SERMONES
Tenemos libertad o es libertinaje?
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Hace muchos años cuando yo comenzaba mi ministerio Dios me llevó a inquietarme acerca del área de la guerra espiritual y la liberación de cómo yo como pastor podía ayudar a mi pueblo a liberarse de las cadenas y los ataques del enemigo. Esa es una dimensión de la vida cristiana y yo entendía que esa era una dimensión para mi pastorado también. Así como está la predicación y la administración y todas las demás cosas, entendía que esa dimensión de buscar la liberación de mi pueblo y de entender el aspecto demoníaco y el mal en su mover en el mundo y en la iglesia era importante para mi entrenamiento como pastor. Y Dios me guió hacia dos personas, el Dr Ed Murphy que escribió un volumen muy conocido que se llama “El manual de guerra espiritual” y los escritos del Dr Neil Anderson que lleva mucho tiempo en el ministerio y ha escrito decenas de libros literalmente que han circulado por todo el mundo enseñando e instruyendo a la iglesia en el área de guerra espiritual, de consejería, de liberación espiritual y todas estas cosas que son tan importantes.
Y su ministerio es muy amplio, muy variado, muy multifacético y esta semana lo tuvimos aquí con nosotros y ha sido una gran bendición. Yo nunca pensé que lo íbamos a tener en nuestra iglesia porque es un hombre que está en mucha demanda en EEUU y en otros países del mundo también, pero gloria a Dios, hemos tenido un fin de semana preciosos y ahora tenemos el privilegio de tenerlo con nosotros. Denle un gran aplauso de bienvenida al Dr Neil Anderson.
Buenas tardes. Es un gozo estar de nuevo con ustedes. Estuve aquí en Boston cuando estaba en la marina en el año 1963 y fue desgraciadamente el peor año de toda mi vida. Pero esta ha sido una buena visita. Puedo sentir el buen espíritu que hay en esta iglesia y creo que tiene que ver algo con este hombre y su esposa.
Hace muchos años el Dr George Barna hizo unas encuestas acerca del legalismo en las iglesias y nos sorprendió los descubrimientos que él hizo. El legalismo está vivo y coleando en este país. No necesariamente que se enseña pero es la manera en que todavía mucha gente se relaciona con Dios. Dime lo que está bien y lo que está mal, yo trataré de hacer lo que está correcto y cuando no lo haga pues corrígeme. Pero ¿saben qué? Nosotros no queremos vivir por la ley, porque la ley mata pero el espíritu vivifica. Y en muchas maneras yo creo que hay mucha gente que le gustaría vivir por la ley pero ¿sabes qué? Te estás robando de tu libertad que tienes en Cristo Jesús y yo veo muchas de las cosas que está haciendo la iglesia en respuesta a todo lo que está mal en esta sociedad y cultura. La gente está tomando droga, pues entonces ¿qué hacemos? Predicamos en contra de eso; el alcohol y entonces predicamos en contra de eso también. Y predicamos contra el divorcio y citamos del Antiguo Testamento, Dios odia el divorcio y es verdad pero también odia muchas veces la persona que se divorcia. Y nunca debemos olvidar eso pero cómo está eso funcionando, nunca ha funcionado y nunca funcionará esta ley de legalismo.
Ahora, cuando uno camina por el espíritu uno entonces no ejecuta los deseos de la carne. Y en esta tarde yo quiero hablar acerca de cómo caminar en el espíritu. Si tienen su Biblia vamos a Gálatas, Capítulo 5 16 al 18.
Dice la palabra aquí: “... Digo pues, andad en el espíritu y no satisfagáis los deseos de la carne porque el deseo de la carne es contra el espíritu y el del espíritu es contra la carne, y estos se oponen entre sí para que no hagáis lo que quisiereis pero si sois guiados por el espíritu no estáis bajo la ley....”
Y ahora la pregunta es, cómo camina y vive uno en el espíritu y aquí hay un problema. Muchas veces respondemos a esta pregunta dándole tres pasos y una fórmula, y si yo hiciera eso estaría poniéndole otra vez bajo la ley. El espíritu no es una cosa, sino que es una persona, es un él. Y esto no es un problema nuevo.
Nicodemo se acercó a Jesús una noche y le preguntó a Jesús cómo podía él recibir la vida eterna. Y Jesús le contestó, bueno, tienes que nacer de nuevo. ¿Nacer de nuevo? ¿Cómo puede un hombre entrar de nuevo en la matriz de su madre? Y el Señor le responde, ¿y tu siendo un escriba, un maestro de ley no entiendes cosas como estas? Estoy hablando, dice Jesús, acerca del espíritu. El espíritu es como el viento, sopla por donde quiere.
Lo que el Señor está diciendo, yo pienso, es que debemos tomar los remos de nuestro bote y levantar la vela. Y me gusta esa idea de lo que quiere decir eso de estar movidos por el viento de Dios e ir donde el viento nos lleva. Y en realidad se nos pasaje más bien lo que no es caminar en el espíritu, pero eso nos ayuda un poco porque nos da dos parámetros dentro de los cuales podemos vivir.
Así que primeramente dos cosas que no es caminar en el espíritu. Caminar en el espíritu no quiere decir libertinaje. Libertinaje es simplemente descuidar completamente las reglas, las leyes morales. Cuando yo era un muchachito ir a la iglesia era como ir a un asado de perros calientes. Uno o lo volteaba o se quemaban. Y uno esperaba ir a la iglesia y recibir su dosis regular de culpabilidad y acusación. Y uno le pedía al predicador que le tirara toda la ley y si no pues entonces, no le echaba el dinero en el plato de la ofrenda.
Y entonces vino el movimiento del pueblo de Jesús en los años 60, los hippies cristianos, es como que de momento descubrieron el amor de Dios entonces era cuestión a más de fluir en el espíritu, todo era muy místico, hacer lo que a uno le diera la gana, fumarse un pitillo de marihuana. Pero en realidad era todo lo contrario, la Biblia dice que cuando uno vive en el espíritu uno no lleva a cabo los deseos de la carne, uno no va a hacer lo que le da la gana.
Yo recuerdo cuando comencé apenas el ministerio, vivíamos cerca de una familia católica y yo siempre estaba buscando una oportunidad de compartir el amor de Jesús con ellos y ese hombre tenía una cantidad de hijos y el mayor de ellos siempre cuidaba a nuestros dos hijos pequeños. Y un domingo en la noche finalmente llegó mi oportunidad. Diez de la noche ella viene y toca mi puerta, y me dice, se me olvidó preguntarte, puedes venir, me dijo ella, a mi clase de religión en San Antonio, mi iglesia, y hablarnos acerca del protestantismo, y yo le dije, bueno, voy a orar acerca de esto.
Inmediatamente le dije, creo que sí puedo ir. Y el martes por la mañana fui a esta escuela católica y ahí conocí al Monseñor y le dije, le aclaré yo no vengo aquí a representar mal el catolicismo así que siéntase libre para corregirme si cometo algún error. Así que yo comencé con la historia de la iglesia, la Reforma, la justificación por fe que son cosas del protestantismo, les hablé cómo nuestra creencia es que toda persona puede tener una relación personal con el Dios viviente, les di un tratado a cada uno de hecho y entonces abrí la clase a discusión. Y había ahí un tipo muy listo sentado allá atrás en el último banco, él tenía un jacket con el logo de la escuela, y me preguntó, ¿tienen ustedes muchas prohibiciones en su religión? Yo dije, bueno yo no creo que tengo nada que diga que Dios no hace, por lo menos creo que no.
Pero en realidad no me estás preguntando esto, en realidad estás preguntando, ¿tienen ustedes libertad? Y entonces él dijo, bueno, está bien, ¿tienen ustedes libertad? Y yo le dije, claro que sí, yo puedo hacer lo que me dé la gana. Pregunté, bueno ¿por qué no? Yo le pregunté, ¿no podría yo ahora mismo tomar una piedra y romper un vidrio con ella si me da la gana? ¿Pero si hiciera eso no tendría que siempre estar mirando por detrás a ver si alguien me va a atrapar y me va a llevar a la cárcel? Yo supongo que tengo libertad para decir una mentira si quiero, pero entonces tendría que recordar a quién le dije la mentira y en qué consistía la mentira. ¿Tu te recuerdas de esos días? ¿Todavía estás metido en esto?
Ven ustedes, la libertad no quiere decir simplemente la habilidad para ejercer una opción o un derecho sino que más bien está relacionado con las consecuencias de esas decisiones que hacemos. Yo digo, Dios me ha dado la libertad para hacer todo tipo de decisiones y que yo puedo vivir con la libertad que él compró para mí en la cruz del calvario. Y entonces le pregunté, ¿de paso, estás tu libre? Y entonces en ese momento sonó la campana y todos se desperdigaron. Y entonces llega el Monseñor, se acerca a mí y me dice, guau, estuvo tremendo lo que dijiste. Y yo le quería preguntar, bueno ¿cuál parte de lo que dije?
Quiero decirles en otras palabras que sea lo que sea caminar en el espíritu no quiere decir caminar en libertinaje. Pero tampoco es legalismo. Cuando uno es guiado por el espíritu uno no está bajo la ley. Ahora, déjenme decirles, no hay nadie en este lugar ahora mismo más comprometido que yo en ayudar a la gente a vivir una vida justa y piadosa, y correcta delante de Dios pero si tu crees que la respuesta a ese reto es vivir bajo la ley, hay 3 cosas que tu necesitas saber conforme a las Escrituras.
Vayamos otra vez a Gálatas en el Capítulo 3 y miremos el versículo 10 donde dice:
“... porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición pues escrito está maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley para hacerlas....”
Así que si tu tratas de vivir solamente conforme a la ley te vas a sentir maldecido todo el tiempo porque Pablo dice si eres culpable de un solo punto de la ley te haces culpable de toda la ley. Cuando tu tratas de vivir una vida justa conforme a la ley vas a ser una persona obsesionada, un perfeccionista compulsivo y nunca vas a poder conseguirlo. Vas a ser una plaga para ti mismo y para toda la gente alrededor de ti.
Y notemos lo que sigue en Gálatas 3 en los versículos 11 al 14, dice aquí:
“... y que por la ley ninguno se justifica para con Dios es evidente porque el justo por la fe vivirá y la ley no es de fe sino el que hiciere estas cosas vivirá por ellas. Cristo nos redimió de la maldición de la ley hecho por nosotros maldición, porque está escrito, maldito todo el que es colgado en un madero para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del espíritu....”
Saben ustedes lo que dice aquí es muy interesante porque dice que el hecho de que nadie es justificado por la ley se hace evidente. Y yo lo creo así, pero entonces ¿por qué hay ese tipo de maldición debajo de la ley? ¿Cuántos hacemos nosotros continuamente que está basado en una ley o en un principio que nos obligaría a responder en obediencia a diferencia de las cosas que hacemos basados en un concepto de vida que me obligaría a responder más bien por fe conforme a lo que Dios dijo que es verdad en la Escritura y entonces poder vivir bajo el poder de Dios en vez de estar ejecutando los deseos de la carne?
Lo primero se refiere a vivir bajo la ley, y lo segundo a vivir bajo la gracia. no solamente somos salvos por fe sino que también somos santificados por fe. Uno vive por fe, uno camina por fe. Porque Dios lo vio como fiel, lo encontró fiel Dios puso a Pablo en el servicio cristiano. La manera por la cual nosotros vivimos como cristianos es por fe en el poder de Dios. ese es el nuevo pacto.
Y saben algo, es muy difícil de debajo del yugo de la ley y si tu vives bajo la ley continuamente eso va a funcionar como si fuera una maldición, continuamente te vas a estar sintiendo culpable. Y la ley era simplemente como un preparatorio, un maestro difícil cuya función era prepararnos para recibir la enseñanza de vida de Cristo Jesús.
El Capítulo 3 en el versículo 21 de Gálatas señala este punto donde dice:
“...luego ¿la ley es contraria a las promesas de Dios? En ninguna manera, porque si la ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley...”
¿Saben, hermanos? La ley no tiene poder para dar vida. Escuchen, cristianos, somos siervos de un nuevo pacto porque la ley mata pero el espíritu da vida. Déjenme poner esto en una manera práctica. Decirle a la gente simplemente que lo que están haciendo es equivocaba no le va a dar nunca a las personas el poder para dejar de hacer lo que están haciendo pecaminoso. Y ese concepto es muy bellamente ilustrado en un texto, en una historia que apareció en un periódico, Los tiempos de Los Ángeles.
En esta historia el estado comisiona a una señora para ir a visita diferentes escuelas para que esta mujer diera clases sobre sexo seguro, es decir que no llevara a embarazos, y esto no se trataba de un programa cristiano pero ella era una experta de parte del estado sobre este tema. Y la idea era, bueno si se le enseña a estos jóvenes acerca del sexo seguro supuestamente, pues todos van a practicar sexo seguro. Pero ella misma tenía un problema muy serio de obesidad y esta mujer había leído una cantidad de libros sobre nutrición, sobre dietas, sobre ejercicios y ella hubiera podido hacer conferencias sobre estos tópicos de dieta, etc, también perfectamente, era un experta. Pero aún conociendo todas esas cosas sobre dieta y ejercicios, no le impedía comerse una segunda porción de pastel ese día.
Y yo pensé, esa admisión no solamente es honesta sino que es iluminadora también. Aquí tienes una persona que se supone que sea un adulto madura, ella sabía lo que era correcto y lo que era incorrecto y sin embargo ella misma no podía llevar a cabo eso. ¿Y cómo espera uno que los jóvenes mismos también lo hagan? Buen punto, ¿verdad?
Recuerdan ustedes el programa “dare” hace diez años en este país, simplemente di no. ¿Funcionó esto? No, simplemente abandonaron el programa y simplemente se puso la cosa peor. Así que el segundo problema de vivir bajo la ley es simplemente es que no tiene poder la ley para dar vida.
Y todavía más revelador tenemos un tercer punto. Busquemos allí en Romanos, Capítulo 7, versículo 5. dice:
“.... porque mientras estábamos en la carne las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte...”
Vemos aquí que la ley lo que hizo fue despertar las pasiones pecaminosas. Miremos aquí en el versículo 8, dice:
“...más el pecado tomando ocasión por el mandamiento produjo en mí toda codicia porque sin la ley el pecado está muerto....”
¿Entienden lo que está diciendo esto? En realidad la ley lo que tiene es la capacidad para estimular precisamente aquello que se supone que prohíba e impida. ¿No les parece cierto? Pues dígale a su hijo, mira no puedes ir allí pero puedes ir allí. En el momento en que usted dice eso, ¿dónde cree que quiere ir el niño? Allá precisamente donde usted le dijo que no fuera. Probablemente ni siquiera quería ir allí antes, es como la pintura que está mojada todavía.
Yo recuerdo una escuela donde siempre ponían una lista de las películas que los muchachos no podían ver, que se suponía que no vieran. Y esas eran las buenas películas. Y los muchachos enseguida copiaban la lista para ir a ver esas precisamente. ¿Por qué es que la fruta prohibida siempre es la más atractiva? Yo no estoy seguro, pero definitivamente no es un concepto nuevo. El Señor le dijo, puedes comer de cualquier árbol en el jardín pero ese, no puedes comer de él. ¿Por qué no?
¿Saben ustedes? Mucho de lo que Pablo está escribiendo y exponiendo es acerca de lo que es pecaminoso. No, no está diciendo que la ley sea pecaminosa, todo lo contrario, la ley es lo que hace que el universo que Dios creó funcione, la ley es necesaria. En otras palabras, recuerden esto, que los mandamientos de Dios no son restrictivos, no es para prohibir sino para proteger. Pero lo que constituía una ley en el pacto antiguo se hace ahora una promesa en el nuevo pacto en Cristo Jesús si uno camina por el espíritu.
Dice entonces, cuando uno camina por el espíritu no matará, no robará, no matará, lo que sea. Ahora, recuerden nosotros estamos bajo un nuevo pacto. Si no es entonces libertinaje y no es legalismo, de qué estamos hablando, entonces. Es libertad; donde está el espíritu del Señor hay libertad.
Ahora vayamos a Gálatas de nuevo Capítulo 5. esos 3 versículos son un resumen de todo el Capítulo. Busquemos Gálatas 5 versículos 1 y 2, dice allí:
“... estad pues firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud. He aquí, yo Pablo, os digo que os circuncidáis de nada os aprovechará Cristo y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida que está obligado a guardar toda la ley...”
No regreses a la ley. Busquemos ahí en el versículo 13, Gálatas 5, dice allí:
“...porque vosotros hermanos, a libertad fuisteis llamados, solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne sino servios por amor los unos a los otros....·”
No se trata tanto ni de libertinaje, ni de legalismo, sino de libertad. Ahora, yo admito que el camino es estrecho y que estamos ascendiendo en esa montaña de Dios. Imagínese que el camino es estrecho y que delante de usted hay una iglesia en ese camino y que aquí hay un precipicio bien alto, demasiado alto para ascender y demasiado hondo para saltar por él, y aquí al otro lado lo que hay es un fuego forestal terrible y detrás de usted hay un león, ¿por dónde caminaría usted? Inmediatamente yo iría directamente hacia la iglesia.
¿Saben ustedes? Mi santuario, mi protección es en Cristo Jesús. Cuando tu fijas tus ojos en Jesús, dice la Biblia el consumador de nuestra fe camina con fe conforme a lo que él declara que es verdadero, entonces en Cristo Jesús encontraremos todo el santuario y la protección que necesitamos. Pero aquí siempre tenemos una opción a la derecha, simplemente lánzate y tírate por el precipicio. ¿Puedes imaginarte el gran gozo, la gran excitación que uno siente saltando? Simplemente saltando por el aire. Es como la ilustración del hombre que se cayó del edificio Empire State, y cuando iba cayendo se le escuchó decir ‘por ahora todo está bien’. Pero hay serias consecuencias cuando se toma esa opción, como ese pare súbito al final del camino.
Ven ustedes, esa es la naturaleza de vida de tentación y de libertinaje. Si no fuera atractivo no sentiría tentación. ¿Cuántos se sintieron tentados a comer espinaca esta mañana? Vamos a ver. Recuerdan en los años 60 todo el mundo decía, hey, sexo libre. ¿En realidad era libre? Saben ustedes el costo en términos de vida es absolutamente abrumador, si la tendencia continúa para el año 2020, 80 millones de personas morirán de Sida, probablemente la enfermedad más incurable que existe actualmente, y por mucho la que más se puede evitar de todas. Mañana mismo podríamos detenerla completamente. Solamente abstente. Es todo lo que hay que hacer, deja de usar drogas, no lo podemos hacer. Es más, cuando llega el congreso mundial del Sida ni siquiera esa opción se presentará de abstinencia, no la usarán los hombres seculares.
Y aquí tenemos otra opción, a la izquierda. Simplemente quémate, bebito, quémate. Y aquí está el legalismo, no, fuego y azufre. Y lo que es interesante, es que el diablo siempre comienza como un tentador. Camina, sabes que lo quieres hacer, anda. Todo el mundo lo está haciendo y tu te vas a escapar con ellos. Así que hazlo. Y entonces el diablo cambia su rol inmediatamente y entonces se convierte en, de tentador a acusador. Y entonces uno descubre tarde que te han atrapado, te han engañado.
Ahora, ¿qué queremos decir, qué dice la Biblia con libertad? Bueno, uno camina por el espíritu. Ahora, eso quiere decir, implica dos cosas, dos cosas que no es la libertad. No quiere decir siéntate o corre. ¿Cuál es el gran error evangélico? Corre. Mira todas las cosas que hemos hecho. Fuimos allí, fuimos aquí, hicimos esto, hicimos lo otro. Pero en realidad, ¿cuánto fruto permanece de todo ese activismo? Uno no mide la espiritualidad por simplemente por cuánto se hace sino por el fruto que deja. Si el diablo no te puede hacer inmoral, simplemente te hará ocupado, te meterá en muchas cosas que tienes que hacer.
¿Recuerdan Isaías Capítulo 40? Los jóvenes vigorosos y fuertes tropiezan malamente, sin embargo esos que esperan en el Señor levantarán altas como las águilas, correrán y no se cansarán. Y la otra opción es simplemente sentarse ahí y poner una mala cara, deprimirse, y poner una cara de santidad falsa. Y es una buena pregunta, interesante. ¿Cuánto en realidad se lleva a cabo en esta era de la iglesia cuando tratamos de hacer las cosas por nosotros mismos? ¿Saben qué? Nada, aparte de Cristo no podemos hacer absolutamente nada. ¿Cuánto en realidad se hace por otra parte cuando simplemente nos sentamos a esperar que Dios lo haga todo? Nada.
¿Saben? Nosotros podemos tener el privilegio de echarle agua a la mata pero el que da el crecimiento, dice la palabra, es Dios, ahora, por otra parte si uno le echa agua a la mata pues nada crece tampoco. Dios prometió hacer conocer su sabiduría a través de la iglesia.
Una historia, había un pastor que tenía un hábito de hacer jardinería y uno de sus ancianos, de sus diáconos viejos llegó a visitarlo un día. Y le dijo, guau, el Señor te ha dado un jardín precioso, y el pastor le dijo, bueno, ojalá lo hubieras visto cuando Dios lo tenía él solo, era un desastre. Y es verdad, ¿no?
busca allí en Mateo Capítulo 11, y aquí tenemos una imagen que nos dejó el Señor Jesucristo, el versículo 28 hasta el final dice:
“..Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados y yo os haré descansar, llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón y hallaréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es fácil y ligera mi carga....”
Esa es la más hermosa invitación que hay en toda la Biblia. Él no dijo, vengan a esta gran iglesia, o vengan a una de las conferencias mías, sino él dijo ven a mí, a mi presencia, toma mi yugo sobre tu persona, oh, uno dice, yo no necesito otro yugo más. Saben que, tu no te puedes poner este yugo de Jesús encima, a menos que no te quites todos los otros yugos. Y en el contexto de aquí, de este pasaje, lo que vas a estar echando abajo, el yugo que vas a estar tirando es el yugo del legalismo y vas a aprender de Jesús, y vas a encontrar descanso para tu alma.
¿Cuántos les gustaría tener descanso? Yo estoy seguro que a todos les gustaría. Ahora, yo soy un antiguo granjero, un muchacho de granja, mi papá comenzó a ser granjero cuando se usaban los caballos y yo aprendí mucho acerca de los caballos y la imagen que usa Jesús aquí era del tiempo cuando se hacía agricultura usando bueyes. Ahora, imagínense la imagen que el Señor está proveyendo aquí en este llamado. Un yugo es ese pedazo de madera bien pesado que uno pone encima de un buey. ¿Y cuán bien funciona ese yugo si solamente hay un solo buey? No funciona en absoluto. Sería mucho mejor si uno no lo tiene sencillamente. Solamente un yugo funciona cuando hay dos bueyes juntos y los dos están jalando en la misma dirección. Ahora, lo que hacían en aquellos tiempos es que se tomaba un viejo buey, un buey veterano que había aprendido obediencia de todos los palos que le habían dado, de hecho que eso es lo que se dice de Jesucristo que padeció, y el Señor sabía cómo caminar, y entonces a ese buey viejo y experimentado se le ponía al lado de un buey más joven y con mucho brío esperando que el buey más joven indisciplinado aprendiera del buey más viejo. ¿Y qué creen ustedes que se sentiría tentado a hacer el buey joven y lleno de brío? Dice, hey, papá estás yendo demasiado lento, acelera. Yo me voy a mandar enseguida a correr. Y lo que le pasaría a ese jovencito buey es que recibiría un gran dolor en el cuello. Dice la Biblia que aunque los jóvenes flaqueen y caen. Un día el buey joven diría, hey, hoy no voy a trabajar. Hey, la vida sigue, muchas veces nos sentimos tentados a ir de izquierda a la derecha, si ese joven buey es inteligente verdaderamente lo que va a hacer es que se va a dar cuenta de que ese viejo buey sabe cómo caminar, ¿saben qué diría? Hm, yo quiero aprender el buey viejo, y entonces aprendería a tomar un día a la vez. Aprendería acerca de las relaciones y las prioridades que hay en las relaciones, aprendería a caminar con Dios.
Cuando mi esposa y yo nos casamos estaba encinta con nuestro primer hijo, y nosotros compramos nuestro primer perrito, una mascota preciosa para nuestros hijos. Así que por 12 años tuvieron este perrito, un poodle, muy lindo y de momento murió y eso fue un trauma terrible para los muchachos y yo estaba tratando, eforzándome por ser un buen padre en este momento, así que inmediatamente fui, ¿qué hice? Compré otro perrito. Estoy hablando de un matrimonio que está rebotando por segunda vez ahora. Y ese segundo perrito era la cosa más neurótica que usted se podría imaginar. Yo creo que le abrieron la puerta pensando que se querían soltarlo y que se desapareciera de su vida y nunca se fue el perrito esto.
Por alguna razón a mi hijo le encantaba el bendito perrito este y en nuestra ciudad, de paso, tenía una clase de obediencia canina para los perros, diez lecciones de obediencia por 25 dólares para los perros desobedientes, dice traiga una cadena de esas para jalarle el cuello. Así que yo mandé a mi hijo con el perrito a la escuela de obediencia. y en dos semanas el perrito había entrenado perfectamente a mi hijo y simplemente se dio por vencido mi hijito. Y un día yo dije, ¿saben qué? Yo voy a coger este perrito y lo voy a llevar a caminar. No voy a dejar que me jale, no voy a correr, voy a caminar, y yo soy el dueño, y yo sé exactamente a dónde quiero ir. Yo amarré ese perrito, le puse la cadena e inmediatamente que salimos por la puerta de enfrente esa caminata supuestamente, el perrito se estaba estrangulando, o a veces quería estar oliendo algo bien sucio y feo por allí o una flor o lo que fuera. Y yo simplemente seguía caminando y eso era un problema, o muchas veces se amarraba alrededor de una columna. Pero yo estaba determinado, yo soy el señor, yo soy el dueño y yo simplemente seguía caminando. Y ahora usted me preguntará, ¿aprendió finalmente la lección cómo caminar ese perrito estúpido? Nunca aprendió.
Y hay muchos cristianos que tampoco han aprendido. Algunos simplemente siguen y terminan quemándose y otros se van a la izquierda o a la derecha y simplemente desaparecen del mapa. Y aún si ese es el caso de tu vida, si me estás escuchando todavía hay algo que puedes hacer, puedes escuchar, atender. Dice el Señor, venid a mí. Yo te creé. Yo sé cómo debes caminar, yo conozco el camino. Así que uno camina en el espíritu pero uno también es llevado, dirigido por el espíritu. Ahora, ser dirigido quiere decir que no te están empujando. Neil tienes que decidir ahora mismo. Bueno, ok, no. ¿Por qué no? Porque la guianza, la dirección de Dios no llega a nuestra vida de esa manera compulsiva, mandatoria. La dirección de Dios puede que llegue súbitamente pero solamente para aquellos que están preparados espiritualmente. Quién sabe si alguien te está posiblemente empujando a que hagas una decisión rápida y súbita sin tener tiempo para reflexionar y orar, ¿sabes qué? Retírate, no lo hagas, eso no es Dios hablando.
Pentecostés vino súbitamente pero cuántos días de preparación en oración y espera precedieron ese momento súbito de Pentecostés. ¿Y saben qué? Nosotros somos guiados por el espíritu no arrastrados fuera del la zona del espíritu. Alguien dice, ven acá un momentito tenemos una reunión secreta. Y ¿sabe qué? Estás en problemas con Dios porque en Dios no hay secreteos, Dios es todo luz, no hay oscuridad. Uno tiene que siempre caminar en la luz. Uno no está haciendo cosas oscuras.
Ahora, de nuevo, yo soy un granjero a la antigua. En la granja donde yo crecí criábamos ovejas. Las ovejas me traen muchos buenos recuerdos. Dice la palabra, nosotros somos ovejas de su pasto y él es el gran pastor. Pero también tiene sus desventajas este hecho. Si uno no sabe lo siguiente acerca de las ovejas uno debe saber esto, muy importante son los animales más estúpidos que hay en toda la granja, están ahí muy cerca de los gallinas.
Uno puede venderle comida a las vacas, y uno le puede dar de comer que coman todo lo que quieran a los cerdos también y a las vacas, pero con las ovejas no se le puede dar así, simplemente que ellas se dejen. Si uno les da comida, mientras uno le está dando comida comen, y comen, y comen hasta que se mueren y explotan. Los proverbios tienen mucho que decir acerca de ser demasiado ricos y con mucho dinero. Y eso también es muy cierto acerca de la grama cuando está bien verdosa y rica y tupida. Las ovejas pueden comenzar a comer y comer y comer hasta que explotan con la hierba, por eso es que el salmo 23 dice, el Señor es mi pastor, no careceré de nada, nada me faltará. Él me acuesta en lugares de delicados pastos me hace descansar porque él sabe que sino me comería hasta morirme.
Ahora, en los tiempos de primavera en Minnessotta, cuando comenzaba a derretirse la nieve más o menos por el 4 de julio, primavera, en todos los caminos, los bordes de los caminos se ponían bien verdes con la grama y papá me decía, coge a las ovejas y llévalas por los bordes de los caminos pero mantenlas moviéndose, así que nosotros las movíamos y las llevábamos, y como las manteníamos moviendo las hostigábamos como uno de esos perros australianos de ovejas que siempre los mantienen en movimiento a las ovejas.
Yo tuve el privilegio hace un tiempo de estudiar en Israel y nos encontrábamos en Betania cerca de Jerusalén. Allí hay un monte más o menos en forma de cono llamado Herodiano, y encima de ese cono, de ese monte hay un fuerte, una de siete fortalezas que Herodes había construido en su tiempo. Masada es uno de esos fuertes que construyó Herodes. Y yo me encontraba allí en ese monte Herodiano mirando el hermoso campo debajo de mí, y desde donde yo estaba podía ver a un pastor con unas 15 ovejas y muy pronto lo vi decir algo que no entendí y entonces salir y comenzar a caminar y dejarlas. Pero qué pasó, que todas las ovejas comenzaron a seguirlo. Y a mí me dio tanta excitación ver esto que comencé a tomar fotos por donde quiera y lo único que se podía ver, porque estaba tan lejos en la altura, era simplemente puntitos en la foto de hecho. Pero yo tomé la foto simplemente porque me encantó esa escena porque era una escena totalmente foránea a la experiencia que yo había tenido, pero ¿saben qué? los pastores en Israel no están empujando las ovejas desde atrás, no las empujan desde atrás, sino que ellos guían desde adelante, las ovejas siguen a los pastores.
¿Y conocen ustedes, recuerdan el versículo? Mis ovejas escuchan mi voz y me siguen. Todos aquellos que están siendo guiados por el espíritu de Dios, esos son los hijos de Dios. ¿Cómo camina uno en el espíritu? no se trata de libertinaje, no se trata de legalismo, no se trata simplemente de estar siempre en actividad.... de una actividad a la otra, no es tampoco quedarse ahí en un lugar supuestamente santurrón y piadoso.
A ti y a mí se nos ha invitado a caminar junto a ese gentil y manso Jesucristo bajo el nuevo pacto de la gracia. ¿No me explico por qué el mundo está buscando un guia del espíritu, esos espíritus malos, cuando tienen un espíritu bueno que los puede guiar? Nosotros debiéramos levantarnos cada día y decir, Señor te pertenezco, yo merecía el infierno pero tu me diste vida eterna. Lléname con tu Espíritu Santo, guíame hacia toda verdad para que yo pueda caminar en fe. No quiero ejecutar los deseos de la carne, quiero vivir una vida piadosa, justa, recta y yo espero y oro que esa sea tu experiencia cada día.
Déjenme decir algo, y es que ha sido un gran privilegio estar aquí con ustedes pero mi avión sale a las 4 de la tarde. Adiós.
Vamos a bendecir al pastor Neil Anderson. Pongámonos de pie. Dios le bendiga. Gloria a Dios.
Hermanos, es un privilegio como dice el hermanos Neil Anderson, Dios nos llama a caminar en la libertad del espíritu. Lo hemos dicho muchas veces que la religión, el formalismo no lleva a nada bueno. No podemos depender de los pastores, ni de las iglesias, ni de nuestros maestros para que vivan la vida cristiana por nosotros. Dios quiere que cada uno de nosotros aprenda a caminar en el espíritu por sí mismo. Amen. Que vivamos una vida auténtica en el espíritu, hermanos, que cada uno de nosotros tenga un encuentro personal con Cristo Jesús y que sepamos como ir directamente a la fuente y beber del agua que él nos quiere dar. Amen.
En esta tarde yo les invito en el nombre de Jesús a asegurarnos de que estemos viviendo en esa vida abundante que Cristo ha hecho posible. Él le dijo a la samaritana, yo te voy a dar de un agua que tu nunca más vas a tener sed, no es el agua de las obras, no es el agua de la religión, no es el agua del esfuerzo, no es el agua de lo que la otra persona está viviendo, sino es el agua que yo te voy a dar a ti mientras tu vives conmigo. Amen. Y yo espero que esa sea la realidad que estemos viviendo en esta tarde.
Como responder al llamado de Dios?
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Voy a compartir una palabra de adoración y entonces nos adentraremos de lleno en el mensaje.
Amado Dios, Señor siempre te digo que las palabras no son suficiente para poder expresar la intención que hay en tu corazón para cada uno de nosotros. Y Señor, yo estoy bien claro de quién yo soy, estoy bien claro que no llego ni a tus talones por así decirlo, y es por eso que te pido ahora que tu me respaldes con tu espíritu, Señor para poder compartir una palabra que sea de edificación a cada uno de mis hermanos y hermanas. Señor, yo creo firmemente que tu tienes un llamado para cada uno de nosotros, hay algo, hay una forma específica en la cual tu quieres que nosotros podamos vivir.
Y muchas veces nos confundimos, muchas veces vivimos en una forma ignorante a cuál es ese llamado, así que te pido, Señor, que al yo reflexionar en esta palabra, Jesús, que tu fluyas, mi Dios, mi deseo es que tu espíritu pueda fluir y que tu llegues al corazón de mis hermanos y hermanas. Solamente tu sabes cómo llegar a su corazón, yo no, mi Dios, yo lo más que puedo hacer es poner mi boca y mis palabras al servicio tuyo, Señor y que tu hagas con ellas como tu quieras. Gracias, Señor y que esa palabra llegue, que esa semilla caiga en un buen terreno para que pueda dar fruto al ciento por uno, Jesús, en tu nombre Señor, amen. Amen.
Bien mis hermanos, yo quisiera primero que nada compartir un poco acerca de mi historia. Yo usualmente no comparto mucho de cómo fue mi relato, que yo llegué al ministerio, hay mucha gente que me conocen y me dicen, guau, pero usted tan jovencito y que tienes esa cara de nene y qué se yo, y yo les soy honesto, yo me siento un poco incómodo cuando me dicen eso, yo me digo, nene es mi bebé que yo tengo ahora, yo no, ya, pero si Dios me ha bendecido con una cara joven pues, no me voy a quejar tampoco.
Pero el asunto es este, mis hermanos, cuando yo pienso en esta idea de llamado, este es un tema que para mí es tan personal para mí, porque yo entiendo que en mí vida Dios ha dado un llamado que cada día que yo llevo se va desenvolviendo algo nuevo, es como un regalo cuando le hacen una maldad a usted, que le dan una caja de regalo bien grande y usted va sacando y se encuentra otra caja, y dentro de esa caja hay otra caja y dentro de esa caja hay otra caja, y otra caja, y otra caja hasta que se encuentra una cajita bien chiquitita. Algo así, pues algo así es como yo lo veo, es como si ese llamado se ha ido desenvolviendo a lo largo de toda mi vida. Yo les puedo decir, yo acepté al Señor Jesús cuando yo tenía 15 años de edad, 13 años de edad, perdón. A los 15 fue que me bauticé. Y en este momento a los 13 años de edad, yo era un muchacho jovencito, no era tan travieso pero hacía mis maldades y todo eso.
Pero yo recuerdo que en un servicio de despedida de año, yo recuerdo que el pastor hizo un llamado para aquellas personas que quisieran aceptar al Señor en sus vidas, que quisieran entregar todo su corazón a él y yo recuerdo que mientras el pastor estaba habando yo estaba escondido en una esquina del altar, porque estábamos celebrando la santa cena y la tradición era que todo el mundo venía al frente y estábamos de frente al altar, y el pastor repartí la cena. Entonces yo recuerdo que yo estaba en una esquina de este lado, y mientras el pastor hacía ese llamado, yo no sé cómo pero mi mano como un elástico, se levantó y de repente y yo oigo al pastor que me dice, Omar, ven acá quiero orar por ti, y yo como que no me di cuenta que mi mano estaba arriba. Entonces, voy, paso al altar y el pastor me pone al lado de él y me hace arrodillarme al lado de él, y ahí él comienza a orar por mí. Yo recuerdo sus palabras, él dijo, Señor, sepáralo para tu servicio, él es tuyo, has con él como tu quieras. Esas fueron las únicas palabras que él dijo y yo recuerdo que yo me eché a llorar, mis hermanos, yo estaba ahí en mis rodillas llorando como un bebé. Y cuando yo levanto mi cara, que me seco bien mis ojos, yo vi que alrededor de mí había como otros 15, 20 jóvenes que habían aceptado al Señor en este mismo momento y para mí eso significó mucho.
Dos años después entonces fue que yo tomé la decisión de bautizarme como muchas veces hacemos aquí. Yo me bauticé y yo estaba convencido de lo que yo estaba haciendo, lo entendía bien, yo sabía que yo estaba levantándome a una nueva vida con Cristo Jesús y yo se que eso fue otro evento que marcó mi vida. yo creo que por eso es que soy tan apasionado cada vez que vienen los bautismos y lo anuncio porque yo sé que eso es un evento que significa, que marca algo en nuestras vidas.
Y entonces cuando tenía 17 años, que ya me estaba acercando al final de mis estudios de high school, yo recuerdo que en mí escuela, donde yo estudiaba era una escuela cristiana y el pastor era como quien dice, un advisor también para los estudiantes. Y un día el pastor me llama a su oficina y estábamos hablando y él me estaba diciendo, Omar, qué carrera vas a estudiar, cosas así. Yo no sé, me gusta el arte, me gusta el ejercicio, tal vez algo por ahí en esa línea. Y de repente el pastor me pregunta, Omar, ¿por casualidad tu has pensado algún día ser pastor? Y yo, ¿yo, pastor? Jamás, visitar enfermos en un hospital. Hm, hm. Eso era lo que yo entendía en aquel entonces, visitar enfermos en un hospital, no gracias. Pararme en público y hablar de frente a la gente. Ah, ah, no way. Eso no es para mí. Y miren qué cosa, yo estaba diciendo eso, y ya eran cosas que yo hacía. Pero por alguna razón dije que no.
El asunto fue que esa conversación con el pastor comenzó a calar bien profundo, bien profundo en mí, y en un día que el pastor de mi iglesia allá en Puerto Rico fue invitado a otra iglesia en Puerto Rico a predicar, y él llevó el grupo de adoración de jóvenes con él a ministrar en esa iglesia. Yo era parte de ese grupo también. El asunto es que cuando estábamos allí el pastor estaba predicando, el pastor decidió predicar acerca de este mensaje que yo les tengo para ustedes de Lucas, Capítulo 5, cuando Jesús llama a sus discípulos a seguirle.
El relato es que como yo estaba peleando con esa pregunta, el llamado de Dios en mi vida, ¿seré pastor o no? Esos son inventos míos o lo inventó el pastor, ¿qué estará pasando ahí? El asunto es que cuando el pastor hizo el llamado para pasar al frente por oración, yo me dije, mira, déjame pasar, me voy a tirar el riesgo y pasar al frente. El asunto es que cuando estoy al frente orando se me acerca esta mujer, yo diría que era una mujer así como Fany, ustedes han visto a Fany, ¿verdad? La hermana Fany, una mujer así, bajita como ella, bien activa, bien llena del espíritu y esa mujer empieza a orar por mí, y el asunto es que empieza a orar en lenguas.
El asunto es que mientras estaba orando en lenguas como yo no entendía tanto para aquel entonces, yo me dije, Señor, más vale que tu le des el don de interpretación a esta hermana y que me hable en español porque yo no entiendo lo que está diciendo. El asunto es que no hago más que yo decir eso y se armó la cosa. Esa mujer que había empezado a hablar me dice, mira Omar, lo dijo así bien firme, Omar, tu estás peleando con una pregunta y el Señor te confirma que él te ha separado para tu ser pastor.
Hermanos, no hizo ella más que decir eso y yo me desplomé en el piso. Mis rodillas no me aguantaron, y miren que yo no soy mucho de eso de caerme o algo así, pero en este momento yo no pude, me caí. Y esa mujer empezó a ministrar por mí ahí, yo en el piso, llorando y me dijo unas palabras que guau, que inspiraron tanto en mí. Y mírenme ahora dónde estoy.
Saben, entender, recibir y responder al llamado de Dios no es nada fácil mis hermanos, yo sé que el pastor se los puede decir, Greg se los puede decir, muchas personas les pueden decir a ustedes, que responder al llamado de Dios no es nada fácil. Hay muchas cosas que uno sufre pero a la misma vez hay muchas cosas en las cuales uno puede ver la mano de Dios obrando como nunca antes.
Y yo quisiera compartir con ustedes, hermanos, acerca de esta idea de lo que es responder al llamado de Dios. y yo entiendo que hay varias dimensiones acerca de esto. Yo entiendo que hay un nivel de llamado que es bien general para todos, y yo entiendo que ese es el llamado de responder a la voz de Dios de estar con él. Dios tiene un deseo bien grande en su corazón de que todos nosotros podamos estar en comunión con el Señor, que podamos estar en contacto, que podamos estar en relación con Dios y el primer llamado al cual nosotros tenemos que responder es cuando alguien dice, ¿alguien quiere aceptar a Cristo Jesús en su corazón y reconciliar su vida con el Señor y vivir en una relación de armonía, de paz con Dios? Yo creo que es el primer llamado al cual todos nosotros tenemos que responder, de alguna forma u otra yo creo que ese es uno de los regalos más grandes que Dios nos da. El regalo de poder estar en relación con él y ese es uno de los primeros llamados que todos nosotros tenemos; el llamado de estar con él, apúntelo por ahí, el llamado de estar con Dios.
Ahora, hay una segunda dimensión de lo que es el llamado de Dios que aquí es donde yo quiero pausar y profundizar un poco más, y hermanos, yo tengo una intención bien clara con esto, y se las quiero comunicar porque yo creo que es bien importante que todos podamos entender esto. Y yo les estoy hablando no tan solamente a ustedes que son adultos, yo me quiero dirigir en una forma bien especial a todos ustedes jóvenes, jóvenes universitarios que me están escuchando, yo creo que Dios ha puesto una carga en mi corazón por ustedes que tienen sus veinte, que tienen sus treinta, ¿saben por qué?
Yo creo que Dios tiene un llamado sobre la iglesia hispana, yo lo creo así y hablo de la iglesia hispana en general. El pueblo hispano tiene mucho que dar a esta nación en la cual vivimos y aún más allá. Tenemos mucho que dar a nuestros países de origen que necesitan la mano de Dios en una forma poderosa en medio de ellos, y tenemos que dar y contribuir a esta nación también en la cual estamos, que necesita también una intervención de Dios.
Pero ¿saben qué? mis hermanos, la iglesia hispana ahora mismo estaba funcionando bajo un liderazgo que tarde o temprano va a llegar a su final. No hay ningún pastor, no hay ningún diácono que sea inmortal, que vaya a durar hasta la eternidad para seguir moviendo la iglesia. El llamado de Dios se mueve de generación en generación. Yo creo que ninguno de nosotros hemos vimos al presidente Washington, presidiendo a los Estados Unidos hasta el día de hoy ¿verdad? Ningunos de nosotros ha visto a un alcalde que haya dirigido una ciudad por un período de más de 50 años o algo, el más que yo he visto hasta ahora ha sido Mayor Menino y que yo sepa, va a llegar el momento en que no será alcalde ya más. ¿Qué es lo que pasa? Nuevos líderes tienen que surgir, nuevos líderes tienen que emerger para poder seguir moviendo esas organizaciones, esas instituciones adelante, hacia el futuro, y ¿saben qué? la iglesia no se queda atrás. La iglesia es una de las instituciones más importantes en la sociedad en la que vivimos aunque la sociedad no la percibe así, pero lo es. Y yo creo que esta iglesia, congregación León de Judá, juega un papel clave en medio de todo esto. Yo no sé usted, pero yo considero que esta iglesia es como un laboratorio, es como un terreno de aprendizaje. Yo entiendo que esta iglesia es como una escuela que prepara, equipa y forma líderes para ir y impactar todas las áreas de la sociedad en la cual nosotros estamos. Y yo entiendo que para que ese propósito se lleve a cabo, todos, todos, generación número uno, dos y tres, tenemos que entender esa dinámica.
¿Saben por qué? Porque si no lo entendemos así va a llegar el momento en que esta iglesia y muchas otras van a necesitar buscar y encontrar nuevos líderes, pero si no han entendido esa perspectiva dónde van a estar. En otras palabras es como si la iglesia va a ir entonces, en vez de seguir subiendo, va a ir cayendo porque dónde van a estar los líderes que van a poder seguir moviendo esa vida de la iglesia a otro nivel. Y yo creo, mis hermanos, que cada uno de nosotros tenemos un papel que jugar en medio de esto. Y yo quiero hacer el primer enfoque con respecto a este llamado específico de Dios sobre cada uno de ustedes que me escuchan, pero en una forma bien especial, para ustedes jóvenes adultos que me están escuchando también, y jóvenes adolescentes. Hay un propósito específico de Dios sobre su vida. Y yo creo que ese primer llamado de Dios se ve en cómo nosotros llevamos una vida de vocación por así decirlo, una vida de vocación.
Ahora, no se confunda, con vocación yo no me refiero a una carrera, a un trabajo, yo no me refiero a eso. Escuchamos muchas veces el término de escuela vocacional o algo así para prepararme a ser carpintero, electricista o algo así. No, no, no, yo me refiero a vocación en el sentido de llamado, ese propósito específico que Dios pone sobre usted en el cual usted a través de lo que haga, usted puede responder al amor de Dios en medio de su vida y hacerlo como una respuesta de su amor a Dios. ¿Entendieron eso?
Miren este ejemplo, el viernes en la noche yo estaba hablando con un joven aquí en la iglesia, y es un joven que yo he aprendido a apreciar mucho, un joven estudia en MIT, bien preparado, bien inteligente y está estudiando con uno de los mejores advisors ahora mismo en el área de ingeniería y de repente él me dice, como que yo todavía no sé qué voy a hacer, no sé. Está pensando de una maestría o un doctorado y tiene esta nébula en su mente que no sabe qué va a hacer y yo estaba hablando con él y yo le decía, mira, yo quiero que tu entiendas algo porque el muchacho lo que me dice es, yo quiero hacer la voluntad de Dios, yo quiero ver cómo yo puedo honrar a Dios a través de lo que yo pueda hacer. Yo le digo a él, y podrá sonar un poco simplista, pero no lo es, consta, sonará un poco simplista pero no lo es.
Yo le dije, mira, la voluntad de Dios tiene una perspectiva soberana, hay algo de la voluntad de Dios que ninguno de nosotros lo va a entender, ninguno de nosotros lo va a conocer, hay como quien dice, pedacitos aquí y allá que sí podemos ver y conocer como es la idea de que en esa soberanía de Dios sabemos que el Señor mandó a su Hijo Jesús a morir por nosotros en la cruz, resucitó de entre los muertos, y qué estamos nosotros esperando como iglesia ahora, ¿qué estamos esperando? A que él regrese otra vez por nosotros. Eso está en el plan soberano de Dios y esas son partecitas que conocemos, pero hay otras partes dentro de esa voluntad de Dios que nosotros no... cosas que ni han subido ni al corazón de hombre la sabemos. Solamente eso es frase como quien dice, como cuando uno le dice, that’s for me to know and for you to find out. Pues, más o menos así es como Dios nos dice. Hey, that’s for me to know and for you to wait for it to happen. Así es como él nos dice.
Así que está esa dimensión soberana y en esa soberanía de Dios está esa dinámica de amor, de Dios querer que nosotros estemos en contacto con él, de Dios querer que nosotros estemos en relación con él porque él no quiere que nadie se pierda sino que ¿qué? Que todos tengamos vida eterna a través de su Hijo Jesús.
Entonces, dentro de esa dinámica yo le hice esta pregunta, ¿cómo tu le puedes mostrar a Dios el amor que tu tienes por él? ¿cómo tu le puedes mostrar a Dios que tu estás dispuesto a servirle, el que tu estás dispuesto a responder al llamado? Y él sale y me dice, pero es que, pastor Omar, yo entiendo que el llamado de Dios es solamente para ser pastor o ser un evangelista, o como Julie ser un misionero o algo así. Ah, ah, ahí te equivocaste. Porque sí Dios puede dar un llamado para una función ministerial en la iglesia, pero también está la dinámica del llamado que Dios te da a ti para a través de lo que tu haces, de cómo tu puedes reflejar el amor de Dios a otros, y a la misma vez decirle a Dios, Dios yo te amo a ti, y a través de lo que yo hago, yo quiero que tu sepas que te amo y que quiero que tu seas honrado a través de lo que yo hago.
Déjenme darles un ejemplo: ¿cuántas enfermeras yo tengo aquí, o enfermeros? Hay manos de enfermera y enfermeras, ahí atrás tenemos una, ok, ok, o terapista, cualquier persona que trabaje poniéndole manos a alguien, o si es un maestro que le tenga que poner un mano aplazo a un estudiante. Miren esto, hay veces que usted se pregunta, cómo yo sé que puedo hacer la voluntad de Dios, cómo yo puedo andar en la voluntad de Dios. Usted sabe que a través del trabajo de sus manos, usted puede hacer la voluntad de Dios en una forma tan y tan increíble.
A mí me da gracia porque yo hablaba con Elías, el muchacho que toca la batería, y yo le decía, tu como terapista que hay veces que tienes que darle masaje a la gente y todo, tu sabes que cuando tu estés poniendo manos ahí en las espaldas, en los hombros, en las piernas de la gente tu puedes ahí en tu mente decir, Señor, que así como yo estoy aflojando estos músculos que tu aflojes el espíritu de esa persona para que pueda recibir un toque tuyo. Si usted es un banquero o trabaja como un teller en un banco o algo así, usted sabe que mientras usted está contando todo ese dinero, cambiando cheque, haciendo depósitos, haciendo giro, cerrando cuentas o mandándole bad notices del crédito a la gente, usted puede a través de esa función decir, Señor, sé tu proveyendo a la necesidad de esta persona, sé tu dándole la persona la sabiduría que necesita para poder administrar sus finanzas, sé tu supliendo a cada una de esas necesidades particulares que solamente tu sabes que tiene esa persona, usted puede hacer la voluntad de Dios así.
Si usted es un chef, ay, más todavía, más todavía. Si la persona no ora por la comida cuando se sienta, pues mire, ore usted por la comida y pídale al Señor que a través de esa comida que usted prepare esa persona, no tan solamente su estómago sea lleno y satisfecho, pero que esa persona de alguna forma u otra pueda recibir un toque de Dios a través de esa comida.
Mire, si usted es maestro y digo, hm, ¿por qué? Yo vengo de una tradición donde a veces la profesión de un maestro era como algo bien poca cosa, y esa es la mentira más grande que puede decir una persona. Usted como maestro, usted está formando el carácter futuro de los líderes que van a estar influenciando esta sociedad y quién mejor que usted para poder infundir sobre la vida de esos muchachos el carácter de Dios. yo no estoy diciendo que usted literalmente le tenga que decir, muchacho recibe a Cristo, no, no, yo no estoy diciendo eso. si se le da la oportunidad amen, hágalo, pero en cada una de las cosas que usted dice, dos más dos son 4, Señor, que él se aprenda esto y que sea un joven inteligente y que pueda usar su inteligencia para ti, que si la química del átomo, del nucleolo y de todas estas otras cosas que a medida que usted esté enseñando eso, mira, que Dios está impartiendo sabiduría sobre esos muchachos, que si usted se encuentra con un niño que es medio, cabecidura, mire, ay, con más intencionalidad todavía usted ahí en su espíritu quebrante cualquier atadura del enemigo, cualquier cosa que esté molestando la familia de esos niños. Mire, le da autoridad a usted para usted poder bendecir la vida de esos muchachos.
Si usted es un carpintero, si usted es un albañil, si usted es un contratista, cuando usted esté pintando una casa, cuando usted esté metiéndole un clavo a un canto de madera, mire, ore por la protección de esa familia por la cual usted está trabajando, ore por ese edificio de oficinas en el cual usted está trabajando. Si usted limpia alfombras, limpia pisos, sea lo que sea, no piense que es algo poca cosa, piense que es una oportunidad que Dios le está dando para usted cumplir con su llamado de poder ser de bendición a otros que están a su alrededor. ¿Estamos entendiendo, hermanos?
La idea de todo esto es que si Dios ha hecho un impacto con su amor en su vida, entonces usted tiene el llamado de impactar la vida de otros con el amor de Cristo también a través de todo lo que usted hace.
Y hermanos, es tan importante que nosotros podamos tener esto claro en nuestras vidas. Porque si nosotros logramos pensar de esta forma, ¿saben qué? Nosotros vamos a estar viviendo con la mente de Cristo en todo momento. Y ¿sabes cuál es la mente de Cristo? Hay un pasaje en Marcos, Capítulo 6, donde dice que cuando Jesús veía a las multitudes acercarse a él, dice que él tenía compasión vde ellos porque eran como ovejas sin un pastor. Y usted, mi hermano y mi hermana, joven que me escuchas, usted puede ser ese ministro de Dios que dondequiera que usted está usted puede, si se mueve con esa mentalidad de Cristo, con esa mente de compasión, usted puede dirigir a esas ovejas a aguas claras y verdes pastos. Dios lo prepara a usted para hacerlo.
Ahora, cuál es uno de los obstáculos más grande que se puede encontrar usted en esta dinámica. Yo creo que el obstáculo más grande es la falta de fe. La falte de fe en creer que usted es poca cosa y que no, que va, Dios no puede hacer algo conmigo. Que usted se diga, yo, tan pecador, yo, que me voy a Vincence Night club por las noches, yo, que me voy a Roxy’s o cómo se llama, más vale que no me digan cómo se llame, porque si no los mangué aquí ahora mismo. ja! Yo que tengo mi paquete de cigarrillos aquí escondida en la chaqueta, cómo Dios va a querer algo conmigo. Pues, mire, sáquese el paquete de cigarrillos, bótelo y reciba lo que Dios tiene para usted.
Oh, yo que ando con un espíritu deprimido, pues no se deprima más y es más levántate, resplandece que ha venido tu luz y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Ay, pastor, pero es que yo tengo un problema con mi sensualidad, me gusta tanto la sensualidad. Pues, mira, domina tu sensualidad en el nombre de Jesús. He aquí que Dios no nos ha dado espíritu de cobardía sino de poder, amor y dominio propio. Entonces, en vez de estar abrazado con tu pareja ahí, pues mira, suéltala, él es libre y déjalo que respire. Si estás casado, no te preocupes, disfrútalo si estás casado ya.
El pastor va a ver esto, estoy claro con esto. Hermanos, la idea de todo esto es que nosotros podamos entender esa dinámica tan básica en nuestra vida cristiana. el mero hecho de que Dios quiere hacer algo con usted y no puedo dominar ese pensamiento de que ay yo no puedo, yo no soy quién, o no estoy dispuesto. ¿Saben qué? Miren el pasaje que yo quería hablar con ustedes era Lucas Capítulo 5, por favor si tenemos el pasaje de Lucas Capítulo 5.
Leyendo, aquí es donde Jesús se encuentra con los discípulos y él está ahí y entiendo pastor Samuel que usted estuvo viendo ese pasaje, así que hay una conexión aquí en el espíritu definitivamente. Yo no sabía que él lo usó en la mañana pero aquí estamos. Miren, cuando Jesús le dice a Simón:
“...Simón, boga mar adentro y echa vuestras redes para pescar y Simón le dice, guau, pero Maestro toda la noche hemos estado trabajando y nada hemos pescado, más en tu palabra echaré la red, y habiendo encerraron gran cantidad de peces y se les rompía la red. Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca para que viniesen a ayudarles y vinieron y llenaron ambas barcas de tal manera que se hundían. Y viendo esto, Simón Pedro, miren lo que dijo, cayó de rodillas ante Jesús diciendo ¿qué? apártate de mí que soy hombre pecador...”
Aquí tenemos una persona que no tenía una perspectiva correcta de quién lo estaba llamando a él. Y muchas veces, mis hermanos, eso es algo que nos nubla a nosotros, no nos damos cuenta que la persona quien nos llama, no es el pastor Omar, no es el pastor Greg o el pastor Samuel o el pastor Roberto, el que nos llama es Dios. y hay algo que yo quiero que ustedes entiendan aquí, hay algo bien interesante acerca de la idea de un discípulos en el contexto judío primitivo, por así decirlo.
¿Saben que para una persona llegar a ser un discípulos de un rabino tenían que pasar por distintas etapas? Obviamente una de esas primeras etapas era la del midrush, no es que tenía un mid rush, pero el midrush, así es como se llama... que es una etapa donde la persona se tenía que aprender todo el Torá completo de rabo a rabo, de tapa a tapa, se lo tenía que aprender y recitarlo y después iban a otra donde se aprendían no tan solamente el Torá sino todos los profetas, se los tenían que aprender de memoria. Imagínense ustedes, de Génesis hasta Malaquías, aprenderse todo eso de memoria. Esa era parte de la tradición.
Entonces la tercera parte era cuando uno de estos discípulos se le acercaba a un rabí y le decía, yo quiero ser tu discípulo. Miren esto, el discípulo se acercaba al rabino y le decía, yo quiero ser tu discípulo, el rabino entonces se hacía la pregunta, hm, ¿verdaderamente este muchacho tendrá el calibre, tendrá la madera para ser un discípulo mío? ¿Tendrá lo que verdaderamente es necesario para aprender de mí y para seguir mi enseñanza, para darle futuro a la enseñanza que yo estoy impartiendo sobre él? ¿Verdaderamente lo puede hacer? ¿Y saben lo que hacía ese rabino? Ese rabino se lo comía vivo a ese muchacho, lo cocinaba, lo hacía en asado, lo hacía pescado, lo hacía frito, sea como sea, se lo comía. Le empezaba a hacer preguntas de la Torá, le empezaba a hacer preguntas de los profetas, le empezaba a hacer preguntas de los salmos, y si ese muchacho fallaba en alguna de esas respuestas, ¿sabe qué le decía? Lo siento, pero no puedes. You are not the best of the best. Eso era lo que terminaba diciéndole.
O sea que esos muchachos que le decían al rabino que querían ser uno de sus discípulos si no daban el grado, ¿sabe lo que ellos terminaban haciendo? Terminaban trabajando en los oficios de su padre sea lo que sea, podría ser en la venta de telas, en la venta de casetas, o en el trabajo de la pesca, y eso lo que significaba era que no era lo mejor de lo mejor para poder ser el discípulo de un rabino.
Así que yo quiero que usted piense en esto, cuando Jesús se encuentra con Simón, con Juan, que los encuentra él en la barca, ¿saben lo eso significaba? Ellos no eran lo mejor. They were not the best of the best. Ellos no fueron donde Jesús a decirle, Jesús, queremos ser tus discípulos. No, miren esta otra contradicción: Jesús fue donde ellos y les dijo, síganme, sean mis discípulos.
Así que miren cómo Jesús estaba rompiendo la tradición aquí. Cuando se supone que un discípulo viniera a donde el rabino a decirle, yo quiero seguirte; aquí el rabino se estaba acercando al discípulo y le estaba diciendo, sígueme tú a mí. Cuando un rabino le había dicho a un discípulo, no, tú eres no eres bueno; Jesús le estaba diciendo, sí, tu eres bueno y te quiero. Donde otros no veían esperanza, Jesús sí vio esperanza. Donde otros no veían potencial, Jesús vio potencial.
Y ¿saben qué, mis hermanos? A mí me causa tanta alegría el yo saber que Jesús vio algo en mí que él quería usar y créanme que I was not the best of the best. Yo no lo era ni lo soy todavía. Yo estoy seguro que yo estoy aquí de frente a un montón de personas que no van a decir que ay, yo soy el mejor de los mejores, y si usted lo ve una oración de humillación no vendría mal.
Pero el mero hecho de que Jesús se acerca a nosotros y nos dice, yo te quiero, ¿saben qué? Eso es una de las palabras más bellas que un ser humano puede escuchar. El usted decirle a alguien, yo te quiero, y no es como que ay, sí, yo te quiero. No, es decirle, yo te quiero, hay algo que tu tienes que me complementa a mí y yo necesito eso. es decirle, te necesito.
Mire, si un esposo le dice eso a una esposa, créanme que va a tener tremenda cena ese día. Hopefully, esa es la esperanza. O lo lleva al sitio que mejor quiere comer. O si una esposa se lo dice a su esposo, uuu, veo velas que se van a encender esa noche o algo. Pero ¿saben qué? mi hermano, el que una persona se sienta necesitada trae un sentimiento de satisfacción tan y tan grande porque usted le está dando no es un sentido de utilidad, como que eres una cosa, déjame usarte. No, no, no sino que le estás dando a esa persona un sentido de que yo sirvo para algo, yo puedo hacer algo, hay algo que yo puedo hacer para contribuir a esta sociedad.
Y eso es lo que Jesús hace con cada uno de nosotros, mi hermanos y hermanas, él te ve a ti donde tu estás, sea que estés metido en el hoyo del fondo podrido por ahí abajo, o sea que estés más para menos en tu vida, el Señor te ve y de dice, yo te quiero, yo te necesito. Hay algo en ti que yo quiero usar. Y ese llamado, mis hermanos y hermanas, se ve día tras día en medio de nuestras vidas. Y no se ponga a pensar, pero Dios, yo no puedo ser pastor. A, a, ah, ¿saben qué? Voy a eso, estoy aguantando esa parte para después.
Si usted trabaja en sea lo que sea, llene usted el blanco, puede ser hasta ama de casa, sea lo que sea, usted puede ser un conductor de guaguas públicas aquí en Boston, usted puede ser un electricista, usted puede ser un contador, usted puede ser un artista, usted puede ser lo que usted sea que esté haciendo ahora, pero a través de eso usted puede cumplir con el llamado de Dios en medio de su vida, usted puede cumplir con ese sentido de vocación. ¿Sabe por qué? Porque si usted lo hace con el deseo genuino e intencional de glorificar a Dios y que otros puedan recibir ese impacto de Dios en medio de sus vidas, usted va a estar obrando bajo la voluntad de Dios.
Ahora, si usted solamente está escogiendo una carrera porque ah, me voy a meter a ser contable porque eso me deja chavo, o me voy a meter a ser arquitecto porque eso es lo que hay, ahí tengo mi retiro seguro, o me voy a meter a ser un stock broker porque yo sé que ahí definitivamente voy a poder tener el Ferrari rojo que yo quiero.
Si usted está buscando una carrera solamente por los beneficios materiales que usted pueda obtener, usted va a ser la persona más infeliz. Iba a decir otra, ¿sabe por qué? Porque su felicidad va a estar basada en las cosas materiales que usted ha obtenido y tarde o temprano esas cosas materiales se van a pique.
Ahora, pero si su sentido de felicidad, si su sentido de razón de ser, ahí es donde yo quiero llegar, si su sentido de razón de ser está firmemente basado en un deseo genuino de honrar a Dios a través de todo lo que usted hace y que Dios pueda obrar a través de usted en las vidas que están a su alrededor. Entonces, no va a haber nada material que se pueda comparar a lado de lo que Dios va a estar obrando en medio de su vida.
Y hermanos, quiero ir a esta otra parte que estoy aguantando tiempo hace. ¿Saben qué? Muchas veces nosotros no hablamos de estos llamados específicos, pero son llamados que son necesarios también. Hablamos de que sí, mira eres carpintero y ese es tu llamado, esa es tu vocación, mira que Dios te use a través de eso. Eres terapista, mira que Dios te use a través de eso, pero ¿saben qué? Yo creo que Dios también tiene un llamado para levantar a pastores, Dios también tiene un llamado para levantar maestros de su palabra, Dios tiene un llamado para elegir a personas así como Julie y enviarlos a la Patagonia y ser misioneros allí y créanme, que la Patagonia sería un bonito lugar para ser misionero he escuchado, que la Patagonia es bien bonita.
Pero el mero hecho de que yo vea que si uno le pregunta a alguien, hey, ¿tu quieres ser pastor? Yo, cómo hice yo mis hermanos. ¿Que hay de malo con eso? ¿Que me voy a morir de hambre? Hey, si tu estás sirviendo al Señor, el Señor se va a encargar de que todas tus necesidades estén cubiertas desde la a hasta la z. Y yo creo, mis hermanos, yo lo creo firmemente, esto es algo que yo no lo digo mucho porque tengo mucho cuidado, porque yo sé que también aspirando al pastorado que mejor es que aspiren a ser otra cosa. Yo también lo creo así, y soy bien cauteloso con eso, pero yo creo firmemente que aquí en este lugar, como también en muchas otras iglesias el Señor está tratando con gente, con hombres, con mujeres, que está verdaderamente levantando un nuevo liderazgo para el ministerio pastoral de la iglesia en general, que va a seguir moviendo la iglesia hacia el futuro, mis hermanos. Esto es necesario. No podemos reposar como quien dice en el liderazgo actual, porque tarde o temprano ese liderazgo actual va a llegar a su punto final y nuevos líderes tienen que surgir, nuevos líderes tienen que emerger que se atrevan a pararse aquí y declarar una palabra de vida, declarar una palabra de verdad, sin vergüenza alguna a lo que otros puedan decir.
Hay persona que Dios está inquietando firmemente de mandarlos a otros lugares en el mundo, pero dicen, ay, no me atrevo. Más sin embargo el Señor está ahí apretando sus botones, pushing your buttons, como quien dice en esas áreas de su vida. y hermanos, yo quiero que estas palabras puedan despertar en usted un deseo genuino de investigar, de indagar y de descubrir ese llamado específico que Dios tiene sobre su vida. y si es un llamado ministerial que usted pueda responder a él afirmativamente y no con cobardía. Porque si usted responde al llamado de Dios, créame, que nada le faltará.
Yo en los días que yo llevo hoy, yo no he visto al Señor que me falte en nada y asimismo son los ejemplos de muchas otras personas que yo he visto que han dedicado su vida al servir al Señor, que nunca les ha faltado nada, habrán tenido sus momentos como que hello, ¿dónde está? Pero viene el Señor siempre y lo levanta y lo pone en el lugar que tiene que estar. Piense usted ahora mismo, mi hermano y mi hermana, piense usted cómo usted está respondiendo al llamado de Dios en su vida. Piense cómo está respondiendo usted al llamado de Dios en su vida a través de todo lo que usted hace, ¿lo está haciendo para honrar a Dios, para que Dios sea glorificado a través de cada una de las transacciones en la vida que usted hace? ¿O lo que usted hace lo está haciendo más bien por sus propios beneficios personales y Dios queda a un lado rezagado? Lo hago porque necesito dinero en mi banco, lo hago porque necesito tener esta familia conmigo o lo hago porque necesito impresionar a aquel o a ella o lo estoy haciendo porque estoy tratando de vivir el sueño de otra persona y me siento infeliz porque no quiero vivir lo que verdaderamente yo quiero vivir, o lo que yo entiendo tengo que vivir. ¿Cómo respondemos al llamado de Dios?
Yo quiero que usted se ponga de pie, mis hermanos, y yo quiero que hagamos una oración ahora. Hay una canción bien bonita que es una canción que marcó mi vida desde la primera vez que yo la escuché, es una canción que habla acerca de servir al Señor sin reservas y sin condiciones, algo que solemos hacer mucho, ponemos reservas, ponemos condiciones y tratamos de encajonar a Dios en lo que nosotros entendemos es aceptable. Pero hermanos, Dios se va por encima de todas esas cosas, Dios se va por encima de cualquier reserva o condición que nosotros podamos ponerle. Y mira, y si usted no quiere responder a ese llamado de Dios, ¿saben qué? El Señor va a decir, ok, fine, whatever, have it your way. Y tal vez alguno de ustedes dirá, fine, I’ll have it my way, pero vas a seguir llevando una vida de constante sentido de insatisfacción porque van a estar estos espacios totalmente vacíos en ti, porque realmente no te has alineado con lo que Dios tiene intencionado para tu vida.
Y si tu deseo realmente es de agradar a Dios, pues entonces yo te pido que tu consideres estas palabras, si tu sigues llevando tu vida en la forma en que a ti te dé la gana, te vas a seguir encontrando con tus bajones de vez en cuando y de cuando en vez, pero si tu decides alinear tu vida a ese propósito de Dios de responder a un llamado, de estar en comunión con él, responder al llamado de amarlo a él y de responder al amor que él te da a ti, y el resultado de eso que entonces a través de todas las cosas que tu haces, que tu puedas decir, Señor, me levanto en este día enfrento a mi jefe, enfrento a mi colega, enfrento mis estudios, enfrento a mi maestro, enfrento al compañero que me encuentro en la guagua, enfrento a la persona que sea y yo quiero que lo que sea que yo haga pueda traer un impacto a esa vida de quien tu eres y de lo que tu significas en mí.
Yo quiero responder a ese llamado Señor Jesús, que mi vida esté determinada por ese tipo de mentalidad, por ese tipo de pensamiento, que si estoy en la fila del colmado y veo que el cajero tiene una mala cara, hey, extiéndele una sonrisa. Tu no sabes lo que tu sonrisa puede hacer en la cara de ese cajero. O la rechaza y mira para al lado y sigue con la trompa arriba o te mira y se echa a reír otra vez. Eso, mis hermanos, ese gesto que tanto puede hacer.
Y también está, mis hermanos, el llamado al ministerio que Dios puede tener sobre muchos de ustedes, el Señor te necesita, el Señor te quiere, te quiere para él, te quiere para seguir moviendo su obra, su reino adelante y ¿saben qué? él te dice, tu tienes algo que yo quiero, tu tienes algo que yo deseo, hay algo que yo he puesto en ti que yo quiero usarlo. Si tu me entregas eso, entonces tu verás cómo yo voy a obrar a través de ti.
¿Cómo respondemos a ese llamado, mis hermanos? ¿Cómo respondemos a ese llamado? Yo te invito a que si tu quieres tomar un tiempo de oración pensando claramente en esto, yo te invito aquí al frente y mientras nosotros cantamos esta canción que tu verdaderamente puedas enfocarte en el Señor, y decir, Señor, mira sí, yo quiero responder a tu llamado sin reserva, sin condiciones, aquí estoy Jesús, yo quiero responder a ese llamado que tu tienes sobre mi vida en la forma en que este se manifieste, yo quiero responder a ese llamado.
Cierra tus ojos y medita en esas palabras, por favor.
Heme aquí Señor, envíame si te puedo servir aquí estoy
En tus manos Señor, como el barro soy
Para que me hagas a tu imagen tómame
Dile, yo lo haré
Yo lo haré, te obedeceré
Sin reservas ni condiciones te seguiré
Yo lo haré, te obedeceré
Sin reservas ni condiciones te serviré
Si mi vida te sirve la entrego a ti
Hoy la rindo a tus pies, Señor Jesús
Te entrego mi ser y mi corazón
No hay sentido en vivir sin no es para ti
Yo lo haré, te obedeceré
Sin reservas ni condiciones, te seguiré
Yo lo haré, te obedeceré
Sin reservas ni condiciones, te seguiré
Yo lo haré, te obedeceré
Sin reservas, ni condiciones te seguiré
Yo lo haré, te obedeceré
Sin reservas ni condiciones te seguiré
Ahora yo quiero que tu ores así. repite esta oración si así lo sientes hacerlo:
Señor Jesús, tu tienes un llamado en mi vida, tal vez lo conozco, tal vez en parte, pero mi deseo es servirte, mi deseo es ser útil para ti, aquí está mi vida, lo que tengo, Señor, mis altas, mis bajas, las entrego a tu altar, para que tu hagas como tu quieras, con lo que hago Señor, con lo que tengo, con mis palabras, con mis acciones, con lo que yo escribo, con lo que yo pienso, quiero responder a tu llamado de reflejar tu amor a otros a mi alrededor, úsame como tu quieras, que yo no me acobarde, sino que tenga el valor de confiar en ti, de confiar en tu promesa, de que si tu estás conmigo nada me faltará, Señor. Úsame en mi trabajo, úsame en mi casa, con mi familia, con mis hijos, con mi esposo o mi esposa, con mi hermano o hermana, con mi novio o mi novia, sea quien sea Señor, ahora mismo yo declaro que tus hijos e hijas, mi Dios, puedan abrir sus ojos a esa realidad de que tu ves algo en ellos que tu quieres usar, que hay algo, Señor, hay un potencial en sus vidas que tu quieres explotar, mi Dios para que gente, mi Dios, a su alrededor lo puedan recibir y puedan acercarse a ti, Señor, ahora mismo sobre cada uno de ellos y ellas, mi Dios, yo declaro tu bendición, Jesús, yo declaro que ellos abran sus ojos a una nueva realidad en ti, mi Dios, que ninguno de ellos se vean como poca cosa, sino que ellos se vean como un gran instrumento tuyo para bendecir e impactar las vidas de otros a su alrededor, para impactar la vida del sistema, de la sociedad en la cual vivimos, Señor Jesús. He aquí tu llamas, tu llamas personas a tomar lugar, tomar posesión en distintos lugares, en distintas esferas, mi Dios, en las cuales nos movemos.
Tu estás llamando artistas a que puedan proyectar imágenes, mi Dios, que te comuniquen a ti. Tu llamas a poetas, tu llamas a escritores, tu llamas a maestros, mi Dios, tu llamas albañiles, tu llamas a contratistas, tu llamas a enfermeros, enfermeras, o a terapistas, tu llamas a administradores, mi Dios, tu llamas a farmacéuticos, tu llamas a médicos, tu llamas a abogados y también llamas a aquellos que puedan entrar al ministerio, Señor Jesús, también que puedan mover la iglesia adelante hacia el futuro, Jesús, sobre cada uno de ellos ahora mismo yo declaro, Señor, que ellos puedan responder sin reservas que puedan responder sin condiciones y que puedan obedecer al llamado que tu tienes sobre sus vidas, Jesús, llénalos de ti, Jesús y que seas tu por encima de todas las cosas, llevándote toda la gloria y todo el honor, Jesús, eres el tu el que se lleva toda la gloria y todo el honor en medio de nuestras vidas, nuestro deseo, Señor Jesús, es que seas tu exaltado por encima de todas las cosas, Jesús, oh te adoramos, Señor, te adoramos Jesús, te adoramos Jesús. Yo lo haré, yo lo haré, yo lo haré, sí, Señor, te obedeceré, sin reservas ni condiciones, te seguiré
Yo lo haré, te obedeceré
Sin reservas ni condiciones, te seguiré
Yo lo haré, te obedeceré
Sin reservas ni condiciones, te serviré
Yo lo haré, te obedeceré
Sin reservas ni condiciones, te seguiré
Oh, sí Señor, tu nos llamas Jesús y al menos los que nos comprometemos contigo decimos que lo haremos, Jesús, obedeceremos tu voz y confiamos en tu promesa, Señor de que tu estará ahí para cada cual. Te damos las gracias, Señor, gracias, Jesús.
Hermanos toma un tiempo hoy darle gracias a Dios. Hermanos, tenemos que darle gracias por el mero hecho de que él quiera hacer algo con usted. Dele gracias, dele gracias. y si no sabe cómo, pídele al Señor que te muestre, gracias Jesús, gracias, Jesús, gracias Señor. Gracias, tu tienes propósitos con tu iglesia, gracias Jesús. Tu tienes propósitos con tus hijos e hijas, mi Dios, ahora mismo Señor quita toda confusión, mi Dios, quita toda nube de cuestionamiento, Señor y que haya una sensibilidad genuina de poder obedecer a tu llamado, Jesús. Bendigo a tu pueblo, Señor, lo bendigo en tu nombre Jesús, lo que ellos hagan de hoy en adelante que lo puedan hacer con esa mentalidad y esa convicción que lo hacen para ti, Jesús, lo hacen para ti, Señor, para que seas tu glorificado y exaltado en medio de todas las cosas. Gracias, Dios. En tu nombre Jesús, amen y amen. Gracias, Señor. Gracias, Jesús.
Hermanos, que el Señor les bendiga, que el Señor les guarde, que el Señor haga resplandecer su rostro sobre ustedes y les dé la paz. Vayan el nombre de Jesús, impacten la vida de otros en el nombre de Jesús. Bendiciones, hermanos, adelante en el Señor.
Algo más grande que la vida normal (Lucas 5)
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Abramos nuestras Biblias en el libro de Lucas, el Evangelio de Lucas, Capítulo 5. No sé, cuántos sienten que Dios está a punto de hacer algo grande en nuestras vidas y en Nueva Inglaterra. Amen. Y que esto incluye a usted, que el Señor no se va a olvidar de usted, que a la vez que él hace algo grande en Nueva Inglaterra también ha de hacer algo grande en ti. ¿Lo crees? Amen.
¿Y saben? Y no disculpo si alguno de esos amen fueron con un poco tibio porque yo no sé de usted, y he tenido esta conversación con muchos, y yo sé cómo se puede sentir alguien que a la vez de saber que la aventura más grande de su vida se aproxima, la cosa más grande que ha de hacer de Dios, los días más especiales de su vida se aproximan, a la vez uno se da cuenta que esa aventura y esos tiempos no vienen sin un costo, que tal vez la bendición más grande de toda tu vida, la experiencia más especial de toda tu vida también será acompañada con un costo que nos viene, que ese tipo de bendición no viene gratis, que nos va a costar.
Y en esta mañana, hermanos, yo le afirmo que sí a ambos, a ambas intuiciones, ambos sentimientos. Sí, viene gran bendición para su vida, sí Dios tiene grandes planes para su vida. Él quiere hacer cosas grandes a través de ti y de su vida, y hermanos, no le va a costar mucho, nos va a costar todo. Y hay un nombre para esa experiencia, se llama discipulado. Esta es la aventura de seguir a Cristo.
Y hermanos, les invito al Evangelio según san Lucas Capítulo 5, y hermanos, no sé de usted, pero tal vez usted tiene una Biblia Reina Valera como tenemos mucho y como tenemos aquí representado por el Internet, y los editores de la Biblia Reina Valera marcaron este texto con un título que aún ustedes lo pueden ver de ahí y ¿qué dice ahí que aconteció en Lucas, Capítulo 5 del versículo 1 al 11? La pesca milagrosa.
Ahora, vean algo interesante. Si fuéramos a ver este mismo texto en la Nueva Versión Internacional el título cambia, los editores de la Nueva Versión Internacional and if you’re following along in English and you apeen to have an NIV Bible and a bilingual Bible like me, it’s the only way I would catch it, side by side you have these two titles, y esos editores titulan esta porción bíblica ¿cómo? Llamamiento de los primeros discípulos.
Pastor, ¿qué pasa aquí? ¿Qué es lo que está aconteciendo aquí? ¿Esto es la pesca milagrosa o el llamamiento de los primeros discípulos? ¿Qué es lo que está pasando aquí? Y, hermanos, a propósito, lo que está pasando aquí es que el evangelista Lucas, no escribió ninguno de estos dos títulos, ningunos de estos dos títulos aparece en el griego. Y esto está bien, esto es para ayudarle. Alguien hizo una decisión que para poder ayudarle en buscar los textos bíblicos, un editor dijo, bueno, hizo una decisión de declarar, esta es la cosa más importante que está aconteciendo en este texto. Y un editor dijo, bueno, la cosa más importante que está aconteciendo en Lucas Capítulo 5 del 1 al 11 es la pesca milagrosa. Otro decidió, no, no, no, lo más importante que está aconteciendo en este texto es, el llamamiento de los primeros discípulos. ¿Qué dice usted?
Volvamos a la Reina Valera. Gracias, mis hermanos. ¿Sabe lo que yo pienso? Yo creo que el milagro más grande que hace el Señor, que siempre ha hecho, que sigue haciendo es que un individuo, una persona decida seguir a Jesús y ser su discípulo. Yo creo que eso aún hoy es la cosa más grande que puede hacer el Señor. ¿Saben por qué? El Señor puede obligar que un demonio huya por el poder de su palabra. El Señor por el poder de su palabra hace que los ciegos vean, que los paralíticos caminen, que los muertos salgan de sus tumbas. El Señor puede hacer grandes cosas aún el Señor a través del poder de su palabra puede cancelar las leyes de la naturaleza como hizo aquí y como veremos en este milagro de la pesca milagrosa. Pero el Señor no obliga a nadie a que lo siga. El Señor no obliga a nadie que lo siga, el Señor no puede o por lo menos él ha decidido que nadie lo siga por obligación.
El que sigue a Cristo, el que hace la decisión de dejar, imagínese, dejar todo lo que conoce, todas sus costumbres, la manera en que lo criaron, lo que da placer, la manera en que ve el mundo, para seguir al Señor, a lugar tal vez misteriosos y desconocidos, imagínese lo grande que es eso. y todo el mundo, si usted está aquí y ha hecho esa decisión de seguirlo a Cristo lo hizo porque usted quiso, porque el Señor los llamó y usted obedeció la voz del Señor. y gloria a Dios, hermanos, si usted está aquí y dijo sí, amen, Señor te sigo, porque ¿sabe? Para muchos, yo diría para la gran mayoría del mundo y nosotros lo tenemos por sentado porque estamos en un país donde la palabra de Dios brota como agua de la peña y está disponible donde quiera y hay una mayoría especialmente en un lugar así tan especial, como esta iglesia en un domingo, de discípulos de Cristo. Vea Tailandia donde está predicando Julie a donde 1% de la población ha hecho esa decisión. ¿Por qué es tan difícil allá? ¿Sabe por qué? Y yo diría aún en los EEUU, aún en este país para muchos este salto de seguir a Jesús es demasiado peligroso. It’s just too much to ask. Están pidiendo demasiado de que sigan a Jesús. Y prefieren ser religiosos a ser discípulos de Cristo.
El pastor estuvo predicando unos domingos atrás acerca de la diferencia de una vida religiosa y una vida en el espíritu. ¿Se acuerdan? Que no son iguales. La vida en el espíritu y la vida religiosa es muy distinta. Y, hermanos, por los propósitos de esta mañana yo puedo distinguir una vida religiosa o una vida de un discípulos de Cristo en esta manera, esta es la manera, yo creo que este es el marco que define al discípulo de Cristo de una persona religiosa, y es esto: quién sigue a quién.
Uno puede vivir una vida en que uno coloca a Jesús o la imagen que uno ha inventado de Jesús dentro de los marcos de su vida religiosa. Pero en la realidad el que está haciendo todas las decisiones en su vida, el que está programando su vida, el que determina qué haces, qué dices, cuándo lo haces, y por qué eres tu. tu estás viviendo tu vida, tu estás sentado en el trono de tu vida como vemos en los materiales de discipulado. You are calling the shot. Tu eres la persona que estás dirigiendo tu vida y Cristo, tu esperas que Cristo en tu jornada, en una jornada que usted mismo ha programado espera que Cristo te siga a ti si eres religioso. O sea, no es tan consistente que una persona religiosa diga, espero que Dios bendiga este esfuerzo, o espero que Dios nos acompañe o que Dios te bendiga o Dios te acompañe, porque en realidad eso es lo que hacemos. Cuando somos religiosos estamos diciendo que Jesús nos acompaña a nosotros, estamos esperando que él nos siga a nosotros, nos acompañe, nos bendiga en la jornada de la vida que nosotros mismos hemos programado.
En cambio, el discípulo sigue a Jesús. El discípulo ha hecho una decisión de dejar su vida en una entrega total para seguir a Cristo. Ahora, ¿cómo llega uno a ese extremo? Cómo es, y ustedes se dan cuenta, tal vez, especialmente en un país como este, los EEUU que atesoramos nuestros derechos, nuestro tiempo, nuestra independencia, venimos muchas veces de lugares a donde tal vez aquí por primera vez usted puede decidir cómo vivir y de momento vas a entregar ese derecho de decidir cómo usted vive, para seguir a Cristo. ¿Cómo llega uno a esa decisión?
Me encanta este texto, ¿sabe por qué? Porque es un retrato, es una grabación de este proceso. Nosotros podemos ver un hombre convertirse y sus socios, convertirse en discípulos de Cristo delante de nuestros ojos. Y comienza hermano todo discipulado comienza con un encuentro con Jesús, todo discipulado, cada discípulo comienza con un encuentro con Jesús y para Pedro, el evento que transformaría su vida aconteció a la orilla del lago Gennesaret, aquí en Lucas Capítulo 5:
“Aconteció que estando Jesús junto al lago de Gennesaret, el gentío de agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios y vio dos barcas que estaban cerca del a orilla del lago y los pescadores, y habiendo descendido de ella lavaban sus redes. Y entrando en una de aquellas barcas la cual era de Simón, le rogó que le apartase de tierra un poco, y sentándose enseñaba desde la barca a la multitud....”
Hermanos, lo primero que queremos enfatizar es que uno puede conocer a Jesús, entre comillas, sin haber tenido un encuentro con Jesús. Uno puede hasta oír a Jesús predicar oír la palabra de Jesús sin haber tenido un encuentro con Jesús. Uno puede aún, ver al Señor hacer cosas milagrosas y poderosas aún en su propia casa sin haber tenido un encuentro personal con Jesús. Y por lo menos en este punto de la vida de Pedro, ese es el caso de Pedro precisamente.
Si vemos un poco más adelante en el versículo, anteriormente en el Capítulo 4 de Lucas, versículo 38 algo acontece en la misma casa de Pedro algo acontece allí.
Dice que “... entonces Jesús se levantó y salió de la sinagoga y entró en casa de Simón. La suegra de Simón tenía una gran fiebre y le rogaron por ella, e inclinándose hacia ella reprendió a la fiebre y la fiebre le dejó, y levantándose ella al instante le servía....”
Esto aconteció ¿dónde? En la misma casa de Pedro, y no solo eso,
“...al ponerse el sol todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él, a Jesús y él poniendo manos sobre cada uno de ellos los sanaba. También salían demonios de muchos dando voces y diciendo, tu eres el Hijo de Dios. Pero él los reprendía y no les dejaba hablar porque sabían que él era el Cristo...”
Hermanos, no sé de usted, pero mi impresión es que Pedro estuvo aquí, Simón Pedro estuvo aquí para todo esto. Él fue testigo de todos estos acontecimientos. Esto se está llevando a cabo en la casa de Pedro. Ahora, hermanos, también me dice esto de Pedro: el hombre no era un hombre rico pero tampoco era un vagabundo. Él estaba viviendo el sueño de la clase media. ¿Qué sabemos de él? Si el tenía suegra, ¿qué tenía él? Tenía esposa, tenía su hogar, y también sabemos que él tenía una casa, y no solamente cualquier casa, yo creo que por algo esto está aconteciendo en la casa de Pedro, esto es por lo menos una casa suficientemente grande para acomodar varias personas. Y encima de eso él tenía su negocio, él era un pescador que era el comercio principal de esa región, y parece que le iba bien porque encima de tener sus barcas y su negocio, ¿qué más tenía él? Socios. ¿Qué más quería él?
Y hermanos, ese es el punto. El Señor nos visita muchas veces en el momento, es tan difícil ver el poder de Dios y apreciarlo en el medio de nuestra vida normal, común, corriente. Y Pedro, yo me imagino que Pedro le tenía gran respeto a Jesús. Él le abrió la casa a Jesús. Y hermanos, eso está bien, eso es un gran comienzo, uno puede abrirle la casa a Jesús sin abrirle el corazón. Uno puede reconocer, este es un gran rabí, sin reconocer, este es el Hijo de Dios, el jefe de mi vida, mi Dios y mi Rey. Uno puede decir, ese es un gran hacedor de milagros, sin decir, él es mi Dios.
Y esta es la situación de Pedro en este punto. Jesús lo conocía, él conocía a Jesús, ellos se había cruzado, Jesús le tenía suficiente confianza para tomarle prestada su barca y pedirle ayuda, pero yo me imagino, hermanos, que si sacamos un retrato, si congelamos ese punto y le preguntamos en ese punto, en el momento en que Jesús se subió a la barca para usarla como un parlante para predicar a esta multitud, y si uno le preguntara a Pedro en ese momento, ¿este rabí que usted tiene sobre su barca, este hombre que tu estás ayudando, quién es él? ¿Le contestaría ese es mi Dios, ese es mi Rey, ese el que determina el curso de mi vida, ese es el que hace las decisiones por mí? Ves, yo creo que Pedro era un gran admirador de Jesús, creo que le tenía hasta cariño pero no era su discípulo, todavía no lo seguía.
¿Y saben lo que se necesitaba para romper este patrón y para hacer esa transición? Una crisis. Y esto lo vemos en los siguiente versículos. Para ti y para mí tal vez esto no aparezca como una crisis pero nosotros no somos Pedro. ¿Cuántos dicen cada vida es un mundo? Para ti y para mí un día sin peces no es gran cosa, para Pedro esto es una catástrofe y sigue esta Escritura:
“... después del Señor haber terminado de hablar, cuando terminó de hablar dijo a Simón, boga mar adentro y echad vuestras redes para pescar...”
Ok, ¿qué está diciendo Jesús aquí? Hermanos, imagínense que usted es un electricista y digamos su tío le acompaña que no sabe de nada de electricidad y te aconseja cómo tirar el cable en una casa. O imagínese que usted es un mecánico y está cambiándole una transmisión a un automóvil y yo te aparezco, que a veces me confundo dónde meter la gasolina, y yo te aconsejo tal vez este aflojo, este tornillo. Dices, gracias Samuel, gracias. Quédate en el carro, ahí me ayudas mucho mejor. Imagínese.
Pedro se supone era el experto en la pesca ¿verdad? Y aquí, hermanos, tenemos una lucha y la lucha se llama el maestro del lago. ¿quién es el maestro del lago aquí? Ahora, se supone que Pedro siendo un pescador comerciante conoce este lago como la palma de su mano. ¿Cuántos de ustedes saben eso? Tal vez tu y yo, algunos que han pescado para recrearse no nos importa dónde pescamos, si es un río, si es altamar, donde quiera que pensamos que hay peces, ahí lo echamos, como que si nos toca peces ese día o no, qué nos importa. Pero un pescador comerciante, fíjate es raro que se mueva del mismo cuerpo de agua. Toda su vida están pescando en el mismo lugar, puede ser que aún el padre de Pedro pescaba en este lago. Sabemos, por ejemplo, que el padre de Juan y Jacobo pescaba en este lago porque él estaba con ellos en este día. Puede ser que estas barcas eran una herencia que el abuelo de Pedro le pasó al padre, el padre a Pedro y el mismo lago, ellos pescaban en este lago todas sus vidas. Como los pescadores que nosotros conocemos aquí en Nueva Inglaterra que van a Gloucester y Gloucester para ellos es, nosotros vemos agua y un paisaje, ellos ven su vida. y la cosa es esta, es muy preciso el arte de pescar, y para ellos tienen que programar el viento, la marea, las corrientes, las estaciones de la luna, todo esto ellos lo tienen en cuenta para decidir dónde echar las redes. Y aún así fracasan, aún así tienen días como Pedro.
Dice aquí, “...Pedro le respondió y le dijo, Maestro toda la noche hemos estado trabajando y nada hemos pescado, más en tu palabra echaré la red...”
Y hermanos, ¿saben qué? Tal vez tu estás aquí en la línea entre amo al Señor pero yo sé que él me está llamando a algo más profundo. No sé pero yo sé que me espera algo más, yo siento el espíritu de Dios jalándome misteriosamente a conocer este Jesús más y abandonarme más en su voluntad. Pero algo me ata, y ¿sabes qué? El cruzar esa línea es más fácil de lo que usted piensa.
Es la cosa más fácil que usted puede hacer y a la vez la cosa más poderosa. En este caso fue así. Jesús le dice a Pedro, ¿sabes qué? Tu has estado pescando toda esta noche, has usado tus mejores intenciones, has usado toda tu experiencia, tu has hecho todo lo que tu puedes y qué has logrado? Nada. Ahora, hazme caso. Aunque no tenga sentido lo que te estoy diciendo, aunque no es consistente con todo lo que tu conoces, con toda tu experiencia, con todo lo que tu has vivido, no tiene sentido esto, obedéceme. Ponme a prueba.
Y ¿saben qué? Pedro se tuvo que dar cuenta de algo. En este momento por más experiencia que él tenía él no era el rey del lago, él no controlaba el lago. La vida de Pedro, su bienestar dependía de los caprichos de los peces y el ritmo de este lago. Si el lago decidía él comía y su familia comía, si el lago decidía, si su experiencia lo comprobaba, su socios recibían su salario para ese día.
Hermanos, cada uno de nosotros sin Cristo estamos expuestos a poderes que controlan tu vida. En otras palabras, hermanos, el hecho de que usted controla su vida, que yo controlo mi vida, es una ilusión. Nadie aquí tiene control, últimamente nosotros no tenemos control. Al final el Señor nos muestra que nuestras vidas son algo frágiles. Tenemos cuerpos que se enferman, seres queridos que se mueren, tenemos negocios que dentro de unos meses si se cambia ahora estamos hablando de los cambios en la economía, y diariamente si usted es un negociante a usted le importa la salud de la economía, usted está siguiendo la bolsa de valores, ¿por qué? Usted no tiene control sobre esas cosas, pero sí tienen control sobre usted.
Tienen control, hermanos, nuestros matrimonios son cosas frágiles. Nuestras relaciones son cosas frágiles y de vez en cuando el Señor permite una crisis. Y hermanos, no estoy celebrando la crisis en su vida, todo lo contrario, yo estoy diciendo esto: el que nosotros nos demos cuenta que no tenemos control, que nosotros nos demos cuenta que hay algo que ha acontecido en nuestra vida que tal vez no lo hemos pedido, o lo hemos tratado de evitar con todo lo que sabemos, con toda nuestra experiencia, con nuestras mejores intenciones, y aún así nuestra vida ha sido torcida por algo que de momento ha tomado control de tu realidad y por un momento tu estás dispuesto a hacerle caso a Jesús y tal vez obedecer las locuras que el Señor te pide. Ahora confía en mí.
Ahora entrégame tu vida. Ahora permíteme intervenir en tu vida. Y eso es lo que quiere Dios contigo. Y Pedro sin nada que perder le dice, Señor, sabe, esto es contrario a todo lo que yo sé, todo lo que yo conozco, toda mi experiencia, yo conozco este lago íntimamente, pero si tu lo dices. Tal vez lo hizo para complacer a Jesús. Tal vez lo hizo con sus dudas, pero lo hizo, lo hizo.
Y hermanos, al fin y al cabo esa es la fe. Toda la fe es así. el tomar al Señor, a su palabra y hacerle caso aún cuando no tiene sentido, hacerle caso aún cuando es una locura, cuando uno confronta la palabra de Dios lo mide contra su vida y dice, esto no concuerda con esto en el nombre de Jesús echaré la red, en el nombre de Jesús lo voy a probar. Y entonces,
“.... y habiendo hecho esto encerraron gran cantidad de peces y ¿qué paso, mis hermanos? Su red se rompía. Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca que viniesen a ayudarlos y dicen que tuvieron muchos que ayudarle con la pesca y viendo esto, Simón Pedro cayó de rodillas ante Jesús diciendo, apártate de mí Señor, ya no Maestro fíjate, Señor, porque soy hombre pecador, porque por la pesca que había hecho el temor se había apoderado de él y de todos los que estaban con él...”
¿Qué es lo que está aconteciendo aquí? Pedro había visto a Jesús sanar enfermos, y esto no lo llevó a sus rodillas. Pedro había visto a Jesús tal vez hacer que paralíticos se pongan de pie, esto no lo trajo a sus rodillas. Pedro había oído a Jesús predicar, esto no lo hizo caer en sus rodillas. Pedro había sido testigo de que Jesús echara fuera demonios, en su propia casa, sanando a su propia suegra, todavía no había caído de rodillas. Después de esta pesca Pedro cae de rodillas y dice, tu eres mi Señor. ¿Saben por qué? el Señor sabe la crisis que provocará que finalmente los puede hacer caer de rodillas, y eso es bueno, eso es bueno.
Y hermanos, no es que el Señor sea sádico y nos quiera afligir, pero ¿sabe lo que quiere hacer el Señor? él nos quiere llevar al punto en que digamos, Señor, yo me abro a tu gracia. Tu eres el Señor y yo ni siquiera merezco estar delante de tu presencia. Señor, pido tu favor, pido tu intervención haz algo en mi vida. Una puerta abierta. Y el Señor, ¿sabes lo que quiere el Señor contigo? ¿Por qué el Señor nos lleva a este punto? ¿Por qué es que el Señor nos lleva a tener situaciones que no podemos resolver sin él? ¿Por qué es que el Señor permite caos que no podemos confrontar sin él? ¿Sabes por qué? Porque él tiene un plan para tu vida mucho más allá que tu crisis. La agenda de Dios es poderosa, el Señor se acerca a Pedro y le dice:
“.. no temas, desde ahora serás pescador de hombres y cuando trajeron a la tierra las barcas, dejándolo todo le siguieron...”
Hermanos, tu que estás decidiendo, bueno, yo he oído la palabra de Dios pero yo sé que en el momento que yo venga al Señor algo va a cambiar. Sabe, no es que usted duda del poder de Dios, usted conoce y reconoce muy bien que Dios tiene el poder de cambiar su vida y eso es lo que tal vez usted teme. Usted teme lo que Dios puede hacer en su vida. Usted teme que Dios sea el jefe de su vida. Usted teme que el Señor haga las decisiones por ti. Usted teme perder la independencia. Tal vez usted teme porque no sabe lo que Dios va a hacer con usted, dónde Dios te va a llevar, qué es lo que tal vez tengas que dejar, qué es lo que tal vez tengas que sacrificar.
Si ese eres tu esta mañana, yo te puede garantizar que algo grande, mucho más grande que meramente pescar a la orilla del mar tiene Dios para ti, algo más grande que la vida normal tiene Dios para ti, algo más grande que la vida de la cual tu estás acostumbrado tiene Dios para ti. Dios te quiere hacer no meramente un pescador cualquiera, pero un pescador de hombres. El mismo Pedro, el mismo carácter, el hombre tenía que tener un carácter para ser jefe de los hijos de Sebedeo, algo tenía que tener, algún liderazgo tenía él. Jesús vio todo eso en él y él dijo, sabe, si tu confías en mí yo puedo tomar tu vida, tu DNA, aún tus fracasos, aún las cosas de la cual tal vez ahora tu consideras una tragedia o un fracaso, yo puedo tomar esas cosas y a la luz de mi poder, magnificarla mil veces y hacer algo glorioso a través de tu vida. Eres electricista, el Señor te quiere hacer un electricista para Cristo, donde la cablería del Señor van a través de ti y el poder de ti trabaja a través de ti.
Eres carpintero, el Señor quiere edificar templos y ciudades a través de ti. Lava usted trastes, el Señor puedo usar esas mismas manos para limpiar y lavar y cambiar la vida de muchos. Dios quiere hacer eso en tu vida en esta mañana. Solo le hacemos caso.
Hermanos, pongámonos de pie. Tal vez tu has estado pensando esto por mucho tiempo ya y Dios ha estado trabajando en tu vida ya por mucho tiempo. Tal vez no estaría aquí, tal vez usted ni siquiera estuviera sintonizando por el Internet si algo grande, algún caos, alguna crisis se hubiese provocado en tu vida y yo te tengo noticias, Dios puede resolver eso en un momento porque él es el que tiene control de tu vida, no tu situación. Saben me encanta que el Señor una y otra vez le muestra esto a Pedro, no solamente a través de la pesca pero le dice, Pedro, no te olvides yo soy jefe de este mar. En medio de una tormenta él le dice, ‘mar, cállate’, y el mar se calla. ¿Quién es el jefe del lago?
En otra ocasión el Señor toma una atajadero, el vez tomar el barco decide caminar sobre el lago. Pedro, ¿quiere probar a ver? Sal aquí, camina conmigo. Pedro ¿quién es el jefe del mar? ¿Quién es el jefe del mar?
Sabe, esta situación que parece que te va a hundir, anegar, tumbar es meramente el Señor demostrándote, yo soy el jefe de esto. Yo soy el jefe de tu salud, yo soy el jefe de tu economía, yo soy el jefe de tu futuro, yo soy el jefe de tus sueños académicos, yo soy el jefe de tu matrimonio, yo soy el jefe de tu esposa, de tu esposo, yo soy el jefe de tus hijos. Yo soy el jefe. Yo soy el rey sobre estas cosas.
Ahora, puedes decidir, seguir temiendo los vientos y la marea o abandonarte totalmente a aquel que tiene todo control de tu vida y decir, Señor, yo no sé hasta donde esta jornada me va a llevar, yo no sé hasta dónde vamos a llegar nosotros, pero yo sé esto, después de tu mostrarme quién tu eres, ya yo no puedo seguir viviendo como estaba viviendo. Yo necesito seguirte dondequiera. Estoy dispuesto a dejar mis barcas, estoy dispuesto a dejar mi manera de pensar, estoy dispuesto a dejar mis experiencias y seguirte donde tu quieras.
Cerremos nuestros ojos un momento. Si ese eres tu, si usted está diciendo, yo me hago hoy, yo he amado a Jesús, yo he escuchado su voz y ahora yo no quiero que no haya duda que yo soy discípulo de él y estoy dispuesto a seguirlo donde él quiera. Y hoy hago eso. Hoy yo bogo mar adentro, hoy voy donde él decida. Si eres tu te invito a levantar tu mano.
Gloria a Dios. Gloria a Dios. Gloria a Dios. Gloria a Dios. Si estás haciendo eso por primera vez te invito a otra cosa, te invito a pasar al frente y decir hoy me considero discípulos de Cristo. No te apures, considera eso bogar a mar adentro. En tu asiento tu estás dejando la barca, en tu asiento tu estás dejando tus dudas, en tu asiento tu estás dejando tu vieja manera de pensar, en tu asiento tu estás dejando lo que te está atrasando y te está compenetrando con el hacedor de tus milagros. Si ese eres tu, si deseas te invito a pasar.
Gloria a Dios. Lo que te espera es la aventura, todo tu vida hasta ahora ha sido mera práctica, ahora la verdadera historia comienza, ahora la verdadera aventura comienza. Ahora comienza.
Eres tu parte del ejército de Dios?
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Tengo ahora el privilegio de presentar al pastor Paul Taylor, Reverendo Paul Taylor, es un amigo de muchos años y un hombre de Dios, apasionado. Apasionado por el Evangelio, radicalmente comprometido. Es un hombre radicalmente comprometido con el Reino de Dios.
Usted sabe que ese en uno de nuestros valores como iglesia, producir gente radicalmente comprometida con el Reino de Dios, y él representa eso como pastor, apasionado por ver el Reino de Jesucristo establecido en la ciudad y en las estructuras de esta nación, de esta sociedad. Él ha pagado un precio por eso a través de los años, pero es un hombre de integridad que vive lo que él predica y representa esa mentalidad sobrenatural de la cual nosotros hemos estado hablando en estos días, esa mentalidad que se mueve en la zona del espíritu y que conoce esas dimensiones del espíritu. yo lo respeto mucho a él, es un amigo personal, como decía.
En esta mañana nos va a estar hablando acerca de precisamente cómo penetrar esas estructuras con los valores y los principios del Evangelio. Yo lo voy a estar traduciendo a él para que esto fluya lo más suavemente posible. Oren por mí para que el Señor me de entendimiento y también oren por nuestro hermano Paul para que Dios lo use grandemente. Denle un aplauso de bienvenida poderoso a Paul.
Que bendición es estar aquí hoy. Quiero que se voltee a la persona al lado de usted y diga ‘soy parte de una gran iglesia’. ¿Cree usted eso esta mañana? y ahora quiero que diga, ‘yo soy una gran iglesia’. Y yo estoy esperando poder transmitir esa mentalidad de ser la iglesia de Cristo a ustedes en esta mañana porque hay demasiados cristianos que asisten a una gran iglesia y por lo tanto el domingo es el mejor día de toda la semana.
Pero yo quiero que sepan a través de Cristo Jesús que el lunes puede ser el mejor día de toda la semana. Amen. El Señor no murió en la cruz para el domingo. Él murió en la cruz para el lunes hasta el mismo sábado también.
Fue hace unos cuantos años atrás que yo vine aquí y hablé a ustedes, impusimos manos sobre su pastor y lo ungimos como Apóstol a esta ciudad y a esta región. Y Dios lo ha bendecido poderosamente. Amen.
Esta verdaderamente es una gran iglesia y no solamente les ha dado un gran líder sino también grandes líderes: el pastor Gregory, Samuel y algunos de los otros que están aquí. Maravillosos hombres y mujeres de Dios. Pero hoy yo estoy aquí para ustedes. Dios ha puesto un llamado a mi vida de levantar un ejército de gente, un pueblo que busque su rostro, pero que después de buscar su rostro, salgan hacia la tierra como un gran ejército de Dios. Yo creo que mucha gente está esperando a que llegue ese gran ejército. ¿Saben qué? Está aquí en esta mañana, en este lugar. Acabo de decirles, me oyeron, que están aquí en este lugar esta mañana. Amen.
Y por lo tanto quiero que se pongan de pie ahora mismo. Mientras estaba aquí de pie adorando, el Señor me mandó a que orara por ustedes y que orara por una mentalidad, una forma de pensar que muchas veces nos dice, bueno, yo soy hispano y estoy en una nación diferente, extraña y que por lo tanto nos sentimos impotentes, ¿qué puedo hacer por Dios?
Y por eso en esta mañana queremos quebrantar ese tipo de manera de pensar. Yo estoy aquí para decirles que ustedes pueden hacer una diferencia, pero tienen que pensar en una forma diferente. Deben tener confianza en el llamado de Dios sobre sus vidas. Deben entender aquello para lo cual fueron creados, por qué Dios les creó y el propósito para el cual ustedes han nacido en este mundo.
¿Cuántos creen que tienen un propósito en esta vida? Dios no crea nada sin un propósito. Antes de usted naciera Dios ya tenía pensamientos acerca de usted, y él sabía por qué había de crearlo. Pero lo triste es que hay muchos creyentes que no saben cuál es su propósito en la vida.
Vamos a orar ahora mismo. ¿Están creyendo conmigo, hermanos? ¿Jóvenes, me creen lo que estoy diciendo? Vamos a quebrantar la desesperación y la falta de esperanza esta mañana. Vamos a quebrantar el desánimo en esta mañana. Y no me importa qué apariencia tenga el mundo allá afuera, yo sé lo que declara la palabra de Dios.
Pero usted tiene que creerlo. Así que cambie su manera de pensar. Vamos a orar en el nombre de Jesús, tomamos autoridad en esta mañana. Y venimos en contra de todo pensamiento, toda nuestra forma de pensar. Padre, este pueblo que tu has juntado, gente de diferentes naciones que tu has traído a América para un tiempo como este, en el nombre de Jesús, quebranto de ellos todo pensamiento de falta de importancia, todo pensamiento que sugiera que ellos no están a la altura, todo pensamiento que diga que no pueden hacer una diferencia, sea porque su idioma les impide, o por su educación o por su profesión u ocupación, cualquiera que sea el impedimento en el nombre de Jesús, esta mañana quebrantamos estos pensamientos y los desprendemos de ellos. Y por el poder de la sangre de Cristo Jesús los llamo a entrar en su destino, los llamo a escuchar, los llamo a ver, y los llamo a entender en esta mañana para que puedan convertirse en todo aquello para lo cual tu los has creado y declaro que ellos han de llenar su destino desde aquí en adelante en el nombre de Jesús oramos. Amen. Gloria al Señor. Denle un gran aplauso al Señor. ¡Aleluya! Recibimos, Señor tu palabra.
Tomen asiento, mis hermanos. Yo no tomo livianamente esas palabras. Quizás usted lo tomó livianamente, pero yo creo que hay un ejército de Dios en este lugar y que podemos cambiar este mundo para Jesús pero va a tomar más que simplemente oración. Muchos de ustedes saben que durante años yo he sido parte de un movimiento nacional de oración. No hay nada más grande que podamos hacer que orar al Señor. pero no solamente mis oraciones, sino también mis acciones y mi obediencia a lo que Dios me dicta o me manda hacer es lo que hace la diferencia.
El Señor no solamente oró sino que en Juan 5:19 también declara que él solamente hacía aquellas cosas que él veía a su Padre hacer y que oía que su Padre declaraba. ¿Están conmigo mis amigos? Es tiempo, no solamente de orar sino también de escuchar y obedecer lo que Dios está diciendo. Usted y Dios hacen mayoría.
Yo le doy tantas gracias por su pastor por lo que Dios me ha cambiado, me ha transicionado a hacer. Mucho de lo que estoy haciendo ahora tiene mucho que ver con lo que su pastor representa. Me he dado cuenta después de muchos años en el movimiento de oración nacional, y de paso acabo de venir de Colorado Springs en el estado de Colorado con algunos de los profetas nacionales más conocidos y durante los últimos tres años yo he estado pasando por una transición la cual no ha sido en absoluto cómoda. Y para ser honesto ha sido un infierno.
¿Alguien ha ido a través de esa transición? Amen. Y cuando yo fui a esa reunión, esa sesión en Colorado Springs una de las cosas que descubrí es que yo no estaba solo en ese proceso de transición dolorosa, pero que Dios está transfiriendo su iglesia a otro nivel. Cuántos saben cuando entregaron su vida a Jesucristo usted dijo, yo caminaré con Dios. Amen. Y eso quiere decir que usted tiene que ir a donde Dios va.
Él no va a donde usted va, sino que usted va a donde Dios va. Ahora, ¿verdad? Amen. Eso requiere un cambio en nuestra forma norteamericana de pensar. De alguna manera siempre estamos pensando como que Dios va a hacer lo que yo quiero que él haga, y cuando yo quiero que él lo haga. Pero cuando uno verdaderamente encuentra a Dios muchas veces las cosas se ponen bien incómodas. Y veo algunas cabezas que están asintiendo por ahí.
Yo quiero que sepan que el cristianismo norteamericano nos ha llevado a un lugar que muchas veces es un lugar de disfuncionalidad en el cuerpo de Cristo porque le decimos a la gente, por ejemplo, ‘ven a Jesús y él se va a encargar de resolver todos tus problemas’. ¿Cuántos saben que eso es en lo mejor una verdad a medias solamente’. Hemos distorsionado Mateo 6:33 el cual declara, allí no dice que Dios va a llenar todas nuestras necesidades y entonces podemos ir a buscar el Reino de Dios. Amen. Allí dice más bien, buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia y todas las demás cosas os serán añadidas. Amen.
Estoy diciendo estas cosas en esta mañana para establecer un contexto, el fundamento, para lo que quiero compartir con ustedes. Porque, ven ustedes, yo crecí en un hogar militar. Mi padre, ni una sola vez me preguntó si yo sentía ganas de hacer algo, simplemente me decía, hoy vas a cortar la grama. Él nunca me preguntaba, ¿te sientes con ánimo o deseo de cortar la grama en esta mañana? Yo no vengo en esta mañana como el buen pastor, vengo como el león de la tribu de Judá. Y en esta conferencia donde yo estuve, eso es precisamente lo que dijeron acerca de algo que se está levantando en esta mañana, ese espíritu, el león de la tribu de Judá.
Ven ustedes el cambio, la transición que está dándose es que ya no tenemos que estar suplicándole a Dios que haga algo, sino que Dios está llamando a la iglesia a pararse, a ponerse de pie, afirmarse, para declarar las cosas y gritar de manera que las cosas proféticamente sean establecidas. ¿Entienden la diferencia a que me estoy refiriendo? Eso es lo que dice la palabra del Señor. Dice, háblale a las cosas y será establecido.
Recientemente tuvimos una experiencia similar. Una abuela de nuestra iglesia, su hija estaba encinta, el bebé de la madre estaba en una posición inadecuada, peligrosa, no podía salir normalmente y el doctor le dijo a la madre que si ese bebé no se corrige en su posición vamos a tener que operarla de emergencia. Esta madre no es una creyente pero inmediatamente llamó a la abuela que está en nuestra iglesia y le dijo, ‘abuela, esto es lo que el doctor ha dicho pero yo no quiero una operación’. Así que la abuela que está en nuestra iglesia dijo, vamos a orar. Así que ella distribuyó la petición a través de toda la congregación y nos metimos a orar.
Y mientras mi esposa oraba pidiéndole al Señor, Dios le dijo a ella estas palabras, ‘¿por qué me estás pidiendo a mí? Él le dijo, háblale al bebé, háblale al bebé. Así que nosotros le hablamos al bebé, le dijimos ‘cambia tu posición en el nombre de Jesús. Y el próximo día por la mañana temprano la madre fue a ver al médico y ustedes se imaginan el resto de la historia.
Les estoy hablando acerca de tomar su autoridad en Cristo Jesús. Tenemos que entender esta unidad que tenemos con el espíritu de Dios a fin de que no seamos solamente nosotros hablando, sino Dios hablando a través de nosotros. amen
Ahora, mantengan ese pensamiento ahí en remojo. Yo estoy aquí para hablarles acerca de algo en esta mañana. Durante los últimos años su pastor me ha retado. Nos dimos cuenta que estábamos peleando contra el matrimonio homosexual y que estábamos peleando una batalla para la cual no estábamos claramente preparados. Y la razón era porque somos muy buenos para ir a la iglesia pero no somos muy buenos en ser la iglesia. Amen. Y eso quiere decir que mañana lunes por la mañana usted todavía se supone que esté en la iglesia.
¿No dijo la palabra del Señor que Dios nunca le dejará ni le desamparará? Y eso quiere decir que esa maravillosa unción que usted siente ahora mismo estará con usted mañana también por la mañana. ¿A cuántos les gustan los lunes por la mañana? La mayoría de la gente le teme ir al trabajo el lunes por la mañana. Eso, hermanos, tiene que cambiar. Ese sentido de expectativa que usted siente al venir a la iglesia el domingo por la mañana debe ser la misma expectativa que usted tiene el lunes para ir al trabajo por la mañana. Así que yo quiero en esta mañana tratar de cambiar la forma en que usted mira las cosas. Quiero retar su forma de pensar, quiero retar su teología.
Así que hace varios años, yo me reuní con un grupo de creyentes que creíamos que podíamos cambiar la región. Yo creo que nosotros podemos cambiar Boston pero no simplemente va a pasar desde este púlpito, tiene que pasar al ustedes ir a sus lugar de trabajo y de ocupación. A través de las Escrituras vemos a Dios usando gente a las cuales él ha ubicado estratégicamente para sus propósitos, para sus tiempos divinamente determinados. La clave es aquello de lo cual su pastor les ha estado hablando, eso se llama alineamiento. Eso quiere decir convertirse en uno con Dios.
Ven ustedes, si yo estoy en alineamiento con Dios eso quiere decir que dondequiera que yo estoy, allí también está el Señor. no solamente está él allí sino que él también está haciendo lo mismo que yo estoy haciendo, está en alineamiento conmigo, hay una unidad porque lo que yo estoy haciendo es lo que él está haciendo. Yo quiero que ustedes crean mañana cuando vayan al trabajo que usted está llevando a cabo los negocios de Dios, que usted está haciendo el trabajo de Dios, que el pastor Roberto no es el único que está haciendo la obra del Señor.
¿Entienden el cambio que tiene que darse en su manera de pensar? Durante siglos hemos enseñado y yo mismo he enseñado que es el hombre de Dios quien está haciendo la obra de Dios. y eso tiene razón hasta cierto punto, pero cuando usted hace lo que usted fue creado para hacer, usted también está haciendo la obra de Dios. ¿Cuántos de usted saben que no todos fueron creados para estar detrás de un púlpito predicando? ¿No sería verdaderamente horrible si nosotros fuéramos los únicos que estamos haciendo la obra de Dios en el mundo? Eso sería terrible. Que Dios le creó para hacer algo que él no quería que usted hiciera. Si nosotros podemos comprender esto en esta mañana yo quiero soltar un ejército de Dios en esta mañana. Estoy aquí para ungir el ejército de Dios en esta mañana creyendo que ustedes van a salir bajo la unción del Espíritu Santo para hacer lo que ustedes han estado haciendo siempre durante los lunes, pero comenzar a verlo de una manera diferente.
La palabra de Dios dice según un hombre piensa, así es él. La manera de pensar es muy importante. Uno simplemente no va a trabajar, usted va a ministrar, cuando usted trabaja usted va a hacer lo que Dios quiere que usted haga, usted va a hacer lo que Dios le ha equipado para hacer, usted va a hacer lo que Dios le ha dotado para hacer.
¿Cuántos carpinteros tenemos aquí en esta mañana? ¿Saben qué? El pastor Roberto no puede hacer carpintería, él no fue llamado para hacer eso pero ustedes fueron llamado para hacer eso. y ustedes fueron llamados para hacer carpintería para la gloria de Dios. Estoy hablando la verdad, hermanos.
Las primeras personas en la Escritura que vemos siendo ungidos específicamente son carpinteros y artesanos. Fueron ungidos para construir el templo, el tabernáculo de Dios. Así que en esta mañana yo quiero ayudarles a cambiar su forma de pensar.
Hace unos cuantos años ustedes lo van a poder leer aquí en la transparencia, de paso estoy aquí representando un ministerio que se llama Fishgate o Puerta del pescado, ministerio la puerta del pescado. Esa puerta del pescado se menciona en el libro de Neemías como una de las puertas en los muros de Jerusalén donde todos los trabajadores, los obreros se juntaban y donde se daba el comercio de la ciudad de Jerusalén. Y yo todavía pastoreo una iglesia pero también estoy tratando de modelar para mi gente, mi pueblo, que uno puede ir al mundo y puede hacer una diferencia. Así que yo quiero mostrarles algunas otras áreas de este ministerio en el cual estoy involucrado.
Y también quiero que digan lo siguiente conmigo, los problemas del mundo son mi oportunidad. Digámoslo otra vez. Los problemas del mundo son mi oportunidad. Ven ustedes, si se están frotando las manos porque el mundo se está poniendo más oscuro y terrible usted tiene que cambiar su forma de pensar porque ustedes fueron creados para ser la solución para el problema de alguna persona. Yo podría predicar sobre esto pero no lo voy a hacer esta mañana.
Hace 10 años atrás, 15 años quizás un hombre llamado Bill Bright, el fundador de Cruzada estudiantil y otro hombre llamado Lorren Cunningham almorzaron juntos y sin ambos saberlo la noche anterior cada hombre había tenido un sueño, cada uno de esos dos hombres y en ese sueño vieron 7 montes, 7 montañas. Y esos 7 montes o montañas representaban los moldeadores de mentes, es decir los formadores de mente, o lo que podríamos llamar también los que ejercen influencia en nuestra cultura, cada uno de esos montes. Y Dios les habló a cada uno de ellos dos a través de este sueño y les dijo, a menos que la iglesia logre influenciar esos 7 montes de influencia en la sociedad nunca habrá un avivamiento duradero sobre la tierra.
¿Cuántos saben que Cristo dijo negociad entre tanto que yo venga? Él no dijo, aguántense ahí con uñas y dientes hasta que yo llegue de nuevo, él dijo yo los he llamado a ejercer dominio. Yo los he llamado a sujetar el mundo. Yo los he llamado a ser más que vencedores. Yo los he llamado a ser conquistadores. Yo los he llamado a ser victoriosos. Pero la mayoría de la iglesia está llorando, oh Señor Jesús ven pronto y sácanos de este mundo. Yo quiero que ustedes sepan, yo no estoy aquí en esta mañana para ayudarlos a irse al cielo. Yo estoy aquí para que ustedes traigan el cielo a la tierra.
¿No es eso lo que Cristo les pidió a sus discípulos que oraran? Vénganos tu Reino, hágase tu voluntad, ¿dónde? En la tierra como se hace en el cielo. ¿Cómo va a suceder eso si todos nos vamos al cielo? Solamente sucederá cuando usted comience a pensar de una manera diferente. Cuando usted sabe que está lleno del Espíritu Santo y cuando usted sabe que usted camina bajo la unción de Dios, mucho después de que usted se va de este edificio, que usted tiene la autoridad, que dondequiera que pisan sus pies. Amen. Donquiera que usted camina la palabra de Dios dice, ustedes poseerán la tierra. Amen
el próximo día Bill Bright y Lorren Cunningham se reunieron para almorzar, comenzaron a compartir este mismo sueño que había tenido. Habían tenido los dos el mismo sueño y se quedaron absolutamente abrumados, sorprendidos. Estos 7 formadores de mentalidad, esas áreas aquí están frente a ustedes, noten que de esos 7 solamente uno es la religión. Hemos hecho un trabajo bastante bueno en el área religiosa, sin embargo aún en esa área tenemos nuestras luchas. Pero durante años la iglesia le ha cedido las artes y el entretenimiento al mundo, durante años la iglesia le ha cedido el mundo de los negocios y del gobierno, los medios de comunicación y la educación se lo ha cedido al mundo. Hemos tomado las palabras del Nuevo Testamento que nos dice, salid en medio de ellos y separaos y no toquen nada que sea sucio o inmundo.
Hemos interpretado eso como queriendo decir que no debemos tocar ninguna de esas áreas del mundo secular y de la cultura. Y esa mentalidad tiene que ser quebrada. Si esa forma de pensar no cambia nunca podremos impactar nuestra sociedad y nunca llegaremos a ser la iglesia, esa novia de Cristo que él viene a buscar en su segunda venida. El Señor viene a buscar una iglesia, hermanos, sin mancha ni arrugas, una iglesia victoriosa, una iglesia vencedora, no una iglesia que está ahí moviendo una banderita blanca pidiendo paz y pidiéndole al Señor que la saque del mundo.
Pero hermanos, yo creo que ustedes son el ejército de Dios y ustedes lo están escuchando continuamente de parte de su pastor y sus líderes. De lo que tiene que cambiar para poder llegar a ser el pueblo de Dios para este tiempo específico, así que muchos de nosotros los creyentes, nos hemos reunido para decir, hey, vamos a mirar cuáles son los problemas del mundo y vamos a tratar de resolver esos problemas que hay en el mundo.
Nosotros creamos una compañía que se llama Soluciones Generacionales porque creemos que podemos impactar todas las edades para el Reino de Dios. Comenzamos con una compañía que se llama ROI internacional, es una compañía que entra a la América corporativa, las compañías de negocios, etc, da enseñanzas sobre ética y liderazgo, particularmente ética.
¿Cuántos saben que el mundo de los negocios necesita enseñanza sobre ética y comportamiento moral? ¿Cuántos saben que el mismo gobierno está obligando a muchas compañía a recibir entrenamiento en el área de la ética y la moralidad en los negocios? El gobierno nos está mandando a nosotros, y obligándolos a ellos a que les enseñemos acerca del área de la ética.
Yo les estoy diciendo algo, los problemas de este mundo van a funcionar a favor nuestro al final, van a redundar en favor nuestro y algunos de ustedes van a hacer mucho dinero de hecho haciendo este tipo de enseñanza. ¿Entienden lo que les estoy diciendo? Elñ cambio del dinero que el mundo retiene y que va a entrar a la iglesia va a venir por medio de un cambio de la forma de ver las cosas. ¿Cuántos saben que uno no tiene que ir al mundo secular y estar siempre citando Juan 3:16? Que uno no tiene que estar diciéndole a la gente, oh yo soy el Reverendo tal, que uno no tiene que estar siempre hablando con términos oscuros cristianos.
¿Saben lo que es ese tipo de lenguaje cristianesco? Es el lenguaje que hablamos mientras estamos aquí dentro de las 4 paredes de la iglesia, pero para la gente allá afuera, la gente no sabe de qué estamos hablando, no comprenden ese lenguaje.
Dios está diciendo, hey, sean reales, sean normales. No les hablen a la gente en términos de la Escritura, con palabras oscuras que ellos no entienden, háblenles de manera que puedan entender su lenguaje. Y hicimos otra compañía también que se llaman los ABC de la vida. las escuelas públicas nos están llamando para que vayamos a las escuelas y les enseñemos a sus estudiantes acerca de hechos de la vida porque muchos de la gente joven, ¿saben ustedes los problemas tan grandes que hay en los sistemas escolares? Nuestros jóvenes no están preparados para la vida cuando se gradúan de la escuela.
Escuchen, nosotros tenemos que ser mansos como paloma pero astutos como serpientes. Así que también aún en las escuelas públicas se está obligando a que esos jóvenes que están siendo suspendidos de la escuela no puedan regresar a la casa porque las escuelas no pueden ir a la casa y estarlos enseñando mientras están suspendidos en sus casas. Y nosotros estamos aquí diciendo, oh Dios por favor cambia el mundo. Y Dios nos está diciendo, abran sus ojos para ver los problemas que están en todas partes y comiencen a ponerse de pie y hacer el trabajo del ministerio, pero uno tiene que ir.
Creo que son las palabras Jesús, id, id, ¿dónde? Al mundo. Vayan al mundo donde están los problemas donde allí se necesita a Jesús, así que nosotros estamos yendo a esos lugares y estamos enseñando a esta gente principios del Reino que se encuentran en la Biblia, nunca usamos el nombre de Dios, nunca usamos el nombre de Jesús y sin embargo después de que la clase termina un estudiante llamado José, un joven hispano que estaba en problemas vino a nuestro maestro, ¿qué diferencia qué es lo que hay tan diferente con ustedes? Y ahora se trata de algo completamente diferente. Así que entonces el maestro comienza a compartir con José acerca del amor de Dios y José allí mismo inclinó su cabeza y dio su vida a Cristo Jesús.
Y eso es solamente el comienzo de lo que Dios está comenzando a hacer. Me siento tan animado acerca de lo que Dios está preparándose para hacer. Nuestro deseo es comenzar esto en cada comunidad para entrenar pastores para que puedan ir a las escuelas y enseñar este tipo de material, establecer relaciones con estos niños y jóvenes, y esta será la manera que yo veo que podremos aumentar el Reino de Dios.
Yo les estoy animando y todavía ni siquiera he comenzado a predicar de lleno, si usted solamente comienza a hablar con la gente que está alrededor de ustedes, la razón por la cual no necesitamos... es porque muchas veces no hablamos con la gente que tiene estos problemas, si uno estuviera hablando con la gente que tiene problemas uno descubriría cuáles son los problemas y entonces uno podría descubrir si es posible llenar esas necesidades o no.
Yo hablo con mi superintendente de escuelas todo el tiempo, yo salgo al jefe de la policía de mi pueblo continuamente y hablo con los líderes de mi comunidad a cada rato. Ellos tienen problemas. Ven, el gran problema con la iglesia es que no nos hemos encontrado con los problemas antes. Estamos aquí metidos en el templo haciendo nuestras cosas, pasándolo muy bien en nuestros servicios, y yo les dije, yo no he venido aquí hoy como el buen pastor sino que he venido como el León de Judá así que quizás usted se sienta un poquito incómodo. Esta es la única manera que vamos a ver el Reino de Dios como está en el cielo manifestado en la tierra. Usted conlleva ese poder dentro de usted porque el Reino de Dios, ¿dónde está el Reino de Dios? Está dentro de nosotros.
Esta es nuestra visión, el ministerio de Puerta del pescado y lo único que yo quiero es ayudar a cambiar la forma en que usted piensa. Así que en esta mañana estamos mirando la teología del trabajo. ¿Cuántos han pensado muchas veces que el trabajo es la maldición? Sean honestos. Gracias, gracias. Hay algunas manos de gente honesta. Hemos siempre pensado que el trabajo es la maldición. Y yo quiero que ustedes sepan que el trabajo no es una maldición. Yo quiero que ustedes sepan que desde el principio Dios que le creó a usted, usted nació como resultado de lo que Dios había depositado en usted. Eso ya está depositado en usted. Usted fue creado por una palabra. Usted fue creado, digo, por una palabra y usted sabe que Dios lo pronunció, lo profirió para existir. Según el salmo 139, versículo 16 creo, David dice Dios conocía mi esencia antes de que yo fuera inclusive creado.
Miren, yo me lleno de gozo al pensar en eso porque lo que yo soy en Dios tiene muy poco que ver con dónde yo nací, tiene muy poco que ver con que yo sea rico o pobre, tiene muy poco que ver con que yo sea negro, amarillo o rojo o lo que sea. ¿Me entienden en esta mañana? Tiene que ver con el hecho de que yo fui creado antes de la fundación del mundo. Y él me ha creado por un propósito. Y cuando yo hago lo que Dios me creó para hacer eso es verdadera adoración. Déjenme decirlo otra vez, cuando las criaturas hacen aquello para lo cual fueron creadas, eso constituye verdadera adoración.
¿Creen usted que la adoración solamente se da a las 9 de la mañana los domingos? Déjenme decirles, yo estoy haciendo lo que yo fui creado para hacer ahora mismo. yo estoy adorando al Señor, y cuando usted vaya a trabajar mañana y usted sepa que usted está haciendo lo que Dios le creó para hacer, no me importa que sea martillando clavos. Eso es adoración delante de Dios. y la gente entonces comienza a mirar y a decir, hay algo diferente en esa persona. Cuando usted hace lo que hace es increíble, hay una unción que se deposita sobre su vida. Quizás no sepan lo que quiere decir, pero eso es lo que van a estar diciendo, van a decir, hay algo diferente en esa persona.
¿Están conmigo en esta mañana? Así que usted fue creado por una palabra de Dios, usted no fue creado solamente para morir, usted fue creado para un propósito. Amen.
Aquí hay algunas Escrituras para ustedes, Dios dijo, hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza, para que señoree sobre toda la tierra. También Efesios 2:10 dice que somos su obra. ¿Creen ustedes eso?
Yo soy la obra artesana de Dios hecho en una forma maravilloso y terrible creado en Cristo Jesús para hacer buenas obras las cuales Dios preparó de antemano para que caminemos en ellas.
Vuelva y mire Génesis 2, Dios dijo, hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza. Usted se parece a él, voltéese hacia su compañero y diga, yo me parezco a Dios. eso le va a detener cuando de sienta mal acerca de su apariencia.
Ahora, entendamos, no estamos hablando de la apariencia física nuestra, estamos hablando del espíritu de Dios que habita dentro de nosotros. Yo me parezco a Dios. Porque cuando uno comienza a pensar de esa manera uno comienza a llenarse de ánimo y de energía. Yo creo que el Creador del universo me pronunció en existencia y me creó para sus propósitos, usted puede decirme lo que le dé la gana, no hace ninguna diferencia. Yo les estoy hablando que a muchos de ustedes le han dicho, usted no puede hacer eso, pero Dios dice, sí usted lo puede hacer. Y es importante que usted comience a escuchar a Dios. Él es el que le creó para que lo hiciera. Deje de estar escuchando a los que le dicen, de ninguna manera, no lo pueden hacer, no va a suceder. Yo les estoy diciendo que sí, que va a suceder. Pero usted tiene que creerlo.
Y aquí dice, Dios dijo hagámoslo a nuestra imagen. Que señoreen, dígalo a su vecino que señoreen. Usted fue creado para señorear. Usted fue creado para ser la cabeza, no la cola. Usted fue llamado para vivir, usted fue llamado para prestar a otro, no para usted pedir prestado. Esta es la palabra de Dios. Tenemos que cambiar nuestra forma de pensar.
Dice aquí tenemos lo que es la historia del hombre en el día en que el Señor creó los cielos y la tierra antes de que hubiera plantas en los campos, antes de que hubiera hierbas en los campos porque el Señor todavía no había hecho que lloviera sobre la tierra y no había hombre que cultivara la tierra.
Entonces vemos aquí que no hay tierra, no hay lluvia, no hay plantas, no hay hombre, en otras palabras no había trabajo, nada está sucediendo y Dios está esperándote a ti. Dios está esperándote a ti. Yo quiero que sepas que Dios está todavía esperándote. Cuando yo le declaré al Señor, Señor, cambia la posición del bebé, Dios me dijo, no, yo estoy esperándote a ti. Yo te estoy diciendo hoy a ti que muchas de las oraciones que tu estás profiriendo, la razón por la cual Dios no las está contestando es porque Dios está esperándote a ti.
Eso cambia todas las cosas. Yo le estoy entregando hoy el poder para ir y realizar sus sueños. ¿De dónde creen ustedes que vienen esos sueños? Vinieron de Dios. y ustedes fueron creados para señorear y están esperándole a Dios y Dios está diciéndole, hey, ¿qué estás esperando? Hazlo.
Oh, por lo menos hay alguien que está diciendo amen ahí. Y entonces el Señor formó al hombre, lo formó de la tierra pero eso no es lo que tu eres. Tu fuiste creado antes del polvo. ¿No damos gracias al Señor por eso? Esto no es lo que yo soy. Gracias a Dios que no soy solamente carne. Yo tengo la mente de Cristo. He dicho, tengo la mente de Cristo, si usted está en Cristo Jesús hoy usted no tiene la mente que el hombre dice que usted tiene, sino que usted tiene la mente de Cristo. Usted tiene el poder para pensar como Dios piensa.
Algunos quizás piensan, bueno, eso es orgulloso decir que usted piensa como piensa Dios y ¿saben qué? lo orgulloso es pensar meramente como un hombre. Yo he dicho que lo orgulloso es pensar meramente como hombre. Usted no fue creado para pensar como un hombre. Estoy hablando antes de la caída en Edén. ¿Cuántos de ustedes entienden que la sangre de Jesús, ¿saben qué? Cristo no hizo eso solamente para que yo me fuera al cielo.
Segunda de Corintios, Capítulo 5, ¿qué dice allí? Dice, yo he sido reconciliado, ¿que quién? Con Dios. Yo he sido traído de nuevo a Dios. Amen.
Ven ustedes hermanos, le cristianismo norteamericano siempre está declarando esto, pidiendo simplemente que nos lleve al cielo el Señor. el Señor no murió simplemente para que usted se fuera al cielo, él murió en la cruz para que usted pudiera entrar en una relación nueva con su Padre celestial para que usted pueda ser uno con Dios de nuevo, para que usted tuviera unidad con Dios.
Ven ustedes, ese prefijo re quiere decir volver a hacerlo de nuevo, quiere decir regresar a la unidad con Dios que antes teníamos. Cuando yo fui creado en Dios yo no fui creado meramente como un ser humano yo fui creado, Dios respiró en un nuestra nariz y profirió el aliento de vida y entonces el hombre se convirtió en ¿qué? ¿Un ser humano? No, se convirtió en un ser viviente, un ser vivo, un ser vivo.
Cuando usted se convierte a Cristo esa parte humana, eso estamos hablando de la carne, el cuerpo y yo creo que nosotros sabemos que eso se mantiene pero la parte viva, Dios nos hace de nuevo un ser viviente de manera que podamos caminar naturalmente y sobrenaturalmente sobre la tierra, a fin de que aquellas cosas que los hombres piensan que son imposible no son imposibles para con Dios, de manera que podemos hacer todas las cosas a través de Cristo Jesús que nos fortalece.
Fue para esto que Cristo murió en la cruz no solamente para que usted pueda decir una oración y entonces pueda irse al cielo mientras vive miserablemente aquí en la tierra. ¿Entienden? ¿Saben cuánta gente cristiana vive en una forma miserable sobre la tierra? Viven miserablemente en la tierra, van a la iglesia simplemente por obligación y algunos de ustedes aquí hoy están aquí por obligación, la misma cosa todos los domingos, pero no es eso por lo cual venimos a la iglesia. Venimos a la iglesia para unirnos con el cuerpo, para escuchar palabras de vida, palabras de vida, porque, ven ustedes, cada uno de nosotros no vivimos del pan que comemos sino que vivimos de cada palabra que procede de la boca de Dios. Adán y Eva no vivían solamente de las cosas que comían del jardín del Edén sino que vivían de escuchar a Dios.
Y es por eso que es importante que usted tenga una relación personal con Dios. uno no puede vivir de las palabras de su pastor, uno tiene que oír a Dios directamente, personalmente. Porque cuando usted oye a Dios, cuando usted oye a Dios, yo recuerdo por ejemplo, yo crecí en la iglesia y a la edad de diez años en una iglesia pequeña bautista yo fui al altar y oré la oración del pecador y sabía inmediatamente que me iría al cielo pero no fue hasta que tenía 22 años que tuve un encuentro verdadero con Dios y Dios me habló y esas palabras cambiaron mi vida y yo fui de un ser humano a un ser viviente. Y nunca he vuelto a ser el mismo.
La gente me decía, ¿qué problema tienes? Y aún en la iglesia comenzaron a decir, ¿qué te pasa, qué problemas tienes? Me decían, pero a ti te encantaba el baseball antes, tu eras normal te gustaban las cosas en el mundo, entonces me decían cuando uno escucha la palabra de Dios, cuando él comienza a hablar a nuestra vida todas las demás cosas palidecen, pierden importancia, pero Dios entonces nos da los deseos de nuestro corazón.
Mi esposa yo estuvimos de noviazgo seis años. Teníamos el sueño americano, tener su casa propia, nosotros economizábamos cada centavito y justo antes de casarnos compramos nuestra primera casa: 47.000 dólares nos costó esa casa. Mi papá pensó, jamás podrá pagar en el año 1979. Nos casamos en junio de 1980. Y fue precisamente en esos momentos cuando yo tuve mi encuentro con Dios.
Hicimos todo lo posible para construir esa casa. Estábamos tan felices como una pareja recién casada y un par de años después, primer hijo resulta, el segundo hijo después de eso, pero ese encuentro con Dios me cambió. Todo lo que entonces me parecía muy importante comenzó a cambiar. Después de 5 de vivir en esa casa vendí la casa y me fui a hacer lo que Dios me había llamado a hacer. Y como una buena esposa mi esposa me siguió, pero nunca había descubierto esto, para ella entregar esa casa, sabe, ese instinto del nido, de ese lugar que es tuyo, fue muy difícil para ella. y no sé por qué estoy compartiendo eso con ustedes esta mañana, así que por 20 años nosotros permanecimos en hogares que pertenecían a la iglesia, casas pastorales, pero siempre había ese lugar ahí en el corazón de mi esposa que decía no tenemos una casa nuestra propia.
Llegó un momento en que la iglesia nos dijo, ya tienen que irse. Entonces en ese momento teníamos cuatro hijos. Y yo le dije al Señor, Dios, yo te obedecí, ¿dónde voy a ir? Y Dios me dio un lugar a dónde ir. Y estoy diciendo estas cosas para compartir algo específico: el jueves por la noche finalmente firmé papeles sobre una nueva casa, una casa propia nuestra. Dios te da los anhelos de tu corazón. No solamente firmé papeles para una casa propia, sino que la compré por cero dólares.
Les estoy diciendo, si usted hace lo que Dios le ha llamado a hacer todas las demás cosas le serán añadidas. Dice, lamente, dice que el hombre es el hombre formado, el jardín es plantado, el trabajo Dios lo establece, y el trabajo entonces se supone que sea una cooperación con Dios. Noten que no se está hablando de pecado en ningún momento, no hay maldición, el trabajo es creativo y claro que el trabajo que el trabajo no es un resultado de la Caída sino que es el propósito de Dios para la creación, para su vida.
¿Saben ustedes cuánta gente en América quiere retirarse? ¿Saben cuántos mueren jóvenes? Escúchenme, no es el deseo de Dios de que usted se retire y que simplemente no haga nada, vegetando. Mi trabajo es mi adoración y si usted encuentra aquello para lo cual Dios le llamó, ustedes no trabajan más. Déjenme decirlo de nuevo, si usted descubre lo que Dios le ha llamado a hacer, cuando le formó a usted antes de la fundación del mundo, usted nunca volverá a trabajar un solo día en su vida.
y por eso es que yo no voy al trabajo diciendo, oh Dios mío otra vez tengo que ir a trabajar. Yo voy a adorar a Dios con mi trabajo. Hay 3 palabras para trabajo: una es la palabra abad que quiere decir cultivar la tierra, abodad la tierra y shamar que quiere decir mantener, cuidar de la tierra. Hay tres palabras que son servir, cultivar, como en sentido de desarrollar una cultura o cambiar el clima de una cultura. ¿Cuántos saben que ustedes fueron creados para ser un termostato, no un termómetro? Un termómetro simplemente registra la temperatura que hay afuera. Eso es lo que muchos de nosotros hemos estado haciendo en nuestra cultura por mucho tiempo. Simplemente confirmando lo mal que está la cultura. Y no sabemos qué vamos a hacer con nuestros jóvenes, por ejemplo.
Uno simplemente está en ese caso, diciendo lo que ya ellos saben. Uno fue creado para ser un termostato. El termostato tiene el poder para cambiar la temperatura, para cambiar el clima.
Cuando usted vaya al trabajo mañana por su mera presencia, porque usted no va a solo, ve, cuando usted aparece al trabajo, Dios también aparece allí, usted va a cambiar el clima de la cultura en su lugar de trabajo. Esa es la única manera que Boston va a ser cambiada. Algunos de ustedes han estado orando por su lugar de trabajo, la única manera de usted cambiar su lugar de trabajo es esa palabra aboda, que quiere decir trabajar, servir, adorar, esta palabra la que se usa en el hebreo original para hablar acerca de adoración.
Así que en otras partes de la Escritura esa palabra que se usa para adorar usan también la misma palabra de trabajo. ¿Están entendiendo lo que estoy diciendo?
Shamar otra palabra a ser como un guardia de poner, de vigilancia y eso es lo que Dios nos ha puesto a hacer. Dice, de todo árbol del jardín ustedes podrán comer, hay provisión pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerán. Eso produjo carencia. Así que dice la palabra que Dios maldijo la tierra, maldijo la tierra, él no lo maldijo a usted, sino que maldijo la tierra.
Jesús quebró la maldición, él quitó la maldición. ¿Cuántos creen en transformación? ¿Han visto los videos de transformación algunos de ustedes? ¿Cuántos creen que Boston puede ser transformada? ¿Cómo creen ustedes que eso va a suceder? Eso va a pasar a través de usted y de mí, no solamente nuestras oraciones, tenemos que infiltrar esas mismas montañas porque cuando hacemos eso quebrantamos la maldición que hay sobre la tierra.
Así que su provisión está conectada con su tierra. La tierra fue maldita, la maldición fue quebrantada cuando Cristo murió en la cruz y vino la salvación. Cuando usted fue salvado su provisión también fue rescatada. ¿Entienden lo que estoy diciendo? Eso quiere decir que Dios puede tomar sus 5 panes y dos peces y darle de comer a toda una multitud. Uno y uno no significa dos en la mentalidad de Dios. ¿Creen ustedes eso? Especialmente cuando uno está viviendo en obediencia al Señor, eso se llama diezmar. Si uno está aguantándole a Dios lo que es de Dios, él entonces no está obligado a honrar su palabra. Pero él es un Dios maravilloso, a veces nos bendice cuando no le estamos dando lo que a él le pertenece. Qué Dios tan hermoso servimos.
Dice aquí que la expectativa de la creación que espera anhelosamente es la revelación de los hijos de Dios. ¿Sabe lo que la creación espera? La creación está esperándole a usted. ¿Cuántos saben que usted es un hijo de Dios? Tengo que terminar porque podría seguir todo el tiempo. Usted es un hijo del Dios viviente.
El libro de los hebreos dice que el Señor no se avergüenza de llamarnos hermanos. ¿Escucharon eso? El Señor no se avergüenza de llamarnos hermanos. Es tiempo de levantarse, pongámonos de pie, hermanos. Dice aquí que la creación fue sujeta el sufrimiento, el padecimiento así que por qué pasamos por los problemas que tenemos. ¿Por qué tiene tantos problemas el mundo? Dios ha sujetado la creación a vanidad. ¿por qué? Para que nosotros volteemos nuestros corazones hacia él. Es por eso que la tiniebla es nuestra mayor aliado, lo que está pasando ahora mismo en el mundo. ¿Usted entiende? Que si usted está orando por esa persona que no conoce a Cristo y usted está pidiendo a Dios que quite su problema de esa persona, es posible que usted inclusive esté obrando en contra de los propósitos de Dios tratando de traer esa gente a Cristo. ¿Entienden esto? Que Dios permite que la gente muchas veces tenga problemas para que puedan decir, yo necesito de Dios, porque la creación misma será libertada. ¿Podemos decir amen? De la cadena de corrupción a la libertad gloriosa también para que usted puede entender lo que usted es en Cristo Jesús.
Voy a terminar aquí. Yo sé que he hablado mucho tiempo pero quiero orar por usted en esta mañana. Yo vine aquí una vez hace muchos años para ungir a su pastor y yo quiero ungirle en esta mañana, quiero ungirles como hombres y mujeres de Dios. Quiero declarar sobre esta congregación que ustedes son el ejército de Dios y que ustedes son ungidos para hacer lo que Dios les ha llamado a hacer y que desde este día en adelante ustedes no van a ir al trabajo simplemente como si fueran unos meros trabajadores, pero van a trabajo para ser los ungidos de Dios.
¿Creen eso en esta mañana? Vamos, levanten sus manos en esta mañana si usted cree eso. Mantengan sus manos levantadas en esta momento vamos a orar. Voy a orar por una unción sobre sus vidas. Yo no vine aquí por mera coincidencia sino que fui enviado por Dios, vine con un mensaje para que el pueblo de Dios fuera libertado. Y vine porque ustedes son tan especiales, tan especiales para él.
Así que ahora mismo Señor, Padre, en el nombre de Jesús y en el poder y la unción que tu me has dado a mí yo declaro en el nombre de Jesús sobre tu pueblo, que ellos han de salir como obreros creados en Cristo Jesús para un tiempo como este y que aún ahora mismo Señor, ellos sabrán que ellos están en ese lugar por un propósito y que quizás no sea un lugar cómodo para ellos, pero tu llamaste a José para ir al reino de faraón para ser la respuesta a tu palabra.
Y Daniel entró a Babilonia, Ester en el trono de ..... Padre tu has ubicado este pueblo para un tiempo como este y ahora Padre, respira, sopla tu Espíritu Santo, sopla tu unción sobre ellos y que reciban ahora mismo una visión fresca, una revelación fresca, una unción fresca para hace el trabajo que tu les has llamado a hacer. Y pedimos estas cosas en el nombre de tu Hijo Jesucristo y todo el mundo dice amen.
Gloria a Dios. Amen. Amen. Estoy esperando grandes cosas de parte de ustedes. A quien mucho se le da, mucho se le requiere, pero yo digo, vaya en el poder y la unción del Espíritu Santo. Usted puede hacerlo, digo, usted puede hacerlo. Confírmele eso a su vecino y dígalo, tú lo puedes hacer. Que Dios les bendiga.