Declarar lo que Dios ha declarado

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Hoy tenemos algo muy especial y es poder participar del ministerio del Apóstol Héctor Torres, su esposa Miriam, que está con nosotros también. Para muchos de nosotros él no necesita mucha introducción porque o hemos leído algunos de sus libros o hemos escuchado de su trabajo muy estratégico en el área de la intercesión, de la guerra espiritual. Él ha sido usado por Dios a través de los años para levantar la conciencia en el pueblo de Dios de la necesidad de la intercesión, de cómo a través de la guerra espiritual y de la declaración del señorío de Cristo, nuestras ciudades pueden ser ganadas para el Señor.

Sabemos que no estamos involucrados en una batalla meramente religiosa, ni siquiera social, económica. El Apóstol Pablo dice, ‘nuestra lucha no es contra sangre y carne sino contra principados, potestades’. Es decir, debajo de todo deseo de ver nuestras ciudades transformadas hay una guerra espiritual que tiene que ser llevada a cabo. Si el hombre fuerte no es atado su casa no puede ser desalojada, o puede ser tomada.

Y entonces, el Apóstol Torres ha sido usado por el Señor para levantar ese nivel espiritual, esa conciencia en el pueblo de Dios de la necesidad de orar, de ayunar, de clamar, de hacer guerra espiritual, de declarar el señorío de Cristo. Y Dios lo ha usado mucho al nivel también de esta misma nación, no solamente entre los hispanos, él de paso es, confirmé esta mañana, de nacionalidad colombiana, así como su esposa también.

Él es de Bogotá y ella, ¿usted es de Bogotá, hermana también? Los dos son de Bogotá. Y como decía, aquí tenemos un grupo bastante grande. ¿Cuántos son colombianos? Digan amen aquí. Ok. Hay por ahí, los escuchan así que hay colombianos. Los colombianos están celebrando de tener hoy 2 dignos representantes de ellos. Yo sé que tienen algo muy especial para nosotros y yo decía, Dios lo ha usado a él para no solamente impactar el mundo hispano, sino también el mundo norteamericano. Él es perfectamente bilingüe y como van a ver quizás, es una gran bendición.

Yo sé que Dios tiene palabra, nuestros hermanos brasileños lo han traído y nos gozamos de estar participando con ellos también en esta mañana del ministerio de pastores brasileños, nuestro hermano Edson Porto que es un querido amigo nuestro también ha estado muy involucrado en su venida.

No es la primera vez que él viene a Boston, de paso, pero es la primera vez que él viene a León de Judá. Y estamos honrados con su presencia. Denle un gran aplauso de bienvenida al Apóstol Héctor Torres. De paso, Dios le bendiga. Él trae libros y otros recursos que ustedes también van a poder disfrutar de ellos más adelante. Ese es mi celular y yo les pido disculpas. No sé qué me pasó. Nunca, jamás suena mi celular, excepto hoy, para avergonzarme. Amen. Eso nos mantiene humildes, y eso es bueno. Un poquito más Señor. Amen.

Así que damos la bienvenida al pastor y Apóstol Héctor Torres. Y como decía, hay grabaciones de diferentes tipos de él que van a estar disponibles de este lado, al salir, así que usted se lo puede llevar, su ministerio, sus palabras. Estamos gozosos de tenerle hermano. Bienvenido a la casa del Señor y a nuestra iglesia aquí, un placer.

Muchísimas gracias, Apóstol Roberto, es una bendición estar aquí con ustedes. Gloria a Dios. Para mi esposa y para mí es un gran honor estar aquí en esta tremenda congregación que Dios está usando en esta ciudad, este ministerio, ese es el suyo, el mío tiene menos. ¡Aleluya! ¡Aleluya!

Dios nos ha dado el privilegio de viajar alrededor del mundo, hemos estado por la gracia de en 5 continentes, 47 naciones, más de 300 ciudades del mundo, pero Dios está haciendo algo hoy día que es maravilloso.

En la Biblia dice, en Abacuk 1:5 “Mirad entre las naciones y ved y asombraos porque haré algo en vuestros días que aunque se os contare no lo creeréis...”

Estamos viendo en nuestro continente, en Latinoamérica, un mover de Dios sin comparación, increíble. En la ciudad de Bogotá, Colombia, la capital de las mega iglesias de Latinoamérica, los pastores de Argentina, donde hubo un gran avivamiento espiritual van a Bogotá para ver cómo funciona las mega iglesias. Tenemos iglesias de 120 mil, de 100 mil, de 50 mil, de 40 mil. En Bogotá una iglesia pequeña es una iglesia de 500 miembros, y así literalmente estamos viendo lo que Dios está haciendo en naciones como Guatemala, donde el 48% de la población son creyente. Estamos viendo comunidades como Almolonga, Guatemala, donde 9 y medio de cada diez personas son creyentes. Santiago de Atitlán, 7 de cada 10 personas son creyentes. En Cajamarca, Perú, 9 de cada 10 personas son creyentes.

De modo que estamos viendo algo poderosamente increíble lo que Dios está haciendo y probablemente el despertar espiritual mayor en el mundo en este momento está en le continente Africano y en el continente Latino americano. Gloria sea al Señor.

De modo que pudiera compartir muchas cosas con ustedes. No tenemos literalmente ni el tiempo para poder hacerlo y creo que el Señor me ha dado una palabra específica para esta congregación, por eso voy a ser obediente.

Pero sí vamos a tener algunos de nuestros materiales disponibles, como dijo el pastor Roberto. Tenemos el video de transformaciones. No sé cuántos de ustedes han tenido el privilegio de ver el video de transformaciones. Levante la mano quienes le han visto. ¡Aleluya! Bueno, los que no le han visto también serán salvos, como dijo el hermano Alberto Motesi. Es un video que habla sobre la comunidad de Cali, Colombia, almolonga, Guatemala, Quiambú, Kenia, Emmet, California, que han sido instrumentos de Dios para cambiar al mundo entero.

Basado en este video de transformaciones se originó un mover espiritual de oración en Sudáfrica en la Ciudad del Cabo. En Sudáfrica, un pastor y un hombre de negocios vieron que si Dios podía hacer algo en una comunidad como Cali, Colombia, que estaba involucrada en el Cartel de Cali, la ciudad del índice del sida más alto en Latinoamérica, la capital de la salsa y la fiesta de Latinoamérica, y si Dios podía hacer algo allá, también podía hacerlo en Ciudad del Cabo. Y en base de lo que vieron en el video de transformaciones, de lo que Dios estaba haciendo en la ciudad de Cali, Colombia, ellos convocaron a la iglesia en ciudad del Cabo en Sudáfrica a oración y se sorprendieron porque en la primera convocación encontraron más de 45000 personas que fueron a orar.

Al año siguiente 13 ciudades de la nación de Sudáfrica se unieron a la oración. Al año siguiente 22 naciones al sur del Sahara en el continente africano, y más de 25 millones de personas se unieron para orar en el mismo día entrelazados por televisión, por satélite, por radios. Y al año posterior todas las 52 naciones del continente africano incluyendo Egipto, Argelia, Moroco y todas las naciones musulmanas, también los creyentes se unieron a orar en ese día de oración.

De ahí surgió una visión de oración por el mundo entero. En la ciudad de Pataya en Tailandia, tuvimos una reunión continental y hubo un reto a tener lo que hoy día se llama el día mundial de oración. Para serles breve quiero decirles que el año pasado en el día de Pentecostés, el domingo de Pentecostés, tuvimos a 204 naciones del mundo. En el mundo hoy día existen solamente 223, bueno ya hoy día 24 porque acaba de haber hace un mes que surgió una nación nueva, 204 naciones de las 224 naciones del mundo se unieron para clamar a Dios y más de 500 millones de creyentes se unieron para pedir a Dios una visitación de Dios.

Creo que Dios está haciendo algo maravilloso. Jamás en la historia de la iglesia ha existido un mover de oración como el que estamos viendo hoy día. Jamás en la historia de la iglesia hemos visto el crecimiento y multiplicación de la iglesia como el que estamos viendo hoy día. Dios está haciendo cosas maravillosas.

Y para nosotros los que estamos en esta nación, quiero decirles que Dios te trajo a esta nación con un propósito de que tu seas un instrumento de bendición, que tu seas un instrumento de transformación. Quiero decirte que todos nosotros somos instrumentos de transformación y portadores de esperanza. Gloria a Dios. ¡Aleluya!

Algunas de las palabras proféticas que hemos escuchado en Argentina, en Bolivia, en Colombia, en Venezuela y aquí mismo en los EEUU es que el próximo despertar espiritual en esta nación vendrá a través de la iglesia latinoamericana e iberoamericana, incluyendo a los brasileños. De modo que nosotros tenemos una parte intrínseca de lo que Dios quiere hacer en esta nación, y es creo por esta razón que hay un movimiento que está generándose de persecución y de agresión literalmente a nosotros los hispano parlantes que hemos emigrado a esta nación.

Para Dios no hay fronteras. Gloria sea al Señor. Para Dios no hay límites. ¡Aleluya! Y algunas de las leyes, puede decirte de las leyes gubernamentales que tienen las naciones, no son leyes que concuerdan con la palabra de Dios. Podríamos decir que en los EEUU está la ley del aborto, pero bíblicamente el aborto no es algo en lo cual Dios concuerda. Entonces, podemos de cierta manera pensar que hay algunas leyes anti inmigrantes que verdaderamente no están con el corazón de Dios. El corazón de Dios es, él dice a su pueblo, “tratad a los extranjeros que están en medio de vosotros como si fuesen unos de ustedes mismos, puesto que vosotros habéis sido anteriormente inmigrantes”.

Saben que la nación de Israel emigró toda en su totalidad, los hebreos, a Egipto. Gloria a Dios. En la Biblia tenemos la historia de varias personalidades bíblicas que fueron, entre comillas, mojados, entre ellos Moisés y Jesucristo, de modo que gloria sea al Señor porque hubo una inmigración por consecuencias, muchos de nosotros los latinos estamos acá porque hubo alguna persecución política en naciones como Guatemala, El Salvador, en fin, otros emigraron acá por cuestiones económicas, pero literalmente ninguno inmigró acá si Dios no lo trajo. Amen.

Porque estamos acá, cualquiera que sea la razón que nosotros pensamos que estamos en esta nación, en el propósito de Dios, él usó esas circunstancias para traernos a esta nación y ser instrumentos de bendición. Amen. Así lo hizo con un joven llamado José, otros de los mojados de la Biblia, que fue llevado por mercaderes a Egipto, vendido como esclavo, fue aprisionado injustamente pero que en todo el proceso de su vida, en cada área negativa de su vida hallamos una poderosa escritura que dice, ‘pero Dios estaba con él’. Amen. ¡Aleluya!

El Señor trasladó a Felipe para que fuera ministrarle al egipcio y no tuvo que pagarle pasaporte ni nada de esas cosas, fue algo así, digamos... Dios puede hacer algunas cosas que nosotros no pensamos que pueden hacer, pero cualquiera que sea la circunstancia por la cual estamos acá, sabemos que Dios tenía un plan y propósito para nosotros en este lugar. Amen.

Somos instrumentos de bendición. Dios te trajo a esta ciudad, Dios predeterminó que estarías acá con un propósito. Amen. ¡Aleluya!

No se por qué estoy acá porque este no es mi mensaje, pero el Señor me está poniendo algo aquí en el corazón en Hechos, Capítulo 17 versículo 24 dice:

“El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas...”

Es decir, Dios no habita en templos hechos por manos humanas. Este edificio sin los creyentes es simplemente un edificio. No es templo de Dios. El templo de Dios está aquí, tú y yo somos el templo del Espíritu Santo. Amen. De modo que el verdadero templo de Dios es cuando dos o más creyentes se unen para buscar el rostro de Dios, para hacer cualquier cosa en el nombre de Jesús. Dios no habita en templos hechos por manos humanas y nos dice que no es honrado por manos de hombres como si necesitase de algo.

Dios no te pide que le des porque él necesita. Él te pide que des para que seas bendecido. Amen. Gloria sea al Señor. Y dice que “...él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas”. Todo lo que tu tienes, tu trabajo, tu automóvil, tu apartamento, tu casa, tu televisión, todo lo que tu tienes, Dios te lo dio y no es tuyo, es de Dios. Porque la Biblia dice, “... de Jehová es la tierra, su plenitud, sus moradores y todo lo que hay en ella.” Amen.

De modo que lo que estás vistiendo, la ropa que tu tienes, la corbata tan bonita que tiene, le pertenece al Señor. Dice que él es quien a todos vida y aliento y todas las cosas. Y escuche muy bien, “... y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres...”

Es decir, delante de Dios no hay diferente entre el angloparlante, el afro americano, el indígena norteamericano, el asiático, el latinoamericano, todos somos de una misma sangre y venimos de una misma familia. Amen. De modo que para Dios no hay acepción de personas y nosotros tenemos que superar la manera en que pensamos, la manera en que vivimos, la manera en que operamos, para pensar de sí mismo lo que Dios piensa de nosotros. Amen.

Y entonces ya acá, que él “....ha hecho de una sangre todo el linaje de los hombres para que habiten sobre toda la faz de la tierra....” Y acá es la parte importante que dice, “... y les ha prefijado el orden de los tiempos y los límites de su habitación...”

Otra versión dice, “... él predeterminó el orden de los tiempos y el lugar de tu morada..”

Cuando tu estabas en el vientre de tu madre, él te entretejió y él ya estaba planificando que te iba a enviar a la ciudad de Boston. Amen. Porque en el salmo 139 dice que “.. todos los días de tu vida están escritos en el libro de Dios..” Amen.

De modo que Dios así lo predeterminó. Tu vives en estos tiempos porque Dios así lo predeterminó. Tu vives en donde vives porque Dios así lo predeterminó. Las circunstancias de la vida, las circunstancias del mundo te llevaron y te trajeron a este lugar, pero tu viniste a este lugar porque Dios así lo predeterminó. Amen.

Y Dios te trajo para que seas instrumento de bendición. Esta es la promesa que Dios le dio a nuestro padre Abraham, diciendo, “... bendiciendo te bendeciré...” ¡Aleluya! “... y en ti serán benditas todas las naciones de la tierra....” ¡Aleluya!

De modo que nosotros somos instrumentos de bendición. Y dice que “.. Dios predeterminó el orden de los tiempos y el lugar de nuestra morada para que busquemos a Dios...” ¡Aleluya!

Dice acá, en el versículo 27, “... para que busquen a Dios si en alguna manera palpando puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros....”

¿Cuántos saben que Dios está cerca? Dios está tan cerca de ti como tu oración. Gloria sea al Señor. Y si tú eres creyente, Dios está tan cerca de ti como dentro de tu corazón. Porque la Biblia dice que Cristo en nosotros es la esperanza de gloria. Amen. De modo, tu vives donde tu vives porque Dios así lo predeterminó. ¡Aleluya! Y vives en estos tiempos porque Dios así lo predeterminó.

Tal vez, dice la Biblia, para tiempos como estos fuisteis llamados. ¡Aleluya! Yo creo que Dios va a usar a nuestro pueblo iberoamericano, latinoamericano para que seamos instrumentos de bendición donde en un tiempo pasado nos enviaron misioneros que llevaron la palabra de Dios, que llevaron el Evangelio de las buenas nuevas a nuestras tierras, que pagaron el precio y que derramaron su sangre en nuestras tierras, para depositar palabra.

 

Hoy día, amados míos, nosotros estamos devolviendo esa bendición porque Dios está trayendo a nuestros inmigrantes, a nuestros hombres y mujeres de Dios de todo el continente para que nosotros ahora seamos misioneros en un campo de misiones como hay aquí en los EEUU hoy día. Gloria a Dios.

¿Cuántos lo creen? Tú eres un misionero de Dios en esta ciudad y en esta nación. ¡Aleluya!

Ahora, no sé por qué este mensaje, esto no es lo que el Señor me había dado, pero yo estoy obedeciendo.

Dice acá que “....él predeterminó el orden de los tiempos y el lugar de su morada para que busquen a Dios...” ¡Aleluya!

Hay tres maneras de buscar a Dios. Podemos buscar a Dios, primeramente tenemos que buscar cómo conocerle. Segundo, tenemos que buscar cómo servirle. Y tercero tenemos que buscar a Dios en oración, buscar su rostro continuamente. Amen.

Diga, ‘para que busquen a Dios’. Ahora, tal vez algunos de ustedes vinieron a este país y no eran creyentes cuando conocieron a Cristo acá en esta nación. ¿Cuántos de ustedes pueden decir, ‘ese soy yo’? Yo vine acá y no era creyente pero conocí al Señor acá. Gloria a Dios. Qué lindo. Gloria al Señor.

Ahora, puede que tu hubieras conocido al Señor en tu país pero el Señor te trajo acá, porque aquí había un propósito y él tenía que le buscases a él en esta nación, entonces muchos vinieron acá como inconversos y aquí conocieron al Señor. ¡Aleluya!

Ahora, también la Biblia que una vez que le conocemos tenemos que buscar cómo servirle. Qué lindo es el salmo 37 18 dice “.. conoce Jehová los días de los perfectos...” Dígale a la persona que está a tu lado ‘tu eres perfecto delante de Dios’. ¡Aleluya!

Qué lindo es saber eso porque Dios nos perfeccionó. ¡Aleluya! Porque cuando habla de los perfectos acá está hablando de aquellos que han sido perfeccionados por la sangre de Cristo. ¡Aleluya!

El salmo 139 nos dice algo maravilloso, dice, “.. Oh Jehová, tu me has examinado y conocido. Tu has conocido mi sentarme y mi levantarme, has entendido desde lejos mis pensamientos, has escudriñado mi andar y mi reposo y todos mis caminos te son conocidos....”

No creas que estás sorprendiendo, no creas que el Señor se sorprende porque estás en Boston, que el Señor diga, ‘uy, ¿qué hace esa hermana en Boston si yo la quería en Nueva York? No, amados míos.

Dice, “... todos mis caminos te son conocidos, dice el versículo 4, pues aún no está la palabra en mi lengua y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda...”

Para que tengan cuidado los chismosos, que el Señor sabe lo que está diciendo. Dice que la palabra no está en mi lengua y he aquí Jehová, tú lo sabes todo, dice, detrás y delante me rodeaste...” Gloria sea al Señor.

“... y sobre mí pusiste tu mano, tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí...”

Qué tremendo. Gloria sea al Señor. En el versículo 16 dice, “... mi embrión vieron tus ojos y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que luego fueron formadas sin faltar una de ellas....”

Una de mis versiones favoritas, la versión Nakar Colunga dice, y otra versión de la Biblia de las Américas dice, “... y en tus libros están escritos todos los días de mi vida sin faltar uno...”

Qué tremendo, gloria a Dios. A algunos predicadores los he escuchado decir que cuando una persona se entrega Cristo, su nombre es escrito en el libro de la vida. Yo creo que eso está incorrecto, basado en lo que yo veo en la Biblia. Yo creo que Dios no quiere que nadie perezca, más que todos lleguen al arrepentimiento.

Jesucristo derramó su sangre por los pecados de todo el mundo. Dios no quiere que nadie perezca, de modo que yo creo que el plan y propósito de Dios es que todo el mundo sea salvo, por lo cual, en los planes de Dios todo el mundo, ya Cristo pagó el precio por todos, de modo que todo el mundo va a tener la oportunidad de ser salvo.

Más bien lo que la Biblia dice es que no quiero que borres mi nombre del libro de la vida. ¡Aleluya! Y yo creo que lamentablemente muchas personas tienen oportunidades de conocer a Dios durante su vida, se les presenta la palabra, se les presenta el Evangelio, tienen oportunidades donde pueden ver la mano de Dios, pero su corazón endurecido, el cual Satanás endurece, porque la Biblia dice que Satanás endurece nuestro corazón y ciega nuestros ojos para que no veamos la luz del Evangelio. Entonces la persona muere a último momento sin conocer a Cristo. Entonces yo creo que Cristo derrama lágrimas porque su nombre tiene que ser borrado del libro de la vida.

Ahora, dice acá en el salmo 37 28, “... por Jehová son ordenados los pasos del hombre y él aprueba su camino...” ¡Aleluya!

Por Jehová son ordenados los pasos del hombre y él aprueba su camino. Después de este servicio voy a hablar con Dios allá adentro y voy a decirle, ‘Señor, por qué me sacó de lo que yo tenía que predicar para ... pero bueno, aquí estamos.’

Entonces la Biblia dice que Dios te trajo para que busques a Dios. Lo primero que tenemos que buscar cómo conocerle. Una vez que conoces a Dios como tu Señor y salvador, el Señor dice que busques cómo servirle, porque Dios no te alcanzó para que seas calentador de bancas, para que seas observador, para que seas un fanático, un fan, un aficionado del equipo, sino para que seas parte del equipo. ¡Aleluya!

El futuro de tu ciudad, el futuro de tu nación, el futuro de tu negocio, el futuro de tu vida, el futuro de tu familia está en tu boca y en lo que tu haces y declaras para Dios. Amen. Gloria sea al Señor.

Dice, “.. Para que busquen a Dios ¡Aleluya!, si de alguna manera palpando puedan hallarle...”

Entonces, una vez que conoces cómo servir a Dios, hay la última manera de buscar a Dios que es buscar a Dios en oración. La palabra nos dice en el Libro de Jeremías, en el Capítulo 29, y el versículo 13, bueno, voy a leerles Jeremías 29:7 para que vean el contexto de lo que la palabra está diciéndonos aquí a través del profeta Jeremías.

Jeremías 29:4 dice, “... Así ha dicho Jehová de los ejércitos...”

¿Quién ha dicho? Jehová de los ejércitos. “... Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, a todos los de la cautividad que hice transportar de Jerusalén a Babilonia...”

Es decir, aquí está hablando el Señor al pueblo de Dios que fue llevado en la cautividad. Dice que “... edificad casas y habitadlas, y plantad huertos y comed fruto de ellos,....”

Literalmente nosotros también hemos sido traídos o fuimos traídos a este lugar para Dios y el propósito que Dios tiene para aquí que te arraigues, que plantes, que tomes firmeza.

“... edificad casas y habitadlas, plantad huertos y comed frutos de ellos, casaos y engendrad hijos e hijas...”

Gloria a Dios. “... dad mujeres a vuestros hijos, dad maridos a vuestras hijas para que tengan hijos y multiplicaos ahí y no os disminuyáis...”

¿Cuántos saben que hay muchos que están alarmados porque nos estamos multiplicando? ¡Aleluya! La iglesia angloparlante está creciendo, por lo que nosotros llamamos, por relocación en vez de reproducción. Ellos se están relocalizando. El que no le gusta una iglesia se va para la otra, pero no están ganando almas, pero los latinos estamos multiplicándonos de dos maneras: en reproducción genérica y en reproducción de personas. Amen. Gloria sea al Señor.

por eso dicen que ahora somos la minoría más grande de los EEUU y en algunos estados del sudeste de los EEUU están temerosos de que pronto serán la mayoría. El estado de Arizona, uno de ellos, el estado de Texas, el estado de California. El 80 % de los estudiantes en el condado de Los Ángeles son hispano parlantes. ¡Aleluya!

En San Antonio, Texas, más del 55% de la población son hispano parlantes. Para el año 2010 se estima que en Phoenix, Arizona, más del 50% de las personas serán hispano parlantes. ¡Aleluya! Estamos reconquistando. Gloria sea al Señor. ¡Aleluya!

Pero hay propósito de Dios. Dios te trajo para que seas instrumento de bendición. Dice acá, “.. multiplicaos y no os disminuyáis...” Amen

Y luego el versículo 7 dice, “... procurad la paz...”

Diga paz. Cuando la Biblia en el Antiguo Testamento habla de paz, la palabra paz es literalmente el término hebreo shalom. Y la palabra shalom en el hebreo significa lo siguiente, ‘plenitud, totalidad, integridad, salud, bienestar, seguridad, solidez, tranquilidad, prosperidad, perfección, descanso, armonía. ¡Aleluya!.

De modo que la Biblia dice, “... procurad la paz, procurad la salud, el bienestar, la seguridad, la integridad, la tranquilidad, la prosperidad, la perfección, el descanso y la armonía de la ciudad a la que os envié.

Somos instrumentos de bendición. ¡Aleluya! Y Dios te llamó para que procures todo esto y la paz no simplemente habla de la ausencia de discordia, o de agitación pero viene de la raíz hebrea, shalom, que significa o representa mucho más que la ausencia de violencia. Representa la plenitud, la totalidad de lo que el ser humano busca y necesita. Amen.

De modo que tu y yo somos instrumentos de Dios para suplirle al ser humano lo que necesita. Gloria sea al Señor.

Entonces, hallamos eso, “.,.. procurad la paz de la ciudad a la que os hice transportar... –otra versión dice a la que os envié-“

Dile a la persona que está a tu lado, ‘ ¿a dónde te envió Dios?’ ¡Aleluya!

Dice, “..Procurad la paz de la ciudad a la que os envié y rogad por ella a Jehová..”

Como decimos en Colombia y en Latinoamérica, ‘más claro no canta un gallo’. Dios te trajo para que clames por esta ciudad, para que clames por esta región, para que clames por esta nación, para que busques su rostro pidiendo por la ciudad porque cuando tú eres instrumento de bendición para tu ciudad, todo lo que tu haces será bendecido. Bendiciendo te bendeciré y en ti serán benditas las naciones de la tierra.

Lamentablemente hoy encontramos muchos de nuestros compañeros hispano parlantes iberoamericanos, latinoamericanos que vienen y lo único que tiene de sus labios es maldición. Este país es no sé qué, no sirve para nada, ta ta ta ta, aquí hay algo, aquí hay lo otro.

Amados míos, somos instrumentos de bendición y no de maldición. Por cierto la palabra bendecir es una palabra compuesta del castellano antiguo que era la palabra el bien decir, que fue abreviada para decir bendecir. Y la palabra bendecir o el bien decir originalmente en su contexto castellano significaba el declarar lo que Dios ha declarado.

Y la palabra maldecir era lo contrario, el declarar algo contrario a lo que Dios ha declarado. De modo que tu y yo estamos llamados a declarar lo que Dios ha declarado. Por eso la Biblia nos dice que si alguno habla, hable conforme a lo que Dios ha dicho. ¿Cuántos de ustedes hablan? Levante la mano los sordomudos. Si levantaron la mano son sordomudos.

Entonces, somos instrumentos de bendición y no de maldición. La palabra bendecir significa declarar lo que Dios ha declarado. La palabra maldecir es declarar algo contrario a lo que Dios ha declarado.

Por eso la Biblia dice en el libro de Santiago, “.. si alguien desea tener días buenos...”

¿Cuántos desean tener días buenos?

“.... y vivir en paz.....” ¿Cuántos quieren vivir en paz? Escuche lo que dice Santiago:

“... si alguien quiere tener días buenos y vivir en paz, refrene su lengua....”

Póngale un frenillo. Si alguien quiere ver días buenos, refrene su lengua. ¡Aleluya! Y luego dice Santiago;

“... porque la lengua es un miembro perverso. Con esa lengua bendecimos al Dios creador de todas las cosas y maldecimos a los hombres hechos a su imagen y semejanza....”

Y luego dice, “... ¿Cómo podemos hacer estas cosas? –dice Santiago- eso no debe ser así..”

¿Por qué? Porque Dios nos llamó a ser instrumentos de bendición. Hablar algo contrario a lo que el mundo dice pero conforme a lo que Dios ha declarado.

Entonces, nos dice acá “... rogad por ella, Jehová, clamad por ella Jehová, buscad su rostro por ella, Jehová, porque en su shalom tendréis vosotros shalom; en su prosperidad, prosperáis, en su salud, tened salud, en su bienestar, tenéis bienestar, en su tranquilidad, disfrutad tranquilidad; en todo esto, todo lo que pasa u ocurre en nuestra comunidad, ¡Aleluya! nos beneficia directamente a mí y a mis hijos. ¡Aleluya! amen

Entonces, dice acá, “... porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, está hablándole Dios a su iglesia, no está hablando individualmente, aunque podemos tomarlo personalmente. Pero cuando Dios habla generalmente habla corporativamente. Estos son los planes que Dios tiene para el pueblo hispano, para el pueblo creyente, para los que ha traído a esta ciudad.

“... yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, iglesia cristiana en Boston, son pensamientos de shalom...”

Es decir, Dios tiene pensamientos de shalom para ti, de plenitud para ti, de totalidad, de salud, de bienestar, de seguridad, de solidez, de tranquilidad, de prosperidad, de descanso, de armonía. Esos son los planes que Dios tiene para ti.

“...Yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz y no desgracia o no de mal, dice otra versión, para daros el fin que esperáis...”

Ahí está la clave. Para daros el fin que esperáis. Mi pregunta es, ¿qué fin esperas tú de Dios? ¿Qué estás esperando de él? La Biblia dice que él quiere darte el fin que tu esperas. Para daros el fin que esperáis.

Un amigo mío llamado Alberto Motesi, y no sé cuántos de ustedes han oído de Alberto Motesi, probablemente el evangelista más poderoso en toda Latinoamérica hoy día, pastor de presidentes. Yo fui el director ejecutivo de la Sociedad Evangelísitica de Alberto Motesi.

Él dijo algo que me impactó muchísimo una vez. Le escuché decir, ‘dime el tamaño de visión y te diré el tamaño de tu Dios’. Voy a decirlo de nuevo porque no voy a tomar ofrendas después de esto: ‘Dime el tamaño de tu visión y te diré el tamaño de tu Dios’. Si tu visión es pequeña, tu Dios es pequeño; si tu visión es grande, tu Dios es grande, más si tu visión es de lo imposible, tienes el Dios de lo imposible. ¡Aleluya!

Qué tremendo. Dime el tamaño de tu visión... Y lamentablemente nuestro paradigma, nuestra mentalidad de pobreza, de necesidad, de incapacidad, de inhabilidad, de falta de empuje de autoestima, todo esto nos ha llevado a nosotros, a los hispano parlantes, a los hispano americanos, a creer que tal vez Dios no nos ama lo mismo que a otros, que tal vez nosotros no tenemos las capacidades que otros tienen.

Amados míos, ante Dios no hay acepción de personas. Todos somos iguales delante de Dios y tu buscas tu porvenir y tu declaras tu porvenir y tu tienes visión de lo imposible y Dios va a poder hacer cosas imposibles. ¡Aleluya! Dios es un Dios que hace cosas extraordinarias a través de personas ordinarias.

Dile a la persona que está a tu lado, ‘eres una persona ordinaria’. Óigame, por favor, no se enoje, porque hoy día la palabra ordinario significa que lo compraste en Kaymart o en Walmart o hasta en Target. Pero si tu quieres algo tienes que ir a comprarlo a Dillards o a Macy’s.

Amados míos, la palabra ordinario significa que es igual a los demás, que no hay diferencia. Y ante Dios todos somos ordinarios, pero de calidad ordinaria. Dígale ‘soy calidad ordinaria’.

Es como in inglés se dice, es un oximoron, es decir es una palabra que como que no concuerda. ¡Aleluya!. Mi papá decía, ‘Griten, pero pacito’. ¡Aleluya!

La Biblia dice que corramos la carrera despacio. ¡Aleluya! ¿Cómo puedes correr despacio? Bueno, está bien. De todas maneras somos instrumentos para ser instrumentos de bendición, somos gente ordinaria, gente igual, no hay nadie diferente, tu y yo somos lo mismo. Tal vez Dios me usa de una manera pero Dios puede usarte de otra. Yo necesito de ustedes y ustedes necesitan de mí, necesitamos mutuamente unos de los otros.

La Biblia dice que la iglesia crece y se edifica cuando toda juntura suple conforme a su dádiva. Tu tienes algo que Dios te dio. Hay una dádiva que Dios te dio. Hay una habilidad que Dios te dio. Hay un talento que Dios te dio. Y es que Dios nos necesita en su iglesia, no para que te sientes en la banca el domingo, para que cantes 4 coritos, para que des un diezmo que muchas veces no lo das, ¡Aleluya! Y para que vayas y te olvides de todo. Dios te llamó a ser un instrumento de Dios para que trabajes con Dios, para que hagas lo que te ha llamado, y para que suplas conforme a tu dádiva. Amen.

¡Aleluya! Entonces, la Biblia nos dice que Dios usó a gente ordinaria como tu y yo, para que hicieran cosas extraordinarias. Y Dios quiere que nosotros seamos instrumentos de obras extraordinarias. ¡Aleluya!

Nos dice la Biblia, yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, pensamientos de paz y no de desgracia para daros el fin que esperáis.

Si tu tienes buenas esperanzas, la Biblia dice, el Apóstol Pablo dice, ‘yo sé, yo tengo la seguridad, yo estoy totalmente persuadido, dice él, yo sé que a través de la oración y la ministración del Espíritu Santo esto resultará en mi liberación conforme a mi anhelo y esperanza.’

¿Qué esperanza tienes tú en Dios? ¿Qué fe tienes tu en Dios?

Hebreos 1:6 dice que, él es el galardonador. Si tu vienes a él debes creer que él es y que él es el galardonador de los que le buscan. Amen. ¡Aleluya!

Entonces, Dios te va a dar el fin que tu esperas. ¿Y qué es lo que tu esperas? ¿Ser deportado? ¿Qué es lo que tu esperas? ¿Trabajar de secretario?

Amados míos, la voluntad de Dios es que estés cabeza y no por cola, que esté por encima y no por debajo. El Señor desea bendecir toda la obra de tus manos, todas las promesas que Dios le dio al pueblo hebreo son nuestras y aún nosotros tenemos mejores y mayores promesas porque somos partícipes de un nuevo y mejor pacto hecho en nuevas y mejores promesas. ¡Aleluya!

Dice acá, ‘para daros el fin que esperáis’. Dice el Capítulo 29, versículo 12 de Jeremías, “... entonces me invocaréis, vendréis, lloraréis a mí y yo os oiré...”

Oh, qué tremendo. El salmista dice, ‘Jehová oirá cuando yo a él clamare...’

¿Cuántos saben que Dios te escucha? ¡Aleluya! Si tu oras, él te escucha. Jehová oirá cuando yo a él clamare, dice entonces “...me invocaréis, vendréis, lloraréis a mí y yo os oiré..” Y luego dice, “... y me buscaréis y me hallaréis..”

¡Aleluya! ¿Qué dijimos de buscar? En oración, “me buscaréis y me hallaréis porque me buscaréis de todo vuestro corazón y seré hallado por vosotros...”

La palabra me buscaréis, la palabra buscaréis ahí, es una palabra que alude a una urgente búsqueda, a una desesperación muy grande por ver una visitación o un cambio de Dios.

Es un anhelo ferviente de ver lo que Dios puede hacer y de hecho es que alude a algo similar, por ejemplo, tu tienes que estar en el trabajo mañana a las 8 y media de la mañana. Son las 8 y 20 de la mañana y no encuentras las llaves del auto, tienes una reunión con el jefe que te va a dar una promoción si estás ahí a tiempo para el empleo, y no encuentras las llaves. Y desesperadamente buscas debajo de la cama, en la mesa, en la cocina, pones a toda la familia, a la esposa, a los hijos, busquen por todas partes a buscar la llave. No sabe que están en el auto, se le quedaron allá. Pero, hay un afán, hay una inquietud, hay una urgente necesidad y todo el mundo se moviliza para eso.

Amados míos, esta es la pasión que busca acá. Esto es lo que dice acá, entonces afanosamente me buscaréis y me hallaréis porque me buscaréis de todo vuestro corazón y seré hallado por vosotros, dice Jehová. ¡Aleluya!

¿Y qué dice también? Y además dice, “... y haré volver vuestra cautividad...” Gloria a Dios.

¡Aleluya! es un Dios que escucha la oración. Dice entonces me buscaréis y me hallaréis. En Oseas, Capítulo 10 y el versículo 12 dice:

“...Sembrad para vosotros en justicia, segad para vosotros en misericordia, haced para vosotros barbecho porque es el tiempo de buscar a Jehová hasta que venga y os enseñe rectitud....”

¡Aleluya! Es el tiempo, dice, es el tiempo. Es el tiempo de buscar a Jehová. ¡Aleluya! Es el tiempo de sembrar y de segar. Es el tiempo de cosechar. Es tiempo de buscar a Jehová hasta que él venga y nos enseñe justicia. Gloria sea al Señor.

En Lamentaciones 3:25 dice lo siguiente: “.. bueno es Jehová a los que en él esperan y al alma que le busca....”

Diga busca. ¡Aleluya! La palabra esperan ahí literalmente en el hebreo significa expectativa y esperanza. Aparece 50 veces en el Antiguo Testamento. Es la raíz sustantiva de una expectativa, por eso dice la palabra, que él nos dará conforme a nuestro anhelo y esperanza. ¡Aleluya!

Conforme a mi anhelo y esperanza, dice, literalmente aquí diría, bueno es Jehová a los que tienen expectativa, a los que esperan, a los que tienen esperanza, al alma que le busca.

Bueno es Jehová. Gloria a Dios. Versículo 26 “.. bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová...”

Y la palabra salvación, ¡Aleluya!, Literalmente es lo mismo que la palabra shalom. ¿Sabías tu que la palabra shalom en el hebreo tiene el mismo significado que la palabra salvación en el Nuevo Testamento. La palabra soterium en el Nuevo Testamento significado salud, bienestar, prosperidad, tranquilidad, armonía, gozo, paz. No habla simplemente de la salvación del alma, por eso la Biblia dice que cuando tu hablas de salvación en el Nuevo Testamento estás hablando de salud, de prosperidad, de bienestar, de libertad, de paz de gozo, de paz de entendimiento, de todas estas cosas.

Bueno es Jehová a los que en él esperan. La Biblia dice, “... díganlo los redimidos de Jehová que él es bueno y grande es su misericordia....”

Diga, grande es su misericordia. Qué tremendo, grande es su misericordia. Primera de Crónicas 16:11, dice lo siguiente:

“...Buscad a Jehová y su poder...” Buscad a Jehová y su poder. Y luego dice, “... Buscad su rostro continuamente, haced memoria de las maravillas que ha hecho, de sus prodigios, y de los juicios de su boca....”

Que tremendo. Gloria a Dios. Qué tremendo es buscar al Señor, que es buscar su rostro. Dice, “... para que busquen a Dios si en alguna manera palpando puedan hallarle aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros...”

Diga, el Señor está cerca, está tan cerca como tus labios. Es lo que el Señor está. Tu y yo somos instrumentos de bendición y Dios nos trajo a este lugar para que seamos instrumentos de bendición en esta comunidad. ¿Cuántos lo creen? ¡Aleluya!

Es lo que Dios ha dicho. Entonces, por eso la Biblia nos exhorta y nos dice que debemos depositar dentro de nuestro corazón todo lo que Dios ha declarado. Tengo conmigo para venta mi último libro, se llama “El consejo de Elifaz”.

Es un libro poderoso que habla sobre 8 principios para una vida de éxito, prosperidad y tranquilidad. Uno de los Capítulos habla del poder de la oración, el requisito de la fe, lo recomiendo altamente. Es un libro, está en tapa dura, muy lindo para regalarle a los inconversos porque fue un libro escrito en el mismo estilo de La oración, de Javes o el libro Su mejor vida ahora, de Joel Austin. Claro que es mejor que los dos naturalmente.

Pero en el libro de Job, por cierto el libro de Job es el libro más antiguo de la Biblia, fue el primer libro escrito cronológicamente. Y en el libro de Job hallamos a un hombre llamado Elifaz que viendo la situación en que se encontraba Job le dio un consejo que en cuanto al consejo, fue un consejo poderosísimo, un consejo sin comparación, pero que hallamos que Dios reprende ese consejo. Pero Dios no lo reprende por su contenido sino por el espíritu detrás de su mensaje.

¿Cuántos saben que tu puedes decir la misma cosa pero con un diferente espíritu? Y si tu dices una cosa con un espíritu de gracia y de misericordia y de bendición, es muy diferente a decir exactamente la misma cosa en un espíritu de juicio, condenación y esto. Y esa es la razón por la cual Dios condena el consejo de Elifaz.

Pero acá en la Biblia dice que cuando Elifaz le dice a Job, le dice, “... Vuelve ahora en amistad con Dios y tendrás paz y por ello te vendrá bien en todo...”

Qué tremendo. La palabra dice, vuelve ahora en intimidad con Dios, vuelve a tener intimidad con Dios. Intimidad ... viene a través de la meditación de su palabra o la oración delante de Dios en nuestra privacidad. Porque la palabra intimidad es el conocimiento más profundo y mutuo entre dos personas o entre dos seres. De hecho es que la relación de intimidad entre marido y mujer concibe o genera, o da a luz. Ese es el propósito de la intimidad, concebir, de engendrar.

Y cuando tu tienes intimidad con Dios vas a concebir lo que Dios desea darte, vas a engendrar las promesas de Dios. Y por eso dice, vuelve ahora en amistad con Dios y tendrás shalom. ¿Cuántos quieren tener shalom? Shalom, prosperidad, bienestar, salud, totalidad, excelencia, perfección, todas esas cosas, vuelve ahora en intimidad con Dios y tendrás shalom y por ello te vendrá bien en todo.

¿Cuántos quieren que le venga bien en todo? ¡Aleluya! Entonces, si tu quieres tener el shalom de Dios, si quieres que te vaya bien en todo, tienes que dedicarle tiempo de calidad a Dios.

En una relación es imperativo que haya tiempo de intimidad, es imperativo que haya tiempo de comunicación. ¿Qué clase de matrimonio sería si un marido y mujer viven y nunca se hablan? Si él viene y la visita cada 30 días. No, eso no es relación y esa es la relación que nosotros llevamos con Dios muchas veces. Estamos tan ocupados haciendo todo menos lo que Dios nos ha llamado a hacer que no tenemos tiempo para Dios.

Cuando yo fui vicepresidente de varias instituciones bancarias del Banco de América, del Citibank de Nueva York, trabajé 7 años en la bolsa, enseñaba yo un taller a los supervisores que se llamaba “Too busy for business”. Era que muchas veces los supervisores y los gerentes bancarios estaban tan ocupados que nunca podían generar negocio y que no tenían tiempo para sus clientes. Y eso era contraproducente.

Igualmente nos pasa a nosotros, tal vez estamos tan afanosos en las cosas, muchas veces en las cosas de Dios, que se nos olvida el Dios del ministerio. Estamos tan ocupados en el ministerio que se nos olvida la razón por el ministerio.

Dice, vuelve ahora en intimidad con Dios y tendrás paz y por ello te vendrá bien en todo. Y luego dice, ‘toma ahora...’

Diga, ahora. ¿Cuándo? Ahora. Toma ahora la ley de su boca y pon sus palabras en tu corazón.

Diga, ahora. Hay varias palabras en la Biblia que hablan del pasado. Otras que hablan del presente, y otras que hablan del futuro. Pero en la Biblia encontramos algunas palabras que son eternas y constantes, que no tienen cambio. La palabra ahora, la palabra jamás, la palabra siempre, la palabra eterno, la palabra nunca, no tienen cambio. De modo que fue ahora, en los tiempos de Job, hace miles de años, fue ahora en los tiempos de Cristo, fue ahora en la época de la reforma protestante, es ahora en el siglo XXI. Por eso el Señor te está hablando.

Dile a la persona, Dios te está hablando. Dice ahora, “.... vuelve ahora o toma ahora...” diga, ahora, “.... vuelve ahora y toma ahora la ley de su boca y pon sus palabras en tu corazón. ¿Por qué? Porque la Biblia tiene más de 20 mil promesas de bendición para los hijos de Dios.

Y si tu no sabes cuáles son las promesas de Dios para ti como ciudadano del Reino, entonces nunca vas a poder reclamar lo que es tuyo, nunca vas a poder declarar lo que es tuyo, nunca vas a poder tomar posesión de lo que Dios ya te ha dado. Por eso es imperativo que depositemos la palabra de Dios en nuestro corazón. ¡Aleluya!

La Biblia dice, ‘toma ahora lo ley de su boca y pon sus palabras en tu corazón’. Dice, “... si te volvieres al omnipotente.... – es decir, cuando buscas al Señor y la palabra volver ahí es como cuando una novia mira su novio con ojos enamorados, cuando un niño coge la mano de mamá o de su papá y se afianza a ellos, es buscarle, así estar cerca, un proceso como de seguridad.

“... si te volvieres al omnipotente serás edificado y alejarás de tu tienda la aflicción....”

Y la palabra tienda en los tiempos de Job la gente vivían en el desierto, eran moradores del desierto y todo lo que hacían lo hacían dentro de toldas o tiendas o carpas. ¡Aleluya! Pablo, él cocía tiendas, hacía tiendas, y la Biblia habla de extiende tu tienda, La Biblia habla de ser bienaventurada será tienda de los justos...

De modo que tiendas será donde moraban, donde estaba su familia, tiendas era donde negociaban, tiendas eran donde adoraban y servían a Dios. De modo, que en tiendas, por eso dice que alejarás de tu casa, alejarás de tu negocio, alejarás de tu empresa, alejarás de tu congregación, alejarás de tu ciudad, alejarás la aflicción.

¿Cuántos quieren alejar la aflicción? ¡Aleluya! Gloria a Dios. Toma ahora la ley de su boca y pon sus palabras en tu corazón, si te volvieres al omnipotente serás edificado y alejarás de tu tienda la aflicción.

Qué tremendo. Proverbios 11 dice, “... la casa de los impíos será asolada pero florecerá la tienda de los rectos...”

¡Aleluya! Florecerá la tienda de los rectos. Gloria a Dios. Qué tremendo. ¡Aleluya! Gloria sea al Señor. Qué tremendas promesas tenemos muchas veces nosotros que no sabemos.

En Números 24:5 dice, “... cuán hermosas son tus tiendas, oh Jacob, y tus habitaciones, oh Israel....” La Biblia dice, “... levanta estacas, extiende tu tienda porque te extenderás a la derecha y la izquierda....” ¡Aleluya!

Esa palabra es una palabra profética para esta congregación. Vendrá una extensión a la derecha y a la izquierda. ¡Aleluya! La Biblia en Isaías 60, “... los pequeños serán miles y el menor un pueblo fuerte. ¡Aleluya! Dios va a levantar miles acá y Dios va a levantar un pueblo fuerte, gloria a Dios. Gloria a Dios. Lo declaramos. ¡Aleluya!

Y dice, entre otras cosas, versículo 27, no tengo tiempo para todo esto, porque nunca me dijeron a qué horas termino, pero ¿cuánto me dan? 15 minutos. Levanten la mano los que me dan 15 minutos. 15, 30, 45, gloria a Dios. Tenemos bastante tiempo.

Dice el versículo 27 “... orarás a él y él te oirá y tu –escuche esta es la parte que no nos gusta- y tu pagarás tus promesas....”

Tus votos, tu pagarás tus votos. Y luego dice algo muy interesante, versículo 28, una de las Escrituras más poderosas que yo encuentro en toda la Biblia, dice “... y todo lo que declares, ¿cuánto? Todo, ¿la mitad, algunas cosas, lo bueno, lo malo? Todo lo declares te será establecido y sobre tus caminos resplandecerá la luz.”

Todo lo que declares te será establecido. Qué tremendo. Proverbios 18:20, y 18:21 tiene una tremenda declaración porque Proverbios 18:21todo el mundo lo conoce, dice que la muerte y la vida están en el poder de la lengua y el que la ama comerá de su fruto.

¿Y qué quiere decir eso? Que tú eres instrumento de bendición o de maldición. Lo que tu declaras es una bendición o una maldición. Todo lo que sale de tu boca es bendición o maldición. ¡Aleluya!

Por cierto, bendición no tiene nada que ver con finanzas ni con darle a alguien porque nosotros vamos a bendecir, vamos a darle esto. No, eso se llama caridad, misericordia, ofrenda, todo lo que quieras llamarlo pero no es bendición. Para que sea bendición tiene que ser hablado, dice con la boca bendices y con la boca maldices, es lo que dice la Biblia. Por eso bendición es el bien decir, y maldición es el mal decir.

Entonces, maldición o bendición proceden de la boca y dice acá en Proverbios 18:20, “... del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre...”

¿Cuántos quieren estar llenos? Ya mi esposa está diciendo, yo creo que para hoy queremos rodizzio brasileño, dice, pero del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre. Lo que tu hablas es lo que comes. La muerte y la vida están en el poder de la lengua y el que la ama comerá de su fruto. Por eso la Biblia dice, refrena tu lengua.

Y dice, “... se saciará del producto de sus labios...” Gloria a Dios.

Entonces, el poder de nuestras palabras es asombroso. Por eso en el libro de Job dice, “... cuán poderosas son las palabras rectas...” Gloria a Dios.

Tu tienes que comenzar a hablar y a bendecir lo que Dios te ha dicho para que bendigas y hables. Y entre más depósito de las promesas de Dios tengas, más puedes declarar, porque todo lo que declares te será establecido. Amen.

La Biblia dice que lo que has depositado en el corazón habla la boca. Dice, “.. del buen fruto del corazón, sale buen fruto. Del mal fruto del corazón sale mal fruto...” Dice el Señor a los fariseos “serpientes y víboras, cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos..”

Pero nosotros somos buenos. Gloria que Dios. Porque por la boca del hombre ¿qué pasa? El hombre es justificado o por la boca del hombre el hombre es condenado.

Entonces la Biblia nos exhorta a depositar las promesas de Dios en nuestro corazón, a declarar las promesas de Dios en nuestro corazón, a ser instrumentos de bendición. ¡Aleluya! Yo creo que uno de los conductos más poderosos del poder y autoridad que encontramos en la palabra de Dios es lo que tu declaras, es el poder de atar y desatar está en tu boca. Amen

Entonces, toda la creación existe por lo que Dios dijo. La Biblia dice que él creó todas las cosas con el poder de su boca. Y la Biblia dice que él es quien llama las cosas que no son como si fuesen. Amen.

Terminamos ya en un minuto. Toma ahora la ley de tu boca y pon sus palabras en tu corazón. Amen.

Entonces nos dice, Proverbios 4:20 al 24, sabes que Dios escribió una carta específicamente para ti. ¿Cuántos son hijos de Dios? Levante la mano el que es hijo de Dios. Dice ahí en Proverbios 4:20 al 24, dice:

“Hijo mío, -es decir, Dios te está hablando. Dile a la persona que está a tu lado, ‘Dios te está hablando’- “Hijo mío, esté atento a mis palabras, inclina tu oído a mis razones, no se aparten de tus ojos. Guárdalas en medio de tu corazón porque son vida a los que las hallan y medicina a todo su cuerpo...”

Y luego él nos dice, “sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón porque de él mana la vida o de él mana la muerte, dice, y aparte de ti la perversidad de la boca y aleja de ti la iniquidad de los labios...”

Jesucristo dijo, ‘no solo de pan vive el hombre, más de toda palabra’. ¿De cuánta palabra? De toda palabra que sale de la boca de Dios. Y además Jesucristo dijo, ‘las palabras que yo os he hablado son vida y son espíritu.’ Amen. Gloria a Dios.

Cuida lo que tu dices porque nosotros como latinos aprendemos a hablar lo negativo. Hay una mentalidad negativa. Decimos caballo viejo ande o no ande. Amados míos, caballo viejo póngalo a pasear y cómprese uno nuevo. En nuestro idioma decimos ‘mejor malo conocido que bueno por conocer.’ No, amados míos, lo malo nunca es mejor que lo bueno, lo conozcas o no lo conozcas. ¡Aleluya!

Tenemos que aprender a declarar lo que Dios ha declarado. Amen. ¡Aleluya! Tenemos que ser instrumentos de bendición. Qué lindo es que aún el nuevo nacimiento comienza con estas cosas. Este concepto comienza en lo que tu declaras y crees con tu corazón.

Concluyo con esto: Romanos 10, versículos 8 al 10, dice lo siguiente: “ Más que dice, cerca de ti está la palabra en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos, que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos serás salvo, porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.”

Recuerde que la palabra salvación significa bienestar, prosperidad, salud, armonía, tranquilidad, gozo, excelencia.

“.... porque con el corazón se cree para justicia y con la boca se confiesa para salvación...”

Pues, la Escritura dice “todo aquel que en él creyere no será avergonzado...”

Hebreos 11, dice “aquel que viene a él debe creer que él es, que es el galardonador de los que le buscan...”

Póngase de pie por favor en esta mañana. Quiero que todos cierren sus ojos por un momento. No se cuántos de ustedes me están escuchando a través de algún programa radial o televisivo, Internet, algunos a los cuales se les está traduciendo en este momento o algunos que tal vez van a escuchar este mensaje posteriormente. La Biblia dice, mira, yo he puesto delante de ti hoy, hoy, no mañana, hoy delante de ti, dice Dios, he puesto la vida y el bien, la muerte y el mal.

Dios te da la opción de escoger vida y bien o muerte y mal. Él dice, yo te mando hoy. Él no te pide, él te manda. Es una orden de Dios. Yo te mando hoy que ames a Jehová, tu Dios, que andes en sus caminos, que guardes sus preceptos y estatutos. ¿Para qué? Para que vivas y seas multiplicado y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual te llevó, como lo es Boston.

Dice, ‘mas si tu corazón se apartare y no oyeres, y dejares extraviar, si a los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy, contra vosotros que os puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición’. Pero él dice, escoge pues la vida para que vivas tu y tus hijos, amando a Jehová, tu creador, atendiendo su voz, siguiéndole a él porque él es vida para ti y prolongación de tus días para que puedas habitar la tierra que Dios juró a tus padres.

Jesucristo dijo ‘las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida’. Ahí por un momento si tu estás aquí por primera vez o tal vez has venido anteriormente y has escuchado, te ha gustado la música, la alabanza, has sentido una presencia de Dios, pero nunca has hecho un compromiso definitivo con Dios de abrirle las puertas de tu corazón para que él habite dentro de ti, para que esté contigo, para que llegues a ser parte de la familia de Dios, este es el momento en que escoges vida y bendición, o muerte y maldición.

Pero Dios dice, escoge pues la vida para que vivas tu y tus hijos. Si hay alguien que me esté escuchando en este momento que sepa que tiene que hacer esta decisión, quiero que levantes tu mano rápidamente. Yo quiero unirme contigo, y quiero hacer una oración contigo. Alguien que quiera decir, ‘yo quiero hacer esta confesión de fe, yo quiero recibir a Cristo como mi Salvador’.

Allá arriba hay alguien que yo veo. ¡Aleluya! Creo que todos conocen al Señor. Vamos a terminar con esto. Por favor abre tus ojos, agarra la mano de la persona que esté a tu lado, mira a la persona en los ojos, grupos de dos nada más, grupos de dos nada más, y la persona que esté a tu lado delante o detrás, como sea, ¡Aleluya! Mírale a los ojos y dile lo siguiente como promesa de bendición de Dios, dile lo siguiente:

“Jehová es tu guardador, Jehová es tu sombra, tu mano derecha. Jehová te guardará de todo mal. Él guardará tu alma. Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre, si anduvieres en medio de la angustia, él te vivificará. Jehová cumplirá su propósito en ti porque la misericordia de Jehová es para siempre y él no desampara la obra de sus manos. Y el Dios de paz, el Dios de paz, el Dios de shalom, en breve aplastará, oiga aplástelo, aplastará. El Dios de paz en breve atropellará, destrozará, machacará, aplastará a Satanás bajo tus pies. Te lo declaro. Te lo profetizo. Lo establezco. Recíbelo y lo verás en tu vida.” Amen. Amen, amen. Gloria a Dios. ¡Aleluya! Gloria a Dios.

¡Aleluya! Gloria al Señor. ¡Aleluya! Hemos oído absolutamente un declaración muy clara, la importancia de lo que declaramos con nuestra boca, lo que albergamos en nuestro corazón. Somos gente de profecía, somos gente que declaramos con nuestra boca las cosas que Dios quiere hacer. Asegurémonos de que nuestras confesiones siempre sean confesiones positivas, confesiones fundamentadas en la palabra, en el espíritu de Dios.

Tengamos cuidado de lo que nosotros declaramos con nuestra boca, y lo que albergamos sobre todo en nuestros corazones porque tenemos gran poder. ¡Aleluya! Gracias Señor, Gracias Dios. Gracias por tu llamado en este tarde, Señor, a ser gente de una palabra fundamentada en ese buen propósito que Dios tiene para nuestras vidas. Declaramos, Señor tu buen propósito, lo recibimos, oh Dios y caminamos en ello.

Gracias Señor por tu palabra. Es palabra tuya, no palabra de hombre y así lo recibimos. Gloria a tu nombre. Gracias Señor. Denle un gran aplauso al Señor en esta mañana. Amen.