado para pasar al frente por oración, yo me dije, mira, déjame pasar, me voy a tirar el riesgo y pasar al frente. El asunto es que cuando estoy al frente orando se me acerca esta mujer, yo diría que era una mujer así como Fany, ustedes han visto a Fany, ¿verdad? La hermana Fany, una mujer así, bajita como ella, bien activa, bien llena del espíritu y esa mujer empieza a orar por mí, y el asunto es que empieza a orar en lenguas.
El asunto es que mientras estaba orando en lenguas como yo no entendía tanto para aquel entonces, yo me dije, Señor, más vale que tu le des el don de interpretación a esta hermana y que me hable en español porque yo no entiendo lo que está diciendo. El asunto es que no hago más que yo decir eso y se armó la cosa. Esa mujer que había empezado a hablar me dice, mira Omar, lo dijo así bien firme, Omar, tu estás peleando con una pregunta y el Señor te confirma que él te ha separado para tu ser pastor.
Hermanos, no hizo ella más que decir eso y yo me desplomé en el piso. Mis rodillas no me aguantaron, y miren que yo no soy mucho de eso de caerme o algo así, pero en este momento yo no pude, me caí. Y esa mujer empezó a ministrar por mí ahí, yo en el piso, llorando y me dijo unas palabras que guau, que inspiraron tanto en mí. Y mírenme ahora dónde estoy.
Saben, entender, recibir y responder al llamado de Dios no es nada fácil mis hermanos, yo sé que el pastor se los puede decir, Greg se los puede decir, muchas personas les pueden decir a ustedes, que responder al llamado de Dios no es nada fácil. Hay muchas cosas que uno sufre pero a la misma vez hay muchas cosas en las cuales uno puede ver la mano de Dios obrando como nunca antes.
Y yo quisiera compartir con ustedes, hermanos, acerca de esta idea de lo que es responder al llamado de Dios. y yo entiendo que hay varias dimensiones acerca de esto. Yo entiendo que hay un nivel de llamado que es bien general para todos, y yo entiendo que ese es el llamado de responder a la voz de Dios de estar con él. Dios tiene un deseo bien grande en su corazón de que todos nosotros podamos estar en comunión con el Señor, que podamos estar en contacto, que podamos estar en relación con Dios y el primer llamado al cual nosotros tenemos que responder es cuando alguien dice, ¿alguien quiere aceptar a Cristo Jesús en su corazón y reconciliar su vida con el Señor y vivir en una relación de armonía, de paz con Dios? Yo creo que es el primer llamado al cual todos nosotros tenemos que responder, de alguna forma u otra yo creo que ese es uno de los regalos más grandes que Dios nos da. El regalo de poder estar en relación con él y ese es uno de los primeros llamados que todos nosotros tenemos; el llamado de estar con él, apúntelo por ahí, el llamado de estar con Dios.
Ahora, hay una segunda dimensión de lo que es el llamado de Dios que aquí es donde yo quiero pausar y profundizar un poco más, y hermanos, yo tengo una intención bien clara con esto, y se las quiero comunicar porque yo creo que es bien importante que todos podamos entender esto. Y yo les estoy hablando no tan solamente a ustedes que son adultos, yo me quiero dirigir en una forma bien especial a todos ustedes jóvenes, jóvenes universitarios que me están escuchando, yo creo que Dios ha puesto una carga en mi corazón por ustedes que tienen sus veinte, que tienen sus treinta, ¿saben por qué?
Yo creo que Dios tiene un llamado sobre la iglesia hispana, yo lo creo así y hablo de la iglesia hispana en general. El pueblo hispano tiene mucho que dar a esta nación en la cual vivimos y aún más allá. Tenemos mucho que dar a nuestros países de origen que necesitan la mano de Dios en una forma poderosa en medio de ellos, y tenemos que dar y contribuir a esta nación también en la cual estamos, que necesita también una intervención de Dios.
Pero ¿saben qué? mis hermanos, la iglesia hispana ahora mismo estaba funcionando bajo un liderazgo que tarde o temprano va a llegar a su final. No hay ningún pastor, no hay ningún diácono que sea inmortal, que vaya a durar hasta la eternidad para seguir moviendo la iglesia. El llamado de Dios se mueve de generación en generación. Yo creo que ninguno de nosotros hemos vimos al presidente Washington, presidiendo a los Estados Unidos hasta el día de hoy ¿verdad? Ningunos de nosotros ha visto a un alcalde que haya dirigido una ciudad por un período de más de 50 años o algo, el más que yo he visto hasta ahora ha sido Mayor Menino y que yo sepa, va a llegar el momento en que no será alcalde ya más. ¿Qué es lo que pasa? Nuevos líderes tienen que surgir, nuevos líderes tienen que emerger para poder seguir moviendo esas organizaciones, esas instituciones adelante, hacia el futuro, y ¿saben qué? la iglesia no se queda atrás. La iglesia es una de las instituciones más importantes en la sociedad en la que vivimos aunque la sociedad no la percibe así, pero lo es. Y yo creo que esta iglesia, congregación León de Judá, juega un papel clave en medio de todo esto. Yo no sé usted, pero yo considero que esta iglesia es como un laboratorio, es como un terreno de aprendizaje. Yo entiendo que esta iglesia es como una escuela que prepara, equipa y forma líderes para ir y impactar todas las áreas de la sociedad en la cual nosotros estamos. Y yo entiendo que para que ese propósito se lleve a cabo, todos, todos, generación número uno, dos y tres, tenemos que entender esa dinámica.
¿Saben por qué? Porque si no lo entendemos así va a llegar el momento en que esta iglesia y muchas otras van a necesitar buscar y encontrar nuevos líderes, pero si no han entendido esa perspectiva dónde van a estar. En otras palabras es como si la iglesia va a ir entonces, en vez de seguir subiendo, va a ir cayendo porque dónde van a estar los líderes que van a poder seguir moviendo esa vida de la iglesia a otro nivel. Y yo creo, mis hermanos, que cada uno de nosotros tenemos un papel que jugar en medio de esto. Y yo quiero hacer el primer enfoque con respecto a este llamado específico de Dios sobre cada uno de ustedes que me escuchan, pero en una forma bien especial, para ustedes jóvenes adultos que me están escuchando también, y jóvenes adolescentes. Hay un propósito específico de Dios sobre su vida. Y yo creo que ese primer llamado de Dios se ve en cómo nosotros llevamos una vida de vocación por así decirlo, una vida de vocación.
Ahora, no se confunda, con vocación yo no me refiero a una carrera, a un trabajo, yo no me refiero a eso. Escuchamos muchas veces el término de escuela vocacional o algo así para prepararme a ser carpintero, electricista o algo así. No, no, no, yo me refiero a vocación en el sentido de llamado, ese propósito específico que Dios pone sobre usted en el cual usted a través de lo que haga, usted puede responder al amor de Dios en medio de su vida y hacerlo como una respuesta de su amor a Dios. ¿Entendieron eso?
Miren este ejemplo, el viernes en la noche yo estaba hablando con un joven aquí en la iglesia, y es un joven que yo he aprendido a apreciar mucho, un joven estudia en MIT, bien preparado, bien inteligente y está estudiando con uno de los mejores advisors ahora mismo en el área de ingeniería y de repente él me dice, como que yo todavía no sé qué voy a hacer, no sé. Está pensando de una maestría o un doctorado y tiene esta nébula en su mente que no sabe qué va a hacer y yo estaba hablando con él y yo le decía, mira, yo quiero que tu entiendas algo porque el muchacho lo que me dice es, yo quiero hacer la voluntad de Dios, yo quiero ver cómo yo puedo honrar a Dios a través de lo que yo pueda hacer. Yo le digo a él, y podrá sonar un poco simplista, pero no lo es, consta, sonará un poco simplista pero no lo es.
Yo le dije, mira, la voluntad de Dios tiene una perspectiva soberana, hay algo de la voluntad de Dios que ninguno de nosotros lo va a entender, ninguno de nosotros lo va a conocer, hay como quien dice, pedacitos aquí y allá que sí podemos ver y conocer como es la idea de que en esa soberanía de Dios sabemos que el Señor mandó a su Hijo Jesús a morir por nosotros en la cruz, resucitó de entre los muertos, y qué estamos nosotros esperando como iglesia ahora, ¿qué estamos esperando? A que él regrese otra vez por nosotros. Eso está en el plan soberano de Dios y esas son partecitas que conocemos, pero hay otras partes dentro de esa voluntad de Dios que nosotros no... cosas que ni han subido ni al corazón de hombre la sabemos. Solamente eso es frase como quien dice, como cuando uno le dice, that’s for me to know and for you to find out. Pues, más o menos así es como Dios nos dice. Hey, that’s for me to know and for you to wait for it to happen. Así es como él nos dice.
Así que está esa dimensión soberana y en esa soberanía de Dios está esa dinámica de amor, de Dios querer que nosotros estemos en contacto con él, de Dios querer que nosotros estemos en relación con él porque él no quiere que nadie se pierda sino que ¿qué? Que todos tengamos vida eterna a través de su Hijo Jesús.
Entonces, dentro de esa dinámica yo le hice esta pregunta, ¿cómo tu le puedes mostrar a Dios el amor que tu tienes por él? ¿cómo tu le puedes mostrar a Dios que tu estás dispuesto a servirle, el que tu estás dispuesto a responder al llamado? Y él sale y me dice, pero es que, pastor Omar, yo entiendo que el llamado de Dios es solamente para ser pastor o ser un evangelista, o como Julie ser un misionero o algo así. Ah, ah, ahí te equivocaste. Porque sí Dios puede dar un llamado para una función ministerial en la iglesia, pero también está la dinámica del llamado que Dios te da a ti para a través de lo que tu haces, de cómo tu puedes reflejar el amor de Dios a otros, y a la misma vez decirle a Dios, Dios yo te amo a ti, y a través de lo que yo hago, yo quiero que tu sepas que te amo y que quiero que tu seas honrado a través de lo que yo hago.
Déjenme darles un ejemplo: ¿cuántas enfermeras yo tengo aquí, o enfermeros? Hay manos de enfermera y enfermeras, ahí atrás tenemos una, ok, ok, o terapista, cualquier persona que trabaje poniéndole manos a alguien, o si es un maestro que le tenga que poner un mano aplazo a un estudiante. Miren esto, hay veces que usted se pregunta, cómo yo sé que puedo hacer la voluntad de Dios, cómo yo puedo andar en la voluntad de Dios. Usted sabe que a través del trabajo de sus manos, usted puede hacer la voluntad de Dios en una forma tan y tan increíble.
A mí me da gracia porque yo hablaba con Elías, el muchacho que toca la batería, y yo le decía, tu como terapista que hay veces que tienes que darle masaje a la gente y todo, tu sabes que cuando tu estés poniendo manos ahí en las espaldas, en los hombros, en las piernas de la gente tu puedes ahí en tu mente decir, Señor, que así como yo estoy aflojando estos músculos que tu aflojes el espíritu de esa persona para que pueda recibir un toque tuyo. Si usted es un banquero o trabaja como un teller en un banco o algo así, usted sabe que mientras usted está contando todo ese dinero, cambiando cheque, haciendo depósitos, haciendo giro, cerrando cuentas o mandándole bad notices del crédito a la gente, usted puede a través de esa función decir, Señor, sé tu proveyendo a la necesidad de esta persona, sé tu dándole la persona la sabiduría que necesita para poder administrar sus finanzas, sé tu supliendo a cada una de esas necesidades particulares que solamente tu sabes que tiene esa persona, usted puede hacer la voluntad de Dios así.
Si usted es un chef, ay, más todavía, más todavía. Si la persona no ora por la comida cuando se sienta, pues mire, ore usted por la comida y pídale al Señor que a través de esa comida que usted prepare esa persona, no tan solamente su estómago sea lleno y satisfecho, pero que esa persona de alguna forma u otra pueda recibir un toque de Dios a través de esa comida.
Mire, si usted es maestro y digo, hm, ¿por qué? Yo vengo de una tradición donde a veces la profesión de un maestro era como algo bien poca cosa, y esa es la mentira más grande que puede decir una persona. Usted como maestro, usted está formando el carácter futuro de los líderes que van a estar influenciando esta sociedad y quién mejor que usted para poder infundir sobre la vida de esos muchachos el carácter de Dios. yo no estoy diciendo que usted literalmente le tenga que decir, muchacho recibe a Cristo, no, no, yo no estoy diciendo eso. si se le da la oportunidad amen, hágalo, pero en cada una de las cosas que usted dice, dos más dos son 4, Señor, que él se aprenda esto y que sea un joven inteligente y que pueda usar su inteligencia para ti, que si la química del átomo, del nucleolo y de todas estas otras cosas que a medida que usted esté enseñando eso, mira, que Dios está impartiendo sabiduría sobre esos muchachos, que si usted se encuentra con un niño que es medio, cabecidura, mire, ay, con más intencionalidad todavía usted ahí en su espíritu quebrante cualquier atadura del enemigo, cualquier cosa que esté molestando la familia de esos niños. Mire, le da autoridad a usted para usted poder bendecir la vida de esos muchachos.
Si usted es un carpintero, si usted es un albañil, si usted es un contratista, cuando usted esté pintando una casa, cuando usted esté metiéndole un clavo a un canto de madera, mire, ore por la protección de esa familia por la cual usted está trabajando, ore por ese edificio de oficinas en el cual usted está trabajando. Si usted limpia alfombras, limpia pisos, sea lo que sea, no piense que es algo poca cosa, piense que es una oportunidad que Dios le está dando para usted cumplir con su llamado de poder ser de bendición a otros que están a su alrededor. ¿Estamos entendiendo, hermanos?
La idea de todo esto es que si Dios ha hecho un impacto con su amor en su vida, entonces usted tiene el llamado de impactar la vida de otros con el amor de Cristo también a través de todo lo que usted hace.
Y hermanos, es tan importante que nosotros podamos tener esto claro en nuestras vidas. Porque si nosotros logramos pensar de esta forma, ¿saben qué? Nosotros vamos a estar viviendo con la mente de Cristo en todo momento. Y ¿sabes cuál es la mente de Cristo? Hay un pasaje en Marcos, Capítulo 6, donde dice que cuando Jesús veía a las multitudes acercarse a él, dice que él tenía compasión vde ellos porque eran como ovejas sin un pastor. Y usted, mi hermano y mi hermana, joven que me escuchas, usted puede ser ese ministro de Dios que dondequiera que usted está usted puede, si se mueve con esa mentalidad de Cristo, con esa mente de compasión, usted puede dirigir a esas ovejas a aguas claras y verdes pastos. Dios lo prepara a usted para hacerlo.
Ahora, cuál es uno de los obstáculos más grande que se puede encontrar usted en esta dinámica. Yo creo que el obstáculo más grande es la falta de fe. La falte de fe en creer que usted es poca cosa y que no, que va, Dios no puede hacer algo conmigo. Que usted se diga, yo, tan pecador, yo, que me voy a Vincence Night club por las noches, yo, que me voy a Roxy’s o cómo se llama, más vale que no me digan cómo se llame, porque si no los mangué aquí ahora mismo. ja! Yo que tengo mi paquete de cigarrillos aquí escondida en la chaqueta, cómo Dios va a querer algo conmigo. Pues, mire, sáquese el paquete de cigarrillos, bótelo y reciba lo que Dios tiene para usted.
Oh, yo que ando con un espíritu deprimido, pues no se deprima más y es más levántate, resplandece que ha venido tu luz y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Ay, pastor, pero es que yo tengo un problema con mi sensualidad, me gusta tanto la sensualidad. Pues, mira, domina tu sensualidad en el nombre de Jesús. He aquí que Dios no nos ha dado espíritu de cobardía sino de poder, amor y dominio propio. Entonces, en vez de estar abrazado con tu pareja ahí, pues mira, suéltala, él es libre y déjalo que respire. Si estás casado, no te preocupes, disfrútalo si estás casado ya.
El pastor va a ver esto, estoy claro con esto. Hermanos, la idea de todo esto es que nosotros podamos entender esa dinámica tan básica en nuestra vida cristiana. el mero hecho de que Dios quiere hacer algo con usted y no puedo dominar ese pensamiento de que ay yo no puedo, yo no soy quién, o no estoy dispuesto. ¿Saben qué? Miren el pasaje que yo quería hablar con ustedes era Lucas Capítulo 5, por favor si tenemos el pasaje de Lucas Capítulo 5.
Leyendo, aquí es donde Jesús se encuentra con los discípulos y él está ahí y entiendo pastor Samuel que usted estuvo viendo ese pasaje, así que hay una conexión aquí en el espíritu definitivamente. Yo no sabía que él lo usó en la mañana pero aquí estamos. Miren, cuando Jesús le dice a Simón:
“...Simón, boga mar adentro y echa vuestras redes para pescar y Simón le dice, guau, pero Maestro toda la noche hemos estado trabajando y nada hemos pescado, más en tu palabra echaré la red, y habiendo encerraron gran cantidad de peces y se les rompía la red. Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca para que viniesen a ayudarles y vinieron y llenaron ambas barcas de tal manera que se hundían. Y viendo esto, Simón Pedro, miren lo que dijo, cayó de rodillas ante Jesús diciendo ¿qué? apártate de mí que soy hombre pecador...”
Aquí tenemos una persona que no tenía una perspectiva correcta de quién lo estaba llamando a él. Y muchas veces, mis hermanos, eso es algo que nos nubla a nosotros, no nos damos cuenta que la persona quien nos llama, no es el pastor Omar, no es el pastor Greg o el pastor Samuel o el pastor Roberto, el que nos llama es Dios. y hay algo que yo quiero que ustedes entiendan aquí, hay algo bien interesante acerca de la idea de un discípulos en el contexto judío primitivo, por así decirlo.
¿Saben que para una persona llegar a ser un discípulos de un rabino tenían que pasar por distintas etapas? Obviamente una de esas primeras etapas era la del midrush, no es que tenía un mid rush, pero el midrush, así es como se llama... que es una etapa donde la persona se tenía que aprender todo el Torá completo de rabo a rabo, de tapa a tapa, se lo tenía que aprender y recitarlo y después iban a otra donde se aprendían no tan solamente el Torá sino todos los profetas, se los tenían que aprender de memoria. Imagínense ustedes, de Génesis hasta Malaquías, aprenderse todo eso de memoria. Esa era parte de la tradición.
Entonces la tercera parte era cuando uno de estos discípulos se le acercaba a un rabí y le decía, yo quiero ser tu discípulo. Miren esto, el discípulo se acercaba al rabino y le decía, yo quiero ser tu discípulo, el rabino entonces se hacía la pregunta, hm, ¿verdaderamente este muchacho tendrá el calibre, tendrá la madera para ser un discípulo mío? ¿Tendrá lo que verdaderamente es necesario para aprender de mí y para seguir mi enseñanza, para darle futuro a la enseñanza que yo estoy impartiendo sobre él? ¿Verdaderamente lo puede hacer? ¿Y saben lo que hacía ese rabino? Ese rabino se lo comía vivo a ese muchacho, lo cocinaba, lo hacía en asado, lo hacía pescado, lo hacía frito, sea como sea, se lo comía. Le empezaba a hacer preguntas de la Torá, le empezaba a hacer preguntas de los profetas, le empezaba a hacer preguntas de los salmos, y si ese muchacho fallaba en alguna de esas respuestas, ¿sabe qué le decía? Lo siento, pero no puedes. You are not the best of the best. Eso era lo que terminaba diciéndole.
O sea que esos muchachos que le decían al rabino que querían ser uno de sus discípulos si no daban el grado, ¿sabe lo que ellos terminaban haciendo? Terminaban trabajando en los oficios de su padre sea lo que sea, podría ser en la venta de telas, en la venta de casetas, o en el trabajo de la pesca, y eso lo que significaba era que no era lo mejor de lo mejor para poder ser el discípulo de un rabino.
Así que yo quiero que usted piense en esto, cuando Jesús se encuentra con Simón, con Juan, que los encuentra él en la barca, ¿saben lo eso significaba? Ellos no eran lo mejor. They were not the best of the best. Ellos no fueron donde Jesús a decirle, Jesús, queremos ser tus discípulos. No, miren esta otra contradicción: Jesús fue donde ellos y les dijo, síganme, sean mis discípulos.
Así que miren cómo Jesús estaba rompiendo la tradición aquí. Cuando se supone que un discípulo viniera a donde el rabino a decirle, yo quiero seguirte; aquí el rabino se estaba acercando al discípulo y le estaba diciendo, sígueme tú a mí. Cuando un rabino le había dicho a un discípulo, no, tú eres no eres bueno; Jesús le estaba diciendo, sí, tu eres bueno y te quiero. Donde otros no veían esperanza, Jesús sí vio esperanza. Donde otros no veían potencial, Jesús vio potencial.
Y ¿saben qué, mis hermanos? A mí me causa tanta alegría el yo saber que Jesús vio algo en mí que él quería usar y créanme que I was not the best of the best. Yo no lo era ni lo soy todavía. Yo estoy seguro que yo estoy aquí de frente a un montón de personas que no van a decir que ay, yo soy el mejor de los mejores, y si usted lo ve una oración de humillación no vendría mal.
Pero el mero hecho de que Jesús se acerca a nosotros y nos dice, yo te quiero, ¿saben qué? Eso es una de las palabras más bellas que un ser humano puede escuchar. El usted decirle a alguien, yo te quiero, y no es como que ay, sí, yo te quiero. No, es decirle, yo te quiero, hay algo que tu tienes que me complementa a mí y yo necesito eso. es decirle, te necesito.
Mire, si un esposo le dice eso a una esposa, créanme que va a tener tremenda cena ese día. Hopefully, esa es la esperanza. O lo lleva al sitio que mejor quiere comer. O si una esposa se lo dice a su esposo, uuu, veo velas que se van a encender esa noche o algo. Pero ¿saben qué? mi hermano, el que una persona se sienta necesitada trae un sentimiento de satisfacción tan y tan grande porque usted le está dando no es un sentido de utilidad, como que eres una cosa, déjame usarte. No, no, no sino que le estás dando a esa persona un sentido de que yo sirvo para algo, yo puedo hacer algo, hay algo que yo puedo hacer para contribuir a esta sociedad.
Y eso es lo que Jesús hace con cada uno de nosotros, mi hermanos y hermanas, él te ve a ti donde tu estás, sea que estés metido en el hoyo del fondo podrido por ahí abajo, o sea que estés más para menos en tu vida, el Señor te ve y de dice, yo te quiero, yo te necesito. Hay algo en ti que yo quiero usar. Y ese llamado, mis hermanos y hermanas, se ve día tras día en medio de nuestras vidas. Y no se ponga a pensar, pero Dios, yo no puedo ser pastor. A, a, ah, ¿saben qué? Voy a eso, estoy aguantando esa parte para después.
Si usted trabaja en sea lo que sea, llene usted el blanco, puede ser hasta ama de casa, sea lo que sea, usted puede ser un conductor de guaguas públicas aquí en Boston, usted puede ser un electricista, usted puede ser un contador, usted puede ser un artista, usted puede ser lo que usted sea que esté haciendo ahora, pero a través de eso usted puede cumplir con el llamado de Dios en medio de su vida, usted puede cumplir con ese sentido de vocación. ¿Sabe por qué? Porque si usted lo hace con el deseo genuino e intencional de glorificar a Dios y que otros puedan recibir ese impacto de Dios en medio de sus vidas, usted va a estar obrando bajo la voluntad de Dios.
Ahora, si usted solamente está escogiendo una carrera porque ah, me voy a meter a ser contable porque eso me deja chavo, o me voy a meter a ser arquitecto porque eso es lo que hay, ahí tengo mi retiro seguro, o me voy a meter a ser un stock broker porque yo sé que ahí definitivamente voy a poder tener el Ferrari rojo que yo quiero.
Si usted está buscando una carrera solamente por los beneficios materiales que usted pueda obtener, usted va a ser la persona más infeliz. Iba a decir otra, ¿sabe por qué? Porque su felicidad va a estar basada en las cosas materiales que usted ha obtenido y tarde o temprano esas cosas materiales se van a pique.
Ahora, pero si su sentido de felicidad, si su sentido de razón de ser, ahí es donde yo quiero llegar, si su sentido de razón de ser está firmemente basado en un deseo genuino de honrar a Dios a través de todo lo que usted hace y que Dios pueda obrar a través de usted en las vidas que están a su alrededor. Entonces, no va a haber nada material que se pueda comparar a lado de lo que Dios va a estar obrando en medio de su vida.
Y hermanos, quiero ir a esta otra parte que estoy aguantando tiempo hace. ¿Saben qué? Muchas veces nosotros no hablamos de estos llamados específicos, pero son llamados que son necesarios también. Hablamos de que sí, mira eres carpintero y ese es tu llamado, esa es tu vocación, mira que Dios te use a través de eso. Eres terapista, mira que Dios te use a través de eso, pero ¿saben qué? Yo creo que Dios también tiene un llamado para levantar a pastores, Dios también tiene un llamado para levantar maestros de su palabra, Dios tiene un llamado para elegir a personas así como Julie y enviarlos a la Patagonia y ser misioneros allí y créanme, que la Patagonia sería un bonito lugar para ser misionero he escuchado, que la Patagonia es bien bonita.
Pero el mero hecho de que yo vea que si uno le pregunta a alguien, hey, ¿tu quieres ser pastor? Yo, cómo hice yo mis hermanos. ¿Que hay de malo con eso? ¿Que me voy a morir de hambre? Hey, si tu estás sirviendo al Señor, el Señor se va a encargar de que todas tus necesidades estén cubiertas desde la a hasta la z. Y yo creo, mis hermanos, yo lo creo firmemente, esto es algo que yo no lo digo mucho porque tengo mucho cuidado, porque yo sé que también aspirando al pastorado que mejor es que aspiren a ser otra cosa. Yo también lo creo así, y soy bien cauteloso con eso, pero yo creo firmemente que aquí en este lugar, como también en muchas otras iglesias el Señor está tratando con gente, con hombres, con mujeres, que está verdaderamente levantando un nuevo liderazgo para el ministerio pastoral de la iglesia en general, que va a seguir moviendo la iglesia hacia el futuro, mis hermanos. Esto es necesario. No podemos reposar como quien dice en el liderazgo actual, porque tarde o temprano ese liderazgo actual va a llegar a su punto final y nuevos líderes tienen que surgir, nuevos líderes tienen que emerger que se atrevan a pararse aquí y declarar una palabra de vida, declarar una palabra de verdad, sin vergüenza alguna a lo que otros puedan decir.
Hay persona que Dios está inquietando firmemente de mandarlos a otros lugares en el mundo, pero dicen, ay, no me atrevo. Más sin embargo el Señor está ahí apretando sus botones, pushing your buttons, como quien dice en esas áreas de su vida. y hermanos, yo quiero que estas palabras puedan despertar en usted un deseo genuino de investigar, de indagar y de descubrir ese llamado específico que Dios tiene sobre su vida. y si es un llamado ministerial que usted pueda responder a él afirmativamente y no con cobardía. Porque si usted responde al llamado de Dios, créame, que nada le faltará.
Yo en los días que yo llevo hoy, yo no he visto al Señor que me falte en nada y asimismo son los ejemplos de muchas otras personas que yo he visto que han dedicado su vida al servir al Señor, que nunca les ha faltado nada, habrán tenido sus momentos como que hello, ¿dónde está? Pero viene el Señor siempre y lo levanta y lo pone en el lugar que tiene que estar. Piense usted ahora mismo, mi hermano y mi hermana, piense usted cómo usted está respondiendo al llamado de Dios en su vida. Piense cómo está respondiendo usted al llamado de Dios en su vida a través de todo lo que usted hace, ¿lo está haciendo para honrar a Dios, para que Dios sea glorificado a través de cada una de las transacciones en la vida que usted hace? ¿O lo que usted hace lo está haciendo más bien por sus propios beneficios personales y Dios queda a un lado rezagado? Lo hago porque necesito dinero en mi banco, lo hago porque necesito tener esta familia conmigo o lo hago porque necesito impresionar a aquel o a ella o lo estoy haciendo porque estoy tratando de vivir el sueño de otra persona y me siento infeliz porque no quiero vivir lo que verdaderamente yo quiero vivir, o lo que yo entiendo tengo que vivir. ¿Cómo respondemos al llamado de Dios?
Yo quiero que usted se ponga de pie, mis hermanos, y yo quiero que hagamos una oración ahora. Hay una canción bien bonita que es una canción que marcó mi vida desde la primera vez que yo la escuché, es una canción que habla acerca de servir al Señor sin reservas y sin condiciones, algo que solemos hacer mucho, ponemos reservas, ponemos condiciones y tratamos de encajonar a Dios en lo que nosotros entendemos es aceptable. Pero hermanos, Dios se va por encima de todas esas cosas, Dios se va por encima de cualquier reserva o condición que nosotros podamos ponerle. Y mira, y si usted no quiere responder a ese llamado de Dios, ¿saben qué? El Señor va a decir, ok, fine, whatever, have it your way. Y tal vez alguno de ustedes dirá, fine, I’ll have it my way, pero vas a seguir llevando una vida de constante sentido de insatisfacción porque van a estar estos espacios totalmente vacíos en ti, porque realmente no te has alineado con lo que Dios tiene intencionado para tu vida.
Y si tu deseo realmente es de agradar a Dios, pues entonces yo te pido que tu consideres estas palabras, si tu sigues llevando tu vida en la forma en que a ti te dé la gana, te vas a seguir encontrando con tus bajones de vez en cuando y de cuando en vez, pero si tu decides alinear tu vida a ese propósito de Dios de responder a un llamado, de estar en comunión con él, responder al llamado de amarlo a él y de responder al amor que él te da a ti, y el resultado de eso que entonces a través de todas las cosas que tu haces, que tu puedas decir, Señor, me levanto en este día enfrento a mi jefe, enfrento a mi colega, enfrento mis estudios, enfrento a mi maestro, enfrento al compañero que me encuentro en la guagua, enfrento a la persona que sea y yo quiero que lo que sea que yo haga pueda traer un impacto a esa vida de quien tu eres y de lo que tu significas en mí.
Yo quiero responder a ese llamado Señor Jesús, que mi vida esté determinada por ese tipo de mentalidad, por ese tipo de pensamiento, que si estoy en la fila del colmado y veo que el cajero tiene una mala cara, hey, extiéndele una sonrisa. Tu no sabes lo que tu sonrisa puede hacer en la cara de ese cajero. O la rechaza y mira para al lado y sigue con la trompa arriba o te mira y se echa a reír otra vez. Eso, mis hermanos, ese gesto que tanto puede hacer.
Y también está, mis hermanos, el llamado al ministerio que Dios puede tener sobre muchos de ustedes, el Señor te necesita, el Señor te quiere, te quiere para él, te quiere para seguir moviendo su obra, su reino adelante y ¿saben qué? él te dice, tu tienes algo que yo quiero, tu tienes algo que yo deseo, hay algo que yo he puesto en ti que yo quiero usarlo. Si tu me entregas eso, entonces tu verás cómo yo voy a obrar a través de ti.
¿Cómo respondemos a ese llamado, mis hermanos? ¿Cómo respondemos a ese llamado? Yo te invito a que si tu quieres tomar un tiempo de oración pensando claramente en esto, yo te invito aquí al frente y mientras nosotros cantamos esta canción que tu verdaderamente puedas enfocarte en el Señor, y decir, Señor, mira sí, yo quiero responder a tu llamado sin reserva, sin condiciones, aquí estoy Jesús, yo quiero responder a ese llamado que tu tienes sobre mi vida en la forma en que este se manifieste, yo quiero responder a ese llamado.
Cierra tus ojos y medita en esas palabras, por favor.
Heme aquí Señor, envíame si te puedo servir aquí estoy
En tus manos Señor, como el barro soy
Para que me hagas a tu imagen tómame
Dile, yo lo haré
Yo lo haré, te obedeceré
Sin reservas ni condiciones te seguiré
Yo lo haré, te obedeceré
Sin reservas ni condiciones te serviré
Si mi vida te sirve la entrego a ti
Hoy la rindo a tus pies, Señor Jesús
Te entrego mi ser y mi corazón
No hay sentido en vivir sin no es para ti
Yo lo haré, te obedeceré
Sin reservas ni condiciones, te seguiré
Yo lo haré, te obedeceré
Sin reservas ni condiciones, te seguiré
Yo lo haré, te obedeceré
Sin reservas, ni condiciones te seguiré
Yo lo haré, te obedeceré
Sin reservas ni condiciones te seguiré
Ahora yo quiero que tu ores así. repite esta oración si así lo sientes hacerlo:
Señor Jesús, tu tienes un llamado en mi vida, tal vez lo conozco, tal vez en parte, pero mi deseo es servirte, mi deseo es ser útil para ti, aquí está mi vida, lo que tengo, Señor, mis altas, mis bajas, las entrego a tu altar, para que tu hagas como tu quieras, con lo que hago Señor, con lo que tengo, con mis palabras, con mis acciones, con lo que yo escribo, con lo que yo pienso, quiero responder a tu llamado de reflejar tu amor a otros a mi alrededor, úsame como tu quieras, que yo no me acobarde, sino que tenga el valor de confiar en ti, de confiar en tu promesa, de que si tu estás conmigo nada me faltará, Señor. Úsame en mi trabajo, úsame en mi casa, con mi familia, con mis hijos, con mi esposo o mi esposa, con mi hermano o hermana, con mi novio o mi novia, sea quien sea Señor, ahora mismo yo declaro que tus hijos e hijas, mi Dios, puedan abrir sus ojos a esa realidad de que tu ves algo en ellos que tu quieres usar, que hay algo, Señor, hay un potencial en sus vidas que tu quieres explotar, mi Dios para que gente, mi Dios, a su alrededor lo puedan recibir y puedan acercarse a ti, Señor, ahora mismo sobre cada uno de ellos y ellas, mi Dios, yo declaro tu bendición, Jesús, yo declaro que ellos abran sus ojos a una nueva realidad en ti, mi Dios, que ninguno de ellos se vean como poca cosa, sino que ellos se vean como un gran instrumento tuyo para bendecir e impactar las vidas de otros a su alrededor, para impactar la vida del sistema, de la sociedad en la cual vivimos, Señor Jesús. He aquí tu llamas, tu llamas personas a tomar lugar, tomar posesión en distintos lugares, en distintas esferas, mi Dios, en las cuales nos movemos.
Tu estás llamando artistas a que puedan proyectar imágenes, mi Dios, que te comuniquen a ti. Tu llamas a poetas, tu llamas a escritores, tu llamas a maestros, mi Dios, tu llamas albañiles, tu llamas a contratistas, tu llamas a enfermeros, enfermeras, o a terapistas, tu llamas a administradores, mi Dios, tu llamas a farmacéuticos, tu llamas a médicos, tu llamas a abogados y también llamas a aquellos que puedan entrar al ministerio, Señor Jesús, también que puedan mover la iglesia adelante hacia el futuro, Jesús, sobre cada uno de ellos ahora mismo yo declaro, Señor, que ellos puedan responder sin reservas que puedan responder sin condiciones y que puedan obedecer al llamado que tu tienes sobre sus vidas, Jesús, llénalos de ti, Jesús y que seas tu por encima de todas las cosas, llevándote toda la gloria y todo el honor, Jesús, eres el tu el que se lleva toda la gloria y todo el honor en medio de nuestras vidas, nuestro deseo, Señor Jesús, es que seas tu exaltado por encima de todas las cosas, Jesús, oh te adoramos, Señor, te adoramos Jesús, te adoramos Jesús. Yo lo haré, yo lo haré, yo lo haré, sí, Señor, te obedeceré, sin reservas ni condiciones, te seguiré
Yo lo haré, te obedeceré
Sin reservas ni condiciones, te seguiré
Yo lo haré, te obedeceré
Sin reservas ni condiciones, te serviré
Yo lo haré, te obedeceré
Sin reservas ni condiciones, te seguiré
Oh, sí Señor, tu nos llamas Jesús y al menos los que nos comprometemos contigo decimos que lo haremos, Jesús, obedeceremos tu voz y confiamos en tu promesa, Señor de que tu estará ahí para cada cual. Te damos las gracias, Señor, gracias, Jesús.
Hermanos toma un tiempo hoy darle gracias a Dios. Hermanos, tenemos que darle gracias por el mero hecho de que él quiera hacer algo con usted. Dele gracias, dele gracias. y si no sabe cómo, pídele al Señor que te muestre, gracias Jesús, gracias, Jesús, gracias Señor. Gracias, tu tienes propósitos con tu iglesia, gracias Jesús. Tu tienes propósitos con tus hijos e hijas, mi Dios, ahora mismo Señor quita toda confusión, mi Dios, quita toda nube de cuestionamiento, Señor y que haya una sensibilidad genuina de poder obedecer a tu llamado, Jesús. Bendigo a tu pueblo, Señor, lo bendigo en tu nombre Jesús, lo que ellos hagan de hoy en adelante que lo puedan hacer con esa mentalidad y esa convicción que lo hacen para ti, Jesús, lo hacen para ti, Señor, para que seas tu glorificado y exaltado en medio de todas las cosas. Gracias, Dios. En tu nombre Jesús, amen y amen. Gracias, Señor. Gracias, Jesús.
Hermanos, que el Señor les bendiga, que el Señor les guarde, que el Señor haga resplandecer su rostro sobre ustedes y les dé la paz. Vayan el nombre de Jesús, impacten la vida de otros en el nombre de Jesús. Bendiciones, hermanos, adelante en el Señor.
Algo más grande que la vida normal (Lucas 5)
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Abramos nuestras Biblias en el libro de Lucas, el Evangelio de Lucas, Capítulo 5. No sé, cuántos sienten que Dios está a punto de hacer algo grande en nuestras vidas y en Nueva Inglaterra. Amen. Y que esto incluye a usted, que el Señor no se va a olvidar de usted, que a la vez que él hace algo grande en Nueva Inglaterra también ha de hacer algo grande en ti. ¿Lo crees? Amen.
¿Y saben? Y no disculpo si alguno de esos amen fueron con un poco tibio porque yo no sé de usted, y he tenido esta conversación con muchos, y yo sé cómo se puede sentir alguien que a la vez de saber que la aventura más grande de su vida se aproxima, la cosa más grande que ha de hacer de Dios, los días más especiales de su vida se aproximan, a la vez uno se da cuenta que esa aventura y esos tiempos no vienen sin un costo, que tal vez la bendición más grande de toda tu vida, la experiencia más especial de toda tu vida también será acompañada con un costo que nos viene, que ese tipo de bendición no viene gratis, que nos va a costar.
Y en esta mañana, hermanos, yo le afirmo que sí a ambos, a ambas intuiciones, ambos sentimientos. Sí, viene gran bendición para su vida, sí Dios tiene grandes planes para su vida. Él quiere hacer cosas grandes a través de ti y de su vida, y hermanos, no le va a costar mucho, nos va a costar todo. Y hay un nombre para esa experiencia, se llama discipulado. Esta es la aventura de seguir a Cristo.
Y hermanos, les invito al Evangelio según san Lucas Capítulo 5, y hermanos, no sé de usted, pero tal vez usted tiene una Biblia Reina Valera como tenemos mucho y como tenemos aquí representado por el Internet, y los editores de la Biblia Reina Valera marcaron este texto con un título que aún ustedes lo pueden ver de ahí y ¿qué dice ahí que aconteció en Lucas, Capítulo 5 del versículo 1 al 11? La pesca milagrosa.
Ahora, vean algo interesante. Si fuéramos a ver este mismo texto en la Nueva Versión Internacional el título cambia, los editores de la Nueva Versión Internacional and if you’re following along in English and you apeen to have an NIV Bible and a bilingual Bible like me, it’s the only way I would catch it, side by side you have these two titles, y esos editores titulan esta porción bíblica ¿cómo? Llamamiento de los primeros discípulos.
Pastor, ¿qué pasa aquí? ¿Qué es lo que está aconteciendo aquí? ¿Esto es la pesca milagrosa o el llamamiento de los primeros discípulos? ¿Qué es lo que está pasando aquí? Y, hermanos, a propósito, lo que está pasando aquí es que el evangelista Lucas, no escribió ninguno de estos dos títulos, ningunos de estos dos títulos aparece en el griego. Y esto está bien, esto es para ayudarle. Alguien hizo una decisión que para poder ayudarle en buscar los textos bíblicos, un editor dijo, bueno, hizo una decisión de declarar, esta es la cosa más importante que está aconteciendo en este texto. Y un editor dijo, bueno, la cosa más importante que está aconteciendo en Lucas Capítulo 5 del 1 al 11 es la pesca milagrosa. Otro decidió, no, no, no, lo más importante que está aconteciendo en este texto es, el llamamiento de los primeros discípulos. ¿Qué dice usted?
Volvamos a la Reina Valera. Gracias, mis hermanos. ¿Sabe lo que yo pienso? Yo creo que el milagro más grande que hace el Señor, que siempre ha hecho, que sigue haciendo es que un individuo, una persona decida seguir a Jesús y ser su discípulo. Yo creo que eso aún hoy es la cosa más grande que puede hacer el Señor. ¿Saben por qué? El Señor puede obligar que un demonio huya por el poder de su palabra. El Señor por el poder de su palabra hace que los ciegos vean, que los paralíticos caminen, que los muertos salgan de sus tumbas. El Señor puede hacer grandes cosas aún el Señor a través del poder de su palabra puede cancelar las leyes de la naturaleza como hizo aquí y como veremos en este milagro de la pesca milagrosa. Pero el Señor no obliga a nadie a que lo siga. El Señor no obliga a nadie que lo siga, el Señor no puede o por lo menos él ha decidido que nadie lo siga por obligación.
El que sigue a Cristo, el que hace la decisión de dejar, imagínese, dejar todo lo que conoce, todas sus costumbres, la manera en que lo criaron, lo que da placer, la manera en que ve el mundo, para seguir al Señor, a lugar tal vez misteriosos y desconocidos, imagínese lo grande que es eso. y todo el mundo, si usted está aquí y ha hecho esa decisión de seguirlo a Cristo lo hizo porque usted quiso, porque el Señor los llamó y usted obedeció la voz del Señor. y gloria a Dios, hermanos, si usted está aquí y dijo sí, amen, Señor te sigo, porque ¿sabe? Para muchos, yo diría para la gran mayoría del mundo y nosotros lo tenemos por sentado porque estamos en un país donde la palabra de Dios brota como agua de la peña y está disponible donde quiera y hay una mayoría especialmente en un lugar así tan especial, como esta iglesia en un domingo, de discípulos de Cristo. Vea Tailandia donde está predicando Julie a donde 1% de la población ha hecho esa decisión. ¿Por qué es tan difícil allá? ¿Sabe por qué? Y yo diría aún en los EEUU, aún en este país para muchos este salto de seguir a Jesús es demasiado peligroso. It’s just too much to ask. Están pidiendo demasiado de que sigan a Jesús. Y prefieren ser religiosos a ser discípulos de Cristo.
El pastor estuvo predicando unos domingos atrás acerca de la diferencia de una vida religiosa y una vida en el espíritu. ¿Se acuerdan? Que no son iguales. La vida en el espíritu y la vida religiosa es muy distinta. Y, hermanos, por los propósitos de esta mañana yo puedo distinguir una vida religiosa o una vida de un discípulos de Cristo en esta manera, esta es la manera, yo creo que este es el marco que define al discípulo de Cristo de una persona religiosa, y es esto: quién sigue a quién.
Uno puede vivir una vida en que uno coloca a Jesús o la imagen que uno ha inventado de Jesús dentro de los marcos de su vida religiosa. Pero en la realidad el que está haciendo todas las decisiones en su vida, el que está programando su vida, el que determina qué haces, qué dices, cuándo lo haces, y por qué eres tu. tu estás viviendo tu vida, tu estás sentado en el trono de tu vida como vemos en los materiales de discipulado. You are calling the shot. Tu eres la persona que estás dirigiendo tu vida y Cristo, tu esperas que Cristo en tu jornada, en una jornada que usted mismo ha programado espera que Cristo te siga a ti si eres religioso. O sea, no es tan consistente que una persona religiosa diga, espero que Dios bendiga este esfuerzo, o espero que Dios nos acompañe o que Dios te bendiga o Dios te acompañe, porque en realidad eso es lo que hacemos. Cuando somos religiosos estamos diciendo que Jesús nos acompaña a nosotros, estamos esperando que él nos siga a nosotros, nos acompañe, nos bendiga en la jornada de la vida que nosotros mismos hemos programado.
En cambio, el discípulo sigue a Jesús. El discípulo ha hecho una decisión de dejar su vida en una entrega total para seguir a Cristo. Ahora, ¿cómo llega uno a ese extremo? Cómo es, y ustedes se dan cuenta, tal vez, especialmente en un país como este, los EEUU que atesoramos nuestros derechos, nuestro tiempo, nuestra independencia, venimos muchas veces de lugares a donde tal vez aquí por primera vez usted puede decidir cómo vivir y de momento vas a entregar ese derecho de decidir cómo usted vive, para seguir a Cristo. ¿Cómo llega uno a esa decisión?
Me encanta este texto, ¿sabe por qué? Porque es un retrato, es una grabación de este proceso. Nosotros podemos ver un hombre convertirse y sus socios, convertirse en discípulos de Cristo delante de nuestros ojos. Y comienza hermano todo discipulado comienza con un encuentro con Jesús, todo discipulado, cada discípulo comienza con un encuentro con Jesús y para Pedro, el evento que transformaría su vida aconteció a la orilla del lago Gennesaret, aquí en Lucas Capítulo 5:
“Aconteció que estando Jesús junto al lago de Gennesaret, el gentío de agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios y vio dos barcas que estaban cerca del a orilla del lago y los pescadores, y habiendo descendido de ella lavaban sus redes. Y entrando en una de aquellas barcas la cual era de Simón, le rogó que le apartase de tierra un poco, y sentándose enseñaba desde la barca a la multitud....”
Hermanos, lo primero que queremos enfatizar es que uno puede conocer a Jesús, entre comillas, sin haber tenido un encuentro con Jesús. Uno puede hasta oír a Jesús predicar oír la palabra de Jesús sin haber tenido un encuentro con Jesús. Uno puede aún, ver al Señor hacer cosas milagrosas y poderosas aún en su propia casa sin haber tenido un encuentro personal con Jesús. Y por lo menos en este punto de la vida de Pedro, ese es el caso de Pedro precisamente.
Si vemos un poco más adelante en el versículo, anteriormente en el Capítulo 4 de Lucas, versículo 38 algo acontece en la misma casa de Pedro algo acontece allí.
Dice que “... entonces Jesús se levantó y salió de la sinagoga y entró en casa de Simón. La suegra de Simón tenía una gran fiebre y le rogaron por ella, e inclinándose hacia ella reprendió a la fiebre y la fiebre le dejó, y levantándose ella al instante le servía....”
Esto aconteció ¿dónde? En la misma casa de Pedro, y no solo eso,
“...al ponerse el sol todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él, a Jesús y él poniendo manos sobre cada uno de ellos los sanaba. También salían demonios de muchos dando voces y diciendo, tu eres el Hijo de Dios. Pero él los reprendía y no les dejaba hablar porque sabían que él era el Cristo...”
Hermanos, no sé de usted, pero mi impresión es que Pedro estuvo aquí, Simón Pedro estuvo aquí para todo esto. Él fue testigo de todos estos acontecimientos. Esto se está llevando a cabo en la casa de Pedro. Ahora, hermanos, también me dice esto de Pedro: el hombre no era un hombre rico pero tampoco era un vagabundo. Él estaba viviendo el sueño de la clase media. ¿Qué sabemos de él? Si el tenía suegra, ¿qué tenía él? Tenía esposa, tenía su hogar, y también sabemos que él tenía una casa, y no solamente cualquier casa, yo creo que por algo esto está aconteciendo en la casa de Pedro, esto es por lo menos una casa suficientemente grande para acomodar varias personas. Y encima de eso él tenía su negocio, él era un pescador que era el comercio principal de esa región, y parece que le iba bien porque encima de tener sus barcas y su negocio, ¿qué más tenía él? Socios. ¿Qué más quería él?
Y hermanos, ese es el punto. El Señor nos visita muchas veces en el momento, es tan difícil ver el poder de Dios y apreciarlo en el medio de nuestra vida normal, común, corriente. Y Pedro, yo me imagino que Pedro le tenía gran respeto a Jesús. Él le abrió la casa a Jesús. Y hermanos, eso está bien, eso es un gran comienzo, uno puede abrirle la casa a Jesús sin abrirle el corazón. Uno puede reconocer, este es un gran rabí, sin reconocer, este es el Hijo de Dios, el jefe de mi vida, mi Dios y mi Rey. Uno puede decir, ese es un gran hacedor de milagros, sin decir, él es mi Dios.
Y esta es la situación de Pedro en este punto. Jesús lo conocía, él conocía a Jesús, ellos se había cruzado, Jesús le tenía suficiente confianza para tomarle prestada su barca y pedirle ayuda, pero yo me imagino, hermanos, que si sacamos un retrato, si congelamos ese punto y le preguntamos en ese punto, en el momento en que Jesús se subió a la barca para usarla como un parlante para predicar a esta multitud, y si uno le preguntara a Pedro en ese momento, ¿este rabí que usted tiene sobre su barca, este hombre que tu estás ayudando, quién es él? ¿Le contestaría ese es mi Dios, ese es mi Rey, ese el que determina el curso de mi vida, ese es el que hace las decisiones por mí? Ves, yo creo que Pedro era un gran admirador de Jesús, creo que le tenía hasta cariño pero no era su discípulo, todavía no lo seguía.
¿Y saben lo que se necesitaba para romper este patrón y para hacer esa transición? Una crisis. Y esto lo vemos en los siguiente versículos. Para ti y para mí tal vez esto no aparezca como una crisis pero nosotros no somos Pedro. ¿Cuántos dicen cada vida es un mundo? Para ti y para mí un día sin peces no es gran cosa, para Pedro esto es una catástrofe y sigue esta Escritura:
“... después del Señor haber terminado de hablar, cuando terminó de hablar dijo a Simón, boga mar adentro y echad vuestras redes para pescar...”
Ok, ¿qué está diciendo Jesús aquí? Hermanos, imagínense que usted es un electricista y digamos su tío le acompaña que no sabe de nada de electricidad y te aconseja cómo tirar el cable en una casa. O imagínese que usted es un mecánico y está cambiándole una transmisión a un automóvil y yo te aparezco, que a veces me confundo dónde meter la gasolina, y yo te aconsejo tal vez este aflojo, este tornillo. Dices, gracias Samuel, gracias. Quédate en el carro, ahí me ayudas mucho mejor. Imagínese.
Pedro se supone era el experto en la pesca ¿verdad? Y aquí, hermanos, tenemos una lucha y la lucha se llama el maestro del lago. ¿quién es el maestro del lago aquí? Ahora, se supone que Pedro siendo un pescador comerciante conoce este lago como la palma de su mano. ¿Cuántos de ustedes saben eso? Tal vez tu y yo, algunos que han pescado para recrearse no nos importa dónde pescamos, si es un río, si es altamar, donde quiera que pensamos que hay peces, ahí lo echamos, como que si nos toca peces ese día o no, qué nos importa. Pero un pescador comerciante, fíjate es raro que se mueva del mismo cuerpo de agua. Toda su vida están pescando en el mismo lugar, puede ser que aún el padre de Pedro pescaba en este lago. Sabemos, por ejemplo, que el padre de Juan y Jacobo pescaba en este lago porque él estaba con ellos en este día. Puede ser que estas barcas eran una herencia que el abuelo de Pedro le pasó al padre, el padre a Pedro y el mismo lago, ellos pescaban en este lago todas sus vidas. Como los pescadores que nosotros conocemos aquí en Nueva Inglaterra que van a Gloucester y Gloucester para ellos es, nosotros vemos agua y un paisaje, ellos ven su vida. y la cosa es esta, es muy preciso el arte de pescar, y para ellos tienen que programar el viento, la marea, las corrientes, las estaciones de la luna, todo esto ellos lo tienen en cuenta para decidir dónde echar las redes. Y aún así fracasan, aún así tienen días como Pedro.
Dice aquí, “...Pedro le respondió y le dijo, Maestro toda la noche hemos estado trabajando y nada hemos pescado, más en tu palabra echaré la red...”
Y hermanos, ¿saben qué? Tal vez tu estás aquí en la línea entre amo al Señor pero yo sé que él me está llamando a algo más profundo. No sé pero yo sé que me espera algo más, yo siento el espíritu de Dios jalándome misteriosamente a conocer este Jesús más y abandonarme más en su voluntad. Pero algo me ata, y ¿sabes qué? El cruzar esa línea es más fácil de lo que usted piensa.
Es la cosa más fácil que usted puede hacer y a la vez la cosa más poderosa. En este caso fue así. Jesús le dice a Pedro, ¿sabes qué? Tu has estado pescando toda esta noche, has usado tus mejores intenciones, has usado toda tu experiencia, tu has hecho todo lo que tu puedes y qué has logrado? Nada. Ahora, hazme caso. Aunque no tenga sentido lo que te estoy diciendo, aunque no es consistente con todo lo que tu conoces, con toda tu experiencia, con todo lo que tu has vivido, no tiene sentido esto, obedéceme. Ponme a prueba.
Y ¿saben qué? Pedro se tuvo que dar cuenta de algo. En este momento por más experiencia que él tenía él no era el rey del lago, él no controlaba el lago. La vida de Pedro, su bienestar dependía de los caprichos de los peces y el ritmo de este lago. Si el lago decidía él comía y su familia comía, si el lago decidía, si su experiencia lo comprobaba, su socios recibían su salario para ese día.
Hermanos, cada uno de nosotros sin Cristo estamos expuestos a poderes que controlan tu vida. En otras palabras, hermanos, el hecho de que usted controla su vida, que yo controlo mi vida, es una ilusión. Nadie aquí tiene control, últimamente nosotros no tenemos control. Al final el Señor nos muestra que nuestras vidas son algo frágiles. Tenemos cuerpos que se enferman, seres queridos que se mueren, tenemos negocios que dentro de unos meses si se cambia ahora estamos hablando de los cambios en la economía, y diariamente si usted es un negociante a usted le importa la salud de la economía, usted está siguiendo la bolsa de valores, ¿por qué? Usted no tiene control sobre esas cosas, pero sí tienen control sobre usted.
Tienen control, hermanos, nuestros matrimonios son cosas frágiles. Nuestras relaciones son cosas frágiles y de vez en cuando el Señor permite una crisis. Y hermanos, no estoy celebrando la crisis en su vida, todo lo contrario, yo estoy diciendo esto: el que nosotros nos demos cuenta que no tenemos control, que nosotros nos demos cuenta que hay algo que ha acontecido en nuestra vida que tal vez no lo hemos pedido, o lo hemos tratado de evitar con todo lo que sabemos, con toda nuestra experiencia, con nuestras mejores intenciones, y aún así nuestra vida ha sido torcida por algo que de momento ha tomado control de tu realidad y por un momento tu estás dispuesto a hacerle caso a Jesús y tal vez obedecer las locuras que el Señor te pide. Ahora confía en mí.
Ahora entrégame tu vida. Ahora permíteme intervenir en tu vida. Y eso es lo que quiere Dios contigo. Y Pedro sin nada que perder le dice, Señor, sabe, esto es contrario a todo lo que yo sé, todo lo que yo conozco, toda mi experiencia, yo conozco este lago íntimamente, pero si tu lo dices. Tal vez lo hizo para complacer a Jesús. Tal vez lo hizo con sus dudas, pero lo hizo, lo hizo.
Y hermanos, al fin y al cabo esa es la fe. Toda la fe es así. el tomar al Señor, a su palabra y hacerle caso aún cuando no tiene sentido, hacerle caso aún cuando es una locura, cuando uno confronta la palabra de Dios lo mide contra su vida y dice, esto no concuerda con esto en el nombre de Jesús echaré la red, en el nombre de Jesús lo voy a probar. Y entonces,
“.... y habiendo hecho esto encerraron gran cantidad de peces y ¿qué paso, mis hermanos? Su red se rompía. Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca que viniesen a ayudarlos y dicen que tuvieron muchos que ayudarle con la pesca y viendo esto, Simón Pedro cayó de rodillas ante Jesús diciendo, apártate de mí Señor, ya no Maestro fíjate, Señor, porque soy hombre pecador, porque por la pesca que había hecho el temor se había apoderado de él y de todos los que estaban con él...”
¿Qué es lo que está aconteciendo aquí? Pedro había visto a Jesús sanar enfermos, y esto no lo llevó a sus rodillas. Pedro había visto a Jesús tal vez hacer que paralíticos se pongan de pie, esto no lo trajo a sus rodillas. Pedro había oído a Jesús predicar, esto no lo hizo caer en sus rodillas. Pedro había sido testigo de que Jesús echara fuera demonios, en su propia casa, sanando a su propia suegra, todavía no había caído de rodillas. Después de esta pesca Pedro cae de rodillas y dice, tu eres mi Señor. ¿Saben por qué? el Señor sabe la crisis que provocará que finalmente los puede hacer caer de rodillas, y eso es bueno, eso es bueno.
Y hermanos, no es que el Señor sea sádico y nos quiera afligir, pero ¿sabe lo que quiere hacer el Señor? él nos quiere llevar al punto en que digamos, Señor, yo me abro a tu gracia. Tu eres el Señor y yo ni siquiera merezco estar delante de tu presencia. Señor, pido tu favor, pido tu intervención haz algo en mi vida. Una puerta abierta. Y el Señor, ¿sabes lo que quiere el Señor contigo? ¿Por qué el Señor nos lleva a este punto? ¿Por qué es que el Señor nos lleva a tener situaciones que no podemos resolver sin él? ¿Por qué es que el Señor permite caos que no podemos confrontar sin él? ¿Sabes por qué? Porque él tiene un plan para tu vida mucho más allá que tu crisis. La agenda de Dios es poderosa, el Señor se acerca a Pedro y le dice:
“.. no temas, desde ahora serás pescador de hombres y cuando trajeron a la tierra las barcas, dejándolo todo le siguieron...”
Hermanos, tu que estás decidiendo, bueno, yo he oído la palabra de Dios pero yo sé que en el momento que yo venga al Señor algo va a cambiar. Sabe, no es que usted duda del poder de Dios, usted conoce y reconoce muy bien que Dios tiene el poder de cambiar su vida y eso es lo que tal vez usted teme. Usted teme lo que Dios puede hacer en su vida. Usted teme que Dios sea el jefe de su vida. Usted teme que el Señor haga las decisiones por ti. Usted teme perder la independencia. Tal vez usted teme porque no sabe lo que Dios va a hacer con usted, dónde Dios te va a llevar, qué es lo que tal vez tengas que dejar, qué es lo que tal vez tengas que sacrificar.
Si ese eres tu esta mañana, yo te puede garantizar que algo grande, mucho más grande que meramente pescar a la orilla del mar tiene Dios para ti, algo más grande que la vida normal tiene Dios para ti, algo más grande que la vida de la cual tu estás acostumbrado tiene Dios para ti. Dios te quiere hacer no meramente un pescador cualquiera, pero un pescador de hombres. El mismo Pedro, el mismo carácter, el hombre tenía que tener un carácter para ser jefe de los hijos de Sebedeo, algo tenía que tener, algún liderazgo tenía él. Jesús vio todo eso en él y él dijo, sabe, si tu confías en mí yo puedo tomar tu vida, tu DNA, aún tus fracasos, aún las cosas de la cual tal vez ahora tu consideras una tragedia o un fracaso, yo puedo tomar esas cosas y a la luz de mi poder, magnificarla mil veces y hacer algo glorioso a través de tu vida. Eres electricista, el Señor te quiere hacer un electricista para Cristo, donde la cablería del Señor van a través de ti y el poder de ti trabaja a través de ti.
Eres carpintero, el Señor quiere edificar templos y ciudades a través de ti. Lava usted trastes, el Señor puedo usar esas mismas manos para limpiar y lavar y cambiar la vida de muchos. Dios quiere hacer eso en tu vida en esta mañana. Solo le hacemos caso.
Hermanos, pongámonos de pie. Tal vez tu has estado pensando esto por mucho tiempo ya y Dios ha estado trabajando en tu vida ya por mucho tiempo. Tal vez no estaría aquí, tal vez usted ni siquiera estuviera sintonizando por el Internet si algo grande, algún caos, alguna crisis se hubiese provocado en tu vida y yo te tengo noticias, Dios puede resolver eso en un momento porque él es el que tiene control de tu vida, no tu situación. Saben me encanta que el Señor una y otra vez le muestra esto a Pedro, no solamente a través de la pesca pero le dice, Pedro, no te olvides yo soy jefe de este mar. En medio de una tormenta él le dice, ‘mar, cállate’, y el mar se calla. ¿Quién es el jefe del lago?
En otra ocasión el Señor toma una atajadero, el vez tomar el barco decide caminar sobre el lago. Pedro, ¿quiere probar a ver? Sal aquí, camina conmigo. Pedro ¿quién es el jefe del mar? ¿Quién es el jefe del mar?
Sabe, esta situación que parece que te va a hundir, anegar, tumbar es meramente el Señor demostrándote, yo soy el jefe de esto. Yo soy el jefe de tu salud, yo soy el jefe de tu economía, yo soy el jefe de tu futuro, yo soy el jefe de tus sueños académicos, yo soy el jefe de tu matrimonio, yo soy el jefe de tu esposa, de tu esposo, yo soy el jefe de tus hijos. Yo soy el jefe. Yo soy el rey sobre estas cosas.
Ahora, puedes decidir, seguir temiendo los vientos y la marea o abandonarte totalmente a aquel que tiene todo control de tu vida y decir, Señor, yo no sé hasta donde esta jornada me va a llevar, yo no sé hasta dónde vamos a llegar nosotros, pero yo sé esto, después de tu mostrarme quién tu eres, ya yo no puedo seguir viviendo como estaba viviendo. Yo necesito seguirte dondequiera. Estoy dispuesto a dejar mis barcas, estoy dispuesto a dejar mi manera de pensar, estoy dispuesto a dejar mis experiencias y seguirte donde tu quieras.
Cerremos nuestros ojos un momento. Si ese eres tu, si usted está diciendo, yo me hago hoy, yo he amado a Jesús, yo he escuchado su voz y ahora yo no quiero que no haya duda que yo soy discípulo de él y estoy dispuesto a seguirlo donde él quiera. Y hoy hago eso. Hoy yo bogo mar adentro, hoy voy donde él decida. Si eres tu te invito a levantar tu mano.
Gloria a Dios. Gloria a Dios. Gloria a Dios. Gloria a Dios. Si estás haciendo eso por primera vez te invito a otra cosa, te invito a pasar al frente y decir hoy me considero discípulos de Cristo. No te apures, considera eso bogar a mar adentro. En tu asiento tu estás dejando la barca, en tu asiento tu estás dejando tus dudas, en tu asiento tu estás dejando tu vieja manera de pensar, en tu asiento tu estás dejando lo que te está atrasando y te está compenetrando con el hacedor de tus milagros. Si ese eres tu, si deseas te invito a pasar.
Gloria a Dios. Lo que te espera es la aventura, todo tu vida hasta ahora ha sido mera práctica, ahora la verdadera historia comienza, ahora la verdadera aventura comienza. Ahora comienza.