SERMONES

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Salmo 1 es la misión personal de cada Cristiano

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Salmo 1. Algunas personas aquí conocen a alguien que tu piensas, guau, yo quiero ser como él o como ella, especialmente una persona mayor de edad, tal vez más de 75 años, 80 años, que está sirviendo al Señor y tu dices, guau, cuando yo sea grande yo quiero ser como esa persona. Bueno, salmo 1, es la misión personal de cada hombre y mujer de Dios que llega a finalizar su carrera con éxito y con gloria.

Yo en esta semana tuve el privilegio sagrado de celebrar y yo uso la palabra celebrar a propósito, el funeral de la abuela de mi esposa que es como una Toñita japonesa, yo lo digo así. Una sierva del Señor que se casó a los 17 con su maestro de japonés y siguió fiel por los 70 años. Murió a los 90, por ahí. Ella era una sierva del Señor desde su juventud. Durante la segunda guerra mundial tuvo que ir a la cárcel, a campamentos que ellos hicieron para todos los japoneses americanos, solo por ser japonés tu tenía que ir a un campamento, una cárcel y estar ahí, solo porque tu te pareces a nuestro enemigo. No importa que hallas nacido aquí. Pasaron tres años ahí y ella salió de ahí más cristiana que nunca. Tuvo dos de sus bebés ahí, y dice, a mí me gusta el campamento. El campamento es dos bebés gratis, toda la comida gratis, no tengo que cocinar. Quisiera volver a campamento, tratando de engañar a los niños. El Señor es fiel conmigo, yo no tengo miedo de campamentos.

Ella llegó a los 90 y esta semana antes de celebrar el funeral yo hice un poquito de investigación, busqué en su Biblia y yo abrí su Biblia y yo sé que la usaba porque un día mi esposa y yo, yo sé que compartí esto una vez, pero quiero compartirlo otra vez, fuimos a visitarla porque era un día, súper, súper caliente, caluroso, como a los 100 grados y nosotros teníamos miedo, porque nunca prendía su aire en su casa, porque no quería desperdiciar electricidad para ella sola. Ella decía, ah, solo soy yo, no voy a usarlo. Así que teníamos miedo por ella y fuimos un día a verla con mucho calor y llamando ‘abuelita, abuelita,’ no contestaba. Dejando mensaje ‘abuelita, si estás ahí, déjanos saber’, no contestaba, no contestaba. Siempre contestaba el teléfono. Así que nosotros llegamos a su casa por fin, y entramos corriendo, preocupados que tal vez estaba enferma y entramos ahí, y ahí está ella sentada en la mesa en la cocina, con su Biblia abierta, con su prédica en japonés escuchando, orando intensamente, casi no nos miró. Decíamos, ‘abuelita, estábamos preocupados por ti’, ‘oh, perdona, no contesto el teléfono cuando estoy orando’. Pero cómo puede ser que haya algo más importante que nosotros para ti, ¿cómo podría ser? Su Dios era número uno en su vida. Leía la palabra.

Yo miré esta Biblia y vi versículos rayados, marcados, versículos en japonés, inglés, escritos por todas partes. Una mujer de la palabra de Dios. Y ella me dijo un día, ‘Gregory, quiero que mires este árbol’ que mirando por la ventana en su cocina y era un árbol donde había caído un rayo un día, cayó el rayo y todas las ventanas de la casa se rompieron y ella dice, ‘mira ese árbol, todo se quemó alrededor, se rompieron las ventanas, pero el árbol todavía está parado.’

Somos así en la vida cristiana si tenemos raíz. Salmo 1 era su salmo y es nuestro salmo. Dice la palabra:

“....Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado, sino que en la ley de Jehová está su delicia y en su ley medita de día y de noche, será como árbol plantado junto a corrientes de aguas que da su fruto en su tiempo y su hoja no cae y todo lo prosperará. No así los malos que son como el tamo que arrebato el viento, por tanto no se levantarán los malos en el juicio ni los pecadores en la congregación de los justos porque Jehová conoce el camino de los justos más la senda de los malos perecerá....”

Padre, yo te pido en el nombre de Jesús que levantes en esta iglesia árboles, robles de justicia, hombres y mujeres bendecidos por ti, Señor, yo quiero vivir este salmo, quiero que este salmo sea lo que representa mi vida y la vida de mis hermanos aquí en esta iglesia, bendice este tiempecito que tenemos reflexionando en este salmo en el nombre de Jesús. Amen. Amen.

Bienaventurado, bienaventurado el varón o la mujer. ¿Qué tu quieres? Si alguien fuera a decir, tu puedes ser millonaria, o millonario o puedes ser bendecido. Puedes tener este nuevo carro o ser bendecido. ¿Qué dirían en el mundo? ¿Qué es bendición? Esa es una palabra dominguera, eso es una palabra eléctrica para el hijo de Dios. Bendición es más que solamente tener cosas. Uno puede tener cosas y estar vacío por dentro, uno puede tener dinero y todavía ese espacio por dentro está sin llenarse. Ser bendecido es recibir no solamente una bendición sino recibir la persona que es la fuente de toda bendición en la vida.

Yo escuché una historia que me impactó mucho, verídica, de una familia que la esposa tuvo que estar fuera de la familia por un tiempo para arreglar ciertas cosas y ella tenía dos hijas, y el esposo estaba ahí con las dos hijas. Y las hijas extrañaban a su mamá mucho, y el papá tratando de hacerles feliz les daba regalitos, les daba helado, les llevaba al parque, y por fin la niña dice, mire, no quiero más helado, no quiero más regalos, no quiero ir al parque, quiero a mi mamá. Eso es lo que quiero. Y ella vuelve, no hay problema pero ellos sabía que hay ciertas cosas que no pueden ser satisfechas sin una relación personal con nuestro papá celestial.

Señor, yo no quiero más dinero, puedes decir, no quiero otro carro, lo que yo quiero es tu presencia en mi vida, yo quiero ser un hombre bendecido como dice en Deuteronomio 28, dice:

“... bendito serás tu en la ciudad y bendito tu en el campo, bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, y el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas, bendita serán tu canasta y tu artesa de amasar, bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir. Te pondrá Jehová por cabeza y no cola...”

Y dice muchas otras cosas. ¿Qué quieres ser en la vida? Mira, no es casualidad que Salmo 1 es Salmo 1, el Señor lo puso ahí para ser una introducción a todos los salmos, para que sea lo que representa la constitución de la vida del hombre o mujer de Dios. ¿Qué es tu misión para tu vida? ¿Qué quieres llegar a ser? Muchas veces vivimos al azar porque no tenemos una visión para nuestra vida. Yo quiero ser ya cumpliendo los 80, 90, yo quiero ser un hombre bendecido, quiero ser un hombre que mis hijos y nietos y bisnietos van a decir, ‘él vivió el salmo 1, es un hombre bendecido’. Ese hombre yo quiero ser y quiero que tu seas también.

Pero para serlo, según el salmo, tenemos que decir que no a ciertas cosas. ¿Cuántos sabemos que en el mudo a veces no es fácil ser cristiano? ¿Es fácil obedecer a Dios, la santidad, la entrega total? El mundo es como un río de pecados satánicos corriendo y Dios te pone en las aguas y dice, ahora tu tienes que ir en contra de la corriente. Si tu te dejas, si tu te pones tranquilo se te va a llevar... ¿cómo es este dicho portorriqueño? Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente. Yo no quiero ser un camarón dormido, hermanos.

El Señor está llamando cristianos que tiene espina dorsal, que pueden poner los pies y decir que no a ciertas cosas. Si tu miras este salmo dice que bienaventurado el varón que no anduvo en consejos de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado. Si tu miras el salmo hay una progresión. Comienza con movimiento pero después la persona está parada y al final está sentada como un couch potato. Ya terminó la cosa. Comenzó en ciertos consejos, le llevó a cierta compañía y terminó en cierta silla donde la persona ya está decidida en su actitud y su forma de ser.

Para ser un hombre de Dios, un hombre bendecido, una mujer bendecida, tenemos que decir que no a consejo de los malos. Sabemos que el mundo quiere darte consejos, el mundo quiere decirte cómo vivir y todos escuchamos en una manera u otra mentiras de Satanás. Hay mentiras que pueden decir, mira, todo el mundo está haciéndolo así, por qué no tu. Hay mentiras, esos son los deseos engaños que dice, mira, para ser feliz tiene que hacerlo así. ¿Para qué congregarse? Mentiras de Satanás.

Otras mentiras que dicen, ya no hay esperanza para mí, ya todo va mal para mí, tal vez para los otros sí las cosas van bien, pero para mí no. mentiras. Yo te animo en un momento de tranquilidad a discernir las mentiras que tu escuchas, las voces que no son de Dios que te hablan, pueden ser voces que tu escuchabas cuando niños, pueden ser voces de la sociedad, o voces directas de demonios que te siguen a veces. Y nos toca a nosotros discernir esa mentira, yo la voy a rechazar en el nombre de Jesús.

Por ejemplo, la voz que te dice, mira, tu nunca vas a prosperar, tu papá era un fracaso, tu abuelo un fracaso y tu fracaso serás. Tu puedes decir, en el nombre de Jesús yo te reprendo Satanás, todo lo puedo en Cristo que me fortalece, en el nombre de Jesús yo soy cabeza y no cola. Pero si nosotros no ponemos un stop estas voces nos van a hablar.

Después dice que el hombre bendecido no estuvo en camino de pecadores. ¿qué es ese dicho? Vamos a hablar de muchos dichos hoy. Enséñame con quien andas y te diré quién eres. Mira, tenemos que escoger nuestros amigos y amigas. Hay algunas personas que son contagiosas con su negatividad, hay ciertos lugares que si nosotros vamos ahí nos va a llevar la corriente del ambiente. Yo conozco personas que dicen, mira, yo puedo ir a ese bar para evangelizar. Tal vez sí, Jesús lo hizo, él fue a las fiestas, pero probablemente no, es más probable que sea una mentira de Satanás que tu estás escuchando. Y tu vas para evangelizar y ellos te evangelizan a ti y te llevan. Tenemos que no estar en ciertos lugares, en camino de pecadores.

Y el final es que ni en silla de escarnecedores se ha sentado. Escarnecedor esto es burla. Yo sé si una persona está burlándose de las cosas de Dios. Y esto pasa cuando alguien está deprimido o enojado, dice, ah, no me vengas con iglesia, no me vengan con palabra. Estas personas son las más duras de todas.

La silla, sabe que aquí en nuestro ambiente la persona que enseña está parada y los que escuchan están sentados para aprender. En esa época era al revés. La persona que estaba enseñando estaba sentada y todos ustedes parados por una hora, tal vez vamos a tratarlo un día. No, no, se cansan mucho, pero estaban sentados como un maestro. Si nosotros nos dejamos llevar por consejos mentirosos, si nos dejamos asociar con personas que nos contagian de su perspectiva vamos a tener al final actitudes y vamos a estar sentados promoviendo la mala actitud con otros.

Si queremos ser un hombre de Dios, una mujer de Dios tenemos que decir que no a ciertas actitudes. Yo no voy a estar así. En lugar de eso, versículo 2: “... sino que la ley de Jehová está su delicia y en su ley medita de día y de noche....”

Hermanos, si hay una cosa que usted recuerda de este mensaje que sea esto. La palabra de Dios es el poder para la vida cristiana. La palabra, la palabra, la palabra, tiene poder, tenemos que ser hombres y mujeres de la palabra.

¿Sabe que este libro la primera vez que lo leo, mi papá me dice, ok, ahora qué libro vas a leer? Y yo digo, bueno, voy a comenzar otra vez. Dice, si ya lo leíste, por qué no lees otro libro. Pero, papá, ese libro tiene poder, es palabra inspirada de Dios. Dice que la palabra de Dios es viva y eficaz más cortante que toda espada de dos filos y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.

Hermanos, nosotros de verdad creemos que este libro es inspirado. ¿Qué significa inspiración? Suspiro, qué palabra en español suena inspiración, sususuuspiro, susurro, soplar, significa que Dios tomó este libro e hizo, fffffffff, y llegó a existir estas palabras. Soplando a través de los escritores, soplando la palabra de Dios para que cuando nosotros leemos la Biblia estemos teniendo un encuentro con un poder eléctrico del Espíritu Santo, hermanos. Leer estas palabras son palabras que son como semillas, como bombas atómicas, una vez sembradas en el alma tienen poder para transformarnos.

Hermanos, funciona. La Biblia funciona. ¿Cuántos han tenido la experiencia? No sé, antes de ser cristiano, de tu leer esta Biblia, tal vez antes de conocer al Señor y después de un tiempo no sabes cómo, pero tu crees en el Señor. No sabes cómo pero has cambiado. Porque la palabra tiene poder en sí y si yo siembro esta palabra dentro de mí, me va a cambiar, va a tener un poder transformador en mi vida. Dice que en la ley de Jehová está su delicia.

De verdad, ¿tu tienes delicia en la Biblia? Amen. Sí, a veces sí, a veces no. Amen. ¿Cuántos sabemos que hay algunos gustos que son fáciles de adquirir? Mi hijo, voy a hacer una confesión, no me van a llamar al DSs ni nada así, ok. En una fiesta alguien le dio un poquito de Pepsi a mi hijo de 15 meses, Señor perdóname, Señor que no me caiga un rayo, un saborcito y él decía, aaah, jamás lo sacamos, eso es suficiente, daaaam mmmmmm, pero no le tomó tiempo para querer más. Ya es adicto a la cafeína, ya es adicto como papá, perdóname Señor. No más Pepsi para Noah, por favor.

La cosa es que unas cosas nos afectan rápido, son gustos que tu los pruebas una vez, la primera que le dimos el bizcocho en el primer cumpleaños, esto es más normal, tomó el bizcocho, yo veo algunos doctores en la congregación mirándome como que, tomó el bizcocho e hizo esto...... y no sacó la mano por 5 minutos, y moviendo los pies. Ya estaba enamorado del bizcocho, rápido.

Hermanos, la Biblia no es como cafeína. Tu no vas a querer leer la Biblia rápido. Es lo que se llama en inglés, an acquired taste, un gusto adquirido. Pero tu comienzas a comer de la palabra y comienzas a sentirte mejor. Tu tomas media hora para leer uno de los Evangelios, la vida de Jesús, y tu lees lo que él hacía, y lo que él decía y lo lees y ¿saben qué? la mayoría de la gente lee la Biblia de vez en cuando, cierran los ojos, los abren, pam, pum, y miran qué dice esto. Oh, es terrible, y dice esto. Querés vengarte de mí y si de mí os vengáis bien pronto haré yo recaer la paga sobre vuestra cabeza. Yo no quiero esta palabra para mí hoy.

Bueno, voy a abrir a otro, ok, that’s much better. La mayoría de nosotros leemos la Biblia así. lo que hay que hacer es decidir, yo voy a tomar una de los Evangelios, tal vez Marcos o Mateo, o Nivel 1 ¿cuáles son los otros dos? Lucas y Pablo. Yo voy a escoger uno y voy a leer Capítulo 1, hoy en la mañana con mi cafecito. A mí me encanta cuando me invitan a casas que me enseñan a veces, ah, mira este lugar esta es la silla donde yo me siento para leer la palabra cada mañana. y es su lugarcito, como ellos tienen una mesita y la Biblia puesta, tal vez lo abrieron porque sabían que yo venía y querían que.... hoy mismo estaba leyendo. Pero tiene su lugar o su escritorio, dice este es mi lugar donde yo leo la palabra, me encanta.

Así que hoy vas a leer Mateo 1, y después mañana ¿qué vas a leer mañana entonces? Mateo 2 y después el próximo día, Mateo 3. y lo lees, y lo lees, y comienzas a sentir mejor, afecta. Pero más que leer, el Señor nos llama a meditar en la palabra de Dios, meditar en la palabra.

¿Saben que hay un niño en la escuela? Una familia de esta iglesia, yo pedí permiso para compartirlo, llegó de su escuela haciendo eso, mmmmmmmmm, porque le habían enseñado un ejercicio en la escuela, y la mamá dice, ¿qué es eso de mmmmmmmm? Nosotros no creemos en mmmmmmmmm. Esto no es nuevo. Ella se quejó con la escuela. Pero nosotros no creemos en la meditación del oriente. En esa meditación de los hindúes, y yo estudié eso. Su meta es vaciar el cerebro, vaciar el alma, la meta de la meditación cristiana es llenar la mente de la palabra de Dios, no es apagar mi cerebro, es despertarlo a la voz del buen pastor que quiere hablarme la palabra de Dios pero requiere concentración.

No sé de ustedes, pero yo ando mucho corriendo como un loco aquí en nuestra sociedad. ¿Cuántos sabemos que aquí nos ponemos....? ¿Tu sabes la historia de María y Marta? Marta que estaba toda afanada corriendo como una loca. Nosotros somos como Marta en los Estados Unidos, y se han hecho estudios y Boston es la ciudad más agitada de todos los Estados Unidos. Si tu quieres gente agitada, ven a Boston. Gente que habla rápido, que corre mucho. Dios te llama a tomar un tiempo de estar tranquilo, concentrarte en un versículo y orar el versículo.

Yo escuché una muy buena definición, meditar en la palabra es tomar un versículo y saborearlo como si fuera un vino fino, aunque nunca tomamos vino. Amen. Pero si fuéramos a tomar vino fino eso. ¿Tu sabes cómo lo hacen los profesionales? Lo miran, después toman un poquito, después lo hacen otra vez, lo miran y pueden saborear todos los detalles del vino. El Señor nos llama a hacer así con la palabra de Dios.

Escuché a otra persona decir, meditar en un salmo es hacer el salmo mío. Otros han dicho, meditar en un salmo es dejar que el salmo me lleve donde Dios quiere. Nosotros tenemos que tomar versículos y meditar en estos versículos. La palabra en hebreo para meditar es murmurar, porque no se hace sin memorizar el versículo verbalmente un poquito. ¿Algunos aquí memorizan versículos? Hay algunos y no tienen que levantar la mano, que dicen, ay, Gregory, yo no. Sabe que cada semestre en discipulado, alguien me dice, Gregory, yo no soy para leer cosas, yo no soy.... y yo digo, está bien, haga lo mejor que pueda. Hacemos el examen verbalmente y yo miro que ellos han llenado casi todo. Y dicen, ay, pero yo no puedo y todo está lleno. Y saben todo porque tienen corazón para aprender y después el próximo semestre ellos tienen todo y sacan A en su examen y están como... porque sí se puede. Satanás no dice que no podemos, pero sí se puede.

Saben que ahora mismo vamos a memorizar un versículo, vamos ¿se animan? ¿Vamos a hacerlo? Tal vez subimos el aire un poquito más si lo hacen bien.

Filipenses 4:13. Yo quiero que este lado diga “....todo lo puedo...” y este lado dice, “... en Cristo que me fortalece...” Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Todos juntos, filipenses 4:13 “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Amen. Lo hiciste.

Now, that wasn’t so bad. Eso no fue tan duro, ¿no? Sí, se puede. Tu haces esto, si tu meditas en la palabra de Dios el Señor promete serás como árbol plantado junto a corrientes de aguas, llegarás a ser roble de justicia, platillo de Jehová para la gloria suya, que dará su fruto en su tiempo. Darás fruto, serás fuerte, serás inmovible y Dios dice, todo lo que tu haces prosperará.

Hermanos, la mayoría y yo digo esto no para hacer a nadie sentir mal, sino para decir la verdad, la mayoría somos más como el tabo que arrebata el viento, porque no meditamos en la palabra, no tenemos raíz. Vienen los vientos y nos llevan. Dios nos está llamando antes de la venida de Jesús a ser un pueblo profundo arraigado en la palabra de Dios con las aguas de vida corriendo en nuestras venas para que seamos fuertes.

La persona que está meditando en la palabra se transforma. Sabe que uno de mis grupos favoritos, yo amo a todos los grupos de la iglesia, pero yo mi célula, mi grupo es lo que se llama Grupo Lázaro los sábados en la mañana, un grupo de hombres saliendo de los vicios y las adicciones muchos de ellos, y son hombres que comienzan a meditar en la palabra y comienzan a cambiar hasta su aspecto físico. Hay un hermano en el grupo que hasta su pelo está cambiando de color y yo sé que él no hace ninguna tinta, vamos a tener que cambiar el apodo de Canito a no sé qué, rubito, tiene una luz que brilla en los ojos. Tiene más lucidez, se viste mejor, se sanan sus relaciones familiares, reciben trabajos, lugares para vivir, caminan con más dignidad y respeto porque están en la palabra de Dios y la palabra está corriendo en sus venas y transformándolos porque la palabra tiene poder.

Hermanos, yo quiero ser un hombre así. Yo quiero ser un hombre bendecido, y yo quiero que tu seas un hombre o una mujer bendecida. El Señor dice, venid a las aguas, ven a mí, comed de esta palabra, el pan cada día, el maná en el desierto te espera. Una cita con Dios te espera. Digamos que sí a la invitación del Espíritu Santo. Amen.

Yo los invito a ponerse de pie. Padre, en el nombre de Jesús yo te pido que tu levantes una generación fuerte en ti, Señor. Te pido en el nombre de Jesús que yo pueda ser y que tu pueblo pueda ser árboles de justicia, robles de justicia, plantíos de Jehová para la gloria tuya, Señor. Yo te pido que en esta semana que alguno de tus hijos comiencen a leer la palabra en los trenes y en los buses, que comiencen a memorizar versículos cuando están caminando en la calle, que comiencen a tener encuentros contigo en la palabra. Oh, buen pastor, yo te pido que nos hables a través de tu palabra, que desates una unción de revelación y poder en un pueblo bien alimentado y bien fuerte.

Señor, yo quiero, Señor, estar de pie delante de ti, quiero ser un árbol plantado al lado de la corriente de agua, dar fruto en el momento indicado, Señor, y tener hoja que no caiga. Señor, en el nombre de Jesús recibimos de ti y nos declaramos más que vencedores porque tu estás con nosotros y tenemos la espada en la mano en tu nombre santo, amen. Amen.

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La tarea de ser padre

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Vamos a darle un aplauso de bienvenida a nuestro hermano Claudio Yeme, el pastor Claudio Yeme. Buen amigo, muchos años pastor, plantador de iglesias, dominicano vía Guatemala, casado con una española, así que esos niños van a estar muy confundidos si Dios no tiene misericordia de ellos. No, no, no, Claudio es un hombre de Dios, un hombre que proyecto carácter en el Señor e integridad. Un hombre bien preparado, estudió en seminario Teológico Centroamericano en Guatemala y viene como le digo, de República Dominicana y ha vivido en Europa por un tiempo haciendo trabajo misionero allá y estudiando también. Y está aquí en Boston hace un tiempo ya y nuestra iglesia está unida a ellos.

Y de nuevo, vamos a tener una dinámica un poco bilingüe esta mañana, estamos experimentando a ver cómo el Señor nos habla explorando diferentes cosas en nuestro ministerio en inglés, así que, bueno, bendecimos a Claudio. Le hemos pedido que hoy nos bendiga con una palabra de meditación en este día de los padres y queríamos que él viniera con su familia, y pues, Claudio, bienvenido a la casa del Señor, de nuevo, gracias por estar aquí y bueno, yo lo voy a traducir a mi hermano y vamos, como siempre hacemos, acostumbrarnos el uno al otro. Así que bienvenido, Claudio. Si me puedes dar una Biblia bilingüe.

Dios les bendiga hermanos, es un placer estar aquí. Con referencia al día del padre, es el siguiente, la tarea de ser padre.

Quiero decirles que no soy experto en el tema, apenas tengo 4 años casado, pero creo que la palabra sí tiene autoridad, ok. Lo que queremos hacer es presentarle lo que dice la Biblia al respecto y reconozco que todos estamos aprendiendo en la tarea de ser padre.

Ser padre nunca ha sido fácil más aún en este tiempo en que estamos viviendo donde los valores judeo cristianos están tirados por el suelo a través de la sociedad pero gracias a Dios por la iglesia porque podemos rescatar esos valores a través de la Biblia y con la ayuda de Dios aplicarlo a nuestros hogares. Si esperamos solo en la sociedad y en las escuelas públicas no hay mucha esperanza para nosotros, los padres pero en Cristo hay esperanza. Amen.

Por esa razón quiero invitarles al libro de Primera de Timoteo Capítulo 3, versículo 4 y 5, y después el versículo 12. Primera de Timoteo 3:4 y 5 y 12. Dice la siguiente manera:

“.. que gobierne bien su casa, que tenga sus hijos en sujeción con toda honestidad, pues el que no sabe gobernar su propia casa cómo cuidará de la iglesia de Dios....”

versículo 12 “... los diáconos sean maridos de una sola mujer que gobiernen bien sus hijos y sus casas...”

Amen. Este pasaje está en un contexto sobre cualidades para el liderazgo en la iglesia local. Pero es aplicable también a la vida familiar porque el pasaje está hablando de cualidades que ustedes y yo como creyentes debemos reunir antes de ser líderes y si no tenemos algunos de ellos en la marcha Dios quiere que adquiramos esas cualidades, y por esa razón no simplemente es un pasaje para cualidades de líderes sino para creyente común y corriente que quiere vivir para Dios. Amen. Por esas razones hemos leído este pasaje.

Y la palabra que llama la atención en la tarea de ser padre, como dice la Escritura, que gobierne bien su casa. Ese es el primer punto que quiero tratar. En la tarea de ser padre debemos gobernar bien nuestra casa. Amen.

¿Están conmigo? Que gobierne bien su casa. Ahora, ¿qué significa eso? Ese pasaje, que gobierne bien su casa, y que tenga sus hijos en sujeción con todo honestidad es la misma idea que está en Efesios 5:23, donde Pablo dice que el marido es la cabeza del hogar, por eso da por sentado en Primera de Timoteo, Capítulo 3 que el creyente en Cristo debe reunir esas cualidades para poder servir a Dios. Por esa razón en el día del padre eso es el consejo que Dios nos da: que ustedes y yo gobernemos bien.

¿Qué significa gobernar? Significa ministrar, significa dirigir, significa guiar, dar instrucciones claras. Para eso ustedes y yo como padres necesitamos saber cuál es nuestra función, cuál es nuestra posición, bíblicamente hablando. Dios dice que somos la cabeza del hogar, el que guía, no el dictador en el hogar como lo hace el mundo, con trasfondo machista. Dice la palabra que somos cabeza del hogar. Cuando entendemos esto Dios asume que vamos a ejercer bien ese ministerio. Amen. Dios le bendiga.

Y la segunda cosa que veo en gobernar bien su casa dice ‘tenga a sus hijos sujetos a él’, eso es lo que veo aquí en el versículo 4, que dice la siguiente manera:

“... pues que tenga sus hijos en sujeción con toda honestidad...”

¿Qué quiere decir eso? Tener a sus hijos en sujeción es enseñar a los hijos a reconocer que papá y mamá en equipo tienen la última palabra sobre cualquier decisión que hay que tomar en el hogar. Amen. Enseñar a los hijos eso que la autoridad establecida por Dios para guiar, para ayudar, para que las cosas marchen bien en el hogar, Dios lo ha establecido y que hay que respetar ese orden establecido por Dios. quiero decirles que nosotros los hijos, tenemos tres responsabilidades para con nuestros padres: 1) honrar a nuestros padres; 2) perdonar a nuestros padres; 3) obedecer a nuestros padres. Amen.

Siendo ellos la autoridad establecida por Dios todos los que somos hijos necesitamos reunir esos tres requisitos: obedecerlos, honrarlos y perdonarlos. ¿Por qué perdonarlos? Porque nuestros padres son humanos, no son infalibles, pueden cometer errores como nosotros, al criarnos pueden haber cometido hasta pecados, pero si ustedes y yo como hijos conocemos al Señor necesitamos obedecer la palabra de Dios, respetarlos, honrarlos y perdonarlos. Amen.

También en la tarea de ser padres dice la palabra que gobierne bien, no solamente es dirigir, no solamente enseñar a los hijos a sujetarse, quiere decir también dirigir sirviendo en amor. ¿Se acuerdan lo que Jesús dijo en Mateo 20, versículo 25 al 28? Cuando los discípulos tenían una conversación sobre quién sería el mayor en el Reino de los Cielos, ¿qué les dijo el Señor a ellos? El que quiere ser el primero, debe ser un buen servidor. Amen. En otras palabras, como padres ustedes y yo debemos guiar el hogar pero siendo un verdadero siervo. Amen. En las cosas prácticas del hogar, por ejemplo, ayudar a la esposa a lavar los platos, a barrer un poquito, si no sabe cocinar, aunque sea salcochando un huevo, ayude a su esposa de tal manera que los hijos vean que papá es un líder que sirve y aprenderán también.

Las hermanas están contentas en este momento. Cuando hacemos eso, mis hermanos, va a suceder una cosa muy interesante, vamos a ganar respeto adentro y afuera. Amen. Pero si papá solo llega a ver televisión, con una panza de ese tamaño y acostarse a dormir y los niños con la tarea partiéndose los dedos, no hay quién les ayude, va a ser difícil que los respeten. Por amor a Dios lo van a hacer, pero no van a tener un respeto honorable, de tal manera que cuando ellos sean grandes digan ‘mi papá estaba conmigo en toda necesidad’.

Hermanos, creo que podemos hacerlo con la ayuda del Todopoderoso. Bendito sea Dios.

La segunda tarea de ser padre es proveer para las necesidades del hogar. Amen. Primera de Timoteo 5:8 nos dice la siguiente manera:

“.... porque si alguno no provee para su casa, para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo...”

Aquí está hablando de provisión material, el contexto está en que los creyentes que tiene familiares que son viudas o que han perdido a un ser querido y han quedado desamparados, Pablo está enseñando a Timoteo que ellos no deben ser una carga para la iglesia, que ustedes y yo como hijos, debemos suplir para las necesidades de nuestros mayores, padres o abuelos, no dejarlos al abandono, pero también es aplicable para el hogar. Si no proveemos para sustentar a nuestra familia Dios dice, no podremos llamarnos cristianos y somos peores que incrédulos.

Entonces en la tarea de ser padre necesitamos proveer para las necesidades del hogar. Yo reconozco que estamos en un contexto donde padre y madre trabajan, en ese caso hay que combinar en equipo. Lo importante es que haya para la necesidad de la familia y que sobre para compartir con otros. Amen.

La tercera tarea de ser padre, necesitamos poner fundamentos espirituales firmes en el hogar. Proverbios 22:6 nos dice la siguiente manera:

“... instruya al niño en su camino y aún cuando fuere viejo no se apartará de él...”

Necesitamos padres, no dejar solo la tarea a la mamá, la tarea espiritual es responsabilidad del padre, de ser modelo en el hogar. No es simplemente decir a los hijos, ‘vayan a la iglesia’, esposa, vaya con ellos, mientras usted está viendo televisión, o viendo deportes y aparecer tarde. Es siendo ustedes y yo el ejemplo de ser fundamento de dar claridad espiritual a nuestros hijos. Amen, hermanos.

Esa es la idea que está también en Deuteronomio 6:5 al 9. veamos un momentito, dice la palabra de Dios:

“... amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, de toda tu alma y con todas tus fuerzas y estas palabras que yo te mando hoy estarán sobre tu corazón y las repetirás a tus hijos y hablarás de ellas estando en tu casa, andando por el camino, al acostarte y cuando te levantes, y las atarás como una señal en tu mano, estarán como frontales entre tus ojos, y las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas....”

¿Con qué idea Dios está diciendo para que los hijos puedan crecer con fundamentos espirituales? Amen. Amar a Dios, y vivir en el temor de Dios. Amen. Y esa es la tarea que ustedes y yo tenemos como padres.

Y la última es aplicar disciplina correcta a tiempo. ¿Por qué razón? Proverbios 13:1 nos dice la siguiente manera:

“... el hijo sabio recibe el consejo del padre, más el burlador no escucha las reprensiones...”

Versículo 24 también dice: “...el que detiene el castigo a su hijo aborrece más el que lo ama desde temprano lo corrige...”

Hermanos, los niños cuando son pequeños necesitan disciplina. Disciplina no quiere decir maltrato, agarrarlos por los moños y por la oreja y tirarlos por el piso o en la pared como hacían con nosotros tal vez, o tomar el zapato y darle por la cabeza a los hijos. Ahí tendríamos problemas con las autoridades. Disciplina implica corrección, indicarle, enseñarle. ¿Por qué va a usar la vara oportunamente? Para que ellos aprendan a temer la disciplina y corregirse de esa manera.

Proverbios 23, versículo 13, 14, dice de la siguiente manera:

“....No rehúses corregir al muchacho porque si lo castigas con vara no morirá, lo castigarás con vara y librarás su alma del Seol...”

Otro pasaje dice: “... en la necedad está ligada al corazón del muchacho pero la disciplina apartará de ellos la necedad....”

Pero es disciplina con amor, con sabiduría, no con arranques de ira sino enseñar con la idea de enseñar lo que Dios dice.

Estimados hermanos, en el día del padre quiera Dios ayudarnos a ser padres exitosos, no padres que lamenten mañana ‘oh, si hubiéramos hecho esto, saldría eso de esa manera’. Dios quiere que ustedes y yo en esa tarea tan difícil en este siglo presente tengamos éxito, pero necesitamos depender de él, agarrarnos del Señor y lo que no sabemos hacer, de rodillas pedirle a Dios, tu eres el arquitecto de este hogar, tu eres el dueño de nuestros hijos, danos sabiduría. Y Dios dará sabiduría.

Ahora, ¿qué pasa con aquellos que aún no son padres? Pueden adoptar, pueden ayudar a otros para que sean mejores padres, muchas veces cuando uno observa tiene un panorama mejor o más completo, y ve detalles que uno que está adentro no ve, por esa razón si usted no es papá pero usted ve que otros padres están luchando no se quede al margen brinda su consejo oportuno. Yo soy uno que estoy dispuesto a recibirlo. Amen.

En conclusión, mis amados hermanos, el verdadero padre sale al frente para responder a las necesidades del hogar. Se hace presente en las actividades de sus hijos, donde es importante que él esté. El que es padre está pendiente de lo que hace falta en su hogar para suplirlo, participa activamente en la educación, en la disciplina de los hijos, en equipo con su esposa para que la bendición de Dios continúe sobre el hogar y sobre los hijos y cuando ellos crezcan anden en los caminos del Señor. En la tarea de ser padre hemos visto 4 cosas muy importantes: Gobernar bien su casa, proveer para suplir las necesidades de la familia, poner fundamentos espirituales sólidos, aplicar disciplina correctiva a tiempo, y Dios será honrado.

Que Dios les bendiga. Dirígeme una oración y bendícenos, Claudio. Amen. Gloria al nombre del Señor.

Oremos, Padre santo te damos gracias porque tu eres nuestro Padre celestial y tu tienes tus consejos para nosotros en el privilegio de ser padre. Ayúdanos a hacer esa tarea con amor bajo la dirección de tu santo espíritu de tal manera que nuestra generación te ame, te sirve de todo corazón. Son favores que te pedimos en el nombre de Jesús. Amen.

¡Aleluya! Gloria en el nombre del Señor. Gracias, Claudio. Amen.

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Negociar con el talento que Dios te ha dado

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Lucas 19, lo que estamos diciendo es que yo he estado siguiendo en todo lo posible una serie de sermones que enfocamos mucho tiempo una de las grandes doctrinas de la iglesia que es el Espíritu Santo y su ministerio y el bautismo del Espíritu Santo, los dones, etc. y lo que estoy haciendo es trayendo estas enseñanzas sobre grandes verdades, grandes principios de la doctrina cristiana. El domingo antepasado yo tuve la oportunidad de enfocar una de las grandes doctrinas de la iglesia cristiana ortodoxa histórica, que es la divinidad de Jesús. ¿Recuerdan ese sermón? La divinidad de Jesús. Cristo como consustancial con el Padre. Y vimos como la palabra del Señor soporta y hace casi inevitable esa conclusión.

Y yo quiero desarrollar un poco más esa enseñanza tan profunda y tan esencial para la vida del pueblo de Dios, pero hoy me hubiera gustado hacer eso, pero quiero aprovechar para sembrar una semilla de fe en su corazón y de visión acerca de el darle al Señor generosamente, de ser diligentes en aportar al Reino de Dios, no solamente voy a hablar de dinero sino voy a hablar simplemente de nuestras vidas, nuestros talentos, nuestros dones, darle al Señor. Capítulo 19, 11 al 27. Yo retomaré el tema de Cristo y su deidad en algún momento pronto. Pero en esta mañana quiero aprovechar todo esto que hemos hecho aquí para educarles a ustedes, hermanos.

Déjenme decirles que una de las maneras que yo puedo más bendecirles a ustedes es animándolos a ser generosos con Dios. Diga amen aunque sea para convencerse de ello. No hay nada más hermoso que darle al Señor y ser fiel. Además déjenme decirle que cuando usted es llamado al Reino de Dios es para servir y para usar sus dones a favor del Reino del Señor. Lucas 19, 11 al 27, dice allí:

“...Oyendo ellos estas cosas prosiguió Jesús y dijo una parábola por cuanto estaba cerca de Jerusalén y ellos pensaban que el Reino de Dios se manifestaría inmediatamente...”

en otras palabras, pensaban que la cosa era para ya, que Cristo iba a manifestar todo su poder, su deidad, su carácter mesiánico enseguida. Entonces el Señor quería como quitarles esa inocencia de la mente y ajustar mejor su expectativa.

“.... y dijo pues el Señor, un hombre noble se fue a un país lejano para recibir un reino y volver y llamando a diez siervos suyos les dio diez minas.... – minas es una cantidad de dinero, digamos que le dio 500 dólares, era una cantidad de dinero básica- .... les dio diez minas –no minas de oro ni cosa por el estilo, era una moneda, entienda bien,- .... les dio diez minas y les dijo, ‘negociad’....

Digan todos negociad, esa palabra es muy clave en este texto. Negociad.

“... negociad entre tanto que vengo. Pero sus conciudadanos le aborrecían y enviaron tras él una embajada diciendo, ‘no queremos que este reine sobre nosotros’. Aconteció que vuelto él después de recibir el reino mandó llamar ante él a aquellos siervos a los cuales había dado el dinero para saber lo que habían negociado cada uno. Vino el primero diciendo, ‘Señor, tu mina ha ganado diez minas’, él le dijo, ‘está bien buen siervo por cuanto en lo poco has sido fiel, tendrás autoridad sobre diez ciudades’....”

Por si acaso se me escapa más del, mire allí, por cuanto en lo poco.... por cuanto en lo poco has sido fiel ahora te voy a poner sobre gran autoridad.

“... vino otro diciendo, ‘Señor, tu mina ha producido 5 minas’, y también a este dijo, ‘tu también se sobre 5 ciudades’. Vino otro diciendo, ‘Señor, aquí está tu mina, la cual he tenido guardada en un pañuelo...’

Usted se lo puede imaginar abriendo un pañuelo con un nudo bien grande, allí abriéndolo para sacar la moneda, yo lo puedo ver casi perfectamente en mi mente.

“... guardada en un pañuelo porque tuve... -¿qué tuvo él?- ....Tuve miedo de ti por cuanto eres hombre severo que tomas lo que no pusiste y ciegas lo que no sembrasteis.’ Entonces él le dijo, ‘mal siervo, por tu propia boca tu juzgo, sabías que yo era hombre severo que tomo lo que no puse y que ciego lo que no sembré, ¿por qué pues no pusiste mi dinero en el banco para que al volver yo lo hubiera recibido aunque fuera con los intereses?’ Y dijo a los que estaban presentes, ‘quitadle la mina y dadla al que tiene diez minas’. Ellos le dijeron, ‘Señor, tiene diez minas’. Pues yo os digo que a todo el que tiene se le dará más al que no tiene aún lo que tiene se le quitará. Y también a aquellos mis enemigos que no querían que yo reinase sobre ellos traedlos acá y decapitadlos delante de mi....”

Bendiga el Señor su santa palabra. Es una imagen un poquito severa de Cristo, ¿no? Ese no es el Jesusito ahí con la ovejita en la mano pasándole así la mano con unos pelos rubios, unas trencitas bien delicado. Este es un ser severo que espera rendimiento de lo que él está rindiendo y presentándole a sus siervos. Y note eso, una de las cosas interesantes de este pasaje es el tono mismo del pasaje. Es un tono de seriedad, es un tono de negocio, es un tono como casi militar hasta cierto punto. La postura de este Señor, de este dueño, este magnate, un hombre de empresa, un hombre noble dice aquí. Eugenes, quiere decir, bien nacido, cuando la palabra que está traducida es un hombre noble, eugenes. Si alguien se llama Eugenio para que usted sepa, lo que quiere decir su nombre es que es bien nacido, es de buen nacimiento.

El caso es que este hombre era de buen nacimiento, es decir, buena familia. Era un hombre noble. Este hombre noble evidentemente es una persona muy clara en sus asuntos y él corre su casa, y administra su casa que en este caso es la iglesia en una forma muy concienzuda y muy a tipo corporación. Note eso, porque es bien importante que entendamos.

Evidentemente este hombre noble es una figura ¿de quién? ¿Quién es? Jesucristo, Jesucristo. El Señor Jesús está relatando una parábola acerca de sí mismo. Este hombre que se va a un país lejano, ¿cuál es el país lejano al cual se fue Jesucristo? El cielo, él ascendió, dice la palabra, y está allí sentado a la diestra de Dios Padre, los que conocen el creo apostólico esperando a venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Él está allí esperando.

Dice la palabra que el día y la hora nadie lo sabe, sino el Padre, pero el Señor está allí, se fue a un lugar lejano. Mire también algo interesante aquí y es otra cosa. El propósito por el cual el Señor relata esta parábola, ¿por qué lo relata? Porque los discípulos y había mucha idea en Israel de que cuando el Mesías llegara iba a instalar el Reino de Dios inmediatamente, iba a poner a Israel inmediatamente como cúspide de las naciones, iba a retornar el reino davídico a Israel y enseguida todo iba a estar bien bonito y fácil y resuelto.

Pero el Señor sabía que no era así tan fácil. Y después de hecho el Apóstol Pablo escribiendo en una de las cartas a los tesalonicenses, volvió otra vez a recordarle a la iglesia, miren, no se dejen engañar por esto de que el Reino de Dios viene inmediatamente porque el Reino de Dios no va a venir hasta que no se cumplan ciertas pautas, ciertas cosas que tienen que caer en su lugar antes que venga el Reino de Dios.

Es decir, eso es bien importante porque hermanos, muchas veces nosotros tenemos una imagen fácil y falsa de lo que es el Reino de Dios. Hay mucha gente que piensa, bueno, si yo entro en el Evangelio todo se me va a resolver inmediatamente, no voy a tener más problemas, ja, ja, ja, como dicen por ahí. Tremenda sorpresa nos llevamos, cuando nos damos cuenta que no es tan fácil la cosa, que entramos al Reino de Dios a guerrear, que entramos al Reino de Dios, claro entramos ahora con una nueva fuerza, tenemos poder, tenemos gracia de Dios, somos más que vencedores, pero tenemos que darle batazos al diablo y de vez en cuando también recibimos nuestros batazos, ¿no? Y eso es parte del proceso. Dios espera un pueblo guerrero, Dios espera un pueblo que mientras él llega, cuando sea, nosotros seamos fieles y que mientras estamos en el Reino de Dios, en el Evangelio nosotros nos mantengamos siempre con la mano puesta sobre el arado, haciendo la obra del Señor hasta que él venga.

Entonces, el Señor quería decirles esto requiere esfuerzo, requiere paciencia, requiere persistencia, la vida cristiana no es una vida fácil, hermanos. Es una vida para héroes, ¡Aleluya! Pero es una vida en la cual Dios te promete victoria en toda situación en la cual tu te encuentres, pero tienes que batallar, tienes que esforzarte. Hay una expectativa de que se espera que tu hagas algo para ganarte, no para ganarte la salvación. No, porque la salvación no se gana, pero sí para justificar tu presencia de todo lo que Dios ha hecho a favor tuyo.

El ambiente, cuando entramos en el ámbito del Evangelio entramos a trabajar, entramos a servir, entramos a dar, hermanos. Mucha gente viene al Reino de Dios para que le den, para que lo sirvan, para que le hagan esto, para que le hagan lo otro, para que le ministren, para que satisfagan sus necesidades, para que oren por ellos, para que, como dicen los chilenos, les rasquen la guatita, le rasquen la barriguita. Y eso no es lo único. Claro que sí, en el Reino de Dios tu recibes pero se supone que también tu des, que trabajes, que seas una varón, una mujer, esforzada y valiente. Eso es importante, esa es la expectativa de Dios.

Dice aquí que este hombre rico y noble tomó a sus siervos, él tenía que hacer un viaje muy largo. Imagínese en esos tiempos un viaje. Tenía que ir a un país lejano, tenía que ir digamos a la China y en esos tiempos no era como que usted coge un avión y se va en un momentito y se mantiene en contacto por email y por teléfono con sus empleados. No, él se iba y mientras él estuviera allá no había comunicación, no iba a haber contacto en un sentido y ellos tenían que usar de su propio entendimiento para cumplir con las directrices que él les había dejado.

Ahora, ¿cuáles son las directrices que este hombre noble le deja a sus siervos? Él los pone en línea, yo me los imagino, los pone a los diez ahí parados, uno al lado del otro y yo me imagino a él caminando mientras le da un discurso de ánimo y de instrucciones, y les dice, mira, aquí tu tienes 500 dólares, tu tienes 500, 500, 500, y a los diez le da un cheque de 500 dólares y los hacer firmar un recibo comprometiéndose a usar ese dinero en una forma adecuada, en una forma prudente y que rinda. Y les dice a ellos, a mí en última instancia no me importa cómo ustedes inviertan ese dinero, siempre y cuando lo hagan dentro la visión general de mi corporación. Pero yo sí espero que cuando yo regrese de este largo viaje ustedes me den cuenta de lo que han hecho con ese dinero. Mientras yo esté por allá viajando y haciendo las cosas y atendiendo a mis negocios allá, y resolviendo mis asuntos de recibir ese reino como Cristo está esperando a que el Padre haga todo lo que tiene, el Espíritu Santo aquí en la tierra, etc. y entonces el Padre le diga, ok, ahora te entrego el cetro de mando, de autoridad sobre las naciones. Baja y toma señorío, yo él lo tiene en un sentido espiritual, pero todavía la humanidad no ha reconocido el señorío de Cristo en su totalidad.

Pero un día, dice, que toda rodilla se doblará y toda lengua confesará que Jesucristo es el Señor, un día todas las naciones le serán entregadas a Jesús en su segunda venida. Mientras tanto qué pasa, quién se supone que esté trabajando aquí en la tierra para rendir los dones y el dinero del Señor. ¿Quién? Nosotros.

Hermanos, póngase de pie un momentito, vamos a hacer algo profético, póngase de pie todo el mundo, póngase de pie todo el mundo. I hate to disturb your comfort zone for a moment. Póngase de pie. A cada uno de ustedes y a mí también que estoy aquí delante, el Señor me ha dicho, te ha dicho ‘negocia, invierte hasta que yo venga’. Hazte de cuenta ahora mismo que el Señor está representado aquí en mi persona, y que el Señor te está mirando a ti, a cada uno de ustedes y está diciendo, ‘negocia, invierte, esfuérzate, trabaja, haz todo lo que esté de tu parte, invierte tus energías, los talentos, todo lo que tu tienes, tu tiempo, tu profesión, todo, yo espero que tu negocies hasta que yo venga’. ¿Has recibido esa comisión? Si lo has recibido te puedes sentar.

Entonces, este hombre noble para a sus siervos allí y les lee la cartilla, les da algo a cada uno. Fíjese eso hermanos, cada uno de sus diez siervos recibe algo y recibe en este caso, la misma cantidad, una mina. Nadie me venga a decir a mí que el Señor no me dio nada. Mire, usted puede ser la persona más pobre, más ignorante del mundo, con menos recursos, una persona que nunca ha hecho nada grande, constructivo, de notoriedad o lo que sea, pero déjenme convencerle de algo, dentro de ti, escucha bien esto y recíbelo en el nombre del Señor, dentro de ti hay una provisión de poder y de vida que Dios ha puesto. Diga amen.

Dentro de ti está el Espíritu Santo de Dios con todo su poder. Eso es para el pequeño y el grande, hombre o mujer, niño o adulto o anciano, rico o pobre, altamente educado o iletrado, el poder de Dios está dentro de ti. Y eso es lo que hace la obra. No hay excusas posibles. Dios ha puesto una dotación de poder en ti y si solamente el pueblo de Dios internalizara ese hecho y visualizara el poder de Dios que está dentro de usted. Usted ve ese niñito así, jovencito, tan lindo, tan buen mozo, tan atractivo, ese jovencito tiene el poder de Dios dentro de él. You have the gift of God in you, you have the spirit of God in you and you are called to be a powerful man of God, you are called to do great powerful things for God.

Remember that the Holy Spirit of God is in your life and that you have been called to greatness. You have been called to be a powerful man who will influence society and who will do mighty wonderful things for the Kingdom of God. You have the gift of God in you. Thank you and have a seat.

Hermanos, todos tenemos el poder de Dios dentro de nosotros. Cada uno de nosotros puede hacer algo y si nosotros entendiéramos eso, si se nos grabara en el corazón que cuando yo camino en este mundo el poder de Dios está dentro de mi. Dios ha dado algo, Dios ha puesto algo en mi vida, no es solamente en el pastor que está aquí arriba o en el misionero tal o en el diácono. No, usted tiene la capacidad para cambiar el mundo y para transformarlo en alguna manera de manera que el mundo no sea el mismo por el hecho de que usted vivió en este mundo, que cuando usted se vaya de este mundo haya una huella suya en algún lugar en los caminos de este mundo, porque Dios ha dado, Dios ha puesto su poder en usted. Cada uno de estos hombres recibió algo y eso es importante que nosotros entendamos, hermanos, que Dios ha puesto algo en nosotros y él espera que hagamos algo con eso. Esa es la otra parte de este asunto. Cuando él se va, él les dice, ‘negociad’, negocien, yo traduciría, ‘inviertan entre tanto que yo regreso’. La pregunta es qué estás haciendo tu con tu vida para negociar con el talento que Dios te ha dado. ¿Qué estás haciendo? ¿Cómo estás tu rindiendo el don que Dios te ha dado? Porque esa moneda, o esa cantidad de dinero es un símbolo, un sustituto para los dones del Espíritu Santo que Dios ha puesto en cada uno de nosotros.

Y entonces, yo creo que cada uno de nosotros debe estar inquieto siempre, hermanos, preguntándose que estoy haciendo yo para rendir la medida de gracia y de vida que Dios puso en mi, la creatividad, la energía, el don, el instrumento que Dios puso en mi vida. Yo creo que esa la pregunta que debe gobernar nuestros días. ¿Por qué yo sirvo al Señor como pastor? Porque el Señor me llamó y yo tuve que dejar todo lo demás a un lado y decir, Señor, yo te voy a servir a ti, porque mi vida yo quiero que cuente para tu reino. Yo quiero que mi vida sea útil para ti y que lo que tu quieres que mi vida cumpla, que así sea y cada uno de nosotros tiene que hacerse la misma pregunta.

Ahora, Dios no te va necesariamente a llamar a ser pastor, o a ser evangelista o a ser un misionero en otro país. No todos tenemos que hacer eso. Muchos de nosotros vamos a ser simplemente llamados a ser misioneros en nuestros trabajos, en nuestro vecindario, en la escuela. Algunos serán llamados a ser maestros de escuela dominical. Ahora mismo hay niños que están siendo cuidados allá arriba. ¿Sabe por qué está tan tranquilito este lugar aquí? Porque hay hombres y mujeres allá arriba esforzándose, invirtiendo y negociando hasta que Cristo venga, sabe. Puede ser un maestro de escuela dominical para los niños, puede ser la persona que atiende el estacionamiento allá afuera, o un Yosmar que está trabajando atendiendo a las finanzas. Hermanos, hay decenas y yo diría que hasta cientos de miles de formas de negociar hasta que él venga, de rendir nuestro don.

Una de las maneras, ustedes vieron esta presentación que yo hice. Mire, quizás hay personas a quienes Dios ha dotado con el don de dar. La Biblia habla de el que reparte que lo haga con diligencia. Búsquelo, creo que es en Romanos. Hay hasta un don de dar y de repartir, que lo haga con generosidad, con naturalidad. Hay personas a quienes Dios ha dotado con millones y millones de dólares de reserva, y su don ha sido trabajar y darle a la iglesia dinero para que los misioneros, para que las fundaciones. Nuestra iglesia ha recibido de parte de diferentes fundaciones filantrópicas y otras cosas que fueron dadas por personas que hicieron billones de dólares.

El Lilly Endowment le dio a Copan 650 mil dólares hace unos años atrás por un grant que nosotros hicimos para el entrenamiento de pastores hispanos aquí en Nueva Inglaterra. Lilly, este hombre fundó una farmacéutica que todavía es una de las grandes farmacéuticas del mundo y dejó en su herencia una cantidad de dinero bien grande para una fundación filantrópica de la cual una parte es para propósitos religiosos. Y mire como es hombre laico, no fue pastor, evangelista, no sé que fuera maestro ni nada, pero Dios le dio la manera de que su dinero, y ese dinero da cientos de millones de dólares al año para avanzar la causa del Señor. Gloria a Dios por eso. Yo quisiera tener unos dos o tres así de esos aquí en mi iglesia para mover a Nueva Inglaterra total. Oremos para que el Señor los traiga.

Pero, ¿saben qué? Una manera en que tu puedes rendir y negociar es dando tus diezmos, siendo fiel al Señor. Mire qué manera, hay gente que quiere, Señor, tómame y que me crucifiquen allá en algún país de Latinoamérica, una selva de por allá. Mire, el Señor no le pide tanto, simplemente de su diezmo y sea fiel al Señor ¡Aleluya! Sea generoso con Dios. Eso es todo, esa es una manera en que usted puede negociar entretanto que él venga.

Y mire si Dios es misericordiosos que él le dice, por todo lo que tu me des, yo te voy a dar mil veces más, es un jueguito que el Señor tiene. El Señor quiere saber, él quiere ver que lo amamos y que estamos dispuestos a arriesgar algo en obediencia a él y para bendecir su reino y eso le trae agrado a su corazón. Es como cuando nuestro hijito nos trae una florecita toda marchitada y maltrecha que la ha estado cargando de quién sabe dónde y ya la tiene toda destruida y se la ofrece, ¿a quién no se le enternece el corazón? Así es nuestro Padre. Las cosas que nosotros le traemos al Señor son absolutamente burdas y tontas comparadas con su gloria, pero a él le gusta recibir esas muestras de amor y de cariño de nuestra parte, hermanos.

Óigame, y tan conservadores que nosotros nos ponemos. Cuando vamos a un restaurante con nuestros amigos, no se preocupe. Nos peleamos, que yo, no, no, yo me encargo de la cuenta y cuando venimos a la iglesia, nos ponemos todos conservadores de una vez y estamos aquí contando dinero en el bolsillo con la mano. Ni un ciego lo cuenta con tanta destreza como nosotros antes de sacarlo.

Y hermanos, Dios quiere que seamos liberales, que seamos generosos. Es una forma de negociar entretanto que él viene. Hay personas que dicen, oh, Señor yo quiero ser un pastor, quiero evangelizar multitudes. Mira, comienza con lo poquito, dale al Señor. En este pasaje hay un principio muy importante, esencial del Reino de Dios, el Señor le dice al primer siervo, ‘en lo poco has sido fiel’. Si usted no es fiel en lo poco, cómo lo podrán poner en lo mucho, dice la palabra del Señor. Si usted no puede ni siquiera arriesgar algo por Dios, cómo Dios va a bendecirlo. Es un principio.

Mucha gente me dice, bueno que el diezmo no está en el Nuevo Testamento. Mire, el principio del diezmo está en todas partes del Nuevo Testamento. Los principios que fundamentan esa idea, es más, yo creo que a Dios hay que darle mucho más que diez por ciento porque él no tiene límites. Mientras tu más le das al Señor, más tu eres bendecido, eso es lo que la gente no entiende, pero hay que tener la fe para creerlo y hay que arriesgarse en el nombre del Señor, cuando hay una causa para Dios, uno tiene que ser el primero en decir, presente, aquí estoy, qué se necesita para el Reino de Dios. Esas son la gente que Dios ama, son la gente que Dios bendice.

Mire, Dios quiere usar la iglesia, Dios quiere usar las iglesias minoritarias, Dios quiere usar las iglesias “pobres” afro americanas, africanas, latinas. Dios quiere usar estas iglesias, Dios quiere usar estas comunidades para bendecir a esta nación, por eso nos ha traído. Yo mientras más reflexiono en esto últimamente más me doy cuenta de que estas comunidades étnicas que están viniendo de todas partes del mundo a países como Estados Unidos como un llamado misionero a revivir esta nación que está cada día decayendo más y más por su apego a la razón y al secularismo, al humanismo, se han desviado y son como ciegos y necesitan que gente que tiene sano temor de Dios y que conocen los valores del Evangelio vengan e inseminen y fertilicen a esta nación con su fe y la renueven, porque Dios ama a esta nación.

Dios nos ha traído aquí que ser una gente de bendición, a ser una fuente de shalom para esta nación. Entonces Dios tiene un llamado muy grande para la comunidad en este caso digamos la comunidad latina, y también me refiero a otra de las comunidades que están aquí, africanas, por ejemplo, o haitianas, o brasileras, Dios tiene un llamado para nosotros, lo tiene para la raza blanca y todo, pero me refiero aquí específicamente a los que estamos reunidos aquí, hay un llamado. Eso requiere iglesias fuertes, eso requiere iglesias con una mentalidad misionera, eso requiere iglesias empresariales, eso requiere iglesias apostólicas, eso requiere pastores con una mentalidad de negociante y de inversionista, eso requiere una iglesia agresiva, militante, siempre conquistando territorio, siempre haciendo algo nuevo para el Señor, siempre invirtiendo los recursos de Dios para avanzar y establecer el Reino de Dios y para llevar a cabo la obra que Dios nos ha encomendado en esta nación.

Hermanos, yo como pastor, no quiero sentirme allá enfrente peleando con el enemigo y que mi congregación está allá a una milla de distancia diciendo, sí, pastor adelante, dele duro, dele duro, y ellos allá tomándose una Coca Cola lo más tranquilos. Yo quiero que mi iglesia esté detrás, ahí al lado mío peleando y conquistando terreno para el Reino de Dios en Nueva Inglaterra. Yo quiero sentir que tengo guerreros a mi lado, hermanos, que tengo gente que entiende el llamado de Dios, a ser gente aguerrida, a ser gente agresiva, a ser gente militante, a ser gente emprendedora, a ser gente que invierte en el Reino de Dios y no tiene miedo al futuro porque sabe que su Dios es poderoso para proveer todo lo que ella necesita si somos fieles al Señor.

Necesitamos para ser la iglesia..., yo sé que Dios tiene grandes llamados para esta congregación que apenas estamos rasgando la superficie, pero ¿saben qué? Dios está diciendo, mira, no es tan fácil, el pastor y los pastores no lo van a hacer todo por ti, se espera que tu también inviertas. Este templo, este santuario es una locura, es una de esas cosas que yo me digo, cómo yo me meto en estas alturas de juego. Llevo ya 14 años construyendo hermanos, y no bien estamos terminando esto de acá que tanto trabajo nos ha costado, y ya estamos pensando en la próximo. Pero mire, nosotros no cabemos, esto es a las 9 de la mañana y a las 12 vuelve otra vez se llene. Todos los estudios estadísticos dicen que una vez que una iglesia llena su santuario un 80 por ciento, ya deja de crecer. Eso se ha repetido en miles y miles de congregaciones a través de Estados Unidos porque hay incomodidad, la gente ya no quiere venir porque tiene que sentarse separados, una cantidad de cosas, miren lo apretado que ustedes están para sacarle provecho al espacio aquí.

Y nosotros tenemos una ventana de oportunidad muy pequeña, si nosotros perdemos la oportunidad de construir nuestro santuario en los próximos meses de comenzar a trabajo, por lo menos romper tierra, si no lo hacemos en el próximo año legalmente, por razones largas de explicar, perdemos la oportunidad de hacerlo. A menos no abra el mar porque ya le hemos pedido una extensión a la ciudad y por todo lo que yo sé no nos van a dar una segunda extensión. Nosotros tenemos que comenzar a construir ese santuario. Entonces, yo no quiero que nos quedemos encerrados en este lugar. Somos una iglesia visionaria, hermanos, usted cree que yo emprendo eso con toda soltura y tranquilidad, simplemente por inercia porque quiero ver algo más grande. Yo reprendo al diablo en términos de cualquier cosa de orgullo, eso no es la idea. La idea es avanzar el Reino de Dios, la idea es un lugar donde vidas puedan venir. Yo estoy convencido de que cuando nosotros tengamos un santuario más amplio, nosotros podremos continuar creciendo y haciendo más cosas para el nombre del Señor.

Una de las iglesias que visitamos fue una iglesia en Connecticut ahora en este viaje misionero que hicimos, y el pastor Rick Aquiles, amigo de que ya llevamos tiempo trabajando en estas cosas, un santuario precioso, una iglesia bella. Tiene 120 años de haber sido construida. Bautista renovada y acaban de construir toda un ala hace como tres años, un hermoso santuario y él me decía, nosotros hemos cuadruplicado desde que abrimos el santuario.

Yo se que hay mucha gente esperando, porque son las dinámicas sociales, usted ve? Y no es que uno construye edificios para que vengan.... No, es que nosotros necesitamos, ya hace años que debimos haber construido un santuario más grande, entonces para que nosotros podamos.... yo estoy construyendo para el futuro, yo estoy construyendo para conquistar, yo estoy construyendo para preparar el Reino de Dios. Yo se que aquí ahora mismo cuando las iglesias quieren hacer algo de avivamiento no hay lugares, es dificilísimo y las iglesias que tienen templos grandes no quieren ni siquiera prestarlo ni usarlo para el avance muchas veces para el Reino de Dios. yo los respeto, los amo, amen. Gloria al Señor. Cada uno con su Dios, etc. pero se necesitan iglesias visionarias, hermanos. Se necesitan iglesias que sientan, no, Dios me ha llamado a edificar su reino y a laborar para el Reino de Dios. Dios me ha llamado a usar mis dones, mis talentos para avanzar el Reino de Dios.

Y esas son las personas que Dios usa para hacer cosas grandes. Vi aquí a la hermana Elsie Vergara, madre, y recordé al pastor Juan Vergara que fundó esta congregación hace 20 y pico de años. Yo me imagino que el Reverendo Vergara cuando comenzó esta iglesia en el año 82 no se imaginó, en realidad, yo no creo que él tenía en mente que la iglesia que él fundara iba a llegar, iba a tener las evoluciones que ha tenido e iba a llegar a hacer las cosas que ha hecho.

Uno a veces comienza cosas pequeñas, hermanos, y uno no sabe a dónde puede llegar. Es más, yo sé que todavía nosotros no entendemos todo lo que Dios quiere hacer a través de esta comunidad, todo lo que Dios tiene, toda la riqueza que él tiene aquí dentro de nosotros y a veces nosotros por nuestra mentalidad pequeña, hermanos, y limitada, y temerosa. ¿Qué fue lo que derrotó a este hombre? El temor, el miedo al futuro, él no sabía qué iba a pasar y no estaba seguro y pensó en los peligros, y pensó en los riesgos, y qué si lo meto ese dinero y lo pierdo, y entonces este Señor mío que es tan severo y tan exigente me corta la cabeza. Y se hizo un mar de dudas y de preguntas y de riesgos y pensó en todos los riesgos pero no pensó en todas las posibilidades y muchas veces nosotros Dios quiere bendecirnos, quiere usarnos, quiere avanzarnos, quiere llevarnos a nuevos niveles, a nuevas alturas en él y nosotros estamos aquí pensando en qué pasa si... y perdemos la oportunidad de ser bendecidos y ser de bendición.

Déjenme confesarles algo que no lo confieso con ningún tipo de orgullo, sino todo lo contrario, con vergüenza. Para que usted vea... cuando el reverendo Vergara, nosotros comenzamos seis meses en el Southend en el Emanuel Gospel Center ahí estuvimos, éramos un grupo pequeñito, un puñado de gente. A los seis meses se hizo disponible el templo que ocupamos en Cambridge durante 15 años, un lindo templo, un santuario típico de Nueva Inglaterra, de ladrillo rojo, con su alta bóveda, clásico santuario, grande, y además tenía varios salones de clase y otras cosas al lado. Era una instalación muy bella y nos la regalaban, porque la iglesia norteamericana que había estado allí originalmente había sido reducida a un puñadito de gente.

Y yo he reflexionado mucho acerca de ese proceso que se da mucho aquí en Nueva Inglaterra pero no voy a entrar en él, y finalmente tuvieron que entregar el santuario con una casa pastoral en Watertown y también con todas las instalaciones de clases. Y el pastor Vergara nos habló al grupito que teníamos en ese tiempo y nos animó de que, guau, miren esta gran oportunidad que tenemos. Un edificio se abre allá y fuimos allá a ver el edificio, era en invierno y fuimos a ver el edificio, y de nuevo nos lo estaban regalando. Y ¿saben cuál fue mi preocupación y por qué yo tenía mucho temor de que entráramos? Yo le dije, pero, reverendo Vergara, ¿cómo vamos a pagar la calefacción? Si hubiera sido yo, yo creo, probablemente no lo hubiera tomado, no estoy seguro, pero no hubiera cogido ese gran regalo que Dios nos daba por miedo a que no tuviéramos dinero para pagar la calefacción.

Gracias a Dios que Vergara tenía mucha más fe que yo en ese tiempo. Gracias a Dios que mi fe ha crecido mucho más desde entonces. Pero usted se fija a veces cómo nosotros podemos ser tan conservadores, tan temerosos, tan tímidos con las cosas que Dios quiere hacer en nuestra vida. Que terrible desperdicio hubiera sido si nosotros hubiéramos perdido esa oportunidad. 15 años estuvimos allí, nunca faltó nada. Dios bendijo en maneras amplias, generosas, abundantes. ¿Por qué? Porque dimos un paso de fe en el nombre del Señor y el mar se abrió delante de nosotros. No permitamos jamás que el miedo, el temor, lo conservador.

Así muchas veces Dios nos dice, mira, dame y estamos allí como la viuda de Sarepta, bueno, es lo único que tengo y si yo te lo doy, como dijo al profeta Elías, entonces no voy a tener ni yo ni mi hijo, nos vamos a morir de hambre. Se hizo todo un mar. ¿Y qué le dijo le profeta Elías? Le dijo, mira, dame a mi primero y yo te prometo que no te faltará ni a ti ni a tu hijo en ningún momento, y así fue. Ella lo obedeció y dice que todas las demás casas alrededor tuvieron hambre, pero en la casa de esa viuda nunca faltó el trigo ni el aceite, porque le dio al Señor generosamente.

Muchas veces nosotros así somos. Oh, estoy cansado, es el viernes en la noche. Hay una vigilia en la iglesia pero yo he estado trabajando toda la semana y si voy a la vigilia voy a estar cansado el lunes cuando vaya al trabajo y nos hacemos un mar de cosas. Cuando Dios es poderoso para reponerte todo lo que tu inviertes, y el lunes tener más fuerza de la que hubieras tenido si te hubieras quedado en tu casa descansando, porque Dios es poderoso.

Uno tiene que aprender a moverse en el poder de Dios, hermanos. Hay una oportunidad de venir a la iglesia y adorar a mitad de semana, y estamos pensando, no, mañana es jueves, tengo que levantarme a las 5 de la mañana, voy a estar cansado y nos cansamos aunque no lo estemos porque nos hacemos un mar de preocupación.

Mientras uno se mueve en el poder de Dios, Dios renueva nuestras fuerzas en el vuelo. Si usted aprendiera, y yo aprendiera a movernos en el poder en el Espíritu Santo y menos en nuestra fuerza, en los recursos que Dios da, Dios multiplicaría tu hacienda, Dios te bendeciría, Dios te usaría en grandes maneras.

Al siervo que le dio una mina y le entregó diez minas a su Señor, el Señor le dijo, sabes qué, esas diez monedas yo las voy a cambiar en autoridad sobre 10 ciudades para ti, vas a ser gobernador de 10 ciudades y al otro que le rindió 5, 5 ciudades.

Mire, con esto ya termino, nosotros pensamos a veces que el Reino de Dios allá arriba, que cuando nosotros vayamos al cielo nos van a abrir un gran closet con unas batas blancas y un arpa colgando de cada bata blanca, todas del mismo tamaño y el mismo diseño y que nos vamos a pasar toda la eternidad tocando un arpa subidos en una nube cantando himnos del siglo 18 con una bata blanca. Para mí, eso sería el infierno. Yo creo que el Reino de Dios va a ser algo creativo, va a haber diferencias, va a haber recompensa a diferentes niveles. El que trabajó, el que se esforzó, el que dio duro aquí, el que le dio al Señor todo lo que tenía, en la eternidad gozará de gloria, de autoridad. Yo no sé qué Dios tiene en el futuro pero yo sé que es algo maravilloso, el reino de los Cielos va a ser un lugar de inversión, de trabajo que no desgasta o cansa como el trabajo aquí, de creatividad, de acción, de nuevas vistas y nuevas cosas que nosotros ni siquiera podemos entender y yo estoy seguro que muchos de los que pase en la eternidad dependerá de lo que nosotros hacemos aquí en la tierra. ¿Usted entiende?

Y por eso nosotros nos esforzamos porque yo creo que si uno vive aquí por fe, dándole al Señor uno está invirtiendo para el Reino de la Eternidad. Y que yo estoy sembrando para la eternidad, y que todo lo que yo le di al Señor aquí, todo lo que yo dejé en esta tierra, mis diezmos, mis ofrendas, mi trabajo, mi sudor, mi llanto, mi sangre, mis fracasos, todo, un día el Señor lo tornará en gloria por toda la eternidad. Y por eso trabajamos en fe aquí, todo lo que le invertimos al Señor Dios lo está atesorando, por eso el Señor Jesucristo dice inviertan donde no hay moho, donde no hay corrupción, donde no puede venir un ladrón y robarte el dinero, invierte en el Reino de los Cielos porque allá todo es ganancia. Nada de lo que tu inviertes en el Reino de Dios en esta tierra dejará de tener su recompensa.

Dice el Señor que aún un vaso de agua que tu le des a alguien por haber sido siervo del Señor, no dejará de ser reconocido Dios. Imagínese. Todo lo que tu des lo vean o no lo vean otros, Dios lo está registrando en su libro y ganará intereses para toda la eternidad. Dale al Señor, invierte en el Señor, vive tu vida con una ética de servicio al Señor, de sacrificio al Señor, de inversión al Señor, todo lo que tu hagas, hazlo en el nombre y para la gloria del Señor y para avance del Reino de Dios. se un guerrero para Dios aquí en la tierra, invierte tu vida, dedica tu vida al Señor, dedica tus dones al Señor, vive poseído por una visión de darle al Señor y que tu vida valga, que el talento que Dios puso en ti reciba el máximo de rendimiento.

Y un día podrás escuchar la voz de aprobación de tu Padre celestial, diciéndote, ven, buen siervo y fiel, te has cansado, has trabajado, has sangrado, has cometido errores, has llorado, te has desvelado, en lo poco has sido fiel, en lo mucho te he de poner. Recibe ese reto del Señor y vive para esa visión, para que tu vida valga para el Señor, para que tu vida sea de bendición y de avance del Reino de Dios.

Eso es lo que justifica mi vida, hermanos, a mi no me interesa nada, creo que puedo decir como dice el Apóstol Pablo, todo lo tengo por basura para ver si conozco a Cristo en todo su poder y en su padecimientos. Eso es lo único que justifica mi vida ya, no me interesa gloria ni dinero ni nada, solamente que mi vida valga para el Reino de Dios, que los dones que Dios ha puesto en mí sean usados avanzados para el Reino de Dios. Esa es mi gloria, ese es mi gozo y yo espero que tu también sientas eso mismo. No me importa que tu seas un trabajador, un obrero, un carpintero, un inversionista, un ingeniero, una ama de casa, una abuela. Lo que sea que tu seas, escúchame, Dios ha puesto algo en ti y Dios espera rendimiento.

Dios no quiere que tu le devuelvas lo que él ha puesto en ti metido en un pañuelito todo sudoroso y sucio y que le digas, mira, Señor estuve demasiado cansado, estuve demasiado cargado, tenía demasiado trabajo, demasiados hijos, era muy difícil estudiar, nadie me ayudó, yo nunca estuve seguro de si iba a salir algo de lo que iba a hacer o no, y por lo tanto no me esforcé, lo único que hice fue ir a la iglesia.

Que triste. Muchos entrarán al reino de los cielos avergonzados y tristes en vez de entrar con el gozo del Señor inmediatamente y entrar a disfrutar de la gloria plena de Dios porque no le dieron al Señor, no rindieron aquí en la tierra.

Así que, hermanos, vamos a hacer que este sermón se grabe en nuestros corazones como un reto para cada uno de nosotros, que no vuelvas a olvidar este reto del Señor. Yo te pido por favor, escribe esto en tu corazón. Hay muchos sermones que uno predica muchas veces pero este es un sermón fundacional, este es un sermón básico que tu y yo somos llamados al reino... somos salvados, Dios ya nos ha puesto un sello, ya, hermano, tu vas a entrar ahora a la eternidad y a disfrutar de algo que ni siquiera te puedes imaginar y entonces Dios dice, pero mientras tu estés aquí esperando tu llamado, yo quiero que tu te asegures de darme rendimiento, que tu inviertas y que trabajes todo lo posible para avanzar mi Reino, porque yo espero rendimiento de ti.

Póngase de pie un momento y pídale al Señor ahora mismo que selle ese llamado en su vida. Vamos a levantar una iglesia guerrera, vamos a levantar una iglesia de inversionistas, vamos a levantar una iglesia de hombres y mujeres de negocio para el Reino de Dios, gente completamente convencida y comprometida con Dios. ¡Aleluya!

Padre, mueve tu poder. Ore y pídale al Señor que selle su espíritu con esta enseñanza. Reciba el toque de Dios en su vida. Padre, yo desato en el nombre de Jesús.

Lord, I release the calling, I release the anointing in your people, I release men and women full of the spirit of God.

Yo suelto, Señor, la unción tuya en este cuerpo y te pido que actives tu llamado en nuestros corazones, que levantes hombres y mujeres que no retrocedan, que no echen atrás, que no quiten la mano del arado, hombres y mujeres que sepan que el llamado es para serio y para largo, que mientras tanto tenemos que dar un paso de fe delante del otro hasta que lleguemos, hasta que lleguemos a la meta.

Hombre, mujer, joven, niño, Dios te está llamando, él te quiere enlistar en su ejército, él quiere hacer grandes cosas a través de ti, él no ha llamado fracasos, él no ha llamado gente pequeña, él ha llamado guerreros, águilas, aves de presa, hombres y mujeres de combate, eso es lo que Dios quiere. Y Dios te dice, yo estaré contigo dondequiera que tu vayas, mira que te mando que te esfuerces y seas valiente. No temas ni desmayes, yo estaré contigo dondequiera que tu vayas, solo pon mi palabra en tu corazón, vívela, cómela, fundaméntate sobre ella y nadie te podrá derrotar en todos los días de tu vida, saldrán contra ti por un camino y huirán por siete caminos, dice el Señor. en todas tus batallas yo te sacaré victorioso, nunca fracasarás en nada que emprendas, porque yo te voy a respaldar en todo.

Gracias, Señor. Te adoramos, te bendecimos, te exaltamos, Señor. te glorificamos, gracias, Jesús. Sella esta enseñanza en el corazón de tu pueblo en esta mañana, Padre, séllala en el nombre de Jesús. Gracias, Señor. Gracias. Denle un gran aplauso al Señor. ¡Aleluya! Gloria al nombre del Señor.

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Cuando Dios no hace lo que queremos

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Vamos al libro de Juan, Capítulo 13 y yo quisiera comenzar haciendo una pregunta, ¿si usted en algún momento de su vida ha experimentado las cosas en una forma que no hubieras esperado o que tal vez no hubieras querido, que no hubieras preferido y Dios tenía algunas sorpresas para ti?

Hoy vamos a hablar de eso, porque la vida cristiana es una vida llena de sorpresas y algunas son sorpresas lindas, y algunas son sorpresas que no hubiéramos pedido, pero son sorpresas buenas al final. Así que vamos a leer el libro de Juan 13, pero antes quiero compartir un testimonio muy breve.

Cuando yo me gradué de la universidad, hace muchos años atrás, yo andaba buscando un trabajo, ¿cuántos han tenido que buscar trabajo? Y yo oraba y ayunaba yt le pedía a Dios que me proveyera el trabajo que él había escogido para mi. Y después de todo eso se me abrió una puerta para un trabajo enseñando en una escuela, donde yo iba a vivir ahí, y yo sabía que era de Dios. Yo sentí la confirmación del Espíritu Santo. Así que yo tomé ese trabajo. Ahora adivina qué tal me fue en ese trabajo. Fue pésimo, fue el peor trabajo de mi vida, fue terrible, fue una tortura total. Hoy en la mañana hablé que fue como ir al dentista sin que le den la medicina que le quite el dolor, pero todos los días por un año, porque yo estaba comprometido a estar ahí.

Y yo hacía la pregunta, Señor, no entiendo yo oré, pedí tu consejo, pedí tu sabiduría, ayuné, por muchos días seguidos. Yo sentí que esto era de ti, ¿qué pasa que es un trabajo tan difícil? Y yo tenía preguntas para Dios y no entendía qué pasaba, hasta que un día yo fui a un estudio bíblico y leí este texto del libro de Juan13, cuando Jesús lava los pies a los discípulos. Y yo había leído este texto muchas veces antes, pero en ese día el Señor me habló en una manera especial y yo quiero hablar un poquito de eso.

Vamos a comenzar en el versículo 2: “.... así que cuando cenaban Jesús con sus discípulos como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas Escariote, hijo de Simón, que le entregase, sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos y que había salido de Dios y a Dios iba, se levantó de la cena y se quitó su manto y tomando una toalla se la ciñó. Luego, puso agua en un lebrillo y comenzó a lavar los pies a los discípulos y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido.”

Así que Jesús está ya vestido de esclavo, viendo persona por persona, lavando sus pies sucios, y viene a llegar a Pedro y mira como Pedro responde, versículo 6:

“... Entonces vino a Simón Pedro y Pedro le dijo, ‘Señor, ¿tu me lavas los pies? Esto no puede, ¿tu me lavas los pies? Respondió Jesús y le dijo, ‘lo que yo hago, tu no lo comprendes ahora, más lo entenderás después’.”

Cuando yo leí ese texto yo sentí el Señor hablarme directo, ‘Gregory, tu no entiendes ahora mismo qué estoy haciendo yo en tu vida, no entiendes el por qué ni el cómo, ni qué es mi lógica en eso, pero después entenderás.’ Me costó 10 años, pero después llegué a entender todos los propósitos de Dios en eso. Yo sentí que el Señor quería que supiéramos que muchas veces somos como Pedro. Jesús viene a hacer algo que para nosotros es escandaloso, algo que no se hace, algo que no hubiéramos esperado, y decimos, que, no, no puede ser, y Jesús dice, ‘ahora no entiendes qué estoy haciendo, pero después entenderás, que yo se lo que estoy haciendo y tengo un propósito en este momento de tu vida’.

Y después Pedro como sabemos dice, “... no, y Jesús dice, ‘si no te lavare, no tendrás parte conmigo”.

Si no me dejas hacer esta cosa escandalosa en tu vida, no puedes tener nada que ver conmigo. Yo se que no tiene sentido, yo se que es algo incómodo para ti dejar que yo te lo haga, pero si no me dejas hacerlo, no tienes nada que ver conmigo. Y Pedro responde, como siempre, fogoso, él tiene sus altos y sus bajos y él dice:

“...No solo mis pies, sino también las manos y la cabeza también...”

Se mete de lleno. Así que vamos a hablar hoy de los momentos en la vida cuando no entendemos qué está pasando, cuando parece que Dios se volvió loco y está haciendo las cosas al revés. Y Dios tiene su plan con nosotros.

Padre, te pido por una unción especial de tu Espíritu Santo, tu sabes que la vida no es nada fácil. Señor, todos están pasando por una enseñanza en su vida en este momento, yo no se, pero tu sabes, tu conoces cada detalle, y te pido que sea tu Espíritu Santo hablándonos, Señor, que sea un pan rico, un pan saludable para tu pueblo. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amen.

Vamos a hablar de un caso especial que yo quiero dar como un ejemplo que se encuentra en el libro de Génesis, al principio de la Biblia. Génesis 48. Así que vamos a hablar de una experiencia en la vida de un siervo de Dios que se llamaba José. José era un personaje en el Antiguo Testamento. No estamos hablando de José el esposo de María, ese es otro José, de mucho antes, que él era el hijo de Jacob, era un hombre que él tenía un sueño para su vida, visiones de Dios para su futuro.

¿Cuántos aquí han tenido sueños de lo que Dios quiere para sus vidas? Tienen una visión de cosas grandes que Dios quiere que tu hagas. ¿Cuántos han tenido eso? José tenía sueños de su propio destino para hacer grandes cosas, pero él nunca hubiera imaginado, cómo iba a llegar a su destino, a su éxito. Tuvo que pasar por esclavitud, tuvo que pasar por un pozo con lodo y todo eso, tuvo que pasar por una cárcel en Egipto, tuvo que pasar por muchas cosas, pero al final Dios sacó bien de todas esas cosas. Y él llegó a ser el principal líder de Egipto, al lado del faraón mismo, y él era un hombre de Dios que había aprendido del fuego lo que es confiar en un Dios poderoso. Pero le quedaba un sueño más para su vida.

Ve que él tenía dos muchachos, dos hijos, un mayor, que se llamaba Manasés y un menor, más chiquito, que se llamaba Efraín. Ahora, en esa época, ellos siempre querían que los hijos tuvieran la bendición de Dios en su vida y que se recibiera de los abuelos. ¿Cuántos puertorriqueños tenemos aquí en la casa? ¿Algunos puertorriqueños? ¿No? Los puertorriqueños, están, muy bien, gracias a Dios.

Cuando yo estaba en Puerto Rico visitando familias, ahí en la casa, y tal vez se da en otros países también, no se, pero entraban los jóvenes y le decían a los padres o los abuelos, bendición o algo así. Y ¿qué dicen los padres o abuelos? Amen. Yo dije en la mañana, quisiera que los gringos hicieran eso, porque es una tradición hermosa. Los hebreos hacían algo parecido. Ellos pidieron, siempre pedían al abuelo imponer las manos sobre los niños, sobre los jóvenes para impartir una bendición y siempre la bendición principal pasaba al hijo mayor, el primogénito. Así que siempre pusieron el joven, el hijo mayor al lado de la mano, ¿cuál tu crees para la bendición principal, cuál mano? La derecha, sobre el hijo mayor para que sea la bendición principal. Y los hijos menores los ponían al lado de la mano izquierda para dar su bendición también pero no la misma bendición que hay para el primogénito. Así que vamos a ver que Dios tenía algunas sorpresas para José porque él soñaba con esa bendición. Así que para ilustrar eso, quiero saber si tal vez acaso, estaría visitando el patriarca Jacob hoy, que nos puede ayudar a enseñar qué pasó ese día.

Ah, Jacob se encuentra, gracias a Dios. Que bueno, tenemos el patriarca en la casa. No se volvió loco, hablamos de eso antes. Así que para eso voy a necesitar dos voluntarios para ayudarme con eso, así que no se si se encuentra y ahora eso no se planificó, así que de verdad estoy buscando voluntarios. Manasés y Efraín, así que tenemos el hijo Manaseis, alguien que quiere ser voluntario aquí, cualquier.... Manaseis. Amen, gracias a Dios. Necesitamos a Efraín, ah yo veo a Efraín, gracias a Dios. Así que vamos a imaginar que yo soy José y yo quiero que Efraín y Manaseis sean bendecidos.

Ahora, Manasés es el primogénito, es el mayor, él es el chiquito, el hermanito pequeño, Efraín, así que también quiero que él sea bendecido, pero quiero que Manaseis reciba la bendición principal. Así que quiero colocar con mucho cuidado a Manaseis delante de ¿cuál mano de mi papá, del abuelo? De la mano derecha, que sería en ese lado. Efraín, bueno venga aquí, yo te coloco aquí... Ahora quédense ahí.

Ahora, vamos a leer el texto y nos van enseñar qué pasó, en Génesis 48, miramos qué pasa, versículo 12, dice que:

“José lo sacó de entre sus rodillas, - así que no se si le dañaba las rodillas ponerlos ahí, yo creo que era mucho más pequeños en este texto, pero lo sacó de sus rodillas - .... y se inclinó a tierra y los tomó José a ambos, Efraín a su derecha, a la izquierda de Israel que también es Jacob, y Manaseis a su izquierda a la derecha de Israel, y los acercó a él. Entonces Israel extendió su mano derecha y la puso sobre la cabeza de Efraín, que era el menor, y su mano izquierda sobre la cabeza Manaseis, colocando así sus manos adrede... – que me imagino que eso significa cruzados, invertidos - ...... aunque Manaseis era el primogénito.”

Vamos a saltar ahora, cómo va a responder José a esto, tu crees, ¿cómo va a responder cuando él mira eso? Versículo 17

“... Pero viendo José que su padre ponía la mano derecha sobre la cabeza de Efraín, le causó esto disgusto y asió la mano de su padre para cambiarla de la cabeza de Efraín a la cabeza de Manaseis y dijo José a su padre, ‘No así, padre mío, porque ese es el primogénito, pon tu mano derecha sobre su cabeza’ y más su padre no quiso y dijo, ‘Lo se, hijo mío, lo se también él vendrá a ser un pueblo, y será también engrandecido pero su hermano menor será más grande que él y su descendencia formará multitud de naciones...”

Así que José hace esto, él viene y dice, ‘Padre, no. Quita tu mano aquí, póngalo aquí’. Pero él no dejó. No dejó. Y quería moverlos, porque él quería que la bendición principal fuera a Manaseis, pero a pesar de las protestas de José su papá siguió así, con los brazos así, invertidos, a lo que él hubiera querido.

Yo digo esto, y lo pongo a sufrir aquí a mis hermanos, porque quiero enseñarles esta imagen para mi ha sido algo muy especial en mi vida. La imagen de Dios con las manos invertidas, cambiadas de lo que yo hubiera esperado, porque muchas veces yo quiero que las cosas sean de una manera y Dios dice, no, yo tengo otro plan que tu no entiendes y cruza las manos y yo aunque yo creo en Dios y quiero lo mejor no parece bien, y quiero cambiar lo que él está haciendo. Y digo, no, no, no, que sea así, y él resiste, y resiste porque él dice, ‘hijo mío, yo se, yo entiendo tu confusión pero tengo un plan que tu no entiendes, pero después entenderás.’ Así que quedemos con esta imagen y ellos ya pueden sentarse tranquilos. Gracias. Muy bien.

Sabemos que nuestro Dios es un Dios poderoso. Muchas veces nosotros tenemos el nombre León de Judá, León de Judá, nuestro Dios no es un gatito domado, es un león salvaje. ¿cuántos han leído de eso en las crónica de Narnia cuando, esos son unos libros y una película de un león que representa a Jesús, y se hace la pregunta ¿y ese león es peligroso? Y le contestan, ‘si, definitivamente es peligroso. No es un león domado, no es león entrenado como una mascota en la casa.’ Es un animal que él hace lo que él quisiera hacer, porque él está en control y no nosotros.

¿Cuántos sabemos que nuestro Dios es un experto en sorpresas, en cambiar las cosas a la forma que hubiéramos pensado? Y a veces no queremos esto. El mismo Apóstol Pablo sufría un aguijón en la carne, no sabemos qué era, pero era algo malo, un aguijón en la carne. Y la Biblia dice que él pedía hasta rogaba con el Señor, 3 veces, que se le quitara el aguijón de la carne, 3 veces. ¿Cómo le contesta Dios? ¿Alguien recuerda? Bástate mi gracia porque mi poder se perfecciona en tu debilidad.

Yo creo que era bueno que él pidiera que cambiara, pero después uno reconoce, Dios tiene un plan que yo no entiendo. Vamos a hablar de eso. Dios es un Dios de escándalo, hermanos, de escándalo. Muchas veces tenemos malas connotaciones con esta palabra, imaginamos cosas malas, cuando pensamos en escándalo. Dios no hace nada malo, pero él si hace las cosas al revés de lo que hubiéramos pensado que es correcto, y nos escandaliza. Y, hermano, si usted es un discípulo de Jesucristo serás escandalizado por el Señor en algún momento. Te va a sorprender. Te va a escandalizar, hasta te va a molestar de vez en cuando y como nosotros respondamos, va a determinar nuestro futuro espiritual. Porque esto es el camino del discipulado.

Vamos a hablar de las formas en que Dios nos escandaliza. Primero a veces Dios te pide hacer cosas que tu no hubieras querido hacer. Yo, cuando yo conocí a Cristo, yo entregué mi corazón, tenía 16 años, estaba fuera de mi casa por el verano, volví a mi casa, y el amigo que me había evangelizado me dice, ‘Gracias a Dios, ahora eres cristiano’, y yo dije, ‘sí, soy cristiano pero yo no se si quiero ser tan famoso como tu en la escuela secundaria como cristiano. Así que yo soy cristiano si alguien me pregunta, yo digo que sí, conozco a Jesús, pero yo no voy a predicar como tu predicas.’ Aquí estoy 22 años después predicando, pero él oró, ‘Señor, no permitas que él se esconda, no lo permitas’. Y yo dije, ‘Yo haré cualquier cosa pero no predico’. Él oró, ‘Señor, no permitas’. Primer día de escuela me están preguntando, ‘¿Y Gregory, qué te ha pasado este verano? Tu como eres diferente, hablas diferente, ¿qué pasa? Y yo digo, ‘bueno, no se como fui a una iglesia’. ¿Y qué pasó en la iglesia, que tu crees ahora? Como no me dejaban esconder, yo tenía que predicar. Todo el mundo preguntándome. Aunque yo había dicho, ‘nunca haré eso’, pero Dios te obliga, Dios te pone en situaciones, cuando tu tienes que hacer aún lo que menos quieres hacer.

Algunos que vienen que dicen ‘yo voy a la iglesia tuya con toda esa gente loca, ¡Aleluya! Yo creo en el Señor, pero no voy a levantar la mano, porque yo creo que eso es fanatismo y no lo hago.’ ‘Fíjate’. Hay estilos diferentes de adorar al Señor, no hay ningún problema con un estilo más tranquilito, no me malentiendas.’ Pero alguno dice que no, nunca, y es más una rebeldía, que dice, no, cualquier cosa pero no hago eso. ¿Cuántos aquí eran así al principio? Y después ese primer momento que dices, ok, me siento como un loco, voy a levantar esa... y tu lo haces... ah, y guau, pero qué bendición. Hay una libertad, y no es que uno está haciendo algo mágico, no es que hay hacer lo que los demás hacen, solo que cuando nosotros nos dejamos ir, cuando sometemos a lo que Dios quiere para nosotros, hay un gozo, hay una libertad cuando lo hacemos. ¿Cuántos sabemos la historia de Naamán en la Biblia? Naamán, algunos expertos bíblicos aquí que sepan de Naamán. Él era un general de su país, un hombre orgulloso, poderoso, pero tenía lepra debajo de la camisa, tenía lepra. Y una sierva que él tenía hebrea decía, ‘mira, por qué no vas a Israel para que oren por ti para que tal vez seas sanado. Así que él fue a Israel, se presentó ante el rey y lo recibió con mucha celebración y el rey dice, ‘Mira, yo no soy Dios, yo no lo puedo hacer. Vaya con el profeta. Va al profeta, él esperando, el profeta salir y hacer algo religioso para él. El profeta ni sale de su casa. Él envía su ayudante a hablar con Naamán. ¿Cuántos sabemos que a veces los generales de países tienen su orgullo tal vez? Y envía el ayudante para hablar con él, y le dice, ‘mira, eso es lo que dice el profeta. Tu te tienes que meter en el río Jordán y serás sanado.’ Él dice, ‘¿para qué en el río Jordán? Yo tengo mejores ríos en mi país para meterme.

Esto me recuerda, hablaba en la mañana de la gente que tu le dices, ‘mira, por qué no vas a bañarte en las playas de Cape Code? Y responden, dicen ‘bueno, las playas en mi país son mucho mejor que esto, ¿para qué meterme en eso?

Naamán él no quiso, se negó a hacerlo. Y le dice, ‘mira, si te hubieran pedido hacer algo grande lo hubieras hecho, para qué no hacer. Por fin, el decía, ok, me someto, lo voy a hacer. Se mete en ese río sucio y sale de las aguas con su piel limpia y todo sanado. Mira cuando nos sometemos, cuando decimos, ‘Señor, aunque yo no entiendo por qué tengo que hacer esto, lo hago en tu nombre de todos modos’ somos bendecidos. Y lo digo hermanos, porque Dios nos va a llamar a servirle y a veces te va a poner a hacer cosas que no hubieras esperado ni hubieras querido hacer. Pero si tu obedeces habrá una bendición grande en tu vida.

A veces Dios nos escandaliza porque sus juicios a veces nos parecen muy fuertes, sus reglas, su santidad a veces nos escandaliza porque parece que es muy fuerte decir que ciertas cosas son pecado y otras cosas no. Para algunos de nosotros y especialmente en nuestra época, cuando hay mucho relativismo, cuando la gente cree que todo está bien, depende de lo que funciona para ti. Estar en una iglesia que dice que no a ciertas cosas son pecados y otras cosas no, parece ser algo como malo, algo ofensivo ser así.

Muchas veces la santidad de Dios nos escandaliza un poco. En el Antiguo Testamento David traía el arca a Jerusalén un día, el arca de Jehová y él lo ponía sobre un carrito con bueyes y estaban ahí entrando en Jerusalén con celebración y con gozo, y después el carro se da con un hoyo en la calle, hay problema y está tambaleando el arca, y un hombre que está ahí cuidando el arca, que se llamaba Husa, extiende la mano para soportar el arca, ¿qué pasa? Muere en el lugar, por tocar el arca de Jehová. La Biblia dice que David esa noche estaba enojado, estaba con ira y frustración ¿contra quién? Contra Dios, Dios lo había escandalizado, pero Dios quería enseñarle, ‘David, aunque tu eres el rey de Israel, yo soy el rey de reyes y el rey del universo y las cosas se hacen a mi manera.’ Fue difícil, fue un momento difícil.

A veces hay castigos que para nosotros parecen extremos, cosas que dicen, ‘Dios, ¿cómo puedes ser tan fuerte y tan duro?. Pero Dios dice, ‘mira, tienes que confiar en mi santidad, en mi sabiduría que yo se lo que es mejor para ustedes.’

David se escandalizó, se demostró Dios del universo y no una mascota domada. Dios está en control de las cosas, pero a veces, y yo diría en las mayoría de las veces Dios nos escandaliza, no por ser demasiado duro sino por ser demasiado misericordioso con la gente.

¿Cuántos hemos tenido la experiencia de conocer a alguien, tal vez aún en la iglesia, una persona sirviendo en la iglesia, y tu te haces la pregunta, pero éste, éste aquí sirviendo como mi líder de célula, como mi hujier, mi qué se yo? Y pensamos que no, como puede ser, tal vez alguien por su pasado, o por su forma de ser, o por lo que sea, lo juzgamos.

A mi me gusta la parábola del hijo pródigo. El hijo que sale de la casa de su padre y vive una vida desordenada y él después de volver a la casa, después de vivir una vida terrible, pecaminosa, el padre ¿cómo lo recibe al hijo pródigo cuando vuelve a la casa, qué hace el padre? ¿Qué hace el padre para él, lo castiga? ¿Lo grita? Lo abraza, lo recibe con una fiesta grande, pero ¿saben qué? en la historia hay otro hijo. Hay un hijo mayor, un hijo que nunca dejó la casa, un hijo bueno y bien portado y él, cuando viene su hermanito y recibe una gran fiesta ¿cómo responde ese hijo? ¿Alguien se acuerda, cómo responde cuando él mira la fiesta? Estaba celoso, enojado. ‘Pero yo aquí, trabajando como un esclavo todos estos años, siempre he cumplido tu palabra y viene éste y tu le das una gran fiesta.’ Y él se enoja con el padre, porque ¿cómo puede ser el padre ser tan generoso, tan perdonador, tan misericordioso? Él debería de ser más duro y castigar a ese joven, pensaba el hijo mayor.

Muchas veces somos así en la iglesia también. Sabe que yo he visto muchas veces con personas nuevas en la iglesia, el punto decisivo para ellos, si van a seguir en la iglesia o si van a apartarse de la iglesia y tal vez del Señor es la primera vez que tienen un encuentro con un hermano que tal vez no está completamente santificado. Alguien que le cae mal, alguien que le molesta, alguien que no sé, que no llena las expectativas de uno. Ese es un momento..... bueno, eso nunca ha pasado, ¿No? Esto ha pasado a todos.

Si tu no has tenido que perdonarle a nadie en la iglesia, no estás en la iglesia. De verdad. La iglesia es una familia y en familias nos molestamos, nos jalamos los moños un poco. Eso es normal para familias, así que si alguien está en la iglesia habrán momentos que tendremos que perdonar un poco, uy no solamente un poco, pero perdonar mucho, pero es un momento decisivo, si vamos dejarnos escandalizar o si vamos a decir, ‘Señor, aunque me moleste, aunque no me caigan bien, aquí estoy, yo soy tu siervo y ¿cómo puedo dejar la iglesia? Esta es la casa de Dios, es mi familia. Tu puedes escoger amigos, pero no puedes escoger tu familia espiritual, aquí te tocan, estás con ellos.

Yo recuerdo una vez una conversación entre dos cristianos y alguien está hablando de otro hermano y le dijo, ‘mire ese hermano es un cristiano, pero es medio cabezón, como es como un... en inglés era ‘he was a little bit of a jerk’, no se cómo se traduce eso. No se’. El otro cristiano dijo, ‘bueno, qué pena que tendrás que pasar la eternidad con ese patán, ¿no? Qué pena’.

Nos escandaliza, ¿no? Así que Dios también a veces nos escandaliza, solo por hacer las cosas raras. De hacer las cosas en una forma inesperada. Hoy en la mañana hablábamos de un milagro que Jesús hizo de sanidad de un ciego. Una persona vino a Jesús y estaba ciega. Ahora yo esperaría que Jesús tocaría los ojos de esta persona y diría, ‘mi hijito, abre estos ojos porque verás la luz del día’. ¿No? Esto es lo que yo quisiera que él haga, y él lo hizo así unas veces, pero una vez Jesús decidió hacer las cosas diferentes. Él mira al ciego y él ¿qué hizo, alguien se acuerda? Escupió, escupió en la tierra como un pelotero, hace lodo y toma el lodo y lo pone en los ojos del ciego y le manda ir a bañarse. Pero ¿por qué hizo esto?

Si tu fueras uno que da consejos a Jesús, como los discípulos siempre trataban de hacer, dirías ‘Señor, pero ¿no puedes buscar una manera más elegante de sanar un ciego que esto? Esto tiene que ser con escupir y lodo y... pero no entiendo. Pero Jesús, él no nos consulta, él no pide mi consejo de cómo yo creo que él debería de hacer las cosas. Él solo lo hace y después me toca a mi decidir si yo voy a someterme o si yo voy a escandalizarme por lo que él hace.

¿Cuántos sabemos que muchas veces el escándalo más grande que nosotros tenemos en la vida son las pruebas que nos vienen, pruebas a veces que no explicamos, que parece que no tienen sentido? Y no me malentiendas, hay un enemigo en este mundo, estamos en una guerra espiritual contra Satanás, no todo lo que pasa es la voluntad de Dios, no me malentiendas. Pero a veces tenemos pruebas que no entendemos y oramos, el aguijón en la carne, y pedimos que se saque, y Dios dice ‘bástate mi gracia porque mi poder se perfecciona en tu debilidad’.

La historia de nuestro amigo que tiene todo un libro de sufrimiento en la Biblia, ¿cómo se llama ese tipo? Nuestro amigo Job. ¿Cuántos se identifican con Job? Hay algunos que yo creo que podrían escribir otro libro de Job otra vez y agregar unos Capítulos. Job sufrió, ¿cuántos sabemos lo que pasó? Perdió su familia, perdió sus hijos, su casa, su todo, su salud, todo le iba mal. ¿Qué le dijeron sus amigos a Job? ¿Alguien se acuerda? Tiene que ser que estás en pecado, estás en pecado. Imagínate, ya ha sufrido y alguien viene y te dice, ‘ah, bueno, porque Dios te está castigando porque estás en pecado’. Qué amigo, ¿no? Sabemos de la palabra de Dios que no era así. Él no estaba en pecado, era un ser humano normal, pero él amaba a Dios, estaba bien, no fue un castigo. Y Job dice, pero Job que se defiende dice, ‘No, no estoy en pecado’, pero Job también se equivoca en su manera de interpretar la cosa. Él dice ‘Dios, tu no eres justo por lo que me estás dejando sufrir’. Él acusó a Dios, no lo maldijo, pero sí lo acusa un poco, lo acusó un poco. Él pasaba quejándose y diciendo, ‘Señor, tu no eres justo’. Al final del libro, yo quisiera que Dios quitara la cortina y dijera ‘oh, bueno Job, te voy a explicar todo el por qué de lo que has sufrido’. Yo quisiera respuestas.

¿Saben qué? la Biblia no da todas las respuestas al sufrimiento que él sufrió. Lo que Dios sí dice es, ‘Job, ¿quién hizo todas estas estrellas, quién hizo el mar que tu miras, quién hizo todos estos árboles, quién hizo todo lo que tu puedes imaginar en este universo? Tienes que confiar que yo se lo que estoy haciendo, que yo estoy en control de tu vida, y aunque sea duro, te prometo que estoy contigo en la cosa’. Y así que Job, al final dice, ‘Yo hablaba cosas que no entendía, antes de oídas te había oído, pero ahora mis ojos te ven’.

Eso es un escándalo para muchos, las luchas que tenemos. Luchas que no explicamos, luchas que no tienen razón, pero al final tenemos que decir, ‘Dios, yo se que tu estás conmigo. Yo se que todo lo puedes y que nadie puede resistir tu voluntad, y se que soy tu hijo, soy tu hija, y que tu sabes qué estás haciendo conmigo, aunque no tenga sentido ahora, yo se que después entenderé. Tal vez no después en esta vida, pero después, algún día yo veré la gloria tuya en todo lo que estoy viviendo porque yo se en quién he creído, y yo que mi redentor vive, y que yo veré la gloria de Jehová al final de la cosa’.

Dios nos manda a estar dispuestos, cuando vemos las cosas cruzadas, las cosas invertidas, a dejar que Dios cambie nuestra forma de pensar. Y ¿cómo eres tu con eso? Cuando nosotros no tenemos lo que queremos, cuando lo queremos, en la manera que lo queremos ¿cómo respondemos?

Hay un hombre de la Biblia que respondió muy bien, cuando tuvo que cambiar, se llamaba Nataniel. Ese hombre le vinieron a Nataniel, en la época de Jesús, y le dijeron, hemos encontrado el Mesías y él viene de Nazaret y Nataniel contesta y dice, ¿pero algo bueno puede salir de Nazaret? No hay nada bueno ahí, no puede ser así’. Ellos le dijeron, ‘ven y ve’. Así que él llegó a Jesús, Jesús le dice, aquí está un israelita en cuyo espíritu no hay engaño, y Nataniel dice, ‘¿de verdad tu eres el Mesías, el Rey de Israel? Y Jesús dice, ‘¿Tu crees por eso? Eso fue fácil, eso fue fácil que tu cambiaste. Vas a ver cosas mejores que eso.

Pero ¿cuántos sabemos que no todos son tan fáciles? Algunos de nosotros nos cuesta más tiempo convencernos que Dios está en control. ¿Cuántos aquí saben que el niño que resiste la disciplina, que le pasa? ¿Qué tienes que hacer si eres mamá y tiene un niño y después de un buen tratamiento sigue en la cosa? Tiene que dar más tratamiento, siempre con amor, cariño, nunca abuso, nunca violencia. Amen. Gracias a Dios. Pero, busca problemas el niño que sigue en su camino ¿no? Somos así con Dios.

Si nos dejamos enseñar, si nos dejamos moldear, si dejamos de pelear contra los brazos invertidos, hay bendición para nosotros. ¿Saben qué? Los cristianos más exitosos en este mundo son los cristianos que han pasado por la disciplina del Señor y que han sido suavizados, humillado, cambiado por eso. Los que tienen su orgullo intacto, no llegan a ningún lado.

Y quiero cerrar con una historia, invito a los músicos, pero con la historia de Abraham. Todos sabemos la historia de Abraham, ¿no? en el libro de Génesis. Dios lo llamó para ser el padre de una nueva nación, y Abraham era un hombre anciano, con una esposa anciana, y ella además estéril, no pudo tener hijos. Y Dios le dice a Abraham ‘tu tendrás hijos y tu serás padre de una gran nación’, y Abraham, ¿qué hizo Abraham para cumplir esta promesa? ¿Qué hizo, alguien recuerda? Él confió en Dios, sí, pero también puso su fe en acción en una manera inapropiada, y se buscó la sierva de la casa, la misma esposa se la entregó y tuvo un hijo con ella.

Hermanos, esto no es la manera de cumplir la voluntad de Dios en nuestras vidas. Amen. Así que tuvo un hijo, que se llamaba Ismael, y después Ismael crece y Dios viene y dice, ‘Abraham, tendrás un hijo bendecido’, y Abraham dice ‘Sí, aquí está Ismael, aquí está para ti’. Vamos a esperar un momentito. ‘Aquí te tengo a Ismael, que él tenga tu bendición’, y Dios dice, ‘mira, Ismael es muy lindo y lo voy a bendecir y gracias por tu ayuda, pero yo tengo otro plan Abraham, tu tendrás un hijo’. Y Abraham y su esposa de 100 años casi tuvieron un hijo milagrosamente. Ese hijo se llamaba Isaac, que significa risa, quién lo hubiera pensado. Dios hace todo en una manera que no hubiéramos esperado, pero después Dios viene, cuando Isaac ya está grandecito y dice, ‘Abraham, ahora quiero que me entregues ese muchacho, quiero que me lo sacrifiques’. El hijo de la promesa, y ahora Abraham está en un punto decisivo de su vida.

¿Cómo va a responder al llamado de Dios? Dios viene y le dice, ‘¿Vas a confiar en mi, en mi locura o vas a seguir tu propio entendimiento otra vez? Todos sabemos la historia. Abraham había aprendido algo, Abraham había aprendido que él sirve un Dios que llama las cosas que no son como si fueran, un Dios que puede levantar los muertos y darles vida, un Dios que puede hacer que un bebé nazca de una pareja de cien años y estéril además. Abraham creía y ya había llegado a creer que Dios pudo levantar un muerto, y él dijo ‘Yo voy a confiar en él, voy a confiar en él aunque sea locura, aunque yo no entiendo, yo voy a confiar en él’.

Y Abraham fue a sacrificar y todos sabemos la historia, no tuvo que hacerlo, y Dios hizo la obra en su vida. Y Abraham llegó a ser el padre de la fe, nuestro padre, si tenemos la fe de Abraham.

Hermanos, los que creen que Dios hace las cosas a su manera son los que vuelan en el espíritu, los que no siguen su propio entendimiento. Saben que yo he llegado mucho a respetar ministros y uno en particular que todos conocemos, que hasta hizo una propaganda ahí de video aquí, que han pasado por el trato del Señor, y que han llegado a saber que Dios sabe lo que está haciendo, y si obedecemos a él, él puede ayudarnos, en mi vida y en mi ministerio.

Hermanos, yo no se, qué es la locura que estás pasando en tu vida y ahora podemos... yo no se cómo son los brazos del Señor cruzados en tu vida, cuál es la situación que tu tienes o has tenido, pero yo si se que mi Dios sabe lo que está haciendo y que nos toca a nosotros responder como Pedro, que cuando todos los demás discípulos estaban dejando a Jesús por su palabra dura, y Jesús le pregunta a los discípulos, ‘¿y ustedes se van también?’ Ellos dijeron, a quién iremos, solamente tu tienes las palabras de la vida eterna.

Yo no explico por qué estas cosas están pasando, no tiene sentido para mi, pero a quien iré, tu eres mi Dios y tu siempre has sabido sacar cosas buenas aún del sufrimiento en mi vida, y en esto también voy a confiar en ti. Y yo se que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes. Yo se que tu eres el Dios que todo lo puede, que tu entendimiento quién puede entender, porque tus caminos no son mis caminos y tus pensamientos no son mis pensamientos.

Hermanos, los invito a ponerse de pie y vamos a terminar este tiempo con una oración, y vamos a estar delante del Señor. te invito a cerrar los ojos y yo te doy gracias, Dios, porque tu de verdad sabes lo que estás haciendo, Señor. Gracias que en mi vida, y en las vidas de tantos hermanos que conozco aún cuando parece que tu estás haciendo las cosas al revés de lo que hubiéramos esperado, patas arriba, tu, Señor, tenías tu propósito y tu sacabas bien del mal, y así es tu trato en nuestra vida. Señor, yo te pido, Señor, en el nombre de Jesús que podamos todos, Señor, someter el corazón delante de ti y decir ‘Señor, yo se que tu estás en control’.

Quiero que piensen en la situación que tu tienes delante y que sepas esto, el Señor dice, ‘mis pensamientos, mi hijo, mi hija, no son tus pensamientos, ni tus caminos, mis caminos, dijo Jehová, como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos’.

Señor, yo te pido, Señor, que nazca un gozo en el corazón de tus siervos, un gozo de saber, Señor, que tu tienes todo bajo control, que tu sabes lo que estás haciendo, y si me mandas a salir de la barca, yo voy a caminar sobre las aguas, aunque no tenga sentido, Señor, yo se que tu mandas en mi vida. Gracias, Señor, yo te pido Señor, que se desate esa paz que solamente tu puedes dar en las vidas de los que han dejado de pelear contra ti, de los que han dejado de resistir esa paz que dice, Señor, gracias, Señor, que tu mandas en mi vida. Yo me someto a ti, yo te pido que desates esa paz, Señor. Ese gozo de un hijo que confía en un papá que está en control de todas las cosas, Señor.

Te pido que desates un poder nuevo en tu pueblo, Señor, el poder de personas que creen que lo imposible es posible porque tu eres un Dios de imposibilidades. Tu eres el Dios de lo inesperado y hemos llegado a creerlo. Gracias Señor, que tu eres Dios y no nosotros, porque tu Señor, todo lo puedes, en el nombre de Jesús. Amen.

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