SERMONES

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La perla de gran valor

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Hace unos meses, yo recibí un correo de una hermana que hablaba acerca de la formación de una perla, y esa reflexión me hizo detenerme y mucho de lo que leí ahí era acerca de procesos que uno también pasa en la vida. Y hoy yo he sentido como agarrar esa reflexión y ponerla en contexto como una prédica para compartirla aquí con ustedes.

Y lo titulé así como la perla de gran valor, yo sé que muchos de ustedes lo reconocerán porque es una parábola en la Biblia, pero yo les pregunto, no sé cuantos de ustedes sabrán, ¿cómo es el proceso de formación de una perla?, los que sean científicos, los que les guste la ciencia, en palabras bien sencillas yo les puedo explicar esto. Una perla la forma en que se desarrolla, ustedes saben que la perla está dentro de una ostra, y esa ostra se tiene que alimentar cada vez que se abre la concha, lo que ustedes ven adentro que es lo que usualmente se comen que es molusco, el animalito que está ahí adentro, ese molusco cuando se abre obviamente lo que está buscando es su comida y muchas veces al abrirse entran muchos agentes no deseados en su concha, puede ser un granito de tierra, puede ser un pedacito de coral, o puede ser desperdicio de algún otro animal, algo así.

El asunto es que cuando ese organismo entra dentro de esa ostra y cae cerca de este molusco, causa un sentido de irritación en la almeja, en la ostra, y esa irritación, ese dolor que le produce el sistema de defensa de esa ostra, es que comienza a soltar una sustancia conocida como nácar, el nácar es como una sustancia cristalina que va envolviendo ese organismo que se metió dentro de la perla y lo va formando, va dando como distintas capas para cubrirlo y que no le cause dolor o molestia a esa ostra. Ahora es bien interesante este proceso, yo no sé cuántos de ustedes sabrán pero es un proceso que promedio tarda como de ocho a diez años en que ese granito de arena termine formándose en una de las perlas que usted tiene en su collar o en sus pantallas, ¿cuántos tienen perlas, tiene perlas, las tiene puestas ahora?. Porque créame que esto le va a hacer algo. Muy bien, esas perlas son grandes, preste atención, esas llevan más de diez años cocinándose.

Lo más interesante para mí mis hermanos, es que ese proceso de formación que termina en algo bello, precioso, y hasta cierto punto codiciable, surgió de algo que irritaba, de algo indeseable, de algo no buscado, de algo ajeno al sistema de esa ostra, algo bello y precioso surgió de algo feo, irritable e indeseable. Vamos a la Biblia, Mateo capítulo 13, unos versos bien sencillos que quiero compartir con ustedes. Mateo capítulo 13 los versos 45 y 46, esto es Jesús hablando en uno de sus momentos donde se estaba dirigiendo a la audiencia por medio de parábolas, y después de una serie de mensajes que Él estaba usando para hablar acerca del reino de Dios, de repente llegó a este segmento donde dice: "El Reino de los Cielos es semejante a un comerciante, que busca buenas perlas, que habiendo hallado una perla preciosa fué y vendió todo lo que tenía y la compró." Mira qué interesante, este comerciante estaba buscando una perla única, de gran valor, no había ninguna otra que se comparara a esa perla. Y cuando la encontró se deshizo de todas sus cosas, lo vendió por tener las finanzas suficientes para ir y comprar esa perla, porque él sabía que esa perla iba a cambiar el resto de su vida.

Ahora, esta parábola tiene una interpretación que yo diría que es como una interpretación clásica, casi siempre hablamos, el significado de esta perla Jesús está diciendo que es el Reino de Dios, o la persona de Jesús, la perla en esta parábola significa Jesús, Él es esa perla. El comerciante somos nosotros, que andamos a través del mundo aquéllo de gran valor que va a cambiar nuestra suerte por así decirlo. Hay un aspecto de sacrificio en el hecho de que hay que darlo todo por obtener ese tesoro, y así como uno se sacrifica también hay un sentido de recompensa, porque cuando lo tienes te conviertes en parte del Reino de Dios, te conviertes en parte de la persona de Jesús, ¿amén?.

Jesús es la perla de gran precio, ¿cuántos han leído eso en Discipulado 1?, discipulado 1, 2, 3, el 3, ok, me confundí, ¿cuántos han visto eso en el Discipulado 3, la perla de gran precio?. Lo que esto significa mis hermanos es reconocer que así como esa descripción de como se forma una perla, Jesús también padeció su dolor, su sufrimiento, un proceso irritable, no deseado por darnos a nosotros la vida más bella que ninguna otra persona nos pueda ofrecer, vida eterna, reconciliación con el Padre. Por eso es que Jesús, esa perla tan deseable, codiciable entre todos los hombres, el único que realmente puede cambiar nuestra existencia, que puede cambiar nuestra dirección. Eso es una interpretación clásica de esa palabra, pero hoy yo me atreví a darle un twist a esta parábola, y la forma en que me estoy acercando a esta historia ahora es de la siguiente forma: la perla somos usted y yo, tú y yo somos esa perla, y el comerciante es Jesús, un comerciante que anda buscando algo de gran valor, y déjame pausar aquí por un momento.

Porque aquí es donde yo veo que este mensaje puede impartir algo a cada uno de nosotros, si usted se considera una perla eso significa que detrás de esa perla o en la esencia de esa perla hay experiencias de dolor, hay experiencias de irritabilidad, hay experiencias no deseadas, que uno ha vivido, que uno se ha tenido que exponer a ellas, sea por accidente, que la otra de nuestras vidas buscando safisfacer su hambre se abre y oops, se contamina ese organismo interior, o como también puede ser que hay fincas de perlas, y las fincas de las perlas es algo más intencional porque ya no es accidental si no que es intencional.

Donde las almejas las cogen e insertan dentro de las almejas no tan solamente un granito de arena, insertan otras cosas para que la perla se desarrolle a distintos tamaños y en distintos colores. Las perlas naturales versus las perlas cultivadas, unas el proceso se da por accidente, en la otra el proceso se dió intencionado, alguien intencionalmente con agresividad abrió una ostra, insertó algo en ella y la cerró. Otro término científico, un proceso manipulado, apúntate esa que de esa hablamos mañana.

Pero miren mis hermanos, todo esto imparte un sentido de luz, porque cuando nosotros vemos nuestras vidas, todas las experiencias que nosotros hemos tenido, nosotros hemos sido expuestos a una serie de cosas, sea ya por accidente o por intencionalidad de otros, que de alguna manera u otra quitan un balance en nuestro interior, y producen una serie de cosas que causan dolor, irritabilidad, cosas con las cuales uno no se siente cómodo, cosas que tal vez uno ni se atreve a contarlas por un sentido de verguenza que hay en el interior y uno prefiere mejor cerrar eso y no dejar que nadie lo vea ni que nadie lo toque. Y empezamos a soltar nácar, y empezamos a desarrollar capa tras capa, capa tras capa para esconder eso.

Y eso podría sonar como si nosotros intencionalmente nosotros estamos guardando esas experiencias de dolor, pero lo lindo de todo esto es que ese comerciante con C mayúscula sabe lo que hay dentro de esa perla, sabe las cosas a las cuales esa perla ha sido expuesta, sea ya por accidente o por un proceso intencional, manipulado. El comerciante sabe lo que hay, porque él sabe cuando está encontrando una ostra naturalmente que él mismo se tire al agua buceando y la encuentre, o que vaya a una finca directamente y la compre, pero él sabe que eso es ya un proceso totalmente diferente, él sabe el valor que hay en cada una de ellas.

Es como una persona que sabe de diamantes. Cuando yo fuí a comprar el anillo de bodas mío y de mi esposa, cuando me empiezan a hablar de todos los tipos de kilates que tiene el diamante, los distintos cortes que tiene, los distintos ángulos que se dan para reflejar tanta o no tanta luz, y los residuos de carbón que tiene adentro cuando yo no veo nada a menos que tenga la lupa esa puesta en el ojo para ver los dichosos trazos de carbón ahí adentro, esa persona que sabe tanto de diamantes, también sabe el proceso que ese diamante pasó para llegar a una sortija. Un proceso también doloroso, un proceso de como agarrar una piedra de carbón e ir dándole cantazos con martillo hasta que ese diamante va saliendo y una vez sale no brilla, ese diamante está opaco, lleno de tierra, de sucio, y hay que pulirlo en distintos ángulos, ir dándole forma, poquito a poquito, hasta que de una piedra así de grande termina un diamante así de chiquito. De una piedra así grande sacan dos o tres y le dan la forma que tiene ahí en su anillo.

Todo ese proceso mis hermanos implica un proceso de dolor, de cosas que se van marcando, de ese elemento, de ese objeto, y Dios ve un valor en ello y dice vale la pena dar mi vida por ella, eso es lo que hace el comerciante, cuando encuentra esa perla dice yo puedo sacrificar mi vida misma por esa perla, y cuando el Señor te ve a ti, me ve a mí, cuando Él ve tus experiencias de dolor, tus experiencias de fracaso, cuando has tenido que ser frustrado por X, Y, Z, Él ve eso, lo ve, Él se da cuenta que esas experiencias que para ti son indeseables, vergonzosas, que tú ni quieras hablarlas con nadie porque te traen una serie de recuerdos que tú no puedes ni concebirlos más en tu mente, esas son las experiencias que el Señor ve y dice eso vale mucho para mí, porque de ahí es de donde está saliendo mi hijo, mi hija que tiene gran valor, sea por accidente o sean intencionales, de ahí es de donde Yo estoy sacando una perla de gran valor, y es una perla que Yo quiero que sea parte de mi Reino, Yo no quiero que esa perla esté en una vitrina, yo quiero que esa perla esté adornando mi Reino.

Y eso es lo que el Señor nos comparte a cada uno de nosotros. Esta parábola se puede ver de ambas formas, y la tenemos que ver de ambas formas. Por un lado, nosotros estamos en búsqueda de algo de gran valor. Miren esto, como comerciantes estamos buscando algo que le pueda traer satisfacción a nuestra vida, estamos buscando encontrar algo que nos pueda cambiar la suerte. Muchos encuentran eso en distintas cosas, algunos encuentran eso en poder tener una buena familia, sólida, y su perla es su familia, otros lo encuentran en un trabajo, otros lo encuentran en una buena botella de alcohol, otros lo encuentran en una buena mujer, un buen hombre, otros lo encuentran en el dinero que puedan tener en su cuenta bancaria.

¿Saben qué?. Hay algunos que lo encuentran en la Iglesia, y hacen de la Iglesia su mundo, sin necesariamente prestar atención al hecho de que quien está detrás de la Iglesia hay una cabeza que es Cristo, ponen en un pedestal la Iglesia en lugar de poner en un pedestal la cabeza de la Iglesia. Cuando nosotros encontramos el Reino de Dios, y el Reino de Dios no necesariamente es un sistema de gobierno, el Reino de Dios es una sed de principios, de valores, es un estándar que fue ejemplificado en la persona de Jesús y que Jesús nos dió un modelo para nosotros vivir en un modelo de lo que es el Reino de Dios.

Cuando nosotros vivimos como el Señor manda, como Él pide de nosotros, en amor soportándonos unos a otros, viviendo en unidad, tolerándonos unos a otros, cuando nosotros logramos vivir así podemos decir el Reino de Dios está en nosotros, porque estamos viviendo de acuerdo a esos principios y eso le da valor a tu vida, eso le da valor a la persona que está al lado tuyo, juntos hacemos un valor mucho más grande de lo que el stock market puede hacer en Nueva York. Ahora pero cuando ese mensaje se transmite a tu vida personal, ten por seguro que Jesús está mirando el valor de esa perla, la esencia que está ahí encerrada dentro de todas esas capas de nácar, Él está mirando ahí adentro. Yo me imagino que algunos de ustedes están diciendo ahora mismo, bueno yo soy una perla biiieeen grande, porque mira que yo he tenido que soltar capa tras capa tras capa de nácar y nacarile, sigo soltando capas y capas. Mira mientras más grande sea tu perla, mayor valor tú vas a tener delante del Señor, recibe eso para tu vida.

¿Por qué digo eso mis hermanos?. Tenemos un Señor que se apiada de nosotros, tenemos un Señor que sabe lo que somos, tenemos un Señor que conoce muy bien la pata por la cual cojeamos. Pero eso no le impide a Él el poder llegar y encontrarse contigo y decir, hah, valió la pena dar mi vida por esta persona, valió la pena hacer un sacrificio por esta perla, que tal vez otras personas han despreciado pero para mí es una perla de gran valor, eso es lo que el Señor hace contigo, así es como Él te trata, así es como Él nos trata.

Así que en esta noche mis hermanos reciban este mensaje, usted es una perla de gran valor. Las experiencias de la vida tal vez lo han o los han obligado a desarrollar muchas capas para proteger eso que irrita tu vida, pero al fin y al cabo, esas cosas que irritan te llevan a convertirte en una persona de mucho valor para Dios. Yo sé que estas palabras pueden ser fácil decirlo pero difícil creerlo a veces, yo sé que muchas veces ese dolor, esa irritabilidad que estamos sintiendo es tan palpable, está tan a flor de piel que muchas veces no nos deja ver ese valor que podemos encontrar detrás de todas estas cosas, pero yo quiero orar esta noche mis hermanos, yo no me quiero ir esta noche sin orar por esto.

Yo quiero orar por cada uno de nosotros que muchas veces se nos hace difícil ver el valor de eso que está en el interior. Quiero orar por aquéllos de nosotros que muchas veces dejamos que la irritabilidad domine por encima del hecho de que Dios nos está mirando con unos ojos de gracia, de misericordia, de sentido, de propósito, y está diciendo tú vales para mí, por más chiquita o grande que pueda ser tu perla tú vales para mí. Yo quiero ponerte a ti en un lugar donde tú puedas ver el valor que tú tienes, yo quiero usarte a ti para adornar una de las coronas de la Iglesia, yo quiero usarte a ti para adornar una de las coronas que va a estar sobre la cabeza de un hermano, de una hermana tuya cuando llegue al Reino.

Yo quiero usarte a ti para al Yo exponerte a la vida de una persona tú puedas traer una sonrisa a la cara de esa persona, y que tu dolor sirva de consuelo al dolor de otra persona, que lo que te irritó a ti Dios lo pueda usar para suavizar la irritabilidad de otros, que lo que otros causaron en ti sin tú quererlo, que Dios pueda usar esas experiencias para usarte a ti como fortaleza para otras personas a tu alrededor, otras personas que sufrieron tal vez la misma violencia que tú, y que están encerrados cubriendo ese dolor, y no saben que ese dolor cuando está en las manos del Señor ese dolor se puede convertir en una herramienta de gran poder. Si estas palabras hacen eco en tu corazón hoy yo te invito a que te pongas de pie y que podamos orar a la luz de estas palabras.

Señor Jesús dirigimos a ti nuestro corazón y nuestra mente en este momento Señor. Primero que nada gracias por tu Palabra, Tu Palabra es vida, Tu Palabra es luz, Tu Palabra es verdad. Y cuando nos exponemos a ella Señor hay cosas que suceden en nuestro interior, y en esta noche Dios esta palabra que hemos compartido en algún aspecto nos habrá causado risa, pero al mismo tiempo nos produce un profundo efecto de reflexión, sobre nosotros poder ver nuestras experiencias del pasado, no en una manera negativa, si no reconocer que todas esas cosas funcionan Señor, para el cumplimiento de Tus propósitos en medio de nosotros. Solamente a través de Tus ojos, nosotros podemos decir que no ha sido en vano, el haber sido expuesto a las cosas que hemos sido expuestos, o el haber hecho las cosas que hicimos, o el haber tenido que soportar las cosas que nos hicieron, que tal vez en el momento causaron su molestia, causaron su dolor, pero es bueno saber que solamente en ti todas las cosas operan. Solamente en ti nosotros podemos decir gracias Señor porque lo que está por venir es mucho mejor que las cosas que yo he vivido Señor. Podemos Señor dejar que Tú nos tomes en tus manos y dejar que seas Tú quien determine el valor de nuestras vidas, y no ninguna persona a nuestro alrededor. Así que Jesús en esta noche yo pido por cada uno de mis hermanos y hermanas, que están procesando esta reflexión que han recibido, en la mejor manera que Tú sabes como Señor, yo te pido que esta palabra llegue a ese corazón, que cumpla el propósito con el cual Tú lo estás enviando, y que cada uno de nuestros corazones se puedan abrir Dios al trato que Tú quieras hacer en nuestras vidas, que nuestros ojos se puedan abrir a la realidad que Tú quieres y no la que nosotros veamos, y que nuestra mente le de el valor a nuestra vida que Tú le das.

Tú eres ese comerciante Señor que dió su vida, sacrifió todo por comprarnos a nosotros, nosotros que pensábamos que éramos una ostra más tirada en el mar o en una canaste, Tú te acercaste y nos diste valor, ayúdanos a siempre vernos a la luz de esta verdad que Tú eres el que nos da valor, que Tú eres el que nos afirmas y que permites que muchas veces pasemos por circunstancias que nos van a fortalecer aún más, para alcanzar las cosas que Tú tienes para nosotros. Cumple Tu propósito en nuestras vidas Jesús, es mi deseo, es mi oración, es mi esperanza, que al nosotros salir hoy de aquí Señor, que esta Palabra nos ayude a abrir nuestros ojos a la realidad que Tú ves en nosotros, al valor que Tú ves en nosotros, y que podamos contentarnos con el hecho de que Tú nos haces parte de Tu Reino, y también que al nosotros encontrarte a ti esa perla de gran valor, que también podemos alcanzar esa identidad única a través de ti y de Tu persona.

Danos Tu bendición en esta noche, a medida que salimos de aquí y regresamos a nuestras casas, o donde quiera vaya a ser el próximo destino que vayamos en esta noche, Padre que esta Palabra siga siendo eco en nuestro corazón, y que sobre todas las cosas Tu amor sobre abunde en nuestra vida, gracias te damos por tu Hijo Jesús, amén y amén. Dios les bendiga mis hermanos, hermanas, salúdense los unos a otros, nos veremos Dios mediante en el concierto de Omar Salas así que bendiciones.

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La santidad, todo o nada

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Si hay una palabra que ejemplifica el sermón de hoy y la lectura es la palabra rotundo, el lenguaje que emplea el apóstol Pablo, las imágenes, las ilustraciones que emplea, es algo muy radical, total, rotundo, no hay vuelta floja en esto. Le invito a ir al capítulo 11 versículo 6, Romanos 11:6, dice allí: "Así también vosotros consideráos muertos al pecado". Ve esto de lo rotundo de cuando usted muere no es como que uh, está medio muerto, ya está muerto, ¿verdad que sí?, si no está muerto está vivo, no es como estar medio vivo o medio muerto, es como estar encinta, una mujer no está medio encinta, está encinta o no encinta, dice, "consideráos muertos al pecado, pero vivos para Dios, en Cristo Jesús Señor nuestro. No reine pues el pecado en vuestro cuerpo mortal."

¿Ve ahí de nuevo la idea?, no reine, cuando el pecado reina, Él está diciendo es algo total, que el pecado no os enseñoree, no reine, mucha gente piensa bueno, yo estoy medio en pecado, Pablo dice que no reine el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que le obedezcáis en sus concupicencias, si no presentáos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. Con esto voy a concluir aunque el resto del capítulo es algo de lo que yo quiero hablar pero esto nos sirve como punto de partida.

"Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros pues no estáis bajo la ley si no bajo la gracia", que el Señor bendiga su santa Palabra. Versículo 11, ¿por qué dice así también?, bueno, porque el apóstol Pablo está haciendo una conexión con lo que está antes de ese versículo 11 que acabamos de leer, ¿y qué es lo que está antes?, ya nosotros lo hemos tratado, cuando yo hablé acerca del bautismo hace unas dos semanas atrás, cuando tuvimos esos hermosos bautismos aquí al final del servicio, ese sermón yo lo usé para dar una enseñanza acerca de la naturaleza del bautismo, qué es el bautismo, qué simboliza el bautismo, qué es lo que sucede espiritualmente cuando nosotros entramos a las aguas bautismales y usamos parte de este capítulo, donde Pablo, pero fíjese en qué contexto Pablo habla del bautismo, y es concerniente al pecado, porque todo este capítulo 6 lo que a Pablo le interesa señalar es, cuando nosotros estamos en el evangelio, estamos en Cristo Jesús no se supone que nosotros continuemos con la misma manera de vivir, el mismo comportamiento, los mismos paradigmas morales caídos y pecaminosos en que vive la gente cuando no conoce al Señor, cuando estamos en Cristo somos nuevas criaturas, somos llamados a un nuevo estilo de vivir.

No podemos ser cristianos pero vivir como vivíamos cuando estábamos en el mundo. Y entonces Pablo al decir eso, usando una imagen apela al bautismo. Miren lo que dice, qué pasa cuando ustedes se bautizan, es cuando uno se muere, porque cuando uno se adentra en el agua uno es sumergido, y la gente que leía eso en Corinto, en Roma donde fuera en el mundo Grecoromano sobre todo si eran judíos entendían eso de el bautismo como les hablé acerca del baño ritual judío, era una inmersión total y era un cambio de vida, de identidad que el bautismo ejemplificaba.

Entonces Pablo dice así mismo cuando ustedes entran a los caminos del Señor, se supone que ustedes mueran y sean sumergidos en la muerte de Jesucristo quien murió al pecado y a la carne, y que cuando se levanten de esas aguas bautismales se levanten a una vida nueva, una identidad nueva, una forma de comportarse nueva, entonces por eso, Pablo usa esta imagen ¿no?, del bautismo como ilustración. ¿Ven por qué les digo que la vida cristiana es una inmersión?, es una nueva forma de pensar, de ser, de actuar y de creer, es un llamado a algo radical, y por eso es que Pablo usa la imagen de inmersión. Mucha gente no entiende esto, y desgraciadamente la iglesia le hace muy fácil a la gente pensar hoy en día, convertirse a Cristo es simplemente cambiar de carné, de católico a evangélico, en vez de ir a la iglesia católica pues vas a la iglesia que está al lado ahí en el vecindario, evangélica, y haces unas cositas por allí como evangélico, cantas y ya tú eres evangélico, y se supone que Dios venga entonces a ser tu proveedor, tu defensor, que Dios te de, que te sane, pero no entienden algo y es que Dios también demanda una completa entrega de tu ser, Él demanda que tú le entregues tus hijos, tu propiedad, tu dinero, tu negocio, tu matrimonio, tus apetitos, tus preferencias, tus prioridades, todo se supone que se lo entregues al Señor, es una vida de entrega total, de inmersión total.

Por eso es que el bautismo es tan apropiado para describir eso, se supone que hay una conversión total, un cambio total. Entonces Pablo dice que Cristo, mire el versículo 10 antes del 11: "Porque cuando murió al pecado murió de una vez por todas, más en cuanto vive, vive para Dios." Ese es Jesucristo, cuando resucitó resucitó para Dios, murió a la carne, al mundo, todo lo que era su naturaleza carnal humana no pecó nunca, evidentemente en su naturaleza humana resucitó en algo nuevo y diferente. Dice: "Así también vosotros", ahora entra en materia y usa esa imagen de que Cristo murió, fue sepultado, resucitó al tercer día, dice: "Así también ustedes, considérense muertos al pecado". A mí me impactó esa palabra, consideraos, considérense, porque si usted piensa, ¿qué es lo que significa considerarse?, quiere decir pensar en uno mismo de cierta manera, visualizarse, es como que visualízense como si ustedes estuvieran muertos al pecado.

Qué importante es cuando nosotros nos adentramos al evangelio que nosotros nos concienticemos acerca de la nueva vida que hay en Jesús. Qué importante es que pensemos en nosotros mismos como si ya estuvieramos muertos, yo creo que la mayoría de la gente no pasa por ese proceso cuando entra al evangelio, y como digo la Iglesia les hace fácil la cosa muchas veces a la gente, esa idea de que no, ahora soy evangélico, y vengo a la Iglesia y ya cuando salgo allá a la calle yo soy la misma persona, pero cuando entra a los caminos del Señor, cuando uno toma partido, eso quiere decir que hay una cantidad de cosas para las cuales ya morimos, y por eso es que algo serio mis hermanos, entrar en los caminos del Señor es algo serio, y una de las cosas precisamente es el pecado, el pecado puede ser muchas cosas como yo he dicho muchas veces, ¿no?, pero quiero entrar en esa idea de la santidad, la consagración total de nuestro ser al Señor, tenemos que considerarnos muertos al pecado, hay una manera de vivir.

Hay cosas que hacíamos antes que ya no las podemos hacer, hay cosas que antes nos entreteníamos pensando en ellas, ahora no podemos pensar más en ellas, había disfrutes y placeres, y cosas que antes nos permitíamos que ahora no podemos permitirnos, y esa renuncia a esas cosas tiene que ser tan total y radical que sea como si hubiéramos muerto a ellas. Yo creo que uno de los problemas muchas veces es que los cristianos no pensamos bien, conforme a lo que pase en tu mente va a ser tu comportamiento, conforme a qué tú le das atención mentalmente, en qué tú piensas, cuando tú estás manejando yendo de un sitio a otro, ¿en qué tú piensas?. Cuando estás frente al espejo si estás afeitándote, eres un hombre, si eres una mujer, lo que sea, ¿en qué estás pensando?. Cuando te vas a acostar en esos últimos minutos antes de perder la conciencia, ¿en qué piensas?.

Yo creo que una de las cosas que nosotros tenemos que hacer continuamente es guardar nuestra mente, y someter nuestra mente a los patrones de mente de un hijo cristiano. Esa palabra consideraos habla de vida mental, de visualización, de concebir, tenemos que continuamente reforzar la idea en nuestra mente que ya estamos muertos al mundo. Nosotros vivimos todavía amamos al mundo, el apóstol Juan dice que si uno ama al mundo se constituye en enemigo de Dios, si uno ama el mundo, las cosas que están en el mundo, dice no améis las cosas que están en el mundo. Yo le pido al Señor ayúdame a que cuando yo camine por el mundo y vea cuantas cosas pasan en el mundo que son contrarias a Tu Palabra, cada día yo pueda verme como que yo estoy muerto a esas cosas, no son para mí, soy un muerto en vida, en gran vida de paso, pero en un sentido es así.

Consideraos muertos al pecado pero vivos para Dios en Cristo Jesús Señor nuestro. Porque la vida cristiana no es solo muerte, como yo he dicho muchas veces, es también vida, no lo dejan metido en el agua si no que lo sacan, ¿amén?. Y así mismo también es, Pablo juega con estas dos imágenes de muerte y vida, la vida cristiana es gozo, es paz para con Dios, es disfrute, es abrirnos a otras dimensiones de la existencia humana y de Dios. Entonces si morimos al pecado pero el beneficio es que entonces se prende la conexión con Dios y con el mundo del Espíritu y la eternidad, muertos al pecado pero vivos para Dios en Cristo Jesús Señor nuestro.

Entonces dice: "Por lo tanto no reine el pecado en vuestro cuerpo mortal." La palabra que dice reine es basilegueto, que quiere decir eso un reino literal, el pecado no debe reinar en nuestro cuerpo mortal. Ahora de nuevo, Pablo siempre usa la palabra cuerpo en el sentido de todo lo que tiene que ver con el mundo, el tiempo y el espacio, puede ser la mente también, puede ser el cuerpo físico, puede ser el corazón, las emociones, todo eso que pertenece al mundo, en esas áreas, nuestro sistema nervioso, nuestras emociones, nuestros pensamientos, mi cuerpo, mis miembros, sean mis manos para pecar, mis órganos sexuales para pecar, todo mi cuerpo, eso tiene que, el diablo no debe reinar en eso, el pecado no debe reinar en eso.

¿Qué quiere decir reinar?. Dominar, controlar, determinar, entonces dice no reine el pecado en esas áreas de tu vida, no gobierne, no determine el pecado lo que tú haces con tu cuerpo, con los diferentes elementos de tu cuerpo, no te controlen, y eso es bien importante, miren lo que dice más abajo en el versículo 14, porque el pecado no se enseñoreará, la palabra es hermana de Curios, Jesucristo es el Señor, y entonces aquí hay un juego también de palabras, yo creo que dice hey, que el pecado no sea su Señor, ¿quien es su Señor?, Jesucristo. Cuando alguien se enseñorea de ti quiere decir que te domina, te controla y establece su control sobre tu vida.

Y sabe que una de las distintivas de los hijos de Dios es que no somos esclavos de nada. El apóstol Pablo dice que no se dejará controlar por nada, ni la comida, ni los apetitos sexuales, ni tampoco por la depresión, la ira, el resentimiento, la violencia, el temor, todas estas cosas que nos afligen porque no son solamente las adicciones más feas, las drogas, el alcohol, el juego, ninguna de esas cosas deben enseñorearse de uno. Uno de los argumentos que se ofrecen hoy día en todas las cuestiones sexuales por ejemplo en los géneros, la homosexualidad, el lesbianismo, todas estas cosas, es de que yo nací así, yo soy así, yo he tratado de cambiar pero no pude, por tanto me acomodé y tuve que aceptar lo que yo soy, uno escucha mucho ese argumento, muchas veces entre las personas de que yo traté y yo le oré a Dios mucho tiempo, y hablé con mi pastor y luché mucho tiempo contra este apetito y no cambié, y finalmente decidí que es que yo soy así, y usted tiene que aceptarme y amarme así como yo soy. Pero dice la Biblia aquí que para un creyente el pecado no puede dominarlo, y eso quiere decir que cualquier cosa que tú estés pasando en tu vida, lo que sea, cualquier dimensión, cualquier cosa que sea contraria a la vida de Dios en ti, el propósito que tiene Dios en tu vida, de nuevo, puede ser eso, depresión, ansiedad, resentimiento, puede ser un fracaso que te marcó y que determina muchas de las cosas, el temor que tú tienes, imagen, ninguna de esas cosas debe dominar tu vida, tú tienes que estar perpetuamente en lucha, en oración, clamor a Dios, adorando, leyendo la Palabra, conversando con tus hermanos, buscando liberación cada día más y más de esas cosas que te controlan.

El hijo de Dios es eminentemente libre. El Señor dijo conocereis la verdad y la verdad os hará libres. El que conoce al Hijo conoce la libertad mis hermanos. Ahora, como yo decía el domingo pasado, muchas veces Dios nos ha hecho libres y entonces esa libertad tiene que hacerse una libertad experiencial en nuestras vidas. Cuando uno descubre, por ejemplo voy a ponerme yo de ejemplo en este caso, cuando yo descubro un área de mi vida que yo encuentro contraria a lo que Dios quiere de mí, y lo que yo veo en mi autoimagen de un hombre libre en dominio de sí mismo, que sirve al Señor, yo enseguida lo nombro como un gigante que yo voy a descabezar, y entonces creo que Dios me ha dado el poder, y puede que me tome un año, dos años, tres años, pero yo sé que a ese gigante yo le voy a cortar la cabeza.

Y cada día yo vengo al Señor una y otra vez en la oración, y cuando el gigante me da por la cabeza y me tumba yo me levanto otra vez y vuelvo otra vez encima, pero yo no me someto al gigante, yo no me hago esclavo del gigante, yo sigo peleando y veo que Dios siempre me da la victoria, y hablo así en testimonio personal porque quiero inspirarte a que tú creas lo mismo. No importa cuál sea el área de tu vida en la cual tú estés en esclavitud o en lucha, cree que tú eres libre en Cristo Jesús. El Espíritu de Dios te ha hecho libre, porque dice la Biblia que el pecado no se enseñoreará de ti, no digas no puedo, esto es demasiado fuerte, esto me marcó demasiado, esto es genético, cree que Dios te ha hecho libre, por definición, si tú estás listo estás libre, y tú debes decir todo lo puedo en Cristo que me fortalece, no hay excusa, no podemos decir esto es un comportamiento que no tengo control sobre ello, no, el Espíritu de Dios que está en ti te va a dar poder para vencer cualquier cosa.

Y muchas veces ahí viene la parte esa de uno visualizarse a sí mismo como libre en Cristo Jesús. Uno tiene que pensar pensamientos de libertad y no de esclavitud. No te enfoques tanto en el problema, enfócate en Cristo que quiere libertarte, enfócate en tu identidad de persona libre, consideraos, vete a ti mismo, visualízate a ti mismo, como muerto ante eso que te aflige, y vivo para la justicia de Dios. Considérate muerto a la depresión y vivo a la conciencia de Dios. Considérate libre o muerto digamos a una adicción mental y vivo para la libertad mental y la santidad que hay en Cristo Jesús. Considérate libre de cualquier atadura emocional, de cualquier recuerdo pasado, y considérate vivo para una mente sana y buenas expectativas para el futuro en Cristo Jesús. No se enseñoreará, no te dominará, no te controlará.

Volviendo entonces pues, ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad. Bueno, habla de considerarse primeramente, ¿no?. Tu vida mental refuerza siempre en tu mente cosas positivas acerca de tu vida en Cristo Jesús. Considérate muerto ante todo lo que daña y vivo ante lo positivo. En esto pensad pero hay otra cosa también, otra manera de verlo es, no entregues, no presentes los miembros de tu cuerpo al pecado como para que el diablo te use a ti. No permitas por ejemplo que tus manos sean para robar, o para hacer cosas indebidas o para golpear a alguien, no, tus manos pídele al Señor que sean manos limpias, manos sanas, manos de amor, manos de restauración, tus pies que vayan a lugares donde el Espíritu de Dios se sienta cómodo morando, que tú seas una persona siempre diligente para hacer el bien, para estar donde hay necesidad.

Entonces Pablo dice, mira entonces en vez de tú entregar, la palabra presentéis es una palabra que luego Pablo usa de una manera muy interesante luego en el capítulo 12, Romanos, donde dice: os ruego que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios. La palabra presentéis es una palabra pasintemi, que es una palabra que se usa en el antiguo testamento, en el nuevo, para llevar un animal ante el sacerdote y presentarlo, ofrecerlo para que sea sacrificado para Dios. Es una consagración de esas víctimas para que sea sacrificada en honor a Dios, es una entrega total de esa víctima para propuestos de Dios en su gloria. Entonces ese es el lenguaje que Pablo usa, dice no paristemi las partes de su cuerpo, incluyendo su cerebro y su mente al pecado, para que sean usados para iniquidad, para maldad, ¿no?. En vez de eso, en vez de entregarlo de esa manera rotunda y completa, mire qué es lo que nosotros tenemos que hacer, si no, presentaos vosotros mismos a Dios, como vivos de entre los muertos. Entonces cada día tú tienes que venir delante del Señor y decir Señor, yo presento mi cuerpo y mi mente, mis emociones, mi voluntad, mi recuerdo, como un instrumento para Tu gloria, yo quiero ser un instrumento de bien en el mundo, yo quiero que uses los elementos de mi personalidad y mi cuerpo como palancas para Tú operar en el mundo.

El diablo quiere usar los elementos, las partes de tu cuerpo para hacer daño en el mundo, para hacerte daño a ti, para que tú le hagas daño a tus seres queridos, y tú sabes que no, tú le vas a decir al diablo yo no voy a entregar mi cuerpo para que tú los uses para tus propósitos malévolos, en vez de eso yo lo voy a entregar a Dios para que Él lo use para sus santos propósitos, mi mente va a pensar pensamientos nobles y buenos, mis manos van a sanar y a acariciar, mis pies van a caminar anunciando la Palabra del evangelio y haciendo el bien donde pueda, mi corazón va a ser usado para sentimientos nobles, y buenos, y edificantes.

Cada día yo tengo que decir Señor úsame para Tu gloria, usa mi mente, usa todo mi ser para que Tú puedas tener alguien quien usar, el Señor necesita tener instrumentos en el mundo, el diablo quiere también sus instrumentos, y nosotros tenemos que escoger para qué y para quién va a ser usado mi ser, mi cuerpo, y tengo que decir Señor hoy yo consagro mi cuerpo para el uso de mis propósitos aquí en la tierra. Presentar nuestros cuerpos no para iniquidad si no presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia, ¿ok?. Está esa idea, considérate santo, apartado para Dios, muerto al pecado y presenta tu vida cada día al Señor, conságrate y reconságrate cada día al Señor para que Dios te haga un instrumento de justicia en el mundo, la bendad, la bondad, la belleza de Dios, el orden de Dios tenga en ti el instrumento que Dios necesita para operar.

Entonces el versículo 14, ¿por qué podemos aspirar a esta vida de ser usado por Dios y de ser entregados a Dios?. Porque ya el pecado Dios ha hecho una declaración que el pecado no tendrá dominio sobre un hijo, una hija de Dios, porque no estamos bajo la ley, la ley se identifica con el pecado, porque a través de la ley viene el conocimiento del pecado, la ley es lo que señala claramente el pecado, si no hay ley entonces tú haces lo que te da la gana, ese es otro tema muy grande de explicar en la mentalidad Paulina, ¿no?. Pero dice no estáis bajo la ley si no bajo la gracia, ¿en qué sentido?, la vida cristiana es una vida de libertad, es una vida de gozo, es una vida de la bendición y la buena voluntad de Dios sobre nosotros.

Nadie puede estar oprimido si está en Cristo Jesús, porque operamos bajo la bondad, la gracia, la buena voluntad, las buenas intenciones, la misericordia, el perdón de Papá Dios, entonces ¿qué es lo que sigue?. Lo que sigue es bien importante también para que entendamos esto. Pablo es al que no se le escapa nada. Él era de los que decía mira cuando tú ibas yo ya venía. Entonces él estaba anticipando algo, cuando él dice eso él piensa hmm, pienso como buen abogado, hmm, yo sé lo que va a pasar, va a haber gente que va a decir por ahí bueno Pablo, si estamos bajo la gracia pues hey, ¿por qué entonces tenemos que estar haciendo esto y no haciendo?, ¡vamos a gozar, porque tenemos un Dios de gracia, un Dios que nos perdona!. Inclusive Pablo había bregado y en el mundo Grecoromano habían filosofías que decían no, que el cuerpo es una ilusión de todas maneras, así que hey, si tú pecas eso es una ilusión óptica, eso no hace nada, porque después de todo el cuerpo va a ser destruído y lo que importa es el espíritu, así que no le des tanta importancia si pecas o no pecas, el cuerpo es insignificante de todas maneras, así que úsalo para lo que sea.

Entonces había toda esa gente que pensaban así, y Pablo anticipa ese argumento que inclusive había entre los Corintios romanos parece, recuerde que Pablo le está predicando a una sociedad corrupta como hoy en día es, la sociedad romana era una sociedad pagano y total, era un mundo donde la sexualidad y la muerte todas estas cosas, donde no está Dios y Cristo con su sistema benévolo hay toda clase de inmundicia y maldad, le estaba predicando a gente que era cundida en el pecado como lo están en nuestra sociedad hoy día también. Y entonces esta gente buscaba cualquier excusa, cualquier razón para justificar su comportamiento. Y estos cristianos que entraban a la iglesia venían con esa mentalidad pecaminosa e iban a buscar cualquier manera de continuar haciendo lo que hacían antes, ahora en el evangelio, y Pablo quería convencerlos de que no, que tenían que comportarse de una manera radicalmente diferente a los patrones del mundo. Y una de las cosas era esta tendencia a comportarse igual porque Dios es amor, Dios conoce mi condición, entonces ellos preguntan, bueno pues, ¿pecaremos si no estamos bajo la gracia?. Él anticipando a ese argumento dice: "En ninguna manera, ¿no sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerlo sois esclavos de aquél a quien obedecéis?, sea del pecado para muerte o sea de la obediencia para justicia?". Cuánta gente en el evangelio hoy en día en las iglesias, este mensaje acerca de la santidad y de un cambio de vida no se predica con claridad por miedo a enajenar y molestar a mucha gente que está ahí en los asientos que a pesar de que aman a Dios y vienen a la Iglesia, continúan viviendo una vida turbia tras bastidores, detrás de las cortinas, vidas clandestinas.

Hombres de negocios que le roban a la gente en maneras bien sutiles y elegantes, que cambian sus libros y usan su conocimiento de contabilidad para hacer ver que su corporación perdió dinero para no pagar impuestos y no pagarle al pobre, se hace, hay corporaciones que no paga un sólo centavo de taxes, porque tienen un equipo de abogados que se aprovechan de cualquier hoyito en la ley de los taxes para no pagar impuestos. El abogado que usa la ley para hacer cantidad de cosas inclusive hoy la ley se usa mucho para promover leyes inmorales, indebidas, para robarle a la gente, para dejar libre a gente que debiera estar en la cárcel pagando sus culpas, y toda esa gente está en la Iglesia, viene a la Iglesia el domingo muchas veces, viene la persona que estuvo la noche antes que estuvo haciendo todo tipo de porquerías y sinverguenzerías, y viene a la Iglesia hoy porque ama a Dios pero no está dispuesta a entregarle a Dios esa parte oscura de su vida.

Personas que están oprimiendo a sus esposas o a sus hijos, o esposas que no están dándole a sus esposos el respeto debido, pero no le quieren entregar al Señor esa área de su vida, porque es doloroso, entonces viven una vida esquizofrénica, aman a Dios, sirven a la Iglesia, pero no le han entregado a Dios esa parte de su vida que no saben, eso no es de Dios, su comportamiento no es adecuado, ellos lo saben, pero no se lo han entregado todavía. Entonces toda esa gente que está sentada dice bueno pero Dios es misericordioso, Dios es bueno, Dios conoce mi situación, y no están en lucha contra ese pecado, si no lo practican, lo practican con una buena conciencia, y eso es lo que Pablo dice eso no es posible, no te escondas detrás de las cosas que dicen Dios es bueno y misericordioso, y Él conoce que tú eres débil, obedece al Señor.

Yo creo que uno de los grandes problemas de la Iglesia en este tiempo es eso, que nosotros pensamos que el Evangelio es puramente terapéutico. Es para que Dios me sane esta depresión que me está matando, para que Dios arregle a mis hijos que se están portando mal, para que Dios arregle mi matrimonio, para que Dios bendiga mi negocio, para que Dios me de la casa que yo tanto he deseado, y la gente viene a la Iglesia y espera que el predicador simplemente les de un masaje emocional, pero no entiende que muchas veces Dios quiere incomodarte para que tú entonces puedas tener la paz que tú estás buscando en tu vida, y que el rol del pastor es primero abrirte la herida, ponerle un poco de vinagre o de vino que te pique, y entonces poner el aceite de la bendición de Dios, pero la gente sólo quiere no, no me pongas el vino, ponme el aceite. Y entonces tenemos iglesias y gente que es así, solo quiere esa parte de arriba, pero Dios nos llama a una vida de entrega total, de dejar que la Palabra cale hondo en nuestro ser y nos cambie, nos transforme, esa es la parte más dura del Evangelio, y mucha gente quiere como digo esa parte fácil del Evangelio, el Dios que te ama y te comprende pero no saben el Dios que es santo, y el Dios que demanda absoluta sujeción a su Palabra y a su verdad, las dos cosas tienen que ir juntas, entonces por eso es que Pablo se toma su tiempo para este argumento.

Hoy en día no podemos entender el lenguaje preciso que Pablo usó en aquella época pero hay que transmitirlo, ¿cuál era la condición humana?, y es esta cosa de que Dios es un Dios de gracia solamente, pero Dios no es solamente un Dios de gracia, Dios es un Dios de santidad, de justicia también, y de integridad a su Palabra, y de expectativa que te vas a someter a Él en todas las áreas de tu vida, Él es las dos cosas, y por eso dice, ¿no saben que se someten a alguien como esclavos?.

Y miren la cosa con el pecado es eso, usted no puede jugar con el pecado. Hay gente que dice bueno este es un pecadito, y entonces tienen pecaditos, pecados, pecadotes, pecadosísimos, y ellos han dividido los pecados en una cantidad de categorías que Dios no tiene esas categorías, para Dios hay una sola cosa, pecado con o al final, y Él dice el pecado es algo que si tú le das una pulgadita se coje el pie completo, no te juegues con él, no digas no, bueno si yo practico, pero yo no soy esclavo del pecado, dice, si tú dejas que el pecado tome lugar en tu vida se va a convertir en algo controlador.

Cuando tú comienzas con un pitillito de marihuana, para sentirte más relajado, para conversar mejor y sentirte más alegre en las fiestas, pero después vas a necesitar dos pitillos para tener el mismo efecto, y después vas a tener que estar todos los días comprándole a ese tipo siniestro y dándole tu dinero, y se convierte en una esclavitud, y así es como pasa con todo, con el sexo, con la pornografía, con la ira, con el abuso de la gente, con la avaricia del dinero. Si tú comienzas con un poquitito y le das rienda suelta la comida se convierte en tu gobernador y tu rey, y Dios dice no le des una pulgadita de entrada en tu vida a ninguna de esas cosas. No digas bueno, esto yo me lo voy a permitir porque Dios sabe que yo trabajo demasiado duro y tengo tantas tensiones que tengo que permitirme este escapito de vez en cuando. No lo hagas porque es que en Dios no hay un poquito, o mucho o muchísimo, en Dios es todo sí y amén, si tú cometes, no lo hagas, entonces si tú practicas el pecado tú eres esclavo del pecado, el pecado te va a dominar a ti, por lo tanto emancípate de él y no le des ni una entradita pequeña. Si tú practicas el pecado eres esclavo del pecado.

Versículo 17 dice: "Pero gracias a Dios que aunque érais esclavos del pecado habéis obedecido esa forma de doctrina a la cual fuisteis entregados". Está hablando en pretérito, aunque érais esclavos del pecado ahora son libres, siempre que la Biblia habla del pecado entre los hijos de Dios habla en pretérito, algo que pasó ya, y así debe ser, qué triste que entre muchos de nosotros todavía hay que hablar de presente, estamos en lucha todavía, es otra cosa, es un proceso, pero tú estás en lucha de tu emancipación, ya tú no eres esclavo, tienes armas ahora, tienes libertad para obrar. Aquí hay que señalar esto, aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados, habéis obedecido de corazón. Hermano la vida cristiana es una vida de obediencia a esta palabra que está aquí, esta es la doctrina de Dios.

Esta es tu colección de responsabilidades y derechos, tú tienes que conocer esta palabra, nosotros tenemos que estudiar la doctrina de Dios, esto que yo le estoy enseñando es doctrina y tú tienes que recibirla de corazón y entregarte a ella, no es solamente algo emocional, no es presentarte a ti mismo, si no también creo que es una cosa de concientemente creer estas enseñanzas de que tú has recibido la Palabra y comprometerte de corazón. Yo creo que Pablo todavía está usando aquí la figura del bautismo, en que antes de bautizarse todavía debía conocer la enseñanza, a qué le estaba diciendo sí cuando se bautizaba, estaba diciendo sí Jesús es el Hijo de Dios, que es Dios mismo, que encarnó en hombre, que murió y fue crucificado, que resucitó al tercer día, que reina en los cielos, que viene otra vez, que Dios es santo, que Dios demanda completa sujeción de nosotros, todos esos aspectos de la doctrina cristiana, tú tienes que saberlos.

Tienes que de corazón aceptarlos, tienes que entregarte a ellos, tienes que vivirlos cada día, y eso es lo que Pablo está diciendo. Pero gracias a Dios que aunque érais esclavos del pecado habéis obedecido a Dios en aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados, noten de nuevo ese lenguaje rotundo, fuisteis entregados, creísteis de corazón y recibisteis de corazón, esclavitud o libertad, muerte o vida. La vida cristiana es una cosa así de sí o no, de entrega total o rebeldía secreta pero rebeldía, y entonces dice: "hablo como humano por vuestra humana debilidad que así como presentasteis vuestros miembros para inmundicia e iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia." De nuevo la misma idea, cuando tú estabas sin Cristo tú entregabas tu cuerpo, tus emociones para que el diablo las usara como él quería, pero ahora dice entrega esas mismas cosas y presenta tus miembros para ser un siervo de la justicia y para la santificación, porque cuando érais esclavos del pecado érais libres acerca de la justicia.

Ya es el punto final del apóstol Pablo, dice cuando ustedes estaban en el pecado érais esclavos del pecado, pero así como eran esclavos del pecado la justicia no podía manifestarse en ustedes, la santidad de Dios, es lo que yo digo. Un hombre, una mujer, si vive como un chivo sin ley, goza mucho de la vida, disfruta mucho de la vida, muchas cosas, pero Dios no tiene conexión con él, está muerto a Dios, las bendiciones del reino de Dios no vienen a su vida, la comunión con Dios, el derecho, la eternidad pasarlo con Dios, está muerto a todas esas cosas, está vivo para un sistema muy imperfecto pero está muerto para la influencia divina, ¿y qué pasa cuando tú mueres entonces a ese estilo de vida?, se prende la luz en el aspecto de la relación con Dios. Y Pablo dice o tú aceptas el dominio del pecado y la muerte en tu vida o aceptas el dominio de la bondad y la santidad, o aceptas el control que el diablo quiere matar robar y destruir en tu vida, o aceptas el control de Jesucristo que ha venido para que tengas vida y la tengas en abundancia. Yo te podría preguntar, ¿a cuál señor quieres tú servir?. Porque tienes que servir a alguien, tú tienes que servir a alguien. Pablo lo usa en términos de esclavitud, es un servicio total y real, está usando las imágenes de un esclavo, y Pablo dice todo mundo es esclavo de alguien o de algo, la pregunta es ¿quién va a ser su dueño, si el diablo que te va a usar para provecho propio, o si Dios tu Padre que te va a usar para bendecirte a ti o bendecirte a los tuyos y darte vida eterna?.

Porque Dios no tiene nada que obtener de ti, Él te ama gratuita y generosamente, ¿a cuál de esos dos señores quieres tú servir?, porque tú te vas a hacer esclavo de alguien, finalmente, y dice ¿qué provecho tú le sacabas a tu vida, esa vida que cuando piensas en ella ahora te averguenzas de ella, nos avergonzamos nosotros de nuestros pecados en la vida anterior, sabes que uno tiene que decir, Señor, enséñame a averngonzarme de lo que yo hacía, muchos de nosotros no llegamos a ese punto de avergonzarnos de las cosas que hacíamos antes, las tenemos ahí y decimos esas eran locuras de juventud, y decimos que buenas eran, pero ya nosotros, yo soy ya adulto, ya me casé ya soy formal, así que ya tengo que, pero la Biblia quiere que nos sintamos avergonzados de lo que hacíamos, que nuestra transformación sea total, que cuando nosotros nos veamos haciendo ciertas cosas en el pasado digamos, wow, que feo eso, me averguenzo de ello. Así debe ser de radical la conversión de un hijo de Dios, porque después de todo el resultado de eso era muerte, y ahora hemos sido libres, y el fruto de eso debe ser la santificación, y el fin de todo eso la vida eterna.

Y Pablo concluye con el versículo más bello de todos, uno de los versículos más bellos de toda la Escritura, versículo 23: "Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro." Gloria al Señor, y ojalá que eso sea nuestro sentir hermanos.

Vamos a ponernos de pie un momento y hacer una confesión en nuestros corazones. El pecado lo único que te puede dar a ti y a mí es muerte, fracaso, sinsabores, mala conciencia, malos pensamientos, insomnio, pero la dádiva de Dios, el don de Dios, el regalo de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, muerte o vida eterna qué tú quieres, vamos a ver si te dieran a escoger, no hay que pensarlo mucho, abraza la vida eterna la santidad, la paz con Dios, la justificación por medio de Dios en Cristo. Vamos a pedirle al Señor en esta mañana, queremos vivir en Tu luz, queremos hacer Tu Voluntad, queremos hacer solamente lo que Tú quieres que hagamos, transfórmanos y cámbianos, entregamos nuestros miembros de nuestros cuerpos exclusivamente a ti, los presentamos ante ti, rehusamos ser instrumentos del mal y de la injusticia, reina Tú solamente en nuestra mente, reina Tú en nuestras emociones, reina Tú en nuestros recuerdos, reina Tú sobre nuestro dinero, reina Tú sobre nuestras relaciones sociales, reina Tú sobre nuestras profesiones y trabajos, reina Tú en nuestros hogares, reina Tú en nuestra vida familiar.

Rehusamos, nos rehusamos a someternos al dominio de Satanás y su infierno, sus tinieblas y su oscuridad, y abrimos nuestra vida a Tu santo gobierno, Tu santo control en nuestros corazones, esta Iglesia cada día más Tu cuidado, Tu protección, la ayuda de Tu Espíritu Santo para ser la comunidad que Tú quieres que seamos, ayúdanos y trabaja en nosotros cada día más para ser lo que Tú quieres que seamos. Nos sometemos, nos entregamos a ti, nos sometemos bajo Tu dominio y nos vemos a nosotros mismos como muertos al pecado y resucitados a un Cristo puro, sano, santo, limpio, al Reino de Dios y los valores de ese Reino, a la doctrina de la Palabra de Dios, báñanos ahora, sumérgenos en Tus aguas, y sácanos de aquí comprometidos con esta verdad de corazón Señor, gracias, en el nombre de Jesús oramos, amén y amén Dios les bendiga mis hermanos.

Qué bueno es saber que no estamos solo en esta lucha por la santidad, que Dios es nuestra fortaleza y que Él pelea por nosotros, gracias Señor.

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Da a conocer el amor de Dios en el momento en que Él te ponga la oportunidad

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El libro de Juan es el libro que más elabora en las cosas que sucedieron después de la resurrección de Jesús. Si usted se pone a leer los cuatro evangelios casi todos terminan en que después que se apareció a los discípulos cuando estaban en el aposento alto, después van ahí al monte y allí Jesús asciende y allí ellos se quedan con la gran Encomienda.

Pero en el libro de Juan hay unos relatos adicionales como que elaboran aún más en cosas que sucedieron después de un evento tan grande, tan majestuoso, tan divino, tan poderoso. Y a esto yo le dije la ambivalencia después de la resurrección. Está muy conectado respecto a las cosas en cierto aspecto a las cosas que el Pastor compartió el viernes por la noche, y yo me estaba diciendo esos fueron los días después de la resurrección donde los discípulos estaban procesando muchos sentimientos encontrados. Esos eran días donde algunos de ellos tenían un sentimiento de abandono, de frustración, dudas, temor, pero también tenían alegría, asombro y expectativa porque habían visto a Jesús resucitado, así que es una idea de lo ví o no lo ví, o estaba soñando o no, estaba alucinando o no, comí demasiado pescado esa noche y estoy viendo una alucinación de Jesús o qué.

Yo me imagino que ellos estaban ahí como cuestionándose distintas cosas, y hay un pasaje en Juan capítulo 21 que me hizo pensar esto, quisiera que vayan a la Biblia ahí conmigo, Juan capítulo 12, más bien del 1 al 12, dice: "Jesús se manifestó otra vez a sus discípulos junto al mar de Tiberias, y se manifestó de esta manera: estaban juntos Pedro, Tomás llamado el Dídimo, Natanael el de Canaá de Galilea, los hijos de Sebedeo y otros dos de sus discípulos.". Simón Pedro les dijo ¿saben qué muchachos?, me voy a pescar, ellos le dijeron, pues ¿sabes qué?, vamos contigo, fueron y entraron en una barca y aquella noche no pescaron nada, se recuerdan algo, dejenme hacer un paréntesis, ¿se recuerdan la vez que Jesús se encontró con Pedro después de haber estado pescando toda la noche, qué fue lo que Jesús le dijo?, hey, boca mar adentro, hemos estado pescando toda la noche y no hemos encontrado nada.

Cuando ya iba amaneciendo, se presentó Jesús en la playa, mas los discípulos no sabían que era Él, y Él les dijo: hijitos, ¿tienen algo de comer?, respondieron: no, y Él les dijo: echen la red a la derecha de la barca y hallaréis. Una pausa, vamos a procesar esto aquí juntos. Ellos están digamos tal vez a unos 5 o 10 metros dentro del agua todavía porque ya había amanecido so estaban volviendo a la orilla, como quien dice vamos a recoger las cosas y nos vamos, pero están en el agua todavía y a esa distancia digamos que de aquí a la pared allá atrás, ellos ven a esta persona que es Jesús pero ellos no reconocen que es Jesús.

Y Jesús desde yá les dice echen la red otra vez. Si yo hubiese estado allí hubiera dicho ¿quien es este?, si tú estuviste conmigo toda la noche y viste que yo no pesqué para qué me vas a decir que tire la red, ese hubiese sido yo. Pero algo en estos muchachos los hizo tirar la red, la tiraron y ya no la podían sacar por la gran cantidad de peces, un milagro repetido dos veces. Miren que interesante, un milagro repetido dos veces, y los muchachos como que ¿ah?, pero aquél discípulo a quien Jesús amaba mucho le dijo a Pedro, ¡es el Señor!, y Simón Pedro cuando vió que era el Señor se ciñó la ropa porque estaba en calzoncillos lo más seguro, y se tiró al mar y fué ahí como que, tratando de brincar por encima del agua, y llegó a la orilla. Los otros discípulos vinieron en la barca arrastrando la red con los peces pues no distaban más de 200 codos, más o menos unos 10 metros de distancia de la orilla.

Al descender a tierra vieron brasas puestas y un pez encima de ellas y pan. ¿Quién tenía los peces?, ellos, ¿y de dónde salió ese pez que tenía Jesús, lo hizo de la arena?, ¿hizo voala?, lo sirvió, estamos hablando de Jesús resucitado so todo es posible mis amados, si traspasa paredes, si tiene todavía sus marcas y si se le pueden tocar, y si con todo y eso come y sigue siendo un cuerpo glorificado como hemos escuchado en estos días, Jesús puede hacer cualquier cosa. Jesús les dijo a ellos, traigan de los peces que ustedes acaban de pescar, subió Simón Pedro y sacó la red de la tierra llena de grandes peces, 153, y aún siendo tantos la red no se rompió, y les dijo Jesús venid, comed, y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle, ¿y tú quien eres?, sabían que era el Señor pero no se atrevían a preguntarle y tú que pito tocas, ¿quien eres?. Para mí mis hermanos, este texto refleja la facilidad el ser humano de olvidar muchas cosas, refleja nuestra facilidad de olvidarnos fácilmente de enseñanzas que nos han dado. Refleja nuestra facilidad de no solamente olvidar esas enseñanzas, si no también de olvidar a la persona que está detrás de esas enseñanzas, que ha impactado nuestras vidas de una manera tan y tan grande, olvidamos cosas que pueden transformarnos a nosotros y las vidas de otros a nuestro alrededor, ¿por qué será, por qué será que en nuestra humanidad?, estos muchachos después de haber estado tanto tiempo con Jesús, tantas veces que el Señor les enseñó, estén pendientes de esto, se están encariñando mucho conmigo, pero es importante que el Hijo de Dios muera y al tercer día resucitará, Él se los dijo una y otra vez una y otra vez, lo estaba anunciando, y cuando sucedió todo fue como que a mí nunca me dijeron, se estaban comportando como si nunca les había dicho nada.

Qué interesante que muchas veces recibimos una enseñanza, recibimos una impartición, una palabra de parte del Señor mis hermanos, y de repente sucede algo en nuestras vidas y es como que, a mí no me habían dicho, porque en nuestra conducta, nuestra forma de pensar, refleja todo lo contrario de esa palabra que nosotros recibimos. Y usted me va a decir sí Pastor pero esa es nuestra naturaleza pecaminosa, y yo entiendo, yo entiendo eso, pero mis hermanos tenemos que luchar en contra de esa naturaleza, ¿acaso no es ese el llamado de nosotros como creyentes, de despojarnos de nuestra vieja manera de vivir y vestirnos de Cristo, una imagen llena de amor, del fruto del Espíritu Santo y que nosotros podamos vivir a la luz de esos principios, a la luz de esa persona?. ¿Por qué entonces se nos hace tan fácil como Pedro volver a pensar, me voy a pescar otra vez?. Volvemos a lo conocido, volvemos a lo que estaba acostumbrado, porque es más fácil que esto otro que me estaban enseñando.

¿Se dan cuenta por dónde voy mis hermanos?. Todas las cosas que el Señor Jesús estaba impartiendo mis hermanos, eran cosas que sobrepasaban a lo que ellos habían vivido o lo que ellos habían aprendido de otros maestros, de sus familiares, y esa enseñanza por alguna razón u otra sí la tenían ahí pero como que no se había activado todavía, no había cobrado la vida que esa enseñanza necesitaba cobrar en medio de ellos para ellos poder mantenerse firmes en la promesa que Jesús les dió. Piensen esto, Jesús les dijo miren, Yo voy a resucitar el tercer día, espérenme, espérenme, mire, eso era para el tercer día, los doce discípulos estar esperando frente a la piedra que salga Jesús, ¿tú no crees?, ¿por qué será que siempre tienen que ser las mujeres las que lleguen?. Yo me pregunto a mí mismo, Omar, ¿qué tú hubieses hecho, hubieras estado frente a la piedra, o te hubieses quedado en Jerusalén o te hubieses ido a otro lado?. Yo mismo me pregunto qué yo hubiese hecho, como dijo las dos mensas, mensas pues que estan buscando, eso le quedó bien genuino, definitivamente. Él les dijo que iba a volver otra vez, ¿por qué lo están buscando?. Hello ángel, no hay otro lugar donde buscarlo, si aquí lo tenían, voy a tener que venir aquí, mi punto de partida tiene que ser aquí.

Una mujer de este siglo le hubiese dicho eso al ángel y no hubiese sido tan mensa, espero, ese soy yo. El asunto es mis hermanos que todo esto que aconteció y aún miren esto en el verso 21 de Juan, Jesús ya se había aparecido a sus discípulos, y en esas apariciones no solamente había compartido el pan con ellos, yo me imagino que también les había hablado, les había dicho, se los había recordado, es más, Mateo, Lucas y Juan presentan a un Jesús bien dócil, bien sencillo diciéndole a los muchachos, paz, no se apuren, Yo estoy con ustedes, Marcos por alguna razón presenta un Jesús bravo, yo no sé si usted se ha dado cuenta de eso, haga el estudio.

Mire como dice Marcos, se me perdió Marcos, de verdad, después de Mateo, miren como dice Marcos, el capítulo 16 el verso 14, dice: "Finalmente se apareció a los 11 estando ellos sentados en la mesa, y les reprochó su incredulidad y dureza de corazón porque no les habían creído a los que le había visto resucitado". Miren esto que interesante eso, les reprochó, fue como que se los sacó en la cara, pero ustedes muchachos incrédulos, ¿qué pasa con ustedes?, los otros evangelios dicen Paz para ustedes, como cool, pero Marcos dice les cortó la cabeza, tú muchacho, ¿no te recuerdas que Yo había dicho que iba a volver otra vez?. Nos olvidamos de las cosas.

Yo creo que por algo mis hermanos es que en el libro de Santiago, hay una Palabra muy clara que responde a esto, Santiago capítulo 1, los versos del 19 al 25, miren como dice, y conste que yo sé que estoy sonando jocoso pero le estoy predicando también al coro así que estamos todos en el mismo bote, el verso 19 del capítulo 1 de Santiago dice: "Por esto mis hermanos, todo hombre y mujer seamos pronto para oir, tardos para hablar, tardos para airarnos, porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios, por lo cual deshechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantanda la cual puede salvar vuestras almas."

Miren esto: "recibid con mansedumbre la palabra implantada", es como si a usted le hubiesen puesto un hard drive y ese hard drive le está bajando la información de aquí, le están implantando una información a ustedes en su mente y su corazón. Eso fue lo que Jesús hizo a sus discípulos, les estaban implantando una enseñanza directa en el corazón de cada uno de ellos, en el corazón de cada una de las personas que oían a Jesús, válgame, la entrada triunfal a Jerusalén ¿qué era lo que gritaban todos?, Osana, osana, cinco días después, ¿qué era lo que estaban gritando?. Crucifícalo, crucifícalo, ¿cómo va a ser que en cuatro, cinco días van a cambiar de mentalidad tan rápido?. En un momento están reconociendo a su Salvador, a su Rey, y en el otro lado este es un bandolero, vamos a deshacernos de Él.

Sigo leyendo Santiago, dice verso 22: "Pero sed hacedores de la Palabra, y no tan solamente oidores engañándoos a vosotros mismos, porque si alguno es un oidor de la Palabra pero no hacedor de ella, esto es semejante al hombre y la mujer que se considera un espejo su rostro natural, porque él se considera a sí mismo, pero cuando se va, y luego olvida como era, mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo un oidor olvidadizo si no hacedor de la obra, este será bienaventurado en lo que hace."

¿Cuántos de ustedes se acuerdan de todas las líneas que usted tenía en su cara esta mañana?. Ni una. Muy bien ese orgullo está sólido, me alegro por eso, se plancharon la cara esta mañana para sacarse todas las arrugas, digo las líneas, no arrugas, perdón. ¿Cuántos de ustedes se acuerdan cuál fue la imagen que presentó el Pastor Samuel en su mensaje acerca de Háblame acerca de Jesús, cuál fue el Jesús que presentó, cuantos se acuerdan?. El Señor sentado, ok, se acordaron, muy bien, ¿cuantos de ustedes se acuerdan de la imagen que presentó el Pastor Greg, cuál fue la imagen que captó el Pastor Greg?. El Jesús que nos dá a nosotros talentos y nos manda a nosotros a hacer negocios y después vuelve a ver que hiciste con tu talento, ¿vieron?. Son ejemplos bien sencillos, es más, ¿de qué fue lo que predicó el Pastor Roberto este domingo pasado?, eso es bien fácil, de la resurrección, del poder de la resurrección. Todas esas cosas mis hermanos, esto es solamente un ejercicio bien breve que yo les estoy haciendo, y esto les estoy haciendo a ustedes aquí, pero cuando usted está ahí en el meollo de la vida, cuando usted se encuentra día a día los logros que puede alcanzar o las luchas a las que se puede enfrentar, ¿como recordamos esas palabras?, ¿como recordamos ese mensaje que Jesús nos dió?, Yo estaré contigo hasta el fin del mundo, ¿vivimos nosotros concientemente de que Jesús está con nosotros todos los días?. ¿Nos recordamos nosotros de esas palabras y no estamos siendo olvidadizos de esas palabras, si no que nuestra vida día tras día con cada una de nuestras acciones reflejan lo que es vivir con una conciencia de esto?. Y ahí es mis hermanos donde yo llego a estas palabras de Jesús cuando dice que nosotros somos la sal y la luz del mundo, de la tierra.

De nada va a valer si después de estas cinco prédicas que usted ha escuchado, o cinco reflexiones que usted ha escuchado, de nada va a valer que usted se quede con eso y lo guarde en su corazón y ahí está la vida sigue, como es, común y corriente, esa no es la intención, la intención no es venir y hacer cosas distintas, poner efectos de luces, fajarnos haciendo un escenario como para cautivar la atención de la audiencia, o de yo hacer videos, o de cantar coros nuevos, de nada va a valer eso si nosotros después que escuchemos esa Palabra nosotros seguimos viviendo, oyendo y hablando de la misma manera, de nada vale, para mí eso en mi cabeza no calcula, mi vida tiene que reflejar algo diferente, mi vida tiene que reflejar que yo he escuchado algo de Jesús, y aunque sea una palabra de eso tiene que quedarse grabada y me tiene que ayudar a yo vivir con una conciencia distintia, con una forma de proceder en la vida distinta.

Si Jesús es el León de Judá que pelea por mí y hay que temerle, yo tengo que vivir con una conciencia de eso donde quiera que yo voy. Que si me enfrento a un problema yo tengo que decir en mi corazón hey, el que está conmigo es más fuerte que cualquier cosa que pueda venir a mí so yo voy a enfrentarlo en el nombre del Señor. Que si en algún momento fallo por mi naturaleza pecaminosa y estoy ahí con una culpa, hay Dios otra vez, otra vez, que yo pueda recordar la imagen de lo que presentó el Pastor Samuel, que hay un Jesús con un bastón que es mi guarda, que me juzga, es el que me corrije a mí, pero Él sabe que detrás de Él hay ¿qué?, una cruz, sobre la cual hay un efecto de gracia que se está dando en mí, y Él sabe quien yo soy, Él se recuerda que yo soy polvo, y que Él está trabajando conmigo y está trabajando contigo al nivel en que tú estás, pero nosotros no podemos olvidarnos de esas palabras, no podemos olvidarnos que Jesús nos dijo que Él va a resucitar y que se va a encontrar con nosotros en algún momento en algún lugar.

No podemos llevar una vida ausente de esa verdad, si no que esa verdad tiene que estar ahí marcándonos en cada momento. Yo tengo que hacer esa disciplina mis hermanos, cada mañana cuando yo me levanto, yo mismo me pregunto ok Omar, ¿cómo tú vas a estar conciente de la realidad de Jesús en tu vida hoy, qué tú vas a hacer para marcar una diferencia?. Cuando vas por la calle, ¿cómo vas a pensar cuando vayas por la calle. Cuando te encuentres con el hermano tal o la hermana tal que tal vez te cae un poquito pesada, ¿como vas a hacer, vas a virar por otro lado o te vas a enfrentar a ellos en el amor del Señor?. Cuando tu hijo o hija te hagan explotar la paciencia, ¿vas a reventar o vas a recordar que el Señor te llama a tú ser manso, a tu propio control y dejar que su amor opere en ti para tú poder tratar con ellos?. No, si yo sigo diciendo ejemplos yo sé que nos podemos identificar, en el trabajo, te encuentras con alguien que no bregas con esa persona, ni aunque te invite a tomar café, atrévete tú a invitar a esa persona a tomar café. ¿Acaso eso no es a lo que el Señor nos invita?. Eso es la idea de ser sal, cual es la idea de ser sal, ¿de salarle la boca a alguien?, bueno si usted coge el pote y se lo echa en la boca, obviamente le va a marcar la vida a esa persona, pero si usted usa de esa dimensión de sal en su vida, para tirarle de a poquito hasta que le vaya dando sazón, no le va a marcar la vida a esa persona créame. Si usted es de esas personas que es medio tímida, y no se atreve a hablar con alguien en su trabajo porque tú sabes, yo no me atrevo, allá ella con sus problemas, yo acá con los míos, ¿a qué me tengo que meter yo ahí?. Mira, quien sabe si Dios no te está invitando en ese momento a ser sal y luz, y que eches tu timidez a un lado, y que tú puedas decirle a esa persona dos o tres palabritas que le puedan cambiar el día.

Pero esa mentalidad de que my business is my business and his business is his business y que yo no voy a hacer nada ahí, esa mentalidad ¿tú sabes lo que está haciendo?, le está restando avance al reino de Dios, y no podemos dejarnos llevar por eso, no podemos pensar así mis hermanos, yo no estoy diciendo que usted sea un presentado o una presentada y que usted se meta en lo que no le importa, yo no le estoy diciendo eso, yo lo que estoy diciendo es que aprendamos a discernir, cuando el Señor realmente nos llama a ser presentados espirituales por así decirlo, y saber cómo meternos en la vida de una persona por un momento determinado para saber cómo dar una palabra sazonada a su tiempo, para poder alumbrar un poquito en la tiniebla de esa persona y después salga y diga mira Señor yo ya hice mi parte, ahora haz la tuya y mira encárgate de lo tuyo.

¿Quien sabe si esa intervención vaya a permitir que tú tengas otras intervenciones con esa persona?. Yo no estoy diciendo que seas el mejor amigo o amiga de esa persona, pero sí estoy diciendo que tal vez en varias ocasiones el Señor te use a ti para tú poder impartir un poquito de luz a esa persona, y que tú ayudes a esa persona a ver su vida desde otra perspectiva que antes no lo había considerado. Voy a virar esta historia al revés, usualmente yo le digo que cuando vamos al colmado o como usted le diga, cuando vemos al cajero que está así medio funfuñoso o medio molesto algo así, que usted se atreva a dalre una palabra, mira, alégrate, todo va a estar bien, qué se yo, no necesariamente Dios te bendiga, pero dígale una palabra a ese cajero, que le saque una sonrisa de su boca, lo digo así ahora, si usted es el cajero en una tienda y llega un cliente medio refunfuñoso usted del lado del cajero dígale, hey, que te caiga bien la comida.

No, no le diga here you go, diga enjoy your meal, aquí tienes tu cambio, que Dios te lo multiplique, pero si lo acabo de gastar, no importa, que Dios te lo multiplique, you know, you never know what can happen, uno nunca sabe lo que puede suceder, yo lo que estoy diciendo mis hermanos es que esas cosas que el Señor nos dá a nosotros tienen que salir de alguna manera u otra, esa vida que el Señor puso en nuestros corazones tiene que dar fruto en algún momento u otro, yo no estoy diciendo que nos volvamos locos, pues tengo que evangelizar a todo el mundo, no, yo no estoy diciendo eso, evangeliza en el momento en el que Dios te ponga la oportunidad.

Da a conocer el amor de Dios en el momento en que Él te ponga la oportunidad. Hay veces en que tú vas a tener que buscar la oportunidad y yo le pido al Señor que te dé discernimiento para saber cómo buscar esa oportunidad, pero cuando la oportunidad llegue ahí a la puerta de tu entorno y si tú antes respondías como que no yo no conozco esa persona, se ve medio gruñón, vence ese temor y mira en el nombre de Jesús y mira, como estás, dile algo a la persona, eso es lo que estoy hablando mis hermanos, es aprovechar de ver a Jesús en cada uno de los momentos de la vida, ahí viene Roney y Obama va a salir por el otro lado, estos personajes van a coger el media ahora otra vez de lado a lado de la nación, en medio de todas esas cosas todo el mundo va a empezar a hablar mira de qué lado estás, y por quién tú crees y mire, piense sí en todas esas cosas pero por encima de eso Jesús, ¿qué tú piensas de estos dos personajes?, no valen nada, lo que Jesús piensa de ellos eso le toca a Él decirlo, pero traigo este ejemplo mis hermanos para nosotros saber aún ver a Jesús en medio de esas cosas, y ver como Jesús se toma una posición concerniente a estas cosas, esa frase que dice ¿what would Jesus do?, que nosotros podamos ver eso y decirnos Señor ¿como Tú responderías en ese caso?.

Ayer pude ver al cónsul de Israel compartiendo con los pastores de la confraternidad de Copani, y va a estar aquí el domingo en el segundo servicio de paso, una persona muy interesante, él estaba compartiendo el servicio y le hicieron una pregunta de cual era su perspectiva concerniente a Venezuela, y las menciones que ha hecho Chávez en contra de Israel, y me da gracia porque este hombre dice que Venezuela es un país hermoso, él ha estado ahí también, y de repente sale y dice y yo lamento mucho por qué los venezolanos están teniendo que sufrir tanto bajo un dictador y una persona que está abusando de cada uno de ellos. Y el yo ver como esta persona que es de un país que es totalmente diminuto ante lo que es Venezuela, puede reconocer aún eso y poder tener una perspectiva de nosotros queremos y respetamos a Venezuela, pero cuando vemos a una persona que no se está alineando a los valores de ese país, pues mira, nosotros nos mantenemos a distancia, nosotros no tenemos relación con esa nación, solamente por cómo este líder está procediendo con su pueblo.

So hay veces, yo no estoy diciendo que él estaba reconociendo a Jesús en esto, pero él poder hacer una distinción de donde están, me ayuda a entender mira, hay cosas que están sucediendo en el mundo entero de las cuales nosotros tenemos que estar bien alerta mis hermanos, y poder distinguir Jesús, a la luz de tu Palabra ¿dónde quieres Tú que yo me pare, como quieres que yo responde o accione o reaccione ante esto?, esas son las preguntas que ustedes mis hermanos se tienen que hacer, yo no los quiero confundir, de verdad, no los quiero confundir, pero sí quiero traer su atención al hecho de que, al nosotros escuchar de Jesús, de la persona de Jesús, sus hazañas, sus milagros, sus palabras, su deidad, su poder, sus promesas de que están por venir todas esas cosas de alguna manera tiene que cundir en nuestras vidas. Tiene que influenciar en como nosotros procedemos en todas las cosas a nuestro alrededor.

Mi llamado, mi invitación hacia ustedes mis hermanos es que nosotros podamos seguir siendo sal y luz en medio de las tinieblas, que podamos seguir cumpliendo con ese llamado que el Señor Jesús nos dió a nosotros, si Jesús nos dió ese llamado es porque Él sabe que nos puede usar para nosotros poder alcanzar a otros. Él quiere bendecirte a ti sin duda alguna, Él cree que tú experimentes lo que es vivir para Él, pero todo lo que Él nos da también es para compartirlo con otros, para hacer justicia por otros mis hermanos. Tal vez tú podrás pensar no, yo soy víctima de injusticias, no, en el Señor la justicia de Dios opera en ti, y tú puedes ser instrumento de Dios para hacer justicia en la vida de otros también, pero eso es algo que solo lo podemos hacer cuando estamos bien conectados, bien en sintonía con el autor de esa justicia.

Así que mis hermanos yo los dejo con eso, esta noche me extendí, yo lo sé que me extendí, vamos preparando el video, no lo pongan todavía (risas). Padre te damos las gracias Señor Jesús por la oportunidad que Tú nos has concedido en esta noche de poder estar aquí, de poder cantar, alabarte, adorarte, poder cantar, levantar nuestras peticiones ante ti, y también poder escuchar Tu palabra Señor. Yo te pido que a medida que nos preparamos para salir de aquí Jesús que, que todo lo que hemos experimentado hoy, lo que hemos dicho y lo que hemos hecho, esas cosas puedan dar fruto en nuestras vidas, que Tus palabras puedan seguir haciendo eco en nuestros corazones, que Tú nos pongas Señor a vivir cada día más y más a la luz de tu llamado. Te pedimos que al salir de aquí Tus palabras se queden con nosotros y hagan impacto en nuestro corazón, y podamos vivir a la luz de ellas Señor, y que sobre todas las cosas que podamos seguir siendo transformados a Tu imagen. Bendice a mis hermanos, al ofrendar, al ellos traer la ofrenda también, y que cuando salgamos de aquí Tú nos lleves con Tu bien, con Tu protección hacia nuestras casas. Gracias Señor por Tu Hijo Jesús, amén y amén.

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La higuera no se secó en un instante - vivir en el tiempo intermedio de la fé

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Lucas capítulo 24, la resurrección, y yo solo voy a leer un par de versículos. Imagínense ustedes este par de mujeres, madrugada, domingo, ellas van deprimidas y tristes porque el Señor ha sido crucificado, ha muerto, no están pensando en su resurrección ni cosa que se parezca, para estas mujeres la muerte de Jesús es algo rotundo, inapelable, definitivo, y van simplemente a adorar el cuerpo del Señor con unas especias aromáticas, envolverlo, en los lienzos apropiados conforme al tiempo, prepararlo completamente su cuerpo para su estadía permanente en una oscura cueva donde Él ahora mismo yace apresuradamente puesto allí después de su crucifixión, en estas mujeres no hay ningún tipo de esperanza ni sospecha siquiera de que algo trascendental ha sucedido.

Y entonces, vemos a estas mujeres en el versículo 2, Lucas 24, dice que cuando llegaron al sepulcro encontraron algo extraordinario, y es que encontraron removida la piedra del sepulcro, había sido quitada, una piedra pesadísima que se rodaba en un riel y cerraba la entrada al sepulcro, esa era la manera en que personas de cierta importancia eran sepultadas en ese tiempo. Recuerde que no era porque Jesús fuera tan importante a nivel social, porque lo era evidentemente a nivel cósmico, si no porque le prestaron una tumba, y eso ya estaba hecho predicho proféticamente, era una tumba que no había sido usada jamás. José de Arimatea, un hombre muy rico, prestó esa tumba para que el Señor fuera allí sepultado.

Y entonces dice que hallaron removida la piedra del sepulcro, y entrando no hallaron el cuerpo del Señor Jesús, ¿por qué?, porque el Señor ya no estaba allí, había resucitado. Dice que aconteció que estando ellas perplejas, hey, a mí me dá un ataque al corazón yo diría, "estando perplejas, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes", efectos especiales del cielo, eran dos ángeles que se acercaron a ellas, y ellas entendieron que estos eran seres sobrenaturales. Dice que como tuvieron temor y bajaron el rostro a tierra en reverencia y temor, estos dos seres angelicales les dijeron, y aquí es donde quiero que usted medite, esta es la parte central de mi predicación, estos dos seres les preguntaron: "¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?, no está aquí, si no que ha resucitado".

Pero la pregunta que tú te hagas esta mañana, y vamos a ver cómo eso se aplica a nuestras vidas, ¿por qué buscáis entre los muertos al que vive?. Este pasaje nos introduce a lo que yo llamo el momento intermedio de la resurrección. La resurrección de Jesús ya era un hecho pero todavía no se había dejado sentir en todas sus manifestaciones públicas, había sucedido algo que cambiaría la historia para siempre, pero nadie se había enterado de este hecho todavía, era simplemente una realidad ontológica, pero no había ningún observador que la constatara.

Y yo quiero hablar precisamente de eso. Cuando Dios hace cosas y todavía nosotros no nos hemos dado cuenta de que Él las ha hecho, y continuamos viviendo como si Él no las hubiera hecho. Cuando Dios hace cosas transformadoras, a veces en nuestra vida, a veces en la historia, y Él las hace soberanamente, y en el mundo espiritual eso ya es una realidad innegable, es una estructura del universo, pero todavía en el mundo del tiempo y del espacio, de las circunstancias todavía eso no se ha hecho patente, no se ha hecho totalmente observable y real, ¿y qué pasa en ese tiempo intermedio, en el tiempo en que Dios dá su palabra y eso se transmite al mundo nuestro y nosotros nos percatamos de ello, qué pasa en ese tiempo?. Ese tiempo desierto, ese tiempo de definición, ese tiempo de limbo en un sentido, de ese tiempo es el que yo quiero hablar. Eso es lo que yo llamo el tiempo de la fé.

A veces Dios hace cosas trascendentales, en el ámbito de su Espíritu, de su Reino, de la eternidad, en el cielo, a veces Él hace cosas transformadoras en el mundo, opera sobre la realidad, pero se toma algún tiempo para que ese hecho de Dios se transmita al ámbito en que nosotros vivimos, el ámbito del tiempo y del espacio. Por ejemplo, cuando Cristo resucitó dice la Biblia que, Él allí en la cruz derrotó a los principados y potestades, le quitó el dominio al diablo sobre el universo. Ya el yugo de esclavitud en que vivía la humanidad fué quitado, y la libertad del ser humano, del hombre fué hecha posible por la resurrección, el Reino de Dios vino y habitó en medio de nosotros, de hecho cuando Cristo vino a la Tierra yá el mundo había cambiado radicalmente, había esperanza para la humanidad, cosas podían darse que no se podían dar de otra manera.

Dice que el Reino de Dios yá está dentro y en medio de nosotros, sin embargo, nosotros sabemos que la historia continúa todavía con su locura, todavía niños mueren prematuramente, todavía hay guerras, todavía un galón de gasolina cuesta tres con ochenta y nueve, y dicen de que va a llegar a cuatro dólares, todavía hay tapones en la ruta 93, todavía hay explotaciones en el mundo, hay enfermedad, el diablo dice la Biblia que todavía tiene control misteriosamente de este mundo, pero dice también que ya Dios declaró el Reino sobre el mundo, dice que el Reino de los cielos avanza, ¿por qué?. Precisamente por eso, hay un tiempo de desconexión y de desajuste, entre el acto de Dios, en el ámbito espiritual, y la manifestación plena de las consecuencias de ese gesto de Dios, esa acción de Dios en el ámbito del tiempo y del espacio.

Déjeme darle una ilustración también acerca de eso, por ejemplo, cuando estas mismas transmisiones se dan aquí por video, la cámara está recogiendo esa imagen ahora mismo mientras yo hablo, pero hay unas fracciones de segundo entre el tiempo en que esa cámara capta mi imagen, aunque es tremendamente rápido, la transmite a través de los cordones o a través de las ondas wifi, del internet o lo que fuera, y llega a otro lugar que toma esa imagen y la transmite otra vez a través de los aires, y un hermano, una hermana en México, en Austria, en Omán o donde sea capta esa imagen, ¿ha habido un momento no?, la imagen ya se produjo aquí, pero se toma más tiempo y a veces se toma más tiempo dependiendo de las capacidades del mecanismo para hacerlas llegar donde alguien las va a captar y va a recibir el impacto de ellas.

Y así pasa con las realidades espirituales. Dios hace cosas, Dios declara cosas en el ámbito del Espíritu, Dios declaró el Reino de los cielos pero ese Reino de los cielos está desarrollándose y desenvolviéndose poco a poco en el ámbito humano y un día dice la Biblia que Dios dirá suficiente espera, y lo transformará todo, cielos nuevos, tierra nueva, una creación nueva y diferente, Cristo le pondrá final a la locura de la historia y Él vendrá y se instalará, y toda la historia se transformará instantaneamente. Mientras tanto vivimos en ese tiempo de espera, y nosotros somos parte de una fuerza conquistadora que está redimiendo el mundo, estamos predicando el evangelio, estamos sanando enfermos, estamos declarando la gloria de Dios, estamos viviendo como gente redimida y transformada, diga gloria a Dios aunque sea para mimarle un poquito, la gloria de Dios se está manifestando en medio de nosotros, y nosotros somos parte de un fenómeno, de un proceso histórico que Dios está haciendo real, lo que Él dijo nosotros estamos ayudando y cumpliendo la Escritura.

Entonces vemos esto, ¿no?, que muchas veces Dios hace cosas trascendentales, pero se toma tiempo para que nosotros nos percatemos de ella, vemos por ejemplo que cuando Jesús maldijo la higuera estéril, ustedes recuerdan ese pasaje, la higuera no tenía fruto, el Señor metió la mano, mucha hoja pero nada de fruto, y el Señor dijo nunca más nazca fruto de ti, la mandó a que se sequera, los discípulos siguieron su camino, de hecho ese acto se dió en el tiempo de Semana Santa, que el Señor iba entrando a Jerusalén, entonces Él entró a Jerusalén, eso se dió por la mañana cuando Él venía de Betania para entrar a Jerusalén, había una distancia, entonces nada, la higuera se quedó aparentemente de lo más tranquila, los discípulos dijeron parece que el Señor se levantó de mal humor hoy, y no le gustó el hecho de que no tuviera fruto la higuera, la higuera siguió tan frondosa y verde como cuando el Señor la dejó, pero qué pasó horas después cuando la tardecita regresaron de Jerusalén, pasaron otra vez por allí, los discípulos se quedaron boquiabiertos porque esta higuera que el Señor había maldecido ahora estaba seca, marchita, ¿por qué?, porque cuando el Señor dió la palabra entonces se desató un proceso de muerte, se tomó tiempo, como cuando usted arranca una rama o una flor, se toma tiempo pero a la larga se seca porque ya no tiene vida en ella.

Entonces muchas veces Dios dá una palabra pero se toma tiempo para que esa palabra se cumpla en el ámbito de la realidad, eso es lo que yo llamo el territorio de la fé, y nosotros siempre estamos viviendo en una manera u otra en ese territorio a través de nuestras vidas, y se requiere que nosotros entendamos esto, el Señor había hecho algo poderosísimo, había resucitado a su Hijo, esa tumba fué iluminada con una luz más poderosa que la luz que en el álamo hace sesenta y pico de años o setenta años iluminó el desierto con la primera explosión de la bomba atómica que se conoció en la historia, eso desató dice que uno de los científicos que tenía algo de poeta recordó una imagen de uno de los textos sagrados del Hinduísmo, donde hay un estallido, dice que era como el brillo de mil soles que estallaba, así fue la primera explosión, yo diría que cuando se dió una luz iluminó esa cueva y el cuerpo muerto de Cristo se estremeció y un poder más fuerte que el de una bomba atómica venció el enemigo más poderoso que ha conocido la humanidad que es la muerte, levantó el cuerpo de Jesús, y esa piedra se deslizó y el Hijo de Dios resucitado volvió a la vida.

Pero no había nadie que lo viera, el milagro se dió pero hubo un tiempo hasta que la gente se percató de ello. Mientras tanto vivieron en un tiempo como de tristeza, de luto, de decepción, de sentirse que Dios no había hecho todo lo que les había prometido. Entonces vemos que a veces Dios hace cosas trascendentales en el ámbito espiritual y se toma tiempo para que nosotros lo podamos percibir en el tiempo y el espacio. Otro ejemplo de esto, a veces nosotros oramos y pedimos algo y lo pedimos con fé, y Dios escucha la oración, y de su trono sale la palabra de accedimiento y de afirmación de lo que decimos y el Señor dice sea hecho conforme a tu fé, pero se toma tiempo a veces para que lo que Dios ha declarado se cumpla en nuestra vida, y entonces en ese tiempo de espera, nosotros tenemos que creer que hemos recibido la respuesta de Dios.

Se tomará algún tiempo, por ejemplo cuando usted ora por un hijo rebelde, y usted dice Padre cambiamelo, transfórmalo, cambia su corazón, y Dios escucha su oración y dice hijo, conforme a tu fé sea hecho, y entonces yo creo que en ese momento se desatarán una serie de circunstancias en la vida de ese hijo, Dios lo vá a llevar a través de un proceso, porque no se trata de un muñeco, se trata de un ser que tiene conciencia propia y tiene libre albedrío, pero Dios comenzará un proceso que llevará a ese hijo a través de diferentes situaciones, circunstancias, como el hijo pródigo, que se fué por allá lejos, ¿cuánto tiempo habrá pasado, quien sabe?, pero Dios estaba trabajando en su vida, y Dios lo lleva, a veces ese hijo Dios ya dió la palabra y el mundo dice sí Señor, y las circunstancias comienzan a ajustarse, gente viene a la vida de su hijo, no saben por qué, para hacer posible lo que Dios dió, pueden pasar años, tú oraste, recibe esa palabra, créelo, hasta que se dé el momento de la resurrección créelo, vívelo, confiésalo, síguelo presentando delante de Dios y cree que un día el Señor te dará el fruto de tu oración.

Pero se puede tomar tiempo porque las resurrecciones se pueden tomar tiempo inclusive para manifestarse en la realidad, alguien quizá está orando por un cónyugue, alguien está orando por una situación de inmigración, alguien puede que esté orando por un matrimonio amargo, o por una enfermedad crónica, pero en todas esas cosas cree que Dios está obrando en tu vida, confiésalo, créelo, celébralo, vive, y acopera con el mover del Espíritu Santo en tu vida, porque Dios lo ha prometido y Dios lo cumplirá. Hay que tomar pasos de fé a la luz de lo que Dios ha afirmado en nuestras vidas, y hay que cooperar con las obras del Espíritu Santo.

Entonces Dios a veces hace cosas trascendentales pero se toma tiempo en el ámbito del tiempo y del espacio. A veces oramos por algo y Dios dice sí, pero se toma tiempo para que ese milagro se efectúe, porque Dios obra sobrenaturalmente a través de lo natural, lo vemos repetidamente, es un secreto que nos enseña este pasaje, y hay una tercera forma en que yo creo que estas cosas, estas tensiones se dan, Dios dice claramente que algo va a suceder, y Dios lo apuntala con promesas repetidas, y Dios lo pone en tu corazón, y entonces también cuando Dios dice algo tienes que creerlo que va a suceder.

Yo pienso también en Abraham que a los 75 años de edad Dios le dijo tú vas a ser padre de multitudes, tu esposa va a concebir, y a los 75 años Sarah ni siquiera había dado a luz nunca, su matriz estaba estéril, y varias veces a través del libro de Génesis vemos que Dios le dice vas a tener un hijo, y Abraham como que se molesta con Dios y dice Señor yo no estoy viendo, y lo único que tengo es este siervo que probablemente va a heredar todo lo que tengo porque no tengo más nadie que herede, sabemos la historia que Sarah se impacientó y le dijo mira Abraham, aquí tienes a esta sirvienta, allégate a ella para producir un hijo porque yo no lo voy a producir a esta edad, y Abraham ni lento ni perezoso obedeció a Sarah y se allegó a su mujer Agar, y nació Ismael que todavía estamos pagando 3.89 por galón por ese error del bendito Abraham ahí que no le creyó a Dios.

Porque cuando Dios dice algo hay que creerlo, si Dios dice Yo voy a hacer algo tú tienes que creer, esperar y vivir dentro de la promesa de Dios. Si Dios ha dicho Yo voy a hacer florecer tu vida, yo te he preñado con una promesa, créelo, y vé al banco y espéralo, porque vendrá ciertamente, aunque la visión se tarde espérala porque se cumplirá dice Abacuc capítulo 2, tenemos que creerle al Señor, tenemos que creer que Él es fiel, y mientras esperamos el momento de la resurrección y el domingo que vemos la tumba abierta hay que pedir y confesar, Dios lo dijo, Él lo va a cumplir, Dios me ha dicho que la senda del justo es como la aurora hasta que el día es perfecto, yo voy a creer que mi vida vá de mejor en mejor, yo no voy a perder, yo no voy a terminar en la oscuridad y en la muerte y en la decrepitud, yo voy a florecer, la Biblia dice el justo crecerá como el cedro en el Líbano, dice que aún en la vejez fructificarán, estarán vigorosos y verdes para anunciar que Jehová mi fortaleza es recto y lleno de justicia.

Tú tienes que creer eso, tú tienes que decir no, yo cada día estoy mejor, yo cada día estoy más fuerte, yo cada día estoy más hermosa, yo cada día estoy más apetitoso, ¿amén? (risas), hay que creer las promesas de Dios, hay que vivir. Y sabes que, cuando tú le crees a Dios y cuando tú vives confensando lo que Dios ha prometido en tu vida, esa es una fuerza regeneradora, eso inclusive regenera los tejidos de tu cuerpo. Yo creo que mucha gente no experimenta toda la vitalidad de las promesas de Dios porque no han cultivado esa capacidad para empatizar eso, para cocinarse en los jugos de la bendición de Dios, óigame qué bien me salió eso, escríbamelo alguien antes que se me olvida.

Hay que cocerse a fuego lento cada día en las bendiciones de Dios. Por eso hay que leer la Palabra y meditarla y confesarla, tú tienes que visualizarte a ti mismo cada día más fuerte, más inteligente, más sabio, más poderoso, con más autoridad, porque el Señor lo ha prometido dentro de ti, hay que confesarlo, hay que creerlo, hay que celebarlo y hay que visualizarlo, ese es el secreto de la vida de fé. Mucha gente no recibe todo lo que Dios le ha prometido porque no saben moverse en ese tiempo de la espera, de la resurrección plena, y Dios nos ha dicho, nos ha dado tantas promesas, que no podemos ser lentos. Hay mucha gente que vive, aquí ya estoy dañando mi perfecto sermón, lo estoy haciendo un sancocho aquí, el arroz y la habichuela de la carne lo estoy mezclando todo, pero tú muchas veces la gente hace del evangelio algo que es vida y es poder y es experiencia, y es relación, y lo convierte en religión muerta, ritual, formalismo, y entonces como las mujeres que van el día de la resurrección a la tumba, están buscando a los muertos, lo que vive, lo que está vivo, y entonces desgraciadamente vivimos en esta muerte de formalismo, una religión que no tiene poder, una religión que no cambia, que no transforma, una religión que no dá poder, una religión que no tiene explicaciones para la vida diaria y nos movemos entre los muertos cuando Cristo ha dicho yo quiero que tú vivas entre la vida porque Yo he venido para que tengas vida y vida en abudancia.

Y tanta gente cuando vá a la Iglesia lo que hace es nadar en su depresión, nadar en su realidad caída, lo que quieren es una música que adorne su depresión, y les molesta una música alegre, agradable, donde el cuerpo se mueva, las manos se levanten, las piernas salten, y lo que quieren es algo que esté más acorde con su percepción negativa del mundo, yo amo la música clásica y amo las cosas sublimes, y amo la liturgia también, pero de momento también me gusta como esos niños que se pusieron aquí, qué gloria, qué bendición, esas panderetas, esas vestiduras, nos recuerdan que Dios está haciendo algo en nuestros niños, que la vida cristiana es una vida de celebración, de poder, de acción, y Dios nos ha llamado a una vida de vitalidad, Dios nos ha llamado a una religión muerta, Dios no nos ha llamado a la formalidad de la muerte, y dice ¿por qué buscan ustedes mi vida, mi poder en el formalismo, en lo estirado, en lo frágil, lo quebradizo cuando Yo soy un Dios de poder, de transformación?. ¿Por qué estás tú en tu realidad caída si Yo te he llamado a una realidad de bendición y de esperanza, no?.

Entonces cuando Dios dice algo en tu vida, tú tienes que aprender a vivir en las promesas del Señor, y aunque tú no las veas plenamente realizadas tú tienes que decir no, Dios me dijo y yo lo creo, si Dios lo dijo yo voy al banco con esa palabra, yo sé que yo puedo. Entonces Dios les dijo a los discípulos es necesario que el Hijo del Hombre sea vejado, padezca, sea crucificado y al tercer día resucite. Ellos oyeron eso pero ah, esas son promesas bonitas, pero no sabían que Dios estaba hablando perfectamente en serio cuando dijo eso, por eso estas mujeres van a la tumba creyendo que lo que hay allí es un cuerpo muerto, y los ángeles les dicen: pero mensas, ¿no se acuerdan ustedes que el Señor dijo que iba a resucitar al tercer día?. Cuenten ahora viernes, sábado y domingo, métaselo en la cabeza, domingo. El Señor no está aquí, no busquen entre los muertos al que vive.

Muchas veces el Señor pregunta eso mismo, ¿por qué estás buscando entre los muertos tu realidad?, ¿por qué estás ahí llorando como si Cristo no hubiera resucitado, por qué estás llorando tu realidad como si el diablo fuera el que tuviera poder y no Dios?. Entonces tenemos que recordar esas cosas, ese tiempo de desajuste es el territorio de la fé, mientras esperamos todo lo que Dios ha dicho, y mientras corre a través del tiempo y del espacio, las relaciones humanas y las estructuras del mundo, la palabra radioactiva de Dios desfigurando y reconfigurándolo todo, conforme a la Palabra que Él ha dado, cuando Dios dice algo el universo saluda y se lanza a ejecutar la Palabara, cuando Dios dice sea la luz las tinieblas huyen y es la luz, cuando Dios dice sean las lumbreras las lumbreras se forman, no fué una explosión el Big Bang como dicen los mitos tan complejos y que requiere tanta fé como el relato de Génesis lo que dió nacimiento al universo, cuando Dios dice algo me imagino que se habrá tomado tiempo, se dió en siglos, milenios o un instante, cuando yo llegue allá arriba yo veré el video y entonces les voy a decir con toda seguridad como fue que sucedió. Amén, amén, lo veremos juntos, vamos a hacer un auditorio con una pantalla gigante y vamos a verlo todos, mejor que los físicos y los cosmólogos, y los filósofos del universo, lo vamos a ver en vivo y a todo color, high definition, ultra high definition, ¿amén?.

Entonces tenemos que aprender a vivir en el desajuste, tenemos que aprender a vivir en el tiempo de la espera, tenemos que aprender a vivir en ese tiempo cuando Dios dá la Palabra y la Palabra entra al mundo, como la luz de las estrellas, hay estrellas que están tan distantes que ahora las vemos a través de telescopios pero ya esa luz hace milenios que se emitió, tan larga la distancia que tiene que viajar que ahora la estamos percibiendo pero eso ya dejó de suceder miles de años atrás inclusive, y así pasa, Dios, dá palabras y tiene que llegar a la realidad, tenemos que aprender a vivir con eso. Tenemos que creer que Dios está trabajando, que lo que Él prometió se ha de cumplir.

La Biblia está llena de grandes declaraciones que Dios ha hecho. Por ejemplo Dios ha prometido que vienen cielos nuevos y tierra nueva, Él yá incluso nos dió en el Apocalipsis un pequeño destello de esa realidad, Él lo dice, Yo voy a crear un mundo nuevo, el mundo va a quemarse, todos los rascacielos, las pinturas de Miguelangelo, todo eso se vá a derretir, y lo voy a deshacer porque los átomos mismos de esa creación van a ser estrenados, y Él dice va a haber cielos nuevos y tierra nueva, tenemos que creer eso, mientras eso se hace una realidad tenemos que estar esperándolo, celebrándolo, gozándonos en eso, ¿amén?.

Dios ha declarado que somos nuevas criaturas en Cristo Jesús, tenemos que creer eso y celebrarlo. La Palabra dice en Segunda de Corintios 5:17, "si alguno está en Cristo nueva criatura es, las cosas viejas pasaron y he aquí que todas son hechas nuevas", aleluya, es una declaración de Dios. Ahora, ¿sabes lo que pasa?, que muchas veces tú te miras a ti mismo y eres el mismo ser que nació en el vientre de tu mamá, usted se mira en el espejo y no parece tan nueva criatura después de todo, usted se levanta por la mañana y se mira al espejo y reprende la imagen que sale del espejo, baja las luces lo más posible para no verse completamente. Hay que esperar un tiempo para que las cremas y la pasta de dientes, y los diferentes perfumes y aceites hagan su efecto en nosotros, y no parecemos tan nuevas criaturas, hay veces que hacemos cosas en nuestra vida, cometemos errores, fallas, decimos cosas, pensamos cosas que nos recuerdan que esa declaración de Dios de que somos nuevas criaturas todavía no se ha hecho una plena y total realidad en nosotros, estamos en progreso hacia esa nueva criatura, pero en la mente de Dios eso es un hecho, ya Dios te vé nuevecito de paquete, un bebé nuevo en Cristo Jesús, una mente renovada, un corazón, y tú tienes que creer eso y tienes que decirte cada día, yo soy esa nueva criatura en Cristo Jesús.

Dice la Palabra también estamos sentados juntamente con Cristo Jesús en los lugares celestiales. Sin embargo tú te ves aquí en la 68 de North Hampton Street, te ves bonito pero no tanto como para estar sentado a la diestra de Dios Padre, tú tienes que creer que hay una realidad en tu vida que si tú te hubieras sentado en una gran prominencia y tú vieras el mundo allá debajo, tú tienes control como un avión que viaja por encima de la tormenta, tú estás a salvo, aquí tú estás luchando pero Dios ha dicho, tú estás sentado también conmigo, tu tienes poder, tienes autoridad, puedes luchar contra las tinieblas, puedes dar la palabra de autoridad, puedes guerrear contra Satanás y sus tinieblas, no tienes que vivir sometido al yugo del diablo porque Dios te ha dado la Palabra que puede rebelarse contra esa autoridad y tú puedes contrarrestar eso con tu fé. En lo que viene la manifestación plena de esa realidad, entonces tenemos que mientras tanto, mientras esperamos la plenitud de esa realización tenemos que vivir como si estas cosas fueran una realidad, tenemos que vivir en lucha, en pugna, Dios lo ha dicho, yo lo creo, no lo veo completamente pero sigo forcejeando con el diablo, con la inercia del universo para que eso se haga una realidad en mi vida, y cada día lo voy a hacer un poquito más, y voy peleando, y quiero coopearar con Dios, me uno a Él para que esa promesa, esa declaración de Dios se haga una realidad en mi vida.

Y tú cada día sometes un poquito de ti mismo a la obra de Dios, cada día tú te das un baño nuevo de la Palabra de Dios, cada día tú permites que el Espíritu Santo corte una cosita pequeña de ti, para que seas más como Cristo, cada día tú entregas algo al Señor, cada día tú mueres un poquito más para que la vida de Jesús se manifieste dentro de ti, cada día tú crees como dice el apóstol Pablo que la imagen de Jesús se está configurando dentro de ti, te estás pareciendo un poquito más a Jesús.

De nuevo cuando Dios dice, oh sí, tú eres una nueva criatura, entonces la pregunta es bueno, ¿qué debo hacer con eso que Dios ha dicho?, ¿cómo debo yo vivir con eso que Dios ha dicho, qué cambios se deben dar a la luz de esa declaración, en mi forma de vivir, en mi comportamiento, qué cosas puedo yo ajustar?. Hay cosas que tú puedes hacer, Dios no te toca con una varita mágica, y de momento ya se fueron todas las arrugas, y todos los problemas, y todas las contradicciones, Él dice no, Yo quiero que tú luches también, mira que te mando a que te esfuerzes y seas valiente. Una de las cosas que a mí me complican la vida cuando yo leo la Escritura, y no me deja ser simplista es precisamente eso, yo veo a Dios muchas veces diciendo algo como que es una realidad, y entonces llamándonos a nosotros a cooperar con Él en la ejecución y realización plena de esa realidad, Dios le dijo a Josué, Yo te he entregado toda la tierra que pise la planta de tus pies, le dijo a los hebreos, esa tierra es suya antes de que entraran a la tierra prometida de Canaán, pero allí estaban unas tribus que medían 6, 7, 8 jugadores de fútbol esperándolos para que pasaran el río Jordán para meterles mano.

Esta tierra es nuestra, nosotros la hemos trabajado, ustedes no nos van a sacar de aquí, pero Dios dijo no, esa tierra es de ustedes, pero fíjense en el mismo momento también les dice, mira que te mando y te esfuerzes, y seas valiente, no temas ni desmayes porque yo estaré contigo donde quiera que tú vayas, y les dijo, nunca se aparte esa palabra de tu boca, vive en mis mandamientos, ¿no?. Entonces usted vé como esa cooperación tensa entre lo que Dios dice, Dios es el gran legislador, el gran declarador de poderosas realidades, que Él las dá y las lanza a través del universo como una luz astral que cruza los espacios, y entonces Él dice ahora cógela, coge esa electricidad de mi Palabra, y métete a hacerla una realidad en tu vida, día tras día, con mi luz tú lo vas a lograr, esfuérzate y se valiente, Dios ha declarado grandes cosas en tu vida, Él te ha dicho tú vas a tener éxito en tu negocio, tú vas a ser un hombre de Dios, tus hijos van a ser prosperados, tú vas a ser un gran predicador de mi Palabra, tú vas a ser una escritora de himnos, tú vas a tocar ese piano mejor que Mozart, pero entonces tú tienes que buscarte un libro, un maestro para que te enseñe, tienes que ir a las clases de discipulado, tienes que leer la Palabra todos los días, tienes que orar y ayunar, porque Dios ha dicho algo, tú te agarraste del cable eléctrico de Dios y ahora tú lo vas a transmitir al mundo del tiempo y del espacio.

Dios no lo hace todo, hay una parte que tú tienes que hacer entre lo que Dios ha declarado y la plena realización de esa realidad en tu vida, tú tienes que mantenerte en esa lucha, en esa tensión, en ese tiempo nebuloso, como los discípulos, en vez de ellos descorazonarse, desalentarse, renegar de lo que Dios les había dicho, ellos debieran haber recordado la Palabra, el Señor dijo que Él iba padecer, que iba a ser entregado, iba a ser vejado, iba a ser crucificado, pero también dijo que Él iba a resucitar al tercer día, y mientras el viernes crucifixión se dió y llegaba el domingo de la resurrección, ellos debieran haber estado en tensión más bien, confesando, declarando, en vez de haber hecho lo que hicieron, tirar las armas, confesar, bajar los brazos, regresar a sus peces malolientes, regresar a sus labores cotidianas y decir, ah, nosotros creíamos que Él era el enviado de Dios, como esos dos hombres camino a Emaús que decían ah caramba, ellos regresaban a Jerusalén como una imagen de la derrota, regresaban de Jerusalén después de los eventos de Viernes Santo, de la crucifixión, y regresaban creyendo que regresaban a la derrota, su candidato presidencial había perdido las elecciones.

Y ya volvían a sus casas como diciendo bueno, terminó la fiesta, nos volvíamos pumpkins, como Cinderella, la Cenicienta, ya sonaban las campanas de las 12, sonó y volvemos a nuestra triste realidad de cenicientas, que lindo fué ese sueño pero era solamente un sueño, y el Cristo resucitado se acerca a ellos y se une a ellos en el camino, y bueno les dice ¿de qué hablan?, y ellos le dicen nosotros seguíamos ahí a una persona que decía que era el Hijo de Dios pero resultó que no era, ah, oh sí, qué bien, qué bien, ah miren acá hay un restaurantcito, ¿comemos algo?, pero cómo no, ¿tú vas a pagar?, sí tranquilo yo pago.

Y se sientan a la mesa ellos cociéndose en su propio jugo de decepción, desaliento, tristeza, derrota, y el Cristo resucitado está al lado de ellos, no lo pueden ver porque está jugando un chiste, Él está ahí traviesamente mirándolos y ha puesto un velo sobre sus ojos, ellos no recuerdan y es tan fuerte su cosmovisión de derrota que no pueden acceder a su mente a la idea de que ese Jesús, lo miran pero no lo ven, su cerebro no procesa lo que están viendo, la incredulidad es así muchas veces, a veces Dios está haciendo cosas grandes en tu vida pero tú no lo ves, porque tienes unos lentes de depresión, negatividad, tristeza, te han dicho que no vales nada, que la vida es un problema, que la gente es mala, que quieren tu destrucción, que Dios no es tan fiel como dicen por allá, que todos esos pastores son una partida de hipócritas, y que lo que quieren es tu dinero, y tú vas a la Iglesia, Dios te habla, pero no recibes porque tiene que cambiar tu mente, tiene que cambiar tu mentalidad, una de las cosas que Dios quiere hacer es quitar el velo de nuestros ojos, que no vivamos tanto en esta realidad religiosa, y que entremos en una vida de poder, y creamos a Dios lo que Él ha dicho.

Y en un momento dado el Señor toma el pan en sus manos en el restaurantcito y lo quiebra, y entonces los mira, y cuando Él quiebra ese pan, en ese gesto tan familiar para con ellos que lo celebró con ellos la noche de la última cena, se les abren los ojos, y ven a Jesús, el Jesús resucitado, y su realidad actual se alinea con la realidad de Dios, y entonces ellos pueden ver su resurrección. Yo creo que eso es lo que Dios quiere en nuestras vidas, que aprendamos a vivir en la Palabra que Dios ha declarado cada día, no mires tu realidad porque si tú miras tu realidad el mundo te va a pasar por encima.

Pedro recibió una Palabra, el Señor cuando estaba en la barca, le dijo bueno ¿tú tienes fé?, bueno salte, camina sobre las aguas, y cuando Pedro pudo mantener su fé erguida, la tormenta rugía alrededor de él y él podía caminar como si el agua fuera este mismo piso sólido sobre el cual yo estoy caminando, pero que dice, dice que viendo él de momento la tormenta, las olas quizá le salpicaron la cara, oyó el rugido del mar y vió los rayos y los truenos, los escuchó, y dijo en su mente espérate, esto es imposible, ningún hombre jamás ha hecho esto, quizá Dios lo pueda hacer pero yo no, yo soy un hombre pecador, y cuando él entretuvo la duda y miró las circunstancias dice la Biblia que comenzó a hundirse, porque cuando tú miras la realidad en lo que la Palabra de Dios, a veces la Palabra de Dios va a estar batallando con la realidad y va a depender de ti, porque tú vas a ser el árbitro de quién va a ganar, o tu realidad caída o la Palabra de Dios, y tu fé es la que va a hacer la diferencia. Tú tienes que creer lo que Dios ha dicho.

Dice la Palabra que el hombre no debe vivir de pan si no de toda palabra que sale de la boca de Dios, el pueblo de Dios es un pueblo de fé, tenemos que aprender a creer que mientras la resurrección se hace una realidad patente en nuestras vidas, nosotros tenemos que habitar el terreno de la fé, creerle a Dios y vivir como que lo que Dios ha prometido se va a hacer una realidad en nosotros, esa es la gran lucha y también la gran yo diría dignidad y belleza de la vida cristiana, somos héroes, somos guerreros, pero, ¿cómo debo yo vivir a la luz de lo que Dios ha dicho mientras eso se hace una realidad en mi vida?, si Cristo ha dicho tú eres una nueva criatura por ejemplo, ¿qué hábitos y prácticas debo yo deshechar de mi vida?. ¿Me debo acomodar a mi depresión y decir esos son mis hormonas, mis químicos que están dentro de mí, yo ya no puedo hacer más nada, así que yo estoy condenado el resto de mi vida a ser una persona depresiva?, o vas a decir no, yo me rebelo en contra de eso, y haces ayuno y oración, y mientras tenga que luchar mira lucha, si mientras tanto tienes que tomarte una pastilla hazlo pero no te acomodes, sigue peleando hasta que eso se haga una realidad en tu vida, sigue creyendo que mañana va a ser mejor, sigue visualizando a Dios, normalizando tu organismo, no te acomodes, no dejes de pelear.

Eso es lo que yo le digo a la gente, mientras tú batalles contra la negatividad del mundo Dios estará contigo, Dios te ayudará. No te acuestes a dormir, no te vayas de este mundo, simplemente diciendo bueno, esa es mi realidad, soy depresivo, soy ansioso, soy boquiduro, soy testarudo, soy vengativo, soy violento, soy mujeriego, soy lo que sea, y ya así Dios me hizo, así yo soy y te acostumbras a eso, no, Dios ha dicho tú eres una nueva criatura, vive a la luz de lo que Cristo ha dicho y sigue peleando hasta que eso se haga una realidad completa en tuvida, créele al Señor.

Hay gente que vive como si fueran víctimas, y Dios dice tú no eres una víctima, tú eres victorioso, todo lo puedo en Cristo que me fortalece, antes que todas estas cosas tú eres más que vencedora, vencedor, vive conforme a esa victoria, no vivas diciendo no, mi mamá dijo esto, mi papá dijo, me criticó, la gente no me quiere, los hombres son una partida de cínicos y mentirosos, no, vive tu vida en la positividad de la resurrección y cree lo que Dios ha dicho, y sigue batallando entre el momento de la crucifixión y el momento de la resurreccion, eso es lo que Dios quiere que tú hagas en tu vida. Porque recuerda el origen de todo esto, estas mujeres no les ha amanecido ni a los discípulos que ya Cristo resucitó, y entonces están todavía viviendo en su depresión, en su derrota, en su impotencia y están preguntándose ay caramba, ¿quién nos quitará la piedra?. Y ellas no saben que ya un ángel quitó la piedra y se sentó encima de la piedra, en una señal de victoria rotunda, ¿amén?.

Muchas veces nosotros nos preguntamos así, bueno, ¿y cómo yo voy a ir a la universidad si yo ni siquiera tengo la palabra para llenar la solicitud?, yo ni sé manejar siquiera, me pongo nerviosa cuando cojo el guía, hermana Dios te dice coje ese guía y métete ahí en la 93 cuando esté lleno el tráfico, tú puedes hacerlo, tú puedes aprender inglés, tú puedes ir a la universidad, tú puedes sacar tu PhD, por qué no, tú puedes hablar varios idiomas, tú puedes aprender a tocar un instrumento, tú puedes ser un hombre, una mujer lleno del Espíritu Santo, tú puedes tener un buen matrimonio, tú puedes ser próspera financieramente, ¿quién ha dicho que no lo puedes hacer?, todavía hay tiempo, el justo florecerá como la luz de la aurora, aún en la vejez fructificará, no hay tiempos pasados para Dios, para Dios todo es sí y amén, tú tienes que decir yo lo puedo todo en Cristo Jesús, no importa donde tú estés, en qué etapa, la resurrección es tu herencia, Cristo ha resucitado, dice la Biblia que el mismo poder que resucitó a Cristo de entre los muertos habita dentro de ti por medio del Espíritu Santo, tienes que celebrarlo cada día, tienes que vivir como si la resurrección es una realidad.

Yo he aprendido una cosa, que el ser humano ha sido dotado de unas capacidades totalmente incomprensibles, nosotros podemos sacarle victoria a cualquier tragedia, a cualquier limitación, a cualquier problema, inclusive Dios en su conocimiento absoluto no querrá quitarte el aguijón de encima, para que en el aguijón mismo tú encuentres algo más bello que la misma liberación del aguijón, para Él glorificarse. Yo he visto gente que dentro de sus dificultades, han nacido con condiciones físicas que los ha limitado en su movimiento, pero aún dentro de eso, aún dentro de esas limitaciones han encontrado el poder de Dios y han transformado su realidad, han llegado a ser ejemplares, aún dentro de la prueba, un hombre una mujer, puede hallar una base para la grandeza, nada te debe limitar hermano, aún las cosas que te limitan en tu vida física, Dios allí puede encontrar una rendija a través de la cual romper brechas y entrarte en la tierra prometida de tu grandeza y de tu realización.

Pero tienes que creerle al Señor, tienes que decirle Tú me has prometido tal o cual cosa, y no lo veo todavía, pero yo voy a seguir confesándolo y creyéndolo, y yo voy a preparar la casa. Termino con esta idea, muchas veces no tenemos tiempo porque hay muchas cosas pero la Biblia dice en Hebreos que la fé es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve, eso quiere decir que muchas veces tú vas a tener que creer y estar seguro de algo que todavía estás esperando, y vas a tener que estar convencido que tú todavía no ves con tus ojos, esa es la fé mis hermanos, no es cuando todo te va bien y el mundo te aplaude tu creencia y lo respalda con las circunstancias, es cuando tú crees más allá de lo que estás viendo, ahí entonces tú estás en el terreno de la fé.

Y la Biblia nos da un ejemplo acerca de esto de Noé que dice que nunca había llovido y Dios dice prepara un Arca, y Noé tuvo que estar sabe Dios cuantos años haciendo un Arca con la tecnología que él tenía en ese tiempo, hacer un Arca mientras la gente se reía de él todos los días, para qué estás haciendo un barco si nunca ha llovido, si estas aquí, ¿cómo tú lo vas a transportar al mar en tierra seca?. Pero dice la Biblia que Noé le creyó a Dios y construyó laborando cada día esperanza contra esperanza, un barco para un fenómeno que él nunca había visto, pero él lo hizo en obediencia al Señor, y yo hacía un paralelo entre eso y el hecho de que Dios me ha dicho a mí que viene un gran avivamiento, no solamente para esta iglesia si no para toda la Tierra. Yo no lo veo ni usted lo ve tampoco, al contrario, el mundo se pone cada día peor, y se deteriora más y más, más hambrunas, más depresión, más injusticia, pero yo creo que viene algo, yo lo apuesto en mis entrañas, y yo lo digo, porque yo creo también que ese avivamiento nos va a tocar a nosotros, Dios lo ha dicho, como a Noé constrúyeme un Arca, constrúyeme un templo, constrúyeme un santuario, y llegará un día el Señor dice que ese santuario va a ser mínimo para que Yo voy a hacer suceder, pero constrúyelo en fé.

Y nosotros estamos ahora laborando cada día, mañana comienza de nuevo la labor, mañana llegan los hombres para poner ladrillo, el electricista para poner todos los cables, los plomeros haciendo sus tuberías, están diseñando ya el vidrio para ponerlo todo alrededor, la última escalera del frente, todas estas cosas, estamos trabajando, el martes yo me reuniré con el arquitecto, y la compañía de construcción que trabaja con nosotros y otras personas, para planificar, ver donde estamos, como lo dice el martes pasado y como lo haré el próximo martes, seguiremos trabajando. Dios ha dicho algo, Yo quiero que ese templo se construya, Yo he dado la palabra, Yo he decretado todos los recursos, yo lo creo, pero mientras llega el domingo de la resurreccion usted y yo seguimos trabajando, calladamente, obedientemente, en fé, seguimos dando, y a veces nos preguntamos ¿el pastor está loco o qué?, pero ahí sigo, yo voy a dar mi diezmo, voy a dar mi ofrenda, usted lo hace en fé, usted vive dentro de esa realidad y Dios la hará real en cooperación con usted, ¿amén?. Eso es vivir una vida de fé.

No dejes que las luchas cotidianas y la inercia del mundo caído te frenen en los sueños de grandeza que Dios ha puesto dentro de ti, sigue trabajando cada día, sigue esforzándote en fé, sigue creyendo en lo que Dios ha dicho, Yo no te he llamado para que tú habites entre los muertos, Yo te he llamado para que tu habites entre los vivos, Yo te he llamado a vida y vida en abundancia, no te he llamado para que habites una realidad empobrecida, triste, tú dices sí Señor gracias, se me olvidó, pero hoy de nuevo voy a vivir en el poder de la resurrección, sigue creyendo, esperando, celebrando, declarando, ponte de pie ahora y dile gracias Señor, gracias porque yo soy una criatura resucitada, estoy renovado como Cristo Jesús, yo también tengo mi propia resurrección que estoy esperando, y aunque no vea la realidad total a la que Tú me has llamado yo seguiré batallando cada día.

Y cuando me estén esperando los diablitos allá afuera mañana por la mañan yo voy a estar listo con mi bate en mano para descabezar todo lo que Cristo ha declarado, todo pensamiento que se levante contra Jesús yo lo voy a derribar y lo voy a someter a la realeza y el poder y la autoridad de Jesucristo. Créelo, créelo, cada día tú tienes que volver a ponerte la armadura, cada día tú tienes que volver a vivir la realidad que Dios ha declarado, cada día tú tienes que volver a decir la resurrección viene, la resurrección ya es real, pero mientras yo la vea yo voy a habitar en fé dentro de ella. Gracias Señor. Declara conmigo, que tú crees lo que yo estoy diciendo, pídele perdón al Señor por las dudas, pídele perdón al Señor por el derrotismo, pídele perdón al Señor por cuestionar su realidad, y abraza la realidad que Dios ha hecho habitar dentro de ti, y por fé dí Señor gracias, yo soy una guerrera, un hombre poderoso, yo soy un héroe, un caballero andante, tengo mi lanza en la mano, yo tengo el poder y la autoridad, yo tengo las cartas que Tú me has dado para abrirme puertas donde quiera que yo vaya, yo creo que aunque yo tengo que luchar cada día pero Tú a través de esas luchas me estás haciendo más fuerte, más poderoso, más audaz, más sabio, más humilde, más capaz de canalizar tu poder que corre a través de mí, estás ahuecándome para que quepa más de Tu unción dentro de mí, todo lo que pase en tu vida Dios lo usará, todo lo que pase en tu vida, escúchame, Dios lo usará para un propósito sublime, nada sucederá para destruirte ni para derrotarte, ni para avergonzarte, toda materia que Dios ponga en tus manos aunque sea innoble, aunque sea negativa, aunque no parezca que tenga nada, aunque sea un pedazo de carbón, Dios lo tornará en un diamante precioso, si tu fé dura hasta que lo veas realizado, créelo en el nombre del Señor.

Dios quiere levantarse un pueblo de fé mis hermanos, Dios quiere hacer explotar la ciudad de Boston, Dios quiere hacer resucitar los muertos, Dios quiere que el mundo entero se percate de lo que está pasando aquí, pero requiere un pueblo de fé, requiere un pueblo que le crea a Dios y esté dispuesto a pagar el precio, Dios te dice paga el precio, vive en mi promesa, vive en la realidad que Yo he declarado sobre tu vida, sé consistente, ejerce integridad, créeme, y Yo haré cosas que ojo no vió ni oído oyó, porque esas son las cosas que Yo tengo preparadas para ustedes. Yo lo creo así y le pido al Señor dame fuerzas para no dudar ni apartarme de la mano que ha sido puesta sobre el arado hasta que yo vea plenamente realizada la promesa que Tú has declarado sobre mi vida.

Señor, activa Tu Palabra en medio de Tu pueblo, has llover Señor, has llover, has llover tu realidad, has caer Tu lluvia Señor, has caer Tu lluvia Señor, oiga perdóneme pero yo soy un poquito pentecostal, ese coro has llover, ¿por qué no le pedimos al Señor has llover un poquito?, juegue conmigo un poquito porque Dios quiere traer una resurrección a esta ciudad. ¿Sabe que hubo un tiempo en que Nueva Inglaterra era una región donde el nombre del Señor se expresaba con respeto en todas las partes?, todavía hay señal de esto en los monumentos y en los edificios de Nueva Inglaterra, en las universidades que hoy no aceptan la Palabra de Dios todavía hay restos de un tiempo en que esta ciudad, y esta región amaba el nombre del Señor, y ahora el diablo lo ha convertido en un desierto, el mundo está convertido en un desierto, donde quiera que uno mira, como el desierto del Negueb, antes eran lugares frondozos, eran jardines, hoy en día usted vá allí y son arbustos, y tierra seca, árida, estéril, extensiones sin una sola planta sobre ellos, pero Dios dice que Él un día hará florecer el desierto, y yo lo creo, y yo anhelo el día en que esta ciudad estalle con un avivamiento, yo anhelo el día en que una partida de latinos como nosotros que nos ven a veces con un poquito de sospecha seamos el jardín de Boston y de Nueva Inglaterra, y la gente venga aquí a prender sus lámparas y a llevárselas a Maine, y a Vermonte, a New Hampster, y a Connecticut, y a Hampton State, y a todas partes del mundo, porque el Señor haya hecho llover aquí en medio de nosotros.

Yo le quiero pedir al Señor Padre, Tu resurrección es como un renacimiento de la vida, la Resurrección de Cristo es como que el mundo se despierta de un trance, y vuelve a la vida, la promesa tuya se hace real en la primavera, nace otra vez, y el hielo retrocede, y viene el calor de la vida otra vez al mundo, por un tiempo yo creo que el Señor quiere hacer algo maravilloso, Dios quiere hacer una gran cosecha de almas, multitudes, naciones, gobiernos a los pies de Cristo, yo lo creo, no lo veo pero lo creo, y voy a seguir sembrando y declarando hasta que eso se haga una realidad, gloria al nombre del Señor, vamos a declarar eso. Aleluya, gracias Señor lo creemos. Que el Señor haga llover su Resurrección.

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El dolor psíquico, emocional y psicológico de Jesús

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Permítanme meditar un poquito con ustedes acerca de un tema de la Escritura, que nos enfoca en la crucifixión de Jesús, su sacrificio en la cruz. Vaya conmigo rápidamente al capítulo 53 de Isaías y allí vemos este pasaje que es tan conocido acerca de la crucifixión y el padecimiento de Jesús. Vamos a leer, yo creo que simplemente leer este pasaje nos edifica tanto ya y nos introduce en el centro mismo del significado de la pasión de Jesús. Dice en el versículo 3:

“…Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado y no lo estimamos…”

Una de las cosas que hace este pasaje tan extraordinario es que fue escrito cientos de años antes de que Jesús naciera, antes de que el Señor pasara por el oprobio y la aflicción terrible, la agonía psicológica y emocional, la vergüenza, la exposición pública de su cuerpo en la cruz y antes de eso la agonía por la cual él pasó durante su juicio, un juicio torcido completamente, injusto. Antes de que el Señor encarnara en hombre, este profeta Isaías, personalmente yo creo que escribiendo algo que él mismo no sabía toda sus implicaciones, ni tampoco sabía el significado real, literal que iban a tener sus palabras, porque así el mover profético.

Muchas veces Dios ilumina a una persona, y la persona escribe, como muchos de estos escritores, en la Escritura. La Biblia tiene 66 libros, por lo menos la Biblia protestante, y fue escrita durante un período de casi 3000 años desde el primer libro que se considera, el libro de Job, hasta uno de los últimos libros, los libros del Apóstol Juan escritos en el primer siglo después de Cristo. Son casi 3000 años en que diferentes libros se escribieron por diferentes hombres en diferentes regiones de Israel.

Y esta gente no se conocían unos a otros, en muchos casos, y sin embargo, la Biblia tiene una impresionante unidad, entre todas esas diferentes aseveraciones. Imagínense, 3000 años, gente escribiendo, no había Internet, no había posibilidad de unos leer lo que otros estaban escribiendo, y sin embargo, usted ve en la Escritura una unidad absolutamente impresionante.

Y aquí vemos unos de esos casos que nos recuerda que la Biblia es definitivamente la palabra del Señor, donde Isaías escribe y profetiza acerca de cosas que creemos que él mismo no podía entender todo lo que implicaban sus palabras, y sin embargo, él está describiendo, como si estuviera mirando un video de la pasión de Jesús, escena por escena, todo lo que el Señor iba a sufrir y experimentar durante esa noche terrible de su pasión y luego en el momento de la crucifixión.

Una cosa tras la otra, y él habla cientos de años antes de que el Señor venga a la tierra, porque los primeros Evangelios fueron escritos unos 70, 80, 90 años en el primer siglo. Isaías escribe cientos de años antes de eso, siglos años, y él está describiendo, no solamente lo que el Señor padeció, sino también la naturaleza mismo de su ministerio y su relación con el Padre y lo que ese sacrificio en la cruz efectuó e hizo posible en el mundo espiritual, y por qué era necesario, y qué efectos dejó sobre la humanidad.

Entonces, él dice aquí en el versículo 3, “despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores,” él está aludiendo aquí a algunos aspectos de la naturaleza de Jesús. Fue despreciado, fue desechado por su propia gente, dice la Biblia que a los suyos vino y los suyos no le recibieron. Él vino en medio del pueblo de Israel, que Dios había hecho un pueblo especial, donde iba a encarnar su Mesías, allí él viene y lo que recibe es un rechazo tras otro, por las autoridades religiosas de su tiempo, por aún sus discípulos que no entendieron, en última instancia, su verdadera naturaleza divina, y cuando él fue crucificado huyeron, porque pensaron que era una derrota.

Entonces, el Señor habitó sobre la tierra como un ser solitario en última instancia, no comprendido. Imagínese vivir usted toda su vida sintiendo que no le comprenden, viviendo toda su vida como Clark Kent que nunca se puede quitar el traje y enseñar su gran S en su traje de superman. Porque Clark Kent por lo menos tenía, el pobre, la posibilidad de de vez en cuando meterse a una casilla de teléfono y salir como Superman.

El Señor pasó su vida sobre la tierra emparedado, por así decirlo, dentro de su contextura humana, siendo Dios. La gente no lo veía de esa manera, no lo entendía. Su madre misma, él era un misterio para su mamá, una adivinanza, un enigma. Su mamá misma no entendía claramente, dice la Biblia, ella sí guardaba ciertas cosas en su corazón, recordaba el anuncio del ángel, una cantidad de cosas, pero ella no entendía verdaderamente, porque no era capaz de entender lo que su Hijo enteramente significaba en su identidad como Hijo de Dios.

Entonces, el Señor caminó, yo creo que una de las agonías más grandes que el Señor sufrió sobre la tierra, no fue necesariamente en el momento en que lo subieron a la cruz, o que él se dejó montar sobre la cruz, sino fue el vivir una vida de incomprendido, de saber que él era Dios.

Él le dijo una vez, creo que fue a Pilatos, y a los judíos, dice, mira, si yo quisiera mandar una legión de ángeles que me librara, yo podría hacerlo, pero no lo hizo. Él no podía hacerlo sin violentar la misión para la cual él vino a la tierra. Él tenía que mantenerse dentro de esa camisa de fuerza de su humanidad toda su vida, mientras la gente lo miraba, muchos lo despreciaban, muchos lo veían como un impostor, como un pretendiente falso y él tenía que tragarse eso, sabiendo que en cualquier momento él podía desplegar toda su gloria si él quisiera. Pero él tenía que mantenerse en ese caminar.

Eso fue parte, yo creo, del trago amargo que el Señor se bebió gota a gota, aún cuando era niño y me imagino que los otros niños jugaban y se metían en sus roles y eso, y él quizás, en el ministerio de la encarnación, sintiendo que él tenía esa deidad dentro de él, ese llamado de Dios, él no podía jugar como los otros niños. Probablemente en ocasiones hizo alguna de las cosas que los niños hacían, pero él también se sentía en conflicto consigo mismo, porque había algo dentro de él que él sabía que él vino para un negocio del Padre sobre la tierra.

Y yo creo que eso le debe haber causado una gran agonía mental, emocional y espiritual. Y yo creo que todo eso fue parte de su pasión, fue parte de su crucifixión. Nosotros, solamente enfatizamos el momento culminante, gráfico, dramático, terrible de la cruz, pero yo creo que toda la vida del Señor fue una vida de crucifixión incremental, gradual, poco a poco, el horno subiendo su temperatura gradualmente hasta llegar al momento mismo de la crucifixión y la muerte.

Y por eso yo creo que Isaías dice, él fue despreciado, fue desechado entre los hombres, fue varón de dolores. Era como que su identidad misma estaba resumida en la palabra dolor, varón de dolores. El Señor conoció el dolor como nosotros no lo hemos conocido. Conoció el dolor psíquico, emocional, psicológico. Muchas veces el dolor psicológico puede ser mucho más penetrante que el dolor físico, la agonía psicológica del Señor fue extremada.

Cuando él estuvo sobre la cruz y en ese momento que nunca podremos entender su intensidad, que el Señor dijo, “Dios mío, Dios mío, por qué me has desamparado?” Eso no eran palabras metafóricas, poéticas, simbólicas. Cuando el Señor, yo creo que en ese momento, cuando allí sobre la cruz del calvario todo el pecado ontológico de la humanidad, todo el resumen del pecado pasado, presente y futuro, de toda la humanidad, hombres y mujeres, que a través de toda la historia, desde Edén hasta el momento final del juicio, al final de los tiempos, el Señor resumió y empacó y envolvió todo el pecado de la humanidad y lo depositó sobre las espaldas sangrientas de su Hijo en la cruz del calvario.

Y en ese momento yo creo que el Señor experimentó un dolor que solo unos hombros infinitos como los de él, divinos, podían soportar. Porque el Señor tenía que ser un ser divino el que pagara el precio de la humanidad. Qué ser humano hubiera podido recoger dentro de su propio pecho toda la contaminación de la humanidad y sobrevivir sin que su pecho estallara en 50 mil pedazos por no poder contener, sus espaldas se deshicieran. Nadie podía, nadie tenía la suficiente capacidad, espacio dentro de su ser, para recibir todo lo que se necesitaba redimir, que era el pecado de toda la humanidad y pagar el precio para los que pecaron, los que pecaban en ese momento y los que habrían de pecar. Porque tu y yo, dos mil años después, dos mil y pico de años después, podemos apelar a ese momento retroactivamente y decir, ¿saben qué? Yo me remito a lo que Cristo hizo en la cruz del calvario. Yo pongo mi nombre en la lista de todos aquellos que a través de la historia dijeron, yo reconozco que en ese momento el Señor alcanzó mi salvación y mi redención, que por su muerte sustitutiva, mis pecados son también perdonados y el Señor echó mis pecados sobre las espaldas de Jesús.

Y cuando tu recibes a Cristo como Señor y salvador, cuando tu haces tu pacto personal con él, lo que tu estás haciendo es que tu estás poniendo tu nombre, tu identidad, tu persona, sobre los hombros de Jesús crucificado y estás diciendo, yo activo el poder redentor de Cristo y de la cruz para mí vida.

Y hasta que una persona no hace eso, ese acto heroico permanece como un mero potencial, energía potencial, no energía activa. Uno tiene que firmar sobre ese acto, uno tiene que personalizarlo, uno tiene que apropiarse de él para que eso que fue declarado allí, pueda tener realidad en nuestra vida.

Ese es el misterio y por eso es que a través de los tiempos la gente ha sido llamada a decir, ¿saben qué? Yo hoy recibo a Cristo como mi Señor y mi salvador, yo hoy, reconozco que lo que él hizo fue para mí y para otros también, pero para mí. Hay que hacer eso.

Porque eso fue lo que el Señor cumplió. Por eso dice, él fue un varón de dolores, él asumió toda la carga de la humanidad, experimentado en quebranto. El Señor era un experto, él tenía un phd en dolor y en sufrimiento y en quebrantos. Y dice como que escondimos de él el rostro. ¿Saben qué? Ese escondimos es algo colectivo e inclusivo que dice que no fue solamente los judíos, le hemos echado la culpa a los pobres judíos, han cogido las aguas por muchas cosas a través de los tiempos, pero no, ¿saben qué? Que tu y yo también escondimos el rostro del Señor. No solamente fue Pedro que lo negó, no solamente fueron los judíos que lo crucificaron, nosotros también con nuestros pecados hemos crucificado al Señor. Él vino por nosotros, él vino por ti y por mí, y nadie puede decir, ¿saben qué? Yo estoy exento de ese drama, u otros pecadores pero yo no. No, todos.

Dice la palabra asimismo, por cuanto todos pecaron. Fíjese que aquí todo es nosotros. Escondimos de él el rostro, usted esconde el rostro de alguien del cual usted se avergüenza, Sí o no? usted esconde el rostro de alguien cuyo predicamento o dificultad usted no quiere compartir. Usted se siente avergonzado o se siente aludido, o quiere escapar la responsabilidad o quiere escabullirse de lo que está sucediendo y cuando lo vimos allí en la cruz, así de una manera espiritual, preferimos caminar como los que caminar al lado del hombre herido en la parábola del buen samaritano y lo abandonamos, lo dejamos solo allí, escondimos el rostro de él, no lo estimamos.

Él no fue estimado por lo que él era. No lo entendimos, no le dimos el honor que él… la humanidad no lo entendió, no lo estimaron, no estimaron al Señor como debían estimarlo. Nosotros tampoco hoy en día, y una de las cosas yo creo que nosotros tenemos que recordar siempre, hermanos, es que Dios nos llama a estimar, a corregir esa falla terrible de no haber estimado al Hijo de Dios como él merecía.

En esta noche cuando nosotros le damos gloria y honra a él, nosotros lo estimamos y decimos, ¿saben qué? Queremos corregir esa falta, esa falta imperdonable, esa falta terrible. Eso es lo que nosotros hacemos, cuando adoramos al Señor, nosotros lo estimamos a él, le damos gloria y honra y le decimos, Señor, nosotros no queremos ser como esa humanidad que te rechazó. Queremos reconocer lo que tu eres.

Vamos a terminar ya, porque no quiero… yo creo que hemos hecho bastante en esta noche para reconocer lo que Cristo ha hecho en la cruz del calvario. Pero recuerde eso, que cada vez que nosotros nos reunimos en una reunión como esta, cada vez que venimos los domingos a la iglesia, cada vez que dedicamos tiempo para adorar al Señor, cantar como lo hemos hecho, escuchar estas hermosas alabanzas, lo que estamos haciendo es estimando al Señor, dándole la estima que él requiere.

Dios quiere que nosotros seamos un pueblo de adoradores, que nosotros entendamos lo que hacemos cuando cantamos. Mucha gente quizás que no entiende estas cosas se preguntará, bueno, por qué estos evangélicos cantan tanto? Caramba, que se conformen ya con un corito y un himno, y vamos a lo que vinimos. Hermanos, nosotros tenemos que entender cada día más y más que uno de los ministerios más grandes del pueblo de Dios es darle al Señor la estima que él merece, la gloria y la honra que él merece.

Bastante tiempo que la humanidad ha subestimado la dignidad de Jesús y una de las cosas que el Señor dice, mire, si ustedes no me adoran, las piedras van a tener que adorarme porque el Hijo de Dios tiene que ser adorado.

Yo le digo, Señor, ayúdanos a ser una iglesia de adoradores, una iglesia que se goce en darte a ti la gloria y la honra y que corrijamos esa falta de la humanidad de no darte el lugar que tu te mereces. Hermanos, una de las que el Señor nos está llamando, como hemos dicho, tantas veces estos domingos, es que con nuestra vida, nuestra vivencia, nosotros honremos su terrible sacrificio.

Usted podría pasar horas exponiendo este pasaje y otros pasajes de la Escritura que nos recuerdan todo lo que le costó al Señor nuestra salvación. Y por ese sacrificio nosotros tenemos que vivir una vida de entrega a él, de servicio a él. Hoy yo pido en esta noche que el Señor nos haga conscientes a cada uno de nosotros de cuán grande sacrificio compró nuestra salvación. Y que nosotros pasemos el resto de nuestros días dándole gracias al Señor por la cortesía que él tuvo, por así decirlo, de venir al mundo y dar su vida por nosotros y sufrir esa muerte horrible, y vivir esa vida de agonía perpetua, coserse a fuego lento desde que entró en el vientre de su madre como un embrión, hasta que el momento como hombre completo, sufrió la muerte en la cruz del calvario, tu y yo debemos recordar.

Por eso es que es importante, a mucha gente no le gusta, hay evangélicos que creen que la Semana Santa es una cuestión católica, como dicen, eso no tiene nada que ver. No, es para toda la humanidad. Yo creo que cada año es bueno que la iglesia se tome esta semana para recordar ese tiempo culminante, porque fue tan importante.

Pero nosotros tenemos que vivir así todos los días de nuestra vida. Una de las cosas que deseamos grandemente que esta iglesia también esté poblada de gente que sepa que el sacrificio de Cristo en la cruz fue costosísimo y que nosotros vivamos para él, para su gloria y su honra, vivamos una vida que lo honre a él, una vida de consagración, de entrega, de todo lo que tenemos, todo lo que somos, nada que tu le puedas dar al Señor es lo suficientemente apropiado para cubrir la deuda que tu tienes con él, sobretodo cuando tu piensas que no solamente ganó el Señor en su cruz tu salvación eterna, porque recuerda eso, una de las cosas que el Señor compró para ti y para mí es el hecho de que este mundo, esta tierra, este tiempo, este espacio que nosotros habitamos, es puramente temporero y relativo. Nuestra verdadera morada y destino está después de la muerte y eso nos da a nosotros una libertad increíble, un descanso, una liviandad de espíritu increíble, para los que tenemos la redención de Cristo Jesús en su sangre, la eternidad es nuestro destino. Es lo que nos espera, la vida es una antesala, es un mero momento de espera para lo que verdaderamente importa.

Óyeme, gózate en eso y dale gracias al Señor. Eternidad para ti y para mí. Nos vamos a ver allá en el cielo, hermanos, será mejor que aprendamos a amarnos y llevarnos bien aquí, porque tenemos una eternidad juntos. ¡Aleluya! Gloria al nombre del Señor.

Cristo compró ese privilegio en su cruz, su sufrimiento, su padecimiento. ¡Aleluya! Pero sabe, también aquí él compró para ti y para mí, en la vida, aquí, bendición, sanidad, poder, autoridad, esperanza, reconciliación emocional de nuestras emociones y sentimientos muchas veces en conflicto, acceso al trono de la gracia, poder venir ante el Padre y presentar nuestras necesidades a él, poder cambiar y ser mejores cada día, tener la energía y la motivación para mejorar, despojarnos de nuestras imperfecciones y defectos de carácter, y cada día ser mejores, como Cristo.

Es una vida de superación perpetua lo que nosotros tenemos aquí. Cristo lo hizo posible por sus llagas, por su muerte, por su sangre, por su padecimiento, por los azotes que recibió, por la agonía que experimentó, por esa cruz que traspasó sus huesos y sus tendones, sus músculos. Hoy yo sé que él compró vida y vida en abundancia para mí aquí en la tierra también. ¡Aleluya!

Su sacrificio en la cruz, por nuestro pecado él fue crucificado, pero su crucifixión él ganó para nosotros redención en la tierra y esperanza para una vida eterna con él. ¡Aleluya! Por eso nada que nosotros hagamos en este mundo por él, es excesivo, porque todo lo que nosotros podemos hacer es porque él lo ha hecho posible. Si hay algo de esperanza, algún elemento de gozo en nuestra vida es porque él lo hizo posible en la cruz del calvario. Nos redimió de ser simplemente seres atados al tiempo y al espacio, y cuando nos morimos dejamos de existir. Que terrible eso.

Nosotros sabemos que no, yo tengo significado eterno, porque Cristo lo hizo posible. gloria a su nombre. ¡Aleluya! ¡Aleluya!

Vamos un momentito, inclinen su cabeza ahora. Quiero que tomes un momento antes de salir de aquí esta noche para sellar todo lo que tu has escuchado en tu corazón y en tu espíritu. Dale gracias al Señor por todo lo que hemos hecho esta noche, por ser parte de una familia terriblemente bendecida. Yo amo al Señor cada día más y quiero servirlo más y ser más útil a él y me enamoro más del privilegio de ser parte de una familia espiritual como esta. Yo le doy gracias al Señor esta noche por todas las bendiciones recibidas, por ustedes, le doy gracias, por lo que él está haciendo entre nosotros, por lo que él hará, por esos niñitos que ahora tienen un destino diferente en nuestra iglesia, nuestras familias, porque el Señor lo hizo posible. Esta comunidad latina aquí en Boston, que Dios está bendiciendo y está levantando porque sus llagas todavía tienen efecto sobre nosotros.

Le damos al Señor. No queremos salir de aquí como okay, ya hicimos lo que tenemos que hacer, ahora me voy y borrón y cuenta nueva. Llévate todo lo que tu has experimentado a tu casa.

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español christian De Santiago español christian De Santiago

Mi concepción personal de Jesús - el León de Judá

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Es un placer estar con ustedes esta noche, y también de concluir esta serie de meditaciones sobre la persona de Jesús, y donde cada uno de los pastores, pastoras de la Iglesia, tienen la oportunidad de expresar su propia versión, su propio sentimiento de Jesús. Yo creo que muchas veces cuando nosotros expresamos lo que Jesús quiere decir para nosotros específicamente ya como que estamos revelando mucho sobre nuestra psiquis y nuestra personalidad, porque según lo que uno ve en Jesús uno expresa ciertos aspectos de su personalidad y de su forma de ver la vida y ver cosas espirituales, así que yo creo que voy a revelar ciertos aspectos de mi personalidad al compartir con ustedes el Jesús que yo sirvo, en mi concepción de Jesucristo.

Cuando yo miro a Jesús no veo necesariamente al Jesús tierno y accesible que algunos han presentado durante estas semanas, aunque evidentemente esa parte de Jesús existe, es real, muy importante, y tenemos que siempre tenerla en mente, absolutamente, Jesús es ese ser tierno, cordial, amable, compasivo, que ve el tesoro escondido en las personas y que aprecia, persona que nadie apreciaría, que las redime y las levanta, les dá su dignidad que han perdido, yo creo que ese Jesús muchas veces hay que hablar de la gracia, la misericordia, el amor, la compasión, la tolerancia, la paciencia, como parte esencial de nuestra ética como Iglesia, como congregación, y es muy importante que no olvidemos eso, tenemos que presentarle al mundo un Cristo real, por eso Cristo encarnó, se hizo hombre, para entrar en nuestra dimensión, sentir lo que nosotros sentimos, identificarse con nosotros y poder hablar a una dimensión de nuestro ser, podemos identificarnos con ese Jesús humano, y conoce como dice la Biblia, nuestras tentaciones, nuestras enfermedades, nuestras luchas, como Él conoce eso dice la Biblia que entonces puede ser un sacerdote que le presente a Dios.

Así que nada de lo que yo quiero decir esta noche por favor se interprete como una negación de ese Jesús. Ahora, habiendo dicho eso y habiéndome curado en salud, quiero hablarles acerca de mi concepción de Cristo, y yo creo que esto también puede ser inclusive normativo para nuestra congregación, y muchos de ustedes me han escuchado a través de los años compartir en momentos apropiados el sueño que yo tuve hace unos 20 años más o menos, con el León de Judá. El León de Judá no era para mí una imagen muy importante cuando yo tuve ese sueño, conocí a la imagen porque la había leído en la Biblia, en las Escrituras, pero no era algo que predominaba en mi mente, no era algo que yo le daba mucha atención. Cuando yo tuve ese sueño donde yo ví, lo voy a repetir así para todos los que son nuevos en la Iglesia, no me escucharon quizás, en ese sueño yo ví los rascacielos de la ciudad de Boston, como si lo vieras en una pantalla como esa, esas fotos que se presentan en la ciudad con sus skylines, los rascacielos, los edificios grandes, el río, yo ví algo parecido, y recuerdo bien claro que la parte era específicamente la área financiera, el vecindario financiero donde están los grandes bancos, muchas de las instituciones financieras de la ciudad de Boston, y yo ví esa serie de edificios y encima de los edificios comenzaron a surgir de la parte derecha de la pantalla y a deslizarse calladamente y lentamente como si fueran aviones inmensos, una manada o un enjambre de arañas venenosas, en nuestro país se dice cacatas, eran tarántulas, no sé que otro nombre, negras peludas, grandes, inmensas, y se deslizaron por encima de los edificios y se establecieron como una nube oscura, sobre todos los edificios, con una altura quizá de en ese caso sería como, no sé, mil pies de altura por encima de los edificios más altos.

Y al hacer esto estaban como ejerciendo influencia sobre la ciudad. Yo pude ver estos animales, estos seres y entender que eran demonios, porque podía sentir la inteligencia que había en ellos. No recuerdo si tenían ojos pero recuerdo que eran seres inteligentes, y una cosa que me impresionó es que estaban llenos de veneno, ponzoña, eran ponzoñosos, llenos completamente de veneno, hasta el punto de que su piel estaba como tesa, brillosa, de la cantidad de veneno que tenía dentro, y se posaron así por encima de la ciudad, y yo entendí en el sueño que eran seres demoníacos que ejercían influencia, controlaban lo que sucedía en la ciudad de Boston.

Ahora de momento encima de ellos, a una altura mucho mayor, en el lado izquierdo de la pantalla, arriba bien arriba, de momento apareció el rostro de un León, y era como plato plano, y miraba sobre esta escena de las arañas y debajo la ciudad, y yo estaba como a nivel del suelo mientras miraba todo eso a cierta distancia. Entonces esta cara era la cara de un león pero no era una cara animal, ¿qué es lo que digo?, yo trato de no representar a Jesús del león de Judá como un león, aunque es un león, de ese león lo que más me impresionó fueron los ojos, eran ojos poderosos, ojos firmes, ojos muy humanos, ojos de autoridad que resaltaban de la cara, y que al mirar sobre esa escena yo entendía, y fué como que me dieron un close up de ese rostro, yo entendía que ese león al mirar esa escena estaba ejerciendo una autoridad máxima, un control, una influencia total, los ojos del león no se inmutaban, no eran ojos de temor, de exaltación, de molestia, eran ojos que miraban simplemente serenamente, pero con suma autoridad sobre ese escenario.

Yo entendí también en el sueño que ese león era el León de Judá, y al ver esa escena desde yo estaba, yo levanté mi brazo derecho hacia donde estaba el León y dije tres veces Tú eres el Señor, y al declarar eso ahí terminó mi sueño. Cuando yo me desperté por la mañana sentí que esto no había sido un sueño común y corriente, y que Dios me había dado una visión por así decirlo de Jesús y de una realidad que existía en la ciudad de Boston, pero que yo creo que existe en todas las ciudades del mundo de todas partes del mundo, donde seres demoníacos que gobiernan todo lo que tiene que ver con el mal, el crimen, la violencia, desaforo sexual, rebeldía contra Dios, la opresión del hombre contra el hombre, de la explotación de los pobres, todas estas cosas están gobernadas por esos seres demoníacos, como dice el apóstol Pablo, nuestra lucha no es contra sangre ni carne si no contra principados y potestades, contra seres que están en los lugares celestiales y gobiernan las tinieblas.

Y eso es lo que es el origen de todas la maldad y de todo el sufrimiento, y el pecado y la negatividad en el mundo. Entonces yo entendí que Dios me estaba diciendo, esa es la ciudad de Boston gobernada por esos seres demoníacos, pero también después del sueño, yo entendí que el Señor nos estaba llamando como Iglesia, en ese tiempo estabamos en la ciudad de Cambridge, a venir a la ciudad de Boston cambiar de residencia, para hacer una presencia transformadora, y una presencia como de guerra y de lucha contra esa realidad que yo ví en el sueño. Y eso dió lugar y desató en mí esa inquietud que luego compartí con la Iglesia de transferirnos a la ciudad de Boston y de cambiar todo, dejar allá un lugar muy cómodo que teníamos, dejar una realidad decente y venir a esta ciudad que en ese tiempo era un desastre, lleno de crimen, lleno de violencia, calles destruídas, hoyos donde quiera, edificios derrumbados, y había un basurero, esa era esta área llena de drogadictos y todo tipo de maldad y de disfuncionalidad.

Es larga la historia, por eso estamos aquí, y Dios puso también en mi corazón el llamado de cambiar el nombre de nuestra Iglesia, llamarla Congregación León de Judá, y nuestro nombre original era Iglesia Bautista Central, un poquito más manso el nombre, Congregación León de Judá, esto es realmente por pura decoración, si alguien tiene un poquito de agua se lo agradecería infinitamente. De paso Raquel, gracias por hacer todas estas decoraciones, un aplauso para ella porque todas las semanas ha estado preparando estos sets y se ha graduado como decoradora interior (aplausos).

Hermanos, yo les quiero hablar precisamente acerca de esta mi imagen, mi entendimiento de Jesús como el León de Judá. Yo veo en mi psiquis, mi entendimiento espiritual, yo creo que la imagen que Dios me ha dado personalmente de Jesús, mi estilo pastoral, mi entendimiento del ministerio, lo que yo creo que Dios ha llamado a nuestra Iglesia a ser, lo que llama a la Iglesia de Jesucristo con I mayúscula tiene que ser en este tiempo está relacionado con esa imagen de Jesús como el león, el guerrero, de la selva, el león es feroz, el león es militante, el león no tolera cuestionamiento a su autoridad, el león no se atemoriza por nada, no huye de los cazadores, el león es fuerte, el león demanda reconocimiento de su autoridad y de su poder, el león cuando se enfoca en su presa no descansa hasta que la derriba y la devora. Ese es mi entendimiento de Jesús.

Fíjese que muchos dirían huy, que feo ese entendimiento de Jesús, los que les gusta ver ese Jesús tierno, manso, humilde, sencillo, el Jesusito rubio de ojos azules con un corderito en la mano, yo sé que se van a sentir ofendidos con este concepto de Jesús. Sin embargo en la cruz el Cristo resucitado, esa es la imagen que nos presenta. Fíjense por ejemplo no voy a leer los pasajes, pero cuando Juan en el libro de Apocalipsis ve a Jesús en el capítulo 1 lo ve con su pelo blanco dice, y su vestido brillaba, sus ojos refulgentes, era como de bronce bruñido, era un Jesús amenazante, dice que de su boca salía una espada, y Juan al ver esa imagen tan terrible de Jesús como pasó con Daniel cuando vió una imagen de Dios también, como pasó con Ezequiel cuando vió la imagen de Dios, como pasó con Pedro cuando vió a Jesús después de la pesca, experimentó el mismo terror, todos esos seres cuando vieron a Dios experimentaron el mismo terror que experimentó Juan cuando ve a ese Cristo terrible, poderoso, siniestro para usar esa palabra, y ese es el Jesús que a mí más me interesa.

De nuevo, el otro Jesús también es importante, pero que yo veo que esa visión de Jesucristo como el Señor, el guerrero, el ser real, noble, el Rey que demanda pleitesía, reverencia, hay que andar con Él con cuidado, alrededor de Él como se anda al lado de un Rey muy muy poderoso. Es interesante que yo les he dicho también la historia que cuando terminamos de negociar acerca de este edificio, que yo me paré un día acá afuera poco tiempo después de conocer este edificio que lo conocí de una manera poco confidencial, cuando yo me paré al frente, no sé cuántos lo han visto, en la puerta de enfrente que era la entrada original del edificio, esta entrada después se añadió más adelante, pero la entrada frontal era esa, que ahora casi no se usa, arriba cuando yo miré así la fachada descubrí un león en relieve que había sobrevivido el cambio de fachada, esa es la fachada original, ese león rugiente.

Imagínese, ¿qué hace un león pegado ahí de un edificio, cuantos leones ha visto usted así como ese en el mismo centro arriba de una entrada?. Uno ve muchas cosas sí pero un león, ya yo le había dicho a la Iglesia acerca del sueño, el sueño fué lo que nos trajo a Boston, cambiar el nombre de la Iglesia Congregación León de Judá, y de momento yo me paro aquí y veo este bendito león rugiendo, con sus fauces, es un león feroz que está rugiendo ahí afuera, y eso fué para mí la confirmación de que esto era de Dios. Y ahí está todavía ese león rugiendo todavía diciendo como que tengan cuidado. Y esa imagen de Dios a mí me persigue, yo creo que hay algo llamado de Dios para nosotros como Iglesia, mi vida, es algo personal, yo no espero que mucha gente necesariamente comparta esa imagen de Jesús, pero yo creo que Dios me ha llamado a proclamar en mi ministerio, y yo creo que en el futuro ese temperamente del león va a ser más y más real en nuestra Iglesia, lo está siendo ya, pero yo creo que es como un código genético que Dios ha implantado en nuestra Iglesia, de esa parte, el señorío de su poder, su majestad, su militancia, su carácter guerrero, su necesidad de adoración y sujeción y reverencia, y que se le reconozca su poder en todas las dimensiones porque Él no tolera un descuido de su gloria, y eso es lo que yo creo que nosotros hemos sido llamados a declarar como Iglesia, en un mundo donde el Señor está siendo descuidado, contradicho, resistido, irrespetado, se requiere un ministerio, gente llamados que exalten el nombre de Jesús, y que llamen a las naciones y a la Iglesia a reconocer el señorío, el poder, como diría yo, la severidad y la seriedad del Cristo que nosotros servimos.

Así que recuerde bien lo que estamos diciendo, si usted me pregunta ¿y cuál es su visión de Cristo?, yo diría que el León, el ser militante, poderoso, lleno de autoridad, que tiene que ser servido, al que hay que sujetarse, ante el cual hay que caminar con suma reverencia y temor y temblor, porque las otras cosas son buenas, son complementarias, pero ese Jesús yo creo que en nuestra cultura no sé cómo diría yo, informal, que enfatiza necesidades, enfatiza cuidado y ternura y atención, y sanar a la gente de sus debilidades y de sus problemas, ese Jesús severo, ese Jesús poderoso, real, majestuoso, muchas veces como que no pega mucho. Yo creo que ese descuido de esa dimensión de Jesús ha sido detrimental, ha sido dañino para la vida de la Iglesia y para nosotros también, tenemos que recuperar esa imagen de Jesús.

Otro pasaje que me ayuda a recordar eso, hay muchos pasajes que me ayudan, pero otro pasaje es Lucas capítulo 19, la parábola del Señor que ustedes recordarán esa imagen donde en esta parábola un señor llama a sus siervos, un hombre dice de buen nacimiento, un hombre noble, y los llama, los pone en línea y les dice yo voy en un viaje, y distribuyan una parte de dinero a cada uno, y les dice negociad entre tanto que yo regreso, y él se vá y se fué a un lugar lejano, pasa el tiempo, y una imagen clara de Jesús ascendiendo al cielo, dejando a su Iglesia una tarea de negociar y de moverse, y de hacer diferentes cosas, les dá dotaciones de poder, autoridad, dones, y entonces les dice en lo que yo estoy fuera ríndanme esos dones, pónganlos a trabajar.

Cuando él regresa dice que llamó a sus siervos y los llamó a cuentas, y les dijo ¿qué hicieron?. Cada uno de los siervos le entrega el talento que les dió multiplicado excepto uno, le dice señor, yo tenía miedo, tuve miedo porque sé que tú recoges donde no siembras, y que tú eres un hombre severo dice, y este hombre que es una figura de Jesús no lo contradice, y es más entonces le dice, y por eso tuve miedo, y cogí mi talento y lo envolví en un pañuelo y lo escondí, y él le dice ¡ajá!, siervo infiel, ¿por qué aunque sea no lo metiste al banco para que cogiera intereses?. Entonces quítenle el talento y dénselo al que tiene, los siervos como que temblorosos dicen ¿pero señor, cómo es eso, le vas a dar el talento lo poquito que el tiene al otro?, y el señor dice no porque lo poquito que uno tiene se le dará al que tiene y al que guarda le será quitado, y después manda a matar a todos aquéllos a los que se resistían a que él volviera, que él regresara, dice también, es un hombre severo, es un hombre terriblemente serio, ese Jesús a veces a nosotros no nos gusta hablar de Él, y sin embargo yo creo que ese Jesús tiene que ser rescatado por la Iglesia sin perder al otro Jesús, porque la cosa acerca de Jesús es que Jesús es Señor y es siervo, porque Él le dijo una vez a los discípulos ustedes me llaman Señor, está bien, que lo soy, pero entonces ese mismo Señor sirve a sus discípulos, les lava los pies con agua, y les seca los pies con una toalla.

Así que Jesús tiene esa doble vertiente de Señor y siervo, para los que lo aceptan, lo reciben, lo aman, Él es tierno, pero para los que lo resisten tengan cuidado porque Él es severo y terriblemente peligroso también, entonces yo creo que la Iglesia necesita rescatar esa imagen de Jesús como ese Rey también severo.

Entonces yo creo que tenemos una y otra vez ver eso, por ejemplo en Apocalipsis capítulo 5, búsquenlo allí, versículos 11 en adelante, dice hubo que una imagen del Señor Jesucristo siendo adorado por los 24 ancianos y los 4 seres vivientes y miré dice Juan y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono y de los seres vivientes y de los ancianos, y su número era de millones de millones que decían a gran voz "el cordero que fué inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza, y a todo lo creado que está sobre el cielo y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar y a todas las cosas que en ellos hay oí decir al que está sentado en el trono y al cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder por los siglos de los siglos". Wow esa es una imagen poderosa de Jesús.

Yo creo que de nuevo, ese Jesús digno de alabanza, adoración, poder, honra, gloria, que los mares, la tierra, las estrellas, los planetas, declaran y reconocen su señorío, ese Jesús yo creo que en este tiempo de la historia de la humanidad está esperando revelarse de nuevo y necesita ser rescatado y nosotros hemos sido llamados a ese tipo de ministerio. Esa es mi concepción de Jesús, yo lo veo así, las demás concepciones son ciertas y complementarias, pero la mía yo creo, esa es la que Dios me ha llamado a realizar. Al venir a Boston hemos venido para realizar los elementos de ese sueño original que yo tuve.

Creo que nosotros tenemos una epidemia de simpatía en los Estados Unidos. Todos los ministerios queremos ser simpáticos y agradables a la gente, tenemos miedo de ofender, nadie se atreve a señalar la verdad y decir las exigencias de Dios. Cómo eso que tú te sientes llenar necesidades, hoy en día todo el mundo evangélico norteamericano, hay mucho de esa idea de iglesias que quitan la cruz, quitan el nombre de la demoniación o cristiana, ponen nombres neutrales, Iglesia de Esperanza, Iglesia Restauración, Iglesia del Camino, porque no quieren sonar religiosos, porque tienen miedo de que la gente si escucha algo que no sea genérico y accesible no van a venir, y entonces también muchos pastores no les gusta ya, no queremos, nos han amordazado literalmente, y ya no podemos hablar de cosas que les ague la fiesta a la gente, o les dañe el almuerzo cuando vayan a su restaurante favorito, entonces en muchas iglesias todo es Dios te ama, Dios quiere sanarte, Dios tiene tus necesidades en mente, Dios es amoroso, tierno, misericordioso, es una Iglesia terapéutica la que tenemos hoy día, y yo creo en todo eso, yo creo que la Iglesia tiene que hablar de la familia, del matrimonio, todas estas cosas son necesarias, pero la otra dimensión también, la dimensión de la obediencia, de la santidad, del señorío de Cristo, el Dios terriblemente santo, el entrar a la iglesia casi con temor y temblor, el temor de quien es Dios, cuando lo vemos en su realidad es terrible, el que viene es un Cristo de poder, un caballo blanco, dice que su vestidura está cubierta de sangre por toda la guerra que Él desata contra sus enemigos, ese es un Cristo que muchas veces no hablamos acerca de Él, y tenemos que rescatar a ese Jesús, y en nuestras vidas tenemos que reflejar esa dimensión de Jesús, y esta Iglesia tiene que ir más y más en esa dirección de rescatar ese aspecto de Jesucristo en nuestras vidas tenemos que reflejar eso, ese es el Cristo que a mí me gustaría proclamar algún día, y yo sé que eso está en espera, para desatarse completamente, y eso va a ser un ministerio de confrontación, de guerra, de persecución, de denunciamiento de muchas cosas, eso está ahí esperando mis hermanos.

Si mi intuición es correcta, eso es algo embriónico que está en este ministerio esperando a desatarse, y no está muy lejos de desatarse completamente, porque es algo que Dios quiere hacer en este tiempo de la historia, y que se necesita ministerios que confronten dos cosas, que llamen a la Iglesia a tomar cuenta de ese Dios terriblemente santo y serio, y que tenemos que caminar muy cuidadosamente con Él y que requiere todo de nosotros para que esa Iglesia llena del poder y del don de Jesús tenga entonces los dones para poder rescatar el mundo y recuperar el mundo para Dios. Y un ministerio que confronte al mundo y que le anuncie que Jesucristo es el Señor, y que tienen que doblegarse ante Él y que tienen que obedecerlo, quiéranlo o no, porque Dios no comparte su gloria, ni permite que se le reduzca su gloria, y yo creo que Dios está llamando a la Iglesia a ese tipo de iglesia y yo creo que a otras congregaciones, a prepararse para emprender ese tipo de ministerio.

El Salmo 2, con esto ya voy terminando, hoy mirando esto yo me dí cuenta que es un Salmo para nuestro tiempo, es un Salmo mesiánico de hecho, y este Salmo, dice: "¿Por qué se amotinan las gentes y piensan cosas vanas?, se levantarán los reyes y príncipes contra Jehová y contra su ungido diciendo, rompamos sus ligaduras, y echemos de nosotros sus cuerdas". Está hablando de una humanidad, naciones, reyes, que se rebelan, dice, sabes que vamos a librarnos de esta tontería, ¿por qué tenemos que odebecer al cristianismo?, vamos a buscar nuestros propios métodos éticos y morales en nuestra vida, entonces rompamos su ligadura, dice, entonces se levantarán reyes y dirán rompamos su ligadura, y echemos de nosotros su cuerda, una humanidad de rebeldía, gobiernos, naciones de rebeldía, como está esta nación hoy en día, sus gobernante principal, una persona aparte de ser una persona decente con buenas intenciones pero para mí personalmente perdónenme, yo no veo nada de cristiano en su comportamiento, ni en sus prioridades, ni en su forma moral de dirigir esta nación, ni en nada, perdonen pero esa es la verdad, eso es lo que digo, muchas veces los pastores no nos atrevemos a decir la verdad, y muchos hermanos se molestan, too bad, lo siento mucho porque yo tengo el micrófono ahora mismo.

Perdónenme pero es la realidad. Yo creo que la Iglesia tiene que ser advertida y gente como nuestro amigo Obama, lo voy a mencionar, por qué no, un día van a tener que ser confrontados por apóstoles y profetas de Dios, y van a tener que ser llamados a cuenta por el León de la tribu de Judá.

Ahora miren lo que dice, "El que mora en los cielos se reirá, el Señor se reirá de ellos, luego les hablará en su furor y los turbará con su ira". Yo creo que estamos en unos tiempos donde Dios se está preparando para hacer eso precisamente, Él vá a, su molestia con estas naciones, estos gobernantes, que han adoptado principios seculares y humanistas, y han querido zafarse de el tutelaje del cristianismo muchas veces en parte porque la Iglesia ha fallado en su forma de vivir, pero dice que el Señor se vá a reir y a decir ¿quiénes son ustedes renacuajos para rechazar mi gloria y cuestionarme?. Y los turbará, yo creo que en este tiempo de la historia vamos a ver desastres, vamos a ver situaciones terribles en el mundo financiero, en la naturaleza, en el mundo cósmico, tragedias de guerras como vienen a los Estados Unidos por su rechazo al señorío de Cristo, de Jehová, y el Señor los vá a turbar más, los vá a confundir, y van a ver que no pueden resolver los problemas, y Dios los vá a llevar contra la espada y la pared prácticamente.

Y entonces dice el versículo 6: "Pero yo he puesto mi rey sobre Sión, mi santo monte". Este es un Salmo que fué escrito cientos y cientos de años antes que viniera Cristo, esto es un Salmo de David creo, y él está hablando proféticamente. Yo creo que cuando David escribió este Salmo no sabía mismo que estaba profetizando acerca de la venida del Hijo de Dios. Pero miren como dice: "Yo publicaré el decreto, Jehová me ha dicho mi Hijo eres Tú, yo te engendré hoy, pídeme y yo te daré como herencia las naciones y como posesión tuya los confines de la tierra, los quebrantarás como vara de hierro, como vasija de alfarero los desmenuzarás." Eso no me suena como un corderito manso y apacible, tierno, bonito. Este es un Jesús terrible, esas naciones no quiere aceptar su señorío, Él las vá a obligar con una vara de hierro.

Yo creo que estamos yendo hacia un punto en la historia de la humanidad en que por un tiempo yo no sé cuánto, antes del juicio final, creo que el Señor y la Iglesia de Jesucristo van a recuperar poder terrible sobre las naciones, va a haber conversiones inmensas terribles de naciones enteras, algo va a pasar en la tierra que va a ser como que el gobierno de Dios por un tiempo va a estar sobre la tierra. Yo todavía les digo no estoy para llenar la tarjeta de crédito y comprarme mi arpa para irme al cielo, todavía falta mucho trabajo por hacer, yo creo que en los próximos 20, 30, 40 años hay mucho trabajo por hacer.

Así que prepare sus espadas, fortaleza su vida, afile sus armas, apriete las tuercas, prepárese como un soldado que mañana vá a ir a una misión élite como hacen estos navy seals, los hombres rana de Estados Unidos cuando fueron a atacar por ejemplo a Osama Bin Laden, yo creo que la noche anterior estaban aceitando sus rifles, contando las granadas que tenían, asegurándose que todo estaba perfectamente en su lugar, ensayando todos los movimientos, estudiando los planes de la mansión de él, sabiendo exactamente lo que iban a hacer si algo fallaba, si esto, preparándose para la misión, y cuando ellos se montaron en esos helicópteros ellos habían ensayado cientos de veces y estaban en perfecta forma, para hacer lo que tenían que hacer.

Y nosotros estamos en un tiempo en que el llamado de Dios para que la Iglesia entre en su verdadero poder para su identidad está a la vuelta de la esquina. Y usted tiene que irse preparando, esta Iglesia tiene que irse preparando, apretando las tuercas, fortaleciéndose, adelgazándonos, Dios nos está llamando a mayor concentración, mayor vigilancia, más estudio de la Palabra, más entrega de nuestras vidas, de todo, porque estamos casi a punto de entrar en la misión para la cual Dios nos tiene preparados, y es una misión de guerra, de rescate, es una misión de confrontación, y se requiere un pueblo lúcido, fuerte, claro, decidido, con poder, que pueda hacer lo que Dios quiere que el haga para restaurar el poderío de ese León de Judá.

Dice "Los quebrantarás con vara de hierro, ahora pues oh reyes, sed prudentes, admitid amonestación jueces de la tierra, servid a Jehová con temor y alegráos con temblor, honrad al Hijo para que no se enoje y perezcáis en el camino, pues se inflama de pronto su ira, bienaventurados todos los que en Él confían". Ese Salmo 2 yo creo que es un Salmo para las naciones hoy en día, y ese es el Cristo que se prepara para eso que nosotros tenemos que estar sirviendo, yo veo a Jesús como el guerrero, el que dice Juan capítulo 3 que vino a deshacer las obras del diablo, nuestras ciudades tienen que ser rescatadas, tienen que ser rescatadas primero de esos poderes demoníacos horrorosos que están tras bastidores controlando las dinámicas de las ciudades como titiriteros, que están gobernando los títeres.

Nosotros vemos los títeres ahí abajo del escenario pero encima hay unas manos demoníacas que están gobernando sus movimientos, tanto de gobernantes como de agencias sociales, de universidades, de movimientos filosóficos y culturales, detrás de eso hay poderes demoníacos que tienen que ser arrebatados y controlados, y sujetos a la voluntad y al señorío de Cristo. Debemos servir al Señor con temor y temblor. León de Judá ha recibido un gran llamado y tenemos que vivir a la altura de ese llamado. Este es el tiempo que tenemos que comenzar a vivir como que servimos a un gran Rey y Señor, que espera que toda rodilla se doble y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor. Nuestra misión a la luz de ese Cristo poderoso, Señor Rey, guerrero, es establecer el señorío de Jesús en la ciudad de Boston, mucho más allá.

Nosotros tenemos que usar nuestros dones al máximo, preparar nuestros dones, tenemos que servir al Señor con todas nuestras fuerzas, tenemos que hacer guerra espiritual y proclamar el señorío de Jesús en nuestras reuniones, nuestros tiempos de oración, cuando la Iglesia se reúne por ejemplo como en estos domingos hemos visto la gloria del Señor, tenemos que ir más y más en esa dirección, proclamar el poder de Cristo, habrá tiempo en que tendremos que declarar el señorío de Jesús, declarar la derrota de los principados, las potestades, Dios creo que un día nos va a dar una manifestación más clara y poderosa de los dones del Espíritu Santo, sanidades, señales, prodigios, liberaciones, impartición del bautismo del Espíritu Santo, todas estas cosas vienen y tenemos que prepararnos porque Dios nos ha llamado a establecer el señorío de Cristo en la ciudad.

Y nuestro servicio tiene que tornarse en servicio más militante. Por eso es que a veces ustedes me ven que yo pido disculpas por el tiempo que se está tomando la reunión, francamente yo no soy tan gentil, yo lo hago para pretender y para que ustedes piensen que yo soy cortés. Pero en realidad más y más yo quiero entrenar a nuestra Iglesia y lo haré poco a poco, nuestros servicios tendrán que tornarse tan largos como el tiempo que tenga que tomarse y yo los llamo a ustedes mis hermanos, yo anticipo el día en que la gente venga y diga no sabemos qué va a pasar hoy, ¿ok?, y si hay que quedarse 4 horas, amén, si hay que quedarse 5 horas, yo sé que hay que tener cuidado con los nuevos creyentes, hay un balance, como ustedes me han dicho muchas veces, pero yo creo también que sea como un lugar de entrenamiento, que el que venga aquí que sepa que esta es una Iglesia que es un lugar para guerreros tiernos, las dos cosas, ¿no?. De un lado tienen una vara de autoridad y de otro lado tienen también un poquito de unguento para los heridos y sanarlos también.

Pero si usted viene aquí, sepa que vá a entrar en un lugar diferente, Omar, hay un coro que yo quiero que cantemos, pero el Señor, me puso allí y me dijo, sentado en su trono vestido de luz, me parece que ese coro para terminar y concluir es apropiado, entonces tenemos que ejercer guerra espiritual en nuestras reuniones. Tenemos que santificar nuestras vidas, tenemos que definirnos, francamente cuando yo vine aquí la noche de Año Nuevo, yo no estaba pensando que Dios me iba a dar ese mensaje de definición, pero yo creo que tenemos que pensar más y más en enfatizar la definición, porque eso es lo que Dios quiere que nosotros hagamos, en este año y todos los días de nuestra vida, servir a ese Cristo, tenemos que organizar nuestras vidas, nuestros hogares, matrimonios, nuestra Iglesia como congregación a fin de servir a ese León de Judá, ese gobernante con más y más efectividad.

Yo espero que esto en vez de quitarles el sueño les llene de una expectativa del Cristo que nosotros servimos, es tan maravilloso, son tiempos preciosos los que le esperan a la Iglesia, y yo creo que iglesias como la nuestra tienen que estar siendo un lugar de preparación y de entrenamiento, una de las cosas que nuestra visión es ser una Iglesia ejemplar que represente los mejores valores del Reino de Dios que inspire a otras iglesias tanto norteamericanas como hispanas, mucha gente en esta ciudad ve al León de Judá como una Iglesia excepcional, para la gloria de Dios, que tenemos una síntesis de muchas cosas que la Iglesia necesita, trabajo social, misericordia, evangelismo, adoración fuerte, guerra espiritual, una visión sobrenatural, buena administración, un pueblo que dá y se entrega, y el mundo, la Iglesia de Cristo necesita una Iglesia como la nuestra, llegará el día en que la gente no pensará en León de Judá como una Iglesia hispana, pensarán en León de Judá como una iglesia simplemente que encabeza, que bendice.

Yo no estoy glorificando esta Iglesia porque sé que tiene tantas cosas defectuosas comenzando con su pastor pero aún así Dios nos ha dado algo muy especial y no es para que nos enorgullezcamos y digamos ay yo soy León de Judá, Dios a veces llama a los menos capaces para glorificarse, pero tenemos que vivir a esa altura, servir a un Cristo poderoso, guerrero, militante, soberano, y hacerlo con amor y misericordia, y presentarle al mundo ese Cristo que necesita que se sujeten a Él y que reconozcan su señorío.

Espero que esté claro y que esa sea, yo creo que esta es la conclusión de este tiempo, gracias a Omar por iniciar esta serie, y cada uno de ustedes debe rescatar a ese Cristo que Dios quiere que usted vea, porque Cristo tiene muchas facetas diferentes, y quizás tú te preguntes bueno ¿cuál es el símbolo si tú tuvieras que hacer una estatua de Jesús que fuera como que el símbolo de mi vida y mi relación con él, como se vería esa estatua?, ¿sería un cordero, sería un león, sería un guerrero, sería un abogado, sería el rubio de Galilea, sería el camino, la verdad, la vida, muchas maneras en que podemos ver a Jesús, qué significa Cristo para ti?. Así que póngase de pie un momento, declaramos el señorío de Cristo. Señor declaramos a través de esta palabra desatamos, esa imagen tuya, guerrero, Rey, Señor Todopoderoso, irresistible, santo, digno de reverencia, digno de temor, digno de admiración, reina sobre toda autoridad, todo principado, toda potestad, nadie puede resistir Tu nombre, queremos serte agradables y queremos ser apropiados para ti.

Comienza con cada uno de nosotros Señor y que el mensaje, que el contenido cunda y se distribuya a través de toda esta congregación, los que están cerca, los que están lejos, y aún más allá a través de toda tu Iglesia en este tiempo de la historia. Te adoramos y te bendecimos en el nombre de Jesús, amén y amén.

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La importancia del bautizmo

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A la luz de todo lo que hemos estado hablando acerca de santidad, consagración de vida, entrega al Señor, ser un pueblo apartado, identificarnos con la santidad de Jesús y de nuestro Dios que servimos, el bautismo es uno de esos rituales cristianos, y uso la palabra en el sentido exaltado de ese término ritual. Los rituales tienen su lugar, de paso, en la vida cristiana, hemos perdido mucho de ello y yo creo que debemos rescatarlos.

Es un ritual que habla precisamente acerca de una nueva vida, una vida consagrada, una vida que se identifica con Jesús, una vida de muerte al mundo y al pecado y de resurrección a una vida entregada al Señor de santidad, de diferencia con el resto del mundo.

Y por eso es tan importante y muchos de ustedes son gente nueva en la fe y otros quizás nunca han tenido una presentación específica de lo que es el bautismo, lo que significa el bautismo, por qué lo practicamos, por qué es tan importante, cuáles son sus orígenes, cuáles son sus connotaciones.

Y hay alguna persona que dice, bueno, eso es un acto bonito. Amén. Un día de estos quizás yo lo haga, pero vamos a ver su importancia y su significado ahora a través de esta presentación. Y quiero que me acompañen, quiero hablar acerca de la importancia del bautismo. Y quiero comenzar, tenemos muchas Escrituras, las voy a estar leyendo según vayamos nuestra exposición.

Lo primero que tenemos que decir es que el bautismo es una parte esencial de la experiencia de conversión y de vida cristiana. No es algo como decía antes, opcional, o simplemente algo aleatorio, secundario, terciario de la vida cristiana, vamos a ver que es una parte esencial. Mucha gente subestima la importancia del bautismo, quizás otros le den demasiada importancia. Queremos hacer una presentación balanceada.

Vemos en la Escritura que la Biblia, Jesús, los Apóstoles le asignan un rol importantísimo, junto con la confesión de Jesús como salvador, junto con la conversión, y la experiencia de confesión de Cristo como salvador, vemos que muchas veces en la misma oración estaba también la idea del bautismo.

Vamos, por ejemplo, a Marcos capítulo 16, vamos a ver algunos pasajes rápidamente. Marcos 16 versículo 15 y 16, el Señor Jesucristo dijo:

“…Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura, el que creyere ─ y mire esto ─ y fuere bautizado será salvo, más el que no creyere será condenado…”

Ahora, déjenme decirle rápidamente, yo voy a señalárselo después, el bautismo no salva. Si usted se convirtió y no se llegó a bautizar por alguna razón u otra, no se va a ir al infierno, así que relájese, no se preocupe de eso. Vamos a aclara esto, pero noten la estrecha asociación que hay en muchos pasajes.

Si uno los tomara así, estrictamente literalmente, y no los pusiera en el resto del contexto de otros pasajes de la Escritura, uno podría concluir que hay que convertirse y confesar a Cristo como Señor, y bautizarse para ser salvo. Pero lo que quiero que vean es la conexión íntima, estrecha entre esas dos cosas. No es algo como secundario, como decía, en la mente de los escritores de la Biblia había una estrecha conexión entra la experiencia de salvación y la experiencia de bautismo.

Miren Mateo 28, en una de las últimas declaraciones de Jesús que registra Mateo en el versículo 19 y 20, Mateo 28, dice:

“…Por tanto id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado…”

Una de las últimas declaraciones y mandamientos de Jesús, enséñele la palabra a los pueblos y bautícenlos y discipúlenlos. Ahí usted tiene una linda progresión, confesar a Cristo, bautizarse y entonces entrar en una enseñanza que nos enseñe nuestros derechos y responsabilidades y nos formateen nuestra sensibilidad conforme a los valores y la palabra del Evangelio, discipulamiento.

Para el Señor Jesús era algo muy importante esto de bautizarse junto con la experiencia de conversión. Vayamos, por ejemplo, también a Hechos, capítulo 2, como ustedes pueden ver en la mente de los escritores de la palabra y sobretodo para estos primeros creyentes, era algo tremendamente importante. Una vez que usted se convertía debía bautizarse. Y yo le podría dar muchos textos, no tenemos tiempo para agotar esta enseñanza, porque no quiero perderme en tantas cosas, pero es muy bello. Y yo quiero que esto le marque a usted por el resto de su vida. Hechos 2, 38 al 41, vemos aquí dice que:

“…Pedro les dijo, “arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados y recibiréis el don del Espíritu Santo…”

Aquí en la mente de Pedro hay otra cosa también, que no quiero complicarles demasiado la vida, pero es arrepentimiento, bautismo en agua y bautismo en el Espíritu Santo. Amén.

Mire aquí también, es que muchas veces nosotros hemos diluido y distorsionado a veces estas cosas que están tan estrechamente unidas en la palabra del Señor. Aquí tenemos bautismo en agua pero también bautismo en el Espíritu Santo como experiencias que van allí estrechamente vinculadas a la experiencia de un cristiano saludable, un cristiano que ha pasado por las facetas importantes de la vida cristiana.

Junto con el bautismo en agua que practicó Juan, está el bautismo del Espíritu Santo, que distinguía a Jesús como Mesías. Juan dijo, “Yo bautizo en agua pero viene uno que bautizará en el Espíritu Santo y fuego.” Que linda enseñanza adicional.

Finalmente en Hechos capítulo 22, hay otra enseñanza en esa dirección. Quiero aquí señalar la estrecha relación para la Escritura entre experiencia de salvación y bautismo. Hechos 22:16, Pablo está relatando su experiencia de conversión y el Señor Jesucristo mandó a este profeta Ananías para que lo bautizara en el Espíritu Santo y en el versículo 16 dice:

“…Ahora pues, por qué te detienes? ─ esto es Ananías hablándole a Saulo que acaba de experimentar la salvación a través de Jesucristo ─ …Ahora pues, ¿por qué te detienes? ─ Esa sí es una buena pregunta para usted. Si usted tiene tiempo en el Evangelio, si usted se ha convertido al Señor Jesucristo, está claro en que usted ama a Jesús y que usted ha comprometido con él, por qué te detienes? Guau! Espero que no le esté profetizando a alguien. No se vaya, no se asuste, es una pregunta amorosa, por qué te detienes?

“…Levántate pues, por qué te detienes? Levántate y bautízate y lava tus pecados invocando su nombre…”

Levántate y bautízate y lava tus pecados. Noto aquí otra pequeña implicación acerca del agua y el perdón de los pecados. La Biblia habla de lavamiento por el agua del espíritu y el agua de la palabra. Hay una asociación metafórica pero muy real también, el agua es un símbolo de sumergirnos en el agua, cargada de fe y de simbolismo espiritual, hay una experiencia de lavamiento también que podría interpretarse muy fuertemente o simbólicamente, pero como que es muy estrecha la cosa.

Levántate y bautízate y lava tus pecados invocando su nombre. Entonces, noten de nuevo, la asociación estrecha entre una experiencia de conversión real y la experiencia del bautismo. Es importante esto.

Ahora muchas otras cosas pueden ser opcionales, eso es lo que quiero enfatizarles a ustedes. Hay muchas que en la Biblia, bueno quizás se hace, quizás no se hace: guardar el sábado, por ejemplo, guardar las fiestas de purificación y otros rituales de la Escritura, pero en la experiencia cristiana el bautismo no parece ser una de ellas. Se trata de algo importantísimo, algo clave. Es posible que insustituible, inescapable de la experiencia de un cristiano maduro y obediente.

Ahora, voy a entrar aquí en otro punto bien importante. A través de los años he leído diferentes cosas acerca de los judíos y sus prácticas aquí en Estados Unidos y en Israel y en otras partes del mundo. Para los judíos una de las cosas bien importantes, dondequiera que hay una comunidad judía tiene que haber, lo que se llama, un micfah. Micfah quiere decir como fluir de aguas. Para toda comunidad judía en el mundo es importante que donde hay cierto número de judíos, generalmente varones, pero dondequiera que hay cierto número de varones judíos, debe haber una micfah. Es decir, es un lugar, es como un pool, como una piscina donde los hombres generalmente, yo no sé ahora con el judaísmo reformado y todo esto, me imagino que las mujeres también, pero donde puedan ir a purificarse y a celebrar ciertos ritos de lavamiento y de baños ritualísticos.

Esto es algo que data desde el Antiguo Testamento. En algún momento se desarrolló esta idea del lavamiento ritualista del hombre, del creyente judío. Entonces, uno puede ver, todo el que haya estudiado todas estas cosas lo sabe, hay una estrecha relación entre el bautismo que Jesús practicó y los discípulos y esa práctica judía del micfah, del lavamiento ritual.

Y al leer sobre esto, se me hizo tan evidente por qué es importante entender los antepasados del bautismo, antes que Jesús. Porque lo que hicieron los cristianos fue tomar esta práctica ritual judía y transferirla, como se hizo con tantas diferentes cosas, la santa cena y otras cosas que datan del passover, la Pascua judía, y transferirla al simbolismo cristiano, y adaptarla para los propósitos y los principios espirituales del cristianismo. Pero en realidad, los cristianos no inventan el bautismo. El bautismo ya existía solo que no con las connotaciones que los cristianos le damos, en el judaísmo de los tiempos de Jesús.

Entonces, una vez que está establecida esa relación al nosotros ver cómo se practicaba y qué simbolizaba para los judíos y que fue transferida a los cristianos podemos ver todavía más claramente los significados del bautismo.

Por ejemplo, nosotros cómo sabemos qué se practicaba antes? Antes de que Jesús ni siquiera comience a predicar, Juan ya está practicando el bautismo. El Señor se somete a ese ritual. Los esenios y otras sectas judías practicaban el baño ritual y lo hacían diariamente algunos de ellos. Era una purificación ritual, un símbolo de lavamiento de pecado y de impureza.

Entonces, vemos a Juan el Bautista practicando el bautismo y vemos a Jesús sometiéndose a este ritual. Juan, cuando lo ve venir a bautizarse con él, le dice, “Yo no soy digno, tu deberías estar bautizándome a mí.” Jesús le dice, “No, no, es necesario que se cumpla la Escritura.” Y él es bautizado en agua.

Importante aquí acerca de la obediencia, hay una connotación allí que luego voy a enseñanza un poquito. Nos bautizamos en obediencia. No es como yo me sienta, si quiero o no, si me gusta o no, es una obediencia. Pero ya vemos que antes de Jesús iniciar su ministerio, ya el bautismo existía como una práctica judaica.

Cómo se veía el micfah? Ese lavamiento ritual de los judíos, qué significaba? Era primero una inmersión total. Hay mucha controversia entre los cristianos que practican el bautismo por aspersión, por inmersión, algunos bautizan a niños, agua bendita, leche en la frente o algo por el estilo. Pero vamos a ver algo interesante acerca de esto.

Recuerde, el bautismo nace de un ritual judío. Ese ritual judío, cómo se practicaba? Era una inmersión total, hasta el punto de que nadie podía tocar al iniciado, al que se iba a bautizar, porque se suponía que hubiera contacto total de todo el cuerpo. Se practicaba desnudos, hermanos y hermanas denle gracias al Señor que eso no se transfirió a la práctica cristiana. Pero eran desnudos porque se suponía que tenía que haber contacto total de la persona bautizada con el agua. Ni siquiera se le podía poner manos porque eso podía interferir con la inmersión total. Esas obsesiones judías.

Primero se le daba mucha importancia a la inmersión total y el lavamiento total del cuerpo. En segundo lugar, era un acto de purificación, de lavamiento de la persona. Tercer lugar, era interesantemente una iniciación a una nueva vida como pasa con el bautismo cristiano también. Cuando una persona se convertía al judaísmo, tenía que inmediatamente ir al micfah y bañarse ritualmente. Esto era algo importante, como nosotros también vemos en la Escritura.

Y era como una impartición de una nueva identidad. Esa persona salía del lugar ahora con una nueva identidad. Ahora era un judío, miembro de la tribu de Israel, de la familia de Israel. Ya no era un gentil. Ahora tenía una nueva identidad como ser humano, como nosotros también en un sentido, vamos a ver más adelante, experimentamos algo parecido a través del bautismo.

Era un nuevo nacimiento después de la conversión. Era una confirmación después de la conversión al judaísmo de lo que esa persona había experimentado en su vida espiritual. Al bautizarse daba expresión pública de lo que se había dado en su vida. Otra cosa, era de extremada importancia. Esto era un sinequanon, era algo absolutamente imprescindible de la experiencia de conversión para los judíos que practicaban el micfah.

No era algo opcional. Era tan serio, tan clave que, por ejemplo, la persona no podía salir por el mismo lado en que entraba. Tenía que salir por otro lado para no contaminar el agua, por si acaso. Si se purificaba aquí, entraba por acá impuro, salía por acá puro y se repetían muchas cosas. Tenía que haber testigos, una cantidad de cosas, bien serias y personas que oficialmente confirmaran, miembros del sanedrín inclusive en los orígenes. Era algo muy, muy importante. Y era un lavamiento espiritual.

Todas estas cosas las encontramos después en el cristianismo, lo cual me dice a mí que para ser fidedignos a ese espíritu que se transfirió y que se practicó en la Escrituras debe haber elementos muy similares. Y los hay en la Escritura.

El cristianismo tomó el micfah y lo aplicó a sus propios propósitos y simbolismos como con otros rituales tomados del Antiguo Testamento, como la santa cena como yo decía, que nade de la experiencia de los judíos cuando salieron en la Pascua de Egipto.

Ahora, cuáles son algunas de las connotaciones del bautismo? Ya las he dicho en manera inicial. Primeramente es un acto de obediencia. Ya vimos en Mateo 3:14, 15, cómo el Señor dijo, no es necesario que se cumpla la Escritura. Juan, no importa lo que tu pienses, tus emociones aquí no cuentan en nada, ni siquiera importa mi condición y mi posición ontológica como Hijo de Dios. Es importante que si esto se manda en la Escritura, si esto es un mandamiento y es un ritual de nuestras costumbres judaicas que yo me someta porque yo he venido a cumplir la ley. El Señor cumplió la ley, se sometió.

Y yo creo que también los cristianos en obediencia debemos bautizarnos. Hay muchas cosas que yo me pregunto acerca del bautismo y usted también quizás, pero si usted obedece a la palabra del Señor y se somete a esta tradición cristiana y a esas leyes de la palabra del Señor, usted se va a bautizar porque es algo que está asociado con sujeción a la autoridad de la Escritura.

En otro sentido, también es un símbolo de la unidad del cuerpo de Jesucristo. En el capítulo 4 de Efesios, versículo 4 y 5, vemos aquí que dice:

“…Un cuerpo y un espíritu ─ dice en el versículo 3 inclusive, ─ solícitos en guardar la unidad del espíritu en el vínculo de la paz. Un cuerpo y un espíritu, como fuiste también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación, un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos y por todos y en todos…”

Fíjese que en toda esa experiencia que unifican al pueblo de Dios, en todas estas cosas que son parte de nuestra unidad, una fe, un mismo Señor, una misma experiencia de salvación, está el bautismo. El bautismo como que te unifica con esa gran familia de la fe a través de los tiempos y en tu propio tiempo, y en tu propia comunidad. Es como una experiencia de sellamiento, así como la santa cena también. al tomar la santa cena lo hacemos en el mismo momento, con una misma mente, con una solemnidad total, eso bonds us, nos une, nos unifica en una manera poderosa. Así que es un símbolo de unidad de la vida cristiana.

También nos identifica con la muerte de Jesús. Si usted busca en Romanos, capítulo 6, versículos del 2 al 5, vemos aquí también algo parecido, de paso, ojalá que pronto podamos tener nosotros la capacidad para poner estas ─ yo no tengo el tiempo para ponerme a incluirlas en la presentación, pero estos textos es bien importante que lo vean también en la pantalla. En el capítulo 6 versículos 2 y 5 de Romanos, una de las exposiciones más largas en la Escritura del significado del bautismo, dice aquí:

“…En ninguna manera, porque los que hemos muerto al pecado cómo viviremos aún en el, o no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús hemos sido bautizados en su muerte…”

Fíjese que el Apóstol Pablo está pensando aquí, primero en no vivir en pecado. Hemos muerto al pecado. Tan cortante es la relación con el pecado de una persona genuinamente cristiana que ya está muerta al pecado. Les desenchufaron todas las conexiones con el pecado. Y nos identificamos con muerte al pecado, como Cristo muere también.

Hemos sido bautizados en la muerte de Jesús en todo sentido de la palabra “…porque somos sepultados, dice el versículo 4, juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos, por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva…”

Muerte y vida nueva. Y el bautismo es una expresión muy elocuente de esa trayectoria. El bautismo al entrar en el agua y perdernos por un instante al mundo, al sumergirnos en el agua, en ese momento en que estamos ahí, no escuchamos nada, porque estamos metidos en el agua, es como un símbolo de inmersión en la muerte del Señor. Nos desconecta simbólicamente con el pecado y con todo lo que tiene que ver con esta vida impura.

Pero también nos identifica con la resurrección de Jesús. Ahí mismo en Romanos 6:4 leímos:

“…A fin de que como Cristo resucitó de los muertos, por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva…”

Yo siempre digo, recuerdan que la santidad no es solamente para destruir, apartar de, sino también para construir y preparar para, es para bendecir, fortalecer, preparar, capacitar, no solamente para no tocar, no hacer, no dejar, no pensar. Es una cosa muy constructiva.

Morimos al pecado pero resucitamos a nueva vida. Morimos a una cantidad de cosas que nos gustan, pero nos dan también una cantidad de privilegios que la resurrección ejemplifica, poder, autoridad, victoria sobre la muerte, victoria sobre el pecado, victoria sobre el diablo y sus obras, victoria sobre la enfermedad, todo eso está ejemplificado en el bautismo, así que no es solamente malo sino cosas muy buenas también.

Amén. Me alegro que ustedes estén citados conmigo en eso. Es una vida nueva, una conducta, un comportamiento nuevo. Físicamente, entonces, vemos que al entrar, salir del agua, representa muerte, representa sepultura y levantamiento de la tumba a una nueva vida en Cristo Jesús. Todas esas cosas están simbolizadas en el bautismo. Gloria a Dios.

Lo meten al agua, me lo sacan, usted sale por allí a una vida. Que cosa más linda! Que bello símbolo de los diferentes elementos espirituales de la vida cristiana. Además de eso, no solamente es muerte física, resurrección, acto de obediencia, es también una expresión pública de lo que se ha dado dentro de nosotros en el espíritu.

De paso, en la celebración del micfah judío, no se permitía, por ejemplo, que una madre o un padre llevaran a su hijo a ser bautizado. No podía bautizarse solo, no podía hacer una ceremonia privada, tenía que haber testigos. No le parece interesante eso, uno se casa, hay testigos, uno se gradúa hay testigos, era tan importante que se suponía que hubiera testigos para confirmar, para que te afirmaras en tu decisión. Por eso es tan hermoso cuando nos bautizamos y tenemos nuestra comunidad alrededor de nosotros. Qué pasa? Cuando se hacen las cosas públicamente nos fortalecemos, le da peso, le da importancia, le da significado permanente, algo comunitario. Eso nos ayuda a seguir hacia adelante.

Es decir, un lavamiento de nuestros pecados que ya se ha dado. El agua del bautismo no le lava los pecados, aunque déjenme decirle, hay toda una interpretación sacramental, pero no quiero meterme en ese lío ahora mismo. Hay todo un sector del cristianismo que cree que el bautismo tiene un efecto real sobre el espíritu, sobre la ontología espiritual de la persona, no solamente algo simbólico, sino que confiere gracia, confiere un efecto sobre la vida de la persona y hay toda una rama, grandes ramas del cristianismo, todas las ramas griega ortodoxa, católica y aún episcopal y otros grupos creen, vamos a ver después un poquito más acerca de eso. Hay una interpretación sacramental del bautismo.

Nosotros los bautistas, muchos grupos evangélicos modernos no le vemos ese aspecto de una cosa que verdaderamente te cambia a ti en una manera radical, tu ontología, sino que lo vemos más bien como una expresión de algo que ya se ha dado dentro de ti.

El caso es que tu lo expresas públicamente. Otra cosa es que está conectado con el perdón de los pecados. En la Escritura, por ejemplo, mire un pasaje al azar, vamos a ir a Pedro, que no lo hemos usado, para que no se sienta rechazado tampoco. Pedro, capítulo 3, versículo 21, dice:

“…El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva, por eso es que mucha gente ha interpretado estas cosas como algo sacramental, algo verdaderamente que cambia tu vida y te opera en ti y te asigna salvación, ─ el bautismo que corresponde a esto ahora nos salva... ─ ahora interesantemente dice, ─ …no quitando las inmundicias de la carne sino como la aspiración de una buena consciencia hacia Dios por la resurrección de Jesucristo…”

En otras palabras, ahí hay una complejidad. Nos salva pero no es que te quita las impurezas de la carne cuando tu te metes al agua, sino que es más bien una expresión, una aspiración, algo que tu deseas, algo que tu crees y declaras simbólicamente con tu boca, y te afirmas en ello a través del bautismo.

Pero definitivamente hay varios pasajes, que no me voy a detener en los demás, que hablan del bautízate para el perdón de pecados. Y por eso es que es tan importante. Muchos creyentes, a través de los siglos, han interpretado esto como algo verdaderamente real. Nosotros quizás no vamos a llegar ese punto, pero por lo menos, óigame, tema y tiemble, por lo menos reconozca, como que aquí hay una conexión un poquito rara y mejor no me juego con eso.

Si me dice que me bautice, mira, déjame ser inteligente y me voy a bautizar por si las moscas. Así si me voy, me voy con todos los sellos en mi pasaporte y nadie me puede decir allá arriba, oops, esperáte, te falta algo aquí. Así que yo prefiero pecar de exceso que equivocarme. Usted qué le parece? Sí o no? Si usted es una persona sabia y entendida, no va a hacer lo mismo?

Ahora bien, no sabemos totalmente, no lo voy a decir, pero hay una conexión bien estrecha entre esto del perdón de pecados y el uno bautizarse. Que quede claro esto, el bautismo no salva. El ladrón en la cruz no se bautizó, sin embargo se fue directo para el Paraíso. Yo creo que hay una señal allí de que salva es la gracia.

Si alguien me dice a mí que hay que bautizarse para ser salvo, entonces no ha leído Gálatas, por ejemplo, donde la circuncisión, que era la cosa más sagrada para los judíos, Pablo dice, hey, si tu le añades a Cristo circuncisión para ser salvo, entonces estás anulando la salvación por gracia. La salvación es por gracia, me entienden?

Por eso es que es tan importante, hermanos, uno leer todos los pasajes de la Escritura, para que juntos peleen unos con los otros y uno los ve ahí que se fajen ellos porque son blancos y se entienden. Al final yo voy a ver lo que pasa.

Tenemos que mirar la Escritura en todas las dimensiones. Coger esos pasajes, juntarlos, ponerlos en el piso, sentarnos y mirarlos qué hacen ellos juntos. Entonces, definitivamente, aunque hay esas sugerencias del bautismo como algo absolutamente esencial para la salvación y el perdón del pecado, sabemos por otra parte que dice la Biblia, que la salvación es por gracia no por obras, para que nadie se gloríe. Nada que tu puedas hacer físicamente, simbólicamente, como sea, te asigna salvación, solo Cristo, confesión de pecados.

Ahora, hay una importancia esencial que tu debes también mirar las dos cosas, y pedirle al Señor, Señor, ayúdame a entender estos dos pasajes y meterlos a que convivan dentro de mi alma uno con el otro, en toda su tensión y su complejidad.

No salva pero es un fuerte símbolo de la experiencia de perdón y lavamiento de pecados. Hay una conexión muy estrecha entre ambos que seremos sabios en retener y guardar y no subestimar.

Como decía antes, el bautismo no es algo opcional. Yo no veo eso. Aunque es algo que no te salva, pero debes practicarlo, por obediencia, prudencia, respeto a la palabra, identificación con tantos otros cristianos a través de la historia y tu no eres mejor que ellos. Entonces todo eso nos empuja irremisiblemente hacia la experiencia del bautismo.

Es un requisito de la experiencia cristiana. Se debe practicar en todo lo posible. Mire Gálatas 3:26. gálatas es el libro de la gracia y de lo secundario de las obras y de los rituales, a la luz de la gracia que Cristo desató por su muerte en la cruz. Pero ahí en Gálatas inclusive, Gálatas 3:26 y 27 se nos dice:

“…Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús, porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos…”

Mire que interesante en la mente del Apóstol Pablo dice, todos los que sean bautizados en Cristo, de Cristo están revestidos. De nuevo, se prestaría a una mala interpretación. Gracias a Dios que en Gálatas, en su contexto no va a contradecirse de una manera tan obvia diciendo, bueno, tienen que bautizarse para ser revestidos en Cristo. Pero en la mente del Apóstol Pablo hay como una cosa tan estrecha que le resulta difícil ver la aparente contradicción en que nos está metiendo a nosotros.

Si han sido bautizados en Cristo, de él están revestidos. Es algo que en todo lo posible se debe practicar porque es tan clara la conexión en la Biblia.

El bautismo debe ser por inmersión. Eso es lo que yo creo. Ahora vamos a matizar eso un poquito. Ustedes vieron ya cómo el antepasado del bautismo, micfah, era inmersión y a un nivel bien delicado. Nosotros, como cristianos le añadimos otros matices. Pero yo creo que definitivamente el bautismo en todo lo posible debe ser por inmersión. Por qué? Porque dadas sus conexiones con el antiguo rito judío de baño ceremonial, en segundo lugar, todas referencias bíblicas que tenemos acerca de experiencias de bautismo, sugieren inmersión. Aún algunos dirían, bueno, la cuestión del carcelero de Filipos que se bautizó en la noche. Dónde encontraron agua? Pablo buscó una batea por allí y rengueando de todos los azotes que le dieron, bautizó al pobre hombre, allí lo metió. O quizás en el vecindario había una piscina de esas micfah y lo bautizaron allí. Yo no sé, pero no hay buscarle 5 patas al gato.

En las todas experiencias, ahí estaba el eunuco que pasaron por allí, se convirtió al Señor Jesucristo, vio un cuerpo de agua, mira ahí hay agua, por qué no bautizamos? Amén. Si tu tienes fe, hazlo. Lo bautizaron allí.

Todas las experiencias bíblicas que nosotros tenemos aquí nos sugieren el bautismo por inmersión. No hay ninguna que yo sepa, excepto esa que cuando uno quiere buscarle agarrando algo del carcelero de Filipos, puede quizás de decir algo. Pero no, normalmente son referencias por inmersión.

Y por el significado de la palabra misma, baptizo o baptisma que es el sujeto es bautismo quiere decir inmersión. Inmersión, saturación de algo. Es decir, que todo en la Biblia sugiere que fue por inmersión, no por aspersión o algún otro tipo de… y no fueron niños sino gente adulta que se bautizó.

Pero voy a matizar eso un poquito. Entonces, el bautismo yo digo, debe ser primordialmente practicado por adultos creyentes, por inmersión y no por aspersión o algún otro método.

Lo que yo quiero decir con esto es que, mire, si del todo se puede practicar el bautismo, debe practicarse de esta manera. Ahora, si hubiera alguna situación excepcional, que la puede haber, entonces nuestra fe, nuestra confianza en la gracia, nuestra confianza en el poder transformador de la fe para tomar un símbolo y darle vida cuando se practica en fe, aunque sea solamente un núcleo de lo que ese símbolo era inicialmente, nos da libertad también para jugar un poquito con el asunto.

Por ejemplo, yo hace años, uno de los momentos más lindos de mi experiencia como pastor fue, y en ese tiempo yo era más joven y loco, fui a visitar a una persona en el hospital, tenía sida y estaba ya declarado a muerte. No podía salir del hospital. Y este era un joven que se había convertido al Señor en una experiencia poderosa después de una vida de drogas, y ese hombre nos llamó diciendo “yo quiero, necesito, bautizarme antes de morirme.”

Pues, yo cogí a esta persona, la sacamos de su cama, asegurándonos de que no hubiera un médico alrededor, y la llevamos al baño y allí ayudamos a poner su cabeza hacia atrás y yo abrí la llave del lavamanos y le echamos agua por la cabeza y para mí, yo sé que ese muchacho, se fue con todo y zapatos para el cielo, contento. Y él se consideró bautizado.

Yo no tengo ninguna duda de que en ese momento eso era lo que la gracia del Señor nos permitía hacer, la libertad que tenemos en Cristo y poder de la fe. Entonces, yo no tengo problema con eso, pero yo digo que si del todo posible se puede hacer de esa manera, yo diría que la forma normativa de practicar el bautismo debe ser por inmersión, una persona adulta que cree en Jesucristo.

Ahora les voy a decir por qué también. Me doy a entender? No estoy siendo legalista ni farisaico ni nada. El bautismo, una de las cosas acerca del bautismo, como hemos visto ya, está fuertemente asociado con creer en Jesucristo como algo consciente y deliberado. Si usted va a bautizar porque ha creído en Jesús como Señor y salvador, y quiere expresar eso por medio del acto del bautismo, se presupone que usted ha creído. Y si usted ha creído quiere decir que usted ha considerado consciente, intelectualmente, los reclamos de Jesús y entonces ha dicho, sí, a esos reclamos. Sí o no? Estoy siendo muy complicado? Sino bajo un poquito el volumen.

Es decir, creer presupone un acto intelectual, un proceso intelectual de consideración y afirmación de la voluntad a lo que usted ha considerado. Eso es lo que el bautismo presupone. Cuando usted se bautiza se supone que ya ese proceso se ha dado en su mente.

Un infante, un bebé, a menos que no sea un genio, no puede pasar por ese proceso de creencia, afirmación, consideración de alternativas, y entonces una opción final a favor de. Un bebé no puede pasar por ese proceso, entonces, hay una problemática que si el bautismo es una expresión de una experiencia de creencia y afirmación, entonces como que falta algo.

Nosotros, por ejemplo, presentamos un bebe esta mañana. Nosotros creemos en eso, en consagrar, confirmar, declarar bendición, sellar, yo creo que ese acto tiene poder, hermanos, déjenme decirle, por eso lo practicamos aquí. La fe de esos padres. Porque eso es otra cosa también, que es importantísimo. El mundo sacramental cree que no es la fe del bebé la que hace el bautismo importante, sino la fe de los padres.

Ahora, eso me mete en otro lío y ni siquiera me voy a meter mucho en ese asunto. Pero mire que es importante esto, hermanos, que yo siempre le digo a los hermanos que presentan a los bebés, en un sentido no solamente están presentando a su bebé, sino que se están presentando ellos también, porque ese bebé necesita un hogar donde se ame a Cristo, donde la palabra de Dios germine y crezca y abunde, donde haya buenos ejemplos, buenas enseñanzas, cristianos que amen al Señor por encima de todas las cosas.

Entonces, no es como que venimos aquí y le echamos la carga al pastor. Encárguese de mi bebé aquí, bendígamelo y santifíquemelo y todo y uno se queda. No, el papá, la mamá, los padrinos están unidos a ese bebé en un sentido, nosotros nos comprometemos de ser de bendición a esta criatura y levantarla en el temor de Dios. Sí o no?

Entonces, a través de los siglos los cristianos que han creído en el bautismo de niños dicen, bueno, no es que el niño crea, es que la fe sustucionaria de los padres se le asigna al niño y por la fe de los padres el niño es salvado o bautizado. Eso es otra cosa compleja.

Después de eso, de hecho, la iglesia católica, viendo el problemita que tiene eso, ha creado el rito de la confirmación. Después viene la confirmación más adelante. Pero yo digo, para qué complicarse tanto la vida? Para qué añadir otro ritual más? Con uno baste. Bautícese en el tiempo de adultez y presente a los niños como nosotros hacemos, y ahí nos cubrimos por todas las partes.

Por eso es que yo quiero también que el bautismo deben ser adultos que se bautizan por inmersión. Por toda esa trayectoria histórica que tiene el bautismo.

Sin embargo, quiero aclarar que la metodología externa, perdonen el uso de palabrotas grandes, que la metodología externa del bautismo tampoco tiene un poder absoluto, como sucede con la santa cena, que solo la practicamos en forma muy simbólica y básica.

Qué quiero decir con esto? la santa cena que nosotros practicamos aquí, no es ese ágape que practicaban los primeros cristianos, una comida total, pernil, arroz con gandules, puposa, todo, no pernil quizás si era un contexto judío, pero por lo menos una carne guisada o algo. Era una comida completa donde los cristianos traían su comida y la pasaban juntos en la armonía y el amor de Cristo, compartían su comida, unidad.

Hoy en día, qué hacemos? Lo hemos reducido a una cosita chiquitita, un poquito de jugo de uva welsh. A veces yo he querido practicar un poquito con un vinito, aunque sea para alegrar, pero digo no, no, hay demasiado por allí, así mejor no darle patitas al diablo ni nada, vamos a dejarlo tranquilo.

Pero fíjese que nosotros no tenemos ningún problema con comernos un pedacito de pan wonderbread, cortadito con un poquito de jugo de uva, y lo consideramos como una realización del acto de la santa cena. Porque la fe es lo que importa en este caso. Si es un pan completo o un pedacito, no importa porque la fe lo transforma.

Yo no creo, por ejemplo, que en último caso, para mí si una persona es bautizada por aspersión y su fe le da para creer que se le cubrió todo el cuerpo, gloria a Dios, conforme a tu fe te será hecho.

Yo tampoco estoy siendo absolutamente rígido. Eso es lo que mata al cristianismo, esa rigidez, que entonces queremos atrapar a los que no creen como nosotros en una camisa de 11 varas y meterlos allí, ya como no lo hiciste como yo, entonces estás fuera de la familia. Tampoco. Así que hay que ver la complejidad, la amplitud del Evangelio.

El que lo hagamos absolutamente por inmersión, desnudos, en pantaloncillos, solo con pantalón y camisa, con lo que sea, una bata blanca, amarilla, azul clara, no importa en última instancia, lo que importa es la fe de la persona, su consagración al Señor, su convicción de que Cristo es mi Señor y salvador, y qué? Entonces se paran allí y dan testimonio público de lo que ha pasado dentro de ellos. Tampoco podemos ser rígidos al respecto.

Pero habiendo dicho todo lo demás, guardamos también esa salvedad. El bautismo estaba fuertemente asociado con la salvación como un sacramento, en la mente de los primeros cristianos. Yo creo que la razón por la cual se comenzó a practicar, personalmente esto, no soy antropólogo ni cosa que se parezca, pero yo creo que la razón por la cual se comenzó a practicar el bautismo de los niños es porque los primeros cristianos tenían esta fuerte asociación de salvación con bautismo. Tenían una mente todavía sacramental, mágica un poquito, por así decirlo, una palabra problemática.

Pero yo creo que esos primeros cristianos sacados de un mundo totalmente inmerso en un universo simbólico, donde los rituales tenían poder, la magia, la brujería, todas estas cosas donde el mundo se abría a las operaciones eternas de los hombres, las palabras, los gestos, las cosas. Esa mentalidad les resultaba más fácil ver esto que vemos aquí, esa asociación estrecha entre el bautismo y una operación directa sobre la ontología del individuo, su identidad. Entonces ellos decían, bueno, si el bautismo verdaderamente tiene que ver con la salvación y otra cosa que en ese mundo los niños morían mucho más fácilmente. Muchos niños morían. La mortalidad infantil era grandísima. Entonces, esos niños, los padres se quedaban… se murió chiquitito, bebé, se habrá salvado o no? entonces, qué pasa? Bueno, vamos a meterle agua hasta que rompa, para asegurarnos de que si se muere, por lo menos se vaya al cielo.

Entonces yo creo que por allí comenzó eso de bautizar a los niños también. Por esa estrecha asociación del bautismo con la salvación. Y entonces después siguió en el mundo sacramental católico, cuando entró el protestantismo, que rompió con una cantidad de cosas, se quedaron con ese ritual, el bautismo por aspersión y todo eso, y el bautismo de niños, y ahí entró la complejidad sin embargo para bautistas y otros grupos cristianos, y ahí se abrió la caja de Pandora, de la diversidad del mundo cristiano.

Pero originalmente yo creo que se debió a ese asunto de los niños se mueren, a veces temprano, vamos a asegurarnos que se vayan con Dios, si la salvación se adquiere a través del bautismo o es algo que verdaderamente está unido a ella, entonces vamos a bautizarlos, y después con siglos eso se afirmó tan fuertemente que resultó muy difícil para todo un segmento del cristianismo deshacerse de esa idea. Eso se lo debo ahí de ñapa. Eso no le voy a cobrar por esa enseñanza.

Hermanos, el bautismo es un importante aspecto. La conclusión de todo esto, hermanos, llévese esto para su casa. El bautismo es un importante aspecto de la experiencia cristiana. Yo diría un aspecto esencial, extraordinariamente importante. En segundo lugar, debe tomarse muy en serio y practicarse lo más pronto posible después de creer en Jesucristo como Señor y salvador, en todo lo posible, mis hermanos.

Yo sé que hay hermanos que tienen una vida compleja, tienen circunstancias difíciles en su vida, y a veces me preguntan, pastor, debo yo bautizarme? Yo le digo a esa gente, bañándome con la sangre de Jesús yo mismo, les digo, miren, si usted ha creído en Jesús, como Señor y salvador, si usted lo ama con su corazón, si usted se ha encomendado a la gracia del Señor y si usted ha dicho no vuelvo atrás, no importa qué, mire, yo lo voy a zambullir tres veces, no una, sino tres, con toda libertad de consciencia.

Es como recibir a Cristo como Señor y salvador, con todo y sus pecados, porque él lo encuentra donde usted está, yo creo a asimismo tiene que ser con el bautismo también. Ahora, no es que lo tome livianamente tampoco, entiéndame. Si usted está allí entre dos aguas, bueno, quizás me convierto, quizás no, quizás, bueno, pero si fulanita me dice que sí yo entonces voy a dejar la iglesia. No, si usted está en eso, no se meta a las aguas. Pero si usted tiene fe, usted ama al Señor, usted lo ha aceptado, usted está entregada a él, entonces encomiéndese a la gracia del Señor y pase adelante, y el Señor le irá… a veces el bautismo puede ser inclusive una fuente de poder y de convicción que lo va a ayudar a salir adelante en las demás cosas. Y yo creo que el bautismo tiene, sí, hay algo especial, hay un partimiento de gracia y de poder. Yo creo en ese aspecto sacramentalmente, sí.

Yo creo que hay algo que se da. No es puramente simbólico. Hay una gracia especial por fe que activamos cuando esas aguas nos tocan y se convierten en algo que nos penetra y nos baña y nos sella. Véalo así cuando usted se vaya a bautizar, si se va a bautizar. Es algo muy importante. Debe practicarse lo más posible.

No salva pero la Biblia sugiere que está fuertemente conectado a la madurez y a la vitalidad espiritual. Si usted no se ha bautizado y lleva tiempo en el Evangelio, yo creo que le falta algo y debe hacerlo lo más pronto posible. Debe hacer en el nombre del Señor porque está conectado a la madurez, a la vitalidad espiritual.

Finalmente, es una elocuente declaración pública de creencia y consagración espiritual. Así que, hermanos, vamos a darle gracias al Señor por lo profundo que es este acto y darle gracias a Dios porque podemos participar en él a través de Cristo Jesús.

Póngase de pie un momentito. Vamos a darle gracias al Señor por esta palabra. Vamos a recibirla en nuestros corazones, vamos a sellarla dentro de nosotros. Yo deseo ardientemente que cada día crezca el número de gente que conozca a Jesús como Señor y salvador y que también pase a través de las aguas del bautismo y diga, no vuelvo atrás, no vuelvo atrás. Amén.

Gloria al nombre del Señor. Padre, gracias, gracias por tu palabra hermosa, gracias por sus enseñanzas, gracias por esas vidas que se van a bautizar esta tarde. Gracias por hacernos partícipes de símbolos y verdades que aún los ángeles anhelarían participar de ellos como nosotros participamos de ellos. Gracias porque nos has dado un manjar que a nadie `más en la creación le toca, Señor, solo a tu familia redimida por la sangre del Cordero. Gracias por permitirnos un día entrar a las aguas bautismales y bendice a mis hermanos que están todavía en ese proceso y séllalos con este sentido de compromiso, Padre.

Gracias, te adoramos, te bendecimos. Hermanos, dile sí a esta verdad del Señor y cualquier otra cosa que tu hayas recibido allí. Queremos dar una oportunidad aunque el tiempo pasa, pero si hay alguien que no ha recibido a Jesús todavía como Señor y salvador, escúchame, si tu no has recibido a Cristo todavía, antes de tu bautizarte tienes que pasar por ese acto de obediencia. No te pongas a pensar mucho, que si esto, que si lo otro. No. la palabra dice que si confesares al Señor con tu boca, si creyeres en tu corazón que Cristo levantó de los muertos, entonces eres salvo. Tienes que pasar por ese acto de confesión y de creer en Jesús.

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Jesús te encuentra donde estas

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Estamos continuando nuestra serie Háblanos de Jesús, y en esta noche tan especial tenemos la visita, la presencia de la pastora Mercedes López Miranda, Meche como la conocemos con tanto aprecio, Meche, ¿si quieres saludar a la iglesia?

Pastora: Para mí es un gozo estar aquí, no hay nada mejor que hablar de nuestro Jesús, y podríamos estar hablando continuamente de Él. Yo soy una mujer agradecida, yo sé que Dios sacó mis pies del lodo senagozo y los puso sobre piedra, y sabemos que esa piedra es Cristo Jesús. Así que yo creo que yo no comienzo ninguna oración en ninguno de mis días que no sea con un Señor gracias, estoy agradecida profundamente por su salvación más que nada, lo demás es por añadidura, fué una ñapa que el Señor sigue dándome cada día y nos sigue dando a nosotros cada día, pero es el agradecimiento por lo que Él ha hecho, sacó a cada uno de nosotros de la oscuridad de las tinieblas y nos ha traído a esta aventura, hace poco cantábamos una canción acerca de la aventura, y así mismo es el caminar cristiano, es una aventura, nunca se pone aburrido, nunca se estanca, si uno sigue buscando de él sigue recibiendo algo nuevo cada día, si estamos en la expectativa de que vamos a recibir y vamos a él con fé.

Pastor: Amén, amén. Meche, una de las preguntas que yo le hecho, al menos en el caso de Greg fué el primero que inició, es que a mí me gusta que los pastores puedan compartir de su experiencia personal, de cómo fué que se encontraron con Jesús por primera vez, y yo quisiera que tú tuvieses la oportunidad de compartir con nosotros cómo fué ese momento, cuando el Señor llegó a tu vida, y que tú te entregastes por completo a Él.

Pastora: Bueno, yo llegué a Boston a los 24 años, este año en Junio se cumplen 30 años de venir aquí, yo vine por un año y medio, pero como muchos de ustedes me he quedado un poco más de eso y ya obviamente mis raíces están aquí, y no me muevo de aquí hasta que el Señor nos mueva de aquí, y espero que eso no pase, los amamos y queremos estar aquí mucho mucho tiempo. Pero de todas maneras a los 24 años yo dejé Puerto Rico para venir aquí a seguir estudios graduados en la universidad de Boston, y vine con ese propósito, de venir a estudiar aquí, el año anterior a venir acá yo trabajaba siete días a la semana, porque necesitaba economizar mucho dinero para poder pagar los estudios aquí, y fué un tiempo que me agotó en todos los sentidos pero espiritualmente también, porque me secó completamente, lo cual fué a lo mejor yo creo que un buen terreno para el Señor poner su semilla.

Yo nací en un hogar católico, mis padres son digamos católicos Cristo-céntricos, aman al Señor, son un hombre y una mujer íntegros, amorosos, crecí en un hogar con mucha afirmación, pero a pesar de eso mi concepto de Dios no era el concepto de la Palabra, así que cuando llegué aquí llegué al hogar de dos leones del evangelio, Juan y Elsie Vergara, el Pastor Juan fué el que fundó esta iglesia, yo llegué ahí porque conocí a Elsie desde Puerto Rico, ella fué mi profesora en la universidad, y al venir, yo decirle que venía a estudiar para acá ellos abrieron su hogar para que yo que me quedara unos meses.

Así que imagínese, de esa sequedad espiritual, de no conocer al Señor en realidad personalmente, y escuché que ellos hablaban de conocer al Señor de forma personal, y empezé a interesarme por eso, luego me presentaron a un joven (risas), ya ellos conocían a Roberto, de hecho yo llegué un viernes por la noche y ya el domingo nos conocimos, así que eso fué ahí rápido (aplausos). Así que él muy desinteresadamente me evangelizó también (risas), así que pues yo ví que Elsie y Juan tenían algo que yo no tenía, después de conocer a Roberto me dí cuenta que él tenía algo que yo no tenía, después conocí a su familia, a Marina a Nancy, y entendí que había un vacío en mi vida, y comenzé esos pasos de conocer, pero era como con cierto recelo y no totalmente convencida de que tal cosa era cierta. Y es que cuando tenemos un concepto de que Dios, que no es el correcto, el de las Escrituras, es un concepto hecho a nuestra propia imagen y semejanza, no al concepto de Dios, es muy difícil a veces deshacernos de ese concepto, para mí Dios no era un Dios amoroso, no tenía una relación personal con Jesús. Para mí Jesús era un ser inalcanzable, Dios era un ser muy impersonal, Él estaba sentado en su trono, desde su trono Él miraba hacia abajo, y yo era una hormiguita entre millones de otras hormiguitas. Sí yo tenía respeto de Dios, desde niña tuve sensibilidad espiritual, era muy sensible a las cosas espirituales, pero nunca había conocido de verdad a Dios como Él era, para mí Él era inaccesible, me miraba desde el trono así con un rostro muy serio, y no es que mi padre sea así porque mi padre es muy amoros, fué un concepto que yo tomé quizás de mi experiencia religiosa, yo recuerdo que en mi casa había una de esas Biblias que hay en las casas de muchos de ustedes, abiertas y había un Dios así mirando desde el trono con el ceño fruncido, y no había conexión, y para mí esa fué la idea de quién era este Dios que otros llamaban Padre pero yo no lo sentía como el mío que estaba cerca.

Pastor: Ahora pero, ese momento Meche, de por así decirlo que el Señor Jesús dijo, este es el momento en el que yo quiero alcanzar el corazón de Mercedes, ¿qué sucedió ese día?.

Pastora: Yo creo que eso fué algo paulatino, al ver yo que estas personas tenían algo que yo no tenía, yo empezé a indagar, a leer la Palabra, a observar. Ahora mismo a ustedes posiblemente los están observando muchos otros, yo los he estado observando a ellos con mucho cuidado a ver cómo vivían su vida, cómo hablaban, si de verdad imitaban a ese Jesús de las Escrituras, así que fué un proceso, hasta que llegó un día, yo no puedo decir así exactamente hora y fecha, pero llegó un día donde yo dije yo tengo que hacer un pacto con este Jesús de las Escrituras, yo tengo que hacer esto y entregarle todo mi corazón, todo mi ser a Dios. Así que yo diría que fué un proceso que sí llegó un momento en el que yo proferí las palabras en mi espíritu, Señor yo te acepto a ti como mi Señor y Salvador personal, y quiero vivir para ti el resto de mis días.

Pero aunque yo dije esas palabras, se tomó un tiempo que yo amaba a Dios con la mente, yo soy una persona bastante racional, y amaba a Dios con la mente, y me frustraba ver cómo mucha gente podían levantar los brazos decirle, Señor, Tú eres tan bello, yo no podía decir esas cosas, creo que hasta un año, un año y medio después yo todavía no podía proferir esas palabras con sinceridad, las decía pero las emociones no respaldaban esas palabras, y recuerdo cómo ese proceso gradual fué maravilloso de entender, ah Señor, sí estoy enamorada de ti, y tener esa relación de saber que mi Dios no era solamente el Dios de mi mente, si no que Él quería también mi corazón, obviamente mi espíritu, todo mi ser como dice la palabra que tenemos que amar a Dios con todo nuestro ser, con nuestra mente, con nuestro cuerpo, con nuestro corazón, con todo.

Así que fué un proceso gradual que se dió pero fué maravilloso, y exigió una búsqueda, o sea, yo tuve que buscar, Dios nos busca, de hecho hay un versículo en Apocalipsis, dice: "He aquí Yo estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz, Yo entraré, cenaré con él y él conmigo". Y así que finalmente un día yo abrí esa puerta, y empezé a amarlo como Él merece ser amado, y entendí lo que es alabarlo con gozo en mi corazón, lo que es permitirle entrar en todas las áreas de mi ser y permitirle que limpie todo por dentro, y me hiciera una nueva criatura, y en ese proceso, todavía estoy en él, todavía el Señor está formando la persona que Él quiere, como decimos una aventura que nunca se acaba hasta el día que morimos.

Pastor: Meche sabes, hace unos momentos atrás tú y yo estábamos hablando acerca de este tiempo en esta noche, y estuvimos hablando de distintos personajes en la Biblia con los cuáles nos podemos identificar, y algo clave de cada uno de estos personajes es de cómo Jesús llegó a la realidad de cada uno de ellos, y los encontró donde ellos estaban, haciendo lo que ellos estaban haciendo, me gustaría que pudieras hablar acerca de uno de esos personajes que entiendo que es Pedro, que tú y yo nos identificamos muy bien con ese personaje, y cómo la imagen de ese suceso que Pedro pasó en su primer encuentro con Jesús, habla a tu vida y describe en parte tu experiencia también.

Pastora: Sí, yo creo que si uno mira en la palabra todos los ejemplos de personas que han vivido para Dios, Dios los ha encontrado donde estaban, a unos Dios los encontró en su trabajo, como a Pedro, pescando, a otros los encontró en una enfermedad necesitando ser sanados, y así por el estilo, interactuaba personalmente con cada uno, entonces uno de los ejemplos que hablan más a mi espíritu y me sirve de modelo es el ejemplo de Pedro, porque es un ejemplo donde uno vé no solamente una interacción, si no que es a lo largo de un tiempo, de tres años, Jesús interaccionando con Pedro, obviamente lo encuentra pescando y así mismo le dice ven, y Pedro no estaba buscando, Jesús intencionalmente lo buscó a él, así como dice Yo toco a la puerta, Pedro dijo sí y lo siguió.

Y después uno vé cómo él aprendió con Jesús, estuvo interaccionando tres años muy seguido con Jesús muchas veces diariamente como uno de sus discípulos, como uno de sus enviados, y después uno vé cuando llega el momento crucial donde Jesús más lo necesita y él lo niega tres veces, y luego de eso una cosa que a mí me impacta mucho y es donde apunta hacia el compromiso que Dios tiene con nosotros a lo largo de toda nuestra vida, toda nuestra carrera como hijos suyos, es la vida de Pedro porque luego cuando ya el Señor ha resucitado y se aparece a sus discípulos, creo que esta es ya la última vez, se aparece a ellos en Galilea, ¿qué pasa?. Pedro lo vé desde la barca, Pedro ha vuelto otra vez a lo que es familiar, lo que nos pasa a nosotros, nos volvemos a veces un poco del Señor y vamos a hacer lo que nos es familiar y cómodo, pues Pedro estaba haciendo eso, pescando, y ahí el Señor después que le sirve desayuno a todos, todos comen desayuno con Él, que es lo que el Señor quiere tener con nosotros, un tiempo de intimidad así de compartir con Él, fíjense que el verso de Apocalipsis habla precisamente de eso, Yo le invitaré a cenar y cenará conmigo, y Yo con Él, así que es una relación estrecha lo que Dios quiere establecer con cada uno de nosotros.

Y después del desayuno a Pedro posiblemente delante de los otros no sé o en privado, yo no sé cómo habrá sido ese encuentro, porque no creo que lo dice claramente la palabra, Él le pregunta tres veces, Pedro, ¿me amas?, y Pedro le dice sí Señor, te amo, pastorea mis ovejas, y ahí se vé que Jesús se está acercando a la parte emocional de Pedro y lo está sanando, y eso es lo que Él hace con nosotros a pesar de que nosotros podamos a veces apartarnos de Él, ser desobedientes en algún momento, el Señor está ahí porque Él dice en su palabra que estará con nosotros hasta lo último de los tiempos, Él está contigo, Él está conmigo, y uno tiene que mantener esa imagen muy clara de quién es este Dios al que nosotros servimos, este Jesús al que nosotros servimos, es un Jesús personal, el que está aquí al lado nuestro, el que abre caminos para nosotros, el que nos renueva emocionalmente, espiritualmente en todo sentido, y eso es maravilloso, caminar su vida cristiana sabiendo que Él está acompañándonos en todo momento.

Pastor: Meche, te voy a tirar una pregunta aquí tipo curva, perdona que te ponga en el spot aunque ya estamos en el spot, este ejemplo que tú acabas de mencionar cuando Pedro se acercó a Él en ese momento que lo restauró de nuevo, yo me imagino muchas veces nosotros, nuestra rutina en nuestro diario vivir, tendemos a cegarnos tanto por la presión y la ansiedad de esa rutina, y algo que me llama la atención es que Jesús viene y nos encuentra donde estemos, pero que hay veces que nosotros no nos damos cuenta de que Él está ahí, mi pregunta entonces es: ¿qué tú crees que nosotros podemos hacer para poder estar alerta por falta de una mejor palabra, a esa cercanía que Jesús tiene con nosotros?.

Pastora: Bueno, es la oración, que uno tiene, antes yo pensaba, yo me crié, mi tradición era rezo, era una oración impersonal, pero yo creo que como todo en la vida hay que tener cierta disciplina y expectativa, yo creo que si leemos en la Palabra que Dios contesta la oración, hay que creer que contesta la oración, que no tiene que ver con nuestras emociones y nuestros sentimientos, antes yo pensaba que Dios no me escuchaba porque no lo siento, eso no es así, hay que ver qué es lo que la Palabra nos dice, y hay que creer lo que la Palabra nos dice y encajar nuestra creencias, nuestras experiencias a lo que la Palabra dice.

Así que es la búsqueda de todos los días, y no desesperarnos, para mí al principio fué duro, y yo me sentía hasta como una cristiana, una ciudadana de segunda clase, porque otros tenían lo que yo no tenía, y eso me desesperaba, y fué cuando recibí el bautismo del Espíritu Santo, eso me revolucionó mi vida, y tuve que buscarlo con locura, yo me paraba en toda fila que hubiera para recibir el bautismo del Espíritu Santo, el don de lenguas, ahí estaba, aunque fuera un día una detrás de la otra, yo creo que así fué que Dios obró, me puso esa hambre en mi corazón para buscarlo y lo encontré, y la revelación que recibí cuando recibí el bautismo, el don de lenguas, fué que el amor de Dios es un amor de Padre, precisamente lo que yo necesitaba escuchar.

Y la primera vez que yo recibí el don de lenguas empecé a cantar, y Dios me dió la interpretación y la interpretación que Dios me dió fué amor de Padre, amor de Padre es. Y eso revolucionó mi vida para siempre, porque empecé a creer que ese Dios me amaba a mí personalmente, que yo no era una más de muchos en todo el mundo, me amaba personalmente, y quería tener un pacto y un trato personal conmigo, Él quería intimidad conmigo, intimidad quiere decir conocer y ser conocido. Él quiere que lo conozcamos por la Palabra, por medio del Espíritu Santo, y quiere que lo dejemos que Él nos conozca. Claro Él lo sabe todo, pero una cosa es que Él lo sepa y otra cosa es que tú tengas un trato con Él personalmente, así que yo les animo a hacer eso, a buscar, a leer la Palabra, no con ansiedad, con tranquilidad, con relajamiento, esa, la imagen de la mujer sentada a los pies de Jesús escuchando, eso es lo que nosotros tenemos que ir, de escuchar, saber que Él nos habla hoy, yo antes no sabía que Él hablaba, y de hecho al principio de mi caminar cristiano me hablaba, y yo pensaba que era mi propia mente, yo no sabía que Él hablaba así, es una aventura que cada día tenemos que explorar y de desear buscarlo, no solamente que Él nos hable a través de la Palabra, nosotros tenemos que hacer nuestra parte, y decirle Señor entra, y entonces entra, y comemos de la mesa con Él.

Pastor: Meche, me gustaría que a medida que nos acercamos a concluir este, si una persona se encuentra en una etapa de su vida donde todo lo que tú estás diciendo le puede hacer sentido, pero que esa persona de alguna manera u otra se le hace difícil como recibir verdaderamente esas palabras, y entregarse al trato de Dios, pienso de nuevo en el ejemplo de Pedro, Jesús tuvo que acercarse a él y encontrarlo donde él estaba, aún después que lo había negado, y lidiar en cierto sentido tal vez con la verguenza que Pedro pudo haber estado sintiendo, y cuano digo verguenza es porque creo que es uno de los sentimientos más fuertes que nosotros como seres humanos podemos experimentar, que no nos ayuda si no que nos causa encerrarnos en nosotros mismos, y tú te estás enfocando en esta idea de este Jesús personal que nos encuentra, que por decirlo así interrumpe nuestra realidad, para abrirnos o introducirnos a una realidad totalmente nueva, ¿cómo una persona así, que no sé si algunos de los que están aquí se pueda identificar con lo que yo estoy diciendo, qué se va a necesitar para que esa persona pueda salir de ese hoyo, y poder aceptar ese trato personal que Jesús quiere tener con ella o con él?.

Pastora: Otra vez yo creo que es creer que lo que Él dice en su Palabra es real, que Él quiere ser hallado, y de ahí a partir a que hay que hacer cosas tan básicas como esto que estamos haciendo, congregarnos, cuando nosotros vemos a otros que también están en esa misma búsqueda eso nos anima, a mí me animó, al principio y todavía me anima, y no desesperarnos nunca, porque yo también tuve una época en mi vida que no sentía, no veía que estaba pasando nada, yo entendí que había capas en mi ser, en mis emociones, que me servían de estorbo para Dios, y Dios estaba tratando conmigo, y yo creo que lo que me sostuvo fué saber que la mano de Dios está sobre mí, Él tiene trato personal conmigo, y saber que eso no dependía de mis emociones, así que simplemente es seguir dando esos pasos, seguir siendo lo más obediente posible a lo que Él dice en su Palabra, y saber que algún día Él te vá a dar ese galardón, en mi caso quizás ese enamoramiento me tomó como dos años, a unos quizás es menos, a otros quizás es más, pero, otra vez, nuestra salvación no depende de eso, mientras nuestro corazón esté abierto, estemos viviendo para Él, lo otro va a alcanzar, es como tener esa confianza de que vá a suceder, y tenemos que congregarnos con otros, buscar el consejo de otros, seguir leyendo su palabra, pero otra vez con tranquilidad, con pasión pero sabiendo que Él nos vá a dar la respuesta porque Él conoce lo que estamos pasando, Jesús vino a esta tierra, dejó sus riquezas en gloria, dejó esa perfección y belleza que Él tenía para venir a donde nosotros, a tener trato personal con nosotros, así que nada de lo que nosotros estemos pasando a Él le escandaliza.

Quizá puedo terminar leyendo en Hebreos, el capítulo 4 versículos 14 al 16, dice: "Por tanto teniendo un gran sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, detengamos nuestra profesión, porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, si no uno que fué tentado en todo según nuestra semejanza pero sin pecado." Así que Él nos dice que Él conoció lo que estamos pasando, que Él sabe los estorbos que tenemos en nuestra vida, Él sabe los obstáculos que están ahí que quizá nos impiden dar pasos de forma más rápida, pero como Él lo sabe Él vá a seguir obrando en nosotros, Éll está aquí por siempre.

El versículo 16 del capítulo 4 de Hebreos dice: "Acerquemonos pues confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro." Así que ese es el Señor que nosotros servimos, el que nos dice acércate a mí, y dice confiadamente, con tenacidad, con seguridad, con total certeza de que Él vá a ser hallado, no es como nosotros que decimos a veces con unos con otros que jugamos juegos de encontrarnos o no encontrarnos, y nos hallamos a veces, Él quiere ser encontrado así que nuestra función es simplemente acercarnos, y a veces acercarnos nos toma un tiempo, pero sigamos en la misma dirección de encontrarlo porque, entonces cuando hacemos eso, cuando vamos al trono de la gracia, no al trono que yo entendía que era donde estaba Dios sino al trono de la gracia que es muy diferente, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro, eso quiere decir que no solamente ahora alcanzar pues la salvación, lo que necesitamos en el momento si no más adelante también, Él nos vá a dar gracia para el oportuno socorro cuando cualquier situación de la vida se presente, Él vá a estar ahí para darnos lo que nosotros necesitamos.

Ese es un versículo precioso sobre la accesibilidad de nuestro Dios, del deseo de Él de ser encontrado, de ser hallado, y de tener esa comunión, esa intimidad cada día de nuestras vidas.

Pastor: Amén, Meche querría que terminaras orando por la iglesia a la luz de esas palabras que acabas de decir, palabras bellas de nosotros poder acercarnos a Él y saber que Él también se vá a acercar a nosotros, y saber eso con certeza, así que ¿podrías orar con nosotros, con una oración a la iglesia?.

Pastora: Señor te damos gracias por tu presencia en este lugar Señor, Padre te damos gracias porque Tú diste tu vida un día en la cruz para que nosotros tuviéramos no solamente vida eterna si no vida en abudancia aquí mismo en la tierra Señor. Señor yo te doy gracias porque Tú el día que dejaste de vivir humanamente, el velo del templo se razgó en dos de arriba abajo, dejándonos saber que tenemos acceso a ti, gracias por eso Señor, porque antes había un velo que nos impedía entrar a Tu presencia directamente, y ahora desde que Tu Hijo vino a morir por nuestros pecados, desde ese momento nosotros tenemos acceso, podemos entrar confiadamente porque el sumo sacerdote ya ha hecho todo el trabajo que nosotros necesitamos para entrar al Altísimo. Gracias Dios por ese privilegio, gracias porque en Tu palabra dices que ya no nos vas a llamar siervos si no amigos, porque Tú has venido para compartir la revelación del Padre con nosotros, gracias por Tu obra sanadora, gracias por todo lo que Tú haces, Padre yo te pido que en esta iglesia, este lugar, siempre sea el lugar donde, no te pedimos decenas ni cientos, miles de personas, vengan al conocimiento tuyo Dios aquí en este mismo lugar, donde desde aquí empiezan su caminar contigo, y Padre yo te pido que cada uno de nosotros tenga la conciencia de que somos cada uno ejemplos para otros, que de la manera que nosotros vivimos nuestra vida vá a impactar la vida de muchos.

Yo te pido Señor que muchos vengan al conocimiento por lo que ven que cada uno de mis hermanos hacen, que cómo hacen la vida, así mismo te pido que ellos quieran imitarte a ti Señor por lo que ven en la vida de otros. Gracias Señor por esta oportunidad de hablar de Tus cosas Señor, gracias por Tu Palabra Señor, y gracias por el don maravilloso de la salvación, gracias Señor, amén.

Pastor: Gracias Señor Jesús, gracias. Bueno yo les invito, vamos a cerrar este tiempo con un himno más y afirmar ese sentido de amor y compromiso en la certeza de que Él está ahí accesible para cada una de nuestras vidas, gracias Señor.

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Todo lo que haces tiene efectos espirituales

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Hoy lo que vamos a hablar es cómo se combina el mundo espiritual con el mundo terrenal especialmente en nuestra vida, física que lo que yo hago con mi cuerpo, como yo me muevo, como yo hablo, como yo miro, tiene efectos espirituales, somos seres espirituales, y la santidad es más que algo que se debe hacer, es algo que entra en el fluir del Espíritu Santo, de nuestras vidas, que abre nuestras vidas al mover de Dios sobrenaturalmente a través de nosotros. Así que esas son las cosas que vamos a hablar.

Yo les invito a abrir en Romanos 12, Romanos capítulo 12, que dice lo siguiente: "Así que hermanos, os ruego por la misercordia de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, Santo y agradable a Dios, no os conforméis a este siglo si no que transformáos por medio de la renovación de vuestro entendimiento para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta". Dios a través de su palabra nos ruega entregar ¿qué?, ¿nuestro espíritu?, amén, pero también nuestro cuerpo físico, como si fuéramos ese chivo, ahí sobre el altar, el problema es que estamos vivos, así que podemos tratar también de escapar del altar, pero la idea es que es algo físico, decimos Señor aquí soy, soy tuyo, mi cuerpo, como Tú me has hecho, con todo lo perfecto y todo lo imperfecto, tuyo soy, y me entrego a ti.

La palabra dice que esto es nuestro culto racional, tiene sentido. ¿Qué piensas cuando piensas en la adoración y culto?. Pensamos en lo espiritual, pero Dios también piensa en lo fisiológico, en lo natural, que nosotros cuando estamos delante de Él físicamente estamos adorando con nuestro cuerpo, y lo natural y lo espiritual se conecta, y se desata un cambio en mi mente. Cuando me entrego a Dios como mi culto espiritual los paradigmas de mi mente comienzan a cambiar, yo veo el mundo diferente, y puedo discernir lo que Dios está haciendo alrededor mío, porque mi cuerpo es de Él ahora, pero comienza con una entrega física a Él. Me imagino que aquí hay muchos de ustedes que han tenido la experiencia de venir a la iglesia, y se rompió algo la primera vez que usted se acercó al frente del culto, que tú estás aquí y dices ay, ¿qué me van a hacer si paso al frente?.

Pero después dices voy, yo voy, y rompes el hielo, y vienes al frente, y mucho más la primera vez que levantas las manos, se desata algo en el Espíritu, y no digo que uno tiene que hacerlo, uno puede levantar las manos si el corazón sigue más cerrado que nunca, así que una cosa no indica automáticamente la otra, pero cuando hacemos cosas físicas hace una diferencia en el Espíritu. Conozco unos muy orgullosos que la primera vez que se arrodillaron ante Él se quebrantaron, ataduras espirituales en su vida, porque dijeron Señor soy tuyo, y lo voy a hacer no solamente con mi boca si no también con mi cuerpo, por todo lo que soy, sabemos que nuestros movimientos en la vida tienen efectos espirituales.

Mi esposa tiene un don de danza también, imagínate que es lo opuesto en el universo a lo que acaban de observar, es danza japonesa, ¿no?, todo con el kimono, muchas de ustedes vieron eso, pero cuando ella hace su danza con el kimono delante de Dios se desata la gloria de Dios en un lugar. ¡Estoy tan orgulloso de ella!. Yo cuando ella lo hace yo siento, ¡wow! siento que la gloria de Dios me está bañando con ella, y así fué con estos hombres que estaban bailando acá, y con todo. La danza, que desató algo en el Espíritu, rompió algo en el Espíritu, no es por nada que Miriam, la hermana de Moisés, después de ser liberada de esclavitud ¿qué hizo ella?, danzó, se nota muchas veces, cuando las personas son libres de ataduras en su vida, hay una libertad hermosa, danzan porque han cambiado un espiritu de pesadez por un manto de alegría, y danzan delante de Dios y son libres, con sus acciones físicas también.

La danza también puede hacer todo lo contrario, ¿no?, tal vez la danza puede ser negativo, ¿será que la danza podría desatar otra clase de Espíritu?, come on, creo que sabemos eso, en la Biblia los profetas de Baal hicieron danzas, locuras, cortándose, para despertar los espíritus de los Baales, hicieron danza para Satanás, y se desató otro espíritu alrededor de ellos, trataron, pero Dios fué más fuerte que eso, así nuestros movimientos significan mucho, pueden impactar nuestro ambiente, nuestra vida, nuestra mente, la gente alrededor, el cuerpo tiene poder, la música, imagínate que algunos pueden adorar a Dios, sin palabras. Hay algunos que sólo tocando el piano, sin cantar ni una sóla palabra tú sientes algo diferente, sientes una unción.

Algunos que tocan batería, en alguna manera que tú puedes sentir que es el Espíritu moviendo a través de él o ella, son actos físicos que tienen efectos espirituales. La música es poderosa, también hay acciones proféticas alrededor de la Biblia. Sabe que me dijo algo muy interesante, nuestro arquitecto Glenn Noss que junto al pastor diseñó el nuevo templo, él es arquitecto, él me dijo algo una vez, su trabajo es edificar edificios, que Dios una vez le dijo: "Glenn, la geografía tiene significado. La materia prima, madera, tiene significado a los ojos de Dios." Piensa en todas las partes de la Biblia que tiene diseños arquitectónicos, capítulo tras capítulo de cómo edificar el templo, el Arca de Noé, porque esos edificios tuvieron significado espiritual, y se reunieron como un portal al cielo, Moisés qué hizo para hacer sus milagros, Dios le dió, ¿qué?, una vara, a stick, ¿es una vara mágica? no, vamos hablar de eso, es una vara normal, pero él tomar eso representó Jehová es mi pastor, nada me faltará, y yo estoy representando mi pueblo también como un cetro de un rey reinando en la tierra, y cuando él extendió esta vara se desataron plagas, abrieron el mar rojo, las aguas del mar rojo, se hicieron milagros, pegó la roca y salieron aguas, algo natural, algo concreto que fué utilizado para algo espiritual.

Sabemos que es así también en el Nuevo Pacto. Nosotros la semana que viene después de este culto vamos a tener bautismos, ¿amén?, amén. ¿Cuántos han sido bautizados aquí?, varios de ustedes, varios en otro lado, algunos todavía no, lo que se hace, se sale por aquí, se baja aquí, se moja bien, se levanta saturado de agua, es algo inolvidable, I mean you get wet, te mojas de verdad, es algo muy sensual, algo físico, pero con un significado bien bien espiritual, así igual con bodas. Yo tengo el privilegio de oficiar muchas bodas, algunos saben aquí, y no hay ni una boda que yo hago en que yo no siento la presencia de Dios en una manera especial. Es un acto físico de intercambiar promesas y anillos, pero en realidad lo que están haciendo es un pacto espiritual, y siento que los ángeles mismos están mirando ahí con asombro, ¿cómo puede ser que Dios ha dado a los seres humanos el derecho de hacer pactos tan sublimes entre ellos?, y Dios mismo está ahí, siempre siento la presencia de Dios en las bodas, porque Dios está ahí. Es algo físico con un significado espiritual.

Igual con la Santa Cena que vamos a celebrar el día de hoy, estos elementos, recordamos la muerte de Jesús, la sangre, cuerpo de Jesús. La palabra dice si alguien se acerca a la mesa indebidamente, come y toma juicio para Él, porque es algo sumamente sagrado, son actos físicos que tienen significado espiritual para nosotros, ¿amén?. Los dos mundos se conectan el uno con el otro. Ahora, es muy fácil si no tenemos cuidado, cuando comenzamos a pensar en eso, de entrar en una mentalidad casi supersticiosa, ¿no?. Porque, después de los bautismos, ¿qué vamos a hacer con el agua?. Es algo sagrado, algo ungido, algo precioso, ¿así que qué vamos a hacer con el agua?. ¿Es algo espiritual ahora?, el pastor sugirió tal vez podemos embotellarlo, venderlo para el nuevo templo, ¿no? (risas), estaba traduciendo, se portó mal, entró su propio comentario así, chiste, no lo vamos a hacer.

Es que el agua no es ungida, pero el acto de hacerlo (risas) thank you. El acto de hacerlo sí es. ¿Sabe qué?, piense en eso, cuando le hicieron la pregunta a Pedro, ¿tu jefe paga impuestos o no?, Pedro dice que sí, después Jesús dice, mira Pedro sal al mar, péscate un buen pez, pescado, y saca de la boca dos monedas para tu impuesto, imagínate, ah qué lindo, que se repita este milagro, mil veces esperamos (risas). Pero así, sacó unas monedas, hechas por Dios, metidas en la boca, son monedas santas, monedas espirituales, ¿no?. Después él pagó el impuesto, no sabemos qué hizo el gobierno con este dinero, tal vez entró en circulación y todo eso, nosotros no sabemos a qué fué usado después, tal vez para pagar a Judas mismo, para que mataran a Jesús, pero no significa que es una moneda bendecida o maldecida, es una moneda utilizada para bien o para mal, pero no significa que no tiene poder, porque la manera que la uses tiene significado espiritual, pero la moneda en sí no llega a ser una moneda espiritual. ¿Se entiende lo que estoy diciendo?. Piensa en eso.

La Santa Cena que vamos a celebrar, eso es algo sumamente sagrado y sublime, se toma en serio, es algo físico, lo vamos a comer y a tomar, y así sabemos que representa el cuerpo y la sangre de Jesús, ¿qué pasa si un ujier allí entregando los elementos habrá un accidente y se cae al piso uno de los pedazos de pan?, ha cometido un pecado contra el cuerpo de Cristo?. Claro que no, no es el pan que es bendecido, no es el pan que es espiritual, es el acto de recordar a Jesús con mi fé que lo hace un acto sumamente espiritual. Pero el pan en sí no es pan bendecido o pan maldecido. ¿Me explico?. Muy importante.

Yo estoy estudiando con mi hijo libritos, cosas así, yo aprendí que hay metales que son neutrales así, pero se les puede entrar una carga eléctrica así y pueden ser imanes, y se les pega otras cosas porque son cargados, después se quita la carga o se cambia y tiene otro poder fluyendo en el metal. El metal en sí es neutral, pero puede ser cargado positivamente o negativamente, igual con la materia prima de la vida. La vida, nosotros tenemos cuerpos, hay música, hay danza, hay materia prima que se puede usar para bien o para mal, pero lo que nosotros tenemos que decidir es si yo voy a ser la materia prima que está alrededor mío para desatar la unción de Dios en el mundo alrededor mío, y vamos a hablar más de eso.

Es fácil no entender bien la santidad basado en una perspectiva media supersticiosa. Van conmigo por favor al libro de Colosenses, capítulo 2. Entró a esta iglesia una enseñanza falsa, tal vez por personas saliendo del mundo pagano, que usaban amuletos y cosas así. Y enseñaban que para ser santo como Dios manda, tú tienes que tener mucho cuidado con muchos objetos en tu vida, y así el apóstol Pablo enseña, en contra de esta enseñanza falsa. Colosenses 2, versículo 16, dice así: "Por tanto, nadie os juzgue en comida ni bebida, en cuanto a días de fiesta, luna nueva o día de reposo, todo lo cual es sombra a lo que ha de venir, pero el cuerpo es Cristo, nadie os prive de vuestro premio afectando humildad y culto a los ángeles, entrometiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchando por su propia mente carnal, y no haciéndose de la cabeza en virtud de quien todo el cuerpo nutriéndose, uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que dá Dios. Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué como si viviéseis en el mundo os sometéis a preceptos, tales como no manejes, no gustes, ni aún toques, en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres, cosas que todas se destruyen con el uso, tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría, en culto voluntario, en humildad, y en duro trato del cuerpo pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne".

Reglas, muchas reglas, muchos tabúes, supersticiones, pensando que algunos objetos son peligrosos y otros son bendecidos, y nosotros, ¿tienes algún amuleto?, ¿tienes algún good luck charm?. Parece que todo pelotero tiene su good luck charm, tiene sus ritos, sus rituales, que hace sus cosas, y pega, no sirve a Dios para nada, pero se pone super religioso en el campo para tener buena suerte, ¿no?. Y yo lo hice antes de ser cristiano, yo rezé cosas antes de querer algo, esperando buena suerte, tal vez cargando algo para buena suerte, ¿sabes qué?, hay algunos que podemos usar hasta la Biblia así, ¿no?, en la misma casa, tal vez no se lee nunca pero siempre está abierta en un estante, porque tiene que desatar la buena onda a la casa, ¿no? (risas), esto es chistoso ¿no?, no hay nada malo en dejar la Biblia abierta en tu casa, esto es lindo porque la vas a leer, si está ya abierta tal vez la lees, ¿no?, no hace daño, no hace daño.

A menos que, puede hacer daño, si lo vemos como un amuleto para buena suerte, porque reemplaza a Cristo. Tú ves esa gente, todas esas reglas, no estaban concentrados en Cristo, estaban pensando en ángeles, en lo espiritual, hasta con ayunos, pero nada de Cristo, todo espiritual, muy místico, pero nada de Cristo. Algún testimonio de un hermano muy especial para mí, que este hermano amaba a Cristo, y tenía su Biblia que siempre andaba con su Biblia puesta que se podía poner, pequeña, y siempre la ponía para buena suerte, y tal vez leerla a veces en el bus, qué se yo, y un día este hermano tuvo que ir a una cita de inmigración, muy grande, muy importante, sabemos todo lo que está involucrado en eso, lo de la ansiedad, que puede entrar, uno ayuna y todo, y después antes de ir sintió el Espíritu Santo decirle "tú puedes llevar tu Biblia o la puedes dejar en la casa, y no importa porque Yo voy contigo".

Y la persona, el hermano, el hermano decidió, ¿sabes qué?, yo amo mi Biblia, la tengo bien agarrada, pero ¿sabes qué?, mi confianza está en ti, y la voy a dejar en la casa hoy, como un gesto de fé y confianza en ti Dios, porque no quiero que nadie reemplaze a Dios. Sabe que en la Biblia sucedió esto, muchas veces. Había un momento en la historia del pueblo de Israel que estaban sufriendo una plaga en el desierto con las serpientes mordiendolos, y estaban muriendo, y Dios le dijo a Moisés: "Quiero que me hagas una serpiente de bronce", ¿han escuchado de eso?, "y quiero que levantes esa serpiente de bronce como una estatua" tipo imagen. Pero lo levantó, y todos los que miran a la serpiente de bronce se van a sanar del veneno que tiene, y así funcionó.

Imagínate, ¿qué habrán hecho con esa serpiente de bronce después de eso, tú vas a botarlo?. Tiene sentido que digan wow, es algo especial, terminaron adorando esta estatua de bronce como un ídolo, y Dios dijo ya esto ha llegado a ser una abominación, hacedlo polvo por favor. Y un rey que adoraba a Dios destruyó esta serpiente de bronce porque había llegado a ser un ídolo, y así es con las reglas que nos hacemos a veces, estamos tan concentrados en el poder espiritual de las cosas alrededor nuestro, que dejamos de ver a Cristo y terminamos siguiendo reglas que nos hacemos enfocados en las reglas, pero olvidando de Jesús.

Y la palabra dice que estas reglas no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne. No sé si alguien ha vivido eso, no tienes que levantar la mano por favor, pero te haces reglas. Voy a dejar de fumar, voy a dejar de, qué se yo, hacer cualquier cosa que tú sabes que no es lo que Dios quiere que hagas con tu cuerpo. Y tú te haces muchas reglas y eres muy estricto y te juzgas, y juzgas a los demás por las reglas y terminas más como tradujo el pastor en la mañana más podrido que nunca en tu estilo de vida. La Biblia dice que hay otra clase de santidad, hay otra santidad que no se basa en reglas, si no que se basa en una relación personal con Jesús, dice en Colosenses 3: "Habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, poned la mira en las cosas de arriba", es decir, una mentalidad sobrenatural, "no en las de la tierra, porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios, y cuando Cristo en vuestra vida se manifieste, vosotros también seréis manifestados con Él en gloria."

Tenemos que morir, el bautismo representa un entierro, ¿no?. He escuchado este dicho, después tirar una piedra y es la lápida, ya el viejo yo queda muerto ahí, hay un nuevo yo que está viviendo. No sé si tú en algún momento has conocido una persona, normalmente son personas mayores de edad que aman al Señor tanto, que tú puedes sentir que se han despegado de esta vida, y ya están ahí. Ellos están presentes contigo, aman, te sirven, oran, buscan de Dios, pero tú puedes sentir un despego, sus ojos no están aquí, están en Cristo, en lo que vá a venir. Sabe que un día se vá a abrir este velo entre el mundo natural y espiritual, se vá a abrir y Cristo vá a aparecer en gloria y nosotros también seremos transformados en un abrir y cerrar de ojos, seremos transformados, tendremos un nuevo cuerpo, un cuerpo de gloria, y ahí vendrá un nuevo cielo y una nueva tierra, tendremos nuevos cuerpos, habrá nuevos árboles, nuevo amor, habrá nuevos animales, lo único que no vamos a necesitar es el sol, porque Dios mismo vá a brillar tanto.

Están esperando este nuevo mundo tanto, que ellos viven solamente para Cristo, y tienen actitudes cristianas. En lugar de enfocarte tanto en tus reglas, enfócate en Jesús y después dice desvístete, todo lo terrenal y vístete de Cristo, con compasión, con amor, quítate amargura, maledicencia, pleitos, celos, impureza, adulterios emocionales, mentales y fisiológicos, en lugar de eso las cosas de arriba, dice al final en versículo 17 de Colosenses 3, dice: "Todo lo que hacéis sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de Él.

En lugar de pensar en todos mis tabúes voy a pensar cómo puedo hacer lo que voy a hacer en el nombre de Jesús, ¿qué significa hablar algo en el nombre de Jesús?, ¿qué significa tocar una persona en el nombre de Jesús?, ¿qué significa vestir en el nombre de Jesús?, ¿qué significa danzar en el nombre de Jesús?, ¿qué significa vivir mi vida natural en el nombre de Jesús?. Algunos me hacen preguntas cuando están en situaciones complicadas, cuando no saben si están en lo correcto, si deben hacerlo o no, y en la Biblia tal vez no hay claridad, y dicen ¿qué debo hacer?, dame una regla. Bueno, tal vez si hay algo en la Biblia le enseñamos, tú no tienes que orar si Dios quiere que estés en adulterio o no, ¿ok?, la Biblia es clara, no lo hagas, no tienes que orar, no tienes que discernir, sólo leer la palabra y ahí está, pero hay otras cosas que son más como tú sabes, la Biblia no es clarita de lo que tienes que hacer, y nos hace la pregunta, ¿qué debo hacer?, en tal situación tal vez nebulosa. Nosotros le hacemos la sugerencia, piensa en eso, ¿si Jesús fuera a volver hoy o tal vez en el momento que estás haciendo tal cosa, cómo te sientes?. Si Él entra por la puerta y tú estás en tal cosa qué le dices?, ¿cómo te sientes?, ¿si tú dices hmm well, me siento que estoy agradando a Él, aunque estoy nervioso porque no estoy seguro pero lo hago para Él, bueno, tal caso estás haciéndolo por su nombre, pero en tal caso tú dices ay me muero, bueno, no lo hagas, pero la cosa es que no estás haciéndolo por obligación, como una ley, estás haciéndolo porque quiero hacer lo que Jesús quiere, quiero vivir mi vida en el nombre de Jesús, amándolo a Él, no por una pesadez si no un gozo de usar mi cuerpo para la gloria de Dios.

Entró complicaciones en la iglesia primitiva acerca del pan, no, no el pan, la carne que había sido ofrecida a ídolos, en esa época ellos, tú no puedes ir en esa época anciana a un buen restaurante y pedirte un buen filete de no se qué y comerlo, tú tienes que ir a mercados asociados con templos paganos donde se habían matado animales en sacrificio a demonios y después tomaban la carne y la vendían en un mercado, ¿no?. Ahora, el apóstol Pablo, a él le gustaba la carne, y él enseñaba claramente bueno, no hay carne bendecida o maldecida, a mí no me importa lo que hizo el otro con esa carne, yo lo hago para servir a Dios, yo lo como y yo uso esto para la gloria de Dios, así que él dice para mí no hay problema, pero habían hermanos que habían participado en estas fiestas que estaban escandalizados por eso, y el apóstol Pablo dice mira, si tu conciencia te dice que no lo hagas, no lo hagas, y yo tampoco voy a comerlo delante de ti. En privado sí lo voy a comer porque yo no tengo que regirme por tu conciencia, pero te amo, y quiero comer por amor a Dios y a ti así que voy a abstenerme.

Pero había otros que decían, no solamente voy a comer esta carne, pero yo soy tan espiritual que yo puedo ir a la fiesta pagana donde están matando el animal y comer ahí, y no me vá a afectar, el apóstol Pablo dice bueno, ya has cruzado la línea, ya estás entrando en la locura, y él dice que es una cosa ofrecer un animal al demonio y es otra cosa comer ahí, saber que yo puedo comer lo que Dios me ha dado con gratitud y no me vá a afectar espiritualmente, ¿se entiende la diferencia?.

Es que habían hermanos que se confundían entre lo natural y lo espiritual. Habían hermanos especialmente en la ciudad de Corinto, que se creían tan y tan espiritual, a ellos se les había entrado la enseñanza falsa de los gnósticos, que decía que el mundo es tan espiritual, que todo lo natural es pasajero así que no importa lo que tú haces en lo natural porque tu espíritu está con Dios. Imagínate. Así que ellos podían estar en la iglesia, adorar en el Espíritu, hablar en lenguas, y todo eso, y después abusar de sus hermanos en el área financiera, hacer tratos sucios, porque decían bueno, eso es iglesia espiritual, pero en lo natural no importa así que yo puedo hacer lo que me dá la gana, y todo esto vá a pasar. Hay hermanos que dicen Gregory, en la iglesia soy cristiano, pero cuando estoy en el mundo tengo que hacer lo que tengo que hacer, así son las cosas, bueno, no vas a ser tan inocente, si no podemos hacer algo en el nombre de Jesús, tanto en el trabajo como en la iglesia, ¿en qué estamos?.

La santidad espiritual toca no solamente a la iglesia, si no afecta mi manera de hacer mis negocios. Yo voy a hacer negocios en el nombre de Jesús. Yo voy a glorificar los negocios para que se pueda ver que un cristiano está ahí en ese escritorio, o en esa fábrica o en ese decker, que hay algo diferente, se está haciendo en el nombre de Jesús. Es que los Corintios pensaban que podían también estar involucrados en inmoralidad sexual y no importa. Que podían hacer lo que les daba la gana con su cuerpo porque no afectaba a su espíritu. Y mira lo que el apóstol Pablo les enseña en Primera de Corintios capítulo 6: "que ustedes dicen todas las cosas me son lícitas". Parece que ya sabemos el versículo. Es que somos libres, no estamos viviendo bajo un legalismo, todas las cosas me son lícitas, pero no todas me convienen.

Después dice: "Todas las cosas me son lícitas pero no me dejaré dominar por ninguna". Más adelante dice que Dios que levantó al Señor también a nosotros nos levantará con poder: "¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo?". Tú sabes que el cuerpo que tienes sí, vá a pasar, a menos que Cristo venga ahora con nosotros vivos que es posible, pero por lo general los cuerpos se deshacen, vuelven a ser polvo, la Palabra dice que un día se vá a tocar una trompeta y vamos nosotros a ser levantados con Jesús, vamos a tener nuevos cuerpos, como Dios levantó a Jesús de la tumba y le dió un nuevo cuerpo. Y dice que si yo soy mi cuerpo físico, es miembro de Cristo, quitaré los miembros de Cristo ¿y los haré miembros de una ramera?, ¿o no sabéis que uno que se une con una ramera es un cuerpo con ella?, mire lo que dice los dos serán una sola carne, pero el que se une al Señor, un espíritu es.

"Huíd de la fornicación, cualquier otro pecado que el hombre cometa está fuera del cuerpo, o sea que el que fornica contra su propio cuerpo peca. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es el templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios y que no sois vuestros?, porque habéis sido comprados por precio, glorificad pues a Dios en vuestro cuerpo, en vuesto espíritu, los cuales son de Dios." ¿Amén?.

Es que ellos, nosotros somos miembros de Cristo, en el mundo. ¿Tú crees eso de verdad?. Si Dios está en ti, si el Espíritu está en ti, cuando tú tocas a alguien, Cristo está tocando esta persona, es algo poderoso, tú puedes, no sé si conoces personas que con un abrazo te pueden sanar, yo conozco personas así que tienen abrazos ungidos, personas que pueden tocar y la unción fluye. No es por nada que en la Biblia habla tanto de la imposición de manos, porque cuando se toca se puede transferir un espíritu, la unción, para bien o para mal, así que en esa unión tan íntima que es el sexo, que es algo bueno, algo que Dios inventó para representar el pacto entre un hombre y una mujer, puede ser torcido para transmitir espíritus que no son de Dios también.

Pero en lugar de eso nosotros podemos ver nuestro cuerpo como algo que representa a Cristo en el mundo, que cuando yo hablo van a ser las palabras de Dios que yo hablo, cuando yo toco, vá a ser el toque de Jesús que se transmite a la persona, voy a vivir como el templo del Espíritu Santo, así que este cuerpo mortal con todos sus defectos, vá a ser un templo lleno de gloria en el mundo, Moisés tenía su vara, Dios me tiene a mí. Al final I am just a stick, ¿no?, un pedazo de madera, no soy nada, pero también en la mano de Dios este cuerpo puede ser usado para hacer maravillas. Si yo sé que yo tengo un llamado para hacer grandes cosas en el mundo que el poder de Dios vá a canalizar a través de mí a los que están alrededor, ¿cómo voy a abusar de este templo y usarlo de una manera indebida?. Nunca.

No es porque estoy bajo una carga de ley, no quiero en ninguna manera comprometer el llamado que Dios tiene sobre mí, es que mi cuerpo es tan bueno, es tan especial, y Dios quiere usarlo, ¿tú crees eso? (aplausos). No, no, pero realmente, ¿do you really believe?, ¿tú crees que tu cuerpo es bello, que Dios lo hizo, que Él te ama tal como tú eres?. Sabe, nuestros jóvenes necesitan escuchar eso, porque la mayoría no cree en eso especialmente las muchachas, que Dios te hizo tal como tú eres y te ama, y tu cuerpo vale, es algo precioso, aún cuando te duele y tú dices ay Dios mío, te cambio este brazo para uno que funcione mejor.

Porque estamos en un mundo caído pero aunque está caído todavía tal vez esta vara que usaba Moisés, yo dudo que era una vara perfecta, no sabemos, ¿no?. Pero me imagino que era una vara cualquiera, a stick, ahí tirada, pero Dios la usó para hacer maravillas bellas. Con este vaso de barro que soy, yo puedo contener la gloria de Dios, un tesoro que no hay palabras para expresar el valor que yo llevo por dentro, así que nosotros vamos a vivir así, en santidad, porque yo sé que lo que yo hago con mi cuerpo desata una bendición en el mundo, y yo quiero ser usado así.

Ahora, ¿qué decimos a la persona que dice, bueno, si mi cuerpo es un templo, ya lo dañé?. Mucho spray paint, está ya dañado, ya esto no hay remedio, a veces tú tienes que tumbar una casa y comenzar de nuevo. Algunos dicen eso de su cuerpo, con lo que yo he hecho con estas manos, como no puedo levantarlas jamás a Dios, o mucho menos tocar una persona para ser usado para sanar, hay muchos que viven con ese sentido de culpa o de verguenza que Dios no quiere que tengan.

Yo conozco algunos hombres que en su vida en el pasado estaban involucrados en mucha violencia. Algunos que vienen de la guerra en su país o de este país y han hecho cosas que nosotros la mayoría no podemos ni imaginarnos haciendo, y los ha afectado, pero cuando ellos conocen a Cristo de verdad, cuando reciben el amor y la gracia de Dios que los perdona, yo he visto estos hombres, la Biblia dice que el que ha sido perdonado mucho ama mucho, y yo he visto a estos hombres llegar a ser los más llorones, los más dulces, y no sólo eso, ellos comprometidos con el amor, son apóstoles de amor. Yo he visto algunos hombres salir de una vida de violencia, ser usados para la sanidad, tocan manos, ponen manos, y se sanan cuerpos. Ellos dicen yo sé que esto no cancela lo mal que yo he hecho a personas, pero por lo menos es algo que yo puedo celebrar en la vida. Es Satanás que ha venido para matar, robar y destruir, y lo hizo a través de mí, pero ahora Jesús ha venido para que tengamos vida y vida en abundancia, y esta vida abundante vá a correr por este cuerpo.

Hay algunos que piensan que han hecho tantas cosas inmorales en su vida en el área sexual que sienten que, ¿cómo puedo ser digno, digna, y servirle en una manera pública?, para una persona que podría hacer esta pregunta yo te quiero referir a una historia en los evangelios. Jesús estaba en la casa de un fariseo, y entró ahí sin invitación una mujer de la calle, no sabemos si era prostituta o qué, pero no era alguien de buena fama, y entró allí y dijo yo sé que ustedes no me quieren aquí, pero no voy a ser negada, yo tengo que adorar a Jesús, y entró con su aceite, lo rompió, lo derramó, lloró y ungió los pies de Jesús con sus propias lágrimas y secó a las lágrimas con sus cabellos. Imagínate, ¿qué hubieras dicho tú si hubieras estado ahí?. Me imagino que nosotros hubiéramos dicho exactamente lo que dijo el fariseo, ¿cómo puede Jesús dejar que esta mujer pecaminosa, la manosee así, cómo puede ser?. No lo toques, tú eres sucia y Él es el Hijo de Dios.

Pero Jesús no dijo esto, yo puedo visualizarlo mirándola a los ojos, y diciéndole no los escuches, tú me has ungido para mi muerte, tuviste ojos proféticos, y tú estás perdonada, y el que ha sido perdonado mucho ama mucho, y adora, y adora, y adora, y adora con su cuerpo, que no es un cuerpo sucio, es un cuerpo comprado con la sangre de Cristo, un cuerpo redimido, un cuerpo limpiado, un cuerpo renovado delante de Dios. There are no damaged things in the Kingdom of God. No hay nada dañado en el Reino de Dios. Estamos delante de Él y podemos tocarlo y ser usados por Dios, y usar este cuerpo para ser canales ante el mundo.

Pero nos toca a nosotros decidir si yo voy a ofrecerme en sacrificio vivo a Cristo, si voy a ofrecer este cuerpo pecaminoso, imperfecto, a decir a Dios Señor, usa este vaso de barro, para contener tu gloria. Nosotros nos tenemos que ofrecer a Él como sacrificio y decir, ya no soy mío, soy tuyo. Así que esa es la pregunta que está delante de nosotros en este tiempo de consagración. En este tiempo de definición como el pastor predicó en el Año Nuevo que dijo defínete, vá a ser un año que León de Judá se tiene que definir, tiene que decidir, o de qué lado soy, esto o lo otro, voy a ser del lado de Jesús, voy a ofrecer mis palabras, mis manos, mis ojos, mis pies, hacer el trabajo de Dios en este mundo, porque ya morí, ya mi vida está escondida con Cristo en los cielos, y voy a vivir ahora este cuerpo mortal para su gloria en la tierra. ¿Amén?.

Y en esto todo se vuelven santo, todo se vuelve santo, ¿amén?. Yo los invito a ponerse de pie. Amén.

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El victorioso León de Judá

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Esta escultura se llama El Victorioso León de Judá ( Michael Dudash: The Victorious Lion of Judah ). Muchos años atrás me encontré con esta escultura en una tienda de arte en Orland Florida. Para ese entonces todavía no me había reintegrado a la congregación como hice en el año 1999, el pastor seguía siendo mi pastor ex-oficio como lo es para tanta gente que no viven en Boston, y mi mentor. Y ya para ese tiempo apenas la congregación había cambiado de nombre de la iglesia Bautista Central a la congregación León de Judá, y para mí esa escultura, aún después de verlo por esa primera vez, para mí eso representaba tanto del mensaje del pastor Roberto y el llamado de esta iglesia, que aún en esos entonces teníamos una idea tal vez de algo diferente que Dios iba a hacer. Y oraba de alguna manera que Dios me haría parte de esa visión.

Pero miren bien esta escultura. Tal vez han vista otras imágenes de Cristo. Tal vez un Cristo crucificado, inerte sobre una cruz, o tal vez hemos visto la imagen famosa del humilde pastor de ovejas, pastoreando un rebaño. Esta escultura, por sí Michael Dudash es muy diferente, y a propósito, el artista, el escultor de esta escultura, dice que él muy a propósito quiso representar a Jesús en control. Representar a Jesús como Rey soberano sobre toda la creación y sobre el universo. Con el cielo como declara el profeta Isaías en Isaías 66, el cielo como su trono, y como el artista representa en este detalle, la tierra como el estrado de sus pies.

Un Jesús ya gobernando entre leones con toda autoridad que le había dado el Padre. Ahora, mis hermanos, tal vez nosotros no llegamos a conocer, no estuvimos ese día, no fuimos testigos ese día en que Jesús fué crucificado, no llegamos a ver el Jesús crucificado, el humilde Nazareno o el pastor de ovejas, pero esto sí, toda la palabra está de acuerdo de esto, tanto los profetas del Antiguo Testamento, tanto los Evangelios y casi todos los mensajes de Jesús. El libro de Hechos está de acuerdo con esto, las cartas de Pablo, las cartas de Pedro, las cartas de Juan, y por cierto el libro de Apocalipsis, todos están de acuerdo con esto.

No se apure, todos compareceremos delante de este Jesús y su trono, tarde o temprano nosotros todos dice la palabra, compareceremos delante del tribunal de Cristo, y daremos cuentas por todos nuestros hechos, nuestras palabras, y nuestros pensamientos, y si hoy vemos a Jesús de lejos, ahí lo veremos, cara a cara, ahora mis hermanos, una pregunta, ¿cómo esto te hace sentir?. El hecho que un día estaremos delante de la presencia de este Jesús victorioso, y yo creo que ¿cómo nosotros respondemos, qué imagen forma esto en nuestros corazones, cuáles imágenes esto inspira?. Depende de lo que ese Cristo y ese trono representa para ti. Ahora yo les puedo decir que en estos días son muy pocos los días que yo no pienso en ese trono y en ese Jesús, pero la imagen para mí ha sido dinámica, no siempre ha representado lo mismo, y tal vez es igual para usted.

Yo no se usted, pero hubo un tiempo, en que estar delante de ese trono y dar cuenta de mi vida delante de ese Dios juez me inspiraba terror. Y yo diría esa es la primer opción, me crié en un ambiente muy legalista, y aunque me hablaban de Jesús me hablaban de este Jesús que sí está representado en la palabra en Apocalipsis, hablan de que el Señor se sienta sobre un trono blanco, huye delante de Él el cielo y la tierra, el Hades y el mar entregan sus muertos, los libros son abiertos y todos son juzgados por este Jesús. Y ahora mis hermanos yo no sé de usted, pero en mi juventud yo repartí bastantes tratados representando a Jesús preguntándonos esto: ¿por qué te debo dejar entrar al cielo?.

Y hacíamos nuestro trabajo personal en las calles de Nueva York, y de vez en cuando reflexionaba yo sobre los mismos tratados que yo repartía, sin saber que iba a responderle a Jesús, y sabe, hay una gran razón porque esta pregunta, un secreto, esta pregunta no aparece en la Biblia, aunque aparezca en estos tratados, ¿sabe por qué no aparece en la Biblia?, y esto fué un regalo de parte del Señor, la razón por la que no aparece en la Biblia es porque ya Jesús conoce la respuesta. No hay nada que nosotros le podemos decir en ese momento, ninguna obra heróia que se nos puede ocurrir, que puede convencer a Jesús que nos deje entrar al cielo. Yo nunca he sido muy fuerte con la matemática pero esto es muy fácil: ¿0 + 0 + 0 equivale a? (congregación:cero). Y mis hermanos si usted quiere diezmar un millón de dólares te bendecimos, pero eso no te vá a dejar entrar al cielo. Usted puede recitar dos millones de ave marías, tampoco eso te dará el permiso de entrar al cielo, o sea, no hay nada que podemos hacer para entrar al cielo. Y además, esa decisión no se hace allí, lo que dice el autor de Hebreos, el día de la salvación es hoy. Esa decisión se hace aquí.

Lo que al fin el Señor visitó mi vida con lo que yo espero, si esto, usted se acuesta todavía, y si usted todavía tiene esos temores le tengo buenas noticias, el cristiano ya sabe por qué entramos al cielo. Si uno le dá la vuelta a la escultura y logramos ver el espaldar de la escultura encontramos este detalle que el escultor encuyó, una cruz en el mismo espaldar de la escultura, como si dijéramos que el trono de Jesús literalmente en esta escultura está respaldado por una cruz, su cruz, sí es una estatua bella. Y lo que la palabra nos promete es que es por gracia, ¿sabe usted?, que es por gracia que somos salvos, por medio de la fé, y esto no de vosotros, pues es el don, es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se glorie.

¿Y qué me quiere decir eso?. Yo me puedo preocupar por muchas cosas todavía, me puedo preocupar si mi camisa hace juego con mis pantalones, y mi chaleco. Me puedo preocupar si mi automóvil tiene suficiente gasolina para llegar a la estación de gasolina, me puedo preocupar por el presupuesto del ministerio que manejo, me puedo preocupar por muchísimas cosas, pero ya gracias a Jesús, yo me puedo acostar tranquilo sabiendo que en el momento que llegue ese día, soy salvo. Por su gracia, por su misericordia, y ya no hay condenación para aquéllos que están en Cristo Jesús.

Pero siempre nos toca el trono. Bueno, Samuel, ya no hay más condenación, ¿entonces para qué el trono?. Bueno mis hermanos, tal vez hay otra manera de ver el trono y este día. Véalo como lo que he aprendido a llamar evaluación divina. Así como la parábola de los talentos, declara que el Señor un día nos llamará a cuentas por los talentos que le dió a sus siervos, este Jesús sí nos preguntará ¿qué hiciste Samuel, qué hiciste con lo que te dí?. Y el Señor nos ha dado tantas cosas, y me vá a llamar a cuentas por todas esas cosas que Él me confió en esta vida, porque igual como usted y todos los que estamos aquí, aún antes de nacer, el Señor tenía un propósito y un llamado con nuestras vidas.

Sabe, sigue Efesios en esa cita, "porque somos hechura suya creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas." Y en ese día el Señor me vá a dar toda su atención por un momento y me vá a preguntar, "Samuel te dí una buena iglesia, te dí una buena esposa, te dí unos buenos pastores, te permití tanta educación, te dí tantos años de vida, te dí esa salud, te dí esa familia, te dí esa madre, te dí ese padre, te dí esos hermanos que se llevan, fuiste bendecido, te dí tanto, ¿qué hiciste con eso?. ¿Cómo usaste lo que te dí para avanzar la misión que te encargué?. Porque saben qué mis hermanos, sólo las cosas que tienen valor son dignas de ser evaluadas, y le tengo muchas buenas noticias, primeramente, nadie te toma más en serio que Jesús, y esa realidad me llenó de aliento, wow. Si el Señor se preocupa por cada pensamiento y por cada palabra y cada obra, es porque me toma en serio.

Y ¿sabes qué?, no hay nada desperdiciado en su vida, el Señor nos vá a llamar a cuentas porque todo tiene importancia para Él, lo que nos gustó, lo que no nos gustó, nuestros triunfos, nuestros retos, nuestras tragedias, nuestras victorias, todas esas cosas valen. Y son parte de su plan. Y Él en ese día nos vá a evaluar.

Ahora mis hermanos, no sé cómo les hace a usted sentir, pero más y más y más yo he meditado en esto, fíjate yo he llegado al punto que yo estoy loco porque llegue ese día. Yo sinceramente vivo para eso, ¿por qué?, imagínese, si ya no hay más condenación, o sea, si el propósito de esta entrevista con Jesús no es para condenarnos, ¿qué queda?. Si no es que Él nos quiere condenar, ¿qué se trae Jesús con este diálogo?. Y yo lo veo a Él como un mentor divino en este momento. Por un momento en la historia usted tiene una audiencia con no sólo el Creador del universo, su Creador. Toda su atención será sobre ti, y esta escultura Jesús lleva en su diestra una vara, que representa la vara del pastor, y una de las cosas que creo que el Señor quiere que yo descubra en ese momento, que descubramos en esos momentos esto, la manera en que Él ha sido su mentor, nuestro mentor toda nuestra vida, apacentándonos, y revelándonos para qué fué eso.

Samuel tú te acuerdas de ese evento, ¿qué aprendiste de eso?. Bueno Señor tal y tal, bien, pero no sabes tú que Yo tenía este propósito con esto, y esta otra cosa Samuel, ¿qué tal eso?, Señor eso fué un día glorioso, pero ¿qué?, ¿qué Yo quería que sacaras de eso?. Tal cosa Samuel, tal propósito. Samuel ¿y esto?, oh Señor eso fué un fallo, dice no Samuel, eso fué una de las victorias más grandes de tu vida y tú ni siquiera te diste cuenta, si no fuera por eso hubieras sufrido 25 fallos, pero Yo estuve ahí, mi vara y mi cayado guiándote, momento tras momento, evento tras evento, memoria tras memoria, día tras día, el Señor demostrándonos, Yo estuve contigo, y quiero que aprendas porque hay más.

Entonces ¿con qué propósito?. ¿Qué quiere Dios que nosotros saquemos de esto?. El apóstol Pablo, pensando en este día, sabiendo que este día se le acercaba, escribió: "He peleado la buena batalla, y he guardado la fé, por lo demás me está guardado la corona de justicia". Ahora pensemos en esto y creo que esto es lo que más me emociona de este día y yo mi hermano, te invito a meditar en esto también, porque el apóstol Pablo dice: "Esta corona me lo guardará el Señor y no sólo a mí si no también a todos los que aman su venida". Una de mis oraciones es que todos salgamos de aquí amando su venida, ¿por qué?. Si habrán coronas pero no creo que sean las coronas que muchos de nosotros creemos. Para mí, cuando hablamos de coronas, imagínese, una corona de oro, ¿qué vale para nosotros?, una aurora de oro, un pedazo de metal en oro, a propósito, los ladrillos de las calles del cielo son hechos de oro.

Pues para nosotros tal vez el oro no es gran cosa, pero cuando la palabra declara estas cosas yo creo son frases poéticas, tratando de explicar lo inexplicable, ¿qué será tan inexplicable?. Dice la parábola de los talentos que el maestro muy contento con su siervo lo miró, sonrió y le dijo: "Bien hecho, hiciste bien". Ahora hermanos, imagínese tú y Dios a solas, viviendo todas las aventuras de su vida, y al final te dice, ¿sabes qué?, ¿sabes qué Omar, sabes qué María, Roberto, sabes qué Samuel?, no fué una misión fácil, no fué una misión cualquiera, por eso te envié, por eso te lo asigné a ti, Yo sabía que era difícil, por eso te equipé para ese día, por eso envié mi Espíritu Santo para asegurarme que iba a terminar bien, no todo fué perfecto pero ¿sabes qué?, me siento orgulloso de ti, bien hecho.

Hermanos, yo no sé de usted pero un cumplido de los labios de Jesús sí vale algo. Vale tanto, que yo me imagino que eso es irresistible, y cuando la palabra declara que los veinticuatro ancianos se postran delante de Jesús y arrojan sus coronas delante de Jesús, yo me imagino que son las mismas coronas, no me imagino nadie lo suficientemente egoísta o soberbio para poder poderse su corona y decir, sí, gracias Jesús, así fué. Si no, yo creo que nuestro instinto será arrojar esa corona inmediatamente y decir Jesús fuiste Tú, la obra es Tuya, nunca lo pude haber hecho sin ti.

Oremos hermanos: Mi hermano, este día llega, y todo en nuestro corazón, en verdad, tu corazón, tu alma anhela este día, aunque usted no se dé cuenta, pero somos creados para ese día, ese es el propósito, ahí terminamos, y mi primera oración es para aquéllos que todavía miran este día con temor y terror porque hay cuentas que arreglar todavía, mi primera oración es por ti. Si usted está oyendo esto por el internet o si está aquí en la congregación esta noche, y este momento todavía te llena de terror, porque todavía no has descubierto el poder de la cruz, espero que usted reciba ese regalo de la salvación en esta noche, y que comienze a anhelar ese día, y por lo demás, ven Señor Jesús, recibe la gloria y la honra, y guárdanos hasta el día en que te lo demos en persona, en el nombre de Jesús, amén.

Hermanos yo quisiera, quisiera invitarlos a ponerse de pie en esta hora, y seguir la línea de oración que el pastor Samuel hizo. Gran parte del propósito de lo que nosotros estamos haciendo en estas noches es, de nosotros poder recibir precisamente ese mensaje, que nosotros podamos renovar nuestro sentido de compromiso, nuestro sentido de amor con el Señor. De nuevo estos mensajes no son para condenar a nadie, al contrario es para dejarle saber que nosotros somos aceptos delante del Señor. Hay un Señor que te ama, hay un Jesús que te ama, y hay un Jesús que anhela estar en comunión contigo, hay un Jesús que anhela decirte bien hecho, en lo poco has sido fiel, en lo mucho te pondré.

Algo bien interesante que el pastor Samuel no mencionó pero que él lo dijo ahurita en una conversación que tuve con él, esa parte de lo que acabo de decir, cuando llegue ese momento las cosas no van a terminar, cuando lleguemos al cielo cada uno de nosotros vá a tener una tarea que hacer. No es que vamos a estar volando así por las calles de oro disfrutando de la presencia del Señor, no, algo vamos a hacer allá, el Señor dice si en lo poco has sido fiel, aquí en esta tierra, en este mundo, en el presente, si aquí tú has sido fiel, en lo mucho te vamos a poner, ¿qué será eso?, yo no sé, eso solo Él lo sabe, pero por ahora aquí en el presente estamos siendo fieles con lo que Él nos ha llamado a hacer.

Como decía el pastor Samuel, estás siendo fiel con tu esposo, con tu esposa, con tus hijo, con tu hija, tu hermano, tu hermana, el ministerio que tienes en tu mano, el trabajo que tienes, las habilidades, los talentos que Dios te ha dado, la salud que Dios te ha dado, la vitalidad que Dios te ha dado, las palabras que le puedes decir a alguien, los recursos que Dios te ha provisto, ¿los estás usando para ti nada más o los estás poniendo al servicio de otros?, ¿qué estás haciendo?. Así es como nosotros mostramos nuestro amor por el Señor, todo lo que nosotros tenemos, que disfrutamos es una demostración del amor de Dios.

¿Cómo nosotros demostramos ese amor tanto a Él, como lo demostramos a los que están a nuestro alrededor?. Así que ahí donde estás vamos a hacer esta última oración, y dile ahí al Señor, Señor, yo quiero serte fiel con lo que tú has puesto en mis manos, quiero serte fiel Señor con esos dones que tú has puesto en mi vida, en este momento en el cual Tú me permites vivir Jesús, quiero demostrar mi amor por ti al poder ser fiel en mostrar mi amor por aquéllos que están a mi alrededor, desde mi núcleo más íntimo de mi familia hasta los hermanos de la iglesia, y aún aquéllos que están fuera de ese cuerpo Señor, en el trabajo, en la escuela, en la universidad, en el vecindario, donde sea que estemos Señor, ayúdanos a mostrar ese amor, ayúdanos a hacer una buena representación de quién eres, de lo que Tú anhelas, de los deseos de Tu corazón, que nosotros podamos mostrar esos deseos también, a esas personas significativas a nuestro alrededor.

Padre y como iglesia, ayúdanos Señor Jesús a serte fiel en lo que Tú nos has llamado ahora. Ayúdanos a serte fiel con lo que Tú has puesto en nuestras manos ahora, con los recursos que tenemos, los ministerios que tenemos y los que tendremos después, ayúdanos a serte fiel Señor, cosa de que cuando llegue ese momento donde estaremos ante Tu presencia mirándote cara a cara, podamos levantar nuestra cabeza Señor, y poder decir Jesús, aquí está, lo que Tú me distes, lo he duplicado, lo he multiplicado en la forma que pude, aquí está lo traigo ante ti, mi corona Señor la traigo ante ti, pues esto es todo para ti Señor no es para mí, no es para la gloria de ningún hombre, ninguna mujer, es para ti Señor. Esta iglesia Señor la rendimos a tus pies, la corona de esta iglesia la rendimos a tus pies Jesús, no es para la gloria de ninguna persona, es para Tu gloria, todo lo que hacemos, desde los pastores, líderes del ministerio y aún todas las personas que componen esta congregación, nuestras coronas las arrojamos delante de ti, pues Tú eres el único digno de gloria y de honra Señor.

Gracias por el privilegio de servirte en este tiempo Señor, y que siempre podamos continuar trayendo gloria y honra a Tu nombre Señor, traemos ante ti nuestras coronas Señor, te damos a ti nuestra obediencia, así demostramos nuestro amor por ti, gracias Señor, gracias.

Vamos a cerrar este servicio diciendo precisamente esas palabras.

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No podemos ser indiferentes

19 de marzo del 2012 - Por Myriam Díaz

En la tarde de ayer me encontré con el libro de Abdías. Corto pero impactante.
La visión de Abdías se trata de la condenación que vendría sobre Edom, por no ver ayudado a los Israelitas cuando fueron atacados por naciones enemigas, sino que se quedaron apartados, indiferentes y sin hacer nada por ellos. Los edomitas inclusive le robaron a los Israelitas después que el enemigo los había derrotado.

“En el día que te mantuviste aparte,
En el día que extranjeros llevaron su ejército cautivo,
cuando extraños entraron por su puerta y sobre Jerusalén
echaron suerte, tú eras como uno de ellos.” Abdías 1:11

Lo que me impactó de esta hermosa reflección es que la separación e indiferencia de Edom ("te mantuviste aparte") fue grandemente rechazada por Dios (tú eras como uno de ellos). O sea al Edom no hacer nada y mantenerse aparte, neutral, espectador, y no defender a Israel durante sus batallas, estaba en contra de Israel de acuerdo al versículo 11.

Como yo sé que la Palabra de Dios es viva y eficaz y el pan nuestro de cada día, inmediatamente le pregunté al Señor si había alguna área en mi vida en la que yo estuviera actuando indiferente o con soberbia, como actuaron los edomitas con Israel. El en su santa misericordia me confronta con algo que había estado pasando en mi vida.

Yo había estado separada de algunas personas, pero ahora el Señor me dice que es tiempo de ayudar a esas personas. No importa que estemos alejados de alguien, si esa persona está en necesidad debemos de socorrerles. El ayudar a nuestro prójimo es necesario y exigido por Dios (ama a tu prójimo como a ti mismo)

Como un relámpago me llegó a mi mente:

El que no está conmigo, está contra mí; y el que conmigo no recoge, desparrama.
Mateo 12:30 Reina-Valera 1995 (RVR1995)

Revelador. Algo viejo toma un sabor diferente en mi paladar espiritual. O sea me doy cuenta que no puedo tomar una posición indiferente cuando hay personas siendo afectadas, atacadas por el enemigo, robadas de sus bendiciones, abusadas, necesitadas en diferentes maneras. No puedo estar indiferente cuando alguien murmura acerca de otro a mi lado, no puedo permanecer como si nada estuviese pasando. Lo sabía y lo había archivado, lo había dejado de aplicar. Tenemos que intervenir, no podemos ser pasivos e indiferentes.

Había escuchado en lo secular: "el que calla otorga". Hoy entiendo que en los ojos de Dios el que calla es participe con los que hablan, es culpable de igual manera. Me doy cuenta que no puedo actuar como que nada pasa cuando algo si pasa. A Dios no le agrada.

“La soberbia de tu corazón te ha engañado,
a ti, que moras en las hendiduras de las peñas,
en tu altísima morada, que dices en tu corazón:
“¿Quién me derribará a tierra?” Abdías 1:3

Orgullo muy escondido detrás de la pasividad.

Perdóname Señor. Reconozco que el haberme mantenido aparte de mis hermanos y de mi familia cuando me necesitaban es como participar con aquellos que los abusan, desprecian, roban...

Querida hermana la necesidad de tu hermana (o), de la cual ha estado separada, es una oportunidad para la reconciliación, amor y misericordia.

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La clave de la santidad es obedencia

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Vamos a la palabra del Señor, hermanos, en el Libro de Josué, Capítulo 7. Yo quiero continuar con este tema que hemos ido desarrollando. Hemos estado en este año de definición hablando acerca de la postura de nuestra iglesia en diferentes elementos de la vida cristiana. Y nos hemos detenido en este tema de la santidad, lo que creemos como una santidad abarcadora, balanceada, una santidad que no solamente mira el aspecto obviamente moral, sino también mira los aspecto sutiles del carácter, la formación, la expresión del amor de Cristo, la sinceridad, la tolerancia, la paciencia, además más de esa santidad en el aspecto moral, aunque todo es moral en última instancia, y ético.

Mi punto ha sido que tenemos que salirnos de la simplificación del tema de la santidad y verlo en toda su totalidad. Pero, es bueno muchas veces uno ir a eventos específicos en la Biblia que nos ilustran cómo este tema de la santidad nos ilustran en lo teológico. Porque muchas veces la Biblia usa eventos, relatos, narrativas, anécdotas para ilustrar principios teológicos muy profundos. Y a veces las historias y las anécdotas y los relatos son más memorables, son más gráficos, nos enseñan muchas cosas y se hace más interesante ver cosas que yo he expuesto a través de estas semanas. Usted las puede ver en acción en un momento en la vida de Israel.

Y también nos ayudan evidentemente a nosotros a fortalecernos. Yo lo que quiero a través de esta serie y esta insistencia sobre este tema, es apuntalar en una congregación como la nuestra, tan diversa, donde tenemos gente altamente educada, muy penetrados en la cultura moderna, trabajamos en las escuelas, trabajamos en las agencias financieras y las agencias sin fines pecuniarios, fines de lucro, trabajamos en las universidades, somos amas de casa, somos trabajadores en las fábricas, estamos muy metidos en el mundo y como Israel, estamos rodeados de una cultura que es hostil a los valores del Evangelio.

Y el Señor, en medio de esa cultura, a la misma vez que nos llama a involucrarnos en esa cultura, a ser sales de la tierra, luz del mundo, a afectar esa cultura, y a tener contacto con los inconversos porque es la manera de nosotros traerlos al Evangelio y de ser ejemplo para ellos. Pero también nos llama a ser un pueblo apartado, un pueblo diferente, un pueblo de valores diferentes, un pueblo de comportamiento diferente, en todas las dimensiones de la vida y se hace difícil, es una batalla fuerte.

Y yo sé que a veces estos pasajes y estas predicaciones pueden ser chocantes para algunos, pero es la palabra del Señor y no podemos rehuir de anunciar todo el consejo de Dios. Amén. Y eso es lo que estamos haciendo. Durante el año tocamos una cantidad de temas diferentes y eso es lo bueno de nuestra congregación y lo bueno de cualquier congregación que es una congregación balanceada, es que como una buena mamá sirve diferentes comidas, pero todas nutritivas a sus hijos. No hay monotonía que es lo que queremos evitar.

Y ahora yo quiero hablar acerca precisamente de cómo este tema de la santidad, de la obediencia, de regirnos por lo que el Señor dice, y de lo delicado que es la obediencia y la santidad y la adherencia a los mandamientos del Señor, vamos a ver por qué es tan importante eso y cómo algunas de las cosas que ya yo he predicado se hacen gráficamente visibles en este pasaje. No lo voy a leer todo porque es un pasaje bastante largo, son 26 largos versículos, pero voy a relatar parte de ellos y entonces parte lo voy a leer.

Recuerde que el tema es eso de la obediencia, el tema cuando Dios te dice no hagas algo, no lo hagas. Cuando Dios te dice, haz algo, hazlo, aunque a veces parezca contra racional, a veces tu razón te va a decir, por qué si eso es tan bueno, tan lindo, tan hermoso, por qué tengo yo que dejar de hacerlo, por qué no puedo yo disfrutar de esto que es tan agradable y no me parece que hay nada de malo. Bueno habrá muchas cosas que no podremos entender. Habrá cosas que nosotros querremos hacer y todo nuestro ser nos impulsará en cierta dirección. En esos casos lo único que nosotros podemos hacer es obedecer. Porque la santidad muchas veces no es asunto de lo que a ti te gusta hacer, lo que tu quieres hacer, porque muchas veces tu carne, tu mente, tus apetitos, tus valores racionales te van a dirigir en cierta dirección. Pero la clave de la santidad es que es obediencia, es obedecer cuando Dios te dice, no hagas eso, no lo haces, aunque todo tu ser te grite, hazlo, aunque tu razón te diga por qué no hacerlo, aunque tus valores éticos, que adquiriste en el mundo, te diga, hey, eso no tiene nada de malo, pero tu te ciñes a lo que Dios ha dicho en obediencia.

Muchas veces tu vas a estar yendo en contra de tu carne. Muchas veces yo le he dicho a personas, y estoy entrando ya en el material en una manera indirecta, hay cosas que yo predico en contra de ellas, o declaro que no son de Dios, no porque yo quiero, lo hago a regañadientes, lo hago en obediencia al Señor, porque es la palabra de Dios. Y yo sé que en el uno mantenerse dentro de la palabra del Señor, hay protección, hay resguardo.

Vamos a ver lo que pasa en un evento en la vida del pueblo de Israel, cuando ya están entrando en la tierra prometida. 40 años han pasado en el desierto dando vueltas y esperando su destino para el cual el Señor los sacó de Egipto. Y ahora entran a la tierra prometida, están comenzando a vivir su vida como nación fidedigna. Han ganado una gran batalla.

Quién sabe cuál fue la primera batalla que peleó Israel en la tierra de Canaán? Alguien sabe? Jericó. Los muros de Jericó cuando fueron derribados, esa fue la primera gran nación que Israel confrontó, ya después que Dios los llama a entrar a la tierra prometida. Es una gran victoria, tremenda victoria donde Dios mostró su poder, donde Dios hizo algo imposible para los hombres, los israelitas nunca habría podido derribar esos muros, ni penetrar en una ciudad que estaba cerrada, bien cerrada, como dice la palabra. Un ejército mucho más fuerte que los israelitas, porque aquí está la cosa: toda la victoria que Israel iba a alcanzar en la tierra prometida, quitarle a esas naciones poderosas sus tierras, porque Dios se las había entregado, ellos por sí mismos no lo podían hacer. Tenía que ser por medio de una intervención de Dios.

Pero Dios tenía sus reglamentos. Cuando Dios quiere obrar en una vida, recuerden lo que yo dije el domingo pasado? Que la santidad es el pre requisito para el poder de Dios en nuestras vidas, para las bendiciones de Dios en nuestra vida, para Dios poder usarnos en nuestros ministerios. La santidad es el canal, es el conducto a través del cual corre la bendición, el poder, la gracia, las intenciones de Dios.

Entonces, lo que pasa aquí es lo siguiente, Dios les ha dicho a los judíos, a los israelitas, ustedes van a poseer esta tierra, yo se las he entregado. Y cuando los israelitas obedecen al Señor y dan esas 6 vueltas alrededor de la ciudad, haciendo algo totalmente loco, contraproducente en un sentido, contra intuitivo y al séptimo día, como Dios les dijo, den 7 vueltas y al final griten a todo pulmón y los muros se van a derribar. Cuando obedecieron al Señor, qué pasó? Los muros se derribaron. Tuvieron una gran victoria, pero miren lo que había pasado. Dios les dijo, cuando ustedes entren, primero van a destruir a todo, hasta los bueyes, las ovejas.

A mí hasta me da algo de decir que Dios hizo eso. Muchos historiadores y críticos de la Biblia, aún gente que se considera cristianos, no pudiendo tragarse el hecho de que Dios dijera, destrúyanlo todo, hombres, mujeres, niños, vacas, todo, dicen, eso tiene que ser una historia inventada, eso fue el pueblo judío proyectando sus propios valores étnicos, sus etnocentrismo, pero Dios no haría tal cosa. Bueno, la Biblia dice que así fue y yo lo creo.

Gracias a Dios por la misericordia y la gracia de Cristo, que ahora la gente no tiene que pasar por eso. Pero por ejemplo, el infierno es una de las cosas, para no irme de lado, para muchos de nosotros el infierno es algo que yo, la verdad, es que es difícil uno integrar eso a la idea de un Dios misericordioso, amoroso, pero hay maneras de hacerlo y yo no encuentro contradicción, pero mucha gente no puede ni siquiera creer eso tampoco y rechazan el infierno porque un Dios amoroso no podría.

Entonces, por eso es que digo, hermanos, que la santidad, la obediencia al Señor es algo de pura fe, creerle a Dios lo que él dice y regirse por lo que él dice, porque muchas veces nuestra razón, nuestros valores éticos, morales, no podrá darle explicación a las cosas. Pero yo he encontrado que Dios siempre hace sentido, Dios siempre es justo, Dios siempre es bueno, Dios siempre es misericordioso.

Y él les había dicho a los judíos, si ustedes no destruyen esa nación, esa naciones los van a corromper, como sucedió exactamente. Ellos se emparentaron con esas naciones, establecieron amistad con ellas y terminaron perdiendo su bendición. Han sido rebeldes.

Entonces, aquí Dios les dijo, cuando ustedes entren a Jericó, van a destruirlo todo, inclusive si hay oro, si hay plata, si hay propiedades, todo tienen que quemarlo. El oro y la plata me lo consagran a mí, pero nadie se puede quedar con los despojos de la guerra. En otras guerras podrán hacerlo, en otras batallas, pero en esta todo tiene que ser consagrado, las cosas valiiosas para mí, para mi templo y nadie se puede quedar con nada de eso, y destruir todo lo demás.

Pero qué pasó? Que cuando entraron a Jericó un hombre llamado Acán, vio una ciertas cosas. Mientras estaba la guerra, entró a una casa y vio allí un lingote de oro, una cantidad bastante grande de plata también, vio un manto precioso, muy lujoso y dice que su corazón se llenó de avaricia y se sintió sobrecogido por lo hermoso y lo valioso de ese manto babilónico. Me imagino que se preguntó, caramba, que desperdicio. Qué daño hace uno quedarse con algo así? Qué triste. Por qué hay que destruir etas cosas?

Cuántas veces usted ha visto algo, un vestido, hermana, en una tienda y los ojos se le van detrás del vestido, y usted no deja de pensar en el vestido. O cualquier otra cosa, un carro, varones, usted pasa por ahí hacia el trabajo y pasa por ese dealer de lo que sea, un Toyota de último modelo, o lo que sea, o un BMW, y los ojos se le van detrás de ese carro. Usted está pensando en él, y hace cualquier cosa, se mete una deuda increíble porque tiene que resolver ese asunto que está en su corazón. Así le pasó al pobre Acán. Vio esta propiedad, dice aquí que más adelante cuando él confiesa lo que le sucedió, él dice:

“…Acán respondió, verdaderamente yo he pecado, pues vi entre los despojos un manto babilónico muy bueno, 200 ciclos de plata y un lingote de oro de peso de 50 ciclos, lo cual codicié…”

Eso es Josué 7:21, “… lo cual codicié…”
En otras palabras, los ojos se le llenaron y fue demasiado grande el apetito y la pasión que él sintió por estas cosas y no pudo resistirlo. Dice: “… y tomé…”

Ahora, muchas veces esa es la cosa, hermanos, póngale ahí el nombre que sea. Hoy en día quizás no va a ser un manto babilónico o 50 ciclos de plata, o un lingote de oro, pueden ser otras cosas en tu vida. Hay tantas cosas que nos llenan los ojos, tantas cosas que verdaderamente nos tiraríamos al abismo si tuviéramos la ocasión.

Cuál es ese lingote de oro en tu vida o en la mía? Cuál es aquella cosa que yo me da tanto placer o aún hay cosas en mi carácter, en mi forma de ser, una relación que yo tengo a quien amo, adoro a esa persona. Y sin embargo, yo sé que no es de provecho a mi vida, me está haciendo daño, me está sorbiendo la espiritualidad. Sin embargo, yo he visto gente tirarse al abismo literalmente, sabiendo lo que están haciendo, porque no tuvieron la fortaleza para voltear la cara y decir no, por allí yo no voy. Y entonces persisten en esa relación o puede ser una casa, o puede ser un trabajo, o puede ser lo que sea. Tu sabes que eso no es de Dios para ti, esa práctica no es de Dios para ti, sin embargo porque tu sistema nervioso recibe tanto placer de ello, tu decides cultivar eso aunque tu entendimiento te dice claramente, eso no es de Dios, no es para ti.

Entonces el pobre Acán, la intensidad de su codicia fue tan grande que él no pudo resistir. Dios le había dicho a todos, no lo hagan, eso es anatema. Anatema tiene una connotación también de consagración. Fíjese que interesante, pero era consagración también para destrucción. Pero en este caso también había ese elemento de que eso era maldito, pero era reservado para Dios, solamente a través de Dios era bendecido y usado, solamente para propósitos divinos. Pero en cualquier otra manera era maldición.

Y entonces, Acán toma esta propiedad y la esconde. Nadie se percató de ello. Yo creo que ni su propia esposa, ni su familia sabía que él había cometido esta infracción. Dios le dijo, no lo hagan, mire cómo el Señor lo puso, dice en el versículo 6:

“…Pero vosotros guardaos del anatema, ni toquéis ni toméis alguna cosa del anatema no sea que hagáis anatema al campamento de Israel y lo turbéis, más toda la plata y el oro, los utensilios de bronce y de hierra, sean consagrados a Jehová y entren en el tesoro de Jehová…”

Acán estaba desobedeciendo y estaba robándole a Dios. Dios dijo, esto es para mí, para mi templo, para mis propósitos, mis utensilios, no lo usen para propósitos personales. No lo toquen, porque dice, para que no hagáis anatema el campamento de Israel y lo turbéis.

Qué pasa? Una de las cosas por las cuales yo creo que es importante este tema, hermanos, y por qué yo escogí esta pasaje. Porque ilustra muchos principios. Uno de ellos es el pecado no solamente te afecta a ti, sino que afecta a tu comunidad, afecta a tu familia, afecta la tierra misma. Y eso para mí, es una de las cosas más reveladoras. Yo creo que por eso muchos evangélicos no conjugamos bien la cultura en que vivimos y los asuntos políticos, económicos, sociales, porque no entendemos estos principios más profundos de la vida cristiana, principios de guerra espiritual, principios de cómo el diablo usa el pecado para destruir una cultura por dentro, cómo la desobediencia en los líderes, la desobediencia de los padres en el hogar, la desobediencia de los líderes espirituales en las iglesia puede hacer daño que toda una comunidad, cómo la desobediencia de los miembros de una congregación pueden contaminar una congregación y subvertir los propósitos santos que Dios tiene para esa congregación.

Acán era un mero ciudadano y sin embargo su pecado en desobediencia a una advertencia solemne que Dios había hecho, contaminó y cortó la bendición de todo el pueblo. Y para mí esa es una de las cosas bien importantes, hermanos, nuestros pecados pueden muchas veces afectar la tierra misma, físicamente.

Una de las cosas que yo veo acerca del Antiguo Testamento que hace tan claro esto, que la tierra misma, los terrones de tierra, por así decirlo bien gráficamente, son afectados, son penetrados por el pecado.

Y entonces nosotros tenemos que entender esto para saber que tenemos que comportarnos en una manera, porque mi pecado no solamente me afecta a mí. Por eso mucha gente, bueno, y qué hay de malo, deja esta gente vivir. Live and let live. Vive y deja vivir. Por qué estar hablando de este tipo de comportamiento o aquel comportamiento? Qué daño hacen? El mundo es algo radioactivo, lo espiritual afecta lo físico, lo material, lo social y me afecta a mí, afecta a mi familia.

Una persona dice, bueno, mi comportamiento yo lo hago en mi casa. No. Hay vínculos invisibles en el mundo espiritual que vinculan esa casa con la otra casa, la otra casa, la calle, el vecindario, la ciudad, la región, la nación. Y entonces por eso es que uno tiene que conjugar esos fenómenos en una manera muy diferente. El pecado puede afectar toda una nación.

Por qué nuestros jóvenes están corrompiéndose? Por qué a pesar billones de dólares que se le tiran al crimen en Estados Unidos y a la violencia juvenil, nuestros jóvenes viven matándose más que nunca en nuestras ciudades, incluyendo Boston? Por qué a pesar de que hoy sabemos más de sociología, antropología, psicología, consejería, educación, tenemos escuelas que son un ejemplo de lo que es la alta tecnología, nuestros jóvenes hoy todos les regalan hasta ipads, y desk tops en las escuelas, y sin embargo no están aprendiendo?

Están votos mental y emocionalmente, nuestras niñas están siendo embarazadas prematuramente. Nuestros varones no tienen sensibilidad. Es terrible lo que está pasando en los varones en esta nación. Es un escándalo, una crisis, los blancos y los negros y los hispanos, los varones es una tierra silvestre, no saben tratar una muchacha. Cuando lleguen a casarse van a ser un desastre, la mayoría si Dios no mete su mano. No están estudiando, no saben tener una conversación. Todo es internet y juegos electrónicos. Están embrutecidos. No todos, porque sabemos que muchas excepciones.

Por qué en este ambiente? Qué es lo que está pasando? Nuestras niñas un desastre también. No están yendo a la universidad, no se están graduando de la escuela superior siquiera. Las familias se viven desmoronando más y más. Qué porcentaje de los hombres afroamericanos están en la cárcel hoy en día? Escandaloso. Qué porcentaje de los hogares en nuestras comunidades son hogares de la mamá solamente con dos, tres, cuatro niños? Qué está pasando en nuestras comunidades?

Y yo podría decir tantas otras cosas que están sucediendo. Por qué no podemos ganar la guerra como Israel no pudo ganar la guerra contra el próximo contrincante? Yo creo que por la misma razón, porque la lucha que tiene la humanidad no es contra el crimen, no es contra la pobreza, no es contra ni siquiera la injusticia al nivel sociológico financiero económico, es, dice la Biblia, contra principados, potestades demoníacas. La mafia verdadera que controla el crimen y la droga, y las terribles tragedias sociales de nuestra nación, está debajo, son los poderes demoníacos, diabólicos, dice el Apóstol Pablo, no lo digo yo, lo dice el Apóstol Pablo.

Esa es la mafia que se goza en destruir vidas, esa vida que vemos siempre en la Albany street con Massachusetts Avenue, destruidas. Eso es el diablo que está detrás de eso. Y mire que yo no estoy viendo al diablo en todas partes, como dicen algunos. No, pero yo sé que debajo de todas esas cosas hay una industria del mal que se goza en matar, robar y destruir.

Y ese enemigo no se puede vencer con armas humanas. Y mientras más se corrompe nuestra nación, mientras más se corrompen nuestros sistemas gubernamentales, menos poder tendrán contra esos enemigos. Podrá venir quién quiera, con las mejores intenciones del mundo, con los mejores programas, con el mejor intelecto del mundo, pero si no expresa un sano temor de Dios, y si llenan nuestra cultura con toda la porquería que se está llenando nuestra sociedad aquí en Estados Unidos y en otros países del mundo, hermanos, esta nación va cada vez más y más para abajo. Va a ser destruida completamente y la crisis viene, peor que la que hemos tenido recientemente financieramente, porque el pecado destruye una nación.

Yo sé que hay muchos tipos de pecado, yo he ensayado todos esos temas mucho en mi mente, hermanos, pero déjenme decirle lo que pasó aquí. Israel vence a esta gran ciudad, Jericó, y entonces la próxima batalla en su conquista de la tierra, es una pequeñita ciudad que se llama Hai. De paso, muy apropiado la palabra Hai, porque le dieron una pela bien grande a Israel en Hai.

Josué como buen general le dice a sus soldados, “Vayan y reconozcan, investiguen la ciudad, espíen para ver el tamaño, cuán grande es el ejército, etc.”, y los espías regresan y le dicen, “Mira, Josué, no te mates mucho, no envíes todo el ejército, es una partida de gatos asustados, unos pocos nada más. Manda dos mil hombres, nos lo vamos a comer rápidamente, esto es para un segundo nada más. Es una ciudad pequeñita y débil.”

Entonces, Josué no sabe, nadie sabe lo que ha pasado en el mundo espiritual que Acán tomó de ese anatema, en la ciudad de Jericó, y lo escondió. Aquí está la cosa, que nadie sabe, nadie se dio cuenta, el único que sabe es este hombre, Acán, y eso está escondido en la tierra, como muchas veces el pecado en nuestras vidas está escondido. Nadie lo ve. Pero alguien lo ve y siempre hay un ojo que ve. Uno es el de Dios y otro es el del diablo, sinceramente por así decirlo.

Por eso es que yo me cuido, hermanos, es que si no es el de Dios, es el del diablo, por eso hay que tener cuidado y hay que ser obediente a regañadientes, hay que hacer lo que Dios dice. Porque en este caso ese terrible pecado está escondido, está enterrado, pero miren lo que pasa. Cuando estos israelitas van a pelear con Hai, salen derrotados vergonzosamente. Salen corriendo todos. Esta partida de gente pequeñita destruye y vence a los israelitas.

Y cuando regresan derrotados, huyendo de esta pequeñísima ciudad, cuando Josué ve lo que pasa, se queja delante de Dios. Él no sabe lo que está pasando, entonces se llena de pánica, dice, “Si vamos a perder contra una pequeña ciudad, qué será con las otras ciudades que tenemos que pelear contra ellos todavía para conquistar la tierra prometida.” Dios nos mintió. Dios no nos dijo esto. Y entonces miren el versículo 6 cómo reacciona Josué ante la noticia de que han sido derrotados:

“…Entonces Josué rompió sus vestidos, se postró en tierra sobre su rostro delante del arca de Jehová, él y los ancianos de Israel y echaron polvo sobre sus cabezas y Josué dijo, “Ah, Señor Jehová, por qué hiciste pasar a este pueblo al Jordán para entregarnos en las manos de los amorreos, para que nos destruyan. Ojalá nos hubiéramos quedado al otro lado del Jordán. Ay, Señor, qué diré, etc....”

Se queja de Dios. Él no sabe lo que ha pasado. Cuántos de nosotros, hermanos, nos hemos quejado de Dios por alguna derrotas en nuestras vidas. Yo no estoy diciendo que todo lo que pasa en la vida humana, sufrimiento, enfermedades, dificultades, es por pecado, entiéndame, pero hay ocasiones en que sí. El pecado corta la bendición. Eso es lo terrible y eso es lo que asusta, que el pecado, la desobediencia, corta el fluir de la bendición de Dios.

Dios quiere bendecir, Dios le ha dicho a los israelitas, esta tierra es suya, es de ustedes. Yo se la he entregado, nadie los podrá derrotar. Sus enemigos saldrán por un camino a atacarlos y huirán por 7, porque yo les doy a la victoria a ustedes, yo estoy con ustedes. Amén. Esa es la intención de Dios. Dios nos ha declarado bendición sobre nuestras vidas, hermanos.

Tu te mueves bajo la nube de bendición de Dios. Ahora, nuestro pecado, nuestra desobediencia puede cortar aún los propósitos benévolos de Dios. Eso es uno de los misterios, como en este caso.

Entonces, Josué se queja y le imputa a Dios falta de fidelidad, inexactitud en sus promesas, mentirle a ellos y hasta lo acusa de por qué nos sacaste si esta es la manera en que nosotros vamos a estar, entonces, siendo derrotados. Hay que tener cuidado muchas veces, tenemos que pedirle al Señor, danos entendimiento, ayúdanos.

Por eso el salmista David dice, “examíname, oh Dios, y conoce mi corazón, pruébame y conoce mis pensamientos, y ve si hay en mí camino de perversidad y guíame por el camino eterno.” Porque muchas veces nosotros mismos no somos capaces de indagar nuestro propio corazón. El corazón humano es tan engañoso y nos podemos engañar y hay juegos psicológicos que podemos usar con nosotros mismos y entonces le echamos la culpa a fulanito, a la iglesia, al pastor que nos aconsejó mal, a mi papá que no me amó, a la sociedad que me deformó, en vez de mirar hacia adentro y decir, Señor, habrá algo en mí que está cortando la bendición en mi vida?

Hay que examinarse. El Apóstol Pablo dice también, “si nos examináramos a nosotros mismos, no seríamos juzgados…”

Yo creo que uno tiene como cristiano que desarrollar una lucidez para examinarse a la luz del Espíritu Santo, no con paranoia, no con neurosis, no con una compulsividad de culpable, sino en una manera sana. Cada día uno tiene que examinarse a sí mismo a la luz de la palabra, y pedirle al Señor entendimiento para saber, Señor, en qué áreas debo yo ordenar mi vida y cómo puedo yo trabar lucha contra esta situación, aquella que amenaza con destruirme y entablar una lucha para enderezar el camino, porque tiene que ser así todos los días de nuestra vida.

Y lo bueno es que el Espíritu Santo está dispuesto a ayudarte en ese proceso. Y no tienes que avergonzarte de venir ante el Señor y confesar tu falta, porque Dios dice, lo único que yo quiero es que tu me confieses tu falta, reconozcas tu necesidad y te alinees y yo estaré contigo dondequiera que tu vayas.

No hay que estar sufriendo ni agonizando. Es algo maravilloso que nos limpia y nos vuelve a meter en la dirección que Dios quiere. Pero no le podemos imputar a Dios culpas que él no tiene. Muchas veces es nuestra propia necesidad, nuestra propia falta la que está cortando la bendición de Dios.

Entonces, cuando Josué se queja de esa manera Dios le dice, hey, el problema no soy yo, hay pecado en la tierra. Miren lo que dice el versículo 11:

“…Por qué te postras así sobre tu rostro? Israel ha pecado y aún han quebrantado mi pacto que yo les mandé y también han tomado del anatema y hasta han hurtado, han mentido y aún lo han guardado entre sus enseres…”

Que interesante, ahora mismo me doy cuenta que no dice un hombre ha pecado, dice Israel ha pecado. Eso es terrible, hermanos. Alguien ha dicho que ningún hombre es una isla, somos todos parte de un continente. El mundo está entrelazado, los físicos saben eso, los científicos entienden que todo es una red de relaciones. Y un hombre y su comportamiento, un mujer, un padre de familia, un ciudadano, un presidente, un jefe de gobierno estatal, puede contaminar a todo su país, su estado, su región, su ciudad, su familia.

Aquí Dios dice, Israel ha pecado. Podría parecer una injusticia pero es que, de nuevo, Dios es un Dios sistémico. Nosotros aislamos las cosas y yo soy yo, yo hago esto, no, desgraciadamente hay una relación. Todos somos parte, físicamente estamos entrelazados, espiritualmente, moralmente, éticamente, socialmente, hay una relación. Y por eso es que tenemos que tener cuidado en nosotros mismos y de los demás también.

Entonces, Dios le dice, han pecado, dice, “… y por esto los hijos de Israel no podrán hacer frente a sus enemigos, sino que delante de sus enemigos volverán la espalda por cuanto han venido ellos también a ser anatema, ni estaré más con vosotros sino destruyeres el anatema en medio de vosotros…”

Miren, cuál es la cura. “…Levántate, santifica al pueblo y di, santificaos para mañana, porque Jehová el Dios de Israel, dice así, anatema hay en medio de ti, Israel. No podrás frente a tus enemigos…”

Recuerden lo que decíamos el domingo pasado? La santidad es el pre requisito para el poder de Dios, la bendición de Dios, el servicio a Dios, la revelación de Dios que necesita venir a nuestras vidas. Todas esas cosas, recuerdan que antes de eso yo les expliqué el salmo 32 hace unos cuantos domingos atrás. Dice, “… cuando confesé mi pecado y entonces vino la bendición y Dios le dijo, te haré entender y te enseñaré el camino por donde debes andar…”

Cuando las cosas están bien con Dios nos enderezamos, nos alineamos, confesamos nuestros pecados, reconocemos, Dios entonces, él no tiene problema, él se alinea contigo, pero tiene que haber un reconocimiento, mientras está escondido el pecado no puede haber ese trato. Ese es el problema de esta sociedad, que esta sociedad quiere llamar el pecado normativo, algo normal y no quieren confesar su pecado. Y se aíran y se molestan con aquellos – yo no me siento mejor que nadie cuando yo digo, eso es pecado, al contrario, eso me hinca a mí.

Este sermón me hinca a mí primero que lo estoy predicando. Lo que estoy diciendo simplemente esto es lo que dice la palabra del Señor. tu no puedes llamarlo blanco negro y lo negro blanco, si Dios lo define como blanco es blanco, si es negro es negro. Si es bueno es bueno, si es malo es malo.

Dios lo define y tu te alineas con lo que Dios dice. Lo que molesta a Dios es cuando el hombre quiere imponer sus principios que le parecen más altos que los de Dios y quiere entonces disimular su pecado. Contra eso Dios tiene problema. Pero no lo tiene contra la persona que dice, Señor, yo he pecado delante de ti, ten misericordia de mí, como el fariseo de la parábola.

Esa es la clave y eso es lo que Dios quería. Mire, hay pecado, vamos a esclarecerlo. Y entonces Dios dice, vamos a buscar. Yo creo que todo esto es una lección objetiva, cómo uno tiene que hacer. Él dice, llama a todas las tribus primeramente, le dice a Josué, llama a todas las tribus de Israel, una gran asamblea y entonces Dios los fue iluminando. De las 12 tribus quedó una tribu Judá, ahí está, y dice:

“…Y después de la tribu se acerquen por las familias de esa tribu y la familia que Jehová tomare se acercará por sus casas, es decir, su familia extendidas, y la casa que Jehová tomare se acercará por los varones y el que fuere sorprendido en el anatema será quemado, él y todo lo que tiene, porque cuanto ha quebrantado el pacto de Jehová y ha cometido maldad en Israel...”

Gracias a Dios por Cristo Jesús y su sangre que nos perdona y por la gracia que Cristo soltó sobre la humanidad. Gracias por su misericordia, por su amor, por su bondad. Hoy no hay que quemar a nadie gracias al Señor, hay otros medios que Dios usa. Pero todavía las consecuencias están allí. El pecado todavía ofende a Dios. Dios es tan santo como lo eran en ese siglo, las consecuencias son tan terribles, debilitantes y Dios se ofende. Lo que pasa es como que hemos disimulado todo eso. Hoy Dios no se traga a la gente viva, la tierra no se abre y se come a la gente viva, y como que nos hemos relajado, pero yo creo que Dios en este tiempo de la historia, hermanos, quiere hacer grandes cosas en este tiempo.

Por eso yo les digo, Dios quiere hacer grandes cosas entre nosotros también. Dios quiere bendecir esta congregación. Dios quiere usar esta congregación. Dios quiere usar nuestra vida, Dios tiene propósitos como los tenía con Israel. Dios quiere darnos victoria sobre nuestros enemigos. Dios quiere darnos la tierra y por eso yo he sentido esta urgencia de decir, hey, santifiquémonos delante del Señor. Este es un año de definición. Tenemos que definir muchas cosas.

Ayer, cuando yo veía esa gran bendición entre los hermanos que estaban aquí en ese retiro, ese encuentro espiritual, yo podía ver lo que esta iglesia puede llegar a ser un día si pagamos el precio. Podemos impactar la ciudad de una manera extraordinaria pero hay precio que pagar. Yo creo que el problema con la iglesia en este tiempo, una iglesia impotente como está la iglesia en Estados Unidos y en Europa y en muchos países del mundo, y también en otros países, no se crea, el Evangelio está corriendo en muchas partes del mundo, pero yo creo que también hay muchas cosas que tienen que ser arregladas también. Por eso es que hay países donde la iglesia está creciendo muchísimo pero la sociedad se está corrompiendo cada día más. Hay una iglesia en cada esquina, e iglesias muy espirituales, déjenme decirle, pero la droga está creciendo, los secuestros están creciendo, la corrupción sigue creciendo.

Yo digo, entonces, cómo es posible? Cómo la iglesia puede estar creciendo tanto y la corrupción, no están afectando la cultura, no están afectando el gobierno, no están afectando las finanzas, no están afectando el intelecto. Qué pasa? Hay un corte, hay cosas que tenemos que arreglar, tenemos que ir bien a fondo en lo que Dios pide, porque yo creo que Dios es el mismo ayer, hoy y por los siglos. Él quiere hacer proezas. Él quiere hacer milagros, señales, prodigios, transformaciones pero hay que pagar el precio. Eso es lo que me duele a mí, que hay que pagar el precio. Hay que alinearse con lo que Dios quiere hacer.

Entonces, esta gente finalmente Dios hizo un zoom y enfocó al pobre Acán. Me da pena este hombre, francamente, a mí me entristece que este hombre tuviera que morir apedreado. Yo le hubiera dicho, mira, 6 meses en la cárcel para que aprenda. Si fuera yo, eso es lo que yo hubiera hecho, si acaso, francamente, pero Dios tiene otras maneras de hacer las cosas. Dios toma en serio el pecado porque es así la cosa. El pecado corrompe, se expande.

Después yo voy a hablar un poquito más si ustedes me dan permiso, y ya después ya iremos a otros temas un poquito más livianos, pero mientras tanto yo creo que Dios quiere que ahora que estemos en hot seat, en el asiento caliente por un rato, para que aprendamos, yo soy el primero.

Y entonces Dios, cuando toma a Acán, escucha su confesión y entonces la sentencia es desarrollada y este hombre es destruido completamente, su familia, que triste. De nuevo, son misterios, hermanos, no me pregunte por qué, pero el versículo 24 dice:

“…Entonces Josué y todo Israel con él tomaron a Acán, hijo se Cera, el dinero, el manto, el lingote de oro, sus hijos, sus hijas, sus bueyes, sus asnos, sus ovejas, su tienda y todo cuanto tenía y lo llevaron todo al valle de Acor y fueron todos apedreados…”

Todo comenzó con un momento de codicia y una incapacidad para resistirla, y un pensar que eso no iba a hacerle daño a nadie. Dios ve y Dios inculpa de pecado. Sabe lo que pasó? Cuando se resolvió el problema, cuando hubo claridad, cuando la falta fue saldada, se cerró otra vez la promesa de Dios. La grieta por donde se escapaba el poder se selló otra vez. Y cuando fueron a otra vez a la guerra contra Hai, dijeron okay, vamos ahora a probar. Ahora que todo está resuelto, vamos a ver qué pasa. Una victoria total, sencilla, elegante porque ahora tenían la gracia del Señor con ellos. Estaban claros en sus cuentas.

Hermanos, si nosotros aprendiéramos esa lección. Y yo creo que si esta nación aprendiera. Yo he estado batallando en estos días acerca de eso. Tenemos que también, esta nación le esperan serias cosas si no arregla su moralidad y de nuevo, yo entiendo, usted sabe que yo soy el primero que ya yo estoy harto de la corrupción de las corporaciones y la explotación de la gente pobre y de la clase media, todas estas cosas.

Yo entiendo, pero hay francamente yo creo que también hay muchas cosas en este gobierno, así lo digo, esta semana escuché la meditación de un sacerdote católico que me conmovió, hablando acerca del problema que hay ahora mismo con este problema que están obligando a la iglesia católica a proveer – una iglesia que son millones de norteamericanos en esta nación, millones y millones, una iglesia que provee servicios sociales a millones de personas en todo Estados Unidos. Las agencias de servicio social católico son de las más poderosas y más generosas, y de mayor calidad en toda la nación.

Y nuestro gobierno ahora está queriendo obligar, violando su promesa que le hicieron a los obispos católicos hace ya varios años atrás de que no iban a obligar a las agencias católicas a proveerle contraceptivos porque yo no estoy de acuerdo con la postura católica en ese sentido, pero para estos hermanos católicos es una ofensa terrible este aspecto. Y le prometieron y el gobierno no tiene que hacerlo, pero ellos tienen ahora, que si quieren estar con estas agencias, tienen que proveer en sus seguros también cobertura para contraceptivos para los que quieran usarlos. Y entonces esta gente, su consciencia está muy atribulada con eso, es una violación de una promesa.

Ellos dicen por qué de tantas cosas, por qué no nos dan una exención. Pero no, el gobierno está empecinado en que tienen también ellos. Aquí hicieron lo mismo, aquí las agencias de mayor ayuda para adopción de niños eran las agencias católicas. Y el gobierno de Massachusetts obligó a las agencias católicas a proveer para adopción niños a parejas homosexuales, lo cual era terriblemente ofensivo, como lo es para nosotros también. Y el gobierno dijo, lo sentimos mucho, si ustedes quieren mantenerse en el negocio legalmente, tienen que proveer.

Y cerraron todas las… cuántos niños quedaron sin adopción porque los católicos dijeron no, no lo vamos a hacer, que nos cierren nuestra agencia. Ellos dijeron, no nos den ayuda financiera, pero no solamente no le dan ayuda financiera sino que tienen que hacerlo legalmente si quieren permanecer abiertos.

Para mí, al escuchar a este sacerdote hablar con integridad, mi corazón fue conmovido, hermanos, porque los evangélicos aquí en los Estados Unidos no hay muchas veces esa claridad. Yo sé que la iglesia católica tiene veinte mil cosas con las cuales no estamos de acuerdo, pero yo digo por qué este gobierno está tan empecinado en ofender la sensibilidad de los cristianos de esa manera.

Ahora lo están haciendo con los católicos, un día lo harán con nosotros en otras maneras también. Y, hermanos, yo digo, no, hay que hablar la verdad. Yo sé que algunos hermanos se ofenden con lo que yo digo, pero yo soy el líder espiritual de esta iglesia y tengo el derecho de anunciar mi consciencia. Ustedes entonces tómenla como ustedes quieran.

Y tenemos que dar la voz, tenemos que comenzar con nosotros. Yo, tu, esta iglesia, enderecemos nuestros caminos nosotros, examinémonos a nosotros mismos primero. Solo por la gracia de Dios yo puedo permanecer delante de ustedes y menos delante de Dios. Yo entiendo que no soy mejor que nadie, ni usted tampoco. Así que nosotros somos los primeros, la iglesia de Cristo es la primera que tiene que organizar sus asuntos, pero también tenemos derecho a anunciar la palabra de Dios y mantenernos firmes en los principios, los valores del Reino de Dios.

No importa quién se ofenda. Podríamos nosotros tener mucha gente más aquí en nuestra iglesia si nosotros fuéramos un poquito más discretos en lo que decimos, cómo anunciamos el Evangelio. Pero no lo voy a hacer, yo estoy claro que nuestra iglesia, si va a crecer, si va a afectar el mundo, tiene que ser en forma legítima, la carrera tiene que correrse legítimamente, no acortando caminos, no acallando el Evangelio, hay que anunciar la verdad claramente, en amor, misericordia, paciencia, tolerancia, gracia, reconocimiento de nuestra propia falta primeramente y nuestra necesidad de Dios, y la gracia de Dios y tiene que haber aquí siempre espacio para el pecador, y para la gente que está en proceso, siempre lo habrá, ustedes me han escuchado tanto anunciar eso. Pero también tiene que haber claridad, porque tenemos un Dios claro, un Dios que no es cuestión de que se vea o no se vea, él ve los secretos, él ve en lo profundo del corazón. Eso es lo que nos asusta muchas veces.

Y Dios nos dice, hijos, yo quiero bendecirlos, yo quiero entrarlos en su tierra prometida, yo quiero darles victoria, yo quiero hacer de ustedes una nación ejemplar, que provoque la admiración de los que los observen a ustedes caminar y bendecirse y progresar, y sus hijos ser jóvenes funcionales y ejemplares, pero primero guíense por mis caminos, obedezcan.

Lo que yo llamo anatema es anatema. Lo que yo llamo bendecido, es bendecido. Mire, todo lo que yo les doy, gocen de todo, como le dijo a Adán y Eva, todo es de ustedes, solamente no me toquen eso que está allí, es una señal. Pero pueden gozar. Como yo he dicho siempre, la santidad nos permite gozar de la vida como nadie más, nos aclara el paladar y todos los sentidos porque estamos en paz con nuestro Dios y podemos disfrutar de las cosas más pequeñas del mundo y sacarle provecho y gozo, porque estamos puros delante de Dios y limpios delante del Señor.

Pero tenemos que ceñirnos por lo que Dios manda. Así que, pueblo de Dios, yo espero que esto te bendiga, no te golpee, no te azote, sino que te estimule. Yo quiero estar allí sentado contigo diciendo, vamos a caminar juntos este camino, porque este es un tiempo de definición para esta congregación, para tu vida, para la iglesia de Jesucristo, es tiempo de definirnos y de decir, Señor, me voy a amarrar a esta palabra, y con tu ayuda yo voy a cumplirla, difícil pero yo la quiero cumplir y quiero hacer tu voluntad y quiero fluir en armonía con tus valores. Esa es la santidad.

En todas las áreas vamos a decirle al Señor, amén, Señor, yo creo lo que tu dices. Ponte de pie un momento, haz pacto con tu Dios, haz pacto conmigo. Yo hago pacto contigo, iglesia de Cristo, vamos a ceñirnos a la palabra del Señor. Vamos a ser un pueblo ejemplar, vamos a meternos hondo, vamos a pagar el precio, vamos a sufrir por el Evangelio para después gozarnos con el Evangelio también.

Vamos a consagrarnos al Señor. Vamos a entregar nuestras vidas a él para que Dios pueda usarnos y bendecirnos como él quiere bendecirnos. Afirma tu corazón ahora mismo y di, Señor, contigo yo iré, yo me mantendré ceñido a tu palabra, yo no voy a falsear tu palabra, no voy a jugar con tus mandamientos, yo quiero ser agradable a ti. Queremos ser agradables a ti. Perdónanos, Señor, sana nuestra tierra, sáname a mí primero, límpiame, lávame más y más de mi maldad, porque yo reconozco mis rebeliones y mi pecado está siempre delante de mí. Crea en mi, oh Dios, un corazón limpio y renueva un espíritu recto dentro de mí.

Hay que decirle así al Señor una y otra vez y otra vez mientras luchamos con nuestra carne, mientras luchamos con la codicia que sintió Acán. Señor, ayúdame y fortaléceme. Quiero ser como tu, quiero ser como tu.

Quiero hacer un llamado antes de terminar, si podemos bajar un poquito la música un momentito, porque quiero dar una oportunidad si alguien en esta mañana ha sido tocado por el Señor, no ha entregado su vida todavía a Jesucristo, quiere hacerle en este momento, quiere enderezar su camino en esa dirección y decirle al Señor, Señor, yo sé que necesito a Jesús porque él es el único que me puede salvar del destino de Acán.

Si yo peco yo tengo que buscar un abogado que me defienda. Acán no tuvo a nadie que lo defendiera, pero Cristo te puede defender, cuando fallas él está listo para bendecirte. Así que yo quiero invitarte en esta mañana si tu no has recibido a Jesús todavía, como Señor y salvador, hay una oportunidad que abrimos ahora. Y yo quiero invitarte a hacer tu paz con Dios a través de Jesús. Esa es la manera en que él ha establecido.

Si quieres paz conmigo, mi Hijo, tienes que a través por él. Si hay alguien que quiera dar ese paso de fe, yo lo invito a pasar aquí. Amén.

Dios te bendiga, hermano. Mucho gusto. Bienvenido. Bienvenido. Si alguien más quiere pasar acá. Queremos orar por ti en esta mañana, presentarte al Señor. yo pido que algunos hermanos y hermanas pasen por acá y apoyen estos hermanos que yo sé que se requiere valor para uno dar un paso de fe.

Si quieres pasar aquí adelante. Si tu quieres recibir a Jesús como tu Señor y salvador en esta mañana, no lo has hecho antes, pero sabes que ahí está la respuesta a tu vida, yo quiero orar por ti hoy, orar contigo más bien, y entregarte a las manos del Señor.

La batalla es fuerte, mis hermanos, pero con Cristo la victoria es segura. No hay derrota posible si Cristo está a tu lado. Y queremos bendecirte en esta mañana. Alguien más que quiera entrar su vida al Señor? si no lo has hecho todavía, no has puesto tu vida en paz con el Señor a través de Jesús, hay un momento precioso que no queremos desperdiciar. Habrá alguien más?

Si Dios está hablando en tu vida, hey, inicia el camino, es duro el camino ciertamente, pero también no hay nada como ese camino. Es precioso, sublime, bello y queremos más compañeros en ese camino. Si hay alguien más, un momento más simplemente para poner nuestra vida recta delante del Señor.

Extienda su mano hacia estos hermanos y bendígalos y hermano, ahí en tu corazón y en tu mente, di conmigo, Señor Jesús, yo te confieso como mi Dios, mi salvador. Yo sé que tu eres el Hijo de Dios, y que moriste en una cruz por mi salvación. Y hoy te recibo como mi salvador, me arrepiento de mis pecados y me entrego a ti y me consagro a ti, y caminaré contigo.

Toma mi vida en tus manos y toma control de mi vida porque yo te entrego mi ser. Señor, salvador, Jesús, Hijo de Dios, confiésalo y el Señor dice, yo entraré a ti y cenaré contigo y tu conmigo. Bendigo tu vida en el en el nombre de Jesús y cerramos todo reclamo falso que el diablo tenga sobre tu vida, toda acusación del enemigo, toda influencia que él tenga sobre tu vida, la cortamos en el en el nombre de Jesús y declaramos caminos despejados para que tu puedas encontrar el destino que Dios tiene para ti. Gracias, Señor, gracias, Padre, y así cada uno de nosotros nos arrepentimos, reconocemos que somos absolutamente dependientes de tu gracia y tu misericordia y permite que esta palabra, Señor, cale hondo en mi corazón, en el corazón de mis hermanos, y que podamos agradarte como iglesia, como familia, como individuos. Sigue hablando a nuestras vidas, sigue hablando a nuestra congregación, Señor, porque queremos que tu nos hables, y sobre todo queremos obedecerte, Señor. y queremos hacer tu voluntad, Padre, y que tu te agrades de nosotros. Gracias, porque sentimos tu aprobación.

Tu no eres un Dios huraño, no eres un Dios odioso, eres un Dios misericordioso y amable. Y pides tan poco de nosotros en última instancia. Qué pide Dios de ti? Ser justicia, amar misericordia, humillarte ante tu Dios. Tu pides muy poco, Padre, queremos hacer eso, Señor. y te bendecimos y te damos gracias. Gracias, en el en el nombre de Jesús. Y el pueblo de Dios dice, amén. Gloria al Señor. Amén.

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Celebra el verdadero amor

14 de febrero del 2012 - Por Mercedes López-Miranda

Cada 14 de febrero en algunos países, entre los cuales se encuentra Estados Unidos, se celebra el Día de San Valentín, también conocido como el Día del Amor. Se acostumbra que amigos y enamorados, compañeros de clase, y padres e hijos se intercambien tarjetas, y aún chocolates y regalos.

Todos hemos ocupado algún tiempo en filosofar con otros acerca de qué es el amor. Pocas palabras son tan difíciles de definir. Y pocas palabras son tan abusadas. Hay quienes declaran amar cuando en realidad sólo sienten un apego superficial o una infatuación por otra persona. Hay otros que dicen amar a su perro, a su carro, y hasta a su goma de mascar favorita.

Si le pidieras a 10 de tus amigos que definieran la palabra “amor” seguramente escucharías 10 respuestas totalmente diferentes. Algunas definiciones serían superficiales y banales. Otras serían irrealistas y místicas. Y aún otras podrían ser profundas y sustanciosas. La realidad es que cada uno de nosotros tiene su propia definición acerca de en qué consiste el amor.

El concepto del amor ha sido estudiado por teólogos, filósofos, sicólogos y sociólogos. Aunque cada investigador elabora su teoría propia todos concuerdan en que el concepto del amor ha evolucionado a través de la historia. También comparten la percepción de que el amor es influenciado grandemente por el trasfondo cultural y por las experiencias individuales.

Pero, ¿podrá ser cierto que un concepto tan universal, tan íntimamente ligado a todos los aspectos relacionales de la experiencia humana desde el nacimiento hasta la muerte, esté sujeto al ir y venir histórico y cultural? No me parece posible.

Reconozco que las manifestaciones externas del amor pueden variar de acuerdo a la época y la cultura, pero la esencia del amor permanece intacta a través de los siglos. El amor no es una invención humana sino un regalo exquisito de parte de Dios para sus criaturas. Como discípula de Cristo sé que “Dios es amor” (1Juan 4:8). También sé que desde los comienzos de las Escrituras Dios condensó Su Ley en: “Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas (Deuteronomio 6:5); y amarás a tu prójimo como a ti mismo (Levítico 19:18). El amor del que habla la Biblia no es el amor fácil y condicional del que canta el mundo.

¿Cómo defines tú el amor: de acuerdo a los conceptos pasajeros del mundo o a los conceptos eternos expresados por Dios? Si vives conforme a un concepto superficial del amor vas a amar así mismo, superficialmente. Si te determinas a abrazar y a vivir día tras día según el concepto del amor que Dios establece en Su Palabra, vas a ser retado a amar a nuevos niveles de altura y madurez. No te conformes con la versión barata. Busca proactivamente amar a la medida del estándar de Cristo.

En la Biblia hay un gran número de pasajes que tratan el tema del amor desde la perspectiva de Aquél que nos “ama con amor eterno” (Jeremías 31:3). Uno de éstos se encuentra en 1era Corintios 13: 4-7. Te reto a leerlo lentamente y a usarlo para examinar tu propia manera de amar.

El amor es sufrido, es benigno;

El amor no tiene envidia,

El amor no es jactancioso, no se envanece;

No hace nada indebido, no busca lo suyo,

No se irrita, no guarda rencor;

No se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.

Todo lo sufre, todo lo cree,

Todo lo espera, todo lo soporta.

El amor nunca deja de ser.

Al evaluar la calidad de mi manera de amar a la luz de este pasaje tengo que reconocer que me falta mucho camino por andar. Pero esa realidad no me descorazona. Por el contrario, me anima a recibir con mayor agradecimiento el perfecto amor que el Padre derrama sobre esta hija imperfecta. Y también me reta a expresar verdadero amor a todos los que me acompañan en esta jornada que llamamos vida. ¿Qué te parece si tú también invitas a Dios a que sea El quien defina e informe tu manera de amar?

Oración

Gracias mi Dios por tu tierno e inmerecido amor. Que pueda yo amarte como tú lo mereces. Que pueda yo honrarte al manifestarle naturalmente a mi prójimo tu amor sobrenatural.

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Hablando de mi amigo Jesús

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No mami mira, ese muchacho era un muchacho bien contento con su carrera, sabía para dónde iba, tenía todos sus planes, él estaba feliz, sí, el único problema era que la gente hablaba mucho de él, la gente pensaba que él no tenía novia porque tenía algún problema, o no sé, quizás que le tenía miedo a la intimidad, miedo a comprometerse, sin embargo era un muchacho normal, como todo el mundo. Sí, eso no es problema, si él se reía mucho y le gustaba compartir con la gente, sí, también le gustaban los debates sí, de hecho por eso siempre se metía en problemas porque es que él no se le quedaba callado a nadie, sí. Pero no, ¿tú sabes qué?, aunque él siempre hablaba y discutía con la gente él siempre hablaba con base, y no era que discutía, lo que pasa es que a la gente no le gustaba lo que él tenía para decir, sí.

No yo sé, no pero yo lo admiré mucho porque él compartía con todo el mundo a su alrededor, jugaba con los niños, hablaba con los adultos, con los ancianos, sí, él siempre estaba ayudando a la gente pobre del barrio, sí una que otra vez se le vió llorar, sí a veces se le veía solo, mira ese muchacho era muy querido mami, cuando él murió eso fué un evento, ¿tú no te acuerdas?. Pero tú me lo presentaste en la escuela dominical cuando era muy chiquito. Mira mami el caso es que la trayectoria de la vida de él fué muy buena, y él dejó un buen legado después que se murió.

Entonces si yo no me caso pero vivo una vida bien, que le sea de bendición a otras personas, tú tienes que estar orgullosa de mí. ¿Tú sabes por qué yo no me he casado mami?, yo no he encontrado a una gente que te aguante a ti todavía (risas), no no no, eso fué un chiste, no, cualquier persona sí te aguanta, no pero mami hablando en serio. El muchacho de quien yo te estoy hablando es Jesús mami, sí mami, Él vino y sirvió a todo el mundo, pero ¿tú sabes cuál es el problema?. El problema es que los cristianos no piensan en Él como que Él no era una gente normal, ellos siempre lo miran como que Él estaba allá en el cielo y nosotros aquí en la tierra. Y es que como que estamos desconectados, sí.

Pero a mí me gusta pensar como que Él era un muchacho igual que yo, porque Él en algún momento tenía sus veintipico también. Sí, es más, mira ¿tú sabes qué?, tú me diste hasta una idea de algo que tengo que hablar mañana en la iglesia, si yo tengo que hablar de Jesús, te quiero mucho está bien, bye bye.

Yo creo que Jesús y yo tenemos mucho en común, ya te puedes imaginar diciéndole a los muchachos del barrio, llámenme Emmanuel que traducido es Dios con nosotros, jajaja, wow, me parece escuchar a María preguntándole a José a qué hora llegarías, o gritándole Jesús, ¡ven a bañarte!, jajaja, qué bendición es tener un Dios que comprende a uno. La verdad es que mientras más conozco Tu vida, más me enamoro de ti Señor. Nunca me cruzó por la mente la idea de que en verdad también te identificas con todo tipo de personas, niños, jóvenes, profesionales, trabajadores y hasta solteros como yo. Solteros en un mundo donde todos quieren que te cases, mi mamá por un lado, los vecinos por otro, la gente de la iglesia. La verdad es que si uno se lleva de la gente termina loco. Pero hey, si hablaron de ti porque eras soltero, ¿qué no dirán de mí?.

Sólo te pido que me ayudes a mantenerme enfocado en Tu trabajo Señor. Pero también, no te olvides de enviarme a la Eva, digo, mi ayuda idónea. Una compañera que te ame sobre todas las cosas porque si te ama a ti también me amará a mí. En fin, Tú conoces mi corazón. Hm, creo que se me acaba de ocurrir una idea, de esto le voy a hablar a la congregación, les hablaré acerca de como poder llamarte amigo, amigo porque Tú sí te identificas con todas nuestras necesidades. Ay mi mamá, esa señora es un caso serio. Aunque hablando así como los locos, yo creo que Jesús y yo tenemos mucho en común. Después de todo, yo creo que Tú fuiste un joven como todos los demás, y a lo mejor en tus veinte, veinticinco, treinta, quizás la gente esperaba que te casaras como todo el mundo y llevaras una vida normal.

¿Cómo habría sido eso de ser Tú cuando joven?. El Dios Todopoderoso y al mismo tiempo un muchacho popular, atlético, trabajador, quizás como todos los demás. Me pregunto ¿cuál habría sido la relación entre Tú y tu primo Juan?. Si de vez en cuando te ibas a su casa a dormir hasta el otro día. Hm, me imagino que ha de haber sido divertido ser tu amigo, tu pana, tu carnal. ¿Qué tipo de travesuras habrán hecho ustedes cuando jóvenes?.

Qué bendición es poder saber que Tú nos llamas amigos, el Creador del universo, que creaste todo, Tú no necesitas ser amigo de nosotros, Tú muy bien podrías tratarnos como que Tú eres el Maestro y nosotros los siervos, y vivimos felices todos, pero no, Tu dijiste quiero ser su amigo, y de por sí nos has revelado todo a través de tu palabra. Wow Señor cuando uno piensa en esto, hasta le dan ganas de arrepentirse otra vez, me acuerdo de esa canción que dice Cristo, nombre glorioso, precioso Santo, Emmanuel, Dios con nosotros, wow, Dios con nosotros. Señor, qué profundo es pensar que Tú puedes ser amigo nuestro. ¿Y Tú sabes por qué me dá pena pensar eso?, porque pensandolo bien yo creo que yo no te trato como si Tú y yo fuéramos amigos. A veces me dá verguenza hablar de ti en círculos fuera de la iglesia. Cuando voy a la escuela, la gente casi no sabe que soy cristiano la verdad, y es porque no hablo tanto de ti.

Y recuerdo a mi amigo Esteban, con Esteban yo hablo todos los días. Siempre le estoy contando las cosas que me pasaron, y pidiéndole consejo, y contigo yo hablo los domingos cuando tengo que orar en el tiempo de ministración de la iglesia. Pero ya de ahí, bueno ahora que tengo que preparar un mensaje, pero eso no es amarte como un amigo de verdad, ¿o sí?. Pero sí, a pesar de mi infidelidad has permanecido fiel, Tú me has tratado como un amigo, porque pensandolo bien Tú has estado ahí desde que nací, Tú me conoces mejor que nadie, mejor que mi mamá incluso, Tú sabes que a mamá no se le puede decir todo pero Tú lo sabes.
Qué privilegio es que Tú me ames Señor, perdóname por mi infidelidad, de verdad. Ayúdame a decir como Pablo que no me averguenzo del evangelio porque es de Dios para salvación. Yo no me quiero avergonzar de ti Señor, yo quiero sentirme cómodo frente a las personas al decir que soy cristiano, que no me dá verguenza ir a la iglesia, aunque no sea lo más chévere del mundo pero sí, yo quiero que todos sepan que soy cristiano, porque al fin del día Tú vales la pena en mi vida y Tú mereces el primer lugar, todo lo que yo he pasado en mi vida la gente no lo conoce pero Tú sí. Wow. Señor, inclusive aquí en la soledad de mi casa Tú estás conmigo.

Wow la verdad Señor yo no sé como Tú lo haces, de amarnos tanto, porque para tratar con personas como yo que somos tan infieles que cada día fallamos, yo creo que ya yo me hubiera rendido pero aún así Tú has permanecido fiel. ¿Pero qué implica eso de ser Tu amigo Señor?, sí definitivamente yo ya no voy a ser tan popular en la escuela, no, porque van a decir delante de Jonatán no se puede hablar porque él es cristiano. No a Jonatán no lo inviten a bailar porque él es cristiano, no porque él es aleluya. Cada vez que se armen los viajes el fin de semana no voy a ir porque ellos van a saber que voy a estar metido en la iglesia. ¿Valdrá la pena decirles?. Yo creo que no les digo, ¿verdad que no?, ¿o sí?, mándame una señal Señor. Mira, si Esteban me llama yo voy a saber que Tú no te ofendes, y si él no me llama pues yo voy a saber que sí que Tú quieres que hable con todo el mundo y les diga que soy cristiano.

¿Yo creo que se descargó el celular Señor?. No no no, era chequeando nomás. Pero es dificíl, no me elegisteis vosotros a mí si no que yo a vosotros para que vayáis y pongáis fruto, y ese fruto permanezca para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre Él os lo de. Que vayamos y demos fruto, yo creo que eso es hablarle a los demás acerca de ti. Después de todo Tú simplemente quieres bendecir la vida de las personas. Y esto hermano, que os améis unos a otros, ¿y cómo yo voy a amar a las personas así como Tú?. Porque yo te digo, hay gente que a mí me dan ganas de ahorcarlos, e inclusive en la iglesia, yo creo que a mí me es más fácil tener amistades fuera de la iglesia que dentro de la iglesia.

Wow, ¿entonces Tú me estás diciendo a mí que le diga a todos que soy cristiano para que pierda mis amistades fuera de la iglesia para que tenga que buscar dentro de la iglesia que tienen diez mil tipos de problemas también?. Señor, yo no creo que va a ser tan fácil, el versículo 18: "Si el mundo os aborrece sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros". Y está pasando Señor, ¿Tú tienes una respuesta para todo lo que yo te digo?. "Si fuereis del mundo, el mundo os amaría, pero porque yo os he elegido, por eso el mundo os aborrece, acordáos de la palabra que Yo os he dicho, el siervo no es mayor que su Señor, si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán. Si han guardado mi Palabra también guardaran la vuestra, mas todo esto os harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado". Wow Señor, la verdad que es un precio grande pero cuando uno lo compara con lo que Tú hiciste por uno, la verdad que no es como tanto. Señor ¿cómo puedo hacer yo para tener esta verdad pendiente todos los días de mi vida y de verdad tratarte como un amigo, será hablarte así como te estoy hablando ahora y contarte?.

Por ejemplo el día de hoy, bueno Tú sabes que yo me levanté y no hice el devocional, pero ¿Tú sabes que yo te quiero verdad?. Yo oré en el desayuno y antes de la comida, y antes de la cena también yo oré, que la oración era como memorizada, que yo siempre digo lo mismo, ¿y cómo Tú quieres que yo ore, con mi corazón?. Ok, wow, qué más. Que no lea la biblia cuando tengo que preparar un mensaje, que la lea más a menudo. Ok, hoy que es la clase de los niños eso tampoco cuenta, ok, ni los estudios bíblicos con los jóvenes, ni los domingos cuando vengo a la iglesia, no que Tú quieres una cita conmigo todos los días. ¿Cuántos versículos estamos hablando Señor?, uno por lo menos, ¿que medite?, ¿cómo así que medite?. Ok que vuelva otra vez, si el mundo os aborrece sabed que a mí me ha aborrecido antes.

¿Tú quieres que yo medite en eso, que qué significa eso?. Ok, eso significa que yo tengo que saber que quizá yo no voy a ser popular en medio la gente porque ellos saben que yo voy a ser cristiano, pero que eso no importa porque a ti te aborrecieron primero, ¿eso es lo que quieres decir?. Ok, ¿y cómo yo aplico eso?. Hm, que las canciones que yo canto en la iglesia que te voy a dar el primer lugar en mi vida, que eso tiene que ser de verdad, y que darte lo mejor de mi vida y el primer lugar implica poner a todo el mundo después. Wow. Bueno Señor, ¿Tú sabes por qué Tú me caes bien?. Porque Tú me comprendes, y porque Tú sabes que yo no lo voy a hacer así como Tú me estas diciendo hoy, yo voy a tratar lo mejor pero que eso no es suficiente, que Tú sabes que yo sé que Tú me vas a amar independientemente, pero que aún así Tú quieres que yo te dé la prioridad, ok, Tú quieres que yo ore por lo menos dos veces en la mañana, y al final del día, ok, en la mañana para que me encomiende a ti y al final del día para contarte como me fué. Bueno. Que eso es lo que significa ser un amigo.

Que piense en mi relación con Esteban, ok, siempre hablamos, compartimos de vez en cuando, que así mismo quieres que yo piense acerca de ti como que Tú eres mi mejor amigo. Hm, ok. ¿Y cómo yo le digo a la iglesia que haga eso?, ¿que simplemente lo modele, que lo vean a través de mí que yo estoy enamorado de ti?. Ohh ya, porque cuando uno está enamorado uno no se calla hablando de eso, que la gente me conozca porque soy cristiano y que les anime a hacer lo mismo, ok, que piense en la ropa, ¿cómo así que piense en la ropa?, ooh ok, a mí me gusta O neivy, y Banana Republic, Gaps, sí todo eso me gusta, a mí me gusta ponerme esa ropa para que la gente vea que uno compra en esos sitios. ¿Que qué tal si Tu nombre fuera como ponerse una de esas camisas, que si yo me atrevería a ponerme una de esas camisas si hubiera una marca que fuera Jesús?. Bueno, quizás sí, quizás no, que es algo similar, ¿o sea que si yo priorizara el hablar de ti como yo priorizo ponerme ropa de marca, que entonces la gente te conocería más porque lo verían en mí?. Wow, hm.

Entonces mi forma de hablar tiene que cambiar. Wow. Los chismes en el trabajo, ok, ok, representarte donde quiera que vaya, que no me averguenze orar en los restaurantes antes de comer, ok. Bueno Señor, está bien. Tú sabes que yo creo que lo voy a hacer, voy a intentarlo esta semana, y voy a tratar de demostrarte lo mucho que yo te amo, y ya no vá a ser con palabras, vá a ser con hechos. Y yo creo que voy a tener que hablar con la gente de la iglesia, sí, les voy a decir la conversación que Tú y yo hemos tenido hoy, sí, que sea como un niño, que a los niños no les importa, que aprendamos de los niños, ok, sí, wow, gracias. Tú te pasas a veces pero gracias, sí sí sí, yo te amo, te amo con todo mi corazón Padre. Y te pido que me ayudes a verdaderamente enamorarme de ti, que el domingo cuando venga a la iglesia Señor pueda meditar en las letras de las canciones que estoy cantando, que no me guste sólo la melodía pero que me guste la letra, y que tenga un tiempo emocional contigo en el medio del servicio. Sí, que lo que el pastor dice es a través de ti, que lo tengo que recibir aunque no me guste, sí Señor, gracias Señor, en el nombre de Jesús, amén (aplausos).

Amén, ¿cuántos recibieron una enseñanza esta noche?. Jonatán, ven por acá hombre, nuestra estrella local, Jonatán Toledo, muy bien. Quizás le puedes decir al pueblo exactamente qué era la idea número uno, que tú querías proyectar, ¿cuál era la esencia del pensamiento?.

Jonatán: Cuando yo me puse a pensar acerca de este mensaje, me puse a pensar cómo uno puede hablar de Jesús cuando hay tanto que decir, y qué sería lo que uno puede aplicar conociendo a Jesús, y yo pienso que lo principal que yo quería transmitir en esta noche era que Jesús no es un ser que está allá y nosotros estamos aquí, que Jesús dice en su palabra que Él nos llama amigos, para que nosotros nos acerquemos a Él y hablemos así. La oración no tiene que ser un ritual con una fórmula establecida de así tengo que orar, hay ejemplos en la biblia de cómo uno puede orar, pero simplemente una conversación así de tú a tú con el Señor, con tu lenguaje, con tus palabras, Él quiere esa cercanía, esa naturalidad, esa confianza de amigos, Él quiere que desarrollemo eso. Y también que no nos dé verguenza de hablar de nuestro amigo a los demás.

Cuando nosotros tenemos un amigo nosotros queremos que todo el mundo conozca bueno, yo soy amigo de fulano, y el Señor quiere que hagamos eso, que la gente nos conozca porque somos amigos de Él, porque hablamos como Él, y somos personas que bendecimos a los que están alrededor de nosotros.

Pastor: ¿Dónde está el balance entre ser carnal de Jesús y ser muy acercado a Él y también ser reverente ante Él y verlo como la suma total en nuestra vida, tiene que haber un balance no?.

Jonatán: Tiene que haber un balance definivitamente, porque a veces queremos ser tan fanáticos de Jesús que eso aleja a las demás personas, y vendemos una imagen que tampoco es correcta. Muchas veces nuestros hechos hablan más fuerte que nuestras palabras, y el Señor Jesús a través de su vida fué una persona super sencilla, el ejemplo ahí que yo puse en mis pensamientos que soy Jesús que traducido es Dios con nosotros, Él nunca dijo eso pero esa era la verdad, esa era su esencia, y yo me imagino que cuando Él era joven Él no andaba diciéndole a las personas yo soy el Hijo de Dios, no era algo que Él se lo estrujaba a las personas todo el tiempo, llegó un tiempo en que Él tuvo que hablar y defender su posición frente a los fariseos, frente a las personas y dejarles saber que Él era el enviado, pero Él vivió una vida normal, y mucha gente lo descubrieron por su forma de ser, había algo de Él que lo hacía resaltar.

Pastor: Hay una lección ahí que nosotros podemos aprender, esa idea de que Él era accesible, ¿cómo podemos nosotros invitarlo a nuestra vida en nuestro testimonio de cristianos, para los demás, el mundo que está allá afuera?

Jonatán: Así como usted dice siendo personas accesibles, que las personas sepan que somos cristianos pero que no somos que vamos a juzgarles. Que se sientan así como la mujer que tenía flujo de sangre que era juzgada por toda la sociedad, pero con Jesús se sentía cómoda y se sentía segura de poder ir y tocar el borde de su manto, porque ya sabía que Él no la iba a rechazar. Que la sociedad la iba a rechazar pero que Él no la iba a rechazar y atrevernos a experimentar eso. Experimentar ese rechazo de la sociedad por desarrollar una relación más íntima con el Señor.

Pastor: Amén, amén. ¿Y qué pasa cuando nos pegamos así a Jesús y tenemos esa intimidad con Él, qué tú crees que pasa en el creyente, el amigo de Jesús, qué impacto tiene eso sobre nuestra vida, el estar tan cerca de Él, mirarlo a Él, conversar con Él, tener intimidad, cercanía con Él, diálogo sostenido, contínuo, cuál es el impacto de eso?.

Jonatán: Yo creo que ahí es que nuestra vida comienza a ser verdaderamente transformada, ahí se desarrolla lo de la renovación de nuestro entendimiento que habla Pablo. Porque si usted se fija, cuanco usted es mejor amigo de una persona, usted actúa como esa persona, le gustan las mismas cosas, habla como esa persona, y cuando uno comienza a desarrollar una cercanía así con Cristo, la gente lo nota, la gente lo vé y la gente lo quiere, la gente quiere eso que uno tiene, y yo pienso que eso es un llamado que nosotros tenemos.

Pastor: La vida moderna, frenética, con tantas cosas que compiten, yo veía también la atención en ese personaje de, medio de todas las cuestiones del estudio, del trabajo, todo el frenesí de las modas, y las presiones sociales, sacar ese tiempo para el Señor es tan importante, ¿qué consejo tú nos darías acerca de como tener ese tiempo en medio de un mundo frenético que demanda tanto de nosotros?

Jonatán: Toma tiempo y es algo que hay que calendarizarlo como yo digo. Por ejemplo, cuando yo hablaba ahí de que yo a veces tomo la biblia cuando tengo que preparar un sermón o cuando tengo que preparar una clase para los niños, eso es cierto. Y yo me he dado cuenta a través de mi vida de que no es lo mismo trabajar para Jesús que estar con Jesús y pasar tiempo con Jesús. Que cuando yo tomo la biblia para preparar un sermón o algo, yo estoy trabajando para Él y no necesariamente para pasar tiempo con Él, inclusive hoy antes de todo esto yo tuve que sentarme y decir, Señor, ayúdame a decir todo lo que Tú quieres que hable, y yo tengo que sentir de que te amo y que te necesito. Y en la vida diaria yo pienso que en tu calendario tú puedes poner un tiempo para estar con Dios, así como nosotros nos levantamos temprano y decimos voy a ir al gimnasio o voy a preparar la comida o algo así, pensar voy a pasar cinco minutos con el Señor, diez, voy a hablar con el Señor y decirle algo, y lo mismo de las oraciones antes de la comida, que no sean oraciones monótonas, que no sean Señor, bendice estos alimentos, dales lo que no tienen en el nombre de Jesús amén, esa es la que yo siempre digo, y a veces cuando estoy haciendo eso como que me detengo y digo, wow, Señor gracias por tu provisión, gracias por estos alimentos y verdaderamente dale a los que no tienen Señor.

Pastor: ¿Hay alguna lección que has aprendido últimamente, alguna faceta nueva de Jesús en este último año, en el ministerio, en el trabajo con los niños, en una congregación como ésta, algo nuevo que se haya revelado acerca de la persona de Jesús para tu vida?.

Jonatán: Sí, yo pienso que muchas veces cuando uno decide dedicarse al ministerio joven, uno siempre comienza a mirar como todas las opciones alrededor de las cosas que uno podría estar haciendo en vez de estar en el ministerio, y uno dice qué tal si yo hiciera eso o hiciera esto como cualquier otro de los voluntarios y no me dedicara a esto tiempo completo, y yo he aprendido a través de esa serie de pensamientos que el Señor está para uno, en Santo Domingo dicen voy por ti, y es que el Señor lo dejó todo y no le importó dedicarse a nosotros, y si el Señor dejó todo qué no puedo dejar yo, y el detalle es que uno tiene que confiar y creer, porque dice sí el Señor dejó todo y yo puedo dejar todo, y el Señor vá a estar conmigo y me vá a sustentar, pero no es simplemente saberlo si no es creerlo y vivirlo, entonces a través de esto de Jesús precisamente pensando en este sermón, en esta charla, yo pensé que el Señor Jesús, Él hacía lo que sentía, y por eso fué que vino y lo hizo para mostrarnos con el ejemplo, que todo lo que dice en la biblia de Él fueron cosas que Él lo hizo, lo vivió es y experimentó.

Inclusive cuando pensé Señor, ¿Tú soltero?. Sí, Tú me conoces porque Tú pasaste por eso, y las personas, sí, no hay nada que Tú no sepas, que Tú no hayas experimentado, Tú fuiste un hijo, Tú entendés el corazón de Tu madre María, y sabiéndolo todo te identificas con todas las personas, entonces yo pienso que esa faceta de que el mismo Dios de ayer es verdaderamente el mismo Dios de hoy, que Él camina con uno a través de todo lo que uno experimente en la vida, porque nada es nuevo para Él, porque ya Él lo sabe, y no sé pero como que saberlo te haga click es algo bien bonito de un experimentar, y a veces no te hace click hasta que hay un evento bien específico en tu vida, que te hace verlo.

Pastor: Una última pregunta, ¿si tú pudieras adquirir una sola cualidad del carácter de Jesús, cuál tú escogerías?

Jonatán: Muy buena pregunta, yo siempre le pido a Dios en mis oraciones que me dé discernimiento, yo pienso que Jesús era una persona que discernía el entorno alrededor de Él, y era pronto para pensar y tardo para hablar, y yo pienso que le seguiría pidiendo eso, que me ayude a discernir las cosas a mi alrededor para yo poder medir mis palabras y escogerlas bien, y que lo que yo diga sea de bendición a otros, y siempre pienso en personas que han sido de bendición para mi vida, pero yo nunca veo que digan wow, he visto a fulano enojado, o echarle un boche a alguien, regañarlo, enojarse con alguien, pero al mismo tiempo personas que cuando tienen que decir no esto es rojo, o esto es azul, lo dicen sin miedo a quien le duela, yo pienso que esa característica de Jesús me gustaría desarrollarla más, porque hay tiempo para medirse y callar pero también hay tiempo para decir las cosas como son sin importar.

Pastor: Tremendo, ha hablado como un hombre sabio, amén, gloria al Señor, gracias hermanos precioso tiempo y, una gran bendición, tú ejemplificas mucho esas cualidades lindas de Jesús.

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La santidad es el requisito para que Dios obre en tu vida y a través de ti

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Quiero continuar con esta serie que está dentro de una serie sobre la santidad, porque siento que el Señor nos ha llamado a meditar sobre esto, reforzar esos fundamentos, ponerlos bien sólidos en nuestras vidas, nuestras mentes como iglesia. Siento que este es un llamado de Dios en este año que hemos llamado un año de definición.

Recordarán ese mensaje que Dios me dio para compartir con ustedes la víspera de Año Nuevo, de definirnos como iglesia, definirnos como individuos, definirnos en el llamado de Dios para nuestras vidas y definir también lo que creemos, lo que somos y hemos estado hablando de diferentes cosas que distinguen a nuestra iglesia, elementos de nuestra fe, nuestra teología.

Y dentro de eso ustedes han escuchado nuestro entendimiento específico acerca de la santidad. Llamado a la santidad. Y hemos dicho que nuestra iglesia tiene un enfoque acerca de la santidad, primero, creemos que la santidad no es solamente apartarnos de cosas, no es solamente quitarse cosas, sino también es prepararnos para algo, apartarnos para servir al Señor. La santidad es, como vamos a ver en un momentito, un vehículo para algo que Dios quiere hacer nuestras vidas y a través de nosotros.

Segundo, decíamos a la santidad no es solamente un aspecto pasivo de las cosas, de quitarnos el aspecto digamos lo más burdo de los pecados, sino que es entrar hondo también en la santificación de nuestras emociones, actitudes, palabras, las relaciones humanas, la forma en que tratamos a la gente, la santificación de nuestros sentimientos, nuestros recuerdos. Es todo un proceso bien amplio.

Y el domingo pasado vimos esto en una manera gráfica tomando un texto de la Biblia, Colosenses 3, y viendo cómo el Apóstol Pablo, guiado por el Espíritu Santo nos llama a ir en una trayectoria de creciente santificación. Y vimos cuatro etapas, por lo menos, de perfeccionamiento del yo.

En la primera etapa, ustedes recordarán, no voy a detenerme demasiado, el Apóstol habla precisamente de lo que nosotros normalmente pensamos cuando pensamos en santidad, los pecados más gruesos del comportamiento humano. Fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos, avaricia, y decíamos que muchos cristianos se quedan solamente allí, enfocamos eso solamente. Pero eso es simplemente el primer nivel.

El Apóstol Pablo después dice, pero ahora ya habiendo trabajado eso un poco, porque siempre vamos a estar trabajando y tratando:

“…Pero ahora también dejen todas estas cosas, ira, enojo, malicia, blasfemia, no mentirse unos a los otros…”

La idea es, una vez que Dios te ha tratado en esas áreas más obvias y gráficas del pecado, entonces Dios espera que tu comiences también a someter tu interior al trato del Señor. Esa cosa que muchas veces minimizamos en la vida, que son el origen de tanto problema en la vida humana.

Qué es lo que divide la mayoría de las familias, las amistades, los matrimonios? No es que el amigo de momento le pegue un puñetazo al otro amigo y le deja el ojo amoratado y se separan. No, muchas veces ese amigo no es sincero, dijo algo fuera de tiempo, no perdonó al amigo cuando lo ofendió. Eso es lo que dividió. No son necesariamente las cosas peores. No es que le robó la cartera y se la llevó para la casa o que fue a la casa a comer y se llevó un plato.

Qué es lo que divide las iglesias muchas veces? No es el pecado más grueso, más obvio, es la murmuración, es la falta de lealtad, el ego no tratado por Dios, la mentira, las asperezas unos con los otros. Qué divide los matrimonios por igual?

Entonces esa dimensión es bien importante que la entendamos en la santificación. Pero Pablo dice, pero no pienses que solamente la santificación es dejar cosas y desvestirse de cosas, es también ponerse nuevas cosas. Entonces él habla:

“…Vístanse como escogidos de Dios, tercero, santo, amado, entrañable misericordia, benignidad, humildad, mansedumbre, paciencia, soportándose unos a otros, perdonándose unos a otros, si tuviera algo contra el otro…”

Usted ve? Cuando ya tu te has desvestido de todas esas cosas feas, dice, pero ahora vístete de cosas buenas también, no solamente destruyas, construye también. Dios te llama. Cómo está tu medida en esas áreas de bondad, benignidad, amor, paciencia, tolerancia, perdonar al que te ofende, decir cosas buenas de los demás, pensamientos positivos, bendecir a otros con tu buen trato. Cómo estás tu en esa dimensión?

Yo me tengo que medir todos los días con respecto a eso. Y entonces está el cuarto nivel dice, después que todas estas cosas tu las estás tratando dice:

“… Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto…”

Esa es, yo decía, la joya cúspide de la corona, el amor. Que el amor resume todo. Entonces, ven, lo que quiero, hermanos, es que entendamos eso. La santificación es la entrega de todo nuestro ser a un proceso.

Lo que quiero es continuar apretando esas tuercas porque Dios está hablándole a la iglesia. Yo creo que estos tiempos hermosos que estamos teniendo de adoración es porque a Dios le agrada lo que estamos haciendo. Hay cosas que están pasando en este pueblo que Dios está contento con ello. Y entonces cuando eso está , la bendición de Dios viene y Dios está llamando a esta iglesia a entregarse y consagrarse más. Y cuando yo digo esta iglesia te estoy diciendo a ti y a mí. Pon tu nombre allí.

Dios quiere que tu te entregues totalmente a él. Es un llamado a la santidad. Yo lo que quiero es dar un par de vueltas alrededor del territorio de la santidad y fortalecer algunas cosas que ya he dicho y verlo de otra manera y continuaremos quizás uno o dos sermones más yu después lo dejaremos descansar un rato, y volveremos en otro tiempo a tocar este tema, pero tu vas a seguir trabajando este tema.

Yo te puedo decir con toda seguridad que Dios está hablando a su pueblo y escucha, que privilegio saber que estamos en la voluntad de Dios como iglesia. Recibe esta palabra.

Somos un pueblo de sacerdotes, hermanos, por eso es que tenemos que ser santos. Los sacerdotes eran consagrados al Señor, somos un pueblo de sacerdotes apartados para servir y glorificar a Dios. Por eso, la santidad es tan importante para nosotros.

Si nosotros fuéramos simplemente un grupo más de gente. No, pero nuestra identidad nos lleva hacia la santidad. Tu identidad te lleva a la santidad. Mira lo que dice Primera de Pedro 2:9 al 11. Ya lo hemos leído en otro momento.

“…Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio…”
Fíjese real, no en el sentido de real versus falso, no, real quiere decir noble, como de un rey, nobleza. Tu no eres cualquier tipo de sacerdocio, tu eres un sacerdocio que perteneces a una realeza. Ahora, eso no es para que tu mires desde tu altura a la gente allá afuera. No, al contrario, con humildad, mansedumbre. Tu no lo mereces y yo no lo merezco, la sangre de Cristo nos compró ese privilegio, pero somos sacerdotes y sacerdotisas que pertenecemos a una casta de nobleza, real, príncipes y princesas es lo que nosotros somos, hermanos.

Somos una nación santa, apartada. Agios quiere decir eso, apartado de y para. Un pueblo adquirido, porque nos compró con sangre preciosa. El Evangelio no es gratis, el Evangelio costó vida, la vida del Hijo de Dios, adquirido para que anunciéis la virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.

Entonces nosotros somos un pueblo de sacerdotes reyes, princesas y todo sacerdote, todo rey era consagrado a su función. Venía el profeta y lo ungía con aceite y esa unción quería decir, tu estás apartado, tu estás sellado para un destino, una función y tu eres un vehículo ahora para un propósito que Dios tiene para tu vida.

Oh, si nosotros nos viéramos así. Lo que pasa es que nosotros no tomamos conciencia de lo que somos en Cristo, la posición que ocupamos. Venimos a la iglesia y un día ponchamos la tarjeta, pasamos al frente, levantamos la mano y como que todo sigue igual, business as usual. Pero yo creo que a veces fallamos en no enseñar al pueblo que mira, cuando tu pasar al frente o en una célula recibes a Cristo, o solo quizás en tu casa un día te tiraste al piso y dijiste, Señor, yo te necesito, eso te selló con una identidad nueva. Si alguno está en Cristo, nueva criatura es.

La mayoría de nosotros no tomamos consciencia de eso. Qué es lo que tu eres en Cristo? Y eso quiere decir que tu estás sellado, si Dios nos ayudara comenzando conmigo, a entender eso. Mi identidad me impone una santidad, un comportamiento. Un rey no puede andar por ahí en la calle jugando con los muchachitos bolitas en la acera. No, un rey camina y tiene que comportarse.

Cuándo usted vio a la reina Elizabeth aparecerse en una barra de Londres a tomar cerveza con las amigas? No. Ella se mantiene bien alejada. Usted la ve desde allá moviendo como una muñequita de los carros. Hasta eso le enseñan cómo hacerlo de una manera muy diferente a los demás. Si yo lo hago usted se ríe, pero a ella, no. Todo el mundo, sí, la reina. Porque su posición le impone un comportamiento en la vida.

Los franceses dicen noblece oblige, quiere decir, la nobleza obliga. Sabe que los reyes y las princesas ni siquiera se podían casar con quien querían, tenían que casarse con un príncipe a veces feísimo pero tenía dinero, nación, tierra y los reyes querían emparentar una nación con la otra. Entonces, las princesas y los príncipes eran meros peones, eran piezas movedizas para los intereses de las naciones. Entonces, cuando dos naciones querían hacer la paz o querían unir sus ejércitos o sus territorios, usaban a los hijos, los casaban y la princesa, la pobre, quizás estaba enamorada del que limpiaba el piso, precioso, pero tenía que casarse con este renacuajo porque era el príncipe de la otra nación. Y la pobre, como princesa, tenía que hacer eso porque ese era su deber.

La gente nada más piensa en los privilegios de los príncipes y las princesas, pero hay que eximirse de muchas cosas. Y así eres tu, tu eres un sacerdote, una sacerdotisa. Entonces, esa nobleza tuya te obliga a cierto comportamiento. Y yo creo que nosotros siempre tenemos que decir, qué soy yo? Quién soy yo? Quién yo soy? Yo me tengo que decir eso continuamente, hermanos. Eso me ayuda a mantenerme dentro de mi posición cuando la carne o lo que sea está arrebatándonos en otra dirección. Tu tienes que decir, quién soy yo, cuál es mi identidad? Somos un pueblo de sacerdotes y por eso es que tenemos que ser santos delante del Señor.

Otra cosa acerca de la santidad. La santidad es un requisito para el servicio a Dios. Si tu quieres servir al Señor tu tienes que santificarte, tienes que entrar en el asunto de la santidad. Por qué? Porque miren los utensilios del templo, las vasijas, los candelabros, las mesas, los salones del templo, las cortinas, todo cuando era iniciado para el servicio del templo, eso era apartado, eso era santo delante del Señor, terriblemente santo.

Si el sumo sacerdote quería dar una fiesta, no era como que iba a venir… okay, vamos a hacerlo en el templo porque es bien bonito y está bien decorado. Así que hoy ponemos de vacaciones el templo y hoy es para una fiesta. No. Era santo, apartado.

Los sacerdotes se santificaban también. Y asimismo pasa, si tu quieres servir al Señor tu tienes que caminar de cierta manera. Eso es lo terrible. Por eso dice el Apóstol Pablo, no os hagáis maestros muchos de vosotros sabiendo que recibiréis mayor condenación.

Hay mucha gente por ahí que quieren ser pastores, demasiada gente, yo diría. Pero es porque piensan solamente en los privilegios del pastorado. Oh, la gente te escucha, te puedes poner una corbata, no tienes que ir a la factoría más, ahora la gente diezma y tu vives… y la gente piensa solamente en eso, pero no piensan en la gran, terrible responsabilidad y peligro que es caminar en el ministerio.

Y asimismo tu, si tu diriges una célula, si estás en el ministerio de alabanza, si estás en los hujieres, si estás representando en alguna manera pública tu iglesia y el Reino de Dios, óigame, tiembla y teme delante del Señor. No es que te pongas neurótico tampoco, pero sí entiende lo que eso implica, que tu representas al Señor y para tu tener un servicio efectivo tu tienes que vivir de cierta manera, porque tu quieres que la gracia del Señor corra a través de ti.

Entonces, la santidad siempre ha sido un requisito. Los reyes tenían que ser santificados, los profetas tenían que ser santificados, los sacerdotes tenían que ser santificados, los utensilios tenían que ser santificados, el templo mismo, el mismo templo que Salomón construyó llegó un día en que lo consagraron. Dice que vino la presencia de Dios y se metió como una nube, y dice que los sacerdotes tuvieron que tirarse al piso, todo el mundo se cayó allí. La presencia del Señor fue tan densa y tan poderosa que nadie pudo permanecer y eso fue como la consagración del santuario.

Cuando los judíos después se corrompieron y comenzaron a usar el templo en maneras indebidas y el pecado cundió aún en el mismo sacerdocio israelita, dice la Biblia, que la presencia del Señor se fue del santuario porque ya no era un lugar santo, ya no era el lugar apartado para Dios.

Los judíos siguieron haciendo sus cosas pero ya la presencia de Dios no estaba allí. Después vino el destierro y todo lo demás, y la invasión babilónica y toda la destrucción de Israel y Judá.

Y muchas veces así estamos viviendo una doble vida y seguimos haciendo las cosas y como que nada pasa. Pero mira, ya la presencia del Señor se fue, se alejó, contristaste el Espíritu Santo. Y tenemos que volver a buscar esa presencia de Dios en nuestras vidas. Y por eso es importante porque la santidad es un requisito para el servicio al Señor. Si tu sirves al Señor, quieres servir en alguna manera, santifícate, santifiquémonos.

Otra cosa acerca de la santidad. La santidad es el pre requisito para las bendiciones. Una cosa es servicio, otra es bendición. Porque no todo en el Reino de Dios es solamente trabajo. Hay tiempo también para celebrar el sábado y el día de descanso, disfrutar con la familia, comerse un pollo asado la noche del sábado y la noche antes del sábado, como hacen los judíos.

Para el judío el sábado es la cosa más sagrada y más bella. Pero los fariseos convirtieron el sábado en algo rígido, farisaico, religioso, pero no, el sábado se supone que sea el día del Señor, se supone que sea un día de alegría, gozo, celebración. Se supone que los judíos se vistieran con su mejor ropa, la noche del viernes había una comida, la ama de casa preparaba la mejor comida. No se supone que se hable de negocios en las 24 horas del sábado. Nada que traiga trabajo o recuerde la factoría o lo que tu dejaste. Todo tiene que ser gozo, celebración, juego, disfrute, diversión, ir a la sinagoga y adorar al Señor.

Óigame, si nosotros entendiéramos esto así, aún el sábado, el día de reposo, tenemos que consagrárselo al Señor porque a Dios le gusta que su pueblo celebre. Dios te dice, será mejor que celebres sino te voy a dar por la cabeza. Óigame, ese es un mandamiento, hay que gozarse.

Entonces, no todo es trabajo, hay bendición también. Pero cómo vas a tu recibir la bendición? A través de la santidad. La santidad es el receptáculo idóneo para la bendición en la vida del creyente. Romanos 121:1 y 2 dice:

“…Entreguemos nuestros cuerpos como sacrificio vivo, dice al final, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta…”

En otras palabras, para que experimentéis y confirméis y veáis que es real, y que entendáis cuál es la bendición que Dios tiene para vuestras vidas. Cómo tu vas a confirmar lo que Dios tiene para ti? Tienes que vivir en santidad.

Mucha gente dice, pero no siento el gozo del Señor. Dios me prometió tantas cosas y no las estoy experimentando. Es posible que una de las razones sea porque tu vida no está preparada para recibir las bendiciones. Hay cosas que obstaculizan. Dios desde su trono dice, bendición para ti, pero entonces en el camino la bendición se pierde porque rebota contra tu vida que no está adecuada.

Tu compruebas la buena voluntad de Dios cuando te santificas y entregas tu vida al Señor. Qué dice Juan 15:10?

“Si guardares mis mandamientos, santidad, permaneceréis en mi amor así como yo he guardado los mandamientos de mi padre y permanezco en su amor…”

Mire lo que dice también el versículo 7:

“…Si permanecéis en mí y mi palabra, mis mandamientos, principios, permanecen en vosotros pedid todo lo que queréis y os será hecho…”

O el Señor estaba en ese momento eufórico y se le pasó la mano o eso es lo que él quiso decir. Si tu permaneces en Cristo y Cristo en ti, su verdad, su palabra, sus principios, sus preceptos están en ti y tu en él, mira, pide por tu boca. Por qué? Porque tu mente estará alineada con lo que Dios quiere. Tu le vas a pedir al Señor cosas que son para tu bendición. Ahí pide que Dios tiene para ti todo lo que tu quieras. La santidad es el requisito para las bendiciones de Dios.

Así es que tu puedes comprobar. Por qué dice Cristo, de nuevo, llevad mi yugo sobre vosotros porque mi yugo es fácil y ligera mi carga? Y dice, y encontraréis descanso para vuestras almas. Que paradójico. La manera de encontrar descanso es llevando el yugo. Cuál es el yugo? Los mandamientos, los principios, los preceptos, las barreras que Dios pone, el cerco alrededor del abismo.

Si tu quieres experimentar la bendiciones del Señor santifica tu vida, purifícala cada día más. Otra cosa, la santidad es la plataforma para la manifestación del poder de Dios en sus siervos. Aquí el énfasis está en el poder de Dios y la santidad. Hay una conexión entre el poder de Dios y la santidad.

Volviendo a Juan que es un Capítulo precioso, de paso, para la vida consagrada y en comunión con Cristo, léalo después y medite en él, Juan 15:16 dice:

“… No me elegisteis vosotros a mí sino que yo os elegí a vosotros y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto y vuestro fruto permanezca para que todo lo que pidieres al Padre en mí nombre, él os lo de…”

De nuevo, esa misma idea de la bendición y la provisión de Dios. Qué dice Josué 3? Qué le dijo el Señor a Josué cuando lo estaba preparando para servirlo a Dios? Josué 3:5 dice:

“… Y Josué dijo al pueblo, santificaos porque Jehová hará mañana maravillas entre vosotros…”

Yo creo que Dios le está diciendo a esta iglesia algo parecido y a mi propia vida también, santifíquense porque yo tengo la intención de hacer maravillas a través de ustedes. Hermanos, eso me persigue dondequiera que yo voy. Este fin de semana estaba en Maine hablando con una cantidad de gringos allá en la parte norte de Maine, era una conferencia y estaba yo sentado y en un tiempo de oración y adoración me fui a una esquina y me senté en el piso, minding my own business, como dicen. Y viene un norteamericano que no me conoce y dice, Dios va a desatar su poder en tu vida de una manera que tu ni siquiera te imaginas.

Hermanos, y esa palabra me ha perseguido por muchos años. Yo sé que un día Dios tiene sus propósitos. Yo no creo que es mi imaginación porque yo le he dicho, Señor, aparta esto de mí porque como Abrahán me lo ha estado diciendo ya durante tantos años, digo, bueno, cuándo se va a cumplir? Pero yo estoy esperando. Soy un hombre en espera, pacientemente esperé a Jehová. Se inclinó a mí y escuchó mi clamor.

Pero yo creo que Dios le dice a esta iglesia por igual. Las cosas tienen que ser en el tiempo de Dios, de paso, yo no pienso sacar una partida de tarjeta de profeta o Apóstol. Apóstol Roberto Miranda, bueno eso es asunto de él. Yo estoy aquí tranquilito, yo hago mi negocio, yo atiendo la tienda del Señor y él sabrá cuándo hace las cosas, porque cuando se hacen en el tiempo de Dios, eso es maravilloso, no en el tiempo del hombre. No hay que fabricar la unción. La unción tiene que ser real. Lo que Dios quiere en el siglo XXI es una unción real, que rompa muros y que explote ciudades. Eso es lo que Dios quiere. Lo otro es fácil de fabricar muchas veces. Pero eso es aparte.

Lo que Dios le dice a esta iglesia es eso, iglesia León de Judá, yo quiero hacer maravillas a través de ustedes. Dios le dijo eso a Josué cuando estaban listos para ya finalmente entrar en la tierra prometida después de 40 años en el desierto. Ya, era el momento de la verdad, iban a confrontar gigantes, iban a confrontar a Jericó precisamente. Y Dios le dijo, circuncídame a todos los varones, todo los hombres, la circuncisión era señal de pertenencia a Dios. Era un sello doloroso, gráfico, que decía, en la esencia misma de tu virilidad, allí yo voy a poner una marca que tu me perteneces a mí. Es como sellar una res con un hierro candente. Así fue que Dios decidió, mire cómo es Dios?

Las pobres hermanas se libraron de eso, pero yo creo que en el corazón Dios te dice, circuncídate hermana también. Pero le dijo, circuncídense. Hoy la circuncisión no es hecha con manos de hombres, hoy es en el corazón y en la mente, de paso, en el espíritu.

Estás tu circuncidado? Pero Dios le dijo, circuncídalos primero antes de que yo los pueda usar. Santifícamelos primero. Porque la santidad es el pre requisito, es la antesala del poder. Si tu quieres que el poder de Dios corra a través de tu vida con autenticidad, tienes que santificarte. Hay un precio que pagar. Entonces, la santidad es la plataforma sobre la cual descansa y aterriza el poder de Dios en la vida de un hombre o una mujer.

Otra cosa acerca de la santidad es que nos protege de los ataques y acusaciones del enemigo. Ponga aquí el énfasis sobre protección, nos protege. Porque es una forma de guerra espiritual. Hay mucha gente que vive reprendiendo al diablo, pisoteando al diablo y declarando confusión sobre el diablo, y el diablo tranquilito con un palillo en la boca y haciendo lo mismo que él hace siempre. Por qué? Porque no están en santidad. Es así, hermanos.

Mucha gente que no hay suficiente diablo para todos los evangélicos que han destruido al diablo y ya lo han matado, lo han pisoteado, lo han enterrado, lo han expulsado, ya no queda diablo, si fuera por los evangélicos que declaramos la destrucción sobre Satanás. Y él vivito y coleando como era hace cinco mil años sobre la tierra.

Pero es esa idea, también hay que cubrirse las espaldas. El diablo, diabolos quiere decir acusador, el diablo es el fiscal que te acusa, esa es su función. Y el Señor quiere protegernos pero si hay impureza en tu vida, si hay pecado en tu vida, nuestra vida, esa es un permiso que él tiene para hacer estragos en tu vida.

Yo les decía a los hermanos que dondequiera que hay pecado en nuestra personalidad, nuestra mente, nuestra vida, es como que el diablo anda tanteando dentro de nosotros a ver dónde encuentra un punto de conexión con lo que él es, su naturaleza. Yo digo que el diablo tiene como un alambrito, al final tiene una punta de metal puramente desnuda y él anda tanteando dentro de ti a ver dónde encuentra fornicación, impureza, mentira, resentimiento, venganza, depresión, tristeza, duda, temor, blasfemia, y cuando él… aquí encontré algo, ahí está. Y hace así y amarra ese punto de tu personalidad y por ahí él canaliza su energía y destruye tu vida, hace estragos.

Porque dice la palabra, cuando alguno de vosotros peca no diga que fue Dios que lo tentó, porque Dios no tienta a nadie, sino que sois tentados cuando de vuestra propia concupiscencia sois tentado.

Qué es lo que el diablo usa como su plataforma de aterrizaje? El pecado que está en ti y en mí. Lo que se parece a él. Por eso el Señor Jesucristo dijo una vez, vámonos de aquí porque viene el diablo y yo nada tengo que ver con él. El Señor no tenía nada que ver con Satanás, ni Satanás con él. Satanás no podía encontrar nada que se pareciera a él en Jesús.

Ahora, en muchos de nosotros, olvídese que él puede ser ciego y va a encontrar algo enseguida. Verdaderamente una de las formas de protegernos, porque muchas veces nosotros estamos en situaciones prácticas, relaciones, espacios donde Dios, por su santidad y su respeto a su propia ley no puede protegernos como él quiere. Y después le echamos la culpa al Señor.

Estábamos por allí borrachos, manejando el carro a 80 millas por hora, nos estrellamos contra una columna, y después le echamos la culpa al Señor cuando estamos en el hospital con la pierna con un yeso. Así pasa muchas veces.

Tenemos que vivir en cierta manera para que Dios pueda protegernos y guardarnos de los ataques del enemigo. La santidad es la mejor forma de hacer guerra espiritual. Es económica. Usted no tiene que estar reprendiendo ni peleando con el diablo ni nada, simplemente vive una vida limpia, pura. La santidad es la mayor protección, la mejor forma de guerra espiritual.

Ahora, los próximos momentos quiero detenerme sobre este aspecto. Está basado en ese pasaje de Romanos 7:14 al 25 donde Pablo abre su corazón delante de nosotros. Es uno de los pasajes más íntimos de toda la Escritura, donde este gran hombre de Dios nos deja ver su alma, nos deja ver su intimidad, su lucha personal que él tiene.

Sabe que muchas veces los pastores andamos por allí presentándole a la gente una imagen de inviolabilidad, invencibilidad. Y la gente dice, guau, que tremendo varón de Dios. Si yo pudiera algún día hacer algo así. No, el pastor es un hombre como cualquier otro, el mismo sistema nervioso, la misma lucha. Estamos involucrados en la pelea, en la batalla, y sabemos la responsabilidad que tenemos, pero hay una lucha. Ese diácono que parece un casto varón, está luchando por dentro si es honesto. Esa mujer de Dios que parece que ya lo tiene todo arreglado, y que se va a ir al cielo con todo y zapatos y pantalla, tiene lucha, si es honesta.

Y Pablo nos dio un ejemplo de honestidad porque la santidad es un proceso, no es un estado. Mire qué dice Pablo aquí en Romanos 7:14:

“…Porque sabemos que la ley es espiritual, más yo soy carnal…”
Este es el hombre que escribió dos terceras partes del Evangelio, el hombre que tuvo una visión tan grande de Cristo que no le fue ni siquiera permitido compartirla, el hombre que Cristo mismo lo llamó personalmente, tumbándolo del caballo, el hombre que envió a alguien para que orara por él para que recibiera el bautismo del Espíritu Santo, el hombre que Dios escogió para abrir brecha del Evangelio en el imperio greco romano. Ese hombre está diciendo:

“…Yo soy carnal, vendido al pecado, porque lo que hago no lo entiendo, pues no hago lo que quiero sino lo que aborrezco, eso hago…”

Algunos evangélicos, yo los oigo por allí todavía en la iglesia, que no les gusta que la gente diga, bueno, yo soy pecador. Y yo entiendo. A mí no me gusta decir yo soy pecador, pero en un sentido es honesto decirlo. Puede decir, yo soy inclinado al pecado. La naturaleza humana es eso. El mundo, el universo está inclinado hacia el pecado. Hay trampas que nos llevan a eso. Pero aquí dice:

“… Yo soy carnal, vendido al pecado…”
Muchos súper espirituales, hermano Pablo, jamás diga eso. Está confesando negativamente. Este es Pablo diciendo, yo soy carnal, vendido al pecado. Ahora, entienda lo que él está diciendo, no es que él es un esclavo del pecado. Él está siendo bien dramático allí porque después en el Capítulo 8, es un Capítulo de increíble bendición y seguridad. Pablo no se queda.

Es lo que yo digo, que siempre la confesión de pecado tiene que estar acompañada también de una declaración de libertad en Cristo Jesús. En el Capítulo 8 usted verá es como otro hombre, pero aquí él dice, mire, hay una dimensión sombría de mí, siniestra de mí, “porque lo que hago no lo entiendo, no hago lo que quiero sino lo que aborrezco, eso hago.”

Cuántas veces usted puede decir eso, hermano? Después que se salió esa palabrita, uy, se mordió la lengua, pero si yo dije que no lo iba a volver a decir? Ahí está. Usted prometió que no iba a gritarles más a los niños pero vino un muchachito le derramó el jugo en su silla favorita y salió el viejo, no tan viejo, hombre o mujer. Y otra vez, yo que dije que iba a tratar a mi hijo y lo iba a bendecir en vez de criticarlo. Es así. No hago lo que quiero.

“…Y si lo que no quiero eso hago, apruebo que la ley es buena…”
En otras palabras, si yo soy así es bueno que haya leyes en el mundo. El mundo moderno quiere que se quiten todas las leyes. Hey, lo que tu quieras, amén. Si hoy te levantaste con deseos de ser mujer, gloria a Dios. Si te sientes femenino, pues ponte una ropa femenina, una bata delicada y suelta tus gestos y haz lo que tu quieras.

Si mañana te sientes como un macho cabrío para comerte las niñas crudas, pues, amén, hoy tienes testosterona saliéndote por las orejas. Y la gente quiere… y nos critican a nosotros porque respetamos la ley de Dios. Hermanos, la única defensa para la humanidad es la ley de Dios.

Qué nos trajo el vivir en el mundo sin barreras? Destrucción. Qué pasaría si en las grandes carreteras no hubiera muros y protecciones, vallas alrededor, en esos caminos de México y de Centroamérica y el Caribe, esos barrancos, qué sería si no hubiera algo en esas montañas que protegiera contra nosotros mismos? El mejor lugar, el lugar más seguro para un hombre o una mujer es dentro de las barreras que Dios ha establecido.

Y Pablo dice, entonces apruebo que la ley es buena, “… y si lo que no quiero esto hago, apruebo que la ley es buena, de manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí…”

Es como que hay una presencia, hay un ejército enemigo dentro de mí y dentro de ti, hermano, así Pablo lo ve, porque él no se explica. Él quiere pero algo lo arrastra. Cuántos pueden decir, me identifico contigo, Pablo? Gracias por escribir eso allí. Porque la santidad es un proceso. Los evangélicos empobrecemos lo que es la santidad queriendo convertirlo en algo simplista, sencillo, ya pasaste al frente, ya te vestiste con una ropa suelta y vestido largo, todo eso es bueno, amén, pero ya eres santo. Mentira. Ahí comenzó la cosa, olvídese.

Es más, el diablo te va a dar más duro precisamente por eso. Es una lucha continua. Y yo sé que en mí, esto es mi carne, en esta biología mía, no mora el bien porque el querer el bien está en mí pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.

Léase ese pasaje es una psicología increíble. Pablo estaba hablando con un psiquiatra y simplemente hizo la transcripción de su conversación. Esa es la lucha por la santidad, hermanos, nadie dijo que es fácil, ni que es sencilla.

Por eso yo les digo a ustedes, en esta iglesia habrá dos cosas, la predicación de la palabra de Dios, clara, precisa y parta por donde parta, pero también habrá misericordia y un entendimiento de que es una lucha y un proceso a largo plazo. Va a haber las dos cosas, gracia y santidad, las dos cosas unidas.

La gente se va de un lado o del otro. Aquí vamos a tratar de mantenernos en la vía media. Habrá una declaración clara de lo que Dios espera y exige y habrá también misericordia y un entendimiento de que es una lucha y una batalla y un proceso a largo plazo y para toda la vida. Las dos cosas.

Así que no se deje escandalizar ni atemorizar porque usted escucha un mensaje como este, y se vaya a la casa diciendo, no, hombre, yo me quiteo porque yo esto no voy a poder hacerlo. No. Hay compañía, estás entre otros que estamos luchando también y te decimos, ven, únete a este grupo de gente que está en peregrinaje. Ven, juntos vamos a apoyarnos unos a otros. Cuando tu caigas, yo te voy a levantar, si yo caigo tu me levantas. Me cubres las espaldas, oras por mí, nos animamos en el camino de la fe. Cuando tu vas a esos discipulados en el frío de diciembre o enero y te refugias ahí una hora hablando con tus hermanos y discutiendo la Escritura, fortaleciéndose en los buenos propósitos de la vida, eso es la vida cristiana.

Si fallaste, confiesas, pides perdón, haces un propósito renovado de santidad y sigues para adelante. Habrá santidad y misericordia siempre. Por eso la Biblia nos deja estos precedentes aquí, porque no es fácil. Siempre vamos a estar avanzando hacia la santidad.

En Colosenses decía eso, pero habiendo hecho esto, vayan a esto y después de eso póngase esto, y después de lo otro, póngase finalmente los accesorios, hermanas. Es un proceso, y ese proceso dura toda la vida.

El mismo Pablo nos recuerda eso, Filipenses Capítulo 3, versículo 13 al 15. Está recibiendo, hermano? Cuántos se han dormido? Si se ha dormido no va a escuchar lo que estoy diciendo, pero haga algo, muévanse para yo ver que están vivos. Filipenses 3:12, dice Pablo:

“…No que lo haya alcanzado ya ni que ya sea perfecto, – mire lo que dice el Apóstol Pablo. Yo Pablo, digo, yo no he alcanzado todavía lo que estoy predicando, no he alcanzado la perfección de Cristo, todavía no soy perfecto, no estoy completo, me falta y tu vas a tener que decir eso hasta el día de tu muerte. No soy perfecto, no estoy completo, me falta todavía, pero no lo digas con agonía, dilo como un comienzo más bien.

Ahora qué dice Pablo? “… sino que prosigo…” Yo le decía a los hermanos, coja un poster y escriba con letra bien grande ‘prosigo’ y póngalo en la nevera, en la puerta de la nevera esta semana, prosigo. Yo digo que la vida del cristiano es como una flecha que prosigue hacia su blanco, siempre esa flecha está viajando en el espacio. Tu vida es así. Tu caminar en la fe es así. Tu eres una flecha. No has encontrado tu descanso, el Señor te renueva en el vuelo, pero tu sigue, esa flecha sigue, sigue, sigue hacia adelante poniéndose mejor, yo espero, cada día. Tu prosigues en la lucha, en la batalla.

“… prosigo por ver si logro asir, agarrar, aquello para lo cual fui también agarrado por Cristo Jesús…”

Cristo te agarra, agárrate de Cristo también. Un pentecostal invénteme un corito, Cristo te agarra y tu agarras a Cristo, algo así. Él te agarra, tu lo agarras. Hermanitas, no ponga otra cosa, es a Cristo que tenemos que agarrar y es Cristo que nos tiene que agarrar a nosotros también.

El Apóstol Santiago dice, acercaos a él y él se acercará a vosotros. Hay una mutualidad. Dice, yo prosigo para ver si logro agarrar a aquel que me agarró a través de la cruz. Hermanos, por si acaso hay confusión, dice, hermanos, de nuevo, yo mismo, Pablo, con todo lo que Dios me ha dado y me ha bendecido, y que predico tanto, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado.

Ahora, una cosa hago, dice, olvidando ciertamente lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está adelante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

Si usted lee las cartas de Pablo, usted verá que a Pablo le perseguía una cosa, era el recuerdo de cuando él persiguió a la iglesia, cuando él estuvo presente cuando estaban apedreando al pobre Esteban y le dieron la ropa a Saulo para poder coger mejor puntería y tirarle más duro a ese siervo de Dios que estaba muriendo allí a pedrada limpia. Y Saulo en su confusión farisaica, recogió la ropa de esta gente para que mataran mejor a Esteban. Y eso le perseguía.

Pablo decía que él era el menor de los Apóstoles, porque él había perseguido al pueblo de Dios. Pero fíjese lo que dice, yo creo que eso es lo que estaba en su mente. Dice, pero olvidando lo que queda atrás, ciertamente me extiendo a lo que está adelante.

Pablo hubiera podido permitir que esa imagen de su pasado lo congelara y le impidiera seguir sirviendo al Señor, pero él dijo, no, ¿Sabe qué? Yo echo a la basura eso, me olvido de eso. Yo ahora voy para adelante. Si tu fallaste hoy es un nuevo día, arréglate la ropa, límpiate, confiesa, haz un voto de fidelidad y sigue adelante y no dejes que el diablo te siga acusando de los mismos pecados una y otra vez.

Qué ha pasado en tu vida? Qué pecado grande has cometido? Ponle el nombre allí. El diablo quiero que tu pisotees ese charco el resto de tu vida y que tu no lo sirvas, que te sientas acusado y frágil. Dios dice, mira, sigue para adelante. Yo estoy contigo, hay que seguir adelante. Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

Es un proceso que dura toda la vida y habrá momentos en que le vamos a fallar al Señor pero tenemos que ponernos de pie y seguir adelante. La santidad involucra lucha, conflicto interior, una decisión deliberada, lo que vimos en Romanos 7:21 al 23.

Si tu no haces una decisión en algún momento, vas a tener problemas. Tiene que haber un momento de crisis en tu vida, en que tu determines que hoy es el día en que ya yo resuelvo este asunto para siempre. Hay mucha gente que viene a la iglesia y están posponiendo, es como esos novios que nunca se comprometen con la novia, la visitan, van a comer, hacen una cantidad de cosas y la pobre muchacha dice, bueno, pero cuándo me vas a poner el anillo? Cuándo nos vamos a casar? El tiempo está pasando, el reloj biológico está avanzando. No sé si estoy hablando a alguien, estoy profetizando. Pero hay mucha gente así en el Evangelio que están en el Evangelio pero no ha llegado ese momento de crisis en que se consagran finalmente.

La verdad es que todavía están a ver si viene alguien mejor en el camino. Como hay tantos hombres y mujeres así. Están ahí por si acaso les falla otra cosa, pero si ven una mejor opción, dejan a este y cogen lo mejor. Y así está mucha gente en el Evangelio. Están en el Evangelio pero psicológica, subconscientemente, no ha habido un momento de decir, ¿Sabe qué? Quemo las velas, ya no hay vuelta atrás. Ya no vivo yo más Cristo vive en mí. Ya yo sé cuáles son mis metas, mi fórmula para vivir y ya voy para adelante. Y me consagro, me entrego. Ya cerré el negocio. No estoy ya a la venta más.

Hay muchos hombres que vienen a la iglesia y están en el jueguito, mujeres por igual. Yo sé de lo que estoy hablando, hermanos, porque son cosas que yo mismo brego con ellas, he bregado con ellas y soy un psicólogo porque me conozco a mí mismo, me estudio a mí mismo. Y yo sé que hasta que no llegue ese momento de quemar las velas y morir, el diablo lo sabe y Cristo lo sabe también, y tu lo sabes subconscientemente, porque los juegos de la mente humana, son la cosa más horrible. Es un abismo sin fin.

Tiene que haber un momento que tu decidas, ya, me consagro, voy a vivir esta vida auténticamente. Tiene que haber una decisión de parte tuya. Y ¿Sabe qué? Muchas veces posponemos eso porque creemos que vamos a convertirnos en gente fea, aburrida. Es todo lo contrario. Ahí es donde Dios te va a liberar para ser esa persona bella y hermosa que tu puedes ser. Es el pecado lo que no te deja ser como tu. El diablo te dice, si sueltas eso te vas a convertir en una cosa fea y desagradable. Y Cristo te dice, no, yo quiero darte vida y vida en abundancia para que te rías, para que goces, para que seas bello, para que te inviten a la fiesta porque tu vas a ser la vida de la fiesta, de lo lindo y lo conversador, y liviano que vas a ser en tu vida.

Pero involucra lucha primero. Hay que hacer una decisión. No es producto de nuestro esfuerzo tampoco. Mire todo lo que yo estoy diciendo, hay una decisión, hay que luchar, hay que batallar, pero no lo convierta en una cuestión de obras. Tu nunca vas a poder ser santo por ti mismo, tu vas a depender de la ayuda del Espíritu Santo. El Espíritu Santo en ti te va a dar la fortaleza, la palabra de Dios morando en ti, los principios del Reino de Dios sobre los cuales tu vas a meditar, las conversaciones nobles que vas a tener, los libros buenos que vas a leer, la música santa y bella que vas a escuchar, las cosas constructivas de las cuales vas a ser partícipe, esas cosas te van a fortalecer en el camino hacia la santidad.

Es el espíritu de Dios que se va a ir apoderando más y más de ti y viviendo su vida a través de ti, no eres tu produciendo la santidad, porque sino, eso se convierte en obras y entonces la obras llevan al orgullo. Y en Cristo las obras quedan anuladas para que nadie se gloríe. No, es Dios en ti, la palabra en ti, la vida de Cristo en ti. En la medida en que tu te cedes al Señor, te entregas como un sacrificios vivo, santo, agradable, el Señor va completando su obra en tu vida. No eres tu quien tiene que hacerlo, es Cristo en ti.

Permaneced en mí y yo en vosotros, y llevaréis muchos frutos. Como el pámpano no permanece si no está pegado al árbol, así vosotros nada podéis hacer sin mí, dice el Señor, porque fuera de mí nada podéis hacer. Es pegándote a Cristo, enchufándote a Cristo que la energía de Cristo correrá a través de ti, te permitirá hacer lo que Cristo quiere que tu seas.

Escribe eso y llévatelo a la casa y entonces desmóntalo. La santidad requiere un reconocimiento sincero y activo de nuestra condición pecaminosa. La santidad comienza cuando nosotros le entregamos al Señor nuestra vida y sabemos que yo soy pecador, Padre, y necesito tu gracia.

Cómo dice el salmista? Porque yo reconozco mis rebeliones y mi pecado está siempre delante de mí. Si tu disimulas tu pecado, si tu lo disfrazas, si tu lo niegas que lo hay, Dios no te puede sanar. Todo comienza cuando tu le confiesas al Señor, yo estoy en lucha y necesito tu gracia, Señor. Tienes que reconocerlo primero.

La santidad debe perseguirse en paz y dependencia del Señor. No con ansiedad y sentido de culpabilidad. No con rigidez, porque eso se convierte en fariseísmo. No, es en paz. Tu te relajas, y cuando te relajas la gracia del Señor puede fluir más a través de ti.

Nuestra justificación ya se dio por medio de Jesús. Ya nosotros somos agradables al Señor, lo que yo digo es que los frutos de justicia, las buenas obras no son para que Dios nos bendiga y nos salve, es porque Dios nos ha bendecido y nos ha salvado, por eso nosotros nos comportamos en santidad. La santidad no es para salvarte, es porque eres salvo. Es un fruto de justicia.

Finalmente, hermanos, basado en ese pasaje, os ruego que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, yo les recuerdo que la santidad no tiene que ver solamente con lo sexual, lo obviamente inmoral o moral, sino que tiene que ver con lo ético, las relaciones humanas, el carácter, el uso de nuestros recursos y posesiones, la perfección total del yo. Es la entrega total del ser para el uso y la gloria exclusiva de Dios. Descansa ahora en el Señor.

Tomo un momentito. Recibe todo esto que has experimentado y éntralo hondo en tu corazón y en tu mente. Hay un llamado que Dios te hace. León de Judá, Dios nos está llamando. Jóvenes, allá arriba, dondequiera que estén escuchando, jóvenes adultos, yo sé que las hormonas están fuertes en ustedes, pero Dios les llama a una santidad que conviene a la casa del Señor. Hombres, mujeres de Dios, ciñámonos los lomos para pelear la buena batalla, proseguir al blanco. Vamos a limpiarnos, vamos a purificarnos, vamos a ponernos el uniforme de la santidad que es un uniforme bello. No es un uniforme falso, es un uniforme genuino.

Hombres y mujeres que han pagado el precio, lo pueden usar con honra. Dios te llama, te estoy profetizando ahora, Dios te llama, me llama, nos llama a una vida santa, agradable a Dios.

Reciba esta palabra. Pongámonos de pie. Tome algo aquí, séllelo en su corazón y en su espíritu. Recuerden lo que les digo, parte de la santidad es entregar al Señor el sábado, el día de descanso. Si queremos que Dios se mueva vamos a tener que hacer ajustes, porque la palabra de Dios tiene que ser predicada. Es la manera en que vamos a ser lavados y edificados, informados y educados y entrenados. Es todo, es la enchilada completa, desde la a hasta la z.

Cuando tu salgas de aquí sigue dedicándole este día al Señor y tu vida al Señor, todo tu ser y mañana cuando comiences en el trabajo, dedícale tu trabajo al Señor. Conságraselo al Señor. tu carro, conságraselo al Señor. Tu radio, tu tocador de compact disc o lo que sea, tu ipad, tu computadora, santifícala. Tu hogar, tu familia, tu matrimonio, tu mente, tus emociones, tus recuerdos, tu voluntad, tu intelecto, conságraselo al Señor.

Tu profesión, conságrasela al Señor, tu forma de vestir, conságrasela al Señor, tu sexualidad, conságrasela al Señor, tus apetitos, conságraselos al Señor. Tu forma de divertirte, tu sentido del humor, conságraselo al Señor, tus amistades, conságraselas al Señor. Todo, todo, entrégaselo al Señor. Pon todo sobre la mesa del sacrificio, te dice el Señor.

No solamente ahora y aquí, no, cuando tu salgas llévate el plato de la santidad, llévatelo contigo. Esta comida que Dios te ha dado. Hijo, yo quiero usarte, hijo, yo quiero bendecirte, hija, yo quiero que tu seas mi sacerdotisa. Joven, yo quiero hacer de ti un gran evangelista, un maestro de mi palabra, hombre, quiero ponerte a ser un entrenador de líderes, quiero usarte para avanzar mi reino, circuncida tu corazón, tu mente, tu cuerpo, tu ser. Purifícate. Pídele al Señor eso.

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Mi primer encuentro con Jesús

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- Omar Soto: Ya que, toda esta serie está basada en la persona de Jesús, quiero preguntarte a ti, ¿cómo fué tu experiencia personal, de ese día, de ese momento, cuando tú decidiste entregar tu vida al Señor Jesús, qué sentiste, que pasó en ti, como fué ese encuentro?

- Greg Bishop: Pues a los 15 años, yo decidí que Jesús era bien chévere. I decided that Jesus was cool. And you know how, I was listening, estaba escuchando una música que se llamaba Jesus Christ Superstar (traduce: yo estaba escuchando una canción que se titulaba Jesus Christ Superstar, Jesucristo la Superestrella). Que no lo recomiendo, la teología es terrible en esa cosa, no lo recomiendo, y para mí Jesús era bien chévere, ya, I'm gonna become spiritual, yo voy a ser una persona espiritual, yo voy a pensar que Jesús es cool, y yo le pedí a un amigo cristiano hacerme una pintura, él era un amigo cristiano dedicado al Señor, y un artista, y yo le pedí si me pudiera hacer una pintura especial, con tres figuras buenísimas de la historia, una, Martin Luther King, no, ese hombre de la paz y de la reconciliación entre las razas, y el otro personaje, Mahatma Ghandi, que representó la no violencia, y poner a su lado mi amigo chévere Jesús, al lado de Martin Luther King y Mahatma Ghandi, y por alguna razón, mi amigo cristiano no quiso. My christian friend had a problem with that, and he said Jesus was not Mahatma Ghandi, pero yo dije pero cómo puede ser, Jesús representaba la paz y era un maestro de la bondad, y mi amigo dijo Gregory, o Jesús es Dios o no es nada, no es un profeta de la paz, no es un maestro meramente, Jesús es el Hijo de Dios o no es nada.

Y yo me quedé un poquito ofendido por esto, dije wow, él no es chévere como yo, this guy is not as cool as I am, pero yo seguía con mi música de Jesus Christ Superstar, y yo leía filosofía transcendentalist, y también una filosofía hindú, y me creía bien espiritual a los 15 años, yo estaba un poquito, no tenía una vida tan interesante, tenía que llenarme con algo, pero yo creyéndome muy espiritual en eso, rezaba mis rosarios toda la noche, ¿porque así buena suerte no?. Así que si yo quería algo rezaba, y no sin sinceridad, pero bueno, mi comprensión de Cristo era bien limitada ¿no?, y en esa época mi amigo me habló de creer en Jesús más que como en una figura histórica, si no de creer que Jesús era alguien real, el hijo de Dios.

Y él me sugirió entregar mi vida a Dios, y yo pensé bueno, soy católico así que yo, no hay nada malo en eso. Así que yo oré para entregar mi vida a Dios, y bueno, esperé un relámpago de los cielos, y no vino, yo ahí estaba ok well that was cool, whatever, después seguí explorando otras espiritualidades y todo eso, y un día leyendo del espiritismo, de la spirituality hindú, me quedé un poquito una noche asustado, porque en una noche yo pude sentir que el mundo espiritual es real, que hay un mundo alrededor nuestro en el espíritu que es muy real, en cierta manera, más real que lo físico, y se me ocurrió, yo no estoy seguro que todo en ese mundo es simpático. I don't know, if everything in that world is so chévere and so cool, and I got a little freaked out.

Y yo puse mi libro de filosofía, hindú al lado, y agarré un nuevo testamento, que un primo cristiano me había regalado, decidí yo sé que Jesús es chévere, así que por lo menos voy a leer primero de Él, y fuí a un estudio cristiano con mi amigo, y oré con ellos para aceptar a Cristo como mi Señor y Salvador, y una vez más yo esperé un relámpago de los cielos, y no vino, I said ok, whatever, así que así seguíamos, y después en esa época, 16 años ya, yo fuí a pasar el verano de vacaciones con unos primos, el mismo primo cristiano que me había regalado el nuevo testamento, y para jugar en el equipo de béisbol de su iglesia, había que asistir a su iglesia pentecostal, y yo fuí, fíjate yo me paniqueé otra vez con la bulla santa que se desataba ahí, y pero me gustaba que hablaban de la biblia como un libro con vida, hablaban de Jesús como alguien que ellos conocían personalmente, me gustó eso.

Y yo recuerdo que llegó un tiempo, que después de un sermón yo sentí algo raro, no sabía lo que era, y yo recuerdo mirar el piso y decir, siento algo raro, no sé lo que es, y en ese momento después del sermón una persona se puso a hablar en un idioma que yo no conocía, hablar en lenguas que yo ahora reconozco, y después había una traducción del mensaje, fué un mensaje profundo del amor de Dios, y me sentí conmovido, y yo volví a la casa, hablé con mi primo, ¿pero qué era eso?, no entiendo, y él dice bueno, Dios hablaba en un idioma angelical, yo pensé que era español al principio, fíjate, era una latina en una iglesia, pero no, por qué Dios tiene que hablar en un idioma desconocido, pero él me enseñó, yo no sabía, y comenzó a cambiar mi paradigma de la realidad.

Para mí Jesús era un personaje real e importante pero humano y lejano, pero si esto era real, que Dios podía moverse en el aquí y ahora, now, then my view of reality had to change, mi perspectiva de la realidad tenía que cambiar, el próximo domingo el sermón el pastor oró para aceptar a Cristo, y yo pensando que no estaba permitido acercarme al frente a aceptar a Cristo por ser católico, me quedé en la silla, y oré por tercera vez, keep trying, por vencida, y ya comenzé a sentir algo, no sé, yo creo que Dios me escuchó la primera vez pero por lo menos yo comenzé a entender, y yo volví a la casa, ya pasé un mes, dos meses fuera de la casa con unos primos, volví a la casa y mi hermana y yo somos bien cercanos, I love my sister very much, me lleva tres años, y los dos hablábamos de cosas personales mucho, y ella me había escrito una carta unos meses antes de la universidad, diciendo: Gregory, me siento como un Buda, esperando debajo de un árbol, esperando la verdad del universo llegar a mi mente.

Y así esperando nosotros, ¿no?, así que volví a la casa diciendo mira, tengo que hablar con mi hermana de esto, y no sabía como abrir el tema con ella, pero me senté con ella en su cuarto, jamás voy a olvidar, y dice: Loreley, tengo algo que decirte, no sé por dónde comenzar, y ella dijo, yo también tengo algo que decirte, no sé dónde comenzar, y nos mirábamos, bueno, comienza tú entonces yo dije, y ella dijo, me vas a creer loca, pero yo he comenzado a asistir a un grupo de jóvenes en una iglesia, y he llegado a creer que Jesús es el Hijo de Dios y que tenemos que tener una relación personal con Él, te dije que yo esperaba la verdad del universo, bueno, creo que es Jesús, y yo con lágrimas le dije, Loreley, yo te iba a decir lo mismo, ¡ooohh!.

Y eso fué mi milagro, y en esa noche yo fuí a mi cuartito, y ahí arrodillado me entregué, Señor, yo sé que Tú eres real, Jesús Tú no eres un Ghandi, Tú no eres un Martin Luther King, Tú eres el Hijo de Dios y yo soy Tuyo, haz conmigo lo que Tú quieras con mi vida, te recibo de verdad, me entregué, así que ahí yo entré en el significado de lo que es ser cristiano, aunque yo creo que el primer pasito que tomé Dios me escuchó, pero ahí fué. Y fíjate Omar.

- Omar: Te iba a comentar algo, Greg, nosotros sabemos en la escritura, Jesús en un momento dice en Juan capítulo 16, él dice que uno de los muchos roles del Espíritu Santo es el de poder traer a nuestros corazones revelación de quién es Él, y en estas tres etapas que tú mencionaste desde el primer momento que tú decidiste entregar tu corazón hasta el momento en que tú te encontraste con Loreley, tu hermana, nosotros podemos entender que el Espíritu de Dios estaba ahí, de alguna manera dando a conocer a Jesús a tu vida, y a la vida de tu hermana (Greg: amén, gracias Señor).

Al nosotros entender esto Greg, yo te pregunto, ¿cuáles fueron después de ese momento algunas experiencias que tú vivistes, cuáles fueron algunos sucesos en tu vida que de alguna manera u otra marcaron en tu vida la persona de Jesús en una forma más profunda, más íntima, como decir que qué imágenes, qué cosas sucedieron a tu alrededor que marcaron la persona de Jesús en una forma más directa?

- Greg: Amén, amén, dos cosas que yo no planificaba decir pero siento hablar: uno es que yo siempre olvido que a los 15 años no fué la primera vez que yo oré para recibir a Cristo. Mis padres, cuando yo tenía 5 años, me enviaban a una escuela protestante, y me enseñaron a orar como un protestante, cerrá los ojos bien duros ¿no?, y mira, mi mamá dice tú llegaste a la casa orando como un protestante, ¿qué hicimos mal?. A los 5 años, en nurtury school, yo digo que yo conocí a los 16, pero yo digo que Cristo me conoció a mí a los 5. Y Él no olvidó, del rato que tuvimos, porque un niño de 5 años es un ser humano válido delante de Dios, y yo creo que el Espíritu me tocó y yo respondí a los 5, y el Espíritu como tú dices se guía obrando hasta llevarme a entender la realidad de quién es Jesús, así que cuando hagamos ministerio con niños y jóvenes hermanos, hagámoslo en serio por favor.

Pero algo que yo no iba a compartir pero ahora siento compartir, es que este primer año después de conocer a Cristo, fué un año de mucho crecimiento, y yo recuerdo 6 meses después de ese año, yo recuerdo fué en diciembre del 84, unos amigos cristianos, ese mismo amigo que negó pintar a Jesús al lado de seres humanos, yo estaba en un grupo con él, y hablaban de la llenura del Espíritu Santo, de que se puede orar con uno para ser lo que llamábamos, bautizado en el Espíritu Santo, saturado, y yo pensé otra vez, qué chévere, queremos eso ¿no?, sounds like fun, así que nos pusimos a orar una vez, todos gritando como locos Señor, lléname del Espíritu Santo, nada, unos meses después pusieron manos sobre mí, orando en lenguas esta vez, nada, un día, Diciembre 5 1984, después de un tiempo de oración con unos anglicanos carismáticos, oraron por mí, eran las 9 de la noche, jamás olvido, y unos adultos, un pastor y otros oraron por mí, una amiga, y sentimos una paz tranquila, no había relámpagos ni nada por el estilo, pero sentimos una paz.

Y esa noche camino a la casa comenzé a experimentar hablar en unas palabras que yo no sabía, y ya al llegar a la casa me estaba saliendo un idioma que yo no conocía, tenía que ensayar el inglés para hablar con mi mamá cuando entré a la casa, ella me miraba, ¿y qué ustedes hacen en estas reuniones?, ¿están tomando algo?, y dice que yo estaba todo rojo, y yo después le conté a mi mami, mamá, he recibido la llenura del Espíritu y hablo en lenguas ahora, y mamá me miró y dijo, no lo digas a tu papi, que vá a llamar a psicólogo de niños, conocíamos a un psicólogo de niños, todavía no ha cambiado de idea yo creo. Pero comparto eso porque estamos hablando de la interacción del Espíritu y Jesús, en estos días yo no podía dormir, me levantaba en la noche orando, estaba como borracho por unos días, confesé todos los pecados que podía pensar, eran muchos, los puse a quemar en el baño, I set them on fire, I listed my sins, a big one, uno saliendo de la puerta del baño mi papá, ¿qué estás haciendo ahí?, nada estoy con Dios, ¿qué haces ahí?.

Y yo sentí enamorado de Jesús, enamorado de Jesús, primer amor, borracho con amor, borracho con amor, y yo quiero ser así, yo quiero vivir enamorado de Jesús, obsesionado con Jesús, no podía dejar de hablar de Él, y es la obra del Espíritu Santo, yo creo que nos llena, no solamente para que tengamos experiencia de Él, si no, el Espíritu existe y vive con nosotros para enfocar nuestra vida a Jesús, para que nos enamoremos de Él, y así fué en ese momento de mi vida, y un poco después, yo pasé, yo era un joven bastante intenso con altos y bajos, y bueno, en el verano tuve un bajo, no sé, me sentía muy introspectivo, no sé si ustedes han analizado mucho por dentro mis cosas, y me sentía ay, soy pecador, y un día yo estaba tan bajo que decidí quedarme en casa, y el jefe limpiador me dijo mira ya no sirves, toma un día libre, hago mejor sin ti ese día, volví a la casa pasé el día orando, y yo me sentí en ese tiempo, yo me castigaba mucho por mis fallas, y en ese día yo tuve una experiencia, como si pudiera ver a Cristo en la cruz, no era una visión, pero una impresión fuerte por dentro de Jesús sobre la cruz.

Y sentí las palabras te amo Gregory, te amo, no hay amor como el amor de Cristo en la cruz, te amo, relájate, morí por ti, qué más puedo hacer, así que la obra del Espíritu revelándome a Cristo en este primer año como bebé cristiano y yo creo que el Espíritu lo hace especialmente cuando somos nuevos, obra para revelarnos quien es Jesús.

- Omar: Greg déjame hacerte otra pregunta, ¿cuándo fué que tú decidiste entregarte al ministerio y responder de esa forma al llamado que Jesús estaba haciendo sobre tu vida?

- Greg: Sabes que te digo que nunca había un momento para mí de un llamado fuerte, místico, para decirte así, yo nunca tuve una señal en los cielos ni nada por el estilo, ni una experiencia del Dios decirme tienes que ser pastor. Lo tomamos por sentado entre los jóvenes, vas a ser misionero, y si no misionero, nos conformamos con pastor, éramos jóvenes demasiado locos, radicales, y nos creíamos mejores que otros, bueno, eso es otra cosa. Yo siempre lo tomaba por sentado que yo siempre sabía que yo tenía que pastorear, nunca había un tiempo de un llamado, pero, desde ese momento, han habido momentos en que yo tenía que decidir si yo iba a seguir abrazando este llamado o no. Momentos de riesgo, momentos de inseguridad de mi futuro si todo va a funcionar, cómo voy a hacerlo, y hay una imagen de Jesús que siempre me viene, que Dios trae esta imagen a mi mente, en varios momentos de decisión o de compromiso en mi vida, y digo esto con un poquito de cautela, porque nosotros no creemos que podemos inventar nuestro propio Jesús.

Algunos dicen bueno, para mí Jesús es, bueno, está bien que tienes una experiencia con Jesús pero Jesús es quien es, yo soy quien soy, no puedo inventar a Jesús según mis imaginaciones, hay una experiencia que yo tengo con Jesús, eso es muy personal, no hablo de eso mucho, pero se basa en la parábola de los talentos, cuando el jefe, el dueño en esta parábola entrega talentos a sus siervos, y dice que tiene que ser fiel y negociar con lo que él les confía mientras está de viaje, y cuando vuelve él vá a pedir cuentas de ellos, uno negocia y gana uno más, y él dice bien hecho siervo fiel, otro cinco más, otro por temor lo esconde, y él dice has hecho mal, hubieras invertido lo que yo te entregué, y él castiga ese siervo.

Para mí hay una escena que viene a mi mente con cierta regularidad a mi vida, y es de una mesa, una mesa casi de negocios, y yo sé en mi corazón que Jesús está sentado en esa mesa, yo no tengo una imagen visual, sólo tengo una impresión de esta mesa, y Jesús está sentado, y hay un ambiente de solemnidad, porque yo sé que sobre esa mesa hay documentos que hay que firmar, documentos de entrega de mi vida, documentos de responsabilidad por lo que Dios me ha dado, son documentos de compromiso, no sé si has tenido que firmar un documento importante en tu vida pero es así, yo sé que Jesús está sentado ahí, y está esperando mi respuesta, cómo yo voy a firmar o si voy a firmar.

Y es una cena sobria, fuerte, y es interesante porque yo en esta iglesia cada yo miro esta bandera con el León, y estos ojos, y son ojos serios, y yo siento el impacto de esa experiencia que tengo con Jesús, ¿qué vas a hacer Gregory, qué vas a hacer con tu vida, vas a ser cuidadoso, me vas a servir o no, vas a entregar tu vida?. Y yo siento esta experiencia no una vez, si no muchas veces, porque para mí es un compromiso que se tiene que renovar. Así que mi experiencia de Jesús en esos momentos es una experiencia solemne, hay cierto temor, no es ansiedad, como ay le temo, pero sí hay algo grave, algo de peso que Él me está pidiendo, y yo siento esa escena.

- Omar: Pastor Greg, yo sé que muchos de nosotros, muchos de los que nos ven por el internet también, a diario nos encontramos con situaciones donde tenemos que responder, y responder de una forma que el Señor espera que respondamos, y muchas veces nos we compromise, pero en el sentido de que obviamos lo que Jesús nos está pidiendo, como que bajamos nuestro estándar, y decidimos proseguir como la vida nos exige o nos demanda por así decirlo, si yo te preguntara al tú ver a parte de la iglesia, ¿qué tú nos dirías a nosotros para nosotros no bajar ese estándar y poder responder como Jesús espera, esa imagen que tú dices cuando venga el dueño de este reino a reclamarnos por lo que Él ha puesto en nuestras manos, ¿cómo debemos responder?. Yo recuerdo que hasta hablábamos hoy acerca de la imagen de esta parte donde Jesús está a la puerta y llama, si alguno oye mi voz y abre la puerta, yo entraré en él. ¿Qué se requiere de nosotros para responder?. Me gustaría que abundaras en eso y que nos lleves en esa dirección.

- Greg: Yo sé que en el ministerio de Crown, no sé cuántos han tomado ese curso, pero ellos piden la gente firmar un documento simbolizando entregar todos sus bienes a Cristo, y en discipulado nivel tres hay una lección cuando oramos diciendo Señor, te entrego todo, mi corazón, mi mente mi cuerpo, mis sueños, mi todo. Yo recuerdo enseñando nivel tres, me asusté un poco, para orar la entrega de los niños, es una cosa entregar, pero entregar algo tan íntimo, como son los hijos, y casi no podía orarlo por miedo, but no, no puedo, en cada momento de la vida hay que tomar una decisión, y durante esa oración yo supuestamente el maestro, ¿no?, pero cada vez que enseño discipulado soy un alumno con todos, cada vez, no importa el nivel.

Cuando llegué a la oración de entregar los niños a Cristo, mis niños, mi familia, me sorprendió que yo sentí una sensación de alivio, de gozo, como si hubiera, se hubiera quitado de mi una pesa de los hombros, me sentí gozoso y relajado, como ahh, te los entrego, y yo creo que el firmar los documentos y entregar la vida a Cristo es bueno porque todo tiene que estar en sus manos, cuando mi vida está en Él hay paz, Él dice toma mi yugo y esto no garantiza que todo va a ser fácil en la vida, nunca hay promesas de vida fácil, pero hay promesas de toma mi yugo sobre ti y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón, y hallarás descanso por tus almas, es hasta tomar el yugo que descansamos.

Así que esto sería mi palabra de ánimo. No hay nada más miserable que vivir una vida doble. Es cuando estamos aferrados al niño que vivimos con ansiedad, cuando soltamos, Jesús nunca garantiza vida fácil, pero sí Él promete la paz y el descanso del alma, porque hemos entregado la vida a Cristo, hemos firmado el documento, y después sentimos wow, gracias Señor, es mejor que Tú seas el dueño de todo porque Tú sabes lo que estás haciendo.

- Omar: Qué buena esa última palabra que usaste, ver y saber que Él está en control de todas las cosas, me gustaría que oraras Pastor Greg por la iglesia, y yo quisiera que ustedes hermanos también se pusieran de pie, para que resuma con estas palabras, y yo se que tenías otra cosa que decir pero yo quiero que vayamos ya enfocándonos en hacia dónde nos está llevando el Pastor Greg con lo que nos está compartiendo, y a medida que él lleva sus últimas palabras con la oración que él vá a hacer, piense usted, cómo usted vá a responder a Jesús, cómo yo voy a responder a Jesús, como usted que nos vé por el internet vá a responder a Jesús. Él está a la puerta llamando, en medio de las rutinas de su vida, en medio del agite que usted pueda estar viviendo, Él está ahí tocando la puerta, ¿cómo vamos a responder?.

- Greg: Amén, si puedo agregar, finalizar con una imagen más que tengo en mi mente de Jesús, y es en la escena de cuando Jesús multiplicó los panes y los peces, ¿sabes la historia?. Yo me pongo en los zapatos de los discípulos, que estaban cansados, habían recibido malas noticias que Juan el Bautista se había muerto en la cárcel, estaban agotados, sin comer, y después vino una multitud en el desierto, buscando comida, y los discípulos preocupados se pusieron a dar consejos a Jesús, hay que mandar a esa gente a buscar comida, imagínate, dando consejos a Jesús, yo soy así muchas veces. Abrumados, ¿cómo vamos a buscar comida para toda esa gente?, hay que despedirlos, Jesús los miró a los ojos y les dijo algo, les dijo, dénles ustedes de comer.

Hay otra mirada que yo veo en el rostro de Jesús en este momento, es casi una sonrisa, de Jesús diciendo, ¿por qué no ustedes darles de comer?, pero cómo, sacan la calculadora, costaría mucho dinero, 5.000 más niños y mujeres más 5 pesos por la comida, ya esto suma, ¿cómo vamos a hacerlo?. Tratando de buscar soluciones en la carne, Jesús yo lo veo con esta sonrisa, porque Él les iba a enseñar su poder, que si tú me das lo poco que tiene yo lo puedo multiplicar, y yo voy a dar gracias a Dios por lo poco que tú tienes y lo voy a multiplicar y te lo voy a dar a ti y tú lo vas a dar a la multitud y después tú vas a terminar con una cesta llena, y esta mirada de Jesús dice ¿por qué tú no das algo de comer?, ¿why don't you give them something to eat?, ¿pero cómo?. Y Él les dice yo estoy contigo, yo voy a hacer algo que tú jamás puedes entender, que Yo soy el buen pastor.

Esta gente se sienta sobre el pasto verde, y yo les voy a dar de comer. Y una y otra vez en mi vida cuando yo le digo sí Señor, te voy a dar lo poco que tengo, Él lo multiplica y lo usa, y Él enseña que Él es poderoso a través de mí, con todas mis debilidades, y yo creo que somos así, Jesús te mira, Él espera que firmes y Él espera lo poco que tienes para ser multiplicado, y yo te invito en este día a tomar este paso de fé, a decir Señor Jesús, yo quiero firmar contigo, ya basta de estar ya en dos aguas, ya quiero ser un cristiano de verdad, no quiero pensar, no quiero nada más, sólo pensar que Tú eres chévere, aceptar que tú eres el Hijo de Dios, mi Señor y Salvador, yo no voy a tenerte como yo quiero que Tú seas, voy a recibirte como mi Señor y me entrego a ti y de verdad te quiero conocer.

Hoy es un día, un tiempo de decisión, de entregarnos a Jesús, de verdad, de conocerlo, y hay un Espíritu Santo aquí que anhela revelar ese Jesús a tu corazón. Así que nosotros abrimos, Él está pidiendo entrada, y le vamos a abrir la puerta, ¿amén?.

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Silencio y quietud: artes en peligro de extinción

5 de marzo del 2012 - Por Mercedes López-Miranda

En descanso y en reposo seréis salvos; En quietud y en
confianza será vuestra fortaleza. Isaías 30:15

Descanso. Reposo. Quietud. Silencio. Estas son palabras que nos parecen cada vez más foráneas. Nuestras conversaciones frecuentemente están plagadas de alusiones a exceso de trabajo y falta de quietud. Y tristemente vemos esta condición moderna como una virtud, que a la vez nos parece una cárcel inescapable. Con frecuencia nos extendemos mucho más de lo prudente porque no tomamos inventario correcto de los valiosos pero limitados recursos de tiempo y energía.

Es posible llevar este estilo de vida por bastante tiempo pero llega el día en que se hace evidente que estamos viviendo fuera de balance. ¿No te ha pasado que has invertido horas y horas de preparación para agradar a otros y cuando llega el momento de la celebración estás tan agotada que no tienes fuerza para disfrutar de su compañía? ¿No te has sentido ansiosa y como si estuvieras cargando un gran peso sobre los hombros porque hay muchas actividades compitiendo por tu tiempo? ¿Se ha afectado tu capacidad para dormir, para reír y para recibir con expectativa positiva el regalo de un nuevo día? ¿Se parece tu vida a la de los pequeños roedores que parecen no poder parar de dar vueltas y más vueltas en su rueda? ¿Te encuentras preguntándote a ti misma cómo es que has llegado a este punto y si habrá alguna manera de detener, o al menos reducir la velocidad de tu propia rueda?

La habilidad de hacer varias cosas a la vez (en inglés “multi-tasking) es grandemente valorada en nuestro tiempo. Nos hemos convertido en expertas malabaristas manteniendo nuestra atención en varias cosas a la vez. Soy una entusiasta partidaria de la eficiencia. Y también creo lo que tantas veces oí de los labios de mis padres: “El tiempo es oro". Pero veo también cómo la mujer moderna ha convertido la actividad en un ídolo, en un fin en sí mismo que le provee un falso sentido de identidad.
También recibimos un bombardeo diario de invitaciones a interactuar con información. ¿Y cuántas de nosotras no hemos caído en la tentación de pasar horas conectadas, día a día, en la red cibernética?
Sé de personas que gastan mucho tiempo diariamente poniendo al día su perfil y comunicándose por medio de su “red social". Otras simplemente navegan de un sitio a otro llenando su mente de información que muchas veces no es edificante.

Si pusiéramos atención al ambiente de nuestros hogares, muy posiblemente, descubriríamos no sólo exceso de actividad, sino también exceso de sonidos. Este ruido muchas veces se origina en un televisor que permanece prendido a toda hora aún cuando nadie lo está mirando. En muchos hogares ni siquiera hay reglas establecidas en cuanto al uso de éste y otros medios para la protección de sus niños.

Es importante trabajar y mantenernos ocupadas. No hay duda de que los medios de comunicación pueden ser muy útiles. Pero también es necesario que salgamos de las trampas de afán en las que hemos caído. Es imperante que analicemos nuestras vidas para reducir las distracciones externas que dominan nuestro espacio físico, mental y espiritual.

Al asumir un estilo de vida con exceso de actividad y ruido también hemos descuidado la postura de reposar en Dios. Francois Fenelon dijo:
“ Cuán raro es encontrar un alma con quietud suficiente para escuchar a Dios."

Dios es un comunicador. Te creó para que vivas en comunión con El. Desea hablarte cada día y darte instrucciones y consejo sabio para todas las situaciones de tu vida. ¿Pero cómo habrá de hablarte si
no encuentra quietud ni reposo en ti, si la línea está tan obstruida que no puedes escuchar?

¿Qué te parece si te comprometes a cultivar más las posturas de silencio y reposo en El? Al principio vas a tener que luchar para dominar malos hábitos y costumbres familiares. Vas a tener que resistir al Enemigo de tu alma que quiere mantenerte distraída y desenfocada. Pero te aseguro que vas a ser renovada de adentro para fuera. Las distracciones drenan tus energías pero tu reposo en el Señor te traerá nuevas fuerzas. Al tener esta nueva quietud no sólo vas a poder hablar con Dios.
También vas a escuchar las palabras de vida que tiene reservadas para ti como su hija amada.

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Cuatro etapas en el proceso de la santificación - yendo hacia la perfección

 

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Colosenses capítulo 3. Vamos a recibir esta palabra del Señor, quiero hablar de cuatro etapas en el camino hacia la santidad, cuatro etapas en el proceso de la santificación, la jornada de perfeccionamiento que Dios tiene para todos aquéllos que entran en su caminar. El subtítulo de esta presentación es yendo hacia la perfección, el Señor nos llama a ser perfectos como nuestro Padre que está en los cielos es perfecto. La palabra perfecto quiere decir completo, redondeado bien, los atributos, las cualidades que Dios quiere para nuestras vidas. Y esto es una continuación sobre el tema que inicié el domingo pasado, acerca de cuáles son los distintivos de nuestra iglesia con respecto al tema de la santidad, ¿qué es lo que creemos?.

He querido definir mejor lo que creemos respecto del proceso de la sanidad y la santificación, y vamos a entrar de lleno en la palabra, aquí Colosenses capítulo 3, cuatro etapas de santidad, yendo hacia la perfección, dice el apóstol Pablo en la carta a los Colosenses capítulo 3: "Si pues habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba". Hay una precondición y una condición, o una conclusión. ¿Cuántos han resucitado con Cristo?, yo espero que tú hayas resucitado con Cristo ya a través de su obra en tu vida. "Buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios, poned la mira en las cosas de arriba y no en las de la tierra, porque habéis muerto y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo en vuestra vida se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con Él en gloria".

Hay una recompensa, después que nosotros luchamos aquí en la vida, Dios trata con nosotros, nos purifica, nos sana, nos limpia, nos perfecciona, hay una recompensa última, que es que nuestra vida se manifestará plenamente con Cristo en la gloria, ¿amén?. Así que, bien, entonces ¿sabe qué?, iba a hacer como esta mañana, el material que vamos a tratar está en los versículos 5, el que sigue, hasta el 14, pero voy por un momento, más bien para economizar tiempo lo voy a estar trabajando según vayamos tratándolo para apretar mejor. Entonces mis hermanos, esto es una meditación basada en la del domingo pasado, y así brevemente yo he querido apuntalar algunas cosas acerca de la santidad, cómo percibimos la santidad, como congregación, yo como pastor principal, el liderazgo de esta iglesia, hablamos de la santidad como un llamado de Dios desde el principio mismo de las escrituras, el comienzo del pueblo de Israel, Dios llamó a Israel a ser un pueblo santo, apartado de las contaminaciones, corrupciones de las sociedades que estaban alrededor, reflejando un estilo de vida diferente al del mundo que rodeba a Israel, y un Israel apartado también para representar a un Dios santo, diferente de los dioses paganos, corruptos, sensuales, falsos, que estas naciones adoraban.

Y yo decía que así se supone también que compartimos ese mismo llamado de ser apartados de y apartados para. También se supone que nosotros reflejemos un estilo de vida diferente, que eso nos capacite para ser testigos fieles y efectivos, para un mundo que nos requiere tener valores diferentes. Entonces estábamos hablando también de que la santidad en mi manera de verla, no es solamente algo que tiene que ver con la parte sensual de la vida, no significa solamente abstenerse de la inmoralidad aunque evidentemente eso es una parte esencial de ello, sino que también yo hablaba de una santidad vertical para con Dios, que nos recuerda de la santidad esencial y total del Dios que servimos, y se supone que nosotros reflejemos esa pureza, esa perfección moral de Dios, pero también hablaba de la santidad horizontal que se refiere a la que tiene que ver con la gente que está a mi derecha, a mi izquierda, que camina conmigo sobre la tierra.

Se supone que yo también refleje los valores de Dios en la forma en que yo me relaciono y trato a los demás, incluyendo mi esposa, mis hijos, mis hijas, los compañeros de mi iglesia, los colegas con quienes trabajo, la gente en la calle, se supone que yo refleje en mi vivir y en mi carácter también esos valores exaltados del evangelio. Y entonces lo que yo decía, que nuestra iglesia siempre tratará de mantener ese balance entre las dos cosas, y que para nosotros no es suficiente simplemente bueno, absténganse de la homosexualidad, de la inmoralidad, dejen de beber, dejen de fumar, dejen de decir palabras obscenas, todo eso es absolutamente importante, entiéndanme bien, de una importancia absolutamente clave, pero yo decía también que nosotros vamos a medir la madurez de nuestros feligreses también de la manera que nos comportamos unos con otros, y las cartas de Pablo reflejan mucho ese llamado, a amarnos los unos a los otros, a reflejar esa calidad de vida congregacional, pero también con que tratamos a los demás.

Por ejemplo dice, bendecid a los que os maldicen, bendecid y no maldigáis, perdonad a los que os ofenden, amad a los que hablan mal de ustedes, es decir hay una relación muy alta con los que hay afuera, y un llamado a una altura ética puf, absolutamente increíble, esa es la altura a la cual Dios nos llama, entonces santidad vertical, santidad horizontal. Ahora, yo quiero hablarles a ustedes cómo la palabra trabaja este valor, como la palabra de Dios, cómo digo yo, expresa estos valores y estos sentimientos tan importantes. Yo quiero que veamos cómo la palabra trabaja, porque quiero apuntalarla, quiero meterla hondo como una raíz que vá hondo en la tierra de nuestra congregación.

Y yo esta mañana, recordé que hace muchos años había predicado un sermón, y me fuí a una caja que tengo en el basement y la busqué y la encontré, y ahí había un sermón del año 1995, Enero 8 de 1995, haga la matemática, hace 17 años, es el sermón que yo he usado como base para lo que voy a predicar. ¿Y sabe?, que ví allí lo que leí, no hay nada allí que yo tenga que cambiar, eso es lo que yo siempre he creído, lo que siempre hemos predicado, porque es la verdad de Dios. Quizá lo hemos matizado un poquito más pero es la misma. Así que quiero hablar basado en esa meditación de Colosenses capítulo 3, para que ustedes vean cómo la palabra encarna esto, lo que yo le prometí el domingo pasado es el lente interpretativo, llámelo así, es el marco de referencia teórico-teológico.

Pero lo que quiero hoy enseñarles, cómo la palabra de Dios trabaja estas cosas y nos las presenta de una manera implícita, si usted tiene el lente correcto usted puede entonces separar lo que parece una totalidad pero es algo también muy bien estructurado, entonces cuatro etapas de santidad. Lo que quiero decirles, otra vez me traiciona el aparatito este, pero déjeme ver si yo puedo ser como, ahora lo apagué completamente, yo no soy buen técnico, bueno alguien vá a venir, no se preocupe. Escúcheme a mí entonces, la segunda transparencia nos dice algo, y es que la santificación es el trabajo de toda una vida, no termina cuando usted pasa al frente, mucha gente empobrece el evangelio pensando que yo ya pasé al frente, ponché la tarjeta, me dieron el sello de visa, mi pasaporte, ahora me echo a echar grasa simplemente por los próximos 40 años, y no tengo más nada que hacer, no, sabe que ahí comienza una jornada sublime y maravillosa, llena de aventuras, el camino hacia la perfección.

Dice Pablo prosigo al blanco, dice la palabra del Señor: "porque la senda del justo es como la luz de la aurora, que vá en aumento hasta que el día es perfecto". La vida cristiana debe ser un perpetuo superarnos, un perpetuo ser cosas nuevas, tenemos que ir siempre hacia la perfección. Lo que tenemos en los primeros cuatro versículos es una exposición teórica, teológica de lo que sigue en los demás versículos. Pablo dice aquí, en los primeros versículos: "Si habéis resucitado con Cristo", hay un énfasis que Pablo pone en la persona de Cristo, Pablo siempre es lo que llaman Cristocéntrico, nuestro llamado a la santidad y el punto de referencia que Dios quiere que seamos siempre es Cristo, cómo era Cristo, cómo se movió Cristo en el mundo, qué hizo Cristo en la cruz, y qué ganó Cristo para nosotros.

La base de todas nuestras aspiraciones y la fuente de nuestro poder para vivir como Dios quiere es Cristo, su sacrificio en la cruz hace posible todo lo demás, hay un pasaje también en Colosenses que dice que Jesús en la cruz derrotó a los principados y a las potestades, dice que los exhibió publicamente, es decir mostró su verguenza total, y anuló el acta de los decretos que nos era contraria, en la cruz Cristo ganó una serie de beneficios que nos dejan libres para seguir el camino a la santidad. Y tenemos que poner la mirada en Él, y lo que dice Pablo es que a través de la cruz nosotros hemos recibido ciertas virtudes, ¿dónde dice la biblia de paso que estamos sentados?. Usted dirá bueno, el 68 de la North Hampton Street ahora, bueno eso es físicamente, pero espiritualmente estamos juntamente con Cristo en los lugares celestiales, a la diestra de Dios, posicionalmente usted está sentado a la diestra de Dios Padre con Cristo Jesús.

Eso quiere decir hay autoridad, hay poder, hay perspectiva, desde arriba usted puede ver todo, hay libertad de las circunstancias que controlan al hombre, a la mujer que conocen a Cristo, hay una libertad nueva, hay una serie de valores nuevos, hay un llamado nuevo, una condición sublime, exaltada que usted recibe como hijo de Dios ahora. Entonces como consecuencia de eso, como usted está sentado allá arriba, ¿dónde deben estar su cabeza y su corazón?. Allá arriba, porque si usted allá arriba y su cabeza está aquí en el mundo, usted necesita una lobotomía, un cambio de algo, una operación seria. Muchos cristianos son así, su estado espiritual está en el suelo pero sus aspiraciones, cabeza, corazón, lealtades donde están, en el mundo, y Pablo dice no, ustedes han resucitado con Cristo, son ciudadanos del reino de Dios, destinados a la eternidad, sus valores, afectos, aspiraciones, su enfoque deben estar en las cosas de arriba también.

Muchos de nosotros somos amigos del mundo, y no estamos consagrados, la santidad comienza cuando tú entiendes que la totalidad de tus energías deben estar consagradas a Dios, entonces tienes que buscar las cosas de arriba, tú tienes que poner la mira en las cosas de arriba, la santidad comienza cuando tú entiendes ese llamado a establecer prioridades, ¿por qué?. Porque tú has muerto, ah tu estás vivo ahora pero sabes qué, espiritualmente con respecto al mundo tú estás muerto, desconectado, te desenchufaron del mundo, esa conexión que te ataba al mundo que hacía que el mundo tuviera ese poder definitivo en tu vida, se supone que desenchufaron ese cable, para propósitos del mundo tú estás muerto, dice que tu vida está escondida con Dios.

Oh hermanos, si nosotros entendiéramos judicialmente lo que nosotros somos, lo que Dios nos ha declarado, porque todo comienza en tu identidad, según tu sentido de identidad así vá a ser tu desempeño en la vida. Muchos de nosotros todavía no hemos cambiado de identidad, no hemos cambiado de conciencia, entonces todavía estamos en el mundo y creemos que estamos vivitos y coleando para el mundo. El hombre, ese viejo hombre no está tan viejo nada, está fresquecito, hay amistad, compañerismo con el mundo. Pero Pablo dice no, pongan la mira en las cosas de arriba. Hermano, si tú amas las cosas del mundo, no eres un buen candidato para la santificación, porque el mundo te vá a estar halando, y vá a estar inyectándote su energía, y tú estás aquí dizque aspirando a ser como un hijo de Dios, hay una contradicción inherente, estructural que necesita ser corregida.

Por eso Pablo dice: "ustedes han muerto, su vida está escondida con Cristo". Siempre tiene que haber muerte primero para que después haya resurrección, como el caso de Jesús, tuvo que morir para entonces resucitar. El llamado entonces en el camino a la santidad es, establezcamos prioridades, ¿en qué tú estás enfocado, en qué están puestos tus afectos, qué tú piensas, qué tipo de música tú le das prioridad en tu vida?. Cuando tú escuchas cosas, inclusive anoche yo ví una película, se llama Hugo, se las recomiendo, preciosa película, yo veo películas de vez en cuando por si acaso hermanos, pero cuando yo veo una película así yo estoy pensando cómo eso me hace capacitado para entender las cosas de la cultura y del arte, cómo me ancha mi entendimiento intelectual de la cultura, del cine, del arte, de los valores humanos, todas esas cosas están allí.

Yo lo estoy viendo a través de los lentes de un pastor, ahora estoy disfrutando de la película, entiéndame, pero yo la estoy interpretando a la luz de lo que yo soy y cómo la puedo interpretar para la luz del reino de Dios como estoy haciendo ahora mismo, le estoy sacando jugo a eso que yo ví. No porque en la mira mía y la tuya debe estar siempre en las cosas de arriba, tú tienes que ver el mundo, las acciones de tu vida, las experiencias, las caídas y levantamientos, las aventuras, las victorias, las derrotas a la luz de la eternidad. ¿Qué me está diciendo Dios a través de esto?, ¿cómo yo puedo usar esto como un peldaño hacia la perfección a la cual Dios me llama?.

Pablo dice entonces en el versículo 5, como consecuencia de todo esto que Dios ha hecho, ¿dónde está tu mira, dónde está tu posición ontológica, espiritual?, como consecuencia de todo eso que tú eres, Cristo ha cumplido en ti todo lo que tiene para ti en la eternidad. Mira lo que dice entonces: "Haced morid pues", vé ese pues, ese pues ata lo que yo acabo de explicar con lo que sigue. "Como consecuencia de eso hagan ciertas cosas", y lo que yo quiero que ustedes vean conmigo es que hay cuatro niveles de crecimiento y perfeccionamiento a los cuáles nos llama la palabra, pero primero vean esto. En esos 4 movimientos hay dos categorías, dos de esos movimientos son para destruir, despojarse, desvestirse, y dos de esos cuatro movimientos son para vestirse, ponerse y revestirse. Hay un destruir para poder construir. Yo que he estado 17 o 18 construyendo, trabajando en construcciones, literalmente he entendido lo que significa esto.

Cada vez que nosotros hemos cogido un edificio como este, siempre me doy cuenta que hay que destruir, hay que cavar hay que deshacerse de, hay que quitar cosas viejas para poner cosas nuevas. La destrucción y el despojo siempre vienen antes de la renovación. Si tú quieres ser como Cristo, hay cosas que ocupan un lugar, hay una de las leyes de la física que dice que dos objetos no pueden ocupar un mismo espacio. Algo tiene que salir de tu vida, muchas veces nosotros estamos tan llenos de atributos viejos que los nuevos de Cristo no pueden llenar nuestra vida. Estamos tan llenos de la vida del mundo que la vida de Cristo no puede caber dentro de nosotros. Si tú quieres vivir tienes que morir, el Señor Jesucristo dijo si el grano de tierra no cae a tierra y muere, queda solo, queda infructífero, pero si muere, lleva mucho fruto. Siempre hay que morir para vivir, siempre hay que despojarse de algo para adquirir algo nuevo.

Hay cosas que tú amas y que tú valoras, que si no se las entregas al Señor primeramente no podrás recibir la buena cosa que Dios tiene para tu vida. Mire por ejemplo con Abraham, Abraham tuvo que despojarse internamente de lo que él más amaba, que era su Isaac, su posibilidad de permanencia, de herencia, de procreación, de fama, de influencia mundial como Dios le había prometido. Y cuando Dios le dá lo que él quería, los 100 años de edad, ahora le dice dámelo a mí, gloria a Dios que Abraham dijo parece una locura pero tómalo, porque Dios muchas veces lo que quiere es que tú te despojes de lo que tú más amas, hasta que tú no mueras no vas a vivir hermano. Y yo veo esa dinámica siempre en la escritura, cuando el hijo, el joven rico viene a donde Jesús lleno de ansiedad y de deseo de perfección, le dice Señor ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?.

Bueno, tú sabes lo que dicen los mandamientos, haz esto, pero se lo dijo con una sonrisita maliciosa en la boca, y el joven rico le dijo bueno Señor, pero si yo ya he hecho todo eso, bueno una cosita te falta, toma todos los bienes tuyos, toma toda tu riqueza, tus propiedades, tu reputación social, tu influencia, toma todo eso, véndelo, despójate de ello, y dáselo a los pobres y entonces ven y sígueme y vas a encontrar lo que tú quieres. Y dice la biblia que como tenía tantas posesiones, se puso triste y prefirió irse y seguir con su carga espiritual en vez de ser libre y despojarse de lo que lo ataba al mundo. Ahora yo siempre he dicho, que si ese joven le hubiera dicho al Señor bueno Señor, está bien, te lo entrego todo, cuando hubiera volteado la espalda, el Señor hubiera dicho oops, un momento, ven acá, estaba jugando contigo, como hizo con Abraham, sólo quería que tú hicieras la transacción adentro de ti, que tú transfirieras el dinero mental, espiritual, emocionalmente, ahora que lo hiciste, guárdalo, tómalo, úsalo para mi gloria, y sabes que el mortgage, el seguro está en un papel mío, cuando yo te lo quiera pedir tú me lo tienes que dar, vívelo como si lo tienes pero como si no lo tuvieras, úsalo como que es un préstamo mío para mí.

Y muchas veces Dios para bendecirnos tiene primero que cortar cosas de nosotros, para primero llegar donde Cristo tú tienes que despojarte de todo aquéllo que es humano, carnal, terrenal, diabólico, animal. Entonces el apóstol dice primero hagan morir, después vivan, entonces hay cuatro cosas ¿no?, que están aquí, hay cuatro secciones en ese pasaje que sigue, del 5 al 12, del versículo 5 al 7 hay un llamado, del 8 al 11 otro llamado, del versículo 12 al 13 y en el versículo 14 un llamado final, cuatro niveles de perfección espiritual. La biblia los llama un constante crecimiento, de un nivel a otro, de un nivel a otro. Hermanos todo lo que es vivo crece, si tú estás vivo en Cristo tú vas a crecer, hay una constante evolución, qué triste que muchas iglesias le hemos vendido a la gente esta maleficencia, yo no sé cómo llamarlo, esta mentira, de que cuando entramos al evangelio lo que tenemos que hacer es simplemente seguir una rutina, hablar de una cierta manera, aprenderse fórmulas, y cerrar con llave nuestro interior, todo lo contrario, ahí comienzan las cosas, y toda tu vida vá a tener que ser un ir, ir, ir hacia algo, cuando llegaste a un nivel, a otro, tienes que ir a otro, a otro, hay contínuo crecimiento, nunca nos detenemos, no podemos estancarnos, tú tienes que ser perpetuamente inquieto, deseando más para tu vida.

Yo a lo que quiero llamarlos mis hermanos es a que seamos cosmonautas del Espíritu, siempre explorando nuevas fronteras, como Star Trek, todos tenemos una cosita aquí Star Trek, estamos vestidos de cosmonautas, where no man has gone before, tenemos que ir a otras partes del universo del Espíritu, descubriendo muchas áreas de nuestra vida, hay muchos pasajes que nos dicen eso ir siempre añadiendo cosas, mire por ejemplo uno sólo, segunda de Pedro 1: 5 al 8: "Vosotros también poniendo toda diligencia, por esto mismo añadid a vuestra fé conocimiento, al conocimiento dominio propio, al dominio propio paciencia, a la paciencia piedad, a la piedad afecto fraternal, y al afecto fraternal amor". Ya yo estoy cansado de leer sólo lo que les acabo de leer. Necesito una Coca Cola, alguien por ahí que me ayude.

Es contínuo trabajo, bueno yo ya tengo virtud, me porto bien, soy una persona virtuosa, pero ¿sabes qué?, si no le añades a eso conocimiento de los misterios y sutilezas de la palabra de Dios, eres un bruto virtuoso, eres un ignorante que tiene buenas intenciones pero poco conocimiento, dice la palabra que por eso fracasó Israel, tenía mucho celo para con Dios pero le faltaba conocimiento, yo amo el conocimiento, y mucha gente desprecia el conocimiento de la palabra, ah no, el pastor se puso demasiado fino hoy, yo lo que me gusta ahí es una chuleta con dos papas y vamos a lo que vinimos. No, la palabra tiene sublimes verdades que hacemos bien, entonces después de la virtud viene el conocimiento, pero qué pasa, mucha gente tiene virtud y conocimiento y entonces, eso, como que se convierte en un fin en sí mismo, es como que se agarran de un cable de alto poder, pero se requiere de dominio propio para poder canalizar eso, manejarlo correctamente, porque si no mucha gente con virtud y conocimiento se vuelven orgullosos, entonces hay que dominarnos.

Hay un llamado de Dios a dominar los apetitos de la carne, dominar las emociones, dominar los malos recuerdos, dominar las malas experiencias que nos han deformado, y todo esto es parte del dominio propio, del control de nuestras facultades, entonces después del dominio propio, paciencia, porque si usted tiene virtud, conocimiento, y dominio propio, usted entonces ya no tiene paciencia con esos pobres diablos que se portan tan mal en la iglesia. Usted se convierte en una persona imposible de soportar, se necesita paciencia, con usted mismo y de paso con los demás. Entonces es un ponerse siempre nuevos atributos y cosas, porque qué dice la palabra, si estas cosas están en nosotros y abundan, no permitirán que seamos infructuosos, siempre habrá algo que hacer en el reino de Dios.

Entonces es una visión a la que Dios nos llama, de constante crecimiento versus la visión pobre de la gente cristiana, muchas ocasiones, de una vida religiosa estancada y simplista. Entonces mire el primer nivel, que es lo más pronto que puedo, el primer nivel dice haced pues lo terrenal, digan todos terrenal, lo terrenal en ustedes, ese es el primer nivel, y ahí es muchas veces donde nos quedamos, yo llamo lo terrenal la vida biológica, humana, la vida carnal, la vida animal, las pasiones carnales y obvias, lo más obviamente pecaminoso, eso es lo que la gente piensa cuando piensa en santidad, bueno, yo no soy homosexual, yo no fornicador, yo no soy adúltero, yo no fumo, no bebo, no hago cosas malas, no pateo las viejitas en la calle, no le robo las paletas a los niños cuando los papás no están mirando, por lo tanto yo ya estoy listo para irme para el cielo.

Y hay mucha gente así que cree, bueno como yo ya dejé, y muchas iglesias de santidad como yo les digo, eso es, a eso limitan los sermones, los llamados, y qué pasa, hay gente santa pero feísima que yo no quiero cenar con ellos ni los quiero en mi casa, francamente, perdónenme que se los diga sinceramente, le hablo a la gente en la vida son un mal testimonio de la belleza del reino de Dios, porque para mí la santidad es bella, hermosa, atractiva, sonriente, como yo decía el domingo pasado, es algo hermoso, es algo que gana a la gente, simpático, nuestra gentileza sea conocida de todos los hombres dice el apóstol Pablo. Entonces mucha gente piensa en lo terrenal, en lo carnal, hermano, bien importante, si usted no ha bregado con ese primer nivel, no se vista como decía el domingo pasado, si usted no ha bregado con ese primer nivel usted está atado al diablo, hay un boquete bien grande por donde el enemigo puede meter todo lo que quiere hacer en su vida y hacer daño, robarle la energía y batutearlo, porque esa es la energía que él ejemplifica, y tenemos que depurarnos y bregar con eso.

Nunca nos vamos a desvestir completamente de lo carnal, lo animal, porque nuestra naturaleza misma, biológica, neurológica es terrenal, pero tenemos que montar una batalla contínua, una renuncia de nuestro ser interior a ello, un apelar a la fuerza y el poder del Espíritu Santo y la iluminación de Dios para que siempre esté limpiándonos, purificándonos. Tenemos que someter nuestro ser al trato de Dios. Nunca terminará la batalla contra la carne, estos diferentes niveles están continuamente dándose en nuestra vida en diferentes secuencias y relación una con la otra, pero definitivamente, el primer nivel es ese, y Pablo los menciona, algunas de las cosas que caracterizan ese primer nivel, fornicación, porneia, es decir todo lo que tiene que ver con, no había la palabra pornografía, todo lo que es impureza, no es solamente tener sexo antes o fuera del matrimonio, si no todo lo que es impuro, y todo lo que no conviene a la santidad y la pureza, sin mancha de Dios.

Impureza, pasiones desordenadas, avaricia, porque no es solamente lo sexual, es también la avaricia, las corporaciones que explotan a la gente, los medios de comunicación que envician a las personas, los ejecutivos que mienten y manipulan, y crean necesidades que la gente no tiene, que se van a sus casas con bonos obscenos sabiendo que están mintiendo y cocinando los libros, porque saben que después todo eso se vá a venir abajo, pero qué les importa a ellos si ya tienen su bono de tres millones de dólares, que se embrome quien sea, allá ellos, esa es la maldad del mundo, no es solamente lo sexual, es toda cosa que ata al hombre al aquí, el espacio, el tiempo, entonces dice Pablo líbrense de todo eso, batallen, contra todo eso.

Y dice aquí: "La ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en las cuáles vosotros también anduvisteis, en otro tiempo, cuando vivías en ellas" pretérito imperfecto, queriendo decir hey, ya estoy asumiendo que eso ya no es un factor dominante en sus vidas, ustedes vivían en eso pero ahora, hermano Dios siempre asume que ahora, pero ya hemos bregado con esas cosas, por lo menos en lo básico, esta congregación, Dios nos está llamando cada día más y más hermanos a la santificación de nuestras vidas, a ese nivel primeramente, dejemos esas cosas, esa impureza, por favor jóvenes, hombres, yo sé que hay mucho apetito aquí, yo sé que el viejo hombre, la mujer, todavía está gritando y chillando dentro de ellos, de nosotros, pero la biblia dice hey, esas cosas son para la gente de afuera, ustedes vivían con eso, se movían con esas cosas, ahora ya la palabra asume que esas cosas están muriendo, nos estamos despegando de esas cosas en nuestra vida física, psíquica, no debe ni siquiera mencionarse dentro de nosotros, digo eso con temor y temblor, se asume que esto ya no es una realidad dominante en nuestras vidas, no practicamos eso, no nos dominan.

Mire la palabra, practicar, ser dominado por, estar inmersos en esto, es diferente a que hay momentos que caemos, tropezamos, nos levantamos, pero no vivimos en ello, no lo celebramos, no lo practicamos, no dejamos de sentir que nos hinca el arrepentimiento cuando practicamos estas cosas porque sabemos que estamos fuera de la voluntad de nuestro Padre celestial. Somos sensitivos al rechazo de Dios a estas cosas. Entonces la biblia nos llama, despojémonos de estas cosas, porque ya nuestra vida está con Cristo.

Segundo nivel, dice aquí entonces en el versículo 8, mire mire qué interesante: "Pero ahora dejad también". Es lo que le digo que la palabra trabaja y conjuga las cosas en una manera muy bella cuando lo entendemos, el Espíritu Santo guía al apóstol Pablo a decirle a los Colosenses y a nosotros por extensión, hermano, deja esas cosas violentas y feas de la vida animal del hombre sin Cristo, y la gente dice wow, gracias a Dios, ya dejé todo eso, ya no me domina, pero ahora, es decir, hay un segundo nivel, no te pongas tan cómodo, pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas, ira, enojo, etcétera, ¿cuáles son todas esas cosas?.

El primer nivel es acciones obvias, externas, el segundo nivel yo lo llamo algo interno, actitudes, razgos personales, hábitos del corazón, ira, enojo, malicia, blasfemia, palabra deshonesta, ¿por qué la distinción del Espíritu Santo?, porque es lo que yo digo, en muchas iglesias, y cristianos, y círculos cristianos la gente se enfoca en lo primero, y los pastores, los predicadores, el proceso de discipulamiento, la ética de una iglesia muchas veces, evitamos lo otro, el otro nivel, no hablamos tanto de eso, pero la biblia nos llama.

Yo creo que no podemos verdaderamente reflejar la bondad de Dios a menos que esa dimensión, no hayamos dejado que Dios la trate, y eso es lo que hace para mí tan agónico el camino cristiano, me señalo a mí mismo, porque cada día yo me mido a esa palabra y me encuentro falto, necesito el trato de Dios en mi vida. No puedo bajar la guardia, hermanos no se preocupen, no me voy a pegar un tiro dentro de los próximos 10, 20 años, no, no es que yo vivo tampoco neurótico por eso, no, pero yo sé donde está mi tarea, y la acepto gozosamente, porque yo sé que ya tengo la aprobación de mi Padre celestial, y Él está comprometido a trabajar conmigo, lo que yo entiendo es que yo no soy un corredor de 100 metros, soy un corredor de 26 millas, soy un maratonista, y tengo que correr la buena carrera de la fé hasta llegar al final, y Dios me llama a otros niveles de perfección que no tengo todavía, estoy tratando con ello no?.

Ira, enojo, malicia, blasfemia, muchas congregaciones, secretamente, familias, cristianos que sirven al Señor, hay cosas, ¿a cuántos de nosotros nos toca esto?, y Pablo diría cosas similares a estas, porque hay muchas otras cosas, murmuramientos, rencores, mentiras que decimos unos de los otros, actitudes que hay en nuestra vida, somos ultrasensitivos a las percibidas ofensas de los demás, incluso hay otras cosas, tendencia a despreciarnos a nosotros mismos, a despreciar a los demás, manipular a la gente, controlarlos, denunciar sus defectos, humillar a las personas con nuestra capacidad verbal, nuestro sentido del humor hiriente, muchas cosas que pertenecen a esa segunda dimensión de perfeccionamiento, es toda esa vida interna del yo que nos aprisiona también, y Pablo dice pero también estas cosas, no sólo lo sexual, inmoral, dejen también las actitudes indebidas, el trato inapropiado de los demás, pídanle al Señor que los sane.

Yo creo que también voy a hablar en el futuro acerca de ok, ¿cuál es el mecanismo que Dios usa para hacer efectivo el cambio en nuestras vidas?. Porque eso es también importante. ¿Cómo vamos a llegar a esto, no?. Entonces mire esta aclaración, hermano, ¿sabe qué?. Yo diría por experiencia personal, propia y observación, y no solamente esta iglesia, yo diría literalmente cientos de iglesias, ministerios, que esa frontera es la que más daño hace muchas veces en las congregaciones, la que más empobrece, la que más daña el testimonio de la iglesia, la que más afea los ministerios, la que más neutraliza a los líderes, la que más mata ministerios a los que Dios quisiera desatar, pero no puede, es lo que más de reputación trae al reino de Dios en la televisión, en las grandes iglesias, en los grandes ministerios, es el no dejar que Dios trate esa área, y no reflejar el trato de Dios, el desangramiento divino en esa dimensión.

Eso es lo que pone a líderes unos contra otros, las agendas secretas que gobiernan muchas veces a la gente, son las divisiones en las iglesias, los pastores que no dirigimos bien a nuestras congregaciones, nos dejamos poseer por el ego, el orgullo, dominar, el pantalleo, la explotación de los demás, es esa dimensión, por eso es que yo me detengo sobre ella y la palabra también se detiene. Estas cosas mis hermanos tenemos que dejarlas a un lado, deje que Dios trate el área de su mente, su personalidad, sus emociones, se conoce como el proceso de discipulamiento, de perfeccionamiento del yo. Óigame, esto mata matrimonios, esto es lo que está matando tantas familias, esto es lo que nos hace a mí y a los consejeros tan difícil el trabajo de consejería. Porque yo veo esta carencia de trato en esa dimensión en los cónyugues, está desangrando los matrimonios de gente que ama a Dios, viene a la iglesia pero los valores que ellos ejemplifican y como se tratan unos a otros, me hace a mí y a otros que queremos promover la sanidad de los matrimonios, casi nos ata las manos, porque hace difícil para la esposa soportar a su marido, hace difícil muchas veces para el marido tratar con el amor que necesita, hace que los hijos pierdan el amor y el afecto a sus padres.

Y entonces a veces uno, hermanos, uno no sabe qué decirle, por favor ayuden al Espíritu Santo, pidiéndole al Señor que trate con su vida, con la mía, pidiéndole que nos queme, nos mate, nos corte, nos desangre, para que la vida de Cristo pueda manifestarse dentro de nuestras familias, nuestra espiritualidad. Para que entonces la palabra del Señor pueda encarnar como es debido en la vida de los hijos de Dios.

Sabes cuando tú dejes que Dios trate con esa área de tu vida vas a ser una persona diferente. Se molestan conmigo porque les hablo así mis hermanos, yo espero que no, es la palabra de Dios hablando a sus vidas, esa dimensión tiene que ser tratada, yo espero que nadie se vaya molesto de aquí conmigo, yo no le estoy señalando su llaga, estoy apuntando para lo que Dios quiere para su vida, mírelo posivitamente, y eso le vá a ser de bendición en su trabajo, relaciones humanas, en todo, deja que el cuchillo quirúrgico de Dios entre dentro de ti y extirpe esas cosas, y las reemplaze con el carácter de Cristo Jesús. Deja que Dios te forme.

Hay un tercer nivel, carnalidad, biología meramente biológica, carnal, terrenal, segundo, desvístase de los atributos esos secretos que afean la personalidad humana, las heridas y deformaciones del pasado, que te convierten en una espina en el costado de los demás, esas venas secretas, negras que corren en tu vida. Pídele al Señor que te desangre y salga de ti para que tú puedas ser más como Cristo. Hay una transfusión de sangre, de la sangre humana, carnal a la sangre de Cristo dentro de ti. Pero el tercer nivel es un nivel más excelso todavía, vamos de lo más bajo, y concreto, y duro, a algo un poco más leve, hasta algo todavía más sublime.

Mire lo que dice, entonces en el versículo 12, voy a saltar tres versículos, una transición, versículo 12 dice, ahí está: "Vístete", los dos primeros son despójate, desvístete, suéltate de, echa abajo, aquí dice: "Vestíos", ponte, asume, revístete, estás desnudo porque ya supuestamente te has librado, ahora vístete, recuerda que yo dije que hay que destruir para construir, "Vestíos pues como escogidos de Dios". Sabe lo que la palabra nos llama a asumir y a vivir como la identidad de hijos de Dios que nosotros tenemos. Tú eres un hijo de Dios, entonces Dios te dice vive ahora como un escogido, no vivas una vida esquizofrénica, con un estado sublime y noble y real dentro de ti pero viviendo como un pordiosero y un vagabundo.

Vive como Dios te ha hecho, ¿cómo se supone que nos vistamos, cuáles se supone que sean las cualidades que expresemos, que nos caracterizen externamente?. Santos y amados. ¿Qué quiere decir amados?. Fáciles de amar yo diría, benignos, bondadosos, simpáticos, queribles, tiernos, santos y amados, de entrañable misericordia, de mansedumbre, de paciencia, y otras cosas similares, transparencia, honestidad, misericordia, perdón, gozo, paz, mansedumbre, templanza, dominio propio, todas estas cosas que hablamos, estas son las virtudes que nosotros debemos estar asumiendo día tras día tras día en nuestras vidas.

Yo quisiera tener tiempo, no lo voy a hacer pero detenerse en cada una de estas cualidades, ¿cuántos de nosotros delante del Señor diciendo? Padre, yo quiero ser como Cristo, yo quiero ejemplificar el carácter de Jesús, no estoy contento con simplemente haber dejado las cosas viejas, yo quiero vestirme de cosas nuevas que te glorifiquen, y adornen mi vida Señor. ¿Cuántas veces estamos pidiendo al Señor estas cosas hermanos?. Ahí entra lo positivo, ¿no?. Esto nos recuerda a algo más, dice soportándoos y perdonándoos unos a otros. ¿Por qué?, porque mire mi hermano, nadie ni usted mismo se comporta con ese nivel, y tarde o temprano tenemos que soportarnos a nosotros o a otros, y eso es lo que finalmente si alguien nos ofende perdonarlos y perdonarnos incluso a nosotros mismos.

Tenemos que sumergirnos en un comportamiento, vestíos, quiere decir que te cubras completamente, te llenes, déjate gobernar por ese comportamiento a la altura de nuestra condición. Recuerde el fruto del Espíritu en Gálatas 22, amor, paz, paciencia, benignidad, bondad, fé, mansedumbre, templanza, hay una cantidad, hay listas, todo lo bueno, todo lo noble, todo lo puro, todo lo amable, todo lo perfecto, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si algo digo de alabanza en esto pensad, contínuamente hay listas de esos llamados, esas cualidades, que nos apuntan a una cosa, niégate a ti mismo, ama a los demás, vive para los demás, esa negación del yo. El mundo, la selva es para el más fuerte, mis necesidades, Cristo dice no mires tus necesidades tanto como las de los demás.

No mires tu gloria como la gloria de Dios, es lo opuesto de la gratificación carnal que busca la gratificación del yo a cualquier costo. El yo debe morir, debe ceder a la consideración de los demás, esa es la base del amor, es un principio más alto al cual nos llama la escritura. El último nivel, tenga paciencia y deme unos minutitos más, el último nivel, el amor, entonces deja lo terrenal, deja las cualidades impuras y no nobles, desvístete de todo eso, ponte virtudes conforme al reino de Dios, de bondad, paciencia, y entonces la corona, y yo diría la joya que está encima de la corona es el amor. El completarlo todo, el amor, dice el apóstol Pablo es el vínculo perfecto, lo que nos une unos a otros en forma indisoluble y orgánica.

Yo les decía a los hermanos esta mañana, mire, no le pida a Dios amor porque no es que Dios te vá a dar con una varita mágia amor. El amor es la conclusión de una vida entregada al trato de Dios. El amor es aquéllo que cuando tú has asumido todas las virtudes a las cuales te llama la palabra, juntos constituyen una actitud y una postura que se llama amor. Por eso cada día tenemos que someternos al trato de Dios, entregarnos al ser del Señor, saber a la altura a la cual nos ha llamado, y poco a poco entonces el amor se vá constituyendo en la cualidad distintiva de nuestras vidas. El amor perfecto es el resultado de toda una vida de perfeccionamiento y trato de parte de Dios. Sin amor dice el apóstol Pablo, si no tengo amor nada soy, si no tengo amor de nada me sirven las cosas que yo hago, si la motivación de mi vida no es bendecir a los que están alrededor de mí, si la motivación de mi vida no es manifestar el amor de Cristo, si la manifestación de mi vida no es el despojarme de mí mismo sean y vivan.

Si yo no reflejo la abnegación de Cristo en mi vida, entonces nada de lo que yo hago tiene en última instancia valor o significado. ¿Usted entiende la altura a la cual Dios nos llama hermanos?. Cuatro niveles de santificación es lo que embellece, ennoblece y afinca todas las demás cualidades espirituales. Despójate de tu cuerpo que te grita y te controla, despójate de las emociones y las deformaciones que te afean, asume las cualidades y virtudes del carácter de Cristo, y por encima de todo que tu vida refleje amor para con los demás, un amor que sólo Dios puede manifestar a través de ti porque en nosotros no está manifestar un amor tan alto, una cosa tan alta y sublime como esa.

Hermanos yo espero haberles complicado la vida un poquito en esta tarde, los que todavía me están escuchando, yo espero que usted se vaya de aquí pensando wow, esto es más complejo de lo que yo pensaba, pero también más interesante, ahora yo entiendo por qué yo me aburría tanto en la vida cristiana, y es porque yo había empobrecido y simplificado demasiado la jornada del cristianismo, esto es algo serio, hermoso, para ser un poquito mejor, desangrarme un poquito más, si tú eres afortunado en la vida cristiana, cada día Dios vá a venir y te va a meter una jeringuilla y te va a sacar un poquito de sangre. Te vá a debilitar un poco para que tú manifiestes un poco más el amor de Dios en tu vida, te vá a ahuecar un poco para que quepa más la unción de Dios dentro de ti.

Te va a empobrecer un poquito para enriquecerte un poco más, te va a sacar un poco de carne para poner de su Espíritu, quiera Dios que sea esa la bendición de nuestras vidas, yo le pido a Dios que esta iglesia y este pastor cada día podamos ejemplificar un poco más del Reino de Dios para que este mundo crea que Jesucristo es el Señor. Póngase de pie, gloria al nombre del Señor Jesús, damos gloria y honor a su nombre.

Padre, esta palabra es demasiado alta para nosotros, pero la emitimos de todas maneras y la recibimos, nos metemos dentro de ella porque si nos la ponemos nos queda grande, Señor, pero queremos crecer, crecer, crecer para llenar esa palabra, yo pido que este pueblo pueda en tu misericordia, pueda mientras esta iglesia permanezca aquí, reflejar esos valores, comienza conmigo Padre, yo admito frente a tu pueblo que no estoy a la altura de la palabra que yo mismo predico y necesito Tu trato, Espíritu Santo, llévanos al nivel que necesitamos ir, manifiesta Tu energía, no la energía del mundo, queremos que la energía de Cristo, llene estas familias, estos hogares, esta comunidad aquí representada, y que ese poder, esa energía tuya llene ese mensaje sublime tuyo, comienze a expandirse como un vapor santo, una nube de gloria hacia los cuatro vientos, llenando esta comunidad, estableciendo un ejemplo, predicando un mensaje, proyectando una vida, un ejemplo Señor para que la gente lo pueda ver, comienza conmigo, mi hogar, mi familia, sigue con cada hombre, cada mujer, cada hogar aquí representado.

Yo envío tu gloria ahora a este pueblo Padre, envío tu energía, mata todo lo que tiene que ser muerto en nosotros Padre, Señor envía tu cuchillo ahora a cortar todo lo que no sea tuyo, trata con nosotros, no dejes de tratar con nosotros, Señor clávala, una estaca, una señal, en el corazón de esta iglesia Padre, hasta que Cristo venga, ayúdanos a estar a la altura de ese mensaje Señor, para gloria tuya, te adoramos, gracias por lo que hemos experimentado hoy en este santo lugar, nos lo llevamos como una llamita, que nada la apague, la vamos a proteger y la vamos a guardar, la vamos a poner en el altar de nuestras casas, para que alumbre nuestras vidas y nuestro hogar, sácanos de aquí como llamas ardientes que ejemplificamos el evangelio de Jesús, su buena palabra, gracias, en el nombre de Jesús, oramos, amén y amén.

Pueblo de Dios recibe esa palabra y pídele al Señor que la haga real en tu vida y en la mía, estamos bendecidos.

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Volviendo al primer amor

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Yo titulé mi mensaje hoy, volviendo al primer amor. Quisiera que vayan conmigo a Apocalipsis capítulo 2, un pasaje que yo sé que muchos conocemos, yo lo quisiera leer solamente para refrescarlo. Apocalipsis capítulo 2, último libro de la biblia del Nuevo Testamento, esta es la carta, hay siete cartas que se escriben a siete iglesias entre el capítulo 2 y el capítulo 3, y la primera carta vá dirigida a la iglesia que está en Éfeso. Voy a comenzar en el verso 2, dice así del 2 al 5: "Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo, tu paciencia, que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles y no lo son, y los has hallado mentirosos, y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre y no has desmayado. Pero tengo contra ti que has dejado tu primer amor. Recuerda por tanto de dónde has caído, y arrepiéntete y haz las primeras obras, pues si no, vendré pronto a ti, quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieses arrepentido."

Qué carta tan interesante. La carta sigue pero lo voy a dejar ahí, la idea central de lo que quiero compartirles hoy. Qué interesante que cuando vemos lo que está diciendo la carta, obviamente esto es un mensaje de Jesús que está siendo comunicado por el apóstol Juan, los líderes, los pastores que están a cargo de estas iglesias. Si ustedes dicen el verso 1 dice: "Escribe al ángel de la iglesia de Éfeso". Eso es interpretado como cada uno de los pastores y obispos que estaban a cargo de cada una de esas iglesias. El relato de acuerdo al libro de Hechos dice que el ángel de la iglesia de Éfeso era Timoteo, porque Timoteo fué el personaje que Pablo dejó a cargo de la iglesia de Éfeso. So se puede decir que esta carta iba dirigida a Timoteo y al resto de los líderes que estaban ahí en la iglesia de Éfeso.

Cuando él dice esto, El que tiene las siete estrellas en su diestra, El que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice lo siguiente, ahí está hablando de Jesús, el mensaje que Jesús está diciendo: "Mira, yo conozco tus obras", en otras palabras, está reconociendo todo lo bueno que esta persona está haciendo, se está dando cuenta que no es una iglesia que está cruzada de brazos, es una iglesia activa que tiene acción, que tiene ministerios, que tiene proyectos, y están ahí día tras día haciendo la obra que Dios mandó a hacer. Pero en medio de todos esos complementos que le está haciendo a la iglesia de repente le saca algo que es fuerte, que no necesariamente es un complemento, no es necesariamente una palmada en la espalda, si no que es una nalgada por así decirlo, y se lo deja saber, tengo una sola cosa en contra tuya, gracias a Dios que fué solamente una cosa, imagínese si hubiera sacado una lista.

Cuando nosotros le decimos a alguien ay, qué chévere te has portado, pero, y sacamos un laundry list de todas las cosas que tiene malas, menos mal aquí se sacó una, te has olvidado de tu primer amor. ¿Qué significa ese primer amor?. Mientras yo leía, muchos comentaristas dicen que ese primer amor se puede interpretar de muchas formas, por un lado si ustedes ven el libro de Hechos capítulo 20 que Pablo se está dirigiendo ahí a la iglesia de Éfeso, la iglesia de Éfeso era una iglesia que demostraba su amor por los santos en otras provincias, era una iglesia que estaba en contacto con otras iglesias en el área, y demostraban su amor enviando ofrendas, apoyando a sus ministerios, esa era una forma en que ellos demostraban su amor, en el libro de Efesios, en el capítulo 1, miren cómo Pablo se dirige a ellos diciéndoles: "Por esta causa también yo habiendo oído de su fé en el Señor y de su amor para con todos los santos", miren qué interesante, la iglesia de Éfeso era catalogada como una iglesia que demostraba su amor genuino no tan solamente por los integrantes de esa iglesia si no por otros también.

So, una de las formas en que se puede interpretar esto de que has perdido tu primer amor, es que tal vez ellos habían perdido ese amor que ellos mostraban a otras personas, a otros creyentes o a los que no eran creyentes, había mermado un poco. Una segunda dimensión de por qué ese primer amor, o cómo se interpreta ese primer amor, tiene que ver con ese sentido más individual de lo que es su devoción, su pasión personal hacia la persona de Jesús. Y es lo que se compara con el hecho de, como cuando una pareja está recién casada, que son como dos tórtolos y no hay nadie que los pueda separar, que pueda explotar esa burbuja, y que parece una luna de miel eterna, y que todo es vías y castillas, y suenan violines por todos lados, y angelitos y cupidos por todos lados, como ese amor primero, esa pasión inicial, a ese amor es al que se refiere, a esos primeros amores que es como que hablaste con la persona, enganchas, y cinco minutos después la tienes que llamar, me haces falta mi amor, no puedo dejar de escucharte. Ese es el otro tipo de amor al que se refiere que se pierde ahí, es como ese deseo de estar en constante intimidad con el Señor Jesús.

Ahora es interesante porque no dice que la iglesia ha perdido todo su amor, si ustedes ven el verso 3 dice: "Has sufrido y has trabajado arduamente por amor de mi nombre", la iglesia tenía un amor, había un amor que estaba moviendo a la iglesia, pero el amor original, el amor que es la fuerza motriz para este otro amor que pueda llevar a cabo todas las funciones, todas las estrategias, toda la logística que estaban haciendo, ese primer amor esencial era el que había bajado. Que interesante mis hermanos. Que fácil para que ese primer amor sea abrumado por las rutinas de nuestra vida. Las rutinas de la vida se hacen tan y tan cargadas que fácilmente pueden apagar esa llama de amor, que por la mañana te levantas y estás cantando y alabando al Señor, te montas en el carro y estás cantando y alabando al Señor, y hay Jesús qué rica es la vida contigo, y sigues el día entero, te dijeron dos o tres en el trabajo pero a ti no te importa, Señor, no me importa lo que me digan, Tú eres todo para mí, bajas, vas y almuerzas, y es más, lees un libro de meditaciones que se llama un café con Dios, todos los días estás embollado con el Señor ahí en todo momento, se acabó el tiempo del trabajo, te montas en el carro para regresar a tu casa, y pones de nuevo el CD de Marcos Witt, y ahí en su presencia, vas, llegas a la casa, los nenes están trepando paredes pero no te importa, tú estás en la presencia del Señor, el esposo o la esposa te dijo algo, hace falta leche, de verdad está nevando afuera, y vas cantando por todo el camino y lo único que tienes en la mente es al Señor que lo tienes entre ceja y ceja, llegas a la casa, le das leche a los nenes, y ya se acuestan a dormir y tú sigues ahí alabando al Señor y no puedes esperar a que se acuesten a dormir para tú meditar y empezar a escribir, tu diario, y hay Señor qué rica es la vida contigo, y a las 10 y media te arrodillas al lado de la cama, Señor, gracias por todo, y cuando te acuestas tienes una sonrisa ahí en tu cara porque como que, ah Señor qué rica es la vida contigo.

¿Qué se requiere mis hermanos, qué se requiere para mantener esa llama de amor encendida?, no les estoy diciendo que me respondan, esta es una pregunta retórica para ustedes, yo sé la respuesta, y aún así se hace difícil hacerlo. Todo lo que yo les dije, eso es todo parte para yo volver a encender ese fuego otra vez, es más, le puedo sacar una receta ahí bíblica, ayune veintiún días al estilo de Daniel, y tú vas a ver cómo ese amor se enciende de nuevo. Ora 4 horas por día, enciérrate en un cuarto sin que nadie te oiga y tú vas a ver cómo ese amor se va a encender otra vez. Cuando llegues a la iglesia saca el pastor de su silla para que tú te sientes ahí, y a todo lo que diga dí sí, amén, todas las canciones cántalas aunque no te las sepas y tú vas a ver cómo ese amor se va a encender, pero, se requiere algo más mis hermanos.

¿Saben por qué lo digo?. Porque nosotros que conocemos ese amor por tanto tiempo, fácilmente tu primer obstáculo va a ser acá arriba, en tu mente, tu mente vá a empezar a razonar, ay por qué, por qué es necesario, ya Él está contigo, por qué te vas a tener que poner con todas esas cosas de nuevo y encender, levantar el polvo otra vez. ¿Qué pasa cuando un esposo no mantiene sus cariños con su esposa?. ¿Qué pasa cuando un padre después de haber trabajado dos trabajos al día sus hijos quieren brincarle encima para jugar con él pero el padre dice no ahora no, estoy cansado, cuando viene a ver después de dos semanas, después de dos, tres meses, de uno, dos, tres años, esa ha sido la rutina que ha definido tu vida, y cuando vienes a ver, tus hijos están rebeldes y no quieren saber nada contigo y tú te preguntas qué les pasó a mis hijos. El trabajo fué más importante, no sacaste tiempo para ellos, no te quejes, no te quejes.

Tenemos que ser intencionales en volver a capturar ese primer amor, o no capturar, mejor dicho volver a encontrar ese primer amor. Miren lo que dice aquí, miren si el Señor es tan bueno que Él nos dá la receta de cómo poder hacer eso. Verso 5 dice: "Recuerda por tanto de dónde has caído". Y esto es un poco fuerte porque es como que te dijeran, acuérdate de ese pecado donde metiste las patas bien metidas. Y nadie se quiere recordar de eso. Pero en alguna manera u otra, si ese fué el momento más bajo de tu vida y ahí fué donde el Señor te alcanzó, entonces sí recuérdate de eso no por lo que tú hiciste o sufriste, si no recuérdate de ese momento para recordar lo que fué que el Señor te extendiera su amor en ese momento, en tu vida, en tu momento más bajo, en el momento donde tú pensabas que ya todo estaba perdido, recuérdate de qué se sintió cuando Jesús te dijo aquí estoy para ti, yo te amo, yo tengo propósitos contigo, yo puedo enderezar tus pasos, si tan sólo me dejas entrar y me dejas tomar control de tu vida. Recuerda de dónde has caído y arrepiéntete.

Si ustedes han tomado discipulado nivel 1, ¿qué es lo que significa arrepentirse?, tornar en una dirección, si vas en una dirección vuelve de nuevo a la otra. Ahora, arrepentirse aquí no significa, ah bueno, qué es lo que quieres, ¿que vaya ahora en dirección a mi pecado?, no no no no no, eso no es lo que está diciendo, dice que cambies de una vida monótona a una dirección de una vida llena de amor y de pasión por el Señor, eso es lo que está diciendo ahí. Y haz las primeras obras, haz las primeras obras. Bien interesante. Cuando mi hijo estaba volcando las canastas tratando de encontrar su juguete, yo me recuerdo que en varias ocasiones yo le decía no hagas eso que estás revolviendo todo, y lo que estaba tratando de hacer era detenerlo a él porque me estaba revolviendo todo su cuarto. ¿Sabes?, la vida vá a tratar precisamente de hacer eso, hay cosas que tú tienes que sacar para encontrar la esencia de ese amor, hay cosas que tú tienes que sacar de en medio, comentarios que la gente ha dicho de ti, decepciones que tú has tenido, rutinas de trabajo demasiado abrumadoras que tienes que esforzarte por sacar algún tiempo para estar con el Señor, un hijo o una hija rebelde que te está causando un dolor de cabeza, por un momento lo vas o la vas a tener que sacar del panorama para tú poder encontrarte con ese recurso central. Un esposo, una esposa que te está hablando fuerte que tú yá tienes que salir de esa relación, por un momento, subrayo esa frase, por un momento vas a tener que sacarlo o ponerlo en stand-by, por encontrarte con el recurso de esa esencia del amor del Señor.

Y vas a tener que empezar a hacer cosas que has dejado de hacer, porque precisamente estas rutinas de la vida te han abrumado tanto que te han impedido hacer esas cosas que tú hacías antes que tú estabas en una relación de amor intenso con el Señor. ¿Qué es lo que tú hacías?, piénsalo, ¿qué es lo que tú hacías?, piensa, ¿qué es lo que tú hacías en esos momentos iniciales que tú empezaste la relación con el Señor?. Yo quiero que tú hagas ese ejercicio intencionalmente empezando desde hoy, ¿qué es lo que tú hacías en esos momentos que tu amor estaba por las nubes por así decirlo?. ¿Orabas más a menudo, leías la biblia más a menudo, participabas de una célula, orabas en los cultos de oración, participabas en los servicios los domingos, ayudabas a alguien que estaba en necesidad, en vez de mirar a alguien con una cara gruñona lo mirabas con una cara amable, pacífica, inspirabas a esa persona, ibas caminando por el campo y de repente vistes un gorrioncito cantando bien lindo y de repente dijiste wow, qué lindo eres Señor?, y ahora es más, ni lo oyes ahora, el pájaro está por ahí haciendo lo que tiene que hacer, está por ahí ensuciando.

¿Qué es lo que tienes que hacer para ver al Señor en esos rinconcitos de tu vida?. Yo espero mis hermanos, yo no quiero seguir hablando, este es como quien dice el aperitivo, el caviar para que usted se vaya de aquí pensando, reflexionando y con un deseo en su corazón genuino, evalúese ahora usted mismo donde está, si usted tuviera un termostato que mide su amor y su pasión por el Señor, ¿está frío, por ahí abajo, está a mitad, está caliente al rojo vivo intenso?, hágase esa pregunta, pregúntese usted mismo, Señor, ¿cómo está tu amor por mí?, atrévase a preguntarle a Dios eso, y no se venga a justificar pensando, ah, pero yo estoy siendo el líder de esta célula, yo voy y visito al shriners y le llevo comida a los niños, yo voy y visito a los niños en el hospital, voy a la casa de fulano de tal, vengo aquí, canto, oro, alabo, yo hago todo eso, ¿sabes qué?, nada que ver acá adentro, como están las cosas allá adentro en tu corazón.

Allá en tu esencia, si yo fuera a escarbar lo que está ahí adentro ¿con qué tú te vas a encontrar, si escarbas en mi vida y sacas todo lo que tienes que sacar, con qué tú te vás a encontrar?. Yo les digo mis hermanos, esta serie para mí vá a ser un reto, porque yo creo firmemente que usted no vá a poder encontrar ese primer amor a no ser que yo refleje ese amor, si yo como uno de los líderes espirituales de esa iglesia, si yo no reflejo esa misma pasión, y consta, yo sé que todos nosotros reflejamos nuestra pasión de maneras distintas, si yo no reflejo esa pasión, si yo no reflejo en mí ese deseo de experimentar su gracia, experimentar su amor una vez más, experimentar lo que significa estar ahí con Él y estar ahí cerquita, y no sentirlo por allá lejos, si yo reflejo eso yo sé que usted vá a entrar ahí, ahora si usted me vé, vamos hermano vamos a cantarle, de nuevo, vamos a cantar la misma canción, oh cuan amor inagotable, fidelidad incomparable, tu pueblo dice gracias. Ahí viene el pastor con su hit de nuevo, si yo no reflejo esa pasión jamás voy a poder esperar que ustedes vvian esa pasión.

Yo sé que usted me estoy metiendo en aguas profundas, yo sé que el Señor vá a demandar algo de mí. Y así como espero mis hermanos que todos vengamos con ese deseo, llegue domingo, usted se levanta por la mañana y mire su termostato, como está, su pasión por el Señor, su amor por el Señor, estoy de camino a ese primer amor, o me estoy alejando, o estoy en el mismo sitio, el miércoles que viene, que haya pasado todos los dilemas del día, y usted se encuentre en el momento de decidir voy o no voy para la iglesia, mire ese termostato, cómo está ese amor por Dios. Yo creo que la esencia de todo esto se encuentra en la esencia del Señor Jesús, por eso es que queremos escuchar palabras que nos recuerden lo que significa, qué hizo en nuestras vidas, qué vá a seguir haciendo, yo sé que cuando nosotros nos exponemos a eso, vá a echar chispas, así que mis hermanos yo tengo mis expectativas altas, para mí personalmente.

Si usted vé que yo de vez en cuando me tiro ahí de rodillas, ore por mí, hay algo que yo estoy buscando, y yo espero que así mismo usted se sienta en toda su libertad de buscar, de rebuscar en esa canasta, en ese ataúd que usted tiene en el ático de su casa, lleno de polvo, ábralo y encuentre ahí lo que usted necesita para que encienda de nuevo ese primer amor. ¿Amén?. Vamos a ponernos de pie y vamos a orar.

Padre yo te doy las gracias por la oportunidad que nos concedes de exponernos a tu palabra el día de hoy, Señor lo más que puedo decir es que estoy anheloso de cómo esta serie se vá a desenvolver, y yo te pido Señor que en medio de los quehaceres de nuestra vida, en medio de todo el ajetreo que uno pueda tener, que podamos buscar y escarbar esa esencia de lo que significa volver a experimentar ese primer amor. Jesús por favor permite que estas palabras causen algo en nosotros, yo, mi anhelo Señor es escuchar testimonios de cómo tus hijos e hijas vuelven a encontrarse otra vez con el Señor, vuelven a encontrar esa llama en sus corazones, así que te pido que esta semana que vamos a estar reflexionando en ti, en Tu persona, en Tu vida, en Tu poder, en Tu amor, permite que esas palabras lleguen a nuestro corazón y despierten en nosotros un hambre, y una sed por ti, de buscarte, de amarte y de ser amados por ti. Así que Señor yo dejo a tus hijos e hijas en tus manos, te pido tu bendición para cada uno de ellos y de ellas, te pido que al salir de aquí esta noche que Tu palabra siga haciendo eco en sus vidas, y que seas Tú llenándoles como solo Tú lo puedes hacer, te lo pido por favor en el nombre de Jesús, amén y amén.

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La santidad es vertical y horizontal

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Vamos a la palabra del Señor en Primera de Tesalonicenses, Capítulo 3, en el versículo 12. Dice allí la palabra del Señor: “…Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos, como también lo hacemos nosotros para con vosotros… – Ese es el Apóstol Pablo, como yo lo hago con ustedes, háganlo ustedes también sentir con todos los demás y unos con los otros en la iglesia. – … para que sean afirmados vuestros corazones y reprensibles en santidad delante de Dios, nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos…”

Uso este texto como un punto de partida para lo que quiero hablar en esta tarde. El tema de la santidad y cómo la definimos. Quiero hablar con ustedes en esta serie de sermones donde tratamos de aclarar y especificar las creencias de nuestra iglesia, cuáles son los distintivos de nuestra congregación. Quiero hablar de un tema que es tan importante para las iglesias, el tema de la santidad.

Yo creo que nuestra iglesia tiene una interpretación un poquito compleja de lo que es la santidad y yo creo es algo que es importante que ustedes entiendan, cómo es que nosotros lo interpretamos este tema. Y por eso quiero tomarme este tiempo ahora.

Qué es la santidad según lo describe la Biblia, según lo entendemos nosotros? Cómo la definimos? Por eso escogí este pasaje como punta de partida, donde el Apóstol Pablo llama precisamente a ese pueblo de Tesalónica a una vida de santidad delante de Dios, una vida de ser irreprensibles delante del Señor. Pero no solamente eso, sino que también antes de él hablar de esa cualidad de ser irreprensibles y santos, él habla de que crezcamos en amor uno para con los otros y para con todos.

Entonces, vemos aquí esta doble vertiente de la santidad donde no es solamente santidad como la entendemos, de ser irreprensibles delante de Dios, vivir una vida recta y todo lo demás, sino también de expresar el amor de Cristo, de expresar las cualidades del carácter de Jesús unos para con los otros.

Y esa va a ser la manera en que yo voy a acercarme a este tema, porque yo creo que nuestra iglesia debe hacer todo lo posible por mantener un balance en esas dos dimensiones de la santidad. Yo voy a hablar un poco más acerca de eso.

Entonces lo primero que quiero decir es lo siguiente, el llamado a la santidad de parte de la Escritura es algo muy real, muy presente, muy continuo, no es algo que se le ocurrió a Dios a último momento sino que desde Génesis hasta Apocalipsis hay una insistencia sobre el hecho de que el pueblo de Dios debe vivir una vida santa.

El ser santos no es solamente como se ha interpretado a veces en la iglesia católica, y lo decimos esto con respeto, discrepamos, de que los santos son como esta gente súper desarrollada que hay que pasar a través de un proceso exhaustivo de determinar si pueden calificar para esa categoría de santos. Y muy poca gente, menos de un 1% si acaso, llegan a ese nivel exaltado. La Biblia espera que todos los hijos de Dios vivamos en santidad. Pueden decir amén a eso.

Es un llamado universal y la Biblia una y otra vez habla de los santos que están en esta ciudad o en esta iglesia en tal sitio, y es algo que es parte integral del llamado de la vida cristiano. Dios llama a su pueblo en Israel a ser santo, y ahí comienza el llamado de Dios hacia la santidad, no comenzó con el Nuevo Testamento sino que comenzó con el pueblo de Israel.

Por ejemplo, en Éxodo, Capítulo 19, en el versículo 6, en los comienzos mismos de la Escritura uno ve este llamado de Dios a través de Moisés al pueblo de Israel, le dice:

“…Y vosotros seréis un reino de sacerdotes y gente santa. Estas son las palabras que les dirás a los hijos de Israel…”

Es decir, en el mismo momento en que Dios estaba fundando esta nación de Israel, ya había un llamado hacia la santidad. Israel tenía que ser un pueblo santo para con Dios y ¿Sabe qué? Eso es algo que nos debe a nosotros siempre sobrecoger en nuestra identidad como pueblo cristiano. Es que Dios nos dice a nosotros también, ustedes también tienen que ser un pueblo santo para mi gloria.

Y para el pueblo de Israel ese llamado a la santidad quería decir que el pueblo de Israel tenía que ser diferente. Cuando Dios nos llama a ser santos, nos llama a ser diferentes. Diferentes moralmente, a las naciones perversas que había alrededor de Israel en esos tiempos en que la nación de Israel fue fundado. Era naciones que, como vamos a ver, vivían sobre unos valores que Dios desaprobaba. Y entonces Dios les decía al pueblo judío, ustedes tienen que ser diferentes a esas naciones, a los amalecitas, a los amonitas, a los filisteos, a todas esas naciones que estaba alrededor de ellos, el pueblo de Israel, se suponía que fuera diferente.

Y hoy en día, en nuestros tiempos nosotros también Dios nos llama. Porque nosotros estamos rodeados, yo no voy a decir que vamos a ver el mundo como perverso, como gente que no merece la misericordia de Dios. Dios nos está llamando que nos veamos a nosotros mismos como mejores y aquella gente allá afuera, como lo veían los fariseos. Bueno, nosotros, gracias a Dios que estamos aquí en la verdad, y los demás que se vayan para el infierno.

No, pero sí tenemos que entender mientras aún miramos con una gran misericordia y compasión al mundo de ahí afuera, tenemos que entender que mucha gente hoy en día vive en tinieblas, vive sin el conocimiento de lo que Dios quiere para ellos. Hay mucha gente que está practicando cosas que son contrarias a la voluntad de Dios y que están convencidos que ellos están bien, o se han convencido y se han auto hipnotizado para creer que lo que están haciendo está bien, y entonces Dios nos dice a nosotros, ustedes tienen que vivir una vida diferente. Como yo le pedí a mi pueblo de Israel que fuera diferente a esas naciones alrededor de ellos, ustedes en el siglo XXI, en el año 2012, tienen que vivir una vida con valores diferentes a los que vive el mundo alrededor de ustedes.

Ahora, cómo vivían esas naciones? Cómo eran esas naciones para que nosotros podamos hacer una claridad acerca de cómo nosotros tenemos que ser. Bueno, esas naciones eran naciones paganas y vivían entre otras cosas, uno de los problemas que tenían con Dios era que vivían una vida sexualmente desenfrenada. Sus valores sexuales eran valores completamente sin disciplina alguna. Había mucha inmoralidad sexual. Había cultos a dioses completamente impuros y contrarios a la santidad de Dios. Por eso yo creo que en el Antiguo Testamento Dios resalta tanto su santidad y su pureza, porque los dioses que esta gente adoraba eran dioses que promovían más bien el desenfreno sexual. Había los cultos a las sacerdotisas, que eran prostitutas sagradas. Había dioses fálicos, y una cantidad de otras cosas. Eran comunidades que practicaban la homosexualidad, practicaban las orgías, este tipo de cosas, y se veían como algo muy normal. Y dice la Biblia que Dios, por esas cosas, sacó a estas naciones de las tierras donde estaban y le entregó esa tierra a un pueblo que él esperaba y quería que viviera en una forma diferente.

Otras cosas, esas naciones adoraban a dioses falsos. Dioses que en realidad eran demonios y que reclamaban una adoración que solo el Dios verdadero, Jehová, Yavé, merecía. Otro punto también, esas naciones practicaban sacrificios humanos, sacrificios de bebés, niños, supuestamente para ganar poder, para acarrearse la aprobación de esos dioses y sacrificaban a personas, como vemos hoy en día en muchas naciones todavía paganas, que hacen estos sacrificios, a esos dioses que son en realidad demonios sedientos de sangre humana. Y entonces Dios decía, ustedes tienen que ser diferente a esas naciones.

Hoy en día, en el mundo en que vivimos uno ve a través de la televisión, a través del internet, a través de los valores que se practican en esta sociedad, una cultura que se parece mucho interesantemente a esa cultura de hace 3 mil, 4 mil años, cada día más y más, en un sentido, el hombre se hace más complejo, más avanzado cultural, intelectualmente pero a la misma vez, en un sentido como que vamos hacia atrás, pareciéndonos más y más a las prácticas que estas naciones llevaban a cabo hace miles y miles de años.

Entonces, Dios le decía a Israel, ustedes, mi pueblo, tiene que vivir en una manera diferente. Eso quiere decir entre otras cosas, que en vez de adorar a dioses falsos, yo requiero que ustedes me adoren solamente a mí.

Cuál es el primer mandamiento de los 10 mandamientos? Amarás al Señor. En otra versión dice, no tendrás dioses ajenos delante de mí. Y entonces habla de amarlo a él por encima de todas las cosas.

El distintivo principal era eso, una consagración total. Hermanos, cuántos de nosotros, los que estamos aquí sentados, y yo mismo, aquí de pie, podemos decir, yo amo al Señor con toda la fuerza de mi alma, mi mente, mi ser? Francamente, yo les digo y gloria a Dios por esa reacción tan entusiasta de parte de ustedes, pero yo les digo, cuando yo me miro a mí mismo, yo me digo, todavía me falta mucho camino. Sinceramente hay muchas cosas que yo todavía podría hacer para ejemplificar una vida completamente entregada al Señor y lo que el Señor pide de mí.

Yo creo que todos podemos mejorar en eso. Pero definitivamente una de las cosas que distingue a un pueblo santo es una vida dedicada al Señor. Todo lo que tenemos, nuestra familia, trabajo, dinero, tiempo libre, diversiones, intelecto, sueños, todo está dedicado al Señor.

Otra cosa, cuando Dios le decía al pueblo de Israel, quiero que sean santos, había toda una serie de leyes que tenía que ver con las comidas, el vestido, todas estas cosas. El pueblo de Dios tenía que mantenerse limpio porque el cuerpo era importante. Entonces, vamos a ver más adelante que esa área de comidas y de rituales, cambió un poco con el tiempo. En el Nuevo Testamento se hace más compleja esa dimensión, pero definitivamente en el Antiguo Testamento la santidad estaba acompañada de esa idea de las comidas cosher y de guardar ciertas restricciones.

Porque a Dios le importa la materia y por eso también otra de las áreas que a Dios le preocupaba mucho, era el cuerpo humano. Cómo los israelitas trataban sus cuerpos, y debieron tratar el cuerpo conforme a las leyes de Dios.

Una de las cosas interesantes acerca de las culturas primitivas, por ejemplo en el África, en Asia, hasta cierto punto también, usted notará que las naciones paganas, que no conocen al Dios verdadero, hay como una glorificación de la naturaleza. La naturaleza es extremadamente dominante. Hay un culto al sol, a la luna, a las fuerzas de la naturaleza. Dioses que tienen que ver con la naturaleza. El cuerpo tiene control, los apetitos humanos.

Cuando Dios llama a Israel a ser santos y nos llama a nosotros también a ser santos, le está diciendo, miren, su cuerpo es bueno, yo he creado el cuerpo, y por lo tanto ustedes tienen que tratar su cuerpo no conforme a como si el cuerpo y la materia fuera Dios, sino conforme a lo que yo establezco como valores acerca del cuerpo.

Ustedes tienen que relativizar el cuerpo en cierto sentido, pero no tampoco denigrarlo. El Evangelio, el Antiguo Testamento valora el cuerpo humano y nos dice, ustedes son el templo del Espíritu Santo, Dios mora dentro de ustedes, por lo tanto cuiden sus cuerpos.

Israel tenía que cuidar su cuerpo. Miren, yo le decía esta mañana a los hermanos, y me curo en salud, diciéndole que si usted tiene un tatuaje en su cuerpo, no se preocupe, yo no estoy atacándolo con lo que voy a decir ahora mismo, pero sabe que en el Antiguo Testamento Dios le decía a los israelitas, ustedes no deben marcar su cuerpo. No deben sajar su cuerpo con navajas y cosas por el estilo. No deben penetrar sus cuerpos. Y es lo que digo, lo interesante es que la cultura moderna, a pesar de que se hace tan avanzada en muchas cosas, pero hoy en día, cuánta industria hay para los tatuajes. Hay programas de televisión dedicados a tatuarse el cuerpo.

Las naciones paganas primitivas se tatuaban el cuerpo. Y de nuevo, hermano, por favor baje la guardia, no lo estoy diciendo a nadie, no estoy atacando a nadie. Solamente estoy hablando de lo que dice la palabra del Señor.

Si usted se hizo un tatuaje antes de conocer al Señor o en otro tiempo, mire, no salga de aquí huyendo ahora, no lo estoy atacando, pero solamente le estoy diciendo algo para que entendamos cuán compleja es la cosa. Por qué? Porque Dios dice, ese cuerpo que yo creé es un cuerpo santo. Yo quiero que ustedes lo usen para cosas buenas, no le hagan daño, no lo traten como si fuera una pared donde usted pinta cualquier cosa. Ese cuerpo refleja mi acto creador y usted tiene que cuidarlo.

Y así tenemos que hacer con las demás cosas. Por eso es que no podemos abusar de nuestro cuerpo. No podemos usar sexualmente nuestro cuerpo de manera que le hagamos daño, que lo expongamos a virus y plagas y cosas dañinas. No podemos glorificar tampoco el cuerpo y convertirlo como la meta de nuestras vidas, glorificarlo.

Hoy en día, como en el tiempo de Grecia y de Roma, el cuerpo humano se ha convertido en un Dios y usted ve que la televisión ya no se ve gente normal, gente como nosotros, sino todos tienen unos músculos que se le quieren salir de la camisa, las mujeres todas son bellas, los varones tienen los cuerpos bien cuidados y bien tratados y son perfectos. Ya lo que la serie de televisión son eye candy, todo el mundo está mirándolos allí para saliéndose la baba… no importa tanto lo que está diciendo, simplemente uno está viendo gente preciosa y hermosa, con colores lindos. Es la glorificación del cuerpo humano.

Y también es como que vamos hacia atrás en un sentido, como estas naciones. Y la santidad nos llama sí, a ver el cuerpo es de Dios, es hermoso pero usarlo dentro de las normas que Dios ha establecido, cuidar de nuestro cuerpo, vivir una vida sobria.

Yo creo que también eso tiene que traducirse a la dieta. Yo creo que los cristianos, si verdaderamente vamos a entender lo que es la santidad con respecto al cuerpo, mire, hermano, tenemos que cuidar lo que comemos, menos chuletas y un poquito más de pescado.

Hay personas que no pueden comer pescado, es porque no se acostumbraron a ello. En el Caribe, por ejemplo, lo que se come es chuleta y carne de res. Y una dieta así es dañina para el cuerpo, usted necesita vegetales, necesita frutas. Estoy sonando como su mamá ahora pero es cierto.

Por eso es que tanta gente latina y afroamericana, esto pasa en todo el mundo, esta nación se está convirtiendo en una nación obesa, increíblemente. Tenemos que cuidar nuestros cuerpos, porque es el templo del Espíritu Santo.

No es solamente no fumar, por eso yo digo que tenemos que tener un entendimiento amplio de lo que es la santidad. No es solamente no fumar, no beber, pero qué de no comer tanta carne roja, qué de comer menos, qué de descansar nuestros cuerpos más, qué de no estar trabajando, trabajando y sacar un día para estar con la familia para meditar en la palabra del Señor, qué de variar nuestra dieta, qué de hacer ejercicios, qué de dar una buena caminata cuando llegamos del trabajo e ir a un parque, aspirar un poco de aire fresco, caminar con nuestra esposa tomados de la mano. Qué te parece Ruth, y decirle que te va a ser siempre fiel. Son cosas lindas, hermanos, eso es parte de esa santidad y ese cuidado del cuerpo humano.

Es decir, había este llamado a ser diferente. Otra área en que Israel se suponía que fuera santo, es sostener una vida sexualmente pura, monógama. Dios llama a su iglesia a una pureza sexual dentro de un matrimonio entre un hombre y una mujer. Hoy en día, el mundo desgraciadamente, se va en otras direcciones, donde hay un desenfreno sexual terrible, donde hay esfuerzos por normalizar inclusive hasta la poligamia, donde el matrimonio se ha convertido simplemente en una conveniencia y cuando no funciona, se desbarata y se busca otro. Pero es una poligamia disfrazada, eso es todo. Múltiples matrimonio, indisciplina en esa área.

Hoy en día, también el concepto del matrimonio se ha cambiado y hoy en día un hombre o una mujer, mujer con mujer, hombre con hombre, y hasta hay esfuerzos por hombre con niños, todo eso está pasando en una cultura que cada día se desenfrena más y más. En ese contexto, Dios le dice al pueblo de Dios, yo quiero que ustedes sean diferentes, que ustedes sean un pueblo santo, apartado para mí, que refleje los valores de mi reino.

Ahora, eso es en el Antiguo Testamento. En el Nuevo Testamento ese tema de la santidad continúa. Vemos algo y es que en el Nuevo Testamento la parte ritual, la parte de la ropa, el vestirse, las fiestas, los festivales sagrados, lavarse las manos, el que si se comía langostas o conejo u otros animales o no, estas cosas cambian en el Nuevo Testamento, a la luz de lo que Cristo ha hecho en la cruz del calvario, de su sacrificio en la cruz que nos ha liberado de una cantidad de cosas que a la luz de lo que Cristo dice, no son tan importantes, no son tan necesarias, pero que tienen un valor también importante para considerarlo, pero no tienen la fuerza que tenían antes en el Antiguo Testamento.

Pero la ley moral del Antiguo Testamento se transfiere al Nuevo Testamento y continúa ese llamado hacia la santidad. Por ejemplo, en Primera de Tesalonicenses 3:12, lo cual leí al inicio,

“…Para que sean afirmados vuestros corazones irreprensibles en santidad delante de Dios, nuestro Padre, en la venido de nuestro Señor Jesucristo, con todos sus santos…”

Otro pasaje acerca de santidad, Hebreos 12:14:

“…Seguid la paz con todos y la santidad sin la cual nadie verá al Señor…”

Es un llamado fuerte que hay en el Nuevo Testamento a vivir vidas santas, vidas agradables al Señor. Es decir, que vemos que desde Génesis hasta Apocalipsis esa insistencia de la palabra es bien clara.

Así como mi pueblo Israel, yo esperaba que fuera santo, así yo espero que ustedes sean santos. La gracia que caracteriza el Nuevo Testamento, la salvación por gracia no por obras, no nos exime de ese llamado a la santidad.

Y sabe por qué no nos exime? Porque la santidad cristiana está vinculada al carácter de Dios, a la persona de Dios, y Dios nunca cambia ni cambiará. Dios es totalmente santo. Qué quiere decir que Dios es santo? Quiere decir que Dios es diferente a toda cosa creada. Dios nunca miente. Dios nunca explota a nadie. Dios nunca abusa de su poder. Dios no es un Dios sensual. Dios es un Dios puro, limpio, él no tolera nada corrupto, nada torcido, nada falso, y nosotros que buscamos comunión con ese Dios necesitamos ser como él.

Entonces, vemos que Dios es único, Dios está totalmente separado de toda cosa creada, aunque también una parte interesante que además de Dios estar separado, Dios también está involucrado en su creación. Dios no existe allá en la estratósfera completamente separado de nosotros, Dios es diferente a nosotros, es completamente separado de lo que nosotros somos, pero él está involucrado en su creación, en la historia y no solamente eso, sino que encarnó en la persona de Jesús y vino a ser como uno de nosotros también.

Que maravillosa idea. Dios perfecto, y hombre perfecto unidos en la persona de Jesús simbolizando ese Dios que se comporta en una manera muy diferente a cualquier ser humano, pero que también está involucrado, tratando de llevar la creación a su estado original de perfecta santidad, de total perfección.

Y nosotros también, hermanos, somos llamados a como Dios ser separados también, reservarnos únicamente para Dios y para los valores de su reino. El pueblo de Dios se supone que exista en esa separación, en esa distancia santa de los valores del mundo. Como cristianos nosotros somos llamados a dos cosas, hermanos, somos llamados a ser separados de las prácticas y los valores de un mundo que no conoce de Dios, pero también somos llamados para servir al Señor. Somos separados del mundo, Dios nos separa para servir al Señor y ser sus instrumentos.

Es decir, que en un sentido nuestra santidad es igual a la santidad de Dios. Dios está aparte del mundo, está separado del mundo, pero no se queda separado, sino que se involucra con el mundo. Nosotros somos iguales. Nosotros somos separados del mundo, en nuestros valores, nuestra forma de comportarnos, pero Dios espera que estemos metidos en el mundo, que seamos la sal de la tierra, seamos la luz del mundo.

¿Sabe qué? Tu santidad no es para que tu no toques, no te relaciones con la gente, andes por allí con temor de que te vayan a mancillar si tu te metes en un autobús o en un tren. No, Dios quiere que mientras nosotros vivimos una vida santa, estemos totalmente involucrados en el mundo. Si usted es un ama de casa que tu vecina y tus vecinos sepan que hay algo diferente en ti, pero tu también eres una persona simpática, agradable, accesible.

Si tu trabajas en una escuela, trabajas como enfermera en un hospital o como médico, eres un maestro, eres un chef en un restaurante, lavas platos en ese mismo restaurante, si tu eres un hombre de negocios, una mujer de negocios, si tu dirigieses una agencia social, eres un político, lo que sea, sí, en un sentido tu identidad debe ser muy diferente a los valores del mundo, pero también tu estás metido en el mundo y eras una presencia. Tu estás siempre enseñándole al mundo cómo es que Dios quiere que vivamos la vida, y tu vida provoca interés en la gente. Guau, por qué él se comporta de esa manera? Por qué él no está maldiciendo como los demás de la fábrica? Por qué ella no está criticando a los jefes en la manera en que lo hace la demás gente y quejándose? Por qué no se esconde en el baño para fumar a las 10:00 de la mañana? Y por qué él está ahí dando 8 horas de trabajo por 8 horas de pago?

Es decir, Dios quiere que tu seas santo, que seas puro, que tus valores sean valores maravillosamente diferentes, pero Dios te quiere también metido en el mundo siendo sal, siendo levadura, siendo un agente de transformación y de cambio en el mundo. Y ese es el llamado difícil de la santidad que Dios quiere ambas.

Así como él es diferente pero también está en el mundo trabajando, que tu también lo seas. Primera de Pedro, Capítulo 2, versículo 9, dice:

“…Más vosotros sois linajes escogido, real sacerdocio, nación santa…”

Ve usted allí ese aspecto de que ustedes son algo diferente? Ustedes son algo especial, pero miren lo que dice:

“…Pueblo adquirido por Dios para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable…”

Yo creo que uno de los problemas muchas veces con la definición de santidad en mucho evangélico es que como que creen que la santidad solamente es para apartarse de, pero no apartarse para. Entonces hay un pueblo como místico, separado que no interactúa con el mundo, no se mezcla con el mundo, y entonces ese pueblo, dice la Biblia, que si la sal pierde su sabor no sirve para nada.

La sal tiene que estar mezclada con la sustancia que va a salar, no hay tal cosa como una sal teórica, si usted va a salar una carne, usted no se la echa a la madera de la mesa, usted se la echa a la carne para que la sale y le de influencia.

Cómo vamos nosotros a ser un pueblo influyente en el mundo si no nos mezclamos con el mundo? Ahora, eso plantea unos peligros tremendos, yo entiendo eso, pero no hay alternativa. Tenemos que invitar gente a nuestros hogares, tenemos que ser trabajadores que la gente conoce.

Saben que lo que dicen por allí los sociólogos? Que una vez que un cristiano ha sido cristiano por dos o tres años, ya pierde su efectividad evangelística. Sabe quiénes son los mejores evangelistas? La gente nueva. Porque todavía tiene contacto con los familiares y con los amigos y todo esto. Tristemente una vez que ya los cristianos, los evangélicos tienen un tiempo en la cultura evangélica, ya pierden el contacto con los incrédulos y dejan de ser sal, ya no invitan gente a la iglesia.

Cada vez que viene una nueva persona y se convierte en la iglesia, yo no veo solamente a esa persona, yo veo a 4 ó 5 ó 6 que vienen con ella también. Su papá, su mamá, sus amigos, sus hermanos porque esa persona quieren que otros conozcan al Señor. Nunca dejes de tener contacto con los incrédulos. Que tu santidad no te impida ser un agente activo. Amén. Dios te ha llamado para que anuncies las virtudes del Señor.

Otro asunto acerca de la santidad. Por qué es importante la santidad? Mire, si usted no ejemplifica santidad, usted no puede, ni yo podemos tener comunión con Dios. Un Dios santo, un Dios puro, requiere gente santa y pura para relacionarse con él. La Biblia dice que Dios no puede ni siquiera mirar el pecado. Cómo nosotros vamos a tener intimidad con Dios? Mucha gente se siente separada de Dios y aún en la iglesia, oran pero no se sienten en contacto con el Señor. Adoran pero no sienten pasión por Dios. No sienten como que Dios les habla. Puede que una de las razones sea que tu vida no está lo suficientemente consagrada al Señor, porque sin santidad nadie verá al Señor. Sin santidad no podemos tener comunión con él.

No podemos recibir nada de Dios tampoco. Te gustaría a tu recibir poder de parte de Dios? Te gustaría a ti recibir revelación de Dios? Tienes que limpiar tu vida, cada día pedirle al Señor más y más, Señor, hazme un instrumento tuyo, hazme un hilo, un conector a través del cual pueda correr tu gracia a mi vida.

Y finalmente, sin santidad no podemos ser usados por Dios. Dios no va a usar un instrumento impuro. Los utensilios en el templo, los muebles del templo, el templo mismo era un lugar sagrado, santo. Eran cosas dedicadas al Señor y no podían ser usadas para propósitos profanos. Y por eso es tan importante que nosotros también, que somos instrumentos de Dios, somos templos del Dios viviente, vivamos vidas santas para que Dios pueda usarnos a nosotros.

Dice el Apóstol Santiago que una fuente no puede producir agua dulce y agua amarga. No puede producir veneno y también jugo que calme la sed. Tiene que producir o una cosa o la otra. Cuántos de nosotros podemos decir, no, yo soy una fuente que produce agua dulce solamente? Qué sale de nuestra boca? Cómo es nuestro trato con los demás? Cómo son nuestras acciones alrededor de nosotros? Verdaderamente producimos nosotros energías que están consagradas a producir cosas positivas, cosas buenas para el Señor?

Yo llamo a la santidad, el gran prerrequisito. La santidad está en la base de toda cosa buena que un cristiano puede recibir. La santidad es el sinequanon, para usar una expresión fancy, en latín. Es aquello sin lo cual usted no puede recibir ninguna cosa buena de parte del Señor. Ser santo, buscar la santidad, santificar nuestras vidas, mejorar cada día la manera en que nosotros vivimos la vida, y lo que somos delante de Dios y de nuestros hermanos, les aseguro hermanos, es la mayor bendición que usted se puede dar a su vida.

Mucha gente piensa como que el llamado a la santidad, nosotros lo hacemos porque somos santurrones, porque queremos aguarle la fiesta a la gente. Mire, al contrario, es el amor lo que nos llama a llamar a la gente a la santidad. Cuántas veces escuchamos por ahí esta idea de que porque nosotros exigimos la pureza sexual, de que porque exigimos la disciplina en la vida cristiana, lo hacemos porque somos self righteous, somos como santurrones, nos creemos mejor que los demás, no tenemos misericordia, no tenemos amor. Eso es lo que usa el mundo secular hoy en día para acusarnos a nosotros cuando insistimos en cierto tipo de pureza en la vida.

Pero sabe que es todo lo contrario. Lo que nos impele, lo que nos obliga muchas veces a insistir a la gente a aceptar los valores de la palabra de Dios como normas para la vida, es que los amamos a ellos, es que sin esos valores ellos no van a poder ser felices. El diablo quiere que tu vivas como a ti te da la gana, y que tu creas que esa es la manera de vivir, pero al final te jala la soga y te parte el cuello en un momento. A él no le importa que tu te desboques a través de los placeres. Pero un día, un sida, un día, una bala en una discoteca, un día un accidente mientras estás drogado o borracho, un día un matrimonio que se desploma, un día unos hijos que ya no quieren saber de ti y que se van por el mundo de la perdición, un día te encuentras deprimido, te encuentras lleno de ansiedad, no puedes dormir, necesitas pastillas para todo, te fuiste detrás del dinero, te fuiste detrás de los placeres del mundo, pensabas que el mundo era tuyo, pero a la larga, los cobradores vienen y te piden con intereses lo que tu les tomaste prestado.

Entonces, Dios dice, mira, vive la vida bien desde el principio, controla tus apetitos, disciplina tu vida, entra en la verdad de Dios, rígete por los mandamientos del Señor porque en esa vida hay bendición, hay eternidad.

El diablo quiere que tu experimentes placeres que te quemen el sistema nervioso. En una discoteca todas las luces brillando por dondequiera, el interés de esa mujer si se va ir contigo en la noche al final de la fiesta, y sin embargo al otro día, qué pasa? Tu sistema está quemado totalmente. Te sientes deprimido, te sientes vacío, no sabes por qué, y cuando tu practicas eso una y otra, y otra, y otra vez viene la destrucción en tu vida. Y un día te encuentras a los 50 años prematuramente viejo y deprimido. Tus hijos se fueron, no quieren saber de ti, la mujer se fue con otro hace tiempo. Qué pasó? El diablo se cegó, te engañó, te entretuvo para que tu le entregaras tu vitalidad.

Yo veo mujeres y hombres cuando vengo a veces a la iglesia, parados allí en esa calle de Alban Street con Massachusetts, a los 30,40 años, todavía uno ve a veces mujeres y hombres que les queda todavía un poco de vitalidad. En algún momento fueron gente bella, atractiva, llena de vida, pero ya usted lo ve, el cable se está secando ya. Les queda poco tiempo. Usted lo ve en la piel reseca, la mirada caída, la boca que refleja amargura, el cuerpo que ya no camina de la misma manera. Esa gente está viviendo a tarjetazo puro, se drogan, tienen sexo desenfrenado, se emborrachan, hacen lo que les da la gana, viven como chivo sin ley, pero hay un precio que pagar y Dios dice, no hijo mío, entra dentro del marco sano de mi santidad y vas a vivir una vida feliz todos los días.

Quizás no vas a tener esos apetitos desenfrenados, pero lo que yo te doy es maná, es vida eterna, algo que no te quema, no te destruye, no te seca, sino que se renueva dentro de ti cada día.

Qué cree usted que es mejor inversión? Dos hora y pico aquí en la iglesia, recibiendo palabra de Dios, adorando al Señor, con gente que tiene valores sublimes, que están persiguiendo, o cuatro, cinco horas en una discoteca o haciendo cosas que son indebidas? Cuál de esas dos vidas cree usted que está invirtiendo para el futuro? No falta mucho decirlo.

Por eso es que tenemos que vivir esa vida disciplinada. Esa es la santidad a la cual Dios nos llama. La santidad nos asegura el bienestar espiritual y emocional. Cuando usted vive dentro de los valores del Señor, usted tiene paz en su corazón, aún cuando viene la tormenta, usted puede decir, paz en medio de la tormenta.

Aún cuando vienen las dificultades y las pruebas en la vida usted dice como el salmista, aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno porque tu estarás conmigo, tu vara y tu callado me infundirán aliento.

Hermanos, cuando uno vive una vida que agrada al Señor, nadie lo puede tocar, aunque cuando el diablo viene y te ataca y tu sufres, tu sabes que a la larga tu Dios va a venir y te va a salvar y te va a sacar de la prueba.

Tu sabes que tus espaldas están cubiertas, la vida de una persona que ha aceptado los valores del Reino de Dios, es una vida segura y también sabe que cuando usted tiene una vida santa y agradable al Señor, eso le asegura la bendición y la prosperidad de Dios material, también. Dios bendice a un pueblo que vive en santidad.

Por eso yo les digo, yo no puedo esperar a ver lo que Dios va a hacer con esta comunidad en los próximos años, cómo ustedes van a cambiar, cómo sus hijos van a ser bendecidos, cómo sus hijos van a ser prosperados. Yo deseo que nosotros abramos esta pared, la echemos para atrás, para adelante y que esto se llene de familias que busquen refugio en la casa de Dios.

Solo de esa manera se va a detener el derramamiento de sangre en nuestras calles. Solo de esa manera se va a detener la muerte prematura de nuestros jóvenes que se meten jeringuillas que les envenenan la sangre y los matan prematuramente. Nuestras hijas que se convierten en madres antes de ellas mismas ser hijas como debieran serlo. La iglesia es el único refugio para el mundo y tenemos que anunciar esta vida que Cristo nos llama a vivir, para que muchos vengan.

Yo creo que la iglesia es el único refugio para una comunidad que aspira tener la bendición y la prosperidad de Dios. Así que yo quiero, y nosotros tenemos que asegurarnos de que todo el mundo que podamos atraer a los caminos de Dios. Y entonces tenemos que vivir esos valores, tenemos que ejemplificar esos valores. Yo te llamo a ti y a mí, cada día a pelear esa buena batalla de la fe, porque no es fácil. Hay que pagar un precio, hay que eximirse de muchas cosas, hay que batallar contra el grito de la sangre y de la carne dentro de nosotros.

Pero cuando usted lo hace así, la vida se ordena, la vida se arregla, la vida asume su curso y vale la pena, ciertamente, vale la pena. Tenemos que hacer todo lo posible. La santidad nos asegura la protección divina.

Cuando usted vive conforme a los valores del Reino de Dios, Dios le protege de los ataques del diablo. Y si el diablo viene, el Señor se para y dice, tiene que pasar a través de mí primero. Y aún si Dios permite que tu seas probado, Dios te saca brillando como el oro, dice la palabra del Señor.

Dios a veces permitirá que venga la prueba a tu vida, pero si tu lo pasas con Dios, eso redundará en bendición para tu vida. Serás un hombre, una mujer más como Dios te quiere. Sabes que sin pruebas no puede haber en última instancia verdadera santidad. Es una paradoja. Pero la verdad es que necesitamos que Dios a veces mate un poco la carne dentro de nosotros para que podamos entonces ser como Cristo nos quiere.

Muchas veces el grito de la carne está tan grande dentro de nosotros que tiene que ser apaciguada un poquito. Y por eso a veces vienen los sufrimientos, vienen ciertas enfermedades, ciertas luchas, porque Dios nos está metiendo una jeringuilla y nos está sacando un poco de esa sangre extra que tenemos, nos está debilitando un poco.

Sabe que es necesario que a veces seamos debilitados? Hay hombres que tienen demasiada testosterona dentro de ellos, por ejemplo, y necesitan que le saquen un poco de testosterona, un par de buenas enfermedades, resuelve ese problema fácilmente. Es la verdad, hermanos.

Mire, el quebrantamiento del yo, el quebrantamiento de la carne es parte de la forma en que Dios usa para hacernos más como Cristo. El Señor Jesucristo dijo, si el grano de trigo no cae a tierra y muere, queda solo, pero si muere lleva mucho fruto. No es el Señor quien dice también, llevad mi yugo sobre vosotros porque mi yugo es fácil y ligera mi carga? Dice, así hallaréis descanso para vuestras almas.

Muchas de las cosas que nosotros sufrimos, los padecimientos, las luchas, los sinsabores de la vida, es porque la carne está demasiado viva dentro de nosotros. Y Dios tiene que venir un poco y aplacarla a través de situaciones difíciles.

Dios usa todo, hermanos, para crearse un hombre, una mujer santa. Pero sí, yo te digo una cosa, que el estado normal, normativo de un hijo de Dios, es protección de la prueba, protección de las dificultades, y si vienen Dios las usará para beneficio tuyo, en vez de para destrucción tuya.

Finalmente, amarrando cabos, quiero introducir este punto que es tan importante para nosotros como iglesia. Esto nos distingue a nosotros como congregación, aunque no somos los únicos que enseñamos esto.

La santidad es mucho más que abstenernos de la impureza sexual. Yo creo que hay muchas iglesias que limitan la santidad a como decía la hermana García, de lo que se da de la cintura para abajo. Y creemos que la santidad es puramente lo que tiene que ver con impureza sexual, pero la santidad en la Biblia es mucho más que eso.

Yo quiero, en esta tarde, extender el concepto de santidad en el cual nosotros vivimos. Quiero extenderlo a la dimensión ética, la dimensión social, la dimensión de nuestras relaciones unos con los otros. Por eso yo escogí ese pasaje de primera de Tesalonicenses 3, donde el Apóstol Pablo habla de que tengamos esa actitud de generosidad unos con los otros, y para con los demás allá afuera. Porque también eso es parte de la santidad que Dios quiere.

Yo creo que hay muchas iglesias que todo es el aspecto externo de la santidad. Y hay mucha gente que yo creo que por esa razón, no ha entrado en una vida más poderosa y más usada por Dios, porque se han limitado solamente a mirar ese aspecto de la vida cristiana. Yo hablo cada vez más y más acerca de santidad vertical y santidad horizontal. Si hubiera tenido tiempo en mi preparación de esta presentación, hubiera puesto una cruz ahora mismo allí. Una cruz tiene una dimensión vertical y una dimensión horizontal. Y en la parte vertical de la cruz hubiera escrito santidad vertical, es decir, santidad para con Dios. Yo y Dios. Y mucha gente piensa que santidad es eso solamente, lo que se da entre yo y Dios, como Dios es santo, puro, yo también tengo que ser así.

Si yo estoy bien con Dios, pues, eso es lo que se necesita. Pero se olvidan de la otra dimensión de la cruz, la santidad horizontal. Vamos a hacer un experimento esta mañana. Lo hice con los hermanos de las 9, cautelosamente extienda su mano hacia los lados. ¿Verdad que está tocando a alguien? ¿Verdad que está afectando a alguien? Y usted ve, esa es la parte de la vida cristiana que tenemos que nosotros cuidar mucho, porque muchos cristianos solo piensan en esto, la santidad mía y Dios.

Pero muchas veces no nos preguntamos, bueno, y qué de mi relación con mi esposa o mi esposo? Cómo está mi relación con mis hijos? Cómo me ven mis hijos, mis hijas? Qué piensan de mí mis amigos y mis amigas? Si yo pudiera pararme en una esquinita del salón, sin que nadie me viera y se le hiciera una pregunta, oye, qué tu piensas de fulanito? Qué palabras vienen inmediatamente a tu mente? Qué dirían? Quisquilloso, rencoroso, murmurador, guarda rencor, si la hace la paga, ten cuidado, no se le olvida una sola, chismoso, no paga lo que debe, calculador, manipulador, dominante. O dirían, uf, una persona generosa, llena de amor, trabajadora, tu le dices un secreto y ese secreto va a la tumba con ellos, tolerante, ve lo bueno en ti antes que lo malo. Es una persona amorosa, da de sí misma, generosa con sus bienes, es una persona confiable, tiene misericordia de la persona caída.

Son preguntas importantes. Cómo nos ve el mundo y cómo nos ve la gente con la cual nos relacionamos? Eso también es santidad. Yo creo que uno de los problemas con tanta gente en las iglesias es que en la iglesia nos pasamos el tiempo hablando de santidad solamente en la dimensión vertical, moralidad, y otro tipo de cosas. Pero no se enfatiza lo suficiente de cómo nos relacionamos unos con los otros.

Y ¿Sabe qué? Yo diría, hermanos, que en el mundo lo que más convence a la gente a entrar en los caminos del Señor es a veces la moralidad horizontal, aún cuando decimos lo importante que es la moralidad vertical también. Pero yo encuentro que lo que más llama a la gente a los caminos del Señor es cuán atractivos somos, cuán amables somos, cómo nos tratamos unos a los otros, el amor que tenemos.

Cómo dijo Jesucristo? Dijo, Padre, para que ellos sean unos como tu y yo somos uno, para que el mundo crea que tu me enviaste. Cuál es la mayor apologética del señorío de Cristo ante el mundo? El amor que nos tenemos unos con los otros, la manera en que nos tratamos, cómo nosotros tratamos a nuestros colegas en el trabajo, cómo nos conducimos, la gentileza.

Hay una palabra que a mí siempre me persigue del Apóstol Pablo, cuando él dice, vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. Gentileza quiere decir en el griego original, vuestra generosidad, vuestro amor, vuestra capacidad para ver el oro escondido en la persona, la oportunidad que le das al caído. Esa es la santidad horizontal que es tan importante como, en mi opinión, la moralidad vertical. Las dos cosas son importantes.

Yo creo que uno de los problemas, hermanos, con el cristianismo a través de los siglos, y por eso se han cometido tantos errores a través de la historia, es porque los pastores, los maestros de la iglesia no le hemos dado igual importancia a la moralidad horizontal que le damos a la moralidad vertical.

Entonces el mundo se ha quedado una cantidad de gente que dice, bueno, gracias a Dios porque ya yo sé quién Jesucristo es, he entregado mi vida a él, me he abstenido de matar gente, de hacer esto, de hacer lo otro, pero sus corazones todavía están duros, no están tratados por el maestro del amor, y entonces por eso vemos las grandes guerras religiosas en el siglo XVI, la persecución de los judíos, las cruzadas donde se mataron tantos cientos de miles de personas. Vemos la esclavitud en Estados Unidos, en Inglaterra, países cristianos. Vemos la discriminación del negro en las ciudades de Estados Unidos en el siglo XX todavía.

Vemos todas estas cosas que se dan en el cristianismo, vemos iglesias que hay gente supuestamente muy santa, pero examine la calidad de la vida de esas iglesias, y pregúntese si a usted le gustaría vivir en esa iglesia y estar allí mucho tiempo. Porque no se trató con esa dimensión.

Dios quiere una santidad que refleje un carácter verdaderamente cristiano, que refleje la generosidad, la ternura y la compasión de Jesucristo. Es lo que la Biblia llama el fruto del Espíritu Santo. Usted ha escuchado el fruto del Espíritu Santo en Gálatas, Capítulo 5, bondad, benignidad, amor, templanza, esperanza, fe, todas estas cualidades hermosas del Evangelio. Esas cualidades, dulce y mansas del Evangelio, entonces el fruto del espíritu es muy importante para una santidad completa. No es solamente ser puro sexualmente sino también ser generosos.

Nosotros somos una iglesia de gente generosa. Yo pienso que estemos en vía a ser, que amemos a los demás, que perdonemos al ofensor, que nos toleremos. León de Judá tiene que ser conocido por ser una iglesia de tolerancia uno para con los otros, de amar a nuestros enemigos, de ayudar al pobre, de no mentir, de no murmurar, de ser honestos y trabajadores.

Cuando yo oigo de hermanos que están diciendo cosas falsas de otros hermanos, a mí eso me duele en el corazón. Hace poco oí a alguien que dijo que aquel hermano tiene sida, y dijo, pastor, yo no tengo sida, he cometido muchos errores en mi vida, pero gracias a Dios no tengo sida. Pero esta hermana anda por ahí diciendo que este hermano tiene sida en nuestra iglesia.

Usted cree que eso es santidad? No. Yo digo eso para sacar esa espina, hermanos, no lo digo para atacar a nadie. En una iglesia cristiana nunca debe haber murmuración, nunca se le debe dañar el carácter a un hermano. Si usted sabe algo dañino y vergonzoso de un hermanos, llévese ese secreto a la tumba, ore por ese hermano, que no sea usted la causa de que esa imagen de ese hombre, esa mujer sea rebajada, porque es una persona de amor, de misericordia, de mansedumbre, usted refleja la gentileza de Jesucristo.

De nuevo, Dios nos llama a las dos cosas, ser puros, ser sexualmente disciplinados, cuidar nuestro cuerpo, portarnos bien en la sociedad pero también reflejar el carácter de Dios, la pureza de su reino, ser diferentes a las cultura que no se someten a Dios y a sus valores.

Que hay en el mundo allá afuera? En el mundo allá afuera hay manipulación de la gente, usar el dinero para oprimir, usar el control de la información para formatearle la mente a la gente, usdar los medios de comunicación, el marketing, el mercadeo, la publicidad para uno servirse de la gente y hacerse rico y hacer dinero.

Los cristianos decimos, nunca usaremos nuestro poder para manipular a nadie, nunca usaremos el conocimiento que tenemos para sacar ventaja de ello. Seremos gente de amor, gente de bien, gente que las personas puedan voltearnos las espaldas y saber que nunca le haremos daños, porque lo que nos controla es el amor de Jesucristo, la generosidad de Jesús.

Terminando, lo más difícil de ejecutar y fácil de ignorar para muchos de nosotros, es precisamente esa dimensión horizontal de la santidad, porque requiere un largo y doloroso proceso de trato y perfeccionamiento de parte de Dios.

Si tu quieres abrazar esa santidad, mi hermano, mi hermana, tienes que resignarte a que Dios te va tener que poner unos braces en los dientes y te va a apretar de vez en cuando los braces. El hombre o la mujer de Dios que quiere llegar a ser como Cristo, tiene que resignarse a una vida de disciplina y trato del Espíritu Santo. De vez en cuando Dios te va a llamar al gimnasio y te va a decir, estás un poquito gordito, métete en el rodillo y comienza a correr unas 10 millas. Te voy a poner a dieta. Te voy a apretar.

A veces tenemos que ir a la clínica de Dios. Yo le temo a esos días de clínicas de Dios, cuando Dios me llama y dice, ven acá, Roberto, tengo que sacarte un poquito de sangre para que seas más como yo te necesito. Y eso es una disciplina continua.

Si tu eres un hijo de Dios, una hija de Dios, tu meta debe ser, yo quiero ser más como Cristo cada día. Y eso quiere decir que la vida cristiana es una vida de ciertas incomodidades también. Es como la vida de un atleta. Un atleta no puede hacer lo que le da la gana. Un atleta no puede comer lo que le da la gana. Un atleta no puede acostarse a dormir a la hora que quiere. Es una vida de privaciones, pero ¿Sabe qué? Que hermoso es un atleta, que bien se siente, que orgulloso se siente de su cuerpo, de su vida.

Asimismo somos nosotros. Tenemos que pagar un precio pero vale la pena el resultado. Y por eso muchas veces como es tan difícil y tan doloroso, no queremos, pero es necesario. Dios quiere formar un pueblo que refleje la santidad de Dios en todas las dimensiones y no solamente en el aspecto tradicional y básico, mucho en el inventario de la santidad que mucho no conocemos.

Voy a terminar con esta idea. León de Judá, nuestra iglesia, siempre insistirá en las dos dimensiones de la vida cristiana. Si usted se pregunta, bueno, por qué la iglesia de León de Judá no habla tan insistentemente de la santidad como la iglesia donde yo iba? De vez en cuando, hermanitas me sacan a parte, también a veces los hermanitos, pero son como las hermanitas sobre todo que vienen de la iglesia pentecostal y me llaman a capítulo porque no hacemos ciertas cosas, porque yo no llamo a las hermanas a que dejen las pantallas y que se vistan un poquito con más soltura, que hagan esto, que hagan lo otro.

La verdad es que el vocabulario que nosotros usamos para la santidad es más complejo que eso. No quiere decir que no creemos en la santidad, pero tratamos de ver la totalidad de la santidad. Y yo espero que con el tiempo nuestra iglesia inclusive refleje en el vestir, en las cosas externas la santidad que conviene al pueblo de Dios, pero también las cosas internas.

Hay un pasaje que a mí siempre me persigue, por ejemplo, el Apóstol Pablo que dice a las hermanas, dice que vuestra apariencia no sea la de peinados ostentosos y de mucho oro, y de vestidos costosos, sino el ornato de una vida santa, de una vida ordenada, una vida bendecida.

Hay mujeres y hombres en la medida en que les aplique también, porque hoy en día también a los hombres, creemos que la hombría es andar con los 6 botones de la camisa abiertos y una cadena de oro en medio para llamar la atención, las pectorales bien desarrolladas, pantalones estrechos que revelen la anatomía que Dios nos ha permitido desarrollar o lo que sea. Y el Apóstol Pablo nos dice, miren mis hermanos, mis hermanas, que su belleza no dependa de esas cosas, sino que dependa…

Yo creo que lo que atrae a una mujer a un hombre, no es tanto las pectorales, los bíceps desarrollados, es su carácter. Yo creo que la mayoría de las mujeres son generalmente bastante razonables, y lo que quieren es un hombre que tenga sus 10 dedos en las manos y que sea esencialmente saludable, que sea limpio, se bañe todos los días, que sea trabajador. No están buscando cosas del otro mundo, están buscando un hombre feo, formal y fuerte, eso es lo que dicen los mexicanos.

Y les digo la verdad, yo no he encontrado más hermoso en una mujer que un carácter afable, espiritual, inteligente, saludable, una salud emocional en ella. Esas son las cosas que adornan a un hombre, a una mujer, y que lo hacen atractivo. Porque la belleza física se va en cualquier momento. Pero el ornato de una vida bien vivida, eso nunca se despeja.

Un hombre, una mujer, mientras más crece, más se puede hacer muy atractivo. Porque dice la palabra que mientras el ser exterior va decayendo, el interior se va renovando de día en día, y la belleza interior brilla a través de la belleza exterior y la transforma.

Esos son los valores y por eso es que nosotros insistimos en esas cosas, porque eso es lo más importante. Yo espero que nosotros entendamos eso, que las mujeres no sientan que tienen que anunciar toda la mercancía de un solo tirón, porque sino están en desventaja. Hermana, lo importante es que tu reflejes la gracia del Señor en tu vida, eso es lo más atractivo de todo.

Y por eso es que yo digo, que yo espero que con el paso del tiempo nuestra iglesia también vaya mejorando en esas dimensiones. De paso, no engañemos tampoco. Porque hay hermanas que dicen, no voy a poner pantalones estrechos, pero se ponen una falda más estrecha que los pantalones. Mejor ponte el bendito pantalón, esa es la hipocresía pentecostal. No usan pantalones, pero usan una falda que le dan gangrena a veces a las pobres mujeres. No, no, tiene que ser algo verdaderamente honesto.

Tenemos que luchar legítimamente. Pero yo espero que con el paso del tiempo nuestra iglesia sea una iglesia que refleje esa pureza, esos valores. Eso viene de adentro. Eso no lo puede imponer el pastor, eso no lo puede imponer una ley externa, eso cuando Cristo trata contigo y va mejorándote y tratándote, tu vas a sentir aquello de lo cual yo estoy hablando. Eso es algo que sale de adentro.

Y para nuestra iglesia esos valores de santidad van a determinar cómo escogemos a nuestros líderes principales. Si usted se pregunta, por qué hay como una… cuál es la selectividad que gobierna quién enseña en nuestra iglesia? De nuevo, no somos perfectos tampoco en determinar eso, porque hay errores y cosas que pasan. Pero en todo lo posible nosotros vamos a escoger líderes, sobre todo al nivel principal, que reflejen, y le vamos a poner presión y si no se conforman a eso, a la larga van a tener dificultad en esta iglesia, que reflejen esos valores balanceados. Ese va a ser el marco en el cual usamos los dones, el amor, la misericordia.

Por eso decimos, si tu uso de los dones en el medio de la congregación escandaliza, crea incomodidad, crea confusión, entonces tu no estás usando los dones conforme al marco del amor de Dios, no lo estás usando conforme a la santidad de Dios.

El uso de los dones tiene que estar gobernado por la misericordia, la consideración con los demás, el amor para con los demás. Ese entendimiento de la santidad determinará cómo nosotros medimos la madurez espiritual de la gente en nuestra iglesia, si estamos creciendo, si estamos mejorando.

Yo siempre me lo pregunto, no es cuántas faldas largas vinieron el domingo a la iglesia, sino cómo estaba el amormetrómetro de la iglesia? Dónde estaba el nivel del amor hoy? Dónde estaba la gentileza? Dónde estaba la gracia? Dónde estaba la misericordia? Dónde estaba la amistad entre nosotros? Cómo se sentía el aire? Se sentía despejado o pesado? Esos son los valores, lo que enseñamos y predicamos, cómo discipulamos a nuestra gente, los valores de los discipulados, cómo medimos el éxito de nuestra iglesia, si estamos progresando o no, cómo invertimos nuestras energías para formar el carácter de nuestra feligresía.

Quisiera tener más tiempo para cerrar estas cosas. Pero yo espero que por lo menos el tono esencial de mi mensaje se haya hecho claro a ustedes. Queremos ser un pueblo balanceado, un pueblo santo, 360 grados. Queremos reflejar la santidad de Dios, pero también queremos reflejar su misericordia, su amor, su gracia, todo junto.

Quiera Dios que esos sean los valores de nuestra iglesia. Bajemos nuestra cabeza un momento. Vamos a imitar el trato de Dios en nuestras vidas. Si tu sientes que algo de lo que yo estoy diciendo toca tu vida y te habla, yo pido que el Señor Jesús permita ahora que haya una medicina que entre a tu corazón.

Yo quiero que esta gracia de Dios entre a tu matrimonio, que tu casa sea una casa de orden, de armonía y de paz, porque los valores del Reino de Dios estén en ti, en tu esposa, en tus hijos, que haya amor de los padres para con los hijos, de los hijos para con los padres, que nuestros vecindarios sean lugares donde cada día se pongan mejores porque haya tres o cuatro familias proféticas en las 4 esquinas de una calle que misteriosamente vayan ejerciendo una influencia positiva en ese vecindario, porque el amor de esa familia se manifiesta.

Y que nuestros trabajos, nosotros seamos pacificadores. Que bueno es cuando hay un agente de paz en un trabajo. Esas personas son como levadura que van cambiando la atmósfera alrededor de ellos. Yo le pido al Señor que en la escuela, donde nosotros estamos, los vecindarios donde estamos, los trabajos donde estamos, nuestra gente se distinga por ser un pueblo transformador, un pueblo contagioso.

Yo le pido al Señor, Señor, hazme a mí un agente de tu paz y de tu misericordia. Sé que estoy lejos de llegar a ser todo lo que Dios quiere que yo sea, en ese sentido, pero digo, Padre, hazme un hombre puro, un hombre limpio, un hombre sano y también un hombre de misericordia, de amor y de gracia, un hombre de una buena sonrisa. Y tu quieres lo mismo también para ti, para tu familia, para tu vida, queremos reflejar el carácter de Jesús.

Yo quiero ser como Cristo. No te gustaría a ti también ser como Cristo? Pidámosle al Señor que nos haga como Jesús, puro, santo, limpio, misericordioso, gentil, generoso, perdonador, afirmador del débil, veraz en todo lo que él dice, así queremos que esta iglesia sea, Padre. Te la ofrecemos, te ofrecemos nuestras vidas. Gracias por tu palabra, gracias por todas las cosas buenas que hemos recibido en este día. Te damos el honor y la gloria en el en el nombre de Jesús. Y el pueblo de Dios dice, amén, amén. Gloria al en el nombre del Señor. Amén.

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