SERMONES

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Las resurrecciones cuestan

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Filipenses Capítulo 3, versículos 13 al 11. Léalo conmigo de alguna manera, creo que está puesto. Pues escúchenlo o léalo en su Biblia. Dice la palabra del Señor, y estas son palabras del Apóstol Pablo hablando a sus lectores en la ciudad de Filipos. Dice el Apóstol Pablo:

“... Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado –en otras palabras, las he considerado-, como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente aún estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por amor del cual lo he perdido todo y lo tengo todo por basura para ganar a Cristo y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo. La justicia que es de Dios por la fe....”

ahora ponga su atención en este versículo 10, dice, “... (todo esto que él acaba de explicar), ....a fin de conocerle y el poder de su resurrección y la participación de sus padecimientos llegando a ser semejante a él en su muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos....”

Bendiga el Señor su santa palabra. Amen. Hermanos, hoy celebramos, como ya hemos dicho en tantas maneras, la resurrección de Cristo, un evento de gran importancia en toda la cristiandad. En este día se han dado, y se darán celebraciones sobre el evento más transformador y más poderoso que se ha dado en toda la historia de la humanidad: en Asia, en África, en Australia, en Nueva Zelanda, en el Pacífico, en el Atlántico, en Norte América, en Sudamérica, en todos los países y continentes del mundo hay gente ahora mismo como nosotros, celebrando la resurrección de Cristo Jesús.

Eso es algo maravilloso. Es uno de los eventos más sagrados del calendario cristiano, junto con su nacimiento, junto con su crucifixión. La resurrección ocupa un lugar absolutamente esencial.

Ahora bien, hay por lo menos 3 dimensiones que se desprenden del hecho de la resurrección. Hay por menos 3 consecuencias muy grandes teológicas y prácticas que se desprenden del hecho de que Cristo ha resucitado.

Primeramente, el hecho de que Cristo ha resucitado es una promesa para nosotros de vida eterna. ¿Cuántos entienden lo que estoy diciendo? Quiere decir eso que como Cristo resucitó nosotros también vamos a ser resucitados. Gloria al Señor. Así lo dice el Apóstol Pablo en Primera de Corintios, Capítulo 15, que él es hecho primicia de entre los muertos. Muchos lo han seguido a él en su resurrección desde que él resucitó y nosotros, si él no viene antes, le seguiremos también.

Para el Hijo de Dios no hay muerte sino simplemente pasar de una vida inferior a una vida eterna y perfecta en Cristo Jesús porque él abrió el camino, él resucito y nos garantiza a nosotros también nuestra propia resurrección, primera consecuencia.

Segunda consecuencia: la resurrección de Cristo valida el carácter, la naturaleza mesiánica, divina de Jesús. Los Apóstoles en sus primeros sermones registrados en el Libro de los Hechos, empleaban la resurrección de Cristo como una tarjeta de validación de su carácter como Mesías, como el Hijo de Dios. Ellos decían, como Dios lo resucitó de entre los muertos, eso es prueba de que él es aquel que Dios ha enviado para intermediar entre él y la humanidad.

La resurrección de Cristo es algo único. Ninguna otra religión basa sus creencias en un fundador resucitado. Los demás fundadores de las grandes religiones, sabemos dónde está su tumba o sabemos del día en que murieron, pero no se habla de resurrección, se habla de otras cosas, pero resucitado corporalmente de entre los muertos, históricamente, como lo vimos ahí en un pequeño momento de una de las presentaciones, resucitado en cuerpo, cuando le dijo a Tomás ‘mete tu mano mi costado y mira las heridas de mis manos’, comiendo pescado con sus discípulos al final de uno de los Evangelios, eso no lo reclama ninguna otra religión.

Nuestro fundador, Cristo Jesús, es el Hijo de Dios y por eso Dios lo levantó de entre los muertos. Muy importante, segunda consecuencia. Y hay todavía una tercera consecuencias muy práctica y es que como Cristo resucitó de entre los muertos, cada uno de nosotros podemos vivir en el poder de la resurrección ahora en esta vida. Gloria al Señor.

Eso quiere decir que Dios ha desatado un poder, al resucitar a Cristo y vencer la muerte, él también venció todo lo que la muerte representa en este mundo: enfermedad, pobreza, tristeza, depresiones, derrotas, ataduras espirituales y mentales; todo eso Cristo rompió las ligaduras, y al resucitar él nos delegó a nosotros el poder para vivir vidas victoriosas. Lo más importante es eso, yo puedo vivir una vida victoriosa sobre la enfermedad, la depresión, la pobreza, los problemas, el pecado en esta vida por medio del poder que resucitó a Cristo Jesús.

Puedo vivir una vida resurrecta, en otras palabras, aquí en la tierra mientras espero mi resurrección definitiva y eterna. Y eso es una consecuencia muy importante y la voy a aclarar un poquito más por lo importante que es. Porque muchos cristianos no nos percatamos al entrar en la vida cristiana que estamos entrando en una dimensión de poder, de victoria, de promesa, de luminosidad, de esperanza, de rotura de ligaduras por medio del que la derrotó todo, en la cruz y en la resurrección.

Les doy dos ejemplos de esto. Uno de ellos, ya lo vimos aquí con estas dos hermanas que cantaron ese precioso himno y que elaboraron dramáticamente el encuentro de las dos Marías con el Cristo resucitado.

Usted ve a estas dos mujeres que van fielmente a ungir el cuerpo de su Maestro, que ellas piensan que está muerto. Para ellas no hay esperanza de que él ha resucitado, ellas piensan que él ha sido derrotado, pero todavía tienen sano deseo de bendecir y honrar el cuerpo de su Maestro.

¿Cuántos cristianos hay que aman a Dios y tienen un sano deseo de honrar a Dios? Pero como estas mujeres no saben que ya Dios ha desatado un poder a través de Cristo resucitado, Jesucristo no está muerto, está vivo como dice una canción por allí. Entonces, ellas están asustadas y preocupadas diciendo ‘¿quién nos removerá la piedra?’ Porque hay una piedra que cubre la tumba de Jesús. Fue puesta una gran piedra, era cueva y ponían un piedra, la rodaban para cubrirla. No había puertas en esos tiempos como nosotros las conocemos.

Ellas están preocupadas, quieren ungir el cuerpo de su Maestro y están caminando por fe pero se preocupan porque no tienen la fuerza. Pero ¿qué pasa? Dice la Biblia que cuando ellas llegan allí un ángel poderoso desciende del cielo, hay una luminosidad tremenda, el ángel quita la piedra y se sienta sobre ella, en señal de la victoria, de la resurrección, sobre la muerte y sobre todo obstáculo que se interpone entre nosotros y el Cristo resucitado.

Y el Señor sale y les dice, ‘Yo he resucitado, vayan y testifiquen de mi resurrección’. Ya los obstáculos de la vida no se ponían interponer entre esas mujeres y la gloriosa resurrección de Jesús. Y así nosotros, hermanos, podemos saber que todo problema en nuestra vida, toda dificultad en nuestra vida está vencida por la gloria de la resurrección.

Otro texto que nos afirma esto, yo lo encuentro en Efesios, Capítulo 1, versículo 17 al 21, donde el Apóstol Pablo ora, dice él:

“... para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo nos de a nosotros espíritu de sabiduría y de revelación, nos de entendimiento en otras palabras, para que sepamos cuál es la esperanza a que él nos ha llamado, y cuál es la riqueza de la gloria de la herencia que Dios nos ha dado a nosotros, y cuál la supereminente grandeza, es decir, aquí hay palabras repetitivas, la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos....”

Fíjese, esperanza, riquezas, poder, todas esas cosas, según dice la operación del poder de su fuerza. ¿Qué es lo que hace posible la riqueza, la esperanza, el poder? La operación del poder de su fuerza. Dice;

“... el cual operó en Cristo resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales....”

En otras palabras, Dios quiere que tu sepas, mi hermano, mi hermana que el mismo poder que resucitó a Cristo de los muertos está dentro de ti ahora, y que tu puedes confrontar toda situación en tu vida porque el poder de la resurrección de Cristo se mueve en ti ahora, aquí y siempre. Recuerda eso. Es muy importante esa tercera consecuencia de la resurrección de Cristo.

En esta mañana, hermanos, resumo, tenemos que recordar que Dios quiere que vivamos vidas victoriosas por medio del poder que levantó a Cristo de los muertos. Su victoria sobre la muerte hoy nos garantiza victoria sobre la vida. Esta vida imperfecta donde la muerte asoma su cabeza por todas partes en el sufrimiento, en la enfermedad, en el pecado, en los conflictos, en los problemas económicos y familiares. Hermano, yo quiero decirte que todas esas piedras han sido removidas por medio del Cristo de la resurrección.

Ahora nosotros podríamos terminar aquí, yo podría cerrar este sermón, hacer un llamado, y ya ustedes podrían irse a comer jamón allá en su casa de Easter y a celebrar el resto del día, pero no tienen tal suerte se los voy a decir. Todavía queda un poquito más. Falta en realidad la parte más importante de este sermón, falta lo que yo llamaría la parte profética de este sermón.

Así que amárrense los cinturones ahí, póngase cómodo. Hermanos, Dios me ha dicho, lo voy a poner de esa manera, que les diga a ustedes en esta tarde lo siguiente, escuche bien, y este es el título de este sermón: ‘Las resurrecciones cuestan’.

Y Dios me dio ese texto de Filipenses 3:7 al 11 para fundamentar esta declaración y esta enseñanza que quiero dejar con ustedes. Y en la vida del Apóstol Pablo, en las palabras del Apóstol Pablo, tenemos ese llamado a da uno de nosotros en esta tarde a considerar el precio de vivir en el poder de la resurrección. Porque yo no puedo solamente declarar, ‘oh, sí tenemos el poder de la resurrección’, ¿cómo accedemos a ese poder? ¿Cómo aprendemos a usarlo? ¿Cómo nos convertimos en instrumentos de ese poder? ¿Cómo puedo yo aprender a usar la gloria de la resurrección? ¿Y qué tengo yo que hacer para que ese poder pueda caber dentro de mí y correr libremente a través de mí?

Pablo nos enseña tanto en sus palabras como en su vida. el Apóstol Pablo era un hombre que sabía vivir en el poder de la resurrección. Pablo muestra esto por su conducta victoriosa en su encarcelamiento. ¿Saben ustedes que Pablo escribe esta carta a los filipenses mientras está en una cárcel romana? Algunos historiadores dicen que estaba atado 24 horas al día por una larga cadena, siempre a un soldado romano. Y si iba al baño tenía que ir con ese soldado. Si comía tenía que comer con ese soldado. Si dormía, relevaban, siempre había un soldado pegado a él. Estaba en una mazmorra romana y por sus escritos sabemos que él no sabía si iba a salir con la cabeza encima de los hombros cuando terminara su prueba, no estaba seguro de su vida. Estaba allí esperando ser visto por el emperador y podían darle un fallo sí o no. Y de paso su vida sí terminó siendo ejecutado, no sabemos cuándo. Posiblemente no fue esta vez, pero en algún momento de vida Pablo sí terminó siendo ejecutado por su fe.

La mayoría de nosotros nos hubiéramos deprimido en circunstancias similares, pero de ese encarcelamiento de Pablo sale una de las cartas más hermosas y más llenas de gozo y de gracia que se han escrito en la Biblia y yo creo que en toda la literatura humana, la Epístola a los filipenses, de la cual yo estoy leyendo. Que se haya llamado la epístola del gozo, porque Pablo dice una y otra vez ‘regocijaos, otra vez os digo regocijaos, por nada estéis afanosos....’ dice el Apóstol Pablo, el Señor está cerca.

En otra parte dice, ‘vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres, gloria al Señor...” Y en otra parte dice, “... en vez de estar afanosos, dejen conocer sus peticiones ante el Padre, dice, y el Dios de paz guardará vuestra mente y corazón en Cristo Jesús, Señor nuestro..” Gloria a Dios.

Pablo escribió una carta llena de ánimo, gozo, paz, mientras estaba en una cárcel romana. Ese es, hermanos, el triunfo de la resurrección, ese es el poder de la resurrección. La mayoría de nosotros se hubiera deprimido y hubiéramos tirado la toalla y hubiéramos dicho, bueno, I didn’t sign up for this. Yo no firmé para este tipo de sufrimiento.

El poder de Dios también se manifestó elocuentemente en la vida de Pablo a través de un ministerio glorioso y poderoso, una palabra luminosa, una revelación como ningún otro hombre recibió revelación en toda la historia, sanidades. Pablo caminaba, dice la Biblia, a veces en la calle y su sombra caía sobre alguien y esa persona era sanada, paños.

Sabe que Yiye Ávila no inventó lo de los paños esos, de orar por los paños para que la gente se sane. El primero que lo hizo fue Pablo, si lo hubiera hecho otro hubiéramos dicho, oh, eso es una locura, eso es oscurantismo. No, Pablo lo hizo, él oraba y pañuelos que él había usado tocaban a la gente y eran sanados. Un hombre poderoso, el poder de la resurrección, un evangelista tremendo.

Profecía salió de su boca, dones se manifestaron en todas las dimensiones. Pablo decía, ‘yo hablo lenguas más que todos vosotros...’ y no lo decía de una manera arrogante. El poder de la resurrección se manifestó en el Apóstol Pablo, tanto en su victoria sobre las adversidades y los problemas de la vida, y los sufrimientos como también en una vida poderosísima sobre el mal, y sobre la muerte y los demonios, y las enfermedades.

Pero ¿saben qué? hermanos, el poder no le llegó a Pablo fácilmente, tuvo que padecer mucho. Y aquí me voy adelantando en la materia que les estoy presentando. Pablo pagó un alto precio en sufrimientos, adversidad y todo tipo de pruebas que él tuvo que pasar a través de su vida y su ministerio.

Ahí tenemos en Segunda de corintios, Capítulo 11, versículos 23 y 29, un largo recuento, 7 versículos largos le tomó a Pablo enumerar todas las cosas que él tuvo que padecer en su ministerio:

“... azotes, persecución de los judíos, naufragios, encarcelamientos, lo apedrearon varias veces y lo dejaron por muerte...”

a mi me tiran una sola piedra y ya yo digo, ‘renuncio, me voy para mi casa.’ A Pablo lo apedrearon varias veces. Un hombre que padeció en carne propia lo que es la lucha del Evangelio. Él tuvo que pagar un alto precio. Yo me imagino que la gente habrá visto, ‘oh los enfermos se sanan por la sombra de Pablo y habrán dicho, oh, yo quiero eso’. oh, Pablo impone manos y la gente recibe el bautismo del Espíritu Santo como Simón el mago, que quería pagarle al dinero, y Pablo dijo, ‘tu dinero perezca contigo, tu no sabes lo que estás pidiendo’.

Muchas veces vemos el poder de Dios correr a través de una vida, vemos gente llena del Espíritu Santo, vemos gente viviendo vidas victoriosas, vemos gente reflejando el gozo del Señor en medio de los sufrimientos y los padecimientos y decimos, ‘guau, yo quiero eso’, pero a veces que detrás de eso hay un precio que se ha pagado. Hay mucho padecimiento, hay mucho sufrimiento, hay mucha prueba, hay mucho dolor que se ha pasado, hay mucho trato de Dios, hay mucho cortar sobre la mesa de operaciones para que esa persona llegue a la libertad, a la ligereza de espíritu, a la liviandad que le permite caminar victoriosamente la vida cristiana.

Hay mucho que sufrir en la fe, hermanos. ¿Saben lo que más le costó a Pablo? lo que más le costó a él fue el tener que despojarse de sí mismo, de su ilustre pasado, de su bagaje personal, de todo lo que él consideraba valioso e importante en la vida. En Filipenses 3:4 al 6, versículos anteriores a los que leímos, Pablo de su pedigrí, habla de sus logros y credenciales según la carne, humanamente hablando.

Pablo hubiera podido decir, ‘yo me gradué de la mejor universidad en EEUU, yo me gané un salario de 6 cifras, yo enseñé en el mejor seminario de todo EEUU. Yo era conocido como una persona de autoridad y los presidentes consultaban mi sabiduría’.

Pablo hubiera podido decir, ‘yo nací en una familia ilustre, la mejor familia de mi ciudad y pertenezco a un linaje familiar de gente noble con grandes títulos a su nombre’. Todas estas cosas Pablo podía decirlas porque fueron una realidad en su vida. él estudió con el mejor maestro de su tiempo. Él fue miembro del Sanedrín, se cree, el grupo más selecto de rabinos judíos que tenían autoridad civil además de autoridad espiritual. Él era un hombre de gran autoridad y tenía cartas para perseguir a la iglesia y encarcelar a la gente, porque tenía poder y tenía autoridad.

Y en Filipenses 3:7 al 8, esos versículos que nosotros acabamos de leer, él dice, hermanos, que ha tenido que dejarlo todo y considerar todo eso que para él era sus credenciales de grandeza, ha tenido que considerar todo eso como basura para ganar a Cristo. Estiércol es la palabra en el griego original, todo eso que tanto placer le da a un hombre, Pablo tuvo que despojarse de todo eso y considerarlo que como si eso fuera nada y peor que nada, como si fuera algo de lo cual había que huir porque era desagradable.

Pablo tuvo que echar a la basura toda su educación, su teología, su posición social, su familia para poder ser cristiano y entrar en un llamado apostólico. Si Pablo se hubiera aferrado a todo eso, hubiera vivido una vida entre comillas, normal, pero se hubiera perdido la gloria de su apostolado.

Hermanos, ¿cuántos de ustedes les gusta vivir una vida normal? A mí me encantaría vivir una vida normal. Yo les decía a los hermanos esta mañana que a veces cuando yo veo a esa gente despreocupadamente, leyendo una buena revista en Starbucks un domingo por la mañana mientras yo voy manejando hacia la iglesia para predicar y para servir al Señor durante el día, les confieso que a veces a mí me gustaría vivir una vida normal, de vez en cuando, aunque sea 8 domingos al año, poder levantarme por la mañana con unas pantuflas y leer todo el New York Times, desde la primera hasta la última página, y disfrutar de una vida, entre comillas, normal. Y cuando yo los veo a ustedes allí tan bonitos sentados, con su esposa, o su hermano, o su hija o lo que sea, tan relajados mientras yo estoy aquí sudando la gota gorda predicándole a ustedes, a mi me gustaría vivir una vida normal también.

Pero ¿saben qué? Yo he entendido muy claro que el que quiere moño alto tiene que aguantar jalones, dicen por allí. El que quiere gloria en Dios tiene que pagar el precio. El que quiere ser usado por Dios tiene que abandonar la idea de vivir una vida normal y cómoda, hermanos. El que quiere que el poder de Cristo corra a través de su vida, tiene que estar dispuesto a sangrar, tiene que estar dispuesto a sudar, tiene que estar dispuesto a derramar lágrimas, tiene que estar dispuesto a pasar noches en vela, tiene que estar dispuesto a buscar la unción de Dios, tiene que estar dispuesto a dejar cosas que ama y que no son malas en si pero que son un obstáculo para que la gloria de Dios corra a través de su vida.

El camino al poder, a la victoria, a la grandeza moral que le permite escribir la luminosa carta a los filipenses en la cárcel, es el haberse despojado de cosas atractivas que eran un impedimento para entrar en el poder del Cristo resucitado.

Si Pablo, cuando Cristo se le revela, hubiera dicho, ‘no Señor, si yo te acepto a ti mis colegas me van a dejar, mi familia me va a desheredar, mis hermanos judíos me van a perseguir, yo voy a ser un don nadie, voy a perder mis títulos, voy a perder mis credenciales, voy a perder mi salario, voy a perder mi posición social’, Cristo hubiera dicho, ‘está bien, Pablo, no te preocupes, sigue adelante nos veremos por allá en algún sitio, no creo que va a ser bueno pero nos veremos de todas maneras en un momento.’

Y Pablo hubiera podido vivir su vida normalmente pero se hubiera perdido esa gloriosa victoria de ser un hombre usado en una manera extraordinaria por el poder de Dios. Mire que los fariseos, los judíos en general prefirieron el confort de su religión y su cultura a la gloria de conocer y recibir al Mesías.

Pero ¿Qué pasó? Se quedaron en estériles. Su religión no tuvo el poder y de hecho vino la gran persecución romana que destruyó a todo Jerusalén y los judíos vagaron por el mundo por casi 2000 años antes de poder volver a su patria porque cuando usted se aferra a la vida ilegítimamente y usted prefiere su vida a la vida que Cristo da, paradójicamente usted pierde su vida.

Por eso Cristo dice, ‘el que pierda su vida la ganará y el que gane su vida la perderá’. El que quiere preservar su vida, el que quiere preservar su normalidad, el que quiere preservarse tal y como es y no está dispuesto a ceder su vida y las cosas que valora a Cristo, nunca llegará a conocer e valor de la resurrección.

Cristo dice que si el grano de trigo no cae a tierra y muere se queda solito, un solo grano, pero si muere, lleva mucho fruto. Ese es el misterio de la vida cristiana, hermanos, y yo quisiera tener lengua de poeta o lengua de ángel para decirles una y otra vez, hermanos, ese es el corazón de la vida cristiana. El hecho de dejar cosas que amamos y que son importantes y ponerlas sobre el altar para que nosotros podamos experimentar el poder de la resurrección en nuestras vidas. Lo que amamos, lo que valoramos, lo que nos importa, tenemos que estar dispuestos a dárselo al Señor para que la gloria de Dios pueda moverse en nosotros.

Cuando Dios le pidió a Abraham que le entregara a su hijo, su único hijo a un hombre de ciento y pico de años, que tiene un solo hijo que ha esperado toda su vida y Dios se lo ha dado, y al final de su vida Dios le dice, ‘entrégame ese hijo y sacrifícamelo’. Abraham le hubiera podido decir, ‘No, Señor, gracias yo amo a mi hijo demasiado, tu me lo diste, ahora me lo voy a disfrutar hasta el último día’, y hubiera podido hacerlo. Pero Abraham no le negó a Dios su único hijo, y ¿saben qué? Dios le dijo ‘Abraham, está bien’. Cuando Abraham ya iba a meterle el puñal a su hijo, Dios le manda un ángel que le diga ‘No, Abraham, ya, y por cuanto no estaba dispuesto a negarme tu hijo, como estabas dispuesto a dármelo, yo te voy a bendecir de manera que tu descendencia va a ser tan numerosa que si el mar con su arena no se puede contar, sus granos de arenas, así tampoco se podrá contar tu descendencia’.

Y durante miles de años toda una humanidad ha descendido espiritualmente de ese hombre de fe que se llama Abraham. Porque estuvo dispuesto a despojarse de lo que amaba.

Filipenses 3:7 al 9, los primeros 3 versículos que yo leí son un preámbulo al versículo 10 que es el más importante todos. El versículo 10 dice aquí:

“... a fin de conocer a Cristo, a fin de conocerle, dice, y el poder de su resurrección y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte.’

Tres o cuatro cosas importantes: a fin de conocerle, el poder de su resurrección, la participación de sus padecimientos, y llegar a ser semejante a él en su muerte.

Mire esto, a fin de conocer a Cristo. Para conocer a Cristo hay que caminar el mismo camino que él anduvo, dice la palabra del Señor. ¿Y cuál fue el camino que Cristo anduvo? Léase Filipenses Capítulo 2, versículo 5 al 11, donde dice allí que Cristo, siendo igual a Dios no se aferró a ser igual a Dios sino que se despojó a sí mismo, se vació a sí mismo en obediencia al Padre, para salvar a la humanidad y vivió una vida de humildad, de obediencia, de sujeción a la voluntad del Padre. Y eso es lo que nosotros tenemos que hacer, si queremos tener el poder, si queremos conocer a Cristo, tenemos que conocerlo en lo que él anduvo, en el camino que él anduvo y eso quiere decir que tenemos que vivir de la misma manera, en humildad, en sujeción al Padre, en obediencia, en santidad, en darle al Señor todo lo que él quiera de nosotros.

Jesús decía que él no hablaba nada sino lo oía primero de su Padre, y no hacía nada si su Papá no se lo mandaba. Oh que nosotros podamos andar en esa obediencia en nuestra propia vida. Hermanos, mi deseo y tu deseo debe ser siempre darle al Señor todo lo que él nos pida, entregarle al Señor todo aquello que se interponga entre él y nosotros. ¿Cuántos pueden decir amen a eso? Hermano, que tu vida sea un continuo desangrarte, un continuo despojarte, que tu camino y el rastro que tu dejes en tu vida sea simplemente soltando cosas, que la gente pueda seguir tu camino y sepas donde tu estás porque detrás de ti, tu vas dejando cosas que no agradan al Señor, porque tu estás comprometido a que tu vida sea una vida de entrega total al Señor, de despojo continuo para que tu puedas conocer a Jesús. Si queremos conocer a Jesús tenemos que andar como él anduvo.

Y entonces Pablo añade, dice, “... y quiero conocerle a él y el poder de su resurrección....

Para conocer el poder de la resurrección hay que despojarse de muchas cosas que amamos pero que son obstáculos. Al poder de la resurrección no se llega sino por medio de someternos a la disciplina divina y al entrenamiento del soldado cristiano. Si tu quieres el poder de la resurrección, hermano, dale al Señor cosas.

Muchas veces nosotros decimos ‘oh sí yo quiero conocer a Cristo’, pero nos aguantamos cuando podemos hacer algo a favor del Reino de Dios. Yo veo a estos hermanos aquí hermosos adorando al Señor y bendiciéndonos con su música y su presentación pero ¿sabe usted que detrás de este momento glorioso hay horas, y horas de ensayo? Hay mucho trabajo, se han invertido literalmente, si usted suma las horas, yo diría, cientos de horas en ese momento glorioso. Gente ha tenido que preparar cánticos, músicos han tenido que venir en la noche a ensayar, y ha tenido que invertirse dinero y tiempo y muchas otras cosas. Óigame, pero qué gloria se desprende de esa inversión. Y yo digo, oh, si el pueblo de Dios entendiera eso, si el pueblo de Dios entendiera que dentro de ti hay un depósito de gracia, de poder, de energía que Dios quiere usar, pero te vas a tener que desangrar, vas a tener que pagar un precio, vas a tener que incomodarte, vas a tener que sacrificar tu privacidad, vas a tener que salir de tu casita deliciosa a una temperatura sub-congelada para venir a la casa del Señor.

Vas a tener que ir a tus clases de discipulado, vas a tener que levantarte media hora antes por la mañana para leer la palabra de Dios y tener un tiempo devocional. vas a tener que llevar a tu hijito, tu hijita al culto de los jóvenes cuando tu querrías quedarte en tu casa porque es viernes en la noche, ya tu has pagado el precio toda la semana trabajando y eso es lo que quieres hacer, pero tu dices, ‘no, buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia, las demás cosas vendrán por añadidura. Y yo quiero que mi hijo, que mi hija reciba la palabra de Dios, yo voy a invertir en eso, que cuando tu iglesia tiene una necesidad financiera, tu das porque tu sabes que tu Padre celestial es más que fiel para reponerte todo lo que tu inviertas en el Reino de Dios, que en vez de tu deleitarte con cosas que no agradan al Señor, en lecturas indebidas y en entretenimientos que te empobrecen espiritualmente, tu dices, ‘no, yo voy a ayunar de esas cosas para que la unción de Dios pueda correr con más poder y más libertad a través de mi vida’. Y tu vives una vida de perpetuo ayuno porque están siempre entregándole cosas al Señor porque tu quieres conocer a Jesús y conocerlo en el poder de su resurrección.

Yo he aprendido que en la medida en que yo me vacío y le doy al Señor cosas que yo amo, el Señor corre con más poder y más facilidad a través de mi vida, y yo experimento más el gozo del Señor, y corro la carrera de la fe con más ligereza, y Dios me puede usar más, y disfruto más del poder de Dios que corre a través de mi. Y veo el privilegio de servir al Señor en vidas que se salvan.

Todos nosotros queremos dar fruto, todos nosotros queremos ver la bendición de Dios correr a través de nuestra vida. Hay un precio que pagar, hay que vaciarse, hay que despojarse, hay que sufrir, hay que confesar, hay que abandonar, hay que dejarse cortar sobre la mesa de operaciones del cirujano divino, hay que vivir como un muerto en vida, hay que despojarse de cosas. La vida cristiana debe ser una vida de perpetuo despojamiento, de perpetuo ayuno, pero ¿saben qué? Pero aún mientras tu te eximes de disfrutar esas cosas, hay un disfrute espiritual que tu sientes en tu corazón y que tu te ves ser un padre, una madres espiritual y tu ves el poder de Dios manifestarse en tu vida, y tu puedes decir, ‘yo conozco a Cristo y lo conozco en el poder de su resurrección, porque yo veo su resurrección manifestarse a través de mi vida’. A la vida de fruto, de efectividad, de victoria, de poder no se llega sino por medio de entrega continua.

Y Pablo añade finalmente, “....y la participación de sus padecimientos...”

Nosotros podemos decir Amen a conocer a Cristo, podemos decir amen al poder de la resurrección, ¿pero cuántos podemos decir amen a la participación de sus padecimientos? Ahí es como que calladitos nos vamos separando de esa declaración. Pero Pablo dice quiero conocerlo en la participación de sus padecimientos. ¿Por qué? Porque para conocer el poder de Cristo de la resurrección, hay que conocer los padecimientos del Cristo de la crucifixión.

Termino con una ilustración de Romanos, Capítulo 6 versículos 5 al 8. El mismo Apóstol Pablo que escribe lo otro, dice:

“...porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección....”

¿Usted ve aquí hermano, unido la muerte con la resurrección? ¿Sabe usted que cuando nosotros nos bautizamos en las aguas, y nos sumerge el pastor en las aguas, y hace así, nosotros entramos bajo las aguas, y por un instante nos perdemos al mundo.

En la teología cristiana ese instante de inmersión en las aguas es como morir y cuando el pastor lo saca de nuevo es el momento de la resurrección: muerte y resurrección están unidos en la vida cristiana.

Y Pablo añade, “... sabiendo esto que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él para que el cuerpo del pecado sea destruido a fin de que no sirvamos más al pecado...”

Hermanos, Pablo dice nuestro viejo hombre, nuestra vieja naturaleza, nuestros viejos pre requisitos, y privilegios y preferencias, todo eso ya fue crucificado, fue neutralizado, fue matado, en otras palabras, por lo menos en el espíritu y el pecado que nos ataba, tenemos que cada día someterlo más y más al cuchillo de Dios, todo lo que impida que la naturaleza divina se manifieste en nosotros.

Dice, “... porque el que ha muerto ha sido justificado del pecado y si morimos con Cristo creemos que también viviremos con él....” ¡Aleluya! Dice, “... así también vosotros consideraos muertos al pecados pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.”

En otras palabras, hermanos, hay que morir para vivir, hay que ser crucificado para ser resucitado, hay que vivir el viernes de la crucifixión para participar del domingo de la resurrección.

Voy a pedir que los músicos vayan pasando por acá. Hermanos, en un día como hoy, domingo de resurrección se predican muchas superficialidades en las iglesias, se levanta mucho polvo, se hacen muchas declaraciones, se celebran muchos privilegios de la resurrección pero muchas veces no se aclara el principio que hay detrás y por eso hay mucho creyente que no está viviendo en el poder de la resurrección aunque nos dicen continuamente que ese es nuestro domicilio espiritual. Porque no se nos aclara que hay un camino al poder de la resurrección y es el camino del auto despojo, vivir una vida consagrada al Señor, no más gracia barata, no más querer ser gente de poder y de prosperidad, si no somos gente de crucifixión, si no somos gente de santidad, si no somos gente de consagración, si no somos gente de servicio, si no somos gente de devoción, si no somos gente de lectura de la palabra, si no somos gente de ayunar, si no somos gente de entregarle al Señor los hábitos que amamos y las prerrogativas y los privilegios que amamos, si no somos gente que cuando el Señor me dice, o te dice, ‘mira, eso no me agrada’, enseguida decimos, ‘Claro Señor, tómalo, tómalo, no te preocupes. ¿Qué más, te puedo dar algo más? No importa que sea la cosa que más amamos, el que vive así vive una vida de poder y todos nosotros tenemos cosas que tenemos que entregarle al Señor.

Diga amen. Yo soy el primero. Usted me ve aquí arriba predicando esto y yo digo, ‘Señor, me escandalizo de lo que estoy diciendo’ porque el primero que es cortado por lo que predico soy yo.

A mi me asusta predicar muchas veces de esta manera porque yo digo, ‘Padre, me he subido bien alto, si me descalabro de allí no me pueden recoger los pedazos. Es una alta enseñanza, es un gran mensaje que nos corta a todos nosotros.’

Hermanos, yo tengo una palabra profética y se la voy a leer, un párrafo: hoy Dios nos dice, congregación León de Judá, escucha esto bien, escucha esto bien. Esta es la palabra de Dios para ti y para mí. Hijos, yo quiero soltar el poder de la resurrección de mi Hijo sobre ustedes pero necesito que me entreguen sus vidas, que se sometan a mi trato, que me dejen operar sobre ustedes y cortar muchas cosas que no son de mi agrado. Estas cosas impiden que mi poder corra libremente a través de ustedes y que ustedes puedan experimentar el poder, el fruto, la victoria continua de una vida resurrecta. Anden por el mismo camino que mi Hijo anduvo, el camino de la obediencia, la santidad, la auto entrega, el despojo de sí mismo, la consagración total a mi voluntad. Si están dispuestos a hacer esto entonces yo entraré con todo el poder de la resurrección y haré posible que ustedes puedan vivir en ese mismo poder por el resto de sus vidas.

Esa es la palabra del Señor para ti y para mí en esta tarde, palabra del Señor, palabra profética del corazón de Dios. Yo quiero que tu bajes tu cabeza y ores conmigo. Lo primero que tenemos que hacer es confesarle a Dios que no estamos viviendo a ese nivel, pero queremos hacerlo. Así que dile:

“Padre, aunque no he vivido a ese nivel, pero quiero vivir a ese nivel, ayúdame. Yo reconozco que es allí donde tu me necesitas. No más cristianismo barato, no más cristianismo religioso, no más cristianismo simbólico. Yo quiero vivir un cristianismo auténtico, un cristianismo de batalla, de trinchera. Yo quiero vivir un cristianismo como mi fundador, quiero vivir a la altura del supremo llamado en Cristo Jesús. Quiero ser un soldado que pelee la batalla legítimamente con las armas de Dios, en el estilo de Dios, en la trinchera de Dios padeciendo como mi fundador, pagando el precio, caminando como él anduvo’.

Dile así al Señor y dile ‘yo sé que no he estado a la altura pero quiero estar a la altura, y declaro mi vida sometida a Cristo. Me arrepiento de aferrarme a lo que me gusta, pero que impide que yo entre en todo el poder de la resurrección. Me arrepiento y lo entrego.’

Y ahora Padre, te pido ayúdame a vivir una vida victoriosa, a ser un hombre, una mujer luminosa, a ser una persona íntegra, ética, que refleje el carácter de mi fundador, de mi Maestro, mi rabino, mi Señor, que yo honre a mi Maestro con la vida que yo viva. Entrego todas mis prerrogativas al Señor ahora.

Y por último yo quiero invitar a cualquier persona que haya venido en este día y que todavía no ha entregado su vida al Señor. Esta oración que acabamos de hacer es para todos los que están en la fe, que necesitan ir a un nivel más alto. Pero hay algunos que todavía no están en la fe y necesitan entrar en la fe del Hijo de Dios y necesitan entregar su corazón a Jesucristo y decir, ‘Yo también me uno ahora a esa vida cristiana’.

Y yo quiero invitarte a ti a reflexionar un momento. Si todavía no has entregado tu vida a Jesús yo quiero que tu salgas de aquí habiéndolo hecho, porque es un gran privilegio y es una gran bendición y va a soltar una vida y un poder y una transformación maravillosas, nunca vas a ser el mismo o la misma después de eso. Así que yo quiero invitarte en esta tarde, si eres joven, si eres adulto, si eres anciano, hombre, mujer, a considerar entregar tu vida al Señor y como Pablo lo hizo en el camino a Damasco, cuando el Señor lo llamó él dijo, ‘¿qué quieres que yo haga?’ Y el Señor le dijo, ‘Vete a un tal sitio, allá se te dirá lo que tienes que hacer’.

Y cuando tu aceptes a Jesús el Señor te va a decir, ‘Mira, yo te voy a esconder por un tiempo y yo te voy a decir lo que tu tienes que hacer de aquí en adelante. Vamos a tener tratos tú y yo, y yo te voy a enseñar el camino que debes andar, y yo te voy a ceñir y te voy a llevar donde tu quizás no quisieras ir, pero confía en mí porque yo te voy a llevar a un lugar seguro y mis tratos contigo van a ser buenos y yo te voy a bendecir más de lo que podrías ser bendecido sin mí.’

Así que yo quiero invitar, yo quiero hacer un llamado en esta tarde, si hay alguien en este lugar que no ha recibido a Cristo como Señor y salvador, quiero pedirte que tengas el valor de levantar tu mano ahora mismo y ofrecer tu vida al Señor Jesús.

¿Habrá alguien que quiera entregar su vida? Yo bendigo esa mano que se levanta aquí a mi izquierda. ¿Habrá alguien más? Yo se que hay algunos más aquí y quiero invitarles. Dios te bendiga, mi hermana, alguien más. Este es un tiempo precioso, qué mejor día para recordar que hoy yo le entregué mi vida al Señor, que el día de resurrección. Te marcará por el resto de tu vida.

Levanta tu mano y entrega tu vida al Señor. Tenga el valor. Muchos no entregan sus vidas.... este jovencito aquí también, muchos no entregan su vida.... allí detrás también, a Cristo porque dicen, ‘me da vergüenza, no quiero hacer esto delante de tantos extraños. Ah, eso es para evangélicos’, pero quieren hacerlo, en su corazón sienten un toque del Espíritu Santo, quieren hacerlo. Hay una lucha. Ahí comienza, hay que sacrificar cosas. Hay que entregar la dignidad, el sentido de elegancia, privacidad, autoridad que uno tiene. Todas esas cosas hay que ponerlas a los pies del Señor.

Humíllate, entrégate al Señor. ¿Habrá alguien más? Levanta tu mano. Yo te bendigo hermana, aquí. ¿Hay alguien más? Yo se que atrás también, reconozco esa mano. ¿Hay por aquí alguien? Allí detrás también, Dios te bendiga. ¿Alguien más? Yo sé que hay otros aquí.

Hermano, esto es serio y es un tiempo precioso, una oportunidad preciosa, no se lo pierda. No se pierda esa bendición. Aquí alguien creo que levantó la mano. Qué bendición. Yo sé que hay otros más que quieren entregar sus vidas al Señor. Gloria a Dios.

El Señor los ve, yo quizás no los veo pero el Señor los está viendo, no se preocupe. Si hay alguien. Quiero comenzar a invitarles, pasen aquí adelante y quiero que alguien de los que están cerca de ellos, un cristiano ya entregado venga y los acompañe. Venga por acá. Todas esas manos que se levantaron, vengan ustedes por acá un momentito. Eso es parte del morir, parte de entregar, parte de sangrar, parte de atreverse. Hermanos, y en eso hay bendición. Ahí comienzas tú a morir ya, ahí comienzas el camino de la obediencias, ahí comienzas el camino de conocer lo que es despojarse de cosas que tu amas.

Ven aquí al altar. Vengan aquí muchos al altar de Dios. Vengan aquí ahora y entreguen su vida al Señor. Y quiero que, hermanos, oren con ellos. Hermanos y hermanas en la fe, vengan y oren con ellos, oren con ellos y declárenlos miembros del Reino de Dios. ¡Aleluya!

Si hay alguien más, ven corriendo aquí y entrega tu vida al Señor. Y quiero que este sea un momento precioso de solidaridad con aquellos que entregan su vida al Señor. Que no se quede alguien sin cobertura espiritual ahora mismo.

Praise the Lord. Gloria al Señor. Venga por acá rápidamente. Venga por aquí y ore por su hermano, o venga usted y reciba a Cristo y entregue su vida al Señor Jesús. La unción de Dios está aquí para salvar, para sanar, para liberar y para hacer cosas transformadoras, así que hay tiempo. Pasen por acá.

Let the spirit touch your life. Commit your life to the Lord. Let him walk with you and you walk with him and let him do his work. Don’t try to do his work for him. Let him do the work. You may have too many doubts in your mind as to what’s going to happen, how it’s going to take place. Don’t worry about that. Just come and yield your life before Jesús.

¡Aleluya! ¡Aleluya! Entrega tu vida al Señor. Y yo quiero que ustedes, hermanos y hermanas, oren conmigo esta oración. Escuchen y repitan conmigo calladamente. Di conmigo:

Señor Jesús, entrego mi vida a ti y abro mi corazón y te recibo como mi Señor, mi dueño, y mi salvador. Reconozco que tú eres el Hijo de Dios y que tienes poder para salvarme. Y reconozco que tu resucitaste al tercer día y que estás sentado a la diestra de Dios y hoy yo declaro que mi vida te pertenece y me arrepiento de mis pecados y pido perdón por ellos. Quiero caminar contigo y que tu camines conmigo. Entra a mi corazón, entra a mi corazón y siéntate en el trono de mi vida.

¡Aleluya! hermano, Cristo dice que si alguno le abre la puerta él entra y él va a cenar contigo y tu con él. Recuerda eso. y quiero pedirte otra cosa más ahora, escucha. Invita al Espíritu Santo a entrar a tu vida, porque cuando entra Cristo también el Espíritu Santo quiere entrar. Cristo quiere bautizarte con Espíritu Santo y fuego, dice la palabra. Él quiere instalar dentro de ti el poder de la resurrección. Él quiere que su Espíritu Santo corra a través de ti para que tu puedas vivir una vida victoriosa.

Él no quiere que tu vivas a la defensiva, comiendo de cucharita. Él quiere que tu te sirvas con la cuchara grande. Él quiere matar el becerro gordo y celebrar fiesta contigo. Él quiere que tu caminar cristiano sea un caminar abundante, y por eso pídele al Señor que te bautice con el Espíritu Santo ahora mismo. Di, Espíritu Santo, dile, Espíritu Santo bautízame. Di, Espíritu Santo lléname. Espíritu Santo entra en mi vida y corre a través de mí como ríos de agua viva.

Ahora yo digo, recibe el bautismo del Espíritu Santo. Y di conmigo, lo recibo. Di conmigo, recibo el bautismo del Espíritu Santo. Di conmigo, recibo la llenura del Espíritu Santo. Y ustedes oren por ellos para que reciban esa llenura del Espíritu Santo.

Yo declaro que al ustedes decirlo, declararlo y recibirlo, eso se hace una realidad ahora mismo, en el nombre de Jesús, yo declaro cristianos victoriosos, cristianos poderosos, cristianos transformados, cristianos electrificados por el poder del Espíritu Santo.

Así que tienes dos personas dentro de ti: tienes el Hijo y tienes el Espíritu Santo y el Padre también se mete allí contigo. Tienes la Trinidad completa. Recuerda eso, el Espíritu Santo está dentro de ti para que salten ríos de agua viva de tu interior, para que haya entendimiento de la palabra de Dios, para que haya poder para servir al Señor. Declaro la llenura y el bautismo del Espíritu Santo. Recíbelo y adora al Señor ahora. Dile gracias y profetiza y adóralo. Dile gracias al Señor, tienes autoridad ahora para hacerlo. Ya no eres un novato, no eres una persona que se está allegando, tú eres un miembro fidedigno del Reino de Dios así que puedes adorarlo. Comienza a adorarlo, estrena tus nuevas armas ahora y dile, te adoro, Señor, te bendigo y te doy gracias. Me declaro libre, me declaro sano, me declaro lleno del espíritu. Gloria, glorifica al nombre del Señor. ¡Aleluya! Gloria al nombre de Jesús. Dios es bueno y para siempre su misericordia, están llenos del Espíritu Santo y están llenos del espíritu de Jesucristo. Hermanos, sean bendecidos en este día y llénense ustedes también de la gloria de Dios en esta tarde. Amen y amen.

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Llamados a conocer al Señor en sus padecimientos

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Esta es una noche de lo que llamamos sentimientos encontrados. Eso quiere decir, sentimientos en conflicto. En esta noche he estado, mientras escucho las alabanzas y el gozo que hay aquí, la adoración yo sé que para personas que vienen de una tradición más litúrgica, es la palabra más que se adhieren al calendario formal de la iglesia, por ejemplo, los que vienen de tradiciones católicas o episcopales por el estilo, puede parecer un poquito extraño que en una noche de viernes Santo haya tanto gozo y la manifestación de tanta alegría y aplausos, y música movida y todo esto, porque estamos acostumbrados a que Viernes Santo es una noche en que la gente no va a ningún baile, por lo menos las personas que son piadosas, y es más, yo creo que ni se come carne.

Yo he estado tan alejado de esa tradición, ¿verdad que sí? Y hasta la gente ayuna y se aflige y todo esto en recordatorio del Viernes Santo que es el día en que recordamos el padecimiento extremado de Jesús en la cruz y su arresto y su azote y todas las cosas que componen esa pasión que llamamos así, usando esa palabra de Jesucristo, y yo creo que hay algo muy bello en eso definitivamente, déjenme decirles. No estoy yendo en contra. Yo creo que hay un lugar para la solemnidad en la vida del pueblo de Dios, hay un lugar para afligir el alma en un sentido, no como un estado permanente, sino para recordar como hacer recordatorio, yo creo que a veces los evangélicos somos un poquito superficiales en ese sentido y hemos perdido la bendición también como de pasar por esos procesos y ensayar en nuestro espíritu lo que costó verdaderamente nuestra salvación y como que a veces tendemos a saltar apresuradamente al gozo y a la celebración y perdemos el beneficio de atravesar un poco por el proceso y recordar el precio que pagó nuestro Señor Jesucristo.

Pero yo creo que también podemos cometer el error de quedarnos demasiado en ese lugar de sufrimiento y de padecimiento y amarlo tanto por su producto y lo que ha alcanzado, que como que congelamos la historia y nos quedamos congelados en ese momento de la cruz y del padecimiento y la aflicción y la sangre. Y entonces como que nos olvidamos de que la vida cristiana, como resultado de ese proceso, es una vida ahora de celebración también y de gozo.

Entonces como que tenemos esas dos energías viviendo, o tratando de convivir dentro de nosotros. y es bueno que no perdamos esa tensión muchas veces, es bueno que vivamos en la tensión del Viernes de crucifixión, el sábado del Señor estar debajo de la tierra, o no debajo de la tierra, pero en el sentido, hoy en día lo hacemos así, él estuvo en una cueva, pero estuvo encerrado, y dice la Biblia que descendió a los lugares más profundos espirituales.

Hay un lugar para eso y hay un lugar también para la celebración y la resurrección, y estas dos cosas tenemos que mantenerlas en tensión a través de nuestra vida cristiana y no olvidar una cosa ni la otra. Sin la cruz Cristo sería un gran Maestro y un gran expositor de los principios espirituales, pero no habría salvación. Y sin la resurrección hubiera sido un gran mártir, un genio espiritual, una persona entregada completamente al bienestar de la humanidad pero hubiera sido simplemente una figura más. Tampoco hubiera habido sanidad para la humanidad ni la esperanza de nuestra propia resurrección, porque él es el primero, el primogénito de entre los muertos. Eso quiere decir que nosotros lo seguimos a él, ¿verdad?

Entonces hay esa tensión y ese habitar entre el dolor y la oscuridad de la crucifixión, del Viernes Santo, y la luz, la victoria, el gozo evidente del domingo de la resurrección. Y muchas veces nuestras vidas se mueven entre esos dos extremos, ¿verdad que sí? Y nosotros también somos llamados a, en un sentido a efectuar ese mismo proceso en nuestras vidas como creyentes.

El Apóstol Pablo habla de que quiere conocer el poder de Jesucristo y dice también ‘y conocerlo en sus padecimientos’. Y nosotros, hermanos, estamos llamados también a conocer al Señor en sus padecimientos, pero también en su victoria, y nuestra vida, si el Espíritu Santo se está moviendo entre nosotros va a manifestar esas dos dimensiones: la cruz, el Viernes, y también el levantarnos de la tumba, el domingo. Y en el medio, a veces la oscuridad de los infiernos, el valle de sombra de muerte, la espera de la resurrección, el depender absolutamente del Dios que nos va a levantar de nuestras crisis, de nuestros padecimientos y el preguntarnos, ‘¿se hará el domingo? ¿Vendrá el domingo de resurrección?

Porque muchos de nosotros pasamos y estamos pasando y hemos pasado por esos procesos, ¿sí o no? Amen. Y ese es el misterio de la vida cristiana, y por eso en esta noche se mezclan las dos cosas: se mezcla la mención de la cruz, se mezcla la mención del sufrimiento de nuestro Señor, pero también hay gozo, y hay alegría y hay celebración y hay exaltación y aplauso y regocijo en lo que el Señor ha conseguido por nosotros.

Y yo veo esa tensión en Isaías, Capítulo 53. Quizás el texto más misterioso y maravilloso que hay en la Escritura porque fue escrito cientos de años, cientos de años antes de que Cristo apareciera sobre la tierra y llevara a cabo su sacrificio en la cruz. Esto es uno de los textos que yo creo que si uno se acerca a ese texto, sin prejuicios ni resistencia previa a lo que dice y lo que el misterio que ese texto encarna e implica, yo creo que es muy difícil no salir de una lectura de este texto, sea uno evangélico, sea uno católico, ... sin decir, ‘guau, esto es misterioso’, porque hay demasiado paralelo entre lo que el profeta Isaías, cientos de años antes de que se diera el drama de la cruz, de la crucifixión, establece y lo que se da en efecto, a través de la vida de Jesucristo.

Ahora, mirando este texto con dos mil años de experiencia y de lectura del Nuevo Testamento y de la lectura de lo que Jesús alcanzó en la cruz escrito por diferentes hombres del los Evangelios y los textos de Pablo, de Pedro, de Juan, Santiago, el escritor de Hebreos, uno se da cuenta que esa gente no podía haber conspirado para escribir el Nuevo Testamento de manera que encajara tan bien con lo que Isaías declara. Ellos no se reunieron y dijeron, ‘bueno, ya tenemos a Jesús, él es nuestro patriarca y vamos ahora a escribir de manera que eso que escribió Isaías quepa dentro de la vida de él’.

No fue así. Ellos no se comunicaron entre sí. Estos textos fueron escritos, del Nuevo Testamento, en diferentes épocas. No había email, no había televisión, no había teléfono, esta gente no se podían comunicar entre sí, y sin embargo su interpretación de la vida de Jesús y el ministerio de Jesús es como una realización de lo que el profeta Isaías declara que alcanzará un ser que se llama, en la teología ‘el siervo sufriente’, cientos de años antes. El propio Isaías no sabía, me imagino, cuando estaba escribiendo que esto se refería a una persona específica que iba a venir. yo estoy seguro que él simplemente estaba escribiendo bajo la unción del Espíritu Santo y pone estas cosas aquí, pero él no pudo jamás imaginarse cómo es que eso se iba a realizar. Inclusive, los mismos fariseos y teólogos del judaísmo no entendieron que ese texto se aplicaba a Jesús.

Ahora, lea conmigo el versículo 4, este texto me vino esta mañana así como un ‘puf’, me lo pusieron en la mente, me lo implantaron allí, y yo dije, eso es lo que tengo que señalar ante el pueblo esta noche.

Isaías 53:4 dice, “... ciertamente llevó él.... – recuerde, esto es un judío de siglos antes de Jesús, antes de que nadie se imaginara la cruz y que un hombre iba a ser crucificado, y que ese hombre se iba a llamar el Hijo de Dios y que su muerte y su sangre iban a... nada de eso, eso no existe en nada de la teología hebrea y no existe en ningún mito, aunque hay mitos que admiten la muerte de un héroe, y todas estas cosas, pero de esta manera específica jamás.

Entonces el profeta Isaías dice, “.... ciertamente llevó él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores, y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido, más él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados, el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados....”

Dice, todos nosotros, la humanidad entera, “... nos descarriamos como ovejas desperdigadas por todas partes, cada cual se apartó por su propio camino más Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros....”

Imagínese esa intuición teológica espiritual del profeta Isaías, del Padre, Jehová, el Dios de los hebreos, el Dios de la humanidad según la teología judía, cargando, cogiendo todos los pecados de todos los hombres, recogiéndolos con una aspiradora espiritual, los hombres desde el pasado, el presente en que escribe Isaías y el futuro, cogiendo todos los pecados de cada individuo, haciendo una masa terriblemente grande, en términos espirituales, poniendo todo eso sobre los hombros de un ser misterioso.

Jehová cargó en él el pecado de todos. Digan ‘todos’. Eso es tu pecado, el mío, el de nuestros hijos, nuestros nietos, antepasados, los aztecas, cuando estaban en Tenochitlán, allá en México, y los asiáticos, en sus áreas por allá, cientos y cientos de años, los romanos, todos. El pecado de todos nosotros él lo cargó. Dios, Jehová, lo cargó. ¿Cómo lo cargó? Lo cargó administrativamente, espiritualmente, místicamente, no me pregunte cómo se dio esa transacción espiritual, pero Dios lo hizo. Él se aseguró de que todos los pecados de la humanidad fueran tomados, arropados y tirados sobre él.

Y de ahí se iba a determinar qué iba a pasar con esos pecados más adelante, según lo que cada uno de nosotros haga con esa transacción divina, ese misterio divino.

“...Angustiado él y afligido no abrió su boca, como cordero fue llevado al matadero, y como oveja delante sus trasquiladores enmudeció y no abrió su boca. Por cárcel y por juicio fue quitado, y su generación quién la contará, porque no la hay, porque fue cortado de la tierra de los vivientes y por la rebelión de mi pueblo fue herido y se dispuso con los impíos su sepultura, más con los ricos fue en su muerte aunque nunca hizo maldad ni hubo engaño en su boca....”

Ahí hay un misterio que nos tomaría días en dilucidar y desmontar en todas las piezas que lo componen. Pero lo que yo veo aquí en este pasaje brevemente son tres cosas: veo un precio, veo un proceso, y veo un premio. Precio, proceso y premio. Y estas tres cosas son lo que Isaías quiere que nosotros entendamos acerca del ministerio de Jesús en la cruz del calvario.

¿Qué fue lo que estaba pasando allí? ¿Qué estaba sucediendo? ¿Qué estaba Dios llevando a cabo y cumpliendo por medio de esto? ¿Qué es la cruz? ¿Qué es la crucifixión? ¿Qué alcanza? ¿Por qué es necesario? ¿Cuál es su resultado? Judicialmente en la mente de Dios ¿por qué era necesario que esto necesario? ¿Por qué era necesario que Jesús, el Hijo de Dios, muriera en la cruz y derramara su sangre? ¿Para qué?

Tenemos que entender primeramente el pecado de la humanidad. Tenemos que entender la mente de Dios, tenemos que entender la naturaleza divina. Tenemos que entender una ley que Dios dictó cuando creó al hombre y le dijo ‘no comas de ese árbol porque de cierto, el día que comas de él vas a morir’. Y Adán y Eva eran representantes en sus lomos, en su persona, ellos tenían la autoridad como padres biológicos de los que habían de venir, ellos le delegarían a todos sus descendientes por los siglos de los siglos el mismo germen, la misma consecuencia espiritual, como los padres muchas veces le legamos a nuestros hijos nuestro temperamento y nuestra herencia espiritual y biológica, nuestras características.

Cuando el hombre allí, ese hombre prototípico en el Edén viola los mandamientos del Señor y rompe esa esencial obediencia al Padre, se desata un mal un toda la humanidad. El virus del pecado correrá y las consecuencias del pecado también correrán. Cada uno de nosotros peca, ofende a Dios, viola las leyes de Dios de maneras pequeñas y grandes, eso es una consecuencia del mismo mundo en que habitamos. Nadie puede no pecar y por lo tanto nadie puede no morir eternamente a menos que algo suceda desde afuera que cambie ese curso. Y eso fue lo que pasó.

Dios dictó una ley y desde ahí en adelante Dios tuvo que resolver su propio dilema. La humanidad ha pecado y yo no quiero matarlos, yo no quiero que mueran eternamente, esta criatura yo la amo. Y entonces Dios idea una solución y es que su justicia sea satisfecha. Tiene que haber muerte por medio de alguien que pague el precio, alguien que sea los suficientemente grande, lo suficientemente puro, lo suficientemente todopoderoso para que su vida tenga un precio tan y tan grande, tan infinito que sea capaz de cubrir todos los pecados de toda la humanidad, que no haya déficit.

Y el único ser que podía alcanzar eso era un ser divino y ese es el Hijo de Dios. Y Dios entonces lo hace, esto es todo un proceso judicial, lo hace entrar en forma humana, lo hace encarnar en hombre, adquirir la naturaleza humana, vivir como hombre, vivir perfectamente porque si peca, entonces ya su muerte no es una muerte judicialmente satisfactoria, ya es otro pecador más muriendo como tiene que morir. Cristo no podía pecar, tenía que vivir una vida pura y entonces subir a la cruz y simbólica, judicialmente derramar sangre.

Él no necesitaba derramar más que una gota de sangre y eso era suficiente. Hace poco unos abogados, no voy a entrar en mucho detalles por razones de privacidad, es interesante cómo piensan los abogados y cómo piensan los jueces. Los abogados pidieron tratando de defender a una persona, una condena de un año y un día. ¿Por qué un día? Porque ese día ponía a la persona en una categoría judicial que le era ventajosa. Ese día, 24 horas, soltaba una serie de consecuencias legales que eran importantísimas.

Uno que no sabe de leyes puede decir, ‘uy, qué pedante, un año y un día’. Ese diíta era bien importante porque en el mundo judicial lo que valen son los precedentes, los símbolos, cosas así.

Entonces, el Señor solo necesitaba derramar una gota de sangre y morir y ya eso era todo lo necesario judicialmente para que se satisficiera la justicia de Dios. y esa gota de sangre derramada por un hombre perfecto que también era un Dios perfecto, por su humanidad el Señor puede empalmar con nuestra humanidad y representarnos a nosotros y sanarnos a nosotros. Y por su divinidad él tiene suficiente poder y suficiente valor para pagar el precio de todos nosotros. ¿Usted entiende?

Eso estaba Dios resolviéndolo. Por eso es que yo digo que hay un proceso en todo esto. Y todo eso se está resolviendo allí en la cruz. Y por eso cuando leemos dice, ‘él llevó nuestras enfermedades...’

Hay un proceso y hay precio también, el precio es que él tenía que pagar por nosotros y el precio era tremendo sufrimiento para el Señor. El precio fue él en su cuerpo llevar nuestras enfermedades. Por eso es que nosotros oramos por sanidad, porque la Biblia dice judicialmente que en la cruz él también arrastró nuestras enfermedades. ¿Por qué? Porque las enfermedades son consecuencia del pecado.

Si el hombre no hubiera pecado no hubiera enfermedad y no hubiera muerte en la tierra. Entonces, el Señor al morir por nosotros también judicialmente lleva nuestras enfermedades. Dice también, “.... lleva nuestros dolores...”

¿Sabe que el precio fue que el Señor, no me pregunte cómo, ahí en la cruz él padeció todo el dolor de la humanidad como solamente Dios podía hacerlo? Sus hombros tenían que ser infinitamente poderosos. El marco de sus emociones tenía que ser tan y tan grande que pudiera resistir el dolor de la humanidad. El Señor llevó nuestras enfermedades físicas, nuestros dolores emocionales, fue azotado por nuestro..... Nosotros merecíamos ser azotados, él fue azotado por nosotros. Fue herido de Dios, fíjese eso, el Padre mismo lo hirió. Dios hirió a su Hijo. Dios puso en agonía a su Hijo para que nosotros no fuéramos heridos. Ese fue el precio y el proceso allí juntos. Él fue abatido, él sintió en ese momento una máxima depresión.

“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”

Ese proceso y ese precio, herido por nuestras rebeliones. Sabes que tus rebeliones del siglo XXI, y lo que te costaba eso, el Señor lo llevó en el siglo primero, el gasto, el precio de tus rebeliones, tus pecados. Él fue molido, su cuerpo fue triturado por tus pecados.

Y dice, “... el castigo de nuestra paz fue sobre él...”

¿Sabes tu que Cristo padeció tremenda agonía para que tu y yo podamos tener paz? Y paz dentro de nosotros, y paz con Dios, y paz unos con los otros. Todas esas cosas, el Señor, su castigo alcanzó nuestra paz.

Dice, “.....antes éramos enemigos de Dios y ahora somos amigos de Dios por su castigo. Y por su llaga fuimos nosotros curados....”

Fíjate, dice fuimos nosotros curados, fuimos sanados, fuimos salvados, y todo este proceso está allí. Yo veo algo, por una parte nosotros. Hay dos enfoques aquí; nosotros, los beneficios que recibimos, lo que causamos que el Señor tuviera que sufrir. Por otra parte está el enfoque sobre él, lo que él está sufriendo y lo que él está alcanzando por medio de su sufrimiento.

Dice, “... todos nosotros nos descarriamos como ovejas...”

Eso es algo bien importante. Sabe, mi hermano, mi hermana, que hasta que tu no reconoces eso el Evangelio comienza cuando cada uno de nosotros reconoce que ‘mira, yo soy un pecador y yo merezco la muerte y yo por más bueno que yo sea, más honesto, más trabajador, más filantrópico, más generoso, más buen padre, más buen esposo, eso no me hace nada. Yo soy pecador.

Dice la Biblia “... por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios....”

Es necesario eso. hay un pasaje en la Escritura, en el Libro de los Hechos, no tenemos tiempo para elaborarlo, cuando el eunuco que viene de Etiopía está leyendo el libro de Isaías, está leyendo precisamente eso, “...todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino...”

Es el pasaje que leía el eunuco en Isaías cuando Felipe es enviado por el Espíritu Santo para predicarle el Evangelio. Y dice la Biblia que comenzando con ese pasaje Felipe le explicó todo lo que había sucedido con Jesús y el Evangelio se lo explicó de allí.

Por qué el Espíritu Santo iluminó al eunuco para que leyera, uno de los primeros gentiles. Ese eunuco se fue para Etiopía y de hecho, históricamente los etíopes han sido una raza que ha estado muy en contacto con el Evangelio y con el judaísmo. Hay un misterio allí. Este hombre era un alto oficial, y nos imaginamos que él regresó a su país llevando el Evangelio.

Pero interesantemente, mire dónde comienza la exposición de Felipe, una de las primeras exposiciones del Evangelio a un hombre es con ese pasaje. ¿Por qué? Porque ahí es donde comienza el Evangelio es cuando yo reconozco que yo, personalmente, hay un drama, hay una controversia entre Dios y yo y solamente Cristo la puede resolver. Y yo tengo que reconocer que soy pecador. Yo tengo que reconocer que por más esfuerzo que yo haga yo no puedo justificarme delante de Dios. Yo tengo que humillarme delante de Dios. yo tengo que pedirle perdón a Dios. Yo tengo que reconocer que si no fuera por Cristo, yo sería un pobre diablo destinado al infierno.

Ahí es donde comienza la salvación y si en esta noche hay aquí una persona que todavía no ha entendido eso en su corazón, yo te suplico que te obligues a ti mismo a pasar por ese proceso de reconocimiento. Yo he pecado contra Dios, yo he ofendido a Dios. si yo no tengo a Cristo yo estoy en déficit con Dios y solamente por medio de Cristo, yo puedo pagar ese déficit y recibir salvación y reconciliación con Dios. Porque todos nosotros nos descarriamos.

Pero sin embargo, el Señor cargó en él ese pecado y eso es lo que nosotros celebramos en esta noche: todo eso, su angustia, su aflicción, el hecho de que no abrió su boca, fue llevado mansamente. Sabes, el Señor dijo una vez cuando estaba ahí dijo, yo podría mandar legiones de ángeles que vinieran y me salvaran de esta crucifixión, pero no lo hizo. Le dieron vinagre, una mezcla que se cree que era como un tipo de droga que daban a los crucificados para aminorar un poquito sus sufrimientos. Aún ese imperio cruel romano que sometía a la gente a la crucifixión tenía un poquito de misericordia y les administraba una mezcla de hierbas que los drogaba un poco y aminoraba un poquito su dolor. ¿Y sabe lo que hizo Jesucristo? Él no quiso tomarlo. ¿Por qué? Porque él sabía que él tenía que pagar hasta el último centavo. Él tenía que sentir el dolor en plenitud, él tenía que sufrirlo todo. Él tenía que pasar absolutamente ese momento sin ninguna ayuda de ningún tipo. Él no podía protestar, él no podía quejarse, él tenía que reconocer que lo que él estaba padeciendo era absolutamente justo, necesario y efectivo. Y no podía haber intervenciones de ningún tipo que interfirieran con eso. Por eso fue que él no abrió su boca, fue manso, se dejó azotar, se dejó poner la cruz, la cargó. Hizo todo lo que le pidieron que hiciera porque era necesario que se cumpliese toda la ley.

Y todo eso lo describe: no se abrió su boca, fue quitado por juicio su generación, quién la contará. Usted ve ahí el precio y ve el proceso. Eso es lo que nosotros reconocemos en una noche como esta: el precio y quién fue que lo llevó a la cruz. Fuimos nosotros, fuimos esa raza que se apartó, que se rebeló, que hirió a Dios. Somos nosotros, cuando nosotros pecamos, cuando hacemos las cosas que sabemos que no debemos hacer. Cuando nuestra humanidad y nuestros pecados nos arrastran a hacer cosas, nosotros estamos ahí ejemplificando este pasaje. Por eso es que cuando yo hago algo que no está conforme a la voluntad de Dios yo tengo que recordar, ah, yo entiendo por qué Cristo tuvo que pasar lo que pasó.

Él estaba cubriendo ese momento ahora, en que yo estoy haciendo algo contrario a la voluntad de Dios, una gota de sangre por así decirlo de Jesús, viene y cae sobre ese momento y lo cubre, si yo estoy en Cristo e impide que yo tenga que ir al infierno porque ya él administrativamente allí, hay una vasta reserva de gracia que siempre está cayendo, salpicando momentos, acciones, circunstancias, individuos, cada vez que hay una infracción de la ley y una persona está administrativamente bajo el sacrificio de Cristo, una gota de sangre de Jesús se suelta para cubrir ese momento, siempre y cuando nosotros nos mantengamos unidos a lo que Cristo hizo en la cruz.

Precio, proceso judicial, pero también un producto, un premio, hay un premio para nosotros y un premio para él. El premio para nosotros es salvación, vida eterna, reconciliación con Dios, acceso al Padre, acceso al trono de la gracia, no hay más condenación.

Dice el escritor de Hebreos que nos acerquemos confiadamente al trono de la gracia por ese camino ancho y despejado que Cristo abrió por medio de su cruz. Ese es el premio, el premio es que tu yo ahora no tenemos que acercarnos al Padre con miedo, con nauseas de terror y de incertidumbre, no tenemos que estar ahí begging, suplicando en un sentido barato a Dios. No, podemos venir con humildad, con mansedumbre, pero podemos venir con plena confianza al trono de la gracia, y sabemos que estamos cubiertos con la sangre de Jesús. Podemos celebrar, podemos gozarnos, podemos alabar, podemos pedirle al Señor cosas buenas, podemos esperar bendición para el futuro, podemos aprender de Dios, podemos besar su nombre y esperar bendiciones, sanidades, milagros y que sus dones van a correr en nuestra vida, todas esas cosas las podemos esperar porque él se dio en la cruz del calvario.

Hay un premio para nosotros y ¿saben qué? Un premio para él también. Con esto terminamos. Miren el versículo 10 en la segunda parte de ese versículo dice, “... cuando haya puesto su vida en expiación....”

Recuerde, esto lo está escribiendo Isaías, un hombre de siglos antes de Cristo, un profeta antes de que todo eso se de. Él también sabía que algo iba a pasar con ese ser sufriente.

Dice, “...cuando haya expuesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada...”

Fíjese, a veces los profetas profetizan y no saben las plenas consecuencias de lo que están diciendo. Él solamente dice, “... vivirá por largos días...” ¿Saben qué? That’s an understatement. That’s the understatement of the ages, “... vivirá por largos días...” Cristo vive por toda la eternidad.

Dice la Biblia en Filipenses, Capítulo 2, que por cuanto Cristo se hizo sufriente y esclavo y dio su vida, dice, “... por lo cual Dios le dio un nombre que es sobre todo nombre para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla de lo que está en los cielos, en la tierra, y debajo de la tierra....”

Es decir, Dios lo exaltó hasta lo sumo, lo levantó otra vez, esa muerte, ese precio, ese sufrimiento, todo ese aspecto judicial, todo ese padecimiento era para que se cumpliese la Escritura, pero cuando se cumplió la Escritura, cuando Cristo dijo, ‘consumado es...’ ya comenzó el proceso de ya no es más el siervo sufriente, ahora tu eres mi Hijo amado, ahora yo te levanto otra vez, yo te devuelvo tu gloria, toda tu divinidad sin ningún tipo de ambivalencia, ni ambigüedades, ni complejidades y te pongo otra vez en tu trono donde tienes que estar.

“... vivirá por largos días, la voluntad de Jehová será en su mano prosperada, verá linaje...”

Óigame, ¿qué linaje tiene Jesús? Billones y billones de almas redimidas y salvadas por su sangre derramada en la cruz. Ese que nunca se casó, que nunca tuvo hijos tiene hijos espirituales por todas las edades, una humanidad salvada por su sangre en la cruz.

“... verá linaje, vivirá por largos de días, la voluntad de Jehová será en su mano prosperada...”

Hermanos, dice la Biblia que un día toda la autoridad en esta tierra que ahora está tan resistida, le será entregada en las manos a Jesucristo. Los que no lo quieran aceptar van a ser destruidos y completamente apartados y sacados de la economía humana y solamente quedarán los que doblan su rodilla ante Cristo Jesús y reconocen su señorío. Y toda la autoridad le será entregada en su mano de manera que ya no haya resistencia a la voluntad de Dios aquí en la tierra. Aún el diablo y sus ángeles serán atados y echados al lago de fuego y azufre. No habrá resistencia a la voluntad de Dios ya. Y la voluntad de Dios será prosperada en sus manos por medio de él, y entonces el Hijo tomará esa autoridad que le es entregada a él sin cuestionamiento de ningún tipo y se la entrega al Padre. Eso dice la palabra.

Un día se dará esa transacción administrativa también, y la voluntad del Padre entonces, en esta tierra no tendrá resistencia de ningún tipo, será perfectamente canalizada en los mares, en los aires, en los árboles, en los peces, en los cuadrúpedos y en la humanidad, en los planetas, en las galaxias, en el átomo, en el cosmos, y el micro y el macro cosmos, todo, la voluntad del Señor correrá perfectamente porque Cristo hizo la obra en la cruz del calvario.

Dice la Biblia que él verá el fruto de la aflicción de su alma y quedará satisfecho. Gloria al Señor. Usted se imagina cuando el Señor mira aún ahora, en esta imperfección que se llama la iglesia, y en una noche como esta, él ve hombres y mujeres y jóvenes como los que están aquí, ancianos, gente de todas las culturas, los grupos étnicos, los colores, los géneros, todo eso, aquí reunidos, adorando el nombre del Señor y él mira desde su trono así sobre la tierra y ve a congregación León de Judá y dice, ‘guau, valió la pena, valió la pena, valió la pena mi sacrificio’.

Verá el fruto de la aflicción de su alma y quedará satisfecho, pero más que eso, un día él verá a toda una humanidad redimida, cantando el cántico de los salvos y dirá ‘valió la pena, valió la pena’. Y verá una humanidad recreada, una naturaleza nueva, nuevos caminos, nuevos átomos que compondrán una materia totalmente redimida de su enemistad ahora mismo y su humillación, una naturaleza sanada, ríos que no tendrán contaminación, pájaros que cantarán con lenguajes que no podremos jamás imaginar sus notas, nosotros sanados de todas nuestras distorsiones, deformaciones, pecados, ataduras.

Hermanos, y el Señor mirará todo eso y dirá ‘Valió la pena’. Quiera el Señor en esta noche que cada uno de nosotros que está aquí esté seguro de que nosotros estamos dentro de ese plan. Quiero pedir que los músicos pasen por aquí. Quiera el Señor que cada uno de los que están aquí, tu y yo, no haya duda de lo que yo he declarado en esta noche y lo que la palabra de Dios ha declarado se aplica a tu vida porque tu hayas reconocido tu pecado, hayas reconocido tu parte en este proceso, hayas atado tu vida y tu destino y el proceso de tu vida al drama cósmico de Jesús y su cruz y que tu puedas decir ahora, ‘Yo me ato, me uno, no pongo barreras entre el drama de ese siervo sufriente y mi propio drama, su carrera y mi carrera, su destino y mi destino, su precio y mi beneficio. Y que tu digas, ‘ok, yo voy a escribir mi nombre sobre ese contrato que Dios ha descrito en el Libro de Isaías, y yo pongo mi voluntad, mi corazón y mi destino lo ato a ese drama que describe el profeta Isaías.’

Si tu no has hecho eso, por qué no hacerlo en esta noche. Yo quiero asegurarme. Voy a peinar esta iglesia ahora mismo con un peine bien fino, lo vamos a pasar por aquí, por allá arriba también, de manera que nos aseguremos que nadie se quede sin haber entrado en este maravilloso proceso que describe el profeta Isaías. Si tu no lo has hecho por qué no lo haces esta noche, por qué no recibes lo que yo he estado declarando aquí. ¿Por qué no dices, yo entiendo el proceso, yo entiendo el precio y yo entiendo el premio? Y yo me uno a eso, y yo digo, sí Señor, creo que esto me aplica a mí y pongo mi nombre y digo amen y levanto mi mano y salgo de esta noche con mi nombre escrito dentro de ese drama.

Bajemos nuestras cabezas un momento. Yo quiero invitarte en esta noche a unirte al drama que elabora el profeta Isaías. Quizás tu no lo habías entendido bien antes y estabas ahí a medias, pero esta noche tu vas a querer afirmarlo, si no lo has hecho antes, y quizás nunca lo has hecho, has estado resistiendo porque no entendías exactamente qué es lo que Dios esperaba y por qué lo hizo y qué quería alcanzar, pero esta noche tu lo has entendido y tu quieres entrar en eso. Cualquiera que sea tu situación, tu condición yo quiero darte una oportunidad en esta noche para que entres plenamente.

I want to give you a chance, young person, whoever it is. I hope everyone is paying attention to me right now. This is a very important moment and I really want you to pay attention. This is very serious. If you have not given your life and you have not acknowledged the seriousness of what we are elaborating here, I want to ask you to really take a step of faith and unite yourself to this drama that has been presented here.

Yo quiero que des un paso de fe en esta noche, si no lo has hecho antes y que oremos contigo y que todos oremos para unirnos a esta situación que describe aquí el profeta Isaías. Si hay alguien esta noche que siente que quiere dar ese paso de fe y que necesita darlo, quiero que levantes tu mano para orar por ti. Amen.

Esa jovencita allí detrás, también.

Yes, that’s fine. No, lift your hand. That’s beautiful, that’s beautiful.

Aquí hay una mano que se levanta también. Allí atrás hay otra mano que se levanta. No sé si arriba también, levante su mano, aquí, este varón, este joven aquí también. Gloria al Señor.

¿Alguien más? Levante su mano sin temor. Recuerde, es importante que nosotros entremos en estos dramas y que recordemos la importancia de ellos. No subestimemos la importancia de estas cosas. Levantar la mano puede parecer algo raro y sin consecuencia, pero es bien importante en términos espirituales.

Y no te preocupes, poco a poco Dios irá llevando tu vida hacia un entendimiento pleno de lo que esto quiere decir, pero yo te invito en esta noche a hacerlo. No te preocupes, no es con León de Judá que tu estás haciendo el compromiso, recuerda eso, es con el Evangelio que ha sido predicado, de donde sea que tu vienes, eso es importante. Hay una diferencia entre esta iglesia y el drama de Cristo. Tu te estás uniendo al drama de Cristo. Muy importante esa diferencia.

¿Alguien más que quiera unir su vida al drama de Jesús y al proceso de Jesús? Yo te bendigo, mi hermana, allí también. Eso está bien, no temas, no hay que avergonzarse. Oh, Señor Dios nos libre de tener miedo. Amen. Gloria a Dios. Mire qué lindo esta joven aquí mismo, cantando y quiere asegurarse de confirmar eso en su vida. Eso es bello, eso es bello.

Quiero que den otro paso de fe. Pasen por aquí adelante, esas manos que se han levantados. Hermanos, vengan con alguien, que alguien le acompañe. Vengan por aquí, alguien que esté cerca de ellos que sea de León de Judá, acérquese a ellos. Vengan acá un momentito.

Pase por aquí hermano, venga aquí. No tema y alguien que venga con ellos de la iglesia y les acompañe y ore con ellos en señal de solidaridad, solidaridad con estos hermanos, diciéndole te acompañamos y te bendecimos.

Vengan por acá y que haya alguien al lado de estas personas para orar por ellos en esta noche. Si hay alguien más que quiera dar ese paso de fe, venga por aquí, nunca es excesivo dar este paso, yo creo.

It’s never too much to acknowledge our unity with the drama of Jesus Christ and his crucifixion. There’s something always very beneficial when we declare that. So, just come forward.

Ven por aquí y adora al Señor y declara tu afiliación con lo que Cristo ha hecho.

I’m so glad to see this young lady right here who’s coming forward. I’m glad.

Me alegro que hiciera eso y te bendigo en el nombre de Jesús, niña. Para el Señor es bien importante tu mano que se levantó también. Gloria a Dios.

Te adoramos, Señor, te bendecimos.

I’m so glad to see these young children coming forward as well, it’s very powerful, very important, very important.

Gloria al Señor. Gracias padre, te adoramos. Entrega tu vida al Señor y dile ‘Señor, yo reconozco que yo me he descarriado como una oveja perdido. Yo me he descarriado. Yo he contribuido a tu crucifixión. Tu moriste por mí, tu moriste para cubrir mis pecados, mis ofensas, mis excesos, mis deslices, mis fracasos. Tu hiciste eso por mí y yo lo causé porque si yo no lo hubiera hecho, tu no hubieras tenido que hacer lo que hiciste.

Yo reconozco esto. ¿Tu entiendes? Ahí en tu corazón di, ‘Señor, yo reconozco que te ofendí aunque no lo había hecho, no había nacido cuando tu moriste en la cruz, pero tu sabías que yo lo iba a hacer, pero ahora en esta noche, yo reconozco que tu sangre me cubre, tu sacrificio me justifica, me sana, me bendice, mis pecados son perdonados, mi vida es cambiada. El diablo no me puede seguir acusando. Los pecados que yo he cometido en el pasado de hoy en adelante ya no cuentan en tu relación conmigo, ya ningún demonio puede venir a decirme, ‘mira, tu robaste, tu mataste, tu adulteraste, tu hiciste algo indebido,’ Ya eso no tiene importancia ahora al tu reconocer que Cristo murió por ti y que trajo sanidad y perdón a tu vida.

Ahora tu estás bajo una administración diferente. El diablo no puede acusarte. El fiscal espiritual de la humanidad no puede venir ante el trono de Dios y decir, ‘él ha pecado, tiene que condenarlo’, porque hay un defensor que dice, ‘sí, pero yo pagué con mi sangre el precio de su pecado, así que él está justificado, ella está justificada, está sanado’.

Puede pedir sanidad, puede pedir felicidad, puede pedir perdón, puede pedir gozo, puede pedir paz, puede esperar bendición, puede esperar un futuro brillante, puede esperar que mi espíritu, dice Dios, va a morar en el corazón de él o de ella, porque ya estamos bien, estamos reconciliados.

Eso es lo que tu estás ahora mismo experimentando en tu vida.

God is touching you. God is blessing you. God is doing something beautiful in your life. He is entering into your heart and he is blessing you in very beautiful ways and you’re going to grow up to be powerful men and women of God because he is with you and he is blessing you right now. ¡Aleluya!

Dale gracias al Señor por lo que él ha hecho, y dile, ‘Señor Jesús, te recibo en mi corazón’. Dile, ‘Señor Jesús, te recibo en mi corazón y yo reconozco que tú eres Dios y reconozco que tu eres Señor de mi vida y que también eres salvador de mi alma. Y reconozco que he pecado contra ti y que te he ofendido y he quebrado tus leyes pero hoy reconozco que tu me has perdonado y me has sanado y has cancelado mi deuda con tu sangre en la cruz y te doy gracias y te invito a entrar a mi corazón.’

Invita a Cristo a entrar en tu corazón. Di, ‘entra a mi corazón, Señor Jesús. Entra a mi corazón, Señor Jesús’, dile ‘y entra con tu Espíritu Santo, entra con tu Espíritu Santo’. Pide al Espíritu Santo que entre en tu vida ahora mismo.

Y yo voy a pedir que los que están orando allí. Impongan sus manos sobre esas vidas y di ‘declaro sobre ti el Espíritu Santo’. Diga eso, ‘declaro sobre ti el bautismo del Espíritu Santo’. Dilo, ‘declaro la llenura del Espíritu Santo’, dilo. ‘Declaro la llenura del Espíritu Santo en ti’. Di ‘declaro el bautismo del Espíritu Santo’.

Y esos que han aceptado a Cristo, digan ‘Recibo el Espíritu Santo’. Diga eso, ‘Recibo el Espíritu Santo’. Diga conmigo, ‘recibo el bautismo del Espíritu Santo’. Dígalo así, ‘recibo el bautismo del Espíritu Santo en mi ahora.’ Dígalo así. ‘Recibo al Espíritu Santo dentro de mí’.

Y dígale al Espíritu Santo ‘Lléname, Espíritu Santo, lléname Espíritu Santo, bautízame Espíritu Santo’, porque él entra a bautizarte ahora también, él entra a ocuparte y entra a bautizarte. Recibe el Espíritu Santo también. ¡Aleluya!

Recibe el bautismo del Espíritu Santo. Yo declaro la llenura del Espíritu Santo dentro de ti. Y recíbelo, recíbelo, recibe el bautismo, la llenura del Espíritu Santo. Se está moviendo dentro de ti, ¡Aleluya! Te está bautizando con fuego del espíritu de Dios. Alaba al Señor ahora. Glorifica al Señor.

Dile, ‘gracias, Señor, te alabo, te bendigo, te glorifico’.

Pónganse de pie, hermanos. Declaren la llenura del Espíritu Santo sobre estos hermanos. Gloria al nombre del Señor. Declare la llenura del Espíritu Santo sobre ellos. Oh, en el nombre de Jesús ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya! Gloria al nombre de Jesús. Alaba al Señor, alaba al Señor. Tienes autoridad para hacerlo, tienes autoridad. Alaba al Señor. Glorifica al Señor. ¡Aleluya!

Tú eres un hijo de Dios, una hija de Dios. Tienes el espíritu de Dios dentro de ti ahora. Usa ese espíritu y glorifica el nombre de Jesús. Gloria al nombre de Cristo. ¡Aleluya! Fuego del espíritu, bautismo del espíritu, llenura del Espíritu Santo sobre el pueblo de Dios.

Oh, lo declaramos en el nombre de Jesús. Unge, Señor, unge con tu espíritu, unge con tu espíritu, Señor. Gracias, Jesús, gracias, gracias, gracias, Jesús. Alaba al Señor, dile, estoy libre, soy libre, soy libre. Decláralo con tu boca en esta noche. Eres libre en el nombre de Jesús. ¡Aleluya! Gracias Señor Jesús, te adoramos, te bendecimos.

Eres libre, eres libre. Camina como una persona libre y llena del Espíritu Santo. Camina como una persona que tiene autoridad en esta noche. El Espíritu Santo está entrando en tu vida y te sana, dice el Señor, te libera, te da un nuevo corazón, una nueva mente, te da gozo en tu alma para alabar al Señor y servirlo. ¡Aleluya!

Lo declaro así en el nombre de Jesús. El pasado no tiene ya importancia en sus vidas. Están libres en el nombre de Jesús. Alabado sea el nombre del Señor. Declaramos unción de Dios en este lugar. Deje que el espíritu corra dentro de usted también, alabe y glorifique al Señor. Somos libres por su cruz, somos libres por su sacrificio, somos libres por el precio que él pagó. ¡Aleluya! ¡Aleluya! Hay libertad en el pueblo de Dios.

Hay sanidad, hay esperanza, hay gozo, hay vida, hay triunfo, hay victoria, porque Cristo ganó esa victoria en la cruz del calvario por nosotros. ¡Aleluya! Alabado sea el nombre, alabado sea el nombre, alabado sea el nombre de Jesús. Glorificado sea el que vive y reina para siempre. A él la gloria y la honra.

Santo es el nombre del Señor. Santo es el nombre del Señor. Pueblo, llénate del poder de Dios, llénate de la gracia de Dios en esta noche. Gloria al nombre de Jesús. Denle un gran aplauso al Señor. Santo es el nombre del Señor. ¡Aleluya!

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El don de lenguas (parte 2)

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Vamos a la palabra del Señor. Les invito a abrir sus Biblias en Primera de Corintios, Capítulo 14. ¿De qué habló el pastor la semana pasada? Me gusta preguntar, solo para estar seguro que no hemos olvidado de semana en semana de lo que se habla. El pastor está haciendo una serie de predicaciones y enseñanzas de los dones del Espíritu Santo. Y él estaba hablando del don de lenguas la semana pasada y vamos a hacer la parte dos a esta enseñanza.

Así que una vez más, sabe que hay algunas iglesias que solamente hablan de lenguas. ¿Tu crees que es la salvación misma que hablan en lenguas tanto? Yo creo que no es problema aquí, decir la verdad, a mis 13, 14 años aquí, el sermón fue para mí fue el primero que yo escuché al pastor hablar de eso y yo sospecho que todavía hay mucha confusión y preguntas y desacuerdo y muchas cosas aquí. Tenemos una congregación bien variada, hay mucha gente nueva y yo he sentido al Señor seguir con ese tema, hacer la parte dos, así que nosotros a veces nos llamamos, somos bautistas aquí.

¿Alguien sabe cuál es nuestra denominación? Saben que, yo diría que por lo menos la mitad no sabe que somos bautistas americanos. ¿Por qué? Porque nos portamos más como pentecostales en el sentido del Espíritu Santo y la adoración y los dones del espíritu. Nos llamamos a veces bauticostales, por eso, ¿no? Bautistas confundidos, como yo soy un gringo confundido, somos bautistas confundidos, nos creemos pentecostales.

Es lindo, tenemos de los dos trasfondos: lo bautista enfatiza mucho la palabra, estudiar, pensar. Los pentecostales enfatizan el mover del Espíritu Santo juntamente con el estudio de la palabra. Nosotros creemos que podemos hacer ambas cosas, estudiar la Biblia, ser gente sobria y pensadora y también ser personas locas para Jesús, llenos del Espíritu Santo, que mueven en los dones. Así que por eso quiero hablar otra vez de ese don.

Y quiero comenzar con un testimonio de cuando yo tenía 16 años. Yo era católico, un joven, crecí en la iglesia católica, una familia linda, gracias a Dios. Mi mamá me llevó a la iglesia y unos primos me invitaron a pasar el verano con ellos. Y ellos eran pentecostales. Mi tía, buena católica, mi tía cuando yo era bebé me decía, ‘tu serás sacerdote, tu serás sacerdote’, así que algo se confundió en la transmisión, casi salió, casi, algo así.

Así que fui a estar con ellos. Ella me dice, ‘tu no te vas a poner pentecostal este verano. Tu eres católico, pero para jugar en el equipo de softball tenés que asistir a su iglesia’. Dios usa sus manera de entrarnos en su casa. Así que yo, 16 años, me congregaba en esa iglesia donde la gente gritaba, ¡Aleluya! Levantaban las manos, predicaban de la palabra y hablaban de una relación personal con Jesús.

Y a mí me gustaba mucho, fíjate, los sermones porque me gustaba escuchar enseñanza directa de la palabra, pero estaba un poquito incómodo con todo el revolú durante los cultos. Pensaba que esa gente estaban medio loca. Y yo recuerdo un día, durante ese verano, el pastor estaba predicando, fue un sermón lindo de sufrimiento en la vida cristiana y cómo Dios está con nosotros. Y al final, había un tiempo de oración, y yo sentía algo pero medio raro, algo diferente. Fue como si fuera como un tingling, no sé la palabra en español, como una agüita comenzando a fluir. Y yo me puse ahí mirando al piso y había un momento de tranquilidad, todo el mundo callaba por un momento y una señora latina, no era una iglesia latina, pero una señora latina se puso de pie y comenzó a hablar en otro idioma y yo, 16 años, pensé ‘será español’. Y no era, ‘será francés’, no era, ¿qué será? Será suahili. Yo no sabía, ella hablaba, hablaba, y mientras ella hablaba yo sentía algo, guau, eran palabras que entraban a mi corazón.

Y después había otro momento de paz y tranquilidad. Y otra persona se levantó y dio un mensaje en inglés, esa vez, un mensaje poderosísimo que hablaba como agregaba al sermón que Dios está con nosotros en las aflicciones. Y yo me quedé, me encontré como medio llorando un poco, y yo pensó ‘¿pero qué estará pasando conmigo?’ Yo no entendí eso.

Después yo pregunto a mi primo, que me había invitado a la iglesia. ‘Pero Mateo, ¿qué fue eso? ¿Y por qué habló en ese idioma, era español?’ Él dice, ‘no, no era español’. Y Yo le pregunto, ‘¿qué idioma era?’ Él dice, ‘ay, no sé, tal vez un idioma angelical’. ¿Un idioma angelical? ¿Pero cómo? No sabemos, ella habló en un idioma desconocido, un don de lenguas. Y era un idioma y yo le pregunté a mi primo, y ella entendía lo que decía. Y él dijo, ‘oh, no, no, no, por eso tuvimos que esperar una interpretación del Espíritu Santo para darnos un mensaje’.

Y él abrió la Biblia, libro de Corintios, vamos a leer el texto. Y yo como, ¿pero qué? ¿Pero por qué? Si Dios, ¿pero por qué no nos habló en inglés, por qué todo ese lío y en un idioma que ella no entiende? Pero, no entendí. Pero te digo, esa experiencia me chocó, porque para mí Dios era.. yo creía en Dios, yo rezaba mis rosarios, tenía mi fe en Dios, creía en Jesús, pero para mí él era alguien lejos, lejos. No era tan presente que pudiera dar la capacidad de hablar en un idioma desconocido. Para mí eso no era parte de mi entender de la vida cristiana. Así que esto me chocó y comenzó un proceso para mí de aprender que Jesús estaba muy, muy cerca y que yo podía aceptarlo como mi Señor y salvador. Y después encuentro que algunos católicos creen lo mismo que hablan en lenguas, que han aceptado a Jesús; se llama la renovación carismática y todo eso.

Pero después yo acepté a Cristo, llegué a ser cristiano y esto me transformó la vida. Y era observar en acción el don de lenguas. Y yo quiero hablar más de eso hoy, porque yo siento que hay confusión todavía. La cosa es que hay personas que creen que los que tienen cierto don del Espíritu Santo son mejores que otras personas. ¿No sé si tu has sentido esto alguna vez, que un amigo tuyo comienza a hablar en lenguas y te hace a ti sentir como si fueras un cristiano de segunda clase? ¿Tu has estado en estos aviones que tienen la sección de primera clase, y después todos los otros, los normales tenemos que ir atrás en el avión y estar apretado e incómodos. Solo son los especiales que pueden estar al frente del avión.

Hay algunos que hacen sentir a los demás como si los que hablan en lenguas son cristianos de primera clase y los que no, son ciudadanos del Reino tal vez, pero ahí en la puerta nomás, no son de verdad, los especiales del Señor. Y por eso tenemos nuestras defensas a veces.

Hay otros que insisten que todos tienen que experimentar exactamente lo que uno mismo ha experimentado. Para mí pasó que yo comencé a hablar en lenguas cuando estaba en mi carro manejando, así que tu también te tienes que meter en el carro, comenzar a manejar y el Señor te va a dar ese don también, y sino, falta la fe. No tienes suficiente fe. Así que hay estas malas concepciones.

Hay otras iglesias, y yo tengo amigos fíjate que han experimentado eso, que hasta enseñan cómo hablar en lenguas, enseñan. Dicen, ok, solo diga conmigo babbabababa hasta que se te salga la palabra. Y fíjate, yo tengo amigos que han recibido el don de esa manera, así que no voy a .... Dios puede hacer lo que él quiera, pero no hacemos eso aquí.

El don de lenguas para definirlo. Hay algunos nuevos que están pensando, ‘¿y por qué está hablando b de lenguas? ¿Por qué, qué es eso? Don de lenguas es la capacidad dada por el Espíritu Santo para orar, adorar o profetizar en un idioma desconocido al mismo hablante.

Don de lenguas es la capacidad dada por el espíritu de orar, adorar o dar un mensaje en profecía en un idioma que la persona misma que está hablando no entiende lo que está diciendo. Eso es el don de lenguas y nosotros sí creemos que es un don especial en el sentido de que es un don más generalizado en el cuerpo de Cristo.

Sabemos que hay muchos dones, pero no todo el mundo tiene cada don. Y es así con el con de lenguas también. Pero el don de lenguas parece ser algo diferente en el sentido de ser un don más generalizado, un don que es más para la iglesia total. No es que todos los van a recibir en la misma manera, pero significa que más van a hablar en lenguas, que los que van a ser llamados no se qué, a tener un ministerio apostólico, o de enseñanza. Es algo un poquito más general.

Lo otro que creemos es que es para la edificación, que ayuda a la gente a ser cristianos más cercanos al Señor, que hubieran sido si no tuvieran el don a veces. También hemos visto que es un don que funciona a veces como el portal a un lugar ambiente espiritual para la persona y por eso hablamos de eso mucho. Amen.

Así hay mucho, sabe vamos a orar primero y después vamos a seguir adelante. Padre, en el nombre de Jesús yo te doy gracias que tu quieres estar bien cerca con nosotros. Señor, gracias que tu nos amas tales como somos, gracias que tu no quieres ser un Dios lejanos sino un Dios cercano. Yo te pido por claridad en este tiempo que vamos a compartir, Padre, que puedas contestar algunas preguntas y darnos paz en este asunto. Y yo te pido que sea para la transformación de muchos de nosotros. Háblanos hoy, te pido. Háblame a mí. Yo quiero escuchar de ti, en el nombre de Jesús. Amen.

La semana pasada hablamos de bebés hablando en lenguas. Yo creo que tengo uno que lo hace. Pero te digo, hay una palabra que sí tiene significado. Él ha comenzado a decir ‘dada’, oh, oh. Siento la unción cuando él dice así. él dice ‘dada’ lo demás es baba. No tiene ningún significado.

Algunos piensan que hablar en lenguas es hablar idioma de bebé. Y puede ser, en el sentido de que es esa misma ternura que inspira en Dios cuando hablamos en lenguas. Pero es diferente porque es un idioma conocido. Como estaba diciendo, yo creo que hay una variedad de perspectivas que tenemos en la iglesia, somos si no te has fijado, una iglesia bien diversa. Tenemos personas de muchos países diferentes, de muchos trasfondos diferentes, de muchos trabajos y niveles socio económicos muy diferentes. Tenemos aquí entre nosotros algunos que eran pentecostales, que están en recuperación, ellos dirían. They’re recovering pentecostals. Porque tal vez estaban en iglesias que eran tan y tan a rajatabla con ellos que dicen, ‘ah, nunca jamás, quiero estar libre de eso’. Algunos reaccionan y van al otro extremo y dicen, ‘Gregory, no me hables de lenguas porque esto me trae malos recuerdos’.

Fíjate que amamos a los pentecostales, tenemos mucho compañerismo con ellos. Pero hay algunos que tienen defensas, tal vez cuando eran niños pusieron manos sobre ellos y clamaban en lenguas por ellos, y trataban de obligarlos a hacerlo. Y eran experiencias tan negativas que la gente queda con defensas puestas.

Hay otros que han venido de iglesias más conservadoras que enseñan mucho la palabra y se les ha enseñado a la gente a tener mucho cuidado de emocionalismo, que en iglesias carismáticas pentecostales, que la gente está loca, no se basa en la palabra, así que cuidado con eso. Nosotros somos pueblo de la palabra, dicen. Y por haber salido de este trasfondo muchos tienen también sus defensas puestas, dicen ‘ah, ah, me han enseñado a tener cuidado de eso, así que no digo que no es de Dios pero mn, no es para mí’, tienen sus defensas puestas.

Hay otros que son nuevos aquí que en este momento piensan que yo estoy medio loco. Gregory parece tan normal, vives aquí en Boston, eres normal y aquí estás hablando de hablar en otro idioma.

Hay algunos que tal vez tu crees que es de Dios pero es algo tan raro que jamás pensarías que sería para ti. Porque no quiere hacer las cosas raras, no quiere violar la dignidad personal y piensan, no es para mí.

Y hay otros que tienen mucha fe en el Señor y han buscado del Señor por muchos años, oran por horas cada día, y nunca experimentaron ese don, y dicen ‘¿y Gregory, a mi qué? ¿Qué pasa, por qué Dios no me da ese don a mí?

Dondequiera que tu estés yo te animo a abrir el corazón un poco y saber que Dios tiene algo para ti. Y saber que va a escuchar lo que Dios tiene. Tal vez no es para hablar en lenguas hoy o mañana, pero Dios quiere que escuchemos. Así que yo te animo a abrir el corazón y recibir lo que él tiene. Dios siempre ha estado en el negocio de derramar su espíritu sobre su pueblo. Esto no es nada nuevo, y no es solamente para el Nuevo Testamento. En el Antiguo testamento había hasta artesanos que edificaron el tabernáculo y Dios derramó su espíritu sobre ellos con un espíritu de sabiduría en diseño, en la gráfica, para hacer cosas, para edificar el mismo tabernáculo del Señor.

¿Quién sabe el nombre de ellos? ¿Alguien sabe? Lo puede gritar. Los hombres ungidos para edificar el tabernáculo con el Espíritu Santo, Ojaliab, tenemos un erudito y Besaleel. Hermanos, esto es lindo. Tu sabes que el espíritu te puede ungir hasta para poner flores. El espíritu te puede ungir para pintar una pared, para diseñar un edificio. Puede pasar.

Después el espíritu ungió a Moisés y Moisés llegó un punto de sentirse muy solo en el ministerio, ya no pudo más. y él dice, ‘ya Dios no puedo bregar con toda esa gente, ¿quién soy yo? ¿Su mamá?, él dijo. Lo mismo, él lo dijo así, what am I their mother? Como un buen judío, un buen hebreo. Y después Dios dice ‘Aparta 70 de ellos y yo voy a tomar el espíritu que está en ti y yo voy a poner a estos espíritus sobre ellos’. Y Dios lo hizo.

La misma unción se transmitió de Moisés a los ancianos y profetizaron cuando sucedió. Hay un principio en eso. Muchas veces la llenura, unción del Espíritu Santo es contagiosa, por eso me gusta pegarme a personas ungidas, me gusta hacerlo, porque yo quiero contagiarme de lo que tienen. De verdad, yo me pongo a veces al lado de personas, enséñeme con quién andas y .... Es así, más con espíritu porque se te pega esta unción. De ahí entra el mentoreo, uno se acerca, se ora por uno y se transmite.

Después en el Viejo Testamento teníamos jueces. Sabemos los nombres del algunos jueces: la mujer jueza, Deborah, ese hombre que tocó la trompeta, ¿tu sabes quién tocó la trompeta, no? Shofar. Gedeón.

La palabra dice que el espíritu se vistió de Gedeón, el espíritu se arropó de Gedeón. También con uno que también tenía sus complicaciones, un hombre que tenía sus tentaciones en la vida, Sansón, que la palabra dice que el espíritu inquietó a Sansón para liberar su pueblo, aunque tenías sus defectos también tenía una unción muy especial.

Y después, dice la palabra que el espíritu se apoderó de él para matar un león y después tener fuerzas para la batalla. Había unción para hacer la obra del Señor. Dios derramaba su espíritu sobre personas para cumplir su ministerio.

Y después sucedió con los reyes. ¿Cuántos saben de dónde viene la palabra ungido o unción? Viene de los profetas que se acercaban a los reyes con un frasco de aceite y derramaban el aceite sobre el rey, la persona designada como rey, pero no era un poquitito de aceite, era suficiente aceite para mojar la barba del sacerdote, cuando lo ungieron a él. Así que lo ungieron y era el ungido del Señor, y cuando derramaban el aceite era símbolo de la unción del Espíritu Santo sobre él.

Sabe que hay una palabra en griego para la palabra ‘ungido’, es la palabra ¿quién sabe? ¿Alguien sabe eso de discipulado, la palabra griega para ungido, el ungido? El Cristo. Saben que Jesús tienen, no un apellido, Cristo. Algunos piensan que Cristo es el apellido de Jesús. Jesús Cristo, José Cristo, María Cristo. No era así. Es Jesús el Cristo, Jesús el ungido rey, ungido por el Espíritu Santo para ser el rey. Es el Mesías que es la palabra en hebreo para unción.

Así que siempre en el Antiguo Testamente hablaba de la unción del Espíritu Santo hasta llegar a Juan el Bautista, en el Nuevo Testamento. Y Juan predicaba, yo estoy aquí bautizándote con agua, pero viene uno después de mí que te va a bautizar con el Espíritu Santo y en fuego. Y la gente decía, ‘bautizarnos con el Espíritu Santo’. Y él dice, ‘la persona que yo te señalo, que yo veo el espíritu cayendo sobre él, es la persona que va a bautizar con el Espíritu Santo’.

¿Y cuántos sabemos lo que pasó con Jesús cuando fue bautizado? Él sube de las aguas y el Espíritu Santo cae sobre él como paloma. Y él y una voz de los cielos, ‘Este es mi hijo amado’, es un juego de palabras para David. Es mi hijo amado, mi David, mi rey. Escúchalo a él, haz caso a él. Y él fue ungido con el espíritu y salió al desierto para ser tentado y después predicó e hizo milagros y cumplió su ministerio.

La unción, cuando él terminó su ministerio.... ahora, si te das cuenta, estamos haciendo un recorrido de la Biblia un poquito. ¿Están conmigo? Yo sé que hay que usar... ¿saben qué? Hay que usar el cerebro, hay que concentrarse un poquito en eso porque quiero que entendamos el contexto de todo eso.

Así que llega al final. Jesús es crucificado y después como vamos a celebrar este fin de semana, se levanta de los muertos y aparece a los Apóstoles y les dice, ‘antes de salir a predicar yo los envío, pero antes espera en Jerusalén un tiempo, espera porque yo les voy a enviar lo que he prometido. Todavía no es tiempo, yo no quiero que tu salgas en tu propias fuerzas para hacer las cosas a tu manera, espera porque algo viene que va a darte poder.’

Y la palabra dice, y me encanta como dice eso, que ellos preguntan ‘¿Y ahora tu vas a ser el rey? Y él dice, Juan ciertamente bautizó con agua, más vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días, y recibiréis poder cuando haya venido sobre ustedes el Espíritu Santo, me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra’.

Tu vas a recibir poder. No vas a tener que hacer esto en tu propias fuerzas. No les voy a dejar huérfanos. Yo tengo algo para ti, que esto va a dar un viento detrás de ti.

¿No se cuántos han tratado de remar en el agua cuando no está solo en un kayak o algo así? Y cuántos han podido tener el lujo de estar en un sail boat, un velero con un viento detrás moviéndolo. Él dice ‘mira, viene un viento que te va a soplar, que te va a dar poder para hacer lo que yo te he mandado’.

Así que se cumple y vamos juntos al Libro de Hechos, y vamos a hacer un estudio rápido, a vuelo de pájaro, de Hechos 2. Yo necesito don de lenguas en español, necesito, Señor, dámelo. Hechos 2. Jesús ya les dijo, ‘tiene que esperar, no salgan a lo loco. Espera’. Y dice en Hecho 2 versículo 1:

“....Cuando llegó el día de Pentecostés estaban todos unánimes juntos y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la cosa donde estaban sentados y se les aparecieron repartidas como de fuego asentándose sobre cada uno de ellos, y fueron todos llenos del Espíritu Santo y comenzaron a habar en otras lenguas según el espíritu les daba que hablasen. Y moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos de todas las naciones bajo el cielo y hecho este estruendo se juntó la multitud, estaban confusos porque cada uno les oía hablar en su propia lengua, y estaban atónitos y maravillados, diciendo ‘Mirad, no son galileos todos estos que hablan, ¿cómo pues les oímos nosotros hablar cada uno nuestra lengua en la que hemos nacido? Partos, medos, elamitas, mesopotamia, después todo un listado de naciones y después el versículo 11

“... cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios. y estaban todos atónitos y perplejos diciéndose unos a otros ‘¿qué quiere decir esto?’ Más otros, burlándose decían, ‘están de mosto’

Mosto, tengo entendido, significa vino. Así que el día de Pentecostés viene un viento que sopló sobre ellos, fuego apareció un poquito de fuego sobre cada uno. Sabe que en discipulado tenemos una ilustración de los discípulos, Apóstoles en el día de Pentecostés y cada uno tiene un fueguito sobre su cabeza y nunca olvido una hermana que se asustó con eso y ¿por qué tiene toda esa gente quemándose aquí en esa foto? No sabía la historia y piensa, ¿pero qué terrible por qué se están quemando cada uno? Pero era fuego que no quema, como el fuego que estaba en la zarza ardiente, que no consume pero está ahí. Fuego, viento, comienzan todos a hablar en otras lenguas, otros idiomas, los entienden todos los que están ahí. Algunos están confundidos, los demás están volando y piensan que están locas, o que están borrachos.

Fíjate, esto sigue hoy en día. Cuando Dios derrama su espíritu y hay manifestaciones hay algunos confundidos, hay otros que piensan pero esta está loca de verdad. Y tal vez sí está loca pero también está llena del Espíritu Santo y bendecida. Y esto es lo que pasa.

Así que Tenira se pregunta ¿el Apóstol Pedro dice ‘esto que estás observando es lo que habló el profeta Joel que los últimos días derramaré mi Espíritu Santo sobre todas carne, ya no más solamente un profeta, ya no más solamente un sacerdote o un juez, ahora, como Moisés el espíritu fue transmitido de él a sus ancianos, ahora Jesús puede derramar el espíritu pero no solamente sobre líderes, sino sobre carne, ancianos, niños, esclavos, reyes, presidentes, todos serán recipientes del Espíritu Santo, en los últimos días. Así que era algo especial, una época de la unción del Espíritu Santo que era una señal que el rey Mesías ha llegado y está derramando el espíritu de Dios para extender su Reino.

Así que la gente se asustaba y dijeron, ‘¿qué hacemos?’ Y Pedro les predica el Evangelio tres mil son convertidos, tres mil ese mismo día, ese mismo Pedro que estaba atemorizado por una sierva que le pregunta ¿y tu estabas con Jesús? Dice, Yo no, yo, no. Un hombre asustado, tímido, guau, no era tan tímido, pero asustado, sí. Y después era un predicador ungido, tres mil personas convertidas en un solo día.

Después esto seguía pasando, cuando los discípulos se esparcieron en cada lugar donde iban predicaban el Evangelio y ese mismo espíritu fue derramado sobre la gente. Vamos a saltar a Hechos 10. El Apóstol Pedro llegó a la casa de Cornelio, un gentil, un no judío y Pedro está predicando el Evangelio a él y mientras él le está predicando, en versículo 44,:

“... Mientras aún hablaba Pedro esas palabras el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso y los fieles de la circuncisión que han venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo...”

Porque los oían que hablaban en lenguas y que magnificaban a Dios. Entonces respondió Pedro, ‘¿Puede acaso alguno impedir el agua para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros. Y mandó bautizarse en el nombre de Jesús y rogaron que se quedase por algunos días. ”

Mientras él predicaba fffff.. una ola del Espíritu Santo sobre ellos, se desató un revolú santo. Comenzaron a hablar en lenguas todos los que estaban ahí. Recibir el don del Espíritu Santo. Así que esto no sucedió solamente en el día de Pentecostés, sino que se repitió cuando ellos seguían predicando el Evangelio. Lo mismo en Éfeso, y es más en este versículo Hechos 1:8, dice que ustedes serán testigos en Jerusalén, en Samaria, en toda Judea, y hasta los fines de la tierra.

Si tu estudias el libro de los Hechos, en cada uno de estos lugares hay otro Pentecostés. En Jerusalén hay Pentecostés, predican. Después van a Judea y el espíritu se derrama cuando predican el Evangelio. En Hechos 8, Felipe va a Samaria, el Espíritu Santo se transmite a los convertidos. Después llega hasta los fines de la tierra en Éfeso en Hechos 19.

Sabe que hay algunos que creen que esta época del Espíritu Santo ya ha terminado, que ya no sigue más. Sucedió una vez los dones del espíritu, y ellos tienen buena lógica, fíjate. Algunos maestros que yo quiero mucho creen eso, así que yo no lo digo para criticarlos, pero ellos dicen que Jesús murió una vez para siempre. Se levantó una vez para siempre, salió a los cielos una vez para siempre, y derramó su Espíritu Santo Pentecostés una vez para siempre. Amen.

Yo estoy de acuerdo con eso. Lo único diferente es que Jesús se levantó una vez para siempre y derramó el Espíritu Santo una vez siempre, pero lo derramó en una manera que se repetía, se repetía. Pasó en Pentecostés, pasó otra vez en Samaria, pasó otra vez con Cornelio y la gente en su casa, pasó otra vez en Éfeso, y el Libro de Hechos si tú lo lees, termina con una frase casi incompleta. Termina que tu estás esperando el fin, cuando tu lees una historia termina normalmente diciendo, ‘the end’, ya terminó, se terminó la historia. Si tu lees el libro de los Hechos tu verás que está predicando pablo unos días abiertamente sin impedimento, y ¿qué? No termina, él sigue predicando, predicando, predicando, y después nosotros seguimos predicando, predicando, predicando. El libro de los Hechos no ha terminado, hermanos.

Está escrito, no quiero que nadie me escriba otro Capítulo más, pero fíjate, yo vi un t-shirt que me gustó, que dice ‘Yo estoy viviendo Hechos 28:29’. Y el último versículo de los Hechos es Hechos 28:28. Lo que él estaba diciendo con esa camiseta que me gustó mucho, es que vivimos la aventura del Libro de los Hechos está siguiendo con nosotros. Se derramó el espíritu ahí y sigue derramándose más y más y más y cada vez que se predica el Evangelio se repite Pentecostés en otra manera.

Y hermanos, nosotros somos parte de eso. Somos parte de eso. Y somos una parte muy especial de eso porque estamos viviendo en una época de renacimiento de ciertos dones del Espíritu Santo en una manera especial. Comenzando, durante toda la historia habían movimientos de avivamiento, pero sabemos que la iglesia se apartó un poco y después Dios lo ha renovado en cada generación lo renueva más y más, en la reforma lo renovó. Después había movimientos de avivamiento, después en el año 1900 había un fenómeno, algo misterioso que comenzó a suceder, no solamente en una parte del mundo sino en varios países a la misma vez. Pasó en un lugar que se llama Armenia, pasó en un lugar en Kansas, pasó en India, personas comenzaron a recibir el don de lenguas otra vez, sin comunicarse entre sí habían movimientos de personas recibiendo ese don y hablando en lenguas. Había un hombre, un predicador pobre, afro americano en Kansas que estaba con un grupo de su gente, oraban en la vísperas de año nuevo, 1900, en Topeca, Kansas, y ahí entre su grupo una señora comenzó a hablar en lenguas. Ella impuso manos sobre él y él comenzó a hablar en lenguas. Toda el grupo que estaba ahí comenzó a hablar en lenguas.

Él, su iglesia creció, creció, creció, después él fue a Tejas, abrió una escuela y un hombre con el apellido Seamore también recibió este don. Él fue a la ciudad de Los Ángeles y comenzó un tiempo de oración, fue en 1906 y comenzó un tiempo de oración con su pueblo. Y en abril 9, 1906 se derramó el Espíritu Santo sobre este grupito en una manera tan especial que se derrumbó la casa donde estaban orando. Es que si tu crees que nosotros somos alborotados, esto no es nada. Gracias a Dios, todos vivos, nadie fue herido, gracias a Dios. No sé cómo sucedió.

Así que tuvieron que abrir otro lugar en una calle que se llamaba Azuza Street y comenzó un avivamiento de ese don de lenguas. La gente de Armenia vinieron, inmigrantes a Los Ángeles, y dijeron ‘pero esto nos pasó a nosotros 10 años atrás’.

Se escuchó que la gente en India con unos misiones ingleses, bien tradicionales, bien organizaditos comenzaron a hablar en lenguas en su misión en India entre un grupo de niñas en una escuela que tenían. Y ellos también dijeron, ‘mira está pasando en Los Ángeles lo que está pasando con nosotros’.

Y fue tan impresionante que vinieron reporteros de todo el mundo para reportar qué estaba pasando. Porque también se desataban cosas escandalosas. Había no solamente los líderes no eran gringuitos blanquitos, sino afro americanos. Y habían afro americanos y blanquitos y chinos que estaban ahí en Los Ángeles, todos ahí recibiendo el Espíritu Santo juntos y abrazándose y pasándola bien como si fueran hermanos o algo así. Qué escándalo que el Espíritu Santo hizo.

Vino un reportero, se dice, judío que para desacreditar todo eso, para poner mal todo ese movimiento y alguien se pone ahí a hablarle en lenguas y se le sale un hebreo, pero perfecto, diciéndole su nombre, el nombre de su familia que él tenía que ver en Los Ángeles. Él se convierte a Cristo y escribe un artículo ‘pero mira esto es de Dios’.

Después algunos de ahí fueron a un lugarcito en Sudamérica que se llama Valparaíso, en Chile, y se desató lo mismo. ¿Es contagioso? La cosa hablamos,... pum, el mover ahí. Unos misioneros fueron al sur de China ahí se desató el mover del Espíritu Santo con ese nuevo don.

Ahora, no salió de la nada. Fíjate hay toda una historia de avivamiento. Aquí en este mismo país, aquí in Massachussets había avivamientos. El primer gran despertar, the First Great Awakening, con los puritanos, con gente todo el pueblo conociendo a Cristo. En esa época había gente que podía pasar que toda una región aceptara a Cristo, se cierran las cárceles, se cierran los bares, porque ya no hay negocio para ellos.

Como ese pueblito en Guatemala, Molonga, pero esto pasaba en toda la región. Tu no podías escapar del Evangelio en esa época. Pasó otra vez en el siglo XIX, todo el movimiento anti esclavitud fue fruto de avivamiento, de oración, y el mover del Espíritu Santo que la gente comenzó a decir, ‘mira, cómo podemos tener un país con esclavitud, si somos un país que cree en Jesús’.

Así que esto lleva todo un trasfondo y se desató en el siglo XX el don de lenguas otra vez. Porque Dios está en el negocio de madurar su novia y de perfeccionar su novia para prepararla para su venida. Así que por eso, no es nada nuevo, es tan viejo como el libro de Los Hecho, pero está renovando lo que Dios hacía en esa época y va reponiendo dones que se han perdido.

Y después por muchos años este grupo fue marginado hasta que en los años.... pero abrieron muchas denominaciones pentecostales. Pero era la mayoría de la gente en ese país los miraban como medio locos, hasta los años 50 que comenzaron unos avivamientos con sanidad y evangelismo.

Después en los años 60, hace poco, con los hippies comenzó un movimiento, lo que se llama el renovar carismático, Charismatic Renewal, cuando no era solamente pentecostales hablando en lenguas, sino también presbiterianos, metodistas, bautistas, católicos. Un mover del espíritu que ya.... quién era, no es para algunos pocos, sobre toda carne derramaré mi espíritu en los últimos días. No eran solamente gente sin mucha escuela, sino algunos profesores de seminario comenzaron a recibir el Espíritu Santo en esta manera y el don de lenguas. Comenzaron algunas personas más respetables a hablar en lenguas y comenzó a crecer y crecer.

En estos años, yo creo que Dios está reponiendo otros dones. En los años 80, el don de sanidad creció en su uso y práctica con todo es movimiento de la iglesia de la viña. En los años 90 un levantar de nueva gente profética, con un don de profecía, más acertado, más desarrollado, más común. En nuestra época, yo creo, Dios está reponiendo el don apostólico, de personas, no para escribir nuevos libros de la Biblia sino para mover en una unción parecida a los Apóstoles, para cubrir regiones y ministrar a ese nivel.

Dios está en el negocio de reponer sus dones y de madurar su iglesia. Y hermanos, nosotros somos parte de eso, somos parte de eso. Somos parte de la historia, estamos viviendo los últimos días. Jesús viene pronto y nosotros tenemos un papel que jugar en eso. Así que quiero hablar un poquito del don de lenguas y otra vez ¿por qué el don de lenguas?

Si yo hablé de todo eso para ponerlo en perspectiva, para veamos el trasfondo bíblico, el trasfondo histórico de lo que estamos hablando. Pero el don de lenguas, fíjate, muchas veces funciona como, yo aprendí una nueva palabra anoche, el corcho para una botella de champagne. Y cuando tu quieres tomar el champagne tienes que descorchar la botella.

El corcho no es la gran cosa, pero destapa todo una bebida linda, rica, pero que no sea adicto a eso, pero ya, esto es bueno. Destapa toda una vida nueva. El don de lenguas funciona así muchas veces, no siempre, pero muchas veces es el corcho, es la entrada, el portal a toda una nueva conciencia del ambiente sobrenatural en la vida cristiana. Y por esto queremos hablar más de eso.

Primera de Corintios 14. ¿Todavía están conmigo? Listos para estudiar un poquito más. Se fija que lo que hablamos en lenguas, no estudiamos. ¿Los corintios eran gente espiritual o gente no espiritual? ¿Quién se acuerda? Los corintios era gente súper espiritual y súper carnales a la misma vez. ¿Cómo puede ser eso? Era una iglesia, pero si tu crees que nosotros tenemos problemas, no hay nada nuevo bajo el sol. En esa iglesia había chismes, había grupitos en conflicto el uno contra el otro, había gente quejándose contra Pablo porque él sufre demasiado. Si él fuera ungido de verdad como nosotros él no sufriría, no estaría preso, l sería un súper Apóstol con todo eso. Era gente orgullosa, gente rebelde, tenían conflictos entre sí, había abusos en el lugar de trabajo y pleitos que llegaron a las cortes, había inmoralidad sexual, pero grosera, peor de lo que está en el mundo. Era un lugar con problemas, una iglesia carnal, pero eso es la paradoja, que ellos también tenían muchos dones del Espíritu Santo.

Hablaban mucho en lenguas. Hermanos, algo que tenemos enfatizar y destacar: los dones del Espíritu Santo no indican que una persona sea madura en Cristo. Una persona puede hablar en lenguas y ser un cristiano inmaduro, feo, doble vida. ¿Saben qué? Jesús dice que algunas personas que van a tener dones del Espíritu Santo, que ni llegarán a entrar en el Reino de los Cielos. Jesús dice, habrán algunos, muchos, que dirán, ‘Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, no levantamos muertos, no hemos hecho toda clase de milagros en tu nombre?’ Y Jesús va a decir, ‘apártate de mí, no te conozco hacedor de maldad’.

La madurez cristiana no se mide con los dones del Espíritu Santo. Los dones son dones. Dios los derrama pero no indica que una persona es más madura en Cristo que otra persona. Hay algunas personas que no hablan en lenguas que son más ungidas y más maduras en Cristo que lo que yo jamás seré con cualquier don que yo tenga. Así que los dones y la madurez no necesariamente van juntos, deberían, pero no siempre es así.

El rey Saúl, en un momento profetizó, se derramó el espíritu, profetizó y él estaba en rebelión, así que no es que todos están bien. Así que los corintios tenían problemas que durante sus cultos había muchos problemas durante sus cultos: faltaban el respeto a la santa cena, vamos a celebrar ahora, ellos también tenían como competencias de hablar en lenguas. Aquí, alguien aquí se echa a hablar en lenguas, pa, pa papapa, y alguien aquí dice, ‘mira, yo soy más espiritual que ella, qué piensa ella ahí hablando en lenguas, papapapapap’, más gritona que la otra. Después otro comienza a profetizar, ‘ay, mira, yo soy espiritual aquí, déjame a mí profetizar un poco, prurururm le da un mensaje hablando de estas cosas.

Era un revolú y no un revolú santo. Era un caos. Y Pablo le dice a los corintios, Dios no es Dios de confusión sino un Dios de paz. Así que vamos a habar un poco del don de lenguas. Vamos a aprender cómo usarlo en el culto público, en una manera ordenada, pero te fijarás que él toma por sentado que muchos están hablando en lenguas, que muchos practican ese don. Se tomaba por sentado que era un don común en todas las iglesias. No les enseñan, que ‘mira, eso es un don que deberían considerar’. Se toma por sentado que están haciéndolo, lo que necesitaban era enseñanza en cómo hacerlo en una forma apropiada.

Así que él escribe el libro de Primera de Corintios, Capítulo 14 para enseñarles. Y en eso nosotros aprendemos mucho de las lenguas. Vamos a leer el versículo 1 al 6, que dice:

“... Seguid el amor y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profetices porque el que habla en lenguas no habla a los hombres sino a Dios pues nadie le entiende aunque por el espíritu habla misterios, pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación. El que habla en lengua extraña a sí mismo se edifica pero el que profética edifica a la iglesia. así que quisiera que todos vosotros hablasen en lenguas pero más que profetizaseis porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a nos ser que las interpretara que la iglesia reciba edificación....”

Vamos a dejarlo ahí. Cuando yo fui a esa iglesia una mujer se puso a hablar en lenguas en voz alta y después la iglesia, ordenadamente, esperó la interpretación. Y esa palabra me chocó, me ayudó a llegar a ser cristiano. Era un punto clave en mi progreso espiritual. Así que esto está enseñando que en la iglesia deberían hacer las cosas ordenadamente. Pero en esto también aprendemos del don de lenguas, aunque él está haciendo otro punto.

Quiero aclarar algunas preguntas que la gente tiene, que yo he escuchado. Algunos me han preguntado, ‘Gregory, ¿en el día de Pentecostés hablaban en muchos idiomas conocidos a los que escuchaban, pero tu y otros en la iglesia oran en lenguas y no sabemos que es el idioma, así que será lo mismo o qué, qué está pasando aquí? Eso es importante aclarar.

En Pentecostés era un momento especial cuando Dios estaba derramando el Espíritu Santo de esta manera por la primera vez, y estaba también haciendo el punto que cuando los idiomas,.... ¿los idiomas dividen a la gente, no? ¿Cuándo comenzó a dividir la gente los idiomas en la Biblia? En Babel, todos comenzaron a hablar diferente. Ahora, Dios está diciendo, ‘te acuerdas que toda la humanidad estaba separada por el idioma, ahora yo estoy uniendo la gente en el Espíritu Santo, una nueva nación está naciendo, una nación multi étnica, una nación de chinos y africanos, y latinos y gringuitos, y hay de todo ahí, uno en el Espíritu Santo. Amen.’

Así que eso era un mensaje que Dios daba. Pero en otros momentos en el Libro de los Hechos, cuando se ora por la gente, reciben el don, comienzan a hablar en lenguas, no dice la palabra que era un idioma conocido. Y aquí en Primera de Corintios, quiero que miren conmigo que dice en el versículo 2, 14:2, “... porque el que habla en lenguas no habla a los hombres sino a Dios pues nadie le entiende aunque por el espíritu habla misterios....”

Así que esto dice que aunque a veces el don podría ser usado para evangelizar o para reprender como la historia que les conté del hebreo en Azuza street, normalmente es un idioma que no se entiende, que la persona está hablando a Dios y no a los hombres. Aunque fíjate, yo creo, hay muchos testimonios y me imagino que alguno de ustedes han escuchado historias de alguien orando en lenguas y otra persona al lado escucha, y dice, ‘pero dónde aprendiste a hablar el chino mandarín tan perfecto, qué pasa’. Esto sucede, hay muchos testimonios de eso.

Pero lo normal, y por lo menos en mi vida, es que es un idioma que uno mismo no entiende lo que está hablando. Tal vez es un idioma conocido, tal vez alguien de África me va a decir, ‘Gregory, estás hablando suahili perfecto, podemos hablar.’ Qué lindo, ¿no?, pero ahora, yo no sé qué estoy hablando. Y normalmente es así. Es un idioma desconocido.

Así que por hablar un idioma desconocido esto significa que somos anti intelectuales. ¿Somos anti intelectuales? ¿Creemos que la mente es algo malo, que no se debe usar? Tu has escuchado al pastor Roberto decir esto alguna vez, que no uses tu cerebro. No estudies. No progreses en la vida. No, no. Dios hizo mi mente, la mente es algo bueno. Hablar en lenguas, y fíjate, no es accidente que los intelectuales más exitosos del mundo en la historia casi siempre han sido cristianos, si te fijas: Novelistas, poetas, científicos, los compositores de la música más bella, Bach y otros así, cristianos, Pascal, un filósofo francés, cristiano. Galileo, un científico, cristiano, aunque la iglesia en esa época no estaba de acuerdo con él. Cristianos pueden ser intelectuales y deberían serlo. Amen.

Hablar en lenguas no es anti intelectual. Sabe que si yo escucho, anoche preparando este sermón había personas a un lado hablando algo de China o Vietnam, no sé, un idioma asiático. Había personas detrás hablando en un idioma europeo, creo que era ruso. Otro lado portugués, yo sí entendí un poquito de eso, gracias a Dios. Así que 3 idiomas, estaban hablando. Para mí hablando baba, hablando griego, como se dice, ¿eso significa que no tiene lógica lo que están diciendo? ¿Significa que es algo anti intelectual? No, tiene mucha lógica, es un idioma lógico, conocido. Lo único es que yo no lo entiendo.

¿Yo tengo que entender todo en esta vida? Hay mucho que yo no entiendo, yo no entiendo mi mente limitada, no entiendo la grandeza del universo. Yo no entiendo el concepto de la infinidad. Hay mucho que sucede en la vida. Anoche yo pensaba, yo todavía no entiendo cómo perdieron los Patriots el Superbowl, no me explico, no me explico. Mi cerebro es limitado. I had to say that, I was just thinking about it. No tiene razón, no es esperado.

Pero el hecho de que yo no entienda algo no significa que no tiene lógica. Ahora, mi espíritu tal vez parece tiene la capacidad de hablar con Dios en un idioma que yo no entiendo. No significa que no tiene sentido, solo es que yo no lo entiendo el sentido que sí tiene. Pero hermanos, créanme, tiene sentido.

Los lingüistas han hecho estudios de eso. Han puesto personas expertas en la lingüística, a escuchar grabaciones de lenguas de mucha variedad de lenguas y ellos tenían que analizar lo que escuchaban. Y ellos mezclaron en este estudio que yo leí en un libro excelente que se llama ‘Hablarán en otras lenguas’ que yo recomiendo, también pusieron gente hablando baby talk y pusieron a alguna persona inventando, hablando disparates, cosas que no tenían sentido, y los lingüistas pudieron distinguir entre los que estaban hablando en lenguas y los que estaban hablando baba inventada. Ellos sabían, habían patrones diferentes, ellos pudieron reconocer en las lenguas patrones lingüísticas que tenían coherencia como idioma. No se entendía el significado pero tenía los patrones y repeticiones normales para un idioma.

Los que estaban hablando baba no era así. y hermanos, yo sé la diferente porque yo hablo baba con mi hijo todos los días y es diferente a lenguas, hermanos, es diferente, es muy diferente. Y se nota la diferencia, porque él me mira diferente cuando es lenguas. It’s really funny. I hope I’m not messing with the poor kids head.

Así hablando en lenguas, no entendemos pero no es anti intelectual.

Otra pregunta: ¿por qué hablar en un idioma que no entiendo? ¿Para qué orar en un idioma desconocido? ¿Por qué hacer algo tan raro? Hay respuesta aquí en la Biblia. Quiero que miren el versículo 4 de Primera de corintios, 14, que dice, “... el que habla en lengua extraña a sí mismo se edifica, el que profetiza mejor edifica a la iglesia..”

Pero el que habla en lenguas está edificándose a sí mismo. uno se edifica físicamente comiendo tus vegetales, haciendo ejercicios, durmiendo bien, casi ninguno de nosotros lo hacemos. Pero si fueras a hacerlo, te sentirías mejor, ¿no? Te edificas bien físicamente. En el espíritu hay disciplinas espirituales.

¿Cuántos aquí escuchan alabanzas en la casa o en el carro? ¿Cuántos lo hacen? ¿Cuántos aquí tienen una cita con Dios que tu apartas todos los días para leer la Biblia, orar un poco y cantar? ¿Cuántos se congregan? ¿Cuántos han tomado una clase de discipulado? Amen. ¿Por qué lo hacen? Para edificarse. ¿Cómo tu te sientes diferente cuando estás escuchando las alabanzas? Sientes más la presencia de Dios, es más fácil pensar como cristianos, es más difícil pecar. Si estás escuchando alabanza en el carro, es menos probable que digas una... you know.... porque hay alabanzas ahí, estás más en la onda espiritual. Es más fácil decir que no al pecado, es más .... tienes más paciencia.

¿Cuántos saben cuando dejas de hacer estas cosas la mecha se acorta, como hablamos? Es así con el hablar en lenguas. Ayuda, ayuda al cristiano a estar más en la onda, más edificado, más cerca de Dios. Es como un don diferente a otros dones en este sentido, en que sirve como una disciplina espiritual, sirve como eso para edificación, funciona. ¿Por qué funciona? Yo no sé por qué funciona el ayuno, ojalá que no funcionara. Yo quisiera comer siempre, pero funciona. Yo sé que si apartamos tiempo, me siento mejor, más edificado, más unción, mejor. Lo mismo con hablar en lenguas. Funciona, no sé por qué, es un ejercicio espiritual que ayuda.

Así que uno podría decir que uno se siente mejor en Cristo por eso. Muy importante la humildad con eso. Yo escuché una frase que me gustó mucho: un hermano me dijo a mí, no es que soy mejor cristiano que nadie por hablar en lenguas, pero soy mejor cristiano de lo que yo hubiera sido si no lo hiciera, yo sé que me ayuda. Todavía me falta tanto, pero mejor de lo que yo sería si no fuera a hacerlo. Pero no soy mejor que nadie. Y esto es importante.

Como yo he dicho, hay algunas personas que nunca han recibido ese don, que son... y créanme ustedes conocen algunos, que son gente respetada universalmente en la iglesia, como los intercesores que oran, que ayunan, que reciben profecía, que echan fuera demonios, que no hablan en lenguas. Así que no es necesario pero sí ayuda y yo no sé ustedes, pero I need all the help I can get. Yo necesito mucha ayuda, mucha ayuda.

Otra pregunta que se hace. Algunos hacen la pregunta, y sabemos de la palabra, aunque no entiendo, dice la palabra, vamos un poquito adelante. ¿Todavía están conmigo? Yo sé que esto es largo, esto es un estudio pero somos guerreros en el Señor. Quiero que lean conmigo versículo 13 que explica cuáles son algunas cosas que se están diciendo cuando alguien ora en lenguas.

“... Por lo cual el que habla en lengua extraña viva en oración poder interpretarla porque si yo oro en lenguas desconocidas, mi espíritu ora pero mi entendimiento queda sin fruto, qué pues, oraré con el espíritu pero oraré también con el entendimiento, cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento, porque si bendices solo con el espíritu el que ocupa el lugar de simple oyente, cómo dirá el amen a tu acción de gracias pues no sabe lo que has dicho. Porque tu a la verdad bien das gracias, pero e otro no es edificado. Doy gracias a Dios que yo hablo en lenguas más que todos vosotros, pero en la iglesia prefiero hablar 5 palabras con mi entendimiento para enseñar también a otros...” Amen.

Así que cuando uno está orando en lenguas puede ser que estés dando gracias, puede ser que estés intercediendo, puede ser que estés alabando al Señor. ¿Cuántos aquí saben lo que es el cántico nuevo? ¿Ha escuchado del cántico nuevo? Cuando uno solo comienza a cantar en el espíritu, es como jazz espiritual porque no tiene música definida, está fluyendo en el espíritu, hablando en lenguas, hablando en inglés, hablando en español, hablando lo que quieras. Está fluyendo en el espíritu.

Así que hablando en lenguas decimos muchas cosas. Pero dice que en la iglesia es importante hablar en idioma conocido. Así que tengo la pregunta ¿está mal si alguien te escucha hablando en lenguas? ¿Es pecado? Qué pasa si un día durante el culto estás ahí orando en lenguas y después al lado alguien te escucha y dice, cállate, te escucho. No debes hablar en lenguas.

No, no, no. Pablo no está diciendo que nadie puede escucharte nunca. Mira hay tiempos en la iglesia, de clamor, cuando todos estamos gritando a la vez al Señor, es guerra espiritual. Algunos en inglés, algunos en español y algunos en lenguas. Está bien. A veces en la intercesión puedes estar ministrando a una persona y no sabes cómo orar y oras en lenguas un poquito para después tener más sabiduría. Cuidado que no estés distrayendo a la persona.

Yo he tenido pastores y una vez, mira, no distraigas, habla español aunque sea malo. El pastor me dijo esto una vez. Pero hay que tener cuidado de no ser un impedimento para los demás. Se han fijado que a veces cuando el espíritu está moviéndose, a veces alguien experimenta el poder de tal forma que pierde el control y casi todos los demás han dejado, a veces de pensar en el Señor, y solo están pensando en el hermano que está ahí teniendo la manifestación. Esos son los momentos que a veces el pastor dice, ok, vamos a sacar a la persona aparte para ministrarla, porque las lenguas no deben ser un show, no deben ser para distraer. Pero esto no significa que nadie puede escucharte hablar.

Algunos tienen la pregunta, ¿cómo te sientes cuando hablas en lenguas? Hay una emoción fuerte que no puedes decir en otra palabra. A veces puede ser pero hermanos, les voy a decir la verdad, para mí, 90% del tiempo cuando yo oro en lenguas, no siento nada, nada. Yo no soy muy.... yo no sé. Cuando yo oro en inglés o español la mayoría del tiempo yo no siento todo lindo, a veces sí, y lloro y guau y me siento bien. Pero si nosotros esperamos sentimientos nunca vamos a orar, ni en lenguas, ni en griego ni en chino.

Es decir, lenguas es un don que no necesariamente tiene un sentimiento. Puede ser, y muchas veces sí tiene, muchas veces se usa como una bomba que tu tienes que you’ve got to prime the pump, tu tienes que calentar el motor un poco y alguien habla en lenguas y después de unos minutos de eso, ya, siente la unción, gracias a Dios. A veces funciona así, pero a veces no.

Algunos hacen la pregunta, ¿para hablar en lenguas uno pierde el control y tiene que entrar como en un éxtasis? Bababababb, y pierdes control y el espíritu comienza a mover tu cuerpo. Sabes que esto no es bíblico. Ahora, yo no digo que nunca, podría ser. El espíritu puede hacer lo que a él le dé la gana, él es el Señor no yo. Pero lo normal, el Apóstol Pablo enseña, es que el espíritu del profeta esta sujeto al profeta. Y es lo mismo con las lenguas.

Las lenguas, uno las controla. Uno piensa ¿pero si tu estás controlándolo, cómo puede ser de Dios? Bueno, si tu tienes el don de enseñanza, cuando estás enseñando es que tu estás cerrando los ojos y dejando que la enseñanza salga de ti, que no tienes que preparar nada. No, uno prepara y hace su trabajo pero después hay una unción que bendice lo que tu haces. Lo mismo con la profecía. Tu puedes abrirlo o cerrarlo como una llave de agua. Puedes comenzar o parar. Así que por eso hay muchos que están esperando que el espíritu se apodere de ellos, el espíritu tome control de ellos y mueva su propia lengua. Y esto no va a pasar.

Muchas veces uno tiene que comenzar a moverse y después se da cuenta que es de Dios lo que están haciendo. Hermanos, yo quiero terminar este tiempo con un testimonio. Hablamos de eso porque yo conozco algunas personas que el don de lenguas ha revolucionado sus vidas. Yo conozco algunas personas que no fue la gran cosa.

¿Cuántos aquí se acuerdan del hombre amigo mío desde la universidad, súper alto y delgado que es misionero en Irak, se acuerdan, Peter? En la universidad él oraba todos los días, dos horas, por los árabes, dos horas, no importa exámenes finales, no importaba lo que tenía que hacer, dos horas en oración. Un hombre de Dios, un hombre entregado al Señor, 18 años fíjate. Y yo le hablé del don de lenguas. Él mucho más maduro que yo en el Señor, pero yo le hablaba de ese don.

Él dice, ‘sabes que yo ya oro mucho, ya siento que tengo una relación muy fuerte con Dios’, pero él dice, ‘mira, yo quiero todo lo que Dios tiene para mí, si Dios quiere que yo hable en lenguas, yo quiero hablar en lenguas. Si Dios quiere que yo coma helado, voy a comer helado. Yo quiero lo que él tenga para mí por tonto que sea.’

Así que una noche él tenía gripe y estábamos orando ahí, orando, por la tarde, en la noche, y yo oro, Señor, sánalo, sánalo. Y él dice, ‘mira, Gregory, ora por mí que yo pueda hablar en lenguas y ser bautizado con el espíritu’. Así que yo impuse manos y babbag, oré por él en lenguas y nada pasó.

Después de una hora, él viene, ‘Hey Greg, oraste por dos cosas antes, una de las cosas fue contestada y una no’, y dice, ‘todavía tengo gripe’. Estás hablando en lenguas y dijo, yeah, guau. It’s great.

Pero fíjate, para él le ayudó pero no fue un cambio drástico en su vida. él ya tenía una vida muy espiritual, pero esto fue como otro instrumento más. Y él pasaba horas en oración. Si tu quieres pasar toda la noche orando de verdad tu tienes tantas cosas que decir. Se me acaban las palabra. Yo sé algunos de ustedes sí pueden hablar, yo sé, y no hay nada malo con eso de hecho. Pero, la mayoría de nosotros se nos acaban las palabras y hay tiempo que tenemos que solo dejar que el espíritu ore.

Pero hermanos, hay otras personas, yo quiero compartir otro testimonio y después el mío y terminamos con eso. Yo tengo otro amigo que también era un cristiano muy, muy fuerte, oraba mucho, creía en la palabra, tenía 16 años, fíjate, un joven, pero entregado al Señor. Y él era un hombre súper reservado, súper tímido. No hablaba con casi nadie. Leía mucho, tenía muchos, muchos libros. Él leía, leía, leía. Era un hombre muy recatado. Un día se oró por él y él recibió el don de lenguas. Y comenzaba a hablar en una voz muy baja y después lo mirábamos y estaba todo, todo rojo, pero más que yo, hermanos, mucho más que yo. Pero como un tomate, y una sonrisa. And he was like, guau, como borracho, borracho. Fue como si algo hubiera destapado en su personalidad. Fue una transformación total en su vida, y él llegó a ser grandes cosas para el Señor. es más él fue a Irak como un médico y estuvo ahí, y también él ama la naturaleza, hasta escribió un libro de los pájaros en Irak, se llama ‘Birding in Babylon’. Tiene su esposa, tiene varios hijos, adoptó a otros, es líder en su iglesia. Fue como si se quitara el corcho de su vida espiritual.

Así que yo no sé qué va a pasar con usted, si usted recibe ese don tal vez va a ser otro instrumento más en tu vida de oración, pero tal vez te va a revolucionar la vida, tal vez te va a hacer un loco por Jesús y yo quiero que perdamos esa posibilidad, hermanos.

En mí vida, yo escuché eso y como un buen joven de 16 años yo dije, sí, yo quiero eso, por qué no. Así que oraron por mí, todo el mundo orando, clamando, bien pentecostal. Y yo ahí orando, orando, orando. Nada. Nada. No sentí nada, absolutamente nada, nada pasó. Y yo dije, ¿pero qué pasa, estoy mal? ¿Por qué a ustedes y no a mí? Después, la siguiente semana, en el tiempo de oración y alabanza y mis amigos se me cayeron encima otra vez, orando por mi, y yo orando y clamando y ayunado el día anterior. ¿Y qué pasó? ¿Qué crees tu? Nada, nada, absolutamente nada.

Pasaron varias semanas pero yo, Señor, yo quiero eso. This looks like fun, yo quiero tener ese don también. Un día, después de oración, un pastor episcopalian carismático estaba ahí, me puso a mí, a otra hermana del grupo del jóvenes y oraron por mí y esta vez era todo muy calladito, no había mucho revolú. Algunos piensan que el mover del Espíritu Santo tiene que ser alborotado. Hermanos, no es así. el Espíritu Santo cayó sobre Jesús como ¿qué? Como paloma. Así a veces es fuego, a veces... pero a veces es una paloma. Así que muy apacible, muy tranquilo, y una hermana dijo, ‘Gregory, siento que tengo una palabra para ti’, y me hablaba cosas muy personales, de mi vida y de mi llamado. Y otro también me habló, y yo sentí bien fíjate, nada tan espectacular, pero comencé a decir una palabrita por ahí, otra palabrita, y yo pensé, no, esto no será de Dios. Estaré inventando eso. no, eso no, porque no siento nada, un fuego, ni nada. Y después la señora me dijo que me profetizó, dijo, Gregory, mira, yo escuché algo. Mira, no espera que el Señor vuelva a tu boca, comienza a hablar. Si es baba, el Señor te va a perdonar, no es el pecado imperdonable, pero trátalo, lánzate.

Manejando a mi casa. Yo decía, ok, voy a hablarlo. Comencé a hablar esas palabras, y yo pensé que Dios ahí en los cielos mirando como, quién este loco aquí, ¿por qué me estás hablando baba? Yo pensé. Era tan natural que yo sentí que estaba inventándolo. Pero ya al llegar a la casa, diez minutos, yo sabía que no estaba inventando nada, que estaba fluyendo ya.

Y yo entro a mi casa ensayando el inglés, para saludar a mi mamá, para que no me botara de la casa. Hi mom, hi mom, llego a la casa, mi mamá me mira y me pregunta ¿y ustedes qué hacen en esas reuniones? Ella era católica creyente, pero católica. Y yo digo, nada. Yo subí a mi cuarto y estaba fluyendo, fluyendo el lenguaje. Después yo bajo otra vez, y ella mirándome, ‘Gregory, estás todo rojo otra vez. ¿Qué pasa?’ Y yo dije, ‘mamá, he comenzado a hablar en lenguas’. Y mi mamá dice, ‘no le digas a tu papá que te va a enviar al psicólogo de niños que conocemos’. En serio ella dijo eso, ‘te va a enviar al psicólogo de niños que conocíamos’. But mom, es de Dios. Y ella, oh Gosh, este loco joven.

Pero les digo, que fue por un tiempo como estar enamorado. Hay razón que se compara vino, y la gente me preguntaba y ¿qué está pasando? Yo en esa época hice un listado de todo los pecados que yo podía pensar que había hecho, y lo quemé en el baño. ¿Qué estás haciendo ahí en el baño, Gregory?’ Nada. ‘Huelo humo’. Nada. Y yo quemando mis pecados. En la biblioteca evangelizando amigos y.... pero me transformó la vida, fue algo muy especial.

Pero, fíjate, después de dos o tres semanas, se me fueron los sentimientos. Y yo comencé a pensar, ‘¿será todo esto inventado?’ Hasta que este pastor que oró por mí, me enseñó, después de ser bautizado y recibir el Espíritu Santo Jesús como paloma, ¿dónde fue? NO fue a predicar, él fue al desierto y fue tentado.

Así que no significa que siempre vivamos en las nubes, que andamos como borrachos siempre. Hay altos y bajos todavía, pero es un don que está ahí, que ayuda.

Hermanos, yo quiero animarles, los de ustedes que tienen defensas, porque tal vez alguien te hizo sentir como un cristiano de segunda clase, por no tener ese don, yo quiero animarte. Perdona, perdona, sánate, no dejes que la mala actitud de una persona te quite la bendición. Tal vez tú eres una persona muy cautelosa o piensas, ‘pero no soy tan alborotado, yo soy muy intelectual, eso no puede ser para mí’. ¿Saben qué? No es para un tipo de personalidad, es espiritual, no es natural.

Así que no todo el mundo va a gritar y clamar, pero para algunos el dejar que eso suceda va a ser el primer paso a romper algo en tu vida. Yo he visto que hay ciertas cosas que desatan bendición en la vida, en la vida emocional. Cuando perdonamos a alguien que nos ha ofendido, a veces se desata sanidad en nuestra vida. En la vida de discipulado a veces comenzar a diezmar, esta primera vez, cuando comenzamos a hacerlo se desata una entrega nueva en nuestra vida. El don de lenguas es así.

A veces cuando dejamos que este don sucede se abre todo un nuevo mundo para nosotros en el espíritu. Tal vez para ti no va a ser lo mismo. Sabe que hay algunos que ya han pedido por eso, una vez tal vez y después dice, si Dios quiere que yo hable en lenguas, bueno que venga y que me lo de, y después tu estás esperando que suceda. No hay nada en la vida espiritual que viene a los pasivos, hay que buscarlo.

Jesús dice que tenemos que ser como este vecino que toca la puerta, que molesta a su amigo hasta que ni por ser su amigo, sino por su inoportunidad, por ser tan sinvergüenza el amigo se levanta y le da lo que quiere. Jesús dice, es así, tu Padre celestial quiere dar el Espíritu Santo a los que se lo piden.

Así que si has buscado, sigue buscando, espero que no estés conforme. Tal vez ya tienes el don de lenguas. Espero que tu no estés conformes. Todos necesitamos más, más de Dios, más de los dones, más de la unción. No te conformes con poco ni con mucho, siempre debemos estar buscando más.

Pero si tu has buscado, has orado, has dejado que la gente ore por ti y no se ha dado, bueno, relájate. It’s ok. No significa que Dios está enojado con uno, que está en pecado, ni nada por el estilo, solo significa que no ha pasado todavía.

El Espíritu Santo es como el viento, yo no puedo controlar el viento. El viento sopla donde quiere y es así con el espíritu. es nuestra parte buscar y abrirnos y es la parte de Dios hacerlo, pero no esperes que él te mueva la boca. Hay que a veces movernos.

Una cosita más que quiero decir de eso. el pastor de mi esposa en California, él un día conoció a un hombre en la calle que vivía cerca de él, que estaba orando en lenguas, en la calle. Y entonces él le pregunta, ‘yo quiero hablar en lenguas también’, y el hombre le dijo, ‘mira, te voy a enseñar’, y él le dio unas palabras para decir, y él lo dijo y después comenzó a orar. Y fíjate, que funcionó. Él comenzó a orar en lenguas, y él es un pastor bendecido y muy intelectual y muy sobrio también.

Así que Dios obra en maneras inesperadas a veces. Ahora, no te voy a enseñar, no te voy a dar palabras para repetir, pero yo te animo a estar abierto a lo que Dios tenga para ti. No te conformes con poco, diga, Señor, yo quiero que todo lo que tu tienes para mi, y si no se da hoy, that’s ok, pero no voy a dejar de buscar. Amen.

Vamos a orar. Pongámonos de pie. Amen. Vamos a orar. Padre, en el nombre de Jesús, estamos delante de ti, Señor. Y yo te pido por mi vida y por mis hermanos y Señor tu dices que el Reino de cielos es para los pobres del espíritu que saben que no son ricos. Y Señor, yo te pido que tu nos des más de tu Espíritu Santo y yo te pido por tus hijos aquí, Señor, yo te pido por nosotros, que como congregación en León de Judá que nunca estemos conformes. Señor, que siempre busquemos más de ti, más de tu unción, más de tu palabra, Señor en nuestra vida. Y yo te pido que desates este don entre nosotros cada vez más. te pedimos por avivamiento en esta semana, Señor. Padre, yo te pido que este pensamiento comience un proceso en nuestras vidas que sea para mucha bendición, en el nombre de Jesús. Amen.

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El don de lenguas

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Hoy, yo termino esta serie sobre los dones del Espíritu Santo específicamente, los dones del Espíritu Santo. De paso, mañana salgo para Puerto Rico. Voy a estar predicando allá en la iglesia Barbara Anne Rossler. Es la segunda vez que voy. Estuve allá hace como un año, más o menos, un año y algo, fue de gran bendición. Me invitaron a predicar otra vez y de hecho algunos de los hermanos allá, los pastores han estado viendo esta serie sobre el bautismo del Espíritu Santo, los dones del Espíritu Santo y me pidieron que predique allá también sobre este tema.

Así que oren para Dios use estas enseñanzas y que puedan ser de bendición para nuestros hermanos en Puerto Rico. Y quiero terminar en esta mañana con estos dos últimos dones que se registran aquí en el Capítulo 12, versículo 10. Hemos hablando últimamente entre otros dones: el hacer milagros, profecía, la última vez hablamos del discernimiento de espíritus, diacriseis neumaton, como dice en el griego original, discernimiento, separación de espíritus.

Y finalmente el Apóstol Pablo cita dos otros dones que entre todos los dones, porque recuerden que no son solamente estos dones los que señala la Biblia. Hay muchos otros dones en diferentes textos bíblicos, pero de esta lista que el Apóstol Pablo señala, hay dos más que dice:

“... a otro diversos géneros de lenguas....”

Gene gloson. Gene quiere decir géneros o familias o clases de lenguas. A otro diversas clases, o tipos o géneros de lenguas

“..... y a otro interpretación de lenguas...”

Hermeneia gloson. La palabra hermeneia de donde viene la palabra hermenéutica, que es interpretar, interpretación de lenguas.

Estos dos dones van como juntos, por eso el Apóstol Pablo, porque uno es el hablar en lenguas y otro interpretar esas lenguas. De nuevo, para los hermanos que son nuevos en la iglesia, los que no han estado siendo parte de esta serie que yo he estado predicando. Yo estoy hablando de este texto donde el Apóstol Pablo dice que el Espíritu Santo da a la iglesia diferentes aptitudes o dones o destrezas espirituales, podríamos llamarlas, para que se desempeñe la vida espiritual de la iglesia.

Son provisiones de poder específicas que Dios da y distribuye entre su pueblo para que su pueblo pueda moverse en una dimensión sobrenatural y que la iglesia pueda llevar a cabo las tareas que Dios le encomienda, para que la iglesia de Jesucristo pueda moverse como un ejército poderoso, un ejército dotado con poder sobrenatural. Y para que la iglesia pueda dirigirse a ciertas situaciones que puedan encontrarse en el desarrollo de su vida corporativa. Que la iglesia pueda a veces en situaciones de crisis o de necesidad, tener estos recursos espirituales para poder salir exitosamente de ellos. Para que la iglesia pueda impactar el mundo con manifestaciones específicas del poder sobrenatural de Dios. Para que la iglesia pueda en un sentido dar muestras al mundo de que sí ella tiene el respaldo divino, de que sí el espíritu de Dios se mueve dentro de ella, de que sí ella hace cosas que humanamente, si la iglesia no tuviera a Cristo y su espíritu dentro de ella, de otra manera no podría hacer. Para que la iglesia pueda competir efectivamente en un mundo donde tantos otros grupos, otras iglesias, otras religiones, otros dioses reclaman ser ellos los verdaderos, y entonces Dios ha provisto este poder espiritual que se manifiesta en diferentes maneras: en milagros, sanidades, revelación, profecía, sabiduría, conocimiento, todas estas diferentes cosas, discernimiento espiritual o discernimiento de espíritus. Y todos los demás dones que se mueven en la vida de la iglesia.

El Señor Jesucristo dijo, ‘.... pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo....”

Y estos dones no se manifiestan en una persona a menos que no haya poder del Espíritu Santo, eso es bien importante que lo entendamos. Que estos no son cosas simplemente que se dan así por así. Hay una unción que se necesita en nuestra vida. De esa abundancia de unción, de esa abundancia del poder de Dios en nosotros, afloran estos dones y se manifiestan estos diferentes dones.

Ahora bien, el Apóstol Pablo señala estos últimos dos dones que dice que son diversos géneros de lenguas, es decir hay personas, hay ocasiones en la vida de la iglesia en que el don de lenguas se puede manifestar.

¿Cuántos han estado, de nuestras propias reuniones o en otra congregación, donde en un momento dado de la adoración, generalmente al final de la alabanza, alguien puede ponerse de pie y dar un mensaje en una lengua extraña que nadie entiende, y a veces puede haber un silencia y entonces puede haber un tiempo de espera? Y en otra parte de la congregación alguien surge e interpreta lo que esa persona acaba de decir y habla el equivalente, no el equivalente exacto, pero sí el mensaje contenido en lo que esa persona declaró. Y esto se supone que tenga el efecto de bendecir a la congregación, de fortalecer su fe, de edificarla en alguna manera.

Yo recuerdo hace más años de los que quiero recordar, hace específicamente 30 años, guau, 30 años en París, Francia, yo era estudiante. Estaba viviendo allá por unos meses en una casa de una familia francesa y estaba buscando una iglesia allá en París a la cual asistir y era una iglesia pentecostal, Asamblea de Dios, y en esa iglesia, en esa ciudad ultra sofisticada como lo es París, yo fui el primer domingo y para mi sorpresa durante el tiempo después de adoración alguien se puso de pie y habló en otra lengua, no era francés, habló en otra lengua. Hubo silencio en la congregación y después de eso hubo un ratito de espera, y otra persona habló en francés citando el equivalente del mensaje que la otra persona había expresado.

Yo recuerdo mi gran sentido de asombro y de sobrecogimiento cuando vi esto porque uno había crecido en un hogar cristiano, pero nunca había visto el don de lenguas manifestándose con esa elegancia, y con ese orden y en esa forma tan efectiva. Y eso me sirvió a mí de confirmación, porque hasta entonces yo en realidad no había visto las cosas de esa manera, manifestándose así. Recordaba sí, iglesias donde yo había ido y no era lengua tanto como lenguaraje. Había mucho ruido, mucho desorden a veces, muchas cosas pero esto fue algo diferente.

Yo, como conocía la Biblia, en mi mente hice una nota mental de que ¡ah! esto es lo que quiere decir el Apóstol Pablo cuando habla de las lenguas. Y yo fui tocado, fui impactado, fui bendecido. Mi espiritualidad fue fortalecida a través de esa experiencia en esa iglesia francesa. Y después seguí asistiendo allá mientras estuve en Francia con esos hermanos hermosos de esa congregación pentecostal.

Eso es lo que se supone que las lenguas tienen un propósito. Cuando se manifiestan como es debido, cuando se manifiestan en el contexto debido, en el orden adecuado, en la forma adecuada, hay una gran bendición. Y se supone que produzca un sentido en la congregación de que sí, Dios está con nosotros. Dios está en medio de nosotros y se ha manifestado la presencia de Dios y ha habido algo que resulta en edificación para su pueblo.

El Apóstol Pablo en el Capítulo 14 de Primera de Corintios habla bastante extensivamente acerca de cómo se deben manifestar los dones de lenguas en el contexto congregacional, en este contexto así, cuando la iglesia se reúne para adorar juntos. Y si usted nota en ese Capítulo 14 el Apóstol Pablo escribe más bien como para corregir ciertos excesos.

Uno nota que él no está escribiendo en una forma neutral, simplemente para instruir, sino que lo está haciendo para rectificar ciertos errores, para aclarar ciertas cosas que no están claras entre los hermanos concerniente al don de lenguas. Es como que había un poco de controversia y los hermanos quizás, le escribieron un email al Apóstol Pablo pidiéndole que les aclarara, ¿será esto así o no? Quizás el pastor de Corinto mismo quiso remitir su pregunta a alguien con más autoridad y más conocimiento y le preguntó al Apóstol Pablo cómo manejar esta situación en su iglesia. Y entonces el Apóstol Pablo escribe y es interesante, me gusta mucho a veces leer como el Apóstol Pablo escribe, no solamente para conocer lo que él está diciendo en sí, sino cómo él está razonando, porque según yo veo la forma en que él razona yo puedo aplicar entonces su razonamiento a otras situaciones de la vida cristiana también. Y eso es muy instructivo.

Pero antes de entrar directamente en este Capítulo 14 de Primera de corintios, que nos va a aclarar un poquito qué es en realidad el don de lenguas en el contexto de la vida de la iglesia, déjenme decir algo. Una pregunta sería, ¿por qué lenguas? ¿por qué ese fenómeno extraño de las lenguas? Y es más, antes que eso uno podría preguntar ¿qué es el fenómeno de las lenguas?

La Biblia nos habla, la primera manifestación de lenguas clara que nosotros tenemos en la Biblia se encuentra en Hechos, Capítulo 2, cuando el Espíritu Santo se derrama sobre los 120 que están en el aposento alto en el día de Pentecostés. Y dice que le fueron distribuidos lenguas como de fuego. Había como unas lenguas de fuego, pero también hubo lenguas, los discípulos fueron llenos del Espíritu Santo y de esa llenura, de esa sobreabundancia del Espíritu Santo dentro de ellos afloraron unas expresiones verbales que ellos mismos no entendían.

Pero como había en Jerusalén ese día judíos que venían de diferentes países, que habían llegado a Jerusalén para celebrar la fiesta de Pentecostés y que hablaban idiomas de los países donde ellos vivían, escucharon a estos cristianos por primera vez hablando lenguas, y descubrieron que los que venían de África podían entender a algunos de ellos, porque estaban hablando en ciertos idiomas africanos. Los que venían de otras partes del imperio Greco romano y tenían otros idiomas, descubrían que podían entender a algunos de ellos que estaban hablando su idioma. Y ellos decían, ¿pero cómo es esto, esta gente no ha salido jamás de Jerusalén, no son gente educada, y están hablando en nuestros idiomas? Y eso fue una gran señal de que el Reino de Dios había descendido con poder sobre la iglesia.

Ahora, fíjese, que eso fue una situación absolutamente excepcional, fue como para abrir las puertas de la comunicación divina a través de las lenguas. Y yo creo que eso requería como una señal muy especial, muy poderosa y por eso, yo creo, fue tan claro que lo que estaban hablando estos hombres eran lenguas humanas, porque Dios quería dar una señal en ese tiempo de que ‘Yo he venido a caer sobre toda carne, toda nación, toda nacionalidad, todo grupo étnico y por eso voy a dar mi mensaje en diferentes idiomas’.

De momento se dio allí unas Naciones Unidas donde toda la gente estaba hablando el mismo idioma. Es interesante, eso nos recuerda una cosa, ¿saben ustedes que en la torre de Babel, cuando Dios quiso confundir el orgullo del hombres, qué pasó? Antes los hombres hablaban un solo idioma y Dios confundió los idiomas, dice la Biblia, para que no se comunicaran entre sí bien.

Ahora, cuando viene Pentecostés, cuando el Espíritu Santo cae iniciando una nueva era, una nueva época en la historia de la humanidad, Dios hace lo contrario, como que unifica a los hombres para que puedan entenderse todos bien.

Entonces yo creo que hay lenguas que Dios da sobrenaturalmente a una persona o a personas que pueden ser lenguas de algún país de la tierra. El Apóstol Pablo habla de lenguas humanas y lenguas angélicas. En Primera de Corintios, Capítulo 3, él dice “.. si yo hablase lenguas humanas y angélicas y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe...”

Entonces, yo diría que entre otras cosas las lenguas son como una señal de parte de Dios de que él está comunicando algo en un idioma especial, está comunicando un mensaje especial sobrenatural, en un envase sobrenatural. Y Dios puede escoger hablar a través de una persona en un idioma reconocido humano, de una nación o puede ser un idioma sobrenatural, un idioma inventado por Dios en ese mismo momento.

¿Cuántos saben que Dios no tiene límite acerca de los idiomas que él puede inventarse? Y muchas veces Dios escoge como un idioma sacado de la caja, sacado del paquete, recién estrenado para comunicar un mensaje divino, un mensaje espiritual y Dios decide, ‘Yo no quiero usar un idioma ya usado, sino que voy a usar un idioma nuevecito’.

Cuando Cristo entra a Jerusalén él le dice a sus discípulos que consigan un pollino, ¿recuerdan ese pasaje? ¿Y cuál era uno de los distintivos de ese pollino? Que nadie lo había montado antes porque era especial. Ese pollino iba a tener al Hijo de Dios encima de él, y ese pollino iba a quedar retratado para el resto de los siglos, como que sobre ese pollino, ese asno había montado el Hijo de Dios y para tal jinete se necesitaba un caballito especial, no estrenado, ¿Verdad que sí? Porque donde Dios se monta tiene que ser nuevo. Dios no le gustan los carros usados.

Ahora, si usted tiene un carro usado, dele gloria a Dios por ello. Y si no lo quiere, regálemelo a mí que yo lo voy a coger. Pero algo tan importante como es Dios yo creo que a veces requiere un envase nuevo. Y yo creo que una de las cosas acerca de las lenguas es que cuando Dios quiere comunicar un mensaje espiritual, dice ¿saben qué? ‘Voy a usar un idioma que no sea el que tú usas vernacularmente, comúnmente’. Ese idioma que muchas veces, de vez en cuando de pillaste un dedito ahí con un martillo y se te salió algo, ¿te acuerdas? Así que no quiero que uses ese idioma, ahora quiero que uses algo que yo te voy a dar.

Entonces yo creo que muchas veces una lengua angelical, una lengua espiritual puede ser una manera en que Dios escoge una vasija nueva, única, consagrada para llevar a cabo su comunicación con un ser humano.

En segundo lugar, esto es bien importante, hay experiencias del corazón humano y del espíritu humano, hay sentimientos, hay impulsos y necesidades y sentimientos que son tan complejos que tratar de envasarlos en el idioma humano los empobrecería y los limitaría y se requiere un idioma que no esté atado a la razón, a la mente y a los vocablos que existen, que tienen sus propias limitaciones.

Yo quisiera que ustedes entendieran un poquito más, quizás algunos de ustedes, en términos de la lingüística, el estudio de los idiomas, y los que han estudiado lingüística, y los que han estudiado la naturaleza del idioma humano, de los idiomas humanos, y los que han estudiado por ejemplo poesía o literatura, pueden entender esto un poquito mejor y es que los poetas y los estudiosos de las lenguas, y hoy en día de hecho, el estudio de los idioma y de su naturaleza misma ha llegado a un nivel muy alto de sofisticación. Hay toda una rama de la filosofía hoy en día, es más, mucha de la filosofía moderna, por eso les digo, uno puede entrar tanto en estas cosas. A mí me fascinan porque ese es mi doctorado en literatura hispanoamericana y todo esto, y he tenido que estudiar mucha acerca de las lenguas y todo esto.

Pero hoy en día una buena rama, una buena parte de la filosofía moderna tiene que ver específicamente con lenguaje, con la naturaleza del lenguaje. De hecho, que eso hace que mucha de la filosofía moderna sea bastante estéril hasta técnica porque tiene que ver mucho con la naturaleza del lenguaje, simplemente cuáles son los términos, cuáles son las palabras, cómo se definen, y si el lenguaje es adecuado para decir las cosas o no. Y hay mucha duda, hoy en día, acerca de la capacidad del lenguaje para expresar verdaderamente la naturaleza de la vivencia humana.

Y por ejemplo, los grandes místicos también, los grandes místicos del pensamiento oriental, dicen que si tu puedes nombrar algo, ese algo no es lo absoluto. Si tu puedes nombrar a Dios, si tu puedes decir algo acerca de Dios, ya perdiste a Dios porque Dios es innombrable, Dios no puede ser expresado. Según algunos de los místicos lo único que cabe ante la presencia de lo divino es el silencio, porque el lenguaje humano no puede hacerle mella a la inmensidad de lo que es Dios.

Entonces, yo creo que hay experiencias, hay comunicaciones, hay interacciones del espíritu que para uno poder expresarlas plenamente entre yo y Dios, lo único que puede servir de intermediario es un lenguaje que pase por encima de la razón y que comunique directamente lo que está uno sintiendo. Y la mente no puede entender eso, ni el lenguaje lo puede hacer caber dentro de él.

Cada vocablo es simplemente una aproximación, es una vasija con una forma específica. La palabra casa es una palabra que dentro de esa palabra caben ciertas cosas, ciertas imágenes, ciertos objetos que se asemejan a una casa. Pero hay cosas que puede que sean parecidas a una casa, pero no son una casa, y entonces hay que usar otra palabra: hogar u otras palabras así por el estilo. Pero son vasijas que ya tienen una forma pero hay otros objetos que quizás son diferentes y no tenemos la palabra adecuado.

Hay sentimientos que quisiéramos expresarlos y no podemos. Vemos una puesta de sol con una belleza extraordinaria o una caída de agua en medio del bosque y quisiéramos.... ¿Cuántos han experimentado....? Yo quisiera tener la lengua de un poeta para expresar esto que estoy sintiendo, ¿no? Esto que estoy viendo, esto que estoy experimentando. Pero usted no lo tiene. ¿Saben qué? Ahí es donde las lenguas pueden, usted no tiene que preocuparse de qué palabras usar, usted simplemente abre su boca y deja que una cascada de sonidos exprese lo que usted está sintiendo por dentro.

Y esos sonidos expresan lo que su corazón siente. Desgraciadamente ese sonido es para usted solamente porque es un lenguaje privado. Desgraciadamente, es más, es tan privado ni su mente misma lo entiende, pero su corazón lo entiende, sus emociones lo entienden, su espíritu lo entiende. Facultades que usted ni siquiera conoce de usted mismo, lo entienden. Usted está verbalizando. Porque el lenguaje es eso, es simplemente sentimiento vertido en sonido, eso es, con la conveniencia adicional que con el paso de los siglos se ha hecho ya entendible a otros porque se han hecho ciertas equivalencias, se ha establecido una moneda que todos podemos usar y por lo tanto todos estamos de acuerdo en el valor de esa moneda.

Pero cuando uno quiere hablar en un lenguaje solamente puro, uno pone a un lado la moneda y simplemente suelta el sentimiento que está adentro a través de palabras. Eso, en mi opinión, es las lenguas. Son sentimientos y experiencias interiores expresados en un lenguaje privado, recién estrenado, sacado de la caja por el Espíritu Santo y todos nosotros podemos hacer eso en nuestra adoración.

Cuando usted esté ahí en su asiento y usted sienta algo que usted no quiere tener que estar buscando una palabra en español, mire, suelte su boca y hable en el idioma de Dios, hable en el idioma del espíritu y no se preocupe de que el hermano al lado suyo piense que va a llamar una ambulancia para que se lo lleven en una camisa de fuerza. Suéltelo en el nombre de Jesús. El que está loco es él o ella si duda que eso es de Dios.

Si usted tiene el Espíritu Santo dentro de su vida, y si usted ha recibido el toque del espíritu de Dios en su vida, usted tiene esa capacidad, lo que pasa es que tiene que simplemente dejar la vergüenza a un lado.

¿Sabe mucha gente dice, oh, yo no puedo hablar en lenguas? No es que usted no pueda hablar en lenguas, es que no puede soltarse. Ese es el problema. Pídale al Señor que usted pueda soltarse, es más, simplemente suéltese, tírese al agua. Hay mucha gente que está mirando el agua allí, ¿me tiro, no me tiro? Ojalá que viniera alguien y le diera un empujón y que se metiera de todas maneras. Yo quisiera darle un empujón a muchos de ustedes para que se soltaran y aprendieran lo que es soltarse y adorar al Señor. Abra su boca.

Yo veo a tantas personas a veces allí trinco, como decimos nosotros en buen dominicano, tan... no pueden ni siquiera alabar al Señor. Suelta tu boca. Glorifica al Señor, cántale al Señor pero también tu puedes hablar, tienes que ser como un niño y eso es lo más difícil para nosotros, comenzar a hablar en un lenguaje que no sabemos, no conocemos, no tenemos control.

Eso es otra cosa, yo creo que las lenguas ayudan porque nos obligan a soltar el control mental. Nosotros dependemos demasiado de la mente y las lenguas yo creo que son un ejercicio ideado por Dios para que el cristiano se ejercite en el uso de otras facultades, que no son la facultad mental. Y cuando usted aprende hablar en otro idioma espiritual, eso le hace también más ágil, es como un ejercicio espiritual que le estira un poco los músculos para que usted no sea tan rígido y que aprenda a fluir en el espíritu.

Se necesita un espíritu lúdico. Esa palabra quiere decir, es latina y quiere decir un espíritu de juego. Usted sabe que para moverse uno adecuadamente en la zona del espíritu uno tiene que tener un espíritu de juego, uno tiene que ser.... Cristo dijo, “... sin no os hacéis como niños no entraréis al Reino de los Cielos...”

El que no se hace como un niño no puede entrar en las grandes experiencias del Señor. ¿Quién puede danzar en el espíritu si no es una persona que tiene un espíritu de niño? Porque el que no tiene un espíritu de niño, el que tiene un espíritu demasiado adulto va a decir, ‘oh, me están mirando y estoy haciendo el ridículo, y qué van a decir; y ¿el Internet estará poniendo mi foto por ahí?’ O algo por el estilo ¿no? Usted tiene que ser como un niño, tiene que soltarse en el espíritu.

Mire, para cantar hay que ser como un niño, para pensar a un ser amado hay que ser como un niño. ¿Qué cosa más extraña que un beso? Dígame sí o no. Piense en eso. ¿Sabe cómo de dice, de hecho, beso en árabe? Mójame la bemba. Un beso es la cosa más extraña. De paso, en Iraquí, beso es, saliva va saliva viene.

Hermanos, hay tantas cosas que nosotros hacemos que si usted mira no tienen sentido y sin embargo cuánto placer deparan al ser humano. Mire el reírse, mire el llorar y verter lágrimas, qué cosa menos lógica que eso y sin embargo cuánto descanso le da al alma humana estas cosas. Mire el baile, la danza. Usted ha visto dos personas digamos, si usted las ve a través de una vitrina y no oye la música, bailando, qué cosa más ridícula: dos personas allí a todo lo que da, usted no escucha la música. Sin embargo la raza humana continuamente ha declarado la danza como uno de sus relajamientos más hermosos, más importantes. Hay millones y billones de dólares que se dedican a la danza de tantas maneras, al baile.

Son cosas que requieren un espíritu suelto, un espíritu juguetón, un espíritu de niño, y asimismo pasa con las lenguas. Dios quiere que tu sueltes tu espíritu interno y que tu hables en ese idioma. Eso está dentro de ti. El Apóstol Pablo dice que todos podemos profetizar, y yo diría también que todos podemos hablar en lenguas, eso está dentro de ti, pero tienes que soltarla. Hay gente que cree que para hablar en lenguas dicen, bueno, yo sí, yo estoy dispuesto a hablar en lenguas pero esperan como que venga un angelito chiquitito y le mueva la lengua y ellos puedan hablar en lenguas de esa manera. Y eso no es así.

Si yo quiero hablar en francés yo ahora mismo puedo comenzar a hablar en francés, o en español o en inglés. Yo no necesito una emoción para ponerme a hablar en esos idiomas. Simplemente en un acto de mi voluntad, una decisión que yo hago y asimismo es con las lenguas. A veces la gente cree que para hablar en lenguas uno tiene que estar en una especie de éxtasis y no es así.

La lengua es un recurso que Dios ha puesto en tu disposición para que tu puedas hablar y comunicarte con él en un idioma diferente, en una forma diferente, en una forma más suelta, más espontánea, más fluida, sin los límites de la razón y del lenguaje humano, y que tu puedas expresarle a él tu adoración, tu alabanza, y que en medio de una reunión congregacional si tu sientes que el Señor te está dando un mensaje espiritual o una expresión para él, que haya el espacio en la congregación y que esa persona pueda ponerse de pie y en orden y en control, porque la Biblia dice que el espíritu de los profetas está bajo el control de los profetas, esa persona pueda expresar claramente, y esa persona quizás no entenderá lo que está expresando.

Ahora, dice que si se habla en esa forma pública y deliberada entonces debe esperarse a que alguien interprete. Interpretación de lenguas quiere decir, la capacidad espiritualmente dada por Dios para interpretar, no traducir, palabra por palabra, pero interpretar lo que esa otra persona ha dicho en el espíritu.

Ni la persona que habla en el espíritu posiblemente entienda lo que está diciendo, ni la persona que interpreta en el espíritu posiblemente entienda racionalmente lo que está diciendo el otro, tiende espiritualmente.

Déjenme ponerlo de esta manera, cómo es esto de una interpretación que no es lo mismo. Muchas de las piezas de la música clásica expresan sentimientos y fenómenos específicos. Por ejemplo, hay piezas de la música que expresan la primavera, digamos ‘Las 4 estaciones’ de Vivaldi, que es una de las piezas preciosas de la música clásica mundial. Esa pieza de Vivaldi que es famosísima expresa primavera, verano, otoño e invierno. Cada uno de los 4 movimientos de esa pieza expresan cada uno una de las estaciones.

Ahora, usted escucha esa pieza y Vivaldi lo que hizo fue tomar lo que él entiende, por ejemplo, como el invierno, una nevada, y un viento fuerte y musicalmente él trata de poner en sonido musical lo que es el invierno.

¿Cómo expresa usted por medio de la música lo que es el invierno? Bueno, se puede hacer, es una interpretación del invierno vertida a la música. Y así es con la interpretación de lenguas. Lo que la persona está intuyendo cuando escucha la lengua es un sentimiento, es una impresión, es una energía que está emanando de la persona que está hablando en lenguas. Y esta persona que está interpretando está tratando de poner el equivalente de ese sentimiento que está siendo expresado entre Dios y esa persona a palabras humanas que la congregación entonces pueda atestiguar y ser edificada por ella.

¿Me estoy dando a entender? No es que esa persona está traduciendo palabra por palabra, está interpretando el sentimiento, está interpretando la esencia de la comunicación que se está dando entre Dios y ese individuo. Eso es lo que el Apóstol Pablo habla de que algunas personas reciben la capacidad para interpretar las lenguas, otros reciben la capacidad para hablar en lenguas.

Y, hermanos, yo les digo de nuevo, yo me he beneficiado a través de mi vida del don de lenguas. Ahora, yo comparto con el Apóstol Pablo, ni siquiera tuve tiempo de entrar en lo de Primera de Corintios, Capítulo 14, quizás en otro momento. Hay tanta tela que cortar de estas cosas, hermanos.

Pero, yo me he beneficiado a través de los años de hablar en lenguas y comparto con el Apóstol Pablo su entendimiento de que, sí, las lenguas son hermosas, son importantes, pero mire, no es que tampoco sean la última Coca Cola en el desierto. No es como que es absolutamente...., hay iglesias como que ponen las lenguas por allá, como que es lo último y lo más importante. Es algo bueno, hermoso, bello, útil, importante, pero hay otros dones también que son igualmente importantes.

El Apóstol Pablo dice que él prefiere hablar 5 palabras en español, entendible a nosotros que mil palabras que nadie pueda entenderlo. Fíjese, ¿por qué? Porque a Pablo lo que le interesaba era lo que edifica a la iglesia y yo creo que siempre, cualquier uso de cualquier don debe estar regido por eso: no es el guille de profeta que me da a mí, ni lo impresionante que yo sueno cuando estoy usando el don. No, es si eso redunda en bendición para el pueblo de Dios, si eso redunda en beneficio de alguna manera para alguien. Eso es lo que nosotros buscamos a través de los dones. Eso es lo que Dios quiere, no es simplemente uno hacer un show, es simplemente cómo bendice, cómo edifica.

La palabra edificación es bien importante con respecto a cualquiera de los dones. Dios ha dado los dones para edificación de la iglesia, y los dones tienen que edificar a la iglesia. Y los dones que más edifican deben ser los más valiosos de todos.

Por eso es que Pablo dice, si yo hablase lenguas humanas y angélicas y no tengo que amor, no me visto que no voy. Lo más importante es lo que bendice. ¿Qué bendice más que el amor? Dice Pablo.

Entonces, nosotros tenemos que ser.... por eso también ese pasaje, Primera de Corintios, Capítulo 14 dice, “....Hermanos, seamos niños para la malicia pero maduros en el entendimiento y en la sabiduría....”

Porque muchas veces la gente se come la cáscara del guineo y bota la carne del guineo, bota la fruta. Y hay iglesias que ponen tanto énfasis en lenguas y en esto y en lo otro que se olvidan de el carácter, del fruto del espíritu, de la edificación, de la doctrina, del crecimiento espiritual, de la transformación del yo, del evangelismo, de la belleza, de tantas otras áreas de la vida cristiana que son más importantes.

Pero las lenguas tienen su utilidad. Yo me he beneficiado. ¿Cómo me he beneficiado, cómo me he beneficiado y cómo se benefician? De nuevo, cuando hay expresiones en mi vida, hay momentos en que yo quiero hablarle a mi Dios libremente y simplemente él y yo estamos hablando. Yo no tengo que preocuparme de si suena bonito, de si no, simplemente suelto mi boca y suelto el hilo del lenguaje. Es como cuando uno se pone un pantalón ancho para estar en la casa y uno ruega que no entre visita ese día, ¿no? Y una camisa ancha porque uno quiere.... no voy a entrar en más detalles, uno quiere estar suelto completamente ¿verdad? Y simplemente uno está suelto.

Así pasa con el idioma. El idioma es una limitación y un día nosotros soltaremos nuestras alas y hablaremos con Dios directamente sin dificultades, sin limitaciones humanas y nada. Será un idioma angelical, divino sin ningún tipo de limitaciones. Mientras estamos aquí en la tierra podemos hacer eso mínimamente, sacando momentos para hablar con Dios en un idioma angelical, nuestro propio idioma. Nos ponemos una pantuflas lingüísticas y hablamos con el Señor libremente. Gloria a Dios.

Y eso usted lo puede hacer en su tiempo de adoración también, por fe, abra su boca. Quizás le saldrá una palabrita simplemente, pero poco a poco... ¿Cómo se desarrolla un idioma? ¿Cómo aprenden los niños a hablar? Comienzan, gu, gu, da, da y cuando usted viene a ver usted tiene que amarrarles la boca porque no quieren dejar de hablar. ¿Verdad? Y así pasa.

Nosotros tenemos que comenzar en el nombre del Señor dando balbuceos, solamente quizás saldrá un sonido, una palabrita, ratatata y cuando viene a ver estás hablando completamente, hasta hablando poemas en el espíritu porque Dios ha soltado tu lengua. Los dones se desarrollan usándolos.

Así que, comienza ahí en tu vida privada, pido a los músicos que pasen por favor.... en tu vida privada o simplemente ahí en tu tiempo de adoración, mientras la música está fluyendo y hay suficiente sonido alrededor que nadie se puede dar cuenta, en ese momento comienza a hablarle al Señor, comienza a desarrollar tu don, comienza a hablar palabras indecibles, dice el Apóstol Pablo, un lenguaje que solamente tu vas a entender, pero vas a encontrar gran beneficio de ello.

Yo he encontrado descanso para mi alma, he encontrado la capacidad para decirle a Dios cosas que de otra manera yo no podría decirle. He encontrado formas de orar por personas que a veces yo no sé si pedirle al Señor que le dé esto, le dé lo otro, lo saque de aquí, lo ponga allí, y lo que hago es simplemente, ‘bueno, Señor voy a orar en lengua y tu sabrás cómo interpretarlo.’

Muchas veces, la palabra dice que el espíritu ora con gemidos indecibles. En otras palabras, hay cosas que tu no sabes cómo expresarlas pero el Espíritu Santo dentro de ti va a expresar estas cosas en formas inusitadas, desacostumbradas. Y Dios que es el traductor por excelencia y el que conoce todos los idiomas va a poder interpretar lo que tu espíritu está orándole a él y podrá a entender.

Las lenguas hacen todas estas cosas. Es un ejercicio para el espíritu, es una forma de fortalecer nuestra mentalidad sobrenatural. Es una forma de deshacer esa dependencia que tenemos sobre la mente y la razón y es una forma de tener un pedacito del cielo cada uno de nosotros con nosotros, usando las lenguas.

Y si lo hacemos en contexto público, entonces debe pedirle al Señor la congregación que alguien pueda interpretar. Y de nuevo, esa interpretación será algo impresionista, que por fe también será ejercido.

¿Cuántos quieren que Dios manifieste ese don de lenguas en su vida? Eso es para ti, eso es para ti. Todo cristiano tiene derecho a usar el don de lenguas. Y yo les animo en el nombre de Jesús. Si usted ha recibido la llenura del Espíritu Santo en su vida, yo le pido en el nombre de Cristo, atrévase a usar su don y comience a fluir en ese don.

Vamos a ponernos de pie en el nombre de Jesús en esta mañana. Úselo en el contexto de la adoración. Eso es precioso. Cuando, por favor hermanos, comiencen allí un poquito a fluir, déjenme ustedes también. Vamos a ver si ustedes también pueden fluir ahora mismo, no practiquen nada, simplemente toquen ahí entre ustedes, todos, todos vamos a ver qué sale de ahí.

Porque también se puede hacer eso de muchas maneras. Sabe, los músicos hacen eso en el jazz, en la improvisación. Simplemente ellos se dejan llevar... eso lo entienden, todos los artistas saben lo que es esto de dejar hablar en un idioma que no está ensayado y simplemente seguir un guión, una cosita allí, un apoyito mínimo y entonces fluir y dejo. Eso es lo mismo, los hombres entienden, los artistas entienden eso de fluir, de hablar y soltarse. Nosotros podemos hacer lo mismo con nuestra boca ¿sabe? Usted puede cantar en el espíritu, usted puede hablar en el espíritu, usted puede orar en el espíritu, usted puede profetizar en el espíritu simplemente soltando, y usted puede escuchar, va a ser una melodía entre Dios y usted, como estos hermanos aquí están tocando así.

Si ellos lo hacen en fe, lo que ellos están tocando es una melodía que Dios y ellos entienden y que glorifica al Padre, ¿sabe? Cuando se consagran las cosas a Dios, y uno dice, ‘Padre, esto es para ti, este sonido es para ti, este cántico es para ti’, y cuando el alma dentro lo está consagrando al Señor, Dios sabe que está siendo consagrado a él y lo recibe como un incienso de olor suave ante su presencia.

Eso es lo que ellos están haciendo y tu pueden hacer lo mismo en tu propia lengua, calladito ahora mismo te pido, abre tu boca y pronuncia sonido, el sonido que te venga a la mente, conságraselo al Señor. Conságraselo ahora mismo al Señor.

Rabashanda aquí nia mosterebequirianantala. Oh, rebeshinia, Oh, querebe irrorronte terre bequí mashanala ra. Oh, requenderebe bequindia masu reantarabá. Uniala rayaba....

Quinamasó realcarabayínia macanda tara.

Pronuncia esas palabras en el idioma que te salga, los sonidos, dos, tres sonidos lo que te salga de tu boca. Atrévete en el nombre del Señor. Y cada dele la privacidad a cada cual que se merece, y suéltate en el nombre de Jesús y pruébalo ahí en tu casa mientras te estés bañando, mientras estés en tu cama antes de dormirte, cuando tengas un problema serio, cuando tengas una situación que no sabes cómo orarle al Señor, cuando haya una situación difícil en tu vida y no sabes qué pedirle al Señor, órale en una lengua especial.

“Abre tu boca, dice el Señor, y yo la llenaré.” Atrévete, just dare to pronounce the spirit. Let the spirit flow in you. Dare to flow in that spirit right now. And use those tongues in the name of Jesus. It is for you.

Puede que te sientas abochornado en un momento dado, pero eso es parte del proceso, porque si no eres como un niño, no puedes entrar en el Reino de los Cielos, si no te atreves a jugar como un niño no puedes recibir todo lo que Dios quiere.

Atrévete en el nombre del Señor. Pierde esa vergüenza y deja que el Espíritu Santo tome control de tu boca en esta mañana y practica esto hasta que te sueltes completamente. Y eso será un gran recurso para tu vida.

Oh Señor, te alabamos.

Arrabashalaco de raquírria a monte teirebe. Tenamashundere quereme sí corobajasorreante. Y na norea shalacaderrabacurria manta.

Oh, te adoramos, Señor. Glorifícate, Padre. Te bendecimos, Señor. Recibe este lenguaje, oh Dios. Recibe esta alabanza, Señor. Recibe esta adoración que te ofrecemos, Padre. Es para ti, Señor. Tu mereces lo mejor, tu mereces lo nuevo. Tu mereces lo no estrenado, Padre. Tu mereces las palabras de nuestra humillación. Tu mereces nuestro quebrantamiento, Señor, en esta mañana quitamos a un lado nuestra dignidad falsa, nuestro orgullo de hombres y mujeres y nos hacemos como niños delante de ti, Padre, y dejamos que tu espíritu nos inspire, y que tu espíritu nos dirija, Señor.

Se glorificado, se glorificado, se glorificado en nosotros, Señor, en esta mañana. Te adoramos. Eso es también, las lenguas ayudan mucho también a la sanidad emocional. Una persona que aprende a hablar en lenguas va a ser más sana emocionalmente. Si tu tienes problemas emocionales y tensiones en tus emociones, fluye en una lengua y háblale al Señor en una lengua desconocida y eso te va a traer sanidad también en el nombre de Jesús.

Gracias, Señor. Escucha esa melodía. Ellos están ahora mismo fluyendo en el espíritu y eso es para gloria del Señor. Ellos están tocando en su idioma musical y yo espero que nosotros hagamos más y más de eso, que haya música inspirada por el Espíritu Santo en medio de nosotros, que podamos fluir en el espíritu, que nuestros músicos, nuestros adoradores puedan fluir en el Espíritu Santo porque eso es lenguas, son lenguas musicales también que glorifican el nombre del Señor.

Oh, te adoramos, Señor. Te ofrecemos nuestra adoración. ¡Aleluya! Adora, profetízale al Señor, alaba el nombre del Señor, glorifícalo en cualquier idioma, incluyendo el español ahora mismo. Dale gloria a Dios. Démosle una alabanza al Señor, que fluya ese espíritu.

Let our spirit flow. Let the spirit of the Lord flow, right now, just express your words of blessing and praise and glory on to the Lord. We glorify you, Lord. We honor you, Jesus. We declare your lordship today. We declare that you are the King of our lives, that you are in control of all that we do and that we are, that you are the Master of every crisis, of every situation that we are facing, that you are in control, Father, that there is nothing in our life that happens out of your provision and your control and that we are secure in you, Jesus.

Te adoramos, Señor y te levantamos nuestra alabanza a ti, oh Dios, porque tu mereces toda la gloria y toda la honra, porque tu moriste en la cruz por nuestros pecados, y tu ganaste victoria para nosotros, y tu has muerto por las almas de este mundo y has puesto a tu iglesia para ser madre de las naciones y para proteger vida, y para sanar a los necesitados, y para proclamar la voluntad de Dios sobre la tierra, y nosotros hacemos eso, Padre en esta mañana. Y nos constituimos en tus portavoces.

Esta iglesia, Señor, se constituye en un instrumento para tu gloria. Nos convertimos, Señor, en herramientas que tu puedas usar para tu gloria en las naciones, en el nombre de Jesús declaramos que ningún poder humano, angelical, demoníaco está por encima del poder de Dios, que ninguna voluntad humana jamás podrá establecerse sobre lo que Dios ha declarado y que tú eres el Señor todavía y que tu avanzas irresistiblemente hasta llevar a cabo tus propósitos sobre la historia de la humanidad y te damos la gloria y la honra y te alabamos, y te bendecimos y declaramos que tu eres el Señor, que tu eres el Señor.

We declare that you are the Lord over all your creation. Alleluia! Yes.

Profetiza en el nombre del Señor y declara las grandezas de Dios. Dale gloria y honra al Señor. Profetiza delante de Dios en esta mañana. Profetiza delante del Altísimo y declara que él es, sobre toda autoridad, sobre todo nombre que se mueve en la tierra, sobre nombre que se nombra, él es el Señor, él es el Señor, él es el Señor. ¡Aleluya! ¡Aleluya!

Te glorificamos, Padre. Te alabamos, te bendecimos. Entregamos nuestras vidas a ti, Señor.

We yield our lives to you, Lord. We yield this church to you, Father in the name of Jesus. We declare that we are your property, oh Lord.

Somos tu propiedad, Señor. Somos tuyos, Señor para hacer de nosotros lo que tu quieras, oh Dios. Te rendimos nuestras vidas, Señor, las rendimos a tus pies, Padre, como un sacrificio vivo, nos entregamos a ti, Señor. Oh, te adoramos.

Bendito el que vive y reina para siempre. Gloria al nombre de Jesús. Pueblo de Dios, pueblo de Dios, muévete en el poder que Dios te ha dado, muévete en lo que Dios ha declarado, muévete en los dones, los recursos que Dios ha puesto a tu disposición. No desperdicies lo que Dios ha puesto en tu mano, no subestimes la importancia de ser un hombre, de ser una mujer llena del Espíritu Santo. No desperdicies esos regalos preciosos que Dios te ha dado, no dejes de usarlos, no dejes de moverte en ellos, no dejes de practicarlos por fe, no dependas de tu mente, no dependas de tus emociones, depende del espíritu que está dentro de ti, el espíritu de Dios siempre está dispuesto aunque tu carne quiera frenarte, recuerda que tu espíritu siempre desea estar en comunicación con Dios.

¡Aleluya! ¡Aleluya! Gracias, te adoramos, oh te bendecimos, Señor. Tú eres grande, tú eres digno de toda alabanza, de toda gloria. Oh gracias, gracias, Señor. Te alabamos, te glorificamos.

Oh, we worship you, Father. We revel in your presence, Lord. We cast ourselves into your waters, right now, Father and we swim like little babies, Father, like little children without any kind of restraints, with all abandon, Lord we submerge ourselves in your waters and we rejoice as we swim in your seas, Father, in your depths and we glory in your greatness, in your goodness. Heal us, Father. Heal us inside, heal us inside, Lord and we shall serve you always. Glory to the Lord. Alleluia!

Gloria al nombre del Señor. Santo es el Señor. ¡Aleluya! Denle un gran aplauso al Señor. Él es digno de toda alabanza, toda gloria, todo honor.

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Declarar lo que Dios ha declarado

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Hoy tenemos algo muy especial y es poder participar del ministerio del Apóstol Héctor Torres, su esposa Miriam, que está con nosotros también. Para muchos de nosotros él no necesita mucha introducción porque o hemos leído algunos de sus libros o hemos escuchado de su trabajo muy estratégico en el área de la intercesión, de la guerra espiritual. Él ha sido usado por Dios a través de los años para levantar la conciencia en el pueblo de Dios de la necesidad de la intercesión, de cómo a través de la guerra espiritual y de la declaración del señorío de Cristo, nuestras ciudades pueden ser ganadas para el Señor.

Sabemos que no estamos involucrados en una batalla meramente religiosa, ni siquiera social, económica. El Apóstol Pablo dice, ‘nuestra lucha no es contra sangre y carne sino contra principados, potestades’. Es decir, debajo de todo deseo de ver nuestras ciudades transformadas hay una guerra espiritual que tiene que ser llevada a cabo. Si el hombre fuerte no es atado su casa no puede ser desalojada, o puede ser tomada.

Y entonces, el Apóstol Torres ha sido usado por el Señor para levantar ese nivel espiritual, esa conciencia en el pueblo de Dios de la necesidad de orar, de ayunar, de clamar, de hacer guerra espiritual, de declarar el señorío de Cristo. Y Dios lo ha usado mucho al nivel también de esta misma nación, no solamente entre los hispanos, él de paso es, confirmé esta mañana, de nacionalidad colombiana, así como su esposa también.

Él es de Bogotá y ella, ¿usted es de Bogotá, hermana también? Los dos son de Bogotá. Y como decía, aquí tenemos un grupo bastante grande. ¿Cuántos son colombianos? Digan amen aquí. Ok. Hay por ahí, los escuchan así que hay colombianos. Los colombianos están celebrando de tener hoy 2 dignos representantes de ellos. Yo sé que tienen algo muy especial para nosotros y yo decía, Dios lo ha usado a él para no solamente impactar el mundo hispano, sino también el mundo norteamericano. Él es perfectamente bilingüe y como van a ver quizás, es una gran bendición.

Yo sé que Dios tiene palabra, nuestros hermanos brasileños lo han traído y nos gozamos de estar participando con ellos también en esta mañana del ministerio de pastores brasileños, nuestro hermano Edson Porto que es un querido amigo nuestro también ha estado muy involucrado en su venida.

No es la primera vez que él viene a Boston, de paso, pero es la primera vez que él viene a León de Judá. Y estamos honrados con su presencia. Denle un gran aplauso de bienvenida al Apóstol Héctor Torres. De paso, Dios le bendiga. Él trae libros y otros recursos que ustedes también van a poder disfrutar de ellos más adelante. Ese es mi celular y yo les pido disculpas. No sé qué me pasó. Nunca, jamás suena mi celular, excepto hoy, para avergonzarme. Amen. Eso nos mantiene humildes, y eso es bueno. Un poquito más Señor. Amen.

Así que damos la bienvenida al pastor y Apóstol Héctor Torres. Y como decía, hay grabaciones de diferentes tipos de él que van a estar disponibles de este lado, al salir, así que usted se lo puede llevar, su ministerio, sus palabras. Estamos gozosos de tenerle hermano. Bienvenido a la casa del Señor y a nuestra iglesia aquí, un placer.

Muchísimas gracias, Apóstol Roberto, es una bendición estar aquí con ustedes. Gloria a Dios. Para mi esposa y para mí es un gran honor estar aquí en esta tremenda congregación que Dios está usando en esta ciudad, este ministerio, ese es el suyo, el mío tiene menos. ¡Aleluya! ¡Aleluya!

Dios nos ha dado el privilegio de viajar alrededor del mundo, hemos estado por la gracia de en 5 continentes, 47 naciones, más de 300 ciudades del mundo, pero Dios está haciendo algo hoy día que es maravilloso.

En la Biblia dice, en Abacuk 1:5 “Mirad entre las naciones y ved y asombraos porque haré algo en vuestros días que aunque se os contare no lo creeréis...”

Estamos viendo en nuestro continente, en Latinoamérica, un mover de Dios sin comparación, increíble. En la ciudad de Bogotá, Colombia, la capital de las mega iglesias de Latinoamérica, los pastores de Argentina, donde hubo un gran avivamiento espiritual van a Bogotá para ver cómo funciona las mega iglesias. Tenemos iglesias de 120 mil, de 100 mil, de 50 mil, de 40 mil. En Bogotá una iglesia pequeña es una iglesia de 500 miembros, y así literalmente estamos viendo lo que Dios está haciendo en naciones como Guatemala, donde el 48% de la población son creyente. Estamos viendo comunidades como Almolonga, Guatemala, donde 9 y medio de cada diez personas son creyentes. Santiago de Atitlán, 7 de cada 10 personas son creyentes. En Cajamarca, Perú, 9 de cada 10 personas son creyentes.

De modo que estamos viendo algo poderosamente increíble lo que Dios está haciendo y probablemente el despertar espiritual mayor en el mundo en este momento está en le continente Africano y en el continente Latino americano. Gloria sea al Señor.

De modo que pudiera compartir muchas cosas con ustedes. No tenemos literalmente ni el tiempo para poder hacerlo y creo que el Señor me ha dado una palabra específica para esta congregación, por eso voy a ser obediente.

Pero sí vamos a tener algunos de nuestros materiales disponibles, como dijo el pastor Roberto. Tenemos el video de transformaciones. No sé cuántos de ustedes han tenido el privilegio de ver el video de transformaciones. Levante la mano quienes le han visto. ¡Aleluya! Bueno, los que no le han visto también serán salvos, como dijo el hermano Alberto Motesi. Es un video que habla sobre la comunidad de Cali, Colombia, almolonga, Guatemala, Quiambú, Kenia, Emmet, California, que han sido instrumentos de Dios para cambiar al mundo entero.

Basado en este video de transformaciones se originó un mover espiritual de oración en Sudáfrica en la Ciudad del Cabo. En Sudáfrica, un pastor y un hombre de negocios vieron que si Dios podía hacer algo en una comunidad como Cali, Colombia, que estaba involucrada en el Cartel de Cali, la ciudad del índice del sida más alto en Latinoamérica, la capital de la salsa y la fiesta de Latinoamérica, y si Dios podía hacer algo allá, también podía hacerlo en Ciudad del Cabo. Y en base de lo que vieron en el video de transformaciones, de lo que Dios estaba haciendo en la ciudad de Cali, Colombia, ellos convocaron a la iglesia en ciudad del Cabo en Sudáfrica a oración y se sorprendieron porque en la primera convocación encontraron más de 45000 personas que fueron a orar.

Al año siguiente 13 ciudades de la nación de Sudáfrica se unieron a la oración. Al año siguiente 22 naciones al sur del Sahara en el continente africano, y más de 25 millones de personas se unieron para orar en el mismo día entrelazados por televisión, por satélite, por radios. Y al año posterior todas las 52 naciones del continente africano incluyendo Egipto, Argelia, Moroco y todas las naciones musulmanas, también los creyentes se unieron a orar en ese día de oración.

De ahí surgió una visión de oración por el mundo entero. En la ciudad de Pataya en Tailandia, tuvimos una reunión continental y hubo un reto a tener lo que hoy día se llama el día mundial de oración. Para serles breve quiero decirles que el año pasado en el día de Pentecostés, el domingo de Pentecostés, tuvimos a 204 naciones del mundo. En el mundo hoy día existen solamente 223, bueno ya hoy día 24 porque acaba de haber hace un mes que surgió una nación nueva, 204 naciones de las 224 naciones del mundo se unieron para clamar a Dios y más de 500 millones de creyentes se unieron para pedir a Dios una visitación de Dios.

Creo que Dios está haciendo algo maravilloso. Jamás en la historia de la iglesia ha existido un mover de oración como el que estamos viendo hoy día. Jamás en la historia de la iglesia hemos visto el crecimiento y multiplicación de la iglesia como el que estamos viendo hoy día. Dios está haciendo cosas maravillosas.

Y para nosotros los que estamos en esta nación, quiero decirles que Dios te trajo a esta nación con un propósito de que tu seas un instrumento de bendición, que tu seas un instrumento de transformación. Quiero decirte que todos nosotros somos instrumentos de transformación y portadores de esperanza. Gloria a Dios. ¡Aleluya!

Algunas de las palabras proféticas que hemos escuchado en Argentina, en Bolivia, en Colombia, en Venezuela y aquí mismo en los EEUU es que el próximo despertar espiritual en esta nación vendrá a través de la iglesia latinoamericana e iberoamericana, incluyendo a los brasileños. De modo que nosotros tenemos una parte intrínseca de lo que Dios quiere hacer en esta nación, y es creo por esta razón que hay un movimiento que está generándose de persecución y de agresión literalmente a nosotros los hispano parlantes que hemos emigrado a esta nación.

Para Dios no hay fronteras. Gloria sea al Señor. Para Dios no hay límites. ¡Aleluya! Y algunas de las leyes, puede decirte de las leyes gubernamentales que tienen las naciones, no son leyes que concuerdan con la palabra de Dios. Podríamos decir que en los EEUU está la ley del aborto, pero bíblicamente el aborto no es algo en lo cual Dios concuerda. Entonces, podemos de cierta manera pensar que hay algunas leyes anti inmigrantes que verdaderamente no están con el corazón de Dios. El corazón de Dios es, él dice a su pueblo, “tratad a los extranjeros que están en medio de vosotros como si fuesen unos de ustedes mismos, puesto que vosotros habéis sido anteriormente inmigrantes”.

Saben que la nación de Israel emigró toda en su totalidad, los hebreos, a Egipto. Gloria a Dios. En la Biblia tenemos la historia de varias personalidades bíblicas que fueron, entre comillas, mojados, entre ellos Moisés y Jesucristo, de modo que gloria sea al Señor porque hubo una inmigración por consecuencias, muchos de nosotros los latinos estamos acá porque hubo alguna persecución política en naciones como Guatemala, El Salvador, en fin, otros emigraron acá por cuestiones económicas, pero literalmente ninguno inmigró acá si Dios no lo trajo. Amen.

Porque estamos acá, cualquiera que sea la razón que nosotros pensamos que estamos en esta nación, en el propósito de Dios, él usó esas circunstancias para traernos a esta nación y ser instrumentos de bendición. Amen. Así lo hizo con un joven llamado José, otros de los mojados de la Biblia, que fue llevado por mercaderes a Egipto, vendido como esclavo, fue aprisionado injustamente pero que en todo el proceso de su vida, en cada área negativa de su vida hallamos una poderosa escritura que dice, ‘pero Dios estaba con él’. Amen. ¡Aleluya!

El Señor trasladó a Felipe para que fuera ministrarle al egipcio y no tuvo que pagarle pasaporte ni nada de esas cosas, fue algo así, digamos... Dios puede hacer algunas cosas que nosotros no pensamos que pueden hacer, pero cualquiera que sea la circunstancia por la cual estamos acá, sabemos que Dios tenía un plan y propósito para nosotros en este lugar. Amen.

Somos instrumentos de bendición. Dios te trajo a esta ciudad, Dios predeterminó que estarías acá con un propósito. Amen. ¡Aleluya!

No se por qué estoy acá porque este no es mi mensaje, pero el Señor me está poniendo algo aquí en el corazón en Hechos, Capítulo 17 versículo 24 dice:

“El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas...”

Es decir, Dios no habita en templos hechos por manos humanas. Este edificio sin los creyentes es simplemente un edificio. No es templo de Dios. El templo de Dios está aquí, tú y yo somos el templo del Espíritu Santo. Amen. De modo que el verdadero templo de Dios es cuando dos o más creyentes se unen para buscar el rostro de Dios, para hacer cualquier cosa en el nombre de Jesús. Dios no habita en templos hechos por manos humanas y nos dice que no es honrado por manos de hombres como si necesitase de algo.

Dios no te pide que le des porque él necesita. Él te pide que des para que seas bendecido. Amen. Gloria sea al Señor. Y dice que “...él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas”. Todo lo que tu tienes, tu trabajo, tu automóvil, tu apartamento, tu casa, tu televisión, todo lo que tu tienes, Dios te lo dio y no es tuyo, es de Dios. Porque la Biblia dice, “... de Jehová es la tierra, su plenitud, sus moradores y todo lo que hay en ella.” Amen.

De modo que lo que estás vistiendo, la ropa que tu tienes, la corbata tan bonita que tiene, le pertenece al Señor. Dice que él es quien a todos vida y aliento y todas las cosas. Y escuche muy bien, “... y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres...”

Es decir, delante de Dios no hay diferente entre el angloparlante, el afro americano, el indígena norteamericano, el asiático, el latinoamericano, todos somos de una misma sangre y venimos de una misma familia. Amen. De modo que para Dios no hay acepción de personas y nosotros tenemos que superar la manera en que pensamos, la manera en que vivimos, la manera en que operamos, para pensar de sí mismo lo que Dios piensa de nosotros. Amen.

Y entonces ya acá, que él “....ha hecho de una sangre todo el linaje de los hombres para que habiten sobre toda la faz de la tierra....” Y acá es la parte importante que dice, “... y les ha prefijado el orden de los tiempos y los límites de su habitación...”

Otra versión dice, “... él predeterminó el orden de los tiempos y el lugar de tu morada..”

Cuando tu estabas en el vientre de tu madre, él te entretejió y él ya estaba planificando que te iba a enviar a la ciudad de Boston. Amen. Porque en el salmo 139 dice que “.. todos los días de tu vida están escritos en el libro de Dios..” Amen.

De modo que Dios así lo predeterminó. Tu vives en estos tiempos porque Dios así lo predeterminó. Tu vives en donde vives porque Dios así lo predeterminó. Las circunstancias de la vida, las circunstancias del mundo te llevaron y te trajeron a este lugar, pero tu viniste a este lugar porque Dios así lo predeterminó. Amen.

Y Dios te trajo para que seas instrumento de bendición. Esta es la promesa que Dios le dio a nuestro padre Abraham, diciendo, “... bendiciendo te bendeciré...” ¡Aleluya! “... y en ti serán benditas todas las naciones de la tierra....” ¡Aleluya!

De modo que nosotros somos instrumentos de bendición. Y dice que “.. Dios predeterminó el orden de los tiempos y el lugar de nuestra morada para que busquemos a Dios...” ¡Aleluya!

Dice acá, en el versículo 27, “... para que busquen a Dios si en alguna manera palpando puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros....”

¿Cuántos saben que Dios está cerca? Dios está tan cerca de ti como tu oración. Gloria sea al Señor. Y si tú eres creyente, Dios está tan cerca de ti como dentro de tu corazón. Porque la Biblia dice que Cristo en nosotros es la esperanza de gloria. Amen. De modo, tu vives donde tu vives porque Dios así lo predeterminó. ¡Aleluya! Y vives en estos tiempos porque Dios así lo predeterminó.

Tal vez, dice la Biblia, para tiempos como estos fuisteis llamados. ¡Aleluya! Yo creo que Dios va a usar a nuestro pueblo iberoamericano, latinoamericano para que seamos instrumentos de bendición donde en un tiempo pasado nos enviaron misioneros que llevaron la palabra de Dios, que llevaron el Evangelio de las buenas nuevas a nuestras tierras, que pagaron el precio y que derramaron su sangre en nuestras tierras, para depositar palabra.

 

Hoy día, amados míos, nosotros estamos devolviendo esa bendición porque Dios está trayendo a nuestros inmigrantes, a nuestros hombres y mujeres de Dios de todo el continente para que nosotros ahora seamos misioneros en un campo de misiones como hay aquí en los EEUU hoy día. Gloria a Dios.

¿Cuántos lo creen? Tú eres un misionero de Dios en esta ciudad y en esta nación. ¡Aleluya!

Ahora, no sé por qué este mensaje, esto no es lo que el Señor me había dado, pero yo estoy obedeciendo.

Dice acá que “....él predeterminó el orden de los tiempos y el lugar de su morada para que busquen a Dios...” ¡Aleluya!

Hay tres maneras de buscar a Dios. Podemos buscar a Dios, primeramente tenemos que buscar cómo conocerle. Segundo, tenemos que buscar cómo servirle. Y tercero tenemos que buscar a Dios en oración, buscar su rostro continuamente. Amen.

Diga, ‘para que busquen a Dios’. Ahora, tal vez algunos de ustedes vinieron a este país y no eran creyentes cuando conocieron a Cristo acá en esta nación. ¿Cuántos de ustedes pueden decir, ‘ese soy yo’? Yo vine acá y no era creyente pero conocí al Señor acá. Gloria a Dios. Qué lindo. Gloria al Señor.

Ahora, puede que tu hubieras conocido al Señor en tu país pero el Señor te trajo acá, porque aquí había un propósito y él tenía que le buscases a él en esta nación, entonces muchos vinieron acá como inconversos y aquí conocieron al Señor. ¡Aleluya!

Ahora, también la Biblia que una vez que le conocemos tenemos que buscar cómo servirle. Qué lindo es el salmo 37 18 dice “.. conoce Jehová los días de los perfectos...” Dígale a la persona que está a tu lado ‘tu eres perfecto delante de Dios’. ¡Aleluya!

Qué lindo es saber eso porque Dios nos perfeccionó. ¡Aleluya! Porque cuando habla de los perfectos acá está hablando de aquellos que han sido perfeccionados por la sangre de Cristo. ¡Aleluya!

El salmo 139 nos dice algo maravilloso, dice, “.. Oh Jehová, tu me has examinado y conocido. Tu has conocido mi sentarme y mi levantarme, has entendido desde lejos mis pensamientos, has escudriñado mi andar y mi reposo y todos mis caminos te son conocidos....”

No creas que estás sorprendiendo, no creas que el Señor se sorprende porque estás en Boston, que el Señor diga, ‘uy, ¿qué hace esa hermana en Boston si yo la quería en Nueva York? No, amados míos.

Dice, “... todos mis caminos te son conocidos, dice el versículo 4, pues aún no está la palabra en mi lengua y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda...”

Para que tengan cuidado los chismosos, que el Señor sabe lo que está diciendo. Dice que la palabra no está en mi lengua y he aquí Jehová, tú lo sabes todo, dice, detrás y delante me rodeaste...” Gloria sea al Señor.

“... y sobre mí pusiste tu mano, tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí...”

Qué tremendo. Gloria sea al Señor. En el versículo 16 dice, “... mi embrión vieron tus ojos y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que luego fueron formadas sin faltar una de ellas....”

Una de mis versiones favoritas, la versión Nakar Colunga dice, y otra versión de la Biblia de las Américas dice, “... y en tus libros están escritos todos los días de mi vida sin faltar uno...”

Qué tremendo, gloria a Dios. A algunos predicadores los he escuchado decir que cuando una persona se entrega Cristo, su nombre es escrito en el libro de la vida. Yo creo que eso está incorrecto, basado en lo que yo veo en la Biblia. Yo creo que Dios no quiere que nadie perezca, más que todos lleguen al arrepentimiento.

Jesucristo derramó su sangre por los pecados de todo el mundo. Dios no quiere que nadie perezca, de modo que yo creo que el plan y propósito de Dios es que todo el mundo sea salvo, por lo cual, en los planes de Dios todo el mundo, ya Cristo pagó el precio por todos, de modo que todo el mundo va a tener la oportunidad de ser salvo.

Más bien lo que la Biblia dice es que no quiero que borres mi nombre del libro de la vida. ¡Aleluya! Y yo creo que lamentablemente muchas personas tienen oportunidades de conocer a Dios durante su vida, se les presenta la palabra, se les presenta el Evangelio, tienen oportunidades donde pueden ver la mano de Dios, pero su corazón endurecido, el cual Satanás endurece, porque la Biblia dice que Satanás endurece nuestro corazón y ciega nuestros ojos para que no veamos la luz del Evangelio. Entonces la persona muere a último momento sin conocer a Cristo. Entonces yo creo que Cristo derrama lágrimas porque su nombre tiene que ser borrado del libro de la vida.

Ahora, dice acá en el salmo 37 28, “... por Jehová son ordenados los pasos del hombre y él aprueba su camino...” ¡Aleluya!

Por Jehová son ordenados los pasos del hombre y él aprueba su camino. Después de este servicio voy a hablar con Dios allá adentro y voy a decirle, ‘Señor, por qué me sacó de lo que yo tenía que predicar para ... pero bueno, aquí estamos.’

Entonces la Biblia dice que Dios te trajo para que busques a Dios. Lo primero que tenemos que buscar cómo conocerle. Una vez que conoces a Dios como tu Señor y salvador, el Señor dice que busques cómo servirle, porque Dios no te alcanzó para que seas calentador de bancas, para que seas observador, para que seas un fanático, un fan, un aficionado del equipo, sino para que seas parte del equipo. ¡Aleluya!

El futuro de tu ciudad, el futuro de tu nación, el futuro de tu negocio, el futuro de tu vida, el futuro de tu familia está en tu boca y en lo que tu haces y declaras para Dios. Amen. Gloria sea al Señor.

Dice, “.. Para que busquen a Dios ¡Aleluya!, si de alguna manera palpando puedan hallarle...”

Entonces, una vez que conoces cómo servir a Dios, hay la última manera de buscar a Dios que es buscar a Dios en oración. La palabra nos dice en el Libro de Jeremías, en el Capítulo 29, y el versículo 13, bueno, voy a leerles Jeremías 29:7 para que vean el contexto de lo que la palabra está diciéndonos aquí a través del profeta Jeremías.

Jeremías 29:4 dice, “... Así ha dicho Jehová de los ejércitos...”

¿Quién ha dicho? Jehová de los ejércitos. “... Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, a todos los de la cautividad que hice transportar de Jerusalén a Babilonia...”

Es decir, aquí está hablando el Señor al pueblo de Dios que fue llevado en la cautividad. Dice que “... edificad casas y habitadlas, y plantad huertos y comed fruto de ellos,....”

Literalmente nosotros también hemos sido traídos o fuimos traídos a este lugar para Dios y el propósito que Dios tiene para aquí que te arraigues, que plantes, que tomes firmeza.

“... edificad casas y habitadlas, plantad huertos y comed frutos de ellos, casaos y engendrad hijos e hijas...”

Gloria a Dios. “... dad mujeres a vuestros hijos, dad maridos a vuestras hijas para que tengan hijos y multiplicaos ahí y no os disminuyáis...”

¿Cuántos saben que hay muchos que están alarmados porque nos estamos multiplicando? ¡Aleluya! La iglesia angloparlante está creciendo, por lo que nosotros llamamos, por relocación en vez de reproducción. Ellos se están relocalizando. El que no le gusta una iglesia se va para la otra, pero no están ganando almas, pero los latinos estamos multiplicándonos de dos maneras: en reproducción genérica y en reproducción de personas. Amen. Gloria sea al Señor.

por eso dicen que ahora somos la minoría más grande de los EEUU y en algunos estados del sudeste de los EEUU están temerosos de que pronto serán la mayoría. El estado de Arizona, uno de ellos, el estado de Texas, el estado de California. El 80 % de los estudiantes en el condado de Los Ángeles son hispano parlantes. ¡Aleluya!

En San Antonio, Texas, más del 55% de la población son hispano parlantes. Para el año 2010 se estima que en Phoenix, Arizona, más del 50% de las personas serán hispano parlantes. ¡Aleluya! Estamos reconquistando. Gloria sea al Señor. ¡Aleluya!

Pero hay propósito de Dios. Dios te trajo para que seas instrumento de bendición. Dice acá, “.. multiplicaos y no os disminuyáis...” Amen

Y luego el versículo 7 dice, “... procurad la paz...”

Diga paz. Cuando la Biblia en el Antiguo Testamento habla de paz, la palabra paz es literalmente el término hebreo shalom. Y la palabra shalom en el hebreo significa lo siguiente, ‘plenitud, totalidad, integridad, salud, bienestar, seguridad, solidez, tranquilidad, prosperidad, perfección, descanso, armonía. ¡Aleluya!.

De modo que la Biblia dice, “... procurad la paz, procurad la salud, el bienestar, la seguridad, la integridad, la tranquilidad, la prosperidad, la perfección, el descanso y la armonía de la ciudad a la que os envié.

Somos instrumentos de bendición. ¡Aleluya! Y Dios te llamó para que procures todo esto y la paz no simplemente habla de la ausencia de discordia, o de agitación pero viene de la raíz hebrea, shalom, que significa o representa mucho más que la ausencia de violencia. Representa la plenitud, la totalidad de lo que el ser humano busca y necesita. Amen.

De modo que tu y yo somos instrumentos de Dios para suplirle al ser humano lo que necesita. Gloria sea al Señor.

Entonces, hallamos eso, “.,.. procurad la paz de la ciudad a la que os hice transportar... –otra versión dice a la que os envié-“

Dile a la persona que está a tu lado, ‘ ¿a dónde te envió Dios?’ ¡Aleluya!

Dice, “..Procurad la paz de la ciudad a la que os envié y rogad por ella a Jehová..”

Como decimos en Colombia y en Latinoamérica, ‘más claro no canta un gallo’. Dios te trajo para que clames por esta ciudad, para que clames por esta región, para que clames por esta nación, para que busques su rostro pidiendo por la ciudad porque cuando tú eres instrumento de bendición para tu ciudad, todo lo que tu haces será bendecido. Bendiciendo te bendeciré y en ti serán benditas las naciones de la tierra.

Lamentablemente hoy encontramos muchos de nuestros compañeros hispano parlantes iberoamericanos, latinoamericanos que vienen y lo único que tiene de sus labios es maldición. Este país es no sé qué, no sirve para nada, ta ta ta ta, aquí hay algo, aquí hay lo otro.

Amados míos, somos instrumentos de bendición y no de maldición. Por cierto la palabra bendecir es una palabra compuesta del castellano antiguo que era la palabra el bien decir, que fue abreviada para decir bendecir. Y la palabra bendecir o el bien decir originalmente en su contexto castellano significaba el declarar lo que Dios ha declarado.

Y la palabra maldecir era lo contrario, el declarar algo contrario a lo que Dios ha declarado. De modo que tu y yo estamos llamados a declarar lo que Dios ha declarado. Por eso la Biblia nos dice que si alguno habla, hable conforme a lo que Dios ha dicho. ¿Cuántos de ustedes hablan? Levante la mano los sordomudos. Si levantaron la mano son sordomudos.

Entonces, somos instrumentos de bendición y no de maldición. La palabra bendecir significa declarar lo que Dios ha declarado. La palabra maldecir es declarar algo contrario a lo que Dios ha declarado.

Por eso la Biblia dice en el libro de Santiago, “.. si alguien desea tener días buenos...”

¿Cuántos desean tener días buenos?

“.... y vivir en paz.....” ¿Cuántos quieren vivir en paz? Escuche lo que dice Santiago:

“... si alguien quiere tener días buenos y vivir en paz, refrene su lengua....”

Póngale un frenillo. Si alguien quiere ver días buenos, refrene su lengua. ¡Aleluya! Y luego dice Santiago;

“... porque la lengua es un miembro perverso. Con esa lengua bendecimos al Dios creador de todas las cosas y maldecimos a los hombres hechos a su imagen y semejanza....”

Y luego dice, “... ¿Cómo podemos hacer estas cosas? –dice Santiago- eso no debe ser así..”

¿Por qué? Porque Dios nos llamó a ser instrumentos de bendición. Hablar algo contrario a lo que el mundo dice pero conforme a lo que Dios ha declarado.

Entonces, nos dice acá “... rogad por ella, Jehová, clamad por ella Jehová, buscad su rostro por ella, Jehová, porque en su shalom tendréis vosotros shalom; en su prosperidad, prosperáis, en su salud, tened salud, en su bienestar, tenéis bienestar, en su tranquilidad, disfrutad tranquilidad; en todo esto, todo lo que pasa u ocurre en nuestra comunidad, ¡Aleluya! nos beneficia directamente a mí y a mis hijos. ¡Aleluya! amen

Entonces, dice acá, “... porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, está hablándole Dios a su iglesia, no está hablando individualmente, aunque podemos tomarlo personalmente. Pero cuando Dios habla generalmente habla corporativamente. Estos son los planes que Dios tiene para el pueblo hispano, para el pueblo creyente, para los que ha traído a esta ciudad.

“... yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, iglesia cristiana en Boston, son pensamientos de shalom...”

Es decir, Dios tiene pensamientos de shalom para ti, de plenitud para ti, de totalidad, de salud, de bienestar, de seguridad, de solidez, de tranquilidad, de prosperidad, de descanso, de armonía. Esos son los planes que Dios tiene para ti.

“...Yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz y no desgracia o no de mal, dice otra versión, para daros el fin que esperáis...”

Ahí está la clave. Para daros el fin que esperáis. Mi pregunta es, ¿qué fin esperas tú de Dios? ¿Qué estás esperando de él? La Biblia dice que él quiere darte el fin que tu esperas. Para daros el fin que esperáis.

Un amigo mío llamado Alberto Motesi, y no sé cuántos de ustedes han oído de Alberto Motesi, probablemente el evangelista más poderoso en toda Latinoamérica hoy día, pastor de presidentes. Yo fui el director ejecutivo de la Sociedad Evangelísitica de Alberto Motesi.

Él dijo algo que me impactó muchísimo una vez. Le escuché decir, ‘dime el tamaño de visión y te diré el tamaño de tu Dios’. Voy a decirlo de nuevo porque no voy a tomar ofrendas después de esto: ‘Dime el tamaño de tu visión y te diré el tamaño de tu Dios’. Si tu visión es pequeña, tu Dios es pequeño; si tu visión es grande, tu Dios es grande, más si tu visión es de lo imposible, tienes el Dios de lo imposible. ¡Aleluya!

Qué tremendo. Dime el tamaño de tu visión... Y lamentablemente nuestro paradigma, nuestra mentalidad de pobreza, de necesidad, de incapacidad, de inhabilidad, de falta de empuje de autoestima, todo esto nos ha llevado a nosotros, a los hispano parlantes, a los hispano americanos, a creer que tal vez Dios no nos ama lo mismo que a otros, que tal vez nosotros no tenemos las capacidades que otros tienen.

Amados míos, ante Dios no hay acepción de personas. Todos somos iguales delante de Dios y tu buscas tu porvenir y tu declaras tu porvenir y tu tienes visión de lo imposible y Dios va a poder hacer cosas imposibles. ¡Aleluya! Dios es un Dios que hace cosas extraordinarias a través de personas ordinarias.

Dile a la persona que está a tu lado, ‘eres una persona ordinaria’. Óigame, por favor, no se enoje, porque hoy día la palabra ordinario significa que lo compraste en Kaymart o en Walmart o hasta en Target. Pero si tu quieres algo tienes que ir a comprarlo a Dillards o a Macy’s.

Amados míos, la palabra ordinario significa que es igual a los demás, que no hay diferencia. Y ante Dios todos somos ordinarios, pero de calidad ordinaria. Dígale ‘soy calidad ordinaria’.

Es como in inglés se dice, es un oximoron, es decir es una palabra que como que no concuerda. ¡Aleluya!. Mi papá decía, ‘Griten, pero pacito’. ¡Aleluya!

La Biblia dice que corramos la carrera despacio. ¡Aleluya! ¿Cómo puedes correr despacio? Bueno, está bien. De todas maneras somos instrumentos para ser instrumentos de bendición, somos gente ordinaria, gente igual, no hay nadie diferente, tu y yo somos lo mismo. Tal vez Dios me usa de una manera pero Dios puede usarte de otra. Yo necesito de ustedes y ustedes necesitan de mí, necesitamos mutuamente unos de los otros.

La Biblia dice que la iglesia crece y se edifica cuando toda juntura suple conforme a su dádiva. Tu tienes algo que Dios te dio. Hay una dádiva que Dios te dio. Hay una habilidad que Dios te dio. Hay un talento que Dios te dio. Y es que Dios nos necesita en su iglesia, no para que te sientes en la banca el domingo, para que cantes 4 coritos, para que des un diezmo que muchas veces no lo das, ¡Aleluya! Y para que vayas y te olvides de todo. Dios te llamó a ser un instrumento de Dios para que trabajes con Dios, para que hagas lo que te ha llamado, y para que suplas conforme a tu dádiva. Amen.

¡Aleluya! Entonces, la Biblia nos dice que Dios usó a gente ordinaria como tu y yo, para que hicieran cosas extraordinarias. Y Dios quiere que nosotros seamos instrumentos de obras extraordinarias. ¡Aleluya!

Nos dice la Biblia, yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, pensamientos de paz y no de desgracia para daros el fin que esperáis.

Si tu tienes buenas esperanzas, la Biblia dice, el Apóstol Pablo dice, ‘yo sé, yo tengo la seguridad, yo estoy totalmente persuadido, dice él, yo sé que a través de la oración y la ministración del Espíritu Santo esto resultará en mi liberación conforme a mi anhelo y esperanza.’

¿Qué esperanza tienes tú en Dios? ¿Qué fe tienes tu en Dios?

Hebreos 1:6 dice que, él es el galardonador. Si tu vienes a él debes creer que él es y que él es el galardonador de los que le buscan. Amen. ¡Aleluya!

Entonces, Dios te va a dar el fin que tu esperas. ¿Y qué es lo que tu esperas? ¿Ser deportado? ¿Qué es lo que tu esperas? ¿Trabajar de secretario?

Amados míos, la voluntad de Dios es que estés cabeza y no por cola, que esté por encima y no por debajo. El Señor desea bendecir toda la obra de tus manos, todas las promesas que Dios le dio al pueblo hebreo son nuestras y aún nosotros tenemos mejores y mayores promesas porque somos partícipes de un nuevo y mejor pacto hecho en nuevas y mejores promesas. ¡Aleluya!

Dice acá, ‘para daros el fin que esperáis’. Dice el Capítulo 29, versículo 12 de Jeremías, “... entonces me invocaréis, vendréis, lloraréis a mí y yo os oiré...”

Oh, qué tremendo. El salmista dice, ‘Jehová oirá cuando yo a él clamare...’

¿Cuántos saben que Dios te escucha? ¡Aleluya! Si tu oras, él te escucha. Jehová oirá cuando yo a él clamare, dice entonces “...me invocaréis, vendréis, lloraréis a mí y yo os oiré..” Y luego dice, “... y me buscaréis y me hallaréis..”

¡Aleluya! ¿Qué dijimos de buscar? En oración, “me buscaréis y me hallaréis porque me buscaréis de todo vuestro corazón y seré hallado por vosotros...”

La palabra me buscaréis, la palabra buscaréis ahí, es una palabra que alude a una urgente búsqueda, a una desesperación muy grande por ver una visitación o un cambio de Dios.

Es un anhelo ferviente de ver lo que Dios puede hacer y de hecho es que alude a algo similar, por ejemplo, tu tienes que estar en el trabajo mañana a las 8 y media de la mañana. Son las 8 y 20 de la mañana y no encuentras las llaves del auto, tienes una reunión con el jefe que te va a dar una promoción si estás ahí a tiempo para el empleo, y no encuentras las llaves. Y desesperadamente buscas debajo de la cama, en la mesa, en la cocina, pones a toda la familia, a la esposa, a los hijos, busquen por todas partes a buscar la llave. No sabe que están en el auto, se le quedaron allá. Pero, hay un afán, hay una inquietud, hay una urgente necesidad y todo el mundo se moviliza para eso.

Amados míos, esta es la pasión que busca acá. Esto es lo que dice acá, entonces afanosamente me buscaréis y me hallaréis porque me buscaréis de todo vuestro corazón y seré hallado por vosotros, dice Jehová. ¡Aleluya!

¿Y qué dice también? Y además dice, “... y haré volver vuestra cautividad...” Gloria a Dios.

¡Aleluya! es un Dios que escucha la oración. Dice entonces me buscaréis y me hallaréis. En Oseas, Capítulo 10 y el versículo 12 dice:

“...Sembrad para vosotros en justicia, segad para vosotros en misericordia, haced para vosotros barbecho porque es el tiempo de buscar a Jehová hasta que venga y os enseñe rectitud....”

¡Aleluya! Es el tiempo, dice, es el tiempo. Es el tiempo de buscar a Jehová. ¡Aleluya! Es el tiempo de sembrar y de segar. Es el tiempo de cosechar. Es tiempo de buscar a Jehová hasta que él venga y nos enseñe justicia. Gloria sea al Señor.

En Lamentaciones 3:25 dice lo siguiente: “.. bueno es Jehová a los que en él esperan y al alma que le busca....”

Diga busca. ¡Aleluya! La palabra esperan ahí literalmente en el hebreo significa expectativa y esperanza. Aparece 50 veces en el Antiguo Testamento. Es la raíz sustantiva de una expectativa, por eso dice la palabra, que él nos dará conforme a nuestro anhelo y esperanza. ¡Aleluya!

Conforme a mi anhelo y esperanza, dice, literalmente aquí diría, bueno es Jehová a los que tienen expectativa, a los que esperan, a los que tienen esperanza, al alma que le busca.

Bueno es Jehová. Gloria a Dios. Versículo 26 “.. bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová...”

Y la palabra salvación, ¡Aleluya!, Literalmente es lo mismo que la palabra shalom. ¿Sabías tu que la palabra shalom en el hebreo tiene el mismo significado que la palabra salvación en el Nuevo Testamento. La palabra soterium en el Nuevo Testamento significado salud, bienestar, prosperidad, tranquilidad, armonía, gozo, paz. No habla simplemente de la salvación del alma, por eso la Biblia dice que cuando tu hablas de salvación en el Nuevo Testamento estás hablando de salud, de prosperidad, de bienestar, de libertad, de paz de gozo, de paz de entendimiento, de todas estas cosas.

Bueno es Jehová a los que en él esperan. La Biblia dice, “... díganlo los redimidos de Jehová que él es bueno y grande es su misericordia....”

Diga, grande es su misericordia. Qué tremendo, grande es su misericordia. Primera de Crónicas 16:11, dice lo siguiente:

“...Buscad a Jehová y su poder...” Buscad a Jehová y su poder. Y luego dice, “... Buscad su rostro continuamente, haced memoria de las maravillas que ha hecho, de sus prodigios, y de los juicios de su boca....”

Que tremendo. Gloria a Dios. Qué tremendo es buscar al Señor, que es buscar su rostro. Dice, “... para que busquen a Dios si en alguna manera palpando puedan hallarle aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros...”

Diga, el Señor está cerca, está tan cerca como tus labios. Es lo que el Señor está. Tu y yo somos instrumentos de bendición y Dios nos trajo a este lugar para que seamos instrumentos de bendición en esta comunidad. ¿Cuántos lo creen? ¡Aleluya!

Es lo que Dios ha dicho. Entonces, por eso la Biblia nos exhorta y nos dice que debemos depositar dentro de nuestro corazón todo lo que Dios ha declarado. Tengo conmigo para venta mi último libro, se llama “El consejo de Elifaz”.

Es un libro poderoso que habla sobre 8 principios para una vida de éxito, prosperidad y tranquilidad. Uno de los Capítulos habla del poder de la oración, el requisito de la fe, lo recomiendo altamente. Es un libro, está en tapa dura, muy lindo para regalarle a los inconversos porque fue un libro escrito en el mismo estilo de La oración, de Javes o el libro Su mejor vida ahora, de Joel Austin. Claro que es mejor que los dos naturalmente.

Pero en el libro de Job, por cierto el libro de Job es el libro más antiguo de la Biblia, fue el primer libro escrito cronológicamente. Y en el libro de Job hallamos a un hombre llamado Elifaz que viendo la situación en que se encontraba Job le dio un consejo que en cuanto al consejo, fue un consejo poderosísimo, un consejo sin comparación, pero que hallamos que Dios reprende ese consejo. Pero Dios no lo reprende por su contenido sino por el espíritu detrás de su mensaje.

¿Cuántos saben que tu puedes decir la misma cosa pero con un diferente espíritu? Y si tu dices una cosa con un espíritu de gracia y de misericordia y de bendición, es muy diferente a decir exactamente la misma cosa en un espíritu de juicio, condenación y esto. Y esa es la razón por la cual Dios condena el consejo de Elifaz.

Pero acá en la Biblia dice que cuando Elifaz le dice a Job, le dice, “... Vuelve ahora en amistad con Dios y tendrás paz y por ello te vendrá bien en todo...”

Qué tremendo. La palabra dice, vuelve ahora en intimidad con Dios, vuelve a tener intimidad con Dios. Intimidad ... viene a través de la meditación de su palabra o la oración delante de Dios en nuestra privacidad. Porque la palabra intimidad es el conocimiento más profundo y mutuo entre dos personas o entre dos seres. De hecho es que la relación de intimidad entre marido y mujer concibe o genera, o da a luz. Ese es el propósito de la intimidad, concebir, de engendrar.

Y cuando tu tienes intimidad con Dios vas a concebir lo que Dios desea darte, vas a engendrar las promesas de Dios. Y por eso dice, vuelve ahora en amistad con Dios y tendrás shalom. ¿Cuántos quieren tener shalom? Shalom, prosperidad, bienestar, salud, totalidad, excelencia, perfección, todas esas cosas, vuelve ahora en intimidad con Dios y tendrás shalom y por ello te vendrá bien en todo.

¿Cuántos quieren que le venga bien en todo? ¡Aleluya! Entonces, si tu quieres tener el shalom de Dios, si quieres que te vaya bien en todo, tienes que dedicarle tiempo de calidad a Dios.

En una relación es imperativo que haya tiempo de intimidad, es imperativo que haya tiempo de comunicación. ¿Qué clase de matrimonio sería si un marido y mujer viven y nunca se hablan? Si él viene y la visita cada 30 días. No, eso no es relación y esa es la relación que nosotros llevamos con Dios muchas veces. Estamos tan ocupados haciendo todo menos lo que Dios nos ha llamado a hacer que no tenemos tiempo para Dios.

Cuando yo fui vicepresidente de varias instituciones bancarias del Banco de América, del Citibank de Nueva York, trabajé 7 años en la bolsa, enseñaba yo un taller a los supervisores que se llamaba “Too busy for business”. Era que muchas veces los supervisores y los gerentes bancarios estaban tan ocupados que nunca podían generar negocio y que no tenían tiempo para sus clientes. Y eso era contraproducente.

Igualmente nos pasa a nosotros, tal vez estamos tan afanosos en las cosas, muchas veces en las cosas de Dios, que se nos olvida el Dios del ministerio. Estamos tan ocupados en el ministerio que se nos olvida la razón por el ministerio.

Dice, vuelve ahora en intimidad con Dios y tendrás paz y por ello te vendrá bien en todo. Y luego dice, ‘toma ahora...’

Diga, ahora. ¿Cuándo? Ahora. Toma ahora la ley de su boca y pon sus palabras en tu corazón.

Diga, ahora. Hay varias palabras en la Biblia que hablan del pasado. Otras que hablan del presente, y otras que hablan del futuro. Pero en la Biblia encontramos algunas palabras que son eternas y constantes, que no tienen cambio. La palabra ahora, la palabra jamás, la palabra siempre, la palabra eterno, la palabra nunca, no tienen cambio. De modo que fue ahora, en los tiempos de Job, hace miles de años, fue ahora en los tiempos de Cristo, fue ahora en la época de la reforma protestante, es ahora en el siglo XXI. Por eso el Señor te está hablando.

Dile a la persona, Dios te está hablando. Dice ahora, “.... vuelve ahora o toma ahora...” diga, ahora, “.... vuelve ahora y toma ahora la ley de su boca y pon sus palabras en tu corazón. ¿Por qué? Porque la Biblia tiene más de 20 mil promesas de bendición para los hijos de Dios.

Y si tu no sabes cuáles son las promesas de Dios para ti como ciudadano del Reino, entonces nunca vas a poder reclamar lo que es tuyo, nunca vas a poder declarar lo que es tuyo, nunca vas a poder tomar posesión de lo que Dios ya te ha dado. Por eso es imperativo que depositemos la palabra de Dios en nuestro corazón. ¡Aleluya!

La Biblia dice, ‘toma ahora lo ley de su boca y pon sus palabras en tu corazón’. Dice, “... si te volvieres al omnipotente.... – es decir, cuando buscas al Señor y la palabra volver ahí es como cuando una novia mira su novio con ojos enamorados, cuando un niño coge la mano de mamá o de su papá y se afianza a ellos, es buscarle, así estar cerca, un proceso como de seguridad.

“... si te volvieres al omnipotente serás edificado y alejarás de tu tienda la aflicción....”

Y la palabra tienda en los tiempos de Job la gente vivían en el desierto, eran moradores del desierto y todo lo que hacían lo hacían dentro de toldas o tiendas o carpas. ¡Aleluya! Pablo, él cocía tiendas, hacía tiendas, y la Biblia habla de extiende tu tienda, La Biblia habla de ser bienaventurada será tienda de los justos...

De modo que tiendas será donde moraban, donde estaba su familia, tiendas era donde negociaban, tiendas eran donde adoraban y servían a Dios. De modo, que en tiendas, por eso dice que alejarás de tu casa, alejarás de tu negocio, alejarás de tu empresa, alejarás de tu congregación, alejarás de tu ciudad, alejarás la aflicción.

¿Cuántos quieren alejar la aflicción? ¡Aleluya! Gloria a Dios. Toma ahora la ley de su boca y pon sus palabras en tu corazón, si te volvieres al omnipotente serás edificado y alejarás de tu tienda la aflicción.

Qué tremendo. Proverbios 11 dice, “... la casa de los impíos será asolada pero florecerá la tienda de los rectos...”

¡Aleluya! Florecerá la tienda de los rectos. Gloria a Dios. Qué tremendo. ¡Aleluya! Gloria sea al Señor. Qué tremendas promesas tenemos muchas veces nosotros que no sabemos.

En Números 24:5 dice, “... cuán hermosas son tus tiendas, oh Jacob, y tus habitaciones, oh Israel....” La Biblia dice, “... levanta estacas, extiende tu tienda porque te extenderás a la derecha y la izquierda....” ¡Aleluya!

Esa palabra es una palabra profética para esta congregación. Vendrá una extensión a la derecha y a la izquierda. ¡Aleluya! La Biblia en Isaías 60, “... los pequeños serán miles y el menor un pueblo fuerte. ¡Aleluya! Dios va a levantar miles acá y Dios va a levantar un pueblo fuerte, gloria a Dios. Gloria a Dios. Lo declaramos. ¡Aleluya!

Y dice, entre otras cosas, versículo 27, no tengo tiempo para todo esto, porque nunca me dijeron a qué horas termino, pero ¿cuánto me dan? 15 minutos. Levanten la mano los que me dan 15 minutos. 15, 30, 45, gloria a Dios. Tenemos bastante tiempo.

Dice el versículo 27 “... orarás a él y él te oirá y tu –escuche esta es la parte que no nos gusta- y tu pagarás tus promesas....”

Tus votos, tu pagarás tus votos. Y luego dice algo muy interesante, versículo 28, una de las Escrituras más poderosas que yo encuentro en toda la Biblia, dice “... y todo lo que declares, ¿cuánto? Todo, ¿la mitad, algunas cosas, lo bueno, lo malo? Todo lo declares te será establecido y sobre tus caminos resplandecerá la luz.”

Todo lo que declares te será establecido. Qué tremendo. Proverbios 18:20, y 18:21 tiene una tremenda declaración porque Proverbios 18:21todo el mundo lo conoce, dice que la muerte y la vida están en el poder de la lengua y el que la ama comerá de su fruto.

¿Y qué quiere decir eso? Que tú eres instrumento de bendición o de maldición. Lo que tu declaras es una bendición o una maldición. Todo lo que sale de tu boca es bendición o maldición. ¡Aleluya!

Por cierto, bendición no tiene nada que ver con finanzas ni con darle a alguien porque nosotros vamos a bendecir, vamos a darle esto. No, eso se llama caridad, misericordia, ofrenda, todo lo que quieras llamarlo pero no es bendición. Para que sea bendición tiene que ser hablado, dice con la boca bendices y con la boca maldices, es lo que dice la Biblia. Por eso bendición es el bien decir, y maldición es el mal decir.

Entonces, maldición o bendición proceden de la boca y dice acá en Proverbios 18:20, “... del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre...”

¿Cuántos quieren estar llenos? Ya mi esposa está diciendo, yo creo que para hoy queremos rodizzio brasileño, dice, pero del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre. Lo que tu hablas es lo que comes. La muerte y la vida están en el poder de la lengua y el que la ama comerá de su fruto. Por eso la Biblia dice, refrena tu lengua.

Y dice, “... se saciará del producto de sus labios...” Gloria a Dios.

Entonces, el poder de nuestras palabras es asombroso. Por eso en el libro de Job dice, “... cuán poderosas son las palabras rectas...” Gloria a Dios.

Tu tienes que comenzar a hablar y a bendecir lo que Dios te ha dicho para que bendigas y hables. Y entre más depósito de las promesas de Dios tengas, más puedes declarar, porque todo lo que declares te será establecido. Amen.

La Biblia dice que lo que has depositado en el corazón habla la boca. Dice, “.. del buen fruto del corazón, sale buen fruto. Del mal fruto del corazón sale mal fruto...” Dice el Señor a los fariseos “serpientes y víboras, cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos..”

Pero nosotros somos buenos. Gloria que Dios. Porque por la boca del hombre ¿qué pasa? El hombre es justificado o por la boca del hombre el hombre es condenado.

Entonces la Biblia nos exhorta a depositar las promesas de Dios en nuestro corazón, a declarar las promesas de Dios en nuestro corazón, a ser instrumentos de bendición. ¡Aleluya! Yo creo que uno de los conductos más poderosos del poder y autoridad que encontramos en la palabra de Dios es lo que tu declaras, es el poder de atar y desatar está en tu boca. Amen

Entonces, toda la creación existe por lo que Dios dijo. La Biblia dice que él creó todas las cosas con el poder de su boca. Y la Biblia dice que él es quien llama las cosas que no son como si fuesen. Amen.

Terminamos ya en un minuto. Toma ahora la ley de tu boca y pon sus palabras en tu corazón. Amen.

Entonces nos dice, Proverbios 4:20 al 24, sabes que Dios escribió una carta específicamente para ti. ¿Cuántos son hijos de Dios? Levante la mano el que es hijo de Dios. Dice ahí en Proverbios 4:20 al 24, dice:

“Hijo mío, -es decir, Dios te está hablando. Dile a la persona que está a tu lado, ‘Dios te está hablando’- “Hijo mío, esté atento a mis palabras, inclina tu oído a mis razones, no se aparten de tus ojos. Guárdalas en medio de tu corazón porque son vida a los que las hallan y medicina a todo su cuerpo...”

Y luego él nos dice, “sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón porque de él mana la vida o de él mana la muerte, dice, y aparte de ti la perversidad de la boca y aleja de ti la iniquidad de los labios...”

Jesucristo dijo, ‘no solo de pan vive el hombre, más de toda palabra’. ¿De cuánta palabra? De toda palabra que sale de la boca de Dios. Y además Jesucristo dijo, ‘las palabras que yo os he hablado son vida y son espíritu.’ Amen. Gloria a Dios.

Cuida lo que tu dices porque nosotros como latinos aprendemos a hablar lo negativo. Hay una mentalidad negativa. Decimos caballo viejo ande o no ande. Amados míos, caballo viejo póngalo a pasear y cómprese uno nuevo. En nuestro idioma decimos ‘mejor malo conocido que bueno por conocer.’ No, amados míos, lo malo nunca es mejor que lo bueno, lo conozcas o no lo conozcas. ¡Aleluya!

Tenemos que aprender a declarar lo que Dios ha declarado. Amen. ¡Aleluya! Tenemos que ser instrumentos de bendición. Qué lindo es que aún el nuevo nacimiento comienza con estas cosas. Este concepto comienza en lo que tu declaras y crees con tu corazón.

Concluyo con esto: Romanos 10, versículos 8 al 10, dice lo siguiente: “ Más que dice, cerca de ti está la palabra en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos, que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos serás salvo, porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.”

Recuerde que la palabra salvación significa bienestar, prosperidad, salud, armonía, tranquilidad, gozo, excelencia.

“.... porque con el corazón se cree para justicia y con la boca se confiesa para salvación...”

Pues, la Escritura dice “todo aquel que en él creyere no será avergonzado...”

Hebreos 11, dice “aquel que viene a él debe creer que él es, que es el galardonador de los que le buscan...”

Póngase de pie por favor en esta mañana. Quiero que todos cierren sus ojos por un momento. No se cuántos de ustedes me están escuchando a través de algún programa radial o televisivo, Internet, algunos a los cuales se les está traduciendo en este momento o algunos que tal vez van a escuchar este mensaje posteriormente. La Biblia dice, mira, yo he puesto delante de ti hoy, hoy, no mañana, hoy delante de ti, dice Dios, he puesto la vida y el bien, la muerte y el mal.

Dios te da la opción de escoger vida y bien o muerte y mal. Él dice, yo te mando hoy. Él no te pide, él te manda. Es una orden de Dios. Yo te mando hoy que ames a Jehová, tu Dios, que andes en sus caminos, que guardes sus preceptos y estatutos. ¿Para qué? Para que vivas y seas multiplicado y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual te llevó, como lo es Boston.

Dice, ‘mas si tu corazón se apartare y no oyeres, y dejares extraviar, si a los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy, contra vosotros que os puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición’. Pero él dice, escoge pues la vida para que vivas tu y tus hijos, amando a Jehová, tu creador, atendiendo su voz, siguiéndole a él porque él es vida para ti y prolongación de tus días para que puedas habitar la tierra que Dios juró a tus padres.

Jesucristo dijo ‘las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida’. Ahí por un momento si tu estás aquí por primera vez o tal vez has venido anteriormente y has escuchado, te ha gustado la música, la alabanza, has sentido una presencia de Dios, pero nunca has hecho un compromiso definitivo con Dios de abrirle las puertas de tu corazón para que él habite dentro de ti, para que esté contigo, para que llegues a ser parte de la familia de Dios, este es el momento en que escoges vida y bendición, o muerte y maldición.

Pero Dios dice, escoge pues la vida para que vivas tu y tus hijos. Si hay alguien que me esté escuchando en este momento que sepa que tiene que hacer esta decisión, quiero que levantes tu mano rápidamente. Yo quiero unirme contigo, y quiero hacer una oración contigo. Alguien que quiera decir, ‘yo quiero hacer esta confesión de fe, yo quiero recibir a Cristo como mi Salvador’.

Allá arriba hay alguien que yo veo. ¡Aleluya! Creo que todos conocen al Señor. Vamos a terminar con esto. Por favor abre tus ojos, agarra la mano de la persona que esté a tu lado, mira a la persona en los ojos, grupos de dos nada más, grupos de dos nada más, y la persona que esté a tu lado delante o detrás, como sea, ¡Aleluya! Mírale a los ojos y dile lo siguiente como promesa de bendición de Dios, dile lo siguiente:

“Jehová es tu guardador, Jehová es tu sombra, tu mano derecha. Jehová te guardará de todo mal. Él guardará tu alma. Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre, si anduvieres en medio de la angustia, él te vivificará. Jehová cumplirá su propósito en ti porque la misericordia de Jehová es para siempre y él no desampara la obra de sus manos. Y el Dios de paz, el Dios de paz, el Dios de shalom, en breve aplastará, oiga aplástelo, aplastará. El Dios de paz en breve atropellará, destrozará, machacará, aplastará a Satanás bajo tus pies. Te lo declaro. Te lo profetizo. Lo establezco. Recíbelo y lo verás en tu vida.” Amen. Amen, amen. Gloria a Dios. ¡Aleluya! Gloria a Dios.

¡Aleluya! Gloria al Señor. ¡Aleluya! Hemos oído absolutamente un declaración muy clara, la importancia de lo que declaramos con nuestra boca, lo que albergamos en nuestro corazón. Somos gente de profecía, somos gente que declaramos con nuestra boca las cosas que Dios quiere hacer. Asegurémonos de que nuestras confesiones siempre sean confesiones positivas, confesiones fundamentadas en la palabra, en el espíritu de Dios.

Tengamos cuidado de lo que nosotros declaramos con nuestra boca, y lo que albergamos sobre todo en nuestros corazones porque tenemos gran poder. ¡Aleluya! Gracias Señor, Gracias Dios. Gracias por tu llamado en este tarde, Señor, a ser gente de una palabra fundamentada en ese buen propósito que Dios tiene para nuestras vidas. Declaramos, Señor tu buen propósito, lo recibimos, oh Dios y caminamos en ello.

Gracias Señor por tu palabra. Es palabra tuya, no palabra de hombre y así lo recibimos. Gloria a tu nombre. Gracias Señor. Denle un gran aplauso al Señor en esta mañana. Amen.

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