SERMONES
La actitud del triunfo - Parte 2
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Hay varios pasajes de hecho, pero quiero aislar uno, digamos, que puede ser útil como punto de partida al tema que yo quiero tratar con ustedes. Podríamos escoger muchísimos pasajes, hermanos, pero, miren, vamos a ir a Deuteronomio 28, porque quizás sea uno que no voy a tener ocasión de discutir, pero por lo menos quiero plantar ahí en su corazón la promesa que hay en este pasaje que nos sirve como punto de partida. Porque estamos hablando acerca de cuáles son los elementos de una vida exitosa. ¿Cuáles son los elementos del éxito?
Y yo he llamado también a esta serie de sermones que inicié el domingo pasado a “la actitud del éxito”, porque me doy cuenta más y más mientras preparo los temas, que si tu no tienes la actitud correcta, la predisposición correcta, el marco mental correcto, cualquier cosa, cualquier sugerencia que yo te de, cualquier principio que yo comparta contigo, va a caer en tierra infértil. Si tu tierra está apretada y dura, la semilla va a rebotar de la tierra. Tu tierra tiene que estar preparada, removida para poder recibir el nutriente de la palabra de Dios y esa tierra es tu actitud. Esa tierra es tu disposición y si yo no preparo la disposición tuya, la actitud tuya, el marco mental tuyo, entonces todo lo demás que yo diga no va a tener éxito. El éxito comienza aquí, en la mente y en la voluntad y en la disposición del ser humano. Y Dios quiere cambiar nuestra mente y quiere cambiar nuestra actitud.
Por eso la palabra está llena de referencias y de ejemplos, “case studies”, como dicen en las universidades que entrenan a la gente para administración de empresas. La Biblia es simplemente casos particulares que ilustran verdades universales.
Entonces allí en Deuteronomio, Capítulo 28, por ejemplo, el pueblo judío, el pueblo de Israel, está listo para salir del desierto donde han estado 40 años y entrar en la tierra prometida, a donde Dios les quiere hacer habitar permanentemente. Y eso es algo importante que entendamos aún antes de comenzar la lectura. Dios te puede tener por un tiempo en el lugar de la sequía, de la falta, de la escasez, de la esterilidad, de la prueba, pero el destino final de Dios para tu vida es el lugar de la abundancia y del éxito. Amen.
Pueden venir rachas de prueba en tu vida. pueden venir tiempos de escasez y de crisis, pero tu siempre tienes que decirte ‘está bien, quizás por un tiempo estoy aquí mientras aprendo algunas cosas, pero mi Dios me sacará y pondrá ,mis pies sobre piedra’, como dice la palabra del Señor, enderezará mis pasos y pondrá un cántico nuevo en mi boca. El tiempo de la prueba es simplemente para mi, el tiempo del entrenamiento, eso es todo. Pero Dios te va a sacar del desierto y te va a poner en la tierra prometida.
Entonces aquí vemos al Señor hablándole a Israel antes de entrarlos en la Tierra Prometida. El Señor quiere, precisamente, llamarlos a cómo deben comportarse en esa nueva tierra a la cual El los llama, y cuáles son las promesas que El tiene para ellos y qué tipo de vida ellos deben esperar en esa nueva tierra, siempre y cuando se mantengan obedientes a la palabra y a los principio de Dios. Porque yo no estoy aquí para darte respuestas fáciles al éxito. Mucha gente viene y va a seminarios de inspiración y de superación buscando que le den al vapor recetas y fórmulas mágicas para el éxito, y no hay tal cosa. Es todo un sistema compuesto de diferentes verdades que se complementan mutuamente. Y una de ellas es la obediencia a los principios del Señor.
Por ejemplo, si tu quieres tener éxito financiero, tu tienes que ser consecuente financieramente con Dios. Eso es una verdad. Si tu quieres que Dios te prospere, tu tienes que ser generoso para con Dios. Eso es una gran verdad. Y yo les hablo de convicción personal porque lo he visto tantas veces en mi propia vida y muchos de ustedes pueden decir amen, por experiencia de lo que les estoy diciendo. Si no hay obediencia a la palabra de Dios en otros elementos también, tampoco vas a ser bendecido. Así que hay que entender estos principios.
Entonces, el Señor antes de entrar al pueblo, les dijo ‘miren, Yo quiero bendecirles. Les quiero leer la cartilla, como dicen por ahí. Les voy a decir sus responsabilidades y sus privilegios también. Y el Capítulo 28 es un hermoso pasaje que te enseña, mi hermano, mi hermana, lo que tu tienes derecho a esperar de parte de Dios, lo que tu tienes derecho a esperar una vez que entraste en la Tierra Prometida del Evangelio. Cuando tu entras en Cristo tu entras en una Tierra Prometida, de posibilidades, de éxito, de victoria en las pruebas, de crecimiento, de desarrollo personal. Para mi eso es lo que más me enamora del Evangelio, el Evangelio no es para esclavos, como decía el filósofo Nieztche, no es para gente derrotada, es para héroes, es para gente guerrera, es para gente ambiciosa, porque Dios nos llama a la victoria y a la abundancia.
Entonces aquí dice, miren lo que dice el 28 de Deuteronomio: “acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová, tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy”.
Ven, ahí está la precondición, escuchar atentamente la voz de Jehová. Eso quiere decir si tu escuchas con atención lo que El te está diciendo que hagas, sus principios, sus verdades, si tu eres reverente a la verdad que Dios te da. Mucha gente viene a las iglesia pensando pajaritos en el aire, pensando en la película que van a ver esta noche, o en la comida que se van a comer esta noche, a qué restaurante van a ir después que salgan del servicio, y el pastor está ahí el pobre despellejándose, tratando de animar a la gente, y ellos están por allá pensando en otras cosas. Entonces la palabra no cae en su sensibilidad como tiene que caer. No son bendecidos porque no la reciben con una postura de fe. ¿Usted entiende? Nunca tomes livianamente la palabra del Señor, siempre cree y recíbela con fe y di amen en tu espíritu.
Dice “.... si oyeres atentamente la voz de Jehová, tu Dios, para guardar por obra –porque hay que obedecer y hay que practicar- dice “también Jehová, tu Dios, te exaltará sobre todas las naciones de la tierra”.
Hermanos, esa es la herencia suya. Esa es la carta de derechos que usted tiene. Esas son las expectativas a que usted tiene derecho a albergar en su espíritu para sus hijos, para usted, para su futuro. Eso es lo que León de Judá, como comunidad colectiva tiene derecho a esperar acerca del futuro, y eso es lo que yo, como pastor, está ya declarando sobre ustedes y lo estoy viendo y seguiremos viendo en los próximos años. Si Cristo no viene, y llego a los 80 años y estoy con ustedes, yo veré gente transformada: una comunidad prosperada, mucho más allá de lo que jamás nos imaginamos, porque a eso nos ha llamado el Señor.
Dice “Jehová, tu Dios, te exaltará sobre todas las naciones de la tierra, vendrán sobre ti todas estas bendiciones”
¡Qué lindo eso! ... vendrán sobre ti, es decir como que te caerán encima como un saco de papas, te van a golpear en la cabeza cuando andes por la calle. Me gusta lo que dice el salmista que dice también ‘el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida’, es como que me van a perseguir todos los días de mi vida. El sabueso de la gracia de Dios va a estar rastreándome dondequiera que yo vaya para bendecirme.
Entonces dice “vendrán sobre ti estas bendiciones y te alcanzarán”.
Hay gente que, miren, no recibe una bendición de Dios ni que les den con un bate en la cabeza porque no creen que Dios les puede bendecir. Dice te van a alcanzar aunque tu no lo quieras, las bendiciones, yo creo que el hijo de Dios, aunque no quiera va a ser bendecido por la misericordia de Dios. Será más bendecido si quiere y si se aplica, pero es que es el estado natural del hijo de Dios, ser bendecido, ser prosperado.
“.... te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios”.
Miren, aquí comienza una de las bendiciones más grandes que hay en toda la Escritura. Este es uno de mis pasajes lema, mi favorito. Subráyelo, enmárquelo, póngale 4 colores a la letra, pero recuérdelo porque esto es bien importante.
Dice “.... bendito serás tu en la ciudad y bendito tu en el campo. Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas. Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar. Bendito serás en tu entrar y bendito en tu salir”. Gloria al Señor.
Hoy en día diría, bendita será tu computadora, bendita será la nevera que tienes en tu casa, bendita será la estufa en la cual cocinas tu comida, bendito será el carro en que sales y entras a tu ciudad y a tu casa a donde vives. Bendito será tu apartamento lleno de la misericordia y la gracia, la presencia de Dios. Benditos serán tus hijos cuando vayan a la escuela pública. Ellos escucharán la verdad y la recibirán, ellos serán ejemplo a los demás. Bendito será tu matrimonio, bendito serás tu en tus estudios, en tu profesión. Eso es lo que está diciendo la palabra del Señor en términos modernos.
“Jehová derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti. Por un camino saldrán contra ti y por siete caminos huirán de delante de ti”, dice el Señor. Jehová te enviará su bendición sobre tu chequera, tu graneros y sobre todo aquello donde pusieres tu mano, todo lo que tu emprendas, el Señor lo prosperará. Esa es la promesa del Señor, y Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta, dice la palabra del Señor.
Lo que le prometió a su pueblo bajo un pacto imperfecto, cuánto más ahora bajo un pacto perfecto como es Cristo Jesús.
“Y te bendecirá en la tierra que Jehová, tu Dios, te da. Te confirmará Jehová por pueblo santo suyo, como te lo ha jurado, cuando guardares los mandamientos de Jehová, tu Dios, y anduvieres en sus caminos. y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre de Jehová es invocado sobre ti y te temerán, dice el Señor. Y te hará Jehová sobreabundar en bienes en el fruto de vientre, en el fruto de tu bestia, en el fruto de tu tierra, en el país que Jehová juró a tus padres que te habría de dar. Y abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra, en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos.” Bendiga el Señor su santa palabra.
Podría continuar leyendo pero lo voy a dejar ahí. Esto yo diría es la magna carta de los hijos de Dios, es el testamento de Dios para tu vida. Es lo que Dios te quiere dar, es el marco para todas tus empresas y para todos tus esfuerzos. Yo hablaba con un hermano esta semana de nuestra congregación, se lanzó a un negocio de real estate y la verdad es que cuando yo lo vi lanzarse, yo temí por su vida, porque pensé, dentro de mi, ‘mmmm, no se si le va a ir bien’. Pero ¿saben qué? Yo he aprendido ya a no pisotear los sueños de los hijos de Dios y a respetarlos y a decir ‘bueno, el Señor sea contigo. Lánzate en el nombre del Señor.’ Y esta semana ¿cómo te va? Ya lleva un año más o menos y hermanos se desbocó hablando de la bendición que recibió. Y cómo Dios lo ha bendecido y lo ha prosperado. Yo creo que podemos hacer esas cosas.
Yo me lancé prematuramente en este sermón, hay una hermana que me compartió algo de lo que Dios hizo en su vida últimamente y también lo que Dios ha hecho a través de su vida. yo le dije, ‘mira, vas a tener 5, 7 minutos para testificar de cómo Dios te ha bendecido.’ Es una joven que yo conozco hace años, es psicóloga, Maribel Quiñónez. ¿Maribel estás por ahí? Ven rápidamente si estás ahí. Y Maribel es una joven que ama al Señor, trabaja sirviendo a jóvenes y a hispanos aquí en la comunidad y yo le dije ‘Maribel, tómate un momentito y comparte lo que Dios ha hecho en tu vida. Porque son ilustraciones, lo que ha hecho en la vida de Maribel, lo puede hacer en tu vida también. ¿Usted entiende? Esa es la clave, así que, adelante.
Dios les bendiga, hermanos. Quiero hacer una corrección, yo no soy psicóloga, me entrené para ser terapeuta. No quiero..... no quiero tomar tal crédito. Hermanos yo quiero decirles que yo soy el producto de una promesa que tuvo Dios con mi madre. Mi madre se crió y la criaron en el espiritismo en Puerto Rico. Su madre era espiritista y sus diez hermanos fueron criados así. Dice mi madre que cuando ella estuvo trabajando en la fábrica en Nueva York hace 50 años, cuando regresaba del trabajo de la fábrica, viviendo en Harlem cerca de la 110, oyó una voz que le dijo ‘Aquí te quiero’, y ella miró alrededor y no vio a nadie, ya era de noche. ‘Aquí te quiero, párate aquí’, y ella pensó, serán de esos espíritus que están muertos, que me están llamando, y ella miró y no había a nadie. Y oyó por tercera vez, ‘Aquí te quiero’, y ella miró hacia el lado y cuando vio era una iglesia, la iglesia Bertel y ella entró asustada, porque nunca había entrado en una iglesia, y no había nadie solamente un ujier. Y ella se sentó atrás, y el ujier le dijo ‘hermana, siéntese ahí que ahorita comenzamos la predicación y vendrán los hermanos’. Mi madre dice que ella ni sabe cómo fue, pero que cuando ella abrió los ojos, después de la predicación, abrió los ojos y estaba en al altar hablando en lenguas y el espíritu la tomó y le prometió que toda familia será salva. Hoy día solamente una de sus hermanas practica el espiritismo, 9 han sido salvos y su padre de 102, antes de morir, aceptó a Cristo, igual que su madre. Mi madre se casó de edad avanzada y pensó que no iba a poder tener hijos, pero cuando ella vio, le dijeron que estaba embarazada de su primer hijo, le pidió a Cristo que le diera una hija, y le suplicó y le dijo ‘Dios, yo te prometo que si tu me das una hija, ella será criada en el camino de Dios y yo siempre le hablaré acerca de Dios. Y aquí estoy, hermanos. Aquí estoy. Y yo le doy gracias a mi Cristo por mi madre, porque ella le prometió que iba a salvar a ella y a su casa.
A la edad de 13 años yo estuve en Puerto Rico bien enferma, me dio en ataque de asma todos los días. Rebajé demasiado. Mi mamá me llevaba a doctores, y mi padre, y no sabían que hacer conmigo. Es más, las hermanas de ella que en aquel tiempo no estaban salvas, le dijeron, ‘dámela, la vamos a llevar a Nueva York para llevarla a un centro de espiritismo’, y mi madre les respondió ‘prefiero que mi hija se muera antes de que vaya a un centro de espiritismo.’ Y ¿saben qué?, ella corrió, le dijo a mi padre, ‘me voy con ella y mis otros varones a ver lo que Cristo va a hacer con ella aquí, en Massachussets. Y se mudó a los suburbios de Massachussets, los suburbios de Boston. Hermanos, yo estoy aquí levantada. Cuando los doctores en Puerto Rico le dijeron ‘dale todo’, enfrente mío le dijeron ‘dale todo’, ella no va a sobrevivir de mucho tiempo y aquí estoy levantado, hermanos, y Dios me ha quitado el asma, solamente de vez en cuando me fatigo, pero no me los ataques de asma que cuando los maestros le dijeron a mi mamá, ‘dale de baja, porque ella no puede seguir continuando aquí’. Y hermanos, a la edad de 14 años, como mis padres eran pobres, fui a un programa que se llama Cita, que ya no existe, pero que ayudan a los niños que busquen trabajos adolescentes, y yo comencé a diezmar a la edad de 14 años. Yo creo que no daba ni 5 dólares cada dos semanas, hermanos. Eso era mi diezmo. Y yo con mi sobrecito escribía mi diezmo feliz, porque mi mamá me enseñó a diezmar y a dar ofrendas. Ella desde niña nos daba a nosotros una peseta cada uno y decía ‘ponga eso en el plato porque usted tiene que darle gracias a Dios’.
Sabe usted, a la edad de 17 años yo estuve en el programa porque yo no sabía mucho inglés,....... second language. Mi maestra, que era judía, vio en mi algo que yo no sabía que tenía, y ella me dijo ‘tu tienes que ir a la universidad, a una universidad privada’. Yo le dije ‘yo no tengo dinero. Mi familia no tiene dinero’. Pues ella fue a casa de mis padres y les dijo ‘Esta niña tiene mucho talento y ella merece ir a una escuela privada’, y mi madre le dijo ‘bueno, yo puedo trabajar dos turnos para que ella pueda a una universidad del estado, pero ya mi maestra puso en mi el ir a una escuela privada. Y yo dije ‘Dios mío, cómo será’.
Mi maestra me dijo a dónde solicitar y cogí las 5 solicitudes de la universidad y las llené. ¿Y qué hice? En tiempo de estar en la iglesia las puse aquí mismo en el altar, lloré por ellas, y le dije ‘Dios tu me dirás a dónde yo tengo que ir. Mi maestra me dice que yo debo ir a una escuela privada, pues Tu dirás, Señor’.
Y yo había ido a mi consejero de la escuela superior y le dije que mi maestra me dijo que yo fuera y solicitara Boston College. ¿Saben lo que me respondió el consejero? ¿Boston College? Allí no va ningún puertorriqueño. Así me dijo, hermanos. Tengan cuidado cuando ustedes tengan estos consejeros que no apoyan a sus hijos porque somos minoría. Pues ¿saben qué? Nunca olvidaré que tuve que dar una presentación en la escuela superior en mi clase y el tema era hablar de tu mejor amigo. Pues, hermanos, jóvenes, yo nunca tuve miedo de hablar de Cristo. Mi tema fue hablar de Cristo en la clase. Y ¿saben qué? El maestro se quedó atónito. Nunca, juro, pensó que yo iba a hablar de Cristo. Pero yo tenía un compañero de escuela en esa clase que parece que estaba metido en droga y turbado. Yo siempre oraba por él. Yo de niña, y el dibujaba y hacía dibujos del diablo, todo era oscuro. Se vestía de negro. Y cuando él oyó acerca de Cristo, y yo terminé mi plática y me senté, me dijo ‘sabes, nunca alguien me hablado de tal Señor que se llama Cristo. Tu hiciste un buen trabajo. ¿Quién sabe donde él estará hoy? Pero, hermanos, déjenme decirles que cuando yo recibí en la primavera de aquel año una carta de las universidades. Recibí una carta que decía que Boston College me aceptó con una beca completa, yo ni sabía donde era Boston College. Yo no sabía dónde era Boston College, pero yo le doy las gracias a mi Cristo porque El me prometió. Yo fui obediente, di mi diezmo, di mi ofrenda y mi madre le prometió a Cristo, Dios le prometió a Cristo la promesa de su hija.
Y déjenme decirles que después comencé a hacer la maestría. Una vez más Dios me dio una beca con muy poco préstamo y mientras yo estaba haciendo mi maestría, un profesor me dijo ‘Maribel, yo he recibido una noticia de que el presidente Bush, el padre, tiene una programa por medio del Defence Department, el Departamento de Defensa, para que estudiantes aprendan otros idiomas y la oportunidad de ir a otros países, y yo quiero, yo te escojo a ti, para que escribas una propuesta si tu quieres ir a otro lugar.’ Y yo dije ‘Dios mío, yo no se hacer esto. Yo estoy en competencia con estudiantes de Harvard University.’ Pues, el maestro dijo ‘no te preocupes, yo te voy a buscar a alguien para que te ayude a escribir como si fuera un grant’.
Pues, yo no sabía nada de dinero. Pues esta persona me ayudó a calcular, perdón, a calcular el dinero que yo necesitaba y entonces yo también era nany en una casa y la niña de la casa me dice ‘y si te aceptan para tu ir a donde tu estás escribiendo ¿qué tu harías?’. Yo dije ‘eso sería una bendición de Dios’, eso le dije a la niña. Pero yo le oré a Dios y usted sabe que Dios me mandó a donde yo escribí la propuesta. Yo quería estudiar las razas minorías en la China y Dios me mandó a la China por un año. Y yo le doy gracias a mi Cristo. Porque vio el mundo una persona como yo, que viene de los proyectos de padres trabajadores, pero no tenían el dinero suficiente, pero querían que sus hijos, cuando vinieran a este país estudiaran y avanzaran, que aprendieran del mundo, que tuvieran sus casas, y eso fue lo que Dios me ha dado a mi y a mi familia.
Y déjenme decirle, no solamente eso, también estudié en Yale University y esto fue otra beca que hice mi course master, cuando me dijo una esposa de otro maestro ‘¿tu crees que tu vas a ser aceptada allá? Y yo le dije ‘claro, que si’. Enseguida que terminé con él, fui a orarle a Cristo porque mi fe es grande, muy grande. Desde niña mi madre me leía el salmo 21. Desde niña, antes de acostarnos teníamos que orar y leer un salmo, y ella me leía el salmo 91 ‘el que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente, diré yo a Jehová, esperanza mía y castillo mío en quien confiaré’.
Yo les digo a ustedes, ¿en quienes ustedes confían? Porque las promesas están ahí esperando que ustedes oren y tengan fe porque Cristo tiene mucho para nosotros. Hace un año y medio yo pedía desde niña porque mi mamá siempre quería, ‘Maribel, tienes que ser una mujer independiente, no depender de hombres y bastarte por ti misma’, y ella decía ‘tu tienes que tener una casa’. Desde niña me decía eso. Y hace un año y medio yo oré, era tiempo en enero, yo oraba y ayunaba y yo comencé a ayunar y a orar y a pedirle a Cristo que me diera una casa, porque siempre ha sido mi sueño, porque mi mamá puso ahí la semilla. Y ¿saben qué?, hermanos, por medio del programa de Boston, por medio de una lotería me gané una casa, una casa nueva, y aquí vivo ahora hoy día, en Boston. Y yo le doy las gracias y gloria a mi Cristo.
Creo que podríamos muy bien, pero es algo que no voy a hacer, cerrar el servicio y ya habemos echado una buena palabra del Señor. Hay madera de predicadora en ti, Maribel definitivamente, mucha buena madera.
De eso se trata hermanos, de creerle a Dios y creerle a Dios por nuestros hijos, por nuestra comunidad. ¿Quién ha dicho que la comunidad hispana tiene que ser una comunidad disfuncional o la comunidad afro americana o latina en general? Nosotros tenemos tantos tesoros de cultura y de belleza dentro de nosotros que debiéramos estar reinando sobre esta nación. Pero Cristo desata, desencadena la potencialidad de los seres humanos, como lo desencadenó en la madre de Maribel, que estuvo tantos años esclavizada por Satanás. Pero cuando Cristo entra, cambia todas las cosas.
Yo me paro aquí al lado de Maribel y puedo decir lo mismo de la vida de mi familia, de mi propia vida. Cómo Dios ha desatado su gracia en tantas maneras. Dios nos pone en lugares de reyes, hermanos, y mientras pobres somos más se deleita Dios en ponernos en lugares altos. Esa es la realidad. Gracias, Maribel, nos has bendecido mucho y no sabía lo que teníamos en esta mujer. Te quiero comprometer para las 12, ojalá, si tienes algo inevitable pues entendemos, pero me encantaría que pudieras ensayar ya tus alas de predicadora. Gracias. Amen.
Eso es lo bello. Por eso es que yo vivo enamorado del Evangelio y por eso sirvo al Señor. Porque el Evangelio es algo atómico, cuando usted lo recibe usted entra en una dimensión nueva y no hay nada más hermoso que facilitarle a la gente esa entrada en la dimensión de lo divino. ¡Que cosa más noble uno poder ayudar a desatar las cadenas de la mente de la gente y ubicarlos en el amor de Dios! No hay profesión más noble que esa, yo diría. Así que por eso yo sirvo al Señor.
Y eso es lo que ustedes tienen que entender cuando entran a los caminos del Señor, ustedes entran a una tierra de promesa, a una tierra de posibilidades, donde el Señor les dice ‘mira, esto es lo que Yo tengo para ti, estas son las cosas, estos son los derechos a los cuales tu tienes acceso. Ahora, ponte a trabajar por ellos y Yo te bendeciré y te los entregaré. Haz tu parte y Yo ciertamente haré la mía’.
Yo comencé el domingo pasado diciendo que el elemento más importante es eso, expandir y ensanchar nuestro terreno mental. Si tu quieres vivir una vida de éxito, tu tienes que expandir tu capacidad para creer que grandes bendiciones pueden venir a tu vida. si tu territorio es pequeño, Dios solamente podrá ubicar cosas pequeñas. Si tu expectativa es pequeña, Dios solamente te podrá dar cosas pequeñas. Pero si tu expectativa es grande y ambiciosa, Dios podrá poner cosas mayores en tu vida, conforme a lo que tu visualizas y esperas, así será la bendición que tu recibirás. Amen.
Si tu esperas cosas chiquitas, Dios te dará cosas chiquitas. Si tu ambicionas cosas grandes en el Señor, si tu no te conformas a ir, y Gloria a Dios por las escuelas estatales, son tremendas, si estás en una escuela estatal no te avergüences de eso; pero Dios le dio a Maribel una medida de fe que le decía ‘mira, tu no solamente tienes que ir a una escuela estatal. Tu tienes suficiente para ir a una escuela privada, de alto rango’, y Dios la bendijo con eso.
Alguien me recordaba un pasaje del cual yo prediqué y he predicado muchas veces, es el pasaje del rey Josafat y Eliseo, cuando Eliseo en su lecho de muerte lo llama para que venga a tener una última conversación con el profeta. Porque eso es otra cosa, cuando Dios bendice a la iglesia, la iglesia llama a los reyes, y los reyes tienen que venir a ella. Eliseo convocó al rey para que viniera a su lecho y le dijo al rey: ‘Rey, toma las flechas que están en el piso y toma tu arco y ponte en la ventana, hacia donde está Siria, el enemigo peor que tenía Israel. Estaba siempre persiguiendo y maltratando a Israel. Y le dijo primero ‘toma’, en entonces Eliseo dijo una palabra ‘flecha de Jehová de salvación’, y lanzó así simbólicamente, y dijo ‘toma las flechas en tu mano y golpea el piso con las flechas’. Y Josafat que era un hombre mediocre en la fe, si usted mira su vida, cogió las flechas en su mano y golpeó tres veces sobre la tierra. Y Eliseo, ahí en su lecho de muerte, se airó contra el rey y le dijo ‘No sabes lo que has hecho. Has perdido la oportunidad. Si hubieras golpeado 4 ó 5 veces en el suelo, Dios hubiera destruido a Siria hasta que no quedara ninguno. Pero como solamente golpeaste 3 veces, solamente lo vas a derrotar 3 veces, pero no lo vas a destruir completamente.’
¿Usted ve, hermano? La fe de este hombre solamente le dio para entrar en el propósito de Dios mínimamente, pero si hubiera sido un hombre de arrojos, si hubiera sido un David, esas flechas las hubiera despedazado sobre el piso, dándole golpes, y hubiera anulado completamente. Dios nos quiere bendecir, pero bendice a la medida de nuestra capacidad para creerle a Dios.
Y es algo increíblemente revelador, que según tu capacidad para creer, Dios quizás quiere bendecirte a muchísimo más, pero si tu fe para creerle a Dios solamente da para cierto nivel, Dios te va bendecir y en tu mano está, en tu control está cuán grande va a ser la bendición y la abundancia de Dios en tu vida.
Aquí hay mucha gente que Dios quisiera ya tenerlos en lugares de reyes, pero su capacidad para creerle a Dios no da, para atreverse a emprender cosas grandes: ser atrevidos, ser empeñosos, ser emprendedores. Entonces Dios los ha bendecido al nivel de su capacidad para creer de anchar su mente a otros niveles.
Yo te pido en el nombre de Jesús ensancha el sitio de tu tienda como decíamos el domingo pasado. Abre el solar mental para que la casa que Dios ponga allí sea una mansión en vez de una chocita solamente. ¡Qué triste que hay gente que se está perdiendo bendiciones inmensas porque no tienen la capacidad para ensanchar su capacidad para creerle al Señor!
Entonces yo decía, la primera regla del éxito comienza en concebir sueños grandes para el Señor y en el Señor. Creer cosas grandes acerca de tus hijos y esperar cosas grandes acerca de tu matrimonio. Esperar cosas grandes acerca de ti mismo. Esperar cosas grandes en el futuro acerca de las finanzas.
Yo les digo, hermanos, yo no puedo esperar los próximos 10, 15, 20 años para ver lo que Dios habrá hecho en mi vida. Porque yo vivo enamorado de eso Dios que dijo ‘Yo te voy a bendecir todos los días de tu vida’. Y para mi la vida es una caja hermosa de sorpresas y cada día yo abro nuevas cosas. Y yo espero grandes cosas de mi Dios porque yo llevo tantos años viendo grandes cosas que he aprendido a esperar siempre grandes cosas del Señor. Así que expande tu capacidad para creerle a Dios. Eso es para mi una de las reglas más importantes del éxito.
Y la segunda que quiero compartir con ustedes, así brevemente, es hermana de la primera, es lo que se llama en el campo de la filosofía, una corolaria. Es decir es una vertiente hermana de la primera y podría parecer casi igual, pero no es lo mismo, es una destilación, es algo más sutil de lo primero que acabo de decir. Tan sutil que el domingo pasado cuando yo iba a comenzar el sermón, en realidad y en mis notas originales, yo las puse las dos juntas y yo las iba a hacer así. Pero en el momento mismo de abrir la boca me di cuenta de que eran dos cosas diferentes, entonces decidí separarlas para propósito de aprendizaje. Por lo tanto la segunda ley del éxito es creer que Dios está contigo y a tu favor.
Lo primero es creer que Dios puede bendecirte más allá de tu lugar actual, pero lo segundo es creer que Dios está contigo y está a tu favor en todo lo que tu emprendas, en todo momento de tu vida, Dios está contigo. Y El está allí para ayudarte, por eso es que el espíritu santo Cristo lo llamó el paracletos. El prefijo ‘para’ significa ‘al lado de’ en el griego original. El espíritu santo siempre está al lado tuyo y es tu ayudador, es tu coach, es tu animador, es tu entrenador, es tu respaldador, es tu proveedor. El Señor siempre está a tu lado diciendo ‘dondequiera que tu vayas, Yo voy a ir contigo. Y si alguien pelea contigo va a vérselas conmigo. Si alguien habla mal de ti va a tener que hablar conmigo. Y a tus enemigos, Yo los voy a arreglar. No te apures. Yo los voy a atender de manera que un día tu te preguntes ¿dónde están?, y ni siquiera vas a poder encontrarlos.’ Eso es lo que dice la palabra del Señor en Isaías.
Entonces, hermanos, lo que me permite a mi muchas veces emprender cosas atrevidas, que yo mismo a veces en mi mente carnal, creo que voy a fracasar, es esa ley que hay en mi espíritu de que Dios es mi ayudador. Dios es mi respaldo. Dios está conmigo y lo que yo no tengo Dios lo pone. El déficit que hay en mi vida, Dios lo llena, Dios me respalda. Cuando yo emprendo algo que es más grande de mis fuerzas, yo siempre digo ‘Yo tengo un Dios que puede pagar el déficit. Yo tengo un Dios que al final del día, que aunque esté en menos mi cuenta dice ‘No te preocupes, duerme tranquilo, porque Yo la he saldado’. Ese es el Dios en que yo he creído.
Y yo ya he aprendido en que yo no puedo pensar en si tengo miedo, si dudo de lo que estoy haciendo, si parece que me voy a romper la cabeza en el abismo. Yo digo ‘mi Dios está conmigo y El sabrá cómo me saca de este lío en el cual yo me he metido en su nombre y para su gloria’. Eso me permite emprender cosas que me dan miedo cuando yo las miro. Eso me permite atreverme a hacer cosas que yo pienso a mi mente humana, no veo cómo es posible que esto se de.
Yo les puedo decir hermanos que yo no he perdido una batalla en el nombre para gloria del Señor y si he perdido algo, siempre Dios me lo ha repuesto en otras maneras. Porque es que cuando uno emprende las cosas en el nombre y para gloria del Señor, Dios siempre te saca del aprieto. Y si cometes algún error en el camino, Dios te lo arregla porque tu corazón va estar como el de David, que ama al Señor, pero Dios dice ‘No te preocupes, te metiste en un lío pero Yo te voy a sacar de el porque tu estás conmigo’. Eso es bien importante.
Y yo veo a través de toda la Escritura eso, tu tienes que decirte y darte terapia a ti mismo continuamente y decirte a ti mismo ‘Dios está conmigo. Dios está a mi favor.’ Yo creo que uno de los textos que más hermosa y elocuentemente expresa esta verdad y es el famoso y conocido salmo 23. Todos los sabemos de memoria:
“Jehová es mi pastor, nada me faltará. En lugar de delicados pastos me hará descansar. Junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma. Me guiará por sendas de justicia, por amor de su nombre, -y miren lo que dice- y aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno –¿por qué?- porque Tu estarás conmigo.”
¿Usted ve? Dios está conmigo. ........... a ver esas mesas delante de mi en presencia de mis angustiadores.
David está poseído de un sentido embargador de la presencia continua de su Dios y él lo mira de la perspectiva de una ovejita indefensa que está confiada porque su pastor fuerte y leal está siempre pastoreándola. Y eso hermanos, David era ese tipo de psicología, un hombre que todo lo que emprendía, lo emprendía diciendo ‘Jehová y yo somos mayoría.’ Todo lo que David emprendía, lo emprendía con su Dios a su lado.
Yo le pido al Señor que nos desate nuestra mente para creer que Dios está con nosotros 24 horas al día, 7 días a la semana. En la cocina mientras tu preparas la comida para tu familia, Dios está contigo, mientras lavas los platos, mientras arreglas las camas de tus hijos, mientras vas a la factoría en un frío de 10 bajo cero, con un viento que está mordiendo las mejillas. Mientras te sientes solo y apartado de tu familia que está en Centroamérica, Sudamérica o donde sea, Dios está contigo. El mismo Dios que estuvo contigo allá, está contigo aquí. Y si te llevan allá, allá también estará contigo porque toda la tierra es terreno de Dios y sus brazos no se acortan, ni aquí, ni en Guatemala, ni donde sea. Dondequiera el Señor está presente en tu vida.
Dios, el Señor Jesucristo dijo ‘He aquí, Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo’. Cuando tu crees que Dios está a tu favor y que El pelea tus batallas y que El te respalda en todo momento, eso te debe dar valor para emprender cosas atrevidas en tu vida, para poner una solicitud en una universidad que parece que no te van a aceptar.
Yo compartía con ustedes la bendición tan grande para mi que fue recibir esos 630.000 dólares para entrenar pastores hispanos cuando yo jamás pensé que nos iban a dar ese dinero, jamás en la vida. Pero lo hice en obediencia a mi Dios porque Dios está conmigo. Dios respalda los proyectos de sus hijos.
Ahora mismo muchos de ustedes estuvieron el viernes allá en Tremont Temple y ustedes vieron la bendición que fue eso. Hermanos, yo estaba allí, cuando yo veía a esa gente llegar, llegar y llegar de todas partes de esta área, había como 40 ó 50 pastores allí de diferentes iglesias, cuando se mandó que pasaran al frente los pastores; cuando yo vi esos gringos con deseos de recibir del Señor y veía un grupo de latinos ministrándoles a través de la alabanza y veía el espíritu de recepción y de amor y de entrega de esa gente, yo me arrepentí de mi poca fe, un día antes, porque ya en la mañana yo mismo había hablado de que esa noche iba a ser de gran bendición.
Cuando yo he emprendido este esfuerzo para unificar las iglesias en Massachussets para trabajar a favor de Cristo y del Evangelio, hermanos, yo les digo, mi corazón está lleno de dudas y de temor. Mientras yo más exploro los peligros y las divisiones en el pueblo de Dios, menos cierto parece esa empresa. Es la cosa más ambiciosa y más pública que yo he emprendido en mi vida y vivo continuamente con temor a que eso se va a dispersar en nada. ¿Pero sabe lo que yo hago? Yo pongo un pie delante del otro y creo que mi Dios, quien me ha puesto en este trabajo, no va a dejar que yo sea avergonzado. Y entonces cada paso que yo doy, yo veo que Dios lo bendice, que las cosas que yo digo en mi boca, a veces ni siquiera creyéndolas, comienzan a suceder.
Y Dios me ha dado este proyecto. Yo no se a dónde va a llevar y les digo que tengo miedo, pero ya yo he aprendido, yo ya no puedo dejarme llevar por mis emociones. Yo he aprendido que mis emociones, la duda y el temor, yo he aprendido que voy a vivir con ellos todos los días de mi vida, pero lo que voy a hacer es que lo voy a poner a un lado. Sigan allá hablando si ustedes quieren pero yo voy a seguir la voz de mi Dios. La persona de éxito en última instancia no es diferente de la persona que vive en el fracaso, que vive en la mediocridad. Todos sienten temores y dudas, la diferencia está en que la persona de éxito ha sabido poner sus dudas y sus temores a un lado y creer simplemente que Dios está con ellos y siguen adelante. Esa es la única diferencia.
Aún en el mundo secular la gente le va a decir, los honestos, que su luchas y las cosas que emprenden, muchas veces se sienten dudosos, pero simplemente lo hacen porque hay una fuerza en ellos natural, aún el hombre secular, que le dice ‘yo puedo’. Cuanto más en Cristo Jesús.
Porque Pablo dice: “todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” Si tu no te sientes que tu no puedes en ti mismo, apela a Cristo y enchúfate al poder de Dios que está en tu vida. El tiene un motor ilimitado y ese motor te transfiere energía al tuyo, corre como un tanque de guerra atómico en la vida. Cree que Dios está a tu favor. Esa es la clave. Yo tengo tantos textos que pudiera compartir con ustedes en el tiempo que me quede.
Hay que pagar un precio para recibir la enseñanza del Señor, así que déjenme, no se me aburra, ni se me apoque allí sentado, ¿ok? Mire, hay tantos textos que yo podría mostrarles a usted sobre eso. vamos a continuar con David ya que estamos con él.
Primera de Samuel, 17, un texto extremadamente revelador y yo voy a continuar compartiendo estas cosas, según el tiempo me de en las próximas semanas y tengamos ocasión.
Primera de Samuel, 17. Es el famoso pasaje de David y Goliat y nos revela mucha acerca de la mentalidad de David y cosas que nosotros debemos aprender, porque David fue un hombre de gran éxito en la guerra, en la música, en las finanzas, en la política, en todas las áreas que emprendió, fue un hombre multifacético, pero tenía un corazón grande y creía que su Dios estaba con él en todo momento. Y aquí tenemos a David jovencito todavía y vemos cómo Dios lo bendice en esta empresa.
Vamos al 17, versículo 26. David, un muchachito todavía inexperto en la guerra, ha sido simplemente ungido por el Señor por medio de Samuel, pero todavía no ha entrado en su reinado. Llega al campamento de sus hermanos, donde están sus hermanos como miembros del ejército de Israel y él simplemente viene a hacer un trabajito casero. Viene a llevarles una comida a sus hermanos al campamento, pan y queso, unos quesos que le envía su papá con él; un muchachito de mandados porque eso es la cosa. No importa dónde tu comienzas, con Dios es dónde tu terminas lo que importa. David comienza allí como nada, simplemente a mandar.
Hay veces que Dios te va a mandar a un sitio a hacer algo y tu lo vas a hacer en obediencia, y eso va a parecer pequeñito pero allí va a estar la bendición de Dios en tu vida. cuando tu sirves a los demás comienza la bendición de Dios. Nunca desprecies los pequeños comienzos. Es una de las verdades que yo quiero compartir con ustedes en el futuro. No desprecios los pequeños comienzos. La gente de triunfo no desprecia los pequeños comienzos. David es llevado para traerle queso a sus hermanos y allí se da cuenta que hay un gigante que está continuamente insultando al pueblo de Dios, un tipo que mide 8 pies y pico, un guerrero experimentado, y nadie en el ejército de Israel se atreve a meterle mano a ese gigante. Todos los días ese hombre se para allí para avergonzar e insultar al pueblo de Dios.
Llega este muchachito inexperto en guerra y miren lo que dice David en el versículo 26 “... entonces habló David a los que estaban junto a él diciendo ‘¿qué harán al hombre que venciere a este filisteo y quitare el oprobio de Israel?’
Yo ahí por algo acerca de la psicología de David, ahí en esa pregunta hay mucho. Porque David está diciendo ‘bueno, qué beneficio hay para..... este muchachito ya está pensando acerca de su futuro, está pensando en qué provecho...... Hermanos, no hay nada de malo en que tu quieras una vida exitosa y bendecida. A veces queremos ser más católicos que el Papa. Y dice ‘oh, yo voy a servir al Señor aunque no me de nada, esto y lo otro’. Miren, todos queremos ser bendecidos por Dios. No hay daño en usted ambicionar y desear cosas grandes. Hay que ser inquieto en la vida. Hay que querer triunfar, hay que querer el éxito. Si usted no tiene deseos de éxito, si usted no quiere que Dios le bendiga, si usted no está inquieto por éxito en el ministerio o en su trabajo, o en su matrimonio, usted no va a recibir nada.
David, en su corazón, tenía deseos de progresar. Dios había puesto en él ambición, había puesto en él un carácter emprendedor, y cuando él ve esto él dice ‘mira, quien sabe, aquí, yo puedo adelantar mi vida y mi carrera’, entonces comienza a preguntar. Hay que preguntar en la vida. Hay que tocar puertas. Hay que ser inquieto.
¿Recuerdan que yo les decía acerca de eso en el éxito? La gente que es industriosa y pregunta y toca y se mete y emprende y arriesga, esa es la persona que es bendecida. Entonces él comienza a preguntar. Y mire lo que dice:
“Porque quién es este filisteo, incircunciso, para que provoque a los escuadrones de Dios viviente.” Y el pueblo respondió la misma palabra porque Saúl había prometido una gran recompensa para el que se atreviera a meterle mano a Goliat y nadie había estado dispuesto. ¿Ve? Solo se requería un hombre de corazón que creyera que Dios estaba con él. Y ¿saben qué?, cuando sus hermanos lo oyen preguntando, ¿qué pasa? Se le tiran encima y lo insultan. ¿Cómo te atreves...? ¿Quién eres tu, muchacho, ahí mocoso, para estar pidiendo y preguntando? Váyase para la casa ahora mismo. La gente mediocre, cuando tu tengas sueños grandes, van a querer arrastrarte hacia la mediocridad también. Nunca escuches la voz del consejero de Maribel que te dice ‘los hispanos no van a Boston College’.
Va a haber mucha gente en tu vida que va a ...... y a veces bien intencionadamente. A veces tus padres son los primeros que te van a decir ‘muchachito, no te metas en eso, lo vas a pasar mal. Vas a fracasar y te vas a sentir mal. Mejor ve algo más a tu nivel’. Cuando mi hija Sonia me dijo que quería ir a Harvard en su segundo año de escuela superior, dentro de mi, yo hizo un propósito de tratar de quitarle ese sueño lo más pronto y lo menos violentamente posible. ¿Saben por qué? Porque en ese momento, ella no estaba preparada académicamente para ir a Harvard. Y yo que he asistido a universidades ....... y que fui oficial de admisiones de unas de las más exigentes de Harvard, que es Princeton University, sabía lo que se requería, y mi hija no lo tenía, porque era una muchacha naturalmente inteligente, pero no se había aplicado todo y simplemente hacía las cosas por inteligencia natural.
Pero cuando ella comenzó a buscar de Dios en su vida, Dios cambió su mente. Cambió su carácter y cambió su mente, y puso en su corazón que ella quería ir a Harvard como su papá. Y yo dentro de mi dudé, pero gracias a Dios que no le dije nada en ese momento. Ella comenzó a trabajar y yo vi que sus notas comenzaron a subir y entonces cuando yo la vi en serio, en algún momento dije ‘bueno, voy a tener que respaldar a esta muchacha’.
Yo me senté con ella y le dije ‘Mira, si tu quieres llegar a Harvard no hay espacio para tu cometer un solo error de aquí al momento en que te consideren. Tu vas a tener impecable y perfecta en todo lo que tu hagas académicamente. Y para ser una larga historia, hermanos, Sonia terminó con el promedio, el segundo o tercero más alto de toda su escuela, una A+. Hizo un proyecto extra curricular, que se ganó la admiración de todos los maestros en la escuela y al final, cuando ella solicitó, la aceptó no solamente Harvard, la aceptó Princeton, la aceptó Yale, la aceptó Brown University, la acepto Boston University con becas generosísimas. Y Dios la convirtió de un fracaso seguro a un éxito seguro. Cuando llegó el momento de recibir las cartas de admisión, yo sabía que ella iba a ser aceptada.
¿Por qué, hermanos? Porque cuando uno se atreve en el nombre del Señor y se aplica y tiene el viento de Dios detrás de tu barca, tu puedes llegar a cualquier cosa. Y yo te digo, tienes que atreverte en el nombre del Señor. David tenía esa cuestión de que él estaba destinado para el éxito y cuando vio ese gigante, él no se vio a si mismo, sino que vio a Dios que estaba con él.
Pero la gente muchas veces cuando no tiene tu fe, no tiene tu entendimiento, cuando ven tus sueños se van a sentir amenazados por ti y sin darse cuenta van a querer bajar ese balloon que está subiendo y van a querer traerlo a su propio nivel. No los dejes que te maten los sueños. Sigue soñando. Sigue atreviéndote. Si te cierran una puerta, métete por otra, pero sigue adelante y Dios te dará la victoria.
David fue a lo de Saúl y le habló, y mire el encuentro entre David y el gigante, y esto es lo importante. El gigante mira David con desprecio y ¿quién eres tu que vengas ante mi con una piedra?, en versículo 42 por ahí. “Le tuvo en poco, dice, porque era muchacho y rubio y de hermoso parecer.”
David era un muchachito delicado y atractivo y este gigante, este hombre de guerra experimentado en la lucha, lo ve y dice ‘este renacuajo, cómo se atreven a enviarme, yo esperaba un hombre de guerra, con todo su armamento, y todas sus espadas y sus cosas y su lanza. No es los recursos que tu tengas a tu mano, es el poder de Dios que dirige esos recursos.
Entonces David en el versículo 45 dice “David dijo al filisteo: ‘tu vienes a mi con espada y lanza y jabalina, más yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel a quien tu has provocado”. David sabía que Dios estaba con él. No había nada en su físico ni en sus circunstancias inmediatas que justificara lo que él estaba haciendo. Lo único que lo justificaba era una sospecha persistente en su corazón de que Dios lo iba a honrar y aunque él fuera allí, y le temblaran las piernas mientras caminaba, Dios estaba con él y lo iba a sacar de su aprieto.
Y miren cómo habla “Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré y te cortaré la cabeza y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel.”
Una de las cosas más importantes que uno tiene que hacer cuando uno está buscando el éxito en su vida es hablar positivamente en el Señor. Quizás tu no puedes controlar los sentimientos que hay dentro de ti, pero tu puedes controlar lo que dice tu boca. Porque si tu hablas negativamente, pesimistamente o neutralmente, el diablo sabe e intuye lo que está pasando en tu mente y muchas veces te frena. Pero cuando tu hablas positivamente y tu profetizas en el nombre del Señor, aunque todo tu ser te diga ‘no, no es verdad’, habla de todas maneras. Acostúmbrate a cultivar un lenguaje positivo en tu vida. Destierra el lenguaje negativo en tu vida. Destierra el continuo confesión de depresión o de tristeza o de fracaso o de temor y habla cosas positivas, aunque no te lo creas. Pero a medida que tu vayas confesándolo, tu mente va a ir reprogramándose y tus emociones van a aprender a obedecer a tus declaraciones.
Cultiva un lenguaje positivo en el Señor. Profetiza en el Señor. Habla del futuro que Dios te va a dar. Habla del éxito que tu vas a tener. Habla de las cosas que tu vas a ver. Bendice a tus hijos con una actitud positiva. Por eso es que muchos hijos de padres depresivos, crecen con depresión porque se acostumbraron al lenguaje y a la práctica negativa de sus padres y se contagiaron con eso. No es necesariamente porque sea algo genético, sino que una genética espiritual ha sido transferida a los hijos.
Un lenguaje negativo crea un ambiente negativo y crea resultados negativos. La confesión positiva en Dios reconfigura la realidad externa, y la alinea a la realidad del hijos de Dios. Hay que confesar positivamente. Habla positivamente. Declara en el Señor cosas positivas y vendrán a tu vida.
“Y sabrá toda esta congregación –v. 47- que Jehová no salva con espada y con lanza, porque de Jehová es la batalla y El os entregará en nuestras manos”.
Las batallas que tu pelees, no las pelees en ti mismo, peléalas con Dios y en Dios. El Señor no salva con tus penosos esfuerzos. El Señor salva con su poder a través de un conducto de fe que es tu fe.
Entonces, usted puede ver allí que lo que gobierna a David es ese sentido de que mi Dios está conmigo, mi Dios me va a respaldar. Dios es mi ayudador. Y esa es la mentalidad que tu tienes que cultivar en tu vida. es una mentalidad positiva, de posibilidad y no de escasez.
Nosotros hemos emprendido este proyecto de comenzar un servicio en inglés. Yo llevo años resistiendo hacerlo porque no tengo tiempo. Humanamente hablando es una locura, comenzar un servicio en inglés en este tiempo de mi vida y de la iglesia con todas sus demandas sobre el personal pastoral y todo eso. Yo no lo puedo justificar en términos de los recursos de la iglesia, mi tiempo, el tiempo de los demás pastores, el espacio que tenemos disponible en esta etapa de tantas actividades, la responsabilidades que tengo en tantas otras cosas afuera y adentro. No hay manera, es una locura.
Lo que me ha hecho hacerlo es dos personas norteamericanas que insistentemente me han dicho ‘Pastor, ¿cuándo usted va a comenzar un servicio en inglés? Si usted tuviera, nosotros vendríamos todos los domingos, y esa voz, yo he aprendido que cuando me viene así, yo he aprendido a escucharla. Son voces proféticas que ellos mismos quizás no saben que están siendo usados. Yo he escogido pensar que esas son voces proféticas de Dios porque Dios me ha estado hablando interiormente hace tiempo de que quiere que ya nuestra iglesia comience a expandirse a la comunidad anglo parlante también.
Y yo me reuní con ellos, hace un tiempo, los invité a cenar con mi esposa y les dije ‘no es posible, ahora no es el tiempo’. Pero volvieron otra vez en una manera gentil y suave. Son muchachos tímidos y suaves pero Dios les ha puesto eso en su corazón, y a través de los años otros han venido también. Y yo creo que estamos en un tiempo donde Dios está llamándonos más a un ámbito más público, más extendido que simplemente el campo latino. Y usted tiene que aprender a observar los tiempos y las sazones y mirar con ojos de discernimiento porque muchas veces la circunstancia alrededor lo van a empujar a usted hacia donde Dios quiere. Y usted tiene que estar atento para escuchar la voz. Eso es algo bien importante, la gente del éxito siempre está atenta a su medio ambiente, y siempre están observando y midiendo las cosas y obteniendo información y eso les da lugares para ir y buscar y estar en el lugar de la bendición.
Es decir que yo he puesto tantas excusas y tantas razones por las cuales no comenzar un servicio en inglés, no hay tiempo, no hay recursos físicos, no hay recursos personales, ministeriales, requiere mucha planificación, 27 cosas, pero yo siempre he creído algo y es que nunca operes desde una mentalidad de escasez sino de una mentalidad de provisión. Es otra regla del éxito que voy a discutir con ustedes más adelante.
Siempre obra en términos de lo que Dios puede hacer, no lo que tu no puedes hacer. Entonces yo estoy mirando el manual y yo he aprendido que no debo mirar lo que no tenemos, sino mirar el Dios que nos va a proveer si nos lanzamos en fe. Comienza a caminar por fe. Esa es la clave de la vida. Da pasos de fe y de obediencia.
Pasen adelante hermanos, si. Da pasos de fe y de obediencia. A los sacerdotes se les dijo ‘comiencen a caminar y cuando su pie pise el río, el río se abrirá’. No les dijeron esperen a que el río se abra y entonces comiencen a caminar. Cuando su pie pisen el río..... hay que comenzar a dar pasos de fe. Y yo he aprendido que en el camino Dios te encuentra siempre. Amen.
Entonces, por eso estamos..... es que siempre yo estoy viviendo esa dinámica en mi vida, no la expreso en esos términos, pero instintivamente yo he aprendido a incorporar esos principios a mi vida. Detrás de ese servicio en inglés hay todo un drama de principios espirituales que están en batalla. Voy yo a ceder a la duda y a las limitaciones o voy a ceder al Dios que es poderoso para no permitir que esto se torne en un desastre. Yo creo, yo apuesto a Dios. Y yo creo que Dios sabe honrar la fe de sus hijos. Entonces uno se lanza por fe y Dios da la respuesta. Dios bendice en maneras.
No cedas a las imposibilidades, sino trata según los principios que tu ves en la palabra de Dios. No cedas a la duda, no cedas a la experiencia previa, cede a lo que Dios ha dicho en su palabra. Amen. Así es que el pueblo de Dios vive.
Vamos a ponernos de pie un momento. Señor te dice, Señor te llama, a creer que Dios está contigo. Deja de guardar luto por lo que te pasó cuando tu eras niño. Deja de mantener tu cabeza en el fracaso que tuviste hace 20 años o 10 años atrás. Pon a un lado la pobreza de tu familia y de tus orígenes. Deja de mirar la insignificancia de tu persona o tu apariencia y comienza a poner tu mirada en el Dios que es el dueño de toda bendición espiritual, que te ha dicho ‘Yo te he bendecido con toda bendición espiritual, los lugares celestiales’.
Dios ha declarado bendición sobre tu vida. ahora está en tus manos, el tomar esa bendición y bajarla al ámbito del tiempo y del espacio. Depende de ti. Estás tu dispuesto a creer Dios está conmigo como poderoso gigante, como dice la palabra del Señor. Aunque ande en valle de sombras no temeré mal alguno porque El estará conmigo. Aplica esa verdad a todas las dimensiones de tu vida. cualquier proyecto, sea grande, sea pequeño, cualquier situación en tu vida, cualquier lucha, cualquier atadura, cualquier problema emocional, mental, neurosis, defecto físico, lo que sea, aplícale ‘con Dios yo puedo’.
Digan conmigo ‘con Dios yo puedo’ ‘con Dios yo puedo’ ‘con Dios yo puedo’. Vamos a decirlo cinco veces como Josafat esperaba que lo dijera, cuarta vez ‘con Dios yo puedo’, ‘con Dios yo puedo’. Y una última vez, es una buena medida ‘con Dios yo puedo’. Damos gracias al Señor. Gloria a Dios. .............. con Cristo Jesús es posible. En el nombre del Señor conquistamos montañas, alturas, derribamos fortalezas, le quitamos la cabeza a los gigantes en nuestra vida y poseemos la tierra que Dios nos ha dado. Porque el Señor en nosotros es más poderoso que el que está en el mundo. Vive con ese programa en tu mente. Vive con esa certeza en tu mente. Conviértela en un programa de vida y eso va a transformarte completamente. Los próximos 15, 20, 30 años, tu vida va a ser vida de crecimiento, de desarrollo, de expansión profesional y emocional y relacional y espiritual. Cree. Comienza a querer grandes cosas por mi Dios. Amplía tu pantalla visual y también cree que Dios estará contigo para realizar tus sueños y lánzate en el nombre del Señor.
Yo quiero preguntar si hay alguien aquí en esta mañana, que todavía no ha entregado su vida a Jesús. Hace un tiempo que no hacemos un llamado.
La actitud del triunfo
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No solamente este domingo, sino en los próximos domingos que el Señor me permita estar en el púlpito, quiero iniciar una serie de mensajes, que yo he titulado “La actitud del triunfo”. Podría también llamarlo “Los elementos del triunfo”.
Y ahí en Abacuk, Capítulo 2, que es uno de mis pasajes favoritos cuando hablo acerca de creer que Dios puede hacer grandes cosas, soñar con grandes cosas y establecer una visión para tu vida. El Capítulo de Abacuk, versículo 2 dice: “...Jehová me respondió y dijo ‘Escribe la visión’.
Hermanos, en la vida todo comienza con una visión en la mente que se registra de alguna manera. Es la cosa que tenemos que hacer de registrar la visión, escribirla, marcarla, establecerla en nuestra mente, dice: “.... y declárala en tablas”.
Hay que declararla. Muchas veces hay que declararla con la boca. Hay que declararla ante un público, ante tu esposa o tus familiares, pero vamos a hablar acerca de eso también más adelante. Hay que pronunciar con tu boca las cosas que Dios ha puesto en tu corazón y a las cuales te estás comprometiendo para alcanzar.
Dice: “..... para que corra el que leyere en ella”. Porque llega un momento que cuando tu escribiste tu visión, la declaraste, la concebiste en tu mente, entonces tienes que caminar en ella, tienes que vivir dentro de esa visión y llevarla a realización con el paso del tiempo, “para que corra el que leyere en ella”.
Dice: “.... aunque la visión tardará aún por un tiempo,...” ¿saben qué muchas veces Dios pone sueños en nuestro corazón, anhelos y proyectos y planes pero no son para el momento actual, sino para el futuro. Pero Dios muchas veces se toma tiempo en realizar las visiones, y ahí dice “.... aunque se tarde mucho tiempo no te preocupes, ella se apresura hacia el fin y no mentirá”.
Nunca abandones una visión porque se toma demasiado tiempo. Muchas veces las visiones de Dios tienen que darse una caminata muy larga para llegar a ella, pero en esa caminata tu vas a recoger una cantidad de cosas que son necesarias para llegar finalmente a la meta.
“No mentirá, se apresura hacia el fin. Aunque tardare espéralo”. La paciencia es uno de los requisitos más importantes que yo entiendo, que necesita una persona que quiere vivir por visiones, por sueños, por anhelo, por proyectos específicos, que quiere que Dios haga algo grande en su vida. Esa gente que usted ve por ahí alcanzando metas, logrando cosas grandes en sus vidas, conquistando montañas, superándose cada día en sus defectos y en su personalidad, haciendo cosas grandes para Dios como Tony Meléndez y otros. Yo he descubierto tienen ese común denominador de la paciencia, aunque se tardan las cosas, pueden persistir en la visión.
¿Cuántos años le habrá tomado a ese hombre aprender a tocar la guitarra con sus dedos de sus pies? Ahora mismo en su mente trate de imaginarse tocando las cuerdas de una guitarra y con el dedo gordo, jalando, sacando una tonada. Parece imposible, pero a través de años de aprendizaje y de esfuerzo, poquito a poquito, su cerebro se fue preparando para realizar esa hazaña. Dios nos ha hecho, hermanos, tremendamente flexibles a los seres humanos.
Si usted me hubiera dicho a mi que hay una persona sin brazos, que toca la guitarra, yo no lo hubiera creído, pero yo cada día veo más y más, como Dios ha hecho al hombre, como una máquina tremendamente ágil, flexible, plástica, se puede adaptar a cualquier cosa. El cerebro humano hoy en día los estudios que se están haciendo en la psicología y en la biología y en la química del cerebro, todas estas cosas, se está descubriendo cómo es que el cerebro opera sobre la realidad. Y el cerebro es una cosa tremendamente ágil.
Yo estoy seguro si se hiciera un examen del cerebro de Tony cuando él muera, o de otra mujer, también que no tiene brazos, que quería poner, pero el tiempo no nos da, se descubriría que hay una parte de su cerebro que está más desarrollada que el promedio. Esa parte tiene que ver seguramente con la coordinación de los pies y los dedos, porque el cerebro determinó que esa parte necesitaba más trabajo porque Tony le estaba asignando más trabajo y entonces desarrolló una cablería, por así decirlo, específicamente destinada a capacitarlo para usar su dedos. Y así también es para el mal. Si usted hace el mal lo suficiente en alguna área, alguna práctica indebida, algo que es dañino, su cerebro también va tirando cablería para fortalecerle en el mal. Lo que usted hace continuamente, persistentemente en un hábito y después se convierte en un rasgo de carácter, y después se hace parte de la cablería dura de su personalidad.
Hoy en día estamos descubriendo todas esas cosas, y por eso es tan importante que nosotros comprendamos que Dios ha hecho al hombres tremendamente flexible y adaptable a cualquier cosa. Y por eso al entender esto, podemos atrevernos a emprender cosas nuevas. Quizás tu tienes 30 años, 40 años, 50 y dices: ‘ya yo no puedo desarrollar esa destreza, no puedo cambiar este hábito.’
Hermanos, se puede sobre todo si tienes el poder de Dios contigo, porque Dios naturalmente te hizo adaptable. Nosotros los seres humanos hacemos cosas maravillosas como una computadora, por ejemplo. Y una computadora puede hacer cosas deslumbrantes, pero ¿saben qué?, una computadora todavía, y se habla de inteligencia artificiales y todas esas cosas para el futuro, pero una máquina no se adapta, como se adapta el ser humano. La máquina puede hacer cosas maravillosas pero solamente lo que se le programa para hacer. Pero el ser humano, Dios le puso un 80% de programa en su alma y en su biología, pero también le dejó un 20, un 30% tremendamente adaptable.
Y para mi eso es lo que me da fuerza para decir: ‘Mira, yo puedo hacer cualquier cosa en el nombre de Jesús. Yo cada día puedo desarrollar nuevos hábitos, nuevas destrezas, nuevas habilidades, nuevos proyectos, puedo emprender cosas nuevas, porque Dios me ha hecho capaz. Y no es porque sea yo, sino es que cada ser humano tiene esa destreza dentro de su corazón. Lo que tenemos que hacer es tener paciencia y persistir y creer esto y grandes cosas se pueden lograr.
Uno de mis temas favoritos y de mis textos favoritos, yo lo he repetido tantas veces aquí, es aquel texto que dice “porque la senda del justo es como la luz del aurora que va en aumento hasta que el día es perfecto”. Porque yo creo que Dios nos ha llamado a ser perpetuamente superables, que cada día nosotros seamos mejores, más fuertes, más sabios, más inteligentes, más experimentados, más astutos para vivir la vida, que mejoremos en nuestros defectos, que mejoremos en nuestras trabas, en nuestras luchas, y que cada día estemos en proceso, porque así es que Dios nos ha hecho.
Y cuando nosotros entendemos esto, esto debe revolucionar nuestra vida. Entonces es por eso el escritor de Abacuk dice “.... aunque tarde espéralo porque sin duda vendrá, no tardará”.
La esencia de ese texto es de concebir una visión, de creer que Dios puede hacer algo grande en tu vida. y yo quiero compartir con ustedes a través de los próximos domingos, cuando el Señor me permita estar detrás del púlpito lo que yo creo que son actitudes, destrezas, elementos, que por lo menos en lo que yo he podido leer y en lo que he podido observar en mi propia vida, de nuestra iglesia como se ha ido desarrollando y de las cosas que nosotros estamos haciendo ahí como congregación, son elementos que se requieren para que un individuo o una institución o una comunidad pueda ir hacia el éxito, hacia la vida abundante que Dios tiene para nosotros.
Yo les he dicho haces meses atrás que iba a estar hablando acerca de cómo vivir una vida exitosa. En los últimos domingos han venido otras cosas y han intervenido, pero en mi mente continuamente ha estado, ‘yo quiero terminar lo que comencé’, y les dije hace meses atrás que iba a estar hablando de cosas bien específicas, bien a ras del suelo, bien prácticas, pero que están fundamentadas en la palabra del Señor. Y estas son cosas son cosas que yo he visto que nosotros podemos hacer y compartir.
Es más, les doy una muestra, una de ella, por ejemplo esta: usted las vio usted mismo, todo lo que ha pasado hoy es una muestra del desarrollo de una institución como León de Judá y que está buscando poner en práctica estos principios. Por ejemplo yo recuerdo, hace un año y medio, dos años, tres años atrás, dos años y medio quizás, cada vez que nosotros íbamos a poner un video o algo electrónico aquí arriba, yo temblaba, porque o no funcionaba la pantalla, o se apagaba la luz, o un cable faltaba o lo que sea, pero gracias Señor, con el tiempo Dios nos ha permitido ir desarrollándonos en esa área, porque hemos persistido y porque nos pusimos, yo me puse una meta y todavía la tengo, de que nuestra iglesia domine la tecnología.
¿Quién ha dicho que las minorías somos cavernícolas? Que solamente los blancos o los azules solamente pueden hacer estas cosas. Dios nos ha dado la unción y el poder a nosotros también. Amen. Y esa es una meta que tenemos allí. Y Dios cuando esa meta yo me la establecí, Dios comenzó a traer recursos.
Hoy en día, por ejemplo, nuestros sermones salen a través del Internet, ahora mismo hay personas viéndonos, en el Internet. Un joven de la iglesia que se fue para Seattle, Washington, esta mañana, su mamá me dijo ‘Pastor, quiero que sepa lo bendecido que está nuestro hijo. Se fue para allá para trabajar en una de las grandes compañías de computadoras y allá él está viendo los servicios de León de Judá. Y está feliz de poder continuar con su congregación. Es decir, que simultáneamente con la ayuda del Señor, estos mensajes y estos servicios lo están viendo personas en cualquier parte del mundo potencialmente, simultáneamente.
Pero los sermones están en el Internet también. Cualquier domingo usted puede ir ahora, ver el sermón en Internet, está también trascripto, usted puede sacarlo de la computadora, o usted puede verlo en cualquier momento, un sermón de hace dos semanas, tres semanas, un mes, está en el Internet. Dios nos ha ido bendiciendo en esa manera.
¿Pero qué pasó? Había que establecer una meta. Había que decir ‘Nosotros, como iglesia queremos ser una iglesia que pueda usar la tecnología que tenemos disponible.’ Hoy en día la iglesia tiene transmisión por el Internet, wireless, sin cablería. Usted puede traer su computadora y si tiene acceso a la clave usted puede, de cualquier sitio de este edificio, tocar el Internet y traer el Internet a su computadora. Porque Dios es un Dios que cuando una institución, una comunidad, un individuo se traza una meta en el nombre del Señor, Dios da el poder para alcanzarla.
Y usted ve, y así también todas las demás cosas. Nos hemos trazado metas de ser una iglesia administrativamente excelente. Usted busca la visión de la iglesia y usted va a ver, mostrando excelencia en el área del evangelismo, el movimiento comunitario, la administración y la capacitación de sus miembros, para ser siervos efectivos del Reino de Dios. Entre esas cosas está la administración. Esto que hicieron nuestros hermanos Luis y Ada, de presentar las normas para matrimonios, es parte de una búsqueda que nosotros llevamos años en ese proceso de mejorar cada día más y más, la administración en nuestra iglesia.
Por eso tenemos personas como Yoxmar Rodríguez y otros que nos ayudan en el área de planificación estratégica y de la administración financiera, porque nosotros creemos que eso glorifica a Dios. Y que es bueno que una iglesia tenga sus finanzas en orden y que se sepa lo que hay y lo que no hay, y haya personas que estén dedicadas a hacer ciertas funciones.
Ayer nos pasamos todo el día planificando lo va a ser, con la ayuda del Señor, un día, una organización sombrilla que va a unificar todos los servicios sociales de la congregación en una sola institución y convocamos a diferentes personas para un día de reflexión sobre ese tema. Y seguimos, seguimos, seguimos...... llevamos 3, 4 años desde que yo me tracé esa meta en el nombre del Señor de que nuestra iglesia mejorara administrativamente, Dios ha ido trayendo los recursos.
Porque lo que tu crees, hermano, aquello que tu dices ‘yo voy a lograrlo en el nombre del Señor’ y si tu le pones pies a tu visión, Dios te lo entrega. Esos es lo maravilloso de ser un hijo de Dios y yo seguiré en esa meta de buscar excelencia en el evangelismo, administración, involucramiento comunitario y la capacitación de ustedes para que sean siervos efectivos de Jesucristo. Esa visión anima todo lo que nosotros hacemos aquí en la iglesia. Y todos los programas y todo están orientados hacia eso. A veces nos caemos del caballo pero ¿saben qué?, volvemos y nos subimos otra vez y persistamos. Seguiremos hasta que eso se haga la realidad más realizada posible.
Y digo esto como ilustración de que tu puedes hacer lo mismo en tu vida. Hay áreas en tu vida que necesitan ser ordenadas, hay visiones que tu tienes que concebir. Hay áreas que tu quieres desarrollar. Nosotros hubiéramos podido quedarnos como una iglesia típicamente pentecostal, haciendo las cosas como la hacen todas las otras iglesias carismáticas, pentecostales latinas, pero Dios ha dicho ‘No, Yo quiero que ustedes progresen. Usted tienen mi espíritu en mi, ustedes tienen mi poder en mi, y por lo tanto yo quiero que ustedes sean ejemplo de lo que se puede hacer cuando el espíritu está adentro de una comunidad. Y así podemos hacer nosotros en nuestra vida.
Yo quiero aclararles algo acerca de estos sermones que vamos a estar predicando. Todo lo que usted va a escuchar se aplica a cualquier área de la vida.
Repitan conmigo: ‘cualquier área’menos’. A mi no me importa cuál sea el área, puede ser el área espiritual, puede ser el área física, corporal, puede ser el área financiera, puede ser el área de las relaciones, sea amistades, matrimoniales, noviazgo, universidad, lo que sea, el área relacional. Dios quiere tocar esa área de tu vida con una visión. Puede ser el área emocional. Hay áreas en tu vida, quizás tu padeces de depresión, de ansiedad, de fobias, temores de algún tipo, defectos de carácter, cualquier cosa, en esas áreas Dios quiere que tu nombres tu meta, que tu nombres tu visión y entonces procedas con determinación y persistencia a conquistar esa área de tu vida y trae la excelencia de tu vida. Yo voy a estar usando diferentes ejemplos, tomados de diferentes zonas de la vida.
Quizás tu te has trazado, por ejemplo la meta de perder peso, 20 libras en los próximos 18 meses. Dios te puede entregar esa visión. Hay hermanos que quieren perder peso y están peleando hace años y años. Yo quiero compartir con ustedes, como usted puede en el nombre del Señor, con los elemento que provee la palabra, ganar la victoria sobre el peso. Gloria a Dios. Algunos ya están saltando de alegría y allá los veo.
Usted quizás quiere comprar una casa. Nunca ha podido tener el downpayment. Dios le puede dar ese downpayment. Dios le puede entregar esa casa. Hay hermanos que están comprando una casa, ¿por qué no usted también?
Quizás usted quiere sobreponerse a un defecto de carácter o un hábito que lo está atando y usted no ha podido romper con esa área. Esa en un área donde si usted concibe una visión clara, una meta específica, Dios le puede dar su tierra.
Quizás usted tiene una meta profesional que quiere alcanzar o quizás usted quiere ver cambios en su vida matrimonial. Quizás usted quiere que su matrimonio pase de ser una mera convivencia donde ha habido divorcio emocional, y pasar a un matrimonio pleno, donde usted se alegre cuando vea el carro de su esposa y Dios la vuelta a la esquina y se parqueó ahí, en vez de hacer ‘estoy dormida’ y se pone la cobija por encima.
Dios quiere tornar su matrimonio en algo de bendición, que en vez de sus hijos correr a meterse dentro de los libros, cuando vean que papá llegó a la casa para refugiarse y ‘sálvese quien pueda’, que salgan una vez a la puerta a recibir, que se pongan contentos porque usted ha cambiado algún área de su forma de relacionarse con ellos.
O quizás usted quiere desarrollar un hobby, o un deporte. ¿Quién le dijo a usted que usted no puede nadar a los 65 años? Claro, que si lo puede hacer en el nombre del Señor, pero todo está en que usted se proponga y que usted se lance a conquistar esa meta.
Pueden ser los estudios académicos, puede ser aprender inglés u otro idioma, chino, lo que sea. Usted lo puede hacer. O puede quizás usted quiere desarrollar algún área del ministerio y aprender la destreza que necesita para tener éxito en el ministerio. Dios le puede dar su tierra.
Quizás usted quiere vencer un temor o una neurosis. Dios es poderoso. Hoy en día uno pensaría que hay áreas que son asuntos químicos o asuntos físicos de mi cerebro. Mire hermano, como yo decía, el cerebro es la cosa más flexible y cede a la voluntad y a la declaración de fe. Usted puede en el nombre del Señor. Usted no tiene que vivir su vida con una fobia o con una neurosis encadenando su vida. En el nombre de Jesús usted puede vencer, Dios le puede dar los recursos, pero hay que establecerse metas específicas.
Cualquier área, yo no quiero espiritualizar esto demasiado, cualquier área de su vida requiere la formación de una meta, de una visión, y hay elementos y actitudes que usted puede usar para conquistar esa área.
Yo tengo muchísimos y esta mañana me quedé solamente en uno, y es el siguiente: si tu quieres lograr alguna meta en tu vida o muchas metas diferentes, tienes que expandir tu espacio mental. Escuchen bien. Lo primero que tenemos que hacer es expandir nuestro espacio mental, anchar. Todo éxito comienza en la mente. Los estudios que se hacen de la gente que ha tenido éxito muestran que una de las cosas más importante es la actitud de la persona, la creencia de que puede vencer. Gran parte de la pelea por el éxito es la pelea por la mente.
Y una de las cosas que lo primero que tenemos que hacer es anchar nuestra capacidad para creer lo que Dios puede hacer en nuestra vida. La mayoría de nosotros sufre de una visión pequeña, tímida y lo que tenemos es una pequeña pantalla de 17” en nuestra mente para crear sueños y concebir visiones. Dios dice ‘No, mira yo quiero que tu pongas una de esas pantallas de auditorio, de estadio, un jumbo trunk de esos de 10 pies y de 10 pies de alto, con alta definición y que tu allí plasmes tu sueño para que alumbren toda la oscuridad de la comarca y todos la puedan ver, y que Dios desde su trono pueda mirarla y decir ‘me gusta esa visión, está a mi tamaño, yo la voy a crear, la voy a realizar’. Dios quiere que tu expandas tu capacidad para creerle.
Mira lo que dice Isaías, Capítulo 54. Uno de mis textos favoritos, siempre cito Isaías 54 porque allí es un llamado precisamente a expandir nuestra capacidad para creerle a Dios, para creer que tu puedes lograr grandes cosas. Si tu visión es pequeña, tu logro va a ser pequeño. Si tu visión es grande, si tu capacidad para concebir grandes cosas es grande, entonces Dios puede llenar el espacio que tu le abres. Muchas veces lo que pasa es que le abrimos a Dios espacios pequeñitos, entonces El tiene que forzar su grandeza dentro de esa cajita que le hemos abierto. Dios dice: ‘No, Yo necesito un espacio grande. Expande tu visión’.
Dice Isaías Capítulo 54, versículo 2: “ensancha el sitio de tu tienda”. ¿A qué se refiere? ¿Qué tienda? La tienda de campaña de los beduinos en el siglo en el que escribió Isaías. Mucha gente vivía en tiendas portátiles, de campaña en el desierto, en los campos. Estaba hecha de telas de cortinas de piel de animales y estaban atadas con una cuerda, con una estaca metida en el piso. Ustedes las han visto. Entonces Dios le dice a Israel y nos dicho a nosotros por extensión y te dice a ti, hombre, mujer, joven que estás en esta congregación, dice “... ensancha el sitio de tu tienda y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas. No seas escasa, alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda y tu descendencia heredará naciones y habitará las ciudades asoladas”, dice el Señor. Celebra la promesa de Dios para tu vida.
¿Qué es lo que está diciendo el Señor allí? Mira, no solamente pienses y le pidas a Dios que tu hijo no salga un criminal de serie, sino pídale al Señor que sea un ganador del premio Nóbel porque El quiere darte eso. Muchos de nosotros pedimos solamente “Oh, Señor, Padre, que mi hija no salga encinta, es lo único que te pido, Señor.” Porque no le pides: ‘Padre, haz de mi hija una mujer sabia, llena del poder de Dios, que sea una consejera, una maestra, una mentora, una inspiración para la comunidad, que llegue a ser lo máximo en su profesión’. Pídele a Dios cosas grandes, ancha el espacio de tu mente. Lo que tu te atreves a desear para tus hijos, porque dice Dios que heredarán las ciudades asoladas. Habitarán esas ciudades, heredarán la tierra.
Cuando tu entras al Reino de Dios, tu entras con todo el equipaje, todos los recursos, todas las bendiciones, todas las ayudas, todos los accesorios del Reino de Dios están contigo. El espíritu de Dios quiere ayudarte. Por eso es que Dios dice en este pasaje, y en tantos otros a través de la Escritura, ‘ensancha mire, el sitio de tu tienda’. ¿Por qué eso es tan revelador? Porque imagínese, si usted tenía una tienda que ocupaba solamente un espacio, digamos, de 10 pies cuadrados, y usted quiere ahora poner una tienda mucho más grande, una tienda de campaña mucho más grande, ¿qué tiene usted que hacer? Lo primero que tiene que hacer es asegurarse que hay suficiente espacio para que esa tienda más grande quepa, porque usted no la va a poner en los 10 pies cuadrados, si la tienda la tienda ocupa 50 pies cuadrados ó 100, usted va a necesitar un espacio más grande.
Y yo digo que es así, hermanos, antes de nosotros traer cosas grandes a la vida, construir grandes proyectos, lo primero que nosotros tenemos que hacer es, en nuestra mente es visualizar y abrir un espacio lo suficientemente grande para que cosas mayores puedan ocuparse. Si el espacio es pequeño, la estructura que vaya sobre el espacio tendrá que ser pequeña.
Si tu quieres que Dios haga grandes cosas en tu mente, tu tienes que anchar el espacio mental. Lo que tu crees que Dios es capaz de hacer en tu vida. Yo les he dicho antes, cuando nosotros habilitamos este lugar aquí, mucha gente me decía: ‘pero, Roberto, este lugar parece muy pequeño. Tu deberías estar buscando mucho más grande’. Bueno, yo siempre por este lugar doblemente de su tamaño, porque siempre por dos servicios aquí. Eso hace 10 años cuando compramos este edificio, 12 años. Yo siempre veía dos servicios de gente llenos.
Y se ha realizado. Yo decía, algún día vamos a llenar los dos servicios y vamos a necesitar otro lugar grande. Hace años que Dios me dijo ‘¿Sabes donde vas a construir el próximo templo? En le estacionamiento de la iglesia. Porque ya yo veía que íbamos a llenar dos espacios e íbamos a necesitar algo más grande.
Uno tiene que pensar en grande, hermanos, ¿usted entiende? Hay que pensar que Dios puede hacer cosas que nosotros no nos imaginamos y cuando tu te atreves a pensar así, a pensar optimistamente, a pensar agresivamente, a no ponerle trabas a Dios, eso se convierte en un imán que atrae la bendición.
El problema con la mayoría de los cristianos es que se nos mató la capacidad para soñar cuando éramos pequeños. Nuestros padres, en maneras sutiles, nos dijeron ‘mira, tu no sueñes con ir a la universidad porque no tenemos dinero. Además nadie en nuestra familia jamás ha ido a la universidad. No sueñes con ser presidente de una corporación porque tu no hablas tal idioma o no tienes acceso a tal universidad.’
Cuando vinimos a nuestro padre a presentarle un dibujito que hicimos, lo miraron así rápido y siguieron haciendo lo que seguían haciendo. Nos mataron la esperanza. Nos mataron la capacidad para soñar. Quizás algún fracaso en la vida: tratamos de hacer algo y fracasamos, y entonces nos quedamos allí pequeñitos. Y ¿qué pasó? Apagamos la pantalla donde podemos visualizar los sueños.
Yo siempre le digo a mis hijas ‘Cultiven la capacidad para visualizar’. Hay una pantalla que uno tiene en sus entrañas y si uno aprende a visualizar –yo voy a hablar acerca de visualizar más adelante activamente- eso desata la creatividad en uno. Entonces lo primero que usted tiene que hacer es buscarse una pantalla lo suficientemente grande para explayar sueños grandes. Usted tiene que comenzar a ejercitar su capacidad para creer cosas grandes que Dios quiere hacer. Lo primero es el sitio de la tienda.
Después usted puede poner una tienda con grandes cortinas dentro de ella. Pero si usted se conforma solamente con algo pequeñito, si en tu mente está, por ejemplo, como pastor o como líder; bueno, yo me conformo con 40 personas que vengan a mi iglesia, Dios te va a dar 40 personas. Pero si tu anhelas algo mayor y te pones a aplicar estos principios que yo estoy diciendo y que voy a continuar compartiendo con ustedes, Dios puede, con el tiempo, entregarte más y más y más. La persona que conoce lo que Dios puede hacer en su vida, siempre debe estar deseando algo más.
Yo digo que uno siempre tiene que vivir en déficit, en el sentido positivo de la palabra. Eso quiere decir que tu siempre tienes que estar, cuando tu crees que ya has llegado a una meta, ya la perfeccionaste, Dios te dice ‘No, ahora Yo quiero que tu vayas más allá de esto’.
Dios siempre ha hecho eso conmigo, desde pequeñito Dios siempre me ha puesto en situaciones más incómodas y más grandes para que yo me vaya desarrollando. Cuando aprendí a predicar, bueno, mejor antes de eso. Yo comencé clases de escuela dominical cuando esta iglesia se fundó en el año ’82 y de ahí el Señor me fue llevando como diácono de la iglesia, a dirigir alabanza, a trabajar con los jóvenes. Después cuando el pastor se fue, yo daba las clases de los miércoles. Me fue subiendo. Por un tiempo el que predicaba era el Dr Pablo Policciupo, que yo no me atrevía a predicar los domingos. Un día el Dr Policciupo dijo ‘Ya no puedo seguir más’, y yo tuve que pararme frente a la congregación. Se me tornaban las entrañas en un nudo tremendo. Pero Dios me dijo ‘Yo quiero que tu te expandas. Quiero que te anches, que elabores otras cosas’.
Después llegó el momento en que me convertí en el pastor de la congregación. Entonces ya tenía que predicar todos los domingos. Y cuando ya estaba cómodo con eso, entonces me invitaban a predicar fuera de la iglesia, y esa era otra expansión de mi capacidad. De ahí a predicar en inglés, y así ha sido siempre. Dios ha ido llevándome y yo cada vez que viene un nuevo reto, yo digo ‘Gracias, Señor. Amen’. Porque la vida cristiana tiene que ser una vida de superación continua.
Tu no te puedes quedar en el mismo nivel en que comenzaste. Cuando tu conquistes ya un hábito o una asignación, o un trabajo, es tiempo ya de que te pongas una meta más grande, más amplia, más retadora. No te quedes en lo cómodo jamás. Porque Dios te quiere expandiendo el sitio de tu tienda. Dios te quiere desarrollando nuevas destrezas, nuevas cosas. Y según tu capacidad para creerle a Dios, así te dará el Señor.
Comparto una ilustración con ustedes, yo se que el tiempo está avanzando y yo casi voy a terminar. Yo les decía a los hermanos, esta mañana, hace unos años, 4 años, 5 años, no recuerdo ahora mismo exactamente, me tropecé en un anuncio en una revista norteamericana cristiana, Christianity Today. Quizás he compartido un poquito de aquí y allí, de este testimonio, y ahí había un anuncio de una página completa, donde una fundación filantrópica llamada ‘Lilly endowment’ llamaba a las denominaciones y a los ministerios grandes de EEUU a hacer propuestas para el desarrollo de pastores para la excelencia pastoral en toda la nación. Y yo leí ese anuncio, recuerdo que estaba en mi cama de mi dormitorio, y lo leí y me pareció interesantísimo porque una vez se me ocurrió ‘ah, los pastores hispanos de Nueva Inglaterra. Nosotros podríamos capacitar pastores con este dinero, si lo pudiéramos conseguir.’ Y pensé en COPANI, la organización que yo dirijo, y dije ‘esto es ideal para COPANI’, pero ¿saben qué? Mi capacidad para creer era muy pequeña y una vez pensó, vino la duda a mi mente, ‘No, esto es imposible. Están pidiendo a denominaciones, están pidiendo a seminarios. Están pidiendo a universidades. Nosotros somos una organización pequeñita de pastores, apenas estamos comenzando. Ni siquiera tenemos nuestros papeles de incorporación. Nadie nos conoce. No tenemos un record de años de trabajo en la comunidad, así que ¿saben lo que hice? Cogí la revista, la cerré y la puse donde puse todas las revistas que leo. Se me olvidó.
Mi capacidad para creerle a Dios era demasiado pequeña. Pero como Dios siempre ha persistido un día me tropecé otra vez con el anuncio en la revista de Christianiy Today, todavía no había llegado a la época de someter las propuestas. Y entonces me redarguyó, como me ha pasado tantas veces. Yo dije ‘Bueno, por qué no’. Yo he aprendido que hay que tratar por lo menos, hermanos. Uno no se puede dar por vencido simplemente porque no puedo.
Abandona la idea de no poder. Como decía Tony Méndez ‘el no puedo, no debo, no lo he hecho antes’, eso debemos desterrarlo del vocabulario del hijo de Dios. El caso fue que dije ‘bueno, mira, voy a tratar por lo menos y si fracaso, por lo menos habré aprendido algunas cosas’. Así que me propuse una meta en mi corazón, de que iba a hacer un esfuerzo y que iba a tratar.
Y usted ve, cuando usted se traza una meta, ya las cosas comienzan a suceder. Cuando su capacidad para creerle a Dios se desarrolla, entonces Dios dice ‘eso es lo que estaba esperando, que tu visualizaras algo y me asignaras una tarea, porque Yo quiero bendecirte’.
Y enseguida que yo hice eso, lo primero que me vino a la mente ‘ya se lo que voy a hacer’. Fui a donde el director del Emmanuel Gospel Centre, Jeff Bass, el Centro Emanuel es un sitio que tiene muchos años de trabajo aquí en la ciudad de Boston, es una institución conocida, con un record ilustre, mucha confianza en los líderes de la ciudad, un presupuesto millonario, excelencia administrativa y una reputación nacional. Y fui donde el director y le dije ‘Jeff, tengo una propuesta para ti, ¿por qué el Emmanuel Gospel Centre no apadrina a COPANI en esta propuesta?, y ustedes se convierten en nuestra cobertura y nos cubren con su prestigio y su experiencia y vamos juntos a esta propuesta, pero el dinero es para nosotros. Ustedes nos ayudan pero nosotros tenemos el dinero. Pero ustedes se pueden beneficiar proyectando una imagen de una institución mentora, que ayuda a los hispanos, y eso es su llamado. Además nosotros les vamos a pagar por la administración financiera de ese dinero, si lo recibimos. Van a coger un porcentaje de eso. Y gracias a Dios les ha venido muy bien. Además le han sacado mucho provecho en su reputación en la comunidad, de haber apoyado a la comunidad hispana de esa manera.
Jeff captó la visión, dijo ‘vamos adelante’. Dios entonces, proveyó una persona que nos ayudara a escribir el grant, la propuesta. Yo escribí una buena parte de todo el aspecto conceptual, ella nos ayudó en todo el aspecto técnico, matemático, estadístico, todas esas cosas, y la ensambló toda. Por fe invertimos 5000 dólares en el proyecto, lo lanzamos la propuesta. A las pocas semanas llamó el director de la organización de la filantropía que daba el dinero y le dijo a Jeff, ‘la propuesta que ustedes han hecho es una de las mejores que hemos recibido. De miles de propuestas por instituciones como la iglesia católica, los bautistas americanos, la universidad Notre Dame, Boston University, a ese nivel, la Asociación de Estudios Teológicos Hispana. Estamos hablando de barcos cruceros y aquí venía este botecito de lancha de un motorcito, ni siquiera de motor, y él dijo ‘la propuesta es excelente’.
¿Y saben qué, hermanos? Cuando ya nosotros habíamos terminado todo lo de la elaboración de la propuesta, cuando llegó el momento de poner cuánto dinero queríamos, yo le dije a Jeff ‘mira, no pidamos demasiado, porque de todas maneras es un long shot, como dicen, es un tiro a ciegas en la oscuridad, así que no los vamos a atemorizar pidiendo demasiado dinero. Solamente pedimos 632.000 dólares por 5 años, porque yo no quería, de nuevo, atemorizarlos, porque pensábamos que era demasiado ambicioso.
El caso fue que llegó la noticia, nos dieron los 630.000 dólares y ¿saben qué?, lo que más me duele es, que yo estoy claro ahora, de que si yo hubiera pedido un millón de dólares nos lo hubieran dado. Y ese es en realidad el punto que yo quiero establecerle a ustedes, es que mi capacidad para creerle a Dios no fue lo suficientemente grande. Si nos hubiéramos atrevido a pedirle 800.000, un millón o 1.2 millones de dólares, los hubiéramos recibido. Pero Gloria a Dios, que por lo menos pude expandir mi capacidad de creerle al Señor.
Por eso yo digo, hermanos, no le pongamos trabas al Señor. Yo voy a continuar con este punto porque ni siquiera hemos terminado. Hay tanto material en esa área, pero vamos a hablar de muchas cosas. Vamos a hablar de la persistencia, vamos a hablar de cómo definir la visión. Vamos a hablar de cómo declararla, bueno, tantas diferentes cosas, de cómo dar pasos concretos para elaborar las visiones. Estos sermones van a estar en el Internet y yo quisiera que abriéramos como una sección en la página, porque yo se que Dios les va a bendecir a través de estas meditaciones concretas, específicas, para su vida. toma en serio estas cosas hermanos, y Dios va a bendecir grandemente, lo que Dios te dice esta tarde: expande tu espacio mental. Expande tu capacidad para creer grandes cosas al Señor. Amen.
Dios puede hacer grandes cosas. Dios te dice ‘Yo tengo buenos propósitos para ti. ¿Te atreves a creerme? ¿Te atreves a pensar que Yo voy a abrir la ventana de los cielos y voy a bendición hasta que sobreabunde en tu vida? Créelo y se hará una realidad.
Vamos a ponernos de pie y vamos a arrepentirnos de todas las visiones mezquinas que hemos tenido en nuestra vida, de todos los sueños pequeñitos que le hemos sometido a Dios y le hemos amarrado las manos cuando El quiere darnos cosas grandes, y El quiere darnos la tierra, quiere darnos nuestras ciudades, quiere darnos nuestras comunidades, darnos nuestra familia, darnos el terreno interior de nuestras emociones, nuestra mente. No hay trabas para un hijo de Dios. La palabra del Señor dice que vengamos confiadamente ante el trono de la gracia por medio de ese camino ancho y espacioso que Cristo ha abierto a través de su muerte en la cruz. No es un caminito pequeñito el camino hacia el padre para un hijo de Dios, es un camino amplio, es un highway, es una carretera que Dios quiere que tu atravieses para presentarle tu necesidad al Señor, y vas a ver que Dios te dice ‘¿Qué quieres? Hasta la mitad del reino te la voy a dar’, como dice la palabra en varias ocasiones. A hijos de Dios que se atrevieron a creerle al Señor.
Confía en tu Dios. Ahora mismo dile, ‘Padre ensancha’, di ‘ensancha mi campo mental. Ensancha el sitio de mi tienda. Yo ensancho el sitio de mi tienda. Concibo grandes sueños y tendré grandes expectativas para mi futuro y el futuro de los míos. Mi casa será bendecida y bendecirá a otros también. Y yo tendré mi victoria, alcanzaré mi sueño y llegaré a mi meta, por el poder de Cristo que habita en mi. Gracias a Dios. Dale gracias al Señor. Amen. Amen. Creemos en grandes cosas.’
Dios tiene grandes cosas para ti, hermanos. Ensancha el sitio de tu tienda. Expande tu capacidad para creerle a Dios. Cree, aumenta el nivel de tus visiones y vas a ver grandes cambios en tu vida. quizás no va a ser ahora, no mañana, pero tu vida va a ser bendecida y tu campo va a ser expandido grandemente. Cree, crea una visión y lánzate tras de ella hasta que Dios la entregue en tus mano.
Hay un coro hermoso que dice ‘todo es posible si puedes creer’. A veces decimos esas cosas pero no entendemos lo que estamos diciendo. Tu fe mueve la mano de Dios, dice ese coro. A través de la fe tu te conectas con las palancas del cielo y esas palancas mueven la realidad y traen las cosas hacia la realización de tus metas. Esas metas nobles, esas metas altas, esas metas que van a bendecir a tu comunidad, a tu familia, a tu vecindario. Dios quiere dártelas. Y El dice ‘Yo se los pensamientos que tengo acerca de ustedes. Pensamientos de bien y no de mal para darles el fin que ustedes desean’.
Vamos a declarar, todo es posible si yo puedo creer.
Omar Soto - El gozo del Señor, mi fortaleza es
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¿Cuantos creen que en media hora puedo traer un mensaje de 6 páginas? Hay que tener fe, así que oren. Déjenme orar para bendecirnos a través de la palabra del Señor.
Padre te damos la gloria y la honra, Señor, porque sabemos que hasta aquí tu has estado con nosotros, Jesús. Sabemos que ahora que llegamos al momento donde compartimos tu palabra, Jesús, tu palabra es palabra que da vida, tu palabra es palabra que alienta, que confronta, que nos reta, así que Señor yo te pido que ahora en este momento nuestros oídos, nuestros corazones, nuestra mente, nuestro ser entero esté dispuesto, disponible para recibir tu palabra, Jesús. Te glorificamos Señor. Te pido, Señor, que uses mis palabras, Jesús. Sabes la petición que tengo delante de ti, Señor, así que yo confío en que Tu vas a responderlos. En el nombre de Jesús. Amen.
Bien, hermanos, quiero primero que nada darle un saludo a las personas que nos están viendo por Internet, también. Nos tenemos que acostumbrar a saludarnos. Sabemos que tenemos gente que nos están viendo desde Sudamérica, así que a ustedes de Sudamérica les mandamos un saludo, una gran bendición a ustedes, a los hermanos en México también y en cualquier otra parte donde nos estén viendo a través del medio de Internet. Les mandamos un saludo de parte de la congregación León de Judá.
Hermanos, todos nosotros sabemos que este año ha comenzado con un llamado bien grande que se nos ha puesto a nosotros como iglesia. Dios nos ha dado un llamado a nosotros como individuos, como hombres, como mujeres, como jóvenes, los jóvenes no se quedan fuera de este mensaje tampoco, ni los niños tan siquiera.
Dios nos ha hecho a nosotros un llamado para ser una iglesia de unción, para ser una iglesia de gozo, una iglesia que sabe cómo vivir en esa nueva dimensión a la cual El nos llama. Ahora, pero mis hermanos, hay algo bien interesante y es que esta unción no se recibe en una manera pasiva, la unción se recibe en una manera activa. Porque Dios está llamando a que cada uno de nosotros tengamos una mentalidad militante. Militante significa una mentalidad persistente, una mentalidad de guerra, una mentalidad que siempre está alerta de las cosas a su alrededor, del ambiente al su alrededor, de las personas a su alrededor, la necesidad de esas personas y aún la necesidad de uno mismo como individuo, como hombre, como mujer. Dios nos llama a tener una mentalidad alerta y militante.
Ahora, pero hermanos, es importante comprender que este llamado viene con una serie de retos y bendiciones también para nuestras vidas. El llamado de Dios nunca ha sido fácil para ningún individuo. Responder al llamado de Dios siempre ha sido una tarea bien difícil, bien ardua, pero siempre trae consigo grandes, ricas y abundantes bendiciones. A lo largo de la historia yo me enfoco mucho en el ejemplo de los discípulos, hermanos, yo creo que desde el servicio de despedida de año que el pastor compartió con nosotros esa visión que Dios ha sembrado en él, que yo entiendo que sale genuinamente del corazón de Dios.
Yo he estado meditando mucho en la iglesia del Libro de los Hechos, esa primera iglesia que comenzó a fundarse con los discípulos hace siglos atrás. Yo me imagino cuán interesante fue para cada uno de estos discípulos el haber respondido al llamado de Dios. Primero que nada Jesús se acerca a hombres comunes y corrientes, hombres que no tenían ningún grado académico, hombres que tal vez no tenían ninguna visión para el futuro, solamente pescar y hacer de sus cosas que estaban haciendo. Más sin embargo fue a esas personas a las que Dios llama. Y había algo en Jesús, hay algo en El que cuando El se acercó a ellos, no tuvieron ninguna otra elección sino que responder a ese llamado. Y respondieron con todo y sus dudas de quién era este hombre, pero al menos algo ellos sabían que había en la persona de Jesús, y tenían que responder, tenían que obedecer.
Ahora, en ese peregrinaje, mis hermanos y hermanas, todos sabemos que hubo muchas altas y bajas. Todos sabemos que los discípulos no fueron perfectos desde el principio. Ellos tuvieron sus experiencias con Jesús, caminaron con Jesús, comieron con Jesús, vieron los milagros que Jesús hizo, ellos también tuvieron la oportunidad de hacer milagros, de compartir el mensaje también, que Jesús estaba trayendo el mensaje del Reino de Dios, pero no fue hasta que el espíritu santo descendió sobre ellos que entonces ellos fueron equipados para llevar a cabo completamente la misión a la cual ellos fueron encomendados.
Saben mis hermanos, la misión de predicar el Evangelio a toda lengua, a toda nación, es algo que ningún ser humano puede hacer por su propia voluntad o por su propias fuerzas. Ninguno de nosotros aquí presentes, ninguno de nosotros tiene la capacidad de esparcir el mensaje del Evangelio por su propias fuerzas, por voluntad propia. Tu y yo necesitamos una capacidad especial de parte de Dios para poder llevar a cabo eso. Necesitamos ser envestidos por el poder de Dios, por la unción de Dios para entonces poder abrir nuestra boca y comunicar una palabra que no llegue hueca a la otra persona, sino que llegue con impacto y convicción a aquellos que la reciben.
Ese mensaje, mis hermanos, era un mensaje que iba a causar una revolución. Si ustedes se fijan en la persona de Jesús, Jesús causó revolución en el tiempo en el cual El estaba andando sobre la tierra. El mensaje de Jesús estaba alterando el status quo de la sociedad en aquel momento, estaba alterando el sistema político y religioso de los judíos, y por encima de eso estaba alterando también el sistema político de los romanos.
Para aquellos que ustedes no sepan, Jesús, en el tiempo de Jesús, los judíos gobernaban políticamente la sociedad pero por encima de los judíos estaba el gobierno de los romanos también. Todo lo que pasara a nivel de la sociedad judía, de alguna manera u otra se iba a ver afectado también a nivel del sistema de los romanos. Y si los romanos se enteraban de eso, entonces los judíos iban a estar en problemas, porque los romanos le iban a decir: ‘¿qué pasa, ustedes no pueden controlar a este hombre así, ignorante, uno solo, no lo pueden controlar ustedes? Tienen que hacer algo porque sino nosotros vamos a tener que intervenir’.
Así que si ustedes ven la escala a lo que Jesús vino aquí a este mundo, no era tan solamente un mensaje así de amor y paz, y qué lindo te vez, que bueno, Dios te quiere mucho. No era eso nada más, pero era un mensaje bien confrontativo. Jesús si le tenía que decir algo en la cara a alguien, se lo decía. No iba a ir con palabras bien, bueno, si El usaba sus palabras apropiadas. Pero la cosas era que si El tenía que confrontar a alguien, El confrontaba. Y si El tenía que amar a alguien, El iba a amar a alguien. Y los discípulos entonces cuando llega el momento de ellos poder tomar ese llamado de Dios y ellos responder a ese llamado, ellos iban a hacer lo mismo. Ellos iban a continuar alterando ese status quo de la sociedad judía y de la sociedad romana también. Ellos sabían a lo que se estaban metiendo. Ellos sabían que ellos estaban jugando con sus propias vidas, pero ellos estaban asegurados que sus vidas no pertenecían ya a ellos, sino que le pertenecían al rey de reyes y Señor de Señor. Ellos sabían que sus vidas estaban más que seguras. Sabían que sus vidas corrían peligro, pero ellos estaban convencidos de quién los había llamado.
Yo quiero que ustedes vayan conmigo al Libro de los Hechos, Capítulo 4. Quisiera explorar un poquito más acerca de lo que significa vivir en la unción y en el gozo de Dios. En Efesios 4, verso 13, Hechos, Capítulo 4, verso 13 (están despiertos hermanos, eso me gusta, muy bien!). ¿saben qué? Yo voy a ser bien interactivo hermanos, más que tengo menos tiempo voy a ser bien interactivo así que ‘Camera man, get ready, you will have to follow me ‘cause I’m going to be moving around.’
Hechos, Capítulo 4, verso 13, dice: “... Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan y sabiendo que eran hombres sin letra y del vulgo, se maravillaban y les reconocían que habían estado con Jesús, y viendo al hombre que había sido sanado que estaba en pie con ellos (porque era un hombre que estaba paralítico), no podían decir nada en contra de Pedro y Juan. Entonces les ordenaron (esto está hablando de los fariseos, los líderes allí en el concilio de los judíos), entonces les ordenaron que salieran del concilio y ellos conferenciaban entre si. Y se decían ‘muchachos, tenemos un grave problema. ¿Qué vamos a hacer con estos hombres? Tuvimos un problema con Jesús y ahora lo estamos viendo multiplicado con estos hombres. Gloria a Dios por eso. Gracias a Dios por ese tipo de problema, para algunas personas. ¿Qué haremos con estos hombres porque de cierto señal manifiesta ha sido hecha por ellos, notoria a todos los que moran en Jerusalén y ¿saben qué?, no lo podemos negar. Sin embargo vamos a poner nuestra mente maliciosa a maquinar. Para que no se divulgue más entre el pueblo, vamos a amenazarlos para que no hablen de aquí en adelante a hombre alguno en ese nombre de Jesús, y llamándolos les intimaron que de ninguna manera hablasen ni enseñasen en el nombre de Jesús. Más Pedro y Juan, sabiendo en quién han creído y en quién han confiado, les respondieron diciéndoles, ‘hombres, juzguen ustedes si es justo delante de Dios obedecerles a ustedes primero que a Dios, porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto, ni lo que hemos oído. No podemos dejar de hablar de lo que hemos visto o lo que hemos oído.”
Yo creo, mis hermanos que cuando yo me pongo a reflexionar lo que significa vivir en la unción de Dios hay varias cosas que llegan a mi mente. Yo creo que todo el mundo aquí desea vivir en la unción de Dios ¿verdad? Si yo le pido que por una muestra de manos, ¿cuántos ustedes levantarían la mano de que quieren y desean vivir en la unción y en el gozo de Dios? Deja ver sus manos. Yo me imagino que todo el mundo aquí, ¿verdad? Yo creo que aún los que no conocen a Jesús todavía en sus vidas, pueden decir en sus corazones: ‘sí, caramba, yo quiero ¿por qué no?’.
Ahora, pero déjenme hacer otra pregunta. ¿Cuántos de ustedes están dispuestos a pagar el precio para vivir en la unción y el gozo de Dios? No muchas manos se levantaron. Escuché amenes, pero no muchas manos se levantaron. A ver voy a hacer la pregunta de nuevo, con una muestra de manos y amenes también no importa ¿cuántos de ustedes están dispuestos a pagar el precio para vivir en la unción y el gozo de Dios? Ay, ay, ay,..... miren lo siguiente hermanos, yo quiero que presten mucha atención.
Me voy a poner tal vez un poco emocional pero yo creo que entendamos con nuestra mente también. Yo creo que uno de los pasos más difíciles para poder vivir en el gozo y en la unción de Dios es decidir hacerlo. Es decidir hacerlo. El Apóstol Pablo, en el libro de Filipenses, Capítulo 2, él dice que es Dios el que pone en nosotros tanto el querer como el hacer, claro está. Todos nosotros podemos querer vivir en la unción de Dios. Yo quiero vivir en la unción de Dios. Mi esposa quiere vivir en la unción de Dios. Todos.
Pero estamos dispuestos a hacerlo, estamos dispuestos a tomar las decisiones que se tienen que tomar para poder vivir en una manera plena y completa en la unción y el gozo de Dios. ¿Por qué digo esto, mis hermanos? Una de las cosas que envuelve vivir en la unción de Dios, toma sacrificio. Y no es cualquier tipo de sacrificio porque, miren, yo conozco gente que se sacrifican por ejemplo, por mantener sus familias. Hay gentes que trabajan 3, 4 trabajos y eso es un sacrificio bien grande por mantener a su familia, por poder pagar la renta, por poder tener comida, por al menos comprarse un par de zapatos al años. Eso es un tipo de sacrificio ¿No? Si.
Hay gente que se tiene que sacrificar, viajar tal vez, una, una hora y media para llegar a su trabajo o para llegar a una escuela para llevar a sus hijos a una escuela mejor, porque tal vez la escuela del vecindario no es muy buena, y eso es un tipo de sacrificio. Hay que levantarse a las 5 de la mañana, para agarrar el carro en un tiempo de frío, con mucha nieve y poder llegar a donde hay que llegar. Eso es un tipo de sacrificio y mucha gente pasa por eso.
Hay gente que tal vez después de este servicio se tienen que ir a trabajar y eso es un sacrificio. Pero el sacrificio que yo estoy hablándoles, hermanos, no tiene tanto que ver con esas cosas físicas que hacemos en el diario vivir. Tiene que ver más con sacrificio del alma, sacrificio del carácter, sacrificio de nuestra mentalidad, de nuestra manera de pensar.
Saben, estas son cosas que no son muy fáciles de dejarlas atrás, porque hay veces que el carácter cuando se convierte en algo que ya es usual, si cojo por ejemplo el carácter, porque hay gente que tiene un carácter que Dios se lo bendiga. Si tomamos por ejemplo el carácter, alguien que reconoce ‘caramba, mi carácter no es el mejor de los mundos y yo se que mi carácter hay veces que me impide no tan solamente relacionarme con otros, sino que también me impide acercarme a Dios. Y yo quiero que Dios haga las cosas a mi manera y Dios no puede hacer las cosas a mi manera.’ Así que por lo tanto una persona que reconoce eso, que ya sabe que engranado en su carácter allí hay una manera así medio maliciosa de trabajar con las cosas a su alrededor, ¿cuánto sacrificio le va a tomar a esa persona echar todo ese tipo de carácter a un lado y permitir que el nuevo carácter de Dios se forme en su vida? Porque esto no es fácil hermanos.
Yo mismo puedo identificar mi carácter y yo puedo enumerar, ok, yo tengo que cambiar en esto, tengo que cambiar en esto, tengo que cambiar en esto, pero me estoy haciendo responsable con alguna otra persona que me diga a mi ‘hey, Omar, vamos a ver tu lista ¿qué estás haciendo?. Yo me puedo decir ‘ah, está bien, yo trabajo en eso algún otro día, pero si yo no tuviera a alguien detrás de mi que me está dando ‘hey, ¿cómo estás? ¿qué estás haciendo? Es bien difícil hermanos, que otra persona me venga a decir a mi ‘Omar, mira, esta mentalidad tuya que tu tienes, que hay veces que tu tienes una falta de fe bien grande y se te hace difícil aceptar las cosas. ¿qué estás haciendo con eso? No ve vengas a mencionar eso, yo no estoy para pensar en eso ahora. Yo no quiero saber de mis deficiencias. Yo quiero ver cómo puedo mejorar. Hey, si tu quieres mejoras, tienes que trabajar con eso, de una manera u otra.
Personas que tal vez están atados a algún tipo de vicio o algún tipo de adicción. Hace poco, yo estaba viendo en el Discovery Channel de cómo gente que han sido atadas a algún tipo de adicción, sea de drogas, sea de sexo, sea de alcohol. Hermanos es bien interesante cómo la gente literalmente se amarra con cuerdas de acero a eso. Porque en ellos está la buena voluntad de dejar de hacerlo. Ellos saben que está mal. De alguna manera u otra en su mente ellos saben que no pueden seguir haciendo eso, que una o dos no es nada. Pero de alguna manera u otra en su ser están diciendo ‘pero, yo tengo que dejar de hacer esto, porque yo quiero algo mejor’. Esto impide de que de alguna manera u otra Dios pueda fluir en mi vida de una manera más llena, más completa. Pero no puede, dice, hermanos porque se les hace difícil. Pueden empezar y pasan una semana y después vuelven de nuevo. Si no tienen un grupo de personas a su alrededor que les de apoyo, que los mentoree, que los anime, esas personas vuelven y caen otra ven en esos caminos, y cuando caen, hermanos, es peor que la primera. Es peor.
¿Saben por qué? Porque es que como la carne de uno que se adapta a esas cosas. Para nuestra humanidad tan caída esas cosas que se convierten en adicción, le gusta la carne de uno, le gusta. Hay personas que no pueden estar en una fiesta si no es con una Corona y un pedacito de limón en la mano. Hay personas que si no fuman una caja de cigarrillos dentro de 5 horas, no están contentos. No tienen gozo. ¿Por qué? Porque no hay ese ingrediente que supuestamente satisface esa humanidad tan caída. Pero ¿saben qué?, mis hermanos, eso es parte de uno vivir en una nueva dimensión. Porque yo reconocer que esas debilidades están en mi y yo tengo, yo tengo, si está en mi el deseo de yo vivir en la unción y el gozo de Dios, yo tengo que hacer un esfuerzo conciente de sacrificar todas esas cosas que de alguna manera u otra me satisfacen, pero yo se que esa satisfacción no viene de Dios. Una satisfacción que me cubre así momentáneamente y nada más.
Hay que hacer una decisión concreta y rodearse de personas que te van a ayudar a poder sobrepasar todas esas cosas. Ese sacrificio aunque es difícil hacerlo, pero una vez que tu lo tomes convencido de que eso es lo que tu quieres, y convencido no tan solamente de eso, sino de las promesas de Dios que si Dios dice ‘Yo soy el que pone en ti, tanto querer como el hacer, Yo te voy a respaldar para que tu puedas alcanzar esa meta que tu tienes.’ Es el Señor el que nos respalda a nosotros para poder cumplir esas cosas que nosotros tanto anhelamos y deseamos.
Ahora, vivir en la unción de Dios no significa que todo va a ser difícil, contradictorio, o conflictivo, porque también están sus cosas positivas, hermanos. ¿Cuántos dicen amen por eso? una de estas cosas, miren qué interesante, una de estas cosas es saber que Dios ve algo en nosotros y que El lo quiere usar. El sentido de ser necesitado o necesitada. Todos ustedes, yo los miro a todos ustedes ahora, y todos ustedes tienen un gran deseo de ser necesitados. Todos ustedes, si alguien se acerca y le dice ‘mira, te necesito para algo’, digo no en una manera abusiva, pero si te dicen ‘te necesito para algo’, algo en tu mente como que va a registrar ‘guau, soy importante. Me necesitan. Puedo hacer algo’. Si un esposo le dice a su esposa ‘hey, te quiero, te amo, te necesito en mi vida’, esa esposa, digo, si es en una relación sana y saludable, porque tal vez hay unas relaciones matrimoniales que no están muy bien y si de repente el esposo le dice ‘te amo, te quiero, te necesito’, la esposa va a hacer como que ‘yeah, right’, como que tu carácter no va con lo que me estás diciendo. Hey, y viceversa, muchacha, no se rían, no se rían. Es algo que va viceversa también. Los hombres están ahí también. Pero digamos que es una relación sana y saludable, si un hombre le dice a su esposa ‘hey amor, te amo, te quiero, te necesito, tu eres parte mía’, esa esposa se va a derretir como mantequilla. Igualmente si la esposa le dice al esposo ‘hey amor, chulo, yo te amo, te quiero, te necesito’, ese esposo se a estremecer por completo. Pero todo viene de ese deseo de ser necesitado.
Déjenme hablarle a los solteros también para que no se queden atrás. Solteros, miren ustedes, porque yo creo que las personas que son solteras, le venga su momento o no le venga, yo creo que Dios los bendice a ustedes también ahí donde ustedes están ahora. Y yo creo que una persona soltera ahora mismo, lo que cree es en relaciones de amistad saludables. El un soltero, una soltera, poder tener una relación de amistad saludable que no tenga malas intenciones, pero que sí hay una relación de amistad saludable, si usted le dice a su amigo o a su amiga ‘oye, mira, yo te agradezco por tu amistad. Tu amistad significa tanto y vale tanto para mi’, esa persona se va a sentir como que ‘guau, caramba, gracias, gracias, yo no sabía que yo significaba tanto para ti’, y viceversa. Es algo que va de ambos lados. Pero es el sentido de ser necesitados, mis hermanos, de ser queridos. Y ¿saben qué? Cuando Dios te mira a ti, cuando Dios siembra sus ojos en ti, Dios te dice ‘Yo te amo, Yo te quiero, Yo te necesito’. Y saben que si Dios me dice eso a mi, me derrito como mantequilla, como agua me evaporo. Yo me hago de todo. Solamente por saber que Dios me quiere, me necesita.
¿Saben por qué mis hermanos? Porque hay veces que nosotros nos sembramos en sentido de culpa, nos sembramos en un sentido como que ‘guau, tres horas antes de venir aquí, yo cometí tal y tal pecado. Dios no me va a querer a mi’. Pero ¿saben qué? Embuste del diablo. Mentiras del diablo. Dios te ama aunque tu hayas pecado media hora atrás. Dios te ama, te quiere y te necesita como quiera, sea como sea. Digo yo espero que nadie haya hecho hace media hora atrás, porque bastante buena que estaba la atmósfera aquí.
Pero hermanos es ese deseo de ser necesitado que nos llama a vivir una vida de unción delante de Dios. Y ¿saben qué? Vivir en la unción de Dios tampoco no significa que toda la gente aquí va a tener una mayor manifestación de los dones del espíritu. No significa que todos ustedes, cuando vayan a orar por alguien, esa persona se vaya a caer, y va a caer temblando en el piso. No significa eso.
Algunos de ustedes sí, algunos de ustedes Dios le va a dar esa manifestación. La palabra así mismo lo dice, que a cada uno de nosotros se nos es dada una manifestación del espíritu. El espíritu se le puede manifestar a alguien allá arriba de una manera diferente como se le puede manifestar a una persona allá en la parte de atrás. Porque el espíritu de Dios conoce lo que El quiere y tiene para ti, y de acuerdo a la medida tuya El se va a revelar en tu vida. Algunos de ustedes hablará nuevas lenguas en este nuevo año, y yo estoy orando de que sea así. Algunos de ustedes hablarán palabra profética, y yo estoy orando de que sea así. Algunos de ustedes van a poner las manos sobre un enfermo, y ese enfermo o enferma se va a sanar en el nombre de Jesús. Algunos de ustedes se van a atrever de predicarle al jefe de la compañía, que antes ni lo hacían, y en el nombre de Jesús esa persona va a ser tocada y transformada por el poder de Dios. ¿Por qué? Porque ustedes están viviendo en una nueva dimensión. Esa unción de Dios, mis hermanos, los cubre a ustedes con una nueva autoridad. Esa autoridad para llevar sus vidas con una nueva fluidez. Es una nueva autoridad, hermanos, que no hay quién se les pare a ustedes de frente, hablando en términos espirituales. Como decía uno de los coritos ‘pelearán contra ti pero no te vencerán’. Pelearán contra ti pero no te vencerán. ¿Por qué? Porque contigo está, miren quién está, Sofonías.
Hay un pasaje de Sofonías que me cautiva cada vez que yo lo leo. Sofonías, Capítulo 3, verso 17, tal vez muchos de nosotros conocemos este pasaje. Es más yo creo que hasta lo podemos decir de memoria, dice “Jehová está en medio de ti, poderoso, El salvará, se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos”.
Hermanos, pónganse de pie. Yo los voy a poner a hacer esto. Si, pónganse de pie con la Biblia en su mano. Y ustedes van a decir ese verso dirigidos a ustedes mismos. En el nombre de Jesús todos juntos vamos a decir “Jehová está en medio de mi, poderoso, El salvará, se gozará sobre mi con alegría, callará de amor, se regocijará sobre mi con cánticos”. Ay, ay, ay.......
¿Lo crees? ¿Lo quieres? Tomen asiento. Ya voy terminando.
Yo quiero romper ese verso, hermanos. Porque ese verso tiene tanto que dar. Cuando yo escucho ‘Jehová está en medio de mi’, ¿saben lo que eso significa? Eso significa que la cobertura de Dios está en medio de mi vida. La cobertura de Dios está en mi vida. no hay nada que pueda cambiar esa realidad, ni yo tan siquiera puedo cambiar esa realidad. Una vez Dios se para sobre mi, ya las cosas en mi vida comienzan a cambiar. Yo puedo hacer que esas cosas se tarden, yo puedo ser tan cabecidura de no recibir esa cobertura de Dios y quiero hacer entonces las cosas que yo quiera hacer, pero la cobertura del santo está en medio de mi.
La presencia de Dios está en medio de nosotros y ¿saben qué, mis hermanos? Hay algo tan interesante con respecto a la presencia de Dios. Y en este aspecto yo le quiero hablar directamente a los jóvenes que están aquí; jóvenes aún y jóvenes en edad. En Hechos, Capítulo 5 hay un relato de Ananías y Safira, no zafiro, Safira, esposo y esposa. Estaban aquí en la iglesia del primer siglo, ellos estaban, parte de su dinámica, parte del mover del espíritu de Dios en ellos, era que ellos estaban repartiendo sus posesiones los unos a los otros para que todos vivieran en igualdad. Y estas dos personas, Ananías y Safira estaban vendiendo una de sus tierras y cuando la vendieron ellos tomaron la decisión personal de no traer todos los bienes delante de los Apóstoles sino que se quedaron con parte.
Miren lo que dice en el verso 3: “... Y dijo Pedro, Ananías ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al espíritu santo y sustrajeres del precio de la heredad, reteniéndola, no se te quedaba a ti y vendida, no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres sino que a Dios. Al oír Ananías estas palabras cayó como guanábana en el piso y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron, (y miren esto, jóvenes, escuchen bien) y levantándose los jóvenes lo envolvieron y sacándolo lo sepultaron.” Primera parte. Cierra el telón. Abre el telón.
“Pasando un lapso de tiempo como de 3 horas sucedió que entró su mujer, Safira, y no sabiendo nada de lo que había acontecido, Pedro le dijo ‘Dime, ¿vendiste en tanto la heredad?, y ella dijo ‘si, en tanto’, y Pedro le dijo ‘porque conviniste en tentar al espíritu del Señor he aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido (eso es los jóvenes), y te sacarán a ti y al instante ella cayó -como otra fruta que se cae del árbol-, como un mango del árbol, (cayó muerta) y la sacaron y la sepultaron junto a su marido.”
A esos jóvenes, ¿tu sabes lo que yo les digo? Yo les digo ‘the body bag removers’ en otras palabras ‘los saca muertos’. Yo me estaba preguntando, la presencia del Señor en ese momento estaba tan ...... a fuego limpio estaba la presencia de Dios ahí, que cuando estas dos personas llegaron y mintieron, no en contra de nadie, mintieron directamente en contra de Dios y de su espíritu. Hey, Dios dice ‘papito, mamita, tal vez tenían buenas intenciones en traerme aunque sea la mitad de tu dinero, pero that’s not the deal. Te fuiste a juste.’
La presencia de Dios estaba tan fuerte en ese lugar que solamente las personas que vivían de acuerdo a la voluntad de Dios podían resistir estar ante la presencia de Dios. Y a mi me está tan interesante porque los jóvenes, como lo dice ahí la Biblia, los jóvenes fueron los que sacaron esos cuerpos. Así que los jóvenes en ese instante estaban cubiertos con la presencia de Dios en medio de sus vidas porque la presencia de Dios no los consumió a ellos tampoco, sino que ellos estaban cubiertos por su presencia también, para poder sacar todo aquello que era vil y malo.
Are you guys listening to me? Are you sure that you’re listening to me? I was asking myself ¿quién podrá estar en la presencia de Dios y quién entrará en el lugar santo? Como dice el salmo 24 “el limpio de manos y puro de corazón, el que no ha elevado su alma a cosas vanas ni jurado con engaño, él recibirá bendición de Jehová y justicia del Dios de salvación”. Jóvenes, Dios te llama a ser una generación de manos limpias, de corazón puro, que no hayas elevado tu alma a cosas vanas, ni que tu boca haya hablado perjurio. Dios está buscando una juventud purificada completamente por El. Dios está buscando una generación de jóvenes limpia y pura delante de El.
El limpio de manos, ¿sabes por qué el limpio de manos? Tus manos, ¿tu sabes lo que significa? Acción. Tus manos significan en acción, con tus manos tu haces todo lo que quieres hacer. Vas aquí, vas allá y haces y deshaces. El puro de corazón, que tu corazón sea o no limpio en gesto genuino delante de Dios y que no hayas elevado tu alma a cosas vanas tan pasajeras que se van con el viento. Hoy día la juventud se ..ahhh.... se ...ahhh..... es como un suspiro, de verdad, es como que ...ahhhh.... sentimos un aire y ya como que ...uhhh. No, Dios no quiere eso, muchachos. Dios quiere una juventud consagrada, dedicada a El. Un pueblo militante es lo que El está buscando. Un pueblo que no se avergüence de El.
¿Qué es lo que dice Lucas, Capítulo 9? Lucas 9:26, dice (esto es Jesús hablando) “Porque el que se avergonzare de mi y de mis palabras, de este se avergonzará el hijo del hombre cuando venga en su gloria y en la del padre y de los santos ángeles.”
Dios no quiere jóvenes y gente. Dios no quiere gente wishy washy, ¿ustedes entienden lo que es eso verdad? Wishy washy es como que ‘hey, ¿quieres hacer algo? Ah...... no me atrevo, no.... eso es wishy washy. Y Dios, eso no es lo que Dios está buscando. Dios está buscando gente que se atreva a pararse en la brecha. Eso es lo que Dios está buscando.
Yo conozco por ejemplo a mi hermano Chavo, muchos de nosotros sabemos que él estuvo en el ejército. Cuando llegaba el momento de empezar a enlistar la gente. Ellos no te tratan como que ‘ay, ¿cómo estás? Bienvenido, bienvenido al ejército. Ellos no lo tratan así. Claro que es lo primero que te hacen, te empiezan a gritar en la cara.......... twenty,..... oh, no….. fifty…..y por ahí sigue. Te tratan así. Te tratan fuerte, te tratan firme. ¿Por qué? ¿Cómo dice este refrán? Desperate times calls for desperate measures. Momentos desesperados llaman decisiones desesperadas. Ahí en la línea de la batalla tu tienes que estar con la cabeza enfocada en algo y que nada ni nadie te puede sacar de ahí.
Y eso es lo que Dios está buscando con cada uno de nosotros: hombres, mujeres, jóvenes, niños. Eso es lo que El está buscando. El no está buscando ‘no, Señor, yo quiero hacer esto, aquello.’ ‘Ah, ¿tu quieres hacer esto, aquello y lo otro? Pues, vete, no te necesito entonces, vete. No sirves.
De verdad, hermanos, el momento está llegando de que Dios nos va a empezar a confrontar así a nosotros. Yo lo creo así. Yo lo creo así de que el tiempo se está acercando, de que eso de venir con excusas blanditas a donde Dios, ese tiempo se está acabando ya. Si ustedes miran el Evangelio y donde yo veo relatos de Jesús donde dice que a las cabros las va a poner a un lado y las ovejas a otro, en ese momento no va a haber tiempo como ‘ah, Señor,...’ No, tu eres un cabro, echa para allá. Tu eres una oveja, vente conmigo ahora. El es así. Yo lo leo en su palabra. Va a llegar el momento donde ya la coronilla de Dios se llega a su tope y el que es, es y el que no es, no es.
Hermanos, es un tiempo de decisión. Jóvenes es un tiempo de decisión. Ya no es tiempo de andar por ahí pajareando como uno quiera. Es tiempo de ponernos donde el cinturón donde va y comenzar a buscar vivir en la unción y en el gozo de Dios.
Termino con esto, hermanos. Dice ese pasaje de Sofonías otra vez, dice que “el Señor se regocijará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos”.
Es bien interesante porque en el mensaje de Año Nuevo el pastor estaba diciendo que el gozo del Señor iba a ser una de las armas que El nos iba a dar para ministrar a otros, para confrontar los poderes del enemigo. ¿Saben por qué, mis hermanos? Porque cuando usted estaba seguro y segura de que la unción de Dios está en ti y sobre ti, eso se manifiesta en gozo. El gozo es una de las maneras que se manifiesta a la gente que tenemos a nuestro alrededor.
Dice Neemías en el Capítulo 8. él dice en un momento “el gozo del Señor, mi fortaleza es”. Pero ¿saben qué? Tenemos que entender, significa el gozo del Señor sobre ti. En otras palabras que el Señor se goza sobre ti. El te ve a ti y le sale una sonrisa a Dios. El mira tu cara y le sale una sonrisa en su cara, en su corazón. ¿Por qué? Porque tu eres su hijo, tu eres su hija. Y El te necesita, El te quiere. El quiere que tu seas parte de ese ejército. El quiere que nosotros todos seamos una comunidad militante delante del mundo y delante de El.
¿Y saben qué, mis hermanos? El gozo es clave. No podemos entrar a esta vida como .... ay..... toma esa canción ahí, dale..... No podemos entrar así, con una mentalidad de ‘ok, aquí voy’. No podemos. Ok ya. Ahora pon algo de trompeta, victoria.
Tenemos que entrar con una mentalidad más valiente de victoria, hermanos. Así es como tenemos que venir delante de El. Así es como tenemos que venir delante de El. Oh, pero pastor Omar, no entiendo todas las cosas, no comprendo todas las cosas. Ahora que.... No importa, lánzate en fe y a medida que tu vayas caminando el Señor se va a mostrar a tu vida y te va a enseñar todas las cosas que El quiera hacer en ti y a través de ti. No tienes que tener todo el rompecabezas en su lugar desde el principio. El rompecabezas tu sabes que se va a armar a medida que Dios te vaya dando cada una de las piezas para ponerlas en su lugar.
Cuando nosotros vivimos en esa unción y en el gozo del Señor, hermanos, ¿saben qué? Todas las cosas son distintas. Todas las cosas son distintas. Tu sabes ¿cuánto una sonrisa puede hacer? Ustedes se han visto en el espejo y han tirado una sonrisa a ver cómo se ven. Usted se puede reír de usted mismo mirándose en el espejo y riéndose, sea porque se vea feo o se vea raro, pero se va a reír, sea como sea.
¿Saben qué? Una risa es una de esas muestras acerca del gozo de Dios, pero el gozo de Dios va más allá. El gozo del Señor es algo que está ahí en tu ser. Es algo que está ahí presente. Es algo que tu cara lo va a demostrar. No vas a estar ahí todo amotetado todo el tiempo, pero tu cara lo va a demostrar. Porque tu sabes que el gozo del Señor está ahí sobre ti. El se regocija en ti. El se regocija en todo lo que tu haces. Es más, yo me atrevo a decir esto, el Señor se regocija aún en tus faltas, porque El se glorifica aún más, para levantarte y formarte en el tipo de persona, en el tipo de hombre, en el tipo de mujer, en el tipo de joven que El quiere que tu seas en el día de hoy.
El llamado del Señor está ahí en medio de nuestras vidas. ¿Cuál es nuestra respuesta? ¿Cuál es nuestra respuesta, hermanos y hermanas? ¿Cuál va a ser tu respuesta, joven que me escuchas? ¿Cuál va a ser tu respuesta, joven universitario que me escuchas, que estás buscando cómo definir tu carrera profesional, que estás buscando tal vez quizás, con quién casarte y hacer una familia? ¿Cuál va a ser tu respuesta, jefe de familia que buscas por distintas maneras de que tu familia siempre tenga lo mejor? Y cuando Dios empiece pedir de ti ¿cómo vas a responder ese llamado? ¿Cómo vas a responder ese llamado, mujer, madre, esposa, que hay veces que la vida, el tiempo ni te da, y quisiera que haya un día más en la semana y tal vez 4 horas adicionales en el día para poder tal vez hacer las cosas que quieres hacer? Pero cuando Dios empiece de ti ¿cuál va a ser tu respuesta? ¿Cuál va a ser mi respuesta como pastor cuando Dios empiece a demandar más de nosotros como pastores, como líderes de la iglesia?
Dios llama a una iglesia que viva en unción y en gozo. No una iglesia que se queje. No una iglesia que se la pase preguntando por qué esto y para qué aquello y cómo es, y dónde fue y quién dijo. No, Dios lo que quiere es una iglesia que diga ‘Señor, aquí estoy. Estoy dispuesto. Estoy dispuesta. Contigo yo se que lo vamos a hacer. Contigo yo se que lo voy a lograr. No importan las situaciones difíciles a mi alrededor, yo se que Tu te vas a encargar de todas y cada uno de ellas, porque yo se que a medida que yo entregue mi vida delante de Ti, Tu, que eres poderoso para hacer mucho más de lo que yo te puedo pedir, Tu te vas a encargar de responder.
Vamos a ponernos en pie, iglesia. ¡Aleluya! Hermanos yo, así en este espíritu de adoración, hermanos, yo siento en mi corazón hacer una pregunta. Yo quiero invitar a, si tu has escuchado este mensaje y tu no conoces al Señor Jesús todavía como tu salvador personal, como tu Señor, como tu amigo, como aquel que te llama a vivir una vida distinta a la que estás viviendo ahora. Si tu no has conocido al Señor. Si tu no has dicho ‘Señor, tómame. Cambia mi vida. yo te necesito, así como tu me necesitas, yo te necesito a ti’. Si tu quieres tomar esa decisión en este día, yo te invito a que tu uses este momento para eso. Si tu quieres levantar tu mano ahí donde estás, o si quieres venir al frente como un acto de fe, como acto así militante, como una persona que se atreve, no es una persona tímida, pero en una persona que se atreve a este principio ‘Señor, heme aquí. Toma mi vida. transfórmame por completo’. Si tu quieres ser esa persona hoy, yo te invito a que tu así lo hagas. Tu puedes levantar tu mano, que tu puedas venir aquí al frente y digas ‘Señor, mi vida es tuya.’ Amen. Dios te bendiga mi hermanos. Si estás en el balcón y si quieres levantar tu mano, y si quieres bajar aquí abajo, ven, baja, no importa. El Señor Jesús es la respuesta para cada una de tus necesidades.
El Señor Jesús es la respuesta para tu vida. No dejes pasar esta oportunidad de dejar que El entre en ti, que El te tome, te transforme y te renueve. Y de la misma forma yo extiendo este llamado a toda la iglesia congregación León de Judá que está aquí escuchando hoy. Extiendo el llamado a aquellos que nos están escuchando y viendo por el Internet.
Si tu quieres que este año sea un año en que tu puedas vivir en unción y en el gozo de Dios y tu quieres tomar esa decisión ‘Señor, yo quiero que tu llenes mi vida con tu unción, con tu gozo. Yo quiero ser esa persona. Yo quiero ser ese instrumento tuyo. Yo quiero que esa agua tuya corra en mi y a través de mi para ser de bendición a otros. Yo quiero ser esa persona que no tiene miedo en hablar, que no tiene miedo en avergonzarse en hablar de ti. Yo quiero ser esa persona. Yo quiero ser esa persona que dirige a mis jefes y colegas de trabajo a ti. Yo quiero ser esa persona que alcanza mi compañeros en la universidad. Yo quiero ser esa persona que alcanza a mis compañeros en la escuela superior elemental, intermedia. Yo quiero ser esa persona. Yo quiero ser esa persona que cuando camino por Washington Street en Jamaica Plane que otros puedan sentir tu presencia en mi. Yo quiero ser esa persona. Yo quiero ser esa persona, Jesús’.
Si ese es tu sentir y si tu quieres hacer así, no tan solamente sentirlo, pero hacer así, yo también a ti te invito a que pases aquí al frente y vamos a orar. Vamos a pedirle que el Señor nos cubra con su unción. Y una vez que tomes ese paso, hermano y hermana, persiste. No te rindas hasta que tu consigas esa cobertura de Dios que tanto tu anhelas en tu vida.
El miércoles pasado el pastor hablaba acerca del ciego Bartimeo, de cómo él no se dejó llevar por las personas que le gritaban ‘Deja al Maestro tranquilo, no lo molestes’. Mientras más le decían, más alto él gritaba ‘Jesús, hijo de David, ten misericordia de mi’. El no se rindió, él persistió hasta que consiguió lo que encontraba, hermanos. Y lo mismo va para nosotros. De no rendirnos hasta que encontremos y alcancemos esa cobertura, esa unción, ese gozo, ese amor, ese valor de Dios para llevar nuestras vidas a cabo. ¡Aleluya!
Padre, te damos la gloria y la honra, Jesús. Esto es un momento sagrado delante de ti Señor. Esto es un momento donde estamos respondiendo a tu palabra, Señor. Como decíamos hace unos minutos ‘ tu palabra que nos confronta, tu palabra que nos alienta, tu palabra que nos llama a llevar vidas distintas para tu honra y tu gloria’. Jesús aquí están tus hijos e hijas, Señor. Hay hombres, hay mujeres, hay jóvenes que están diciendo ‘Señor, heme aquí. Llena mi vida con tu unción. Llena mi vida con tu gozo. Llena mi vida con tu amor. Llena mi vida con tu poder, con tu autoridad.’ Señor, hay personas escuchando a través del Internet que te están diciendo ‘Señor, heme aquí, ¿cómo puedo ser de bendición a mi familia? ¿Cómo puedo ser de bendición a mis amistades, a mis comunidades, Señor? Yo necesito tu unción’. Y Padre, he aquí estamos. Danos tu cobertura, Señor. Danos tu cobertura, Jesús. Derrama sobre nosotros, Señor, ese río de agua viva, mi Dios, que nos llene y que nos impulse, mi Dios, a hacer la diferencia en el mundo donde vivimos, Señor.
Padre, yo intercedo por jóvenes. Yo se que han venido una palabra a la juventud de esta iglesia, and Father I lift them up before you, right now, Lord Jesus and I pray that in each one of their hearts, that your Holy Spirit may bring conviction of the things that You want to do in and through their lives, Lord God. That their life is not going to be mediocre, even at their young age, Father, You are calling them to be part of your army. You’re calling them to be bold people that speak your truth and that live according to your standards, Father. So I pray for each one of them right now, wherever they are, in the balcony, in their chairs or even here in the altar. Father I pray that you may begin and You work in them and they may be able to live in your anointing, to live in your joy, Father.
Y por las familias también, Señor. Yo pido por matrimonios aquí representados ahora, Jesús. Padre que tu unción y tu gozo cubra matrimonios que están aquí presentes ahora mismo, Señor. Que esa unción y ese gozo restaure relaciones que han sido quebrantadas, que restaure la comunicación entre esa pareja, Señor, que tu restaures la intimidad en sus vidas, y que ellos puedan disfrutar, Señor de ese amor que tu tienes para cada uno de ellos. Con hijos e hijas Señor, que seas tu también ministrando a cada uno de ellos.
Padre, hay personas aquí que tienen lugares de trabajo que son poco hostil, Señor y yo pido que tu unción y tu gozo refleje tu luz, Señor. Que tu unción y tu gozo refleje tu luz a compañeros de trabajo, Jesús, en esos lugares , en esas oficinas, en esos cubículos, Señor, donde se pasan horas delante de la computadora trabajando, Señor. Yo pido que tu irradies, irradia tu amor, Señor a las que son secretarias, los que son maestros que enseñan en escuelas públicas, en universidades, en seminarios. Yo pido que tu unción les cubra, mi Dios para que la enseñanza que impartan, Señor sea una enseñanza, mi Dios que forme hombres y mujeres dignos de llevar tu nombre en medio de sus vidas, Jesús.
Padre, y como un ejército nos paramos firmemente y decimos: ‘Satanás hasta aquí tu has llegado. No más, no más, no más. No más, no más. Ya no tienes lugar con tu pueblo. No tienes lugar porque Jehová está en medio de ti, poderoso, El salvará, El salvará, El se encargará de hacer que las situaciones obren en favor tuyo, y el enemigo va a pisar sobre su cabeza con toda la autoridad y poder que El te da.
Padre nos afincamos a ti, Jesús. Y decimos, Señor no te vamos a soltar. No te vamos a soltar. Vamos a orar. Vamos a buscar de ti. Vamos a meditar tu palabra. Nos vamos a congregar. Vamos a cantar. Vamos a reflexionar. Vamos a meditar, a hacer todo lo que sea necesario, Señor hasta que seamos investidos por completo de tu unción, de tu gozo en medio de nuestras vidas. Oh, gracias Jesús. Gracias Señor. Padre bendice a tu pueblo. Bendice a tu pueblo, Señor, que cuando salgan por esas puertas, Jesús, tu cobertura sea con ellos aún más, tu fuego sea con ellos aún más. Que tu les consumas, Señor. Que esta palabra siga rebotando en sus mentes, Señor, y los anime a acercarse a ti aún más. Gracias te damos Jesús. A ti sea la gloria, la honra y el honor, por siempre Señor. Amen. Amen. Gracias Jesús.
Joel 2:18
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Joel, Capítulo 2, comenzando con el versículo 18. He querido usar estos tiempos para poner allí una sensibilidad nueva en su espíritu, no nueva pero de sí reforzar un par de elementos claves que deben fundamentar nuestra búsqueda del Señor en este año 2006 y siempre también, pero yo siento que por ahí es donde el Señor nos quiere. El comienzo de año, uno es bueno comenzarlo con una palabra de ánimo, prepararnos para el resto del año.
Joel 2:18 dice: “y Jehová solícito por tu tierra perdonará a su pueblo, responderá Jehová y dirá a su pueblo: he aquí Yo os envío pan, mosto (quiere decir vino), y aceite y seréis saciados de ellos y nunca más os pondré en oprobio entre las naciones.”
El le está hablando a Israel, a su pueblo, pero también por extensión nos habla a nosotros, evidentemente porque sabemos que todo lo que está escrito en la Escrituras tiene su aplicación también para el pueblo de Dios a través de los siglos. Y son simplemente principios que Dios dejó establecidos en la Escritura para que nosotros los extraigamos, los apliquemos a nuestra propia vida y a nuestro propio tiempo. Así que es en esa manera en que leemos este pasaje.
“.... y seréis saciados de ellos y nunca más os pondré en oprobio entre las naciones y haré alejar de vosotros al del norte y lo echaré en tierra seca y desierta. Su faz será hacia el mar oriental y su fin al mar occidental. Y exhalará su hedor y subirá su pudrición porque hizo grandes cosas. Tierra, no temas. Alégrate y gózate porque Jehová hará grandes cosas”.
Bendiga el Señor su palabra. Lo voy a dejar ahí, tendremos ocasión para quizás exponer algunas ideas más que están en el resto de ese pasaje. Hermanos el Señor pone en mi corazón re-enfatizarle algo que ya usted quizás sabe y está convencido de hecho, y es que cuando Dios nos llama a sus caminos, Dios nos llama para bendecirnos. Dios nos llama para prosperarnos. Dios nos llama para fundamentarnos en un fundamento sólido. Dios no nos llama a sufrir, Dios no nos llama a simplemente apretar los dientes y vivir la vida ahí aguantando, hasta que Cristo venga y nos saque de este triste mundo. Cristo ha venido para que tengamos vida y para que la tengamos en abundancia. Amen.
Y eso a veces se nos pierde de vista en las luchas y en los afanes de la vida y en los zigzagueos, y los momentos de crisis en la vida, se nos olvida ese hecho. Este pasaje me gusta, y todo el libro de Joel, en realidad, y si usted mira casi todos los profetas, son muy pocos, aún Jeremías, que se habla llamado como el profeta llorón, un profeta de mucha tragedia, pero aún allí usted encuentra pasajes donde Dios invita a su pueblo a mirar hacia el futuro positivamente, con esperanza, de que El tiene buenas cosas, buenos propósitos para ellos.
En este año 2006 yo te invito a renovar tu conciencia de que hay buenas cosas delante de ti. Y aquí en Joel vemos claramente ese llamado al pueblo de Dios a gozarse, a regocijarse, a celebrar. Dice: “tierra, no temas. Alégrate y gózate”, versículo 21 “.... porque Jehová hará grandes cosas. Animales del campo, no temáis, porque los pastos del desierto reverdecerán, porque los árboles llevarán su fruto.”
El cristiano tiene que vivir, hermanos, de una expectativa, una expectativa activa, valga la redundancia. Hay que tener una expectativa activa de que Dios quiere bendecirnos, de que Dios nos ha llamado a su reino para prosperarnos y para sujetar las fuerzas destructivas en nuestra vida a nuestros mejores intereses. Dios quiere bendecir a su pueblo. Y les habla alguien que ha caminado décadas, no les voy a decir cuántas, pero ya muchos de ustedes las saben, desde que conocimos al Señor, desde que mi mamá, que tiene 92 años, conoció al Señor, hace unos 45, 47 años en la República Dominicana. Yo siempre digo que yo puedo fechar nuestra vida como familia en el antes y el después de Cristo. Como dice por ahí la historia, antes de Cristo, después de Cristo.
Ciertamente cuando Cristo entra a la vida, hermanos, debe haber cambios radicales en la vida del hombre o la mujer. Y uno debe poder ver como una pared clara que marca una frontera entre cómo usted vivía antes de conocer a Jesús y después que usted conoce al Señor Jesucristo. Y ese cambio debe extenderse a todas las dimensiones de la vida, debe extenderse a la dimensión de las emociones, porque Cristo, cuando entra al corazón, hermanos, Cristo quiere que nosotros seamos sanados de nuestras heridas emocionales, de los traumas del pasado, de los recuerdos que nos atormentan, de las experiencias que nos victimizaron y que han creado en nosotros un pozo de tristeza.
¿Cuántos cristianos y cuánta gente allá afuera viven la vida todavía chapaleando el mismo lodazal del pasado? Y hay mucha gente en los caminos de Dios que no han experimentado el poder transformador del Evangelio, no han experimentado esa sanidad emocional que Cristo quiere hacer en nuestras vidas.
Hermanos, yo no te estoy diciendo que, como el avestruz, hundas tu cabeza en la arena y que pretendas que no hay heridas en tu vida, porque eso no es recibir sanidad emocional. Pero yo sí creo, hermanos, que cuando Cristo está en nuestra vida, El quiere sanarnos emocionalmente de manera que nosotros podamos encarar y mirar las heridas emocionales, los espectros, los fantasmas que están en nuestra vida haciéndonos daño, y que nosotros invoquemos el poder de Cristo que transforma esas heridas y nos sana y nos ayuda a procesarlas y a trabajarlas y a entrar en una vida de sanidad emocional, de salud emocional. Porque Cristo quiere que haya sanidad a nivel de las emociones.
Pero Cristo también quiere que haya sanidad a un nivel del carácter y que haya liberación a nivel del carácter. Yo creo que muchos cristianos se desangran en el área del carácter. El Señor quiere bendecirte también, hombre o mujer cristiana, en el área de tu carácter. Y eso quiere decir que tu y yo tenemos que encarar, cuáles son las áreas de mi vida donde yo tengo que pedirle al Señor que trabaje y cuáles son las áreas donde yo no estoy ejemplificando el carácter de Cristo. Y que tu creas que Cristo se compromete contigo para trabajar día a día para ir sujetando esa área de tu tierra y convertirte en un hombre, una mujer, ejemplar, un hombre, una mujer de excelencia, un hombre, una mujer admirable, un hombre, una mujer que otros cuando te miren digan: ‘yo me siento un poquito más preparado para creer en el Evangelio porque esa persona ejemplifica lo que dice la palabra’.
En Cristo hay poder, hermanos, el creyente no tiene que vivir una vida dando tumbones, cometiendo errores, pisándole los cayos a la gente, siendo mal ejemplo en su trabajo, destruyendo su matrimonio, de fracaso en fracaso, por falta de carácter, porque Dios está comprometido con nosotros para ayudarnos a vencer esas áreas en el nombre de Jesús, hermanos.
Yo les animo en el nombre del Señor, en este año 2006 a enfocar esa dimensión de tu vida y pedirle al Señor con integridad: ‘Padre, yo reconozco que hay áreas en mi carácter que no te agradan, no me convienen y yo las quiero someter a Ti, y yo creo que en Ti hay suficiente unción para hacer de mi un hombre, una mujer, diferente, que sea de bendición en mi matrimonio, que sea de bendición en mi familia, que sea de bendición en mi trabajo, que sea de bendición en mi iglesia, en mi comunidad’, porque en Cristo hay poder, hermanos, para eso.
Aquí dice que “.... y Jehová solícito por su tierra”, solícito, a mi me impresionó esa palabra. “...Y Jehová solícito por su tierra perdonará a su pueblo, responderá y enviará pan, mosto y aceite, etc. etc.”
Hermanos, Dios es un Dios solícito. ¿Saben lo que quiere decir la palabra solícito? Quiere decir preocupado por, involucrado en, atento a, detallista en, podríamos decir como afanoso, usando esa palabra en un sentido suelto, afanoso por bendecir a su pueblo. Solícito es como cuando ese mesero en un restaurante, 4 estrellas, está mirando a la distancia y desde que se acabó la última gota de agua en el vaso, ahí corre para echarte un poquito más, para que tu no sufras carencia. Así es Jehová para sus hijos. Solícito.
Y Dios está continuamente preguntándonos: ¿Hijo, cómo puedo yo ayudarte a vivir una vida fructífera? ¿Cómo puedo Yo servirte?, inclusive. Dios es un Dios servicial. El desea bendecirte en tu vida, en tus áreas de necesidad, pero se necesita que tu las reconozcas, las nombres y le sometas una orden de, digamos en el sentido, como usted ordena algo en una tienda, al espíritu santo para que comience a trabajar en esa área de necesidad y de carencia en tu vida. y Jehová solícito por su pueblo responderá a sus hijos.
Así que mi hermano, mi hermana, tu no tienes que vivir la vida cojeando y cometiendo un error tras otro error, tras otro error. Lo que tu necesitas es reconocer esa área de necesidad y creer en un Dios que está deseoso de bendecirte en esa área, de tratarte en esa área y de sanarte y fortalecerte y vendarte y hacer de ti un hombre, una mujer funcional, un hombre, una mujer admirable, porque Dios quiere hombres y mujeres admirables. Dios quiere bendecirte a nivel de tu carácter.
Yo creo que también Dios quiere bendecirte al nivel de tu salud, porque yo creo en un Dios sanador. Yo creo en un Dios que fortalece a sus hijos porque eso es parte de la vida abundante que Cristo ha venido a darnos también. Porque si tu estás enfermo y eso te está robando el gozo y la paz, yo creo, hermano, que Dios quiere sanar a su pueblo. Y yo creo en un Dios sanador. Es más, yo creo en un Dios, no solamente que me sana, sino que previene la enfermedad y que hace que yo viva en salud para que no tenga ni siquiera que pedirle que me sane, porque El me mantiene en salud y en vitalidad.
Oh, hermanos, yo creo en la sanidad. Y yo te animo a llenarte de esa expectativa activa. Si hay áreas en tu vida de enfermedad, mira, da la batalla, traba lucha con ese adversario y ayuna y ora y clama al Señor, y pídele a Dios cada día sanidad, y declara sobre tu cuerpo sanidad. Hay algo de la sanidad preventiva que a mi me gusta. Yo te sugiero lo siguiente, que de vez en cuando en tu vida de oración, tu te sientes en algún lugar cómodo y visualices los diferentes sistemas de tu cuerpo, las diferentes partes de tu cuerpo, y los menciones cada uno de ellos. Quizás vas a tener que comprarte un libro de anatomía, no se, y que comiences a enviar bendición a los diferentes sistemas de tu cuerpo.
Yo comienzo desde mi cerebro y le pido al Señor que bendiga mi cerebro, simplemente esa maza ahí de tejido que está en mi cráneo, y que bendiga los nutrientes, que bendiga las conexiones electrónicas de mi cerebro, que bendiga a los químicos de mi cerebro, y comienza bajando por la espina dorsal y sigue por tus extremidades y bendice tu sistema circulatorio, tu corazón y tus venas, haz guerra contra el colesterol en el nombre de Jesús y envía fuego de Dios para que derrita esa grasa. Y luego continua pidiéndole al Señor que bendiga tu hígado, y que bendiga tu vesícula, y que bendiga las diferentes partes, tus riñones y tu sistema digestivo. Hermanos, y aún vea los órganos menos nobles, los intestinos y también bendícelos en el nombre del Señor, y tu sistema reproductivo y tu esqueleto, y tus músculos y tu piel, y todas las demás partes de tu ser, envía bendición. Padre, yo bendigo mi corazón, bendigo mis venas en el nombre..... declaro venas saludables, declaro sistema circulatorio saludable, declaro que mi cuerpo está lleno de tu vitalidad y tu palabra dice que aún en la vejez fructificaré y que estaré vigoroso y verde para declarar que mi Dios es recto y que en El no hay injusticia. Y tu comienzas a enviar bendición a esas áreas de tu vida. Y visualiza al Señor sanando esas áreas, penetrando en esos lugares.
Hermanos, yo creo que eso tiene un poder para mantenernos sanos y fuertes y vigorosos. Y también yo te aconsejo que no le hagas el trabajo más difícil al espíritu santo, llenándote de cosas que te hacen daño. Porque de qué te sirve a ti que Dios te limpie las venas y después tu te las llenas otra vez de porquería. Vas a tener que seguir orando, porque entonces hay que tener un balance en la vida, ¿ve? Ahí es donde viene, hermanos, el poder de Dios que te da la disciplina para tu vivir una vida ordenada también.
Porque yo creo que el poder no es solamente una varita mágica que te toca en la cabeza y te salen estrellitas. Yo creo que el poder de Dios me da fuerzas para ser una persona disciplinada, también. Para vivir una vida ordenada y en eso hay una belleza también que si Dios nos tornara, simplemente en parásito, que El nos moviera como El quiere, como marionetas, no desarrollaríamos carácter. Y por eso es que también es bueno, hermanos, yo les animo, mira, el espíritu santo también quiere trabajar en tu vida para que tu tengas fuerzas para hacer ejercicios. Di amen en el nombre de Jesús.
Y que tu le quites el polvo a ese treadmill que tienes en la casa y que cojas los abrigos que están colgando ahí, que ya lo están usando como un perchero más bien, y que tu te pongas en el nombre de Jesús y que cuando te subas allí y comiences a caminar digas: ‘todo lo puedo en Cristo que me fortalece’. Amen.
Filipenses 4:13. Porque Dios te da fuerza, hermanos, también y disciplina. Crea disciplina. Cree que Dios quiere bendecirte también en la disciplina, en el carácter, en la comida, oh, diga amen. Ahí si es difícil en estos días navideños. Pero yo creo, hermanos, en un Dios que me da disciplina también para yo gobernar lo que yo como y para comer en cantidades, digamos cristianas.
Dios se glorifica en eso, hermanos, ¿saben? Oh, Dios mira desde su trono y dice: ‘mira mi hija, qué disciplinada es. Está aprendiendo de mi palabra. Está aprendiendo a vivir según los principios de mi palabra.’ Porque Dios quiere que usemos sus principios. Dios quiere que usemos los conceptos de la Biblia para traer orden a nuestra vida. no es solamente la mentalidad mágica esa, bueno Dios va a mandar a Yiye Ávila para que ponga su mano sobre mi y yo pierda 50 libras inmediatamente y tenga que agarrarme la falda e irme a mi asiento. Eso puede suceder y ha sucedido, pero ¿saben qué? Dios tiene otras maneras que quiere trabajar en tu vida. Dios quiere trabajar a través de la disciplina, creando carácter, creando autocontrol.
Dice la Biblia que Dios nos ha dado un espíritu de timidez y no de poder, de amor y de dominio propio para hacer una buena dieta, para hacer ejercicio, para descansar adecuadamente, para sujetar los diferentes aspectos de nuestra vida. ¿Cuántos de nosotros vivimos ojerosos y destruidos y estériles emocionalmente porque estamos a merced de las circunstancias? Nuestra vida nos gobierna en vez de nosotros gobernar nuestra vida. Y nosotros tenemos que decir, no Dios me ha dado autoridad y el espíritu santo está conmigo y yo voy a sujetar todas las áreas de mi vida a la disciplina de Dios. Yo voy a tomar mi vida de trabajo, mi vida de descanso, mis responsabilidades como madre, como ama de casa, como siervo del Señor, y yo voy a tomar todas esas cosas y yo las voy a ordenar con el poder y la autoridad y la sabiduría que Dios me da, de manera que yo pueda vivir una vida balanceada, fructífera, gozosa y llena del gozo del Señor.
Porque Dios quiere bendecirnos en esa área. ¿Sabe el pie del cual cojea el mundo pentecostal carismático con el cual nosotros nos identificamos? Es muchas veces eso, que solamente pensamos en el poder de Dios en el área mágica, en el área rápida, no de las cosas a vapor, pero se nos olvida del poder de Dios es para darnos energía para vivir la vida ordenadamente y desarrollar carácter, desarrollar sabiduría.
Muchas veces Dios no te va a dar esa solución rápida porque El quiere primero que tu desarrolles orden en tu vida. Porque Dios no quiere ser tu barrendero, que cada vez que tu haces un lío, un reguero, venga El a barrerlo. ‘No, no, Yo quiero enseñarte orden y te voy a sanar esta vez, pero de aquí en adelante que tu ordenes tu vida’.
Hermanos, en el nombre de Jesús yo declaro un espíritu de disciplina en el pueblo de Dios. Por qué no se ponen de pie un momentito en esta...... es una palabra profética para tu vida en esta tarde. Yo quiero impregnar tu sensibilidad en esta tarde con un espíritu de disciplina y de orden. Amen. Recíbelo en el nombre del Señor. Carácter.
Di conmigo, yo recibo el espíritu de la disciplina, del dominio propio, Dios me ha dado poder para sujetar todas las áreas de mi vida para conquistar gigantes y para destruir los enemigos que me impiden vivir en una vida abundante en Cristo Jesús. Me comprometo a vivir en los principios de la palabra de Dios y glorificarlo a El con una vida de excelencia, en el nombre de Jesús. Denle un gran aplauso al Señor. Amen.
Dios quiere, tome asiento, Dios quiere hacer de nosotros, por lo menos yo les puedo hablar como su pastor a ustedes, Dios quiere hacer de nosotros una comunidad ejemplar. Digan conmigo ‘ejemplar’, es decir que nosotros seamos, hermanos, una familia que con el paso de los años, cada día mostremos más y más de la excelencia del Reino de Dios. O que la gente mire nuestra vida familiar, mire el orden de nuestros hogares, mire a nuestros hijos crecer como plantas, como palmeras rectas junto a aguas corrientes. Que vea nuestras finanzas bendecidas, que nuestras casas quizás no sean mansiones, pero que sean donde la gente entre y sienta el orden de Dios.
Un pueblo que tenga orden y disciplina, cuyas relaciones, unos entre otros sean relaciones de transparencia, de honestidad, de buena comunicación, de resolución de conflictos, de perdonarnos unos a otros, de tolerarnos unos a otros, de darnos espacio unos a otros para crecer, de cometer errores y que haya paciencia para perdonarlos. Y si usted erró contra alguien que usted vaya y pida perdón también.
Y en esas cosas, hermanos, que el espíritu santo quiere hacer en nuestras vidas y que Dios está comprometido, Dios está solícito, solo El quiere que le digamos: ‘Padre, yo quiero que Tu bendigas mi vida en esa área’. Dios quiere bendecirnos, hermanos. Dios solícito por su tierra responderá y bendecirá a su pueblo.
Yo creo que también Dios quiere bendecirnos en este año y a través de toda nuestra vida en el área de las finanzas también. Ahí si que les gusta ¿verdad?, en el área de las finanzas, pero eso también tiene su colita, no se crea. Hermanos, Dios quiere prosperarnos.
Yo les digo hablando acerca de los cambios, cuando el Evangelio entró a mi familia se fue por la puerta de atrás huyendo la miseria y la pobreza, hermanos. Y nuestra vida comenzó a cambiar y Dios enseguida, yo creo que en su trono, dio una orden de que la familia Miranda Felix fuera bendecida y prosperada. Y nosotros hemos visto en nuestra vida como familia la bendición de Dios, financiera, material, hermanos. Lo hemos visto en nuestra familia extendida, también. Porque eso es algo.... yo te digo, mira, créelo en el nombre de Jesús.
Dios te ha llamado. Dios no quiere que tu vivas en miseria. Bueno, quizás por un tiempo, como con los hebreos cuando estuvieron en el desierto, Dios los pasó por un tiempo de carencia pero ¿saben qué? Dice allí, que aún allí Dios los bendijo. Cuando El los iba a entrar a la Tierra Prometida les dijo ‘miren, recuerden que su calzado nunca se envejeció’. Óigame 40 años, ni Tom Macan, ni Rombo ni ningún otro producto puede decir que en 40 años su producto no se envejece. ¿saben qué? Las sandalias, dice la Biblia, de los hebreos nunca se envejecieron en 40 años en el desierto. Su pie no se hinchó caminando en el calor del desierto, su ropa nunca se deshizo sobre ellos, nunca se envejeció. Maravillosamente Dios se la mantuvo su ropa. ¡Guau! Me gustaría ver eso en video cuando llegue al cielo algún día.
Dios les proveyó calefacción divina, todas las noches con una columna de fuego que los guiaba y los alumbraba su campamento todas las noches. Y durante el día les proveyó dirección con una columna de humo que le guiaba por donde tenían que ir. Gloria al Señor. Ni los aparatos de GPS hoy en día te dan ese tipo de servicio. Y Dios, dice la palabra que, les proveyó maná, comida de príncipes, directamente del cielo. Oh quizás no tenía el ajo y la cebollita que a ellos les gustaba en Egipto, pero era comida nutritiva. Yo imagino que esa comida, si la analizáramos hoy en día, descubriríamos que tenía los nutrientes que el cuerpo necesita para estar saludable, porque venía de Dios. Dios era el cocinero de esa comida. Les proveyó maná todos los días, no les faltó nunca. Maná, aunque no era la comida abundante que ellos querían, y sabrosa, pero era lo que necesitaban, para ese pueblo carnal que eran, que le encantaba la..... eran carnívoros y carnales, las dos cosas a la vez. Y Dios dijo ‘no más carne para ustedes por un buen tiempo para que aprendan a ser espirituales. Les voy a dar maná’, porque a veces de nuevo Dios quiere crear carácter, ¿usted entiende?.
Yo creo que Dios a veces puede ponernos a pasar por un tiempo de carencia porque ese tiempo de carencia va a formar carácter en nosotros. ¡Qué bien me salió eso! Carencia muchas veces lleva a carácter y por eso Dios a veces permite que su pueblo pase por un tiempo de carencia. Pero ¿saben qué? Cuando usted ha aprendido carácter, Dios entonces envía prosperidad y bendición a su vida, porque ya la lección perdió ya su utilidad y ahora usted puede moverse en la prosperidad de Dios.
Yo creo que el estado natural, normativo del pueblo de Dios es la prosperidad, es la abundancia. Es el tener lo suficiente para las necesidades de cada día, y hasta un poquito más también. Y Dios quiere bendecirte en esa manera.
Hermanos, pero de nuevo, tu tienes que tener esa expectativa de que Dios te quiere bendecir en las finanzas. Tienes que pedirle al Señor, específicamente y hermanos, ahí es donde viene la cola que yo les decía. Cada bendición tiene su condición también y es en el área de uno ser contundente y fiel con el Señor en el diezmo por ejemplo y en los bienes de uno. No seas tacaño con el Señor. ¿saben qué? Yo les decía anoche a la gente que uno tiene que practicar el gozo, aún cuando uno siente el gozo, uno tiene que declarar el gozo por fe. Uno tiene que hablar gozo aunque estés ahí triste y deprimido. ¿Cómo estás? En el nombre del Señor yo estoy bien, como dice mi mamá. Yo estoy bien. Y yo creo que el Señor es mi ayudador y mi fortalecedor.
De nuevo, no quiere decir que tu ignores lo que te está pasando pero yo he aprendido, hermanos, que hay acciones proféticas que imantan y atraen la bendición de Dios. Si tu estás deprimido, búscate la mejor corbata que hay en tu closet y póntela aunque sea para tu mirarte en el espejo, porque hay bendición en eso. ¿Qué pasa cuando estamos deprimidos? La gente nos encuentra todos ojerosos y desgreñados y descuidados, porque estamos deprimidos, no queremos bañarnos, no queremos comer, no queremos vestirnos. Mira, cuando te sientas deprimido y si no puedes cambiar lo que está por dentro, cambia lo que está por fuera por lo menos, y eso va a cambiar lo que está por dentro, y va a venir la bendición de esa manera.
Y asimismo pasa también en el área de las finanzas. Yo creo que la manera de atraer la bendición de Dios es haciendo cosas, declarando la bendición que va a venir a tu vida, pero también haciendo actos de fe, dándole al Señor. Yo siempre he dicho, cuando nosotros comenzamos a diezmar era la época menos apropiada para nosotros. Yo estaba estudiando, Meche también, yo iba a salir de mi trabajo, nos íbamos casar, una cantidad de cosas. Pero yo dije ‘Señor, si ese es el tiempo en que esta doctrina ha venido a mi mente con tal fortaleza, Tu eres fiel’. Yo les puedo decir cómo Dios hizo llover bendiciones sobre nuestra vida y no ha faltado en ningún momento.
Hay que creerle a Dios y hay que ser fiel al Señor. Hace poco compartía con nuestras hijas y con Meche una bendición que Dios trajo a nuestra vida financieramente. Yo le había pedido al Señor algo que ni siquiera tengo que entrar en detalles porque es algo personal, hace unas semanas atrás, y le pedí ‘Padre, que cuando venga ese bendición’, y parecía algo imposible, déjenme decirles, ‘recuérdame que yo te la pedí’. La puse allí, la dejé allí y hace poco, hermanos, vino exactamente como yo se lo había pedido, en la manera más maravillosa que usted se puede imaginar y más fácil.
Yo me imaginaba a Dios riéndose a carcajadas, mirándome a mi, diciéndole ‘Gracias, Señor’, tan difícil que parecía y tan sencillo que se hizo. Estaba allí al lado mío, hermanos. Así es la bendición de Dios y yo les decía a mis hijas ‘yo quiero que ustedes recuerden eso toda...’
Yo he visto, hermanos, la bendiciones de Dios a través de todos los años que yo he caminado con El, materialmente. Por eso a veces doy saltos mortales en el vacío, en el ministerio y en otras cosas porque yo creo en un Dios que me ha dicho nunca vas a ser avergonzado, siempre y cuando confíes en mi y me seas fiel.
Sele fiel al Señor. Sele al Señor. Dios te llama para hacer bendecido financieramente. Pon orden en tu vida. no estés gastando tu dinero en cosas tontas y en excesos. La persona más tacaña que usted va a conocer con su dinero, soy yo, porque a mi no me gusta darle mi dinero a la gente, hacerlos ricos innecesariamente. Si soy generoso en darle al que necesita y otras cosas, pero cuando viene a yo hacer rico a otro innecesariamente, mi dinero yo prefiero dárselo al Señor, dárselo a mi familia. En vez de estar gastando dinero muchas veces como hacemos en tonterías. Mis mejores trajes y jacket que yo los compro, ¿saben donde? Building 19. Así es no tengo vergüenza de decirlo. O sí, algunos podrían decir, ‘oh, el pastor no está viviendo una vida de excelencia, qué se yo qué, qué se yo cuanto,’. Mire, para qué voy a darle mi dinero a alguien si yo puedo comprar lo mismo en otro lugar más barato.
Yo le pido al Señor ‘Padre, siempre ponme donde está la bendición. Y búscame esos lugares donde yo puedo vestirme bien, decentemente, más o menos mínimamente elegante y no tener que darle mi dinero a esas tiendas que lo que le hacen es que le roban a uno el dinero. Pídele a Dios sabiduría mejor para invertir. Pídele a Dios entendimiento para buscar donde está la oportunidad, donde está la bendición.
Dios nos ha dado necesariamente millones de dólares para hacer los edificios que nosotros tenemos, pero ¿saben qué? Nos ha dado sabiduría y recursos para hacer edificios y construirlos por una tercera y una cuarta parte de lo que les cuesta a otros y economizar millones de dólares. No me ha dado los billones, pero me ha dado la sabiduría para hacer lo mismo como si tuviéramos los millones. Y ¿saben qué?, eso me da más satisfacción a mi que si tuviera el dinero para tirarlo por ahí.
La gente ve a León de Judá, que un edificio aquí, que un edificio en la esquina, que tenemos un....... y que vamos a construir uno con la ayuda del Señor, ahí en el estacionamiento, y dicen ‘oh, León de Judá está podrido en dinero’. No, está podrido en la unción, el poder, la gracia y la sabiduría de Dios.
Porque yo creo, hermanos, yo creo en un Dios que prospera. Yo creo en un Dios que bendice. Pero hay que ser íntegro, hay que darle al Señor, hay que amarlo por sobre todas las cosas. Hay que ser ferozmente fiel a El. Hay que desvelarse por El. Cuando Dios te llama, mira, salta de tu cama y ve a donde sea. Cuando Dios te dice ‘dale a alguien’, dale con creces. Cuando Dios te dice ‘atiéndeme a alguien’, atiéndelo. Cuando Dios te dice ‘sirve a mi pueblo’, sirve a su pueblo. Hay tanta gente que Dios quiere bendecir en esta iglesia, pero hermanos, le damos al Señor con cucharitas. Dios no te va a bendecir de esa manera. Dios bendice a la persona generosa con El.
¿Por qué bendijo a David con todos sus errores y todos sus defectos? Porque David tenía un corazón apasionado y ferozmente fiel al Señor. Usted no le podía a David mal del Señor. David decía ‘aborrezco a los que no te aman. Aborrezco a los que hablan mal de ti.’ Porque David era un hombre ferozmente fiel al Señor. Cuando oyó a Goliat maldiciendo los ejércitos del Señor, se llenó de ira, y puso su vida sobre la línea y descabezó al gigante.
Porque hermanos, eso es lo que Dios quiere de tu vida. Porque en este año, yo te suplico en el nombre de Jesús, vive una vida de integridad. Ama al Señor apasionadamente. Yo quisiera meterme en tu cerebro ahora mismo y hacer una operación quirúrgica en algunos de los corazones de los aquí presentes, para suplicarte que aprendas a amar al Señor por sobre todas las cosas.
No seas aplatanado con el Señor. Dale al Señor con creces. Oh, hermanos, así es que la bendición de Dios va a fluir en tu vida. Así es que Dios te va a bendecir. No más excusas para el Señor. Oh, no más excusas para el Señor. Las excusas siempre van a estar allí, pero lo único que convence al Señor es un corazón guerreramente apasionado para con El. Gente que le de a Dios a tiempo y fuera de tiempo, de madrugada y tarde en la noche y a mediodía también.
Eso es lo que yo deseo en mi corazón, levantar un pueblo unificado en su nivel de pasión para con el Señor. Gente que no diga, este es mi tiempo y aquél es el tiempo que yo le doy al Señor. No, todo es del Señor. Lo que tu quieras, Padre. ¿Qué tu quieres de mi? ¿Qué tu quieres de mi? Yo te lo doy, te lo tiro allí. Cógelo.
Esa es la actitud que Dios quiere de nosotros. Esa es la actitud que Dios bendice. Mire, cuando un hombre, una mujer vive así, hermanos, la bendición va a llover sobre su vida. Se lo digo sin temor a equivocarme. Dios te va a prosperar. Dios te va a bendecir, pero tienes que darle a El, upfront, como dicen, primero. Dale al Señor primero. Prefiérele a El por sobre todas las cosas.
Pídele al Señor ‘Padre, dame un espíritu apasionado por ti. Dame un espíritu en fuego, ardiendo por ver tu gloria.’ ..... como pueda decir ‘como el siervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía’. Bramando por el Señor.
¿Cuántos se han encontrado bramando por el Señor? Como un animal en el medio del desierto que está buscando una corriente de agua porque lleva horas y horas bajo el sol, y desea esa agua más que la vida, y más que el latido de su corazón, así es que Dios quiere llevarnos a ese punto del rojo vivo. De amar al Señor por sobre todas las cosas. Dale al Señor todo lo que tenemos, de quitar todos los amarres, de abrirle todas las puertas, de decirle ‘Entra, todo es tuyo, Señor. Mi vida te pertenece.’
Cuando tu haces así, Dios no se cansará de derramar bendición sobre bendición hasta que sobreabunde en tu vida porque Dios es solícito para con su pueblo. La Biblia dice que los ojos de Dios recorren toda la tierra buscando aquellos de corazón perfecto para con El para mostrar su favor para con ellos.
Pero muchas veces Dios mira las congregaciones, mira a su pueblo, y ve gente que le dan a El por medida. Y dicen ‘oh, yo ya le di, así que ahora El tiene que esperarse hasta la próxima vez’. Para con el Señor, siempre debe haber una llave abierta. Siempre fluyendo, siempre fluyendo. Y lo que Dios te pida entrégaselo. Todo lo que sea y tu vas a ver cómo Dios te va a bendecir en tu vida financieramente, materialmente, te va a prosperar. Lo voy a dejar allí porque hay tantas otras cosas, hermanos, pero Dios ha puesto en mi corazón esa idea. Dios quiere prosperarnos. Dios quiere bendecirnos, pero Dios quiere también todo de parte de nosotros.
El que mucho da también pide mucho, ¿saben? Dios dio a su hijo Jesucristo. Dios lo entregó. El sabe lo que es dar. Y usted no le puede dar lecciones a Dios de generosidad a Dios porque El es el ser más generoso que hay en el universo. El es un dador por excelencia. Y Dios quiere dadores también, alegres en su pueblo. Y el Señor está solícito y el Señor enviará pan, vino, aceite, a tu vida. El reprenderá al devorador, dice allí, todo lo que te robaron en el mundo allá afuera te reconocerá Cristo. Dios te lo va a devolver y te lo va a devolver con intereses.
Y todo el tiempo que tu has perdido en el Evangelio, cuando tu te pongas a vivir apasionadamente, al rojo vivo para con el Señor, Dios va a comenzar a obrar en tu vida en una manera diferente. Y tu vas a ver la curva de tu vida en una forma ascendente. Tu vas a mirar hacia atrás y vas a ver que a través de los años, va a hacer algunos altibajos, pero la curva va a ir siempre hacia arriba, hacia arriba. Porque la palabra del Señor dice, ‘porque la senda del justo es como la luz de la aurora que va en aumento, hasta que el día es perfecto’.
Lánzate a esa aventura de vivir una vida productiva en el Señor. Lánzate a esa aventura de vivir una vida abundante, llena del espíritu de Dios. Que este año 2006 sea un año de entrega para nosotros, hermanos. Que este año 2006 no sea un año de derrotas. Yo creo que este año Dios va a hacer, como dice aquí también, ‘reverdecer el desierto’ en la ciudad de Boston. Yo no le he entregado Boston al diablo todavía, hermanos, ni se lo voy a entregar nada más.
Porque yo creo que aquí en este desierto espiritual que es la ciudad de Boston, Dios quiere hacer reverdecer el desierto y va a usar a su iglesia para hacerlo. Y Dios va a reprender al del norte. ¿Saben cuál es el del norte? Esas huestes demoníacas que quieren hacer daños y estragos en la vida de la iglesia de Jesucristo, el norte era de donde venían los asirios y los babilonios y todas esas huestes que destruían a Israel periódicamente que venían. Y Dios dice ‘si ustedes se ponen a ayunar y a orar, léanse el Capítulo completo de 2 Joel, ‘si ustedes claman a mi, si ustedes alinean su vida conmigo, si ustedes piden perdón por sus pecados y reconocen sus pecados, dice, y Jehová solícito con su pueblo, perdonará a su pueblo y bendecirá. Este es el orden Dios.
Yo creo que Dios va a traer bendición a Boston y a Massachussets y lo vamos a ver. Este es un año de bendición. Yo lo estoy declarando, y de conquista. Este va a ser un año en que las fuerzas de las tinieblas van a obligarse a retroceder bastante significativamente, pero Dios necesita un pueblo que se mueva en la unción, en la bendición de Dios, en el poder de Dios, en el gozo del Señor. Y nosotros queremos ser ese tipo de pueblo.
Vamos a ponernos de pie y pedirle al Señor que nos bendiga grandemente en esta jornada que iniciamos. Haga un compromiso de integridad para con el Señor. Haga un compromiso de integridad para con el Señor en su vida en esta tarde.
Dígale Señor, yo voy a vivir una vida que te agrade y ya no quiero vivir en una vida mediocre, dando tumbones, cojeando todo el tiempo, de falsos comienzos, sino quiero vivir una vida de continuidad y de progreso en ti. Tu me has llamado para ser bendecido. Tu me has llamado para conquistar mi tierra.
Haga su oración personalmente. Yo no la voy a hacer por usted. Entreguen al Señor ahora mismo su vida y su corazón. Que se escuchen esas palabras del Señor desde el pueblo de Dios hacia el Señor. Gracias, Señor. Gracias, Padre. Bendice a tus hijos. Queremos una comunidad ejemplar, Padre. Queremos un pueblo de integridad, un pueblo que muestre la vida abundante que Cristo ha venido a darnos en el área financiera, en el área emocional, en el área del carácter, en el área de la salud física. Oh, Dios, gracias. Recibimos tu porción, tu porción para el camino. Nuestras manos, Señor, las abrimos para que Tu pongas en ellas pan, aceite, vino, agua para atravesar el camino de la vida con prosperidad y éxito. Declaro tu bendición sobre este pueblo, Padre. Este año, Señor, ayúdanos a ganar grandes victorias para Cristo Jesús. Ayúdanos a llegar a nuevos niveles de excelencia en ti. Nos comprometemos contigo, Padre. Nos comprometemos contigo, Señor. Oh, espíritu santo, bautiza a tu pueblo con nueva unción, fresca unción. Caminaremos, Señor, ese camino. Nada nos faltará porque Tu estarás con nosotros. Te adoramos, Señor. Te bendecimos. Gracias, Jesús. Gracias, Jesús. Gracias, Señor.
Unción y gozo - Proclamación apostólica para 2006
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Vaya conmigo al Libro de Joel. Quiero compartir con ustedes unos pensamiento que Dios ha puesto a través de las últimas semanas en mi corazón y quiero plantar esto en su espíritu como una semilla de fe y de confianza en el Señor.
Yo creo que Dios tiene esta palabra para nosotros como iglesia, como pueblo de Dios. Al comenzar este años 2006 que vemos que Dios tiene buenos propósitos para nosotros, que Dios quiere levantar este pueblo y hacerlo cada día más efectivo en medio de esta ciudad. Dios quiere de se cumpla lo que El ha dicho de que nosotros somos sal de la tierra, somos luz del mundo, somos una presencia activa. No estamos en la ciudad simplemente para adornar o para ser un elemento más, sino que la palabra del Señor dice que nosotros vamos a ser cabeza de las naciones, vamos a ser cabezas de las ciudades donde nos encontramos. Dice que nuestra descendencia va a edificar los muros caídos, va a levantar las ruinas que han permanecido durante muchos años y esa es la palabra que Dios tiene para congregación León de Judá en esta noche y en este año y Dios quiere fortalecer tu vida y que tu seas parte de ese milagro que El quiere llevar a cabo aquí, en esta ciudad.
En el Libro de Joel, en el Capítulo 2 comenzando con el versículo 21, sigue conmigo esta palabra. Dice allí el Señor: “tierra no temas, alégrate y gózate porque Jehová hará grandes cosas”. Digan conmigo ‘Jehová hará grandes cosas’ ‘Jehová hará grandes cosas’ ‘Jehová hará grandes cosas’. Amen. Deja que esa promesa penetre en tu espíritu.
Dice “animales del campo, no temáis, porque los pastos del desierto reverdecerán, porque los árboles llevarán su fruto, la higuera y la vid darán sus frutos. Vosotros también, hijos de Sión, alegraos y gozaos en Jehová, vuestro Dios porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio. Las eras se llenarán de trigo y los lagares rebosarán de vino y aceite.”
Repitamos todos ‘vino y aceite’, dos elementos claves que yo quiero que tu poses tu atención sobre ello en esta noche. Dice la palabra “.... y os restituiré los años que comió la oruga, el salmón, el revoltón y la langosta, mi gran ejercito que envié contra vosotros. Comeréis hasta saciaros y alabaréis el nombre de Jehová vuestro Dios, El cual hizo maravillas con vosotros. Nunca jamás será mi pueblo avergonzado. Y conoceréis que en medio de Israel estoy Yo y que yo soy Jehová, vuestro Dios, y no hay otro y mi pueblo jamás será avergonzado. Y después de esto derramaré mi espíritu sobre toda carne y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas, vuestros ancianos soñarán sueños y vuestros jóvenes verán visiones y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi espíritu en aquellos días y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, fuego y columnas de humo. El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová y todo aquél que invocare el nombre de Jehová será salvo, porque en el monte Sión y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho Jehová y entre el remanente el cual El habrá llamado.”
Hermanos, póngase de pie un momento. Yo quiero que tu hagas conciencia en esta noche de que tu no estás aquí para un mero evento social, yo se que casi todos aquí, pero si no estamos claro en eso, yo quiero que tomemos un momento para reconocer eso. Tu no estás simplemente bueno, porque es el fin del año y como una costumbre religiosa tu vienes a despedir el año a la iglesia. No estamos aquí en automático, simplemente llevando a cabo un cometido social religioso. Estamos aquí cada uno de nosotros porque somos gente de fe, gente que creemos que Dios le habla a su pueblo, gente que está viva en el espíritu. Yo te pido en el nombre de Jesús que le pidas al Señor que si no te sientes así ahora mismo, que avive el fuego de su don que está en ti porque Cristo está en ti esta noche.
Vamos a tomar un momento para clamar al Señor. Levante su voz ahora, levante su voz. Vamos a agitar el espíritu en esta noche antes de traer la palabra del Señor, porque esta es una palabra fuerte para nosotros. Y yo quisiera que nadie se quedara en esta noche sin clamar al Señor un momento. Vamos a levantar nuestras voces al Señor. Comienza a mover tu espíritu, vamos a ver, vamos a escuchar ese fuego del espíritu de Dios. Vamos a suscitar y a levantar el espíritu en esta noche. Clama a Dios. Pídele al espíritu santo que te llene. Esos jóvenes allá arriba. Yo quiero que se pongan también en acción, pónganse en el espíritu. No estemos mirando alrededor, póngase en el espíritu y vamos a clamarle al Señor en esta noche, que somos un pueblo que estamos aquí porque creemos que el espíritu santo nos quiere hablar. Quiero a todo el mundo atento en lo que estamos haciendo en este momento, estamos haciendo guerra espiritual. Levante su voz al Señor.
Padre te adoramos, te bendecimos. Espíritu santo llena tu pueblo, Señor. ¡Aleluya!. Te adoramos, Padre. Vamos a clamar al Señor, hermanos. Vamos a clamar al Señor, vamos a levantar la presencia de Dios en este lugar. Gracias Jesús, tu pueblo te alaba, Señor. Tu pueblo se llena de Ti. Abrimos nuestra boca, Padre, y bebemos cántaros de aguas espirituales, Señor, en esta noche. Te proclamamos Rey y Señor en esta ciudad. El año 2006, Padre, proclamamos que es un año de milagros, es un año de bendición, es un año de guerra, es un año de unción para tu pueblo, Padre. Te adoramos. Que se oiga esa alabanza del pueblo de Dios. Vamos a ver, no se canse de levantar su oración al Señor. Levante su oración a Dios. Crea que Dios escucha la oración de un pueblo apasionado para con El. Gracias, Jesús. Gracias, Jesús. Te adoramos, te adoramos. Levanta esa temperatura espiritual ahora. Levanta esa temperatura espiritual. Te bendecimos, Señor.
Usted no tiene que ser un experto, un veterano de las cosas de Dios. Puede ser esta la primera noche que usted venga aquí. Dios quiere oír su oración. Gracias, Jesús. Fluye Señor en medio de nosotros en esta noche. Padre, reprendemos, reprendemos la mediocridad espiritual. Reprendemos la pasividad espiritual, Señor. Reprendemos el simplemente vivir en neutra y pedimos, oh Dios, que tu pongas tu dirección en nosotros, Padre, que seas tu la fuerza motriz de nuestras vidas. Espíritu santo reclamamos tu unción en esta noche, Señor. Como tu pueblo, Padre, no estamos aquí simplemente para adorno, Padre, estamos aquí porque tenemos ansias de tener más de Ti. Te adoramos, Señor. Levanta tu espíritu, Padre, en esta noche en medio de nosotros. Oh Jehová cava hondo en nosotros, cava hondo en nosotros. Llénanos, llénanos, llénanos, más y más. Queremos más de ti, Señor. Queremos más de tu gloria. Queremos más de tu unción, Padre. Exáltate Señor en medio de tu pueblo. Fluye Señor. Fluye Señor, no te canses de clamar al Señor. No te canses de levantar tu voz al Señor. Necesitamos bendecir esta ciudad de Boston, hermanos. Necesitamos derribar los principados y las potestades. Tenemos que hacer huir los poderes del diablo que quieren poseer esta ciudad y esta nación. Necesitamos pararnos en la brecha y clamar al Señor y decirle: ‘diablo, tu no va a poseer esta ciudad’. Esta ciudad la reclamamos para Cristo en el año 2006. En esta ciudad declaramos que sucederán cosas en nombre de Jesús, que las huestes del infierno serán ahuyentadas y serán obligadas a retroceder en el nombre de Jesús. Oh Señor y veremos tu fuego, y veremos tus señales, y veremos tus prodigios, Padre, y se hablará de lo que sucedió en esta ciudad. Y vendrán de muchas naciones, vendrán con su leña apagada y fría para coger el fuego que habrá en esta ciudad. ¡Aleluya! Y vendrán aquí para aprender, para llevarse tu palabra, llevarse tu enseñanza, llevarse tu unción profética a otros lugares.
Nosotros declaramos que esta ciudad de Boston será lugar de avivamiento, Señor. Será llamada ciudad ejemplar, oh Dios. Será llamada de nuevo ciudad fundamento, ¡Aleluya! Será llamada de nuevo pozo que Dios ha abierto para que fluya el agua que una vez fluyó. Oh santo, santo, santo. Y el pueblo de Dios se para en la brecha y te dice: Satanás, tu no pasarás por este lugar. Te derrotamos en el nombre de Jesús.
Y Padre, reclamamos en el nombre de Cristo, una familia poderosa, un pueblo lleno del espíritu santo, un pueblo que sepa hacer guerra por su Dios. Oh santo, renovamos nuestra mente, Señor, en ti. Renovamos nuestro espíritu en ti en esta noche. Padre, reprendemos el espíritu de mediocridad. Reprendemos el espíritu religioso. Señor, reprendemos el espíritu ritualista. Reprendemos el espíritu mediocre, Señor, en esta noche. Oh, Jehová. Reprendemos la mente ausente, Padre, de tus cosas. Y declaramos tu fuego, Señor, en esta ciudad de Boston. Declaramos que los aires son aclarados, son abiertos para que vaya tu unción y para que suban las alabanzas y el clamor del pueblo de Dios.
Padre, declaramos que los niños harán huir a los demonios. Declaramos que los ancianos serán renovados y que soñarán sueños para tu gloria, Señor. Que los jóvenes indiferentes, Padre, van a ser calcinados por Dios y quemados por el ardor del fuego de tu pasión, Padre. ¡Aleluya! Reclamamos un pueblo entendido, Señor. Te adoramos, Señor. Declaramos, declaramos tu fuego sobre la ciudad de Boston, que llueva el fuego sobre la ciudad de Boston, Señor. Oh te adoramos Dios. Te bendecimos, Señor. Oh, tu eres Dios poderoso. Tu renuevas la familia, Padre, en esta noche. Tu renuevas el fuego de tu pueblo, Padre. Oh, Señor ayúdanos a verte Dios en tu gloria, a verte sentado en tu trono, Padre. A ver esos ancianos, Señor, que te adoran y dicen: santo, santo, santo, santo, santo, santo.
Tu eres Jehová de los ejércitos. Tu eres el Dios guerrero. Oh, Padre, tu eres el Dios que cumple sus promesas. Tu eres el Dios que nunca ha sido derrotado y nunca será derrotado, Padre. Te alabamos y te bendecimos, Señor. Unción de Dios desciende. Unción de Dios desciende sobre la ciudad de Boston. Unción de Dios aclara el entendimiento, Señor. Reprendemos en esta noche, Padre, la ceguera espiritual. Reprendemos en esta noche, las cargas artificiales que el diablo pone sobre los hombros de tus hijos, Señor. Reprendemos, Padre, los ojos enceguecidos y los lavamos con colirio del espíritu, Señor. ¡Aleluya!
Te adoramos, Señor y te bendecimos en esta noche. Te damos gracia, Padre por tu poder renovador en medio de nosotros. Gracias, Señor. Dale gracias al Señor. Dale gracias a Dios. Dale gracias al Señor. Porque su presencia está con nosotros, recuerda eso. ¡Aleluya!. Dios nos ha llamado a ser un pueblo guerrero. Dios nos llamado a ser un pueblo que esté siempre ardiendo en el espíritu, hermanos. Recuerda eso. Dios no te ha llamado simplemente a ser iglesia, a ser religión. Yo pido que el Señor en este año 2006 haga una unificación de nuestro pueblo, de manera que todos estemos en el mismo espíritu, la misma unidad del espíritu, hermanos, un pueblo pentecostal. Amen. Digan todos ‘pentecostal’ ‘pentecostal’. Un pueblo lleno del espíritu santo, un pueblo que se mueva en los dones del espíritu, un pueblo de autoridad, hermanos. Esto es lo que Dios quiere. Dios está cansado de la tibieza espiritual, escúchame. Dios está cansado, todos debemos estar cansados de la tibieza espiritual. Dios quiere que estemos ardiendo en fuego por El. Que lo amemos por sobre todas las cosas. Esa es la palabra del Señor en esta noche. Toma asiento, pero toma asiento solamente físicamente, en tu espíritu y en tu mente, mantente de pie escuchando la palabra del Señor.
Hermanos, Dios me ha dicho que este es un año en que El va a hacer morar y habitar entre nosotros, dos elementos. Hay dos elementos que Dios quiere que nosotros hagamos céntricos en nuestra vida. Estas son las dos cosas que deben fundamentar el caminar del creyente. Hace unas semanas tuvimos un tiempo de vigilia aquí en la iglesia, y al comienzo del servicio el Señor puso en mi corazón y en mi mente dos elementos que en realidad, hablamos de ellos, los hemos meditado pero nunca los había visto en unidad, así el uno al lado del otro, en la manera en que Dios quiere que esos dos elementos se muevan en medio de nosotros.
Esos dos elementos son la unción de Dios y el gozo de Dios. Y Dios me puso, a través de dos símbolos que me vinieron a la mente antes de comenzar ese tiempo de vigilia, y fue.... yo le pedí a Meche que me trajera de la casa vasijas donde pudiéramos poner aceite y vino. Y esos dos elementos, yo he estado pensando en ellos a través de estas semanas. El aceite y el vino que representan el aceite, la unción de Dios y el vino representa el gozo de Dios. Y estos son dos elementos que Dios quiere que habiten en nuestros corazones y en nuestras vidas y que nosotros llenemos nuestras vidas de estas dos cosas.
Estas son las dos cosas, hermanos, que derrotan al diablo. Estas son las dos cosas que permiten que nosotros podamos vivir en la vida victoriosa que Cristo nos ha llamado a vivir. Y si usted busca en una concordancia como yo hice recientemente, usted va a ver esa compañía mutua que se hacen el aceite y el vino. Varias veces en la Biblia se mencionan el aceite y el vino en conjunto, como dos elementos que son claves para nuestro caminar.
Si usted mira aquí mismo en Joel, Capítulo 2, usted va a ver, hay una promesa para el pueblo de Dios en estos versículos, y ahí en el versículo 22 al final dice “... los árboles llevarán su fruto, la higuera y la vid darán sus frutos.” Y usted puede comenzar a ver allí esa combinación en la higuera y en la vid de la higuera que produce el aceite y la vid que produce el vino y esa..... hay aquí en la Biblia como esa consonancia, ese continuo repetir de esos dos elementos que tienen una función física, pero también tienen una función espiritual porque hay algo en esos dos elementos que están unidos intrínsecamente que son parte de la vida del creyente. Si usted busca en el salmo 104, en el versículo 14 dice que ‘Dios hace producir el heno para las bestias y la hierba para el servicio del hombre sacando el pan de la tierra, y dice que hace producir también el vino, que alegra el corazón del hombre, estoy en el versículo 15, el vino que alegra el corazón del hombre y el aceite que hace brillar el rostro. El vino que alegra el corazón y el aceite que brillar el rostro.
Si usted va al Evangelio según San Lucas, en el Capítulo 10, en la famosa parábola del buen samaritano, allí de nuevo surge eso. Ustedes recordarán que cuando el samaritano lleva a este hombre que ha sido herido y golpeado por los ladrones, que son símbolos de todos esos elementos negativos en nuestra vida, que nos roban la fortaleza, que nos roban la bendición, nos apartan de la trayectoria que llevamos. Esos ladrones son símbolo del elemento demoníaco en nuestra vida, la maldad satánica, demoníaca, que trae enfermedad a nuestra vida, que trae pobreza, que trae decaimiento, que trae depresión, que trae ansiedad, que trae ataduras emocionales y mentales que continuamente nos están recordando de aquellos elementos negativos de nuestra vida del pasado y que nos mantienen atados y victimizados. Y dice la parábola que cuando el samaritano llevó a este hombre al mesón y antes de eso dice “....que acercándose vio a este hombre, fue movido a misericordia y acercándose vendó sus heridas, (eso es lo que hace el Señor Jesucristo, eso es lo que hace Dios en nuestras vidas, cuando nosotros entramos en el Evangelio, el Señor nos rescata, se acerca a nosotros, venda nuestras heridas), dice.... echándoles aceite y vino.” Estos dos elementos están allí continuamente, yo imagino que el aceite, en este caso de las heridas, representaba algo que suaviza, algo que lubrica, algo que adormece quizás, y que trae como un poco de descanso al dolor por su capacidad simplemente para calentar y para suavizar; y el vino es algo cáustico, que por su contenido de alcohol, me imagino, hablando puramente en lo físico, sana y mata infecciones y mata gérmenes, y mata cosas contaminantes.
Entonces esos dos elementos vino y aceite, como que en la sanidad de las heridas, hacen una combinación muy hermosa complementaria, uno suaviza y calma y lubrica y lo otro penetra hondo y quema y hace arder y con su calor destruye cosas negativas. Y yo creo que ese es un buen ejemplo de lo que hace la unción de Dios combinada con el gozo de Dios en nuestras vidas.
Hermanos, nosotros estamos llamados, como pueblo de Dios a movernos a el ámbito sobre natural, en el ámbito de los misterios del espíritu. Dios no quiere que seamos gente simplemente consumiendo información. Yo veo muchos cristianos que vienen a la iglesia y permanecen siempre atorados en el mismo nivel espiritual y no progresan, siempre permanecen niños, y usted lo ve año tras año, la misma actitud religiosa, el mismo atolladero espiritual, porque no han entrado en esa dimensión sobrenatural donde los misterios de Dios tienen oportunidad para manifestarse en nuestras vidas. Y nosotros tenemos que ser un pueblo sabio y entendido en las cosas del espíritu. Y estas cosas de la unción y del gozo para mi son elementos espirituales que no se pueden entender si no moramos en esa dimensión del espíritu, sino simplemente serán metáforas bonitas, serán simplemente imágenes poéticas que usaremos de vez en cuando en la alabanza y en la predicación, pero no tendrán vigencia en nuestras vidas hasta que no adoptemos una mentalidad sobrenatural. Diga amen, aunque no entienda lo que estoy diciendo.
Hermanos, Dios quiere que tu comiences a pedirle a El que derrame entendimiento espiritual sobre tu vida, que tu comiences a moverte en ese ámbito espiritual donde El pueda hacer factible el entendimiento de estos misterios a los cuales yo estoy refiriéndome en esta noche. Porque la unción de Dios en última instancia no tiene explicación. La unción de Dios no hay forma que tu, teológicamente o racionalmente, puedas explicarle a alguien lo que es la unción. La unción de Dios es algo va directamente de Dios y que llena y toca tu vida. Es un combustible espiritual, es gasolina espiritual, que tu abres tu ser interior, abres tu mente, abres tu boca espiritual y esa llenura del espíritu santo baja sobre tu vida. es como el aceite, por eso es que yo creo que se compara con el aceite, en el sentido de que se te aplica, se te aplica a tu vida y penetra a los poros de tu vida, abre los poros de tu vida, y entra el poder de Dios en ti. Y lo que tu antes no podías hacer, lo que tu antes no podías entender, lo que antes no podías procesar, ahora tu lo puedes hacer, porque la unción de Dios, ha entrado en tu vida y te ha capacitado para tu procesar las cosas y los misterios de Dios. Y eso es lo que Dios quiere que tu tengas en tu vida.
Por eso es que cuando el Señor Jesucristo le habló a sus discípulos en el Libro de los Hechos, y les dijo acerca de que no se movieran de Jerusalén hasta que no fueran llenos del espíritu santo, hasta que no recibieran la unción de Dios. Porque hasta entonces ellos eran simplemente hombres, hasta cierto punto, comunes y corrientes que se estaban moviendo solamente en su propia fuerza. Tenían el conocimiento que Cristo le había dado, tenían las experiencias que El les había deparado, habían hecho ciertos ejercicios espirituales, pero todavía les faltaba ese elemento que pudiera prender todo lo que ellos habían recibido y que pudiera comunicarle vida y la capacidad para ellos actuar sobre ello. Eso es la unción que tu necesitas y que yo necesito para nuestra vida.
Muchos de nosotros entramos al Evangelio y pensamos que el simplemente ser evangélico, que el simplemente venir a la iglesia, que simplemente hacer unas mociones espirituales y religiosas, que eso de alguna manera es como que va a tener un efecto en nuestras vidas y nos va a transformar. A lo máximo lo que eso puede hacer es hacer una reforma, y puede ayudarte porque tu vas a aprender ciertos principio que si se aplican si da resultados. Pero, hermanos, Dios quiere llevarte a otro nivel de vida y a otro nivel de efectividad donde tu puedas recibir algo diferente, algo que acelere tu proceso de crecimiento. Y esa es la unción del Señor. Es el poder del espíritu santo que llene tu vida. Es esa búsqueda que tu necesitas.
Por eso es que yo entiendo como es que es posible..... a veces los evangélicos decimos bueno, yo recibí a Cristo y yo tengo a Jesús, y la Biblia dice que si yo tengo a Cristo y yo tengo el espíritu santo y por lo tanto ya no necesito buscar nada más. Bueno, eso suena muy bonito, pero eso no es lo que dice la Biblia que yo tengo y eso no es lo que yo veo a través de toda la Escritura. Yo veo que hay una experiencia que se tiene que se llama, recibir a Cristo como Señor y salvador, lo cual nos hace salvos y ciertamente nos hace aceptos ante el Padre, pero yo creo que la Biblia una y otra vez nos también de que tenemos que ir algo más allá donde entramos en una intimidad con Dios y donde Dios comienza a capacitarnos y Dios comienza a llenarnos con su unción y con su espíritu. Y entonces eso activa las verdades que nosotros estamos recibiendo. Eso le da cuerpo a las experiencias que nosotros estamos teniendo en nuestra vida. Y eso requiere, una experiencia adicional, por eso es que es bien claro, uno sin hacer juicios, digamos excesivos, hay algo que tiene la persona que tiene esa experiencia del espíritu santo, no es que sean perfectos, es más yo diría que hay veces, hermanos, que hay personas que tienen la unción de Dios y son mucho más imperfectos en su carácter y en su trato con los demás que aquellas personas que no tienen la unción. Sin embargo en esas personas, que tienen ese toque del espíritu santo hay una convicción, hay una pasión, hay una efectividad a cierto nivel de vida que uno puede identificar esa presencia del espíritu de Dios en ellos.
Ahora, lo importante es que Dios quiere que usemos ese espíritu para romper imperfecciones de carácter, para pedirle al Señor que nos de el fruto del espíritu santo, para entrar en otro nivel de efectividad también en nuestras relaciones humanas y otras cosas, pero es importante, hermanos, que nosotros le pidamos al Señor ‘Padre, envía esa unción de tu espíritu a mi vida’.
Y Dios quiere que León de Judá en este año 2006 se mueva más profundamente en esa llenura del espíritu santo, en esa unción del espíritu santo. Si tu no has recibido ese toque del espíritu santo, yo quiero animarte a que busques y en esta noche, al final de este tiempo, yo les voy a pedir a los que quieran que oremos por usted en esta noche. Vamos a orar para que usted reciba un toque del espíritu santo. Amen. Vamos a pedirle al Señor que nos bautice con su espíritu porque esa unción es algo maravilloso, esa unción es algo que nosotros necesitamos.
Mire cómo habla el evangelista Juan acerca de la unción. Vaya a Primera de Juan en el versículo 20 del Capítulo 2, dice aquí en el versículo 20 “... pero vosotros tenéis la unción del santo y conocéis todas las cosas”. Vosotros tenéis la unción del santo y conocéis todas las cosas. Una de las cosas que hace la presencia de la unción de Dios en nuestra vida es precisamente que entendemos las cosas espirituales, entendemos los asuntos del espíritu, a un nivel que ya una vez que nosotros tenemos ese sello del espíritu santo, hermanos, es imposible que nos vengan a dar, como dicen, gato por liebre. Eso es un sello que tiene, la persona que tiene la unción de Dios por más imperfecciones que tenga, por más tumbones que de en la vida, hay un lazo que lo ata al Reino de Dios y no puede salirse porque ya ha tenido una experiencia real con el espíritu santo y eso te sella, eso te quema en tu mente y en tu corazón y aunque tu trates de salirte de eso, esa experiencia de la presencia de Dios en tu vida, y de que tu sabes que Jesucristo es el Señor, que Jesucristo es el hijo de Dios, que no hay nada fuera del Reino de Dios, eso te va a mantener y van a venir pruebas a tu vida, y van a venir dificultades, van a venir tentaciones, van a venir caídas, pero tu vas a saber que tu sabes que Jesucristo es tu Señor y es tu Dios y eso te va a mantener pegado al Reino de Dios.
Por eso tenemos que pedirle al Señor “Padre, permite que yo tenga esa unción y que mis hijos tengan esa experiencia de fuego del espíritu santo, porque cuando ese fuego del Señor cae en la vida de un joven, de un adulto, hermanos, esa persona está ya atada irrevocablemente al Reino de Dios y esa persona va a saber que ha sido sellada con el sello del espíritu santo. Y eso es algo misterioso, hermanos, eso no tiene explicación. A eso no se llega a través de un proceso de aprendizaje, eso es simplemente algo que desciendo sobre tu vida. Es un misterio de Dios, pero tu y yo lo necesitamos.
León de Judá va a llegar a su destino espiritual en esta ciudad, como le ha sido profetizado tantas veces, y gloria a Dios que nosotros hemos desarrollado cierto nivel de ministerio en esta ciudad, pero Dios quiere algo cualitativamente superior. Es un salto como en las películas de Star Trek que está la nave en momentos así y puf..... desaparece porque entró en workdrive, como dicen en inglés. Esa es la diferencia. Tu puedes estar viajando bien rápido en las cosas del espíritu, pero cuando la llenura del espíritu santo se hace una realidad en tu vida, tu entras en otra velocidad y puedes pasar a otra dimensión en un instante. Eso te pone en comunicación con el Señor. No te hace, como te digo, perfecto, ni te hace un teólogo pero te da dientes y uñas espirituales, te permite tener peso en el área del espíritu, te puede hacer agresivo y militante y convencido y cuando tu hablas habrá una autoridad misteriosa en tu palabra, habrá un gozo cuando tu testifiques del Señor, habrá una pasión por Dios. Dios quiere que nosotros desarrollamos necesidad del aceite de Dios.
Mi hermano, yo te pido en el nombre de Jesús no seas orgulloso, no seas resistente, sino sujétate a esa doctrina espiritual que lleva siglos y siglos y siglos del pueblo de Dios, hay buscar esa unción, hay que desarrollar pasión por la unción para que el Señor pueda hacer la obra que quiere en nuestras vidas. Hay ataduras en tu vida, hay problemas en tu vida, hay dificultades en tu vida que solo van a someterse cuando tu tengas la unción de Dios corriendo dentro de ti. Y tu vas a descubrir, hermano, que el caminar espiritual, el caminar la jornada cristiana se hace mucho más fácil, más llevadera, cuando tu te mueves en la unción del Señor. Lo que te tomaba mucho esfuerzo, lo que te tomaba tanto trabajo, lo que parecía resistente a tus esfuerzos y a tus oraciones, Dios te va a mostrar que eso va a caer en un instante, que va a ser derribado en un momento y que tu vas a poder moverte con facilidad en las cosas del espíritu.
Cuando los Apóstoles recibieron el bautismo del espíritu santo, vemos que esos hombres y mujeres que estaban acobardados y que dudaron inmediatamente del Cristo que habían visto hacer milagros y grandes cosas porque no se estaban moviendo en la unción del espíritu santo. Es decir, veían cosas aún participaban en ellas, pero lo hacían como meros testigos, que estaban como simplemente mirándose en una película pero que no eran parte del proceso mismo. Pero cuando vino la unción del espíritu santo sobre ellos, dice la Biblia que en un momento Pedro, el Pedro que había negado a Jesús tres veces acobardado, se paró ante una multitud y en un instante miles de personas creyeron en Jesucristo.¿por qué? Porque era el antes y el después de esa experiencia espiritual. No podemos emprender la vida del espíritu, hermanos, hasta que nosotros no nos aseguremos de tener esa unción de Dios, por eso es que yo te animo en el nombre del Señor, te digo como dice la palabra del Señor, despiértate tu que duermes y te alumbrará Cristo. Quiero ser bien directo, hermanos. Necesitamos, de una vez por todas, que el Señor rompa la matriz para que pueda salir el bebé espiritual que Dios quiere que salga de nuestras vidas. Que se rompa esa telaraña que impide que demos fruto a la vida de Dios en nuestras vidas.
Hermanos, vivimos tiempos peligrosos, vivimos tiempos en que no se puede vivir como se vive en tiempos de paz. Estamos en tiempos que, como dice la Biblia, Dios va a tener que acortar los tiempos porque si no, ni aún los selectos sobrevivirían las tentaciones que van a venir. ¿Usted sabe que la palabra de Dios dice eso? Que los tiempos van a tener que ser acortados porque el poder demoníaco para engañar, para arropar, para atar va a ser tan grande que si el pueblo de Dios fuera expuesto demasiado tiempo a ese tipo de tentación, posiblemente caería. Eso es un misterio para mi. Pero el Señor Jesucristo lo dijo, no lo está diciendo un teólogo, una persona secular, lo dice la palabra del Señor. Una de las cosas que yo entiendo claramente por qué es tan importante que el pueblo de Dios en este tiempo sea un pueblo militante y feroz en el espíritu, y agresivo en el espíritu, es porque no estamos viviendo en tiempos comunes, entiéndame.
Yo diría que la mediocridad espiritual pasaría, posiblemente, en otra época donde no hubiera los conflictos y los peligros que hay en este tiempo. Pero cuando usted mira la televisión y cuando usted camina por las calles y cuando usted ve las cosas que están pasando a nivel del gobierno, de las artes, de la educación, la creciente secularización del hombre, toda la fuerza poderosa del diablo para enviar imágenes candentes y llenas de colorido y de sonidos y de vibraciones misteriosas a nuestra psiquis y a nuestro espíritu, la persona que no esté clara, la persona que no está sobreabundando en la llenura del espíritu santo, va a ser arrollada por el poder demoníaco que se está desatando en este tiempo.
Habrá tiempos en que posiblemente las iglesias podrían darse el lujo de predicar el Evangelio en una manera tibia y, como dijera yo, que no retara a nadie, que no confrontara, como hay tantas iglesias aún aquí en la ciudad de Boston que no se atreven a predicar el Evangelio completo, porque no quiere escandalizar a las personas que vienen, pero, hermanos, en este tiempo que nosotros estamos viviendo, eso no es posible. Si hubiera sido posible en otro tiempo, no se, pero yo se una cosa, que en este tiempo la iglesia de Jesucristo tiene que ser más militante que nunca, tiene que ser más clara que nunca y tiene que ser más llena del espíritu santo que nunca. Y si tu quieres que tu vida tenga la efectividad que Dios quiere que tu tengas, si tu quieres que tus hijos puedan permanecer y que tu puedas comunicarle a tus hijos la sana doctrina, y que tus hijos tengan su mente y su espíritu abierto para que pueden sobrevivir esa onda maligna que el diablo ha derramado sobre la tierra y que Dios ha permitido que él derrame, la única manera va a ser, llenándote tu, padre o madre, del espíritu santo y asegurándote de que tus hijos tengan esa experiencia del espíritu santo también y viviendo en la unción de Dios, la llenura de Dios. Esa llenura sobre abundante que te permita entonces ser un testigo poderoso del Evangelio. Que tu puedas vivir, hermano, de victoria en victoria. ¡Aleluya!
Por eso tenemos que decirle ‘Padre, envía tu unción a mi vida. Yo no entiendo qué es la unción, no se por qué, pero tu palabra lo dice y yo la quiero’, y entonces paga el precio para que esa unción se haga una realidad en tu vida, porque hay que pagar un precio. Hay que vivir como un sacerdote, una sacerdotisa del Señor, hay que abstenerse de ciertas cosas, hermanos. Hay que vivir como un atleta del espíritu, hay volver a tiempo de los nazareos. Los nazareos son simplemente un símbolo de una vida de entrega al Señor. Los nazareos no se cortaban el pelo, no bebían vino, estaban consagrados en una manera profunda al Señor, quizás esas cosas no eran necesarias para el ciudadano común, pero el nazareo estaba comprometido con su Dios a una vida de entrega y de ahí venía su poder, ¿entiende?
Sansón, Dios le dijo, ‘no te vas a cortar el pelo nunca’, no era tanto el que se cortara el pelo o no, pero Dios le había puesto eso como una señal en su vida, como una señal de apartarse y la unción de Dios requiere que nosotros vivamos vidas anormales. ¿saben qué? Dios me ha dicho ‘tu, no esperes vivir una vida normal’. Ya yo me resigné al hecho de que mi vida, yo no la voy a vivir normalmente, hermanos, y el hijo de Dios, la persona que sirve al Señor tiene que acostumbrarse a la idea de que tu le tienes que decir adiós a la normalidad. Quizás la gente, allá afuera en el mundo, puede vivir, quizás haya otros que Dios le permita. Pero yo creo que la persona que quiere vivir en la unción de Dios tienen que vivir una vida anormal, una vida de entrega al Señor, una vida donde la gente te vea y entienda que hay algo anormal en tu vida. Tu tienes que vivir como un símbolo, tu tienes que vivir como un interrogante ante los demás, que la gente te mire y diga: ‘hay algo extraño en esa persona’.
Usted sabe lo que nos mata, hermanos, en la vida cristiana, ese deseo de ser normales. Ese deseo de entretenernos como se entretienen las demás gente, ese deseo de vivir la comodidad que tienen las demás personas, ese deseo de dormir el mismo número de horas que duerme la gente que no tiene más nada que hacer, simplemente trabajar, comer, divertirse y eso es todo. Pero el pueblo de Dios vive con otros valores, ¿entienden? Nosotros somos vasijas que queremos contener la unción del santo y esa unción necesita una vasija lo mejor, lo más pura posible, lo más consagrada. Tenemos que pagar el precio de la unción. Tenemos que ser gente que se levante un poco más temprano para buscar el rostro del Señor, ¿entienden?
Hermanos, eso no es fácil. Yo les digo, como dice el Apóstol Pablo, yo cada día muero, cada vez que me tengo que levantar por la mañana y sentarme a buscar la unción de Dios en mi vida, pero ¿saben qué?, que cuando yo me siento y entro en la presencia de Dios, se me olvida todo el sueño que tenía antes de levantarme. Y eso me prepara, eso formatea tu mente y la prepara para vivir tu día en el espíritu. Muchos de nosotros nos levantamos, metemos el radio de una vez y nos ponemos a hacer esto y lo otro y a correr de aquí para allá, y de allá para acá, nos montamos en el carro todos corriendo para ir al trabajo y no nos detenemos un momento para almacenar la unción de Dios en nuestras vidas.
No se puede vivir así, hermanos, tenemos que vivir. Hay que pagar el precio. No puedes vivir una vida normal. La vida normal la vivirás cuando llegues al Reino de Dios allá en la eternidad. Entonces todos los placeres y los descansos que no te diste aquí te los puedes dar allá arriba en el Señor, en la eternidad. Las vacaciones que no te tomaste aquí, te vas a tomar diez mil años de vacaciones y podrás viajar por las galaxias y visitar todos los lugares que te de la gana, pero aquí en la tierra, tu eres llamado a ser un nazareo, una persona entregada, una persona que tenga apetito de la unción de Dios.
Hermano, despiértate. Tu no estás llamado a vivir una vida normal. Dios te ha llamado a ser un anormal en Cristo Jesús, poderoso, lleno del espíritu santo, victorioso, lleno del gozo del Señor. ¡Aleluya!, entendiendo las cosas que los hombres en la naturaleza no entienden. Hay un precio que pagar. Hay un precio que pagar. Dios no quiere gente de clase media en el Reino de Dios, Dios quiere obreros. Dios quiere gente que trabaje, Dios quiere gente con fuego en los ojos, hermanos, entregados al Señor, de pie y cabeza, zambullidos en el agua del Señor. Tu no te perteneces a ti mismo ya, lo siento mucho, esos tiempos pasaron. Dios no te quiere viviendo una vida común y corriente. Dios te quiere siendo usado por el Señor, apasionado por el Señor. Dios te quiere almacenando la unción para distribuirla cada día. Dios te quiere descabezando demonios e infundiéndole temor a las huestes del diablo.
Cuando Dios tenga un pueblo lleno del espíritu santo, lleno de la unción de Dios, cosas van a suceder. Tu vas a descubrir que tu vida va a marchar en una manera diferente, los milagros se van a dar en tu vida. No vas a tener que estar allí mirando los anhelados en la televisión, sino que van a suceder en tu vida y tu vas a ser el protagonista de esos milagros, porque la unción de Dios va a estar corriendo en tu vida, el espíritu santo va a estar corriendo.
Tenemos que pedirle al Señor, ‘Padre, ayúdanos a levantar una iglesia, iglesias, familias, llenas de la unción de Dios porque esa unción es la que hace la diferencia.’
Dice el versículo 27 de Primera de Juan “... pero la unción que vosotros recibisteis de El permanece en vosotros y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe. Así como la unción misma os enseña todas las cosas, si es verdadera y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en El.”
Dice que la unción que recibisteis permanece en vosotros y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe. Cuando tu tienes la unción de Dios, tu no tienes que vivir una vida artificial a través de otra persona. Hay mucha gente que depende del pastor, depende del familiar que lo trajo a la iglesia o está dependiendo de la iglesia, y si algo pasa en la iglesia que no es bonito, se desploma. Si alguien los miró mal ya perdieron el gozo del Señor. Si el pastor dijo algo y piensan que se lo estaban tirando a ellos, ya se quieren ir del Evangelio y dudan de su salvación y necesitan ir de lugar en lugar para coger algo, para que le den algo y viven de predicador en predicador, como que están buscando algo artificial que le enseñen, que le den. Y el Señor dice ‘no, es la unción mía que tiene que estar dentro de ti y eso hará que tu no necesites que otros de estén dando, enseñando artificialmente.’ Yo creo que es bueno ir, recibir, y escuchar, pero mejor todavía es que tenga una experiencia auténtica con la llenura de Dios en tu vida. entonces lo demás será simplemente pequeños adornos y complementos y toques que Dios va a poner en tu vida, pero la esencia de tu experiencia con Dios ya tu la tendrás. Y esa unción de Dios va a permanecer en tu vida, hermanos. Entonces cuando tu puedes vivir en esa unción, que está haciendo cosas en tu vida, se hace posible el gozo del Señor.
Ve cuando el aceite está fluyendo en tu vida, entonces ese aceite lleva al vino, esa unción lleva al gozo del Señor. ¿Por qué? ¿Sabe usted lo que nos quita el gozo de la vida? ¿sabe usted lo que nos hace vivir en ansiedad y en temor? Es la falta de unción. Es la falta del poder del espíritu santo. ¿Por qué? Porque estamos como Marta, afanados y angustiados. Estamos sirviendo al Señor, pero lo estamos haciendo en la carne. Estamos sirviendo al Señor pero estamos haciendo con fuerza humana, lo estamos haciendo con fuerza emocional, lo estamos por un acto de la voluntad, lo estamos haciendo lúcidamente, porque algo nos dice ‘tienes que hacer esto’. Somos gente moral, somos gente ética que hace las cosas por deber y porque tenemos que hacer esto, tenemos que hacer lo otro, tengo que ir a la iglesia, tengo que servir, tengo que diezmar, y sufrimos con todo lo que hacemos y no estamos en el gozo del Señor, porque estamos cansados, estamos gastados, estamos nerviosos. Estamos como una máquina que ya no tiene aceite y que simplemente está trabajando de la reserva y el metal se está chocando con el metal porque no hay lubricantes. Y una persona así, hermanos, no puede experimentar el gozo del Señor.
Y Dios me dice que les transmita a ustedes esta llamada. ¿Saben, hermanos, lo que va a destruir a Satanás en esta ciudad y en esta nación? Cuando los creyentes cultivemos el gozo del Señor como un arma de fuego contra el diablo. Cuando la unción de Dios llene nuestras vidas, esa unción va a abrir otra tubería, que se llama el gozo del Señor, y ¿qué dice la palabra? Que el gozo del Señor es ¿qué?, nuestra fortaleza. Se me ha hecho tan y tan claro, como nunca antes, hermanos, que el gozo del Señor es un arma de guerra espiritual para el creyente, pero solo cuando tu has recibido la unción de Dios tu puedes entrar en el gozo de Dios.
Yo ahora le voy a pedir que usted levante su mano, pero yo le puedo decir, hermanos, que aquí como en todas las demás iglesias, hay mucha gente que tiene que entrar en esa dimensión del gozo del Señor.
Oh hermano necesitamos, necesitamos entender lo que es el gozo de Dios,. Si tuviéramos ese gozo del Señor, la depresión no podría tener asidero en nuestras vidas. Podría quizás llegar un momentito, pero ¿saben qué? Que cuando cae en el vino del Señor es disuelta inmediatamente. Quizás por un instante puede venir un pensamiento negativo a tu vida pero inmediatamente el gozo del Señor lo quema, lo destruye, porque ese gozo está fluyendo dentro de ti. Por eso el Señor Jesucristo dijo: ‘los que creen en mi, los que me reciben ríos de agua viva correrán de su interior’.
Hermano, yo tengo que preguntarte, ese gozo, ese río de agua viva, en realidad corre en tu vida? el Apóstol Pablo dice que gran cosa es la piedad acompañada de ¿qué? , de contentamiento, ¿por qué?, ¿por qué dice él eso?, porque hay mucha gente, incluyendo en nuestra iglesia que tiene piedad, pero no tiene contentamiento. No tenemos, tenemos piedad que quiere decir que tenemos buenos sentimientos, tenemos sanos deseos de servir a Dios, tenemos deseos de ser gente que se comporte bien, tenemos deseos de ir a la iglesia y de honrar a Dios con nuestros bienes materiales, pero ¿saben hermanos? Somos como los fariseos, en este sentido, de que tenemos la letra, tenemos la experiencia externa, pero no tenemos la esencia que permite que ese calor de Dios se mueva en nuestra vida, que ese gozo del Señor esté allí.
Hermanos, yo les puedo decir en una forma categórica que Dios le está diciendo a León de Judá ‘pueblo mío, Yo quiero bendecirte y Yo quiero que tu vivas en mi gozo’.
Hermano, póngase de pie un momentito y escuche esto que yo le quiero decir en el nombre del Señor. Dios te lo está diciendo claramente y quiero profetizar a tu vida en esta noche, quiero profetizar a tu vida en esta noche. Póngase de pie y reciba esta palabra del Señor. El Señor te dice ‘Yo quiero que tu te muevas en mi gozo. Yo no quiero que tu vivas del plato de la mano a la boca. Yo no quiero que tu vivas comiendo cucharaditas de mi bien. Yo quiero que tu abras la boca, que tu recibas directamente comida hasta que sobreabunde. Yo quiero bendecirte. Yo no quiero que tu vivas tu vida como un pordiosero. Yo no quiero que tu vivas tu vida como un miserable. Yo no quiero que tu vivas tu vida corriendo siempre al lado del abismo, temiendo que en cualquier momento si te descuidas, te vas a caer. Yo no te he llamado para que vivas simplemente en lo mínimo. Yo te he llamado para que vivas en lo máximo, dice el Señor ‘Yo te he llamado para que tu bebas de mi agua a cántaros. Mi gozo Yo no lo doy por medida, por más gozo que tu recibas el mío no se va a agotar, no va a disminuir. Yo tengo gozo para ti. Yo quiero bendecirte. Yo quiero llenarte de mi bien. Oh Yo quiero bendecirte a ti en tu vida familiar. Yo quiero bendecir a tus hijos’, te dice el Señor. Yo quiero que tu te muevas en mi suficiencia. Yo quiero que tu dejes de mirar hacia tus espaldas pensando que el diablo está detrás de ti, que en cualquier momento te va a meter una zancadilla. Mi llamado es para bendecirte. Mi llamado es para que tu vivas en suficiencias, te dice el Señor. Yo te amo, dice el Señor, y Yo estoy contento contigo y Yo quiero que tu celebres, que tu celebres el hecho de que perteneces a mi familia. Yo te he adoptado, tu no lo merecías, tu no te lo ganaste, pero yo te extendí mi gracia, Yo te extendí mi cetro y te dije ‘halla gracia en mi, no porque tu lo merecieras sino porque me plugo, me dio la gana de extenderte mi cetro de gracia, así que recibe mi gracia, muévete en mi gracia, muévete en mi gozo, llénate de mi gozo. Celebra, canta un cántico nuevo. Levanta voces, aprende a usar mi gozo como un arma espiritual. Aprende a usar mi gozo como un proyectil que tu le dirijas al diablo mismo al infierno. Aprende a celebrar por fe lo que Yo he dado, ese gozo está en ti pero Yo requiero que tu lo muevas, que tu lo hagas saltar dentro de ti, que tu lo confieses por fe aunque no lo sientas, que tu levantes canción aunque no sientas el deseo de levantar canción, que tu me alabes aunque no sientas el deseo de alabarme, que tu declares victoria aunque no sientas que la victoria está en tu vida. ¡Aleluya!
Hermanos, eso es lo que Dios quiere para ti. Usa el gozo del Señor. Cultiva el gozo del Señor. Pídele al Señor que haga del gozo una agua en la cual tu puedas nadar.
En Isaías 54, el Señor le dice a su pueblo ‘regocíjate, oh estéril, la que no daba a luz, levanta canción y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto, porque más son los hijos de la desamparada que los de la casada, ha dicho Jehová’.
Hermanos, miren a quien le está hablando Dios aquí. Le está hablando a una mujer estéril, a una mujer desamparada. En el Antiguo Testamento y en el mundo judío una mujer estéril se consideraba como una persona que estaba en desgracia en un sentido. Una mujer estéril se sentía avergonzada porque había esta idea de lo único que justificaba la vida de una mujer era dar a luz hijos y ser madre de hijos. Y a ese símbolo de esterilidad Dios dirige su llamado y le dice: ‘mira, levanta canción, da voces de júbilo’. Fíjense que no se lo está diciendo a esa mujer después que ha dado a luz, sino se lo dice mientras está todavía en su esterilidad.
Y yo he aprendido, hermanos, que cuando uno está pasando por sequías y cuando uno se siente pequeño, y cuando uno se siente que está viviendo una vida inefectiva es cuando uno tiene que por fe levantar canción al Señor y declarar el gozo del Señor y llenar su vida de alabanza y de adoración y buscar de Dios y venir a la iglesia y darle al Señor y servir a los demás. No esperes a tu estar lleno de gozo y que todo te vaya bien en la vida para comenzar a servir y para vivir una vida abundante en el Señor. Vive mecánicamente por fe, externamente y en fe la vida del gozo, y el gozo será una realidad dentro de ti. Porque al tu moverte por fe en el gozo, estarás profetizándole a lo exterior y diciéndole ‘yo creo que el gozo que el Señor ha declarado es una realidad en mi’, y tu vas a ver cómo se destapan las tuberías entumecidas y tapadas y comienza a fluir el gozo del Señor en tu vida.
Yo te propongo un programa de vida en este año, para el resto de tu vida. Cultiva el gozo del Señor. Entiende que el gozo del Señor es un concepto espiritual, como te decía. Así como tu no puedes entender lo que hace la unción, así tampoco tu puedes entender lo que hace el gozo, pero el gozo es casi una sustancia que tu puedes tocar. Es un arma espiritual que Dios ha dado, por eso es que la venida de Cristo al mundo siempre se asocia con el gozo y la alegría.
En Isaías 9 usted ve que dice que el pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz. Dice que los que estaban en tristeza, Dios los llama a que den voces de gozo, de alegría. Cuando Cristo viene al mundo los ángeles, hay luz, hay cántico, porque las tinieblas huyen y viene el gozo del Señor, viene la esperanza a la humanidad. No es posible que vivamos en cadenas, deprimidos y tristes porque Cristo nos ha hecho libres ya. Tenemos entonces que entender esto y ver el gozo del Señor como algo físico casi y decir ‘yo quiero eso. Yo me voy a mover en el gozo. Yo voy a hacer en mi vida una búsqueda y un cultivo continuo del gozo del Señor. Yo aprendí eso hace años atrás. Yo tengo que, a veces me venían esas nubes que me cubrían la mente y a veces viene esa depresión en la noche y cuando las cosas se están físicamente oscuras allá afuera, como que nos viene una neblina que cubre nuestra vida y nos entra esa nostalgia y esa melancolía y yo me propuse muy temprano, sobre todo porque entré en el ministerio. Dije ‘yo no puedo vivir en el ministerio, viviendo con esa neblina en mi vida. Yo voy a cultivar el gozo del Señor y he hecho un programa en mi vida. yo no puedo permitir que nada por mucho tiempo me quite el gozo del Señor. Ese gozo no es una cuestión física, no es que uno está siempre riéndose a carcajadas, es algo que está dentro de ti, es un morar en la presencia de Dios y tu saber que todo está bien porque Dios está contigo y que si no está bien en el momento, va a estar bien en dos minutos o en tres minutos. Ese es el gozo que Dios quiere para nosotros ¿saben? Y cuando el mundo vea ese gozo en nosotros, cuando el mundo vea esa vida abundante en ti, el mundo va a querer eso y va a preguntarte ¿cómo es que tu logras vivir de esa manera? Y tu te vas a hacer una persona contagiosa. ¿Por qué más personas no creen en el Señor Jesucristo? Porque los cristianos no ejemplificamos esa vida victoriosa, esa vida gozosa del Señor. Y el gozo, cuando nosotros cultivemos el gozo, hermanos, eso va a ser una acción profética que va a hacer huir los poderes del diablo en nuestra vida. Cuando levantemos canción al Señor eso va a pudrir el yugo, eso va hacer espantarse esas aves del mal agüero que quieren volar sobre nuestras cabezas continuamente. No vamos a tener que estar persiguiendo al diablo.
Muchos de nosotros estamos continuamente atacando a Satanás y orando contra esto y contra lo otro y contra aquello. Eso es bueno, pero tiene su momento. Dios me dice ‘miren, olvídense de estar atacando el mal y exalten el bien en sus vidas. Asegúrese de llenarse de mi gozo, y cuando mi gozo esté abundando en ustedes, el diablo simplemente va a ser destruido por si mismo. Las huestes del infierno van a ser derrotadas. Ellas mismas se van a derrotar unas a otras porque el gozo en ustedes va a generar mi poder, y va a generar mi unción y todas las demás cosas van a ser destruidas sin que ustedes tengan que tirar un solo tiro. Cultiva el gozo del Señor. Cultiva la unción de Dios en tu vida.
Yo le pido al Señor que este año que todos los que trabajan en esta iglesia, los líderes, los músicos, los adoradores, se llenen del espíritu de Dios, se llenen de la unción de Dios, se llenen del gozo del Señor. Cuando ese gozo se esté moviendo en nuestras vidas, hermanos, vamos a ver cosas grandes. Nuestro liderazgo va a ser diferente. Lo que te costaba tanto trabajo Dios lo va a hacer en un momento. Las piedras terribles Dios las va a levantar para poder establecer su templo, como dice la palabra, con aclamaciones de gracia, gracia a ella. Lo que parece una labor terriblemente difícil se va a hacer relativamente fácil porque lo que va a levantar el peso va a ser la unción de Dios en tu vida.
Vamos a ponernos de pie y vamos a pedirle al Señor que haga esa palabra cobrar vida dentro de ti en esta noche. Yo quiero que hagamos un pacto en el Señor, yo quiero invitarte a pasar aquí al frente, sobretodo a aquellos que sienten que necesitan esa unción de Dios en sus vidas, esa llenura del espíritu santo, ese toque del espíritu santo en tu vida. Pasa por acá porque queremos por ti, queremos orar contigo en esta noche. Queremos invocar. Yo no sé cómo está el tiempo pero me van a disculpar si algo no cabe en lo que teníamos en el programa pero usted entiende es que lo que el Señor quiere eso tiene que darse en esta noche, hermanos. Pasen bien adelante aquí, porque Dios quiere hacer una obra aquí en tu vida. pase bien adelante y dele espacio a los demás. Yo quiero que todos nos pongamos, póngase agresivo en esta noche, póngase agresivo en el espíritu. Sienta que hay un león dentro de usted que está rugiendo dentro de usted. Amen. Visualice agresividad espiritual. Venga acá. Acerquémonos aquí, vamos a hacer un poco de desorden en esta noche. Oh gloria, glorifica al Señor. Yo siento la presencia de Dios. Dale gloria a Dios. ¡Aleluya! Porque Dios está aquí y ponte, ponte a actuar ahora en el espíritu. Vamos a ver, el Señor te va a dirigir, no te preocupes si no tienes experiencia, la unción del santo te va dirigir lo que tu tienes que decirle al Señor en esta noche, pero comienza a pedirle al espíritu santo que haga una obra en tu vida. dile al Señor ‘Me muero por tu unción. Necesito tu unción. Quiero más de ti. Quiero que tu rompas las ataduras. Quiero que tu derritas la telaraña. Quiero tu hagas derribar los muros en mi vida. Oh gloria al Señor. Que se mueva tu boca, que se mueva tu boca. No es tiempo para ser piadoso ni místico, sino es tiempo para ser áspero en las cosas del espíritu. Clama al Señor. Clama al Señor. Clama al Señor. El Señor dice ‘abre tu boca que yo la llenaré’, no quiere decir solamente de palabras, sino de mi unción. Oh necesitamos de ti, Padre. Necesitamos de ti, Señor. Clama, clama, clama, clama al Señor. Oh, Padre necesito de ti. Quiero más de ti Señor.
José
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En el libro del Evangelista Mateo, el Capítulo 1, versículos 18 al 25, un relato ejemplar, yo llamo a este texto de Mateo 1:18. El domingo pasado estuvimos mirando el anuncio del ángel Gabriel a María acerca del nacimiento de Jesús. Hoy vamos a analizar el anuncio, la aclaración que le hace un ángel a José, en un sueño y que nos dice muchas cosas acerca de los valores que nosotros debemos abrazar como cristianos en el Reino de Dios.
Mateo 1:18 dice: “... el nacimiento de Jesucristo fue así”, digan todos “así”. “.... estando desposada María, su madre, con José antes que se juntasen, se halló que había concebido el espíritu santo. José, su marido, como era justo y no quería infamarla quiso dejarla secretamente y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María, tu mujer, porque lo que en ella es engendrado del espíritu santo es. Y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor, por medio del profeta cuando dijo: he aquí una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emmanuel, que traducido es “Dios con nosotros”, y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado y recibió a su mujer, pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito y le puso por nombre Jesús.”
Vamos a orar hermanos, pidan que el Señor me bendiga al exponer su palabra en esta tarde, que sea la palabra que Dios quiere para tu vida. Señor, usa este momento, no subestimamos su importancia, es tiempo tuyo en que tu pueblo viene, Padre, y hay unos minutos para ser nosotros impregnados con tu palabra y con tu revelación, queremos aprovecharlos bien, Padre. Ponemos nuestro espíritu en alerta, nuestra mente, Señor, todo nuestro ser para que tu hables lo que tu quieras a nuestras vidas, Señor, pues queremos hacer tu voluntad. Prepara este momento, Padre y dirígelo en el nombre de Jesús lo pedimos. Amen y amen.
Como decía una de las cosas que podemos aprovechar el tiempo navideño para hacer es, recordar los eventos del nacimiento de Jesús, las cosas que acompañaron esa época tan especial. Para que nosotros podamos llenarnos de ese espíritu correcto, para celebrar esta época tan extraordinaria. El mundo celebra la navidad en maneras como ellos quieren, pero nosotros los hijos de Dios queremos capturar el verdadero sentido de esta época. Y el Señor quiere que nosotros celebremos este tiempo conforme a su preferencia y por eso El ha dejado establecido en su palabra estos relatos para que nosotros podamos navegar por ellos y dirigir nuestras acciones y nuestras celebraciones, conforme a su voluntad. Y por eso este texto comienza diciendo “el nacimiento de Jesucristo fue así”, no fue de otra manera. La palabra de Dios es certera, es confiable. Nosotros podemos apostar a ella. Dios quiere compartir con nosotros sus misterios. El quiere que nosotros entendamos que El es un Dios que obra, un Dios de detalles. Dios nos toma en cuenta. El quiere que nosotros sepamos cómo sucedieron las cosas.
Lo primero que yo veo en todo este pasaje que fue algo sobrenatural. Fue alto totalmente dirigido por Dios, de naturaleza divina. Dios irrumpiendo en el mundo para anunciar su propósito, para dejar saber que El estaba todavía actuando entre los hombres. En la navidad, hermanos, el mundo trata de impartirle su propia interpretación a este evento, a esta época navideña. El mundo entra en este tiempo y pues vienen las fiestas, viene el comercialismo, los comerciantes se dan vida en este tiempo metiéndonos todo tipo de juguetes y de cosas para sacarnos todo el dinero. Viene el tiempo de las borracheras y de comer demasiado, etc., etc. y terminar uno desgastado y cansado y deseando ya que vuelvan otra vez los días normales porque estamos pelados, sin un centavo. Dios quiere que nosotros entendamos que navidad es otra cosa. Los hombres hoy en día, lo dijimos el domingo pasado, quieren inclusive sacar todo lo sagrado de la navidad y dejar simplemente una fiesta. Happy Holidays. Le han quitado hasta el ‘Holy days’ y queremos entonces simplemente como extraerles, sorberle su esencia divina, su esencia espiritual. Y Dios dice: no, no es así. Yo vine con un plan, vine con un propósito, actué de cierta manera.
Hermanos, nosotros los cristianos tenemos que aferrarnos a las cosas como Dios las ha determinado. Tenemos que fluir. Los días que Dios ha señalado como los hebreos antiguos, nosotros también tenemos que ser fieles y celebrarlos como Dios quiere. El día de descanso es un día de descanso, por ejemplo, y no es un tiempo solamente para uno solamente quedarse en la casa viendo televisión o comer. No, el día del Señor es para venir a la iglesia, celebrar a Dios, vernos con nuestros hermanos, darle al Señor lo que El se merece. Ese reconocimiento de que ese es su día, de que en un día como ese en la historia del cosmos Dios lo tomó para descansar de sus labores. Y nosotros hacemos lo mismo, y le damos al sábado o el domingo, que es en este caso lo que celebramos, su verdadero significado. Así tiene que ser con la navidad también. Nosotros tenemos que tener siempre el significado preciso de la navidad. Dios quiere que nosotros conozcamos la verdadera versión de la navidad que es su versión, esa es la que nosotros debemos honrar, guardar y practicar siempre.
Y aquí hay unos relatos, unas ideas, unos detalles. Y a mi lo que más me gusta de este pasaje, yo diría, es el carácter de José. Cómo José obra y como él se refleja como un hombre tremendamente ejemplar y comienza con unos detalles. Dice que él estaba desposado con María, la madre de Jesús, y antes de que ellos dos se juntasen, queriendo decir, antes de que ellos entrasen a convivir ya como esposo y esposa. Les recuerdo que el domingo pasado hablamos que en el matrimonio judío había simplemente amistad entre un varón y una mujer y después de eso, si querían entrar en algunos detalles adicionales, tenían que comprometerse. Nada de eso de dating, de tomarse de las manitos, ir al cine. Era eso rápido, vamos a lo que vinimos, si te vas a poner en serio con mi hija, te comprometes y ya, la próxima vez que se vean va a ser allá arriba casándose.
No le dan gracias a Dios ustedes de que las cosas han cambiado un poquito en este tiempo. A veces quizás se han ido demasiado del otro lado ¿verdad? Pero los judíos eran gente bien, bien seria y así era la cosa, usted se comprometía y ya era casi como un casamiento. Era un compromiso firme, ya era una palabra que se había dado ante la comunidad y equivalía casi a un compromiso legal. No había allí nada de que..... bueno, no.... vamos a dejar esto porque ya...... no, era algo bien serio, y la mujer y el hombre suponían que eran fieles ya uno al otro como si hubiera sido un matrimonio.
Entonces dice aquí...... y esta mañana yo compartía con los hermanos del servicio de las 9 que no le había puesto atención a esa expresión. Estando ya desposado, antes de juntarse se halló que había concebido el espíritu santo y José malinterpretó lo que había sucedido. Fíjese eso, ¿qué quiere decir eso que se halló? Si usted se pone a meditar en esa expresión, quiere decir como que se supo, se descubrió, esa es la idea ¿no? Porque quién usa una expresión impersonal, pero lo que sugiere es que como que hubo un poquito de revuelo en el ambiente. Yo no se si fue en el vecindario, si fue en la aldea, si fue en la familia, pero de alguna manera la gente se dio cuenta, alguien se dio cuenta, algunos se dieron cuenta, que María, esta joven que estaba comprometida, que no se suponía estuviera haciendo nada indebido, había quedado encinta. Y eso le llegó a José de alguna manera. Es decir, mire eso por un momentito la angustia que debe haber habido en el seno de la familia de María, en su propio corazón de María, como ciertamente lo hubo en el corazón de José que había pensado que su novia era una mujer leal, idónea, pura, fiel, su carácter impecable, y de momento se encuentra que está encinta. Y hubo definitivamente algún tipo de inquietud seria, hubo, en algún nivel de la vida de esa familia. Y nadie, los que estaban allá en la periferia de todo esto, imagino que comenzaron a hacer su juicio. Yo lo que pienso es, hermanos, lo que costó desde el principio mismo el nacimiento de Jesús. Ya había inquietud. Ya había, como dijera yo, había cierta división.
Y la palabra lo que dice es que el Señor iba a traer división, iba a traer inquietud. Ahora, nosotros sabemos ya, con 2000 años de ventaja y teniendo la Escritura lo que estaba pasando interiormente. Hemos podido leer el final de la película o ver el final de la película. Pero José no sabía esto. María debe haber pasado por una angustia tremenda. Lo que eso me hace pensar es el precio que tuvieron que pagar estos dos personas para que naciera Jesucristo y en realidad las inquietudes que hubo, las preguntas, el cuestionamiento, sin la gente saber que detrás de todo eso quién estaba obrando el espíritu santo, Dios mismo, llevando a cabo un plan que El tenía.
Y yo pensaba esta mañana después de hacer esa reflexión que, qué importante es, hermanos, que en las comunidades, como es por ejemplo esta iglesia León de Judá, que haya sabiduría para uno relacionarse con cosas que uno no está seguro completamente de su significado, cuando hay eventos en la iglesia, situaciones que usted conoce algo de alguien. Usted ve, la iglesia evangélica, por lo general son como una familia, la gente se conoce, se tratan, participan en ministerio junto, se visitan unos a otros, van a la casa a comer unos con los otros, a veces se jalan los moños unos a otros ahí en las situaciones que tienen, y es como una familia. Y a veces pueden pasar cosas que usted las está mirando desde lejos y usted no sabe todos los detalles de por qué está sucediendo.
Hay veces que usted ve que alguien está en crisis, un matrimonio está en crisis, alguien hizo algo indebido. ¡Qué importante es, hermanos, que nosotros seamos muy cuidados en cómo nos relacionamos unos con los otros! Y que le demos espacio a la gente para que se puedan vivir los procesos que a veces vienen a las vidas de las personas, que seamos gente discreta.....¡qué cosa! Algunas personas las chismosas del vecindario imagina que ya estaban por ahí haciendo todo tipo de conjeturas acerca de la pobre María, llamándose por el teléfono, enviándose correos electrónicos. Oye es necesario que oremos por María porque mmmm..., la por y parece que está un poquito gordita, no se qué querrá decir eso, etc., etc. ¿no? Qué importante, hermanos, es que nuestra iglesia, yo les digo eso como su pastor, que nuestra iglesia sea una iglesia discreta, una iglesia donde nosotros no andemos por allí a veces chismoteando, ni metiéndonos más en los asuntos de la gente de lo que debemos. Estemos, como dicen por ahí, juntos pero no revueltos.
Yo creo que las familias que más armonía tienen son las familias que se ven, se tratan bien, se aman y todo, pero, mire ..... si esos dos recién casados están peleando, pues, que tengan su pelea y que se las arreglen para que aprendan a ser pareja, pero no estar ahí metiéndose y hablando y dando y mandando, etc, todo el tiempo. Que en la iglesia por igual, si hay una familia que está pasando una crisis, si hay una persona que ha caído en alguna situación indebida o algo así, mire, entre usted con pies sagrados, con temor y temblor para bendecir, para orar, para guardar discreción, porque usted no sabe lo que Dios puede estar haciendo en una vida y por qué esa vida está pasando por lo que está pasando. Y tenemos que esperar, tenemos que ser humildes y tenemos que amarnos unos a otros para preservar la armonía en una familia como esta. ¿usted entiende? Que nos tratemos bien, que no andemos por allí con chismes, murmuraciones unos de los otros, porque eso destruye las familias, destruye las amistades, destruye.....
Como dice Pablo en un caso, mira quién eres tu para que te metas en la vida del siervo ajeno, para su señor cae o está de pie, dice Pablo. Así que no estés haciendo demasiadas conjeturas porque tu no sabes lo que Dios puede estar trabajando en una vida, con un evento que tu solo vez la primera parte pero no sabes cuál es el final de ella. Y por eso tenemos que ser discretos y hacer un pacto como iglesia de Jesucristo de tratarnos con mucho cuidado, y de saber de cada uno de nosotros es propiedad del Señor y darnos espacio unos a otros para que Dios cumpla los propósitos que El tiene en nuestra vida. Un Santo no se crea de la noche a la mañana, se toma tiempo, y las personas necesitan tiempo y espacio para crecer. Y necesitan una iglesia sabia que les de tiempo para crecer también. Y si rompen un plato aquí y allí, pues, dele gracias y ore por ellos y esté allí dispuesto a ayudarlos en todo lo que pueda. Eso preservará la buena calidad de nuestra vida como iglesia siempre. ¡Qué bueno que José y María tuvieron espacio para resolver su situación en la cual Dios estaba lidiando!
Y a mi me encanta lo que dice acerca de José y su comportamiento y por eso es que yo creo es que ahí podemos ver por qué Dios escogió a María, por su carácter y su belleza espiritual, escogió a este hombre también para que tuviera el privilegio de ser el padre adoptivo de su hijo y darle al Señor Jesús su paternidad. Y es porque José era un hombre de carácter. Dice la palabra que era justo, como era justo. Esa palabra en el griego original es dicaios. Digan todos ‘dicaios’. Dígale a su compañero, José era dicaios. Usted parecerá un experto en el griego original. Dicaios es una palabra en el griego y se usa mucho en el Nuevo Testamento.
Tengo entendido que se usa unas 75 veces. Yo las conté esta mañana. Estoy mintiendo, pero el caso es que esa palabra quiere decir que era un hombre de carácter, era un hombre de un caminar ejemplar, era una persona virtuosa. En el Evangelio esa palabra se usa para una persona así, virtuosa. Se habla también de Simeón que era justo y piadoso. Era una persona que tenía un trato apropiado con los demás. Yo diría era un hombre admirable, lo que quiere decir la palabra. Como era justo y yo diría qué lindo que es eso que Dios escogió tanto a José, un humilde carpintero, como a María, una humilde doncella de una aldea pequeñita. No los escogió porque fueran gente de mucho dinero. No nos dice que María era una mujer de belleza deslumbrante necesariamente. No se nos dice que tuvieran un posición importante, probablemente no la tenían. No, Dios los escogió por su corazón. El profeta Samuel recibió una palabra de Jehová cuando fue a escoger a David y le dijo: Samuel, no mires el atractivo o la apariencia física de los demás hijos de Isaí, porque Dios no mira lo que miran los hombres. Dios mira el corazón.
Hermano, hermana, asegúrate de que tu carácter, tu carácter glorifique a Dios. Miren, es bueno ser ungido, es bueno hablar en lenguas, es bueno recibir profecía, es bueno tener todos los dones, pero si no tenemos carácter cristiano hermanos, no te vistas que no vas. De nada sirve. Lo más importante es tener el carácter de Cristo Jesús en nuestras vidas. Yo le pido al Señor, Padre ayúdame a mi y ayúdanos porque yo se que me falta mucho por crecer y a cada uno de nosotros, pero a poner la mirada en eso. Que Dios forme la persona de Cristo en nosotros, hermanos. Eso es lo que va a garantizar nuestro bienestar. La gente no cae y no son destruidos por falta de unción, muchas veces es por falta de carácter que caemos. Por eso es que Señor ayúdanos a ser gente que refleje los valores del Evangelio y si nosotros ponemos nuestra mirada en eso, en que Dios forme un hombre, una mujer, que la gente pueda decir: mira, yo creo en el Evangelio porque esa persona que está allí refleja a Cristo Jesús. Y no es que pongamos la mirada en la gente. Todos fallamos, pero asimismo si vivimos en una manera inapropiada vamos a desprestigiar el Evangelio de Jesucristo. Y muchas veces la gente va a decir, mira, no puedo creer en tu don porque tu comportamiento es un tropiezo para mi. Es importante que cultivemos las dos cosas. Yo no estoy hablando en contra del don, pero si estoy hablando a favor del carácter.
Y si usted una y otra vez Dios señala el carácter del hombre y de la mujer, por eso Dios escoge a su gente. Cuando el ángel se le aparece a Gedeón, le dice: Dios está contigo, varón esforzado y valiente y aquí señala que José era justo. Y en el caso de Simeón dice que era justo y piadoso. En el caso de Ana dice que pasaba todo el tiempo buscando de Dios y anhelaba ver la consolación de Israel. Ana se debe haber comportado como una mujer recta toda su vida, aunque había enviudado jovencita. Entonces, una y otra vez vemos eso, que los personajes de la Escritura, Dios busca ese corazón fiel al Señor. No busca que sean perfectos, pero si busca que sean gente que sean obedientes al Señor y que estén dispuesto a agradarlo. Entonces dice que como era justo, señalando su carácter, y José es un buen ejemplo para todos nosotros. Señor, haznos hombres y mujeres que la gente pueda decir, esa persona aunque no es perfecta, tiene la justicia de Dios sobre el, tiene el carácter, tiene el caminar de una persona que ha sido tocada por el Señor.
Mire que interesante, dice como era justo y no quería infamarla quiso dejarla secretamente. Ahí me parece como que, si fuera yo quien hubiera estado escribiendo este relato, yo hubiera dicho algo diferente: como era justo cuando supo creyendo que María lo había traicionado, fue inmediatamente al periódico Boston Globe y puso un anuncio diciendo: esta mujer es una sinvergüenza, me ha traicionado, y la avergonzó porque era su derecho hacerlo, porque un hombre justo que es violado de esa manera, pues tiene derecho a vengarse y pagar ojo por ojo y diente por diente. Uno pensaría, o mucha gente piensa que justicia es darle a la gente lo que se merece. ¿saben qué? En el Reino de Dios es diferente. Dios, gracias a El, no nos ha dado lo que nosotros nos merecíamos, ¿saben? Porque si nos mereciéramos algo era el infierno y sin embargo Dios dice, con su gracia, cuando estábamos sumidos en pecado, ¿qué paso?, Cristo murió por nosotros.
Hermanos, la gracia..... dice la Biblia que entre el juicio y la gracia siempre triunfa. Dios es un Dios justo y es un Dios de gracia y es como que Dios tiende como a tener una preferencia, un poquitito se inclina siempre como hacia la gracia, el amor y la misericordia. La gracia triunfa sobre el juicio. Y José siendo un hombre justo e íntegro, pensó más bien, esta muchacha ha metido las patas, y se merece que yo haga algo, pero ¿saben qué? La pobre ya tiene su propio castigo y yo lo que voy a hacer es que me voy a separar y no voy a hacer las cosas peor. Me voy a ir por mi camino y que Dios la ayude a ella. Quiso dejarla secretamente.
Eso me dice mucho también del carácter de José. Era un hombre de misericordia, era un hombre de gracia, era un hombre generoso, era un hombre tolerante y perdonador. Y me imagino que era un hombre que relativamente seguro de si mismo, porque se toma pantalones para usted, en algo así, decir simplemente, mira, mejor me retiro calladamente, y no hacerle daño. ¿Cuántos de nosotros, verdaderamente si lo pensamos, tendríamos ese valor? Haríamos alguna notita aunque sea en algún momento yo me vengo de ella, y usted comienza por ahí a secretear y a decirle a dos o tres o cuatro, pero eso no fue el pensamiento de José. José quiso separarse de ella y dejarla simplemente, bueno, hizo lo que hizo, amen. Allá ella, yo voy a seguir mi vida.
Y eso me recuerda, hermanos, de nuevo lo importante es que nosotros seamos gente de gracia. Yo siempre he dicho, hermano, si tu quieres ser una persona feliz y emocionalmente sana, practica gracia en tu vida. Se una persona generosa, proponte perdonar mucho, ignorar muchas cosas, dejar el agua correr, hacerte de cuenta que no oyes muchas cosas, porque el que se pone a escuchar todo lo que se dice de uno, olvídese que vas a tener enemigos por donde quieras. Es más, el escritor de Eclesiastés dice no estés muy atento a lo que murmuran de ti porque recuerda que tu muchas veces también hiciste lo mismo. Hay que, uno tiene que tolerar mucho, uno tiene que ser paciente, uno tiene que perdonar muchas deudas, uno tiene que ser generoso con las demás personas.
Hace poco de hecho, en dos ocasiones en estos últimos días Meche y yo hemos comentado, en 20 años, hermanos, 21 años de ministerio, mire a ver si no hay muchas ocasiones para tener pugna y conflicto con la gente. Y así ha pasado a través de los años, hemos tenido situaciones de dificultades con personas y esto y lo otro, y siempre para gloria del Señor, Dios nos ha dado la gracia de siempre perdonar, no guardar contiendas con la gente y en estos últimos días hemos tenido ocasión de celebrar tiempos de amistad y de compañerismo con personas que quizás en otro tiempo, no hubiéramos podido tener esa bendición, esa transparencia. Y nos hemos alegrado y al final de esos tiempos hemos dicho: qué bueno que hubo sanidad, que bueno que hubo perdón y hubo tolerancia y dejamos que el Señor arreglara las cosas, porque hoy los vemos con un amor tan grande como si nada hubiera pasado y ellos también a nosotros. ¡qué lindo eso!
Y hermanos, yo creo que así es como uno tiene que vivir la vida. El carácter cristiano es eso, es de perdonar, es de tener gracia uno con los otros. No estar allí como un miserable contando moneditas: me hicieron esto, pues yo le voy a hacer lo otro. No me mandaron tarjeta este año, pues el año que viene no les mando. Me regalaron una cosita ahí barata, pues la próxima vez se lo descuento del otro regalo que le voy a dar. Y vivimos allí continuamente así, el que nos la hace, nos la paga y vivimos criticando a los demás, viendo lo malo en los demás. Vemos siempre el vaso medio vacío en vez de verlo medio lleno. Y yo digo, hermanos, nosotros tenemos que cultivar gracia, tenemos que ser gente generosa con los demás, tenemos que perdonar las ofensas, como dice la palabra del Señor. Así como Dios es tolerante con nosotros, también nosotros tenemos que ser tolerantes con los demás.
Mira, perdona hermano, perdona mucho y sana muchas deudas que la gente te tiene, cancélalas continuamente y ¿saben qué? Dice la Biblia que el que perdona será perdonado, el que tiene misericordia recibirá misericordia. Un día quizás seas tu que vas a necesitar misericordia y como has tenido misericordia la vas a recibir. Hay que tener gracia, hermanos con los demás, en tu matrimonio, ten gracia, con tus hijos, ten gracia, con tus amistades, ten gracia, con las personas que trabajan contigo, ten gracia; en la iglesia, ten gracia con los demás; si te pisan los cayos, búscate unas botas bien duras y fuertes, pero no les des una patada en las canillas. Bendice al que te maldice, dice el Señor, porque ¿saben qué? Tu tienes un padre rico que te va a bendecir y te va a dar. Mientras tu más les des a los demás, más tu vas a recibir. Sabe lo que le permite a uno a veces tener gracia con los demás, es saber que mi Padre me va a bendecir porque yo estoy imitando el carácter de su hijo, y que si yo pierdo un poquito ahora, Dios me lo va a reponer con creces.
Yo no tengo que estarle arrancándole a la gente las cosas de la mano porque mi papá es poderoso para dármelas. Yo no tengo que estar continuamente mirándome las espaldas y peleando yo por mis derechos. Mi Dios es suficiente para conmigo. El Señor, cuando ve a un hombre, a una mujer, de corazón generoso, se le monta encima para bendecirlo y para darle más y lo poquito que pierde enfrente, Dios se lo repone con creces más adelante. Recibe eso, se generoso, no estés dañando la reputación de nadie. No estés haciéndole daño a las personas que te ofenden ni nada por el estilo, sino deja que el Señor te bendiga y que El se encargue de las cosas. ¡ Que bueno que mi hermano José nos dio ejemplo de eso con su esposa María!, y quiso dejarla secretamente. No estuvo publicando las cosas por allí, sino que simplemente quiso hacer lo que tenía que hacer pero que no fuera de daño a su reputación.
Y dice que pensando él en esto, estaba meditando el hombre, aún antes de dejarla secretamente, dice que quiso dejarla secretamente y pensando en esto. Fíjese, el estaba meditando cómo hacer esto y le dio un tiempo a las cosas antes de dispararse y tomar la decisión. Ese momento de pensar, meditar, reflexionar, le abrió un espacio al Señor para que enviara su revelación a su vida y que le mostrara que lo que parecía una tragedia y una maldición, era la bendición más grande que hubiera recibido jamás en su vida. Dios pudo entonces revelarle a José la verdadera naturaleza de lo que estaba pasando en su vida.
Hermanos, cuántas veces hemos estado en situaciones que parecen de maldición, que parece que no hay nada que las pueda redimir y después descubrimos que era el Señor mismo trabajando en nuestra vida para bendecirnos. Por qué es importante que seamos pacientes con el Señor y que esperemos a que El complete sus propósitos y sus trabajos en nuestras vidas. Quizás hace diez años hubo una tragedia en tu vida y tu todavía la estás mirando negativamente y quizás Dios quiere que tu digas: mira, voy a esperar un ratito más para que Dios me muestre verdaderamente qué es lo que tenía en mente.
José esperó, sabe Dios cuantos años, fue vendido por sus hermanos, llevado a Egipto, metido en la cárcel, acusado ilegítimamente y después, años y años después cuando él ve a sus hermanos que lo metieron a él en esclavitud, que los hermanos creen que les va a cortar la cabeza, ahora que es el segundo en mando en Egipto, José les dice: mire señores, no se preocupen. Ustedes quisieron hacerme daño y me metieron en la tragedia más grande de mi vida pero ¿saben qué? Dios usó esto, ahora yo lo veo para preservación de vida, así que yo no les puedo guardar rencor. Esa fue la bendición más grande que me vino a mi vida.
Hermano, quizás tu estás pasando por procesos en tu vida, dale tiempo al Señor para que complete sus procesos. Dios se toma tiempo para llevar las cosas a sus terminaciones. Si algo yo he visto acerca de Dios es que El no está de prisa. A veces yo me impaciento con El porque quisiera ya que me diera lo que me prometió o que resolviera el asunto que yo le pedí o que me contestara la oración que yo le pedí hace años, y Dios se toma su tiempo. El no está de prisa porque El tiene toda la eternidad. El sabe el fin y el principio de la película y El sabe el momento preciso para intervenir. Y es importante que nosotros cultivemos esa mirada a largo plazo. Sabe lo que la palabra que se traduce paciencia en el griego quiere decir ‘ser de larga mecha’, es como cuando usted..... viste en esas películas con un muñequito que hay una bomba bien grande y tiene una mecha larguísima y usted ve el hilito corriendo, nosotros tenemos que ser, tener una mecha larga, antes de explotar, antes de tirar la toalla, antes de desesperarnos, tenemos que darle tiempo al Señor para que El hable en nuestras vida y buscar la oración y así son los procesos humanos. Muchas veces, mira, cuando tu tengas una pugna con alguien o tu creas que alguien te hizo algo indebido o tu veas a alguien haciendo algo indebido, en vez de tu entrar de una vez con un machete o una de esas sierras eléctricas, tipo Tony Krugger, yo no se cómo se llama la película esa, nunca la he visto por si acaso.... pero antes de tu venir a cortar cabeza, hermano, piénsalo, dale tiempo a las cosas.
Yo he aprendido como pastor, mire, yo.... me dicen muchas cosas, yo aprendo muchas cosas, yo veo muchas cosas, pero he aprendido que hay que tomarse tiempo y orar antes de meter mano e intervenir en las cosas, y descubro que cuando yo espero un poquito, ¿saben qué? Dios entonces obra y ya yo no tengo ni siquiera que disparar un tiro. Cuando yo llego ya está todo listo, el gigante lo han descabezado, y yo nada más tengo que pasar por encima de él y seguir mi camino y no tuve que meterme en líos, en problemas ni nada. Yo he aprendido que Dios es real y que por eso tenemos que dar tiempo a las cosas, en nuestros matrimonios, a veces hay que esperar; con nuestros hijos hay que esperar y remitir nuestra causa al Señor, en las peleas sociales, y las pugnas y las cosas, si nosotros quitáramos más nuestra manos y dejáramos que Dios obrara, cuántas cosas Dios podría hacer, además cosas que pensamos que eran ofensas, luego terminan siendo de bendición para nuestras vidas y descubrimos que en vez de tener un enemigo tenemos un aliado más bien, hermanos. Démosle tiempo al Señor.
Y qué bueno que José esperó y en esa espera se le aparece un ángel en sueños y le dice: José no te preocupes, hombre, no tengas miedo de recibir, esa mujer es todo lo que tu pensabas que ella era, y ¿sabes qué?, un poquito más, porque hay en ella un ser santo que ha de nacer que es concebido del espíritu santo. Y tu te has pegado la lotería, van a hablar de ti buenamente a través de todas las generaciones, como estamos haciendo nosotros en el año 2005, para entrar al 2006. Y lo que ella ha concebido es del espíritu santo y te va a nacer un hijo y vas a llamar su nombre Jesús, que quiere decir ‘Dios es salvación’. Así que José pudo entender entonces todo el plan de Dios. Dios le dijo: no te apures José, Yo estoy a cargo de esa situación. Lo que en ella es, es engendrado del espíritu santo, aludiendo a la naturaleza divina de Jesús, lo cual discutimos el domingo pasado, y El salvará a su pueblo de sus pecados.
Dice el versículo 22 que todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta. ¿saben qué? El Señor Jesucristo vivió toda su vida cumpliendo las profecías y aún ya hacia el final de su vida dijo para que se cumpla la profecía. Cuando lo iban a crucificar se acordó de que había una profecía que decía que el hijo de Dios iba a ser contado con los pecadores y de una vez buscó una forma de realizar una profecía, y le dijo a sus discípulos: alguien tiene por allí una espada, no se suponía que cargaran una espada. Era un arma ilegítima para una persona que no fuera soldado. Si, por allí sacaron ellos unos cuchillitos de cocina todo herrumbrosos. Bueno, aquí tenemos un par de espadas todas desvencijadas. Eso es suficiente para que se cumpla la Escrituras de que será contado con los malhechores. Y así el Señor cumplió..... fueron docenas, docenas y docenas de profecías que se cumplieron con la persona de Jesús, y una de ellas era esa profecía de que una virgen iba a dar a luz un hijo y que su nombre sería Emmanuel. Todo lo que estaba pasando cumplimiento de lo que Dios había prometido cientos y cientos de años atrás. Le había prometido a David que tendría un descendiente cuyo reino sería eterno, y ¿saben cuántos años habían pasado desde que Dios le dio esa profecía a David? Más de mil años, más de mil años y los judíos habían estado prediciendo la venida del Mesías y nada se cumplía, pero un día Dios dijo: este es mi tiempo, ahora se cumple lo que Yo he prometido. Y se cumplió al pie de la letra. Exactamente como Dios dijo. Dios cumplió su promesa.
A mi se me ocurre que hoy nosotros estamos esperando la segunda venida del Mesías. ¿Cuántos creen que Cristo vendrá como dice la palabra? Yo creo que así será, y yo creo que, como dice la palabra que vendrá en una nube y todo ojo le verá y los que lo crucificaron tendrán que admitir que ese ciertamente era el hijos de Dios. Creemos que un día el pueblo judío se le van a abrir los ojos y van a entender que ese ser que ellos consideraron criminal, era y es su Mesías prometido. Porque Dios está en el asunto de cumplir su promesa, hermano.
Si Dios te ha dicho algo en tu corazón, tu estás esperando el cumplimiento de una promesa de Dios, no decaigas. Dios es fiel, continua firme, créele al Señor, porque Dios es bueno. El ha dicho por ejemplo serás salvo tu y tu casa. Si tus hijos todavía no se han salvado, créele al Señor porque el Dios que lo prometió, El lo va a cumplir. Dios es fiel. Dios cumple lo que ha prometido. El prometió a sus profetas que vendría un hijo, nacería de la raíz de David, nacería de una virgen, nacería en Belén y se cumplió al pie de la letra, porque Dios es fiel. Para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta. He aquí una virgen concebirá y dará a luz un hijo y llamará su nombre Emmanuel, que traducido es ¿qué? ‘Dios con nosotros’.
Eso es muy importante, hermanos, que en esta época nosotros recordemos algo que puede parecer un detallito, pero que no es un detalle, es bien importante. Jesucristo es Dios. En su nombre ya lo llevaba, así como Jesús quiere decir ‘Dios es salvación’ y Jesús encarnaba en su persona la función salvífica a la humanidad, dice ‘Dios con nosotros’, es decir, Dios mismo vino a habitar entre los hombres. Es pasajes como estos que han llevado a los teólogos a la conclusión, difícil de entender, de que Jesús es Dios mismo, habitando en forma corporal entre los hombres. Y tiene una lógica perfecta cuando miramos en términos de su inmenso valor, que era el único que podía salvar a la humanidad, ningún hombre tenía el valor intrínseco de al dar su vida, poder cubrir todos los pecados de la humanidad, quizás podría cubrir sus propios pecados, pero solamente Dios era lo suficientemente valioso, lo infinitamente valioso para cubrir todos los pecados y la ofensa contra si mismo, tomando forma de siervo. Jesucristo es Dios.
Y el profeta Isaías lo había dicho ya en Isaías, Capítulo 9 versículo 6, dice: porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombre y se llamará su nombre admirable, consejero, ¿qué más?, Dios fuerte. Digan todos ‘Dios fuerte’ y también dice, padre eterno, príncipe de paz. Miren eso: Dios fuerte y Padre eterno. Si Jesucristo hubiera sido creado, ¿saben qué?, no podría ser eterno porque tenía principio. Lo eterno es aquello que no tiene principio ni fin. Usted no le puede encontrar ni el comienzo ni el final, porque si tiene un dato de donde comienza no es eterno. Vive muchísimo tiempo, pero no es eterno. Eternidad es aquello que está afuera del tiempo. Jesucristo no fue creado. El que asumió forma de hombre, Jesús, fue engendrado por el espíritu santo, pero dice la palabra que el Verbo ya existía para con Dios en toda la eternidad. El escritor de Coloseses, el Apóstol Pablo, dice lo mismo también en Coloseses Capítulo 1, dice: El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación porque en El fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, dominios, principados, potestades, todo fue creado por El por medio de El y para El, y El es antes de todas las cosas y todas las cosas en El subsisten. ¿Usted entiende? Ese lenguaje no se usa de un mero hombre o de una criatura exaltada solamente se puede usar para referirse a Dios mismo. Dios con nosotros, Jesucristo es Dios con nosotros, Dios adelgazándose en la forma de un hombre y habitando entre nosotros, y ¿saben qué? Lo maravilloso es que hoy en día no solamente puede habitar en la humanidad, sino que puede habitar en tu corazón, si tu lo recibes como tu salvador personal.
Dice la palabra que si, el Señor dice que si tu abres la puerta Yo entraré y cenaré contigo y tu conmigo. Así de personal es. Nosotros tenemos un Dios que si usted lo compara con el Dios del budismo, del hinduismo de todos esos dioses de las grandes religiones de la humanidad en nuestro Dios, es un Dios personal. Eso es lo que distingue a nuestro Dios, es un Dios que dialoga con los hombres. A Dios le gusta comunicarse. A Dios le gusta que hablemos con El. A Dios le gusta tener compañía con sus criaturas. Dios es un Dios personal, es un Dios gregario, un Dios sociable.
Por eso es que dice: hijo nos es nacido, hijo nos es dado. ¿Entiende? Nos..... ha nacido en el seno de la familia. Celebramos esas criaturas lindísimas aquí, a Gabriel y a Gabriela, esos niños le nacieron a una familia. ¿saben qué? Cristo le nació a la familia humana, a la iglesia de Jesucristo. Nosotros tenemos un Dios personal. Dios con nosotros y por nosotros también.
Una última idea que se ofrece en este pasaje, la encontramos aquí, dice que “despertando José del sueño hizo como el ángel del Señor le había mandado y recibió a su mujer”. José fue obediente. José obedeció y dijo: bueno, voy a poner a un lado mis dudas, voy a recibir a mi esposa. La recibió. José era un hombre obediente como nosotros tenemos que ser obedientes. Recibió a María y dice que no la conoció, es decir, no tuvo relaciones matrimoniales con ella hasta ¿qué? Hasta que tuvo a su hijo primogénito. Un detallito interesante aquí es ese, ¿no?. Dice que no la conoció ‘hasta que’ ¿qué quiere decir eso?, que después gozó de sus privilegios matrimoniales como él bien tenía derecho a disfrutar. Es decir, José esperó, fue obediente al Señor pero cuando ya se cumplió la función misteriosa de María de portar al hijo de Dios, entonces ellos dos entraron en una vida matrimonial común y corriente, sana, dentro de la bendición de Dios en sus vidas. Y años después la gente decía, ¿no es este Jesús, el hijo del carpintero? ¿Y no son sus hermanos fulanito y fulanito, y sus hermanas que también las conocemos? Es decir, hubo otros hijos que nacieron de ese matrimonio, pero esa relación especial de Jesús con su madre, eso no fue tocado en ningún momento, sino que María portó ese engendramiento sagrado de Dios y salió este ser maravilloso que nosotros llamamos Jesús y que celebramos en este día. El nacimiento de nuestro Señor Jesucristo fue así, hermanos, y nosotros celebramos eso. Amen. Le damos gloria al Señor de que Dios se tomó la molestia de enseñarnos cómo el hijo de Dios vino al mundo. Y qué bello es saber que gente muy especial, seres humanos extraordinariamente admirables fueron parte de ese drama.
Dios hubiera podido, no se, quizás crearse algo por si mismo, simplemente aparecer aquí en paracaídas en el mundo, pero no lo hizo así. Quiso enseñarnos que El cuando obra con la humanidad, obra en intimidad con ellos y se hizo y se metió en el vientre de una mujer y lo maravilloso es que Cristo ha experimentado todo lo que nosotros experimentamos, hermanos, la soledad, el frío, el hambre, el abandono de los demás, la tentación, y todo eso lo bateó de jonrón fuera del campo. Santo, perfectamente santo. Caminó sobre la tierra y se impuso sobre la muerte, la enfermedad, los demonios, las tormentas, la naturaleza y mantuvo un record impecable y perfecto y por eso hoy El puede ser tu salvador, mi salvador. Esa es la navidad, hermanos, eso es lo que nosotros celebramos en esta tarde. Gloria a Dios. Amen. Somos un pueblo bendecido. Somos un pueblo especial porque Cristo ha venido a nuestros corazones. Amen.
Vamos a bajar nuestras cabezas un segundito, y yo quiero asegurarme de que todos los que estamos aquí hemos recibido a ese Señor ejemplar. Amen. Y si ya lo has hecho, Gloria a Dios. Vamos a correr ahora por aquí, vamos a peinar esta congregación, vamos a asegurarnos de que nadie se vaya de aquí sin tener ocasión de expresar su amor y su lealtad por Cristo Jesús, y yo quiero invitarte, mi hermano, mi hermana, si nos visitas en esta tarde, y si nunca tu has dado ese paso de apropiarte para ti mismo de ese relato navideño de Jesús, el hijo de Dios, salvador del mundo, el redentor de la humanidad, y tu quieres decir: Señor, yo quiero que tu seas mi redentor, que tu seas mi salvador. Si no lo has hecho antes, yo quiero darte una oportunidad en esta tarde para que lo hagas. Qué día más idóneo para hacerlo que el día de navidad en que Cristo puede nacer en tu corazón. Si no lo has hecho antes y quieres levantar tu mano en esta tarde, yo quisiera orar por ti antes de que te vayas. ¿Habrá alguien que no lo haya hecho antes, puede ser en el balcón, puede ser por aquí? Veo una mano que se levanta allí detrás. Amen. Amen. ¿Habrá alguien más? Vamos a peinar esto con un peine bien finito. Allí detrás también este joven levanta su mano. Vamos a asegurarnos de que todos los que estén aquí tengan ocasión..... amen, Dios te bendiga joven, allí..... tengan ocasión de decir: Señor, yo quiero que tu entres a mi corazón. ¿Habrá alguien más quizás una jovencita, un jovencito por allí que quiera invitar a Jesús a entrar a su vida? hay una mano allí que se levanta. Gloria a Dios. Amen. Amen.
María
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Evangelio según San Lucas, allí en el Capítulo 1 tenemos un pasaje que es bien conocido y en este época navideña cabe bien tomar momentos para recordar los eventos, recordar los detalles, recordar los aspectos del relato navideño.
En el versículo 26, Lucas, Capítulo 1, dice la palabra del Señor: “... al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazareth, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David, y el nombre de la virgen era María y entrando el ángel donde ella estaba dijo: “salve, muy favorecida, el Señor es contigo, bendita tu entre las mujeres”. Más ella cuando le vio se turbó por sus palabras y pensaba qué salutación sería esta. Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios y ahora concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, llamarás su nombre Jesús. Este será grande y será llamado hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre. Y reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin. Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto?, porque no conozco varón, respondiendo el ángel, le dijo: “El espíritu santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra, por lo cual también el santo ser que nacerá será llamado hijo de Dios y he aquí tu parienta, Elizabeth, ella también ha concebido hijo en su vejez, y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril, porque nada hay imposible para Dios. Entonces María dijo: “He aquí la sierva del Señor, hágase conmigo conforme a tu palabra”, y el ángel se fue de su presencia.” Señor bendiga su santa palabra.
Me propongo una meta sencilla en esta tarde y es recordarnos a todos, incluyéndome a mi mismo, los aspectos principales de lo que es la encarnación, la venida de Jesús al mundo, por qué las cosas fueron como fueron, por qué estos detalles que nos provee el escritor Lucas y qué significado tenían en términos del plan total que Dios tenía para con la humanidad. Lucas es uno de mis libros favoritos y de los 4 Evangelios yo diría que es el que más me llena, aunque cada uno de ellos tiene su belleza y tiene su mensaje especial, pero Lucas tiene una particularidad que fue escrito por un historiador, un hombre que le gustaba el estudio de la historia y que se propuso registrar los eventos del nacimiento de Jesús tal y como sucedieron a fin de que no se perdieran con el tiempo, y lo hizo con un propósito muy especial asimismo, de registrar eventos y detalles en una manera escueta y confiable. Y hay detalles que tienen el sabor de un relato histórico, pero más que historia Lucas es también un libro que declara los misterios de por qué sucedieron las cosas en las manera en que Dios las hizo suceder. No es solamente historia por el mero interés intelectual, sino que tiene también un significado profundamente espiritual para nosotros. Y en Navidad es importante que nosotros volvamos otra vez a recordarnos que navidad es sobre todo esos eventos espirituales, esos eventos que tratan de la relación entre Dios y el hombre, porque es tan fácil olvidarnos, en todo el ajetreo de comprarnos los regalos y de preparar la casa para las visitas de los familiares y todo esto, olvidarnos de que hay toda una trama espiritual muy profunda y que Dios estaba haciendo cosas misteriosísimas cuando hizo nacer a su hijo Jesucristo en el mundo.
Y este relato, aquí este pasaje que nosotros acabamos de leer, tiene muchos elementos que conviene estudiar para poder entender mejor, qué es lo que Dios estaba haciendo a través de esta situación y lo yo voy a ir atravesando así, línea por línea, o concepto por concepto.
Dice aquí que el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazareth a una virgen desposada con un varón que se llamaba José. Lo primero que me impacta es el nombre y el personaje que le trae a María la noticia de que va a tener un hijo, es Gabriel, y Gabriel es un personaje misterioso, es un ángel evidentemente, un arcángel más bien, de un alto rango y una alta dignidad en la jerarquía angelical.
La primera vez que Gabriel aparece en la Biblia lo vemos en el libro de Daniel hablándole a Daniel, y trayéndole revelación acerca de los eventos que han de suceder al final de los tiempos. Y luego vemos a Gabriel anunciándole a Elizabeth que va a tener un hijo también, que se va a llamar Juan y que va a ser un precursor de Jesús, va a ser un heraldo del Mesías que ha de venir. Y Gabriel se identifica allí, ante Elizabeth, como “yo soy Gabriel, el que está delante de Dios”, y evidentemente Gabriel está aludiendo de esa manera a su función muy especial, parece que Gabriel era un arcángel que tenía un privilegio especial, de estar ante la presencia del Señor y de ser usado para misiones muy grandes y muy poderosas y desde ese momento nosotros podemos entender que no estamos bregando con un relato más en la historia de las Escrituras, sino que se trata de algo muy especial y de gran envergadura que tiene que ver con el plan de Dios a través de la historia.
Vemos entonces a Gabriel con Daniel, hablándole de los tiempos finales de la humanidad, y ahora lo vemos aquí trayendo una noticia a María y a nosotros también del rol importante, excepcionalmente importante que iba a jugar ese ser misterioso del cual él está hablando a María. Es decir, ya por el anuncio solamente y el personaje que lo da, podemos entender que Jesús no era cualquier cosas. Jesús no es simplemente uno más entre una lista de personajes excepcionales en la historia. Jesús no es simplemente un hombre ilustrado y de gran destreza espiritual, o un espíritu muy exaltado, como algunos nos han hecho creer que es, sino que Jesús es, como dijo El, el camino, la verdad y la vida y que nadie viene al Padre si no es por El. Es decir algo excepcional, algo único. Jesús es único en todos los géneros de la existencia y por eso convenía que el anuncio lo hiciera un personaje tan importante como es el arcángel Gabriel. Y entonces Gabriel le dice a María que es una virgen desposada con un hombre que se llama José, que le va a nacer este ser misterioso.
Ahora, meditemos un momento acerca de esta idea. Dice que una virgen, ¿por qué una virgen? ¿Por qué no una mujer ya casada, con hijos, que simplemente le iba a nacer un personaje misterioso y nuevo, en este hecho de que era un virgen había algo bien, bien importante y trata de las transacciones y los tratos de Dios con la humanidad. María, en su virginidad, estaba jugando un papel clave, que Dios necesitaba una portadora, Dios necesitaba un envase para su hijo. Dios necesitaba un instrumento que le diera a este ser misteriosos que iba a nacer una naturaleza bien importante en el drama de la encarnación, y era la naturaleza humana. María le dio, podríamos decir que casi, como una mitad a la identidad del salvador, que era la mitad humana. Y por eso Jesús no podía nacer de la unión entre un hombre y una mujer, y que fuera una unión simplemente bendecida por Dios y que fuera uno más como fue Gedeón, o como fue alguno de los jueces o de uno de los grandes profetas que hubo en la tierra.
Dios estaba haciendo algo a través de esta encarnación y era que El estaba resolviendo un problema que El tenía, por así decirlo, con la humanidad. La humanidad había caído, Adán y Eva había pecado y desde ese tiempo el hombre y Dios habían estado divididos, y el hombre había sido merecedor de la muerte y de la condenación y no podía haber comunicación directa entre Dios y el hombre. Y entonces el hombre se encontraba en una estación de separación y Dios desde el principio de los tiempos había tenido toda la intención de que El iba a resolver ese problema, y había dicho allá en el huerto del Edén’ de que un hijo de una mujer iba a pisarle la cabeza a Satanás, a la serpiente. Y entonces Dios ideó este plan de que El mismo, Dios perfecto, Dios infinito, Dios de total e infinito valor, iba El a venir al mundo, iba a asumir forma de hombre y en representación de la humanidad Dios mismo iba a pagar el precio de todos los pecados, de todos los hombres y que desde ese tiempo en adelante, cualquiera que se acogiera a lo que Dios había hecho, muriendo por el hombre, pagando el precio del pecado del hombre, iba a recibir salvación, iba a recibir perdón e iba a recibir la posibilidad de comunicarse con Dios otra vez.
Y por eso es que el nacimiento de Jesús, no es un nacimiento neutral, no es como que Dios se estaba divirtiendo, haciendo algo misterioso, sino que era algo bien planificado por Dios. Dios estaba resolviendo una situación espiritual de envergadura cósmica, por así decirlo, y Dios estaba creando un ser que iba a ser capaz de darle a la humanidad lo que la humanidad necesitaba, de resolver el dilema de la humanidad. Y para eso se necesitaba una mujer que le diera su naturaleza humana al Señor, al Mesías, que le prestara, por así decirlo, su vientre a Dios y que entonces Dios pudiera entrar en esa parte humana y hacer una mezcla perfecta de lo humano y lo divino. Y de ahí iba a nacer el salvador de la humanidad, por eso era necesario que fuera una virgen, porque el ser que iba a nacer tenía que abrir matriz, tenía que ser algo...... Dios siempre habla de que las primeras ofrendas al Señor, en la Biblia está eso de que el varón que abría la matriz de la madre era consagrado al Señor.
Así que María tenía que ser virgen por dos razones: primero, que Dios al tener contacto con ella le impartiera su naturaleza divina a la naturaleza humana que ella iba a aportar, pero también para que fuera claro de que esto era algo que era consagrado al Señor, de que era ideado por Dios, de que iba a ser algo nuevo, algo único en la historia de la humanidad. Entonces Dios se une, espiritualmente se posa sobre María. María le pregunta: “pero ¿cómo va a ser esto, cómo es posible que yo vaya a dar a luz un hijo, pues soy virgen?”, y ángel Gabriel le dice: lo que va a pasar es que el espíritu santo va a descender sobre ti, se va a posar sobre ti, y Dios va a hacerte concebir un hijo. Es decir aquí no hay nada, entendamos hermanos, no hay nada sexual, no hay una unión como esas uniones que vemos en los mitos, entre la deidad y una doncella humana. En la historia de la humanidad hay tales cosas, hay relatos así, en los mitos de las religiones. Esto se trata de una unión santa donde Dios descendía en forma de espíritu santo, incubaba sobre María y gestaba en ella un ser que era una perfecta mezcla de humanidad y divinidad. Eran las dos cosas perfectas y entonces ese ser que había de salir, como dice aquí en el versículo 35 “el espíritu santo vendrá sobre ti, el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra, y por lo cual también el santo ser que nacerá será llamado hijo de Dios”. Esa es la mezcla preciosa que Dios quería traer a este momento, una mezcla de humanidad, de deidad y ese santo y misterioso ser que iba a caminar sobre la tierra, iba a incluir estas dos naturalezas. Cristo iba a caminar sobre la tierra, iba a vencer sobre la tentación, sobre los demonios, sobra la naturaleza, sobre la muerte, sobre las enfermedades, sobre la soledad, sobre las traiciones de los hombres, sobre todo tipo de cosa. Cristo en su naturaleza humana estaba viviendo la vida que se suponía que nosotros viviéramos, tanto en lo bueno como en lo malo.
En lo bueno vivió puramente, perfectamente negándose a toda tentación que vino a El, completó lo que se suponía que los hombres completaran cuando Dios los creó en el huerto del Edén. Lo hizo todo bien, lo hizo todo por el libro, llenó todos los requisitos que Dios requería de un ser humano, y como Dios, en su parte divina de Jesús, El pudo pagar el precio de nuestros pecados. Porque si hubiera sido solamente hombre, ningún hombre es lo suficientemente valioso como para poder salvar a toda la humanidad, quizás su sacrificio hubiera podido valer para él pero en su calidad divina, de Dios, El podía, al dar su vida y al soltar la vida que estaba dentro de El y asumir nuestros pecados, El podía pagar las deudas de todos nosotros. Y por eso hoy cuando nosotros miramos hacia Jesús, miramos hacia ese hombre Dios, históricamente hablando, y decimos Señor, yo creo que tu completaste eso en tu encarnación, tu pagaste el precio de mi pecado y ahora yo puedo tener libertad para venir ante el Padre Celestial, entonces tu puedes también ser salvo, tu puedes recibir comunicación con Dios, tu puedes recibir el perdón de tus pecados.
Así que cuando Gabriel le está anunciando esto a María, de que ella, una virgen, va a tener un hijo, está todo eso dando vueltas allí. El hecho de que Dios estaba resolviendo este problema de la humanidad y a través de ese nacimiento virginal El estaba dándole salvación a toda la humanidad. Y a mi siempre me conmueve, la reacción de María. María, cuando el ángel le dice que ella va a tener un hijo, María se estaba metiendo en un gran problema, porque María dice que era desposada, eso quiere decir que ella estaba comprometida con José. No estaba casada todavía, pero en la cultura hebrea, el estar comprometido era equivalente a un matrimonio.
En la cultura hebrea usted era amigo, podía de ser amigo de una muchacho si era una joven y una vez que esa amistad pasaba a algo más serio, inmediatamente tenía que ser formalizada con un compromiso. Y ese compromiso equivalía a matrimonio. Si esa mujer era encontrada en adulterio, aunque no estaba todavía casada formalmente pero era una ofensa como si hubiera sido casada, extremadamente sería. Y en la antigua cultura hebrea era ofensa digna de muerte. Entonces cuando el arcángel le dice a María: María, tu vas a tener un hijo y va a ser un nacimiento misterioso, virginal, Dios mismo lo va a hacer. María me imagino que pensó inmediatamente: Guau, en qué lío me he metido. Qué va a pensar mi familia. Imagínense que le preguntaran: “Pero, María ¿y cómo tuviste este hijo, si no estás casada todavía? Oh, el espíritu santo me lo hizo nacer. Nadie le iba a creer. María tenía que ponerse a riesgo, tenía que creer que Dios iba a resolver ese dilema de alguna manera, y eso nos recuerda, hermanos que la navidad es un tiempo también de hacer un propósito de vivir en fe, vivir por fe, vivir en obediencia a Dios. María es una mujer que representa fidelidad a Dios, que representa fe en el Señor, que representa el espíritu de servicio al Señor. María al final de ese relato dice: “He aquí la sierva del Señor. Hágase conmigo como Dios quiera”.
Y en navidad nosotros tenemos que pedirle al Señor, Padre, ayúdanos a aceptar y adoptar ese espíritu de obediencia a Dios, que aunque nos pida cosas que son terriblemente raras, amenazantes, que traen inseguridad a nuestra vida, que nosotros podamos decir: Señor, hágase tu voluntad. El Señor Jesucristo cuando tenía que ir a la cruz del calvario inseguro de lo que iba a pasar allí. El se imaginaba más o menos, pero lo único que sabía era que le esperaba un gran sufrimiento, dijo: Señor, si tu quieres pasa de mi esta copa, pero si Tu prefieres hacer otra cosa, pues hágase Tu voluntad en mi vida. Ese espíritu de entrega, que es lo que vemos a través de todo el relato de la carrera de Jesús, su madre lo recibe en obediencia, El viene en obediencia al Padre, y luego El se entrega en obediencia, de nuevo, al Padre, a la cruz y a los brazos de la muerte.
Y navidad es eso, acerca de entregarnos al Señor, en obediencia, de reanudar lazos de sujeción y de entrega al Señor, y de recordar a ese Dios que dice: mira, yo te quiero bendecir. Tu quizás no estás seguro de cómo yo lo voy a hacer, pero yo tengo un plan. No te preocupes de cómo será esto, yo se cómo hago las cosas y tu simplemente confía en mi y ponte en mis brazos. Quizás Dios quiere bendecirte en alguna manera en esta navidad. Quizás Dios quiere traer algo nuevo para ti en el año que viene, pero quizás Dios te está diciendo: confía en mi, da pasos de fe, haz un propósito de servirme mejor. Haz un propósito de darme tu tiempo, de buscar de mi más profundamente cada día, de consagrarte más a mi, de estudiar mejor mi palabra, de orar más, de pagar el precio adelante, porque muchas veces Dios antes de bendecirnos nos pide que seamos crucificados, humillando nuestro intelecto, humillando el cómo será esto, el cómo se va a dar, y qué pasa si no funciona la cosa. Dios continuamente nos dice: “Tírate al abismo y Yo voy a estar contigo, Yo te voy a sacar adelante, no te preocupes. Yo se lo que estoy haciendo.”
Así que eso es importante que veamos ahí ese hecho. Dios estaba resolviendo un gran problema, una situación tremenda de la humanidad y El tenía su plan y María era necesaria, y cada uno de nosotros muchas veces somos necesarios para que Dios pueda hacer algo en la humanidad y necesita nuestra obediencia, necesita un corazón abierto que le diga al Padre: Señor, haz de mi como tu quieras. Yo estoy dispuesto a hacerlo.
Entonces, dice en el versículo 28 que cuando el ángel entró donde ella estaba le dijo a María: “Salve, muy favorecida, el Señor es contigo, bendita tu entre las mujeres”. A mi me gusta ese pasaje, esa parte de este relato. Y es importante que no lo pasemos por alto, porque aquí tenemos una clave a quién es María verdaderamente y cuál es la importancia que debemos darle a ella. Sabemos que esto ha sido razón de controversia a través de muchos años sobretodo entre de la iglesia católica y la iglesia evangélica, acerca de cuál es el papel de María, cuál es la importancia verdadera de María y cuál es el nivel de respeto que se le debe dar a María.
Yo encuentro aquí en estos versículos bastante información para resolver ese dilema. Nosotros como cristianos evangélicos que amamos a María, respetamos a María y veneramos a María porque María fue una mujer que Dios usó para un rol especial, único en la humanidad y quiero que si algún hermano católico nos visita en esta tarde sepa, que en nuestro corazón nosotros no animamos ningún tipo de irreverencia, los cristianos evangélicos le damos a María un lugar muy especial en la economía espiritual. Dios ha escogido a María porque era una mujer de gran carácter, era una doncella respetable, era una mujer que yo me imagino que si la conociéramos hoy, podríamos decir: esta mujer tiene el fruto del espíritu santo en ella. No escogió a María porque fuera altamente educada, no la escogió porque fuera miembro de una familia exclusiva y de alta alcurnia. La escogió por su carácter, la escogió por su belleza interior.
Así como escogió a David de la manada de ovejas, allá metido tan lejos que ni su papá pensaba que David jamás podría ser el rey de Israel. Cuando Samuel vino a buscar al próximo rey a la casa de Isaí, porque Dios le dijo: mira, ahí en esa casa es donde está el próximo rey que va a sustituir a Saúl. Samuel fue ahí sin saber quién era y el papá de David, le presentó a todos sus hermanos, uno tras otro y cada uno era bien prometedor, bien fuerte, bien apuesto, alto, musculoso y cada vez Samuel veía a uno de ellos decía: Oh, este debe ser...., y Dios decía: no, ese no es, ese no es. Pasaron todos los hermanos de David y no llegaba la aprobación de Dios.
Y Samuel finalmente le pregunta a Isaí: oye, eso es todo, no tienes un hijo más? Isaí, dice: ah, si, allá atrás hay otro en la cocina, que se llama..... pero ese no puede ser porque es demasiado chiquito y es demasiado joven. Pues, ese era el que Dios quería. ¿Por qué? Porque David tenía un corazón como el de Dios. David tenía una personalidad que a Dios le agradaba. David era tierno para con Dios. Dios busca simplemente el corazón del hombre. No busca necesariamente la alta alcurnia, ni siquiera a veces busca las grandes obras que tu hayas hecho, pero Dios busca un corazón tierno, y yo creo que eso era lo que tenía María. María tenía una personalidad que a Dios le agradó. Era una mujer virginal, no solamente en su cuerpo, sino en sus pensamientos, en su corazón y los ojos de Dios recorrieron todo Israel, y fue al palacio y allí había muchas princesas, que hubieran sido ideales para Dios, que estuvieran a la altura de su hijo. Pero Dios dijo: no, no esa no es, y llegó a esa cocina humilde, allí estaba esa doncella de corazón sencillo y entregado a Dios y Dios dijo: esta es la que yo voy a usar. Y escogió a María por eso.
Es decir, nosotros por eso respetamos a María y siempre le daremos a María un lugar especial en nuestros corazones. Pero, habiendo dicho eso, nosotros también entendemos que María no es ese ser que a veces le hemos asignado como una importancia casi igual a la Jesucristo y es más, en la sensibilidad de algunos cristianos en Latinoamérica y en otras partes del mundo, María está casi a veces en su corazón y en su afecto como por encima de Jesús. Y le oran más a María que a Jesús, y María es como una mediatriz y hoy en día hay la idea en ciertos círculos teológicos católicos, de que María es mediatriz, entre Dios y los hombres y eso vuela en contra de todo lo que dice la palabra, porque la Biblia dice claramente que hay un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.
El único que puede ocupar ese papel de mediador entre Dios y los hombres es Jesús. Por eso fue que Dios hizo todo este rollo de venir al mundo, de despojarse de su gloria. Imagínense si hubiera necesitado algo más, ¿para qué tanto trabajo? Usted no cree que Dios era suficiente, que si El iba a venir al mundo y asumir su rol de mediador ¿para qué necesitamos ángeles, santos u otras cosas? Dios es suficiente en hombre, en la forma de Jesús. El dice: yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre si no es por mi. El que entra por la puerta que yo soy, puede entrar al redil.
Entonces Cristo no necesitaba más nadie. Dios hizo todo ese plan alrededor de su hijo Jesús. María es un instrumento y como todos los actores de un drama, cuando su rol ha terminado. ¿Qué hacen los actores cuando termina su rol? Se van del escenario para que venga otro y así vemos en las páginas de la Escritura, cuando el Señor sube al cielo, en su ascensión, María desaparece de las páginas de la Biblia. El último momento en que la vemos es en aposento acto con los Apóstoles, con otros Apóstoles, pero eso es todo. Porque, claro era la madre de Jesús y necesitaba cierto reconocimiento, ella ocupaba un lugar importante pero eso es todo y aquí en este relato podemos ver eso expuesto en una manera bien natural y por lo implícita que es el rol de María, para mi es todavía más convincente y más importante, porque cuando el ángel entra a donde ella está, él le dice: saludos, Salve, muy favorecida.
¿Qué palabra vemos ahí en favorecida? Favor. En el griego original la palabra que el ángel usa quecaritomene, que quiere decir tu has sido objeto de la gracia de Dios, caritas, de la caridad de Dios. Tu has tenido la bendición de que Dios ha encontrado en ti algo que lo ha agradado. Lo que está diciendo es que María se pegó la lotería por así decirlo, Dios la escogió a ella. Dios le dio la gana de que ella fuera, no fue porque María hiciera algo extraordinario o porque ella tuviera algún derecho inherente de ser la madre de Jesús, sino porque Dios escogió favorecerla a ella. Cuando usted favorece a alguien porque sale de usted, no porque la persona se lo demanda o se lo exige, o lo obliga, sino porque sale de su corazón. Salió del corazón de Dios que María fuera escogida. Ella no tenía en si nada, era una doncella, Dios siempre escoge, dice la Biblia, lo humilde, lo que los hombres desechan, lo que no tiene tanto atractivo, eso es lo que Dios escoge. Muchas veces Dios nos escoge, no tanto porque merezcamos que nos escoja sino porque precisamente no merecemos que El nos escoja.
Entonces él le dice, muy favorecida entre todas las mujeres, y también le dice: el Señor es contigo, bendita. Eulogemene, que quiere decir también de nuevo, Dios ha decidido llamarte bendecida. Dios te ha elogiado a ti con su favor, entre todas las mujeres Dios te ha escogido a ti. Ahora, ¿cuál es la reacción de María en todo esto? María se turba, María se confunde, pero qué tipo de saludo es este que me está dando, yo no soy nadie, yo soy simplemente una doncella de una aldea pequeña, yo no tengo nada. ¿Cómo es que yo voy a ser bendecida entre todas las mujeres si yo no pertenezco a un grupo de realeza, yo no tengo ninguna alcurnia académica, yo no tengo dinero? Ella se turba, se confunde pensando qué tipo de saludo será este. Y el ángel le tiene que volver a aclarar a ella, entonces: María, no temas porque has hallado gracia delante de Dios. En otras palabras a Dios le ha placido, a Dios le ha placido decirte a ti que tu vas a ser la portadora de tu hijo.
Entonces lo que vemos en todo este proceso es que es un proceso de gracia inmerecida, de favor de Dios, el amor de Dios, la preferencia de Dios por esta humilde muchacha. No hay nada aquí como de que María sea algo extraordinario, o que Dios no tuviera otra opción. Dios escogió a esta mujer y María entonces recibe el favor que se le hace, pero, de nuevo, nosotros tenemos que darle a María ese lugar, ese espacio. Inclusive el decir que María es una virgen perpetua va en contra de lo que dice la palabra, porque no se si es en este pasaje, pero en otro caso dice que Jesús fue su primogénito. Jesús fue el primogénito de María, queriendo decir que fue el primero, pero no el único, no fue el último. María tuvo otros hijos. María asumió su vida normal de mujer casada, y tuvo una relación natural y normal con su esposo, José. Y la Biblia es bien clara de que tuvo otros hijos también.
Podemos danzar alrededor de lo que dice la Biblia, pero es bien claro, que no, que María tuvo una relación, después de su rol, ella continuó su vida normal y aún cuando el ángel le dijo todas estas cosas, y más adelante vemos que Jesús nace y vienen pastores y le dicen a María y a José de que vieron ángeles que les dijeron que este es el salvador de la humanidad y todas estas cosas grandiosas, dice la Biblia, que María meditaba esas cosas en su corazón. Ella misma no comprendía completamente, cabalmente lo que eso significaba. Era una muchacha humilde, de poco entendimiento teológico y la verdad es que cualquiera de nosotros por más que le dijeran que esto era algo excepcional, y que Dios iba a hacer esto, esto y lo otro, el evento era tan grande, tan excepcional que ella lo único que podía hacer era meditar en eso y preguntarse ¿qué será?.
De hecho la Biblia nos dice que los hermanos de Jesús, su madre, como que nunca comprendieron completamente esto de que El era el salvador de la humanidad. En ocasiones pensaron de que quizás podría estar un poquito loco, el Señor Jesucristo, y María era parte de ese drama. Ella era simplemente un instrumento que Dios estaba usando para un propósito específico, pero era todo. No era ni más ni menos que eso.
Y finalmente quiero dirigir su mirada hacia el versículo 31 donde el ángel le dice a María: ahora concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo y llamarás su nombre Jesús. Este será grande y será llamado hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Aquí hay dos cosas, déjenme poner la segunda primero y la primera por último. El ángel le dice a María, este ser maravilloso que va a nacer, a él le va a ser dado el trono de David, su padre. La Biblia es bien clara que Jesús nace del linaje de David. Si leemos en el libro de Mateo, Mateo traza la genealogía, es decir la descendencia de Jesús, a través del linaje de José. José en términos humanos era el padre adoptivo de Jesús, porque el padre verdadero de Jesús era evidentemente Dios, en términos divinos, espirituales, pero en términos humanos, legales, José era el papá de Jesús. Entonces José le dio a Jesús su linaje davídico, porque en la Escritura, en las profecías antiguas estaba la predicción de que el Mesías había de venir a través del linaje de David. Dios le dio una promesa al rey David y le dijo: Yo voy a hacer que tu trono sea un trono eterno, un trono permanente. Nunca va a faltar un descendiente de tu casa y finalmente yo voy a traer un descendiente que va a reinar para siempre, como es Jesús.
Entonces cuando el ángel le está diciendo aquí a María que él reinará sobre la casa de Jacob y Dios le dará el trono de David, su padre, y reinará para siempre y su reino no tendrá fin, está aludiendo a todas estas cosas, el Mesías, su reino iba a ser eterno y su reino estaba vinculado al reino de David, porque Dios había prometido a David que su descendencia heredaría la tierra y que sus hijos serían permanentemente reyes sobre Israel y que vendría ese ser misterioso que reinaría para siempre en su lugar. Entonces, todo esto estaba siendo desplegado aquí en este relato.
Y finalmente dice: y su nombre se llamará Jesús, queriendo decir ..... el nombre Jesús quiere decir Dios es salvación. Aludiendo al rol especial, al rol único que ese ser iba a jugar. La esencia misma de Jesús es que era el salvador de la humanidad, por eso toda la historia navideña gira alrededor del rol salvador de Cristo Jesús. La única razón por la cual Dios viene a la tierra es para salvarnos, para sanarnos, para traer vida y salvación a nuestras vidas, y por eso es que esta navidad nosotros tenemos que dirigir nuestra mente, nuestro espíritu a ese hecho singular de que la navidad es sobre todo el relato de los tratos de Dios con el hombre para sanarnos. Jesús ha venido al mundo para salvarte a ti, para salvarme a mi y si nosotros queremos que la navidad tenga verdadero significado tenemos que haber hecho ese trato directo con Jesús, haber entregado nuestras vidas al Señor Jesucristo y haberlo invitado, como dice ese himno, a nuestro corazón para que reine en nuestra vida.
Si tu conoces a Jesús en cualquier otra manera, excepto en su rol especial y específico de salvador, no lo conoces verdaderamente porque la misma palabra, el mismo nombre que se le dio, que no fue un nombre escogido por hombres sino por Dios mismo, alude a la naturaleza santifica, salvadora de Cristo Jesús.
Yo voy a invitar a los músicos que pasen por acá un momento y quiero arroparlo todo en ese hecho. Todo este relato, todos estos detalles que vemos aquí y podríamos estar más tiempo todavía, exponiendo diferentes aspectos de la narrativa de la encarnación, pero todo está orientado, una cosa, otra, todos los detalles, giran alrededor de ese hecho, de que Dios estaba encaminando el nacimiento de su hijo hacia la salvación de la humanidad, hacia traer reconciliación entre Dios y el hombre. Y es la única forma de nosotros entender la navidad en este año y todos los años. Yo les animo, mis hermanos, a poner a un lado todas las demás cosas, es bueno comprar los regalos, es bueno hacer la comida, es bueno invitar a los familiares y los amigos, pero como cristianos nosotros tenemos que valorar por sobre todas las cosas el elemento de la salvación que Dios estaba trayendo a la historia de la humanidad. Y nosotros tenemos que asegurarnos de que tengamos una relación personal con Jesucristo.
Esta navidad, si tu no has dado ese paso de fe, de abrir tu corazón a Jesús, invitarlo entrar a tu vida, yo quiero invitarte a que ni no lo has hecho antes, aproveches esta oportunidad para decirle al Señor Jesucristo : Señor, yo quisiera que tu entraras a mi corazón y yo quisiera recibirte y yo quisiera que tu fueras mi Dios y mi salvador y que esta navidad tuviera un significado especial porque Tu hayas entrado a mi vida.
Yo le invito a bajar su cabeza un momentito en señal de oración al Señor y de recogimiento. Medite un momento en estos aspectos del relato de la navidad. El ángel magnífico enviado a la casa de una humilde doncella para decirle que ella ha sido escogida para ser la portadora de un ser misterioso, diseñado y elaborado, en su naturaleza divina, humana, para traer salvación y redención a la humanidad y con eso Dios también estaba cumpliendo una promesa que le hizo a un ser, humilde como María también, cientos de años antes, de que su trono iba a permanecer para siempre y estaba elaborando un ser maravilloso cuya función esencial era la de ser salvador. Y Jesús todavía está en el asunto de salvar, de salvar a aquellos que se entregan a El, que abren sus corazones a El y que le dicen: entra a mi vida, Señor. Yo quiero que Tu seas mi salvador personal.
Yo quisiera invitarte en esta tarde si no lo has hecho todavía, si no has invitado a Jesús a entrar a tu vida todavía, a ser tu salvador personal, a que lo hagas en esta tarde y voy a pedirte que levantes tu mano si tu quieres recibir a Cristo, que levantes tu mano o pases por aquí por delante, como tu quieras, y que invites a Jesús a entrar. ¿Habrá alguien? Yo veo una mano allá detrás que invita a Jesús. Gloria a Dios. ¿Habrá alguien más que le diga: Señor, te invito a mi corazón aquí enfrente de mi?, ahí detrás otra mano. ¿Habrá alguien más? Este ha sido un mensaje bien sencillo. Dios te bendiga joven, no tiene nada de espectacular, ni de llamativo, es simplemente relato escueto, navideño, de las cosas como fueron. Yo invito a esos hermanos que han levantado sus manos a pasar por aquí un momento. Venga, queremos orar por usted. Pase aquí, que te acompañe esa persona. No tengan vergüenza de venir un momento aquí y presentarse ante el Señor y decir: Padre, yo recibo a Jesús como mi Señor y salvador. Todavía, si no has levantado tu mano y quieres hacerlo, quieres pasar aquí al frente, te invito. Lo único que vamos a hacer es orar por ti y pedirle al Señor Jesús que figurativamente nazca en tu corazón, nazca en tu vida.
El Señor, dice en su palabra, que El está a la puerta de nuestro corazón y El llama y si alguien escucha su voz y abre la puerta, El entra y tiene intimidad contigo. Es interesante que uno de los relatos dice que no se encontró para Jesús lugar en el hotel donde María y José se querían quedar, no había espacio. Y yo creo que Dios, de nuevo todos los detalles del nacimiento tienen algo que ver con el plan de Dios, Dios escogió eso porque El quería como dejar claro que no se, Jesús siempre está como buscando un lugar donde quedarse, y el único lugar donde Cristo quiere reposar es en tu corazón. El tiene ya su lugar allá en el cielo, pero aquí en la tierra a El le gusta habitar entre nosotros, le gusta habitar en nuestros corazones y El se está ofreciendo siempre y dice: hey, me gustaría que tu me dieras posada en tu vida y que yo pudiera comer contigo y tu conmigo, que podamos tener intimidad. Esa es la historia de la navidad, hermanos, no es meternos a una religión a ser evangélicos o católicos o lo que sea, es a invitar a Jesús a entrar en nuestro corazón y hacerlo nuestro Señor y nuestro salvador.
Yo quisiera que repitieran conmigo así bajito, ahí quedo en su propia intimidad personal. Dile a Jesús la siguientes palabra: Señor Jesucristo, te invito a entrar a mi corazón, te abro las puertas de mi casa, se mi Señor y se mi salvador. Me arrepiento de mis pecados y creo que en tu sangre, en tu muerte, en tu resurrección yo tengo vida eterna. Gracias por asumir la forma de un hombre, siendo tu Dios mismo y pagar el precio de mis pecados. Recibo tu sacrificio y te declaro dueño de mi vida, salvador de mi alma. Reina en mi para siempre en tu nombre, Jesús. Amen. Amen.
Yo te puedo decir, mi hermano, mi hermana, tu eres hecho hijo de Dios. La palabra dice que a todos los que le recibieron les dio poder para ser llamados, para ser hechos hijos de Dios, así que ese es le mejor regalo que tu le puedes dar al Señor Jesucristo en este día, es el mejor regalo que te puedes dar a ti mismo y a tus seres queridos, el hecho de que tu tienes una nueva naturaleza por medio de la posada de Jesús en tu vida. Amen. Te felicito, yo doy gracias al Señor por cada uno de ustedes. Denle un aplauso al Señor en esta tarde. Amen. Gloria a Dios. Amen. Amen. Gracias al Señor. Vamos a ponernos de pie hermanos, vamos a cantar de nuevo ese himno, Tu dejaste tu trono y corona por mi. En navidad hay que cantar de vez en cuando los buenos himnos navideños, eso es lindo. Y ahora entendiendo un poco más del relato navideño vamos a cantar ese himno con intencionalidad y con sabiduría espiritual mientras elaboramos la historia navideña.
La verdad os hará libres
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El pastor Kris Kile es un siervo del Señor. El trabaja en un ministerio de enseñanza y lo conocemos de hace muchos años. Hemos siempre hablado de que de alguna manera haya una conexión con nuestra iglesia con el ministerio que él encabeza y en una conversación que tuvimos hace unas semanas atrás, acordamos que él viniera, nos trajera la palabra de Dios y que nos dejara saber algo también acerca de su ministerio y que esa unción que Dios le ha dado a él de hablar de procesos transformadores pueda llegar a nuestra iglesia también.
Hola. Es tremendo estar con ustedes en este día. Tengo varios amigos cercanos que están aquí en esta congregación. Uno está sentado aquí mismo delante de mi, Patricia, y estoy tremendamente entusiasmado con la visión que ustedes han sostenido aquí durante los años. De mi perspectiva de lo que ustedes están haciendo, no solamente está teniendo un impacto aquí entre esta congregación, sino que creo que Dios está haciendo y continuará usando lo que ustedes están haciendo aquí en este lugar para cambiar y transformar el mundo. Amen. Más allá, mucho más allá. Por lo tanto me siento muy entusiasmado de poder ver lo que ustedes están haciendo y es un gran privilegio estar con ustedes hoy y un gran gozo también. Así que gracias.
Quiero hablarles hoy acerca del amor, la transformación y la libertad, la liberación. Y quisiera invitarles hoy a participar plenamente en este mensaje. Ahora, piensen ¿qué se tomaría para que ustedes puedan participar plenamente en este mensaje? Hablemos de eso por un momentito. Habrá tiempos en que yo voy a hacer preguntas y les voy a pedir que levanten la mano, y que ustedes puedan entonces responder a esas preguntas y esa será una manera que ustedes podrán participar hoy. Y otra manera de participar plenamente es considerar lo que les estoy diciendo como más que simplemente conocimiento útil. El conocimiento en sí no produce resultados así que consideren lo que estoy diciendo a la luz de su vida personal, considérenlo a la luz de lo que usted es para las personas a quienes usted ama y con quien usted pasa el tiempo. Otra forma en que puede participar es escuchando con un corazón y una mente honesta y abierta. En otras palabras consideren honestamente lo que les he de decir. A veces lo que yo les diga podrá ser un reto para sus opiniones acerca de la vida, del mundo. Y si yo tengo éxito eso va a suceder esta mañana, van a ser retados. Mi meta es llevarlos a reconsiderar en maneras diferentes lo que es el amor, la libertad y la transformación, formas nuevas de ver estos conceptos.
Mi invitación es que sean valerosos, que tengan valor moral para considerar las cosas en lo que quizás sea una forma nueva y diferente de verlas. Y lo único que les estoy diciendo que hagan es que consideren estas cosas con el corazón de un discípulo, o una discípula. Un discípulo es una persona que están en continuo aprendizaje, alguien quien está muy consciente de que no siempre tiene las respuestas correctas. A veces pienso que tenemos las cosas como tergiversadas. Creemos que la meta es tener siempre la respuesta. Yo diría que como discípulos la meta es permanecer en la pregunta no en la respuesta. ¿Saben ustedes que Jesús en la Escritura hizo más preguntas que las respuestas que dio? Y muchas veces cuando daba la respuestas las daba en forma de parábolas lo cual en algunas maneras era simplemente una invitación para que la gente considerara nuevas preguntas. Así que la meta de ser cristianos es no tener siempre las respuestas, o creer que se tienen las respuestas. Es más bien continuamente reinventar la posibilidad de estar en relación continua con Aquél que si es la respuesta, el Señor Jesucristo.
Así que es en ese espíritu de inquirir, de buscar que yo les pido que consideren mi mensaje en este día. ¿Cuántos de ustedes le gustaría poder amar más poderosamente y más atrevidamente? Así que vamos a hablar acerca de eso hoy. ¿Cómo sabe usted que usted está amando más poderosamente? ¿Dónde busca usted para determinar cómo usted está amando? ¿Busca usted dentro de si mismo? ¿O busca usted hacia aquellos que usted dice que usted ama? Muchas veces me gustaría convencerme a mi mismo que yo estoy verdaderamente amando a la gente me preocupa y que yo amo, pero si en realidad escojo ser honesto tengo que mirar y preguntar a aquellos que yo digo que amo y permitir que su experiencia me instruya a mi sobre cómo amarlos verdaderamente, de otra manera probablemente pasaría toda mi vida viviendo en un mundo de fantasía. ¿Cuán frecuentemente ha fallado usted en comunicar su amor a aquellos que usted supuestamente ama? Yo noto que fracaso frecuentemente. Mi esposa, su nombre es Katie, muchas veces, aunque siempre digo que la amo noto que muchas veces no produzco en ella esa experiencia de amor que yo pienso que estoy efectuando. Ahora, ¿eso es buenas noticias o malas noticias? Yo digo que es buenas nuevas, es bueno darse cuenta de eso. Ahora no necesariamente es buena nueva de que yo fracaso en este cometido, pero Dios nos ha instruido que muchas veces vamos a errar el blanco, no vamos a llegar a la meta. Entonces la pregunta es si mi deseo es tener una experiencia consistente de amor con aquellos que amo, entonces cómo puedo yo vivir de manera que yo pueda transformar lo que yo pienso que es posible en amar y ser amor viviente y amarlos vivamente a los demás.
Miremos a lo que Dios dice acerca del amor. En Lucas, Capítulo 10. versículo 25, les invito a buscar ahí en sus Biblias. Aquí dice: “he aquí un intérprete de la ley se levantó y le dijo (está hablando acerca de Jesús), diciendo para probarle: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna? Y Jesús le respondió a ese abogado de la ley, le preguntó: ¿Y bueno, qué está escrito en la ley, cómo lees? Y aquel respondió diciendo: Amarás al Señor, tu Dios, con todo corazón, alma y con todas tus fuerzas y a tu prójimo como a ti mismo. Y el Señor le dijo: has respondido correctamente, has esto y vivirás.
Ahora, esto es algo importante porque tenemos aquí el intérprete de la ley preguntándole ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna, Señor? ¿cuántos quisieran la plenitud de la vida eterna ahora y en el futuro? ¿Cuántos quieren esa herencia? El le da la respuesta, El le dijo “ama a Dios y ama a tu prójimo”. Suena sencillo ¿verdad? Pero yo creo que estos dos actos de amar a Dios y amar a mi prójimo están inescapablemente conectados uno con el otro. Yo creo que muchas veces estamos bien seguros de nuestro amor por Dios pero no tan seguros acerca del amor hacia nuestro prójimo. Y el prójimo es aquel con quien estamos cercanos, aquellos que nos acompañan en la vida. Saben que en la Escritura también dice que amarás a tu enemigo también. Yo no se acerca de tu experiencia pero a veces me siento que la gente que yo amo más y con quienes me siento más cercano, a veces me siento como que son mis enemigos inclusive ...... ¿Pero cuál es tu problema? ¿Por qué estás diciendo eso? ¿Por qué estás haciendo ese tipo de cosa? ¿Han sentido alguna vez así acerca de la gente aún que usted ama? Así que Dios dice: no importa cómo la gente se aproxima a ti, cómo actúan en tu vida. no importa eso, está siempre claro acerca de tu compromiso con cada uno de ellos que yo te mando. Y Dios define eso un poco más.
En Primera de Juan, Capítulo 4, versículo 20: “si alguien dice Yo amo a Dios y aborrece a su hermano, es mentiroso porque quien no ama a su hermano a quien ha visto, cómo puede amar a Dios a quien no ha visto.” Y nosotros tenemos este mandamiento de El, que aquel que ama a Dios ame también a su hermano. ¿Cuántos de ustedes han oído gente que siempre están hablando de su amor por Dios y sin embargo muchas veces actúan con indiferencia y hostilidad hacia su prójimo? Dios dice que cuando hacemos ese tipo de inconsistencias, somos en efecto, mentirosos. Así que yo puedo decir que amo a Dios todo lo que quiera, pero en resumen lo que verdaderamente cuenta es según Jesús es que mi amor por Dios se reflejará en cómo yo me comporto contigo y con los demás. Entonces si yo quiero verdaderamente saber si verdaderamente amo al Señor debo examinar en qué forma yo amo a aquellos que yo supuestamente amo y los que me preocupan y cómo yo estoy amando a aquellos que no me importan. Hay una conexión muy poderosa entre esas dos cosas, entre el amor y la libertad. ¿A cuantos le gustaría tener más libertad?, levanten su mano. Ahora, yo puedo decir que Dios no está en el negocio de simplemente dar más libertad, no está en el negocio de más amor, ni está en el negocio de amor diferente o libertad diferente. No está en el negocio de más amor o libertad o diferente amor o libertad. Yo diría que ni siquiera está en el negocio de mejor amor o mejor libertad. A Dios le interesa sobre todo el amor completamente nuevo, amor nuevo. A El lo que le interesa es una experiencia completamente diferente de lo que es la libertad.
Miremos esta conexión entre el amor, entre amar y ser libre. En Primera de Juan, Capítulo 3, en el versículo 18, dice allí: “mis hijitos, no amemos de palabra solamente”, estoy leyendo aquí de una versión diferente, y en esta versión particular dice “simplemente no hablemos acerca del amor, practiquemos verdadero amor. Esta es la única manera de que en efecto amaremos, que estamos viviendo auténticamente, viviendo en la realidad de Dios. Es la manera también de cerrar el camino a la crítica debilitante, aún cuando hay razón para ser criticados, nosotros, porque Dios es mucho mayor que las preocupaciones y las culpabilidades de nuestro corazón y El conoce mucho más acerca de nuestro corazón que lo que nosotros mismos conocemos de nosotros mismos. Amigos, una vez que eso ya se ha arreglado entonces dejamos de acusarnos y de condenarnos a nosotros mismos, tenemos denuedo y tenemos confianza delante de Dios. Así que si yo me encuentro preocupándome más con amar a aquellos con quienes estoy en vez de enfocarme más sobre mis propias necesidades y faltas y estoy preocupado entonces no tanto en amarlos a ellos, sino en lo que ellos deben hacerme a mi y darme a mi vida, y yo me encuentro más preocupado en amar a aquellos que están alrededor de mi, a tener la razón en todo momento, entonces puedo comenzar a experimentar y a producir la libertad que se hace posible cuando vivimos en la realidad divina.
Ahora, muchas veces cuando hablo con parejas, aconsejando parejas ya he perdido la cuenta de cuántas veces la conversación comienza alrededor de: “Oh, si él simplemente hiciera aquello, entonces nuestra relación funcionaría”. Dios dice: mira, salte de eso. El dice: más bien está tu convencido de lo que Dios espera de ti con respecto a ello, lo que tu tienes que hacer con respecto a esa persona y trata de vivir responsablemente acerca de cómo tu puedes contribuir a la relación, vive en esa realidad y eso entonces producirá libertad. Porque piénsalo por un momento, si mi vida depende de cómo la otra persona va a actuar hacia mi, entonces me encuentro en realidad dependiente, esclavizado a sus acciones y a sus circunstancias para poder entonces llevar a cabo mi compromiso, experimentar mi compromiso. ¿Creen ustedes que hay poder en ese tipo de poder? Eso en realidad es debilitante, no te da poder. Ni tampoco tiene mucho que ver con lo que Cristo dice de “ama a Dios y ama a tu prójimo”. Así que mi pregunta para ustedes es la siguiente: ¿Qué quiere decir vivir en la realidad de Dios? Dios esencialmente nos ha dicho que no podemos ver por nosotros mismos, no podemos ver la vida basada en su realidad por lo menos no podemos ver su plena realidad divina.
En Primera de Corintios, Capítulo 13, en el versículo 12, dice: “por ahora vemos por espejos oscuramente, más entonces veremos cara a cara, ahora conozco en parte, pero entonces conoceré aún como soy conocido”. Y ahora quiero leérsela de una traducción diferente de la Escritura. En esta traducción dice: “todavía no vemos las cosas claramente, estamos simplemente mirando así, esforzando por ver en la oscuridad, mirando a través de la neblina, pero no pasará mucho tiempo antes de que se aclare el tiempo y que brille el sol brillantemente, y entonces veremos claramente, lo veremos con la misma claridad con que Dios nos ve, conociéndolo a El directamente como El nos conoce. Ahora, ¿cuándo es que vamos a ver claramente? Cuando Jesús regrese, cuando lo veamos a El cara a cara. Y entonces qué es lo que dice aquí: ¿es la realidad que vivimos entre el ahora y ese más tarde? Mientras tanto experimentamos la vida como a través de una neblina. Así que Dios dice ámame a mi y ama a los demás, vive en mi realidad, sin embargo El nos dice, pero aún así vas a experimentar mi realidad como a través de una neblina. Suena como una contradicción casi.
Pero en Juan 8:32 el Señor les dijo: conoceréis la verdad y la verdad os hará libres. Ahora, por muchos años, cuando yo leía este versículo la manera en que yo lo interpretaba, era que si yo llegaba a comprender la Escritura entonces sería libre. Y ciertamente la Escritura es una parte esencial para entender el corazón de Dios, pero yo diría que hay mucho más que involucra tener libertad que esto. ¿Cuánta gente que ustedes conocen que saben mucho de la Escritura, sin embargo no experimentan la libertad en sus vidas como ellos quisieran? Así que de hecho es una cosa importante conocer la Escritura, pero no es lo total.
Dios dice: “la verdad producirá libertad”. Ahora, la palabra verdad es muy interesante. El significado original de esa palabra que traducimos verdad es realidad, en el griego. En el griego original la palabra que se usa para aludir a la verdad en este versículo se traduce mucho mejor como realidad en vez de verdad y quiere decir como descubrir, quitar el velo, traer a la luz aquello que anteriormente había estado oculto. Así que, realidad es descorrer el velo, ver las cosas en una manera que antes no las veía igual. Es eso lo que produce libertad. Entonces yo diría que hay una conexión directa entre lo que Jesús aquí les dice acerca de la libertad y lo que El le dijo al intérprete de la ley acerca de lo que era más importante que todo en la vida. El le dijo “ama a Dios y ama a tu prójimo” y en realidad lo que pasa es que miramos a aquellos que decimos que amamos para determinar si verdaderamente se está dando el amor que creemos que estamos produciendo.
Romanos, Capítulo 12, hay otra pieza del rompecabezas allí. En el versículo 1 dice “ no os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento para que podáis comprobar lo que es bueno y aceptable, la perfecta voluntad de Dios. Así que en Romanos 12 el Señor nos ofrecer la posibilidad de ser transformados. ¿Y que quiere decir transformación? Piénsenlo por un momento. ¿Qué quiere decir transformación? La palabra que se usa aquí para transformación en el griego es la misma palabra que se usa cuando una lombriz, un gusano, se convierte en una mariposa. Es algo dramático. Completamente nuevo. Así que aquello en lo cual Dios está involucrado es en dar vida completamente nueva, en base a momento tras momento. ¿Así que cómo llevamos a cabo esa transformación? Si estamos caminando, deambulando como si estamos en una neblina y de momento la neblina se levanta y desaparece instantáneamente, ¿sería esa una experiencia completamente nueva?
Considere por un momento su corazón, la Escritura dice que del corazón salen los asuntos de la vida, dice que la boca habla de la abundancia del corazón, sin embargo también dice en el Libro de Jeremías, no tienen que buscarlo, simplemente se los voy a dar.
Jeremías 17:9 dice, que el corazón es engañoso más que todas las cosas y desesperadamente maligno y pecador. ¿Quién lo podrá entender y conocer? Así que Dios dice que de nuestra vida todos los asuntos, el anhelo de amar por ejemplo sale del corazón y a la misma vez dice que nuestro corazón está lleno de autoengaño y malicia, maldad. ¿Creen ustedes que esa malicia que hay podría producir una neblina en nuestras percepciones? Suena como una paradoja, una contradicción pero en realidad eso es lo que sucede. Así que si los asuntos de mi vida emanan de mi corazón y mi corazón entonces tiene esa maldad inherente, entonces ¿qué puedo hacer? ¿Hay una respuesta, una salida?
Yo diría que no se trata tanto de una respuesta como en una pregunta en la cual debemos permanecer y vivir. Y en el compromiso que hace posible ahí vivir en esa tensión, es aquello de lo cual venimos hablando hasta aquí. Mantener el deseo de amar a otros, vivir en ese compromiso, vivir atado a ese compromiso y continuamente analizar si en realidad estamos llevando a cabo ese amor.
En Segunda de Corintios, Capítulo 10, versículo 4, dice allí que las armas de nuestra milicia no son carnales.... (Dice que ustedes han oído ese versículo anteriormente) ..... sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas espirituales derribando argumentos y contra todo lo que pretende exaltarse contra el señorío de Dios tomando todo pensamiento y llevándolo cautivo a la obediencia a Cristo Jesús, y estando dispuestos a castigar toda desobediencia cuando su obediencia sea plenamente realizada. De nuevo en la versión que estoy usando quiero dar una traducción más coloquial, más sencilla.
Dice: las herramientas de nuestro oficio no son para mercadeo o para manipulación humana, por lo tanto son capaces de demoler esa cultura masivamente corrupta. Dice, usamos estas herramientas poderosas para destruir filosofías mundanas, para derribar barreras que han sido levantadas contra la verdad de Dios, tomando todo pensamiento suelto y rebelde y todo impulso nuestro y en las estructuras de la vida y encajándolo en Cristo Jesús. Nuestras herramientas están listas, preparadas, para aclarar el suelo de toda obstrucción que pretenda erigir maldad y mentira y que se oponga a la obediencia y a la madurez. Eso es lo que el ministerio en el cual yo estoy involucrado trata de hacer. Está diseñado para apoyar a la gente para que puedan construir las disciplinas y las prácticas de que habla aquí en Segunda de Corintios de llevar todo pensamiento cautivo a Cristo Jesús.
Muchas veces la neblina de la vida, de cual hablamos, se produce por los filtros personales a través de los cuales yo examino distorsionadamente la vida. Cada uno de nosotros tiene un punto de vista completamente diferente a los demás, y esa perspectiva está compuesta de toda la suma total de nuestras experiencias pasadas. Todo lo que hemos escuchado, aprendido, y lo que hemos decidido que vamos a hacer con respecto a esas experiencias. Y mientras que hay algunas cosas que creemos que todos tenemos la misma opinión acerca de ellas, yo diría que no hay dos seres humanos, tengan el mismo filtro a través del cual interpretan las experiencias de la vida, y nosotros inconscientemente, estamos inconscientes acerca de muchas cosas y que hemos decidido acerca de la vida, no sabemos, no las tenemos conscientes. Simplemente hemos decidido que así es y que no hay nada que yo pueda hacer al respecto. Simplemente así son las cosas. Sin embargo lo que yo escojo y lo que yo decido hacer acerca de mi realidad, muchas veces difiere de lo que aquellos a los que yo supuestamente amo como ellos interpretan y ven la vida, hay una diferencia de percepciones entre ellos.
Yo se que muchas veces cuando estoy hablando con alguien yo entro en competencia. Está lo que yo le estoy diciendo a esa persona y entonces está lo que usted está diciendo acerca de lo que yo estoy diciendo. Esa conversación interna que todos tenemos, ¿cuántos saben a qué me refiero? La gente normalmente habla como 150 palabras por minutos normalmente, los caribeños hablan más, pero la mente es capaz de pensar en términos de 600 a 700 palabras por minutos así que nosotros siempre estamos llenando esos vacíos allí, siempre estamos llenándolos con nuestra propia conversación interna. ¿Y qué es lo que le da fuego a esa conversación interna? Bueno, ahí habla en Segunda de Corintios, Capítulo 10 acerca de esto.
Dice: pensamientos sueltos, rebeldes, emociones, impulsos, evaluaciones, juicios, todo el paquete, ahí está todo. Y la mayor parte del tiempo no estamos conscientes de lo que estamos verdaderamente pensando. Es automático, no nos extrañemos que la Escritura dice que experimentamos la vida como a través de una neblina, hay interferencia. Así que ¿cuál es la solución? Bueno, ¿qué dice Jesús? El dice ama a Dios y ama a tu prójimo, y entonces si tu dices que me amas a mi, dice Jesús, pero no amas a tu prójimo, entonces eres un mentiroso. Así que la solución para comenzar a determinar cómo mi conversación interna, los pensamientos rebeldes, emociones y diferentes sentimientos si en realidad soportan o en realidad impiden que lo que yo digo que estoy comprometido a hacer, es decir amar a la gente constituye verdaderamente lo que dice Dios de que entregue mi vida para aquellos que en realidad yo digo que supuestamente amo. Es decir si hay consistencia entre lo que verdaderamente yo estoy pensando, lo que dice la palabra y lo que yo estoy en realidad haciendo en mi acto de amar a los demás. En la Escritura dice que debemos entregar nuestra vida por nuestro prójimo. Eso es mucho más que simplemente morir físicamente por alguien.
La realidad mayor para aquellos de nosotros que estamos viviendo es estar dispuestos a interrumpir la forma en que yo pienso que son las cosas que la Escritura dice que de todas maneras está distorsionado y lleno de neblina, y vivir en comunidad con los demás, en relación y estar abierto a su forma de ver la realidad. Por ejemplo cuando yo diga que yo amo a mi esposa, Katie, yo pueda estar abierto a cómo ella percibe mi amor y cómo ella siente como yo la estoy verdaderamente amando en vez de decirle: no, estás equivocada, cuando lo que ella me está diciendo de cómo ella percibe mi amor no coordina con lo que yo supuestamente pienso que es verdad. Hay tremenda libertad en esto. Piénsenlo.
Si cada vez que usted ama a una persona, por lo menos aquí en su mente según usted lo piensa, entonces porque usted le da la libertad a ellos para expresarse, usted descubre de momento que no los está amando como usted piensa, o su experiencia de su amor no es lo que usted piensa que es. Entonces esto constituye una invitación directa para que usted entre la realidad como es, en vez de permanecer en la fantasía, la distorsión personal que usted se ha construido. Y Jesús dice que ese hecho, esa honestidad produce libertad, porque entonces usted está libre para vivir con lo real, lo que es y actuar entonces dentro de su compromiso de vivir en la realidad, en lo honesto, lo verdadero. Hay grandes recursos, grande poder en esa postura. Así que la clave entonces es vivir responsablemente, inquirir y analizar responsablemente. Se claro con respecto a la visión que animará tu relación con los demás. Se abierto. Vive en honestidad, en autenticidad con respecto a los demás para que ellos puedan creer entonces que tu eres una apertura, que tu estás abierto a que ellos también te informen, te instruyan acerca de lo que es verdaderamente tu relación con respecto a ellos. Esto requiere valor moral, y es una invitación continua para vivir en el filo de la fe, porque las relaciones auténticas no son posibles de controlar continuamente de manera que siempre estemos en control y que resulten ser lo que nosotros queremos que sean esas relaciones.
¿Cuántos de ustedes han notado que la vida generalmente nunca termina siendo lo que nosotros queremos que sea? Yo diría que eso es parte del plan de Dios porque entonces tenemos la oportunidad de descubrir qué es lo que El tiene para nosotros verdaderamente y Jesús dice que esa realidad será entonces experimentada en términos de mi compromiso de amar a los demás genuinamente. Yo diría, es más, lo siguiente: yo diría que si yo estoy genuinamente comprometido a vivir la realidad auténticamente yo tengo que mantenerme en relación con los demás.
Ama a Dios, ama a tu prójimo. Esa realidad y vivir en ella producirá libertad. Mientras que aquellos a quines tu amas y que te aman a ti te instruyen y se sienten libres para dejarte saber acerca de su percepción personal de la realidad, entonces eso te permitirá no estar controlado, esclavizado a la neblina y a las distorsiones mentales de la vida. La claridad en la vida se produce por un compromiso inalterable de amar a otros y un compromiso de actuar siempre en fe, de lanzarte a los desconocido de lo que esa realidad nueva, interactiva, ha de producir, y eso produce gran esperanza en la vida de manera que no tengas ya que vivir en la desesperación y en la resignación a las circunstancias.
Entonces, eso es lo que nosotros hacemos en los entrenamientos en los cuales nosotros estamos involucrados porque nosotros apoyamos a los demás y los ayudamos a procesar sus relaciones con los demás, y siempre estamos involucrados en una conversación continua con el liderazgo aquí en su iglesia acerca de cómo podemos trabajar juntos para que esa transformación, esa libertad se de en formas nuevas y creativas aquí en su congregación. Así que si a usted le interesa saber más acerca de cómo usted puede vivir esa vida auténtica, vamos a tener dentro de poco un seminario de tres días en enero y este jueves, apunten esto para los interesados, 15 de diciembre a las 7.30 de la noche, aquí en la iglesia vamos a tener una reunión informativa si le interesa saber más sobre esto para hablar un poco más acerca de esto. Para que ustedes puedan aprender un poco más acerca de los diferentes recursos que tenemos disponibles para ustedes, esta reunión será en inglés pero vamos a tener traducción si se necesita también.
Y me gustaría ahora cerrar en oración. Gracias Señor por tu amor, tu fe, tu fidelidad, tu gracia y tu misericordia. Y Padre, te pido que derrames una bendición especial sobre esta iglesia, sobre sus líderes, la congregación en su totalidad. Y Señor guíanos, muéstranos tu camino. Gracias Señor en tu nombre. Amen. Denle un aplauso al Señor. Gracias.
Es esa libertad que Dios quiere para nosotros que vivamos en esa autenticidad. No vivamos engañándonos a nosotros mismos. Es tan importante, hermanos, lo que dice nuestro hermanos aquí de que hay tanto..... estoy de acuerdo con Chris en que la mayor fuente de los problemas de los cristianos no es tanto a veces el pecado horroroso, los grandes excesos, sino esa tendencia que tenemos a engañarnos a nosotros mismos, a imponer nuestra percepción de las cosas sobre los demás. Esos pequeños defectos morales, éticos, en las relaciones matrimoniales, con nuestros hijos, entre los amigos, los compañeros de la iglesia, es ahí donde muchas veces se da el escape de la bendición de Dios. Es como que, si ahora mismo abriéramos 3 ventanas aquí en este santuario, no importa cuanto calor hubiera adentro y cuando todo estuviera muy preparado para calentarnos, si hay escapes de aire, si entra el aire frío, por más que queramos siempre va a estar frío. Muchas veces nosotros somos así, damos dinero, servimos, hacemos esto, hacemos lo otro, pero hay esos escapes sutiles en nuestras relaciones, oprimimos, engañamos, criticamos, murmuramos, nos imponemos, explotamos a los demás, de maneras sutiles, entonces todo lo que hacemos no vale nada porque hay un escape de la presión, del sello que debe haber en la vida cristiana. Esas pequeñas zorras que echan a perder la viña de las cuales habla el escritor.
Dios nos llama: Examínate, examínate. ¿Y dónde estás tu dejando que se escape la presión divina de tu vida? ¿En qué área de las relaciones humanas estás tu permitiendo se vaya la bendición, se escurra la bendición de Dios? Yo creo que esa es la gran frontera del pueblo de Dios, no es tanto que hablemos lengua o saltemos o recemos, gloria a Dios por esas cosas, las amamos, pero todo eso si hay escapes de justicia en nuestras relaciones y de verdadero amor con que debemos amar a los demás, entonces neutraliza el provecho de todas las demás cosas. Estamos abiertos a las penetraciones del enemigo y al sufrimiento así que Dios nos llama a ser auténtico, se verdadero. Vive en la verdad, aunque sea incómodo. Gracias al por su palabra. Amen. Gloria de Dios por su palabra nos da libertad. Amen. Nos liberta, como dice el Señor “conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”.
Dando en la zona de la incomodidad (I Reyes 17:8)
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Dios les bendiga, mis hermanos, un placer estar con ustedes de nuevo en esta mañana. Como siempre me bendice mucho la adoración que ustedes llevan delante del Señor y eso me carga las energías y me da ánimo para venir y compartir con ustedes la palabra. Son una congregación, como decía el pastor Antonio, absolutamente adorable, y estoy enamorado de sus niños, y de sus jóvenes, de todos ustedes, del cariño tan grande que me han mostrado al Dr Diehl, también. Bueno, estamos encantados. No podemos pedir más. Anoche las hermanas nos bendijeron con pastel riquísimo y bueno.... no hemos parado de comer desde que llegamos aquí. Así que Gloria al Señor y gracias por todo su cariño. Yo se que Dios va a hacer cosas grandes.
Uno sabe cuando una congregación está.... los americanos tienen una palabra que se llama ‘momentum’, viene del latín que quiere decir como impulso, movimiento, como que va, que tiene un avance y lleva un impulso. Como cuando uno comienza a correr desde una colina y corre y corre, y va aumentando, acelerando el movimiento. Uno siente eso, lo siente en la sonrisa de la gente, en la capacidad para reír, en la vitalidad que se muestra, en la diversidad de ministerios, en las cosas nuevas que se están haciendo, en el entusiasmo del pastor, la relación entre el pastor y su congregación, el gozo de los niños, la soltura que se siente para adorar al Señor, muchas cosas que son buenos indicadores para el ojo entrenado de que hay una vida y una salud en una congregación. Y ustedes muestran eso.
Así que les dejo saber que eso está ahí ya. Eso esta ahí, y cuando eso está ahí, la gente cuando viene, no tienen que ser expertos en iglecrecimiento, ni en teorías de cómo las iglesias crecen ni nada de eso, la gente lo siente viseralmente y en su ser interior saben si es un lugar donde hay vida y donde hay vitalidad y gozo del Señor y amor, y se dejan atraer, porque la necesidad siempre está buscando llenarse. Entonces, muchas veces la gente se deja llevar porque cuando llegan a un lugar su espíritu se siente como en paz. Y ahí donde experimentaron esa sensación, dicen ‘yo quiero volver allí’.
Así que es tan importante que una congregación, que cuidemos mucho esa atmósfera, hermanos. Hay que cuidar mucho la atmósfera de nuestra congregación. Y ¿saben qué?, que cada uno de ustedes, en este caso yo voy a hablar de ustedes, porque yo digo lo mismo de mi congregación, cada uno de ustedes tiene un pedacito de esa atmósfera que sostener. Como esas columnas cada uno de ellas sostiene una parte del peso del techo, asimismo, cada uno de ustedes juega un papel en mantener la salud de su congregación y proteger esa salud. Porque en esa salud, otros podrán venir y encontrar bendición.
Y eso quiere decir que mi esposa está predicando, probablemente ahora mismo por ahí, acerca del perdón allá en Boston en mi iglesia, y hay elementos tan importantes que son los que permiten que la gracia del Señor repose sobre una comunidad. Algunos de esos elementos son, por ejemplo, el perdón, perdonarnos unos a otros cuando los hermanos tienen sus roces que es inevitable, enseguida limpiar eso, pedir perdón, dar perdón, tolerarnos unos a otros las diferencias de estilo, temperamento, preferencias. Preferirnos unos a otros, reconocer el don que tiene otro que yo no tengo, sufrir el daño, si es necesario y remitir nuestra causa al Señor, en vez de nosotros buscar nuestra propia justicia. Estos son elementos que debemos practicarlos activamente en nuestras relaciones como congregación. Aunque también se pueden practicar en la familia para mantener la salud de una iglesia. Porque muchas veces, ‘ah, me ofendió’ y entonces comenzamos a dañar la atmósfera con murmuración o sentimientos negativos y ya le hemos robado un poquito de vida a nuestra congregación. Y si eso lo hacen 10, 15 personas en una congregación, pues, imagínense, ya se comienza a sentir el daño. Y si eso lo hacen líderes principales que tienen más autoridad espiritual, todavía mayor el daño.
Entonces uno siempre tiene que estar pensando ‘yo soy el responsable del bienestar de mi iglesia y por lo tanto, mejor prefiero absorber yo el daño y que el Señor me sane o me reponga, pero que mi iglesia se mantenga saludable’. Si usted practica eso Dios le va a bendecir grandemente. Amen. Así que yo le doy gracias al Señor por ese espíritu lindo que hay aquí. Protéjanlo con dientes y uñas. No deje que jamás entre en su iglesia y la divida o siembre discordia entre ustedes, o murmuraciones, o ningún tipo de acción dañina que glorifique al diablo. Todo lo que nosotros hacemos siempre tiene que glorificar el Reino de Dios y los valores del Reino de Dios.
Cualquier conducta que tu sabes que no glorifica a Dios es radioactiva. Aunque nadie se entere, los aires se van a enterar, por eso es que hay proteger el corazón, hay que guardar el corazón y la mente siempre. Porque aun cuando nosotros no expresamos las cosas, las ondas espirituales que se mueven dentro de nosotros afectan el ambiente. Somos seres misteriosos y hay una conexión terrible entre lo físico y lo espiritual, lo emocional y lo mental. Todo está interconectado. Entonces tenemos que guardar eso como un vaso precioso, una joya preciosa para que haya la atmósfera que permita que la gracia del Señor corra libremente a través de una congregación. Y ese es el recurso más poderoso para el crecimiento de una iglesia. Recuerda eso siempre. Y practica el fruto del espíritu santo porque eso te va a bendecir a ti, tu familia y tu congregación.
Vamos a la palabra del Señor en el Capítulo 17 de Primero de Reyes. Aquí hay buena luz así que hasta quizás voy a poder leer sin lentes, déjame ver, sino me los pongo. ¡Que bueno es esa luz fresca, ese aire rico que entra y .... estar en ese ambiente! Me dicen que en Boston está nevando ahora mismo, así que le doy gracias al Señor que me tiene aquí. Otra razón más para estar contento de estar en Mérida. Si esta mañana, de hecho, le di los saludos a Boston. Pudimos comunicarnos con la congregación, a través de la Internet, interesante, yo podía ver a mi iglesia allí en su reunión y los llamé y los saludamos y les enviamos saludos desde aquí, desde Mérida, y nuestros hermanos desde allá les mandan saludos a ustedes también. ¡Que bendición esas tecnologías que Dios está haciendo posible!
17 Primero de Reyes, comenzando con el versículo 8, un pasaje bastante conocido por muchos de ustedes. El texto del encuentro entre Elías y la viuda de Sarepta. Dice así la palabra del Señor “.... Vino luego a él (es decir al profeta Elías) palabra de Jehová diciendo ‘levántate, vete a Sarepta de Sidón y mora allí. He aquí, yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente. Entonces él se levantó y se fue a Sarepta y cuando llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña y él la llamó, y le dijo ‘te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso para que beba’, y yendo ella para traérsela, él la volvió a llamar y le dijo ‘te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu mano’, y ella respondió, ‘vive Jehová tu Dios que no tengo pan cocido, solamente un puñado de harina tengo en la tinaja y un poco de aceite en una vasija y ahora recogía dos leños para entrar y prepararlo para mi y para mi hijo, para que lo comamos y nos dejemos morir’. Una de las palabras más tristes que yo encuentro en toda la Escrituras es ese pasaje, esa expresión de esta mujer desesperada, ya lista para dejarse morir.
“Elías le dijo ‘no tengas temor, ve, has como has dicho pero hazme a mi primero’. Digan todos primero. De nuevo ‘primero’. “..... hazme a mi primero de ello una pequeña torta cocida debajo de las cenizas y tráemela y después.....”
Digan todos después. “.... después harás para ti y para tu hijo, porque Jehová, Dios de Israel ha dicho así; la harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra. Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías y comió él, y ella y su casa muchos días. Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías”. Bendiga el Señor su santa palabra.
Señor, ciertamente bendecimos tu palabra que es vida y alimento y la ingerimos desde ya, pura, como la hemos leído, Señor, y pedimos ahora que Tu sueltes los nutrientes que ella encierra dentro de nosotros, y que nos permitas ofrecerla a tu pueblo, Padre, desgranada y elucidada por medio de la iluminación de tu espíritu. Creemos que tu palabra es viva, que llegará al corazón de tu pueblo y se instalará allí para dar vida y para generar nuevas energías en cada uno de nosotros. En el nombre de Jesús. Amen. Amen.
En el mundo del desarrollo internacional hay toda una profesión y una clase de expertos, que son los expertos en desarrollo. Son personas que han estudiado economía, han estudiado los problemas de la pobreza. Estudian las estructuras económicas y políticas que mantienen a una nación pobre o subdesarrollada, que no permiten que una nación llegue a su máximo potencial de desarrollo. Y estos expertos internacionales viajan a los países subdesarrollados para servir de asesores y también en los mismos países se desarrollan personas que..... economistas, o sociólogos, etc, que estudian cómo adelantar sus sociedades, cómo llevarlas a un nivel de más alto desarrollo, cómo encontrar dónde está el atoramiento en la maquinaria nacional y como mecánicos quieren encontrar cómo resolver esos atoramientos, a fin de que la cosa marche y la máquina del desarrollo pueda fluir y una nación se pueda desarrollar y pueda salir del atoramiento económico o social.
Y hay muchas teorías de cómo una nación se puede desarrollar, cómo una sociedad se puede desarrollar. Yo estoy seguro que aquí en Mérida, sociólogos de aquí, economistas de aquí, y su gobierno de la ciudad de Mérida, ha hecho estudios de dónde están los problemas y dónde están los atoramientos, que podrían llevar a su ciudad y a su provincia o estado a un nivel de mayor desarrollo, y cómo la prosperidad podría venir a sus familias y a los ciudadanos de esta región.
Yo no soy experto en desarrollo ni cosa que se parezca, pero yo creo que tengo una sugerencia y más que una sugerencia es una regla, una ley del desarrollo que yo quiero compartir con ustedes.
¿A cuantos les gustaría ver a esta ciudad y a esta región desarrollada al máximo? ¿A cuantos les gustaría ver su familia prosperada financieramente? ¿A cuantos les gustaría ver a sus hijos educarse y convertirse en profesionales poderosos? Amen. Todos queremos esas cosas, ¿verdad? Bueno, yo creo que tengo algo que compartir desde la palabra de Dios, para cómo tu puedes entrar en la prosperidad y en el gozo y en la vida abundante que Cristo ha venido a darte.
Y es un secreto que yo te aseguro que los sociólogos y los economistas y expertos del desarrollo no se les ocurriría, porque no tiene que ver con el mundo material, sino que tiene que ver con el mundo espiritual. Una de las leyes más importantes que nosotros tenemos que entender en el mundo, en el universo, en el cosmos que habitamos, es la siguiente: el espíritu domina sobre la materia.
Lo que sucede en el mundo espiritual gobierna lo que sucede en el mundo material. El hombre natural, el hombre que solamente ve las cosas desde el punto de vista económico, sociológico, psicológico, o político, histórico, no entiende esto. Y solamente se mueve dentro del mundo de lo visible, del tiempo y del espacio y sus inquisiciones y preguntas, exploraciones y las respuesta que ofrecen, solamente se dan en la superestructura del mundo, es decir en lo que está encima de la superficie, lo visible, lo que se puede tocar, lo que se puede meter en el tubo de laboratorio y ver si funciona o no. Porque hoy en día la mente del hombre más que nunca es una mente naturalista. La filosofía que fundamenta la ciencia y casi todas las exploraciones de los científicos y de los diferentes expertos es una filosofía naturalista. Es decir, todo lo que sucede en el mundo es puramente el resultado de procesos naturales. Y no creen en la dimensión espiritual. Y si algunos permiten espacio para la dimensión espiritual es simplemente como para la religión, para las cosas de la moral y para la cosas que tienen que ver con la iglesia. Pero no tratan de mezclar lo espiritual con lo natural, porque piensan que eso es contrario al espíritu correcto de las ciencias.
Nosotros como cristianos sabemos ¿verdad?, que no es así. Sabemos que lo espiritual y lo material están conectados y que lo que pasa en una dimensión afecta a la otra. Le puedo dar un ejemplo de la Biblia para ilustrar este principio porque es muy importante que lo entendamos.
Cuando los judíos estaban peleando con las tribus de Canaan, la tierra a donde Dios les había mandado, la primera ciudad con que pelearon fue Jericó. Una ciudad que dice la Biblia, que tenía unos muros altísimos, que estaba cerrada, bien cerrada, dice. Y el Señor les dio una respuesta bien sencilla, les dijo: ‘marchen alrededor de la ciudad seis días, una vez, en el séptimo día marchen alrededor de ella siete veces y en la séptima vez de darle vuelta griten, todo que ustedes puedan y los muros se van a desplomar y entonces métanse y saqueen la ciudad, y destruyan todo lo que hay en ella’. Los judíos lo hicieron y asimismo sucedió porque Dios cumple sus promesas. Y saquearon a Jericó, lo destruyeron completamente, pero un hombre se dejó fascinar. Y Dios le dijo ‘no cojan absolutamente nada de esa ciudad, todo tienen que destruirlo. Todo, vida, animales, propiedad material, todo porque está maldito, está radioactivo con maldición del pecado de esa ciudad.’
Pero un hombre se enamoró, dice, de un manto muy bello de una tela muy preciosa, un manto babilónico, creo que se llama, y también de un lingote, es decir un pedazo de plata o de oro, no recuerdo ahora mismo, creo que fue de oro, bien grande, que valía evidentemente mucho dinero. El se dejó fascinar por esto y lo cogió y lo escondió. Nadie lo vio y él dijo ‘bueno, hago una excepción, caramba, ¿qué daño puede hacer eso? Y lo escogió, lo escondió, lo enterró y se hizo de cuenta que nada había pasado.
Cuando los hebreos fueron a pelear con una segunda ciudad, mucho más pequeña, menos poderosa que la primera, Ai se llamaba, un buen nombre porque sufrieron bastante como consecuencia. La ciudad se llamaba Ai. Y fueron y dijeron ‘miren, esta es una cosita pequeñita, si destruimos a Jericó, esta ciudad, estos nos los vamos a comer como pan, así que no vaya todo el mundo. Dejen a la mayoría de los soldados que descansen y vamos a destruir a esta gente en un momentito. ¿Qué pasó? Cuando metieron mano, salieron derrotados completamente los judíos. Se dijeron ‘¿pero cómo es esto? Miren, comenzaron a echarle la culpa a Dios. Ven, lo primero eso fue una coincidencia o quizás Dios era inconsistente, pero ahora si no podemos pelear con esta gentuza, ¿cómo vamos a poder pelear con las otras tribus más poderosas?
Y comenzaron a echarle la culpa a Dios, así como hacemos nosotros muchas veces, ¿verdad? Cuando hay cosas que suceden en nuestras vidas, hay cosas que están atoradas, cerradas en nuestra vida. nuestra economía no funciona, nuestro matrimonio no va bien, nuestra salud es un desastre, y no digo que todas esas cosas son solamente por pecado, hay otras razones, pero a veces hay cosas escondidas.
Entonces, Moisés inquirió de parte de Dios ‘Señor, ¿qué es lo que está pasando, cómo Tu nos haces esto? De nuevo, echándole la culpa al Señor. Y Dios le dijo ‘Mira, el problema está en que hay pecado entre ustedes’. ¿Ve la dimensión espiritual? La material era la guerra, la conquista de la tierra, la lucha militar. Esa era el área material, pero debajo de esa área material había un área espiritual que no estaba arreglada. La ley del espíritu no estaba siendo respetada y Dios le dijo ‘hay maldición. Alguien ha cogido algo que estaba maldito de mi y por eso ustedes nunca van a poder vencer a sus enemigos, hasta que no resuelvan ese problema.’
Entonces por medio de un proceso espiritual llegaron a la persona que había cometido el delito espiritual. Encontraron el anatema, lo sacaron, lo confesaron y entonces todo se arreglo otra vez. Pudieron derrotar a sus enemigos y todo siguió exactamente como Dios había determinado.
¿Qué pasó? En el mundo espiritual había un defecto y por lo tanto estaba afectando el mundo material. Y hasta que el mundo espiritual no fue arreglado, el material no podía funcionar como es debido. Es como si ahora mismo nosotros construyéramos estas vigas y estas cosas sobre un terreno movedizo que supone que la sostengan. Puede que dure 3, 4 días, pero a la larga lo frágil del terreno se va a comenzar a manifestar y esa estructura fuerte y dura y que se supone que sostenga mucho peso, se comienza a deshacer porque el fundamento no está bien.
Y así hermanos muchas veces si no respetamos las leyes del espíritu, las leyes de la materia, no funcionan como es debido. Pero los científicos y los expertos se rehúsan entender esa conexión entre esas dos cosas. Ahora, nosotros como pueblo de Dios tenemos que ser más sabios que ellos y entender cómo funcionan estas leyes del espíritu.
Si nosotros queremos sociedades desarrolladas, culturas prósperas, familias bendecidas, que la bendición y la promesa de Dios corra en nuestras familias, hermanos, hay leyes espirituales que tenemos que entender. Y para mi una de las leyes más hermosas que permite que las naciones se desarrollen y las sociedades, las ciudades, las iglesias, las familias se desarrollen y pueda entrar la prosperidad de Dios, está en dar, dar, adoptar una ética en toda la vida de ser generoso y de dar. Y eso tiene que ver con la gracia que es la fuerza motriz de toda la relación entre Dios y el hombre, porque todas las relaciones de Dios con el hombre es por gracia, sino nos habría destruido hace tiempo.
Y nosotros tenemos que imitar a nuestro Padre viviendo vidas de gracia, de siempre dar. Y no me estoy refiriendo solamente a dinero, aunque eso es una parte importante, pero me refiero a ser generosos con todos, hermanos, con nuestro tiempo, nuestros talentos, nuestras energías, nuestros conocimientos, y nuestro dinero y nuestras posesiones. Pero tenemos que adoptar una actitud generosa con todos. Eso incluye también el perdonar, incluye el tolerar, incluye el obviar, e ignorar las ofensas, incluye el amar al débil y preferir a la persona humilde. Todo eso es parte de ese elemento, de esa ética de dar, dar, dar. El que vive así es una persona que es bendecida.
Y muchas veces dar, y esta es en realidad lo esencial de mi meditación, tenemos que dar en la zona de la incomodidad. Si yo pudiera titular este sermón diría “Dando en la zona de la incomodidad”. En esa zona, cuando entramos en esa zona, es donde se dan los grandes milagros que Dios quiere hacer en nuestra vida. Y yo quiero sugerirte, joven, que tienes todavía toda tu vida delante de ti, tus estudios y todo eso, adopta esto como una ética de vida. abrázalo. Yo voy a ser un dador generoso. Voy a ser una persona conocida por mi generosidad y voy a ser generoso con los demás y con todo lo que yo tenga. Y voy a dar en el nombre del Señor siempre. Voy a repartir a siete y a ocho, como dice el escritor del Eclesiastés. Y en toda ocasión que yo pueda ayudar a alguien y bendecir a alguien con mis dones, mis posesiones, lo voy a hacer, siempre en el nombre del Señor, como un acto espiritual, como algo intencional. No porque me pongan presión para hacerlo, no porque yo quiera manipular a Dios haciéndolo, no porque me gusta que la gente diga ‘oh, qué persona más espléndida’, sino porque al hacerlo yo estaré entrando en un pacto secreto con mi Dios. Y aunque nadie más me vea, mi Dios me va a ver y me va a bendecir.
Eso le pasó a la viuda. ¿Por qué es que a Dios le gustan las viudas? Aquí vimos una viuda y ahora otra viuda también. La viuda que dio todo lo que tenía, ¿recuerdan?. Dice la Biblia que los ricos iban al templo y daban mucho dinero y lo metían en las arcas pero dice que había una viuda que solo tenía un peso para comprarse el café, y llegó al templo y tenía tanto amor por Dios que cogió lo único que le quedaba, su único sustento, era todo lo que tenía en el mundo, y lo echó en la urna de las ofrendas. Y ¿qué sabía ella que el Señor estaba viéndola? Porque es que Dios ve todo. Y la Biblia registra estas cosas para que nosotros entendamos algo.
Mira, no hay nada que tu hagas que Dios no lo vea. Ni aún los movimientos ínfimos de tu alma están fuera de la visión de Dios. No me pregunte cómo El lo puede hacer, porque eso es más allá de la mente, pero Dios sabe. Aún los pensamientos fugaces que te pasan en un microsegundo, Dios los registra. Y por eso es que tenemos que caminar así.
Y esta mujer no sabía que ahí estaba el Señor mirando quizás desde una escalera del templo, mirando a la gente allá abajo, cómo los ricos daban su dinero y esta viuda. Y El se tornó a sus discípulos y dijo ‘Miren, muchachos, ¿vieron esa escena? Esos ricos dan mucho dinero, pero dan del exceso que tienen. A ellos no les cuesta nada. Ellos dan, digamos, mil pesos, pero es porque tienen un millón de pesos en el banco. Y para ellos 100 pesos o mil pesos no es nada. Ellos no lo sienten. Uno dice ‘guau, dio mil pesos, imagínate de ofrenda’.
Ahora, para esta viuda esos diez pesos que ella dio, representa todo lo que ella tenía. Y eso, proporcionalmente ese millón de pesos que esos hubieran dado y Dios no necesita.... para Dios diez pesos o un billón de pesos, no es nada, porque El es dueño de todo el universo. Pero lo que a Dios le agrada es el movimiento del corazón. ¿Usted entiende? Lo que representa esa acción de preferencia a Dios, de fe en Dios, de amor militante y feroz para con Dios. Y el Señor dijo ‘Esa mujer dio más ante los ojos del Padre, que esos ricos’, porque ellos dieron en la zona de la comodidad, de lo cómodo, de lo que no les causaba dolor ni incomodidad. Eso no amenazaba su economía, no amenazaba su bienestar, no amenazaba su supervivencia, nada. Lo tenían extra allí.
Pero esta mujer se metió en la zona de la aventura, de la incomodidad, del riesgo, de la posible muerte, de la locura, y por eso al Señor le agradó la ofrenda de esta mujer más y seguramente se fue bendecida.
Hermanos, nosotros necesitamos entender eso en toda la vida, porque allí hay un gran secreto de cómo desatar la bendición de Dios en nuestra vida y cómo hacer correr el poder de Dios en nuestra vida.
Hoy en día, sin embargo, quiero hacer una aclaración, en muchos círculos cristianos el dar se ha tornado en algo como mecánico, algo que tu usas para manipular a Dios y una bella y hermosa doctrina se ha, en mi opinión, torcido y como que, se ha hecho algo burdo y áspero, cuando es algo precioso y artístico casi. Porque hoy en día se habla tanto de que el dar es como torcerle el brazo a Dios ¿no? No se si en este país se usa eso de poner el santo boca abajo. ¿Aquí se usa eso? Que cogen los santos y los ponen boca abajo hasta que le de el milagro que uno quiere que haga. Esos son cosas quizás, solamente en el Caribe, esas supersticiones.
Pero, a veces creemos que si yo hago algo bien específico, entonces Dios me va a dar. Y ¿saben qué? Yo creo que en eso hay como algo de superstición y hasta de brujería, si no nos cuidamos. Y yo se que lo decimos con buenas intenciones y lo escuchamos de otros predicadores y todo esto, pero hay que tener cuidado, porque cuando las cosas se convierten así en algo mecánico, y no salen del corazón, no salen de una ética de vida, no salen de una convicción, no salen de un estilo de vivir, no salen de un proceso de concientización a través del cual, nosotros hemos pasado, que se ha dispersado a través de todas las partes de nuestro ser y que nos llena parejo, mente, cuerpo, alma, espíritu, todo. Entonces es como simplemente coger una piedra dura y tirarla en la tierra de Dios. Mientras que lo que Dios quiere es que todo nuestro ser sea permeado por una creencia, una fe, una actitud, y entonces como producto de esa actitud, orgánicamente nosotros damos, y Dios se glorifica. ¿No se si me doy a explicar lo que estoy tratando de decir?
Que nosotros tenemos que adoptar una ética de dar constantemente, no solamente cuando yo quiero que Dios me haga algo, sino que yo de porque esa sea mi naturaleza. Que Dios me haya convertido en un dador alegre. No en una persona que da solamente cuando hay una necesidad o cuando le conviene o cuando quiere sacar algo de Dios, sino que nosotros tenemos que simplemente, el ser dador se desprenda en una forma natural de nosotros.
Como cuando vino la mujer con el flujo de sangre y tocó a Jesús, por detrás y le tocó el borde de su manto. ¿Qué pasó? Dicen que gracia, virtud, salió de El. ¿Por qué? Porque el Señor era un sanador natural, sobrenatural y natural. Es decir, de El se desprendía la sanidad. Y esta mujer al tocarlo, como el Señor encarnaba la sanidad, virtud salió de El y la sanó, y El ni siquiera lo único que fue es que sintió un escape de virtud, porque Jesús era, su espíritu, era sanidad. El dijo que el espíritu del Señor está sobre mi y me ha enviado para sanar a los enfermos, los ciegos, etc. Y entonces, así tenemos que ser nosotros, hermanos.
Debemos ser de tal manera, que cuando la gente se pegue a nosotros, se desprenda gracia de nosotros porque hayamos absorbido la naturaleza del Padre de ser dadores. Y que a veces demos cuando sea inconveniente o cuando no podamos sacar nada de ello, sino simplemente glorificar a nuestro Padre, por ser como El. Y ese es el secreto. Cuando usted aprende a dar en la zona de lo incómodo, usted va a ser bendecido en una manera extraordinaria, su iglesia va a ser bendecida. Las iglesias tienen que ser generosas también, tienen que dar.
Por eso es que a mi, mi ética ministerial, yo la encuentro resumida, y no siempre la digo, déjenme decirles, soy humano y peco como cualquier otro. Pero en Eclesiastés, Capítulo 11, creo que es, donde dice ‘echa tu pan a las aguas porque después de muchos días volverá a ti’. Y más adelante dice ‘reparte a 7 y a 8. No seas escaso’.
Hay siempre un llamado en la Biblia a no ser escaso y a repartir a 7 y a 8. Yo creo que el ministro, la iglesia, siempre tiene que estar sembrando en gente, siempre tiene que estar sembrando en proyectos y en cosas y siempre tiene que ponerse en zonas de incomodidad y dar y sembrar gracia en la ciudad y despreocuparse, porque cuando menos espere muchas de esas semillas vuelven a uno, en las maneras más maravillosas y más bendecidas.
Y nosotros tenemos que ser así, en esa manera. Jesús ejemplifica eso, en una manera máxima. El escritor de Filipenses, Capítulo 2 dice “Haya pues, en vosotros el mismo sentir”. Mire eso, Dios nos llama a tener el mismo sentir que hubo en Cristo Jesús el cual siendo igual a Dios no tomó el ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse sino que se despojó (ahí está dar), se robó a sí mismo, se saqueó a sí mismo, y asumió forma de hombre y fue a la muerte, y no cualquier muerte, sino muerte de cruz. El Señor fue generoso, se hizo hombre y no solamente hombre, sino un hombre pobre y no solamente hombre pobre sino un hombre perseguido, y no solamente perseguido sino un hombres asesinado, y no solamente asesinado sino torturado.
Porque cuando le dio al Padre, le dio con generosidad, y cuando nos dio a nosotros, nos dio con generosidad. ¡Y qué maravilloso que no se queda ahí! Sino que dice “.... por lo cual Dios lo levantó, lo exaltó hasta lo sumo y le dio un nombre que es sobre todo nombre para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla que está en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra.”
Todo comenzó dando. Dice “por lo cual Dios”, porque El se dio, porque El dio generosamente, porque El se incomodó, porque se despojó, porque hizo algo loco que nadie puede entender racionalmente, por esa razón Dios lo levantó hasta lo sumo. Su exaltación fue inclusive más grande que su rebajamiento. Su enriquecimiento fue mucho mayor que su empobrecimiento auto inducido.
Y así esa dinámica, hermana, hermano, se cumple en todo ser humano que adopta la actitud y el comportamiento de Jesús en su vida. Si tu vives como una persona que se da y que da siempre, tu también vas a experimentar en tu vida esa bendición de Dios que te va a ir levantando poco a poco, va a levantar a tus hijos, va a levantar a tu economía, va a levantar tu mente, va levantar tus emociones, va levantar tu matrimonio, va levantar a tu iglesia, va levantar a tu ciudad.
Eso es increíble, es un misterio. Pero es en ultima instancia, es el misterio de la cruz. Que en la cruz, el instrumento más feo, más terrible, más cruel que se haya inventado el hombre para torturar a un ser humano, la cosa más tétrica que existe, ahí en eso hubo vida. En el Señor subirse a la cruz y despojarse a sí mismo y sentir el pecado, El que nunca lo sintió en su ser, ser desangrado, ser imposibilitado de moverse, allí en eso, dice que despojó a los principados y a las potestades. El poder de Dios estaba como nunca manifestado en la impotencia de ese sacrificio.
Y eso pasa, cuando nosotros nos robamos a nosotros mismos, cuando nos crucificamos en el egoísmo que es lo natural de la carne. La auto preservación es el instinto más poderoso que hay en el individuo. Cuando usted viola el instinto biológico más poderoso de todos, que es el instinto de usted auto preservarse de mantener su comodidad, mantener su permanencia, su supervivencia, sus pertenencias, cuando usted va en contra de ese principio carnal, terrenal, diabólico del egoísmo, usted está entrando, entonces en la zona de lo divino, donde Dios puede hacer milagros en su vida. Al usted subirse a la cruz por medio de un acto de despojo personal y de preferencia de otro, usted está, en ese momento, entrando en la misma dinámica que entró Cristo Jesús, y lo mismo entonces se va a cumplir en su vida. Porque así como El también fue levantado por auto despojarse, así también usted será levantada por auto despojarse, por robarse a sí mismo para darle a otro.
¡Qué maravillosa es la sabiduría del Señor! Fluimos entonces, en la misma dinámica. En este siglo XXI Dios quiere hacer grandes cosas a través de las iglesias. Y las iglesias, para poder hacer lo que Dios quiere que haga, van a necesitar plantas físicas de calidad, van a necesitar buenos sistemas de sonido, van a necesitar aparatos electrónicos para predicar el Evangelio, van a necesitar pastores y pastoras en el área de la consejería, de la juventud, de los niños, de los servicios sociales. Van a tener que servir a la comunidad allá afuera y dar a gente que no va a poder reembolsarle lo que dan. Van a tener que ser generosos en la ciudad. Van a necesitar pastores bien preparados que van a necesitar también su salario, porque el obrero es digno de su salario ¿si o no?
¿Y de dónde va a salir todo ese dinero para conquistar las naciones? ¿De dónde van a salir los recursos y los talentos para crear una iglesia poderosa que pueda servir como un arma de guerra para conquistar la ciudad y la sociedad? Va a salir de nosotros ¿si o no? Dios no va a enviar, Dios no va a hacer llover dinero del cielo. El podría hacerlo si le da la gana, lo crea a montones, nos hunde en dinero. Pero Dios no obra así.
Anoche mismo mientras yo predicaba vimos que el Señor hubiera podido, si hubiera querido, magnificar su voz sobrenaturalmente y predicarle a la multitud que se agolpaba sobre El por medio de un proceso sobrenatural. Pero El no lo hizo así ¿verdad que no? Miró y buscó a un hombre que se llamaba Pedro y le pidió que le prestara su barca, su posesión, su propiedad para usarla, para bendecir a la multitud.
Y Dios se glorifica en que su criatura, su iglesia le preste su dinero, sus talentos, su tiempo para El llevar a cabo la redención de la humanidad y avanzar su plan histórico. El podría hacerlo sobrenaturalmente, pero Dios hace las cosas siempre en sociedad con sus hijos, con sus profetas. Pero lo maravilloso es que el Señor dice ‘miren, Yo quiero que ustedes hagan esto como un símbolo de su adherencia a mi, de su fe en mi, pero cuando ustedes hayan dado Yo me comprometo, entonces, para bendecirlos mucho más allá de lo que ustedes han dado’. Entonces resulta que lo que damos es más bien una inversión, más que un sacrificio. Pero la manera en que su iglesia va a prosperar es cuando ustedes, cuando todas las iglesias y los feligreses aprendamos a darle generosamente al Señor en la zona de la incomodidad.
Ustedes están sentados aquí ahora mismo en un ambiente que evidentemente es mejor de lo que tenían, como dijo el pastor, hace unas cuantas semanas. Se ve muy bonito este ambiente aquí, las cortinas, el techo que les cubre. Ya están tomando, más y más forma de iglesia. Ahora, ¿cómo se dio esto? Hay aquí personas que aportaron sus conocimientos, aportaron dinero, ¿verdad que si?, aportaron tiempo. Cuando yo llegué aquí el jueves por la noche, había hermanos trabajando a esa hora. Yo veía a los pastores sudando la gota gorda para poder terminar algunas cosas para que estuviera listo todo para el viernes. Y ahora nosotros estamos aquí sentaditos, con abanicos que están refrescándonos, pero detrás de todo eso, hay sudor, hay gente que se dio, hay gente que dio. Algunos aportaron talentos, otros hermanas cocinaron para los que estaban trabajando. Algunos trajeron refrescos, otros dieron dinero para las vigas. Unos dieron conocimiento y mano de obra y todos trabajaron para que esté edificado esto.
Y muchas veces las congregación vienen a los lugares, se sientan sobre alfombras y sillas cómodas y miran ambientes muy hermosos y ven músicos tocando, y el sonido siendo magnificado a través de un sistema muy elegante. Pero todo eso ha sido posible, no porque Dios enviara dinero del cielo, sino porque gente se atrevió a dar, muchos de ellos en la zona de la incomodidad, sacrificialmente. Si queremos iglesias poderosas, iglesias que hagan la obra del Señor necesitamos gente generosa, generosa de corazón.
Si usted busca en los grandes proyectos de la Escritura, por ejemplo la construcción del tabernáculo, los diferentes templos, siempre habla de gente, los generosos de corazón. Busquen, si usted tiene una buena concordancia, busque la palabra generoso y entonces esa concordancia es limitada. Una concordancia es esas de las grandes, no abreviada y usted va a encontrar que hay muchas referencias a los generosos de corazón que dieron para la construcción del tabernáculo o del primer templo o del segundo templo, etc. y yo siempre he dicho, yo quiero pertenecer a esa casta selecta de hombres y mujeres que se llama los generosos de corazón.
Las iglesias avanzan y crecen por medio de la gente generosa de corazón, hermanos. Se han hecho muchos estudios acerca de las iglesias y hay una ley que gobierna generalmente en muchas áreas de la humanidad, y es la siguiente: en la mayoría de las iglesias, el 20% de la gente da el 80% del dinero. Yo sospecho que si analizamos aquí, es así, y en la mayoría de las iglesias es así.
Hay un grupo de personas que se destacan por ser generosos y porque Dios los ha bendecido. Pero a veces uno se pregunta ‘bueno, ¿qué viene primero el huevo o la gallina? ¿Son bendecidos porque son generosos o son generosos porque son bendecidos? Yo creo que generalmente la persona generosa va a ser bendecida. Y yo he visto eso continuamente que en la iglesia hay una correlación, que Dios bendice a las personas que son desprendidas, que son dadivosas, que siempre son los primeros en decir presente, cuando hay una necesidad y cuando hay un proyecto que se va a llevar a cabo.
Entonces, yo digo, hermano, se tu de ese 20% escogido. No te recuestes sobre la generosidad de los demás. Da según tu capacidad y da inclusive más allá de tu capacidad. En la Biblia, en Segunda de Corintios en el Capítulo 8 habla acerca de los de Macedonia. En el versículo 1, Capítulo 8 dice, “....asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia”.
Mire eso, la gracia de Dios cayó sobre ellos y por lo tanto dieron. El dar es una gracia, inclusive de Dios. “.... que en grande prueba de tribulación la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad”.
¿Saben qué? Hay personas que dicen, ‘yo soy demasiado pobre para diezmar. Yo tengo demasiada necesidad. Eso lo puede hacer la gente que tiene dinero’. No estás entendiendo algo, si tu razonas de esa manera. Lo que Dios pide que tu des el 10% de lo que tu tienes, no de lo que no tienes. Ok. El que tiene mucho viene y da un 10% de lo mucho que tiene, el que tiene muy poco dinero da un 10% de lo muy poco que tiene.
Y esta gente, los macedonios, dieron, no porque eran ricos, sino dice “que de su profunda pobreza abundaron en riquezas de generosidad”. Mire qué alabanza tan grande tiene esta gente. Dice “... pues doy testimonio de que con agrado.....”, dice la Biblia que Dios ama al dador alegre. Cuando tu des, no des mirando ese dinerito que se te va así con una tristeza terrible, viendo los pesos cobrar alas e irse. No, da con corazón alegre. Da con un corazón atrevido. Da un grito de ¡Aleluya! aunque no te lo creas ni tu mismo.
“...... han dado conforme a sus fuerzas, con agrado, y aún más allá de sus fuerzas”. La gente dice ‘bueno, qué es esto del diezmo. Hay que dar, no hay que dar. Yo no creo en el diezmo porque eso es del Antiguo Testamento.’ Bueno, pongamos por un momento que sea así, que el diezmo era solamente para el Antiguo Testamento. Aquí yo veo algo interesante es que Dios alaba, en el Nuevo Testamento, Dios siempre alaba ¿a quienes?, a los que han dado más allá de sus fuerzas. Por eso alabó a la viuda, por eso alabó a los macedonios, por eso se alabó a Jesucristo. Siempre que Dios alaba a alguien que da, alaba a la persona generosa.
Pablo dice “el que siembra generosamente, cosechará generosamente”. Entonces, la pregunta es, bueno, no es el diezmo. Si tu no crees en el diezmo entonces ok, yo te voy a proponer algo. Da, como dice la Biblia, según tus fuerzas y más allá de tus fuerzas. ¿Saben qué? Van entonces a tener que dar más que el diezmo. Yo prefiero mejor quedarme con el diezmo que tener que dar más allá de mis fuerzas continuamente. Escoge lo que tu quieras, escoge dar según el diezmo o dar más allá de tus fuerzas.
Si tu eres honesto, generalmente, la persona que se resiste a dar el diezmo se resiste, porque eso es más allá de mis fuerzas. Y Dios te dice ‘bueno, tienes que dar más allá de tus fuerzas’. Así que es imposible escaparse, hermanos. Dondequiera que tu te quieras esconder, allí te sigue la palabra del Señor, en este caso. No lo digo para que te sientas mal, o quizás sí para que te sientas mal. Porque quiero animarte a ir más allá de lo cómodo. La gente no entiende que nos empobrecemos, frenamos el fluir de la gracia de Dios cuando estamos calculando y contando las cosas para con Dios, cuando Dios nos ha dado todo.
Y Dios lo que quiere es que nosotros seamos generosos con El, que seamos alegres en dar, que seamos casi locos en dar, porque cuando hacemos así abrimos el corazón de Dios y Dios hace llover la bendición hasta que sobreabunde sobre nuestras vidas. Y así pasa con todo. Cuando tu tienes que perdonar, perdona generosamente, no perdones y después busques una manera de serrucharle el palo a la persona que te hizo el daño. No, perdona y olvídalo.
Uno a veces dice ‘yo perdono, pero no olvido. No, perdona y olvida si es posible. Que te de amnesia y ni siquiera recuerdes lo que pasó. Hay hermanos a veces que vienen a donde mi y dicen ‘pastor, perdóneme,’ como hace poco una señora vino ‘perdóneme porque una vez usted me prestó 700 dólares y yo.....’ la señora estaba en una situación de crisis y era una miembro de la iglesia y vimos que era una causa necesaria y justa y ella dijo que se lo prestaran. Yo ya he aprendido que cuando hay hermanos que me piden prestado, yo se que lo veré cuando Cristo venga o en el otro reino. Se lo di, se lo dimos al dinero y ella vino después como 3 años después, también pidiéndome disculpas porque se había ido de la iglesia. Y yo dije ‘hermana, la verdad es que yo no recuerdo’. Yo ni me acordaba que le habíamos dado dinero ni nada, ni cosa por el estilo, porque es que cuando uno da, hermanos, uno tiene que ser generoso y uno tiene que vivir esa ética. Y ¿saben qué? La bendición llueve sobre tu vida.
Se generoso con el perdón. Se generoso con bendecir a otros. Se generoso con animar a otros. Cuando tu veas algo bonito que alguien hace, se generoso en darle una palabra de ánimo. Cuando tu ves que alguien hace algo que lo avergüenza en su imagen, se generoso en voltear la mirada, y hazte que no viste nada, en vez de ir por allí a anunciárselo a los demás: ‘ay, tu sabes lo que hizo fulanito, que esto y que lo otro.....
En la Biblia hay la historia de uno de los hijos generosos, creo que fue Sem que vio a su padre borracho, tirado en el piso. Noé cometió un error, se emborrachó, y ¿qué hizo Cam? Fue a decirle a los hermanos a ver a papá tirado allí en pantaloncillos, desnudo completamente. Mira qué ridículo se ve. Y dice la Biblia que Sem, no queriendo deshonrar a su padre, cogió un vestido y caminó de espaldas para no ver la desnudez de su papá y le echó el vestido encima a su padre. Y cuando Noe vino en sí, maldijo a Cam y bendijo a Sem por su generosidad, porque quitó la mirada de la vergüenza de su padre. Y Sem, de ahí vienen los Semitas, que son los hebreos, el pueblo bendecido de Dios. Y Cam, de ahí vienen los Cananitas, que fueron el pueblo maldecido por Dios, que Dios los sacó de la tierra prometida y se la dio a los hebreos, siglos después de que pasó ese acto.
Cómo un acto de generosidad bendijo a un linaje y cómo un acto de mezquindad maldijo un linaje. Porque el mundo espiritual gobierna el mundo material. Cuando nosotros nos movemos, hermanos, en la generosidad para nuestras iglesias, para con Dios, para con nuestros hermanos, cuando damos sabiendo que mi Padre está mirándome. Ese es el secreto en mi vida y debe ser en la vida de usted.
Yo siempre veo a Dios mirándome. Si yo bendigo un niñito, si le rindo reverencia a un anciano, por más humilde y mal vestido que esté, Dios lo que yo hago en secreto, me lo recompensa en público. Porque hay que adoptar una ética de generosidad, de dar en cualquier manera que sea necesario.
Ustedes, con esto ya concluyo, han visto lo que pasó con Elías y la viuda de Sarepta. Dios quería bendecir a su profeta. El arroyo de Querit se había secado, donde Dios lo había dado agua y había mandado cuervos para que lo alimentaran. Y yo siempre veo algo aquí, yo digo, el Dios que hizo que el cuervo le trajeran pan y carne a Elías, ¿no podía que el arroyo brotara de nuevo después que se secó? ¿si o no? Uno se pregunta ‘bueno, como es que funcionan estas leyes del espíritu.
Pero yo creo que Dios permitió que se secara el arroyo, y suspendió el envío aéreo de comida a Elías porque El quería bendecir a la viuda. Y quería dejar establecido un principio para que su pueblo aprendiera cómo desatar la bendición de Dios en sus vidas, y entonces Dios dice ‘mira yo he mandado a una viuda en Sarepta que te dé de comer. Vete allá y vas a recibir comida mientras dure –había una gran hambre en la tierra porque había sequía-. Y Elías va a esa ciudad, que ni siquiera era una ciudad judía y allí encuentra a una mujer en extrema carencia. Por eso es que yo digo que era una situación depresiva. La mujer solo le quedaba un puñadito de harina y un poquitito de aceite y unos cuantos pedacitos de leña, y ya ella iba en ese momento a hacer su última comida para echarse a morir porque ya no había más nada en toda la tierra.
¿Por qué es que Dios escoge las situaciones más extremas? Muchas veces para mostrar su poder y es porque El quiere establecer leyes, de que no es conforme a la fuerza del hombre, sino con el poder de Dios. Y entonces Elías llega allí, a una viuda primeramente, y después a una viuda miserable y pobre y le ordena a esa viuda que le dé de comer, espiritualmente lo ordenó. Es decir, ya era imposible que era viuda se negara porque Dios había dado una orden. O bueno, yo creo que era posible, en un sentido. Ella tenía la opción de escoger si, si o no, pero Dios ya sabía lo que iba a pasar.
Entonces, cuando Elías llega allí, fíjese que Elías le dice ‘dame un poquito de agua’, y ella enseguida va y le busca agua. Le busca agua tan espontáneamente, sin decirle nada, porque tenía bastante agua. Ese no era su problema. Tenía bastante agua para durarle probablemente por algún tiempo.
En ese momento ella estaba dando de la zona de la comodidad, como nosotros cuando le damos al Señor esa monedita que no necesitamos y que después de todo podemos sobrevivir sin ella. No nos hace mella en la economía familiar.
Entonces ella se va muy espontánea, muy servicial a buscarle agua, y el profeta Elías, como quien no quiere las cosas, le dice ‘mire, hazme un favor, antes de eso, si puedes búscame una tortita por ahí para yo comerla, que tengo hambre.’ Y dice, ‘ah, ahí sí que no te puedo ayudar... porque lo único que tengo es este poquito para mi y para mi hijo y después de eso, es más nos vamos a echar a morir’. Y miren lo que Elías le dice ‘mira, no te preocupes por eso, dame a mi (por eso yo les digo a ustedes, repitan dame a mi ¿qué?) primero, dame a mi primero y luego haz para ti y para tu hijo, y tu vas a ver que nunca te va a faltar ni el aceite ni la harina.’
Elías estaba allí estableciendo un principio espiritual que nosotros ahora extraemos de la Escritura y lo aplicamos en el siglo XXI y que va a bendecir a Mérida, va a bendecir tu vida, va a bendecir tu economía, tus hijos, tu familia. Cuando la viuda le creyó a Elías, los profetas de Dios, los pastores estamos hablándoles continuamente a las congregaciones, y diciéndole a las congregaciones lo mismo. Dale a Dios primero. Dale a Dios las primicias de tu economía. No esperes a que hayas pagado todas las cuentas y que hayas comprado la ropa de tus hijos y que todo esté bien, para entonces comenzar a darle al Señor. Eso no es las primicias, eso el las ‘ultimicias’. Muchos cristianos somos expertos en las ultimicias pero no en las primicias.
Dios siempre dice ‘dame a mi primero’. Dios quería meter a esta mujer en la zona de la incomodidad. Porque es en esa zona donde se desata el corazón de Dios, donde fluye la bendición, donde fluye la gracia. y es ahí donde nosotros tenemos que aprender a darle a Dios y a darle a los demás. Cuando esta mujer obedeció al espíritu de Elías, y el principio espiritual, se desató la bendición y la prosperidad. Y dice la Biblia que “el aceite no menguó ni el aceite escaseó en todo el tiempo que Elías estuvo con ella”, hasta que terminó el hambre en el país.
Y fíjese que después de eso su hijo tuvo un infarto o lo que sea, se murió y como Elías estaba allí, revivió a su hijo también. Porque la bendición de los padres se extiende a los hijos. ¿Tu quieres que tus hijos sean bendecidos en el futuro? Si tu quieres una familia próspera, hijos bendecidos, si queremos un Mérida prosperado, un México bendecido, vamos a llenarlo de gente generosa para con Dios, vamos a llenarlo de gente que no tenga agarre ni frenos en la generosidad para con Dios. Vamos a tener gente que diga que en la casa del Señor no falte nada. Que tengamos una iglesia, que cuando haya una necesidad, siempre haya unos cuantos generosos de corazón que digan ‘Pastor, vamos adelante en el nombre del Señor, yo le respaldo’. Siempre y cuando las cosas se hagan dentro del orden de Dios para edificar el Reino de Dios. Si queremos una iglesia próspera, una iglesia que pueda hacer todo lo que necesita, por eso el Señor dice que no falte alimento en mi casa, queriendo decir, el alimento es la provisión para lo que una iglesia necesita para llevar a cabo sus proyectos.
Dios no quiere que le falte nada en su casa y eso descansa sobre cada uno de nosotros. Yo les puedo decir por experiencia personal, mis amados hermanos, que eso funciona. Si tuviera otra ocasión en algún momento de predicarles más podría hablarles de testimonio tras testimonio de cómo yo he visto la bendición de Dios en mi vida dar generosamente. Y es algo que tu puedes practicar.
Cuando yo comencé a diezmarle al Señor era el tiempo más frágil de mi vida, y el Señor .... yo dije ‘bueno, si la Biblia habla de darle al Señor generosamente, yo le voy a dar generosamente. No importa que sea ahora o mañana o cuando sea’. Yo les puedo hablar de cómo el Señor desató bendición material sobre nuestra vida. yo era estudiante graduado, no estaba trabajando así a tiempo completo. Mi esposa estaba estudiando también, y sin embargo el Señor desató una provisión increíble en nuestra vida en ese tiempo. Y el darle al Señor, mi profesión y todo lo demás, ha desatado una bendición tan grande en nuestra vida en tantas maneras, porque hay que darle al Señor en todas las áreas: dinero, profesión, intelecto, tiempo, energías, perdón, gracia, todas las cosas hay que repartir, repartir, repartir. Dar generosamente y no te preocupes, siembra, pon más de tiempo a través de toda tu vida y tu verás cómo siempre vas a poder cosechar. Lo que sembraste aquí, se tomará un tiempecito, pero hace ya un tiempo que tu sembraste por allá, entonces puedes recoger de esto y después de lo otro y siempre vas a tener matas que van a estar creciendo y dando frutos. Siempre, siempre, siempre.
La bendición va a fluir en tu vida continuamente. Así que el Señor te dice hoy ‘entra en la zona de la incomodidad’. Se generoso con los demás. Se generoso con Dios. Se generoso con tu iglesia y serás grandemente bendecido. Amen.
¿Cuántos reciben esa palabra ahora mismo en su espíritu? Gloria al Señor. Gloria al Señor. Vamos a adoptar una ética de generosidad en nuestras vidas. Padre, creemos en un Dios fiel que se compromete con sus hijos y Tu eres un dador por excelencia y ya Tu nos has dado lo máximo que es tu hijo, Jesucristo, y nosotros cualquier cosa que te demos será mínimo, simbólico, comparado con lo que hemos recibido de Ti. Así que Señor nos comprometemos ahora como iglesia a dar siempre, a ser dadores alegres en todas las dimensiones de la vida y creemos, escogemos creer que Tu nos vas a bendecir, que Tu nos vas a llevar a nuevas alturas.
Padre, yo declaro un espíritu de prosperidad sobre esta congregación, sobre sus pastores, sus líderes y establezco esta iglesia como un foco de bendición en esta comunidad que ha de bendecir y establecer su sabor alrededor de toda esta ciudad. Y pido que desates el corazón de tus hijos, Señor, en esta tarde. Que ellos puedan entender estas leyes del espíritu. Que desaten la prosperidad de sus familias, de sus iglesias, de sus comunidades. Padre, tu lo has prometido y nosotros sabemos que tu serás fiel para cumplirlo. Alabamos tu nombre porque nunca nos has fallado, Padre. Siempre has cumplido lo que te propusiste en nuestras vidas. Corra tu bendición y corra tu prosperidad en este pueblo, Señor. Y a ti daremos siempre la gloria, la honra y el honor. Gracias Jesús. Amen. Amen. Denle un gran aplauso de fe al Señor ahora. Gloria a Dios. Amen.
Perdonar
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Han oído el refrán “errar es humano...., ¿para el que le sigue?,..... perdonar es divino. ¿han oído ese refrán? ¿Nadie lo ha oído? Ah, ok... Despiértense un poquito. “Errar es humano, perdonar es divino”.
Definitivamente errar, ofender, maltratar aún abusar a otros, aún a gente de nuestra propia familia es un comportamiento humano. Y como dice la segunda parte de ese refrán, perdonar es divino. Perdonar no es común y requiere cualidades que van más allá de nuestras limitaciones humanas.
Otra vez “errar es humano, perdonar es divino”. Uno de esos de refranes que no son..... teológicamente no son muy firmes pero este tiene una, es una verdad conocida comúnmente que sí tiene algo de solidez basado en la Escrituras. El perdón es tema central en corazón de Dios.
Si ustedes miran la palabra de Dios desde Génesis a Apocalipsis, es una carta de amor. Es la carta de amor de Dios hacia nosotros, un Dios que nos persigue con sus amores. De hecho hasta en el Libro de Cantares, eso es la persecución de Dios con nosotros, Dios desea comunión con nosotros. El desea darnos su perdón, de echo, envió a su hijo Jesucristo, lo sacrificó en la cruz para que nosotros tuviéramos perdón de pecados, y nuestro nuevo nacimiento, la experiencia de nuestro nuevo nacimiento se basa en eso. nuestra primera experiencia es arrepentimiento seguido inmediatamente por recibir el perdón de Dios.
Así que desde el comienzo de nuestra carrera cristiana ya estamos experimentando los beneficios del perdón de nuestro Señor. En Primera de Juan 1:19, Dios nos dice que si confesamos nuestros pecados El es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. Así que definitivamente el perdón es un tema nace del mismo corazón de Dios, no es invento humano, sino nace en el corazón de Dios. Y mi objetivo en este día es enfocar el tema del perdón desde la perspectiva del ofendido, o sea del perdonador, no tanto del que necesita el perdón sino desde la perspectiva desde el que perdona al que lo ha ofendido.
Y mi deseo es que todos salgamos hoy de este lugar entendiendo con mayor profundidad cuál es la importancia de perdonar y qué dice Dios al respecto y convencidos de que en Dios están todos los recursos que nosotros necesitamos para hacer eso que El nos ha comandado hacer, a perdonar. Y perdonar es fácil, ni es natural, o es solamente quizás a mi que me es un poco difícil, y a veces muy difícil perdonar. Verdad que todos tenemos, nos enfrentamos con dificultad al perdonar no es fácil, no es natural, requiere un esfuerzo sobrehumano, no sobrehumano, digamos sobrenatural. El perdonar es un regalo divino que nosotros le entregamos a otra persona. ¿Qué es un regalo? Cuando nosotros hemos recibido perdón, verdad que uno siente una libertad y las cosas se ven diferentes, el sol brilla más brillante, hay más luz, los colores se ven más definidos, porque recibir perdón es una cosa preciosa, y el dar perdón a su vez también nos libera y nos hace ser la persona que Dios quiere que nosotros seamos.
Y una verdad de la Escritura es que Dios nunca nos manda a hacer algo que ya El no haga hecho provisión para que se cumpla. En otras palabras no hay razón para decir, no puedo perdonar, porque ya en la Escritura tenemos, y en la morada del espíritu santo en nosotros ya nosotros tenemos todo lo que necesitamos para perdonar. A veces tenemos que descubrir y tenemos que quitar la neblina de nuestros ojos, hacer cambios en nuestras actitudes, cambios en nuestras creencias, pero todo lo que nosotros necesitamos ya el Señor lo ha provisto para que podamos perdonar.
Pero entonces si Dios nos manda a perdonar, ¿por qué es tan difícil perdonar? Ahí podríamos hablar horas de por qué es tan difícil perdonar, pero no vamos a hablar horas les prometo, quizás una, una nada más.
La primera cosa es nuestro egoísmo y nuestro orgullo. Verdad que si usted fuera verdaderamente sincero, ¿verdad que a usted le gusta dar la última palabra en todas las situaciones? ¿verdad que si? Queremos siempre dar la última palabra y estamos ahí..... ok, ahora terminaste, ahora voy yo, queremos ser el que controle, y eso hace difícil el perdón, queremos tener razón, queremos ganar las peleas y muchas veces la manera en que las ganamos es simplemente reteniendo el perdón, no perdonando al que lo necesita. Así que esa es una, nuestro orgullo y nuestro egoísmo.
Otro factor es el temor de que si perdonamos nos estamos exponiendo a que nos hieran nuevamente. Nadie quiere verse débil y yo he escuchado personas cristianas de muchos años, ya de mucha edad, así con toda dureza decir “yo no voy a perdonar porque eso implica que estoy reconociendo mi debilidad, y yo no soy débil, yo no voy a dar mi brazo a torcer”. Así que esa es otra actitud que a veces tenemos. Tenemos miedo de que nos cataloguen como débiles y que nos hieran nuevamente.
Otro factor es que creemos que nos hemos creído el mito de que perdonar es opcional. Si me parece perdono, si no me parece no perdono. Pero la palabra es tan clara en que no es opcional, siempre tenemos que perdonar. Y a veces somos tan tontos y tan necios que hemos dicho, yo he oído eso y no se si yo lo he dicho también, pero hemos oído muchas veces que la gente dice “yo lo perdono todo menos....... “, blanco, ahí llenan su blanco...... menos..... no se. La rebelión de un hijo, que un hijo me falte el respeto o que no se, o que mi esposa, mi esposo cometa adulterio contra mi. A veces nosotros queremos limitar a Dios de esa manera, diciéndole “yo todo lo perdono, menos tal cosa”, y cuando nos hemos repetido esa mentira muchas veces por mucho tiempo de nuestra vida, pues ¿saben qué? Nos la creemos, entonces es difícil después romperla.
El otro factor es que hemos abrazado la idea falsa de que para perdonar, primero... yo necesito primero que el otro pida el perdón, o sea que se arrepienta y pida perdón. Esa es una idea falsa, no tenemos que esperar, de hecho para perdonar, ¿saben cuánta gente se necesita? Se necesita una persona nada más para perdonar y de hecho solamente Dios, Dios exige arrepentimiento ¿saben por qué? Porque Dios todo lo ve, todo lo sabe. El sabe lo que está en nuestro corazón y por eso El puede juzgar bien el arrepentimiento y entonces dar perdón. Por eso es que solamente Dios puede exigir arrepentimiento de nosotros, pero nosotros no podemos esperar a ver arrepentimiento para entonces perdonar. Lo que pasa es que muchas veces confundimos el perdón con reconciliación. Para perdonar se necesita uno, para que haya reconciliación se necesitan dos, porque es un proceso más complejo, más completo. Pero para perdonar solamente se necesita una persona. El deseo de Dios es que haya reconciliación en nuestra vida en todas las áreas, en todas las relaciones, pero a veces no es posible. Yo creo que eso muchas veces cuando las personas han sido gravemente atacadas por alguien que no es siquiera seguro que tengan una reconciliación con esa persona, pues se sienten que no pueden personar, pero si, si pueden perdonar. Dios no les está exigiendo que reestablezcan una relación con una persona que le va a hacer daño. Así que hay una diferencia entre esos dos procesos y yo creo que es bien liberador cuando entendemos esa diferencia de que son dos procesos diferentes. Comienza el perdón y luego viene la reconciliación.
Otro factor es que muchos hemos recibido heridas, especialmente en la niñez y en la adolescencia que nos han llevado a formar un complejo de rechazo. El complejo de rechazo nos impulsa a tratar a otros bruscamente porque nos han tratado así, porque hemos recibido rechazo y por eso entonces hacemos lo mismo. Y nos hace ser bien sensibles en todas las relaciones. Es el que siempre está viendo, algo le están haciendo en contra suya: si lo invitaron es malo, si no lo invitaron es malo, si le incluyeron es malo, si no lo incluyeron es..... y todo es siempre es una sensibilidad. Yo creo que si uno de nosotros tiene eso es hora de dejar esa sensibilidad, porque eso nos limita, nos limita en las relaciones, nos limita en el ministerio. ¿Quién puede ministrar al pueblo de Dios con esa sensibilidad tan.... esa cosa como dicen “a chip on the shoulder”, como que todo es un problema? Así que tenemos que renunciar a esa sensibilidad y pedirle al Señor que llene esa área de necesidad en nosotros. Y cuando tenemos complejo de rechazo lo que pasa es que interpretamos todo lo que los demás hacen de una manera negativa y como lo que nos es cómodo es protegernos endureciendo nuestro corazón, eso es lo que hacemos.
No se si ustedes se fijan que cuando estamos en tiempo de crisis, ¿qué es lo que hacemos? Hacemos lo que no es cómodo, no lo que nos es saludable necesariamente, sino lo que nos es cómodo. Si estamos acostumbrados a bregar retrayéndonos en depresión, viene la crisis, nos deprimimos; si estamos acostumbrados a usar una droga para protegernos y escaparnos, hacemos eso cuando viene la crisis. Y también el Señor quiere traer libertad a todas esas áreas especialmente volviendo a lo del complejo de rechazo, tenemos que renunciar a eso. Yo se que es un bebé querido que lo hemos consentido desde que era chiquito y hemos hecho crecer con nosotros, y es algo muy querido, pero es hora de que dejemos al niño de complejo de rechazo y crezcamos y entendamos que hay maneras más saludables para manejar esto y que tenemos que perdonar.
Otro factor es que nos hemos acostumbrado a decir “no puedo perdonar”. Cuando en realidad, lo que tenemos que decir es “no quiero perdonar”. Hay una diferencia entre “no puedo” y “no quiero”. El perdonar es un acto de la voluntad y muchos nos hemos acostumbrado a decir eso, pero otra vez Dios no nos da mandatos que son imposibles para cumplir. Si el Señor dice: perdona, es porque El nos capacita para perdonar. Y generalmente cuando nosotros nos aferramos a la ofensa que nos han hecho con uñas y dientes; porque a veces yo he visto esto es muy común: no la quiero dejar ir, esa ofensa la agarro con uñas y dientes. Y entonces no la soltamos y entramos en hábito de rumiar. ¿Ustedes saben lo que es rumiar, verdad? No saben lo que es rumiar. Es un concepto, hasta en psicología se usa ese concepto, yo me sorprendí que lo encontré en un libro de psicología, lo de rumiar. Y claro eso viene del mundo animal y se refiere a los animales herbívoros, una pequeña clase de la fauna, los animales herbívoros, como las vacas y los caballos, creo que caen los caballos ahí, no estoy segura, las vacas, si, yo se.... lo que hacen es que comen el alimento, luego tienen 4 cavidades en su estómago, el alimento baja a una de las cavidades, luego la palabra afín es que lo regurgitan, vuelve a subir por el esófago, vuelve a la vista el alimento, lo vuelven a masticar, baja, sube y baja, eso es lo que es rumiar. Y saben que muchos de nosotros somos rumiadores profesionales de ofensas. Eso es lo que hacemos, rumiamos las ofensas, las masticamos y bajan y las tenemos aquí, pero la primera oportunidad ..... la volvemos a subir, otra vez la traemos a la vista y entramos en ese juego de rumiar. Y eso es una costumbre tan, tan dañina. Y lo que pasa es que nos aferramos de tal manera a la ofensa, al dolor que nos causó y las revivimos una y otra vez y en el proceso además involucramos a otros, porque a nadie le gusta tener una fiesta de rumiar solo. Es mejor tener invitados, entonces invitamos a otros a que también disfruten de nuestros rumiamientos, así que terminamos no creciendo, quedándonos pequeños y también involucrando a otros en el proceso. Así que deje de rumiar. Si ese es su hábito, reconózcalo y déjelo.
Otro factor es que esta actitud de no querer perdonar y de rumiar las ofensas nos lleva a muchos a la amargura y una vez que tenemos amargura en nuestro corazón se hace cada vez más difícil perdonar. En Hebreos 12:15 hay un versículo muy conocido de todos nosotros que dice “mirad bien, es una advertencia seria, mirad bien, y yo me imagino al Señor está con el dedo..., mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios, piensen no está hablando de la salvación. La salvación la tenemos pero la gracias, esa investidura especial para vivir vidas victoriosas, .....no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios que brotando alguna raíz de amargura os estorbe y por ella muchas sean contaminados”. Es un tremendo versículo. No permitas que la amargura se adueñe de ti. Tenemos que arrancar por pequeña que sea esa raicita de amargura, tenemos que arrancarla de raíz para que no te estorbe a ti ni a nadie más. Los que hacen jardinería saben que cuando uno deja que las hierbas malas se apoderen, qué difícil, al principio son muy pequeñitas las raíces son bien superficiales así que con poco esfuerzo se saca en cinco minutos ya desyerbó. Pero cuando hemos dejado que eso penetre en la tierra y que se arraigue de la tierra, yo he tenido en ocasiones, cuando las he dejado, cuando he abandonado el jardín, uno trata después con toda la fuerza tratando de jalarla con una pala y todo y aún así es difícil sacar esas raíces de hierba mala. Así mismo es la amargura cuando nosotros permitimos que se adueñe de nuestro corazón. Y aunque cuesta emocionalmente perdonar, mucho más cuesta no perdonar. Y tenemos que manejar ese asunto desde el comienzo, no permitir que se arraigue ahí en nuestro corazón.
Y el antídoto para la raíz de amargura se encuentra en Efesios 4:32 que dice “.... antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”. ¡Que bello! ¿verdad? Eso es lo que debe ser la vida cristiana, donde se muestra misericordia, perdón unos a otros y ¿por qué? Porque Cristo nos perdonó a nosotros. Por eso, porque hay agradecimiento en nuestro corazón, por eso nosotros podemos extender también esa gracia a otros para que no haya en nosotros, no entre raíz de amargura que nos impida perdonar y que no vayamos nosotros a estorbarnos a nosotros mismos y a estorbar a otros alrededor de nosotros.
Otro factor es que nos dificultan el perdonar, es que muchos de nosotros no crecimos en un hogar donde se practicaba el perdón. Quizás había una manera de resolver las situaciones era peleando unos con otros, donde no había resolución de los conflictos, donde se ponía caras serias. Yo se de hogares donde la gente no se habla por una semana, por ofensas mínimas. Ese tipo de cosas, muchos de nosotros hemos crecido en hogares así, entonces no hemos visto modelado lo que es el amor perdonador. Y yo creo que es esencial que nosotros hagamos un alto en nuestra vida, examinemos nuestra vida, nuestra vida familiar y tomemos decisiones para sanar la tierra de nuestra familia, donde fluya el perdón con facilidad, con libertad. Perdonar, como hemos estado diciendo, no es fácil pero una vez que se hace un hábito, parte de nuestro estilo de vida, se hace cada vez más fácil. Yo me he sorprendido de cómo en ocasiones cuando han venido pruebas bien duras a mi vida, en el mismo instante yo he podido perdonar, y no es porque yo sea mejor que nadie, es porque he estado practicando esto por años y se que funciona. Y a veces uno tiene procesos donde vuelve atrás, vuelve adelante, como les decía lo de rumiar y eso, pero el Señor nos sostiene. Si nosotros tenemos eso como un principio de vida El nos honra y nos va a ayudar. Así que una de las cosas que podemos hacer en nuestras familias es modelar el perdón, hablar acerca del perdón, hablar acerca de la expectativa de Dios en cuanto al perdón, compartir nuestras experiencias de cómo Dios nos ha ayudado a perdonar en situaciones de mucha dificultad. ¡Qué hermoso es eso de que nosotros podamos con nuestros hijos sentarnos a hablar acerca de cómo nosotros hemos manejado situaciones difíciles y cómo Dios nos ayudó a superarlas con perdón! Eso es algo que debe ser parte de la cultural de cada familia creyente, hablar de temas como esos, porque eso nos da libertad, cría a los hijos saludables, y les hacer entender cuál es la expectativa de Dios y les hace ver que en Dios hay poder para cumplir con todas esas peticiones que el Señor nos hace de perdonar.
Hay mucha ignorancia, aún en el pueblo de Dios, acerca de los efectos de no perdonar, los efectos de la amargura, los efectos de resentimiento. Yo lo veo en familias donde están ocurriendo divorcios o ha habido divorcios, donde se usan a los hijos como peones de ajedrez, donde los padres usan a los hijos en contra del otro, donde se habla del otro delante de los hijos. ¡Qué triste! Donde se pelean propiedades, ¿cómo es posible de que si nos llamamos cristianos, estemos nosotros jugando con cosas materiales, jugando con la herencia de amor que nosotros deberíamos estar pasando a nuestros hijos y en vez darles una herencia de falta de misericordia, de ser miserable, en no ser generoso con nuestros recursos, con nuestro amor, donde retenemos el amor, donde no perdonamos. Eso no debe ser. Es tiempo que la iglesia de Dios sea seria con eso y pida perdón, cada familia pida perdón y se restituyan el valor del amor y la misericordia en nuestros hogares. Es algo muy serio, tanto hijos que son dañados por eso, por las pugnas entre los padres. Yo no digo que una persona tiene que recibir abuso de otro, hay que tener cuidado, tenemos que ser mansos pero no mensos, hay una diferencia entre ser manso y mensos. No es que seamos mensos, pero si podemos ser mansos y a la misma vez poder perdonar y seguir una relación saludable que no afecte a nuestros hijos. Porque muchas veces nuestros hijos están necesitando, estamos corriendo buscándole psicólogos, y pagamos miles de dólares en psicólogos cuando era innecesario. El daño que ese hijo recibió fue totalmente innecesario, se pudo haber superado si hubiéramos vivido nuestra vida en base a los principios de la palabra. Así que es tiempo que desde el comienzo de nuestra vida repasemos esto y hagamos esto como una luz en nuestro camino, para que cuando vengan los momentos de crisis, digo cuando vengan, no si vienen, porque que van a venir vienen. La cuestión es cuando y de qué manera, pero de que van a venir, siempre nos van a venir. En el mundo tenemos aflicción dijo el mismo Señor, ¿verdad? Así que cuando esos momentos lleguen ya nosotros debemos estar preparados para recibirlos con una respuesta divina, no con una respuesta humana.
Parte de toda esa cuestión de la amargura, resentimiento es obviamente la obtención de venganza. Dicen que la venganza es dulce, ¿verdad? Ustedes han oído eso, la venganza es dulce, pero no se crean, son una mentira del diablo. La venganza no es dulce. La venganza es amarga y causa amargura. Quizás en el momento te de alivio, te hace sentir mejor, pero a la larga va a crear daño y caos en tu vida. Y venganza no es solamente herir físicamente, no es sacar una pistola y ponérsela en la sien a alguien, no es empujar, gritarle, es hablar bruscamente, es usar palabras que no son respetuosas, es el no hacer un favor pudiendo hacerlo, es murmurar acerca del ofensor. Esa es una de las favoritas, ¿verdad? No, yo ya he perdonado, está bien, pero no desaprovechamos la oportunidad para rumiar y murmurar a la misma vez, si podemos hacer dos cosas a la vez es mejor. Así que eso tenemos que evitarlo también.
También otra manera de vengarnos es quemarle las habichuelas a propósito al esposo, o las tortillas, si usted come tortillas, o las pupusas....... bueno, esa no se me había ocurrido, lo de la camisa, pero..... pero la cuestión es que nosotros tenemos que ...... ajá parece que todos ustedes han tratado muchas técnicas. Quizás podemos hacer una lista para que renunciemos a ella al final, así lo que nosotros tenemos que hacer renunciar a la venganza, a tiempo.
¿Qué dice la palabra acerca de la venganza? ¿De quién es la venganza? Es del Señor, ya no es nuestra, porque nosotros no vemos, nosotros no vemos más allá de nuestras narices muchas veces así que la venganza no es nuestra, es del Señor. El hará con cada cual como a El le plazca.
Yo quiero compartirles el ejemplo de una ex clienta mía en mi trabajo. Esta señora vivía con un esposo era muy controlador y que en el pasado la había abusado físicamente de ella, pero ya había mejorado mucho y ya no hacía eso, pero era muy controlador, hiriente, demandante, no la dejaba ir a la iglesia, bueno, todo tipo de dificultades vivía esta mujer. La cuestión es que un día hablando yo con ella, empieza a hablar del loco ese y entonces yo le pregunté. Tu lo tratas así a él, tu lo tratas de loco, usas palabras que lo deshonran, y me dijo “Oh, si y delante de mis hijos mejor todavía lo hago”, y además descubrí que no cocinaba porque no quería cocinarle a su esposo, así que la cuestión es que comenzamos a hablar y yo la reté. Le dije “yo te reto a hacer algo, en este mes siguiente tu vas a eliminar todas esas palabras que lo deshonran y tu vas a hacer todo lo contrario, tu le vas a honrar, vas a darle palabras que lo honren y que lo pongan en un lugar de respeto delante de ti y de tus hijos y además vas a empezar a cocinar la comida que a él más le guste. Haz esas dos cosas y a la misma vez la instruí también en cómo ella podía poner límites al abuso verbal de él y emocional y decirle: mira, esto es lo que yo voy a hacer. Yo quiero ir a la iglesia por lo menos una vez a la semana y tu me vas a dejar ir. Tu no me vas a impedir que yo vaya. Entonces le dije con amor firme tu vas a demandar cosas que son justas, pero a la misma vez lo vas a poner en un lugar de honor. Y la reté a hacerlo por un mes, todos los días. Saben que al mes había habido un cambio total, espiritual en esa casa. Ya él había dejado los insultos, la dejaba ir la iglesia, con protesta un poco, pero eso es lo de menos. La protesta uno brega con ella. Ella lo estaba tratando con respeto, el ambiente en el hogar cambió, los niños empezaron a sonreírse más. Se veía que había habido un cambio, era un cambio visible porque ella se atrevió a tomar la actitud de perdonarlo a él, la decisión y de tratarlo con el respeto que él merecía. Esta familia era muy, muy pobre en este tiempo y yo estoy convencida, yo sentí que eso fue lo que el Señor me dijo, por eso, porque ella fue fiel y obediente en perdonar y en hacer lo que Dios le había mandado, el Señor los prosperó aún financieramente. De ser muy pobres donde prácticamente había muy poca comida en la nevera, en la cocina, llegaron muy pronto después a comprar una casa, a mudarse a un mejor lugar, a tener sus finanzas mucho más saludables. Eso es lo que el perdón puede hacer en una vida, transformar toda una vida. Porque donde hay ausencia de perdón hay oscuridad y opresión. Y donde entra el perdón ocurren cosas maravillosas. Así ella es un excelente ejemplo de lo que Dios puede hacer cuando somos obedientes a El.
En la palabra hay muchos pasajes que hablan acerca del perdón, pero hay uno que es dramático y eso se encuentra Mateo 18 del 21 al 35, es la parábola del siervo malvado. Si quieren buscarla, yo la leo y ustedes la escuchan o la leen ustedes también en la Biblia. Mateo 18, 21 al 35:
Jesús introduce esa parábola cuando Pedro le preguntó: “Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mi? ¿Hasta 7?, Pedro está pensando, yo no dije tres, ni una ni dos, ni cuatro, siete. El estaba siendo muy generoso en su perdón. El pensaba que el Señor le iba a decir. “si, hijito, siete es mucho, quizás seis”. Pero Jesús le dijo “no te digo hasta siete sino aún setenta veces siete”. Y entonces Jesús sigue diciendo en el verso 23 “por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos y comenzando a hacer cuentas le fue presentado uno que le debía 10.000 talentos (que era una cantidad exagerada). A este como no pudo pagar ordenó su señor venderle y a su mujer e hijos y todo lo que tenía para que se le pagase la deuda. Entonces aquel siervo postrado le suplicaba diciendo: Señor, ten paciencia conmigo y yo te lo pagaré todo, (lo cual era imposible por más que él trabajara toda su vida, no iba a poder pagar todo), pero dice el 27: “el señor de aquel siervo movido a misericordia le soltó y le perdonó la deuda. Y saliendo aquel siervo su corazón estallaba de agradecimiento. Se detuvo en la floristería más cercana para comprar rosas para regalarlas a todos los que se encontraba en el camino. Mientras iba caminando también meditó acerca del gran regalo que había recibido de su rey y de cómo él perdonaría las deudas de los demás con esa misma misericordia.” Fin de la parábola. ¿no van a decir nada? I don’t think so! Desafortunadamente la parábola no termina, no tiene un final feliz, porque dice luego en el verso 28: “pero saliendo aquel siervo halló uno de sus consiervos que le debía cien denarios (que es una cantidad muy pequeña) y haciéndole del cuello le ahogaba diciendo: págame lo que me debes. Entonces su consiervo postrándose (haciendo lo mismo que él había hecho con el rey), le rogaba diciendo “ten paciencia conmigo y yo te lo pagaré todo” (lo cual hubiera sido posible porque era solamente cien denarios) más él no quiso sino fue y le echó en la cárcel hasta que pagase la deuda. Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho y fueron y refirieron a su Señor todo lo que había pasado. Entonces llamándole su Señor le dijo: siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné porque me rogaste, ¿no debías tu también tener misericordia de tu consiervo como yo tuve misericordia de ti? Entonces su Señor enojado le entregó a sus verdugos hasta que apagase todo que debía. Y Jesús concluye la parábola con estas palabra “así también mi padre celestial, (padre Dios) , hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensa”. Son palabras directas, cortantes. Van a la yugular. Ahí no hay duda de si quizás.... no. Es bien directo lo que el Señor nos está diciendo. Es una advertencia contra nuestra inclinación natural a retener la gracia y la misericordia, a no dar gracia y misericordia y más bien rechazar perdonar.
Ahí vemos en esa parábola que Dios puede ser limitado en lo que El puede hacer por la actitud de nuestro corazón, la actitud de no perdonar. Y fíjense lo triste, terminaron dos en la cárcel, tanto terminó en la cárcel el que fue perdonado por el rey, como el que no fue perdonado por el consiervo. Los dos terminaron en la cárcel. Esa es una imagen muy clara de lo que sucede cuando nosotros optamos, retener nuestro perdón y en vez vengarnos, o desquitarnos con una persona. Estamos nosotros metiéndonos nosotros mismos en la cárcel, y estamos metiendo a otro en la cárcel. Estamos nosotros mismos entregándonos al verdugo o a los torturadores como dice otra versión, y estamos haciendo lo mismo con otra persona. ¡Que triste ¿verdad? cuando uno piensa en la realidad que esa parábola nos quiere expresar! Es muy triste que eso sea lo que sucede en nuestras vidas. Hay que huir de todo eso.
Yo quiero que contrastemos el comportamiento del siervo de la parábola que acabamos de leer con el comportamiento de José en Génesis entre los Capítulos del 37 al 50. Obviamente no vamos a leer los Capítulos del 37 al 50 porque sino se van a dormir todos ustedes, o se van a morir de hambre, uno de los dos va a ocurrir primero ¿verdad? Así que, pero los animo si hoy mismo puedan, los que no conozcan la vida de José. Hace poco, hace como un mes, Roberto estuvo predicando acerca de José, estuvo como cuatro sermones creo acerca de la vida de José, así que para algunos quizás está fresco algunos de los conceptos pero yo quiero repasarle lo más rápido que yo pueda los conceptos básicos de su vida, más bien de sus datos biográficos básicos.
Para que ustedes vean es el perfil de una persona que ha sufrido mucho, como quizás muchos de nosotros hemos sufrido mucho en manos de alguien, pero a la misma vez es un perfil de alguien que tomó la oportunidad del sufrimiento para tornarla para bien. Ahora mismo nosotros llamamos trasfondo disfuncional, teniendo una familia muy, muy disfuncional, era un arroz con majarete, creo que le dicen algunos, tu eras un revolu.... lo que había en esa familia, muy, muy disfuncional, como algunas de las..... luego cuando tengo el segundo hijo con Jacob, Benjamín, murió que había y había competencia entre las mujeres con ..., así que imagínense.
Si usted tiene problema con su esposo, imagínense los que tenía Jacob, entonces que tenía cuatro. Así que no se quejen abiertamente por José. Fue el hijo que nació cuando él ya era....... una túnica de muchos colores, así que desde la distancia lo veían a él caminando con es túnica tan hermosa, que gritaba la preferencia de su padre sobre todos sus demás hermanos. Y el desprecio de sus hermanos culminó cuando él les compartió dos sueños que había tenido donde él aparecía como..... decidieron matarlo.... ahí viene el soñador ese...... Yo pienso, mi análisis psicológico es que ellos tenían en verdad resentimiento, un resentimiento muy grande contra el padre, pero una sociedad patriarcal como era esta, obviamente ellos no iban a darle curso abierto a su odio contra su papá, así que su resentimiento lo enfocaron...... yo creo, calculando podrían tener 50, 60 años ya eran bastante mayores que lo que era José, pero aún así lo cogieron a él. Se salvó de esa, decidieron meterle..... que lo vendieron como esclavo, lo mataron (¿?) y se la presentaron a su padre como que una fiera había degollado a José.
Después lo llevó a los a Egipto y luego a los 30 años lo llevó al palacio del faraón ..... que había interpretado los dos sueños, sino porque tenía una gracia especial. José a los 30 años, el...... ya muy abundante que hubo por siete años para luego........ su importancia solamente superado por la autoridad del mismo ..... Imagínense qué sorpresa. Ustedes se imaginan esa escena. José tranquilo, simplemente distribuyendo comida cuando ve estos 10 hombres que llegan. José los reconoce pero ellos no lo reconocen a él. Recuerden que han pasado veinti..... Entonces él....... y también él no se identifica..... espías en la tierra de Egipto. Los interroga para saber si su padre y su hermano..... volver a Canaan y de regreso traer al hermano Benjamín, supuestamente para probar que él siguió probando a sus hermanos y en tercer encuentro con ellos, ese sentido .... fue en este proceso de perdonar, de corazas veintipico de años antes. ...... de paso esos veintidós años lamiéndose sus heridas, sentado, deprimido, vencido, .... pensamientos, si pasaron por su mente, pero él ya había tomado decisiones..... dos hijos en Egipto, el mayor, al primogénito le dio el nombre Manases y Manases Efraín que quiere decir Dios me hizo fructificar en la tierra de mi aflicción.
¡que nombre tan cargados en recuerdo de las decisiones saludables que él había tomado para vivir una vida fructífera. Así que muy pronto después de la traición, José decidió impedir que su pasado determinara su futuro. El hizo un pare y dijo: hasta aquí llegó, he pasado una experiencia de terrible aflicción pero no voy a permitir que la amargura entre a mi corazón y renunció también entonces a la venganza, la posibilidad de...... como esclavo. Parte de los cuales, fue en la cárcel cuando fue acusado injustamente por la esposa de su mayordomo. Así que decidió restaurar su vida aún en contra de muchos sus problemas.
Y decidió: voy a seguir adelante, no importa cuál sea mi situación, no importa cuál sea mi pasado. Le dio don para gobierno, para estar en autoridad, para administrar y él en todo momento reconoce que esos dones vienen de Dios. Por lo tanto hay agradecimiento en su corazón que lo lleva a él poder con mayor facilidad, no amargarse. En José nosotros vemos cómo un versículo que se escribió muchos años después en la palabra y lo escribió Salomón, en Proverbios 4:23, a pesar de que eso no estaba escrito, ya él empezó a practicarlo. Ese Proverbios es “sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón porque de él mana la vida”. “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón porque de él mana la vida”. ese es uno de los versículo cofre, donde hay un tesoro, un tesoro por ejemplo como el fruto del espíritu, y mi responsabilidad como hija de Dios es guardar la tapa de ese cofre para que ahí adentro no entre nada que contamine los tesoros que están ahí, de donde sale la vida. O sea que no entre nada que cause espiritual o muerte emocional, que nada se contamine. Y eso es seres emocionales, vamos a tener las emociones pero no tenemos que permitir que entren en nuestro corazón y se asienten. Hay un dicho, creo que dice que uno no necesariamente puede evitar que vuele un pájaro sobre tu cabeza, pero si puedes evitar que haga un nido en tu cabeza. ¿verdad que si? Pues eso es más o menos lo mismo, que dañen la vida que ya Dios ha puesto en nosotros.
Y quiero compartir con ustedes un pequeño testimonio personal mío. Yo no necesito eso pero puedo escuchar, siempre es bueno aprender algo y fui a acompañar a otra persona que yo consideraba que le podría ser de mayor beneficio y empecemos a pensar si hay ausencia de perdón, si estamos reteniendo el perdón a alguien y yo seguro pensé. ¿Yo, yo creo que yo no? Pero, como yo soy sensible al Señor y quiero escuchar la verdad de El, yo me senté en mi silla y le dije; Señor, si hay algo en mi de acuerdo a lo que tu palabra dice, en un segundo después Dios me presentó la imagen de una manzana, estaba la mano de Dios y había una manzana preciosa, era como dorada, era una manzana fuera de este mundo, preciosa, y lo que Dios hizo con esa manzana, esto es una imagen que Dios me da en mi mente, con los ojos cerrados. Yo estoy mirando la manzana, me doy cuenta que una esquinita bien pequeña de la manzana...... eso fue lo que yo vi en la manzana, como que se le había arrancado un pedazo y se le había vuelto a poner el pedazo así como tapándolo, como que no había pasado nada, como que ....... ustedes saben cuando uno comienza un matrimonio hay tantos ajustes, es increíble.
Todo el que ha sido casado o está empezando ese proceso, sabe que no es fácil, tenemos que hacer muchos ajustes, hay mucho que ceder, hay mucho que morir, bueno ajustes de todo tipo. La cuestión es que El me quería decir es ...... pedir perdón a tu esposo por resentimiento que tu tienes de los primeros años de tu matrimonio. Estamos hablando de 15, 16, 17 años antes y yo le dijo: ok, gracias Señor, perdóname Señor, y ok vamos a dejar el asunto aquí. Pero el Señor me dijo: no, no, no, tu tienes que ir a dónde tu esposo y tu le vas a pedir perdón porque esto es necesario. Y lo interesante es que después de esto el Señor me llamó y eso no estaba en mi mente para nada, me llamó a empezar en ministerio prematrimonial en la iglesia, y después de eso que lo empezamos con un hermano de la iglesia, con Gustavo, y hemos seguido, y después de eso me he extendido un poquito más al ministerio matrimonio, a consejería en otras áreas. Yo estoy segura que yo limpiara esa parte de mi corazón donde había contaminación para que el Señor me pudiera pasar a la otra etapa. Y se me ha hecho más que claro en muchas situaciones que eso es así.
Así que eso es a veces lo que nosotros lo limitamos por nuestras malas actitudes y nuestras desobediencias. Así que eso ténganlo ahí como un ejemplo de lo importante que es obedecer al Señor cuando El nos manda a perdonar.
Otra que de José que yo quiero decir es que .... la Biblia, una cosa es que a mi me parece liberadora es que los protagonistas bíblicos, si ustedes se fijan, son personas de carne y hueso, no son figuras inalcanzables de perfección inalcanzable, todo lo contrario. Son personas con limitaciones, con aflicciones, como tu y como yo. Cuando yo entendí eso yo dije: Ahá, entonces la verdad del........ able, entonces estamos perdiendo nuestro tiempo. Pero la palabra es bien clara en eso, nos presenta a la gente a todo color, tanto lo bueno como lo malo. Eso lo vemos en la vida de David, en la vida de Gedeón, todos los grandes protagonistas bíblicos...... se identifican a ellos y los trata con brusquedad y está en Hechos cuando más tarde él se rebelará a ellos y también le dio a él un tiempo para procesar sus emociones.
Imagínese usted que él se encuentra en esta, un día normal haciendo su trabajo, de momento entran esos 10 años y por primera vez en 22 años, ve a sus 10 hermanos que la última vez que los había visto había sido en una situación tan terrible, donde lo habían querido matar, donde lo habían insultado, l habían quizás empujado, habían jugado con su vida, tratando de decidir qué hacían o no hacían con él. Lo habían encerrado en un pozo que él no sabía si tenía agua o no, resultó que no tenía. Dios proveyó para él de esa manera, que el pozo no tenía agua. Es vendido, se tiene que apartar de su padre en 22 años no ha sabido de ellos y él se los encuentra después de 22 años, los encuentra ahí delante de su presencia. No es lógico pensar que humanamente él hubiera dicho: oh, hermanos míos vengan, bienvenidos. ¿Cómo está papá? Vengan, vamos a comer. Vamos a Mc Donalds todos juntos, vamos a celebrar. Y eso es una cosa que tenemos que hacer. Yo he visto muchas personas que por su afán de supuestamente ser obedientes al Señor, se han adelantado al tiempo del Señor y lo que han hecho es tronchar lo que Dios quería hacer.
Eso lo he visto en matrimonios que han estado separados, que han estado tratando de resolver temas importantes en sus vidas, donde habían sido heridos...... al tiempo de Dios, y eso no resulta. De hecho yo he visto, después de crisis serias, como por ejemplo un adulterio, hombres demandarle a su esposa que todos los privilegios del matrimonio, cuando todavía hay una herida, todavía hay que hablar de cosas, todavía tiene que haber un proceso. Y yo creo que es saludable que todos nosotros o sea tanto el que ofende como el que es ofendido debe reconocer, y es liberador reconoce que necesitamos, no tiempo solamente, sino a Dios obrando en el tiempo, para que Dios puede hacer los milagros que El quiere hacer para que entonces cuando haya una reunión sea un plano sólido donde Dios verdaderamente pueda glorificarse. Eso es esencial, eso es sabiduría de Dios. No aceleres los tiempos de Dios, yo he visto tantas veces donde yo he visto por ejemplo mujeres que se han ofendido una a la otra terriblemente y está una diciendo: ven a mi casa a comer. ¿Pero cómo va a venir a comer a tu casa si todavía están procesando, no están en condiciones de que sea una experiencia social todavía. Estamos en condiciones de preparar el camino para que si se pueda dar la restauración y la reconciliación.
Así que yo les pido a ustedes que ustedes apliquen eso a sus vidas si están en una situación de crisis, y le enseñen también a otros. No aceleren a otros. Yo he visto gente que le está diciendo a otra: no, pero vuelve con tu esposo, vuelve con tu esposa. ¿Por qué te separaste? No. Dios sabe como hace las cosas y hay que tener un balance en todo es Dios obrando en el tempo trae sanidad. Y eso fue lo que yo creo que José parte de lo que, del propósito de él en esperar ese tiempo, por todas las...... ellos. Y cuando finalmente él reveló su identidad a sus hermanos dice que lloraba a gritos, todo esto es una reconciliación con sus hermanos. Eso es suficiente en el orden del Señor. Al revelar su identidad ante sus hermanos, José, ya los había perdonado muchos años antes como una decisión, un acto de voluntad, pero aquí también los perdona emocionalmente. Muestra cariño, afecto por ellos, los hace sentir bienvenidos. De hecho se ve que en uno de los versículo dice: “cuando él se reveló ...... darnos para que ustedes se muden pronto, díganle a mi padre que estoy vivo, que quiero verlo. Imagínense todas esas emociones y José pudo ser generoso porque había perdonado ya mucho antes. Pudo ser generoso para restablecer toda esa conexión con sus hermanos ....
En Génesis 45 del 5 al 7 dice: “.... ahora pues, le dice a sus hermanos, no os entristezcáis, (no estaban tristes, estaban aterrorizados con la venganza que José pudiera tener contra ellos, ¿verdad?) pero él les dice: “.... ahora pues, le dice a sus hermanos, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros, pues ya ha habido dos años de hambre en medio de la tierra y aún quedan 5 años y Dios me envió delante de vosotros para preservaros posteridad sobre la tierra y para daros vida en medio de gran liberación”.
Así que él les interpreta el para qué de Dios. Muchas veces no sabemos el por qué pero muchas veces podemos vivir el para qué de Dios. Por eso, porque la vida de José estaba centrada en Dios conocía la providencia, conocía la mano de Dios en su vida, él podía entonces dar un perdón permanente. Y de hecho años después cuando Jacob muere, después de 17 años en Egipto los hermanos vuelven a atemorizarse dicen: oh, ahora que papá ha muerto, ahora quizás si viene la venganza porque ya no está papá para defendernos y para mantener la posición neutral. Pero ahí otra vez, miren lo que José les dice: “no temáis ¿acaso estoy yo en lugar de Dios? En otras palabras ¿acaso puedo yo tener venganza contra ustedes? Vosotros pensasteis mal contra mi. O sea les dice, ustedes verdaderamente pecaron mal, terriblemente, más Dios lo encaminó a bien para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo, ahora pues (miren qué tierno es José con sus hermanos) ahora pues no tengáis miedo, yo os sustentaré a vosotros y a vuestros hijos, así les consoló y les habló al corazón. Eso es un perdón completo, está la decisión de perdonar por el deseo de agradar a Dios, a ser obedientes y entonces combinado con la parte de las emociones, donde damos cariño y afecto y misericordia al que no lo merece. Porque eso es lo que es misericordia. Misericordia es dar favor y gracia a quien no lo merece. Así que José no se reservó nada, él fue generoso en todo sentido, palabra y acción.
Y para terminar, voy a repasar una lista de lo que José escogió a manera de repaso. José escogió perdonar y dar fruto aún dentro de la aflicción. Eso lo hizo temprano en su carrera. Escogió rechazar la amargura. Escogió renunciar a la venganza. Escogió ejercer la gracia y la misericordia sobre los que le traicionaron. O sea en resumen eso fue lo que José escogió. Y porque José fue fiel en ese sentido, porque escogió todas esas cosas que fueron para su bien y para el bien de mucho pueblo, como dice él, también recogió una gran cosecha y recogió el fruto de la reconciliación con sus hermanos. Si él hubiera retenido el perdón no hubiera podido haber reconciliación. Recogió el fruto de compartir con su padre Jacob, los últimos 17 años de su vida. Jacob, que había perdido toda esperanza de ver nuevamente a José, porque lo consideraba muerto, no solamente Jacob ve a José esos 17 años, lo disfruta, disfruta de su presencia, su compañía y lo que Dios ha hecho en su vida, sino que también ve a los hijos de José, así que ya otra parte más por el perdón de José que fue beneficiado Jacob.
José también recogió el fruto de ser instrumento de salvación de toda su casa. Por su corazón sensible al Señor, toda su casa, o sea todo estamos hablando de un grupo grande de personas fueron salvados de morir por hambre.
Recogió también el fruto de ser canal de bendición a futuras generaciones que no tuvieron que vivir bajo la maldición del no perdonar. Y se imaginan que diferente hubiera sido si él hubiera retenido el perdón, ¿qué hubieran aprendido sus propios hijos? Primero se hubiera llegado al puesto de honor que donde Dios lo puso, sería una pregunta. ¿Qué herencias hubiera pasado de generación en generación en toda esa familia por no haber perdón? Así que él rompió eso y estableció una herencia de perdón.
También José recogió el fruto de ser instrumento en las manos de Dios para que siguiera el cumplimiento de la promesa que Dios le había hecho, primero a Abraham, luego a Isaac y luego a Jacob. Así que él fue fiel porque si ustedes se acuerdan en la tierra de Egipto, el pueblo de Israel se multiplicó, se fortaleció, después fueron usados como esclavos por muchos años en Egipto, pero finalmente Dios levantó a Moisés y se cumplió, después de un tiempo el que ellos pudieran entrar a la tierra prometida. Así que José fue parte del cumplimiento de esa promesa que no hubiera pasado si él no hubiera sido fiel.
Para concluir yo quiero animar a cada uno de ustedes a determinar hoy el abrazar el perdón como parte de su visión personal. Ya que como decíamos antes, si nosotros estamos esperando a que haya una crisis para entonces decidir si perdonamos o no, estamos.... ya hemos perdido parte de la batalla. Tenemos que decidir como parte de nuestra vida ser una persona con una visión de perdón, que cuando vengan esos momentos inmediatamente vayamos delante del Señor y podamos perdonar al que nos ha ofendido.
Yo te animo a desarrollar un corazón perdonador y a desarrollar el perdón como un estilo de vida, como un hábito, que cuando venga la ofensa no pienses primero que con que bate de tiro, con qué le doy, qué le hago. No, sino que inmediatamente haya un sentido de introspección, de examinar su corazón y de determinar perdonar.
Cuando yo estaba preparando esta charla Dios trajo a mi mente, ¿cómo Dios obra?, trajo a mi mente una persona que hace muchos años me hirió de una manera muy seria y reconocí, delante del Señor que todavía no estaba completo el perdón, y a la distancia yo la bendije. Y yo estoy confiando en que Dios escuchó esa oración, yo se que El la escucho, se que vio en mi corazón en ese sentido, vio la sinceridad de mi corazón, y que algo va a suceder con respecto a eso, porque así obra nuestro Dios. El provee oportunidades para nosotros. Es posible que mientras usted estaba escuchando todo esto, alguien le vino a la mente. No se vaya de aquí pensando que fue simplemente porque le vino a la mente por casualidad. Haga algo con eso. Llévese todos esos conceptos que vimos, yo se que hemos cubierto muchos conceptos acerca del perdón. Si tienen duda compran el CD o lo que sea, para que repasen los conceptos porque son todos conceptos esenciales para vivir una vida saludable.
Si José no hubiera perdonado, se hubiera perdonado tanto. Y si tu y yo no perdonamos, también perdemos mucho. Podemos tener daños irreparables. Podemos estar condenando a nuestra familia a una herencia donde no hay perdón. Dios quiere cambiar eso. Dios quiere cambiar eso dentro de su pueblo. Hace un ratito hablábamos acerca de sanar la tierra, esto es una manera en que nosotros sanamos la tierra. El perdón sana la tierra. A veces tenemos que perdonar cosas terribles que nos han hecho, a veces tenemos que perdonarnos a nosotros mismos. Hay personas que han hecho cosas que saben que desagradaron a Dios y no pueden perdonarse a si mismos. Así que en este día yo les suplico que tomen en serio todas estas cosas. No son simplemente cosas hermosas que el Señor dice en su palabra, no son vidas simplemente interesantes en las páginas de la Biblia. Es para nuestra instrucción, es para nuestro fortalecimiento, es para nuestra sanidad, para que seamos gente saludable, para que seamos familias saludables, para que seamos una iglesia saludable.
Yo le pido al Señor que esta sea una iglesia verdaderamente sanadora y una de las facetas de la sanidad es el perdón. Imagínense que venga alguien aquí y vea que hay discordia entre nosotros, vea que hay pequeñas pugnas que pasan los años y no se resuelven, vea que cuando venga un hermano giramos la cara para no verlo. Eso duele el corazón de Dios y yo reprendo eso en el nombre del Señor. No haga eso, pida la libertad al Señor. Pida la libertad para que usted pueda obrar con la dulzura del espíritu y con la verdad de lo que la palabra dice. Que seamos misericordiosos unos con otros, que perdonemos unos a otros. Eso es lo que el Señor nos manda a hacer.
Vamos a ponernos de pie para terminar con una oración. Aunque hemos estado orando, hablar acerca de la palabra en un sentido es orar también. Señor, gracias, Padre, gracias por tu palabra en esta mañana, Señor. Oh, Padre, Señor nos presentamos delante de ti Señor. Reconocemos que somos seres limitados, Señor. Reconocemos que nosotros solos no podemos hacer todo lo que Tu nos has mandado a hacer, Señor. Pero a la misma vez, declaramos, Padre, de que si Tu nos has mandado a perdonar es porque en Ti está todo lo que necesitamos para perdonar, Señor. Padre, yo te pido que si en nuestras mentes ha surgido algún nombre, la cara de una persona en esta día al hablar de tantas cosas acerca del perdón, que demos seguimiento a eso, Señor. Padre, yo te pido, Señor, fruto. Yo te pido fruto, fruto verdadero y múltiple, Señor, de haber estado en tu presencia tratando este tema, Señor. Padre, yo te pido que Tu sueltes, Señor, sueltes la unción de perdonar, Señor. Yo te pido, Dios, que tu sacudas a tu pueblo, Señor, sacuda el complaciente, Señor. Sacude, Señor. Sacúdenos de nuestra maldad, de nuestra falta de misericordia, Señor. Sacúdenos, Señor y límpianos, Señor. Señor que nuestro corazón esté limpio delante de Ti, Señor. Padre limpia nuestra mente, Señor, que las ideas que Tu has proclamado en Tu palabra, Señor, sean nuestras Padre.
Yo te pido Señor que Tu botes de nosotros pensamientos que no son tuyos y los sustituyas con la verdad de tu palabra, Señor. Yo te pido, Padre, que tu pongas hambre y sed de justicia en este lugar, Señor. Que Tu justicia, Señor, sea la que domina en nuestras relaciones, no la justicia nuestra, Señor, que es una justicia humana y fallida y caída, Señor. Que nosotros manejemos nuestras relaciones, Señor, manejemos el perdón, la reconciliación, Señor, de acuerdo a lo que tu palabra dice, Señor. Padre, como pueblo, Padre, nosotros renunciamos al resentimiento, renunciamos a la amargura, renunciamos a todo aquello que a Ti te desagrade, Señor. Renunciamos a la venganza, Padre. Oh, Señor reconocemos que la venganza es tuya, Padre, y es solamente tuya. Padre, límpianos. Otra vez te digo, Señor, sacude a tu pueblo, limpia a tu pueblo, Señor, para que el avivamiento que tu quieres hacer en medio nuestro se de, Señor. Padre, que no estemos pendientes de cosas pequeñitas, hiriéndonos unos a otros, no perdonando, reteniendo el perdón, Señor. Todo lo contrario, toda esa energía que usamos en cosas tontas y vanas, Señor, sea usado para el engrandecimiento de tu reino, Señor, para tener vidas santas, Señor, que hablen de que tu presencia está en nosotros, de que el carácter de Cristo es lo que nos motiva a hacer todo y a pensar todo, Señor.
Señor, haznos una luz, Señor, en un lugar alto, Señor. Una luz santa, Padre que brille en todo su esplendor, Padre. Te pedimos perdón Padre por nuestros pecados. Te pedimos perdón por las veces que hemos retenido el perdón, Señor, y hemos sido desobedientes, Señor. Y declaramos en este día, Señor, que seremos obedientes y sensibles a tu espíritu, Señor. Señor yo te pido que tu abras lo que ha estado tapado y oculto, Señor, en este tiempo, Padre, que saques a la luz lo escondido, Señor y que cada uno de nosotros sea fiel en hacer lo que tiene que hacer, Señor. Que sea cada uno obediente, Padre, obediente. Padre, yo te pido que me persigas a mi, persigas a cada uno de mis hermanos, Señor, y que no haya tranquilidad en su corazón, Señor hasta que no hagan lo que Tu quieres que cada uno haga, Señor. Que cada uno solamente Tu sabes lo que es, Señor. Padre, derrama una unción de perdón en este lugar, Señor. Úsanos, Padre, para traer sanidad a la tierra, Señor. Gracias, Padre. Gracias por tu amor y tu misericordia y tu palabra, Señor. Gracias, Señor, en el nombre de Jesús. Amen.
Los viajes de Dios
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Me estoy parando aquí arriba dejando que el Señor sea quien dirija mis pensamientos, tengo aquí algunas cosas para respaldarme, por si acaso, pero he estado dice el Señor, cuál es la próxima idea que tu quieres que yo comparta con mis hermanos, y tengo en la mente aquí una imagen del viaje, los viajes de Dios y los procesos de Dios. Nosotros tenemos un Dios de viajes y de procesos y de eso voy a tratar de compartir con ustedes aquí, que el Señor hable a través de estos minutos.
Cuando tu entras en los caminos del Señor, y concibes el deseo de servir al Señor en alguna manera en tu vida y de ser usado por Dios y entras en el desarrollo de tu don Dios te da un boleto de viaje, no es un viaje solamente físico, pero es sobre todo un viaje espiritual y es un viaje dentro de ti mismo, dentro del territorio inexplorado que hay dentro de ti. Tu eres un mundo, tu eres un universo, tu tienes un cuerpo limitado y concreto, pero Dios te ha creado de manera que tu también eres una galaxia, eres un mundo precioso, tu mente, tu espíritu, tus emociones, tus ideas, tus pensamientos, tu voluntad, tus experiencias, todas esas cosas te hacen una dimensión donde uno puede meterse y viajar y explorar y descubrir cosas.
Entonces cuando Dios nos llama nos llama a iniciar un viaje con El y ese viaje se da en el tiempo, se da en el espacio, muchas veces, como nuestro hermano que vino desde Guatemala hasta Mérida, México, y se da también dentro de él. Al él descubrir cosas que no entendía acerca de si mismo, y añadir otras cosas, en su persona y así pasa con cada uno de nosotros cuando Dios nos llama al servicio, cuando Dios nos llama a la vida cristiana. El nos dice: ven, móntate conmigo y vamos a dar un viaje. Los próximos años de tu vida van a ser un viaje, amárrate el cinturón, pide un cafecito, mira por la ventana, y trata de disfrutar el viaje, todo lo que tu puedas. A veces vas a pasar por unos lugares tormentosos y el avión se va a mover, pero no te preocupes, yo te voy a llevar hasta la otra orilla del otro lugar. No te impacientes, no te pongas ansiosa, no te desesperes, Yo estoy contigo y esa barca no se va a hundir porque Yo estoy dentro de ella.
Y entonces el resto de tu vida y el resto de tu jornada espiritual, tu lo tienes que concebir así, como un viaje contigo y Dios metidos en una nave, a una tierra a donde Dios te quiere llevar. Y todo lo que pase en ese viaje va a tener un propósito, una razón, un significado, algo que aprender, y nada se va a desperdiciar. Todo lo que tu veas, todo lo que te suceda, todo lo que tu experimentes, Dios se va a asegurar que tu le saques provecho. Va a haber una fotografía memorable de ese momento que tu podrás luego visitar y mirar y compartirla con tus nietos o con tus discípulos, porque el Señor se va a asegurar de que nada se desperdicie. Es como esas hermanas que tienen ese pavo allí, ellas hacen su pavo, lo sazonan y comienzan a jalarle toda la carne y nada se desperdicia, ni siquiera la grasita se desperdicia, porque hay alguien que le gusta esa grasita. Y cuando ya quedan los huesos, cogen los huesos y los cortan y hacen una sopa. ¿si o no? Y cuando ya el hueso se dio todo lo que tenía, lo cogen y hacen una estatua del hueso y la enganchan en una pared para sacarle todavía provecho a lo que queda.
Y así es Dios con todos los eventos de nuestra vida. Cuando nosotros nos metemos en el viaje de Dios, Dios se va a asegurar que nada se desperdicie y que todo lleve alguna bendición, algún crecimiento, algún aprendizaje, a algo que sea de bendición para alguien. Es un entrenamiento y por eso la palabra del Señor dice, y por eso podemos entender lo que dice en Romanos 8 que a los que aman a Dios, esto es a los que son llamados por El, ¿qué dice? Todas las cosas ayudan a bien. Eso es lo que quiere decir, que Dios te ha llamado, Dios te ha comisionado, te ha enviado a un viaje con El en el viaje y entonces El dice: no te preocupes porque todo lo que te pase va a tener significado, propósito, razón de ser, y provecho y valor. ¡Guau!
Mire, yo mismo que les digo eso no me lo creo totalmente. Porque si me lo creyera, jamás me pondría ansioso, ni me pondría preocupado ni nada porque yo sabría que todo lo que me sucede es porque Dios lo ha permitido o lo ha diseñado así. Y entonces yo podría estar en paz y no tendría temor, pero mi cerebro y mi biología me traicionan continuamente. Y lo que mi espíritu sabe, mi mente se revela contra ello, y por eso me pongo ansioso, pero yo se en mi espíritu que así es. Oiga, pero qué difícil es creer eso cuando los indios están tirándote flechazos y tu estás en el medio del círculo y los vagones están ahí alrededor y no llega la caballería para sacarte a tiempo. Y tu dices: bueno, quizás hay una excepción por allí y yo soy la excepción. Cuando vienen los aprietos financieros o las luchas de ministerios o los tiempos de avidez y esterilidad o los problemas matrimoniales, o el hijo rebelde, o la enfermedad que no se va, en esos momentos qué importante es que nosotros digamos: yo todavía estoy en la nave y Dios todavía está conmigo y la nave no se va a hundir. Dios no me llamó a este viaje a fracasar. Esta nave no se va a ir de pique, no se va a estrellar contra el precipicio porque Dios ha dicho: pues a sus ángeles mandará cerca de ti que te guarden en todos tus caminos, en las manos te llevarán para que tu pie no tropiece en piedra. Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno porque Tu estarás conmigo. El viaje, aunque el viaje sea por un valle donde haya monstruos y en la oscuridad yo solamente pueda ver sus ojos fosforescentes, llenos de odio contra mi, yo sentiré la mano de mi Padre, que me dice: no te preocupes, yo quiero que tu pases por esta selva porque quiero que aprendas a no temerle a los monstruos y que sepas que tu padre es más poderoso que los monstruos.
Sabe usted que a veces Dios deja que el diablo nos mire directamente a los ojos para que aprendamos a no tenerle miedo y aprendamos que nuestro Dios es más poderoso que Satanás. Hace poco yo estaba en mi oficina dándole consejería a una señora que acababa de llegar a la iglesia hacía unas semanas, dos o tres meses que estaba con nosotros, una mujer especial, linda, dulce, una señora bien comportada, educada, y estábamos hablando acerca de su vida y de cómo sentía una opresión espirituales y de su pasado, y cantidad de cosas y yo la llevé a confesar algunas cosas que ...... porque sentí que había una opresión demoníaca en su vida y comenzamos a hablar y yo tengo ya un proceso a través del cual llevo a la gente cuando se dan esas cosas y entonces dije: ahora hermana vamos a orar, después de ir a renunciar y confesar y todo. Ella cerró los ojos por un momento y comenzamos a reprender y en un instante el aire se puso denso y ella abrió los ojos y lo que me miraba no era la mujer que yo tenía conmigo hace un segundo antes. Era un ser siniestro que veía a través de mi y veía dentro de mi y todo mi ser se llenó de miedo, lo confieso, porque usted sabe lo que es estar sentado aquí y que esta persona que usted pensó que conocía ahora lo mira y es otra persona que usted tiene enfrente de usted. Y me miró con esa sonrisa arrogante y yo sentí el temor y traté de disimularlo lo más posible, y me dijo: me tiene miedo ¿verdad? Y yo tuve que reponerme y recordar con quién yo estaba allí, que no era ella y yo solamente sino que estaba el espíritu santo a quien yo había invocado y los ángeles de Dios, antes de comenzar la sesión, me repuse y reprendí y declaré la autoridad de Cristo. Nos enfrascamos como pasa muchas veces estas cosas, por unos 45 ó 50 minutos, mientras salían diferentes demonios, diferentes niveles de arrogancia y de entendimiento y de lucidez y cantidad de cosas, pero al final, el último demonio tuvo que irse y esa mujer quedó completamente libre diciendo, veo hasta los colores veo diferentes. Yo he escuchado tantas veces de personas que son liberadas, que ven la vida como de nuevo, recién nacidos. Pero esa mirada del enemigo cuando te mira y te traspasa, si tu te dejas, te hiela por dentro, porque es una mirada que sabe quién tu eres, sabes que tu eres simplemente una criatura frágil y pecadora, quiere atemorizarte con eso y llenarte de culpabilidad y de temor, pero tu tienes que saber que Dios está contigo y que es más poderoso el que está con nosotros que el que está en el mundo. Pero a veces Dios permite que miremos al enemigo y que el enemigo nos roce y que la serpiente nos abra la boca y veamos sus dientes llenos de veneno para que aprendamos a no temerle, sepamos que nuestro Dios es más poderoso.
Así que por eso a veces Dios permite que vengan adversidades a nuestra vida y dificultades, y fracasos y fallos en el viaje porque eso es parte del entrenamiento, y eso es parte de lo que Dios quiere mostrarnos. Y por eso es que nosotros no debemos temer de emprender el viaje, no podemos temer de lanzarnos al agua y emprender nuevas cosas y tratar de hacer cosas que nunca hemos hecho antes y probar nuestras alas en otra altura que no estamos acostumbrado a probarlas y arriesgar nuevas cosas y experimentar con nuevos ministerios y nuevas formas de hacer las cosas porque eso le agrada al Padre. El Padre es infinitamente creativo y le gusta cuando nosotros somos creativos también e inventamos nuevas cosas y experimentamos. A El le encanta ese juego y El se sienta con nosotros en el piso y dice: adelante, me gusta lo que estás haciendo. Porque Dios es un Dios de procesos y a El le encantan más que los resultados. A El le encanta más el viaje que el lugar de llegada. ¡Qué interesante! Pero nosotros muchas veces estamos más pensando en el destino que en el viaje y Dios dice: yo se ya cuál es el destino, a mi lo que me interesa es el viaje. Mirar por la ventana y ver las cosas y verte a ti, mi criatura interactuando con el mundo y con las experiencias que Yo permito que vengan a tu vida y viendo qué sacas de esas experiencias. Eso es lo que a Dios le gusta porque Dios es infinitamente creativo.
El ya no tiene nada que tu le puedas enseñar. Dios se entretiene con nuestros juegos y nuestras ocurrencias, como el papá se entretiene con las ocurrencias del bebé cuando habla una nueva palabra o hace una travesura o hace algo diferente y se deleita y tira una carcajada porque su hijo le sorprendió con algo nuevo. Y eso es lo que le gusta al padre. El padre no quiere que el hijo nazca a los 9 meses de embarazo, que de la noche a la mañana ya sea un grandulón lleno de barba o de pelo en el pecho, o lo que sea. El padre quiere ver a su hijo crecer de bebé a infante, a adolescente, a joven, a adulto y aún a veces verlo allá anciano. Eso es lo que le gusta al papá, es el juego, es el deleite de interactuar con su criatura y verla desarrollarse a..... ¿por qué es que las mujeres quieren tener un bebé muchas veces? Es porque quieren el gozo de ver esa criatura, concebirla en su vientre y entonces interactuar con ella a través de todas sus facetas y sentirse ella parte de esa vida, y sentirse ella como también creadora de esa vida y realizarse a través de la interacción con esa criatura, ¿si o no? Eso es lo que llena a la madre o al padre también.
Y en nuestro Padre es igual. A nuestro Padre le interesa inmensamente, le encanta lo que pasa en el viaje cuando nosotros nos montamos en El. Y El quiere tener experiencias junto con nosotros y por eso nosotros no debemos temerle al viaje, sino que debemos meternos en la nave, confiadamente porque el que comenzó la buena obra será fiel, y es fiel para terminarla.
En el mar de Dios hay muy pocos naufragios y los naufragios son de personas que dejaron de confiar en El porque lo sacaron de la barca. Pero los que lo mantuvieron en la barca nunca naufragaron, ni nunca naufragarán porque mientras El está en la barca, la nave no puede naufragar. Por eso está la historia de cuando el Señor envía a los discípulos en uno de esos viajes que hay en la Escritura y les dice: móntense en la barca y pasen a la otra orilla donde Yo los voy a encontrar. ¿Recuerdan ese pasaje? Miren cuando ya el Señor les dio el mandamiento de que viajaran a la otra orilla y que El los iba a encontrar, ya había una promesa implícita de que ellos llegarían. Porque El no les hubiera dicho: vayan a la otra orilla, si no se iba a cumplir, porque El sabe todo y por lo tanto si El hubiera sabido que no iban a llegar no le hubiera dicho: vayan a la otra orilla.
Cuando Dios te manda su mismo mando, su mismo orden es ya una constitución de éxito. Porque Dios nunca te manda a hacer algo con lo cual El no se comprometa para llevarte a una conclusión exitosa, si tu sigues el manual de la fe. Pero ¿qué pasó en el viaje? Los discípulos confrontaron algo que no esperaban y el mar se puso tormentoso, y dice la Biblia que ellos estuvieron remando toda la noche en el medio del mar, que yo estuve allá ahora cuando estuve en Israel hace poco, y es interesante porque en el Evangelio dice que El estaba orando en un lugar alto, en una de las versiones de ese evento desde donde podía verlos a ellos. Y es interesante cuando yo fui ahora al área de Galilea, si usted mira el mar de Galilea que es un lago inmenso, hay montañas y hay montes alrededor precisamente donde una persona, si está allí parada, aunque el mar bastante..... no lo llaman mar, pero es un lago grande.... no es tan grande que no se pueda ver, hay sitios donde se puede ver casi dos terceras partes del lago y por lo tanto es así como sugiere el texto. Por eso es que la Biblia es tan real, ¿no? Es decir, hay esos lugares desde donde se puede ver todo. Y dice la Biblia que el Señor estaba allí orando y veía a sus discípulos remar toda la noche porque la corriente les era contraria, se desató una tormenta, y El estuvo allí orando y mirándolos. Y yo me imagino que si ahora la cámara va de Jesús mirando a los discípulos, a los discípulos metidos en la barca es un cambio, como en esas películas..... ¿no? Ahí esta Jesús orando todo tranquilo, silencioso, callado, paz y de momento cambia la cámara y está el ruido de la tormenta, los discípulos gritando: nos vamos a hundir, saquen el agua, esto y lo otro, y un ruido tremendo..... y el Señor allí mirándolos. Y ellos no están conscientes de que el Señor los puede ver desde su altura. Ellos no están conscientes de que el hijo está allí orando, intercediendo por ellos quizás. Y que también el hijo sabe que en un momento El va a bajar de esa montaña y se va a subir sobre las aguas y va a caminar hacia ellos. Y que El no va a permitir que ellos se hundan en la barca. Y que El ha permitido que esa tormenta se desate porque El tiene un propósito en eso. Y cuando El comienza a caminar sobre las aguas y ellos comienzan a verlo, El les estaba dando una lección tremendamente importante que ellos iban a necesitar como fundadores de la iglesia universal de Jesucristo. Y era, El quería mostrarles que El es Señor de las tormentas, que El es Señor de la naturaleza, que El es Señor de la fuerza de la gravedad, que El es Señor de todas las leyes del universo, y que El está por encima de cualquier situación tormentosa que alguno de sus hijos pueda pasar. Y que El siempre los está viendo desde su altura y que sus ojos nunca se apartan delos que lo aman y lo sirven. Y cuando El vino caminando sobre las aguas les estaba deparando una lección eminentemente visual y gráfica que se grabaría en sus corazones por el resto de sus vidas. Ese Cristo que camina sobre la mar y hace algo que es totalmente inconcebible para el cerebro humano y cuando se monta en la barca, da una palabra a la tormenta: calla, y en un instante el mar se despeja, el viento calla, las olas se suavizan y hay una calma total, porque el Señor es el Señor de la naturaleza y el Señor de las tormentas.
Ese tiempo de pánico y de terror que ellos experimentaron, esas horas que probablemente eran como las dos o las tres de la mañana, según el relato. Ellos pasaron unas cuatro, seis horas en el mar, luchando contra la tormenta. Y esas 6 horas imagino que equivaldrían a una eternidad para ellos y mientras ellos estaban dentro de esa tormenta, dentro de esa burbuja de pánico y terror e incertidumbre, impotencia, Dios estaba trabajando en ellos para formar su carácter, formar su actitud, formar su mentalidad ministerial, formar su concepto de quién es Jesús, porque al Señor le interesa que nosotros sepamos quién El es verdaderamente. Que El no es simplemente un profeta o una persona muy poderosa, o un gran pensador o un espíritu muy desarrollado, El es el hijos de Dios, Dios mismo, el camino, la verdad y la vida.
Y por eso les pregunta en un momento a sus discípulos: ¿quién dice los hombres que yo soy? Y algunos dicen que tu eres Juan el Bautista, otros dicen que tu eres Elías, esto y lo otro. Y El dice: bueno, ¿y quién dicen ustedes que yo soy? Porque hasta que nosotros no resolvamos ese problema, quién es Cristo para mi y cómo concibo yo a Jesús en mi vida, su papel, su envolvimiento en mi vida, su involucramiento, su mirada minuciosa sobre cada evento de mi vida, su control de todos los eventos de mi vida, hasta que yo no esté bien compenetrado con esa idea, de que El si tiene control de todos los aspectos de mi vida, El va a hacer todo lo posible para enseñarme de que eso es lo que El es. Y me va a poner a través de diferentes experiencias para que yo lo pueda conocer en su totalidad, no en su totalidad, porque nunca lo conoceremos, pero por lo menos en lo que se relaciona conmigo, lo que El quiere que yo conozca de El: su misericordia, su amor, su poder, su justicia, su santidad, su gracia, su creatividad, su sabiduría. Son elemento que El quiere que nosotros los conozcamos y por eso está continuamente exponiéndonos en diferentes maneras a diferentes aspectos de su personalidad, como cuando uno toma una estatua y la mueve en diferentes áreas o la mira de diferentes ángulos para verla en su totalidad, porque nunca la podemos ver 360º.
Así el Señor está continuamente enseñándonos diferentes facetas de su ser y de su relación con nosotros a través de experiencias que solo se pueden conseguir en el viaje. Y a veces esas experiencias van a ser experiencias de fracaso, de traiciones, de pecados, de ignorancias, de enfermedades, de crisis económicas, problemas matrimoniales, problemas con nuestros hijos, tantas diferentes cosas, porque recuerden lo que yo decía que el viaje es tanto afuera como adentro, para que nosotros, no solamente lo conozcamos a El sino que nos conozcamos a nosotros mismos también. Y por eso Dios nos envía a viajes para que lo conozcamos a El y para que nos conozcamos a nosotros mismos. Porque el hombre que no se conoce, la mujer que no se conoce a si misma va a tener problemas en el servicio y en el ministerio. Dios necesita que tu te conozcas, con todas tus arrugas y verrugas y todas tus virtudes también. Que tu no te engañes a ti misma y que sepas quién tu eres, porque cuando una persona se conoce a si misma sabe de qué cuidarse, y sabe también de qué es capaz, y no tiene ilusiones acerca de si mismo, no se enorgullece más de la cuenta, pero tampoco se echa tierra sobre la cabeza porque sabe lo que es y sabe lo Dios le ha dado y no se enorgullece por eso y sabe que todo viene de Dios y cuando no se porta bien Dios se lo quita, si tiene que quitárselo.
Usted mire al Apóstol Pablo, él era un hombre que se conocía muy bien a si mismo. Pablo no sufría de baja autoestima, señores, déjenme decirles. Pablo, a veces hasta suena un poquito orgulloso y como muy seguro de si mismo, pero también era un hombre inmensamente humilde, por eso también Dios lo confrontó. Dios puso a Pablo en un viaje también, a Saulo, en este caso, uno de los varios viajes que pone a Saulo es cuando.... en la Escritura hay un pasaje donde Pablo dice, creo que es Primera de Corintios 12, o Segunda de Corintios 12, donde Pablo dice que Dios lo llevó al cielo, al tercer cielo y allí dice que él vio cosas que eran tan sublimes que ni siquiera le era permitido compartirlas con otros seres humanos. Y entonces dice: y para que la grandeza de la revelaciones no me exaltasen desmedidamente, Dios me envió un aguijón en la carne, un mensajero de Satanás que me abofetee para que no me enorgullezca, acerca de lo cual he pedido 3 veces que me libre y 3 veces me ha contestado: bástate mi gracia porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Pablo, dice; bueno, entonces si cuando soy débil, soy fuerte, más bien me engloriaré en las debilidades. Aprendió una lección acerca de si mismo. Dios permitió que Pablo entrara en un aspecto que hemos tratado, la gente ha tratado de higienizar cuál era el problema de Pablo, porque no pueden pensar que el gran Apóstol tuviera una lucha espiritual o emocional de algún tipo. Y han dicho que era que sufría de ceguera en los ojos, que esto y lo otro. Miren, son pamplinas, eso es mentira, eso es nosotros tratando de ayudar a Dios. Dios no necesita que lo ayudemos. Dios siempre bregó a través de gente impura y dada a fallar.
¿Por qué tenemos ahí a Abraham en su viaje allá, a Moisés en su viaje, y a David en su viaje fallándole a Dios? Pablo era un hombre...... Elías dice, era un hombre sujeto a emociones y a pasiones como nosotros y le dijo a Dios, oró para que no lloviera 3 años y medio y no llovió, queriendo decir tu mismo puedes, si ese ser tan fallido, tan imperfecto podía ser usado por Dios de esa manera, Dios te puede usar a ti también. No te preocupes. En toda obra creativa siempre hay deshechos y desperdicios, pero eso no importa. Hay que seguir adelante. Si uno se pusiera a preocuparse por la basura que genera una construcción, nunca haría nada, hermanos. Y el ser humano, cuando trabaja suda y huele mal, aunque usted lo quiera o no, aunque usted sea el santo más puro de la tierra, usted siempre va a ir al baño, siempre va a sudar, y siempre va a oler mal a menos que no se bañe otra vez. Porque esa es..... y Dios entiende eso, a Dios no le molestan los malos olores, porque Dios es un Dios campechano, no es que venga de Campeche, por si acaso hay alguno aquí, pero Dios es un Dios realista y llano y El se sienta a la mesa y se come una tortilla así como se como también un chicken cordón bleue. A Dios le encanta la gente sencilla y le encantan las cosas..... como el Señor Jesucristo, que yo creo que se sentaba y se comía un sancocho como cualquier hijo de vecina.
Y el Señor le saca provecho a cada una de las experiencias y cada una de las cosas que nosotros experimentamos y por eso es que no tenemos que temer al viaje. Pablo entendió que esa lucha que él tenía, y él dice: como Dios entendió que había en mi una tendencia al orgullo, y uno lo puede ver cuando uno estudia la psicología de Pablo, si uno lo analiza psico-terapéuticamente por sus escritos, porque Dios no saca esa parte en su revelación, recuerdan lo que yo les dije cuando Dios inspiró las Escrituras pero no las dictó. En la Escritura se ve el carácter de los escritores y su tiempo y sus luchas y otras cosas. La inspiración de la Escrituras no quiere decir un dictado letra por letra, ¿por qué? Porque Dios no le quita uno, Dios nunca te torna en un autómata, nunca te torna en un robot, nunca te quita tu creatividad, tu personalidad, tus experiencias, El le encanta trabajar a través de eso. El te dice: mira, lo que yo quiero decir es esto, asegúrate de que eso es lo que salga, pero si tu quieres usar una fotografía o quieres usar una pintura o una parábola, ese es asunto tuyo, pero asegúrate de que mi mensaje llegue exactamente como yo quiero. Lo demás yo te lo delego a ti. ¿usted entiende?
Y así es que el Señor obra, entonces Pablo que tenía esa área de su vida, Dios como lo llevó tan alto y le dio tanto El sabía que había que cuidar a Pablo porque era tan excepcional lo que él había ha recibido que se iba a comenzar a enorgullecer y se iba a abrir entonces a la caída y al ataque de Satanás que lo iba a llevar al fracaso ministerial. Entonces Dios lo toma y permite que venga, hermanos, y esto es otra cosa que han tratado los comentadores de arreglar, tratamos de arreglar la Biblia porque le tenemos miedo a veces a las cosas que Dios nos revela, y la sanitamos o la limpiamos un poquito, porque Pablo dice: Dios me envió un mensajero de Satanás, esa es la traducción en el español, un aguijón, acerca de lo cual le pedí 3 veces. Es decir, Dios le envió, no es ni siquiera que, como decimos a veces, que Dios permitió, como para ayudar un poquito a Dios porque la idea de que Dios envíe un mensajero de Satanás, eso nos asusta un poquito porque... ¡guau! Y ya entonces tratamos de arreglar un poquito el muñeco y decimos: Dios lo permitió, pero hey, que lo permita o que lo mande siempre El es responsable, en una corte de ley El sigue siendo responsable, aunque usemos otra palabrita y cojamos el cadáver y le pongamos un poquito más de pintalabios, sigue siendo un cadáver. Y entonces dice, Dios me envió un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás. Yo creo que Pablo estaba peleando, batallando con algo allí emocional, mental, espiritual. No tenía nada que ver con sus ojos y yo busqué la palabra en el griego original que se traduce mensajero de Satanás y la palabra es angelos santan. Usted no tiene que ser un conocer del griego para saber lo que es angelos satan, lo que pasa es que en el griego original la palabra angelos puede querer decir ángel o mensajero, entonces los traductores escogieron la palabra que se prestaba un poquito más de, como dijéramos, de cuidado acerca de la personalidad de Dios y de las interacciones, porque a nosotros no nos gusta la complejidad, a los cristianos no nos gustas las cosas sencillitas y Dios es un Dios que siempre saca el conejo de otra parte de donde lo esperamos. Y hay cosas raras en la Biblia que si no estuvieran en la Biblia yo diría eso es una herejía, pero están allí y hay que aceptarlas.
Yo, lo que me dice la Biblia eso es lo que yo creo y brego con lo que me plantea pero no trato de simplificarla. Entonces dice que Dios le envió un ángel, yo prefiero la idea porque el contexto lo sugiere, un ángel de Satanás, que es ¿qué?, un demonio, un espíritu. Ahora si usted no puede recibir eso, no lo reciba. Su pastor tiene la última autoridad en eso, pero vaya al griego original y busque la palabra angelos satan. Dios envió un espíritu, se puede decir o un ángel de Satanás o un mensajero de Satanás, no importa, sea lo que sea, es un mensajero, es un agente de Satanás. Dios permitió como que un espíritu acosara a Pablo. ¿Por qué? Porque ,mira hermano, muchas veces cuando Dios nos quiere entrenar nos busca un buen oponente. Si usted quiere entrenar un buen boxeador, si usted tiene un buen boxeador que usted sabe que tiene madera para un campeonato mundial, ¿usted le va a poner un muchachito de la calle salido para que lo entrene, verdad que no? Usted va a buscar un buen boxeador, ya quizás un poquito cansado que le obligue a ese boxeador a sacar lo máximo que él tiene dentro de él para poder llegar a su potencialidad. Y muchas veces Dios va a permitir opositores en tu vida, luchas en tu vida, procesos en tu vida que te van a parecer como que vienen del infierno mismo y es Dios que lo ha delegado para entrenarte en la guerra y para llevarte a la altura a la cual El te quiere llevar, porque Dios quiere entrenar guerreros. Dios no está en el negocio de entrenar parásitos. Dios no quiere entrenar pavos, Dios quiere entrenar águilas. ¡Aleluya! Y por eso El nos diseña enemigos que nos entrenen y nos lleven a donde tenemos que llegar y a veces son enemigos, les digo, son siniestros. Y son tan siniestros que uno jamás podría pensar que vienen de Dios pero en el viaje El ha dicho que: Yo quiero que paremos en tal sitio, que tu veas lo que hay allí para que conozcas la guerra y para que te conozcas a ti mejor, para que cuando el enemigo venga a tentarte en esa área, ya tu hayas bregado con ella y la hayas rebasado y no te pille, y te destruya.
Hay cosas a veces que suceden en tu vida que Dios está mirando a diez años de distancia que está preparando ahora, porque Dios es un jugador de ajedrez que tiene un tablero con millones de piezas y El puede jugar todas piezas a la misma vez. Y puede jugar con cien o mil o diez mil otros jugadores, como esos grandes genios de ajedrez, simultáneamente y El no se molesta. Y Dios siempre está pensando en la eternidad y a veces hace una movida en tu vida que ni siquiera va a tener que ver contigo sino con alguien que va a venir dentro de tres generaciones y El te necesita ahora, en ese momento específico, para preparar diez o veinte movidas más adelante para que se cumpla algo que El quiere más allá, en cien años. Y tu eres importante ahora y quizás te morirás sin saber que Dios te usó estratégicamente en un punto dado y te morirás diciendo quizás ‘Dios nunca me usó’. Pero mira te usó ya, pero tu no lo sabes solamente. Porque en ese viaje vas a tener paradas que ni tu mismo sabes que la hiciste.
Alguien me decía ayer del gran pintor Van Gogh, uno de los grandes genios de la pintura. Hoy se le reconoce como un gran genio de la pintura y yo he visto sus pinturas en el Museo de Bellas Artes de Boston y hay museos dedicados solamente a él en Europa. Van Gogh murió sin haber vendido una sola de sus pinturas y pensó que era un fracaso totalmente como pintor y se suicidó por su fracaso, deprimido completamente. Sin embargo hoy en día una pintura de Van Gogh, un dibujito de Van Gogh vale millones de dólares porque estaba demasiado adelantado para su tiempo, era lo que pasaba. El hombre era demasiado brillante y hacía unas mezclas de colores y de imágenes que eran simplemente demasiado avanzadas para su tiempo. Se ha tomado casi un siglo para la sociedad ponerse al día con el genio que había en Van Gogh. Sin embargo él no lo pudo ver.
Usted ve que hay pasajes en el libro de la fe, en Hebreos 11, dice que algunos murieron sin haber visto lo que se les había prometido y murieron simplemente saludándolos desde lejos, y hoy somos nosotros los que disfrutamos de esas inversiones que ellos hicieron. Porque ellos también hicieron sus viajes. Y yo creo que cuando nosotros nos montamos en el viaje de Dios tenemos que saber que el timón lo tiene El, no nosotros. Nosotros no podemos controlar las experiencias. Nosotros simplemente tenemos que confiar que El sabe lo que hace y que cada aspecto de ese viaje tiene sentido y que Él no ha desperdiciado nada y que El sabrá cómo lo configura, y cómo lo lleva a su terminación. Tenemos que confiar absolutamente en El y ponernos en sus manos, y aunque la tormenta ruja alrededor de nosotros, tenemos que decir ‘Padre, tu me has prometido que voy a llegar a la otra orilla’, y usted se agarra bien, se pone un buen impermeable y se lo pone por la cabeza, y deje que sople la tormenta. No se preocupe, usted va a llegar y va a llegar más fuerte que antes y más confiado que nunca y más seguro del Dios que usted tiene.
A veces en la Escrituras dice, por ejemplo, hijitos míos, hay un pasaje en el Antiguo Testamento, dice: “éntrate en el aposento un ratito hasta que pase la ira” y a veces va a ser así, hermanos, a veces Dios va a estar en asuntos en su vida y va a estar bregando en su vida y va a desatarse una tormenta y una persecución y una guerra alrededor de usted, y una balacera terrible, y lo único que usted va a poder hacer es métase en su dormitorio, tranque la puerta, ponga planchas sobre las ventanas y aguántese ahí en fe hasta que pase la tormenta, y después quite las planchas y abra la puerta y recoja los escombritos que quedaron y siga adelante, porque Dios es un entrenador férreo. El a veces te pone en situaciones y tu estás allí con la lengua afuera diciendo ‘ya no puedo más’ y El te dice ‘puedes más, hay más en ti, te lo quiero sacar. Yo se que hay madera en ti para grandezas y si no te presiono no vas a sacar esa madera’.
Mi esposa es terapeuta ocupacional, ella trabaja con niños que tienen problemas de desarrollo neurológico. Y hay niños, por ejemplo a veces que no pueden mover sus piernitas bien y tiene bajo tono muscular y otras cosas, y yo he aprendido ese vocabulario viviendo con ella. Y ella va a veces a las casas y me decía por ejemplo, de una niñita que tiene bajo tono muscular, no se puede mover mucho en las piernas, no tiene mucha fuerza en las piernas todavía, y es gordita y es muy comodita y ella solamente quiere estar sentada, sin moverse, sin que la presionen mucho ni nada, porque está muy contenta así simplemente tranquilita, porque su organismo no le pide que haga más. Entonces mi esposa tiene que venir, cogerle las piernitas y movérselas y pararla y sentarla y obligarla a que se mueva y a veces la niñita comienza a gritar y a protestar, pero ella la obliga y ella ve como a través de los días la niñita ha comenzado ya a sentarse solita y a moverse, pero la obligó, la tuvo que obligar, la tuvo que sacar se su zona de comodidad. Dios muchas veces nos saca de nuestra zona de comodidad y nos lleva a donde no queremos ir porque El está en el negocio de sacarle el máximo provecho a sus hijos y de sacar a la luz la grandeza escondida. Y por eso nos pone en situaciones de aprietos muchas veces, para sacar a la luz lo que necesitamos conocer acerca de nosotros, porque es un viaje dentro de nosotros también.
Un hermano pastor me decía aquí de cómo él comenzó en su iglesia en una casa que alguien le alquiló. Y dice que como a los dos o tres meses de estar allí, venían dos o tres personas, cuatro personas y le sale la señora con que quiere la casa y él le dijo ‘pero, si usted me prometió un año’, y dijo ‘no, porque ustedes están aquí predicando la Biblia y esto y lo otro, y no los quiero aquí y se me tienen que ir’, y lo trató mal y dijo ‘bueno, está bien’. Le pagó lo que tenía que pagarle. Se sintió desesperado, se cuestionó a si mismo. Señor, o me vas a bendecir o no me llamaste al ministerio. Se tiró al piso. Dice que oyó claramente en su mente o en su ser, oyó la palabra ‘hotel’ y comenzó a buscar y todos los hoteles eran demasiado caros. Finalmente llegó al hotel que era de un familiar de él y le cedieron un cuarto de hotel por un precio ridículamente bajo y ya tiene como cuarenta personas, 40, 50 personas allí. Si se hubiera quedado en lo cómodo, todavía tendría quizás 7 gatos con él. Pero Dios lo sacó se su zona de comodidad a otro nivel y tenemos que entender, hermanos, que Dios es un entrenador que usted no lo puede sobornar con protestas, llantos y que me duele, y que no puedo..... El dice ‘tu si puedes, porque Yo te creé y Yo se exactamente lo que hay dentro de ti, y vas a entrar en la grandeza aunque sea pataleando, pero te voy a llevar a ella’.
Por eso la Biblia dice que ninguna disciplina mientras la sufrimos es agradable, pero cuando Dios la ha completado, dice que da un fruto dulce y apacible de justicia. A nadie le gusta la disciplina. A un soldado no le gusta la disciplina, pero la disciplina le va a salvar la vida y le va a permitir ser impactante contra el enemigo. Y Dios está creando soldados, guerreros. Dios no está creando jugadores de golf, El quiere crear gente que sepa usar una espada, que sepa usar un arco. Como dice David ‘ el que fortalece mis manos para entesar el arco de bronce’. Dios quiere hombres y mujeres que puedan entesar el arco de bronce. Sabe lo difícil que es coger ese aparato de bronce y doblarlo así y meterle la cuerda para poder disparar el arco. Eso no se crea agarrando almohadas, se crea levantando pesas, ejercitándonos. Por eso es que Dios siempre nos dice ‘mira, que te mando que te esfuerces, que seas valiente’.
El le dijo a Josué ‘Yo te he dado todo lo que tu pises, pero una sola cosa te digo, esfuérzate y se valiente’. Se lo dijo tres veces, búsquenlo. Porque a todos nosotros nos dice ‘Yo te voy a enviar a un viaje y vas a tener que trabajar duro en ese viaje. Yo no estoy creando parásitos, no estoy creando gente cómoda’. A Dios le encanta la gente esforzada, la gente valiente, emprendedora, empresarial, creativa, inquieta. El Reino de los Cielos se hace fuerte y los valientes o los violentos, en otra versión, lo arrebatan.
Dios está en el negocio de los viajes. Hay un texto, que uno de mis textos favoritos en la Escritura y que nos habla acerca de..... y que lo pone en una forma muy elocuente, lo que es los viajes de Dios. Mire, vaya a Deuteronomio Capítulo 8. “Dios envió al pueblo judío en un viaje, un viaje de 40 años en el desierto”, un viaje que en realidad no debió tomarse más de unas 3 semanas, les tomó 40 años. “antes de llevarlos al destino que les tenía determinado. El sabía que los iba a meter a la tierra de Canaán 400 antes de que llegaran allí, cuando llamó al padre Abraham y le dijo ‘yo, esta tierra te la voy a entregar a ti’, y puso a Abraham simplemente a caminar sobre la tierra en su propio viaje. Porque Dios le dijo a Abraham, ‘vete de tu tierra y de tu parentela a una tierra que yo te he de enseñar’. Y Abraham entró en un propio..... que era su viaje más bien dentro de si mismo.
Y 400 años pasaron y ya Dios sabía que los iba a traer a esa tierra, pero no los llevó en el momento. Y después de esos 40 años cerca de la tierra y no les da permiso para entrar, sino que los mantiene en un viaje circular alrededor del desierto. Y miren lo que El les dice ya después que han pasado los 40 años y están cerca de la llegada y ya queda poco tiempo para ellos entrar a la tierra prometida, y mire cómo El les habla. Dice, Deuteronomio 8 “cuidaréis del poner por obra todo mandamiento que Yo os ordeno hoy para que viváis y seáis multiplicados y entréis y poseáis la tierra que Jehová prometió con juramento a vuestros padres”. Y mire aquí el versículo 2, dice “y te acordarás de todo el camino (ahí está el viaje)..., de todo el camino por donde te ha traído Jehová, tu Dios, estos 40 años en el desierto”, ¿para qué?,.... “para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón (ahí está el viaje interior, el viaje de adentro, la exploración interior), si habías de guardar o no sus mandamientos y te afligió y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías ni tu ni tu padres la habían conocido, para hacerte saber que no solo de pan vivirá el hombre más de todo lo que sale de la boca de Jehová, vivirá el hombre (ahí está el Dios, el viaje que te enseña quién es Dios y cuál es tu relación con Dios) ...tu vestido nunca se envejeció, (de nuevo ahí está el Dios proveedor, el Dios fiel)... nunca se envejeció sobre ti, ni el pie se te ha hinchado en estos 40 años. Reconoce asimismo en tu corazón que como castiga el hombre a su hijo, así Jehová, tu Dios, te castiga. Yo quiero que tome conozcas y sepas quién yo soy, cómo yo actúo para que en el futuro no te equivoques, porque si haces cosas que están fuera de mi aprobación te voy a disciplinar. Porque Jehová, tu Dios te introduce en la buena tierra, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes y de manantiales que brotan en vegas y montes, etc.... en el versículo 10 “y comerás y te saciarás y bendecirás a Jehová, tu Dios” por la buena tierra que te habrá dado. Y entonces hay una cantidad de cosas, dice “cuídate de no olvidarte de Jehová, tu Dios”; 12 “no suceda que comas y te sacies”; 14 “y se enorgullezca tu corazón y te olvides de Jehová, tu Dios” que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre. Ya Dios estaba viendo lo que le iba a pasar a este pueblo. El sabía lo que estaba advirtiendo, sabía lo que iban a hacer. Sabía que había orgullo en ellos. Sabía que había rebeldía en ellos, sabía que había tendencia a criticar a Dios y dudar de El rápidamente. Miren el versículo 16 “que te sustentó con maná en el desierto, comida que tu padre no habían conocido, afligiéndote y probándote para a la postre hacerte bien”.
Entonces entendemos que los 40 años en el desierto no eran una coincidencia necesariamente solamente, no era producto meramente del pecado de los judíos, sino que Dios estaba profundamente involucrado en esos 40 años. El quería que esta nación que iba a nacer una nación fundadora, una nación apostólica, una nación madre espiritual, que iba a ser un modelo para incontables generaciones de creyentes a través de la historia, El tenía que usar a esta nación para exhibir ciertos principios de su forma de actuar con el hombre, para mostrar ciertos aspectos de su personalidad y para establecer precedentes legales, judiciales, que cuando El los juzgara en otras ocasiones, habría evidencia de que El estaba obrando con justicia y con equidad para con ellos. Porque Dios es así, Dios siempre está viendo las cosas a mil años de distancia, cien años, diez años.
Entonces, esos 40 años, ese viaje que El los puso por el desierto era para mostrarles a ellos ‘mira, quiénes son ustedes, gente rebelde, gente crítica, gente desobediente, gente que huye del enemigo cuando está muy grande, cuando los dos espías. Tu no eres nadie, tu entras a esta tierra, no porque te lo mereces, sino porque mi gracia te permite entrar. Yo te doy esa tierra, tu vas a beber aguas de pozos que tu no cavaste, vas a vivir en casas que tu no edificaste, te van a proteger muros que tu no levantaste y vas a vencer enemigos que no puedes vencer por ti mismo, sino es con mi poder. Dios tenía que exponer todas esas cosas, exhibirlas como evidencia, porque Dios es un Dios judicial. Y El procede como un juez, El procede como un abogado que monta la evidencia y la documentación antes de obrar, porque El es así. El no tiene que hacerlo pero El es un Dios justo, y a El le interesa que su justicia no tenga nadie que se la pueda criticar ni cuestionar con evidencia contraria. Todo hombre sea hallado mentiroso y Jehová justo y verdadero.
Por eso cuando David peca y ofende a Dios de una manera terrible cuando manda a matar Urías, cuando el escribe el salmo 51, que es el salmo de la confesión, dice: ‘contra ti, contra ti solo he pecado y echo lo malo delante de tus ojos para que seas reconocido justo en tu palabra y tenido por puro en tu juicio’. David está diciendo, como que él había pecado para que fuera evidente para todo el mundo que Dios es justo cuando enjuicia a los hombres, cuando condena y que solamente Dios es justo, y que todos nos descarriamos como ovejas y que solo El permanece santo y perfecto. Muchas veces Dios va a permitir que pasen cosas en nuestra vida para que sea claro primero que es por gracia y no por obras, y por lo tanto hay procesos de nuestra vida donde Dios primero va a tener que llevarnos a través del fracaso y del sufrimiento para entonces poder usarnos.
A Pedro lo metió en un viaje así cuando Pedro con su orgullo y su autosuficiencia y su autoestima por las nubes le dijo: ‘Señor, aunque todo de aparte de ti, este macho que está aquí no se va a rajar’, como dicen los mexicanos. Esos cobardes allí se podrán ir, pero no te preocupes Señor, yo voy a estar ahí contigo hasta la muerte. Y el Señor le dice: ‘Pedro, Pedro, Pedrito, mira, no solamente me vas a rechazar, me vas a negar una vez, me vas a negar 3 veces, Pedro’, porque a Dios le interesaba que Pedro, que iba a ser gigante espiritual y un fundamento para su iglesia en el futuro, Pedro no podía ser el hombre que Dios quería que él fuera con ese orgullo, porque a la primer toreo le iban a meter un cuernazo, lo iban a tumbar y lo iban a sacar de la plaza. Y por eso Dios tuvo que desangrarlo y rebajar su orgullo y debilitarlo y mostrarle que ‘tu no eres tan guapo como tu piensas que eres’. Y como una muchachita sirvienta se dejó atemorizar y negó al Señor Jesucristo, lo negó, negó, negó y la tercera vez lo negó con maldiciones. ‘Ya te dije que yo no conozco a ese....’ quizás algo así fue lo que dijo. No te he dicho que...... lo hizo como que Dios quería subrayar y pintarle en la cara y pintarle la camisa para que él supiera quién él era. Porque El necesitaba a Pedro, pero no podía usar a Pedro por toda ese orgullo de hombre, esa autosuficiencia, esa fuerza, esa seguridad en si mismo. Dios aborrece eso y el diablo usa eso para destruirnos muchas veces y Dios en su misericordia permite a veces que caigamos y nos ensuciemos las rodillas y nos pelemos los pantalones, por misericordia para que el diablo no nos juzgue a nosotros entonces. El se mete primero y nos juzga El porque El lo hace con misericordia y amor para fortalecernos, antes de que el diablo lo haga para destruirnos.
Y por eso es que yo veo, cuando el Señor resucita y se acerca a Pedro, yo me imagino que se acercó con una sonrisa maliciosa en la cara. Dice ‘Pedro, ¿te acuerdas de lo que dijiste? Pedro ¿me amas?’. Ni siquiera le dijo lo que le había hecho ni cómo le había fallado y cómo lo había negado. No, le dijo ‘Pedro, ¿me amas?’ Fíjate el Señor se hubiera podido ir sin preguntarle a Pedro nada. Pero, qué maravilloso es el Señor y qué bondadoso es el Señor que El no quiso que Pedro se quedara con esa herida en su ser de haber negado al Señor, y no saber que su Señor pensaba de él. Esa hubiera sido una herida que lo hubiera desangrado toda su vida. Entonces el Señor se acerca como un buen consejero y dice ‘Pedro, ¿me amas?’, y dice ‘si, Señor, tu sabes que te amo’. En otros tiempos le hubiera dicho: ‘Señor, te amo más todos esos pampalanes que están ahí, Tu lo sabes bien, te lo he probado mil veces, hasta la muerte. ¿Dónde quieres que vayamos, dónde están esos demonios para que le metamos mano ahora mismo? ‘Si, Señor, tu sabes que te amo.’ ‘Pedro, ¿me amas?’. Señor, te dije que te amo. Fíjese que le preguntó tres veces, las mismas tres veces que lo negó, como le dio tres oportunidades para neutralizar cada vez que lo negó con una afirmación de amor, y la tercera vez lo miró directamente a los ojos, así, ‘Pedro, ¿de verdad me amas?’. Pedro simplemente tiró las manos al aire y dijo ‘Señor, a la verdad, que ahora mismo yo no estoy seguro, después de lo que hice. Tu sabes todas las cosas, Señor.’
En otras palabras así es que nosotros tenemos muchas veces hermanos, yo digo, bueno, yo amo a Dios y la verdad es que yo no estoy seguro si amo a Dios o no. Si yo amara a Dios como El es verdaderamente, yo no se, ya yo me hubiera inmolado o algo para glorificarlo a El. Uno cree que uno ama a Dios, y uno cree que uno está dispuesto a morir por El. Yo no me atrevo a decir: Padre, yo voy a morir por ti. Yo espero que pueda hacerlo un día si me llega la necesidad, pero yo no estoy seguro. Yo creo que esa es la respuesta que conviene, muchas veces. Ahora si usted está seguro en Cristo y Dios le da la gracia de usted saber que no es por usted sino por que El lo fortalecerá, pues, amén, confiéselo, pero que no sea con orgullo carnal ni en fe en usted. Discierna el espíritu, si no hay cosas donde es mejor uno, como dicen por ahí en mi país ‘mejor digan aquí corrió que aquí murió’. Mejor tome una respuesta ahí, suave y que le de un poquito de espacio. Porque Dios necesita llevarnos a esos viajes donde nos conozcamos a nosotros mismos, conozcamos de qué estamos hechos y para El entonces poder trabajar con nosotros y usarnos como El quiere.
Hay momentos en tu vida, yo creo que para todos los que seguimos al Señor eso nos pasa, en que es como los soldados cuando están en tiempos de paz les permiten estar en sus casas y vivir en sus casas, cómodos, con su familia y todo eso, pero de vez en cuando los llaman para entrenamiento y tienen que tomar dos o tres semanas e irse al campo a hacer ejercicios de guerra y a correr y a estudiar la guerra y todo eso. ¿Para qué? Para que no se pongan demasiados cómodos y no pierdan el arte de la guerra y también para darles entrenamientos adicionales que llenen su portafolio militar. Los mandan a un entrenamiento de batallas en la montaña o en el frío o los ponen a estudiar estrategias, diferentes cosas para que se pueda completar su perfil de militar. Y yo creo que así pasa con nosotros, cuando servimos al Señor periódicamente Dios nos dice ‘ven conmigo, estás muy bien en el ministerio, todo te está yendo bien. Ven, te voy a meter para asustarte un poquito y para quitarte un poquito ese exceso de fuerza que tienes y de confianza que has adquirido por los triunfos que has tenido últimamente en el ministerio’, y te hace así y te hace tropezar y te rompes la boca y te rompes los pantalones y descubres que no eres tan grande ni tan fuerte, ni tan..... como dicen por ahí ‘la última coca cola en el desierto’, como algunos piensan que son. Y nos recuerda eso y nos dice ‘ok, ahora regresa....’.
A mi, en mi vida, me ha pasado ya tres, cuatro veces más o menos, cuatro o cinco veces, donde Dios me ha metido en tiempos de prueba y de fuego como Israel para sacar lo que estaba escondido, para mostrarme lo que yo soy, para humillarme y para enseñarme a depender más de El. Y me ha regresado más peligroso para el diablo que nunca. Porque mientras más débiles somos, más fuertes somos. Mientras más nos dejemos humillar y trabajar por el Señor, más Dios nos va a exaltar.
Eso fue lo que Pablo entendió cuando dijo ‘ si cuando soy débil entonces soy fuerte, pues más bien me gloriaré en las afrentas, en las debilidades y en las pruebas, para que el poder de Dios se manifieste con más magnitud dentro de mi’. Porque mientras más débil el vaso, más frágil, más quebradizo el vaso, más gloria puede Dios expresar a través de sus hijos. Por eso es que Dios dice ‘si el grano de trigo no cae a tierra y muere, queda solo, pero si muere lleva mucho fruto’. El quebrantamiento es la cosa más bella del creyente. Todos tenemos que ser quebrantados si vamos a ser usados. Apúntelo que hasta me salió con rima. Todos tenemos que ser quebrantados si queremos ser usados. Si tu quieres verdaderamente que Dios te use, prepárate porque El te va a probar, te va a quebrantar, te va a asustar, te va a poner a través de tiempos de prueba, pero no te preocupes, el Señor sabe exactamente de qué madera tu estás hecho y no te vas romper en 20.000 pedazos. El te va a llevar solamente al nivel donde El te puede llevar. Por eso es que dice que nunca seremos probados más allá de lo que podemos resistir. Dios sabe, tu no lo sabes, pero Dios sabe y a veces tu vas a creer que tu no puedes más, pero El te dice ‘tu si puedes más, hay más allí todavía. No te preocupes, aguanta ahí.’ Podríamos seguir en esto, hay muchas más cosas, yo creo que tienen el punto ¿no?
No tema el viaje. No le tema al Dios de los viajes. No le tema al Dios de los procesos. No le tema al Dios que lo llamó. No le tema a las experiencias por las cuales usted ha pasado. No mire su pasado como que usted ha sido una víctima, todo lo que ha sucedido en tu vida es porque Dios lo ha permitido, aún si tu fuiste abusada por tu padre, aún si cometiste un grave error en tu vida, aún si no te amaron, aún si tuviste un grave accidente, aún si quedaste limitado en tu movimiento por algo, Dios estaba allí en ese momento y El ha permitido eso con un propósito sublime que tu mismo quizás no puedes entenderlo ahora mismo, pero todo lo que ha sucedido en tu vida, en tu caminar, en tu jornada espiritual, todo Dios estaba allí contigo. Aún antes de tu recibirlo y reconocerlo, aún en el vientre de tu madre, el Señor estaba allí. Y si pasaste por algo y tu pensaste que tu estabas sola y que Dios te había desamparado, sabe que esas gotas que están en la tierra son las lágrimas de Dios que lloró cuando estaba pasando contigo lo que tu pasaste. Y El lo permitió por un propósito que está mucho más allá de lo que tu puedes entender.
Y entonces mira tu pasado no como un fracaso, no como algo que no tiene sentido o valor, sino míralo como algo que Dios ha usado, un pincelazo oscuro en una pintura que necesita oscuridad para hacer resplandecer los brillos que hay en ella. Porque no todo puede ser luz y colores livianos en una pintura, sino es monótona y aburrida. Necesita oscuridad como contraste. Y a veces hay pincelazos oscuros que tienen que darse en la pintura de nuestra vida para que resalte la belleza que hay en ella, para que el llamado de Dios pueda brillar y exponer con toda su belleza. Pero si Dios lo permitió, El lo va a colocar estratégicamente de manera que sea para bien y no para mal. Cuando tu mires tu vida, desde esa perspectiva redentiva, redentora, entonces lo que te pareció un acto aborrecible y sin significado, tu lo verás a la luz del diseño positivo de Dios y entenderás de que Dios lo ideó para bien y no para mal.
Cuando José se acercó a sus hermanos, ellos pensaron que él los iba a matar ya como segunda mano del faraón, y él les dijo ‘no se preocupen. Ustedes me hicieron algo y lo hicieron para mal, pero Dios lo usó para preservación de vida. Por eso es que yo no los puedo odiar a ustedes porque yo se que ni siquiera eran ustedes quienes me vendieron a Egipto, sino que era Dios que me estaba llevando en un viaje hacia el destino que El me había dicho años atrás cuando me dio dos sueños, donde me decía que mi padre y mis hermanos se iban a humillar delante de mi. Y ustedes creían que me estaban mandando a la muerte, pero Dios me estaba mandando a la vida y al encuentro de mi destino. Y por eso es que yo no los puedo odiar a ustedes, lo que parecía algo terrible e inhumano, ahora yo entiendo que eran una bondad que ustedes me hicieron a mi porque me estaban enviando a mi destino como preservador de mi familia y como apóstol y como patriarca de todo el pueblo de Dios.
Y nosotros tenemos que creer eso, que todo lo que ha pasado en mi vida, todo lo que pasará, todo lo que está pasando es mi Padre que lo está usando para llevarme al destino que yo tengo determinado. Por lo tanto no puedo odiar a nadie. No puedo amargarme. No puedo sentirme víctima. No puedo rebelarme contra Dios porque todo lo que Dios hace por definición es bueno y es para preservación de vida o para gloria de su nombre o para exaltación de mi persona. Por lo tanto yo no voy a mirar nada como sin sentido, como una violación. Lo voy a mirar como un misterio que Dios permite con propósito benévolo en la vida de su hija o su hijo, y que aún mientras El lo ve y El sabe que es para bien, llora conmigo. Pero El destina a algo bueno. Que el Señor nos ayude.
Yo creo que esta palabra es para algunas de ustedes y algunos aquí que han pasado por situaciones difíciles en su vida o que están dudando de la misericordia del Señor o que han tenido algún fracaso en su vida y Dios te dice ‘Yo he estado contigo en la nave, tu no estabas solo. Yo he estado allí y estaré y pelearé por ti ferozmente, todos los días de tu vida. Y te amo y nadie te podrá arrebatar de mi mano, ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestad, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada te podrá separar de mi amor a través de mi hijo Cristo Jesús, dice el Señor. Nada, ningún error que tu cometas, inclusive, te va a arrancar de mi amor por ti. Y ningún demonio de este mundo, ninguna fuerza dentro del cosmos que Yo he creado es capaz de violar mi propósito en tu vida. No hay ningún hombre que te pueda desviar del destino que yo tengo para ti. No hay ningún error, no hay nada que haya pasado en tu vida, Yo lo he manejado todo, por eso puedes estar tranquila de que lo que te ha pasado es más bien una prueba de mi amor, mi amor misterioso que es tan grande, tan profundo y tan ancho y tan complejo y tan multifacético que tu no lo vas a poder comprender. A veces va a ser tan misterioso que te va a parecer odio o descuido, pero es todo lo contrario, es un amor más allá de lo que tu jamás puedes entender. Y lo entenderás a la luz de la eternidad.
Cuando mires hacia atrás y puedas ver, como yo veo, la historia que tu has vivido, cuando puedas ver con su complejidad, el principio del fin y entonces puedas ver, como yo veo, la realidad que tu vives. Ahora tu eres un infante, tu eres un bebé, tu puedes manejar un pedacito de mi revelación y por eso hay cosas que yo hago que te parecen sin sentido, descuido, odio, infidelidad, pero cuando tu puedas ver, como dice Pablo, ‘cuando yo vea cara a cara, no como niño ahora como veo, entonces yo podré entender, podré conocer como soy conocido’. Mientras tanto a lo único que podemos aspirar es decir ‘Señor, ¿por qué me ha pasado esto?, ¿por qué me está pasando esto? Yo no lo entiendo. Pero yo voy a confiar en que tu sabes lo que estás haciendo. Y entonces dejamos eso en las manos del Señor y seguimos adelante.
Yo le pido al Señor, Padre, si algún día me pasa algo terrible que yo verdaderamente me haga un daño, yo espero que tu me des la gracia para amarte aún así. Y creer que no fue que tu me odiabas o me rechazaste o que no eres tan fiel como tu dices, sino que dame la gracia para confesar y apretar los dientes y decir ‘yo se que mi redentor vive. Aunque El me mate yo seguiré confesándolo y amándolo’. Como dijo Job, cuando su mujer le dice ‘maldice a Dios y muérete porque lo que te está pasando, nadie lo puede explicar. Tu te has portado bien, has hecho todo por el libro y aún así te pasa esto.’ Y Job dijo: ‘mira, aunque yo no pueda entenderlo y aunque me rebelo y aunque todos los días vengo y le pregunto a Dios que por qué lo permitió, pero aún así yo voy a besar su mano y voy a decir tu eres mi papá todavía, aunque yo no puedo entender lo que está pasando.’
Eso es lo que glorifica a Dios hermanos. Tenemos que pedirle al Señor que nos de esa gracia para, hasta el último respiro de nuestras vida, confesar amor y sujeción al Padre y besarle la mano cuando nos abofetea y decir ‘ tu sabes lo que haces, cúmplase tu voluntad y no la mía’. Y lanzarnos a vivir la vida con gozo, hermanos, por eso esto empata muy bien con lo que yo decía anoche, cuando tu entiendes eso mira, tu puedes soltar el timón y dedicarte a mirar el panorama y a disfrutar del viaje porque tu sabes que ya todo está hecho. Ya tu papá lo determinó todo. Entonces mira por la ventana, baja el vidrio, respira, abre los ojos para que puedas ver la belleza de alrededor porque ya el Señor tiene todos los detalles atendidos. Entonces tu puedes soltarte y experimentar y hacer cosas nuevas y dar saltos en el aire, porque tu sabes que vas a caer siempre en una malla de seguridad que Dios ha puesto allí, que es su amor. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? Ninguna cosa. Quién nos acusará si Dios es el que justifica. ¿Quién podrá venir contra un hijo de Dios si su padre ya lo dio todo? El que nos dio a Cristo Jesús cómo no nos dará juntamente con El todas las cosas. Todo lo demás de tu vida es pequeñito junto con aquel que dio a su hijo benemérito. Si Él te dio eso como no te va a dar otras cosas que son tan mínimas comparadas con lo preciosa que era la vida de su hijo. Por eso es que nosotros podemos gozarnos, reírnos y disfrutar y por eso es que el escritor Salomón dice ‘nunca falte vestido blanco sobre tu cuerpo y aceite, ungüento sobre tu cabeza. Ponte un buen perfume, celebra la vida, comete una buena comida, dad una buena carcajada, ve a una fiesta en el Señor porque todo eso ya Dios resolvió todos los problemas y ya tu tienes tu pasaje pagado y tu pasaporte sellado y tu vas a entrar a la tierra prometida, porque nadie podrá separarte del Dios que te llamó mientras tu mantengas tu mano sobre la mano de El. Y aún a veces cosas que tu vas a hacer, el Señor te va a agarrar de la mano, te disciplinará pero te agarrará de su mano y no permitirá que tu te sueltes de El, porque tu eres una de esas cosas creadas que no puede separarte ni a ti mismo, por eso es que algunos teólogos han predicado esto de la salvación eterna y aquí uno se puede perder. Yo creo que es un exceso de lo que dice la Biblia, pero es que es tan clara la promesa de Dios, como dice ¿? nada podrá separarnos del amor de Dios, ni la muerte ni la vida podrá separarnos de El. Así que vive la vida con gozo, entra en ministerio, entra en tu llamado con gozos, trata nuevas cosas, experimenta, trata con nuevas personas, nuevos lugares, nuevos experimentos porque Dios te tiene en su mano y todas las maromas que tu des en el aire, como el trapecista que da vueltas opero sabe que si se cae hay una malla allí que lo protege, Dios te mantendrá. No dejará que tu pie tropiece en piedra, dice el Señor, pues a sus ángeles mandará cerca de ti que te guarden en todos tus caminos. El Señor nos bendiga.
Subiendo de nivel a nivel
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Dios quiere una iglesia ágil, una iglesia nueva, una iglesia poderosa, una iglesia que pueda funcionar en el siglo XXI y hay unos recursos tremendos que el hombre ha desarrollado en este tiempo, como es el Internet. Y nosotros tenemos que entrar a ese nuevo mundo, la iglesia no se puede quedar atrás.
La iglesia tiene que evolucionar con los tiempos, reteniendo el Evangelio, que como dice la palabra fue una vez dado a los hombres, pero encontrando formas nuevas y más poderosas de llevarlo. Recuerden que en la palabra dice que el Señor no vendrá hasta que el Evangelio no sea predicado a todas las naciones. Y yo creo que Dios está proveyendo en este tiempo formas de que eso se haga posible, porque ya su tiempo está cerca de venir. Entonces yo creo que Dios está usando la mente humana para desarrollar formas de alcanzar a toda la humanidad, y eso incluye, por ejemplo, esta maravillosa tecnología del Internet.
Usted se imagina que nosotros estamos aquí en Mérida, México, y ahora mismo hay personas, potencialmente ahora podrían estarnos escuchando en la China o en el Japón o en Canadá o en Australia, en el mismo tiempo en que nosotros estamos transmitiendo aquí, podrían estarnos escuchando en un campo por allá de Tailandia o de África. ¡Es increíble el tiempo que estamos viviendo! Y la iglesia tiene que agilizar su mente para poder entrar en esa nueva dimensión. No nos podemos quedar atrás. Es más, sería una deshonra para el Señor, porque como hemos dicho antes, nosotros tenemos la mente de Cristo. Amen. Y eso quiere decir que nosotros tenemos que funcionar a un nivel mucho más efectivo que las demás personas.
Esta mañana el doctor Ernst Diehl y yo fuimos a desayunar a un Burger King que estaba cerca. ¿Cuántos saben lo que es Burger King? Y yo le decía a Ernst, nos atendió una señora de evidentes facciones indígenas, pero esta señora tenía su uniforme de Burger King, tenía su aparato electrónico puesto en los oídos y para escuchar las órdenes y comunicarse con las personas que estaban haciendo la comida, tenía la tecnología de una corporación multinacional norteamericana y a mi me causó, me intrigó esta combinación, ¿no?, de esta señora de facciones indígenas, representando una cultura milenaria de hace miles de años, con su tecnología del siglo XXI puesta, ¿no?. Y ese es el México nuevo, que está unido a las corporaciones multinacionales, y el mundo se está estrechando. Y el mundo se ha hecho muy pequeño a través de las comunicaciones y de la tecnología. Y Dios ha puesto en nuestras manos un instrumento tremendamente poderoso que nosotros tenemos que aprender a usar. Amen. Y por eso es que ustedes también deben aprender a usar su computadoras.
No le tengan miedo a esa máquina rara que están allí, que le miran con ojo grande, luminoso. Esas máquinas están bajo su autoridad y usted puede aprender a usarla. Diga amen. Y Dios va a darles computadoras en el nombre de Jesús para que ustedes aprendan. Lo declaramos en el nombre de Cristo y usted trate de conseguir una, de alguna manera, y pídale al Señor que se la de para sus hijos para que puedan entrenarse en eso y puedan usar esa tecnología para gloria del Señor. Y Dios quiere sacar a su iglesia del encogimiento y si no lo hacemos nosotros Dios va a mandar a los inconversos para que nos obliguen a hacerlo a nosotros, hermanos. Porque cuando Dios tiene un propósito, El usa hasta el diablo para entrenarnos contra el mismo. Así es Dios de poderoso y de efectivo en el uso de sus hijos y en sacarles el máximo provecho. Todavía ni siquiera he comenzado a predicar, pero es gratis. Eso le va ahí a ustedes de yapa, como decimos los dominicanos.
Pero hay otra cosa que quiero compartir con ustedes antes de entrar de lleno. Yo aquí he estado pensando en estos días y creo que aquí hay una palabra profética para ustedes, esta congregación y para todas las congregaciones que están representadas aquí esta noche. He estado pensando en el proceso que ustedes acaban de vivir en estas últimas semanas como iglesia, y el pastor Antonio me hablaba acerca de cómo ustedes han estado en cierto conflicto y cierta tensión por el sonido que emite una congregación dinámica como es esta y que está incrustada en un vecindario residencial, y cómo la gente pues,..... claro, también por ciertas oposiciones religiosas y otras cosas, han reaccionado con respecto a esto y cómo han tenido luchas con las autoridades y han tenido las dificultades a veces en abrir su templo y otras cosas. Y yo le decía al hermano Antonio, cuando veníamos desde el aeropuerto que yo siento que el diablo ha querido usar esto para destruir esta congregación o para oprimirla o obstaculizarla, pero Dios lo ha usado en realidad para bendecir a esta congregación.
El Señor Jesucristo dijo una vez, ‘el enemigo solo sabe matar, robar y destruir, pero Yo he venido para que tengáis vida y para que la tengáis en abundancia’. En otras palabras el Señor ha venido para neutralizar las malas intenciones del enemigo y convertirlas en caminos e instrumentos para bendición y vida para su pueblo. Porque eso es lo que pasa cuando tu estás en la gracia de Dios y el amor de Cristo está fluyendo en tu vida, y esa bendición que Dios ha declarado sobre tu vida de la cual hablamos anoche, está desarrollándose dentro de ti y tu estás moviéndote en esa atmósfera de bendición que Cristo hace posible. Mira, aún tus enemigos Dios los usa para bendecirte y para sacarte adelante.
Y el Señor me dio una palabra acerca de eso que se encuentra en Proverbios y dice allí en Proverbios 16 versículo 7 que dice: “cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová, aún a sus enemigos hace estar en paz con El”. Mire eso, cuando tus caminos son agradables a Jehová, son agradables porque tu estás en Cristo Jesús, aún a tus enemigo Dios los lleva y los doma y los hace estar en paz contigo y los usa para bendecirte y para llevarte a otro nivel de gloria, de bendición y de provisión. Y yo creo que eso es lo que ha pasado en este proceso y lo que está pasando que Dios ha usado la adversidad por la cual ha estado pasando esta congregación y las dificultades para obligar a esta congregación a entrar a un nuevo nivel de excelencia y de efectividad ministerial y evangelística. Porque en esos contactos con las autoridades y en esas negociaciones, y todas esas zozobras y ese hablar con diferentes personas allá afuera de la autoridad, sus líderes van perdiendo el miedo a esas dimensiones de diálogo, Dios nos obliga a salir del cocuyo protector de las paredes de la iglesia y del mundo evangélico y nos echa a nadar, nos tira al agua.
Usted sabe que cuando el águila quiere entrenar a sus polluelos los toma en el pico, los levanta a las alturas y los suelta. Y ese polluelo o aprende a volar o hay huevos estrellados en algún momento. Porque el águila es un ave de presa y es un ave guerrera y entrena a sus polluelos por medio de la presión y la guerra y así es Dios también. Dios quiere entrenar hombres y mujeres llenos del espíritu santo, guerreros, agresivos en el espíritu, poderosos para con Dios y El usa medios, a veces un poco ásperos para entrarnos en la grandeza a la cual nos quiere entrar.
Entonces Dios ha estado usando eso para obligar a esta avecita que está apenas probando sus alas, a levantarse a un nivel más alto. Y cuando yo miro alrededor a mi me dicen que hace poco aquí no había estas paredes, y ahora, miren, mi hermano aquí me decía, pastor le cambiaron el color de la plataforma. Hace un ratito era verde y mire ahora qué bonita se ve esta plataforma bien formal, ya bien bonita, estas cortinas lindísimas y todo esto y ya este lugar, me imagino que parece más iglesia que antes y ustedes están más protegidos, más formales. Dios los está llevando a otro nivel de excelencia. Dios ha usado los problemas de allí afuera para llevar a la iglesia y desarrollarla y poner presión sobre ella para que salte a otro nivel y los ha obligado a ustedes entonces a dar más y a comprometerse más con sus pastores, con sus líderes, con la visión de la iglesia para que la iglesia pueda avanzar a otro nivel.
Y cuando ustedes hayan ya tomado este nivel y hayan aprendido a funcionar en el, Dios les sacará a un nivel todavía más alto, de más expectativas, de más demanda, pero también de más gloria, de más alcance y de más capacidad para abarcar más pueblo. Porque el Señor nos lleva de nivel en nivel y cuando un pueblo está siendo dirigido por el Señor, y está siendo entrenado por el Señor, y cuando el espíritu santo se está moviendo en una familia, en un individuo o en una congregación, el Señor es el entrenador y El toma control y comienza a llevarnos en una forma fuerte pero también tremendamente gentil y amorosa y paternal a nuevos niveles de efectividad y de alcance.
Entonces, yo quiero decirles que el Señor está obrando y el Señor está coordinando el crecimiento y el desarrollo de esta congregación. Y el Señor está asegurándose de que ustedes crezcan en una forma orgánica. Les va a poner ciertos niveles de presión cuando se sientan cómodos para llevarlos a otro nivel, y a otro nivel. Y eso es lo que dice la palabra, la palabra de Dios dice que ‘la senda del justo es como la luz de la aurora que va en aumento hasta que el día perfecto’. Y así es que tu tienes que ver tu vida, hermano. Tu tienes que ver tu vida como que tu vas de gloria en gloria, como que tu vas de crecimiento en crecimiento, como que Dios te ha llamado a ser cada día mejor, cada día más sabio, cada día más profunda, cada día más peligrosa para el diablo y las huestes de maldad, cada día más entendida en los misterios de Dios y el espíritu santo te va a ir guiando paso a paso. Y tu tienes que cooperar con el espíritu santo, tu tienes que estar atento a los movimientos del espíritu santo. Tu tienes que estar alerta a la voz profética de Dios que te va a hablar a través de las circunstancias y los eventos de la vida y a través de las personas que van a entrar en contacto contigo. Y tu tienes que creer que cada momento de tu vida, cada cosa que pasa, cada conversación que tu tienes, cada evento que sucede en tu vida, todo es parte de la revelación de Dios para llevarte al nivel donde El te quiere llevar.
No desperdicies nada. Dios siempre nos está hablando. Dios se está revelando a nosotros, pero a veces nosotros somos torpes y ásperos en nuestro entendimiento y no podemos apreciar esa voz sutil de Dios que quiere hablarnos a través de cosas pequeñas y de revelaciones pequeñas. Y cada vez que tu salgas de tu casa, y es más aún antes de salir de tu casa, tu tienes que creer y decir ‘hoy Dios me va a hablar y hoy Dios va a usar los eventos de mi vida para entrenarme y prepararme y hacerme más útil para su reino y entrenarme y quebrantarme para hacer que yo pueda habitar en paz conmigo mismo y con los demás’. Y Dios va a estar usando todas las dimensiones de tu vida para esto.
Por eso el Señor Jesucristo dijo ‘el que tenga ojos para ver, vea’ porque hay mucha gente que tiene ojos para ver, pero no ven. Las palabras de Dios y las revelaciones de Dios nos pasan a mil millas por hora por encima de la cabeza y desperdiciamos esos momentos que Dios está usando para entrenarnos, para llevarnos a nuevos niveles. Por eso es que nosotros tenemos que ver que Dios siempre nos va a estar hablando, y Dios le ha estado hablando a esta congregación y Dios les dice ‘pongan atención porque Yo los estoy entrenando. Pongan atención porque Yo los estoy llevando y hay un propósito que Yo tengo con ustedes y Yo los voy a dirigir paso a paso’.
Así trabajó el Señor en nuestra vida y ha trabajado en mi vida continuamente a través de todos los años que yo tengo sirviendo al Señor, veintipico de años como pastor de mi congregación, siempre he podido ver la mano de Dios coordinando todos los aspectos de mi ministerio, no porque yo sea la gran cosas ni nada, sino porque Dios lo quiere hacer con cualquiera que se rinda al Señor y que se entregue y que se abra y que quiera ser usado grandemente por el Señor. Dios te va a tomar en serio y va a comenzar un programa de entrenamiento exclusivamente diseñado para ti, según tu temperamento, según tus cualidades, según tu historial pasado, según tus circunstancias, según el propósito que El tiene para tu vida, según la dotación que El ha puesto en ti. Dios va a leer todo eso y va a diseñar un plan de entrenamiento específicamente para ti, como hacen los grandes entrenadores cuando reciben un atleta que tiene potencial, identifican dónde está la fuerza de ese atleta. Si es un boxeador por ejemplo, y quizás no es muy pesado o musculoso pero tiene agilidad, entonces lo que le falta en peso, lo repone en agilidad o en tamaño. Entonces el entrenador va a ver la fuerza del boxeador y va a adecuar su entrenamiento para desarrollar la parte fuerte de ese boxeador. Porque quizás ese boxeador no va a poder competir con su contrincante al nivel de fuerza, pero va a poder reponer al nivel de agilidad, de inteligencia. Entonces el entrenador usa eso para entrenarlo.
Y asimismo Dios es capaz de entender exactamente cuál es el llamado que hay en tu vida, cuál es la dotación que El ha puesto en ti, cuál es el área en que tu puedes servir, y entonces Dios va a diseñar un programa, una forma de entrenarte que va a ser cada día, cada momento, cada encuentro, cada intervención, Dios la va a estar usando para desarrollar en ti el llamado que El tiene para tu vida. Y si tu eres alerta, y si tienes fe y si crees que Dios obra en esa manera con los hombres, entonces tu vas a ser un estudiante observador y vas a aprender cada día lo que Dios está diciendo en tu vida, y tu crecimiento va a acelerarse y a desarrollarse mucho más rápidamente porque tu vas a ver con ojos espirituales y vas a poder interpretar lo que Dios está haciendo en tu vida. Y te vas a poder entrar en el fluir de Dios y eso va a acelerar tu movimiento.
Es importante que nosotros aprendamos a fluir con el trato de Dios en nuestras vidas y rápidamente coger en el aire la enseñanza que Dios nos está dando y correr con ella, antes de que Dios nos tenga que venir con un bate de 10 libras a darnos por la cabeza. Dios comienza a veces con una plumita, y si no entendemos con una cuchara, y si no entendemos coge una tabla, y si no entendemos coge un bate, y si no coge una viga de acero y nos da por la cabeza. Yo prefiero escucharlo y entenderlo desde que coge la plumita. Amen. Tenemos que ser sensitivos a la voz de Dios y entender lo que Dios está haciendo en nuestras vidas.
Yo he visto la mano del Señor, y ya entré en mi sermón hace tiempo. Yo he decidido que en estos tiempos voy a dejar simplemente que el Señor hable como El quiera. Yo he visto cómo Dios ha ido interviniendo en nuestra congregación a través de los años y déjenme compartir algo de ese testimonio porque quizás pueda ser de bendición para ustedes como líderes y para esta congregación también. Porque así es que Dios obra. Dios pone un llamamiento en nuestras vidas.
El texto de hecho que yo iba usar, y simplemente lo voy a relatar, es un texto que muchos de ustedes conocen, y es el texto de cuando el Señor Jesucristo encuentra a Pedro, después que Pedro ha estado una noche completa tratando de pescar y no encuentra ningún pez. Eso se encuentra en Lucas, Capítulo 5, usted lo puede buscar allí si quiere. Dice que había unos pescadores que estaban en la orilla lavando sus redes, después de una noche de tratar de pescar, y el Señor Jesucristo fue abrumado por la multitud que quería escuchar palabras de vida que salían de El, y el Señor se vio de momento abrumado por toda esa gente y entendió que El tenía usar un instrumento, algo, una plataforma para poder hablarle a tanta gente, porque todos estaban alrededor de El y no podía llegar su voz de esa manera. Entonces El miró alrededor vio la barca de Pedro que estaba un poquito retirada de la orilla, llamó a Pedro, se subió en la barca, y le pidió a Pedro, dice que le rogó a Pedro que le dejara usar la barca para predicarle a la multitud. Y después que el Señor terminó su mensaje a la multitud se viró hacia Pedro: ‘Pedro, ahora boga mar adentro, boga mar adentro y echa tus redes para pescar. Y Pedro obedientemente cogió su barca, la echó hacia el mar y entonces cuando estaba allí el Señor le dice: ‘echa tus redes’, y Pedro le dice: ‘Señor, toda la noche hemos estado pescando y no hemos cogido ni un solo pez, pero en tu palabra yo echaré la red.’ Dice la Biblia que Pedro echó la red obedientemente y ¿qué pasó? .... cogió una multitud de peces, tanto que la barca se hundía. Y Pedro al ver esto, asombrado y lleno de temor santo, ante la presencia de uno que él entendía claramente que tenía que ser Dios, para poder ejecutar un milagro tan portentoso, se echó al suelo enseguida de la barca, temiendo, como han temido los profetas a través de la historia y todo aquel que ha tenido un encuentro con la deidad de Dios, su terrible presencia, y como dijo uno de los profetas ‘ay de mi porque he visto la gloria de Dios’ y Dios siempre dice ‘no temas’. Y el Señor Jesucristo le dijo ‘no temas, porque desde hoy vas a ser pescador de hombres’. Dice la Biblia que Pedro, dejando sus redes, siguió al Señor. ¡Qué maravilloso pasaje! ¿no?
Ahí yo veo a Dios tratando con un hombre a quien El quiere usar, como Dios está tratando con ustedes a quien Él quiere usar, como Dios está tratando contigo, pastor, como Dios está tratando contigo, líder de la congregación, como Dios está tratando con los pastores de esta congregación, como está tratando con mi vida y con mi congregación. Porque cuando Dios nos llama, El siempre establece tratos con nosotros.
Esta mañana yo hablaba acerca de los viajes que Dios diseña cuando nos llama, cuando nosotros aceptamos el llamado de Dios. Dios siempre nos mete en unos viajes individuales donde El se mete con nosotros como se mete aquí con Pedro, y nos lleva a un lugar donde El quiere revelarnos algo diferente acerca de su gloria. Y nos quiere dar una visión de quién El es para con nosotros. Y entonces nos dice, como le dice a Pedro aquí..... nos mete en un viaje y le dice a Pedro ‘boga mar adentro’, que es un símbolo de una trayectoria del Pedro torpe y meramente humano, un pescador como cualquier otro, anónimo, sin nada que lo distinga, y lo saca de allí, lo mete a un viaje mar adentro, pero que también es un viaje hacia su destino, y cuando está bien apartado de la orilla, se le revela y se quita su traje de Clark Kent y se revela como Superman que es el Señor Jesús, hijo de Dios.
Y así Dios quiere darte a ti una revelación de su gloria. Dios quiere que tu lo conozcas. Al Señor le encanta que lo conozcamos. El quiere revelarse. El nunca va a poder revelarse en toda su gloria, pero si El quiere revelarse a ti en una manera diferente. El quiere que tu lo conozcas íntimamente para que tu puedas serle útil entonces. Solamente una persona que ha tenido un encuentro poderoso con Jesús puede ser útil al Señor. Y por eso en este pasaje, y yo veo que hay 3 niveles de cercanía que Pedro tiene con el Cristo todopoderoso. Hay 3 niveles de profundidad espiritual que Pedro ocupa en ese pasaje. Como hay diferentes niveles de espiritualidad que nosotros ocupamos en nuestra trayectoria espiritual.
Mire que Pedro lo vemos, al principio en la misma playa, junto con el montón de la gente, bien cerca de la gente. Está allí lavando sus redes para pescar, está sobre tierra firme. Ese es el primer nivel. El segundo nivel es cuando el Señor le dice ‘aparta tu barca de la tierra un poco para que Yo pueda hablar a la multitud’, ese es el segundo nivel, apartarse un poco de la tierra firme donde está la multitud. Y el tercer nivel el cuando el Señor termina de predicar le dice ‘ahora, boga mar adentro’ que es un nivel de mayor separación y distancia de la multitud y de la tierra firme.
Y yo creo que allí hay 3 diferentes niveles de profundidad espiritual, 3 diferentes niveles de conocimiento del Señor, 3 diferentes niveles de desarrollo ministerial en la vida de Pedro. Entonces entendemos que Dios no quiere que tu te quedes estático. Dios no quiere que tu seas el mismo ministerialmente, o temperamentalmente o relacionalmente, que tu eras hace un año o diez días, o cinco años o lo que serás dentro diez años. El cristiano siempre tiene que estar evolucionando. Las iglesias siempre tienen que estar desarrollándose, los ministerios siempre tienen que estar en movimiento, porque nosotros no somos lagos, somos ríos que tenemos que estar siempre fluyendo. Si nos estancamos, nos morimos. Siempre tenemos que estar en proceso, siempre tenemos que estar yendo hacia la próxima etapa, hacía el próximo nivel, hacia la próxima meta y Dios es glorificado en eso. Dios aborrece la persona haragana y cómoda, por eso le dice a Josué ‘mira que te mando que te esfuerces y seas valiente porque Dios nos llama a estar siempre en proceso, siempre en movimiento. Cuando nos paramos, nos morimos.
Siempre tenemos que estar alerta. A donde se va a mover la nube, a dónde se va a mover la gloria de Dios, a dónde va a ir la columna de fuego, y cuando el Señor dice ‘muévete’, tu tienes que moverte porque si no te mueves, te vas a morir. Y por eso tenemos que estar siempre alerta, donde Dios me está llevando, qué Dios me está diciendo, cómo me está hablando. Yo quiero infundir en ti una visión de un Dios dinámico y de una vida cristiana dinámica donde tu tienes que estar siempre alerta a lo que el espíritu santo te está diciendo y dónde está la próxima montaña que tu tienes que escalar.
Entonces, en la primera etapa de Pedro, en ese viaje es donde Pedro está allí en la tierra, junto con el montón de la gente. Y para muchos líderes ese es el nivel donde simplemente somos gente que estamos haciendo cosas en la vida cristiana o en el ministerio o simplemente quizás estamos en el mundo y todavía no somos ni siquiera hijos de Dios y nada nos separa del montón. Tenemos una espiritualidad religiosa, venimos a la iglesia, hacemos los movimientos que todos los demás hacen, pero no hay profundidad espiritual, no hay contacto con Dios, no ha habido un entrar y trabar relación personal, un diálogo de comunicación con Cristo y con el espíritu santo. Y la mayoría de los cristianos desgraciadamente, están en ese nivel donde el 70%, el 60% de las congregaciones son personas que simplemente llegan a la congregación. Gloria a Dios porque aceptaron a Cristo. Gloria a Dios porque se van a ir al cielo, pero qué lástima que se están perdiendo la oportunidad de ser útiles para el Señor aquí en la tierra y se están perdiendo de la oportunidad de beber la leche y la miel que Dios tiene para aquellos que se dan a servirlo. Y es un desperdicio, un desperdicio para la iglesia, porque se les roba talentos y recursos que podría usar para expandirse y es un desperdicio para las personas que viven a ese nivel porque no reciben la bendición y la gloria que Dios tiene destinada para sus vidas. Y yo te digo a ti que no te quedes a ese nivel. ‘Despiértate tu que duermes y te alumbrará Cristo’, dice el Señor en esta noche. Esas rodillas que están paralizadas, que se doblen en oración y ayuno para buscar la gloria de Dios. Esas manos que están caídas y puestas en el piso y en los bolsillos, que se levantes para recibir el fuego que va a venir sobre tu vida cuando tu clames al Señor y busques la unción de Dios en tu vida, cuando tengas hambre de Dios.
Dios te dice ‘despiértate, salte del montón, desarrolla hambre, sed de mi porque Yo quiero usarte, Yo quiero bendecirte, Yo quiero revelarme a ti, Yo quiero que tu me conozcas en una manera diferente. Yo no soy un Dios genérico. Yo soy un Dios personal, un Dios individual y Yo me aparezco a mis hijos y Yo quiero hablarle a mis hijos y Yo quiero que mis hijos me conozcan a mi como Yo los conozco. Yo quiero que mis hijos tengan tratos conmigo. Yo quiero hablarles en el sueño de la noche. Yo quiero usar las circunstancias de su vida para revelarme a ellos detrás de las cortinas del tiempo y del espacio. Yo quiero que mis hijos vean algo de mi gloria y que conozcan mis tratos, que puedan transferirle a sus hijos las leyendas y las hazañas que ellos han hecho a través de mi poder y puedan transmitirle a sus hijos la pasión por el Evangelio y que puedan convertirlos entonces en instrumentos también, en una nueva generación que haya visto la gloria de Dios reflejada en sus padres’.
Tu no le puedes dar a tus hijos ni a las personas que tu estás discipulando, tu no les puedes transmitir lo que tu no has experimentado en tu vida. tu no puedes esperar que tus hijos amen al Señor y crezcan con una pasión por el Señor, si ellos no ven esa pasión reflejada en tu vida. Tu no puedes esperar a hablarles a tus vecinos de Jesucristo si tu voz es una voz débil y que no tiene autoridad, que no tiene el tono de autoridad que solo se consigue habiendo batallado y peleado y habiendo domado a los demonios y a los poderes del enemigo, habiendo sufrido mucho y ganado mucho y entonces tu voz se torna, de un simple raso a la voz de un oficial del ejército que cuando habla tiene el peso de Dios en su voz y la gente se alinea porque entiende que hay alguien allí que tiene autoridad.
Se necesita salirse del montón. Dile a tu hermano ahí a tu lado ‘salte del montón’. Díselo, díselo, ‘salte del montón’. Amen. Tenemos que salirnos del montón. Tenemos que salirnos de la mediocridad. Tenemos que salirnos de lo genérico. Tenemos que entrar en lo específico. ¡Aleluya! Tenemos que entrar en ese lugar secreto y tenemos que ir al monte para que Dios nos hable, para que podamos bajar del monte entonces con la gloria de Dios manifestándose en nuestros rostros. La palabra del Señor dice que ‘mirando a cara el rostro del Señor somos transformados de gloria en gloria’. Si tu no miras el rostro del Señor, la gloria del Señor no se va a poder transferir a tu vida. Tu necesitas pasar tiempo con Dios. Tu necesitas salirte de la multitud. Tu necesitas apartarte de lo común y lo corriente para que Dios pueda tratar con tu vida y revelarse a tu vida. Tu tienes que desarrollar apetito por Dios. Desgraciadamente la mayoría de la iglesia está adormecida, está indiferente, piensan ‘Dios no tiene nada conmigo, eso es para el educado. Ah, eso es para fulanita que fue a la escuela superior. O eso es para aquel hermanito que ora mucho y que ayuna mucho. Eso es para el otro que sabe hablar y que no le tiene miedo a la gente’. Mira, la revelación, el don de Dios es para todos. El Señor nos ha llamado a todos a desarrollar un plan, una meta en la vida, y tu tienes que dejar de pensar de ti mismo como insignificante, como no llamado, no dotado. Todos tenemos algo que contribuir al Reino de Dios.
Dice la Biblia que Dios vino y distribuyó dones a los hombres. Nosotros todos recibimos un don. No importa cuán nuevo tu seas, no importa cuán pequeñito tu seas, no importa cuán ineducado tu seas, Dios te puede usar si tu te atreves a usar su gloria y apartarte de la multitud y apartarte de lo genérico y meterte a pedirle al Señor y a ayunar y a pedirle a Dios un llamado para tu vida. Créelo. Y tócale a la puerta a Dios hasta que Dios haga bajar su fuego hasta tu vida y te transforme en un hombre o una mujer llena del espíritu santo. Pero no te quedes, no te quedes en la orilla. No te quedes con la multitud, no te quedes con el montón porque allí te vas a morir y vas a desperdiciar la bendición de Dios para tu vida. Y nunca vas a entrar en el destino que Dios ha determinado para ti. En el nombre de Jesús yo ahora mismo desato la mente del pueblo de Dios para que entienda que sus ojos sean abiertos, que el velo sea quitado del entendimiento, que sean despertados para entender que Dios les está llamando para cumplir un propósito para llegar a una meta. Que se inquieten, que no se les permita dormir ni descansar hasta que busquen la gloria de Dios y encuentren el llamado de Dios para sus vidas. En el nombre de Jesús, ¡Aleluya! Recibe eso en esta noche. Dios te está llamando. Dios quiere que te salgas del montón y que entres a un nivel de poder y de efectividad. Atrévete en nombre del Señor. Esa es la palabra del Señor para tu vida. Atrévete a creer que Dios tiene un llamado para tu vida y comienza a dar pasos de fe, pequeñitos al principio, pero se irán haciendo más y más grandes, más y más firmes, más y más confiados y si en lo poco eres fiel, en lo mucho serás puesto, dice el Señor.
Pero hay que salirse de lo cómodo, hay que salirse de lo general, hay que salirse del sueño que muchos de nosotros estamos metidos. Y luego viene el llamado al servicio y el Señor le dice a Pedro: ‘Pedro, permíteme usar tu barca para poder hablarle a la multitud’, y ahí hay algo maravilloso que nos revela algo acerca de cómo es que Dios obra para llevar a cabo el mensaje a las naciones y las multitudes. Fíjese que había una gran necesidad, la gente estaba hambrienta de la palabra de Dios, estaban como ovejas sin pastor, dice la palabra. Los líderes religiosos les había fallado, habían convertido la revelación de Dios en religión muerta. Los fariseos en vez de atraer a la gente a Dios, los había alejado y los habían apartado con un montón de mandamientos y de leyes y era una religión muerta, llena de letra, pero hacía años que el espíritu de Dios se había ido de esa letra, y lo único que tenían era entonces eran prohibiciones. Y la religión se había convertido en algo para los privilegiados, los que habían estudiado, los que eran atletas de la religión, la gente respetable, la gente de bien entre comillas, la gente decente, la gente de clase media, clase alta, y sabemos que ahí no está, no puede estar Dios porque su revelación es para todos, para los grandes y para los pequeños. Pero el fariseísmo le había fallado, el judaísmo le había fallado a Dios y le había fallado al pueblo.
Y cuando viene Jesús con su poder expresando una fe viva y una espiritualidad personal y un Evangelio de esperanza y de buenas nuevas, la gente siente en su espíritu que hay algo que tiene ese ser que no tienen los fariseos. Usted ve que continuamente había personas que apasionadamente seguían a Jesús, porque en algún momento el les había tocado con su mensaje de vida y de esperanza y de amor y de redención y esas personas que se habían sentido rechazadas y sin esperanza por parte de los líderes religiosos, y pensaban que Dios no los necesitaba, ni los quería, y es más los aborrecía, de momento se despertó su espíritu y sintieron que había un llamado posible para sus vidas, que había esperanza para ellos. Y cuando esperaban recibir condenación de Cristo, lo que recibieron fue amor y gracia y perdón y esperanza.
Y por eso vemos a esta mujer en las páginas de Escrituras que se acerca a Jesús, era una mujer de mala vida, una mujer que todo el mundo la rechazaba cuando pasaba por las calles murmuraban de ella, susurraban. Las mujeres la veían venir y agarraban sus maridos y se los llevaban para el otro lado de la calle. Y parece que esa mujer fue tocada por Cristo y por su mensaje de esperanza y esa mujer sintió que para ella había una posibilidad.
Tenemos que abrir puertas para que la gente pueda venir. Cuando entren entonces les enseñamos, cuando les hemos mostrado que hay posibilidad en Cristo, que no lo tienen que hacer ellos sino el espíritu de Dios en ellos, y que Dios los va a redimir, Dios los va a cambiar, no eres tu ni soy yo ni es la iglesia la que va a cambiar a los pecadores. Cuando una iglesia está siendo eminentemente evangelística va a tener unos problemas grandísimos que no va a encontrar los manuales que te digan ¿cómo brego yo con esto?, esta situación nunca la he visto antes en mi vida. ¿Por qué? Porque Dios va a estar trayendo gente con todo tipo de problemas y situaciones raras y difíciles y tu vas a necesitar del espíritu santo y de la gracia de Dios para poder resolverlo. ¿Por qué? Porque eso es lo que Dios quiere. Cristo vino a buscarlo porque se había perdido. A Cristo no le interesa la gente que está con todas sus cosas resueltas y todos los papeles en orden. Dios quiere a la gente que viene con todos los problemas habidos y por haber para que la iglesia los resuelva. Cristo le dice a la iglesia ‘Denle vosotros de comer.’ Una iglesia que está siendo usada por Dios es una iglesia que va a tener problemas y gloria a Dios por eso. Las iglesias muertas son las que no tienen problemas, pero una iglesia que tiene la vida de Dios va a tener retos y tiene que estar preparada. Por eso es que Dios le dice a la iglesia ‘¡despiértense!’, porque estamos en un tiempo con tantos problemas y la gente va a venir atados con todo tipo de ataduras, y si usted quiere una iglesia bien limpiecita, bien bonita, donde nadie rompa un vaso, donde todos se comporten bien, usted no está fluyendo en la voluntad de Dios. Porque si usted mira Cristo siempre fue rodeado de gente que los respetables no los querían. Saqueo, los publicanos, las mujeres de mala reputación, la gente de mal temperamento como Pedro, etc. etc. el Señor siempre estaba rodeado de una gente que la mayoría de nosotros no queremos ser vistos con ellos en la calle.
Pero lo que quiero decir, hermanos, es que esta mujer vino con Jesús porque el Señor le había dado esperanza, en vez de rechazarla, en vez de juzgarla, en vez de castigarla, el Señor le dijo: ‘mira, tu puedes salir de esa vida. Dios usándote y trabajándote en tu vida puede romper tus ataduras y convertirte en una mujer respetable, una consejera, una esposa.’ Y esa mujer sintió tal agradecimiento por Jesús que lo buscó hasta que lo encontró en la casa de Simón, el fariseo, y llegó y trajo un vaso de perfume caro en un vaso de alabastro, quebró el cuello del vaso y vertió el perfume sobre el Señor y con sus lágrimas mojaba los pies del Señor y con sus mismos cabellos secaba los pies del Señor. ¿Por qué? Porque había recibido esperanza, porque el Evangelio que Cristo predicaba era un Evangelio de bendición y cuando haya una iglesia que predique bendición y gracia y amor y potencialidad y posibilidad de transformación y el poder de Dios para cambiar las vidas y para transformar las generaciones y traer prosperidad y santidad y poder y autoridad sobre los yugos y las ataduras, esa iglesia va a ser prosperada y la gente va a venir a ella, va a querer encontrar esa iglesia.
Y por eso es que cuando el Señor está allí, la multitud vino donde El y se le agolpaban y se le tiraban encima porque los fariseos no predicaban así. Si tu estás lleno de la gloria de Dios, si tu pasas tiempo con Dios, si tu estás cerca de Jesús, tu vas a ser contagioso y te va a pasar lo mismo que le pasó a Jesús, que la gente va a buscarte y no vas a poder estar tranquilo porque van a estar tocándole a la puerta a la vecina para que tu le des un consejo, te va buscar aquel que tiene un problema matrimonial para que tu ores por él. Y te van a pedir que los lleves a la iglesia, en vez de tu tener que estar rogándoles que vayan, porque el poder del espíritu santo se va a manifestar en tu vida. Por eso el Señor Jesucristo dice ‘permaneced en mi, permaneced en mi y yo en vosotros y llevaréis mucho fruto’.
Hermanos, el dar fruto viene como producto de permanecer en Cristo, de tener intimidad con El, de meterse a Cristo dentro de nosotros y nosotros meternos dentro de Cristo. Y entonces la vitalidad de Jesús, el mismo estilo de Jesús, el atractivo de Jesús, se transmite a través de nosotros y nos tornamos en gente magnética que otros vienen a nosotros. Y Dios nos fecunda y pasamos de ser estériles, como decíamos anoche, a habitar en familia. Porque a Dios le encanta tornar nuestra esterilidad en fertilidad y bendición. Por eso hay en la Escritura hay tanta gente estéril, tantas mujeres estériles que Dios tornó en mujeres fructíferas y muchos de los grande líderes que vemos en la Biblia nacen de mujeres estériles, como Samuel, de Ana; como Juan el Bautista, de Elizabeth; como Jesús de María que aunque no era estéril, pero no podía concebir porque no era esposa todavía; como Sara que da a luz un hijo, Isaac. ¿Por qué Dios siempre usa mujeres estériles para traer sus grandes líderes? Porque Dios dice a la humanidad ‘Yo quiero tornar tu esterilidad en fruto. Yo quiero tomar tu vida estéril, improductiva, impotente, a la merced de las circunstancias, bajo el yugo del diablo y quiero tornar esa vida en un instrumento para mi gloria. Yo quiero tornarte en un hombre, una mujer que pueda bendecir a otros, que pueda usarse para traer redención a la humanidad. Yo quiero tu des vida. yo quiero que tu des a luz hijos espirituales. Yo quiero cambiar tu nombre de Abran a Abraham, padre de multitudes. Quiero cambiar tu nombre de Sarai, a Sara, mujer que habita en familia, madre’.
Dios quiere cambiar tu nombre, Dios quiere cambiar tu identidad y el Señor está buscando gente a quienes El pueda preñar, perdone que use esa palabra así gráfica, impregnarnos con su vida para que podamos dar a luz hijos y traer a otros al conocimiento de Jesús. Pero hay un precio que pagar. Hay que pegarse a Jesús. Hay que llenarse de la vida de El. No podemos ser usados. El Señor Jesucristo quiere que nosotros nos impregnemos de su personalidad que es una personalidad eminentemente fructífera, por eso donde Jesús iba, iban los milagros, iba la revelación, iba el consuelo, iba la sanidad, iba la multiplicación de los recursos, iba la palabra de potencial que daba vida a la gente que rompía sus ataduras, que vencía a la muerte, y el Señor está diciendo ‘Yo quiero esa misma vida para ti. Yo quiero que tu seas como Yo. Yo quiero transferirte mi código genético para que tu también seas un dador de vida, para que tu también seas un transmisor de la gracia del padre, pero tienes que salirte del montón.’
Y por eso cuando el Señor está allí predicando la gente viene hacia El, la gente lo busca porque la gente tenía hambre y sabía que El tenía algo que darle que la iglesia institucional, religiosa, no le podía dar. Ayer yo hablaba con un médico eminente aquí en México que fue a Boston a visitar, allá conoció al Señor en nuestra iglesia. Vive en Morelia y cuando supo que iba a estar acá, pues vino y me honró con su visita aquí y trajo a otro médico eminente de aquí de Mérida y él hablaba precisamente de su vida, y de todas las cosas como Dios ahora está abriendo su vida y está haciendo transformaciones en él y está acercándolo más al Señor.
Esa es la idea, que Dios quiere tocar gente y traerlos al conocimiento del Señor e inquietarlos y tornarlos en gente que pueda a su vez traer a otros al conocimiento de Jesús. Y él decía sobre todo, decía esto, porque es un nuevo creyente, él hablaba...... y miren hermanos yo no tengo nada contra la iglesia católica. Yo creo que hay mucha gente de Dios en la iglesia católica. Yo no se cuál es su teología y yo la respeto, pero yo creo que hay gente católica que se va a ir al cielo con todo y zapatos, porque no es cuestión de religión, es cuestión de relación con Jesucristo, pero muchos de sus líderes les han fallado y por eso están teniendo los problemas que tienen. Pero también hay muchos evangélicos, muchos en mi país ahora mismo hay muchos evangélicos que están apoyando el aborto y apoyando la homosexualidad, iglesias que se llaman evangélicas y están recibiendo a todo tipo de gente, le están diciendo ‘sigue con tus pecados’, ni siquiera le llaman pecado, no hay problema porque Dios te ama así. Y esa gente está tan lejos de Dios, esas iglesias están tan lejos de la voluntad de Dios como están los católicos. Porque sean evangélicos eso no les el privilegio de violar la palabra de Dios.
Pero este hombre decía, este médico decía, acerca..... dice hay una catedral allá inmensa en Morelia y allí va toda la gente y lo que se hace dice, se lee la Biblia, unos minutos y el sacerdote lo que hace es que la lee literalmente y ni siquiera la explica. Y todo termina allí y la gente se va y no ha recibido la palabra de vida, y se van como entraron. Yo espero que Dios traiga un avivamiento a la iglesia católica. Yo espero que Dios la despierte y que puedan entrar en la vitalidad. No es que estamos hablando en contra de ellas, son gente que Dios ama y hay allí mucha gente que ama a Dios, pero les ha fallado su visión. Y donde nosotros tenemos que estar es donde está la palabra de vida siendo predicada, y donde esa palabra de vida sea predicada la gente va a venir y donde haya gente que tenga entendimiento de Dios y una experiencia con Cristo, con el Cristo personal, esa gente va a ser efectiva, y por eso la gente viene donde Jesús y está allí. Y entonces Jesús tiene un dilema, ¿cómo alcanzo yo a esta gente?
Ve, cuando una iglesia está llena del espíritu santo va a tener problemas y el problema va a ser no, ‘no tenemos gente’, sino ‘tenemos demasiada gente, y cómo vamos a resolver el problema’. Ese es el tipo de problema que yo como pastor quiero tener. Ahora mismo allá en Boston tenemos ese problema. Nosotros construimos una iglesia hace diez años y nos permitió saltar a otro nivel, y tuvimos que ir a dos servicios, ya tenemos dos servicios y ya estamos claros de que ya aún esos dos servicios no nos dan y tenemos que estar pensando, rompiéndonos la cabeza cuál es el próximo nivel. Y ahí estamos en ese momento ahora mismo. Yo tenía una conversación con el Dr Diehl esta mañana, ¿qué hacemos, construimos un nuevo templo y estamos en ese proceso, alquilamos, qué hacemos, gastamos millones de dólares en un nuevo templo, qué pasa, cuáles son....? Hay problemas que surgen cuando Dios te está usando, cuando el poder de Dios está en tu vida, cuando tu iglesia está experimentando la gloria de Dios, van a tener problemas, pero van a ser buenos problemas. Yo prefiero tener el problema de que voy a hacer con la gente, de que no hay gente con que hacer nada. ¿Usted entiende?
Y cuando usted está lleno del espíritu santo, su problema va a ser ‘tengo demasiada gente, me están buscando, tengo que esconderme. Porque llego a la casa y ya me están esperando allí y pedirme consejo y pedirme que ore con ellos’. Ese es el problema de Jesús, dondequiera que iba, ya la gente lo estaba esperando. ¿Usted recuerda? Mandó a sus discípulos, estuvieron trabajando y dijo ‘vamos a un lugar ahí de vacaciones, vamos a playa del mar, ¿del mar o del Carmen?, Playa del Carmen, vámonos a Acapulco. Les dijo el Señor, ‘muchachos, porque al Señor le gustaba de vez en cuando descansar. Sus pastores deben tener también tiempo para descansar. Digan amen. Hay que refrescarse, hay que buscar. Pero ¿qué pasó?. Cuando llegaron allá ya la gente de alguna manera había descubierto dónde iban a estar, y cuando llegan allá ahí están todos sonrientes esperándolo. ‘Señor ¡qué bueno que viniste! Estábamos esperándote. Gloria a Dios.’
Ese es el problema de la gente que tiene la unción de Dios. La gente lo va a estar buscando porque hay necesidad en este mundo. En tu vecindario hay gente que se está cociendo en su propio jugo, todos los días, con problemas, con dificultades financieras, con problemas matrimoniales, problemas con los hijos, problemas en el trabajo, problemas de salud, problemas existenciales, problemas del pasado, problemas del presente y problemas del futuro, problemas con el jefe, problemas con los amigos y problemas con los enemigos, y necesitan consejo, necesitan una palabra redentora, y esa palabra está en tu boca porque tu conoces al Dios que puede resolver los problemas. Y Dios quiere que tu compartas esa palabra. Y cuando la gente sepa que hay un creyente lleno del espíritu santo esa gente va a fluir a donde está esa persona, por eso es que necesitamos cristianos llenos del espíritu santo. Necesitamos gente experta en la guerra para que puedan guerrear a favor de los pobrecitos y de los impotentes y de los indefensos que el diablo tiene bajo su yugo, en todos los vecindarios de la ciudad de Mérida. Y necesita Dios a mujeres como las tres que veo aquí ahora mismo. Ustedes así hermanas, Dios las quiere usar, las va a usar en el nombre de Jesús. Ustedes representa esa Mérida humilde que Dios necesita su voz, su presencia en los vecindarios de esta ciudad para que prediquen el Evangelio del poder y transformación en su vida. Dios tiene un llamado para ustedes, entren en su llamado y déjense usar por el Señor. Conviértanse en consejeras, madres espirituales, maestras del Evangelio. Ahora mismo en el nombre de Jesús lanzo el poder, la potencialidad de Dios en sus entrañas espirituales, las declaro ungidas en el nombre del Señor para ser usadas por Dios grandemente. Recibe la dotación del poder de Dios en tu vida.
Hermanos Dios quiere una iglesia redimida, una iglesia llena del espíritu santo, una iglesia que sepa donde está el agua para beber, dónde hay pan para comer y entonces decirles a otros ‘vengan aquí hay pan, aquí hay agua. Coman.’ Pero si no hemos ido a esas fuentes, cómo podemos llevar a otros. Por eso tenemos que pedir al Señor: ‘Señor, ayúdame a entrar en tu intimidad.’
Y el Señor tenía ese problema, dondequiera que iba la gente lo seguía. Ahí lo vemos retratado, donde comienza este texto en el Capítulo 5 de Lucas, tiene el problema, la gente está fluyendo a donde está él, y El mira a su alrededor y su mente divina le dicta lo que El tiene que hacer, y ve una barca. Hermanos, estos pasajes son tan profundos que uno podría pasar mucho tiempo exponiéndolos y dele gracias a Dios que voy a ser respetuoso de su tiempo y no lo voy a hacer así. Pero hay tantas cosas porque mire por ejemplo, si me da un par de minutos más, ¿está bien?
El Señor vio la barca y yo siempre he dicho que el Señor es el creador del universo y El hubiera podido magnificar su voz, si El hubiera querido. Ustedes saben que El tenía poder para hacerlo, ¿si o no? El no necesitaba este micrófono, en una ocasión vinieron a cobrarle los impuestos y El le dijo a Pedro, creo que fue, ‘vayan al mar, saquen un pez y ahí van a encontrar unas monedas. Vayan y paguen con eso’. Yo creo que el Señor se estaba riendo, estaba haciendo un chiste con eso. Porque después le dijo ‘hey, quiénes son los que pagan los impuestos? Son los ciudadanos, los meros ciudadanos o los hijos de los reyes? bueno, claro, los que son ciudadanos, los reyes no pagan impuestos. El Señor estaba diciendo: ‘ven, yo no tengo que pagar los impuestos’ pero para que se cumpla la Escritura y para respetar la ley, pues vayan y páguenlo, está bien, muchachos’, pero le guiñó el ojo a los discípulos, usando un instrumento sobrenatural para pagar los impuestos. ¿Usted ve? El tenía poder para hacer lo que le daba la gana.
El hubiera podido predicar el Evangelio sobrenaturalmente con una voz magnificada. Es más, El hubiera podido levantarse de los aires diez pies de altura y predicarle a la gente sin ningún problema. Pero ¿qué hizo? Buscó una solución humana, natural para resolver el problema y encontró una barca, y encontró un hombre que era el dueño de esa barca, y le pidió a ese hombre que le dejara usar esa barca. Y ¿saben qué? Dios, si hubiera querido, hubiera desarrollado un plan mucho más económico para predicar el Evangelio. El hubiera podido enviar un arcángel poderoso, con una voz de trompeta, que ni come, ni duerme, ni peca, y haberlo enviado a predicar todo el Evangelio en todas partes del mundo y el mundo se hubiera convertido en unos cuantos días ¿si o no? Imagínense que un arcángel se le aparezca a usted y diga ‘recibe al Señor’. Usted le va a decir, ‘bueno, déjame pensarlo.’ Usted enseguida se va a tirar al piso y le va a decir, dónde, dónde, dónde tengo que ir. Pero Dios escogió un plan, escogió usarnos a nosotros, escogió una forma humilde de llevar a cabo, porque Dios siempre quiere cooperar y trabajar en asociación con su criatura, que es el hombre, la humanidad. El Evangelio no se va a predicar si tu no ayudas a predicarlo. Ese es el plan que Dios desarrolló. Y por eso el Señor miró, y en vez de hacer El la labor sobrenaturalmente, buscó un hombre y buscó una barca para que ese hombre le prestara su barca, para El poder predicar el Evangelio.
Y yo siempre he dicho que nuestras vidas son como la barca de Pedro. Y el Señor siempre está buscando nuestras vidas para poder subirse a ellas y poder predicarle a la multitud hambrienta. Tu eres la barca de Pedro, yo soy la barca de Pedro y Dios continuamente se está acercando a los creyentes y les está diciendo ‘¿me permites usar tu barca para predicarle a una multitud hambrienta? Y tu puedes escoger decirle al Señor, si o no, como hacen tantos. Y cuando el Señor viene a sus vidas y les llama se hacen loco y se hacen que no oyeron y continúan haciendo lo que siempre hacen en su vida. Se creen que el Señor no se dio cuenta de que le voltearon la cara, y el Señor los deja y los sigue amando, pero se perdieron la gran oportunidad de ser usados por Dios.
Hace veintipico de años el Señor me llamó y me dijo ‘¿puedo usar tu barca?’, cuando yo estaba en medio de mis estudios en la universidad de Harvard, una de las universidades más selectas del mundo, deseoso de entrar en el mundo académico y de lograrme académicamente y de vivir la vida elegante y afluente de un profesor universitario, en EEUU, y ese era mi sueño. Yo venía de una familia pobre y por fin aquí tenía la oportunidad de hacer algo sobresaliente y de entrar en una vida elegante y intelectual y yo estaba deseoso de seguir en ese curso. Y ahí me interrumpió el Señor y me dijo ‘Yo quiero usar tu barca.’ Y el pastor que había fundado nuestra iglesia tuvo que irse y nuestra iglesia estaba apenas comenzando, y no habrá nadie que atendiera esa iglesia, no había posibilidades en ese tiempo, de que alguien capacitado que pudiera con una iglesieta pequeñita que ni siquiera tenía dinero para pagar part time al pastor. Y el Señor me habló y me dijo ‘ a mi me gustaría usarte a ti para pastorear estas vidas. Que no se pierda esto que está comenzando tan bonito. Y Yo quiero usarte. ¿Me dejarías usarte?’
Yo le doy gracias al Señor, veintipico de años después que tuve el valor de decirle ‘si, Señor’. Y dejé mis redes por la gloria de Dios, Dios me dio el gozo y el privilegio y la satisfacción de terminar mi doctorado en el mundo secular, pero yo hace veinte años que creo que no leo un libro de literatura, esa fue mi área, porque me dediqué al pastorado. Y yo les digo hermanos, Dios no me debe nada, Dios ha sido más que generoso conmigo. Por cualquier cosita que yo le he dado, Dios me ha dado con creces y me ha bendecido y me ha hecho padre de multitudes. Y cada vez que yo veo un hombre que fue alcohólico y drogadicto, lúcido y cuerdo y vestido bien, viviendo una vida productiva, y yo fui usado por el Señor para que esa vida se mejorara y se sanara, yo me siento glorificado, me siento bendecido, me siento como que ¡qué privilegio que Dios me pueda usar a mi para redimir una vida! Y ese hombre es un libro, yo quizás no llegué a escribir los libros que yo quería escribir, pero ese hombre es un libro viviente que yo he ayudado a escribir.
Como Pablo dice, ‘vosotros sois mis cartas abiertas’. Mis libros son la gente que Dios me ha ayudado a redimir por el poder del Evangelio. Y dejé lo que amaba y dejé lo que me hubiera gustado hacer, pero eso no me da ninguna gloria, como digo, Dios no me debe nada. Dios me ha pagado mucho más de lo que yo jamás hubiera pensado. Quizás no me ha pagado con dinero, pero me ha pagado con felicidad, con satisfacción, con un sentido de destino, con el privilegio de ser usado por Dios para bendecir a seres humanos, de ser un instrumento a través del cual corre la bendita y pura y santa gracia de Dios. ¡Qué privilegio que por un instante la energía divina que bendice y que da vida pueda correr a través de ti y detenerse por un milésimo de segundo para que tu puedas usarla para bendecir a otros!
Por eso cuando Pedro ve la gloria del Señor, el Señor le dice ‘No te preocupes, ahora vas a ser pescador de hombres’. Porque cuando tu te dejas usar por el Señor, Dios cambia tu destino y lo eleva. Tu podrías simplemente estar haciendo cosas meramente humanas que se quedan aquí en la tierra. Yo le decía a alguien hoy, nada que esté en este mundo se va a ir de este mundo, porque dice la Biblia que un día Dios hará arder los elementos, los átomos mismos que componen la materia, van a prenderse y el cielo se va a enrollar como un pergamino y la tierra va arder en llamas y Dios va a crear una tierra nueva y un cielo nuevo, porque a esa dimensión pura donde Dios tiene determinado que viviremos por la eternidad, no puede entrar nada que haya sido tocado por el pecado. Y esta tierra, y este universo, dice la Biblia que ‘la creación misma gime con gemidos indecibles porque hay pecado en ella’, el pecado ha manchado la creación y por lo tanto todas las obras de este mundo se quedarán. Nada que tu has hecho en este mundo se irá, ni las pinturas que hay en los grandes museos de este mundo, ni los grandes rascacielos, ni los carros brillosos que hay en las calles, ni los dólares que hay en todos los bancos del mundo, ni las estatuas que escultores han hecho a través de todos los siglos, nada de eso va a sobrevivir. Ningún libro que se ha escrito, ninguna gran obra que se haya hecho, ninguna construcción que se haya edificado, nada va a entrar en la eternidad. Lo único que va a entrar en la eternidad es esas inversiones que tu has hecho para el Reino de Dios.
Por eso es que la Biblia dice que invirtamos en bancos donde no se corrompen las cosas, donde no penetra el óxido, donde no penetran los insectos, donde no hay come gen, porque esas cosas materiales se van a quedar aquí, lo único que tu vas a poder reclamar por la eternidad es esas obras que Dios permitió que tu hicieras para traer a otros al conocimiento de Jesucristo. Y por eso es que Dios te dice ‘no te entusiasmes con las cosas de este mundo. Déjame Yo usarte, porque eso es lo que te va a dar una nueva identidad y te va a ascender a un nivel mucho más alto. Todo lo demás aquí se va a quedar. Tu podrías pasar toda tu vida como Pedro pescando peces malolientes, y oliendo a peces toda tu vida, o puedes convertirte en un pescador de hombres que dos mil años después de tu vida, todavía hablen en Mérida, México acerca de ti, como estamos haciendo acerca de ese humilde pescador. Y por eso el Señor cuando termina ..... con esta idea termino.....
Cuando Pedro le permite usar su barca habiéndola retirado u poquito de la tierra, porque para transmitir el mensaje de Dios hay que retirarse del montón, hay que apartarse, hay que buscar tiempos, hay que apartarse de la influencia de la gente, del control de la gente, del qué dirán, qué piensan de mi, el prestigio que queremos, la aprobación de la gente. Cuando nos retiramos de todo eso, bogamos mar adentro y entramos en la intimidad donde el Señor nos puede hablar, donde el Señor nos puede dar su revelación y allí el Señor nos revela quién El es, y allí el Señor nos provee.
Pedro había pasado toda la noche pescando y no cogieron un solo pez, pero ahora el Señor le dice ‘mira, te voy a bendecir espiritualmente y también te voy a bendecir materialmente’. Cuando tu sirves al Señor, Dios te provee. Yo te lo aseguro. Una de las razones por las cuales yo no quería ser pastor era porque pensaba que me iba a morir de hambre. Y yo les digo hermanos, Dios me ha sido fiel todos estos años, no me ha faltado nada y Dios nos ha bendecido mucho más de lo que yo hubiera pensado cuando me inicié. Porque es que Dios bendice a sus siervos. Yo creo que Dios no te llama para morirte de hambre, Dios te llama para bendecirte, pero tienes que ser fiel y tienes que pagar el precio. Y Dios cambia tu destino. Yo te quiero preguntar si te gustaría ceder tu barca al Señor en esta noche. Yo voy a pedir a los músicos que pasen por aquí.
Dios está llamando a Pedros en esta noche para servirle y para usarlos para su gloria, para usarlos como instrumentos en su gloria y tu tienes el poder de decirle si o no al Señor. Si tu quieres ser usada por Dios hay un precio que pagar. Tu vas a tener que vivir como sacerdotisa, como un sacerdote. Tu vas a tener que ser un nazareo, no vas a poder vivir como la gente del montón. Hay un precio que pagar. Pero yo te aseguro que no hay nada que se pueda comparar con el estado privilegiado de un sacerdote del Señor. Una persona que vive en una dimensión diferente a los demás, que se preserva y se aparta para que el Señor le hable, lo impregne con su vida, para entonces salir y dar de lo que ha cultivado en el sitio de intimidad con el Señor. Vas a tener que eximirte de muchas cosas. Vas a tener que vivir la vida de un atleta, de un sacerdote consagrado. Vas a tener que orientar tu vida hacia tu llamado y vas a tener que alinear tu vida con el llamado que Dios te ha dado para poder fluir en el poder de Dios y para mantenerte siempre alerta a la voz y al entrenamiento de Dios, pero vas a ser una pescadora, un pescador de hombres. Tu vas a ver la gloria de Dios manifestada en tu vida y vas a mamar de los pechos de Dios. Vas a comer de su mesa. Vas a sentir la palabra de Dios hablando a tu vida y qué privilegio más grande que ese. Vale la pena pagar el precio. Vale la pena apartarse de la orilla. Vale la pena ir mar adentro porque en esos lugares hay bendición. Si tu quieres ser usado por Dios yo te pido, ponte de pie, no lo hagas por cortesía sino hazlo porque verdaderamente tu sientes que el Señor en esta noche te está llamando a ser un sacerdote, una sierva del Señor. Si tu no sientes preparado no te levantes, pero si tu sientes que tu quieres que Dios haga esa obra en tu vida y que te use, yo te pido que te pongas de pie en esta noche.
Y yo quisiera preguntar también si hay alguien aquí en esta noche, yo no conozco aquí, pero quizás haya alguien que ha venido en esta noche, y todavía no ha dado un paso de fe para entrar en intimidad con Jesucristo y todavía está con la multitud y no conoce a Jesús, como Pedro no conocía todavía quién era Jesús. Y en esta noche el Señor te ha hablado y te ha dicho ‘hija, hijo, yo quiero tener una relación contigo. Yo quiero que tu abras tu corazón y me dejes entrar a tu vida y me aceptes como tu Señor para Yo trazar un plan contigo. Yo quiero sanarte. Yo quiero limpiarte y Yo quiero darte un nuevo nombre. Yo quiero que tu habites en la eternidad conmigo y quiero tener diálogos contigo y me interesa tu vida. Yo quiero que tu abras tu corazón y me dejes entrar a tu vida, porque cuando Yo toco la puerta, si tu escuchas mi voz y abres la puerta, Yo te prometo que Yo voy a entrar y voy a cenar contigo y tu vas a cenar conmigo’.
Yo quiero preguntar si hay alguien en esta noche que le quiera decir a Jesús “entra a mi vida”, y lo quiere invitar a ser el Señor de su vida, yo te pido que levantes tu mano si no lo has hecho antes. Veo una mano allí. ¿Tu mano se ha levantado? No temas, no temas. Amen. Dios te bendiga. Una mano aquí se levanta también, aquí al lado. Alguien más que le diga a Jesús “yo te recibo en esta noche, Señor, como mi Señor y salvador”. No lo has hecho antes. Dios te bendiga. Hay manos que se levantan, manos que se levantan.
Atrévete en el nombre del Señor. Dios tiene un plan para tu vida. Dios te está llamando en esta noche. Dios quiere convertirte de un mero pescador de peces a un pescador de hombres y mujeres. Dios quiere darte una nueva identidad. Levanta tu mano y dile al Señor Jesús “entra a mi vida”.
Yo quiero invitar a esas personas, pasen aquí adelante. No tengan temor. Si usted vino con alguien, venga con esa persona aquí, que venga aquí adelante. No tenga temor. Esto es la familia de Dios. Usted no está entre extraños. Esta es la familia del Padre que está aquí y Dios quiere bendecirte en esta noche y Dios quiere convertirte en una pescadora de mujeres. Pasa por acá inmediatamente. No temas. Ven acá. Diste el primer paso de levantar tu mano, ahora ten el valor de pasar aquí al frente. Y vamos a orar por ti y tu vida va a cambiar en esta noche y tu vas a ser transformado en una persona diferente porque el espíritu de Dios va a entrar a tu vida. Si hay alguien más, no se detenga, venga ahora.
Dice la palabra que hoy es el día de salvación, ahora es el momento en que Cristo quiere hacer una obra en tu vida. no te detengas. Pasa aquí adelante y recibe y abre tu corazón al Señor, y Dios va a hacer grandes cosas en tu vida. yo te aseguro que tu no estás aquí por coincidencia ni porque no tenías otro lugar a donde ir, tu estás aquí porque el espíritu santo te trajo, porque tiene un encuentro destinado contigo en esta noche. Si hay alguien más todavía, yo le quiero invitar. Ven, pasa por acá. Eso es, joven, no temas. Todavía hay tiempo, Dios quiere hacer una obra. Aunque tu quizás no entiendas todo, no todo esté claro en tu mente, no te preocupes. A veces decimos, bueno, yo primero tengo que arreglar esto, tengo que arreglar lo otro, tengo que arreglar mi situación. No, no, el Señor dice: “ven tal y como tu estás, ven con tus problemas, ven con tus trabas, ven con tus dificultades y entonces comencemos a trabajar juntos para llevarte a dónde Yo te quiero llevar”.
Si tu tuvieras todos tus problemas resueltos y todas las cosas en orden, no necesitarías a Cristo. Precisamente porque tienes trabas y tienes dificultades, es que tu necesitas venir al pie de Jesús. Y aunque tu no entiendas toda la teología y toda la doctrina que está involucrada en esto, lo importante es que tu sepas que Cristo murió por ti y que El dice “si tu me dejas entrar, Yo entraré a tu vida, sanaré tu vida, escribiré tu nombre y el libro de la vida y te daré una nueva identidad”. Eso es todo, lo demás viene por añadidura, viene con el caminar, viene con el trato, viene con la conversación que vas a tener durante años y años para conocer a plenitud lo que Cristo quiere hacer en tu vida. Pero en esta noche lo que El quiere es que tu hagas una conexión con El y entonces comiences un peregrinaje que te lleve a donde El te quiere llevar.
Di conmigo: Señor Jesús te recibo como mi salvador y como el dueño de mi vida. reconozco mis pecados y te doy gracias porque a través de tu cruz tengo perdón de mis pecados. Rompo todo trato con Satanás y establezco un pacto contigo. Tu eres el dueño de todo lo que tengo y todo lo que soy. Entra a mi vida y transformarme y enséñame lo que Tu quieres de mi. Gracias Señor Jesús. Amen. Amen. Gloria al Señor. Denle un aplauso al Señor en esta noche. ¡Aleluya!. Te adoramos. Te bendecimos. Ahora yo quiero que tu sepas, que aunque tu no hayas sentido nada, pero si invitaste a Jesús a entrar, El entró, El entró, porque El dice: “Yo entraré. Yo entraré. Si alguien abre la puerta Yo entraré, cenaré con él y el conmigo".
Jueces 7:7
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Vamos directamente al Libro de Jueces, Capítulo 7 y vamos a ver que esta palabra fluye en mucha afinidad con lo que el pastor Basil estaba hablando y es precisamente la palabra del Señor para nosotros en esta mañana.
Capítulo 7. Vamos a los versículos 7 en adelante. ¿saben qué, hermanos? Lo voy a leer en inglés para beneficio de lo que vamos a hacer en la radio y ustedes por favor cojan sus Biblias, y yo se que todos traen Biblias aquí, en esta congregación, así que usted la puede leer, Capítulo 7 versículo 9 al 23.
Es una palabra maravillosa para nosotros y nosotros sabemos que en la Escritura muchas de estas intervenciones de Dios han sido puestas allí porque Dios quiere enseñarnos cómo El obra en momentos de prueba. Al Señor le encanta cuando nos encontramos con más enemigos de los que podemos lidiar, que parece que todo está en contra de nosotros, parece que vamos a ser derrotados, no hay esperanza, no hay forma de salir, estamos rodeados. Esos son los momentos en que Dios le encanta aparecerse y mostrar que El todavía está presente, que no está dormido. Amen.
El Señor quiere que nosotros observemos las páginas de la Biblia y que saquemos los principios espirituales que están encerrados en estos textos y que los pongamos en práctica también en situaciones de prueba en nuestras propias vidas. Yo quiero aplicar específicamente este texto de Gedeón al tiempo que está viviendo la iglesia de Jesucristo en América y en todo el mundo occidental.
La iglesia hoy, en América, en Canadá, en Europa, en Australia, es una iglesia debilitada, es una iglesia que se siente rodeada, se siente .... ha perdido su reputación. Ha perdido relevancia, no es respetada, al contrario, muchas veces es vista con antagonismo y en una manera poco popular. Hace años aquí en EEUU cuando se hacían encuestas de los profesionales de mayor prestigio, siempre los pastores salían en primer lugar. Ya ese no es el hecho, estamos por ahí con los abogados, con los vendedores de carros, y con mucha gente a los cuales la gente les tiene sospecha, porque la iglesia ha perdido mucho de su poder, ha perdido mucho de su influencia.
En América lo que tenemos más bien es una iglesia que como en el Libro de los Jueces está a la merced del enemigo, rodeada por el enemigo, mucho más numeroso que ella, la agenda de la iglesia está siendo dictada por el enemigo, Satanás echa fuegos por todas partes y nosotros vamos allí como bomberos a apagarlos, y cuando terminamos ese él prende otro en otro lugar y mantiene a la iglesia distraída para que no prosiga con la agenda proactiva, sistemática, coherente, que Dios quiere que ella persiga.
Cuando el ángel se acerca a Gedeón, Gedeón lo único que puede responder es con una palabra de desmoralización: ¿Quién soy yo? Yo no soy nadie, y si Dios está con nosotros por qué nos están pasando todas estas cosas. Yo no puedo hacerlo. Era un símbolo precisamente de lo que pasaba. Y sin embargo, Dios usó a Gedeón, Dios llama a Gedeón y lo que hemos hecho en este texto es mirar ya después de una serie de dinámicas el momento en que la batalla se va a confrontar, y podemos ver que en la estrategia que Gedeón sigue en ese momento de la batalla, del encuentro con el enemigo, hay unos principios que la iglesia debe usar en este tiempo donde ya Dios está listo para entrar en batalla directa con el enemigo.
Nosotros estamos en la posición ahora mismo de ir hacia el enemigo, Dios está definiendo al enemigo, y Dios está definiendo también a las personas que van a pelear en favor y en contra de El. Dios está usando todo esto del matrimonio homosexual, toda esta cosa. No es que estamos obsesionados con esto. Yo entiendo muy bien que la homosexualidad y el matrimonio homosexual es solamente una gotita en el cubo de Dios. Eso no es nada, pero Dios está usando estas cosas para que haya definición, para que la batalla pueda definirse, para que el enemigo se defina, para que todos tomen lugar, lados y para que entonces la batalla pueda definirse.
Estas son cosas que tienen que definirse, tenemos que definir quién creemos que es Dios, la palabra de Dios, la sexualidad humana, el matrimonio, quién diseñó el universo, y si la palabra de Dios es algo simplemente para un momento hace 2000 años o si es también relevante para el siglo XXI. Y yo creo que hay 5 cosas, rápidamente, específicamente que Gedeón, vemos aquí en la estrategia. La voy a señalar lo más pronto posible.
Un principio es el principio de simplemente entrar en la batalla, confrontación. La confrontación es importante en la batalla.
El segundo principio es unción.
El tercer principio: discernimiento profético.
Entonces tenemos, confrontación, unción, discernimiento profético.
El cuarto elemento es la visibilidad de la iglesia.
El último principio es proclamación.
El primer principio que tenemos es el principio de la confrontación. El enemigo necesitaba ser confrontado, ya todo estaba preparado, había que ir hacia el enemigo. El enemigo va a asumir diferentes formas a través de la historia y de las culturas y el pueblo de Dios es llamado en cada cultura, en cada tiempo, a identificar al enemigo, definirlo y atacarlo. La iglesia necesita confrontar el racionalismo, la apostasía, la rebeldía espiritual, el secularismo, la licencia y el desenfreno sexual, el orgullo espiritual, la resistencia a la palabra de Dios, el escepticismo acerca de los valores que Dios ha declarado. Esos son los enemigos, los principados, las potestades, las fortalezas que la iglesia de Jesucristo confronta en esta nación, en este estado y en esta ciudad. Tenemos, como David, que identificar al gigante y confrontarlo.
El enemigo ha usado el temor para tirar un ropaje de miedo y de conservatismo y de timidez sobre la iglesia y nosotros hemos absorbido sus acusaciones de que odiamos, de que nos sentimos mejores que los demás, de que somos homo fóbicos, de que estamos politizando la iglesia, y de que estamos dañando la atmósfera en las iglesias, y los pastores y las iglesias hemos absorbido ese mensaje de temor y las iglesias se han caído en un sopor, en un sueño ilusorio donde escuchan las voces del diablo, y lo ven haciendo cosas pero no tienen el poder para levantarse y confrontarlo.
El Señor le dijo a Gedeón: Ve, confronta, destruye el ídolo de Aserah y Gedeón trató de hacerlo en la noche para no causar mucha consternación y mucho conflicto pero por la mañana supo que era él, porque a Dios le gusta que sus líderes se definan, que aclaren las cosas.
La iglesia tiene que confrontar al enemigo, la iglesia tiene, y no tenemos que hacerlo en una forma odiosa o como que somos mejores que nadie, o con superioridad, lo hacemos en el amor de Jesucristo que para mí es una de las personas más confrontadoras que yo veo en toda la Escritura.
El amor es feroz, en defender la vida. El amor no permite que el diablo haga lo que quiera en nombre de la supuesta unidad y del amor. El enemigo necesita ser confrontado.
Lo segundo es la unción. Cuando Gedeón es confrontado por el ángel y Gedeón da una respuesta tímida y pusilánime, el ángel lo mira a los ojos y dice: ve, con esta fuerza que tu tienes.
La iglesia no puede confrontar al enemigo en el espíritu simplemente del hombre, no es en la fuerza del hombre, no es en las técnicas humanas, no es en los grandes recursos humanos que tengamos, no es en dinero, no es en los Phd, o los Ddd, es de los ministros, no en el pedigrí educativo que tengamos, no es en lo educado de nuestra gente, no es en las técnicas administrativas que tengamos o la técnica de liderazgo. Todas esas cosas son buenas, yo abogo por ellas pero tiene que haber una unción espiritual, el poder de Dios tiene que estar en nuestras iglesias y en nuestras vidas.
Por eso es que cuando Gedeón recibe ese poder, recibe con ese poder el espíritu de la convocación, la gente viene alrededor de él, y se unen porque tiene la unción de Dios. El muchacho tímido, ese que responde con timidez, ahora toca la trompeta y el poder de Dios hace que todo el mundo venga a su alrededor, porque se necesita la unción del espíritu santo.
Necesitamos la unción de Dios para poder movernos contra el enemigo. Esa unción se encuentra en la oración, la consagración de nuestra vida, el permanecer en la palabra, el servir al Señor, la creciente santidad en nuestra vida, en buscar la unción, los dones del espíritu santo.
La tercera cosa que Gedeón vemos aquí es el discernimiento profético. Gedeón constantemente se comunicaba con Dios. La iglesia tiene que discernir proféticamente el espíritu de Dios. Vemos a Gedeón continuamente recibiendo instrucción, y Dios le dice: ve al campamento, escucha lo que están diciendo allá, escucha ese sueño que yo voy a infundirle a una persona para que tu veas que ya la batalla está hecha. Ya yo la he ganado, y que tu recibas ánimo para seguir adelante.
Hermanos, cuando una fluye en la palabra de Dios, que Dios quiere derramar sobre nosotros a diario, nuestras luchas las vamos a pelear mucho mejor porque podremos fluir en la estrategia específica que Dios quiere dar. Dios siempre quiere darte estrategia sobre las cosas en tu vida. Dios siempre quiere hablarte y darte información.
La iglesia para poder pelear la guerra en el siglo XXI, donde el hombre ha sido tan penetrado por toda la sofisticación del racionalismo, el secularismo, donde las mentes de los niños y de los adolescentes y los jóvenes está tan penetrada de secularismo y de toda la porquería que el diablo ha metido a través de todos los recursos tremendos que él tiene, la iglesia necesita una palabra profética de Dios.
Nosotros necesitamos recibir la vida de Dios que viene cuando escuchamos de Dios, cuando Dios nos da estrategias. Por eso necesitamos fluir en el discernimiento profético de Dios.
La iglesia necesita ponerse en una posición de visibilidad en esta ciudad y en esta nación. Gedeón se puso en posiciones, él y sus hombres, donde el enemigo lo pudiera escuchar y ver cuando llegara el momento de la confrontación. Tenemos que usar lo que recibimos aquí para ir allá, a la calle, y hacer lo que Dios quiere que hagamos en nuestras vidas. Si tu recibes aquí y saltas mucho y el moño se te cae, pero después regresas a tu casa y te olvidas de todo lo que pasó aquí, de nada sirve. Tu tienes que testificarle al mundo allá afuera. Tu tienes que vivir una vida de victoria, de autenticidad. El mundo tiene que ver a Cristo reflejado en ti y eso tiene que darse allá afuera, es allá donde se define verdaderamente si el poder de Dios está aquí o no.
Hace poco el alcalde de Boston con todo el respeto que le tenemos, y algunos oficiales de la ciudad, quisieron cambiar el nombre del árbol navideño que todos los años se expone aquí en la ciudad de Boston. En vez de llamarlo árbol de Christmas, que quiere decir de Navidad que tiene la palabra Cristo en ello, lo quisieron cambiar por simplemente árbol festivo, para que sea universal y que no ofenda a nadie, que no tenga ningún tipo de asociación cristiana. Gracias a Dios que algunos cristianos dijeron: “No vamos a permitir eso”, confrontaron a la ciudad, amenazaron a la ciudad con meterle una demanda y finalmente el alcalde se echó para atrás y todavía se llama un árbol navideño, como tiene que ser. Gloria de Dios.
Tenemos que hacerlo en las artes, tenemos que hacerlo en el gobierno, las leyes. Tenemos que hacerlo en el avivamiento trayéndolo a las iglesias. Tenemos que hacerlo en el mundo académico. Tenemos que hacerlo en el mundo de los servicios sociales. Tenemos que hacerlo en los hospitales. Tenemos que penetrar el mundo con la levadura del Evangelio y hacerlo visiblemente. La iglesia no va a ser empujada al mar, la iglesia va a mantenerse siempre a donde tiene que estar, en su posición de autoridad sobre las naciones.
Tenemos que usar las armas.... ¿cuáles son las armas que usó Gedeón para hacerse visible? Unos vasos de barro que cuando se quebraban hacía ruido. Imagínense 300 vasos quebrándose en el medio de la oscuridad y de momento 300 luces que se levantan así en medio de la oscuridad por todas partes, y gritos de 300 hombres que hacen creer que son muchos más que ellos. Todo eso era diseñado para crear una presencia visible que confundiera al enemigo. Siempre que Dios quiere hacer algo grande le dice a su pueblo: declaren, proclamen, griten. Así lo hizo con Jericó cuando los puso a correr 6 días y al séptimo día, griten duro y entonces los muros se caerán. Nuestro poder está en la proclamación del Evangelio, la proclamación de las verdades de Dios encerradas en su palabra.
Nosotros tenemos que aprender que no podemos sacar de nuestro servicio lo que no es popular, lo que no le gusta a los hermanos. Yo tengo un pacto feroz con mi Dios. Hermanos, yo prefiero quedarme solo. Yo espero que ustedes me voten antes de que así sea, si ustedes no lo quieren, pero yo prefiero hablar la palabra del Señor, no voy a sacar una sola palabra, un solo concepto, un solo principio aunque se escandalice quien se escandalice, porque yo se que si somos fieles a la palabra de Dios, Dios nos va a honrar a nosotros. Y si nuestra iglesia ha sido bendecida por Dios es porque hemos sido fieles a la palabra del Señor.
Quizás no lograremos ciento por ciento pero tenemos que probar, tratar por lo menos de ser fieles a la palabra del Señor. El Evangelio predicado en todo su poder es escandaloso.
Tenemos que confrontar al enemigo. Tenemos que ser ungidos. Tenemos que fluir en la palabra profética. Tenemos que ser visibles. Tenemos que proclamar el Evangelio completo del Señor. ¡Aleluya!.
¿Cuántos quieren hacer un pacto ahora mismo para que así sea? Pónganse de pie.
Hacemos un pacto contigo Señor en esta mañana, de fluir en esa revelación tuya. Recibimos, recibimos tu unción. Padre, llena tu pueblo.
Renuévanos, Señor. Renueva tu poder en nosotros, Padre. Queremos más, queremos más de ti. Queremos más de tu gloria Señor. Queremos más de tu poder, Padre. Queremos más de tu espíritu, Padre. Te adoramos, te bendecimos. Dale gloria al Señor.
Si, Señor. Te adoramos, te bendecimos, oh Dios. Vamos a adorar al Señor. Gloria a Dios. ¡Aleluya! Un grito para el Señor de alabanza. ¡Aleluya! Te adoramos, Jesús. Te adoramos, Jesús. Tu eres el Señor. ¡Aleluya! Tu eres el gran Dios hoy, el todopoderoso, el rey de reyes, el Señor de Señores. Todavía tu nombre se oirá, Padre, mencionado en las naciones.
Segundo Servicio Jueces 7:7
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Esta mañana usé una Biblia en inglés ya que el servicio iba a ser transmitido por la radio y le dimos un poco más de énfasis al inglés. Ahora por lo menos tengo un poquito más de libertad para hacerlo directamente al español y en Libro de los Jueces, Capítulo 7, vamos a ir a los versículos 9 al 23.
Dice allí “entonces Jehová dijo a Gedeón: “con estos 300 hombres que lamieron el agua os salvaré y entregaré a los madianitas en tus manos y váyase toda la demás gente cada uno a su lugar. Y habiendo tomando provisiones para el pueblo y sus trompetas, envió a todos los israelitas cada uno a su tienda y retuvo a aquellos 300 hombres y tenía el campamento de Madián abajo, en el valle. Aconteció que aquella noche Jehová le dijo: Levántate y desciende al campamento porque Yo lo he entregado en tus manos, y si tienes temor de descender, baja tu con Fura, tu criado, al campamento y oirás lo que hablan y entonces tus manos se esforzarán y descenderás al campamento.
Y él descendió con Fura, su criado, hasta los puestos avanzados de la gente armada que estaba en el campamento y los madianitas, los amalecitas y los hijos del oriente, estaban tendidos en el valle como langostas en multitud, y sus camellos eran innumerables, como la arena que está a la ribera del mar en multitud. Cuando llegó Gedeón he aquí que un hombre estaba contando a su compañero un sueño, diciendo: he aquí yo soñé un sueño. Veía un pan de cebada que rodaba hasta el campamento de Madián y llegó a la tienda, es decir a la tienda principal del general, y la golpeó de tal manera que cayó y la trastornó de arriba abajo, y la tienda cayó.
Y su compañero respondió y dijo: esto no es otra cosa sino la espada de Gedeón, hijo de Joás, varón de Israel. Dios ha entregado en sus manos a los madianitas con todo el campamento. Cuando Gedeón oyó el relato del sueño y su interpretación adoró y vuelto al campamento de Israel dijo: Levantaos porque Jehová ha entregado el campamento de Madián en vuestras manos. Y repartiendo los 300 hombres en tres escuadrones, dio a todos ellos trompetas en sus manos y cántaros vacíos con teas, es decir antorchas, ardiendo dentro de los cántaros, y les dijo: miradme a mi, y haced como hago yo. He aquí que cuando yo llegue al extremo del campamento, haréis vosotros como hago yo. Yo tocaré la trompeta y todos los que estarán conmigo, y vosotros tocaréis entonces las trompetas alrededor de todo el campamento y diréis: por Jehová y por Gedeón.
Llegaron pues Gedeón y los 100 hombres que llevaba consigo al extremo del campamento, al principio de la guardia de la medianoche, cuando acababan de renovar los centinelas y tocaron las trompetas, y quebraron los cántaros que llevaban en sus manos y los 3 escuadrones tocaron las trompetas y quebrando los cántaros, tomaron en la mano izquierda las teas y en las derecha las trompetas con que tocaban y gritaron: “por la espada de Jehová y de Gedeón”, y se estuvieron firmes cada uno en su puesto en derredor del campamento. Entonces todo el ejército echó a correr, dando gritos y huyendo y los 300 tocaban las trompetas, y Jehová puso la espada de cada uno contra su compañero en todo el campamento y el ejército huyó hasta Betsita, en dirección de Zerera y hasta la frontera de Abelmehola en Tabat, y juntándose los de Israel de Neftalí de Aser y de todo Manasés siguieron a los madianitas.” Bendiga el Señor su santa palabra.
Yo espero que si usted no tenía su Biblia pudo seguir la cronología de este relato. Es un relato fascinante de guerra. Yo no se por que no se ha hecho una buena película con Gedeón como personaje principal, porque la verdad es que es una figura tremendamente interesante y se presta mucho toda su biografía a muchas cosas bien dramáticas. Y es como una destilación, una condensación de muchos temas que vemos a través de la Escritura.
A mi me encanta este pasaje y he predicado anteriormente sobre la vida de Gedeón porque Dios, como ustedes saben, registra en la Escritura estos relatos históricos porque no solamente para que queden allí registrados para el interés del historiador, sino sobre todo para un propósito práctico y usted sabe cuál es ¿verdad? Es que usted al leer estos pasajes, pueda entender cómo Dios ha obrado en tiempos antiguos porque El obra de la misma manera a través de toda la historia, lo cual quiere decir que así como obró en aquel tiempo, también puede obrar hoy en tu vida. No solamente eso, sino que también Dios quiere que tu al estudiar estos pasajes puedas extraer de ellos los principios espirituales que tu necesitas para poder desencadenar el poder de Dios a favor de tu propia vida, y lo que vemos aquí es una escena de gran desventaja y de gran crisis.
Israel, si usted lee todos los Capítulos anteriores, ha estado bajo el poder y el dominio de un ejército muy poderoso, una nación que cuando le da la gana, entra, saquea la nación, se lleva todo lo que quiere llevarse y los deja pobres y vuelve después unos años más adelante y vuelve y hace lo mismo con total impunidad, porque los judíos son demasiado débiles para hacer nada al respecto. Dice la palabra que el pueblo de Dios se había prostituido detrás de la idolatría, habían pecada sistemática, repetitivamente contra el Señor y Dios suelta esta plaga militar contra ellos para advertirles y confrontarles acerca de sus caminos, la manera en que están obrando con El. A través de toda la historia Dios hizo lo mismo con Israel. Siglo tras siglo, los judíos se pervertía y Dios enviaba juicio sobre ellos y entonces los judíos se arrepentían porque sufrían y veían el fuego que estaba cayendo sobre ellos, se arrepentían, clamaban a Dios, Dios enviaba profetas que los confrontaban y entonces enviaba a alguien que los liberaba. Venía un tiempo de prosperidad y de libertad y volvía otra vez el mismo ciclo y se repetía cada vez, y esto es lo que está pasando en este momento.
Dios ha enviado a los amalecitas, a los madianitas y a otros grupos de tribus para atacar a Israel y mantenerlo débil, porque muchas veces Dios envía juicio y envía castigo, no porque a Dios le guste el castigo sino porque nos ama y quiere a través de la prueba nosotros recapacitemos y busquemos de Dios y nos arrepintamos. Y como esta nación, hoy en día está en algo parecido, y la iglesia de Jesucristo que Israel es un tipo de la iglesia, mejor dicho, lo que fue cierto para Israel, es cierto para los hijos de Dios también. Y nosotros leemos estos pasajes porque aquí hay lecciones de vida espiritual para nosotros también.
Y vemos aquí lo siguiente, que hay una situación de gran desventaja entonces. Israel está rodeado por el enemigo y ha enviado a este hombre inexperto en la guerra para que libere a su pueblo. Y yo trazo un paralelo a lo que está pasando hoy en día aquí en EEUU, y no solamente en EEUU, sino en todo el mundo occidental, con respecto a la iglesia de Jesucristo. En la misma manera nosotros, la iglesia de Jesucristo en este tiempo, en esta nación se encuentra en una posición de desventaja. Nosotros también, hermanos, estamos rodeados por poderes, por corrientes políticas, culturales que son contrarias a los intereses de la iglesia y del Reino de Dios. La iglesia cristiana en EEUU está débil así como también lo está en todos los países de Europa, en Australia, en Canadá. El Evangelio está perdiendo terreno. Cada día la palabra de Cristo es menos escuchada. Iglesias se mueren a diestra y a siniestra en Massachussets, cierran sus puertas. Hay muchos pastores desanimados, con congregaciones mínimas, pequeñas. El promedio del tamaño de una iglesia en Massachussets creo que es como de 50 personas a lo máximo. Hay un debilidad tremenda. La gente mira al cristianismo con gran escepticismo y muchas veces con hostilidad.
Los pastores son vistos en una forma negativa. El Evangelio cada día quieren relegarlo más y más al salón más remoto de la cultura. Y hoy en día el Evangelio, cuando no es contrariado y recibido con oposición, es simplemente visto en una forma ridícula y como si simplemente no importara. Vemos aquí en Massachussets todas las corrientes que hay ahora mismo en función que muestran que la iglesia como que ha perdido su poder y todo sugiere que en los próximos 15, 20 años, si no hay una intervención poderosa de Dios, las cosas continuarán yendo de peor en peor. Y eso se repite en todo el mundo occidental donde la industrialización, la tecnología, la razón, la cultura ha penetrado en los valores de una sociedad tremendamente secular, gobernada por los valores de la ciencia y no del espíritu, cada día se aleja más y más de los valores que Dios ha declarado a lo largo de su palabra.
Hoy en día la gente dice: bueno, si tu quieres ser cristiano, eso es asunto tuyo. Vive tu vida cristiana en tu mundo privado pero no pretendas que los valores de tu cristianismo penetren en el ámbito general de la sociedad, digamos, en las artes, o en el gobierno, o en el mundo de los negocios, o en el mundo de la ciencia o del conocimiento. Se supone que en esos lugares la iglesia simplemente se quede callada. Y cada día nosotros nos vemos como más y más cercados alrededor por una fuerza que no podemos entender que va como reduciendo la vitalidad del pueblo de Dios.
Por eso es muy fácil que la iglesia se sienta como se sintió Gedeón cuando vino el ángel y se le apareció mientras él estaba tratando de cultivar el trigo y prepararlo para el uso que se le quería dar, escondido para el enemigo no lo viera, para que no vinieran a robárselo, y el ángel se le aparece y le dice: Dios está contigo, varón esforzado y valiente. Y Gedeón dice: bueno, pero si está con nosotros, ¿por qué estamos en esta condición tan terrible? ¿por qué estamos tan aislados, y qué pudo yo hacer si yo soy el más pequeñito de una tribu pequeña en una nación que está bajo opresión. Gedeón ha sido tan abatido por la fuerza del enemigo que él no puede creer que Dios pueda estar con él o que pueda estar con su nación para librarla del yugo. Y así yo creo, que nos sentimos muchas veces aquí. ¿cuántos si examinan verdaderamente su subconscientes, cristianos, es decir, no se sienten que están en un mundo que cada día se va más y más alejado de la fe, nos sentimos como asediados, como que estamos en un castillo y alrededor escuchamos los gritos de un gran ejército que quiere destruir y meterse por las puertas y comernos vivos. Nos sentimos en oposición, cercados, en lucha, contra poderes más grandes que nosotros.
Bueno, hermanos, yo quiero decirles que Dios tiene buenas noticias para nosotros y que Dios tiene bendición para su pueblo. Dios quiere enseñarnos cómo hacer la guerra, y por eso es que yo salté a este punto aquí donde ya Gedeón está listo para entrar en la batalla. Y lo que vemos aquí es que Dios le da a Gedeón unos principios que él puede usar para hacerle la guerra al enemigo y esos principios nosotros también los debemos que usar en nuestro tiempo.
Yo quiero compartir, así rápidamente, cinco elementos que compartí esta mañana que nosotros debemos usar como cristianos para llevar la batalla al enemigo. Y no solamente eso, yo diría hermanos que aún para cualquier situación en tu vida hay algo que Dios puede hacer a través de esta enseñanza. Es una enseñanza más bien dirigida a la iglesia de Jesucristo, al ejército que Dios quiere levantar, porque Dios quiere traer avivamiento a Massachussets. Dios quiere traer avivamiento a nuestra comunidad. Ahora mismo mientras yo miro, yo veo este lugar completamente lleno y gloria a Dios por eso, pero ¿saben qué, hermanos? Yo miro multitudes, yo miro este escenario multiplicado 5, 10, 15 veces. Eso es lo que a mi me interesa, hermanos. Y ¿saben qué? No es porque yo quiera ver un grupo grande de gente, sin que eso me de algún tipo de masaje a mi ego, es porque yo se que cuando el Evangelio entra a las vidas y a las familias, transformaciones suceden, cadenas son rotas, las familias son bendecidas, matrimonios son sanados, asperezas son suavizadas, hijos son reconciliados con sus padres. Hay esperanza que surge para una comunidad, hay sanidad y por eso es que no podemos permitir que los valores del Evangelio sean aislados y metidos en un cajón para ser olvidados, porque esa es la única esperanza para esta sociedad, hermanos.
Los científicos, los sociólogos, los educadores, los intelectuales tienen algo que decir, pero yo les digo, hermanos que la solución a los problemas de nuestras ciudades, nuestras comunidades solamente está en los valores del Reino de Dios. En esa palabra que está allí cuando es aplicada en una forma verdadera, y por eso es que es importante que nosotros aprendamos a usar estos principios y que se los transmitamos a otros, porque Dios quiere darnos una tremenda cosecha para el Evangelio.
Hermanos, me salgo un poquito del hilo, pero tengo un gran sentido de urgencia para que Dios nos permita construir nuestro nuevo templo. Hace meses que no he mencionado mucho de eso porque estamos haciendo algunas negociaciones y todo eso, oren, una de las cosa que necesitamos es la confirmación del préstamo que necesitamos para hacer este templo que va a costar bastante y ahora mismo los arquitectos, los ingenieros están diseñando los planos. Nuestro gran deseo es que el año que viene, hacia el final del año a más tardar, nosotros estemos comenzando a construir nuestro templo, porque yo se que necesitamos un lugar más grande, porque la cosecha que viene es inmensa. La cosas que Dios quiere hacer en este tempo son tremendas. Ahora mismo nosotros estamos en el borde de un avivamiento. Dios quiere traer una visitación bien grande y una cosecha de almas sin precedentes y tenemos que estarnos prepararndo.
Dios está preparando esta congregación. Dios está removiendo las aguas. Usted siente una intensidad mayor en la adoración. Usted siente vida que estás siendo tocadas, y yo quiero que todos ustedes sean parte de un gran milagro que Dios quiere traer a Massachussets. Dios va a usar a los pobres, Dios va a usar a los que no hablan inglés, Dios va a usar a las amas de casa, Dios va a usar a los ignorantes, Dios va a usar a los que no tienen grandes finanzas y El se va a glorificar con instrumentos que van a poner en vergüenza a los grandes y a los poderosos de la tierra. Pero lo que tenemos que hacer es aprender las técnicas de la guerra, aprender cómo llevar la batalla al enemigo, cómo presentar un Evangelio poderoso, un Evangelio lleno de vida, un Evangelio que es esperanza, un Evangelio que es gozo.
Tenemos que decirle al Señor; Padre, lléname a mi primero. Sáname a mi primero. Sana mi hogar primero. Pon tu vitalidad, pon tu gozo en mi, pon tu conocimiento en mi, para que cuando la gente me mire diga: yo quiero eso que esa persona tiene. Primero tenemos que pedirle al Señor, sana nuestros hijos, sana nuestras familias, sana nuestra mente, sana nuestras emociones, sana nuestras relaciones, entra, Señor en las estructuras de mi vida, de mi familia, de mi casa y hazme entonces una muestra de la vida abundante que Cristo puede darme. Yo miro a muchos de ustedes y yo se lo que está pasando en sus vidas, en términos de que Dios les está reclamando, Dios les está visitando, Dios está metiéndose en los cubículos de su alma y está limpiando y sanando sus vidas y preparándote para ser instrumento de Dios. Yo les pido que se dejen tratar, que sean gente apasionada para con Dios. Inviertan, hermanos, inviertan porque la cosecha es grande.
Si a ti te dijeran, mira si tu trabajas arduamente y te esfuerzas vas a colectar un millón de dólares dentro de 3 años, ¿no te bajarías tu a trabajar con todo lo que tu pudieras? ¿verdad que si? Pues ¿saben qué? El Señor Jesucristo dice que el reino de los cielos es como un hombre que encontró una gran perla, una perla preciosa y fue a su casa y vendió todo lo que tenía para comprar esa perla, y dice el Señor también que es también como un hombre que descubrió un tesoro en un lugar escondido, enterrado y fue por todas las partes, vendió todo lo que tenía, consiguió suficiente dinero, compró la tierra, para poder poseer el tesoro. ¿saben qué, hermanos? Dios quiere darte en tus manos una cosecha de almas. Dios quiere usarte como instrumento. Dios quiere ennoblecer tu alma como hizo con Pedro que lo convirtió de pescador de peces malolientes a un pescador de hombres. Dios quiere hacerte a ti un instrumento de su gracia en esta ciudad, pero necesitas invertir en el Reino de Dios, necesitas, trabajar, estudiar la palabra, orar, ayunar, venir a la iglesia, llenarte del espíritu santo, interactuar con el espíritu de Dios para que pueda usarte a ti y ennoblecerte y levantarte y hacerte un consejero, un evangelista, un predicador, una maestra, una rescatadora de vidas jóvenes, pero tienes que meterte a hacer guerra por tu herencia. Dios quiere hacerlo en tu vida. ¿no te gustaría a ti ser uno de sus grandes hombres o mujeres que Dios use?
El Señor en el espíritu, ponte de pie ahora mismo, si tu quieres ser uno de esos, no lo hagas por cortesía, hazlo porque tu quieres verdaderamente hacerlo y vamos a pedirle al Señor que nos transmita. Vamos a tomarnos un momentito aquí para hacer eso. Si tu quieres, only if you feel that God is calling you, do not do it out of courtesy because it’s not about courtesy at all, it’s about really wanting the spirit of God to make you into a powerful instrument for his glory.
Tu has un pacto con Dios ahora mismo. Dile al Padre: Señor, yo quiero los últimos años de mi vida que me queden, ver una persona avanzada en edad o los muchos años que tengas, si eres joven, o mi profesión la quiero dedicar a ti. Yo quiero que tu me uses. Y ahora mismo yo pacto contigo, Señor, de echarlo todo a un lado, como ese hombre que lo vendió todo para comprar una perla preciosa. Yo te lo doy todo para ser usado por ti. Yo te entrego todo para ser un instrumento en tus manos. Sáname y purifícame.
Just ask the Lord, Father, make me an instrument for your glory, I’m willing to pay the price and that’s a very big thing to say.
Pero úsanos, Padre. Mira este pueblo, Señor. Queremos ser usados por ti. Queremos que tu gloria invada, Señor a esta comunidad. Glorifícate en tus hijos, Padre. Yo los bendigo en el nombre de Jesús, declaro tus dones. Declaro tu unción sobre sus vidas, Padre. Comienza conmigo, Señor,. Llénanos, llena nuestras copas hasta que reboce con tu espíritu, con tu unción, con tu aceite, Padre. Queremos gente apasionada, Señor. Queremos gente que no te ponga trabas. Queremos gente que no te ponga límites de tiempo. Queremos gente apetitosa por las cosas del espíritu. Envía tu poder, Señor. Envía tu gracia a estos jóvenes allá arriba, Señor. Conviértelos en guerreros, conviértelos en gente feroz, para ti, Señor. Mira a los nuevos que están aquí quizás por primera vez, los consagro a ti, Padre. Consagro sus vidas, consagro sus familias, sus emociones. Sana, sana en el nombre de Jesús. Rompe, quebranta, Señor. Ahora mismo quebrantamos yugos del diablo. Quebrantamos ataduras espirituales. Quebrantamos cascos de acero alrededor de las mentes de tus hijos. Quebrantamos pesos, Señor, y fardos que el diablo tiene sobre vidas, ahora en el nombre de Jesús, quebranto maldiciones en el nombre de Cristo. Padre, declaro familias libres, Señor.
Declaro con corazones anchados y vaciados de toda impureza para que tu gloria, tu aceite quepa en ellos, en nombre de Jesús. Di amen. Di amen. Recibe en el nombre de Jesús. Padre, declaramos tu gloria, Señor. Declaramos tu gloria en esta mañana. Levántate un pueblo feroz, Padre. Levántate un pueblo que uno traiga a 100, oh Señor, a la casa de Dios. Que cien traigan a un millón, Padre, a la casa de Dios, en el nombre de Jesús haznos radioactivos, Señor en las cosas del espíritu. Haznos magnéticos, Señor, que cuando esta comunidad testifique de ti, abra la boca, Padre, cosas sucedan. Señor, milagros sucedan, vidas sean tocadas, Señor, que tengan una estampa de autenticidad en su boca. Que cuando abran la boca, Señor, sea el espíritu santo hablando a través de ellos. En el nombre de Jesús soltamos un fluir de tu espíritu, soltamos, Señor ondas que son terremotos, Padre, para remover los cimientos de esta ciudad, de esta iglesia, Padre. En el nombre de Jesús que tu ungüento, Señor corra, que tu unción corra, Padre, que todo miedo huya, Señor amado, toda timidez huya, Padre. Toda actitud conservadora y timorata, Señor amado, toda pequeñez de ánimo ceda en el nombre de Jesús reemplazada por pasión por ti. Gracias, Señor. Lo recibimos, lo recibimos, lo recibimos. Recíbelo ahí en tu corazón. ¡Aleluya! ¡Aleluya! En el nombre de Jesús, gracias, Señor, gracias, Cristo. Amen y amen. Denle un gran aplauso al Señor porque Dios lo hace.
Tome asiento. No es el final del sermón pero le prometo que voy a hacer bien, bien rápido. Cinco cosas que nosotros necesitamos tener para poseer la tierra y para derrotar al enemigo. Se las voy a enlistar una por una.
Necesitamos confrontar al enemigo. Necesitamos confrontar al enemigo. Necesitamos la unción, tiene que haber confrontación, tiene que haber unción de Dios en nuestras vidas. Tiene que haber discernimiento profético en nuestras vidas y en la iglesia de Jesucristo. Tiene que haber una visibilidad del pueblo de Dios y tiene que haber una proclamación de la completa palabra de Dios en medio de la ciudad.
Confrontación, unción, discernimiento profético, visibilidad y proclamación. Estas son las 5 cosas, entre muchas otras quizás, que necesitamos usar para contrarrestar lo que está pasando en nuestra cultura. Y quiero aclarar algo para nuestros visitantes y personas que quizás no están acostumbradas a este vocabulario que yo estoy usando. Yo hablo de enemigo, hablo de guerra, hablo de confrontación, hablo de violencia espiritual. Hermanos, déjenme decirles algo, yo estoy claro en una cosa y es que nosotros somos un pueblo que tenemos que tener el amor de Cristo en nuestros corazones. Yo no estoy hablando de demonizar a nadie allá afuera. Lo que yo veo allá afuera es más bien gente confundida que no saben como dice el Señor, le dice a Jonás: “no saben discernir su mano derecha de su mano izquierda” porque no les ha llegado la palabra de Dios o porque el enemigo, como dice el Apóstol Pablo, ha cegado en entendimiento de ellos para que no les resplandezca el Evangelio de Jesucristo.
Cuando yo hablo de enemigo lo estoy diciendo en ese sentido. Para mi el verdadero enemigo es Satanás, el enemigo de las almas, que solo sabe matar, robar y destruir. Los enemigos no son los homosexuales, los enemigos no son los intelectuales que están simplemente engañados por Satanás, el enemigo no son los políticos que están tratando de cerrarle la puerta a la iglesia. El Señor Jesucristo dijo a través del Apóstol Pablo que nuestra lucha no es contra sangre y carne sino contra principados y potestades. Yo hablo de una guerra al nivel espiritual sobretodo. Yo hablo de que el pueblo de Dios tiene que ser militante al nivel espiritual. Yo hablo de que nosotros tenemos que estar seguros de que Dios nos ha dado una revelación diferente a la que le ha dado a cualquier otra religión o a cualquier otro movimiento espiritual. Nosotros tenemos una revelación que viene directamente de la boca de Dios. Esto no quiere decir que faltamos el respeto a nadie ni consideramos a nadie un enemigo. Nosotros amamos al contrario, cada día, yo lo que me mueve más es el amor que yo tengo a las almas que se pierden allá afuera, incluyendo a aquellos que hablan en contra de nosotros y que están simplemente poseídos por un engaño de su mente y de su espíritu y nosotros lo que queremos hacer es meter y saquear la casa del ladrón de sus almas y traerlos a conocimiento de Jesucristo, pero no podemos ser tímidos acerca de eso. Tenemos que confrontar, tiene que haber una confrontación.
Gedeón en algún momento decide ir en contra de los madianitas y lo vemos aquí en este pasaje listo para meterse en la confrontación con el enemigo. Asimismo la iglesia de Jesucristo tiene que confrontar. Nosotros somos, estamos aquí, hermanos, en el mundo para hacer un movimiento contra cultural. La iglesia siempre ha estado contraria al mundo. La iglesia siempre ha sido un ejército que está tratando de quitarle el poder a un enemigo que ilegítimamente está poseyendo la tierra. Satanás es el príncipe de este mundo y Cristo bajó a la iglesia en paracaídas y les dijo: tomen ese territorio que me pertenece a mi. Y por eso es que la iglesia tiene que verse a si misma como un ejército, y tiene que tener la misma actitud militante, confrontadora pero con armas de amor. Es una agresividad que paradójicamente no excluye el amor y la mansedumbre y la humildad y el sentido de necesidad propia de la redención de Dios, pero nosotros tenemos que confrontar a la sociedad.
Si nosotros nos quedamos callados y tomamos nuestro Evangelio y lo metemos debajo de una silla, como dice Jesucristo: una luz no se pone debajo de una cama, sino que se pone en un lugar alto para que alumbre. Y nosotros tenemos que confrontar a esta sociedad con una palabra de que no todo está bien, de que hay pecados que Dios los aborrece, de que hay comportamientos que tienen que ser cambiados, de que hay leyes y hay principios morales que están haciendo daño a la misma raíz de nuestra comunidad, de nuestra sociedad y que esas cosas tienen que ser abandonadas si queremos tener sociedades productivas y bendecidas por Dios.
Entonces la iglesia tiene que confrontar, la iglesia tiene que identificar al enemigo y tiene que decirle: nosotros le decimos una palabra de Dios y es que hay que tener arrepentimiento. Muchas iglesias se han dejado sobornar emocionalmente y hoy en día, están calladas y no hablan en una forma clara el Evangelio y están simplemente cada una allí tratando de agradar a todo el mundo y de decir las cosas que la gente quiere. Y yo mismo hermanos, cada vez que yo me paro aquí un domingo, yo miro y veo gente nueva que está visitando, algunos de ellos bien vestiditos y que se ve que son personas bien estudiadas y que quizás no comparte con nosotros lo que nosotros entendemos del Evangelio, muchas veces me siento tentado a suavizar algunas de las cosas que digo para no escandalizar y no hacer daño. Pero, hermanos, Dios me ha dicho claramente, tengo que predicar la totalidad del Evangelio. Esa es la única esperanza para esta sociedad y nosotros tenemos que confrontar, tenemos que hablar claramente al mundo y tenemos que identificar estos poderes de racionalismo, de humanismo, de rebeldía, de posesión de lujuria y de desenfreno sexual, de tratar de definir lo que es la humanidad y de rebelarse contra lo que Dios ha dictado que es el hombre.
Hermanos, Dios nos hizo. Dios nos programó, Dios tejió, dice la palabra, en su vientre, en el vientre de nuestra madre cada cosa que nosotros somos. Nosotros tenemos escrito en nuestro ser el código moral, espiritual que Dios declaró sobre nosotros. Nosotros podemos cambiar nuestra contextura espiritual de la misma manera que podemos cambiar nuestra contextura biológica. No se puede. Lo que tenemos que hacer es entrar en lo que Dios ha declarado a la humanidad y la iglesia tiene que anunciarle a la sociedad cuál es el programa de Dios para nosotros, cuál es el programa que Dios ha escrito en el ser del hombre. Cuando el hombre trata de rebelarse contra la programación divina, lo que hace es que se mete en grandes problemas.
Es más, la misma naturaleza se rebela porque todo en el universo está conectado, lo biológico con lo psicológico, con lo espiritual, con lo geológico, todo. Yo sinceramente creo que por esta razón el hombre está experimentando tantos desastres al nivel geológico, al nivel de la naturaleza, aún en esta nación, porque..... y esto no lo digo yo solamente, algunos psicólogos que se han metido más hondo, como Karl Jung, habla acerca de cómo la energía mental también penetra muchas veces en el mundo físico. Yo creo que la naturaleza se rebela contra todo tipo de rebeldía contra Dios. Cuando la naciones practican cosas que son aborrecibles ante lo que Dios como Dios ha estructurado el universo, el universo mismo se remueve en sus fundamentos y hay movimientos tectónicos también porque hay resistencia a la energía divina que quiere pasar libremente a través de las estructuras rebeldes y resistentes que los hombres ponen, entonces vienen las conmociones, vienen los grandes desastres, vienen las guerras. Porque es que el espíritu del hombre y de la sociedad está en desenfreno, está en quietud y lo siente la naturaleza y hace hechos proféticos de lo que está pasando a nivel de las estructuras sociales.
Y por eso es que la iglesia, la iglesia es la sal de la tierra, la iglesia es la luz del mundo, la iglesia es la autoridad espiritual, la iglesia es la madre que le dice a los adolescentes rebeldes; pónganse en orden con lo que dice su padre. En los últimos tiempos Dios enviará profetas que dice reconciliarán el corazón de los hijos con el corazón de los padres. La iglesia es ese poder reconciliador. Qué dice la sociedad, nos confrontamos porque les amamos, porque el Padre quiere reconciliación con ustedes. Papá no está allí con una escopeta de dos cartuchos queriendo dispararle a ustedes. El papá dice: vengan, vengan, yo quiero reconciliarme con ustedes, quiero paz pero necesito que ustedes me respeten, que ustedes se ciñan a mis valores. Pero si la iglesia abandona su voz confrontadora en amor, pierde su sal, pierde su sabor, entonces no sirve para nada. Hay que confrontar en el amor de Jesucristo. Tenemos que ser gente confrontadora en nuestras escuelas, en nuestros trabajos, en nuestros hogares, donde sea, en el amor de Cristo tenemos que decir: no, eso no se puede hacer porque Dios lo prohíbe. En nuestras vidas nosotros también tenemos que confrontarnos a nosotros mismos y pedirle al Señor que nos purifique cada día más y más, que nos limpie cuando en nosotros se levantan estructuras que son rebeldes contra la voluntad de Dios también. La confrontación tiene que ir en todas las dimensiones. Gedeón confrontó al enemigo.
En segundo lugar, la iglesia necesita la unción de Dios. Gedeón era un hombre ungido, el ángel tuvo un encuentro con Gedeón, le dio una mirada de capacitación, lo llenó del espíritu y al otro día Gedeón se movió y destruyó el ídolo de Asherah y la gente vino inmediatamente y se pusieron alrededor de Gedeón y Gedeón hizo un llamado y vinieron 32.000 hombres, ¿por qué? Porque Dios le había dado el poder de la convocación. Cuando Dios unge a una persona, a una iglesia, un ministerio, le da un poder, un atractivo porque se necesita para poder hacer lo que Dios quiere que haga. La iglesia necesita, nosotros necesitamos, por eso hicimos este momento de ponernos de pie, porque tenemos que pedirle al Señor: Señor, úngenos, llénanos con tu espíritu.
Dice la palabra “no es con espada, no es con ejército, es con mi espíritu”, dice Jehová, el Señor. La batallas se ganan en el poder del espíritu, pero necesitamos una iglesia unida. El domingo pasado hablábamos de que tenemos que llenarnos de Dios. Tenemos que dejar de mirar afuera y mirar al Dios que nos capacita. Tenemos que pegarnos de Dios, enchufarnos a Dios para que el poder de Dios corra a través de nosotros y entonces se manifieste hacia fuera. Tenemos que pedirle al Señor: Padre, capacítame. (No se apure que eso es música de fondo allí para alguien que está, ojalá y hubieran escogido una musiquita un poquito más suave, pero está bien, por lo menos.....). la idea es, hermanos, necesitamos unción. La iglesia tiene que estar ungida. Hay muchas iglesias que lo que tienen es mucho aparato. Tenemos muchos edificios bonitos, dinero en el banco, grandes sistemas de sonido, pedigríes educativos para todos los líderes, pero si no tenemos el poder de Dios en nuestra vida, la iglesia no va a poder hacer nada. Por eso es tan bueno cuando nosotros nos tomamos tiempo para adorar al Señor.
Usted ve cuando usted está 40 minutos, 50 minutos adorando.... tenemos que entender lo que pasa allí, no es simplemente cantando cumbayá y teniendo un momento romanticón, unos con los otros, es cuando nosotros estamos adorando al Señor, y la atmósfera se está cargando de energía espiritual, usted se convierte como en una de esas baterías que está recibiendo fuerza. La adoración, la unción de Dios, la energía que se está desatando en el aire es como un vapor que está penetrando por los poros y los está suavizando, los está abriendo en su interior, en su mente, en sus emociones, ustedes se están llenando de la presencia de Dios. Usted está siendo masajeado por el espíritu santo. Su mente está comenzando a pensar en formas diferentes. Quizás hay llanto, quizás hay risa de liberación, cosas se desprenden de usted. No es simplemente cantar, porque sería tremendamente monótono y aburrido, es entrar en esa nube de la presencia de Dios y recibir la unción de Dios y entonces salir a la calle para servir al Señor.
Y la iglesia tiene que aprender más y más. Dios necesita iglesias unidas, Dios necesita gente unida. No es solamente gente evangélica, no es solamente gente protestante, no es solamente gente que vengan a la iglesia, no, es gente que lleve a la iglesia dentro de ellos 24 horas al día, es gente que sepa como moverse en la unción de Dios, es gente que haya sido capacitada por un encuentro con el espíritu santo. Tenemos que pedirle al Señor cada día: Señor, haznos cada día más y más una iglesia pentecostal, una iglesia que sepa moverse en la unción tuya, en el poder para que podamos hacer las obras que tu quieres hacer.
Dios le dijo a los Apóstoles, no se vayan. Jesús les dijo: No se vayan de Jerusalén hasta que no seáis investidos con poder de lo alto. Porque El sabía que para poder hacer la tarea de evangelizar el mundo, necesitaban algo diferente. Entiende, hermanos, la predicación no te da eso. La lectura de la Biblia no te da eso. El estudio de los discipulados no te da eso. diezmar no te da eso. El cantar no te da eso. Tiene que ser un encuentro directamente con la unción de Dios. Recibir una impartición de poder en tu vida, llenarte del espíritu santo, moverte en esa unción en tu vida y eso te dará autoridad para vencer a los gigantes que hay en tu vida, sea de matrimonio, sea una adicción a droga, sea un problema mental, sea depresión, sea un problema físico, financiero, lo que sea, la unción de Dios es la que pudre el yugo, la que hace posible que vengan las demás cosas.
Hay tanta gente que conoce de Dios y conocen de religión, aún en los púlpitos, aún en el servicio de Dios, pero todavía están en derrota porque todavía no han podido enchufarse a ese poder misterioso del espíritu santo, hermanos. Eso es lo que necesitamos más y más en nuestra vida cada día, esa unción. Y Gedeón la tenía porque la recibió de Dios y se vio la diferencia inmediatamente en su comportamiento cuando se encontró con el ángel y después Dios se la dio en otras maneras. Nosotros necesitamos eso también.
Hemos hablado de la tercera cosas, discernimiento profético.¿Qué quiero yo decir con eso? me refiero, hermanos a que Gedeón escuchaba de Dios continuamente, tuvo un encuentro con el ángel, después le dijeron: ve y destruye el ídolo de Asherah. El hizo eso, después Dios le pidió él a Dios que le diera una señal de su favor y Dios se lo dio a través del vellón que estaba lleno de agua, sereno, después de eso también se lo dio mojando el terreno alrededor de él pero dejando el vellón seco, y después de eso le dijo: mira, ve ahora y escucha lo que está pasando en el campamento, Yo te voy a demostrar que yo estoy contigo allí, todas maneras en que Gedeón estaba en continuo diálogo con Dios, estaba recibiendo palabra, estaba recibiendo revelación de parte de Dios. Dios le decía qué es lo que tenía que hacer, cómo moverse, le dio la estrategia de esta ateas ardiendo y estos vasos vacíos y estas trompetas, ¿por qué? Porque cuando Dios nos llama El nos quiere dar estrategia. Dios quiere hablar a tu vida cada día.
Quizás tu tienes, por ejemplo, un hijo adolescente rebelde y no sabe cómo tratar con él y no has encontrado la clave para entrar a su alma. Tienes que ir a Dios, tienes que decirle; Padre, háblame, enséñame, ¿cómo tu quieres que yo trate a mi hijo? Quizás tu tienes un problema matrimonial y no sabes cómo resolverlo, estás quizás distanciado emocionalmente de tu esposa, hay problemas en ti, en tu carácter, en tu trato, y tu necesitas liberación de esas actitudes. Tienes que ir en oración, tienes que ayunar y pedirle al Padre consejo específico ¿cómo puedo yo romper este problema, Señor? Quizás hay actitudes en tu vida, quizás hay un problema financiero, la iglesia necesita poder fluir en el discernimiento profético de Dios. Necesitamos palabra ahora. Dios quiere hablar a sus hijos. Dios quiere hablarte a ti. Dios quiere tener diálogos personales contigo. Dios quiere cada día en el trabajo, en el tren, en el carro donde vas, El quiere traer cosas a tu espíritu. Dios nos está hablando en este tiempo proféticamente.
Esta mañana vino el pastor Basil Yarde aquí y nos dio una palabra profética preciosa. Dios nos está hablando de que... a mi me dice proféticamente de que este es el tiempo ya, estamos al borde de entrar en un gran avivamiento. Por eso yo siento esta gran urgencia, Dios me está hablando acerca de eso. Dios me está hablando de que Dios está haciendo cosas nuevas en esta congregación. Dios me está hablando de que cuando yo fui a Israel y regresé Dios hizo algo en mi vida y lo está transmitiendo a ustedes. Dios nos está hablando de que hay algo nuevo en los aires de que Dios quiere que tratemos con El en una manera diferente. Dios nos está hablando de que necesitamos arreglar los patrones de nuestra vida, poner las cosas en orden, prepararnos para la cosecha, dejar de estar jugando al Evangelio y entrar serios ya de una vez por todas, para que Dios pueda hacer lo que El quiere. Dios me está hablando en mi ministerio y en mi vida, acerca de cosas que yo tengo que hacer en mi propia vida y arreglar con Dios y poner en orden para que Dios pueda usarme como El quiere usarme.
Y Dios quiere amar a tu vida también de la misma manera, para hacer cosas en ti, para que tu puedas vivir esa vida victoriosa que El quiere que tu vivas. ¿Cómo lo vas a conseguir? Tienes que apartar tiempo para buscar de Dios. Tienes que apartar tiempo para orar, para ayunar, para leer la palabra, y cuando tu abras la palabra dile: Padre, háblame. No la leas rutinariamente, Dios te va a hablar a través de palabras escritas y El va a activar pasajes de la Escritura que va a ser como si ese pasaje, de momento se pusiera en relieve y te estuviera hablando a ti solamente. Y cuando tu vayas al tiempo de oración personal, ve esperando escuchar que Dios te va a decir algo específicamente a ti a través de ese tiempo de oración, y pon tus oídos alerta. Pero se necesita una iglesia que fluya en los dones del espíritu santo, lo cual incluye la palabra profética, los sueños, las revelaciones, las impresiones del espíritu, las imágenes que vendrán a nuestra mente. Se necesita eso para poder rescatar a esta sociedad porque este mundo en que vivimos está demasiado atado con ataduras racionales, intelectuales, culturales.
Hoy en día el hombre ha sido capacitado para producir cosas en las artes y en todas las dimensiones de la existencia humana que lo apartan más y más de Dios. La dureza de corazón del hombre hoy es mayor que nunca antes en toda la historia y por lo tanto la iglesia necesita nuevas herramientas que tienen que venir de Dios y van a ser herramientas ridículas, como estas. ¿Cómo podía uno derrotar un ejército que era más numeroso que dice como las arenas del mar, con unas teas ardiendo y unas vasijas vacías? Porque eso era lo que Dios quería. Y cuando Dios está en una revelación específica tu puedes coger una espada de goma y con eso tu puedes derrotar a un monstruo porque la espada está ungida con el espíritu de Dios, pero tienes que saber que eso es lo que Dios quiere. En las manos de una David ungido que recibía palabra profética de Dios una honda fue todo lo que se necesitó para derribar a un gigante que todo un ejército israelita no lo pudo hacer. Si nosotros fluimos en la revelación específica de Dios, Dios nos va a dar estrategia y herramienta que en un momento destruirán al enemigo, pero tenemos que estar atentos a esas cosas. Quizás todos los años de lucha que tu has tenido, peleando con algo en tu vida, Dios lo va a derrotar en un instante, pero necesitas saber qué es lo que Dios quiere de ti y cómo El quiere usarte en esa manera.
Confrontación, unción, discernimiento profético, la cuarta cosa, visibilidad. Tenemos que ser visibles, hermanos. Ahora mismo aquí nosotros somos visibles unos para con los otros, pero allá afuera el mundo no sabe que aquí hay cientos de personas en este lugar adorando al Señor. ¿Cómo lo van a saber? Cuando tu salgas a la calle. Mañana muchos de ustedes van a estar en una fábrica, en una oficina, en un aula escolar, en la calle manejando, tomando un autobús, la iglesia de Cristo tiene que hacerse visible. No podemos refugiarnos en las cuatro paredes. Tenemos que estar allá afuera, dejándole saber al mundo que somos una presencia. Yo le doy gracias al Señor, lo que ha pasado en este tiempo con toda la cuestión del matrimonio y todo eso, yo creo que Dios está permitiendo todo eso simplemente para obligar a la iglesia a hacerse presente. Hemos estado demasiado escondidos, mientras tanto el enemigo se sirve con la cuchara grande y hace esto y hace lo otro y solamente cuando nos despertamos y nos damos cuenta de cómo se ha posesionado de todo, entonces nos ponemos las manos en la cabeza y decimos: ¡qué desastre!, y comenzamos a apagar el fuego.
Pero Dios quiere que la iglesia sea activa, que sea presente, que sea visible, que ensanche su tienda como le dice en Isaías 54: ensancha el sitio de tu tienda, alarga tus cortinas, afirma tus estacas, alarga las cuerdas de tus cortinas, porque yo te voy a extender al norte y al sur, al este y al oeste. Le dice: no seas tímido porque te extenderás, darás a luz, poseerás las naciones, poseerás la vida de tus hijos.
Eso es lo que Dios le está diciendo a la iglesia, hombres. Donde quiera que tu estés, se una presencia visible. A los jóvenes les digo, no se dejen intimidar por sus profesores, Dios les va a dar sabiduría para hablar con autoridad. No se dejen intimidar por sus compañeros de clase que están hablando de esto o de lo otro y repitiendo como el papagayo las teorías anticristianas y antinaturales y antidivinas. Usted sea una presencia inquietante donde quiera que usted esté. Dígale a la gente: yo soy cristiano ¿y qué? ¿usted entiende? Seamos claros en nuestra fe. No nos dejemos intimidar porque nosotros tenemos el poder de Dios con nosotros. Dice la palabra: con ellos está el brazo de carne, pero que con nosotros está Jehová de los ejércitos. Dios nos ha dado la palabra.
Hermanos, si nosotros fluimos en esa palabra y hablamos con autoridad y nos paramos y decimos aquí yo estoy, como un príncipe de Jehová, como un representante del Reino de Dios. Abre tu boca y Dios te va a dar palabra de autoridad, pero tenemos que ser visibles, tenemos que ser presente, tenemos que ser una iglesia que esté allá en la calle, tenemos que invitar a otros a venir a la iglesia. Tenemos que testificar en nuestros vecindarios. Tenemos que abogar por los valores del Reino de Dios. No pidamos disculpas por lo que nosotros creemos. El enemigo quiere que nosotros cojamos miedo y nos dice: ah, tu odios a los homosexuales, tu estás lleno de odio, tu estás lleno de tu propia justicia, estás criticando continuamente. Todas esas acusaciones que son lanzadas contra nosotros, como maldiciones para intimidarnos y hacer que nosotros aceptemos la visión del Evangelio que nos esta siendo transmitida por el enemigo.
Y nosotros tenemos que decir: que el Señor te reprenda, yo no recibo eso. yo soy un hijo de Dios. Yo tengo amor en mi, yo amo a la humanidad, yo te amo a ti. Yo tengo la verdad de Dios en mi vida, yo tengo una revelación una vez dada a los hombres por todos los siglos. Yo tengo la verdad de Dios que creó el universo y que fundó los cimientos de los planetas. Yo tengo una fe que habla tanto a nivel microcósmico como al macrocósmico. Yo puedo hablar tanto de las cosas que tienen que ver con la naturaleza y también por las cosas que tienen que ver con el espíritu. Yo puedo hablar de lo temporal y de lo eterno. Puedo hablar de lo científico y puedo hablar de lo moral. Puedo hablar de lo individual y puedo hablar de lo colectivo, puedo hablar de lo político y puedo hablar de lo artístico porque tengo la sabiduría, la mente de Cristo. Esa es la palabra que nosotros tenemos que estar diciéndole al mundo hoy en día. No pidamos disculpas por lo que Dios le ha rebelado a su iglesia. Si el mundo no se ha desmoronado y se ha partido en cincuenta mil pedazos es porque la iglesia de Jesucristo todavía está presente para preservarlo. No nos amedrentemos, hermanos. No tengamos temor. Levantemos la voz. Toquemos las trompetas. Quebremos las teas. Dejemos que nuestra luz de nuestra antorcha brille y que el mundo vea un hombre, una mujer llenos de la revelación de Dios. Seamos visibles.
Yo les compartí a los hermanos, una última ilustración con respecto a este punto y ya me queda uno más. Estos últimos días el alcalde de la ciudad de Boston a quien nosotros apreciamos, porque es un hombre decente, y algunas autoridades de la ciudad quisieron quitarle el nombre del árbol navideño a un árbol que siempre se ha puesto en la Boystron Street, cada año para celebrar la navidad. Pero como usted sabe en esta sociedad hay un espíritu de anticristo, en inglés navidad es Christmas, que viene de la palabra Christ, Cristo, entonces yo se, hoy en día, hermanos, la palabra Cristo escandaliza. Usted menciona la palabra Cristo y hay un movimiento espiritual en el aire.
Yo he estado en reuniones sociales de gente decente y que tiene buenas intenciones y muy profesional y cuando se menciona algo que es muy puro del Evangelio usted siente la incomodidad en el aire. ¿Por qué? Porque hay energías espirituales que resienten la mención del nombre de Jesús. Ese es el espíritu de anticristo que hay en la sociedad y aún personas bien intencionadas y decentes están poseídas por ese espíritu de anticristo hoy en día, por eso es que la iglesia no puede sujetarse a eso. El caso fue que quisieron quitarle el nombre de árbol navideño, Christmas Tree, y ponerle simplemente árbol festivo porque no querían ofender, supuestamente a las personas que no compartan la fe cristiana. Aunque ese árbol lleva 50, 60 años que se está enviando siempre de Nueva Escocia, en Canadá en agradecimiento a la ciudad de Boston por un acto de ayuda que le dio Boston a Nueva Escocia y hoy en día usted ve eso más y más. Dondequiera se quiere extirpar cualquier señal de cristianismo de los recintos y de los lugares públicos de esta nación, porque el diablo sabe que cuando una nación quita la persona, el nombre, la sangre de Jesús, de sus dinteles está abierta a toda penetración demoníaca posible.
Yo les puedo decir que lo único que hace temblar al diablo es el nombre de Jesús. Y yo he tenido mucha oportunidad a través de los años de ver una persona endemoniada o infectada por demonios, cómo los demonios aborrecen el nombre de Jesús y la sangre de Jesús, porque hay poder en esa sangre. El nombre de Jesús es una llave mágica que abre puertas y cierra puertas. La figura de Jesús es un talismán sagrado, cuando usted lo tira cosas explotan y estallan, los demonios huyen. Hay poder en la sangre de Cristo, hay poder misterioso, no nos podemos avergonzar de decir la sangre de Jesús, el nombre de Jesús. El caso fue que el alcalde quiso quitar eso y estas autoridades de la ciudad en su deseo de ser políticamente correctos, gracias al Señor que un grupo de cristianos que siempre están vigilando precisamente ese tipo de acción, le escribieron a la ciudad y les dijeron: si ustedes hacen eso, les vamos a meter una demanda y los vamos a llevar a la corte. El alcalde y las demás personas se retiraron y hoy todavía se llama árbol navideño.
Las encuestas dicen que esta nación, el noventa y pico, yo mismo me quedé sorprendido, el noventa y pico por mucho de la gente se identifica como de extracción cristiana aunque no practiquen el cristianismo, y hay una cantidad mayoritaria de gente que dice que va a la iglesia cristiana todos los domingos, aún en esta nación, escuchen. El porcentaje de personas que se identifican como budistas, hinduistas, y otras religiones es como un 5 ó un 7% de toda la nación, ¿por qué el noventa y pico por ciento de esta nación va a dejarse, que por no ofender sensibilidades demasiado desarrolladas, que se extirpen las señales del Evangelio en todas partes de esta nación. No estamos diciendo que se excluyan, que se pisoteen los demás. Estamos diciendo que la mayoría tiene derecho también a celebrar sus raíces y sus símbolos y sus creencias.
Gracias al Señor, hermanos que hay gente que todavía militante están defendiendo, no pidamos disculpas. Está orgulloso del Evangelio que te ha sido dado y celébralo y seamos una presencia visible en las naciones y en las ciudades y en los estados. Dios está esperando, hermanos que la iglesia se ponga de pie y diga: aquí estamos. Cuando la iglesia haga sentir su presencia, Dios entrará en acción.
Cuando Gedeón se paró, rodeó el campamento enemigo y quebraron las vasijas y salieron esas antorchas a encenderse en el medio de la medianoche de esa oscuridad, de ese campo, donde estaba ese enemigo, y comenzaron a tocar sus trompetas, y comenzaron a gritar por Jehová y por Gedeón, el espíritu de Dios cayó en esa declaración y puso la espada de uno contra el otro. Porque cuando la iglesia se hace presente, visible se convierte en un instrumento, en un canal presente. Ahí es donde el poder de Dios entra en el hospital, en la escuela, en la oficina, en la calle, en el hogar, en el vecindario. Dios hace su obra, pero si nosotros estamos escondiendo nuestra luz debajo del almud y estamos calladitos y temerosos, y no queremos que nadie sepa, usted no sabe cuánta gente por lo general que yo conozco, que los he conocido durante tiempo y solo después de mucho tiempo descubro que son cristianos, son cristianos encubiertos.
Necesitan salir del closet también, hay otros que están saliendo del closet pues salgamos nosotros del closet también, hermanos. Joven no pidas disculpas por tu fe. Trabajador, obrero, profesional, ama de casa, no pidas disculpas porque has recibido una revelación única, excepcional para todos los tiempos. Vamos a ser visibles. Cuando tu camines di: conmigo camina el Reino de Dios. Dondequiera que tu vayas, Dios te ha entregado toda la tierra que pise la planta de tus pies. No temas de ser visible, atrévete en el nombre de Jesús. Atrévete en el nombre de Jesús. Dios necesita iglesias visibles, iglesias presentes, iglesias “in your face” como dicen en inglés, ahí, que anuncien el Evangelio a tiempo y fuera de tiempo, sino quieren aceptarlo eso es asunto de ellos, pero tu descarga tu responsabilidad delante de Dios.
Lo último, y digan todos Gloria a Dios. Proclamación. Esto va a ser bien breve. Proclamación. Ya yo lo he dicho en un sentido. Necesitamos proclamar el Evangelio completo de Jesucristo. ¿Cómo vemos la proclamación? En ese alardeo, esa algarabía que hubo cuando Gedeón y sus hombres gritan y tocan las trompetas y brillan sus antorchas y rompen los cántaros, en ese momento vemos que en esa proclamación de alabanza y de adoración, la presencia de Dios comienza a moverse y suceden cosas.
La iglesia tiene que proclamar la verdad del Evangelio. Para que ustedes vean que estoy en serio, y a invitarlos a los músicos a que pasen por acá y que suban y que comiencen ya a cerrarnos en esto.
El enemigo quiere robarnos el Evangelio. El enemigo quiere que nosotros editemos el Evangelio para que la gente no se moleste. Hay muchas iglesias, y lo digo respetuosamente sobretodo en el mundo anglosajón, que hoy en día bajo el deseo de no escandalizar a la gente, no confrontar, no ofender, están sacando una cantidad de verdades del Evangelio y las están metiendo debajo de la alfombra, porque supuestamente son demasiado confrontativas y son desagradables para la gente. ¿Por qué? Porque la gente viene de afuera llenos de este espíritu secular, racional, rebelde contra Dios y llegan y cuando la palabra se anuncia en toda su plenitud, hay un choque de poder, pero a menos que nosotros no estemos dispuestos a que haya ese choque y a ofender a la gente, pero ¿saben qué?, que muchas veces al ofenderlos, removemos los cimientos de su espíritu y entonces permite que Dios pueda entrar. Quizás se van echando chispas y maldiciéndote pero después llegan a sus casas y ya el germen del espíritu está en su corazón y entonces Dios puede comenzar a obrar en sus vidas. Pero si tu estás más interesado en agradarlos a ellos que agradar al Dios que te envió, vas a perder esa oportunidad de ser un elemento regenerador en la cultura en que estamos.
Si la iglesia pierde su sabor, no sirve más que para ser botada. Si la sal pierde su sabor, ¿para qué servimos? Nosotros no vamos a perder nuestro sabor, vamos a proclamar, vamos a adorar, vamos a buscar una plenitud de vida, vamos a anunciar el Evangelio completo que Dios nos ha dado. No vamos a rehuir de anunciar, como dice Pablo, el Evangelio, la verdad de Dios a los que Dios nos ha encomendado. Tiene que haber proclamación. Lo hacemos al adorar al Señor con libertad, lo hacemos al predicar la palabra. Yo no solamente predico para ustedes hermanos, predico a los demonios también que están alrededor escuchando, predico a los ángeles de Dios para adorarlos, predico al Padre para decirle: yo creo lo que tu dices. Predico a los aires para enviar ondas que penetren en el mundo espiritual. Hay que proclamar, hay que anunciar, hay que declarar y entonces que cada uno se encargue de hacer lo que quiera con la palabra, eso es asunto de ellos. Nosotros descargamos nuestra responsabilidad.
Unción, visibilidad, discernimiento profético, proclamación, confrontación. Estos son los elementos que tenemos que usar en la batalla, tanto en nuestras vidas individuales como en nuestras vidas colectivas.
Pongámonos de pie, démosle gracias al Señor y vamos a decirle: Padre, nos entregamos a ti como iglesia en esta mañana, nos entregamos como iglesia. Hermanos, les doy gracias por su tiempo pero esto es el tiempo de Dios. Entra esa palabra en su vida, Dios quiere hacer grandes cosas con su pueblo. Este es el tiempo de la guerra, es el tiempo de la guerra amorosa. Nuestras armas no son carnales, dice la palabra, son poderosas en Dios para la destrucción de fortaleza. No son armas de oscuridad son armas de luz, son armas de amor, armas de verdad, armas de justicia, armas de transparencia, armas de reconocimiento personal de nuestra necesidad de Dios. Y al nosotros humillarnos y reconocer que nosotros somos los primeros necesitados, entonces podemos extender manos de misericordia a otros también. Que Dios nos bendiga y que su gracia repose sobre nosotros en esta tarde.
Padre, bendigo a tu pueblo, los libero de aquí para servir, Señor. Oh, que tu unción vaya con nosotros, Padre, en esta tarde. Que estas palabras que han sido declaradas, no caigan a tierra. Yo creo que harán todo aquello para lo cual tu las enviaste, Señor. Las atesoramos en nuestros corazones. Bendigo a tu pueblo. Ayúdanos a ser testigos fieles y verdaderos, auténticos e íntegros del Evangelio precioso que tu nos has confiado. Gracias Señor en el nombre poderoso de Jesús. Amen y amen. Hermanos, que la gracia del Señor siga con ustedes. Amen. Amen.
Isaías 40:27
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En el versículo 27, Isaías 40:27, dice “¿Por qué dices, oh Jacob, y hablas tu Israel, mi camino está escondido de Jehová y de mi Dios pasó mi juicio? No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, El cual creó los confines de la tierra. El no desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas a quien no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen, pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas, levantarán alas, como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.” Bendiga el Señor su santa palabra.
Esta mañana, en realidad el sábado por la mañana, como a las 4 de la mañana, mientras teníamos nuestro tiempo de vigilia aquí, un momento para yo compartir algo con los hermanos y estaba buscando allí una palabra fresca de parte del Señor y encontré este pasaje de Isaías, Capítulo 40, y mientras lo examinaba para ver si era apropiado para animar a nuestros hermanos, pensé: “en realidad es tan básico ese mensaje que quizás no se presta más que a una o dos oraciones rápidas, con frases rápida de comentario.” Porque mucho hemos recitado ese pasaje donde dice que los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen, pero los que esperan a Jehová..... etc, etc.
Pero siendo obediente a lo que sentía que era una palabra del Señor para el grupo, obedecí y la compartí con los hermanos y algunos me testificaron que fue de gran bendición, y mientras lo hacía sentía en realidad, la confirmación del Señor, y por eso, era un grupo pequeño ya a esa hora de la mañana, siento que Dios quiere darnos una palabra de ánimo. El viernes todo el fluir desde el comienzo mismo de la reunión fue del amor de Dios para con nosotros, la gracia de Dios que fluye sobre nuestras vidas, las buenas intenciones del Señor, el deseo que tiene el Señor de que nuestra vida espiritual no sea estéril, no sea rígida, no sea gravosa, sino que verdaderamente Dios tiene buenas intenciones para con nosotros, Dios quiere bendecirnos, Dios quiere afirmarnos y fortalecernos.
Y este pasaje habla precisamente a personas que quizás se sienten como que han llegado al final del camino. Quizás tu te sientes que tu carga te pesa demasiado, y llevas demasiado tiempo bregando con una situación difícil que no obedece a las oraciones, no obedece a las peticiones ni a los ayunos y tu ya estás quizás sintiéndote tentado a decir: ya no más, no voy a seguir intercediendo ni orando porque ya Dios se olvidó de mi y de mi camino. Esta mañana cuando entraba al servicio saludé una hermana que hacía un tiempecito que no la veía y me decía: Pastor, estoy aquí, estoy contenta pero llevo ya tres meses de lucha y de situaciones difíciles. Yo le dije, hermana usted está en el lugar correcto, aquí en la casa del Señor, aquí puede encontrar la esperanza que usted necesita, el gozo y la palabra que usted necesita. Y quizás como ella, yo sentí que eso fue una confirmación del Señor de que Dios quiere darnos ánimo para seguir en la batalla, seguir allí hasta que el Señor de lo que El tiene para nosotros.
El escritor Isaías, el profeta de Dios, comienza ahí en el versículo 27 con una pregunta, que es una pregunta retórica porque tiene su propia respuesta ya, la respuesta es obvia. ¿Por qué dices, oh Jacob, y hablas tu Israel, mi camino está escondido de Jehová y de mi Dios pasó mi juicio? En otras palabras, Isaías está refiriendo a Israel mismo, Jacob era otro nombre que se le daba a Israel, y le está diciendo: ¿Por qué piensas tu que Dios ya se olvidó de ti? Tenemos que entender el libro de Isaías, y el ministerio de Isaías. Isaías escribió a un pueblo derrotado, a un pueblo que estaba ya siendo exiliado, estaba pagando el fruto de su pecado de idolatría, de olvido de Dios, habían pecado contra Dios, estaban bebiendo las consecuencias de sus pecados, se sentían alejados de Dios, se sentía que no había esperanza para ellos. Un poderoso reino estaba en contra de ellos, no podían contar con el favor de Dios y Dios usó al profeta Isaías para escribir palabras, entre otras cosas, de ánimo para esa nación bajo juicio, esa nación desmoralizada.
Y por eso Isaías tiene pasajes maravillosos de consuelo, de parte del Señor, y por eso es que Isaías también contiene algunas de las profecías más bellas acerca del Mesías venidero. Porque el Señor quiso, no solamente bendecir a los judíos en exilio con palabra de promesa y de esperanza para ellos en el momento histórico que estaban viviendo, sino que también quiso bendecirlos con una visión a largo plazo, de un día en que Dios manifestaría su favor en una forma sin precedentes, final, y por eso hay estos pasajes también de promesa mesiánica, para el pueblo de Israel. Pero aquí específicamente le habla a los judíos y por extensión nos habla a nosotros, te habla a ti, y me habla a mi también. Porque Israel es el pueblo original de Dios pero la iglesia es esa continuación del favor de Dios entre los hombres. Nosotros somos el nuevo Israel. No que Dios haya terminado su propósito con Israel, pero esas promesas dadas a Israel, son promesas dadas a los hijos de Dios y nosotros también podemos tomarlas en el nombre del Señor. Amen. Están muy callados ustedes en esta mañana.
Pero Dios quiere también bendecirlos con esa promesa. Israel eres tu, Jacob eres tu y Dios te dice a ti. ¿Por qué tu dices que tu camino ha desaparecido de la vista del Señor? ¿Por qué te sientes tu como que ya Dios se olvidó de ti? Hermanos, el Señor, dice la palabra “nos tiene esculpidos en la palma de su mano”. Dios te conoce, Dios tiene conciencia de tu necesidad y a veces tu quizás te sientas como que tu has hecho cosas que ya te han quitado el favor de Dios, ya tu no tienes derecho a recibir nada de Dios. Quizás tu has cometido errores en tu vida y te has metido en situaciones serias, quizás hasta has negado a Dios en algún momento de tu vida, y tu quizás, como Israel, te sientas, ya mi oportunidad pasó, ya mi tiempo pasó. No hay esperanza para mi. O quizás es la primera vez que tu vienes a la iglesia y sientes que esos milagros que la Biblia dice que pueden suceder y esas respuestas son para aquellos que llevan mucho tiempo en el Evangelio o los que saben orar, o los que son expertos en la Biblia o los que saben hacer guerra espiritual. Yo quiero decirte que lo único que Dios necesita es un corazón que le crea, un corazón contrito y humillado. Un corazón que diga: Señor, para ti no hay nada imposible.
Cuando tu miras en la palabra, yo recordaba esta mañana, el caso del paralítico sentado allí al lado del estanque y dice la Biblia que cada cierto de número de meses o años venía un ángel misteriosamente, invisiblemente, removía el agua y la gente ya sabía que cuando veían esa agua removerse así, por una mano invisible, eso quería decir que el poder de Dios estaba allí y el primero que se lanzara al agua recibía la bendición y era sanado. Y ese hombre paralítico estaba allí y llevaba años sin poder recibir su milagro, porque había otros más ágiles que él que se lanzaban antes. Y quizás ese hombre se sintió como se sentía Israel, o quizás como te sientes tu. Ya mi esperanza ha pasado y no hay futuro para mi porque otros..... y así es que piensa el hombre, pero Cristo ha venido a traer una nueva forma de Dios relacionarse con los hombres. Ahora no es por el esfuerzo, ahora es por la gracia de Dios, esa gracia que nosotros no merecemos. No es por lo que tu haces, no es por la fuerza que tu tengas, no es por tus buenas obras, no es por el dinero que tu das a la iglesia, es simplemente por el favor y la gracia y la misericordia de Dios en tu vida.
Si tu tienes un corazón que desea ver la gloria de Dios y tu te estás humillando delante del Señor, y tu dices: “Padre, para ti no hay nada imposible”, ese milagro puede darse en tu vida también como se dio en la vida de ese paralítico. Porque el Señor Jesús se acercó a él y le dijo: “¿Cuál es tu problema, qué tu necesitas?”, él le explicó “cada vez que yo quiero tirarme al agua cuando se mueve siempre hay alguien que se viene delante de mi y yo pierdo la oportunidad”, y el Señor le dijo: “No te preocupes, yo te sano”. Y ese hombre salió con su camilla en el brazo como un símbolo de que con Cristo todo es posible, de que Cristo es la fuente de la gracia y de la misericordia.
Anoche mientras comenzábamos, o la noche anterior, mientras comenzábamos nuestro servicio, el Señor me hablaba en el Libro de Zacarías acerca, precisamente en la construcción del templo, en el Capítulo IV, en el Libro de Zacarías hay un llamado al pueblo de Israel a edificar el templo después del exilio, después de los tiempos de Isaías, precisamente. Dios invita al pueblo hebreo cuando han regresado del exilio a edificar su templo. Y los israelitas se sentían derrotados después del exilio, era un grupo pequeño el que había regresado a Israel. La tarea de construir un templo digno del Señor parecía muy grande, parecía muy difícil, no tenían recursos, no tenían dinero suficiente, no tenían suficientes albañiles y gente talentosa. Y el Señor quiso animarlos a que le construyeran el templo, porque el Señor quiere su templo construido, así como lo quiere aquí también en León de Judá, que le construyamos un templo. Se necesita gente esforzada que entiendan que Dios quiere que ese templo sea construido y que crean que Dios lo hace posible.
Entonces El le escribió a través de Zacarías al pueblo, y miren cómo le dice aquí en el versículo 6, 4:6, Zacarías. “...... entonces respondió y me habló diciendo: “esta es palabra de Jehová a Zorobabel”, es decir, Zorobabel era el que iba a construir ese templo, un gobernante de Israel, “..... que dice, no con ejército, ni con fuerza, sino con mi espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos. ¿quién eres tu, oh, gran monte, delante de Zorobabel serás reducido a llanura. El sacará la primera piedra con aclamaciones de ¡gracia, gracia! a ella.”
¿Y qué es lo que está diciendo aquí? Dios está animando a su pueblo diciendo: “miren, ustedes van a construir ese templo, parece difícil, pero mi templo no se va a construir necesariamente con el esfuerzo de los hombres sino con mi espíritu. Ven, las obras del Señor se hacen no con el talento, no con lo que nosotros podemos necesariamente hacer nosotros, sino es Dios usándonos. Y entonces Dios dice: “..... y entonces cuando ustedes pongan la primera piedra, en señal del comienzo de la obra, el pueblo va a decir ¡gracia, gracia! Es decir, ese templo va a ser construido no con sudor necesariamente y lágrimas y sufrimiento y padecimiento, sino con mi gracia, con mi favor, con mi bendición y ustedes lo van a levantar, y ese monte que parece inmenso, ustedes lo van a aplanar para que sobre el esté mi templo, y será reducido a un valle en un momento, porque mi gracia va a fluir a través de ustedes.
Hermanos, la idea es que quizás hay una tarea que Dios tiene en tu vida, hay una situación, hay un gran monte que está frente a ti, tu estás luchando con alguna situación difícil y Dios dice: “mira, en un momento ese gigante que parece invencible, Yo lo voy a reducir a nada, y tu vas a comenzar a ser bendecido, y tu vida va a ser edificada, y tu vas a oír aclamaciones de ¡gracia, gracia!. Cuando tu estés en dificultades, hermano, cuando tu estés en problemas, di ¡gracia, del Señor!. Envía la gracia de Dios contra tu problema. Envía la gracia del Señor contra tu necesidad y esa declaración del favor de Dios reduce los obstáculos a nada.
En vez de nosotros dejarnos atemorizar por los problemas y las dificultades de la vida, Dios nos llama más bien a confiar en su favor, en su bondad, en su misericordia, en su fidelidad. Y por eso aquí en el siguiente versículo dice en Isaías, Capítulo 40; “no has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra. El no desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance”. Miren la respuesta que le da Isaías a esa gente que está desmoralizada. No les dice “tu problema tiene solución, no te preocupes, Dios te va a contestar”. La contestación de Isaías es una invitación a mirar hacia Dios, a poner la mirada en el Señor, a enfocar los atributos de Dios, a pensar quién es Dios, y a meditar en sus obras maravillosas, en su carácter perfecto, en su poder, en su conocimiento, en su sabiduría. Isaías le dice a esa gente afligida: “miren a Dios, miren los atributos de Dios, miren quién es Dios. Dios conoce todas las cosas, El no desfallece”, es decir, Dios tiene conocimiento de todo y también tiene poder para resolverlo todo.
Y si usted mira todo ese Capítulo 40, sobretodo el versículo 12 en adelante, es una gran alabanza y un gran señalamiento de quién es Dios, del poder que El tiene, lo invencible que Dios es. Y en realidad lo que tenemos aquí en el versículo 27, aunque yo comencé con el 27 es más bien la culminación de esos versículos anteriores, porque es simplemente una aplicación práctica de todo lo que antecede a esa pregunta retórica. Si usted mira en el versículo 12, Isaías dice “¿quién midió las aguas con el hueco de su mano, y los cielos con su palmo, con 3 dedos juntó el polvo de la tierra y pesó los montes con balanza y con pesas los collados? ¿Quién enseñó al espíritu de Jehová o le aconsejó enseñándole? ¿A quién pidió consejo para ser avisado?
Versículo 15 “he aquí que las naciones le son como gota de agua que cae del cubo y como menudo polvo en las balanzas le son estimadas. He aquí que El hace desaparecer las islas como polvo, ni el Líbano bastará para el fuego, ni todos sus animales para el sacrificio, como nada son todas las naciones delante de El y en su comparación serán estimadas en menos que nada y que lo que no es”. ¿Tu entiendes?
La clave al poder del cristiano está en enfocar a Dios, no enfocar las crisis, no enfocar los problemas, no enfocar las situaciones difíciles por las cuales estamos pasando, ni siquiera enfocarnos a nosotros mismos y nuestras limitaciones personales, sino poner la mirada en el Dios poderoso que nosotros tenemos. Ese es el secreto, hermanos, de una vida llena de poder. Esa es una de las armas más efectivas que nosotros tenemos para vivir una vida exitosa. Es mantener la mirada puesta en nuestro Dios, llenarnos tanto de la conciencia de quién es Dios que al nosotros mirar por nuestros ojos, estemos mirando por los ojos de Dios y sintamos el mismo poder y la misma confianza que Dios tiene para remover cualquier obstáculo, para vencer cualquier situación.
Usted recuerdan el pasaje cuando Josué y Caleb son enviados con los 12 espías a la tierra prometida, y cuando ellos regresan de la tierra prometida, 10 de los espías dieron un reporte muy negativo. Los espías no miraron y vieron esa tierra que fluía leche y miel, no vieron los grandes racimos de uva, señal de una fertilidad muy grande en la tierra, sino que vieron a esas tribus que eran dueñas de esas tierras que Dios les había entregado a ellos, y vieron sus grandes cuerpos y su fuerza y vieron sus ejércitos bien desarrollados, y vieron sus armaduras y sus armamentos muy bien preparados y ellos se miraron a sí mismos, habiendo estado años y años en el desierto, quizás no tan nutridos como ellos, ni tan bien entrenados en la guerra y se enfocaron en las dificultades, se enfocaron en las amenazas que había, pero Josué y Caleb, dice la Biblia, que “en ellos había un espíritu diferente a los otros 10” y Josué y Caleb miraron donde tenían que mirar.
Si usted busca en Números, Capítulo 13, después de todas las diferentes quejas del pueblo, dice que Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés y dijo: “subamos luego y tomemos posesión de ellas porque más podremos nosotros que ellos”, y entonces dice más abajo, “los israelitas mirando, dice en el versículo 33 decían, y éramos nosotros a nuestro parecer como langostas”, es decir se estaban mirando a ellos mismos. Pero Josué y Caleb estaban mirando al Señor.
Si usted busca también en el Deuteronomio, Capítulo 1, en el versículo 28 dice “¿a dónde subiremos? Nuestros hermanos han atemorizado nuestro corazón diciendo “este pueblo es mayor y más alto que nosotros, la ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo, y también vimos allí a los hijos de Anac, entonces os dije: “No temáis, ni tengáis miedo de ellos. Jehová, vuestro Dios, el cual va delante de vosotros, El peleará por vosotros, conforme a todas las cosas que hizo por vosotros en Egipto, delante de vuestros ojos.”
En otras palabras, los judíos, los 10 espías estaban mirando las cosas negativamente, miraron la grandeza de los gigantes, miraron los ejércitos, se miraron a sí mismos y se vieron como insectos ante la grandeza del enemigo, pero Josué y Caleb dicen: “pero Dios está con nosotros.” Ellos miraron a Dios, ellos miraron al Señor que había prometido acompañarlo, y dijo “no temamos, nosotros vamos a destruir, nosotros vamos a vencer”, y por eso, hermano, cuando tu encuentres en una situación difícil, no te enfoques sobre el problema. Enfócate sobre Dios que es fiel. Dios que es bondadoso, Dios que es misericordioso. Al tu enfocar tu mirada en El, al tu empaparte con su presencia, el poder de Dios va a entrar a tu vida, la confianza del Señor te van infundir ánimo para tu confrontar cualquier situación que tu te puedas encontrar. Lo importante, hermanos, para el creyente es precisamente estar siempre enfocado en la persona del Señor.
¿Por qué nosotros tomamos tiempo para ayunar, tomamos tiempo para estar en una vigilia? A algunos le puede parecer quizás una vigilia..... yo he hablado con Meche acerca de esto en años anteriores y aún en este año, y decíamos: “la verdad es que una inversión bastante grande de tiempo, son 12 horas en este caso, como hicimos este viernes, más después todo el tiempo de recuperación. Alguno se puede preguntar ¿valdrá la pena esto? Y yo creo que el provecho de uno pasar tiempo así delante del Señor es que nosotros vamos almacenando el poder y la gloria del Señor. Cuando estamos ante la presencia de Dios, cuando pasamos tiempo meditando en el Señor, orando, clamando, nos convertimos en esponjas que van atesorando y amontonando el poder y la gracia de Dios dentro de nosotros. Nuestra conciencia va siendo renovada y entonces podemos con más fuerza, con más ánimo, salir y confrontar los problemas.
¿Por qué venimos a la casa de Dios? Una buena parte es adorar al Señor, rendirle gloria y honor pero también es renovar nuestra conciencia del Dios Todopoderoso al cual servimos, es recordarnos que somos miembros del reino de la eternidad, que somos espíritu, que las batallas se ganan con el espíritu del Señor, que por más que nosotros trabajemos, por más que nos esforcemos, si Jehová no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican. Pero si Jehová edifica la casa, entonces sabemos que la casa va a permanecer y nosotros entonces buscamos esa renovación de la conciencia del poder de Dios en nuestra vida.
Cuando estés pasando por situaciones difíciles, de dificultad, de reto en tu vida, mira hacia tu Dios. No te concentres en el problema. No te concentres en esa situación persistente de tu vida. No te concentres en los fracasos del pasado. No te concentres en lo grande del enemigo, sino piensa: “mi Dios es mucho más grande, y Dios está conmigo y yo venceré en su nombre.”
Cuando el Apóstol Pedro era un mero pescador se encontró en una gran tormenta con los demás discípulos y clamaron al Señor y vieron al Señor caminando sobre las aguas en señal de su señorío, de su poder. Y Pedro, como siempre se había adelantado, le dijo: Señor, si eres tu has que yo camine hacia ti. Y el Señor le dijo: “Pues, adelante, Pedro”. Y dice la palabra que mientras Pedro caminó en fe, él caminó sobre las aguas pero en una parte del relato dice que cuando él comenzó a ver la tormenta que rugía alrededor de él, comenzó a hundirse. Quitó la mirada del Señor, se concentró en el problema, se concentró en lo racional. El comenzó a pensar: es imposible, ¿cómo puedo yo estar caminando sobre las aguas con esta tormenta tan grande, con estas olas tan inestables? Nadie ha hecho eso jamás, el Señor quizás lo pueda hacer, pero yo no. Y al comenzar a mirar la situación, las circunstancias, perdió su poder y tuvo que clamar de nuevo al Señor y el Señor le tendió la mano y lo sacó para que él pudiera caminar efectivamente sobre las aguas.
No podemos mirar al problema. No podemos estar mirando lo difícil que parece la visión, quizás Dios ha puesto algo en tu vida, un deseo de seguir adelante y de superarte en algún aspecto de tu vida. No pienses: es demasiado grande, es demasiado difícil. Si Dios está contigo, tu puedes hacer cualquier cosa. El Apóstol Pablo dice que todo lo podemos en Cristo Jesús. No mires lo grande de la dificultad, mira lo grande del Dios que dice “yo estoy contigo”. El Señor Jesucristo dice: “He aquí, yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”. Yo he visto a muchos de ustedes hacer cosas maravillosas, el mismo Mark, que Dios lo está usando allí en Honduras, he visto su persistencia a través de todos estos años. Ha habido momentos en que ha habido contratiempos y cosas que pensamos que se iban a dar, no se dieron, pero este hombre ha persistido y ha sido fiel a una visión y se ha mantenido allí, y vemos como Dios lo está levantando, lo está bendiciendo, está dando lo que se necesita para un ministerio exitoso.
Ayer mismo hablaba con una hermana de la congregación, la conozco hace muchos años y he visto como esta hermana que tiene sus limitaciones con el inglés, y ya con dos hijos crecidos y con un trabajo a tiempo completo, y con cantidad de dificultades, cómo Dios la motivó a comenzar sus estudios, hace muchos años atrás. Y esta mujer ayer me decía: “Pastor, ya estoy escribiendo mi tesis para mi maestría”, escuchen, para su maestría. Y yo le decía: “Hermana, yo quiero ir un día también a tu graduación de tu doctorado. La tesis que tu vas a escribir al final va a ser la tesis del doctorado.” Y yo lo creo, los hombres quizás dirían imposible, pero con Dios no hay nada imposible, hermanos. Lo importante es que la gente mantenga la mirada puesta en la grandeza del Señor, no en las dificultades, no en los problemas. Al Señor le encantan los problemas, porque son oportunidades para El mostrar su gloria. Y muchas veces más Dios va a reducir nuestra capacidad humana para que cuando El haga el milagro, sea evidente que El lo hizo y que nuestra fe pueda ser aumentada.
Mientras decía esto, miré a...... mientras hablaba de esto precisamente no porque ni siquiera había mirado en esa dirección, aquí hay otra mujer, no se por qué todas son mujeres, porque hay hombres que también hacen cosas grandes y que Dios los bendice también, esta mañana alguien oraba por mi, de hecho aquí, un varón de Dios, que llegó aquí a la iglesia hace unos tres, cuatro años, no recuerdo. Llegó con un brazo en un sling, como en una...... se había roto el brazo y estaba sostenido el brazo con algo aquí, el caso es que este hombre, recién llegado a la iglesia, oramos por él. Yo sentí al Señor decir: “tu eres un guerrero y Dios te va a levantar, y Dios va a hacer cosas grandes para ti. Es el hermano Francisco, de hecho. En ese tiempo su esposa no quería venir a la iglesia, le dijo a él: “si tu crees que tu me vas a ver en esa iglesia, tu vas a esperar hasta tu muerte porque yo nunca voy a ir a la iglesia.” Esa mujer ahora está llena del espíritu santo, es una guerrera de Dios, viene él, vienen sus hijos aquí a la iglesia, estuvimos en Israel juntos, esta mañana oró por mi. Yo sentí la bendición, intercedió por mi vida, profetizó sobre mi vida, y me fue de gran bendición porque a Dios le encanta levantar, lo que parece pequeño Dios lo pone grande y Dios lo pone a bendecir a otros porque lo importante es, hermanos, que nosotros pongamos nuestra mirada sobre El.
Esta persona de quien les decía hace un momento hace poco fui a su oficina profesional y me enseñó su tarjeta de wellfare. Hoy es una persona que trabaja en el mundo de la medicina, no voy a decir mucho más que eso. Tiene su consultorio, tiene una casa muy bonita en uno de los barrios más selectos de la ciudad de Boston y Dios la está bendiciendo y está siendo prosperada. Y yo la conozco desde que comenzó a ir a la universidad para sacar su grado profesional. Ese es el Dios que bendice a su pueblo, hermanos. Ese es el Dios para el cual no hay nada imposible. Dios puede hacer. Dios le encanta sacar del anonimato a la persona que nunca ha hecho nada grande. Dios quiere obrar en tu vida.
Si tu tienes un sueño, si tu tienes una visión, o si tienes un problema no te enfoques en lo grande de la dificultad, enfócate en el Dios Todopoderoso que dice: “mientras tu más mires hacia mi más poder va a correr a través de ti y más grande van a ser las cosas que tu vas a hacer, porque a mi me gusta manifestar mi poder a través de los que me buscan”. No mires, esa es la palabra de Dios para tu vida en este día. No mires las dificultades, ni mires lo crónico, lo persistente de tu problema. Mantén tu mirada enfocada en mi y deja que al tu estar en comunión conmigo, mi poder pueda correr a través de tu vida.
Por eso yo digo, hermanos saquen tiempo para buscar del Señor, saquen tiempo para llenarse del espíritu santo. La salvación es gratis pero el poder de Dios requiere hombres y mujeres valientes, esforzados. Dios ama a la gente que se esfuerza y que están buscando como mineros el oro escondido para que Dios los use para gloria de El y para bendición de otros. Dios quiere levantar un pueblo poderoso que tenga suficiente provisión para todo lo que ellos necesitan en su vida, para su vida familiar, para su vida emocional, para su vida relacional, para su vida financiera, para su vida de trabajo y que entonces tengan suficiente extra para darle a otro para ser de bendición a otros.
La viuda de Sarepta cuando llegó Elías a pedirle comida, le dijo: “Mira, lo único que yo tengo es un poquitito de harina y un poquitito de aceite y ya íbamos a hacer una torta para comérnosla yo y mi hijo para morir porque no nos queda más nada.” Elías le dijo: “No te preocupes, mira, dame a mi primero y no te va a faltar a ti”. La mujer obedeció y dice la palabra de Dios que hubo suficiente comida para Elías, para ella y para su hijo en todos los días que hubo hambre en la tierra. Porque cuando Dios da, Dios da en abundancia, porque no importa que parezca imposible. Lo importante es que tu mires a Dios. Dios te da para que tu comas tu en todas la áreas de tu vida y para que tengas suficiente para otros también. Porque cuando Dios bendice, Dios da en gran cantidad. No mires al problema, mira al Dios que está sobre el problema.
El Señor le dijo a Pedro: “Pedro, echa tu red para pescar”, y Pedro dijo: “Pero, Señor toda la noche hemos estado pescando y no hemos sacado un solo pez, pero en tu nombre, en tu palabra yo echaré la red.” Y dice la palabra que cuando Pedro echó la red en el nombre de Jesús, esa red cogió tantos peces que tuvieron que llamar a otros barcos porque el barco de ellos se estaba hundiendo de tantos peces que tomaron. Porque cuando Dios da, Dios da en abundancia. Porque cuando Cristo te dice “echa la red”, aunque no hayas cogido peces antes, esta vez la vas a coger porque Cristo es quien está dando la palabra. Cuando Cristo te dice, mírame a Mi, concéntrate en Mi, llénate de Mi, llénate de Mi poder y deja entonces que Yo obre a través de ti. Si nosotros pasáramos más tiempo buscando el poder de Dios y llenándonos de la unción de Dios, tendríamos que pasar menos tiempo trabajando y entonces podríamos levantar el edificio con palabras de “gracia, gracia”, en vez de sufrimiento y padecimiento. Atrévete a pasar más tiempo buscando de Dios, buscando el poder, buscando la unción de Dios. Y tu vas a ver cuanto más fácil se hacen las cosas que ahora te cuestan tanto trabajo.
Yo les digo a mis hijas, sobre todo a Sonia, mi hija mayor que está en Harvard haciendo sus estudios, le digo: “Sonia, no mires las dificultades académicas, no mires en lo difícil que es el reto tan grande. Asegúrate de llenarte del poder de Dios primeramente. Asegúrate de poner tu mirada en Cristo Jesús. Asegúrate de estar lo suficientemente fuerte espiritualmente. Porque yo les digo, hermanos, cuando usted tiene el poder de Dios en su vida, no hay nada que se haga difícil. Dios hace las cosas, se hacen como por arte de magia. Otros están allí sudando y luchando y peleando y tu vas suave porque Dios está contigo, Dios te bendice, y si estás esforzándote, Dios renueva tus fuerzas en el mismo acto de trabajar, Dios te bendice y te da más fuerzas para que sigas adelante.
Por eso aquí dice que el Señor da fuerzas al que no tiene ninguna y multiplica las fuerzas de los demás. En otras palabras, aún cuando hay cosas que requieren esfuerzo, el Señor te va a renovar. Yo cada día veo más y más eso. A veces la gente dice: “te vas a quemar, estás trabajando demasiado, esto y lo otro”. Mire, yo le digo “yo me siento más contento ahora que hace 15 años cuando tenía mucho menos trabajo. Me siento con más energía, más fuerza, más ánimo para servir al Señor porque estoy buscando más de la unción de Dios en mi vida. Y cuando nosotros hacemos eso, hay que trabajar menos, Dios nos renueva en el acto. Somos como esos aviones que vuelan y no tienen ni siquiera que parar para llenarse de gasolina, en el aire mismo y pueden seguir el viaje. Dios quiere renovar tu vida. Dios quiere bendecirte y darte más y más. Tu puedes trabajar, puedes esforzarte, puedes hacer muchas cosas. Si tu tienes una mentalidad pequeña y temes y dudas, ahí viene el sufrimiento, ahí viene el fracaso, ahí viene la quemazón, ahí viene la esterilidad. Pero si tu te mantienes con el Señor corriendo a través de tu vida, si tu vas otra vez y bebes el agua cristalina de la presencia de Dios, tu te vas a renovar, vas a seguir adelante, vas a tener más fuerzas. Asegúrate de primero buscar el Reino de Dios, y su justicia y todas las demás cosas te vendrán como por añadidura.
Oh, hermanos, si nosotros entendiéramos, si pudiéramos poner la mirada en el Señor antes que cualquier otra cosa. Si pudiéramos llenarnos de la presencia de Dios, cuán fácil serían las cosas.
Les dejo con este versículo de Segunda de Corintios, Capítulo 3, versículo 17 y 18. Dice allí “.... porque el Señor es el espíritu y donde está el espíritu del Señor allí hay libertad, por tanto nosotros todos mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen como por el espíritu de Dios.”
Usted ve, donde está el espíritu de Dios, donde está la presencia del Señor, donde está la compañía del espíritu, allí viene la libertad, allí viene el éxito, allí viene la respuesta al problema. Pero entonces dice “.... por tanto nosotros mirando cara a cara el rostro del Señor, somos transformados y la gloria del Señor viene a ser parte de nuestra gloria”. Eso es lo que está diciendo aquí, y yo creo que el escritor de Segunda de Corintios, el Apóstol Pablo, está yo creo que haciendo una leve referencia a cuando Moisés subió al monte y dice la Biblia que estuvo 40 días ante la presencia del Señor. ¿Y qué pasó cuando Moisés bajó del monte? Dice que su cara reflejaba la gloria del Señor, su cara reflejaba el brillo de la gloria de Dios ante el cual había estado durante 40 días. Y era tan grande la gloria de Dios sobre el rostro de Moisés, que tuvo que ponerse un saco porque le inspiraba miedo, era terrible, la presencia de la cual él se había empapado, estando en cercanía, en intimidad con Dios durante 40 días y 40 noches.
Porque eso es lo que pasa cuando tu estás en la presencia de Dios, cuando tu estás mirando la gloria de Dios continuamente, cuando tu estás renovando periódicamente tu conciencia eterna, espiritual, ultra mundo. Cuando tu estás recordándote a ti mismo que tu eres un hijo de Dios, que tu no corres con gasolina meramente humana, tu verdadera comida no es la comida física, material, sino que tu verdadera comida como dijo Jesucristo es que tu hagas la voluntad de tu Padre, que tu estés en comunión con tu Padre. Cuando tu entiendes esto, ¿saben qué? La gloria de Dios comienza a llenar tu vida misteriosamente.
Hermanos, cada día más y más yo entiendo bien claro que el crecimiento del creyente no se da por medio de enseñanza, aunque yo creo en la enseñanza, no se da leyendo buenos libros, aunque creo y soy un ávido lector de buenos libros, no se escuchando sermones como este, aunque creo que tienen su utilidad, se da cuando tu vas directamente y comes y bebes de la mesa del Señor directamente.
Cuando tu buscas la presencia de Dios en tu vida, cuando tu te renuevas en la presencia de Dios porque lo que pasa muchas veces es que la vida con sus ajetreos y sus dolores y sus cansancios y su desasosiego te va minando, te va debilitando, y cada día que pasa tu te haces más y más un prisionero del tiempo del espacio de tu dimensión humana y como que vas mirando más y más hacia abajo y a tu alrededor y tu conciencia se vuelve una conciencia horizontal, humana, carnal, terrenal, teológica. Y entonces tu tienes que periódicamente ir y sanarte, curarte de esa mentalidad cotidiana, temporal.
Y el único lugar a donde puedes ir es a la presencia del Señor para que El tome su paño y te quite toda esa costra, todo ese polvo humano, temporal, lave tu rostro con su palabra, con su presencia y tu lo puedas mirar otra vez, y recuerda que El está contigo, que tu eres una hija de Dios, que tu eres un hijo de Dios, que tu no perteneces a esta ciudad, que hay una ciudad no construida de manos de hombres que te espera y que tu destino es un destino eterno, y que tu energía tiene que ser una energía del espíritu, no la energía de los hombres, que tus batallas tu las ganas con el poder de Dios, no con tu propia fuerza, y que es en el poder de Cristo corriendo a través de ti que tu puedes levantar alas como las águilas, y surcar los aires y vencer a los gigantes que están en tu vida.
Es el poder de Dios corriendo a través de tu vida mientras tu tomas tu mano y la extiendes hacia El y te pegas hacia El y la electricidad de Cristo corre a través de ti y destruye el yugo, destruye la opresión, destruye la sequía, destruye la enfermedad, y la gloria de Dios puede fluir para sanar tu vida. Es a través de esa cercanía, esa intimidad. Tienes que buscar esa intimidad con Dios. Tienes que sacar tiempo. Tienes que tener el valor espiritual para quitar tu mirada del problema con el cual estás bregando, que mientras más lo tratas de manejar tu, más te metes como un carro enchivado en el lodo, y tienes que dejar un momento, apartarte del problema e ir a donde tu Dios para que tu Dios bregue con el problema por ti y contigo. Esa es la respuesta a toda necesidad.
El Señor Jesucristo dice “permaneced en mi y yo en vosotros y llevaréis muchos frutos, porque sin mi nada podéis hacer.” Cuando tu permaneces en Cristo, cuando miras a lo glorioso de tu Dios, mira lo poderoso de tu Dios, mira lo fiel de tu Dios, mira lo bondadoso que Dios es. Recuerda que cuando tu te viste en un gran aprieto una vez, y no parecía que nadie podía resolverlo, el Señor hizo el milagro. ¿Si o no? ¿Cuántos de nosotros podemos decir eso? ¿Cuantos de nosotros podemos decir pacientemente esperé a Jehová y se inclinó y escuchó mi clamor y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso, puso mis pies sobre peña, enderezó mis pasos, y puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios? ¿Cuántos podemos decir eso? ¿A cuántos nos ha sacado Dios del desierto? ¿A cuántos nos ha sacado Dios de dificultades y el que lo hizo una vez lo vuelve a hacer. Pon la mirada en el Señor. Pon la mirada en el Señor. Pon tu esperanza en el Señor. Renueva tu conciencia de la proximidad de Dios. Renueva tu conciencia de tu identidad. Tu no estás solo, tu no eres un producto de una coincidencia. Tu no eres un producto del azar, del tiempo, Dios te creó en el vientre de tu madre y te ha sacado con un propósito, con un destino, y Dios quiere bendecir tu vida y Dios quiere llevarte a la otra orilla porque comenzó la buena obra, será fiel para terminarla.
El Señor está hablando de gracia, gracia, gracia, a su pueblo, hermanos. Es el tiempo de la celebración porque el esposo viene pronto y no es tiempo para estar en esterilidades y en sequías, sino para celebrar y decir: Padre, gracias porque tu vienes pronto y podemos vivir una vida de esperanza.
Esta mañana cuando yo llegué al servicio de las 12 había una jovencita distribuyendo rosas, están por ahí, ustedes las tienen. Eso yo no se lo pedí, esto no era parte de un programa sino que ella sintió en su corazón distribuirles rosas a los hermanos y en eso yo vi una palabra profética de Dios para nosotros. Ustedes recuerdan que hace 2 domingos o 3 domingos, hacia el final del servicio había aquí un hermoso florero con cantidad de flores y en un momento de gran celebración y de entusiasmo, Dios me motivó a coger flores y tirárselas y yo lo hice porque sentí del Señor que era una palabra que iba muy bien con la predicadora había anunciado a nosotros del Dios que nos liberta, el Dios que nos bendice, el Dios que está contento con nosotros, el Dios que quiere llevarnos al lugar de delicados pastos y que quiere aderezar mesa delante de nosotros para que comamos y gocemos en presencia de nuestros enemigos. El Dios que tiene grandes y buenos propósitos para cada uno de nosotros.
Y en esta mañana yo creo que en ese regalo de esas flores, Dios está diciéndote: “mira, yo quiero bendecir tu vida, Yo quiero llenar tu vida de esperanza. Yo estoy contento contigo. Yo no te quiero destruir, todo lo contrario, quiero darte vida y una vida con bendición y con futuro.” No tienes que temer a la vejez. No tienes que temer que no tienes un buen plan de retiro. No tienes que temer que te vas a quedar solo. No tienes que temer que no estás casada. Confía en tu Señor que dice “Yo estoy contigo todos los días hasta el fin del mundo, no te preocupes acerca del futuro, no te preocupes acerca de lo grande del problema. Esas flores son señales del favor de Dios. Dios dice gracia para mi pueblo, bendición para mi pueblo, buenos propósitos para mi pueblo. No mires tus dificultades, no mires tus luchas, mírame a Mi. Yo soy fiel, yo estoy contigo. Yo te bendigo. Yo te levanto. Yo te doy victoria. Yo no dejaré que tu seas avergonzada. Todas las batallas que tu emprendas en mi nombre, Yo te daré la victoria, dice el Señor. Mantente pegado a tu Dios, mantén la mirada puesta en El. Confía en el Señor. Llénate del poder de Dios.
Alguien ha dicho “no maldigas la oscuridad, prende una luz”. Es tiempo ya de que el pueblo de Dios deje de estar peleando contra lo negativo. Llénate de lo positivo, y lo positivo anulará lo negativo. Cuando uno prende una luz la oscuridad se va, porque la oscuridad no tiene vida propia. La oscuridad es simplemente la ausencia de la luz. Cuando hay luz la oscuridad cede automáticamente. Cuando hay unción, cuando la ¿? del espíritu santo está en tu vida, cuando la presencia de Dios está en tu vida plena, los gigantes son derribados, los demonios huyen, las tinieblas ceden, las cortinas del infierno son descorridas y la presencia de Dios puede hacer valer su poder en tu vida. Llénate del poder de Dios. Llena tu mente de..... pon la mirada en Dios, no te preocupes de los fracasos del pasado, dice el Señor. No te preocupes de los errores, las caídas del pasado, no te preocupes de las derrotas del pasado. No te preocupes de los diagnósticos del pasado. Cree en el favor, la misericordia, la bondad, el poder, la conciencia de Dios de tu vida, y no te atrevas a decir “ya mi camino está desconocido para Dios. Ya pasó de Dios mi causa.” Dios todavía está en el asunto. Dios todavía quiere darte tu milagro. Dios todavía quiere darte la victoria que tu necesitas.
Levántate y ponte de pie y levanta esa flor y si alguien no tiene, favor a los demás, y algunos quizás puedan venir aquí..... Se generoso y comparte esas flores con otros, si no la tienen, compártanla con alguien más. Si usted tiene más de una, yo le invito en el nombre del Señor, a hacerlo también como un acto de generosidad. ¿Sabe por qué? Porque mientras más damos, más somos bendecidos. Lo que tenemos no es solamente para nosotros sino para otros. Compártanlo. Compártanlo en el nombre del Señor. Atrévase a compartir y levante eso, porque ese es el favor de Dios para su pueblo, esa es la bendición de Dios para nosotros. Allá arriba también, nosotros decimos “nuestro Dios tiene buenas cosas para nosotros, nuestro Dios tiene buenos propósitos para nosotros. Lo mejor todavía está por venir. El mejor vino todavía está por ser servido, hermanos. El mejor manjar, Dios lo tiene reservado para nosotros todavía. ¡Aleluya! Todavía falta la mayor visitación de Dios en todos los tiempos. Yo lo creo, aquí en Massachussets donde el diablo parece que se está paseando por encima de los cristianos, aquí mismo el Señor lo va a humillar, y aquí vamos a ver la gloria de Dios manifestada. Porque no es lo grande del gigante, es lo grande del Dios al cual nosotros servimos. ¡Aleluya!.
Y Dios no permitirá que su pueblo sea avergonzado. A veces Dios permite precisamente que el enemigo parezca grande y que el león parezca que nos va comer y que nos va a derribar y que nos va a triturar, para que cuando salga el poder de Dios sea manifiesto. Nada puede permanecer contra Dios. Las puertas del infierno no prevalecerán contra la iglesia, dice el Señor. Créelo en esta tarde el Señor te está animando, el Señor te está bendiciendo, el Señor te está ungiendo, y ahí está el favor de Dios para tu vida, para esta congregación, para cada familia aquí representada, para cada hogar aquí representado, para cada problema que el diablo quiere avergonzarnos con ello. Nosotros decimos “gracia”.
Digan todos “gracia, gracia, gracia, gracia de Dios. Gracia en mi vida. Gracia en mi comunidad. Gracia en mi ciudad. Gracia en mi familia. Gracia con mis hijos. Gracia con mi vida. Gracia con mis finanzas. Gracia con mi salud. ¡Aleluya!. Gracia con mi espíritu. Gracia al pueblo de Dios dice ¡Aleluya! Es con la gracia de Dios manifiesta en nuestras vidas, esa conciencia de Dios en nuestra vida. Te damos gloria Señor. Ponemos la mirada en ti, Padre en esta tarde. Celebramos quién tu eres. No nos miramos a nosotros mismos, no miramos a los hombres, no miramos, Señor, a los grande del problema, no miramos a las amenazas que se mueven alrededor de nuestra cabeza, miramos a nuestro Dios. Te miramos a ti, Dios eterno. Padre misericordioso. Dios de amor y de bondad. Dios que siempre has amado a tus hijos. Dios que enviaste a Jesús para que tuviéramos vida y para que la tuviéramos en abundancia. Dios que enviaste a Jesús para que rescatara lo que se había perdido, para que tomara lo vil y lo sanara y lo limpiara, para que derramara sangre preciosa para que nadie pudiera acusarnos porque tu eres el que nos ha justificado por medio de la sangre de tu hijo.
Te adoramos y te bendecimos, Señor. Perdona nuestra incredulidad. Perdona nuestra falta de fe. Perdona los escenarios de mal que a veces permitimos que el diablo arroje sobre nuestra conciencia. Neutralizamos todo eso, Señor y nos pegamos a ti, nos llenamos de tu gloria, miramos a ti, te consideramos a ti, Jesús. Te consideramos a ti solamente Señor. Tu has dicho “yo he vencido al mundo” y nosotros podemos vencer también porque tu has vencido y vencerás a través de nosotros. ¡Aleluya! Gracias Jesús. Te adoramos y te bendecimos Señor. Celebramos eso.
La Prosperidad - El aún de Dios
TRANSCRIPT
Estamos hablando acerca de la prosperidad en estos domingos. Cómo vivir vidas prósperas, bendecidas, exitosas. ¿Cuántos quieren vivir vidas exitosas y prósperas?
¿Cómo vivir vidas prósperas? De eso estamos hablando en estos domingos, cómo vivir vidas prósperas, cómo llegar a ese estado de prosperidad que es nuestra herencia como hijos de Dios porque Cristo vino para que tengamos ¿qué? Vida, y vida en abundancia. Eso es prosperidad. Es disfrutar de la vida. ¿Saben que hay personas, que yo en realidad, les predico el Evangelio, y les digo “acepta a Cristo personalmente y entra en una vida más profunda con El”, no tanto porque necesite ser salvo, porque yo creo ya en su corazón creen en Jesús y lo conocen como hijo de Dios, pero simplemente es porque no han entrado en la plenitud de vida que Dios ha declarado para ellos. Simplemente han recibido a Cristo pero no han aprendido cómo usar los principios del Reino de Dios para generar prosperidad en sus vidas. Hay tanto cristiano que está en el reino, son salvos, se van a ir al cielo con todo y zapatos, pero aquí en la tierra están viviendo una vida miserable y apocada porque no saben usar las leyes del Reino de Dios, no saben usar los principios que llevan a la prosperidad.
Son como gente que tiene mucho dinero en el banco, pero se están muriendo de hambre, porque no saben cómo acceder a la cuenta que tienen en el banco. Y entonces nosotros tenemos que aprender los principios de la prosperidad, y cuando entramos al Evangelio tenemos que entrar para que Dios nos bendiga, nos prospere, prospere nuestros hijos, prospere nuestros matrimonio, nuestra salud, nuestra mente, nuestro intelecto, nuestra finanzas, nuestra vida de trabajo, nuestra disciplina, todas las cosas que hacemos, tienen que ser leudadas. ¡Qué bonita palabra: leudada! Diga leudada. Quizás es la única vez en su vida que usted va a usar esa palabra, leudada, por la levadura del Evangelio. El Evangelio debe penetrar todas las áreas, por eso es que en la Biblia se compara al Evangelio con esa levadura que leuda toda la masa. Yo cada vez me enamoro más y más de ese principio, hermanos, de que el Evangelio tienen que penetrar todos los recintos de la vida humana, no solamente el recinto espiritual, sino el recinto del intelecto, por eso trabajamos para educar a nuestros hijos.
Yo quiero ver una congregación prosperada, con sus hijos estudiando, yendo a la universidad, siendo profesionales, con adultos yendo a la escuela de noche, aprendiendo inglés, tomando más entrenamiento para ser ascendido en su trabajo, porque yo creo que Dios nos da la mente de Cristo. Y somos a veces como esas viejitas que se compran un carro deportivo que puede correr a 150 millas por hora y solamente lo manejamos en la ciudad a 30 y nunca lo metemos en una carretera para probar cuán fuerte es el motor.
La mayoría de los cristianos vivimos a una mínima porción del poder que Dios ha hecho habitar en nosotros, y ese poder se transmite al intelecto. Nosotros tenemos...., yo toda mi vida he vivido con esa idea, de que Dios me ha dado, nos ha dado un intelecto mejor que cualquier persona del mundo, porque Dios nos da. Si Dios nos da..... Miren El creó todo el universo, ¿no nos va a dar una mente privilegiada y ser la mente de Cristo? Dios también puede penetrar en tu familia, las estructuras de tu familia, nunca le des al diablo lugar y espacio para que se pasee impunemente en tu casa. Tu tienes que informarles a los principados de las potestades: “aquí vive un hijo de Dios, aquí mora el espíritu santo, esta casa está regida por las leyes del Reino de Dios y ustedes no tienen derecho para entrar en este lugar”. Cuando tu estás en Cristo Jesús, has valer tu autoridad en el Reino de Dios, porque Dios te ha dado autoridad, quizás tu no lo sientes así, pero tu tienes autoridad en el Reino de Dios y los principados y las potestades tienen que sujetarse a la autoridad del hijo de Dios. Lo que pasa es que a veces no usamos esa autoridad, o a veces no estamos viviendo como una persona que tiene autoridad. Porque tener autoridad también implica tener responsabilidad, para que esa autoridad puede correr a través de ti, ¿entiendes?
Si tu tienes unas insignias de capitán o de coronel y te han dado esa autoridad pero te comportas como un cabo, no esperes que te respetes cuando tu des ordenes. Tienes que caminar como un coronel, tienes que hablar como un coronel, tienes que pensar como un coronel, tienes que comportarte como un coronel, tienes que ejercitarte como un coronel, y tienes que parecer un coronel. Es decir que la autoridad requiere también responsabilidad, un comportamiento, una vivencia que respalde esa autoridad y nosotros tenemos que aprender como usar los principios del Reino de Dios, cómo integrar los principios del Reino de Dios a todas las dimensiones de nuestra vida para que entonces esa autoridad de Dios, esa bendición de Dios se transmita a nuestra vida familiar, financiera, emocional, espiritual, relacional, intelectual, no se si ya lo dije, todas las dimensiones de la vida, el Reino de Dios, la abundancia de Dios penetra y hace cosas maravillosas. Eso es vivir en la prosperidad de Dios.
Y a mi no me importa cuán atrasado en la carrera tu comienzas. En la carrera de la vida algunos comienzan bien cerquita del frente, son como los maratones de Boston, que usted ve esa gran multitud. Hay tanta gente que algunos están bien por atrás, otros están más adelante y otros están por el medio. ¿saben qué? Pero ya a las 26 millas ¿saben qué? Ahí se igualó todo, ya que uno comenzara 100 yardas antes, eso ya no.... en 26 millas eso pierde su relevancia. Y así pasa en la carrera de la vida. Quizás tu estás comenzando muy atrasado porque no fuiste a la escuela, o tienes un pasado familiar poco ventajoso, o tienes problemas emocionales, o nunca has resaltado en nada en la vida, o no hablas inglés, o vienes de una extracción humilde financieramente y educativamente. Mira hermano a Dios no le importa eso. Dios es perfectamente capaz de ponerte a la cabeza de la fila si tu usas los principios del Reino de Dios. Eso es lo maravilloso.
A Dios le encanta sacar al pobre del muladar y ponerlo a habitar en lugares de ricos y de gente próspera. A El le encanta eso hermanos, a El le encanta coger a la gente sencilla que no promete nada y ponerla a habitar en lugares de reyes, si se atreven a usar los principios del Reino. Por eso Dios escogió a colectores de impuestos corruptos y pescadores y prostitutas y con esa gente esa gente El fundó su iglesia y conquistó el imperio más grande de la historia, que es el imperio romano. Porque a Dios le gusta usar lo vil, lo pobre, lo poco prometedor, lo humilde, lo sencillo, lo trabado, lo atado, desatarlo, bendecirlo, soplar sobre ello y ponerlo a volar a alturas como las águilas. Dios quiere bendecirte. Y ojalá que nosotros pudiéramos entender ese principio de que Dios ha hecho habitar un poder en nosotros que ninguna facultad de este mundo puede competir con ella.
Pero hay un precio que pagar. Tenemos que conocer las leyes del Reino de Dios. Tenemos que movernos conforme a las leyes del Reino de Dios, tenemos que tomar a Dios en serio. Muchos cristianos no toman a Dios en serio, y ese es el problema. Venimos a la iglesia, simplemente aquí nos quedamos y miramos al pastor cuando predica, hacemos gestos por allí raros, y todo eso, y nos vamos a la casa, y el fuego del espíritu no ha roto los esquemas interiores de nuestras mentes, de nuestras emociones. Entonces no podemos esperar que Dios nos bendiga de esa manera.
Uno de los principios más poderosos del Reino de Dios es ese principio de dar. Ponernos en desventaja y abrir un espacio para que Dios lo llene, nos bendiga y nos prospere.
Miren lo que dice Proverbios, Capítulo 11, versículos 24 y 25: “Hay quienes reparten y les es añadido más y hay quienes retienen más de lo que es justo pero vienen a pobreza. El alma generosa será ¿qué? ¿Será qué, hermanos?..... y el que saciare él también será saciado”. Ve aquí unas paradojas, lo que se llaman paradojas en la lógica. Son como contradicciones aparentes, son cosas como que se contra balancean. Hay quienes reparten, es decir, hay personas que recogen dinero del que tienen en el banco y lo dan y reducen su cuenta. ¿Pero qué les pasa a esa gente? Son prosperadas, ¿en qué manera? Como dice aquí: “..... les es añadido más”. Hay personas que invierten digamos, cierto dinero en una causa para el Reino de Dios, se empobrecen un poco, pero maravillosamente se les añade más y al final de cierto tiempo, su cuenta con la cual se empobrecieron provisionalmente, de momento, no solamente es puesta al día sino que se les ha añadido más. Una paradoja, porque uno esperaría que si uno reduce lo que le queda a uno es menos, ¿verdad que si? Pero hay gente que reparte y da y les será añadido más, y hay quienes retienen más de lo que es justo, ahí está la clave, más de lo que es justo, pero vienen a pobreza. ¿Qué es eso de retener más de lo que es justo? No me voy a adelantar demasiado a ese texto, espero antes de terminar el sermón, volver a ello, que ustedes entiendan. ¿qué quiere decir más de lo que es justo? Retener más, aguantar más, no dar, recibir, retener, cuando viene el llamado a dar más de lo que tu tienes derecho espiritualmente a retener, y entonces vienes a pobreza. En vez de decir: bueno, como tengo más entonces voy a guardar más, retener más ¿no? Esa es la paradoja del Evangelio.
Hermanos, una de las claves para la prosperidad, yo les puedo decir eso en mi vida, con tanta convicción de que cuando tu le das al Señor generosamente, y todavía yo le puedo dar más, le podría dar más, le debo dar más. Pero cuando se le da al Señor generosamente viene la prosperidad y cuando vivimos con el dar como un principio a largo plazo, toda la vida, es un valor gobernante de nuestra vida, dar, dar, dar generosamente, ser una persona generosa, dadivosa, amplia en lo que le damos al Señor, y en tres dimensiones dar: dar al Señor primeramente. Digan “al Señor”, en segundo dar a mi iglesia. Díganlo todos para que no se equivoquen “a mi iglesia” y quiero que eso le aplique a todos, y a los demás. Al Señor, a mi iglesia, y a los demás. Cuando nosotros le damos al Señor y a la iglesia y a los demás generosamente, como un principio de vida, somos prosperados, somos bendecidos, venimos a más. Nos es añadido más. Vivimos vidas prósperas.
Un principio esencial en toda la Escritura desde Génesis hasta Apocalipsis, vemos este principio expuesto en diferentes maneras, narraciones, biografías, textos teológicos, declarativos, pero siempre el mismo principio. Escúchelo: “cuando uno sufre pérdida o se pone en desventaja para honrar u obedecer al Señor, Dios se agrada, se compromete a bendecirnos”. Si usted tiene un lápiz apúntelo, porque esto es pan sacado del horno, ni siquiera les voy a cobrar por esto, gratis. Principios para los jóvenes, para los negociantes, para las madres y los padres. “Cuando uno sufre pérdida o se pone en desventaja a fin de honrar u obedecer al Señor, Dios se agrada y se compromete a bendecirnos.” Ese principio está en toda la Escritura.
Déjenme tomar uno ó dos ejemplos de esto. Daniel, un joven cautivo, llevado a Babilonia de la aristocracia judía, lo ponen en la universidad más avanzada de Babilonia para llegar a ser miembro de la burocracia babilonia, porque el rey había decidido que estos jóvenes judíos eran muy inteligentes. Los judíos siempre son bendecidos, ustedes saben eso ¿verdad? Son gente inteligente, culta, disciplinada. El dijo a estos jóvenes, los voy a coger, los voy a entrenar y ese espíritu judío va a bendecir a mi nación. Cogió a Daniel y un grupo de otros judíos y los puso en su mejor universidad para entrenarlos por un tiempo y después ascenderlos a diferentes posiciones de gobierno en su país.
Daniel era un muchacho consagrado al Señor, amaba al Señor, ustedes saben la historia. Pero como a los muchachitos yo se que les gusta oírla otra vez y entonces Daniel, cuando iba al comedor de la universidad se daba cuenta que esa comida había sido sacrificada a los ídolos babilonios, y él era un muchacho piadoso. ¡Qué raro es un joven, hermanos, hoy en día, piadoso! Tan raro como en Babilonia. Y Daniel dijo: yo no me voy a contaminar con esa comida, porque yo quiero honrar a mi Dios. ¿usted ve la idea de honrar al Señor? Obedecer al Señor. Los otros jóvenes, yo no creo que Dios los castigó por decidir comer la comida. Yo no creo que fue así, ellos simplemente estaban, no estaban computando como Daniel.
Daniel tenía un corazón diferente, era un corazón como el de Jabes que decía que era más ilustre que sus hermanos, porque a veces Dios pone ese llamado en algunas vidas, de ser, de amar más al Señor, obedecerlo más, ser más atrevido con el Señor, darle más al Señor. Ese es un don y Dios se lo dio a Daniel. Y Daniel dijo: yo no voy a sacrificar mi fe. Y trabó un trato con el jefe de todos ellos, le dijo: Déjame comer legumbres, espinacas todos los días, vegetales, lechuga y pepinos, con un poquito de aderezo. Todos los días y no coma yo de la comida que ha sido sacrificada a los ídolos. Entonces el jefe de ellos le dijo: pero, muchacho, según..... fíjese él estaba computando según el mundo, según la razón, que es lo que nosotros usamos muchas veces cuando decimos: le doy a Dios o no. Usamos la razón. El dijo, si tu no comes, vas a ponerte demacrado, vas a debilitarte y me van a echar a mi la culpa de ser descuidado con los jóvenes que el rey me ha confiado. Daniel dijo; no, dame, ponme a prueba, ¿10 días creo que fue? Y vamos a ver qué pasa. Y usted sabe la historia.
Daniel, Capítulo 1, versículos8, 15. dice que “.....al cabo de los 10 días pareció el rostro de ellos mejor y más robusto que de los otros muchachos que comían de las porciones de la comida del rey”. Porque hubo otros amigos que se bendijeron con el ejemplo de Daniel y tomaron también. ¿Qué es lo que pasa? Cuando nosotros somos generosos con Dios otros son bendecidos, son inspirados también a ser generosos con Dios .... y dice la Biblia que a estos 4 muchachos Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias y Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños. Ve, como Daniel se empobreció por un momento, no jugó como los demás, arriesgó su posición privilegiada. Arriesgó pasar hambre, demacrarse, debilitarse para glorificar a su padre, honrar a su Dios, Dios lo bendijo con sabiduría, ciencia, inteligencia, éxito académico, gracia. Le dio entendimiento en el terreno subterráneo del espíritu con visiones y sueños porque cuando Dios da, Dios da generosamente. Cuantos millones pagaría gente para tener entendimiento sobre las cosas secretas del universo. Dios se las dio gratis a Daniel.
Cuando tu le das al Señor generosamente, Dios te bendice. ¿Tu entiendes? Ese es el principio, Daniel se empobreció, Daniel se debilitó en la carne, Daniel se puso en desventaja por un tiempo para honrar a Dios y Dios se comprometió con él y lo bendijo más allá de lo que Daniel dio. Y la vida de Daniel siempre fue un ejemplo de eso. Esa idea, hermanos, de que tu te empobrezcas, te debilites, caigas en desventaja, y entonces digas: Padre, que ese sea mi holocausto a Ti, mi sacrificio, bendícelo, bendíceme. Que no hay nada de malo en esperar bendición de Dios cuando tu eres fiel a El. No tenemos que ser más católicos que el Papa, tampoco. No yo solamente le quiero dar al Señor por amor a El, no necesito que me de nada. Mentira. Uno siempre quiere algo, que Dios bendiga a uno. Y si no lo pide para ti, pídelo para otro alrededor de ti, hermano. Como cuando uno va a los restaurantes ¿no? Meche dice: ¡oh!, no quiero una ensalada, yo le digo, no, pídela, dámela, yo me la como. Si estamos pagando por ella. Si usted no quiere bendición, pídala por su hijo, pídalo por su hermano, pídalo por su iglesia, por alguien. Pero a Dios le gusta que le pidamos, y que seamos fieles a El y que esperemos ser bendecidos, porque El es así, El bendice a los que lo honran.
En el caso de Salomón Dios le dijo: Pide lo que tu quieras. Salomón no le pidió gloria, no le pidió dinero, no le pidió la muerte de sus opositores, le pidió sabiduría para ser fiel a El como rey. ¿Qué hizo Dios? Lo bendijo.
Mire Primera de Reyes, Capítulo 3, versículos 10 al 14. Dios se gozó tanto de que este muchacho joven, se empobreciera, se debilitara cuando tenía oportunidad para pedirle lo que él quisiera que como otros hombres lo harían según el dinero, las cosas que egoístas, y agradó delante del Señor que Salomón pidiese esto. Porque cuando buscamos el Reino de Dios, su justicia las demás cosas vienen por añadidura. Cuando tu buscas en la gloria de Dios y el agrado de Dios entonces dice, ¿qué pasa?, dice “agradó, Dios se agradó” delante del Señor que Salomón pidiese esto, y le dijo Dios “...porque has demandado esto y no pediste para ti”, el egoísmo es el principio que siempre nos destruye, es el “yo”, la ventaja personal, lo que me da a mi placer o..... “y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oír juicio, es decir, para beneficiar a otros. He aquí lo he hecho conforme a tu palabra. Es decir te doy todo lo que me pediste. He aquí que te he dado un corazón sabio y entendido tanto, porque cuando Dios da en abundancia, que no ha habido antes de ti otro como tu ni después de ti se levantará otro como tu. Y mire aquí el “aún”, el “aún”. Eso es lo que a mi me gusta de Dios. Esa es la partecita que yo siempre quiero en mi vida, el aún de Dios, porque cuando yo le doy a Dios, Dios me da lo que le he dado, me lo devuelve, pero entonces dice “aún” te voy a dar más.
Digan todos “aún”. Y desde ya les digo, titulen este sermón “el aún de Dios”, porque aquí dice: “ y aún también te he dado las cosas que no pediste, riquezas y gloria de tal manera de que entre los reyes ninguno haya como tu en todos los días y si anduvieran en mis camino guardando mis estatutos y mandamientos como tu y David, tu padre, Yo alargaré tus días.” En otras palabras aún te voy a dar, dinero, gloria, poder, paz en tu recintos y te voy de ñapa de voy a dar una vejez larga. ¿Quién no quiere eso, hermanos? Pero Salomón tuvo que primero ponerse en desventaja, ¿usted entiende? Buscar la gloria de Dios, pensar en el papá, no pensar en él. Entonces papá le da lo que le dio porque se lo devuelve, y entonces le dio mucho más. ¡Que bendición tan grande!
Si nosotros entendiéramos estos principios. A veces leemos la Biblia y nos pasan por encima estas cosas. Ahora la pregunta ¿te atreves tu a creer que Dios todavía obra así como obró con Salomón? Que esto no era solamente para Salomón, en el siglo qué se yo antes de Cristo, sino que ahora en el siglo XXI en este tiempo para ti, pon tu nombre sobre ese texto, es también esa dinámica. Si tu les das al Señor, si buscas su gloria, si buscas su reino, si buscas los principios de su Reino, si buscas honrarlo a El primero, El te dará algo que tu le has dado y aún te dará mucho más, las peticiones de tu corazón, aquellas secretas, que necesitarían un psiquiatra para que te las revelara, Dios las lee y te las da. Porque El se goza en darle a sus hijos más de lo que le piden y más de lo que le dan.
Tu no le puedes dar nada a Dios, como decía el hermano Montaña ayer: Dios es el dueño de todo. ¿Qué tu le puedes dar a Dios? ¿Oro? El hizo el oro. ¿Una iglesia lujosa?, el bloque que usas y el shiprock es de Dios. Tu vida, El la creó. Tu alabanza, himnos, obras de artes, ¿quién te dio la inteligencia y la creatividad para concebir esas cosas? Te las dio Dios. Tu no puedes salirte de lo que Dios ha hecho y ha creado. Todo lo que tu eres, piensas, deseas, ofreces, viene de Dios. Así que de lo que tu has recibido tu le estás dando al Padre. Tu no le puedes dar nada a Dios, en otras palabras. Lo que puedes hacer es ofrendas simbólicas, y esas El las recibe, y las bendice y te mucho más. Secretos de vivir una vida próspera y abundante.
En Reino de Dios cuando tu te debilitas, o empobreces para agradarlo o servirlo, El te repone lo perdido y te da aún más. Ese es el principio, hermanos, es el principio estructural que rige otras prácticas. Entonces las prácticas simplemente son la manifestación de los principios. Otro día les voy a explicar eso, es demasiado temprano ahora en la mañana. Las prácticas son simplemente la expresión de los principios, los fundamentos. Es como en la matemática, las leyes de la matemáticas están predicadas sobre lo que se llaman postulados, que son principios fundamentales desde los cuales procede todo lo demás, todas las operaciones, suma, resta, división, multiplicación, geometría. Todas estas cosas dependen de postulados lógicos, postulados físicos, etc.
Los postulados de la Escritura entre ellos está ese principio que luego se manifiesta en prácticas como el diezmo o el ayuno. Son prácticas, pero el principio es ese, empobrécete, redúcete, cae en desventaja para abrir espacio para que se aumente el poder de Dios en ti, la bendición de Dios en ti.
¿Qué es el diezmo? Ya ayer se lo expliqué, tu te pones en desventaja, ese 10%, que a veces ni siquiera te da para pagar las cuentas. Entonces dices: como le voy a dar yo el 10% si apenas mantengo a raya a quienes les debo, y apenas puedo pagar el carro y la casa, y ahora me pide el Señor que le de el 10% de mi dinero. Pero entonces tu dices, no, pero la lógica de Dios es diferente. Dios dice: si tu te empobreces, si te atreves a creerle a Dios y reduces ese 10%, Dios te va, hasta música de trasfondo tengo para mi predicación este momento, Dios está diciendo, vas bien. Amen. Si tu reduces ese 10% , te debilitas en tus finanzas, Yo te voy a reponer el 10% y te voy a dar más. Es el postulado del empobrecimiento, la reducción para gloria de Dios y que Dios se comprometa.
El ayuno también es explicado de esa manera. La lógica y la razón te dice, mientras yo más coma más fuerza voy a tener. Usted sabe que eso no es verdad, aún ni siquiera la lógica apoya eso. Pero usted sabe que si usted no come se debilita, hay un nivel razonable de comer y el ayuno dice: no, si tu en el espíritu te debilitas físicamente y esa comida que es tan importante para tu mente o para tu cuerpo, tu te eximes de participar en ella, y en el espíritu tu reduces tu cantidad de comida y le ofreces ese sacrificio, ese espacio en tu estómago al Señor, Dios te va a reponer y te va bendecir y te va a prosperar, te va a dar fuerzas como las del búfalo. Diga amen, aunque sea para agradarme, ¿usted entiende?
Esa es la idea, si tu ayunas, te debilitas, Dios te hace fuerte. Vigilia, si tu pasas sueño, y pasas y poquito de trabajo, Dios te bendice. Es un principio, es así. Yo se lo puedo enseñar eso a través de toda la Biblia, muchos textos se abren cuando entendemos este principio. Ruth en vez de irse detrás de un pantalón a buscar a su hombre por allá en otro lugar, como le dijo Noemí, dice: No, yo te voy a ser fiel a ti, te voy amar a ti, vieja. Voy a ir contigo, voy a caminar contigo, voy a serte fiel, voy as ser una mujer noble, y me voy a pegar a ti, te voy a proteger y te voy a guardar. Yo, mi juventud, te voy a cubrir con ella. ¿Y qué pasa? Dios le consigue a su varón más tarde y la bendice siendo antepasado de Jesucristo y bisabuela del rey David, y la redime de ser una mera moabita que no tiene derecho ni siquiera de ser parte del Reino de Dios según la ley, la convierte en una integrante de la familia de Jesucristo. ¡Aleluya! Y a través de toda la Escritura usted ve ese principio. Cuando usted se pone en desventaja, se empobrece en alguna manera, se debilita en alguna manera para glorificar a Dios, Dios promete bendecirlo, prosperarlo y eso tiene que ser una práctica todos los días de nuestra vida. Y si no practicamos ese principio estamos en desobediencia, yo me atrevo a decir.
Vamos a un texto..... volvamos un momento para sacarle el jugo ya final a ese texto de Proverbios 11. Examinémoslos a la luz de lo que le estoy diciendo. Yo espero que ahora se hace más claro. “.... hay quienes reparten y les es añadido más, es decir, hay quienes se empobrecen y reciben más de lo que se reducen ¿por qué? Porque están operando conforme a ese principio espiritual, ese postulado del Reino del espíritu, y hay quienes retienen más de lo que es justo pero vienen a pobreza. ¿Por qué? Porque están violando ese postulado del Reino espiritual, porque no hay nada de malo con retener algo, hermanos, es bueno ahorrar, es bueno, mira si..... Dios no está pidiendo que tu seas un tonto, que te exploten y que hagan de ti lo que la gente le de la gana. No, hay que retener, hay que hacer sus cuentas y que asegurarse de que uno pueda pagar las cosas de la vida. Hay que ser prudente. Está bien, pero lo que Dios dice es no retengas ¿qué? Más de lo que es ¿qué? Justo. En otras palabras, hay cosas que a ti no te es legítimo retener, como el diezmo por ejemplo.
Si usted lee la Escritura continuamente y si ustedes .... esa expresión que no la digo yo, la dice: “ustedes me han robado la nación toda, dice el Señor, me han robado. Porque el diezmo es una porción sagrada de tu dinero como creyente, como hijo de Dios que no es tuyo, no te es justo retenerlo. Si tu lo retienes estás entrando en el terreno de la ilegitimidad entonces vienes a pobreza. Estás echando tu dinero en saco roto. Si alguien necesitado viene a ti y tu tienes la manera de bendecir a esa persona, tu hermano necesita algo, y tu retienes ayudarlo, bendecirlo, contribuir a su bienestar, tu estás reteniendo más de lo que es justo. Si tu iglesia necesita algo para bendecir el Reino de Dios, avanzar los propósitos del Reino de Dios y tu puedes ayudarla, y estás en posición para hacerlo, y no lo haces, estás reteniendo más de lo que es justo. Si tu tienes un talento y el Reino de Dios lo necesita, y tu no se lo estás dando al Reino de Dios estás reteniendo más de lo que es justo y estás viniendo a pobreza espiritual en tu vida. Entonces digo, ¡ay! de aquellos que Dios dota con un talento y no lo están usando para el Reino de Dios y lo retienen injustamente, vienen a pobreza espiritual. Hay que darle al Señor, darle a tu iglesia, darle a los demás generosamente. Dios ama la gente generosa.
En realidad el origen de esta inquietud mía de predicar este sermón es porque, hermanos, yo quiero ver una congregación de hombres y mujeres que le den al Señor generosamente porque esa es la clave para una congregación prosperada, esa es la clave para que dentro de 10 años yo los vea a ustedes habiendo comprado sus casas, habiendo ascendido en sus trabajos, habiendo aprendido a hablar inglés, habiendo sujetado a su hijos a la disciplina del Señor y tener a sus hijos, habiendo visto sus matrimonios sanados y bendecidos, viendo sus talentos usados para gloria del Señor y levantados, viendo madres solteras que llegaron ignorantes y viéndolas cubriendo a jovencitas con su consejo, discipulando a otras mujeres, diezmando al Reino del Señor, usando sus talentos para bendecir la iglesia de Dios, porque han dado generosamente.
Una comunidad prosperada es una comunidad que reconoce el señorío de Cristo y le da al Señor generosamente. Cuando el Señor dice dame, simplemente porque quiere ver si le damos, y le damos, Dios bendice esa comunidad. ¿Usted quiere ser bendecido al nivel individual, ustedes quieren ser bendecidos a nivel de comunidad espiritual?, denle al Señor generosamente. Cuando Dios les pida denle, no le aguanten más de que es justo al Señor. Ese es el principio.
Cuando Dios te llama ven y estudia, ven y vigila, ven y ayuna, ven y diezma, ven y sirve, no le digas al Señor no, estoy cansado, estoy deprimido o tengo otras cosas que hacer. No le des excusas al Señor, dale al Señor generosamente, quieras o no quieras, estés en ventaja o en desventaja tengas mucho o poco, no importa, dale al Señor generosamente, imponte sobre tu carne y hazlo por principio espiritual y Dios te bendecirá. Yo veo mucha gente en nuestra congregación, lo digo ahora pastoralmente que tienen dones y talentos y no le están dando al Señor como deben darle y a veces son tacaños, cuando su iglesia los necesita y a veces están demasiados cómodos, hermanos y demasiados agarrados con sus dones, y el Señor dice: no te voy a bendecir, no te puedo bendecir y hasta que no me des generosamente. A Dios lo honra el hombre, la mujer apasionada para con El y generosa para con El. La persona que le da al Señor sin medida, esa es la persona que es bendecida y nosotros queremos gente con corazón guerrero en esta comunidad, que estén siendo bendecidos y estén ganándose a sus compañeros y las almas de sus compañeros también porque hay abundancia de pasión en sus corazones.
Nosotros queremos, hermanos, una.... el voluntariado es algo importante en una iglesia. Yo espero que si el Señor nos diera 50 millones de presupuesto cada año, que todavía esta iglesia tenga hombres y mujeres que lo sirven de gratis en esta iglesia y que esta iglesia no se convierta en una iglesia de profesionales. Yo reprendo ese espíritu en el nombre de Jesús. Hay gente que no quiere hacer nada por el Señor si no se le paga. Yo reprendo ese espíritu en el nombre de Jesús. Y tu entiendes entonces que si te pagan a ti los hombres, Dios no te puede pagar porque ya tu recibiste tu recompensa. Y no estoy diciendo, yo creo que el obrero es digno de su salario, a mi me pagan por lo que yo hago, pero yo no serví al Señor por el dinero, que si yo quisiera daría más dinero afuera, pero hay cosas que nosotros tenemos que darle al Señor que solo El y yo lo sepamos, nadie más.
La gente no entiende eso, cuando tu le das al Señor generosamente, Dios no se cansa de bendecirte, la manera de tu ser prosperado financieramente es diciendo: no, no quiero, yo quisiera poder trabajar sin que me pagaran. Si yo pudiera hacer lo que hago, con un trabajo secular allá afuera, yo preferiría eso mil veces. Y eso lo hice por un tiempo, hasta que el trabajo aumentó demasiado para yo poder hacer las dos cosas físicamente. Pero yo prefiero mucho más darle todo lo que yo puedo al Señor, desde mi vida, lo que yo tengo, de mi porción, que el Señor me recompense, porque yo quiere que ese me pague, porque cuando ese me paga, me paga mucho mejor que lo que cualquier hombre me puede pagar.
Si entendiéramos ese principio, hermanos en todo lo que nosotros hacemos en nuestra vida, cómo seríamos bendecidos. Dale al Señor generosamente siempre. Y mira hacia arriba y di: Padre, lo hago para tu gloria y tu honra. Mira desde tu reino y bendíceme como tu sabes bendecirme. Si quieres bendecirme en dinero, bendíceme en dinero. Si quieres bendecirme con salud, bendíceme con salud. Si quieres bendecirme con reconciliación de mis emociones, hazlo así, o con las peticiones secretas de mi corazón que tu bien conoces, ven, págame en la moneda que tu quieras, pero lo hago para ti. Esta es la ofrenda, Señor que yo tengo para ti. Vive generosamente. Da, al Señor, a tu iglesia, a los demás. Se generoso con Dios. Yo quiero una iglesia que siempre esté empobreciéndose para el Señor porque esa iglesia siempre va a ser enriquecida por el Señor. Escucha el postulado, si te empobreces para el Señor, vas a ser enriquecido por el Señor. Escríbalo antes de que se le escape porque eso está bueno. Si te empobreces para el Señor vas a ser enriquecido por el Señor. Aplica ese principio todos los días de tu vida, en cada transacción, en cada decisión que tu hagas y dice el Señor, y mira, si yo no abriré la ventana de los cielos y te daré hasta que sobreabunde, es la palabra del Señor para ti en esta mañana.
Vamos a ponernos de pie. Quisiera tener más tiempo porque hay tantas cosas en el tesoro de la palabra de Dios sobre este principio y yo no quiero que se nos escape, hermanos. Seamos gente diligente, despierta, apasionada para con Dios. Levantemos una iglesia que los ojos sean como dos brazas encendidas de pasión para con Dios, una iglesia apasionada para el Señor, que sepa moverse en los principios del Reino de Dios.
God wants to bless you, but you must give to Him generously of everything, time, talent, gifts, energies, sleep, emotions, everything. Just give to the Lord passionately and trust in Him. He will bless you beyond your wildest dreams. He will prosper you. He will place His hand on you. His love will be on you 24 hours a day.
Esa es la bendición del Señor para los hijos de Dios. No seamos niños, dice el Señor, en las cosas del espíritu, seamos niños para la malicia y la maldad, pero seamos sabios para las cosas del espíritu, dice el Señor, seamos maduros para las cosas del espíritu. Aprendamos a procesar las leyes del espíritu como Dios pide. Seamos apasionados para sacar esas pepitas de oro que están encerradas en la palabra de Dios.
Bajemos las cabezas. Arrepintámonos de todo egoísmo. Arrepintámonos de todo materialismo en lo que se refiere al Señor, arrepintámonos de toda timidez, de todo carácter conservador y agarrado en lo que tiene que ver con las cosas del Reino de Dios. Arrepintámonos de ser demasiado conservadores, demasiado tímidos con nuestros talentos y nuestros dones. Dale al Señor, enamórate del Señor. Créele al Señor. Aplica los principios de la palabra del Señor y serás prosperado, serás bendecido. Padre, que esta palabra se incruste en las paredes de esta iglesia, reverbere todos los días que esta congregación exista, Señor. Estos principios que han sido enunciados, Padre, los abrazamos. Son principios regidores de esta iglesia y si no los obedecemos y vivimos por ....... ten misericordia y alértanos y disciplínanos para que volvamos a ese camino, Señor, porque sabemos que ese es el camino de la bendición para una comunidad.
Graba estos principios en nuestros corazones Señor, y no dejes que esta palabra, que es una promesa, caiga a tierra, Señor. No dejes que esta profecía caiga a tierra, Padre. Los que la apliquen sean bendecidos y vean la bendición, Señor. Yo lanzo esta palabra, Padre, como un proyectil al corazón y al espíritu de mis hermanos en esta mañana y los bendigo con ella, Padre, los fertilizo con esa palabra, los impregno con la semilla de tu reino y de tu Evangelio, Padre, en esta mañana. Que los que la reciban sean prosperados y bendecidos, los que se cierren contra ella, Padre, experimenten la verdad de tu palabra también. Nos sometemos a tu juicio, Señor, en esta mañana como iglesia, abrazamos tu verdad, Señor. Abrazamos tu juicio, Señor. Abrazamos tus mandamientos y tus preceptos, Señor. Ten misericordia de nosotros Padre. Ayúdanos a ser rectos e íntegros delante de ti, Señor y a vivir conforme a lo que tu palabra nos revela. Oh Señor . Te adoramos, te bendecimos, Señor. Gracias Jesús. Gracias Jesús. Gracias Jesús. Te adoramos, Señor, te bendecimos.
Génesis 37 - La vida de José
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Lo mejor está todavía por ahí por venir. Vamos al Libro de Génesis. Génesis, Capítulo 37. Hace ya unas 3 semanas más o menos ya que yo inicié un estudio sobre la vida de José y han intervenido diferentes cosas en el interino, y quizás usted hasta ya usted hasta se ha olvidado un poquito de lo que hablamos, pero vamos a refrescarle la memoria y también abundar más hondo en la vida de José.
Mientras tanto le animo a buscar allí, Capítulo 37 de Génesis y vamos a ir comenzando con el versículo 2. Se me ocurre quiero poner algo en la sensibilidad de Terry y de Bruce López que controlan allá el..... yo se que hay formas de poner las letras y la palabra de la Biblia, no lo hemos en el pasado pero en un futuro quizás podemos ver cómo podemos hacer eso y que los hermanos que no tienen, los visitantes y otras cosas, porque ya se que todos los de León de Judá traen su Biblia. Amen, ¿verdad que si?, pero los demás, los que están comenzando los caminos del Señor, así les podemos facilitar para que ellos también puedan leer las Escrituras, en Génesis Capítulo 37, en el versículo 2:
Dice: “ Esta es la historia de la familia de Jacob. José siendo de edad de 17 años apacentaba las ovejas con sus hermanos y el joven estaba con los hijos de Bilha y con los hijos de Zilpa, mujeres de su padre e informaba José a su padre la mala fama de ellos (not good!) y amaba Israel a José más que a todos sus hijos porque lo había tenido en su vejez, y le hizo una túnica de diversos colores. Y viendo sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos sus hermanos, le aborrecían y no podían hablarle pacíficamente. Y soñó José un sueño y lo contó a sus hermanos y ellos llegaron a aborrecerle más todavía. Y él les dijo: “oíd ahora este sueño que he soñado, he aquí que atábamos manojos en medio del campo y he aquí que mi manojo se levantaba y estaba derecho y que vuestros manojos estaban alrededor, y se inclinaban al mío.” Le respondieron sus hermanos: “¿reinarás tu sobre nosotros o señorearás sobre nosotros?, y le aborrecieron aún más a causa de su sueños y sus palabras. Soñó aún otro sueño, y lo contó a sus hermanos diciendo: “he aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y 11 estrellas se inclinaban a mi”. Y lo contó a su padre y a sus hermanos, y su padre esta vez le reprendió y le dijo: “Qué sueño es este que soñaste, ¿acaso vendremos yo y tu madre y tus hermanos a postrarnos en tierra ante ti? Y sus hermanos le tenían envidia, más su padre meditaba en esto.”
El viejo sabía que había algo ahí raro en ese sueño, y aunque lo rechazó de momento pero como que se quedó un rato pensando verdaderamente y evidentemente marcó su sensibilidad en alguna manera, él discernía que algo de Dios estaba en este proceso. Esta mañana yo tomé este pasaje y hablé un poco acerca de soñar, soñar en el Señor, los sueños que Dios pone en nuestros espíritus, cómo Dios nos visita a veces con sueños y nos impregna, nos embaraza con sus sueños y sus visiones, y eso es muy importante para el pueblo de Dios porque el pueblo de Dios tiene que ser un pueblo soñador. Dios es un Dios de sueños. Vemos en toda la Escritura una y otra vez que Dios habla a través de los sueños.
Jacob tuvo un sueño, mientras subía de Esaú llegó a un sitio y cansado se acostó sobre una piedra. Y dice la Biblia que Jacob soñó que ángeles subían y bajaban por una escalera del cielo a la tierra y de la tierra al cielo, y en ese lugar, allí estaba la presencia de Dios. Y en ese lugar Jacob tuvo un encuentro poderoso con el ángel del Señor y eso marcó su vida, lo marcó literalmente, físicamente por el resto de su vida. Jacob allí tuvo una lucha con el ángel del Señor y Dios le concedió algo muy especial. El también tenía un sueño, pero tuvo que pagar un precio. Todos los sueños tienen su precio.
Pero lo que vemos es que a través de toda la Escritura hay sueños, hay visiones, Dios habla a su pueblo a través de sueños y visiones. A Pedro, en el Nuevo Testamento miles de años después le dio una visión, le dio un sueño y Pedro vio una visión donde había una cantidad de animales puros e impuros, Dios usó esa visión y ese sueño para dar una revelación mayor acerca de los planes que El tenía con los gentiles, cómo El iba a ampliar su obra en la tierra.
Así que Dios habla, hermanos. Y yo quiero animarlos a ustedes a ser un pueblo de soñadores en el espíritu y no de soñadores vanos sino de soñadores en el espíritu. Yo le estoy pidiendo al Señor, y pídale usted también que Dios traiga revelación a nuestras vidas, que seamos una congregación que reciba palabra de Dios. ¿Saben ustedes que León de Judá es producto de un sueño? Y el nombre de nuestra congregación es producto de un sueño, y la localidad donde estamos es producto de un sueño también, porque Dios habla todavía a través de los sueños.
Hace unos, más o menos 92, 93, en el año 93, para los que no saben la historia: una noche yo tuve un sueño donde vi la ciudad de Boston, los rascacielos de la ciudad de Boston, como en una pantalla, así mismo, como si yo estuviera aquí y yo estuviera viendo guau..... me tomaron en serio la ........ la gente son peligrosos, hay que tener cuidado con lo que uno dice. Era como si yo estuviera viendo una gran pantalla así y yo veía los rascacielos y específicamente del área financiera de la ciudad de Boston, y por encima de esos rascacielos de momento comenzaron a deslizarse unas grandes arañas venenosas gigantescas, como el tamaño de aviones, y comenzaron silenciosamente a posarse y a cubrir todo el panorama, por encima de esos grandes edificios. Y yo podía ver esos seres que eran seres demoníacos, llenos de veneno, su piel tesa y brillosa por todo el veneno que tenían dentro de ellos. Y yo podía ver que eran seres inteligentes y malévolos, pero inteligentes y entendí que eran entidades demoníacas que estaban ejerciendo su influencia oscura sobre la ciudad de Boston.
Yo contemplaba esa imagen y de momento encima, muy por encima, como a la izquierda, así allá arriba del firmamento de esa pantalla, yo pude ver la imagen de un rostro de un león, y era como un círculo, como un plato en la esquina izquierda superior de esa pantalla. Y ese león miraba, estaba muy por encima de esos seres demoníacos y miraba sobre ese escenario y yo podía ver sus ojos bien de cerca. Eran ojos humanos, aunque era un rostro de león, los ojos eran humanos, y eran ojos de autoridad y de confianza y de bondad que me decían a mi que con simplemente mirar sobre esa escena, él estaba ejerciendo su autoridad y que él estaba en control de todo, que no había que preocuparse, porque él tenía la última palabra. Y desde donde yo estaba, yo apunté con mi dedo y recuerdo que yo estaba como semiconsciente en ese momento y apunté tres veces hacia el león, y dije tres veces “Tu eres el Señor, tu eres el Señor, tu eres el Señor”, y ahí terminó mi sueño, y desde ese día en adelante nació en mi espíritu la idea de venir a Boston.
Nosotros teníamos nuestra iglesia en la ciudad de Cambridge. Yo se que muchos de ustedes ya han escuchado esto, pero lo hago porque siento que el Señor este momento y porque empata bien con lo que ....... y muchas gente viene a veces y no escucha y no sabe por qué nos llamamos León de Judá. Dice, un animal, que nombre más raro “León de Judá2 , ¿qué es eso?, pero es un nombre bíblico.
Yo entendí en el sueño que ese león que yo estaba viendo era el León de Judá porque yo conocía de la Biblia, pero en realidad el León de Judá no había sido una imagen muy impactante en mi vida, no había meditado en eso demasiado, ni nada por el estilo, no tenía mucho significado, excepto el significado bíblico, pero yo salí de ese sueño impactado, con esa imagen, y desde ahí nació el deseo y la intención de la venir a la ciudad de Boston, y cambiarnos desde Cambridge, donde Dios nos había dado un templo bellísimo, gratis, lo habíamos adoptado de una iglesia que se había muerto, una iglesia norteamericana, había entregado el espíritu literalmente y habían dejado de existir y nosotros apenas teníamos 6 meses de haber sido fundados como iglesia y nos mudamos de aquí de Boston, del Center a Cambridge y allí tomamos posesión de ese bello templo, en un área lindísima de la ciudad, clase media, media alta, casas de una familia, dos familias, y allí nos mudamos, y estuvimos allí 15 años creciendo como iglesia, haciéndonos más o menos fuertes, definiendo nuestra identidad, peleando algunas batallas y cuando el Señor ya llegó el momento.... porque Dios tiene sus momento ¿usted entiende? La vida cristiana es una vida de procesos, y Dios está en control de cada momento. Y cuando llega el momento de la madurez, Dios dice: ahora te tienes que mover a otro lugar. Es tan bueno cuando uno camina en la voluntad del Señor, hermanos.
Es tan bueno cuando tu sabes que tu vida está gobernada por el tiempo de Dios, que tu no te mueves simplemente porque te ofrecieron un mejor trabajo, o porque te cansaste del frío, o lo que sea, tu te mueves porque Dios te da libertad para hacerlo, porque Dios pone un peso y dice: ahora, coge tu tienda y múdate a otro lugar. O cuando ..... es decir que tu sabes que tu te mueves en la voluntad divina, porque entonces Dios te da directivas. Y Dios nos dijo en un momento dado, a través de ese sueño, “yo quiero que ustedes se muden de acá”. No teníamos razón para mudarnos de ese lugar. Teníamos un templo pago completamente, estábamos en un área bien cómoda y como digo, un vecindario bien, bien cómodo, céntrico hasta cierto punto, en términos de trenes y otras cosas. Sin embargo Dios nos dijo “ya es tiempo de que se muden de allí”.
Ese sueño es como que destapó algo y activó otro componente en nuestro espíritu. Y yo compartí con la congregación ese sueño, y compartí...... algunos de ustedes saben porque estuvieron allí y comenzó una búsqueda de un lugar nuevo donde mudarnos y ahora yo entiendo cuán tonto yo era en aquel tiempo. Si yo hubiera sabido todo lo que nos esperaba no me hubiera metido en ese lío. Pero Dios a veces nos ciega para que no entendamos lo que tenemos que pasar para que nos lancemos a las aguas, y comenzamos a buscar y encontramos este lugar donde ustedes están. Y antes de mudarnos aquí, yo había compartido con la iglesia también, la idea o la visión, de que nuestra iglesia cambiara su nombre de Iglesia Bautista Central, que era su nombre original, a Congregación León de Judá y lo discutimos, y esto y lo otro, y determinamos que sí que nos íbamos a llamar Congregación León de Judá cuando llegara el momento de mudarnos para acá. Y yo recuerdo que cuando vine aquí, visité este lugar que Dios nos proveyó en una forma muy providencial, muy bella y con la segunda o tercera visita que yo hice, mientras negociábamos con el dueño de este sitio, que era un almacén aquí, yo salí por un momento allá a la calle y cuando miré al frente vi la fachada de la iglesia y allí había, y hay una cara de león que está puesta allí. Si usted va a la puerta de vidrio, usted mira arriba, usted ve la cara del león allí. Y yo sentí que esa era la confirmación de que Dios aquí nos quería. Y después de años de trabajo nos mudamos aquí y aquí estamos.
Y yo se lo que Dios puso en el espíritu cuando hablaba del León de Judá y nos dio esa marca a nosotros. Todavía nosotros no somos leones, somos cachorro de león, pero no somos leones. Dios quiere todavía que esta iglesia llegue a ser, que llegue a su “leoncidad” y vamos a llegar en el nombre del Señor, estamos camino a eso. Pero es así, hermanos, Dios habla a través de sueños, pero tenemos que atrevernos a soñar y tenemos que apropiarnos. Cuando Dios pone una imagen en tu espíritu El no necesariamente la pone perfectamente dibujada, con todos sus bigotitos, y sus cositas, no.... el Señor lo que pone es simplemente un embrión en ti, una semilla, como cuando el hombre impregna a la mujer y le planta una semilla y esa semilla va creciendo y multiplicándose y va desarrollándose dentro del vientre de la mujer, hasta que se da a luz.
Y eso fue lo que Dios puso en el vientre de José cuando le dio ese sueño. Lo que Dios puso en José fue la vida suya que lo iba a guiar por el resto de los años, y desde ese momento la vida de José fue gravitando hacia el sueño que Dios puso en él. José ya ahora, iba camino a lo que Dios había puesto. Y por eso yo les digo, hermanos, nosotros tenemos que aprender a soñar porque eso que Dios, que vemos en la Escritura de sueños, Dios quiere volver a activar eso en su pueblo. Y Dios quiere que nosotros volvamos a soñar sueños.
Cuando digo eso, recuerdo lo que dice la palabra de Joel que no se me ocurrió esta mañana, si usted quiere encuéntrelo antes que yo hágalo, donde habla acerca de los últimos tiempos...... el Libro de Joel, Capítulo 2, donde dice que ... 2:28 “.... después de esto derramaré mi espíritu sobre toda carne y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas, vuestros ancianos soñarán sueños y vuestros jóvenes verán visiones”. Este es el tiempo ahora, hermanos, “....y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi espíritu en aquellos días”. Este es el tiempo de los sueños y las visiones. Y se me ocurre que tenemos que detenernos un momentito aquí y orar para activar esa palabra en esta Congregación para que Dios nos comience a dar sueños y visiones. Que nuestros ancianos sueñen sueños, nuestros jóvenes vean visiones, y saben lo que dice, que vuestros siervos y vuestras siervas, ¿por qué añadió el Señor vuestros siervos y vuestras siervas? Es decir vuestros esclavos y vuestras esclavas, porque la visitación de Dios no era solamente para la gente de bien, no era solamente para la gente privilegiada, no era solamente para la gente obviamente capacitada para soñar sueños, sino también era para la gente humilde, sencilla, que se sentía que no tenían derecho para entrar en esa herencia que Dios tenía para los últimos tiempos.
Lo que Dios está diciendo es que en los últimos tiempos Dios va a derramar capacidad para soñar y envisionar no solamente sobre los que están preparados sino sobre los pequeñitos de la congregación, sobre la gente que se siente que es insignificante y que no tiene mucho que dar. Sobre ustedes Dios también quiere derramar sus sueños y sus visiones. Es más, Dios se va a gozar en comenzar con los pequeñitos de la congregación, con jóvenes, con personas que no están muy educadas, el Señor quiere ponerte a soñar sueños y a ver visiones. Y tenemos que decirle al Señor: “Padre, yo quiero eso, yo lo deseo”, porque los dones se reciben cuando uno los invita a venir y cuando uno tiene hambre y sed de ellos, entonces Dios los activa. Y cuando decimos espíritu santo estamos listos para que tu vengas y nos visites y nos impregnes con tus sueños.
¿Qué les parece si tomamos un momento ahora? Póngase de pie un segundo, vamos a pedirle al Señor, vamos a hacer un paréntesis, pedirle al Señor que nos visite con su sueño ahora.
Este es el tiempo para que Dios active en nosotros, póngase bien, bien atento a este momento. Siente usted la presencia del Señor ahora mismo. Padre, queremos ser un pueblo del espíritu, un pueblo de dones, Señor, un pueblo saturado de tu espíritu, queremos ser un pueblo saturado de tu espíritu, queremos ser un pueblo pentecostal. Este tiempo, Señor, nosotros creemos que es el tiempo de tu visitación. Abrimos nuestras manos, abrimos nuestro espíritu, Padre. Pedimos ahora mismo que tu implantes en esta congregación todo lo que están aquí, Señor, sueños y visiones, capacidad para moverse, para vivir en el espíritu. Desata tus dones en el nombre de Jesús. Desatamos dones, Señor, en el pueblo de Dios. Capacidad para soñar sueños, para ver visiones, para concebir cosas en la noche, Padre. Tu nos vas a inquietar en la noche para que recibamos la implantación de tu espíritu. Señor yo desato en el nombre de Jesús la capacidad para ver en los lugares secretos. Tu nos vas a estar hablando, Padre, porque tu quieres darnos instrucciones. Nosotros creemos que este es el tiempo del cual habla Joel, tiempos de sueños y de visiones para tus hijos, Padre. En el nombre de Jesús recibe esa capacidad. Desatamos capacidad para soñar para envisionar en el nombre de Jesús, en el pueblo de Dios, recíbelo en el nombre de Jesús. Recibe en el nombre de Jesús.
Este es el tiempo para soñar sueños, para ver visiones, para hablar en lenguas, para revelaciones, para sanidades, para milagros, para prodigios, para profecía. Es el tiempo del Señor. Gracias Padre, gracias. Danos la capacidad de José. Danos la capacidad de Daniel. Danos la capacidad de Jacob, Señor. Revelación, Padre para recibir sueños y para interpretar sueños, Señor. Para recibir visiones y para interpretar visiones y para declararlas, Señor en medio de la tierra. ¡Aleluya! Recibe en el nombre de Jesús y comienza a soñar y cuando sueñes, declara los sueños, escríbelos y pídele al Señor que te de la interpretación de esos sueños. Y si tu crees que es algo compártelo con los líderes de la congregación. Porque Dios quiere traer revelación. Cultiva la capacidad para soñar. Ese es un don que se desarrolla por medio de la práctica. Y pídele al Señor que te recuerde los sueños cuando los sueñes, porque muchas veces soñamos y después se nos olvidan los sueños, pero cultívalos en el nombre de Jesús. Soltamos esa capacidad ahora. Gracias, Señor. Gracias. Amen. Amen. Gloria a Dios.
Tomen asiento, hermanos. Entonces yo decía, hermanos que tenemos que cultivar esa capacidad. José fue marcado por su sueño y cuando José recibió esa visitación enseguida su vida comenzó a moverse hacia el sueño. Todo lo que comenzó a pasar, incluyendo el odio de sus hermanos, el plan que ellos tenían de hacerle daño, todo Dios lo hizo que conspirara para que José llegara a donde tenía que llegar. Y una cosa es lo siguiente, cuando tu sueñes, cuando Dios ponga una visión en tu vida, si Dios ha puesto una inquietud en tu vida, no te desalientes si se toma tiempo para que el sueño se cumpla, porque muchas veces los sueños de Dios no se cumplen de la noche a la mañana. Se toma mucho tiempo. Un hijo no nace inmediatamente que la mujer concibe sino que se toma 9 meses de gran angustia y de gran proceso para que finalmente venga la vida a la luz. Y así también muchas veces los sueños de Dios se van a tomar tiempo. A José le tomó mucho tiempo. Cuando Dios le dijo eso, él mismo no entendía completamente a qué se refería, pero Dios le fue dando como en pequeños pedacitos lo que El quería mostrarle y pasaron, yo creo que pasaron más de 10 años antes que José recibiera su sueño. Si Dios pone en ti, Dios ha puesto en ti algo, una inquietud, una visión acerca de la vida, algo que tu quieres hacer, algo que quieres lograr, un llamado que tu sientes que El te ha dado. Cultiva eso, esa matita tienes que regarla, no permitas que aunque pase mucho tiempo tu la eches a un lado, sino mantenla viva siempre y está atento a lo que Dios te diga.
Otra cosa acerca de los sueños. Ten cuidado con quién tu compartes tus sueños. José compartió su sueño con gente que no entendía. Es más, se sentían amenazados por ellos y muchas veces los sueños que Dios ponga en ti, van a molestar los principados y las potestades o van a cuestionar inclusive las estructuras alrededor de ti, van a, como dijera yo, a inquietar el status quo, van a ser a veces sueños que van a confrontar y en el caso de José, sus sueños eran muy, muy inquietantes y desagradables para sus hermanos que no lo querían ver a él en esa posición de autoridad, y aún para su papá que no entendía todo lo que Dios estaba haciendo. Si nosotros a veces compartimos nuestros sueños prematuramente, hermanos, y con la gente inadecuada, van a querer matar nuestros sueños. Así que cuando tu concibas un sueño, guárdalo por un tiempo en silencio, ora sobre el sueño y cuando Dios te de libertad para comenzar a compartirlo, entonces comienza a compartirlo. Y ten cuidado mientras tanto con quién, asegúrate de que sea gente de visión, que sea gente que entienda los misterios de Dios, que sea gente que crea en esas cosas, porque sino el peligro está en que te maten tu entusiasmo antes de tiempo y que tu comiences a pensar que esos son simplemente creaciones de tu imaginación.
Así que es bien importante que tu permitas que llegue el momento preciso para comenzar a declarar lo que Dios ha puesto en tu vida. Solamente en este tiempo yo me he comenzado a sentir un poquito más libre, como yo decía en la oración esta mañana, para declarar sueños que Dios ha puesto en mi vida cuando yo era pequeñito, y que los he alimentado todos estos años y siento que ya el tiempo se acerca para comenzar a declararlo más claramente, porque yo creo que llega un momento también para comenzar a hablar lo que Dios ha puesto en nuestras vidas. Pero mientras tanto hay que tener mucho cuidado. Uno tiene que ser bien sobrio con los sueños que Dios nos da porque muchas veces, si nos lanzamos también prematuramente en vez de madurar el sueño y asegurarnos de que es de Dios, desprestigiamos en el arte de soñar. A veces mucha gente está diciendo: Oh, Dios me dijo esto, Dios me dijo lo otro, y no es así entonces se abarata ese don tan precioso. Entonces tenemos que tener mucho cuidado cómo cultivamos, cómo declaramos, cuándo hablamos, a quién se lo decimos. Es muy importante que nos movamos en el tiempo de Dios.
Pero otra cosa bien importante es eso, que cuando Dios pone un sueño y tu estás seguro de que es de Dios y llega el momento de tu hablarlo, comienza a declarar el sueño. Comienza a compartirlo porque al tu compartirlo con tu boca, vas a estar profetizando sobre ese sueño y lo vas a estar activando más todavía. Así que también hay que atreverse, cuando es el momento de Dios a comenzar a hablar y a profetizar sobre el sueño.
Otra cosa también acerca de los sueños. Es importante que si Dios ha puesto en ti una visión acerca de algo que Dios quiere que tu hagas, una inquietud, un ministerio, un logro que tu sientes que Dios te quiere llevar, es importante que tu celebres eso y que lo mires y que lo visualices en todos sus detalles y que te veas dentro de ese sueño. A Dios le gusta que nosotros cultivemos y celebremos el sueño. En el Libro de los Hebreos dice que muchos esperaban la ciudad que estaba construida por las manos de Dios y no por manos de hombres. Dice que la saludaron desde lejos y la celebraban desde lejos. Y es importante que nosotros aprendamos, cuando Dios pone una inquietud, un deseo en nuestras vidas que visualicemos esas cosas, que tomemos tiempo para meditar en ello, que saquemos tiempo para escribirlo, desarrollarlo, pensar en ello, para que ese sueño se vaya activando más y más. Yo creo que hay mucha gente que sueña, pero sueña en términos generales, no sueña en términos específicos. Y es importante ponerle de tal sueños que soñamos y es importante también añadirles intensidad a los sueños.
Yo hablaba con los hermanos acerca del sueño de Jabes, en Primera de Corintios, Capítulo 4, versículo 9 en adelante. Jabes concibió un sueño, y fíjese cuando yo hablo de sueño, hermanos, puede ser cualquier cosa. Una joven me decía cuando terminamos el servicio aquí que su sueño es ir a Boston College, una universidad aquí en la ciudad de Boston, muy buena, y para mi eso es algo que Dios ha puesto en ella. Su mamá me dijo ella quiere ir a Boston College. Bueno, ahí hay un sueño y yo le pregunté ¿qué tu estás haciendo para ir hacia ese sueño? Y me di cuenta, que todavía ella necesitaba dar pasos para que el sueño se activara. Pero puede ser algo así, puede ser que Dios haya puesto en ti un sueño de predicar el evangelio o hacer un viaje misionero, como hizo un grupo de hermanos a República Dominicana, este verano, y Dios bendijo ese sueño de una manera extraordinaria. Puede ser que Dios te está llamando ..... un deseo de tener un matrimonio idóneo, un matrimonio bendecido y tu matrimonio ahora está lejos de ser eso, pues toma ese sueño y visualiza, visualiza tu matrimonio, bendecido, visualízate sentada con tu esposo comiendo en un restaurante y buena conversación entre ustedes, risas, intimidades siendo compartidas en ese momento. Visualiza bendiciendo a otros, las discusiones que tienen y las peleas, eliminadas y reemplazadas por un hogar de paz. Y visualiza estas cosas y celébralas y dale gracias al Señor y mantén ese sueño vivo. O puede ser para un joven sueños de éxito financiero y de logros profesionales. Bueno, toma ese sueño y éntralo en tu corazón y pídele a Dios que lo bautice con su aprobación y entonces mantén ahí tu vida, a la luz de ese sueño.
Voy a compartir algo acerca de eso en un momentito más. Pero eso, hermanos es importante que nuestro sueños tengan cuerpo, necesitamos intensificarlos con pasión y con emoción. Jabes concibió un sueño, Primera de Crónicas, Capítulo 4, versículo 9. Vayan allí un momentito.
Dice que “...Jabes fue más ilustre que sus hermanos”. ¿Qué quiere decir eso con que Jabes fue más ilustre que sus hermanos? Yo creo que quiere decir que Jabes fue más noble que sus hermanos, como que Dios le dio una capacidad para soñar algo, para desear algo, tenía un corazón noble y Jabes se atrevió a venir ante Dios y creerle a Dios. Muchos de nosotros hermanos no tenemos suficiente conocimiento de Dios como para creer que El es un Padre amoroso y noble y fiel, que si El nos dice “Pídeme, yo te daré”, no nos atrevemos a pedirle. No hay nobleza en nuestro corazón muchas veces para amar a Dios con el alma, con el espíritu y entonces no sentimos ese llamado de venir ante la presencia de Dios. Jabes tenía un don especial, y dice que fue más ilustre que sus hermanos y hay un detalle importante que dice que su madre llamó a Jabes, le dio un nombre, dice “.... por cuanto lo di a luz en dolor”. El nombre que le dieron a Jabes era un nombre de fracaso, un nombre de que no iba a llegar muy lejos.
Imagínese que a usted le pusieran el nombre Adolorido, ¿no? ¡Qué bonito nombre para usted anunciar su presencia! ¿Cómo te llamas? Oh, me llamo Adolorido. O concebido en dolor. Su mamá le puso ese nombre, Jabes tenía la marca del fracaso en su vida. Jabes no tenía posibilidades de ser un hombre exitoso, pero Jabes concibió eso y miren lo que dice, que “....Jabes invocó al Dios de Israel diciendo: Oh, si me dieras bendición”, y yo les decía a los hermanos esta mañana, que ese “Oh” es lo que nosotros necesitamos cultivar. Necesitamos cultivar un “Oh” que nos salga de lo profundo de las entrañas.
Digan todos “Oh”. Eso es. Es un “Oh” que tiene que salir de lo hondo de la tierra.
Cuando su deseo, cuando su necesidad llega al punto del “Oh”, ahí es donde Dios responde muchas veces, pero mientras sus sueños, son sueños más o menos generales, descuidados, de vez en cuando, Dios no le va generalmente a dar lo que usted necesita. Dios quiere llevar sus sueño a punto de rojo vivo, en que usted desee algo y si usted no lo recibe, se muere.
Como le dijo Ana a su esposo. Su esposo le dijo: “pero, Ana, si yo te quiero”, Ana no podía tener hijos, “pero si tu eres mi favorita, si todo lo que yo tengo es tuyo”. Pero Ana lo que quería era un hijo. Ana quería que sus entrañas fueran estrenadas por un hijo y Ana comenzó a llorar y a aclamar y Dios le dio no solamente un hijo, sino un Samuel y le dio otros hijos. Y Jabes le dijo: “Oh, Señor si me bendijeras, si me dieras bendición” -y mire qué específico fue Jabes- “....si me dieras bendición, si ensancharas mi territorio, si tu mano estuviera conmigo, si me libraras del mal para que no me dañe” –usted ve lo específico que fue Jabes-. Así tiene usted que ser en las peticiones y en los sueños que usted presenta delante del Señor. Usted tiene que ponerle pies y manos a sus sueños, tiene que cultivarlos, tiene que celebrarlos, tiene que echarle agua a esa matita de sus sueños. Es la única manera en que Dios le va a ......... pero Jabes se atrevió a pedirle a Dios su sueño, y ¿qué paso, qué dice la Biblia aquí, qué hizo Dios? Dice: “.... le otorgó Dios lo que pidió”.
Atrévete a soñar, hermano, hermana. Yo creo que muchos de nosotros nos han matado la capacidad para soñar, porque en la niñez no nos bendijeron, nuestros padres, los pobres hicieron lo que pudieron pero no engendraron en nosotros la capacidad para anhelar cosas grandes y creer que nosotros podríamos llegar lejos, y que podíamos hacer cosas grandes en el Señor. No hay nada imposible para un hijo de Dios, hermanos. Yo quisiera plantar en ustedes esa seguridad de que Dios puede hacer cualquier cosa en tu vida, si tu te atreves a concebirlo y te lanzas entonces día a día a echarle un poquito de agua a la matita de tus sueños. Dios quiere darte las naciones, Dios quiere darte tus hijos, Dios quiere darte tu salud, Dios quiere darte la paz del corazón, Dios quiere darte un sueño tranquilo, Dios quiere que la depresión huya de tu vida. Dios quiere que el pesimismo, en derrotismo se salga de tu vida. Dios quiere que las aflicciones que estás confrontando sean vencidas y que tu tengas libertad para volar como el águila. Pero tienes que atreverte a creer en los sueños de Dios y a concebir cosas grandes y entonces a lanzarte en la búsqueda como José creyó su sueño y Dios enseguida desató lo que él necesitaba para que su sueño se hiciera realidad.
Isaías 54. “Ensancha el sitio de tu tienda y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas, no seas escasa, alarga tus cuerdas, refuerza tus estacas porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda y tu descendencia heredará naciones y habitará las ciudades asoladas. Levanta canción, da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto, porque más son los hijos de la desamparada que la casada, ha dicho Jehová.”
Hermanos, Dios está continuamente invitándonos a creer cosas grandes, a creer que El va a hacer cosas maravillosas. “Clama a mi y yo te responderé y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tu no conoces”. Atrévete a creer en los sueños de Dios, sueños en Dios. Y finalmente si tu tienes un sueño, y lo presentas delante del Señor comienza a vivir tu vida a la luz de ese sueño y a tomar decisiones a la luz de ese sueño. Alinea tu vida con ese sueño. Por ejemplo, si una persona me dice a mi, a mi me gustaría llegar a ser el ejecutivo principal de una corporación, un joven me dice eso. Bueno, Gloria a Dios por eso, qué bueno, ese es un sueño precioso. Pero no creas que simplemente porque tu tengas ese sueño, y tu le ores al Señor el sueño como que va a venir mágicamente. Tu tienes que tomar ese sueño, meterlo dentro de tu corazón, presentarlo delante del Señor, orar por él continuamente pero será mejor que tu te pongas a trabajar duramente y a estudiar y a esforzarte para concebir en tu ser la excelencia, la disciplina, las destrezas, el carácter, las relaciones que son necesarias para llegar a esa posición.
Cuando estábamos allá en Israel conocimos a una pareja preciosa del Ecuador. Este hombre estuvo en la alta política en el Ecuador durante un tiempo de su vida, pero tuvo unos grandes trastornos y tuvo inclusive que huir del Ecuador refugiado, como exiliado y pasó un tiempo fuera y volvió a Ecuador, y él siente y ha recibido mucha profecía de parte de muchas personas, que le han dicho que él va a ser presidente del Ecuador en algún momento. Y yo lo creo porque es un hombre muy especial y su esposa, una mujer bellísima, preciosa sierva del Señor, gente muy, muy sólida. Yo creo que podrían ser un día una pareja escogida por Dios para eso, gente que ama al Señor, noble en muchos sentidos, y que tiene unos valores muy sólidos.
Y yo pude compartir con él en el ultimo día ya casi cuando íbamos hacia el hotel donde nos íbamos a quedar antes de partir de regreso y yo hablé con él, y él.....vi, porque él no estaba haciendo nada, sino esperando simplemente en el Señor, que Dios lo iba a levantar y lo iba a llevar a esa posición. Ahora yo le decía, “mira hermano, permíteme, con todo respeto, quiero entrar porque quiero plantar una semilla en ti porque quizás Dios –fui muy cuidadoso, muy cauteloso en decirle, pero- le dije “quizás Dios te está llamando a que tu primero comiences y corras para el Senado o para la Legislatura y que tu vayas creándote un nombre de nuevo. El tiene una fundación filantrópica que él está dirigiendo y que él ha formado para trabajo social. Yo le dije, “mira, ahí está posiblemente la clave, porque al tu darte a conocer como una persona que está haciendo obras de justicia social y otras cosas, tu puedes ir dándote a conocer públicamente y usar eso como un punto de partida. Quizás Dios te quiere usar entonces para que tu aprendas sobre la política, que tu nombre se de a conocer, corre para una legislatura, para un Senado y de ahí entonces Dios te puede tirar a la próxima etapa, y Dios te puede llevar. Y yo creo que Dios te va a llevar a la presidencia, pero comienza por algo intermedio.
Entonces yo creo que es importante que nosotros seamos tan místicos, como hay personas por allí que todo se les va en soñar, en profecías, y en Dios me dijo, y Dios te va a hacer esto y te va a hacer lo otro, pero, hermanos, cuando nosotros concebimos un sueño de Dios tenemos que ponernos a trabajar también. Porque Dios te va a encontrar en el camino, ¿usted entiende? Y Dios va a hacer su parte pero tu tienes que hacer la tuya también. Y tu tienes que usar el entendimiento que Dios te da, la sabiduría, la destreza, las herramientas que Dios te da para ir hacia el sueño. Y tu tienes que estar viviendo toda tu vida con respecto a ese sueño y tienes que ser diligente también para que el sueño se haga realidad.
Miren lo que le pasó a José. José estaba en la cárcel y el copero de faraón y el panadero tuvieron un sueño ¿recuerdan? Y José se lo interpretó porque José tenía ese don de sueño como tenía Daniel también. Y entonces ¿qué les dijo José al panadero y al copero? Les dijo: “cuando ustedes salgan y se cumpla el sueño que yo les he revelado háblenle a faraón de mi. ¿Qué pasó? José fue diligente. Muchos de nosotros no nos atreveríamos a decir eso, pero José dijo: “Hey, Señor, yo les he ayudado así que acuérdense de mi también cuando estén allá afuera”. Fue diligente y eso ayudó para que el sueño se cumpliera. ¿por qué? Cuál fue, de nuevo se me olvida el panadero o el copero que..... el copero, sí, al panadero le cortaron la cabeza, tenía el cesto de panes aquí en la cabeza. Cuando el copero pasó tiempo, el copero se acordó de lo que José le había dicho y del favor que le había hecho, y le dijo a faraón. Ve entonces como la iniciativa del hombre José pidiéndole que se acordara de él cuando saliera, y la iniciativa de Dios que quería llevar a José a la vicepresidencia de Egipto, se encontraron y el sueño quedó realizado. Es muy importante que si tu tienes una visión que tu hagas tu parte para que la visión, el sueño se cumpla.
Hay hermanitos que quieren ser, hablarle a multitudes y predicar el Evangelio como Billy Graham pero cuando llega el momento de inscribirse para una clase de discipulado están demasiado ocupados. ¿usted entiende? Cuando llega el momento de ir a un congreso de mujeres o algo por el estilo, no tienen tiempo, no tienen dinero, se le enfrían los pies, y el sueño se queda inactivo, porque Dios espera que también tu hagas tu parte para que el sueño se realice, se cumpla. Hay que ser diligente. El sueño es simplemente un vehículo que Dios usa, pero Dios quiere que tu también hagas tu parte, así que esfuérzate, sé dinámico. Dios le dio un sueño a Josué, y le dijo “yo te voy a entregar toda la tierra que pisen la plantas de tus pies pero te recuerdo una cosa, mira que te mando que te esfuerces y seas valiente. No temas ni desmayes, yo estaré contigo. Que mi palabra no escasee en tu vida. Ejercítate.”
Es importante que tu, si tu tienes un sueño que Dios ha puesto en tu vida, en tu espíritu, que des pasos de fe y te atrevas a hacer cosas que avancen ese sueño. Tu tienes que vivir mirando, espiando a ver. Yo vivo, hermanos, les digo, Meche lo sabe porque hablamos sobre esto muchas veces, hay sueños en mi vida y yo siempre estoy observando lo que me vida acerca de ese sueño, esa visión que Dios ha puesto, y cuando yo veo algo que ......parece que está avanzando el sueño, yo estoy bien alerta, bien atento y pongo mucha atención a ver si eso es algo que me va a llevar y me va a acercar a la realización de mi sueño, del sueño de Dios en mi vida. Y entonces estoy dispuesto a invertir.
Este viaje que yo dije a Israel, saben porque hace años, muchos de ustedes saben que hace años que yo quería ir a Israel, y siempre ha habido algo que se interfiere y nunca me había activado a ir a Israel, pero cuando vino Juan Carlos y Fanny y otros que fueron a Israel hace poco, y casi me obligan a ir y pusieron mucha presión sobre mi para que yo fuera. Este era el peor de los tiempos para yo ir a Israel, para yo hacer un viaje de 11 días, tantas cosas que hay ahora mismo en la iglesia que están pasando, y tanta responsabilidad que uno tiene. ¿Pero sabe qué? Que yo me puse a escuchar y sentí como que en ese llamado de estos hermanos y en esa presión había algo de Dios que me estaba diciendo: esto te va a llevar más cerca al sueño y es el tiempo.
Y entonces yo dije: bueno, Señor, me voy a tomar un riesgo, no estaba ciento por ciento seguro, pero dije, bueno, quién sabe si Dios tiene algo para mi allí. Y entonces me atreví a dar el paso de dar ese viaje con temores y temblores y cantidad de dudas, pero lo hice, porque yo vivo a la luz del sueño que Dios ha puesto en mi espíritu, y si yo soy pastor hoy y dejé mis ambiciones académicas y todo esto es porque un día cuando Dios me dijo: Te gustaría pastorear esta congregación pequeña, que está apenas comenzando”, yo sentí que decirle sí al Señor me acercaba al sueño que Dios había puesto en mi cuando yo era pequeñito. Y llevo 22 años, 21..... 1884, 21 años trabajando en esta iglesia, pastoreándola, esperando la plena realización del sueño de Dios todavía. 21 años ¿eh? Y cuarenta y pico que Dios me habló cuando niño acerca de algo que yo todavía no discierno completamente bien, qué es lo que Dios tiene entre manos, pero se que hay algo allí que Dios ha puesto en mi espíritu, y yo vivo con eso, pensándolo, meditándolo, preguntándome si es de Dios, si no es de Dios, si es un figmento de imaginación, pero ese sueño anima mi vida. Es como una brújula magnética que me predispone a ciertas cosas y eso es lo que uno tiene que hacer cuando Dios habla a nuestra vida hermanos. Tenemos que creer. Esto no es mi imaginación, esto es de Dios. Y apropiarnos, y entonces comenzamos a interpretar la vida, las circunstancias, los encuentros, los eventos, las oportunidades a la luz del sueño y Dios le va impartiendo más claridad, más precisión al sueño y entonces el sueño va haciéndose más concreto en nuestra vida. Deja que el sueño de Dios llene tu vida. Cultiva la capacidad para soñar. Incuba el sueño en la quietud y en la oración y en el ayuno y Dios te va a llevar como llevó a José al encuentro de ese sueño.
Que el Señor los bendiga. Vamos a bajar nuestras cabezas, ahora e invito a los músicos a pasar aquí un momentito. Los sueños de Dios. Dios quiere una congregación de soñadores despiertos, de visionarios, esa es la palabra de Dios para tu vida. Dios quiere activar sus sueños en nosotros, quiere impregnarnos con una visión fresca. Y cuando Dios da un sueño El se compromete a llevarlo a la realidad, pero trabájalo, edúcalo, instrúyelo, cultívalo y cultívate a ti mismo también para que tengas la capacidad para manejar eso que Dios te quiere dar. Gracias Señor. Te adoramos, Padre. Te bendecimos.
Señor, nosotros creemos en esta tarde que tu palabra va a ser marco en la vida de tus hijos. Esta palabra que tiene la vida tuya, Señor, dentro de ella, y al hablarla, Señor y lanzarla a la sensibilidad de tu pueblo ella se hace realidad. Que tus hijos, Señor sean impregnados en esta tarde por la buena palabra que sale de tu boca. Queremos ser soñadores y visionarios, Señor. Gracias porque todavía tu estás en el asunto de ¿? . recibimos tu revelación, Padre. Gracias Dios. Amén. Amen. Amen.
Vamos a cantar ese coro que dice “...sendas Dios hará donde piensas que no hay”. Tu quizás no sabes cómo el sueño se va a realizar en tu vida, pero Dios lo va a hacer una realidad.
II Crónicas 29 (Parte 2)
Dice, Segunda de Crónica, 29 y retomamos el pasaje que iniciamos hace dos semanas: “... comenzó a reinar Ezequías siendo de 25 años y reinó 29 años en Jerusalén.
El nombre de su madre fue Abías, hija de Zacarías, e hizo lo recto ante los ojos de Jehová, ahí está la clave, conforme a todas las cosas que había hecho David, su padre. En el primer año de su reinado, en el mes primero abrió las puertas de la casa de Jehová y las reparó, e hizo venir a los sacerdotes y levitas y los reunió en la plaza oriental, y les dijo: “Oídme levitas, santificaos ahora y santificad la casa de Jehová, el Dios de vuestros padres, y sacad del santuario la inmundicia, porque nuestros padres se han rebelado y han hecho lo malo ante los ojos de Jehová, nuestro Dios.” Vamos al versículo 10, dice: “... ahora pues, yo he determinado hacer pacto con Jehová, el Dios de Israel, para que aparte de nosotros el ardor de su ira. Hijos míos no os engañéis ahora, porque Jehová os ha escogido a vosotros para que estéis delante de El y le sirváis, y seáis sus ministros, y le queméis incienso”. Bendiga el Señor su santa palabra.
El domingo antepasado, como decía, iniciamos esta serie de estudios sobre cuáles son las leyes, cuáles son los secretos que están debajo, como un fundamento subyacente de la prosperidad y de la bendición. Déjenme hacer una pregunta: ¿a cuántos de ustedes les gustaría vivir una próspera y bendecida? Levante su mano. Yo espero que todos aquí, sino yo conozco un buen psiquiatra que les puedo recomendar. Todos en alguna manera queremos ser bendecidos y eso es parte de la naturaleza humana, el ser humano quiere auto preservarse y tener seguridad y caminar seguramente sobre la vida y con bendición, eso es un instinto natural. Y hay leyes que gobiernan la prosperidad en la vida, así como hay leyes universales en el ámbito físico, que los científicos han descubierto y todavía están en proceso de descubrir y que rigen nuestro mover en el mundo físico, así también hay leyes espirituales que gobiernan la vida de los hombres y que determinan si viven vidas prósperas o vidas fracasadas. Hay misterios que rigen la vida humana que nosotros ni siquiera comenzamos a entender, y que si tuviéramos los ojos de Dios podríamos ver muchas cosas que no nos explicamos el por qué de ciertas circunstancias que se dan en la vida.
Una de las cosas que nosotros tenemos que hacer continuamente como pueblo de Dios es tratar de descubrir, como mineros tratando de extraer el oro de las profundidades de la tierra, cuáles son esas leyes, cuáles son esos principios que determinan que una persona pueda vivir una vida próspera. Y déjenme decirle algo, al continuar en esta serie de meditaciones, cuando yo hablo de prosperidad, no me refiero solamente a una cuenta más alta en el banco. No me estoy refiriendo solamente a tener dos BMW en la marquesina de su casa. No me estoy refiriendo a tener una casa con 18 dormitorios y 4 lavaplatos. No me estoy refiriendo a esas cosas solamente aunque la bendición material, financiera es parte de la prosperidad que Dios quiere darle a sus hijos. Me estoy refiriendo más bien a un estado de plenitud y de bendición. Cuando los hebreos hablaban de shalom, que se traduce paz en español inadecuadamente, yo creo, se referían al bienestar total que Dios provee, bienestar físico, bienestar emocional, bienestar familiar, bienestar económico, social, espiritual y eso es lo que yo creo que Dios quiere para su pueblo. Eso es lo que yo creo que Cristo quiso decir cuando dijo: “Yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia.” Es esa prosperidad que Dios quiere darnos.
¿Cómo vivir una vida exitosa? ¿Cómo vivir una vida plena? Y al nosotros entender y aplicar estos principios, algunos de ellos van a ser muy sublimes y obviamente espirituales, y otros yo creo que van a ser bastante prácticos y bastante a ras del suelo y comunes y corrientes. Pero yo quiero compartir con ustedes en lo que Dios me de libertad, estos principios a través de las próximas semanas. Y ustedes recordarán que yo les decía cuando comencé a meditar sobre esto quise ilustrar algunos de estos principios con personajes de la Escritura y enseguida uno de los personajes que me vino a la mente fue Ezequías, el rey Ezequías, un ser muy interesante, muy complejo en la Escritura. Vemos allí que Ezequías fue un rey próspero, un rey bendecido. Primeramente comenzando con el hecho que reinó en Israel durante 29 años, casi 30 años fue rey sobre Israel. Yo creería que 30 años es bastante tiempo para uno ser líder de una nación, ¿verdad que sí? Y fue bendecido en todas partes. Vimos que dice la palabra que “dondequiera que él iba, Dios lo prosperaba”. Todo lo que él hacía era bendecido y coronado con éxito.
¿Cuáles eran los secretos del rey Ezequías? Pero antes de entrar en eso, yo quiero decir algo que es bien importante porque de nuevo, muchas veces cuando hablamos de que Dios quiere prosperarnos o de que nosotros queremos vivir vidas prósperas, hay personas que se resisten a esa idea y no ven la vida cristiana necesariamente como esa vida que Dios nos ha llamado a vivir en ese estado de plenitud. Muchas personas entran al Evangelio con modelos erróneos de lo que es la vida cristiana y creen muchas veces que el cristianismo es para simplemente aguantar para que Dios nos de la fuerza para vivir vidas pobres y sufrientes y enfermizas, y a lo máximo que mucha gente aspira en el Evangelio es simplemente a soportar, a aguantar hasta que Cristo venga y se los lleve de la miseria que tienen sobre la tierra. Y hermanos, yo les quiero decir que eso es totalmente falso.
Tenemos que cambiar nuestro programa mental porque Dios quiere prosperarnos, Dios quiere bendecirnos, y toda vida próspera comienza con una expectativa de ser prosperados. No podemos entrar en las leyes de la prosperidad y de la bendición a menos que no entendamos previamente que la trayectoria normal del hijo, de la hija de Dios es hacia la bendición y hacia la prosperidad, hacia la provisión, hacia la plenitud de vida. Uno de mis versículos favoritos, versículo lema es el que dice: “porque la senda del justo es como la luz de la aurora que va en aumento hasta que el día es perfecto.” ¡Aleluya!
Piense en su vida como esa luz que comienza en las horas tempranas de la madrugada, tenue, batallando con las tinieblas imperantes de la noche y de momento comienza a brillar y a hacer huir las tinieblas hasta que llega la plenitud del mediodía, deslumbrante en toda su manifestación. Así es que Dios quiere que sea la trayectoria de tu vida. Quizás tu vida comenzó como esas madrugadas oscuras, quizás tu tuviste un pasado terrible y difícil. Quizás tus padres nunca te dieron la afirmación emocional que tu necesitabas. Quizás tu padre abusó de ti, inclusive, físicamente. Quizás hubo palabra más bien de apocamiento y de condena y de culpabilidad y de acusación en tu vida. Quizás tuviste algún fracaso amoroso. Quizás viviste en pobreza cuando eras niño. Pero ¿saben qué? El Señor quiere que todo eso sea repuesto y que sea sustituido con su bendición, con su luz, con su prosperidad. No te quedes en los patrones del pasado, por favor. No te quedes en la circunstancias de tu niñez o de tu pasado, porque en Cristo Jesús ahora todas las cosas son hechas nuevas.
Hay bendición para ti. Eso es lo que dice la palabra, ¿no? Que si alguno está en Cristo es una nueva criatura, las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas y desgraciadamente hay muchos creyentes que no entienden lo absoluto de esa declaración. No es solamente en el nivel espiritual que todas las cosas son hechas nuevas, sino que yo creo que el Señor cuando tu lo recibes en tu corazón, tu pasas de una dimensión espiritual donde el diablo y la maldad y la negatividad rigen tu vida, a una dimensión donde la bendición de Dios está sobre ti. Quizás tu dirección física no cambia, pero tu domicilio espiritual sí cambia. Dice la palabra del Señor que “el Señor nos ha transferido del reino de las tinieblas a su luz admirable”. Dice la palabra que estamos puestos a la derecha del Padre, estamos sentados juntamente con Cristo en los lugares celestiales. Amen. Eso quiere decir, hermanos, que nuestro destino espiritual ha cambiado, si estamos en Cristo Jesús.
Desgraciadamente muchos de nosotros entramos en el Evangelio pero no cambiamos el cassette. Estamos tocando todavía la misma melodía sombría, triste, pesimista, de cuando estábamos fuera del Evangelio. E inclusive muchos de nosotros a veces hemos crecido en el Evangelio pero no hemos recibido esa buena nueva de que Dios quiere bendecirnos y prosperarnos y por eso muchas veces tenemos miedo de emprender nuevas cosas. Nos conformamos con lo mínimo de la vida, no nos atrevemos a tomar un curso de inglés, o abrir un negocio, o comprar una casa, o comenzar una relación, porque tenemos miedo de fracasar. Y muchas veces tenemos la idea de que, y a veces ni siquiera es una idea, es algo que ha penetrado tan hondo en nosotros que es parte de los poros mismos de nuestro ser y no estamos ni siquiera conscientes del complejo de inferioridad que tenemos, y por eso cuando llegamos a un lugar es como que desciende sobre nosotros una cortina que nos esconde de los que están alrededor de nosotros y nadie, ni siquiera se percata de que nosotros estamos en ese salón, porque secretamente hemos apagado la luz alrededor de nosotros y dondequiera que estamos la gente no se percata de nosotros, no nos ponen atención muchas veces. Vienen proyectos y propuestas de esto y de lo otro y los puestos se los dan a otros, porque secretamente hay en nosotros un programa mental que absorbe como un hoyo negro en el espacio toda señal de nuestra presencia en el mundo. Y la gente no se da cuenta de que existimos y nosotros hemos apagado subconscientemente todo impulso de superación, de lucha en la vida, de emprender retos, de conquistar cosas y nos conformamos con lo mínimo de la vida. Y en el nombre de Jesús nosotros tenemos que decir eso no es para mi, Dios quiere bendecirme. Dios quiere sacarme del anonimato.
Dios me dice: “a la estéril yo la voy a ser habitar en familia”, dice el Señor. La palabra dice: “a la que no ha dado hijos, que cantidad”e. Llama al que está en el muladar dice que Dios lo levanta para que habite entre príncipes, pero todo comienza con un cambio en nuestro espacio mental. La expectativa de que Dios quiere bendecirnos.
Nunca podremos ascender a las alturas de un Ezequías, por ejemplo a menos que nosotros no entandamos, que cuando estamos en el Reino de Dios ahora hay nutrientes secretos que están llenando y nutriendo nuestra vida, que las cosas que nosotros emprendemos ahora las emprendemos con el soplo de Dios detrás de nosotros. Que cuando nos movemos un poquito, como que sentimos que alguien nos empujó más adelante, porque la gracias de Dios está detrás de nosotros. A diferencia de cuando uno está solamente en el mundo, que lo que sucede es que tu como que estás peleando con la fuerza de la gravedad y cada paso que tu das es difícil y laborioso, porque tienes una dificultad que no entiendes qué es lo que es. Cuando estamos en Cristo Jesús la bendición está sobre nosotros, y nosotros tenemos que pedir al Señor: Padre, cambia mi programa, cambia mi forma de pensar y ayúdame ahora a ver las cosas diferentes.
Hay unos hermanos aquí con quienes hablaba ayer. Me voy a tomar la libertad porque tuvimos una linda conversación, jóvenes preciosos en el Señor que Dios está haciendo cosas bellas en su vida y yo se que Dios tiene un destino precioso para ellos. Y uno de los jóvenes me hablaba acerca de cómo creció en un hogar donde había mucha negatividad, mucho pesimismo y cosas negativas que había en los patrones familiares y todo esto cómo afectó su vida y la vida de sus hermanos y cómo hoy en día todavía hay estas influencias negativas en su vida, sus padres mismo reflejan toda esa negatividad de años y años y qué difícil ha sido romper ese patrón, aún cuando la familia está ahora en los caminos del Señor, todavía hay esa pared de negatividad con la cual siempre están bregando, ese paño frío y húmedo que está sobre la psiquis de todos los miembros de la familia. Y esta persona me preguntaba por qué si uno de mis padres, por ejemplo, conoce al Señor y hace poco entró, hace 5 años está en el Evangelio, por qué sigue con los mismo patrones negativos, hasta el punto de que yo ya tengo miedo de hablar por teléfono con mi madre, porque simplemente lo que hace es arrojarme negatividad y me contamina más con eso. Yo trataba de decirle, hay muchas razones por las cuales gente viene a los caminos del Señor, están en la iglesia pero siguen con esos patrones negativos. No han cambiado su espacio mental. Y una de las cosas es, yo creo, a veces falta de instrucción de parte del púlpito, de que ha amanecido un nuevo día cuando uno está en Cristo Jesús, de que el Evangelio es buenas nuevas, de que ya Dios no está airado con nosotros, de que ya tenemos una línea directa al Padre, no tenemos que ponernos en línea para esperar para que venga nuestro número, no, ahora podemos ir directamente al Padre Celestial y podemos recibir socorro para toda situación porque Cristo ha venido para romper la maldición.
Cuando dije eso me vino a la mente como un flash el evento del paralítico que estaba en el estanque de Betesda. Y dice allí la Biblia que ese paralítico llevaba allí años, junto al estanque porque se decía y parece que era cierta, que de vez en cuando venía un ángel invisiblemente y removía las aguas del estanque. Y cuando la gente, los enfermos que estaban alrededor del estanque veían que las aguas comenzaban a moverse, sabían que era un ángel que las estaba moviendo, y había la creencia de que el primero que se tirara al agua era sanado. ¿Recuerdan la historia? Y había allí un hombre paralítico, el pobre no se podía mover, ahí se tiraban los sordos y los mudos y se sanaban pero el pobre todos los días ahí, al borde del estanque, como símbolo de la miseria humana, cerca de la sanidad y la salvación pero sin acceso a ella, paradójicamente por las limitaciones interiores de la persona.
Y dice la palabra que vino el Señor Jesucristo, se acercó tomando la iniciativa, como hace Dios. Mire cuán grande es la gracia de Dios. Muchas veces en nosotros no hay suficiente fuerza ni siquiera para pedirle al Señor que nos sane y que nos salve y Dios en su misericordia se acerca a nosotros, rompe la inercia y El mismo se ofrece y nos dice: ¿quieres ser sano? Tan grande es la misericordia de Dios, tan buenas son las intenciones de Dios para nosotros. Y Cristo se acercó al paralítico y le dijo: ¿qué te pasa, quieres ser sano? Y el paralítico le dijo: si Señor, quiero ser sano, pero hay un problema y es que cada vez que se remueve el agua, alguien se tira antes que yo y no puedo ser sano, no puedo sanarme. Y el Señor, dice la palabra, que con una palabra de sanidad le dijo al hombre: “levántate, toma tu lecho y anda”, y al instante el hombre fue sanado y salió glorificando a Dios. Y yo siempre he visto de que esa señal de que él tomara su lecho es parte, en varias ocasiones que el Señor sanó a paralíticos les dijo: toma tu lecho y los paralíticos salieron cargando el símbolo de su caída, de su destrucción y de su derrota, diciendo estoy por encima de toda esa cosa.
Cuando Cristo hace una obra en tu vida la hace completa, te pone por encima de las circunstancias, te pone por encima de las dolencias, te pone por encima de las limitaciones. Pero lo más importante, hermanos, de ese incidente bíblico es el hecho de que hay una forma, Dios se manifestaba antes a los hombres a través de los sacrificios, a través de los esfuerzos, a través de un sistema laborioso y lleno de trabajo y dependiente, muchas veces de información que la gente tuviera y de destrezas humanas, como lo era el sistema de la ley y de los sacrificios y todas estas cosas que impedía acceso a muchos para recibir la gracia del Señor. Ese es el sistema de Betesda. Uno tenía que ser ágil y rápido. Ver la oportunidad y tener la rapidez.... era una competencia, había que lanzarse y agarrar la bendición antes de que otro te la agarrara. Había una competencia. La bendición estaba limitada. Pero ¿saben qué? En Cristo Jesús es diferente porque la gracia de Dios en Cristo Jesús no tiene límites, es para todos. ¡Aleluya! Y es por fe. Y mientras más débil, mientras destruidos, mientras más problemas tenemos, mientras más negativo nuestro pasado, más Dios quiere manifestar su gracia redentora sobre nuestra vida, más Dios quiere bendecirte y levantarte y por eso este paralítico pudo recibir la bendición de un Cristo generoso, misericordioso, lleno de gracia que dijo: yo quiero bendecirte. No tienes tu que hacer sacrificios, no tienes que buscar a alguien que te eche al agua. Yo soy el agua de vida. Yo te bendigo, toma tu lecho y anda y camina a la vida sobre las circunstancias, no debajo de las circunstancias. ¿Usted entiende?
Ese es el sistema en el cual usted se mueve ahora en Cristo Jesús, el sistema del mundo, el sistema de la ley, el sistema de que usted tenía que hace algo para que Dios lo amara, para que Dios lo aprobara. Tenía que caminar de rodillas y mostrarle al Señor las rodillas sangrantes y haber pasado diez horas haciendo genuflexiones y todo tipo de cosas para que el Señor lo bendijera. Eso ya pasó. Ahora nosotros tenemos un caudal de bendición que nos sigue dondequiera que vayamos. Ahora podemos decir con el salmista con corazón convencido ciertamente “el bien y la misericordia me perseguirán todos los días de mi vida y en la casa de Jehová moraré por largos días”. ¡Aleluya! Ese el estado normal de un hijo de Dios. Dios quiere bendecirte. Pero necesitas cambiar el programa, necesitas alertarte a esta verdad de que ahora en Cristo Jesús hay buenos propósitos para tu vida, no temas. Hay muchos hermanos llenos de ansiedad y de temor. Y yo se que la vida a veces no nos ha dado buenas cosas, pero yo quiero radicalizar tu mente y decirte ahora que al estar en Cristo Jesús tu tienes un Dios que dice la palabra, que “Cristo ha abierto un camino ancho y fácil para llegar hasta el Padre”, y tu puedes presentarle a Dios tus necesidades y tu puedes emprender grandes cosas en el nombre del Señor.
Dice Isaías en el Capítulo 54, “ensancha el sitio de tu tienda”, y eso es ensancha aquí, antes de tu poner una tienda más grande en tu vida, tu tienes que ensanchar el sitio de esa tienda primero, es decir el espacio mental, el espacio conceptual, y tienes que entender que hay una bendición que Dios quiere darte pero que tu necesitas alertarte a ella primeramente para poder entonces tener acceso a ella. “
Regocíjate oh estéril, la que no daba luz, levanta canción y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto, porque más son los hijos de la desamparada que los de la casada, ha dicho Jehová. Ensancha el sitio de tu tienda y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas, no seas escasa, alarga tus cuerdas, refuerza tus estacas, porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda y tu descendencia heredará naciones y habitará las ciudades asoladas”. Ese es el destino de Dios para tu vida, mi hermano, mi hermana. Llénate de esa convicción.
Mi consejo a este joven ayer era eso. No te preocupes por todos esos años de hambre espiritual y emocional que pasaste. Ahora que tu estás en Cristo, Dios tiene buenas cosas para ti. Comienza a leer la palabra y a aislar todas esas promesas de bendición que hay en la Biblia. Una de las cosas que yo sugiero para mis hermanos que han vivido una vida de derrota y que viven presos de la depresión y la ansiedad y la tristeza. Mira, tu necesitas una dieta rica en vitaminas espirituales. Tu necesitas mucha proteína espiritual. Tus células rojas tienen que aumentar el contaje y por eso te animo a buscar esos pasajes de la Escritura que tienen promesa y a memorizar muchos de ellos y.................. ese espacio de posibilidades en tu vida, va a convertirse en un imán que va a atraer la bendición a tu vida.
Confiesa con tu boca, la boca del hijo de Dios es radioactiva, es creativa. Dios crea con su boca y también los hijos de Dios crean con su boca. Confiesa cosas positivas. Si tu estás esperando a sentirte positivo antes de confesar positivo, olvídate, nunca va a llegar ese momento sobre todo si tu vienes de un trasfondo negativo. Pero al tu confesar con tu boca, la prosperidad de Dios, la bendición de Dios, las buenas intenciones de Dios, eso va a cambiar tu cerebro y va reprogramarte de manera que un día tu vas a comenzar a sentir esas cosas. Al principio te vas a sentir como un gran hipócrita al hablar positivamente pero poco a poco tu cerebro va a ser reprogramado. Los psicólogos saben más y más después de todas las exploraciones que se están haciendo con el cerebro humano y hay tantas formas de rastrear la formación de los programas cerebrales y de cómo la mente humana funciona, han confirmado una y otra vez, el cerebro es la cosa más flexible del mundo. El cerebro se recalibra y establece nuevos surcos por los cuales corren las comunicaciones cerebrales y eso depende muchas veces de lo que nosotros visualizamos. Hay un libro muy interesante, se llama Mozart and the brain of the fighter pilot. Es un libro acerca del funcionamiento del cerebro y es muy interesante ver las cosas que dice este neuropsicólogo muy conocido. Muchas investigaciones han descubierto que si uno visualiza ciertas cosas literalmente hay áreas del cerebro que comienzan a funcionar como si uno estuviera viviéndolas actualmente y el cerebro comienza a tirar neuronas y conexiones neurológicas que hacen como si uno estuviera viviendo esas cosas, como si fuera una experiencia verdadera. Es decir la visualización tiene un poder tremendo para reestablecer inclusive las estructuras físicas del cerebro.
Entonces cuando tu visualizas cosas positivas en el Señor, no estoy hablando de pensamiento positivo según los hombres, estoy hablando en Cristo Jesús, visualiza cosas positivas, confiesa cosas positivas, emprende cosas positivas aunque estés temblando de miedo, lánzate en el nombre del Señor, haz algo nuevo y diferente que te asuste y que te preguntes cómo me metí yo en eso. Dios te va a sacar. Dios es poderoso. Prueba y si te caes del caballo, súbete otra vez hasta que te mantengas firme. ¡Aleluya!.
No esperes a sentirte como un león para rugir como un león. Ruge como un león y quizás te vas a sorprender de que dos o tres van a huir de ti, y poco a poco vas a sentir en tu corazón el corazón de un león. Pero hay que creer primeramente. Hermanos, es lo que Dios ha dicho no lo que tu dices. Tu llamado es simplemente confiesa la palabra del Señor. La responsabilidad es de El. Ora por otros, algunos piensan; bueno, yo no tengo el don de sanidad. Mira, el Señor ha dado su unción a todo creyente. Decíamos, como decía Gregory, todos somos ministros aunque tu no sientas la unción, ora. Ora por alguien, intercede por alguien. Y eso va a hacer que tu fe aumente, eso va a hacer que tu confianza en el Señor y quién sabe, te vas a sorprender un día, Dios va a sanar a alguien y tu fe va a aumentar. Haz cosas positivas. Cree en la bendición de Dios. Cree que Dios tiene buenas cosas para ti, entonces camina en fe. Camina en fe y tu vas a ver que la fe va a comenzar a ser parte de tu programa mental, espiritual. Cree que Dios quiere bendecirte. La prosperidad comienza allí. Antes de ser un rey Ezequías, tu tienes que ser un creyente común y corriente que cree que la bendición de Dios está sobre tu vida.
El Señor dice, “porque yo se los pensamiento que tengo acerca de vosotros, pensamiento de bien y no de mal para daros el fin que esperáis”. Dios te ha traído a su reino para que seas bendecido, para que prosperes. Si tu estás en el ministerio, si tu quieres trabajar en el ministerio, mira, Dios te ha llamado para éxito. Entra al ministerio para reinar sobre el ámbito espiritual. No entres para cosas pequeñas. Cree que Dios te llamó y que Dios tiene grandes cosas para ti y mantente firma allí y sirve al Señor, y dale todo lo que tu puedas y emprende cosas grandes en el nombre del Señor y Dios te prosperará y te bendecirá. “Yo estaré todos los días de tu vida”, dice el Señor. “Todo lo que pise la planta de tus pies será tuyo. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente”, dice el Señor que Yo estoy contigo. Esa es la palabra para ti mi hermano en esta tarde. Recíbela en el nombre del Señor, cambia tu programa. Dios quiere prosperarte. Dios quiere prosperarte.
Vamos a ponernos de pie. ¡Aleluya! Gloria al Señor. Cambiemos nuestro programa. Cambiemos nuestro programa. ¡Aleluya! Yo quisiera tener diez vidas para cada vida vivirla exitosamente en el Señor y probar este principio. Dondequiera que tu vayas, Dios irá contigo. Si vas a la China allí Dios te va bendecir. Abre un restaurant mexicano y tu vas a ver que Dios lo prospera, pero Dios quiere bendecirte. Dios quiere prosperarte. No te preocupes. Hay hermanos que viven con temor. Qué si me agarra la migra y me llevan a mi país de nuevo. Qué si esto.... Dios es el Señor de la luna, de la tierra, de Júpiter y de todos los planetas y las galaxias. Es el mismo dondequiera que sea. Te puede bendecir aquí, te puede bendecir en los extremos de la tierra. Dios puede hacer brotar agua de la roca. Dios puede abrir el mar para que tu pases en seco. Dios puede hacer que maná caiga en el desierto para darte de comer. Dios puede hacer que tus zapatos no se envejezcan, que tu ropa no se envejezca sobre tu cuerpo, que haya luz en medio de las tinieblas, que haya una columna de fuego para alumbrar tu caminar en la noche y una columna de humo para cubrirte en el día y darte señal de donde Dios te quiere. Dios quiere bendecirte. Te ha llamado para que seas prosperado, para que tus hijos crezcan y sean bendecidos, para que tu casa no carezca de nada de lo necesario. El bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida. ¡Aleluya! Y cuando todo haya concluido en la casa de Jehová moraré por largos días, dice el Señor. La bendición de Dios para tu vida.
Padre, te adoramos, te bendecimos, Señor. Gracias por tu corazón de Padre tan grande, tan grande. Gracias porque tu amor es incomprensible, Señor. Gracias porque no asustaríamos si viéramos el latido de tu corazón para con nosotros, Señor. Qué bueno tu eres y por eso te amamos, por eso te bendecimos, Señor, por eso nos gozamos de estar en tu casa. Yo pido que la mente de mis hermanos sea renovada, Señor, desde el más chiquito hasta el más viejo en este día. Cambia nuestra mente, Padre, cambia nuestro programa. Ayúdanos a vivir vidas agresivas en Cristo Jesús. La expectativa grande de que tu tienes cosas para nosotros. Danos convicción, Padre. Danos convicción de tu bendición. Te amamos. Nos gozamos en ti y bendecimos tu nombre, Padre. Te adoramos. Gracias Señor Jesús. Amen. Amen.
Perfíl de un hombre recto
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Job, capítulo 1, versículos del 1 al 5: “.... Hubo en tierra de Us un varón llamado Job y era éste hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal y le nacieron 7 hijos y 3 hijas, era fértil el hombre, su hacienda era 7000 ovejas, 3000 camellos, 500 yuntas de bueyes, 500 asnas y muchísimos criados y era aquel varón más grande que todos los orientales e iban sus hijos y hacían banquetes en sus casas cada uno en su día y enviaban a llamar a sus tres hermanas para que comiesen y bebiesen con ellos y acontecía que habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos, porque decía Job: quizá habrán pecado mis hijos y habrán blasfemado contra Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días”. Bendiga el Señor su santa palabra.
A veces cuando pensamos en Job solamente pensamos en su sufrimiento y su agonía extendida, pero no pensamos en este hombre que pudo rebasar y superar todas sus crisis terribles, y su tragedia porque era un hombre de corazón recto y eso fue lo que le acarreó, irónicamente su prueba. Pero Job era además de un hombre recto era un padre ejemplar. Esta mañana yo le pedí al Señor un texto base para mi meditación y me vino a la imagen lo que Job hacía y que en algún momento del sermón voy a tener tiempo para tocar un poquito sobre lo que dice este texto.
Pero, yo quiero dirigirme a los hombre, porque hoy es un día que se presta para esto, y además Meche me mandó que lo hiciera. Quiero compartir con nuestros hermanos y conmigo mismo, predicarme a mi mismo estos sermones que siempre hago, acerca del hombre que Dios quiere, el hombre que Dios quiere. Mientras estaba allí mirando a nuestros hermanos cantando y viendo esa hombría sana, bella, adorando a Dios con gusto y con pasión, me vino a la mente también una imagen que yo vi desde mi ventana de oficina, creo que fue el jueves o el viernes o el miércoles, fue esta semana. Están haciendo un trabajo ahí como ustedes saben, en la calle, y por un grupo de hombres de los que estaban trabajando en la calle, con sus sombreros duros y sus ropas de trabajo y había dos hombres riéndose a carcajadas y hablando y en una se abrazaron y después se empujaron como hacen los hombres cuando detectan que ha habido un momento de ternura entre ellos para asegurarse que su masculinidad está intacta, ¿no? Y yo los veía de mi ventana y decía: ¡qué misteriosa criatura es un hombre! Y mientras estaba aquí esperando a que terminara, y los hombres me van a perdonar, porque me puse a escribir algo en vez de poner atención a lo que estaban haciendo y dejar de escribir por ello, pero escribí un semi poema que quiero leer para ustedes.
Dice: ¡Qué hermoso espectáculo un hombre cuando camina bien! Criatura misteriosa, animada con extraña energía, un poquito menor que un ángel, mezcla de tierra y espíritu se pasea por la tierra como una adivinanza. Misterio que Dios mismo está en proceso de resolver. ¡Qué hermosa criatura un hombre! Alabanza andante, tesoro en tensión, luz debajo de un almud, tributo al artista supremo. Un día expresará todo aquello para lo cual fue hecho, mientras tanto todo su ser grita: Redímeme, sáname, reconcíliame. Junto con toda la creación espera impaciente, agónico, erguido, el día de su liberación.
Hermanos, a mi no deja de asombrarme cuando miro a un hombre así como cuando miro a una mujer, el misterio que encarna, la belleza que es un hombre. Esa criatura misteriosamente dotada de vida como ninguna otra criatura que camina sobre la tierra, con todas sus tensiones, sus luchas, sus contradicciones, su agonía interna. Yo creo que Dios hizo al hombre simplemente para divertirse, como las niñas tienen una muñeca, Dios tiene la virtud de crear un juguete viviente que es el hombres, y lleva miles y miles de años tratando de domarlo y de enamorarlo y atraerlo hacia sí, porque Dios se tenía que plantear en el hombre una tarea digna de su divinidad. Por eso creó una criatura tan misteriosa, tan elusiva, tan resbalosa como es el hombre, y se planteó la tarea cósmica de coger esa criatura y enlazarla y atraerla hacia sí conforme a leyes que El mismo se planteó y a límites que El mismo se estableció. E hizo al hombre casi igual a El en un sentido, en capacidad creativa, en capacidad para inventar y resbalarse y apartarse y ser autosuficiente para que esa tarea fuera todavía más entretenida para El.
Y yo creo que este mundo es simplemente el juego de Dios. Dios allí se planteó una tarea y la está tratando de resolver, y con eso pasa el tiempo El. Y nosotros somos eso, somos un proyecto en acción, somos algo que está en juego todavía no sabemos que va a resultar, por eso yo lo llamo así, una adivinanza que Dios mismo está tratando de resolver. Esa belleza del hombre, sin embargo cuando yo me miro a mi mismo y miro a los hombre, veo también tanta distancia del modelo que Dios creó. Pero cada vez mientras nos acercamos un poquito más al diseño original, más bellos somos, más misteriosos, más atractivos somos. Por eso digo ¡qué hermoso espectáculo un hombre cuando camina bien! Es algo digno de verse, una persona bien trabajada, un hombre, una mujer bien trabajados es algo bello, perfecto, es hermoso mirarlo. Sin embargo, cuando yo miro el funcionamiento del hombre, y me incluyo a mi mismo evidentemente como digo, veo tantos defectos, tantos errores, tanta cosa todavía, es una luz debajo del almud, todavía la grandeza de Dios está escondida en nosotros, es un tesoro en tensión. Hay belleza, hay dones, hay virtudes, pero también está el otro lado, la caída en nosotros que nos jala hacia abajo.
Entonces, hay allí esa contradicción. Cuando yo veo el funcionamiento del hombre, en la iglesia veo mucho de eso, veo que muchas veces..... yo le doy gracias al Señor porque aquí tenemos un grupo sano de hombres. Ahora mismo yo miro alrededor y veo muchos hombres y este ha sido un proyecto a largo a plazo, que nosotros nos hemos planteado, que León de Judá no sea una iglesia de mujeres, sino que sea una iglesia de hombres y de hombres sanos, hombres y mujeres sanos, para en balance unos con los otros. Esta semana tuve oportunidad de observar un grupo de personas que se estaba entrenando en un lugar, era un entrenamiento para líderes de una iglesia y ¡qué bello! Y no estoy empobreciendo lo que esa iglesia estaba haciendo, pero me dio un poquito de tristeza notar que casi todas las que estaban allí eran mujeres solamente. Había un solo hombre que yo creo que inclusive era pastor, pero las demás eran mujeres. Y eso pasa, nosotros nos reíamos el día de la presentación en la casa estatal, que al principio solo llegaron cantidad de mujeres, gracias a Dios que después vinieron esos hombres que habían estado en la calle trabajando, dirigiendo personas, y eso, y había un balance pero definitivamente la inmensa mayoría eran mujeres. Gloria a Dios por ellas, amen. No estoy empobreciendo la importancia de la mujer, entiéndanme bien, pero a mi me gusta el balance, a mi me gusta..... Yo creo que Dios nos hizo para balancearnos, y Dios quiere una iglesia balanceada. Dios quiere una iglesia complementaria. Eso es nada nuevo.
Una mira en las página de las Escrituras y uno ve que las mujeres estaban allí cuando Cristo estaba siendo crucificado, estaban allí cuando Cristo resucitó, y a través de la historia las mujeres han jugado un papel desproporcionado al nivel de influencia que se les ha reconocido en la iglesia. Y muchas veces nosotros los hombres brillamos por nuestra ausencia en los eventos espirituales y en los procesos de la iglesia y generalmente el ministerio de hombres en todas las iglesias es la parte más débil de una congregación. Gracias a Dios porque aquí estamos en alas de mejorar eso cada día más, y yo les animo a mis hermanos varones, les bendigo en el nombre del Señor, declaro el espíritu de Jesucristo sobre cada uno de ustedes, y llamamos a esos que están durmiendo ahora mismo, que se despierten de sus camas, y se pongan su ropa y vengan a adorar al Señor junto con nosotros, y que sirvan a Dios en espíritu y en verdad.
Entonces, ese dominio femenino de la iglesia en realidad, sin embargo vemos que en la Biblia hay un modelo contrario. La Biblia nos enseña algo muy diferente a lo que es la realidad humana de hombres deformados y cojos. En la Biblia yo veo más bien que una de las cosas que Dios ha hecho al hombre cabeza y sacerdote y líder. Perdóneme las hermanas que no compartan eso conmigo, pero yo amo demasiado la Biblia para decir lo contrario por miedo o por lo que sea. La Biblia establece al hombre como líder de su hogar, como cabeza de su hogar y de su iglesia. Yo no creo que por calificación, porque muchos de nosotros, es simplemente porque Dios le flujo que así fuera. Y si hiciéramos lo que tenemos que hacer, veríamos la virtud de esa determinación divina. Pero yo veo que Dios quiere que el hombre encabece, que sea el líder, que sea sacerdote espiritual en su casa, en su matrimonio, en la sociedad, en la iglesia. Eso es bíblico.
Veo también el hombre ocupa un lugar especial en el corazón de Dios, voy a matizar esas ideas, no me tiren piedras todavía, mis hermanas. Pero, hay algo especial que el hombre tiene en el corazón de Dios, así como hay la mujer tiene otras cosas especiales. Pero yo veo a través de las páginas de la Escrituras, aunque fuera estadísticamente solamente, veo la prominencia del hombre, veo allí algo especial que Dios tiene con los hombres. Y veo también que Dios mismo es enfocado en toda la Escritura desde una perspectiva decididamente masculina, aunque yo creo que Dios no es hombre, en el sentido sexual de la palabra evidentemente, y Dios tiene aspectos que generalmente identificamos con la mujer, pero yo detecto en el carácter de Dios y en su personalidad una energía decididamente que yo, como hombre, me puedo identificar con ella. Es una energía masculina y por eso Dios es Padre en la Escritura. Hoy en día yo se que la teología ha tenido el atrevimiento de llamarlo madre, pero yo creo que eso es ir demasiado lejos, personalmente. Yo creo que eso es demasiado osado para mi, quizás cuando vaya al seminario, por unos diez años quizás me suavice un poquito en cuanto a eso. Yo entiendo lo que se quiere decir, pero yo creo que eso no encaja dentro del marco de referencia que yo tengo del Dios que yo veo reflejado en la Escritura. Hay un misterio, hay una misteriosa comunicación y afinidad entre Dios, el Padre, y la energía masculina. Sin embargo hay una diferencia muy grande en lo que vemos en la realidad.
Ahora, yo hago dos aclaraciones cada vez que digo eso, hago dos aclaraciones por consideración a mis hermanas, y por eso de ser matizado: Número uno: el hombre no es superior a la mujer ontológicamente. Es decir en su ser el hombres y la mujer somos absolutamente iguales ante los ojos de Dios. Digan amen. No hay tal cosa como que el hombre es mejor que la mujer. La mujer es co-heredera del Reino de Dios, así lo dice la palabra. Entiéndanme eso bien claro. En ningún momento un hombre puede sentirse superior a una mujer, y por eso es que tenemos que respetar a la mujer porque es la imagen de Dios también, y una mujer es tan bella, tan misteriosa, tan profunda como un hombre. Hay que darle el mismo valor: la mujer en los ojos de Dios es igualita, es una co-heredera.
Y también digo otra cosa, la mujer es tan importante como el hombre en la economía de la creación, yo diría en la ecología de la creación. Dios hizo al hombre con una energía, e hizo a la mujer con otro tipo de energía, los dos son complementarios. Un mundo de hombres es inconcebible y por eso Dios tuvo que crear a una mujer, porque la mujer tiene algo que complementa. Las virtudes y fuerzas del hombre, también constituyen sus debilidades y las virtudes y fuerzas de las mujeres constituyen sus debilidades. Juntos en la economía total de la creación se aseguran que el mundo proceda balanceadamente. Y también yo creo que el hombre y la mujer fueron hechos para hacer dos poemas, que continuamente al moverse sobre la tierra están declarando la complejidad absoluta del Dios que los creó. Cuando la mujer abre la boca en su tono femenino, está declarando algo que hay en Dios. Cuando el hombre abre la boca en su tono masculino, está declarando otra parte de Dios. Cuando un hombre y una mujer buscan unirse y meterse el uno dentro del otro, están tratando de ejemplificar esa unidad de lo masculino y lo femenino que hay en Dios.
Y por eso es que ambos son absolutamente necesarios y no podemos prescindir el uno del otro. El hombre y la mujer son complementarios, complementarios en su totalidad. Usted mira las líneas suaves y ondulantes de una mujer y la angularidad de un hombre y usted ve en eso aún la complementariedad y lo ve en la sensibilidades y la cablería del hombre y de la mujer, todas esas cosas hablan de que Dios los hizo para estar unidos y para trabajar juntos sobre la tierra. Por eso es que no puede haber un sentido de superioridad. Dependemos ambos el uno del otro para ser perfectos y para estar bien combinados.
Por eso, entre muchas otras cosas, yo me rebelo contra la idea de la homosexualidad o el lesbianismo como algo natural o el matrimonio homosexual como algo capaz de ser contemplado, excepto por una sociedad tan alejada de lo que es humano como esta sociedad del siglo XXI, aquí en EEUU o en Europa Occidental. Solamente una sociedad desorientada como esta puede contemplar la posibilidad de que tal cosa sea normal. Y siempre digo, amo, amo, amo, amo a los homosexuales y las lesbianas y deseo ardientemente que el Señor nos conceda una forma de ministrarles más allá de simplemente confrontarlos. Y si usted está luchando con esa lucha, esas tensiones, y está en nuestra iglesia y reconoce que necesita el toque de Dios en esas áreas, bienvenido peregrino a hermano en el camino de la fe. Porque somos todos, estamos en ese proceso, de dominar nuestros impulsos y nuestras deformaciones. Les amamos y yo les suplico que nunca se sientan atacados cuando yo hablo en esta manera. Estamos hablando de aquellos que practican esto sin sentir remordimiento, sin sentir arrepentimiento, sin reconocer que es algo que necesita sanidad. Contra eso yo me rebelo, y eso yo lo voy a resistir hasta el último día de mi vida porque creo que es dañino para la sociedad y para el hombre a quien yo amo y quiero su bien.
Entonces, yo creo que Dios creó al hombre y a la mujer para que se complementaran el uno al otro. No hay superioridad del uno o del otro.
Ahora, los modelos del hombre en el mundo, y como yo decía y aún en la iglesia no son muy buenos. En el Medio Oriente vemos al hombre oprimiendo a la mujer, abusando a la mujer ocultándola detrás de velos, quemándola, enterrándola viva, apedreándola, impidiéndole educarse y ascender a su plena humanidad. Eso yo lo encuentro, yo no creo que hay una palabra que yo conozca, suficientemente fuerte para yo expresar mi repulsión, mi asco a ese tipo de opresión de nuestras hermanas, pero lo vemos en muchas partes del mundo. En el resto del Tercer Mundo vemos también mucho abuso de la mujer, los hombres golpean a las mujeres, abusan de su fuerza, mantienen a las mujeres ignorantes y aisladas para poder abusar de ellas mejor, y eso es totalmente contrario al corazón de Dios.
En las iglesias desgraciadamente para ser justos, no todo está bien en las relaciones entre los hombres y las mujeres. Hay mucho egoísmo entre nosotros los hombres que practicamos en las iglesia. Hay muchas mujeres descontentas, muchas de nuestras hermanas están descontentas. Y yo le tengo que dar la razón si soy justo, en muchas áreas, y hay mucha injusticia, muchos hombres que.... no hay balance adecuado en la distribución de deberes y tareas en el hogar y que hay que buscar una distribución más adecuada y tenemos que ser humildes para reconocer esto y tratar de hacer cambios en la forma en que tratamos nuestras esposas, que nos distribuimos las cargas y las responsabilidades. Hay mucho maltrato verbal, emocional y aún físico de nuestras esposas y de nuestras hijas y eso es totalmente ilegal en el contexto de la iglesia. Y lo repudiamos totalmente. No hay excusa para que un hombre le ponga la mano a una mujer sobretodo a una hija de Dios. Esta iglesia repudia eso completamente y cualquiera que lo practique sepa que está fuera de ley y que se acarrea el juicio de Dios. No es posible practicar eso y llamarse cristiano. Hay negligencia, nuestras mujeres se sienten descuidadas, a veces sexualmente, a veces emocionalmente, a veces en términos de atención y cuidado, y eso no es bueno. Hay descuido en muchas maneras. Es decir, hay mucho que hacer, mucho trabajo, hermanos en esa área.
Pero, de nuevo yo no he venido aquí a azotar a mis hermanos. Pueden respirar porque ya lo peor pasó. Respiren hondo, ya pasó lo peor. Hay que ser justos, hermanos, así como digo una cosa, digo la otra. La palabra de Dios es la palabra de Dios y el primero que se lleva su aguacero soy yo cuando estoy predicando aquí arriba, pero es la palabra de Dios y hay que predicarla tal y como es. Y cuando la violamos, ese es el problema, entre los hombres y las mujeres, que cogemos lo que nos gusta solamente. O a veces reaccionamos y entonces deformamos la palabra por la ira que tenemos y la cambiamos para vengarnos y eso tampoco es bueno. Hay que ir a la verdad en toda su complejidad y aplicársela y bebérsela, sepa dulce o amarga. A veces la verdad va a saber amarga, a veces va a saber más dulce que la miel, pero hay que aplicársela en toda su complejidad, y no sentirnos atacados ni nada, sino decir gracias Señor, qué medicina más amarga pero me está mejorando mi vida.
Ahora bien, ¿cuál es el modelo bíblico de un hombre, de un buen hombre, cuál es el modelo bíblico? La dificultad que yo tuve fue en meter este animal y domarlo porque hay tantas cosas que yo podría decir acerca de esa pregunta. ¿Cuál es el modelo bíblico de un buen hombre? Déjenme simplemente apuntar rápidamente una o dos cositas aquí.
Número uno: un buen hombre recibe sus instrucciones de la palabra de Dios, recibe sus instrucciones, sus modelos, sus normas de la palabra de Dios. Ese es su punto de referencia. En el salmo 1 dice: “bienaventurado el varón que no anduvo en consejos de malos ni estuvo en caminos de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado, sino que en la ley de Jehová está su delicia y en su ley medita de día y de noche”. En la ley de Jehová está su delicia.
Yo cuando pienso en un hombre sano, pienso en un hombre que ama la palabra, la lee, la conoce, se fundamenta en ella, busca en ella los modelos que necesita para vivir, es aquí donde están los consejos que usted y yo debemos usar para aprender lo que es una sana masculinidad, hombre. Por eso yo les suplico, conozca la Biblia. Si usted es un nuevo creyente y estás apenas entrando en los caminos del Señor, yo espero que tu tengas una buena Biblia, y que cultives el hábito de leerla, estudiarla, porque no es posible tener una sana masculinidad sin ir a los modelos que establece la Escritura, de lo que es una paternidad balanceada, una masculinidad balanceada. Para mi, cuando yo estudio la persona de Jesucristo, yo veo allí lo que es un modelo de un hombre balanceado, tierno, y feroz, apasionado y paciente, habla claro pero también sabe cuándo callar, dirige y sirve, sufre y ataca, todas esas cosas están dentro de una sola personalidad. Yo digo, eso es lo que a mi me gustaría encarnar en mi vida. El Señor Jesús es un modelo fabuloso de masculinidad y por eso hacemos bien en imitarlo a El.
Por ejemplo yo lo veo cuando los discípulos están ahí en su masculinidad distorsionada, queriendo que el Señor los ponga uno a su derecha y uno a su izquierda cuando esté en el cielo, el Señor les dice: miren, en el mundo los que gobiernan se enseñorean de la gente que gobiernan, los dominan, los oprimen, los explotan, pero no será así entre ustedes, sino que el mayor será como el menor, y el más fuerte servirá al más débil. Ahí yo veo masculinidad balanceada, un hombre que confronta, dirige, habla claro, pero también dice: hay que ser un líder pero también hay que ser un siervo. Y así es que tenemos que ser en el hogar, también. Ser líderes, pero ser líderes que sirvamos a nuestras esposas y a nuestros hijos y que nos desvivamos por ellas. Antes de meterse esa cuchara en la boca asegúrese de que los pichones y la pichona mayor tienen también comida. Antes de comprarse el carro lujoso asegúrese de que hay una lavadora que funciona.
Hermanos, tiene que haber ese balance en nuestras vidas. Yo veo que eso es un líder siervo, una persona que usa su capacidad que Dios le ha dado, y sus dones para servir a los demás que están bajo su dirección y su liderazgo. Un líder siervo, y Jesús modela eso. ¿Y cómo podemos encontrar eso si no es en las páginas de la Escritura? Cuando yo veo a Job, por ejemplo, yo veo aquí a este hombre que cuando sus hijos tenían sus celebraciones y sus cosas, él cuando había terminado todo, oraba por ellos. Padre, si te ofendieron en algo en su celebración algo de lo que hicieron, perdónalos, sánalos. Estaba atento al destino y al estado espiritual de sus hijos. Y dice que esto lo hacía todos los días, imagínense. Este hombre era un modelo en su comportamiento y era un modelo en la cámara de la oración. Era un sacerdote que se paraba frente al Padre para interceder por sus hijos.
Padres, ¿oramos por nuestros hijos? Vamos a orar por nuestros hijos. ¿Cómo aprendemos estas cosas si no es leyendo las páginas de la Escritura? Aislando esos modelos, aislando esos consejos. Padre, ama la palabra de Dios, léela continuamente y no busques tus modelos de tus amigos en la fábrica o en la calle, búscalo en estos modelos de la Escritura. Hay modelos positivos y modelos negativos. Los modelos positivos imítalos, los negativos aprende de ellos para evitarlos. Pero la Biblia encierra esto. Se un hombre de la palabra. Los árabes, el Corán, ya ustedes saben, el escándalo tan grande que hubo hace poco aquí en EEUU acerca del Corán, el abuso del Corán. Los árabes, para ellos el Corán es la cosa más increíble. Es un libro literalmente sagrado en las páginas, en su materialidad es sagrado. Es un pueblo del libro. El Corán. Desgraciadamente nuestros hombres cristianos tienen una revelación infinitamente superior al Corán, y sin embargo la descuidamos y no es posible. Si fuéramos hombres de la palabra habría gran bendición en nuestra vida. Es decir que recibe sus instrucciones y modelaje de la palabra de Dios.
Número dos: un hombre modelo dirige por ejemplo y por decreto. Dirige por ejemplo y no por decreto. ¿qué quiero decir con eso? Ser cabeza no quiere decir dar ordenes o mandar o tener una insignia de general en el hombro, y por eso me tienes que atender y obedecer porque yo soy el que manda aquí en la casa. Yo soy la cabeza. Eso no es, nosotros no mandamos porque tenemos posición, sino se supone que es porque tenemos autoridad espiritual, moral, calidad y capital que nos hemos ganado con nuestro comportamiento, no es por decreto. Tienes que hacer esto, tienes que hacer lo otro, yo mando, y se hacen las cosas cuando yo digo, cómo yo digo, y etc. No, sino que tiene que haber un modelaje. Yo creo que para mi que el hombre sea cabeza quiere decir que encabeza, quiere decir que está al frente, modelando, ejemplificando algo, ¿no? Entonces me doy cuenta que tengo que ir mucho más rápido. Muchos hombres demandan un respeto que no se han ganado, por no andar correctamente y por eso estamos siempre peleando: respétame, venérame, atiéndeme, ámame, escúchame, pero es algo que se gana, no algo que se obliga. Nuestras esposas tienen que querer estar con nosotros, no podemos obligarlas, tiene que haber algo que las atraiga. Nuestros hijos por igual. Somos cabeza, somos líder pero para encabezar y ejemplificar. Un hombre modelo, dirige por su ejemplo y no por sus decretos.
Número tres: es un jugador de equipo, no un llanero solitario. Un hombre bíblico es un jugador en equipo, no un llanero solitario. Son muchos hombres son solitarios, encerrados y aislados en sí mismos, aún en su propio hogar. Y están como encarcelados en su propia casa, llegan y no se sienten que son parte del equipo. Papá es una sustancia que no ha sido digerida por el resto del sistema. Veo eso a veces en los hombres ¿por qué? Porque a veces una conciencia culpable y a veces el sistema los rechaza porque no ha habido una integración de todas las piezas. Y parte de eso se lo debemos a nuestros padres y nuestros modelos anteriores en nuestros países y la cultura que tenemos donde el hombre es un ser huraño y un poco amenazante y peligroso. Hay que mantenerlo contento y tranquilo porque en cualquier momento se le zafa algo y rompe algo y daña la fiesta. Entonces hay que andar despacito, bien de puntillitas para que papá no se moleste. Entonces, claro se crea una separación del hombre y entonces en vez de ser un equipo. Yo digo, hermanos, nosotros los cristianos hombres somos una nueva generación en Cristo. No podemos dejarnos dominar por los modelos anteriores, de gente que no conocía muchas veces al Señor. Ustedes ahora está en la palabra, en la revelación de Dios, es una criatura nueva, con nuevos modelos, es una generación que Dios está creando nueva. Debemos reconocer los talentos de nuestros hijos, de nuestras esposas, y jugar en equipo, distribuir responsabilidades, delegar cosas, preparar el liderazgo de nuestras esposas, permitir que se eduquen, que hagan cosas para que puedan desarrollarse en su liderazgo, depender de ellas también, ser parte de la economía, quitarnos el sombrero de general y quitarnos los zapatos y jugar y tirarnos al piso con nuestros hijos y nuestras esposas. Tiene que haber ese elemento de juego y de compartir en el hogar para que pueda haber sanidad. Hay que ser jugadores de equipo. Quisiera tener más tiempo para desarrollar esto, pero ustedes tienen la idea.
Tenemos que valorar a nuestros hijos, sus opiniones, tratarlos como entidades dignas y no como subestimando su importancia. Nuestros hijos son importantes, por eso la Biblia dice: “padres, no llevéis a ira a vuestros hijos”. No podemos acosar y descuidar a nuestros hijos hasta el punto de que se airan contra nosotros. Tenemos que tomarlos muy en cuenta también. Eso es lo que yo entiendo por esto de ser un jugador en equipo.
Dos cosas más: un hombre modelo sabe ser frágil y transparente, sabe ser frágil y transparente. Todo lo que tiene que ver con el área de la debilidad es lo que yo quiero abrazar en esa idea. Yo pienso en Jesucristo que cuando estaba pronto para ir a la cruz sentía temor y sentido de soledad y tristeza y angustia por lo que le esperaba, y les dijo a sus discípulos: hermanos, amigos, estoy angustiado hasta la muerte, y los necesito a ustedes. Y por eso se los llevó para que oraran por El y se hirió cuando se le durmieron allí, porque El necesitaba el apoyo de sus compañeros y le fallaron. El no tuvo temor, el Hijo de Dios, imagínese, mostrando debilidad, pero hermanos yo he aprendido algo, y es que cuando nosotros mostramos debilidad en vez de la gente patearnos, nos ama más, y en nuestros hogares, en nuestra familia es así. Cuando nosotros abandonamos esa coraza falsa de inviolabilidad y somos más frágiles y compartimos temor o cuando erramos y pedimos perdón, eso enternece y en vez de acarrearnos el desrespeto y el descuido nos hace más accesibles y nos aman más. Entonces la debilidad combinada con la fortaleza moral del buen comportamiento varonil, del líder, esas dos cosas hacen una mezcla increíblemente bella y atractiva. Debilidad y fuerza es la cosa más linda que hay en el universo. Y eso es lo que nosotros debemos encarnar. Nunca temas, hombre, de bajar la guardia y revelar miedo o admitir error o pedir consejo porque eso es bueno y eso permite que otros sean bendecidos con ese aspecto de tu vida en tu hogar. Así que comparte tu debilidad. Se transparente. Siéntate, habla, ríete, se niño de vez en cuando. Hay muchos hombres que hemos matado al niño en nosotros y no sabemos cómo hacer el ridículo en un momento dado, y eso afecta todo lo demás. Hay que soltarse, hay que relajarse. Hay que dejar a la gente ver nuestra humanidad. Eso es bien importante y eso bendice a nuestros hijos y bendice a nuestras esposas.
Y finalmente, un hombre modelo es un sacerdote en su casa. Ya lo que vimos allí de Job que intercedía por sus hijos continuamente. Los traía ante el Señor. Para mi esa es una de las funciones más bellas y más esenciales de un padre. Hay una responsabilidad sagrada de orar por su esposa y por sus hijos y por la economía de su casa. Cuando tu estés ahí con tu tacita de café por la mañana, ante el Padre, bendice tu hogar, bendice las columnas del basement de la casa donde vives. Bendice a tus hijas y a tus hijos, pídele al Señor su protección. Bendice la economía de tu casa y el fruto de tu trabajo, el destino de tus hijos, su futuro, tu esposa, derrama gracia del Señor sobre ella. Y pide sabiduría para ti mismo también. Intercede por tu hogar. Ama a tu iglesia. Sirve a tu iglesia, varón. No seas escaso y no seas tacaño con tu dinero, con tu tiempo, con tu fuerza varonil en tu iglesia. Dale a tu iglesia generosamente de tu tiempo y de tus energías. Se un sacerdote. Ama al Señor. Bendice a tus hijos con el recuerdo de un padre que amó los atrios de Dios.
Mi papá era un hombre muy imperfecto en muchas cosas pero 27 años después de su muerte, todavía su imagen es un ancla en mi conciencia. ¿Cómo bendice un padre a un hijo o una hija? La imagen de ese padre aunque muera lo sigue a esa persona hasta su tumba también. El recuerdo de un padre amante, sólido, justo, frágil, trabajador, es un ancla en la psiquis de un hombre o de una mujer. Es una herencia para toda la vida. Tu le puedes dejar a tus hijos millones de dólares pero si no les dejas una imagen atesorable, no les dejaste nada. Déjale a tus hijos quizás, poco pero déjales un tesoro de recuerdos y le habrás dejado un destino maravilloso. Un padre puede bendecir una hija en maneras que usted ni siquiera se imagina, en su sexualidad, en su capacidad para ser una buena esposa, para darse a un hombre, para apreciar la masculinidad en otros, para ser una mujer balanceada y sobria y segura de sí misma, todo eso se lo da un hombre, no solamente una madre a una hija. El olor masculino de un hombre que ella identifica con algo positivo, bendice a esa mujer. Padre, no subestimes lo que tu tienes en tus manos. El privilegio de bendecir a tus hijos hasta el último día de sus vidas.
Quiera el Señor bendecirnos. Si tu has fallado, si hemos fallado en alguna área no es para que salgamos de aquí hoy, diciendo: guau, cómo he fracasado. No, es simplemente para que tu sepas que a eso tenemos que apuntar y que todavía hay mucho camino que andar. Si hemos errado en algo, Dios es poderoso para rectificar todo y para bendecir tu vida y arreglar lo que ha sido dañado. Todavía hay mucho tiempo, ponte a trabajar y pídele al espíritu santo que te ayude en esa tarea, él está más que dispuesto.
Vamos a ponernos de pie. Vamos a darles gracias al Señor. ¿saben qué? Antes de terminar tenemos algo muy importante. Yo voy a pedir a los hermanos hujieres que se encarguen, pasen por aquí, traigan la santa cena pero quiero tener un momento de recibir lo que hemos escuchado y enterrarlo en nuestro corazón ahora mismo.
Toma un segundo para atesorar el consejo de Dios y prométete que no vas a subestimar esto que has oído. Vas a meditar en ello y vas a ponerlo en práctica en todo lo posible. Padre, gracias por tu palabra, gracias por tu consejo, lo recibimos, no rehuimos de ello. Gracias porque tu confías a nosotros estos tesoros de tu sabiduría,. Yo bendigo a mis hermanos, me bendigo a mi mismo. Juntos tomados de la mano esta comunidad va a ir cada día más y más, hacia una masculinidad, una feminidad bendecida y bíblica y gracias porque en ese proyecto tu nos acompañas Señor. Bendice nuestros hijos, que sean nuestros hijos como árboles plantados junto a aguas corrientes, nuestras mujeres como palmeras que crecen erguidas y bendecidas, nuestro ganado, nuestras herencias que no falten nunca porque tenemos un Dios que prospera a su pueblo. Gracias Señor, te bendecimos en el nombre de Jesús. Amen y amen.
II Crónicas 29
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Hay unos libros históricos en el Antiguo Testamento que relatan la historia del pueblo de Israel, todos los diferentes reyes que hubo en Israel, comenzando con el Rey Saúl, y que relata toda la historia del pueblo judío hasta cuando fueron tomados en cautiverio por los babilonios y llevados fuera de la tierra de Israel, y fueron exiliados. Y estos libros son los libros de Primero y Segundo de Samuel, Primero y Segundo de Reyes, Primero y Segundo de Crónicas. Muchos de los relatos que hay en estos libros se repiten en algunos de ellos complementariamente siempre, algunos proveen detalles sobre ciertos eventos que otros no proveen. Y hay que concatenarlos el uno con el otro, pero son libros muy interesantes.
Ahora, ¿por qué el pueblo de Dios usa estos libros para su meditaciones y sus sermones? Bueno, porque nosotros creemos que lo que Dios hizo fue proveer a través de la historia de un pueblo, y de los personajes que aparecen en esa historia, modelos de vida para nosotros y formas en que nosotros podemos entender cómo es que Dios obra a través de toda la historia con todos los hombres de la tierra. Es decir, Israel es simplemente, entre otras cosas un modelo, para que al nosotros estudiar la relación de Dios con Israel y su tratos, nosotros podamos entender cómo nosotros también nos relacionamos con Dios y cómo debemos comportarnos ante el Señor. Es como en las escuelas de leyes, o en las escuelas de administración de empresas se usa el método de casos. Se enseña mucho la teoría de la ley o de la administración de empresas estudiando casos de compañías específicas y entonces al estudiar cómo una compañía emprendió una cierta estrategia financiera o qué llevó al fracaso de una compañía, los estudiantes de leyes o en caso de la administración de empresas, o en el caso de leyes cómo cierto caso se resolvió ante la Corte Suprema y qué implicaciones legales tuvo ese caso para el futuro de la ley en EEUU. Al estudiar casos específicos de allí se extraen los principios generales que entonces se pueden usar para la conducta de la ley o de las empresas.
Bueno, la Biblia es algo parecido donde se estudian casos y de allí se extraen principios para la vida de los hombres, sea en el siglo XXI, en el siglo XV, en el siglo X ó en el siglo I. Los principios espirituales son los mismos. Entonces por eso la iglesia estudia estos casos, porque de ellos podemos extraer enseñanzas bíblicas espirituales para nuestra vida.
Hay una historia que es la historia del Rey Ezequías en el Capítulo 29 de Segundo de Crónicas, y quiero que nosotros vayamos allí un momento. Ezequías es un rey muy interesante y hace años que yo he querido estudiarlo con ustedes y les voy a decir después un momentito por qué hoy escogí a Ezequías. Su vida y su trayectoria es muy aleccionadora, es muy ilustrativa de principios espirituales muy lindos. Entonces en el Capítulo 29 es un relato bastante largo, yo voy a saltar aquí y allí porque evidentemente no voy a leer todo los 36 versículos de este largo Capítulo, pero dice, versículo 1 del Capítulo 29: “... comenzó a reinar Ezequías siendo de 25 años y reinó 29 años en Jerusalén. El nombre de su madre fue Abías, hija de Zacarías, e hizo lo recto ante los ojos de Jehová conforme a todas las cosas que había hecho David, su padre”.
Evidentemente Ezequías fue un hombre recto, un hombre que se comportó en una forma agradable delante de Dios, uno de esos reyes, porque hubo también reyes que se comportaron tremendamente incorrectamente delante de Dios. El fue uno de los reyes justos en ese tiempo de la historia de Jerusalén.
“En el primer año de su reinado, en el mes primero abrió las puertas de la casa de Jehová y las reparó, e hizo venir a los sacerdotes y levitas y los reunió en la plaza oriental, y les dijo: “Oídme levitas, santificaos ahora y santificad la casa de Jehová, el Dios de vuestros padres, y sacad del santuario la inmundicia, porque nuestros padres se han rebelado y han hecho lo malo ante los ojos de Jehová, nuestro Dios porque le dejaron y apartaron sus rostros del tabernáculo de Jehová y le volvieron las espaldas.”
Vamos al versículo 10. El continúa, dice: “... ahora pues, yo he determinado hacer pacto con Jehová, el Dios de Israel, para que aparte de nosotros el ardor de su ira. Hijos míos no os engañéis ahora, porque Jehová os ha escogido a vosotros para que estéis delante de El y le sirváis, y seáis sus ministros, y le queméis incienso”.
Entonces lo que sigue es un relato de cómo los levitas y los sacerdotes se levantaron e hicieron lo que el rey les pedía que hicieran con respecto a la casa del Señor. Vamos al versículo 20, dice : “.... y levantándose de mañana, después de estas reformas en el templo, el rey Ezequías reunió los principales de la ciudad y subió a la casa de Jehová y presentaron 7 novillos, 7 carneros, 7 corderos y 7 machos cabríos para expiación por el reino, por el santuario y por Judá, y dijo a los sacerdotes, hijos de Aarón que los ofreciesen sobre el altar de Jehová.”
Final del versículo 24: “.... para reconciliar a todo Israel porque por todo Israel mandó el rey a hacer el holocausto y la expiación.”
Y aquí hay otra fase de este avivamiento, de esta renovación, en el versículo 25: “... puso también levitas en la casa de Jehová con címbalos, salterios y harpas”, estos eran instrumentos de música. “... conforme al mandamiento de David, de Gad, vidente del rey y de Natán, porque aquel mandamiento procedía de Jehová por medio de sus profetas.
Versículo 27: “.... entonces mandó Ezequías sacrificar el holocausto en el altar y cuando comenzó el holocausto, comenzó también el cántico de Jehová con las trompetas y los instrumentos de David, rey de Israel y toda la multitud adoraba, y los cantores cantaban, y los trompeteros sonaban las trompetas. Todo esto duró hasta consumirse el holocausto. Y cuando acabaron de ofrecer, se inclinó el rey y todos los que con él estaban, y adoraron. Entonces el rey Ezequías y los príncipes dijeron a los levitas que alabasen a Jehová con las palabras de David, y de Asaf viviente y ellos alabaron con gran alegría y se inclinaron y adoraron.” Bendiga el Señor su santa palabra.
Ahora, Padre aviva tu palabra en nosotros, Señor. Danos entendimiento para exponerla, aviva nuestros espíritu, nuestras mentes, Padre, que tu nombre sea glorificado por medio de la exposición de tu palabra. En el nombre de Jesús lo pedimos. Amen. Amen.
Hace poco, como ustedes saben, terminamos una serie sobre el Capítulo 15 del Evangelio según San Juan, hablamos acerca de esa palabra tan poderosa del Señor, “permaneced en mi y yo en vosotros”, de permanecer en Jesucristo, del Dios que nos poda, de dar fruto, de los beneficios de dar fruto. Hablamos de la oración que Dios contesta y cómo es necesario fluir en afinidad con el espíritu santo, con el espíritu de Dios para que Dios conteste a nuestras oraciones. Fue una serie que yo disfruté bastante. Bueno, ahora se nos terminó el negocio y vamos a comenzar con otra serie.
El Señor ha puesto en mi corazón hace tiempo, discutir con ustedes lo que yo llamo “principios para la prosperidad”, principios para ser prosperados, para ser bendecidos en la tierra, para vivir vidas exitosas. Podríamos decir principios para el éxito también, y comencé a hacer algunas notas sobre esto y yo espero compartir con ustedes consejos sencillos acerca de cómo ser prosperados en las cosas que nosotros emprendemos, nuestros negocios, nuestras familias, nuestra vida personal, física, nuestras emociones, nuestras relaciones humanas y cómo vivir vidas exitosas.
Hay principios prácticos que Dios quiere que nosotros aprendamos, y me puse a hacer una lista de cosas allí, a escribir pensamientos al azar y una de las cosas que me vino a la mente es que quiero usar personajes de la Escritura para ilustrar alguno de estos principios e inmediatamente me puse a hacer una lista de personas que me parecían importantes en este respecto. Me vino a la mente, por ejemplo Josué. Me vino a la mente José que dice la Biblia que todo lo que él tocaba era prosperado y bendecido. Me vino a la mente Ruth que fue una mujer que experimentó gran pérdida en su vida y que llegó un día en que estaba en cero, bancarrota, sin esposo, sin hijos, sola en el mundo, una viuda en medio de Israel hace 3000 años y sin embargo Dios la bendijo y la prosperó y la sacó a camino.
Bueno, me puse a pensar así en diferentes personas y a buscar también la palabra prosperidad y prosperar en la Escritura y allí encontré, me tropecé con el personaje de Ezequías también. Y entonces cuando me puse a leer algo, recordé que Ezequías ha sido un personaje muy interesante para mí cuando yo lo he estudiado en el pasado, y como les dije, quería compartir algo de su vida y de su biografía con ustedes. Así que me decidí: vamos a tomar, no hay prisa en esto, vamos a tomarnos el camino escénico y vamos a ver las flores y los lagos y vamos a tomarnos tiempo. Voy a soltar la agenda que tenía de cómo quería hacerlo originalmente y simplemente vamos a buscar en la Biblia a ver qué sale, y qué Dios nos enseña.
Así que voy a comenzar con Ezequías, más bien directamente con una biografía de Ezequías. Vamos a estudiar la biografía de Ezequías, y yo voy a tratar de recordar siempre estas ideas de prosperidad, y de bendición y de éxito, y cómo se relacionan con nuestra vida y nuestra conducta. Ustedes ven ya qué tipo de corazón tenía Ezequías, era un corazón noble para con Dios, un hombre que tenía pasión para con Dios.
Pero, miren el primer pasaje que en realidad me hizo tropezar con la vida de Ezequías se encuentra más atrás en el Libro de Segundo de Reyes y allí en el Capítulo 18, también trata con el reinado de Ezequías y habla en una forma más apretada de estas reformas que él hizo. Crónicas entra en mucho más detalle. Pero hay allí algo bien lindo. Miren en el Capítulo 18, versículo 3, dice: “.... hizo lo recto ante los ojos de Jehová conforma a todas las cosas que había hecho David, su padre”. Es el mismo asesoramiento de Ezequías, un hombre recto, agradó al Señor, hizo la voluntad de Dios. Pero miren entonces lo que dice en el versículo 7, como consecuencia de esa rectitud de corazón y comportamiento, dice: “... y Jehová estaba con él y a dondequiera que salía, ¿qué pasaba?, prosperaba. A dondequiera que salía prosperaba.”
Ustedes ven la conexión allí entre una vida recta ante el Señor, que agrada a Dios, un corazón que ama al Señor y que busca hacer la voluntad de Dios. ¿qué pasa? Que todo lo que él hacía, dondequiera que él salía, Dios lo prosperaba. ¿Qué quiere decir esto de que dondequiera que salía? Bueno, un rey salía a la guerra, salía al comercio, salía a visitar naciones alrededor de Israel, salía en proyectos de construcción y de renovación de la nación, salía, me imagino, a reuniones con oficiales de su nación, la palabra salía quiere decir que todo lo que él emprendía en su capacidad como rey, era prosperado y Dios lo bendecía. De nuevo, ¿de dónde venía el secreto de la prosperidad de Ezequías? De ese corazón que amaba al Señor, ese corazón que honraba a Dios, ese corazón apasionado para con Dios. Nos recuerda de David, por eso la conexión allí, dice: “hizo lo conforme al corazón de David”, porque David era otro hombre que amaba al Señor apasionadamente.
Hermanos, hay una conexión misteriosa y yo la he visto a través de toda mi vida, la he observado, que cuando una mujer, un hombre ama a Dios apasionadamente y su corazón desea la honra de Dios y esa persona se preocupa porque Dios sea honrado y agradado y que los negocios y los asuntos de Dios sean prosperados, y que la iglesia de Dios no sufra, esa persona, hermanos, es bendecida y prosperada en todo lo que emprende. Los cristianos no saben cómo se engañan a sí mismos y lo que pierden cuando son mediocres y tibios para con el Señor. Cuando están preocupándose solamente por su propia necesidad y por sus pertenencias, y por su tiempo, su dinero, su sueño, su privacidad, agenda personal, en vez de poner primero la agenda de Dios y los intereses de Dios en sus vidas.
Hermanos, Dios ama al hombre, a la mujer apasionada para con El. El hombre o la mujer que ama a Dios por sobre todas las cosas, es una persona que va a ser prosperada y bendecida todos los días de su vida, todo lo que emprenda, el Señor lo va a bendecir, va a tener el toque del Rey Midas, que todo lo que tocaba se convertía en oro.
Hermanos, eso es lo que yo creo. Yo les puedo decir que en mi vida lo he comprobado y puedo decirle que todas las personas que yo he observado que aman al Señor con esa pasión, ustedes los ven que son bendecidos en lo que emprenden. Dios honra sus esfuerzos y todo lo que emprenden Dios lo prospera. ¿Tu quieres ser prosperado en tu vida financiera? ¿Quieres ser prosperado en tu vida matrimonial? ¿Quieres ser prosperado con tu familia y con tus hijos? Ama al Señor por sobre todas las cosas. Ama al Señor con pasión. Ponlo a El en el primer lugar de tu vida. Y yo te aseguro que Dios te va a bendecir. Dios te va a prosperar. Dios no se va a cansar de derramar gracia sobre tu vida. Oh si Señor, yo les puedo decir, hermanos, eso es una realidad. La vida de los grandes héroes de la Biblia muestra esta conexión entre pasión y prosperidad.
Ezequías era un hombre que ejemplificaba esto. Miren, dice que cuando él, regresando al texto de Segundo de Crónicas, cuando Ezequías ascendió al trono, que finalmente tenía el control de la nación, ¿qué fue lo primero que hizo? Primero, él no dijo: bueno, tengo que agrandar mi palacio, porque para un hombre de mi dignidad conviene una casa más grande y más lujosa. Ezequías no dijo: bueno, vamos primero a darle atención a la economía de la nación y vamos a asegurarnos de que todo los asuntos financieros y económicos de la nación estén en orden. Ezequías no primero emprendió una reforma del sistema político. ¿Qué fue lo primero que Ezequías buscó? Reparar y poner en orden la casa de Dios. Mírenlo ahí, si no me lo cree, si estaba durmiendo cuando yo lo leí, vaya ahora de nuevo a la Biblia. Dice: “..... en el primer año de su reinado, en el mes primero, fíjese eso, en el mes primero de su reinado abrió las puertas de la casa de Jehová y las reparó.
Hermanos, eso es lo que a mi me consume con respecto...., una nación, escúchenme, una nación en la cual los asuntos espirituales no están en orden, por más esfuerzos que haga en cualquier otra área va a fracasar. Si la casa del Señor no está en orden. Si los asuntos de Dios no están siendo atendidos, si Dios está molesto con una nación, ¿usted cree que Dios va a bendecir esa nación? Por más que los líderes se esfuercen por hacer reformas económicas, por establecer justicia, por hacer cualquier tipo de reforma política o estructural que sea, si la bendición de Dios no está sobre la nación, la tierra está maldecida. Escuchen eso. La palabra del Señor dice, “si Jehová no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican. Si Jehová no vigila sobre la ciudad, en vano vela la guardia”. Escúchenme. Lo primero es el fundamento espiritual. Ojalá los líderes de esta nación entendieran eso. Ojalá nosotros entendiéramos, hermanos, que el fundamento de la vida de un hombre, de una mujer es primero lo espiritual. No se puede ir más adelante hasta que lo espiritual no ha sido resuelto en nuestras vidas, o en la vida de una nación o de una ciudad. La gente siempre está poniendo el carro delante del caballo. Es una locura. El fundamento, por eso el Señor Jesucristo dijo: “buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia”. La justicia de Dios, no la justicia como la definen los hombres, la justicia de Dios, y todas las demás cosas que los hombres se matan, poder traer vendrán. ¿Saben qué? Por añadidura. No tendrán que matarse, no tendrán que estrujarse.
Hermanos, yo les digo algo, cuando usted se preocupa por las cosas de Dios primero, las cosas que otros se matan por conseguir, Dios se las consigue sin esfuerzo. Los partos suyos son sin dolor. Ese es el secreto más hermoso de la vida. Olvídate te ti mismo, y apasiónate por Dios y sus negocios, y sus asuntos y Dios te bendecirá una y otra, y otra vez. Ese es el secreto de la prosperidad más poderoso que yo puedo compartir con ustedes.
Sea íntegro con el Señor, primeramente. Atienda los asuntos de Dios porque Dios es un ser que si está a su favor ¿quién estará contra usted? Mire hermano, podrá haber la depresión más grande en la nación y en su casa no faltará comida. Eso es lo que yo creo. Podrá, todo el mundo estará sufriendo de cualquier cosa, pero dice la palabra que el Señor nos guardará, el Señor nos protegerá. “Caerán a tu lado mil y diez mil a tu diestra, más a ti no llegará. Por cuanto en mi ha puesto su amor, dice el Señor, yo también lo libraré, le pondré en alto por cuanto ha conocido mi nombre, me invocará y Yo le responderé, por cuanto ha conocido mi nombre, por cuanto ha puesto en mi su amor.” ¿Usted entiende eso? Por cuanto ha puesto en mi su amor.
¿Cuántos de nosotros hemos puesto en Dios nuestro amor? Amor. Cuando yo veo esa imagen en mi mente, yo veo a alguien tomando un manojo de flores y poniéndolas a los pies del Señor, este es mi amor, Padre. Aquí están mis afectos, aquí están mis aspiraciones, aquí están mis deseos, aquí está todo lo que yo aprecio y disfruto. Te lo pongo a tus pies. Haz lo que tu quieras de ellos, Padre. Cuando un hombre o una mujer llega a amar a Dios de esa manera, hermanos, Dios no se cansa de derramar bendiciones sobre su vida, inclusive cuando cae y cuando yerra, el Señor lo perdona y lo sana, y lo levanta. “Con El estaré yo en la angustia, dice, lo libraré y lo glorificaré, lo saciaré de larga vida y le mostraré mi salvación,” dice el Señor.
David era un hombre con muchos defectos, cometió errores graves en su vida, pero ¿sabe qué? La pasión de David para con Dios era tan grande, que su amor era como un fuego que comía todas sus imperfecciones. Y por eso la norma a través de todos los siglos de reyes en Israel fue que eran conforme, los buenos, eran conforme al corazón de David. Hicieron conforme a David. Dios no miró sus defectos, no miró sus errores, miró su pasión para con El, su amor, que David siempre tuvo para con el Señor.
Y eso es lo que ustedes y yo tenemos que entender en nuestra vida, o que nuestra iglesia estuviera compuesta de hombres y mujeres llenos de pasión por el Señor. No gente mediocre, no gente religiosa, no gente burguesa, no gente de clase media espiritual, gente exaltada para con Dios, apasionada para con el Señor, porque la gente tibia, Dios la vomita de su boca. Escúchenme. En Apocalipsis, por eso tenemos allí en la iglesia la odisea, el Señor le dijo “por cuanto no eres ni fría, ni caliente, te voy a vomitar de mi boca”. Usted ha tratado de tomarse un vaso de agua tibia. ¿Cuántos se han tomado un vaso de agua tibia? ¿Qué pasa? No tienen que decirme. El cuerpo lo rechaza, naturalmente. Y hay tanta gente que se llama cristiana, hermanos, que son tibios, tantas iglesias tibias. Hermanos, lo único que toca el corazón de Dios es la pasión al rojo vivo. No hay otra temperatura para Dios, sino rojo vivo, apasionado. Todo o nada. El Señor es un ser apasionado y le gusta la gente apasionada. Si usted no ama a Dios con todo su corazón, toda su mente, toda sus fuerzas, toda su alma, usted no es agradable ante el Señor. Ahora, ame a Dios apasionadamente y Dios será su aliado más fiel a través de toda su vida. Y Dios le respaldará y le bendecirá y estará con usted en sus batallas, le dará consejo en su necesidades, lo sacará de aprietos, lo bendecirá aún mientras camina por el valle de sombra de muerte. El Señor será fiel para con usted porque Dios ama la gente apasionada. Y donde hay un hombre, una mujer que está ardiendo en fuego por el Señor, ahí los ojos del Señor se dirigen.
Por eso la palabra de Dios dice que “los ojos del Señor recorren toda la tierra para encontrar aquellos de corazón perfecto para con El, para mostrarse a su favor”. Cuando el corazón de una persona está a favor de los asuntos de Dios, Dios lo va a bendecir, lo va a prosperar, le va a abrir puertas, lo va a sacar de callejones sin salida, va a hacer que brote agua de la peña, hará que los cuervos le den comida, porque el Señor es fiel para con los que lo aman.
Ezequías era un hombre fiel, por eso cuando él comenzó su reinado lo primero que hizo fue, vio la casa del Señor que estaba deshecha. Imagínese eso, habían pasado décadas. Imagínense que esta nación, la comparación sería que pasen 50, 100 años, la iglesia cristiana deje de buscar de Dios, los cristianos poco a poco vayan perdiendo la energía, la pasión, la iglesia se vaya haciendo irrelevante, como está pasando en este tiempo, se vayan muriendo las iglesias, como está pasando en este tiempo, la gente se vaya adormeciendo, y de momento las iglesias se cierren. Hermanos, ¿saben cuántas iglesias hoy en día se están cerrando? Es increíble. Aquí en EEUU la iglesia católica, por ejemplo desgraciadamente, ha tenido que cerrar decenas de iglesias, y hay iglesias evangélicas norteamericanas, con templos preciosos que están también cerrando su puertas, y ¿quiénes las están heredando? Los pobres de la tierra, los latinos, los haitianos, están cogiendo esas iglesias, porque el fuego del Señor está allí por lo menos todavía un poco. Nosotros ustedes recordarán, hace 20 y pico de años heredamos un templo de una iglesia que se murió en Cambridge, y allí estuvimos 15 años hasta que el Señor nos trajo aquí, porque esa iglesia se murió. ¿Qué pasaría si poco a poco las iglesias se van muriendo, se van cerrando y comienza a crecer la grama y se llena de polvo los lugares? Eso pasó con el templo en Jerusalén, un templo precioso pero como no había amor por Dios se cerró el templo, se llenó de porquería, los animales y las ratas corrían por todo el templo, los sacerdotes y los levitas y los pastores de ese tiempo se fueron para sus casas a trabajar porque no tenían dinero, no podían recibir sus salarios, y se quedó la adoración y el servicio al Señor en cero. No había adoración. ¿Y sabe que? Que cuando no hay cuidado de la grama, la hierba crece y lo que pasó en Israel fue que se llenó de idolatría. La gente ya no iba al templo a adorar al Señor sino que iban a los lugares altos a adorar los ídolos, y a adorar los demonios, y a adorar los dioses de la región y el culto a Jehová quedó totalmente descuidado.
Ezequías cuando llegó al reino, dijo esto no puede seguir, yo no voy a dar un paso en lo económico ni el lo político ni el lo estructural, hasta que yo no me haya asegurado de que haya renovación en lo espiritual, que la casa del Señor no esté limpia y sanada y trabajada como tiene que estar. Por eso entonces Ezequías abrió las puertas de la casa de Jehová y las reparó. Las puertas son como el símbolo de la esencia de un lugar, y esas puertas estaban descuidadas, estaban caídas. Por eso el Señor Jesucristo dijo que yo pondré mi iglesia sobre la roca y las puertas del infierno no prevalecerán contra ellas, porque las puertas son como símbolos de la autoridad en un edificio. Las puertas son lo que simboliza la fortaleza de un edificio, y entonces Ezequías dijo, primero repárenme esas puertas, están podridas, los cerrojos están vencidos, repárenlas y pónganlas como es, y abran la casa del Señor y reparenla completamente. No solamente eso sino que llamó a los sacerdotes y a los levitas que estaban por allá en sus pueblos, se habían ido para allá, y los reunió, los llamó a todos, hizo una gran reunión y les dijo: óiganme levitas, “santifíquense ahora y santifiquen la casa de Jehová, el Dios de nuestros padres, y saquen del santuario la inmundicia”, versículo 5. llamó a los sacerdotes y les dijo: sacerdotes prepárense para ejercer su llamado.
Hermanos, como pastor yo se la carga que nos incumbe a nosotros, no podemos llamar al pueblo a avivamiento, si no ha habido avivamiento en nuestras propias vidas, no podemos llamar al pueblo a santidad si no hay santidad en nuestras propias vidas. Esa es una carga pesada que llevan los líderes espirituales del Señor, pero tenemos que recibirla y recibimos el peso de ese llamado. Cuando los pastores, cuando los líderes espirituales de la iglesia se pongan en orden en sus vidas, y tengamos el amor de Dios y el fuego de Dios en nuestros corazones y haya habido despertamiento en nuestras propias vidas, y haya una conducta agradable al Señor, entonces puede venir la bendición de Dios sobre los demás. Entendemos eso y aceptamos esa responsabilidad. No la rehuimos. Y lo primero que él hizo fue, dijo traigan santidad a la casa del Señor.
Ahora también eso se extiende al pueblo de Dios, cada uno de ustedes como miembros de la casa del Señor también son llamados a santidad, a santificarse. Tiene que haber santificación, tiene que haber limpieza, tiene que haber conducta que agrade al Señor. Tiene que haber un caminar recto delante de Dios. Esa limpieza física era símbolo de la limpieza espiritual que tiene que haber en la casa del Señor. Hemos sido llamados a una vida íntegra delante de Dios, una vida que esté conforme a los mandamientos del Señor.
Yo creo que si el avivamiento va a venir a EEUU tiene que comenzar por la casa de Dios. No podemos pedirle al mundo que se ponga bien con Dios si nosotros no estamos bien con Dios primeramente. Hay un llamado a la integridad. Ezequías llamó a los sacerdotes, los levitas, les dijo: purifíquense, santifíquense, conságrense, actívense otra vez, prepárense para ejercer sus funciones de nuevo. Entonces los llamó a un tiempo de consagración, de retiro, de ayuno quizás, y de oración y de consagrarse al Señor, de lavar sus vestiduras, y de prepararse para ejercer otra vez el oficio del sacerdocio. Y los sacerdotes hicieron lo que el rey les había mandado. Dice: “... y sacad del santuario la inmundicia”. Yo creo que el avivamiento comienza con un mover de Dios en un hombre, en un ser escogido por Dios para ser una persona profética. Yo creo que así Dios siempre ha trabajado, pero después de eso se extiende a los líderes y después de eso se extiende a la iglesia, y después de eso cae sobre la nación. Vemos ese patrón aquí, círculos concéntricos, del más chiquito al más grande, al más grande. Esa es la forma en que va extendiéndose el llamado de Dios a la vida de una nación o de una época.
Entonces vemos aquí, primero el rey, el líder espiritual y político de la nación experimenta avivamiento. Luego, los sacerdotes son llamados a ejercer sus funciones y prepararse, después de eso, hermanos, yo creo que para que haya verdadera visitación de Dios en la iglesia y en la nación, tiene que haber algo que vemos aquí, es confesión de pecado. Hay reconocimiento de pecado. Mire cómo, versículo 6, “ el llamó a los sacerdotes, se reunió con ellos y les dijo: “porque nuestros padres se han rebelado y han hecho lo malo ante los ojos de Jehová, nuestro Dios, porque le dejaron”. El hubiera podido parar allí, y decir simplemente nuestros padres se han rebelado y han hecho lo malo ante los ojos de Jehová, nuestro Dios. Pero ¿saben qué? La confesión es algo específico. Tenemos que reconocer nuestras faltas específicamente delante del Señor. No es suficiente que tu le digas al Señor: Padre, perdóname por mis pecados. Hay que ir bien al fondo y coger ese cuchillo y meterselo exactamente donde está la necesidad y allí solar lo que está agarrando la bendición de Dios.
Dice: “.... lo dejaron, apartaron sus rostros del tabernáculo de Jehová, le volvieron las espaldas y aún cerraron las puertas del pórtico y apagaron las lámparas, no quemaron incienso y ni sacrificaron holocausto en el santuario al Dios de Israel.” Usted, ve. Hermanos nosotros tenemos que confesar nuestros pecados ante el Señor. Dios no requiere que tu seas perfecto, aunque El quiere que seas perfecto, pero sí requiere que cuando tu pecas y deshonras al Señor, que tu vayas y confieses tus pecados. La Biblia dice que el que encubra su pecado no será prosperado. La Biblia dice también, que al corazón contrito y humillado Dios no lo desprecia. Si tu y yo venimos ante el Señor, nos humillamos, admitimos nuestros errores, El es fiel para perdonarlo, dice la palabra del Señor. Pero tiene que haber eso. Si lo que nosotros hacemos es una práctica pecaminosa, si hay un patrón de pecar continuamente, haciendo lo mismo continuamente, sin experimentar arrepentimiento, sin experimentar un cambio de comportamiento, entonces el Señor no se agradará de nosotros y vendrán las consecuencias de nuestro mal comportamiento. El Señor dice cuando tu hayas pecado, hayas errado delante de mi, ven, arrepiéntete, estemos a cuenta, dice el Señor. Tu ves, tu tienes que arreglar cuentas con Dios. No puedes disimular tu pecado, no puedes encubrirlo, no puedes esconderlo, no puedes justificarlo. Tienes que nombrarlo por nombre y apellido y entonces decir: Padre, ahora yo me arrepiento y me comprometo a ser diferente. Y ¿saben qué? El Señor inmediatamente dice: hijo, estate tranquilo, te perdono, tu eres limpio. Venid y estemos a cuenta, “si vuestros pecados fueren rojos como la grana, vendrán a ser blancos como blanca lana”, dice el Señor. Pero hay que tener reconocimiento, no encubras, no practiques, no hagas un sistema de la vida pecaminosa, sino que guarda cuentas cortas. Si le debes al Señor, págale enseguida, tu voto de sacrificio, de confesión de pecado.
Ezequías hizo eso, pidió perdón por los pecados de los padres y de la nación y reconoció específicamente dónde habían fallado. Descuidamos tu templo, descuidamos tu casa, Señor. Cerramos los pórticos de tu casa, no te prendimos lámparas, no ofrecimos holocaustos a ti.
Miren entonces en el versículo 10, tenemos entonces, hermanos un llamado a la consagración, una confesión de pecado y en el versículo 10 dice: “.... ahora pues, yo he determinado hacer pacto con Jehová, el Dios de Israel para que aparte de nosotros el ardor de su ira.” Aquí hay otro paso también para que la bendición de Dios pueda fluir en tu vida, para que pueda venir una visitación poderosa de Dios en tu vida, o para que pueda venir la visitación que Dios quiere traer a esta nación y este país y a este estado de Massachussets, tiene que haber una determinación de aquí en adelante ir en otra manera. Usted ve, hemos hablado de santificarnos, de quitar la inmundicia, de confesar nuestros pecados, todas esas son cosas como arreglando cuentas, poniendo las cosas al día, pero ¿qué pasa cuando usted ha pagado sus cuentas y ha pagado los intereses que debía y todo eso? Tiene que haber entonces algo positivo, usted tiene que decir: bueno, ahora voy a trabajar, ahora voy a hacer esto, ahora voy a hacer lo otro para tener una vida normal. Eso fue lo que hizo Ezequías. Ezequías dijo: bueno, ya arreglamos cuentas con Dios, ahora yo he determinado hacer pacto con el Señor, un nuevo pacto. Me gusta la palabra de este hombre, él dijo: yo he determinado. Este era un hombre serio, era un hombre recto, era un hombre de palabra y era un hombre de decisiones firmes. El dijo yo he hecho una determinación, me senté en mi escritorio, pensé bien en las cosas como están e hice una decisión firme y me comprometo públicamente, como una parte de la política de mi reinado, yo he determinado hacer pacto con Dios. Y ese hacer pacto, quería decir renovar el pacto que ya había sido establecido antes.
Hermanos, la bendición de Dios viene a nuestra vida cuando nosotros hacemos una determinación firme de seguir al Señor no importa qué, de agradar al Señor en todos los aspectos de nuestra vida, de caminar con el Señor. Mucha gente, más bien como que se desliza a la vida espiritual, más bien como que entran sin dolor y sin crisis al Evangelio y llegan allí y se sientan en una banca y entonces comienzan una vida cristiana de llegar los domingos a la iglesia, pero yo los veo y noto que pasan meses y meses y vienen de vez en cuando, no vienen, a veces ni cantan en el culto. Hermanos, perdónenme, ustedes saben que yo no soy generalmente tan específico en las cosas, me gusta ser un poquito más cortés, pero yo quiero animarle en el nombre del Señor. Mire, alabe al Señor, abra su boca. Hombres, yo se que a veces a los hombres nos resulta difícil cantar, no estamos acostumbrados, qué cosa hermanos, ¿eh? Hay hombres que no cantamos porque cuando niños nos enseñaron que eso era de las mujeres, o de los hombres afeminados e irresponsables cantar. Nosotros no, somos fuertes y feos y formales, pero nada de cantar porque eso no es de un hombre que se respeta a si mismo. Abre tu boca, atrévete, en el nombre del Señor, olvídate de tu mujer que está allí que se va a sorprender cuando abras la boca y cantes, pero hazlo por el Señor.
Hermanos, lo que quiero decir es que uno no puede como deslizarse así tan gradual y tan informalmente a la vida del Evangelio. Tiene que haber una decisión. Tiene que haber un pacto. Tiene que haber una determinación firme. Borrón y cuenta nueva. Yo voy a servirle al Señor, voy a cambiar, voy a hacer un viraje de U en medio de mi vida y voy a hacer un hombre y una mujer que voy a servirle al Señor y voy a caminar seriamente delante de Dios. Y el que no me quiera seguir eso es problema de ellos, yo y mi casa serviremos al Señor. Tiene que haber un cambio. Tiene que haber una determinación. Tiene que haber una experiencia de crisis en que uno diga: no voy a seguir como era antes, voy a cambiar mi vida, que la gente diga: ¿ese es fulanito? Si, ese es fulanito, renovado, tocado por el espíritu santo y habiendo hecho una determinación con Dios, un pacto con el Señor de vivir de cierta manera. Hasta que el hombre o la mujer no hace eso, hermanos, hasta que no pasamos por esa experiencia de crisis, no hay cambio en nuestra vida verdaderamente.
Yo recuerdo, yo crecí en el Evangelio a los 5 años mi mamá se convirtió, no ella, yo a mis 5 años, ya ella tenía muchos más años que eso, se convirtió al Señor en la República Dominicana. Yo crecí en el Evangelio pero cuando entré a un internado aquí mismo en Massachussets, en Philips Academy, en el año 72, del 72 al 82 mi vida cambió, yo no me comportaba verdaderamente como un cristiano, aunque amaba al Señor, servía al Señor, sabía que Dios tenía un llamado para mi vida, pero fueron años de desierto espiritual en muchas maneras. En el año 82 Dios tuvo un llamado sobre mi vida, yo entré en una crisis, es la única manera que lo puedo describir, tanto así que me tuve que tomar un año fuera de la universidad, cuando estaba en Harvard. En mi tercer año yo me salí de la escuela, porque Dios estaba haciendo renovaciones en mi vida, y me dijo que tienes que cambiar cosas. Y yo no pude seguir estudiando, en realidad me fui al desierto por un año, porque cuando Dios te llama y hay cambios en tu vida.... uno puede decir: yo soy cristiano. Yo era cristiano, amaba al Señor, hubiera dado mi vida por el Señor en esos 10 años, pero no estaba viviendo según el Señor quería. Pero cuando Dios me tocó, yo entré en una experiencia de crisis y desde de ese año en adelante Dios cambió completamente mi vida. Me consiguió la iglesia que hoy pastoreo veintipico de años después. Me consiguió la mujer con la cual estoy casado, cambió mi forma de ser y de pensar y de hacer las cosas, hermanos, porque cuando un hombre.... tiene que haber esa experiencia, tiene que haber cambios.
Y yo recuerdo que fui a visitar unos meses después a un jovencito a quien yo había, era consejero de él en su primer año en Harvard, estaba muriéndose, un joven chino, y en su cama de agonía casi muriéndose, ya casi no veía, cuando yo fui a visitarlo después de meses de no haberlo visto porque él pidió que yo fuera a visitarlo, y me dijo: no te veo bien, pero hay algo en ti que es diferente; porque en ese ínterin, en los meses entre la última vez que yo lo vi y por y lo que Dios había hecho en mi vida, la energía que había en mi era diferente, y él en su agonía la pudo sentir. Porque cuando un hombre cambia, se arrepiente y se ordena su vida con Dios, eso se puede sentir.
La mayoría de la gente entra al Evangelio y lo que hacen es que cambian un carné, en vez de ser católico, dicen ahora soy católico evangélico. ¿Entienden? Pero no cambian su forma de pensar, de actuar, de ser, de ser con Dios, su relación con Dios, su forma de comportarse, su forma de sentir en el corazón y entonces simplemente lo que hicieron fue cambiar de carné, pero no hay un cambio de corazón y de mente. Dios quiere una firme determinación, un pacto con El. A razo partido, Señor, tu y yo vamos a caminar la vida juntos y yo voy a ser tu marioneta. Yo te voy a amar y te voy a servir con todo mi corazón y te voy a dar lo que tu me pidas, lo que tu me pidas, tómalo y te lo voy a dar con gusto, y no voy a mirar a los hombres y aunque no me vean, yo te voy a honrar. Y cuando una persona camina así, Dios le bendice, le prospera, no se cansa de derramar su gracia sobre él o sobre ella. Tiene que haber integridad delante de Dios. Tiene que haber pasión para con el Señor, es la única forma, hermanos.
Y por eso Ezequías dijo: “o he determinado hacer pacto con Jehová, el Dios de Israel para que aparte de nosotros el ardor de su ira” Cuando los líderes espirituales de una nación, los líderes políticos de una nación hacen pacto firme con el Señor, cuando los líderes de una casa, el padre, la madre, determinan hacer pacto con Dios, sus hijos son bendecidos, sus finanzas son bendecidas, su matrimonio es bendecido, sus relaciones son bendecidas, todo es bendecido porque ha habido una firme determinación de hacer pacto con Dios, entonces se establece bien la conexión, los cables se aprietan bien, y la electricidad divina corre sin interrupciones a través de la familia. Viene la bendición. Esa es la clave, determinar firmemente hacer pacto con el Señor.
Lo último, dice: “... hijos míos no se engañen, porque Jehová los ha escogido a ustedes para que estén delante de Él y le sirvan y sean sus ministros y le quemen incienso”. Eso se lo dice el Señor a esta congregación; no se engañen, no crean que por simplemente venir a la iglesia y sentarse en una banca, eso es lo que agrada al Señor. Eso es mentira, el Señor demanda mucho más que eso. No nos engañemos, no nos engañemos creyendo que si nos escondemos y que nos hacemos los que no estamos viendo lo que está pasando allá afuera, que los demonios se van a ir y nos van a dejar tranquilo. Eso es lo que tantos pastores están predicando hoy en día. No confronten, no molesten, simplemente hablen el Evangelio y eso es todo. Eso no es suficiente, hay que vivir apasionadamente. Hay que confrontar al diablo, hay que hacer guerra. Te van a herir, vas a sufrir unos cuantos sustos, pero el Señor te sacará adelante. ¿Estamos dispuestos a pagar el precio de ser la iglesia de Jesucristo verdaderamente y vivir como sacerdotes del Señor? Porque dice aquí: “Dios los ha escogido a ustedes para que estén delante de El y le sirvan y sean sus ministros y le quemen incienso”. La Biblia dice que cada uno de nosotros es un rey y un sacerdote delante de Dios. Los tiempos de que solamente había un grupito especializado de sacerdotes, ya eso no existe. Hoy en día cada creyente es un sacerdote delante del reino del Señor y Dios nos ha escogido a nosotros para que estemos delante de El y le quememos incienso y seamos sus ministros. ¡Aleluya! Eso es lo que el Señor quiere de cada uno de nosotros. Que seamos sus ministros. Dios te necesita, Dios nos necesita a cada uno de nosotros.
Hermanos así es que va a venir el avivamiento a nuestras vidas. ¿tu quieres ser bendecido, tu quieres ser prosperado? Apasiónate para con Dios, ámalo por encima de todas las cosas. Haz pacto firme con El, arregla tu vida con El. Arreglemos nuestra vida con el Señor.
Vamos a bajar nuestras cabezas. Gracias, Señor. Gracias, Dios te adoramos, te bendecimos, Padre. A ti la gloria y la honra, Señor Jesús. Padre entendemos el peso de lo que estamos predicando y yo mismo me asusto Señor de lo terrible, lo serio que es lo que acabo de decir pero es tu palabra, Padre, no podemos atenuarla, no podemos huir de ella, solo tenemos que someternos a ella, no nos queda otra opción. Perdónanos por no amarte como tu mereces que te amemos. Nos arrepentimos Señor en esta mañana. Y queremos vivir una vida que te agrade a ti, Padre, una vida que honre tu nombre. Perdónanos por la tibieza de corazón y por la indiferencia con que a veces te servimos, Señor. Mira a esta iglesia, purifícala, saca la inmundicia de ella, saca todo lo que no te agrade, Señor, quita todo lo que no sea tuyo, Señor. Ayúdanos a vivir en una manera que sea agradable ante ti, Padre. Te necesitamos, necesitamos el toque de tu espíritu en esta mañana, Señor. Queremos tener los triunfos de Ezequías pero sabemos que también tenemos que tener la actitud de él, su corazón, su pasión por ti, su disposición a sacrificarlo todo por ti, Señor. Espíritu santo visítanos, visita a tu pueblo en toda esta nación. Señor tu pueblo necesita avivamiento. Padre, envía tu fuego, envía tu lluvia, Señor y haz florecer el desierto, Padre. Gracias, descansamos en ti, Señor en esta mañana. Reposamos en ti, Jehová. Te necesitamos, Señor. Necesitamos tu gracia.