SERMONES
Celebración Ministerio de Niños
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Tenemos la encargada de escuela dominical a las 12, Carlota Noriega con un equipo bello de líderes, con Naomi Blanco, con Cenia Paulino, con Eunice, con Carlos Beltrán, buen equipo de líderes y ella solo va a compartir un poquito del ministerio con ustedes.
Hermanos, yo creo que con lo que se ha escuchado han podido procesar por algunos segundos que de veras el ministerio de niños está dando resultado, y que está dando resultado porque están siendo pioneros. Hermanos, esa palabra me gustó mucho, pioneros de la palabra de Dios. Esas criaturitas pequeñas están saliendo evangelistas, ¿verdad? Están saliendo personas que están llevando a sus padres, que no conocen al Señor, la palabra, y ese es nuestro llamado. Yo les invito a todos aquellos que nos visitan por primera vez a que puedan subir al tercer nivel y puedan ver los salones, y puedan ver los dibujos que hay en las paredes y todo, y todo mis hermanos que está ahí, se ha programado, se ha tomado tiempo para que no solo los niños disfruten de ellos, sino también los padres. Cuando usted suba al tercer piso, hágame el favor de bajar a la edad de su niño y así sentir también lo que su niño siente allá arriba. Así que cada vez que suba, baje a ser un niño que es lindo, ¿no?, porque baja al nivel de él. Y les quiero decir también que no voy a dar un testimonio, voy a leer una cosita, una notita rápida y se llama “quisiera ser televisión”. Esta fue la oración de una niña de 6 años y dice así:
Imagínese usted de 6 años. Bajemos todos a esa edad, ¿verdad? 6 años. "Señor, esta noche te pido algo especial. Conviérteme en televisor, quisiera ocupar su lugar para poder vivir lo que él vive en mi casa. Tener cuarto especial para mi, congregar a todos los miembros de mi familia alrededor, ser el centro de atención al que todos quieren escuchar sin ser interrumpido ni cuestionado, que me tomen en serio cuando hablo, que se crean todo lo que digo, sentir el cuidado especial e inmediato que recibe el televisor cuando algo no le funciona, tener la compañía de mi papá cuando llega a casa aunque venga cansado del trabajo, que mi mamá me busque cuando esté sola y aburrida en lugar de ignorarme, que mis hermanos se peleen para estar conmigo, divertirlos a todos aunque a veces no les diga nada, vivir la sensación de lo que dejen todo por pasar algunos momentos a mi lado. Señor, no te pido mucho. Todo esto lo vive cualquier televisor así que espero ser respondida”.
Mis hermanos es una niña de 6 años que quisiera ser un televisor. Yo creo que no solo un niño, o una niña de 6 años quiere ser un televisor, a veces un adulto quisiera ser un televisor para que le pusieran atención. Así que mis hermanos, es nada más una notita para que tomemos en cuenta qué tan importante quiere ser un niño, y yo creo también que también un adulto quiere ser un televisor. Ahora mismo usted quisiera ser un televisor, ¿verdad?, porque quiere comunicar tanto y que si el televisor se para, nosotros nos quedamos...... y si un botón se arruina queremos arreglarlo así..... A quien le guste el deporte, sus novelas, y todo, mis hermanos, les digo.... haga de su niño la importancia y haga por favor del ministerio de niños la importancia. Yo no se si decirlo así, pero vamos a ver: yo creo que si fuera una niña yo pediría que el ministerio de niños fuera un televisor para tener la atención de todos ustedes siempre, y sus oraciones y sus ayudas. Así que el Señor les bendiga y sigamos adelante entonces.
Gracias, Carlota. Dios te bendiga. No se vaya porque vamos a orar por ti. Puede sentarse pero vamos a orar por ti después. Eliana también tiene testimonio. Que sea un poquito breve porque el tiempo va corriendo. Una pareja nueva lleva un año aquí, son un familia linda, linda, así que les damos la bienvenida y por favor adelante.
Buenas tardes, pues mi testimonio es de gran bendición, quiero contarles que en nuestra familia nosotros somos pioneros en el Señor, somos los primeros cristianos. Entonces no se si a ustedes les pasa, pero en mi caso mi familia no quiere oír nada del Señor, porque nos lavaron el cerebro, porque nos están sacando todo el dinero y por miles de cosas más. Entonces el llegar a ellos y el poder compartir es.... hay una barrera bien grande que solos nos admiten como familia pero no como una nueva creencia, una nueva familia, aunque ven que nuestra familia es de testimonio. Entonces algo pasó muy particular con nuestros hijos porque ustedes saben que los abuelos y los tíos quieren mucho a los niños, y entonces lo que nosotros no pudimos hacer como adultos y como hijos, lo hicieron nuestros hijos. Entonces mi hija, que es tan querida por mi mamá y por sus abuelos y por su tíos, ella llega y le dice: abuela, el rencor no es bueno. Si hay rencor en tu corazón Jesús puede sanarte. Al tío le dice: tío, si tu estás tomando, ese no es el camino, Jesús puede ayudarte. Entonces mis hijos pudieron entrar más fácil a esa área tan dura que fue para mi esposo y para mi y poder llevar un testimonio de Jesús a nuestros hogares. Amen.
Solo quiero agregar algo, y Nelson si puedes saludar desde allí, el esposo Nelson que está ahí. Y gracias a Dios. Solo quiero decir que me gustó que ella usó la palabra pionera y pionero. Hay muchos gracias a Dios, hay muchos en esta iglesia que son los primeros cristianos en su familia, los padres o los abuelos no eran así. Hay un montón de cosas generacionales que vienen y lo que Dios hace es que salva una pareja que se ponen en la brecha y dicen que ahí para los patrones malos. ¿Cuántos saben que hay pecados que corren en familia? Puede ser alcoholismo, abuso, lo que sea, y lo que Dios quiere son pioneros para decir yo y mi casa serviremos a Jehová. Y cuando se hace, cuando se hace así comienza una cadena de bendición generacional, los niños crecen bajo la sombra del Altísimo y tienen la bendición del espíritu santo desde su niñez, y sus hijos mejor, mejor, cadenas de bendición. Así que muchos de ustedes están en la lucha pero espero que se vean como pioneras y que no se cansen en educar sus hijos en los caminos del Señor. Gracias, Eliana, Dios te bendiga. Amen. Gracias.
Ahora me toca compartir mi testimonio breve y después lo vamos a pasar al pastor. Quiero compartir con ustedes mis primera Biblia de niños. Yo jamás pude olvidar este libro y ni es mío, fíjate. Yo estaba en la casa de mi esposa, en California desde su niñez, y estaban limpiando la casa y yo vi ese libro y me di cuenta de que era la misma Biblia de niños que yo había tenido cuando niño, y eso fue como.... tengo ya 37 años que algo por ahí, 36, 37. soy más viejo de lo que aparento, así que ....... y así que hace 30 años y yo recuerdo los colores y los dibujos y las historias y casi siento como si he encontrado un amigo. Está gravado en mi mente, en mi conciencia, la Biblia que se compartió conmigo cuando yo era niño. Hermanos, las cosas que sembramos en los niños siguen con ellos el resto de sus vidas y aunque se extravían por un tiempo ellos tienen eso ahí gravado y es una semilla y es una semilla poderosa. Una semilla que da fruto y con tiempo el espíritu santo los persigue y los trae otra vez donde tienen que estar. Quiero animarles, ustedes son ministros y ministras de niños. Mi mamá me regaló esta Biblia, mi mamá me ministró. Yo recuerdo queríamos una vez ver una película de horror ...... con todos los demonios y mi mamá, que casi nunca, ella no era muy estricta con nosotros, era como tranquila, pero ese día ella dijo: “No. Esa película en mi casa, no”. Y yo, “mamá estás en serio, eso solo es una película”. “No, No, No, Satanás no tiene lugar en esta casa”. Yo le doy gracias. Mi papá, que ni es cristiano, yo recuerdo una vez, yo me robé un diente de tiburón que yo encontré en una tienda. Me lo robé y lo dije a mi papá y después lo devolví, solo por el gozo de robar. Tenía como 7 años y yo lo comparto con mi papá como si él iba a decirme: ¡Ay, bien hecho mi hijo! Yo pensé: ay, qué chistoso, ¿no papá? Y se enojó conmigo. Yo, cómo va a ser. Y yo jamás olvido su reacción y su ira pero su ira muy santa, su ira buena conmigo. Y yo.... ¡guau!, no robé más dientes de tiburones. Lo que se siembra en un niño sigue con ellos. También yo iba a escuela dominical, con los católicos y también con los protestantes. Me enviaron a escuela dominical protestante, “nursery school”, cuando tenía 5 años. Me enseñaron a orar ahí, y yo volvía a la casa como un pentescostalito, con los ojos cerrados: Señor. Y mis padres, como riéndose de mi, pero qué lindo ¿no? Yo aprendí a orar. Yo creo, yo siempre digo que acepté a Cristo a los 16 años, pero ¿sabes qué?. Yo creo que no es así, yo creo que acepté a Cristo a los 5 años en nursery school y olvidé y después el espíritu santo me persiguió hasta yo aceptarle a los 16 años. Lo que sembramos en ellos sigue con ellos para siempre.
Padres, ustedes son ministros. Saben que el ministerio de niños es una extensión del ministerio del padre y de la madre. Ustedes tal vez, no sabrán dónde comenzar, alguien recién llegado. Ellos envían a la casa un versículo, estudia el versículo con el niño, ora con el niño, te vas a sorprender lo que Dios puede hacer a través de ti porque todos somos ministros y ministras de niños levantando una nueva generación, una generación Josué que va a conquistar la tierra.
Voy a invitar al pastor y vamos a orar una vez más a dedicar todo este asunto al Señor y yo te invito, vamos a hacer ejercicios este día. Póngase de pie una vez más y una vez más les animo después de este culto, es más si usted es papá no tiene opción, súbase, tiene que subir al tercer piso, sus maestros de niños están esperando y van a ver adornos lindos que han puesto en las paredes, ganamos a Disney con eso, OK.
Saben qué hermanos vamos a cambiar un poquito el programa para fluir con lo que está diciendo Gregory y simplemente voy a pedir que permanezcan de pie mientras yo leo una porción de la palabra, voy a ser bien breve y entonces vamos a terminar para no mezclar demasiados mensajes, porque yo creo que este mensaje que se ha compartido hoy es lo suficientemente importante para que lo retengamos y así no se van ustedes con una cantidad de diferentes cosas y diferentes ideas porque es tan importante esto. Así que voy a leer la palabra y entonces voy a compartir un pensamiento y cerramos y entonces quizás nos puedes despedir con una oración, Greg.
Dice aquí en Mateo, Capítulo 19, versículos 13 al 15, pasaje muy conocido de todos ustedes. “Entonces fueron presentados unos niños para que Jesús pusiese las manos sobre ellos y orase. Y los discípulos les reprendieron pero Jesús dijo: “Dejad a los niños venir a mi y no se lo impidáis porque de los tales es el reino de los Cielos” y habiendo puesto sobre ellos las manos se fue de allí”. Bendiga el Señor su palabra.
Tomen asiento un segundito. Esta mañana yo estuve predicando y lo que creo es que voy a hacer es que voy a compartir eso más adelante con ustedes, quizás el domingo que viene para que recibamos la misma enseñanza acerca de podar y estamos todavía abundando en ese pasaje de Juan 15, donde el Señor habla de que El es la vid y nosotros los pámpanos y permanecer en El, etc. Fue un mensaje que, creo que fue de bendición para muchos y por eso me habían pedido que lo diera otra vez, aunque no era el plan original, porque queríamos dedicarlos a esto, pero en ese mensaje hay algo muy importante en esta idea de que Dios invierte en nosotros. Dios no meramente nos llama a su Reino, y entonces dice: bueno, ya tu estas salvo, ya te vas al cielo, así que bueno, no tengo que entenderme más contigo, simplemente ya se hizo lo más importante que es salvar tu alma. Ahora siéntate a esperar hasta que llegue tu día para reunirte conmigo en la eternidad. Dios no hace eso, sino que Dios invierte en nosotros y nos cuida y nos trabaja.
En esa imagen que yo leí de Juan 15 está la idea de un.... bueno, está Juan 15, está Lucas también. Leí un pasaje de Lucas, el conocido pasaje de la higuera que no está dando fruto y viene el dueño de la tierra y dice: mire, esa higuera no está dando fruto así que córtala, para qué inutiliza la tierra. Y hay un personaje allí que es muy interesante que se llama el viñador, y el viñador me imagino que es como un tipo de jardinero, de trabajador agrícola cuya función es trabajar esta viña, trabajar esta planta y asegurarse que de fruto y el viñador le dice al dueño: Por favor espera un tiempecito, dame un año, déjame que yo cave alrededor de esa viña, déjame que yo la abone y entonces vamos a ver si da fruto. Y si no da fruto entonces, bueno, hagamos como tu pides. Y yo creo que a la existencia meramente que haya un viñador en esa tierra, es importante y es indicio del estilo de Dios de tratar con nosotros. Fíjese que Dios no simplemente crea cosas, sino que Dios las nutre, Dios las trabaja, Dios pone personajes, por así decirlo, en este caso, en el caso de cada creyente es el espíritu santo. Cuando nosotros entramos a los caminos del Señor, cada uno de nosotros recibe el espíritu santo que viene a morar con nosotros y que se convierte en un viñador que trabaja en nuestra vida y que poda, y cava y hace todo lo necesario para que la planta de fruto.
¿Y hermanos no es así también con los niños, que debemos nosotros hacer como padres? Nosotros damos a luz vida. Yo veía estas criaturas aquí tan bellas. Cada uno de ellos es un drama, cada uno de ellos es una historia, cada uno de ellos es una película maravillosa por desarrollarse todavía. Y usted los ve allí cada uno con su carácter, uno jugando con una barajita, que tiene que venir el maestro y quitárselas, otro por allí queriendo ser baterista, otra niñita por allí, dulce y tierna, otra inquieta y ... cada uno tiene.... ya hay cosas escritas dentro de ellos de lo que van a hacer un día en su vida. Y son vidas preciosas. Gregory decía, ciertamente su alma no es menor que la de un adulto. El alma nace en su totalidad. Y son cosas preciosas que nosotros no podemos darnos el lujo de simplemente, como creían los filósofos teístas, el teísmo es una filosofía del siglo 18 y 19 que profesaba que cuando Dios creó el universo, simplemente le dio cuerda como se le da a un reloj y lo lanzó al espacio a flotar y se desentendió de él. Ellos creen que Dios existe pero lo ven como un Dios desentendido de su creación. Y nosotros sabemos que no es así. Dios es un Dios tremendamente involucrado en su creación. ¿Y saben qué? Yo pienso que así debe ser cada padre y cada madre. Nosotros damos a luz vida, creamos en un sentido porque Dios nos ha dado esa capacidad creativa y generamos algo maravilloso, misterioso, rico en potencialidades y no podemos, como el Dios del teísmo, darle cuerda a esa criatura y pensar que esa criatura va a desarrollarse en algo precioso, armonioso, creativo simplemente por magia. ¿Cuándo ha visto usted un hermoso jardín compuesto de flores de diferentes colores, texturas, que florecen en diferentes etapas de la temporada, que se complementan en su forma, y en su tamaño, y pensar que ese hermoso jardín con sus espacios bien planificados, se dio por arte de magia? Inmediatamente que usted ve eso, usted sabe que detrás de ese bello jardín hay una mano cuidadosa, que se ha dedicado a atender ese jardín. ¿Si o no? Y usted sabe que allí ha habido horas invertidas en esa tierra quitándole las yerbas malas y cuidando que los insectos no se coman la tierra, fertilizándola, podándola, apartándolas unas de la otras para que no se abrumen y se destruyan unas a otras, para mantener la armonía de todas esas diferentes plantas. Y asimismo es la vida humana. La vida humana está compuesta de diferentes facultades, diferentes emociones, diferentes posibilidades, diferentes impulsos. Hay impulsos negativos, impulsos positivos, y toda esa maza de creatividad que es la criatura cuando nace tiene que ser ordenada también, tiene que ser manejada, tiene que ser irrigada y abonada. Y eso es la parte que le toca a cada padre o cada madre. El Señor valoró a los niños.
Fíjese que los discípulos se parecen tanto a nosotros, tanto en nuestra capacidad como padres, como también como la iglesia de Jesucristo porque esos discípulos representan esa iglesia que cree que el maestro es importante o demasiado importante para atender a esos mocosos insignificantes. No, eso es para los inferiores. ¿Cómo vamos a preocupar al maestro para tomar un momentito para cuidar esos niños? El Señor les dijo: No, no, no, espérense un momento señores. Déjenme decirles algo, si ustedes no se hacen como uno de esos niños, ustedes no van a ir al Reino de los Cielos. Y entonces detuvo su grupo de gente, paró toda su importante misión y pasó tiempo con cada uno de esos niños. Les impuso las manos, oró por ellos, los bendijo y entonces siguió su camino. Hay una lección allí hermanos, la iglesia y nosotros los padres tenemos que invertir en nuestros hijos. Amen. Tenemos que valorar la niñez, hay que sacar tiempo.
Ayer Gregory y yo tuvimos un momento de crisis pastoral mientras hablábamos porque nos preguntamos ¿qué hacemos hoy? Lo que pasó fue que ayer invitamos a los padres, como ustedes recuerdan, para venir y visitar los salones, que de hecho, enfatizo que después de aquí, suban un momentito allá y vean lo que han hecho los maestros, nuestra hermana Sara Naranjo, la hija de nuestro hermano Naranjo, hizo un trabajo excelente en decorar mucho esos salones. Han pasado horas y los maestros estuvieron allí un tiempo grande. Invitamos a los padres y vino un grupito lindo, pero no eran todos los que nos hubiera gustado ver. Entonces Gregory estaba hablando conmigo allí, y yo le dije: Mira, Gregory por qué no mañana tornamos el servicio en un tiempo para celebrar el ministerio de niños. Saben que tuvimos que decidir si lo íbamos a hacer o no, porque uno piensa muchas veces como que hacer eso es interrumpir el curso normal de las cosas. Fíjense a donde hemos llegado, hermanos, nunca nos tomamos tiempo para celebrar los niños, y un día que escogemos es como que estamos haciendo algo malo. Gloria al Señor que tuvimos la lucidez espiritual de decir: no, vamos a hacerlo en el nombre del Señor, vamos a hacerlo y vamos a concientizar al pueblo. Es importante que la iglesia detenga su camino para valorar a los niños y bendecirlos y extender la mirada hacia ellos y dedicarles atención. Gracias, hermanos. Yo creo que el hacer eso solamente ya es inherentemente de bendición para nuestros niños. Lo que nosotros hemos hecho esta tarde aquí es un acto profético, no es solamente lo que se ha dicho, no, no yo creo que hay una energía espiritual que es liberada con solamente una congregación reconocer la importancia de la niñez.
Déjenme decirles otra cosa, ya voy terminando, que está en mi mente aquí y es algo muy importante: saben no solamente Jesucristo valora a los niños, sino, voy a decir algo estremecedor, Satanás valora a los niños. Satanás y sus demonios no cometen el error que comete la iglesia. Satanás invierte en la niñez. Da pena decirlo, pero es cierto, hermanos. Vivimos en un mundo en el que el diablo ha recibido libertad inclusive para entrar en la dimensión más noble, más inocente de la vida y vemos en la televisión ya anuncios que sexualizan la mente de los niños, ya usted ve las intimaciones de sexualidad en los anuncios de cosas para los niños. Vemos el consumerismo con que están siendo llenados nuestros niños de apetito por esta marca, esta ropa, ese juguete. Vemos la violencia en los juegos digitales, de computadoras. Vemos la rebeldía contra la autoridad ya metida sutilmente en algunos de los programas infantiles. Y vemos ya la semilla de la rebeldía siendo metida en los programas, la homosexualidad está siendo infiltrada en muchas maneras en los programas de televisión educativos de niños. Ya eso es una realidad y las autoridades de esta nación están muchas veces cooperando con la desensibilización de nuestros hijos en el área de la homosexualidad también. ¿Por qué? Porque Satanás valora a los niños. No solamente Jesús valora a los niños, las fuerzas del infierno que piensan estratégicamente, saben que si pueden alcanzar el corazón frágil de una criatura y meterse en su mente, así como esas imágenes de ese libro se quedaron allí plantadas como una bomba de tiempo en el corazón de Gregory, el pastor de 36 años, así mismo Satanás planta imágenes, impulsos, energías, actitudes que como una bomba de tiempo se plantan como una semilla maldita en la sensibilidad de nuestros hijos, esperando el día para explotar. ¿Qué va hacer la iglesia y qué vamos a hacer los padres?
Hermanos, ser padre es una cosa de 24 horas al día, 7 días a la semana. Diga amen y recíbalo. Hermanos, esa criatura que usted tiene ahí a su lado, o que está allá arriba, es una cosa tan preciosa que usted debe dedicarle tiempo, debe dedicarle atención, debe apagar el televisor de vez en cuando y más que de vez en cuando, esa es su prioridad. Debe sentarse a conversar con esa criatura, debe sentarse a veces a ver algún programa de televisión e interpretarle lo que está viendo para que aprenda a criticar lo que se le está tratando de vender en esa pantalla. Usted debe sacar tiempo para compartir con ellos los asuntos de la vida, para compartir la palabra de Dios. No escatime, hermanos, oportunidades de usted sembrar una semilla en la sensibilidad de sus hijos. Meche y yo muchas veces tenemos que correr de un sitio para otro, no digo esto para que digan: Oh, que gran.... ,pero a veces Meche el viernes llega de estar aquí en consejería o en otras cosas, Abigail llega de la escuela, un rato después tiene que venir aquí para el tiempo de los niños, mejor dicho de los jóvenes, el servicio de jóvenes. A veces tiene que quedarse aquí porque no vale la pena venir y volver entonces a la casa y volver a regresar, y ya 10 y pico o algo así de la noche está regresando. O el lunes para que venga... para nosotros es un gozo que esté ensayando con el grupo de alabanza y otras cosas y que invierta tiempo en la escuela, y tenemos que invertir en su educación también. Gloria a Dios que puede asistir a una escuela cristiana y que allí hay hombres y mujeres que están invirtiendo en esa niñez. Yo le doy Gloria al Señor por proyectos como el de Boston Trinity Academy y ojalá que corran otros, porque la iglesia de Jesucristo necesita invertir en la niñez. Nosotros tenemos que dedicarle tiempo a nuestros niños. Hermanos, que hoy nosotros tomemos una renovada conciencia de la importancia de valorar a nuestros hijos. Invierta tiempo en ellos. Desvélese por ellos. El tiempo de los desvelos no es solamente cuando esa criatura está gritando a los dos o tres meses por una botella de leche, es también cuando tiene 11, 10, 9 años. Algo pasa en la mente de nuestros niños cuando llegan a la edad de 7, 8 años. Algo pasa, yo hace un tiempo atrás fui a una reunión con el superintendente de escuelas de Boston y nos enseñaba una.... él mismo ni sabía lo que estaba enseñándonos en un sentido espiritual, pero nos mostraba cómo hasta cierta edad había una curva que mostraba que los niños funcionan bastante bien académicamente aquí en la ciudad de Boston, pero cuando llegan a una cierta edad esa curva comienza a bajar y a descender. ¿Qué está pasando? Que esos niños ya entran en interacción con el mundo, comienzan a ver la televisión, el mundo les comienza a hablar a ellos, porque ya pueden pagar dinero, ya pueden ser consumidores, ya el diablo sabe que su sexualidad se está despertando, su conciencia está comenzando a funcionar, su adultez está comenzando a desarrollarse en ellos y ese es el tiempo preciso, esa es la primavera para esos niños y hay que, en ese tiempo, hay que aprovecharlos, y el diablo usa ese tiempo de florecimiento para meter cosas y para dañar esa tierra.
Hermanos, nosotros tenemos que contrarrestar eso. Y usted tiene un hijo, una niña, un teenager saque tiempo, valórelo como hijo Jesucristo al orar por ellos, ore por sus hijos. Entienda que usted es un ejemplo para ellos, bueno o malo pero es un ejemplo para ellos. Entienda algo, que si usted quiere que una verdad se grave en su niño, usted va a tener que repetírsela como unas 500 veces en diferentes maneras, por lo menos 100 ó 200 veces. Ese niño va a tener que observarlo a usted en alguna manera para que esa verdad traspase a su conciencia y se convierta en algo constitutivo, algo estructural en su personalidad. No es un trabajo para cobardes ni para gente haragana, ni para gente con bajo nivel de atención. Usted tiene que hacerlo continuamente y ese es su llamado, esa es su misión, esa es su visión como hombre o mujer de Dios. Entonces hermanos vamos a cultivar nuestro jardín, vamos a atender nuestra tierra, vamos a valorar a nuestros hijos porque hay un enemigo que no duerme y él quiere esas criaturas, y usted es la única línea de defensa ahora mismo que tiene. La iglesia no es la primera línea de defensa. Quítese eso de la mente. La iglesia puede complementar lo que usted hace, pero no podemos hacer el trabajo de usted. Usted tiene que... esa criatura que Dios le ha dado valorizarla, orar por ella, imponerle mano, sacar tiempo para ella, salir de su rutina y ponerle atención como hizo el Señor Jesucristo. Amen. Gloria a Dios. Recibamos esa palabra de Dios en esta tarde y renovemos nuestro compromiso como iglesia de valorar la tierra y las plantas que Dios nos ha dado. Amen. Amen.
Hermanos, ahora pongámonos de pie. Saben que yo todavía no tengo hijos, pero tengo sobrinos y todos los hijos suyos no se... yo siento amor por ellos. Uno no tiene que ser mamá o papá para ser una mamá o un papá espiritual. Uno puede tener nietos o animar a familias jóvenes a orar por los niños. Todos aquí tenemos una responsabilidad sagrada con el Señor de cuidar los hijos que están, los niños que están en la iglesia de Jesucristo. Si están en la iglesia de Jesucristo son mis hijos y siento esta responsabilidad por ellos, así que vamos a entregarnos al Señor, vamos a encomendarnos a El, que El afirme nuestro llamado en el nombre de Jesús. Oremos juntos y yo te invito a repetir esta declaración conmigo.
Señor Jesús, yo soy un ministro o una ministra de niños. Yo voy a ser responsable, Señor. Voy a cuidar tus niños por el poder de tu espíritu santo en el nombre de Jesús. Amen.
Y padre, yo bendigo a todos los que están aquí, Señor, y yo bendigo en el nombre de Jesús los hogares de esta iglesia, Señor. Oro especialmente por padre, por madres que están solas en educar a sus hijos, te pido que les des fuerza, Señor, que les des unción, que proveas todo lo que necesitan para cumplir, Señor, el trabajo que tu le has dado, Señor. Te pido por padres, Señor, que puedan ser el ejemplo del corazón de Dios Padre, Señor. Padre te pido por parejas que están luchando, que tu les des fuerza, Señor. Y que ellos sepan que no están solos en cuidar sus hijos y educar sus hijos. Que tu les poder y unción en hacerlo. Te pido por padres que tus hijos están extraviados en este momento y ellos lloran, día y noche, no sabiendo qué hacer. Señor, tu sabes qué hacer. Señor, yo te pido que esas mamás y papás puedan confiar en ti, Señor, que puedan dejar sus hijos en tus manos, Señor, que veamos milagros, el milagro del hijo pródigo porque vivimos en la última generación cuando tu vas a estar volviendo los corazones de los hijos hacia los padres y los corazones de los padres hacia los hijos, Señor. Tu lo prometiste, que en los últimos días será una señal profética de tu venida. Hazlo aquí en esta casa, Señor. Hazlo aquí te pido, Señor y bendice el ministerio de niños una vez más. Te lo pedimos Señor, y sabemos que todo está en tus manos en el nombre de Jesús. Amen. Amen.
Profecía para la Congregación León de Judá y el Dr. Miranda
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Quiero invitar al Reverendo Paul Taylor. El Reverendo Taylor pastorea la iglesia en inglés se llama Flame of Fire Covenant Church, Iglesia del Pacto Llama de Fuego, así que ustedes ya saben que no están bregando con una persona dormida y apagada, una iglesia muerta, sino una iglesia en fuego para con el Señor. Nuestro hermano Paul Taylor pastorea una iglesia en la South shore, en la parte sur de aquí de la región, y Dios está usando esa iglesia para levantar una unción de oración, de adoración al Señor, y él también dirige lo que se llama el North East Prayer Centre, el Centro del Noreste de Oración, y este centro fomenta la oración en esa región del noreste, y la idea es proveer recursos, proveer enseñanza, diferentes materiales que promuevan la actitud y el espíritu de la oración en Nueva Inglaterra y en la región del noreste, así que es un hombre grandemente usado por el Señor, es un amigo personal, un pastor con una visión regional. Vamos a darle un aplauso.
Alabado el Señor. Es maravilloso estar aquí hoy. Alguien me preguntó: ¿entiende usted algo de lo que se está hablando? Yo les conozco por el espíritu, no tengo que entender las palabras. Hay solamente un lenguaje en los cielos y lo hablaremos. Gloria a Dios. No importa a dónde vaya, y de hecho voy a muchas iglesias brasileñas, yo entiendo y conozco a través del espíritu. Es tan maravilloso estar hoy aquí en su presencia, pero más importante que nada es estar en Su presencia. Siento una hermosa unción en ustedes en esta mañana y ya experimentamos un maravilloso servicio anteriormente.
Vine hoy porque fui invitado pero también he venido porque he sido enviado y el ser enviados por Dios es tan importante porque yo creo que tengo un mensaje para soltar sobre ustedes hoy. Yo creo que Dios les está trayendo a ustedes a un tiempo muy especial, y yo creo que su visión es demasiado pequeña y que ustedes deben comenzar a preparase para hacer campo para mucho más: más gente, más unción, un edificio más grande, ministerios aún mayores. Hay gente sentada hoy aquí que van a ser liberadas para entrar al ministerio, algunos ministerios de iglesia y otros en el lugar de trabajo, en los lugares de trabajo. El Señor Jesús murió por el mundo y nos ha llamado a alcanzar la humanidad. Pueden decir amen.
Y por lo tanto nuestra visión debe expandirse, debe ir más allá de simplemente ir, asistir a la iglesia porque ustedes no han sido llamados simplemente a ir a la iglesia, ustedes han sido llamados a ser la iglesia. Amen. Y de nuevo le doy las gracias al pastor Roberto por darme esta oportunidad.
He estado aquí en otras ocasiones anteriormente, ustedes nos abrieron las puertas a nosotros hace un año aproximadamente cuando tuvimos una convocación de oración. ¿Cuántos estuvieron aquí en ese tiempo? Nuestro corazón, nuestro ministerio, es entrenar, equipar gente y soltarlos, algunas para regresar a sus iglesias, otras para ir a los lugares de trabajo, pero nuestro ministerio es el Centro de Oración del Noreste, se trata de intercesión profética y estratégica y en algún otro momento quizás podré volver a ustedes y hablarles acerca de lo que es la verdadera adoración y oración intercesora, qué es un verdadero intercesor. Amen. Pero tengo un mensaje diferente en esta ocasión. Yo había invitado a su pastor para que fuera con nosotros en junio al Perú y estoy mencionándoles esto ahora para pedirles que oren por nosotros. Antes hemos estado en Perú y esta será nuestro tercer viaje allá, esta vez al ir en junio los locales, los nativos de la iglesia peruana nos han pedido que vayamos para enseñar y entrenar a sus pastores y líderes en el área de la intercesión para el propósito de tomar la tierra.
¿Cuántos de ustedes saben que hemos sido llamados a tomar y a poseer la tierra? A tomar y poseer territorio. Nosotros somos un pueblo de gente que posee la tierra. Estamos cansados de que el diablo esté arrebatándonos las cosas. Y es tiempo de nosotros arrancarle al diablo lo que se ha robado. Así que el Señor ha abierto la puerta, y nosotros pensábamos, bueno, es una puerta pequeñita, pero se ha hecho una puerta bastante grande. Estamos pensando quizás unos cien pastores y líderes allá en Perú, precisamente le di a su pastor un panfleto que ellos nos enviaron, una especie de anuncio que ellos enviaron y estamos pensando ministrarle a unos trescientos a quinientos pastores y líderes, a través de denominaciones, y actualmente han alquilado un lugar para unas mil personas. Y de eso se trata cuando yo hablo de expandir nuestra visión. Estamos creyéndole al Señor para una capacidad de remover los cimientos de la nación de Perú. ¿Creen ustedes que lo podemos hacer? Yo creo también que si es posible, especialmente al unirnos unos a otros y orar juntos. Nosotros hemos estado orando por sus proyectos de construcción y sabemos que ya tienen la victoria. Amen.
¿Tenemos algún peruano aquí en esta mañana? Vamos a estar yendo a la ciudad de Iquitos y esto es durante los tiempos más sagrados del calendario en Iquitos. Así que necesitamos su oración, su cobertura de oración. Ellos tienen allí una fiesta de tres días al dios del sol y nosotros vamos a tener también nuestra propia fiesta al Hijo. Es un juego de palabras entre Hijo y sol, y estamos creyendo cosas grandes y poderosas.
Y también tengo una series de CDs para ayudarles a hacer esa transición de mentalidad de iglesia a mentalidad del Reino, porque Dios nos ha llamado a todos a ser parte del Reino de Dios. ¿Cuántos saben que Dios les ha llamado a ustedes para construir su iglesia, edificar su iglesia? No solamente León de Judá, sino la iglesia de Jesucristo. Por eso es tan importante y maravilloso para mi estar aquí hoy con ustedes porque hay una unción increíble sobre su pastor y sobre esta iglesia y al unirnos todos, nosotros podremos impactar esta región para el Reino de Dios.
Uno de los mensajes aquí en este set les va a enseñar que hay cosas que Dios no puede hacer porque El se las ha delegado a ustedes para que las hagan. Amen. De la misma manera que el rey David no pudo construir el templo, sino que su hijo Salomón fue quien lo construyó. La palabra de Dios dice que porque David “era un hombre de sangre”, había derramado mucha sangre. ¿Cuántos recuerdan que el Señor Jesucristo también fue un hombre de sangre? Derramo, de hecho, su sangre por ti y por mí. Y el Señor no puede edificar él solo su iglesia, sino que nos ha dado a nosotros que edifiquemos su iglesia. Pueden decir Amen a eso. Y así como David venció a todos sus enemigos, él sometió a sus enemigos y le proveyó a Salomón todos los materiales para la edificación del templo. Como sabemos él le dio a Salomón todo lo necesario para edificar el templo. Y de esa misma manera, Jesús también ha sometido bajo sus pies a sus enemigos y El ha provisto todo lo que ustedes necesitan, todo lo que yo necesito para edificar su iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Y esto les va a ayudar.
Bajemos nuestras cabezas por un momento y pidámosle al Señor que venga y bendiga este tiempo. Porque Dios va a hacer algo muy especial en esta tarde. Yo he sido enviado con un mensaje y le doy tantas gracias al Señor porque El habla a nuestros corazones. Porque no fue hasta esta mañana que el Señor abrió mis ojos para entender su imagen más amplia que El tiene, sus planes más amplios de por qué El me trajo aquí hoy. Así que Señor hoy pedimos, espíritu santo desciende, prepara nuestros corazones, abre nuestros oídos para escuchar y ver lo que tu quieres hacer hoy, no solamente hoy sino hasta el día en que tu vengas a nosotros, hasta que tu termines la obra que tu has enviado a hacer. Señor pedimos ahora mismo para que el espíritu santo se sienta sobre cada persona en este lugar, así como cantamos en esta mañana “abre los ojos de mi alma, abre los ojos de nuestra alma, Señor, que podamos verte. Deseamos verte en este día, en el nombre de Jesús. Amen.”
Quiero primero llevarles a Apocalipsis, Capítulo 15. Dios quiere soltar sobre ustedes una unción, una dotación de poder sobre ustedes. Muchos de ustedes quizás ni siquiera lo sepan que su pastor recientemente ha sido apartado como uno de los Apóstoles de la ciudad de Boston. ¿Cuántos sabían esto? Y Dios me ha llamado para venir a ustedes hoy para un tiempo como este para soltar y declarar este mensaje para que ustedes puedan reconocer la unción y el llamado sobre la vida de su pastor, pero para que ustedes también reconozcan la unción que hay sobre sus vidas individuales. Este hombre solo puede ir hasta donde ustedes lo ayuden a llegar. El y su esposa, me alegro tanto de que ella esté aquí en esta tarde, y vamos a imponer nuestras manos sobre ellos al final del servicio y vamos a pedir la unción de Dios que descienda en forma poderosa porque Dios les ha separado a ustedes. Hay un propósito detrás de ese nombre León de Judá, vemos que la tribu de Judá siempre iba adelante en la guerra en el Antiguo Testamento. Juda es una tribu apostólica, con una unción apostólica, y se llama eso la unción que quebranta, la unción que rompe. Una unción que permite derribar y romper las filas del enemigo y liberar a los cautivos. Y quizás ustedes ni lo sabían, pero a eso les ha llamado Dios. Yo quiero que ustedes entiendan esto hoy, que con esta unción tienen también una gran responsabilidad y ustedes pueden hacerlo, pueden lograrlo. Dile a la persona al lado tuyo: podemos hacerlo. Cuando usted se miró en el espejo en esta mañana, ¿qué vio usted allí? No lo digan.... Quiero que se entrenen, se acostumbren cuando ustedes se miren en el espejo cada mañana que usted pueda decir: hombre, mujer poderosa de Dios. Vamos a ver practíquenlo, practíquenlo. Hombre, mujer poderoso de Dios.
La palabra de Dios dice que según un hombre o una mujer piensa, así es. Amen. Así que usted tiene que continuamente declarar “Yo soy un hombre, una mujer poderoso de Dios”. Pero no me siento como un gran, poderoso hombre o mujer de Dios. Nosotros no caminamos por sentimientos, nosotros caminamos por fe, por lo que Dios ha declarado. No caminamos por lo que dice el hombre ni por lo que dice nuestro papá o nuestra mamá. No caminamos por lo que la gente nos ha dicho que somos en nuestra vida. Vamos a romper algunas cosas en este día. Caminamos por lo que Dios declara. Dios dice que tu eres un hombre o una mujer poderoso de Dios. Tu no eres débil, tu eres fuerte. Has sido llamado a ser la cabeza no la cola. Has sido llamado a estar encima y no por debajo. ¿Me entienden hoy? Vamos a romper esa mentalidad derrotista porque esta iglesia va hacia delante, hombre y mujer de Dios van hacia delante y ellos necesitan gente victoriosa detrás de ellos. Y por lo tanto Dios va a hacer eso en este mañana.
Allí en Apocalipsis, 11:15, y la palabra del Señor declara: El séptimo ángel sonó la trompeta y hubo altas voces en los cielos diciendo los reinos de esta tierra han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo y El reinará por los siglos de los siglos, y El reinará por los siglos de los siglos. Yo les voy a dar una imagen profética en esta mañana de dónde nos encontramos actualmente como la iglesia de Jesucristo, yo les estoy diciendo lo siguiente, los Reinos de Dios están comenzando a alinearse y los reinos de este mundo van a doblar sus rodillas al reino de nuestro Dios y de Jesucristo. Toda rodilla doblará, toda lengua confesará que El es el Señor. Eso es lo que Dios está preparando a su pueblo para hacer.
Ok, vamos ahora a segundo de Samuel, en el segundo Capítulo de segunda de Samuel, en el primer versículo. ¿Cuántos de ustedes conocen la historia del rey David? Les voy a dar un poquito de trasfondo rápidamente. Es importante entender lo que estaba tomando lugar en ese tiempo histórico. Antes de ese momento que describe aquí, los hijos de Israel tenían un fuerte deseo de ser como las demás naciones, así que le dijeron al profeta Samuel: danos un rey. Samuel sintió luto y se dolió por esto, porque él pensaba y les dijo Dios es su rey. Y ellos dijeron: no, de ninguna manera queremos ser como las demás naciones a nuestro alrededor. Y yo estoy aquí para decirles hoy, no somos como las demás naciones. No somos como las demás gente. No estoy hablando ahora de América, sino de el Israel espiritual que somos nosotros. Ustedes no son simples hombres y mujeres, ustedes están llenos del espíritu santo y de poder. Ustedes han sido dotados con autoridad y con poder y ustedes son llamados para construir el Reino de Dios. Así que vemos que Israel escogió a un hombre, su nombre era Saúl. Saúl en el hebreo original quiere decir “pedido”. Ellos le pidieron y recibieron a Saúl. Sin embargo si estudiamos la escritura vemos que Saúl es un tipo, una representación de la religiosidad. Saúl representa en la Escritura lo que el hombre solamente puede hacer y por un breve tiempo Saúl sirvió al Señor, pero vemos que la religión está hecha para el hombre no para Dios. Saúl tenía un fuerte deseo de agradar más al hombre que a Dios así que lo vemos deslizarse, se apartaron de Dios Israel y Saúl, y Dios entonces le habló al profeta Samuel y le dijo: ve, y escoge a otro hombre, un hombre conforme a mi corazón que me ha de servir con todo su corazón y por lo tanto Samuel fue y ungió a David. David es el único personaje en la Escritura del cual se dice que su corazón era como el corazón de Dios. Y cuando David entra a la escenario, Saúl vemos que siente un fuerte celo de David.
La iglesia religiosa siempre sentirá celos de la iglesia unida. Los religiosos siempre perseguirán la iglesia verdadera de Dios, la gente de Dios, el pueblo de Dios. Así que finalmente llegamos a este punto aquí en la Escritura. Saúl muere, Saúl es matado por el enemigo. Yo estoy aquí para decirles que la religión está muriendo, la mera religión está muerta, la gente ya está cansada de la religión, ellos quieren una relación con Jesús. Quieren hombres y mujeres que tengan un corazón para con Dios. El reino de Saúl tiene una forma de piedad pero niega el poder de ella. La gente en el mundo están cansados de iglesia, no quieren iglesia. Quieren algo que cambie sus vidas. Les digo hoy, mis hermanos, que Dios está reavivando su iglesia, está llamando a sus hombres y mujeres y ellos simplemente no tendrán una mera forma de piedad, sino como dice el Apóstol Pablo: no vengo en palabra solamente, sino en poder. Y Dios está levantando un pueblo como ustedes. Digo como ustedes, digo hombres poderosos de Dios que hagan cosas grandes para el Señor. ¿Creen eso? Deben, tienen que creerlo. Amen.
Así que vemos que Saúl muere y cuando Saúl muere, David se acerca al Señor y consulta y dice: ¿subiré a ellos, a sus enemigos? Y Dios le habla al corazón de David y le dice: sí, sube. Podemos leerlo allí en el versículo uno del Capítulo 2, Segunda Samuel: “Dios le dice: sube y David le pregunta: “bueno, ¿a cuál ciudad voy?, y Dios le dice “Ve a Hebrón”. Y yo les voy a pedir que hagan un pequeño estudio ahora. Cuando ustedes vayan a sus casas quiero que le pregunten a Dios, ¿por qué a Hebrón específicamente? Y yo les voy a dar un poquito de información pero hay mucha más información sin embargo. ¿Cuántos saben que hay que excavar hondo, hay que entrar profundo en la palabra de Dios para encontrar el verdadero significado de lo que Dios quiere decir. ¿Por qué no por ejemplo Jerusalén, o Betél? ¿Por qué no Gabaón? Había muchísimas ciudades en Israel. ¿Por qué específicamente Hebrón? Y les voy a decir por qué.
Hebrón en el hebreo original quiere decir el lugar de asociación o compañerismo, es el lugar de compañía, de comunidad, compañerismo. Y en Hebrón, Abraham, Isaac y Jacob fueron sepultados. Hebrón también históricamente fue la ciudad que se le entregó a Caleb. Caleb fue uno de esos doce espías enviados por Moisés que regresó con su reporte, con Josué también, ¿recuerdan?, y estos hombres dijeron: sí, podemos tomar la tierra. Caleb era un hombre de un espíritu diferente a los demás. Espero que ustedes entiendan en qué dirección estoy yendo aquí. Hay una necesidad de que la iglesia verdadera vaya otra vez a Hebrón. Hay una necesidad de que cada uno de nosotros vayamos a Hebrón, antes de ir a Jerusalén, esa ciudad de paz, primero hay que ir a Hebrón antes de Jerusalén. Hebrón es el lugar de fe sinergística, es decir poderosa, concentrada. Es el lugar donde recibieron las promesas Abraham, Isaac y Jacob. ¿Entienden hoy lo que estoy diciendo?
Cada promesa que recibió Abraham es mía también. Cada promesa de Jacob es mía también. El espíritu de Caleb es mi espíritu también. Dios está buscando un pueblo que se levante hoy actualmente y que diga también: nosotros también podemos tomar la tierra. Y decimos otra vez: podemos tomar la tierra, nosotros podemos tomar la tierra. Dios está llamando a esta iglesia para que sea una iglesia ungida de Dios, con un pastor, una pastora ungido de Dios, con un pueblo que crea que las promesas de Abraham, Isaac y Jacob son mías también, así como el le prometió a Abraham las naciones, así también le ha prometido a usted las naciones, como le prometió a Caleb la ciudad, así también te ha prometido tu ciudad. Escúchame, el diablo no nos puede detener. Nosotros nos paramos sobre la palabra de Dios hoy, y ese espíritu igual, que levantó a Cristo de los muertos, también mora dentro de mi, y mora dentro de ti.¿Tu sabes dónde está el Reino de Dios? Adentro de nosotros. Está dentro de ti, el espíritu de Dios no está allá afuera, todo el mundo anda buscando el espíritu del Señor allá afuera en el exterior. Les estoy diciendo el espíritu santo, el Reino de Dios está en usted y Dios está esperando que usted le de curso, lo libere y nosotros libertamos ese espíritu por fe.
Nosotros transferimos el cielo a la tierra por medio de la moneda de la fe. Amen. Y así por lo tanto Dios está tratando de ayudarte en esta mañana. Yo quiero edificar tu fe, yo quiero animarles en su corazón, yo quiero que conozcan sin lugar a dudas que ustedes son llamados, que ustedes son apartados y que hay una unción y una autoridad en su vida para hacer todo, absolutamente todo lo que El ha puesto en su corazón. Escúchenme, hay muchos de ustedes que han estado soñando sueños, algunos tienen visiones de cosas que ustedes quieren hacer para Dios. El reino de Saúl siempre le estará diciendo que eso es ambición, que necesitas callarte, les va a decir que no puedes hacer eso la religión, pero ese no es el Reino de Dios. El espíritu del Dios viviente nos da sueño para que soñemos y el espíritu de David se está levantando en su iglesia y está diciendo todo lo que has recibido y lo que te he hablado lo puedes hacer. Esos sueños vienen de Dios. Y digo otra vez, esos sueños vienen de Dios. No dejes que el diablo te diga que no son de Dios.
Algunos piensan que quizás esos sueños vienen de haber comido demasiado arroz, por ejemplo, en América decimos pizza, pero eso no es cierto. ¿Cuántos saben acerca de esos 7 años que David estuvo huyendo de Saúl? En esos 7 años de huida él ya había sido ungido anteriormente como rey, estudien la vida de David. Sus hermanos se acercaron y le dijeron: “¿Cómo te atreves? ¿Qué estas haciendo? Tu eres una persona mala. Eres simplemente un mero soñador. Eres un simplemente un pastorcito, ¿dónde están las ovejas?” ¿Entienden a lo que me estoy refiriendo? El enemigo va a tratar todo lo posible por aplastarte, disociarte. Pero David sabía dentro de su corazón que él había sido escogido. Amen.
Y yo quiero que ustedes sepan, ustedes han sido elegidos, ustedes son un sacerdocio real, una persona de poder, un hombre poderoso, una mujer poderosa y tu has sido llamado a hacer grandes hazañas, digo hazañas, digo mucho más de lo que tu puedes lograr . Quiero retarte en este día, nosotros vamos a liberar, a declarar la unción de Dios en unos minutos, y te digo tienes que dejar de hacer lo que estás haciendo. Repito, debes dejar de hacer lo que piensas que solamente puedes hacer y tienes que comenzar tratando de hacer solamente aquellas cosas que Dios te ha dicho que puedes hacer. Amen. Cuando tu haces simplemente lo que eres capaz de hacer Dios no recibe ninguna gloria, pero cuando te sales de tu zona de confort y haces lo que solamente Dios puede hacer, entonces Dios recibe toda la gloria. Es hora de que la iglesia se meta en esa dimensión de Dios y las cosas mayores de Dios, las cosas de la fe. Amen.
Ahí vemos el versículo uno del Capítulo 3 de Segunda de Samuel. Les estoy diciendo, mis hermanos, que el reino de David cada día se pone más y más fuerte y esa Escritura dice que el reino de Saúl se debilitaba cada día más. Les estoy diciendo, hermanos, la iglesia sobre la cual Dios está soplando, la iglesia que tiene el corazón de Dios es una iglesia davídica, es una iglesia adoradora, es una iglesia en fuego, con una llama de fuego, es una iglesia León de Judá, es la iglesia sobre la cual Dios está soplando en este tiempo. Esta iglesia se está haciendo más y más fuerte. El reino de Saúl está decayendo más y más. Ahora escúchenme esto, lo siguiente: cuando Saúl murió David no se regocijó. David más bien guardó luto y se entristeció por la muerte de Saúl. Así que no estoy diciendo estas cosas para que la iglesia carismática o pentecostal o evangelística que está creciendo y ganando ascenso vea a las demás iglesias y se ría de ella y diga: bueno, que te pase. Cada vez que vemos que una iglesia más se cierra, nosotros tenemos que llorar y guardar luto. Tenemos que gritar. David guardó luto pensando en lo que Saúl hubiera podido llegar a ser, no se gozó por lo que había sucedido. ¿Me están escuchando hermanos?
Escúchenme, este es un buen ejemplo para ustedes se están gozando de los fracasos y los fallos de sus enemigos en vez de llorar por lo que hubieran podido ser. ¿Me entienden lo que estoy diciendo? Hay gente en su trabajo, sería simple gozarse por su fracaso, quizás le ha perseguido, por ejemplo, o se han reído de ustedes. No podemos gozarnos de eso, sino llorar por su fracaso o su derrota porque cuando nosotros lloramos Dios se mueve. Porque la misericordia triunfa sobre el juicio. Y nosotros debemos decir: ahí voy yo, excepto por la gracia y la misericordia de Dios. Así que David sube a la ciudad de Hebrón, una tribu y solamente una tribu escoge a David, 11 tribus se quedan con el reino de Saúl. Esa única tribu es.... ¿quién sabe? Juda. Amen. La tribu del León de Judá. Judá solamente escoge a David. Yo creo, hermanos, que hay un simbolismo profético en ese texto. Los líderes de esta ciudad han escogido a su pastor para ser Apóstol en esta ciudad y él pastorea la iglesia León de Judá. Judá tiene que ir siempre primero. Judá, ustedes, ustedes deben ir primero. Es tiempo de que te levantes Judá. Es tiempo de escoger Judá. ¿En cuál reino va usted a vivir? Es muy fácil permanecer en el reino de Saúl. Allí uno no recibe ninguna presión en el reino de Saúl. Uno puede simplemente estar tranquilo, sentado en el reino de Saúl. Pero cuando usted se une al reino de David, ese es un reino de una nueva unción, es un reino de tomar territorios, es un reino donde hay un equipo ganador. Yo les voy a decir algo, estos tipos no van a perder. Ellos salen a jugar para ganar. Dios está llamando al equipo de Judá para levantarse y para apartarlos bajo un líder davídico, un líder apostólico en esta región para que ustedes lo apoyen. Y hay cinco cosas que el Señor va liberar sobre esta casa en este día. Ya estamos terminando.
Primero de Crónicas, Capítulo 12:23. Cinco cosas que vemos, que Dios le entrega a David mientras él se encuentra en Hebrón durante 7 años y medio solamente una tribu totalmente reconoce a David como rey, pero durante ese período de 7 años y medio 340.000 hombres vienen de las otras 11 tribus reconociendo la unción que hay sobre David. Yo les estoy diciendo hoy, ellos están reconociendo la unción que hay sobre ese hombre. Les estoy diciendo hoy que vienen, estoy diciendo que vienen esa gente, dile a tu compañero vienen, esos guerreros vienen del reino de Saúl. Dios está moviéndose en sus corazones ahora mismo, hay gente ahora mismo que está esperando para ser liberados para que puedan entrar al reino de David, para seguir ese orden davídico, esa unción davídica porque es ese reino el que está siendo restaurado hoy. Pueden decir amen.
Ustedes pueden leerlo en el Libro de Hechos. Hay un tabernáculo que Dios está reedificando, no es el tabernáculo de Moisés, no es el templo de Salomón, es el tabernáculo de David. Para un tiempo como este, por favor manténganse un momento con nosotros. Hay 5 dones, Dios quiere soltar 5 dones en tu vida para que esta iglesia pueda ir hacia delante para que tu también puedas hacia adelante. ¿Cuántos creen que hay un destino que Dios tiene sobre tu vida? Tu tienes un destino, tienes un propósito. Tu necesitas esta unción para alcanzar ese destino y eso es exactamente lo que yo hago. De eso se trata todo nuestro ministerio, una impartición de unción para ayudarte a alcanzar tu destino, enseñando la palabra de Dios de manera que tu seas equipado para alcanzar el destino que Dios tiene para ti.
Mira allí en el versículo 23. Dice allí: y este es el número de los principales que estaban listos para la guerra y vinieron a David en Hebrón para traspasarle el reino de Saúl conforme a la palabra de Jehová. Yo estoy parado aquí con una gran confianza, que estas no son mis palabras, estas palabras son conforme a la palabra del Señor. ¿Por qué sucedió que ese reino de Saúl vino hacia el reino de David? Porque se trataba de la palabra de Dios. Y yo les estoy dando la palabra de Dios en este día. Va a suceder asimismo. Digo va a suceder así. ¿Lo creen ustedes?
Cinco cosas comenzando con versículo 23. lo primero que Dios está soltando en esta casa León de Judá, guerreros, guerreros. Dios está liberando guerreros a esta casa. Ahora, escúchenme ustedes, hay que entender que nosotros estamos en guerra. He dicho hermanos estamos en guerra. ¿Cuándo comprenderá la iglesia que estamos en una guerra? Satanás está robando nuestros hijos, él está tomando nuestra tierra, está arrebatando y arropando nuestras escuelas, y la iglesia allí impotente, inactiva, sin saber qué hacer. Yo les estoy diciendo, hay un David que se está levantando. Hay un David que se está levantando, quizás su nombre puede que sea Roberto. Pero hay un David, un movimiento davídico levantándose y Dios está diciendo, estamos cansados de estar inactivos. Estamos cansados de que los filisteos tomen nuestra tierra. Estamos cansado de Satanás robando a nuestros hijos. ¿Están conmigo en esta mañana? Es tiempo de que el espíritu guerrero se ponga de pie, y ese espíritu está siendo liberado sobre tu vida en este día. ¿Lo vas a recibir? ¿Eres capaz de recibirlo? ¿Vas a recibir el espíritu del Dios viviente? Es un espíritu de guerra que dice las puertas del infierno no prevalecerán contra la iglesia. Dios está retornando en espíritu para una iglesia victoriosa sin mancha, sin arruga.
Número 2, versículo 27. Asimismo Joiada, príncipe de los del linaje de Aarón, y con él 3700. Versículo 28: y Sadoc, joven valiente, y de la casa de su padre con 22 de los principales. Más adelante Sadoc se convierte en el sumo sacerdote del reino de David y yo les estoy diciendo, mis hermanos, ustedes son una casa de sacerdotes, ustedes son una casa de intercesores. Los sacerdotes interceden, los sacerdotes van al muro y claman. Los sacerdotes se paran en la brecha y ellos declaran: no pasarás más adelante. Los sacerdotes eran los adoradores que David estableció en su tabernáculo. Así que lo segundo que Dios está desarrollando en su iglesia es adoradores, sacerdotes adoradores. Esta iglesia es una iglesia adoradora, es su adoración lo que ganará la guerra. Fueron los adoradores de Josafat que derrotaron al enemigo. Usted tiene que entender la naturaleza guerrera de su adoración, así que conviértase en un adorador. Les digo, conviértete en un adorador. Enfermos de amor por el Señor Jesucristo, apasionados por Jesús. Adórenlo con todo su corazón.
Número 3 ahí en el versículo 32: De los hijos de Isacar que sabían interpretar los tiempos, entendidos en los tiempos y que sabía lo que Israel debía hacer. De los cuales había 200 y todos sus hermanos estaban bajo su mando. Hermanos, Dios está declarando sabiduría sobre esta casa. ¿Cuántos necesitan sabiduría hoy?
Salmo 24:3, dice: la sabiduría edifica la casa y a través de la ciencia es establecido. Dios está declarando sabiduría sobre ustedes. Sabiduría para estrategia. Sabiduría para entender los tiempos y las sazones. Tiempo para saber cuando moverse y cuando estar detenidos. ¿Están entendiendo lo que les estoy diciendo? Dios nunca se tarda ni se adelanta. Debemos movernos in sincronía en el tiempo de Dios. Eso solo se discierne por medio del conocimiento de Dios, la sabiduría divina.
Y el cuarto don allí en el versículo 33: De Zabulón 50.000 que salían a campaña prontos para la guerra, expertos en toda clase de armas de guerra, dispuestos a pelear sin doblez de corazón. Dios está soltando armas, hermanos en este lugar. ¿Cuántos de ustedes dicen, yo soy una de esas armas? Vamos, jóvenes, ni siquiera se dan cuenta de esto. La palabra de Dios dice que los niños son como flechas porque en las manos de un hombre poderoso. Ustedes son las armas. Ustedes son las armas. Dios está soltando armas en esta casa. Está trayendo gente a esta casa. Ustedes van a convertirse en expertos en lo que hacen. Ustedes van a aprender computadoras, análisis científico, artes gráficas, carpintería y albañilería, abogados, amas de casa. Gloria de Dios, amen, amas de casa. Una de mis mayores intercesoras son amas de casa. Así que esposos liberen a sus esposas. Suéltenlas, les digo. Que se conviertan en armas en las manos de un Dios poderoso. Que sean soltadas. No hay nada como la oración de una madre. Son efectivas y poderosas y llegan al blanco. Dios está soltando armas en este lugar.
Y el último don en el versículo 40, dice la palabra del Señor: que el Señor soltó abundancia al reino de David. Vinieron de Zabulón y de otras partes y trajeron todo tipo de mercancías en gran abundancia porque había gozo en la casa del Señor. Dije porque había gozo en la casa del Señor. Dios está soltando riqueza, abundancia en su casa. Les digo de nuevo, Dios está soltando abundancia. ¿Cuántos quieren abundancia, cuántos quieren riqueza? Póngase de pie. Esa riqueza vendrá a través de usted. Ahora, lo que deben entender. ¿Cuántos de ustedes conocen la Escritura? La palabra de Dios declara que el está desplazando, moviendo la riqueza de los impíos a las casas de los justos. ¿Cuántos creen eso en esta tarde? Amen. ¿Cuántos creen que los malos simplemente van a venir y le van a entregar su dinero así por así? No pasará exactamente. Si ustedes estudian la palabra riqueza es la palabra hebrea chaiel, que quiere decir influencia. Yo les digo que Dios les va a aumentar su nivel de influencia. Dios les va a promover. Dios les va a promover a posiciones estratégicas.
Dios está levantando a Josés en esta casa que van a ser ubicados en la casa del faraón. Escucha, para un tiempo como este, Dios está levantando Danieles, llenos de sabiduría y va a haber un cambio, un desplazamiento de influencia. No solamente quiere decir esa palabra influencia, sino que también quiere decir los despojos de la guerra. Amen. Yo estoy listo para recibir esos despojos de guerra. Yo estoy listo para poseer el territorio del enemigo porque todo lo que tiene ese territorio es mío, me pertenece. Vamos dilo, amen, me pertenece. Es mío. El diablo ya hace tiempo que lo robó ........., ahora viene un cambio, un desplazamiento. El está trayendo guerreros a esta casa. Está trayendo adoradores a esta casa. Está trayendo sabiduría a esta casa. Está trayendo armas a esta casa. Y está trayendo riqueza, abundancia también a esta casa.
Si usted lo cree, levante sus manos. Levanten sus manos. Yo voy a hacer una oración y yo creo que Dios me ha enviado aquí hoy para liberar esta palabra. Esto es solamente el comienzo. Digo lo mejor está todavía por delante de ustedes. Hay muchas buenas cosas por delante. No se satisfaga solamente con lo que tiene ahora mismo porque Dios tiene grandes cosas para usted. Padre, ahora mismo digo esta palabra profética sobre esta iglesia, sobre este pueblo porque esta son gente especial. Estas son gentes grande y ellas recibirán el territorio. Recibirán todo lo que apliquen sus manos. Yo suelto el don de fe sobre ellos, sobre esta iglesia, sobre este cuerpo para que comiencen a creer que hay cosas mayores delante de ellos, que ojos no han visto, ni oídos han oído, ni les ha entrado a la mente de sus corazones, las cosas que Dios ha preparado para ellos. Y Padre ahora mismo te suplico, suelta las cosas que tienes en tu corazón guardadas para ellos, suelta las cosas en tu corazón y empieza a declararlas y depositarlas sobre este pueblo.
Padre para cada persona que se encuentra desalentada, envía esperanza hoy. Suelta fe para creer, dales ojos para ver, oídos para oír, y un corazón que pueda entender. Que puedan entender que están en un tiempo que ha habido un desplazamiento ya, y que ellos reconozcan esa unción, que ellos han sido traídos a este lugar León de Judá, a esta iglesia porque han sido atraídos por ti. No hay ni un solo error aquí en esta mañana, ni un solo error, tu no estás aquí por equivocación, estás aquí porque Dios te ha llamado. Tu estás aquí para levantar los brazos de este hombre, tu estás aquí para tener una unción quebrantadora, para tomar el territorio. Y la ciudad de Boston, en el estado de Massachussets, en toda esta región de Nueva Inglaterra, y aún en los Estados Unidos, y Dios te ha dado las naciones.
Ahora mismo Dios dice: pídeme y recibirás. El está esperando que tu le pidas. Lo único que tienes que hacer es pedir. Oh, Señor yo quiero ser un guerrero. Yo quiero ser un adorador. Yo quiero tu sabiduría. Yo quiero armas que lleguen a mi vida. Hazme un arma hoy, Señor. Libera influencia y riqueza y yo he de usarla para tu reino. Y Dios dice: ahora es tuyo. Ahora mismo, tu lo tienes. Es tuyo ahora. Gózate, regocíjate y recibe la bondad del Señor. Amen. Amen. Gloria al Señor. Gloria a Dios. ¡Aleluya!
Vamos a pedirle a sus pastores que pasen aquí adelante, esta mañana les ungimos en primer servicio. Es muy, muy importante, así como Israel o Judá reconocieron la unción de David. ¿Me escuchan? Es un reconocimiento, en ese reconocimiento hay una soltura de la unción para que David sea rey. Hoy los líderes de esta ciudad han reconocido a su pastor como un Apóstol y es importante ahora que ustedes reconozcan a su pastor y su esposa como líderes en esta región. Y mientras nosotros oramos la unción de reconocimiento va a ser soltada sobre su vida. El no sabía que yo venía a hacer esto en este día, yo mismo no sabía que iba a hacer esto en este día hasta esta mañana. Pero este es un momento crítico importantísimo para esta congregación porque ustedes saben que Dios ha llamado a esta congregación a algunas cosas muy importantes. Nosotros no hacemos alarde de nosotros mismos, todo es en El, su gracia.
El presidente Bush dijo lo siguiente: al reconocer al equipo de fútbol los Patriotas de Nueva Inglaterra en la Casa Blanca, él les dijo: saben los patriotas, los Patriots, se les reconoce por el espíritu de equipo, no hay allí ninguna súper estrella, sino que todos trabajan como un solo equipo, juntos. Pueden decir amen. Y ese es el cuerpo de Cristo. Y el presidente Bush dijo lo siguiente: cuando la gente escogen trabajar junta para algo mayor que ellos, todo el mundo gana. Todo el mundo resulta ganando.
Este cuerpo, ustedes han escogido trabajar juntos para algo que va más allá de cada uno de ustedes. Y yo les digo en este día, que esta iglesia va a impactar esta ciudad, va a impactar este estado, esta región, se escuchará de ella, sale un sonido de aquí y David ha sido ungido y el pueblo ha de venir. Digo, esa gente viene ya.
Vamos a orar. Pasen los líderes y el pueblo. Vengan, acérquense aquí. Amen. Vamos a enfocarnos en el Señor. Sígannos enfocados. Los invito, hermanos, pasen. Vamos a orar por los pastores, vengan. Me siento como Samuel hoy. Unción sobre un rey, unción sobre un hombre y mujer de Dios. Suelta, Señor, suelta..... de Dios que está dentro de ti, que se junte en una fe unida, como la fe de Abraham, Isaac y Jacob, David se unió a su fe, y así hoy nuestra fe se está uniendo y se está soltando y podemos hacer más en unidad de lo que podemos hacer aparte. El poder de la sinergia, la unidad. Una llama puede dar luz para miles, dos para diez mil, no para dos mil. Vamos a orar.
Padre, en el nombre de Jesús unjo a este hombre y su esposa. ¡Aleluya! Como se han humillado ante ti, Señor. Señor, han estado dispuestos a pagar el precio, como siguen humildes delante de ti, yo suelto una unción mayor sobre ellos, no solamente unción de sacerdocio, sino unción de reino, autoridad para llegar contra el enemigo, estrategia para que se suelte en esta región y en tu reino, Señor. Señor hacen guerra para ti, hacen guerra en el nombre tuyo, hacen guerra en tu nombre, Señor, para tu reino Señor, y en la misma manera que David siguió adelante y venció a sus enemigos, en la misma manera hoy, declaro que todos sus enemigos, todos los enemigos del Reino de Dios caerán ante el ministerio de este hombre y mujer de Dios. Ruego que tu unción esté sobre él para tomar la tierra para reclamar todo lo que tu le has dado, Señor, se suelta hoy. Estamos en unidad, en un acuerdo hoy. Tu dices que donde están 2 o 3 unidos en tu nombre en fe, creyendo, tu lo harás. Te damos gracias Señor en el nombre de Jesús te pedimos. Amen.
Pastor Roberto, es tiempo de extender, yo veo ríos, grandes ríos fluyendo, no solamente estás destapando pozos, hay un rio también que se está soltando. Dios dice que no es solamente que hay pozos que se destapan, sino de tus entrañas van a fluir ríos de agua viva. En este día un río se está soltando, un río no solamente un pozo, un río para ti y tu esposa. Señor pedimos protección sobre esta pareja. Señor, protección, en esta casa, levanta guerreros de oración en esta casa, levanta intercesores, que estén en la muralla, que den protección alrededor del pastor y su esposa y su familia hoy, Señor, y yo te digo Satanás, tu estás negado acceso a esta pareja. No tienes permiso, no vas a entrar ahí, no vas a dañar el plan que Dios tiene para ellos en esta casa en el nombre de Jesús y todos decimos juntos. Gracias Señor.
II Corintios 9:6
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Vamos a la palabra del Señor. Quiero compartir con ustedes en unos 30 minutos que nos quedan, la Segunda Carta del Apóstol Pablo a los Corintios. Allí en el versículo 6, dice el Apóstol Pablo: “.... pero esto digo el que siembra escasamente también segará escasamente, y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno, digan todos, cada uno, ve como propuso en su corazón no con tristeza ni por necesidad porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia a fin de que teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra.”
Y déjenme ahora leer en español solamente para adelantar el proceso. Esta es la esencia, lo que acabo de leer de lo que voy a predicar. Dice “.... como está escrito, repartió, dio a los pobres su justicia permanece para siempre. Y el que da semilla al que siembra y pan al que come proveerá y multiplicará vuestra sementera y aumentará los frutos de vuestra justicia para que estéis enriquecidos en todo, para toda liberalidad la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.” Bendiga el Señor su palabra.
En estas últimos semanas hemos sacado el tiempo de las predicaciones para, como ustedes han visto, establecer un fundamento bíblico para esta campaña financiera que estamos llevando a cabo. Al levantar dinero para cualquier causa hemos querido seguir un patrón bíblico al hacerlo. Hemos querido honrar al Señor y su espíritu y no hemos querido usar de técnicas de manipulación mental o emocional. También hemos querido levantar su nivel de fe y su visión. No hemos querido tanto levantar dinero para un edificio de ladrillos y acero, sino más bien para la misión que ese edificio ha de hacer factible.
Samuel decía en una predicación hace poco, que Dios no estaba levantando tanto un edificio como un pueblo. Y también otro de los principios que hemos querido seguir es que al darle al Señor para esta causa en particular, en realidad lo que estamos haciendo es entrando en un patrón de vida. El darle al Señor no es tanto un acto como un estilo de vida. Es algo que hacemos continuamente al ver cómo Dios nos bendice al ser generosos para con El y su reino. Hay gente que quizás dice: pero, pastor, ustedes están hablando demasiado acerca del dinero. Nosotros lo que hacemos es establecer un proyecto y entonces hemos tratado de concentrar nuestras energías por un tiempo para sacar adelante ese proyecto. El Señor Jesucristo habló en muchas ocasiones acerca del dinero. El no tenía temor en usar las posesiones y el dinero como una forma de interpretar el grado de compromiso de la gente con el Reino de Dios. En toda la Escrituras tenemos numerosas referencias acerca de cómo el dinero y los bienes materiales se relacionan con la espiritualidad de las personas.
Recientemente al considerar este tiempo de campaña financiera, hice un recorrido mental de textos que yo pensaba eran apropiados, serían apropiados para diferentes sermones, y quiero decirles que en mi casa tengo una lista de unos treinta textos que me parece cada uno de ellos ideal para un sermón sobre diferentes aspectos de la mayordomía. Pero para su descanso quiero dejarles saber que no pienso predicar 30 sermones acerca de este tema. Pero lo que sí se me hizo claro es que, a través de toda la Escritura esta temática surge una y otra vez, que conforme nosotros nos relacionemos con el dinero y las posesiones materiales, así será nuestra relación con el Señor y con su reino. Yo he derivado consuelo de saber que el Apóstol Pablo me ganó probablemente en campañas financieras. El Apóstol Pablo no tenía miedo de ser muy directo en lo que se refería a levantar fondos para su obra misionera. Y de hecho en todo lo posible siempre que hemos levantado fondos a través de los años, el Apóstol Pablo, yo he querido que sea mi mentor en términos de la metodología que uso para levantar fondos, y en tiempo de escándalos financieros en el Reino de Dios es más importante que nunca que los que levantamos fondos para ese Reino lo hagamos con integridad.
Hace poco me enteré de un gran escándalo que ha habido ahora mismo en EEUU, acerca de uno de los ministerios evangelísticos más grandes del mundo. Un reporte muy poco halagador acerca de cómo este ministerio maneja los fondos que recibe. No me atrevería a negar cómo Dios ha usado este ministerio para esparcir el Evangelio, pero por lo que podemos ver podrían haber sido un poco más cuidadosos en el uso del dinero y la imagen de integridad con el dinero que han proyectado al mundo. Y por eso es importante no que nosotros dejemos de pedir para la causa del Señor, pero más bien que lo hagamos en una forma que sea conforme a los principios de la palabra de Dios.
Si nosotros vamos rápidamente a Segunda de Corintios, Capítulo 9 y aún en el Capítulo 8, podemos repasar algunos de esos conceptos. No se si voy a poder llegar a todo lo que quiero en esta mañana, pero yo estoy seguro que lo que vamos a tocar va a ser de bendición para su vida. Y van a ver que muchos de los principios que hemos señalado en estas últimas semanas, el Apóstol Pablo los emplea en su propia campaña financiera. Los Capítulo 8 y 9 de Segunda de Corintios nos entran en una de esas campañas financieras del Apóstol. El está levantando fondos para los santos en un área muy necesitada y por ejemplo en el versículo 3 hablando de los macedonios, en el Capítulo 8. Dice aquí: “... doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas y aún más allá de sus fuerzas”.
Aquí tenemos un par de principios de cómo darle al Señor. El Apóstol Pablo dice “han dado con agrado, primeramente. En otras palabras, hermanos cuando nosotros le damos al Señor tenemos que hacerlo con gozo. Se debe dar al Señor porque es un privilegio darle al Señor. Y también dice que han dado conforme a sus fuerzas. En otras palabras muchos de nosotros el Señor nos está llamando a dar según la capacidad que tenemos financieramente para dar. Y en esta campaña financiera no queremos que nadie se sienta, como que se le está obligando a actos heroicos. Y cuando usted firme o ponga, llene su tarjeta de promesa, hágalo en una forma que usted se sienta bien en su conciencia.
Pero también el Apóstol Pablo dice que dieron más allá de sus fuerzas. Yo me atrevo a decir que esta es la manera que más agrada al Señor cuando le damos. Nosotros hemos hablado de darle al Señor en la zona de la incomodidad. Hemos visto como el Señor muchas veces nos llama a estirarnos más allá de lo que en nuestra razón pensamos que es factible darle al Señor. Y los que conocen de los principios de la fe saben que muchas veces la fe comienza donde la razón comienza a estremecerse. Y muchas veces los razonamientos de la fe van a ir muy por encima de los razonamientos de la razón y del intelecto. Y por eso Dios pide muchas veces que nos atrevamos a ir a esa zona de la incomodidad como hicieron los macedonios. Estos macedonios también rogaron con muchos ruegos que se les concediera el privilegio de participar en este servicio. Quiera Dios que con el paso de los años nuestra iglesia venga a componerse de gente que esté siempre pidiéndole: Señor, dame oportunidades de dar para avanzar tu reino.
En el versículo 7 de ese mismo Capítulo el Apóstol Pablo dice: “por tanto como en todo abundáis, en fe, palabra, ciencia y en vuestro amor, abundad también en esta gracia”. Y aquí vemos algo que al Señor no solamente se le da con sentimientos y con palabras, sino se le da con acciones específicas. Es muy fácil decir sí al llamado del Señor de amar a Dios con todo nuestro corazón y con todas nuestras fuerzas. Pero el Señor ha dicho que el que ama el dinero no puede amar a Dios en la misma manera, porque no se puede amar a dos señores. Entonces el amor indica que también tenemos que traducirlo en actos de amor específicamente hacia el Señor.
Y hay muchos otros principios aquí, por ejemplo en el versículo 12 dice: “porque si primero hay la voluntad dispuesta será acepta según lo que uno tiene, no según lo que no tiene”. Esto de tener la voluntad dispuesta es muy importante. Porque aquí vemos algo y es que el Apóstol Pablo ha estado preparando a los cristianos de esta región para que cuando llegue el momento de pedir la ofrenda ellos estén dispuestos intelectual y volitivamente. Y es lo que hemos querido hacer a través de estas semanas, es prepararlos a ustedes para que cuando llegue el momento de entregar sus ofrendas, ustedes sepan por qué y cómo lo están haciendo. Porque muchas veces darle al Señor no es solamente cuestión de los afectos, sino también una decisión de la voluntad y en disciplina, que se hace.
Ahora en el versículo 6 del Capítulo 9 entramos en el texto que yo acabo de leer hace un ratito. El Apóstol Pablo establece un principio que ya hemos oído en muchas maneras, dice: “el que siembra escasamente también segará escasamente, y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cuando yo leo textos como estos inmediatamente me viene a la mente el concepto de gracia versus obras. Nosotros sabemos que la salvación es por gracia, pero sabe usted que una vez que usted ha entrado en el dominio del reino por gracia, el grado de crecimiento, de productividad y de bendición que usted alcance, va a depender de en la medida en que usted se esfuerce e invierta en el Reino del Señor. Es decir una vez que estamos ya salvados hay una parte de esfuerzo y de inversión que Dios espera que nosotros hagamos. Las bendiciones que nosotros alcancemos en el Reino de Dios, el entendimiento espiritual del Reino de Dios va a depender mucho de nuestros propios esfuerzos.
Por eso el Señor Jesucristo dice “pedid y se os dará. Buscad y hallaréis. Tocad y se os abrirá”. Es decir en el Reino de Dios la respuesta depende mucho de la acción inicial de nuestra parte. Y según nosotros invirtamos de nuestros dineros y nuestro tiempo y energía en el Reino de Dios, así será nuestro provecho espiritual y personal. Este concepto de sembrar yo lo llamaría más bien, en lenguaje moderno, invertir. El inversionista invierte una cantidad porque sabe que por un proceso complejo esa cantidad invertida se multiplicará y le retornará en crecimiento. Y así nosotros, los hijos del reino, usamos lo que Dios nos ha dado, lo invertimos y bendice tanto el Reino de Dios como también nos bendice a nosotros. Y no es que nosotros tratemos de manipular a Dios o establecer una relación mecánica de los retornos de nuestras inversiones, pero simplemente se trata de insertarnos dentro de una dinámica que el mismo Dios ha establecido en su palabra. Dios dice: si siembras poco, vas a cosechar poco. Si siembras mucho vas a cosechar mucho en mi reino. Yo no puedo ser más elegante o más generoso que Dios. Hay personas que se resienten cuando los predicadores predicamos en estos términos porque creen que tienen una mejor capacidad teológica que el Dios mismo que escribió la Biblia. Ellos creen que tienen una mejor capacidad teológica que el mismo Dios, y nosotros tenemos que ver cómo es que Dios nos llama a vivir la vida cristiana y a darle a El.
Ahora en el versículo 7 también hay una serie de principios, dice: “cada uno” quiere decir, hermanos y ustedes saben que uno de los principios de esta campaña ha sido que nosotros con la ayuda del Señor tengamos un ciento por ciento de participación. Yo creo que todos los que son miembros de esta iglesia, y no me refiero a visitantes o personas que no tienen una relación personal con el Señor, entiéndase eso. Pero dice aquí que cada uno, refiriéndose a que, yo creo que en este tiempo yo quiero aplicar eso en el sentido de que yo llamo a cada uno de mis hermanos a considerar el llamado de Dios para su vida en este tiempo. Usted quizás no podrá ser uno de esos 200 que de esos 5000 dólares en dos años, como hemos pedido, o quizás usted no sea uno de aquellos que va a dar más de 5000 dólares en esos dos años y va a dar mucho más quizás, como algunos ya han prometido, pero yo se que cada uno de nosotros puede dar sin sentido de vergüenza ni pena, conforme a lo que siente que el Señor ha puesto en su corazón. Yo le suplico, hermano o hermana, que usted de en esa manera, en una conciencia con el Señor. No se preocupe que nadie va a estar juzgando: ah, él dio más, o él dio menos. En el nombre del Señor rechazamos ese espíritu ahora mismo. Pero si, no perdamos de vista este principio de “cada uno” porque el Señor quiere que cada uno de nosotros cargue su parte del Reino de Dios. Y ojalá tuviéramos más tiempo para señalar, pero no puedo fallar en esto de que los estudios que se hacen en todas las congregaciones sugieren que solamente un 20% de la congregación carga con el 80% de la responsabilidades de esa congregación. Y yo creo que la meta del Señor es que cada uno de nosotros proporcionalmente cargue su parte de responsabilidad por el mantenimiento de la obra de Dios. Por que aunque sea para agradarme no dicen Amen a esto, hermanos. Gloria de Dios. Amen.
Entonces dice aquí que cada uno de, es decir hay que dar, en algún momento hay que tomar acción. Hay que tomar acción, es decir que hay que en algún momento hay que pasar de lo teórico a lo práctico, en otras palabras. Y vemos entonces aquí que dice “como propuso en su corazón”. En otras palabras yo le invito a reflexionar con anterioridad qué es lo que el Señor me está llamando a mi a dar.
Esta idea de proponer en el corazón sugiere un grado de seriedad, de intencionalidad, darle al Señor es algo serio, requiere reflexión previa. Debemos estar claros en lo que estamos haciendo. No tomar las cosas a la ligera, porque las cosas del Señor son serias. Entonces como propuso en su corazón, yo quiero que cuando usted traiga su ofrenda, usted lo haga con un sentido de reverencia y de seriedad de lo que usted está haciendo ante el Señor. Y el Apóstol Pablo dice “no con tristeza”, en otras palabras, hermanos, no de cómo mirando ese dinero que se le va a ir y usted va a estar penando: caramba, ¡qué hubiera podido hacer con ese dinero! No vea dólares con alitas volando de su cuenta de banco, en otras palabras. Al Señor no se le puede dar con tristeza. Al Señor hay que darle con alegría y con gozo. Amen porque Dios ama al dador alegre.
Y dice también “ni por necesidad”, yo diría que la traducción correcta sería “ni por compromiso”, porque yo me imagino que algunos piensan que: caramba, si no ven mi tarjeta en ese grupo de tarjetas, ¿qué va a pensar el pastor? Y yo puedo ver a un diácono, algún líder de la iglesia: bueno, qué mas me queda, si quiero seguir en el liderazgo voy a tener que darle a esta gente. Bueno, yo se que nuestros diáconos no, esa gente son de primera, olvídense, van a dar. Amen, diáconos, los que hay por aquí.
Hermanos, no demos por compromiso. No demos por obligación en el sentido de que si no doy, qué va a pensar la gente. Porque déjame decirte que el Señor lee los corazones y si tu estás dando en esa manera, tu ofrenda no va a agradar al Señor y estás desperdiciando tu dinero entonces. Es necesario que tu le des al Señor para su iglesia y que por lo tanto lo hagas con alegría, y con un sentido de compromiso personal, eso es muy importante. Dios ama al dador alegre. Es cuando nosotros recibimos un regalo, qué bueno es cuando nos dan ese regalo con una gran sonrisa en la boca. Qué malo es cuando la gente nos da un regalo y nos dice: tómalo, qué más. No, es importante que haya es sentido de entrega del corazón y del alma también.
Y hay una promesa aquí maravillosa en este pasaje que no debemos perder de vista. Dice: “poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia”. Yo he descubierto que en las Escrituras casi cada vez que el Señor nos llama a darle generosamente, también añade una palabra de promesa. Porque el Señor es bueno y misericordioso, y El dice: mi hijo, mi hija no te preocupes que yo soy poderoso para reponerte eso que tu me has dado. Y siempre hemos hablado, recuerden, en estas últimas predicaciones que cuando nosotros le demos al Señor para cualquier causa, demos desde una perspectiva de suficiencia y no de una perspectiva de incertidumbre o temor, porque vemos que Dios siempre dice: no te preocupes, que nada te faltará porque yo soy tu pastor.
Y aquí el Apóstol Pablo después de su sobria advertencia acerca de cómo debemos darle al Señor nos pasa un poquito de aceite por la espalda, donde nos acaba de azotar amorosamente. Y dice: recuerda, que Dios tiene suficiente poder para darte gracia, es decir provisión. Y dice aquí “toda gracia”, en otras palabras el poder de Dios para reponerte lo que tu le das es ilimitado, en todas las dimensiones.
Y mire aquí el lenguaje sobreabundante del Apóstol. Dice: “a fin de que teniendo siempre, en todas las cosas, todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra”. En otras palabras hay aquí como una redundancia de la provisión del Señor. El nos da toda gracia, para toda situación, siempre, en todas las cosas, todo lo suficiente para que abundemos en toda buena obra. Dios promete: yo te voy a dar siempre en tu vida. ¿y sabe para qué? Para que tu puedas hacer bien siempre en tu vida. ¡Aleluya! Porque el Señor nos suple y nos da para que nosotros seamos canales de su gracia, para que lo podamos bendecir a otros con los conocimientos que El nos da, con los talentos que El nos da, con la energía que nos da, con nuestras profesiones, con nuestra cuenta de banco y nuestro dinero. El Señor dice: yo me voy a asegurar que tu siempre tengas todo lo que necesitas para que puedas darle a otros.
En otras palabras, hermanos el Señor nos dice: da. El Señor te dice a ti y me dice a mi: dame, y no tengas miedo. No des pensando en lo que te va a faltar, y no des pensando en el qué dirán si no das. No des con tristeza pensando en lo que has perdido, sino da mirándome a mi. Te prometo que soy poderoso para darte más de lo que tu me das. Que ese sea nuestro sentir en esta mañana y siempre que demos para la causa del Señor. Amen. Bendito sea el Señor.
Pongámonos de pie, hermanos. Terminamos con nuestra reunión. Vamos a tomar un momento para internalizar lo que acabamos de recibir, esa parte que tu entiendes que es del Señor. Pídele al espíritu santo que la grabe dentro de ti, que el Señor integre todo eso en cada parte de tu ser. Que nosotros podamos ser dadores alegres. Que adoptemos esa mentalidad, es un estilo de vida maravilloso. Que cada vez que haya una oportunidad para contribuir a la causa del Señor, Dios tenga en ti y en mi un partícipe de buena voluntad, un partícipe bien dispuesto. Que nosotros podamos, hermanos habitar en la zona del espíritu y no tanto en la zona de la materia, del dinero, de las finanzas, porque los que son del espíritu piensan en las cosas primeramente del espíritu. Así que en esta mañana yo recibo la palabra del Señor, lo que me toca a mi. Y recibe tu esa misma palabra, como la palabra del Señor. Gracias Señor. Ayúdanos a ser gente comprometida. Ayúdanos a ser buenos entendedores de los principios que gobiernan tu reino y aún todo el universo, porque tu palabra es fiel y verdadera y tu respaldas a los que respaldan tu reino. Gracias Señor, participamos en tu sistema y damos como tu prescribes en tu palabra. Gracias Dios. Gracias Señor. Denle un aplauso a la palabra del Señor. Que el Señor les bendiga.
Lucas 5
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Vamos a Lucas Capítulo 5, el famoso pasaje de la pesca milagrosa: “Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre El para oír la palabra de Dios y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago, y los pescadores habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes. Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco, y sentándose enseñaba desde la barca a la multitud. Cuando terminó de hablar dijo a Simón: “boga mar adentro y echad vuestras redes para pescar”.
Respondiendo Simón le dijo: “Maestro, toda la noche hemos estado trabajando y nada hemos pescado. Más en tu palabra, en tu palabra echaré la red”. Y habiéndolo hecho encerraron gran cantidad de peces y su red se rompía. Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca para que viniesen a ayudarles y vinieron y llenaron ambas barcas de tal manera que se hundían. Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús diciendo: “Apártate de mi, Señor porque soy hombre pecador”, porque por la pesca que habían hecho el temor se había apoderado de él y de todos los que estaban con él. Y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo que eran compañeros de Simón, pero Jesús dijo a Simón: NO temas, desde ahora serás pescador de hombres. Y cuando trajeron a tierra las barcas dejándolo todo le siguieron”. Bendiga el Señor su santa palabra.
Padre, encomendamos esta maravillosa palabra a ti y nuestras vidas, nuestra voz, nuestras enseñanzas. Háblanos a través de tu palabra y edifícanos. Nútrenos en nuestro fe Señor y danos la visión para ver tu forma generosa de obrar para con nosotros. En el nombre de Jesús. Amen.
Hemos estado hablando acerca de la vida generosa, una vida de dar. Hemos hablado acerca, usando por ejemplo la vida del profeta Elías, de la necesidad de dar en la zona de la incomodidad, más allá de lo familiar, más allá de lo cómodo. La viuda de Sarepta tuvo que darle al profeta Elías algo que era muy precioso para ella. Ella tuvo que dar en esa dimensión para poder extraer la bendición que Dios quería darle a su vida.
Hemos hablado también acerca de que Dios es el dueño de todo el oro, la plata, todo lo que tenemos, todo lo que somos es de El. El Señor es el dueño de todo. El Santas es el dueño de los átomos querer componen la materia, la realidad, nuestros pensamientos, los procesos electroquímicos que gobiernan nuestro cerebro, todo es en última instancia fruto y producto de El. Cuando le damos a El, le damos de lo que es suyo, no de lo que es nuestro, nosotros no tenemos nada por nosotros mismos.
Hemos dicho también que cuando vivimos en esa forma, en una forma generosa, dadivosa, hermanos la bendición fluye en nuestras vidas. Esa es la matemática de Dios. La matemática del hombre y de la razón dice: mientras yo más retengo, más tengo. La matemática de Dios dice: mientras yo doy, más recibo. ¿Ustedes ven? En la matemática de Dios menos es más cuando se hace en fe, conforme a la bendición del Señor. En la matemática de Dios, morir es un preludio para vivir. En la matemática de Dios el rebajarse es el preludio para subir.
Miremos Filipenses 2 del 5 al 11: “... el Señor se despojó de si mismo, se despojó de su gloria por lo cual Dios lo levantó y le dio un nombre que es sobre todo nombre.” En la matemática de Dios la contradicción, la paradoja es predominante. En la razón siempre todo tiene que ser lógico.
Y esto lo vemos aquí en la vida del Apóstol Pedro. Hasta aquí hemos predicado sobre todo basándonos en el Antiguo Testamento y yo quería mostrar que estos principios también son los mismos en el Nuevo Testamento.
Vemos aquí que el pasaje comienza con una situación de necesidad. La necesidad es de parte de Jesús. El Señor está aquí sintiendo la necesidad, ¿cuál es la necesidad? La multitud lo ha seguido, como lo seguían siempre porque solo El tenía palabra de vida eterna. La multitud se agolpa sobre El y El no puede hablar con libertad, están todos arropándolo y en su naturaleza humana, El no puede hablarles en la manera que quiere hablarles. Entonces no tiene una plataforma, no tiene micrófono. El hubiera podido si hubiera querido hablar con una voz sobrenatural, pero el Señor se ciñó a su forma humana en este caso. El está experimentando una necesidad: ¿cómo le hablo a la multitud? ¿Cómo resuelvo este dilema? ¿Cómo puedo yo comunicarme y darle vida a esta gente por medio de mi palabra?
Miremos un momentito ese dilema antes de continuar. El Señor pudiera, como decimos, hablar sobrenaturalmente pero prefiere limitarse a su voz humana. Y así pasa, hermanos con el Reino de Dios aquí en esta administración actual, en que Dios ha escogido limitarse en su capacidad para hablarle a la humanidad y le habla a través de ¿quién? A través de la iglesia, el Señor no ha escogido ángeles para viajar por los diferentes países del mundo predicando el Evangelio. ¿A quién ha escogido? Nos ha escogido a nosotros, El hubiera podida si hubiera querido hacerlo, pero Dios ha inventado un sistema que se llama la iglesia, los fieles, los hijos de Dios para predicar su palabra a una multitud, a un mundo necesitado.
Entonces dice que el Señor mira alrededor y dice que vio dos barcas sobre las cuales estaban unos pescadores lavando sus redes después de una noche de pesca, que después descubrimos que fue una noche totalmente infructuosa, no pescaron ni un solo pez. Y ahí están allí, como buenos pescadores, lavando sus barcas de la sal o sus redes de la sal, para que no se les corrompan. Pero el Señor ve que ellos tienen algo que El puede usar: una barca. Y su mente le dice que si El puede subirse sobre esa barca, distanciarse un poco de la orilla, y estar a distancia de la gente, El puede mejor proyectar su voz y dar su mensaje de vida.
Y aquí también vemos un paralelo, porque yo siempre he pensado que nuestras vidas son como esa barca que el Señor le pide a Pedro que le permita usar. Nuestras vidas son así, nosotros somos esa barca, nosotros somos la barca de Pedro. El Señor está diciéndonos: yo necesito tu vida. Yo necesito tu propiedad. Yo necesito tus recursos para Yo subirme sobre ellos y proyectar mi mensaje de vida a la multitud que lo necesita. Digan amen aunque sea para agradarme un poquito, para saber que no se han ido o no se han dormido. El Señor necesita nuestras vidas. ¿Por qué? Porque El lo ha decidido así.
El Señor que es el creador, el dueño de todo, dice: Yo necesito lo que tu tienes. Porque sabe algo, hermanos esa barca no pertenecía a Pedro, pertenecía al Señor porque el Señor hizo el árbol del cual fue hecha esa barca. El Señor dice: me permites usarte? ¿Me permites usarte? ¿Me permites montarme dentro de ti y tomar control de tu vida, de tus recursos, de tu dinero, de tu tiempo, de tus talentos? Escúchame. El Señor siempre está preguntando eso. El Señor siempre está buscando gente que le diga: Señor, úsame.
Una vez el Señor miró y vio una multitud y su corazón se rompió porque dice que los vio como ovejas sin pastor. Y el Señor dijo: los campos están blancos, blancos para la siega y no hay obreros para trabajar esa cosecha. Y el dijo: rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies, hay necesidad.
Hermanos esta época es una época de gran oportunidad para el mundo. La iglesia de Jesucristo tiene más trabajo que nunca y necesita más recursos que nunca para poder proyectar el mensaje de salvación. El Señor dice: ¿dónde están los obreros? ¿Dónde está la gente que se de y que de para llevar a cabo la obra del Señor? Yo pienso en el futuro de nuestra iglesia y yo veo grandes posibilidades que el Señor puede usar esta congregación más y más cada día. Pero, hermanos, yo entiendo también que una iglesia necesitará invertir, invertir para que esas cosas se hagan posibles. Nosotros queremos una iglesia de excelencia. Y hermanos, eso cuesta. Requiere, hermanos una congregación generosa, escúcheme. Una congregación generosa. Hombres y mujeres generosos. ¿Entiende? Que no tengamos que estar mendigando ni manipulando, sino que usted de porque ese es el gozo y el privilegio de usted. Amen.
Y eso es lo que hemos entendido de la vida de Elías también, que cuando nosotros damos debemos dar desde una postura de suficiencia en el Señor, no teniendo miedo ¿de dónde vendrá este pancito que estoy dando ahora y me va a faltar? ¿Usted entiende? Esa es la mentalidad de escasez, de pobreza del mundo. La mentalidad del hijo de Dios es una mentalidad de suficiencia, de bendición, de provisión. Jehová es mi pastor, nada me faltará, dice la palabra del Señor.
Hermanos yo creo que el creyente tiene que practicar la generosidad como una disciplina. Tenemos que practicar la generosidad despreocupada. Y tenemos que a veces, hermanos ser un poquito desordenados, voy a decir eso. Al dar así, deliberadamente y ser un poco atrevidos, y ser a veces un poquito desordenados, miren, el Señor bendice y ahí descubrimos la bendición del Señor. Aquí en nuestra iglesia yo trato de que practiquemos eso.
Y yo le pido al Señor: Padre, no nos hagas tan prudentes y tan administrativos en nuestra mentalidad que nos pongamos mezquinos en lo que demos al Señor. Vamos a ser libres para dar a diestra y a siniestra. Vamos a ser una congregación generosa con nuestra planta física, nuestros recursos financieros y vamos a darles a otros ministerios, vamos a darle a otras iglesias, vamos a darle a otros ministros, vamos a desarrollar más para el Reino de Dios porque a nosotros dar, Dios nos va a bendecir más y más cada día.
La palabra del Señor dice en Eclesiastés: “...echa tu pan a las aguas porque después de muchos días volverá a ti. Dice, reparte a 7 y a 8 porque no sabes el mal que vendrá.” Por eso yo les animo en este tiempo de esta visión de levantar nuestro templo, que usted no pierda esa oportunidad de comenzar a practicar una vida de generosidad para con Dios. Atrévete en el nombre del Señor. Esa es la palabra, atrévete en el nombre del Señor. Salte de tu comodidad y atrévete a hacer algo noble, heroico, generoso. El Señor dice: Yo tengo una necesidad, ayúdame. Ayúdame dice el Señor.
Mire como eso es escandaloso. Algunos teólogos me sacarían del púlpito si me oyen decir eso. Pero el Señor dice: ayúdame. A ti energúmeno, insignificante, el Señor dice: ayúdame. Dice: yo quiero hacer un templo para que mi comunidad latina escuche el mensaje. Ayúdame. Y si tu te atreves, Dios te va a bendecir.
Yo termino con esto. Miren lo que pasó aquí, y esto es un mensaje precioso. Pedro tuvo la sensibilidad de darle al Señor su barca. Entonces el Señor se torna hacia Pedro, después que predica el mensaje, después que ha satisfecho a la multitud, después que Pedro le ha dado su propiedad al Señor para que la use, y ahora le dice a Pedro: Pedro, ahora vamos tu y yo vamos mar adentro. Tengo algo que enseñarte. Y allí, cuando han ido mar adentro el Señor le dice a Pedro: Pedro, ahora echa tu red para pescar. Yo te aseguro que el Señor se lo dijo con un poquito de malicia porque El sabía lo que le había pasado a Pedro la noche anterior. El sabía que Pedro había estado tratando de pescar toda la noche y no había cogido un solo pez con su fuerza natural y su propia astucia y sus propios recursos. Pedro no sabía que El sabía pero el Señor sabía que El sabía. Y le dice ahora a Pedro: ven, vamos a hacer un experimento tu y yo.
El Señor ha estado elaborando toda una enseñanza objetiva a través de todo este proceso. Y el Señor le dice: boga mar adentro Pedro, porque yo te quiero enseñar una cosa que te va a servir para toda vida y todo tu ministerio y es que cuando tu me das a mi, yo voy a estar muy conciente de tu necesidad y te voy a bendecir y te voy a proveer más de lo que tu con tu propia fuerza lo vas a recibir.
Entonces el Señor le dice a Pedro: echa tu red para pescar. Y la razón le dice a Pedro, pero si yo estuve en la noche pescando en condiciones óptimas, en la noche cuando se pesca porque no hay ruido, no hay luz que asuste a los peces, no pude pescar nada, y ahora este hombre que no sabe nada de pesca me dice que eche la red ahora. El Señor dice: pero, no uses tu razón, usa mi poder. Mi poder puede más que la razón.
Pero Pedro tuvo la sensatez de ser obediente. Pedro tuvo el sentido de poner a un lado su razón y entró en una modalidad de fe y de obediencia. Digan todos: obediencia. Esa es la clave. Hay muchas cosas que no van a ser sentido para ti. El diezmo quizás no va a ser sentido para ti, pero hazlo en obediencia, como yo lo tuve que hacer hace 25 años en obediencia, y no me ha faltado y Dios me ha bendecido. Yo no lo creía necesariamente pero dije: bueno, hay tanta gente espiritual a través de los siglos que ha practicado esto, y la palabra del Señor es bastante clara, pue yo voy a ser obediente. Voy a poner a un lado mis dudas, mis temores y lo voy a hacer. Y ¿saben qué? Ese mismo año Dios me bendijo mucho más de lo que yo me hubiera imaginado.
A veces tenemos que hacer las cosas por simple obediencia. Aprieta los dientes y hazlo porque el Señor lo dice y olvídate de tus preguntas, tus temores, tus reservas, tus dudas y las circunstancias o lo que has visto de otros. Hazlo porque el Señor lo dice.
Pedro dijo: Señor, toda la noche he tratado de pescar, no he cogido nada, pero en tu palabra, por tu promesa, por tu fidelidad, por tu personalidad, porque tu eres fiel, yo lo voy a hacer. ¿Y qué pasó? Dice la Biblia que recogió multitud de peces. Esos peces vinieron de todas partes de ese lago, vinieron del norte, del sur, del este y del oeste. Escucharon una voz allá en lo profundo de las aguas que dijeron: vayan a donde está cayendo esa red porque yo he dado la palabra que esa red no quede vacía. ¿Ve? Pero todo comienza con un acto allá atrás. Pedro, ¿me prestas tu barca, me cedes tu propiedad, te atreves a buscar primeramente el Reino de Dios y su justicia y a confiar en que todas las demás cosas te serán añadidas?
Aquí hay una oportunidad. El Señor está diciendo: ¿te atreves a bendecir mi iglesia? Y no te preocupes Yo te voy a bendecir. Mira, lo último cuando tu das al Señor, Dios te bendice materialmente, ya lo hemos visto en el caso de Pedro, porque cosechó mucho más, recogió mucho más de lo que jamás él hubiera pensado. Lo segundo sin embargo es que cuando tu le das al Señor Dios te eleva a un nuevo nivel espiritual. Cuando nosotros damos al Señor podemos ver la gloria de Dios. Conocemos en una forma más íntima. Crecemos en fe. Tenemos más intimidad con el Señor. Dejamos la zona de la retórica y entramos en la zona de realidad. Y hablamos, y hablamos, y hablamos pero cuando llega el momento de la verdad, muchos de nosotros nos rajamos, como dicen los mejicanos, salimos corriendo. Pero cuando tu comienzas a darle al Señor sacrificialmente tu estás entrando en el nivel de la realidad, de la verdad, de la consistencia, de la integridad y ahí no hay escapatoria.
Podemos entonces comenzar, cuando tu le das al Señor, el Señor se muestra fiel y entonces tu comienzas a crecer en fe, tu comienzas a ver a Dios de una manera que la mayoría de los cristianos que viven solamente en la teoría y en la retórica de boca para afuera, nunca experimentan. Porque cuando tu le das al Señor, El comienza entonces a mostrarse fiel a tu vida.
Pedro salió de allí bendecido, porque el Señor le dijo: ¿sabes qué, pedro? De hoy en adelante ya no vas a oler a peces más, ya no vas a ser un mero pescador de animales acuáticos, vas a ser un pescador de hombres. ¡Aleluya! Te has atrevido a arriesgarte. Te has atrevido a hacer algo loco en mi nombre. Te has atrevido a darme y por eso yo te voy a levantar y te voy a dar otro nombre, ya no vas a ser un simple hombre más sino que vas a ser una piedra sobre la cual yo voy a fundar mi iglesia. Cuando tu le das al Señor tu eres bendecido materialmente pero también eres elevado espiritualmente. No pierdas esta oportunidad de ser más que un simple mortal y ver la gloria de Dios.
Bajemos nuestras cabezas. Señor, te adoramos, te bendecimos. Gracias Señor porque estos principios han estado operando a través de todas las edades y todavía operan en mi vida y en la vida de mis hermanos. Señor queremos ser como Pedro. Queremos darte nuestra barca. Queremos vivir vidas de sacrificio y servicio, Señor. Queremos darte lo máximo. Creemos, ayuda nuestra incredulidad, Señor. Ayuda nuestra incredulidad. Rompe las amarras de la incredulidad, la razón, la mezquindad y de la pequeñez y de la timidez y del pasado.
Déjanos ver tu gloria. Déjanos mirar hacia delante, hacia esa zona de suficiencia y de privilegio a la cual tu nos llamas. Padre, danos victoria en esta etapa de la vida de nuestra iglesia. Danos esa fe, Señor para saber que cuando gente pequeña, humilde, anónima se atreve a darte tu los bendices y los prosperas. Que esta comunidad de León de Judá sea una voz, un ejemplo para toda la ciudad de Boston, de cómo tu bendices a aquellos que se atreven a bendecirte a ti primero, Señor y a entrar en zonas de fe. Aumenta nuestra fe, aumenta nuestra fe.
Mira así como tu estás con tu cabeza baja, si tu en esta mañana has escuchado bien la palabra del Señor y sabes que Dios te está llamando a una nueva zona de fe y de creencia, levanta tu mano. Levanta tu mano, simplemente. Si tu crees que Dios te está llamando a una nueva zona de fe y de creencia, por lo menos hay tres o cuatro que entienden lo que estoy diciendo. No juegues con el Señor. No seas más tímido de la cuenta,. Si tu crees que el Señor te está llamando a una zona nueva de fe, levanta tu mano en esta mañana. Oh Señor confío, confío, confío en tu provisión Dios. Ayúdame a entrar, Señor en esa zona de fe y de creencia en ti, oh Dios. Gracias Señor. Gracias Jesús.
Génesis 22 (parte 2)
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Vamos a ir del versículo 1 hasta el 14 más o menos, si ustedes me siguen por favor.
Dice la palabra del Señor: “.... aconteció después de estas cosas que probó Dios a Abraham y le dijo: Abraham, y él respondió “heme aquí”, y dijo: “toma ahora tu hijo, tu único, Isaac a quien amas, y vete a tierra de Moría y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.” Y Abraham se levantó muy de mañana y enalbardó su asno y tomó consigo dos siervos suyos y a Isaac, su hijo, y cortó leña para el holocausto y se levantó y fue al lugar que Dios le dijo. Al tercer día alzó Abraham sus ojos y vio el lugar de lejos, entonces dijo Abraham a sus siervos: “esperad aquí con el asno y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos y volveremos a vosotros”. Y tomó Abraham la leña del holocausto y la puso sobre Isaac, su hijo, y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo y fueron ambos juntos. Entonces habló Isaac a Abraham, su padre, y dijo: “Padre mío”, y él respondió: “Heme aquí mi hijo”, y él dijo: “he aquí el fuego y la leña, ¿más dónde está el cordero para el holocausto?” y respondió Abraham: “Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío”, e iban juntos. Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar y compuso la leña, y ató a Isaac, su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo. Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo y dijo: “Abraham, Abraham”, y él respondió: “heme aquí”, y dijo “no extiendas tu mano sobre el muchacho ni le hagas nada porque ya conozco que temes a Dios por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único”, entonces alzó Abraham sus ojos y miró y aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos, y fue Abraham y tomó el carnero y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo, y llamó Abraham el nombre de aquél lugar Jehová proveerá. Por tanto se dice hoy en el monte de Jehová será provisto.”
Gracias Señor por tu bendita palabra. La encomendamos a ti ahora para nuestro alimento, Padre, nuestra instrucción. Usa todos los recursos que tu quieras usar Señor para llevar este mensaje a nuestros corazones. En el nombre de Jesús. Amen.
Decíamos que el domingo pasado se nos quedaron una serie de pensamientos bien importantes y no quiero dejar este hermoso y rico texto a medio trabajar así que vamos a continuar con nuestro estudio en esta mañana.
Hemos dicho, hermanos, en el contexto de nuestra campaña financiera acerca de la importancia de vivir una vida de dar, una vida de generosidad, una vida de entrega al Señor. Decíamos que el cristiano tiene que dar en la zona de la incomodidad. Cuando nosotros damos solamente lo que nos es cómodo, lo que no nos fuerza, lo que no nos pone incómodos, en realidad no honra al Señor como Dios se merece. Lo que honra al Señor es el holocausto, el sacrificio, es la vida que se quema, la vida que arde, esa es la idea del sacrificio y del holocausto. Es el sacrificio de algo precioso, valioso, que se libera y que asciende hasta la presencia de Dios como una ofrenda y Dios entonces la recibe. Pero esa idea de muerte y de crucifixión que hay en todo acto de dar que vemos desde Génesis hasta el mismo Apocalipsis, que es un libro de gran adoración y holocausto ofrecido al Señor.
Hablamos acerca de las ilustraciones que hay en la Escritura, la más elocuente y más breve es la de la viuda que dio todo lo que tenía. Cuando esta mujer dio todo lo que tenía estaba sacrificando sus esperanzas, poniendo toda su esperanza en el Señor, en otras palabras. Así es que nosotros tenemos que dar muchas veces tenemos que dar poniendo nuestra esperanza en que el Señor nos suplirá, el Señor nos dará más. Y es interesante algo que después vamos a ver; cuando Abraham da él dice en todo momento: “El Señor proveerá”. Isaac no entiende: “de donde va a venir el sacrificio.”Abraham le dice: “no te preocupes, hijo, Dios proveerá”. ¿Recuerdan lo que decíamos también que cuando damos al Señor, otro principio bien importante en cualquier zona de la vida, de hecho, tenemos que confiar en la provisión del Señor. Tu esposa o tu esposo te va a decir: bueno, pero vamos a dar este dinero para este proyecto, pero de dónde va a venir esto, de dónde va a venir lo otro? Y la respuesta es: Dios proveerá. Esa es la postura básica del creyente, siempre: Dios proveerá. Y vamos a ver de que Abraham estaba pensando en esos términos en una forma muy, muy profunda.
Así que, hermanos, darle al Señor en la zona de la incomodidad implica crucifixión y muerte al yo. Había mucha muerte que estaba sucediendo en la vida de Abraham. Abraham estaba muriendo, es decir, hermanos, hubo mucha muerte allí en ese drama: murió Isaac, figurativamente, como dice el escritor de Hebreos 11. Isaac murió espiritualmente murió, no murió físicamente pero, en ese momento en que Abraham iba a meter el puñal hubo muerte, una muerte espiritual, figurativa. Pero también murió Abraham a su sueños, a su imagen de un Dios coherente, amoroso, porque le estaba pidiendo que matara a su hijo como cualquier otro Dios pagano, a sus sueños de preservación espiritual que Dios le había dicho: tu descendencia bendecirá las naciones. Y ahora en este momento Dios le estaba cortando cruelmente esa esperanza y Abraham murió muchas muertes mientras ascendía al monte de Moría, que he dicho que es un juego de palabra en español muy interesante.
Ahora bien, nosotros tenemos que morir también, hermanos. Darle al Señor es morir. Tenemos que morir continuamente. Hemos dicho que hay otros principios adicionales aquí. Dice en el Capítulo 22, versículo 1 que “Dios probó a Abraham”, y hemos dicho que Dios nos prueba. ¿Cuántos saben que Dios nos prueba? Dios nos prueba. Hemos dicho que Dios prueba los corazones y yo esta mañana hice rápidamente, no toqué eso el domingo pasado. ¿Por qué Dios nos prueba? Miren, hay varias razones: nos prueba para su gloria, simplemente para glorificarse El. En el caso de Job versus Satanás, Dios quería su gloria sea manifestada, estaba siendo puesta en duda por el diablo. Dios dijo: está bien, vamos a ver qué pasa. Dios fue glorificado.
Dios nos prueba para sacar a la luz lo que hay en nosotros. Dios nos prueba también para mostrar lo que hay escondido en nosotros como en el caso de Israel que dijo: “te probé para saber lo que había escondido dentro de ti”.
En tercer lugar Dios nos prueba para fortalecer nuestra fe. Nos prueba para fortalecer nuestra fe como en el caso de Abraham. Al final de esa amarga prueba, la vida de Abraham estaba mucho más fuerte.
Dios nos prueba también para establecer principios espirituales que han de ser de edificación para futuras generaciones. También Dios nos prueba para establecer principios espirituales como en el caso, digamos de Pedro, fue probado en esa amarga prueba de negar al Señor. Pedro fue edificado pero también nosotros también hemos sido edificados a través de los siglos leyendo de la prueba que Pedro experimentó.
Finalmente Dios nos prueba para promover nuestro crecimiento. Volvamos al caso de Pedro, la prueba, el negar el Señor engendró en él un sentido de quebrantamiento, de humildad y de dependencia de Dios y de conocerse mejor a si mismo. Virtudes cada una de ellas que son esenciales para alguien que va a servir al Señor. Fue amargo, el precio fue grande, pero Dios tenía un propósito, entonces lo probó para edificarlo y fortalecerlo. El diablo te tienta, Dios te prueba. El diablo te tienta para que falles el examen. Dios te prueba para que seas fortalecido y bendecido y seas más fuerte para su gloria. Amen.
Hay tienen algunas ideas. Dios probó a Abraham. No lo probó porque Dios es un Dios cruel, sino porque Dios es un Dios tierno pero también un padre severo y fuerte que quiere crear guerreros, no gente débil y dependiente, solamente en una manera negativa.
Pero ahora, Dios nos prueba muchas veces, hermanos, en la Biblia, yo veo algo, que Dios nos prueba nuestro corazón por medio de nuestra actitud hacia las posesiones y los tesoros. Dios nos prueba muchas veces en afectos para ver donde está nuestro corazón y Dios dice: bueno, ¿estás tu dispuesto a sacrificarme esa lavadora nueva?, que nunca en Guatemala tenías una pero aquí está y la quieres tener, ok. Y Dios dice_ ¿bueno, estas dispuesto a seguir lavando tu ropa allá en el laundry por un tiempo? Y si usted mira las manos y dice: guau, no se Señor. Pero si tu estás dispuesto a hacerlo, ahí viene la bendición. Porque a veces nuestro afecto está ahí en esas cosas materiales y es importante que Dios nos prueba muchas veces como probó a Abraham. El tesoro de Abraham era su hijo. Hermanos a los 130 años si usted le importa su descendencia, un hijo va a importarle mucho, y Dios le dijo: ok, lo que más tu aprecias, esa posesión que tu más amas, estás dispuesto a dármela? ¿Me amas tu a mi más que esa posesión, Isaac, esa que yo te he dado?
Hay algo que Dios tiene un deseo de que sus hijos lo honren. Y Dios es como un padre que ha sufrido tantas violaciones de parte de hijos ingratos que cuando un hijo le resulta bueno y noble, su corazón es agradado. Hay un poquito de sanidad en su corazón, por así decirlo, aunque Dios no necesita sanidad. Dios es perfecto y autosuficiente totalmente, pero hay algo allí, hay un drama que es importante no olvidarlo.
Yo voy a saltar ahora rápidamente y vamos a enfocar ahora bien específicamente la actitud de Abraham cuando Dios le pide el sacrificio final. Vamos a ver a Abraham ahora como un ejemplar y vamos al verlo a él reaccionar y aislar los aspectos de su reacción, nosotros vamos a aprender cómo nosotros cuando se nos pide algo grande debemos también actuar.
Lo primero que yo veo es que Abraham obedece inmediatamente. Vemos que Abraham obedece inmediatamente. El no negocia con Dios. El no le dice, por ejemplo: bueno, Señor que te parece si en vez de darte a Isaac te doy a Ismael que no es el legítimo? El no va donde Sara y le dice: bueno, Sara yo se que tu tienes algo que decir en este asunto, porque después de todo tuviste algo que ver con el nacimiento de Isaac, así que te parece, le damos a Isaac? No, él simplemente dice: sí, Señor. Quizás en su corazón había duda, había lucha, había un hervidor de emociones pero él obedece inmediatamente. Está dispuesto. Esa es la postura básica, hermanos del creyente. Nosotros debemos estar disponibles todo lo que tenemos. Si el Señor te lo pide entrégaselo. No lo cuestiones. Es una de las cosas más bellas que yo veo en la Escritura una y otra vez. Los grandes hombres y mujeres de Dios siempre estuvieron dispuestos a darle al Señor cualquier cosa en el momento en que Dios se lo pidió.
Así que es importante que cuando Dios nos pide algo..... Corrie Ten Boom, una gran escritora cristiana decía, “Yo he aprendido a aguantar todas las posesiones livianamente en mis manos para que si Dios me las arranca, no me duela”.
Así que Abraham obedece inmediatamente. Lo segundo que yo veo aquí es que Abraham tiene buena disposición. ¿Dónde vemos esto que Abraham tiene esa buena disposición? Mire, dice en el versículo 3: “y Abraham se levantó ...” a las 12 del día pensando que quizás Dios se iba a arrepentir y entonces ya se le iba a olvidar lo que le había pedido, a regañadientes. ¿Cómo se levantó Abraham? Dice que “...se levantó muy de mañana”. Aquí yo veo un principio y es que la Biblia dice que Dios ama al dador alegre. Muchos de nosotros damos como rezongando: bueno, si me lo está pidiendo lo voy a hacer porque qué más me queda. Para que no digan. Pero Dios ama a la persona que dice: amen, hay una necesidad en el pueblo de Dios, aquí estoy yo Dios primero. Eso es de gran bendición.
Esta semana alguien nos bendijo en una conversación diciendo: pastor, hemos estado pensando mi esposo y yo y hemos decidido que Dios nos está llamando y vamos a hacer una promesa de 20.000 dólares y estas personas, de la jubilación, no quieren que se sepa su nombre, han decidido hacer un donativo de 20.000 dólares como parte de esta campaña. Y eso yo llamo, dar alegremente. Esta personas decían: pastor, el Señor nos ha bendecido en tantas maneras y hemos visto la bendición de Dios y han sido prosperados que queremos darle al Señor más allá de lo que nosotros nos sentimos cómodos haciendo.
Hermanos eso es un dador alegre. Esa es una persona que está dando más allá de la línea de la comodidad. Una de mis imágenes favoritas en la Escritura es la imagen de Jesús, cuando iba hacia Jerusalén camino a ser crucificado. Y si fuera yo que fuera a ir sacrificado, yo iría al final de la línea, para que quizás no me vieran, ¿verdad? Pero ¿qué dice la Biblia?, que el Señor iba delante de sus discípulos. Búsquelo. Dice que iba delante de sus discípulos hacia Jerusalén sabiendo que iba a ser sacrificado, porque ahí es donde está la persona..... el Señor no iba tratando de escabullirse. El dijo; no, bueno, mi padre pide este sacrificio de mi, yo lo voy a dar y voy a ir delante, encabezando la línea. Eso es darle al Señor alegremente.
Lo tercero que yo veo aquí; entonces hemos visto que obedece inmediatamente, muestra buena disposición. Lo tercero aquí es que fue al lugar que Dios le dijo que viera. Aquí en el versículo 2, Dios le dice: “ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré”. En el versículo 3, en el final del versículo 3 dice: “y se levantó y fue al lugar que Dios le dijo”. Aquí hay algo importante y es la obediencia específica. Nosotros tenemos que darle a Dios donde Dios dice que le demos y en la manera en que Dios dice que le demos, no en la manera que nosotros creemos más conveniente, o que queremos ajustar.
Hermanos la Biblia habla, dice la Biblia que llevemos los diezmos al Alfolí. ¿Sabe dónde usted ofrenda, donde usted diezma? En el lugar donde usted adora, en la iglesia donde usted se alimenta. Y la Biblia dice que allí es donde nosotros traemos nuestro diezmo, nuestras ofrendas. No es necesariamente enviándoselo a un evangelista por televisión o lo que sea, eso es en adición a nuestro diezmo y nuestras ofrendas aquí en nuestra iglesia. Ahora si usted quiere darle y debe ser así para otras obras y adoptar un niñito en Honduras, Gloria a Dios, ¡hágalo! O en República Dominicana. Amen. Pero su diezmo, su ofrenda debe ser en el lugar donde Dios le bendice a usted. El diezmo, la ofrenda se trae a la casa del Señor.
Nosotros tenemos que darle al Señor allí en el monte Moría, donde Dios dijo que se le diera, nosotros no hacemos ajustes. Allí es donde tenemos que llevar. Dios le pidió a Abraham que hiciera algo en ese lugar y Abraham lo hizo.
Otro principio bien importante, ejerció fe. Ejerció fe y la declaró verbalmente. Miren lo que dice en el versículo 5, Abraham le dice a sus siervos “esperad aquí con el asno y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos y volveremos a vosotros”. ¡Guau! ¿Qué está Abraham implicando aquí? Que él va a volver con su hijo, que él no sabe por qué Dios le está pidiendo este gran sacrificio, él no sabe todas las minucias y los detalles del proceso, pero él sabe que al final Dios es fiel y Dios es coherente y que él podrá regresar con su hijo. ¡Aleluya! Eso es fe, hermanos. Eso es fe.
Y hermanos, por eso es que el diezmo y el darle al Señor financieramente es tan importante porque es una forma de uno declarar y evidenciar fe aún cuando muchas veces dentro de uno, uno tiene dudas. Esa cosa de que cuando usted le da al Señor así, en fe, contrario a lo que usted está sintiendo en su carne y en su mente, porque usted dice: no, pero mi Dios es fiel, mi Dios es bueno, mi Dios es coherente, El ha prometido, El ha de cumplir, y eso es algo que fortalece nuestra vida, hermanos, y eso se convierte entonces en un sentimiento consumidor dentro de nosotros. El ejerció fe y la declaró.
El último principio, el confió en la provisión divina, confió en la provisión divina, en una forma muy específica. ¿Dónde veo yo esto? Cuando Isaac le pregunta: ¿Quién proveerá el sacrificio?, Abraham responde: Dios se proveerá de cordero, hijo mío. Hermanos, lo bueno es que la Biblia misma nos ha provisto un entendimiento aún mucho más profundo de lo que había en la mente de Abraham cuando el decía: Dios proveerá, en Hebreos Capítulo 11.
Vamos a Hebreos 11:17. Dice aquí: “... por la fe Abraham cuando fue probado ofreció a Isaac y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito, habiéndosele dicho “en Isaac te será llamada descendencia.” Miren el versículo 19, dice: “pensando él que Dios es poderoso para levantar aún de entre los muertos”. ¡Aleluya! Eso es lo que había en la mente de Abraham. Abraham estaba pensando, lo que nos sugiere el escritor de Hebreos que es el espíritu santo y que conoce todos los pensamientos que había en la mente de Abraham tres mil años atrás, Abraham estaba diciendo: aunque Dios me pida que mate a mi hijo, yo se que El es poderoso para resucitármelo. El estaba dispuesto a matar a su hijo, él no sabía que Dios tenía otro plan más benévolo y era que no tenía que sacrificarlo. Pero él dijo, aunque Dios me está pidiendo que lo mate, yo se que El es poderoso para levantármelo, para que yo pueda regresar con él y que la promesa de Dios pueda cumplirse. Hermanos, eso es fe en la provisión divina. Gloria a Dios. Eso quiere decir, mis hermanos, que habrá momentos en que Dios te va a pedir algo y tu no vas a ver la salida, y van a pasar días y tu no vas a poder entender de dónde va a venir la solución, pero tu tienes que creer que Dios de alguna manera que tu no ni siquiera te imaginas, El va a sacar el conejo del sombrero y El sabe cómo lo hace. Dios tiene métodos que tu jamás podrás entender. La creatividad de Dios no tiene límites. La manera de El bendecir a sus hijos son ilimitadas. Las maneras de El mostrarse fiel, coherente, justo son incontables. Nuestra parte es creer que El puede hacerlo, y déjale los detalles al Señor. Esa postura de fe es difícil para todos incluyendo el que les predica pero yo se que ahí es donde Dios me quiere. Y aunque yo no sepa todos los detalles yo se que mi Dios es poderoso y que lo que El quiere es simplemente que yo pase por ese proceso y aprenda ciertas cosas.
Hermanos las respuesta de Dios, la bendición no se dejó esperar. El ángel de Dios le dijo: detente por cuanto me has mostrado tu fidelidad yo te voy a bendecir, te voy a dar no solamente a Isaac, te voy a dar otros hijos, te voy a dar descendientes que si tu pudieras contar las arenas del mar, podrás contar tu descendencia. Dios le dijo: Abraham tu descendencia será tan grande que no la vas a poder contar. Mire, tres mil y pico de años después aquí hay doscientos y pico de esos descendientes de Abraham, aquí en Boston, en Roxbury. Imagínense. ¿Qué era Roxbury cuando Dios le dio esa promesa a Abraham? Yo creo que era un pedazo de piedra solamente. Mire hoy hay una ciudad aquí y los descendientes de Abraham están exponiendo esa historia. Se cumplió la bendición porque Abraham estuvo dispuesto a abrir esa zona de déficit, entrar en esa zona de incomodidad, sacrificarse a sí mismo, morir en el holocausto y Dios le dijo: ahora, de ese holocausto yo voy a sacar bendición para ti y para muchos también que serán parte de tu drama.
Que esta sea nuestra herencia, hermanos y que podamos honrar la vida de este hombre al nosotros darle al Señor en todos los aspectos de nuestra vida. Amen. Gloria al Señor.
Vamos a ponernos de pie. Vamos a tomar un momentito solamente para ofrecer nuestras vidas, consagrar eso allí en nuestros corazones, esa actitud de Abraham. Vamos a absorberlo en nuestros corazones. Vamos a decirle: Padre, yo quiero ser como Abraham. Que si tu me pides lo que yo más amo, lo que más me da comodidad, lo que más me gusta, lo que más placer me trae, eso Señor yo estoy dispuesto a dártelo si tu me lo pides, y al yo honrarte de esa manera, yo se que tu me vas a bendecir. Gracias Señor. Te adoramos, Padre. Nos entregamos a ti. Señor, ayúdame a mi primero a poder absorber esa postura de Abraham en mi vida. Ayúdanos a cada uno de nosotros. Espíritu santo sabemos que solo tu puedes darnos ese nivel de nobleza. Sabemos Señor, allí hay vida, hay riqueza, hay bendición. El que muere, vive. El que se entrega, recibe. El que se entierra, asciende. El que se niega, es afirmado. El que se empobrece, es enriquecido. El que se abre es llenado. Queremos así, Señor, tener ese espíritu. Gracias Señor. Gracias en tu nombre Jesús. Gracias Señor. Amen. Amen.
Génesis 22 (parte 1)
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Vamos al Libro de Génesis rápidamente y allí usted va a encontrar en el Capítulo 22, y déjenme leer algunos versículos aquí, comenzando con el versículo 1, Génesis 22: “... aconteció después de estas cosas que probó Dios a Abraham y le dijo: “Abraham”, y él respondió: “heme aquí”, y dijo: “toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moría y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.” Y Abraham se levantó muy de mañana y enalbardó su asno y tomó consigo dos siervos suyos y a Isaac, su hijo, y cortó leña para el holocausto y se levantó y fue al lugar que Dios le dijo. Al tercer día alzó Abraham sus ojos y vio el lugar de lejos, entonces dijo Abraham a sus siervos: “esperad aquí con el asno y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos y volveremos a vosotros”. Y tomó Abraham la leña del holocausto y la puso sobre Isaac, su hijo, y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo y fueron ambos juntos. Entonces habló Isaac a Abraham, su padre, y dijo: “Padre mío”, y él respondió: “Heme aquí mi hijo”, y él dijo: “he aquí el fuego y la leña, ¿más dónde está el cordero para el holocausto?” (una de las preguntas más inocentes que se han hecho en toda la historia de la humanidad, esa) y respondió Abraham: “Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío”, e iban juntos. Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar y compuso la leña, y ató a Isaac, su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo. Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo y dijo: “Abraham, Abraham”, y él respondió: “heme aquí”, y dijo “no extiendas tu mano sobre el muchacho ni le hagas nada porque ya conozco que temes a Dios por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único”, entonces alzó Abraham sus ojos y miró y aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos y fue Abraham y tomó el carnero y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo, y llamó Abraham el nombre de aquél lugar Jehová proveerá. (Digan todos: Jehová proveerá. Amen.) Por tanto se dice hoy en el monte de Jehová será provisto. Amen”
Vamos a dejarlo hasta allí, después yo puedo elaborar quizás un poco más sobre lo que continúa pero en ánimo de avanzar.... Como saben hermanos estamos usando estos domingos para meditar sobre el tema de la mayordomía, de nuestra vida de entrega al Señor, de darle al Señor generosamente. Estamos meditando sobre las posesiones, sobre el dinero, sobre los talentos, sobre el tiempo, sobre esas cosas que nosotros consideramos nuestras, nuestra familia, nuestro cuerpo, nuestras vidas en total, y cómo Dios espera que nosotros nos relacionemos con esas cosas cuando las relacionamos a su vez con El y con lo que El espera de nosotros.
Y la idea es animarnos a todo. Primeramente a hacer de estos principios universales que están en la palabra de Dios, principios que gobiernan en todos los aspectos de nuestras vidas, pero también específicamente animarles a ustedes a disponerse, a disponerse a darle al Señor en una forma generosa en estas próximas semanas cuando hagamos el llamado ya para ofrecer nuestra promesa, para levantar nuestro hermoso templo y que nuestra iglesia haga acto de presencia.
Ayer me pasé tres horas hablando con nuestro arquitecto y hablando acerca de las próximas etapas de nuestro proceso de diseño y de trabajo en el templo. El domingo pasado yo presenté a dos hermanas, en el servicio de las 12 que estaban aquí, que venían de California. No dije quiénes eran, pero eran la vicepresidenta de la Christian Community Credit Union de California y uno de los empleados de esa institución, y ella venía para conocer la iglesia. Después tuvimos la oportunidad de almorzar con ella y nuestro tesorero, Alejandro Calderón, y ella estaba tremendamente agradecida de haber estado aquí, impresionada con el ánimo y el espíritu de la congregación y con las cosas que Dios está haciendo a través de esta iglesia que son ustedes y yo. Estaba impresionadísima y comprometida en ayudarnos en el financiamiento de nuestro templo.
Y hay una pieza muy importante que es lo que nosotros vamos a dar y yo le he mandado un reto a la congregación, a esta iglesia y es que..... hay un grupo de 200 personas que estamos llamando a que se comprometan a dar en un período de 24 meses, dos años, 5000 dólares y también que otros den, los que no puedan entrar en ese grupo, porque estamos haciendo un llamado conforme a la fe, y que estiremos un poco nuestra fe también. Algunos no podrán, o no se sentirán que pueden ir a ese nivel, y está bien, hermanos, porque no queremos que nadie se sienta presionado en una forma inapropiada. Así que el que pueda dar mil, el que pueda dar 2000, el que pueda dar 500 dólares, lo que sea, queremos que un ciento por ciento de la congregación de algo, hermanos. ¿Cuántos dicen amen, que pueden dar algo, eh, aunque sea algo, usted puede dar? Y no se sienta en ninguna manera empobrecido por eso si no puede dar todo lo que estamos pidiendo, pero que todos demos algo para avanzar este templo a su conclusión. Yo les prometo en el nombre del Señor que Dios ha de bendecirnos.
Como nuestro hermano Yoalmo nos decía en esta mañana, él ha podido ver esa bendición. Nosotros hemos seguido la trayectoria de esta familia y de muchos de ustedes, cómo Dios les ha bendecido a través de los años porque han dado generosamente al Señor. Y Dios ama eso. Dios ama al dador alegro. Entonces queremos primero esos 5000 dólares de parte de 200 personas y también finalmente esa idea, el que no pueda dar eso, puede dar lo que sea.
Y tercero que quizás hay algunos hermanos, algunas familias que Dios ha bendecido en una manera extraordinaria, por una razón u otra o que sienten que darle al Señor algo todavía mayor que eso, no queremos limitarlos. Queremos también algunas promesas y algunas ofrendas que sean mayor de 5000 dólares, si Dios le mueve en esa manera. No queremos tampoco poner una limitación ni de un extremo ni tampoco del otro. Pero yo creo que mi meta es que todos demos, todos los que nos identificamos con esta iglesia, hermanos, demos algo, así que recuerde esto también. Y gracias a Dios gente como Yoalmo ya se han sentido inclusive antes de ni siquiera de que hagamos un llamado oficial, han dicho: pastor, yo quiero dar ese paso de fe y gloria a Dios por eso. Ahora, ya hacia el final de marzo vamos a estar haciendo un llamado congregacional para que nos lancemos a esta gran empresa. Yo se que Dios nos va a dar la victoria en el nombre de Jesús. Amen.
Así que en estos domingos yo estoy levantando esa fe en nosotros, y estoy con la ayuda del Señor proveyendo una plataforma bíblica para esto que estamos haciendo. Estoy tratando de proveer principios de vida porque queremos también enriquecerlos a ustedes que no sea solamente sacarles el dinero, sino también dejarlos bendecidos con estos principios que nos permiten recibir las bendiciones de Dios, porque son principios extraídos de la Escritura.
Yo les decía el domingo pasado, hablamos acerca de Elías y la viuda, ¿recuerdan? La viuda de Sarepta, veíamos como el Señor proveyó para Elías, porque Dios es un Dios proveedor. Y cuando le damos a Dios tenemos que darle desde esa perspectiva, de que Dios va a proveer. Cuando Elías le pida a la viuda que le de esa torta cocida con un poco de agua, él le dice: “no te preocupes”, como dice el Señor en Lucas después, donde leímos, “no temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.”
Cada vez que Dios nos pide que le demos algo, El nos está diciendo: “no te preocupes”. Dame a mi primero porque hay más de donde eso vino, hay mucho más. Y Dios nos llama a darle a El. Elías le pidió a la viuda, decíamos, que le diera en la zona de la incomodidad, ¿recuerdan eso? La viuda estaba dispuesta a darle a Elías un poco de agua, no había problema porque ella tenía mucho agua, pero cuando Elías le pidió de lo poco que ella tenía, que era la harina y el aceite, ahí ella dijo: no puedo. Y ahí es donde Dios quería que esta viuda fuera probada, fuera estirada su fe.
Mire qué interesante que Dios le pidió a esta viuda que fuera la proveedora de Elías, que sacrificara, pero no solamente Dios quería algo de ella, sino que Dios quería bendecirla a ella, quería bendecirla mostrándole al Dios verdadero por medio de su profeta, quería bendecirla mostrándole un principio para que ella pudiera vivir una vida bendecida y próspera, y quería bendecirla también proveyéndole comida en medio de una gran hambre nacional para todo el tiempo que durara esa sequía. Es decir que cuando Dios nos pide que le demos algo, El siempre tiene un plan mayor, es un ejercicio. Yo creo que cuando nosotros le damos a Dios es más bien un ejercicio simbólico, que Dios nos permite participar en ello para bendecirnos y enseñarnos ciertas cosas y estirar nuestra fe, y llevarnos a otro nivel de madurez espiritual. Pero Dios quiere que le demos siempre en la zona de lo incómodo, donde nos cuesta, donde nos estiramos. Yo creo que cuando le damos a Dios, hermanos, siempre tiene que haber ese sentido de sacrificio porque si le damos a Dios simplemente lo que no nos cuesta, lo que no nos amenaza, lo que no nos incomoda entonces no tiene el mismo valor.
Yo recuerdo el pasaje de..... ¿cuántos han leído la historia de Ornan el jebuseo? Usted dirá ¿con qué se come eso? Nadie, parece. Ornan, el jebuseo, esto está en la Biblia en Primero de Crónicas, Dios le dijo a David que le ofreciera sacrificio en un terreno cuyo dueño era un hombre que se llamaba Ornan, y que comprara ese terreno y que lo reservara para Dios y para sus sacrificios y David se acercó a Ornan, ahí está en Primera de Crónicas 21, de 22 a 25, David se acercó a Ornan y le dijo: “Ornan, quiero comprarte esta tierra para ofrecerle sacrificio al Señor”. Ornan, que era un hombre muy sabio, muy entendido, le dijo a David –miren el 22- “entonces dijo David a Ornan: “dame este lugar de la era para que edifique un altar a Jehová, damelo por su cabal precio para que cese la mortandad en el pueblo”, y Ornan respondió a David (miren lo que es tener un corazón dadivoso para con el Señor, y generoso). El rey viene a donde usted y le dice: “quiero comprarte esa tierra”, y usted le dice: “este hombre tiene muchísimo dinero así que se lo voy a vender por lo más caro, para sacarle mayor provecho. ¿verdad?. Mire cual fue la reacción de este hombre generoso). Le dice Ornan a David: “tómala para ti y haga mi Señor el rey lo que bien le parezca, es más dice, aún los bueyes daré para el holocausto y los trillos para leña, y trigo para la ofrenda. Yo lo doy todo.”
Miren la generosidad de este hombre para con Dios. El sabía que esto era para Dios y dijo: no, yo no se lo voy a vender, rey. Se lo voy a regalar, es más no solamente le voy a regalar la tierra, sino que le voy a dar la leña para el holocausto, le voy a dar el metal que usted necesita, todo para que se de esa ofrenda. Yo lo doy todo.
Digan, hermanos, yo lo doy todo. No sabemos lo que decimos a veces, ¿verdad? Pero mire no solamente eso. Había una competencia en estos dos hombres. Qué bueno es cuando competimos para quién le da más al Señor. Esas competencias a Dios le gustan. En el versículo 24, miren la respuesta de David, dice: “... entonces el rey David dijo a Ornan: No, sino que efectivamente la compraré por su justo precio.” Y aquí estas palabras son famosas en la Escrituras. Estas palabra siempre me han perseguido a mi a través de toda mi vida, “.... porque no tomaré para Jehová lo que es tuyo, ni sacrificaré holocausto que nada me cueste”.
Hermanos, nosotros no queremos sacrificarle al Señor holocausto que no nos cueste. Usted ve que ese principio universal, siempre que le demos a Dios debemos darle de manera que nos cueste. Si usted le está dando a Dios y no te duele, si no te estás estirando en fe, si no te está incomodando, si no tienes que rascar la cabeza y decir: me atrevo yo a eso, ¿saben qué? Posiblemente no le estés dando a Dios en la zona que a El le gusta que le den: la zona de la incomodidad, la zona donde nos cueste.
David bien hubiera podido decir: bueno, está bien, gracias. Que generoso este hombre. David dijo: no, no yo quiero darle al Señor un holocausto, pero quiero que me cueste. A Dios le gusta cuando nosotros le damos. Y eso es lo que yo quiero animarles, hermanos a que en esta campaña que nosotros le demos al Señor un holocausto que nos cueste, que nos incomode. Pídele al Señor que te ilumine, que estire y aumente tu fe para que tu puedas darle al Señor más allá de lo cómodo. A Dios le gusta eso. Y esto es un principio bíblico que se repite una y otra vez.
La viuda, recordemos este principio, los ricos le daban al Señor de su exceso, de lo que les sobraba. Y el Señor dijo: bueno, eso está bien. Pero esa viuda, que dio la única blanca que tenía, la peseta que le quedaba, esa dio más que los que dieron 25.000 dólares, porque ella dio todo lo que tenía. Dio todo su sustento. Puso toda su vida, toda su seguridad sobre la mesa. Amó al Señor tanto y dio en la zona de lo difícil.
Un último pasaje aunque no termine este estudio y lo continué el domingo, pero si usted va a Segundo de Corintios, porque a veces la gente piensa, bueno si, está bien pero algo está ahí haciendo el pastor para como hacer un juego de manos, para confundirme y yo quiero que usted vea que este principio se repite varias veces en la Escritura.
Segunda de Corintios, Capítulo 8, versículos del 1 al 3. Pablo alaba a los macedonios, -un día volveremos a este pasaje seguramente-, a los macedonios por su ofrenda. Segunda de Corintios, Capítulo 8:1: “.... asimismo hermanos os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia que en grande prueba de tribulación la abundancia de su gozo y su profunda pobreza, abundaron en riquezas de su generosidad”. Mire aquí lo que dice el versículo 3: “.... pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme sus fuerzas y aún más allá de sus fuerzas”. Esta gente era pobre, estaba en tribulación, estaban bajo persecución y aun así le dieron al Señor, no solamente conforme a su fuerza sino que más allá de sus fuerzas, y Pablo los alabó. Pablo los señaló en una manera especial por esa generosidad con que ellos dieron.
Muchas veces nosotros le damos al Señor de nuestra riqueza, nuestra abundancia, nuestra suficiencia, nuestra comodidad, y Dios dice: No, no, no me des de tu comodidad, no me des tu seguridad. Dame de tu inseguridad. Dame desde la zona donde no te siente que hay razón para tu pensar que te va a ir bien. Entra en la zona de la fe, la zona de la fe es siempre la zona del déficit. Eso suena también que yo quisiera escribirlo para que no se me olvide. La zona de la fe es la zona del déficit, es la zona donde tu te sientes que no tienes seguridad de que vas a salir ileso. Y ahí es donde nuestra vida tiene que ser así siempre, hermanos. Un día con la ayuda del Señor, construiremos nuestro templo, habremos recibido la ofrenda necesaria, pero habrá otros momentos en tu vida en que Dios te va a preguntar a ti: ¿estás tu dispuesto a creer en mi, como Abraham?
Entremos por un momento ahora, directamente. Abraham ilustra este principio y yo voy a señalarles a través de la Escritura, yo espero en los próximos minutos, como un abogado que está tratando de construir un caso, yo les voy a enseñar que este principio se ve una y otra y otra vez, a través de la Escritura. Estos principios que yo le estoy elaborando aquí. Abraham era un hombre que amaba a Dios. Dios, a los 75 años, estéril su esposa, le promete un hijo, a los 100 años le cumple la promesa y le da un hijo, y a los 130 años le dice: dame ese hijo que tu amas tanto y sacrifícamelo. Mátamelo. Ofrécemelo como un holocausto. Córtalo en pedazos como se corta y buey y ofrécemelo a mi. Ahí comienza un drama que es de mucha instrucción para nosotros. Hay un principio que yo veo en la vida de Abraham en este pasaje. A mi siempre me ha conmovido ese pasaje del Capítulo 22. Yo creo que fue el momento más grandioso en toda la vida de Abraham. Fue el momento que definió a este hombre. Ese momento nos mostró el corazón de este hombre y por qué Dios había escogido a Abraham y por qué Abraham podía ser el padre espiritual del pueblo hebreo y de la iglesia de Jesucristo por extensión.
Aquí vemos muchos principios espirituales que nos pueden ayudar en nuestra vida de mayordomía y en todos los aspectos de nuestra relación con Dios. Yo veo algo aquí, hermanos, y es este principio que cuando Dios nos pide que le demos algo, Dios involucra siempre un proceso de crucifixión. Siempre en el dar, en esa manera, cada vez que yo diezmo, Dios me crucifica un poquito. Cada vez que yo le doy al Señor una ofrenda más allá de lo cómodo o de lo normal, yo muero un poquito, porque tengo que morir a mi yo, tengo que morir a mi deseo de seguridad, tengo que morir a mi razón que me dice “no des porque si das te va a faltar”, tengo que morir al instinto humano de supervivencia, de querer asegurarse siempre su comodidad y su seguridad, tengo que morir a esas cosas. Tengo que morir a mi amor al dinero, tengo que morir a mi apego a las cosas que me gustan y ponerlas en riesgo y en ese momento hay una gota de sangre invisible que se desprende de nuestro corazón porque tenemos que morir a lo humano, a lo normal, a lo biológico, y Dios nos está pidiendo que nos movamos a la zona de la espiritualidad, de la fe. Por eso es que si usted no está dispuesto a morir, usted no puede agradar al Señor porque siempre hay esa idea de que tenemos que vivir entregando las cosas al Señor. Y por eso es que el Señor nos dice en otro pasaje que si nosotros no estamos dispuestos a darle todo, a entregarle todo, padre, madre, hijo, lo que sea, no merecemos ser sus discípulos, porque hay que morir, hay que estar dispuestos a vivir como un peregrino. Y Abraham era un hombre que entendía esto, porque Dios le da su hijo y después al final, el único hijo que él tenía con aspiración de descendencia... él tenía un hijo ilegítimo pero ese no era el hijo de la herencia, Dios había dicho que era a través de Sara y el hijo que él había tenido a través de Sara, Dios ahora se lo pide para que lo sacrifique. Y Abraham hubiera podido decirle: no. Porque Dios le estaba pidiendo algo irrazonable, porque Dios le estaba pidiendo algo que no era legítimo en un sentido, pero vemos aquí que Abraham no le dijo al Señor “No”, sino que dijo: bueno, aunque yo no entiendo.
¿Les ha pedido Dios a ustedes algo en su vida, ha hecho Dios algo en su vida que usted no entiende por qué? ¿Lo ha puesto Dios en algunas situación que usted cuestiona hasta la bondad y la consistencia y la justicia de Dios? Usted dice: Señor, pero si yo te he servido. Yo he hecho esto, yo he hecho lo otro, y tu me estás quitando esto. Y uno se aira y se molesta con Dios muchas veces. Pero Dios es soberano y Dios a veces nos crucifica y nos pone.... Yo titularía este sermón Muerte en los montes de Moría, porque allí fue donde.... se llamaba el monte de Moría, donde Dios le pidió que sacrificara a su hijo. La muerte no fue la muerte de Isaac, la muerte fue la muerte de Abraham. Cuando Abraham bajó de esa montaña Abraham era otro hombre, Abraham había muerto, Abraham había dejado su vida allí, porque él ya estaba dispuesto a meterle el puñal a su hijo y matarlo y con eso ya destruir toda su vida, su felicidad, sus aspiraciones de descendencia espiritual y biológica. Todo, un anciano de 130 años, Dios le está pidiendo que le mate a su único hijo. Está diciendo: mátate tu mismo. Y Abraham estuvo dispuesto a hacerlo, así que allí se quedó Abraham. Hermanos y por eso es que Abraham es un ejemplo para nosotros. Y mire, cuando Dios nos pide algo, nos pide: dame esto, dame lo otro, y nosotros refunfuñamos y nos quejamos y nos rebelamos y criticamos al Señor. Óigame, a este hombre Dios le pidió la totalidad de su vida, y en ese proceso que explora aquí en Génesis 22, hay una serie de principios muy importantes que yo quiero dejar con ustedes.
Lo primero, miren el versículo 1 dice: “.... aconteció después de estas cosas que probó Dios a Abraham”. Probó, “probó Dios a Abraham”. ¿Cuántos saben que Dios prueba? Hermanos, Dios siempre nos está probando. A veces en las cosas más sencillas que usted no piensa, Dios está poniéndole una prueba a ver cómo usted va a reaccionar. Y a veces nosotros ni siquiera sabemos que Dios está involucrado en una situación pero es El quien está diciendo: bueno, ¿a ver qué tu vas a hacer en este caso? Si tu me vas a honrar, si tu crees mis principios o si verdaderamente tu simplemente eres de la boca para afuera, como decimos nosotros. Hay situaciones en que Dios.... Yo creo, por ejemplo, que para muchos de nosotros esto que estamos viviendo, este drama de construir nuestro templo es una prueba. Si tu vas a hacer caso omiso y te vas a considerar no aludido,.... bueno, eso es para otros, pero yo ahora mismo no puedo, no tengo tiempo, lo que sea. O tu vas a decir: no, yo soy parte de este proceso y yo le voy a dar al Señor, y yo voy a creer que Dios me va a bendecir.
Dios siempre nos está probando. La Biblia dice en un pasaje muy maravilloso que siempre me impacta también, dice que “los ojos del Señor recorren toda la tierra para encontrar a aquellos que tienen corazón perfecto para con El para bendecirlos”. Y entonces Dios a veces prueba, como probó a Israel en el desierto, dice: “para saber lo que había escondido dentro de ti”, dice, para probarte, para humillarte, para quebrantarte, para sacar a la luz. Las pruebas sacan a la luz lo que está dentro de nosotros. Si un hombre solamente tiene comodidad y retórica y boca solamente para con el Señor, la prueba va a sacar eso a la luz, porque el oro es probado por el fuego, dice que Dios nos prueba como el oro por el fuego para sacar, para separar la impureza y dejar solamente el oro puro. Por eso es que el oro se funde y se derrite para que se le saquen la escoria y quede solamente el metal purificado y así Dios nos prueba a nosotros. Y nos dice: ¿estás tu dispuesto a sacrificar eso que tu tanto amas por mí? Dios probó a Abraham. Recuerde eso siempre, Dios nos prueba.
Yo le puedo decir personalmente y como muchos de ustedes pueden dar su testimonio, Dios me ha probado a mi continuamente a través de mi vida. Me probó hace 21 años cuando me llamó a pastorear esta iglesia, cuando el reverendo Juan Vergara se regresó a Puerto Rico. Yo era un estudiante graduado de la universidad, no tenía deseo.... yo sabía que Dios me había llamado al ministerio en general pero yo había pensado que Dios me había llamado a trabajar en el mundo académico, en la universidad, enseñando esto y lo otro, escribiendo libros y eso era mi deseo, y para eso yo había vivido toda mi vida desde niñito, educándome, deseando tener una vida académica. Ese era mi gran plan, ese era mi gran propósito y yo vivía con ese sueño, me veía en una oficina universitaria viendo estudiantes y dando conferencias y escribiendo libros y viajando muy elegantemente por el mundo. Así cualquiera sirve al Señor, ¿verdad que sí? Y entonces, Dios me llamó y en mi corazón me dijo: Roberto, yo no quiero que esta iglesia desaparezca. Yo se lo voy a poner en esa manera. Quiero que esta iglesia permanezca. Yo te he llamado a pastorear esta iglesia, esta comunidad que está naciendo, que ha comenzado tan bonita, no la dejes que se muera. Pastoréamela.
Y yo comencé a razonar con el Señor, le dije: pero Señor, si en mi familia nunca ha habido gente así universitaria y ahora tengo la oportunidad de yo desquitarme de todos esos años de pobreza y vivir la vida que yo he querido vivir. Y además esta es una iglesia demasiado pequeña, no me pueden pagar mi salario y además yo no quiero depender de un grupo de gente para mi vida. Me acabo de casar. Quiero tener mi familia, quiero tener mi casa y yo, los pastores que he visto siempre en mi pasado dominicano o en Brooklyn, NY todos son muertos de hambre, no ganan dinero, pasan trabajo, los tratan mal. Yo no quiero ese tipo de vida. El Señor me dijo: bueno, eso es lo que yo te estoy pidiendo, ¿quieres tu pastorearme esta iglesia, quieres tu servirme? Yo estoy pensando.... es mi segundo año en la universidad de Harvard, quiero seguir adelante, quiero sacar mi doctorado, Señor. Me dijo;: no te preocupes, yo me voy a encargar de tu doctorado. No lo vas a perder. Pasaron 5 años después de eso hasta que yo pude graduarme en mi doctorado, y casi lo pierdo. Pero les podría decir cómo el Señor se movió tan maravillosamente para que yo pudiera terminar mi doctorado. Un milagro de los más grandes de los que yo he experimentado en mi vida. Pero decidí darle mi vida al Señor, y perdone que traiga mi testimonio personal pero a veces que más podemos hacer que compartir lo que Dios ha hecho en nuestra vida. Le dije: está bien, Señor. Lo voy a hacer. Aquí estoy 21 años después pastoreando y sirviendo al Señor porque El me lo pidió.
Ahora, déjenme decirles algo, eso no me hace a mi ningún héroe ni nada, yo me atreví a decirle si al Señor. Con esa comunidad pequeña de personas que comenzaba allí en ese lugar. Pero en 21 años, hermanos yo les puedo decir que Dios me ha bendecido mil veces más de lo que yo le he dado a El. Hoy en día la gente ve una congregación de cierto tamaño y ven cierto tipo de ministerio en la ciudad y esto, y dicen: ¡ah, qué bien, qué suerte ha tenido el pastor Miranda! Hermanos, uno tiene que sacrificarse en el Monte de Moría. Hay que morir. Tu tienes que morir a lo que tu amas, tu tienes que morir a tus sueños, tu tienes que morir a tus preferencias personales. Tu tienes que incomodarte. Tu tienes que sacrificarte. Tu tienes que sangrar delante de Dios. Tu tienes que pagarle al Señor por adelantado para que el Señor te bendiga después. Esa es la ley. Hay que darle al Señor primeramente para que el Señor pueda bendecirnos. Y entonces Dios, como en el caso de Abraham, te ha de bendecir y dar con abundancia y con creces. “El grano de trigo, si cae a tierra y muere, lleva fruto, pero si no muere queda solo”, dice la palabra del Señor. Si tu mantienes tu vida solamente en lo cómodo, en lo seguro, tu no vas a morir. Pero si tu mueres y mueres a tus sueños de seguridad, de grandeza, de aspiraciones personales Dios te dice: Yo te voy a dar vida como tu conoces.
Esa es la regla de la palabra del Señor. Y Dios nos prueba.
Yo le hubiera podido decir al Señor: Señor lo siento mucho. No puedo. Eso es demasiado grande para mi, lo que tu me estás pidiendo. Y ¿saben qué? Dios hubiera dicho: Roberto, yo comprendo. No te preocupes porque así es el Señor. Pero me hubiera perdido yo de tremenda bendición. Hubiera estado escribiendo quizás algún libro por allí cogiendo polvo en algún anaquel de una biblioteca que nadie lo lea siquiera. Yo le digo a la gente, mis libros son mi pueblo, la gente que yo ministro y lo que Dios está bendiciendo a través de este ministerio. Son, como decía Pablo, son cartas abiertas. Son libros vivos, libros que están siendo predicados en la vivencia de la gente, y para mi eso no tiene precio, no hay gloria como esa. Pero Dios te va a probar. Escúchame, muchas veces nosotros, Dios nos dice: ¿estás tu dispuesto a servir un aprendizaje de unos cuantos años? Yo llevo 21 años de aprendizaje, como Jacob con Laban, y todavía no me han dado lo que prometieron. Si no me lo dan nunca, Gloria a Dios, me moriré tranquilo. Pero estoy en aprendizaje hasta que Dios decida, porque a veces las pruebas de Dios son bien largas. Hay maneras en que Dios está trabajando que nosotros ni siquiera nos damos cuenta. Pídele a Dios que te abra tus ojos para ver las pruebas que Dios trae a tu vida, para sacar algo que está escondido en ti y para llevarte a otro nivel de vida y pregúntale al Señor si este no es un tiempo en que Dios te está probando.
Ahora, lo segundo, ya lo he enunciado más o menos lo que voy a decir, es que Dios nos prueba. Dios prueba nuestro corazón por medio de nuestras posesiones. Escuche eso. Dios prueba nuestro corazón por medio de nuestras posesiones. Dios prueba lo espiritual por medio de lo material. Dios probó a Abraham pidiéndole su hijo, su posesión más querida. “Toma ahora tu hijo, mire como se lo subrayó, tu único, Isaac”, por si acaso no sabía a quien se refería todavía, y también le dijo “a quien amas”. ¿Era Dios un sádico que estaba allí deleitándose, tu hijo, tu único, Isaac a quien amas? Óigame se lo estaba como estrujando en la cara. Ese ser que es tan valioso, tan precioso, tan único para ti, dámelo. Tómalo, sacrifícamelo, end of story, como se dice en inglés. No le pidió disculpas, no le dijo que lo iba a bendecir, no le explicó nada, porque Dios, hermanos, Dios es el dueño de todo y Dios hace lo que le da la gana. Nosotros no podemos quejarnos de Dios en ultima instancia. Dios es soberano. Dios podía pedirle a Abraham su hijo porque Dios era el dueño de Isaac. Dios lo había creado. Dios le dio a Isaac de una mujer estéril y vieja como era Sara, así que ese hijo era de Dios.
A veces, hermanos las peticiones de Dios vienen en un paquete bien desagradable porque Dios quiere saber si estamos dispuestos a honrarlo aún en lo escandaloso y en lo insultante. Si estamos dispuestos a mantenernos ahí firmes, y le dijo: dame ese hijo y adiós ya sabes cuál es la orden. Dios nos prueba a veces en nuestro corazón por medio de aquellas cosas. El Señor dice que donde está nuestro tesoro, allí está nuestro corazón, y Dios quería saber dónde estaba el tesoro de Abraham. ¿Era Dios su tesoro o era Isaac su tesoro? Hasta que tu no has resuelto ese problema, hasta que tu no has decidido, quién es el que tiene prioridad en tu vida, quién es el que está sentado en el trono de tu vida. Es tu dinero, es tu tiempo, es tu comodidad, es tu privacidad, es tu casa, es tu esposa o tu esposo, son tus hijos, es tu reputación. ¿Dónde está tu tesoro? Y donde está tu tesoro ese es el que va a dominar tu vida. Dios dice: mira, Yo no comparto mi prominencia con nadie. Yo no comparto mi trono con nadie. Tu tienes que decidir primero. Y Yo te voy a poner en una situación en que tu tienes que determinar qué es lo que tu más amas: si amas mi reino o amas las cosas del mundo, incluyendo el dinero, el tiempo y todo lo demás. Yo te voy a poner en situaciones que te van a hacer decidir, en situaciones de crisis donde tu vas a ser confrontado con una opción o la otra. Decide y determina qué es lo que tiene prioridad en tu vida. La palabra del Señor dice que “nadie puede servir a dos señores” y el primer mandamiento de la Escritura es “amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, toda tu mente, toda tu alma, todas tus fuerzas”. No hay segundo lugar para el Señor. Es una cosa o la otra,. Y Dios quería como hacer eso claro en la vida de Abraham antes de poder bendecirlo.
Antes de que Dios pueda bendecirnos El tiene que determinar qué es lo que más amamos y nos prueba a través de las posesiones porque eso es lo que nosotros más amamos generalmente. Y probó entonces a Abraham, así como probó Jesús al joven rico y cuando el joven rico vino y le dijo: Señor, ¿qué tengo que hacer para ser salvo, para ganar la vida eterna? El Señor le dijo: bueno, lo único al final de la conversación le dijo, “toma todo lo que tienes, véndelo, dáselo a los pobres y sígueme”. El Señor lo estaba probando a ese joven. Yo sostengo, no tengo razones para probarlo, pero yo creo, hermanos que si ese joven rico le dice al Señor Jesucristo: está bien Señor, aquí tienes todo mis bienes, lo voy a hacer como tu dices. ¿saben qué? Cuando ese joven iba al ATM a buscar todo el dinero, el Señor le hubiera dicho: párate, regresa acá. ¿sabes qué? Quédate con tu dinero, yo solamente estaba haciéndolo para probarte, para ver si tu estabas dispuesto a pagar el precio de esa tranquilidad espiritual que tu estás buscando, que no te la ha dado la riqueza, ni la reputación religiosa que tienes, ni tu posición en el Sanedrín, ni tu prestigio social, que te inquieta venir a mi corriendo así desesperado como llegaste. Y si tu quieres ganar esa paz que tu estás buscando, Yo solamente quería saber: el precio es que tu me des todo lo que tu amas. Y dice la Biblia que este joven se fue triste porque tenía muchas posesiones. ¿Qué pasó? Su tesoro, su corazón estaba en su dinero, en su posición, y el Señor lo probó por medio de sus posesiones. Y este joven se fue triste como llegó porque si no buscamos primeramente el Reino de Dios y su justicia, las demás cosas no vienen por añadidura. Se quedan allá.
Ahora si le damos al Señor primero y buscamos primeramente el Reino de Dios las demás cosas Dios las provee en su momento, incluyendo el dinero, la comodidad, la privacidad, la paz del alma, todas esas cosas vienen porque a Dios le gusta bendecir a sus hijos, hermanos. Pero El quiere resolver el asunto del corazón. Dios quiere bendecir a gente que ha muerto y que no necesita el dinero ni las comodidades para entonces darles las comodidades y el dinero. Esa es la ironía de Dios. Por eso muchas veces nos presenta la disyuntiva: ¿estás dispuesto a sacrificármela? Y no te dice nada más a veces sino que simplemente te pone allí. Es decir que eso es un principio muy importante. Dios prueba nuestro corazón por medio de nuestras posesiones.
Otro principio: Dios no nos garantiza a veces que saldremos ganando de la prueba. Dios no le garantizó a Abraham que iba a pasar nada con su hijo. Le dijo simplemente: entrégamelo y mátamelo. Sin embargo, Dios tenía algo tremendamente poderoso. Hermanos, yo no te puedo garantizar, digamos que tu decides, bueno yo quiero ser uno de esos 200 que le hacen los 5000 dólares, yo no me atrevo ni te voy a decir: no te preocupes hermanos que Dios te va a dar 10.000 ó 20.000. Sería un charlatán si yo dijera eso. Yo no te puedo probar, y por eso es precisamente un movimiento de fe, porque no hay garantía de retorno. Y tu tienes que jugártelas y tienes que decidir, o tienes que ponerte a esperar a ver cómo Dios te va a bendecir, si te va a bendecir a través de dinero, si te va a bendecir a través de salud, si te va a bendecir a través de ese príncipe azul que has estado esperando durante 10 años, si te va a bendecir a través de esa casa que estás anhelando, si te va a bendecir a través de una sanidad interior, emocional, espiritual. Hay muchas maneras en que Dios te puede bendecir, la manera Dios va a saber si vas a experimentar un crecimiento espiritual y tu fe va a ser aumentada y entonces vas a tener acceso a otras riquezas divinas. Yo no se, no puedo garantizarte eso. Es un riesgo el que nos tomamos, pero yo te puedo asegurar que yo, lo que veo una y otra vez en las páginas de la Biblia es que si tu te atreves, Dios no se va a quedar deudor. Dios no te va a fallar, no te va a faltar, no debes temer porque el principio de Dios es proveerle a los que lo honran y los bendicen. Abraham no estaba seguro de eso.
Y lo último y lo voy a dejar aquí, y creo que voy a continuar el domingo que viene entonces, es que Dios lo ha dado todo. Dios lo ha dado todo. Y por eso El puede pedírtelo todo. ¿Dónde yo veo eso aquí en esta Escritura? Mire, hay un drama invisible que está dibujado en este drama y es el drama de Dios y Jesucristo. Desde que Dios le dijo a Abraham: dame tu hijo, tu único, ahí ya el lector inteligente espiritualmente de una vez, ¿qué hace? Recuerda, porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que crea no se pierda sino que tenga la vida eterna. Dios sabía que un día El tenía que dar a su único hijo también. Es más yo no se cuántos tienes una Biblia que tienen las palabras en rojo, que se refieren al Mesías, a Jesucristo. Mi Biblia en el versículo 8 del Capítulo 22 tiene ese versículo en rojo porque se refiere, según la interpretación de los críticos, lo pusieron así porque cree que se refiere a Jesucristo. Dice: “... y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío”. Ese cordero es el cordero pascual que se llama Jesucristo que Dios estuvo meditando en su propio sacrificio como Abraham en esos tres días camino a Moría. Dios estuvo meditando desde Edén y sabes y antes de la fundación del mundo yo creo. Pero Dios estuvo rumiando el día en que el iba a tener que entregar a su hijo también, su cordero, en la cruz. Y a través de la Escritura vemos el pensamiento obsesivo de Dios en muchas ocasiones acerca de su cordero, que El tenía que ofrecer, su único hijo, como por ejemplo en la pascua que celebraron los hebreos antes de salir de Egipto, y otros pasajes. Dios estaba rumiando ahí, un día yo voy a tener que entregar a mi único hijo también. Y aquí, cuando le pide a Abraham que entregue su hijo, su único hijo Dios sabe. El está probando al que va a ser el padre espiritual de todo Israel y de toda la iglesia, ese padre espiritual tiene que saber lo que el Padre Universal siente en su corazón de sacrificar a su único hijo. Yo creo que había un principio casi judicial aquí establecido que ese padre espiritual que era Abraham tenía salir de la misma cepa que su padre espiritual allí en el cielo, y experimentar el dolor de un padre que sacrifica lo que más ama por un principio universal de amor por la humanidad. Y por eso Dios le dijo a Abraham: yo quiero meterte en mi drama y quiero hacerte partícipe, como Pablo que decía: yo quiero conocer a Cristo en su resurrección, dice, y en sus padecimientos también. Que muchas veces queremos conocer a Cristo en el poder y en su poder para sanar, y para hacer milagros y todo eso, pero cuando nos dicen: mira, por qué no conoces a Jesús también en su padecimiento. Ahí nos echamos para atrás y comenzamos a resbalar.
Pero sabe que usted no puede conocer a Cristo en su totalidad hasta que usted no lo conozca en los montes de Moría cuando El le dice: dame lo que tu más amas. Dame lo que a ti más te gusta. Dame lo que más te agrade. Dame lo que tu más valoras, porque yo hice eso. Hasta que usted no se encuentra en esos puntos así de crucifixión usted no es digno de llevar el nombre de cristiano, déjenme decirles. Si usted no ha dado algo que le ha dolido en el alma, usted no sabe lo que es la cruz. Y por eso es que yo decía es que en todo evento de darle al Señor como Dios quiere, hay un principio de crucifixión. Bueno, Abraham estaba siendo crucificado. Y Dios le dice: mira, Abraham, yo te puedo pedir ese único hijo porque Yo sí que lo voy a dar. Para ti yo te estoy pidiendo simplemente un ejercicio espiritual, pero para mí, Yo voy a dar mi único hijo.
Y hermanos a veces nosotros le negamos a Dios tantas cosas y nos escandaliza cuando Dios nos pide algo, y nunca pensamos que Dios lo dio todo. Y que cuando nosotros le damos al Señor le estamos dando a un ser que no escatimó. Dice el Apóstol Pablo: “ el que no escatimó ni aún su propio hijo”, dice y también añade “ como no nos dará también juntamente con El todas las cosas”. ¡Que bendición! Eso es lo maravilloso, es que Dios no solamente Dios todo lo que El tenía, en términos de lo que más amaba, sino que también dice: mira, como Yo lo di a El, yo te voy a dar todas las demás cosas. Eso es lo bello,. Por eso yo digo de nuevo, volviendo a otro principio que enuncié antes, que nosotros siempre tenemos que darle a Dios desde esa postura de que Dios es generoso con nosotros. Dios nos da con abundancia y entonces El dice: dame, porque Yo soy un padre generoso. Y si Yo te di a mi hijo como no te voy a dar también, juntamente con mi hijo, el carro, la casa, la comida, la supervivencia, la salud, la paz de tu corazón, la salvación de tu alma. Yo di lo más precioso.
Hermanos nosotros no podemos ser tacaños con un Dios que lo ha dado todo. Ese es mi principio final. Tenemos que ser generosos. El que lo ha dado todo merece que nosotros le demos lo mejor de nosotros mismos.
Vamos a bajar nuestras cabezas. Gloria al Señor. Si Dios te pidiera lo que tu más amas, si Dios te pidiera tus sueños, tu comodidad, tu dinero, ¿podrías tu hacer lo que hizo Abraham? ¿Podrías decirle al Señor sin regaños, ni argumentos ni resistencia: está bien, Señor y humildemente lanzarte al camino a crucifixión como lo hizo Abraham? Tres días de camino pensando, me espera el trago más amargo de todos y aquí nunca veo a Abraham quejándose, nunca veo a Abraham echando pestes de Dios o diciendo nada rebelde, sino: Señor, tu me lo pediste,. Tu sabes, amen. No entiendo, pero si eso es lo que tu quieres de mi, te lo voy a dar. ¡Qué ejemplo para nosotros, hermanos! Yo quiero ser como Abraham. Yo no le he dado al Señor hasta la sangre. Yo no le he dado al Señor hasta la sangre. Y todavía hay mucho que yo se que el Señor quiere que yo le tengo que dar, y tu también.
We have a lot o things that God is expecting of us and we haven’t given it all, I assure you. As a matter of fact, I think constitutionally we are not able to give it all, because our brain, our humanity will not let us. We will never give God our all, I think, by definition because we’re not able to do that. We can only give God partially. But to what degree are we willing to give to the Lord. That’s the question. Abraham, really, I mean, he was crucified, he gave it all in his spirit. That’s all that God wants. For us to relinquish inside of us the sense of belonging this mind. He wants to, that membrane, He wants to just yank it away from us so that we can be free from attachments.
El Señor quiere que nosotros nos despeguemos de las cosas, que soltemos. Eso es todo lo que el quiere, que tu sueltes. Suelta desde adentro. Muere desde adentro para que no tengas que morir por afuera. Esa es la clave.
Señor ayúdanos, ayúdanos a morir.
Lord help us to die, help us to die to self.
Ayúdanos a morir a lo que más amamos y a la comodidad y las otras cosas.
Help us to lose our attachment to comfort, security, privacy, rest, dreams, money, time, all those things that are so precious to our carnal nature. Free us from that Lord.
Libértanos Señor de todo lo que amamos y déjanos transferir todo nuestro tesoro, esa perla de gran precio, déjanos venderlo todo para comprarla a ella en esta mañana Señor. Necesitamos tu ministración, padre. ¡Aleluya! Gracias Jesús. Gracias Jesús.
La viuda de Sarepta ( I Reyes 17)
TRANSCIRPT
Primer libro de los Reyes, Capítulo 17, dice la palabra del Señor acerca del profeta Elías:
“.... vino luego a él palabra de Jehová diciendo: “levántate, vete a Sarepta de Sidón y mora allí. He aquí yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente”. Entonces Elías se levantó y se fue a Sarepta y cuando llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña y él la llamó y le dijo: “Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso para que beba”, y yendo ella para traérsela él la volvió a llamar y le dijo: “Te ruego que me traigas un bocado de pan en tu mano”, y ella respondió: “Vive Jehová tu Dios que no tengo pan cocido, solamente un puñado de harina tengo en la tinaja y un poco de aceite en una vasija, y ahora recogía dos leños para entrar y prepararlo para mi y para mi hijo para que lo comamos y nos dejemos morir”. Elías le dijo: “No tengas temor, ve has como has dicho pero hazme a mi primero -digan todos “a mi primero”, eso suena bien Pentescotal hacerlos decir eso- hazme a mi primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza y tráemela y después harás para ti y para tu hijo porque Jehová, Dios de Israel, ha dicho así. La harina de la tinaja no escaseará ni el aceite de la vasija disminuirá hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra”. Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías y comió él y ella y su casa muchos días. Y la harina de la tinaja no escaseó ni el aceite de la vasija menguó conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías.” Bendiga el Señor su palabra a nosotros. Amen.
Bueno, para los que se unen a nosotros recientemente quizás no estuvieron ni el domingo pasado ni el ante pasado, estamos como decíamos en medio de un tiempo de reflexionar sobre el tema de la mayordomía, específicamente aplicándolo a nuestra campaña financiera que tenemos para levantar nuestro templo, que sabemos que el Señor nos ha llamado a hacerlo. Dios nos ha llamado a edificarle este templo que va a ser como en un sentido yo creo, la culminación de muchos años de nuestra iglesia estar construyendo.
Yo creo que desde que nosotros llegamos aquí hemos estado en construcción de algo. ¡Qué interesante Dios nos ha llamado a ser constructores! Y yo no creo que esto es coincidencia sino que eso es algo profético de nuestra iglesia porque uno de los pasajes que a mi más me gusta de todo el Antiguo Testamento y que yo creo que Dios nos lo dio hace años atrás, antes de ni siquiera venir aquí a Boston, es ese que dice que reedificarán las ruinas antiguas y levantarán los escombros de muchas generaciones. Y Dios nos ha llamado a ser una iglesia constructora, de hecho que cuando íbamos a hacer el logo de la iglesia una de las imágenes que se me vino a la mente..... ¿saben lo que es logo? Es el símbolo de la iglesia, que actualmente es un león así esquematizado. Cuando estábamos considerando ideas diferentes para el logo, el símbolo de nuestra iglesia, a mi se me ocurrió la idea de una grúa, una grúa en forma de cruz, no se si ustedes han visto estas grúas bien grandes que tienen como una pequeña, una leve sugerencia de cruz, y la idea era hacer una grúa en forma de cruz, que fuera como el símbolo de nuestra iglesia. Porque fíjense nuestra iglesia ha estado, desde que estamos aquí, están construyendo el big dig y todas las carreteras y todas estas cosas, y estamos aquí nosotros.
Construimos primero, renovamos este edificio, luego estamos renovando el otro de acá y ahora vamos a construir un templo con la ayuda del Señor. Y yo creo que hay algo allí de que Dios nos ha llamado a ser una iglesia que siempre esté construyendo, reedificando cosas, renovando cosas, renovando la ciudad, y renovando vidas y ayudando a reconstruir vidas y esa es la obra de la iglesia: ser una reedificadora. Y nosotros somos parte de eso. Así que siempre hemos estado en algo de construir y yo creo que el Señor nos ha dicho de esa manera en una forma profética decirnos: ustedes son constructores, ustedes son reedificadores de ruinas, ustedes levantan cosas que la gente no ve el valor en ellas y las ponen otra vez a funcionar y a ser una fuente de bendición.
Y yo creo que ese es nuestro templo, cuando yo a veces leo sermones de años pasados, como en estos días, que estaba recolectando los sermones que tienen que ver con mayordomía, que yo he predicado a través de los años, y los tengo en diferentes lugares así según libros, etc., pude rescatar sermones cuyo bosquejo hice en el año ’95, ’94 cuando apenas nosotros estábamos comenzando a construir este lugar aquí. Me río a veces de mi inocencia porque en uno yo digo, cuando estamos comenzando a construir aquí, que espero que en 6 meses podamos tener el edificio hecho. Yo escribí allí: ¡jah!, puse allí en el sermón porque la verdad es que la inocencia a veces es una cosa triste. Nos tomó dos años y pico hacerlo y con mucho trabajo y mucho arduo esfuerzo y por mucho más dinero de lo que pensábamos, aunque siempre mucho menos de lo que hubiera costado hacerlo normalmente.
Pero una de las cosas que veo también cuando leo esos sermones es que yo hablo allí acerca de que Dios nos ha llamado a ser una iglesia y que animando a los hermanos a que trabajen y den para construir este edificio que va a ser de bendición a la ciudad de Boston, y hablo acerca de que Dios nos va a permitir establecer relaciones con la ciudad y con el gobierno de la ciudad, con otras iglesias y tantas cosas, hermanos, que yo digo: ¡guau gloria al Señor!, porque todo se ha cumplido. Y eso que lo estamos diciendo, ¿de dónde me salía eso? Yo no sé por que en realidad nada sugería que esa iglesita oscura, allí en Cambridge pudiera llegar a tener alguna de las relaciones y el impacto que Dios por su misericordia y para El la gloria, nos ha permitido tener en la ciudad de Boston y establecer las relaciones y yo se que todavía no hemos visto nada de lo que Dios va a hacer a través de ustedes, de esta congregación por medio de su santo espíritu en nosotros, y si seguimos fundamentados en la palabra del Señor y haciendo las cosas con humildad, como Dios quiere.
Pero verdaderamente uno no se imaginaba en ese tiempo que Dios iba a permitirnos ser constructores y edificadores junto con otras iglesias en la ciudad para bendecir a nuestra comunidad. Y estamos ahora en ese proceso de construir este edificio que yo espero que ya sea en realidad, nunca digas “de esta agua no beberé”, pero que sea lo último ya que Dios nos llame a hacer por un buen, buen tiempo. Y esto es la construcción, no de ladrillos como decimos, sino de una visión para la ciudad de Boston. Yo quiero animar a mis hermanos en estas semanas a reflexionar sobre lo que Dios te está llamando a ti a hacer. Cada uno de nosotros es uno de esos ladrillos de ese edificio. Dentro de ti hay quizás uno y quizás muchos más ladrillos, para construir nuestro edificio. Tienes que verte así, cada uno de nosotros, y hablo aquí sobre todo a los hermanos que se identifican con esta congregación, si tu nos visitas o todavía no estás en esa onda, no te sientas aludido, respetamos donde tu estás en tu jornada espiritual, pero yo creo que a los que están más maduros en el Señor, se identifican con nuestra iglesia, son miembros o aman a nuestra congregación y se alimentan aquí, yo les animo a no quedarse cortos en esta gran empresa que Dios nos permite que es construirle al Señor un templo que nos permita hacer de más bendición todavía a la ciudad y para ese proceso estamos estos domingos hablando acerca de la mayordomía. Yo espero a través de estas enseñanzas, edificar en nosotros una postura de fe, de fe, de generosidad para con el Señor, aumentar nuestra visión para ver todo lo que Dios quiere que nosotros hagamos porque si usted mira en la Escritura que Dios tiene un gran proyecto escoge hombres y mujeres.
El primer proyecto de construcción que hay en la Biblia fue la construcción del Tabernáculo, cuando el pueblo hebreo estaba en el desierto. Y fíjense que aunque Dios envió maná del cielo para que comieran los hebreos, y no permitió que sus zapatos envejecieran y su ropa se deshiciera sobre ellos, sin embargo para la construcción de su tabernáculo, Dios no hizo descender del cielo un tabernáculo hecho, sino que mandó al pueblo a dar, y diferentes personas trajeron diferentes cosas. Unos trajeron telas, otros trajeron metales, algunos contribuyeron sus destrezas de artesanía, otros trajeron madera y diferentes cosas para la construcción del templo. Dios usó a su pueblo y usó a Moisés para impartirle la visión al pueblo de un tabernáculo, y de ahí otros procesos de construcción que hay en la Escritura, como por ejemplo el templo salomónico, y los otros templos que fueron reedificados después de la destrucción del primer templo. Los muros de Jerusalén a través de Neemías y tantas otras cosas, de obras de construcción, siempre vemos que están precedidas, es decir antes de la construcción siempre hay un llamado al pueblo a darle al Señor para hacer posible esa obra, porque al Señor le gusta construir en cooperación con sus hijos. Y nosotros cuando recibimos esos llamados, decimos: amen, Señor, yo estoy presente. Yo quiero ser parte de eso.
Ustedes recuerdan..... lo que estoy poniendo allí en el corazón de mis hermanos, que Dios nos permita tener 200 personas o familias, o unidades familiares, 200 individuos u hogares que se comprometan en dos años, 24 meses a darle al Señor para la construcción de nuestro templo 5000 dólares, que son como 50 dólares por semana, por dos años. Yo se que eso solamente en capuchinos algunos de ustedes lo consumen cada semana. Si usted solamente deja de tomarse esos capuchinos que lo que va a hacerle es engordarle de todas maneras, y ponerle los dientes amarillos, déselos al Señor para que usted vea un gran templo edificado para gloria de Dios. Hay tantas cosas que podemos hacer hermanos, que en realidad si miramos a ver, no son de vida o muerte, y si nosotros decimos: yo voy a eximirme un poquito de aquí y de allí, mire va a salir bendecido usted. Esos trajes viejos que están allí que no se los puede poner hace 5 años, de momento le van a servir y tantas otras cosas, porque usted habrá encontrado una manera creativa de darle al Señor. Así que esa es nuestra petición.
Ahora, nosotros queremos que todo el mundo pueda dar y esa es la segunda meta que Dios ha puesto en nuestro corazón que todo el mundo que se identifica con la congregación León de Judá pueda darle al Señor algo. Si el Señor no le ha dado esa posibilidad o esa fe para dar de esa manera, no se sienta mal, no se sienta aludido y despreciado porque esa no es la idea. Usted puede darle al Señor algo. Todos podemos venir ante el Señor con algo en nuestras manos, así que pídale al espíritu santo que le ilumine, entonces acerca de cómo usted puede darle al Señor, y en qué forma y en qué grado y entonces allí usted con su Señor, nadie debe juzgarle a usted por eso, sino todo lo contrario, el Señor bendice lo que sale del corazón. La Biblia dice que no demos al Señor por obligación o por culpabilidad, sino que con alegría. Así que dele al Señor lo que usted pueda darle con alegría y otro quizás con dolor. Está bien, no hay problema en darle al Señor con dolor también. Eso es importante también.
Y lo tercero, el tercer punto, y con esto ya termino lo prelimar, porque es que estoy poniendo en contexto lo que estamos predicando, es que quizás hay personas, quizás haya personas en esta congregación y yo se que las hay, que podrán dar más de 5000 dólares en dos años, y quizás Dios le ha bendecido a usted en alguna forma o le va a bendecir de alguna manera y quizás Dios ponga allí que yo quiero honrar al Señor con algo más allá de esos 5000 dólares. Si Dios pone eso en su corazón yo le aseguro que no lo vamos a resistir. Bendiga al Señor y bendiga a su pueblo de esa manera. Así que si alguno siente del Señor de dar más de esos 5000 dólares, por favor les animamos a pensar también en eso y pedirle al Señor que le ilumine con respecto a eso.
Hay tienen ustedes lo preliminar. Ahora vamos a la palabra del Señor. Primera de Reyes 17. La Biblia está llena, hermanos, de referencias a este principio de dar. Ahora que yo he estado haciendo una lista de textos desde los cuales predicar en estos domingos, porque quiero verdaderamente bendecir su vida y enseñarles principios para la provisión de su vida, para vivir una vida próspera en todas la áreas de la vida. He encontrado decenas de textos porque la Biblia habla continuamente acerca de este concepto de dar y recibir, de cómo tenemos un Dios que quiere bendecir a su pueblo, pero un Dios también que ha establecido ciertas leyes, ciertos principios, ciertas formas en que nosotros podemos desencadenar su bendición para nuestra vida. Y esos textos están en todas partes. Y de hecho les digo, hermanos que este texto que vamos a estudiar aquí en esta mañana, no es solamente con respecto a recibir comida, alimento o dinero, yo creo que se refiere a cualquier milagro, cualquier intervención divina que tu quieras recibir en tu vida. Puede ser la solución a un problema familiar, a un problema emocional, a una atadura mental que hay en tu vida, a una herida emocional que hay en ti, un problema con un hijo o lo que sea, problema de provisión material, vivienda, dinero, trabajo, estudios, esto se aplica a todas esas dimensiones de la vida. Lo que uno necesita recibir para tener una vida prospera y bendecida, cómo ha Dios establecido principios espirituales para poder desencadenar su bendición. Porque si usted mira Dios es un Dios de orden, y Dios ha establecido principios físicos que los científicos al descubrirlos les permiten operar sobre la realidad y levantar aviones de toneladas que pueden viajar por los aires, meter submarinos en le fondo del mar que pueden viajar por el fondo del mar, carros que corren por la superficie de la tierra, rayos láser que operan sobre algo tan delicado como la pupila de un ojo, porque los científicos han descubierto los principios físicos que Dios ha enterrado en la naturaleza y al descubrir esos principios y ponerlos en operación pueden sacar ventaja de ellos.
Yo sostengo que lo mismo es cierto para los principios espirituales. Dios ha establecido principios espirituales y ha dado un mapa para descubrirlos, los cuales se llama su palabra. Al nosotros poner en práctica esos principios de su palabra podemos, como los científicos en el mundo físico, recibir bendiciones también en el mundo espiritual. Y aquí por ejemplo tenemos uno de esos mapas pequeños, en este texto tan rico que es el texto de la viuda de Sarepta y dice aquí que Dios llamó a Elías a apartarse por un tiempo de Acab y Jezabel, esos reyes malignos que querían matarlo, porque a través de Elías Dios había dicho que no llovería sobre Israel hasta que Elías no diera la palabra, y entonces Dios le pidió a Elías que se escondiera por el tiempo que fuera necesario. Y Elías se escondió en el arroyo de Cherit , ustedes saben la historia, y allí Dios le proveyó a su profeta durante muchos días pan y carne a través de cuervos, y agua a través de un arroyo. Un día, dice la Biblia, que el arroyo se secó y no había más agua porque había sequía en la tierra y entonces Dios le dijo a Elías: ok, Elías ahora vete de aquí, y ahí comienza nuestro texto y ve a Sarepta de Sidón, era una tierra no judía, un pueblo que no era hebreo, vete allí a esa ciudad y allí, dice el Señor, Yo he dado orden, mire eso, yo he dado orden a una mujer viuda que te de de comer, que te sustente, que te mantenga por el tiempo que sea necesario.
Ahí ya yo veo algo, hermanos, es esto: que Dios es un Dios proveedor de sus siervos, de sus hijos. Toda enseñanza de mayordomía primero dice que Dios es el dueño de todo lo existente, como vimos el domingo pasado, pero otro principio de la mayordomía es que Dios es proveedor de aquellos que lo honran y le temen. Y no importa cuanta carencia haya en una tierra, hermanos, Dios es poderoso para proveerle a los suyos. Yo se que hay personas que aman al Señor que padecen miseria en otros países de la vida, pero por experiencia propia de mi familia yo aprendí una cosa y es que cuando Dios llega a una casa, las circunstancias financieras negativas cambian y comienza la bendición. Yo lo puedo decir porque cuando mi mamá conoció al Señor Jesucristo hace muchos años en la República Dominicana, nuestra familia, sus circunstancias financieras eran muy adversas, pero yo recuerdo en mi mente de niño pequeñito que cuando mi mama conoció al Señor algo cambió en nuestra vida y Dios comenzó a proveernos de una manera preciosa. Y yo podría explicarles pero eso no es el punto, el punto es que cuando Cristo entra a la vida de una familia comienzan los procesos de bendición y de prosperidad, si esa familia es fiel al Señor y si usa los principios de la fe.
Eso está en la Escritura, eso no se dice para manipular, no. Yo veo eso en todas las páginas de la Escritura que Dios provee. La Biblia dice, por ejemplo, “joven fui y he envejecido y no he visto justo desamparado ni su descendencia que mendigue pan”. Yo creo que si Dios me tira en la luna, allá yo se que yo conseguiría un árbol de algo para comer, si fuera necesario, porque ese texto está allí y alcanza hasta la luna misma. “No he visto justo desamparado ni su descendencia que mendigue pan”. Ahora, podríamos nosotros creer eso, hermanos. ¡Qué difícil es ajustar la mente a las promesas de Dios! Pero Dios es un Dios proveedor, de hecho, uno de los nombres que se le da a Jehová en la Biblia, ¿cuál es? Jehová Giré, que en hebreo quiere decir Jehová es mi proveedor. La esencia misma del carácter de Dios es proveer a sus hijos por eso les proveyó a los hebreos maná en el desierto, les proveyó agua de una roca, les proveyó vestido y zapato y les proveyó su poder, y les proveyó la nube de humo en el día para que los guiara y la columna de fuego en la noche. Óiganme, ni Mapquest tenía un servicio tan bueno como esa nube y esa columna de fuego, era un mapa a través del cual Dios le guiaba a sus hijos a donde tenían que ir, porque Dios es un Dios proveedor en todas las dimensiones de la vida, si nosotros lo creemos. Le proveyó a su siervo Elías, cuando se le acabó el agua dijo: ahora ve, yo tengo otra opción para ti. Siempre hay una opción.
Yo he descubierto eso, hermanos, en la vida. Mi lema es siempre hay una solución. ¿saben qué lo que yo practico en mi vida? y cuando hay.... puede ser una cosa sencillita, pequeña pero mi lema: siempre hay una salida, siempre hay una solución a cualquier problema, porque Dios es la solución a cualquier problema de la vida. Dios es la puerta que se abre cuando todo parece oscuro y no hay nada que la razón sugiera de soluciones, Dios puede proveer en nuestra vida, si creemos, si confiamos en el Señor. Imagínese, usó cuervos para proveerle a su siervo y ahora usa.... fíjese es interesante que a través de la Escritura nosotros vemos algo que Dios usa muchas veces algo que parece que no puede proveer para proveer. Fíjese proveyó agua, ¿de qué? De una peña. Proveyó comida en la alimentación de los 5000 ¿de parte de quién? De un niñito con cinco panes dos peces por allí. Dios siempre.... le gusta proveer a través de cosas aparentemente áridas y estériles. Aquí provee a través de una viuda que ni seguro social, la pobre estaba cogiendo. No había welfare en esos tiempos, no había seguro social, ni cupones, nada, hermanos, ni tarjetas de crédito que uno pudiera por lo menos dar un tarjetazo y decir: ya veré como salgo de esa después. Nada, esta mujer estaba desprovista y al Señor le gusta proveer a través de formas inesperadas.
¿Cuántos han recibido algo en la vida a través de una forma inesperada o de alguien que no parecía que podía serle de una fuente de solución? Porque a Dios le encanta, porque Dios es un Dios..... El tiene un sentido del humor, yo creo. Inclusive El lo hace así para que sea evidente que es su gloria, que no es el hombre sino es El quien verdaderamente en última instancia provee. Y Dios le dice a Elías: yo he dado la orden para que esta mujer te alimente. Ahora, lo hace a través de un proceso complejo y zigzagueante, porque cuando Elías llega allá, a Sarepta, yo creo que él esperaba que lo iba a encontrar una mujer con un abrigo de mink, en una limosina, una viuda rica que quizás hasta se iba a casar con él si le iba bien, o algo por el estilo. Pero cuando llega a Sarepta, fíjese Dios dice: Yo he dado orden, y cuando él llega allí lo primero que ve es una mujer toda deshecha y deprimida porque está llegando a lo último de su vida, y ya lo que le queda es un puñadito de harina y unas cuantas gotitas de aceite para hacer un pankake sin leche ni siquiera. Y esta viuda para peor la situación, ni siquiera sabe quién es Elías y que Dios te dijo, ¿qué? Tu estás loco, muchacho, vete a un psiquiatra. ¿qué te diera yo comida? Pero, si esto es lo último que a mí me queda, me lo voy a comer con mi hijo ya para echarme a morir. ¡Qué interesante!
Hermanos ahí está la cosa, usted ve. Dios da declaraciones en el espíritu que luego tienen que realizarse en el mundo del tiempo y del espacio. Y a nosotros nos toca ser participes muchas veces de los milagros. Dios a veces declara cosas en el ámbito espiritual y a través de su boca que en la realidad externa no parece que nada concuerda con lo que Dios ha dicho y ahí es donde nosotros, muchas veces somos los protagonistas de la segunda parte del drama, porque Dios ha declarado su principio espiritual, pero entonces ahora nos toca a nosotros desarrollar eso, y ser parte del milagro. Nosotros quisiéramos como que los principios de Dios fueran de ‘a’ a ‘b’ a ‘c’ a ‘z’, punto, recto, línea recta, pero Dios no obra así. Dios obra a través de procesos complejos como el que se da aquí. El ha dicho: esta mujer le va a proveer a mi profeta pero los detalles de ese proceso van a ser desarrollados por la interacción entre Elías y la viuda de Sarepta. Dios es un Dios así. Dios es un Dios economista. El dice: se va a hacer esto. Los detalles. Ustedes encárguense de eso, como hacen los grandes ejecutivos. ¡qué fuerte es el Señor!
Y a nosotros entonces nos toca, dependiendo de nuestra fe, ¿ve? Dios al decir que esta viuda le provea a mi profeta ya ha declarado un principio que está reverberando en los aires espirituales, pero ahora entra en acción la fe del profeta y la fe de la viuda y el diálogo que se da entre ellos. Así es, hermanos, muchas veces Dios te ha dicho a ti en tu vida: ese sueño que tu tienes, Yo he declarado que se cumpla. Ese proyecto económico, financiero que tu tienes, Yo he declarado que tenga éxito. Ese deseo que usted tiene de estudiar y de llegar a ser una mujer profesional, aunque tienes 40 años y tres hijos y el resto del tiempo te lo pasas lavando platos, y limpiando la casa, Yo he dado orden para que tu llegues a tomar una maestría. O que aprendas a hablar inglés. O que tengas tu casa un día. Dios ha dado la palabra, ¿usted ve? Pero ahora nos toca a nosotros un proceso de fe para que eso que Dios ha declarado en los aires se realice. Y ahí es donde muchos de nosotros fallamos muchas veces. No le creemos a Dios o porque el proceso se hace un poquito difícil en el camino y no nos va bien, la primera vez que tratamos ya nos echamos a morir y decimos: Olvídate, Dios no es fiel, Dios no cumple lo que promete. Y entonces nos lamemos las heridas por el resto de nuestra vida y llamamos a Dios infiel, cuando era que Dios quería que diéramos un poquito más de esfuerzo y que aprendiéramos, que sacáramos algo de ello.
¿Usted ve? Aquí a Dios no le interesa solamente que esta viuda le de de comer a su profeta y le llene el estómago de pan y de agua. No, Dios quiere algo más. Dios quiere que el profeta aprenda ciertas cosas y que la viuda también aprenda ciertas cosas de fe y del espíritu y que ella también sea bendecida con toda su casa. Porque cuando Dios obra, muchas veces sus procesos arrastran no solamente a nosotros sino a otros que están alrededor de nosotros. Y si nosotros actuamos en fe, somos bendecidos nosotros y otros también que son testigos del proceso de fe que nosotros estamos viviendo. ¡Qué precioso es el Señor! ¿verdad? ¡Qué compleja es la forma de Dios operar! El quería desarrollar un drama entre Elías y esta viuda.
Pero no nos olvidemos de eso, hermanos. El principio aquí que yo veo importante es que Dios está proveyendo. Dios ha dado una orden: mi profeta no puede pasar hambre. Mi profeta tiene que ser bendecido. Aunque otros están pasando hambre por su maldad y su falta de fe, yo quiero que mi profeta sea bendecido. Y esto hermanos, aquí hay otro principio bien importante: cuando nosotros le damos al Señor siempre tenemos que darle al Señor desde una postura de confianza y de fe de que El es nuestro proveedor. El trasfondo mental de nuestra acción de fe siempre debe ser Dios es poderoso y fiel para proveerme. ¿usted ve?
Mire que cada vez que Dios llama a la gente a dar, hay algo como que le dice: no temas o le dice: no te preocupes, yo te voy a dar. Mire por ejemplo Lucas, Capítulo 12, porque estos principios están en todas partes, no solamente en Antiguo Testamento. Lucas 12:32, dice: “no temáis” –digan conmigo, hermanos “no temáis”, otra vez “no temáis”- manada pequeña porque a vuestro padre le ha placido daros el reino”.
Mire la promesa allí. El dice, gente de León de Judá no teman, no se preocupen, ustedes no os afanéis por el día de mañana. No anden con esa ansiedad en sus vidas y esa idea de que su vida es algo frágil que en el día menos pensado va a perder su trabajo, lo van a botar de la casa, se va a enfermar, le va a faltar el dinero para pagar el agua o la luz. El Señor dice: no temas, yo soy tu proveedor. No temas, manada pequeña, porque a tu papá le ha dado la gana de darte el reino completo, todo. Dios te ha prometido todo. Yo vivo como que la tierra es mía, porque es de mi padre que me ama, y yo trato de vivir de esa manera, de esa confianza de que Dios es mi proveedor. El ha dejado esos textos ahí en la Escritura, de Elías y de otros para enseñar que El puede hacer lo mismo conmigo.
Y entonces miren lo que continúa, a vuestro padre le ha placido daros el reino, dice: “vended lo que poseéis y dad limosna. Haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega ni polilla destruye”. Usted ve, primero él establece un trasfondo de provisión y de promesa y de fe. No temáis. A mi me ha placido entregarles el reino, y ahora miren la consecuencia de eso. Por lo tanto, vendan lo que tienen, denle limosna a los pobres, sean generosos, porque ustedes tienen una línea, tienen una cuenta de crédito ilimitada, es como los bancos le dan una tarjeta a alguien, dice: límite, 100.000 dólares.
Hermanos nosotros tenemos una línea de crédito en el reino de los cielos y Dios dice por lo tanto atrévete a ser generoso aquí en la vida. Da. En todo lo que tu puedas, ayuda al pobre. Ayuda a la gente necesitada. Da de tu tiempo generosamente, da de tus energías. A mi me gustan los cristianos enérgicos, hermanos. La gente aplatanada, como dicen los caribeños, no son santos de mi devoción, porque yo creo que Dios quiere gente con un exceso de energía porque sabe que de esa energía hay mucha más que tiene Dios. Dios es poder y cuando tu das al Señor..... mira, no te va a faltar. Créelo. Esfuérzate y se valiente, dice el Señor, porque Yo estaré contigo donde quiera que tu vayas. En otras palabras, lánzate, atrévete, has cosas, emprende cosas, porque Yo estoy contigo. Y de donde tu diste hay más para que tu recibas más todavía.
Lo que pasa es que nosotros no le creemos a Dios y somos conservadores con nuestra energía, con nuestro tiempo, con nuestro dinero, con nuestras posesiones, y siempre estamos contando como miserables las moneditas que tenemos.... y Dios dice: no seas tacaño. Da. Porque a mi me ha dado la gana de darte el reino. Atrévete en el nombre del Señor. Muchas veces tantas oportunidades que hay, hermanos para nosotros servir a alguien o darle a alguien y no nos atrevemos porque estamos pensando,.... Alguien nos llama deprimido y nos dice: me voy a pegar un tiro, hermano, estoy deprimido aquí. Dice: bueno, si hermano, por favor hablemos otro día porque yo tengo que irme a dormir, estoy cansado y tengo que levantarme a las 5 de la mañana. En vez de decir: bueno, voy a consolar a este hermano, le voy a hablar porque aunque tengo sueño y pierda una hora y media de sueño, pero el Señor me lo repondrá mañana por la madrugada.
Entonces estamos siempre pensando en el temor, lo que no tenemos, en vez de pensar en el Dios que ha dicho: yo tengo más de donde salió eso. Hay más, hay un tesoro ilimitado. Atrévete. Da de tu energía, da de tu tiempo, da de tus talentos, invierte en mi reino porque Yo no tengo límites en lo que te puedo dar.
Y por eso muchos de nosotros, hermanos, vivimos vidas mediocres y vidas limitadas, donde la provisión de Dios no nos llega y es porque tenemos unos cablecitos bien finititos por donde solamente puede pasar un poquitito de la bendición de d. Yo he aprendido que mientras yo más doy, Dios más me da. Mientras más generoso yo soy en el Señor, más generoso es Dios conmigo. Por eso es que Dios dice: no te preocupes, da.
Mire cómo le dice Elías a la viuda. Mire aquí la mentalidad del hombre y la mentalidad de Dios. Elías manda a la viuda a buscarle un poquito de agua. Esa es la cascarita para que ella resbale. “Busca un poquito de agua”. Y ella, parece que tenía bastante agua, “claro que si, no hay problema”. Y después como quien no quiere la cosa dice: “ah, y por favor si me puedes traer una tortita hecha con ese harina y ese aceite”. Dice: “ah, no ahí si que no, no te puedo ayudar. Ahí si que no se va a poder, como decía un señor que conocíamos nosotros cuando éramos chiquitos. No se va a poder”. ¿Por qué? Porque ella dice, lo único que tengo es un poquito de harina y un poquito de aceite y eso está reservado para mi y para mi hijo y ya pensamos con eso nos echamos a morir porque no hay más nada. No digas más me (34:41) que no hay más yerba, como dicen los dominicanos. Fíjese ella está pensando en su limitación. Ella no ha escuchado la palabra del Dios proveedor. Ella no conoce al Dios proveedor que Elías conoce. Entonces ella solamente está pensando en sus limitaciones. Ella está pensando en lo que no tiene. Ella está operando, en lo que yo llamo, la mentalidad de carencia. Los cristianos podemos operar de dos zonas: la zona de carencia o la zona de abundancia y provisión. El cristiano carnal, racional solamente opera pensando en que si yo doy al Señor me va a faltar. Si yo saco de mi cuenta ese dinero que no voy a tener para pagar los biles o para completar el proyecto que yo tenía, o lo que sea. Ve, uno piensa con la mentalidad de carencia, y eso se ve en toda la Escritura.
Por ejemplo cuando Caleb y Josué y los otros 10 espías regresan de la tierra prometida, los diez espías incrédulos le dicen pueblo hebreo que lo habían mandado: miren, señores, ni se molesten en ir a Canaan. Eso está lleno allí de una gente que miden 6, 8 y 7 pies y tienen unos molleros que ni Arnold Swarzenneger y tienen unos carros y lanzas de metal y caballos gigantes y nosotros al mirar esa gente tan alta nos veíamos como energúmenos, como langostas, dice, como cositas chiquititas. Esa es la mentalidad de carencia. Es la mentalidad que solo ve las limitaciones en la vida. Es la mentalidad de la persona que solo piensa, bueno, pero en mi familia nunca ha habido nadie que tenga dinero. No ha habido ningún profesional. Qué es eso de que yo dijo: comprar mi casa o yo ir a la universidad. No es posible. Porque está pensando de la carencia.
Es la idea cuando el Señor te dice dame a mi primero, como le dice Elías a ella, atrévete a honrarme con tu diezmo. Atrévete a honrarme con una promesa y yo te prometo que no te va a faltar. Pero la persona dice: bueno, pero esos serán otros allí porque ese gana 50.000 al año, pero yo solamente gano 24 ó 20 ó 18. Yo no puedo hacerlo. Porque uno está pensando en la limitación, uno está pensando según la carne. Uno está pensando según la razón. Como esta mujer solo pensó, me queda solo un puñadito de harina, un poquito de aceite, y ya me voy a morir, y de dónde le voy a dar yo a este hombre lo que a mi me toca. ¿usted ve? Esa es la mentalidad de carencia. La mentalidad de carencia la vemos a través de toda la Escritura.
Los discípulos cuando el Señor les dice: Denle ustedes de comer a toda la multitud. Ellos dicen: ¿que le demos nosotros de comer a toda esta gente? Mire si tuviéramos 20.000 dólares no podríamos comprar pan, y es más si tuviéramos el dinero dónde íbamos a comprar, si por aquí no hay una panadería en todos los alrededores. La mentalidad de carencia. Pero el Señor que conoce al Dios proveedor, les dice: vayan por allí, pónganse a buscar y miren a ver qué encuentran. Cinco panes, dos peces. Vengan acá, los bendice, ora por ellos, y come toda la multitud y sobran 12 cestas llenas de panes y de peces. ¿Por qué? Porque el Señor quería darles una lección: no vivan conforme a la mentalidad de carencia. Vivan conforme a la mentalidad de fe.
Hermanos, hay una cosa, que cuando tu vives conforme a una mentalidad de fe y de posibilidades, tu vida se convierte en algo magnético hacia la bendición y hacia la prosperidad y hacia las oportunidades. Hermanos, yo trato en todo lo posible de cultivar una mentalidad de posibilidades y yo he descubierto que secretamente es como que hay un magnetismo que atrae las posibilidades, atrae las bendiciones. Yo quisiera tener tiempo para darles ejemplos de esto, pero miren, uno solo aunque el tiempo se nos va, pero estas cosas son importantes.
Ese edificio hacía años que Dios había puesto en mi corazón construir ese edificio y yo quería comenzar mucho antes de que se complicara el vecindario con todos los condominios que se han mudado aquí, porque yo sabía que iba a ser mucho más difícil el proceso del vecindario. Sin embargo había tantas trabas legales y tantas dificultades en el proceso, que yo sabía que iban a venir, que yo me acobardé durante mucho tiempo y esperé y esperé y esperé. Porque no me atrevía a meterle mano, parecía imposible. Yo me acuerdo un día en que Meche y yo en la cocina de casa, yo le dije a Meche: Meche, si ese proyecto un día tu ves que se da y tu ves que nos aprueba la ciudad el que hagamos ese edificio, di que tu has visto un milagro. Ella misma estuvo de acuerdo en que así era. Porque había cosas allí, imposibilidades que ni siquiera surgieron, que nos hubieran podido impedir que ese edificio siguiera, si ellos hubieran sabido cosas que podían usar. Y sin embargo un día yo dijo: Señor, si esto es de ti, lo único que yo puedo hacer es comenzar a caminar en fe. Y si esto es de ti tu vas a resolver los problemas y tu vas a tumbar a los gigantes y eso se va a dar, y la ciudad nos va a dar el permiso. Y saben, yo comencé a orar y decidí en mi mente que, ok vamos a emprender eso.
Un día invitaron al grupo de alabanza, ellos recuerdan, el grupo de alabanza a la iglesia de Roxbury Presbiterian Church para que tocara allá en una reunión de varias iglesias de oración y adoración y eso fue unos pocos días después que yo decidí. Y le dije al Señor: Señor, lo primero que yo necesito es un arquitecto, alguien que nos haga estos planos por un precio bien bajo y ser una persona lo mejor que hay en la ciudad de Boston. ¿Y saben qué? Ese día domingo después del servicio cansado yo y agotado después de las reuniones aquí en la iglesia, llego allí cuando ya comenzaba el servicio, nuestro grupo estaba tocando y cuando voy caminando hacia el asiento que encontré, detrás del asiento donde yo me iba a sentar estaba Glenn Knowles, un arquitecto cristiano que yo había conocido años atrás en Cambridge, en la iglesia norteamericana que compartía el edificio con nosotros. Y Glenn Knowles es graduado de Harvard y trabaja para una de las mejores compañías de arquitectura de aquí, de la ciudad de Boston, un hombre ilustre en la arquitectura y con corazón de servicio al Señor y cuando yo lo vi, en mi corazón yo dije: este es mi hombre, este el hombre que Dios ha puesto allí para hacer este trabajo. Comencé a hablarle y acordamos reunirnos y el resto es historia. Ahí están los diseños que nos salieron por una fracción del costo de lo que salen normalmente ese tipo de cosas. Al Señor la gloria.
Y este hombre a través del proceso fue mi abogado, mi arquitecto y mi compañero de batalla. Cada vez que nos metíamos en la boca del león con un grupo del vecindario o de la ciudad porque el Señor cuando provee, provee en grande. Pero, se requirió que yo dejara mi mentalidad de dificultades y de obstáculos y la cambiara a una mentalidad de posibilidad, y que me atreviera a dar los primeros pasos de fe. Cuando usted comienza a caminar en el nombre del Señor el río se abre delante de usted, porque eso es lo que Dios está esperando. Un mover de fe. El está esperando que nos atrevamos, que rompamos la mentalidad esta de limitaciones y de imposibilidades y de que nunca se hizo antes esto, que nadie en mi familia, o que yo no tengo, no puedo, no se, y que usted diga: todo lo puedo en Cristo que me fortalece, como dice el Apóstol Pablo.
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Y tu puedes romper todas las cadenas que el diablo pone en tu mente y en tu vida y en tu circunstancias, todo está en que tu le creas al Señor y que te atrevas y que tengas lo que se llama una mentalidad de posibilidad. Y eso es lo que yo veo en Josué y Caleb. Dice la Biblia que había en ellos un espíritu diferente al de los otros. Y Caleb y Josué, cuando estos diez espías dijeron: esto es imposible, esta gente son inmensas, son demasiado grandes para nosotros, Josué y Caleb dijeron: No le teman a ellos, porque Dios los ha entregado a nosotros y lo vamos a comer como pan, dijo Josué y Caleb. Porque más grande es el que está en nosotros que el que está en el mundo. Yo creo que la gente que está en Cristo y que tiene su fe activa piensa en esa manera. El Dios que está dentro de mi es más grande que cualquier circunstancia. Yo voy a salir adelante sea como sea. Dios abrirá un camino. Ese coro (43:09) dice: sendas Dios hará donde piensas que no hay. Eso es verdadero para el que cree, hermanos. ¡Aleluya! Pero sabes que en el proceso muchas veces hay trabas porque ese es el Dios que tenemos.
Hace poco escuchamos una enseñanza de un escritor llamado Elbridge que habla del Dios desde los dramas y del Dios que hace dramas. A mi me encanta los dramas. Mi doctorado es en literatura, y yo amo los dramas, amo la trama de una novela o aún de un poema o de un cuento. A Dios le gustan los dramas y en los dramas, miren las comedias de televisión por ejemplo, el muchacho conoce a la muchacha, se enamoran, pero si se casaran enseguida la película tomaría 5 minutos, pero ¿qué pasa? No, viene una que el conocía hace 10 años y se pone a hablar con ella en la calle y la primera que se enamoró de él los ve hablando y ya piensa que él la ha dejado y se mete un lío allí tremendo, y los próximos 45 minutos se tratan de resolver ese problemita que comenzó para alargar la cosa y ahí estamos nosotros llorando con los Kleenex o comiendo pop corn a diestra y a siniestra, porque la trama se está poniendo sabrosa ¿no?, hasta que llega finalmente que se casan y viven felices para el resto de sus vidas ¿no?. Porque esa es la esencia, la trama es la complicación, eso es lo que hace un drama y Dios se le encanta, Dios es el novelista por excelencia.
Entonces Dios nos dice: yo te voy a bendecir, yo he dado la palabra para que tu seas bendecido, entonces tu le crees al Señor y ahí comienza un proceso que puede durar años, meses, semanas. Va a haber dificultades, gigantes a quienes les vas a tumbar la cabeza, mares que vas a atravesar, doncellas a quienes vas a salvar de gigantes terribles, pero llegarás a la meta porque Dios dijo: llegarás porque Yo lo he dicho.
Pasen a la otra orilla, dice el Señor Jesús. Mientras van hacia la otra orilla encuentran un mar bravo, una tormenta y el Señor allá en su trono orando, los ve y a medio de la noche camina hacia ellos y se monta en la barca y le dice a la tormenta: Cesa, calla. Y se calla la tormenta y llegan a la otra orilla porque el Señor dijo: llegarán a la otra orilla. Dios es complejo en sus procesos. Muchas veces nosotros nos dejamos intimidar por la complejidad de los procesos y nos acobardamos y entonces perdemos la oportunidad que Dios quiere darnos. Nunca te des por vencido porque el proceso se haga arduo en el camino. Di: no, lo que el Señor está haciendo es que me está enseñando cosas. El quiere bendecirme más allá de la meta pequeñita que yo tenia. Las metas del Señor siempre son mucho más amplias de lo que tu mente pequeñita puede concebir, mi hermano, mi hermana. A Dios le encantan los viajes, le encantan los procesos. La vida del cristiano es siempre lo mismo, lo que dice: vete de tu tierra y de tu parentela a una tierra que yo te he de enseñar. Ese es el proceso de fe en su esencia misma. Y cada vez que Dios te da un sueño, una palabra, una meta, una trama, lánzate en el nombre del Señor. Como Abraham pasarás sustos, cometerás errores, harás cosas que no pensabas que ibas a hacer, pero llegarás a la meta porque el Señor te dijo: Yo voy a estar contigo donde quiera que tu vayas.
Hermanos yo quisiera tener más tiempo para desarrollar todos estos temas. Quizás continuaremos el próximo domingo. Pero lo importante es que veamos aquí eso. Esta mujer es probada. Elías le dice: Ve y búscame a mi primero. Dice: dame a mi primero. Hay que darle al Señor primero.
Digan conmigo: hay que darle al Señor primero, primero. Cuando usted le da al Señor primero usted recibe. Elías le dice: dame a mi primero y después tu vas a tener para comer, no solamente hoy sino mañana y pasado mañana, y la semana que viene y el mes que viene hasta que vuelva otra vez a crecer pan en la tierra. Así es que Dios obra, usted se atreve en el nombre del Señor. Nada le garantiza que usted va a llegar, solamente la palabra de Dios. Las primicias es un concepto que está en la Escritura de Génesis hasta Apocalipsis. “Honra al Señor con tus primicias.” Dale al Señor primero.
Proverbios 3:9, “honra a Jehová con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos y serán llenos tus graneros con abundancia y tus lagares rebosarán de mosto”, dice el Señor. Tus graneros estarán abundantes y llenos, mi hermano, mi hermana. Pero honra al Señor con tus bienes, dale al Señor las primicias. No le des la rabandija (48:06), no le des la cola, no le des lo que te queda, no le des lo que te sobra, no le des cuando tu ya pagaste todo y sabes que todo está bien y todo está cubierto, entonces de lo que te queda tu le das al Señor. No, al Señor hay que darle primero, hay que sacarlo a El, lo de El primero.
Si tu tienes fe en que tu Dios provee, dale al El primero. Atrévete en el nombre del Señor. Yo no creo que tu vida está tan extrema como la de esta mujer, por eso es que Dios escoge los extremos también, para ilustrar sus principios claramente, en la pureza del tubo artificial que El construye. Esta mujer no tiene nada. No le queda nada. Está en los extremos de su vida. La mayoría de nosotros no está en esa posición extrema. Y ahí es donde el Señor le dice: dame, ahora, primero. Arriesga tu vida. Arriesga tu provisión,. Arriesga tu esperanza. Arriesga tus ilusiones. Ponlas sobre la mesa del sacrificio. Dame a mi primero, y entonces tu verás si yo soy Jehová, si yo soy fiel y si yo cumplo lo que prometo o no. O si yo tengo poder o no para bendecirte y abrirte el mar delante de ti. Honra al Señor con tus bienes. Ahí tiene un principio que es más preciso que los principios de la gravedad o de cualquier otro principio físico. El que honra al Señor primero, el que pone al Señor primero en su vida, el que ama al Señor de todo corazón con toda su mente, con todas sus fuerzas, el que no se preocupa por si mismo, sino se preocupa por la gloria del Dios. El que siempre que hay una necesidad dice: yo estoy presente porque yo tengo una línea de crédito directa a mi Padre. Y le da al Señor en cualquier situación, o da con generosidad en su vida en el nombre del Señor. Esa persona será prosperada, será bendecida y nunca le faltará nada. Escuche que se lo digo, escríbalo, ponga la fecha y póngalo a prueba y usted verá si Dios es fiel o no en su vida.
Vamos a ponernos de pie. Gloria al Señor. No dejes que esa palabra se escape de tu corazón porque yo creo que es palabra que Dios me ha dado en esta mañana para usted. Esos son principios de la Biblia, esos principios no están en el corazón del hombre. Esos principios son principios divinos. Si tu quieres compra ese cassette y escúchalo de nuevo porque es semilla de fe que Dios pone en tu vida. Dios quiere bendecirte. Dios quiere proveerte. Dios quiere sacarte de tu carencia. Dios quiere que tu tengas una vida amplia, una vida de logros, una vida exitosa. Pero hay principios espirituales y Dios te dice: toma riesgo, arriésgate. Si tu no te arriesgas no va a venir la bendición, dice el Señor. Siempre hay que arriesgarse. David se arriesgó cuando se tiró encima de Goliat, un energúmeno, un muchachito enano contra ese gran gigante. Nada más que unas piedras y una honda. ¿Qué le garantizaba a David que él iba a regresar sano? Nada. Si los grandes soldados no se atrevían a meterle mano a Goliat pero David arriesgó su vida porque amaba al Señor y amaba la gloria de Dios. El resto es historia.
Tu eres un David, tu eres una David. Tu puedes hacer cosas grandes en el Señor. Tu puedes vivir una vida próspera. Tu futuro, la curva de tu vida será ascendente. Tus hijos serán bendecidos. Tu llegarás a cosas que tu no te imaginas. Los mejores tiempos de tu vida están delante de ti pero tienes que creerle al Señor primeramente. Si tu te quedas en la zona de la limitación, en la zona de la carencia, en la zona de la timidez, en la zona de la pobreza, en la zona del no puedo, no se, no tengo, Dios no va a activar su palabra que El ha dado para bendecirte.
Todo creyente vive en la zona del logro, del éxito, de la posibilidad. Algunos no realizan eso porque se quedan solamente en potencialidades. No usan los principios de la Escritura y por lo tanto siempre su vida es pequeña, sus hijos son pequeños, su familia, su casa es pequeña. Pero si nosotros nos atrevemos, hermanos a vivir en la zona de la posibilidad, en Dios y nos atrevemos a arriesgar, a morir porque antes de toda resurrección tiene que haber muerte. Si no hay muerte, no hay bendición. Siempre cuando Dios quiere bendecirte, primero te mata. En alguna manera pequeña o grande pero te mata, te lo aseguro. Siempre tiene que haber crucifixión de la mente, de la razón, el yo, el orgullo, la autosuficiencia, lo que sea, pero algo Dios siempre te pide. Sacrifícame eso primero. Muérete y entonces Yo te voy a bendecir, te voy a levantar. Vas a ser mucho mayor de lo que eras cuando comenzaste.
Hermanos, quiera el Señor que nuestra mente sea revolucionada en este día por la palabra de Dios. Bajemos nuestra cabeza. Recibe en el nombre de Jesús, recibe en el nombre de Jesús la palabra de fe. Recibe en el nombre de Jesús, la palabra de posibilidad, vive tu vida, vive tu vida creyendo en el Dios de los milagros, en el Dios de la provisión, en el Dios fiel, el Dios que dice que toda la tierra es suya. El es dueño de todo y El quiere usar su poder a tu favor. Recibe la palabra de fe. Renuncia a la mentalidad pequeña. Ahora mismo di: renuncio a la mentalidad limitada, a la mentalidad del no puedo. Renuncio a la mentalidad de la pequeñez, de las limitaciones y abrazo el espíritu de la posibilidad en Cristo. Todo lo puedo. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. ¡Aleluya! Gracias Señor. Gracias Señor. Gracias Dios, te adoramos Señor.
Lucas 16:1
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Vamos al Evangelio según San Lucas, Capítulo 16, comenzando con el primer versículo. Lo voy a leer en español. Vamos directamente allí ahora. Capítulo 16, versículo 1: “... dijo también a sus discípulos, “había un hombre rico que tenía un mayordomo y éste, es decir el mayordomo, fue acusado ante él como disipador (es decir como haciendo mal uso de sus bienes) entonces el rico le llamó al mayordomo y le dijo: ¿Qué es esto que oigo acerca de ti? Da cuenta de tu mayordomía porque ya no podrás más ser mayordomo. Entonces el mayordomo dijo para sí: ¿qué haré porque mi amo me quita la mayordomía? Cavar no puedo, mendigar me da vergüenza, ah! Ya sé lo que haré, para que cuando se me quite de la mayordomía me reciban en sus casas. Y llamando a cada uno de los deudores de su amo, dijo al primero: ¿cuánto debes a mi amo? El dijo: “cien barriles de aceite”, y le dijo: “toma tu cuenta, siéntate pronto y escribe 50”. Después dijo a otro: “¿y tu cuánto debes?”, y él dijo: “100 medidas de trigo”. El le dijo: “toma tu cuenta y escribe 80”. Y alabó el amo al mayordomo malo por haber hecho sagazmente porque los hijos de este siglo son más sagaces en el trato con sus semejantes que los hijos de la luz. Y yo os digo ganad amigos por medio de las riquezas injustas para que cuando éstas falten os reciban en las moradas eternas. El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel. Y el que en lo muy poco es injusto también en lo más es injusto, pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero? Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro? Ningún siervo puede servir a dos señores porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas”. Bendiga el Señor su santa palabra. De sabiduría para exponerla.
La última vez que prediqué inicié casi informalmente una serie de mensajes sobre el concepto de mayordomía. Voy a continuar con esto como parte de lo que va a ser una especie de campaña financiera hacia levantar los fondos para nuestro templo. Lo que queremos por medio de esta campaña financiera, no es solamente obtener un dinero de parte de ustedes, y de nosotros también, porque yo también soy parte de eso, todos los líderes de esta iglesia son parte este proceso. Queremos también enriquecer sus vidas, nuestras vidas con una reflexión acerca de lo que es la mayordomía cristiana, lo que es la administración correcta de los bienes que el Señor pone en nuestras manos.
Queremos poner esto en su contexto bíblico adecuado, no queremos manipular a las personas. No queremos explotar a nadie ni queremos usar las emociones, ni el sentido de culpabilidad. Queremos hacer esto en una forma verdaderamente bíblica. La palabra de Dios tiene muchos, muchos temas en esa dirección.
Sabe que se ha dicho que el Señor Jesús habló más de dinero que de cualquier otra cosa en sus enseñanzas y El lo hizo de muchas diferentes maneras. El Señor no tenía miedo de hablar acerca del dinero. Pero El siempre habló del dinero en relación al Reino de Dios. Y siempre buscó hacer esa conexión entre nuestra identidad como pertenecientes a un reino ultra mundo y nuestra relación con nuestras posesiones y nuestra vida aquí en la tierra. El Señor siempre habló acerca de eso en muchas maneras y alabó a las personas que daban en una forma generosa al Reino de Dios. Recuerden por ejemplo la historia de la viuda pobre que dio todo lo que tenía. Algunos esperarían como que el Señor hubiera quizás hasta visto como inapropiado que esa pobre mujer diera todo lo para tenía, pero el Señor no la criticó sino que dijo: hey, miren ese es el nivel de entrega que debe haber hacia el Reino de Dios. Y siempre que Dios quiere hacer algo en el mundo usa hombres y mujeres, El no obra unilateralmente. Al Señor siempre le gusta trabajar en unidad con su pueblo y en eso hay una enseñanza y es que Dios quiere tratarnos como adultos. El permite eso con un propósito. Nuestra iglesia tiene este gran sueño ahora, esta gran visión de levantar un templo para gloria de Dios. Un lugar donde puedan venir muchas almas a escuchar el Evangelio de Dios, un lugar donde nosotros podamos adorar al Señor cómodamente y con mucho más espacio y más libertad y más comodidades que lo que lo hacemos ahora, y el Señor ha sido generoso con nosotros aún aquí, lo sabemos. Y queremos que sea un lugar también que sea una declaración a la ciudad de que Dios está bendiciendo a su pueblo, de que Dios prospera a hombres y mujeres inmigrantes muchos de nosotros, como somos humildes, pero Dios nos está permitiendo porque hay pasión para el Reino de Dios y eso es un ejemplo para todo el mundo, para toda la comunidad.
Esta semana pasada salió un artículo escrito por un reportero que estuvo aquí visitándonos hace unas semanas, y yo estuve en comunicación con él por varios meses, y él escribe para un periódico local el “Boston Globe”, pero también escribe para Associated Press, para la prensa asociada que los artículos los publica en muchos diferentes periódicos de los EEUU. Y este reportero escribió acerca del avivamiento silencioso que está viendo en la ciudad de Boston, y usó nuestra iglesia como ilustración de ese avivamiento. Hay una foto muy bonita, de hecho, en ese artículo y hay muchos diferentes periódicos. En toda la nación nos han llamado para decir que leyeron ese artículo. Y el reportero vino precisamente el día que yo anuncié que la ciudad nos había dado el permiso para construir el templo. Y él escribe acerca de eso en su artículo como un ejemplo de cómo Dios está bendiciendo a esas congregaciones que están siendo fieles a la palabra de Dios a diferencia de muchas otras iglesias que están decayendo porque se están separando de la palabra de Dios. Dios esa manera el Evangelio ya estaba siendo predicado a personas que leyeron ese artículo por un hombre que su interés no era en absoluto promover una fidelidad a la palabra de Dios. El es simplemente un reportero que está reportando sobre un fenómeno.
Lo que quiero decir, hermanos es que muchas veces las cosas que uno hace no tienen resonancia solamente para unos sino también para otros, y yo creo que este edificio es una de esas cosas. Por eso es que nosotros tenemos una gran nube de testigos alrededor de nosotros. Hay mucha gente que está observando para ver el poder en nuestras vidas y para ver si nosotros verdaderamente somos fieles a lo que decimos, si la retórica se ajusta a la vivencia. Y por eso hermanos yo les animo a ver esta campaña financiera, no como un esfuerzo para sacar dinero, porque en última instancia eso es secundario. Es para llevarnos a un nuevo nivel de fidelidad en el Señor y para llevarnos también a una visión que va a permitir mucha gloria para el Señor que sea realizada.
Es más, antes de continuar yo quisiera que tomara un momentito para orar sobre esto, para poner esta campaña en las manos del Señor. Que sea un acto de adoración al Señor. Padre, ahora mismo ponemos en tus manos, Señor, esta campaña financiera y pedimos que sea para tu gloria. Que tu nombre sea glorificado, que los valores de tu reino, Señor, sean exaltados. Dame sabiduría, danos sabiduría como iglesia. Y Padre, ahora mismo yo pido que tu espíritu santo tome control de cada hombre, cada mujer en nuestra congregación y que seas Tu Señor hablando a los corazones. Corona este esfuerzo, Señor, con éxito, que al final de este proceso digamos: el Señor lo hizo. Padre, que así como pudimos darte gracias por el éxito que experimentamos con respecto a la ciudad de Boston y el esfuerzo que hicimos, así mismo, Señor, al final de esta campaña podamos darte la gloria y la honra a ti y decir: Dios lo hizo, y te daremos a ti Señor todo el éxito, todo el crédito, Padre. Gracias Señor en el nombre de Jesús, amen. Amen.
Ya voy a entrar directamente, pero quiero poner algo en su corazón hermanos. Mire, nosotros hemos considerado traer una compañía que como hacen muchas iglesias norteamericana sobretodo, y que nos guiara a través de esa campaña. Cuesta decenas y decenas de miles de dólares y ninguna está ajustada al contexto latino, a la cultura latina. Y después de considerar todo eso decidimos que no es adecuado para nosotros. Y ¿saben qué, hermanos? Yo creo que nosotros no lo necesitamos, porque yo creo, hermanos que tenemos una congregación comprometida. Yo creo que nosotros podemos hacerlo sin tener que darle 100.000 dólares ó 75.000 dólares a una compañía, nos quedamos con ese dinero nosotros, hermanos. 75.000 dólares es un elevador, por Dios. Nosotros podemos hacerlo. ¿Saben por qué a veces hay que gastar tanto dinero? Porque los corazones son duros. A veces es como que necesitamos una gran fuerza para que esa maquinaria de los corazones comience a moverse, que la gente pueda dar. Pero yo creo que cuando tenemos un pueblo tierno que conoce la palabra del Señor no hay que luchar tanto, no hay que pelear tanto y se hacen las cosas más orgánicamente, mas espontáneamente, sin tanto dolor.
Y el Señor me dio algo sencillo que voy a compartir con ustedes por primera vez así en términos públicos y no vamos a hacer nada acerca de eso por un buen tiempo, pero lo voy a poner allí para que el espíritu comience a trabajar en ustedes, como ya trabajó en mí. Yo creo, hermanos, sencillamente que hay dos partes de esta campaña:
Si nosotros logramos conseguir en una iglesia de más de mil personas como es esta, que se asocian con nuestra congregación en una manera u otra, si nosotros logramos que 200 personas se comprometan a dar en dos años, 24 meses, 5000 dólares, ahí tenemos un millón de dólares que es la meta de esta campaña y yo creo, hermanos, que para algo de esta naturaleza vale la pena. El primero ya que se comprometió con el Señor es este que está aquí, porque yo creo que las cosas comienzan por el liderazgo mayor. De paso este es un proyecto que nos va a costar como 4 millones de dólares, cuando haya terminado, porque tiene que hacerse a través de una compañía y tiene que hacerse rápido. Y a través de los años, hermanos, yo he visto que cuando uno le da al Señor generosamente, Dios bendice más allá de lo que esperamos. Y yo quiero dejar allí en su corazón, ahora mismo, depositar esa visión. Yo le pido al espíritu santo que comience a hablar en mis hermanos y que ustedes allí en su corazón sin afán, sin lucha ni nada, usted le pregunte al espíritu santo si usted puede ser una de esas 200 personas que puede en dos años, en 24 meses. Eso quiere decir, hermanos, si usted da 50 dólares semanalmente son 2500 dólares en un año y son para dos años, porque el proyecto nos va a tomar 2 años para completarlo. Es nuestra meta. Y eso es claro, por encima de los diezmos, porque si usted le saca.... porque si desviste un santo para vestir a otro entonces no tiene sentido.
Déjenme aclarar eso, quise incluir un poquito de liviandad para que respiren. Respiren así, hermanos. Respiren. Respiren. Yo se que la gente se pone un poco tensa cuando se habla de dinero, ¿no? Piensen en eso, deposito esa visión ahí en su corazón. Hermanos, usted yo creo no tendrá la oportunidad de participar en algo tan glorioso, no tendrá mucha oportunidad de participar en algo tan glorioso como en esta visión. Yo le doy gracias al Señor porque yo fui parte de este proyecto aquí, de ver este edificio y muchos de ustedes también lo fueron, dieron tiempo, dieron trabajo, dieron de sus dones. Yo miro aquí, y veo a muchos de ustedes como participaron para ver este lugar que ha traído tanta gloria al Señor. ¡Qué contentos nos sentimos de nuestro edificio! ¿verdad? Nosotros, comunidades étnicas que la gente piensa, son pobres, son miserables, son problemáticas, son disfuncionales, qué bueno es cambiar la mente de la gente cada vez que vienen a un edificio bonito, hermoso, bien preparado, bien arreglado y que vean la bendición que Dios le ha dado a nuestra comunidad, el genio que le ha dado a nuestra comunidad. Y por eso hermanos yo quiero animarles en el nombre del Señor a que desde ya se atrevan porque esto... mire hay congregaciones que dan mucho más que nosotros en esto así que esto no es un esfuerzo tampoco heroico en un sentido de la palabra, esto requiere que empujemos un poco, vayamos un poco más allá de lo cómodo. Y eso es lo que requiere que tu y yo nos esforcemos un poco, estiremos un poco las membranas de nuestra generosidad para darle al Señor, para algo glorioso que lo podremos hacer, y vamos a celebrar, yo puedo ya ver esa celebración ese día cuando estemos en nuestro templo. Lo pongo ahí en su corazón, estaremos hablando acerca de eso pero desde ya yo quiero que ustedes comiencen a orar para ver si Dios no les está llamando a usted para ser parte de esa gran visión de 200 personas que den 5000 dólares en dos años. 200, 5000, 2. 200 personas, 5000 dólares, 2 años. Ahí lo tienen ustedes en su corazón.
Vamos a la palabra del Señor para ver cómo eso se encarna. Primeramente hermanos aquí en este pasaje dice que había un hombre rico que tenía un mayordomo. Oiconomos es la palabra que se traduce mayordomo, de donde viene la palabra economía. Y desde ahí ya comenzamos a ver algoacerca de la palabra del Señor, esa idea de un administrador. Claro, se refiere a nosotros, es una imagen de un hombre, una persona que puede ser nosotros. Este hombre no es el dueño de la riquezas, el le administra las riquezas al que es el dueño, que es el rico y ahí hay una idea ya. Es la idea, hermanos, de que todo pertenece a Dios y ¿quiénes son los administradores? Nosotros. Usted va al libro de Génesis y allí Dios creó la tierra y puso al hombre para que la administrara. Desde ahí en adelante toda la Escritura nos dice, todo lo que hay en este mundo pertenece a Dios y nosotros somos administradores de ello, y por eso Dios tiene derecho a pedirnos lo que El quiera a nosotros.
Miren el salmo 24. ¿Qué dice allí? De Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en él habitan, porque El la fundó sobre los mares y la afirmó sobre los ríos. Así que ahí está la idea, hermanos de que todo lo que usted tiene.... Mire el trabajo que usted hace y el provecho que usted le saca al trabajo es de Dios, ¿saben por qué? Porque el cerebro con que usted hace el proceso y el cuerpo con que trabaja es de Dios, Dios lo creó y por eso lo que usted gana no es suyo sino que es de Dios en ultima instancia. Los átomos que componen tu materia pertenecen a Dios. El piso sobre el cual tu caminas, la salud que tu tienes es un producto de Dios. Es decir que todo lo que tu haces, tu no te puedes salir del señorío de Dios porque todo lo que tu respiras, todo lo que tu haces es un producto de la creación de Dios, el acto creativo de Dios. Todo lo que tu piensas, lo que tu haces, lo que aspiras a ser, tus talentos, tus dones, todo es de Dios y esa es la clave, ese el pensamiento central en el concepto de mayordomía. Y la Biblia está llena de ese principio, no tengo tiempo para desempacarlo completamente. Así que ese es la primera enseñanza.
Aquí hay otra cosa también muy importante y es que fíjese, llega un momento en que el dueño de las riquezas le dice al mayordomo: ven, y da cuenta de lo que tu has hecho con mi dinero. Y eso es también un principio que hay muchas veces en la Escrituras de que un día a todos nosotros se nos pedirá cuenta de lo que nosotros hicimos con lo que a Dios le pertenece que nos fue confiado. Eso, hermanos, la Biblia está llena de eso, de ese principio. El Señor Jesucristo en muchas de sus parábolas habló de que por ejemplo en la parábola del siervo infiel que el Señor de la tierra se va y le dice: trabaja y mientras yo vengo, y entonces regresa y le dice: qué hicieron con sus talentos. Y cada uno tiene que darle cuentas. Y a mi siempre me impresiona el tono de esos momentos no es un tono de favor y de: ¿te gustaría decirme lo que tu hiciste? No, es: Hey, ¿qué hiciste con lo que yo te di? Y la idea es que se espera, se espera que tu uses lo que Dios te da, tu dinero, tu tiempo, tus talentos, para avanzar el reino del que es el dueño de ese talento y que tu hagas algo, que tu inviertas, que tu uses tu creatividad, que uses de visión, que tomes riesgos, pero que de alguna manera tu le rindas lo que el Señor de la tierra te ha confiado a tus manos. Así que eso es algo que a mi me persigue, ese pensamiento. Y yo creo que tu y yo queremos, eso es algo que a mi me persigue continuamente que yo pueda, cuando yo venga ante el Señor y decirle por lo menos con cierta confianza: Padre, yo hice todo lo que pude para avanzar un poco tu reino, mientras yo estuve en el cuerpo y en la tierra.
Yo creo que cada uno de nosotros, si tomamos en serio nuestra identidad cristiana tiene que estar pensando eso. Nosotros nos tomamos tantas libertades, hermanos como cristianos y creemos que esto es algo opcional. Bueno, ¿le doy al Señor hoy o le doy mañana? ¿Tomo parte activa en la vida cristiana o simplemente soy un calentador de banca? Eso no es una opción, tu tienes que producir para el Reino de Dios. Dios espera que tu produzcas. El te ha dado el reino de los cielos, te ha dado la salvación eterna de tu alma y El espera que tu trabajes para su reino y que le rindas lo que El pone en tus manos.
Hay otro punto aquí bien importante y es lo que dice más adelante. Voy a saltar un poco. Dice en el versículo 9, dice: “...y yo os digo ganad amigos por medio de las riquezas injustas para que cuando estas falten os reciban en las moradas eternas”. ¿Qué quiere decir eso? Este hombre cuando se dio cuenta que estaba siendo un mal mayordomo y nosotros no queremos ser un mal mayordomo, diga amen, este hombre cuando se dio cuenta de que iban a despedirlo se puso a trabajar rápidamente para prepararse su salida y le comenzó a perdonar deudas usando el último momentito que le quedaba, perdonándole grandes deudas, porque eso era mucho dinero lo que estaba perdonándole a los deudores del dueño para preparar su salida al final. Y fue astuto, planificó para el futuro. Esto fue lo que el Señor alabó. No es que el Señor está diciendo que es bueno robar y ser deshonesto como este hombre, porque yo se que ustedes a veces cogen las cosas por donde no tienen que cogerlas. No, lo que el Señor alabó fue su astucia en planificar para el futuro, en vez de solamente obsesionarse con lo que estaba pasando en el momento. Hay una gran enseñanza allí y es la siguiente, hermanos: muchos de nosotros los cristianos estamos tan consumidos con las crisis y las necesidades del momento que no planificamos acerca de lo que va a ser el futuro.
Y lo que el Señor está diciendo es: miren, hay una conexión entre cómo tu te comportas con tu dinero y tus pertenencias aquí, y hay una conexión y lo que tu vas a tener en Reino de los Cielos. No estoy diciendo que la salvación depende de las obras y de lo que demos, aclaro eso. Lo que estoy diciendo es, hermanos, que en muchos pasajes de la Escritura misteriosamente se nos dice que en el mundo venidero no es como que todos vamos a tener una batita blanca y un arpa y una nube y eso es todo, el mundo venidero va a ser un mundo de gran dinamismo y de diferentes estados de gloria y de responsabilidad y de acción, no vamos a estar solamente comiendo uvas allí continuamente por toda la eternidad. Yo creo que esto va a ser algo maravillosamente activo, si esto aquí en la tierra es inmensamente creativo y retador, ¿cuanto será la eternidad, hermanos? Piense en eso solamente. La verdad es que yo no quisiera ir con una batita blanca allá, si eso es lo que Dios quiere, amén, no quiero ser hereje tampoco pero yo creo que Dios tiene mucho más para la eternidad y que eso va a depender de cómo nosotros nos comportamos aquí con las riquezas, determinará si te dan un planeta inmenso para gobernar o te dan un pedacito de tierra allí en un planeta de esos fríos e infernales por allá en el final del universo. Yo no se, pero todo dependerá..... es decir la gloria que tu tengas, el nivel de recompensa que tu recibas, el nivel de aprobación, el grado de responsabilidad, algo, tu estado futuro va a depender de cómo aquí tu inviertas para el Reino de Dios. Eso lo dice una y otra vez, lo sugiere en diferentes maneras la Escritura. El Apóstol Pablo habla de diferentes coronas, habla de un trono donde se nos va a dar diferentes grados de recompensa.
Es esta idea de que según nosotros sembremos aquí en el futuro allá, será de igual manera. Miren otro pasaje interesante con respecto a eso, en Capítulo 12 de Lucas. Lucas 12:33: “.... vended lo que poseéis y dad limosna, haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega ni polilla destruya.” La idea es atesora para el cielo porque allá es posible afectar el cielo a través de lo que tu haces aquí en otras palabras. Hay una conexión muy sutil pero muy real entre esas dos dimensiones, la dimensión venidera y esta dimensión. Yo termino aquí. Hay muchas cosas muy importantes en este texto pero lo voy a dejar allí y quizás continúe el domingo que viene. Pero es esta idea, hermanos que no quiero que se pierda, de que en el futuro se nos va a pedir cuentas y que cómo Dios nos trate según lo que hicimos, como el Señor trata al siervo infiel y a los siervos que dieron. Al siervo infiel le dice: sáquenlo fuera, si vamos a ser fieles al texto uno hasta podría decir, bueno, esta persona no usó su bienes así que simplemente no creyó en Jesús. Porque también se podría decir eso, una persona que tiene una experiencia real con Jesucristo le da al Señor, no hay posibilidad de que no le de, y si no le da es porque no tiene una relación personal con Jesús. Uno podría usar ese argumento.
Hermanos Dios nos está llamando a un compromiso, no solamente ahora, yo quisiera hermanos que en el resto de nuestra vida, donde quiera que usted vea necesidad en el Reino de Dios usted diga, eso es para mi, me están diciendo a mi, toma parte en este asunto. Yo quiero que tu te comprometas, mi hermano, mi hermana a una vida de dador alegre, 24 horas al día, 7 días a la semana, 365 días al año. No hay mejor vida que ser un dador alegre. Yo he visto al Señor bendecirme y bendecir a muchos de nosotros podemos decir lo mismo, en lo poquitito que yo le he dado, cada vez que le doy el me da más y más y más, así que comprométete a ser un dador alegre. Yo quiero que seamos bendecidos con este tiempo hermanos, amen.
Vamos a bajar nuestras cabezas un momento. Vamos a abrazar esa visión de una actitud de ser dadores alegres. Dios ama al dador alegre, dice la Biblia. El Señor bendice al dador alegre, se goza en darle más y más y más, los que toman riesgos, los que se atreven, el siervo infiel de la otra parábola no invirtió el don porque tenía miedo de perderlo, se quedó entonces con el don solamente. Nunca dejes que el miedo te impida darle al Señor. El dar es un asunto de la voluntad y de la razón, iluminada por el espíritu santo, no es asunto se emociones ni de circunstancias. Es uno de los principios más poderosos que yo puedo compartir con ustedes en este día. Señor yo quiero ser un dador alegre, dile. Quiero darme a mi mismo primeramente. Cuando tu me tengas a mi lo tendrás todo de mi. ¡Aleluya! Gracias Señor. Gracias. Abrazamos tu llamado. Padre rechazamos la mentalidad afanosa y que se agarra de las cosas. Nos desvestimos de todo lo que amamos y te lo damos a ti solamente, Señor. Te entregamos todo a ti. Padre, todo te lo entregamos. Danos solamente lo que tu quieras dejarnos. Ayúdanos a ser administradores sabios, íntegros. Gracias, Señor. Gracias, Jesús. En tu nombre, en tu nombre, gracias. Amen. Amen. Gloria al Señor. Denle un aplauso al Señor, hermanos. Amen.
Gálatas 2:20
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Galatas 2:20 y 21. El versículo 20 dice: “Con Cristo, diga.... estoy juntamente crucificado.... y ya no vivo yo...... más vive Cristo en mi.... y lo que ahora vivo..... en la carne..... lo vivo.... en la fe del hijo de Dios, ..... el cual me amó..... y se entregó a sí mismo por mí.....” Dejémoslo ahí.
Este versículo lo escogí como un punto de partida para mi meditación en esta mañana. Como ustedes saben les acabo de decir que vine de visitar la ciudad de Medellín, en Colombia y fue una gran experiencia, una experiencia muy hermosa y le agradezco mucho al hermano Fabio Alsate, a su familia allá, a la familia Alsate, que me auspiciaron y nos bendijeron con su respaldo y mucha ayuda que nos dieron allá. Pero una de las cosas que experimenté..... Medellín es una ciudad quinta esencialmente latinoamericana, es como si fuera una especie de microcosmos del continente latinoamericano. Ahí se pueden ver todas las bellezas de nuestro continente y también todos sus aspectos quebrantados. Medellín es una ciudad que es como si usted imagínese una gran montaña y un dedo viene y aprieta la sima de la montaña y lo mete así, imagínese como una montaña de goma, ¿verdad?, y ese dedo viene, aprieta la montaña en el medio y hace una cavidad en el medio, y ahí está la ciudad e Medellín, en el centro, y entonces a todo la extensión de esa montaña alrededor, grandes montañas alrededor, la ciudad ha crecido y se ha desparramado en todas las faldas de esas montañas, y esa es una hermosa vista de la ciudad de Medellín. En esas faldas de la montaña hay de todo, hay edificios muy caros y muy lujosos, y casas de mucho dinero, con quintas y grandes extensiones de tierra para la gente muy rica, y hay condominios como aquí en EEUU y también hay inmensas extensiones de pobreza. Familias que están amontonados unas con las otras y hay extrema pobreza también como lo hay en todos los países de Latinoamerica. Así como en Latinoamérica, porque en Latinoamérica sabemos que dondequiera, en Brasil tengo entendido que es así, en República Dominicana de donde yo vengo, definitivamente es así. Muchas veces usted está en una calle muy lujosa y cruza a dos cuadras y está en el medio de la pobreza más extrema. Y así es en todos los países de Latinoamérica. Es lo mismo en todas partes. Si usted va a Tailandia, a Indonesia, al Asia, al África es esa mezcla increíble de gran riqueza y gran pobreza.
Otra cosa que me impacta acerca de Medellín es la gran sensibilidad espiritual que tiene la gente, la gente ama a Dios. Y sin embargo también uno nota una gran esterilidad espiritual. Mucha religión muerta, mucha religiosidad muerta, mucho formulismo espiritual, mucha gente que en realidad conoce de Dios pero no conoce a Dios, no han tenido una experiencia personal con Jesucristo. Los taxistas pasan por una iglesia y se hacen la señal, se persignan y todos son muy respetuosos. Y también Medellín como todas las ciudades de Latinoamérica es una ciudad de gran sensualidad también y de mucho pecado como toda ciudad, eso no la distingue en absolutamente nada de cualquier otra ciudad en Latinoamérica. Yo creo que Medellín como ustedes saben ha sido el lugar del cartel famoso de Medellín pero hubiera podido ser cualquier otro país de Latinoamérica, se lo aseguro. El diablo escogió ese lugar por razones que el bien conoce, pero en ese sentido Medellín no fue nada extraordinario, sino que fue el lugar que allí se posó una maldad por un tiempo, pero esa sensualidad que se ve allí en esa ciudad, existe en cualquier otro país de Latinoamérica. Medellín necesita sanidad de Dios. La cultura de la droga y de la muerte ha dejado en los antioqueños un sentido como de dolor y de luto y mucha gente está herida, son como refugiados que pasaron por una guerra, y hablan de la guerra, de la cual acaban de terminar y hay mucho dolor, mucha gente que perdió sus hijos y la ciudad estuvo como bajo un poder maléfico durante muchos años. Gracias a Dios eso ha sido quebrantado hasta cierto punto bastante, pero no se crea que las raíces parece que todavía no se han arrancado completamente, el mal está ahí como agazapado, listo para volver a surgir si se le da oportunidad y hay una gran necesidad de sanidad espiritual.
Y todo eso me hizo pensar, hermanos en la gran necesidad que hay en nuestro continente, incluyendo Brasil, esa gran extensión de tierra de Latinoamérica, en nuestro continente de Jesucristo. Me acordé mucho mientras estaba allí, viendo esas masas de gente. En el hotel donde yo estaba, estaba muy en el centro de la ciudad y yo descubrí un balconcito en un pasillo y ahí cogí una silla, me la llevaba, a veces pensaban que me la estaba robando la silla del cuarto, y la llevaba allí a esa esquina y ahí me ponía a mirar toda la ciudad. Yo creo que Dios me dio ese lugar para observar, tanto las montañas donde estaba la ciudad y la calle donde había todo tipo de vendedores, vendiendo absolutamente de todo allí. Y mientras yo miraba veía una célula de lo que es Latinoamérica con sus almas tan necesitadas del Evangelio. Y me acuerdo de la palabra de Jesucristo que dijo cuando vio las multitudes dice que “tuvo compasión de ellas porque eran como ovejas sin pastor.” Cuando uno habla con los pastores de Medellín y con la gente uno se da cuenta que aunque hay muchas iglesias, todavía faltan muchas iglesias y hay iglesias que, como que, como lo digo sin sonar crítico, pero.... que las iglesias no están haciendo todo lo que se puede hacer. No están dando el testimonio que se debe dar. Hay mucha gente descontenta y muchos pastores que ellos mismos entienden como que, que todavía falta mucho, se necesita una iglesia que de un testimonio creíble, un testimonio sólido del Evangelio para que esas masas que necesitan puedan encontrar a dónde ir. Se necesitan iglesias, se necesitan personas que puedan servir para apuntalar la necesidad que hay en nuestros países, que sean lugares de refugio, que sean lugares donde la gente pueda ser pastoreada, pueda ser enseñada, puedan recibir instrucción de la palabra de Dios, puedan recibir amor, puedan recibir apoyo, donde pueda haber una comunidad sólida, donde ellos se sientan que: Ok, he llegado a un lugar tranquilo y donde puede reposar y puedo enmendar mi vida y seguir adelante con lo que Dios quiere para mí. Y ese es el punto que yo quiero enfatizar hoy en día.
He dado todo ese trasfondo a manera de información, pero también a manera de preparar lo que es la palabra que Dios quiere para nosotros. La esencia de esa meditación es hermanos, bueno, ¿quién irá? ¿quién irá? Dios necesita, Dios necesita hombres y mujeres que vayan a esas ciudades y aquí mismo en Boston. Voy a usar Medellín simplemente como una ilustración, pero ¿quién va a ir sino nosotros? ¿Quién va a predicar el Evangelio sino nosotros? ¿Quién va a ser el recurso para la humanidad sino nosotros?
Dios nos está recordando que hay una gran necesidad y que Dios necesita obreros, Dios necesita iglesias que sean iglesias recurso, que sean iglesias refugio, necesita hombres y mujeres que estén dispuestos a morir y a entregarlo todo y dar sus vidas, y consagrar sus recursos y vivir a lo mínimo en un sentido y todo el exceso que quede dedicárselo al Señor. La manera en que nosotros computamos y calculamos en la vida es: bueno, primero me atiendo yo, primero me aseguro de que toda mis necesidades estén generosamente atendidas, que yo tenga todo lo que necesito para saciarme y para vivir en gran comodidad y entonces lo que me quede yo se lo daré al Señor. Esa es la manera ¿no? La mayor parte para mi y lo mínimo para el Señor, y Dios quiere que nosotros esa pirámide la pongamos de cabeza, que hagamos lo contrario. Yo voy a vivir en lo que puedo, no? Porque tampoco es que vamos a vivir andrajosos y sin nada, pero voy a minimizar las necesidades de mi vida y voy a darle al Señor lo máximo para que su obra avance, para que su obra continúe. Eso es lo que yo creo que Dios quiere. Y por eso cuando yo leía lo que dice el Apóstol Pablo aquí. Pablo dice: “con Cristo estoy juntamente crucificado y ya no vivo yo más Cristo vive en mi”. Pablo era un hombre que había visto la necesidad y le había dicho al Señor: Señor, yo voy a ir. El Señor le dijo a Saulo que lo necesitaba y Saulo lo entregó todo, entregó su carrera, entregó su conocimiento farisaico, entregó su prestigio. El dice que todo lo tenía como por basura, para conquistar lo que Cristo tenía para él. Pablo decía “lo que ahora yo vivo, lo vivo en la fe del hijo de Dios”. En otras palabra ya Pablo no era el hombre queriendo ganar su vida, sino era Pablo el crucificado que vivía como un instrumento de Dios para la salvación de la humanidad, vivía como un medio a través del cual Dios podía llevar su mensaje y canalizar sus recursos para que la humanidad pudiera conocer a Jesucristo.
Dios necesita hermanos, que nosotros hagamos un compromiso que nosotros vengamos aquí como muertos en vida. Que cada uno de nosotros cuando llegue a la iglesia, llegue un fantasma. En otras palabras, nosotros cuando cada uno de nosotros recibe a Jesucristo como Señor y salvador, hermanos tenemos que entender esto, lo que estamos haciendo es estamos muriendo para volver a resucitar en una identidad nueva y ese yo creo que es el problema con muchos cristianos, que no entendemos lo que significa verdaderamente entregar nuestra vida a Jesucristo, que quiere decir que tenemos que morir a las prioridades personales y renacer a una vida nueva en Jesucristo, una identidad nueva, con valores nuevos, con prioridades nuevas. La mayoría de la gente lo que quiere es venir, simplemente pasan, se dan un barnicito evangélico pero siguen igual con sus mismas prioridades, las prioridad es el mundo, yo, el beneficio propio, el dinero, el trabajo, lo que piensa la gente, pero no saben que lo que Cristo nos llama es a morir y asumir una nueva identidad de una persona muerta, que ahora no vive ya para el mundo sino vive solamente para Jesucristo.
Saben los palestinos, los terroristas suicidas muchas veces los meten en un ataúd y los entierran vivos por un rato para que visualicen lo que es morir y para que se preparen mejor para explotar en una bomba porque de esa manera pueden como visualizar y pasar por el proceso. Y así es que nosotros tenemos que hacer cuando morimos en Cristo tenemos que entender que lo que estamos haciendo es ya perdiendo nuestra identidad meramente humana y que estamos resucitando a una nueva identidad.
Miren conmigo en Romanos, un momentito y allí podemos ver eso un poquito más. Romanos Capítulo 6, donde el Apóstol Pablo habla acerca de esto en el bautismo. Dice: “ ... ¿o no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús hemos sido bautizados en su muerte?, porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.” Ese es el significado del bautismo. En el bautismo cuando tu entras a las aguas, tu mueres simbólicamente. Y cuando sales de las aguas tu resucitas a una nueva vida. Ese es el significado del bautismo. El bautismo nos dice: tu has muerto, tu has resucitado a una nueva vida, a una nueva identidad y ahora tienes que vivir en esa manera, con nuevas prioridades. Cristo está necesitando gente así que ya hayan dado ese paso y ahora viven solamente para lo que El los necesite que hagan. Cualquier tipo de existencia cristiana, hermanos que no sea una existencia completamente dedicada a Jesucristo y a las necesidades del Reino de Dios no es autentica. Es falsa, es un cristianismo falso, ficticio. Yo espero que ustedes y yo podamos pedirle al Señor, Señor mátame para que yo pueda vivir solamente para ti.
El Señor me ha estado hablando mucho en estos días acerca de morir, de morir finalmente y de entregar lo que falte para el Señor. Eso es algo muy personal que Dios me ha estado hablando y yo creo que le está hablando a toda la congregación, de morir para que Dios verdaderamente pueda usarnos. Muchos de nosotros creemos que le hemos dado todo al Señor pero ¿saben qué? Quedan todavía pedacitos, quedan raíces que si no las entregamos al Señor todavía entonces Dios no puede hacer lo que El quiere hacer a través de nosotros. El quiere que nosotros le entreguemos todo, todo, todo al Señor para entonces El poder hacer lo que El quiere hacer de nosotros. Tenemos que morir. El Señor Jesucristo dice que si el grano de trigo no cae a tierra y muere queda solo, pero si muere lleva mucho fruto.
Hay muchos pasajes que nos hablan acerca de eso, por ejemplo en Segunda de Timoteo vemos allí en el Capítulo 2, versículo 21, dice allí: “.... así que si alguno se limpia de estas cosas será instrumento para honra, santificado, útil al Señor y dispuesto para toda buena obra”. Tiene que haber un proceso. Dios necesita obreros, hermanos pero necesita obreros santificados, obreros preparados, obreros tratados y trabajados. Dice el Apóstol Pablo que si alguien se purifica, se santifica entonces será útil, estará preparado para toda buena obra. Lo que el Apóstol Pablo dice es que si tu te purificas, te santificas, te entregas al Señor, mueres a El, dejas que tu mente sea conformada a la mente de Jesucristo, entonces tu vas a estar preparado para toda buena obra. Así que Dios necesita hombres y mujeres que se santifiquen, hombres y mujeres que le den al Señor todo su ser para que entonces El pueda usarlos.
Me recordó eso a otro pasaje en Jeremías Capítulo 15 donde el Señor le dice a Jeremías: “.... por tanto así dijo Jehová, si te convirtieres yo te restauraré”, se lo dice a un profeta ya consagrado, un hombres que ha sufrido mucho y que uno pensaría ya no necesita más pero dice: “si te convirtieres yo te restauraré y delante de mí estarás y si entresacares lo precioso de lo vil serás como mi boca, conviértanse ellos a ti y tu no te conviertas a ellos.” En otras palabras hermanos, si nosotros separamos lo santo, lo cristocéntrico, lo bíblico, lo que es de Dios en nosotros y lo separamos de lo cotidiano, lo secular, lo carnal, lo personal, lo meramente biológico, si hacemos una separación de esas dos cosas y nos quedamos con el oro del espíritu entonces dice que Dios nos va a usar de manera que cuando hablemos vamos a ser como su boca que está hablando. ¡qué poder! ¿Por qué a veces no tenemos autoridad como queremos? Porque nos falta esa relación de compenetración con Jesucristo, entonces nos permite hablar con la autoridad del Padre. Y podemos decir como Elías entonces: vive Jehová ante cuya presencia estoy, que no habrá lluvia o lo que sea, o habrá lluvia, sino por mi palabra, porque entonces la boca nuestra viene a ser la boca de Dios. Hay que pagar el precio para que Dios pueda usarnos en una sociedad que necesita de Dios pero necesita hombres y mujeres, instrumentos santificados, preparados, que hayan hecho el duro trabajo de morir y que estén dispuestos a vivir la vida cristiana auténticamente.
El Señor me habló de otros personaje en la Escrituras mientras meditaba en esto y es un personaje que yo estoy seguro que ustedes ni siquiera.... me sorprendería mucho si ustedes saben a quién se refiere el personaje de Baruk, y está en Jeremías también, 45, que viene al punto de lo que estoy diciendo de hombres y mujeres consagrados en un contexto de gran necesidad. Dice, palabras que habló el profeta Jeremías a Baruk cuando escribía estas palabras de boca de Jeremías, versículo 2: “... así ha dicho Jehová, Dios de Israel a ti, oh Baruk. Tu dijiste: ay de mí ahora, ¿por qué ha añadido Jehová tristeza a mi dolor? Fatigado estoy de gemir y no he hallado descanso, así le dirás ha dicho Jehová, he aquí que yo destruyo a los que edifiqué y arranco a los que planté y a toda esta tierra y tu buscas para ti grandezas? No las busques porque he aquí que yo traigo mal sobre toda carne, ha dicho Jehová, pero a ti te daré tu vida por botín en todos los lugares a donde fueres.” Profundo eso ¿verdad? Tenemos que entender que el Señor le escribe este pasaje, Jeremías es un libro escrito en el contexto de una destrucción muy grande que Dios iba a traer a Judá, por su pecado y el Señor envió a Jeremías como un profeta que le dijera, le advirtiera a los hebreos en Judá que El iba a destruir la ciudad, y ya la destrucción estaba inminente y ya los babilonios iban a destruir a Judá y a llevarse cautivos a los hebreos y ese es el contexto en que este pasaje se da.
En otras palabras Baruk era un hombre aparentemente exitoso, un escriba y parece que Baruk estaba pensando en términos de esa destrucción que iba a suceder y pensaba en sí mismo, en lo que él iba a perder, en su propia gloria, en su carrera, quizás en los sueños que él tenía de grandeza y de realización personal y Dios le dice: mira, hombre yo me preparo para destruir todo lo que yo amo y para traer un apocalipsis sobre esta ciudad y tu estás pensando en cosas de grandeza personal. Y hermanos así somos muchos de nosotros, ¿saben qué? Vivimos en un mundo que Dios está preparándose para destruirlo y para cambiar el estilo de vida de la humanidad en una forma radical. Estos son tiempos terribles los que vivimos. Y a la humanidad le espera grandes cosas en este tiempo y mucha destrucción y mucho juicio de Dios y Dios va a quebrantar a la humanidad porque Dios quiere traer arrepentimiento al hombre y hay muchas vidas que necesitan ser salvadas, pero ¿saben qué? Hay muchos de nosotros, que como Baruk, estamos pensando en lo que nosotros necesitamos y en nuestra propia carrera, y nuestro propio dinero, y cuando Dios está diciendo: yo quiero usarte a ti como un instrumento mío. Yo quiero que tu me des tus talentos, tu dinero, tu tiempo y que te prepares porque yo quiero usarte a ti y no estés pensando en grandes cosas porque los tiempos son tiempos difíciles y hay una humanidad en Medellín y en Lima, Perú, y en San Pablo, Brasil, y en Roxbury, Massachussets que necesita del Evangelio y necesita hombres y mujeres que se constituyan en instrumentos para que Dios pueda usarlos.
Dios necesita, hermanos, Dios necesita hombres y mujeres como Pablo y como otros que se preparen para la cosecha.
Voy a pedirle a los hermanos de la adoración que pasen por aquí un momento. Pero hermanos tenemos que dar un paso de fe. Tenemos que dar un paso de fe para que el Señor pueda hacer lo que quiere hacer. Y déjenme darles una última estocada al toro, que es usted, voy a ser bien, bien concreto aquí. Mucha de esta meditación se aplica a este templo que nosotros queremos construir. Hay una dimensión allí, nuestra iglesia, nuestra iglesia va a comenzar una campaña en algún momento porque necesitamos un templo ya, porque yo creo que Dios va a traer una gran cosecha a nuestra congregación y yo se que Dios necesita que nosotros tengamos un lugar más grande porque Dios obra en formas ordenadas, ¿usted sabe? Dios obra en formas ordenadas y El siempre prepara el lugar. Dios no quiere..... ¿dónde vamos a meter las almas? Y por eso yo he estado agonizando en estos meses, peleando con el diablo mismo para que la ciudad nos concediera este permiso y por eso mi alma temía, aunque yo he dicho: Señor, tu sabes todas las cosas, si no es aquí será en otro lugar, pero yo temía porque yo se lo necesario que es que nosotros tengamos un templo mayor preparado para lo que Dios quiere hacer. Y ese templo va a costar una gran cantidad de dinero. No lo estamos haciendo para lujo, ni nada. Ustedes saben que nosotros hemos aguantado aquí, y nunca buscamos nada lujoso n nada por el estilo. No estamos aquí buscando construir un mausoleo para la iglesia León de Judá ni para ningún pastor ni nadie, es un lugar donde puedan caber las almas que Dios quiere traer para este último tiempo y necesitamos hombres y mujeres que estén dispuestos, hermanos a dar lo que se necesita. ¿usted entiende? No estoy aquí manipulando sino estoy trayendo una necesidad delante de mi congregación y quiero que ustedes vayan pensando en eso, porque en algún momento vamos a hablar más a fondo de eso.
¿Ustedes entienden, hermanos? En algún momento... nuestra iglesia nunca ha tenido que sangrar por su construcciones, siempre Dios nos lo ha entregado, nos lo ha regalado prácticamente. Otros han sangrado muchas veces pero es tiempo de que ya nosotros comencemos a pensar en eso, porque nuestra iglesia está madura ya y va a necesitar poder entregar al Señor y cuando ese llamado venga yo quiero que tu recuerdes a Baruk, cuando el Señor le dice, mira, yo necesito, hay una gran urgencia, no pienses en grandezas para ti. Dame. Dios quiere que ese templo sea levantado y Dios quiere que se preparen obreros para discipular a esa gente y que haya gente santificada, lista para ser usada por Dios. Todo eso es parte de un plan que Dios está.... yo conozco algo de los planes de Dios y se que el espíritu del Señor está preparando las piezas porque Dios siempre obra en orden. Primero tienen que estar preparados los soldados, tienen que estar preparados los guerreros, tienen que estar preparado el lugar, las estructuras para que entonces pueda reposar la bendición que Dios quiere traer.
El Señor quiere, hermanos que nosotros nos preparemos, nos consagremos, para El tener lo que El necesita. ¿Cuántos quieren morir para Cristo? Yo espero que tu puedas decir: si, yo quiero, yo quiero entregar mi vida al Señor que lo que el Señor quiera de mi, lo que el Señor pida de mi yo lo pueda hacer en este tiempo.
Vamos a bajar nuestras cabezas y si usted quiere ponerse de pie, póngase de pie y dígale al Señor: Señor, yo me entrego a ti. Yo te entrego mi ser. Te doy mi mente, te doy mi corazón. Entrégale tu vida al Señor como yo quiero hacer ahora mismo y dile al Señor: Señor, mátame. Dile asimismo: Señor, destrúyeme y hazme de nuevo. Entiérrame y levántame otra vez a tu imagen y semejanza. Entrégale tu vida al Señor. Padre nos consagramos a ti. Consagramos esta iglesia a ti. Nos consagramos a tus propósitos. Úsanos, Señor. Úsanos, Señor. Mátanos, Señor. Mátanos para que podamos vivir a una nueva vida. Perdónanos Señor porque es tan difícil morir. Y nos apegamos a la vida, pues, toma tu Señor el cuchillo y has la obra tu, Padre. Conságranos Señor a ti. ¡Aleluya! Gracias, Señor.
Hageo 1:2-7
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Ya nosotros hemos dado nuestra alabanza y adoración y el Señor ha comenzado definitivamente a ministrar en nuestros corazones, así que vamos a prepararnos ahora para escuchar la palabra y ve como el Señor nos dirige a través de su palabra.
Quisiera que vayan conmigo al libro de Hageo, Capítulo 1. Voy a comenzar a leer del verso 2 al verso 7, Hageo, Capítulo 1. Es tiempo hermanos, ¿verdad? Es tiempo. Esa frase muchas veces nosotros la escuchamos: Ya es tiempo. Y hoy quisiera reflexionar con ustedes algunos aspectos de esa palabra tiempo, y cómo la palabra tiempo la podemos dividir en 3 distintas dimensiones con respecto a nuestra vidas.
Dice así la palabra del Señor, yo voy a leer y ustedes pueden seguir la lectura. Dice en el verso 2: “.... así dice el Señor todopoderoso”, es un oráculo. Ya una declaración como esa demuestra que es un oráculo profético, o sea una palabra profética que está viniendo al pueblo. Dice: este pueblo alega que todavía no es el momento apropiado para ir a reconstruir la casa del Señor. Y también vino esta palabra del Señor por medio del profeta Ageo diciendo: “... acaso es el momento apropiado para que ustedes residan en casas techadas mientras que esta casa está en ruinas. Así dice el Señor todopoderoso una vez más. Mediten sobre sus caminos. Ustedes siembran mucho pero cosechan poco, comen pero no quedan satisfechos, beben pero no llegan a saciarse, se visten pero no logran abrigarse, y al jornalero se le va su salario como por un saco roto. Una vez más así dice el Señor. Mediten bien sobre sus caminos.” Repito una vez más esa frase: mediten bien sobre sus caminos.
Hermanos yo reconozco que muchas cosas en nuestra vida están medidas por tiempo. Tiempo con respecto a nuestras vidas individuales que estamos en un proceso, un tiempo. Tiempo respecto al momento en el cual estamos viviendo en nuestra sociedad del día de hoy. Y tiempo también con respecto a nosotros tomar unas acciones debidas que tenemos que tomar.
Parte de este mensaje yo lo había compartido ya en el retiro de hombres. Otra parte también la compartí en el ministerio de jóvenes, pero ahora yo quiero traer esta reflexión y compartirlas con ustedes, la iglesia por completo. Si ustedes se dan cuenta en el pasaje que nosotros leímos el profeta Ageo le está haciendo un llamado de parte de Dios al pueblo de Israel acerca de sus prioridades en sus vidas. El momento del cual está hablando es cuando el pueblo de Israel había vuelto a la tierra de Jerusalén después de haber estado mucho tiempo en el exilio. Imagínense ustedes cuando ustedes regresan a un lugar que ha sido destruido por enemigos, ¿qué es lo primero que uno va a querer hacer? Uno ve lo que era su casa antes que ahora mismo está echo cenizas y está tirada en el piso por completo, y la tendencia es de reconstruir su propia casa. Obviamente uno necesita un lugar en donde vivir, por lo tanto como un sentido de supervivencia tu vas a querer edificar el lugar donde tu vas a estar morando.
Pero en este momento el pueblo de Israel estaba dedicándose demasiado a sus propias cosas y estaban dejando a un lado lo que era la casa del Señor, el templo. Para el pueblo de Israel el templo significaba el núcleo de su propia sociedad, esto era antes de haber ido al exilio. Alrededor del templo era que se edificaba el resto de toda la ciudad. Ahora, dependiendo de cómo estaban las prioridades organizadas después que el pueblo salió de exilio, parece que aquí habían experimentado un cambio. En vez de darle una atención primaria a lo que era la casa del Señor y lo que esto implicaba en medio de sus vidas, estaban dando una mayor atención a sus propias vidas personales. ¿Y saben qué? Yo no estoy diciendo que es malo el uno prestarle atención a su propia vida y lo que significa su familia y su casa, pero hay un principio que tenemos que entender aquí que está siendo comunicado a través de Dios y es el principio de prioridades. ¿Cómo nosotros tenemos las prioridades de nuestra vida organizadas? ¿Qué es lo que tiene primero, segundo y tercer lugar? ¿Y cómo el tiempo de nuestras vidas está influenciando de alguna manera u otra esas prioridades?
Quiero hablarles de esa primera dimensión, acerca del tiempo de nuestras vidas. La Biblia dice en Filipenses 1:6 que nosotros, de hecho la habíamos cantado, que Dios ha comenzado en nosotros una obra que la va a completar hasta el día en que Jesús vuelva. Cada uno de nosotros somos una obra de arte en las manos del Señor.
Dígale a la persona que está a su lado: usted es una obra de arte. Yo no se si usted es una obra de arte de barro, de hierro o de pintura, o no se, pero es una obra de arte. Pero yo les puedo decir de seguro que el artista que nos está bregando es un experto en todos esos materiales. Así que quédense tranquilos.
Hay artistas que se decían solamente a la pintura, y si le ponen un pedazo de hierro lo que hacen es derretirlo por completo. Pero Dios como nuestro gran artista es un experto trabajando con todo tipo de materiales. Y ustedes son cada uno de esos materiales. Dios está haciendo una obra tan bella en cada uno de ustedes que cuando llega el momento de su perfección yo quiero estar ahí para verlo.
Pero esto implica, mis hermanos que nuestras vidas, todo lo que nosotros pasamos, lo bueno, lo malo y lo bien malo, todo tiene que ver con el tiempo del Señor y cómo El está trabajando en cada uno de nosotros. Y aunque muchas veces cuando uno tiene experiencias negativas uno tiende a ver esas experiencias como si mi vida fuera un desastre: que nuestra vida no vale, nuestra vida no tiene sentido, no tiene dirección, no tiene propósito, solamente por ver toda esta negatividad a nuestro alrededor. Si yo veo que hay alguien que me dice que soy un cero a la izquierda pues entonces voy a estar viviendo toda mi vida pensando que soy un cero a la izquierda. Ahora, pero si hay una persona que me dice: usted es un cero a la mano derecha, y usted le va a dar un valor a toda la ecuación bien grande, pues entonces yo voy a estar viviendo de esa manera también. Yo creo que los contables entienden bien eso, ¿verdad?
Ahora, hermanos yo creo que nosotros tenemos que desarrollar una apreciación bien profunda por todas esas experiencias en nuestra vida. Y yo se que estoy diciendo algo bien radical aquí porque yo imagino como yo le voy a decir a una persona que tal vez su hijo fue asesinado en un accidente, ¿cómo yo le voy a decir a esa persona, sabe que, usted tiene que desarrollar una apreciación por eso que pasó? Y me va a dar una bofetada si yo le digo eso. Obviamente el uno poder decir estas cosas, tienen su momento, tienen su lugar y tienen su tiempo. Yo creo que una persona que haya pasado por eso proceso, en el momento lo mejor que hay que hacer es solamente una presencia silenciosa de compañía. Compartir una oración de fortaleza. No es buscar tan solamente un ensayo entero de cosas para decirle a la persona en esa situación. Pero cuando haya pasado el tiempo oportuno y uno puede con esa persona mirar para atrás y ver como Dios ha estado en acción en distintas etapas con esa persona, entonces uno sí puede decir que hay una apreciación por todo eso. Pero todo esto implica, mis hermanos que nuestras vidas son un proceso completo de formación.
Usted puede tener una lista de estudio, de experiencia, de trabajo, pero con todo y eso su vida todavía está en formación. Todo esto marca un tiempo y dentro de ese tiempo hay uno en el cual nosotros tenemos que reflexionar. Y eso es en cómo nosotros estamos llevando nuestras vidas a cabo en nuestro diario vivir.
Hay una versión en la Biblia que dice que nosotros tenemos que redimir bien el tiempo. Redimir el tiempo tiene mucho que ver con discernir el momento en el cual estamos viviendo y de buscar la manera en que Dios está dirigiendo cada uno de nuestras etapas y decisiones en la vida. Y eso es un proceso que tiene que ser constante en medio de cada uno de sus vidas individuales.
Ese proceso te va a llevar entonces a la segunda dimensión de la cual te quiero hablar con respecto a tiempo. La manera en cómo tu disciernes tu vida personal va a estar grandemente influenciada por el tiempo y momento en el cual nosotros estamos viviendo hoy día en la sociedad. Así que el primer aspecto de tiempo es el aspecto de tu vida personal y el segundo es el tiempo respecto al momento presente que vivimos.
En el libro de Colosenses hay un pasaje bien interesante. Colosenses Capítulo 4, comenzando desde el verso 3. Pablo está hablandole a los colosenses y les dice lo siguiente: “.... al mismo tiempo intercedan por nosotros a fin de que Dios nos abra las puertas para proclamar la palabra. Oren para que yo lo anuncie con claridad como debo hacerlo.” Pablo está pidiendo que la iglesia de los colosenses pueda interceder por él para que él sepa cómo discernir el momento y el tiempo para comunicar la palabra de Dios y hacerlo de la manera más correcta. Entonces Pablo le dice a la iglesia, le dice en el verso 5 “... compórtense sabiamente con los que no creen en Cristo”. Exacto, en otras versiones dice “miren cómo se comportan para con los de afuera”, significando los que no conocen a Jesús.
Miren cómo dice: “...aprovechando al máximo cada momento oportuno. Que su conversación sea siempre amena y de buen gusto así sabrán como responder a cada uno” ¿Saben que mis hermanos? En la medida en que nosotros meditamos sobre nuestro camino, sobre nuestra vida personal y el tiempo en el cual estamos, eso va a influenciar entonces en cómo nosotros meditamos y reflexionamos sobre el tiempo en el cual estamos viviendo ahora. Yo compartía con el grupo de esta mañana que la sociedad en que nosotros vivimos hoy día se distingue por muchas cosas pero hay una que es bien importante y es el aspecto del consumerismo. Yo se que la política es un aspecto bien importante que define como muchas personas rigen su vida. La intelectualidad o la grande educación es otra manera por las cuales otras personas definen su vida, como también hay aquellos que viven por esta filosofía que a mi no me gusta nada que es el “whatever”, lo que venga por ahí voy. Son los que se dejan llevar por todo viento de filosofía en el mundo.
¿Pero saben qué? Hay un gran porcentaje de personas que sus vidas están definidas por un aspecto de consumerismo. Y yo les puedo dar un ejemplo bien sencillo: una persona, yo me refiero mucho al pastor Greg en esto. El pastor Greg tenía una de esas primeras laptop que salió. Creo que él la compró en el ’96 si no me equivoco, algo así. Obviamente es una pantalla en blanco y negro, creo que es como de 13 pulgadas si no me equivoco la pantalla. Pero la cosa es que su computadora ahora mismo mis hermanos está totalmente obsoleta, hay veces que ni le funciona, ni prende tan siquiera. Pero miren como funciona ese tipo de industria que en un mes te dan un producto y en ese momento es lo último en la avenida: yo lo tengo que conseguir. Tres meses después le añaden otro componente que la hace mejor y te vale 300 dólares más. Tal vez es un poquito de memoria o al menos una pantalla color. Y el asunto es que te lo venden como lo último en la avenida cosa que lo que tu tenías ya no sirve para nada, te tienes que conseguir esto nuevo.
Antes una laptop pesaba tal vez como 21 libras, ahora como pesa 5 libras pues te están diciendo: mira, te tienes que conseguir una que pese 5 libras ahora. Ya ahí te están vendiendo 1000 dólares más, solamente porque pesa menos. Pero el asunto es que toda esta dinámica del consumerismo está formando necesidades en nosotros que realmente no necesitamos. Y eso se ve en todos los aspectos, aún en la pasta de dientes. Colgate antes tenía un solo sabor y una sola función que era limpiarte la boca y que no te de caries, ¿verdad? Ahora mismo Colgate tiene como 6 ó 7 distintas pastas supuestamente para o darte mejor aliento, o que no te de sarro, o que no se te infecten las encías, and on and on. Entonces cuando la persona va a comprar tiene un dilema porque lo que quiere es conseguir una pasta para limiparte los dientes y entonces entra en un dilema: ok, ¿qué quiero, que huela bien la boca o que no se me infecten las encías, o que tenga buen aliento por 24 horas, con cuál me voy? Miren esta última, miren esto: yo no se cuantos de ustedes han entrado en un Wallgreens o en un CBS o alguna farmacia, y cuando van a pagar en la caja, yo no se si ustedes se dan cuenta que justamente en frente está la sección de todos los cigarrillos habidos y por haber, y justamente al lado está todas las maneras habidas y por haber para evitar el fumar o dejar de fumar.
Y entonces una persona que tal vez esté lidiando con el vicio o la adicción de fumar, cuando va a pagar y está pensando: “yo quiero dejar de fumar”, y mira de frente se va a encontrar con un dilema. El consumerismo le está poniendo dos alternativas justamente de frente: tienes o nickored en chicle, en parche o en inyección para que dejes de fumar; o tienes Winston, Malboro, y todas las demás que hay por ahí con peppermint y cinamon también. ¿Dónde nos vamos a ir? O sea que la industria de América se decida. Eso es lo que yo me digo. O sea si ustedes están viendo que el cigarrillo, lo que hace dañar a una persona, ¿por qué ponen a una persona en ese dilema? Si van a hacer un producto para que la persona deje de fumar, pues, vendan ese producto nada más. O si van a vender un producto para que una persona se acabe de morir, pues véndalo, pero no le pongan las dos opciones al frente.
Y hermanos ese es el tiempo en el cual estamos viviendo. Cada uno de ustedes tiene una opción por delante. Todo se te presta ahí delante de ti, para que tu decidas que es lo que tu vas a hacer con tu vida. Te lo ponen de todos los colores y todos los sabores para que pruebes todos y entonces puedas tomar una decisión.
Hay un anuncio en la televisión acerca de una pastilla del asma de Avir, creo que es que se llama y la cosa es que la cancioncita que le ponen de fondo, la canción dice: Do what you want, go where you want.... Es como quien dice una pastilla, un anuncio de una pastilla del asma te están poniendo por detrás como un mensaje subliminal que dice: tu tienes el derecho de hacer lo que tu quieres, y de ir a donde tu quieras. Y hermanos sin darnos cuenta esos mensajes se pasan así por desapercibido y se quedan grabados en nuestra mente. Y muchas veces esa mentalidad del mundo en el cual vivimos ahoga la mentalidad que Dios quiere que tengamos que es preguntarnos: ¿Señor, qué es lo que tu quieres y pides de mi?
Pasa en algo bien sutil, poco a poco te va engatusando hasta que uno pierde todas la sensitividad de uno de preguntarse: ¿Señor qué tu pides de mi?
Y como ese es el tiempo en el cual nosotros estamos viviendo yo me dirijo otra vez a ese pasaje de Ageo cuando el mismo Dios nos pregunta a nosotros: tienen que meditar sobre sus caminos. El Señor nos está diciendo: miren, consideren sus prioridades y dónde estoy Yo en todas esas prioridades. Podrá sonar como algo que aprendemos desde kindergarden pero, hermanos sigue siendo un mensaje y un principio tan efectivo como desde aquel momento que lo aprendimos hasta ahora y seguirá siendo.
Eso entonces me dirige a mi a esa tercera dimensión con respecto al tiempo que ya es tiempo de que nosotros tomemos acción. Si una madre le pide a un hijo o una hija: me puedes lavar los platos y tiene que esperar tres horas y después de las tres horas, lava los platos, ¿qué es lo que usted le dice al hijo? Guau, ya era hora, ya era tiempo..... Hermanos es todo acerca de tiempo. Nosotros ahora mismo estamos en un tiempo donde tenemos que tomar unas acciones más firmes y más decisivas con respecto a lo que Dios pide de nosotros. Y sí son acciones que uno tiene que tomar con respecto a sus vidas de familia, acciones con respecto a sus vidas individuales, acciones con respecto a cómo ustedes se van a integrar en la sociedad, pero también acciones con respecto a cómo voy a responder a lo que Dios está pidiendo de mí. Por más difícil que sea ¿cuál va a ser la respuesta que yo le voy a dar a Dios? Yo siempre recuerdo esto otra vez, hubo un momento en que yo lo mencioné, hacer la voluntad de Dios no es nada fácil. Y hay muchas personas que piensan de yo discernir que estoy en la voluntad de Dios es porque tengo paz en mi corazón. Pero ¿saben qué? No siempre la paz va a ser un ingrediente esencial o determinante para yo saber si estoy en la voluntad de Dios o no.
Fíjense en el ejemplo de Jesús cuando estaba en Getsemaní. Cuando estaba llorando ahí tirado en el piso diciendo: Señor, pasa de mi esta copa. ¿Ustedes se creen que Jesús tenía paz en ese momento? Yo creo que lo que Jesús tenía era una angustia bien fuerte que se estaba reflejando en gotas de sangre cayendo a través de su cara. Por lo tanto, hermanos yo reconozco que nosotros como individuos, como familias, como iglesia nos estamos acercando a un momento donde Dios va a comenzar a pedir algo de nosotros. Dios va a comenzar a llamar a muchos de ustedes a llegar a un nivel más allá de lo que tal vez han experimentado hasta el día de hoy. Y, hermanos yo espero que cuando ese momento llegue, nosotros podamos obedecer a su llamado.
Hermanos podrá parecer como un mensaje bien familiar, tal vez usted se está diciendo: Omar, yo ya he escuchado ese mensaje tantas y tantas veces que ya hasta me aburre escucharlo otra vez. Pero yo reprendo ese pensamiento ahora mismo. ¿Saben por qué? Porque yo te estoy hablando principios de la palabra de Dios que no pierden su sentido ni su dirección. Y estos son unos principios que tienen una capacidad para moldear tu vida en una manera que tu solo, tu sola no lo puedes hacer. Solamente cuando uno se somete a esos principios de la palabra de Dios es que verdaderamente uno puede experimentar esa bendición de Dios que de la nada sale y hace algo nuevo en nuestras vidas y uno se queda como que ¡Guau! Esto es verdaderamente de Dios. Ciertamente tenemos que seguir lo que dice en este pasaje, tenemos que tomar tiempo para meditar. Pero que ese tiempo no se quede en una mera meditación sino que me lleve a una acciones de vida que tengo que tomar.
Miren qué interesante. En el Capítulo 2 de Ageo. Voy a cerrar con esto hermanos. El Capítulo 2 de Ageo, en el verso 15, miren cómo dice: “... ahora pues meditad ¿en donde?, en vuestro corazón.” Ya no te está diciendo que medites sobre tus caminos, ahora te está pidiendo que medites en tu corazón. Yo tuve que detenerme a analizar algo aquí. ¿Saben qué? Era una palabra profética ¿verdad? Dios hablando a través de Ageo una palabra profética al pueblo. Y yo no se ustedes, yo me imagino que si, pero cuando a alguien le da una palabra profética usted ¿verdad que uno se emociona? La primera reacción es como que emoción, es como que ¡guau! Dios me habló. Y a uno como que le entra esa corriente, como que los jugos de uno se empiezan a mover en una manera distinta, y es como que uno no se puede contener, es como que ¡guau! Dios me habló. Pero si yo me quedo en ese mero emocionalismo, yo no estoy haciendo nada con esa palabra profética. Una persona que se queda en la emocionalidad, es solamente eso: emoción.
Cuando yo veo al profeta Ageo diciéndole al pueblo: mediten ahora en su corazón. ¿Saben lo que le está diciendo? Es como si le estuviera diciendo: si, sabes qué es bien emocionante cuando Dios te habla, pero no lo dejes ahí, lleva esa experiencia aún mucho más profundo en tu ser para que puedas aprender lo que Dios está pidiendo de ti a través de esa palabra. Si nos quedamos en meras emociones, hermanos, el propósito de esa palabra profética se va a quedar a mitad. Cuando esa palabra se lleva bien adentro, se usa la razón, se usa la lógica que son dones que Dios también nos da a nosotros, usted se va a convertir y ¿saben qué? En un cristiano más balanceado y más preparado para poder compartir la palabra a tiempo oportuno y de la manera oportuna.
Hermanos nuestra vida es acerca de tiempo. Muchas veces muchos de nosotros tenemos una pelea con el tiempo bien grande. ¿Cuándo esto? ¿cuándo aquello? ¿cuándo va a pasar lo otro? ¿Cuándo tal persona va a dejar de ser como es conmigo? ¿O cuándo yo voy a dejar de ser como soy? Pero, hermanos sabiendo que un año nuevo ha comenzado, yo les invito a que ustedes sigan ese consejo del profeta Ageo: mediten sobre sus caminos. Mediten sobre el tiempo en el cual están sus vidas. Y que esa reflexión del tiempo de sus vidas los lleve a discernir cómo ustedes van a interactuar en una manera efectiva y afirmativa con la sociedad y en el tiempo en el cual estamos viviendo. Que no seamos ambivalentes en aspecto de nuestras vidas sino que podamos ser personas de convicciones firmes que saben como llevar una vida basada en los principios de la Escritura de Dios. Y una vez que ustedes hayan reflexionado en eso, mis hermanos, que la tercera dimensión se lleve a su perfección también, que es el tomar acción. Tomemos acción sobre nuestra vida y sobre el llamado que Dios tiene para nosotros. Y así mis hermanos nuestra vidas van a ser distintas. Así yo lo creo y así yo lo profeso. Solamente cuando nosotros obedecemos a Dios en una manera afirmativa es que nuestras vidas tienen la capacidad de poder hacer un impacto a nuestro alrededor.
Vamos a estar puestos de pie y vamos a orar. Gracias Jesús. Hermano tu estás en un tiempo. Dios te tiene en un tiempo. Y en ese tiempo hay propósitos que se van a cumplir. Solamente como nosotros respondamos a ese tiempo es que podremos ver la grandeza del Señor en medio de nuestras vidas. Señor Jesús presentamos a tu pueblo ahora delante de ti. Tu conoces el corazón y la condición de cada uno de ellos: de niños, de jóvenes, de hombres, de mujeres. Padre, yo te pido que en este año 2005 tu vengas a un encuentro con cada uno de ellos, no importa cuanto tiempo llevan en el Evangelio, no importa si son acabaditos de llegar hoy, pero que ellos se puedan encontrar contigo Jesús, un encuentro contigo transforma todas las cosas. Un encuentro contigo hace de nuestras vidas algo totalmente nuevo. Señor y yo presente a este pueblo delante de ti ahora. Así como hiciste con Sorobabel y Josué en el libro de Ageo, despierta nuestro espíritu, Señor. Despierta nuestro espíritu, Señor. Padre que no seamos indiferentes a tu voz. Pero que podamos responder en una manera afirmativa a ti, Señor. Padre yo creo que si han ocurrido grandes cosas en el año 2004 mayores van a ser las que van a ocurrir ahora en el 2005. La gloria venidera va a ser mucho mejor que la pasada. Y esto no tan solamente lo declaro para la iglesia, lo declaro también para cada uno de las familias e individuos que están aquí presentes en este día. Que la gloria tuya sea mayor de lo que ya se ha experimentado, Jesús. Sorpréndenos a todos. Sorpréndenos Jesús. Gracias te damos Señor. Amen, amen, amen. Gracias Jesús.
Hermanos nos preparamos ahora, vamos ahora a participar de la cena del Señor, hermanos. Esto para mi, ¿saben qué? Para mi lo que es un momento de alabanza de oración, lo que son los bautismos y lo que es esto, es cuando Dios está en su máximo potencial. Es un símbolo hermanos, un simple pedacito de pan y una simple copita de jugo de uva, pero ese símbolo tiene un poder transformador. Símbolo del cuerpo de Jesús que fue partido por nosotros para darnos la libertad que hoy muchos experimentamos. Símbolo de su sangre que nos limpia y nos perdona y nos restaura de todo pecado. Señor yo consagro estos elementos a ti ahora, Jesús. Y que tu te hagas presente y real ahora, Señor en medio de nuestras vidas, que esto sea un momento de encuentro contigo, Señor. Amen, Jesús.
Zacarias 9:9
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En el libro de Zacarías, profeta Zacarías, es uno de los últimos libros del Antiguo Testamento, uno de los profetas menores, no menor por edad sino por el volumen de lo que escribió. Un pedacito así de instrucción bíblica: En la Biblia hay profetas mayores y profetas menores, los profetas mayores fueron los que escribieron gran volumen como Isaías o Ezequiel, fueron profetas que escribieron una cantidad grande de enseñanza, y otros profetas que escribieron libros menores, de mayor extensión que se llaman los profetas menores.
Vamos a leer el versículo 9, de Zacarías. El Señor puso está palabra en mi corazón esta mañana, de hecho mientras le pedía una palabra así específica para nosotros y la comparto con ustedes, sobretodo en el versículo 9. Vamos a leer los versículo 9 y 10 de Zacarías 9. Dice allí la palabra del Señor “alégrate mucho, alégrate mucho hija de Zion, da voces de júbilo hija de Jerusalén, he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador. (Samuel prepáratelo en inglés) justo y salvador, humilde y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino, hijo de asna y de Efraín destruiré los carros y los caballos de Jerusalén y los arcos de guerra serán quebrados y hablará paz a las naciones y sus señorío será de mar a mar y desde el río hasta los fines de la tierra”. Amen.
Saben que ese pasaje fue escrito varios siglos antes de que se cumpliera esa profecía. El profeta Zacarías escribe en una época sombría de la vida de Israel, cuando Israel ha sido llevado a cautivo, ha estado en cautividad muchos años, regresa y ya Jerusalén está destruido y tienen que volver reconstruir la ciudad, y en ese ambiente de opresión y de tristeza por toda la gloria que se había perdido, Zacarías ministra y escribe su profecía.
Ese es el contexto de este llamado a regocijarse. Es un contexto sombrío, es un contexto de tristeza más bien. Israel está bajo la opresión de muchas naciones, sobre todo Persia que es el superpoder de esa época y que tiene señorío sobre Israel. Y hay otras naciones que también quieren destruir a Israel, y tomar posesión de ella. Y en ese ambiente de incertidumbre y de opresión repetida, el Señor envía esta palabra de esperanza, y les habla acerca de un ser maravilloso que ha de venir y que va a arreglar las cosas, y que va a ponerlo todo en su lugar. Por eso es que el profeta Zacarías dice estas palabras. Ahora entendamos, para que veamos algo interesante y es que de nuevo hay que recalcar que esto fue escrito, y eso se sabe históricamente, este libro de Zacarías fue escrito cientos de años antes de la venida de Jesucristo y Zacarías tiene muchos pasajes que hablan acerca de ese Mesías que iba a venir.
Es interesante que muchas veces en el Antiguo Testamento la venida del Mesías se presenta con un trasfondo triste, sombrío, peligroso, de amenaza. Y sin embargo siempre está acompañado de un llamado al regocijo y al gozo. Si usted mira por ejemplo en el libro de Isaías, Capítulo 9, usted puede ver allí esta idea de un llamado a la celebración, Capítulo 9.
Dice en el versículo 2 de Isaías 9 “... el pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz, los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos. Multiplicaste la gente y aumentaste la alegría. Se alegrarán delante de ti como se alegran en la siega, como se gozan cuando reparten despojos.”
Hermanos, tenemos que recordar eso, que muchas veces la palabra nos llamará a regocijarnos y a pensar en lo que Cristo hace posible en medio de tiempos de tribulación y de angustia, en que todas las cosas no nos van bien. Y en ese tiempo el Señor nos dice: mira, aunque todo no está bien contigo, aunque toda tu vida no está perfectamente bien y todas las piezas no están en su lugar, aun así regocíjate porque mi hijo va a asegurarse de que todo salga bien en tu vida. Mi hijo va a traer luz a tu vida y va a traer solución a tus problemas. Es maravilloso hermanos ese llamado de Dios a desafiar las tinieblas, a desafiar la negatividad y nos llama a regocijarnos en una forma como desafiante y militante en medio de la prueba.
Mi hermano, el Señor muchas veces permitirá que vengan tribulaciones y angustias a tu vida para preparar el trasfondo para la liberación que Dios quiere hacer en tu vida. ¿Y tu sabes lo que garantiza la solución, lo que garantiza el descender del poder de Dios a tu vida? Cuando tu, yo lo llamo preventivamente, decides gozarte en el Señor y celebrar al Señor y celebrar la liberación de Dios, aunque todo dentro de ti grite “no lo haga” porque no hay nada que justifique el celebrar y adorar. Y en esos momentos es cuando más tenemos que decir: No, yo voy a adorar al Señor, yo voy a declarar su bondad, yo voy a celebrar porque la palabra dice que “...el gozo del Señor es mi fortaleza”. Y nosotros tenemos que aprender a cultivar como un acto de la voluntad en el espíritu, el gozo del Señor, y celebrar al Señor aunque alrededor de nosotros todo no esté bien.
Hay algo hermanos, que cuando nosotros proféticamente anunciamos las cosas buenas que el Señor va a hacer por nosotros y rehusamos ponernos el manto frío y húmedo de la depresión, que el diablo quiere ponérselo a nuestras vidas, ese es el vehículo que muchas veces Dios usa para traer su salvación a nuestras vidas. Yo pensaba esta mañana, yo tengo autoridad para decirles eso, ¿sabes por qué? Porque yo no soy una persona de temperamento necesariamente muy expresivo y muy gozoso. Yo puedo encontrar diez razones por las cuales las cosas no van a salir bien para cualquier evento de la vida, pero yo he tenido que aprender a regocijarme y a celebrar y para mi eso no es una destreza natural, es una destreza que yo he aprendido y que he descubierto que resulta. Da resultado.
Cuando uno se niega a someterse al temperamento o a las circunstancias, y uno dice: No, con todo yo me voy a gozar en el Señor, yo voy a celebrar al Señor, yo voy a declarar la buena voluntad de Dios en mi vida, yo voy a declarar que El es bueno y que El tiene buenos propósitos en mi vida. Y cuando usted comienza a hacer eso como que se le comienza a calentar el cuerpo y el espíritu y comienza a fluir entonces la bendición de Dios en su vida, porque no hay nada que tenga más poder que derrotar al diablo que la alabanza del hijo de Dios cuando está en medio de pruebas y de tribulaciones, porque ahí es donde verdaderamente la fe se cumple. Hay un corito que dice: alabar a Dios cuando las cosas te salen bien, que bueno es, alabar a Dios cuando no hay problema, que cosa buena, pero si le alabas entre tus quebrantos ese Cristo santo se glorifica dentro de ti. Amen. Puede aplaudir, está bien. No me aplaude a mi, aplaude la palabra del Señor.
Hay que gozarse en el Señor. El profeta Abacuc escribiendo acerca de eso dice en el Capítulo 3 de Abacuc, versículo 17, y ustedes conocen el pasaje: “... aunque la higuera no florezca ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada y no haya vacas en los corrales, con todo yo me alegraré en Jehová, ¡Aleluya! Y me gozaré en el Dios de mi salvación.”
Abacuc está pensando, ¿qué es lo peor que me puede pasar? Bueno, si me falta esto, si me falta lo otro, si me cierran las puertas por aquí, si se me viene el mundo abajo, pero yo voy a ser una determinación de que con todo, a pesar de todo yo me voy a gozar en el Señor, y yo voy a alabar al Señor de todas maneras.
Hermanos, usted sabe que usted tiene que ensayar eso, porque eso no le va a venir naturalmente. Yo muchas veces me pregunto ¿que pasaría si me sucediera lo peor, lo que yo más temo, si yo me quedara como yo más temo quedarme, y si se me fueran todos los andamios de la vida, y se me desprendieran todas las cosas que yo considero como fuente de mi seguridad, ¿podría yo todavía alabar al Señor? Y yo digo, no creo que si, yo voy a confiar en que en ese momento la gracia del Señor me va a permitir alabarlo y glorificarlo y gozarme en El por fe, porque es por fe muchas veces que tenemos que hacer las cosas hermanos.
¿Sabes que hermano? El diablo no puede bregar con una persona que decide alabar al Señor en medio de su tribulación. Porque esa fe destruye, avergüenza y derrota al diablo. Cuando tu estás en situaciones de prueba, lo que el diablo te va a decir es como le dijo la esposa de Job a Job, “Maldice a Dios y muérete”. Eso que Dios dijo es mentira, eso son patrañas de los evangélicos, Dios no es tan bueno como El dice. Pero en ese momento tienes que decir como Job: No, yo creeré, aunque El me mate, yo creeré en El, dice Job, y yo lo veré con mis propios ojos. Y ciertamente Job vio la gloria, la misericordia, la bondad de Dios, su restauración y nosotros tenemos que hacer lo mismo, tenemos que creer y una y otra vez la Biblia nos llama a eso: a creer en medio de las pruebas. Y eso lo hace posible Jesucristo.
Usted ve el profeta Zacarías le está diciendo a los judíos, en medio de su tribulación, en medio de naciones que los están mirando hostilmente para destruirlos y para poseerlos y oprimirlos, el profeta les dice: regocíjense, alégrate mucho hija de Zion, da voces de júbilo. Muchas veces, hermanos lo que va a ahuyentar al diablo son esas voces de júbilo que usted va a dar en su casa y los demonios van a huir corriendo como los ratones a meterse a su escondite porque un hijo o una hija de Dios se atrevió a alabar al Señor en medio de la tribulación y de la prueba. Yo digo que esa es la última carta que se juega un hijo de Dios, cuando todas las demás cartas nos fallaron y no hay más lo único que nos queda es decir: Dios es bueno y para siempre su misericordia. Yo se que El va a traer su liberación, yo no se de donde va a venir pero yo se que la liberación vendrá de algún sitio, como dijo también uno de los profetas. Dios sacará liberación de alguna parte le dijo el tío de Esther, “si no viene a través de ti, vendrá a través de alguien”, y eso es a lo que yo he aprendido siempre en mi vida, ¿sabe? Que yo creo que Dios siempre tiene una solución para mi vida. Dios, aunque todas las puertas se cierren, ya es como un lema de mi vida, que siempre si no es la solución que yo espero, Dios sacará la solución de alguna otra parte y yo lo he visto eso una y otra y otra vez.
Cuando estábamos en esta cuestión del templo y las dificultades estaban allí y la incertidumbre de si íbamos a recibir el permiso o no, y a cada rato pues, salía otro nuevo grupo que quería un pedazo de mi piel y una explicación más y una reunión más y todo esto, y a veces parecía difícil la cosa. Pero yo decía: Bueno, Señor ¿qué es lo peor que puede pasar, quizás que no se construya el templo?, que yo creo que yo apuesto mi corazón que se construya, pero en medio de todo eso yo sabía, bueno si no es allí es porque tu tienes un templo mejor y más grande en algún otro sitio. ¿Entiende?, porque a veces las cosas no suceden como nosotros queremos.
Pero yo se una cosa, que mi Dios es fiel y que lo que El promete se cumple y que si El no saca la solución de un lado, la saca del otro porque El es un experto en milagros. Y nosotros tenemos que confiar eso, siempre asegúrate de que tu sepas eso en tu vida. El hijo de Dios con su poder, con su salvación, siempre está listo para nacer de nuevo en tu vida y para rescatarte de donde quiera que tu estés. Así que por lo tanto regocíjate preventivamente, alégrate preventivamente. Nunca le des lugar a la depresión, a la tristeza. Nunca te quedes en ese lugar terrible donde el diablo quiere meterte, en un escondite allí oscuro y tomándote pena a ti misma. Muévete y levántate y glorifica al Señor y ponte pintalabios si eres mujer, y si eres hombre no te pongas pintalabios, ponte otra cosa, pero celebra. Aquí en Massachussets hay que aclarar esas cosas, ¿sabe? Pero, sea lo que sea regocíjate y vístete bien. Yo creo en eso hermanos, cuando a veces no me siento muy contento o muy alegre es cuando mejor trato de vestirme y para decirle al diablo: Hey, no te vas a salir con la tuya. Este hijo de Dios cree que Dios es poderoso. Es así, hermanos.
Cuando estamos pasando por pruebas muchas veces el diablo quiere que nosotros simplemente nos echemos a morir y que dejemos de vestirnos y dejemos de llamar a nuestros hermanos y de venir a la iglesia y de hacer buenas obras y la palabra les dice: no, no, nunca te canses de hacer el bien. Nunca te canses de glorificar al Señor. Nunca le huyas al diablo, siempre dale la cara al diablo y dale la cara a la vida porque yo estoy contigo y más fuerte soy yo que lo que está en el mundo. Yo te voy a sacar adelante. Esa es la esencia de la vida cristiana.
Alégrate mucho, hija de Zion, da voces de júbilo, hija de Jerusalén. He aquí tu rey vendrá a ti. ¡Aleluya! ¡Qué linda esa promesa! Tu rey vendrá a ti. Sabes que Cristo vino al mundo, no como un rey impersonal y genérico y distante, sino que vino como un rey personal para cada uno de nosotros.
Es una cosa que siempre me impacta acerca de que cada vez que se anunció la venida de Jesucristo se anunció en término personales, muy íntimos. Fíjense como dice en Isaías, dice: “... porque un hijo nos es nacido, hijo nos es dado”. No dice: un hijo es nacido o un hijo ha nacido. No, dice: un hijo nos es nacido. En otras palabras, un hijo ha nacido en el seno de la familia. Cuando Cristo nació, nació en el corazón de cada hombre o mujer que lo recibiera, lo aceptara. Cristo vino como un ser personal. Cristo vino a establecer una relación para que tu no sientas solo más, para que no te sientas desamparado, para que no creas que solamente eres tu y la vida peleando allí, sino que tu tienes a Cristo contigo. El Señor vino a anunciarse a ti y a mi y si tu lo recibes el Señor se hace parte de tu vida también, el Señor entra a tu vida. Un hijo nos es nacido, un rey vendrá a ti. Ahí nos habla del carácter real de Jesucristo. Cristo vino en una forma humilde pero El es rey también, El es Señor de Señores, es el rey de reyes. Nosotros servimos a un gran rey, a un rey todopoderoso. Dice: “justo y salvador, humilde y cabalgando sobre un asno”.
Mire las cualidades que hay aquí: viene justo primeramente, sabe el Señor es justo. Y déjenme decirle algo que estas cualidades son para que nosotros también las imitemos. Estas cualidades son para que nosotros las imitemos. Las cualidades de nuestro Señor Jesucristo son para que nosotros las imitemos. La cualidad de la justicia, el Señor Jesucristo es justo. El vino a enderezar todas las injusticias de la humanidad, todo el maltrato de la gente, la opresión del hombre contra el hombre, la guerra, todas estas cosas, la explotación. El Señor vino a establecer un reino de justicia. Y mientras El venga nosotros tenemos que vivir en justicia unos con los otros, y debemos tratarnos con justicia unos a otros.
El vino para salvar, El es un rey salvador. El vino para rescatarnos de nuestros pecados, para salvarnos de nuestras situaciones difíciles, para traer solución a nuestros problemas, y sobre todo para reconciliarnos con el Padre Celestial. ¿Y sabe qué? En algún sentido nosotros también tenemos que ser salvadores para otros, tenemos también que ser misericordiosos para con otros, y tenemos que ejercer también misericordia para con los demás.
Hay una cualidad aquí que para mi es la más importante de todas. Dice que El vino cabalgando sobre un asno, humilde sobre un pollino, hijo de asna, y eso hermanos es bien importante, para mi esa es la esencia de este pasaje que está ahí: en esa cualidad, humilde de Jesús. Fíjese que uno pensaría: Bueno, el Señor es el rey que viene a salvar a su pueblo, viene a quitar la opresión, el yugo de estas grandes naciones, va a ser un rey poderoso, un rey lleno de fuerza, un rey atractivo, montado en un caballo blanco, con todo un ejercito detrás de El, y con toda una corte que le rinda pleitesía, y de momento como que cambia aquí las cosas. Uno está esperando: bueno, ese rey que va a salvar, va a tener todos esos atributos. ¿Sabe qué? Dice; viene humilde, cabalgando sobre un asno.
Yo leía un comentario de un escritor acerca de este pasaje y este hombre, que es un experto en el idioma hebreo, dice que la palabra que se traduce “humilde” es todavía mucho más fuerte en su implicación que la palabra simplemente humilde en español. La palabra es más bien, humillado, afligido, abatido, pobre, insignificante, es una palabra bien negativa.
¿Y por qué es importante señalar esto, hermanos? Porque muchos hebreos no pudieron entender que Jesús era el Señor porque ¿qué pasaba? Ellos esperaban un rey lleno de gloria, ellos esperaban ese rey como los hombres esperan que sea un rey y en su carnalidad ellos no leyeron, aunque ellos sabían que estos pasajes eran pasajes mesiánicos, pero su carnalidad y su orgullo nacional judío, no les permitió ver ese mensaje que yo les estaba diciendo: mi hijo, mi rey, el que yo voy a enviar a liberarlos, no va a venir como vienen los demás reyes. No va a venir a pelear una pelea física con las naciones y a ponerlos a ustedes a hacerlos el superpoder de la tierra, mi rey va a venir en una manera y en un paquete que ustedes no lo esperan. Va a venir humilde, sencillo y abatido y todo lo contrario de lo que normalmente ustedes esperarían que fuera un rey.
Eso es importante que nosotros lo entendamos, hermanos porque yo veo algo y es que Dios no quiso hacer las cosas como los hombres querían. Hay una controversia que Dios tiene con los hombres, el orgullo. Y nosotros queremos las cosas hacerlas con la fuerza humana, con el vigor y la astucia de nuestra mente y con nuestros recursos y nuestro talento. Y Dios dice: No, lo que yo traigo, la victoria espiritual que yo quiero hacer en este mundo no se va a ganar con armas de hombre. Y yo voy a establecer una forma de hacer las cosas muy diferente a como ustedes están acostumbrado a hacerlas, y mi hijo, mi rey, el que yo voy a enviar va a ganar con armas sencillas y armas de luz y armas de amor, y armas de bondad, armas de humildad.
Hermanos lo más importante de esa revelación es que esa es la forma en que nosotros también tenemos que pelear las batallas de nuestra vida, con armas de luz, no con armas de violencia. Yo le pido al Señor cada día que me ayude a poner a un lado las armas de la violencia, y de la ira, y de la opresión, y de la astucia humana, y de la fuerza humana, porque yo he descubierto que cuando el cristiano acepta a Cristo comienza a moverse bajo unas reglas y una dinámica muy diferente a la que se debaten los hombres, y que ya nuestras luchas tienen que darse con una metodología diferente, es la metodología de la debilidad y de la pobreza.
Yo creo que muchos de nosotros tenemos dificultades en nuestra vida porque todavía no nos ha amanecido esa gran verdad, hermanos, que nosotros tenemos que vestirnos de las armas de la luz. Y como Cristo, pelear con la humildad, la misericordia, la gracia, el perdón y ese es el vehículo a través del cual entonces fluye la gracia y la bondad de Dios en nuestra vida. Hermanos, hagamos un pacto con el Señor de poner a un lado las armas que el diablo usa. El diablo siempre podrá pelear con un hombre fuerte, con una mujer fuerte y lo vencerá porque el diablo es mucho más fuerte que ninguno de nosotros.
Pero lo que el diablo no puede pelear, lo que el diablo no puede vencer es un hombre, una mujer quebrantada y humilde y que dice: Padre, yo pongo a un lado mis armas, pongo mi espada, pongo mi revolver a un lado, pongo el palo que podría usar para golpear a alguien y ahora me visto de tu misericordia, perdono a los que me ofenden, me olvido de lo que me han hecho y pido que tu gracia descienda en mi vida y que tu te manifiestes en amor a través de mí. ¿Y sabe qué? El diablo eso no puede vencerlo, hermanos. ¿Dónde llevó a cabo el Señor Jesús la victoria más grande de todas? En la cruz del calvario. Allí inmovilizado, atado, clavado, derrotado, humillado, allí el Señor derrotó, dice, los principados y las potestades y anuló todas las acusaciones del diablo en nuestra contra.
Y así tenemos que hacer nosotros, en esta navidad, yo creo que la esencia del mensaje navideño es eso: que Dios usa las cosas humildes y sencillas para llevar a cabo sus mayores milagros, y que nosotros tenemos que tratarnos de esa manera. En este año que comienza, hermanos hagamos un propósito de cabalgar la vida humildemente, caminar humildemente, pongamos a un lado la aspereza. Pongamos a un lado la acusación. Pongamos a un lado el odio y la violencia. Y vistámonos del amor y de la humildad de Jesucristo. Caminemos ese camino que Dios nos ha trazado usando la sencillez y la mansedumbre, el amor de Dios. El Señor vino como un niño sencillo. El Señor vino como un humilde bebé, por medio de esa humildad el Señor hizo posible que la gracia de Dios corriera a este mundo y nosotros vamos a recibir bendición en este año, vamos a recibir bendición, pero va a ser por medio de ese caminar como Cristo caminó. Yo quiero, hermanos, que este año más que nunca nuestra iglesia sea una iglesia de armonía, de amor y de misericordia.
Yo quiero hermanos, que en este año si hay entre nosotros alguna pugna, si hay en cualquiera de nosotros algún resentimiento si alguien te debe algo, si alguien no te ha dado todo lo que tu piensas que tu merecías, si alguien no te ha tratado tan bien como tu piensas que debieras haber sido tratado, que no guardes en tu corazón ningún resentimiento contra esa persona. Busca las reconciliación, perdona a los que te ofenden. Camina la vida humildemente. Camina la vida con transparencia. Seamos transparentes unos a otros. Dejemos la ira. Dejemos la discordia. Dejemos las malas palabras. Dejemos la violencia en nuestro trato y cabalguemos humilde como el Señor Jesucristo vino. ¿Y sabes qué? Dios te hará poderoso a través de eso, Dios te libertará de las luchas que tu tienes. Dios humillará al diablo y dirá: Deja a mi hijo tranquilo ya, porque mi hijo ahora está usando las armas de la luz y tienes que respetarlo, tienes que darle libertad. Si nosotros obramos de esa manera Dios va a hacer su obra en nuestra vida. En esta navidad, hermanos yo creo que ese es el mensaje primordial de todo lo demás, la esencia de nuestro Señor Jesucristo hablará paz a las naciones, hablará paz a las naciones. Seamos hombres y mujeres de paz. El Señor Jesucristo vino a destruir los carros y los caballos, los arcos de guerra, dice, serán quebrados. Que Dios nos ayude, hermanos a ser parte de ese ejercito apacible en esta tierra, ese ejercito de paz.
Esa es la navidad. La navidad es paz y nosotros vamos a ser hombres y mujeres que caminemos en la humildad y la mansedumbre de nuestro Señor Jesucristo.
Vamos a ponernos de pie. Vamos a recibir ese llamado de paz a nuestros corazones. Vamos a cantar ese.... imaginemos a ese niño, ese bebé, humilde y sencillo que vino cabalgando en un pollino, un una asna y ese es el espíritu en que nosotros tenemos que caminar y ese espíritu nos da un poder, hermanos increíble. Nos da poder para romper todas las ataduras, para liberarnos de todas la dificultades que hay en nuestra vida. Es en esa confianza en el Señor, en pararnos en la bondad y la misericordia del Señor, no pelear nosotros con nuestras propias armas, sino dejar que el Señor nos liberte, que el Señor nos saque adelante, y confiar en El y tener gracia unos para con los otros. Ese es el origen, hermanos de todo gran triunfo en la vida. Vamos a cantar ese himno.
Vamos a bajar nuestras cabezas un momento, vamos a abrazar ese llamado de Dios ahora a nuestras vidas de paz y de misericordia. Padre, yo soy el primero que confiesa que muchas veces me falta esa mansedumbre que Cristo vino a ejemplificar y en esta tarde, Señor pido junto a mis hermanos que tu derrames una porción especial de la mansedumbre y del amor de Cristo y la humildad de Jesús en nuestros corazones. Señor Jesús el mundo está acostumbrado a la violencia y a la aspereza, a veces nosotros mismo pensamos que si no usamos esas armas vamos a ser abusados y explotados y oprimidos, pero tu nos has enseñado que en esas armas de alabanza y de fe y de declaración de tu bondad y tu fidelidad y de gozo y de celebración y de amor, perdón, nosotros podemos vencer en una manera que ningún hombre con sus armas humanas puede hacerlo. Ayúdanos a abrazar y a adoptar el espíritu de Jesucristo, Señor, en esta tarde. Y a ser como nuestro maestro, gente de paz, gente de amor y de bondad.
2 Timoteo 3:10
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Segunda de Timoteo, Capítulo 3, comenzando allí en el versículo 10. Dice allí, y este es el Apóstol Pablo escribiéndole a Timoteo, un joven, no tan joven en realidad pero por aquellos tiempos lo consideraban un joven, tenía como 40 años más o menos, dicen los estudiosos de la Biblia. Pero Timoteo tenía el distintivo de haber sido pastor y discípulo del Apóstol Pablo y Timoteo estaba llenando ciertas funciones pastorales y entonces Pablo, el veterano Apóstol le escribe a su discípulo y le está dando consejos acerca de cómo él debe conducirse en su vida, y como debe conducirse en su ministerio también. Así que es una carta de consejo pastoral.
Segunda de Timoteo, 3:10. Pablo está aconsejando a Timoteo y le dice: “...pero tu, Timoteo, pero tu has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, persecuciones, padecimientos como los que me sobrevinieron en Antioquia, en Iconio en Listra, persecuciones que he sufrido y de todas me ha librado el Señor, y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús, padecerán persecución. Más los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor engañando y siendo engañados pero persiste tu en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quien has aprendido y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia a fin de que el hombre de Dios o la mujer de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” Bendiga el Señor su santa palabra.
Estaba pensando así en una de las doctrinas fundamentales de la fe cristiana es este tema de la inspiración de las Escrituras, la inspiración de las Escrituras y eso es uno de los puntos principales que yo quiero tratar esta mañana. Pero además de eso está el asunto de qué debemos hacer a la luz del hecho de que tenemos una palabra, que se llama la Biblia, que nosotros creemos que es la palabra de Dios, inspirada por Dios, escrita en un sentido por el espíritu santo, y qué debemos hacer con ese hecho, cómo debemos comportarnos a la luz de la creencia esencial del pueblo de Dios de que la Biblia es la palabra inspirada por Dios. Yo espero que analicemos un poquito más ese tema. Qué quiere decir esto de la inspiración de la Biblia, la inspiración de las Escrituras. Pero déjenme hacer un recorrido exegético a través de este pasaje para tratar de hacer la misma síntesis que hace la mente del Apóstol Pablo con estos diferentes temas.
En el Capítulo 3 de esta carta el Apóstol Pablo está muy preocupado por lo peligroso del tiempo en que están ellos viviendo pero también a la misma vez da una palabra profética también hacia el tiempo futuro, un tiempo futuro que yo creo que se está cumpliendo ahora en estos tiempos, porque estamos en los últimos tiempos, nosotros creemos, estamos en tiempos difíciles, en tiempos peligrosos y que llenan muy bien la descripción de lo que tanto Cristo como es Apóstol Pablo y otros de los escritores de la Escritura hablan de cómo serán los últimos tiempos.
Si usted mira en el Capítulo 3 de Segunda de Timoteo, en el versículo uno, le dice Pablo a Timoteo: “.... también debes saber esto que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos porque habrá hombres amadores de si mismos, avaros, vanagloriosos, etc”, y el da toda una descripción del tipo de persona que va a haber en esos tiempos y se parecen definitivamente mucho a lo que vemos en estos tiempos donde hay todo tipo de pecaminosidad en el mundo en una manera increíble. El Apóstol Pablo habla inclusive muchos que están aun predicando la palabra y sirviendo al Señor que dicen que tienen apariencia de piedad pero niegan la efectividad, niegan el poder de ella.
Es decir es un tiempo, dice el Apóstol Pablo, en que hay mucha fluctuación, hay mucha maldad, hay mucho engaño, hay mucha imposibilidad de uno saber exactamente quién es quién y quién es qué en las cosas del Evangelio. Es un tiempo de gran pecado en la humanidad y en la sociedad y entonces ahí es donde viene ese “pero”, del versículo 10, a la luz de ese dinamismo negativo que hay en el ambiente espiritual, Pablo le dice a Timoteo, y nos dice a nosotros, a cada uno de nosotros como cristianos “pero tu, y usted puede poner su nombre allí en ese tu, tu has seguido mi doctrina, conducta, propósito, etc...” En otras palabra el Apóstol Pablo está diciéndole a Timoteo: Timoteo, pero tu comportamiento es diferente. Tu eres un hombre diferente, tu eres de una categoría espiritual diferente a la de esas personas que se han ido detrás del pecado y detrás de la rebeldía contra Dios o detrás de la hipocresía doctrinal, religiosa y tu eres una persona diferente. ¿Por qué? Porque tu has seguido mi doctrina, etc., etc. Y ahí se inicia esta idea en la mente del Apóstol Pablo de la importancia de la fidelidad a los valores de la verdad, a los valores de la justicia, a los valores de la doctrina bíblica, verdadera.
La importancia de mantenernos fieles a lo que Dios ha declarado y de no irnos con el resto del mundo. Y entonces él interesantemente Pablo se pone a sí mismo como la norma en este caso. Dice: pero Timoteo, gracias a Dios que tu has seguido, y la palabra en el griego que se traduce “seguir” sugiere la idea casi de un discipulado, de seguir en todas las dimensiones, en la dimensión física, como el discípulo que se pegaba a su maestro y lo seguí dondequiera que iba como los discípulos seguían a Jesucristo. El discípulos que sigue a su maestro mentalmente porque recibe su enseñanza y los conceptos que le está transfiriendo a su discípulo y que lo sigue también espiritualmente porque adopta el espíritu de su maestro y lo absorbe y es un reflejo del espíritu de su maestro también. Entonces todo eso está encerrado en la palabra seguido, que es la palabra casi como el discípulo en el griego original. Pero tu Timoteo has seguido, y hermanos que importante es precisamente que nosotros como creyentes hagamos exactamente eso...
Yo creo que lo que define a un discípulos a un creyente en Jesucristo es esa fidelidad, es ese seguir la enseñanza, seguir la norma que Dios ha establecido. No es tanto el venir a la iglesia y ni siquiera dar esos diezmos que tanto insistimos que ustedes dieran a su momento o en tener una carta de membresía, no es ese adherirse uno en obediencia a la norma de lo que es bueno, lo que es correcto, lo que es verdadero. Eso es lo que Dios nos llama que hagamos. Tiene que haber obediencia. Para mi esa es la clave, yo creo, para una vida cristiana fructífera y feliz es que haya en nosotros esa obediencia, ese seguir, ese pegarnos a la palabra de Dios y pegarnos a la verdad de Dios. Muchos de nosotros no experimentamos toda la vida abundante que Cristo ha venido a darnos porque yo creo que todavía estamos jugando el jueguito, bueno, me entro de lleno o no. Y estamos ahí indecisos, y el Señor lo que pide es esa entrega total, ese seguir de una manera total la norma de la Escritura.
Y qué interesante el Apóstol Pablo, mire otra cosa curiosa es que Pablo se pone a sí mismo en un sentido como la norma. Dice: “pero tu has seguido mi doctrina, mi fe, mi propósito, mi conducta,....” No es que el Apóstol Pablo fuera un hombre orgulloso, no es que él fuera un hombre que se creía la gran cosa porque el mismo decía yo soy el peor de todos los pecadores, yo soy el jefe de los pecadores, una vez se describió Pablo así. Pero Pablo era un hombre que cuando abrazó la enseñanza, cuando abrazó la doctrina del Evangelio, se dedicó completamente. Cedió mente corazón, alma y cuerpo, entregó toda su vida al Señor y se dedicó a servirlo exclusivamente a Él.
Yo creo que no hay nada de malo que cuando una persona ha vivido una vida como la que vivió el Apóstol Pablo que se ponga como un ejemplo y que importante es, hermanos que en la vida cristiana haya hombres y mujeres que puedan servir como ejemplo, ¿verdad? Porque muchas veces podemos hablar de muchas de estas doctrinas, y estas virtudes en abstracto doctrinalmente, teológicamente. Pero qué bueno es cuando podemos ver a alguien que ejemplifica fe, o ejemplifica paciencia, o ejemplifica amor y el mundo necesita ejemplos, el mundo necesita hombres y mujeres que sean encarnaciones de los valores del Evangelio. Ojalá que Dios nos ayude a cada uno de nosotros a tener siempre esa meta de ser ejemplo y de ser una inspiración para alguien. Porque nosotros no vivimos solos, siempre recuerden que hay muchas personas que están atentos a cada uno de nosotros y como cristianos tenemos que estar conciente de eso y asegurarnos en todo lo posible ser modelo para los demás.
Una de las cosas que hay en la visión de nuestra iglesia es ser una iglesia ejemplar. ¿Por qué? Porque creemos que el mundo necesita ejemplos de instituciones o de individuos que están viviendo la vida cristiana en todo lo posible con integridad y en una forma que agrade al Señor. Y Pablo le dice a Timoteo: Timoteo, tu has seguido mi doctrina. Mire la variedad de cualidades que Pablo encarnaba: por doctrina, Pablo está refiriendo a la fidelidad bíblica, la enseñanza, la fidelidad a la palabra de Dios; conducta, su comportamiento, su caminar en el Señor; propósito, Pablo era un hombre de propósito, Pablo era un hombree que tenía una visión clara de a dónde él quería ir. El sabía quien lo había llamado y a qué había sido llamado y era un hombre de propósito. Qué importante es que nosotros, hermanos, seamos hombres y mujeres de propósito, que tengamos una visión que anime nuestra vida.
Yo te pregunto en esta mañana: ¿cuál es la visión que anima tu vida? Si a ti te preguntaran que resumieras en tres frases, tres oraciones el tipo de vida que tu quieres vivir y lo que tu quieres llegar a ser en Dios y adónde te gustaría estar en 5 años en el Evangelio. O qué metas financieras o familiares o personales tu te has propuesto. Tu podrías responder rápidamente. ¿Podrías tu decir mire este es mi propósito, esta es mi visión como hombre o como mujer y esto es lo que yo quiero llegar a ser? Porque muchos de nosotros vivimos la vida improvisando. Simplemente cada día nos levantamos e improvisamos pero no tenemos un sentido de propósito y de meta. Y Pablo era un hombre de propósitos y un hombre también de fe que sabía en quien había creído y que se atrevía a hacer cualquier cosa por el Señor y que no estaba: creo o no creo. No, Pablo era un hombre que sabía. El dice, yo se en quien he creído.
También habla de su longanimidad que es una palabra un poco arcaica. Longanimidad, la palabra más apropiada para nuestro tiempo sería paciencia, aunque aquí luego dice amor y paciencia, pero la palabra paciencia que está traducida aquí al español es esa palabra que ya hemos visto antes Macrotumía que quiere decir persistencia, quiere decir aguante, tener aguante, firmeza en los tiempos de crisis y de necesidad. Entonces era un hombre que tenía todas estas virtudes y Timoteo lo había imitado, lo había seguido en estas cosas y de momento surge algo como sorprendente porque de toda esa lista, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, de momento dice persecuciones, padecimientos. Y uno como que se sorprende, de donde salió eso. Porque todo lo demás son virtudes pero también él habla, Pablo siempre hablaba en muchas ocasiones en sus escritos habla de las persecuciones que el padeció, de los sufrimientos.
Ahí en Segunda de Corintios, Capítulo 9 hay una lista larguísima de todas las aflicciones que el Apóstol Pablo pasó. ¿Y por qué también es inesperado esto? No solamente porque es como una mezcla de cosas que no se compaginan sino como que uno esperaría que un hombre que tiene, amor, fe, paciencia, doctrina, propósito, conducta, como que ese hombre estaría guardado de todo sufrimiento como que un hombre tan valioso como Pablo, el Señor lo protegería de aflicciones y de pruebas. Sin embargo no. Qué interesante que muchas veces cuando tu estás, aunque tu estés en los caminos del Señor y estés siendo fiel y grandemente útil al Señor eso no te exime de pasar por tribulaciones y dificultades. Tenemos que recordar eso siempre, hermanos porque yo se que muchas veces cuando nosotros estamos pasando por pruebas, uno dice: pero Señor si yo te estoy sirviendo, si estoy yendo a la iglesia, si ahora es cuando yo más oro y estoy buscando más de ti, y por qué me vienen estas pruebas. Hermanos recordemos siempre. Es más muchas veces mientras más cerca estemos del Señor a veces más el enemigo querrá venir y más también a veces Dios, porque no solamente el enemigo nos prueba, a veces Dios mismo también permite que vengan ciertas aflicciones a nuestra vida, ¿para qué? Para formarnos. Para fortalecernos. Para crear el carácter de Jesucristo en nosotros. La aflicción no es solamente del diablo para hacerte caer, sino muchas veces es de parte de Dios para fortalecerte.
Y esta semana leía yo un articulo en Christianity Today, una revista cristiana de un escritor cristiano que hablaba acerca de la prueba y él decía que muchas veces Dios inclusive trae la prueba a nuestra vida, ¿sabe para qué? Para que por medio de la prueba y de la consolación que nosotros recibimos en la prueba, nosotros podamos consolar a otros también. La única persona que puede ser de verdadera utilidad en la consejería o en la exhortación y el ánimo, dar ánimo a los demás, es la persona que ha pasado el o ella por pruebas y que Dios le ha mostrado que El es fiel y entonces está preparado para consolar a otros.
Esta misma semana cuando yo comparecía ante el jurado este, el Boston Redevelopment Authority, esta agencia de la ciudad de Boston que tiene que ver con todos los permisos y todas las cosas. De paso les digo hay 2 grandes momentos, digamos así, que hemos tenido que pasar, uno de ellos fue este jueves y el otro va a ser el 14 de diciembre, que les pedimos que oren, ya va a ser el final, este es un proceso de muchos meses que llevamos. Pudimos comparecer allí ante esas autoridades y traer el proyecto de la construcción del nuevo santuario y esto ha sido de mucha aflicción para mi carne porque hemos tenido que bregar tanto con el vecindario y con agencias, y llenar tanto papeleo y la incertidumbre si después de todo este lío, llevamos ya como año y medio, dos años en este proceso del diseño y todo, y uno se pregunta ¿dará resultado o no, al final podremos hacerlo o no? Ha sido de mucha carga y este jueves cuando comparecimos allí ante esa autoridad y que gloria al Señor, nos dieron su aprobación, y doy gracias al Señor por eso, y yo espero que después del 14 de diciembre yo pueda venir ante ustedes en el nombre del Señor y darles una gran noticia de que finalmente.... Pero yo pensaba en mi inocencia que ya para finales de julio yo iba a terminar, este proceso ya iba a estar terminado porque fue la primera vez que comparecimos ante una de esa autoridades. Y no fue así.
Nos han estad posponiendo y hemos tenido que entrar en un proceso que yo esperaba que el Señor me librara del proceso del vecindario, uno dice: Señor tu puedes hacer cualquier, pasa de mi esta copa, Padre, si es tu voluntad. Dijo, no, no, tienes que tomar, tienes que beberla. Me tuve que enfrascar con las fieras del vecindario de por acá y con las fieras también de la ciudad de Boston y uno se pregunta: Señor, pero ¿por qué? Si esto es para tu gloria, si esto es para hacerte un santuario. ¿Por qué tu no me haces la vida más fácil, tu no ves que tengo tantas otras cosas que hacer en el ministerio? Caramba, dame un break.
Pero el Señor dice: No, no quiero. Y yo he entendido en mi corazón claramente que el Señor quiere que yo pase por esos procesos y que aprenda como pastor que está involucrado en los asuntos de la ciudad, y he aprendido, hermanos una tonelada de cosas que usted no se imagina. Y comparecer allí ante ese grupo de gente tan sofisticada, tener que preparar toda una estrategia en el vecindario y pelear ahí con esa jauría de linces que hay ahí en este vecindario, gente profesional que conoce muy bien las leyes de la ciudad y todo eso. Me ha ayudado a formarme mejor como pastor y como administrador y persona que está involucrada en un proceso público. Y el jueves por la mañana les confieso que el corazón lo tenía un poco acelerado, y la incertidumbre de qué va a pasar y todo esto. Después de terminar como siempre pasa, después que me meto en estos líos y Dios me saca de ellos, le doy gracias al Señor. Le digo: Padre, qué privilegio poder uno ser parte de un proceso así y aprender y batallar y ver tu fidelidad. Yo creo que eso me capacitará con la ayuda del Señor para poder hacer otras cosas que Dios tenga para mi ministerio.
Fíjense hermanos, que Dios no siempre nos saca de las pruebas. Dios puede permitir a veces que pasemos por aflicciones bien fuertes, pero todo siempre con un propósito positivo, prepararnos, formarnos, quebrantarnos a veces, humillarnos en otras ocasiones, enseñarnos paciencia, fidelidad, persistencia, pero siempre con un propósito bueno. El propósito de Dios es ese, formar a Cristo en nosotros, y El a veces usa instrumentos bien raros, déjenme decirles, como usó la cruz. La cruz es el instrumento más siniestro que se ha inventado para tortura de los seres humanos, y Dios la usó para traer salvación a la humanidad. Así que no nos sorprendamos. Me salí un poquito del tema pero está bien porque eso es parte.
Pablo un hombre que con todas esas virtudes, fiel al Señor y padeció dificultades, sufrimientos, pero se mantuvo firme. Dice: “... y de todas me ha librado el Señor”. Gloria a Dios.
Déjenme decirle, mi hermano, hermana, si usted está pasando por prueba el Señor es fiel para librarle. No se de por vencido. No deje de clamar al Señor, no deje de servir al Señor. Cuando usted haya salido de esa prueba usted saldrá brillando como el oro, más preparado que nunca. Dios no le dejará nunca. Eso si yo le puedo prometer. No le puedo prometer que lo libre de la aflicción y de la prueba pero le puedo prometer que lo va a sacar victorioso de su dificultad. Gloria al Señor, amen. Conviene un aplauso para gloria del Señor.
Mire lo que dice allí en el versículo 12, dice: “... y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús, cada uno recibirá un cadillac en su marquesina,... no dice: padecerán persecución, padecerán persecución. Toda persona que quiera agradar al Señor, que quiera ser fiel al Señor, que quiera mantenerse firme en los caminos del Señor sepa vas a tener que enfrentarte en algunas manera u otra algún tipo de padecimiento, pero eso será para gloria de Dios y para fortalecimiento tuyo, así que no le coja miedo al diablo, no le coja miedo a las circunstancias, mantente firme en ese propósito de ser fiel al Señor porque Dios tiene buenas cosas para ti. Más los hombres malos y engañosos irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. Ese es el destino de toda persona que quiere jugar el jueguito ese de estoy aquí, y estoy allí, de engañar a los demás. Qué pasa? Al final serán engañados ellos y engañarán a otros y estarán siempre comiendo a otros y comiéndose ellos y siendo comidos también. Porque ese es el destino de la persona que carece de esa fidelidad de esa entereza en el Señor.
De nuevo, mire aquí el llamado a Timoteo y a todos nosotros a la fidelidad, a la obediencia. Dice: “...pero persiste tu en lo que has aprendido y te persuadiste sabiendo de quien has aprendido. Gloria al Señor. De nuevo, ve esa idea de hemos aprendido, todos nosotros hemos aprendido de alguien y yo espero que usted tenga un mentor o una mentora que usted tenga alguien que pueda servirle de modelo. Qué importante es tener la figura de un padre detrás de nosotros o una madre, o una persona mayor que nos ha sido un mentor o una mentora o nos ha sido ejemplo y nos ha bendecido en la vida. Si usted no lo tiene y es joven en la fe, búsquense alguien que tenga más experiencia que usted y péguese a esa persona y aprenda de ellos. Y ustedes, hermanos que tienen más experiencia búsquense una persona más joven y menos experimentada en la fe, y trate de ser mentor o mentora de alguien para que los sigamos llevando hacia delante.
El Apóstol Pablo dice: Timoteo, tu persiste, aguántate. Tu no seas como los demás, mantente firme, persiste. Mucho de la vida cristiana es persistir porque muchas veces en la vida cristiana es cuestión de tener aguante, no es asunto de que nos va a ir bien o que nos vamos a sentir siempre entusiasmado con el Señor. Mire, muchas veces ni el pastor mismo quiere venir a la iglesia, es así, pero si uno se lleva de que no quiero venir, imagínese, cuantos de ustedes por la mañana el lunes se levanta y dice que bueno que tengo que levantarme a las 5 de la mañana y ponerme la ropa y salir a ese frío de 10 bajo cero e ir al trabajo a ponchar la máquina a pasarme todo el día. ¿Cuantos dicen estoy feliz en hacerlo? Pero lo hacen. ¿Por qué? Porque saben que tienen que hacerlo. Porque es una disciplina.
Muchas veces nosotros nos cepillamos la boca, no porque nos guste el sabor de la pasta pero porque tenemos que hacerlo, y asimismo es a veces en la vida cristiana hay momentos de sequía como hay en el matrimonio, como hay en la amistad y uno no puede ser simplemente cambiante, como la veleta al viento. Uno tiene que persistir. Yo amo a la gente persistente en la vida cristiana, la gente que llueva, truene o ventee están ahí firmes. A veces no hablan mucho en lenguas, a veces no se le cae el moño demasiado porque danzan mucho, lo que sea, pero son gente fiel y son fieles en sus diezmos, son fieles en su asistencia a la iglesia, son fieles en el servicio, usted les asignara algo y usted sabe que van a estar allí aunque se estén muriendo, a veces vienen tosiendo, arrastrándose por la puerta, pero llegan porque son gente fiel, persisten. Hermanos no se deje llevar por las emociones. Tenemos que romper la esclavitud a las emociones y tenemos que ser gente persistente en la vida cristiana. Esas son las personas que con el paso de los años usted los ve van creciendo, van desarrollándose, porque son gente simplemente allí, un pasito delante del otro hasta que llegan a la meta. Persiste en lo que has aprendido y recuerda de quien has aprendido. Honremos a nuestros maestros, y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras.
Hermanos que importante es que le enseñemos a nuestros hijos la palabra de Dios. Timoteo fue un joven que aprendió de su abuela inclusive, su mamá le enseñaron la palabra de Dios. Fue un muchacho criado en los caminos del Señor. Pablo dice: Recuerda Timoteo lo que tu aprendiste de la niñez.
Que importante hermanos no escatimemos recursos para nuestros hijos para que tengan experiencias que los instruyan en la palabra de Dios. En vez de comprarle un Nintendo o uno de esos juegos raros por allí que lo van a corromper, cómprale un set de libros cristianos o amárrelo a la pata de una mesa y póngalo a ver un video cristiano o algo por el estilo. Hermanos instruyan a sus hijos en los caminos del Señor. Hermanos, mientras podamos traigámoslos a la iglesia y cuando lleguen a adolescentes y le digan a los 13 años, no quiero ir porque estoy cansado el domingo, métale una soga alrededor del cuello y tráigalo. Dígale: si tu quieres comer, vas a tener que venir a la iglesia hoy conmigo. Quizás los psicólogos no lo apoyarán en lo que yo le estoy diciendo, pero..... tómelo de su pastor.
Hermanos, yo creo que hay a veces que ser firmes con nuestros hijos para que beban la lecha de la palabra, después ellos se lo van a agradecer. Llegará un día en que esa palabra va a comenzar a hacer algo en sus vidas. Pasarán muchos años, quizás, se apartarán de los caminos del Señor, pero esa palabra estará allí como una bomba de tiempo que un día cuando venga una crisis en el matrimonio, o una situación de salud o un problema financiero, recordarán esos signos que escucharon cuando eran niños y volverán a los caminos del Señor. La palabra dice: instruye al niño en su camino para que cuando sea viejo, no se aparte de él, o cuando sea viejo no se apartará de él.
Así que es importante enseñar, instruir a nuestros hijos en las sagradas Escrituras. Yo creo que las iglesias deben hacer todo lo posible por instruir a los niños en la palabra. Hoy tenemos tantas cosas que entretienen a los muchachos y todo tipo de procedimientos y cosas para entretenerlos y mantenerlos interesados y esto y lo otro. Eso no es malo, pero yo creo que si no hay una enseñanza de la palabra de Dios, estamos desperdiciando el tiempo. Hay que enseñarles las grandes doctrinas, los grandes eventos de la Biblia, los personajes de la Escritura, los grandes eventos que hay escritos en la Escritura porque estas cosas son las que anclan a una vida a la palabra del Señor. No hay nada como la palabra de Dios entrando al corazón y a la mente de la persona, usted le puede decir historias bonitas y esto y lo otro pero la palabra de Dios alimenta como ninguna otra cosa de este mundo. Así que instruya a sus hijos en la palabra del Señor.
Dice: ... las Sagradas Escrituras las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús, no hay ninguna fuente de sabiduría como la palabra de Dios. ¿Cuántos le gustaría ser sabio? ¿Cuántos están dormidos? Yo creo que todos aquí quieren ser sabios, verdad que si. Hermanos, hay una sola manera de usted hallar sabiduría. Por medio de la palabra de Dios. La Biblia dice: “lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino”. La palabra de Dios es práctica en sus enseñanzas. Dice la Biblia que la entrada de tu palabra ilumina el rostro. Hay algo especial, la persona que ha sido instruida en la palabra de Dios aunque no haya ido a la universidad o a la escuela superior, pero será una persona culta de todas maneras y será una persona que siempre podrá tener una buena conversación. Sin embargo hay personas que tienen doctorados en filosofía y son unos estúpidos con perdón de la palabra, unos ignorantes, y usted los ve que en su forma de vida no reflejan ese gran conocimiento que tienen, porque muchas veces están desprovistos de la enseñanza sabia, milenaria de la palabra de Dios. Yo prefiero en cualquier momento conocer bien la palabra del Señor que cualquier doctorado que me puedan deparar los hombres, se lo digo, porque nos da sabiduría y sabiduría y no cualquiera, sino sabiduría para salvación. Vida eterna.
La Biblia dice de que le sirve a un hombre si se gana todo el mundo y pierde su alma, la palabra de Dios es la única que te puede dar sabiduría para saber cómo relacionarte con Dios, como relacionarte contigo mismo, cómo manejar tus emociones, cómo manejar las relaciones humanas, cómo bregar con las heridas y los traumas del pasado, si tu no te fundamentas en la palabra del Señor eres peor que una nave en medio de una tormenta en el mar, sin las velas de las cuales hablaba nuestro hermano Luis Valles. Estamos a la deriva, a la merced de las circunstancias, pero la persona que ancla su vida en la palabra, en la doctrina del Señor, esa persona aunque vengan los vientos y las tormentas de la vida, sabrá cómo salir de las dificultades de la vida. Por eso es tan importante hermanos que nosotros seamos fieles a esa sana doctrina, a esa palabra del Señor. No nos dejemos llevar por los cambios, no nos dejemos llevar por hoy en día tanta interpretación rara de la Escritura, tanta enseñanza que pretende quitarle su tuétano a la palabra del Señor, mantengámonos fieles a la palabra del Señor.
Mire lo que dice aquí: “... toda la Escritura es inspirada por Dios”. ¿A que se refería el Apóstol Pablo diciendo toda la Escritura? Bueno, primeramente se refería a los escritos del Antiguo Testamento porque en ese tiempo todavía no existían todas las escrituras del Nuevo Testamento pero hay evidencia ya en la Biblia de que ya se estaba comenzando a formar ese cuerpo de escritos del Nuevo Testamento que serían incluidos dentro del concepto de Escritura y que el mimos Apóstol Pablo ya conocía algo de eso, porque el mismo cita pasajes de los Evangelios en un par de pasajes de sus cartas queriendo sugerir que ya estaban circulando ciertos escritos también del Nuevo Testamento que algún días vendrían a ser parte del cuerpo de libros que constituirían la Biblia.
El Apóstol Pablo al decir que toda la Escritura, hermanos quiere decir eso, para nosotros hoy en día que ya hemos pasado por todo el proceso de la elaboración del canon y todo esto, que algún día ojalá tengamos oportunidad de hablar cómo se formaron lo que nosotros llamamos hoy los 66 libros de la Biblia, el Apóstol Pablo al decir toda la Escritura está refiriéndose a todos estos libros de Génesis hasta Apocalipsis.
Repitan conmigo: Toda la Escritura. Amen. Hermanos, no es algunos libros solamente. Si usted oye a alguien por ahí decir que estos libros son más autoritarios que los otros, mire, como cristianos ortodoxos, nosotros creemos que todo texto, toda frase, toda palabra que está en la Biblia es palabra inspirada por Dios. Sea que la escribiera Pablo, la escribiera Pedro, sean palabras de Jesús en los Evangelios, sean palabras de Ezequiel o de Isaías o en Génesis, todas esas palabra son palabras de Dios inspirada por Dios, palabra que es como dice aquí “...útil para enseñar, redargüir, corregir y para instruir en justicia.”
Me voy a detener un momentito porque ya se acaba el tiempo. La palabra inspirado, teo neupstos, quiere decir, teo de teología, Dios y neupstos quiere decir como de neuma, de aire, es como que la Escritura fue soplada por Dios. Cuando los cristianos decimos que la Biblia es inspirada queremos decir que Dios sopló, la idea es que el espíritu de Dios fue soplado como fue soplado sobre Adán y vino a ser ese pedazo de tierra, vino a ser un hombre vivo. Asimismo cuando Dios sopló en el proceso de escribir estos libros, cuando diferentes hombres escribieron estos libros a través de siglos y siglos, cada vez que uno de esos libros fue elaborado, y cada vez que cada uno de esos hombre se sentaba a escribir estas palabras, el espíritu de Dios estaba allí como soplando sobre ellos, infundiéndose en sus palabras.
No quiere decir que Dios los tornó en autómatas que escribieron bajo el dictado del espíritu santo cada palabra. No, porque estos hombres escribieron también reteniendo su individualidad, su carácter, reflejando costumbres de sus tiempos, inclusive su temperamento y otras cosas, pero aun dentro de su originalidad humana el soplo de Dios estaba allí asegurándose de que esas palabras no tuvieran error. De la manera en que lo expresaran pero que fuera verdadero. Usted puede decir la misma cosa en muchas maneras. Usted puede decir por ejemplo: mi madre es muy noble, o puede decir mi madre es muy buena, o lo que sea, pero la idea es la nobleza, la solidez de la madre. Asimismo estos hombres pudieron escribir en muchas diferentes maneras, muchas diferentes expresiones, pero lo que decía, la esencia, el contenido, de esas palabras eso es totalmente firme, verdadero y nosotros podemos confiar en ello.
Hoy en día en este tiempo en que vivimos, hay muchos cristianos que han perdido ese sentido de reverencia de la Escritura y cuestionamos y sobre todo en este tiempo en el área de la sexualidad humana, hay tanto cuestionamiento de lo que dice la Biblia por ejemplo con respecto a la homosexualidad. ¿Cuántos cristianos supuestamente hay por ahí enseñando que está bien que un hombre se case con hombre o una mujer con una mujer en contradicción directa con las Escrituras? Y se sorprenden cuando uno como cristiano ortodoxo dice no, pero es lo que dice la palabra de Dios y dicen pero tu todavía estás creyendo en esas cosas y casi como que se ríen de uno, cristianos con cristianos imagínense. Y la palabra de Dios te dice a ti, pero tu persiste en lo que has aprendido, persiste en aquello de lo cual te persuadiste.
Cristianos esta palabra que se llama la Biblia es confiable, fue inspirada, fue soplada por Dios y debe servir como la norma y la base de tu comportamiento en la vida. Nunca nos salgamos de ella, hermanos y si algún día nos salimos volvamos a entrar en ella. No pretendamos nosotros juzgar la palabra, deje que la palabra le juzgue a usted. Tenemos que tener reverencia hacia las Escrituras y tenemos que persistir en lo que hemos creído. Tenemos que ser obedientes a esa palabra. Toda la Escritura es inspirada por Dios útil para enseñar, redargüir, corregir e instruir en justicia a fin de que el hombre o la mujer de Dios sea perfecto enteramente preparado para toda buena obra. Que el Señor bendiga su santa palabra.
Hermano, si usted quiere ser un siervo de Dios, una sierva de Dios preparada para cualquier buena obra que el Señor necesite, fundamente su vida en la palabra del Señor, seamos estudiantes de las Escrituras. Yo deseo que cada uno de ustedes y yo podamos, hermanos en todo el tiempo que nos quede sobre la tierra ser estudiosos de la palabra del Señor, la Escritura. Si usted no tiene una Biblia asegúrese de comprarse una. Si usted no lee su Biblia, asegúrese de leerla. Llegue a ser un conocedor de la Escritura. Aproveche estas clases. Hay instrucciones que se reciben aquí. Hay tantas enseñanzas buenas que se dan en esta iglesia pero hay que invertir tiempo y hay que esforzarse para estar preparados para toda buena obra para la cual el Señor nos quiere.
¿Tu quieres entendimiento, quieres sabiduría, quieres solución para tus problemas, quieres tener una mente más inteligente más sabia, quieres que tus pensamientos sean iluminados, quieres salir del atolladero en que estás metido? Estudia la palabra del Señor. Deja que la palabra de Dios entre a tu corazón.
Me vino a la mente, me vino así claramente: usted sabe los plomero cuando quieren destapar una tubería, hay una culebra de acero que la meten, es flexible, la meten por la tubería para quitar cuando está tapada la tubería, y esa culebra se mete por un boquete del tubo y va corriendo hasta que encuentra la obstrucción y la rompe y sigue adelante hasta que el agua puede fluir de nuevo. Esa fue la imagen que me vino hace un segundo de la palabra de Dios para destapar la mente de alguno de ustedes. Algunos de nosotros tenemos la mente embotada. Hay algo ahí, hay un tumor en nuestro cerebro, en nuestra mente que nos puso allí alguna experiencia de la vida. ¿Tu quieres que se destape? Deja que la palabra de Dios se meta y comience a obrar y a romper en tu mente y en tu corazón.
Dice la palabra que la palabra de Dios es más aguda que toda espada de dos filos, dice que penetra hasta romper la coyuntura y los huesos, dice que y discierne los pensamientos y separa en las intenciones del corazón y dice que no hay ninguna cosa que esté fuera de su escrutinio y su capacidad para examinarla. Imagínense qué poderosa es la palabra del Señor. Por qué privarte a ti mismo de ese efecto en tu vida. Comienza y deja que la palabra del Señor infunda sabiduría en tu vida y se fiel a ella y obedécela y vive por ella y persiste en ella, y se fiel a sus enseñanzas y obedécela y tu vida será bendecida. Serás un hombre y una mujer útil para cualquier cosa que Dios te quiera.
Vamos a ponernos de pie y vamos a hacer un pacto con la palabra de Dios en esta mañana. Agarra ahí en tu mente la palabra del Señor y di: Padre, yo abrazo tu palabra, yo la entro en mi corazón y en mi mente, yo voy a vivirla, voy a ser fiel a ella, voy a obedecerla, voy a dejar que ella entre en mi mente y posea mis pensamientos y entra a mi corazón y posea mis sentimientos, entre a mis recuerdos y lave mis recuerdos, voy a dejar que la palabra de Dios me instruya en todos los aspectos de mi vida y no voy a dudar de ella, no la voy a negar, no la voy a cuestionar, no la voy a criticar en una forma irreverente, sino que siempre me acercaré a ella con un sentido de gran reverencia y de respeto porque es la palabra de Dios inspirada por Dios a la cual Dios le ha infundido una cualidad que ningún otro libro humano contienen, es la vida de Dios misma moviéndose en esa Escrituras y yo la recibo así, yo la abrazo así, yo me meto dentro de ella y la meto dentro de mi.
Viviré por ella y la estudiaré y la reverenciaré, la respetaré siempre en todo lo posible hagamos un pacto con el Señor de ser obedientes a la palabra de Dios, ser obedientes a la palabra, de persistir en lo que hemos aprendido y de lo cual estamos convencidos. En esta mañana, Padre, esta iglesia declara su intención de mantenerse fiel a tu palabra Padre, no nos permitas jamás apartarnos de ella, que siempre nosotros como congregación evidenciemos esa alta estima en la cual tendremos tu palabra Señor. Que este púlpito nunca sea instrumento para la enseñanza de doctrinas falsas o engañosas o en alguna forma desagradable ante ti, Padre. Que de aquí solo salga sana enseñanza para tu pueblo, Padre. Líbranos de jamás pretender ser tan sofisticados que nos atrevamos a jugar con tu palabra, Señor sino como niños acercarnos a tu palabra, Padre y creer lo que ella dice, Señor y obedecerla de todo corazón. Gracias Padre, te amamos en el nombre de Jesús. Gloria al Señor. Amen. Amen.
Lucas 17:11
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Lucas 17:11, dice: “...yendo Jesús a Jerusalén pasaba entre Samaria y Galilea y al entrar en una aldea le salieron al encuentro 10 hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos y alzaron la voz diciendo: Jesús, maestro, ten misericordia de nosotros. Cuando Él los vio les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes, y aconteció que mientras iban fueron limpiados. Entonces unos de ellos viendo que había sido sanado, volvió glorificando a Dios a gran voz y se postró rostro en tierra a sus pies dándole gracias, y este era samaritano. Respondiendo Jesús dijo: ¿No son 10 los que fueron limpiados? ¿Y los 9 dónde están, no hubo quién volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero? y le dijo: levántate, vete, tu fe te ha salvado.
Hermanos, qué maravilloso pasaje que nos recuerda acerca de la importancia de ser agradecidos. Yo creo que este pasaje es una de las ilustraciones más hermosas de por qué nosotros debemos de darle gracia al Señor. Nosotros podemos pensar en muchas diferentes atributos y valores. Hay muchos de esos valores que nosotros sabemos que la Biblia nos llama a tener como cristiano, por ejemplo ninguno de nosotros tiene problemas en saber que el amor es un distintivo de la vida cristiana, también sabemos que la misericordia es otro atributo del creyente, sabemos también que la santidad es un atributo de la vida cristiana. ¿Pero qué les parece de la gratitud? Ese es un valor también que la Escritura muchas veces nos llama a abrazar como un valor que debemos también nosotros expresar en nuestra vida. Una disposición de gratitud debe ser una de las cosas que caracteriza al hombre, a la mujer cristiana.
Busquemos por ejemplo en Colosenses Capítulo 3, y este es solamente uno de muchos pasajes. Este pasaje Colosenses 3:15 es solamente uno de varios pasajes que nos llaman al agradecimiento, allí dice: “....y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones a la que así mismo fuiste llamados en un solo cuerpo y sed agradecidos”.
Aquí tenemos dos cosas interesantes, uno es la conexión entre paz y agradecimiento. Yo creo que hay algo allí bien interesante, hermanos, hay una conexión entre una actitud de agradecimiento hacia la vida, hacia Dios y tener paz en el corazón. Porque solamente hay que considerar lo contrario, una persona mal agradecida o que no reconoce las bendiciones que tiene y que solamente mira las cosas negativas de la vida, yo no creo que va a poder tener paz, todo lo contrario, va a tener angustia y ansiedad en su corazón y cinismo y escepticismo hacia la vida. Nos es una coincidencia esa conexión que hacía el Apóstol entonces continua diciendo, “.... la palabra de Cristo more en abundancia en vosotros enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia”.
En realidad en el griego original, y si usted busca la traducción en inglés dice con gratitud, con agradecimiento, caritas, con gracia en vuestros corazones al Señor, con salmos e himnos y cánticos espirituales. Hay una conexión allí entre la gratitud y la adoración porque cuando usted expresa gratitud al Señor usted está en realidad adorándolo y dándole gracias por lo que El ha hecho en su vida. Y pone su rostro a tierra, no es solamente un acto de gracia por lo que hiciste sino que es también un acto de reconocimiento, de adoración al Señor por lo que eso significa. Así que es muy difícil adorar al Señor sin ser agradecido, y ciertamente un corazón agradecido siempre procederá hacia la adoración. Puedo añadir, por ejemplo se me viene a la mente inmediatamente la asociación de María cuando quebró el vaso de perfume. ¿Ustedes recuerdan ese pasaje? Y vertió sus lágrimas y el perfume sobre la cabeza del Señor y lo adoró en una forma tremendamente.... ella había sido librada de un estilo de vida terrible, y sintió tanto amor en su corazón que adoró al Señor.
Es interesante también que el Señor dijo María, esta mujer para mi sepultura me ha ungido. María recibió una intuición profunda de Jesús que no tuvo Simón, el fariseo, porque cuando tu tienes gratitud en tu corazón para con el Señor cuando tu te gozas en adorar al Señor, eso te da un entendimiento mucho más profundo de Jesús que no lo tiene el teólogo, déjame decirte, porque la adoración y la gratitud te llevan intravenosamente al corazón de Dios. Es muy interesante esa conexión.
Y entonces dice también “...y todo lo que hacéis sea de palabra o de hecho hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él”. La gratitud debe estar en todas las cosas que nosotros hacemos. Si nosotros adoráramos al Señor y le diéramos gracias en nuestros trabajos cuando estamos lavando los platos allí, hermanas, o cuando los hombres están trabajando en la fábrica o lo que sea, si nosotros hiciéramos de todo lo que hacemos una expresión de gratitud al Señor los trabajos se irían mucho más rápido. Esos platos volarían solos, hermanas y esa máquinas cantarían y danzarían y cuando vienen a ver, las 5, guau!! Ya terminó el día y gloria a Dios y usted se va a su casa feliz como una lombriz porque eso es lo que hace. Tenemos que darle gracias al Señor en todas las cosas, como dice aquí este precioso pasaje.
Entonces como vemos hermanos la gratitud es algo muy importante en la vida cristiana. Como vemos, hay un mandato allí “...y sed agradecidos”.
Vamos un momentito a este pasaje rápidamente, vamos a analizar allí el pasaje mismo. Una de las cosas que a mi me impresiona de este pasaje es el hecho de que solamente uno de diez vino a darle gratitud al Señor. Y se me ocurre hermanos, que un diez por ciento es quizás una proporción adecuada de cuantas personas sienten esa verdadera gratitud hacia el Señor y practican una vida de gratitud. Yo creo que desgraciadamente hermanos solamente un 10% aún del pueblo de Dios y yo creo que ciertamente en el mundo general. En las iglesias, hermanos yo creo que mucha gente todavía no comprende la importancia de la alabanza al Señor y de la gratitud y que cuando venimos a la casa del Señor, no solamente venimos a llenar un cometido religioso porque es domingo y ya sonó el reloj y tengo que ir a la iglesia, y hacer esto y hacer lo otro. No. ¿Cuánta gente viene con ese deseo de derramar su espíritu delante de Dios en gratitud y agradecimiento? Yo quiero pertenecer a ese diez por ciento agradecido. Y cuando vengamos a la casa del Señor, hermanos seamos agradecidos. Diez por ciento.
Lo otro que me sorprende es que le dio gracias al Señor era un samaritano. El Evangelista Lucas menciona muy deliberadamente que ese hombre era samaritano. Y usted sabe que hay ocasiones en que cuando los samaritanos hacen algo bueno, como que se señala en una manera, se subraya. ¿Por qué? Porque los samaritanos eran parias, eran rechazados del pueblo judío, no eran tenidos como por gente buena o merecedora de nada bueno. Era gente que se había contaminado hacía siglos atrás cuando los sirios expulsaron a los judíos de su tierra,quedaron algunos hebreos que se mezclaron con las tribus paganas, de fuera y crearon una religión mixta y los hebreos cuando regresaron de su exilio los miraron como gente impura, no digna de pertenecer a Israel. Entonces por eso es que nada bueno se esperaba de los samaritanos, era un pueblo impuro, no se esperaría de ellos nada noble.
A la Escritura le encanta señalar que a veces cosas muy buenas salen de lugares menos esperados. Yo creo que al nosotros entender, yo me pregunto por qué este samaritano y no los 9 que asumimos que eran judíos, fue el que vino a darle gracias al Señor. Yo pienso hermanos que era porque este hombre su postura psicológica era una postura de no ser merecedor, de ser frágil en su espiritualidad, como vemos también en la parábola del publicano y el fariseo, el publicano cuando se acercó al trono a adorar decía: ten misericordia de mi, porque yo se que soy pecador, el fariseo estaba muy seguro de si mismo y decía gracias te doy, porque esto, porque yo soy aquí, porque yo soy allá, porque yo hice esto e hice lo otro. No, el estaba muy seguro de si mismo, el publicano sabía que era pecador y por lo tanto en su corazón había gratitud y una fragilidad que lo hacía querer agradar a Dios en una manera diferente. Y los otros judíos, pues se sentían como más seguros de si mismos, y ahí hay algo interesante hermanos y es que yo creo que muchas veces nosotros como que no somos tan agradecidos porque asumimos que las cosas que tenemos nos las merecemos y muchas veces no nos damos cuenta de que lo único de que nosotros merecemos es el infierno, déjenme decirles, lo demás es porque la misericordia y la gracia de Dios.
¡Que importante hermanos es ser quebrantado de espíritu! Hay tanta gente en el cuerpo de Dios que se creen más de lo que son. Por eso el Apóstol Pablo dijo: ninguno piense de sí más altamente de lo que debe pensar, sino que piense de si con cordura, porque solamente cuando nos vemos como Dios nos ve podemos entonces entender cosas más profundas y si quieren una ilustración de esto, volvamos a la ilustración de Simón el fariseo y de María Magdalena. Simón el fariseo se sentía seguro de si mismo y por eso le dio al Señor una recepción cortés. Todo lo que tu recibes, mi hermano, mi hermana, la sangre que corre por tus venas, el corazón que late dentro de ti, esas chispas que saltan en tu cerebro cuando está procesando pensamientos, los sentimientos que hay en tu corazón, el Señor en su misericordia permite que procedan ahí cada día. Sin su gracia y sin su amor ninguna de esas cosas serían posible, por eso hay que darle gracias al Señor siempre por todas las cosas. En todo dándole gracias al Señor. Y eso nos indica algo, hermanos bien importante y es que esas conexiones, la gratitud está conectada con otras verdades muy profundas del Evangelio.
No subestimemos la importancia de la gratitud. No se está hablando aquí de una virtud menor secundaria, sino que se trata de algo muy profundo, muy profundo de la vida cristiana y nosotros tenemos que cultivar la gratitud en nuestras vidas. Y déjenme decir algo más acerca de eso de la gratitud, déjenme traerla al nivel mundano, al nivel común y corriente. He dicho que la gratitud es profunda y es alta pero déjenme bajarla ahora al nivel de la vida diaria. ¿Sabes qué hermanos? Es importante ser agradecidos con otras personas alrededor de nosotros. Algunas veces podemos dar por sentado y asumir como que está bien, hay personas que nos bendicen continuamente y a quienes nosotros muchas veces no les damos gracias y a los jóvenes por ejemplo y también nosotros, ¿cuántas veces descuidamos a nuestros padres y no les expresamos gratitud a ellos porque asumimos que me lo deben? Yo no les pedí que me trajeran. Tenemos que expresarles gratitud a nuestros padres, jóvenes, agradézcanle a sus padres lo que hacen cada día, eso es importante. Los médicos, saben que muchas veces nosotros somos malagradecidos con los médicos y los médicos se matan y arriesgan cantidad de cosas y nosotros decimos: bueno, ese es su trabajo, se está ganando un dineral así que será mejor que me atienda bien y sino le meto una demanda.
Debemos darle gracias al Señor por Dios los usa para bendición y salvación de vida de muchos y que de nuestros maestros. A los maestros debemos darle gracias. Yo creo que esta es una generación ingrata con los maestros. Yo conozco maestros que viven solamente para las vacaciones porque quieren ya salirse de esos muchachos y sanarse las heridas antes de volver otra vez al salón de clases y sufren mucho porque los muchachos son malagradecidos en este tiempo. Padres, asegúrense de que sus hijos sean agradecidos y respetuosos con los maestros, que no les hagan la vida difícil. Nosotros debemos, hermanos expresar gratitud a las personas, dale gracias a la gente cuando tu puedas. Si alguien te atendió bien en un restaurante, afírmalo. No hay nada, hermanos, como ser afirmativo en la vida. Seamos, hermanos, gente que bendiga y afirme a los demás. Cuando tu tengas oportunidad de darle gracias a alguien, hazlo. Eso te va a bendecir a ti y va a bendecir a la persona que recibe tu agradecimiento también porque muchas veces la persona que tu menos piensas necesita afirmación.
Eso me lleva al otro punto aquí, que ya estoy cerrando. Es maravilloso cuando uno piensa en la reacción de Jesús cuando este hombre vino a darle gracias. Metámonos de nuevo en la sicología de este hombre. Este hombre cuando el Señor les dijo, vayan y preséntense ante los sacerdotes para que se certifique su sanidad. Este hombre fue, no sabemos qué distancia tuvieron que ir, tuvieron que ir al centro de la ciudad y allí subieron al edificio y se presentaron y le certificaron, le dieron su carta de ... ok pueden ahora volver otra vez a la sociedad común y corriente y este hombre, los otros 9 no pensaron en su mente: guau qué bendición tan grande, vamos a volver y expresar nuestra gratitud a este ser maravilloso que fue el instrumento para nuestra sanidad. Ellos no pasaron por ese proceso y yo no creo en realidad que es porque eran malagradecidos sino que simplemente yo creo que ellos pensaron: hey, Èl no necesita nuestro agradecimiento. Vamos directamente a nuestra casas y vamos a celebrar con nuestros seres queridos y gloria a Dios, un gran hombre, pero él no necesita nuestra gratitud. Este décimo hombre pensó, yo tengo que ir, tengo que regresar y darle gracias al Señor.
Hay muchas veces hermanos que nosotros pensamos ese pastor no necesita mi agradecimiento porque se ve tan seguro de si mismo o tan cómodo o lo que sea, y usted no sabe a veces las inseguridades que tiene una persona, su jefe o un profesor universitario, o una persona que usted ve.... un policía que usted ve con su seguridad y su suficiencia. Todas esas personas necesitan agradecimiento y necesitan gratitud.
Para mi es un misterio que Dios se goza en nuestra alabanza. El ser más poderoso, totalmente suficiente, que no necesita nada porque habita en su plenitud y en su eternidad, ese Dios se goza en nuestra alabanza y en nuestra gratitud. Yo le decía eso a alguien hace poco: mira, Dios extraña tu presencia, te extraña cuando tu no vas a la iglesia, Dios te extraña cuando tu no oras y cuando tu no le das gracias. Y al Señor le encanta tu particular expresión de gratitud. Este hombre tuvo un momento de intimidad con Jesucristo muy profundo y recibió una palabra de bendición del Señor, le dijo: tu fe te ha salvado. 2000 años después este hombre samaritano todavía está bendiciendo a hombres y mujeres aún aquí en la calle Northampton en Boston ahora mismo, su acción y como María cuando vertió el vaso de perfume, tuvo un momento de bendición especial donde el Señor le señaló algo bien importante, le dijo: tu fe te ha salvado.
Hermano, cuando tu adoras al Señor, cuando tu le expresas gratitud, tu tienes una entrada al corazón de Dios como nadie puede tenerla. Por eso el Señor dijo a María Magdalena: esta mujer no sabe lo que está haciendo, ella me está preparando para mi sepultura. Lo que el fariseo con toda su teología no pudo entender acerca del ministerio de Jesús que iba a venir, esta mujer proféticamente lo estaba entendiendo. Porque la gratitud, hermanos, bendice, abre puertas. Genera gratitud en tu corazón. Vamos a pedirle al Señor que nos de una actitud de gratitud, eso no viene naturalmente, eso viene cuando nosotros reconocemos su importancia y la cultivamos, y le pedimos al Señor y cuando nuestras oraciones sacamos tiempo para darle gracias a Dios. Cuando vemos el vaso solamente medio vacío, mirémoslo medio lleno y generemos la actitud de gratitud. El salmista dice: bendice, alma mía, al Señor y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía al Señor y no olvides ninguna de sus bendiciones. Así que vamos nosotros, hermanos a pedirle al Señor; dame un corazón agradecido.
Si alguien tiene por ahí y puede venir por acá. Gracias hermanos. Vamos a bajar nuestras cabezas. Vamos a abrazar la palabra del Señor ahora y vamos a darle al Señor nuestra gratitud. Dale gracias a Dios por algo que Él ha hecho en tu vida. Dale gracias a Dios por tu mente, dale gracias a Dios por tu corazón, dale gracias a Dios por tu hijo, tu hija, dale gracias a Dios por tu hogar, dale gracias a Dios por tu salud, dale gracias a Dios por ese reloj que tienes ahí puesto que mucha gente no lo tiene, por un vaso de agua que te puedes tomar frío de tu nevera. Gracias por todo lo que tu haces en nuestra vida, Señor. Te bendecimos y te adoramos, Señor. Gracias por tus bondades, gracias por tu misericordia, gracias por tu amor. ¡Aleluya! Gracias, Señor Jesús. En el nombre de Jesús, amen. Amen. Gracias Señor. Amen. Hermanos que la gracia del Señor sea con ustedes, su paz, yo les bendigo en el nombre de Jesús.
Romanos 12 (Parte 8)
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Vamos a Romanos Capítulo 12. Yo creo que ya ustedes pueden abrir su Biblia con los ojos cerrados al Capítulo 12 de Romanos. Hemos estado ahí, para nuestros visitantes, examinando el carácter de la vida cristiana, el fruto del espíritu, la actitud misericordiosa, amorosa, gentil, que Dios espera que nosotros ejemplifiquemos y también otras áreas de la vida, del servicio cristiano.
En el versículo 12 el domingo pasado discutimos la última parte del versículo 12 que dice que debemos ser cómo, ¿en la oración cómo debemos ser? Constantes. La idea, como para refrescar nuestra memoria, la idea de cómo debemos nosotros comportarnos con respecto a la oración, esa dimensión de la vida cristiana, es que debemos ser insistentes, debemos ser persistentes, debemos ser militantes con respecto a la oración. La palabra constante no lo capta tanto como lo es en el griego original “proscarterontes”, es decir, insistentes militantes. Así que es importante esa idea de ser insistentes y vimos cómo muchas veces, la Escritura, el Señor Jesucristo habló acerca de la necesidad de orar sin desmayar. Esa idea, yo creo, acabo decir en español, como que el Señor luchó con el Padre ahí en el huerto de Getsemaní y me vino inmediatamente la asociación de Jacob luchando con el ángel. Ser insistente, ser militante, Jacob le dijo al ángel: No te soltaré hasta que no me bendigas, pero el ángel lo bendijo ¿no?
Y la insistencia es importante y una de las cosas que quizás no mencioné el domingo pasado es que la oración es.... la insistencia en la oración a veces en particular en situaciones de mucha lucha y de peticiones grandes que tenemos delante del Señor obedece a una regla natural y es que las grandes cosas en el mundo requieren grandes esfuerzos, ¿si o no? Para usted levantar una peña grande tienen que tener o mucha fuerza o mucha gente que le ayude o estar ahí insistentemente hasta que usted canse la peña y la mueva de su sitio. Asimismo es a veces con las grandes cosas que nosotros tenemos que pedirle al Señor. ¿Por qué lo sobrenatural a veces obedece también a reglas naturales? Es un misterio porque estamos en el mundo seguramente, porque lo divino entra en acción en el contexto de lo humano y de lo natural y por eso, así como las grandes cosas requieren grande esfuerzo, grande persistencia, así también el espíritu, las grandes peticiones muchas veces requieren grande insistencia también.
El ejercicio de la oración continuo, insistente, persistente como el ejercicio físico, solo rinde todo su provecho si es llevado a cabo en una forma consistente y con deliberación e insistencia así que es muy importante esa idea, debemos ser constantes en la oración. ¿Cómo debemos ser? Constantes en la oración.
Entonces el Apóstol Pablo continua diciendo: “....compartiendo para las necesidades de los santos”, ese es un nuevo concepto. Compartiendo para las necesidades de los santos. Tais creas tonahon coinontes. En las necesidades de los santos, compartiendo. Ese es el griego, el orden es así, en las necesidades de los santos, compartiendo. O sería casi como participantes o partícipes. Es el subjuntivo, mejor dicho el gerundio: insistiendo continuamente o compartiendo. Es como una cosa que se practica continuamente. En las necesidades de los santos, compartiendo. Y aquí hay muchas cosas que podemos sacar. ¿Qué palabra, alguien puede decirme qué palabra recuerdan ahí? Coinonontes, coinonía. ¿Qué quiere decir coinonía? Coinonía quiere decir compañerismo, compartir, tener intimidad, ser parte de.
Sabe cuando uno le da como una peseta a alguien que le pide una peseta en la calle, y usted a veces nos paran ahí en la calle Albany y bajamos el vidrio para que se salgan de nuestro camino y le damos un dólar o una peseta y seguimos y nos olvidamos del rostro, a veces ni siquiera nos recordamos de quién era esa persona o como era su apariencia. Yo creo que lo que el Señor nos está diciendo es algo más profundo. Yo creo que esa es la forma hermanos el Señor Dios cuando da, no da en una forma genérica, no da en una forma indiferente, no da en una forma despreciativa, Dios da y se da.
Y vemos que en la cruz el Señor, cuando Dios nos salvó, no nos salvó simplemente haciendo un acto mágico desde el cielo sino que El descendió a nuestra condición, dice que se hizo como uno de nosotros, participó nuestra soledad, participó nuestras tentaciones, participó nuestro dolor, supo lo que es la traición, supo lo que es el miedo, supo lo que es la agonía física, supo lo que es sentir el pecado que nos ensucia y nos hace sentir separados de Dios, el Señor participó, tuvo coinonia con nosotros y entonces dio. Y eso es tan importante que nosotros entendamos esta idea, es decir que cuando nosotros demos, demos haciéndonos participe. Y aquí hay tanto material, hermanos que podemos sacar, Yo creo que una de las cosas es que yo creo que tenemos que pedirle al Señor: Padre, haz mi corazón tierno para con el dolor de los demás. ¿Verdad que si?
Es tan importante, hermanos, no se si fue San Francisco de Asís que dijo que ..... no recuerdo quién fue pero que a las cosas que a ti te hieren que me puedan herir mi corazón también. Y yo creo que eso es lo que nosotros tenemos que pedirle al Señor, porque muchos de nosotros ya hemos visto tanto dolor en el mundo que ya estamos indiferentes y el cristiano no puede ser indiferente. Tenemos que sentir y nuestro dar siempre tiene que ser por un compartir.
Vivimos en un mundo donde ya estamos acostumbrados, mataron a 20 en una bomba suicida, murieron 2000 personas en un terremoto, ya como que la humanidad está así y nosotros sabemos que hay tanta necesidad entre nuestro pueblo que ya no nos importa y a veces damos las cosas por compromiso, no: Señor haznos siempre sensitivos. Coinonontes, compartiendo.
Hay otra cosa bien interesante en este pasaje, él dice, en las necesidades de quiénes? De los santos, compartiendo. El amor de Dios es para todo el mundo pero hermanos hay algo interesante que dice la palabra y es que hay un llamado especial para el amor de la familia, el amor hacia los santos, el amor hacia tus compañeros de esta familia cristiana. Tenemos que recordar esto, hermanos de que en todo lo posible nosotros debemos tener un amor y un cuidado particular hacia la familia de la fe. El creyente debe ayudar, particularmente a los de la familia de la fe.
Si usted va conmigo a Galatas Capítulo 6, dice: “.... no nos cansemos pues de hacer bien, porque a su tiempo segaremos sino desmayamos”. Mire lo que dice en el versículo 10, “.... así que según tengamos oportunidad”, recuerda ese pasaje hace rato que hablamos en toda oportunidad, sirviendo. Miren lo que dice “... hagamos bien a todos”. Esa es la regla primordial. “.... y mayormente a los de la familia de la fe”. ¿A quienes mayormente? A los de la familia de la fe. Es decir que eso no es una coincidencia, no es simplemente como un pensamiento, así pasajero, ahí está este llamado de Dios de que la iglesia se preocupe por la familia.
Debemos estar muy atento a las necesidades de los otros, aquí tenemos un cuerpo, un grupo de hermanos, una familia y tenemos que preocuparnos unos de los otros. Digan amen, aunque sea para agradarme un poquito, porque mira a tu alrededor ahí hay hermanos que se sienten solos, hay hermanos que tienen su familiares en sus países lejos y aquí hay gente ahora mismo que está pasando por tribulaciones y dificultades, hay personas que tienen necesidades financieras, hay otras personas que no tienen vivienda y están pasando por un tiempo difícil, se está acercando el invierno y hay cosas que están en su mente allí y dónde está ese cuidar a los de la familia de la fe. Nosotros debemos cuidarnos unos a otros. Si tu tienes un exceso, comparte con tu hermano.
A veces tenemos ahí una cuentas de banco esperando al día que nos retiremos y mire, quizás ni siquiera vamos a llegar allí, nos vamos a morir antes de eso, comparte, comparte con alguien. Ahora yo creo que hay una corolaria con respecto a eso, hay una cosa también que se desprende y es que no debemos abusar de la generosidad de los demás, aquí se mete ya el pastor siempre con sus cosas que le agua la fiesta a la gente, muy bonito lo otro, ¿verdad que si?, pero esto es importante también. Hay que tener cuidado de no cansar a los hermanos más de la cuenta con nuestras necesidades, debemos ser también balanceados. Esto es bien importante porque todo tiene que tener orden en la vida, hermanos.
Miren Primera de Timoteo, Capítulo 5, para que usted vea que esto es algo bien importante. Hermanos esto aplica en todas las leyes de la vida aún en hacer el bien, a veces nosotros, hay personas que son como el ancla de la familia, cuando hay necesidad van a esa persona, y ya esa persona vive cansada, cargada, agotada, resentida porque siempre tiene que estar llenando la necesidad, hermanos aún en el hacer el bien hay que tener orden. Si Dios te ha dado un espíritu de servicio y de amor y de dar a otros, da pero con disciplina, cuídate a ti mismo, no te dejes manipular, hay gentes que son tan dependientes que si tu los amas tienes que dejarles también que ellos encuentren su lugar.
No les des todo porque sino nunca van a desarrollan independencia, hay que ser cuidadoso, hay que ser ordenado. Versículo 3 y 4 de Primera de Timoteo, Capítulo 5, dice, mire aquí por ejemplo con las viudas, dice: “... honra a las viudas”, este es el consejo que Pablo le da a Timoteo, “.... honra a la viudas que en verdad lo son, pero si alguna viuda tiene hijos o nietos, aprendan esos primero a ser piadosos para con su propia familia y a recompensar a sus padres” ¡¡Guau!! “Porque esto es bueno y agradable delante de Dios”. Uno como que a veces no espera que la Biblia sea tan práctica y tan específica, pero es así, hermanos. Porque la iglesia no tiene recursos ilimitados entonces yo creo que lo importante es primero que nosotros allí, atendamos antes de que la iglesia ni siquiera tenga que intervenir. Yo creo que muchas de las necesidades de los santos deben ser atendidas por los mismos santos y nosotros tenemos que hacernos partícipes de las necesidades de los demás y entonces allí hay una mutualidad, con orden.
Entonces más abajo dice en el versículo 8: “..... porque si alguno no provee para los suyos y mayormente para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.” Hay tantos sistemas de apoyo en la sociedad que si nosotros nos preocupáramos por atender a los nuestros, no habría tanta necesidad de todas estas otras cosas en el mundo, de welfare, y todas estas cosas. Hay muchas maneras, yo creo que más humanas de ayudarnos unos a otros y de bendecirnos unos a otros.
Mire lo que dice el versículo 16, “... si algún creyente o alguna creyente tiene viudas que las mantenga y no sea gravada la iglesia a fin de que haya lo suficiente para los que en verdad son viudas.” Mi punto es hermanos, que debemos tener balance en todo. Si, hay un llamado de Dios para que seamos generosos unos con los otros, pero también hay un llamado de Dios del otro lado, de que no le pongamos más carga a la gente de lo que deben llevar.
Y finalmente dice aquí “.... practicando la hospitalidad”. Aquí está la idea con respecto a la hospitalidad, la palabra que se traduce hospitalidad es filo xenian, filos es la palabra amor y xenos es la palabra extranjero de donde viene la palabra xenofobia, por ejemplo, xenofobia es cuando hay miedo al inmigrante, temor al extranjero, aquí es filos xenian, es decir amor al inmigrante, amor al extranjero. La idea es la siguiente, con respecto al amor al extranjero, con respecto al cuidado y atención que amerite el extranjero, se traduce hospitalidad, debemos ser diacontes, de donde viene la palabra diacono de hecho, de servir, de proseguir, pero la idea original en el griego es que tenemos que perseguir esto diligentemente, tenemos que involucrarnos en una forma activa. Si usted va por ejemplo en Corintios, el Apóstol Pablo usa esa misma palabra en Corintios 4, creo que es, dice que estamos perseguidos pero no desamparados, creo que es. ¿Cómo es que dice en Segunda de Corintios, 4:9? Dice el Apóstol Pablo “... perseguidos más no desamparados”, es la misma palabra que usa aquí para diacontes, es la misma raíz. Usted ve que es algo activo, es algo que tenemos que perseguir, tenemos que involucrarnos. Pero es importante hermanos que con respecto a la hospitalidad, nosotros seamos diligentes. La hospitalidad es algo que no es opcional en la vida del cristiano.
Miren a Tito, Capítulo 1:8, entre los requisitos para un obispo junto con irreprensible, como administrador de Dios, no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, sabe qué tenía que ser, ¿qué? “.....Hospedador y amante de lo bueno.” Hermanos, la palabra del Señor nos llama a ser hospitalarios y nosotros debemos practicar eso como una disciplina. La hospitalidad es sobre todo en una comunidad inmigrante como la nuestra, donde hay tanta gente que no tiene una familia extendida, están aquí solos o solamente una pareja comiendo un cable cada uno en su soledad, en su casa, después que llegan del trabajo o salen de la iglesia. Todo el mundo usted ve que, a donde vamos, vamos a ir a tal restaurant y nos vamos a encontrar en casa, y hay unos cuantos hermanitos que no están recibiendo ningún cuidado. Seamos hospitalarios. Atendamos a las necesidades de los demás. Abramos nuestro hogar. Esta es la idea de ser hospitalarios.
¿Cuántos quieren ser hospitalarios en este día? Amen.
Váyase finalmente a Primera de Pedro, Capítulo 4, 7 al 11, vemos aquí, si usted ha leído conmigo este pasaje de Romanos Capítulo 12, usted va a ver como Pedro independientemente del Apóstol Pablo trata los mismos temas que nosotros hemos discutido en una forma bien compacta. Dice allí en el versículo 7, Primera de Pedro, 4:7 dice; “.... más el fin de todas las cosas se acerca, sed pues sobrios y velad en oración”. Tenemos esta idea de velad en oración, la idea de ser insistentes en la oración, de ser sobrios, como decía, ninguno piense de si mismo más grandemente de lo que tiene derecho a pensar sino que piense de si con cordura, y aquí tenemos esta idea, sed sobrios.
Ahora dice: “ .....y ante todo tened entre vosotros, ¿cómo?, ferviente amor”. De nuevo la idea de amor recuerda que hablamos también hay esta idea filos storge, amor de familia, cariño, afecto, y también aquí la idea de entre ustedes, la idea de hacia los santos, practicar el amor y amor ferviente, así como dice en las cosas del espíritu siendo fervientes. Dice, “....porque el amor cubrirá multitud de pecados”. Y mire aquí en el versículo 9 que dice: “....hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones”.
Usted sabe lo que pasa cuando usted hospeda a alguien por un tiempecito, nos quejamos de que se quedó más tiempo de lo que nos dijo que se iba a quedar, o que se metió en el refrigerador y nos tomó todo el jugo por la mañana cuando nos íbamos al trabajo y ellos se quejan de que usted no le da todo lo que usted se supone que le de y que no lo dejó todo el tiempo que ..... es un lío, cuando uno tiene gente en su casa muchas veces termina todo el mundo enemigo, pero aquí dice hospédese sin murmuraciones. “....Hospedaos sin murmuraciones. Cada uno según el don que ha recibido ministra los otros. Sed buenos administradores de la multiforme gracia de Dios”. Ven aquí la idea, según el don que has recibido, recuerdan en Romanos 12 también, según el don que hemos recibido, si de profecía, conforme a la fe; si de servicio, en servir; recuerdan ustedes ahí, toda esta idea, si Dios te dio un don, minístralo conforme a lo que Dios te ha dado.
No estés buscando usar el don de otro, sino el don que Dios te ha dado a ti. Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; en tocar el piano, tocando el piano. Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios, si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo. Diga eso, no se trata de mi, dígalo, no se trata de mi, se trata del Padre. Cuando tu sirvas, cuando tu des algo, dalo para gloria del Señor, no para gloria tuya, ni satisfacción tuya. Oiga hermanos si nosotros pensáramos en eso más a menudo que cuando yo sirvo, yo sirvo es para que Dios sea glorificado, no para yo darme un guille, oh! Mira lo que yo tengo, lo hice porque Dios me dio un don de cantar, y estoy cantando, me dio un don de ministrar y estoy ministrando. No, no, no, tu lo haces para gloria de Dios.
Que el Señor nos ayude, hermanos. Que les parece si nos ponemos de pie y abrazamos este llamado. Vamos a pedirle al Señor que ahora mismo nos ayude, primero a ser insistentes en la oración, segundo a identificarnos con la necesidad de los demás y particularmente con los de la familia de la fe. Dile al Señor: Padre, has mi corazón tierno. Y finalmente que seamos hospitalarios y amantes del necesitado, amantes del frágil, amantes del extranjero, amantes del de afuera, amantes del enajenado, amantes del que no puede dar. Gracias, Señor aceptamos Padre tu reto, aceptamos tu llamado Señor, queremos ser una iglesia hospitalaria. ¿Sabes una forma de tu practicar eso hoy?
Tenemos tantos visitantes, asegúrate de que 3 o 4 reciban un estrechón de manos de tu parte, ok, porque estas cosas no son allá en la luna, no es poesía lo que yo les estoy hablando, es actos, es acción, cada domingo vienen visitas a nuestra iglesia y muchos dicen; Guau, qué congregación más amante, y eso es para gloria de Jesucristo pero tu eres parte de esa familia y debes extender tu amor. No permitas que nadie se vaya sin tu buscar a 2 o3 sin tu buscar extender su mano porque tu eres parte de esta familia, así que saluda, dice la Biblia que nos saludemos unos a otros. Los domingos saludemos unos a otros, expresémonos amor y exprésale amor a alguien, a un visitante, si tu encuentras alguien entrando a la iglesia en el estacionamiento, tu no lo conoces, pues mira, acércate y dale un saludo. Puede que sea aquí ya miembro de la iglesia de muchos años, no importa, que te conozca. Tenemos que conocernos unos a otros. No podemos ser extranjeros aquí, simplemente compartiendo una banca, eso no glorifica al Señor. Glorifica al Señor cuando una familia lo adora y lo alaba en espíritu de compañerismo. Exprésale amor a alguien y deja sentir el calor sobre todo ahora en invierno necesitamos calor, así que estréchale la mano a alguien y que esta iglesia sea una iglesia siempre de hospitalidad, de cariño, de amor, de abrazarnos unos a otros y cuidarnos unos a otros, en vez de criticarnos unos a otros.
Padre, te damos toda la gloria y toda la honra, te amamos, nos gozamos en ti, te adoramos y te bendecimos. Gracias, Señor. Gracias por nuestros hermanos. Te damos a ti Señor toda la gloria y toda la honra en el nombre de Jesús y el pueblo de Dios dice: Amen.
Una fe persistente (Mateo 15)
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Señor Jesús hemos llegado al momento de la mañana donde compartimos tu palabra, Señor yo me entusiasmo siempre que comparto esta palabra porque trae vida a la nuestra. La alabanza y la oración es importante, nos conecta a ti. Podemos adorarte a través de nuestras ofrendas también, pero ahora es el momento donde abrimos nuestros corazones y nuestras mentes para recibir tu palabra. Ayúdanos a tener un corazón enseñable que aunque sea una palabra que hayamos oído antes que podamos recibir algo nuevo de ella. Tu palabra es viva y eficaz y yo pido que esa vida llegue a la nuestra hoy. En el nombre de Jesús. Amen.
Quisiera que vayan conmigo al Libro de Mateo Capítulo 15. Yo voy a tratar de hacer esto bien rápido ya que quiero aprovechar bien el tiempo. Mateo Capítulo 15, verso 21. Yo entiendo que este es uno de los pasajes que es bien difícil de abundar en ellos ya que tiene ciertas confrontaciones que son bien difíciles de poder entender particularmente cuando envuelve a una mujer. Si nosotros leemos la historia se van a dar cuenta entonces de qué estoy hablando. Solamente voy a leer los versos del 21 al 28, pueden seguir la lectura. Mateo 15 del 21 al 28. Dice así la palabra del Señor: “... saliendo Jesús de allí se fue a la región de Tiro y de Sidón y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región, clamaba diciéndole “Señor hijo de David, ten misericordia de mi, mi hija es gravemente atormentada por un demonio”, pero Jesús no le respondió palabra alguna, entonces acercándose sus discípulos le rogaron diciendo: “despídela pues da voces tras nosotros”. El respondiéndole a ellos dijo: “No soy yo enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel”, entonces ella vino y se postró ante El diciendo “Señor, socórreme, ayúdame” respondiendo El dijo: “No está bien tomar el pan de los hijos y echarlos a los perrillos” y ella dijo “Si Señor, pero aún los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos”. Entonces respondiendo Jesús dijo “oh, mujer, grande es tu fe, hágase contigo como quieres”. Y su hija fue sanada desde aquella hora.”
Saben hermanos para mi siempre me ha parecido un pasaje bien interesante. A mi siempre me ha gustado poder entender bien el contexto en el cual está ocurriendo todo esto. Si ustedes ven desde el principio del Capítulo 15, Jesús estaba discutiendo con los fariseos acerca de comer comida con las manos sucias. Era un ritual acerca de pureza y cómo yo tomar comida sin lavarme las manos podía contaminar esa comida y entonces contaminarme a mi persona. Mas sin embargo Jesús les dio a entender a ellos que los que verdaderamente contaminan no es lo que entra al hombre sino lo que sale de su corazón. Después de haber tenido esta conversación de lo que es puro e impuro vemos a Jesús moviéndose a una región de gente impura.
Ahora, para mi es un contraste bien interesante porque después de haber hablado algo así va a una región donde ciertamente se iba a encontrar con personas que no seguían esos mismos rituales y no tan solamente eso sino que se encuentra con una mujer lo cual tampoco era muy aceptable en aquella época, que un judío tuviera conversación con una mujer y más cuando era una mujer gentil. Pero esta historia tiene un relato bien interesante. Esta mujer gentil se acercó a Jesús con un título mesiánico judío, el título Jesús hijo de David, es un título mesiánico y yo imagino que en este momento ya Jesús le estaba captando la atención algo en esta mujer porque he aquí el fue enviado a los hijos de Israel y los hijos de Israel no lo reconocen como el hijo de Dios, el hijo de David y entonces aquí vemos a una mujer que no era de la casa de Israel, reconociendo a Jesús como el hijo de David, como el hijo de Dios.
El silencio de Jesús se puede interpretar de varias maneras, tal vez uno puede pensar que la estaba ignorando por completo o solamente su silencio estaba causando que esta mujer buscara más. Es como si mientras El estuviese caminando estaba callado pero prestando atención a lo que la mujer estaba diciendo, pero los discípulos también jugaron un rol bien importante. Uno puede decir que tal vez los discípulos estaban incomodados por esta mujer y dijeron: Jesús por favor deshazte de ella rápido. O tal vez uno puede entender que está diciendo a Jesús: Concédele lo que ella quiere para que se pueda ir rápido.
Y aquí entonces es donde entra la polémica de las frases que Jesús expone delante de esta mujer. “No he sido enviado sino a los hijos de la casa de Israel”, y aunque yo reconozco mientras leo este pasaje que Jesús respondió así a los discípulos, la mujer como quiera lo pudo escuchar, y aquí es donde la mujer se postra delante de El. No vuelve a usar un título mesiánico para dirigirse a Jesús sino que ella reconoce que ella es una pecadora y como tal se está hincando delante de El. Es como diciendo “Señor, no tengo agendas delante de ti. Yo se que soy pecadora, pero tengo una necesidad. Ayúdame.” Y aquí Jesús entonces trae esta segunda frase que le choca a uno. “No está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos”
¿Cómo usted se sentiría si a usted le dijeran perrillo o perrilla? Para muchos yo se que esto puede ser un insulto, uno piensa en un perrillo y yo pienso en los perros callejeros que están todos sucios, apestosos, comiendo basura, pero al yo ver eso me incitó a estudiar un poco más a qué Jesús se refería al haber dicho un perrillo. Y esta palabra perro en su griego original significa como si fuera un perrito mascota, no un perro de la calle. Y es este entonces lo que Jesús se dirige a ella llamándola como si fuera una mascota, como si fuera un perrito de casa.
Yo les pregunto ¿cuántos de ustedes tienen o han tenido perritos en su casa? Yo ahora mismo tengo un chiguagua, ya acaba de cumplir un año y es bien travieso todavía, pero nosotros lo hemos aprendido a querer mucho. Yo se que hay gente que tal vez me diría, Omar ¿cómo tu vas a querer a un perro? Pero ustedes que han tenido perro lo más seguro me entienden, uno desarrolla cierto tipo de conexión con esos perritos a veces al punto de que los perritos se meten con uno en la cama y duermen con uno en la cama. Yo se que algunos de ustedes tal vez no lo hacen pero.....
Yo quiero que ustedes imaginen algo, cada vez que mi esposa y yo comemos en la mesa Mailo, así es como se llama mi perrito, Mailo, el viene y siempre se siente al lado de nosotros en el piso y trata de treparse en la falda de nosotros para que le demos algo de comida, yo lo miro y le digo que no, que el tiene su comida ahí en su plato y hay veces yo no se, que el me pone estos ojitos de ternura, como que empieza a llorar un poquito y yo no me puedo aguantar, tengo que coger aunque sea un cantito de carne y dársela. Y cuando yo se lo doy, el asunto es que pide más pero hay otras veces que cuando recibe lo poquito que recibió y ya deja de molestar y se echa a un lado. Esta imagen que yo tuve con mi perro me ayudó a entender este pasaje, hermanos.
Cuando Jesús presentó esta ilustración a esta mujer, la mujer no se echó para atrás, la mujer se hizo parte de esa ilustración. Ella dijo, mira, sí, tal vez yo me podré ver como uno de esos perrillos, pero aun los perrillos de las pocas migajas de la mesa pueden recibir algo. Esta mujer no estaba buscando robarse toda la bendición de la casa de Israel, está buscando aunque sea migajas, cosas pequeñas de esa bendición tan grande y de una declaración tan pequeña nació una fe enorme y esto lo sabemos en cómo Jesús le respondió a ella. “Mujer grande es tu fe. A causa de eso tu hija es sana ahora”. En el libro de Marcos esa misma historia dice que en aquella misma hora la niña fue sanada. A causa de esa declaración fue vista una mujer de grande fe.
Ahora, hermanos yo no puedo evitar hacer una comparación aquí entre esta mujer y los discípulos. Primero una mujer que tenía todas las cosas en contra de ella, tradiciones, era gentil, cananea o siro fenicia, Jesús un judío con un grupo de discípulos que eran 12, ella las tenía todas en contra de ella, no tenía nada a su favor solamente su fe y aún así Jesús la categoriza como una mujer de grande fe. En el libro de Mateo, hermanos, hay distintos ocasiones en las cuales Jesús le dice a gente que no era judía que su fe era grande. Un ejemplo de esto fue el centurión romano, no era judío por lo tanto se consideraba un gentil, su hijo estaba enfermo y el le dijo a Jesús: “Jesús, yo no soy digno de que vayas a mi casa solamente di la palabra y yo se que el va a ser sano” y Jesús lo reconoció también como un hombre de grande de fe y su hijo fue sano a la distancia. Es el mismo caso con esta mujer, una mujer gentil que viene a Jesús y se lo dice: “tal vez yo no soy digna de ti pero mi hija necesita tu ayuda y necesito que hagas algo”. A causa de esa declaración en la distancia fue sanada su hija y ella considerada como una mujer de grande fe.
Miren qué interesante hermanos, un Capítulo anterior al que nosotros estamos leyendo, vemos el relato de Pedro caminando sobre las aguas con Jesús. Es importante reconocer que si Pedro, un discípulo, caminó sobre las aguas con el Maestro pero en medio de su prueba él falló. Cuando llegó al barco una vez más Jesús le dijo: “qué pequeña es tu fe”. Oye, ¡pero qué interesante es esto! A los que Él viene le dice que tienen poca fe o ninguna y a los que el no fue directamente que es la gente gentil, Jesús se encuentra diciéndoles a ellos tienen grande fe o tienes mucha fe.
Saben qué, hermanos, una fe persistente muchas veces viene de los lugares que menos espera. Muchas veces la gente que más uno considera que no tiene nada, son la gente que más fe tiene. La fe persistente, mis hermanos, siempre tiene sus recompensas. Esto es lo que yo puedo ver en la historia, el relato de esta mujer. Esta mujer tenía una fe persistente, no dejó que un rechazo, un supuesto rechazo quitara su fe, no dejó que los comentarios de discípulos apagaran su fe, ella estaba segura a quién ella se estaba dirigiendo y qué El podía hacer. Ella no dejó que nada le quitara su foco, ella sabía que Jesús podía hacer algo por su hija, comparado con Pedro cuando estaba caminando sobre el agua que tenía a Jesús de frente pero puso sus ojos en la circunstancias a su alrededor y se hundió. Esta mujer tenía a Jesús de frente a ella, tenía los discípulos por un lado distrayendo, comentarios de rechazo distrayendo por otro lado, tradiciones también distrayéndola, pero ella mantuvo su foco en Jesús. No hubo nada ni nadie que le quitara esa persistencia. Díganme ustedes esta mañana si nosotros tenemos algo grande que aprender esta mujer, de este relato.
Uno persiste hasta esperar recibir algo y muchos de nosotros hemos recibido lo que esperábamos y tal vez muchos de nosotros todavía estamos esperando y cuando no sucede lo que esperamos muchas veces la fe de uno en el Señor puede decaer. Yo le puedo decir esto, esto es una declaración bien sólida, el yo decir que tu fe al ser persistente va a recibir una recompensa yo me estoy poniendo en riesgo al decirte eso. ¿Sabes por que? Porque pueden haber momentos en los que lo que tu esperas no se de. Lo peor que puede pasar es que la muerte llegue y tu no veas lo que estabas esperando.
Mucha gente puede pensar que si la muerte llega, pues ya se perdió la esperanza no hay nada más que buscar. Pero sabes que? La fe de la cual se está hablando aquí tiene un punto más profundo, es una fe que está bien cimentada en el corazón de una persona, es una fe que no tiene un límite de tiempo sino que es una fe que va a dejar una herencia completa. Si ustedes ven lo grande de la fe como Abraham, Moisés, ustedes saben que muchos de ellos vieron la tierra prometida, en el caso de Moisés, vio la tierra prometida desde lejos más sin embargo nunca la alcanzó. ¿Acaso eso significa que él no tenía fe? ¿Qué él no era persistente? No, él era persistente, tenía fe pero su fe no terminó en la muerte sino que dejó una herencia para los que venían detrás. Los que venían detrás de él fueron los que recibieron toda esa recompensa. Moisés no tan solamente estaba pensando en una manera vana de: oh, fe solamente para mi o una recompensa para mi, Moisés sabía que su fe iba a dejar una herencia para todos los que vinieran detrás de él. Así que aunque él no recibiera lo que él estaba esperando él sabía que los que venían detrás de él, sí lo iban a recibir.
Esta mujer de la cual estábamos hablando, ella dejó una herencia de fe. Esa niña tuvo que haber sido impactada por ese milagro de Jesús. No se habla de la niña en el resto del pasaje pero imagínense ustedes cuando esta madre volvió a su casa y vio a su hija sana. Yo me imagino a su hija preguntándole: Mamá, ¿qué pasó conmigo? Y su mamá contándole todo lo que pasó. La mamá tal vez le dijo, mira puede ser que me hayan rechazado, pero esta persona a quien yo fui que se llama Jesús, yo sabía que El podía hacer algo por ti. He escuchado tanto de El alrededor del vecindario que yo tenía que ir a El y Jesús tan solamente con declarar una palabra ahí fue mi hija amada, donde tu fuiste sana. Tu fuiste sana por Jesús. Yo me imagino que esa niña, esa hija en alguna momento otro quiso haber conocido a Jesús. Tal vez ustedes podrán decir que yo me estoy inventando esta historia pero hay veces que es bueno tener creatividad. Imagínense en una de las veces que Jesús iba caminando por los distintos vecindarios donde El iba y que esta niña de repente lo ve pasar y la mamá le dice: mira, hija, ese es Jesús el que te sanó. Esa madre dejó una herencia en la vida de esa hija. La fe persistente de ustedes no tan solamente va a beneficiar sus vidas personales pero tiene, hermanos, tiene que dejar una herencia para los que vienen detrás de ustedes. La fe no es algo egoísta, la fe es algo que se comparte, si tu tienes fe, si tienes que tenerla en tu vida personal pero tu tienes que procurar que esa fe deje un legado para los que vienen detrás de ti. ¿Por qué? Porque habrán peticiones que tu vas a recibir pero tienes que pensar que esas mismas bendiciones tu no recibirás algunas de ellas pero los que vienen detrás de ti si las van a recibir.
Yo quiero terminar contándoles algo. Muchos de ustedes saben que nosotros hemos estado visitando el Hospital Shriners aquí en Boston, la hermana Marta Garzón y yo visitamos el hospital regularmente para visitar a estos niños y sus familias y en esta semana uno de los niños que yo estaba visitando, un niño de 3 años, un pequeño niño de Honduras vino aquí con su mamá solamente en un accidente que tuvo su cuerpo totalmente se quemó y a causa de todas su quemadura en la sangre desarrolló una bacteria que está afectando sus órganos internos. Ya el miércoles en la madrugada no lo aseguraban porque tuvo un primer paro cardiaco, el jueves en la noche tuvo un segundo y esta madrugada me llaman para dejarme saber que el niño ya había muerto.
Yo me pongo a pensar, Señor fueron tantas las veces que tanto la hermana Marta como yo nos sentamos a orar con la mamá de este niño, es una mujer que si tiene creencias en el Señor Jesús, allá en Honduras ella iba a una iglesia pero estaba apartada por cierto tiempo y al ella haberse conectado con nosotros en esta situación, ella decidió renovar su relación con el Señor. Yo recuerdo que ayer me llamaron de emergencia porque el niño no le aseguraban ayer, y yo fui al hospital, nos dieron permiso para entrar yo con la mamá y que la mamá pudiese agarrar la mano del niño porque el niño está en una incubadora que no se puede tocar. Mientras ella agarraba la mano de su hijo ella comenzó a llorar. Yo lo más que pude hacer fue ofrecer una pequeña oración en ese momento, ciertamente pidiéndole al Señor que hiciera su voluntad en medio de todo eso.
Cuando yo escuché que el niño murió esta mañana yo creo que a uno siempre le cae ese sentimiento de : ¿Señor, por qué no pudiste hacer un milagro y sanar a este niño? Nosotros teníamos una fe persistente cuando yo oraba, yo sabía, yo pensaba que tu podías hacer un milagro en ese niño, ¿por que no lo hiciste? ¿quién soy yo para cuestionar a Dios? Mientras venía en el carro para acá yo entendía en mi espíritu que el Señor me dijo: tu me pediste que yo hiciera mi voluntad y la hice. Tomé una vida pero otra vida fue reconciliada conmigo. Y esa reconciliación va a bendecir al resto de la familia. Hermanos en nuestra fe persistente podrán haber cosas que no veremos pero van a haber otras que si van a suceder, van a haber otras cosas que si van a poder ver. Estarás pidiendo un milagro de vida y tal vez la vida donde tu la esperas no se de, pero en otro lugar va a salir vida. Solamente si tu fe se mantiene persistente en el Señor ahí es donde Dios te va a dar toda la recompensa que tu esperas no tan solamente para ti sino que aquellos a quienes más tu amas.
Hermanos yo entiendo que en esta mañana este pasaje nos reta a que nuestra fe sea persistente, que si hay algo que tu estás buscando, lucha, lucha y lucha hasta alcanzarlo, no dejes que nada te quite el enfoque hasta que tu alcances lo que buscas, ni el rechazo, ni tal vez comentarios o tal vez tradiciones, enfócate en el que puede hacer todo en tu vida, enfócate en que si ocurre en tu tiempo o en el tiempo de los que vienen detrás de ti, la recompensa va a llegar. ¿Dónde vamos a estar nosotros? ¿Cuál va a ser nuestra perspectiva? Yo espero que persistamos hermanos, no importa qué. Que persistamos. Y la recompensa va a llegar a ti o a los tuyos. La recompensa va a llegar. Vamos a estar de pie, vamos a orar.
Hermanos yo no conozco la situación con la cual tu llegaste aquí esta mañana, pero de algo yo si estoy seguro y eso es que el Señor si lo sabe. Jesús sabia cual era la situación de esta mujer, las pregunta y comentarios que Jesús hizo tenían un propósito y era que la fe de esta mujer creciera a su máximo potencial. En tu vida, mis hermanos, podrá parecer que Jesús muchas veces está callado, podrá parecer que hasta ni te está prestando atención pero El sabe lo que hace, El quiere que tu fe crezca. Hoy tenemos un reto de que nuestra fe crezca, hermanos. Yo quiero tomar un tiempo para orar. Para aquel que necesita que su fe crezca o aun que la fe comience por primera vez, aceptando al Señor Jesús en tu corazón. Yo quiero abrir una oportunidad para hacer eso hoy. Si hay alguien que en esta mañana quiere decirle al Señor Jesús: Señor yo quiero que tu entres a mi vida, yo he experimentado rechazo, te necesito a ti, vengo a ti, ayúdame.
Si tu quieres ser una de esas personas que quiera tomar esa decisión hoy yo te invito a que tu levantes tu mano para nosotros orar por ti. Dios te bendiga hermana. Si tu quieres aceptar al Señor Jesús hoy, en esta mañana por primera vez como tu Señor y tu salvador, como aquel que es el autor de tu fe, siéntete libre de levantar tu mano para nosotros orar y si no te es mucha molestia, mi hermanos, quisiera que pasaras al frente para orar. Gracias Jesús, gracias a Dios. Si alguien puede acompañarla a ella también aquí, gracias Dios.
Señor Jesús nosotros venimos delante de tu presencia, Dios como una iglesia, como un cuerpo, presentado a esta mujer que viene hoy delante de ti. Tu conoces sus corazones mejor que nadie más, tu conoces la fibra más profunda en su corazón, tu sabes las cosas con las cuales ellos pelean, y tu tienes la respuesta para cada una de esas cosas. La respuesta eres tu. Jesús cubre los corazones de cada uno de estas personas hoy, perdona sus pecados, lávalos con tu sangre, purifícalos con tu santo espíritu y dales un nuevo comenzar hoy. Como esta mujer que tuvo un encuentro contigo y su vida cambió, la vida de su hija cambió así yo pido que la vida de mis hermanos y hermanas hoy cambie al tener un encuentro contigo. Tómalos en tu mano Señor, declara una palabra de bendición sobre ellos y que su fe, mi Dios, reciba la recompensa que esperan. Gracias te damos Dios. Sus vidas están en tus manos. Amen.
Gozosos en la esperanza - sufridos en la tribulación (Romanos 12:11) Parte 7
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Hemos estado poco a poco desmenuzando este texto bíblico que ha resultado extremadamente rico para nuestra edificación. Vamos al versículo 9 y de ahí entonces seguiremos. Déjenme hacer una palabra breve de oración para otra vez recoger la mente y enfocarla en lo que Dios tiene para nosotros en esta mañana.
Padre, ahora centra nuestro espíritu en tu palabra y quita toda distracción de nuestra mente y de nuestras emociones. Es bello poder meditar sobre tu enseñanza. Queremos hacerlo con un corazón entendido, Padre, con una mente iluminada por ti dándote siempre a ti la gloria y la honra y sabiendo que no es palabra neutral la que procesamos sino es la vida misma de Dios manifestada por medio de su revelación y así la recibimos con corazones abiertos, humildes, sencillos, sujetos a tu verdad. Guiamos Señor y céntranos en ti ahora y danos reposo para poder estar en el espíritu al escuchar tu enseñanza. En el nombre de Jesús. Amen.
Versículo 9, Romanos 12. “...el amor sea sin hipocresía, sin fingimiento”, el amor sin fingimiento, “...aborreced lo malo, aferraos a lo bueno”, es decir aborrezcan lo malo y agarrense con uñas y dientes a lo bueno, es la traducción más adecuada “... amaos los unos a los otros con amor fraternal”, en otras palabras el amor fraternal sea cariñoso, lo que decíamos, exprésense cariño, exprésense afecto, trátense afectuosamente unos a otros, exprésense calor unos a otros. Tenemos que ser una congregación cariños, una congregación de afecto, una congregación cálida donde el extraño se sienta cómodo, el visitante se sienta acogido que no se sienta como un extranjero que no tiene lugar sino que se sienta amado y recibido, que el enfermo tenga alguien que ore por el o por ella, la persona que tiene necesidad material que sepa que no está sola en su lucha, que la persona que necesita apoyo moral y ánimo reciba una mano en la espalda que la bendiga y que le diga siga hacia delante. Es decir, ámense con amor fraternal, con cariño. En la honra pónganse unos a otros delante, en otras palabras dense preferencia unos a otros.
Parece que me tomaron muy enserio esto porque he ido a un par de comidas últimamente y los hermanos están muy cuidadosos de no ir adelante cuando hay un buffet a servirse primero, parece que escucharon lo que yo dije acerca de poner al otro adelante, en vez de tu ir de una vez a coger tu primero, el primer plato, y doy gracias a Dios porque parece que está siendo efecto. Hay dos o tres que me oyen por lo menos. Que bien, que bien! “....Prefiriéndoos, es decir dándose preferencia, los unos a los otros”. En lo que requiere diligencia no sean perezosos, ok, en lo que requiere esfuerzo no sean lentos sean diligentes. Hablamos acerca del siervo diligente el domingo pasado, en el espíritu sean fogosos. De done viene la palabra fogoso, de fuego, ferviente, ahí está la palabra fiebre, ahí está la palabra hervir, fervor, fuego, y en el griego original en que fue escrito este pasaje la idea es eso, al punto de fogosidad, de fervor, de fuego. Dios no quiere gente tibia, Dios quiere gente apasionada en el espíritu, Dios quiere la pasión de una .... en términos de las causas del Señor, que sean claros, decidida la persona en lo que es en cuestiones del espíritu, que sean animosos, que sean entregados al Señor, que estén al rojo vivo, que tengan pasión por la alabanza, por la palabra de Dios, por los valores del Reino de Dios, por la causa del Reino de Dios, por los valores de la iglesia, es ese fervor en todas esas áreas. La gente apasionada trae gozo al corazón de Dios, en las cosas espirituales seamos fervientes, no tibios nunca ni indecisos.
Entonces hablábamos acerca de esa expresión que es sirviendo al Señor, que es muy problemática, en el griego original se presta a la interpretación de que en toda oportunidad sirviendo, cuando se ofrece la oportunidad servimos al Señor, cuando haya una ocasión para tu ser útil al Reino de Dios, se útil, no dejes que te pase por el lado una oportunidad de servir a Dios, de servir al Reino de Dios, de servir a un hermano, cuando haya la oportunidad el cairos, cuando surja cualquier oportunidad de tu ser de servicio di presente. Diga amen a eso, ok. Dondequiera que usted vea una necesidad llénela usted. Dondequiera que usted vea la oportunidad de tener misericordia de alguien o dar una palabra de ánimo a alguien o bendecir a alguien en alguna manera, o meterle un peso ahí en el bolsillo a alguien que necesita, o darle un plato de comida a una persona hambrienta, hágalo. Cuando hay una oportunidad de algo, tómela en el nombre de Jesús, no sea indiferente, no deje que la oportunidad le pase de lado también en el aspecto positivo decíamos, no? Porque Dios quiere gente que se atreva a hacer las cosas en su nombre, eso quiere decir también oportunidad de estudio, de superación personal, de inversión en algo, atrévase y hágalo y Dios le va sacar adelante. “En toda oportunidad sirviendo al Señor”.
Ahora entramos en el versículo 12 en la materia que nos concierne. Hay dos conceptos aquí muy lindos para nosotros como cristianos. ¿Cuáles son esos dos conceptos? Dice el Apóstol Pablo: “..... gozosos en la esperanza, dice aquí, sufridos en la tribulación”. Lo voy a dejar allí solamente en esos dos y si no tengo tiempo para el tercero, dice “....constantes en la oración”.
Gozoso en la esperanza, sufridos en la tribulación. Tomemos el primer concepto: gozo en la esperanza, en el griego original dice “ te elpidi jairontes” en otras palabras en la esperanza, gozosos, es la idea. ¿Usted conoce alguien que se llama Elpidio? Es un nombre que es de esos nombres antiguos, en la República Dominicana a veces a los muchachos pobres les espetaron el nombre Elpidio. ¿Usted conoce alguien que se llame Elpido? Levante su mano si usted conoce alguna vez alguien. ¿Sabes de donde viene la palabra elpidio? De ahí, elpidi, que quiere decir gozoso. Elpidio viene de la idea de gozo, entonces nuestros antepasados, había una lógica, su locura tenía lógica. Cuando una persona se llamaba Elpidio era una persona que tiene gozo, no es simplemente que querían darle un nombre feo al muchacho. “te elpidi jairontes”, en la esperanza seamos gozosos. ¡Que linda esa idea! Dios nos llama a tener esperanza y a tener gozo, es más a lo que se refiera a la esperanza que seamos gozosos, que seamos alegres. Lo primero que puedo decirles hermanos es lo siguiente: el origen de la esperanza en el creyente.
Déjenme ir un poquito hacia atrás, todo cristiano debe ser una persona, un hombre, una mujer de esperanza. En el cristianismo no hay lugar para la desesperación, reprenda a la desesperación. Cuando la desesperación y el desaliento y el pesimismo quiera apoderarse de su vida, échelo fuera como un perro sarnoso. Aléjelo de su vida. Repréndalo no le de alojo, hospedaje en su mente a la desesperación, al desaliento, a la depresión al negativismo. Hermanos los hijos de Dios tenemos toda la razón del mundo para ser gente de esperanza y de gozo y cuando usted tenga la depresión del lunes por la mañana, repréndala en el nombre de Jesús. Tómese una taza de café extra, ponga a Marcos .... en el radio, haga algo pero no se suma en la desesperación, no se quede sumido en la desesperanza porque eso no es de Dios. Y cuando venga la desesperación a su vida dígale: en el nombre de Jesús, fuera de mi mente. No te recibo, este no es lugar para ti, diablo. Porque Dios nos llama al gozo y a la esperanza. Ahora usted sabe de donde viene.... para mi la raíz del gozo..... Ángela, Dios te bendiga. Ángela Santos que nos está visitando desde Ocala, Dios te bendiga, Ángela. Esta hermana nos bendijo mucho, su esposo también, Miguel, allá en Ocala y nos hospedaron y nos trataron tan bien, y está aquí visitando esta mañana.
Hermanos ¿cuál es la raíz del gozo del creyente? En último caso cuando vamos bien a fondo, ¿cual es la raíz del gozo del creyente? ¿Sabes cual es? Es esto que la han llamado la bendita esperanza, es la esperanza en la segunda venida de Jesucristo. ¿Por qué? Porque hermanos, hay algo que a mi me mantiene alegre y es que el sufrimiento no es para siempre. La agonía de este mundo no es para siempre. Viene un día, dice la palabra en que Dios enjugará toda lágrima de nuestros ojos, en que toda enfermedad desaparecerá, que no habrá que pagar más biles del IRS y de los taxes. Gloria a Dios por eso. No tendremos que preocuparnos de que el bill de la tarjeta VISA va a llegar a fin de mes, o que tenemos que pagar el gas o que va a subir el precio del aceite del petróleo, este invierno. Todo eso, un día se va a terminar. Y Dios traerá un nuevo orden al universo y al mundo y que sabemos que este mundo no es para siempre y que los sufrimientos no son para siempre, que Dios tiene mejores cosas para nosotros un día. Y que aunque en la vida no nos vaya bien, pero que al final de cuentas nos espera una recompensa gloriosa si nos mantenemos firmes en el Señor. Y eso, hermanos, eso relativiza el mundo, le quita su filo a la vida caída en que vivimos y nos permite concebir un lugar mejor, un tiempo mejor que Dios tiene para nosotros. Por eso es que la Biblia nos dice “no pierdan su esperanza, no dejen de anhelar y esperar la segunda venida del Señor”.
En primera de Tesalonisenses, Capítulo 4, el Apóstol Pablo le dice a los Tesalonisenses en el versículo 13: dice “.... tampoco queremos hermanos que ignoréis acerca de los que duermen, es decir los que están muertos, para que no se entristezcan como los otros que no tienen esperanza”. En otras palabras cuando el cristiano llora o se lamenta, no se lamenta como el que no tiene esperanza. Nosotros tenemos esperanza aun en nuestros muertos, cuando desaparece un ser querido sabemos que lo volveremos a ver si murió en Cristo Jesús. Y eso le quita el filo a nuestro dolor y por eso no nos desesperamos cuando lloramos la pérdida de un ser querido o la tristeza de este mundo inclusive, porque sabemos que tenemos a un Dios fiel. Dice “.... porque si creemos que Jesús murió y resucitó así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en El. Por lo cual lo decimos esto en palabra del Señor que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que murieron porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompetas de Dios descenderá del cielo y los muertos en Cristo resucitarán primero, luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire y así estaremos siempre con el Señor.” Y mire lo que dice “... por tanto alentaos los unos a los otros con estas palabras”.
En otras palabra cuando nosotros nos ponemos a meditar en que Cristo viene un día y que va a redimir este mundo caído de toda su locura y toda su distorsión, eso nos debe dar aliento para seguir adelante porque sabemos que no estamos... somos como si fuéramos esclavos que sabemos que un día vamos a recibir nuestra liberación, y anhelamos ese día y esperamos ese día y decimos; ven Señor Jesús, como dice el Apóstol Juan en el Libro de Apocalipsis, y eso creo yo que es como una raíz subconsciente, es el fundamento subconsciente de esa actitud de esperanza cotidiana que nosotros tenemos. La esperanza de la venida del Señor es una esperanza cósmica, sublime, inmensa, abarcadora pero dentro de eso, ese fundamento hay una esperanza cotidiana, diaria. Cuando nos levantamos por la mañana y miramos afuera y la neblina del invierno está encima de nuestra ventana, y sentimos ese friito ya que no nos gusta, pero la esperanza nace en nosotros porque sabemos que en Dios todo es posible y tenemos esperanza y gozo en el Señor, nos animamos.
Hermanos, el amor de Dios en nosotros nos da esa vitalidad emocional para seguir adelante en la vida. Me vinieron a la mente las palabras del Apóstol Pablo en Primera de Corintios Capítulo 13, versículo 7 donde dice “.... el amor todo lo sufre”, es decir todo lo aguanta es la idea, todo lo aguanta, “... todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”. Cuando tu tienes el amor de Dios en tu corazón, cuando el amor ha anidado en tu pecho, tu crees que todo es posible.
Hermanos, hay gente que son cínica por naturaleza y siempre ven el vaso medio vacío, no lo ven medio lleno, lo ven medio vacío y siempre están viendo la paja en el ojo ajeno y siempre están viendo el defecto en la persona, en la actividad, o en la predicación o en lo que sea, y no ven lo bueno. Están tan llenos de lo malo que no ven lo bueno, y a veces en la vida podemos ser así. Dios nos ha dado tantas cosas buenas en nuestra familia, en nuestro matrimonio, en nuestra salud o en algo y estamos tan sumidos en lo que no tenemos que no podemos ver las cosas buenas. Pero la persona que tiene la bondad de Dios, el amor de Dios todo lo cree, todo lo espera, todo lo aguanta, todo lo soporta, cree que todo es posible y que algo bueno puede salir de esa situación que parece que está totalmente negativa. La persona que tiene el espíritu de Dios es una persona esperanzada, cree que hay posibilidad que se puede salir adelante, que hay en esa persona que parece que no tiene nada bueno, si, hay algo de Dios allí. Yo voy a orar para que eso salga a la luz y voy a bendecir lo bueno que hay en un individuo en una situación.
El creyente nunca se desespera, hermanos, el hijo de Dios nunca debe desesperarse, siempre debe estar una semilla de esperanza. Yo recuerdo siempre las palabras de mi papá que decía: del piso yo no paso. Queriendo decir: mira, aunque me pase lo que me pase no voy a pasar del piso, si me caigo ahí terminó mi caída. Y la idea era eso, era una palabra de desafió a la vida, de que aunque pase lo que pase en tu vida, mira, siempre hay posibilidad de salir adelante. Recibe esa palabra en esta mañana, mi hermano. Dios no te deja solo nunca. Y tu tienes que estar gozoso en las cosas que tienen que ver con esperanza, se gozoso.
Busca allí en Segunda de Corintios, Capítulo 4 versículos 8 y 9, aun el versículo 7 dice el Apóstol Pablo que era un hombre de esperanza, si alguien era un hombre de esperanza era el Apóstol Pablo, dice “... pero tenemos este tesoro en vasos de barro para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros que estamos atribulados en todo más que, más no angustiados, en apuros más no desesperados, perseguidos más no desamparados, derribados pero no destruidos”. Usted ve, el Apóstol Pablo no era como el avestruz que mete su cabeza en la arena y dice no hay peligro. No, el reconoce, en la vida hay problemas, hay dificultades, hay luchas, hay cargas, hay retos, sí Señor, hay fracasos, pero sabes que? Que el creyente nunca sin opciones, nunca está sin esperanzas, nunca está sin una puerta de la salida.
Dice la palabra que Dios junto con la tentación, con la prueba da también la salida. Y eso debe alentarnos a seguir adelante. Cuando el dijo por ejemplo aquí “.... estamos atribulados más no angustiado” la idea es estamos en aprietos pero no estamos sin opciones. Esa es la idea del lenguaje original. Puede que estemos en aprietos, si, dice el Apóstol Pablo, pero sabe qué? Que no estamos sin alguna opción de salida. Yo siempre creo eso, yo siempre digo en cualquier crisis en la vida, en cualquier situación de dificultad siempre hay una posibilidad de salir adelante, nunca tires los guantes al piso, nunca te digas ya no hay esperanza para mi, ya no puedo hacer nada, ya todas las puertas están cerradas. Busca que aunque sea por una rendijita te puedes escapar y Dios a veces de una roca hace brotar agua, y de un callejón sin salida, cuando Dios viene sale una grúa inmensa y rompe todo y puedes salir al otro lado. Porque el creyente tiene el valor, el poder de Dios con el o con ella, siempre hay opciones, siempre hay una salida.
Y el Apóstol Pablo dice “... en la esperanza seamos gozosos”. Hay una conexión ahí entre esperanza y gozo, si tu no tienes esperanza no puedes tener gozo. Y el creyente está llamado a ser gozoso, eso es otra cosa. El gozo es la fuente de salud y de salud mental y de vitalidad. La palabra del Señor dice “...el gozo del Señor es nuestra fortaleza” y sabe que? Muchas veces cuando tu mires a tu vida y mires alrededor no vas a encontrar muchas razones para tener gozo porque vas a ver todo negativo, vas a tener problemas por aquí, problemas por allá, dificultades por aquí, dificultades por allá, pero sabes que? Todavía tu tienes al posibilidad de decidir como tu vas a reaccionar a eso.
Alguien ha dicho yo no puedo controlar mi circunstancias pero puedo controlar cómo reacciono a ellas. Fíjese eso, usted sabe donde está la libertad del hombre está en ese hecho poderoso de que tu no puedes controlar quizás que te metan o no te metan en una jaula, pero tu puedes controlar como vas a reaccionar a esa jaula donde tu estás metido. En los campos de concentración nazi en Alemania cuando la Segunda Guerra mundial y Hitler, hubo mucha gente que sufrió terriblemente y fueron oprimidos y abusados en una manera terrible, muchos sucumbieron y murieron o salieron de los campos de concentración amargados, deprimidos para toda la vida. Y sin embargo hay historias de grandeza inconcebible dentro de esos campos de concentración, gente que de alguna manera encontró en ese campo de concentración algo que les dio animo para llegar a otro nivel moral o espiritual.
Víctor Frank uno de los grandes siquiatras del siglo XX habla acerca de eso en su libro, el fue uno de esas víctimas del holocausto nazi y el habla de cómo el veía personas que se daban por vencidos y se tiraban a morir en los campos de concentración o solamente vivían para ellos, para comerse el pedacito de pan que quedaba y no compartían con nadie, y vio a otros que ascendieron a un nivel de nobleza bien alto y que compartían con otros que se preocupaban por los que estaban enfermos, que su fe les dio fortaleza y el dice que notó algo interesante que los que solamente pensaban en ellos mismos, y se centraban en ellos sucumbían muy fácilmente a la enfermedad y a la muerte. Pero los que se preocupaban por los otros y que accedían a su fe y se agarraban esos sobrevivían más exitosamente. Por que? Porque cuando hay esperanza en el hombre, cuando hay nobleza de espíritu, cuando usted controla cómo usted reacciona a la cosa mala que le ha sucedido, Dios le da la fortaleza. Muchos de nosotros cuando tenemos problemas, cuando nos tratan mal, cuando fracasamos, cuando tenemos una derrota, ¿que hacemos? Nos echamos a morir, nos deprimimos, tiramos los guantes, nos metemos en un callejón oscuro y decimos nunca más voy a pelear, nunca más voy a luchar. Pero usted puede en ese momento cuando la tragedia visite su vida decir: No, en el nombre del Señor yo voy a creer que me redentor vive. Yo voy a seguir adelante, yo no voy a soltar la espada, yo voy a confesar la palabra de Dios y usted le dice al alma: alma, gózate, alma mía, bendice al Señor. Y usted le ordena a su mente y a sus emociones que vayan más allá de la depresión y del momento. El Señor Jesucristo dijo: el espíritu siempre está dispuesto, la carne es débil, pero el espíritu siempre está dispuesto. Asegúrese de que su reacción sea primero en el espíritu y no en la carne, cuando venga la tragedia a su vida.
En Filipenses Capítulo 4 versículo 4, el Apóstol Pablo dice: “...regocijaos otra vez os digo regocijaos en el Señor”, y usted sabe que Pablo escribió esa epístola desde una cárcel, desde una mazmorra romana y Pablo no sabía si iba a sobrevivir o no. Había una gran posibilidad de que le iban a cortar la cabeza y sin embargo Pablo escribió una de las cartas más gozosas de toda la Biblia metido allí en esa mazmorra romana y escribió esa carta donde una y otra vez dice: regocíjense, gócense.
Todo está en la perspectiva que usted adopta de los problemas de la vida. Todo está en la manera en que usted interpreta lo que le pasó. Si usted interpreta lo que le pasó como que ah, mira otra muestra más de la injusticia del mundo y de que Dios no me ama y de que yo no sirvo para nada y que la gente toda es mala. Usted sabe de que si usted adopta esa interpretación, usted se va a amargar y se va a hundir y se va a debilitar pero si usted dice: no, en el nombre del Señor yo voy a usar esto para ser más fuerte, para crecer más, para ser más como Cristo, para conocer mejor a mi Dios, para ver como Dios me va a sacar hacia delante, y usted se fuerza a interpretar ese evento de la vida en una manera diferente, usted sale a camino. Se lo digo en el nombre del Señor. Esos son los vencedores, esos son los ganadores, esos son la gente que cuando llegan a los 70 o a los 80 años usted los ve tan saludables y tan fuertes y tan lúcido. Y usted dice por qué esta vieja ha llegado a ese nivel, es decir, está tan fuerte, es por eso, sabe, porque decidió no darse por vencida cuando tenía 50, 40, 30 años y desarrolló hábitos de lucha y de resistencia y de fuerza. Y entonces por eso su mente se mantuvo recogida cuando llegó a la vejez y su cuerpo obedeció a los dictados de su espíritu, de sus emociones y también se mantuvo fuerte porque el espíritu domina al cuerpo y a la mente. Yo estoy ya dándome masaje mentales desde ahora, para que cuando llegue a los 80 años di Dios permite, estar fuerte y vigoroso en el Señor para servirle, pero estoy comenzando a entrenarme desde ahora, sabe? Al diablo le estoy diciendo, no vas a tener ni una pulgada de mi mente, ni de mis emociones, ni de mi cuerpo.
Hay que pelear hermanos.
Hay que luchar, hay que resistir, hay que tomar la espada en la mano y mantenerse fuerte en el Señor porque el espíritu siempre dominará al cuerpo y a la materia. Tu tienes el derecho de escoger lo que tu vas a hacer con la tragedia que te depare la vida. Si vas a dejar que te depriman y te hundan y te derroten y te debiliten o que te hagan más fuerte y más vigoroso y más noble y más capaz de aconsejar a otros y de animar a otros y decirle; mira, muchacha levántate porque yo pasé por eso y aquí estoy viva todavía, así que sigue adelante en el nombre del Señor y cuando usted hable usted va a hablar con la voz de la autoridad, porque usted va a hablar como el que estuvo allí en el campo de batalla y salió victorioso y si yo lo hice, tu lo puedes hacer también, dice el Señor. El venció en la cruz todo lo que le tiraron los hombres y el diablo. Salió victorioso de todo y El dice: tu también lo puedes hacer con mi ayuda, con mi presencia en tu vida. No deje nunca que la derrota lo amargue o lo debilite. Use la lucha de la vida para ser más fuerte y para ir más adelante y más alto en el Señor. En la esperanza como quiere Dios que seamos?, gozosos, seamos agresivos, seamos abundantes y después dice también aquí en la tribulación, como tenemos que ser? Sufridos, fíjese a mi nunca me ha gustado la palabra sufrido porque esa palabra lo que yo veo es una persona con un manto en la cabeza, lloriqueando en el piso, tirando lágrimas, sufrido, oh! Ella es una persona tan sufrida, a mi no me gusta la gente sufrida, porque no es lo que yo veo de la palabra de Dios. Por eso es que es tan lindo uno poder ir al original y entender estos pasajes.
La palabra que se usa para sufrido es upomenontes. Digan todos upomenontes. Di yo soy upomenonte. Es decir, usted es más bien la palabra es resistiendo. Dice en la tribulación, resistiendo. En la tribulación, firmes. Esa es la idea original. Cuando estén en la tribulación, se firme. Es mucho mejor esa interpretación que decir sufrido, porque sufrido es una persona que se tira ahí simplemente a decir, bueno, ay bendito, como dicen los portorriqueños. Esa resignación así sin huesos, sin espinazo. No, Dios quiere que tu seas firme en la tribulación, que seas resistente en la tribulación. Eso es lo que está diciendo la palabra del Señor. En toda tribulación mantente erguido, mantente fuerte en el Señor. Hay un sentido allí activo de desafío. Cuando visite la lucha y la prueba a tu vida, cuando venga la tribulación afírmate en el Señor. Yérguete y levántate en el Señor, busca allí en Efesios, Capítulo 6 y usted verá a qué me refiero. Me vino allí el recuerdo de lo que dice la palabra del Señor cuando viene la lucha en la vida. ¿Cuál es la postura del creyente? Es una postura de guerra, es una postura de resistencia, hermanos. En el Evangelio no hay lugar para los energúmenos, no hay lugar para los microbios, no hay lugar para los insectos espirituales, hay lugar solo para gigantes. Los gigantes son los que sobreviven en el Evangelio porque tenemos un enemigo que es un gigante y que no tiene misericordia.
Dice Efesios Capítulo 6, versículo 10: “... por lo demás hermanos míos, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza”. Por eso hermanos es que tenemos que estar continuamente fortaleciéndonos en el Señor, alimentándonos espiritualmente, leyendo la palabra, adorando al Señor, comiendo proteínas espiritual para poder mantenernos fuertes. “....Vestios de toda la armadura de Dios para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo porque no tenemos lucha contra sangre y carne sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales”.
Hermanos la lucha que nosotros tenemos como hijos de Dios no es cosa fácil. Nosotros tenemos un enemigo demasiado poderoso es el que gobierna todo lo que es, es la mafia espiritual de las tinieblas. Son los que tienen todo el control de toda la maldad, todos los crímenes, toda la violencia, toda la tragedia del mundo, esa mafia demoníaca la controla, y todo tiene que pasar por ese mafioso que se llama Satanás, que el Señor lo reprenda, y todos sus demonios que están debajo de él, y esa es nuestra lucha y por eso es que tenemos que estar fuertes, por eso es que el cristiano que se duerme, como dicen, camarón que se duerme se lo lleva la corriente. El cristiano que no está fuerte en el Señor, olvídese, va a ser débil y va a estar abierto a todo tipo de infección espiritual que venga a su vida y tenemos que estar fuerte porque cuando venga la tragedia a tu vida, cuando venga la tribulación a tu vida ¿que tu vas a hacer? si estás débil te vas a caer, te vas a ir de boca. Entonces dice “...por tanto tomad toda la armadura de Dios para que podáis resistir en el día malo y habiendo acabado todo estar firmes”. Cuando venga el día malo a tu vida, cuando venga la tribulación a tu vida, cuando viniera un diagnóstico de cáncer o tu hija queda encinta, o te dicen que ese dinero que tu tenías para tu retiro se acaba de hacer nada porque la economía cambió y perdiste todo ese dinero. Cuando tu matrimonio esté entrando en crisis o vengan problemas a tu carne, ¿qué tu vas a hacer? Tu tienes que resistir, dice la palabra del Señor, tienes que fortalecerte en el Señor cuando venga el día malo, llénate del espíritu santo, o antes de que venga el día malo, llénate del poder de Dios, llénate de la palabra de Dios para que tu puedas resistir cuando venga la tribulación, para que tu puedas estar firme en medio de la tribulación.
Uno de los valores más bellos de la palabra de Dios es la paciencia. Dios nos llama a tener paciencia, y paciencia puede decir tener paciencia para con los demás, pero hay un tipo de paciencia que es muy importante que es la paciencia cuando estamos en medio de la tribulación.
Busque allí, y ya voy terminando, Santiago Capítulo 5, es uno de los pasajes más bellos acerca de la paciencia en el versículo 8, 5, Santiago 5:8 dice: “... tened también vosotros paciencia y, mire aquí otra vez esta idea, afirmad vuestros corazones”. Tengan paciencia y afirmen sus corazones porque la venida del Señor se acerca. Mire aquí la conexión misteriosa de lo que yo decía antes, entre la venida del Señor y la fortaleza, el vigor, el resistir, en la mente del espíritu santo hay una conexión entre esas dos cosas. Según la venida del Señor se haga una realidad en nuestra vida, eso nos va a dar paciencia y fortaleza. Dice: “... hermanos, no os quejéis unos contra otros, bueno ya eso.... en el versículo 10 dice: “.... hermanos míos tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. He aquí tenemos por bienaventurados a los que sufren, habéis oído de la paciencia de Job y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo. Gloria al Señor”. En la prueba, hermanos hay que afirmar nuestros corazones, dice: afirmad vuestros corazones. Cuando hemos orado, hermanos, cuando hemos ungido, cuando hemos ayunado, cuando hemos reprendido a todos los demonios del infierno, y cuando hemos declarado todo lo que sabemos del poder de Dios en nuestra vida, y todavía sigue la prueba usted sabe la única carta que le queda para jugar, la paciencia y la firmeza y el aguantar en el nombre del Señor y no darse por vencido. No rajarse como dice los mejicanos, no se de por vencido nunca. Simplemente resista, firme, apriete las rodillas y que nadie pase por encima de usted, hasta que pase el día malo. Llegará ocasiones en la vida en que lo único que usted podrá hacer es Señor, dame fuerza hasta que pase la tormenta. Dame firmeza hasta que pase esta racha de maldad que hay en mi vida porque habrá situaciones en la vida que por más que tu ores y hagas todo lo que tu sepas hacer, Dios todavía te dirá, mira, por razones que solo El sabe tienes que aguantarte. No te puedo sacar de eso. El Apóstol Pablo, tres veces dice que vino ante el Señor para que le quitara un aguijón en su carne, tres veces, y qué le dijo el Señor: bastate mi gracia Pablo, lo siento mucho. Te he contestado muchas otras oraciones y te he dado muchas respuestas a tus oraciones, pero en esto, perdóname pero no te puedo sacar, así que mi gracia sea suficiente para ti.
Hermanos hay veces en la vida, hay pruebas en la vida que lo único que nos va a sostener es la gracia del Señor. A mi no me gusta darle a la gente respuestas fáciles, hay predicadores que le dicen a la gente: todo va a estar bien, no te preocupes que si tu estás en el Señor todo te va a ir bien, no vas a tener problemas, no vas a tener prueba financieras, todo va a ser salud y prosperidad y éxito. Eso es una mentira del diablo, a veces en la vida del creyente tienes pruebas y vienen dificultades, viene tribulación, vienen heridas, vienen fracasos, vienen faltas económicas, vienen desalientos y traiciones, habrá momentos, habrá tiempos en la vida del creyente que serán tormentosos y por más que usted ore, Dios en su gracia va a decir: no, no puedo sacarte, necesitas pasar, necesitas tomar esa copa. Como dijo nuestro Señor Jesucristo: “si es tu voluntad pasa de mi esta copa”. Y el padre dijo: “no tienes que pasarla, tienes que tomarla”. Y hay veces que Dios en su misericordia soberana y misteriosa va a decir: hijo mío, hija mía , lo siento mucho pero tienes que pasar por esta tormenta, no te la voy a quitar de encima, y lo único que usted va a poder hacer en ese caso es aguantar, resistir, mantenerse firme, no darse por vencido, no maldecir a Dios, no dejar de orar, no dejar de ayunar, no dejar de leer la palabra, no dejar de venir a la iglesia. Mucha gente se va de la iglesia porque le está yendo las cosas mal, y vuelven supuestamente cuando les va bien. Hermanos, el lugar para estar cuando hay prueba y tribulación es en la iglesia, en la casa de Dios. No te escapes por ahí, porque entonces el diablo te va a dar más duro todavía. No le des la espalda al diablo, al diablo hay que mirarlo a la cara en el nombre del Señor y decirle: tu no me vas a destruir porque el que está en mi es más poderoso que tu.... Hay que resistir es la única solución al problema.
Job, cuando estaba sumido en su tribulación más grande que había pasado más tiempo que lo que el pensaba que tenia que pasar, ¿sabe lo que dijo? Aunque él me matare, en él esperaré. Esa es el bottom line, como dicen en inglés. Aunque Dios me mate, yo voy a seguir confiando en El. El diablo en esa zona no puede entrar. Esa es una zona inviolable, es una zona de invensibilidad. La idea de que aunque no me vaya bien y aunque todo falle aparentemente todavía yo voy a seguir confiando en el Señor porque El es fiel y El sabe lo que El hace en mi vida.
Yo termino con esta palabra, de Abacuk Capítulo 3, versículos 17 y 18, dice “.... aunque la higuera no florezca, es decir aunque la economía se vaya de pique, aunque el petróleo cueste demasiado, aunque el invierno sea demasiado frío o lo que sea, “....aunque la higuera no florezca ni en las vides haya frutos, aunque falta el producto del olivo y los labradores no den mantenimiento y las ovejas sean quitadas de la majada y no haya vacas en los corrales, con todo yo me alegraré en Jehová y me gozaré en el Dios de mi salvación. ¡Aleluya! Jehová el Señor es mi fortaleza el cual hace mis pies como de siervas y en mis alturas me hace andar. Gloria en nombre del Señor”. Aunque todo vaya mal, aunque venga una racha de maldad y de dificultad y de problemas en mi vida, aunque todo parezca negativo y no haya una señal de esperanza, con todo eso yo me gozarse y me alegraré en el Señor. ¿Usted ve la idea? Es que usted tiene la opción de decidir cual va a ser su actitud en la vida, si va a ser una postura de gozo y de esperanza agresiva o va a ser una mentalidad de víctima que se deprima porque algo le anda mal, y usted se da por vencido y se echa a morir enseguida. ¿Cuál va a ser la filosofía que va a animar tu vida, mi hermano, mi hermana? ¿Cuál es la postura de vida que va a gobernar tu reacción cuando vengan los días difícil a tu vida, cuando venga la tragedia, cuando venga la tribulación a tu vida? Vas a dejar que el mundo te pase por encima o vas a decir no, el Señor el más poderoso en mi. Dios me va a sacar adelante, yo se que mi redentor vive, yo se que Dios es bueno y yo se que Dios es fiel. Quizás no puedo explicar lo que ha sucedido pero yo se que Dios sabe y El es coherente y es consistente en sus caminos. El no se contradice. El Señor nos de la fortaleza para ir un paso mas allá, hermanos y ser siempre esa gente que estemos gozosos en la esperanza y firmes en la tribulación.
Bajemos nuestra cabeza, recibamos esa palabra del Señor en esta vida. Abracemos la ética del gozo. Ahí está el título de este sermón: la ética del gozo, la ética del gozo. Yo escojo el gozo. Dite a ti mismo: escojo el gozo. Escojo la esperanza. Escojo la victoria. Escojo la identidad de guerrero y no la identidad de víctima. Escojo la alabanza y rechazo la depresión esta mañana. No voy a dejar que mis recuerdos del pasado, mis experiencias negativas del pasado me debiliten y me distorsionen y me tuerzan. No, el pasado yo lo voy a usar como leña para un fuego más grande todavía. Voy a quemar todas las experiencias del pasado que me han destruido. Si me violaron cuando era niña o mi padres no me afirmaron y no me animaron a seguir adelante, eso va a ser leña para mi fuego. No me voy a dejar deprimir por eso. Si me traicionaron en el pasado, si tuve un fracaso financiero y me tuve que declarar en bancarrota no voy a dejar de añorar algo y de esperar algo bueno que Dios tiene para mi, no voy a dejar de emprender cosas buenas, no voy a dejar de reírme, no voy a dejar de gozar de la vida, sino que escojo el gozo. La ética del gozo, esa es la ética que va a gobernar mi vida. Cuando llegue a la vejez y los huesos me crujan cuando me mueva, aun así me voy a gozar en el Señor. Cuando tenga que tomarme 10 o 12 pastillas cada mañana pero voy a decir: gracias Señor porque estoy viva, por lo menos y porque un día todo eso dejará de tener importancia porque tu me librarás un día de esta condición caída. Gloria en nombre del Señor, Gracias Padre. Recogemos el gozo en esta mañana, Señor, recibimos tu gozo, recibimos tu esperanza, nos afirmamos en ti, gracias porque siempre hay razón para vivir Padre. Mientras tu estés presente, todo lo demás es posible.¡Aleluya! Bendice a mis hermanos y mis hermanas en esta mañana.
Lord we choose hope and we choose joy and we choose victory over depression and defeat and hopelessness. Thank you because you are present in our life and therefore everything is well and we can know that good things are coming right around the corner because you are victorious in us, you are powerful in us.
Romanos 12 (Parte 6)
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Vamos a continuar, hace ya varios domingos que hemos dejado este pasaje a un lado por diferentes cosas que han intervenido, ausencias, vacaciones, viajes, etc., predicadores invitados, todo lo demás pero queremos retomar este maravilloso pasaje y continuar su estudio hasta que podamos sacarle toda su enseñanza. Usted quizás no lo recuerde pero yo creo que se donde lo soltamos la última vez aquí en el servicio de las 9. Yo he tenido que mantener mucha buena vigilancia porque como tenemos el servicio de las 12 también, a veces no se muy bien donde terminé con uno y donde comencé con el otro. Vamos a ir allí un momentito, al Capítulo 12 de Romanos, en el versículo 9. La última vez con este servicio hablamos acerca de el amor que sea sin fingimiento, sin hipocresía, sin hipocresía decíamos que es una mejor traducción.
12:9 Romanos. Dice: “.... el amor sea sin fingimiento, aborreced lo malo, seguid lo bueno; amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros”. Vamos a dejarlo allí y continuaremos si es necesario con otro versículo.
Pero ustedes recuerdan que yo les dije que hice una traducción, consultando con recursos en el griego original en que está escrito y esta es mi propia traducción que yo haría de esto, aunque no soy un experto en el griego. Pero dice: el amor, sin hipocresía; aborreciendo lo malo, aferrándose a lo bueno, en el amor fraternal, siendo afectuosos, cariñosos; en cuanto a honra poniéndose delante unos a otros. Hay aquí unos 3, 4 principios que podemos sacar un momentito para estudiar lo que quiere decir estas cosas.
Déjenme ir un poquito hacia atrás para que usted vean el fluir de este texto, desde el comienzo del Capítulo 12. Hemos hablado, recuerdan que comenzamos con esta idea del Apóstol Pablo que no tengamos más alto concepto de nosotros que el que debemos tener. Es decir, es el corazón del mensaje y lo que el hace en los versículos siguientes es desarrollar esa idea central. Es decir, la actitud con que nosotros nos vemos a nosotros mismos y que vemos a los demás. Eso determina la conducta del creyente, su conducta ética, su forma de relacionarse con los demás, la forma en que se comporta en la iglesia, la forma en que desarrolla su vida de sacrificio al Señor. Hay tantos conflictos y tantas luchas en la familia, en los sitios de trabajo, en las iglesias, porque las personas que son parte de esas instituciones a veces hay individuos que no piensan de si mismos en la forma humilde, sabia, prudente y exacta, verdadera con que debe pensar. O piensan demasiado alto de si mismo o piensan demasiado bajo. O tienen un ego demasiado grande y un sentido de importancia demasiado grande, o tienen una autoestima muy baja y se echan al suelo. Entonces el Apóstol Pablo dice: Mire, véanse a si mismos como ustedes son, mídanse a si mismos, no se crean más importantes, más sabios, más dotados de lo que son, véanse con sencillez, miren a sus hermanos y vean las cosas que ellos tienen y las cosas que ustedes no tienen y traten de complementarse unos a otros. Esa es la primera parte, entonces hay dos segmentos que siguen donde el Apóstol Pablo desarrolla esa idea con caos específicos.
En los siguientes versículos comenzando en el versículo 4 hasta el versículo 8, el da diferentes cosas. Dice que pensemos en nosotros mismo como un cuerpo, que hagamos las cosas todos con un sentido de equipo, de unidad, y entonces da diferentes ejemplos en el servicio, en la profecía, en la enseñanza, en el compartir unos con los otros cuando tenemos una posición de liderazgo. Fíjense que toda esa parte del 5 al 8 tiene que ver con el servicio, el servir a los demás en la iglesia, o aun también afuera en la comunidad, pero es un llamado a ser prácticos, a ser humildes, a mantener un sentido de equipo, no estar solamente pensando en lo que a mi me interesa, lo que yo quiero hacer o lo que Dios me llamó a hacer, sino pensar en el cuerpo, pensar en la totalidad como lo que yo quiero hacer, o lo que creo que Dios me ha llamado a hacer afecta a los demás, porque mucha gente quiere hacer el bien pero son como bueyes metidos en una tienda de loza fina, dondequiera que se mueven tumban las cosas y rompen a diestra y siniestra. Y eso pasa en el matrimonio, pasa en diferente sitios, un hombre o una mujer no suficientemente consciente de cómo su personalidad afecta a su esposa o a sus hijos, o a su esposo y entonces están tan metidos en si mismos que rompen y destruyen y hacen daño porque son demasiado ensimismado. ¿Saben lo que quiere decir ensimismado? Quiere decir estar metido en si mismo demasiado. Yo creo que uno debe tener conciencia siempre de cómo mi vida afecta a los demás a mi alrededor, como mi comportamiento y mis buenas intenciones, en realidad afecta al cuerpo en su totalidad. Si no tenemos conciencia de eso vamos a hacer daño, y nos vamos a hacer daño a nosotros mismos.
Entonces esa sección del 5 al 8 tiene que ver con el servir y en el actuar en el contexto de una comunidad, sea cual sea. Ahora en el versículo 9 en adelante, yo creo que se refiere más que nada al aspecto de los sentimientos. Tiene mucho que ver con el amor, en todos esos versículos que siguen, y de las actitudes del interior, los sentimientos con que nosotros movemos. Entonces por eso habla de que el amor sea sin pretensiones, el amor debe ser sin hipocresía. Y yo señalé hace semanas, el amor debe ser puro, sin motivos ulteriores, sin agendas escondidas. La palabra aquí en el griego original es ágape, es el amor con que Dios ama, es ese amor sincero, ese amor puro, ese amor que no espera nada, ese amor que se da al que no merece ser amado. Es el amor que perdona, como dice en el Capítulo 13 de Primera de Corintios ese maravilloso pasaje, el amor todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta, es un amor puro. Está relacionado, de hecho, con ese versículo de que el que reparte hágalo con sencillez, en el versículo 8. Es decir que no haya capas allí ni agendas escondidas. El amor debe ser puro, inocente en el sentido de que el amor está sobre la palma de la mano y el que lo ve, sabe lo que está viendo. Cuando nosotros amamos siempre tenemos una agenda escondida, siempre estamos buscando algo para sacar de ventaja, eso no es amor. Eso es más bien, interés, que es muy diferente. Entonces dice, el amor sea sin pretensiones. El amor es así, dijo aquí, generalmente manchado por el egoísmo en muchos de nosotros, pero el amor Dios lo quiere como un diamante puro que brille por su pureza. Dios quiere purificar nuestro amor hasta hacerlo completamente desinteresado, como el suyo. Cristo vino, yo digo, cuando estábamos sumidos en pecados, cuando menos El tenía que venir, vino. Cuando menos nosotros merecíamos ser amados, el Señor se dio por nosotros.
Otra cosa, el amor involucra algo bien importante que es la honestidad. La honestidad debe ser un distintivo del cristiano. En la iglesia no debemos hablar unos de los otros, detrás de las espaldas. Debe haber transparencia, por eso dice el amor sea sin hipocresía. Muchas veces cuando llega el hermano, Oh Dios te bendiga, y le hablamos y luego,... es un sinvergüenza, no sabes lo que hizo, esto y lo otro. Hay que orar por el hermanito porque está haciendo esto, y le serruchamos el palo, le matamos la reputación, le sacamos todos los trapitos al sol y eso es hipocresía. Debemos tratarnos con respeto unos a los otros, hermanos. Debemos hablar la verdad siempre, unos delante de los tros. No debemos murmurar ni criticarnos en una manera destructiva, unos a los otros. Si yo tengo algo que decirle a alguien voy a tratar de hacerlo directamente en todo lo posible.
La Biblia dice: si tu tienes algo con un hermano, llámalo a parte primero para que no le hagas mucho daño a su reputación. La idea es yo creo, protege a esa persona lo más posible, protege su imagen publica, protege su nombre. No le hagas daño primero, anunciando sus defectos a todo el mundo y entonces si acaso queda algo después tu.... no primero llámalo y trata de contener lo más posible el daño al nivel personal. Ahora, si esa persona persiste en continuar en su comportamiento dañoso, dice: entonces llama a dos o tres más, testigos, y yo creo que debe ser gente madura y gente sabia, o una o dos, no tiene que ser mucha gente, gente que tenga capacidad espiritual para ser discretos y para ser maduros, y entonces vuelve a decirle: mira hermano, yo quiero resolver esto. Me está haciendo daño, te está haciendo daño a ti y traje aquí a este hermano para que el sea testigo y que el testimonie entre nosotros cual de los dos está mal. La idea es ya darle un poquito más de seriedad a esto. Ahora, si esa persona persiste en continuar haciéndote daño, o comportándose de una manera no debida, entonces si tienes derecho a hacerlo publico. Dice la Biblia que si una persona persiste así, entonces ya hay que darlo por perdido y hay momentos en que uno tiene que ser claro. El Apóstol dice: vivamos en paz con todos en todo lo posible. Si es posible. Hay momento quizás en que va a tener que haber un rompimiento, pero nosotros tenemos que hacer todo lo posible por resolver las cosas con amor.
La Biblia dice también: si alguien es sorprendido en alguna falta, ustedes que son espirituales, trátenlo con mansedumbre, corríjanlo con mansedumbre, mirándote a ti mismo, no seas que tu también seas tentado en la misma manera. Siempre tenemos que hacer las cosas con amor, con discreción, con gracia, con misericordia. Ese es el distintivo, por eso dice el amor sea sin hipocresías, sin fingimiento, sin cosas. Yo creo que la iglesia digo aquí, debe ser un refugio diferente de cómo el mundo allá afuera maneja las relaciones. Los cristianos tenemos un deber, hermanos, de hacer las cosas como Cristo nos manda, resolver los conflictos como Cristo nos manda. Tratarnos en el amor y en la sinceridad de Jesús. La iglesia no deber un lugar para cabildeos y jueguitos de corte real donde todo el mundo está cuidándose las espaldas porque no sabe quien le va a meter el puñal. Debe ser un lugar donde todos nos tratemos con sencillez y con honestidad y con amor y con ternura unos a los otros.
Finalmente si tienes un conflicto con alguien, apresúrate a resolverlo para que no haya ocasión para hipocresía o murmuraciones. La iglesia no deber ser un sitio donde los conflictos duren demasiado tiempo. Eso es algo que si alguien te ofendió haz todo lo posible por pronto resolver el problema para que el amor no sufra eso. Porque ¿qué pasa? Si tu tienes algo contra tu hermano, y están peleados y no se están hablando, y no se están mirando, ¿qué pasa? Eso hace daño primeramente al cuerpo, porque esa pugna, esa enemistad es como una herida que tiene el cuerpo, es como una cosita y una irritación que hace daño a todo el cuerpo. Quizás tu crees que no porque es solamente el y yo, pero no, eso está afectando porque somos una totalidad. Entonces además te afecta a ti y es importante que los cristianos... a veces tu no vas a querer resolver una pugna con alguien, pero tienes que hacerlo porque eres un cristianos y tu posición cristiana te obliga a buscar reconciliación. No quiere decir que tu tienes que volver a tener la misma amistad que tenías antes con una persona, pero si por lo menos aclarar, que haya un cese de fuego. Usted cogen sus pistolas, le sacan todas la balas y la esconden otra vez en la gaveta. Decimos que vamos a tratarnos civilmente, vamos a tratarnos como hermanos, somos hermanos. Y eso es importante que.... por eso es que el amor es algo bien, bien complejo, pero es algo muy, muy bello, cuando es el amor de Dios. Entonces por eso el Apóstol Pablo dice: el amor sea sin hipocresía, sin pretensiones, sin fingimiento. ¡Que hermosa enseñanza!
Entonces la segunda cosa que dice aquí: aborreced lo malo y seguid lo bueno. Aborreciendo lo malo, siguiendo lo bueno. La palabra que se traduce seguid es coltomenoi y en realidad al español la traducción no dice todo lo que verdaderamente debiera decir. Coltomenoi es una palabra que quiere decir aferrándose. En inglés de hecho la traducción dice cleave to what is good. “Cleave” quiere decir aferrarse. Es pégate con uñas y dientes, esa es la idea. No es lo mismo que decir seguid lo bueno. En el griego original cuando Pablo escribió mas bien es aférrate, agárrate como si tu estuvieras con esos muñequitos está agarrado del ala de un avión y el avión está doblando para poder aguantarte a todo lo que da. Esa es la idea. Aférrate a lo bueno, aborrece lo malo y aférrate a lo bueno.
La idea es dos emociones y dos actitudes fuertes, intensas. Aborrece la maldad y el pecado y agárrate por tu vida al bien. Amárrate todo lo posible. Usted ve que es mejor la idea aquí, y esto tiene implicaciones muy profundas. Se necesitan emociones fuertes, hermanos, para agradar a Dios. La persona tibia no agrada al Señor. Usted recuerda lo que dice una de las cartas a la Odisea en el Libro de Apocalipsis, Capítulo 3 en la Carta a las Iglesias, dice “por cuanto si fuera frío o caliente, dice el ángel a la iglesia de la Odisea, yo te toleraría, pero cuanto no eres frío ni caliente, sino que eres tibio te voy a vomitar de mi boca. Es como el agua tibia. ¿usted ha tratado de tomar agua tibia, qué pasa? No me tienen que contestar. Da nausea el agua tibia, y eso pasa a los cristianos tibios que son indiferentes al pecado o a la virtud, el Señor los mira con distancia. Nosotros tenemos que ser fervorosos en lo bueno. Tenemos que amar lo bueno y tenemos que aborrecer lo malo.
La iglesia se ha acostumbrado al pecado y estamos tan familiarizados ya con el pecado que nos hemos hecho insensibles. Vivimos en una cultura donde hay tanta maldad y tanta corrupción, aún dentro del pueblo de Dios que ya como que decimos: Hey, si yo no caigo en esos pecados peores y más reprensibles, pues, está bien. Y ya vivimos en un mundo que se ha acostumbrado. Y hay tantas cosas que antes la cultura cristiana consideraba totalmente intolerable, que hoy en día, pues nos hemos acostumbrado y las practicamos.
Yo mismo tuve una lucha esta semana porque se me invitó a ser parte de un panel en el Boston Children’s Hospital, el Hospital de Niños de Boston, hace tiempo me invitaron a ese panel, era para esto del mes de la hispanidad. Era un panel sobre medicina alternativa, cómo la comunidad latina usa diferentes medios alternativos de sanarse, aparte de la medicina tradicional. Me invitaron a mi como pastor evangélico para que yo hablara de cómo nosotros los hispanos en el mundo evangélico vemos la sanidad. Creemos en la sanidad sobrenatural, la sanidad de Dios, la sanidad de las emociones, la liberación espiritual, todo esto. Yo creo hermanos que nosotros tenemos que aprovechar todas las oportunidades posibles de testificar. En ese lugar había médicos, había trabajadores sociales, psicólogos, psiquiatras del Hospital Children’s Hospital y yo veo eso siempre como una gran oportunidad para hablar del Evangelio, presentar las cosas, lo único era que los otros del panel, uno era un santero que iba a hablar acerca de cómo la comunidad latina usa la santería para sanidad. Ese era mi colega en la presentación. El fue quien me siguió y el tenía sobre la mesa todas sus cosas que hace, yerbas y todas estas cosas, hasta tenía un pote de “bronquiplos” y toda una cantidad de cosas.
El caso es que yo pensaba después, yo mismo me dije: Señor, verdaderamente habré hecho yo bien. Después me examinaba delante del Señor. Yo creo que me siento tranquilo porque Dios sabe yo estoy allí para testificar, lo que quiera hacer otra persona, eso es asunto de ellos, pero de todas maneras yo pienso esto; lo uso como una ilustración. Hoy en día gente de ciencia y todas estas cosas, y que una persona que representa a la iglesia de Jesucristo y una persona que practica la brujería y el espiritismo, como el habló acerca de su santos y sus espíritus, así mismo fue todo vestido de blanco como usan los santeros, y todo este tipo de cosas. ¿Qué pasa? En la mente de la gente que está ahí sentada, me preocupé porque digo: la gente podría pensar como que, si hay un pastor evangélico allí y está hablando al lado de el, pues eso es una medicina alternativa también. Es legitimo ir a donde el santero, y no saben que lo que están haciendo es endemoniándose. Cuando usted busca a los diablos, a los espíritus para sanarse, usted esta dando una licencia para entrar en su vida. Usted los está reconociendo que ellos pueden hacer algo por usted y el demonio nunca hace nada, ni a su madre misma, por bien, siempre le saca provecho. Y el puede, porque tiene poder, quizás neutralizarle su enfermedad pero después le va a venir algo diez veces peor. Nunca deje que el enemigo jamás le lleve a esa trampa de usar o consultar nada que sea prohibido por Dios.
Pero mi punto este: hoy en día no es nada fuera de lo común ver a un santero y un pastor evangélico hablando en un mismo foro y la gente antes quizás, vería; no, como una brujería, santería, no. Pero hoy en día convivimos y muchas gente nos ve como que somos de la misma calaña, de la misma profesión, solo que uno sana con espíritus y yerbas, y otro sana con religión. Entonces que pasa, que la gente se endurece y la gente se va adormeciendo, se acostumbran al mal. Ven la idea. Porque ya lo ven como algo respetable, ya el mal se mueve en círculos respetables, y la gente va perdiendo ese temor sano del mal y de lo oscuro, de lo demoníaco, de lo tenebroso. Y ya como que se convierte en algo. Y vivimos en mundo así, donde ya se practican tantos pecados como vemos con el matrimonio homosexual y todas estas cosas, y vemos tantas otras cosas también, la promiscuidad, el adulterio, la injusticia, tantas cosas que son dañinas y los practicamos como si no tuviera ninguna consecuencia. Y no nos hinca la conciencia, no vemos nada de malo con estas cosas y entonces, la gente está en la iglesia y poco a poco el mal... vamos siendo anestesiados y vamos perdiendo ese temor y ese odio a la maldad y al pecado. Y entonces, la palabra dice: aborrezcan lo malo. No es que simplemente lo miremos así con un poquito de sospecha, no, dice: aborrézcanlo.
Pidámosle al Señor, hermanos, que nos haga bien sensitivos al pecado. Que si pecamos enseguida sintamos el hincamiento de una conciencia tierna delante del Señor, y que busquemos rápido el perdón de Dios y arreglar las cosas delante del Señor, pero no practicarlo. La ley dice que el que practica el pecado no es de Dios. Tengamos cuidado, hermanos, porque somos cristianos, somos hijos de Dios, somos hijos de la luz. Entonces tenemos que aborrecer. A veces leía a un comentarista de este pasaje, dice que a veces no aborrecemos el mal tanto como las consecuencias del mal. Diferente, aborrecemos lo que nos puede causar cuando hacemos el mal, pero hay un nivel mucho más alto todavía que es cuando el mal en sí independiente de sus consecuencias nos provoca una reacción negativa porque el amor de Dios y la presencia de Dios habita en nosotros. Como Dios aborrece el pecado, así también nosotros tenemos que aborrecer el pecado. Pidámosle al Señor que haga nuestra conciencia tierna. Amen. Y que nos haga gente que aborrezcamos el mal, que no podamos tener comunión ni convivencia con el mal porque simplemente no es para nosotros. Ahora, no seamos negativos, solamente también hay que aferrarse a lo bueno. Porque en nuestra naturaleza humana no es dada a lo bueno. Esa es la verdad. Tenemos una naturaleza caída, solo por la misericordia del Señor podemos amar lo bueno. Y a veces, hermanos, para usted hacer el bien va a tener que apegarse con uñas y dientes, porque su naturaleza no va a querer hacerlo, su carácter, su personalidad, sus defectos, nuestros defectos no nos van a mover hacia el bien. Nadie, ninguno de nosotros, yo creo que por naturaleza personal gravita hacia el bien. Si queremos hacer el bien, tenemos que coger 17 sogas y tirárselas al bien y amarrarnos a ella con todo lo posible para permanecer dentro del bien, porque es fácil uno salirse del marco del bien y por eso es que uno tiene como que hacer un voto a muerte con el bien.
Hay muchos pasajes en la escritura que habla de gente así, decidida. Uno de ellos es Daniel. Ustedes recuerdan el pasaje en Daniel, Capítulo 1, creo que es el versículo 8 donde dice que Daniel, cuando estaba en la corte babilónica como un judío joven que había sido llevado a Babilonia, esa corte donde se practicaban todo tipo de cosas, y la comida era ofrecida a los dioses, antes de ser comida por la nobleza, Daniel no quiso corromperse. Daniel aborrecía el mal, aborrecía esa idea de el contaminar su cuerpo con una comida sacrificada a dioses inmundos. Y saben lo que hizo Daniel, dice que propuso en su corazón no contaminarse con la comida del rey. El propuso en su corazón, a mi siempre me ha impactado eso. La idea es que el hizo una decisión firme. El tomó una determinación tajante. El hizo un pacto a muerte con Dios, yo no me voy contaminar espiritualmente. Otros jóvenes judíos no tuvieron ningún problema y comieron de la comida, pero el quiso estar en un nivel mucho más alto, y propuso en su corazón. Y es difícil porque la presión fue grande para que el comiera de la comida. Había presión social, había presión profesional, su futuro como líder de una corte estaba involucrado porque estaba siendo entrenado para entrar en la corte del rey, todas estas cosas, pero Daniel midió el costo, y midió una cosa y la otra y entonces dijo no: no, en el nombre del Señor aunque me digan lo que me digan, aunque me propongan lo que me propongan yo me voy a contaminar. Se aferró al bien. Usted ve la idea.
A veces, hermanos, la única manera en que nosotros vamos a poder sobrevivir en este mundo es haciendo una decisión firme y clara a favor del bien, del bien y agarrándonos a eso con uñas y dientes. Este es un tiempo, en el que estamos viviendo, que es así. La única forma que usted y yo vamos a sobrevivir en esta cultura corrupta en que vivimos es aferrándonos al bien y diciendo no importa que yo voy a mantener mis valores firmes y claros, y si mi botan del trabajo, que así sea. Si tengo que abrir un ventorrillo para vender plátanos y yuca, y pierdo mi profesión, amen. Lo voy a hacer, porque yo prefiero mantenerme pegado a los valores del Reino de Dios. Hay mucha gente que se está deslizando por la pendiente y solamente aferrándonos al bien, podremos mantener nuestra postura.
Dice también aquí: “amaos los unos a los otros con amor fraternal”, y de nuevo la idea original es que el amor.... ámense con cariño, muéstrense afecto, muéstrense afecto familiar como si fueran familias. En el amor fraternal, sean cariñosos. La palabra es filostorgos. Filos es la palabra amor, y storge es la palabra que se refiere al cariño de la familia, de la amistad, el afecto, la expresión externa de amor. Ya el habló del amor sin fingimiento. Ágape, allí la palabra que se usa es ágape. Pero aquí la idea es que también tenemos que ser cariñosos, y esto es algo que varias veces en la escritura surge esta distinción entre amor sublime, amor como el de Dios, un amor puro y perfecto y el cariño y el afecto fraternal. En el español lo traducen afecto fraternal.
Hace tiempo estudiamos un pasaje en Segunda de Pedro, donde había una serie al amor, añadid, la fe, y el conocimiento, al conocimiento, añadid esto y lo otro... bueno, y ahí también habla de eso. Comienza con el amor y en una parte dice también el afecto fraternal. Después de dominio propio y otras cosas.... afecto fraternal. Porque no es lo mismo, y ustedes recordarán que yo decía que una persona a veces puede decir: Oh, yo estoy dispuesto a dar mi cuerpo por la humanidad. Hay tanta gente por ahí que ama en teoría. Mucha gente, muy amorosa por la raza humana, pero que le pisen los cayos para que usted vea como cogen un bate de una vez y le vuelan la cabeza a cualquiera. Que le propongan construirle una iglesia al lado de su propiedad y que le quite un poquito de luz, para que usted vean que no les importa que se vaya medio mundo al infierno porque le están quitando su ventana. Ustedes saben a que me refiero. Hay mucha gente que es tremendamente liberal y usted los ve que hablan de justicia social y de injusticia y todo esto, pero que le pongan al lado un centro de rehabilitación de drogadictos o de mujeres con crisis de embarazo, y no lo quieren porque le va a bajar el precio de su propiedad y eso está más alto que la salvación de la humanidad. Es como que de momento toda su amor teórico se disipa y se vuelve nada. Porque no tienen un amor a ras del suelo, amor práctico. Y hay muchos cristianos que somos así, amamos y estamos dispuestos.... por eso es que Pablo dice “si yo diese mi cuerpo para ser quemado y esto y lo otro” Amamos en teoría, amamos a todo el mundo, amamos a la humanidad pero cuando da el momento de compartir con un hermano en su necesidad o simplemente saludar a alguien que se ve solito al final del servicio, no, porque tengo que irme a cocinar o porque tengo otros hermanos que quiero saludar, en vez de ir hacia esa persona, porque el amor de Cristo, el afecto fraternal le compele. Usted ve hay una diferencia entre amor sublime y afecto práctico. Y nosotros tenemos que pedirle al Señor, Señor hazme una persona que tenga ese afecto.
Sabe de que aquí somos todos hermanos, usamos esa palabra hermanos, hermano para acá, hermano para allá que ya no quiere decir nada. Es como una moneda que ya se desgastó de tanto manosearla, pero tenemos que volver a esa idea de que en esta iglesia nosotros somos parte de una familia. Si Señor, el colombiano, mire al dominicano con afecto, aunque no hable con todas las ies y las eles donde tienen que ir. El guatemalteco ame al panameño, aunque haya habido una guerra hace cien años entre los dos países. Yo no se si la hubo, pero ya ahora en Cristo somos hermanos, somos familia. ¿Usted entiende a lo que me refiero? Somos miembros de un cuerpo y tenemos que el rico, la persona que tiene su dinero y su cuenta de banco debe amar al hermanito que no tiene nada. Debemos expresarnos amor, cariño, afecto unos a otros, y soportarnos, y apoyarnos y saludarnos y mostrarnos afecto, porque somos una familia. Y si hay alguna diferencia la tenemos que resolver como familia. Cuántas veces usted peleó con su hermano, verdad que sí y sin embargo usted no se cambió el nombre, algunos quizás lo han hecho, pero no todos. La mayoría no lo hace, se pelean, se jalan los moños, pero a los tres días están comiendo otra vez en la casa juntos, porque son hermanos y tienen la misma sangre corriendo por sus venas y saben que están endeudados el uno con el otro, por ese pacto de familiaridad y nosotros somos así. Somos una familia, debemos mostrarnos cariño, debemos mostrarnos amor unos a los otros. Debemos cultivar compañerismo y amistad cristiana activamente. No podemos solamente venir los domingos y luego desaparecernos. Una de las cosas buenas y malas de la iglesia Evangélica es que no es como..... yo amo.... no estoy criticando a los católicos, pero usted va a misa y ¿qué pasa? La gente va allí, se persigna y todo el mundo para sus casas, no hay compañerismo, eso quizás está cambiando un poquito, pero a veces venimos al Evangelio y creemos que es la misma cosa. Cada cual viene, nos sentamos aquí, cada uno hace sus cosas, nos enchufamos a la adoración o lo que sea, y después cuando terminó el servicio nos desenchufamos, nos enrollamos nuestra cuerda y nos vamos todo el mundo para la casa. Hasta que vengamos el próximo domingo. Yo creo que la relación de adoración es como más bien como cuerdas que se cruzan, hacemos una red de adoración y de alabanza y estamos intercalados unos con los otros y tenemos que.... yo no creo en esto de venir a la iglesia simplemente y después se va uno y no tener comunidad, para bien o para mal, aunque se pongan desodorante o no, tienes que amarlos. Tienes que saludarlos, tienes que invitarlos a tu casa, tienes que comer con ellos, hermanos, eso es así. Eso es parte del amor cristiano, y eso es uno de los privilegios grandes, en las iglesias a veces, sí hay pugnas y hay murmuraciones y cosas pero yo prefiero eso, a una iglesia donde nadie se habla y nadie se conoce, y entonces no hay oportunidad ni siquiera para pelearnos. Gloria a Dios, hoy nos peleamos entonces quiere decir que estamos teniendo relación por lo menos. Pero lo ideal es que tengamos relación y sea sincera, afectuosa, cariñosa, que cultivemos cariño, unos con los otros.
Finalmente, termino con esto: “poniéndose delante unos a otros”. Aquí dice: “prefiriéndoos los unos a los otros”. Esa palabra prefiriéndoos es muy fino pero en realidad la idea es anteponiéndonos unos a otros. Peleándonos para que el otro esté delante. No es como cuando se dan las comidas aquí en la iglesia, que están peleándose por ir primero al sitio donde se está sirviendo la comida. ¿Usted ha visto eso? De momento a un lado el amor, el cariño, el amarnos unos a otros... uno va como una bala directo a donde está la comida para ser el primero en comer. Y olvídese de los demás y si hay 7 camarones, 6 son para mí, los otros que se la bandeen como puedan. Eso no es, la idea es.... yo le voy a rogar al Señor de que como un milagro inmenso, de que un día los hermanos estén peleándose: no, vaya usted primero hermano, sírvase usted primero. No, no, no, por favor, usted, usted. No, le suplico, usted primero. ¡Qué bueno sería si yo viera eso! Si yo viera eso, hermanos yo diría, Cristo ya viene mañana.
El Señor dice: anteponiéndose unos a otros. Muchas veces en la iglesia esto es todo lo contrario, buscamos más bien la preferencia, lo que me deben a mi, lo que me tienen que hacer a mi, yo soy primero porque yo hice más, etc. Yo estoy aquí desde que la iglesia que se fundó y he dado más diezmo, por lo tanto tengo más derechos a hacer esto o hacer lo otro. Dice pónganse adelante unos a otros. Ustedes recuerdan el caso de los dos discípulos que se acercaron a Jesús, con su mamá de hecho, para que cuando el Señor estuviera en su Reino, ¿qué pasara? Que lo pusiera uno a su izquierda y el otro a su derecha, dos vicepresidentes. Ni siquiera le pedieron “hazme un representante, un senador”. No, ponme a tu derecha y a tu izquierda, y entonces los demás discípulos cuando se dieron cuenta de lo que estaban haciendo, se molestaron, no porque estuvieran haciendo algo malo sino porque ellos también querían lo mismo. Entonces el Señor Jesús viendo sus corazones dijo: miren, vale la pena leer ese pasaje que está en Mateo Capítulo 20. Les dijo, ustedes saben que los gobernantes de las naciones, 20, 25 se enseñorean de ellas y los que son grandes ejercen sobre ellos potestad, más entre ustedes no debe ser así, sino que el que quiera hacer grande entre ustedes tendrá primero que servir a los demás y el que quiera ser el primero entre ustedes tendrá que ser su siervo. Así como yo no vine para ser servido sino para servir y para dar mi vida en rescate por muchos. Hermanos ese es el espíritu que debe gobernar nuestras vidas, es un espíritu de poner a los demás enfrente. No piense tanto en usted mismo como piense en los demás.
Hermanos la mejor manera de usted ser feliz en la vida es pensando en los demás. Piense en los demás y usted verá que será bendecido. Cuando usted solamente piensa en sus derechos y en lo que se le debe y en lo que usted tiene derecho de hacer, ¿sabe qué? usted termina infeliz. Déjenme decírselo inmediatamente, usted puede que gane algo a corto plazo, pero a la larga usted va a perder porque lo obtuvo conforme a practicas ilegítimas delante de Dios y usted lo que está haciendo es engañándose. Eso que usted obtiene violando los principios de Cristo se le va a hacer agua y arena en los dedos. Mejor sufra pérdida y haga las cosas en el amor y la integridad de Jesús que haciendo cosas contrario al espíritu de Jesús, porque eso es una ganancia falsa, ilusoria, no le va a rendir al final. Pero cuando usted pone a los demás frente y usted piensa en el bien de los demás, aunque usted sufra pérdida el Señor le dirá: no te preocupes, yo te lo voy a reponer, tranquilo. Hay más de donde vino eso. ¡Qué bueno es! Vamos a ser felices, vamos a ser saludables.
Hermanos quiera el Señor que nosotros podamos vivir en esa manera. Amando sin hipocresía, siendo afectuosos y cariñosos unos con los otros, poniéndose por delante unos a los otros y perdonándonos unos a los otros si tenemos algo unos contra otros.
Bajemos nuestras cabezas un momento. Al prepararnos para celebrar la santa cena, quiera el Señor que lo podamos hacer en esa actitud, en esa transparencia, en esa humildad. Si tu tienes algo contra tu hermano, ahora mismo te pido perdonalo, ahora mismo, ahí en tu espíritu. No albergues el resentimiento. Si tu amor no ha sido todo lo puro que debiera ser, pídele al Señor que purifique tu amor. Si tu afecto hacia los demás no ha sido todo lo practico que pudiera ser, pídale al Señor que te haga ahora mismo una persona que practique afecto fraternal.
Señor, todos nosotros aquí necesitamos tu trato en esta mañana, necesitamos que tu purifiques nuestra vida, que nos ayudes a amar el bien con pasión y a aborrecer el mal con igual intensidad, que purifiques nuestro amor y lo hagas limpio y sencillo, que nos quites esa excesiva conciencia de nuestro yo y nos hagas tan concientes del valor que hay en los demás de manera que los veamos a ellos quizás hasta mejores que nosotros en un sentido. Perdónanos Padre, queremos ser mejores, sabemos a donde tu nos has llamado, a qué meta y la abrazamos en esta mañana. Y te decimos espíritu santo haznos más como nuestro Señor. Límpianos, purifícanos y haznos más como Cristo. Perdónanos por imponer nuestras agendas sobre los demás. Límpianos. Gracias, Jesús, en tu nombre. Amen. Amen.
Cristianos y los asuntos del Cesar (Ester 4:13)
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Quiero leer un par de versículos del Libro de Esther. Vamos al Capítulo 4. Vamos al versículo 13. Y es un pasaje que muchos hemos escuchado antes. Es un pasaje que conocemos y se ha aplicado en muchas diferentes maneras, pero quiere aplicarlo en el sentido de este tema que me concierne en esta mañana. Dice aquí:
“... Entonces dijo Mardoqueo que respondiesen a Esther: “No pienses que escaparás en la casa del rey más que cualquier otro judío. Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos; más tu y la casa de tu padre pereceréis, y quien sabe si para esta hora has llegado al Reino.”
Padre nos encomendamos a ti, Señor, en un tema delicado y pedimos tu sabiduría y tu dirección. Guíanos al deliberar, al meditar sobre tu palabra, Señor. Que sea con tu bendición. Guarda nuestra boca, Señor de excesos o de espíritu que no sea conveniente, Señor a tu lugar de adoración. Ayúdanos a hablar en una forma sobria y humilde, Padre para gloria tuya y para bendición de tu pueblo. En el nombre de Jesús. Amen.
Esta es la primera vez en 20 años de ministerio, con esta iglesia que yo hablo sobre este tema de la participación política del hijo de Dios, de la hija de Dios. Y no lo digo sino quizás para mi vergüenza, porque es un tema muy importante para el pueblo de Dios. Porque yo creo que en realidad la participación del hijo o la hija de Dios en el proceso secular es algo que debe permear todos los aspectos de la vida, debe estar integrado a todas las demás cosas. Yo creo que la participación del cristiano en el proceso político es algo que es casi como que se sobreentiende hasta cierto punto y que nosotros tenemos que estar en cada... Yo he predicado sobre eso en muchos diferentes sermones, y yo creo que el envolvimiento de nuestra iglesia en el trabajo comunitario, su creciente involucramiento en diferentes áreas de la vida de la comunidad, expresa ese sentido y por eso quizás nunca le he dedicado un tema específico a este asunto, pero yo creo que los tiempos en que vivimos, es importante que la iglesia tome tiempo para reflexionar sobre estas cosas en una manera específica y deliberada.
Yo creo que el deber de la iglesia, en este caso, en tiempos de mucha polarización y donde hay posiciones claramente definidas y donde hay mucha lucha y mucho conflicto entre diferentes grupos, y también hay tanta confusión en nuestro tiempo, yo creo que el llamado de Dios a su iglesia es que los líderes espirituales le proveamos al pueblo guianza, consejo, por lo menos hasta donde nosotros podemos, donde tenemos luz y eso quiere decir que quizás nos vamos a equivocar.
7:16 Tenemos que hablar, tenemos que hacerlo con humildad. Yo se que ustedes como gente madura en el Señor, se sentirán libres para hacer sus propios pensamientos y discrepar o estar de acuerdo, por eso es que es tan importante conocer la palabra de Dios porque esta sí es absoluta, esta nunca se equivoca.
8:54 Creo que la palabra del Señor no está condicionada a la historia, ni a los eventos, ni al corazón de la gente, contiene elementos sumados pero la palabra de Dios es absoluta y es eterna, y es confiable y una vez que nosotros sabemos que dice la palabra del Señor no tenemos derecho de discrepar de ella. Una vez que nosotros sabemos lo que es la palabra del Señor tenemos que sujetarnos a ellos. En última instancia, yo creo que gran parte de la división que hay en el mundo hoy en día, cristiano y en la sociedad, gira en una manera u otra alrededor de ese elemento básico. ¿Qué vamos a hacer con la palabra de Dios? La vamos a relativizar y la vamos a hacer algo subjetivo abierto a cuestionamiento o vamos a someternos a ella y creer. Esta es la palabra del Señor y por lo tanto callemos y sometámonos a ella.
11:33 ¿Qué hacemos cuando la palabra del Señor nos pide que hagamos algo que no es agradable para nosotros? ¿La echamos a un lado o nos sometemos a ella? Lo primero que quiero decir, hermanos, es que nosotros estamos llamados como pueblo de Dios a participar en los procesos humanos. ¿Si o no?
Cristo dijo que estamos en el mundo aunque no somos del mundo. Cristo dijo que estamos en el mundo y eso quiere decir que mientras estemos aquí tenemos que participar de ciertas cosas. El dijo “dadle al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios”, Algunas veces es interpretado como eso quiere decir que al Cesar que breguen los del Cesar con los asuntos del Cesar y nosotros nos vamos a concentrar en los asuntos de Dios. Yo no creo que eso fue lo Cristo quiso decir, sino lo que El dijo es... Como ese otro pasaje que dice que al que hay que darle honra, dele honra. No le deban a nadie, nada. Al que honra, honra; al que respeto, respeto, etc. Hay cosas que hay que darle al Cesar porque le pertenecen a el y Dios es un Dios que se sujeta, hermanos a sus propios dictados y El ha establecido un sistema social, un sistema político para que la gente se mueva dentro de el. Dios ha establecido orden, ha establecido una sociedad y ha establecido también principios espirituales eternos y nosotros tenemos que saber cuando movernos en un mundo y cuando movernos en el otro.
Entonces a veces nuestra identidad humana nos va a llamar a ser ciudadanos y ser respetuosos de las leyes y participar en los procesos sociales, políticos y en otras ocasiones, como miembros del Reino de Dios, vamos a tener que participar en las cosas espirituales. Pero, hermanos, abandonemos esta idea esquizofrenica de una división rotunda entre una cosa y la otra. Las dos cosas son parte de nuestro llamado y de nuestra identidad.
15:51 Ahora, hay una cosa importante, otro punto importante es este; que cuando los reclamos de Dios y del espíritu están en contradicción con los reclamos de Cesar, ¿a dónde va a estar nuestra lealtad? Con Dios, con la palabra de Dios y con el espíritu.
Cuando nosotros nos encontramos una situación de contradicción entre los reclamos del Cesar y los reclamos de Dios, con temor y temblor nosotros tenemos que decir: no voy a obedecer. Como le dijo el Apóstol Pedro a los miembros del sanedrín que querían que dejaran de predicar, dijo el: Es más importante obedecer a Dios que a los hombres. En todo lo posible hermanos, nosotros como ciudadanos, como gente que se mueve en el reino material humano, nosotros debemos ser muy respetuosos de las leyes, siempre y cuando esas leyes no contradigan leyes superiores que vienen del Reino de Dios. Nosotros tenemos que obedecer siempre los principios del Reino de Dios y por eso es que tenemos que ser gente respetuosa de las leyes. El Apóstol Pablo habla de que nosotros respetemos las leyes. Yo creo que el cristiano escoge la rebeldía solo como una postura de último recurso. Yo creo que la inocencia que Dios nos da es una inocencia que no es estupidez. Nosotros podemos juzgar. Dice la palabra que el hombre espiritual juzga todas las cosas pero el amor de Dios, lo que pasa que el discernimiento del cristiano es un discernimiento sano que está templado por el amor de Dios, no tiene púas, y esa es la diferencia.
21:1 Así que nosotros tenemos que discernir todas las cosas. Otra cosa también muy importante es que hay ocasiones en que nosotros tendremos que, con dolor de nuestro corazón, quebrantar las leyes.
Daniel tuvo que resistir al rey cuando el rey le pidió que no orara al Señor. Este hombre es la parte del sistema pero tenía también mucha, mucha integridad. Nosotros tenemos que votar por eso es que es importante votar. El sistema político en que nosotros estamos es un sistema representativo y si nosotros queremos que ese sistema funcione bien, tenemos que participar en el. Tenemos que dejar saber nuestra opinión, tenemos que participar. Yo creo que eso es parte de respetar las leyes. Yo no creo que sea una cosa opcional, para nosotros respetar el sistema yo creo que dejar saber nuestra posición. No podemos ser neutrales.
23:35 Esto es lo que yo veo aquí en el Libro de Esther, Esther estaba en una situación bien difícil. Era una situación extremada donde Esther tiene que tomar una decisión, ¿participo en le proceso político o simplemente me abstengo de hacerlo? Ustedes saben la historia, había un decreto que había sido dado por el rey sin el saber, lo habían manipulado para que el diera este decreto, de que todos los judíos tenían que ser exterminados. Saben que el odio contra los judíos no es algo del siglo XX, es algo que está hace mil años. Hay principios espirituales involucrados en ese odio contra los judíos.
Era una ley de la tierra. Era un decreto ya que estaba en el sistema, Cesar había declarado que los judíos tenían que morir. Esther al principio no hizo nada sobre el asunto. El tío de Esther estaba orando pidiendo una solución y le envía a Esther un mensaje, que dice: Ester, tu tienes que hacer algo. Y le dice: Mira, Y si tu no haces nada, Dios en su misericordia, el va a encontrar una manera porque el es el Señor. Pero, te habrás perdido una oportunidad de ayudar, y quién sabe en las primeras matanzas que hagan, tu también te vas a ir. No creas que porque tu eres la reina te vas a escapar. Así que es en tu propio interés también que tu participes en este asunto. Y el dice: Y quien sabe si tu has venido al reino para un momento como este. Y el añade estas palabras famosas. ¿Por qué? Porque Mardoqueo vio a esta mujer en una posición de poder, acceso directo al rey, ella puede hablar en una manera que nadie, ningunos de nosotros puede hacerlo. ¿Y quien sabe si Dios la ha puesto ahí para eso?
Hay algo maravilloso en el Libro de Esther, no es un libro de eventos sobrenaturales sin embargo es un libro que muestra la intervención divina en todo momento. Pero la presencia de Dios está ahí trabajando en ese libro continuamente en la historia, porque Dios muchas veces obra naturalmente para llevar a cabo procesos sobrenaturales. Muchas veces nosotros vamos a ser los agentes de Dios en la historia. No creamos que Dios siempre va a abrir el Mar Rojo o va a enviar unas plagas o va a hacer milagros inmensos para llevar a cabo su obra. Muchas veces nosotros vamos a tener que ser los agentes de Dios, vamos a tener que ser la voz de Dios, las manos de Dios, la mente de Dios.
29:16 Mi punto es que tu y yo somos Esther en este tiempo. Es importante esa expresión “en una hora como esta”, “en un tiempo como este”. Era un tiempo de urgencia, era un tiempo de gran peligro, era un tiempo donde todo estaba en juego. Era un tiempo que nadie se podía a dar el lujo de pensar demasiado en esto o en lo otro, buscarle 5 patas al gato. Había que actuar, había que hacer algo. Hay veces en la historia de la humanidad, hermanos en que uno tiene que pararse y decir: Esto es lo que hay que hacer. Y como dijo Martín Lutero “...esto es lo que yo creo, y no puedo creer otra cosa. Dios tenga misericordia de mi”.
Yo creo que nosotros estamos en un tiempo de la historia en este país y yo creo que en toda la humanidad de un cruce de caminos, donde la humanidad tiene que decidir cómo vamos a vivir en los próximos 50 años. Yo creo que nosotros tenemos que discernir los tiempos. Y tenemos que entender que no estamos bregando solamente con el matrimonio homosexual, o el aborto o el clon o estos temas. Estos asuntos son simplemente ilustraciones, son simplemente temas que saltan de una matriz mucho más abarcadora. Yo creo que el discernimiento que Dios quiere de nosotros es que nos preocupemos más por el proceso que estamos viviendo que por este asunto o el otro, o el otro. La pregunta que yo me hago continuamente es: ¿mi participación en el área secular, cómo afecta el proceso que está viviendo la humanidad ahora mismo? Si yo afecto el proceso todas las cosas especificas se van a caer en su lugar en el momento. Ahora mismo yo creo que hay dos visiones del mundo que están en competencia. Una visión del mundo es humana, secular histórica, su Dios es la razón.
35:12 Y la otra visión del mundo es una visión que todavía está condicionada por el espíritu y por la palabra de Dios. Y que busca la revelación divina, y que piensa en términos absolutos y que sujeta el entendimiento humano al entendimiento divino y que tiene temor esencial de Dios. Hay un temor de la palabra de Dios y su orientación es más espiritual que terrenal. Yo creo que eso es lo que está ahora mismo debatiéndose en nuestro tiempo. ¿Por cuales de esas dos opciones nos vamos a ir? Yo creo que cuando nosotros votamos, o nos movemos en el mundo político, tenemos que preguntarnos. Yo no estoy aquí para decirles, vote por este o vote por el otro. Pero estoy aquí para decirles que si usted va a escoger por quién va a votar y cómo va a participar,........ las posiciones de ese candidato o de ese partido, o de ese movimiento expresan el espíritu esencial que yo veo en la palabra de Dios o no.
Nosotros tenemos que preguntarnos: ¿las acciones, las posiciones de esos candidatos avanzan, tienen amor por la iglesia de Jesucristo, tienen respeto por la iglesia de Jesucristo, avanzan los intereses del Reino Dios en última instancia? No se preocupe por otras cosas. No importa cuán preocupado este un candidato por la justicia social, hermanos, si su posición está conflicto con la palabra de Dios, no importa cuantas buenas intenciones tengan, a la larga van a fracasar y no nos vamos nosotros a beneficiar.
Si los principios de los políticos no están fundamentados en la palabra del Señor, no digan, no importa que quieran hacer el bien a los hispanos o a los americanos, a la larga eso no nos va a beneficiar. Cuando un candidato tiene el temor de Dios en su corazón, y está alineado con los principios divinos, aunque cometa graves errores, a la larga Dios va a guiar su corazón hacia lo correcto y nos va a bendecir al final. Nunca elija un candidato porque es para su interés. Quizás usted a corto plazo pierda, pero a largo plazo Dios lo va a bendecir. Eso es importante. No juzgue un candidato tampoco por carisma o por cuan atractivo sea, o cuan bien hable. Júzguelo por los principios. No juzgue solamente por retórica, sino juzgue por la palabra de Dios.
42:55 Gracias Señor, Esther hizo lo que tenia que hacer. Esther usó su posición. Esther le habló al rey, usó su posición. Ella votó en un sentido, confrontó al rey, con respeto, y el rey cambió su posición. Hay veces, hermanos, que tenemos que ser muy confrontativos y al mundo no le va a gustar que seamos confrontativos. Muchas veces, hermanos, en el mundo vamos a tener que estar en conflicto con las gente que amamos. Nos van a decir que odiamos. Cuantas veces me dijeron a mi: “Tu estás lleno de odio”, cuando estuve allí en el State house, continuamente nos decían: Ustedes odian. Pero a veces, hermanos, para hacer las cosas correctas tenemos que confrontar, tenemos que ser decisivos porque los tiempos son difíciles.
Este es un tiempo en que Dios nos llama como Esther, a ser firmes a ser claros y a tomar una decisión clara, pero por sobre todo, hermanos, participemos en el proceso si podemos hacerlo. Queremos ayudarle en todo lo posible. Si usted necesita información vamos a tratar de dársela. Si necesita cualquier cosa, yo quiero que nuestra iglesia se asegure de hacer lo que tiene que hacer.
Eso es lo único que a mi me interesa y la parte suya va a ser dar un paso de fe. Usted va a entrar en algo que quizás nunca lo ha hecho. Usted quizás no habla bien inglés, y quiero ayudarle en todo lo posible en las próximos semanas. Si usted no se siente cómodo pero de un paso de fe, aunque sea regístrese hoy y ya veremos como le ayudamos en todo lo demás.
Queremos ayudarle en eso, hermanos. Vamos a bajar nuestras cabezas un momentito. Si yo les he inquietado eso es bueno, es bueno. Quizás no lo he hecho con toda la gracia que quisiera pero es un tiempo urgente. Padre, pedimos tu sabiduría. Queremos, Señor, como esas masas, ahora mismo atmosféricas que chocan unas con las otras en esos huracanes, que tu nos ayudes a discernir una esencia de la otra y a poner cada cosa en su lugar. Dale sabiduría a tu pueblo. Dale sabiduría a los EEUU en este tiempo. Que tu reino sea avanzado, que tu reino sea afirmado, eso es lo que pedimos, Señor. Que el hombre de tu escogencia sea el que esté en el poder. Señor, pedimos hágase tu voluntad en la tierra como se hace en el cielo, en estas elecciones Señor. Y cambia nuestros corazones. Padre, pedimos que la justicia y el amor y la verdad prevalezcan en esta nación y en estas elecciones y danos sabiduría. Gracias. Te damos la gloria y la honra en el nombre de Jesús y nosotros decimos Amen. Amen.
Dios no se tarda (Exodo 13:17)
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¿Cuántos han escuchado el dicho que dice que Dios siempre está a tiempo, que nunca llega tarde? Todos hemos escuchado esto, de verdad. Cuántas personas aquí en algún momento habrán pensando, ¿de verdad Dios siempre está a tiempo y nunca llega tarde? Seamos honestos. Ha pasado por algún momento en tu vida que tu piensas, Señor ¿cuándo? Y parece que se detiene mucho, muchas veces. Vivimos en una sociedad en la cual tenemos todo rápido, comida rápida, dinero rápido, tocas unos botones y ya.... se te da dinero en la máquina de dinero. Así de fácil. Pero Dios no es una máquina de ATM. Tampoco le gusta la comida rápida. Nuestro Dios es un Dios que para El un día es como mil años y cuántos sabemos que para nosotros mil años es como diez mil años para esperar. Así que a veces parece que estamos nosotros esperando largo tiempo para que El haga algo en nuestra vida y Dios está ahí, parece que no llega, pero Dios está haciendo algo y quiere que nosotros sepamos que el nunca llega tarde.
Éxodo 13, versículo 17 a 18. Habían salido de Egipto el pueblo y van escapando de sus enemigos y mira lo que el Señor hace en ese momento. “...Y luego que Faraón dejó ir al pueblo Dios no los llevó por el camino de la tierra de los Filisteos, que estaba cerca; porque dijo Dios: Para que no se arrepienta el pueblo cuando vea la guerra y se vuelva a Egipto. Más hizo Dios que el pueblo rodease por el camino del desierto del Mar Rojo y subieron los hijos de Israel de Egipto armados”. Dios no guió a su pueblo a salir por el camino más rápido. Los guió por el camino más largo. Hay veces en la vida que Dios quiere que sepamos que el camino largo es el camino correcto.
2:41 ¿A cuántos le gusta eso? Muy bien, tenemos un pueblo honesto aquí. Tuvimos una cita con las autoridades de la ciudad para aprobar el proyecto que queremos hacer aquí al lado, el proyecto de un nuevo santuario que estamos pidiendo al Señor darnos recursos y permisos para edificar un nuevo santuario sobre el parque o aquí. El pastor va a estar hablando más de eso, y el tuvo una cita con las autoridades para buscar aprobación y yo le digo: Bueno, Señor vamos a orar en el culto, que el Señor te abra la puerta ya. El dice: ¿sabes qué? yo tengo un sentimiento malo en el estómago que el Señor me va a obligar a tomar un camino más largo y que esto no va a ser una victoria rápida, fácil, que por alguna razón Dios quiere hacerme sufrir un poco. Y reunirme con grupos del vecindario para buscar su aprobación, aquí, asociaciones de nuestros vecinos, y así se dio la cosa. Que no va a ser nada fácil, nada rápido, el tiene que tener reuniones con muchos grupos de vecinos que tienen opiniones muy fuertes de lo que quieren en su vecindario y lo que no quieren. El pastor está obligado a presentar la visión a muchos grupos y pasar por un proceso largo y yo quisiera que fuera rápido y fácil, pero Dios no siempre obra de esa manera. Así es que vamos a estudiar por qué es que Dios te obliga a cocinar largo rato a veces, y sufrir. Vamos a orar.
4:26 Padre, en el nombre de Jesús, estamos delante de ti en esta mañana y te damos gloria porque tu sabes lo que estás haciendo en nuestra vida, y Padre hay hijos e hijas tuyos que están aquí delante de ti en este día, que están sufriendo, algunos de ellos están pasando por procesos largos de esperar en ti, de esperar para que cumplas tus promesas en sus vidas y Padre, yo te pido en este día Señor que nos des una palabra fresca que podamos escuchar, no solamente una palabra intelectual, sino la rema de Dios, una palabra viva, Señor, que nos haga saber que tu estás con nosotros en el camino largo. En el nombre de Jesús, amén.
5:16 Así que Israel quería escapar fácil, rápido y Dios dice: ¿Sabes que? Les voy a guiar por un camino extendido porque si tu tomas el atajadero, el atrecho, el camino más corto, te vas a encontrar con unos ejércitos muy fuertes y te va a meter con problemas. A veces Dios sabe mejor lo que nos espera a la vuelta y nos guía por un detour, por otro camino y no sabemos que estamos evitando problemas grandes, pero El si sabe. Pero es más, parece que Dios mismo los metió en problemas, porque terminaron delante del Mar Rojo y ¿cómo va a hacer? Parece que no tiene sentido. Pero Dios si sabe lo que está haciendo.
Quiero que vayan conmigo también a Éxodo 23, 10 Capítulos después. Cuantos sabemos que un trabajo de calidad requiere tiempo. El año pasado compramos un condo, aquí en Dorchester, mi esposa y yo, una casa linda, vieja y la personas que estaban vendiéndolo hicieron el trabajo de renovación de la casa y parece que yo tenía mis pensamientos que no estaban haciendo el trabajo bien, porque hacían todo rápido, todo muy rápido y yo les dije: Mira, tomen su tiempo. Haz el trabajo bien. Y dicen: Oh, si, si, estamos haciendo el trabajo bien. Yo invité unos hermanos de la iglesia que son expertos en tales cosas y un hermano ahí mirando al trabajo, la pintura, los pisos, y las cosas en el baño, the tiles en el baño tenían una mirada de horror. Y uno casi con lagrimas le miró al otro y dijo: chapuceado. Y yo sin saber lo que significa “chapuceado” sabía que no era nada bueno. Y el otro le mira a ese hermano y dice: chapuceado sobre chapuceado. Y yo.... cómo va a ser. Porque así son las cosas rápidas. Dios se toma su tiempo para hacer un trabajo de calidad. ¿Cuántos sabemos que un niño a veces quiere que tu le des la respuesta a un problema de la escuela? Tal vez está haciendo su trabajo de matemáticas, y dice: Mira, quiero tu ayuda papá, mamá. Ok, yo te ayudo. Bueno, házmelo. Do it for me! El padre dice; Mira, tu tienes que sufrir un poco. Yo no te voy a solucionar todos tus problemas. Tu tienes que estar allí, trabajarlo para que tenga un beneficio a largo plazo. Nuestro Señor no hace las cosas a medias, no hace cristianos chapuceados. El quiere cristianos de calidad.
8:24 Sabes que voy a aprovechar. You’ve got to hear Mark’s testimony. Hace 23 años atrás en una noche un amigo mío de echo, en la universidad compartió el evangelio con un joven estudiante. El joven escuchó el evangelio y aceptó la palabra, después oraron juntos y echaron fuera unos demonios, echo fuera los demonios de la persona. Y después ora por el, la persona recibe el espíritu santo y se echa a hablar en lenguas. En tres horas aceptó a Cristo, fue liberado y lleno del espíritu santo, pero costó 23 años para que este joven se preparara para cumplir el llamado que Dios tenía en su vida. Mark Muller ahora es un hombre refinado por el fuego de Dios después de 23 años de orar, de servir, de aprender, de estudiar, solamente ahora está entrando en su llamado. Pero muchos de nosotros no somos así. Lo queremos ya, lo queremos rápido, queremos la victoria hoy, no me hables de mañana, mucho menos de 20 años en el futuro. Queremos dinero rápido. ¿Cuántos sabemos lo que pasa con el dinero que se gana rápidamente? Por lo general se pierde al próximo día, así que está bien, que gane la lotería, queremos esto pero sabemos que las cosas rápidas no duran muchas veces.
10:04 Éxodo 23, 27 a 30: Dios está hablando con Moisés, hablándoles de cómo el va a ganar la batalla por ellos. “Yo enviaré mi terror delante de ti y consternaré a todo pueblo donde entres y te daré la cerviz de todos tus enemigos. Enviaré delante de ti la avispa que echa fuera al Heveo, al Cananeo y al Hetheo de delante de ti. No los echaré de delante de ti en un año, para que no quede la tierra desierta y se aumenten contra ti las fieras del campo.” Dios puede ganar la batalla en un abrir y cerrar de ojos. Puede echar fuera tus enemigos, puede hacer la obra en tu vida, del día a la noche. Y si, El hace ciertas cosas rápidas, pero la obra que dura, la victoria que está establecida es algo que cuesta tiempo para hacerlo. Si los israelitas hubieran conquistado la tierra en un solo año, no hubieran tenido las personas, ni la capacidad para edificar casas y habitar las casas, sembrar campos y hacer crecer comida y en ese tiempo los animales hubieran venido y comenzado a vivir ahí en sus tierras, porque no tenían personas, ni tiempo, ni capacidad para habitar la tierra. Había tiempo si, para conquistar pero no para habitar la tierra victoriosamente. Dios no quiere solucionar tus problemas rápido y después tu caigas y estas peor que antes. La Biblia dice que cuando un demonio sale de una casa busca 7 más feos, demonios más feos que el, y vuelve a la casa, encuentra la casa vacía y llena la casa otra vez y la persona está peor que antes. Dios dice, yo voy a echar los demonios cuarto por cuarto por cuarto. Por esto que la liberación, a veces es un proceso largo porque Dios a veces, echa fuera el demonio, o te ayuda con cierto problema para que puedas hacer cambios que van a durar a largo plazo.
12:40 Yo tengo muchos amigos que están saliendo de los vicios, de la droga, del alcohol y para muchos de ellos Dios hace la liberación en un instante. Vienen, se ora por ellos, son liberados pero después queda la sorpresa de que Dios quiere que ellos sigan un proceso largo de muchos años para que haya cambio permanente en sus vidas.
¿Cuántos sabemos que no aprendemos a ser malos, como somos todos, en un solo día? Cuesta muchos años para aprender a pecar muy bien. Cuesta muchas acciones repetidas para aprender y formar hábitos malos, hacíamos cosas por años y un hábito malo no se deshace en un instante. Requiere muchos años de una forma de vivir diferente para establecer nuevos patrones para que no dure solamente un año en el Señor, sino que dures para largo plazo. Dios no quiere cristianos chapuceados, quiere cristianos maduros y establecidos.
13:57 Pensamos en el rey David, muchos somos como el. El profeta Samuel echó aceite sobre el y le dijo: tu estás ungido hoy, en este día, eres ungido como el rey de Israel. David, un joven de 15, 16 años. Para nosotros muchas veces Dios te da un unción y te da un llamado, te dice que yo tengo grandes cosas para ti y pensamos que mañana nos vamos a parar a predicar y tres mil personas se van a arrepentir como pasó con Pedro. Pero lo que pasó con David fue obligado a pasar por un proceso de 10 a 15 años de guerra contra el rey Saúl, tenía que andar corriendo en el desierto, tenía que estar escondido de sus enemigos. El rey David andaba más como un fugitivo. Tu has visto la película El Fugitivo. David andaba así por mucho tiempo, corriendo como un loco, haciendo guerra, y aún al llegar a ser rey después de la muerte de Saúl, pasaron 7 años más antes de que el tomara autoridad de toda la nación. ¿Por qué tanto tiempo? ¿por que tanto lío? ¿por qué es que Dios te obliga a veces a pasar por procesos largos y duros y difíciles en la vida? Sabemos que el rey David, durante este tiempo de estar corriendo de sus enemigos conoció a otros fugitivos, otras personas que estaban rechazadas de la sociedad y se juntaron a David, personas malas, personas endeudadas, personas escapadas de la cárcel, se juntaron a David y juntamente con David estos hombres llegaron a ser un ejército establecido, un ejército de hombres valientes. Si Dios le había puesto a David de día y noche estar ahí sin ayuda, sin ejército. En estos años el aprendió a hacer guerra, aprendió a ser un líder, aprendió a buscar ayuda de Dios y guianza de Dios, Dios le dirigió y también en estos años Dios le hizo saber a toda la nación que el rey Saúl era malo y rechazado para que el reino de David fuera establecido firmemente. Si nosotros queremos ministerios establecidos, vidas establecidas, tenemos que estar dispuestos a pagar el precio, a ser personas bien echas, personas maduras.
Saben que pensando en comida, yo no se mucho para cocinar, pero yo he observado que la comida hecha al instante como echar agua, que yo hacía mucho de esto cuando era soltero, por lo general no sabe muy bien. La comida rápida no sabe bien. Otro problema, pones un bizcocho en el horno y después tienes hambre y lo sacas antes del tiempo y ¿cómo sabe? In English it’s “half baked”, medio cocinado en español. A mi no me gusta la comida media cocinada y a Dios no le gustan cristianos medio cocinados.
17:35 Primero vamos a decir yo no quiero ser un cristiano medio cocinado. Yo no les obligo a decir muchas cosas pero les voy a obligar: No quiero ser un cristiano medio cocinado. No quiero ser un cristiano chapuceado.
Moisés, ¿qué pasó con Moisés? Un hombre joven llamado por el Señor, un hombre ungido, 40 años, criado en el palacio de Faraón y el sintió dentro de si el llamado de ayudar a su gente, y un día el vio un egipcio maltratando a un hebreo y el entra y mata al egipcio y después lo esconde porque el siente que “yo voy a ser el salvador de mi gente”. “Yo voy a ser un gran líder”. Y después el próximo día el se mete en una discusión entre dos hebreos y les dice: Mira, ¿por qué están discutiendo? son hebreos. La cosa es que Moisés aparece con el ego bien desarrollado, para decir: aquí estoy para salvarlos a todos. Y qué dicen los hebreos a Moisesito: Joven, lleno de vigor y unción, ¿y tu quién eres, quién te crees? Seguramente hay dichos en español para decir: Who in the world do you think you are? No se cómo decirlo pero ustedes saben como decirlo. Moisés se asusta, se va corriendo al desierto, pasa 40 años viviendo en el desierto, un don nadie. He had to live 40 years as a nobody. Una persona desconocida por 40 años y después Dios aparece a Moisés y le dice: Yo te he llamado a liberar mi pueblo de Egipto y ahora Moisés, ¿qué dice? Muy bien, yo se que soy el líder para conquistar al enemigo. El dice: ¿quien soy yo para hacer esto? ¿cómo puedo yo hacer esto? Yo no soy nadie. Y Dios dice: Ahora si estás calificado para la obra. Dios a veces te tiene que cocinar más. A los 40 años Moisés estaba medio cocinado, después de 40 años más en el horno del desierto, salió bien listo para la obra.
¿Cuántos sabemos que Dios nos cocina bien? Pero para hacerlo tiene que prender fuego a veces. Fuego duro, fuego lento, pero prende fuego. Todo es para que estemos bien preparados, bien sabrosos, no medio cocinados.
20:37 El Apóstol Pablo, quiero que vayan conmigo, Hechos, Capítulo 9: El Apóstol Pablo es convertido como ustedes saben, era un hombre bien malo, andaba matando cristianos y un día en su caballo buscando matar más cristianos Dios lo tumba de su caballo y le dice: ¿Por que me persigues? Después de 3 días de estar ciego y todo asustado, el Señor envía un discípulo desconocido, Ananías, no sabemos más de el, ora por Pablo. El recibe su vista, esta lleno del espíritu santo y le dice: tu estas llamado a proclamar mi nombre a los gentiles, así que Pablo hace precisamente lo que cualquiera de nosotros haríamos sintiendo el llamado de Dios: Versículo 20, Hecho 9 dice: “... enseguida predicaba Cristo en las sinagogas diciendo que este era el Hijo de Dios”. Comenzó el próximo día a predicar, gracias a Dios “...y todos los que le oían estaban atónitos y decían: ¿No es este el que asolaba en Jerusalén a los invocaban este nombre, y a eso vino acá para llevarnos presos ante los principales sacerdotes. Pero Saulo mucho más se esforzaba y confundía a los judíos que moraban en Damasco demostrando que Jesús era el Cristo.” Y vamos a ver el fruto de su ministerio.
22:50 Versículo 23: “...Pasados muchos días los judíos resolvieron en consejo matarle.” Bueno, mucho éxito tu primer día de ministerio. Primero, los sorprendiste. Segundo, los confundiste. Tercero, querían matarte. Bienvenido al ministerio, Pablito. Esto no está mal. No es su culpa, pero en el futuro cuando el predicaba multitudes de personas se convertían. Saulo, en ese tiempo tenía el nombre Saulo, tuvo que escapar al desierto y pasar tres años cocinando en Arabia y volvió de ese tiempo listo para predicar el Evangelio y llegar a ser el gran Apóstol Pablo. Con esto no digo que uno no debe comenzar ya. Yo conozco personas aun antes de conocer a Cristo, comenzar a evangelizar. Yo conozco personas así. Fuimos en viajes misioneros, cuando estudiaba en la universidad, y a veces personas inconversas querían acompañarnos, y ellos andaban con nosotros y decían: Mira, yo no soy cristiano pero ellos creen que Jesús es el Señor y que tu tienes que aceptarlo para ser salvo, así que yo todavía no pero... y personas respondieron, así que Dios uso hasta caballos para hablar la palabra de Dios como hizo con los profetas, no. Así que Dios usa a todos desde el primer día de aceptar a Cristo, pero muchas veces esperamos ser la gran cosa del día a la noche y Dios dice: Yo quiero que tu seas preparado, que estudies, que ores, que te prepares, que recibas mentoría y discipulado, que llegues a ser con tiempo un cristiano maduro y establecido. Comienza ya, pero prepárate para toda la vida de ministerio, así que no vamos a ser cristianos medio cocinados.
24:57 Hay una tercera razón que a veces Dios te pasa por situaciones de esperar mucho tiempo. La primera razón es que El no quiere cristianos superficiales; numero dos, a veces lo hace para formarte en formas que no hubieras sabido antes; numero tres, Dios es un gran novelista, escritor de novelas. El escribe nuestras vidas como si fuera una película más interesante que cualquier película en el cine y El sabe hacer las cosas amén, interesantes. Y El sabe escribir una historia linda y a veces Dios te obliga a pasar por líos para después sacarte del lío para que tengas un testimonio pero bien picante que contar. Esto no es solamente para hacer la vida interesante, es para que aprendamos que Dios vive. Si nunca estamos en lío, en problemas, nunca conocemos el Dios que nos puede sacar de toda prueba. Si nosotros nunca pasamos por hambre, no sabemos lo que es Dios alimentarnos con su propia mano.
Yo quiero que pensemos juntos en la historia de Adán y Eva. A veces pensamos que si yo paso por un tiempo un proceso largo, un tiempo de esperar algo, pensamos que estamos mal, tal vez es que estoy en pecado y Dios me está disciplinando o pensamos que tal vez soy inmaduro y Dios me está formando. A veces no es ninguna cosa así. No estás mal, no estás en pecado, pero Dios está haciéndote, obligándote a pasar por un tiempo de esperar algo para enseñarte su poder en una forma especial.
26:48 Pensemos en Adán y Eva. Tenemos Adán sin pecado, fresquito, ni ha tenido tiempo para pecar, y está ahí solito en el huerto de Edén y Dios dice: No está bien que el hombre esté solo. Pero bien Dios ¿por qué no hiciste a Eva ahí al lado? ¿por qué hacerle pasar por un tiempo de no estar bien? No hay pecado, no hay problemas, pero Adán está con algo que el necesita que no tiene al lado. Y yo me pongo a pensar, ¿por qué lo hizo así el Señor? ¿por qué no lo hizo desde el principio? Yo me pongo a pensar que Dios quiere hacer la vida más interesante a Adán. Aun en el huerto de Edén. Yo me pongo a pensar cómo sería después de muchos años, con los nietos preguntando a Adán y Eva, Mira, abuelito, abuelita, cuéntanos la historia de cómo es que ustedes se conocieron. Y Adán, ¿qué va a decir? Bueno, el Señor me hizo, amanecí, yo me desperté y ahí estaba, siempre. Dios dice: sabes qué Adán, yo no quiero que la tomes por sentado. No quiero que tu asumas que esto es automático. Yo quiero hacerte pasar por un tiempo de necesidad así que el anda conociendo animales por mucho tiempo. Poniendo nombres, analizándolos, se da cuenta que no, no, no..... Después Dios le obliga a dormir por mucho tiempo, hay un sentido de ansiedad en el texto que dice: Para Adán no se encontró ninguna compañera idónea, y después se pone a dormir y Dios hace esta cirugía, saca la costilla y .... hace a Eva. Se despierta, se la presenta y en el hebreo dice: Guau! Literalmente en hebreo es: Por fin, guau! Esta es carne de mi carne, huesos de mis huesos.
Por pasar por un tiempo de necesidad el llegó a reconocer que es Dios que suple las necesidades que el tiene, que el no las suple el solo. Muchos de nosotros tenemos que pasar por un desierto y pasar hambre para que Dios saque agua de la roca, pasar hambre para que Dios nos de pan en el desierto para aprender que no es solamente del pan que yo vivo, sino de toda palabra que sale de la boca de Jehová, que yo vivo. Que es El que provee, pensemos en Abraham. Dios les hace promesas, tu vas a ser un gran padre de naciones. El tiene 75 años, parece que en esa época era posible tener bebes a los 75 años, la esposa con sesenta y pico. Pero Dios le hizo esperar 25 años hasta que tenga 100 años y la esposa 90, muchos años, ancianitos, y después Dios dice: ahora están listos para tener un bebé. Dios quería hacerlo claro que eso no es de ustedes. Yo hice esto en tu vida, así que te hice pasar por un tiempo de esperar para que yo haga un milagro para tu saber que yo soy el Dios de la vida.
Como Lázaro que está muerto y Jesús no espera un día, ni dos días, Jesús espera 3 días hasta que esté bien muerto, pero bien muerto y lo levanta diciendo: Yo soy la resurrección y la vida y yo quiero hacerlo bien claro, que yo soy el Dios de milagros, pero para enseñarte mis milagros tengo que pasarte por procesos, para que recuerdes que soy yo el que lo hizo. Después con Abraham, con el bebé, llegó a ser un joven y Dios le pidió a Abraham ofrecer a Isaac y ¿cómo es que el pudo hacerlo? Yo creo que Abraham pudo ofrecer su hijo, Isaac, porque el se decía: Yo sirvo a un Dios que hasta puede levantar los muertos y por esto que yo confío en Dios porque he aprendido a confiar. Pero uno aprende en el desierto para ser bien preparado para estas cosas. Así que hay procesos largos.
31:53 Hermanos, yo pienso en el pueblo de Israel, Dios no solamente los sacó de Egipto, El hizo que el corazón de Faraón se endurezca para ponerles muchos problemas, para poder sacarlos con gran gloria, para darles un testimonio. Dios quiere darte un testimonio. Si tienes un problema en este tiempo, cuan más grande sea el problema así de grande va a ser la liberación que Dios va a hacer en tu vida. The bigger the mess, the bigger the testimony. Más grande el lío, más grande el testimonio de lo que Dios puede hacer en mi vida.
Saben que muchas veces yo pienso que si me está costando mucho tiempo hacer algo, siento que estoy mal, o que estoy fuera de la voluntad de Dios. Pero yo he aprendido que a veces, cuando las cosas son más complicadas, a veces significa que Dios está más involucrado que lo normal. Déjenme explicarlo: yo creo que hay ciertas decisiones en la vida que Dios te guía ya, te enseña qué hacer, pero hay otros momentos, y El dice: Mira, Yo voy a dejar que tu escojas hacer lo que tu quieres, y después Dios te bendice. Pero hay otras veces que Dios tiene un plan tan específico para ti que te hace, y te obliga a vagar un poco en el desierto hasta encontrar el camino correcto.
Por ejemplo: yo hace 7 años atrás andaba buscando iglesia, yo siempre en cualquier lugar donde yo iba, para estudiar o para trabajar o vivir en otro lugar, yo siempre encontraba iglesias rápido. La primera iglesia que yo visito, sentí la bendición de Dios, me quedé y era bendecido. Siempre era algo fácil para encontrar iglesia. Después yo vengo aquí para estudiar en un instituto bíblico por aquí, y yo ando buscando iglesia y por mi vida no podía encontrar una iglesia donde yo me sintiera bien, que el Señor me quería allí. Y me puse a pensar: ¿qué seminarista más tonto no puede encontrar una iglesia? Es que estoy estudiando la Biblia y no puedo encontrar una iglesia, qué problema. Dios tal vez estoy lejos de tu voluntad, tal vez es que no te estoy escuchando bien. Por fin, después de dos años de visitar iglesias diferentes, un seminarista me invitó aquí y yo vine y fijate que yo sentí, qué iglesia interesante. Hay mucha bulla y todo en español, no entiendo casi nada pero muy interesante. Y conocí al pastor en el baño abajo, el pensando que yo venía para registrar el culto en inglés y el me habla ahí en el baño y yo sentí: ¡qué iglesia interesante! Tal vez vuelva a visitarla. Pero no sentí que: esto tiene que ser la voluntad de Dios, solo sentí que era una iglesia muy interesante. Y después de unos meses yo decidí tratarlo otra vez. Y yo sentí: yo me quedo aquí un tiempo, a ver lo que sucede. Y me cayó bien el pastor y la iglesia y aprendí a sentir en casa. Pero aún entonces no sabía con seguridad lo que Dios tenía para mi. Hasta que el Señor me dio una beca para viajar por Latinoamérica, en ese momento yo sentí: Ok, aquí me quedo. Voy a aprender el español, comer comida latina, tal vez me quedo aquí en esta iglesia. Gracias a Dios.
35:47 Fue un proceso largo, no fue un proceso claro, un proceso rápido. Fue un proceso muy como se dice en inglés “it was a hit or miss process”, tratando cosas. Y después yo reconozco que me costo tiempo encontrar esta iglesia porque Dios quería cerrar cada puerta para asegurar de que no me pierda en un lugar donde El no quiere que yo estuviera. A veces El tiene un plan tan especial que El te va a complicar la vida hasta que tu encuentres el camino correcto que El tiene para ti. Y cuesta tiempo!
Un amigo mío para terminar con esto y después vamos a orar, estaba estudiando y el era el mejor estudiante del seminario, sacaba todo “A” y después de graduarse el solicitaba para buscar becas para estudiar su doctorado, y toda escuela lo rechazó. Estaba rechazado por todas las escuelas y me pongo a pensar: Pero, Señor ¿cómo es? El es un estudiante inteligente, está ayunando y orando, ¿por qué es que estás cerrando tantas puertas? El quedó ahí sin nada que hacer y decidió: Bueno, me quedo aquí un año más, no se a qué, a trabajar.... y en ese año el conoció una muchacha en el seminario y terminó casándose con ella. Y después nos dimos cuenta: Ah, por eso que el Señor te cerró la puerta para que tu estés donde tenías que estar. Pero tal vez tu no sabes por qué Dios te está obligando a pasar por un desierto. Tal vez no sabes por qué hay tantas puertas cerradas. Lo que quiero decirte en esta mañana es que Dios sabe lo que está haciendo. El quiere cocinarte, cocinarte bien, esto es bueno no malo. Quiere prepararte para que seas un cristiano establecido, sabroso, preparado. El quiere que tu estés donde tienes que estar y a veces te obliga a pasar por un proceso largo para hacerlo. Nos toca a nosotros perseverancia, no te rindas, se fiel cada día porque está contigo, y El sabe lo que está haciendo, y sabe hacer cumplir su propósito en tu vida.
38:11 Vamos a orar. Los invito a ponerse de pie. Y vamos a cerrar este tiempo con oración. Padre, en el nombre de Jesús, gracias Señor que tu sabes lo que estás haciendo, Señor. Tu sabes, Señor que aún cuando hay complicaciones Tu estás en las cosas, Señor y estás obrando Señor, tal vez no en la forma que nosotros queremos, pero tu estás haciendo una obra profunda en nosotros. Padre, en el nombre de Jesús te pido por tus ciervos que están aquí delante de ti, te pido, Señor por un espíritu de paz, un espíritu de seguridad, Señor porque Tu eres el Dios que haces que todas las cosas te ayuden a bien para los que te aman y son llamados conforme a tus propósitos. Padre, en el nombre de Jesús, yo te pido Señor que estemos seguros de tu guianza en nuestra vida. Yo voy a hacer una oración, puedes orarlo conmigo.
39:19 Padre, te doy las gracias porque tu estás en control de mi vida. Te doy todo el control para guiar mis pasos. Te seguiré, Señor. Pasaré por tus procesos, Señor para ser el hombre o mujer de Dios que tu quieres que yo sea. Gracias, Señor. Oh, espíritu santo consagra a tu gente.
Que esperas de Jesus? (Lucas 24:13)
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Yo quiero darle las gracias a Dios por el ministerio de jóvenes de esta iglesia, hermanos. Estos muchachos que ustedes ven aquí arriba que ponen toda su pasión para adorar y alabar al Señor, usted tiene que conocerlos a ellos para verdaderamente saber todas las cosas que estos muchachos pasan. Y a través de 3 años, yo he aprendido a apreciar el don y el regalo que estos muchachos son. Yo, por ejemplo, me fijo en Raúl que es un muchacho que está reciente aquí, que acaba de llegar a nosotros, que está cantando aquí enfrente. Raúl salió de ‘Teen Challenge’. Dios lo rescató de las calles, ha transformado su vida y ahora es un muchacho que está encendido por el Señor en una manera que hasta yo mismo me asombro cuando lo veo y es para mi como que un regocijo ver eso, de saber de cómo Dios tiene el poder para tomar a una persona y transformarla por completo cuando esa persona realmente pone su vida en sus manos.
Y no es solamente el sino muchos otros muchachos que estaban aquí, hermanos, muchos de ellos están peleando con llamados ministeriales. Yo tengo una gran carga en mi corazón para orar para que ellos puedan discernir y entender ese llamado que Dios tiene para sus vidas, y yo quiero compartir esa carga con ustedes, para que ustedes también puedan orar por ellos. No tan solamente por ellos sino por toda la juventud que nosotros tenemos en nuestra iglesia. Dios tiene grandes propósitos con la juventud de esta iglesia, tanto adolescentes como jóvenes adultos, y yo se que sus propósitos se van a lograr. Así que pongo esa palabra ahí para honra y gloria de Dios y también para dejarles saber a ustedes, muchachos, que ustedes guardan un lugar bien especial, no tan solamente en el corazón de Dios sino en el corazón de esta iglesia también.
Bueno, vamos a lo que vinimos. Hermanos, yo no se cuántos de ustedes participan en los miércoles en la noche en los tiempos de oración que nosotros tenemos aquí. Yo les recomiendo que si no lo hacen, que lo consideren hacerlo, porque es una gran bendición, sacar tiempo para orar en el medio de la semana. Pero yo recuerdo que hace unos miércoles atrás, yo había compartido una reflexión que era mas bien parte de un estudio personal que yo hice, lo quise compartir con muchos de los hermanos ese miércoles, y hoy quiero traer esa reflexión y compartirla con ustedes en un contexto mayor de aquí en la iglesia. Y yo no se cuántos de ustedes tienen expectativas con respecto a la vida y mayormente cuando estamos hablando acerca de nuestra vida en Jesús.
Hace unos jueves atrás yo recuerdo que yo estaba en la cárcel, en una de las visitas que yo hago para predicar, y uno de los muchachos allí en la cárcel que ha aceptado al Señor, de repente se me acercó a mi y me preguntó: Pastor Omar, yo tengo que hacerle una pregunta. Dime: So what? Esa fue la pregunta que me hizo. After you accept Jesus Christ, so what? Después de que tu aceptas a Jesús, ¿qué pasa, qué más hay? Yo estoy esperando que yo pueda salir de la cárcel para volver a estar con mi familia pero nada de eso ha pasado todavía. Estoy metido en problemas con muchos de los muchachos que están aquí mismo en la cárcel, que son tal vez de otras gangas y yo no quiero buscar problemas con ellos pero ellos si lo buscan conmigo, ¿qué más? ¿qué puedo esperar de esta vida? Y esa mera pregunta me hizo cuestionar a mi algo que muchas veces hay gente que entra en la vida cristiana con las expectativas incorrectas. Y yo entiendo que para uno poder disfrutar la plenitud de lo que es una vida en Jesús, nosotros tenemos que tener una perspectiva correcta de lo que significa tener a Jesús en medio de nuestra vida, de lo que significa el yo decir: Jesús, te acepto en mi corazón como mi salvador personal, que tu eres el que limpia y lava todos mis pecados, me renuevas delante de Dios y eres el que me da la vida eterna. ¿Qué es lo que significa el yo hacer una confesión como esa, y qué implicaciones tiene tanto para mi personalmente como para mi, en vista de otros también? Así que yo quisiera dirigirlos en una reflexión basado en esto pero antes déjame orar. Déjame no decir nada más sin orar.
Dios yo elevo mi corazón ahora mismo delante de ti, Señor porque yo se que estoy delante de tu presencia y compartir tu palabra es una responsabilidad bien grande y yo no lo quiero tomar en una manera mediocre, Jesús. No te pido que me escondas detrás de la cruz porque estoy de frente de ti, Señor, solamente pido que tu tomes el control de mis palabras , de mi corazón, de mi cuerpo, de todo lo que yo soy, mi pasión por ti, mi pasión por tu palabra, toma control de todas las cosas. Tu conoces la necesidad con la cual tu pueblo ha venido hoy delante de ti, te pido que tu palabra como es viva y eficaz puede traspasar a lo más profundo de nuestros corazones, nos inspires, Señor y nos des ese aliento que necesitamos para poder seguir adelante en nuestro caminar contigo. Gracias te doy, Jesús. Hoy llevo cautivo, Señor, todo pensamiento que se revele en contra tuyo, lo llevo cautivo en tu nombre, Jesús, y declaro oídos y corazones abiertos para recibir tu palabra hoy. En el nombre de Jesús, amen.
Quisiera que vayan conmigo a Lucas 24. Es un pasaje que tal vez se usa mucho cuando estamos en el tiempo de Semana Santa, pero yo entiendo que es un pasaje que tiene mucho, hermanos, honestamente hay veces que nosotros leemos la Biblia así a lo loco, y leemos un verso detrás del otro pero no paramos a profundizar en algunas cosas que están allí presentes en la escritura. Y en Lucas, Capítulo 24, versículo 13 hay un relato de dos hombres de camino a la ciudad de Emaús o a la aldea de Emaús, mejor dicho. Solamente voy a leer algunos versos, no lo voy a leer todo porque voy a ir a través de algunos de ellos, pero ustedes me pueden seguir.
Dice así el versículo 13, Lucas, Capítulo 24: “...y he aquí dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús. Estaba a 60 estadios de Jerusalén (más o menos 7 millas y media si lo cambiamos a millas) e iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido, esto es la muerte de Jesús en la cruz, y sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó y caminaba con ellos, más los ojos de ellos estaban velados para que no le conociesen. Y El les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tienen entre vosotros mismos mientras caminan? ¿Por qué están tan tristes? Respondió uno de ellos que se llamaba Cleofás y el le dijo: ¿Acaso eres tu el único turista, forastero en Jerusalén que no ha sabido de las cosas que en ella han acontecido en estos días? Entonces Jesús les dijo: ¿Qué cosas?”. Vamos a dejarlo ahí.
¿Qué cosas? Hablando acerca de expectativas, hermanos, este pasaje demuestra a dos hombres que tenían grandes expectativas acerca de la persona de Jesús. Ustedes tal vez se dan cuenta que el pasaje no identifica a estos dos hombres como el círculo de discípulos más cercano a Jesús, el grupo de los 12, 11 en este caso, porque ya Judas había sido eliminado del panorama. Pero ellos dos no eran parte de ese grupo de discípulos más allegados. De hecho, en mi estudio de este pasaje, muchos de los comentaristas dicen que estos dos pueden estar relacionados al grupo de los 70 mencionados en Lucas, Capítulo 10. el grupo de 70 discípulos cuando Jesús envió el grupo de 70 para ir y predicar, como quien dice, preparando el camino también en nombre de Jesús, ellos volvieron y compartieron con Jesús de todas las cosas que habían pasado, de cómo los demonios salían y enfermos eran sanados. Muchos comentaristas los identifican a estos dos hombres como parte de ese grupo de los 70.
Ahora pero hay algo bien interesante de este pasaje que me llamó la atención, que tal vez uno lo lee por encima y es como que está ahí, pero a mi me llamó mucho la atención que después del acontecimiento de la crucifixión en la cruz estos dos hombres, iban de camino ¿a dónde? A Emaús. Saben yo creo que cuando la Biblia pone algún detalle ahí, por alguna razón es. Si dice que estos dos hombre iban de camino a esa ciudad, Emaús, yo me puse a preguntar, y ¿qué es Emaús, dónde está Emaús? Obviamente nos dice que está a una cierta distancia, a unas 7 millas de Jerusalén, y allá iban caminando, pero cuando me puse a indagar acerca de la ciudad de Emaús. ¿Saben lo que significa Emaús? Emaús significa manantiales tibios o baños tibios. Eso es lo que significa el nombre Emaús. Así que yo en mi estudio yo puedo inferir que estos dos hombres después de haber experimentado todas las cosas que experimentaron en el tiempo de la crucifixión y que tal vez sus expectativas se fueron por el piso, estos dos hombres iban de camino a la tibieza, a lo cómodo, tal vez lo familiar, lo conocido para ellos.
Yo no se si ustedes se recuerdan, pero en Apocalipsis dice que más vale que tu seas frío o caliente porque si eres tibio, ¿qué te pasa? Afuera que vas. Y yo me digo que esto es bien interesante porque para nosotros hay algunas cosa tibias que nos gustan, por ejemplo que yo sepa la mayoría de nosotros si por una muestra de manos, si yo les pregunto ¿cuántos de ustedes se bañan con agua tibia? No levantaron la mano. ¿Se bañan con agua caliente? ¿Se bañan con agua fría? Los que no están levantando las manos me están preocupando, saben, porque entonces la pregunta que tengo que hacer es; ¿se bañan, si o no? Si no quieren responder pues yo puedo asumir que la mayoría de nosotros nos bañamos con agua tibia. O al menos en los días de frió el agua caliente predomina. O tal vez algunos de ustedes se coman una sopa. ¿Cuántos de ustedes se comen una sopa bien caliente? ¿Y cuantos de ustedes le echan un hielito a dos para que se enfrié un poquito y después la puedan comer? Yo hago eso. Pero hay veces que las cosas tibias, cálidas es como que es placentero, es lo mismo que con la temperatura. Si está demasiado frió, oh qué frío hace. Si está demasiado caliente, ay, sálvame de este calor! Ahora, pero cuando la temperatura esta en 70 o 75, bien cálido pues, lo tibio, lo cálido, es familiar, es bueno, es placentero.
Pero cuando yo llevo estos conceptos a la vida espiritual, hermanos, lo tibio es un peligro. Lo tibio es un peligro porque demuestra una comodidad, una estabilidad espiritual que es totalmente opuesta a la espiritualidad que Jesús quiere que nosotros vivamos. Me da gracia porque uno le dice: que significa frío. Frío significa estar con el diablo y caliente significa estar con Dios ¿o es viceversa? Y yo lo que puedo decir es, mira, o tu eres frío o caliente con Dios o eres frío o caliente para el diablo. Las dos se aplican a Dios. Eso era algo que yo pensaba cuando era chiquito. Cuando yo leía ese pasaje me decía, bueno caliente será estar con Dios y frío será estar con el diablo, pero no hace sentido porque si el diablo está en el infierno, el infierno tiene que ser caliente, el cielo tiene que ser más friiito, así que cambiaba la perspectiva. Pero ahora que soy grandecito, pues ya puedo decir, uno o el otro, con Dios, o yo estoy frío con Dios, tenue que nada me vuele las azucenas, o estoy caliente, encendido con el Señor.
Y estos dos hombres iban de camino a un lugar tibio, un lugar cómodo, un lugar placentero, y esto me estuvo a mi tan interesante, hermanos, porque aunque eran hombres que no eran del grupo cercano de los discípulos, ellos como quieran tuvieran la oportunidad de experimentar algún contacto con Jesús, tuvieron esa oportunidad de poder estar o ver cómo ahí mismo el Señor les dio poder a ellos para que ellos fueran a cumplir con una misión y volvieron y tuvieron sus experiencias, las contaron, fue algo que ellos pudieron ver. Tal vez eran hombres que vieron cuando El dio de comer a los 5000, cuando vio cuando sanaba a los enfermos y estaba ahí con ellos. Pero no eran del grupo más intimo, era un grupo más superficial que se quedaba ahí en la superficie. Y yo entiendo, hermanos, que cuando estos dos hombres van ahí de camino a Emaús, una vez más, eran hombres que sus expectativas de Jesús fueron tronchadas, fueron quebradas, fueron rotas y entonces dijeron: Bueno, si este Jesús se murió todo lo que El había prometido, todo lo que El había dicho, se fue al aire pues, me vuelvo otra vez para mi casa. Me voy a lo que yo conozco, me voy a lo familiar.
¿Saben por qué yo digo que estos dos hombres tenían expectativas incorrectas? Si ustedes leen conmigo en el verso 19 dice “... entonces Jesús les respondió: ¿qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obras y en palabra delante de Dios y todo el pueblo.” Miren cómo estos dos hombres identificaron a Jesús, primero lo identificaron como un nazareno, segundo como un profeta, poderoso en obras, muchos milagros hacía, y poderoso en la palabra delante de Dios. ¿Saben lo que ellos fallaron? Que ellos no reconocieron a Jesús como el Mesías, no reconocieron a Jesús como el hijo de Dios, no reconocieron a Jesús como el salvador y el Señor y el redentor, no tan solamente de Israel sino de toda la humanidad completa. Por lo tanto el acercamiento que estos hombres habían tenido a Jesús, no había sido uno tan profundo para ellos conocer la real identidad de Jesús y por eso fue que sus expectativas fueron quebrantadas.
En el verso 21 miren como ellos le siguen diciendo: “....nosotros esperábamos que El era el que había de redimir a Israel, y ahora además de todo esto, hoy es ya el tercer día que ha acontecido todo”, lo de la muerte de Jesús. Ellos pensaban que Jesús iba a ser un gran líder político, que iba a traer orden una vez más a Israel. Ya que estaba haciendo todos estos milagros, todas estas señales, pues ellos pensaban; pues este va a ser el hombre que va a restaurar el orden político de Israel, tenemos esperanza, así que nosotros nos vamos a acercar para poder ser parte de ese reino también. Pero esa no eran las intenciones de Jesús. La intención de Jesús era restaurar el corazón de Israel y reconciliarlo una vez más con Dios, no eran de traer un orden político, era restaurar corazones con su Creador. Pero ahí en medio de ese camino a Emaús, estos hombres iban preguntándose, cuestionándose, la confusión que ellos tenían.
Miren, cuando uno se confunde hay veces que uno piensa, dice o hace cosas que no tiene uno ni sentido ni dirección. Eso pasa a una persona confundida no puede coordinar bien, no tiene la habilidad de poder tener una mente y unas emociones estables para poder tomar decisiones que lo puedan ayudar a seguir adelante. Y en ese caso, estos dos hombres, al menos tuvieron la gran idea de irse juntos y no irse uno por un lado y otro por otro lado. Si se hubiesen ido solos, su confusión hubiese sido aún mayor, pero al menos estando juntos tenía la oportunidad al menos, como quien dice, de desahogarse uno con el otro y estar hablando el uno con el otro. Cuéntame tu tus confusiones y yo te cuento las mías. Uno podrá pensar: Omar, pero eso suena como un ciego dirigiendo a otro ciego. No yo lo digo, eran dos ciegos caminándose sus cosas ellos dos solos. Pero estaban juntos, hermanos.
Voy a punto con esto de estaban juntos. Hay veces que cuando uno se confunde, uno como que se encierra en si mismo. Hay veces que la reacción de la persona es encerrarse en si mismo o en si misma, y desconectarse del resto del mundo. Pero estos dos varones decidieron irse juntos, y fue en ese caminar donde Jesús se apareció a ellos. Miren esto que interesante, hermanos. Presten mucha atención a esto, porque esto tiene un punto aquí. Uno puede pensar que si Jesús tenía su grupo de discípulos, más cercano, que entonces Jesús solamente se iba a revelar a ellos, porque eran sus discípulos cercanos, era su circulo más íntimo y uno puede entonces entender si Jesús se va a revelar, pues El se va a revelar solamente a aquellos que más cerca estuvieron con El. Pero aquí yo puedo ver que Jesús decidió revelarse no tan solamente a un grupo íntimo, sino que se reveló también a aquellos que no eran parte de ese equipo, de ese grupo. Y El se acercó a ellos.
Si ustedes se dan cuenta, hermanos, en la Gran Comisión, en Mateo la Gran Comisión, si ustedes la leen bien, no tan solamente los discípulos eran los únicos que estaban allí con Jesús, había otras personas adicionales a los discípulos y cuando Jesús da la Gran Comisión no se la dio a los doce solamente, se la dio a todos los que estaban allí presentes. La revelación de Dios no esta solamente para un grupo íntimo, selecto, la revelación de Dios es para todos. La revelación de Dios es para alcanzar a todo el mundo.
Y ese es el ejemplo que yo puedo ver aquí, de cómo Jesús se acerca a estos dos hombres y les hace entender cosas que ellos no habían podido entender porque no estuvieron en la cena con Jesús, no estuvieron cuando Jesús les lavó los pies a sus discípulos, pero ahí va Jesús y se acercó a ellos. Y esta caminata es bien interesante, en esa caminata Jesús comienza a revelarle a estos hombres todas las cosas que habían de acontecer con respecto a El desde Moisés hasta los profetas. El comenzó a revelarle la Escritura, si ustedes ven donde dice en el verso 27: “...y comenzando desde Moisés y siguiendo por todos los profetas les declaraba en todas las escrituras lo que de El decían”, todas las cosas que tenían que suceder con respecto a Jesús. Pero tal vez estos dos hombres estaban tan metidos en su propia frustración que no podían entender eso. Cuando este pasaje dice que sus ojos estaban velados hay muchos escritores que dicen que fue Dios el que causó que sus ojos estuvieran cegados y que no pudieran reconocer a Jesús cuando estaba caminando con ellos. Pero hay otros que también dicen que por su propia confusión y su propia frustración no les dejó ver a Jesús, no los dejó reconocer Jesús que andaba con ellos.
Y hermanos, esto es algo bien interesante porque muchas veces nosotros podemos estar metidos en una situación y estamos tan enfocados en eso que no nos damos cuenta que tenemos a Jesús, como quien dice, en nuestras propias narices, y no lo reconocemos. ¿Por qué? Porque estamos metidos en una situación, nuestra mente, nuestras emociones, aún nuestro cuerpo, cada célula de nosotros está tan metido en eso que no puede reconocer la presencia de Dios en medio nuestro. Pero ahí van estos hombres, se iban acercando al lugar donde iba llegando y Jesús hizo como que iba en otra dirección. Miren cómo dice, verso 28: “..llegaron a la aldea donde iban y el hizo como que iba más lejos, más ellos lo obligaron a quedarse diciendo: Quédate con nosotros porque se hace tarde y el día ya ha declinado”. Y a mi me estuvo tan interesante esa acción de Jesús. Primero se apareció a ellos en el camino; segundo cuando ya se iban acercando El hizo como que iba en otra dirección. Y esto me da a entender dos cosas: 1) que Jesús no se impone a ninguna persona. Esa frase que nosotros decimos, que el espíritu santo es un caballero que no va a obligar a nadie, esa frase que nosotros muchas veces oímos de predicadores y aún gente cuando hablan acerca de su experiencia con el Señor, yo entiendo que sí que el Señor no se impone a nadie. El no va a causarte a ti que tu, como quien dice, torcerte el brazo detrás de tu espalda para decirte: Acéptame ahora. No, Jesús no va a hacer eso.
Al contrario en Apocalipsis dice: Estoy aquí, yo estoy a la puerta y llamo. Qué dice después? Si alguno oye mi voz y me da permiso para yo romper la puerta y entrar entonces estamos bien. Yo voy a venir con el equipo de SWAT de la policía, romper la puerta y voy a entrar, voy a ser morada con ellos. No, lo que dice es: si alguno oye mi voz, y abre, yo entonces voy a entrar, voy a morar con ellos, voy a cenar con ellos, voy a compartir con ellos. Jesús entonces entró porque estos hombres lo invitaron a estar con ellos. Miren qué interesante. ¿Qué fue lo que terminaron compartiendo? Terminaron compartiendo una tremenda torta de pan, “...Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió y les dio, entonces les fueron abiertos los ojos y le reconocieron más El se desapareció de su vista”. Y entonces llego al verso que más me gusta de todo este pasaje. Mirem como ellos dicen: “no ardía nuestro corazón en nosotros mientras nos hablaba en el camino y cuando nos abría las Escrituras. ¿Cuál fue el momento donde estos dos hombres pudieron entender que tenían a Jesús delante de ellos? Cuando estaban compartiendo el pan. Pero si ustedes lo ven en una manera más profunda, era cuando estaban reunidos en la hermandad con Jesús. Esa conexión de hermanos, esa conexión de compartir lo que ellos tienen, lo tuyo es mío y lo mío es tuyo, fue ahí donde la revelación de Dios se hizo clara delante de ellos.
¿Saben qué, hermanos? Este pasaje representa muchas cosas de nuestro andar en nuestra vida cristiana con Jesús. Todo, todo este pasaje tiene algo que decirnos a nosotros. Muchas veces, hermanos, nosotros llegamos a aceptar a Jesús con expectativas incorrectas. Llegamos a Jesús porque queremos que El se encargue de nuestra esposa, o se encargue de nuestro esposo. Llegamos a Jesús porque tengo unos hijos que son unos bandoleros y me están causando trabajo y están en la cárcel metidos a cada rato, y llego a Jesús para que El los arregle, para que El se encargue de ellos. Llego a Jesús porque estoy en bancarrota y necesito dinero y yo necesito que el Señor me provea dinero. Llego a Jesús, porque tengo un problema en mi familia, sea en Puerto Rico, en Guatemala, en la Patagonia, allá en Argentina.
Y yo vengo entonces a Jesús para que Jesús se encargue de esa situación, y saben qué, aunque yo se que el Señor se puede encargar de todas esas situaciones y mucho más, pero si eso es lo que te está moviendo a ti a aceptar al Señor, estás haciendo una decisión incorrecta. ¿Por qué? Tu decisión por Jesús es porque quieres tener un encuentro y una relación con El. El propósito principal de Jesús es de restaurar y reconciliar tu corazón con Dios, no es de darte dinero, no es de darte un trabajo, no es de arreglar tu hijo que está en la cárcel. El propósito inicial de Jesús es de limpiarte a ti de todo pecado y restaurar tu condición de una naturaleza caída, a una naturaleza totalmente restaurada y reconciliado una vez más con tu Creador, Dios y Padre de cada uno de nosotros. Ese es el propósito inicial de Jesús. Una persona que viene aquí al altar: Si, yo quiero aceptar a Jesús como mi Señor y Salvador y lo confieso y aquí estoy pero tengo estos problemas y bla, bla..... y por ahí sigue la lista.
Y después se va de aquí, vuelve y se sienta y sigue llevando su vida normal común y corriente. Saben qué es eso? Yo le doy valor a eso, yo se que eso comienza algo en la persona, pero si la persona se queda solamente en esa decisión, se está quedando en la superficie. Le está pasando como a estos dos hombres, conocieron a Jesús solamente de la superficie y no tuvieron la iniciativa de acercarse aún más. No tuvieron la iniciativa de conocer a Jesús mucho más profundo, solamente se quedaron viendo todas estas cosas, ahí lo vamos a dejar. Eso no es suficiente. Yo se que este hombre va a hacer algo y espero entonces que lo haga, pero sus expectativas eran totalmente incorrectas, y si nosotros tomamos una decisión por Jesús, que se queda así en la superficie también hermanos, nuestras expectativas tarde o temprano se van a frustrar. ¿Por qué? Porque estamos esperando que el Señor haga algo, porque la intención de nuestro corazón es: si Señor yo quiero que tu pongas, a, b y z en su orden y eso es lo único que quiero de ti.
Pero el Señor te está mirando y te está diciendo: Tu quieres que yo haga de la A a la z, pero yo quiero de la A a la z en tu corazón. Y que va a pasar con esa parte? Si yo no tengo esa parte primero, el resto no va a caer en su lugar. Y entonces cuando el Señor no obra como nosotros esperamos, ¿qué pasa? Nos rebelamos y para donde corre cada cual? Cada cual se va de camino a su Emaús. Cada uno de nosotros incluyéndome a mi mismo, cuando las cosas que yo estoy orando, las cosas que yo estoy esperando de parte del Señor, no se dan, uno se decae. Bueno, yo esperaba que el Señor hiciera esto, yo esperaba que para este momento en mi vida yo pudiera haber alcanzado esto, esto y esto y todavía no lo he alcanzado. ¿Qué pasa? Que por tener mis expectativas incorrectas, me voy con el rabo metido entre la patas de camino a un Emaús. Me voy de camino a un baño tibio, me voy de camino a lo que parece ser cómodo, a lo que parece ser familiar para mi. En otras palabras me estoy dando a la escapada, me estoy escapando de lo que el Señor verdaderamente quiere para mi.
Cuando el Señor pide tu vida el te está pidiendo algo bien grande. La vida de uno muchas veces, uno la cuida un montón, uno quiere tener control de esa vida y cuando el Señor te está diciendo a ti: No, yo quiero total control de tu vida... Me estás pidiendo algo bien grande. El yo entregarle mi vida al Señor tiene unas exigencias que muchas veces, incluyen o la mayor parte de las veces, incluyen un sacrificio bien grande de parte nuestra, hermanos. Y cuando nosotros no pensamos en nuestro interior que no podemos vivir de acuerdo a esas expectativas que el Señor tiene de nosotros, entonces cogemos la ruta de escape: Ok, esto no es para mi. Hay mucha gente que puede reaccionar de distintas maneras. Hay gente que en su reacción cuando no ocurre lo que esperan del Señor se deprimen y se aíslan y ahí se quedan, se olvidan de que existe un Dios. Hay otras personas que lo hacen aún peor: hay personas que cuando no reciben lo que esta supuesta fe cristiana prometió que le iba a dar, no tan solamente se deprimen y se frustran sino que se convierten en expertos críticos de la vida cristiana y se atreven a decir que no vale la pena vivir para Dios.
Pero también hay personas que aunque tal vez sus expectativas no son llenas, y tal vez experimentan un período de frustración con todo y eso, se mantienen firmes y perseveran hasta alcanzar lo que están buscando. Y este es el ejemplo, hermanos, que yo entiendo que nosotros debemos seguir. Y tal vez ustedes o alguien que ustedes conocen se pueden identificar con esos otros ejemplos que yo mencioné, pero cada una de esas situaciones hermanos cumple un propósito específico en usted. Aun cuando sus expectativas no son llenas, no son satisfechas, eso puede servir para ustedes discernir e identificar que fue lo que los movió a ustedes en primera instancia.
Yo reconozco, hermanos, un pequeño testimonio aquí, que no creo que yo lo haya compartido antes. Cuando yo llegué aquí a Massachussets estaba estudiando en el seminario, a unos 25 minutos al oeste de aquí, yo recuerdo que yo llegué aquí convencido de mi llamado al ministerio y que yo estaba dispuesto a resistir todo y no hizo más que llegar la primera nevada, hablando de frió y caliente, no hizo más que llegar la primera nevada, hermanos, y yo me encontré en mi pequeño cuarto 10 por 10, sentado en una esquinita en el piso, diciendo: Señor esto no es para mi. ¿Qué yo hago aquí? Yo me ponía a pensar a veces, en el campo allá donde mi tío Eldo y mi tía Marisa, pastores y su esposa, una casita de campo allá en Ceiba, yo recuerdo que yo siempre iba para allá, y una parte de mi rutina era subir hasta la punta del monte donde yo podía ver toda la costa este de Puerto Rico completa.
Ese era mi lugar de encuentro, mi pequeño cielo. En esa montaña allá arriba. Yo me ponía a pensar en eso y cuando yo miraba por la ventana lo que yo veía era todo blanco. Y la nieve no caía de arriba hacia abaja, sino que caía de lado también. Yo me decía: ¿Qué yo hago aquí? Yo pude haber estudiado allá en el seminario en Puerto Rico, y yo aquí. Mi novia está allá, mi familia está allá, mis amigos están allá, ¿qué yo hago aquí? Hermanos, no se lo niego, por 3 meses yo caí en una depresión, por 3 meses, una depresión bien fuerte y yo lloraba todas las noches y no se lo decía a nadie, mis notas empezaron a irse de picada. Una noche llamé a mi madre: Mira, prepara las cosas que voy a volver para atrás. Yo recuerdo que ella con lágrimas en sus ojos, al menos yo no la veía pero al menos las escuchaba, con lágrimas en el teléfono ella me decía: Omar, yo quisiera que te vinieras para acá también, pero a ti el Señor te ha llamado para algo y por algo tu estás allá.
Yo recuerdo que esas simples palabras, y ese momento de frustración y depresión en el cual yo estaba se tornó en un momento de discernimiento intenso, hermanos, que ustedes no tienen idea del dolor que a mi me causó eso. Yo estaba en un momento decidiendo: Señor o te sirvo a ti o vuelvo para atrás como era todo antes, o acepto lo que tu tienes para mi aquí, o cojo mis maletas y me voy de camino a Emaús. Digo, no es que Puerto Rico sea un lugar tibio, pero ustedes entienden el mensaje. Al menos el agua es tibia allá.
Esa pelea que yo tenía en mi corazón, hermanos, sirvió para yo poder identificar cuáles eran mis intenciones y las razones por las cuales yo estaba aquí. No ha sido fácil, pero yo me dije: Señor, si tu tienes algo conmigo, yo quiero que eso se cumpla a su capacidad. Si hay algo que tu quieres con este vaso tan vil, hazlo Señor. Si tu a través de este proceso, tu me quieres romper a mi y cambiar mi perspectiva para que yo pueda entender aun más lo que tu quieres hacer conmigo, hazlo. Hermanos desde entonces estoy aquí todavía.
Miren los propósitos que Dios tenía que yo estoy aquí ahora hablando con ustedes. ¿Si he crecido? sí, he crecido, pero ¿saben para qué sirvió eso? Esa experiencia sirvió para el Señor decirme: Omar, no basta con conocerme a medias, tienes que entrar más adentro. Tienes que conocerme más. No basta con lo poquito que tu viste y viviste allá en Puerto Rico, tu tienes que vivir más. Yo te estoy retando a que tu vivas más. Y ese mismo reto que yo recibí, es el mismo reto que yo les extiendo a ustedes hoy. Dios nos reta a nosotros día tras día a no quedarnos en la superficie y hermanos, hay tantos pasajes bíblicos que reflejan esto.
Miren la visión del profeta Ezequiel, cuando el estaba con este varón de Dios que se le apareció y salían estos ríos del templo. ¿Ustedes se recuerdan de esa visión? El ángel midió cierta distancia y el caminó y el agua llegaba a los tobillos, después midió de nuevo y le llegaba a la rodilla, después subía hasta la cintura, después subía más hasta el cuello hasta que no podía hacer nada más sino que nadar. Profundidades, hermanos, no basta con ser del grupo de los 70, hay que ser parte del grupo de los 12. No basta con conocer las señales y milagros de Jesús, hay que conocerlo donde el me puede ver los pies, los cayos que tengo y dejarlo que el me lave los pies a mi.
Y algo que muchas veces la gente pasa por desapercibido, es el mero hecho de cómo Dios se revela a través de su cuerpo, de cómo Dios se revela a través de su iglesia, esa imagen de cómo Jesús se sentó con ellos a la mesa, partió el pan, compartió con ellos y sus ojos fueron abiertos, las confusiones se fueron, pero sus ojos fueron abiertos en ese momento. Eso es lo mismo que pasa cuando todos nosotros nos reunimos domingo tras domingo, miércoles tras miércoles, sábado tras sábado, o en cualquier otra célula o en cualquier otra actividad donde cuerpo y espíritu se reúnen: revelación de Dios se da. Y aquí es donde mucha gente no pueden entender o aceptar esto.
Porque hay gente que por tener la perspectiva incorrecta, llegan a la iglesia y lo único que pueden ver es un grupo de personas enfermizas, con malas mañas, con malas costumbres, con carácter, con actitudes, no me llevo con esta persona, y porque no me llevo con esa persona, no lo quiero ver o no la quiero ver, y por lo tanto ¿cuál es la decisión? No voy para la iglesia,... oh aquí no pasa, eso es en otras iglesias. Pues para que ustedes se lo cuenten a otros que están en otras iglesias entonces.
Hermanos, nosotros nunca podemos equivocarnos que lo que la iglesia significa es un cuerpo, y es el cuerpo de Cristo. Y aquí si habemos un montón de personas con distintos trasfondos, con distintas maneras de pensar, con distintas maneras de acercarse a la vida y de hacer cosas en la vida, pero a través de esa misma diversidad, es que el Señor se revela a cada uno de nosotros. Es a través de yo compartir con hermanos que son de Brasil que yo puedo ver como el Señor se ha revelado a sus vidas y como esa misma experiencia pueden nutrir la mía que soy de Puerto Rico, y estamos aquí en Massachussets los dos. Es a través de esa diversidad que yo puedo ver un muchacho que está metido en la cárcel, que estuvo en un programa que su vida es un desastre, y de repente el Señor lo transforma y el comparte esa experiencia conmigo, y eso me da a entender que el Señor está en acción en medio de su pueblo. Es a través de eso, que aunque tal vez yo puedo tener un problema con alguna persona en la iglesia, pero porque tenemos la perspectiva correcta de que tu eres un hijo de Dios, de que yo soy un hijo de Dios y aunque tal vez yo te falté el respeto y tu me faltaste el respeto, pero porque tenemos a la perspectiva correcta, esas cosas se pueden sanar y restaurar y podemos seguir adelante, viendo la revelación de Dios en medio nuestro.
Yo les quiero dar un ejemplo bien reciente, acabadito de sacar del horno: voy a usar a mi querido hermano Miguel de ejemplo. Miguel, ¿me das permiso? No te apures, no te voy a poner tanto en el spot. ¿Cuántos de ustedes dicen que Miguel tiene un carácter único? Al menos los que conocen a Miguel. Miguel tiene un carácter único. Tengo jóvenes acá arriba que pueden decir lo mismo también. Pero para mi, Miguel, se ha convertido en una parte tan vital en mi vida, la primera vez que yo lo conocí el vino y me saludó con un beso. Me lo plantó en el cachete. Y yo me quedé como que: Aja? O eres portorriqueño o eres de algún lugar en Europa que se saludan con un beso. Yo me quedé medio patidifuso, como ¿que es esto? Pero eso me demostró algo de el. Si usted lo conocen a cualquier persona, el saluda a la persona así. Yo lo empecé a conocer a Miguel y yo pude identificarme mucho con el, pero llegó un momento en que Miguel y yo tuvimos un trueque, tuvimos un pequeño problema y yo: aquí se fue ajuste Miguel conmigo, yo estoy seguro que Miguel decía lo mismo de mi: Aquí se fue ajuste Omar conmigo, olvídate. Pero yo entiendo que el es un siervo de Dios y el entiende que yo soy un siervo de Dios y hubo un día, yo voy y lo visito a la casa, nos sentamos en el sótano de el y empezamos a jugar un poquito de Play Station. Como mi esposa no me deja tenerlo, cada vez que yo voy allá pues, ahí es donde yo me desahogo y me curo un poquito y me voy a jugar Play Station allá con Miguel.
Pero de repente dejamos de jugar y comenzamos a hablar de lo que había pasado. Y, hermanos, no hay nada mejor, no hay nada mejor que uno ser totalmente honesto y transparente con una persona. Yo pensaba que de ese problema que Miguel y yo tuvimos, yo pensaba que íbamos a ser enemigos por siempre, pero cuando nosotros nos sentamos a hablar en el sótano de su casa y hasta terminamos llorando juntos. Hermanos, eso fue un “eye opener”, esa fue una experiencia para abrir nuestros ojos y dejarnos saber que al Señor que el y yo servimos, se va por encima de lo que nosotros dos podamos experimentar. Y ahora hermanos, el se ha convertido en una persona que ha ayudado a que mi vida, mi relación con el Señor, que mi ministerio pueda crecer a un nivel mucho mayor, y yo estoy seguro que de la misma manera, aunque el es mucho mayor que yo, yo estoy seguro que yo también he ayudado a su vida a crecer y a desarrollarse también.
Ahora ¿cuál es el punto, con yo mencionar estas cosas, hermanos? Yo digo, para que nosotros no perdamos de perspectiva, y el nosotros reunirnos como cuerpo de Cristo tiene un propósito bien particular. Ese concepto de nosotros ser la iglesia, el cuerpo de Cristo sobrepasa toda diferencia que usted y yo podamos tener. Que si usted es de una cultura y yo soy de otra, y tal vez digo una palabra que para usted pueda ser ofensiva, pero para mi no, por ese pequeño mal entendido pues ya... polos opuestos, pues no me uno más con Omar por eso que pasó. Eso no puede ser así en el cuerpo de Cristo. En el cuerpo de Cristo si yo dije algo mal yo me tengo que acercar a usted y decir, yo creo que esta palabra que yo dije le cayó mal, ¿verdad? Y yo creo que usted me debe dejar saber: Mire, pastor Omar, esto en mi país significa esto, esto y esto.
Hace poco yo me estaba tomando unas pastillas, y en Puerto Rico nosotros decimos que cuando una persona se toma muchas pastillas, yo digo que voy a sonar como una maraca, por las muchas pastillas que a veces que bebo, entre vitaminas y pastillas para el dolor de cabeza o algo, y hay veces que termino diciendo: Voy a sonar como una maraca. Pero lo dije delante de una persona que su cultura “sonar como una maraca” significaba que era una mujer prostituta, y cuando dije eso la persona se me quedó mirando como que pastor Omar, usted no quiere decir eso de frente a mi, y yo: pero, ¿qué significa eso? es una maraca y ya sea como que: Ay, Omar, no!! En la comunicación pudimos entender, yo pude entender lo que significaba para esa persona y ella pudo entender lo que significaba para mi. Pero si no había esa interacción, hermanos, no podíamos llegar ni a tres y dos. Y es el ejemplo que veo con estos dos hombres, es eso mismo.
No tan solamente estaban compartiendo el uno con el otro, sino que en ese compartir Jesús se hace presente y en esa reunión es donde sus ojos son abiertos por completo para yo poder entender cual es su situación, cual es su condición delante el uno del otro y delante de Jesús también y lo mismo pasa, hermanos cuando nosotros estamos aquí. ¿Tu quieres conocer al Señor? Ah, me voy a quedar en mi casa solamente orando como dice en la Biblia, me encierro en el cuarto y el Señor que me oye en privado me va a recompensar en público. Mira, si está bien, pero eso no es suficiente. Eso no es suficiente, tu tienes que estar aquí también, buscar la presencia del Señor aquí en la Congregación de los hermanos y hermanas. No es suficiente con quedarnos en la superficie es necesario profundizar aun más. No basta con yo venir aquí y orar; Señor te acepto, y ya, ahí se queda. Si te acepto, ¿qué tengo que hacer? ¿cuáles son las implicaciones para mi vida? ¿cómo te tengo que buscar? ¿cómo puedo aprender a orar? ¿cómo puedo aprender a leer la palabra? ¿cómo puedes aprender eso? Conéctate con el cuerpo de Cristo y lo vas a saber.
Los invito a que se pongan de pie, hermanos. Cada uno de nosotros tenemos un Emaús. Escuchen bien, cada uno de nosotros tenemos un Emaús. ¿Que significa eso? Cada uno de nosotros tenemos un lugar cómodo a donde vamos cuando las cosas no salen como nosotros esperábamos. Hay algunas personas que su Emaús, es una botella de ron. Hay algunas personas que su Emaús es un club nocturno. Hay algunas personas que su Emaús es encerrarse en si mismo o en si misma. Hay otras personas que su Emaús es ir y gastar todo el dinero que tienen. Pero sea cual sea tu Emaús, ese no es el camino que el Señor quiere para ti. El sí se puede revelar a ti en ese camino, pero esa no es la dirección final que El quiere que tu tomes. La decisión final que El quiere que tu tomes es el camino que va hacia El, el camino que va hacia Jesús. Es un camino que tiene unos estándares de vida que van por encima de los estándares de este mundo, como son unos estándares tan difícil, muchas veces, la gente no lo puede entender y tienen expectativas erróneas, cuando toman una decisión de entrar en ese camino. Pero, hermanos yo quiero decirles a ustedes hoy que yo prefiero que ustedes vivan ese camino a que vivan el camino de hoy día. Yo prefiero que ustedes estén en el camino de los estándares de Jesús a que estén en los caminos estándares de un mero Emaús.
Dios se revela a ti. Dios, escucha bien, Dios se revela a ti a tu persona, a tu corazón. No tan solamente se revela a los pastores y a los diáconos de la iglesia, Dios se revela a ti. ¿Por qué? Porque tu eres importante para el. Tu, hombre que me escuchas, tu eres importante para el Señor. El Señor quiere algo contigo. Tu, mujer que me escuchas, el Señor quiere algo contigo. Joven que me escuchas, niño que me escuchas, el Señor quiere algo contigo. Hay algo que El ve en ti que El quiere usar. ¿Cómo nosotros vamos a responder? Vamos a tener expectativas egocéntricas donde solamente queremos que el Señor obre en favor de nosotros, o vamos a tener las expectativas correctas del Reino, que si yo me acerco al Señor es para estar cerca de El. Y que una vez yo esté en contacto con ese corazón de Dios, ¿sabes que? Ya lo sabemos, todo lo demás viene por añadidura. Pero, ¿sabes que es lo que está en el centro del corazón de Dios? Tu y yo. Gente, la gente es lo que está en el centro del corazón de Dios, es su creación y el Señor se mueve en nosotros para también ser de bendición a otros.
Muchas veces esto se puede experimentar a través de un calentón en el corazón, muchas veces se puede experimentar en el circo apacible también. Pero de una manera u otra el Señor se revela a tu vida. Y yo quiero invitar ahora, en este momento, si hay alguien que no ha tomado esa decisión de decir: Señor yo no te reconozco a ti como el Nazareno, no te reconozco a ti como un profeta, no te reconozco a ti como a un buen hombre, te quiero reconocer a ti como el Mesías, como el Hijo de Dios, como mi Señor y como mi salvador. Si hay alguien que no ha tomado esa decisión yo quiero abrir esta oportunidad para que tu tomes esa decisión, que tu puedas levantar tu mano y decir Señor, yo quiero que tu seas el Señor de mi vida. Yo quiero dar esa oportunidad para que tu puedas levantar tu mano y tomar esa decisión ahora.
I want to pray for this brother right here in the front. I want to pray for your first.
Yo quiero que todos nosotros como iglesia también podamos orar por el. Toma esa decisión hoy. He’s taking that step today, making the Lord Jesus, the Lord and Savior of his life.
Jesús ahora mismo como iglesia, como cuerpo, nosotros elevamos este hijo tuyo delante de ti, Señor. Padre, James te pertenece, el es tuyo Jesús.
We love you, Lord Jesus. He belongs to you and you come right to his side when he’s on his way to Emaús, Lord Jesus. And it is right there where you reveal to him, you reveal to his life, that you love him, that you care for him and that you want to restore his whole life completely. Father, I pray that your holy spirit may be upon him right now and that You may make him a new creature completely, Lord God. His mind, his spirit, his heart, his body that every cell that is within him, Lord Jesus, may come to know who you are. But that that decision may not stay on the surface, that it may go deep, deep within you, every day, Lord Jesus. I pray that you may move him to the depth of your love, even more every day. God I give you thanks for him and I pray that you may continue to cover and guide him.
Y ahora, hermanos, yo quiero hacer una oración por nosotros también. Yo se que todos nosotros tenemos expectativas de algo que el Señor esperamos, que esperamos del Señor. Muchas veces podrás haber experimentado frustración porque esa expectativas no se han cumplido, al menos como tu esperas, pero yo soy de los que creen que Jesús trabaja tras bastidores también, que aun cuando tu no te estás dando cuenta, el Señor está haciendo algo en tu favor, pero reconocer que el Señor lo que quiere es tu corazón día tras día, noche tras noche. Eso es lo más que el Señor desea, tenerte a ti. ¿Sabes por que? Porque una vez que te tiene a ti, una vez que tiene tu corazón, todo lo demás fluye. No tan solamente las cosas para tu propia vida, sino también para aquellos que están a tu alrededor. No tomemos en vano, hermanos el tiempo de nosotros reunirnos como iglesia porque es ahí donde el Señor también se revela a tu vida en una manera mayor, más profunda.
Yo hago un llamado ahora para todos nosotros, hermanos a no quedarnos en la superficie, a no conformarnos con ser de los 70, sino entrar al circulo más interno de la vida de Jesús. Yo quiero retarlos a todos hoy a esto y si ustedes quieren aceptar ese reto, si ustedes lo sienten así, escuchen bien, yo quiero que tu levantes tu mano, porque yo quiero orar por ti y si quieres venir acá al frente, te invito a que vengas al frente, yo me voy a parar aquí también. Yo los invito hermanos, que si ustedes quieren tener un tiempo de oración, yo creo que es necesario que nosotros tomemos esta oportunidad. ¿Cuántos de ustedes han ido de camino a un Emaús cuando tal vez no recibieron lo que esperaban del Señor? Pero, aun de camino a tu Emaús, el Señor está presente, el Señor está presente en tu vida.
No podemos dejar que nada cegué nuestros ojos, sino que siempre tenemos que mantener nuestros ojos pendientes delante del Señor, a ver como el Señor trabaja muchas veces tras bastidores en nuestros vidas, aún a través de situaciones dolorosas pero el Señor está ahí. Hasta me atrevo a decir esto, si tu quieres también esta oportunidad para reconciliar ese contacto, esa relación que tu tienes con el Señor, yo te invito a que también tu vengas aquí. Yo se que el Señor está aquí, si tu quieres reconciliar esa experiencia, ese primer encuentro que tu tuviste con el, yo quiero invitarte a que tu tomes esta oportunidad para decir: Señor aquí estoy,. Yo necesito renovar mis votos contigo. Yo necesito que tu puedas venir y tocar mi vida una vez más y que abran mis ojos para yo poder ver claramente dónde tu estás en mi, yo pueda caminar firmemente en tu dirección, no en dirección a un Emaús, no como una forma de escape, sino que yo pueda caminar en dirección a ti.