SERMONES

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Quien conoce a Cristo es diferente como antes

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Vamos a la palabra de Dios y vamos a tocar otra vez Primera de Pedro, 2 de versículos 9 a 12.

Versículo 9 dice, otra vez “.... más vosotros sois linaje escogida, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. Vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios, que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia más ahora habéis alcanzado misericordia. Amados, yo os ruego, como extranjeros y peregrinos que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores glorifiquen a Dios en el día de la visitación al considerar vuestras buenas obras....”

Padre te pido que sea tu Espíritu Santo hablándome a mi y a todos, Señor, tenemos hambre y sed de tu pan, Señor, el maná que tu das. Señor, te pido que nos des de comer en el nombre de Jesús. Amen, amen.

Este texto dice que cuando alguien conoce a Cristo es diferente como antes. Dice que antes ustedes no eran pueblo pero ahora son el pueblo de Dios. Piensen en esto, en este lugar, hoy en esta mañana tenemos personas de cuántos países, 20 países por ahí, tenemos tan diferentes, personas que algunas han salido de situaciones muy feas en la calle, algunos han pasado tiempo preso, otros han tenido dolores fuertes en su vida, que jamás hubieran pensado que iban a congregarse en una iglesia, y participar, y tomar clases de discipulado y recitar versículos. Es una sorpresa.

Hay algunos que dicen a veces, y me encanta escucharlo, ‘Yo no puedo creer que estoy aquí después de lo que yo he vivido, la persona que yo era y aquí estoy en la iglesia levantando las manos, arrodillado orando con lágrimas. Jamás hubiera hecho antes en mi vida’.

Yo se que para algunas personas estos pasos significan mucho. Cuando se entregan al Señor, cuando se dejan tocar por el Espíritu Santo piensan ‘yo no puedo creer que soy yo aquí. Estaré loco.’ No sabe, porque han cambiado.

Y a mi me fascina ver esa luz comenzar a prenderse en los ojos del pueblo de Dios. Cuando uno puede casi mirar las cargas quitarse de los hombros que tenía, cargas de pecado, de amargura, especialmente se nota cuando uno toma el paso de comenzar a perdonar a los demás que les han ofendido, es como si una sombra se le hubiera quitado y hay nueva luz y nuevo gozo en sus vidas.

Somos un pueblo glorioso. Saben que la gloria de Jehová se llama en el Antiguo Testamento se llama, la gloria shakiná de Jehová, significa la gloria visible, una luz casi palpable que reposa sobre el pueblo de Dios después de conocer a Cristo. Es algo bello, es algo lindo.

¿Pero cuántos sabemos que este proceso de transformación no es del día a la noche? De noche en mañana, de hoy a ayer, no es rápido, es un proceso largo a veces. Yo se que en el discipulado a veces tengo personas que dicen cuando están tomando las clases, ‘Gregory, no me siento capaz de graduarme porque todavía yo tengo muchas asperezas, tengo mi carácter. Hoy mismo yo me encontré diciendo algo indebido’, y se sienten culpable. Y nosotros después de eso recordamos, ¿sabes qué? somos una obra en proceso, somos una obra en proceso y gracias a Dios el cambio no depende de nosotros, no depende de mí. El cambio cristiano se llama el proceso de la santificación.

¿Qué significa eso? ¿Qué significa que estamos en el proceso de la santificación? ¿Qué significa eso? Que llegamos a ser más y más como Cristo. Si decimos que llegamos a ser más y más santos, muchos de nosotros visualizamos una estatua que está ahí en una plaza de Centroamérica, pero la verdad es que ser santo es ser como Jesús, de andar como Jesús, de hablar como Jesús, de interactuar como Jesús, de trabajar como Jesús, de saludar como Jesús, de andar como él, de hacer la pregunta ¿en mí lugar qué haría Jesús?

Eso es el proceso de la santificación, pero es un proceso largo y no depende, vuelve a decir, de nuestras fuerzas. ¿Cuántos han tratado en algún momento de tu vida de hacer una resolución de año nuevo? En este año enero decides, este año voy a perder peso, voy a no se que´.... Ya no voy a no se qué... lo que dijiste, pero tiene que ser algo malo que querías dejar de hacer, gracias a Dios. Este año va a ser diferente. Y los que trabajan en gimnasio saben que el gimnasio se llena en enero y ya para febrero y marzo ya está todo igual que antes. Porque la fuerza de la voluntad no es suficiente para romper las ataduras que tenemos.

Nosotros lo compramos con el mono que tenemos sobre el hombro. ¿Se acuerda de eso, nivel 2? Que comienza como una mascota. Tu has escuchado un dicho de personas saliendo de los vicios, ‘I got a monkey on my back’. Tengo un monito ahí que tengo que alimentar ese monito o me come, y una adicción es así. Yo tengo que alimentar la adicción o me domina. Yo no puedo seguir adelante sin eso. Así que dicen, tengo ese mono, que comenzó como un monito mascota que yo tenía y yo le daba de comer un guineíto, un guineíto más. Era mi mascotita, un pecadito, nada tan malo. Pero crece, y crece y un día me dice ‘Mira, quiero un guineo,’ pero ya la voz no es una voz de bebé nada más, ya quiero un guineo, y tu dices, ‘no quiero darte un guineo hoy’. Apreta los brazos peludos y dice, ‘no, dame el guineo ahora’, y tu ya..... ah... no tienes otra opción, tienes que alimentar el mono.

El mono es como el pecado dentro de nosotros. Nosotros por nuestras fuerzas no podemos vencer el pecado y los problemas de la vida. Pero gracias a Dios en Cristo hay algo diferente en ti. Si has aceptado a Cristo como tu Señor y salvador, hay un nuevo espíritu que vive dentro de ti, que ha entrado y ese espíritu tiene una vida y un poder espiritual para transformarte. Es como una electricidad divina que va transformando nuestro carácter para ser más y más y más como Jesús. Y es un proceso espiritual, no es un proceso de la fuerza de la voluntad que no funciona. Es confiar que Dios va a hacer la obra en mi.

¿Cuántos saben que si tu descuidas la oración por un tiempo, si descuidas congregarte por un tiempo, si dejas de leer la palabra por un tiempo y te apartas, no estás conectado con la vid? ¿Qué pasa? Si una rama está separada de la vid comienza a secarse y ya no da fruto como antes y nosotros si descuidamos buscar de Dios, y enchufarnos con ese poder espiritual, comenzamos a ya perder esa unción, esa energía divina que puede habitar dentro de nosotros y se nos sale el viejo hombre, el viejo o la vieja mujer.

¿Cómo es tu viejo? No estoy hablando del esposo. ¿Cómo es tu viejo? Yo se cómo es el mío. Cuando yo descuido de buscar de Dios como debería de hacer, se me sale ciertas actitudes, cierta perspectiva, ciertas quejas, cierta ansiedad, ciertas cosas, y ya reconozco, ‘ah, ah, el viejo Gregory está saliendo otra vez, ya es tiempo de curarme o va a ponerse muy feo y ya no quiero eso, me complica la vida’.

Lo que yo necesito hacer cuando comienza así, tomar un día para ayunar, o tomar un tiempo, yo voy a confesar algo, me gusta meterme en un lugar escondido donde nadie me escucha y gritarle al Señor en lenguas por un tiempo como un loco. Esto es clamar al Señor en un lenguaje espiritual.

Y no se después de media hora de eso, es como medicina, me curo. Me siento mejor, ya no soy tan mal como antes. Sigo malo, pero no tan malo como antes, porque el poder ya comenzó a fluir otra vez. Estoy en mis cinco cabales otra vez, ya vamos a volver.

Sabemos que el poder es de Dios pero nosotros tenemos que estar conectados con ese poder, tenemos que colaborar con ese poder y Dios tiene su manera de cumplir la misión que él tiene en tu vida. Él tiene un plan para tu vida. Él quiere transformarte para que tu seas como Jesús, pero en tu personalidad, en tu vida, en tu cultura, en tu trabajo, en tu familia, él quiere que tu seas tal como Jesús sería si fuera usted.

Y el Espíritu Santo lo hace, lo hace en muchas maneras. Es un proceso que a veces es un proceso un poquito violento, a veces se necesita medicina dura. ¿Saben lo que pasó en nuestro hogar hace unos meses atrás? Mi esposa y yo estábamos domingo en la noche en el salón donde estuvimos haciendo algo, no se qué, y ya sentimos un sacudón, como ¡pom!, y toda la casa se sacudió y nos miramos,.... ¿será un terremoto? Mi esposa es de California, se asusta por cualquier cosas, qué será. Fue un sacudón fuerte, se tumbó unas cositas y miramos abajo y un carro se había chocado con nuestra casa. Imagínate. Gracias a Dios nadie estaba herido, estaban bien, pero pensamos, ¿qué cosa más rara que alguien se chocó con nuestra casa?

Y después comenzó a hacer sonidos en los próximos en nuestra calefacción. ¿Cuántos aquí tienen calentadores que son de esos del estilo viejo que, de vapor... yo no se si muchos tienen esos, y hacen a veces bang! Bang! Bang! Pero lo comenzó a hacerlo pero duro, duro, y se sacudía la casa y vimos un líquido feo saliendo, oloroso saliendo de eso. Y nosotros preguntamos a un plomero, y él dice que a veces cuando hay un ‘when there’s a big bang’ se sacude el sistema de calefacción y hay como una suciedad que está bien sedimentada en la calefacción, que se sacude y se suelta y se mueve en el vapor y causa esa pérdida y a veces el sonido. ¡Que lindo, no! Es sludge, es suciedad tan sedimentada que no se mueve si no hay un ¡bang! Fuerte, y después tu tienes que hacer fluir agua en el sistema para sacar toda esa cosa fea de dentro del sistema. Pero si no hay un sacudón fuerte algunas cosas nunca van a cambiar en nuestra vida.

Y yo pienso en el Apóstol Pablo que antes de ser Pablo era Saulo, andaba mal, tenía hábitos malos, hábitos como matar cristianos. ¿Tu crees que tu tenías malos hábitos? Él andaba matando cristianos, hombres, mujeres, niños, ese era su vicio antes. Dios tuvo que .... ¿que hizo Dios con él? Lo tumbó del caballo, ¡bang! Y él quedó ciego tres días, y dice, ‘Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?’ ‘¿Quién eres Señor?’ ‘Yo soy Jesús quien tu persigues’. ‘pero ¿cómo?’ Necesitaba una medicina fuerte. Es así en la vida.

A veces el espíritu usa un choque, un sacudón fuerte para despertarnos, para soltar la suciedad que está tan sedimentada que no cambia de otra manera. Pero el propósito de Dios es que seamos libres de la mala influencia.

¿Sabe que nuestra calefacción ahora funciona pero bien, bien, y calladito? Nos cocinamos anoche porque estaba..... porque funciona. El sacudón no es placentero pero después ..... guau... me siento libre, mejor, mejor que antes, gracias a Dios.

A veces Dios tiene que usar un látigo para limpiar la casa. Jesús, algunos piensan que Jesús es tan suave y tan tierno que nunca se molestaba por nada. Cuando Jesús vio personas vendiendo en el templo ¿Qué hizo? Él tomó tiempo para hacer un látigo y comenzó a bang, bang, a sacarlos de ahí, tumbando las mesas. Esta casa es casa de oración, ustedes lo han cambiado en un mercado, en una cueva de ladrones. Jesús a veces tiene que darnos un buen cocotazo para que aprendamos, ¿no? A veces es fuego.

¿Cuántos sabemos que el fuego es un agente purificador? Como dice Malaquías que Dios es como un purificador con fuego que pasa el oro en el fuego y se quema y todas las impurezas suben a superficie y el oro que queda es oro refinado en el fuego, oro que vale. Si tu has pasado por sufrimientos tu sabes que después quedas purificado como oro refinado, ya las impurezas salieron a la superficie para ser visibles, para ser limpiadas. Que lindo, el proceso del Espíritu Santo.

A veces el Señor tiene que limarnos un poco, y ¿saben lo que usa para hacer esto? Algo que es áspero, para tocar contra nuestras asperezas. ¿Cuáles son las cosas que rozan con las asperezas de tu carácter? Normalmente son personas más ásperas que tu. Si tu tienes un problema Dios te envía alguien normalmente en el trabajo, un jefe, una amigo, un compañero, una esposa, un esposo, un hijo para limarte un poco. Si tu te dejas hacer, algunos esposos mirándose como.... hierro contra hierro..... hierro contra hierro y quedan bien, bien afilados, gracias a Dios, ejemplo vivo.

Pero fíjate, es así. ¿cuántos aquí han tenido un amigo que tenía, y no estamos hablando de nadie en particular ahora, con carácter medio difícil y fuerte? Después de casarse, las chispas vuelan porque se casa con alguien más fuerte que él normalmente, pam, pam, pam, chispas, sin violencia, estamos hablando palabras, cosas así. Pero después de eso si se someten al Señor los dos quedan, el hombre queda diferente, la mujer queda diferente, más suave, más como Cristo. Para algunos se fortalecen. No es fácil, no es placentero pero es obra del Espíritu Santo para formarnos para ser como Cristo.

Gracias a Dios la purificación no siempre es difícil. A veces Dios te purifica en maneras refrescantes y suaves. Hay algunos que no necesitan un golpe tanto como un aceite para ungir sus heridas y sanarse un poco.

Sabemos que el agua es un agente de limpieza linda. Tu tienes una olla sucia, en lugar de fregar, fregar, mira, voy a dejarla ahí con agua por un tiempo, y ya se refriega más fácilmente. El agua del Espíritu Santo nos suaviza, nos cambia.

Yo conozco personas que eran tan duras diez años atrás que a veces ahora dicen cosas tan suaves que hasta me pregunto, hermano, hermana, ¿tu estás bien, tu estás bien? No te vayas a enojar. Tu estás tranquila, estás saludable. Es que el Espíritu Santo le ha suavizado sus durezas. El agua de vida refresca el alma.

El bautismo representa un entierro y nueva vida y también representa un buen baño que Dios nos da, gracias a Dios. Una mamá me dijo, ‘Gregory, mantenga a mi hija abajo mucho tiempo porque está muy sucia, echa cloro y ya.... bien, bien limpia la quiero’. Simboliza la limpieza, el agua.

El viento, el Espíritu Santo viene como a veces un soplo, a veces un viento. Un viento puede limpiar porque cuando el viento sopla ya el polvo se va. Uno puede usar un leaf blower or a snow blower para soplar y quitar la nieve. A veces el viento del Espíritu Santo hace la obra.

Por eso cuando la gente viene aquí al frente, no lo hacen por gusto, lo hacen porque Dios sabe que necesitan un encuentro con el Espíritu Santo y vienen y están aquí llorando y clamando al Señor y el espíritu hace la obra, a veces en un mes, dos meses de búsqueda intensiva del Espíritu Santo aquí, se limpian más neurosis y problemas que 10 años de psicoterapia. Y la creo en la psicología, vale la pena decirlo, pero el espíritu tiene poder y transforma. Te animo, busca esta llenura. Funciona.

Otra manera de sanar es la luz del sol, la luz del sol. Sabe que un hombre famoso que era un juez famoso, Brandice, se puso una universidad del nombre de él. Brandice dijo que la luz del sol es el mejor desinfectante que hay. Tu pones algo feo en la luz del sol y se desinfecta un poco, ¿no? Funciona. Por eso se pone la ropa.... que lindo cuando tu pones la ropa al aire libre. Tal vez aquí en Boston no tanto como en el campo, ¿no? porque hay más contaminación. Pero te acuerdas de cómo sentía la ropa después de estar al aire libre conel viento y la luz del sol. Ay qué rico. Es así con Dios.

Si nos ponemos en la luz y dejamos que las cosas estén sobre la mesa se limpian, se limpian. Decimos mucho en el discipulado que las cucarachas y los ratones viven en las tinieblas. Tu prendes la luz y ¿qué hacen? Se esconden. Es así con el pecado y con los demonios, yo digo.

Cuando la gente comienza a confesar sus pecados, del uno al otro.... mire esto no es católico, eso es bíblico. Confesaos.... y católicos es bíblicos muchas veces, no estoy criticando. Pero, confesaos sus pecados el uno al otro y orad el uno por otro para que sean sanados.

Cuando confesamos a un hermano una lucha que tengo, ay, que lindo está la luz, la persona ora por mí y yo me siento sanado. Ya estoy perdonado por la sangre de Jesucristo pero necesito la oración del hermano y cuando se pone en la luz se sana y se libre. Hermano, yo espero que todos tengan por lo menos un amigo o una amiga cristiano, maduro, discreto que sabe guardar un secreto en quien tu puedes confiar tus luchas personales. Es importante, es importante así que la luz del sol nos sana, la confesión y muchas cosas.

También tenemos que a veces, ¿saben qué? Yo a veces voy a casas, me invitan a orar para echar fuera demonios. Yo no se, Dios lo hace, y oramos, hacemos culto y echamos fuera todos los demonios de la casa, echamos aceite sobre cocina, baño, cama, aceite, aceite. Oramos y después al punto de salir sentimos el gozo del Señor y miramos en la sala, un santo con velas y un altar y todo eso.... era, como si yo fuera un fumigador y matar todas las moscas y tu dejas la ventana abierta para que entren más. A veces hay que deshacerse de ciertas cosas, ¿no? o vamos a dejar que sigamos en problemas. Esto es, hay que cerrar la ventana de la casa, hay que cerrar ciertas puertas y decir, ya no entre más las cosas feas. Cerrar la puerta al enemigo y ¿saben qué dice la palabra? Es una cosa limpiar la casa y barrer la casa que todo esté limpio, pero si tu lo haces y dejas la casa vacía aunque un demonio haya salido, ese demonio va a buscar 7 demonios más feos que él y va a regresar y habitar en esta casa otra vez. No es solo limpiar la casa es llenar la casa de las cosas de Dios, llenar mi vida de oración, de buscar al Señor, de servir que esté tan ocupado con Dios que ni hay tiempo para pecar como antes, ¿no? Esto es la limpieza. Que lindo botar ciertas cosas.

Mi esposa y yo hicimos un tag sale y yo mi volví loco botando cosas, boto eso, boto eso, boto lo otro, qué lindo, que despejado uno se siente y debe ser así con las cosas que cargamos en la vida.

Para terminar solo quiero decir que el Evangelio funciona, hermanos. De verdad el Evangelio funciona. Dice la palabra que no avergüenzo del Evangelio porque es el poder de Dios para la salvación a todo aquel que cree. Y es así. Podemos confiar que Dios hace la obra y el Evangelio significa que hay uno que murió por mí y por ti.

No se si has escuchado personas decir que yo pido la sangre de Jesús para cubrir esta persona, o para cubrirme. ¿Has escuchado esta frase? ¿Por qué? Dice que Satanás es un acusador, es un fiscal, como en la corte y él tiene un caso contra nosotros porque cada uno de nosotros hemos violado la ley del Señor y el acusador viene con acusaciones contra ti y contra mi, dice, esta persona ha quebrantado la ley, él merece la muerte. Y nosotros, gracias a Dios, estamos en la corte con las acusaciones y no tenemos defensa porque somos culpables, pero después sabemos que tenemos un abogado, un abogado que ha pagado el precio de lo que nosotros hemos hecho con su propia sangre, él murió en nuestro lugar. Y yo puedo decir a Satanás, si soy culpable, pero la sangre de Jesús ha pagado por mis pecados. Yo estoy bajo la sangre de Jesús y ya no puedes acusarme más.

Hermanos, la sangre funciona. Funciona como ningún otro agente. La Biblia dice que la sangre de Jesús purifica la conciencia, para que yo sienta que a pesar de mi pasado, a pesar de lo que yo he hecho, yo estoy limpio, aunque estoy en proceso, ya soy santo en el nombre de Jesús y por su sangre y yo puedo confiar en él.

Hermanos, es la misericordia de Jehová que nos trae al arrepentimiento, es la gracia de Dios. Quiero terminar con una historia que todos sabemos, la mujer que fue hallada cometiendo adulterio, esa mujer la trajeron a Jesús queriendo apedrearla porque había quebrantado la ley y le pregunta a Jesús, ‘¿esa mujer ha quebrantado la ley, qué debemos hacer? La ley dice que debemos apedrearla y tu ¿qué dices? La Biblia dice que Jesús se puso a escribir en la arena con su dedo, con su dedo en la arena por un tiempo, como solo medio escuchándolos. En la Biblia hay otro dedo sobre el Monte Sinaí, otro dedo, el dedo de Jehová que escribió en dos tablas los 10 mandamientos, el dedo de Jehová. Jesús estaba diciendo, ¿ustedes piensan que yo no conozco la ley? Yo escribí la ley, yo la conozco, y el que no ha cometido pecado que sea el primero en lanzar la piedra.

Y después él dice a la mujer ‘Mujer ve y no peques más’. Cuando todos se habían ido, la mira a los ojos y dice, ¿dónde están los que te van a condenar? Y ella dice, ‘no hay nadie más para condenarme’, él dice ‘yo tampoco te voy a condenar, ve y no peques más’. Con este acto de amor yo creo que ella nunca volvió a su vida como antes, cambió para ser seguidora de Jesús, por la misericordia de Jesús en su vida.

Hermano, hermana, pégate al Señor, recibe su misericordia, recibe su amor y se transformado por ese amor que Dios tiene para contigo, pero esto es serio, con Dios no se juega. Nos va a pedir cuentas a cada uno, ha abierto la puerta, ha pagado el precio y él dice, ‘sal de las sombras, confiesa tus luchas porque hoy es el día de la salvación, vendrá otro día cuando ya será tarde, pero hoy es día de misericordia, es día de salvación. Vengan, reciban el amor de Dios hoy. Amen.

Los invito a ponerse de pie y vamos a orar. Padre, venimos ante ti Señor, te damos gracias, Señor, que nosotros somos el barro pero tu eres el alfarero y tu sabes qué estás haciendo con nosotros, Señor. Te pido, Señor que tu hagas la obra en mi, en mis hermanos, Señor, que seamos purificados por ti.

Hermano, yo te invito a poner la mano sobre el corazón. Moisés cuando él puso su mano sobre el corazón, él sacó la mano y vio la lepra en la mano, como si estuviera viendo la condición de su corazón. Todos nosotros tenemos lepra por dentro pero gracias a Dios Moisés sacó su mano una segunda vez y era un mano limpia como con piel de bebé.

Y Padre, yo te pido todos junto con la mano sobre el corazón, te pedimos, Padre, que tu nos sanes, que nos purifiques, Señor, que nos perdones por nuestras luchas, por la doble vida que a veces tenemos, Señor, por dejar, Señor, de confiar en tu palabra que es alumbrera para nuestro camino. Oh Señor, tocamos el corazón e invitamos a tu espíritu purificador, transfórmanos, Señor, haznos más como Jesús, Señor. Purifícanos aquí León de Judá, como iglesia, nos cubrimos, León de Judá nos cubrimos con la sangre de Jesús, nos cubrimos con la sangre de Jesús. Salimos de las salimos.

Decimos ‘Señor, cámbiame, transfórmame, líbrame, Señor, quiero seguirte a ti, Señor, en el nombre de Jesús, Señor. Estamos comprometidos contigo. Gracias, Señor

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El don de sanidad (Parte 2)

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Siempre he tenido la intención de volver y continuar hablando del Espíritu Santo, de que la vida cristiana es una vida de poder. De hecho, la temática devocional, como dijimos esta tarde, ha sido poder, el poder de Dios y su intervención. Me encantó lo que decía allí, es un poquito más complicado, dice, ‘.... no es con fuerza ni poder sino con tu santo espíritu..’

Lo que habla de fuerza y poder es la fuerza humana. No es con espada ni con ejército, dice otra versión. No es con caballos, no es con los recursos humanos, es en el espíritu que el pueblo de Dios pelea sus batallas.

Y por eso es tan importante que nosotros sepamos cómo utilizar los recursos del Espíritu Santo en nuestras vidas, porque Dios ha provisto su espíritu para ayudarnos a navegar todas las situaciones de la vida. Por eso se habla de dones del Espíritu Santo, carismata en el griego original, quiere decir, es como regalos, provisiones que Dios le ha dado a sus hijos para que ellos puedan llevar a cabo las tareas de la vida y se lo ha provisto también a su iglesia para que la iglesia pueda llevar a cabo todas las tareas que Dios le ha encomendado.

Por ustedes recordarán que cuando Cristo envía a los discípulos, a los 70 a ir a las diferentes aldeas y predicar el Evangelio del Reino, ¿qué hace él primero? Dice que les dio poder sobre los demonios, les dio poder para sanar enfermedades, y les dio poder para declarar el shalom, la paz de Dios dondequiera que entraran. Ese es el poder que nosotros tenemos.

Si el Señor te da una tarea, él te da también los recursos para que la puedas alcanzar. Recuerda eso siempre. Si él te dice, ‘id por todo el mundo uy predicad el Evangelio a toda criatura’, él dice también, ‘todo poder me es dado en la tierra y en el cielo, por tanto vayan’.

En otras palabras, ese poder lo tienes tu también. Y la vida cristiana es una vida de poder, por eso a Dios le interesa tanto que nosotros nos grabemos eso. La vida cristiana no es solamente de rutina, de venir a la iglesia, escuchar un sermoncito, cantar dos himnitos y leer una palabrita y entonces irse tan deshechos y tan deprimidos y destruidos como entramos.

No, la vida cristiana es una vida para fortalecernos en el espíritu de Dios y para descabezar gigantes, para derribar muros, para escalar montes y para subir las alturas más excelsas. A eso es que Dios nos ha llamado. Los dones del Espíritu Santo son para eso y mi deseo, mi propósito en estas semanas ha sido, de nuevo, renovar nuestra mente, renovar nuestra visión. Yo veo aquí, veo mucha gente nueva, veo gente que han conocido al Señor recientemente, veo gente que está buscando de Dios, estamos en diferentes etapas de cocción. Algunos están ya well done, y otros están rare, eso quiere decir que están todavía sangrando, todavía el viejo hombres está vivito y coleando, no es tan viejo, es jovencito, de paso.

Pero no, estamos en diferentes etapas, pero para todos, hermanos, yo deseo en el nombre del Señor que ustedes y yo sepamos que la vida cristiana es un asunto sobrenatural y que lo que la hace sobrenatural es la presencia del Espíritu Santo en nosotros, el ministerio del Espíritu Santo en nosotros. Por eso estos sermones están calculados en el espíritu para infundir en nosotros una mentalidad sobrenatural.

Hay mucho evangélico que tenemos una mentalidad más bien como genérica, creemos en la Biblia, creemos en Cristo cada Señor, pero hay cantidad de textos que no nos hablan, porque los hemos neutralizados. Y como que subconscientemente decimos, no, eso no es para mi, eso es para hace años atrás cuando se hacían estas cosas. Pero no, la vida sobrenatural es para ti y para mi.

Yo pensaba, esta es una larga introducción, pero está bien, ya estoy en el sermón. De paso, miren, para que ustedes sepan donde me estoy anclando, Primera de Corintios, Capítulo 12. Recuerden que los últimos sermones que prediqué estaba yendo a través de los diferentes dones del Espíritu Santo. Y en el versículo 7 del Capítulo 12 de Primera de Corintios, Pablo dice:

“.... pero a cada uno le es dada la manifestación del espíritu para provecho....”

Pongan atención, dice ¿a quién? ¿A algunos? A cada uno. Es decir, pon tu nombre allí, a cada cristiano, a cada persona que tiene el Espíritu Santo dentro de él o de ella, le es dada una manifestación del Espíritu Santo, de alguna manera el Espíritu Santo encarna en ti con su poder, y Dios ha puesto en ti una gracia, Dios ha puesto en ti un recurso, Dios ha puesto en ti algo especial.

Yo veo aquí a mi hermana Miriam asintiendo, no te quiero poner on the spot ¿verdad? pero está bien, tu estás acostumbrada a estar on the spot. Porque yo veo aquí a mi hermana que yo la he visto activarse en el espíritu. ¿Si o no? Amen. En los últimos meses, ¿cuántos años tu tienes aquí viniendo a la iglesia? 4 años y pico, tu y tu familia. Como el Señor, yo no hubiera pensado que te iba a ver haciendo las cosas que tu estás haciendo ahora con los jóvenes y llena del fuego del espíritu, y aquí haciendo desorden con Janette también al lado, y ministrándole a personas, y ministrando sanidad, aconsejando.

Pero lo que en el llamado de Pablo a Timoteo, ‘te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti..’ El don de Dios está en nosotros, el problema es que no lo activamos muchas veces, lo dejamos ahí adormecido, we don’t click on it. No lo activamos, pero ¿saben qué? hay que comenzar a moverse por fe.

Ahora, muchas veces los cristianos si no nos alertan a estas cosas desde el púlpito o desde el salón de enseñanza, no entendemos entonces vivimos una vida cristiana muy limitada en poder y en su alcance. Pero yo quiero que tu sepas que dentro de ti hay una chimenea con un fuego muy poderoso. Hay una reserva de poder más que nuclear dentro de di.

La pregunta es ¿qué vas a hacer con eso? ¿Lo vas a dejar ahí contenido o lo vas a comenzar a manifestar? Solo necesitas que tu creas que cada uno, yo y comienza a manifestar el poder de Dios en tu vida. Entonces, eso es lo que tenemos que hacer y por eso es que estos sermones los estamos predicando en ese sentido.

Entonces Pablo dice: “... a cada uno manifestación del espíritu para provecho...”

Digan todos, ‘provecho’. Usted sabe para qué es el poder de Dios en su vida. Para que usted tenga provecho. ¿Provecho para qué? Bueno, provecho para su vida financiera, provecho para su vida matrimonial, provecho para su vida familiar en total, provecho para su vida física, su sanidad física, provecho para su salud emocional, provecho para predicar el Evangelio, provecho para ministrarle a otros, provecho para ser un maestro en la congregación, provecho para aconsejar a alguien cuando tiene necesidad, provecho para cuando el diablo quiere destruir tu vida, tu ponerte de pie y decir, lo siento, por aquí tu no pasas, provecho para hacer las obras de Dios para provecho.

Los dones de Dios son dados para que nosotros podamos aprovecharlos y hacer el trabajo de Dios aquí en la tierra. Por eso yo no comulgo con aquellos que a veces muy bien intencionadamente dicen que ya los dones del Espíritu Santo cesaron. Hay una doctrina evangélica en muchas iglesias, que se llama el cesacionismo que quiere decir que ya los dones cesaron de operar, porque ya no se necesitan. ¿Dónde se engendró un mamarracho de ese tipo?

Como no vamos a necesitar en el siglo XXI necesitamos más el espíritu que en el siglo I, este siglo está más empedernido que el siglo I y si hoy en día la iglesia de Jesucristo no usa los dones del Espíritu Santo, no vamos a alcanzar jamás lo que necesita alcanzarse en este tiempo, más que nunca.

No hay lógica en la idea de que Dios ahora ya dice, no, ustedes no necesitan de los dones del Espíritu Santo. Una locura. Más que nunca la iglesia hoy en día está necesitada de las manifestaciones del poder de Dios para provecho nuestro y provecho del Reino de Dios.

Entonces Pablo dice, habla de diferentes dones, “.... a uno le es dada palabra de sabiduría,.... –ya hablamos acerca de eso, no voy a entrar en mucho detalle. De nuevo, consulte los sermones que están en el Internet- “.... a uno le es dada palabra de sabiduría, a otro palabra de ciencia o conocimiento,... – gnoseos como dice en el griego original. Ya hablamos acerca de lo que más o menos entendemos por el don de ciencias o conocimiento- “..... según el mismo espíritu, a otro fe por el mismo espíritu....”

Esa fue la última intervención que yo hice acerca de los dones. Discutimos tres dones: ciencia o conocimiento, sabiduría y fe. Y ahora el Apóstol Pablo dice:

“.... y a otro dones de sanidades.....”, carismata iamaton en el griego original.

Digan todos, carismata iamaton. Ya son unos expertos en griego imagínense. Impresione a sus colegas en el trabajo mañana y dígale ‘yo tengo el carismata iamaton’. Y le van a decir, ‘¿con qué se come eso?’

“.... y a otro dones de sanidades por el mismo espíritu....”

Sabe, mi hermano, que Dios le ha dado a su pueblo dones de sanidades. Ahora, los dones se pueden manifestar en dos maneras. Los dones se pueden manifestar en una forma muy concentrada y muy especializada en una persona que decimos tiene el don de sanidad, por ejemplo, un Benny Hinn, con todas sus arrugas y todos sus problemas y defectos, yo creo que es un hombre que se mueve en la unción sanadora de Dios. Un Yiye Ávila, jibarito, ex jugador de baseball y levantador de pesas, pero un hombre lleno del Espíritu Santo, ochenta y pico de años tiene ya, una carrera preciosa de sanidad. Nadie puede negar que estas personas tienen algo extraordinario en sus vidas. Y hay personas que se mueven en el don de sanidad y a veces Dios da esos dones en una forma concentrada en una persona para que lleve a cabo un apostolado, para que lleve a cabo una obra de evangelismo, etc.

Pero también, ¿saben qué? Yo creo que el don de sanidad se puede manifestar en la vida de cualquier creyente, en cualquier momento también. Dios te puede usar a ti, no te escondas detrás de la idea de que el don de sanidad es solamente para un grupo escogido de personas. No, lo bello de esta administración del Espíritu Santo en que vivimos, es que Dios distribuye sus dones a su pueblo, y que dice aquí a uno le da una cosa, a otro otra.

¿Quién sabe si un día tu eres uno de esos otros, o ese uno que Dios usa para sanar a alguien en el nombre de Jesús? Y por eso es que nosotros no podemos desperdiciar cualquier oportunidad para ministrarle a alguien en el nombre de Jesús sanidad. Porque tu no sabes en el momento en que Dios te va a usar a ti. Yo se una cosa, que el Espíritu Santo mora en mi y que cuando el Espíritu Santo quiere manifestarse en sanidad o en palabra de sabiduría o palabra de conocimiento, él lo puede hacer. Lo que necesita es una persona disponible.

A mi me encanta, por ejemplo, aquí había un grupito de hermanas, y había una hermana visitante encinta y estaban orando por ella, y yo creo que la llenaron de.... a la pobre, ella no sabía que iba a meterse en tanto lío aquí. Alguien vino una vez, sacó.... ¿dónde pusieron el aceite? No se lo vayan a llevar para la casa, ¿sabe? Ah, bueno, está ahí, ok. Cuidado, eh. Pero estaban orando, le cayeron encima como tres o cuatro ministrándole a la hermana porque Dios es un Dios sanador, porque podemos orarle al Señor para fortalecer nuestras vidas.

Podemos orarle al Señor no solamente para que nos sane, sino para que nos mantenga en salud, para que mantenga alejada la enfermedad de nuestras vidas, para que nos de vidas saludables. ¡Aleluya! Tu puedes orarle al Señor por tu salud. El don de sanidad es un don para el pueblo de Dios y cómo vamos nosotros a abandonar ese precioso recurso que tenemos en nuestras manos.

No permitamos que la ciencia nos arrebate el llamado de orar para sanidad sobrenatural. Yo amo a los médicos, déjenme decirles. Me apresuro a decirles que yo le doy gracias al Señor por los médicos. A veces somos muy mal agradecidos con los pobres médicos y vamos al hospital, rengueando y nos dan una medicina y salimos bien, y después decimos, yo no le doy nada de crédito a los médicos. Que mal agradecido somos. Dele aunque sea un poquitito de crédito y dale gracias al Señor también. Pero a veces queremos ser más santo que el Papa, no más católico que el Papa. Hay que darle gracias al Señor por la ciencia.

Pero habiendo dicho eso, les quiero decir también, hermanos, que porque vivimos en un siglo donde la ciencia ha hecho muchos avances, no podemos dejar de creer y practicar en el don de la sanidad sobrenatural también. Tenemos que renovar nuestra mente en ese sentido. Dios quiere moverse para sanar a los enfermos. Y yo les digo, hermanos, que yo vivo continuamente como el criado de Elías, cuando Elías lo envía a ver desde la montaña si venía la lluvia que había sido prometida. ¿Usted recuerda eso? Años sin llover y Elías dice, ‘ahora ya puede llover porque están todas las cosas arregladas’.

¿Sabe lo que pasa? Déjenme decirle una digresión aquí también. Nosotros estamos... no llueve espiritualmente porque Baal está sentado donde no debe estar sentado. Hasta que Baal no sea cortado y quitado, la iglesia de Jesucristo no va a ver la lluvia que tiene que ver. Baal necesitaba, y sus profetas tenían que ser desterrados de Israel para que cayera la lluvia.

Nosotros muchas veces cantamos, clamamos, manda la lluvia. Yo creo que la lluvia viene. Yo creo que la lluvia viene. Yo puede casi oír el ruido de la lluvia que viene, pero creo también que primero hay que poner la casa en orden. La iglesia necesita poner la casa en orden. Baal tiene que ser quitado de las calles de Israel. Dios necesita enviar sus profetas para que pongan en orden. Antes de Dios hacer liberación siempre tiene que derribar el ídolo.

Cuando Gedeón es llamado a liberar a Israel de la opresión de los madianitas, lo primero que se le manda hacer es cortar el ídolo de Acera y cuando se corta el ídolo entonces viene la bendición de Dios y la liberación. El caso es que cuando Elías manda a su criado, lo mandó varias veces, porque Elías había dicho, ‘Va a llover’, y lo manda muchas veces a ver y finalmente el criado dice, ‘si, veo una nubecita del tamaño de un puño’. Y entonces Elías dice, ‘pues, prepárate porque la lluvia ya viene’.

Y yo creo asimismo, hermanos, yo estoy esperando el derramamiento del poder del Espíritu Santo sobre la iglesia en este tiempo. Yo estoy esperando avivamiento. Yo estoy esperando la renovación de los dones del espíritu porque yo creo que eso es necesario para que se pueda dar la cosecha que Dios quiere dar en este tiempo, para que podamos corregir un poco lo que está pasando en este mundo. Yo creo en eso.

Y por eso es que tenemos que orarle al Señor, ‘Padre, renueva tus dones’. Tenemos que desarrollar el hambre, el apetito en nuestro espíritu, porque si una iglesia no clama, si una iglesia no tiene hambre de las manifestaciones sobrenaturales del poder de Dios, el poder de Dios no va a descender sobre su pueblo. Y por eso es que la iglesia tiene que estar deseando, anhelando como la mujer encinta deseando ya dar a luz.

‘Señor estamos necesitados de una visitación tuya. Queremos que tus dones de sanidad se manifiesten para nosotros poder hacer la obra del Espíritu Santo’.

Yo quiero obrar una iglesia que pueda orar, imponer manos y que los enfermos sean sanados, porque eso está en las páginas de la Escrituras. Y por eso es que dice “... dones de sanidades....”

Y tenemos que entender que desde el principio mismo de la historia Dios se ha identificado como el Dios que sana nuestras enfermedades. Vaya conmigo un momento al libro de Éxodo, Capítulo 15, yo no se si voy a poder terminar todo lo que me proponía. Este sermón está resultando ser muy diferente al de la mañana, pero es el tema mismo de la sanidad. Y esta mañana, sentado allí, el Señor me recordó antes de comenzar el servicio este bello texto.

Éxodo 15, versículo 22, dice “.... e hizo Moisés que partiese Israel...” – los israelitas están en el desierto, están en lugares secos, desérticos, no hay agua por ninguna parte. Están dando vueltas en el desierto. Dice, “... y salieron al desierto de Shur y anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua, y llegaron a Mara – Mara quiere decir amargo- “... legaron a Mara y no pudieron beber las aguas de Mara porque eran amargas, por eso le pusieron el nombre de Mara. No son las maras esas de por allá de Centroamérica, de paso.

Dice, “... entonces el pueblo murmuró contra Moisés y dijo, ‘¿qué hemos de beber?’ Y Moisés clamó a Jehová....”

Para que se de la sanidad, hermanos, lo primero que tenemos que hacer el clamar al Señor. La palabra dice, ¿por qué no reciben? Porque no piden. Moisés era un hombre que sabía lo que había que hacer cuando había una necesidad. Esta agua estaban enfermas.

Miren la conexión aquí. No se trata de sanidad de un cuerpo enfermo, pero se trata de la sanidad de aguas que necesitan ser sanadas. Dios es el Dios de la sanidad para cualquier situación, no hay límites a lo que Dios quiere hacer. Tu sanidad puede ser de naturaleza emocional y Dios quiere sanar tus emociones. Tu sanidad puede ser de naturaleza espiritual, hay quizás alguna opresión en tu vida, alguna adicción de algún tipo, alguna opresión demoníaca.

Mira, Dios quiere sanarte en esa necesidad también. Y quizás tu necesidad sea de sanidad física, en alguna parte de tu cuerpo. Dios dice ‘yo puedo intervenir en ese aspecto de tu vida’. No importa cuál sea.

Para mi esta aguas amargas son símbolo de algo que nosotros necesitamos. Las aguas han sido hechas para refrescar, para saciar la sed, para dar vida, pero muchas veces esas aguas están amargas, como muchas veces, yo creo que Dios ha llamado nuestra vida para experimentar salud, vigor, energía, pero nuestras aguas físicas, o emocionales, o mentales, o espirituales están amargadas e impiden que nosotros podamos disfrutar de algo que Dios ha creado para nuestra bendición.

Pero muchas veces ¿qué hacemos nosotros? Nos quejamos como se quejó el pueblo. Y entonces simplemente decimos, ‘oh, Dios tu no estás siendo fiel’. Hermano, ¿qué decíamos el domingo pasado? Por nada estéis afanosos sino sean conocidas vuestras peticiones.

Cuando tu tengas una necesidad de sanidad, o cuando haya alguien en tu familia, o en algún sitio cerca de ti, bajo tu influencia que necesita sanidad ora en el nombre del Señor, unge con aceite, ejercita el don que está dentro de ti. Pon a desarrollar el don en tu vida. Seamos, hermanos, que siempre andemos con nuestra botellita de aceite Goya en la cartera o en el bolsillo. Siempre listo.

A mi me encantan esas viejitas pentecostales que nunca les falta un poquito de colorete y una botellita de aceita para ungir a los enfermos. Eso es lindo, hermanos, eso es precioso y nosotros tenemos que usar la unción y los dones que Dios ha puesto en nosotros. Es la única manera que vamos a ver los milagros que Dios quiere que se den, que gracias a Dios que Moisés sabía lo que tenía que hacer, en vez de quejarse él clamó a Jehová. ¿Y qué dice aquí? Dice que:

“... y Jehová le mostró un árbol – esta es una de las imágenes más poéticas que hay en toda la Escrituras, aguas amargas y venenosas y Dios le muestra un árbol. Un árbol es algo como que sugiere vida, sugiere belleza, sugiere nutrición, sugiere ministerio. Le mostró un árbol, y cogieron ese árbol, interesantemente lo arrancaron, quizás era un arbusto de algún tipo o algo, arrancaron ese árbol que manifestaba vida y lo echaron en las aguas. ¿Y qué pasó con las aguas? Las aguas se endulzaron, perdieron su calidad mortífera, dañina.

Ese es el poder de Dios cuando entra, es el poder sanador de Dios, cuando entra a cualquier situación. Hay mujeres que su vientre está amargado, no dan vida. Hay hombres cuya mente está amargada y no dan vida. Hay jóvenes cuya sensibilidad está amargada y no hay vida que sale de ellos, no pueden funcionar, no pueden salir adelante, están atorados y se necesita que la vida de Dios venga y sane esos lugares.

Yo se que habla de sanidades en el sentido físico. Pero, no, el don de Dios para sanar es multifacético, dondequiera que hay enfermedad de cualquier tipo, el poder sanador de Dios pueden entrar. Recuerda eso siempre. Tu eres un árbol, tu eres un agente sanador. En esta ciudad se necesita gente sanadora, gente con el espíritu de Dios, gente llena del Espíritu Santo, gente con una visión guerrera, gente que sepa que tenemos dentro de nosotros el poder vivificador de Dios. Tu tienes la vida de Dios dentro de ti, tu puedes sanar las aguas de esta ciudad. Esta ciudad necesita sanidad.

Dice, “... y las aguas se endulzaron y allí les dio estatutos y ordenanzas y allí los probó...”

Y miren la conexión, mire lo que dice Dios, “... y dijo, ‘si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad.....”

Por eso es que yo se que la mente de Dios hizo la conexión entre esas aguas que se sanaron y la sanidad física, porque Dios una vez le dijo ‘esto que ustedes han visto, esto no es nada. Yo les quiero decir algo, si ustedes caminan en mis mandamientos y se ordenan según mis estatutos y me obedecen, yo les voy a dar sanidad a todo lo que tenga que ver con sus vidas.’

Entonces, le dijo “.. si ustedes hacen esto ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti porque yo soy Jehová, tu sanador...”

Ese es uno de los nombres de Dios, Jehová rafa, Jehová el sanador. Dios, la esencia de Dios es sanar, así como Dios es amor, también es sanador. Dios no es sanador en términos genéricos, sino es ‘Yo soy Jehová, tu sanador’. Recuerda eso siempre.

Dios siempre se identifica como el sanador por eso es que nosotros no podemos estar contentos o mejor dicho conformados con las enfermedades que hay en nuestra vida. Nosotros tenemos siempre que estar clamando y tocando al Señor, cualquier situación que haya en tu vida, cualquier enfermedad de cualquier índole, mira, sigue tocando tu al Señor, no te conformes, sigue clamando al Señor y pidiendo, ‘Señor, yo necesito esa sanidad’. No te conformes con un estado de ansiedad, de depresión, con una enfermedad física, con cualquier tipo de enfermedad, sino recuerda que Dios ha dicho ‘Yo soy tu sanador’.

Recuerda esa imagen de ese árbol cayendo sobre aguas amargas, y recuerda que eso es, cuando el Evangelio entra a tu vida, donde el Espíritu Santo entra a tu vida es para sanar tu vida, y es para que tu seas un agente de sanidad a otros también. Yo soy Jehová, tu sanador.

Miren en Éxodo, Capítulo 23, versículo 25 también, dice allí “... más a Jehová vuestro Dios serviréis y él bendecirá tu pan y tus aguas y yo quitaré toda enfermedad en medio de ti....”

Esa es una promesa; o Dios exageró o mintió o no sabía sus limitaciones, o estaba diciendo la verdad, toda enfermedad. Dios quiere un pueblo, yo creo que Dios quiere un pueblo sano, hermanos. Ahora, yo entiendo bien que hay enfermedades y hemos orado y hemos hecho todo lo que está de nuestra parte. Pero lo que yo quiero decir, está bien, eso no te impide vivir una vida feliz, si tienes una condición pero sigue clamando al Señor, pon tu mente en la intención de Dios, pon tu mente en esas promesas.

¿Por qué mirar las promesas negativas si hay tantas promesas positivas? Yo soy Jehová tu sanador. Yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti.

Mire otro pasaje, Deuteronomio 7:15, y fíjese que todas estas cosas están condicionadas a vivir en el Señor. Hermanos, yo creo que si la humanidad pusiera en práctica la palabra de Dios, hace tiempo que se hubiera desterrado la enfermedad de la tierra. El problema está en que la hemos contaminado con el pecado, y aún la iglesia como comunidad no vive a la altura que Dios pide. Yo se que hay otros misterios que intervienen también en la vida humana.

Pero continuamente Dios le dio a los hebreos... yo creo que si los hebreos hubieran caminado con el Señor siempre, como comunidad, como pueblo, Dios hubiera cumplido esa promesa y hubiera desterrado completamente la enfermedad. Pero claro, cayeron, se corrompieron y desobedecieron al Señor.

Deuteronomio 7:15, dice: “.... y quitará Jehová de ti toda enfermedad y todas las malas plagas de Egipto que tu conoces, no las pondrá sobre ti, antes las pondrá sobre todos los que te aborrecieren....”

Promesa de sanidad, dones de sanidad. Y uno de mis favoritos es el salmo 103, versículo 3, lo se de memoria, pero lo voy a buscar de todas maneras por si acaso. Dice, “... bendice alma mía Jehová y no olvides ninguno de sus beneficios, él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias....”

El que sana ¿qué? Todas tus dolencias. Usted ve que una y otra vez el Señor habla en términos abarcadores, completos. El que sana todas tus dolencias. Yo veo una y otra vez, hermanos, esa idea de un Dios que quiere que el don de sanidad corra a través de su pueblo y Dios quiere activar nuestra mente para creer en eso y para que nosotros tengamos la expectativa de sanidad.

Yo creo que si nosotros logramos abrirnos como se abre un radar o un satélite para emitir ondas y recibir ondas, si nosotros abriéramos nuestra fe y nuestra expectativa al Dios que quiere sanar, y pudiéramos remover, quitar la membrana de incredulidad que hay en nuestros corazones y nuestras mentes, que hay crecido y se ha endurecido por la ciencia y la crítica que hemos absorbido en tantas maneras, este mundo continuamente está bombardeándonos con incredulidad. Y se hace difícil cuando un hombre, una mujer quiere despertar de ese sueño pesadillezco y entrar en la capacidad para creerle a Dios, descubrimos que tenemos una banda de metal alrededor de nuestra mente que no nos deja creer y queremos creer, pero hay algo que nos tropezamos con una pared de vidrio. No podemos entrar en la medida de la fe que Dios quiere, y así está la iglesia actualmente.

Por eso la palabra dice que nos transformemos por medio de la renovación de nuestro entendimiento para que podamos comprobar la buena voluntad de Dios. Yo creo que tenemos que pedirle, ‘Señor, renueva nuestra mente, quita la mente incrédula, quita la mente crítica, quita la mente demasiado lúcida para que como niños podamos creer que tu puedes sanar nuestra vida, y usarnos como agentes de sanidad también; que tu me puedas usar como un instrumento de sanidad.

Nuestro problema no es que somos ignorantes, nuestro problema es que sabemos demasiado. Y Cristo dijo “... si no hicieres como niños no entraréis, no veréis el Reino de Dios...”

Yo creo que lo que tengo que pedirle al Señor, ‘Señor, hazme inocente y quita esta lucidez diabólica que ha sido inducida en mi mente y hazme capaz de creer que Caperucita Roja todavía puede caminar en medio del mundo y que tu puedes hacer los milagros que tu dices en tu palabra que tu vas a hacer, y que podamos como niños creer en la magia, creer en el milagro, creer en el brote de lo sorprendente y lo raro y lo mágico.’

Esa mentalidad estéril del hombres moderno, con toda su ciencia y toda su razón tiene que ceder a la mentalidad del niño que puede creer cualquier cosa, que si Dios le dice, ‘mira no solamente la ballena se tragó a Jonás, sino que Jonás se tragó a la ballena’, que se lo pueda creer y decir ¿por qué no? En vez de estar buscando por allí explicaciones vanas a los milagros de Dios.

Y eso es lo que tenemos que creerle que Dios quiere sanarnos. El pueblo de Dios necesita abrirse, que se abra el satélite como se abren los brazos cuando está en el espacio para recibir las ondas divinas y entonces canalizarlas hacia la tierra, canalizarlas a un mundo que necesita hombres y mujeres que crean.

Hermanos, nosotros tenemos que movernos en esa mentalidad sobrenatural y tenemos que decir, de nuevo, esa idea de que toda situación Dios la puede controlar, en toda enfermedad Dios puede ministrar, no importa cuál sea.

Mire el ministerio de Jesucristo, estamos hablando en el Antiguo Testamento. Vamos ahora al Nuevo Testamento donde el Señor Jesucristo muestra lo que es su naturaleza personal. En el Evangelio según San Lucas, antes de el Señor comenzar su ministerio, él se identifica de esta manera.

Lucas, Capítulo 4, versículo 18. “...El espíritu del Señor está sobre mi por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres, me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón, a pregonar libertad a los cautivos y vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos, a predicar el año agradable del Señor...”

En otras palabras, miren la naturaleza misma, la esencia misma del ministerio de Jesús es sanar. La naturaleza misma del ministerio de Jesús es libertar a los cautivos del diablo, sanar a los oprimidos, sanar a las personas que necesitan liberación. No importa cuál sea la condición, no importa cuál sea la situación, Dios tiene el poder para hacer esto.

Mateo, Capítulo 4, ver 23, dice; “... y recorrió Jesús toda Galilea enseñando en las sinagogas de ellos y predicando el Evangelio del Reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo..”

Toda enfermedad, toda dolencia, el Señor la sanó. Una de las cosas que a mi me impresiona del ministerio de Jesús es que cuando alguien se acercaba a él, él lo sanaba. Yo nunca he visto a Jesús alguien acercase a él y decirle, ‘lo siento, no te puedo sanar’, y seguir su camino. A veces el Señor detenía por un momento su obra sanadora, pero siempre terminaba sanando al enfermo. Y sanó a paralíticos, sanó a ciegos, sanó a muertos, sanó a personas con flujo de sangre. No importaba cuál fuera la situación el Señor Jesucristo la sanaba. Y en ese mismo versículo aquí dice:

“... y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos y a todos los sanó..”

Hermanos, entendamos eso, es a cualquier enfermedad el Señor la quiere sanar. Yo creo que ese es el enfoque central de lo que Dios está diciendo a este grupo que está aquí en esta mañana, porque el Señor me ha dirigido en otra dirección y es, no importa cuál sea la situación en tu vida, no importa cuál sea la naturaleza de tu enfermedad, el Señor Jesucristo tiene poder para sanarte. El Señor Jesucristo tiene poder para ministrar a tu vida. El Señor Jesucristo quiere sanar cualquier condición de enfermedad que haya en ti. Y el Señor Jesucristo quiere que tu te actives a ti mismo como un instrumento de sanidad, que tu nunca pierdas esa idea de que los dones de sanidad todavía están en función y que Dios está buscando un pueblo hambriento, un pueblo deseoso para él hacer canalizar la bendición, a todos nosotros, a cada uno de nosotros Dios quiere sanar y también hacer un sanador.

Y yo creo que esto es el gran avivamiento que Dios tiene para el futuro de la iglesia, va a venir a través de esas manifestaciones de los dones de sanidades, los dones de milagros, los dones proféticos, vamos a hablar de todos estos dones más adelante, pero yo quiero que recuerden eso, hermanos, nosotros tenemos que comenzar a hambrear, comenzar a sentir deseo, hambre y sed y comenzar a creer que Dios puede hacer esa obra a través de nosotros, que Dios quiere que Reino de Dios avance con poder como avanzó en el ministerio de Jesucristo, como avanzó en la primera iglesia en el primer siglo, en el siglo XXI Dios quiere también manifestar su poder sanador en nuestras vidas. Amen.

Vamos a ponernos de pie. Yo voy a pedir que los hermanos del ministerio de alabanza vengan por aquí y vamos a ministrar fe al pueblo de Dios en esta tarde, vamos a creer que Dios tiene poder para hacer cosas maravillosas. Vamos a orar por esa hermana ahora mismo y vamos a pedir, que tuvo ese accidente aquí, vamos a pedir que el Señor ponga su mano precisamente.

Padre, en el nombre de Jesús enviamos tu poder sanador sobre tu hija y pedimos, Señor, que tu pongas tu mano de salud sobre ella, cancelando cualquier daño, Padre, que ella haya recibido, en el nombre de Jesús. Bendice, Padre y pon tu gracia sobre ella ahora mismo, Señor, y que esto que hemos predicado, Padre se manifieste en su vida. Tu neutralizando cualquier mal, Padre que pueda haber resultado en el nombre de Jesús.

Padre, nosotros creemos que tu quieres hacer obras de poder en medio de tu pueblo. Nosotros confesamos que los dones que tu has derramado sobre tu iglesia son para ayer, pero también son para hoy. Padre, nosotros desterramos la incredulidad de nuestras mentes, nosotros desterramos ahora mismo la nube que cubre nuestro entendimiento y que nos impide creer en un Dios de poder, un Dios sanador, un Dios vivificador.

Padre, yo pido que en el nombre de Jesús los dones de sanidad se manifiesten con más claridad en esta iglesia, en esta mañana, Padre, quitamos toda incredulidad, ponemos a un lado toda negación de tu deseo de manifestarte como el Dios sanador que tu registras en tu palabra. Y Padre, declaramos en el nombre de Cristo, sanidades haciéndose en esta iglesia de hoy en adelante con más poder que nunca, Señor, y pedimos que tu unción sanadora descienda sobre tus hijos. Desciende con poder, Señor, descienda tu unción sobre este pueblo en esta tarde.

Padre, ayúdanos a caminar rectamente delante de ti, ayúdanos a quitar todo obstáculo, Padre, ayúdanos a arreglar nuestras vidas de manera que tu poder pueda asentarse sobre nosotros. Ayúdanos a ser una comunidad, Señor, que camine rectamente delante de ti para que todas esas plagas de Egipto puedan ser echadas a un lado, y podamos disfrutar de esa sanidad que promete tu palabra. En esta tarde nosotros por esa palabra declarada, Señor, anunciamos sanidad sobre tu pueblo, sobre las enfermedades.

Yo quiero que levantes tu mano si estás enfermo, si hay alguna enfermedad en tu vida y te está acosando y te está quitando el gozo, hermano o hermana, levanta tu mano derecha ahora mismo en el nombre de Jesús donde tu estás allí, y yo voy a usar esta palabra que he declarado tan detalladamente como un proyectil enviado a la vida de mis hermanos ahora.

Recibe en el nombre de Jesús la unción sanadora de Dios. Padre, yo declaro milagros haciéndose en esta tarde, milagros sanadores en esta tarde, Señor, en el nombre de Cristo. Cancelamos la enfermedad, cancelamos el cáncer, cancelamos enfermedades de los huesos, enfermedades neurológicas, cancelamos esterilidades, cancelamos crecimientos de tumores y de durezas donde no deben existir, fibromas de diferentes tipos, obstrucciones en los canales circulatorios, en las venas, colesterol y otras cosas que quitan la salud de tu pueblo en el nombre de Jesús.

Señor, neutralizamos, dolores, dolencias de la espalda y problemas con la columna vertebral, Señor, en el cuerpo de tus hijos. Señor, neutralizamos dolencias de diferentes tipos, Padre, en el nombre de Jesús. Y declaramos, Señor, asimismo en el sistema digestivo de tu pueblo sanidad y poder.

Padre, declaramos también que problemas hormonales y químicos son resueltos en esta tarde en el nombre de Cristo. Declaramos sanidad en el nombre de Jesús en esas áreas de la vida y el cuerpo de tu pueblo.

Hemos dicho que tu eres nuestro sanador. Padre, tu mismo dicho, yo soy Jehová, tu sanador, y lo creemos en esta tarde, Señor. Activamos esa encarnación de tu nombre en esta iglesia. Oh, Dios envía tu poder sanador, envía tu poder sanador, Señor. Activa el poder sanador ahora, en el nombre de Jesús, declaramos sanidad sobre el cuerpo de tu pueblo en el nombre de Cristo, reprendemos enfermedades, reprendemos malignidades en el nombre de Jesús y asimismo desatamos la obra sanadora de Dios.

Y, Padre, ahora también recibimos aceite para compartir con otros y activamos dones de sanidad para que tu pueblo ministre sanidad y salud a otros en el nombre de Jesús. Recibe ese poder sanador, y yo te aconsejo que cuando veas alguna situación donde hay que orar por alguien, ora en el nombre de Jesús y cree que tu puedes ser usado, tu puedes recibir ese don de sanidad, tu puedes ser utilizado como un canal de sanidad a otros. Gloria al Señor.

Padre, recibimos eso, recibimos doble porción. El don de sanidad está activado en medio de tu pueblo. Te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti, dice la palabra del Señor, aviva el fuego del don de Dios que está en ti. Fluye, fluye en sanidad, fluye en unción para sanar. Amen. Amen. Gloria al Señor.

Hay algún coro que tu tengas sobre sanidad específicamente, tenemos algún coro sobre sanidad que menciones.... ¿No tenemos ‘Yo soy Jehová tu sanador’? Ese no está. Ok.

Vamos a dirigirnos en un coro que habla acerca del poder milagroso de Dios. Yo se que estás aquí, veo tu caminar, te mueves entre el pueblo trayendo sanidad, de hecho, gloria a Dios. Amen.

Vamos a usar ese coro como una confesión, vamos a usar ese coro como una confesión de todo lo que hemos hecho. Vamos a ponerle el punto y aparte, el punto final a ese párrafo que hemos predicado en esta tarde.

Yo se que estás aquí, siento tu caminar, te mueves entre el pueblo trayendo sanidad.

Y la segunda estrofa, Bruce, ¿qué dice? Con mi fe te alcanzaré, con mi fe te tocaré, mi milagro recibiré y se que transformado yo seré. Gloria al Señor. Amen. Amen.

Vamos a confesar eso. Denle un gran aplauso al Señor. Gloria a Dios.

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El don de sanidad (Parte 1)

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Los propósitos de estos sermones es levantar en nosotros una mentalidad de fe, una mentalidad sobrenatural, que nosotros podamos entender que la vida cristiana es una vida que se camina en el poder del Espíritu Santo. La vida cristiana no es una vida simplemente rutinaria donde usted navega una cantidad de palabras y de conceptos teológicos y de enseñanzas mecánicas. La vida cristiana es una vida que se navega con el poder del Espíritu Santo, con los dones que Dios provee para darnos victoria en todas las situaciones que podamos encontrar.

Y eso es en última instancia el propósito central de todas estas enseñanzas que hemos estado dando y compartiendo. Hemos hablado acerca del Espíritu Santo y el bautismo del Espíritu Santo, la necesidad de estar llenos del Espíritu Santo, la necesidad de no depender de la rutina, simplemente venir a la iglesia simplemente para que nos re inflen la goma que está un poco ya cansada por la semana y volvemos otra vez a.... No, la vida del cristiano es una vida que está alimentada por una fuente interior.

“... ríos de agua viva correrán de nuestro interior...”

Esa es la presencia del Espíritu Santo y nosotros tenemos que pedirle al Señor que nos bautice, que nos llene con su Espíritu Santo. Hermanos, yo les animo a cada uno de ustedes, desde el más nuevo hasta el más antiguo en el Evangelio que entienda eso, que tenemos que ir continuamente delante del Señor para que él nos bautice con su espíritu. Esa es una experiencia.

Hay un bautismo que es inicial, es un bautismo que abre la conexión con el Espíritu Santo y que nos lleno, pero después de eso tenemos que ir repetidamente para llenuras frescas del Espíritu Santo, continuamente.

La palabra del Señor dice, “.. Sed llenos del Espíritu Santo...” es decir, es algo continuo. Estad llenos del Espíritu Santo continuamente. Y una de las cosas que hace el Espíritu Santo es que nos provee dones específicamente. Dones quiere decir regalos, provisiones sobrenaturales para que nosotros podamos caminar la vida cristiana con éxito. Y yo estuve predicando en las últimas intervenciones que hice basado en el Capítulo 12 de Primera de Corintios, donde el Apóstol Pablo habla de los diferentes dones o regalos, o provisiones de poder que recibe el hijo de Dios para las tareas que le han sido asignadas, que la iglesia ha recibido para llevar a cabo las tareas que Dios le ha entregado.

Primera de Corintios 12, versículo 7 dice: “... pero a cada uno, a cada uno le es dada la manifestación del espíritu...”

Recuerden eso siempre, a cada uno, no es a uno por acá, y a otro por allá, al más bonito, al más antiguo, al más consagrado. Yo creo que Dios le da a cada uno en potencial un don de su Espíritu Santo. Tu tienes un don en tu vida. Tu tienes una provisión de la gracia de Dios, tu tienes una manifestación del poder de Dios que puede ser usado para algo que Dios quiere hacer y para tu propio provecho también.

“.....A cada uno le es dada la manifestación del espíritu para ¿qué? para provecho....”

Yo voy a hablar un poquito más acerca de eso. Fíjese que ¿para qué son dadas las manifestaciones del espíritu de Dios? Para provecho. En otras palabras, para cualquier cosa que sea necesaria, para bendición de la persona, o para bendición de la iglesia, o para un propósito constructivo.

Usted ha oído por allí muchas veces gente decir que ya los dones no están en manifestación porque ya pasó el tiempo del primer siglo, antes de que fuera escrito el Nuevo Testamento, antes que el canon fuera cerrado y todas estas cosas. A esa doctrina se le llama cesacionismo, de que ya cesaron los dones. Y hay muchos evangélicos muy piadosos que aman mucho al Señor, que dicen que ya los dones no están en función porque ya no es necesario porque la necesidad de los dones era para cuando antes de que la iglesia terminara de escribir la Biblia, el Nuevo Testamento y el viejo que ya estaba escrito anteriormente.

Yo no veo eso. Aquí dice que los dones son dados para provecho, es decir, para bendición y esa necesidad de bendición nunca ha terminado, siempre necesitaremos algún tipo de provecho de parte de Dios. Amen. Así que los dones van a estar en función porque Dios los dio para provecho y para otras tareas y otros propósitos que vamos a ver más adelante.

Entonces dice “.... porque a éste le es dado por el espíritu palabra de sabiduría....”

Ya hablamos del don de sabiduría, yo digo que el don de sabiduría es una provisión y usted puede ver ese sermón y escucharlo, es una provisión para situaciones, es una provisión sobrenatural de conocimiento práctico, de sabiduría práctica para cualquier situación de la vida. Hablamos del sabio Salomón que recibió sabiduría para ciertas cosas.

Jesús, cuando le dicen, de quién es esta moneda, para meterlo en problemas, él dice, ‘bueno, ¿qué cara tiene la moneda?’ ‘Del César’, ‘bueno, pues entonces Denle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios...” y de esa manera evadió muy sabiamente la trampa que le estaban metiendo.

Sabiduría, Dios tiene sabiduría para ti para navegar cualquier situación de la vida. El Apóstol Santiago dice, “si alguno tiene falta de sabiduría, pídala a Dios el cual da abundantemente y sin reproche...”

Nosotros podemos recibir una porción de sabiduría para una situación específica. Ahora, hay personas, yo creo, que Dios ha dotado con un don sobrenatural de sabiduría para dar consejo, para resolver situaciones. Esa persona camina en un don de sabiduría y esas personas han estado siempre a través de la iglesia, han sido gente muy dotada para bendecir a la iglesia, y reciben esa infusión de sabiduría práctica para ayudar a personas, para ayudar a la iglesia. Es un don especial.

Pero también se puede manifestar en tu vida en ciertas situaciones. Tu puedes recibir una palabra de sabiduría para una situación específica.

Palabra de ciencia o en el griego original es conocimiento, y yo he dicho, hay muchos diferentes.... vuelvo otra vez, vaya al sermón sobre el don de conocimiento. Para mi conocimiento, y para muchas otras personas que he leído, lo que más me convence, la interpretación más convincente es que es un don específicamente para situaciones .... es decir, puede ser conocimiento técnico, puede ser conocimiento administrativo, puede ser conocimiento como el que tenía, por ejemplo, Daniel, conocimiento de revelación, pero también conocimiento administrativo. Daniel tenía las dos cosas. El don que recibió José, yo creo que era un don de conocimiento para administrar las finanzas y la economía de Egipto. El don que recibió Neemías, era un don que yo creo que era de conocimiento para ayudar a Jerusalén a reconstruir sus muros y para manejar una situación muy difícil y cómo bregar con el rey y con todas las cosas.

El don que recibió Besaleel y Aholiab para diseñar el tabernáculo, Dios le dio dones de diseño, dones de colores, dones de telas, dones de artesanía, dones de diseño arquitectónico, me imagino, todos esos dones, conocimiento.... son personas que caminan...

Yo creo que también hay dones de conocimiento que se manifiestan en términos de gente que puede pensar en una forma teológicamente muy desarrollada, muy profunda. Todo esto es.... gnoseos es la palabra, de conocimiento.

En mi opinión eso es lo que quiere decir. Algunas personas creen que quiere decir, el don de conocimiento es que tu sabes algo que normalmente no es accesible a la mente humana, por ejemplo, cuando Pedro sabe que Ananías y Zafiras no han dado todo el dinero de la herencia que ellos han vendido, que ellos dicen que han dado. Eso también puede ser un don de conocimiento, pero es de nuevo, es una dotación de conocimiento específica sobre algo que no es normalmente accesible. Puede que también eso sea, ¿no?

Todo lo que tiene que ver con aprehensión sobrenatural de la realidad que nosotros vivimos, todo eso puede ser don de conocimiento.

Hablamos del don de fe, que es el don que para mí es el don central, sin ese don no se puede maniobrar, yo creo, en los otros dones. Ese don lo tenía Abraham cuando se lanzó a caminar porque Dios le dijo ‘vete de tu tierra y de tu parentela’.

Busque ahí en el Capítulo 11 de Hebreos, todos esos héroes de la fe. Y de paso, es interesante que ahí en el recuento de los héroes de la fe, gente, hombres y mujeres que tenían fe, hay dos tipos de gente allí. Hay unos cuya fe les deparó grandes victorias, abrieron el mar, resucitaron a sus muertos, le cerraron boca a leones, vencieron grandes ejércitos, derribaron gigantes como David, pero dice también que hubo otros que caminaron por el mundo vagando por la tierra, huyendo, siendo apedreados, sufriendo diferentes tipos... dice, de los cuales el mundo no era digno.

Recuerde algo, que la fe no es solamente.... una persona que tiene fe no es solamente una persona que siempre es victoriosa y que siempre descabeza demonios. A veces se necesita fe para creer que Dios es bueno aún en medio de las situaciones difíciles.

Job tenía una fe tremenda, porque aún cuando todo parecía negar el amor y la consistencia y la fidelidad de Dios en su vida, él persistía en creer que Dios era bueno y que tenía un propósito para él. Y por eso venció su fe y avergonzó al diablo y glorificó a Dios, y finalmente recibió bendición de Dios. Porque fe es un proceso. ¿Usted ve?

Es decir, hay mucho en el mundo carismático pentecostal tenemos la mala costumbre de solamente glorificar fe cuando se manifiesta en una forma positiva, luminosa, victoriosa, fácil, pero no entendemos muchas veces que también Dios escoge procesos dolorosos y oscuros para que también se manifieste la fe. Amen, ¿usted entiende? Es decir, que fe muchas veces, usted pararse firme, como dice el Libro de Efesios, “.... y habiendo pasado el día malo estar firmes....” como el soldado romano que se paraba en su puesto y aunque pasara lo que pasara, se mantenía en su posición, y le tiraban todas las flechas del enemigo, y cuando terminaba todo él estaba en el mismo lugar del principio, defendiendo su puesto.

Entonces eso es fe también. Y como digo, el mundo carismático pentecostal muchas veces no sabe manejar la complejidad de lo que es fe y por eso a veces somos tan superficiales y somos tan débiles inclusive, muchas veces para bregar con la complejidad de la vida del espíritu.

Entonces, tenemos dones de sabiduría, dones de ciencia, dones de fe, y ahora aquí en el versículo 9 se menciona otro don, dice:

“... a unos se les dio don de fe por el mismo espíritu, y a otro dones de sanidades carismáta y amaton....”

¿Cuántos se atreven a pronunciar eso? Carismato y amaton, que quiere decir, carismata, carisma es un regalo, carismata, dones, es el neutro, un género neutro plural, dones de sanidades.

Es decir, hay creyentes, hay personas, hay figuras en la vida de la iglesia que de nuevo se mueven en un don de sanidad. Tienen esa especialidad por así decirlo. Han recibido el don de sanidad. No quiere decir que todas las veces que oran por una persona, esa persona se sana porque yo no creo que hay tales cosas como dones perfectamente manifestados. Los dones son tan complejos que a veces hay situaciones que nosotros no entendemos por qué no se manifestó el don.

Yo hablaba esta semana con unos hermanos queridos de otra iglesia norteamericana. Los conozco hace muchos años y en su iglesia hay un hombre bello de Dios que tiene un cáncer terminal. Y este hombre ha recibido palabras, con estos dos hermanos míos, amigos frente de sanidad, de que Dios lo va a sanar, de ministerios muy poderosos aquí nacionalmente conocidos, sin embargo, él sigue decayendo, decayendo su situación.

Ahora, yo les digo a ellos, porque estas dos personas están aprendiendo a moverse en los dones ahora. Han salido de su mundo estrechamente evangélico y están entrando en el mundo más poderoso pentecostal carismático. Y yo les digo a ellos, ellos me preguntan, ‘bueno, ¿y por qué no se está sanando, y por qué si Dios quiere que se sane, y si ellos dijeron que se iba a sanar, por qué?’ Yo les digo, ‘hermanos, hay misterios que nosotros no podemos entender, quién sabe si Dios quiere que él se sane, pero hay otras cosas que se están dando, hay luchas, quizás hay cosas en él mismo, quizás hay controversias entre Dios y el diablo que se están tratando de resolver. Hay misterios que nosotros no entendemos’. Ah, pero entonces es que Dios puede desear algo y no darse.

Si Dios es soberano ¿por qué no se da lo que Dios quiere? Mire, ahí está cuando Jesús fue a su aldea nativa dice que él oró, pero solamente pudo sanar a algunos, porque había poca fe en el ambiente. Entonces, el Señor quería sanar pero no había fe. A veces es que no hay fe, a veces es que hay pecado, a veces es que hay otras cosas que tienen que resolverse primero antes de que se de la sanidad. Hay veces que Dios quiere obrar, como decíamos en el caso del rey Joás, Eliseo le dice, ‘golpea la tierra, toma un grupo de flecha en tu mano, golpea la tierra. Él solamente la golpea tres veces, y Eliseo le dice, si la hubieras golpeado, 4, 5 veces hubieras destruido a los sirios completamente hasta que no quedara ninguno. Dios quería darle victoria a ese rey de su enemigo más grande pero no había fe en él, y por eso no se dio.

Hay muchas razones por las cuales no se da sanidad a veces. Y nosotros vivimos en un mundo misterioso, pero hay personas que oran y tienen como un número mucho mayor estadísticamente de éxito en la sanidad. Yo creo que un Yiye Ávila, por ejemplo, nadie que tenga buena intención puede negar que ese hombre Dios lo ha usado grandemente a través de la historia para hacer grandes milagros en su vida.

Un jibarita puertorriqueño que yo creo que no sabe nada de gramática de Cervantina, pero es un hombre lleno del Espíritu Santo, un levantador de pesas, ex jugador de baseball pero que tiene un don de sanidad. Ahora, no quiere decir que todas las veces que él ora se sana la gente.

Benny Hinn yo creo que tiene un don muy poderoso de sanidad, con todos sus problemas y sus errores terribles, y todas sus cosas, yo se, por experiencia propia y gente que yo he visto que en ese hombre hay un poder de sanidad. Ahora, ¿qué pasa? Muchas veces nosotros complicamos las cosas y por nuestros propios defectos empobrecemos el don de Dios.

Yo creo que Dios quisiera que se manifestara su don de sanidad en formas muy, muy poderosas, pero nosotros mismos muchas veces ponemos obstáculos, y hay inmadurez en el pueblo de Dios, hay falta de fe y todas estas cosas impiden que los dones de sanidades que Dios quiere dar en la vida de sus hijos se manifiesten con la fluidez, la frecuencia y el poder y la magnitud en que él quiere que se manifiesten.

Por eso es que tenemos que pedirle, ‘Señor, ayuda a tu iglesia a cada día aumentar más y más su nivel de fe colectiva, porque yo creo que la fe colectiva del pueblo de Dios ayuda mucho. Cuando una iglesia como la nuestra puede seguir creciendo, porque aquí hay diferentes medidas de fe. Si yo miro alrededor, uno puede ver, hay diferentes medidas de fe. Algunas personas les da fe para atreverse a hacer muchas cosas en el espíritu, y atreverse a darle al Señor y entregarse al Señor y servir al. Hay otros que todavía están bien bajitos.

Yo creo que hay una medida neta de fe. Dios toma la fe de todos nosotros en nuestras vidas y hay una cobertura de fe que se establece sobre una congregación. Yo le pido al Señor, Padre, ayúdanos a cada día ir aumentando más y más nuestro nivel de fe colectiva como iglesia para que aquí se puedan dar los dones y las manifestaciones de tu poder que tu quieres que se den.

Por eso, hermanos, cada uno de nosotros es responsable de lo que se da. No entendemos eso muchas veces pero con nuestra vida, con nuestras acciones nosotros empobrecemos o enriquecemos el nivel de nuestra iglesia.

¿Qué eres tu? ¿Eres tu un arrastre o eres tu una bendición para tu iglesia? Amen. ¿Estás tu dando, estás tu cargando peso o eres tu peso? Esa una pregunta legítima, hermanos, no es que estoy de mal humor, yo desayuné bien esta mañana, se los aseguro. Pero es una realidad, yo no le hago ningún bien a mis hermanos si no les hago preguntas difíciles y diagnósticas.

¿Dónde estás tu en tu medida de caminar con el Señor para que tu iglesia tenga la cobertura que necesita para que se puedan dar las manifestaciones del poder de Dios que Dios quiere que se den? Eso es lo que Dios quiere hacer en toda Nueva Inglaterra. Nueva Inglaterra es una región de iglesias que están decaídas, muchas iglesias piadosas pero que niegan el poder de Dios y que creen que ya los dones son para otro tiempo y lo que les interesa es venir a un servicio de una hora y 10 minutos, y ay del pastor si se pasa de 20 minutos en su sermón. Me botarían a mi inmediatamente, hermanos.

Y entonces quieren y están pidiendo, avivamiento, Señor, que no vemos almas que se están salvando, que no vemos tu bendición.... Hey, si te tomaras el tiempo para clamar al Señor, si abrieras tu corazón a las manifestaciones de Dios, si le entregaras al Señor las llaves de tu templo, Dios podría entonces hacer algo, pero decimos, ‘Señor, si tu vas a hacer algo, hazlo dentro de la hora y diez minutos que te damos, y no te pases por favor porque tengo que ir a almorzar y tengo mi reservación en el restaurante y me la cancelan si te pasas de tiempo. ¿Cómo se va a manifestar el poder de Dios?

Yo creo que hay una fe colectiva que se crea cuando todo el pueblo de Dios entrelaza sus oraciones. Se crea como una red de poder y yo creo que la red que hay sobre esta región es una red de hilos finitos y débiles y hay cantidad de espacios que están abiertos completamente y por ahí se mete todo lo malo y se escapa todo lo bueno también. Y tenemos que pedirle, ‘Señor, levanta el nivel de fe de toda Nueva Inglaterra para que la sanidades que tu quieres que se den se puedan dar. Levanta el nivel de fe en nuestra vida. Haz tus obras en nuestra vida también para que lo que tu quieres hacer a través de mi vida y en mi situación, también se pueda dar porque todos nosotros Dios nos puede usar para que se hagan milagros y sanidades en nuestra vida también.

Tu no tienes que ser Benny Hinn o Yiye Ávila para que Dios te use también en sanidad en tu vida. Tu puedes orar por mucha gente y Dios puede hacer cosas poderosas también en tu vida. Dios quiere un pueblo que se pueda mover en el poder de la sanidad. Eso no ha terminado. La sanidad es importante porque no importa cuánto progresa la ciencia, siempre habrá necesidad de sanidades especiales que Dios haga. La ciencia todavía no ha podido sanar todos los cánceres que hay. La ciencia todavía no ha podido asegurarse de que toda mujer que es estéril pueda tener un bebé. La ciencia no ha encontrado una sanidad para el down síndrome, la retardación mental o para ciertas condiciones del corazón o neurológicas o lo que sea, y se necesitará el poder de Dios para llevar a cabo esas sanidades y Dios está necesitando y deseando pero no encuentra muchas veces esos vasos que él pueda usar para canalizar su poder aquí en la tierra.

Dice la palabra “... busqué alguien que hiciera brecha entre mi persona, mi condenación y el pueblo y que salvara al pueblo y no lo encontré,....”

Dios está buscando muchas veces formas de él entrar a la tierra y hacer lo que él quiere hacer pero no encuentra una iglesia preparada. No nos encuentra como tenemos que estar preparados. Muchas veces él tiene entonces que comenzar a prepararnos y él tiene que comenzar a cavar y a destruir y deshacer y a meter en el trapiche para que el hombre, la mujer de Dios pueda estar preparada para lo que Dios quiere hacer.

Eso es otra cosa, si tu quieres ser usado por Dios en obras sobrenaturales, hay un precio que pagar en tu propia vida. Dios va a tener que crucificarte, Dios va a tener que hacer cosas en tu vida, Dios va a tener que quebrantar todo lo que no es de él, porque al que mucho se le da, mucho se le pide. Y si queremos ser vasos usados por Dios tenemos que estar dispuestos a ser crucificados por Dios, tenemos que estar dispuestos a pagar el precio.

Hay mucha iglesia que quiere el poder de Dios pero no está dispuesta a abandonar su rutina, su preferencia, sus horarios, su teología y una cantidad de cosas, y entonces ellos dicen, no, no es así, yo primero tengo que preparar mi vaso, tengo que preparar mi vasija para que pueda manifestarse mi poder en él o en ella.

La sanidad, esos dones de sanidad que Dios quiere dar en nuestra vida, ¿cómo se manifiestan por ejemplo? Se manifiestan a veces en formas muy complejas. Miren, hay unos dones allí, sanidades y milagros. Dice, después de sanidades viene milagros, estos dos dones, en mi opinión muchas veces son muy difíciles de separar porque están a veces muy vinculados.

Ahora, yo diría que .... por ejemplo una manifestación clara de sanidad: cuando el Señor ora por ejemplo por un ciego de nacimiento y el Señor ora por ese ciego, hay una dificultad, pone la primera oración y el ciego ve, dice que ve como si fueran árboles los hombres. No ve claramente, pero después el Señor ora otra vez por él y se afirma el milagro, y entonces él puede ver claramente. Una intervención allí, sanidad sobre un cuerpo enfermizo.

Otro, el sordomudo, el Señor dice que le traen un sordomudo y él mete sus dedos en sus oídos y no se .... porque a veces los milagros son tantos que uno se confunde, pone la punta de .... pone saliva en su lengua y abre.... y dice, ‘se abierto’ y abre los oídos, ‘gime’ dice ‘y se abierto’, y los oídos del sordo son destapados y puede hablar porque hay una sanidad allí específica.

Eso es sanidad así, en su forma más clara, más pura. No hay más nada. Hay una intervención directa de Jesús, una petición o una orden, una palabra de autoridad y esa persona es sanada inmediatamente.

Ahora, fíjese lo compleja que es la sanidad. Hay ocasiones en que es más que eso. Por ejemplo, en el caso de la mujer que está encorvado durante muchos años de su vida, camina totalmente encorvada y el Señor ora por ella y hay espíritu allí que es reprendido. Y el Señor después dice, ‘esta mujer es hija de Abraham y ha estado oprimida por el diablo, creo que era 18 años o algo así’ Entonces había un espíritu allí. Hay un espíritu sordomudo también que el Señor reprende.

Muchas veces las sanidades o las enfermedades no son solamente de origen puramente físico. A veces se necesita.... poder para reprender un demonio. A veces las enfermedades tienen orígenes demoníacos. A veces puede ser algo puramente hormonal. Puede ser algo puramente físico y entonces en ese caso es una obra puramente de sanidad, pero en muchas ocasiones la enfermedad puede tener un origen demoníaco y entonces ahí hay una intervención también espiritual que hay que hacer para que se de la sanidad.

Y entonces muchas veces también tiene que intervenir el don también de conocimiento y podríamos decir, donde tiene que venir una revelación de Dios, de parte de la persona que va a intervenir para que también pueda orar para que el origen del mal físico se detecte y pueda ser neutralizado para que se de la sanidad.

Usted recuerda el caso del paralítico que bajan por el techo y el Señor dice, ‘hijo, tus pecados te son perdonados’. Y los fariseos que están alrededor se ofenden y dicen ‘bueno, pues ahora van a ver también, qué es más fácil, una cosa o la otra. Toma tu lecho y anda. Y entonces viene una sanidad física también. Había las dos cosas: en un caso el Señor sana a un enfermo y le dice, ‘vete y ten cuidado que no te venga algo peor, pórtate bien de aquí en adelante’, porque había un pecado quizás que estaba detrás de esa enfermedad.

Hay muchas cosas, hay muchos misterios, ¿no? pero se necesita gente que tenga el poder de Dios en su vida para poder canalizar la energía de Dios que quiere sanar a las personas. El Señor Jesucristo era la manifestación más elocuente de todas con respecto a la sanidad.

Mire, en el Capítulo 4 de Lucas, versículo 18, dice el Señor hablando de sí mismo, “... el espíritu del Señor está sobre mí, profecías de Isaías, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres, me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón, a pregonar libertad a los cautivos y vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos, a predicar el año agradable del Señor...”

Fíjese una cosa que el don de sanidad se puede manifestar en diferentes dimensiones. Dios puede sanar emocionalmente. Dios puede sanar físicamente, es más, yo creo que aquí hay una alusión, una referencia a que Dios puede sanar de opresión demoníaca también. Muchas veces como digo, la sanidad física está vinculada que cuestiones demoníacas, no siempre, pero muchas veces y el Señor dice, ‘Dios me ha ungido para sanar lo que sea, cualquier tipo de situación.’

El Señor tenía ese poder, estaba lleno del Espíritu Santo y nosotros tenemos que pedirle al Señor, ‘Padre, hazme también asimismo una manifestación de tu poder en todas las dimensiones que sea necesaria.

Hay otro pasaje que estoy buscando aquí donde también la sanidad se da, vemos cómo el Señor puede sanar cualquier tipo de enfermedad. Mire Mateo 4:23, dice,

“.... y recorrió Jesús toda Galilea enseñando en las sinagogas de ellos y predicando el Evangelio del Reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo....”

Sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. El Señor tenía poder para sanar cualquier enfermedad, cualquier dolencia que se le pudiera presentar.

“...Y se difundió su fama por toda Siria, y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos, y los sanó....”

Saben hermanos lo que a mi me da ánimo es que el poder de Dios para sanar no conoce límites, no conoce barreras. Por eso es que yo les digo que nosotros tenemos que cultivar cada día más y más ese sentido de fe en nuestra vida, de que Dios puede intervenir, el Cristo que sanó toda enfermedad, toda dolencia, también puede intervenir en cualquier situación en mi vida o en la vida de alguien, por el cual yo ore.

Hay personas que dicen, bueno, yo voy a orar al Señor para que me sane de un dolor de cabeza porque para eso me tomo dos aspirinas. Bueno, mira, tómate las aspirinas y órale al Señor también para que te sane el dolor de cabeza, u ora primero y yo creo que uno debe siempre estar orando en cualquier situación, uno debe orar a tiempo y fuera de tiempo. Uno debe practicar el don de la sanidad. Uno debe practicar el hábito de orar siempre por personas que necesitan oración. Órales, bendíceles, pídele al Señor que obre en su vida porque eso es parte de lo que Dios quiere que tu hagas.

La sanidad es importante porque esa es una forma de manifestar la gracia, de fortalecer los reclamos de que Jesucristo es el Hijo de Dios, de ayudar a la iglesia en su actividad evangelística. Todas estas cosas están implicadas en las sanidades y los milagros que Dios quiere que su pueblo haga.

Si usted mira aquí en este pasaje que yo acabo de leer, usted ve que según el Señor va sanando... dice, “... predicando el Evangelio del Reino y sanando toda enfermedad....”

La iglesia necesita que los dones de sanidad se manifiesten para que el Reino de Dios pueda ser predicado con efectividad. Por eso es que no podemos decir, ah, los dones ya terminaron, porque todavía hay necesidad de que la predicación del Evangelio esté acompañada con sanidades que apertrechen y fortalezcan y respalden la validez, la legitimidad del Evangelio. Ese es uno de los propósitos de los dones, es mostrar que Jesús es quién él dice que él es. Y por eso es que nosotros no podemos conformarnos simplemente con una iglesia que se mueva en el plano natural, donde no hay....

Nosotros tenemos que seguir insistiendo, ‘Señor, danos esos dones, manifiesta esos dones en medio de nosotros’. Tenemos que estar siempre inquietos porque se necesita para que el Evangelio del Reino pueda continuar hacia delante.

¿Sabe, otra de las razones por las cuales se necesita el don de sanidad? Porque el don de sanidad es como un ataque directo contra el reino de las tinieblas. Aquí yo creo que no es coincidencia que dice que él estaba predicando el Evangelio del Reino. En las Escrituras, el concepto del Reino de Dios es un concepto de guerra. El Reino de Dios está avanzando contra el reino de las tinieblas y cuando se habla del Reino de Dios es como que es un ejército que está avanzando, es un poder conquistador que está avanzando. Y entonces los milagros sanadores de Dios son una expresión de que Dios es más poderoso que Satanás, que el Reino de la Luz es más poderoso que el reino de las tinieblas.

Entonces nosotros tenemos que siempre orar por sanidad y pedirle al Señor que nos dote de su poder, y ayunar y buscar el rostro del Señor para que los dones de sanidad se manifiesten en nuestra vida para que el Reino de Dios pueda avanzar y pueda conquistar. El don de sanidad es muy importante para el evangelismo para que pueda avanzar el Reino de Dios.

¿Qué pasa cuando el Señor sana toda enfermedad y toda dolencia? Dice que se difundió su fama por toda Siria. ¿Ve? Es como una tarjeta de representación. Una de las formas más poderosas de uno expresar la legitimidad del Reino de Dios es manifestando las obras sanadoras de Jesucristo. Y eso es una manera en que el Evangelio comienza a correr y Dios quiere todavía darle a la iglesia esa capacidad para hacerlo.

Miren en el versículo 25 de ese mismo pasaje dice, “... y les siguió mucha gente de Galilea, de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y del otro lado del Jordán...”

Cuando hay esos dones de sanidad la gente enseguida afluye. Entonces la iglesia tiene que tomarlos, discipularlos, instruirlos, enseñarlos y fortalecerlos, porque el don de sanidad, el don de milagros, es simplemente un don como para agarrar la atención de la gente. Y es desgraciadamente muchas veces, las iglesias, de paso, se conforman solamente con eso, traer a la gente a la iglesia, porque hubo una manifestación, hubo un avivamiento pero entonces no los discipulan, no los consolidan, no los enseñan, y entonces lo que pasa es que hay cristianos simplemente superficiales, iglesias superficiales, donde hay mucho poder pero poca profundidad espiritual, poco conocimiento espiritual.

Hay que hacer las dos cosas. Los dones simplemente captan la atención de la gente pero después de eso hay que consolidar, hay que enseñar, hay que instruir, hay que crear cristianos maduros.

Déjenme darle otro ejemplo y me voy a limitar sobre todo al don de sanidad, y entonces el de milagros lo voy a dejar para más adelante para que quede claro cómo funcionan estos dones en concierto uno con el otro. Pero también cuáles son los propósitos de estos dones.

¿Ustedes recuerdan el caso de Naamán, el sirio, en el Antiguo Testamento en el ministerio de Eliseo? Naamán era un general tremendamente ilustre, un hombre con mucho prestigio. Había ganado muchas batallas y tenía gran prestigio ante el rey de Siria, pero tenía un problema serio: que era leproso. Y en el Antiguo Testamento y también en el Nuevo Testamento, una persona leprosa desgraciadamente era un paria, una persona marginada completamente. La lepra es una cosa terrible, es desagradable físicamente de ver, crea deformaciones en la piel y deformaciones a veces en las extremidades de la gente. Es un problema neurológico muy terrible con consecuencias bien serias. Y este gran hombre, un hombre de dignidad, un hombre de valor, un hombre de gran distinción era leproso. Y el rey de ese país, enemigo de Israel, envía al rey de Israel para que sane a este hombre porque sabía que en Israel había poder.

Pero desgraciadamente el rey de Israel no era un hombre que conocía el poder de Dios. Como hoy en día muchas veces la gente viene a nuestras iglesias, a veces la nuestra incluida y la gente viene buscando, ok, yo leí que hay poder, y que esto y que lo otro y escuché un mensaje en la televisión.... ¿y qué pasa? No encuentran las manifestaciones del poder de Dios que necesitan.

Y el rey de Israel se rasga su vestido, se queja ante Dios y Eliseo escucha de lo que está pasando y le envía una noticia al rey, le dice, ‘Rey, envíamelo a mí que yo voy a resolver tu situación’.

Que bueno es cuando el poder de Dios está en una persona. Que bueno cuando el don de sanidad, el don de milagros que estaban esos dones en el profeta Eliseo moviéndose está. Por eso es que la iglesia es el lugar, hermanos, donde la gente debe venir para recibir sanidad para sus situaciones. Y nosotros tenemos que decirle al Señor, ‘Padre, ten misericordia de nosotros porque estamos en afrenta y necesitamos que tu quites la vergüenza de sobre tu pueblo, porque nos traen a la gente y no hay manifestaciones como debiera haber de tus dones’.

Y viene Naamán a donde Eliseo y Eliseo proféticamente, fíjese ahí estaban varios dones funcionando en Eliseo. Estaba el don profético, estaba el don de milagros, y estaba el don de sanidad y también había un propósito evangelístico y había un propósito de guerra espiritual inclusive implicado en todo esto.

Porque, es decir, a veces en situaciones hay diferentes dones que se están moviendo y tienen que moverse en concierto el uno con el otro. Cuando Eliseo le dice a Naamán, ‘ve y lávate’, es más, ni se lo dice él directamente, sino que le manda su criado para que le diga que vaya al río Jordán y se lave 7 veces, y Naamán se molesta.

Fíjese, es más, yo creo que también el don de conocimiento y de revelación estaba funcionando en Eliseo porque Eliseo sabía que este hombre venía con mucho orgullo y con mucha demanda de que se le sanara porque él era el general tal y tal y había que hacerlo así. Y entonces Eliseo lo manda a humillarse, no lo recibe personalmente como debiera haber hecho y lo manda a lavarse en un río por allí, que es feísimo inclusivo, y por eso se molesta Naamán.

Es decir, cuando Dios quiere hacer algo, hermanos, Dios usa sus dones sobrenaturales. Yo creo que en este tiempo de la historia yo no veo ninguna otra manera, hermanos, de que la iglesia pueda romper el encierre que hay hoy en día en la sociedad. Hoy como nunca la iglesia necesita los dones del Espíritu Santo manifestándose, como nunca. Yo estoy claro en eso de que si la iglesia continua como está el mundo continuará yendo de mal en peor y alejándose más y más de Dios. Y yo creo que Dios quiere detener eso. Dios quiere darle su poder a la iglesia para poder bregar con gente como Naamán.

Dios estaba allí, inclusive bregando al nivel de naciones porque este hombre era directamente relacionado con el rey, era un poderoso representante de otra nación. Y Dios quería enviar un mensaje evangelístico también a esa nación. Y Dios quería mostrar que el Dios de Israel era el Dios verdadero, en vez del Dios de Siria.

Y todo eso está ahí implicado. Había guerra espiritual también. ¿Usted ve? En los dones hay muchos diferentes temas que se están manejando juntamente, por eso es que no podemos diferenciar, ah, este es el don de esto, este es el don de lo otro. Es el espíritu de Dios que es uno solo manifestándose en diferentes maneras, diferentes tuberías saliendo según la necesidad y a veces habrá necesidad de 3 ó 4 dones funcionando en concierto para que se de algo en ese momento y después otros más en otra situación. Pero es el mismo Espíritu Santo moviéndose en diferentes maneras, como dice el Apóstol Pablo.

Entonces, Eliseo manda al general para que vaya y se lave y ya lo está humillando, ya está trabajando con esa parte que el Espíritu Santo le ha dicho que este hombre necesita experimentar quebrantamiento, humillación. Y entonces está el don de milagros allí, porque él le dice, ‘cuando entres al río 7 veces...’

El río no tiene poder en sí, pero hay algo milagroso que ha sido soltado. Es una también de profecía, una palabra profética que él ha dado. Cuando tu hagas eso el río se va a convertir mágicamente en una fuente de sanidad para ti. Ahí está obrando el don de milagros y también está hablando la palabra profética, que cuando se pronuncia en el Espíritu Santo hace que el mundo se configure conforme a la palabra que dio el profeta. Es la palabra profética, es una palabra que desata, es una palabra que forma, es una palabra que crea, es una palabra que libera ciertas cosas. Esa es la profecía que después vamos a hablar acerca de ello también.

Y entonces todos esos dones expresándose allí y cuando Naamán obedece a lo que le dijeron, entonces regresa dice, ‘su piel perfectamente sanada’. Ahí está el don de sanidad manifestándose perfectamente también.

Y después, ¿y cuál es el propósito de todo eso? ¿Qué hace Naamán cuando regresa? Dice, ahora yo conozco que el Dios de Israel es el único Dios, porque los dones son dados, una de los propósitos más poderosos de los dones es para evangelizar, es para que la gente entienda.

Cómo vamos a entrar en la mente de gente en las universidades corrompida su mente con el intelecto humano, provistos de argumentos que pueden neutralizar cualquier argumento que la iglesia pueda ofrecerles verbalmente para decir que Jesucristo es el Hijo de Dios. Ellos ya tienen veinte mil argumentos que son poderosos, inclusive argumentos sobrenaturales, porque hoy en día también pueden creer en el poder de la mente al nivel más poderoso, pueden creer que son otras energías misteriosas, otras dimensiones de la naturaleza o lo que sea. El hombre moderno tiene argumentos para todo lo que nosotros le podamos disparar. Lo único que no pueden argumentar es cuando vean el poder de Dios manifestado en su vida, cuando tengan un problema de matrimonio, o cuando tengan una situación de enfermedad, o cuando tengan una enfermedad emocional y mental y por medio del poder de Dios experimenten el poder sanador de Dios en sus vidas, eso neutraliza toda la arrogancia habida y por haber. Porque el ser humano sigue siendo ser humano y cuando experimenta el poder de Dios en su vida tiene que bajar su cabeza, hermanos, a menos que no sea un perverso. Y si es un perverso debe entonces irse al infierno. Pero si es una persona normal va a reaccionar en una forma positiva y va a reconocer que Dios es Dios, por eso es que hay que pedir ‘Señor, ayúdanos, activa tu poder en nuestras vidas y ayúdanos a fluir más ymás en el poder sobrenatural que tu quieres que tengamos.

Cuando Naamán regresa es ya un corderito suavecito. No es el mismo hombre arrogante que entró a ver a Eliseo. Y dice, ahora yo reconozco que Dios es el único Dios de Israel y yo no voy a adorar a ningún otro Dios sino al Dios de Israel.

Los dioses de Siria quedaron humillados ese día. La guerra espiritual la ganó el Reino de Dios, hubo avance en el Reino de Dios en ese momento porque el poder sanador, el poder profético, el poder de milagros, el poder de discernimiento de espíritus inclusive, estuvo en manifestación.

Y nosotros decimos, ‘Señor, ayuda a tu pueblo’. Yo no me conformo, hermanos, con loq tenemos. No me conformo, ni usted debe conformarse tampoco. Debemos pedirle ‘Señor, queremos más poder, queremos más de tu gloria en nuestra vida, queremos más de tus dones de sanidad’.

Vamos a ponernos de pie, hermanos. Gloria al nombre del Señor. Gracias, hermana. Una persona por lo menos quiere un poquito más. Gracias, hermana. Amen y amen. Hermanos, que bueno es cuando uno escucha la palabra del Señor se le renueva el entendimiento de que de a qué hemos sido verdaderamente llamados. No hemos sido llamados a simplemente venir a una iglesia, cantar 3 himnitos ahí pasados por agua, y escuchar una palabra allí teórica, teológica y después irnos a nuestras casas exactamente como vinimos, con todas nuestras cargas, con toda nuestra impotencia, con toda nuestra depresión, con toda nuestra derrota, con todos nuestros problemas intactos. Eso no es lo que me dice la palabra de Dios.

Pablo dice que el Evangelio no consiste en palabras sino que es poder de Dios y Pablo le dice a los corintios, en Primera de Corintios Capítulo 2, dice “... cuando fui a vosotros no fui con excelencia de palabras, o con sabiduría humana, sino que me prometí no conocer nada sino a Cristo y a este crucificado y no vine con palabras para que vuestra fe no esté fundamentada en palabras sino en el poder de Dios. Vine con obras de poder...’

Hermanos, la iglesia de Jesucristo necesita ser alertada de que la vida cristiana es una vida de poder, tiene que ser una vida de poder, tiene que ser una vida de sanidades. Tiene que ser una vida de milagros, tiene que ser una vida de revelaciones, tiene que ser una vida de victoria sobre las crisis y los problemas de la vida. Tiene que ser una vida donde la fe venza al enemigo. Nuestra fe avergüence a Satanás, nuestra fe pueda apagar todos los dardos del diablo que él quiere lanzar en nuestra dirección. Esa es la vida cristiana, hermanos, esa es la vida que tenemos que pedirle al Señor que nos de cada día más y más.

Dios te llama a una vida de poder. Dios te llama a una vida de éxito. Dios te llama a una vida de victoria sobre el mal. Dios te llama a ser un conquistador. Dios te llama a ser un evangelista. Dios te llama a ser un sanador. Dios te llama a libertar a los cautivos del diablo. Dios te llama a libertar a los oprimidos de Satanás.

Eso lo tienes tu en tu vida. Renueva el llamado de Dios en tu vida ahora mismo. Renueva el llamado de Dios, recibe en el nombre de Jesús una dotación fresca del poder de Dios en esta mañana.

Di conmigo, Señor Jesús, yo declaro que soy un sanador, que tu me has llamado a libertar a los cautivos del diablo, que tu me has llamado a sanar a los oprimidos, a declarar el día de la buena voluntad de Jehová, que tu me has llamado a ser victorioso sobre toda artimaña del enemigo, y que tu me has dotado con poder para vencer en toda situación. Tu Evangelio consiste en poder y por medio del Espíritu Santo que mora dentro de mí y de tus promesas que son fieles y verdaderas, yo lo puedo todo en Cristo Jesús, que es mi fortalecedor. ¡Aleluya! Gloria al nombre del Señor. Gloria al nombre de Jesús. ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya! Gloria al nombre del Señor.

Hermano, activa dentro de ti ese poder ahora mismo. Respira hondo y recibe esa dotación fresca del poder de Dios, recíbelo ahora en el nombre de Jesús. Aspira hondo y recibe nuevo poder, fresca unción de Dios, fresca unción de Dios, fresca unción de Dios. ¡Aleluya! porque tu eres un hombre, tu eres una mujer llamado a ser victorioso en el Espíritu Santo, llamado a vencer en toda situación, llamado a ser un conquistador de territorios para Cristo Jesús. No importa lo que el enemigo quiera dispararte, tu puedes sacarlo hacia fuera en el nombre de Jesús con poder, porque el Señor está contigo, el Señor te ha prometido.

Tu eres cabeza, tu no eres cola. Tu eres victorioso, no víctima, dice el Señor. Tu tienes poder, cualquier situación que tu estés pasando, pásala en el Señor y con el Señor. ¡Aleluya! Vence en el Señor. Envía el poder de Dios, la palabra, las promesas de Dios, sea financiera, sea de salud, sea familiar, sea emocional, sea espiritual, sea lo que sea en el nombre de Jesús, de trabajo, de vivienda, de documentación, el Señor está contigo. El Señor es tu guardador. El Señor es tu fortalecedor. El Señor es tu sanador.

Él es tu sanador y él te hace sanador de otros también. ¡Aleluya! Gracias, Señor, te adoramos. Te bendecimos. Declaramos que tu eres poderoso, Señor, tu eres fiel, tu eres nuestro sanador y tu nos haces sanadores. Gracias, Jesús.

Señor, derrama tu poder sanador sobre tu iglesia en esta mañana. Abre las ventanas de los cielos, Padre, adelgaza los aires encima de nosotros para que tu gloria pueda descender, Padre y que esta iglesia pueda ver tus obras de sanidad, Padre. No hay enfermedad que pueda resistir la palabra de autoridad de un hijo ungido tuyo, Señor, y nosotros queremos esa unción, pedimos esa unción en esta tarde, Padre, pedimos que una doble porción de tu espíritu, Padre se manifieste en la vida de tus hijos y en tu iglesia colectivamente.

Desata el don de sanidad, Señor. Desata el don de sanidad de tu pueblo en esta mañana, Padre. Recibimos, activamos, desarrollamos el don de Dios que está en nosotros Señor, lo ponemos a fluir, lo ponemos a funcionar y creemos que tu haces lo que tu has prometido en tu palabra, Señor. ¡Aleluya! Gracias, Jesús. Gracias, Jesús

Denle un gran aplauso al Señor.

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Regocijaos en el Señor siempre

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Vamos a la palabra del Señor, vamos al Libro de Filipenses, la carta a los Filipenses. Yo quiero tomar un pequeño paréntesis antes de comenzar nuestra o re comenzar nuestra serie sobre el Espíritu Santo y sobre los dones, para invitarlos a meditar conmigo sobre este pasaje tan profundo de la Escritura.

Dice la palabra del Señor, en el versículo 4, “.... Regocijaos en el Señor siempre, otra vez digo, regocijaos, vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego con acción de gracias. Y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús...”

Bendiga el Señor su santa palabra, amen y amen. Yo he escogido hermanos, este pasaje porque en realidad quiero también predicármelo a mí mismo y quiero recibir de parte del pueblo de Dios también ánimo. Nuestra familia está pasando por un tiempo difícil en este momento y necesitamos las oraciones del pueblo de Dios, la fortaleza que viene del pueblo de Dios y nosotros hemos encontrado mucho descanso; mi esposa, yo, nuestras hijas, hemos encontrado descanso en la palabra, hemos encontrado consuelo de la palabra del Señor. Y yo quiero compartir con ustedes lo que Dios ha hecho en mi vida en estos días, mientras yo he buscado ese refugio de parte del Señor.

Este es un pasaje eminentemente consolador, es un pasaje eminentemente fortalecedor. Y fue escrito por un hombre experimentado en dolores. El Apóstol Pablo fue un hombre que pasó por tribulaciones y dificultades, pero siempre de alguna manera se mantuvo firme en los caminos del Señor, amando al Señor, sirviendo al Señor. Y por esa experiencia que él tuvo, él pudo tener la autoridad para hablarle al pueblo de Dios y dejar palabras inmortales que nos ayudan y nos ayudarán siempre cuando nosotros nos encontremos en situaciones difíciles.

¿Qué hace el hijo de Dios, qué hace la hija de Dios cuando vienen las dificultades a la vida, cuando vienen los problemas, cuando vienen las tormentas de la vida? ¿Qué hace usted cuando el médico le dice que tiene una enfermedad crónica y que probablemente va a tener que estar tomando pastillas el resto de su vida? ¿Qué hace usted cuando la economía baja y usted pierde su trabajo, o su sueldo queda reducido de alguna manera y todavía tiene que pagar las deudas de la casa o del carro o lo que sea? ¿Qué hace usted cuando vienen los problemas familiares o matrimoniales? ¿Qué hace usted en su vida cuando escasean las cosas que usted necesita para su felicidad? ¿Cómo afronta el creyente, cómo pasa uno esos tiempos de nubes oscuras y de tribulación que vienen y han venido, y vendrán a la vida de todo hijo de Dios?

Uno tiene dos opciones, y estas opciones están aquí registradas aquí en este pasaje. Pero déjenme por un momento hablarles acerca del Apóstol Pablo y por qué él es eminentemente apropiado para aconsejarnos acerca de cómo nosotros debemos atravesar la vida en general.

Esta palabra aquí del versículo 6 dice, “... regocijaos en el Señor siempre...” El Apóstol Pablo cuando escribe estas palabras las está escribiendo desde una cárcel romana. Uno pensaría que un hombre que dice, ‘regocijaos en el Señor siempre, otra vez os digo regocijaos..’ lo está haciendo quizás desde un resort, algún sitio de vacaciones en Punta Cana o en Acapulco, algo por el estilo, tomándose una piña colada virgen, o está en su mansión...... vaya esta gente creen que verdaderamente necesito más ánimo de lo que necesito. Gracias querida, gracias.

El no está escribiendo estas palabras desde un lugar de descanso y de reposo, las está escribiendo desde una mazmorra romana. No como las cárceles de nuestro tiempo que poco le falta para tener televisor a colores de alta definición. No, está escribiendo metido en el fondo de una situación difícil en su vida.

Él escribió esta epístola, esta carta, a la iglesia que estaba en la ciudad de Filipos, por eso se llama filipenses, la gente de Filipos, la escribió desde ese lugar esperando aparecerse ante el César, el emperador romano y no sabía si iba a salir de allí sin cabeza o con cabeza o iba a ser condenado a una larga prisión. Estaba en un aprieto verdaderamente grande.

Y en ese contexto el Apóstol Pablo dice ‘regocijaos en el Señor siempre’, y repite otra vez ‘...otra vez os digo regocijaos..’

El Apóstol Pablo experimentó muchas situaciones difíciles en su vida. En el Capítulo 11 de Segunda de Corintios, él habla acerca de algunos de sus padecimientos, dice, “....en azotes he estado sin número....’ fue azotado muchas veces por su fe, por su predicación.

“... en azotes sin número, en cárceles más, en peligros de muerte muchas veces, de los judíos 5 veces he recibido 40 azotes, menos uno,....”, es decir 39 azotes, 5 veces, y no eran azotes así con una soguita, no, eran azotes con unas puntas que usaban los romanos bien terribles, al final de cada azote.

“.... tres veces he sido azotado con varas, una vez apedreado, tres veces he padecido naufragio y una noche y un día he estado como náufrago en alta mar. En caminos muchas veces, en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos, en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez.....”

Y uno pregunta ¿cómo este hombre no se pegó un tiro? Y simplemente dejó el Evangelio por tantas cosas que le habían pasado por servirle al Señor y por predicar el Evangelio. Él hubiera podido decir, mira, si esto es así, pues yo me voy a rajar de aquí porque se supone que yo tenga por lo menos algún tipo de protección de parte de Cristo, si lo voy a predicar, pero el Señor permitió que el Apóstol Pablo pasara por todas estas humillaciones, tribulaciones, zozobras y lo que a mí me maravilla de ese hombre, es que después de todos esos años de tanta lucha, y tanta tribulación puede escribir una carta con tanto entusiasmo y con tanto convicción y decirle a los filipenses, ‘regocíjense en el Señor siempre, otra vez les digo, regocíjense....”

La carta a los filipenses es conocida como la carta del gozo, imagínense. Primeramente dice, regocijaos en el Señor. Déjenme decirle algo, cuando usted está pasando por pruebas y tribulaciones usted no puede ni debe tratar de regocijarse en la carne ni en las emociones, porque las emociones le van a traicionar, ¿entiende? Las emociones son parte de un sistema biológico que se desgasta con la presión y las ansiedad y los problemas. El cerebro es un mecanismo biológico hasta cierto punto que se quema con la tensión. Y cuando uno está pasando por pruebas y por situaciones difíciles lo que usted menos quiere es gozarse.

Pero hay un gozo al cual alude la palabra de Dios, que es ese gozo del espíritu, es ese gozo objetivo que reconoce que en medio de toda situación Dios siempre puede sacar algo bueno, que Dios está presente aunque tu no lo veas y aunque no lo sientas, y que hay algo que Dios está haciendo que tu quizás no puedes entender y que eso es para bendición y para bien de tu vida.

Entonces el creyente lo primero que uno tiene que tratar de hacer cuando está, es buscar ese gozo, buscar ese regocijo del espíritu, buscar ese lugar y no estar contento hasta que usted no toque ese lugar de comodidad en el Señor, y que uno pueda decir, ‘aunque estoy pasando por tribulaciones, pero yo se que puedo regocijarme porque mi pasaporte está firmado, yo se que me voy con el Señor y yo se que Dios va a traer bendición de esta situación.’

Hay un regocijo que uno tiene siempre, eso no se lo entregue jamás al diablo ni a las circunstancias. Hay que regocijarse en el Señor y dice, siempre. Dice, aquí el versículo 5:

“... vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres....”

¿Por qué el Apóstol Pablo continua diciendo que nuestra gentileza sea conocida de todos los hombres, después de hablar de regocijarnos en el Señor? Hermanos, yo creo que una de las cosas más importantes que debe hacer el creyente, el hijo de Dios es mostrar una simpatía contagiosa. Yo creo que el cristiano debe conocerse por su actitud simpática y positiva, debe conocerse por su actitud gentil en medio de las situaciones, debe conocerse porque cuando está en la prueba, en vez de ponerse sangrigordo y malhumorado e imposible de aguantar, que pueda ser agradable a los demás.

Porque yo pienso, si nosotros como cristianos, cuando estamos pasando por pruebas no podemos dar muestras de la gracia de Jesucristo entonces nadie lo puede hacer. Yo creo que lo que más anima a la gente es cuando ve a un hijo, una hija de Dios pasando por situaciones difíciles, pero de todas maneras reteniendo su buen humor y siguiendo adelante en la fe.

Eso le dice al mundo, ‘esta persona está bebiendo de unas aguas que yo no entiendo y están allí’. Nosotros tenemos que pedirle al Señor, ‘Señor, ayúdanos a ser ecuánimes en la vida’. ¿Sabe lo que es la palabra ecuánime? Ecuánime quiere decir que usted puede mantener más o menos el mismo tono a través de la vida, que aunque usted esté pasando por pruebas y dificultades pero usted puede seguir adelante en el nombre del Señor porque el Señor es quien me fortalece. Y usted puede decir, ‘todo lo puedo en Cristo que me fortalece’. Y usted puede continuar y que su simpatía no decaiga, que usted pueda continuar sirviendo a sus hijos y a su esposa o esposa, que usted pueda continuar, si usted tiene un cargo en la iglesia desempeñándolo, que usted pueda ir a su trabajo y ponerse su buen maquillaje y su buena cremita debajo de los ojos y presentar una cara agradable a los demás y que puedan inclusive verlo y decir, ¡guau!, esta persona tiene algo especial dentro de ellos. Amen.

Porque los cristianos tenemos que distinguirnos por eso, hermanos. Porque si somos como los demás, que simplemente cuando yo nos viene la presión nos tiramos al suelo, y nos convertimos en unas bestiecitas desagradables, entonces dónde está la diferencia. Lo que distingue al hijo de Dios es ese carácter afable, ese carácter que en medio de la situación de prueba, puede decir como dice el Apóstol Pablo, ‘regocíjense en el nombre del Señor’.

Y si lo invitan a una fiesta en vez de usted ir allí y ser un aguafiestas en una esquina, usted pueda sonreír con la gente, conversar aunque no esté haciendo cosas demasiado alegre, pero usted puede mantener esa afabilidad. Pídale al Señor, pidámosle al Señor que nos permita siempre tener esa simpatía, esa generosidad hacia los demás.

La palabra gentileza aquí es complicada, no tenemos tiempo para desempacarla toda, pero yo creo que el Apóstol Pablo estaba pensando en parte en eso. Regocíjense, dice, que el gozo sea el distintivo de sus vidas de manera que el carácter gentil, la belleza del carácter de Cristo brille en ustedes de tal manera que sea evidente a todo el mundo.....

Y te dejó a ti allí...... mojándote todo y desamparado. El Señor dice, ‘he aquí, yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo....’ Gloria al Señor.

Cristo está con nosotros, el Señor está cerca. ¡Aleluya! Y eso es algo que tenemos que recordarlo continuamente porque es muy fácil cuando todo está bien, y lo biles están pagados, y la cuenta de banco está jugosa y tenemos todos los tereques en la casa que necesitamos. Oh, sí pensamos que.....

Pero, mire hermano, el Señor está cerca objetivamente, sea lo que sea, sepa que el Señor camina con usted. El Señor está allí, el Señor no le ha dejado en ningún momento. A mi mente han venido en estos días la imagen de Eliseo, el profeta Eliseo cuando vinieron los sirios y entraron a Israel porque lo querían capturar, porque era un hombre lleno del Espíritu Santo y era inímico y dañino a los intereses de Siria que odiaba a Israel. Y Eliseo usado por el Señor siempre le advertía al rey de Israel cómo evitar las emboscadas que le tendían los sirios.

Entonces el rey de Siria envió una elite, una fuerza elite a meterse a Israel para capturar al profeta. El profeta Eliseo y su siervo se encuentran rodeados por este grupo que ha entrado a capturarlos. Y el siervo de Eliseo que no tenía el discernimiento espiritual que tenía Eliseo, mira a su alrededor, ve estos hombres armados que son enemigos y piensa, aquí nos van a matar, aquí terminó nuestra vida, aquí se terminó el ministerio y se llena de pánico, y clama a Eliseo y comienza a llenarse de ansiedad. Y Eliseo le dice ‘cálmate, y ora al Señor’, y el dice ‘Padre, abre sus ojos, abre sus ojos para que él pueda ver en el nivel espiritual’.

Y los ojos de ese criado fueron abiertos por un momento, los ojos espirituales fueron abiertos por un momento y este hombre pudo ver que en todo momento, aún cuando él solo veía el ejército sirio alrededor de ellos, había un ejército de ángeles mucho más poderosos con carros de fuego rodeando al ejército sirio y protegiendo a Eliseo y a su criado. Y Eliseo le dice, ‘No temas, porque muchos más son los que están con nosotros que los que están con ellos’.

Gloria al Señor. Y ¿saben qué? mi hermano, muchas veces tu vas a estar en situaciones de prueba y de dificultad. Tu vas a mirar a tu alrededor y lo único que tu ves es problemas, fracaso, negatividad, pero si tu tuvieras los ojos del espíritu tu podrías ver que alrededor de ti hay ángeles del Señor que están fortaleciéndote y diciéndote, adelante, continua, yo estoy contigo.

El Señor es poderoso. Y nosotros tenemos que pedirle al Señor, Señor ayúdame a mantener siempre esa conciencia de que tu estás cerca. Esta expresión, el Señor está cerca, se podría interpretar de dos maneras. Podría interpretarse de la forma de que, bueno, la venida del Señor está cerca; o el Señor está cerca de ti. Cualquiera de las dos interpretaciones deben ser motivo de ánimo para nosotros.

Porque si se trata de que la venida del Señor está cerca, eso me dice a mi, mira, las situaciones de la vida son pasajeras, yo soy un ciudadano de la eternidad y un día Dios enjugará toda lágrima de su pueblo, toda enfermedad cesará, todo problema que parece ahora mismo son solución, cuando uno está conciente de la eternidad, hermanos, muchas de las dificultades de la vida se hacen mucho más llevaderas. Pero cuando tu piensas que todo lo que hay es solamente aquí en el tiempo y en el espacio, en el ahora, entonces el mundo como que se te abalanza encima y todo lo que sucede parece grande e insoportable si es negativo.

Pero el hijo de Dios que sabe que la venida del Señor está cerca y que ya sea que se vaya con el Señor primero, o que Cristo venga primero, somos del Señor, somos de la eternidad. Nosotros pertenecemos a una ciudad no hecha con manos de hombres, somos peregrinos que vamos hacia una patria eterna y por lo tanto no podemos desesperarnos. El Señor está cerca.

Y si se trata de la cercanía física del Señor, todavía más importante. El Señor siempre está con nosotros. Y cuando el Señor está cerca eso quiero decir que hay solución para toda situación y todo problema. Gloria al Señor.

En una ocasión los discípulos se encontraban en una barca, la tormenta comienza a rugir alrededor de ellos. La barca parece que se va a hundir, no había manera de que esa barca pudiera sobrevivir esa gran tormenta. ¿Pero qué pasaba? Que el Señor estaba dentro de la barca, estaba cerca de los discípulos. Y el Señor estaba allí durmiendo a pierna tendida y no se preocupaba de lo que estaba pasando.

Yo les puedo decir hermanos, que en ningún lugar en el universo, en ese momento o en toda la historia ha sido un lugar más seguro que esa barca en medio de la tormenta, porque el Señor estaba en ella. Y en tu vida, yo quiero que tu sepas que Cristo está, no solamente contigo sino que está dentro de ti, y que con Cristo tu eres más que vencedor en toda situación que la vida te pueda deparar. El Señor está cerca de ti y yo te suplico que no quites la mirada, no quites la mirada de esa presencia cercana de Jesús porque él siempre va a asegurarse de que tu tengas una salida para cualquier situación.

Dice aquí en el versículo 31 de Romanos 8, “....¿qué pues diremos a esto: si es por nosotros, quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, cómo no nos dará también con él todas las cosas. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? Tribulación, o angustia, o persecución o hambre o desnudez o peligro o espada, antes en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó, por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente ni lo por venir, ni lo alto ni los profundo, y ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús, Señor nuestro....”

El Señor está cerca. Eso te permite a ti y a mi regocijarnos y nos permite también ser afables, ser simpáticos, ser generosos, ser tolerantes con los demás, caminar en medio del desierto con una sonrisa de esperanza en nuestros labios y en nuestros corazones, porque él está contigo. Él está, aunque tu no lo veas, aunque tu no lo sientas, el Señor está contigo para fortalecerte.

Por mi mente ha estado pasando, no sabía si lo iba a compartir hoy o no con ustedes, anoche tuve un pequeño. Dios me habla muchas veces a través de sueños y nunca jamás yo he soñado con un ángel, nunca. Siempre le he dicho al Señor que me deje un día ver un ángel y que me prepare bien el corazón primero, por si acaso. Pero anoche en el sueño yo estaba en mi casa y por alguna razón en uno de los rincones de mi casa yo sentí en mi espíritu que había un ángel. Estaba como en un pasillo, entonces yo me fui al pasillo y miré alrededor y había una puerta de salida y efectivamente.... sin embargo fíjese como son estas cosas.... de nuevo, hay códigos que tienen los sueños. Pero era una mujer y yo sabía sin embargo que era un ángel.... Yo no quiero meterme en teologías aquí ni problema, porque fíjese lo que va a pasar más adelante.... pero era un mujer muy fuerte, alta, muy fuerte, no era en el sentido de fuerte como una levantadora de pesas, pero era mujer fuerte y muy llena de energía que emanaba de ella y yo la miré y ella dejó que yo la mirara por unos segundos. Y entonces, y yo sabía que era un ángel y había en ella una seriedad muy grande. Ella se estaba dejando mirar por un momento, pero eso era todo. Me estaba haciendo a mi un favor de que yo la contemplara por un momento. Y después salió por la puerta de salida, y yo pude ver en el sueño cómo hacía unas movidas que no podía hacer un ser humano, pero al final lo último que yo pude ver en el sueño, fue que esa mujer, al final en algún momento lo que vi fue la espalda de un hombre, se convirtió... como que asumió su forma angelical verdadera, y como que lo único que yo vi fue una apariencia humana, pero por su naturaleza espiritual divina era otra y ya cuando se fue de mi vista recobró su naturaleza normal.

Ahora, eso.... que yo siempre he creído es que hay ángeles en disfraz en nuestras vidas continuamente. Los ángeles son espíritus ministradores de Dios, dice la palabra. ¿Cuántas veces en la Escritura vinieron ángeles a ministrarle a los hijos de Dios? Al mismo Señor Jesucristo cuando estaba en su agonía, ángeles le ministraban. Ángeles se han aparecido a través de toda la historia. ¿Quién sabe cuántas veces nosotros hemos sido ministrados por un ángel y no nos dimos cuenta de ello? ¿Por qué? Porque vivimos en una dimensión ahora que Dios muchas veces, la inmensa mayoría de las veces no permite que haya ese nivel de compenetración entre el mundo humano y el mundo divino, por muchas razones diferentes, porque no es el tiempo, porque él tiene sus límites en ese sentido o lo que sea, pero Dios envía a sus espíritus ministradores en diferentes maneras y a veces adquieren la apariencia de seres humanos, pero es Dios diciéndote, ‘Yo estoy cerca y yo te ministro, yo te fortalezco, yo te suplo, yo te protejo, yo te guardo’.

El Señor está cerca y nosotros tenemos que creer eso, aunque no lo veamos continuamente. Dice la palabra, ‘el Señor está cerca....’ No dudes eso nunca. Aunque estés pasando por cualquier situación que estés pasando, cree, el Señor está cerca de ti y confiésalo en el nombre de Jesús y aquí está la palabra más poderosa de todas.

El versículo 6 dice ‘.... por nada estéis afanosos sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego....’

Por nada estéis afanosos.... Digan todos nada. ¿Sabe usted lo que es nada? Nada, exactamente. Cero. Eso quiere decir, hermanos, miren las cosas pequeñas y las cosas grandes: un dolorcito de cabeza, un tropezón con la máquina de hacer ejercicios en la noche en el dedo gordo, una enfermedad crónica y difícil, un fracaso, un problema matrimonial, una crisis económica, una noticia inesperada y difícil. La palabra del Señor te dice, ‘Hijo, hija, por nada estés afanoso o afanosa’.

¿Qué quiere decir la palabra afanoso? El griego original es la palabra ‘merimnao’ que se refiere a ansiedad y preocupación excesivamente. Es la palabra que Cristo usó también para hablarle a Marta, cuando le dijo, ‘Marta, Marta, afanada estás en muchas cosas pero una sola es importante’.

¿Cuántos de nosotros somos gente afanosa? No levante la mano. Pero muchos de nosotros tendemos a ser afanosos. Yo tiendo a ser afanoso y el Señor se encarga muchas veces de entrenarnos para que aprendamos a confiar en él.

En otras palabras, el Señor dice, ‘hijos, no se sobrecarguen con ansiedad’, porque la ansiedad en vez de ayudarnos a resolver los problemas, lo que hace es que nos paraliza muchas veces, nos debilita y nos impide entonces tener la fortaleza y la presencia mental que necesitamos para poder bregar efectivamente con los problemas.

Fíjese los discípulos, cuando el Maestro estaba listo para ser arrestado y crucificado, los discípulos entendían que algo serio estaba pasando con su Maestro y que había una crisis inminente. Y ¿saben qué? estos discípulos estaban tan preocupados que se cargaron de sueño, se debilitaron, no pudieron acompañar al Maestro en su necesidad.

Porque eso es lo que hace la ansiedad. La ansiedad debilita, la ansiedad debilita el ánimo, la ansiedad te quita la visión, la ansiedad te impide pensar correctamente en los tiempos de la crisis, de la necesidad. Y el Señor te dice, ‘por nada estéis afanosos, por nada’.

Y de paso, en el griego original de donde tenemos la traducción al español, la palabra nada está asimismo al principio de la oración, violando las reglas de la gramática. Porque él hubiera podido decir, ‘no estéis afanosos por nada’, pero dice, ‘por nada estéis afanosos’.

El Señor te dice a ti, me dice a mi, ‘mira, no permitas que nada en esta vida te llene de ansiedad, no permitas que nada en esta vida te amargue tu existencia. No permitas que nada te quite el sueño de manera que tu de día en día estés debilitado y triste, y que estés decayendo continuamente, y que esa falta de sueño te impida, y que esa ansiedad debilitante te impida llevar a cabo las tareas de la vida, expresar amor a tu familia, hacer las cosas que tienes que hacer en la vida. Nada en este mundo, hermanos, merece una condición de ansiedad.

Algunos comentaristas de la Biblia han querido decir como que esto es un mandamiento, ‘por nada estéis afanoso, y si se ponen afanosos están en pecado y van a ser condenados a 6 años de prisión’. Esa no es la idea aquí.

Yo veo esto como un consejo del Señor, dice, ‘hijo, no te afanes por nada’. Yo recuerdo las palabras de mi papá, el dicho ese yo se que está en muchos países, dice ‘ si tu mal no tiene cura, por qué te apuras, y si tiene cura por qué te apuras’.

Por nada estéis afanosos. Hermanos, ¿por qué? Porque Dios tiene una solución para toda situación. No hay situación que Dios no pueda resolver, escúchame. No hay situación en la vida que, si la pasamos con Dios, no resulte en algo que sea de bendición para nuestras vidas. Tenemos que creer eso, o no lo creemos, pero eso es lo que dice la palabra del Señor.

El Apóstol Pablo en Romanos dice ‘... a los que aman a Dios todas las cosas ayudan a bien..’

Yo se que cuando uno está pasando por las crisis, cuando está en el corazón de la crisis, eso nos resulta difícil creerlo. Y de paso, si usted quiere evitarse una buena bofetada no le diga a nadie en crisis, ‘hermano, no te preocupes que a los que a Dios aman, todas las cosas ayudan a bien..’ Porque yo creo que eso es una crueldad. Yo creo que a veces hay que pasar, hay que pasar por... hay que sentir el dolor y deje que nadie le saque prematuramente del luto, ok. A mí que no me roben, déjenme tranquilo que yo quiero gozarme esta depresión hasta lo sumo. Quiero, yo me la voy a fumar hasta el cabo, como dicen algunos por ahí, y mi pity party. Quiero celebrar bien, y después cuando ya haya terminado me unjo y sigo para adelante.

Ustedes recuerdan la historia del rey David. David había cometido un terrible pecado. Esta mujer con quien había tenido una situación adúltera, había quedado encinta y ese hijo era un hijo pecaminoso, por ese hijo había muerto un hombre, asesinado por el rey David fruto de una violación, de un abuso de parte de un hombre de Dios. Y ese hijo estaba marcado. Dios no quiso que ese hijo naciera a la luz. Y David sin embargo, amaba, era un hijo que iba a nacer, y David se metió en ayuno y oración y durante días rehusó comer, rehusó bañarse. Él habrá pensado, quizás el mal olor obligue a Dios que me de el hijo este o lo que sea y se canse de mí.

Pero hizo todo lo que pudo y mientras estaba metido allí en su celda de monje intercediendo por la vida de ese hijo, vinieron sus funcionarios y lo vieron así y dijeron, ‘imagínate si está así de deprimido ahora, qué será, porque ya el hijo había muerto y ellos vinieron a decirle que estaba muerto el niño. Pero cuando se dieron cuenta de cómo él estaba tan metido en su intercesión, dijeron, si le decimos esto a este hombre aquí se nos va a morir inmediatamente. Pero David que era un guerrero, muy conciente de su entorno, vio a estos hombres y se dio cuenta de que tenían malas noticias para él . Y dijo, ‘¿el niño ha muerto?’ Si, si murió.

Entonces ¿saben lo que hizo David? David se levantó, se dio un buen baño, se puso un poquito de perfume de uno de esas marcas de hombre, cogió su perfume, se ungió bien, se vistió bien y estos hombres que estaban alrededor de él no podían entender, por qué si cuando el niño estaba vivo este hombre estaba ahí tendido en el suelo, sufriendo y clamando, y ahora se le muere el hijo, y entonces se pone como si fuera para una fiesta. ¿Qué ha pasado? Y David dijo, ‘mis hermanos, ya Dios dio su fallo, ya mi hijo murió y ahora él no viene hacia mí sino que yo algún día voy a ir hacia él’. ¿Me entiende?

Ahí está el aspecto de la eternidad, ¿usted entiende? De cuando uno computa la vida en términos de eternidad y de espíritu uno saca unas conclusiones muy diferentes, porque si David no hubiera sabido quizás que su hijo estaba donde tenía que estar en el Señor, y que el Señor simplemente se lo reservó para él, quizás se hubiera despedazado. Pero él sabía ese aspecto de que el Señor está cerca, de que somos habitantes de la eternidad, de que hay otros mundos y otras dimensiones más allá de esta.

Y él dijo, yo se que ha mi hijo él no viene a donde mí, sino que yo ahora algún día iré a donde él. Y por eso, yo estoy tranquilo, porque cuando yo estaba orando y clamando, yo pensé, bueno, quizás esto traiga una solución, pero ya no hay solución. ¿Ahora qué hago? Me tengo que simplemente poner al día con la realidad.

Y hermanos, esa es una gran lección para todos nosotros. Mire, cuando la vida le da limones, haga limonada, como dicen por allí. Cuando viene una situación a su vida, usted luche todo lo posible por cambiarla en el nombre del Señor, pero cuando usted no puede ajústese, haga ajustes, cambie las cosas. No se aferre a lo que hubiera podido, no, usted tiene que reajustar el mundo y seguir adelante, ¿usted entiende? Porque en el Señor siempre hay una nueva situación, siempre hay un nuevo propósito, siempre hay una nueva configuración.

Nosotros los seres humanos, Dios nos ha hecho de goma, rebotamos, aunque nos caigamos podemos cambiar, si dejamos que el Espíritu Santo haga la obra en nosotros. Pero muchos de nosotros cuando viene la situación difícil y Dios no nos da lo que queremos, pegamos una rabieta en el piso y nos agarramos a lo que no fue y Dios quiere sanarnos y entrarnos en otra dimensión, inclusive mejor, pero no hacemos porque estamos apegado a la antigua. Y Dios dice, no, ajústate. Hay nuevas cosas que yo tengo para ti. No te di lo que tu querías pero tengo algo mejor.

¿Saben qué? Dios le dijo a David, ‘no te voy a dar ese hijo pero te voy a dar otro hijo’. Y ¿sabe usted? De ese encuentro, David se acostó con su mujer, ahora era su esposa, y salió de esa unión un hijo que se llamó Salomón, el hombre más sabio y uno de los reyes más gloriosos que ha existido en toda la tierra. ¿Por qué? Porque cuando Dios.... los premios de consolación de Dios son mucho mejores que el original.

Eso es algo que yo tengo claro en mi mente. Recuerda eso siempre. Si Dios te quita algo que tu has amado y has deseado y tu besas la mano de Dios en vez de maldecirla Dios te va a bendecir. Dios te va a dar algo mejor, pero ese es el problema, nosotros no.... por eso es que tanta gente cuando tiene una pérdida en la vida, muchas veces terminan deprimidos por el resto de su vida, nunca se recuperan, nunca crecen. No salen de la pérdida porque no lograron, no entendieron que Dios tiene.... Dios te quitó eso pero Dios puede darte algo mucho mejor y tu llamado es ajustarte y decir amen, ¿qué tengo que dejar? Tengo que soltar esto, soltar lo otro, aquello, y ahora sigue adelante en nombre del Señor y Dios te reconfigurará algo mejor para tu vida. Y habrás dado gloria al Señor.

Dios siempre cuando golpea también bendice y pone su ungüento de bendición si nosotros tenemos la fortaleza para creer que él es bueno aunque sus regalos vengan en paquetes un poco sombríos. La palabra dice que después que Job lo perdió todo y se mantuvo allí adorando al Señor, y bendiciendo a Dios, Dios al final le dio mucho más de lo que tenía originalmente. Porque es así, hermanos.

Dios te ha hecho más fuerte de lo que tu piensas. Dios ha puesto en ti eternidad. Dios ha puesto en ti su Espíritu Santo. Y Dios está elaborando dramas a través de tu vida que tu ni siquiera te puedes imaginar. Y Dios está declarando cosas al infierno y al cielo, y a los ángeles y a los demonios y al mundo, que tu mismo quizás no te explicas. Tu estás viviendo un drama que va mucho más allá de ti, tus preferencias, tus deseos, tus pequeños esquemas y tu tienes que acostumbrar tu vida a que Dios es soberano, y que si él te da tu lo recibes con bendición, si te quita, tu lo bendices y dices, ‘ok, ahora ¿dónde voy, Señor? Aquí estoy presente, dime cuál es la próxima etapa de vida que tu quieres que yo lleve.’

Muchas veces el dolor es la cosa más hermosa que Dios puede regalarle a un individuo. El dolor nos endulza. El dolor nos profundiza. El dolor nos ennoblece, el dolor nos saca sangra amarga y venenosa que tenemos dentro de nosotros. El dolor reduce la confianza falsa del macho y el dolor le muestra a la mujer débil muchas veces que ella es más fuerte de lo que pensaba. El dolor le muestra a la mujer que no necesita aquel hombre que pensaba si se le iba se iba a morir. No, el mundo no se cayó, sigue igual y ella puede sobrevivir. Es más, ahora está más feliz que nunca y puede ser todo lo que Dios quiere para su vida.

El dolor es el bisturí por excelencia de Dios, es el preferido. Hermano, Dios nunca puede hacer a un hombre o a una mujer, poderosa y profunda si no lo pasa a través del trapiche del dolor. Eso es así. Si no lo desangra, si no lo abofetea un par de veces aunque sea simbólicamente, pero tiene que hacerle, para recordarle que después de eso viene su bendición y que él no merece, ni ella, lo que él le da, porque somos polvo.

Pero si tu recibes de la mano de Dios lo que él te da, tu puedes salir de cualquier situación aún las impensables, pero tienes que agarrarte ahí como un soldado y decir, ‘Señor, yo voy a esperar la respuesta y la explicación hasta que venga, pero mientras tanto te voy a bendecir y voy a declarar que tu eres bueno y que para siempre es tu misericordia.

‘...Por nada estéis afanosos....’ Cuando viene la lucha a tu vida tu puedes hacer dos cosas, o te desplomas y te amargas y reniegas de Dios y pierdes tu fe y te conviertes en un monstruo estéril, y el diablo se sale con la suya; o tu te ciñes los lomos, te aprietas el cinturón y dices, tiempo de entrar en batalla, tiempo de ponerme en el régimen de entrenamiento del guerrero, tiempo de ir a mi armario, donde están mis armas y comenzar a sacar las que necesito para volarle los sesos a todos los infiernos del mundo, y para resolver las cosas y hacer lo que tiene que hacerse en la vida.

Una de las más poderosas que tiene el hijo de Dios en las crisis, es la oración. Si no sean conocidas todas vuestras peticiones en toda oración y ruego con acción de gracias. Ahí hay una fórmula química que no tenemos tiempo para explicarla. Pero lo más importante es eso hermano, cuando tu estás en crisis en tu vida, lo primero que tu debes hacer es meterte en el cuarto de la oración, meterte en un régimen de oración.

Como el soldado cuando está en la lucha, tiene que ponerse su uniforme, amarrarse todas sus armas y saber que ahora va a la selva por un tiempo. No sabe cuándo lo van a regresar de la selva pero va a estar metido ahí por un tiempo, y cuando regrese, va a regresar con sus medallas y sus logros para entonces disfrutar de un buen descanso merecido por un buen tiempo.

Y eso es la oración. La oración es guerra muchas veces cuando tu estés en crisis, métete en oración, métete a sudar la situación en oración. Déjale saber al Señor de tu dolor, déjale saber al Señor de tu necesidad, déjale saber al Señor de tu perplejidad. Déjale saber al Señor de todos los problemas que hay que resolver, pónselos uno encima del otro y dile, ‘Padre, mira aquí está la situación. Yo no se cómo resolver todo esto, pero dame tu la manera de hacerlo y dame la fortaleza’. Y tu le traes al Señor tu causa, tu le presentas al Señor tu necesidad y Dios dice, ‘Hijo, has hecho lo correcto, ven vamos a trabajar juntos y te voy a sacar de este lío, y vamos a salir juntos los dos mejor que nunca’.

La palabra de Dios habla acerca de echar nuestras cargas a los pies del Señor, Primera de Pedro, 5:7 dice, “... echando toda vuestra ansiedad sobre él porque él tiene cuidado de vosotros....’

Esa misma palabra es la misma palabra de por nada estéis afanosos, merimnao, “....echando toda vuestra ansiedad sobre él porque él tiene cuidado de vosotros ....”

Y ahora se me hizo bien claro, mientras leía eso, mire lo que dice el versículo 6, dice, “... humillaos pues bajo la poderosa mano de Dios para que é os exalte cuando fuere tiempo....”

Usted sabe lo que pasa, hermano, muchas veces cuando nos vienen cosas que no esperábamos, y uno dice, pero ¿cómo es esto? Si yo sirvo al Señor, yo amo al Señor, yo le doy al Señor, yo hago esto, yo hago lo otro, ¿cómo me puede pasar esto? Y uno se llena de ira contra Dios y se queja con Dios y se pone a pelear con él y a cuestionarlo a él. ¿Sabe el único que saca provecho de eso? El diablo y la carne.

Pero si usted se humilla bajo la poderosa mano de Dios y dice ‘Padre, tu diste, tu quitaste. Tu eres soberano en mi vida, yo no soy nada. Yo no tengo derecho a pedirte nada. Todo lo que yo tengo es porque tu en tu misericordia me lo das, así que si tu me quitas un poquito esos asuntos, eso es mínimo. Yo merecería que tu me lo quitaras todo.’

Bese la mano de Dios cuando venga el problema a su vida. Bésela mientras le caen lágrimas sobre la mano que usted está besando y Dios le va a bendecir por eso. Humíllese bajo la poderosa mano de Dios, humíllese bajo la soberanía de Dios, deje que Dios haga lo que él quiere en su vida. Él sabe lo que hace y él sabe por qué lo hace. Humíllese bajo la poderosa mano de Dios y eche su carga sobre él hasta que él dice aquí, ‘... entonces él los exalte cuando fuere tiempo....’

Hermano, tu no sabes cuánto tiempo tu crisis va a durar, ni cuanto tiempo las consecuencias sombrías de la crisis van a durar en tu vida. Puede ser días, puede ser semanas, puede ser años. Pero ¿saben qué? Que si tu te mantienes pegadito al Señor, él te va a exaltar cuando fuere el tiempo y tu luz brillará como el sol al mediodía porque tu bendijiste la mano del Señor.

Se paciente con el Señor, espera a que el Señor te muestre el por qué de las cosas. Espera que el Señor limpie los escombros y edifique una nueva casa en tu vida. Eso se podrá tomar el tiempo que se tome, pero se paciente y camina con él, y el Señor un día entonces te levanta y te exalta como Cristo Jesús. Él se humilló, se sujetó al Padre, asumió una forma de siervo y dice que Dios por eso le dio un nombre que es sobre todo nombre y lo levantó hasta lo sumo. Y dice que hoy y siempre toda rodilla se tendrá que doblar ante el nombre de Jesús y toda lengua tendrá que confesar que Jesucristo es el Señor porque se humilló ante el Padre.

Cuando tengas pruebas, dificultades, humíllate, sujeta la carne. La carne te va a gritar, maldice a Dios y muérete, como le dijo la mujer de Job, pero en tu espíritu di, no, Padre, yo te voy a bendecir, te voy a dar gracias, te voy a adorar, voy a confesar que tu eres bueno y que tu haces sentido aunque nada en mi lo reconozca y eso hará que el diablo tenga que irse con la cola metida entre las piernas a buscar a otro o a llorar lágrimas de rabia porque no se salió con la suya con un hijo de Dios que supo bendecir al Padre en su momento de necesidad.

Hermanos, vamos a bendecir al Señor, en vez de amargarnos, vamos a regocijarnos en el Señor, vamos a dejar que el mundo vea un cristiano gentil y simpático, un cristiano que sabe que su pasaporte está sellado, sus papeles están arreglados y que va directo para el cielo con todo y zapatos y que va a ser bendecido y que por lo tanto puede darse el lujo de pasar unas cuantas incomodidades aquí, pero el mundo va a ver un hombre, una mujer que puede continuar, puede ir hacia adelante.

Vamos adelante en el nombre del Señor, hermano, que este mensaje traiga esperanza a tu vida. No importa lo que tu estés pasando, Dios tiene una respuesta para ti, Dios tiene una compañía que él quiere mostrarte. Dios quiere mostrarte su fidelidad. Y él quiere que tu te goces en este viaje que es la vida, que en vez de andar cabizbajo, triste, ansioso, incierto, que tu disfrutes de las primaveras y disfrutes de los hijos, y disfrutes de tu iglesia, y disfrutes del ministerio, y disfrutes de la amistad de tus compañeros y disfrutes de una buena comida y que te goces en la mujer o el hombre de tu juventud, o en amigos, o familiares que te aman, o en tu iglesia. Disfruta de la vida, gózate porque el Señor está contigo.

El Señor está cerca de ti, el Señor está en ti. Y órale al Señor y suda las dolencias de la vida en oración y pásalas agarrado de la mano del Señor y llegarás a la otra orilla. Gloria al nombre del Señor.

Póngase de pie, por favor, póngase de pie en el nombre de Jesús. Gracias Señor. Gracias Jesús, te adoramos, Señor, te bendecimos. Recibimos, Padre, la palabra implantado en nuestro espíritu en esta tarde. Señor, yo la recibo primero en el nombre de Jesús y la bendigo al llegar al corazón de mis hermanos, Padre. Yo bendigo esta comunidad que se llama la congregación León de Judá con todas sus luchas y sus dramas, con todas sus dolencias y sus ausencias, con todos sus pecados y sus imperfecciones, pero la bendigo en el nombre de Jesús, y declaro, Padre, que tu te estás formando un pueblo guerrero, un pueblo que te honre, un pueblo ejemplar, y que Satanás no se saldrá con la suya sino que la victoria es nuestra, porque tenemos al Señor con nosotros.

Padre, que de esta gloria nadie nos baje, sino todo lo contrario que esto se ponga mejor cada día, Padre, que vengan más sazones y más especies a esta iglesia que enriquezcan el sabor y el olor que emita esta congregación cuando su holocausto se levante y llegue hasta tu trono, Padre, en el nombre de Jesús. Gracias, Señor. Te adoramos. Te bendecimos, Padre. Recibe pueblo de Dios esperanza para el camino en esta tarde, recibe esperanza del Señor. Gloria al nombre de Jesús.

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La vida alineada con Cristo alcanzará su destino

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Es un gozo poder volver a estar aquí en medio de la iglesia, de poder compartir, después de haber estado en vacaciones con mi esposa y mi hijo, Lucas, allá en la Florida. Vivimos en la Florida disfrutando del calor por un período de tiempo allá, gracias a Dios con mis suegros. Y ¿saben qué? Yo aprendí dos cosas bien interesantes mientras estuve allá. Por un lado aprendí que, guau! Cómo los abuelos consienten a los nietos. Tengo que una queja. Los padres no hacen los hijos algunas cosas, pero con los nietos sí lo hacen. Yo se que Carolina allá me dio una lección en eso, la confirmó ahí. Tengo que aprender mis lecciones con respecto a eso, pero gracias a Dios por los abuelos, tengo que decirlo.

Y ¿saben qué? también yo aprendí una segunda cosa que es lo que quiero usar para el mensaje de hoy. Allá, nosotros decidimos llevar a Lucas a Downtown Disney, es uno de los parques pequeños que está relacionado con Disney, y no se preocupen, no es que les estoy dando promoción a Disney World, no es eso. Pero sí, hay algo que ocurrió ahí que a mi como que me cautivó la atención.

Mientras mi esposa y yo íbamos caminando así con el stroller, paseando con Lucas, de repente, yo me doy cuenta que todo el mundo alrededor comienza a mirar para arriba y yo como que ...... mirando así arriba. Y de repente cuando me doy cuenta, había un avión que estaba escribiendo esas palabras, decía 'You + God =", y la otra foto dice, equals un happy face. Y yo me imagino que será joy, happiness, pero la cosas es que esa ecuación que se vio en el cielo, usted más Dios significa, llene usted el blanco: gozo, felicidad, armonía, bendición.

Y al yo haber visto eso, yo dije, guau! Que lindo ver eso desplazado a lo largo de todo el cielo y yo me quedé así, pasmado, mirando para arriba y Heidi, me decía, vente, vamos a seguir caminando y yo, espérate quiero disfrutar esto. Y mi disfrute fue tanto que hasta le tiré fotos y todo.

Eso yo lo vi, aunque tal vez fuera intención de algún ser humanos, poderse montar en un avión y tirar humo y escribir esas palabras en el aire, pero yo lo vi como un mensaje de parte de Dios a todo el mundo que vio eso. Y más en la época que fue, porque nos estábamos acercando al cierre del año 2007 y recibir el año 2008. ¿Qué mensaje? Usted y Dios ecualiza o es igual a una vida feliz, una vida completa, y esto es algo de lo cual yo quiero hablarles hoy.

Vamos a orar y pedirle a Dios dirección en este momento. Amado Dios, yo tomo esta oportunidad ahora y primero que nada quiero presentarme ante ti Señor, agradecido está mi corazón por la oportunidad que me concedes de poder compartir una vez más tu palabra con mis hermanos y hermanas. Gracias, Señor, porque sabemos que tu palabra es viva y eficaz, tu palabra es verdad, tu palabra llega a un tiempo oportuno. Tu palabra nos renueva, tu palabra nos exhorta, nos afirma y yo te pido que esas cosas y mucho más se hagan realidad hoy en medio de nosotros. Que la reflexión de mi corazón y las palabras que salgan de mi boca, Señor, sean usadas por ti para edificar las vidas de cada hombre, cada mujer, cada joven, cada niño que se encuentre aquí. Tu conoces la situación en la cual ellos están. Que esta palabra sirva para el bien de sus vidas, en el nombre de Jesús. Amen.

Yo quiero que usted le diga a la persona que está a su lado, lo siguiente: dígale, la vida alineada con Cristo alcanzará su destino. Dígalo.

¡Qué coro! Me hacía falta escuchar ese coro. Miren eso, la vida alineada con Cristo alcanzará su destino. Y no necesariamente estoy hablando de el destino o los planes que usted personalmente se trace para su vida, sino que estoy hablando de que usted alcanzará su... apuntando a Jesús, el destino que él tenga para usted.

Y no se equivoque, yo no estoy hablando de predestinación, yo no estoy diciendo nada de eso. Yo estoy hablando de esos planes que Dios tiene para su vida. Y la razón por la cual yo medito en esto, es que obviamente llevamos 6 días ya en el año 2008 y se puede decir que todavía en este tiempo hay mucha gente que está reflexionando, está planeando, es un tiempo de mucha reflexión interna. La gente se analiza, analizan sus vidas, ellos ven lo que sus vidas han sido, lo que sus vidas son y lo que quieren que sus vidas sean hacia el futuro.

¿Cuántos de ustedes están en ese bote? No muchos, ok, está bien, pues algunos de ustedes ya tienen sus vidas set, tienen su plan de retiro set, tienen to 401K set, so este mensaje lo más seguro no es para usted. No, no, mentira, mentira, este mensaje es para todos.

Miren algo, hermanos, yo estuve meditando acerca de esto y cuando estábamos celebrando la despedida de año allá en la casa de mis suegros, después que se acabó todo, de repente nos dio por prender la televisión y llegamos al canal de Univisión y en Univisión estaban haciendo un recuento de las despedidas del año a través del mundo entero. Empezaron con Nueva Zelanda, cómo lo despidieron allá, después Japón, después se iban moviendo a la China, a la República Checa, Italia y hasta llegar al lado de acá.

Yo me digo, guau, que interesante ver como todo el mundo está despidiendo esto. Y más me interesó porque cuando llegaron a Time Square en New York, de repente el reportero estaba tratando de entrevistar a personas, y se cruzaron con unos muchachos que estaban allí en Time Square y de repente el reportero le dice, oiga, y ¿qué resolución tiene usted para el año nuevo? Y el muchacho estaba con un vaso de cerveza, y dice, ‘ah, pues dejar de beber’.

Guau, si esa es la resolución que tienes para el año nuevo, pues, muchacho, ya suelta el vaso y cumple con esa resolución. Pero él, no, no, me estoy dando la última..... con esa nota así en la voz.... me estoy dando la última antes de que empiece.

Bueno, vamos a ver cuán fácil o difícil se le hace. Pero el asunto es ese, hermanos, o sea a lo largo de todo el mundo hay tanta gente que comienzan a reflexionar o empiezan a tirar viento, o sea, tiros al viento de ver cómo sus vidas pueden mejorar, de cómo sus vidas pueden alcanzar algo mejor, o también, hay gente que no tienen un pelo de idea de qué es lo que quieren hacer con sus vidas, están tan confundidos que no saben, no tienen dirección hacia donde van.

Y yo creo que en un tiempo como este, nosotros como iglesia, el Señor nos da a nosotros la oportunidad de nosotros poder dirigir y ayudar a otras personas en cómo ellos pueden alcanzar una dirección para sus vidas, de cómo ellos pueden tener algún tipo de sentido, es hacer sentido acerca de sus vidas.

Y esto es algo bien importante, hermanos, porque si usted no le da sentido a su vida, de qué vale vivirla entonces. Si su vida no hace sentido, si lo que usted hace día tras día, hora tras hora no le hace sentido, ¿de qué vale? Usted está viviendo como una máquina entonces, paso a paso, momento a momento pero no está viviendo con propósito, con un énfasis, con un enfoque.

Y aquí fue donde yo entonces pensé cuáles son los elementos más básicos de la vida, cuáles son los elementos más básicos de la vida y yo pude pensar en una lista de 4, tal vez usted pueda añadirle más, pero al menos hay 4 más básicos que sin ellos, su vida se aniquila, no existe.

El primero de ellos es el aire. Si usted no tiene el aire, usted no puede respirar. Usted puede respirar por un segundo, y siente un tipo de satisfacción en sus pulmones porque aspiró un aire puro, pero ya al próximo segundo, tiene que exhalar, porque ese aire que está adentro ya se hace nada.

El segundo elemento es el alimento. Hay gente que comen ahora y de aquí a 4 ó 5 horas más tarde, pues les va a dar hambre de nuevo y usted tiene que comer otra vez. Si usted es como yo, tal vez a las 2 horas le va a volver a dar hambre de nuevo.

Otro elemento en el cual yo pienso es el agua. Yo puedo tirarme un trago de agua ahora y como estoy hablando mucho, a los 15 minutos voy a tener sed otra vez y voy a tener que beber agua.

Pero, de nuevo, son cosas que satisfacen por un momento. Y el cuarto perdón, es la luz. ¿Saben que si nosotros no tuviésemos luz, qué sería de este mundo? Si la luz del sol no alumbrara este mundo sería un pedazo de hielo por así decirlo, inerte sin vida. ¿Saben que la luz del sol es lo que regula obviamente la temperatura aquí y en el mundo, en la bola del mundo digo yo, en la tierra? Si ustedes se dan cuenta, muchos de nosotros sufrimos particularmente en este tiempo de invierno porque ya la noche comienza a caer a las 4, 4 y media de la tarde y es como que ya uno se encierra esa hora, pero de nuevo, viene la luz, sale al próximo día, y uno continua.

La luz del sol ayuda a la fotosíntesis de las plantas. La luz le da a su cuerpo vitamina D en la piel para que usted pueda seguir funcionando de una forma más eficiente. La luz es necesaria.

Estos 4 elementos son los más básicos de la vida. Usted le puede añadir algún otro más, usted puede pensar, bueno, para la vida yo necesito un techo donde vivir. Y cierto es, todos necesitamos un techo para vivir. Y si le añado eso más, uno sería el trabajo, sin un trabajo yo no tendría un techo, y no tendría cómo suplirme de las otras necesidades básicas para poder sostener mi vida.

Y a base de esto, mis hermanos, es que muchas veces nosotros trazamos planes para lo que queremos hacer, porque tenemos estas necesidades tan básicas, nosotros nos tiramos una serie de planes en nuestras vidas, y tratamos de definir nuestras vidas, y de hacerle sentido de acuerdo a esas cosas.

Yo no se si usted se ha encontrado en algún momento una persona que le da como quien dice, su definición de lo que es la vida. Yo conozco a gente que tal vez se pueden encontrar en una playa, en el Caribe bien exótica, sentados en un bote, y con una piña colada, y de repente se tiran así hacia atrás y cruzan las manos detrás de la cabeza, y qué es lo que expiran, ‘¡esto es vida!’.

Tal vez habrá alguna gente como algunos pastores aquí en esta iglesia, que podemos coger un kayak y nos vamos a la costa de Rockport y nos tiramos a mar abierto y cuando estamos así en mar abierto, soltamos todo y con el vaivén de las olas decimos, ‘¡Esto es vida!’.

Puede ser que el haber pasado usted el año con su familia encerradito en su casa, usted se queda ahí, mira su alrededor, y al ver a sus hijos corriendo, a su esposa, su esposo, usted se dice, ‘¡ah, esto es vida!’.

Tal vez en una noche fría el mero hecho de que usted puede dormir con su ser amado y se puede calentar con él o con ella a su lado, cuando usted está ahí, y perdónenme lo que tal vez no pueden decir eso, pero en algún momento... en algún tiempo su momento llegará si Dios mediante... Pero uno está ahí en esa situación y uno dice, ‘¡ah, esto es vida!’.

Pero, ¿saben qué? mis hermanos, cuando yo analizo cada una de esas cosas, eso no es la vida en sí como tal. Esos son resultados de la totalidad de lo que es mi vida y lo que es la vida de usted. Y dependiendo de cómo usted se planee, de cómo usted haga una trayectoria de su vida, usted va a poder disfrutar cada uno de esos resultados de las cosas que usted trama para su vida.

Y pensando hoy en eso, yo llegué a un pasaje de la Escritura en Juan, Capítulo 1, y quisiera que ustedes lo buscaran conmigo. Juan, Capítulo 1, comenzando en el verso 3, dice:

“... todas las cosas por él fueron hechas y sin él nada de lo que existe, nada de lo que ha sido hecho fue hecho. En él estaba la vida y la vida era la luz de los hombres....”

Déjenme repetir ese verso una vez más: “.....En él estaba la vida y la vida era la luz de los hombres, la luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra él.... –miren qué bello esto- .....”

El mero hecho de yo saber que en Cristo estaba, está y estará la vida es algo que me llena a mi de mucha esperanza. En Cristo está la vida, y mis hermanos, estas son palabras mayores porque el mero hecho de que la Escritura declara que Jesús es y está en él la vida, eso implica de que en él es donde se originan todas las cosas.

Cuando yo pienso en eso, yo me recuerdo de un momento cuando estaba jugando con Lucas y hubo una imagen que se vino a mi mente. Yo no se cuántos de ustedes han visto un cosito de estos, esto es uno de los juguetes de mi hijo. Yo le pedí permiso para traerlo, pero esto es como un pedazo de foam que se usa en el piso para marcar un área de juego en la sala donde usted lo quiera usar. Y obviamente esto tiene letras.

Cuando yo estaba jugando con Lucas, Lucas sacó una letra de aquí y entonces trató de volverla a acomodar y no podía, y como que se frustró y trató de poner otras cosas aquí, pero no cabían obviamente, y yo vine y lo ayudé y cogí la letra que era y la puse ahí. Le digo, ‘Lucas, es así’, enseñándole poco a poco ese tipo de bonding entre padre e hijo, ustedes saben.

El asunto fue que de repente yo tuve como una revelación: para mi fue un momento divino, porque fue como si Dios me dijera en ese momento, ‘Omar, ¿sabes qué? Así soy yo con cada uno de la gente. En la gente hay un espacio designado que es mío, hay un espacio designado que lo hice yo, tiene mi autógrafo, tiene mis huellas digitales, lo tiene ahí en cada persona.

Sí, mis hermanos, cada uno de ustedes, cada uno de los que están aquí tiene ese espacio designado de Dios. Entonces como nosotros somos criaturas que necesitamos hacer sentido de la vida, para poder hacer sentido en nuestras vidas tratamos de llenar este espacio con muchas cosas. Hay algunos que pueden coger una botella de Coors Lite y la meten por aquí tratando de encontrar un sentido de dirección, de significado pero obviamente eso no satisface.

Hay gente que trata de coger dinero y lo meten por ese espacio, para ver si eso llena de alguna forma u otra y aunque puede satisfacer por un tiempo, la satisfacción después se va. Hay gente que trata de coger un buen carro deportivo y meterlo por ese espacio y al no caber tratan de manipularlo para meterlo de la forma en que ellos quieran porque ellos entienden que eso es lo que les da satisfacción o lo que les da sentido.

Hay gente que pueden meter una carrera profesional por ahí, hay gente que puede meter una educación, que pueden meter una biblioteca de libros por este espacio, hay gente que puede poner a su familia, su cónyuge, sus hijos por este espacio. Hay gente que puede poner a un novio, a una novia, es más, ¿saben qué? hay gente que tratan de meterse ellos mismos por este espacio tratando de hacer sentido de la vida. Y nos reímos, hermanos, pero esto es algo grave, porque lo que están haciendo es centrando sus vidas en sí mismos y lo que domina es un espíritu de ego y de orgullo que impide el que nosotros podamos ver de quién verdaderamente es este espacio.

.... ustedes han jugado con esto antes, ¿verdad? Cuando lo que está intencionado para ese espacio cae en ese lugar todo lo demás cae en orden. Y obviamente yo escogí la D de Dios, no es la D de dedo, no es la D de David, no... es la D de Dios, porque yo entiendo que en Jesús a través de esa vida que Jesús nos da está esa marca, esa huella digital de Dios en nosotros.

Mis hermanos, yo creo que en Jesús está el origen de todas las cosas. ¿Y por qué yo creo eso? Porque la Biblia me lo enseña. En el pasaje de Juan, Capítulo 20, verso 22, nosotros vemos cómo Jesús a través de su espíritu, él sopló un aliento, un aire de vida sobre sus discípulos. En otra forma, Jesús está diciendo, yo soy ese aliento de vida, yo doy ese aliento de vida, ese aire de vida que usted necesita proviene de mi.

Ese aspecto de alimento, hay otro pasaje en Juan, Capítulo 6, verso 33 donde el mismo Jesús dice que él es el pan de vida, y aquel que no coma de él no puede participar de él, aquel que no coma de ese pan que Jesús da siempre va a tener necesidad de alguna forma u otra. Jesús mismo se declara, yo soy el pan de la vida.

Con respecto al agua, ustedes recordarán ese pasaje de Juan, Capítulo 4, cuando Jesús se encuentra con la mujer samaritana en el pozo y qué es lo que dice, ‘el que bebiera del agua que yo le doy, de sí correrán ríos de agua viva, ¿por qué? Porque Jesús es el agua viva. Jesús es el agua que provee vida.

Y entonces la luz, el mismo Jesús se declara la luz, en Juan, Capítulo 12, verso 8, cuando él dice ‘yo soy la luz del mundo, el que me sigue a mí jamás estará en tinieblas....” Esa vida se transmitió a través de luz.

¿Saben qué, mis hermanos? Yo me tuve que hacer esta pregunta. Yo me dije, ¿por qué Juan insistió en ese aspecto de la luz? ¿Por qué? Esa luz vino a un mundo que estaba en tinieblas, en oscuridad para traer un nuevo orden, por eso era que era necesaria la luz para poder alumbrar las mentes y los corazones de la gente que la iban a recibir. El pasaje sigue más adelante, a los suyos vino, más los suyos no le recibieron. Él estaba viniendo a lo que le pertenecía a él, Jesús estaba viniendo a su creación, más algunos dentro de su creación no lo recibieron.

Miren esto que yo escribo aquí. Yo digo, si alguien está en tinieblas, ¿qué va a pasar? No ve. Si no ve se confunde y si se confunde tiende a resistir o a oponerse a todo lo que encuentre en esa oscuridad.

Déjenme ponérselo en un ejemplo un poquito más claro. Hace unos años atrás en Puerto Rico, cuando yo vivía allá todavía, casi todas los años se llevaba en uno de los parques allá, una feria donde traían montañas rusas, machinas de uno montarse y disfrutar. Entonces yo recuerdo que una de las que más a mi me gustaba entrar era en la casa de los espejos. ¿Cuántos de ustedes han entrado en una casa de espejos? Pues, esta vez que yo recuerdo, de las muchas otra veces que yo fui, yo recuerdo que en esta casa al entrar tenía muchas luces y era donde estaban todos los espejos que obviamente distorsionan su imagen. Oh, si me paraba delante de uno, pues me veía bien ancho, o si me paraba de frente otro, me veía súper largo, o si me paraba enfrente a otro, mi cuerpo se distorsionaba por completo con una cabeza bien grande y el cuerpo bien chiquito, era un relajo. El asunto era que en esa parte de la casa había luz, obviamente porque la idea era que usted se viera en esos espejos.

Ahora, mientras usted entraba, usted entraba en un tipo de laberinto de espejos y cristales, y evidentemente mientras usted entraba ahí las luces ya se iban apagando más y más y más, el asunto es que usted se perdiera adentro de ese laberinto. Ahora, al yo estar caminando en ese laberinto, cuando yo veía lo que parecía ser una salida, cuando iba caminando, pángana.... me daba un cantazo contra el cristal, porque lo que había era un cristal y yo pensaba que era la salida, pero no, me chocaba ahí.

Y uno iba tanteando entre las paredes y los espejos hasta que por fin encontré lo que parecía una salida, pero era un cuarto oscuro, donde el piso se estaba moviendo. O sea, está todo oscuro, hermanos, de ese de oscuro, negro, pitch black, que usted no ve nada, que usted se pone la mano al frente y ni la ve. No sabe si la está poniendo aquí o si se la está poniendo acá, porque uno se desorienta en ese tipo de oscuridad.

El asunto es que cuando yo entré en ese cuarto, y yo siento que el piso se está moviendo, y yo estoy tratando de buscar la salida y yo moviéndome así de lado a lado de repente piso algo, y oigo un grito, ¡aaaay!, y cuando me doy cuenta era que alguien estaba tirado en el piso porque se mareó con tanto movimiento y al no encontrar la salida, se mareó y se cayó. Y yo como que me eché a un lado, pisé a otra persona, y yo.... guau, pero aquí hay gente tirada en el piso por todos lados.

Y si ustedes se dieron cuenta de mi reacción, mi reacción fue una de rechazo, de defenderme, de tener cuidado, de echa pa’ ya, zapato viejo.... Esa fue mi reacción. Ahora, la única forma en que usted podía salir de ese cuarto negro era porque al final había una puerta que cada tres segundos se abría y obviamente había una luz al final de esa puerta para usted poder ver por dónde iba y poder salir.

Si usted estaba demasiado mareado, y si usted estaba tirado en el piso, tenía que salir arrastrándose de ahí, o al menos que otra persona lo cargara y lo pudiera sacar. Ahora, pero si usted estaba todavía en sus pies, y se podía balancear en tanto movimiento, cuando esa puerta se abriera, usted salía corriendo como a las millas de Cuchiflan, no me pregunten qué es eso, porque es una expresión bien portorriqueña, pero usted salía corriendo de ahí y salía ¿por qué? Porque veía la luz y podía salir.

Ese ejemplo, hermanos, yo espero que no los haya confundido más. Pero ese ejemplo me da a entender a mi el tipo de mundo en el cual nosotros vivimos. Si ustedes ven yo creo que hay gente que pueden estar rodeados por una oscuridad externa y cuando llega la luz y alumbra esa oscuridad, la gente despierta, pueden ver y saben por dónde ir. Pero también hay gente que no importando las luces que tengan a su alrededor, las tinieblas que tienen están tan metidas en su corazón que no pueden saber, ni pueden identificar por dónde van.

Son dos casos bien distintos. En el primer caso estoy hablando de una persona que tiene un corazón dispuesto, que aunque tal vez las cosas a su alrededor estén de mal en peor, cuando llega la luz de Cristo a su vida y alumbra esa persona recapacita, la persona vuelve en sí, cae en sí de nuevo y sabe por dónde ir.

Ahora, una persona cuyo corazón está nublado todavía, la luz de Cristo puede estar ahí, ahí, ahí, alumbrando, alumbrando pero si esa persona no tiene esa disponibilidad, se va a quedar ahí patinando en hielo, no va a poderse mover en ninguna dirección.

Y yo creo, mis hermanos, que en este tiempo en el cual nosotros estamos viviendo, el Señor Jesús más que nunca está alumbrando con su luz los corazones para que cada uno de nosotros podamos alinearnos con él y saber la trayectoria en la cual tenemos que ir. Hoy más que nunca, mis hermanos, hoy más que nunca el Señor está buscando que nosotros nos alineemos con él y que andemos en su luz.

La razón por la cual yo digo esto, mis hermanos, es por la misma razón de lo que dije al principio, cada día más y más, la gente está buscando cómo hacerle sentido a sus vidas y tratan de hacerle sentido dependiendo de las cosas que pongan en este espacio. Las cosas que meten por ahí, que ponen en este espacio que está intencionado para Dios, eso es lo que se convierte en la definición de sus vidas, pero son definiciones que se quedan incompletas, son experiencias que se quedan a la mitad, no experimentan su potencial total porque no está el punto principal en su lugar.

Y hoy más que nunca el Señor está buscando que nosotros nos alineemos con él, el Señor más que nunca está buscando gente que se atrevan intencionalmente a poner a Dios en el lugar donde tiene que ir, cosa, miren esto, cosa de que todas las cosas que nosotros metemos por ese espacio, puedan caer en su perfecto orden.

Miren, no todas las cosas metemos por aquí son todas malas. Déjenme aclarar eso. Obviamente si usted mete la Coors Lite que yo mencioné, caray, cuidado, y si usted mete alguna otra sustancia química que vaya a alterar su sistema, cuidado por favor. Ahora, pero, si usted trata de poner su familia aquí, miren su familia es algo bello, es un regalo de Dios, eso es algo hermoso.

Si usted trata de poner su profesión aquí, mire, gloria a Dios, que usted tiene un trabajo, hay otros que no lo tienen. Úselo para el bienestar de otros, para bendecir a otros y para que la bendición de Dios alcance su vida. El asunto es que cuando Dios no está en su lugar, hermanos, esas cosas que están en nosotros, están en una constante pelea: ¿cuál es la que va a dominar? ¿cuál es la que más posición va a tener? ¿cuál es la que más influencia va a tener en medio de las decisiones que nosotros hacemos?

Pero cuando Dios llega y se conecta en el lugar que él tiene que estar, entonces llega la luz. Y la luz comienza a pelear con la tiniebla, empieza este tire y jala de lado a lado, pam, pam, pam.... peleando, peleando y Dios comienza a poner todas las cosas en su lugar. Es como una máquina que comienza a funcionar bien fluido y todos los desperdicios, lo que no valga, lo que no sirve, esa misma máquina lo deshecha, lo saca fuera.

Igualmente es la luz de Cristo en medio de nuestras vidas. Cuando él llega y se encuentra con el arroz con bueyes que nosotros tenemos en nuestros corazones, él dice, mira, el arroz con bueyes es un plato muy bueno pero yo quiero hacer algo mucho más saludable, y comienza a poner cada cosa en su lugar; esto aquí, esto allá, esto aquí, esto allá, y cuando se encuentra con algo que nosotros lo peleamos y lo resistimos, porque eso es lo que muchas veces hace la tiniebla, resiste el que la luz pueda dominar, lo resiste.

Pero si yo veo ese pasaje que nosotros decimos que las tinieblas no prevalecieron en contra de luz, esa palabra es bien importante hermanos, porque prevalecer significa, el significado puede venir en dos formas: por un lado es que no va a ejercer un control, o un dominio sobre el otro; y también por otro lado es que mantiene una perspectiva de confusión.

Así que la luz de Cristo cuando viene, viene a traer un orden a su vida y viene a traer una claridad a su mente para que entonces usted sepa cómo alinear sus pasos a la luz de él.

Para que usted sepa cómo alinearse a lo que él tiene intencionado para su vida. No necesariamente es que el Señor le va a tronchar todos planes que usted pueda hacer, pero que él va sí a poner en dominio y en control los planes que él tiene para su vida, y aquellos que usted haya trazado, mira, él los va a ir dirigiendo y los va a ir ajustando a la mano con usted para que usted pueda experimentar la bendición que él tiene para su vida.

Una de las cosas más importantes que yo quiero que ustedes se lleven de esto, es lo siguiente hermanos: no lo peleen. No lo resistan. Dígaselo a la persona que está al lado suyo: No resistas la luz.

¿Saben por qué yo digo esto? Que nosotros sí, podemos decir, guau, que llevo una vida bien linda con el Señor y todo eso, pero cuando verdaderamente el Señor empieza a apretar nuestros botones de áreas que verdaderamente duelen, de áreas que nos incomodan a veces, de las áreas, como quien dice, que no queremos que nadie se meta ahí. Esas son las áreas donde principalmente el Señor va a empezar a apuntar y por eso es que digo, no lo resistas, no resistas esa luz que viene a tu vida, porque esa luz lo que viene es a traer un orden divino en ti.

Al contrario, cuando llegue esa luz, guau, como cuando yo estaba en ese cuarto metido, vi esa puerta que se abrió y esa luz que se alumbró al final, sal corriendo por ahí y ponte en línea con esa luz.

Hermanos, yo creo que a medida que ustedes ahora mismo comienzan en estos primeros 6 días del año, usted comienza a meditar y a reflexionar en cómo quiere usted que su vida se lleve a cabo, tal vez algunos de ustedes estos primeros 6 días, han comenzado con villas y Castillas y miren, celebramos eso, le doy gloria a Dios por eso. Y tal vez para algunos de ustedes no ha comenzado muy bien que digamos. Y yo, como quiera, celebro eso, porque tanto en medio de las buenas como de las malas, el Señor está en control de su vida.

El Señor tiene la forma de cómo obrar en usted aún cuando usted ni lo está buscando, pero el Señor se las busca para que sus planes y sus propósitos se cumplan en medio de su vida. Lo más importante es que nosotros podamos mantener un corazón dispuesto, un corazón disponible para que esa luz pueda alumbrar en nosotros, que pueda penetrar en las tinieblas de nuestras vidas y nosotros poder andar mano a mano con el Señor.

Hermanos, yo termino diciendo esto. Esto fue algo que no lo mencioné en el servicio anterior, pero lo digo ahora. ¿Por qué el Señor está buscando gente que caminen en su luz? Y esto es algo que muchas veces no lo escuchamos a menudo pero, hermanos, yo creo en mi corazón que el Señor está cerca, yo lo creo en mi corazón.

Si usted me pregunta a mi, Omar, ¿por qué tu eres un cristiano, por qué tu le has entregado tu vida al Señor? Y yo les voy a decir lo siguiente: yo le entregué mi vida al Señor porque el Señor me ha dado una promesa de vida eterna que nadie jamás en la vida me va a poder dar.

Si usted quita eso de lo que es la vida cristiana, ¿saben qué? La vida cristiana no va a hacer sentido, va a ser un grupo religioso más que tiene un libro de ética y de moral y a través de eso se dejan llevar sus vidas. Pero no, yo he decidido alinear mi vida con Cristo Jesús porque él ha dado una promesa de que va a volver con su iglesia, porque él ha dado una promesa de que él quiere de que esa ecuación que yo vi en el cielo, de que Dios y yo juntos significa una vida feliz, una vida plena, una vida próspera, una vida abundante, una vida que durará por largos días.

Miren que interesante, cuando Jesús se dice que él es la vida, aún la muerte, aquél que muere en Cristo Jesús, esa muerte se torna para vida aún más. Y eso solamente puede experimentarse cuando nuestras vidas, cuando nuestros pasos están alineados con Cristo Jesús. Yo creo, hermanos, que el Señor está preparando su iglesia, el Señor nos está preparando a todos nosotros y este mensaje no lo estoy diciendo por una forma de cliché, como que sí, el Señor viene pronto. No, no, no, hermanos, piensen en eso.

¿Cuántos de ustedes en estos primeros 6 días del año han meditado en esa expresión que el Señor Jesús viene pronto por su iglesia? Que podemos decir que esto es un nuevo año en el cual tenemos una oportunidad para acercarnos más a Dios, para estar en línea con él, para dejar que su luz nos alumbre, que nosotros entonces podamos ser de mayor bendición a otras personas a nuestro alrededor, y que de la misma forma nuestras vidas puedan estar preparadas para cuando llegue ese momento en que él vaya a volver por su iglesia y nosotros disfrutar de una vida mucho mejor, una vida que no tiene palabras para ser expresada.

Yo quiero que usted se ponga de pie, mi hermano y mi hermana. Yo quiero que usted piense en este espacio. Yo quiero traerle una vez más a este espacio. Piense, ¿qué usted ha puesto aquí? ¿Qué usted ha puesto aquí?

Habremos puesto cosas que solamente satisfacen momentáneamente pero nos quedamos con la misma necesidad y seguimos, y seguimos, y seguimos buscando y no encontramos nada. Yo quiero hacer una primera invitación para que si aquí en este lugar, en este salón en esta sala hay alguien que todavía no ha alineado sus pasos a la luz de Jesús, y usted quiere aprovechar esta oportunidad para hacerlo, yo quiero invitarle a que como usted quiera, si usted quiere levantar su mano, si usted quiere venir y pasar aquí al frente en un paso de fe, como un gesto de fe, que usted diga, mira, este año es el año que establece la diferencia, este es el año donde ya lo que tengo que dejar a un lado, lo dejaré a un lado y vengo y entro en línea a luz de Cristo Jesús.

Si usted no ha hecho ese paso aún, escuche bien, si usted no ha hecho ese paso aún y usted ha sentido la voz de Dios que le está hablando a su vida, que le está diciendo, yo quiero que mi luz alumbre en ti, yo quiero quitar las tinieblas de tu vida, pero para eso tienes que alinear tu vida conmigo. Yo tengo que entrar a tu corazón para que mi luz saque afuera las tinieblas.

Si tu entiendes en ti, en tu mente, en tu espíritu, que esas palabras son para ti, yo te invito para que puedas tomar esa decisión hoy. Te voy a dar un tiempo, medítalo ahí. Si quieres levantar tu mano, levanta tu mano.

Y en la misma forma, yo extiendo esta palabra para todos nosotros, hermanos, aquí ninguno se va sin nada. Cada uno de ustedes en distintas formas, usted está planificando qué va a hacer con su vida, cómo va a proseguir su vida, cómo usted va a mantener su vida, por favor sea intencional en invitar la luz de Jesús en cada una de las transacciones que usted hace, en cada uno de los encuentros, cada una de las decisiones, cada uno de los pensamientos traiga a Dios ahí.

Que esa ecuación en el cielo se haga una realidad en su corazón. Si usted quiere tomar ese paso también hoy, a usted yo le extiendo la invitación, mis hermanos. Yo también quiero que la luz de Dios alumbre cada uno de mis pasos, sea cual sea la circunstancia que esté viviendo, sea buena, sea mala, sea fácil, sea difícil, sea de prosperidad, de abundancia, como sea de escasez, sea cual sea la situación en la cual usted está, si usted quiere que la luz de Cristo alumbre ahí en su vida, tome esta oportunidad para decírselo al Señor.

Si usted quiere venir aquí a este altar y tomar un momento para orar y hacerlo como una confesión, como una afirmación, como una decisión, mire, hágalo ahí en el nombre de Jesús. En el nombre de Jesús que esto sea ya un tiempo decisivo donde las cosas van a ser distintas, y sepa usted, mi hermano, que si usted se alinea, si usted se alinea a esa luz de Cristo Jesús, créame que usted va a alcanzar los planes y los propósitos que el Señor tiene para usted. Tal vez usted ha tomado decisiones que han dañado, que usted piensa que habrán dañado esos planes de Dios, pero ¿saben qué? los planes de Dios se van por encima de los de usted. Nada puede detener los planes de Dios.

Yo he hecho malas decisiones también, pero esas malas decisiones no han dañado los planes de Dios, al contrario, los han puesto mejores el drama. El drama se ha puesto mejor. Si usted quiere que el drama de su vida se ponga mucho más interesante acepte esa invitación hoy ahí en su corazón.

Yo le invito a que cierre sus ojos, piense en ese espacio que le pertenece al Señor. ¿Le está dando usted a él la prioridad que él merece, o está usted trabajando en su propia energía, en sus propias fuerzas, tratando de hacer las cosas como usted mejor prefiere, como usted mejor cree que es mejor para usted?

Mire, si usted decide hacer eso, usted va a llegar hasta cierto nivel, pero siempre se va a quedar insatisfecho. Ahora, si usted alinea, si usted trae a Jesús en el medio de sus planes, en medio de sus vidas, el nivel de satisfacción va a ser aún mucho mayor porque usted está llegando al centro, al originador de la vida en usted.

La vida que más usted desea se encuentra en Cristo Jesús. Y ¿saben qué? muchas más cosas pueden salir de este mensaje pero yo quiero impregnar esto en ustedes, que sea un mensaje de inspiración para su vida, que cuando usted salga de aquí, usted pueda salir diciendo, Señor, mira todos planes que tengo para este año, mira todas las cosas que tengo para el porvenir, mira todas las decisiones que tengo que tomar, mira las nuevas situaciones a las cuales me voy a tener que enfrentar. Mira las nuevas personas con las cuales voy a tener que lidiar, mira los asuntos que voy a tener que resolver, mira las puertas que tengo abrir, mira las puertas que tengo que cerrar. Usted mejor que yo lo sabe.

Y Señor Jesús, ahora mismo yo te pido desde lo más profundo de mi corazón, Jesús que tu luz alumbre sobre cada uno de mis hermanos y hermanas, tu conoces su corazón, mi Dios, tu conoces las intenciones que ellos tienen al venir aquí a esta casa de adoración. Todo está al descubierto, de frente a ti, y como tu conoces lo que hay en el corazón, tu mejor sabes cómo alumbrar en medio de sus vidas, tu sabes alumbrar a los lugares específicos para que puedan haber cambios, para que puedan haber transformación.

Jesús yo entrego a este pueblo en tu mano. Tu te estás preparando un pueblo, Señor, limpio y puro delante de ti, Señor Jesús, un pueblo que camina en tu luz, un pueblo que se deja llevar por la dirección de tu espíritu, Señor, un pueblo que quiere verte a ti glorificado, Señor, en medio de todas las cosas porque tu vienes a buscar a este pueblo, Señor, tu vienes pronto por tu iglesia y nosotros somos tu iglesia, nosotros somos tu novia, Señor.

Padre, y en el instante en que estamos aquí en la tierra, Señor, ayúdanos a vivir en una forma fiel, íntegra a ti, Jesús, y que aunque cuando cometamos, Señor, nuestras faltas poder reconocer que tu luz está ahí para levantarnos, para restaurarnos, para seguir adelante, Señor Jesús, no importando las situaciones tu estás ahí para levantarnos y para usarnos para dar tu bendición a nuestras vidas y que nosotros asimismo podamos ser de bendición a otros.

Yo bendigo a este pueblo, Jesús, yo bendigo a esta iglesia, Señor, bendigo a cada uno de mis hermanos y hermanas en este nuevo año 2008 que ha comenzado, Señor, que cada una de las circunstancias a las cuales ellos se están enfrentando, Señor, que seas tu alumbrando cada uno de sus pasos. Provee mi Dios cada una de las necesidades que ellos tienen, Jesús, pero sobre todas las cosas, que tu vida abunde en medio de la vida de ellos, una vida que no necesariamente se mide por la previsión material que podamos tener, sino por la abundancia de tu presencia en medio de nuestras vidas, y cómo nosotros respondemos y obedecemos a tu llamado en nosotros.

Padre, guía, guía, guía a cada cual aquí, Señor, desde el más joven hasta el más viejo, Jesús, yo pido que seas tu dirigiendo cada uno de sus pasos, que esto sea un año, mi Dios donde a través de la fe que ponemos en ti, Señor, podamos ver milagros ocurriendo en medio de nosotros, Señor Jesús, que podamos alcanzar esas metas a las cuales tu nos estás llamando, Señor, que no nos dejemos llevar por el temor o la confusión o las tinieblas, sino que podamos levantar nuestros rostros a la luz admirable que proviene de ti, Cristo Jesús, tu que eres el que alumbra nuestras vidas y nos enseñas el camino que debemos andar.

Te damos las gracias Señor, y a ti sea la gloria y el honor por siempre y siempre, Señor. Amen. Amen. Gracias Jesús, gracias, Señor.

Antes de que se vayan hermanos yo quisiera que nosotros cantáramos este himno como una afirmación a estas palabras. Este himno que dice, ‘con mi fe te alcanzaré, con mi fe te tocaré, mi milagro recibiré, y yo se que transformado seré’.

¿Saben qué? El Señor está en el negocio de transformar nuestras vidas. Hagamos esta declaración delante de él y seremos despedidos. Gracias, Señor. Gracias, Jesús.

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En Dios hay solución siempre

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Vamos al libro de Isaías, del profeta Isaías, Capítulo 43. Hemos tomado un tiempo de descanso de nuestro tema que nos ha ocupado durante un buen número de semanas acerca del Espíritu Santo, la vida llena del espíritu, pero lo vamos a retomar ahora cuando comience el año nuevo. No se nos ha olvidado eso, no lo hemos dejado así en el aire tampoco.

Pero en estos tiempos navideños, en estos tiempos de comienzo de año y todas estas cosas, es bueno también sacar momentos para meditar en la fidelidad de Dios y en su promesa para nosotros.

Isaías 43, versículo 1, dice “...ahora, así dice Jehová, creador tuyo, oh Jacob, y formador tuyo, oh Israel, no temas....”

Repite conmigo esa palabra, ‘No temas’. Dile a alguien a tu lado, ‘No temas’. Eso sonó muy lento, muy lento. Otra vez, no temas. Eso es.... dígale así con seguridad.

“.... porque yo te redimí, dice el Señor, te puse nombre, mío eres tu....”

Dite a ti mismo así, ponte la mano aquí y di ‘yo soy del Señor’. Y el Señor dice ‘mío eres tu’.

“.... Cuando pases por las aguas yo estaré contigo, y si por los ríos no te anegarán, cuando pases por el fuego no te quemarás, ni la llama arderá en ti, porque yo Jehová, Dios tuyo, el santo de Israel, soy tu salvador. A Egipto he dado por tu rescate, a Etiopía y a Ceba por ti porque a mis ojos fuiste de gran e....... fuiste honorable y yo te amé. Daré pues, hombres para ti o por ti y naciones por tu vida. No temas porque yo estoy contigo, del oriente traerá tu generación, y del occidente te recogeré. Diré al norte, daca, y al sur, no detengas, trae de lejos mis hijos y mis hijas de los confines de la tierra. Todos los llamados de mi nombre para gloria mía los he creado, los formé y los hice, dice el Señor.” Amen y amen.

Padre, pedimos que tu hagas grabarse en lo profundo de nuestros corazones estas palabras de promesa en este día. Gracias porque cuando entramos en tu palabra encontramos una y otra vez tu corazón paternal asegurándonos que tu estás con nosotros y que tu nunca nos dejas y que tu fidelidad es para siempre, es eterna. No puede ser desviada de sus buenos propósitos, Señor. En esta mañana afirmamos en nuestros corazones tu mensaje de esperanza y pedimos que tu pueblo sea llenado, Señor, de esa seguridad de que de tus manos nadie nos puede arrebatar. Gracias, guíanos a través de la meditación de tu palabra. Lo pedimos en el nombre de Jesús. Amen. Amen.

Siempre el comienzo del año es un tiempo, como uno pararse ante el abismo y mirar lo que está delante de uno, o llegar a una encrucijada y hay dos caminos que se abren y uno siente un poquito de sobrecogimiento, en términos de qué dirección uno va a ir. Un año es simplemente una medida de tiempo que los hombres hemos inventado para empacar la vida y para dividirla en segmentos. Y ciertamente es una división muy importante. Nosotros pensamos, guau, 12 meses me quedan por delante, 12 han ya pasado y quizás tu estás haciendo un recuento de tu vida en este mismo momento, mirando desde enero hasta ahora, ya a finales de diciembre, las cosas que han pasado en tu vida y las cosas buenas y también las cosas no tan buenas, las zozobras, las búsquedas, los tiempos de dificultad, los grandes logros, las oraciones contestadas también y quizás unas cuantas tragedias o dificultades que han pasado sobre tu vida, tiempos de carencia, de lucha financiera, problemas quizás de salud y muchas otras cosas que pueden suceder en la vida de un hombre, una mujer.

Y ahora nosotros miramos hacia adelante y comienza el año 2008 y uno quiere estar seguro de que el Señor está con uno, como dijeron los judíos a Moisés. Nosotros vamos a ir contigo pero asegúrate de que Dios esté contigo, y también le dijeron a Dios, ‘Señor, no nos saques de aquí si tu no vas con nosotros’.

Y nosotros le decimos así al Señor también. ‘Padre, no nos saques, no nos saques de este año sin esa seguridad de que tu mano, tu bendición, tu promesa está con nosotros. Y yo quiero compartir con ustedes palabra de ánimo en esta mañana, palabras de esperanza, de que el Señor ciertamente tiene un buen propósito en nuestras vidas, un propósito en tu vida específicamente.

Estas palabras del profeta Isaías que el Señor pone en su espíritu, Dios se las dirige específicamente al pueblo de Israel, un pueblo que ha sido infiel al Señor, un pueblo que ha pecado contra Dios, que ha idolatrado, ha adorado otros dioses, que ha ido detrás de otras religiones, se ha contaminado moralmente con ritos impuros, ritos demoníacos. Ha sido infiel al Señor que le ha dado tanto, y por lo tanto están contemplando la amenaza de una nación muy fuerte, Asiria, que tiene mucho más poder que ellos y que ya ha hecho estragos en ocasiones anteriores, y están contemplando, Dios les está profetizando exilio, les está profetizando catástrofe nacional.

Y el libro de Isaías como que oscila, se debate entre palabras de condenación de parte de Dios contra ese pueblo que ha sido infiel, pero también hay palabras de esperanza y palabras de confianza y de ánimo para ese pueblo porque, hermanos, el corazón de Dios es un corazón paternal, es un corazón generoso, es un corazón de amor, es un corazón que aún mientras administra el castigo ya está pensando en cómo sanar la herida, cómo hacer posible la vía de reconciliación con sus hijos.

Ahora, nosotros podemos decir que aunque esta palabra fue escrita a Israel hace siglos, nosotros también podemos estar seguros de una cosa, de que esas palabras de bendición y de promesa son también para nosotros, para cada uno de ustedes y para mi persona también en esta mañana. Son palabras que Dios ha registrado allí, palabras eternas, palabras incambiables a las cuales nosotros podemos ir una y otra vez y decir, ‘ahí estoy yo retratado’. Esa es la intención de Dios para mi vida.

Cuando nosotros entramos en los caminos del Señor Jesucristo, cuando caminamos en la palabra de Dios, cuando nos ceñimos por los caminos del Señor, hermanos, podemos estar seguros de que Dios estará con nosotros dondequiera que nosotros vayamos. El Señor va a cumplir sus promesas en nuestras vidas.

Así que, yo te suplico en esta mañana que tu creas y que no tengas duda de que esta palabra es para ti en el año 2008 y en los próximos años también. El Señor hará valedera esta palabra para tu vida.

Miren la palabra ‘ahora’, esa palabra en inglés es todavía más claro la traducción del hebreo original, en inglés dice ‘pero ahora’, ‘but now’. Ese ahora más bien es como diciendo, ‘bueno, algo pasó anteriormente pero ahora esto es lo que tu puedes esperar de mi parte’.

Y ese pero ahora, se refiere a lo que está en el Capítulo anterior que es una palabra de condenación para Israel. Y es una palabra de castigo también para Israel porque se ha comportado mal, no ha hecho todo lo que Dios quería que Israel hiciera.

Miren, por ejemplo, en el Capítulo 42, en el versículo 18, dice “...sordos oíd, y vosotros ciegos mirad para ver quién es ciego sino mi siervo, quién es sordo como mi mensajero que envié,....” y dice “... quién es ciego como mi escogido y ciego como el siervo de Jehová que ve muchas cosas y no advierte, que abre los oídos y no oye....”, dice el 22, “... más este es pueblo saqueado y pisoteado. Todos ellos atrapados en cavernas y escondidos en cárceles, son puestos para despojo y no hay quien libre. Despojados y no hay quien diga, restituid, quién de vosotros oirá esto, quién atenderá y escuchará respecto al porvenir,...”

Y Dios dice en el versículo 25, “... derramó sobre ese pueblo infiel el ardor de su ira y fuerza de guerra. Le puso fuego por todas partes pero no entendió y le consumió más no hizo caso...”

El Señor está contando allí, relatando su lucha a través de los siglos con esta nación infiel que lo ha rechazado una y otra vez, lo ha cambiado por otros dioses aunque Dios le ha sido fiel continuamente, y ha tenido que enviar el juicio, y ha tenido que enviar castigo sobre esa nación.

Entonces, ahora cuando en el Capítulo 43 dice ‘ahora’, está diciendo, ‘pero ahora, en este momento de mi relación contigo, yo tengo otra cosa para ti, yo tengo bendición para tu vida....’

Y yo hago este recuento por la siguiente razón: porque muchas veces nosotros como Israel hemos ofendido al Señor, nos hemos desviado de sus caminos, no hemos hecho lo que Dios espera de nosotros. Y hay mucha gente que quizás ha ofendido al Señor y no puede creer que Dios tenga algo bueno para su vida. Muchas veces nosotros neutralizamos las bendiciones que Dios quiere darnos porque no creemos, que habiendo yo todo lo que yo he hecho en mi vida, Dios puede bendecirme. Quizás este año tu le has fallado al Señor en alguna manera, quizás tu le has sido infiel en alguna forma al Señor y tu piensas, ya no hay esperanza para mi, el Señor ya me cortó de su misericordia. Bueno, yo quiero decirte que si Dios pudo perdonar a Israel y si Dios pudo tener un corazón de bendición para Israel, un pueblo tan empedernidamente infiel, el Señor ciertamente lo puedo tener para ti también, esa bendición, esa bondad, si tu caminas y te arrepientes de tu pecado, ¿no? Porque no es tampoco como que simplemente, bueno yo estoy en la gracia del Señor y yo puedo hacer lo que me da la gana.

Pero, hermano, yo quiero decirte que a través de Cristo Jesús tu puedes encontrar perdón para tu vida y Dios está más que dispuesto para enviar su gracia sobre ti y cubrirte con su protección y darte su provisión. Amen. Yo quiero que tu creas eso. No permitas que el diablo te llene de sentido de culpabilidad tampoco.

Ahora, siempre digo, hermanos, el lugar más seguro para el hijo de Dios es en la obediencia, es en caminar rectamente en los caminos del Señor, porque allí el enemigo no puede hacer estragos sobre nuestra vida. Pero ciertamente no permitas que los errores, que los fallos del pasado, que las cosas que tu hayas experimentado este año te quiten la visión de una cosa, y es que la intención, el deseo, el propósito de Dios ahora es traer bendición a tu vida, enderezar los caminos torcidos, proveerte en toda necesidad.

Si lo hizo para Israel ciertamente en esta nueva administración del Reino de Cristo Jesús de la gracia de Dios, y tu estando cubierto bajo la sangre de Jesús, más razón todavía. Nosotros que estamos en Cristo Jesús, más razón tenemos para esperar cosas buenas del Señor en este año venidero.

El Señor le dice a Israel más adelante, ‘... así dice Jehová..’ Siempre que el Señor dice así es porque tiene algo solemne, algo fuerte que decir. Dios, yo creo que en ese sentido, Dios al decir, ‘así dice Jehová’ está comprometiéndose. Los propósitos del Señor son firmes para contigo, su deseo de hacer bien en tu vida son seguros. Dios no va a cambiar. Te aseguro que si el Señor lo dijo, él lo va a cumplir, él está comprometido con su carácter de darte las bendiciones que él ha declarado sobre tu vida.

‘Así dice Jehová, creador tuyo, oh Jacob, y formador tuyo, oh Israel....”

Ponga su atención en esas dos palabras, creador y formador tuyo. Él está diciendo eso, ¿por qué? Porque él quiere que ese pueblo esté seguro de que Dios estuvo con ellos al inicio mismo de su vida como nación y que por lo tanto él que estuvo allí al principio.... Cuando Dios forma a alguien, cuando Dios crea a alguien, él no se desentiende de esa persona. Cuando Dios crea algo, Dios se compromete porque él tiene un propósito.

Dios no es un creador superficial, que crea las cosas y simplemente se olvida de ellas. Nosotros vemos que Dios ha estado atento a su creación, Dios creó el mundo y todavía está involucrado en el mundo. Dios creó al hombre y todavía sigue tratando con el hombre. Dios creó a Israel le dice, ‘yo soy tu creador, yo soy tu formador, Israel, y por lo tanto yo no me voy a desentender de ti.’

Algo que a mi me impacta siempre es la fidelidad del Señor, Dios no es un Dios superficial como nosotros muchas veces comenzamos las cosas, le protestamos al Señor, amor eterno, y cuando pasan los días toda esa emoción se disipa y nos olvidamos y volvemos a meternos otra vez en el mundo y en nuestros pecados y en nuestras pasiones o lo que sea.

Hermano, Dios cuando da su corazón, da su fidelidad y su amor, él se mantiene allí pegado. Él le está diciendo a Israel, ‘yo te formé, yo te creé, yo llamé un hombre, que se llamaba Abraham, yo he venido contigo a través de todos los siglos y yo voy a estar contigo hasta el final’.

¿Sabes qué? Dios te creó a ti también. La palabra del Señor dice, que en el vientre de nuestra madre Dios nos formó a nosotros. Dios formó nuestros huesos, Dios tenía un propósito en sacarnos de la matriz de nuestra madre, Dios pronunció vida sobre lo que no existía y te creó a ti. Y él estuvo involucrado en la formación de tu vida. Dios ha estado contigo desde el vientre de tu madre, estuvo contigo en tu nacimiento, ha estado contigo todos estos años de vida, en tus luchas, en tus pruebas, en tus tribulaciones, él te formó, él te creó. Y eso quiere decir que él va a estar comprometido contigo hasta el final. Dios no te va a dejar. Él es tu formador.

Esa palabra es importante porque muchas veces los hombres quieren presentar a Dios como un Dios simplemente que creó el universo, le dio cuerda y lo soltó para que siguiera funcionando con leyes que él puso sobre el universo. Pero, quiere decir como que Dios no está involucrado íntimamente con su creación.

Lo que yo veo a través de toda la Escrituras es, hermanos, que Dios está íntimamente involucrado en tu vida. Dios está contigo en toda situación. Es difícil creer eso, porque a veces la vida tiene sus torceduras y sus luchas y sus tribulaciones y uno dice, bueno ¿dónde puede estar Dios en todo esto? Bueno, él está trabajando en todos los procesos en tu vida, a veces está usando las dificultades, las luchas, las esperas, los silencios, para ir formando en ti un hombre, una mujer más como Cristo, una persona paciente, humilde, perdonadora, tierna, misericordiosa con los demás, no tan orgullosa o segura de sí misma que muchas veces nos mete en tantos problemas, no tan sensuales, no tan dependientes de la opinión y las manipulaciones de los demás. Y muchas veces Dios tiene que permitir luchas, dificultades que vengan a nuestra vida. A veces él quiere bendecir a otro a través de nuestro padecimiento. No sabemos por qué vienen tantas dificultades a nuestra vida muchas veces, pero Dios dice, ‘mira, yo te he formado, yo te he creado, yo estoy comprometido contigo, yo voy a caminar contigo. No te preocupes, el que comenzó la buena obra, será fiel para terminarla’.

Y qué lindo, que él dice aquí, ‘... Jehová, creador tuyo, oh Jacob y formador tuyo, oh Israel...’

Él usa los dos nombres personales que Dios usaba muchas veces para como metáforas para Israel: Jacob e Israel, dos de los hijos de los descendientes de Abraham.

Ahora, es interesante en el versículo 24 del Capítulo 42 anterior, el Señor dice, “...¿quién dio a Jacob en botín y entregó a Israel a saqueadores? ¿No fue Jehová contra quien pecamos?...”

En este versículo 24, Capítulo 42 hay un uso negativo de Jacob e Israel. Ahora en el Capítulo 43, en el versículo 1 hay un uso positivo, Dios es creador de Jacob y formador de Israel. Es como que el amor de Dios está neutralizando su juicio. Es como que Dios está diciendo, si, yo entregué a Israel y a Jacob en botín y a saqueo, pero ahora, yo quiero bendecirlos.

Hermanos, de nuevo, la ira de Dios es por un momento, el castigo de Dios es por un momento, la disciplina de Dios es por un momento. Pero al final siempre la misericordia de Dios neutraliza, es como que Dios está diciendo, sí, lo negativo que yo le hice a Jacob, a Israel, yo lo voy a neutralizar con cosas positivas, con esa imagen de que soy su creador, que soy su formador. Dios está con nosotros, hermanos.

Entonces, le dice a Israel, ‘...No temas porque yo te redimí...’

La palabra ‘redimir’ quiere decir comprar de la esclavitud. La palabra redimir quiere decir, una persona estaba esclava, estaba en cautiverio y Dios vino y pagó el precio de su libertad. Y Dios redimió a Israel en varias ocasiones, redimió a Israel de los Egipcios cuando estaban esclavos en Egipto y redimió a Israel también muchas veces de sus opresores y dice: ‘yo te redimí’.

Redimir es algo muy fuerte porque quiere decir, hay un compromiso allí que Dios tiene y ¿saben qué? hermanos Dios nos ha redimido a nosotros también. Dios podría decir ‘no temas porque yo te redimí, yo envié a mi hijo Jesucristo para morir por ti en la cruz del calvario. Yo di mi mayor posesión, a mi hijo unigénito lo entregué por ti y por lo tanto no temas, si yo hice eso, yo puedo hacer todas las demás cosas.’

Es como que Dios está diciendo, ‘mira, si yo te compré, si yo te saqué del cautiverio, ciertamente todo lo demás es casi secundario. Yo te redimí y por lo tanto nadie, si yo te redimí, nadie puede meterte en esclavitud de nuevo.’

En Romanos, Capítulo 8, versículo 31 dice, ‘.... qué pues diremos a esto, si Dios es por nosotros quién contra nosotros. El que no escatimó ni a su propio Hijo....”

¿Ve allí la idea? Dios no escatimó a su Hijo, es decir, no pensó que su Hijo para entregarlo por nosotros. Él lo entregó, lo dio,

“.....el que no escatimó ni a su propio Hijo para redimirnos sino que lo entregó por todos nosotros como no nos dará también con él todas las cosas...”

Si Dios te redimió entregando a su Hijo Jesucristo él está diciéndote, no te preocupes lo demás es cosa fácil, es cosa sencilla. Yo me encargo, yo estoy contigo. Y si yo redimo, nadie puede esclavizar. Si yo redimo nadie puede meter en una cárcel de nuevo...

El escritor de Romanos, el Apóstol Pablo dice, ‘¿quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió. Más aún, el que también resucito, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿quién nos separará del amor de Cristo? Tribulación o angustia, persecución o hambre o desnudez, o peligro, o espada. Antes en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó....”

Gloria al Señor. Es decir, Dios nos ha redimido. Si Dios te redimió, si Dios te compró con la sangre de su Hijo. Si Dios hizo el sacrificio más grande que uno se pueda imaginar, mira, ¿cómo no te entregará con él también todas las demás cosas? Eso es lo que yo creo que quiere decir. No temas, yo te redimí, porque yo te redimí.

Mira, si ya Cristo te compró con su preciosa sangre, las demás son cosas pequeñitas. Recuerda eso. Tu tienes un sello que nadie te puede arrebatar. Tu destino eterno está asegurado ya. Las demás cosas aquí en este mundo son pasajeras, son secundarias, porque Dios nos redimió.

Y le dice a Israel, ‘..... te puse nombre.....’

De nuevo, en la traducción que yo leí en inglés hace poco, dice, ‘yo te llamé por tu nombre’. Me gusta más esa idea. Dios te conoce por nombre. Mucha gente tiene ese sentido general de la misericordia y el amor de Dios, como que Dios ama a sus hijos, Dios ama a su creación, Dios ama a la humanidad, Dios ama a la iglesia, pero como que les resulta difícil tener ese sentido personal de la misericordia y el amor de Dios para ellos, para mi y para ti. Como que le resulta difícil poner su nombre allí.

Yo no se cuántos se sentirán, hermanos, como yo me siento, pero yo siento como que Dios me conoce por nombre y que yo estoy íntimamente implicado con él, que Dios está involucrado conmigo en cada drama de mi vida, cada aspecto de mi vida, que todas las situaciones por las cuales yo paso, como que el Señor sabe lo que yo estoy pasando, que yo puedo tener un diálogo continuo con él. ¿Te sientes tu así en esta mañana?

Cuando tu estás en tu trabajo, cuando estás manejando en la carretera, cuando estás viviendo los dramas de tu vida, ¿puedes tu creer que Dios te conoce por nombre, a él te llama por tu nombre, que tu no eres un número de seguro social, tu no eres una persona anónima, que Dios está involucrado en los dramas de tu vida y que a él le interesa lo que te está pasando a ti personalmente, que él no está demasiado ocupado para preocuparse por lo que tu necesitas en tu vida.

Si nosotros cultiváramos, hermanos, ese sentido de lo personal de la relación de Dios con nosotros, nuestra vida podría ser muy diferente, ¿sabe? Le oraríamos más al Señor, le clamaríamos más cuando estamos en situaciones de dificultad, creeríamos con más seguridad que él va a intervenir en mi situación, creeríamos que él tiene un destino especial para mi vida y podríamos entonces recibir más de la gracia y la vida del Señor en nosotros.

Yo te animo en esta navidad y en este próximo año a creer, Dios te conoce por nombre. Dios tiene en su libro escrita todas las cosas que están pasando en tu vida y todas las que han de pasar.

El salmista David dice: “... y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas sin faltar una de ellas....”

Mira, las cosas que Dios tiene destinadas para ti, esas van a llegar en el nombre de Jesús. Si tu te aferras a tu Dios, si tu crees en tu Dios, si tu caminas con tu Dios, si tu estás ahí aferrado a que Dios tiene un llamado para tu vida personal, que él está involucrado en tu vida, nadie te puede arrebatar las cosas que Dios quiere hacer en tu vida.

“No temas, porque yo te conozco, yo te puse nombre.”

Cuando Dios te pone un nombre, óyeme eso quiere decir que...., porque los nombres en el Antiguo Testamento había destino involucrado también, había propósitos de Dios involucrados en los nombres. Si Dios le puso un nombre a una persona es porque en ese nombre estaba el destino de ese individuo, estaba la relación de ese individuo con Dios. Así que si Dios te ha puesto nombre, eso quiere decir que tu tienes un destino en Dios, que Dios tiene un propósito contigo, que Dios te ha dado una identidad y que lo que a ti te toca es encontrar esa identidad y caminar en ella. No te alejes, no te salgas del propósito de la identidad de Dios para tu vida.

Pídele al Espíritu Santo que te de sabiduría, Señor, ¿qué es lo que tu quieres de mi? ¿Cuál es el nombre que tu me has puesto? ¿Cuál es el destino que tu me has dado? ¿Cuáles son los propósitos que tu tienes en mi vida y ayúdame a caminar dentro de ellos y esa debe ser tu carrera, esa debe ser tu jornada cada día, tu peregrinaje, caminar en el destino, en el nombre que Dios te ha puesto.

Yo te puse nombre, mío eres tu, y entonces dice, “... cuando pases por las aguas yo estaré contigo y si por los ríos no te anegarán...”

Esa es una de las cosas más lindas que yo he oído en mi vida. Cuando pases por las aguas yo estaré contigo.

¿Cuáles son las aguas? Bueno, en un sentido meramente histórico las aguas para Israel eran esas aguas a través de las cuales Dios los había, literalmente, Dios los llevó a través del Mar Rojo cuando Israel estaba saliendo de Egipto, venía el gran ejército egipcio para destruirlos detrás de ellos y enfrente de ellos estaba el gran Mar Rojo. Estaban verdaderamente entre la espada y la pared literalmente, una pared de agua. ¿Y qué hizo el Señor? Abrió el mar y el pueblo de Dios pasó en seco. El Señor estuvo con ellos.

Y después cuando iban a entrar a la tierra prometida estaba el gran río Jordán crecido en medio de la primavera con todas las nieves que habían descendido derretidas de las montañas y tampoco podían pasar, y ¿qué hizo Dios? Les dijo, ‘pongan a los sacerdotes delante con el arca y pasen los sacerdotes delante del pueblo y cuando los pies de los sacerdotes pisen el agua, el río se abrirá, y efectivamente así fue. El Señor abrió el río Jordán y el pueblo de Dios pasó en seco una segunda vez.

Entonces, cuando Dios les dice, cuando pases por los ríos yo estaré contigo, les está diciendo, miren yo fui fiel con ustedes hace siglos atrás y voy a ser fiel de nuevo. Los ríos son los obstáculos que se ponen en nuestra vida, las dificultades que impiden que nosotros podamos entrar en las bendiciones que Dios tiene para nosotros, ¿sabe?

Y Dios dice, no te preocupes, cuando tu estés luchando allí por algo y el enemigo quiera traer un impedimento en tu vida, cuando él quiera poner trabas en tu vida, yo voy a estar contigo. Amen.

Y la palabra del Señor dice, si Dios es con nosotros quién contra nosotros.... dice, más poderoso es el que está con nosotros que el que está en el mundo.

Así que cualquier obstáculo que tu puedas tener delante de ti, cualquier río, cualquier mar que se pueda interponer entre ti y la bendición que Dios tiene para tu vida, el Señor dice, ‘Yo voy a estar contigo, no te preocupes. Yo voy a darte la victoria.’

Ahora, hermanos, es importante que nosotros creamos eso, si no tenemos fe para creer, muchas veces esas bendiciones no se van a dar. Nosotros tenemos que creer eso. Yo he vivido toda mi vida, hermanos, creyendo eso y yo he visto los ríos abrirse delante de mi.

Óigame tantas veces a través de estos años, que yo he podido ver a mi Señor abriendo caminos donde había solamente desiertos y montañas y Dios apartó el mar para que yo pudiera pasar. Y yo predico esta palabra, hermanos, con una convicción grande de que eso es una realidad para todos los hijos de Dios. Pero tenemos que creer eso, tenemos que llenarnos de esa fe, de que el Señor dice, ‘cuando tu pases por las aguas, nadie podrá impedir que tu recibas lo que tu necesitas’.

Y las aguas también pueden ser angustia porque a veces las angustias como que son como ríos, como mares, que nos quieren anegar, nos quieren abrumar. En la Biblia muchas veces habla acerca de las aguas, las muchas aguas que nos quieren ahogar, nos quieren destruir, nos quieren arropar.

Y el Señor asimismo te dice, ‘hermano, si tu estás pasando por un tiempo de angustia, de dificultad, óyeme, agárrate de la promesa del Señor, clama a tu Dios. Cree que el Señor te va a sacar adelante. El Señor no permitirá jamás que el río te abrume. El Señor nunca permitirá que las pruebas sean más grandes de las que tu puedes sobrellevar.

Miren lo que dice Primera de Corintios, Capítulo 10 en el versículo 13, dice: “... Nos os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana, pero fiel es Dios que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación, la salida para que podáis soportar....”

En otras palabras, hermanos, no nos ha venido nada, ninguna prueba, ninguna tentación, ninguna lucha en nuestra vida que tu puedas decir, esto es demasiado grande para mi. Dios siempre adecuará las pruebas y las dificultades y las tentaciones que vengan a tu vida de manera que sí, que haya una salida, haya una esperanza. Dios no permitirá que las pruebas que tu estás pasando te destruyan si tu te aferras a tu Señor y tu clamas a él y si tu confiesas tu fidelidad. El Señor estará contigo. Él no permitirá que tu tengas que ir más allá de lo que tienes que ir, sino que él juntamente con tu prueba siempre traerá una salida.

Yo creo eso, hermanos, mi lema en mi vida, ‘siempre hay una solución’. Yo creo eso aún en las cosas pequeñas y en las cosas grandes. Cuando yo tengo un problema, un dificultad en mi vida, yo siempre me digo, siempre hay una solución. Y a veces soy obstinado en eso, y la gente me dice, ‘pero ¿qué es lo que tu estás buscando, tu no ves que esa no es la manera de hacerlo? Yo digo, no, en Dios hay solución siempre.

Hermanos, y yo veo, cuando uno persiste y uno se llena de esa fe Dios siempre abre una solución, siempre viene una salida. Las dificultades financieras, familiares, lo que sea, siempre hay una solución. Recuerda eso. En Cristo Jesús siempre hay una salida.

El agua no te abrumará, el río no te ahogará, las dificultades la vida no te van a destruir. El Hijo de Dios es más que vencedor en todas las situaciones. Nada te puede arrebatar del amor de Dios en Cristo Jesús. Cuando tu tengas un problema en la vida, mira, crécete entonces y di, ‘yo soy más poderoso que ese problema en Cristo Jesús. Yo tengo la solución a ese problema, porque mayor es el que está en mi que el que está en el mundo’.

Esa es la confianza, el río no te va a abrumar, el río no te va a destruir, los problemas de la vida no te van a vencer en el nombre de Jesús.

Segunda de Corintios, Capítulo 4, versículo 8 dice, y en el versículo 7 inclusive: “.... tenemos este tesoro en vasos de barro.....”, ¿por qué? porque somos frágiles... tenemos el amor de Dios, la promesa de Dios, el poder de Dios pero eso es un vaso frágil, ese eres tu. Ese soy yo.

“.... pero esto es para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros....,” y entonces añade, “.... nosotros que estamos atribulados en todo más no angustiados, en apuros más no desesperados, perseguidos más no desamparados, derribados pero no destruidos....”

El hijo de Dios puede estar en aprietos pero siempre hay un poquito de espacio para salir adelante. Nunca estará en un callejón sin salida, nunca estará tan apretado por el diablo que no pueda haber una solución a su problema hermanos. Podemos estar quizás atribulados, pero no debemos estar angustiados. Es decir, en el sentido de la palabra griega, el original es la idea de que no podemos estar sin opción, sin posibilidades. Siempre hay una posibilidad para el hijo de Dios y si estamos en apuros, no debemos desesperarnos. Nunca te desesperes, hermano. Nunca dejare los moños diciendo, no hay esperanza, no hay posibilidad. Nunca te tires en el piso ahí a desesperarte y a clamar como los que no tienes esperanza. El hijo de Dios siempre tiene una solución.

Quizás está perseguido pero ¿saben qué? Dios nunca te desamparará, nunca te dejaré, nunca te desampararé, siempre te sostendré con la diestra de mi justicia, dice el Señor. Aunque tu veas lo que tu veas alrededor de ti, di, el Señor está conmigo.

Recuerda la imagen del siervo de Eliseo cuando estaban rodeados por las fuerzas asirias, y el siervo de Eliseo estaba desesperado porque los iban a matar y Eliseo estaba de lo más tranquilito porque no era nada con él la cosa, y Eliseo ora ante la desesperación de su siervo y dice, ‘Señor, ábrele los ojos para que él pueda ver’. Y los ojos de este siervo le fueron abiertos y él pudo ver carros con ángeles alrededor de ellos, rodeando inclusive al pueblo asirio que los quería matar. Y ahí vinieron las palabras famosas de Eliseo, ‘No temas, no te preocupes porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos’.

Y ese día hubo una gran victoria. Los asirios fueron cegados y el profeta los llevó como si fueran muchachitos débiles y los llevó y los metió en el mismo corazón de Israel, y cuando se despertaron estaban rodeados por el ejército israelita. Y el Señor le permitió inclusive a Eliseo ser misericordioso, porque mira, cuando Dios te da, Dios te da lo suficiente para ser de bendición a otros también. Cuando Dios te saca de tus situaciones tu puedes ser de bendición a otros, puedes ser misericordioso, puedes ser generoso, puedes dar, puedes perdonar porque Dios está contigo.

Cuando pases por las aguas yo estaré contigo. El salmista David dice, aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno porque tu estarás conmigo y hay otra cosa allí, dice, cuando pases. No es, si pasas, porque, hermanos, en el mundo hallaremos aflicción, vendrán dificultades, vendrán problemas, este año vendrán unos sustos por allí que vamos a pasar de vez en cuando, pero ¿saben qué? el Señor dice, ‘no te preocupes, pásalo conmigo, agárrate de mi mano. Confía en mi, clama a mi, llénate de mi palabra, fortalécete en el espíritu, sigue sirviéndome, sigue congregándote, sigue dándome, sigue aprovechando las enseñanzas, sigue transformando tu mente por medio de la renovación de tu entendimiento para que cuando vengan las pruebas tu sepas lo que tienes que hacer y sepas cómo tienes que reaccionar, pero yo estaré contigo. Cuando vengan las dificultades, mi diestra estará contigo.

Dice, cuando pases por el fuego no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Gloria al Señor. Si vienen peligros a tu vida, si viene el fuego de la prueba, cree que Dios te va a sacar airoso de todas tus dificultades, pero agárrate con uñas y dientes de tu Señor. Ahora, que es lo que permite que todo eso sea posible en la vida de un hijo de Dios, dice, ‘porque yo, Jehová, Dios tuyo, el santo de Israel, soy tu salvador.’

El Señor invita a su pueblo a poner la mirada en él. Hermanos, esa es la cosa, muchas veces nosotros no vemos la gloria de Dios en nuestra vida porque ponemos mal la mirada en las pruebas, en el enemigo, en la complejidad de las circunstancias, en lo difícil de nuestra situación, que ponerla en el Dios tan poderoso que está con nosotros.

Usted ve, porque dice, porque yo Jehová, tu Dios, el santo de Israel, soy tu salvador..... Cuando vengan las pruebas, las dificultades, mira, quita la mirada del gigante, quita la mirada de lo difícil que parece la situación y ponla en tu Dios para que tu fe se pueda mantener. Porque ¿qué pasa? Muchas veces el diablo quiere como hipnotizarnos para que.... las serpientes pueden hacer eso. La gente les coge tanto miedo y como que se queda fascinada y se queda petrificada. Ellas hacen eso con los pájaros, lo hacen con los animalitos cuando los van a atacar. Los animalitos se llenan de tanto temor porque ven este ser tan terrible, tan siniestro y se congelan de miedo y entonces la serpiente puede venir tranquila y agarrarlo y hacer lo que tiene que hacer y destruirlo.

No permitamos que las pruebas, las dificultades nos quiten la mirada. Dios dice, mira, tu puedes confiar, porque yo soy tu salvador. Mírame a mi, si tu no puedes creer en ti, cree en mi, cree en mi promesa. Yo soy tu salvador. Yo soy Jehová tu Dios.

Pedro le quitó la mirada de Jesucristo cuando estaba caminando sobre las aguas. Mientras puso su mirada sobre Jesús, él pudo caminar sobre las aguas, pero dice la Biblia que cuando oyó el viento y vio las olas y vio la tormenta que rugía alrededor de él, comenzó a hundirse porque su mente lo traicionó. Su mente le dijo, ‘imposible, tu no puedes estar haciendo esto que estás haciendo’. Entonces tuvo que clamar a Jesús de nuevo, ‘Señor, sálvame que perezco’, y el Señor le tendió la mano.

Fijemos la mirada en Cristo Jesús, hermanos, siempre mantengamos la mirada en la palabra de Dios. Llénate de la palabra del Señor. Por eso es tan importante, como dice el Apóstol Pablo, de nuevo, transformar nuestra mente por medio de la renovación de nuestro entendimiento. Es importante que tu programes tu mente para vivir una vida poderosa y eso requiere que tu continuamente estés en contacto con la palabra de Dios, siempre estarte llenando de la palabra del Señor.

Uno no puede ser un guerrero poderoso y efectivo a menos que uno conozca la palabra de Dios, hermanos. Yo les animo en este año a estudiar la Biblia, a tomar los discipulados, a sacar tiempo para estudiar la palabra, leer buenos libros, congregarse continuamente, asistir a una célula, tener conversaciones sanas con hermanos, ver buenos programas en la televisión, escuchar buenos programas en la radio, porque esas cosas van a programar tu mente para que tu fe se mantenga bien en alto y para que cuando vengan las pruebas tu sepas lo que tienes que hacer y cómo reaccionar. Los soldados son continuamente programados, continuamente los ponen a hacer ejercicios y a hacer todo tipo de ensayos de guerra y los llenan, los adoctrinan con palabras de valor, de hombría, de seguridad, de éxito porque los entrenadores saben que ese soldado necesita esa programación en su mente para poder entrar en una situación de presión y actuar en el instante.

Así nosotros también necesitamos llenarnos de las promesas de Dios, necesitamos meditar en ellas, necesitamos llenar nuestro corazón de firmeza, de seguridad para que cuando venga la prueba nosotros sepamos a quién mirar, que podamos quitar la mirada del gigante que nos está burlando y diciendo que nos va a destruir y poner la mirada en el Dios que dice, ‘no temas, yo estoy contigo, yo te llamé por nombre. Yo soy tu formador, yo soy tu creador, yo te he redimido, yo te perdono cuando fallas, cuando te arrepientes, cuando te pegas de mi nadie te arrebatará de mi mano. Cuando pases por las dificultades de la vida, cuando vengan obstáculos a mi bendición, y tu te mantengas firme buscando, clamando a mi, yo te prometo mi bendición.

Vamos a comenzar este año con seguridad. Amen. Vamos a comenzar este año con la firmeza, con la confianza de que nuestro Dios es más que fiel. Él está con nosotros por lo tanto no tenemos nada que temer.

Vamos a ponernos de pie, vamos a declarar la fidelidad de Dios en nuestras vidas. Confiesa allí que Dios está contigo en esta mañana y rechaza toda duda, rechaza toda negatividad en tu corazón, quita todo eso. Échalo abajo, sácalo, di, ‘Yo renuncio a la timidez, renuncio a la ansiedad, renuncio al miedo, rechazo las palabras de temor del diablo, rechazo la condenación y la acusación de Satanás y Dios está contigo. Mi Dios es fiel. Dios me va a bendecir en mis estudios, Dios me va a dar éxito en mi trabajo, Dios me va a conseguir mi vivienda, Dios no me va a faltar financieramente, Dios va a fortalecer mi familia.

Piensa en lo positivo, hermano, en este año. No pelees contra lo negativo, sino llénate de lo positivo de Dios porque si lo positivo de Dios está dentro de ti no habrá lugar para lo negativo del diablo. Si tu mente está llena de las promesas de Dios el enemigo no podrá entonces poner allí temor o duda para que entonces en ese espacio puedan meterse los ataques del diablo, en el nombre de Jesús pronunciamos palabra de bendición sobre el pueblo de Dios.

Bendecimos el pueblo del Señor en este nuevo año y creemos que la bendición de Dios está con nosotros. Gracias, Jesús, te adoramos, te bendecimos. Oh, Señor mi alma te adora, mi alma te bendice, mi alma te glorifica, Señor. Gracias por tu fidelidad. Gracias por tu gran amor. Creemos en tus promesas, Señor. Recibimos cada una de ellas, las agarramos en el espíritu, Padre y nos llenamos de tu bendición.

Te adoramos, Señor. Gracias, gracias en el nombre poderoso de Jesús. Gloria al nombre de Jesús.

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Dios escoge a los que estan disponibles

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Permítanme compartir con ustedes un pasaje de la Escritura relacionado con este tiempo que estamos viviendo, este tiempo navideño tan hermoso que es. Lo compartí anoche con el ministerio en inglés y siento que el Señor compartirlo también con ustedes.

El Evangelio según San Lucas, el Capítulo 2, versículo 8, dice la palabra del Señor “.... había pastores en la misma región que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor y la gloria del Señor los rodeó de resplandor. Y tuvieron gran temor, pero el ángel les dijo, ‘No temáis, porque he aquí os doy nuevas de gran gozo que será para todo el pueblo que os ha nacido hoy en la ciudad de David un salvador, que es Cristo, el Señor. Esto servirá de señal, hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales que alababan a Dios y decían, ‘gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres’. Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros, ‘pasemos, pues, hasta Belén y veamos esto que ha sucedido y que el Señor nos ha manifestado.’ Vinieron pues apresuradamente, y hallaron a María y a José y al niño acostado en el pesebre, y al verlo dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. Y todos los que oyeron se maravillaron de lo que los pastores les decían, pero María guardaba todas estas cosas meditándolas en su corazón. Y se volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto como se les había dicho....”

Ahora, vamos hacia atrás, vamos al libro del profeta Isaías, y vamos a ver una profecía mesiánica, una profecía relacionada con Jesús, con Cristo, emitida cientos de años antes de que sucediera este evento que acabamos de narrar. El profeta Isaías inspirado por el Espíritu Santo predice el nacimiento de un ser maravilloso, misterioso que él mismo, yo creo, no entendía claramente quién era. Ciertamente los judíos todavía no entienden o no quieren entender, no estoy seguro cuál de los dos, que estos pasajes se refieren específicamente al nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios.

Pero vamos a ver cómo el Señor inspiró al profeta para expresar valores y atributos del ministerio mesiánico muy parecidos a lo que vemos cientos de años después en la aparición de estos ángeles y el anunciamiento del nacimiento del niño Jesús.

Isaías, Capítulo 9, dice el versículo 2: “... el pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz, los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos. Multiplicaste la gente y aumentaste la alegría. Se alegrarán delante de ti como se alegran en la siega, como se gozan cuando reparten despojos, porque tu quebraste su pesado yugo y la vara de hombro y el cetro de su opresor como en el día de Madián. Porque todo calzado que lleva el guerrero en el tumulto de la batalla y todo manto revolcado en sangre serán quemados, pasto del fuego, porque un niño, -ese es el origen de toda esta gran transformación a la cual alude el profeta anteriormente, dice-.... porque un niño nos es nacido, Hijo nos es dado y el principado sobre su hombro, y se llamará su nombre admirable, consejero, Dios fuerte, Padre eterno, príncipe de paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite sobre el trono de David y sobre su reino exponiéndolo y confirmándolo en justicia y juicio desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto...”

Bendiga el Señor su santa palabra. Padre, ayúdanos a hacerle justicia a tan hermoso relato en esta mañana y renovar el entusiasmo de tu pueblo por ese relato tan bella, esa narración tan misteriosa del nacimiento de Jesucristo, que no lo veamos como simplemente algo rutinario, Padre, sino como algo nuevo ante nuestros ojos y que el calor del nacimiento de Jesús se vuelva a sentir en nuestros corazones, Padre, en el nombre suyo lo pedimos. Amen y amen.

Este relato del nacimiento de Jesús y de el anunciamiento a los pastores siempre nos llena de gran entusiasmo. De todos los relatos, yo creo, que hay relacionados con el nacimiento de Jesús, esto es uno de los más dramáticos, es uno de los más que se presta, yo creo a la dramatización y a uno fantasear de cómo habrá sido eso.

Uno se puede imaginar a estos pastores ahí cabeceando quizás, era probablemente de madrugada o algo así. Todavía la noche estaba bien, bien cerrada. Algunos de ellos están muy profundamente dormidos, uno que otro está haciendo la guardia, tomando su turno para velar que las ovejas estén protegidas y bien guardadas y que no venga por ahí un animal feroz a matar a una de ellas o alguien a robarse una de ellas o que se vayan a escapar del área, etc. todo están bien, el silencio de la noche, todo cerrado y bien oscuro y bien silenciosos y de momento se les aparece un ángel, un ser misterioso que viene acompañado de una gran luz, una gran energía que los rodea a todos ellos. Y claro, imagínese, quién no se llena de pavor ante una aparición de esa índole.

Y ese ángel les trae un anuncio increíble, un anuncio maravilloso que ha nacido un ser misterioso, que de hecho los judíos han estado esperando por muchos, muchos años, se ha anunciado que viene un salvador, viene un ser que va a redimir a Israel y va a traer algo nuevo y diferente a la historia de Israel. Y este ángel les anuncia que ese ser ya ha nacido y que ellos pueden ir a verlo y que pueden disfrutar espectáculo de ver a este niño nacer.

Y una de las cosas que yo me pregunto mirando este texto es, ¿por qué Dios escogió a un grupo de pastores primeramente, un grupo de gente humilde, completamente insignificantes conforme a los valores de la sociedad? De todas las personas que Dios hubiera podido escoger para anunciarles el nacimiento de Cristo, nos parece ilógico hasta cierto punto, porque no parecía muy efectivo. Si Dios quería que se supiera que su Hijo había nacido, por qué no hacerlo mejor en el palacio o hacerlo al sumo sacerdote, en la casa del sumo sacerdote, un hombre con tanta influencia.

Uno hubiera pensado que esas personas podían tener más alcance y más razones para recibir este anuncio. Pero no, Dios escoge a unos pastores. Uno se pregunta, bueno, por qué no el rey. Bueno, el rey, como vimos el viernes, lo que menos le interesaba era que naciera otro rey. Él estaba demasiado interesado en su propia posición privilegiada y aunque él sabía que algo había en las Escrituras acerca de esto, estaba empecinado y más interesado en su propia posición, sus propios privilegios, que en abrirle espacio a este rey que venía del cielo para transformar a la humanidad.

Así que sabía que el rey no era la persona adecuada, y que esa gente rica, noble, tampoco le interesaba porque este rey no era como los reyes que ellos estaban acostumbrados a servir. Tampoco los sacerdotes, los fariseos, no le interesaba. El sumo sacerdote sabemos lo que terminó haciendo cuando Jesús ya estaba al final de su ministerio. Ellos también estaban metidos en su privilegio, cerrados en su propia posición y en sus propias prerrogativas. No les interesaba tampoco. Pero estos pastores tenían algo que a Dios le interesaba que fueran ellos.

Porque usted ve, Dios trata con una integridad tremenda con respecto a la humanidad. A él no le importa... Dios no necesita el Internet, Dios no necesita los periódicos, Dios puede anunciar sus cosas en la manera que él prefiere. A él lo que le interesa es que su mensaje tenga autenticidad, que su mensaje llegue en la manera correcta. Dios estaba haciendo algo, elaborando algo, no solamente para un grupito de personas en ese país, sino para billones y billones de personas que habrían de leer el mensaje del Evangelio a través de todos los siglos. A esa audiencia era a la cual él en realidad le interesaba llegar, nosotros por ejemplo, hoy en el siglo XXI aquí leyendo este pasaje y entendiendo mensajes que Dios estaba dando en código acerca de su Hijo.

Entonces, por eso Dios escogió porque estaba pensando en siglos y siglos, generaciones que necesitaban escuchar este mensaje. Ahora, específicamente, por ejemplo, escogió pastores, yo creo, porque los pastores ejemplificaban muchas cosas que Dios le interesaba que nosotros entendiéramos.

Por ejemplo, una de las cosas, los pastores estaban trabajando, estaban disponibles. El resto de la gente estaba durmiendo seguramente, metidos en sus propios descansos, en sus propios dramas personales. Estos hombres estaban en el campo, estaban abiertos, estaban disponibles, estaban cerca inclusive, estaban posicionados para recibir ese mensaje y acudir a donde estaba el niño y reconocerlo y darle la bienvenido para que su nacimiento no pasara totalmente desapercibido.

Es decir, que Dios llegó a ellos primeramente porque estaban disponibles y estaban haciendo su trabajo y estaban abiertos al mensaje. Y eso nos ayuda a entender una cosa y es que hermanos, nosotros tenemos que estar abiertos siempre a la verdad de Dios, aunque esa verdad nos sea a veces incómoda. Los sacerdotes, los reyes no podía recibir esa verdad en Israel porque estaban metidos y cerrados y decididos ya en lo que ellos querían creer. Estos pastores estaban abiertos, no eran muy enseñados en la religión, no estaban empecinados en su fariseísmo o en su judaísmo y Dios los reconoció, y estaban en posición, podían ir, acudir, estaban cerca del lugar a donde tenían que ir.

Y hermanos, yo siempre digo, Padre, ayúdame, ayúdanos a siempre estar disponibles, siempre estar activos, siempre que nuestra tierra espiritual, sea una tierra fértil para que si tu nos necesitas para algo, si quieres enviar tu mensaje, si quieres enviarnos a hacer algo que nosotros estemos disponibles y preparados.

Lo más peligroso es uno encerrarse como estaban estos judíos, como estaban estos nobles y ricos de la sociedad en una posición. Yo creo que hoy en día, por ejemplo, Dios quiere hacer grandes cosas en las iglesia de Nueva Inglaterra, pero muchas iglesias están cerradas. Mire, aman a Dios y son iglesias bíblicas, y yo las respeto, las amo y a algunas de ellas son dignas de admiración, pero muchas veces están metidas en una posición y para que Dios entre y haga algo nuevo y diferente va a tener que romper una cantidad de cosas que la gente no quiere soltar, sus hábitos, sus rituales, su forma de dirigir el servicio, lo que esperan del domingo, y el Espíritu Santo quiere venir y tocar vidas y ponerlas a llorar y a danzar y convertir gente y traerlas de la calle sucias y desgreñadas y malolientes, pero no encuentran lugar en nuestras iglesias bien ordenadas, teológicamente correctas. No están preparados, no están abiertos. Ya saben lo que quieren creer y ya están bien definidos y Dios está buscando gente abierta, gente disponible, gente que está trabajando, gente que está haciendo cosas, para enviarlas y llevarlas a un encuentro, más hondo, más profundo con la voluntad de Dios para su vida.

Yo quiero ser así, yo quiero siempre mantenerme abierto a lo que Dios tenga. Yo quiero estar abierto a cambiar alguna de mis convicciones, siempre y cuando la palabra me respalde. Porque hay muchas cosas que uno cree que es lo que Dios ha dicho pero después usted lo analiza, y lo mira desde otra perspectiva y dice, oh, espérate, me equivoqué. Estemos abiertos siempre, hermanos, amen. Estemos como los pastores siempre disponibles, siempre trabajando.

Miren, por Dios alcanza..... yo siempre digo en la Escritura Dios alcanza a muchos de sus profetas y Apóstoles mientras están trabajando. Estos pastores estaban velando por sus ovejas. Dios, yo he dicho, alcanza a Moisés cuando está también de hecho pastoreando cabras y pastoreando ovejas; encuentra a Eliseo mientras está atendiendo a sus bueyes, ¿recuerdan? Lo encuentra en el camino. Y así a muchos de los.... a Gedeón, lo encuentra cuando Gedeón también está trillando el trigo y muchos pasajes..... a Pedro, lo llama cuando Pedro está lavando las redes de sus barcas.

¿Por qué Dios siempre como que agarra a la gente en el medio? A Leví, lo llama cuando está en su mesa atendiendo la cuestión de los diezmos y de los impuestos del pueblo y le dice, ‘Ven y sígueme’. ¿Por qué esto de que Dios siempre llama a la gente cuando están en medio de su trabajo? Hermanos, es porque a Dios le gusta la gente esforzada, a Dios le gusta entrar en nuestra realidad en el momento y arrebatarnos, y como establecer esa prioridad de que él es el dueño de nuestro tiempo, nuestra vida, nuestro todo.

Ahora, él sabe cuando hay una gente dispuesta, y por eso él llama. Estemos siempre dispuestos al llamado de Dios. Estemos siempre a que Dios nos saque de.... estemos siempre trabajando. El Señor dice eso de que estemos siempre esforzados, trabajando. El Señor dijo una vez, ‘yo trabajo todo el tiempo para mi Padre’, y nosotros también tenemos que ser así esforzados, trabajando para el Señor, esforzándonos, porque en eso Dios nos va a llamar para ir a otro nivel más de conocimiento de él. Amen.

Ahora, llama también a los pastores, otra razón es porque estos pastores le recordaban a él cuál iba a ser la misión de su Hijo: Jesús es el buen pastor. Jesús pastorea a sus ovejas. Ese Hijo, ese Bebé venía a nacer al mundo para pastorear, para aconsejar.

En Isaías a ese profeta que ha de nacer, uno de sus atributos es ‘consejero’, es consejero, es un símbolo como del Espíritu Santo, el Cristo que nos aconseja, el Cristo que nos pastorea, el Cristo que nos guía en la vida, el Cristo que nos ilumina y esos pastores eran ejemplo. Dios los ha escogido, yo creo que porque él sabía que su Hijo iba a ser un pastor de ovejas también, ovejas humanas, pero ovejas de todas maneras. Y yo creo que hubo ahí algo también en la mente de Dios que escogió a estos hombres por esa razón.

Es decir que, estos pastores tenían razón para ser escogidos y eran ejemplares en ese sentido. Ahora, hay otra cosa aquí también que yo veo, esta gloria del Señor que rodea a los pastores. Los judíos, los fariseos y los escribas, y los comentadores de la Biblia hablaban de la gloria shekina de Dios. Esta gloria, esta presencia. Cuando este ángel viene y anuncia el nacimiento de Jesús a los pastores, esta gloria de Dios viene, invade, llena todo el lugar, como en una manera diciendo ‘yo, el Dios todopoderoso, estoy respaldando el nacimiento de este ser maravilloso’. Dios quería que nosotros entendiéramos que su presencia, su persona estaba implicada en este nacimiento.

Cristo era partícipe de esa gloria. Era necesario que este niño tan humilde tuviera un anuncio que fuera adecuado, que fuera lo suficientemente glorioso para justificar su nacimiento. Y hay otra cosa aquí también bien importante, y es eso de que Dios quiere que nosotros entendamos que su poder está investido en el nacimiento de su Hijo, que el poder de Dios está en el ministerio de Jesucristo. Ese buen pastor que quiere pastorearnos a nosotros, ministrarnos a nosotros, que nos ama con amor entrañable, tiene el poder, tiene todos los recursos necesarios para asegurarse de que sus buenos propósitos se cumplan en nuestra vida. Cristo tiene poder para cualquier situación que tu puedas estar pasando en tu vida, recuerda que el poder de Dios está con él para sanarte, para proveerte, para ministrarte, para sacarte de cualquier atolladero en que tu te puedas encontrar. Ese es el mensaje precioso de la navidad que Dios ha venido y ha entrado a nuestras vidas, y que él tiene todo poder y toda la intención de usar todos los recursos del cielo para que tu tengas una vida exitosa y una vida bendecida y próspera.

Una de las cosas que me impacta de este anuncio es lo que dice aquí en el versículo 11, dice que ‘.... os ha nacido hoy un Salvador que es Cristo, el Señor....’, y esa palabrita ‘os’, ese ‘os ha nacido hoy...’ en Isaías Capítulo 9, se hace eco de esto también. Y yo digo, ahí hay un detalle que no podemos perder. Cientos de años antes el profeta Isaías anuncia el nacimiento de este ser maravilloso en la misma forma en que lo hace el ángel cientos de años después.

¿Por qué? Porque cómo dice el profeta Isaías, miren el versículo 6 del Capítulo 9, dice ‘... porque un niño que noses nacido, hijo nos es dado....’

Usted ve lo importante que son los detalles en la Escritura. Isaías bien hubiera podido decir, porque un niño es nacido, hijo es dado y el principado sobre su hombro y se llamará su nombre.....

¿Por qué ese vocablo gramatical que sugiere a nosotros? Es la idea, ¿no? A nosotros nos es nacido, a nosotros nos es dado. Y el ángel dice, ‘porque os ha nacido hoy...’, a ustedes les ha nacido hoy.

En otras palabras, el ángel quería que los pastores y nosotros entendiéramos que el nacimiento de Jesús es algo muy personal, es algo muy familiar. ¿Usted sabe que Cristo no es un ser genérico en el sentido de que nació así como para toda la humanidad. No, Cristo nació para mi, él nació a mi familia, él nació a mi comunidad, él nació a mi cultura. Cristo nació como un regalo personal. Es como cuando nace una bebé. Yo veía una bebita que estaba aquí al frente con la gente y había varias personas alrededor de ella y la atención de todo el mundo estaba sobre esa bebita tan linda que sabía, yo creo, en su interior que es querida y es amada; y todo el mundo la miraba y le hacía gracias y todo este tipo de cosas porque hay un gozo cuando una bebé nace en el ceno de una familia, un bebé. Todo el mundo se regocija, es como un regalo que ha venido a la familia y todo el mundo trae regalos y la familia se siente enriquecida y bendecida, y así mismo pasó, cuando Cristo vino al mundo, vino a ti y vino a nuestra familia, vino a mi persona. El nacimiento, la persona de Jesús es algo para nosotros. Y hasta que Cristo no hace a mí y a mi corazón es como si no hubiera nacido en un sentido. Hasta que Cristo no se hace personal para mí es simplemente una figura histórica, eso es todo.

Yo me maravillo del acto generoso de Dios que envió a su Hijo, envió su divinidad y nació con un propósito de que cada uno de nosotros tuviera una relación personal con Jesús. En esta navidad yo anhelo que todos los que me escuchan sientan ese deseo, esa necesidad de tener una relación personal con Cristo, de que Cristo nazca en su corazón diariamente. Renovar esa relación con Cristo continuamente, que Cristo sea algo personal para ti, que tu puedas caminar con él, que él sea tu pastor, que él sea tu consejero, que él sea tu Padre.

Isaías dice, entre los nombre que le da a Jesús, le da consejero, admirable, dice, Padre eterno. Cada uno de esos nombres tenía un significado: el Padre eterno es precisamente esa idea de que Dios es tu Padre, Dios tiene una relación personal contigo, Dios te ama, Dios te conoce, Dios te perdona cuando fallas.

La palabra del Señor dice, ‘como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehová de los que le temen porque él conoce nuestra condición y se acuerda de que somos polvo...’

Esa naturaleza personal de Jesús, hermanos, es importante que siempre la protejamos. Nunca permitas que Cristo se convierta en algo meramente religioso. En estas navidades multitudes de gente va a la iglesia, una de las pocas veces que visita la iglesia, y van allí simplemente para llenar un ritual: se visten de una ropa bonita y es algo cultural y es algo meramente religioso, pero Cristo no tiene un lugar personal en sus vidas, Cristo no es el punto de referencia, no es el fundamento. Y yo les pido en el nombre de Jesús, hermanos, seamos un pueblo radicalmente comprometido con Cristo, que el Señor tenga un significado personal para nuestra vida, porque Cristo ha nacido porque él quiere tener una relación diaria contigo. Él te ha nacido a ti, él ha nacido para ti, él ha nacido en el ceno de tu familia. Él quiere que tu vida sea gobernada y enriquecida y determinada por los valores que él trae a la vida. Así que no permitamos jamás que nosotros tengamos simplemente una relación genérica, general con Jesucristo.

Dice también aquí que ‘os doy nuevas de gran gozo que será para todo el pueblo...’ eso es importante también. El hecho de que Cristo viene a traer gozo a nuestras vidas. Cristo viene a traer esperanza a nuestras vidas. Cristo viene a traer luz a nuestras vidas.

De nuevo, el profeta Isaías lo pone en estos términos, él dice “... el pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz, los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos. Multiplicaste la gente y aumentaste la alegría, se alegrarán delante de ti como se alegran en la siega, como se gozan cuando reparten despojos....”

Hermanos, la presencia de Cristo en nuestras vidas, el hecho de que nosotros somos creyentes tiene que estar acompañado de gozo en nuestras vidas también. Nosotros tenemos que ser un pueblo de gozo, tenemos que sentir el gozo del Señor en nuestras vidas. No permitamos que las navidades, que a veces pueden ser, como yo decía de tanta carga, tanto afán, nos robe el gozo del Señor. Pidámosle al Señor que siempre renueve su gozo dentro de nosotros y a veces el gozo que nosotros sintamos va a tener que ser algo que nosotros mismos, por fe levantemos y ejerzamos.

El Apóstol Pablo dice, ‘...regocijaos en el Señor, otra vez os digo regocijaos...’ Muchas veces la vida no nos va a hacer fácil el gozarnos, pero yo creo que gozarse es una decisión que uno hace muchas veces. Es el uno primero reconocer, Cristo me ha nacido, Cristo me ha venido a mi vida, yo tengo razón para ser gozoso, yo tengo razón para celebrar. Aunque haya problemas en mi vida yo se que tengo un Dios que es mi consejero, es mi Padre fuerte, mi Padre eterno es mi Dios fuerte, es mío, me conoce a mi, me ama y yo tengo razón para esperar que cada año será mejor y mejor. Tengo problemas pero tengo un Dios que es más grande que todo problema y por lo tanto me puedo gozar en el Señor, puede disfrutar de la vida.

Hermanos, yo creo que los cristianos tenemos que ser la gente más gozosa del mundo. Y de nuevo, yo no hablo de un gozo superficial, yo no hablo de ese jolgorio que muchas veces la gente puede estar buscando, simplemente ese gozo artificial. Creemos que siempre tenemos que tener una sonrisa automática en la boca. Yo hablo de un gozo de adentro, un gozo que nos sale de las entrañas, un gozo que viene de saber que Dios está conmigo, que yo se a dónde voy, yo se de dónde he venido, yo se en quién estoy fundamentado, yo se que Dios está obrando en mi vida, está obrando en mi familia, que cada día estoy creciendo y estoy siendo mejor y mejor y mejor y por eso yo me regocijo en el Señor y yo celebro.

El mundo necesita ver cristianos gozosos, ¿sabe? El Apóstol Pablo habla de que ‘vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres...’ La palabra gentileza, que Pablo usa, quiere eso, quiere decir que vuestra buena voluntad, vuestra simpatía podría decir, sea evidente a toda la gente.

Hermanos, es evidente su simpatía, su gozo en su trabajo, o la gente lo ve a usted como que lo hundieron así en jugo de limón y es una persona sombría y triste y arrugada en su actitud. Hermanos, yo digo, cultivemos el gozo del Señor.

Óigame si usted se siente abrumado, preocupado, en el nombre del Señor reclame el gozo de Dios en su vida. No se acostumbre a una actitud depresiva. Yo se que la depresión viene, yo se que viene la tristeza, yo se que a veces las preocupaciones de la vida son tan grandes, pero hermano, no permita que se pose sobre usted más tiempo de lo necesario. Déjela ahí un ratito y después dele una patada y dígalo ‘adiós, váyase para allá, yo recibo el gozo del Señor.’ Confiese el gozo del Señor y celebre el hecho de que usted tiene un Dios que está comprometido con usted.

Estos pastores, hermanos, eran hombres que eran ignorados por la sociedad. Los fariseos los consideraban gente impura, bregaban con animales, no tenían conocimiento en absoluto, no podían estar en el templo continuamente celebrando todas las marrullerías y todos los ritos que se habían inventado los fariseos, no tenían dinero, eran ignorantes completamente, y a ese gente el Señor les envía un anuncio, y les dice ‘Yo he mandado a mi Hijo para que nazca a sus vidas, tengo buenas nuevas’.

Evangelisomai, es la palabra en el griego original de donde viene la palabra Evangelio, buenas nuevas para ustedes. Nuevas de gran gozo, su destino acaba de cambiar, su situación acaba de cambiar. Ustedes ya no son gente ignorada, gente insignificante, Dios está interesado en ustedes y Dios ha enviado a su salvador para que cambie su destino y si ustedes quieren tener una relación personal con él ustedes van a ser gente nueva, completamente y por eso deben gozarse. Es una noticia de bendición. Las tinieblas de esta gente fueron cambiadas en luz.

Por eso el profeta Isaías dice, ‘...los que andaban en tinieblas vieron una gran luz....’. Y qué interesante que eso pasa en este relato, en el libro de Lucas, esta gente está en medio de la noche, oscuro todo, cerrada la noche. No es como las noches aquí digamos, de las ciudades que hay una luz aquí, otra luz allí. No, esto era en el campo, completamente oscuro y en medio de esa oscuridad pum.... una luz, la gloria de Dios invade y llena ese lugar queriendo decir algo, y es que ‘las tinieblas habían sido penetradas ahora por la luz de Dios’.

Y las tinieblas de esta gente pobre, miserable, descuidada y despreciada por los religiosos, ahora Dios les decía, ustedes son importantes para mí y yo tengo un destino para ustedes, mis pensamientos son buenos para ustedes, así que regocíjense, son buenas de gran gozo, nuevas de gran gozo para ustedes.

Mi hermano, mi hermana, esas nuevas también son para ti. No permitas en estas navidades que los pensamientos oscuros penetren en tu vida. Yo se quizás algunos hemos tenido un año difícil. No les voy a pedir que levanten su mano, pero yo se que ha habido situaciones difíciles, ¿si o no? Esa sonrisa me dice a mi que toqué algo ahí ¿verdad? Ha habido dificultades financieras, ha habido quizás dificultades familiares, quizás tu has tenido preocupaciones de salud, quizás te sientes alejado de tu familia y te gustaría estar allá en tu país celebrando las navidades en estos días, pero ¿sabes qué? No te preocupes el Señor está contigo, tu puedes celebrar, tu puedes gozarte de todas maneras. No te detengas demasiado en las cosas negativas. Miren, el que está en Cristo siempre tiene esperanza de que las cosas se pondrán mejor. Dios permite, muchas veces que vengan tiempos de dificultades y sufrimientos, y quién no los ha tenido, quién no los tiene. Esa es una condición de la vida, eso es natural, ese es el mundo en que vivimos, vamos a tener problemas.

Dice Cristo, ‘... en el mundo hallaréis aflicción...’, pero dijo también, ‘... no temáis, yo he vencido al mundo...’.

Así que hay razón para regocijarnos, hermanos. Si Cristo está en tu barca, no te preocupes, la barca no se va a hundir, quizás habrá unos hoyitos por ahí, y se meterá un poquito de agua, pero la barca no se va a hundir. Dios permite esas cosas para que tu te fortalezcas, que lo conozcas mejor, que sepas que él es fiel, que él llega en el momento preciso.

Óigame, no se de por vencido jamás. No cuelgue los guantes jamás. En Cristo Jesús hay esperanza siempre, hay gozo, hay que celebrar, hermanos, hay que darle gloria al Señor. Son buenas nuevas de gran gozo las que Dios tiene para nosotros. Ya Cristo ha irrumpido en el mundo y ya el dominio de Satanás se le arrebató de las manos. Cristo despojó los principados y las potestades. Cristo destruyó el principio del mal que regía sobre el mundo.

Ahora el mal está todavía haciendo sus cosas, pero ya el fundamento del mal le fue arrebatado por Cristo Jesús. Y los que entramos bajo la protección de Cristo tenemos todas las razones del mundo para gozarnos, para celebrar en el Señor. Si tienes preocupaciones, no les des más importancia. Mira más a Cristo que a las preocupaciones y espera que las cosas siempre se pondrán mejor y mejor, y mejor porque Cristo es tu fortalecedor. Cristo está contigo ciento por ciento.

El que te da valor a ti es Jesús, mi hermano, mi hermana. Eso es lo que yo veo aquí claramente que, de nuevo, estos pastores Dios los envía para que vayan y vean al niño y para que tengan la oportunidad de celebrar junto con los magos. Y es interesante que en ese lugar allí se dio un encuentro de los dos extremos de la humanidad: los magos eran gente de mucho renombre. Venían quizás de Siria, de Irán, de Irak, de esas partes por allá, bien lejanas. En aquellos tiempos eso era una distancia increíble, y los magos, por si acaso hermanos, no es que eran magos en el sentido que nosotros usamos la palabra. En los idiomas originales se cree que estas personas eran como especie de científicos muy altamente desarrollados, eran una casta social muy alta que era una mezcla de gente muy erudita, eran schollars, eran como eruditos que conocían las leyes de la astronomía y otras cosas quizás también. Posiblemente eran astrólogos que también tenían algo que ver con los planetas y los misterios de los planetas. Eran también gente de cierto nivel política, de importancia política, de influencia política y probablemente gente adinerada también. Miren los presentes que le trajeron al niño.

Entonces, Dios quiso que esa gente llegara y fueran testigos del nacimiento de su Hijo. Es decir, el extremo rico y alto y entendido de la humanidad, pero también envió a unos pastores, el otro extremo, la gente que no tenía ningún contacto probablemente con la religión, que no tenían dinero, que eran los pobres de la tierra. Y ahí llegan estos dos extremos de la humanidad a ver al niño Jesús. Estos pastores allí con esos personajes tan misteriosos y ricos.

Y yo creo que hay algo allí también en eso: el ángel les dice que tiene un anuncio para todos. Cristo ha venido para el rico, para el pobre, para el educado, para el hombre, para la mujer, para el anciano, para el joven, para la persona que tiene muchas heridas de la vida y que ha cometido errores en la vida, y para también la persona que ha sido bastante bien comportada, respetable y que siempre ha hecho las cosas bien; para toda esa humanidad Cristo ha venido.

Y Cristo ha venido para ti. Cristo, a Dios le interesa que tu tengas una relación personal con él, no importa cuál sea tu estado, Dios está interesado en ti como está interesado en la persona más rica y más conocida del mundo. Tu vales para el Señor ¿sabes? Cuando Dios envió a su Hijo lo envió para todo el mundo y hoy en día yo quiero que tu te sientas afirmado por Dios, que tu te sientas que Cristo tiene un propósito para ti especial.

Si tu has cometido errores en el pasado, si estás luchando con alguna dificultad en tu vida, algún pecado, alguna atadura, mira, a Dios le interesa estar en relación contigo y romper tus cadenas, romper tu pesado yugo, liberarte de cualquier situación.

Voy a pedir que los músicos pasen por acá rápidamente. Dios está interesado en traer luz a tu vida. Dios está interesado en traer liberación a tu vida. Dice, “... los que andaban en tinieblas, luz resplandeció...” Dios quitó el pesado yugo. Dios rompió la vara opresora sobre nuestras vidas. Cristo viene a libertarte y a darte una nueva razón para vivir. No importa cuál sea tu condición, no importa cuál sea tu pasado.

Recuerda, a Dios le interesa. A Dios le interesa tener relación contigo en este día. Recibe el llamado de Dios ahora mismo. Él tiene propósitos para ti; en esta navidad, celebra a ese Cristo poderoso, ese Cristo que tiene algo nuevo y diferente para ti.

Vamos a bajar nuestras cabezas un momento, vamos a darle gracias al Señor por el regalo de Jesús. Vamos a decirle al Padre, ‘Gracias por enviar tan hermoso regalo, Padre. Gracias por enviar a Cristo con su luz, con su poder, con su corazón de aceptación a nosotros, con su corazón paternal, con su corazón pastoral, con su deseo de bendecirme y honrarme, con su actitud de servirme en mis necesidades. Y yo rehúso en este tiempo caer en la tristeza o en la depresión, en la duda o en el temor. Yo confieso que soy privilegiado. Yo confieso que tengo especial que es a Jesús como mi Señor y en mis tribulaciones y en mis pruebas y mis dificultades, yo voy a clamar a él. No voy a soltarlo, no voy a dejarlo ir, no me voy a distanciar de él, sino que voy a clamar a él con más fuerza que nunca y voy a esperar que su salvación se hará manifiesta en mi vida.

Y también quiero, hermanos, pedir si hay alguien que no conoce a Jesús y que no ha entrado todavía en esa relación personal con Cristo, que Cristo no le ha nacido a su vida, yo quisiera invitarte en esta mañana también a entregar tu vida al Señor Jesucristo, si no lo has hecho antes, si no conoces a Jesús quiero darte una oportunidad en esta mañana, invitar al niño Jesús, por así decirlo, a nacer en tu corazón también.

¿Habrá alguien que quiera hacer su paz con Cristo en esta mañana y quiera entregar su vida al Señor? Si no lo ha hecho antes, quisiera orar por ti en esta mañana, si quieres entregar tu vida y aceptar a Jesús en tu corazón. ¿Habrá alguien? Amen.

Bueno, gloria a Dios, gloria a Dios por su regalo. Gloria a Dios por su bendición que nos ha dado a través de Cristo Jesús, el mayor regalo de todos.

Vamos a ponernos de pie y vamos a permitir que nuestro grupo de alabanza nos dirija en una adoración y con esto somos despedidos. Dios les bendiga mis hermanos.

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Trabajar con las manos de Jesús

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Quisiera compartir con ustedes en este momento una meditación que para mi ha servido de mucha inspiración desde que me crucé con ella. Es algo un poco distinto a lo que hablé esta mañana, pero yo creo que va a ser de mucho bien a cada una de nuestras vidas. Esto fue algo que Dios me dio en Puerto Rico hace un tiempo atrás y lo compartí aquí en la iglesia, pero fue en un servicio en la mañana. No tuve la oportunidad de compartirlo en un servicio de la tarde, asi que por esas casualidades de la vida usted estuvo esa mañana en la que yo compartí esta reflexión, pues, double portion for you then, doble porción para usted pero si no pues que sea de bendición.

Quisiera que vaya al libro de Lucas, Capítulo 13, en el verso 10. Dice el pasaje:

“... Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de reposo y había allí una mujer que desde hacía 18 años tenía espíritu de enfermedad y andaba encorvada y en ninguna manera se podía enderezar. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo, ‘mujer, eres libre de tu enfermedad’, y puso las manos sobre ella y ella se enderezó luego y glorificaba a Dios....”

Voy a dejar ahí. ¿Qué usted cree? Dondequiera que Jesús pone sus manos, las cosas cambian. Diga a la persona que está a su lado, ‘dondequiera que Jesús pone sus manos, las cosas cambian’. Si yo lo quisiera decir en una forma bien portorriqueña, porque ese es el contexto en el cual yo prediqué esto, yo diría, ‘donde Jesús mete la mano todo cambia’. Cambio el poner por la palabra de meter las manos.

Pero miren esto, hermanos, esto es algo interesante, porque aquí vemos el contexto donde Jesús está enseñando en la sinagoga. Obviamente en ese tiempo en la sinagoga, había casi siempre todos los hombres eran los que cogían el lugar al frente, principalmente los fariseos eran los que más cercanos estaban al que estaba enseñando, entonces el resto de la gente estuviera, como quien dijera, en la periferia, en la parte de atrás donde no tenían mucho acceso y era un sitio bien apretado. Había gente que tenía que estar de pie en una esquina.

Y así era el contexto de esa sinagoga en la cual Jesús estaba enseñando. Y he aquí en este momento se aparece una mujer, yo me imagino de repente que entre medio de la gente como que uno empieza a ver que la gente se empieza echar para el lado porque viene este bulto, como que pasando así entremedio de la gente tratando de encontrar por donde meterse.

Y yo quiero que ustedes visualicen esto. Estamos hablando de una mujer por 18 años encorvado. Yo no se cuantos de ustedes han visto una persona que tiene una joroba, pero yo me he encontrado con, hubo un tiempo que yo me encontré con una señora en el colmado, esto fue cuando estaba haciendo mis compras, y la señora, su joroba era de tal grado que su quijada estaba pegada al pecho. Ella caminaba así, con la quijada en el pecho y así ella iba empujando su carrito haciendo su compra.

Cuando yo vi eso, ese pasaje que yo estoy leyendo ahora fue algo que me hizo un flash en mi cabeza y me hizo pensar, ‘guau, qué agonizante sería el uno tener una condición como esa por tanto tiempo’.

Hay veces que yo estoy sentado de frente a una computadora y como que noto que mis hombros se hechan para el frente, como muchos de nosotros ahora. Yo hago este gesto y yo veo a gente ya que se están enderezando, como que, voy a enderezar mi espalda. Y hay veces que uno sentado así, medio doblado, uno como que se siente incómodo. Imagínese usted por 18 años, todo doblado, encorvado mejor dicho.

Y aquí se encuentra esta mujer, y Jesús ve a esta mujer entrar, y cuando otros tal vez la podrían haber ignorado, Jesús no la ignoró. Él quiso usar esa oportunidad como una enseñanza adicional a lo que él estaba hablando. Y él mismo, llama a esta mujer, ella pasa al frente donde todo el mundo la pudiese ver. Y obviamente Jesús ya tenía esta reputación de que siempre que estaba enseñando en el día de reposo y le daba por hacer algún tipo de milagros se metía en problemas con los fariseos, siempre se armaba una discusión, cada vez que él hacía algo en el día de reposo.

Y Jesús estaba seguro que al él traer a esta mujer y operar un milagro en su vida, él sabía que se iba a formar otra vez un buen.... revolu..... una buena discusión se iba a armar otra vez. Vino esta mujer, la llama y Jesús entonces asume esta acción de intervenir en una forma sobrenatural sobre la vida de esta mujer. Con esa acción de sus manos, de poner sus manos sobre la espalda de esta mujer, yo me imagino que lo puso en su espaldo o tal vez una mano estaba en la espalda y la otra en los hombros para ver si la lograba enderezar en alguna forma.

El asunto fue que él decidió meter sus manos en la vida de esta mujer. Y esa acción causó mucha conmoción allí, porque rápido empezaron a cuestionarse, ‘pero qué se cree este en el día de reposo, no se supone que haga eso en el día de reposo, si va a sanar, si va a hacer algún milagro, hazlo de lunes a viernes, como quien dice, pero el sábado, no, no. Y eso a Jesús lo molestó de tal forma que Jesús comenzó a retar a las autoridades. Y miren en qué forma lo hizo.

Él le dice a sus autoridades, bueno no sus autoridades, le dice a los fariseos, ‘ah muchachos, ¿si ustedes tienen una vaca o un buey que necesita ir al campo a comer su grama o a hacer sus necesidades, ustedes por casualidad no lo sacan y lo llevan a que hagan sus cosas y después vuelven y lo traen, ¿verdad que sí? Que más entonces esta mujer, y mire como Jesús la identifica, esta mujer que es hija de Abraham. La conectó directamente con ellos, porque es de su propia tradición. Es de su propia herencia, es de su propio trasfondo y Jesús la conecta inmediatamente con ese mismo trasfondo y le dice, ‘esta mujer que por 18 años el enemigo la ha tenido ahí amarrada, ¿por qué a ella no la vamos a desatar de esa enfermedad?’

Yo me puse a pensar, hermanos, esto es algo tan interesante. Cuando yo trato de traer esto al mundo de nosotros hoy día, yo me pongo a pensar, ‘Señor Jesús, ¿cómo tu intervienes en nuestras vidas poniendo tus manos en nuestras distintas situaciones? Cualquiera sea la situación en la cual nosotros nos..... es más, déjame decirlo así, cualquiera sea la encorvadura que usted tenga, de cómo el Señor Jesús se interesa por poner sus manos sobre usted y traer en su vida la sanidad, la libertad, la fuerza que usted necesita.

Yo creo que esto es algo bien interesante y lo primero que yo quiero apuntar aquí es que Jesús está hasta dispuesto a retar los sistemas y las autoridades, y las reglas establecidas por el hombre por bendecirlo a usted, por bendecir su vida. Eso es lo primero que yo veo aquí. Jesús sabái desde el principio que a la primera que él llamara a esta mujer, primero, miren lo que está haciendo, está trayendo una mujer al mismo centro de la acción, cuando se supone que las mujeres estuvieran afuera. Miren lo que Jesús hace, la trae al mismo medio, y yo estoy seguro, que él cuando lo ve usted, tal vez otras personas lo ven a usted y usted siente que está en la periferia de su vida, pero cuando Jesús pone sus ojos sobre usted, Jesús lo va a traer en el mismo centro de la acción de él, no de la acción de otras personas, de la acción de él. Y al él atraerlo a usted, yo creo que aquí hay dos cosas que pueden suceder: usted tiene la libertad de responder a esa invitación de Jesús en una forma afirmativa, usted puede decir, ‘ah si, Jesús, si tu me llamas, voy’, o usted puede responder en una forma negativa, ‘no, no, hay mucha gente alrededor, no quiero. No thank you. Me quedo aquí con mi encorvadura’.

Esa mujer fácilmente se pudo haber quedado en una esquina por allá detrás cuando Jesús la llamó. Esa mujer fácilmente pudo haber dicho, ‘hey, no, no, yo no voy a coger el riesgo de ser avergonzada otra vez. He sido avergonzada muchas veces por este hump back que yo tengo aquí en mi espalda así que, no, no voy a pasar, no le voy a hacer caso a tu llamado’.

Pero esa no fue la situación. Esta mujer sabía quién era quien le estaba llamando. Ella sabía que no era un hombre común y corriente. Ella sabía que no era un fariseo de los que estaban allí calentando una banca y queriendo ser lo que tal vez no eran. Ella sabía que era Jesús quien la estaba llamando y por ende respondió.

Y yo pienso eso, mis hermanos, cuando Jesús nos llama a nosotros, nosotros tenemos la opción de o quedarnos sentados o responder a ese llamado. Ahora, si usted responde a ese llamado, prepárese, porque hay algo que él va a hacer, hay algo que él va a hacer. Yo creo que las manos de Jesús están en una continua acción y tal vez nosotros no lo vemos.

Esta mañana yo decía que hay veces que Dios trabaja tras bastidores, behind the scenes y tal vez uno puede pensar o sentir de que no está ocurriendo nada, de que no se está moviendo nada, pero sí, el Señor está en acción. Su mano está en acción en favor de ustedes, en favor de su vida. Y cuando llegue el momento oportuno ese momento va a traer el cambio que su vida necesita, la transformación que su vida necesita, va a ocurrir en el momento oportuno. Pero nosotros tenemos que responder a ese llamado y entender la acción que las manos de Jesús están obrando en ese momento en el cual nosotros estemos, sea cual sea la situación de nuestras vidas.

Al yo pensar en esto, mis hermanos, yo no pude evitar el tratar de identificar las manos con las cuales yo me encuentro hoy día. Si yo entiendo que las manos de Jesús están en un continuo deseo y necesidad de poder servir, de poder ayudar a cada uno de nosotros en cualquiera sea nuestra necesidad, yo también hoy día puedo decir, que yo me he encontrado con manos que están totalmente cruzadas. Eso es una de las manos con las cuales yo me he encontrado hoy día, manos que están cruzadas, manos que dicen, no, conmigo no cuentes, yo no voy, yo no voy a hacer esto, yo no voy a hacer aquello. Y son manos que están cerradas todo el tiempo. No hay esa disposición.

Y conectadas con esas manos están también las manos que son bien rápidas para poder apuntar, para poder criticar, para poder juzgar, como lo estaban haciendo las manos de los fariseos apuntando a Jesús, ‘oye, ¿pero qué tu te crees, chico? Eso es algo que tu no puedes hacer.’ Y están ahí apuntando y tu hiciste aquello, o aquel mira lo que estaba haciendo aquella noche, y aquel que se cree la gran cosa pero no lo es. Y están ahí apuntando. Son manos que parecen una pistolita y como siempre decimos, aunque hay un dedo apuntando hacia allá, hay 3 dedos apuntando hacia mí, que me están juzgando a mí, que me están midiendo a mí.

Y en conjunto con esa, hay una tercera clase de mano con las que yo me he encontrado, y son las manos que están totalmente decaídas y desanimadas, manos que no hayan encontrado ni la fuerza para poder hacer algo, que han intentado tantas veces que ya... olvídalo, no me interesa más. Se han rendido por completo.

Y al encontrarnos con ese tipo de manos, cuál es la respuesta que nosotros tenemos, hermanos. Miren, yo creo que las manos que están cansadas, por así decirlo, una respuesta que yo encontré en la Escritura fue un relato de Jonatán y David. En Primera de Samuel, Capítulo 23 hay un relato de cuando David llegó a un punto de desánimo en su vida por la persecución que el Rey Saúl tenía sobre él, y dice el relato:

“...Entonces se levantó Jonathan, -estoy leyendo en el verso 16 de Primera de Samuel, 23, si lo quieren leer, dice- ..... Entonces se levantó Jonathan, hijo de Saúl y vino a David en a Hores y fortaleció su mano en Dios....”

Miren qué interesante: para contrarrestar las manos que están cansadas y caídas, están las manos de otros que vienen y están dispuestos a levantarlas para que puedan seguir adelante. Es como cuando Moisés estaba orando en el monte por el pueblo y Josué, que estaba peleando allá en la batalla y tuvo que venir, Aarón y Ur para levantar las manos de Moisés, cosa de que esa batalla pudiese ser ganada en todo momento. Cada vez que Moisés bajaba sus manos porque estaba cansado, el pueblo de Israel empezaba a perder la batalla, pero cuando alguien venía y levantaba sus manos, se armaban de fuerza y de poder de nuevo, sacaban el pecho y...... chchchch... y ahí iban y le cortaban la cabeza a dos o tres. ¡Guau, qué brusco sonó eso! La idea de una batalla, ¿verdad?

Y ese es el punto, donde hay manos que están decaídas no pueden faltar las manos que están dispuestas a levantar y fortalecer. Y hermanos, yo creo que hoy el Señor más que nunca está en busca de ese tipo de manos, más que nunca el Señor hoy está en la necesidad de encontrar esas manos que están dispuestas a levantar a aquellas manos que están caídas. El Señor más que nunca está buscando manos que puedan no contradecir, sino que puedan intercambiar con esas manos que están cruzadas y apuntando, él está buscando esas manos que estén dispuestas a poner su mano en el arado y seguir adelante sin mirar atrás.

Esa imagen de las manos es bien importante, de las manos en el arado, son bien importante, hermanos. Si yo pienso en esa imagen, imagínese usted un terreno, una tierra bien fuerte, bien sólida, llena de piedras, de raíces de árboles y este arado ahí que va con esa pala, una palanca que va ahí en medio cortando. El arado está obviamente siendo jalado por unos bueyes al frente, pero usted tiene que hacer la fuerza para poderlo balancear y empujar a la misma vez.

Cualquier otra persona que no entiende esa dinámica, se encuentra con la primera piedra y pffff.... esto es demasiado difícil, yo no voy a hacer eso. Y de las manos se sueltan del arado y vuelven y se cruzan o se esconden en el bolsillo y no hay quien saque más las manos de ahí. Pero las manos que entienden bien cuál es su misión, cuál es su propósito, cuando meten esa mano ahí en el arado, saben que hay un trabajo que hay que hacer, y saben que está la fuerza de Dios para ayudarlos, para fortalecerlos y cruzar todo ese terreno cualquiera que sea.

Piense usted, mi hermano, yo veo caras aquí y yo veo manos que tienen su mano en un arado trabajando en un tipo de terreno que solamente usted sabe cuál es. Piense usted cuál es su terreno. Puede ser en su familia, puede ser en su trabajo, en su profesión, puede ser en su escuela, puede ser con una amistad, puede ser en su matrimonio, puede ser en su noviazgo, puede ser en su soltería, puede ser lo que sea; usted tiene un terreno en el cual usted está trabajando y en ese terreno usted se encuentra con distintas cosas que pueden hacer imposible que usted pueda arar ese terreno. Y muchas son las veces que usted se puede sentir totalmente desanimado, que usted suelta y se va en otra dirección. Ese es el sentido de escapar las cosas, es bien fácil de hacer. Pero aquellos que están dirigidos por la mano de Dios, por esa acción de las manos de Jesús que si verdaderamente han causado un impacto en nuestras vidas, nosotros nos encontramos con nuestro terreno y nosotros decimos, ‘No matter what’, aquí voy a seguir.

Si se lo hago en una idea un poco más cotidiana a nuestro tiempo de hoy. Yo no se cuántos de ustedes tienen su carro enterrado bajo nieve ahora mismo, o cuántos de ustedes tienen su driveway ahora mismo tal vez, con una capa de nieve y encima de eso una capa de hielo. Cuando usted llega a su casa usted tiene la opción de poner sus manos en el control del televisor y olvidarse del trabajo que tiene que hacer, o usted puede coger sus manos y meterle mano a la pala y limpiar todo ese driveway por completo aunque le duela, aunque le salgan callos en la mano.

Solamente usted sabe la necesidad que hay y hay veces que usted puede empezar y es como que, ya me cansé, voy a coger un break, y el break es tanto que cuando vuelve de nuevo la nieve se ha congelado y es imposible sacarla. Ahora, pero si usted empezó y está como quien dice, in the flow way, en el momentum, y es como que tiene su posición biomecánica correcta, su espalda en su buen lugar, sus manos, sus hombros y usted le empieza a echarle mano a la situación, mire, no hay quién se le pare en el medio, ni un bloque de hielo. Usted va a completar su tarea.

En la misma forma, piensen en esto, Jesús tiene sus manos en acción en su vida. El está interactuando con usted, él lo está identificando a usted en medio de una multitud, y en cada momento cuando menos, en un momento cuando usted menos se lo espera, el Señor está ahí para identificarlo y meter sus manos en usted, trabajar con usted, trabajar con su corazón, trabajar con aquellas cosas que lo atribulan y con aquellas cosas que le dan gozo. El Señor está ahí dispuesto a intervenir y esos encuentros con el Señor ocasionan algo en usted, no tan solamente el que usted pueda experimentar una transformación en su vida, sino que eso se va a ver demostrado, mis hermanos, yo creo que por obligación esas acciones del Señor en su vida se van a ver reflejadas en otros a su alrededor.

Yo creo que la acción de Dios siempre obra en esa manera, que no es tan solamente para intervenir en usted sino para que a través de usted otros puedan recibir ese mismo toque. Piense en esto, mi hermano, si usted tiene el amor del Señor Jesús en medio de su vida, yo creo que dondequiera que usted meta sus manos las cosas pueden cambiar. Si usted lo hace en el nombre de Jesús dondequiera que usted meta sus manos, las cosas van a cambiar.

Ahora, si usted lo cree va a suceder, si tiene duda, siga dudando y espere a que algo suceda. Pero si usted duda, créame que va a ser como las olas del mar, que usted va a estar tratando y lo que va a hacer es patinar en hielo. Pero si usted está verdaderamente está convencido que el Señor Jesús está en usted, que él ha hecho en medio de su vida, y él ha hecho y está haciendo y seguirá haciendo una obra de transformación en usted, créame que donde usted quiera meta sus manos, las cosas van a cambiar.

Piense, hermano, piense en esos escenarios. Piense en las posibilidades, piense usted tal vez se cruza con alguien, miren este ejemplo. Esto fue algo que me pasó la semana pasada, yo compartí esto con los jóvenes adultos el viernes en el servicio que teníamos y yo les dije a los muchachos, ‘miren, hubo al principio de esa semana yo le estaba pidiendo al Señor, yo le decía ‘Señor, dame una oportunidad para yo poder bendecir a alguien de alguna forma u otra, dame una oportunidad y abre mis ojos para yo poderlo identificar también’, porque hay veces que el Señor nos da oportunidades y nosotros estamos tan enfocados en lo que queremos hacer que ..... cuando salen las oportunidades las dejamos pasar porque no estamos pendientes.

Yo estaba en Borders, en la tienda de libros, estaba en Borders, yt estaba leyendo la sección de libros de liderazgo y de negocios. Y de repente, al lado mío se me acerca este muchacho, bien vestido, se notaba que era un profesional, se me acerca y estaba así leyendo, buscando libros, y de repente, se me acerca así de la nada y me pregunta ‘oiga, ¿por casualidad usted tiene alguna referencia de este libro en particular?’ Y en ese segundo, mis hermanos, fue como que yo me puse a pensar y yo me digo, como que, ok, yo le puedo mentir y decirle que sí, el libro es muy bueno aunque yo no sabía del libro. Descarté esa opción, no, no voy a decir eso. A la misma vez me extrañó que la persona me preguntara algo, particularmente en una tienda libros. Usualmente cuando usted va a una tienda de libros, la gente está enfocada en lo que quiere buscar, es como si estuvieran en una burbuja, o sea, están así leyendo el libro. Yo no se si esto le ha pasado, pero a mi sí, están como que leyendo libro y usted está ahí y de repente hacen..... les pasan por el lado y siguen. O sea, reconocen que usted está ahí pero es como una ignorancia total, le pasan por el lado o le pasan por el frente, algunos ni dicen con el permiso, otros al menos así dicen ‘ excuse me’...,. digo ok, puede pasar.

Pero la cosas es que este muchacho se me acerca y me hace esa pregunta y yo le dije,....... no, no se nada de ese libro. Y él, oh, ok, y se quedó ahí buscando. Y rápido a mi se me vino a mi mente esa oración que yo le hice al Señor al principio de la semana. Yo me dije, guau, Omar, tu tienes una oportunidad aquí de poder bendecir a este muchacho, de al menos poder establecer una conversación con un total extraño.

Y yo me dije, guau, ¿qué puedo decir, qué puedo decir?’ Y yo empecé a buscar libros que yo había visto y que yo sí conocía y empecé a buscar y sabes con qué libro me encontré: Good to pray, una de las recomendaciones tuyas. Digo, ‘oye, espérate, este libro sí es bueno, yo he escuchado grandes cosas, yo he leído algunos capitulos...’ y él ‘ah, sí mira qué bien..’ y de repente se salió esta conversación así de la nada, y él me dice, ‘¿tu lees mucho así de libros de negocios y tu tienes un negocio personal? Me pregunta, ¿tu eres algún tipo de gerente o algo así? Y Yo me puso a pensar, eh, yo soy un ..... assistant manager,...... eso soy yo pensando en mi cabeza. Como le explico, cómo le digo, le digo que soy pastor asociado, o lo digo en términos más de negocios, pero después yo me dije, no, yo le dije ‘mira, si, yo soy un pastor asociado y muchas veces nosotros usamos este material como para preparar y equipar a nuestra gente en su trabajo que hacen las cosas.

Y el muchacho, de repente me abrió los ojos como un búho y sale y me dice, ‘guau, ¿y su iglesia es tan abierta que cogen material como ese para preparar a sus líderes?’. Y yo le dije, ‘si, ¿por qué? Y el muchacho sale y me dice, yo soy católico romano y si nosotros en algún momento usamos un material como este para preparar a nuestra gente nos botan de la iglesia. Y yo me quedé como que guau, ahí se me abrió el cielo, mis hermanos, y fue como si todas las luces de alrededor se aparan y solamente un spotlight estaba alumbrando sobre Rick, el nombre de este muchacho y yo.

Yo dije, esto es un momento divino, Y nosotros tuvimos una tremenda conversación basado en un libro de liderazgo y cómo él en su experiencia vida de iglesia, ha experimentado tal vez frustraciones y yo compartiendo mis experiencias, que no necesariamente son frustraciones sino que han sido bendiciones de Dios, de alguna manera u otra, este muchacho se sintió estimulado en alguna forma. Y yo lo puedo saber eso mis hermanos, porque aunque terminamos esa conversación ahí, después yo me fui a la sección de los libros pero que son en audio y ese muchacho estaba ahí de nuevo, y el vino y sacó uno de los que él había leído y me lo puso en la mano, y yo, ah, muchas gracias, y seguimos hablando un rato. Yo por poco hasta le ofrezco comprarle un café o algo allí.

Pero el asunto fue que cuando él se iba a ir yo comencé a pensar, y yo me dije, Omar, tienes una oportunidad de bendecir a este muchacho ahora, y yo lo que hice fue... en serio, hermanos, yo antes de despedirme de él, yo dije en mi corazón, Señor, que aunque sea con mi estrechón de manos este muchacho pueda sentir un toque tuyo. Y mire, yo estreché mi mano a ese muchacho, se la apreté como si yo lo hubiese conocido desde hace años y le dije, ‘Rick, I wish you blessings, I wish you the best in your job, in your carreer, éxito’. Digo, en otras palabras lo bendije, le extendí esa bendición a él.

Y yo creo, hermanos, que esa interacción, ese segundo, ese estrechón de manos ahí ocasionó algo en el corazón de esa persona. Yo no se si lo vuelvo a ver. Yo lo invité aquí a la iglesia, no se si él vaya a tener esa invitación o no, pero yo creo, hermanos, que la intencionalidd con la cual yo estreché mi mano en esa ocasión, algo, algo, yo lo creí por fe, y lo creo aún todavía que algo causó en el corazón de ese varón.

Y en la misma forma, mis hermanos, cualquier interacción que usted tenga con las personas a su alrededor, desde su esposo, su esposa, su hijo, su hija, su mamá, su papá, su abuelo, si tía, su amigo, su novia, su novio, sea quién sea, después que usted tenga la intención de bendecir a esa persona y que sus manos transmitan esa intención, créale que cambios van a suceder. Lo que hace la diferencia es el poder de intencionalidad que usted tiene en ese gesto.

La intención que Jesús tenía cuando hizo ese milagro con esa mujer, no fue tan solamente de liberar y bendecir a esa mujer, sino también de enseñarle algo a la gente a su alrededor. En la misma forma, cualquier cosa que usted hace en el nombre de Jesús con esa intencionalidad de bendecir, y sus manos que no se queden así de cruzadas, o que no se queden en los bolsillos, o que no necesariamente estén apuntando para criticar, pero que sus manos se extiendan para bendecir y servir, prepárese porque usted va a ver cambios sucediendo a su alrededor, usted va a ver cambios sucediendo en su familia, usted va a ver cambios sucediendo en su lugar de trabajo, usted va a ver cosas sucediendo con extranjeros a su alrededor, usted va a ver la mano de Dios obrando a través de usted.

Eso es lo que el Señor Jesús está buscando hoy día, manos que estén dispuestas a colocarse en el arado y empujar ese terreno sin mirar atrás, cualquiera sea su arado. Yo le invito a ponerse de pie, hermanos, y vamos a pedirle al Señor que selle esta palabra en nosotros, mis hermanos. Piensen bien, cualquiera sea su situación, sea que usted trabaje como un contable en un lugar y usted tal vez dice, ay, pastor Omar, mi mano lo único que hace es marcar números en una calculadora. Mire, aunque su dedo esté cansado de marcar números en una calculadora, la acción de esos dedos puede traer bendición a esa compañía, a ese lugar donde usted está.

Si usted trabaja en contacto directo con la gente, no se, que usted es como un trabajador social, o si usted es un personal trainer y usted trabaja en directo con la gente, mire que cada toque de sus manos sea para bendecir esa vida. Bendiga a esa vida, si usted recorta pelo, si usted es un estilista y corta pelo, mire que cuando usted esté pasándole la mano por ese pelo bendiga los pensamientos de esa persona, ‘Señor, toca a esta persona, bendice sus pensamiento, quita cualquier negatividad’.

Dios tiene el poder para obrar a través de esas cosas. Si usted trabaja con un martillo rompiendo terrenos, rompiendo paredes, mira que esa misma acción en el nombre de Jesús usted diga que se rompan ataduras en las vidas de la gente, meta cantazo fuerte en el nombre de Jesús y que eso resulte en acciones para la gente a su alrededor.

Esas son las manos que el Señor Jesús está buscando hoy, manos que están dispuestos a ponerse en el arado sin mirar atrás, manos que estén dispuestas a tomar acción y obrar cambios. Es más, quién sabe si aquí hay manos que se le aplica bien ese refrán que todo lo que tocan se convierte en oro. Y que Dios está esperando que tus manos que tu se las entregues por completo a él para que tu puedas bendecir la obra del Reino aún más.

Si usted quiere, hermano, yo le invito a que usted eleve sus manos al Señor ahora en una señal de entrega. Las manos físicas son manos físicas, pero la intencionalidad que ponemos en esas manos es lo que puede hacer una diferencia bien grande. Si usted nos ve por el Internet y se quiere unir a esta oración también, siéntase libre a hacerlo, presente sus manos ahí al Señor. Lo que sea que usted hace, aunque sea tejer una camisa, tejer una colcha, sea lo que sea, presente sus manos al Señor y diga, ‘Señor Jesús, aquí están mis manos. En este tiempo en el cual vivimos te entrego mis manos. Usa mis manos para traer tu bendición, a través de lo que yo hago, a través de lo que yo puedo tocar, a través de las acciones en las cuales yo pueda servir.

Usa esas acciones para bendecir a gente a tu alrededor. Y, Padre, yo declaro, Jesús, ahora mismo que tus manos se posen sobre cada uno de tus hijos e hijas en una forma bien especial, Dios mío, que tu puedas meter tus manos en nuestras vidas y enderezar esas encorvaduras que nosotros podamos tener para entonces nosotros poderte servir aún mucho mejor.

Padre danos el poder que necesitamos, danos esa motivación que necesita nuestra vida, sabemos y declaramos como dice tu palabra, que tu pones en nosotros tanto el querer como el hacer, Jesús. Padre, tal vez muchos de nosotros tenemos el querer en nuestras vidas pero nos falta el hacer y yo te suplico que ahora mismo tu completes esa obra, Señor, que el package completo tu lo pongas ahí en medio de nuestras vidas para nosotros poder servir, que nosotros saquemos nuestras manos de nuestros bolsillos, de esa actitud de indiferencia y que nuestras manos estén dispuestas a servir, que nuestras manos estén dispuestas a dar, que no tan solamente nuestras manos se abran para recibir algo, sino que nuestras manos estén dispuestas a dar, a ofrecer ese regalo de vida que tu nos das a nosotros.

Señor Jesús las intenciones de nuestro corazón que estén conectadas con las acciones de nuestras manos. Tu eres el que discierne las intenciones de nuestro corazón, Jesús y yo te suplico que ese corazón nuestro pueda ser tocado y transformado por ti en cada momento Jesús, para que así nuestras intenciones puedan ser de bendición en cada momento, Jesús, que no estrechemos nuestras manos, que no nos acortemos para bendecir, sino que siempre estemos con esos radares encendidos buscando la forma en que nosotros podamos bendecir a alguien a nuestro alrededor, aunque sea un extranjero, Señor, aunque sea una persona que jamás hemos visto, y que tal vez esa acción aunque no lo volvamos a ver nunca, pero es acción, Señor, que obre y opera su resultado en ti Jesús, porque lo hacemos en tu nombre, Señor, cualquiera sea la acción mi Dios, yo te pido que tu operes, maquines cosas grandes y poderosas en esas vidas y en nosotros, Señor, que nosotros podamos continuar viendo tu mano en acción en todo lo que hagamos, que nuestros ojos no se cieguen, Jesús sino que siempre podamos mantener nuestros ojos abiertos para verte a ti obrando en una forma especial, en una forma directa, Señor Jesús, en una forma intencional en nosotros y en aquellos a nuestro alrededor.

Bendice, Señor a mis hermanos. Yo declaro tu bendición sobre cada uno de ellos, desde el más joven hasta el más adulto, Señor, sobre aquellos que tienen una fe certera en ti y aquellos que todavía tienen sus dudas, yo declaro tu bendición, que tu traigas claridad a cada una de sus vidas y que tu mano se mueva con poder en medio de ellos.

La gloria y la honra sea toda para ti, Jesús, siempre y siempre. Gracias Señor, en tu nombre de Jesús.

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Haz un pacto con la verdad

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Quiero ahora presentar a alguien que nos va a traer una meditación en esta mañana. Ustedes han visto a una persona vestida fuera de lo común normalmente, el hermano Pablo Dupuy, que está aquí con nosotros en esta mañana. El hermano Pablo para mi es un personaje profético aquí en medio de nuestra iglesia.

Él llegó hace muchos meses, varios meses aquí a la congregación, venía,... su estadía más inmediata había sido en la República Dominicana, como misionero allí en República Dominicana trabajando en algunos de los vecindarios más pobres y difíciles de la capital, Santo Domingo. Es un hombre que tiene un corazón para los pobres, tiene un corazón para el evangelismo, tiene un corazón para Jesucristo y yo he tenido ocasiones de conversar a largo con el hermano Pablo y sentir su amor por el Señor, la integridad de este hombre, su mente evangélica, sólidamente bíblica, y para mi, yo digo que es un personaje profético porque el hermano Pablo representa esa unión de la iglesia evangélica y la iglesia católica que yo creo que Dios quiere para los últimos tiempos, que su iglesia, que ha estado dividida entre esos dos grandes sectores, todo el mundo griego ortodoxo, ruso ortodoxo, episcopal hasta cierto punto y la iglesia católica apostólica romana, el este y el oeste se dividieron hace siglos atrás, y esa división de la iglesia nunca se ha vuelto a sanar. Se dividieron en el siglo XVI de nuevo y se dio lugar a toda esa reforma protestante con todas sus diferentes denominaciones y por otra parte quedó la iglesia católica, romana, y todavía tampoco se ha sanado esa división. Y yo creo que Dios quiere sanar la divisiones entre su pueblo, no se cómo él lo va a hacer, pero Dios lo va a hacer. Y yo me alegro de que en nuestra iglesia haya personas como el hermano Pablo que representan nuestra apertura a los misterios de Dios y nuestro conocimiento de que Dios habla en todos los sectores de su iglesia en diferentes maneras, y que todos necesitamos sanidad.

La iglesia evangélica hoy necesita sanidad y la iglesia católica necesita sanidad también, y las iglesias ortodoxas necesitan sanidad también. Entonces, en esta mañana nosotros habíamos estado hablando de que él tuviera la oportunidad.... él está en una etapa de transición en su vida y ministerio y Dios está hablando a su corazón. Él ha estado afiliado durante décadas, con una orden católica, pero no católica romana, no afiliada con Roma, sino con otra orden católica, porque existen tales órdenes. Ellos han tenido misioneros en diferentes partes de Latinoamérica y el hermano Pablo está en transición y en búsqueda de la voluntad de Dios para su vida, si puedo decirlo de esa manera, ¿no? Pero es un hombre ya con una definición muy clara en términos de su fe y su confianza en el Señor y muchas otras cosas.

Yo creo que para nosotros nos expande y nos bendice escuchar de este siervo de Dios y que él tenga oportunidad también de ir encontrando su lugar en esta etapa de su jornada espiritual, de su peregrinaje, su apostolado, podríamos decir en un sentido. Así que yo le he pedido al hermano Pablo que comparta con nosotros una meditación en esta mañana y yo espero que ustedes lo van a recibir cálidamente y van a escuchar de el Señor. Denle un aplauso al hermano Pablo. Pasa por aquí hermano.

Amados hermanos y hermanas, que Dios les bendiga a todos y a todas. Quería hablar algunos minutos esta mañana sobre la palabra. No estoy habituado a tener micrófono... la modernidad. Entonces, todos los que tienen una Biblia, y espero que muchos tengan su Biblia porque es muy importante de caminar, de utilizar su Biblia en todo tiempo, de no tener vergüenza de tener su Biblia.

Se puede abrir en el Primer libro de Samuel, Capítulo 3, versículo 3 al 8.

“....Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehová donde estaba el arca de Dios y antes de que la lámpara de Dios fuese apagada, Jehová llamó a Samuel y él respondió, ‘heme aquí’, y corriendo luego a Elí dijo, ‘heme aquí, ¿para qué me llamaste?’ y Elí le dijo, ‘Yo no he llamado. Vuelve y acuéstate’. Y él se volvió y se acostó. Y Jehová volvió a llamar otra vez a Samuel y levantándose Samuel vino a Elí y dijo, ‘heme aquí, ¿para qué me has llamado?’. Y él dijo, ‘hijo mío, yo no he llamado. Vuelve y acuéstate’. Y Samuel no había conocido aún a Jehová, ni la palabra de Jehová le había sido revelada. Jehová, pues, llamó la tercera vez a Samuel y él se levantó y vino a Elí y dijo ‘heme aquí, ¿para qué me has llamado?’ Entonces entendió Elí que Jehová llamaba al joven. Y dijo Elí a Samuel, ‘Ve y acuéstate, que si te llamare dirás, ‘habla Jehová, porque tu siervo oye’. Así se fue Samuel. Se acostó en su lugar y vino Jehová y se paró y llamó como las otras veces. ‘Samuel, Samuel,’, entonces Samuel dijo, ‘Habla, porque tu siervo oye’....”

Usted ve que no es necesario ser viejo para escuchar la palabra en la voz de Dios. Uno puede ser joven, hemos visto ahora mismo un ejemplo de cómo hay jóvenes que captan el mensaje de Dios y que saben transmitir. No es necesario tener barba gris, ni canas para oír a nuestro Señor Jesucristo y a Dios. Porque Samuel es un adolescente, él es joven. No está acostumbrado todavía a oír y a captar la voz de Dios, a tal punto que pensaba que era Elí que le llamaba, y 3 veces se levantó para hablar con él y dice ‘heme aquí, heme aquí’.

Y fue Elí primero que entendió porque los adultos, los más ancianos tienen que enseñar a la juventud cómo captar la voz de Dios, porque Dios habla a los jóvenes también. Samuel estaba en el templo, y Dios le habló en el templo.

Y aquí nosotros estamos en el templo y aquí también Dios nos habla, tanto a los jóvenes como a los viejos. Dios nos habla y hay que saber escuchar, hay que entender cuándo es la voz de Dios y decir, ‘heme aquí, Señor, yo escucho tu palabra, estoy dispuesto a hacer todo lo que tu quieres’.

Pero muchas personas no saben discernir la voz y muchas veces puede ser por orgullo. El orgullo es un impedimento para que captemos la palabra de Dios. Recuerde la historia de la torre de Babel, los hombres querían construir una gran ciudad y una torre para que llegue hasta el cielo. Pensaban que podían escalar el cielo y obligar a Dios a venir hasta ellos por sus esfuerzos y no por la gracia de Dios.

¿Y qué fue el castigo que Dios ha dado? Ustedes recuerden que Dios vino y confundió a las lenguas, dividió a las lenguas de tal modo de que entre ellos, los hombres ya no se entendían. No se entendían entre ellos porque no habían entendido a la voluntad de Dios que siempre estemos en humildad.

Es la humildad que nos va a dar la posibilidad de oír a Dios y la posibilidad de hablar dignamente a Dios. Y no importa si sabemos qué cosas debemos decir o no decir, porque hemos recibido la promesa que el mismo Espíritu Santo vendrá a orar de entre nosotros con gemidos sabiendo lo que necesitamos.

Hay que confiarnos a Dios. Y si no sabemos las palabras que decir, el Espíritu Santo las dirá. Porque nosotros podemos estar en comunión directa con Dios. Pero como digo, hay confusión y hay mucha confusión también porque hay mucha mentira. Hay mucha mentira, nosotros fácilmente podemos mentir a nosotros mismos y a los demás. Y el mundo moderno actualmente es un océano de mentira. Mentira por la televisión, mentira en las escuelas, mentira muchas veces hasta en las familias, mentira en ciertas iglesias, mentira entre los políticos. Nadamos en un océano de mentira.

Pero quién es el padre de la mentira. Lo sabemos, no quiero pronunciar su nombre, para que no tiene gloria ni de eso. Pero hay un padre de la mentira, que nuestro Señor Jesucristo qué ha dicho de él mismo, ‘Yo soy el camino, la verdad...’

Es la verdad. Cristo es la verdad y cada vez que nosotros hablamos con verdad, que decimos la verdad, estamos hablando en el espíritu de Cristo que a través de nuestra lengua, que Dios, para decirlo así, se encarna a través de nuestra lengua. Mientras que cuando decimos mentira, ¿quién está hablando por nuestra boca? No el que debería tener poderío sobre nosotros.

Y nosotros fácilmente nos engañamos. Yo recuerdo una vez una familia me llamó, han dicho, bueno, el doctor que nuestro abuelo no va a durar la semana, que va a morir, pero no nos atrevemos a decirle, el doctor no lo dijo tampoco, pero estamos un poco inquietos por su eternidad porque él no entiende bien las cosas de Dios, si usted puede venir y hablar con él para prepararle a presentarse a Dios.

Entonces, yo vine y yo hablé con él, y le digo, ‘Don Tomás, yo tengo que decirle algo que no es fácil pero que es necesario, que nadie se atreve a decirle, es que durante la semana se va a presentar frente a Dios, es el momento que todavía tiene conciencia, todavía tiene posibilidad de pensar en todo lo que ha hecho mal en su vida para pedir perdón a Dios. Hay que pedirle perdón de no salir de este mundo sin el perdón de Dios. Hay que pedirle perdón por sus pecados. Nadie quiere hablar de pecado hoy.

Y él me dijo, ‘pero yo nunca he cometido pecado..... ‘ 90 y pico de años.... ‘Yo nunca he dicho una mentira’. Yo dije, ‘y la mentira, ¿usted nunca ha dicho mentira?’. ‘No, yo nunca he dicho mentira... Yo, una mentira.’ Yo le digo, ‘bueno, al menos puede pedir a Cristo perdón por la mentira que acaba de decir’.

Dice, ‘¿qué mentira?’ Todavía entendía, es decir, que nunca has pecado, ... se sabe por el Evangelio que el justo, no el pecador, el justo peca 7 veces al día, y tu nunca en tu vida de noventa y pico de años nunca has pecado.... Dichoso tu. Pero piénsalo, piénsalo bien,

Porque ¿qué sucede? Si nosotros no somos almas de oración por inteligentes que podamos ser, se oscurece nuestra mentalidad, se oscurece nuestra inteligencia. Es por eso que podemos ver a personas brillantes en la economía, en la política, en las universidades, gente muy dotada intelectualmente y hablan necedades. No entienden la verdad, porque Dios les ha quitado su luz, porque no tienen la humildad de ponerse de rodillas y de pedir la luz de Dios. Piensan que todo su inteligencia viene de ellos mismos. Pero es Dios quien da los talentos, es Dios que da la posibilidad de hablar, es Dios que da la palabra de sabiduría, es el Espíritu Santo que entra dentro de nosotros para que nosotros hablemos como si fuese el mismo Cristo hablando, porque somos extensiones, si se puede decir, para completar la obra de salvación que Cristo ha comenzado en esta tierra. Somos instrumentos y debemos actuar como instrumentos.

Entonces, cuando realmente nosotros comenzamos a hablar la verdad. ¿Se recuerdan lo que pasó con Salomón? Salomón había pedido la sabiduría. Dios le dijo ¿qué quieres, qué don te voy a dar? Y él ha dicho, ‘la sabiduría’, ha pedido un don muy importante. Entonces Dios le dio la sabiduría y él no la guardó para él, él comenzó a hablar con sabiduría, a juzgar con sabiduría, reinar con sabiduría. Y se dice que la gente venían de todas las naciones para oirle hablar, venían de todas partes. De modo, que si somos verdaderamente hombres y mujeres de Dios, si realmente nosotros tenemos este espíritu de Dios con palabra de verdad, palabra de sabiduría, la gente escuchará.

Hay gente que escuchará porque hay mucha sed y mucha hambre actualmente porque son tan pocos los que están enseñando la verdad que cuando las almas sinceras la oigan, están contentos, están satisfechos, se sienten muy felices. Hay que siempre guardar vuestra lengua, porque nosotros, como digo, fácilmente nos mentimos a nosotros mismos. Nosotros decimos que, bueno, una mentirita, una mentira blanca, que no es grave ¿verdad? no es importante. Yo para defender mi reputación, como queda la reputación es sagrada. En justicia tengo derecho a mi reputación, de modo, si, yo voy a decir una palabra que no está totalmente conforme con la verdad, no importa, al menos yo retengo mi reputación. ¿Reputación, de qué? De mentiroso.

Una vez hubo una señora, no solamente las señoras que se comporten así, los hombres también, pero hubo una señora que le gustaba mucho hablar de su vecina. Tu sabes, mi vecina hizo esto, y mi vecina hizo lo otro y a las 11 de la noche yo vi entrar un hombre que no es su marido en su casa y ta, ta, ta, ta, hablando. Pero en cierto punto se daban cuenta que realmente no debería hablar así, entonces ella fue a ver a un hombre que tenía precisamente la luz del Espíritu Santo y dice, ‘¿qué debo hacer que quizás, quizás, no debía hacer eso? Entonces el hombre dijo, ‘bueno, vaya a buscar una almohada, venga conmigo al cruce y abra la almohada y tira todas las plumas por los cuatro vientos.’

Entonces, ella dice, ‘entonces, ¿y qué? Después de una semana vuelva recoger las plumas. Ella dice, ‘pero eso es imposible, ¿cómo voy a recoger las plumas que han sido tiradas por el viento una semana después?’ Y él dijo, ‘así las palabras que tu has dicho contra tu vecina se han volado, dónde.... Dios sabe a dónde han llegado. Se han multiplicado esas plumas, esas palabras están andando por todas partes.

Y solamente en este momento entendió la gravedad de mal hablar, entendió la gravedad de mal hablar. Y a veces puede llegar a ser muy, muy grave. ¿Recuerda la historia de Ananías y de Zafira, ¿verdad? Que habían vendido sus propiedades, tenían el dinero y querían poner todo en común, decían ellos, y venían a los Apóstoles a depositar el precio de su ganancia, de su venta. Y Pedro, por luz del Espíritu Santo entendía que no han traído todo. No estaban obligados, no era una obligación de traer todo el dinero de la venta y darlo a los Apóstoles, esto es mucho más que el diezmo todavía. No podemos quejarnos del diezmos cuando los primeros cristianos daban todo, no solo el 10%. El diezmo es poca cosa.

Entonces, han dicho, bueno, aquí todo el dinero de la venta. Y Pedro dijo, ‘no es a los hombres que has dicho mentira sino a Dios mismo’, Y Ananías se calló y murió de repente. Usted ve que mentir a Dios....

Hay muchas personas que cuando viene el tiempo de confesar sus pecados, dicen, ay, Señor, yo no he hecho ningún mal contra mi vecina. Yo no he robado nada, y hacen la lista de sus virtudes y de sus calidades. Pero no la lista de sus pecados, están confesándose a Dios, tratando de convencerle a Dios, oh, yo soy muy paciente con mis hijos, y yo tolero mucho la vagabundería de mi esposa y esto y lo otro.... Mentira. Están diciendo mentiras a Dios.

Y piensan que Dios, yo no se, es medio bobo.... que Dios no sabe... Entonces, hermanos y hermanas, tenemos que desarrollar un culto de la verdad, ser personas muy, muy, muy de verdad. Esto nos viene por el amor a Cristo, por el amor al Espíritu Santo, eso nos viene... Dios nos da esa reverencia.

Yo recuerdo un hombre que le faltaba un poco de juicio. Él cometía errores de todo tipo: perdía dinero, accidentes, muchas cosas, pero franco, franco, verdadero. Yo creo que en su vida no ha dicho una mentira, de modo que cualquier cosa que nos decía, nosotros teníamos la confianza de que estaba diciendo la verdad.

Si nosotros podemos dar esta impresión a los demás, es siempre decir la verdad, cuando hablamos de las cosas de Dios, nos escucharán, en el dulce nombre de nuestro Señor Jesucristo, amen y gracias.

Gloria al Señor. Sencillo, pero profundo y bíblico y es un llamado, hermanos, a todos nosotros. Le voy a pedir a los músicos que pasen por favor, no hay que añadir más a esto. Es un llamado para todos, comenzando conmigo de tener cuidado de cómo usamos nuestra boca, de ser honestos con Dios primeramente o quizás primero con nosotros mismos. Porque antes de ser honestos con Dios tenemos que saber qué le vamos a confesar a Dios y qué vamos a compartir con Dios; y de casarnos con la verdad, en hacer un pacto con la verdad.

La verdad, dentro de nosotros mismos, la verdad al hablar a los demás, la verdad también en cómo tratamos a los demás, que siempre haya verdad en nuestras relaciones, y si no tenemos una palabra edificante que decir, no la digamos. Si estamos en un ambiente donde están hablando de una persona que nosotros conocemos, no seamos partícipes en eso. Y cuidémonos de decir cosas que destruyan la reputación de los demás también.

Como cristianos yo creo que debemos distinguirnos por esa integridad que debemos tener para con Dios y para con nuestros hermanos siempre. Que la gente diga, ahí hay un hombre, ahí hay una mujer que yo puedo poner mi reputación en sus manos, puedo poner mi vida en sus manos, puedo cometer un error y poner ese error en sus manos también y va a manejarlo correctamente. Que Dios haga que esta iglesia siempre sea una iglesia donde la verdad en todas sus manifestaciones, todas sus expresiones impere, inclusive desde este púlpito siempre también, hermanos.

Eso nos mantendrá sanos y no permitirá que el enemigo tenga ocasión de acusarnos y hacer daños a nuestras vidas.

Vamos a ponernos de pie. Vamos a hacer un pacto con la verdad en esta mañana. Amen. Si tu has hablado mal de alguien, si has dañado la reputación de alguien. A veces con un comentario leve, una palabra, una mirada, un gesto, un comentario rápidamente con alguien de paso y esa palabra no tenía el sazón de Cristo, no hubiera salido de la boca de Cristo, vamos a arrepentirnos de eso en este momento, amen.

Si nuestros hábitos de hablar a nuestros hijos, a nuestro cónyuge, en los momentos de socializar en el trabajo no reflejan la sanidad que conviene a un hijo de Dios, no reflejan el amor, la misericordia, la gracia, el mirar primero a nosotros mismos y saber que si no fuera por la misericordia de Dios no podríamos estar ante su presencia. Si nuestras palabras no reflejan el afirmar a los demás, el levantar al caído con una palabra de ánimo, el consolar a alguien que está en necesidad y en aprietos, arrepintámonos en el nombre de Jesús.

Si nosotros hablamos más de la cuenta muchas veces, se hay más palabras de crítica que de afirmación que a veces salen de nuestra boca, pidámosle al Señor que sane nuestra actitud, y hagamos un compromiso de ser gente inofensiva. Inofensivo quiere decir, incapaz de hacer daño.

Ahora, si hay que hablar la verdad, se habla la verdad pero siempre se habla la verdad con misericordia y con amor. A la espada se le pone una pequeña insulación para que no golpee, no mate, no corte, pero si golpea, que golpee en una forma que fortalezca y edifique y no deje caída a la persona y tirada en el piso.

Así que recibamos este llamado de parte del Señor. Padre, nos arrepentimos de palabras ociosas, nos arrepentimos de palabras crueles, nos arrepentimos de palabras carentes de misericordia, nos arrepentimos de palabras que hacen daño a la imagen de personas que no están presentes para defenderse o presentar su caso, nos arrepentimos de momentos en que no hemos dicho buenas cosas cuando hubiéramos podido haberlo dicho, Padre. Nos arrepentimos de a veces no afirmar a los demás, nuestros hijos, nuestros cónyuges y pedimos que nos ayudes a ser más generosos y más misericordiosos y más temerosos delante de ti y delante de nuestros hermanos.

Gracias por este dulce recordatorio, Señor, que nos has dado en esta mañana. Gracias por todo lo que se ha hecho hoy, por la presentación de los jóvenes, por la alabanza, Señor, que ha fluido entre nosotros, por las oraciones que se han hecho, por la intercesión que sabemos que ha llegado ante tu trono y por el privilegio de estar en tu casa Señor, hoy, en este tiempo navideño y recordar a nuestro Señor Jesucristo que siempre habló la verdad y que siempre encarnó la verdad.

Sácanos de aquí ahora con tu bendición, Padre, con tu presencia muy fuerte dentro de nosotros porque te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amen. Les bendigo en el nombre de Jesús.

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El don de fe

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Primera de Corintios, Capítulo 12. El domingo pasado ustedes recordarán que como consecuencia de paso, muy bendecida, de la presencia de nuestro hermano Adlan Cruz con nosotros, tuvimos que predicar un sermón que se adecuara más al momento. Hablamos de los dones pero con respecto a Segunda de Timoteo, Capítulo 1 donde Pablo le aconseja a Timoteo que avive el fuego del don de Dios que está en él. Y hablamos de que los dones tienen que ser ejercitados, desarrollados para poder entrar en su plena manifestación.

Y el domingo anterior a ese hablamos de dos de los dones que menciona Pablo. Hay 9 dones que menciona Primera de Corintios, pero no son todos los dones que Dios distribuye sobre su pueblo.

Si usted lee Romanos, Capítulo 12 hay otra lista de dones allí. Donde se mencionan dones que son mucho más humildes, por así decirlo, que el don de profecía y el de milagros. Está, por ejemplo, el don de la enseñanza, o el don de servir. Pablo habla de muchos diferentes dones a través de la Escritura. Está por ejemplo, el don de continencia, está el don de presidir y dirigir. Hay dones de administración, etc. Así que hay muchos diferentes dones. Esta es una lista que el Espíritu Santo inspiró a Pablo para señalar en una forma casi ad hoc, es decir, en el momento. Era simplemente ejemplos que él estaba dando de cómo el espíritu de Dios se puede manifestar en muchas diversas maneras y siempre permanecer único, el único espíritu, el espíritu de Dios manifestándose sobre su pueblo en diferentes maneras.

El domingo antepasado hablamos de dos de los dones. ¿Recuerdan cuáles eran esos dos dones? El don de sabiduría y el don de conocimiento. Aquí en nuestra traducción Reina Valera se llama el don de ciencia, pero la palabra original en el griego es ‘gnoseos’ que quiere decir conocimiento, más bien, de allí viene la palabra gnóstico, cognoscitivo, etc. Entonces yo creo que la mejor traducción es el don de conocimiento.

Ahora, Pablo en el versículo 8 dice: “... porque que este es dada por el espíritu palabra de sabiduría, a otro palabra de ciencia o conocimiento, según el mismo espíritu,....” y ahora en el versículo 9 hay un tercer don que Pablo señala, dice “.... a otro, fe por el mismo espíritu...”

Vamos a detenernos un momento sobre el don de fe. Ahora, recuerden que yo estoy hablando de estos dones no simplemente para informarles a ustedes en una manera, digamos teórica, académica, porque en realidad lo que yo quiero que ustedes entiendan es que Dios determinó esos dones para todo el tiempo que la iglesia estuviera sobre la tierra.

Yo reprendo esa enseñanza de que los dones dejaron de funcionar cuando la Escritura se completó y se cerró lo que llaman el canon, es decir que ya no se añadieron más libros de la Biblia y entonces algunos dicen que ya que tenemos la Biblia no necesitamos los dones. Algunos dicen que los dones eran solamente para el principio de la historia de la iglesia cristiana. Eso es absolutamente, en mi opinión y de muchos más, antibíblico. No tiene ningún fundamento bíblico.

Dios dio los dones para que mientras la iglesia estuviera sobre la tierra, tuviera toda la ayuda sobrenatural que necesitaba para llevar a cabo las tareas que Dios le había encomendado. Amen. Eso es muy importante que entendamos.

Entonces, yo digo eso porque Dios quiere que tu y yo, la iglesia de Jesucristo nos movamos en los dones del Espíritu Santo. Cada iglesia y la iglesia con “I” mayúscula general ha sido dotada por Dios para que pueda desempeñar todas las tareas que se le ofrecen a la iglesia.

Dios quiere una iglesia conquistadora. Dios quiere una iglesia que esté siempre avanzando. Dios quiere una iglesia que muestre que Dios es el mismo ayer, hoy y por los siglos. Dios quiere una iglesia que tenga dones musicales, que tenga dones de profecía para edificar a la iglesia, que tenga dones de conocimiento para las tareas que la iglesia tiene que llevar a cabo en su administración y otras cosas. Dios quiere una iglesia que tenga dones de milagros, porque se necesitan milagros a veces para poder avanzar en las cosas de Dios.

Entonces, esos dones son para nosotros. Y tu puedes ser tocado por el espíritu de Dios para vivir y manifestar uno de estos dones, ya sea a través de tu vida en una forma repetitiva o en un momento dado de tu vida cuando el Señor necesite que tu hagas algo en particular y Dios puede activar ese don en tu vida.

El don de fe es un don de los más complejos y es uno de los dones que también está combinado muchas veces con otros dones. Entonces, es muy difícil a veces separar el don de fe, por ejemplo del don de milagros, o la fe que recibimos de Dios de otras cosas que Dios hace, porque la fe es absolutamente esencial en la vida del creyente.

A mi me impacta el hecho de que Pablo habla de palabra de sabiduría, palabra de ciencia, pero entonces dice, “....y a otro fe, por el mismo espíritu....”

Porque yo creo que lo que Pablo está tratando de decir es que Dios, en un momento dado, a cualquier persona le puede dar una medida de fe, le puede dar un mover de fe en su espíritu para alguna tarea en un momento dado, alguna situación de necesidad, alguna crisis.

Dios puede distribuir el don de fe instantáneamente para una madre, por ejemplo, creerle a Dios para orar para que su hijo sea sanado cuando los médicos han dado una palabra de que no hay posibilidad.

Por ejemplo, yo creo que la mujer siro-fenicia que se acerca a Jesús, esta mujer ni siquiera conoce el Evangelio. Es una mujer extranjera de otro país, no es judía y se acerca a Jesús y le dice, ‘Señor, mi hija está atormentada por un demonio y yo creo que tu la puedes sanar y te pido que la sanes.’

Y entonces el Señor comienza un jueguito allí de decirle, ‘no, yo no puedo sanar a tu hija porque yo he sido enviado a los judíos, tu no eres judía, y la palabra dice que no le de la comida a los perrillos’.

Y es casi como un insulto, imagínense, decirle a esta mujer, porque tu no eres judía, eres como un perrillo y no te puedo dar la comida del Padre a ti y a tu hija. Y esa mujer, en una forma humilde pero muy firme, le rebate a Jesús lo que él le acaba de decir. Le dice,’si Señor, pero aún los perrillos tienen derecho de comer de las migajas que caen de la mesa’.

Y eso estremece al Señor y dice ‘oh, mujer tu fe es grande, es grande tu fe y por esa palabra que tu has dicho tu hija está sanada en este mismo momento’. Y cuando ella regresa ella encuentra que su hija fue sana en el momento en que dijo Jesucristo.

¿Qué pasó allí? Yo creo que esa mujer fue dotada con fe en ese momento, como dice Pablo. Ella recibió fe para mantenerse primeramente para acercarse a Jesús, y segundo para mantenerse pegada a Jesús hasta que ella recibiera lo que ella sabía que Jesús tenía. No dejarse intimidar por la respuesta que Jesús da para probarla. Porque eso fue lo que el Señor hizo solamente, sino que en un momento dado, Dios le da la fe para inclusive... yo podría decir que quizás también ahí operó quien sabe el don de sabiduría también, porque fue como una respuesta de una abogada. Ella usó la misma palabra de Jesús y lo presó y le dijo, ‘ah si, pero aún los perrillos que tu dices que no pueden comer de la mesa, pueden comer de las migajas, así que si tu me das una migaja y tu eres poderoso con una migaja así como con todo el manjar, pues entonces mi hija puede ser sanada.

Y pilló a Jesús. Como un juez es pillado a veces por un abogado hábil que usa la ley para dar la respuesta que el juez no puede escaparse porque está pillado por la ley. Esa mujer yo creo que recibió también dotación de sabiduría y el don de fe operó allí. Y claro, yo diría también que operó a través de Jesús para que Jesús dijera, ‘mujer, ahora mismo tu hija está sanada’.

Usted ve ese es el don de fe. Fíjese que no dice inclusive un don de fe, dice simplemente ‘... a otro es dada fe por el mismo espíritu....’ y esa fe puede correr en nuestras vidas. Hay tantos ejemplos maravillosos de fe en ese sentido, de una dotación sobrenatural de Dios y hay tantos, puedo coger al azar: la mujer con el flujo de sangre.

Mire cómo opera la fe. Esta mujer tiene una urgencia de recibir sanidad y recibe fe de parte de Dios para... es una fe bruta, es una fe desnuda completamente, es una fe cavernícola, la fe de la mujer con el flujo de sangre, porque ella casi estaba mezclada con un poquito de superstición, uno podría decir. Porque ella se mete entre la multitud, ella viola inclusive la ley judaica que decía que ella no podía mezclarse con la gente porque los hacía impuros por su flujo de sangre. Y ella se codea entre la gente, se mete y lo único que puede hacer es tocar el borde del manto de Jesús.

¿Y qué pasa? Hay un estremecimiento en el cuerpo de Jesús y ella le robó poder a Jesús. Guau! Es como esa gente que le pegan, allá en Latinoamérica, yo espero que nadie haya hecho eso, pero le pegan los cables de electricidad y le roban electricidad. Yo se que nadie ha hecho eso jamás. Es más, yo se que eso nunca se le ocurrió ni siquiera a ustedes, pero eso se da muchas veces. La gente bien hábil, le pega un cable y le roba electricidad y que se la valgan como puedan los que tienen que pagar la electricidad después allá ellos, ¿no?

Pero esta mujer se enchufó por fe al poder que había en Jesús. Ella recibió fe y esa fe le chupó.... le chupó energía a Jesús, tanto así que el Señor se estremeció y dijo, ‘¿quién me ha tocado?’ Y los discípulos estaban allí diciendo, ¿cómo quién te ha tocado? Todo el mundo te ha tocado aquí, está una multitud que está presionando contra ti. No alguien me tocó,.... lo que quiso decir es con fe. Alguien recibió fe y esa fe se hizo como un conducto.

Porque, hermanos, esa es la cosa, cuando tu recibes fe de Dios, la fe tuya es como que... eso es nuclear, eso es atómico, es como que usted le pone un sorbete al poder de Dios y usted jala directamente el poder de Dios. Ojalá Dios nos ayudara a vivir en esa fe, hermanos.

Porque muchas veces Dios nos está dotando de fe pero nosotros no nos atrevemos a creerle al Señor y dejamos que una cantidad de obstáculos se interpongan en nuestro camino.

Yo me pregunto cuántas cosas yo habré dejado de recibir en mi vida o en mi ministerio porque no le tuve fe al Señor. Y Dios me dio fe pero yo no me atreví a actuar sobre esa fe y la bendición de Dios se quedó aguantada. Porque hay cosas que son como automáticas.

En la dimensión de la fe es como principios científicos. Si usted aprende a moverse, y no es que yo sea científico cristiano, entiéndame bien, pero hay principios que operan y si usted se pega a esos principios usted recibe la fe y recibe el poder de Dios a través de la fe. Y Dios tiene que respetar ese principio porque Dios es un Dios de principios. Y si usted opera conforme a principios de fe, mire hermano, yo creo que Dios va a bendecir, Dios va a honrar su fe.

Ahora, si usted es pusilánime en su fe, entonces el que pierde es usted. Porque ¿saben qué? hay caso también, así como gente como ella. Y déjenme darle otro caso de fe poderosa, para después darle un caso de fe pusilánime y mire la diferencia, mire qué pasa. Por eso yo les digo hermanos, tengamos cuidado, yo el primero que me digo esto. Porque yo creo que Dios siempre quiere usarnos en medidas cada vez mayores y nosotros muchas veces le estamos robando la oportunidad a Dios de usarnos como instrumento de su gloria.

Pero piense en la fe de los amigos del paralítico. Estos hombres tienen una amigo que está paralítico y lo llevan en una camilla a una casa donde el Señor está predicando. Y cuando llegan allí la casa está atestada de gente, no hay por dónde entrar y ellos se les ocurre la brillante idea, ‘hey, ¿por qué no despegamos el techo y lo metemos por ahí? No pensaron que eso era contra le ley. No pensaron en que el dueño se iba a molestar con ellos y que les iba a meter una demanda. No pensaron que se les podía caer el pobre hombre desde el techo y matarse y entonces iban a tener un gran problema. No pensaron que si el Señor les iba a decir cómo se atreven a interrumpirme en este momento. Ellos tenían fe para proseguir con su propósito. Se suben al techo, bajan al pobre hombre este, que debe haber estado diciendo, para qué yo me metí en este lío. Y de momento comienzan a caer pajitas o pintura del techo y el Señor detiene y bum, aquí va bajando esta camilla con un hombre paralítico.

Y dice la palabra que el Señor al ver la fe de ellos se maravilló y detuvo lo que estaba haciendo. Muchas veces, hermanos, hay momentos en que la fe detiene. Inclusive yo podría decir hasta los procesos divinos, valga, eso es terrible, yo me voy a cubrir cuando digo eso. Pero hay veces que la fe puede ser tan poderosa que, yo no voy a decir que cambia los propósitos de Dios porque Dios conoce del principio hasta el fin, pero visto desde la perspectiva del tiempo y del espacio es como si el curso del propósito de Dios fuera cambiado.

Y hay cosas que suceden y a Dios le encanta cuando uno de sus hijos lo pone en esos aprietos. Porque cuando la mujer del flujo de sangre toca a Jesús, el Señor iba a sanar a la hija de Jairo, creo que era si no me equivoco, ¿es así? Ahora yo estoy medio caprichoso, cada vez que cito la.... el Señor iba a sanar a la hija de Jairo, un importante hombre en la ciudad. Él no tenía el propósito de sanar a nadie más, pero cuando esta mujer se le metió en el medio y lo tocó, le robó fe y lo detuvo y él tuvo que hablar con ella, ministrarle y entonces continuó su camino.

Porque cuando una persona tiene fe, mire, Dios se detiene, hermanos, en lo que está haciendo. Yo lo voy a poner en esa manera metafórica poética. Usted no sabe el poder que usted tiene dentro de usted. El Señor dijo, miren, si ustedes tienen fe como un granito de mostaza....

¿Usted ha visto un grano de mostaza alguna vez? Si usted lo ha visto, es porque tiene buenos lentes o tiene buena vista, porque un granito de mostaza es una cosa chiquitititita y el Señor usando una hipérbole dijo, miren, porque los discípulos dijeron, ‘Señor, auméntanos la fe’, y el Señor le dijo ‘hey, cretinos, que fe ni fe. Si ustedes tuvieran fe como un grano de mostaza....’ es lo que le quiso decir, ‘qué fe les voy a aumentar si no tienen ninguna. Si tuvieran fe como un grano de mostaza ustedes le dirían a ese monte, ‘muévete y échate al fondo de la mar’, y tendría que obedecerlos.

Esa es la fe. Hermanos, yo les digo, y esa fe está entre ustedes. Esa fe está aquí en esta congregación León de Judá. Oh, si nosotros creyéramos eso verdaderamente. Lo que pasa es como con el caso de Timoteo, nuestra fe es como una bracita débil que tenemos que abanicar, te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti.

Muchos de nosotros, Dios quiere bendecirnos, Dios quiere bendecirnos dándonos salud. Dios quiere bendecirnos dándonos soluciones financieras para nuestros problemas. Dios quiere bendecirnos dándonos mejores trabajos. Dios quiere bendecirnos sanando nuestro matrimonio y ganando a nuestros hijos para el Reino de Dios. Dios quiere bendecirnos iniciando ministerios nuevos en nuestra vida. Dios quiere bendecirnos trayendo revelación en nuestros sueños y desatando dones.

Pero, hermanos, muchos de nosotros estamos adormecidos. Somos como el personaje de la parábola de los talentos, que Dios le dio a cada uno un talento. Y le dio ciertas medidas: a uno le dio cierta cantidad, a otro otra, a otro otra, porque Dios le da a todos sus hijos algo.

Pablo habla de movernos conforme a la medida de la fe que hemos recibido. Cada uno de ustedes tiene cierta cantidad de fe y qué podemos hacer nosotros. Creerle a Dios y entonces comenzar a movernos en la medida de fe que Dios nos ha dado y comenzar a rendir esa fe y expandirla, a desarrollarla más y más.

Y mientras nosotros nos movemos en fe, porque mire, la fe muchas veces no es algo que se siente. A veces si, yo creo que Dios puede, y quizás tenga ocasión de mostrarle un ejemplo de esto, a veces Dios puede poner en ti un fuego que es fe explosiva, es fe que se enardece, es fe que ruge como un león, es que se atreve a confrontar hasta las huestes del infierno en carne y hueso si es necesario, pero hay veces que la fe es algo que está dentro de ti y que tu vas a tener simplemente que creer que Dios te lo ha dado y a obrar puramente en obediencia.

Y aunque tu no sientas nada, dar un paso y creer que Dios está contigo. A veces Dios te va a pedir que vayas y le hables a alguien y compartas el Evangelio con una persona. Y tu no vas a sentir ningún poder, ninguna dotación especial, te vas a sentir inadecuado, pero tu tienes que escoger si obedeces a Dios en ese momento o si simplemente dices, ‘bueno, yo no me siento con fe, no me siento adecuado’.

Y cuando tu comienzas a caminar, en el momento de caminar, el poder de Dios comienza a fluir en tu vida. Y cuando te acercas a esa persona y comienzas a tartamudear y a hablarle, el poder de Dios comienza a moverse. Porque el poder de Dios se mueve en fe, para fe, para poder.

Cuando los 10 leprosos le dicen a Jesucristo ‘sánanos’, el Señor les dice, ‘está bien, váyanse y preséntense ante los sacerdotes. Y ellos habrán dicho, ‘bueno, pero nosotros no te pedimos que nos mandaras a donde los sacerdotes, te pedimos que nos sanaras’. Pero ¿saben qué? Ellos le creyeron al Señor, porque había un procedimiento que cuando una persona era sanada de lepra, tenía que presentarse ante los sacerdotes y ellos eran quienes certificaban que esa persona estaba sanada o no. Entonces el Señor los envía, no los sana, sino que les dice, ‘vayan y preséntense ante los sacerdotes’. ¿Qué pasa? Dice, que mientras iban caminando fueron limpiados porque es cuando tu le obedeces al Señor cuando tu comienzas a moverte.

Yo creo que en épocas como las que nosotros estamos viviendo de la historia donde el poder de Dios escasea y donde la iglesia no ha sido muy instruida en las manifestaciones del poder de Dios, la fe va a comenzar a fluir como un débil hilito de agua y según el pueblo de Dios vaya ejercitándose en la fe, y haciendo obras de fe, ese poder de fe va a ir creciendo y manifestándose entonces en formas más espectaculares y más poderosas. Pero mientras tanto tenemos que proceder.

Si Dios te da la oportunidad de orar por un enfermo, imponle manos en el nombre del Señor, búscate una botellita de aceita Goya y camina con ella siempre en tu cartera, y si un gato se mueve y le falta pelo, ora por él en nombre de Jesús y pide que el Señor le devuelva el pelo al gato ese. Si hay una oportunidad de tu orar por alguien, mira, ora en nombre de Jesús y di, yo soy un hombre, una mujer de fe, yo soy un siervo del Reino de Dios, yo tengo poder en el nombre de Jesús y atrévete en el nombre del Señor, atrévete a proferir palabras de fe, atrévete a profetizar en el nombre del Señor.

Si tienes un sueño y tu crees que ese sueño tiene algún significado, órale a Dios, no simplemente diga, bueno, es que comí demasiado pasteles anoche y por eso.... No, cree, Señor, ¿qué tu me estás diciendo con esto? Escribe el sueño. Pídele al Señor sabiduría porque muchas veces Dios nos está dando cosas y no las creemos, no las recibimos y entonces contristamos al Espíritu Santo y el poder de Dios entonces no se manifiesta con más poder en nosotros. ¿Por qué? Porque la iglesia de Jesucristo está operando en una mentalidad secular en este tiempo.

Y si usted dice, oh, Dios no se mueve así, pues, mira así va a pasar. Dios no se va a mover así porque conforme a tu fe te será hecho, dice la palabra del Señor. Y yo predico este mensaje en el nombre de Jesús para abrir nuestros corazones. Yo me lo predico a mi mismo, le pido, Señor que esto no se quede solamente en mera teoría, pues queremos ser un pueblo de fe. Nosotros queremos abrir nuestra mente para que tu poder se pueda manifestar. Queremos ser vasijas vacías que tu puedas llenar con tu gracia y con tu poder. ¡Aleluya!

Dios necesita vasijas hambrientas, deseosas de que el poder de Dios se manifieste. Yo quiero en el nombre de Jesús activar nuestra perspectiva sobrenatural a través de estos sermones. Yo quiero que nosotros nos convirtamos en gente que le creamos a Dios y muchas veces el creerle a Dios va a significar caminar por un tiempo en el desierto tratando de hacer cosas y nada sucede, pero uno sigue y sigue, y sigue hasta que se destapa la tubería del cielo y comienza a fluir el poder de Dios.

En muchas ocasiones vemos eso en la Escritura, Dios le dijo a Elías, va a llover porque Elías profetizó que cuando él dijera que iba a llover, iba a llover. ¿Ustedes recuerdan la historia? Elías edificó un altar, vino el fuego del Señor, los falso profetas de Baal fueron destruidos y el pueblo estaba listo para recibir la bendición de Dios. ¿Y qué pasó? Elías se fue a un monte, desde donde podía ver el mar, y estuvo esperando allí y no pasaba nada. Y mandó a su criado varias veces y el criado fue a ver si se veía una nube, no había llovido en Israel por muchos años. No se veía una nube por ninguna parte y el siervo va varias veces.

¿Por qué Dios pone esas cosas ahí? Porque, hermanos, muchas veces es así, la fe depende de uno desear, de uno atreverse, de uno tocar insistentemente, de uno probarle a Dios, por así decirlo, que yo le creo a Dios lo suficiente como para esforzarme un poco más de lo común.

Óigame, porque si Dios nos diera las cosas inmediatamente, ¿saben qué? nuestra fe siempre sería una fe raquítica. Seríamos como los bebés, que cada vez que lloran ahí viene la mamá a meterle el chupete en la boca de una vez. Entonces, ¿qué pasa? El niño no desarrolla complejidad emocional, no desarrolla paciencia, no aprende a esperar, no aprende a disciplinarse en su dormir. ¿Y qué hace la mamá? Lo deja llorar allí hasta que pase mucho tiempo, ¿no? Y así el bebé va aprendiendo, que hay una diferencia entre la mamá y él. Los bebés no trazan diferencias muchas veces entre su propia personalidad y los adultos, son como una extensión de ellos, en su mente ultra infantil. Pero cuando lloran y no viene enseguida la comida, ellos dicen, ah, espérate, mi mamá no soy yo, son dos cosas diferentes. Allá está la mamá roncando a pierna suelta y él allá llorando allí. Y el bebé entonces aprende.

Algunos de los pastores aquí jóvenes están reconociendo exactamente lo que yo estoy diciendo. Yo no voy ni siquiera a mirar por ese lado para allá, ¿no? Uno los ve a veces que llegan así con los ojos todos deshechos y ahí arrastrando los pies. Pasaron una mala noche.

Pero, hermanos, Dios a veces hace que nosotros esperemos y que los primeros pasos que demos sean pasos en el desierto, y que tratemos y nada se da y que probemos y la bendición como que no fluye, pero que tenemos que seguir persistiendo, persistiendo, persistiendo.

Hay tantos pasajes en la Escritura que nos hablan de la persistencia de la fe. La fe está vinculada a la persistencia. La fe está vinculada a esfuerzos iniciales que no dan fruto pero que después si tu te mantienes, el Señor bendice y honra. Por eso es que tu no puedes darte por vencido inmediatamente, por eso es que tu no puedes esperar a que venga un angelito y te toque con una varita mágica y te salgan estrellitas de la cabeza para entonces tu darle al Señor y vivir una vida de poder, y de fe, y de autoridad y de atrevimiento en el nombre del Señor.

Dios te dice, No, primero muévete en fe y entonces yo te voy a bendecir. ¿Qué hace con la mujer, la viuda de Sarepta? Cuando Elías llega a la casa le dice,... mire qué interesante este pasaje, por ejemplo, Dios le dice a Elías cuando está en el arroyo de Querit, le dice, ve a donde una mujer viuda en la ciudad de Sarepta porque yo he dado orden de que ella te alimente. Y cuando Elías llega a la casa de esta mujer, metió en la computadora mapquest, y le dieron la dirección de ella, él llega donde esta mujer, esta mujer no sabe quién es Elías. Dios no le ha dicho nada a esta mujer, pero Dios dijo, yo he dado orden de que ella te alimente.

Usted ve, hermano, esto es maravilloso porque hay tantas cosas que Dios declara sobre su pueblo y hay cosas que ya Dios ha declarado sobre tu vida pero ahora falta que tu tires el cable para que lo que Dios ha declarado en el cielo, pueda bajar hasta la tierra y bendecir tu vida. Ese cable es fe. Ese cable es obrar aunque tus emociones, tu mente, tu voluntad digan, ‘no lo hagas porque hay peligro, te vas a resbalar y te vas a romper la cabeza’. Pero tu tienes que obrar en el nombre del Señor porque tu tienes que creer que Dios ha declarado cosas sobre tu vida. Dios ha declarado dones sobre tu vida. Dios quiere bendecir tu vida. Dios te ha llamado no para ser cola, sino para ser cabeza, dice la palabra del Señor. Dios ha dicho, porque yo se los pensamientos que tengo para tu vida, pensamientos de bien y no de mal. Y allí estás tu quejándote de lo injusto que es el mundo, lo malo que es la gente, lo mucho que te odian, lo poco que te comprenden, tus padres que abusaron de ti, que nunca dijeron nada bueno de ti, y Dios está diciendo, ‘pero yo los pensamientos que tengo para ti, pensamientos para bendecirte, pensamientos para darte el fin que tu deseas’.

¿Y a quién tu le vas a creer? A tus emociones, a tu mente, a tus experiencias, o le vas a creer a Dios que ha dicho, ‘yo he dado orden de que tu seas alimentado y de que tu tengas todo lo que tu necesitas.’

Dios le dijo a Elías en un ambiente donde había sequía, hambre por dondequiera. Hoy en día, oímos de problemas económicos, recesiones, deflaciones, inflaciones y todo este tipo de cosas y temblamos. Hermanos, cuando Dios te quiere bendecir, te puede bendecir en el medio del desierto. Dios puede ordenar cuervos que te traigan comida. Dios puede ordenar a Osama Bin Laden que venga y te bendiga, si es necesario.

Dios no conoce de limitaciones. Si nosotros le creyéramos al Señor, si nosotros nos armáramos de una fe agresiva que le crea a Dios y que espere bendición de Dios. Si hay algo que yo puedo decir, hermanos, yo vivo creyendo que Dios me va a bendecir, es algo que yo tengo en mi corazón y en mi espíritu, por eso a veces me meto en tantos líos, porque creo que Dios tiene buenas cosas para mi y que hay más bendiciones de las que ya yo he recibido y a veces eso me permite atreverme a hacer cosas que no parecen muy prudentes, pero yo le creo al Señor.

Y cuando uno vive con esa expectativa, esa fe, es una postura de fe. Yo creo que Dios nos da ese tipo de fe en diferentes medidas. Por eso Pablo dice, ‘... a otro fe por el mismo espíritu ...’ pero tu tienes una medida de fe. Hay en ti una medida de fe para hacer cosas grandes, y un poquitito de fe usado por un hombre, o una mujer que se atreva, ese poquitito de fe puede cambiar la historia de la humanidad, si tu le crees a Dios. Hay momentos así en que Dios nos habla y tenemos que pedirle al Señor, ‘Padre, dame discernimiento para creerte a ti y para creer’.

Raab, esta mujer también extranjera, Dios le dio una medida de fe en un momento dado. Jericó estaba listo para ser destruido y Dios envía unos espías hebreos que vienen a la ciudad y esta mujer recibe fe para creer que estos hombres vienen de hecho de Dios y que ella será mejor que haga su paz con ellos. Y cuando los vienen a buscar, porque se dan cuenta en el pueblo, de que han venido hombres extranjeros y son espías, ella los esconde, pero antes de esconderles les dice, ‘mire, yo los voy a esconder, vamos a hacer un trato: yo los escondo a ustedes, pero cuando ustedes entren a poseer la tierra, ustedes no van a matarme a mi ni a mi familia, me van a dar una visa de residente aquí ahora en mi pueblo, y van a perdonarle la vida a todos mis seres queridos’. Ellos dicen, ‘ok, vamos a hacer el trato’.

Ella los esconde. Vienen a buscarlos, ella les dice una mentira y los protege y entonces cuando vienen a destruir la familia de Raab y Raab quedan ilesos y eso ha cambiado el curso de la historia, porque a Raab la menciona todavía la Biblia y hoy la estamos mencionando aquí tres mil y pico de años después que ella vivió. Esta mujer creyó, recibió una medida de fe en un momento dado para identificar a esos hombres y para actuar sobre lo que ella estaba sintiendo y estaba viendo.

Y así, hermanos, Dios continuamente nos está hablando. Dios quiere que el pueblo de Dios se despierte. Yo siento que Dios me está diciendo ahora mismo, usted hermano, despiértate pueblo mío, abre tus antenas espirituales. Vive en la dimensión de la fe. Atrévete a creerme a mi, emprende cosas atrevidas. Quítate el velo que cubre tu entendimiento, el velo secular, el velo racional, el velo conservador, el velo de timidez, el velo de contar tus monedas antes de lanzarte y créeme y vive una vida agresiva, vive una vida atrevida. Atrévete a creerme a mi. Atrévete a pensar cosas grandes. Atrévete a concebir grandes proyectos. Atrévete a creer que tu destino es un destino grandioso y no un destino de anonimato y vive cada día esperando una directiva de mi parte. Vive cada día con tus órdenes en la mano esperando en cualquier momento que yo las voy a activar y voy a hacer algo grande en tu vida. Vive siempre a la expectativa de que yo voy a hablar a tu vida y te voy a bendecir en alguna manera, y te voy a usar en alguna manera.

Hermano, si tu te atreves a creerle a Dios de esa forma activar la fe de Dios en ti, tu vida va a cambiar completamente. Muchas de las cosas de las cuales yo disfruto en esta etapa de mi vida es porque hace años yo me atreví a creerle a Dios sobre algo, y todavía, les digo, lo mejor está por delante.

Y yo quiero creerle más y más a Dios cada día. Estos mensajes que yo estoy dando, los estoy dando proféticamente, inseminando el espíritu de mis hermanos, preñando el espíritu de mis hermanos, con la palabra profética de Dios y desatando esos dones en ustedes.

Hay fe que la persona la capta y se mueve sobre ella y esa fe hace cosas grandes, pero muchas veces hay cosas..... bueno, dejé un poquito a un lado.... déjeme coger, ya voy amarrando todo estos cabos sueltos.

Cuando Elías va donde esta viuda de Sarepta ya Dios ha dado la orden en el ámbito del espíritu, ya Dios dijo, esta mujer tiene que darte de comer. Pero cuando Elías llega a la casa, ella en el ámbito del tiempo, el espacio, la razón, la vida humana, no ha habido la conexión entre lo que Dios dice..... Dios quiere bendecir a esta mujer y quiere bendecir a su profeta y quiere bendecir incontables generaciones que van a leer esta historia que va a quedar registrada con una ilustración de fe en la Biblia.

Dios ha dado todo eso, en su mente eso está ya registrado pero ahora falta que todas esas conexiones se hagan en la tierra. Elías llega a la casa, la mujer no lo reconoce, pero Elías le dice, ‘mira, mujer, dame algo de comer, dame algo de comer’. Y esta mujer le dice, ‘mira hermano, lo siento en el alma, lo único que nos queda es un poquito de harina, un poquito de baking powder y estoy añadiendo algo ahí al relato, y un poquito de aceite, y mi hijo y yo estamos preparándonos para hacer esto, comérnoslo y morirnos porque ya no hay más comida en toda la tierra.

Usted ve, hay obstáculos, Dios va a inclusive a veces que vengan obstáculos artificiales para que tu aprendas a desarrollar músculos. Muchas veces Dios no contesta inmediatamente lo que tu anhelas porque él quiere que tu desarrolles músculos, porque si él te da inmediatamente no los desarrollas esos músculos espirituales. Vemos a Dios una y otra vez poniéndonos a esperar porque a veces nuestra mente no está preparada para lo que estamos pidiéndole al Señor, nuestras emociones no están alineadas con la magnitud de lo queremos hacer, nuestra fe no ha llegado a ese nivel. No se ha cumplido toda justicia, la controversia entre Dios y el diablo concerniente a ese milagro que Dios quiere que se de no están totalmente resueltas, y Dios tiene que poner todas las cosas, como un juez legalmente en orden antes de soltar la bendición. Por eso muchas veces nosotros le pedimos al Señor, usted no saben qué luchas se están dando en el reino espiritual hasta que usted reciba la bendición que Dios quiere darle a su vida.

Job no entendía que lo que estaba pasando en el ámbito humano tenía que ver con una controversia legal que se estaba dando en el reino del espíritu entre Dios y Satanás. Hay cosas que Dios quiere dar y soltar. Yo creo, por ejemplo, que León de Judá Dios tiene un propósito para esta iglesia y para este ministerio. El domingo pasado mientras estaba sentado con la esposa de Adlan, esa muchacha me dijo algo que hace años yo vi en un sueño, ella ha ido a muchas iglesias viajando con su esposo y siente opresiones que hay en esas iglesias demoníacas. Pero ella dice que en esta iglesia ella discernió una lucha. Hay una opresión, el diablo está forcejeando para impedir que lo que Dios ha declarado sobre esta iglesia se cumpla.

Y yo se que hay un forcejeo en el ámbito del espíritu para que lo que Dios ha declarado sobre este ministerio no se de. Ahora, nosotros aquí en el ámbito del tiempo y del espacio seguimos business as usual, hacemos las cosas que hacemos: predicamos, venimos a la iglesia, diezmamos, cantamos, pero yo se que hay una dimensión de poder que Dios quiere soltar que todavía no ha sido soltada y eso tiene que ver con una lucha demoníaca que tiene que ser resuelta. Hay opresiones, hay cosas que tienen que ser arregladas, hay asuntos legales que tienen que ser resueltos, ¿entienden?

Ahora, nosotros seguimos trabajando, yo sigo moviéndome en toda obediencia en lo que puedo al Señor, y a veces me impaciento, pero a veces entiendo. Cuando tengo entendimiento se que hay una dimensión en la cual yo mismo no me puedo meter ni siquiera. Ahora, nosotros podemos hacer algo, cuando Dios despierte a León de Judá y nuestra gente se santifique, se entregue, comiencen a ayunar, a orar, a no descorazonarse, vienen un miércoles cuando llamamos a oración, pero el próximo ya se les gastó la batería y ya decae el ánimo.

Pero hay luchas espirituales, hermanos, hace años yo tuve un sueño. ¿Si tienen un momentito, lo puedo compartir con ustedes? Yo tuve un sueño hace como 15 años: yo por 3, y el sueño se dio en el cementerio que está detrás de Park Street Church, donde están enterrados gente del siglo 18 y el siglo 17. En ese tiempo yo no pensaba en nada acerca de Nueva Inglaterra, en avivamiento, nada de esas cosas, le aseguro. Yo estaba allá en Cambridge comenzando mi ministerio.

En ese sueño, de nuevo, ese cementerio colonial detrás de Park Street Church, y yo creo que entiendo por qué, ahora que trabajo con Coventant for New England y que hablamos de avivamiento que Dios quiere traernos a Nueva Inglaterra, los puritanos, una cantidad de cosas. Pero en ese sueño yo vi en ese cementerio colonial 3 montecitos que eran como tumbas, 3 montecitos como cuando se entierra una persona y todavía queda el montoncito de tierra, en aquellos tiempos cuando se enterraban la gente. No había máquinas para apretar la tierra, etc. Y a la cabeza de cada uno de esos 3 montoncitos había una lápida muy parecidas a las lápidas que vemos en esos sitios ya afinadas por el viento y la lluvia, que lo que queda es como un platito fino y delgado porque ya llevan cientos de años siendo estremecidas por el viento y por los elementos.

Había 3 lápidas así, enfrente de cada una de esos montones y yo comencé a orar para que el Señor.... yo sabía que habían sido 3 niñas que habían muerto y que estaban enterradas allí, entonces yo comencé a orar para que esas criaturas fueran revividas, fueran resucitadas. Y hubo un estremecimiento y lo que salió encima de las 3 lápidas eran 3 muñecas, no tenían vida. Y yo entendí en el sueño que Satanás había malogrado el milagro. Entonces yo seguí orando, y seguí orando y forcejeando y orando en lenguas y esas 3 muñecas se convirtieron en 3 criaturas vivientes, saludables y lozanas. Y el Señor me dijo en mi entendimiento que en la primera el diablo había forcejeado, había querido impedir que el milagro se diera. No lo había podido impedir completamente pero había impedido que la vida se manifestara y finalmente hubo que seguir peleando para que viniera vida a esas criaturas, como los huesos secos, que primero estaban tendones y todo lo demás pero le faltaba el espíritu de Dios.

Y yo entendí claramente, Dios quiere traer milagros, Dios quiere traer señales, prodigios, grande avivamiento, que esas muñecas, esos muñecos sean avivados y convertidos en vida, pero el diablo sabe lo que eso implica y está forcejeando con todo el poder que él tiene para impedir que la gracia y el poder de Dios se manifieste para vida, impedir que venga el avivamiento que Dios quiere traer a esta región. ¿Usted entiende?

Y así, hermanos, en nuestras vidas, en la vida de cada uno de nosotros muchas veces hay controversias demoníacas, hay situaciones que primero tienen que ser arregladas para que la bendición que Dios tiene venga a nuestras vidas. ¿Y qué vamos a hacer nosotros? ¿Vamos a luchar, vamos a persistir, vamos a orar, vamos a clamar, vamos a arreglar nuestras vidas, vamos a atrevernos en el nombre del Señor o nos vamos a quedar pusilánimes acostados y dejar que el diablo se salga con la suya? De ninguna manera, en el nombre del Señor, vamos a persistir, vamos a arreglar nuestras vidas.

Aquí hay guerreros, aquí hay hombres y mujeres que Dios va a hacer grandes cosas a través de ellos. Aquí hay ministerios que Dios está declarando y nosotros tenemos que escoger si nos vamos a quedar pequeñitos o vamos a lanzarnos detrás de nuestra bendición y la vamos a arrebatar sea como sea, como la mujer con el flujo de sangre. Vamos a arrebatarle poder a Dios.

Sino el peligro está en eso. Yo les dije que iba a darles una ilustración negativa y con eso voy a terminar. No quiero terminar con una ilustración negativa, pero a mi siempre me ha cautivado el ejemplo un rey del Antiguo Testamento que cuando Eliseo, el gran profeta de Dios, está muriendo en su lecho de muerte, este hombre que es creyente a medias, como tanto evangélico y desgraciadamente algunos de nuestra congregación. Son creyentes a medias, este rey para su crédito, no era un hombre idólatra, no era un hombre malévolo como tantos otros reyes de Israel, pero no era un creyente de fe, no era un hombre que vivía una vida que tenía comunión íntima con Dios, pero tiene la cortesía de venir a visitar a Eliseo en su lecho de muerte. Y Eliseo, con la última carga de poder profético que le queda le dice al rey, ‘Toma un puñado de flechas en tu mano y golpea la tierra’, y este rey obedeciendo al profeta pero no entendiendo el momento clave, estratégico que se está dando en ese instante en su reinado, no entendiendo que es el poder de Dios que está concertando un acto profético divino, toma las flechas en su mano y golpea 3 veces, como para complacer a este hombre ya que está en las últimas y que quizás está un poco senil, y por eso lo ha puesto a hacer esa tontería. Golpea la tierra 3 veces indiferentemente.

Yo me imagino que el profeta con la última cantidad de fuerza que le quedaba se irguió sobre su cama y le dijo, ‘ Si tu hubieras golpeado la tierra 4 ó 5 veces hubieras destruido a los sirios hasta que no quedara ninguna’.

Siria era el país enemigo que más saña tenía contra Israel. Era el aguijón de Israel. Era un imperio poderoso que luego hizo daño terribles a la vida nacional de Israel. Y Dios en ese momento, usó al profeta para darle un regalo a este rey para destruir completamente esa nación enemiga hasta que no quedara ninguno. Entonces, Eliseo le dijo ‘como golpeaste la tierra solamente 3 veces, 3 veces vas a derrotar a los sirios, pero si hubieras golpeado 4 ó 5 veces los hubieras derrotado totalmente y te hubieras quitado esa amenaza de tu vida nacional y de tu gobierno.

¿Qué pasa, hermano? Usted ve, hay cosas que Dios quiere hacer en nuestras vidas. Compare la viuda de Sarepta con este rey. A los dos se le pidió que hicieran cosas diferentes, a ninguno de los dos se le garantizó nada. Ellos no tenían nada que le garantizara ciento por ciento que lo que iban a hacer tenía significado. La viuda de Sarepta, Elías le dijo, ‘dame de comer a mi primero y entonces tu vas a ver que no te va a faltar comida por el resto del tiempo que dure esta sequía.’ Y ella le creyó y se atrevió. Yo no creo que ella recibió de momento una carga de poder espiritual de fe, ella simplemente se atrevió a hacerlo por obediencia y fue bendecida. Nunca le faltó comida a ella ni a su hijo por el resto del tiempo que duró el hambre. Es más, en un momento su hijo muere y el profeta que está presente lo resucita. Mire qué gran bendición.

El otro rey, fue mediocre. No desobedeció completamente, pero tampoco obedeció entusiastamente y eso es lo que pasa en nuestras vidas. ¿Usted ve? Usted está aquí, usted está recibiendo palabra, usted viene para su crédito está aquí hoy en vez de estar en otro lugar. Usted busca de Dios, usted ama al Señor pero hay cosas en su vida que usted todavía no tiene totalmente arregladas. Y como ese profeta usted no va a poder recibir todo lo que Dios tiene. Usted va a recibir una medida de bendición genérica, pero no la bendición específica, poderosa, abrumadora, transformadora que Dios quiere traer a su vida.

Solamente la gente que vive en el plano sobrenatural, solamente la gente que se atreve a creer a Dios. Mis hermanos, Dios tiene muchas cosas que él quiere hacer en su vida.

Le pido a los músicos que pasen por acá. Oh, hermanos, ¿estás tu dispuesto el llamado de Dios? ¿Estás tu dispuesto a hacer lo que Dios te ha llamado a hacer? Hay una medida de fe que Dios ha dado a tu vida, ¿estás tu dispuesto a vivir en esa medida de fe? Como el hombre que recibió su talento a multiplicarla. Y cuando te mueras que quede un residuo mucho mayor que la fe original que Dios puso en tu vida, porque de eso se trata: tomar el don de Dios y multiplicarlo por medio de la acción y el ejercicio atrevido, agresivo, militante, en fe. Vivir tu vida en fe.

Dios ha puesto un talento en ti. Dios te ha dado una medida, ¿con qué excelencia vas tu a vivir la vida cristiana? ¿Con qué nivel de entrega, con qué nivel de atrevimiento, con qué nivel de diligencia? Hermanos, Dios está pidiendo un grupo de hombres y mujeres que lo sirva puntillosamente, que lo sirva excelentemente, que lo sirva como si Dios estuviera enfrente cada día.

A mi me gusta como dice Elías, ‘vive Jehová, ante cuya presencia estoy’. Hermanos, oigan si usted y yo viviéramos la vida cristiana como si estuviéramos ante la presencia de Dios, si yo desempeñara mis dones y mis talentos y mi ministerio como si yo estuviera siempre ante la presencia de Dios, ¿usted cree que yo estaría aquí? Eso es lo que yo deseo, y tengo que esforzarme en esa dirección. Dios me usaría mucho más, Dios le podría usar a usted mucho más para cosas grandes y poderosas y terribles, pero Dios está esperando un hombre, una mujer que le crea.

Dios dice en su palabra ‘busqué un hombre que se parara en la brecha entre el pueblo y yo para no destruir la tierra y no lo encontré’

Este es el tiempo decisivo en la historia de la humanidad y Dios está buscando hombres y mujeres que se atrevan a creerle y a vivir la vida al filo de la espada. Por qué no te unes tu a ese ejército. En esta tarde yo derramo fe en tu vida en el nombre de Jesús.

Ponte de pie. Vamos a pedirle al Señor, (tócame algo allí con un poquito de fe, que me mueva la fe mi también. Amen) Como Eliseo que le dije ‘busque un tañedor por allá, alguien que me toque algo para yo hacer lo que tengo que hacer en el nombre de Jesús.

Oh, vamos a pedirle al Señor que aumente la fe en nosotros. Vamos a pedirle al Señor algo de ánimo de fe allí. Pídale al Señor que te unge ahora con fe para tocar eso, ahí. Vamos en el nombre de Jesús, vamos a pedirle al Señor que traiga fe a su pueblo. Levanta tus manos si tu quieres y pídele a Dios, ‘Señor, yo quiero ser una vasija vacía en este momento. Llena mi vasija con tu aceite. Envía tu aceite a mi vida, Señor, envía tu aceite. Oh, queremos que el aceite de Dios descienda sobre el pueblo de Dios, en el nombre de Jesús.

Padre, comienza conmigo, te pido perdón por subestimar la seriedad de lo que tu me has llamado a vivir y te pedimos perdón como iglesia, Padre, porque no estamos a la altura de tu excelencia y de tu grandeza, no estamos a la altura del momento que estamos viviendo, Padre, por esta palabra proclamada, Señor, yo pido en el nombre de Jesús que nuestros pecados sean neutralizado, Padre, y que tu abras las entrañas de nuestro corazón, que tu añadas capacidad, Señor, a nuestro espíritu para recibir todo lo que tu tienes para nosotros en esta tarde, en el nombre de Jesús.

Yo declaro la unción de Dios, declaro la unción de Dios sobre este pueblo. Padre, yo desato en el nombre de Jesús un mover sobrenatural, un mover sobrenatural. Padre, yo declaro que las mentes se abren, los intelectos se abren, las voluntades se abren, los espíritus se abren para entender lo que tu estás diciendo en esta tarde y lo que tu estás haciendo en esta tarde.

Padre, yo reprendo todo espíritu de torpeza en el nombre de Jesús, toda mente cerrada en el nombre de cristo ahora mismo. Declaro sea abierta. Ábrete en el nombre de Jesús. Declaro que los espíritus se abren en el nombre de Jesús para recibir la impregnación del poder de Dios sobre tu vida en el nombre de Cristo. Derribo principados y potestades en el nombre de Jesús, todo velo que cubre el entendimiento del pueblo de Dios, lo descorro en el nombre de Cristo ahora mismo.

Padre, por tu palabra que ha sido proclamada, en el nombre de Jesús desata hombres y mujeres de fe, hombres y mujeres llenos del Espíritu Santo, hombres y mujeres con fuego en sus ojos, Señor, hombres y mujeres como David que se enardezcan cuando Goliat esté insultando al pueblo de Dios y al Dios de los ejércitos.

Oh, Señor, ten misericordia de nosotros. Tenemos hambre y sed de ti. Tenemos hambre y sed de ti. Queremos más, Señor, Queremos más. Muévete con poder. Ayúdanos a vivir vidas que te honren, Padre. Suelta lo que has de soltar, Señor, quita la tapa sobre esta congregación, Padre. Frena la obra del diablo, Señor, ata los principados y las potestades, Señor. Quita, oh Dios, el techo de bronce, Padre, que haya cielos abiertos, Señor, que haya cielos abiertos, Padre, para que baje tu unción y para que suba nuestra oración hasta tu trono, Señor.

Activa tu poder. Oh, queremos más, Señor, queremos más. Sabemos que estamos simplemente al borde de algo grande que tu tienes para dar. No hemos entrado en Canaán todavía, Señor, no estamos en tu tierra prometida, pero necesitamos y sabemos que tu nos quieres allí, Señor. Muévete, Espíritu Santo, muévete, muévete.

Oh, hermano, agoniza delante de Dios por un momento, agoniza delante de Dios, que no haya una sola alma que no esté clamando ante el Señor en esta momento pidiéndole a Dios una visitación fresca de su espíritu. Vamos a clamar al Señor, vamos a pedirle al Señor que se mueva con poder, que haga la obra en medio de su pueblo.

Padre, yo suelto el espíritu de fue, suelto el don de fe, suelto la medida de fe, Señor. Oh, en el nombre de Jesús activa fe, activa fe, oh activa fe, Señor. Señor, distribuye fe en medio de tu pueblo, Padre. Distribuye fe en medio de nosotros, activa el poder de la fe, oh Señor, para hacer cosas grandes.

Levántate una congregación de fe, en el nombre de Jesús, yo pido fe para mi mismo y fe para mis hermanos. Oh, fe para creerte, Señor, fe para atreverme a emprender cosas grandes. Oh, fe para meterme en problemas, Señor, de los cuales solo tu nos puedes sacar, Padre, en el nombre de Jesús.

Abre los ojos, Señor, de nuestro entendimiento espiritual. Recibe, mi hermano, pídele a Dios que te de en tu mano un don, una fe especial. Atrévete a creerle a Dios en esta tarde. Atrévete a creer que Dios está haciendo algo aquí y ahora mismo, ahora mismo, ahora mismo, ahora mismo, en el nombre de Jesús, ahora mismo, hay fe, hay fe que se está moviendo en el pueblo de Dios.

Hay un bautismo fresco del Espíritu Santo que está cayendo sobre el pueblo de Dios. Hay unción de Dios.

There is a fresh anointing of God falling on the people of God.

Hay unción de Dios que está cayendo sobre el pueblo de Dios. Hay poder, hay poder. Recibe el poder en el nombre de Jesús. Recibe la gracia del Señor, recibe la gracia del Señor, recibe fe en el nombre de Jesucristo.

Esto no es mera emoción, esto es la realidad de Dios. Atamos todo el poder del diablo que quiere impedir que el milagro se de en el pueblo de Dios. Yo declaro, en el nombre de Cristo poder, poder, fe para creer, la mentes se abren, toda duda es cancelada en el nombre de Jesús. La fe fluye, la fe comienza a fluir en el pueblo de Dios. Esa fe se activa en el nombre de Cristo. Yo lo declaro por esta palabra que estoy diciendo en el nombre de Jesús. Esa palabra no caerá a tierra hoy, se activan ministerios en esta iglesia, hoy se activa poder de fe en esta iglesia, hoy se activan milagros y prodigios y señales, y sanidades que van a surgir como resultado de esta palabra que yo estoy declarando en nombre de Jesús.

El pueblo de Dios se impregna con fe, con milagros, con revelaciones, con mover de Dios. El pueblo de Dios se impregna ahora mismo con el poder de Dios. Ahí en tus entrañas está la palabra de vida, está la semilla de Dios, está la semilla de Dios, está la semilla de fe. El Señor te impregna con su espíritu. Ahora tu muévete en esa fe. Da pasos de fe. Atrévete a creerle a Dios en el nombre de Jesús, en el nombre de Jesús.

Padre, gigantes cristianos espirituales se levantan ahora, oh Dios, hombres y mujeres caminan con paso pesado sobre la tierra, difíciles de ignorar. ¡Aleluya! Rompemos cadenas, yo rompo cadenas en el nombre de Jesús, ahora mismo. Derribo principados, potestades ahora en el nombre de Jesús. ¡Aleluya!

Rompo trampas del enemigo, deshago ataduras en el nombre de Jesús aquí y fuera de aquí en el nombre de Cristo. Declaramos el poder de Dios moviéndose y avanzando y llenando la tierra. ¡Aleluya! Una invasión del poder de Dios.

Gloria al nombre de Jesús. Gloria al nombre de Jesús. Recibimos unción fresca, recibimos unción fresca de Dios en esta tarde. Gracias Señor. ¡Aleluya! Nos llenamos, nuestras alforjas se llenan de tu unción, Padre. Vasijas llenas de la unción de Dios. Vasijas llenas de la unción de Dios. Gracias, Padre. Gracias, ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya! Denle un aplauso al Señor. Reciba eso, eso es de Dios.

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Reflejamos la creatividad de Dios

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Las cosas que hemos estado predicando en estos domingos acerca de los dones del Espíritu Santo, la vida llena del Espíritu Santo, el movernos en el poder y la unción del Espíritu Santo. Yo creo que Dios ha querido darnos una ilustración gráfica de eso a través de este momento.

Tenemos un Dios que, su intención ha sido bendecir a su iglesia con todos los nutrientes, todas las destrezas, todos los recursos que la iglesia necesita para enriquecer su vida y para acometer las diferentes tareas que el Señor le ha encomendado hasta que él venga.

Mi esposa me decía mientras estábamos aquí un momentito sentados, que cuando estaban tocando el primer número con el grupo musical ella, si interpreto bien sus palabras, tuvo una especie de visión del Señor moviéndose sobre las aguas diciendo, ‘Sea la luz, sean los peces del mar, las aves del cielo, los árboles de la tierra’. Y no es coincidencia que esa música provocara ese tipo de visión porque nosotros tenemos un Dios eminentemente creador, esa es la esencia de la naturaleza de Dios.

Dios es un Dios creador. Él es el primer creador del universo. Dios es un escritor de novelas y cada uno de nosotros somos protagonista de una de las novelas de Dios. Dios es un escritor de poemas y nuestras vidas son poemas vivos que se viven delante de la presencia del Señor. Dios es un escritor de canciones y de melodías.

Los filósofos de la edad Media pensaban que los planetas al girar alrededor de sus órbitas y de los soles que los ciñen a su atracción, evocan una música y lo han llamado, ‘la música de las esferas’, el zumbido de los planetas.

Si uno pudiera escuchar con oídos sobrenaturales esos planetas dando vueltas alrededor del sol, a miles de millas por hora, emiten un sonido que glorifica al Señor. Dios es un ser eminentemente musical. Si nosotros podemos concebir melodías y ejecutarlas y componer melodías es porque Dios puso esa melodía en nuestro corazón y en nuestro espíritu, porque él quería que nosotros, hechos a su imagen y semejanza, reflejáramos su creatividad.

Y Dios es un Dios que crea vida y por eso ha puesto en nosotros la capacidad de procrear vida también en una manera menor, evidentemente, pero de todas formas es una imitación de su capacidad para crear vida. Dios ha puesto en nosotros dones científicos para ordenar el mundo que él nos ha concedido, ha puesto en nosotros capacidad científica para escudriñar los secretos que él ha codificado dentro de la naturaleza. Y él se goza cuando sus hijos descifran las adivinanzas que él ha puesto dentro de la naturaleza y sobretodo cuando sus hijos le dan gloria al Señor por esos descubrimientos.

Hace poco, en los últimos días la ciencia está celebrando uno de los grandes triunfos del avance científico del siglo XXI. Se han descubierto unas nuevas formas de crear unas células, stem cells, que pueden asumir ciertas formas y que en un futuro, no muy lejano, dentro de unos 5, 7, 8 años, y ya se están haciendo cosas maravillosas, estas células podrán recrear tejidos y sanar órganos destruidos y crear nueva piel, y nuevos nervios y nuevos músculos y parte de, mi imagino, del cerebro humano y otras cosas, y enfermedades podrán ser sanadas a través del injerto de células saludables que se regenerarán entonces y restaurarán tejidos dañados y deshechos. Esto promete revolucionar la humanidad.

El hombre es eminentemente creativo porque tiene la esencia de un Dios creativo dentro de él. Nosotros reflejamos la creatividad de Dios. Y dentro de cada uno de nosotros se mueve la creatividad de Dios, lo que pasa muchas veces es que muchos de nosotros, por razones de circunstancias en la vida y tantas otras cosas que nos matan la creatividad, o no nos dejan ponernos en contacto con nuestra creatividad, o nos impiden desarrollar nuestra creatividad al nivel que Dios quiere que esa creatividad se lleve a cabo. Pero cada ser humano, yo creo, nace con una dotación de Dios, con un toque, con una impresión del espíritu divino y todo ser humano potencialmente puede llegar a ser cosas grandes y poderosas.

Lo importante es que nosotros creamos en la chispa de Dios que está dentro de cada uno de nosotros. Ahora, lo que yo acabo de decir se aplica a toda la humanidad pero se aplica sobre todo a la iglesia de Jesucristo. Si tu eres un miembro del pueblo de Dios, yo quiero que tu sepas que en una forma muy especial tu llevas la dotación del poder de Dios dentro de ti. Tu tienes el don de Dios dentro de ti. Tu tienes una capacidad para hacer cosas que al hombre natural no le es posible y todo depende de que tu creas esto y que tu lo recibas en tu corazón y que entonces vivas al nivel de esa creatividad que Dios ha puesto en ti.

En la epístola a los Efesios, el Apóstol Pablo dice lo siguiente: “.... bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo...”

Fíjese que Pablo está hablando en pretérito, en términos pasados diciendo que Dios nos bendijo con toda bendición espiritual. Dios cuando profirió la creación de su iglesia junto con la creación de su iglesia declaró dones y bendiciones que comenzaran a circular por los aires donde corriera su iglesia. Y cada vez que una persona entra al ámbito del Reino de Dios la bendición de Dios, la energía divina corre a través de esa persona y esa persona recibe el poder y la potencialidad para hacer cosas grandes en el nombre del Señor Jesucristo.

¿Cuántos creen eso? Por lo menos digan amen aunque no se lo crean. Dios nos ha bendecido con toda, digan todos ‘toda’, toda bendición espiritual. Eso quiere decir hermanos, que aquí entre nosotros hay dones musicales, hay dones literarios, hay dones científicos, hay dones educativos, hay dones organizativos, hay dones de liderazgo, hay dones sobrenaturales, como dones de sanidad, de profecía, de liberación de espíritu, discernimiento, fe, milagros, sanidades. Eso dones están porque Dios nos bendijo con toda bendición espiritual.

Oh, si el pueblo de Dios se atreviera a creer eso y a vivir en esa fe y en esa creencia, pero desgraciadamente lo que el Señor me dijo allí mientras yo trataba de aunar lo que ha pasado aquí con la palabra que quería predicar que cambié completamente. Yo me decía, háblales acerca de la importancia de que desarrollen los dones que yo he puesto en ellos.

Y en realidad, el pasaje clave para este proceso se encuentra en Segunda de Timoteo, Capítulo 1, versículo 6, donde el Apóstol Pablo le dice a Timoteo:

“... por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos, porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía sino de poder, de amor y de dominio propio. ..”

El Apóstol Pablo le está escribiendo a Timoteo, un joven pastor, un siervo del Señor. Timoteo ya está en los caminos de Dios. Timoteo ya está siendo usado por el Señor pero el Apóstol Pablo le escribe a este pastor, a este ministro y le dice, ‘Timoteo, te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti’.

Mire lo primero allí: Timoteo tenía el don de Dios dentro de él, así como tu tienes el don de Dios dentro de ti. Y Timoteo, sin embargo necesitaba avivar ese don que estaba dentro de é. Timoteo necesitaba enfocar ese don y desarrollarlo a un nivel mayor.

Dios ha puesto un don en tu vida. Dios ha puesto una dotación de poder en tu vida y muchos de nosotros no llegamos a desarrollar esos dones, como yo decía antes, porque o nunca nos hicieron pensar que teníamos nada de importancia dentro de nosotros. Desgraciadamente quizás nuestros padres estuvieron tan involucrados en su trabajo y tan en déficit en su vida, que nunca tuvieron el tiempo o la sabiduría para hacernos creer que nosotros teníamos algo digno de desarrollar dentro de nosotros.

Yo me alegro que estos hermanos, Delmi Martínez, es una mujer que creen en los dones de Dios y sus dos niños están en ese grupo que bajó allá y ella siempre ha querido, con su esposo, cultivar el don de la música en sus niños, porque cree que Dios le ha dado ese don y ellos tienen una curiosidad muy grande por la música.

Y qué bueno que esos padres invierten en sus niños y tienen la diligencia de decirme, ‘pastor, podemos traer a los niños aquí abajo y orar por ellos’. Eso puede gravar algo en el corazón de esos niños. Eso puede ser un acto profético a través de lo cual la bendición de Dios se desate dentro de ellos.

Adlan decía que alguien le regaló un pianito cuando tenía 3 años. ¿Cómo se sentirá esa persona si todavía está viva viendo a Adlan tocar de esa manera? ¿Se habrá imaginado esa persona que ese pianito iba a convertirse en un pianote un día y que iba a correr los países del mundo enriqueciendo y bendiciendo la iglesia y edificando al pueblo de Dios? Pero esta persona fue movida a dar eso.

Hermano, nunca escatimes una posibilidad de bendecir a alguien con una palabra de afirmación, con una inversión en sus vidas, con un regalo. A los niños, hermanos, en vez de estarles regalando revólveres y monstruos por allí, vamos a regalarles libros en el nombre del Señor, amen, vamos a regalarles instrumentos musicales en el nombre del Señor, amen. En vez de regalarles jueguitos que los hipnotizan y les matan la creatividad porque no usan su cerebro, vamos a regalarle programa de computadora, vamos a comprarle una computadora.

Hermanos, muchos de nosotros estamos ahí economizando dinero para que algún día que esto que lo otro, y nuestros hijos están languideciendo muchas veces y no les estamos regalando las cosas que pueden recibir para desarrollarse en sus intelectos y sus espíritus, y sus emociones. Tenemos que invertir en esas cosas, hermanos. Yo prefiero en cualquier momento invertir un dólar en la educación de mis hijas que en cualquier otra cosa de esta tierra porque yo no voy a estar esperando a que el día que me muera les voy a dejar una herencia, quién sabe qué será de esa herencia de aquí allá. Si yo puedo ahora bendecirlas educándolas, llevándolas a un museo, enseñándoles cómo comer en un restaurante, cómo ir a un salón de música sinfónica, o a un lugar aunque se aburran, pero quiero exponerlos a esas energías y que se acostumbren a ellas, porque uno no sabe cómo de ahí el don de Dios puede ser activado, cómo ahí en ese lugar como se rozó el don que Adlan tenía con ese pianito y se despertó un gigante.

Y muchas veces nosotros podemos ser usados por Dios en esa manera, para regalarle a alguien algo, para darle una palabra de afirmación, para orar por ellos, para desarrollar el don de Dios que está en ellos. Si usted ve un joven por allí cabizbajo y desanimado, no vea un fracaso, vea algo de Dios que se está desperdiciando y acuda y ponga su mano sobre ese joven, estimúlelo, anímelo, bendígalo y si es posible, ore por él y declare proféticamente el desarrollo del don de Dios en su vida. Crea en el poder de Dios en usted para desarrollar esos dones, hermanos.

Dios dota a su pueblo. Cuando Dios llama a un pueblo y cuando Dios hace pacto con ese pueblo, es porque Dios quiere bendecirlo, no es posible tener una relación íntima con Dios y no ser enriquecido y ser impregnado con la vida y el poder de Dios.

Cuando Dios llamó a Abraham le dijo ‘Abraham, en ti serán benditas todas las naciones de la tierra’. Y cuando Dios le leyó la herencia y su pacto al pueblo judío cuando apenas entraban a la tierra de Canaan, les dijo ‘yo los voy a hacer cabeza y no cola, ustedes van a dar prestado y no van a tomar prestado. Ninguna de las enfermedades de Egipto caerán sobre ustedes. No habrá en ustedes matriz estéril, habrá abundancia material en sus vidas, y yo les bendeciré mientras ustedes se mantengan apegados a mí, yo les voy a bendecir....’

Y hermanos, yo quiero decirles que como su pastor, cada vez que yo miro sobre ustedes y predico sobre ustedes, yo veo el gran potencial que tiene esta comunidad para hacer cosas grandes para gloria del Señor, para romper cadenas del diablo sobre nuestra ciudad, para bendecir a la ciudad, para crear jóvenes llenos del Espíritu Santo.

Yo veo esos jóvenes allá arriba y yo veo el potencial, I see the great potential of God in your lives, young people. I see the goodness of God in your life. I see winners. I see young men and women that have the potential to do mighty, wonderful, powerful things for the glory of God. I see doctors, I see lawyers, I see musicians. I see all kinds of different things, doctors of philosophy, academicians, governors of cities in estates and politicians who have positive influence over the life of society. I see that in you, I see the potential of God in you. It all depends on whether you can believe God and undertake the journey of the search for the full manifestation of the gifting of God in your life.

Cuando yo veo el don de Dios reflejado en el pueblo de Dios, yo veo un embrión, veo algo que Dios ha puesto allí, su vida, su potencialidad, y entonces se supone que esa persona crea que el potencial de Dios está en él o en ella y entonces se lance a desarrollar ese don que está en él.

No te preguntes si tu tienes un don, más bien pregúntate cómo puedo yo desarrollar el don de Dios que está en mí. Desde niño yo he estado poseído por un sentido del don de Dios en mi vida y es una sombra que me ha perseguido a través de los años, y yo he querido en todo lo posible desarrollar el don de Dios en mí. Si yo no hubiera creído eso, Dios no me hubiera sacado, yo creo, de la pobreza de República Dominicana para permitirme estudiar en las mejores universidades. Y digo eso para gloria del Señor, pero Dios puso esa carga por desarrollar el don.

Siempre me vi estudiando, siempre me vi desarrollando mi don académico, mi don intelectual y para gloria del Señor, Dios me ha llevado a las mejores universidades: Harvard, Princeton, Andover, sin pagar un centavo. ¿Por qué? Porque Dios se place en coger lo pequeño, lo frágil, lo débil, lo insignificante del mundo y ponerlo en lugares altos para gloria de su nombre. Yo doy gloria al Señor por eso.

Y cuando yo veo estos músicos desarrollando su don aquí, son latinos que podrían estarse metiendo droga en alguna esquina o preñando una jovencita, o haciendo daño a alguien, o matando a alguien con un balazo en la cabeza, pero están glorificando el nombre del Señor, adorando el nombre del Señor. Eso es lo que Dios quiere, hermanos, y eso es lo que Dios quiere para tu vida. Eso es lo que Dios quiere para tu familia.

Cuando Dios llamó al pueblo hebreo lo dotó con toda bendición espiritual, y aunque el pueblo hebreo se ha apartado de Dios al rechazar al Mesías que Dios ha enviado, sin embargo la bendición que Dios le declaró a su padre, Abraham, los persigue, los ha perseguido a través de la historia y aunque ese pueblo ha sido pisoteado, vilificado, perseguido, matado inmisericordemente, ese pueblo, siempre dondequiera que llega, Dios lo pone a la cabeza. De una vez surgen los banqueros, los profesores de universidad, los literatos, los intelectuales, los músicos.

Israel ha producido más hombres y mujeres de renombre que ningún otro país de la historia del mundo. Ese pueblito pequeñito, perseguido y acosado por dondequiera que han ido, ¿por qué? Porque la bendición de Dios está sobre ellos.

Ahora, hermanos, yo tengo algo mejor para decirle a ustedes, ustedes son el pueblo de Dios escogido, también la iglesia de Jesucristo y el nuevo pacto de Dios es mucho más excelente que el primer pacto, dice la palabra del Señor. Así que ustedes también tienen todo el derecho del universo a esperar que la bendición de Dios, la creatividad de Dios, la excelencia, la gloria, la belleza, la armonía, la inteligencia, la sabiduría de Dios se va a manifestar en sus vidas, en sus generaciones, en su juventud.

Pero muchas veces nos pasa lo que le pasaba a Timoteo, somos como esos muchachitos querendones, esos bebitos que están tan pegados a la mamá que no desarrollan la capacidad para moverse. Usted ve que sus músculos son como gorditos, son así porque no les gusta moverse. La mamá a veces tiene que empujarlos para que comiencen a caminar porque están tan pegaditos, tan acurrucados a la mamá que no quieren esforzarse.

Y muchos de nosotros somos así. Entramos a los caminos del Señor, amamos al Señor, estamos gozosos de estar en la familia de Dios, pero no estamos desarrollando nuestros dones, no estamos haciendo esfuerzo para avivar el fuego del don de Dios que ya está en nosotros. Por eso yo me gozo cuando veo hermanos que cuando camino por aquí por los salones de la iglesia, durante las noches de semana, y veo hermanos aprendiendo inglés. Gloria amen, por eso es que hay uno o dos allí estudiando inglés, o por lo menos aprecian lo que están estudiando.

¿Por qué, hermanos? Porque yo veo esa gente desarrollando el don de Dios que está en ellos. No creas que porque Dios puso un don en ti ese don va simplemente a desarrollarse como si fuera por arte de magia. Cuando Dios pone su don en tu vida, hay una parte que tu tienes que hacer. El don de Dios es una potencialidad, pero si Dios desarrollara los dones independientemente de nosotros, crearía parásitos, crearía gente inútil. El don de Dios se desarrolla cooperando con el Espíritu Santo.

Lo primero que tu tienes que hacer cuando tu crees que Dios ha puesto un don y tienes que creerlo si eres un hijo de Dios, tu tienes que decir, ‘Padre, ...tengo y ahora voy a echarle leña para que ese fuego sea grande y poderoso, voy a estudiar’.

¿Usted cree que Billy Graham de la noche a la mañana fue un gran evangelista? Yo les he dicho, leyendo la autobiografía de él, lo que él dijo: ‘ la primera vez que él fue a predicar, lo invitaron a predicar y se llevó como 5 sermones, por si acaso le faltaba un poquito el tiempo que pudiera por lo menos tener acceso a otro. Dice que en 20 minutos predicó los 5 sermones que tenía y le quedaba tiempo todavía sobrando. Pero Billy Graham persistió, Billy Graham fue a estudiar. Estudió en Whitton College, estudió en seminario, dondequiera que podía predicaba, predicaba hasta en el bosque, él solo ahí predicándole a los árboles y a los pájaros para desarrollar su don. Y poco a poco ese don fue desarrollándose hasta que un día todo cayó en su lugar y un hombre muy famoso y muy rico, Hearst, dueño de muchos de los grandes periódicos de aquí de Estados Unidos en ese tiempo, dijo, ‘Vamos a empujar a Billy Graham’. Y de la noche a la mañana se convirtió un gran potencia evangelística y el resto es historia. Se lanzó el ministerio de Billy Graham, un ministerio que cubrió y ha cubierto las naciones, porque Dios tiene su tiempo para todo.

Cuando Dios dota a la persona lo pone entonces a desarrollar su don y Dios espera que tu avives el fuego del don de Dios que ya está en ti. Por eso es que muchos de nosotros no hemos llegado a donde tenemos que llegar. A veces nosotros pensamos que Dios unilateralmente, él desarrolla el don en la persona. No, los dones tienen que irse trabajando a través del estudio, a través de la meditación, a través del ayuno, a través de la oración, a través del ejercicio en fe.

Muchas personas, por ejemplo, tienen un don profético dentro de ellos, pero muchas veces Dios les habla y sienten algo, una impresión fuerte, pero se quedan encogidos y no lo declaran porque son tímidos o porque son haraganes, o porque tienen otras situaciones en su vidas. ¿Y sabes lo que pasa? Cuando tu no desarrollas el don de Dios que está en ti, tu contritas al Espíritu Santo, el don se seca, el don se apaga. Y Dios dice, ‘bueno, cabezón, voy a esperar a que amanezca la luz del día y tu comiences a creer que lo que yo doy es real en tu vida’.

Al que mucho se le da, mucho se le pide, hermanos. Dios espera que nosotros trabajemos los dones y que demos pasos de fe. Nadie aprende a caminar de la noche a la mañana. Uno comienza titubeando, tambaleándose, dándose golpes, haciendo el ridículo. La gente se ríe de los bebés, muy bonitos y todo esto, pero a los adultos nos gusta hacer eso. Entonces nos quedamos encogidos, no nos atrevemos.

¿Cuántos varones yo miro muchas veces en la iglesia no abren su boca para cantar? Desgraciadamente no se atreven a cantar. No es porque no tengan voz, es porque cuando niños se les enseñó, los hombres no cantan, eso es para las mujeres. ¿Entiende? Eso tiene que ser cerrado, tiene que ser áspero, tiene que ser varonil, etc, etc. Entonces, hay muchos hombres que se criaron no cantando. Es interesante eso, así como tampoco se les enseñó que podían llorar, porque llorar era cosa de mujeres. Se les mató la capacidad artística de apreciar un buen poema, una canción de amor, expresar ternura, sentir miedo, sentir dolor y expresar lo que sentían. No se les puso a tono con esa dimensión de su vida emocional. Entonces, toda esa potencialidad de enriquecer a sus hijos, bendecir a sus hijos con una palabra de bendición, o un beso, o una palabra de afirmación, o expresar temor cuando sentían, o admitir duda cuando la sentían, todo eso se fue apagando en sus vidas. Y cuando llegan a la iglesia, y entran a la iglesia y que se les pide que canten y piensan, ‘si comienzo a cantar mi esposa se va a reír de mi, nunca me ha visto cantar, o mis hijos’, y entonces se quedan callados, cerrados.

Y la vida de Dios quiere brotar de ellos. Quien sabe cuántos tenores y cuántos barítonos ricos hay en la congregación y no estamos atreviéndonos en el nombre del Señor a soltar esa canción que hace 40, 30 años que quiere salir de nuestro espíritu. Atrévete en el nombre de Jesús.

Quizás al principio te saldrá un hilito de voz, quizás hasta un gallo se te va a salir de vez en cuando, pero poco a poco tu voz se va a ir afirmando, tu oído se va a ir desarrollando, tu alma se va ir abriendo y tu podrás cantar las melodías también al Señor, y eso te sanará de muchas cosas y te pondrá en contacto con una parte de tu espíritu que necesita libertarse. Pero tienes que desarrollar el don de Dios que está en ti.

Jóvenes, ustedes quieren tener logros en la vida, quieren llegar a cosas grandes. No se crean que va a pasar automáticamente. Hay que invertir, hay que trabajar duro, hay que pelarse las pestañas, hay que estudiar varias horas al día. Son muy pocas las personas que pueden simplemente estudiar media hora y ya ir a la escuela al otro día y saberlo todo. Hay que trabajar duro. Hay que ser sistemático. Hay que ser persistente. Hay que ser disciplinado, hay que especializarse en las cosas pequeñitas. Hay que creer que un hábito pequeño desarrollando día, tras día, tras día persistentemente crea cosas grandes con el paso del tiempo.

Pero es todo cuestión de esforzarnos. El Señor le dijo a Josué, ‘Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente, no temas ni desmayes porque yo estaré contigo dondequiera que tu vayas.....’

Dondequiera que yo miro en la palabra, yo veo a Dios diciéndole a su pueblo, ‘esfuérzate’. Uno de mis pasajes favoritos está en el libro de Eclesiastés donde Dios le dice al pueblo de Dios, yo diría, echa tu pan a las aguas porque después de muchos días volverá a ti. Reparte a 7 y a 8, no seas escaso.

Dios nos invita a atrevernos a hacer cosas grandes. Hace poco le regalé una suscripción a Time Magazine a cada una de mis dos hijas. Tuve que invertir unos 30, 40 dólares en cada una de esas suscripciones, pero yo, lo que estoy haciendo en ese momento estoy sembrando en su futuro y estoy haciendo un gesto profético. Estoy creyendo que eso puede hacer algo en su vida y puede enriquecerlas. Yo se que ellas se molestan conmigo porque soy muy insistentes muchas veces en que hagan sus trabajos y otras cosas. Pero ese es mi llamado, porque yo se que así es que se desarrollan los dones de Dios.

Dios quiere crear guerreros. Dios quiere crear hombres y mujeres esforzados y valientes que crean y que digan, ‘Yo tengo el don de Dios dentro de mi yu ahora me voy a lanzar a desarrollarlo plenamente y traer gloria al Señor’.

Hermanos, si Dios ha puesto en ti alguna curiosidad de estudio, de lo que sea, algún hambre intelectual, algún hambre artístico, ponte a trabajar en ello. Mucha gente quiere tocar el piano pero eso requiere cada día tu sentarte media hora, una hora allí a dar con los dedos y a frustrarte y a sobreponerte a todo eso, hasta que finalmente comiencen a salir las melodías que Dios quiere que salgan dentro de ti. Pero tienes que creer en ello, tienes que decir, ‘yo tengo la bendición de Dios en mi y ahora me lanzo a buscarla en el nombre de Jesús y Dios la va a desarrollar en mi vida.’

Les dejo entonces con esa palabra del Apóstol Pablo, “....por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio...”

Que el Señor nos bendiga, hermanos. Vamos a ser un pueblo esforzado. Pongámonos de pie y vamos a darle gloria al Señor. Yo quiero que tu creas ahora mismo y te digas a ti mismo, Dios ha puesto un don en mi vida. Dios ha puesto una dotación de poder. Yo la creo, yo la recibo, yo la tengo. Confiésalo en el nombre del Señor y ponte a trabajar en ella, ponte a desarrollarla, ponte a perseguir lo que Dios ha declarado sobre tu vida. Cree en el nombre de Jesús lo que tu tiene viene de él, lo que tu tienes no es del hombre.

Esa inquietud que está dentro de ti no es carnal, es divina, es espiritual. Dios quiere bendecirte. Dios quiere usarte para bendecir a las naciones. Dios quiere que esta comunidad sea una comunidad llena del poder y los dones del Espíritu Santo. Dios quiere que nosotros seamos enriquecidos y prosperados y que creamos que el mismo poder que levantó a Cristo de los muertos se mueve dentro de nosotros en este día.

Padre, en el nombre de Jesús nosotros rechazamos toda duda, toda inercia, toda holgazanería que pueda haber en nosotros, Señor, y creemos que tu nos has llamado a escalar grandes alturas y a hacer cosas grandes para gloria y honra de tu nombre. Y Padre, ponemos a un lado el espíritu de cobardía, de timidez, de ser conservadores y nos vestimos con el hábito del guerrero y nos lanzamos a buscar nuestra bendición en la vida.

Yo pido que tu levantes hombres y mujeres, Señor, ejemplares en nuestra iglesia, gente que bendiga a la comunidad y Padre, yo declaro la unción tuya, la prosperidad tuya sobre este pueblo en todas las áreas de la vida. El shalom tuyo, Señor, que enriquece y no empobrece. Gracias, Padre, que esta palabra, Señor, este reto de tu Espíritu Santo que nos aconseja que avivemos el fuego del don de Dios, porque tu has puesto fuego, Padre, es fuego abrasador, es fuego que da calor, es fuego que da vida, es fuego que derrite todo lo frío y lo muerto dentro de nosotros, es fuego que pone pasión en la voz y fe en la mente y en el corazón para hacer cosas grandes.

Recibimos ese fuego, Señor. Yo me comprometo, Padre, con esta iglesia a desarrollar el don tuyo hasta que brille y arrope, Señor, toda esta comarca. Bendigo a este pueblo. Gracias por lo que hemos recibido hoy. Gracias por lo que hemos celebrado, Señor. Y nos vamos de aquí a vivir vidas victoriosas, Padre, a ser tu pueblo escogido, Señor, a ser un pueblo de poder, un pueblo admirable para gloria del nombre de Jesús que es admirable en su nombre oramos estas cosas y el pueblo de Dios dice: Amen y amen.

Les bendigo en el nombre de Jesús mis hermanos. Vayan con la paz de Dios. Sean bendecidos.

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Adoptar una mentalidad sobrenatural

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Como ustedes saben hemos estado meditando en los dones del Espíritu Santo y nos hemos estado basando en la Epístola a los Corintios, en la primera epístola en el Capítulo 12 y hemos estado haciendo un recorrido y el contexto general es el contexto de la vida llena del Espíritu Santo, el ministerio del Espíritu Santo en la vida de la iglesia, y cómo somos llamados como hijos de Dios, siervos del Señor a movernos en los dones del espíritu, vivir la vida cristiana en el plano sobrenatural.

Pero, de nuevo muchos cristianos entramos al Evangelio y recibimos al Señor Jesús, comenzamos a asistir a la iglesia, inclusive tomamos clase de escuela dominical y muchas otras cosas, pero nunca nos amanece al entendimiento el hecho de que la vida cristiana tiene que ser vida en un plano diferente al plano natural, que nosotros somos seres eterno, que llevamos dentro de nosotros la misma presencia de Dios y que esa presencia de Dios, esa presencia del Espíritu Santo que se mueve dentro de nosotros es la vida de Dios con todo su poder y toda su potencialidad y toda su capacidad para dirigirse a cualquier situación que la vida nos pueda presentar, cualquier reto y que nosotros, como hijos de Dios, estamos llamados a concientizarnos acerca de ese hecho, que tenemos que vivir la vida usando la energía que Dios ha puesto dentro de nosotros. La vida cristiana es una vida de poder.

Pablo dice en uno de sus pasajes que no se avergüenza del Evangelio, ¿por qué? Porque es poder de Dios para salvación de todo aquel que cree. Y el Apóstol Pablo tenía una gran intención a través de todo su ministerio de que sus oyentes, sus iglesias que él plantaba, las personas que él estaba ministrando y discipulando a través de los años hicieran uso de los dones del Espíritu Santo y que adoptaran una mentalidad sobrenatural.

A mi me gusta hablar de una mentalidad sobrenatural, en inglés uno diría, ‘un supernatural outlook’, una postura de vida sobrenatural. Eso quiere decir que nosotros entendamos, como dice también el escritor en el Antiguo Testamento el profeta, creo que es Jeremías, dice que no es con espada, no es con ejército, sino ¿con qué? con mi espíritu, dice el Señor.

En otras palabras, la vida cristiana, los problemas de la vida, los asuntos, los retos de la vida no se confrontan con energías meramente naturales, ni siquiera se confrontan con una actitud meramente religiosa, sino que se confrontan desde una postura sobrenatural.

En otras palabras, que estamos dotados del poder de Dios, que ese poder de Dios se mueve dentro de nosotros y que nosotros podemos acudir a él, a hacer uso de ese poder cuando nos encontremos en cualquier situación de la vida. Y eso es importante que lo entendamos cuando hablamos en el contexto de los dones del Espíritu Santo.

Ustedes recordarán el pasaje que estamos discutiendo, pero yo voy a cambiar un poco porque el contexto de hoy, mientras escuchaba a los músicos, me dirigió en otra dirección, yo creo que para hacer justicia a lo que hemos presenciado y participado. Pero sí recuerden que el Apóstol Pablo habla de diferentes dones. Dice:

“... pero a cada uno le es dada la manifestación del espíritu para provecho porque a este es dada por el espíritu palabra de sabiduría, a otro palabra de ciencia según el mismo espíritu, a otro fe por el mismo espíritu, y a otro dones de sanidades por el mismo espíritu, a otro el hacer milagros, a otro profecía, a otro discernimiento de espíritus, a otro diversos géneros de lenguas, y a otro interpretación de lenguas, pero todas estas cosas las hace uno y el mismo espíritu repartiendo a cada uno en particular como él quiere....”

Cuando el Apóstol Pablo habla aquí de 9 dones, no está siendo exhaustivo en la lista que él provee. Él simplemente está dando ejemplos de los diferentes dones que se pueden mover en la vida de la iglesia. Y como ustedes recordarán, yo he dicho en ocasiones inclusive que en la iglesia se muevan los dones de consejería. En este tiempo de la historia la humanidad necesita gente sobrenaturalmente dotada en el área de la consejería. Dios necesita maestros, Dios necesita gente que tenga una actitud de servicio y esos dones también el Apóstol los registra en la epístola a los _Romanos en el Capítulo 12. Dios necesita gente con dones de liderazgo, dones de finanzas, dones de planificación y pensamiento estratégico, dones inclusive yo diría para la política y para todo lo que tiene que ver con lo gubernamental. Nuestros países necesitan cristianos con sabiduría para el desarrollo de nuestras sociedades.

El Evangelio está por ejemplo en África corriendo en una manera extraordinaria. Mucha gente se está convirtiendo al Señor pero yo creo que todavía falta allí creyentes dotados con una dotación especial que permita a esos hombres y mujeres incursas, entrar en las áreas del gobierno, en las áreas del desarrollo, de la planificación gubernamental, de la economía, gente con, yo diría, con el don de ciencia, por ejemplo, el don de conocimiento específicamente, dotados con una mente estructural que pueda pensar en términos de desarrollo, que puedan pensar en formas organizadas para desarrollar las sociedades.

Yo creo que la iglesia necesita en este tiempo gente con el don de la organización, de pensar organizativamente porque los retos que tiene la iglesia en el siglo XXI son retos para organizarse, retos para dirigirse a una sociedad tremendamente desarrollada, racional, intelectual, gubernamentalmente, estructuralmente y el mundo allá afuera ha podido desarrollarse en una manera extraordinaria y Dios no quiere que su iglesia esté atrasada, todo lo contrario, yo creo que Dios le da a sus hijos el poder y la autoridad y la dotación de poder, que le permita hacer las cosas a un nivel mucho más alto que la que puede hacer el mundo.

¿Cuántos dicen amen a eso? Mientras yo veía a estos jóvenes aquí desarrollando sus dones, yo decía, guau, la calidad de esta música no es menor a la que se ve allá en el mundo secular. Y ciertamente nuestro hermano Adlan ejemplifica eso en una manera extraordinaria, porque Dios da dones, hermanos a su iglesia.

Lo que pasa es que la iglesia de Jesucristo muchas veces languidece en su capacidad para creerle a Dios y para abrirse como una esponja para recibir los dones del espíritu. Yo creo que si en la iglesia hubiera más soñadores y más visionarios, que le creyeran a Dios y que se pusieran a anhelar.

La palabra dice que anhelemos los mejores dones, ¿no? que deseemos los mejores dones. Yo creo que el problema con la iglesia es que no hay suficiente gente que anhele los dones de Dios. Claro, a veces deseamos los dones en una forma así general, oh, me gustaría ser maestro, o me gustaría ser esto, pero hay mucha poca gente que agonice delante de Dios y que pague el precio de buscar la dotación sobrenatural de Dios para que Dios los llene con un poder sobrenatural, y que se puedan mover en el plano sobrenatural.

Si lo hiciéramos más, si desde niños, si desde jóvenes comenzáramos a aclamar al Señor, si dedicáramos nuestros talentos al Señor, nuestros panes y peces al Señor, y dijéramos, “Padre, yo tengo aquí algo y es como un germen, es un embrión meramente pero te lo traigo a ti y te lo dedico a ti. Báñame con tu luz, báñame con tu dotación de poder. Yo me abro a la manifestación de tu espíritu en mi vida. Yo me he de mover en tu poder y te dedico esto a ti, y te serviré aquí y lo usará para tu gloria y no dejaré que nada contamine mi don y haré todo lo posible por desarrollarlo y lo voy a nutrir, y le voy a echar leña como se le echa leña a un fuego y mientras más leña yo le eche, más grande y más poderoso, y más abarcador, y más abrasador será mi don. Y siempre lo haré para darte la gloria a ti.”

Cuando uno comienza a vivir en esa manera, hermano, Dios comienza a hacer cosas poderosas en la vida de la iglesia. Yo creo que Dios tiene aquí dones que usted ni siquiera sabe todavía que los tiene. Dios tiene aquí capacidades y dotaciones de poder que muchos de ustedes los tienen allí simplemente como un bebé que usted no sabe que está dentro de usted, un embrión, y que si usted pone a buscar del Señor y si usted entiende que la vida cristiana es una vida que se mueve en el plano sobrenatural, Dios puede hacer lo que él quiera con cualquiera de ustedes.

A David lo sacó del anonimato, de entre la majada por allá de ovejas, cuidando ovejas, un muchacho que no tenía aparentemente nada sobrenatural que lo recomendará, nada extraordinario, pero el Señor vio su corazón y lo sacó y le dio dones de gobierno, dones de profecía, dones musicales, dones de diseño y de instrumentos, dones literarios. Escribió muchos de los salmos, porque David le creyó a Dios y porque se movió en el plano sobrenatural.

Yo creo que eso es importante, yo pensé en este momento mientras escuchaba a los hermanos aquí tocar, pensé en Daniel. Para que usted vea como, no voy a entrar hoy en el tercer don del cual hablar Primera de Corintios, que es el don de la fe, pero quiero que ustedes vean el don de Daniel como al Daniel dedicarle al Señor su vida, Dios lo dotó con una capacidad especial que pudo ser usada en una manera extraordinaria.

Ahí en el primer Capítulo del libro de Daniel vemos a Daniel transportado a Babilonia, un joven, no sabemos cuántos años tenía, quizás tenía 19, 20 años y el rey de Babilonia, muy sabio, muy sagaz toma a estos cautivos y escoge de ellos..... Él sabía que el pueblo judío había sido dotado con una capacidad especial, eran un pueblo sobresaliente y el rey de Babilonia muy sagazmente quiso escoger de entre esos cautivos, algunos de los más logrados, de los más prometedores y entrenarlos en su academia para la dirección de su país. Y él decidió ponerlos en lugares especiales.

Hoy en día, la iglesia necesita de igual manera reconocer cuáles son los talentos latentes que hay en medio del pueblo y le tenemos que pedir al Señor que nos de discernimiento para poder entrar en lo íntimo de las personas y antes de que sus dones sean manifestados, porque si no los reconocemos previamente no se manifestarán. Tenemos que pedirle al Señor, ‘Señor, ayúdanos a descubrir dónde están las dotaciones especiales, dónde están esos jóvenes que tu puedes usar en el futuro para hacer cosas grandes en medio de tu iglesia, dónde están las personas que tu puedes usar para responder a los retos del siglo XXI.’.

El rey de Babilonia escoge a un número de jóvenes y entre ellos está Daniel y varios de sus amigos más cercanos. Y dice la palabra aquí en el versículo 8 de Daniel 1, “.... que Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey ni con el vino que él bebía, y pidió por tanto al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse....”

Lo primero que vemos aquí es que Daniel tiene pasión por Dios, Daniel es un joven que toma en serio su fe. Daniel tiene una idea muy clara de la realidad de Dios en su vida. Y si tu quieres que el don de Dios se manifieste con poder en tu vida y que Dios haga cosas grandes en tu vida, tu tienes que ser apasionado para con Dios, tu tienes que, sobretodo, ser muy celoso de la gloria de Dios. Tu tienes que saber que Dios no comparte su amor con nadie, que Dios es muy celoso, cuando él da un don y cuando él escoge un vaso, él quiere que ese vaso se use para su gloria y para su honra.

Y Daniel sabía que esa comida que se servía en los salones del rey era una comida que había sido previamente consagrada a los ídolos y Daniel en su conciencia no se sentía cómodo comiendo de esa comida, porque sentía que su vida era contaminada con la comida del rey.

Y yo creo que hay muchos hombres y mujeres que Dios quisiera usar en la iglesia hoy en día de maneras extraordinarias, pero como somos muy laxos y no tenemos ese sentido sobrenatural de la presencia de Dios, de un Dios celoso, un Dios puntilloso en sus tratos con nosotros, el don de Dios está diluido, el don de Dios está adormecido. No se puede manifestar con todo el poder que quiere.

Pero, cuando nosotros consagramos nuestras vidas al Señor, y yo creo que Dios le está hablando a nuestra iglesia, de que tenemos que consagrarnos al Señor en este tiempo. Dios quiere usar nuestra congregación más todavía para bendecir a las naciones. Dios quiere desarrollar los dones de nuestra juventud y de nuestros adultos, pero él necesita que nosotros entendamos que tenemos que ser un pueblo apartado para Dios, tenemos que honrar al Señor en una manera extraordinaria con nuestra consagración a él.

Daniel propuso no contaminarse con la comida del rey, ni con el vino que se bebía en el salón del rey y le pide al jefe de estos jóvenes, que ha sido asignado a velar por ellos, por su salud, su educación, su bienestar, le pide que no lo haga comer de esa comida, sino que simplemente le permita comer legumbres, una comida puramente vegetariana. Y el jefe de los eunucos toma temor porque si estos jóvenes se ven demacrados después de un tiempo, él va a sufrir las consecuencias porque van a pensar que no los está atendiendo bien.

Pero Daniel insiste y le dice, mira, hagamos el trato por un número de días, si al final de ese número de días nosotros no nos vemos saludables, pues, entonces, está bien, pero si estamos bien, entonces permítenos continuar. Y hacen el trato de esa manera.

Daniel era un hombre de fe. Daniel, de nuevo, eso es lo que.... moverse en el plano sobrenatural quiere decir, hermanos, que tu sabes que la suma de las cosas en Dios, la suma total es mayor que el número de los elementos que la componen.

En otras palabras, si tu pones esfuerzo en lo humano para hacer algo, para lograr algo recibes cierta cantidad de resultado. El hijo de Dios sabe que en el espíritu de Dios la misma cantidad de esfuerzo produce aún mayores resultados, porque el espíritu de Dios rinde las cosas.

Eso es lo que está detrás del diezmo, lo que está detrás de vivir en fe, toda es la idea de que con Dios todo lo que tu haces es duplicado, es multiplicado, es rendido a ciento y a sesenta y a mil por uno. Entonces, Daniel sabía que si Dios estaba con él lo que él comiera le iba a hacer mucho más provecho, e iba a ser bendecido porque él lo estaba haciendo en el Señor. Y eso es el don de fe.

Y eso es a lo que nosotros tenemos que tender cuando nosotros, por ejemplo, jóvenes cuando están en la escuela, si uno creyera, yo creo que según la medida de fe que uno tenga, y uno dice, ‘Señor, yo se que yo voy a adentrarme en estos estudios no con mi energía solamente, no con mi inteligencia, sino que es en el poder del Espíritu Santo.’

Y si tu te animas con fe, y tu pones tu parte y tu te esfuerzas y estudias y haces tu parte, y tu confías en el Señor, le dedicas al Señor tu intelecto y persistes y crees que Dios te está dotando de sabiduría para tener éxito, tu vas a descubrir que hay unos nutrientes que van a entrar en tu vida que te van a permitir hacer mucho mejor trabajo que si lo hicieras solamente en la carne. El problema de mucho de nosotros es eso, que emprendemos las tareas de la vida en nuestros trabajos, nuestros negocios, nuestros matrimonios, las situaciones de la vida con una actitud pusilánime, yo diría, simplemente no tenemos la suficiente toma de conciencia de lo que estoy haciendo, lo estoy haciendo en el nombre del Señor y con el poder del Espíritu Santo detrás de mi.

Recuerdan la historia de Pedro cuando el Señor le dice, ‘Pedro, echa tu red para pescar’, y Pedro le dice, ‘Señor, toda la noche estuvimos pescando en situaciones idóneas y no cogimos ni un solo pez’. Pero qué pasaba, la diferencia era que ahora Pedro estaba echando la red en el nombre del Señor. Y cuando Pedro echa la red en el nombre del Señor, ¿qué pasa? La red se llena de peces.

Cuando tu emprendas tu vida, cuando tu emprendas cualquier tarea de tu vida, empréndela en el nombre del Señor, empréndela en el poder del Espíritu Santo, di en el nombre de Jesús, yo me voy a lanzar a esto en el poder de Dios, y yo creo que Dios me va a bendecir, Dios me va a abrir pasos.

Yo desde niño he tenido esa fe siempre de que Dios iba a bendecir mis estudios y de que Dios me iba a sacar adelante en todo momento. Y en todos mis estudios siempre, aunque muchas veces no viví exactamente como Dios quería que yo viviera, pero Dios me dio una fe para creer que él podía bendecirme intelectualmente y siempre por la gloria del Señor manifestada en mi vida, para gloria de él, siempre me sacó adelante, siempre me permitió ser bendecido en mis estudios. Y desde niño yo he creído que Dios dota a sus hijos con un don especial. Dios le ha dado a cada uno de nosotros una aptitud que si nosotros nos movemos en el poder del Espíritu Santo y con una fe, una creencia de que lo que yo tengo no es mío, sino que es de Dios y si es de Dios tiene que ser absolutamente excelente. Y si nos movemos en esa actitud, eso atrae el don y el poder de Dios a nuestra vida.

Entonces, vemos aquí que Daniel le dice, yo voy a hacer las cosas en el espíritu y voy a pagar el precio y voy a correr riesgos. ¿Y cuál fue el resultado? Dice en el versículo 17, vamos al 15 primero porque hubo un resultado inmediato, dice que:

“.... al cabo de los diez días pareció el rostro de ellos mejor y más robusto que el de los otros muchachos que comían de la porción de la comida del rey....”

Como Daniel le creyó a Dios, estuvo dispuesto a pagar el precio, tomó riesgos, testificó públicamente de su fe en el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. Dios lo honró, Dios lo bendijo.

Hermanos, nosotros tenemos como hijos de Dios que vivir nuestra vida de esa manera. Cuando nosotros vivimos nuestra vida continuamente ofreciéndosela al Señor, ofreciendo nuestros dones, nuestra vida al Señor, Dios comienza a enriquecernos, Dios comienza a bendecirnos. Es como que usted está tomando vitaminas continuamente y se va estableciendo un sedimento del poder de Dios en su vida, y lo que usted hace tiene más tracción, tiene más arrastre. Usted no entiende cómo, pero sus intervenciones, su conversación, sus aportaciones en su trabajo, sus relaciones humanas, los retos que usted confronta, su vida familiar, su vida emocional, todas estas cosas comienzan a experimentar un enriquecimiento y usted no sabe de dónde viene.

¿Sabe de dónde viene? Viene de esa tubería secreta que se ha conectado a su vida por la cual corre el agua del espíritu con sus nutrientes, es agua refrescante que le fortalece..... Trate de vivir su vida siempre a ese nivel en que Daniel la vivió, a un nivel de entrega al Señor, a un nivel de retar al mundo si es necesario porque Daniel retó al sistema babilónico. Pero usted sepa que militantemente usted es un hijo de Dios, siéntase orgulloso de pertenecer al Reino de Dios, siéntase que usted pertenece a una estirpe especial en el Reino de Dios.

Dios le dio al pueblo hebreo, y le ha dado todavía una dotación especial, porque donde está la bendición de Dios hay riqueza de todos los talentos. ¿Cómo un pueblo tan pequeñito como el pueblo judío ha tenido un impacto en la cultura humana muy, pero muy, muy por encima estadísticamente de su número. Además un pueblo que siempre ha tenido que ejercer sus dones a desventaja, perseguido, discriminado, a veces asesinado en formas masivas y sin embargo ese pueblo dondequiera, muchos de los grandes científicos de la humanidad, de los grandes músicos y escritores, muchos de los grandes economistas y banqueros vienen del pueblo judío.

El hombre secular no ha podido entender eso y siempre ha tratado de explicarlo en términos de una confabulación judía para poseer el mundo y de dramas siniestros de parte de los judíos. Pero lo que ellos tienen es simplemente la bendición de Dios, que a pesar de ser incrédulos, aún así el pacto que Dios hizo con Abraham, su padre, todavía lo sigue, la bendición de Dios lo sigue, y por eso son prosperados a dondequiera que van.

¿Saben qué? Ustedes, yo, pertenecemos al nuevo Israel, pertenecemos a la iglesia de Jesucristo y si el pacto primero fue un pacto de excelencia, cuánto más el pacto segundo, el nuevo pacto en Cristo Jesús. Si la sangre de esos machos cabríos y de esos animales pudo propiciarle a los hebreos una bendición tan extraordinaria a través de la historia, cuanto más la sangre de Jesús que corre espiritualmente en nuestra vida puede asegurarse de que nosotros seamos un pueblo de excelencia y de grandeza.

Hermanos, si no lo somos es por nuestra mala cabeza, no porque Dios haya acortado su brazo, o debilitado su mano. Dios tiene en ustedes todos los nutrientes para hacer una comunidad de excelencia. Yo estoy convencido de eso. Y si nosotros nos mantenemos en la vida de Dios y sus familias se mantienen en los caminos del Señor, sus hijos van a ser bendecidos grandemente, nuestra juventud va a ser una juventud exitosa, nuestra familia, nuestras finanzas, nuestra salud, nuestras emociones van a ser bendecidas porque Dios da sus dones a su pueblo y con el curso de los años uno ve la curva ascendente del pueblo de Dios.

Y dice finalmente que Dios le dio a Daniel, dice que a estos 4 muchachos, Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias y Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños.

Y en el versículo 20 dice que: “... en todo asunto de sabiduría e inteligencia que el rey les consultó los halló diez veces mejores que todo los magos y astrólogos que había en todo su reino....”

Ahí tiene usted el don de conocimiento y el don de sabiduría expresado. Usted ve Daniel pagó el precio, Daniel se atrevió a creerle a Dios. Daniel hubiera podido ser un joven exitoso, pudiera haber sacado su MBA, su maestría en Administración de Empresas y haber tenido un puesto bastante bueno en la administración babilónica, pero como consagró su vida al Señor y su don a Dios, Dios le dijo, ‘¿sabes qué? te voy a dar más, te voy a dar inteligencia y destreza profesional como no le voy a dar a ninguno de los demás. Y no solamente te voy a dar la ñapa, te voy a dar sabiduría en sueños, visiones, revelaciones...”

Porque cuando Dios da, hermanos, Dios da con creces. Esa es la diferencia. Dice la palabra que el hombre natural solo puede funcionar en el plano natural, pero el hombre espiritual puede funcionar en el plano espiritual y en el plano natural. Esa es la diferencia. Cuando el don de Dios está en ti, el don de Dios tiene una profundidad, una intensidad, una capacidad de alcance mucho mayor que cuando el don simplemente se mueve en el plano puramente natural. Esa es la diferencia.

Entonces en tu vida tu quieres dedicarle tu don al Señor. Si eres músico le dices, ‘Señor, mi música es para ti, para tu gloria, para tu honra, para que cuando yo toque la gente, más allá de las notas superficiales que pueda escuchar, haya un contenido espiritual entre las notas que penetre el alma, penetre el corazón, suscite en la gente deseo de buscarte, inquietud espiritual.’

Eso es, cuando David tocaba el corazón enardecido y endemoniado de Saúl era calmado, los demonios se sujetaban a la música que salía de las manos de David. Cuando el hijo de Dios aconseja hay una presencia de Dios implícita en su palabra que llega al corazón de la gente, la gente no sabe por qué pero recibe paz y recibe sanidad.

Cuando tu aconsejes, no aconsejes en la mera sabiduría humana, sino pídele al Señor, ‘Padre, que mis palabras sean como proyectiles dirigidos al espíritu de esta persona, que yo pueda discernir los secretos de su corazón y hablar aún a las cosas que ellos no han manifestado y que ni siquiera saben que están escondidas en su alma.’

Y cuando tu trabajes en cualquier cosa, administración o consejería en el mundo de servicio social, pídele al Señor que te use a ese nivel profundo y que tus intervenciones tengan poder para abrir el mar y para traer soluciones que a otros no se le ocurren en el plano meramente sobrenatural. Ese es el nivel de usar el don de Dios. Amen.

Así que vamos a ponernos de pie en esta tarde, vamos a pedirle al Señor que desate en nosotros esa conciencia sobrenatural, esa postura sobrenatural y que nosotros dediquemos nuestros dones al Señor, nuestra vida al Señor, que todo loq nosotros vivamos, lo vivamos en el plano sobrenatural y que le pidamos a Dios que nos de sabiduría para discernir las cosas en el espíritu.

Si tu tienes alguna necesidad en tu vida, si hay algún problema, alguna situación que te está retando en tu vida, vamos a pedirle al Señor que desate su don dentro de ti para responder a esa necesidad específica que hay en tu vida, que te de sabiduría, que te de conocimiento para ir a la raíz de las cosas. Y vamos a vivir creyendo que Dios tiene algo para mi vida, Dios tiene un don que me ha entregado y él quiere que yo lo use para su gloria.

Padre, en el nombre de Jesús te pedimos que nos des esa capacidad para creer que tuvo Daniel, esa capacidad para tomar riesgos, esa fe que hubo en él que le permitió aventurarse a tus manos y creer que tu eras poderoso para alimentarlo sobrenaturalmente y para darle energía y sabiduría sobrenatural.

Así pedimos, Señor, que en los asuntos de la vida, en los retos de la vida, en las cosas que nosotros queremos hacer y lograr en este mundo, que tu energía, tu poder estén moviéndose, Señor, y que tus dones sean multiplicados en nosotros, Padre, queremos ser un pueblo de poder, queremos ser un pueblo con una mente sobrenatural, una mente que se mueva en la dimensión del espíritu, de lo eterno, de lo sobrenatural, Señor.

Quítanos el velo, quítanos el velo de cotidianidad que nos cubre y hasnos gente apasionada por las cosas del espíritu, Señor, que nos movamos con la armadura del espíritu puesta sobre nosotros, con esa postura, Señor, de vigilancia, mirando siempre de dónde ha de venir tu gloria a nuestra vida.

Gracias por el día de hoy, gracias por todo lo que hemos escuchado, vivido, presenciado, participado y todo te lo consagramos a ti, Señor, y a ti exclusivamente damos la gloria y la honra, en el nombre de Jesús. Amen. Amen.

Les bendigo mis hermanos en el nombre de Cristo. Que la gracia y la paz del Señor sea con cada uno de ustedes.

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Reflejamos la creatividad de Dios

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Las cosas que hemos estado predicando en estos domingos acerca de los dones del Espíritu Santo, la vida llena del Espíritu Santo, el movernos en el poder y la unción del Espíritu Santo. Yo creo que Dios ha querido darnos una ilustración gráfica de eso a través de este momento.

Tenemos un Dios que, su intención ha sido bendecir a su iglesia con todos los nutrientes, todas las destrezas, todos los recursos que la iglesia necesita para enriquecer su vida y para acometer las diferentes tareas que el Señor le ha encomendado hasta que él venga.

Mi esposa me decía mientras estábamos aquí un momentito sentados, que cuando estaban tocando el primer número con el grupo musical ella, si interpreto bien sus palabras, tuvo una especie de visión del Señor moviéndose sobre las aguas diciendo, ‘Sea la luz, sean los peces del mar, las aves del cielo, los árboles de la tierra’. Y no es coincidencia que esa música provocara ese tipo de visión porque nosotros tenemos un Dios eminentemente creador, esa es la esencia de la naturaleza de Dios.

Dios es un Dios creador. Él es el primer creador del universo. Dios es un escritor de novelas y cada uno de nosotros somos protagonista de una de las novelas de Dios. Dios es un escritor de poemas y nuestras vidas son poemas vivos que se viven delante de la presencia del Señor. Dios es un escritor de canciones y de melodías.

Los filósofos de la edad Media pensaban que los planetas al girar alrededor de sus órbitas y de los soles que los ciñen a su atracción, evocan una música y lo han llamado, ‘la música de las esferas’, el zumbido de los planetas.

Si uno pudiera escuchar con oídos sobrenaturales esos planetas dando vueltas alrededor del sol, a miles de millas por hora, emiten un sonido que glorifica al Señor. Dios es un ser eminentemente musical. Si nosotros podemos concebir melodías y ejecutarlas y componer melodías es porque Dios puso esa melodía en nuestro corazón y en nuestro espíritu, porque él quería que nosotros, hechos a su imagen y semejanza, reflejáramos su creatividad.

Y Dios es un Dios que crea vida y por eso ha puesto en nosotros la capacidad de procrear vida también en una manera menor, evidentemente, pero de todas formas es una imitación de su capacidad para crear vida. Dios ha puesto en nosotros dones científicos para ordenar el mundo que él nos ha concedido, ha puesto en nosotros capacidad científica para escudriñar los secretos que él ha codificado dentro de la naturaleza. Y él se goza cuando sus hijos descifran las adivinanzas que él ha puesto dentro de la naturaleza y sobretodo cuando sus hijos le dan gloria al Señor por esos descubrimientos.

Hace poco, en los últimos días la ciencia está celebrando uno de los grandes triunfos del avance científico del siglo XXI. Se han descubierto unas nuevas formas de crear unas células, stem cells, que pueden asumir ciertas formas y que en un futuro, no muy lejano, dentro de unos 5, 7, 8 años, y ya se están haciendo cosas maravillosas, estas células podrán recrear tejidos y sanar órganos destruidos y crear nueva piel, y nuevos nervios y nuevos músculos y parte de, mi imagino, del cerebro humano y otras cosas, y enfermedades podrán ser sanadas a través del injerto de células saludables que se regenerarán entonces y restaurarán tejidos dañados y deshechos. Esto promete revolucionar la humanidad.

El hombre es eminentemente creativo porque tiene la esencia de un Dios creativo dentro de él. Nosotros reflejamos la creatividad de Dios. Y dentro de cada uno de nosotros se mueve la creatividad de Dios, lo que pasa muchas veces es que muchos de nosotros, por razones de circunstancias en la vida y tantas otras cosas que nos matan la creatividad, o no nos dejan ponernos en contacto con nuestra creatividad, o nos impiden desarrollar nuestra creatividad al nivel que Dios quiere que esa creatividad se lleve a cabo. Pero cada ser humano, yo creo, nace con una dotación de Dios, con un toque, con una impresión del espíritu divino y todo ser humano potencialmente puede llegar a ser cosas grandes y poderosas.

Lo importante es que nosotros creamos en la chispa de Dios que está dentro de cada uno de nosotros. Ahora, lo que yo acabo de decir se aplica a toda la humanidad pero se aplica sobre todo a la iglesia de Jesucristo. Si tu eres un miembro del pueblo de Dios, yo quiero que tu sepas que en una forma muy especial tu llevas la dotación del poder de Dios dentro de ti. Tu tienes el don de Dios dentro de ti. Tu tienes una capacidad para hacer cosas que al hombre natural no le es posible y todo depende de que tu creas esto y que tu lo recibas en tu corazón y que entonces vivas al nivel de esa creatividad que Dios ha puesto en ti.

En la epístola a los Efesios, el Apóstol Pablo dice lo siguiente: “.... bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo...”

Fíjese que Pablo está hablando en pretérito, en términos pasados diciendo que Dios nos bendijo con toda bendición espiritual. Dios cuando profirió la creación de su iglesia junto con la creación de su iglesia declaró dones y bendiciones que comenzaran a circular por los aires donde corriera su iglesia. Y cada vez que una persona entra al ámbito del Reino de Dios la bendición de Dios, la energía divina corre a través de esa persona y esa persona recibe el poder y la potencialidad para hacer cosas grandes en el nombre del Señor Jesucristo.

¿Cuántos creen eso? Por lo menos digan amen aunque no se lo crean. Dios nos ha bendecido con toda, digan todos ‘toda’, toda bendición espiritual. Eso quiere decir hermanos, que aquí entre nosotros hay dones musicales, hay dones literarios, hay dones científicos, hay dones educativos, hay dones organizativos, hay dones de liderazgo, hay dones sobrenaturales, como dones de sanidad, de profecía, de liberación de espíritu, discernimiento, fe, milagros, sanidades. Eso dones están porque Dios nos bendijo con toda bendición espiritual.

Oh, si el pueblo de Dios se atreviera a creer eso y a vivir en esa fe y en esa creencia, pero desgraciadamente lo que el Señor me dijo allí mientras yo trataba de aunar lo que ha pasado aquí con la palabra que quería predicar que cambié completamente. Yo me decía, háblales acerca de la importancia de que desarrollen los dones que yo he puesto en ellos.

Y en realidad, el pasaje clave para este proceso se encuentra en Segunda de Timoteo, Capítulo 1, versículo 6, donde el Apóstol Pablo le dice a Timoteo:

“... por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos, porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía sino de poder, de amor y de dominio propio. ..”

El Apóstol Pablo le está escribiendo a Timoteo, un joven pastor, un siervo del Señor. Timoteo ya está en los caminos de Dios. Timoteo ya está siendo usado por el Señor pero el Apóstol Pablo le escribe a este pastor, a este ministro y le dice, ‘Timoteo, te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti’.

Mire lo primero allí: Timoteo tenía el don de Dios dentro de él, así como tu tienes el don de Dios dentro de ti. Y Timoteo, sin embargo necesitaba avivar ese don que estaba dentro de é. Timoteo necesitaba enfocar ese don y desarrollarlo a un nivel mayor.

Dios ha puesto un don en tu vida. Dios ha puesto una dotación de poder en tu vida y muchos de nosotros no llegamos a desarrollar esos dones, como yo decía antes, porque o nunca nos hicieron pensar que teníamos nada de importancia dentro de nosotros. Desgraciadamente quizás nuestros padres estuvieron tan involucrados en su trabajo y tan en déficit en su vida, que nunca tuvieron el tiempo o la sabiduría para hacernos creer que nosotros teníamos algo digno de desarrollar dentro de nosotros.

Yo me alegro que estos hermanos, Delmi Martínez, es una mujer que creen en los dones de Dios y sus dos niños están en ese grupo que bajó allá y ella siempre ha querido, con su esposo, cultivar el don de la música en sus niños, porque cree que Dios le ha dado ese don y ellos tienen una curiosidad muy grande por la música.

Y qué bueno que esos padres invierten en sus niños y tienen la diligencia de decirme, ‘pastor, podemos traer a los niños aquí abajo y orar por ellos’. Eso puede gravar algo en el corazón de esos niños. Eso puede ser un acto profético a través de lo cual la bendición de Dios se desate dentro de ellos.

Adlan decía que alguien le regaló un pianito cuando tenía 3 años. ¿Cómo se sentirá esa persona si todavía está viva viendo a Adlan tocar de esa manera? ¿Se habrá imaginado esa persona que ese pianito iba a convertirse en un pianote un día y que iba a correr los países del mundo enriqueciendo y bendiciendo la iglesia y edificando al pueblo de Dios? Pero esta persona fue movida a dar eso.

Hermano, nunca escatimes una posibilidad de bendecir a alguien con una palabra de afirmación, con una inversión en sus vidas, con un regalo. A los niños, hermanos, en vez de estarles regalando revólveres y monstruos por allí, vamos a regalarles libros en el nombre del Señor, amen, vamos a regalarles instrumentos musicales en el nombre del Señor, amen. En vez de regalarles jueguitos que los hipnotizan y les matan la creatividad porque no usan su cerebro, vamos a regalarle programa de computadora, vamos a comprarle una computadora.

Hermanos, muchos de nosotros estamos ahí economizando dinero para que algún día que esto que lo otro, y nuestros hijos están languideciendo muchas veces y no les estamos regalando las cosas que pueden recibir para desarrollarse en sus intelectos y sus espíritus, y sus emociones. Tenemos que invertir en esas cosas, hermanos. Yo prefiero en cualquier momento invertir un dólar en la educación de mis hijas que en cualquier otra cosa de esta tierra porque yo no voy a estar esperando a que el día que me muera les voy a dejar una herencia, quién sabe qué será de esa herencia de aquí allá. Si yo puedo ahora bendecirlas educándolas, llevándolas a un museo, enseñándoles cómo comer en un restaurante, cómo ir a un salón de música sinfónica, o a un lugar aunque se aburran, pero quiero exponerlos a esas energías y que se acostumbren a ellas, porque uno no sabe cómo de ahí el don de Dios puede ser activado, cómo ahí en ese lugar como se rozó el don que Adlan tenía con ese pianito y se despertó un gigante.

Y muchas veces nosotros podemos ser usados por Dios en esa manera, para regalarle a alguien algo, para darle una palabra de afirmación, para orar por ellos, para desarrollar el don de Dios que está en ellos. Si usted ve un joven por allí cabizbajo y desanimado, no vea un fracaso, vea algo de Dios que se está desperdiciando y acuda y ponga su mano sobre ese joven, estimúlelo, anímelo, bendígalo y si es posible, ore por él y declare proféticamente el desarrollo del don de Dios en su vida. Crea en el poder de Dios en usted para desarrollar esos dones, hermanos.

Dios dota a su pueblo. Cuando Dios llama a un pueblo y cuando Dios hace pacto con ese pueblo, es porque Dios quiere bendecirlo, no es posible tener una relación íntima con Dios y no ser enriquecido y ser impregnado con la vida y el poder de Dios.

Cuando Dios llamó a Abraham le dijo ‘Abraham, en ti serán benditas todas las naciones de la tierra’. Y cuando Dios le leyó la herencia y su pacto al pueblo judío cuando apenas entraban a la tierra de Canaan, les dijo ‘yo los voy a hacer cabeza y no cola, ustedes van a dar prestado y no van a tomar prestado. Ninguna de las enfermedades de Egipto caerán sobre ustedes. No habrá en ustedes matriz estéril, habrá abundancia material en sus vidas, y yo les bendeciré mientras ustedes se mantengan apegados a mí, yo les voy a bendecir....’

Y hermanos, yo quiero decirles que como su pastor, cada vez que yo miro sobre ustedes y predico sobre ustedes, yo veo el gran potencial que tiene esta comunidad para hacer cosas grandes para gloria del Señor, para romper cadenas del diablo sobre nuestra ciudad, para bendecir a la ciudad, para crear jóvenes llenos del Espíritu Santo.

Yo veo esos jóvenes allá arriba y yo veo el potencial, I see the great potential of God in your lives, young people. I see the goodness of God in your life. I see winners. I see young men and women that have the potential to do mighty, wonderful, powerful things for the glory of God. I see doctors, I see lawyers, I see musicians. I see all kinds of different things, doctors of philosophy, academicians, governors of cities in estates and politicians who have positive influence over the life of society. I see that in you, I see the potential of God in you. It all depends on whether you can believe God and undertake the journey of the search for the full manifestation of the gifting of God in your life.

Cuando yo veo el don de Dios reflejado en el pueblo de Dios, yo veo un embrión, veo algo que Dios ha puesto allí, su vida, su potencialidad, y entonces se supone que esa persona crea que el potencial de Dios está en él o en ella y entonces se lance a desarrollar ese don que está en él.

No te preguntes si tu tienes un don, más bien pregúntate cómo puedo yo desarrollar el don de Dios que está en mí. Desde niño yo he estado poseído por un sentido del don de Dios en mi vida y es una sombra que me ha perseguido a través de los años, y yo he querido en todo lo posible desarrollar el don de Dios en mí. Si yo no hubiera creído eso, Dios no me hubiera sacado, yo creo, de la pobreza de República Dominicana para permitirme estudiar en las mejores universidades. Y digo eso para gloria del Señor, pero Dios puso esa carga por desarrollar el don.

Siempre me vi estudiando, siempre me vi desarrollando mi don académico, mi don intelectual y para gloria del Señor, Dios me ha llevado a las mejores universidades: Harvard, Princeton, Andover, sin pagar un centavo. ¿Por qué? Porque Dios se place en coger lo pequeño, lo frágil, lo débil, lo insignificante del mundo y ponerlo en lugares altos para gloria de su nombre. Yo doy gloria al Señor por eso.

Y cuando yo veo estos músicos desarrollando su don aquí, son latinos que podrían estarse metiendo droga en alguna esquina o preñando una jovencita, o haciendo daño a alguien, o matando a alguien con un balazo en la cabeza, pero están glorificando el nombre del Señor, adorando el nombre del Señor. Eso es lo que Dios quiere, hermanos, y eso es lo que Dios quiere para tu vida. Eso es lo que Dios quiere para tu familia.

Cuando Dios llamó al pueblo hebreo lo dotó con toda bendición espiritual, y aunque el pueblo hebreo se ha apartado de Dios al rechazar al Mesías que Dios ha enviado, sin embargo la bendición que Dios le declaró a su padre, Abraham, los persigue, los ha perseguido a través de la historia y aunque ese pueblo ha sido pisoteado, vilificado, perseguido, matado inmisericordemente, ese pueblo, siempre dondequiera que llega, Dios lo pone a la cabeza. De una vez surgen los banqueros, los profesores de universidad, los literatos, los intelectuales, los músicos.

Israel ha producido más hombres y mujeres de renombre que ningún otro país de la historia del mundo. Ese pueblito pequeñito, perseguido y acosado por dondequiera que han ido, ¿por qué? Porque la bendición de Dios está sobre ellos.

Ahora, hermanos, yo tengo algo mejor para decirle a ustedes, ustedes son el pueblo de Dios escogido, también la iglesia de Jesucristo y el nuevo pacto de Dios es mucho más excelente que el primer pacto, dice la palabra del Señor. Así que ustedes también tienen todo el derecho del universo a esperar que la bendición de Dios, la creatividad de Dios, la excelencia, la gloria, la belleza, la armonía, la inteligencia, la sabiduría de Dios se va a manifestar en sus vidas, en sus generaciones, en su juventud.

Pero muchas veces nos pasa lo que le pasaba a Timoteo, somos como esos muchachitos querendones, esos bebitos que están tan pegados a la mamá que no desarrollan la capacidad para moverse. Usted ve que sus músculos son como gorditos, son así porque no les gusta moverse. La mamá a veces tiene que empujarlos para que comiencen a caminar porque están tan pegaditos, tan acurrucados a la mamá que no quieren esforzarse.

Y muchos de nosotros somos así. Entramos a los caminos del Señor, amamos al Señor, estamos gozosos de estar en la familia de Dios, pero no estamos desarrollando nuestros dones, no estamos haciendo esfuerzo para avivar el fuego del don de Dios que ya está en nosotros. Por eso yo me gozo cuando veo hermanos que cuando camino por aquí por los salones de la iglesia, durante las noches de semana, y veo hermanos aprendiendo inglés. Gloria amen, por eso es que hay uno o dos allí estudiando inglés, o por lo menos aprecian lo que están estudiando.

¿Por qué, hermanos? Porque yo veo esa gente desarrollando el don de Dios que está en ellos. No creas que porque Dios puso un don en ti ese don va simplemente a desarrollarse como si fuera por arte de magia. Cuando Dios pone su don en tu vida, hay una parte que tu tienes que hacer. El don de Dios es una potencialidad, pero si Dios desarrollara los dones independientemente de nosotros, crearía parásitos, crearía gente inútil. El don de Dios se desarrolla cooperando con el Espíritu Santo.

Lo primero que tu tienes que hacer cuando tu crees que Dios ha puesto un don y tienes que creerlo si eres un hijo de Dios, tu tienes que decir, ‘Padre, ...tengo y ahora voy a echarle leña para que ese fuego sea grande y poderoso, voy a estudiar’.

¿Usted cree que Billy Graham de la noche a la mañana fue un gran evangelista? Yo les he dicho, leyendo la autobiografía de él, lo que él dijo: ‘ la primera vez que él fue a predicar, lo invitaron a predicar y se llevó como 5 sermones, por si acaso le faltaba un poquito el tiempo que pudiera por lo menos tener acceso a otro. Dice que en 20 minutos predicó los 5 sermones que tenía y le quedaba tiempo todavía sobrando. Pero Billy Graham persistió, Billy Graham fue a estudiar. Estudió en Whitton College, estudió en seminario, dondequiera que podía predicaba, predicaba hasta en el bosque, él solo ahí predicándole a los árboles y a los pájaros para desarrollar su don. Y poco a poco ese don fue desarrollándose hasta que un día todo cayó en su lugar y un hombre muy famoso y muy rico, Hearst, dueño de muchos de los grandes periódicos de aquí de Estados Unidos en ese tiempo, dijo, ‘Vamos a empujar a Billy Graham’. Y de la noche a la mañana se convirtió un gran potencia evangelística y el resto es historia. Se lanzó el ministerio de Billy Graham, un ministerio que cubrió y ha cubierto las naciones, porque Dios tiene su tiempo para todo.

Cuando Dios dota a la persona lo pone entonces a desarrollar su don y Dios espera que tu avives el fuego del don de Dios que ya está en ti. Por eso es que muchos de nosotros no hemos llegado a donde tenemos que llegar. A veces nosotros pensamos que Dios unilateralmente, él desarrolla el don en la persona. No, los dones tienen que irse trabajando a través del estudio, a través de la meditación, a través del ayuno, a través de la oración, a través del ejercicio en fe.

Muchas personas, por ejemplo, tienen un don profético dentro de ellos, pero muchas veces Dios les habla y sienten algo, una impresión fuerte, pero se quedan encogidos y no lo declaran porque son tímidos o porque son haraganes, o porque tienen otras situaciones en su vidas. ¿Y sabes lo que pasa? Cuando tu no desarrollas el don de Dios que está en ti, tu contritas al Espíritu Santo, el don se seca, el don se apaga. Y Dios dice, ‘bueno, cabezón, voy a esperar a que amanezca la luz del día y tu comiences a creer que lo que yo doy es real en tu vida’.

Al que mucho se le da, mucho se le pide, hermanos. Dios espera que nosotros trabajemos los dones y que demos pasos de fe. Nadie aprende a caminar de la noche a la mañana. Uno comienza titubeando, tambaleándose, dándose golpes, haciendo el ridículo. La gente se ríe de los bebés, muy bonitos y todo esto, pero a los adultos nos gusta hacer eso. Entonces nos quedamos encogidos, no nos atrevemos.

¿Cuántos varones yo miro muchas veces en la iglesia no abren su boca para cantar? Desgraciadamente no se atreven a cantar. No es porque no tengan voz, es porque cuando niños se les enseñó, los hombres no cantan, eso es para las mujeres. ¿Entiende? Eso tiene que ser cerrado, tiene que ser áspero, tiene que ser varonil, etc, etc. Entonces, hay muchos hombres que se criaron no cantando. Es interesante eso, así como tampoco se les enseñó que podían llorar, porque llorar era cosa de mujeres. Se les mató la capacidad artística de apreciar un buen poema, una canción de amor, expresar ternura, sentir miedo, sentir dolor y expresar lo que sentían. No se les puso a tono con esa dimensión de su vida emocional. Entonces, toda esa potencialidad de enriquecer a sus hijos, bendecir a sus hijos con una palabra de bendición, o un beso, o una palabra de afirmación, o expresar temor cuando sentían, o admitir duda cuando la sentían, todo eso se fue apagando en sus vidas. Y cuando llegan a la iglesia, y entran a la iglesia y que se les pide que canten y piensan, ‘si comienzo a cantar mi esposa se va a reír de mi, nunca me ha visto cantar, o mis hijos’, y entonces se quedan callados, cerrados.

Y la vida de Dios quiere brotar de ellos. Quien sabe cuántos tenores y cuántos barítonos ricos hay en la congregación y no estamos atreviéndonos en el nombre del Señor a soltar esa canción que hace 40, 30 años que quiere salir de nuestro espíritu. Atrévete en el nombre de Jesús.

Quizás al principio te saldrá un hilito de voz, quizás hasta un gallo se te va a salir de vez en cuando, pero poco a poco tu voz se va a ir afirmando, tu oído se va a ir desarrollando, tu alma se va ir abriendo y tu podrás cantar las melodías también al Señor, y eso te sanará de muchas cosas y te pondrá en contacto con una parte de tu espíritu que necesita libertarse. Pero tienes que desarrollar el don de Dios que está en ti.

Jóvenes, ustedes quieren tener logros en la vida, quieren llegar a cosas grandes. No se crean que va a pasar automáticamente. Hay que invertir, hay que trabajar duro, hay que pelarse las pestañas, hay que estudiar varias horas al día. Son muy pocas las personas que pueden simplemente estudiar media hora y ya ir a la escuela al otro día y saberlo todo. Hay que trabajar duro. Hay que ser sistemático. Hay que ser persistente. Hay que ser disciplinado, hay que especializarse en las cosas pequeñitas. Hay que creer que un hábito pequeño desarrollando día, tras día, tras día persistentemente crea cosas grandes con el paso del tiempo.

Pero es todo cuestión de esforzarnos. El Señor le dijo a Josué, ‘Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente, no temas ni desmayes porque yo estaré contigo dondequiera que tu vayas.....’

Dondequiera que yo miro en la palabra, yo veo a Dios diciéndole a su pueblo, ‘esfuérzate’. Uno de mis pasajes favoritos está en el libro de Eclesiastés donde Dios le dice al pueblo de Dios, yo diría, echa tu pan a las aguas porque después de muchos días volverá a ti. Reparte a 7 y a 8, no seas escaso.

Dios nos invita a atrevernos a hacer cosas grandes. Hace poco le regalé una suscripción a Time Magazine a cada una de mis dos hijas. Tuve que invertir unos 30, 40 dólares en cada una de esas suscripciones, pero yo, lo que estoy haciendo en ese momento estoy sembrando en su futuro y estoy haciendo un gesto profético. Estoy creyendo que eso puede hacer algo en su vida y puede enriquecerlas. Yo se que ellas se molestan conmigo porque soy muy insistentes muchas veces en que hagan sus trabajos y otras cosas. Pero ese es mi llamado, porque yo se que así es que se desarrollan los dones de Dios.

Dios quiere crear guerreros. Dios quiere crear hombres y mujeres esforzados y valientes que crean y que digan, ‘Yo tengo el don de Dios dentro de mi yu ahora me voy a lanzar a desarrollarlo plenamente y traer gloria al Señor’.

Hermanos, si Dios ha puesto en ti alguna curiosidad de estudio, de lo que sea, algún hambre intelectual, algún hambre artístico, ponte a trabajar en ello. Mucha gente quiere tocar el piano pero eso requiere cada día tu sentarte media hora, una hora allí a dar con los dedos y a frustrarte y a sobreponerte a todo eso, hasta que finalmente comiencen a salir las melodías que Dios quiere que salgan dentro de ti. Pero tienes que creer en ello, tienes que decir, ‘yo tengo la bendición de Dios en mi y ahora me lanzo a buscarla en el nombre de Jesús y Dios la va a desarrollar en mi vida.’

Les dejo entonces con esa palabra del Apóstol Pablo, “....por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio...”

Que el Señor nos bendiga, hermanos. Vamos a ser un pueblo esforzado. Pongámonos de pie y vamos a darle gloria al Señor. Yo quiero que tu creas ahora mismo y te digas a ti mismo, Dios ha puesto un don en mi vida. Dios ha puesto una dotación de poder. Yo la creo, yo la recibo, yo la tengo. Confiésalo en el nombre del Señor y ponte a trabajar en ella, ponte a desarrollarla, ponte a perseguir lo que Dios ha declarado sobre tu vida. Cree en el nombre de Jesús lo que tu tiene viene de él, lo que tu tienes no es del hombre.

Esa inquietud que está dentro de ti no es carnal, es divina, es espiritual. Dios quiere bendecirte. Dios quiere usarte para bendecir a las naciones. Dios quiere que esta comunidad sea una comunidad llena del poder y los dones del Espíritu Santo. Dios quiere que nosotros seamos enriquecidos y prosperados y que creamos que el mismo poder que levantó a Cristo de los muertos se mueve dentro de nosotros en este día.

Padre, en el nombre de Jesús nosotros rechazamos toda duda, toda inercia, toda holgazanería que pueda haber en nosotros, Señor, y creemos que tu nos has llamado a escalar grandes alturas y a hacer cosas grandes para gloria y honra de tu nombre. Y Padre, ponemos a un lado el espíritu de cobardía, de timidez, de ser conservadores y nos vestimos con el hábito del guerrero y nos lanzamos a buscar nuestra bendición en la vida.

Yo pido que tu levantes hombres y mujeres, Señor, ejemplares en nuestra iglesia, gente que bendiga a la comunidad y Padre, yo declaro la unción tuya, la prosperidad tuya sobre este pueblo en todas las áreas de la vida. El shalom tuyo, Señor, que enriquece y no empobrece. Gracias, Padre, que esta palabra, Señor, este reto de tu Espíritu Santo que nos aconseja que avivemos el fuego del don de Dios, porque tu has puesto fuego, Padre, es fuego abrasador, es fuego que da calor, es fuego que da vida, es fuego que derrite todo lo frío y lo muerto dentro de nosotros, es fuego que pone pasión en la voz y fe en la mente y en el corazón para hacer cosas grandes.

Recibimos ese fuego, Señor. Yo me comprometo, Padre, con esta iglesia a desarrollar el don tuyo hasta que brille y arrope, Señor, toda esta comarca. Bendigo a este pueblo. Gracias por lo que hemos recibido hoy. Gracias por lo que hemos celebrado, Señor. Y nos vamos de aquí a vivir vidas victoriosas, Padre, a ser tu pueblo escogido, Señor, a ser un pueblo de poder, un pueblo admirable para gloria del nombre de Jesús que es admirable en su nombre oramos estas cosas y el pueblo de Dios dice: Amen y amen.

Les bendigo en el nombre de Jesús mis hermanos. Vayan con la paz de Dios. Sean bendecidos.

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Preparación Matrimonial : Normas para Matrimonios

Estas normas matrimoniales están elaboradas para animar a las parejas a que separen tiempo para refleccionar sobre su preparación matrimonial, a la misma vez que llevan a cabo sus planes de bodas. La boda es un día, el matrimonio es para siempre.

Un hombre y una mujer que deseen casarse en la Congregación León de Judá, se les requerirá que participen en sesiones de consejería pre-matrimonial y que estén de acuerdo con las guías descritas más adelante. Con respecto a una pareja que haya tomado sesiones pre-matrimoniales en otro lugar, se requerirá que presenten una carta pastoral de la iglesia en la cual tomaron dichos cursos, así como también información sobre el material y el tiempo de preparación involucrados. El personal pastoral de León de Judá determinará la necesidad de alguna preparación adicional.

 

  1. Normalmente requerimos que las sesiones de consejería pre-matrimonial se comiencen por lo menos seis a ocho meses antes de la boda. Algunas personas sugieren que se comiencen antes de tener la fecha de matrimonio fija.
  2. Requerimos que las parejas participen en seis a ocho sesiones en las cuales utilizamos el manual “Preparing for Marriage”- del autor Dennis Rainey. El libro conlleva un costo, el cual es pagado por la pareja.
  3. Creemos necesario, y por lo tanto animamos a las parejas, a que participen de las clases de matrimonios llevadas a cabo en la iglesia, y además que participen de otros eventos de enriquecimiento pre-matrimonial y/o retiros antes y después de la boda.
  4. Se requiere que la pareja se reúna tambien con el pastor oficiante, quien determinará las sesiones requeridas. La Iglesia se reserva el derecho de asignar el pastor oficiante según la disponibilidad del personal pastoral.
  5. En todo lo posible, preferimos que las parejas a ser casadas por nuestro personal pastoral sean participantes activas de nuestra congregación.
  6. Creemos que la pureza sexual es un elemento clave para la futura felicidad de cualquier pareja. Bíblicamente se requiere, y nuestra Iglesia espera, que las parejas practiquen abstinencia sexual hasta el momento de su boda.
  7. Matrimonios de parejas previamente casadas se llevarán a cabo únicamente cuando la reconciliación con su pareja anterior no haya sido posible. El pastor evaluará cada caso en particular.
  8. Un matrimonio cristocéntrico es el plan de Dios para el esposo y la esposa. Nuestra expectativa es que ambos se sentirán libres para declarar que son creyentes, así como su deseo de que Cristo sea primero en su vida matrimonial. Solo en caso excepcionales nuestra iglesia se sentirá libre para casar a personas que no confiesen a Jesucristo como su Salvador personal.

 

El personal pastoral de León de Judá podrá establecer excepciones a estas normas matrimoniales según lo amerite la situación individual de cada pareja.

Creemos que el matrimonio es una relación sagrada y como personas responsables, aceptamos las normas previamente descritas.

Firma de la Novia __________________________________

Firma del Novio ___________________________________

Firma del Pastor __________________________________

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El don de la sabiduría

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Vamos a meditar en la palabra del Señor un ratito. Busque Primera de Corintios, Capítulo 12, no se nos olvida. Estamos hablando acerca de los dones del Espíritu Santo, ¿recuerdan?

El domingo pasado en el servicio de las 9 hablamos acerca de la diversidad de los dones, la complementaridad de los dones, el hecho de que Dios ha hecho el cuerpo algo complementario, el cuerpo de Jesucristo. La Biblia ve esta comunidad, esta congregación como un cuerpo y uno es un dedo, otro es una parte del cerebro, otro es un oído, una oreja, otra es la boca, otro es una mano, pero todos somos parte de un cuerpo concertado del cual la cabeza es ¿quién? Cristo Jesús, ¿no?

Y entonces el Apóstol Pablo aquí en Primera de Corintios, Capítulo 12 habla de que a pesar de que hay muchos dones, el espíritu es el mismo. Primera de Corintios 12:4 dice:

“...Ahora bien, hay diversidad de dones pero el espíritu es el mismo....”

Hablábamos acerca de que Dios nos ha hecho una comunidad muy variada, con diferentes nacionalidades, diferentes niveles socio económicos, y razas y nacionalidades, pero todos somos parte de un solo ser.

Ahora bien, en este pasaje en el versículo 5 Pablo dice: “... hay diversidad de ministerios...” de aconeon, “.... pero el Señor es el mismo y hay diversidad de operaciones -energematon- .... pero Dios que hace todas las cosas en todos es el mismo....”

Miren qué interesante aquí en este versículo 4 y 5 si usted ha dado cuenta está dibujada la Trinidad. La Trinidad está ahí, mire lo que dice:

“... diversidad de dones pero ¿quién es el mismo? el espíritu...” Está puesto allí el espíritu, ¿verdad? una de las tres personas de la Trinidad.

En el versículo 5 “... hay diversidad de ministerios pero ¿quién es el mismo? El Señor, ahí está, el Hijo. Tenemos el espíritu y el Hijo “.... y hay diversidad de operaciones pero ¿quién es el mismo? Dios, el Padre. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo están allí puestos en una forma casi como implícita. El Apóstol Pablo no señala la Trinidad en una manera abierta pero está allí porque fíjese está presentando al Señor, el Hijo, el Padre, Dios, y el Espíritu Santo como si fueran en el mismo nivel. Él no traza diferencia, los pone a los 3, los menciona en la misma manera como si fueran paralelo el uno al otro.

Este es el tipo de versículo que llevó a la iglesia en su desarrollo de teología, las creencias primordiales de la fe, a la conclusión inevitable de que Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo, pero es uno solo. No son 3 dioses, es uno solo.

Ahora, la mente no puede entender como.... nunca podremos explicar, pero la Biblia en versículos como este no nos deja otra conclusión de que en la mente de Dios estas 3 personas son una misma cosa, al mismo nivel, con la misma esencia y manifiestan su capacidad en diferentes maneras, pero es un solo Dios, es un solo espíritu el que está trabajando.

Dios ha declarado sobre su iglesia diferentes habilidades. Lo que la Biblia llama dones, o carismata, de donde viene la palabra carisma. Una persona que tiene carisma es una persona que tiene como un don, algo diferente ¿no?

Dios ha dado sus regalos, sus dones a la iglesia para que la iglesia pueda llevar a cabo las tareas que la iglesia necesita ejecutar, que Dios le ha delegado hasta que venga Jesucristo en su segunda venida. Y Dios ha dado dones sobrenaturales, y también ha dado dones que son, podríamos llamar naturales, pero todos vienen de Dios, así que en última instancia, todos son sobrenaturales.

Pero la Biblia señala muchos diferentes dones, pero lo que el Apóstol Pablo quería señalar es, recuerdan que yo les dije que él quería corregir la mentalidad pagana que tiende a ver como diferentes dioses cada uno especializándose en una operación diferente. Yo decía que muchas veces hemos visto eso aún en el cristianismo a través de la santería hay como diferentes santos que cada uno hace una cosa y como que el paganismo se va metiendo en la iglesia en una forma encubierta.

Pablo quiso corregir esa mentalidad pagana que imperaba en Grecia y en Roma en el mundo en el cual él se movía y el cristianismo, y quiso decir, sepan ustedes que aunque Dios ha dado diferentes manifestaciones, diferentes dones y diferentes formas de operar, el espíritu que está detrás de esos dones es uno solo, es Dios, no es el espíritu de la lengua, el espíritu de la profecía, o el espíritu de las sanidades, o el espíritu de milagros. No, es un solo espíritu, el espíritu de Dios que se está manifestando en la iglesia en diferentes maneras.

Pablo tiene dos intereses en este Capítulo 12, un interés es obviamente sobrenatural, mostrar que los dones sobrenaturales vienen de parte de Dios y que se complementan unos a otros. Pero también tiene una tarea pastoral que él quiere alcanzar y es callar las divisiones que hay en la iglesia de Corinto, a la cual él le escribe esta carta.

La iglesia de Corinto era una iglesia muy dividida, había pugnas, había tensiones entre los miembros. Parece que era una iglesia bastante grande, muy próspera y había tensiones y divisiones. Y él escribió esta carta en parte para promover armonía y promover unidad en el pueblo de Dios.

Sabe usted que las divisiones y los conflictos entre los hermanos no es nada nuevo, estaba ahí en el primer siglo, aún en una iglesia ungida y llena del Espíritu Santo como era la iglesia de Corinto.

Entonces, Pablo quería decir, los dones que Dios provee, dones sobrenaturales son complementarios. El que habla en lenguas, o el que Dios usa en sanidades, ninguno de los dos es más importante que el otro, cada uno tiene su función, cada uno tiene su lugar. Pero también quería decir a los hermanos, hay entre ustedes hay personas de diferentes nacionalidades. Corinto era una ciudad extremadamente diversa, era una ciudad comercial, era una ciudad intelectual, muy poderosa, entonces venía gente de todas partes del mundo y me imagino que esa iglesia de Corinto reflejaba esa diversidad. Y Pablo quería que ellos se llevaran bien y que se aceptaran unos a otros en sus diferentes dotaciones y en sus diferentes características.

Es decir, que había dos propósitos: siempre promover la unidad y la unidad él la ilustra en dos maneras: uno a través de los dones sobrenaturales y lo otro a través de la diversidad que hay social entre ellos, que debe promover compañerismo y aceptación mutua.

Pero yo quiero que ustedes fijen la mirada en estos minutos que nos quedan en ese aspecto de los dones sobrenaturales que Dios ha provisto a la iglesia. Dice el versículo 8:

“....porque a este es dada por el espíritu palabra de sabiduría, a otros palabra de ciencia, según el mismo espíritu,.... –gnoseo, de donde viene la palabra cognocimiento, palabra de conocimiento o de ciencia según el mismo espíritu- ... a otro fe -pistis- por el mismo espíritu, y a otros dones de sanidades por el mismo espíritu, a otro el hacer milagros, a otro profecía, a otro discernimiento de espíritus, a otro diversos géneros de lenguas, y a otro interpretación de lenguas, pero todas estas cosas las hace uno y el mismo espíritu repartiendo a cada uno en particular como él quiere....”

Pablo lista aquí 9 dones sobrenaturales que Dios ha puesto en manifestación en su iglesia, pero que quede claro hermanos, que él no estaba siendo exhaustivo en la lista. En otras partes él señala otros dones: el don de servicio, por ejemplo, el don de la enseñanza, el don de presidir y de liderar sobre una congregación, muchos diferentes dones. Pero en este caso él señala 9 dones que son de índole muy obviamente sobrenatural, y esos dones Dios los ha lanzado sobre su iglesia para la edificación del pueblo de Dios, para el fortalecimiento de la iglesia.

Y yo les decía, hermanos, que recordáramos siempre que eso es para hoy. Dios quiere, por medio de nuestra fe, soltar y manifestar esos dones en medio de nosotros también. Amen. Y nosotros tenemos que estar concientes de eso para cooperar por así decirlo, con el Espíritu Santo. Yo creo que estamos viviendo un tiempo en la vida de la iglesia en que Dios quiere obrar en una forma sobrenatural, obvia, como lo hizo en el primer siglo.

El mundo moderno, actual, necesita ver los dones sobrenaturales de Dios. Es lo único, yo creo, que va a romper esta cadena de incredulidad que ata a la sociedad científica moderna. Dios siempre manda sus dones para... como confrontar la incredulidad de los hombres, para mostrar que Dios es el mismo, para avalar y respaldar la autoridad de su iglesia, la legitimidad, la autenticidad de su iglesia, para respaldar los reclamos de Jesucristo como Señor.

Siempre que Dios envía a alguien a hablar en una forma profética, lo vemos en la Escritura, le depara sus dones que son como credenciales, son como la tarjeta de representación de Dios que dice esta persona va en mi nombre. Lo hizo con Moisés, por ejemplo, Moisés le preguntó a Dios cuando lo mandó a hablar con Faraón, ¿y cómo iré yo allí? ¿Y cómo creerán que tu me has enviado? Y Dios le dio señales milagrosas a Moisés.

Y lo hizo también en Pentecostés y lo hizo en el Primer siglo de la iglesia y lo ha hecho periódicamente a través de los siglos. Ha habido brotes de manifestaciones sobrenaturales a través de los siglos. Ahora mismo yo creo que en muchas partes del mundo los dones están como apagados por la incredulidad de la iglesia y porque muchas veces no se predican estas cosas en las congregaciones, y muchas veces también hay excesos y hay manifestaciones falsas de los dones que desprestigian los dones.

Y desgraciadamente muchas veces las personas que supuestamente se mueven en los dones no tienen a veces el comportamiento íntegro que se necesita para que el mundo crea que son legítimos. Y todas estas cosas han bajado el nivel de fe de la gente y por eso muchas veces los dones, si se manifiestan son como un hilito débil del poder de Dios pero no en la forma poderosa que Dios quiere que se manifiesten.

Y yo creo que nosotros tenemos que lanzarnos a rescatar estas cosas en fe. Muchas veces no nos lanzamos porque tenemos miedo de fallar, tenemos miedo de hacer el ridículo, tenemos miedo de que hagamos cosas y declaremos cosas y que no suceda nada, o simplemente no sabemos ni siquiera cómo comenzar el proceso. Pero yo estoy aquí en estos días hablando acerca de la unción del Espíritu Santo y la llenura del Espíritu Santo y los dones del Espíritu Santo creyendo en fe que al nosotros hacer eso y comenzar a dar pasos de fe, Dios va a comenzar a fluir. Amen. Y Dios va a comenzar a hacer, y ya él lo hace de vez en cuando en medio nuestro. Vemos que Dios sí sana, vemos que Dios ha libertado a personas oprimidas por el diablo, vemos que Dios ha convertido a muchos de ustedes y tantas cosas bellas, pero queremos más, ¿verdad? queremos que ese río de vida siga fluyendo y que se haga más profundo.

En Ezequiel 47, el río que sale del templo, esa visión que vio el profeta Ezequiel, dice que el profeta mete los pies y el agua le llegaba hasta los tobillos, y después mete los pies y le llegaba hasta la rodilla; después hasta la cintura y finalmente era un río que nadie podía pasar sino a nado.

Y así es que pasa, yo creo que la iglesia comienza a dar pasos de fe y el río de Dios comienza a subir, a subir, a subir y a manifestarse cada vez con más poder, pero hay que ejercitarlo. Los dones se desarrollan ¿cómo? Usándolos.

Ahora, para su información y su educación, vamos a ver estos dones, lo más rápido. No se si voy a tener tiempo para terminarlos todos, pero recuerden que desgraciadamente no hay tanto en la Biblia que nos aclare exactamente cómo es que funciona cada uno de estos dones. Hay mucha especulación entre los escritores y analistas de la Escritura y a veces hay división y hay diferencia de opinión irreconciliable, en realidad, en qué quiere decir cada uno de estos dones o cómo se manifiestan.

Pero yo creo que tenemos suficiente idea como para tener apoyo para especular con bastante inteligencia a qué se refiere cada uno de estos dones. En el versículo 8 dice: “.... porque a este es dada por el espíritu, palabra de sabiduría....”

El vocablo que se traduce palabra es ‘logos’ en griego y puede ser palabra, puede ser mensaje, puede ser una declaración de sabiduría. Sabiduría, la palabra ‘sofía’ en el griego también. Aquí Pablo está diciendo que algunas personas miembros del cuerpo de Jesucristo, de la iglesia de Jesucristo, ya sea una iglesia local o la iglesia en general, Dios les da por medio de su Espíritu Santo un don de sabiduría. ¿Cuál es ese don de sabiduría? Nadie sabe con completa seguridad, pero sí la mayoría de los analistas están de acuerdo que la palabra o la declaración, o el mensaje de sabiduría es una capacidad para entender las complejidades de la vida en una forma sobrenatural. Es una capacidad para encontrar solución a problemas, es una capacidad para en una manera visceral y no entender como se llega a una solución de un problema. Eso se puede manifestar en una persona que es un gran consejero y que tiene palabra de sabiduría para las situaciones de la vida o puede ser una persona que conoce algo profundo de los misterios de la vida humana en general y de las cosas de Dios.

En otras palabras, es una persona dotada sobrenaturalmente para entender las complejidades de la vida humana o de la relación entre Dios y el hombre, o de los movimientos de Dios y cómo esas cosas se manifiestan en la vida humana.

En la Biblia, ¿qué persona recuerdan ustedes que recibió un don de sabiduría tremendamente poderoso? Salomón. Salomón, dice la palabra, que Dios le dio sabiduría, dice, como no había recibido nadie ni antes de él ni después de él.

Y recuerdan ustedes un pasaje donde esa sabiduría se manifiesta en Salomón. ¿Recuerdan cuando vienen 2 mujeres a él? Son dos madres, había una gran hambre parece en una parte de la ciudad, o del país, y estas dos mujeres habían dado a luz prácticamente al mismo tiempo y tenían bebitos bien jovencitos. Y es una historia terrible en su explicación, dice que las dos llegaron a un acuerdo, como había tanta hambre en la ciudad, llegaron a una solución desesperada, llegaron a un acuerdo, un día nos vamos a comer uno de los bebés y después nos vamos a comer el otro. Terrible. A veces la desesperación humana llega a ese punto. Y pues, hicieron así, hicieron el trato y así pasó. Sacrificaron a uno de los bebés, se lo comieron, y después llegó el turno al segundo, y cuando llegó el turno del segundo la otra no quiso ir adelante con el trato. Y entonces vinieron a donde Salomón para que él les resolviera el problema, y Salomón dijo, bueno, la única manera que lo vamos a resolver es, vamos a cortar el bebé por la mitad y ¿qué pasó cuando sucedió eso? La verdadera madre dijo, no, mejor que se quede ella con el bebé, que se quede ella con el bebé. ¿Por qué? Porque lo amaba, y la otra estaba dispuesta, está bien, pues, que lo corten por la mitad, que ninguna de las dos lo tenga. Entonces, ¿qué dijo Salomón? Dénselo a la que dijo que se quedara ella con él, ¿por qué? Porque el corazón de madre la llevó a querer preservar. La otra, como no era su mamá, no le importaba el asunto. Y la gente se quedó sorprendida, porque .... fíjese la intuición psicológica que tenía que tener Salomón para descubrir cómo resolver el dilema, cómo resolver el asunto.

Y así Salomón tuvo sabiduría para hacer muchas cosas. Desgraciadamente su sabiduría le falló al final de su vida y fue poco a poco corrompiéndose y desgraciadamente llegó a unas cosas muy tristes, pero fue un hombre que tuvo gran sabiduría para edificar, para prosperar a su nación, para hacer muchas cosas. El libro de Eclesiastés, por ejemplo, se supone que fue escrito por Salomón, y es un libro de tremenda sabiduría. Usted ve allí la sabiduría sobre la vida, la sabiduría sobre los problemas, sobre gobierno, una filosofía profunda, que habla hoy en día... el libro de Eclesiastés, para mi es uno de los libros más sabios y más modernos que hay en toda la Escritura. Es un libro tremendamente profundo y muchos de los proverbios fueron escritos por Salomón, proverbios acerca de la vida, acerca de las relaciones humanas, acerca de la sabiduría, acerca del comportamiento, del dinero, de la prosperidad, muchas cosas. ¿Por qué? Porque Salomón tenía un don sobrenatural de sabiduría.

A otra persona a quien le fue dada sabiduría en la Escritura es Daniel. Daniel recibió un don sobrenatural de sabiduría, muy fuerte también. Y usted ve allí que Daniel recibe revelaciones, Daniel era un gran gobernante. Era uno de los gobernantes más importantes en toda Babilonia y era un hombre que en su comportamiento, en su forma de caminar en la vida, reflejaba una gran sabiduría, un hombre íntegro completamente. Se libró de muchos de los grandes problemas y dificultades que dañaron muchas veces, o mancharon el testimonio de muchos otros grandes hombres de Dios.

Entonces, yo creo que Dios, hermanos, derrama a través de la historia el don de la sabiduría sobre personas en su pueblo. Yo creo que estas personas muchas veces escriben libros importantes acerca de la conducta humana, del crecimiento cristiano, de cómo resolver los problemas del alma y de las relaciones humanas y es un don sobrenatural, que si nosotros lo recibiéramos como un don sobrenatural y lo cultiváramos en esa actitud, yo creo que Dios lo usaría aún más poderosamente y daría todavía intuiciones y ese don correría con más libertad en medio del pueblo de Dios.

Así que nosotros tenemos que pedirle, Señor, si tu me has dado un don de sabiduría, ¿cómo se manifiesta ese don en una manera cotidiana? Dios a veces pone en hermanos y hermanas de la iglesia esa capacidad para aconsejar, para navegar las dificultades y las complejidades de la vida, y qué importante es ese don hoy en día, hay tantas jovencitas que necesitan consejo de parte de una mujer sabia. Hay tantos hombres que necesitan a alguien que los apadrine y los mentoree. Hay personas.... la iglesia necesita sabiduría para navegar este tiempo de la historia.

La Biblia habla de los hijos de (no recuerdo ahora)..... que podían interpretar los tiempos y hoy en día yo creo que se necesita en la iglesia el don de la sabiduría para mostrarle a la iglesia cómo caminar, cómo resolver sus situaciones. Hay muchos líderes cristianos hoy en día que están cometiendo terribles errores en público porque yo creo que no hay el don de la sabiduría corriendo con la autoridad que se necesita para aconsejar la iglesia, para confrontar a la iglesia.

Pablo tenía un don poderoso y sabiduría y escribió grandes consejos acerca de la vida. En Pablo se movían casi todos los dones, porque es interesante, la persona de nivel apostólico, cuando Dios escoge un Apóstol yo creo que en el Apóstol se mueven todos los dones en un momento u otro, Dios dota al Apóstol, porque el mover del Apóstol es un mover muy diverso. Entonces, los Apóstoles, generalmente en un momento dado o en otro momento pueden manifestar los diferentes dones. Pablo tenía un gran don de sabiduría, Jesús tenía un gran don de sabiduría.

Recuerdan ustedes cuando vinieron los fariseos a preguntarle al Señor acerca de si se debía pagar impuestos al César. Ellos querían probarlo y lo metieron en una trampa, porque si él decía que sí, que había que pagarle impuestos al César romano, se metía en problemas con los judíos que odiaban a los romanos y parecía entonces un traidor a la patria. Y si decía que no, que no se debía pagar el dinero al César parecía entonces un rebelde contra Roma, y se metía en problemas con Roma. Entonces fue como un juego de ajedrez, lo pusieron en una posición en que si se movía para acá lo mataban, y si se movía para allá también lo mataban.

Y entonces mire cómo Dios le dio sabiduría a Jesús para escaparse de eso. Le dijo, denme una moneda, ¿de quién es la moneda? Dijeron, del César. Entonces, dijo, bueno, pues si es del César, Denle al César lo que es del César y allí les dio una respuesta que no decía ni una cosa ni la otra, pero le respondía como tenía que responderle. Sabiduría. Esa es la palabra de sabiduría, es el don, es esa expresión del espíritu de Dios que le permite a una persona recibir capacidad para resolver problemas en la vida en una forma divinamente dada.

Óigame, ¿no creen ustedes que ese es un don tremendamente útil y que la iglesia necesita de ese don, y que tenemos que pedirle al Señor que desate ese don en nosotros? Yo sospecho que algunos de ustedes aquí en este lugar han recibido el don de sabiduría y no lo saben. Pero su vida refleja esa sabiduría en una forma muy humilde y poco espectacular, pero está ahí.

Ahora, recuerde lo que yo les he dicho que para desarrollar el don hay que ponerlo en práctica, hay que lanzarse en fe, hay que decir, Señor, yo creo que tu me has dado ese don, porque siento el llamado a ejercer ese don y veo que tu me bendices en el ejercicio de ese don, así que yo voy a comenzar a caminar en el don y voy a creer por fe.

Ahora, también usted para desarrollar los dones usted tiene que leer acerca de ese don, alimentarlo, usarlo en el nombre del Señor, ejercitarlo cuando le es posible, orar para que Dios vaya desatando más el don, ayunar para que el Señor aumente el poder y la intensidad de ese don. Esa es la manera.

Pablo le dice a Timoteo, recuerdan, te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti. En otras palabras, Dios pone el don en una forma embriónica, lo pone en una forma inicial pero entonces a nosotros nos toca, a través del ejercicio, el estudio, la oración, el ayuno, desarrollar el don, echarle leña para que el fuego sea cada vez mayor.

Vamos a tomar un momentito ahora mismo y vamos a orar. Póngase en oración un segundo y vamos a pedir que Dios comience a manifestar ese don a quién él quiere, porque dice aquí, que el espíritu da a quien él quiere, y vamos a pedirle al Señor, si Dios ha puesto ese don en algunos de nosotros, vamos a pedirle al Señor que lo confirme y que comience a hablar a nuestras vidas y que ese don comience a manifestarse. Y cuando tu sientas que Dios te está hablando a ti, Dios va a poner una fuerte impresión en tu espíritu.

Yo creo que de hoy en adelante Dios va a estar hablando a alguno de ustedes por medio de esta palabra que yo he dado aquí, Dios va a comenzar a hablarles y ¿cómo se manifiesta ese don de Dios en usted al principio? El don va a comenzar a hablarle a usted, en una forma muy sutil usted va a comenzar a sentir una inquietud en su espíritu, nadie le va a hablar verbalmente. No va a venir un ángel y le va a decir nada, pero usted va a comenzar a sentirse inquieto acerca del don de la sabiduría y usted va a comenzar a preguntarse quizás Dios ha puesto ese don de sabiduría en mi.

Y entonces, usted por fe va a decir, Señor, yo recibo ese don y yo me lo apropio, yo creo que viene de ti y te pido ahora que lo continúes desatando más y más y que lo pongas en una manifestación cada vez más clara, más profunda, más intensa, y que me enseñes cómo desarrollar mi don, y que me pongas en lugares donde yo pueda ejercerlo, y que me pongas en situaciones y ante personas a las cuales yo les pueda hablar en el espíritu y que cuando tengan una necesidad, o un problema, una dificultad yo pueda darle una palabra de sabiduría, una palabra de consejo atinado, una palabra de solución que aunque nadie tenga la solución, tu me la vas a dar a mi para esa persona. Yo voy a hablar en fe, creyendo que eso viene de ti.

Así que, Padre, ahora mismo en el nombre de Jesús yo declaro ese don. Tu se lo das a quien tu quieres, Padre, dice la palabra y nosotros con respeto lo único que hacemos es abrir aquí, en el mundo del tiempo y del espacio un canal para que tu don descienda soberanamente sobre quien tu quieres. Espíritu Santo señala a quien tu quieras e infunde ahora mismo ese don en nuestra congregación para que ese don comience a circular y que veamos, Señor, un brote de la palabra de sabiduría en medio de este pueblo para que haya consejo, Señor, para tu iglesia.

Recibimos, en la medida en que tu quieres, y en la forma en que tu quieres, ese don ahora, en el nombre de Jesús desarrolla inquietud y capacidad, Señor, para que ese don se manifieste en este lugar. Los que trabajan con jóvenes, los que trabajan con mujeres u hombres, los que trabajan en la consejería familiar, los que trabajan en la calle con diferentes agencias sociales, los médicos, que tienen que a veces resolver situaciones en un instante porque no hay mucho tiempo para hacer una decisión. Desata el don de la sabiduría, Padre, y lo creemos, lo recibimos, Señor, lo recibimos. ¡Aleluya! En el nombre poderoso de Jesús. Amen. Amen. Gloria a Dios.

¿Cuántos creen que Dios va a hacer eso? Amen. Hermanos, yo creo en esos dones y mire, voy a terminar con uno más. Dice aquí, “.... palabra de sabiduría, a otro palabra de ciencia, palabra de ciencia según el mismo espíritu...”

En el griego original la palabra que se traduce al español ciencia es gnoseos, de donde viene la palabra conocimiento o gnosis, y se traduce ‘ciencia’, pero podría ser muy bien la palabra de conocimiento.

Ahra, de nuevo nadie sabe con absoluta certeza qué quiere decir ese don de conocimiento o de ciencia. No hay muchas más referencias en la Biblia acerca de ello, pero se cree, y yo confío en que sí, hay suficiente por allí referencias para darnos una idea de qué es el don de conocimiento, o el don de ciencia.

Y de paso, fíjese que Pablo los pone juntos, uno detrás del otro. ¿Por qué? Porque esos dos dones estás asociados el uno con el otro. Recuerde que esto no es una cosa absolutamente tecnológicamente rígida y fija. El Apóstol Pablo estaba hablando en el espíritu y dio simplemente 9 muestras de cómo Dios capacita sobrenaturalmente a su iglesia para resolver los diferentes retos que la iglesia encuentra. Pero en su mente, inspirada por el Espíritu Santo, el don de sabiduría y el don de conocimiento o ciencia, están muy relacionados, y yo creo así.

Es más, yo creo que muchas veces una persona puede recibir esos dos dones y pueden funcionar en la persona en cooperación y colaboración el uno con el otro. Ahora, ¿cuál es la diferencia? Podríamos pasar un sermón completo hablando de esto solamente pero voy a ser bien apretado y bien rápido aquí.

Yo creo que sabiduría, de nuevo se refiere a problemas de la vida, las grandes verdades de Dios y del hombre, del tiempo y del espacio, es la sabiduría que Dios le puede dar a un filósofo cristiano, ungido por el Espíritu Santo. Eso es sabiduría, es conocimiento práctico de la vida.

El don de ciencia o conocimiento es un don más específico que tiene que ver con asuntos, pueden ser asuntos de..... les voy a dar una ilustración mejor. Vamos atrás, cuando se iba a construir el santuario, no el santuario, el tabernáculo en el desierto Dios quería que se construyera un tabernáculo para que los israelitas lo adoraran en el desierto, y le instruyó a Moisés cómo tenía que ser construido el tabernáculo. Le dio el diseño del tabernáculo y en ese diseño se incluía todo, desde objetos metálicos, de oro, de plata, bruñidos y esculpidos, había cortinas y telas que había que elaborar para el tabernáculo, pieles que había que tratar y curtir también, había madera, había diferentes objetos que había que hacer de orfebrería. Había una cantidad de diferentes cosas para construir el tabernáculo y Dios, dice la Biblia, que inspiró a dos hombres, a Aholiab y Besaleel, no le aconsejo que le de ese nombre a ninguno de sus hijos, a Aholiab y Besaleel, y dice que a esos hombres se les dio una capacidad sobrenatural para hacer diseños y para ejecutar todo tipo de obras, de joyas, de metales, de madera y de tela. Y esos hombres divinamente dotados ejecutaron el diseño que Dios le dio a Moisés para la elaboración del tabernáculo.

Y ¿saben qué? En otras palabras, mire allí, yo creo que Dios le dio a esos hombres un don de ciencia, o un don de conocimiento para que pudieran ejecutar esas tareas específicamente. Yo creo asimismo que a través de los siglos la iglesia de Jesucristo ha confrontado diferentes situaciones donde necesita conocimiento para llevar a cabo las tareas que Dios le encomienda.

En los tiempos, por ejemplo, cuando la iglesia gobernaba Europa y era una entidad política, gubernamental y otras cosas, yo creo que Dios dotó a gente para ser hombres de estado y para escribir tratados políticos y otras cosas para iluminar a la iglesia en formas específicas, sociológicas, administrativas.

Yo creo que la iglesia siempre ha necesitado administradores, pensadores estratégicos, gente que sepa sobre finanzas, sobre construcción, sobre tecnología, sobre la elaboración de sistemas y desarrollar ministerios para avanzar la iglesia. Todas estas cosas, la iglesia necesita de eso, entonces Dios dota a personas sobrenaturalmente. No estamos hablando de que son simplemente inteligentes en esa área.

Ahora, lo que pasa es que recuerde que una persona puede nacer con el llamado de Dios en su vida y muchas veces ese llamado la persona ni siquiera sabe que Dios lo ha puesto en ellos, sin embargo esa persona tiene el don y entonces ese don se manifiesta en formas naturales, pero no tiene todavía la unción poderosa de Dios que puede desatar, la manifestación a nivel sobrenatural.

Entonces puede haber por allí gente que por ejemplo son ingenieros, son financieros, son técnicos o tienen un don administrativo, y lo están usando porque Dios puso ese don en ellos, pero no han entrado en el uso sobrenatural, no han entrado en el reconocimiento de que Dios quiere más a través de ese don. Dios quiere manifestarlo en una forma... meterle esteroides y desarrollar el don en una manera, usted sabe ya, completamente descomunal, poderoso. Y eso es lo que viene por medio del Espíritu Santo y el reconocimiento del don como que viene de Dios. Y cuando la persona entonces le dedica ese don a Dios y ese don comienza a fluir en una modalidad sobrenatural, de momento, ese don se levanta como un dinosaurio y ruge y hace estragos, y hace cosas preciosas porque ahora está funcionando en la plena unción del Espíritu Santo.

Imagínese un Michael Jackson lleno del Espíritu Santo, I don’t even want to see that.... ok, yo creo que una persona sí fue dotada y lo que ..... ojalá y esa persona reconociera y entrara en el uso de su don para gloria de Dios y avance del Reino de Dios, sería terrible. Yo creo que una persona como Juan Sebastián Bach, el más grande compositor de toda la historia, era un hombre que Dios dotó de un don de ciencia, una palabra de ciencia y de conocimiento. Juan Sebastián Bach escribió algunas de las obras musicales más sublimes de toda la historia de la música y hoy en día todavía, mucha de la música moderna del jazz y de la música más cerebral está basada en las armonías que Dios le dio a Juan Sebastián Bach, un hombre, un cristiano entregado que dedicó toda su música para gloria de Jesucristo, toda la música de Juan Sebastián Bach. Y cuando usted oye la música de Bach, usted sabe que ahí hay algo raro que está metido entre esas notas. Esa es la unción de Dios, la palabra de ciencia, de conocimiento. Él tenía una capacidad para desarrollar armonías y él producía obras clásicas maestras como usted y yo soñar algo. Él simplemente las hacía espontáneamente.

Fíjese, con esto termino, una ilustración casera. Cuando nosotros comenzamos a trabajar en este edificio aquí, nuestra iglesia no tenía finanzas, no tenía la capacidad, nos metimos en camisas de once varas en este edificio. Yo me metí como un cordero inocente no sabiendo en qué me estaba metiendo. Sinceramente. Nuestra iglesia no tenía dinero. Me da vergüenza decirlo, en un momento pensé que la elaboración de este edificio nos iba a contar 75.000 dólares. Hermanos, ni las escaleras costaban 75.000 dólares porque cuando se metieron los arquitectos y comenzaron a romper y a idear y todo eso, cuando vino a ver, esto fue una locura. Nos metimos como corderos al matadero aquí.

Y yo le oré al Señor para que mandara el espíritu de Besaleel y de Aholiab a mi persona y a personas en esta congregación, recordando a esos dos hombres que Dios dotó con capacidad para construir el tabernáculo. Y yo le oré al Señor específicamente, Padre, envía ese don en medio de nosotros para la elaboración de este edificio. Y ¿saben qué? yo creo que Dios le dio ese don a Mario Ulloa y se lo dio también a Roberto Naranjo que vino desde Chile, lo trajo desde Chile hasta acá, con una supuesta misión diferente pero aquí se quedó.

Y hermanos, déjenme decirle algo, arquitectos con grados de maestría y de doctorado han tenido que aprender de estos hombres, soluciones que a ellos se le han ocurrido, no se le habían ocurrido a ellos. Y para gloria del Señor Dios me ha dado a mi cierta capacidad también para entender ciertas cosas de la construcción que yo nunca, yo no sabía ni clavar un clavo, hermanos, cuando comenzó esto, y Dios me ha dado cierta sabiduría administrativa para resolver cosas y para dialogar con estos hombres y Dios ha traído otras personas y Dios nos ha permitido elaborar estos edificios a fracciones del costo y a tener una iglesia hispana que con un presupuesto modesto, tener unas facilidades como esta y adquirir este espacio. Este edificio con su estacionamiento cuesta la mitad casi de lo que cuesta un estudio aquí al lado de nosotros hoy en día. Dios hizo la obra en el momento propicio en la forma propicia en un lugar clave de la ciudad de Boston. Yo creo que ese es el don de ciencia, es el don de conocimiento que Dios da, y Dios lo ha dado en muchos otras maneras aquí a través del tiempo.

Dios le da ese don a los músicos cuando se mueven en la unción del Espíritu Santo y se llenan del Espíritu Santo y creen y se mueven en ese don, Dios desata la sabiduría, Dios desata el conocimiento. ¿entiende? Ese don lo tenían Besaleel y Aholiab, ese don lo tenía Neemías al cual Dios le dio el don para construir y edificar los muros. Le dio a Neemías capacidad de diseño y de organización y de administración. Se lo dio a José, le dio a José capacidad para administrar. Dondequiera que José llegara lo ponían a dirigir, lo metieron a la cárcel y cuando vino a ver ya estaba dirigiendo toda la cárcel él solo. Y después lo sacaron y dirigió a Egipto en su campaña de recuperación financiera cuando hubo la gran hambre.

Dios da esos dones, Dios los da hoy todavía para que su iglesia pueda hacer las cosas. ¿Cómo hubiéramos nosotros podido edificar este edificio o renovarlo todo y encontrar las destrezas de diseño y de todas los diferentes dones, si no hubiera sido Dios obrando soberanamente y moviendo eso en una manera? Y todavía falta lo mejor, se los digo, hermanos.

Yo creo que mucha de las cosas que se hacen aquí es porque Dios ha dado un liderazgo que está sobrenaturalmente dotado y la gloria es para el Señor, así como él da los dones así los quita si la gente se engrandece demasiado y se pone demasiado cabezona, Dios enseguida se lo quita. La gloria es solamente de él eso no es de nadie.

Pero Dios lo da porque él quiere que su iglesia sea prosperada, y si otra iglesia hubiera podido moverse en ese don habría más localidades construidas en diferentes partes de la ciudad. Dios quiere hacer eso. Dios quiere dar sabiduría y Dios quiere dar ciencia, conocimiento a su pueblo. Pero ¿saben por qué no recibimos? Porque no pedimos, porque no entendemos que Dios quiere moverse en esa manera sobrenatural.

Recuerden, los dones son capacidades con esteroides, eso son los dones. ¿Sabe lo que es esteroides? Esteroides son esas cosas que le dan músculos ratifícales a la gente, los atletas hoy ilegalmente los usan, pero es la idea de poner poder y darle una capacidad sobrenatural al ejercicio de los conocimiento.

Don de sabiduría y don de conocimiento o ciencia. Vamos a orar un momentito porque Dios tiene también ese don para el pueblo de Dios. Ese don está en jóvenes aquí, está en personas que tienen una capacidad específica, una dotación específica, para una obra específica. Dios puede dar ese don y tu puedes usar ese don sobrenaturalmente en administración, en finanzas, para hacer dinero para que la iglesia de Jesucristo avance, para entender en el área de la política, la economía, la literatura, la filosofía. Dios te puede dar un don de conocimiento para que se te ocurran cosas que no se ocurren en lo natural. Dios te puede dar una capacidad intuitiva. Estos dones de ciencia y de conocimiento se manifiestan en una forma intuitiva.

Ahora, los alimentamos por medio del estudio, la lectura, la oración, el ayuno y el ejercicio, así es que los dones se desarrollan. Si tu sientes que Dios ha puesto eso en ti ese don y él sabrá si te lo da o no, eso es asunto de él, pero quizás tu sientes en tu corazón, quizás Dios me ha dado un don de conocimiento.

Yo les digo atrevidamente, yo creo que Dios me ha dado un poco de ese don de conocimiento que me ha permitido estudiar en diferentes lugares sin tener que pagar un centavo, me ha sacado de la pobreza y me puso en lugares de alto conocimiento y me ha permitido usar ese don para bendecir a su iglesia y yo lo digo sin ningún orgullo, pero lo digo, porque muchas veces no hablo las cosas y creo que estoy siendo humilde pero es que no le estoy dando gloria a Dios y se la doy en el nombre del Señor ahora mismo.

Y también cuando se confiesa viene más. Así que en el nombre del Señor yo pongo a un lado toda falsa humildad ahora mismo y le doy gracias a Dios por eso, porque lo ha hecho así, y le doy gloria a él. Dios da conocimiento, Dios da sabiduría a su iglesia y usted puede recibirlo también y quizás usted lo tiene allí, así que en el nombre de Jesús, Padre, yo desato el don del conocimiento, el don de la ciencia sobre mis hermanos, don para administrar, don para concebir proyectos nuevos, don para sacar soluciones para los problemas de esta comunidad que está cerrada, bien cerrada, don para los que trabajan en los hospitales, en las agencias sociales, en las escuelas, para las amas de casa que tienen problema cómo rendir el dinero de sus hogares, para los hombres que necesitan hacer soluciones para sus apartamentos y sus casas, para la gente que necesita sabiduría, cómo resolver los problemas con sus hijos, sus matrimonios.

Padre, yo pido un espíritu de sabiduría y de conocimiento en el nombre de Jesús. Lo desato sobre tu pueblo. Señor, recibimos, recibimos el don que puede resolver problemas gubernamentales, problemas de relaciones internacionales, problemas para la guerra, el hambre, la pobreza, la violencia, las ataduras que hay en nuestras ciudades y en los gobiernos, problemas para resolver las ataduras de la mente y de las emociones, para la psicología, la consejería, la filosofía, la sociología, el gobierno, la literatura, las artes, las leyes, los sistemas judiciales, Señor, en el nombre de Jesús tu iglesia pide ese don. En el nombre de Jesús, Señor aquí hay algunos que tu has llamado a ejercer ese don en diferentes niveles, porque tu unción es diferente conforme a la medida de la fe que cada uno ha recibido ese don se va a manifestar, pero creemos Señor, al predicar sobre este don de conocimiento y de ciencia y de sabiduría, Espíritu Santo yo te digo públicamente, nosotros creemos que tu eres el mismo ayer, hoy por los siglos. Y recibimos esos dones ahora.

Padre, que esta iglesia se mueva sobrenaturalmente y si es posible, Señor, que también ese don alcance ahora mismo a otras iglesias, a otras personas, porque tu eres poderoso para que la unción que está aquí en este momento pueda alcanzar también a otras iglesias, a otras comunidades, en otras partes de Nueva Inglaterra, otros grupos étnicos también que te están adorando en este momento. Envía, Señor, comienza a mover sobrenaturalmente sobre esta región.

Recibimos esa unción, la recibimos. Di, recibo la gracia de Dios en mi, recibo la operación del poder de Dios en mi. Gracias, Señor. Gracias, ¡Aleluya! ¡Aleluya! Te adoramos, te bendecimos.

¿Cuántos creen que Dios es el mismo ayer, hoy y por los siglos? Amen. Denle un gran aplauso al Señor. Gloria al Señor. Comience a avivar el fuego del don de Dios que está en usted. Gloria en nombre del Señor. Te adoramos.

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Entrar en la diversidad de dones

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Quiero invitarles a ir a la palabra de Dios en esta mañana, Primera de Corintios. ¿Recuerdan la Primera de Corintios, Capítulo 12? Hace tres semanas atrás, 21 días más 0 menos, quizás un poquito menos. Yo comencé una meditación sobre el Capítulo 12 de Primera de Corintios y durante las últimas dos semanas hemos tenidos invitados especiales o invitadas especiales, y tuvimos que detener un poquito la meditación.

Recuerdan que todas estas semanas el Señor nos ha estado llevando a través del tema del Espíritu Santo y la llenura del Espíritu Santo, el bautismo del Espíritu Santo, la vida llena del Espíritu Santo. Es un tema importantísimo, un tema que todo creyente debe conocer. Desgraciadamente hay mucha ignorancia al respecto y Dios no quiere que nosotros seamos ignorantes de las complejidades del Espíritu Santo porque el Espíritu Santo es la tercera persona de la Trinidad y tiene un rol esencial en la vida del creyente. Cristo nos salva, nos comunica con el Padre, es un intermediario y Dios se manifiesta también a través de su Espíritu Santo. Y el Espíritu Santo es ese agente ejecutivo que Dios ha enviado a la tierra para que fortalezca su iglesia mientras su iglesia está aquí en la tierra, para que derrame dones sobre el pueblo de Dios para que el pueblo de Dios pueda llegar a la meta que Dios le ha planteado, para que el pueblo de Dios tenga el poder necesario para evangelizar el mundo, para vivir en santidad, para sanar sus heridas, para ser testigos efectivos del Reino de Dios y tantas otras cosas que hace el Espíritu Santo. Como hemos visto nos lleva hacia toda verdad, nos comunica mejor con la persona de Jesús, nos fortalece cuando estamos débiles, nos ilumina nuestro entendimiento y derrama dones sobrenaturales también, que permiten, como tuvimos una palabra profética esta tarde que concuerda con lo que el Señor puso en mi corazón de llamar a la iglesia a la consagración.

¿Cómo se yo, por ejemplo, que Dios está llamando a León de Judá a un espíritu de mayor consagración? Nadie me ha mandado un telegrama diciéndome, pastor Miranda, usted tiene que enseñar acerca de mayor consagración. No, pero yo he estado sintiendo algo dentro de mi. Yo no puedo explicar exactamente qué es, pero es una sensación, es un sentir, es una sombra que hay ahí adentro, es una inclinación de mis pensamientos que continuamente como que me van enfocando en que Dios está hablando a la iglesia y a mi vida de una mayor consagración, una mayor entrega.

Yo no tengo forma de explicar por qué yo siento eso, porque es uno de los muchos temas, pero eso yo creo, es el Espíritu Santo hablando al pastor principal de esta iglesia y diciéndoles, Roberto, las directivas para mi pueblo en congregación León de Judá para este tiempo es: quiero mayor consagración, quiero mayor entrega. Ese es el Espíritu Santo, haciendo esa obra en mi espíritu y yo se lo transfiero a ustedes, eso es palabra profética de Dios, ese es el espíritu profético. Ese es uno de los dones que Dios depara.

La hermana Alberta aquí, recibe una palabra parecida y se conectan las dos cosas y entonces hay edificación para el pueblo de Dios, ¿verdad? Hay una concordancia, una afirmación. Otros hermanos sienten lo mismo y hay asentimiento, reconocimiento, sí, eso es cierto. Muchos de ustedes han quizás sentido cosas iguales, ¿por qué? Porque el Espíritu Santo se está moviendo. Eso es lo que hace el espíritu, llevar una congregación en cierta dirección. Y si una iglesia aprende a moverse así, a discernir la voz de Dios y ajustarse a la voz de Dios, esa iglesia va a crecer y va a ser prosperada, va a ser protegida, va a ser guardada de los ataques del enemigo, y va a ir de bendición en bendición, y de mayor efectividad a mayor efectividad.

¿Cuántos creen eso? Ese es el Espíritu Santo y por eso es que Dios no quiere que tu seas ignorante, como dice el Apóstol Pablo, como leímos anteriormente al comienzo, no quiere que ignoremos acerca de los dones espirituales. Y Dios quiere hacer lo mismo en tu vida personal también y desgraciadamente muchos cristianos no saben eso, de que cuando tu entras al Evangelio Dios quiere instalarte un componente en tu espíritu para él poder comunicarse diariamente contigo. Y tu vas a estar, quizás, en algún momento en la factoría, en la fábrica donde tu trabajas sentada ahí en la mesa donde comen los empleados, y te vas a estar comiendo tu sándwich y mientras le pega una mordida al sándwich, ves a persona que está en una esquina del salón y tu sientes algo que te jala y que como que te dice, esa persona necesita una palabra o acércatele, y entonces si tu eres un cristiano entrenado en el mover de Dios, tu vas a discernir que ese pensamiento no viene de tu mente solamente, sino que viene del Espíritu Santo.

Y tu vas a orar al respecto y en fe te vas a mover, quizás incómoda pero creyendo que hay algo allí, porque tu quieres ser obediente al espíritu, y vas a acercarte a esa persona y con toda cortesía y respeto le vas a decir, mire, yo no le conozco, soy cristiana y mientras estaba allí sentada creo que el espíritu de Dios me dijo que me comunicara con usted y que te saludara y estoy aquí para servirle, y me gustaría, si usted me lo permite, orar por usted.

Y cuántas veces nosotros hemos hecho eso y ha habido lágrimas que salen del rostro de una persona, ¿si o no?, ha habido confirmación en el corazón de esa persona y se ha dado una cita divina ahí, y esa persona ha tenido un encuentro con Dios. Dios quiere así tantas cosas.

A veces tenemos problemas con un hijo difícil, desobediente y ya es de noche y el hijo o la hija está durmiendo en su cama, y nosotros pasamos quizás hacia nuestro dormitorio, miramos la puerta y el hijo está allí acostado, dormido, y el Señor nos dice, ve y unge su cama con aceite. Ve y pon tu mano por encima de su cabeza y declara mi poder y rompe cadenas que el diablo quiere poner sobre su vida y tu en el nombre de Jesús vas allí y escuchas la voz de Dios y lo haces en el poder del Espíritu Santo en ese momento, y al otro día tu hijo siente algo que antes no había sentido. Y el domingo próximo viene a la iglesia, y él no sabe por qué y hay un encuentro de Dios con ese individuo.

Tantas cosas el Espíritu Santo, el espíritu de Dios quiere manifestarse en diferentes maneras y de eso habla el Apóstol Pablo, de la diversidad en que el Espíritu Santo se manifiesta en la vida del Hijo de Dios.

Mire aquí en el versículo 4 dice: “.... ahora bien, -Primera de Corintios 12- ... ahora bien, hay diversidad de dones pero el espíritu es el mismo y ha diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo, y hay diversidad de operaciones, pero Dios que hace todas las cosas en todos, es el mismo, pero a cada uno le es dada la manifestación del espíritu para provecho porque a este dada por el espíritu palabra de sabiduría, a otros palabra de ciencia, según el mismo espíritu,.... –y vamos a explicar eso más adelante- ... a otro fe por el mismo espíritu, y a otros dones de sanidades por el mismo espíritu, a otro el hacer milagros, a otro profecía, a otro discernimiento de espíritus, a otro diversos géneros de lenguas, y a otro interpretación de lenguas, pero todas estas cosas las hace uno y el mismo espíritu repartiendo a cada uno en particular como él quiere....”

El Apóstol Pablo está señalando un aspecto muy importante de la vida en el espíritu en este pasaje y es que hay un solo Dios, hay un solo Espíritu Santo, pero ese Espíritu Santo no tiene limitaciones en cómo se manifiesta. Para cada situación de la vida, para cada necesidad de la iglesia el Espíritu Santo puede asumir una manifestación diferente.

Yo creo que el Apóstol Pablo no tenía en mente señalar solamente 9 dones y decir, solamente hay 9 dones. Hay mucha gente pentecostal, carismática, que se identifica con el mover del espíritu que solamente señalan 9 dones y dicen, esos son los 9 dones del Espíritu Santo. Yo no creo que el Apóstol Pablo le interesaba solamente decir, hay 9 dones y eso es todo, él estaba simplemente poniendo un ejemplo de las diversas formas en que el Espíritu Santo se puede manifestar, y él quiere que nosotros entendamos que el espíritu de Dios puede manifestarse conforma cualquier situación, cualquier necesidad, cualquier problema, cualquier demanda de la vida.

Y déjenme decirle que mientras yo digo eso estoy muy conciente de que me estoy apartando del tratamiento que yo le di a este versículo, a estos versículos esta mañana. Muy diferente lo que está saliendo de mi cabeza ahora mismo, pero quizás el Señor quiere que usted sepa que diferentes situaciones en su vida financieras, de trabajo, familiares, espirituales, emocionales, mentales y Dios dice, te está diciendo ahora mismo, mira, no importa cuál sea tu situación, no importa cuán específica sea la demanda en tu vida, yo puedo manifestarme favorablemente y bendecirte en esa manera. Mi espíritu no tiene límites. Así que sea lo que sea que tu estás pasando en tu vida yo quiero infundir fe en ti, dice el Señor, y yo quiero dejarte saber que yo no tengo límites en mi capacidad, yo no tengo límites en mi creatividad y yo puedo sujetar cualquier problema y cualquier situación a mi buena voluntad y puedo darte una solución a tu problema.

¿Cuántos creen eso? Amen. Hay diversidad de dones, no son solamente 9 dones. El Señor está diciendo, yo quiero repartir mis dones entre mi pueblo y quiero levantarme un pueblo bien, bien variado. Quiero que el maestro esté dotado sobrenaturalmente para que la palabra que salga de su boca no sea una palabra meramente humana e inerte, yo quiero dotar a los maestros de mi pueblo con una palabra que sea vida para los jóvenes que la escuchen que aunque esté enseñando matemáticas o lenguas o lo que sea, yo voy a poner en la lengua de mis maestros y maestras una dotación de poder que va a ser vida para los alumnos que la escuchen y voy a poner en su persona algo especial que con meramente tratar con esos alumnos, vida va a salir de él o de ella y esos alumnos van a recibir un toque que no va a venir de ningún otro ser que no sea el que está en contacto con mi espíritu.

Y en esta tarde yo les estoy diciendo a los maestros en el nombre de Jesús que crean en esta tarde por una dotación especial de poder para ser vida en esos salones de clase y para ser una presencia del Reino de Dios en esos lugares porque Dios va a difundir su espíritu específicamente a través de los maestros creyentes, los maestros cristianos. ¿Cuántos maestros cristianos hay aquí, sea retirado o sea....? Levántese ahora mismo, y si usted enseña en un nursery, si es un asistente de maestro, si en alguna manera usted tiene influencia sobre... póngase de pie. No importa en la capacidad en la que usted esté trabajando, puede ser lo que sea, pero si usted está enseñando a alumnos de alguna manera, jóvenes, está ejerciendo alguna influencia, donde sea, puede ser adulto, puede ser en un hospital, puede ser en una escuela que está enseñando, lo que sea, póngase de pie en el nombre de Jesús y yo voy a creer en esta tarde por una transferencia de poder y de don especial sobre su vida. Y yo creo en el nombre de Jesús que también vamos a pararnos aquí en el lugar de muchos otros maestros cristianos, en otras escuelas, en otras iglesias, y yo creo que Dios va a difundir un don especial, y yo quiero que tu lo recibas en esta tarde como que Dios te va a dar algo, y entonces comienza a ejercer eso y a creer que cuando tu hables con los padres, cuando tu hables con los niños envía ese don, envía esa dotación de poder a esos jovencitos, a esos maestros que están alrededor de ti también, y en el nombre de Jesús cree por una influencia especial.

Así que ahora, gracias Padre. Gracias por tu presencial, en el nombre de Jesús. Señor, en fe, en fe yo envío sobre mis hermanos tu don, tu don de vida, tu don de conocimiento, Padre, tu don de transferencia de energía y de gracia, dondequiera que se encuentren, Padre, porque tu nos has hecho instrumentos de tu Reino. Y Padre, yo creo que estamos en un tiempo clave, en un tiempo nuevo en la historia de Boston y de esta nación, y en el nombre de Jesús con la autoridad de tu Reino, Padre, yo declaro nueva unción, fresca unción sobre tus ciervos y tus ciervas, tu los has puesto en lugares de influencia, Padre, para ejercer influencia sobre las vidas.

Y ahora, Señor, yo declaro que ellos reciben la dotación de tu poder y de tu gracia, y los bendigo en el nombre de Jesús y declaro unción de gracia, de discernimiento, de sabiduría, de consejo, oh Dios, autoridad para reprender demonios en esos niños atados, Padres, autoridad para declarar la paz de Dios en las familias y en los hogares, reciba esa autoridad en el nombre de Jesús, autoridad para tomar niños esquizofrénicos, y bipolares, abusados sexualmente o físicamente, violentos y para declarar una palabra, Señor, de transformación en sus vidas en el nombre de Jesús, porque tu dotación de poder no tiene límites, Señor y tu tienes una dotación para cualquier situación, así que Padre, en el nombre de Jesús nosotros declaramos que no vamos a continuar viviendo a la defensiva, no vamos a continuar quejándonos del diablo que se pasea en nuestras escuelas y que hace estragos entre nuestros niños.

Padre, tomamos nosotros la ofensiva en el nombre de Jesús, recibe en el nombre de Cristo, autoridad, poder. Yo siento la presencia de Dios aquí haciendo obra. Abre tu pecho, abre tu corazón ahora mismo, abre tu alma y recibe el don de Dios en tu vida. Padre, yo creo cambios.

Lord, I believe that there will be changes in the hearts of your teachers. Father, this is not magic, it’s really just what you promised in your word, that we take hold of it today, Father, and we believe that you’re a God of miracles, Father, you’re a God who gifts his people to do wonders and Father we refuse to walk in this impossible, this inadequate way, fighting against an enemy that’s too powerful and we move in the power of the spirit, Father, we receive your anointing.

Recibimos tu unción, Padre en el nombre de Jesús. Gracias, Señor. Di, yo recibo esa unción, recibo el poder, recibo la gracia de Dios. ¡Aleluya! amen.

Hay aquí trabajadores sociales también o gente que se mueve administrando escuelas u hospitales o que trabajan en la comunidad en el servicio social. Levante su mano, si usted está en el área de servicio social o trabaja con alguna agencia, levántese también en esta tarde, levántese en el nombre de Jesús. Levántese si usted está en alguna agencia o en algún tipo de proceso de administración o de lo que sea, yo creo que el Señor tiene algo para usted también, una dotación de poder.

Aquí hay gente que también está en el área de la consejería familiar o que bregan con abuso, familias que están sufriendo abuso o cosa por el estilo, mujeres abusadas, jóvenes solteras, todo este tipo de cosas, póngase de pie también y vamos a creer en el Señor para una dotación especial. Si usted ejerce influencia en alguna manera en esa forma, reciba también del Señor.

Padre, en el nombre de Jesús enviamos tu gracia, enviamos tu poder. Padre, iluminación, entendimiento, en un medio secularizado, humanista y que no entiende de los procesos del espíritu muchas veces. Nosotros nos constituimos en atalayas, presencias radicales en esos lugares, Señor. Y Padre, yo pido que tu pueblo sea dotado ahora mismo con una porción especial del Espíritu Santo, que caminen como reyes y reinas, como guerreros con una vara de autoridad, Señor, como gente con ojos rayos X que penetran hasta lo hondo, oh Dios y que pueden sanar, pueden abrir y cerrar, Señor, son capaces de declarar bendición sobre cualquier situación y esa situación se alinea a los propósitos que tu tienes para esas vidas. Son ejemplo y son gente que tienen discernimiento de espíritus y saben con qué están bregando, qué están confrontando y pueden dar una palabra atinada a esa situación, a esa necesidad y son gente de poder y de autoridad, son gente de oración y de ayuno, son gente de oración y de ayuno, son gente que saben a dónde ir para recibir su alimento para lo que tienen por delante. Son gente ejemplo, son gente que han vencido al diablo y que pueden tener autoridad para romper cadenas y yugos en otros, en el nombre de Jesús. Recibimos esa unción, recibimos esa autoridad y la declaramos. Recibe ese don en el nombre de Jesús, dones para transformar la comunidad, dones para hacer impacto en la comunidad.

¿Cuántos trabajan en hospitales o en el área de la salud física? Si usted trabaja en un hospital o tiene algún tipo de trabajo en esa área, levante su mano también. Hay personas aquí que trabajan en hospitales, pónganse de pie. Puede ser manejando una ambulancia, puede ser traduciendo en un hospital, puede ser enfermera, puede ser médico, puede ser alguien que trabaja en tecnología de rayos X o CTscan o lo que sea, pero si usted está en el área de la salud física o de la salud mental también, póngase de pie ahora mismo y vamos a creer por una visitación del Señor en esta tarde. Amen.

Porque Dios dice la diversidad de mis dones no tiene límites. Yo soy un solo espíritu pero tengo dones para todo mi pueblo, en el nombre de Jesús vamos a creer en una visitación de poder ahora. Padre, yo bendigo a mis hermanos y mis hermanas que trabajan en los hospitales.

I bless my brothers and sisters who are working in hospitals, Father. We know that we do not wrestle against flesh and blood but against principalities and powers, spirits of disease.

Padre, sabemos que no bregamos contra sangre y carne sino contra principados y potestades, espíritus de enfermedad.

Spirits of mental illness, spirits of neurosis of all shorts, spirits of physical infirmities that kill the life in your children, Father. We pray for anointing.

Pedimos, Señor una unción sobrenatural y la declaramos en el nombre de Jesús. Queremos ver milagros, Señor.

We want to see miracles, Father and give you the glory and give you the honor.

Así que declaro en el nombre de Jesús obras de poder, milagros manifestándose cuando oremos por los enfermos, cuando estemos traduciendo para ellos, Señor, que podamos ser influencia sobre médicos, sobre enfermeras. Padre, en el nombre de Jesús que este pueblo se distinga por una gracia especial que le de confianza a los que llegan a esos hospitales con tanto miedo y con tantas amenazas contra su vida, Señor. Yo declaro en el nombre de Jesús una gracia especial.

I declare special grace, special anointing, blessing of God..... para ser ángeles allí en esos hospitales. En el nombre de Jesús recibe ese don, lo declaro en el nombre de Cristo, en el nombre de Jesús por la autoridad del espíritu de Dios, dones de sanidades, dones de discernimiento, dones de palabra de consejo en el nombre de Jesús los recibes ahora. Gracias Señor, gracias Padre, te adoramos, te bendecimos. ¡Aleluya!

Comienza a ejercer esos dones, cuando estés en esos lugares que hemos señalado porque son lugares donde hay mucha renuencia a las cosas del espíritu, pero allí el Señor te quiere como un atalaya, dice el Señor. Allí el Señor te quiere como una influencia positiva, allí el Señor te dice, entra, como quien tiene autoridad. Yo te entrego ese hospital, yo te entrego esa escuela, yo te entrego esa agencia social. Tu vas a ser allí mi atalaya, tu vas a ser allí mi presencia de autoridad, mi autoridad va a correr a través de ti aunque tu seas simplemente un empleado, pero si tu estás en el Señor y él no está, o ella, el que está por encima de ti, yo te pongo a ti allí como mi representante de mi reino. Deja que mi espíritu corra a través de ti. Créelo y comienza a orar por esa gente, y comienza a oirar por esos niños, y comienza a gestionar con el don que has recibido. Amen.

Gloria al Señor. Denle un gran aplauso al Señor. ¡Aleluya! Gracias, Señor Jesús.

Dice aquí: “.... ahora bien hay diversidad de dones pero el espíritu es el mismo, hay diversidad de ministerios pero el Señor es el mismo y hay diversidad de operaciones pero Dios que hace todas las cosas en todos es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del espíritu para provecho....”

¿Por qué ha enviado Dios su espíritu? Para provecho de la iglesia. Para que la iglesia pueda hacer todo lo que ella necesita hacer. Cuando una iglesia se forma, una iglesia necesita talentos, necesitas dones de diferentes tipos, necesita gente que cante en el coro, gente que dirija la alabanza, gente que enseñe a los niños, gente que de clases de escuela dominical o de discipulado, gente que ayude en el mantenimiento de la iglesia, personas que apoyen al pastor en el gobierno de la iglesia, personas con dones de finanzas, por ejemplo, o de administración, personas con el don de servicio, los hujieres, por ejemplo, que pierden su disfrute pleno del servicio porque tienen que estar parados, recibiendo gente, vigilando que todo esté bien, entregando esto, arreglando lo otro.

Si Dios no pone un don de servicio en la persona imagínese la gente va a decir, bueno, yo voy a la iglesia porque yo quiero disfrutar del servicio, no para estar allí trabajando, trabajando estoy yo toda la semana, como dice tanta gente. Pero Dios pone en algunos un don de servicio y sienten una inquietud y dicen, yo quiero servir como hujier. Y qué bendición son los hujieres, Dios trae gente como la ha traído a esta iglesia con conocimiento acerca de construcción. Estos dos edificios que nosotros hemos desarrollado no lo hubiéramos podido hacer jamás si Dios no hubiera enviado gente que trabajara y que conoce de construcción y que también tienen un don de generosidad para la iglesia, y que han dado en maneras increíbles para provecho de la iglesia.

Yo creo que cualquier necesidad que tiene la iglesia de Jesucristo, Dios es poderoso para enviar lo que esa iglesia necesita. Nosotros hemos comenzado, por ejemplo, un servicio en inglés. Llevamos ya un año y pico en ese esfuerzo y yo le estoy pidiendo al Señor que me envíe todo tipo de dones, por ejemplo, queremos fortalecer más y más el ministerio de la adoración. Dios nos ha enviado ya personas como Jean Fabard y también Stephen Johnson y Sharon Shraft y otros que han llegado allí y que han sido un instrumento para el Señor. Pero yo se que todavía Dios tiene más bendición en esa área entonces yo ya le estoy orando, Señor, envía dones musicales, de alabanza para fortalecer ese ministerio. Y yo veo en el espíritu ya toda un equipo de música precioso allí dirigiendo ese ministerio en inglés, porque Dios dice, yo voy a dar mis dones para provecho de mi pueblo.

Tu tienes un don que Dios ha puesto en ti, hay una diversidad de dones. Dios dice, a cada uno le es dado el don para provecho. Es decir, que tu has recibido algo en tu vida para lo que tu necesitas gestionar para las situaciones que tu tienes que resolver en tu vida, y si tu te mueves con fe y con confianza, hermano, Dios va a comenzar a desatar el don que él ha puesto en tu vida. Nunca asumas que tu no tienes nada.

La gente piensa a veces, bueno, eso es para el pastor, sí, claro que sí, o para la gente educada. Mira, Dios escoge a veces lo más humilde para poner dones poderosos para bendecir a su iglesia y la iglesia necesita gente continuamente.

Una hermana me decía esta mañana, la hermana Luz, me decía, estuve hablando con una hermana varias horas, una persona de la iglesia, acaba de llegar hace poco a visitar la iglesia y gloria a Dios que.... no me dijo el nombre, no me dijo nada de esa persona que revelara su identidad, pero yo me gocé de que hay alguien que con un don de consejería y de servicio que está apoyando a alguien a la cual yo no puedo llegar. Yo ni siquiera conozco a esa persona, pero Dios ha puesto en esa hermana un don de misericordia, de amor para ministrarle a esa vida y así la iglesia necesita personas que le digan, si al Espíritu Santo.

Dios quiere que tu entiendas que él te quiere usar a ti y que él tiene una diversidad de dones. Eso es lo que Dios está diciendo en este sermón, que no es un sermón tanto como un compartir pastoral.

Hermanos, hay un mundo allá afuera que Dios va pronto a libertar para que escuche el Evangelio y muchas almas van a fluir a la iglesia. Dios yo creo que va a adelgazar los cielos y va a aclarar los aires que están infestados de demonios para una visitación de poder sobre esta ciudad y la cosecha va a ser grande, pero se van a necesitar mucha gente que se añada al ejército de Dios y que comience a usar los dones que Dios ha puesto en ellos.

Dios va a necesitar dones de evangelismo, dones de consejería, dones de discipulamiento, dones de administración, dones financieros. Yo creo que una de las cosas que Dios quiere hacer es dotar a cristianos y quizás ya están por ahí, y todavía no se han convertido, con capacidad para hacer dinero y con un corazón generoso para darlo al Reino de Dios para que las iglesias puedan gestionar las cosas que necesitan hacer. Es un don.

Yo creo que hay un don de hacer dinero. No está ahí en la Biblia pero hay personas que lo que tocan se le multiplica, ¿si o no? Hay personas que tienen un don financiero y le venden hielo a un esquimal porque tienen ese don y sabe cómo hacer dinero. Muchos de ellos están allá afuera, no conocen al Señor, pero Dios los va a traer a la iglesia. Las iglesias necesitan ese don. Yo le estoy pidiendo al Señor dos o tres así, pero no se crea, usted también va a tener que seguir dando, no es tampoco para que se me echen a dormir. Pero cuando yo pienso, hace dos semanas nosotros sometimos un rollo de planos que pesa como 14 libras al departamento de inspecciones para un nuevo santuario. Ese santuario es una cosa bella, bella. Yo estoy caminando por fe, financieramente no hay manera de que nosotros podamos hacer ese santuario ahora mismo, no hay forma según los libros lo dicen, pero yo creo en un Dios poderoso, un Dios que da sus dones para provecho de la iglesia. Es un santuario de ensueños, si yo pudiera ahora mismo les mostraría una pintura o algo así de ese santuario. Y hace años que ustedes me han oído hablar. Yo he estado trabajando en eso, no hemos procedido porque hemos estado todavía trabajando duro para terminar este edificio de aquí. Es un proyecto multimillonario pero Dios nos ha permitido hacerlo con una gran economía, pero es más lento el proceso.

Yo veo, hermanos, un santuario digno de admiración sobre ese estacionamiento allí. Ahí está diseñado. Hace como 8 años o 9 años, yo no se cuántos. Yo estaba sentado en el salón 208, está en la esquina del segundo piso, detrás de ese balcón, y esto era escombros todavía. Y lo que había allá afuera en ese estacionamiento era tierra y matorral todavía, hierba por dondequiera y el Señor, y yo visualicé ahí un santuario sobre pilotes preservando el espacio abajo para estacionamiento con un balcón grande y un piso arriba. No habíamos ni siquiera avanzado mucho en este edificio y Dios me estaba hablando de un próximo santuario. No teníamos gente ni para llenar la mitad de este salón aquí, pero eso no se ha apartado de mi corazón. Y yo he procedido, Dios nos ha provisto un arquitecto increíble, un hombre graduado de la universidad de Harvard, con un corazón cristiano de servicio al Señor, nos ha hecho el trabajo de diseño y de contratación de todos los demás ingenieros y diseñadores, como un león midiendo cada centavo allí, peleando por cada centavo por esta iglesia, cobrándonos un precio irrisorio que yo mismo le dije esta semana, mira, aunque no tenemos demasiado dinero, pero te quiero dar más de lo que tu estás pidiendo por esto, porque yo creo en ser justo y creo también que cuando uno también es generoso, Dios bendice. Él no quería aceptar más pero yo le dije, no, en el nombre del Señor porque tu has sido muy noble con nosotros. Yo creo que no podemos abusar de la generosidad de la gente tampoco.

Pero ¿sabe? Lo sometimos al departamento de inspecciones, eso está ahí, ahora comienza un proceso de análisis y todo ese tipo de cosas. Yo estoy caminando por fe, ahí tienen el diseño inicial del santuario. Y pronto voy a mostrarles un rendimiento todavía más claro. Es un santuario con un gran balcón para mucha, mucha gente. No estoy en libertad ni siquiera de decirlo por razones de inspecciones y todo este tipo de cosas, pero es un espacio bellísimo que honraría a esta comunidad y al Señor sobretodo. Sería un gran lugar para honrar al Señor y decir, Dios prospera y Dios bendice a su pueblo. Imagínese 3 edificios unidos todos, aquél con este, con este otro allí. Hay para todas las necesidades por mucho tiempo a menos que el Señor no nos ponga a crecer de manera que, como pasó aquí, que pronto ya lo agotamos este edificio.

Pero el caso es que ahí habría algo que el Señor podría glorificarse y que podríamos tener la próxima etapa de crecimiento. Ahora, para eso Dios está proveyendo ya los dones. Nos proveyó ese arquitecto maravilloso, con un corazón generoso. Nos ha provisto de gente que trabajan.... no sé cuántos han podido ver el trabajo que está todavía en progreso de las puertas allá afuera. Cuando usted pase por el frente de la iglesia mire la entrada del frente y pronto va a estar concluido adentro también, como hicimos aquí detrás. Esas puertas son preciosas, Dios proveyó los materiales desde Bolivia. Y Dios está proveyendo carpinteros, ha provisto albañiles, plomeros, electricistas. Esos son los dones de Dios para esta iglesia, hermanos, saben. Porque la gente cree que don es solamente es, digamos, el don de profecía, o el don de sanidades, eso es una forma de manifestarse la diversidad del don de Dios pero hay mucha gente que hace muchas otras cosas que nos bendicen aquí.

Y yo bendigo al Señor por esos hermanos que trabajan en la limpieza, que trabajan en mantenimiento en el estacionamiento, dones que Dios provee para su pueblo. Y yo le estoy pidiendo, Señor, y así lo declaro en el nombre de Jesús, envía una dotación financiera grande para que esta iglesia pueda hacer lo que tiene que hacer y pon en el corazón de tu pueblo un don generoso, un corazón generoso para dar y para poner manos a la obra para lo que tu quieres hacer, el milagro que tu quieres hacer en esta ciudad, se de.

¿Qué pasaría ahora mismo si Dios envía miles de personas que se conviertan? ¿Dónde los vamos a meter? No vamos a sentar unos encima de los otros aquí, vamos a tener que tener un lugar mayor y Dios lo puede hacer. Dios no pone una iglesia a crecer y después la mete en una camisa de fuerza. Él envía dones para que sea posible.

Aquí en nuestra iglesia hay escritores de himnos, en nuestra iglesia hay maestros, hay administradores, hay discipuladores, hay mentores, hay más líderes en esta iglesia y el Espíritu Santo está enviando esos dones. Ustedes comiencen a ejercerlos en el nombre del Señor, comiencen a creer, Dios ha puesto algo en mi.

Pablo le dice a Timoteo, te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti. El don de Dios está en ti, ahora tu tienes que comenzar a vivarlo y a usarlo para edificación del pueblo de Dios. Dios necesita, esta iglesia necesita consejeros, necesita gente que se involucre y que el don del Espíritu Santo comience a correr y a funcionar. Este jueves Gregory va a estar encabezando una recepción para personas que van a estar trabajando en áreas de consejería, servicio social, proveyendo referencias y todo ese tipo de cosas. Dios ha puesto entre nosotros gente con esas dotaciones, queremos desarrollar más de ellos.

Pero se requiere personas que digan, sí, amen, presente, yo me voy a hacer la vida difícil, yo me voy a sacrificar porque el don de Dios está en mi y yo quiero desarrollarlo. Yo quiero comenzar a estudiar la Biblia, yo quiero comenzar a dar pasos de fe.

Hace 3 semanas nosotros recibimos una notificación, el gobierno federal, Dios me usó a mi con una persona que se llama Pat Duval para hacer un propuesta al gobierno federal, y nos enviaron 50.000 dólares para un proyecto de crear consejeros familiares en las iglesias hispanas, esto es a través de COPAN, consejeros laicos para parejas, para los matrimonios. Hay una gran crisis matrimonial en la comunidad latina. Muchas parejas están dividiendo, hay mucha necesidad aún en el pueblo cristiano para buena consejería.

Bueno, nosotros queremos desarrollar gente en las iglesias que puedan aconsejar a otros en el matrimonio, porque aquí tenemos a los hermanos Luis y Ada Valles y Meche, mi esposa, y no dan abasto, entonces se necesita gente entre ustedes que Dios dote con el don de la consejería para aconsejar a otros y para cuerpar en nuestra iglesia, hay mucha necesidad en esa área.

¿Cuántos aquí Dios en algún momento les ha hecho sentir en su espíritu que quizás usted tiene un don de consejería? ¿A cuántos? Usted ha sentido eso, quizás. Porque no se pone de pie ahora mismo, vamos a creer, vamos a creer que Dios te va comenzar a desarrollar ese don de la consejería. Amen. Hay una necesidad terrible aquí en este estado y en todo Estados Unidos en la comunidad latina. Me alegro de ver hombres además de mujeres también, porque no solamente es para las mujeres el don de la consejería y la enseñanza, es también para los hombres. Si tu crees que Dios te ha dado un don de consejería levántate. Jorge, tu estás por ahí atrás, yo vi ahora, levántate también porque yo creo que tu tienes un don de consejería dentro de ti. Así, que alguien más, si usted ha sentido que Dios le puede usar, y viéndoles a ustedes yo siento que sí, siento esa confirmación del Señor.

Tu no tienes que ser un gran erudito ni haber estudiado psicología necesariamente, eso puede venir después, y qué bueno si puedes hacerlo, pero ahora lo que tu necesitas es que Dios siembre el embrión dentro de ti, que te impregne con la capacidad para discernir, para tener empatía, misericordia, para sentir el dolor de otro, para poder mirar adentro de su alma y ver lo que necesita y cómo aconsejarlo. Y eso Dios lo ha puesto en ti. Nancy ponte de pie porque yo creo que tu también tienes ese don. ¿Habrá alguien más? Bueno, yo le voy a ayudar si usted no lo sabe. Amen.

Y ahora en el nombre de Jesús vamos a creer, vamos a creer que Dios también va a poner en nosotros un don de consejería. Recíbelo, concéntrate ahora en el Espíritu Santo como si él estuviera allí diciéndote, yo te comisiono.

Padre, yo comisiono a estos hombres y mujeres y jóvenes, gloria al Señor, arriba aquí en los balcones, aquí debajo también, dondequiera que estén, Señor, en el nombre de Jesús. Padre, hay una comunidad allá afuera que se está cayendo a pedazos y aún en nuestra iglesia hay necesidad y Padre, el campo está blanco para la siega, la mujer está lista para dar a luz pero no hay parteros que ayuden, Señor. Ahora, yo comisiono a mis hermanos y mis hermanas en el nombre de Jesús, y Padre, por la palabra tuya, por la autoridad que hay en tu palabra, en el Espíritu Santo yo declaro sabiduría sobre tus hijos, declaro, Señor, capacidad para discernir, declaro la palabra atinada en la boca de tus hijos y tus hijas, Señor, declaro un espíritu de misericordia que pueda sentir el dolor del otro e identificarse con ellos, Señor. Declaro, Padre, sabiduría para saber cuándo hablar y cuándo callar, cuándo hacer una pregunta atinada y cuándo dar un consejo, cuándo afirmar el dolor de la persona y validar lo que está sintiendo y cuándo confrontar con una palabra correctiva que viene de la palabra de Dios; cuándo hablar con firmeza y cuándo hablar con suavidad; cuándo intervenir y cuándo dar tiempo hasta que el Señor madure la persona para la intervención correcta.

En el nombre de Jesús quito toda timidez, Señor, y pido que tu sanes a tus siervos también, y tus siervas para que entonces ellos puedan ser sanadores de otros. Padre, pido que tu les des entendimiento de tu palabra y hambre y apetito por tu palabra para que de ese tesoro que ellos coman cada día, ellos puedan partir pan y dárselo a otros también. Oh, Señor, mira a esos jóvenes que quieren ser consejeros y bendícelos. Mira a los que no tienen alta educación pero también sienten ese llamado. Tu no tienes límites, Espíritu Santo, en el nombre de Jesús bendigo a este pueblo. Señor, yo declaro un ejército sanador ahora, que se va a diseminar por esta iglesia y por esta comunidad en el nombre de Jesús.

Hermano, hermana, cree que Dios te comisiona hoy para que tu seas un sanador o una sanadora en esta comunidad de Boston. Dios está haciendo esa obra en tu vida y que él te va a usar grandemente, él va a llenar tu boca de palabra sanadora y comienza a ejercer el don. No esperes, yo te animo, sí cuando tengas oportunidad de leer algo en esa área, y eso es una de las formas también, irte preparando, lee pequeños artículos, lo que sea sobre consejería y sanidad de almas. Pero también comiences en el nombre de Jesús a ejercer tu don discretamente, humildemente, si Dios pone en tu camino a alguien que necesita consejo, da lo que tienes, humildemente, haz lo que te venga a la mano. Si Dios te pone una frase solamente de ánimo, da esa frase y eso es todo. Si Dios te pone una pregunta atinada que abra algo en el corazón de esa persona, da la pregunta. Si Dios te pone simplemente, quiero orar por ti y bendecirte y declarar la unción de Dios en tu vida, eso es todo lo que tu vas a hacer.

Pero, en el nombre de Jesús ahora mismo yo te declaro sobre mis hermanos y mis hermanas una unción que se desata en el nombre de Cristo ahora para correr sanando ese río de sanidad que va a correr sobre esta ciudad en el nombre de Cristo. Recíbelo, comienza a ejercerlo, y yo se que voy a oír de ejemplos y de casos en que Dios va a usarte y van a comenzar a venir a tu vida oportunidades como nunca antes las habías tenido para bendecir vidas y aconsejar a otros y ser de bendición a otros. Créelo, en el nombre de Jesús.

Padre, ahora mismo, esta misma semana, Señor, yo declaro citas divinas en la ciudad de Boston con este pueblo para ser de bendición a alguien. Abre los ojos Señor, de este pueblo, abre los ojos para que puedan ser sanadores aún si son sanadores heridos, pero sanadores, Señor y comienza tu a sanar sus heridas también, yo declaro un ejército que se moviliza hoy, Padre, de aquí en adelante, que no faltará alimento en tu casa, no faltará una voz, no faltará un oído que escuche con respeto y humildad las necesidades y las quejas de tu pueblo, Padre, en el nombre de Jesús gracias, Señor, gracias porque tu lo haces. Yo bendigo estos esfuerzos que están haciendo, Padre, por levantar padres que trabajan con los jóvenes y consejeros y trabajadores sociales, Señor, los recibimos. ¡Aleluya! Gracias, Señor, gracias. Bendigo a este pueblo, Padre, y ninguna palabra caerá a tierra, en el nombre de Jesús, ninguna promesa que ha sido dada, ninguna declaración de poder que ha sido dada en esta tarde caerá a tierra, sino que hará aquello para lo cual fue enviado, en el nombre de Jesús, porque no es el hombre ni es palabra del hombre, es la palabra de Dios la que hace la obra en el nombre de Jesús. ¡Aleluya! ¡Aleluya! Gracias Señor.

Diversidad de dones, dice el Señor, diversidad de dones, diversidad de dones, es la palabra de Dios para este pueblo hoy. Diversidad de dones a través de un solo espíritu, diversidad de dones a través de un solo espíritu.

Póngase de pie, terminamos. Un río de vida está fluyendo del trono de Dios. ¿Sabe por qué pongo ese coro? Porque Dios ha puesto en mi imagen en estos días, otra image que Dios ha estado poniendo en mi corazón es Ezequiel 47, un río que sale del templo distribuyendo sanidad a todas las naciones.

Dice la palabra de Dios que Ezequiel vio en el espíritu un río que salía del lado este del santuario y comenzaba como un riachuelito delgado, pero se anchando y haciendo más profundo y según el profeta iba entrando, se daba cuenta que se iba haciendo más y más y más profundo. Dice que ese río corría y desembocaba en un símbolo de muerte, que es el Mar Muerto, lleno de sal, no hay peces, no hay vida porque no tiene donde salir el agua, donde correr y dice Ezequiel que él vio como ese río sanaba el Mar Muerto. Y el agua de ese río era tan rica, tan bella y tan saludable que árboles crecían a las orillas de ese río y su fruto era un fruto de vida y sus hojas eran para la sanidad de las naciones.

Pero ese río salía del templo de Dios y yo creo en el nombre de Jesús que de esta iglesia y otras iglesias salen aguas de sanidad para la ciudad de Boston, para el estado de Massachussets en el nombre de Jesús, así lo declaro, de la iglesia de Cristo Jesús, de la iglesia de Cristo porque no solamente será esta iglesia, sino de muchas iglesias saldrá agua para sanidad de las naciones, saldrá consejo, saldrá palabra de salud, saldrá palabra de resurrección de muertos, saldrá palabra de sanidad y liberación, saldrá palabra que romperá yugos y que ahuyentará los poderes del diablo. Saldrá palabra que declarará el señorío de Jesús y que abrirá caminos para la venida del que ha de venir, el Rey de Reyes y el Señor de Señores. ¡Aleluya!

Ese río de vida ya está comenzando a fluir, ya está comenzando a salir y tu eres parte, tu eres una gota de agua en ese río de vida y cuando tu sales de aquí ese río de agua comienza, ese río de vida comienza a correr, comienza a hacer su obra de sanidad. Somos un río, el Espíritu Santo en mi y yo en el mundo sanando las naciones con los dones que Dios pone en su pueblo.

Vamos a declarar, es el tiempo del Señor, es el tiempo de que ese río fluya. ¡Aleluya! Gracias, Señor. Te adoramos. Creemos, Señor, recibimos tu promesa, Padre. ¡Aleluya! Gracias Señor Jesús.

Gracias Jesús. Te adoramos. Gracias Señor.

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Un espíritu - multiples dones

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Como ustedes saben estamos estudiando el bautismo del Espíritu Santo, la llenura del Espíritu Santo, la vida en el espíritu como parte de una serie mayor sobre sermones fundamentales de la palabra de Dios, sermones doctrinales.

Y los últimos dos domingos hemos tenido invitados especiales, dos domingos atrás tuvimos a la doctora Awilda Tejera que nos bendijo con una demostración de los dones muy bella, al ministrarle al pueblo de Dios al final de los dos servicios y hablarnos precisamente acerca de esa vida llena del Espíritu Santo.

El domingo pasado tuvimos a nuestras hermosas hermanas Igna de Suarez y Susan Combs aquí, de Colombia, que nos bendijeron también con hermosas enseñanzas que nos han fortalecido.

Pero yo quiero ahora retomar el tema porque todavía nos faltan un par de sermones al respecto. Y hemos discutido muchos diferentes textos y diferentes aspectos de la vida llena del Espíritu Santo y del bautismo del Espíritu Santo. Pero yo creo que los 3 grandes Capítulos en la Biblia que tratan este tema son: Primera de Corintios 12, 13 y 14. Ahí hay un tesoro de enseñanzas poderosas que para mi resuelven cualquier controversia que pueda haber acerca de los dones del Espíritu Santo.

La última vez que yo tomé este pasaje me concentré en los primeros dos o tres versículos, donde el Apóstol Pablo dice que no quiere que ignoremos acerca de las cosas espirituales, o los dones espirituales. Y una cosa que se hace claro, cuando uno lee estos tres Capítulo de Primera de Corintios, 12, 13 y 14, uno se da cuenta que al Apóstol Pablo no solo le interesa enseñar neutralmente acerca de los dones, sino que también le interesa corregir malentendidos acerca de los dones. A él le interesa rectificar malas prácticas que han ido desarrollándose en la iglesia de Corinto y probablemente en otras iglesias. Y si el Espíritu Santo registró esto aquí es porque sabía que también estas enseñanzas iban a ser valederas y ciertamente lo son, a través de toda la historia y por eso están aquí registradas.

De nuevo, yo no veo por qué el Espíritu Santo hubiera hecho registrar estas verdades si solamente eran para ese momentito de la historia antes de que la iglesia elaborara las Escrituras finales como dicen algunos que dicen que ya los dones cesaron, el cesasionismo es una escuela de pensamiento teológico que dice que ya estos dones no son para este tiempo. Pero yo no veo eso en ninguna parte de la Escritura, uno asume eso desde afuera, no desde adentro de la Escritura. Aquí claramente el Apóstol Pablo está escribiendo, así como los demás temas que trata en Primera de Corintios que nadie duda que eran para todos los siglos, tampoco podemos dudar de que este tema de los dones es para toda la iglesia a través de todos los tiempos y que Dios espera que los dones estén en manifestación hasta que Cristo venga.

¿Cuántos pueden decir amen a eso? Amen. Entonces, el Apóstol Pablo escribió, no solamente para alertarnos acerca del uso de los dones y decirnos, estos dones, estas cosas son importantes, son necesarias para la salud y la vitalidad de la iglesia, para su efectividad, pero hay que manejarlos, por así decirlos, hay que administrarlos, hay que dejar que se manifiesten dentro del marco del orden que Dios ha establecido.

Es como, yo siempre he dicho que si uno va a usar algún tipo de energía, como la electricidad, por ejemplo, la energía atómica, o aún la energía láser, un rayo láser, será mejor que uno desarrolle formas adecuadas de usarla porque sino le saca un ojo a alguien o carboniza a otra persona o quema una casa o destruye una ciudad. Hay que desarrollar formas de encajarlo de manera que no destruya, las cosas positivas también pueden ser negativas si no se usan correctamente. Y muchas iglesias y ministerios han sido destruidos por el mal uso de los dones.

Inclusive, yo creo que hemos escandalizado a mucha gente que está deseosa y curiosa acerca de este aspecto de la vida cristiana, porque hay tanto mal ejemplo en el mundo de los que se llaman pentecostales, carismáticos o que aprecian los dones, que hay excesos y descuidos que desprestigian y ponen en vergüenza el uso de los dones, y entonces gente sobria, sabia, entendida, madura ve esas manifestaciones horrorosas y dañinas y feas, y se escandalizan. Y el diablo usa eso para cerrarle el corazón para que no se interesen en buscar de los dones.

Y por eso yo creo que Dios es tan insistente que vamos a entrar en el uso de los dones se haga conforme a la dirección del Espíritu Santo. Amen. Yo me he gozado en estos días viendo una pareja muy querida mía y de Meche, de muchos años, muchos años. Asisten a una iglesia norteamericana en una parte de las afueras de la ciudad, gente preciosa, gente bien educada, teológicamente educados los dos, profesionales muy, muy desarrollados y ancianos en su iglesia, una iglesia hermosa de aquí de Massachussets, y gente muy madura en el espíritu, ya en su, digamos etapa tercera de edad, por así decirlo, y de muchos años en el Evangelio.

Yo los conozco, como digo, probablemente 15, 17 años probablemente y en esta etapa de sus vidas, después de ser evangélicos muy correctos, muy teológicamente sanos y sobrios y en su manera evangélica de ser, Dios está tocando sus vidas con respecto al Espíritu Santo y el mover del Espíritu Santo. Y es hermoso ver a esa pareja como una matita que de momento está recibiendo nutrientes nuevos y agua fresca, comenzar a florecer, y cosas que ahora yo veo en ellos, un entusiasmo, una expresividad, un dinamismo, una curiosidad acerca de una amplitud mayor de la vida cristiana que me llena de gozo.

Y la esposa me decía ayer mismo, pastor, o me decía, Roberto, no conozco a mi esposo, cuando lo oí hablar, hablarme a mí inclusive con un entusiasmo grande acerca de ciertas cosas que está descubriendo y leyendo, y yo me gozo en eso, porque así hay mucha gente que tienen discernimiento espiritual, conocimiento bíblico, desean entrar en el uso de los dones, pero necesitan ver una manifestación auténtica, balanceada, armoniosa de los dones.

¿Cuántos entienden a lo que estoy refiriéndome, no? Ahora, mire, yo creo, déjenme decir algo, porque esas cosas hay que matizarlas también inclusive. A veces los dones, en ocasiones pueden manifestarse en formas hasta grotescas y raras, pero yo creo que esa es la excepción, no la regla. Yo creo que hay momentos en una iglesia puede haber una irrupción de poder de Dios y puede haber cosas raras: gente cayéndose en el piso, gente temblando catatónicamente, o puede haber hasta ruidos raros y manifestaciones raras, pero.... hay que tener cuidado de no matar eso prematuramente, pero esa no debe ser, en mi opinión, la norma de una iglesia a través de las semanas y semanas del año. Sino que una vez que esas cosas se manifiestan, yo creo que entonces Dios espera que entren y se encajen dentro de la palabra, dentro del orden de Dios.

Y hay iglesia que se enamoran tanto de esas cosas espectaculares y hasta raras, que ya se convierte casi en brujería, entonces, usted sabe, cada domingo quieren otra vez la parranda, y quieren otra vez, y si no sucede, ellos la fabrican porque ya eso es superstición y eso ya más bien alimenta un elemento cultural de nuestras culturas que tienen un apetito por los sobresaliente y lo diferente. Y yo creo que hay que tener un balance.

A mi no me gusta estancar ni matar algo simplemente porque es raro, pero también la palabra habla de juzgar, discernir, y eso fue, de eso es lo que habla el Apóstol al principio, ¿no? donde dice que hay que juzgar los espíritus.

“.... os hago saber que nadie que hable por el espíritu de Dios llama anatema a Jesús y nadie puede llamar a Jesús Señor si no por el Espíritu Santo....”

Ustedes recordarán que hablamos acerca de eso, de que no todo espíritu que se manifiesta es del Señor, hay que buscar un balance. Entonces, yo me gozo en ver eso. Hay gente que quiere, quiere la manifestación del Espíritu Santo pero quieren saber cómo manejarlo y el Apóstol Pablo escribe estos Capítulos para que haya balance en la vida cristiana, para que los dones estén matizados por el fruto.

Entonces, mire, después que él habla acerca de que hay cuidarse de que el espíritu que se manifiesta sea el espíritu correcto del Señor, entonces en el versículo 4, él pasa a otro tema y dice:

“.... ahora bien, hay diversidad de dones pero el espíritu es el mismo....”

Uno está en plural y el otro está en singular, diversidad de dones, plural, y el espíritu, es singular. Y usted va a ver ese contraste continuamente en lo que sigue.

“.... y hay diversidad de ministerios (plural), pero el Señor (singular) que hace todas las cosas es el mismo....”

Entonces, tercero, hay diversidad de operaciones pero Dios que hace todas las cosas en todos es el mismo. Él está balanceando, una diversidad de dones, de formas en que el espíritu se manifiesta, pero siempre un solo espíritu, una sola entidad manifestando su poder, manifestando su energía.

Entonces él continua diciendo: “... pero a cada uno –ahí está otra vez, una implicación de pluralidad, a cada uno- .... le es dada la manifestación del espíritu para provecho porque a este – y él está usando aquí también una forma también de lo plural; a este, a aquel, aquella, usando una expresión - .... pero a este es dada por el espíritu para de sabiduría, a otro palabra de ciencia según el mismo espíritu, a otro fe por el mismo espíritu y a otro dones de sanidades por el mismo espíritu, a otro el hacer milagros, a otro profecía, a otro discernimiento de espíritus, a otro diversos géneros de lenguas y a otro interpretación de lenguas, pero todas estas cosas las hace uno y el mismo espíritu repartiendo a cada uno en particular como él quiere....”

Qué hermosa enseñanza. Fíjese, aquí hay algo en el corazón de Pablo. Primeramente, recuerden, él le está hablando a una congregación que acaba de salir, muchos de ellos, y quizás algunos todavía están, mientras visitan la congregación de Corinto, están metidos en el paganismo grecorromano, donde hay cantidad de dioses diferentes.

Si usted ha estudiado, por ejemplo, la cultura de la India, hay miles y miles de dioses en la religión hindú, miles de dioses. A cada rato se inventa un nuevo dios, eso es una industria la invención de dioses, y ellos no ven nada porque para ellos eso es simplemente manifestaciones en la realidad del tiempo y del espacio. Y esa es la cultura pagana. La cultura pagana, sea en Grecia, en Roma, en África, en Latinoamérica, en las culturas aztecas y mayas y todas estas culturas, son cada Dios tiene como una especialidad, tiene una forma de moverse, se especializa en la naturaleza, en el sol, en la luna, en la lluvia, en la fertilidad, en la agricultura, la guerra, la sexualidad. Cada Dios es como que tiene una especialización, un interés, una energía y si usted quiere que se le trate en cierta área, usted va al departamento del Dios que maneja esa área. Usted aplica a ese departamento de Dios. Y esa es la mentalidad pagana. La mentalidad pagana es una mentalidad pluralista acerca de la deidad.

Entonces, Pablo, entre otras cosas quería corregir ese error desde el principio, estaba diciendo, miren, en el mundo del Evangelio usted va a ver diferentes manifestaciones sobrenaturales, va a ver diferentes expresiones de la deidad de Dios, pero recuerden siempre, estos no son diferentes dioses, es un solo Dios, un solo espíritu, el Espíritu Santo.

¿Sabe que en el mundo cristiano ha habido pequeños brotes de esa mentalidad pagana, como queriendo salir por el lado? Cómo sabemos eso, los santos, con todos respeto a los hermanos católicos, pero en el Caribe, la santería ha hecho estragos. Es una mezcla de brujería y catolicismo donde cada santo, detrás de muchos santos hay una deidad y a veces los santos tienen como diferentes especialidades. Hay un santo para los enamorados, hay un santo para la lluvia, un santo para los viajeros. ¿Si o no? Otro santo para las mujeres rechazadas, para las esposas que han sido traicionadas, cantidad de cosas. Es una mentalidad mágica que siempre está tratando de brotar, si uno no se cuida, siempre quiere, como la hierba, salir y por eso es que la iglesia necesita buena enseñanza siempre, para mantener las manifestaciones del espíritu en la forma correcta.

Por eso Pablo dice, ‘no quiero que seáis ignorantes acerca de los dones espirituales’, porque si uno no se cuida el diablito cuando viene a verle le mete una zancadilla a una iglesia y sale algo por allí, que es pagano y naturaleza y no tienen nada que ver con el Espíritu Santo, con el Santo espíritu de Dios.

Hermanos, en el mundo espiritual cristiano, las cosas se manejan muy diferentes a como se manejan en el mundo pagano, recuerde eso siempre. El Espíritu Santo es un espíritu de orden, de belleza, de armonía, de bendición, no hay ese aspecto terrible, destructivo, sombrío, negativo, feo que hay en el mundo pagano, donde los dioses pueden ser dioses de destrucción, dioses de muerte, dioses de violencia.

El espíritu de Dios es un Espíritu Santo, de orden, de paz y de belleza. Usted no controla al Espíritu Santo, el Espíritu Santo lo controla a usted. Amen. Usted no puede de momento meterse en un transe u ok entonces va a profetizarle a alguien. Hay gente que viene así, viene para que... hermano, tiene una palabra para mí, como si esto fuera una cuestión de que usted aprieta un botón y sale una palabra y usted se la lee. Eso es brujería, hermanos, tenemos que tener mucho cuidado con eso. Eso es querer controlar uno el espíritu de Dios y eso es lo que hace el mundo pagano, eso es la brujería.

Usted va donde la santera, donde el adivino para que le lea la carta o le lea la taza de café o lo que sea. Hay que tener cuidado con eso, por eso es que cuando nosotros nos metemos en la administración de los dones, la palabra de Dios tiene que ser el guía, porque esto es la insulación que impide que la electricidad nos carbonice. Si usted va a usar electricidad úsela con guantes de goma, o con botas de goma o lo que sea, pero cuídese porque sino usted va a pasar un susto, a lo menos.

Entonces, es por eso que aquí el.... hay que estudiar la palabra del Señor. ¿Cómo se manifestaron los dones? ¿Cómo se han manifestado a través de la Escritura? Dios tiene un estilo, Dios tiene una forma de hacer las cosas y si nosotros entendemos el estilo de Dios y nos ponemos a tono con la personalidad divina, santa de Dios nosotros podremos reconocer su espíritu cuando esté en manifestación. Y cuando no esté en manifestación usted como que va a escuchar como una notita rara, y usted no va a saber por qué, si no es un teólogo, pero usted va a saber hmm, eso no es de Dios, eso no me gusta.

Entonces una de las cosas es eso, que Pablo quiere corregir: hay un solo Dios, hay una sola entidad, esa entidad es santa, tiene una forma de manifestarse, no son muchos diferentes dioses manifestándose cada uno en una manera, sino es el Espíritu Santo. Hay diversidad de dones pero el espíritu es el mismo.

Otra cosa, sin embargo, que Pablo quería corregir, bien importante, que quizás es la cosa más importante para él, es el asunto de las divisiones en la iglesia. ¿Sabe que muchas veces cuando los dones vienen a una iglesia en vez de bendecir son a veces de maldición? Que triste eso. Hay muchas iglesia que mientras se mantienen así tradicionalmente evangélicas, todo está bien, pero entra el Espíritu Santo, hay avivamiento y cuando vienen a ver 3 años después la iglesia en escombros, hubo un escándalo, hubo un problema, hubo una división, y hay ruptura y por eso muchos pastores tienen miedo de dejar que los dones entren a su iglesia, porque saben que muchas veces cuando vienen los dones vienen los problemas también. Y cada cual entonces se considera un profeta y cada cual cree que sabe más que el pastor, y cada hermanito cree que tiene el mejor don y hay duelos de profetas, muchas veces y se usa la profecía para tirarle piedras al pastor, para tirarle piedras a la esposa del pastor o al diácono tal, o a los hujieres o lo que sea.

Y es terrible. Hay como un brote de división y de un espíritu de individualismo y entra el orgullo y una cantidad de cosas que son muy destructivas a una iglesia. Y yo digo que cuando uno entra en el uso de los dones de parte de Dios y cuando una iglesia se abre a los dones, una de las cosas que la iglesia más tiene que insistir es en le fruto del Espíritu Santo. No solamente los dones del Espíritu Santo, sino el fruto del Espíritu Santo, el carácter, la palabra, la verdad de Dios.

Y Pablo después lo desarrolla en Primera de Corintios 13, y Pablo dice, mira, a mi no me importa cuántos dones tu tengas, si tu eres un sinvergüenza, no te vistas que no vas. Eso es lo que dice en Primera de Corintios 13:

“Si yo hablase lenguas humanas y angélicas y tuviese todos los dones del mundo, y si no tengo amor, nada soy, de nada me sirve..”

Sabe que es posible tener muchos dones, una iglesia tener grandes manifestaciones de dones y no ser una iglesia ejemplar, no ser una iglesia que agrade al Señor. Corinto era así. Había, dice, todo tipo de dones, todo tipo de manifestaciones, pero había inmoralidad, divisiones, partidismo, indisciplina, desobediencia a la palabra, se estaban metiendo demandas unos a otros, había un desorden terrible.

Y Pablo dijo, no señores, eso no es así, los dones son simplemente un medio, son un instrumento. Cuando Cristo venga y venga el nuevo orden de Dios ya no va a haber necesidad ni siquiera de los dones, lo único que se va a necesitar es el amor, eso es lo único que va a permanecer, las lenguas se van a ir, las profecías ya no serán necesarias porque ya todo se habrá cumplido. No habrá que vivir por fe porque la fe no va a ser necesaria porque ya estaremos viendo a Dios mismo. Pero lo único que se mantendrá el amor que es el fruto principal del Espíritu Santo.

Entonces, la iglesia de Cristo tiene que insertar los dones en el fundamento del fruto del Espíritu Santo y la palabra de Dios. Entonces, Pablo está preparando el terreno para lo que luego va a ser la segunda parte de su meditación en Primera de Corintios 12, donde él habla de que somos complementarios. Una iglesia tiene una diversidad de cosas, de caracteres, de nacionalidades, de razas diferentes niveles socioeconómicos y todas esas cosas se deben completar una a la otra.

Que lindo, hermanos, cuando yo miro aquí a esta iglesia ahora mismo, veo rubios y veo pelo negro y veo hasta pelo teñido y veo pelo lacio, y veo pelo también no lacio, y veo todo tipos de colores en la piel, desde bien oscurito a bien blanquito, veo tamaños diferentes, diferentes estructuras de cuerpo. Veo cuerpos indígenas, veo cuerpos anglo europeos, veo de todo, diferentes edades, diferentes niveles socio económicos, diferentes niveles de educación, diferentes nacionalidades.

Hermanos, es un popurrí aquí tremendo étnico y yo le doy gracias al Señor, me gozo en eso. Denle un aplauso al Señor, ese es nuestro gran don como iglesia, hay de todo. Gloria al Señor.

Hermanos, Dios nos libre de querer ser una iglesia de clase media o media alta o una iglesia de blancos o de negros solamente, una iglesia de hispanos solamente, el Señor reprenda, o de una sola nacionalidad, solo guatemaltecos o dominicanos o caribeños o centroamericanos. Dios quiere una iglesia que refleje la diversidad que él es capaz de manifestar pero que mantenga la unidad también, las dos cosas, porque ese es el tema que Pablo quiere desarrollar: la unidad dentro de la diversidad o la diversidad dentro de la unidad, como quiera que se quiera ver.

Pablo está diciendo, Dios es un Dios rico, es un Dios variado, es un Dios que le encanta la creatividad y la diversidad, pero es un solo Dios que está creando y nosotros tenemos que ser como él en la forma en que nosotros nos relacionamos con nuestra diversidad.

Yo les animo, hermanos, en el nombre de Jesús a celebrar a la gente que es diferente a usted. Y yo les animo, y me animo a mí a buscar siempre a la persona que no se parece a mi y que yo no conozco y que no tiene mi mismo sentido del humor ni come la misma comida que yo, ni es de la misma cultura, o es de la misma educación. El Señor quiere que ustedes y yo nos mezclemos.

Usted sabe cuál es la solución al problema racial de Estados Unidos, yo me atrevo a decir, cuando comiencen a casarse negros y blancos, asiáticos, se resuelve el problema inmediatamente, sabe, porque Dios creó las razas, y creo a cada raza, yo creo con su genio, con un don especial, algo, una cultura diferente y Dios quería entonces que todo eso se metiera y se hiciera un sancocho con todas esas cosas allí juntas. Y qué rico es un sancocho, ¿verdad? ¿qué hora es? Las 11, pero en mi.... lo que pasa es que mi estómago no se ha acostumbrado todavía al cambio de reloj, me está diciendo, ya es hora, no. Estoy pensando en la yuca, el ñame, el plátano, los guineítos...

Al Señor le gusta la diversidad, al Señor le gusta manifestar su unción en diferentes maneras, mire cómo la creatividad se ha manifestado, ¿cuántos diferentes tipos de pájaros hay en el mundo? Miles y miles, y miles de pájaros y no contento con haber creado una diversidad de pájaros, Dios los programó para que se pudieran inclusive ajustar al medioambiente, inclusive desarrollar nuevos tipos de plumas y de colores y cosas para .... y Dios es un Dios dinámico. La creación divina está siempre en movimiento.

Ahora mismo en su cuerpo hay células que se están muriendo, otras están naciendo, hay cantidad de procesos que están pasando, su sangre está corriendo a través de su sistema, su cerebro está enviando chispas por dondequiera, alguno un poco más que otros, pero hay muchas cosas que están pasando. Hay movimiento, hay dinamismo.

Esa silla que parece tranquila y pasiva es un mundo explosivo si usted lo viera con los ojos de un físico nuclear, está en total movimiento, la creación es dinámica. El espíritu de Dios es un espíritu creativo completamente, nunca descansa, siempre está moviéndose, porque Dios es infinitamente creador y sin embargo nosotros, los seres humanos, siempre estamos buscando el descanso, buscando lo predecible, la rutina, el sistema, el orden y queremos meter a Dios en una caja, queremos ser todos iguales, todos bien comportados, todos cortados por la misma tijera.

Y Dios dice, no, yo quiero creatividad, yo quiero que el negro se mezcle con el blanco, que el centroamericano con el caribeño y que el rico con el pobre, el bien educado con el ignorante, y que todos aprendan el uno del otro. El rico puede aprender del pobre su contacto con el dolor y con la carencia y con el sufrimiento. Y el pobre aprender del rico su disciplina, que lo ha llevado a tener dinero y su capacidad para mover las cosas, invertir. El educado puede aprender del ignorante su espontaneidad y otras cosas y el ignorante puede aprender del educado su sistema.

Dios quiere que.... y en eso él se goza porque es Dios viviéndose a través de nosotros, ¿usted entiende? Los diferentes dones de Dios cruzándose, la vida del Señor en manifestación. Yo creo que por eso Dios creó el hombre y la creación: es para él gozarse en ese espectáculo que él ha creado y verse a sí mismo reflejado en la creación, su diversidad, su belleza, su riqueza. Y cuando nosotros adoptamos ese espíritu del Padre, lo glorificamos a él.

Entonces, Dios quiere que nosotros nos mezclemos de esa manera y que nos respetamos unos a otros, nos valoremos unos a otros y aprendamos unos de los otros en el espíritu de Jesucristo, que haya tolerancia en la iglesia, que haya amor, que haya paciencia, que haya afirmación los unos de los otros, que haya respeto por lo diferente y en todo eso, el fruto del espíritu es manifestado.

Y eso es lo que permite entonces que cuando vienen los dones explosivos y violentos del Espíritu Santo tengan un cause correcto, un marco correcto para funcionar sin ser destructivos, porque ¿saben qué? Alguien ha dicho que el poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente.

Si una persona no tiene el fruto del espíritu cuando viene el don, se convierte en una persona orgullosa, opresora, ignorante de las necesidades de los demás, no aprecia las debilidades de los demás, se convierte en una persona superficial y cuando viene a ver, esa actitud lo destruye o destruye la iglesia en la cual se está manifestando el don. Yo veo eso continuamente, hermanitos que lo que les interesa es la manifestación de su don.

Ok, el espíritu me está hablando a mí, y está haciendo algo conmigo que se las valgan allá los visitantes o quien sea, porque el espíritu me está hablando ahora y me está tocando y me está haciendo algo conmigo. Aunque esté en un espectáculo y siendo escándalo a los demás.

Hay un individualismo que no tiene espíritu de cuerpo. Eso es lo que Dios está haciendo conmigo, los demás, pues ya se las arreglen como puedan. Eso no es una actitud de Cristo. La actitud de Cristo es una actitud de servicio. Si Dios se está manifestando en mí, ¿cómo puedo yo hacerlo sin estancar el don de manera que sea de bendición?

Porque, ¿ve lo que dice aquí? Que a cada uno le es dada la manifestación del espíritu, ¿para qué? Para provecho. Los dones son dados para provecho de la iglesia y para provecho de la gente, eso es todo. Hay gente que los dones se manifiestan y uno se pregunta, bueno ¿qué provecho hubo en que se le cayera el moño porque se movió mucho y se cayó y esto y lo otro y lo hace todos los domingos? ¿Dónde está el provecho, dónde está la edificación, dónde está el cambio, dónde está el mensaje que se le está dando a la congregación, dónde está el conocimiento que se está añadiendo a la iglesia, dónde está la edificación que esa misma persona está experimentando en su vida, en su carácter, en su caminar, en sus finanzas, en sus relaciones matrimoniales, familiares, dónde está el provecho?

Eso es lo que uno siempre tiene que preguntarse. Ok, la iglesia, muy bien, hubo un gran servicio, hubo grandes manifestaciones, la gente se cayó al piso, hubo unción, grito, todo, pero ¿cómo cambió la iglesia? ¿Cómo progresó la iglesia, cómo progresó el individuo? ¿Qué manifestación del poder creativo, edificante de Dios hubo? Porque sino, ¿de qué sirve, hermanos? Para qué, Dios no simplemente crea espectáculos, él no necesita eso.

Los dones son dados para que haya edificación, para que haya entusiasmo mayor, ánimo en la iglesia, enseñanza nueva. Esas son las cosas. Entonces es importante que la diversidad de las manifestaciones siempre estén condicionadas por un concepto de cuerpo, eso es lo que Pablo quiere enfatizar en este caso, en la conciencia de cuerpo.

Si nosotros no tenemos una conciencia, y creo que lo voy a dejar allí porque hay mucho material. Voy a invitar a los músicos que pasen por aquí, vamos a continuar más adelante en eso. No hemos entrado ni siquiera en los diferentes dones, cada uno de ellos, cuáles son.

Pero hermanos, lo que Pablo está diciendo y el Espíritu Santo está diciendo, iglesia congregación León de Judá, si ustedes van a entrar en el uso de los dones, asegúrense primero de tener un fundamento de aprecio mutuo, respeto mutuo, fundamentos bíblicos adecuados, aprecio de la diversidad de formas en que un solo Dios se manifiesta, carácter de Cristo, orden en el cuerpo de Dios, sujetarse unos a otros, estar concientes de los demás y no solamente de ti mismo en el momento de la manifestación, y que lo que Dios quiere es que todas esas cosas vayan para provecho y crecimiento y edificación de la iglesia, para edificación del cuerpo de Jesucristo.

Como dice Efesios, Capítulo 4, dice que todas estas cosas son dadas, estos dones, profetas, maestros, etc. para la edificación del cuerpo de Cristo, para levantar al cuerpo de Cristo, esa es la vida del espíritu.

Quiera el Señor, hermanos, que nuestra vida como iglesia, que es una iglesia pentecostal carismática, refleje la hermosura del cuerpo de Cristo. Amen. Que refleje esa belleza, ese orden, ese aprecio mutuo, esas cualidades de servicios, de servirnos unos a otros. Gloria al Señor. Amen.

Vamos a ponernos de pie un momento. Vamos a pedirle al Señor que nos bendiga en esta meditación que hemos ofrecido al Señor, y vamos a hacer un voto en esta mañana de unidad como cuerpo de Cristo, de ser una iglesia amable y amante, no importa cuántos dones nosotros tengamos, cuánto Dios nos de, si no somos una iglesia que refleja el carácter de Jesús, manso, humilde, sencillo, de corazón generoso, tolerante con los demás, perdonador, paciente, respetuoso de lo que Dios le ha dado al otro.

Cada persona aquí es preciosa adelante del Señor, cada persona es una manifestación del don de Dios, recuerda eso siempre, aunque estés vestido con una camisita que casi se puede ver a través de ella, por lo usada que ha sido, esa persona tiene la vida de Dios dentro de ella y por lo tanto es como un príncipe que está al lado tuyo, una princesa. Tienes que amarla, respetarla, valorarla y ver el don de Dios en ella y sentirte privilegiado de ser parte de esa comunidad. Esta comunidad es una comunidad bendecida, bendecida por Dios.

Hay tantas cosas bellas aquí, los dones de Dios están manifestados aquí y nosotros tenemos que apreciar eso grandemente, tenemos un tesoro aquí, hermanos, si usted no se da cuenta de eso, y tenemos que celebrar eso. Esa diversidad tiene que ser celebrada porque ese es el don también de Dios. Los dones no son solamente profecía, lenguas, discernimiento de lenguas, hay muchos diferentes dones que Pablo menciona y cada uno de ustedes es un don de Dios para edificación del cuerpo de Jesucristo. Hay algo especial en usted que Dios ha puesto. Vamos a celebrar eso en esta mañana.

Padre, gracias. Te amamos, Señor, no humillamos ante tu diversidad y tu unidad, tu creatividad increíble, Padre, y tu nos has creado a nosotros diferentes también. Cada uno manifestando tu vida en una manera misteriosa, Padre, y hoy esta congregación celebra la diversidad que tu has creado, Señor, pero estamos todos unidos en una fe, un solo Señor, un solo bautismo, un solo espíritu y proclamamos eso, Señor, de ahí nunca nos saldremos, ni una sola palabra, Padre.

Nosotros abrazamos tu palabra en esta mañana como el fundamento y el marco de nuestra fe y de nuestras creencias y nuestra práctica y te pedimos que te manifiestes, Señor, libremente. Queremos ver tu espíritu manifestado sobrenaturalmente, queremos ver, sí, Señor, tus dones, tus profecías, tus sanidades, tus milagros, queremos verlo todo, Padre. No queremos impedir tampoco y si en alguna forma hemos violado lo que tu deseas en esta mañana en la predicación, corrígenos, Padre, estamos abiertos inclusive a corrección porque queremos que tu seas el todo en todo, seas tu nuestro Maestro, nuestro instructor.

Bendice a tu pueblo hoy, Señor, y gracias por permitirnos meditar en tu palabra, en el nombre poderoso Jesús. Y el pueblo de Dios dice: Amen.

Dios les bendiga, mis hermanos, la gracia del Señor sea con ustedes. Amen y amen.

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Avivamiento es quebrantamiento y transformación completa

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Dios les bendiga. Hace un año exactamente, el 4 de noviembre, celebrábamos el retiro de mujeres y en el mismo momento que nuestro retiro se terminaba, Dios se llevó, le dio una invitación a una gran y sencilla mujer a vivir con él por la eternidad, la eternidad que él había pactado con ella 51 años antes, cuando ella aceptó al Señor. Todavía hay tristeza en nuestros corazones, pero nosotros estamos a la misma vez gozosos de que Toñita está viva que nunca, aunque no esté aquí está más viva que nunca al lado del Señor y está disfrutando del galardón que el Señor le tenía prometido.

Toñita tenía muchos nombres, para una era Tonia, para uno era Tonia específicamente, para otros era mi mami, era suegra, era abuela, tía, amiga, consejera, intercesora. Ella extendió su maternidad mucho más allá de los límites de la sangre y no pertenecía solo a su familia sino a muchos más como yo se que pertenecía a la vida de muchos de ustedes. Y por eso en este día nosotros queremos traerla a la memoria.

El Apóstol Pablo dijo en una ocasión, ‘sed imitadores de mi’ y lo decía porque él había vivido una vida ........ nosotros creemos que en la vida de Toñita nosotros podemos imitarla a ella porque ha dejado un gran legado. Ella fue una mujer que vivió plenamente para el Señor, nunca se paró en un púlpito, nunca fue a una universidad, quizás estudió académicamente muy poco, pero cuando uno pasaba tiempo con ella, la miraba lo que ella traía era siempre palabra y poder de Dios vivido en una vida santa, digna y digna de imitar. Y por eso es que hoy la mencionamos.

Uno de los recuerdos que tenemos de ella es que ella todos los días aún en sus tiempos de mayor fragilidad, cuando ya la vista le fallaba, todavía leía su palabra diariamente con total fidelidad. Si ustedes pudieran ver su Biblia, es una Biblia muy gastada por el uso, así en eso hay un gran ejemplo para mi vida y para la de ustedes.

Así que por eso en este día nosotros la recordamos, la recordamos con cariño, significó tanto para tantos de nosotros y una cosa que su nieto mayor me comentó una vez; unos meses antes de ella morir cuando él estaba de visita, ella le dijo, estaba sentada al borde de su cama donde ella se sentaba con frecuencia a recibir visitas, no solamente de su familia sino de muchos más, ella dijo, ‘No tengo nada más lo tengo todo’. Eso es una descripción perfecta, una mujer que no tenía quizás gran cosa materialmente, pero espiritualmente era una mujer de una gran, gran riqueza y quiera Dios que nosotros podamos vivir nuestra vida así como ella la vivió. Era una mujer y es hoy porque está más viva que nunca, como dije al principio, una mujer bienaventurada y atándola a las palabras que Igna, porque Igna estuvo el año pasado aquí, quizás la escucharon, ella mencionó, predicó un sermón acerca de ‘sin reservas, sin retornos, y sin nada que lamentar’, así fue la vida de Toñita. Fue sin reservas, ella lo entregó todo al Señor, todo, todo; sin retorno porque no tenía nada que arrepentirse, y sin lamentar porque al fin de sus días ya la presencia del Señor era tan fuerte en su vida que no había nada que lamentar, lo había dado todo, se había vaciado todo y a la misma vez había llenado todo. Así que voy a hacer una oración dando gracias a Dios por su vida, nosotros obviamente sabemos dónde ella está, eso nos llena de gozo, no oramos por aquellos que se han ido, sino oramos por los que nos quedamos y oramos dando gracias a Dios por su memoria, así que si me acompañan:

Señor, te doy gracias por la vida de esa mujer, de Toñita, Señor que nos permitiste acercarnos a ella, Padre, muchos aquí dan testimonio, Señor aún hoy y lo seguirán dando por mucho tiempo del ejemplo de ella, de su vida santa dedicada a ti, de su palabra de ánimo continua en su boca, Señor. Gracias por esa mujer. Padre, yo te pido que cada uno de nosotros tanto la familia cercana a ella, Señor, como aquellos que la amaban, cada uno de nosotros pueda recordar el legado de esta mujer y ser imitadores de ese legado, Señor. Igual que Pablo fue imitador de ti, Toñita fue imitadora de ti, Señor y nosotros queremos seguir ese legado. Señor, permite que así sea. Te damos gracias nuevamente por la vida de esa mujer, sus 91 años bien vividos y bien aprovechados para tu honra y tu gloria, Señor. Gracias, Padre, en el nombre de Jesús. Amen. Amen.

Y ahora, tengo el privilegio de presentar a nuestra predicadora de hoy, como ustedes saben, muchas de ustedes participaron en retiro ayer, fue un tiempo glorioso con 850 personas presentes, incluyendo a 115 jovencitas que participaron en el retiro de jovencitas y en esta ocasión tenemos el privilegio de escuchar a Igna de Suárez, como la escucharon también el año pasado.

Igna es nacida, vivido toda su vida en Colombia, es una mujer muy sencilla y apasionada por el Señor y llena del gozo por el Señor y del fruto del espíritu. Y en este día ella nos va a compartir la palabra así que tengamos oídos bien atentos a lo que el Señor nos quiere decir a través de Igna hoy. Bienvenida Igna.

Yo creo que no nos van a sacar de esta iglesia. Se nos metieron muy, pero muy profundo en el corazón y nosotros, con Susan, estamos tan agradecidas porque repetir en un lugar... alguien dijo que cuando uno viene por primera vez, es un honor, pero cuando lo invitan por segunda vez, guau, eso es todavía triple honor, así es que gracias, Roberto, gracias Meche por confiar en lo que Dios nos ha entregado y dejarnos ser bendecidos a través de una congregación tan hermosa, hombres y mujeres tan lindos, digo así porque ayer estaban hombres involucrados en la alabanza, la adoración, el equipo fabuloso que tienen de alabanza y de adoración, realmente nos ministró muchísimo.

Veo que es un equipo muy fructífero porque el año pasado que vinimos había una chica embarazada cantando y este año en el retiro, había otra embarazada. Yo creo que son muy activos ustedes. Yo estaba en una lucha muy grande porque estoy convencida que cuando uno tiene el honor de compartir el mensaje de la palabra de Dios también tiene una gran responsabilidad y con Susan nos levantamos muy temprano para buscar del Señor, tanto ella como yo, qué era lo que Dios quería para ustedes, y el problema que yo tenía hasta hace poquito era que tenía 3 mensajes y no sabía cuál. Y desde el principio hemos estado orando esta mañana, y nada, y orando, y orando, y Susan sabía mi lucha y a cada rato se volteaba y me decía ‘ya, ya, amiga’, le digo, ‘nada, no siento ninguno’.

Y yo Señor, bueno, a veces el Señor me da un mensaje subiendo a la escalera y tengo que bajar y decirle, ‘por favor, denme el cassette o el cd porque nació aquí. No improvisamos, nosotros, con Susan tenemos un lema, vivimos preparadas más nunca programadas. El que programa es Dios, pero gracias, Meche, porque pensé que eran la alabanza y la adoración, a veces es oyendo una canción o algo que Dios confirme, estaba pendiente del pastor Roberto, qué más decía que me confirmara y nada. Pero una vez más, nuestra hermana Tonia vuelve a confirmar su palabra.

Y mientras Meche hablaba de algo tan importante, de un legado que ella dejó de vida santa, de vida de compromiso, de una vida que realmente se dio toda por Dios, por su familia y por su otra familia, que es la familia de Dios, pero ella mencionó al final algo que sí confirmó uno de mis mensajes, y ella dijo, algo que siempre nos tocó mucho en la vida de Toñíta es que todos los días leía su palabra y que su Biblia, si usted la leía, estaba completamente marcada. A la edad de 91 años no dejó de leer su palabra.

Creo que ese es el mejor legado que nos puede dejar alguien porque en ese legado está el testimonio, en ese legado está una vida de compromiso, en ese legado está una vida de santidad. Y yo recordaba que en el mes de mayo nuestro pastor partió también con el Señor, después de más de 45 años servicio en Colombia y de ser un hombre, un Apóstol a nivel nacional, con una visión de cuerpo, de unidad y su muerte tocó mucho la nación, nos tocó por supuesto mucho a nosotras que somos parte de la iglesia, mi esposo y yo. Hace 29 años estamos en nuestra iglesia y lideramos en nuestra iglesia y el día del entierro estábamos muy de cerca nuestra pastora, que es nuestra amiga también, nuestra gran amiga, y yo le dije a mi pastora algo, ‘lo único que quiero que me des de mi pastor es su Biblia. Tu puedes tener la del inglés porque él era escocés, pero dame a mi su Biblia en español’, y ese fue mi legado, una Biblia que él usó.

Por qué te digo esto, porque mi pastor era uno de los mejores maestros de la palabra y yo fui formada así, desde niña en el Señor. Él nunca fue mi profesor de homilética en el seminario, pero fue mi profesor de homilética toda una vida. Era el hombre al cual tu le escuchabas predicar un mensaje y tenías que prepararte que allí podías llorar, reír, ser confrontado, pero le podías coger desde el título hasta la conclusión y la aplicación. Siempre su mensaje llevaba orden y claridad.

Y mi legado fue ese, el que él me dejó. No solo su Biblia que la pedí, sino que fui formada en cuanto a la palabra. Y uno de los tres mensajes que estaba en mi corazón pero que no sabía yo si sí o no, es un mensaje que voy a compartirles que se llama ‘Traigan el libro’, ese es el título, y vamos a ir al libro de Neemías, en el Capítulo 8, por favor, abra su Biblia, preparemos nuestros corazones.

Neemías, Capítulo 8 versículo 1, dice: “....Y se juntó todo el pueblo como un solo hombre en la plaza que está delante de la puerta de las aguas y dijeron a Esdras, el escriba, que trajese el libro de la Ley de Moisés, la cual Jehová había dado a Israel y el sacerdote Esdras trajo la ley delante de la congregación así de hombres como de mujeres y de todos los que podían entender el primer día del mes séptimo, y leyó el libro delante de la plaza que está delante de la puerta de las aguas desde el alba hasta el mediodía en presencia de hombres y mujeres, y de todos los que podían entender y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley. Y el escriba Esdras estaba sobre un púlpito de madera que había hecho para ello, y junto a él estaba Matatías, Ema, otros hombres que no los voy a leer, abrió pues, Esdras el libro a los ojos de todo el pueblo porque estaba más alto que todo el pueblo y cuando lo abrió todo el pueblo estuvo atento.

Bendijo entonces Esdras a Jehová, Dios grande, y todo el pueblo respondió, Amen, amen. Alzando sus manos y se humillaron y adoraron a Jehová inclinados a tierra y los levitas hacían entender al pueblo la ley y el pueblo estaba atento en su lugar y leían en el libro de la ley de Dios claramente y ponían el sentido de modo que entendiesen la lectura. Y Neemías, el gobernador, y el sacerdote Esdras, escriba, y los levitas que hacían entender al pueblo, dijeron a todo el pueblo, ‘día a santo es a Jehová nuestro Dios, no os entristezcáis, ni lloréis’, porque todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de la ley. Luego les dijo, ‘id y comed grosuras y bebed vino dulce y enviad porciones a los que no tienen nada preparado porque día santo es a nuestro Señor. No os entristezcáis porque el gozo de Jehová es vuestra fortaleza’.

Los levitas pues hacía callar a todo el pueblo diciendo, ‘Callad, porque es día santo y no os entristezcáis’, y todo el pueblo se fue a comer y a beber y a obsequiar porciones y a gozar de grande alegría porque habían entendido las palabras que les habían enseñado....”

Si yo tan solo puedo dejarles esto, será mi mayor gozo. Déjenme hacer un pequeño recuento, poner como un poquito de contexto. Neemías fue un hombre tremendo usado por Dios. Neemías cuando usted lo ve en el Capítulo 1 del Libro de Neemías que lleva su nombre, está en el imperio, él era el copero del rey. Eso quería decir que era un hombre de confianza, era el que probaba el vino, era el que estaba muy cerca del rey. Tenía una posición, estaba en palacio, estaba cerca del rey, pero aunque estaba en esa posición tenía una carga tremenda en su corazón. Y la carga de Neemías era su ciudad, era Jerusalén, era su pueblo, porque aunque él comía bien, vestía bien, ganaba bien, había un dolor en su corazón por sus hermanos.

Y yo voy a ir aplicando, aún a pesar de la introducción porque el pastor mencionó que es necesario que ustedes evangelicen la ciudad de Boston, cada uno de ustedes es responsable. Pero no puede haber un evangelismo efectivo sin pasión y sin visión. Y en la vida de Neemías había una visión por su ciudad y había una pasión por su ciudad. Y puede usted ser recién convertido, debe tener pasión y visión por su familia y por su ciudad. Y cuando usted ve a Neemías en ese Capítulo 1, los ..... llegan unos amigos al reino y él les hace una pregunta, los saluda y les hace una pregunta, ¿cómo están mis hermanos en Jerusalén y cómo está la ciudad de Jerusalén?

Fíjese que él no preguntó nada más sino que iba directo a un propósito que él sentía latir en su corazón. Y ellos respondieron, ‘el pueblo está en gran mal y gran afrenta, están en oprobio y la ciudad, Neemías, está mal, sus muros están derribados, sus puertas están quemadas’.

Y vino un llanto en el corazón de Neemías, el versículo 3 describe que rasgó sus vestidos y empezó a conectarse directamente con Dios y empezó a clamar a Dios y la visión fue confirmada. Y estuvo dispuesto a dejar el reino, habló con el rey, su cara estaba triste. Nunca había estado triste. El rey se sorprendió, ‘¿qué te pasa, Neemías? Nunca has estado triste, y hoy te veo profundamente agobiado’. ‘Oh, rey, mi pueblo está mal, mi ciudad está mal...’

Y yo pienso cuántos Neemías se necesitan que se levanten. Puede que usted sea colombiano, guatemalteco, puertorriqueño, pero Dios lo puso en esta ciudad. Yo no soy de Bogotá pero Dios me puso en Bogotá y amo Bogotá como si fuera mi ciudad, y amo apasionadamente a Colombia y no paro de orar hasta que mi nación sea restablecida y la gloria de Dios venga y el mundo entero deje de oír malas noticias de Colombia y el mundo entero sepa que es una nación cambiada y transformada por un avivamiento que vendrá sobre mi nación que está viniendo, que está llegando y que no será caídas, temblores, lenguas, sanidades, eso será la añadidura, será una transformación. La violencia se terminará, el narcotráfico caerá, la guerrilla terminará, las guerras terminarán y podremos ver una nación como Dios la quiere ver.

Que visión y qué pasión tenía Neemías. El Capítulo 2 describe que él sube y el mismo inspecciona, un hombre que tiene visión o una mujer que tiene visión siempre está en el lugar del problema para saber muy de cerca la situación y el latir del corazón de Dios. En el mismo Capítulo 2 Neemías confronta al pueblo, primero recorre la ciudad, ve los muros caídos y las puertas quemadas pero luego él va y confronta a los que estaban en oprobio y les hace un reto y el reto fue en el versículo 17, les dijo, del Capítulo 2:

“... vosotros véis el mal en que estamos.....” fíjese que él no dijo están, dijo estamos, “... Jerusalén está desierta, sus puertas consumidas por el fuego, venid y edifiquemos el muro de Jerusalén y no estemos más en oprobio. Y su visión contagió a otros, entonces les declaré como la mano de mi Dios había sido buena sobre mí, asimismo las palabras que el rey me había dicho, y se unieron y dijeron, ‘levantémonos, edifiquemos’ y esforzaron sus manos para la obra....”

Si usted mira el Capítulo 3, todos los grupos de familia construyeron, toda la gente construyó, desde los jóvenes hasta los ancianos, desde los que tenían hasta los que no tenían y cuando usted llega al Capítulo 6 del libro de Neemías, el versículo 15 y 16,

“.... el muro fue terminado, las puertas fueron colocadas, y dice, fue terminado pues el muro el 25 del mes de Elul en 52 días... – escuche bien- ....en menos de dos meses el muro fue restaurado y cuando lo oyeron todos nuestros enemigos, temieron todas las naciones que estaban alrededor de nosotros y se sintieron humillados y conocieron que por nuestro Dios había sido hecha la obra...”

Ahora, el muro estaba restaurado, la gente estaba animada, a pesar de toda la oposición que usted puede ver en el mismo Capítulo 2, el 4, el 5 en 52 días, la visión de un hombre y la pasión de un hombre se hicieron realidad. Porque nada hay imposible para Dios y la Biblia dice aquí que fue Dios, por la mano de Dios, la gloria era de Dios, la gloria no era de un hombre, la gloria era de Dios.

Pero vino otra segunda visión al corazón de Neemías, los muros estaban restaurados, pero la gente que estaba dentro del muro, ahora tenían protección, ahora había puertas, seguridad y había muros. Eso quería decir que ya ninguno entraba y salía, no había forma de combinarse, mezclarse porque los muros hablan de separación. Y el problema que veía Neemías es que ahora había un muro, estaban las puertas, pero había un pueblo dentro del muro que necesitaba un cambio, que necesitaba una transformación, que necesitaba que sus muros internos fueran reconstruidos.

¿Por qué? Habían pasado ya casi 70 años de cautividad. En ese tiempo de cautiverio, amados, el pueblo no tuvo servicios, no tuvo cultos, algunos estaban en Jerusalén, otros en Babilonia, se acabó, no había alabanza, no había cantores, no había levitas. El muro estaba destruido y el templo estaba destruido. Y durante todos esos años no hubo palabra de Dios, no hubo mensaje de Dios. Y cuando no hay mensaje de Dios el corazón del pueblo no está en condiciones optimas. Cuando no hay palabra de Dios, escuche bien esto, cuando no hay mensaje de Dios podemos decir que estamos mirando un pueblo superficialmente.

¿Qué está sucediendo hoy? Está sucediendo lo mismo. Tenemos muros construidos, tenemos noticias de iglesias magnas, miles de millones de dólares, púlpitos casi de oro, y con tristeza tengo que decir que hay carencia de la palabra de Dios, hay ausencia de la palabra de Dios. Los mensajes que escuchamos son recalentados, son demasiado superficiales. Si usted prende la televisión, no se si aquí, pero en Latinoamérica yo diría que un diez por ciento llega a ser bueno, o bueno, claro, hay gente que come todo, hay gente que come la hamburguesa que le dan, los tacos que le dan instantáneos, no los que tu preparas en casa, la pizza espiritual y eso les parece bueno, no hay sustancia. Hay mucha superficialidad, mucha improvisación. Tu puedes saber cuándo alguien está improvisando.

Eso preocupa porque qué le espera a nuestra generación que viene, qué le espera a jóvenes de 12, 13 años, qué tremendo que una mujer a los 91 años no dejaba de leer su Biblia y a los 91 años recibía mensaje de Dios porque si subrayaba su Biblia era porque Dios le estaba hablando. Que tremendo testimonio si solo con eso me quedo, que rete su generación.

Gracias a Dios por el programa que tienen ustedes, los animo. Yo estuve predicando con Susan el año pasado aquí, de Guatemala recibí una vez una llamada de una discípula nuestra que me dice, ‘sabes, hoy estaba decaída, y entré y me conecté por Internet, busqué León de Judá y ahí estabas tu y me oí el mensaje que predicaste el domingo. Dios me levantó, lo bajé y lo prediqué a los jóvenes. Llegué a Cali hace 3 semanas estaba predicando en la ciudad de Cali, en Colombia, y la primera noche del evento se bajan las niñas que estaban acá arriba, que habían sido el equipo de trabajo de la pastora y se bajan y pasan por la primera fila, y una de ellas se me acerca y me dice, ‘maravilloso’, Yo le dije qué ‘sin reserva, sin retorno, sin nada que lamentar’, y le digo yo, ‘¿dónde lo oíste?’, ‘en León de Judá por Internet’.

León de Judá ha sido famoso en Colombia. Me estaban entrevistando hace creo 6 meses en un programa de televisión muy bueno, joven cristiano, un entrevistador, pues es su carrera, fabuloso... y al final del programa me dice, ‘bueno, hermana Igna, explíqueme eso de cómo eso de ‘sin reserva, sin retorno y sin nada que lamentar’. Y yo le digo, ‘¿y tu de dónde sacaste eso?’, me dice, ‘de León de Judá por Internet’.

Amados, tengo tristeza en mi corazón por eso yo dije ayer a las mujeres, no esperen. Yo, a las mujeres les predico fuerte, porque no quiero ver mujeres superficiales sino mujeres como Ulta, profundas en la palabra de Dios, mujeres que puedan predicar no solo a mujeres sino a hombres, mujeres que realmente se levanten con el celo y la pasión por la palabra y por supuesto los hombres, pero ustedes saben que ustedes tienden más a eso.

Hay preocupación en mi corazón por eso es necesario que traigan el libro, es necesario que hoy el Espíritu Santo al terminar encienda una pasión pero tan fuerte por esta bendita palabra.

Hace poco estaba predicando en un lugar y alguien se me acercó y me dijo, ‘te voy a regalar una Biblia porque la que tiene ya te está dañando’. Yo le dije, ‘no, por favor, quién sabe cuánto me va a durar más, es que aquí tengo tesoros’.

Hay un pueblo aquí, voy a hablar dos cosas acerca de este pasaje que leímos, el título es ‘Traigan el libro’, ¿por qué? Voy a hablarte primeramente del clamor de un pueblo, eso es el punto número uno, el clamor de un pueblo.

En el versículo 1 dice, ‘... y se juntó todo el pueblo como un solo hombre en la plaza que está delante de la puerta de las aguas y dijeron a Esdras, el escriba, que trajese el libro de la ley....”

Diga, que trajese el libro de la ley. .... Ahora, voy a ir por partes, dice que se juntó todo el pueblo. Ya había sido el muro terminado, las puertas ya ...... ya se había empezado a restaurar a los levitas, ya Neemías tenía una visión completa y el pueblo se juntó. Me llama la atención que se juntó junto a la puerta de las aguas. La puerta de las aguas había sido restaurada y la puerta de las aguas nos hablan las aguas, las aguas nos hablan de la palabra de Dios.

Jesús dijo, ‘ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado...’ y allí se juntaron y se juntaron como un solo hombre, e hicieron un clamor y dijeron ‘traigan el libro’.

Diga conmigo, ‘traiga..’ haga así... ‘traigan el libro’, dígale al que está al lado, ‘es necesario que traigamos el libro’.

Y su clamor fue.... una vez que estaban juntos ellos dijeron, ‘que traigan el libro’, esto no lo hizo Neemías, eso no lo hizo Esdras, eso lo hizo un pueblo que tenía hambre, un pueblo que estaba viendo el cumplimiento de la fidelidad de Dios y que por fin recordaron el libro de la ley y ellos comenzaron a clamar ‘traigan el libro’.

Hay una porción en el libro de Amos, en el Capítulo 8 en el versículo 11 que dice, “... he aquí que vienen días, dice Jehová el Señor sobre la tierra en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino hambre y sed de la palabra de Dios.....”

Y yo amo esa palabra, y yo declaro que estos son esos días en que el mismo pueblo de Dios, yo se que a ustedes, se que tienen buen mensaje, se que tienen pastores que los alimentan bien, pero son las necesidades en la iglesia en general. Vienen días en que hay necesidad de que traigan el libro.

Y ellos dijeron, ‘traigan el libro’, todos unidos como un solo hombres. Ese fue su clamor. Luego me dice, que ese pueblo estaba dispuesto, ese pueblo pidieron que trajeran el libro y dice que el pueblo estaba atento, el versículo 3, dice:

“... y leyó el libro delante de la plaza que estaba delante de la puerta de las aguas desde el alba al mediodía en presencia de hombres y de mujeres y de todos los que podían entender y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley. Oiga bien. Los oídos estaban atentos al libro de la ley.

Ahora, aquí hay varias cosas: Esdras había construido un púlpito muy grande para que toda esa multitud pudiera oír y dice ‘... y todo el pueblo, nadie hablaba, todo el mundo apagó sus celulares’, y ahí estaban. ¿Y saben cómo estaban? Estaban así, estaban atentos al libro, escucha bien esto, estaban atentos al libro, no al predicador. Estaban atentos al libro, no al predicador.

El predicador desapareció, el libro apareció. Hoy se necesita eso. Hoy se necesita que el libro aparezca, que la palabra aparezca, que el verbo de Dios aparezca y que los predicadores desaparezcamos porque la gloria es solamente de él. Estaban atentos. Estaban atentos al libro.

Hay ausencia. Perdón que usemos mucho nuestros nietos, nuestra familia, son mis ejemplos más cercanos. Jonathan, mi nieto mayor, tiene un llamado muy fuerte, tiene un llamado profético muy fuerte. Desde muy niño desarrolló, Dios le ha dado una palabra de ciencia muy profunda, siempre digo, ‘cuidado tu entras en pecado en mi casa porque si está mi nieto te lo saca a la luz’. Es tremendo. Es tremendo ese niño.

A la edad de 6 años mi hermano llegó un día de visita a nuestra casa y trajo a un amigo que es de mi pueblo, que es médico, hacía muchos años que no lo veía. Yo no estaba ese día allí, pero estaba mi hija, mi mamá, mi esposo y mi nieto. Y mi hermano le dice, ‘mira, Jonathan, te presento a mi amigo José’, y él le extendió la mano para saludar al niño de 6 años, y el niño corrió la mano. Y le dice ‘¿por qué no me saludas?’, y él le pone el dedo y le dice ‘porque tu no amas a Dios’. Nunca lo había visto. Dice, ‘¿por qué tu dices que yo no creo en Dios?’, ‘porque tu no crees en Dios’. Y se voltea el amigo y le dice a mi hermano, ‘y a este quién le dijo’. Y mi hermano va a donde mi hija y le dice, ‘¿Y tu qué le dijiste al niño’. Mi hija le dice, ‘yo ni conozco a tu amigo’. Era budista, y eso impactó a mi hermano.

Y Jonathan ha crecido con el celo de Dios y el celo de la palabra. El es el niño que ya te dice dónde Dios le ha hablado, ya tiene subrayados mensajes que el Señor le ha dicho y hace unos meses, ellos asisten a una muy buena iglesia con sus padres, pero fijate que el niño desde el año pasado, le pidió a su pastor el permiso para ya no ir a la escuela de niños, sino que le dijo, ‘es buena, pero ¿me permites estar en el culto de los adultos?’. Le dice, ‘¿por qué, Jonathan?’, y le dice ‘porque quiero oír la palabra de Dios como se la predican a los grandes’. Y su pastor le permitió estar.

Y hace unos meses tuvieron un invitado en la iglesia y empezó a predicar supuestamente y el niño se voltea a la mamá después de 15 minutos y le dice ‘¿y a qué hora va a entrar en el mensaje?’. Y el predicador siguió haciendo chistes y la gente se toteaba de la risa, media hora, seguían riendo y el niño, ‘¿y a qué hora va a empezar el mensaje?’. Y luego le dijo ‘mami, apágame ese celular’. Luego voltea y le dice, ‘mami, está quemando tiempo’, y salió con tristeza del servicio, se subió al carro, un niño de escasos, no tenía los 12 años todavía, y se sentó en el carro y dijo, ‘que tristeza, no hubo palabra’.

Mi amados, ese pueblo pidió la palabra, ese pueblo clamó por la palabra y estuvo atento a la palabra. Pero hay algo más, ese pueblo le pidió a Esdras que le leyera la palabra, no le pidió a cualquier persona, no se lo pidieron a cualquiera de los..... no, fueron donde el sacerdote Esdras, y aquí dice el versículo 2 que ellos le pidieron a Esdras, el escriba, el versículo 1 dice:

“.... le dijeron a Esdras, el escriba.....”

Y cuando usted ve a Esdras más adelante en el verso 6 dice, “... entonces Esdras.....”, y hay otra porción que dice “... Esdras, el escriba....”

Ahora, déjenme decirle algo, ellos sabían quién era Esdras, ellos no fueron a otra persona sino a Esdras porque Esdras era un escriba. ¿Quién era un escriba? Un escriba era un sacerdote, pero no cualquier clase de sacerdote, era un sacerdote que profundizaba en la palabra de Dios.

Si usted quiere ver la descripción de un escriba, lo encuentra en el libro de Esdras un poquito, usted más atrás donde en el Capítulo 7, le voy a mostrar quién era un escriba, en el versículo 10 dice:

“... porque Esdras había preparado su corazón para inquirir en la ley de Jehová y para cumplirla y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos....”

Ese versículo dice 4 cosas importantísimas. Número uno, dice que Esdras era sacerdote pero que profundizaba, preparaba su corazón para inquirir. ¿Qué quiere decir eso? Esdras no venía a este libro de cualquier manera. Esdras oraba a Dios. Ahora, no estoy hablando, que sea una religiosidad, pero cuando Esdras venía al rollo, decía ‘Dios, yo quiero que tu Espíritu Santo prepare mi corazón para que tu palabra pueda caer en buena tierra, yo la pueda entender. Dame la sabiduría y dame la revelación’.

¿Pedimos eso? y dice, “....preparaba su corazón....” ¿Qué más decía? Preparar el corazón no solamente era orar, era ver cómo estaba su corazón, era qué había de malo, tal vez fue muchas veces donde su esposa, dijo, perdóname en la forma como yo te contesté ayer porque voy a entrar en el libro y quiero que Dios me hable directo y nada se interponga, ni un pecado, ni una mala actitud.

Dice, “.... preparaba su corazón para inquirir...”, pero la segunda cosa que dice es “.... para cumplirla...” El la leía, él la entendía, él la saboreaba, pero luego la aplicaba. Diga, ‘la aplicó’.

Tu puedes haber terminado ayer el congreso y el retiro para agradar a los dos, y lo puedes haber saboreado ok, y se que muchas mujeres fueron tocadas y fue maravilloso, pero tienes que aplicarlo. No puede comer en un DVD, no puede quedar en un CD, no puede quedar en tus notas, tienes que aplicarlo, tienes que vivirlo, tienes que hacerlo, tiene que eso te transforme y haya conductas correctas.

Y él dijo, que lo entendía para cumplirla, para vivirla. Y luego al final, dice “... para enseñarlo...” Ese es el proceso. Yo voy a la palabra, preparo mi corazón, recibo el mensaje, lo que yo te estoy predicando, lo que te prediqué ayer es porque ya ha sido vivido, porque yo puedo predicar lo que no vivo pero no debo predicarlo. Porque un mensaje con experiencia vivida tiene poder, transforma.

Y esto era un escriba, uno que preparaba su corazón, que valoraba la palabra de Dios, uno que cumplía y uno que la podía enseñar. Y el pueblo escogió a Esdras, y Esdras escogió su equipo de trabajo, eran los levitas, que tienen muchos nombres. No le vaya a poner esos nombres a sus hijos.

Y dicen que ese equipo estaba al lado de Esdras, y Esdras leía y lo leía con tanto énfasis, él no lo predicó, solamente leyó el libro. Yo estoy predicando, pero él estaba leyendo el libro. Y dice en ese Capítulo 8 que cuando él leía el pueblo estaba atento y el versículo 8 dice: “... y leían el libro de la ley de Dios, lo leía Esdras, y lo leía su equipo, lo leían claramente y ponían el sentido de modo que entendiesen la lectura...”

En el verso 5 es hermoso porque dice, “... Esdras, pues, abrió el libro a los ojos de todo el pueblo porque estaba más alto que todo el pueblo, y cuando lo abrió todo el pueblo estuvo atento...”

Ese hombre le puso el sentido, le puso la vida, le puso la pasión, le puso de tal manera su preocupación, era que el pueblo lo pudiera asimilar, lo pudiera entender, lo pudiera comprender. Ahora, cuando tu lo predicas, tu usas ilustraciones, tu usas los ejemplos, tu estás tratando de transmitir eso, que haya luz de ese mensaje, de esa palabra, para que nunca se olvide y penetre. Pero él solo lo estaba leyendo y la sola lectura de la palabra de Dios qué transformación hizo, qué transformación. Y se mezclaron dentro de todo el pueblo para que el pueblo pudiera entender.

Quiero llevarte, como segundo punto a ver los resultados de esto que pasó. Y hay varios resultados. Una vez que el pueblo oyó la palabra de Dios el primer resultado es que trajo, esa lectura trajo un profundo quebrantamiento y arrepentimiento porque dice aquí, en el versículo 9:

“... Y Neemías, el gobernador, y el sacerdote Esdras, escriba, y los levitas que hacían entender al pueblo, dijeron a todo el pueblo: día santo es a Jehová, nuestro Dios, no os entristezcáis ni lloréis porque todo el pueblo – dígalo conmigo, ‘todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de la ley.

Todo el pueblo comenzó a llorar cuando oyó esa palabra. Como sería el llanto de cientos de personas. Jeremías Capítulo 23, versículo 29 dice:

“... ¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, o como martillo que quebranta la piedra?...... ¿No es mi palabra como fuego, como martillo?

Mira, tu no necesitas manipular, dice Hebreos 4:12 que “.....la palabra de Dios es viva y es eficaz, dice que es más cortante que toda espada de dos filos, que penetra hasta partir el alma, el espíritu, la coyuntura, los tuétanos.... Está hablando de lo profundo,.... y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón y no hay nada oculto que no sea revelado ante esta poderosa palabra de Dios....”

Hace muchos años atrás cuando en mi iglesia yo daba la escuela dominical después del primer servicio teníamos escuela dominical, entre uno y otro servicio, y yo tenía el privilegio de enseñar en esa escuela dominical. Nunca me olvido, teníamos una secuencia de unos libros que fueron maravillosos, yo todavía los tengo, los guardo porque estudié en el seminario bíblico, pero creo que esos libros, fueron para mí, un tesoro tan grande. Era sistematizada la enseñanza y mi pastora daba un domingo y yo daba otro domingo pero siguiendo la secuencia. Y un domingo me tocó enseñar sobre el pecado de David en la secuencia que llevábamos, sobre el adulterio con Betsabé, las consecuencias, todo eso, era media hora de clase. Yo duraba hasta la una de la mañana preparando mi clase. Era el privilegio más grande enseñar en la escuela dominical y allí alistaba todo, preparaba todo, yo le dije a Meche, ‘soy muy doméstica’, y a las mujeres ayer, y es que soy buena cocinera y me gusta ponerle la sazón a la comida. No puede pasar el amor en la comida, ni el caldito Maggi. Y así es, preparando los mensajes, yo le busco todo lo que el Espíritu Santo me dice que le eche, que le eche la albaca espiritual, se la echo. Lo único que a los mensaje no le echo es cubo Maggi porque eso ya es químico, pero todo lo espiritual y lo natural sí.

Y ese Dios me había dado un tesoro en esa enseñanza, y yo ve que una mujer en la tercera fila empezó a llorar, y a llorar, y a llorar y hasta que cayó de la silla en la tercera y se agachó, ya no la vi más porque ella duró de la mitad de la enseñanza hasta el final fue llorar, y llorar.... Yo terminé la enseñanza, oré por la gente y cuando bajé esta mujer vino y se me tiró y me dijo, ‘tengo que hablar contigo’.

Y entonces entramos en un cuartito y fue tan hermoso y me dijo, ‘yo necesito confesar mi pecado’. Y ella dijo, ‘hace 8 años le quité el marido a una mujer y de esa unión está mi hija que tiene 5 años, que está aquí en la iglesia. Yo hace 2 años estoy viniendo a la iglesia, nadie sabe. Amo a ese hombre, nos llevamos muy bien, pero hoy entendí que ese hombre no me pertenece. Y hoy quiero que me ayudes porque la palabra para mi fue clara, lo que llamábamos nosotros un acople porque no se entendió con la mujer, ahora la entendí claramente que se llama adulterio y hoy yo he tomado una decisión’, dijo ella, ‘y necesito que me ayudes, porque hoy tengo que devolver el hombre que me robé. ¿Cómo lo hago?’

Así es que el día lunes yo estuve en consejería todo el día con ella. Su arrepentimiento era genuino. ‘Mi hija lo necesita, es su padre, yo lo amo pero no es mi esposo y es tan claro lo que Dios me habló, era como que tu me estuvieras predicando todo a mí’. Y en un mes devolvió al marido, él no se quería ir y ella le dijo, ‘yo no se si tu quieres volver al lado de tu esposa, pero a mi lado, no puedo, no me perteneces, hice mucho daño’. Y ella fue y habló con la esposa, pidió perdón.

Lo amaba, escucha, lo amaba. Duró dos años para olvidarlo, pero la palabra penetró. El domingo pasado yo estaba predicando en mi iglesia y ella ahora sirve profundamente en mi iglesia, ella sacó esa hija adelante, Dios la bendijo, la prosperó, está más hermosa que nunca y siempre que me puede abrazar me dice, ‘nunca olvido el día que Dios me confrontó con mi pecado,’ y dijo ‘ese día fui libre’.

Amados, la palabra, tiene que producir en nosotros un quebrantamiento y un arrepentimiento porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.

También trajo una profunda adoración, mire el versículo 6, dice: “... bendijo entonces Esdras a Jehová, Dios grande y todo el pueblo respondió amén, y amén y alzando sus manos se humillaron y adoraron, -diga, adoraron- a Jehová inclinados a tierra...”

Ellos adoraron a Dios. La palabra fue tan clara que produjo una adoración. Ahora, amados, eso tiene que producirlo la palabra en nosotros, no los domingos, escucha, no los días que tu tienes, no los sábados, es parte de lo que Dios nos va a hablar. El domingo es un día que como congregación recibimos todos la palabra que nuestros pastores han preparado, pero escuche bien, todos los días la palabra tiene que hablarte y no tienes que decir, ‘tin marín de dos pingüe... ay cucara maca, títere fue háblame aquí... Donde ponga el dedo háblame’.

No, tiene que haber una meditación, tiene que haber una búsqueda de Dios, no solamente en oración sino a través de la palabra de Dios, cada día tu tienes que meditar en esta bendita palabra y esa palabra tiene que traer quebrantamiento, tiene que traer arrepentimiento, tiene que traer adoración.

Amados, si esta palabra no nos hace erizar, si esta palabra no nos hace llorar, no la predicada, es obvio, es diferente, pero estoy hablando que cuando tu vengas a este libro, si esta palabra no está así marcada, señalada, subrayada, anotada, esta palabra tiene que causar un efecto en nosotros, esa palabra tiene que volverse a resaltar. Hoy casi no llevamos Biblia.

Maravillosa la tecnología, qué bueno que nos las ponen, pero ya no llevamos porque va a salir en el telón. Y yo he dicho, me gusto que pongan solo la cita que se menciona, pero que el pueblo la busque, que se oiga el sonar de las hojas de la Biblia, que se oiga el shshshshssh... porque hoy tu no sabes, empiezas a buscar a Malaquías donde está Apocalipsis y a Juan donde está Oseas, y necesitamos que el pueblo maneje la palabra de Dios, necesitamos que el pueblo tenga la palabra de Dios. Y esto debe producir adoración.

Yo no se si te ha pasado, pero a veces estoy yo allí leyendo y yo empiezo a llorar. Sabes los vuelos, para nosotros, los vuelos, viajar horas y horas en un avión, me gusta. Sabes, es mi deleite. Cuando yo tengo que viajar 5 horas, 6 horas, 8 horas, 10 horas en un avión me encanta. ¿Por qué? Porque yo lo único que hago es, bajo mi mesita, saco mi Biblia y saco una libreta, un cuaderno y solamente digo, ‘Señor, tenemos 8 horas, 5 horas, ahora habla mi vida...’

Iba para México el año pasado y me tocó al lado un Señor, y yo iba leyendo mi palabra y llegué a un punto donde estaba leyéndola y empiezo a llorar. Dios comienza a quebrantarme, pero era que no podía. Y yo lloraba y buscaba el Kleenex, hasta el señor me pasó un pañuelo, y yo seguía leyendo y lloraba. No podía, era una presencia. Hasta que el señor me dijo, ¿qué le pasa señora, está muy triste? Y yo le dije, ‘no, usted no entiende, después le explico...’

Me encanta. Sabes, mis mejores nacen en los aviones porque no tengo concordancia, no tengo comentarios, no tengo libros, no tengo historia pero tengo al Espíritu Santo y estoy más cerca del cielo y su revelación viene poderosamente sobre mi vida. Y allí es donde nace, esta palabra tiene que arder en nuestros corazones. Esta palabra, debemos tener bibliomanía.

Dígale al que está al lado, ‘debes volverte un adicto a la palabra de Dios’. Este libro trajo una profunda adoración pero ¿saben qué? también trajo un profundo gozo y alegría.

En el versículo 10 al final le dice “... nos os entristezcáis porque el gozo de Jehová es vuestra fortaleza...” y el 11 dice, “... el levitas pues, hacían callar a todo el pueblo diciendo, ‘callad porque es día santo, no os entristezcáis y todo el pueblo se fue a comer y a beber y a obsequiar porciones y a gozar de grande alegría....”

Diga, grande alegría, diga, porque habían entendido las palabras que les habían enseñado.

Ah, yo nunca olvido cuando recién me fue enseñada la palabra de Dios. ¿Quieren saber? La persona que me empezó a enseñar la palabra de Dios era un pastor evangélico que no tenía sino hasta quinto de primaria. Era el pastor de mi pueblo, pero estábamos llenos de prejuicios sociales y religiosos. Yo no iba a ir a una iglesia evangélica, pero iba a tener pastor a domicilio y comenzó una tarde a venir y enseñarnos la palabra. Y yo le dije dos tardes, yo le dije, tres tardes, y ese hombre que no había hecho ni un seminario bíblico, pero tenía la sabiduría de Dios, ese hombre se sentaba y nos enseñaba la palabra y nos la enseñaba de manera sencilla y fue tal la pasión por esta palabra que yo abracé esta palabra, mi esposo no se había convertido, pero yo esta palabra no la dejaba, la metía en mi cartera, la llevaba en mi mano, por donde iba yo llevaba mi... dormía con la Biblia y mi marido ya estaba hasta celoso. ¿Y que haces con ese libro allí toda la noche? No se, pero solamente el echo de tenerlo cerca.

Yo quiero que tu sepas que nunca he olvidado mi palabra. Dos veces en 32 años, dos veces se me quedó en casa, nunca la dejo, porque no se a qué hora me encuentre con alguien para compartírsela. Esa palabra trajo un profundo gozo, una profunda alegría y cuando tu vienes a esta palabra y lees las promesas de Dios, y Dios te habla, y el rema de Dios viene a tu vida y en la mayor dificultad y en la mayor necesidad, esta palabra, cuando la meditas salta a tu corazón y empiezas a veces a reír, porque Dios te está diciendo que en medio de tu desierto hay una esperanza, que pase lo que pase, él va a venir, que él hará, él cambiará, él tocará.

¿Sabe lo que dice Jeremías en el Capítulo 15, en el verso 16? Dice: “.... fueron halladas tus palabras, y yo las comí y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón porque tu nombre se invocó sobre mi, oh Jehová de los ejércitos.....”

Dice que las palabras le fueron por gozo y por alegría y dice en Ezequiel, en el Capítulo 3 que Dios le digo, ‘Ezequiel, come el rollo, toma el rollo, mete el rollo a tu boca’. Señor, el rollo y dice que lo comió y las palabras le fueron dulces como la miel.

Oh, las palabras fueron dulces como la miel. Y no hay forma más segura de que Dios te hable. Deja de andar buscando que te profeticen. Que Dios te profetiza que lo mande y... pero no lo busques. Esta es la palabra profética más segura, esta la palabra profética más firme, esta es la palabra profética que el Señor va a hablar a tu corazón y producirá profundo gozo y profunda alegría.

Y la cuarta cosa que produjo fue una profunda obediencia. El versículo 13 en adelante dice:

“... Al día siguiente se reunieron los cabezas de las familias de todo el pueblo, sacerdotes, levitas, a Esdras, el escriba, para entender las palabras de la ley...”

Mira, tenían adicción, pasó al otro día y querían más, ‘Esdras, queremos más’ y dice el verso 14:

“... y hallaron escrito en la ley que Jehová había mandado por mano de Moisés que habitasen los hijos de Israel en los tabernáculos, en la fiesta solemne del séptimo mes y que hiciesen saber y pasar pregón por todas las ciudades y por Jerusalén diciendo, ‘Salid al monte y traed ramas de olivo silvestre, de arrayán, de palmeras y de todo árbol frondoso para hacer tabernáculos como está escrito. Salió, pues, el pueblo, trajeron ramas, hicieron tabernáculos y esa palabra trajo una profunda obediencia...”

Salió lo que Dios había determinado y el pueblo obedeció y se volvió a hacer la fiesta de los tabernáculos que desde la época de Josué no se había vuelto a practicar. Pero hubo algo más de obediencia tremendo. Mire lo que dice el Capítulo 9 y el versículo 1:

“...Y en el día 24 del mismo mes, se reunieron los hijos de Israel en ayuno con silicio y tierra sobre sí, -verso 2- y ya se había apartado la descendencia de Israel de todos los extranjeros....”

La obediencias trajo separación, amados. Trajo separación, cuando oyeron se dieron cuenta que ellos se habían mezclado, que Dios había dicho no se casen, no se mezclen, no se unan con mujeres extranjeras de la tierra de Canaán ni de los babilónicos, pero ellos se había mezclado.

Y la palabra, Esdras no tuvo que hacer nada, los levitas no tuvieron que obligar, la palabra llegó y partió y separó y ellos mismos tomaron la decisión. Hubo obediencia perfecta, pero hubo algo más, trajo una profunda confesión y perdón identificativo.

El versículo 2 dice, después de decir que ya se habían apartados dice, “... y estando en pie confesaron sus pecados y las iniquidades de sus padres....”

Amados, el pecado nos aparta de Dios pero la palabra nos aparta del pecado. Y esto era lo que había pasado. Y ahora estaban allí y dice, “... ya todo el pueblo se había separado y comenzaron a confesar, primero sus propios pecados...”

Ellos confesaron, allí, públicamente, no les daba pena, ellos comenzaron a confesar sus pecados. Si usted se da cuenta en este pasaje los sacerdotes y los levitas nunca dijeron, ‘tienen que hacer esto o lo otro’, era la misma palabra que estaba cortando. Y dice, ellos confesaron sus pecados pero hicieron también un perdón identificativo, pidieron perdón por las iniquidades de sus padres.

Usted ve, habla de pecados y habla de iniquidades. Iniquidades es lo que venimos trayendo de generación en generación. Ellos querían estar limpios, querían estar libres. Ellos sabía que este eran un momento definitivo y ellos pidieron perdón por las iniquidades de sus padres.

Ahora entendían que el juicio de Dios había sido justo, tal vez por años, 70 años de cautividad habían dicho ‘¿por qué Dios tuvo que sacarnos de Jerusalén, por qué tuvo que permitir que la ciudad fuera destruidas?’. Nunca lo entendieron, pero ahora, que la ley se estaba leyendo, lo entendieron. Entendieron que Dios es justo, entendieron que Dios fue demasiado paciente, entendieron que ellos se habían apartado de los caminos de Dios, entendieron que sus generaciones pasadas le dieron la espalda a Dios, que adoraron a los baales, que levantaron aún en la misma casa de Dios, cantidad de ídolos, entendieron todo y entendieron la justicia divina. Y por eso lloraron por su propio pecado y lloraron por el pecado de sus antepasados.

Y la conclusión de todo esto, amados, es esta, dice: “.... y puestos en pie en su lugar leyeron el libro de ley de Jehová, su Dios, la cuarta parte del día y la cuarta parte confesaron sus pecados y adoraron a Jehová su Dios...”

No dice Dios de Israel, sino su Dios. Y si usted sigue leyendo, fue una oración preciosísima que hace Esdras y después de esto vino un avivamiento, vino un avivamiento.

Ahora, nosotros queremos un avivamiento. Cuando cantábamos la canción tan linda que Dios va a mandar lluvia, está hablando de un avivamiento, que va a venir con una visitación, está hablando de un avivamiento.

Estados Unidos necesita un avivamiento. Estados Unidos necesita una evangelización. Estados Unidos necesita una transformación. Dios ha reservado a los latinos para la última parte de los tiempos finales. Dios va a usar al pueblo latino, con el Islam, con el budismo, con el hinduismo. Nuestros rasgos fueron diseñados para este tiempo.

Tu pareces un marroquí, tu pareces árabe. Si, nuestros rasgos. Y Dios nos ha preparado y a otras naciones, pero el pueblo latino si tu miras a Latinoamérica, ya no es un campo misionero. Cuando yo oigo que otros van a abrir iglesias a Colombia, a Centroamérica, yo digo, ‘¿para qué van a hacer una iglesia si iglesias tenemos por cantidades?’ Colombia ya no es un campo misionero. Colombia es base para misiones, Salvador, Guatemala, Nicaragua, hay un liderazgo nacional muy bien establecido en cada nación y Dios está trayendo las primeras lluvias para Latinoamérica, pero se necesita la palabra de Dios, toda avivamiento en la Biblia es marcado primero como un resurgir de la palabra de Dios. Un avivamiento personal en mi vida tiene que ser con un resurgir de la palabra de Dios.

Ahora, déjenme explicarle para finalizar, qué es un avivamiento. Un avivamiento es que confundimos.... yo quiero un avivamiento, yo quiero caídas espectaculares bajo la unción del espíritu...... yo quiero sanidades milagrosas, muertos resucitadas, palabra profética emergente todos los días, y yo quiero decirte esto: eso es la añadidura de un avivamiento. Pero un avivamiento se caracteriza por arrepentimiento. Un avivamiento es la transformación completa de una iglesia, de una ciudad o de una nación donde el índice de violencia, de muerte se acabe, de homosexualismo se acabe porque Dios ha llegado, no a visitar, sino a permanecer. Porque la visita viene y va. Azuza vino y fue pero no lo mantuvieron.

Pero es transformación, es cambio. Y este pueblo comenzó su avivamiento. Alguien dijo avivamiento es volver a vivir. Es algo que estaba seco, muerto y se le vuelve a dar vida, y eso es lo que hace el Espíritu Santo. Avivamiento es un tiempo de cambio, de humillación, de transformación.

Charles Finney dijo, avivamiento es un tiempo de quebrantamiento de corazón, doblegándose hasta el polvo en humillación y en abandono del pecado. Eso es avivamiento.

Y ese avivamiento lo produce esta palabra, porque déjenme decirle ya para terminar, esta palabra va a producir muchas cosas en tu vida. Esta palabra te sana, esta palabra te restaura, esta palabra de aviva, esta palabra te edifica, esta palabra te fundamenta, esta palabra te da poder, esta palabra trae liberación. ¡Aleluya! Esta palabra nos levanta cada día de la opresión y de la depresión. Esta palabra, dice, que es medicina, esta palabra es agua que limpia y lava. Esta palabra es fuego que consume hasta los huesos, esta palabra es miel que alegra tu corazón, esta palabra es poder. Esta palabra, y déjenme decirte lo que quieres oír, esta palabra trae prosperidad.

No la prosperidad que hoy oyes, no la prosperidad falsa, dígalo y mañana lo tiene, patéelo y lo recibe mañana. No la prosperidad manipulada. Cuando tu entras en la dimensión de esta palabra, esta palabra va a prosperar todos tus caminos que fue lo que el Señor le dijo a Josué. Nunca, Josué, se aparte de tu corazón la palabra de la ley. No te apartes de ella ni a derecha ni a izquierda, medita en ella todos los días porque entonces harás prosperar tu camino y todas las cosas que emprendas te saldrán bien.

“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malo ni en silla de escarnecedores se ha sentado sino que en la ley de Jehová está su delicia y en su ley medita de día y de noche y todo lo que hace prosperará”.

Y yo quiero decirte, yo me considero una mujer próspera. No tengo millones en el banco, no tengo carros último modelo, pero si tu quieres saber en vivo y en directo quién es alguien próspero, soy yo, es Susan. Vivimos felices con lo que Dios nos ha dado. No conformes porque creemos y tenemos un Dios que nos lleva de gloria en gloria y de victoria en victoria, entonces cuando tu vives feliz con esto él te lleva a otro nivel y a otros nivel.

Y lo que te quiero decir es una prosperidad integral, que comienza en el espíritu, que comienza a través de esta bendita y maravillosa palabra porque esa es la clave, buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia y todo lo demás os será añadido. Que Dios ponga fuego por esta palabra en nuestro corazón esta mañana. Que Dios nos avive, que Dios produzca hambre y sed.

Ponte de pie allí donde tu estás, por favor, esta palabra es la que inspira las canciones nuevas. Esta palabra es la que da cánticos proféticos nuevos. Esta palabra profetiza por sí sola, sola déjame decirte esto mientras estás de pie:

Generación joven, ponte de pie donde tu estás, yo quiero decirle a la generación joven, necesitan abrazar esta palabra. Ella les guardará de caída, de desvíos y de cualquier otra cosa y a nosotros que podamos transmitírselas no sola hablándola, sino viviéndola. Alza tu libro, tu palabra, tómala en tu mano derecha y dilo ahí, Señor, yo confieso en esta tarde que tu palabra es poder. Yo confieso con todo mi corazón que tu palabra es vida, que tu palabra levanta, edifica, restaura, restituye, obra milagros, obra sanidades, que tu palabra abre camino, tu palabra abre los cielos, tu palabra quebranta mi corazón, tu palabra toca mi familia y toca mi nación. Y hoy, Espíritu Santo, yo te pido que esa palabra de amor se cumpla en mi corazón, hoy la abrazo con mis dos brazos y la pongo en el centro de mi vida, y yo te pido Señor, que tu traigas un avivamiento a mi propia vida, produce hambre, Señor, y sed de tu palabra en mi corazón.

Dame la sabiduría y dame la revelación y dame la unción ahora. Dame tu unción, que pudra todo yugo en mi mente, falto de entendimiento, que tu unción abra mis ojos para contemplar las maravillas de tu ley y que escamas caigan de mis ojos y tu revelación me sea dada, Señor, profundamente como le fue dado a los discípulos de Emaús.

Lléname de tu palabra. Hazme un canal de tu palabra para amarla, para vivirla, para enseñarla para que produzca una conducta correcta. Aviva mi vida, Señor y aviva mi iglesia en el fuego bendito de tu palabra. Gracias te doy, Señor, en el nombre de Jesús. Amen. Dios te bendiga.

Hermanos, ustedes acaban de escuchar un sermón fundacional y merece ser escuchado más de una vez y en realidad es, digo, fundacional, fundamental porque cualquier avivamiento que nosotros queramos recibir o al cual queramos aspirar tiene que comenzar con ese fundamento. El Señor me ha estado hablando mucho acerca de arrepentimiento y de consagración y santificación del pueblo y eso comienza a través de este sermón. Y yo les animo a buscar ese sermón y escucharlo de nuevo y lo considero una palabra profética que reverbere por mucho tiempo en las paredes de este santuario y en el corazón de nuestro pueblo.

Así que vamos a recibir eso en el nombre de Jesús y vamos a ser un pueblo de la palabra, hermanos, porque un pueblo de la palabra es un pueblo invencible, un pueblo lleno de poder, irresistible. Seamos un pueblo de la palabra.

Nuestros jóvenes ojalá que cada día puedan llegar a amar más y más y a conocer la palabra. Gracias, Padre, la recibimos, Señor, nos humillamos ante tu palabra, oh Dios, y la consideramos, consideramos esta palabra, Señor, una palabra profética que tu has enviado para un tiempo como este, Señor, y la recibimos en nuestros corazones. La atesoraremos, Señor, y viviremos por ella con tu ayuda y con tu bendición.

Bendice a nuestras hermanas que nos han dado tanto en este día, Señor, Susan, a Igna y renueva sus fuerzas, y bendice a este pueblo, Padre, que quiere servirte y ayúdanos a alinearnos cada día más a esa palabra preciosa, Señor que tu nos has confiado en el nombre de Jesús. Amen y amen. Gloria al Señor. Amen y amen.

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5 obstáculos comunes para nuestra fe

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Sentí de que las mujeres que tenían que traer ese tema eran las predicadoras que vinieron este año, Susan Combs e Igna de Suarez. Ellas son mujeres que representan, son modelos excelentes de lo que es una mujer que ha creído lo que Dios ha depositado en ellas y se han movido en fe en base a ese depósito del Señor en sus vidas, y en esta mañana va a predicar Susan Combs.

Susan es oriunda de Arkansas, Colorado así que es estadounidense y ella misma dice que ella es una rama estadounidense injertada en la viña de Colombia.Y ella recibió ese llamado a ser misionera en Colombia, a los 6 años, lo cual es un wake up call, un llamado a despertarnos a nosotros como padres de que Dios le habla aún a los niños pequeños y ya pone su semilla de llamado ahí aún en un niño de 6 años, aún cuando ella ni siquiera sabía lo que quería decir Colombia. Ella no sabía ni siquiera que era el nombre de un país, pero aún así Dios le habló y pasaron años antes de que ese llamado se hiciera realidad pero se hizo realidad y lleva ya 30 años ministrando en Colombia, 25 de los cuales ha estado trabajando juntamente con Igna. Ellas son un modelo precioso de amistad. Quiera Dios que él envíe a la vida de cada una de nosotras, y cada uno de nosotros un amigo así, que lleve nuestras cargas para reír, para llorar juntos. Qué maravilla tener un apoyo de esa manera.

Susan ha viajado internacionalmente a más de 30 naciones en el mundo, así que vemos una persona que se llama a sí misma una mujer naturalmente tímida que Dios ha destapado para ser de bendición a las naciones. Así que bienvenida Susan y vamos a escuchar lo que Dios tiene a través de ella en este día.

Gracias, muy buenos días. Es un gozo muy grande volver a estar aquí con ustedes. Esta iglesia quedó en nuestro corazón y bien, bien metido. Cuando el pastor Roberto estaba hablando de los tiempos en que no habían micrófonos, y no había toda esta tecnología, y que no nos hacía falta, me hizo recordar algo en Bogotá no hace mucho.

Nuestro pastor falleció este año de repente pero hace unos años están los jóvenes llevando la alabanza y de repente se fue el sonido, y quedaron totalmente descontrolados porque nada de instrumentos, nada de nada, nada de micrófono, la iglesia es grande, entonces no sabían qué hacer. Y en eso pasó el pastor al púlpito y entonces él levantó su voz y él empezó a decir, ‘es que esta generación está mal acostumbrada’, él decía ‘porque en mí tiempo lo que tenía que hacer el pastor, el predicador, era levantar su voz y proyectarla para que los más lejanos pudieran escuchar la palabra’.

‘Y esta mañana les puedo prometer que los más lejanos me están oyendo’, y señaló allí al Mesanini que queda lejos, y entonces él hizo así y él dijo, ‘y puedo asegurarles en esta mañana que los del Mesanini me están escuchando, ¿cierto los del Mesanini? y todos los de Mesanini hicieron así... Se le olvidó que somos sordos. Es el sector de sordos.

Pero de verdad que estamos mal acostumbrados, por favor dile a la persona a tu lado, ‘estamos mal acostumbrados’. Gracias a Dios por la tecnología, ¿no es cierto? Pero cuando no funciona, podemos seguir adelante, ¿verdad?

Vamos a abrir la palabra en esta mañana en Lucas Capítulo 5 y vamos a leer versículo 17 hasta el 19.

“...Aconteció un día que Jesús estaba enseñando y estaban sentados los fariseos y doctores de la ley los cuales habían venido de todas las aldeas de Galilea y de Judea y Jerusalén y el poder del Señor estaba con él para sanar...”

Por favor repita esa parte conmigo, “... y el poder del Señor estaba con él para sanar. Y sucedió que unos hombres que traían en un lecho a un hombre que estaba paralítico procuraban llevarle adentro y ponerle delante de él, pero no hallando cómo hacerlo a causa de la multitud, subieron encima de la casa y por el tejado le bajaron con el lecho poniéndole en medio, delante de Jesús....”

Y por cuestión del tiempo les cuento lo que falta aquí. Ellos lo bajaron allí y el Señor lo sanó, primero le perdonó y lo sanó y fue de gran testimonio para mucha gente. Ahora, en esta mañana queremos ver la fe de estos hombres porque ellos salieron, ellos tenían su amigo paralítico. Ellos sabían que hay un lugar de milagros.

¿Cuántos aquí saben que hay un lugar de milagros? Dice, ‘...el poder del Señor estaba con él para sanar...’ El poder de Dios sigue con él, él no ha cambiado. Jesucristo es el mismo, ayer, hoy y por los siglos y hay un lugar donde hay poder para el milagro que tu puedes necesitar hoy, que yo puedo necesitar hoy. Hay un lugar.

Entonces ellos sabía que Jesús era la respuesta, y ellos con mucha fe fueron y con dificultad sacaron a su amigo de allí. Les tocó llevarlo cargado, les tocó sacarle con cama y todo incorporado, porque él no podía moverse. Y lo llevaron por las calles, buscando a Jesús. Pero cuando encontraron el lugar donde Jesús estaba se les presentó un obstáculo muy tremendo para su fe, una multitud muy grande estaba bloqueando el camino. No había cómo meterse dentro de esa casa para llegar al lugar donde necesitaban llegar.

En ese momento ellos fácilmente hubieran podido decirle a su amigo, ‘lo sentimos amigo, hicimos el intento, pero pues ve que no es posible, no hay cómo hacerlo’, y hubieran dicho, ‘bueno, más bien te llevamos a la casa porque ya estás cansado, porque no has salido de casa por mucho tiempo’.

Pero no hicieron eso, se quedaron diciendo, ‘pero, ¿qué hacemos ahora, cómo podemos llegar donde el Señor, cómo podemos llevar a nuestro amigo a donde él necesita estar? Ellos actuaron con una fe determinada que venció el obstáculo y de repente alguien se acordó del techo.

Ahora, cuando yo leía esta Escritura antes, yo tenía preguntas sobre esta Escritura, porque yo imaginaba a los discípulos subirse al techo y romper el techo. Pero estar encima de un techo y romperlo y lleno de gente abajo, alguien iba a salir lastimado de allí. A lo mejor el Señor iba a tener que hacer una resurrección o algo así porque caían pedazos. Pero cuando estuvimos en el norte de África vimos el estilo de estas casas. Estas casas fueron construidas con un hueco en el techo y sobre ese hueco, en el tiempo de frío se corría una teja para mantener caliente la casa. Y cuando hacía calor, se corría la teja para abrir y dejar entrar aire y luz allí.

Entonces, alguien se acordó del techo. Y yo no se si tal vez haya corrido a casa para traer una soga porque cómo lo bajaban después al lugar donde necesitaba llegar. En todo caso hicieron todo el esfuerzo, se subieron allí y pueden imaginar la escena dentro de esa casa. La gente así..... Jesús predicando y de repente se corre el techo y se baja un paralítico con cama incorporada y llega exactamente a los pies del Señor Jesucristo. Cae exactamente en el lugar de los milagros.

Tenemos una historia muy parecida, tres Capítulo más allá. No lo vamos a leer por cuestión del tiempo en esta mañana, pero la mujer del flujo de sangre. ¿Se acuerdan de esa historia? Necesitaba llegar donde Jesús, pero se presentó un tremendo obstáculo que era también la multitud. Era una mujer considerada por el pueblo inmunda a causa de su enfermedad. No era una mujer para la cual se iba a abrir camino, el pueblo no la respetaban, la rechazaban más bien, pero ella logró llegar donde Jesús. Y dice que cuando llegó que la parte que pudo alcanzar a tocar fue el borde de su manto.

Ahora, el borde del manto se queda abajo y en una multitud que era tan apretada que cuando Jesús dijo ‘¿quién me ha tocado?’, los discípulos dijeron ‘está bromeando, básicamente, está bromeando, Señor. Mira toda la multitud te está oprimiendo, te está apretando y tu dices que alguien te ha tocado’.

Pero él sabía que en el momento que le tocó esta mujer poder salió de él y ella había sido sanada. Y yo me hago esta pregunta, no se, quiero preguntarlo cuando llegamos al cielo pero pienso que puede haber sido posible que se haya ídolo gateando en medio de los pies de la gente para poder llegar y tocar el borde, porque en una multitud tu no puedes hacer esto, muy difícil te agachas, muy difícil.

En Bogotá, en ciertas ocasiones, ahora hay más leyes, pero en el tiempo en que yo llegué allí hace casi 30 años, sobre todo en Semana Santa que había pocos buses, pocos conductores querían trabajar, esos buses los conductores aprovechan para ganar dinero y mete gente, y mete gente, y mete gente y nosotros resultábamos así. Estoy convencida que alguien se podía morir y permanecer de pie porque era un apretón de gente y me imagino que allí ese día había sido algo así con esta multitud. Difícilmente haces así, pero la mujer llegó.

Ahora, para tu fe, para mi fe se han presentado obstáculos y tenemos que ver cómo vamos a tratar con estos obstáculos. Hay cosas en nuestras vidas que nosotros nos levantamos y empezamos a creer al Señor pero con el paso del tiempo y que no hay llegado el milagro, y no ha llegado el milagro, y no ha llegado el milagro, y no ha llegado el milagro, ¿qué ha pasado con nuestra fe? Y muchos de nosotros inconscientemente dijimos, intenté, no fue posible.

Ahora queremos mirar en esta mañana 5 obstáculos comunes para nuestra fe, porque necesitamos vencerlos para poder salir adelante. El primer obstáculo que queremos ver se encuentra precisamente con la mujer de flujo de sangre, en Lucas 8.

Ella llegó, tocó al Señor, ella fue sanada. En el 48 del Capítulo 8 el Señor le dice, “... hija, tu fe te ha salvado. Ve en paz.”

Y entonces estando hablando aún cuando vino uno de casa del principal de la sinagoga a decirle, ‘tu hija ha muerto...’, está hablando a Jairo que Jesús iba en camino a sanar a la hija de Jairo cuando pasó esto de la mujer. Y ahora viene allí uno de la casa de él a decirle que la hija de él ya ha muerto, dice:

“... No molestes al Maestro, oyéndolo Jesús le respondió, ‘No temas, cree solamente y serás salva...”

Por favor, dile a la persona a tu lado ‘No temas, cree solamente y serás salvo’. No temas, cree solamente y serás salvo.

Y el primer tremendo obstáculo para nuestra fe es el temor. El temor es el enemigo de la fe. El temor paraliza la fe y no te deja actuar. El año pasado yo vine aquí a los Estados Unidos para ministrar en un evento en Pensilvania y una amiga mía misionera en Colombia lleva 40 años traduciendo el Nuevo Testamento en un dialecto de los indígenas de Amazonas y ella está viviendo allí, ya se pensionó.

Ella, aquí en Pensilvania, alquiló una casa y yo no se cuando fue la última vez que viste una película de terror, pero por el estilo es esa casa. Construida en 1825 con pasillos sellados, escaleras escondidas, varios pisos, partes cerradas para ahorrar calefacción y energía y eso era, no se qué tenía esa casa, pero una noche yo me quedé hasta tarde ministrando a una mujer. Estábamos hospedados ahí 5 personas, estaban las dos misioneras ancianas, yo estaba allí también y estaban dos pastores indígenas de la selva amazónica, muy amigos míos, Emí y Samuel. Entonces me quedé ministrando a una mujer hasta tarde, todos los demás se fueron a acostar y cuando yo empecé a orar por esta mujer, yo pensé que iba a ser algo muy sencillo de sanidad interior y empiezo a orar y se manifiesta tamaño demonio. Y la mujer quedó tiesa y se cayó como tabla contra la pared, sostenida por la cabeza allí. Y yo miré, era tarde y yo estaba tan cansado, yo dije, ‘ay, Señor, yo podía sacar esto sola, pero me demoro y estoy cansado y si ante uno huyen mil, y ante dos huyen diez mil, quién sabe ante 3 cuántos huyen. Voy por Emí y Samuel.

Y fui a buscarlos y ellos bajaron rapidito y empezamos a orar por la mujer, fue libre rápidamente. Ellos volvieron a subir, yo seguí ministrándole un ratito más. Cuando subí no había nadie despierto en el segundo piso, todos dormidos y yo entré sola a mi alcoba, no había nada raro. Cerré la puerta, cuando me acosté y apagué la luz empiezo a escuchar....uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu.....uuuuuuuuuuuuuuuuuuuu..... y yo pensé, ‘Señor, se quedó un demonio aquí, nunca me había pasado esto.’.

Y en el nombre de Jesús ..uuuuuuuuuuuuuuu.. fuera de aquí,....uuuuuuuuuuu..... Yo pensé ahora voy por Emí y Samuel otra vez que liberen mi cuarto porque esto no sale. Entonces, cuando ya me puse ahí la levantadora y entonces fui a abrir la puerta para pasar al pasillo y llamarles a ellos, y allí escuché la misionera..... uuuuuuuuuuuuuuuuu, roncando. Uuuuuuuuuuuu.....

Y yo estaba paralizada. La gran mujer de fe, paralizada. No podía ni moverme por el temor en ese momento. ¿A cuántos les ha pasado algo parecido? Pero, saben que los expertos dicen que así son los temores, que el 99 por ciento nunca se hacen realidad, nunca llegan a ser realidad.

Por favor, voltéate y dile a la persona a tu lado, dile, ‘Ojo, con los temores porque la gran mayoría son espíritus de uuuuuuuuuuu’. Dile ‘hay que vencer el temor para actuar en fe’. Ok, el primer obstáculo es el temor.

El segundo obstáculo es la idea que Dios tiene preferidos, que Dios lo hará para otros pero no para mí. ¿Cuántos han luchado con eso alguna vez? Pero quiero darles estas Escrituras, solo anoten por favor: Hechos 10:34, todos dicen lo mismo en diferentes contextos; Romanos 2:11; Efesios 6:9; Colosenses 3: 25.

Todos dicen lo mismo, Dios no hace acepción de personas. Oh ¡Aleluya! Por favor, dile a la persona a tu lado ‘buenas noticias, Dios no hace acepción de personas’.

Pero entonces por qué vemos que hay personas que reciben mucho del Señor, que hay mucha bendición y siempre están testificando y el Señor responde y a veces a nosotros no. El Señor me enseñó algo muy precioso acerca de esto con mis 4 sobrinos.

Yo tengo 4 sobrinos, yo tengo 2 aquí en Estados Unidos que son de mi sangre, son los hijos de mi hermana, Christopher ahora tiene 21 años, se está preparando para el ministerio; Liza tiene 18 años se está preparando para conquistar el mundo entero para Cristo. Es algo muy lindo y estoy súper orgullosa de ellos. Y en Colombia tengo dos mas, que son los nietos de Igna, Jonathan que ahora tiene 12 años y Stephy tiene 10 años.

Yo vivo en el primer piso, alquilo un apartamento que es de Igna y en el segundo piso vive, la hija, el yerno y los dos nietos de ella. Entonces, hay una receta familiar especial nuestra para la tocineta y hay una escalera que sube hasta el segundo piso. Y cuando estaban más chiquitos entonces no era sino que yo pusiera a freír la tocineta, y empezara a subir la fragancia, el aroma de la bendición al segundo piso, daba la vuelta y habían dos chiquitos sentados allí. Pacientemente, calladamente, esperando su porción de bendición. Después se cambió el estilo del apartamento y ya no pueden hacer eso. Ya tienen que bajar y golpear la puerta. Pero en ese tiempo, allí aparecían y allí el Señor me habló algo tan hermoso.

Ellos cuando venían, lejos de su mente pensar que yo sería capaz de tener esa bendición y que no les iba a dar. Cuando venían, venían con toda la confianza de que yo les iba a dar y allí el Señor me habló y me mostró lo siguiente: yo amo a todos los 4 por igual, a Christopher, a Liza, a Jonathan a Stephany, pero Christopher y Liza, no por culpa de ellos, no se pueden acercar a mi, no vienen, no me pueden.. no me buscan. Entonces, yo los amo pero los otros dos que vienen a buscarme, vienen a mis pies, vienen a buscar la bendición, me ha sido muy fácil toda la vida de ellos derramar bendición, derramar bendición, derramar bendición, porque doy la vuelta y allí están, me muevo por aquí y allí están. Entonces yo resulto dándoles, bendiciéndoles y el Señor me dijo que así es él con nosotros.

Él nos ama a todos por igual, pero le es mucho más fácil derramar bendición en grande sobre los que le buscamos, que nos acercamos a él. Cuando tu vas a buscarle y vas con esa actitud de Jonathan y Stephany de que vas a recibir la tocineta, entonces va a venir una bendición. ¿Cuántos quieren su tocineta hoy? Amen, amen.

Gracias, Señor. Dile una vez más a la persona a tu lado, Dios no hace acepción de personas. Muy bien. El segundo obstáculo es eso: pensar que Dios tiene favoritos.

Número 3, el tercer obstáculo, una falta de entendimiento del corazón del Padre Dios. Esto sí lo vamos a ver, Hebreos 11:6. Todos juntos por favor:

“...Pero sin fe es imposible agradar a Dios porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay y que es galardonador de los que le buscan....”

Una vez más: “...Pero sin fe es imposible agradar a Dios porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay y que es galardonador de los que le buscan....”

¿Cuántos lo creen? Amen. Ahora, todos creemos que le hay. Todos creemos que Dios existe, pero la segunda parte, creer que es galardonador de los que le buscan, significa también que necesitamos creer que Dios nos quiere responder. El Señor te quiere responder. El Señor anhela responder tus oraciones, pero muchas veces nuestra propia actitud cuando nos acercamos a él para buscar corta la bendición y no lo deja darnos, porque nos acercamos a decir, ‘Señor, quiero’, pero por dentro estamos diciendo....

Me he dado cuenta muchas veces cuando oramos por gente para recibir el bautismo en el Espíritu Santo, uno que otro, no que sean una multitud tampoco, pero cuando uno va a poner la mano están diciendo ‘Señor, lléname, lléname’, y tu le pones la mano y empiezan...... con la boca diciendo, si, pero con el corazón ¿qué están diciendo? No voy a recibir.

Y muchas veces eso nos puede pasar a nosotros. No entendemos que el Señor se deleita respondiéndonos. El Señor se deleita pudiendo darte lo que tu estás pidiendo. El Señor se deleita en darnos sorpresas. El Señor se deleita en responder en detalles de nuestra vida. No solamente en cosas de vida y muerte, sino también de los deseos del corazón.

Vamos al salmo 38, versículo 9. Todos juntos por favor:

“... Señor, delante de ti están todos mis deseos y mi suspiro no te es oculto....”

Una vez más “... Señor, delante de ti están todos mis deseos y mi suspiro no te es oculto....”

Por favor haz esto conmigo, ........ahhhhh... ay qué rico, hagámoslo otra vez,.... ahhhhh..... Te vio el Señor. Esto lo dice, no lo digo yo. Te vio el Señor. Mi suspiro no te es oculto. Y no solamente te vio en este momento Dios, te ha visto cada vez en tu vida que has suspirado y también ha conocido el por qué del suspiro. Porque hjay suspiros de ...ahhhhhh.... y hay suspiros de ...ahhhhhh..... Pero él conoce, él ve todo detalle en tu vida.

Permítanme expresarlo de esta manera y agárrate de esto porque cambiará tu vida. Dios está pendiente de ti, está pendiente de ti. El escucha tus pensamientos cada momento, él siente el latir de tu corazón cada vez que late. Él ve tus suspiros y conoce el por qué, él conoce lo que estás sintiendo en cada momento de tu vida. No solamente en grandes crisis, cada momento de tu vida él está viendo por ti. No hay nadie como él. No hay nadie como él.

Y nos descontrolamos y vamos buscando respuestas, nos enfermamos y buscamos el mejor médico de Boston. Necesitamos, se presenta una crisis económica y vamos a buscar un familiar que nos pueda prestar, o vamos a buscar un banco que nos pueda prestar. Se presenta una crisis en la familia y buscamos quién puede solucionar el problema y todo ese tiempo el Señor allí está detrás de nosotros diciendo, ‘Voltéate, mírame, aquí estoy. Voltéate, mírame. Solo mírame, aquí voy, es que yo soy el que quiero solucionar tu problema, yo soy el que puede solucionar tu problema, yo soy el que tengo todo lo que tu puedes necesitar, pero mírame, voltéate, mírame, te dice el Señor.

Cambia tu manera de mirar. Quita tus ojos del problema y voltéate y mírame a mi dice el Señor. Y esta Escritura no dice solamente que todos mis necesidades están delante de él. No están hablando de necesidades, está hablando de deseos, de deseos. ¿Cuántos tienen deseos? No son cosas necesarias pero es algo que tu anhelas y dice esta palabra que el Señor, el Creador del universo se preocupa por tus deseos, se interesa por tus deseos, tus deseos.

Yo recuerdo hace unos años que estábamos ministrando con Igna en un lugar de Colombia, se llama Cúcuta. Es una tierra caliente como ella sola y estábamos en una iglesia donde nada de aire acondicionado, ni siquiera ventilador y un calor, y nos dormimos en una de las aulas de escuela dominical, metieron allí dos catres y listo, esa era nuestra alcoba. Entonces terminamos un día de trabajo largo, trabajo y ya nos llevaron allí a dormir y nos dijeron, ‘hermanas, queremos consentirles, entonces vamos a llevarles la comida allí a la alcoba, que se pongan la pijama y que descansen. Y más lindos prepararon la esposa del pastor, la pastora, pues, preparó una comida deliciosa pero la bebida era de un sorbete de fruta, que el sorbete es muy espeso, muy espeso, y nosotros con esa sed y en ese calor. Y entonces, cuando ella nos trajo eso, nosotros dijimos ‘ay, hermana, gracias de verdad, deliciosa la comida’, y cerró la puerta y miramos el sorbete y las gargantas que nos ardían porque habíamos estado predicando y no se podía tomar el agua de la llave de allí.

Y entonces en eso dice Igna, ‘ay, pero despacito dijo, yo en este momento yo quisiera una Coca Cola helada, una Coca Cola fría, y yo dije, ay, yo también, yo también. Y saben, no pasó ni un minuto, alguien golpeó la puerta, era el celador, un hermano de muy pocos recursos, muy pocos recursos y él venía con algo en las manos. Y él dijo, ‘ay, hermanas, por favor, perdonen el atrevimiento, pero me pueden recibir dos Coca Colita bien heladas que les traigo.’

Nuestro Dios, di conmigo, nuestro Dios, nuestro Padre es detallista, es detallista. Se interesa por los deseos. Hoy necesitamos cambiar nuestro punto de vista, voltear nuestra mirada, mirarle a él porque él quiere hacer cosas grandes.

Bueno, ese es el tercer obstáculo, una falta de entendimiento del corazón del Padre Dios. Es un Padre poder bendecirnos, ama poder dar.

El cuarto obstáculo es el uso errado de nuestra boca, el uso errado de nuestra boca. Por favor anoten proverbios 6:2, dice:

“... te has enlazado con las palabras de tu boca y has quedado preso en los dichos de tus labios...”

te has enlazado con las palabras de tu boca y has quedado preso en los dichos de tus labios, es proverbios 6:2.

Nosotros mismos nos atamaos y atamos las bendiciones que Dios quiere traer. Cuando están orando por ti que has estado enfermo o enferma y llegan te preguntan cómo estás. Estoy mal. Mal. Y al día siguiente, y ¿cómo estás hoy? Peor, peorrrrrrrrrrrrrr. Te enlazas con las palabras de tu boca. Y al día siguiente, ¿y hoy cómo estás? Del mal en peor, rrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr, te enlazas y no dejas que esas bendiciones que Dios quiere traer sobre tu vida lleguen.

Por favor, solamente anoten, Proverbios 18:21, “......la muerte y la vida están en poder de la lengua y el que la ama comerá de sus frutos.....”

Números 14:28, “.... diles, vivo yo, dice Jehová, que según habéis hablado a mis oídos, así haré yo con vosotros....”

¿Qué has dicho tu, qué palabras has dicho? El Señor dijo eso cuando regresaron los espías de la Tierra Prometida, y dos dijeron ‘se puede’ y diez dijeron ‘no se puede’. Dos dijeron, ‘Dios está con nosotros’ y los otros dijeron ‘ No se puede, no se puede’, y los que dijeron ‘no se puede’, nunca pasaron.

El pueblo tuvo que esperar allí para que se murieran ellos y todos los que dijeron ‘no se puede con ellos’. Por favor, dile a alguien a tu lado, dile, ‘cuidado con el no se puede’. Dile, ‘ojo,’ dile, ‘porque todo se puede en Cristo Jesús, todo se puede en Cristo Jesús, no hay nada imposible en el Señor, todo lo puede él.’

Y en él todo lo puedo. En él sí se puede. Di conmigo, en él sí se puede, sí se puede, sí se puede, dilo otra vez, sí se puede, sí se puede, sí se puede y una vez más bien duros, sí se puede. Amen, en el Señor. Amen.

Ahora, cómo puedo manejar esto, porque no se trata de mentir, no se trata de decir ‘estoy divinamente’ cuando me siento mal. Pero la respuesta la encontramos en Segunda de Corintios, 4:13, por favor busquen esto y sí lo vamos a leer.

Y todos juntos por favor “... pero teniendo el mismo espíritu de fe conforme a lo que está escrito creí por lo cual hablé. Nosotros también creemos por lo cual también hablamos....”

“... pero teniendo el mismo espíritu de fe conforme a lo que está escrito creí por lo cual hablé. Nosotros también creemos por lo cual también hablamos....”

Conforme a lo que está escrito, creí por lo cual hablé. Necesito aprender a hablar según esto. Entonces, cuando alguien me pregunta ¿cómo estás? Yo puedo decir, ‘estoy luchando, pero tengo un Dios que me va a ayudar. Estoy luchando pero hay un Dios en los cielos que va a meter su mano y va a hacer algo en esta situación.’ Puedo decir, ‘estoy luchando económicamente pero el Señor de los Cielos va a proveer’, puedo decir, ‘estoy enferma pero el Señor de los Cielos me va a sanar.’ Puedo decir, ‘mi familia está luchando en sus relaciones pero el Señor de los Cielos va a sanar a mi familia’. Es creer uy hablar, creer y hablar.

Según lo que está escrito..... Cuando Igna resultó con un cáncer en un riñón hace 4 años, tuvieron que quitarle el riñón y en ese tiempo pasamos por angustias, pueden imaginar. Está sana, ¡Aleluya! Está sana, pero en ese tiempo escuchamos el testimonio de una mujer que recibió una noticia de que su nieto venía deforme. Habían hecho estudios al bebé y venía con alguna deformidad en el cuerpo. La mujer era predicadora aquí en los Estados Unidos. Entonces, ella, la hija vivía en otro estado, la que iba a tener el bebé, la mujer, la predicadora voló allí hasta donde la hija y en el avión empezó a clamar, ‘Señor, sane a mi nieto’, y apenas empezaba a orar, ‘Señor, sane a mi nieto’, ella veía en visión un predicador anciano que no había visto por muchos años, hacía años que se había muerto, pero ella lo veía a él y él siempre cuando alguien le preguntaba ¿cómo está? Y sabiendo que estaba en problemas, hacía esto con el brazo, todo está bien.

Y entonces ella, ‘Señor, sane a mi nieto’ y veía el anciano predicador, todo está bien. Y ella ‘Señor, ¿por qué estoy viendo este predicador? Señor, sane a mi nieto’. Todo está bien. Y cuando llegó allí y al día siguiente hicieron exámenes más profundos allí al bebé y de repente en el examen, con el examen enfocando al bebé el bebé hizo...... y nació perfecto. Amen, gracias Señor.

Por favor voltéate allí al lado y por favor dígale a la persona ‘No conozco tus luchas’, dile, ‘no conozco tus luchas,’ dile, ‘pero todo está bien’. Y ahora dile, ‘conozco mis luchas y todo está bien’.

¿Cuántos lo pueden creer? Amen. Gracias Señor. Gracias Señor

Y el último obstáculo aquí muy rápidamente se llama la fe herida, la fe herida. Ahora, muchos de nosotros nos hemos agarrado de Escrituras, hemos proclamado las Escrituras, hemos hecho lo posible por creer a Dios en dada situación y la respuesta de Dios no fue lo que esperábamos. Y cuando ocurre eso tenemos dos opciones, o una fe ciega, sin entender el por qué; o resultaremos con una fe herida, cuestionando, dudando y es algo peligroso para nosotros.

En mi vida, el Señor ha puesto un don para el sanar cánceres, me ha usado para el sanar a mucha gente de cáncer, pero hace 7 años perdí a mi madre al cáncer. Hicimos todo lo que sabíamos hacer, ayunamos, oramos, creímos, proclamamos, pero el Señor se la llevó, se la llevó y quedó mi padre. Y la verdad todos los hijos anhelábamos los últimos años de mi madre a solas con ella porque mi padre había sido un alcohólico muy violento. Mi madre, una mujer de Dios muy amorosa con sus hijos. Ella realmente se puso frente a la familia porque mi papá por el alcoholismo él no, él no.

Y de repente, se muere mi mamá y se queda mi papá, y nos confesamos, estoy confesando esto, no fue correcto esto, pero lo confieso delante de ustedes hoy: todos pensamos, y me incluyo, Señor, te llevaste la que no era. Te llevaste la que no era. ¿Y ahora qué vamos a hacer con mi padre? Nadie quería vivir con él, malgeniado, cruel con sus palabras. Ya pueden imaginar, pero saben... el Señor tiene propósitos que no entendemos y Dios sabía muy bien, muy bien lo que él hacía. Mi fe yo la dejé herir, y por un tiempo después de eso yo no quería orar por nadie que tuviera cáncer, oraba por los demás pero no quería orar por nadie que tuviera cáncer, diciendo ‘Señor, ¿por qué, por qué tantos otros sanos? Pero Dios tenía un propósito mayor y el Señor sabía que lo único en este mundo que fuera capaz de romper las capas de dureza del corazón de mi padre fue la muerte de mi madre. Y cuando mi mamá se murió, mi papá se derrumbó y esas capas de dureza se deshicieron y facilito cayó en los brazos de sus hijos que nunca nos había dejado abrazarlo y facilito cayó a los pies del Señor Jesucristo también. Nació de nuevo y hoy día a veces yo lo miro, y yo pienso, Señor ¿es el mismo o me lo cambiaste por otro?

Siete años después, fruto hay en su vida. Siete años después tu puedes.... yo la otra noche, yo colgué después de hablarle y yo le dije a Igna, ‘es impresionante, 5 minutos de hablar con mi papá, no me gritó ni una vez y me dijo que me amaba’. Y la tía, la más cercana a él, su hermana, ella me llama de vez en cuando y llorando y me dice, ‘es que yo llamo a tu papá solamente para escucharle decir que me ama y no puedo creer lo que él me está diciendo’.

Transformado, transformado. Hay situaciones donde hemos clamado, hemos creído y Dios tenía algo mejor pero tal vez no se ha entendido, no se ha visto lo que es mejor hasta este momento. Hay tiempo de lucha, hay un tiempo de no entender, pero obviamente es mucho más importante tener a mi padre con nosotros en el cielo, que hubiera sido tener a mi madre sobre la tierra unos años más aquí, mucho más importante.

En esta mañana quiero terminar orando por ustedes. Si tu has pasado por algo que hirió tu fe ahí rápidamente ponte de pie. Si tu puedes mirar tu vida cristiana y puedes ver que en dado momento dejaste de creer para ver milagros, por qué paso x o ye, por qué Dios no concedió lo que tu anhelabas tanto, y hoy tu quieres volver y decirle ‘Señor, perdóname porque al fin de cuentas tu eres el que sabe todo, al fin de cuenta Dios tu eres el grande, el perfecto’, y allí simplemente levanta tus manos y dile, ‘Señor, yo necesito esta sanidad en mi vida hoy, necesito que tu sanes mi fe, Señor, la dejé herir.’.

Dile, ‘hasta el día no entiendo el para qué de lo que pasó, pero Señor, yo no quiero seguir como he venido y hoy yo quiero Señor, coger por el camino de una fe ciega, una fe que te cree sin poder ver, sin poder entender.’

Dile, ‘Señor, perdóname porque pensé que me habías fallado’, dile ‘Señor, perdóname porque dudé de tu carácter, dudé de tu bondad, dudé de tu motivación. Perdóname, lávame con tu sangre, lávame con tu sangre.’

Y dile, ‘Señor, yo renuncio a toda incredulidad y duda y ahora pongo mi mano en tu mano para decirte que te creo de nuevo, te creo de nuevo, Señor. Vuelvo a colocar mi vida, mis familiares, mi pasado, presente y futuro en tus manos y te confío Dios, te confío Dios.’

Dile, 'y Señor, por fe, te agradezco por esa experiencia tan dura que viví porque creo que tu lo usarás para bien en el nombre de Jesús. Amen. Amen.'

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