SERMONES

español christian De Santiago español christian De Santiago

Necesitas ayuda? Alza tu mirada a los montes!

TRANSCRIPT

El Dr. Samuel Pagán, su esposa, la Dra. Noemí Pagán, son un equipo, gente de Dios que Dios está usando de manera extraordinaria. El Dr. Pagán vino a lo que antes era la iglesia bautista central, hace muchos años atrás, hace como 15 años, yo creo, vino a Cambridge en aquel tiempo y estuvo allí con nosotros un fin de semana glorioso, siempre lo he recordado. Y el Señor ha permitido que él venga otra vez con su esposa esta vez, a León de Judá aquí en Boston. Que bueno es el Señor.

Y el Dr. Pagán particularmente es un hombre que ha sido de bendición al pueblo de Dios a través de los años, ha sido presidente del seminario teológico de Puerto Rico, ha escrito 25 libros, imagínense, de calidad, porque hay mucha gente que produce libros a diestra y a siniestra, pero este varón de Dios es un hombre erudito, ha sido traductor principal para las sociedades bíblicas internacionales. Es un erudito del Antiguo Testamento pero sobre todo es un hombre de Dios, un excelente predicador y una persona que se mueve en muchos círculos influyentes, incluyendo el Medio Oriente y otras partes del mundo, y hoy tenemos la bendición de tenerlo a él junto a su esposa, la Dra. Noemí Pagán, que también es una mujer de muchos logros, es editora de libros y también tiene sus propios logros académicos, sobretodo también una mujer de Dios y esta mañana tuvimos ocasión de escucharla compartir también acerca de la palabra del Señor. Así que denle un gran aplauso de bienvenida, cálido, como conviene a nuestra congregación y Samuel te bendecimos, bienvenido a tu familia y nos alegramos tanto de tenerles aquí a ambos.

Dios les bendiga. Que gusto es para mí estar acá nuevamente con ustedes para anunciar las virtudes de aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable. Me alegro de estar acá porque como les indicó el pastor Miranda, hace algunos días habíamos estado acá y estuvimos un fin de semana de mucha bendición y de mucho gozo. Esta mañana expliqué que estábamos en le proceso de terminar la traducción de Reina Valera de 1995, en una edición de estudio, entonces yo fui por diversas iglesias en todas las Américas desde Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay, todo, hasta los Estados Unidos, diversas iglesias de Estados Unidos, yo tenía que ir entonces no podía afectar la dinámica de la clase, porque tiene que ser, tu no lo puedes hacer solamente con amigos, decirles, mira, dame una oportunidad para ir a la escuela bíblica y cuando llegue el momento de leer la Biblia en vez de leer el texto bíblico van a leer lo que yo les voy a dar, y en efecto, tuvimos una experiencia muy grata, muy buena acá y los comentarios de ustedes y las reflexiones de ustedes se incorporaron en la edición de estudio que se conoce como Reina Valera del 95, edición de estudios. De ahí en adelante ha salido de ese texto, se han publico millones y millones y millones de textos bíblicos, o sea, que ustedes tienen un pedacito que pusieron ahí para la mismísima gloria de Dios. Así que dense un aplauso ustedes mismos que ustedes hasta donde han llegado.

El pastor se fue a Uganda y ustedes se han ido por todas las Américas, en América Latina y España y todos esos lugares y han sido una bendición del Señor. Me gusta tener las manos liberadas así porque yo hablo con las manos también así que…

Y realmente para mí fue un motivo de gozo estar aquí y el día de hoy llegar aquí todavía con motivo de contentamiento y felicidad. Y déjenme comenzar saludándoles en el nombre del Señor, saludándoles en nombre de como el pastor ha venido de esta experiencia misionera, quisiera saludarle y decirles lo que está pasando en el resto del mundo. A veces nosotros pensamos que solamente el Señor tiene sus tiendas aquí, ¿verdad? En Boston. La buena noticia de Dios es que mientras nosotros estamos acá, el Señor está obrando por todas partes del mundo.

Y permítame saludarles primeramente a nombre de los hermanos y de las hermanas que ustedes conocen muy bien, los hermanos y las hermanas Mapudungun. ¿Los conocen? Los Mapudungun. Sí, sí, aquí yo oí esta mañana uno, los Mapudungum son los hermanos antiguos que se llamaban los Mapuche o los Arauca, muy bien. Aquí tenemos alguien de Chile y quizás hay algún chileno que nos está viendo por acá en el nombre del Señor. Los Mapudungun fue una comunidad de gente guerrera, firmes, sabia, inteligente que decidieron seguir su vida y su estilo de vida indígena en Chile, no firmaron acuerdos de paz con España nunca, y siguieron en el 1919, hicieron unos compromisos y unos arreglos y mientras ellos seguían su cultura al Señor eterno, se le ocurrió llegar a los Mapudungun con la palabra del Señor y ayer comenzamos a traducir la Biblia en Mapungungu y en el día de hoy que ustedes y yo estamos hablando, vamos a leer y adorar con el salmo 121 los Mapungungun están predicando y cantando el salmo 121 en su propio idioma, para la mismísima gloria de Dios.

Y allí están los Mapudungun en este momento hay un grande avivamiento y un grande despertar espiritual porque cuando la gente tiene el texto bíblico en su idioma, en el idioma del corazón, comienza a leer el texto y comienza a disfrutarlo de forma extraordinaria.

Yo les traigo a ustedes saludos de los hermanos y de las hermanas Mapudungum para la mismísima gloria de Dios. Y les traigo saludos, que bueno, que bueno es el Señor. Y les traigo saludos más a nombre de una comunidad en Centroamérica, una comunidad particular que ha recibido el Evangelio y Dios los ha llamado de forma extraordinaria, así que yo les saludo una comunidad que también ustedes conocen muy bien, muy, muy bien, muy bien, conocen de pies a cabeza, a los garífuna. Sí, sí conocen a los garífuna. Ahora vamos a saber las edades aquí. Yo sé que no puede hacer esto porque lo voy a saber.

¿Quiénes de los que están aquí recuerda una canción que se hizo muy popular en diversas partes del mundo, nosotros estábamos en Israel y empezamos a escuchar Sopa de caracol? Aah, se sabe aquí. Se han arreglado bien, pero miren las edades andan por ahí. Pues yo quiero que ustedes sepan que el músico que compuso Sopa de caracol, se convirtió al Evangelio y hoy en día es el músico de la primero iglesia bautista garífuna en Honduras para la mismísima gloria de Dios. Los garífuna también alaban al Señor y les envían sus saludos en el nombre del Señor Jesucristo.

Yo quiero que ustedes sepan que no solamente en las Américas, que en el oriente antiguo y lejano, en la China, Dios tiene su gente y nosotros hemos podido llegar a lugares en la China metidos allá donde quizás no hay un templo tan bonito como el que ustedes tienen aquí, quizás no hay unas instalaciones físicas tan nobles y gratas y bonitas como las que ustedes tienen, pero allí en un apartamento, o en alguna casita pequeña, en lo último de la China donde a veces la televisión no llega, ni los medios de comunicación no llegan, sin embargo el Dios eterno llega allí. 17 millones de cristianos chinos están inscriptos como cristianos porque en la China hay que inscribirse, pero mientras hay 17 millones inscriptos, se estima que hay más de 70 millones de cristianos que están adorando al Señor por toda la China, en lugares lejanos y en lugares cercanos, en apartamentos, y en casas en las grandes ciudades, y en Beijín donde nosotros pudimos estar, allá está el Señor salvando las personas, y está bendiciendo familias, y está renovando matrimonios, y está bendiciendo niños recién nacidos, y están glorificando al Señor porque el Señor se le ocurrió decirnos, como en los cánticos, que ustedes han tenido acá en el día de hoy, que en el mar de cristal cuando estemos frente al trono del Señor va a estar la gente de muchas lenguas y de muchas culturas, y de muchos pueblos. Y primero eran 144 mil pero de pronto era una multitud que nadie podía contener y allí estábamos los puertorriqueños, y los dominicanos y los chilenos, y los argentinos. Mire, allí estábamos todos bendiciendo al Señor incluyendo los buenos hermanos y las buenas hermanas de León de Judá que vamos a estar ahí en el nombre del Señor Jesucristo.

Tengo saludos, saludos, de los hermanos y de las hermanas de Belén, de Belén de Judea, que mientras a veces nosotros nos reunimos y el único ruido que se escucha es algún micrófono que se le mete alguna cosas rara, o alguna cuestión que oímos en el culto, a veces los cultos de Belén se escucha algún tirito por ahí, y se escucha alguna bomba, y se escucha alguna situación difícil y entremedio de esos dolores el pueblo de Dios se ha reunido a decirnos, nosotros vamos a ser gente feliz, nosotros vamos a ser gente renovada y nosotros vamos a ser gente transformada y allí en Belén de Judea Dios tiene su iglesia.

Y saludarle en nombre de don Quijote de la Mancha. Es interesante, una obra extraordinaria. Don Quijote, un hombre que para los criterios nuestros, los psicólogos que están aquí, las psicólogas que están aquí lo ubicarían en el examen que se hace no en el lugar de los muy cuerdos, sin embargo don Quijote era un hombre soñador y le decía a Sancho, Sancho, ven conmigo porque vamos a emprender un proyecto liberador para enderezar entuertos, para liberar doncellas, para darle comida a los que están hambrientos dice el texto de Cervantes, para darle comida al que esté… entonces la gente decía, pero cómo es posible esto. Y trataba de convencer a Sancho, y cuando le decía a Sancho, Sancho, ven conmigo a este proyecto de liberación y de gracia. Sancho le decía, liberando entuertos no se come, ¿Qué usted me ofrece a mí? Entonces don Quijote le decía, pero ven conmigo porque vamos a tener un proyecto extraordinario de ayudar a los necesitados. Y Sancho se sonreía y le decía, ayudando a los necesitados no se come. De pronto don Quijote dice, ven conmigo que te voy a hacer gobernador de una ….. y Sancho dijo, eso me interesa, los gobernadores sí que son… eso sí que es vivir. A este le gusta gobernar y mandar. Don Quijote convenció a Sancho y se fue con él.

Y en efecto, comenzaron un proyecto extraordinario pero don Quijote poco a poco fue…. uno de los fenómenos que uno ve en la obra de Cervantes es que don Quijote era el que vivía en la ilusión, el que vivía en los sueños, y Sancho era el que vivía pragmático, el concreto. Y uno de los fenómenos que uno ve en la literatura es que poco a poco, poco a poco don Quijote se va haciendo pragmático y Sancho se va haciendo ilusorio y comienza a soñar y a pensar. En el Capítulo final don Quijote se enferma y cuando se enferma nos dice Cervantes que fue una enfermedad intensa, ya de muerte y se quedó dormido por 7 horas corridas, y la gente comenzó a pensar que se iba a morir, que ya estaba en la etapa final, que cómo era posible que se fuera a morir don Quijote, y de pronto, don Quijote despierta, se puso de pie, volvió e n sí, dice el texto de Cervantes, volvió en sí y comenzó a recitar los salmos, comenzó a decir salmos de David bendito, en quien yo siempre confío, y comienza recitar los salmos, los salmos que han sido tanta bendición para nosotros.

Les decía a los hermanos y a las hermanas esta mañana que hay salmos que son como si fueran nuestros. Parece …….. y los hijos de …….., pues, lo escribí yo la semana pasada. ¿Por qué? Porque es un salmo que tiene tanta inspiración. Escuchen este, el Señor es mi luz y mi salvación de quien temeré. El Señor es la fortaleza de mi vida, de quién he de atemorizarme. Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, ellos tropezaron y cayeron, aunque un ejército acampe contra mí no temerá mi corazón aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiando. Un salmo extraordinario, salmos que nos bendicen, que nos ayuden.

Y don Quijote comienza a recordar todos esos salmos. Escuchen este, escuchen este, Dios es nuestro amparo, nuestra fortaleza, nuestro pronto auxilio en la tribulación por tanto no temeremos aunque la tierra sea removida y se traspasen los montes al corazón de la mar. Es decir, aunque vengan los tsunamis, con todo y eso yo confío en las promesas del Señor.

¿Cuántos pueden dar gloria a Dios por eso? Salmo, salmos, salmos, bendecido el nombre del Señor. Salmos. Escuchen este, miren, cuando veo los cielos la obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tu formaste, digo, qué es el hombre para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre para que le visites. Porque nos hizo de forma extraordinaria, usted no está hecho en una máquina de reproducción automática, usted no está hecho como una fotocopia de nadie, usted está creado a la imagen y semejanza de Dios. En usted está la virtud divina, hay un hálito de Dios en su DNA está la huella del Señor que nadie puede detener, que nadie puede angustiar.

Por eso es que cuando Goliat quería angustiar a David y lo humillaba y le decía, ven, que voy a dar tus carnes a las aves del campo, es que no había un hombre en Israel que pusiera a pelear conmigo. Si David llega a ser puertorriqueño, ahí es que dice y bendito, ahí es que dice bendito. Si llega a ser dominicano dice, oh, ahí es que dice oh. David miró a Goliat y le dice, mira Goliat, tu vienes a mí con espada, lanza y jabalina, pero yo voy a ti en el nombre del Señor de los ejércitos, y añade, Dios de los escuadrones de Israel que es el Dios que tu has provocado.

El problema del enemigo no es que usted sea buena gente, gloria a Dios si usted es buena gente, el problema del enemigo no es que usted ofrende y diezme, gloria a Dios si usted diezma y eso es importantísimo para la congregación, el problema del enemigo no es que usted esté apuntado en los libros de la iglesia, gloria a Dios si usted está apuntado, el problema es que usted tiene la imagen de Dios. Y cuando la gente tiene la imagen de Dios eso no se lo puede quitar uno. La imagen de Dios está allí y los salmos lo reflejan.

La ley del Señor es perfecta que convierte el alma. El testimonio del Señor es fiel que hace sabio al sencillo. Los mandamientos del Señor son puros todos fieles, alegran al corazón, el testimonio del Señor es fiel, deseable son más que el oro y más que mucho oro afilado. Pero de ninguno de esos salmos le voy a predicar.

Hay salmos extraordinarios que están cerca de nuestro corazón, y uno de los salmos nos lleva a los montes. Uno de esos salmos nos lleva a la cúspide de los montes, uno de esos salmos nos lleva a los montes extraordinarios.

Vamos a ver cuántos aquí recuerdan alzaré mis ojos a los montes de donde vendrá mis ……….

Muy bien, muy bien. Así que ya no tenemos que leer esa parte del salmo que era parte de nuestra participación y así me dan la oportunidad de recordar en este instante de la misma manera que recibieron saludos de todas esas partes del mundo: África, Chile, de todos estos lugares, yo quiero traerle saludos particulares de una mujer que cautivó mi vida, de una jovencita que inspiró y me hizo repasar mi devocionales y mis textos bíblicos, a Miguelina.

Miguelina es una joven de Belén. Con Miguelina tuve la oportunidad de participar por más de 5 meses, una de las tareas que hicimos, mi esposo y yo, cuando el Señor nos dio la oportunidad, en el 2001 visitar a Israel y Palestina para estar allá durante un año. Fue participar con los jóvenes de la universidad de Belén, cuando ocurre esta situación difícil en Nueva York, donde la torres gemelas fueron impactadas con el avión, allí nosotros en ese mismo momento que estaba sucediendo todo esta situación difícil acá en esta parte del mundo, nosotros estábamos en ese preciso momento en el desierto de Berseba, en un retiro de soledad, en un retiro de intimidad con el Señor y allí en aquel desierto de Berseba, mi esposo trató de identificar un oasis y los otros miembros del grupo, que éramos alrededor de 8 personas, cada uno nos ubicamos en un oasis, y en aquel oasis tuvimos la oportunidad de intimidad con el Señor y de repasar no solamente parte de nuestro peregrinar cristiano, sino de repasar qué había sido nuestra vida y hacia dónde nosotros nos queríamos dirigir.

Y en ese período de tiempo conocí a Miguelina. Miguelina fue una joven que tuvo la oportunidad en un período de la historia de Palestina, específicamente de Belén, tuvo la oportunidad de acercarse a diferentes montes especialmente de visitar constantemente en la semana, el monte Sión y allí Miguelina tenía muchos amigos, en lo que se llama la ciudad Antigua. Y Miguelina de pronto toda esa experiencia de visitar el monte Sión y algunos montes alrededor de la ciudades de alrededor de Belén, de pronto se ve que esa experiencia de tener amigos en la otra parte israelí, de pronto se sorprende, ya no podía participar ni encontrarse con sus amigos y sus amigas del otro lado del lugar donde ella vivía. Y cuando le estoy diciendo, del otro lado es como el puente que divide la iglesia que ustedes tenían, Cambridge, de acá de esta otra parte. Así más o menos es la división que hay, quizás más cerca aún entre Belén un Jerusalén.

Y Miguelina ese año 2001 que yo tuve la oportunidad de llegar allá, Miguelina no pudo ya más visitar a sus amistades y en ese momento llegtamos nosotros. Y luego de la experiencia de nosotros haber salido del desierto de Berseva, encontrarnos con la noticia de lo que había ocurrido en los Estados Unidos, en esa semana yo tuve la oportunidad de dialogar con Miguelina. Y en una conversación que sostuve con ella y otra jovencita de la universidad de Belén, le pregunto yo a Miguelina, Miguelina, crees tu que en algún momento de la historia en este lugar habrá paz? Y Miguelina me mira, mira hacia atrás, y mira hacia ambos lados, y me mira a mí y me dice, tu hablas conmigo Noemí?, y yo le digo sí, quisiera saber si tu crees que en algún momento de la historia habrá paz en este lugar? Y me mira con los ojos bien abiertos, una mujer palestina, una jovencita palestina muy despierta y hermosa, me dice, pero cómo es posible que me hagas esa pregunta? Te has olvidado quién fue el que nació aquí en Belén? En nuestra tierra y nuestro pueblo nació el príncipe de la paz. ¡Aleluya!

Y después de hablar con Miguelina y contarme todas las experiencias que habían sufrido los jóvenes allá en la universidad de Belén, y volverme a enfrentarme a ella, rostro a rostro y decirme, jamás perderemos la esperanza porque el que nació en medio nuestro nos enseñó la importancia de la paz que algún alcanzaremos.

Y decía Miguelina, porque el Señor está con nosotros en nuestro pueblo. Ya Miguelina estaba familiarizada con el salmo 121 y no solamente lo conocía, sino que junto a unos amigos y amigas de Israel ella tuvo la oportunidad en muchas ocasiones, mientras subía al monte de Sión, a la ciudad Antigua, repetir con sus amistades, alzaré mis ojos a los montes de donde vendrá mi socorro. Y cuando la confronté con la pregunta ella se refiere al mismo salmo para recordarme de manera particular que la mirada de su pueblo, la mirada de los hermanos y hermanas de Belén estaba totalmente en las alturas de los cielos. Ellos se mantenían con sus brazos levantados todavía el día de hoy, porque para ese pueblo creyente, para esos hermanos y hermanas cristianos, para esa juventud la única confianza está en el Señor creador de los montes, de los llanos, creador tuyo y creador mío. Miguelina confía y entiende que aunque la subida sea peligrosa y escabrosa, aunque hayan piedras en el camino, aunque las dificultades cada vez sean mayores, Miguelina, aquella joven hermosa entiende que el príncipe de la paz que nació en su pueblo les acompaña en medio del dolor, de la dificultad, en medio del lamento, allí está el Señor con ese pueblo.

Y allí nos quiere el Señor nuevamente. Dejamos un trabajo con puntos suspensivos que tenemos que terminar. Y está en convivir con aquellos jóvenes para nosotros ha sido el mayor de los privilegios. Y por eso yo siempre he dicho que yo creo en la juventud, y yo creo en la juventud y ahora cada vez que miro a algún lado, o alguna esquino lo único que mis ojos tropiezan con jóvenes. Yo creo en la juventud porque nosotros somos producto de una iglesia como ustedes que cuando éramos niños y niñas, y comenzamos a desarrollarnos como jóvenes, aquellas iglesias que nos ayudaron a formar creyeron en nosotros y lo que nosotros somos hoy se lo debemos a esa iglesia que creyó en nosotros.

Yo creo en la juventud como Miguelina, allá en Belén que entiende que hace la exégesis más perfecta de lo que significa el salmo 121 que yo les invito en esta hora a que vuelvan a leer con nosotros.

El salmo 121 lo vamos a leer como si fuera una oración de la misma forma que lo hicieron cuando comenzaron el devocional. Un devocional bendecido por Dios, un devocional que nos volvió a desafiar y que nos recordaba en el día de hoy que cuando nuestra oración es clara y sale del alma, y sale de los más profundo de nuestro corazón, el Señor la escucha, el Señor ve su necesidad, escucha su clamor y está presto para respondernos.

Alzaré mis ojos a los montes y todos dicen conmigo, de dónde vendrá mi socorro. Mi socorro viene de Jehová que hizo los cielos y la tierra.

Que bueno es el Señor. Que bueno es el Señor. Alzar la mirada a los montes es una forma de oración, es una forma de plegaria, es una forma de sacar la mirada del problema que nos está agobiando, del problema que nos está angustiando, del problema que trata de quitarnos la paz, y poner la mirada entonces en las posibles soluciones que nosotros podemos tener.

Uno de los efectos que tienen los problemas en nosotros es que nos desorientan. El problema que llega a nuestra vida viene con la intensión de impedir que usted pueda tomar decisiones sobrias y sabias, el problema viene con la intensión de angustiarlo y tratar de decirle que usted no puede, que usted no sirve, que no está capacitado, que usted no tiene la energía ni la inteligencia para resolver esos problemas. El problema lo que viene con usted es para desmerecerlo, intentar desorientarlo. Es decir, que cuando uno está en medio del problema esa desorientación a veces no nos permite ver con claridad que la solución del problema está más cerca de lo que nosotros pensamos.

El salmo 121 es la oración que nos dice, alzaré mis ojos a los montes, que se pregunta el salmista, de dónde es que viene mi socorro. Lo dice con seguridad, mi socorro proviene del Señor y le añade un apellido, del Dios creador, del Dios que crea los cielos y la tierra, del Dios que crea el infinito y el espacio sideral, de un Dios poderoso es lo que quiere decir el texto bíblico. Alzar la mirada a los montes es reconocer que sobre nosotros hay un poder extraordinario, que sobre nosotros hay una capacidad extraordinaria, que sobre nosotros hay una virtud extraordinaria que nos ayuda a ponernos de pie frente a frente al problema para declarar que somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.

Miren esto bien, el problema quiere humillarle, económico, el problema de personalidad, el problema en la familia, el problema en el trabajo, el problema global, el problema económico, el problema político, el problema que sea trata de humillarle para que usted no pueda proseguir la carrera cristiana en la vida. Y no se da cuenta que cuando el problema viene a humillarnos, usted enfrenta el problema con autoridad en el nombre del Señor.

Miren esto bien, ante un problema nosotros nunca nos arrodillamos. Nos arrodillamos en el altar de Cristo. Nos arrodillamos frente a la cruz de Cristo, nos arrodillamos frente a la presencia del Señor, ante el problema nos ponemos de pie con autoridad y hacemos lo que ustedes cantaban en esta mañana y en esta tarde, levántate y resplandece porque ha llegado tu luz y la gloria del Señor ha nacido sobre ti.

Los problemas se evalúan, los problemas se estudian, los problemas se analizan para ver cómo fue que comenzaron. Alguien los empezó, los problemas no comienzan solos. Y cuando uno analiza cuál es el origen del problema en muchas ocasiones se da cuenta, que el problema no comienza allá, el problema comienza acá. La forma en que usted trata a su esposa, la forma en que usted trata a su esposo, la forma en que usted trata a sus hijos, la forma en que usted responde cuando hay un chiste desagradable en el trabajo, la forma en que usted responde a los problemas de la vida, cómo usted se levanta por la mañana. Cuando uno descubre el origen de los problemas, ya tiene la mitad del problema solucionado, porque lo primero que hay que hacer para resolver un problema es identificar cómo empezó. Y cuando uno identifica cómo empezó entonces puede responder al problema en el nombre del Señor Jesucristo.

Nuestra relación con los problemas es particular porque les explicaba esta mañana a las hermanas y a los hermanos que nosotros queremos magnificar los problemas que nosotros tenemos. Muchas veces nosotros venimos al pastor o a los líderes de la iglesia para decirle, mire pastor, este es el problema más grande que usted ha visto. En la vida usted se ha encontrado un problema como el que yo tengo. Yo nunca en mi vida, entonces comienza usted a desmerecerse y a poner al problema grande, y grande, y grande, grande, nunca le diga a Dios cuán grande es su problema, dígale al problema cuán grande es su Dios.

Bendecido el nombre del Señor. Déselo fuerte a Cristo en este día. Nunca le diga al problema lo grande que es, nunca le diga al problema lo complicado que es, los problemas, algunos problemas son complicados pero déjenme explicarle esto. Alguien me dice, pastor, lo que yo tengo no tiene solución, puede ser. Pues si no tiene solución es que Dios quiere que usted aprenda a vivir con eso. Porque la definición de un problema es que tenga solución.

Sabe Dios si lo que Dios quiere es enseñarle humildad, sabe Dios si el Señor lo que quiere enseñarle es sencillez, sabe Dios si lo que Dios quiere enseñarle que usted comience a moldear su carácter y a moldear su personalidad y a moldear su forma de ser para que pueda poco a poco ir creciendo la nueva criatura en Cristo Jesús y vaya desmereciendo la vieja criatura, con esos vicios, con esas actitudes, con esa prepotencia, con esa hostilidad, con esos resentimientos. Dígale que no a la mala palabra, dígale que no a la hostilidad, dígale que no a los chistes malos, dígale que no a la irresponsabilidad, y cuando llega esa tentación póngase de pie y diga, alzaré mis ojos a los montes porque yo sé que mi socorro proviene del Señor que hizo los cielos y la tierra.

El Dios del salmista, es el Dios que responde a nuestro clamor, es el Dios que responde a nuestra necesidad, alzar la mirada a los montes es un reconocimiento de la gracia divina porque los montes en la Biblia son símbolos de las intervenciones de Dios. En el Sinaí Dios intervino y rebela su palabra, el monte Nevo Dios intervino y le dice a Moisés, Moisés, esto es una carrera de relevo y no todos vamos a llegar a la misma hora, al mismo lugar, pero todos tenemos que cumplir nuestra responsabilidad. Mira la tierra prometida desde el monte Nevo.

Hermanos y hermanas de la iglesia de congregación León de Judá una vez que uno ve la tierra prometida, uno nunca queda igual. Cuando uno ve lo que Dios tiene para con nosotros sigue adelante, cuando uno ve que lo que Dios tiene para usted es un cielo nuevo y una tierra nueva, cuando usted se percata de que lo que Dios tiene para con usted es bendición y liberación y transformación, usted no se deja llevar por cualquier mal rato momentáneo sino que usted marcha delante confiando en las promesas del Señor.

Los montes en la Biblia, del monte Nevo podemos pasar al monte Carmelo que recibe la revelación y la transformación divina. Del monte Carmelo podemos llegar al monte de las transformaciones y de las redenciones y de la bienaventuranza. Del monte de la bienaventuranza podemos llegar al monte Gólgota, y del monte Gólgota llegamos al monte Sión que es el monte que se relaciona con el salmo 121.

Alzaré mis ojos a los montes de donde vendrá mi socorro. Mi socorro no viene de los amigos, aunque son importantes, mi socorro no viene de los políticos, aunque que tienen que comprender y hacer sus responsabilidades y sus labores. Mi socorro no viene de los bancos, mi socorro no viene de los seguros, mi socorro no viene de cualquier lugar, mi socorro proviene de un Dios que aunque los cielos de los cielos no pueden contener su gloria, que aunque el infinito y el espacio sideral no puede contener su virtud, se le ocurrió en este día sentarse al lado nuestro y ese Dios eterno se ha sentado aquí en la congregación León de Judá al lado suyo, para escuchar los latidos de su corazón, para escuchar el clamor de usted, para atender el clamor de las personas que lo ven por Internet para darnos vida y vida en abundancia.

Díganle al que está al lado suyo; Dios te trajo a ti para hablarte. Dios te trajo aquí para hablarte. Ahora dígale para el otro lado, dígalo y para mí también, hablarme a mí. Y para hablarme a mí también. Alzaré mis ojos a los montes de donde vendrá mi socorro. Mi socorro no viene de cualquier esquina, mi socorro proviene del Señor que hizo los cielos y la tierra, es decir, que mi socorro proviene del Dios de Abraham, que llamó a Abraham y a Sara de Ur de los Caldeos y cuando salieron de allá no le habían dado un mapa, y cuando salieron, salieron confiando en las promesas del Señor.

Solamente Dios sabe cuántos están aquí en esta mañana, en este día, o esta mañana, o nos ven a través del Internet, que salieron de sus tierras sin mapa. No sabían a dónde iban a estar, si se iban a quedar en Tejas o si iban a ir a Chicago, si iban a ir a Nueva York o si iban a ir a Filadelfia, no sabían dónde iban a estar, la buena noticia es que Dios sí sabía dónde usted iba a estar. Dios tiene nuestra vida en su agenda y aunque Abraham y Sara no tenían un mapa, de noche comenzaban a mirar las estrellas y escuchaban la promesa divina que decía a Abraham y a Sara, mira, cuantas estrellas. Si tu pudieras contar las estrellas de los cielos o pudieras contar la arena de la mar, mira, todavía es más grande la bendición que yo tengo para con ustedes.

Hermanos y hermanas de la iglesia de León de Judá, ustedes no han sido llamados por Dios para sufrir, ustedes no han sido, en la vida hay sufrimiento, pero eso no es el propósito de Dios con su vida, ustedes no han sido llamados en la vida para estar antagonizando, para que usted viva de pelea en pelea en su matrimonio, Dios no lo ha llamado a usted para que usted viva de mal humor en mal humor con su jefe y con sus compañeras y con sus compañeros de trabajo, Dios no lo ha llamado a usted para que viva amargado u destruido, Dios no nos creó para que fuéramos infelices, Dios nos creó para que reveláramos su gloria, para que manifestáramos su esplendor, para que pudiéramos dar por gracia lo que por gracia hemos recibido y cuando el salmista decía, mi socorro proviene del Señor, es el reconocimiento que en la vida hay adversidades, en la vida hay conflictos, en la vida hay desesperanza, pero que nuestro socorro, nuestro apoyo y nuestra ayuda, viene del ser que tiene la capacidad y el poder de darnos vida y vida en abundancia.

Que bueno es el Señor. Que bueno es el Señor. Déjenme explicarle ahora una palabrita que aparece en el texto que en español es tan sencilla y tan fácil, pero en el texto bíblico es complicadísima y es el verbo, miren que verbo este tan simpático, guardar, guardar. ¿Se acuerdan? Nos guardará, dice el salmista, nos guardará, nos protegerá de todo mal. En castellano, el verbo guardar es significativo, pero un poco limitante porque en español yo guardo el papel, yo guardo los micrófonos, yo guardo las cámaras, pero yo no guardo lo animado. Yo puedo guardar lo inanimado nada más. Yo no puedo guardar a Noemí, primero ella no se va a dejar guardar, para empezar. Pero lo animado, yo no me puedo guardar a mí mismo, yo puedo guardar el equipo, pero los seres humanos no se guardan.

Ahora, en el texto bíblico no. Este es un verbo que se relaciona únicamente con Dios en la Biblia, interesante esto. Solamente Dios tiene la capacidad de guardar, porque el verbo guardar no tiene nada que ver con poner en una gaveta, es la imagen de un ave que extiende las alas y va protegiendo a su criatura, y es en esta intención de proteger la criatura, le cuida, le protege, le ayuda que Dios nos guarda, lo que significa nos protege, lo que signifique que nos cuida, lo que significa es que va delante de nosotros. Dios nos guarda de todo mal, Dios nos guarda con su mano derecha, Dios nos guarda con su poder sin igual, Dios nos guarda para que nosotros podamos estar de pie en medio de la adversidad, en medio del conflicto, en medio de las lágrimas, y decir como el salmista en el salmo 118, en medio del dolor decir, no moriré sino que viviré para cantar la glorias del Señor.

Alzaré mis ojos a los montes, de donde vendrá mi socorro. La gran pregunta de la vida. Te respondo en esta día diciéndole así, nuestro socorro proviene de un Dios que crea, un Dios que salva, un Dios que transforma, un Dios que redime, un Dios que nos ayuda a ponernos de pie, un Dios que nos sana, un Dios que nos rompe las cadenas y un Dios que nos ayuda a enfrentar la vida en el nombre del Señor Jesucristo y ser gente más que vencedora por medio de aquel que nos amó.

Culmino de la siguiente manera. Como don Quijote, como acabo de escribir el libro siempre estoy diciendo a la gente que vean la vida de esa manera, empezaron a decirle que era loco porque la gente que tiene sueños de bien comienzan a decirle, hijo, pon tus pies en la tierra. Porque la gente que tiene proyectos que bendicen a la comunidad le dicen, no, no, la vida no es así. Porque la gente que tiene proyectos de bendición a los pueblos los miran de esa manera y comenzaron a decirle que don Quijote era loco y se empezaron a reír de él.

Y le preguntaban en una ocasión a don Quijote, háblenos de Dulcinea, su amor, y comienza él a hablar de Dulcinea como la emperatriz del Toboso y comienza a hablar de Dulcinea como la reina de sus pensamientos y de sus acciones de caballero andante, y cuando comienzan a decirle así, comienza el Quijote a hablar de esa manera, alguien se levante y le dice, usted está loco y usted no sabe quién es. Y don Quijote se quedó sorprendido, se quedó callado y dijo, no, yo sé quién soy y no solamente yo sé quién soy, yo sé lo que yo puedo llegar a ser.

Miren, hermanos y hermanas de la iglesia, usted es una mujer de Dios y usted es un hombre de fe, usted tiene una familia en la gracia de Cristo, usted tiene unos hijos que están creciendo en el desarrollo del Señor, usted es un hombre que no es un guiñapo de las circunstancias, usted es una mujer que no vive de fracaso en fracaso, usted está creado a la imagen y semejanza de Dios y usted puede llegar a ser ese instrumento divino que necesita León de Judá, que necesita la ciudad de Boston, y que necesitan los Estados Unidos, que necesita el mundo el día de hoy.

Dígalo conmigo, yo sé quién soy porque ya no vivo yo más Cristo, más Cristo vive en mí. Estemos en pie y adoremos al Señor.

Levanto mis manos aunque no tenga fuerza. Levanto mis manos aunque tenga mil problemas, solamente Dios sabe, sabe Dios si el pastor lo sabe porque conoce a algunos de ustedes, la mayoría, yo no lo sé, yo no sé cuántos han venido aquí amargados, cuántos han venido tristes, cuántos pasaron un mal rato el viernes por la tarde antes de salir del trabajo, yo sé a quién le espera una situación difícil el lunes por la mañana. Yo lo que sí sé que si nosotros levantamos las manos aunque no tengamos fuerza, nosotros somos gente más que vencedora por medio de aquel que nos amó. Levanto mis manos aunque no tenga fuerza, aquí llegaron mis asistentes especiales, levanto mis manos aunque tenga mil problemas, y vamos a adorar al Señor con ese cántico para que se escuche allá en la iglesia de Cambridge y en todo Boston, pero yo quisiera orar, miren por lo que yo estoy orando todos estos días.

Esta crisis económica que está magnificada por los medios ha hecho que las personas tomen decisiones inadecuadas y desafortunadas. Quien haya llegado aquí hoy tomando una decisión importante en su vida, este es el momento para que venga al altar para orar por usted en el nombre del Señor. El que haya llegado aquí en este día tomando una decisión vocacional, yo voy a cambiar a trabajo, yo voy a cambiar de ciudad, yo voy a cambiar de nación, yo voy a cambiar… esa es una decisión que afecta a su familia completa, yo le voy a pedir que dondequiera que esté baje para orar por usted en el nombre del Señor. Quienes están tomando una decisión fundamental que afecta, recuerden que las decisiones sea que se va a cambiar la corbata, porque es una corbatita que le combina más o menos, eso no es una decisión que digamos, esa es muy… ¿verdad? Si su decisión va a afectar al resto de su familia, su esposa, su esposo, hay que traerla en el altar del Señor.

Mientras cantamos levanto mis manos aunque no tenga fuerzas, los hermanos y las hermanas que quieren la oración particular, yo les voy a pedir que se vayan acercando al altar de Dios para orar por ustedes en el nombre del Señor Jesucristo.

Read More
español christian De Santiago español christian De Santiago

El Dios de pactos

TRANSCRIPT

Esta mañana yo voy a compartir acerca del Dios de pactos. ¿Cuántos de ustedes se les movió el corazón y el espíritu cuando cantaban Dios de pactos hace un ratito? Que bello, ¿verdad? Nuestro es tan precioso. Es un Dios verdaderamente de pactos. Desde el principio que él creó el ser humano, él nos creó no como piensan algunos para estar en el cielo como un juez, serio, acusador, punitivo, sino todo lo contrario. El plan de Dios para la humanidad, la razón por la cual él creó a la humanidad es para sustentarle y amarle todos los días. Y eso es no solamente para los que él creó al principio sino que es para nosotros hoy, y es para todo el resto de la humanidad que queda por delante.

La Biblia en realidad es un registro de los pactos de Dios con su pueblo. Y es muy interesante que la palabra pacto ocurre en toda la Biblia de Génesis a Apocalipsis, ocurre 300 veces, o sea, lo que es palabra específicamente pacto, también hay otras palabras como juramento, promesa que quieren decir algo similar, pero la palabra pacto es una palabra importante para el Señor y está registrada ahí en muchas maneras.

Y la primera vez que aparece esa palabra pacto en la Biblia es en el Capítulo 6 de Génesis, en ese Capítulo describe la terrible situación de la humanidad en ese momento que había caído en violencia, en perversión y dice que por ese gran pecado, que ustedes saben, nos parece que saben la historia, Dios declaró un juicio contra esa generación, un juicio de destrucción por un diluvio y por su gran pecado Dios declaró ese juicio de destrucción y Dios que conocía el corazón de ese pueblo, también estaba atento al corazón de un hombre en esa generación, y Dios le hizo un acercamiento a Noé, quien de acuerdo a Génesis 6:9 mire lo que la palabra dice acerca de quién era Noé. Dice que fue un hombre que halló gracia ante los ojos de Jehová porque era un varón justo, perfecto en sus generaciones y que caminó con Dios. Ese es quien era el recipiente del pacto del Señor en ese momento.

Dios le extendió la oportunidad a él, a Noé, de salvarse del diluvio, no solamente él sino a su esposa, sus hijos, las esposas de los hijos y también sabemos que el resto de la historia, a un par de cada animal de cada especie que había en ese momento en el mundo. Y le dio también instrucciones específicas para construir una gran embarcación. Así que de esa manera, en la Biblia, en el libro de Génesis, Dios comienza una relación especial con Noé, y le dice en el Capítulo 6, en el versículo 18, dice, “… más estableceré mi pacto contigo y entrarás en el arca tu, tus hijos, tu mujer y las mujeres de tus hijos…”

Dios fue el que tomó la iniciativa de establecer este pacto. El pacto fue para el beneficio de Noé y sus descendientes, y Noé por su parte entró en pacto con Dios. La parte de Noé fue simplemente creerle a Dios y construir el arco. Eso fue todo lo que Noé hizo, y Noé aceptó el regalo que Dios le dio, un regalo de gracia y misericordia inmerecida. Noé la aceptó.

En el Antiguo Testamento nos dice también que Dios estableció pacto con otras personas, por ejemplo, con Abraham, con Moisés, nos habla acerca del pacto que hizo con David, y muchas veces vemos en el Antiguo Testamento que a través de los profetas también le habla al pueblo de Israel acerca de su pacto con ellos.

Y la Biblia no solamente habla acerca de pactos entre Dios y los hombres, sino que también cuenta la historia hermosa de pactos entre dos personas. Y dos ejemplos de esto, dos ejemplos preciosos en la palabra de esto son el pacto de Jonatan y David y el pacto entre Ruth y Noemí. Y no nos cabe duda que también otro pacto entre dos personas, es el pacto del matrimonio, según la palabra y de hecho en Malaquías, en el libro de Malaquías que es el último libro del Antiguo Testamento dice en el Capítulo 2:

Dios expresa un profundo dolor por el divorcio y él lo que dice es que en esos versículo que declara que el divorcio es una violación del pacto, de un pacto entre dos personas.

Así que nosotros vemos que desde los comienzos Dios le ha comunicado al ser humano sus intenciones de pactar con él, y eso sigue hoy en día todavía, Dios hace pactos con cada uno de ustedes, hace pacto con hombre, mujer, soltero, casado, niños, él no tiene acepción de personas para establecer pactos.

Así que en un momento de la historia sucedió que el pueblo de Israel por muchos siglos desobedeció la ley de Moisés, por muchos siglos cometió adulterio con su marido, su hacedor, Dios. Eso es parte de la historia y vemos en la palabra también que aún a pesar de el pecado tan grande que había en la humanidad, Dios no disolvió, no decidió disolver el pacto que tenía con el hombre, que era lo que merecía por el pecado tan grande que había, sino que por el contrario por su amor y su misericordia estableció un pacto aún mejor, así que no castigó, no quitó sus ojos de amor sobre la humanidad, sino por el contrario, hizo un pacto aún mejor con la humanidad.

Y sabemos que el que logró, el que consumó ese pacto es Jesucristo, ¿verdad? Por su sacrificio en la cruz. Y la palabra nos dice en Hebreos 10 que por ese nuevo pacto, que fue sellado por la sangre de Jesucristo, Dios ha escrito en nuestros corazones y nuestras mentes sus leyes, y por ese pacto también nos ha dado acceso, o cercanía a él, cuando vamos a él con un corazón sincero. Uno de los cánticos anteriores hablaba de esa capacidad nuestra de acercarnos a él por el sacrificio de Cristo.

Y así que él nos invita por ese pacto nuevo, él nos invita a acercarnos a él. Nuestro Dios es un Dios totalmente personal y él quiere una relación personal con cada uno de nosotros por eso establece pactos. Y bajo ese pacto él nos ha invitado a relacionarnos con él, no solamente ahora, sino por toda la eternidad, porque sabemos que cuando hacemos pacto con Jesús no morimos y somos enterrados, ahí queda todo, no vamos a un lugar de sufrimiento sino que tenemos un pacto eterno de estar en su presencia por el resto de la eternidad. Y parte del pacto también es poder tener una vida abundante aquí en la tierra, no solamente esperamos una gran recompensa final de nuestros días, algo hermoso, sino que hoy en día tu y yo podemos vivir vidas plenas en nuestras relaciones humanas porque somos de hijos de pacto.

Es algo muy hermoso, ser hijos de Dios y ser hijos de pacto es algo que trae riqueza a nuestra vida. Y quiero compartir ahora 4 características que por las Escrituras yo veo que tienen las relaciones que se basan en pacto, en la mentalidad de pacto, porque no somos hijos de pacto para nada, ¿verdad? Somos hijos de pacto para tener una mentalidad, un enfoque de pacto. Y eso implica obviamente extenderlo a todas las relaciones humanas que tenemos en el día a día.

La primera característica de este pacto, de la mentalidad de pacto, es que se inicia para el beneficio del otro. Ya vimos como Dios irrumpió en la historia en un momento de pecado, de gran pecado, e inició conversaciones con Noé. Noé era un hombre fiel, él quería relación con Dios, pero él no inició este pacto, no tenía el poder para hacerlo. Sin embargo, vemos que Dios lo inició para el beneficio de Noé. O sea, Dios no tenía una motivación escondida en ese pacto. Él no iba a recibir ningún beneficio en realidad, sino su propósito era un propósito genuino, limpio de traer vida a una situación de destrucción inminente para Noé y su familia. Y luego de terminado el diluvio, fue, no solamente lo salvó con la construcción del arca, sino que además le dio algo más, le dio otra prueba más de su misericordia para simplemente alegría de Noé, y para promesa a todas las generaciones.

Y ustedes saben cuál es esa, ¿verdad? Que él le dijo, que como un sello de su promesa, y una señal de que jamás iba a destruir a la humanidad así con un diluvio, era que al final de cada lluvia iba a haber un arco iris y esa promesa todavía la disfrutamos tu y yo. A veces subestimamos, es algo de la naturaleza pero es algo más, hay algo sobrenatural y las historias de la Biblia no son solamente historias bonitas, Dios se alegra cuando nosotros podemos ver más allá y ver lo sobrenatural de las cosas en el mundo. Así que es un ejemplo de esta característica de que Dios establece pactos, o un pacto se establece para beneficio del otro.

Otro ejemplo, ocurre en Primera de Samuel donde nos habla acerca de Jonatan que obró para beneficio absoluto de David. Ustedes saben la historia, David era básicamente perseguido por el padre de Jonatan, quería la muerte de él, y aún desde el principios, aún Jonatan sabiendo que David en un sentido podía ser su competencia en el trono porque él sería heredero al trono, no vio eso, sino que amó tanto a David que hizo por él solamente para beneficio de él, y vemos que en este versículo, en el versículo 4 de Primera de Samuel 18, dice:

“… y Jonatan se quitó el manto que llevaba y se le dio a David y otras ropas suyas hasta su espada, su arco y su talabarte…”

Y de esa misma manera que dio esas cosas tangibles, también le dio su protección y su amistad genuina. Y lo hizo, no para beneficio suyo, sino lo hizo para el beneficio de David. Así que es la primera característica de una mentalidad de pacto, cuando hacemos algo por otro para el beneficio del otro.

La segunda característica que vemos en los pactos es que se establece sobre promesas incondicionales. Y un ejemplo de las Escrituras que ilustra estas características de las promesas incondicionales en las relaciones, es la historia de Ruth y Noemí.

Ruth no pactó Noemí, saben la historia es que el esposo de Noemí, murieron los hijos de sus dos nueras, no había nada que buscar en la tierra donde estaban, había pobreza, hambre, y Noemí decide regresar a su tierra. Y una de sus nueras, Ruth, hace un pacto con ella que ilustra una promesa de pacto precisamente, una promesa incondicional y Ruth no pactó no Noemí diciéndole, Noemí, si tu me aseguras que me va bien en Belén, si tu me aseguras que no te va a molestar que yo vuelva a mi tierra, si yo trato y me doy cuenta que no es lo que yo quiero, no quiero ir a Belén, entonces voy contigo. Ella no le puso condiciones. Vemos que por el contrario Ruth le hizo a su suegra una de las declaraciones de pacto más hermosas de las Escrituras que es tan bonito que se usa mucho en las bodas. De hecho, en la tarjeta de bodas de nuestro matrimonio, de mi esposa y yo, pusimos esa Escritura. Y esa Escritura dice así:

“… no me ruegues que te deje y me aparte de ti, porque adondequiera que tu fueres iré yo y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios mi Dios, donde tu murieres, moriré yo y allí seré sepultada. Así me haga Jehová y aún me añada que solo la muerte hará separación entre nosotras dos…”

Eso es una promesa incondicional, ¿verdad? Otra cualidad que las relaciones de pacto se basan en el amor ágape. Entramos en pactos por amor, esa es la razón básica, entramos en pactos porque amamos. Dios entró en pacto con Noé porque amaba a Noé. Jonatan entró en pacto con David porque amaba a David. Y es u pacto que no necesariamente es que carece de la emoción y el sentimiento del amor pero es algo más que eso, es un amor práctico, es un amor basado en fidelidad y en una misericordia que se renueva cada día. O sea no es un amor liviano, es un amor que va más allá aún de nuestro egoísmo y pone su interés en el otro. Es lo que la Biblia llama el amor ágape, que vemos un pasaje precioso en Primera de Corintios 13 acerca de todas las cualidades del amor. Así que en eso se basa el pacto en uno de sus fundamentos es el amor ágape.

Y las relaciones de pacto también se basan en compromisos permanentes. Vimos anteriormente la permanencia del pacto de Ruth. Ella se comprometió con Noemí hasta el fin de sus días, ¿verdad? Decía, donde tu murieres, yo voy a morir, donde tu vivas, yo vivo, a ti te sepulten, a mi me sepultan también. Así que era un compromiso permanente.

Y el compromiso de Jonatan con David también permaneció aún más allá de la muerte de Jonatan porque al morir Jonatan David hizo todo lo posible por buscar al único descendiente que tenía Jonatan para extenderle su pacto. Así que vemos es incondicional y es permanente, va más allá del aquí y el ahora.

Y nosotros vemos repetidamente en la Biblia que los pactos de Dios con su pueblo son de alcance eterno. Por ejemplo en Deuteronomio 7, versículo 9, es uno de mis versículos favoritos en la Biblia, Deuteronomio 7:9 dice:

“… conoce pues que Jehová tu Dios es sí es Dios, Dios fiel que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos hasta mil generaciones..”

Eso es mucho tiempo. Así que a vuelo de pájaro yo he querido establecer dos cosas: una que Dios es un Dios de pactos, esa es la primera, y segundo que aquellos con los que él establece pactos también son llamados a establecer relaciones de pacto en su vida. Y todos tenemos oportunidad para establecer esas relaciones de pacto, tenemos muchas relaciones en nuestra vida. Así que Dios es Dios de pactos y él es parte de nuestro llamado como hijos de pacto es extender esas mismas cualidades de pacto a otros que están en nuestra vida.

Y en nuestra vida nosotros nos enfrentamos diariamente con el reto de escoger entre dos mentalidades diametralmente opuestas: una es la mentalidad bíblica del pacto y la otra es la mentalidad de contrato. Tanto el pacto como el contrato consisten de un acuerdo entre dos personas, eso es básico, ¿verdad? Pero a diferencia del pacto, que ya vimos las características que tiene, se basa el contrato en qué provecho puedo sacar de esta relación. O sea, es mirar hacia mí necesidad y mis deseos.

Eso es lo primero, qué provecho puedo sacar de esta relación. También se basa en qué me va a dar el otro a cambio de lo que yo le de. Otra vez, una mentalidad centrada en mí mismo. Y también se basa en mi derecho de terminar el acuerdo si yo considero que el otro no está cumpliendo con su parte. Eso es una mentalidad de contrato. Claro, en nuestra vida tenemos que hacer contratos, ¿verdad? Usted no va a comprar un carro sin que le den un contrato donde especifique cuáles son los acuerdos. Eso lo sabemos, pero es el día a día de cosas, digamos que no tienen relevancia eterna. Pero cuando estamos hablando de relaciones el tener una mentalidad de contrato es muy diferente a las relaciones que se establecen bajo un pacto. Y otra vez un pacto se establece, o sea, la mentalidad de pacto incluye el beneficio del otro, hacer cosas por el beneficio del otro, en promesas incondicionales, en el amor práctico, ágape, y en el compromiso permanente.

Y el pacto vemos que es todo lo contrario, es algo que yo hago para mí beneficio últimamente, no es por amor, no es por el beneficio del otro sino para el mío propio. Y nosotros como hijos de pacto tenemos que resistir la tentación de obrar en nuestras relaciones con la mentalidad de contrato. Muchos de nosotros hemos adoptado esa mentalidad predominante en nuestra cultura. Si usted mira alrededor, usted ve todas las muchas relaciones humanas se basan en la mentalidad de contrato, y un contrato no tiene los elementos perdurables que tiene un pacto.

Por eso es tan alta la tasa de divorcios, por eso es tan frecuente el adulterio, por eso se establecen distancias y rencillas en las diferentes relaciones, por cosas sencillas y tontas, insignificantes rompemos relaciones con otros, por eso terminamos relaciones de amistad y por eso dejamos de hablarle a alguien cuando nos sentimos ofendidos. Todo es porque está obrando en nosotros una mentalidad de contrato y no una mentalidad a largo alcance, de pacto.

Y Dios quiere algo mejor para sus hijos. Yo creo que es tiempo ya que vivamos vidas miserables en nuestras relaciones, cuando en realidad somos llamados a mucho más y al nosotros tener relaciones de pacto, Dios nos va a bendecir en una manera especial.

Él quiere algo mejor para nosotros, él no quiere que hagamos de decisiones relacionales basadas en contrato. Él quiere que lo hagamos en base a los fundamentos de una mentalidad de pacto.

La iglesia primitiva que estaba en su primer amor creyendo que la venida del Señor estaba cerca, se caracterizaba por un amor genuino y generoso. Era una iglesia de pacto donde compartían la comida, hacían obras de caridad generosamente, ¿y qué pasaba por eso? Porque la gente alrededor veía esa mentalidad de pacto, en la iglesia primitiva por eso se añadían a ella. Estaban atraídos por ese amor y compromiso que ellos veían que se vivía en ese contexto de la comunidad cristiana primitiva.

Tu te has preguntado alguna vez si la manera en que tu te conduces es una manera que llama la atención de otros para que otros se acerquen a ti y deseen tener lo que tu tienes. Te has preguntado si donde tu estás ese lugar, esa relación queda mejor porque tu estuviste ahí. Esa es una buena pregunta que tenemos que, en nuestras relaciones, en todas, sean aún relaciones casuales, digamos, donde no vamos a ver quizás mucho más a esa persona, nuestra pregunta es, estoy conduciéndome con una hija o un hijo de pacto. ¿Los demás ven en mí algo especial que ellos también desearían tener en término de las relaciones? ¿Dejo el lugar mejor porque yo estuve ahí?

Yo tengo la costumbre muchas veces de cuando voy a un lugar y veo, por ejemplo, no sé, en un baño veo que hay papeles tirados en el piso, tengo el hábito de recoger y dejarlo mejor. Eso es lo natural, en lo práctico, ¿pero también dejamos mejor un ambiente, una visita, una interacción con alguien, dejamos un, digamos, un olor agradable, un perfume especial porque nosotros hemos estado ahí? ¿Y que deja a la persona con deseos de saber qué es lo que nosotros tenemos y de dónde lo sacamos?

Eso nos compete a todos, dejar esa estela positiva detrás de cada uno de nosotros. Posiblemente la relación de pacto entre dos personas que tienen mayores repercusiones es la del matrimonio. El matrimonio no es una institución más dentro de la sociedad, todo lo contrario. Dios lo instituyó, uno de los propósitos principales del matrimonio es dar testimonio de su amor en la tierra. Para eso es el matrimonio, no para vivir vidas infelices, no para mi beneficio, no, es para nosotros poder proyectar el amor de Dios aquí en la tierra, por medio de las prácticas que identifican el carácter de Cristo, que ustedes saben que son largas pero algunas son: la paciencia, el perdón, la gracia, y el servicio. Así que eso es uno de los propósitos del matrimonio, dar testimonio de Dios aquí en la tierra, eso se extiende a la familia, a todas las relaciones.

Si nosotros hacemos memoria de los votos tradicionales que se hacen en una ceremonia nupcial, vemos que contiene lenguaje de pacto. Por ejemplo, uno de las ceremonias nupciales puede decir algo, te tomo por esposo o esposa y prometo amarte y serte fiel en riqueza o en pobreza, en salud o en enfermedad, en todo lo que la vida quita, y en todo lo que la vida da hasta que la muerte nos separe.

Eso es un lenguaje clarísimo de pacto. Tiene todos los elementos de pacto. Y hacemos estas declaraciones hermosas, con ese vestido lindo delante del pastor y los testigos, y lo hacemos con emoción y convicción en ese momento. Y lo creemos por un tiempo, pero después la vida nos da una bofetada y llegamos a una realidad, ¿verdad? De que las relaciones no son tan fáciles y se nos olvida cuando llegan esos desacuerdos, los tiempos difíciles, cuando llegan las tentaciones, cuando llegan momentos que nos sacuden porque van exactamente en contra de lo que nosotros deseamos para nuestra vida, y poco a poco lo que hacemos que le permitimos a la mentalidad de contrato tomar control de la relación y peligrosamente vamos desvalorizando, subestimando la relación y dejamos de invertir en ella.

El pacto va muriendo y se va entonces sustituyendo por una mentalidad de contrato. Empezamos a meditar si vale la pena, ya que no estoy obteniendo el beneficio que yo pensaba de acuerdo a mis expectativas, pensamos, bueno, ya esto, ya no estoy obteniendo felicidad. Muchos de nosotros determinamos la salud de un matrimonio en base a si soy feliz o no, y entonces ese proceso que ocurre entra en una relación matrimonial muy poquito a poco, es un proceso paulatino hasta que puede convertirse en el distintivo de esa relación. Ya no es una relación de pacto sino es más bien una relación de contrato. Entonces vamos tomando otra identidad y ya no es lo que originalmente Dios deseaba. Yo te animo, que si ese es tu casa, tu eres casado y ese es tu caso que tu ves que es más la mentalidad de contrato la que está entrando en tu relación, es hora de que revises y vayas al plan original de Dios para establecer un matrimonio que verdaderamente sea de pacto.

No te estoy diciendo que porque tengas un matrimonio de pacto, no va a haber dificultades, no, no estoy diciendo eso. Lo que un matrimonio de pacto te permite hacer es que cuando viene la dificultad, cuando viene el desazón, la traición aún, entonces podemos obrar con la justicia de Dios, no en base a la carne, al contrato, sino en base a la justicia de Dios. De eso te sirve un pacto.

Yo he tenido el privilegio de conocer muchas parejas que han estado al borde, a veces hasta se han divorciado, y al recuperar la mentalidad de pacto ambos, han podido volver a recrear una relación basada en pacto. Así que eso no es imposible, y yo sé que, yo tengo el privilegio de haber escuchado la historia de muchas personas, muchos de ustedes que a pesar de dificultades terribles, terribles, han optado por obrar desde el punto de vista de una mentalidad de pacto. Y veo cómo Dios bendice la vida de una persona que resiste la tentación de tener mentalidad de contrato y de rechazar porque no estoy recibiendo exactamente lo que yo creo que merezco, quiero, porque no soy feliz, sino que han seguido luchando hasta que Dios le ha dado los anhelos de su corazón. A veces cuesta, pero los beneficios que obtenemos a la larga redundan, no son solamente para nosotros, sino para futuras generaciones.

Tu matrimonio de pacto y el mío es crucial para la generación joven que hoy se levanta. Hace unos meses en la radio escuché de un estudio muy interesante que condujo una investigadora social liberal. Ella entrevistó a número significativo de jóvenes adolescentes acerca de si deseaban casarse o no. Y la premisa de ella era que el matrimonio es una institución obsoleta, que ya no tiene mucha validez en este tiempo y que esos jóvenes iban a contestar mayormente que preferían, en el futuro, en vez de casarse, establecer una relación de cohabitar con su pareja. Pero para gran sorpresa de ella, ella no esperaba nada de eso, ella estaba muy, muy sorprendida, lo que descubrió es que la gran mayoría, no puedo decir el por ciento, pero era mucho más, era casi 90% o más de esos jóvenes contestaron que ellos deseaban casarse, que deseaban entrar en una relación matrimonial. Pero esa es la parte positiva, la parte triste es que también expresaron su gran temor, su terror de fracasar en la relación. ¿Por qué? Porque han visto tantos fracasos.

Hay personas que no pueden contar ni siquiera con un matrimonio saludable o sano de pacto en su familia. Así que muchos de estos jóvenes no habían visto cómo se vive un matrimonio de pacto, y por eso tenían temor. Así que eso es una tierra de oportunidades para nosotros, para la iglesia. Vamos a esforzarnos por tener matrimonios de pacto.

Y yo quiero hablar ahora un momentito a las personas divorciadas. A veces suceden cosas, a veces no ha estado en nuestro control mantener el pacto de matrimonio. Por mis palabras no quiero herirles ni mucho menos condenarles, ese no es mi propósito, porque yo sé que el pacto de Dios con su vida todavía está. Hubo un fracaso pero eso no debe determinar el futuro de nuestra vida jamás, y nosotros siempre tenemos que seguir adelante y tener relaciones de pacto dondequiera que Dios nos ponga. Si hemos tenido un fracaso es hora simplemente de aceptar la gracia de Dios y seguir viviendo como hijo de pacto, así que no quiero crearle tristeza porque entiendo muy bien, sé que hay historias tristes y Dios sabe y sé también que Dios aunque estoy enfocando un poco el tema de matrimonio, sé también que Dios es Dios de pacto para la mamá soltera, y para el papá soltero. Eso no me cabe duda. Y de hecho hace un tiempito una hermana muy querida de esta congregación me dijo que Dios le había dicho claramente a ella que no se preocupara por sus hijos porque él era el Padre para sus hijos. Ella no tiene el privilegio de tener un ex esposo cristiano que pueda ser una buena influencia sobre los hijos pero Dios pactó con ella.

Así que en nuestra vida Dios nunca se va hacer ausente. Él siempre, siempre quiere tener un pacto con usted. Pero sabemos también que idealmente es la relación de matrimonio debe permanecer intacta y debe ser una relación para bendición y ya vimos por ese estudio de estos jovencitos que es necesario que haya matrimonios de pacto que le den un testimonio, una aliciente, una esperanza a estos jóvenes de que sí se puede, que sí se puede tener un matrimonio fructífero.

Así que ya sabemos que Dios es un Dios de pactos perpetuos y que Dios es un Dios de pactos generacionales. Se acuerdan que decía que hasta mil generaciones, eso puede ser simplemente un hipérbole. Yo escojo creer que es la verdad, que Dios está para bendecir mi vida y la vida de mil generaciones después de mí.

Y sabes que el vehículo principal para la transmisión de la mentalidad de pacto es tu familia, es ese contexto pequeñito que tu crees que nadie ve, es ahí donde Dios escoge transmitir la mentalidad de pacto. Y tu sabes que tu hogar está llamado a ser hogar de pacto, santo y apartado para el Señor. Es un lugar de privilegio donde Dios enseña a través de las autoridades establecidas en ese lugar; papá y mamá, enseña, o mamá sola, papá solo si ese es el caso, le enseña a los hijos, la mentalidad de pacto. En los genes espirituales que te identifican como hijo de Dios está incluido el cromosoma del pacto que tu tienes el privilegio de transmitir a la actual generación y a futuras generaciones. Así que eso está en nuestro ADN espiritual. No solamente somos hijos de Dios, somos hijos de pacto.

Y el mejor fundamento, y el mejor regalo que tu puedes darle como pareja a tus hijos es manifestar la mentalidad de pacto en el trato dentro de tu hogar, como manejan el enojo, cómo buscan reconciliación a la raíz de un conflicto, cómo se perdonan, cómo se sirven el uno al otro, cómo se mantienen fiel e interesados el uno en el otro. No subestimemos nunca el poder tan grande que tiene eso, cómo nosotros vivimos en el pequeño contexto del hogar, pasan muchas cosas y es ahí donde nosotros transmitimos esta mentalidad de pacto, es en el día a día. A veces nuestros actos van a hablar mucho más alto que nuestras palabras y es cómo tu escoges obrar con tu pareja, con tus hijos, es lo que les enseñas a ellos, pueden absorber como esponjas esa mentalidad de pacto y un día van a poder edificar eso mismo, bajo esa misma mentalidad de pacto porque tu has sido fiel en transmitírsela a ellos. Eso es una gran verdad.

Y muchos de nosotros no le damos importancia a la transmisión generacional de la mentalidad de pacto. Vivimos muchos de nosotros vivimos encerrados en el aquí y el ahora y permitimos que el aquí y el ahora domine nuestras decisiones y nuestras relaciones y mucho malgastamos la vida, la vivimos a veces mediocremente, nos damos a otros con poca generosidad, más bien tacañamente aún aquellos que están más cerca de nosotros. La vida se nos escapa, a veces, si usted toma agua en sus manos no puede retenerla, ¿verdad? Se va y a veces eso nos pasa con las oportunidades que Dios nos da, se nos escapan de la mano así como se escapa el agua de las manos. Y perdemos oportunidades para crecer y para establecer relaciones que traigan honra y gloria a Dios y que hagan a las próximas generaciones receptivos a su pacto. Porque se acuerdan, es ahí, es en el día a día donde enseñamos esta mentalidad de pacto.

Yo te puedo retar en este día a que tu reconozcas que en ti puede haber cosas, comportamientos, patrones de pensamiento que te impiden tener relaciones de pacto plenas, quizás algunos, el cambio no tiene que ser tan grande, otros quizás sí, pero te puedo retar en este día a analizarte a ti misma y ver si tu estás estableciendo relaciones de pacto con los que están más cercanos a ti, mire, hasta con las amistades, hasta con los amigos tenemos que tener relaciones de pacto, porque podemos traer mucha bendición y podemos ayudar a alguien que no conoce al Señor, a entrar en el Reino, por la manera en que nosotros lo tratamos.

Yo te puedo retar a hacer cambios en tu vida que te permitan comprometerte a invertirte tu, a invertirte tu, no dinero, no nada, a invertirte tu en el bienestar de otros a través de un compromiso permanente, solamente por el beneficio del otro. Esas son cosas que tenemos que analizar y examinarnos a nosotros mismos y ver si estamos dando todo lo que Dios quiere que demos.

Recuerda que tu eres un hijo de pacto que has sido, como hemos dicho antes, apartado y señalado ¿por quién? Por Cristo, nada menos, por Cristo para recibir los beneficios de un nuevo pacto. Recuerda que en ti están los mismos recursos para hacer pacto que estaban en Jonatan y David, en Ruth y Noemí, esos mismos recursos que ellos tenían, están en ti hoy en día. Tu puedes establecer esas relaciones si tu lo deseas y tienes a Cristo como tu compañero en ese trabajo.

Y yo te animo a que no te des por vencido en esas relaciones difíciles, a veces lo más fácil cuando viene el desazón, especialmente cuando lleva un tiempo darnos por vencido, no devuelvas jamás mal por mal, sino todo lo contrario. Se fiel y misericordiosos, persiste en amar aún cuando tu no veas un fruto inmediato. Cuantas veces yo no he visto situaciones de otras personas donde el resultado no se veía, no había ningún resultado del amor, del sacrificio de una persona, pero al paso de los años ocurrió un milagro. Pasa tanto con los hijos, ¿verdad? Que se apartan de los caminos del Señor, que entran en rebeldía, pero si usted persiste en tener relaciones de pacto con ellos, usted va a ver algo milagrosos. Yo se lo aseguro, ya lo he visto tantas veces y sé que Dios lo hace, aunque sea el último día de la vida de ese hijo, usted no sabe que Dios puede hacer, y nos compete solamente actuar con ese hijo basado en el pacto.

Aprenda a ser fiel y misericordioso, cuando ores pídele al Señor que le enseña a amar. Todos nosotros necesitamos eso, todos, todos. Ningunos de nosotros ama aquí como Cristo ama a su iglesia, así que es necesario que pidamos que perdón, confesemos nuestras faltas, nuestras limitaciones en nuestra capacidad de amar y le pidamos a Dios que acreciente eso en nosotros de poder amar como un hijo de pacto.

Y también te quiero pedir que acrecientes en ti la visión de tu impacto sobre la presente y las futuras generaciones. No subestimes jamás el impacto que tu puedes tener a través de una relación de pacto con tu esposa, tu esposo, tus hijos, tu familia extendida, tus amigos, tus vecinos, con los hermanos de la iglesia, nunca subestimes la importancia de eso, del beneficio de una relación de pacto.

Y quiero terminar diciendo, hace poco, el 22 de agosto, ocurrió un importante suceso en familia, en mi vida que me abrió los ojos a la importancia de crecer en la mentalidad de pacto. Entendí mejor ese día, el 22 de agosto, que el aspecto sobrenatural que constituye el fundamento de todas las relaciones de pacto. Ese día tuve el privilegio de presenciar el nacimiento de mi primer nietecito, Caleb Jonatan, y cuando yo lo miré fue como que el futuro se me abrió, se abrió delante de mí y después de obviamente de admirar su carita, el cuerpecito, los deditos, de aaaaah, de todas esas cosas que hacemos cuando nace un bebé, después de eso calladamente en mi espíritu yo oré, le hablé a mi Padre celestial y le di gracias porque ese niñito, Caleb nacía en una familia de pacto que tiene mentalidad de pacto.

Le di gracias por los pactos que nos unen unos a otros en nuestra familia, aún con aquellos que se han añadido a nuestra familia recientemente, le di gracias también por sus padres, que tienen convicción de pacto, y que se están preparando y tienen esa conciencia de la responsabilidad tan grande de que ellos tienen de transmitir su fe a esa nueva generación en este caso, a Caleb. Y le di gracias a Dios aún por el nombre, porque ellos se tomaron tiempo para escoger un nombre que también refleja la mentalidad de pacto que hay en ellos. Así que di gracias por todas esas cosas y le pedí, Señor, ayúdame a mí, ayúdanos a nosotros a modelar el amor a este bebito pequeñito que hoy nace, ayúdanos a modelar el amor de manera que él entienda muy bien desde la temprana edad el pacto que Dios tiene con él y la importancia de las rleaciones de pacto, y que pueda llegar a ser la persona que Dios quiere que sea, que nada de lo que nosotros hagamos como padres, como abuelos, como tíos, nada impida o sea un tropiezo para él llegar a lo que en la mente de Dios se ha determinado que él sea.

Y ¿saben una cosa? Caleb no ha nacido en una familia perfecta, no, de ninguna manera como ninguna familia es perfecta. Pero sí ha nacido en una familia que apasionadamente ha adoptado una mentalidad de pacto y que se esfuerza por vivirlo día a día con nuestros errores, sí, pero tenemos esa conciencia del pacto, de la importancia que nosotros tenemos, para esta generación que ahora se está formando y la que se va formar más adelante.

Así que querida hermana, querido hermano, al entrar en pacto con Dios, Dios se compromete contigo para siempre. No es por un tiempo, es para siempre y esa es razón de alegría.

En Primero de Crónicas 16:15 el rey David declara refiriéndose a Dios estas palabras, él dice que Dios hace memoria de su pacto perpetuamente y de la palabra que él mandó para mil generaciones. Hoy en día, Dios hace memoria del pacto perpetuo que él ha hecho contigo y con las futuras generaciones que te seguirán a ti. La respuesta tuya es simplemente apropiarte de ese pacto con agradecimiento en tu corazón, con emoción, como cantamos el canto ese anteriormente de Dios de pactos, que tocó la fibras de nuestro ser, eso es lo que tenemos que hacer, esa es solamente nuestra parte: responder a ese pacto abriendo nuestro corazón con agradecimiento, abrazando el pacto y viviendo como una hija de pacto o un hijo de pacto en todas nuestras relaciones.

Y quiero terminar con una bendición que está en el libro de Hebreos, Capítulo 13, es el final del libro de Hebreos, es una bendición que el autor da a los hebreos que recibieron la carta. Hebreos 13, 20 al 21 y dice así:

“…Y el Dios de paz, eso es para usted, y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo, al cual sea la gloria por los siglos de los siglos…”

Oremos, sellando esta palabra en nuestros corazones en este día. Padre, gracias, gracias por tu palabra, gracias por el pacto que en tu misericordia tu has hecho con esta iglesia, con nuestras familias, con cada uno de los individuos, Señor, que componen esta casa. Gracias, Señor, porque has tenido misericordia de nosotros, nos has visitado, has irrumpido en nuestra historia personal para hacer un pacto con cada uno de nosotros. Señor, al terminar este tiempo de estar en tu presencia, de adorarte, de meditar en tu palabra, Señor, yo te pido que tu selles esta palabra en la mente y en los corazones de mis hermanos y en la mía propia, Señor.

Ayúdanos, Señor a vivir como hijos de tu pacto. Ayúdanos, Señor, a establecer relaciones que traigan honra y honor a tu nombre, Señor. Relaciones donde no las establezcamos para nuestro beneficio, donde no haya rechazo porque no hemos recibido lo que esperábamos, Señor. Ayúdanos a establecer relaciones fundamentadas en tu palabra, Señor, relaciones en que nos entreguemos el uno al otro con generosidad, Señor, relaciones en las que podamos comprometernos con otros, con pactos incondicionales, Señor, y comprometernos permanentemente.

Señor, necesitamos como pueblo, como sociedad, como iglesia, necesitamos Señor, testimonio de que tu eres poderoso para sanar las relaciones, de que tu eres poderoso para permitirnos hacer toda la buena obra que es agradable a ti, Señor, que eres poderoso para darnos todo lo que necesitamos aún cuando en nuestras propias fuerzas creemos que no podemos.

Señor, yo te pido que tu bendigas a cada uno en este lugar, Señor, sin importar en qué situación de vida está, Señor. Yo bendigo, Señor, al padre y a la madre, bendigo al esposo y a la esposa, bendiga a la madre y el padre soltero, bendigo a los hijos, a los solteros, Señor, a los pequeños, a los grandes, a los ancianos, Padre. Y te pido Señor que esta palabra se haga realidad en las vidas nuestras, Señor te entregamos tu día a día, Padre, nuestro día a día, con nuestras luchas, con nuestra aflicciones, con nuestros dolores, con nuestras insatisfacciones, todo eso te lo entregamos, Señor y hacemos hoy en este día pacto contigo de que recibimos tu amor, y recibimos tu poder para hacer aquello a lo cual tu nos has enviado.

Señor, sana nuestra tierra, Señor, sana nuestras relaciones, Padre, sana el matrimonio. Señor restituye el matrimonio a tu diseño original, Padre, y que sea cada uno de nosotros responsable y con gozo y con deseos de agradarte a ti, Señor, sanemos lo que tu nos has entregado, que seamos agentes de sanidad, Padre, en todas nuestras relaciones.

Presentamos las relaciones entre amigos también, Señor, bendice eso también. Todo tipo de relaciones, aquellas que tenemos en el trabajo, en el hogar, en el vecindario. Bendícenos, Señor. Señor, recibimos de ti y sabemos que en fe nos vamos en este lugar, de que tu vas a hacer la buena obra que has comenzado y que nosotros solamente nos compete, Señor, creerte a ti y entrar en tu designio eterno de pacto, Señor. Gracias, por tu amor, gracias por tu palabra, Señor. Gracias, Señor, en el nombre del Jesús. Amen.

Read More
español christian De Santiago español christian De Santiago

Los Cristianos - listos para gobernar las naciones?

TRANSCRIPT

La palabra de Dios, Dios tiene todavía cosas que decirnos. Vamos al Libro de Levítico, Capítulo 10, comenzando con el versículo 1, pero antes de entrar en ese pasaje, déjenme a los hermanos que nos visitan, los que no han estado aquí anteriormente o los que estuvieron ausentes. Estos sermones forman parte de una serie que estoy predicando sobre el tema de la autoridad, por lo menos hay 4 ó 5 por ahí que recuerdan.

El tema de la autoridad. Esto es parte de una serie que hemos iniciado comenzando con el primer sermón que hablé sobre la obediencia y después entramos en el tema de la autoridad porque una cosa como que llevó a la otra. Porque están vinculados estos temas. Y yo decía que yo siento que el Señor primero ha hablado a mi vida.

Cuando yo comencé esta serie en realidad yo ni sabía en qué me estaba metiendo y obedecí simplemente a un pensamiento inicial que Dios puso en mi corazón acerca de la obediencia y como ustedes recuerdan hablé sobre obediencia al Señor, obediencia al Padre, y de que obediencia es mejor que los sacrificios. Esos sermones, de paso, están en el website, en la página del Internet, si usted quiere buscarlos y así poder tener una idea de todo el recorrido que hemos hecho.

La obediencia al Padre está vinculada a la obediencia a las autoridades humanas también. Una cosa está vinculada a la otra. Y por eso lógicamente yo me vi impulsado a continuar con el tema de la autoridad. Y en este proceso de compartir con ustedes y de meditar sobre ese tema se me ha abierto toda un panorama de meditación sobre un área que yo creo que es de absoluta importancia para el pueblo de Dios en este tiempo que estamos viviendo porque mi impresión y no solamente la mía, sino la de muchos que observamos el mover de la iglesia de Jesucristo en este tiempo, y que meditamos en lo que Dios quiere hacer con la iglesia en estos próximos años y quizás décadas, dependiendo de cuánto se tarde el Señor por venir, todo eso depende mucho de que la iglesia se aliñe, se sincronice con la palabra de Dios, se sincronice.

Esa palabra la voy a usar en una manera muy deliberada y cuando digo la palabra se me ocurre una comparación que puede ilustrar esto. Hace poco yo entré, di un paso más al mundo de la tecnología y me lo recordó el aparatito que estamos usando en la semana de promisa, con los iPods, no sé si es un iPod lo que estamos usando. Los iPods, yo había resistido mucho eso hacía tiempo y finalmente Sonia, nuestra hija mayor nos regaló un iPod y yo comencé a aprender a usarlo, etc. Estoy feliz con mi aparatito iPod. Lo único que no me van a ver por ahí corriendo con un aparatito de esos en los oídos, ni nada de eso, pero es muy interesante lo que puede hacer.

Y una de las cosas que usted hace con un iPod, digamos que usted graba música en su computadora. La música pasa a su computadora y está ahí almacenada en la computadora y la computadora le pone los títulos de cada canción que ella está almacenando. Entonces usted coge su aparatito, el iPod, lo enchufa a la computadora, y la computadora te pregunta ¿quieres tu sincronizar, es la palabra, lo que está en la computadora con el aparatito? El aparatito es simplemente un aparato para almacenar información, en este caso, música. Entonces, ella le dice, ¿quieres compaginar el contenido musical que está en mí, la computadora, con el aparatito que tu estás conectando? Entonces yo le digo, sí, y aprieto el botoncito que dice sync, entonces la computadora hace sus cosas ahí, raras, que yo no voy a poner a pensar qué es lo que hace, pero misteriosa, mágica, maravillosamente la música baja al aparatito y yo le conecto una bocina, o lo que sea, y puedo escuchar exactamente lo que estaba en mi computadora en el aparatito. ¿Por qué? Porque se sincronizó. En otras palabras, se puso en línea el aparatito con el contenido que estaba en la computadora.

Y hermanos, yo creo que eso es lo que Dios quiere hacer con cada uno de nosotros y con su iglesia en este tiempo. ¿Cuál es la computadora? La palabra de Dios, el Espíritu Santo. Y Dios quiere que tu y yo y que la iglesia sobretodo, en general, se compaginen, se sincronice, se aliñe con el corazón de Dios, con la mente de Dios, con el contenido de la palabra de Dios, de manera en que la forma que Dios piensa, siente, razona, obra, su forma de ver el mundo, pase a tu corazón, a tu mente y que entonces tu puedas sincronizar el contenido del corazón de Dios con el contenido que está en tu corazón. ¿Entiende? Nunca lo vamos a hacer totalmente pero yo sí creo que podemos compaginar, yo creo que ahora mismo la iglesia de Jesucristo está desalineada completamente.

Interesante me pasó algo, otra cosa que puede ilustrar esto un poquitito más, ya estoy en el contenido del mensaje. Miguel, mi yerno, yo vi unas canciones que estaban en su iPod que yo quería tener en el mío. ¿Saben qué? Él es más hip, más moderno y tenía un contenido que yo aquí bien atrasado en eso, no tenía. Yo digo, guau, yo quiero esta, y quiero esta y quiero lo otro, y quiero ese CD completo. Había uno de jazz ahí muy bueno, que se los voy a recomendar después, santo todo, no se preocupe. El caso fue que no se supone, es decir, el programa del iPod no está hecho para que se baje canción de esa manera. Pero me dijo, no te preocupes, yo conozco de un programa que permite que se baje el contenido. Entonces a través de otro programa, que no era el contenido legítimo de la computadora, el iTunes.

Él usó otro programa para poder bajar el contenido de su computadora a mi iPod y así lo hizo y yo feliz con mi… pero ¿Qué pasó? Que cuando yo volví a querer bajar otras canciones en mi computadora, la computadora reconoció que en mi iPod había contenido que ella no me había dado permiso para yo bajar a mi iPod. Y me dijo, hay canciones aquí que no están autorizadas para ser bajadas. Ella reconoció que el programa que había metido esas canciones no era el mismo que ella tenía y que Apple, para mantener su monopolio, muy bien ha controlado. El punto es el siguiente que muchas veces así pasa.

Hay veces que hay contenido en la mente de la iglesia, hay contenido en el corazón del pueblo de Dios que Dios no ha autorizado que baje a nosotros. Hay contenido en mi mente, hay patrones en esta iglesia de gobierno y actitudes, y comportamientos, hermanos, en nosotros, maneras de pensar y razonar que Dios cuando nos examina para ver si estamos sincronizados con él, dice, ese programa no lo puse yo allí. Ese contenido no es mío y Dios lo rechaza. Y cada uno de nosotros, comenzando con el que les habla, tenemos contenido que no viene del corazón de Dios y tenemos que sacar ese contenido porque no puede haber conexión íntima y perfecta con el espíritu de Dios y ese contenido que está en nosotros. El espíritu de Dios lo rechaza y la información de Dios no puede pasar y correr adecuadamente entonces a través de nosotros.

El programa de Dios no se puede cumplir y manifestar con toda la plenitud que quiere manifestarse en nuestras vidas. Hay mucho contenido en el corazón de la iglesia, en el programa de la iglesia, en el gobierno de la iglesia, en la enseñanza de la iglesia, en el programa evangelístico de la iglesia, en el discipulamiento de la iglesia, en la forma en que los líderes se comportan en la iglesia, que no ha bajado del corazón de Dios o de su palabra, sino que ha bajado del programa de la cultura, del programa de la mente moderna, del programa del intelecto, del programa de la historia, el punto de la historia que estamos viviendo o del programa del propio corazón del hombre y de razonamientos carnales que nada tienen que ver con la cosmovisión, la visión de mundo que manifiesta la palabra de Dios.

Y yo creo que el corazón de Dios está diciendo en este tiempo a la iglesia, a la humanidad, yo necesito que ustedes aliñen su programa con mi programa, que ustedes aliñen su corazón con mi corazón. Hermanos, yo siento en mi espíritu que Dios está buscando, Dios quiere como nunca antes en la historia reconciliación con sus criaturas. Dios quiere reconciliarse con la humanidad, más bien, yo diría que en un sentido, es más, la humanidad necesita reconciliarse con Dios porque el Padre siempre está deseoso y dispuesto. Dios no quiere destruir a su criatura. Dios no quiere que nadie se pierda sino que todos procedan a vida eterna, dice la palabra.

Pero ¿saben qué? Al mundo le queda muy poco tiempo antes de que Dios conmueva como Dios me dio en mi corazón a leer en Hebreos 12, los otros días, 25 al 27 o al 29, dice, aún una vez, dice el Señor, y yo conmoveré los cielos y la tierra. Y yo creo que el corazón de Dios está preparado para conmover los cielos y la tierra en cualquier momento. Y Dios no quiere destruir, Dios quiere preservar su criatura.

Hermanos, Dios es un Padre. Imagínense a Dios como un hombre muy rico y muy poderoso que tiene millones y millones de dólares a su disposición y gente tiembla ante su persona. Y puede coger el teléfono y llamar a cualquier cabeza de estado en cualquier parte del mundo y lo van a conectar con ese presidente, pero tiene un hijo rebelde que insiste en meterse droga y a cada rato llaman a ese padre para decirle que su hijo lo arrestaron, y él usa su influencia para sacarlo de la cárcel. Y él se sienta con su hijo y trata de razonar con él y le dice, hijo, yo quiero protegerte pero tu estás camino a la destrucción. Y ese hijo persiste en desobedecer a su padre y en vivir en una forma autodestructiva.

Y hay algo en el corazón de ese hijo, una herida, un orgullo, algún impulso maligno que lo lleva a patrones de comportamiento que son autodestructivos. Ese hijo es inteligente, ese hijo tiene gran potencial, ese hijo tiene grandes talentos, ese hijo tiene un llamado, ese hijo lleva en su carne las células y los genes de su progenitor, y podría ser casi tan grande como su padre y tener tanto éxito y hacer más bien inclusive que su padre aquí en la tierra. Pero ese hijo está empecinado en vivir conforme a sus principios y sus deseos y ese padre, su corazón se lamenta y llora y sangra porque ese padre dice, mírame, a mí con tanto poder que tengo si yo cojo el teléfono el presidente de Estados Unidos me responde, si yo quiero enviar un millón de dólares a una persona yo lo hago, si yo quiero comprar y vender con mi dinero yo lo puedo hacer, pero no puedo meterme al corazón de mi hijo y en su mente y cambiarle lo que hay adentro. No puedo sacárselo porque no tengo el poder, la autoridad, no el poder pero la autoridad para… no puedo meter mi mano en su corazón y arrancárselo y limpiárselo. No puedo abrirle la cabeza y buscar dónde está el problema en su cerebro y compaginarlo. No puedo ir a donde está el asiento de sus emociones y coger una tuerca o un martillo o lo que sea y sacar la impureza.

Todo mi dinero y todo mi poder no me sirve para cambiar el corazón de mi hijo y solamente puedo contemplarlo camino a la destrucción. Y un día me temo que me van a llamar y me van a decir, su hijo falleció en un accidente de tráfico, o se metió una sobredosis de droga, o lo agarraron en una discoteca y le pegaron un tiro y yo no tengo la facultad de proteger a mi hijo de esa dirección autodestructiva en que él está.

Y hermanos, ese es el dilema de Dios en este tiempo con respecto a la humanidad. Dios tiene total poder, si él quisiera él podría tornarte a ti y a mí en un robot que hiciera exactamente lo que él quiere. Si él quisiera él podría meterse un instante en el seno de la historia y controlar y tomar el timón del universo y del mundo y cambiar el curso de la historia y convertir esta raza humana en una raza completamente obligada a obedecerlo a él, pero él está impedido de hacerlo por su propia justicia y su propio respeto a sí mismo. Y entonces necesita que el hombre se aliñe, que el hombre se humille, que esa criatura que él ha creado se ponga en sincronía con él para él poder hacer lo que él quiere hacer. Esa criatura está destinada a cosas inmensas. Dios lo hizo un poquito menor que los ángeles, en el corazón del hombre, en los genes del hombres de la raza humana hay potencialidades que usted y yo no nos podemos ni siquiera imaginar, pero tenemos que sincronizarnos con el Padre.

Esto que yo les estoy diciendo a ustedes, yo no sé de dónde me salió porque no es eso pero yo sé… todo eso está vinculado, se lo aseguro. Pero Dios está poniendo en mi corazón en este tiempo, hermanos, hay algo que está naciendo dentro de mí que ahora solamente me estoy atreviendo a comenzar a hablar de estas cosas y es que estamos en un tiempo clave donde Dios va a comenzar a hacer cosas grandes en el mundo, el curso de la historia va a cambiar y estamos al borde de un precipicio en el sentido positivo de la palabra, yo creo que se abre un tiempo de los tratos de Dios con la humanidad que yo mismo no estoy seguro lo que estoy viendo, pero yo sé que es grande. Y eso va a implicar, y aquí está la conexión, que la iglesia de Jesucristo, porque Dios quiere reconciliación con la humanidad, Dios le va a dar una última oportunidad a la humanidad, el Padre no quiere destruir a su creación. Antes de él terminar con esto y de enviar su juicio sobre la tierra, él está desesperadamente deseoso de que su criatura, que él ama por razones que no nos podemos jamás imaginar, por qué Dios escogió crearte a ti y a mí, por qué Dios hizo este experimento artístico tan increíble de formar con su boca un pedazo de tierra que se llama, la tierra, el planeta tierra, y plantar como se ponen pasas en un pastel, hombres y mujeres a caminar sobre él para que lo miren a él como él se mira a sí mismo. Y puso algo de él en esa criatura para que lo mire a él, casi con la misma lucidez con que él se ve a si mismo y para dialogar con esa criatura a través de siglos y siglos y resolver algo que tu y yo no podemos imaginarlo, qué es lo que hay en el corazón de Dios, en su relación con esta criatura que se llama el hombre, la mujer, la humanidad.

Y Dios ama a su criatura como un papá ama a sus hijos y eso hijo rebelde hiere el corazón del padre. Yo a veces siento el dolor del corazón de Dios en este tiempo con su criatura. Él quiere reconciliación. Su corazón está quebrantado. Él no quiero destruir al hombre pero necesita que el hombre se aliñe con él porque Dios no va a cambiar su forma de ser, él es alto y sublime. Los términos de la reconciliación entre Dios y el hombre van a ser conforme a lo que Dios ha establecido, no conforme a lo que el hombre quiere. ¿Usted entiende? Dios desea desesperadamente alinearse con su criatura pero ella se tiene que alinear con él. Él no va a cambiar sus términos, él quiere, desea ardientemente, su corazón sangra por reconciliación, no quiere destruir y le está suplicando a su criatura, no me dejes destruirte porque te amo y él no quiere que ninguno se pierda. Cada uno de nosotros es precioso para el corazón del Padre.

Y sin embargo, las naciones, los gobiernos, los países, los individuos, los sistemas se empecinan en decir no, yo quiero hacer las cosas a mi manera. Y el corazón del Padre sangra, sangra, sangra. Ese Dios, no me diga nadie a mí, que Dios es impasible y totalmente autosuficiente, que se mueve allá en absoluta otredad. No, Dios siente, hermanos, el Dios que yo veo en la Biblia es un Dios que sangra su corazón, un Dios que es capaz de sentir ira, celo, dolor, es un Dios apasionado.

Si usted siente pasión es porque Dios lo hizo a su imagen y porque él es apasionado y por eso usted siente sentimientos. Y ese Padre está sangrando por sus hijos y quiere reconciliarse con sus hijos, quiere que sus hijos se acerquen a él, le besen la mano y para él decirles, vengan hijos, estaba esperando. Como el hijo pródigo.

¿Usted ve la historia del hijo pródigo? El hijo estuvo por allá haciendo de lo suyo, dame mi herencia, su orgullo, fracasa y vuelve, y ¿Qué pasa? Desde que hizo el primer asomo de acercamiento al padre, ¿Qué hizo el papá? Se quitó la chancleta que tenía, ni siquiera se vistió, se fue con la bata de baño y salió a buscar a su hijo cuando lo vio a la distancia, y lo abrazó, lo besó, no le mencionó lo sinvergüenza que había sido, lo mucho que había herido su corazón, la vergüenza que le había traído a la casa. Simplemente, el hijo solo necesitaba hacer un gesto de quebrantamiento y de acercamiento y el corazón del padre se derritió enseguida.

Y ¿saben qué? Eso es lo que Dios quiere que haga la humanidad, que la humanidad mire los siglos de tragedia que se ha acarreado a sí misma, las guerras terribles, los genocidios, las muertes prematuras, los defectos de nacimiento, la libertad que ha tenido el diablo para destruir lo que Dios ama y que diga, guau, ¿saben qué? Regresaré a mi padre. Si cerca de mi papá hay todo lo que yo necesito, si los que están más alejados allá con mi papá, comen, y beben y gozan y mírame aquí, yo soy el hijo y estoy comiendo algarrobas, lo que comen los cerdos.

Y Dios está esperando que la humanidad cobre conciencia y diga, guau, que vuelva en sí, porque la humanidad está encantada, hipnotizada por los ojos de la serpiente. Y que la humanidad vuelva en sí y diga, ¿saben qué? Voy a regresar a la casa de mi padre y me voy a humillar a él. Y ¿saben qué? Dios no va a esperar ni siquiera que abramos la boca, él va a sentir el corazón de su criatura que se vuelve a él y enseguida, a la velocidad de la luz o más rápido, va a buscar reconciliación y va a decir, aquí estoy para bendecirte.

Pero, eso es lo que Dios quiere y yo sé eso viene y este es mi punto, porque como que no salgo de allí, y es lo siguiente, es que cuando ese momento llegue Dios va a necesitar una iglesia, una iglesia que opere conforme a su corazón para ella ejercer la autoridad que él necesita que ella ejerza sobre el mundo. Porque déjenme decirles, que en esa dispensación, voy a llamarlo así, que Dios abre y que se prepara para abrir para la humanidad, la iglesia, su iglesia, va a tener un rol administrativo, gobernativo bien importante que jugar.

Yo creo que la iglesia de Jesucristo en esa era, esa época que Dios quiere abrir, y primero va a venir juicio y entonces la apertura de eso y yo no estoy seguro, estoy siendo un poco vago porque no entiendo toda las concatenaciones y las relaciones de una cosa con la otra, pero, en esa nueva época que se va a abrir, la iglesia de Jesucristo va regir sobre las naciones y va a regir sobre sistemas intelectuales, gubernamentales, médicos, leyes, todas esas cosas, la cultura, la iglesia va a tener mucho que decir, va a ser una iglesia verdaderamente madre, una iglesia apostólica, una iglesia que las naciones van a venir para preguntar el consejo de los siervos del Señor. Y si esa iglesia no está gobernando conforme al corazón del Padre, va a fallarle al Padre, no va a poder ejercer la autoridad que ella tiene que ejercer, en la manera en que Dios quiere que la iglesia ejerza la autoridad. Y entonces por eso es que Dios está diciendo, iglesia mía, alíñense con los principios de mi palabra. Yo quiero restaurar los lineamientos de mi palabra a la iglesia para que ustedes puedan entonces gobernar en mi nombre y conforme a los principios de mi palabra, conforme al corazón de mi Hijo, para que no dañen lo que yo tengo para ustedes y para el mundo. ¿Me doy a entender?

Y por eso es que nosotros tenemos que aprender estos principios de la palabra de Dios: cómo se usa la autoridad legítimamente y cómo se somete uno a la autoridad legítimamente. La iglesia actual no está preparada, no está capacitada para ejercer la autoridad que Dios quiere poner en sus manos. Y por eso nosotros nos pasamos todo el tiempo diciéndole al Padre, Señor, trae avivamiento, Señor, envía a tu Hijo, Señor, restaura el gobierno de la iglesia, quita la afrenta de nuestra cabeza, dale la autoridad a tu iglesia que tu palabra promete. Y Dios dice, pero si se la doy ustedes va a hacer, como decimos nosotros en buen caribeño, un tollo, van a hacer una tontería, van a dañar la cosa. Yo no puedo darles autoridad hasta que ustedes no aprendan a usar la autoridad, y hasta que no aprendan a sujetarse a la autoridad.

Yo creo también que en esa época en que Dios quiere entrar a la iglesia, la autoridad apostólica va a ser muy importante, la autoridad apostólica. Eso quiere decir que yo creo que Dios quiere restaurar al gobierno de la iglesia ese tipo de ancianato, gente escogida por él, ungida por él, comisionada y dotada por él, en contacto muy profundo con su corazón y con su revelación que ejerzan autoridad en su nombre sobre la iglesia y sobre el mundo, y que la iglesia pueda ir a esa autoridad apostólica, recibir sus directivas, recibir revelación del Padre, esa autoridad y transmitirla a la iglesia para que la iglesia entonces ejecute las ordenes del Padre. Y la iglesia entonces tiene que aprender a llevarse de la cabeza, que Dios ha constituido.

¿Creen ustedes que esta iglesia fragmentada, denominacional, rebelde, cada uno como dice Gregory, como un chivo sin ley, todo el mundo por su lado, usted cree que esa iglesia está preparada para gobernar esta tierra, hermanos? Usted cree que esa iglesia está preparada para sujetarse a autoridad apostólica. Si hermanos, entre 5 cristianos hay 7 opiniones, siempre. Si cualquier cosa que uno determina aquí, como decía aquí en esta iglesia, gracias Señor, ese problema no existe, la iglesia de la hermana de Promisa, sí tiene esos problemas, pero nosotros no. Pero aquí, hermanos, cualquier determinación que se hace por tímida que sea genera muchas veces resistencia, crítica, segundas y terceras y quintas opiniones.

Usted cree que nosotros estamos listos para gobernar las naciones? De ninguna manera. De ninguna manera. Tenemos primero que aprender a sujetarnos a autoridad. Por eso es que, como les digo, Dios me ha metido en una trampa con estos sermones porque yo no entendía muchas cosas hasta que no comencé a profetizarlo y a predicarlos, de que nosotros, Dios dice, iglesia mía, pueblo mío, dice el Señor, si quiere reciba esto como profecía, yo me preparo para restaurarte y para ponerte en autoridad y yo necesito que tu te prepares porque el tiempo es poco, iglesia, queda poco tiempo, tenemos que ir a la guerra.

Se avecina el tiempo, no hay demasiado tiempo para prepararte largamente como quisiera, ya el tiempo ha pasado, el tiempo de la acción llegó, la mañana está por despertarse y ya solo quedan minutos para tu entrar en lo que tienes que hacer y tienes que alinearte conmigo, tienes que aprender a hacer guerra conforme a mí metodología, tienes que aprender a vivir conforme a mí modelaje, mí espíritu, mí corazón, mí mente, mí forma de pensar, tienes que aprender a razonar como yo razono, tienes que aprender a moverte como un ejército bien formado, bien concertado que se mueve conforme a las directivas que salen del cerebro, la cabeza que es Cristo, baja por la autoridad apostólica, sigue a través de sus pastores, sus maestros y baja hasta el líder congregacional y sigue y llega hasta el hogar, y pasa por el hogar al hijo y corre a través de las corporaciones, las universidades, los centros de salud, las escuelas, el asiento de gobierno, todo del padre, al hijo, a la autoridad apostólica, a los pastores maestros, profetas, Apóstoles, a la iglesia, a la familia, a los directores de corporaciones y de diferentes instituciones, todo un sistema y la iglesia tiene que aprender, y en todo eso está implicado el tema de la autoridad. Hasta que la iglesia no aprenda a someterse a autoridad no puede ejercer autoridad.

Y eso es, yo ni siquiera voy a tocar el texto ni nada porque yo creo que bastante tienes tu allí y yo ahora para pensar en lo que hemos escuchado. Pero esto es serio, hermanos, es bien serio. Yo o me estoy volviendo loco, o Dios me está hablando, no hay alternativa. Estamos entrando en un tiempo serio en la vida de la iglesia de Jesucristo y yo les digo hermanos, quítense los pañales porque la cosa más fea es un adulto con un pañal y vamos a vestirnos con la ropa de la adultez cristiana, vamos a aprender a lo que es ser el cuerpo, la iglesia de Jesucristo, vamos a tomar en serio la vida cristiana.

Lo que la hermana Carolina compartía con ustedes, y Dios como que lo coordinó todo muy bien, es eso, de que estos son tiempos serios, esto no es planchar la ropa el sábado en la noche porque voy a ir a la fiesterita esta que me dan en León de Judá, de 12 a 2 de la tarde. Esto es mucho más importante, más serio que esto, más sublime que esto. Hay ángeles que están escuchando esta predicación. Quien sabe si el ángel ese que vio Carina no se ha ido y está todavía allí mismo parado allí, escuchando lo que yo estoy diciendo, mirando hacia acá ahora mismo. Quien sabe. Y también hay un que otro demonio por ahí sentado con un cachimbo en la boca también sentado por ahí escuchando todo esto. El Señor lo reprenda en el nombre del Jesús.

Porque es serio, es serio pertenecer al Reino de Dios. Yo le pido al Señor, Señor, quémame con el sentido de reverencia por tus cosas, consúmeme con el sentido de lo serio del terreno que yo estoy pisando. Como le dijo Dios a Moisés, quítate las sandalias de tus pies porque lugar que pisas santo es. Y donde camina un hijo de Dios hoy es lugar santo. Tu casa es lugar santo, tu televisión es santo, tu iPod es santo, tu cama es santa, tu cocina es santa, la máquina donde tu trabajas del lunes al viernes es santa, tu carro es santo, tu ropa es santa, entiende dónde estás caminando.

Iglesia, el Señor te dice, la cosa se pone seria y le voy a pedir a los músicos que pasen por aquí. La cosa se pone seria. Dios le ha dado una vuelta al volumen bien grande. Estamos en tiempos importantes. A mis hermanos músicos yo les digo, sus instrumentos son santos, el tiempo es santo. Ese tres y medio por 25 santo, santo, serio, serio, serio, serio, serio, escúchame. Serio, serio, serio, serio.

Es así que dice el Señor y tenemos que, yo le pido al Señor, no nos dejes bajar de esa revelación. Do not let us go back to business as usual, please, Father. Have mercy on us.

Todo se pone mucho más serio, las bendiciones pueden ser millonésimamente más grandes y también el juicio y las consecuencias, todo se aumenta proporcionalmente, todo, todo. Quiere el Señor abrir nuestros corazones y nuestra mente para que entendamos lo que estamos diciendo, que yo primero, ruéguele a Dios que me ayude a mí a entender lo que yo estoy diciendo en esta tarde y vamos a pedirle al Señor, Padre, danos lo que tu vas a dar, dánoslo y prepáranos para recibirlo sobretodo. Lo que tu vas a hacer, hazlo si quieres hacerlo, pero nos dejes mancillar, manchar, malusar lo que tu pongas en nuestras manos.

Yo le pido al Señor, Padre, no me permitas jamás, jamás, jamás si tu pones algo en mis manos yo ensuciártelo. Lo único que le pido al Señor, si él nos va a usar en alguna manera que nos permita estar a la altura de lo que él ponga en nuestras manos, que nos limpie por dentro antes y nos prepare para ser el pueblo que él necesita que seamos y podamos usar su autoridad en una forma adecuada, que lo glorifique a él, que sea conforme a los principios de su reino, sincronizados al corazón de Dios, sincronizados al programa de Dios, sincronizados a la mente de Dios, sincronizados al sistema del Reino de Dios.

Ayúdanos Señor, ayúdanos, ayúdanos, Padre, ayúdanos. Pon tu santo temor en nosotros, pon tu santa mente en nosotros, Señor y has lo que vas a hacer, Padre. Te pedimos, Señor, queremos ver tu gloria, no es tanto que tu restaures a tu iglesia, no es tanto que tu le devuelvas su dignidad a su iglesia, no es tanto que tu iglesia reciba autoridad o poder, es que queremos ver la gloria de Dios manifestada, queremos ver el nombre del Jesús puesto en alto, queremos que el Hijo reciba toda la gloria en la tierra que él se merece, queremos que los principios del reino gobiernen esta tierra por el tiempo que tu quieras, queremos darle gloria al Hijo, queremos levantar al Hijo para que todo aquel que mire hacia él y en él crea, no se pierda, sino que tenga vida eterna. Queremos ser una señal en el mundo, queremos ser un pueblo humilde y quebrantado, sencillo y manso que camine esta tierra con ropas sacerdotal recordándole a la humanidad que su Padre les ama y que quiere reconciliación con ellos.

Ayuda a tu iglesia, Señor, a estar a la altura de lo que tu la has llamado a moverse. Y hoy te damos gloria y honra Señor, hoy te decimos, Padre, reconocemos tu gloria y tu grandeza. Perdónanos por no ser más útiles, perdónanos por permitirnos libertades que no tenemos derecho a permitirnos. Perdónanos por ser descuidados con tu gloria. Perdónanos por ser torpes y poco entendidos en lo que significa caminar en el lugar santo donde están los candelabros con los siete tubos a través de los cuales corre el aceite de la unción de Dios, la llama de la adoración, la cercanía del lugar santísimo, el sonido de la ropa de los sacerdotes cuando rozan su cuerpo, el silencio del lugar santo, la belleza de las grabaciones en las paredes que tu mismo mandaste y diseñaste, el olor del incienso. Perdónanos por no discernir, Señor, dónde nos movemos.

Ayúdanos a caminar como sacerdotes tuyos en esta tierra, Padre. Quebrántanos, humíllanos, moldéanos, haznos de nuevo, Señor. Reconstituye tu iglesia, trabaja en esta iglesia, cámbiala, Señor. La ofrenda que te ofrecemos es tan pobre, tan débil, padre, te pedimos perdón. Es lo que tenemos, ayúdanos a darte más. Te adoramos, te bendecimos, Señor, te exaltamos, exaltamos, exaltamos, te exaltamos, exaltamos, Señor, exaltamos. Te bendecimos, Señor Jesús. El es Dios, el es Señor y él necesita que su pueblo ejemplifique lo que es una relación verdadera con él ante la humanidad. Que el Señor nos ayude a ser la iglesia que él necesita que seamos. Estamos muy lejos de serlo pero vamos a seguir esforzándonos, vamos a seguir trabajando para que así sea.

Quisiera pedirle, ustedes se atreven a cantar ese himno otra vez alto y sublime, lo pueden hacer, vamos a escucharlo hermanos, a la luz de lo que hemos recibido esta tarde, si puede, la tercera de Promisa, pasar por acá. Vengan, vamos a escucharlo y escúchelo allí en meditación y si puede, cierre sus ojos, baje su cabeza, reciba del Señor esta… mire ese ser alto y sublime, es el Dios que nosotros servimos y ese es el Dios que nosotros tenemos que tratar con sumo cuidado.

Señor me ayude a mí que predico este mensaje, vivir a esa altura hermanos, estoy muy lejos, pero voy a seguir tratando y tratando hasta que yo sincronice mi vida con lo que él necesita.

Read More
español christian De Santiago español christian De Santiago

Fuego extraño = Buenas intenciones no son suficientes

TRANSCRIPT

Vamos a la palabra del Señor. ¿Cuántos recuerdan el tema que estamos tratando en estos días. Yo sé que no estuve aquí el domingo pasado, pero ¿Qué tema es? Sobre la autoridad. Digan todos autoridad, esa es la palabra clave, y yo he insistido en este tema porque siento del Señor que es un tema que es un tema profético, es un tema clave para nuestra iglesia en este tiempo de su desarrollo, es algo que Dios está hablando, yo creo, para toda su iglesia con I mayúscula, universal. Yo creo que Dios tiene grandes cosas para los próximos tiempos. Nosotros vamos a ser testigos de un mover del espíritu en esta tierra y en la historia como nunca antes en toda la historia de la humanidad.

Yo creo que Dios está preparándose para abrir una nueva época en la historia de la humanidad y por eso es que los tiempos se están poniendo tan cerrados y el conflicto entre el bien y el mal y el bien se ha hecho cada vez más definido, más gráficamente claro y el diablo está haciendo todo lo posible por acelerar y fortalecer su agarre sobre la humanidad porque él sabe que su tiempo está corto y Dios está preparando algo que, yo no estoy seguro exactamente de cuáles van a ser las proporciones o como eso encaja en todo el plan cronológico de Dios en la historia, pero yo si sé que un mover grande de Dios se prepara y Dios le va a regresar un nivel de autoridad a su iglesia universal que quizás jamás ha tenido sobre la tierra, sobre los gobiernos , sobre las instituciones, sobre las relaciones internacionales y una cantidad de cosas, las artes, el intelecto, las universidades. La iglesia va a recibir una autoridad sin precedentes y para que la iglesia de Jesucristo pueda ejercer apropiadamente la autoridad que Dios va a entregar en sus manos, necesita entender los principios de la autoridad y la iglesia va a necesitar primeramente saber cómo usar la autoridad en el espíritu manso, humilde y servicial de Jesucristo que fue un líder siervo, un líder que sirvió y sirve a aquellos que están bajo su autoridad, no se sirve de ellos, no se aprovecha de ellos, los sirve con humildad, con amor, con generosidad, pero también la iglesia va a necesitar gente que sepa someterse a la autoridad.

¿Cuántos pueden decir amén a eso? Gente que sepa someterse a la autoridad, primero del Padre, de la palabra y también de sus líderes. En esa iglesia que Dios está levantando, iglesia poderosa al nivel amplio, se va a necesitar autoridad apostólica. Repitan esa palabra, apostólico. Si usted va a la Biblia en el libro de los Hechos usted ve allí que dice la palabra, que el Señor Jesucristo delegó autoridad a 12 Apóstoles y ese concilio original estaba en Jerusalén y cuando había una disputa, una controversia, algo que resolver concerniente a los asuntos de la iglesia que estaba creciendo y expandiéndose, ¿a dónde iba el pueblo cristiano para recibir sus directivas y para resolver cualquier asunto que no estuviera claro entre los seguidores de Jesucristo, ¿ dónde iban? Mandaban a Jerusalén donde estaban los Apóstoles para que ellos dieran el fallo judicial acerca de cuáles iban a ser los lineamientos que se iban a seguir. Era una autoridad casi militar la que había, era una autoridad central.

Ahora, estos hombres estaban ungidos por el Espíritu Santo, habían recibido autoridad de parte de Jesucristo, habían sido tratados por Jesucristo. Mire a Pedro como fue tratado y humillado en preparación para ejercer autoridad. Entonces, cuando los Apóstoles daban un fallo por esa dirección se iban. Cuando hubo el problema de si los nuevos conversos judíos tenían que circuncidarse o aún los gentiles, sobre todo los gentiles, si los gentiles tenían que circuncidarse o seguir las leyes del antiguo testamento para ser cristianos fidedignos, o si simplemente podían continuar con su cultura pero aceptando la autoridad de Jesucristo, ¿adónde fueron para determinar cuál era la directiva? Fueron a donde los Apóstoles y los Apóstoles escucharon a Pedro, escucharon a Pablo, escucharon a todo el mundo y de ahí dijeron, está bien, ¿saben qué? Le mandaron una carta a todos los cristianos, les dijeron, le ha parecido al Espíritu Santo y a nosotros, escuche eso, en la misma voz dijeron, le ha parecido al Espíritu Santo y a nosotros, porque ellos tenían la autoridad de Dios con ellos. Nos ha parecido a nosotros y al Espíritu Santo que no se le moleste a los gentiles con asuntos de la ley judaica, sino que simplemente se eximan de esto y de lo otro, y que se sometan a las enseñanzas de Jesucristo. Y ahí de una vez todo el mundo tomó sus lineamientos y problema resuelto, no había eso de que eso no nos gusta porque nos sentimos mal los judíos, porque no se está guardando nuestrso principios y nada. Nos ha parecido bien a nosotros y al Espíritu Santo y todo el mundo se tuvo que alinear.

Usted ve, ese es un pueblo que sabe. Y eso no esta en el viejo testamento, porque cuando yo hablo de autoridad muchas veces hay gente por ahí que podría decir, pero el pastor se apoya siempre en relatos del Antiguo Testamento. Mire el concepto de autoridad corre a través de todas las páginas de la Biblia, Antiguo Testamento y Nuevo Testamento. La matriz misma de las Escrituras dependen de un marco de referencia de autoridad y desgraciadamente hoy en día la iglesia se ha dejado contaminar con los principios de la cultura moderna que es contraria a la autoridad.

La postura de la cultura moderna es mientras menos autoridad haya con que bregar, mejor. La autoridad debe ser reducida la mínimo que permita el funcionamiento básico de la sociedad o de las instituciones porque hay un escepticismo esencial hacia el concepto de autoridad, la cultura moderna, la mentalidad moderna está basada en todo lo contrario, es el escepticismo hacia la autoridad, la rebeldía hacia la autoridad. Más bien lo que rige en la cultura moderna, en la mentalidad moderna es el principio de la democracia y de que todos.. y fíjese yo soy el primero que dice amén a eso, pero aún en la democracia, déjeme decirle hay mucho, mucha autoridad por donde quiera. Métase usted en la ruta 93 y que lo pare un policía de esos estatales con su sombrero smoky y que lo pare, lo eche a un lado, y dígale usted, no yo no tengo respetar las leyes de la carretera porque esto es una democracia. Cuando vienen a ver, va a estar usted con dos cositas de metal en las muñecas camino hacia un precinto de la policía estatal. Hay autoridad, hay autoridad.

Dígalo usted al IRS, ¿saben qué? A mí mis principios morales no me permiten pagar los impuestos al gobierno de los Estados Unidos, no hay problema pero necesitamos tu casa mañana así que sálgase de allí. Hay autoridad, hermanos, la autoridad está por donde quiera. El principio de autoridad asoma, y usted se preguntará ¿y dónde está la Biblia que el pastor se supone lea antes de comenzar los sermones? No se preocupen, eso viene también, estamos dentro de la Escritura ya.

Las cosas más insospechadas funcionan conforme a principios de autoridad. Yo estaba sentado allí y se me ocurrió uno de esos ejemplos; una orquesta, el arte, miren el arte. El arte como que se nutre de la idea de lo que parecería lo contrario de autoridad, que es la creatividad, la libertad del artista, ¿sí o no? Los artistas toda su cosa es la expresividad, la originalidad, la libertad para jugar con las leyes y con los principios de la música, para crear nuevas cosas, el artista es el ejemplo fundamental de la libertad y sin embargo, el arte no puede funcionar si no es dentro de marcos de autoridad y leyes y reglas, sea la de los colores, los matices, las proporciones, las reglas que le impone la sensibilidad de la cultura dentro de la cual opera el artista, su propio entrenamiento, muchísimas cosas que ciñen y limitan la libertad que tiene un artista.

Pero aún más allá, una orquesta, una orquesta sinfónica que está compuesta de artistas, de músicos por ejemplo, una orquesta para que pueda producir una música hermosa y halagadora a los oídos tiene que estar absolutamente ceñida a principios de autoridad. Mire, por ejemplo, el conductor. El conductor tiene una autoridad casi absoluta sobre esos músicos que están ahí. El conductor, antes de que esa orquesta toque esa noche, por ejemplo, se habrá reunido muchas veces con esos músicos para ensayar la obra que van a estar ejecutando, y les habrá dicho a esos músicos, yo quiero que cuando lleguemos a ese punto de la sinfonía novena de Beethoven, los violines toquen sottovoce, bien bajito, mientras que las percusiones se levantan con más fuerza, o van en un crecendo, lo que sea, y en ese momento la pieza aquí dice que los vientos, los instrumentos de viento tienen que quedarse callados porque eso es lo que dice el score, no sé como se dice en español, lo que está escrito, lo que escribió el compositor. Y yo quiero que esta parte se interprete de esta manera.

Ahora, fíjese el conductor, aunque tiene bastante autoridad interpretativa, no puede ir más allá de las notas que el compositor escribió. El conductor tiene que ceñirse a la autoridad del compositor mientras que el compositor, se ha ceñido a la autoridad de la música, y las leyes de la música. Y a la vez los músicos se ciñen a la autoridad del conductor. Y todo es una cadena de autoridad. Y cuando llega el momento de ejecuta la pieza, el violinista no puede decir, ¿saben qué? Siento una inspiración entrando en mis venas y voy a comenzar. Él tiene que ceñirse al patrón establecido y todo el mundo tiene que funcionar dentro del marco de autoridad que ha sido establecido. Si ese músico se rebela muy pronto se va a encontrar en la línea de buscar trabajo porque tiene que ceñirse a la autoridad.

Entonces, usted ve a aun en las áreas más insospechadas el mundo funciona conforme a principios de autoridad, y la iglesia de toda las instituciones del mundo es una que tiene que aprender a funcionar en autoridad y necesita gente que sepa ceñirse a principios de autoridad. Cuando yo veo nuestros músicos aquí, y yo espero que ellos escuchen esto a las 12 con amor, les amo, les bendigo, son gente preciosa. Pero los músicos tienen que ceñirse a la autoridad de su director. Gonzalo tiene una autoridad delegada de mi parte como pastor, y esos músicos tienen que ceñirse a la autoridad de él. Esos músicos no pueden decir, bueno, que esto que yo quiero… no, no, no, ellos tienen que obedecer la autoridad delegada. Mientras que Gonzalo también no se va a enseñorear de ellos sino que los va a tratar con el respeto que ellos merecen. Pero esos músicos para que puedan ser de bendición a la iglesia tienen que estar ceñidos a la autoridad, si están en rebeldía en su corazón y no se ciñen a la autoridad la bendición de Dios no corre a través de ellos.

¿Cuántos entienden lo que estoy diciendo? Podrán tocar mucho técnicamente pero no habrá unción, porque la unción solo corre a través Dios hombres y mujeres quebrantados y humildes. Esa es la paradoja de la autoridad y es que hay mucha gente es dura de servis. Yo conozco mucha gente en las iglesias, en esta no, porque todos son santos, yo sé, pero en otras iglesias de donde vienen las hermanas de Plomiza, por ejemplo, hay gente que no sabe ceñirse a la autoridad, tienen problemas, tienen issues con la autoridad y por eso muchas veces tropiezan continuamente, no progresan, no entran a otros niveles y otras alturas espirituales de conocimiento del Señor, de ser usado por Dios, de entrar en intimidad profunda con la palabra de Dios. En sus vidas no progresan muchas veces porque están en rebeldía, están en lucha. Dice la palabra, dura cosa te es dar coces contra el aguijón. Dura cosa cuando usted en su corazón está, es como el niñito que su mamá le dijo, se lo puso de rodillas de castigo y le dijo a la mamá de donde estaba, sí, estoy de rodillas físicamente, pero estoy de pie adentro. Hay gente que es así, ellos hacen las cosas pero a regañadientes, pero mientras están refunfuñando como decimos nosotros los dominicanos, por dentro, siempre quejándose, mascullando que esto, que lo otro, que el pastor, que los líderes, que esto, y hay raíces de amargura en su corazón que impiden que la gracia de Dios fluya libremente a través de sus vidas. Como dice, Gige Avila, sonríe Cristo te ama. Hay que sujetarse a la autoridad, hermanos, y hay que recibir la autoridad con agrado.

A mi me bendice tanto gente en mi congregación que yo veo en su corazón esa sujeción a la autoridad y ¿saben qué? No es porque eso halague mi ego ni nada por el estilo. Al contrario, cuando yo veo eso, yo lo que quiero es echarme a sus pies y decir, mira, has lo que tu quieras con esta iglesia porque veo su corazón humilde y sencillo y líbreme Dios de yo abusar de esa gentileza y esa sujeción a la autoridad que ellos manifiestan. Al contrario, eso lo que hace es que me humilla a mí, porque yo sé que yo no merezco ese tipo de respeto.

Ahora, yo le transfiero inmediatamente la gloria a Jesucristo a quien yo represento, yo sé que ellos se sujetan, no a mí, Roberto Miranda, se sujetan a la autoridad que yo represento y a los valores que yo estoy encarnando en ese momento, porque si no los encarnara no me respetarían. Así que para mi no hay nada, eso pasa por mí y llega hasta Jesucristo inmediatamente, yo le hago un cheque inmediatamente transfiriéndoselo a quien lo merece. Dios me libre retener yo la gloria, nada de eso. Y la gente no entiende esto, hermanos, que mientras más humilde uno se hace, mientras más quebrantado uno es, mientras más sencillo de corazón uno es, para gloria del Señor más uno es bendecido, más corre la gloria de Dios a través del individuo. Es una paradoja del reino y en eso está involucrado la paradoja de la cruz, que mientras tu más te dejas crucificar y tu yo se muere más y se seca más ese orgullo humano que hay en nosotros, más lugar hay para que habite el espíritu de Cristo dentro de nosotros. Porque ese es el espíritu que él manifestó cuando se sujetó al Padre.

Mire, por ejemplo, lo que dice en Hebreos, vayamos a Hebreos un momentito. Miren cuál era la actitud de Jesucristo hacia la autoridad, Hebreos 5:7 y 8. Búsquelo allí para que no piense que yo estoy hablando aquí simplemente de mi carne. Yo siempre me gusta fundamentar las cosas que digo y razono en la palabra de Dios porque esa es mi autoridad principal. De paso, no importa cuánto le pueda molestar o inquietar a usted lo que yo estoy diciendo acerca de autoridad, la única pregunta que usted tiene que hacerse es la siguiente, ¿está el pastor Mirando razonando conforme a las Escrituras? Porque si yo estoy razonando conforme a las Escrituras, aunque a usted no le guste, ya usted no tiene que pelear conmigo sino que tiene que pelear con la Biblia, ¿sí o no?, ¿Verdad que sí? Porque muchas veces la gente escucha cosas que le molesta y yo sé que estas cosas molestan. Es más, si yo fuera más inteligente no predicaría sobre esto, pero como soy cabeciduro me obligo como pastor a predicar cosas que yo sé que enajena a mucha gente.

Déjeme decirle, nuestra iglesia podría tener mucha más gente si comprometiéramos un poco más el Evangelio pero que engaño más grande sería ese. Yo le digo al Señor, Padre, yo solamente quiero el número de personas que tu permitas que vivan en esta congregación dentro del marco de tu palabra, no quiero a nadie que esté aquí bajo pretensiones equivocadas. Yo nunca voy a comprometer con la ayuda del Señor, la palabra de Dios para tener gente con corbata y saco aquí en esta iglesia. Lo siento mucho, yo tengo que predicar la palabra del Señor y yo sé que cuando uno paga el precio al antes, Dios los bendice después. Esta iglesia si va a crecer tiene que crecer sobre fundamentos sólidos, duraderos, principios porque el día que yo me muera, Dios me lleve o lo que sea, si hay principios establecidos en esta iglesia, esos principios los van a mantener poderosa y próspera siempre. Cuando una iglesia se fundamenta en un hombre o en show, mientras dura el hombre o dure el show la iglesia se mantiene, pero qué fundamento más movedizo es ese, qué arena más traicionera es esa. Una iglesia tiene que construirse poco a poco, como dice la canción, de paso, solidamente, día a día, semana a semana, año a año bajo principios de la palabra de Dios.

Entonces cuando usted me escucha hablar de estas cosas que son a veces, yo pienso, para mucha juventud, para mucho profesional este tipo de enseñanza es difícil, para gente que viene del mundo anglosajón, o europeo, esta idea de autoridad suena a edad media, eso suena a medieval, eso suena a cavernícola, pero yo creo que esa interpretación es para mí, cavernícola, la interpretación sofisticada e intelectualmente sólida es una que respeta el principio de autoridad porque todo el universo como hemos demostrado, se rige por principios de autoridad. Entonces no pelee conmigo, pelee con la palabra de Dios.

La pregunta es ¿cree usted que esta Biblia es la palabra, la revelación de Dios para todos los tiempos? Si lo es, entonces, su única pregunta es, ¿está la persona que está predicando, razonando conforme a principios bíblicos? Si usted no encuentra manera de escabullirse de que sí está interpretando bíblicamente, entonces, usted tiene que hacer así, bajar la cabeza y decir, Padre, me voy a tomar a esa medicina amarga y cuando te la tomes va a ser amarga en tu boca pero dulce en tus entrañas. Diga amen, su vida va a ser bendecida. Ya hasta se me olvidó lo que iba a leer, no se me ha olvidado.

 

Hebreos, Capítulo 5, versículo 7 dice, ah, bueno es más, vamos hacia atrás, vamos al 5 que me parece lindo ahora que lo veo, dice:

“… así tampoco cristo se glorificó asimismo haciéndose sumo sacerdote….”, mire primero allí, acerca de ejercer autoridad en el espíritu de Jesucristo. Jesucristo nunca se glorió asimismo ni se ensañó en ser igual a Dios como dice Filipenses Capítulo 2:5 al 11. El Señor siempre dio la gloria al Padre, el Señor Jesucristo siempre apuntó hacia su Padre, quien tenía en última instancia toda la autoridad y él no se ensañó sobre la gente sino que los sirvió. Dice:

“… así tampoco Cristo se glorificó asimismo haciéndose sumo sacerdote sino el que le dijo tu eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy, como también dice en otro lugar, tu eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec. En otras palabras, el Señor nunca se glorificó asimismo sino que glorificó al que le dio autoridad de sumo sacerdote en su forma humana, siempre se sujetó al Padre. Y es una de las cosas, el que quiere ejercer autoridad, sujétese a autoridad. El que quiere ejercer autoridad en el Reino de Jesucristo use la autoridad conforme al espíritu manso, humilde, sencillo, servidor de Jesucristo para que la gente entonces encuentre dulce el sujetarse a su autoridad.

Entonces en el versículo 7, “.. y Cristo en los días de su carne ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente…”

Esa actitud de humildad al Padre fue su garantía se de ser escuchado en tiempos de crisis y necesidad en su forma humana, lo aclaro para bien, porque en su forma divina él es Dios también como el Padre, pero en su manifestación humana él se ciñó a las mismas leyes que deben regir el movimiento humano aquí en la tierra.

Y miren lo que dice el versículo 8, porque esa es el punch, el punch line, dice, “… y aunque era hijo, en otras palabras, aunque era de la misma sustancia del Padre, aunque tenía una gran autoridad, una gran gloria como hijo de Dios, aunque era hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que obedecen y fue declarado por Dios sumo sacerdote, según el orden de Melquisedec.

Este tiene para masticar para las próximas 168 horas de esta semana que viene porque lo que está diciendo allí, es que aunque el Señor era hijo de Dios se sometió al Padre, aprendió obediencia por medio de los padecimientos y las luchas en su forma humana. ¿Cómo es que uno aprende, hermanos, en la vida a sujetarse a la autoridad? ¿Saben qué? A través de los tropezones, escúcheme, a través de los quebrantamientos, los sufrimientos de la vida, los fracasos, los dolores, cuando se te muestra que tu no eres, después de todo, la última Coca Cola en el desierto como tu pensabas que eras. Y cuando usted sufre y padece, y es disciplinado por Dios usted va aprendiendo a sujetarse a las autoridades humanas.

Que altaneros son los jóvenes a veces, con todos sus bríos, su fuerza, su belleza física, se creen que se comen el mundo, se lo llevan por delante y cuantos tropezones dan. Perdónenme los jóvenes pero es cierto. Pero cuando uno va pasando el tiempo, y vienen ya los dolorcitos artríticos de la adultez y usted ha pasado por dos o tres dificultades en la vida y ha perdido un par de trabajos, y ha sido humillado unas tres o cuatro veces, y les han metido 18, 19 tickets for speeding en la carretera, y ha tenido tres o cuatro problemas en el matrimonio que lo han un poquito humillado, y las hermanas han tenido uno o dos o tres hijos, que le han reducido un poquito su belleza y sus curvas y los hombres han criado un poquito de barriga y han tenido sufrimientos de otros tipos. ¿Qué pasa? La persona va a aprendiendo sujeción. Y ya cuando se va a parquear mira 17 veces los signs para asegurarse de que se puede estacionar allí, como yo, que ya me tienen mansito cuando voy… sabe cuando yo encuentro un espacio, aunque he orado por él y encuentro un espacio grande y amplio yo entonces me salgo y busco unos binoculares y comienzo a mirar todos los signs para asegurarme de que está bien allí donde me voy a estacionar porque ya me han pegado tantos tickets en todos los años que ya me tienen suavecito y así es que la gente aprende humildad.

Oiga, y que lindo es cuando la gente llega ya a esa edad madura, ya de la adultez, de la ancianidad, hijo, pero cógelo suave, si te dice que hagas esto por qué no lo haces, está bien, no, ya el abuelo, la persona madura, que bella es que suave camina un hombre sometido a autoridad y que atractiva es una persona que sabe sujetarse a las autoridades. Pero a eso se llega, ¿sabe cómo? Padeciendo muchos dolores de cabeza, siendo tratado uno por Dios y eso es lo que dice la Biblia, que el Señor Jesucristo a través de sus padecimientos aprendió obediencia, y habiendo sido perfeccionado, después que tu aprendes a sujetarte, después que tu bregas con todas esas amarguras que hay en tu corazón hacia la autoridad y cuando tu has sido ya pulido y tratado por Dios entonces tu puedes ejercer autoridad legítima sobre los demás y el poder de Dios puede correr libremente a través de tu vida.

Por eso dice que habiendo padecido todas estas cosas y habiendo sido perfeccionado, entonces fue constituido sumo sacerdote según el orden de Melquisedec. Eso es un misterio, el mismo Hijo de Dios tuvo que sujetarse a esos principios.

Oh, hermanos y jóvenes, yo les estoy dando bistec ahora mismo, sirloin espiritual, si usted está dispuesto a escuchar esto se va ahorrar por lo menos doce boletos de parking, tres despedidas de trabajo, cuatro sinsabores sentimentales, muchas cosas se va a economizar años de dolor si usted toma en serio al que le está hablando, porque no estoy hablando en mi carne, sino en la palabra de Dios, se puede agilizar mucho su proceso de crecimiento si se somete a…. lo que yo le estoy hablando es directamente del espíritu del corazón de Dios para este tiempo, hermanos, y eso está en todas partes de la Escritura, voy a empatar, porque en realidad es otro sermón lo que he predicado a lo que tenía en mente, pero es lo mismo, es autoridad, pero de nuevo estas cosas como que se van extendiendo, pero gloria a Dios por eso, porque todo esto es parte de los principios.

Vamos a un pasaje que yo tenía en mente, por ejemplo, vamos a Levítico, de los muchos pasajes que podemos usar, Levíticos 10 1 al 7. Está por todas partes, vamos a hacer un recorrido bíblico y al final de esto yo creo que vamos a tener una mejor iglesia, por eso digo, vamos a tener una mejor iglesia si nosotros nos atrevemos a funcionar en estos principios de autoridad. Vamos a Levíticos, Capítulo 10, versículos del 1 al 7, un caso extrañísimo de la Escritura, un caso extrañísimo de la Escritura que ilustra uno de los principios acerca de la obediencia, la autoridad y los protocolos que hay que seguir en la Biblia y lo peligroso que es cuando uno por más buenas intensiones que tenga si no está funcionando conforme a principios de autoridad, puede meterse en serios problemas, que hasta le puede costar la vida a uno. Estos son los tipos de pasaje que hace que la gente tenga mucha dificultad con leer la Biblia y aceptarla como la palabra de Dios. Mire aquí el caso de dos jóvenes, se llamaba Nadab y Abihu, no le aconsejo que le ponga ese nombre a ninguno de sus hijos por si acaso, pero Nadab, dice:

“… Nadab y Abihu, hijos de Aarón, eran hijos del sacerdote Aarón, sumo sacerdote Aarón, el primer sacerdote constituido en el judaísmo, era un hombre de prestigio, un hombre que servía al Señor, un hombre de gran autoridad, un hombre que Dios amaba y que amaba a Dios. Dice:

“… Nadab y Abihu, hijos de Aarón tomaron cada uno su incensario…” ¿Qué es un incensario? Era un receptáculo, me imagino que de metal, plata u oro, y ahí se echaba ciertas especies que al quemarse emitían un olor, el incienso, se metía incienso y se quemaba y ese olor era un olor que Dios había establecido que era para su adoración, entonces dice:

“… cada uno tomó su incensario, de incienso, y pusieron en ellos fuego sobre el cual pusieron incienso,…” digamos que eran brazas que pusieron y entonces sobre eso pusieron el incienso, esas especies aromáticas, lo echaron encima, “… y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño…” esa palabra es bien importante, fuego extraño. ¿Qué quiere decir fuego extraño? Quiere decir, fuego ajeno, fuego no autorizado, fuego fuera de los lineamientos que Dios había establecido para cómo los adoradores en el templo y en el santuario se debían acercar a él. Dios había dicho, el que se acerque a mí con incienso tiene que ser de esta manera y solamente tiene que ser una persona, escuche eso.

Pero estos dos jóvenes, en su necedad dice, “.. ofrecieron delante de Jehová fuego extraño que él nunca les mandó…” Tenga mucho cuidado, hermano o hermana con hacer nada para Dios que Dios le haya dicho que usted haga. Yo creo que hay mucha gente que se mete a servir a Dios, que Dios nunca los llamó y por eso viven con los ojos amoratados todo el tiempo, porque el diablo les vive dando palos y puñetazos por dondequiera y dicen que Dios es infiel. ¿Saben qué? Dios nunca los llamó. Guau, eso es difícil de tragarse, ¿sí o no? Yo ahora mismo lo acabo de decir y digo, guau, qué es lo que he dicho.

Eso es una de las cosas que meditando sobre esto de la autoridad en estos días, yo me he estremecido con esa idea de que hay mucha gente hoy en día y siempre a través de los siglos, que están en el ministerio inclusive, y no necesariamente porque Dios los llamó sino porque nació de su corazón, de su psicología, de sus necesidades emocionales que necesitan satisfacer ellos, de heridas que tienen que los inducen a hacerse ministros o pastores, o lo que sea, pero Dios no los llamó al ministerio, no les emitió un llamado y por lo tanto a pesar de sus buenas intensiones pero por sus motivaciones mixtas, con las cuales ellos mismos no están en contacto porque son subconscientes, se están moviendo en un última instancia en desobediencia y cuando Dios no te llama, tu no puedes gozar de su respaldo.

Ahora, cuando Dios te llama, entonces tu tienes su respaldo y su bendición. En el Reino de Dios las buenas intensiones desgraciadamente no son todo, hermanos. Me tomaría mucho tiempo para yo desempacarlo y déle gracias a Dios que soy un hombre a veces prudente y no lo voy a hacer esta mañana, pero en un futuro quizás porque se tomaría tiempo, pero eso es algo que le estoy dando algo muy duro para masticar. Hay mucha gente hombres y mujeres, en la iglesia hoy en día que están ofreciendo fuego extraño al Señor. No tienen, escúcheme bien, no tiene el respaldo de Dios, no tienen la autoridad de Dios, en su corazón creen que están agradando a Dios pero Dios no les ha dicho, tu tienes permiso para acercarte a mí y ministrar en mi nombre a mi pueblo, y por lo tanto están en última instancia desprovistos de la protección, del respaldo, de la iluminación, del poder que necesitan para llevar a cabo lo que ellos han concebido en su corazón. Dios no les ha dicho, yo quiero que tu hagas eso.

Hay que tener mucho cuidado. Mucha gente quiere liderazgo en el Reino de Dios, quieren hacer esto, quieren hacer lo otro, se imponen, se meten en el medio, le dicen al pastor, si usted no me da ese puesto me voy de la iglesia con mi diezmo y mi familia o lo que sea y muchas veces nosotros los pastores, les hacemos daño poniéndolos en situaciones donde ellos no deben estar. Por cobardía nuestra y por manipulación emocional nuestra y por deseos de tener cuerpos sentados en los asientos, y estamos haciéndole daño a la gente porque no estamos funcionando conforme a los patrones espirituales que Dios ha establecido. No tenemos el valor moral para ceñirnos conforme a ellos y por lo tanto ponemos a nuestra gente en la línea de fuego y ponemos a nuestra iglesia en la línea de fuego y viene desastre. Dios nos libre, Dios me libre de hacer eso, hermanos.

Pero en el caso de Nadab y Abihu ofrecieron fuego extraño a Jehová que él nunca les mandó. De paso, recuerdo que dice el Apóstol Santiago, dice, no os hagáis maestros muchos de vosotros sabiendo que recibiremos mayor condenación.

¿Usted recuerda esas palabras? Por qué dijo Santiago eso, precisamente por esa razón, mucha gente se hace maestro, se hace pastor, se hace evangelista, se autodenominan profetas, y están ministrando en una autoridad que Dios no les ha dado y cuando usted maneja los instrumentos divinos con manos no comisionadas por Dios, cuídense.

Entonces, Nadab y Abihu ofrecieron fuego extraño que Dios nunca les mandó que ofrecieran y ¿cuál fue el resultado? Dice, “… salió fuego de delante de Jehová y los quemó y murieron delante de Jehová..”

Dios no dijo, ah, estos muchachos, ah caramba, que cabeciduros, pero está bien, los voy a bendecir porque tienen buenas intenciones, así que, muchachitos, no vuelvan a hacer eso, por favor, no, fuego salió de Dios y los consumió ahí mismo, en el altar porque estaban haciendo algo ilegítimo.

Ahora, saben por qué estaban desobedeciendo el protocolo que Dios había establecido. En su corazón ellos dijeron, nosotros somos igual que nuestro papá, nosotros también podemos ofrecer fuego a Dios. ¿Quién es él? Nosotros somos iguales que él, etc. etc. Había orgullo originalmente en sus corazones. Hay que tener cuidado de que las cosas que nosotros estamos haciendo para servir no nazcan de la carne sino del espíritu.

Muchas veces no es deseo de servir al Señor sino orgullo disimulado, o rebeldía contra las autoridades. Hay muchas razones por las cuales la gente quiere servir. Pero entonces, dice:

“… salió fuego y murieron delante de Jehová. Entonces dijo Moisés a Aarón, esto es lo que habló Jehová diciendo, en los que a mí se acercan me santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado, y Aarón dice, calló…”, es decir, se calló la boca. El papá de estos dos muchachos calló.

Dios le mandó a Moisés revelación y le dijo, esto pasó por esta y esta razón. Dile a Aarón por qué sus dos hijos murieron delante de mí. Y Moisés le dijo a Aarón, dice Jehová, que cualquiera que se acerca a él será mejor que tenga cuidado, porque está ante la gloria misma de Dios y la gloria de Dios hay que tener cuidado con ella. Y el que se acerque a Dios tiene que acercarse a la luz de lo que Dios es, su extremada santidad, su extremada gloria, su extremada peligrosidad. Dios es peligroso, hermanos, cuando nos acercamos a él. O si tuviéramos la reverencia que necesitamos para con Dios, nos evitaríamos muchas de las cosas que hacemos hoy en día.

Me glorificaré en los que se acercan a mí. Miren, mientras más la iglesia se acerque al poder del Espíritu Santo más peligrosa se va a poner la cosa. Si hoy en día no vemos grandes movimientos peligrosos de Dios en la iglesia es porque la iglesia está muy lejos de Dios, no porque está cerca de Dios. Mientras, cuando el Espíritu Santo se manifiesta con más poder en medio de su iglesia, más derechito hay que caminar. Lo que pasa es que como Dios está tan lejos, la gente hace lo que le da la gana y Dios, él está por allá en otro planeta haciendo otras cosas, pero cuando Dios se manifiesta en su poder, hay que acercarse con más cuidado a él, aún dentro de la dimensión de la gracia de Jesucristo. Nos permitimos muchas libertades con Dios.

Entonces Dios le dijo a Moisés, dile a Aarón lo que pasó, el que se acerque a mí tiene que acercarse conforme a mis principios, conforme a mi gloria, conforme a mi santidad y ¿saben qué? Qué tuvo que hacer Aarón, tuvo que ponerse tape en la boca y callarse, no se pudo quejar con Dios. Que doloroso habrá sido para ese padre tener que callarse y someterse a la autoridad de Dios.

Yo me imagino que como padre, hermanos, si eso le pasara a sus hijos, ¿Cómo usted se sentiría con Dios? Eso es lo que hace difícil la Biblia, le digo, eso es lo que hacen textos como esos tan difíciles que no los predicamos porque son peligrosos y difíciles para la cultura absorberlos. Pero Aarón tuvo que callarse la boca y tragarse su luto y someterse a la autoridad y a fallo de Dios.

“… y llamó Moisés a Misael y Elzafán hijos de Uziel, tío de Aarón y les dijo, acercaos y sacad a vuestros hermanos de delante del santuario, fuera del campamento. Y ellos se acercaron y los sacaron con sus túnicas…”

Que triste debe haber sido ese escenario, fuera del campamento como dijo Moisés. “…Entonces dijo Moisés a Aarón y a Eleazar y Tamar, sus hijos, no descubráis vuestras cabezas, ni rasguéis vuestros vestidos en señal de duelo para que no muráis y se levante la ira sobre toda la congregación…”

Guau, que terrible es Dios, hermanos, a veces. Les impidió, les prohibió que guardaran duelo y luto por esos muchachos, y les dijo, y si se atreven también a ustedes les va a caer la misma suerte.

Yo quisiera hermanos que nosotros como seguidores de Dios, como iglesia nos metiéramos dentro de la visión de mundo que este tipo de texto encarna, dentro de la mentalidad que esto encarna para poder entender quién es Dios verdaderamente y cuáles son los misterios de caminar en los caminos de Dios y que nosotros aprendiéramos a funcionar conforme a esos patrones profundos de vida que hay en las Escrituras para ser un pueblo más poderoso, más profundo a través del cual corra más libremente la gracia de Dios porque nosotros hemos abaratado el Evangelio, lo hemos hecho barato, superficial, casual y Dios es un Dios extremadamente puro, santo, que no cambia sus modelos.

Mire a Ananías y Zafira porque la gente podría decir, ah, sí pero eso es en Levítico, es por allá cuando Dios estaba todavía medio molesto y era un viejo difícil, y ahora se endulzó en el Nuevo Testamento, mentira. Dios es el mismo ayer, hoy, por los siglos. Nunca cambia, su personalidad nunca cambia, sus patrones nunca cambian.

Ananías y Zafira en el mover más poderoso en el Espíritu Santo en el Nuevo Testamento cuando violaron ciertos principios también cayeron muertos los dos. It’s not that God was having a bad day, it’s just that that’s the way he moves always, eternally and we many times take liberties that he has not given us, freedom to take.

Y por eso es que yo hablo estas cosas hermanos porque mientras nosotros más sobrios, más humildes seamos, más sujetos, más entendidos de la palabra de Dios seamos, más poderosos vamos a ser como iglesia. Dios quiere hacer correr su poder a través de su iglesia pero necesita una iglesia que sepa hacer cálculo, calculus, y física nuclear espiritual en vez de la iglesia que solo sabe hacer aritmética, sumar y restar, y eso es todo. Hay principios más profundos en la Escritura que tenemos que aprender y compenetrarnos con ellos para que el poder de Dios pueda correr a través de nosotros, y esa idea de sujetarnos a autoridad.

Porque aquí no era solamente de unos jóvenes que violaron la santidad del padre, sino también de unos jóvenes que violaron la autoridad de Aarón, el sacerdote a quien Dios había dicho, él es el único que se puede acercar a mí con incienso. Él es el único que tiene la licencia, la franquicia de ofrecer incienso ante mí, cualquier otro que lo haga está fuera de legitimidad. Y ellos dijeron, no, si nosotros podemos hacerlo también, y al hacer eso estaban violando tanto la autoridad divina como la autoridad humana que Dios había constituido, porque es que las dos cosas están unidas, ¿usted entiende? Por eso que mi meditación inicial sobre la obediencia me llevó inevitablemente a la meditación sostenida sobre autoridad porque las dos cosas están implicadas, una con la otra.

Hay muchos pasajes que yo podría ofrecer para respaldar esto que estoy diciendo. No es solamente un pasaje. Este mismo universo que yo acabo de compartir con ustedes ahora, lo puedo apoyar con otros textos de la Escritura también que no tenemos tiempo para hacerlo, pero es la misma idea y quizás si Dios permite vamos a continuar con esto. Usted dirá, bueno, cuando va el pastor Miranda a terminar con este tema, porque cada vez más se extiende pero es bien importante, bien importante que entendamos esto, porque si lo entendemos vamos a ser un pueblo mucho más bendecido, mucho más sabio.

¿Me explico? ¿Están recibiendo lo que estoy diciendo, hermanos? Amén. Que el Señor nos bendiga. Que su gracia sea con nosotros.

Ahora, habiendo dicho eso puedo decirles, hermanos que tenemos un Dios de gracia y de misericordia. Eso es lo que me mantiene apegado a este Dios tan bello que yo sirvo, un Dios extremadamente santo y puntilloso en la manera en que nos acercamos a él, pero un Dios misericordioso y amable, paciente y perdonador que nos tolera todas nuestras cosas si nos arrepentimos y venimos ante él humildemente. Estamos cubiertos, hermanos, por la gracia de Cristo Jesús. Asegúrese que usted venga ante la presencia de Dios como venían los judíos con su manto sobre la cabeza.

¿Sabe cuál es el manto que cubre su cabeza cuando usted se acerca al padre? Cristo Jesús. Venga ante el Padre en el amor de Cristo y en la sangre de Cristo y usted no tiene que temer. Él le dice, acerquémonos confiadamente ante el trono de la gracia. Dios ha hecho las cosas muchos más fáciles. Nos podemos acercar mucho más cerca que lo que acercaron Nadab y Abihu al trono de Dios por medio de Jesucristo y no tenemos que temer que va a caer fuego, pero sí hay otros principios que funcionan todavía que tenemos que respetar para poder tener comunión plena con Dios y así estamos cubiertos y podemos ser usados grandemente por el Señor.

Vamos a ponernos de pie. Tome un momento allí para recibir eso que usted ha escuchado y entrarlo en lo profundo de su corazón. Recíbalo en el nombre del Jesús. Te adoramos, Señor, te bendecimos, te damos gracias, exaltamos tu nombre Señor, pedimos que tu palabra descanse en nuestros corazones. Abre nuestro entendimiento, permítenos discernir y digerir estas cosas, Señor, que hemos recibido. Dale espíritu de sabiduría y de entendimiento a tu pueblo y danos la capacidad para vivir a la altura de lo que estamos declarando, Señor. Gracias por tu misericordia y por tu amor, créate un pueblo poderoso, un pueblo humilde y sencillo, un pueblo que sepa caminar en la humildad que tu quieres que caminemos. Te adoramos, te bendecimos, te exaltamos, Señor. Gracias, Jesús, gracias, Jesús. Te entregamos este tiempo a ti, Padre.

Read More