SERMONES
Toma de la fuente - parte 1
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Es un placer estar nuevamente aquí con ustedes y realmente en los planes de Dios estaba todo esto. Hace unos meses atrás estábamos hablando por teléfono Roberto y yo acerca del libro que él acaba de publicar, estábamos hablando del libro mío, estábamos dialogando de la posibilidad de venir por el área.
Y así, tentativamente, hablamos de una posible fecha pero para confirmar más tarde. Al poco tiempo me llama Meche y me dice: "¿Sabes qué, Awilda? Tengo aquí que Roberto tiene pendiente tal fecha para ver, para confirmar más adelante, como que vienes para esta área" y dice, "y yo quería traerte para esa fecha, precisamente, para la misma fecha para la actividad de mujeres que tenemos hoy".
Así que Dios está en control de todo, Dios tiene todo en su agenda y dentro de todas las cosas que Dios quiere hacer, lo más importante es que Dios desea que podamos comprender o refrescar nuestro entendimiento en cuanto a la verdad Bíblica, los principios Bíblicos de que nosotros tenemos que estar conscientes que necesitamos tomar de la fuente constantemente, día a día. Procurar vivir bajo el favor de Dios porque en la fuente de Dios encontramos su favor y su Bendición.
Inclinemos nuestro rostro, ahí donde estamos y oremos: 'Padre te damos gracias porque hemos podido adorarte con toda nuestra mente, con todo nuestro corazón, con todo nuestro ser. Y en esta hora, Señor, continuamos ante tu Bendita presencia ¡Oh, Dios! y te decimos, Señor que queremos seguir atentas a Ti, Señor. Atentas a lo que Tú tienes para nosotros en este día. Hemos venido a tomar de la fuente, hemos venido a tomar de Tu Palabra, te necesitamos, ¡Oh, Dios! y... en Cristo Jesús de tal manera que Tu Palabra haga en nosotros aquello por lo cual Tú la envías, Señor. Gracias, te damos en esta hora; Gracias por lo que Tú estas haciendo y por lo que vas a seguir haciendo. Gracias Señor, Amén, Amén.
Les invito a que nos ubiquemos nuevamente en Juan Capítulo 4 que es el texto clave de la temática de este día.
Juan, Capítulo 4. Y ya se leyó al inicio del Servicio, pero quiero que volvamos a leer los Versículos 13 al 14. Dice de la siguiente forma: 'Respondió Jesús hablando con la mujer samaritana y le dijo: "Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed. Más el que bebiere del agua que Yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré será una fuente de agua que salte para vida eterna".
Este pasaje de las Escrituras muy conocido y especialmente muy conocido cuando hablamos en el sentido Evangelistero, ¿verdad qué sí? Este pasaje de las Escrituras nos habla a nosotros de una mujer samaritana y su encuentro con Jesús de Nazaret. Su encuentro con el Maestro, su encuentro con el Mesías. Y habían tres factores -podrían haber muchos más- pero quiero mencionar tres factores en particular que esta mujer tenía en su contra.
El número uno que quiero mencionar es que esta mujer, ¿era qué? Ya lo mencionamos: samaritana. O sea esta mujer pertenece a una raza rechazada por los judíos. Cuando en un momento dado en la historia del pueblo de Dios, los asirios, el pueblo asirio ataca al pueblo de Dios y ataca a Samaria ¿Qué hizo el pueblo asirio? Deportó a todos los habitantes de Samaria, trajeron gente de otros lugares y, ¿qué ocurrió? Aquellos judíos que quedaron en Samaria se mezclaron con los que llegaron de otros lugares, entonces los samaritanos ya no eran… ¿qué? Judíos puros, sino que eran mezclados y eran considerados por la raza judía como gente… ¿qué? Como gente menospreciable. No eran considerados como parte de los judíos ya porque se habían mezclado con otras razas.
Así que, esta mujer dentro de lo que tiene que ver con la cultura judía era, tenía una desventaja y es el hecho de que… ¿era qué? Samaritana. No era de la raza por excelencia, no era de la raza pura y en adición a eso podemos también mencionar que esta mujer; el sólo hecho de ser mujer era otro aspecto que estaba… ¿en qué? En su contra o que no le favorecía.
En el mundo antiguo las mujeres no contaban para nada. A veces pasa así en algunas culturas hispanas, pero gracias a Dios en nuestros tiempos eso ha cambiado muchísimo, ¿verdad? Mucho más en estas áreas.
Pero, la realidad es que en el mundo antiguo -aún en el presente- la mujer no cuenta prácticamente casi para nada. Y resulta ser que el ser mujer en el mundo antiguo era algo bien crítico y el ser mujer dentro de la cultura judía también era algo bien crítico en el sentido que nosotros hoy entendemos: que se aprecia y se estima en sus diferentes funciones. En el pueblo judío es una cosa, muy diferente. Tan es así, que los judíos consideraban a la mujer impura desde -como si estuviese impura, como si tuviese menstruación- la cuna. Y disculpen que utilice los términos exactos y médicos y correctos. Desde la cuna. Se le consideraba impura a la mujer, por ser mujer como si tuviese menstruación desde la cuna.
Un judío podía orar a Dios, o acostumbraba orar a Dios, diciéndole: "Gracias, Señor, porque ni nací gentil y ni nací mujer". Así que, la mujer dentro de la cultura judía no era considerada en estima -aunque Dios siempre nos ha considerado en estima- pero, dentro de lo que es la cultura, no era considerada con estima. Esta mujer, tenía muchas cosas en contra suya; o por lo menos estoy mencionando tres aspectos.
Y el tercero de ellos es, que según la narración Bíblica para colmo samaritana, mujer y para colmo pecadora. Una mujer en una condición de pecado. Pero, esta mujer que tenía estos factores, y muchos más que podríamos mencionar en su contra, era una mujer que ante la persona de Jesús encontró respuesta para su vida, para sus necesidades ante la sed que ella tenía que aún quizás ella misma no sabía ni siquiera identificar. Jesús le suple conforme a su necesidad aún dentro de su condición de pecado. No importando los factores que pudiesen estar en su contra, Jesús no la rechazó; al contrario, las Escrituras dicen al inicio de esa narración, de este pasaje que a Jesús le era necesario pasar por Samaria y los judíos cuando tenían que ir a cierto lugar que tenían, que la ruta implicaba Samaria, ¿qué hacían? Bordeaban y daban la vuelta pero no pasaban por Samaria porque era un pueblo impuro. Pero, la Escritura nos dice a nosotros que a Jesús le era necesario pasar por Samaria.
¿Por qué le era necesario pasar por Samaria? Porque allí había una encomienda de llevar agua viva a una mujer que lo necesitaba. Y a Jesús le era necesario pasar cerca de nuestras vidas en un momento dado en que nosotras no le conocíamos, en un momento dado en que nosotras estábamos en nuestra Samaria, Jesús determinó pasar y tocar nuestras vidas y llegar a nuestros corazones y le dijimos, "Sí, Señor, aquí estamos y te aceptamos. Quiero tomar de esa agua viva".
Pero es interesante, importante, que podamos entender que ese momento tan hermoso de encuentro, de primer encuentro con el Señor se tiene que repetir día a día en nuestras vidas. Jesús no rechazó a esta mujer, Jesús no nos rechazó a nosotras. Nosotras también éramos mujeres samaritanas. Nosotras también teníamos nuestra condición de pecado fuese cual fuese. Esta mujer tenía una condición de pecado en el área sexual, nosotras teníamos la condición que fuese. Quizás opuesto a pecado moral o sexual, que teníamos el pecado de creernos - como me pasaba a mí- que éramos muy santitas porque me habían criado en mi casa de una forma y unos principios morales tales que yo viví una vida muy santa, muy buena gente, yendo a la Iglesia Episcopal todos los domingos, todas las semanas.
Acostumbrada a una educación moral en la casa bien firme, pero, ¿saben qué? Yo estaba igual que esta mujer samaritana porque yo no tenía al Señor. Independientemente de la condición que nosotros tuviésemos, si yo por mí parte me creía que estaba bien, un día Dios me confrontó en mi Samaria y me dejó ver: 'No te creas que porque desde chiquita has ido a la Iglesia y has experimentado, que has tenido una buena vida y moral, etc., etc., que tú no tienes pecado. Por cuanto todo es pecado están destituidos del Reino de los Cielos.’ Y un día Dios se concientizó en mi Samaria. Todas teníamos y estábamos en nuestra Samaria y Jesús no nos rechazó.
Jesús no rechaza a esta mujer siendo Él… ¿siendo qué? Judío. No rechaza a esta mujer… ¿siendo qué? Hombre. No rechaza a esta mujer siendo Él puro y sin pecado, siendo Él el Hijo de Dios. Al contrario, Jesús le da una invitación, le invita a tomar del agua viva. No importando su condición, Jesús abre y da y extiende una invitación. La invitación más importante que le había llegado a esta mujer. Había tenido muchas invitaciones en su vida según lo que narra la Escritura aquí y según la pregunta que más adelante Jesús le dice. Pero Jesús le hace la invitación por excelencia. Y Jesús comienza a tocar con ella el tema de lo que es el agua viva y precisamente ese es el tema principal de este pasaje Bíblico y de la conversación entre Jesús y esta mujer.
A diferencia de ella, ya nosotras -asumo-, o la mayoría de nosotras… ¿hemos sido qué? Rescatadas ya por el Señor. A diferencia de ella que en este momento en el pasaje Bíblico se está encontrando con el Maestro, ya nosotras nos encontramos con el Maestro. Ya fuimos rescatadas, pero hay otra cosa que no estamos en diferencia de ella, que aunque ya fuimos rescatadas lo necesitamos hoy en día como esta mujer lo necesitó en su momento. Hay otras áreas en nuestras vidas que Dios desea trabajar con nosotros y que nos dice: 'Necesitas tomar del agua viva que un día, hace tiempo atrás ya tomaste. Hoy tengo agua viva para ti,’ dice el Señor.
En los versículos 4 al 5, luego que indica en el 4 que le era necesario pasar por Samaria, dice que, “vino a una ciudad de Samaria llamada Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José, y que allí había un pozo,” y que Jesús… ¿estaba qué? Cansado… ¿de qué? Del camino. Al pozo se le llamaba el pozo de Jacob y es interesante que hay dos palabras en griego para pozo, que se traducen: pozo. Una de ellas es 'prear' que se refiere al pozo cavado para conseguir agua, o sea, el hoyo este que hace el ser humano, el hombre para poder cavar agua. Pero entonces tenemos otra palabra que se llama 'pegue' que algunos la pronuncian 'peje' y esa quiere decir "la fuente de agua". ¿Me captan?
El pozo es el que el hombre crea, pero por más que el hombre cree y levante o ahonde y trate de sacar agua, si la fuente no está ahí no sale nada. Y es interesante que esta mujer llegó… ¿a dónde? Al pozo, al prear, ¿verdad?
Pero, ¿qué encontró? La fuente de donde verdaderamente fluye, de donde verdaderamente se produce... de donde verdaderamente sale, ¿qué? El agua de vida eterna.
Jesús está en el pozo de Jacob y esta mujer llega… ¿a qué? A sacar agua. Esta mujer llega muy de seguro a la tarea común que ella acostumbraba a hacer diariamente a buscar agua para las necesidades diarias y Jesús se encuentra allí con esta mujer porque Jesús tenía sed y se para en este lugar precisamente porque le era necesario pasar por Samaria.
Y cuando se encuentra con esta mujer samaritana, Jesús le hace un ofrecimiento, que al entrar en un diálogo Jesús llega un momento que le hace el ofrecimiento más importante -como mencioné- que esta mujer pudo haber recibido.
Pero antes de dar más detalles de esa declaración de los versículos iníciales que leímos, quiero mencionar unos detalles acerca de este diálogo entre Jesús y la mujer samaritana. Y los detalles que voy a mencionar nos van a llevar a ver que lo que Dios desea darnos a nuestras vidas diariamente es Su Bendición, Su presencia, es Su favor como se lo ofreció y se lo dio a esta mujer.
Jesús estaba cansado del camino. Jesús estaba cansado de lo que había estado haciendo en ese día. Se sienta junto al pozo, estaba solo porque los discípulos habían ido a comprar algo de comer y dice la Escritura que era "como la hora sexta". Esa hora es más o menos el mediodía y esta mujer como mencioné fue a hacer quizás lo que acostumbraba hacer. Pero es interesante, que las mujeres iban al pozo a sacar agua usualmente al atardecer cuando ya el sol había… ¿qué? Bajado, ¿verdad? Y ya no era tan fuerte. Pero, esta mujer iba… ¿a qué hora? A la hora más crítica, al mediodía. Muy posiblemente -o muy de seguro-… ¿para qué? Para no encontrarse con las otras mujeres que sabían de su condición. Era una mujer samaritana y aún las mujeres mismas samaritanas dentro de la práctica de su religión, que ellos entendían que también eran el pueblo escogido de Dios, tenían que tener cuidado de juntarse… ¿con qué? Con otras mujeres samaritanas que tuviesen una vida moral indecente.
Así que, muy de seguro, esta mujer fue al mediodía para evitar el encuentro con las otras mujeres porque ella tenía una mala reputación. Y Jesús le pide de beber. Jesús le pide de beber. Y ella lo que le contesta -en el versículo 9- ante lo que Jesús le dice, le contesta de la siguiente manera: “¿Cómo tú,” -con una pregunta-, “que siendo judío me pides a mí de beber que soy mujer samaritana?”
Jesús le pide de beber, ella lanza para atrás una pregunta. Tú eres judío -o sea los judíos y los samaritanos no se llevan entre sí- y ¿cómo tú siendo judío me pides a mí de beber?
El que le pidiera de beber a una mujer samaritana era algo que Jesús dentro de la cultura judía no debió de haberlo hecho. Pero Jesús rompe las barreras que tenga que romper. Nosotras no merecíamos que Él se acercara a nosotras en nuestra Samaria, pero Él rompió lo que tuviese que romper para alcanzarnos un día. Jesús rompe las barreras con esta mujer que tiene que romper aún las barreras de su propia cultura, de su propia religión porque Él traía el agua viva. Él traía el agua verdadera. Y Jesús, no solamente rompe con la cultura, con los principios de esta cultura sino que sobre todas las cosas el romper con esos principios lleva a una vida que quizás estaba… -bueno, muy de seguro- estaba consciente de su condición, pero aunque estaba consciente de su condición cuando Jesús entra en diálogo con ella encontramos que esta mujer ante lo que Jesús le dice lanza respuestas, y preguntas y preguntas y van y vienen y como que comienza a evadir el trato, el diálogo o la conversación que Jesús tiene con ella.
Así que Jesús rompe con los principios que tenga que romper establecidos por la cultura para alcanzar las vidas que tenga que alcanzar así como un día nos alcanzó a nosotros. Y Jesús torna esta conversación -que parece ser una conversación normal y una conversación normal acerca del pozo, del agua, de que tengo sed, de que vengo cansado, dame de beber- la torna en… ¿qué? En una conversación espiritual. Pasa del plano humano y terrenal al plano espiritual. Y cuando pasa al plano espiritual en el versículo 10 observamos que dice: 'Respondió Jesús y le dijo: "Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva".
Del plano terrenal: tengo sed, estoy cansado, dame agua pasa al plano espiritual: 'Es que, mira, si tú supieras quién es el que te está pidiendo; ¡el que te está pidiendo tiene para darte a ti de beber! El que te está pidiendo a ti agua para el sustento físico por el cansancio o por el sol del mediodía, este que te está pidiendo realmente lo que vengo aquí es a darte lo que tengo para darte'.
Y Dios nos dice hoy: '¿Tú me estás pidiendo?' Alguna de nosotras Dios nos dice: 'Tú estás en angustia, tu has estado pidiendo por tus hijos, por tu familia, por esta situación, por la otra, por la otra y estas pidiendo y estás pidiendo, pero yo tengo una Bendición para ti que es ese reposo espiritual en tu alma y en tu ser cuando tomas de esta agua viva que yo te doy cada día. Y esa agua viva te ayudará a reposar en medio de tu situación, en medio de tu circunstancias'.
Es por eso, que al inicio les decía que lo que Dios desea de nosotros es que de esa agua viva que tomamos en un día en nuestras vidas, nos mantengamos tomando… ¿qué? día a día.
Sigue el versículo siguiente: "La mujer le dijo: 'Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo’“. No tienes con qué sacarla y el pozo es hondo. Jesús está en un plano… ¿qué? Espiritual y ella vuelve a un plano… ¿qué? A un plano humano. No está entendiendo.
Y ella le pregunta: "¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados?", sigue en un plano ¿qué? Terrenal. Y entonces luego vienen los versículos que leí al inicio cuando Jesús le declara que Él tiene agua viva para darle a esta mujer. Y cuando hablamos de aguas vivas, estamos hablando de aguas que corren. No estamos hablando de aguas estancadas, estamos hablando de aguas que están… ¿qué? Corriendo constantemente como las de un río, como las de un arroyo. No se refiere a un agua estancada, pero por estar estancada pueden venir animalillos, en Puerto Rico les decimos mimes, en un momento dado el agua puede apestar porque el agua estancada… ¿qué? No sirve para tomarse, no sirve para nada. El agua estancada es peligrosa al consumirse, pero el agua viva es un agua que… ¿qué? Que corre.
La Biblia nos dice a nosotros "que la fuente nunca deja de manar su agua". Jesús le está ofreciendo a esta mujer agua viva de la fuente. ¿Recuerdan pozo y fuente? Jesús le está ofreciendo agua viva de la fuente porque "la fuente nunca deja de manar su agua".
En el Antiguo Testamento, en Jeremías, la Biblia nos dice a nosotros que "Jehová es fuente de aguas vivas". También el salmista en los Salmos se nos dice a nosotros que en Sión donde está la presencia de Dios, allí están todas mis fuentes "están en ti" dice el salmista. "En Sión están todas mis fuentes, porque allí está la presencia de Dios". Aguas vivas, agua que corre, presencia de Dios, vida de Dios en nosotros.
Hasta aquí podemos, o quiero mencionar un principio. Y el principio que quiero mencionar es el siguiente: Somos llamadas a tomar de la fuente que se origina en Dios. Somos llamadas a tomar -fíjense que dije fuente, no dije pozo- de la fuente que se origina en Dios y de aquí en adelante me voy a mantener mencionando los principios después de haber explicado parte del pasaje Bíblico y expresado algunas ideas.
Usualmente lo hago al contrario, pero en esta ocasión voy a indicar y a enfatizar los principios después de haber desarrollado unas ideas para concientizarnos de como lo vemos en el pasaje bíblico.
Pero regresando a Juan, esta mujer no entiende lo que Jesús le está diciendo. Esta mujer no entiende y le dice: "¿Tú quieres agua, pero tú no tienes ni con qué sacarla?".
Entonces, ¿qué? ¿Cómo? ¿Cómo podemos resolver esto? No tienes con qué sacarla, el pozo es hondo. Ese pozo puede tener una profundidad de setenta y cinco a cien pies de profundidad. "¿De dónde pues tienes el agua viva?", le preguntó ella. Y a veces Dios nos habla y no entendemos lo que nos está diciendo. Aún cuando llevemos tiempo en el Señor, aún cuando le estamos sirviendo por muchos años, a veces Dios nos habla y le contestamos para atrás, "Pero Señor, ¿De qué es que Tú estás hablando?".
A veces Dios nos habla en ese plano espiritual y nosotras estamos teniendo una comprensión ¿qué? de un plano terrenal. Ella está hablando del pozo y Jesús estaba hablando de la fuente que llena el pozo.
A veces Dios te habla y no entendemos, estamos cegadas como esta mujer. Por eso es que decía que nosotras también ¿somos qué? mujeres samaritanas. O a veces no solamente es que nos dejamos envolver por situaciones familiares, situaciones de trabajo, problemáticas que a veces nos cargan, sino que en ocasiones también cuando Dios nos ha llamado al Ministerio, por ejemplo, y le contestamos "Señor, pero ¿yo?" y el Señor nos mira y sabe que nos ha dado capacidades, que nos ha dado dones y nos llama al Ministerio porque sabe que podemos, porque Él es quien nos ha capacitado y quien estará con su gracia y con su favor en nosotros en ese camino ministerial. Pero nosotras pensando que no podemos. "¡Señor! Pero, y ¿de dónde?" Y el Señor nos dice "del agua que ya tú tienes dentro de ti". "¿De dónde me preguntas? De lo que ya yo te he dado. Mantente tomando de mi agua, mantente tomando de mi favor, porque en mi fuente se encuentra la Bendición, se encuentra el favor mío".
Pero a veces miramos el pozo y lo encontramos muy hondo, lo encontramos profundo. Encontramos que lo que Dios quiere hacer con nosotros está muy lejano. ¡Ah! con la hermana sí, pero conmigo no. No, conmigo es muy difícil, no yo no puedo. No, no, no es que la hermana tiene gracia y tiene habilidades, tiene esto y tiene lo otro. Pero yo soy tan poquita cosa. Si te crees que eres poquita cosa, lo poco Dios lo convierte en mucho, si tomamos de la fuente.
No podemos estar mirando la profundidad del pozo, no podemos mantener nuestra mirada en la profundidad de las problemáticas, en la profundidad de lo que creemos ser o no creemos ser. Tenemos que mantener nuestra mirada en la fuente y tomar de esa fuente.
Principio número dos: Procuremos entender las realidades espirituales que Dios nos comunica. Ahora en el versículo 12 le preguntó ella a Jesús, "¿acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo...?" O sea para ella hasta ahora no hay nada extraordinario en Jesús. Sabe que es judío, pero es un judío más y ella está en dialogo con este judío. A veces estamos tan familiarizados con lo que hemos alcanzado o tenemos en Dios que pareciera que nos acostumbramos tanto a Dios que nos olvidamos el Dios grande y majestuoso al cual servimos. O a veces llevamos tantos años en el Evangelio sirviendo al Señor, que entramos en un estado de ¿qué? de acostumbrarnos a todo lo que tiene que ver con el Señor, al mover de Dios, a la vida cristiana, a la vida en la iglesia, a la hermandad pero dejamos de tomar de la fuente y estamos en la iglesia, estamos sirviendo al Señor pero no estamos tomando de la fuente día a día como debemos de tomar.
Y esta mujer está considerando con esa pregunta, está considerando a Jesús en menor que los padres, en menor que el padre Jacob. Cuando ella habla de nuestros padres se está refiriendo a ¿qué? a la descendencia.
Recuerden que había una lucha entre samaritanos y judíos. Los judíos eran los puros, samaritanos era una mezcla. Los samaritanos decían que sí eran, los judíos decían que ellos eran los que eran y entonces esta mujer está reclamando ¿qué? su herencia. Esta mujer tiene reverencia por los patriarcas, esta mujer reclama lo que ella entiende que de ella es. Esta mujer reclama con la expresión "nuestros padres", esto es lo que yo tengo, pero Jesús sabía lo que Él era.
A veces nosotros reclamamos ante el Señor, nos atrevemos a reclamar. "¡Señor, pero esto! Es que mira, Señor, yo he hecho esto y no he visto que Tú has hecho lo otro". "Es que Señor, yo llevo tantos años en Ti, ¿no es hora ya de que por favor me favorezcas en esta área y hagas algo?" o "Esta petición que te pedí hace un año, dos años o veinte años atrás y ¿qué pasa, Señor? ¿Acaso de mí no te vas a acordar, Señor?".
A veces hacemos preguntas a Dios con honestidad, como esta mujer que está hablando ahí con honestidad dentro de su ir y venir en la conversación con Jesús. Con honestidad pero a la misma vez son preguntas que reflejan que nos estamos alejando de la fuente. Que nos estamos alejando de la fuente.
Y a Dios no le incomoda que le preguntemos. Pero siempre Él va a hacer como hace Jesús con esta mujer: procurar llevarnos a donde tiene que llevarnos aunque no entendamos nos confrontará, aunque no entendamos nos guiará en la conversación, aunque nos tratemos de desviar nos guiará para llevarnos a lo que Él tiene para nosotros, para que alcancemos su Bendición para que alcancemos su favor tomando de la fuente.
Esta mujer muestra que ella tiene herencia de los patriarcas, pero está hablando con el judío por excelencia. Está hablando con el Mesías y no lo estaba reconociendo.
Otro principio: No permitamos que lo que hayamos alcanzado en Dios no nos deje ver lo próximo que Dios tiene para nosotras. "¡Ah! Es que yo llevo tantos años en el Señor"; ¡Ah! Es que yo he tenido tal experiencia con el Señor"; "¡Ah! Es que Dios me ha usado en esta forma". No importa la herencia en el Señor, no importa la experiencia, los años... uno, dos, tres, veinte, treinta... mantengámonos tomando de la fuente porque Dios nos sigue invitando día a día. Esto no es algo de la herencia de lo pasado, tenemos que vivir, lo pasado vale, es importante todo lo que hemos caminado en el Señor. El pasado nos lleva a crecer en Fe, a crecer en el Señor pero tenemos que vivir cada día en el presente tomando de la fuente.
A veces el pasado glorioso de experiencias en Dios nos puede estancar para lo próximo que Dios quiere para nosotras porque nos sentimos satisfechas en todas las experiencias pasadas y entonces, ¿nos olvidamos de qué? De que hay algo nuevo y fresco de Dios para nuestras vidas en el presente.
¿Cuál es la fuente de agua que sostiene nuestras vidas? En el nuevo pacto la fuente de que Jesús estaba hablando aquí a esta mujer cuando le declara esta verdad de que "Yo te daré a tomar agua viva" –es el Espíritu Santo. Nosotros tomamos de esa fuente el día que recibimos al Señor, pero como mencioné al inicio este pasaje Bíblico aunque se utiliza mucho en la evangelización para hablar de salvación; es un pasaje bíblico que nos habla todos los días. Es un pasaje bíblico para el diario vivir tomando de la fuente diariamente aplicándolo a nuestras vidas diariamente en nuestro presente.
Jesús declaró también en el Evangelio de Juan: "Yo he venido para que tengan vida" y para que la tengan ¿Cómo? ¿En escases? No, en abundancia. Eso es y eso se logra cuando estamos tomando constantemente del agua viva.
El próximo principio que quiero mencionar es: Debemos tomar de la fuente día a día para estar saciadas en Dios y vivir vidas abundantes. Cuando estamos debilitadas, cuando estamos en estado de desesperación y hasta de depresión. Porque dicen que a nosotras las mujeres -a los hombres también le da- pero a nosotras la mujeres, después de cierta edad más todavía, ¿verdad?, Pero en depresión, en desesperación o en angustia, ¿saben que pasa? Aún en esos tiempos difíciles, ¿nos olvidamos de qué? De tomar de la fuente.
Pero si tomamos día a día cuando vienen los tiempos difíciles, cuando se anuncia la depresión, cuando se anuncia el desosiego, cuando se anuncia la desesperación, cuando viene la problemática el agua que estamos tomando constantemente y día a día nos refresca para trabajar y lidiar con cada situación que se presenta en nuestras vidas. Es por eso que es necesario tomar de la fuente día a día para vivir vidas abundantes.
Ahora bien, en el versículo 15, la mujer le dijo: "Dame de beber esa agua, para no tener que venir aquí a sacarla". Nuevamente ¿qué ocurrió? plano espiritual versus ¿qué? el plano terrenal. Está entendiendo todo en el plano terrenal. "Dame de beber" cuando está ofreciendo un agua que si la bebo pues, no me va a dar sed jamás.
"Dame de beber" y así… ¿qué? No tengo que venir cada día, no tengo que estar evitando encontrarme con las otras mujeres que conocen mi condición. No tengo que venir a agarrar el sol del mediodía porque tengo que escaparme de ellas. "Dame de beber de esa agua", lo está entendiendo en el sentido… ¿qué? humano, en el plano terrenal. Está en un plano natural, está mirando lo que le conviene.
A veces nosotras, vamos a ser honestas, estamos en un plano tan natural y tan terrenal que también estamos negociando con el Señor buscando lo que nos conviene. Y no es lo que nos conviene, es lo que Él sabe que nos conviene a nosotros.
Eso es lo que Dios quiere para nosotras. Pero la realidad es que a veces somos tercas, disculpen que lo diga así... a veces somos tercas y Dios sabe lo que conviene y nosotras insistimos ¿en dónde? en lo que no conviene. Seguimos... ¡Ah, pero Señor! Pues dame porque entonces... y esto..." y negociando con el Señor. El Señor sabe lo que te conviene, el Señor sabe lo que nos conviene y Él sabe del agua que nos está ofreciendo que salta para vida eterna.
También podemos decir que esta mujer cuando le contesta así a Jesús, en ese Versículo, puede estar como jugando con Jesús. Porque evidentemente en el plano natural de la vida humana se sabe que ninguna agua calma la sed por siempre, que necesitamos tomar agua constantemente, día a día. Así que, ¿esta mujer está qué? En el plano terrenal hasta jugando con lo que Jesús le está diciendo. No está tomando seriamente lo que Jesús está comunicando. No está considerando en profundidad y en el plano espiritual lo que este judío, que realmente era el Mesías, le estaba ofreciendo. Esta mujer está jugando en la conversación, tirando de un lado hacia otro y contestando con preguntas y con frases y con diferentes ideas lo que Jesús le está comunicando.
Y nosotras a veces -no importa el tiempo que estemos en el Señor- aquí estamos Señor dialogando contigo. ¿Qué diálogo? Lo disfrazamos de...
Interrupción
"No, Señor, pero..." y el Señor nos dice: "Atiende en el plano espiritual". El tiempo...
Esta vida ha tenido tantas y tantas interrogantes en cuanto a porque hace o no hace algo que inclusive ha pensado ha pensado en apartarse de la iglesia. Dios le dice hoy: "No mires las circunstancias y detente a tomar del agua viva que Dios tiene para ti". El hecho de que estés hoy aquí -y disculpen que me detenga en esto pero es bien importante- pero el hecho de que hoy estés aquí es Dios rescatándote de lo que estas pensando.
Volvemos a la Palabra. Dios nos invita a tomar constantemente de su agua viva. No es lo que nos conviene a nosotros, el próximo principio.
No es lo que nos conviene, el plano natural, lo que nos conviene no debe de ir por encima de ¿qué? de la voluntad de Dios, el plano espiritual. Lo que nos conviene no debe ir por encima de la voluntad de Dios; lo que nos conviene es como nosotros queremos que Dios haga las cosas y el plano espiritual es como Dios determina y quiere hacerlo porque sabe lo que realmente conviene a nuestras vidas.
Y es interesante que volviendo a la mujer samaritana y al pasaje, en el versículo 16, Jesús le dijo: "Ve, llama a tu marido".
¡Oh! Pero espérate, esta mujer no le está diciendo en el Versículo anterior "Dame de esa agua para que yo no tenga que venir aquí a sacarla", entonces ¿Jesús está haciendo lo mismo que hace ella, cambiándole el tema?
Jesús la está llevando a donde la tiene que llevar, Jesús no se está dejando engañar por las respuestas de ella o por las temáticas que ella trae ni por los comentarios que ella hace. Él sabe hacia donde va, porque recuerden le era necesario pasar por Samaria para bendecir a esta mujer y a aquellos que creerían en su testimonio.
"Ve, llama a tu marido, y ven acá". Ahora Jesús le declara su condición. Jesús le declara la condición moral en la cual -y espiritual- ella estaba viviendo. Pero esta mujer sigue siendo muy astuta, sigue siendo muy inteligente y ¿qué le contesta esta mujer a Jesús?
Le dice en el versículo 17 "No tengo marido". ¡Oh, qué no tienes marido! Pero Jesús se las sabe todas, Jesús le dijo: "Bien has dicho: 'No tengo marido'". Claro que sí, has dicho una verdad. Ella está diciendo una mentira pero Jesús le dice: "Has dicho una verdad: No tienes marido" y ¿por qué? que Jesús ha dicho que dijo una verdad -Versículo 18: "Porque cinco maridos has tenido y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad".
La respuesta astuta de la mujer, "no tengo marido." Jesús la transforma y le dice… sí… lo que era una mentira Jesús lo transforma y le dice: "Has dicho una verdad". Porque mira más de uno has tenido, has tenido hasta cinco y aún el que tienes ahora no es tu marido, le declara su condición. Pero cuando Jesús le declara su condición no se la declara para dejarla en ella.
Un día Jesús nos declaró nuestra condición pero nos rescató y nos dio a tomar del agua viva.
Así que la respuesta de Jesús, esta respuesta que no parece cuadrar con la temática de "Dame de beber", "no tengo con que sacar el agua", etc., etc. Sí cuadra muy bien porque Jesús sabe hacia donde va en su conversación. Jesús la está llevando a tomar del agua viva y para que ella tomase del agua viva era necesario que reconociera su pecado, dejara su pecado y tomara de la fuente. Entonces el agua viva le transformaría.
Así que la respuesta de Jesús es una respuesta muy acertada. Aplicándola a nosotras entonces podemos decir, y Dios nos pregunta, no en el sentido en que se lo preguntó a la mujer samaritana que le habló en el sentido de pecado moral. Pero Dios nos puede preguntar ¿quién es tu marido? Y podemos decir "quien es tu marido" en el sentido ¿a qué le estoy dedicando más tiempo yo que al Señor que no puedo tomar del agua viva? ¿Le estoy dedicando más tiempo, inclusive, a mi esposo? No estoy diciendo que hay que descuidar a los esposos ni el hogar, todo tiene su balance. Pero ¿saben qué? Yo he conocido mujeres tan fiel en el cristianismo, mujeres cristianas que admiran tanto a su esposo -y eso hay que hacerlo, la Biblia nos habla de admirar al esposo y de reconocer lo que ellos son para nosotros como cabeza del hogar- pero en una ocasión conocí una mujer que lo admiraba tanto y tanto a su esposo Pastor que un día me dice: "Si yo pierdo a mí esposo yo no se que yo haría" y yo… no me lo estaba diciendo en el sentido de la compañía humana, ¿me entienden? Estábamos hablando de lo que tenía que ver con el Ministerio, con servicio a Dios en ese sentido es que estábamos hablando y yo digo: "Si mi esposo me falta, yo sigo caminando en el Señor, con dolor en el corazón y Dios trabajará con eso", ¿verdad? pero yo sigo caminando en el Señor. Mi servicio a Dios, aunque uno esté ministrando en conjunto con su esposo, mi servicio y mi compromiso a Dios tiene ser de un total que yo tomo de la fuente diariamente individualmente.
Yo tengo que apreciar lo que Dios me ha dado como compañero, a la persona que Dios me ha dado de compañero, pero mi responsabilidad es ¿qué? individual ante el Señor. Yo tengo que tomar de la fuente, igual que mi esposo tiene que tomar de la fuente y mi esposo no puede ocupar el lugar en mi corazón que ocupa el Señor. Puede ocupar el segundo lugar después del Señor, pero no el primero. El primero siempre lo tendrá el Señor.
Hay que tomar de la fuente. ¿Quién es tu marido? ¿No tienes marido? ¿Estás sola? Hay alguna que este ejemplo que acabo de dar no les aplica porque están solas por alguna razón en la vida. Pero a veces, entonces, la soledad ocupa el lugar ¿de qué? Que debe ocupar Dios. Porque entonces estamos pensando tanto: ¡Ay! ¡Qué si yo tuviera un compañero, como la hermana tal! ¡Qué sirven al Señor juntos! ¡Qué lindo! Entonces el lamentarnos de lo que no tenemos en el presente o que me ha tocado vivir con criar a mis hijos sola, ¡qué duro! entendemos no es una cosa fácil la responsabilidad financiera, emocional, espiritual en todos los aspectos. Entonces tomamos la situación presente de nuestra vida, que Dios también la entiende y que Dios tiene cuidado de nosotros, pero nos preocupamos tan desmedidamente de ella que olvidamos que ¡Él es nuestro marido! ¡Qué Él es nuestro hacedor!
Qué aunque esté sola criando a mis hijos o que aunque este sola sin hijos porque no tengo esposo porque no se me ha dado la bendición de estar casada, Él sigue siendo mi hacedor, Él sigue siendo mi Creador, Él es mi compañero por excelencia. Es la fuente de vida de la cual yo tengo que tomar. Él es quien me satisface realmente a un cien por ciento.
Yo siempre le digo a las hermanas, que por más buen esposo que nosotras tengamos -yo tengo un buen esposo, Gracias a Dios- quien nos tiene que satisfacer a nosotros espiritual y aún emocionalmente a un cien por ciento es el Señor. Nuestros esposos por más buenos que sean por algún lado cojearán como nosotras que también cojeamos por algún lado. Pero el Señor nunca cojea con nosotros, el Señor siempre, siempre es Fiel ¡Aleluya!
Pero tenemos que mantenernos tomando de la fuente, tomando de la fuente.
Versículo 19: 'Le dijo la mujer: "Señor, me parece que tú eres profeta" '. Ahora como que cambia el tono. ¡Por fin, ya era hora! Ahora como que esta mujer está cambiando el tono en medio de la conversación. ¡Pues claro! Jesús la llevó contra la pared, ella le buscó la vuelta para escaparse de lo que Jesús le está declarando, pero Jesús la llevó porque quería darle agua viva y ahora ella reconoce "Yo creo que tú eres profeta" por lo que estás diciendo. Y es interesante que los samaritanos no reconocen a ningún otro profeta después de Moisés. Solamente el Profeta que vendría: el Mesías.
Así que cuando esta mujer dice "Yo creo que tú eres profeta" lo que está implicando es que en alguna medida está reconociendo que este judío, ciertamente, es enviado de Dios, que este hombre judío con el cual yo estoy aquí yendo para atrás y para adelante en mi conversación, es enviado de Dios y algo realmente tiene. “Me parece que eres profeta”.
Pero ¿saben qué? Aún así, vuelve a cambiar el tema.
Versículo 20. 'Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que Jerusalén es el lugar donde se debe adorar'. Okay. Me parece que eres profeta, pues voy a cambiar el tema este de mi moralidad y yo quiero hablar del asunto de ser adorador, de cual es el lugar donde se debe adorar porque nuestros padres dicen en tal sitio y ustedes dicen en tal sitio. Volvió a cambiar el tema, aunque en un momento dado reconoce "Me parece que eres profeta". A veces Dios nos impresiona y de momento caemos en nuestro lugar y entendemos lo que Dios nos está queriendo decir, pero luego queremos darle la vuelta al Señor. ¡Ay, no Señor!...espera déjame seguir por donde voy...
Empezamos a entender lo que Dios quiere, empezamos a entender por donde Dios nos quiere llevar pero de momento nos desviamos porque dejamos ¿de qué? de tomar de la fuente.
El otro principio que quiero mencionar: Prestemos atención a la verdad que Dios nos comunica y hagamos lo que sea necesario hacer. Y ante la pregunta: nuestros padres adoraron en tal lugar, ¿dónde es entonces que se debe de adorar? Encontramos nosotros que el lugar de adoración -la respuesta que le da Jesús- no es lo importante. Lo que importa es… ¿qué? Le contesta Jesús, –Jesús va más allá del lugar de adoración, lo que importa es que 'un corazón que adore en espíritu y en verdad'.
Jesús va a la necesidad de esta mujer. No es donde tú adores, es que si tú vas a adorar en tal y tal lugar pero sigues en la condición en que estás, no estás siendo una verdadera adoradora. Necesitas tomar del agua, necesitas tomar de la fuente, necesitas recibir perdón y necesitas ser una adoradora en espíritu y en verdad. Jesús vuelve dentro de la vuelta que da esta mujer la lleva nuevamente a la verdad: necesitamos ser adoradores en espíritu y en verdad. La lleva a lo que Él quiere llevarla. 'Tú necesitas tomar de esta agua viva', en otras palabras le está volviendo a decir Jesús.
Y Dios nos dice hoy, algo que ya sabemos, que Él está buscando adoradoras que le adoren en espíritu y en verdad.
Hace muchos años, de esos años que hablaba Meche, o un poquito más atrás... para el año ‘74 yo me convertí al Señor y yo recuerdo que como un año después estábamos en un culto de oración y Dios te da una palabra Profética y pregunta y dice "Estoy buscando adoradores que me adoren en espíritu y en verdad. ¿Dónde están? ¿Encuentro en este lugar alguno?" Y yo recuerdo que en mi corazón le dije al Señor: "Señor, aquí estoy". Le dije: "Señor, yo quiero adorarte en espíritu y en verdad". Entendiendo que esto que dice aquí es servir, es entregar vida a Dios en espíritu y en verdad.
Yo le dije al Señor, "Señor, yo quiero eso, Señor. Yo quiero entregarte mi vida y servirte en integridad, servirte de corazón. Darte lo mejor de mí, obedecerte, Señor y donde Tú quieras hacer, lo que Tú quieras, Señor". Yo le dije "Cuenta conmigo, Señor" y mi esposo allá en su corazón también le estaba diciendo al Señor "Cuenta conmigo, Señor". Y Dios escuchó nuestra respuesta y Dios comenzó entonces a meternos más y más ¿en qué? en trabajo misionero, más responsabilidad, más trabajo de iglesia... ¿por qué? porque le dijimos "Sí, Señor, queremos adorarte y servirte en espíritu y en verdad".
Lo importante es lo que hay en el corazón. Porque con lo que hay en el corazón, eso es lo que vamos a llevar a la acción. Podemos tener una acción que aparente ser servicio a Dios, pero realmente no estar adorando al Señor y sirviéndole en espíritu y en verdad. Ese servicio a Dios se hace nulo. Podemos estar en la iglesia, podemos estar cada domingo aquí, podemos estar en cada actividad de mujeres, pero nuestro corazón tiene que ser un corazón que se mantiene bebiendo de la fuente, tiene que ser un corazón que sirve al Señor en espíritu y en verdad.
Y vuelo y digo: no importando nuestra circunstancia: soltera, casada, divorciada, con hijos, sin hijos, abuela, hermana... el rol que nos toque vivir que tengamos que vivir, los roles que desempeñemos pero sirviendo al Señor en espíritu y en verdad.
La mujer le pregunta más adelante acerca del Mesías que ha de venir en el versículo 25.
Perdón en el versículo 23 antes de eso, le dice "Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren". Dios está buscando esto, Dios está buscando, mujeres, que le sirvamos en espíritu y en verdad y que tomemos de su fuente diariamente. Y luego sigue diciendo: "Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren".
Y el 25: 'Le dijo la mujer: "Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas" y lo que esta mujer -que había reconocido algo de Profeta en Jesús- no está reconociendo es que Jesús era el Mesías.
'Jesús le dijo' -en el Versículo 26-: "Yo soy, el que habla contigo". El Mesías que le estaba ofreciendo el agua viva.
"Yo soy el que habla contigo".
Y en el Versículo 28, más adelante nos dice: 'Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad' y habló ¿con quién? 'con los hombres de la ciudad y les contó: "este hombre me ha dicho...” ¿qué? "Toda mi vida". Este hombre conoce lo que es mi vida. ¡Miren lo que este hombre me ha dicho!
Pero es interesante, ¿A dónde fue ella? Bueno, tomó de la fuente, ¿verdad? Pero fue a los hombres de la ciudad, el contexto que ella conocía. Ella fue al contexto que ella conocía, a los hombres que la conocían. Fue y les dijo: "Este hombre me ha dicho todo lo que yo he hecho". Pero esos que escucharon, precisamente, porque la conocían, esos que escucharon creyeron en Jesús y fueron a buscar a Jesús por el testimonio de esta mujer a la cual se le ofreció agua viva y se le confrontó con su verdad.
Podemos ver entonces en este pasaje que esta mujer es persistente e intenta evadir constantemente lo que Jesús le está diciendo. Y a veces nosotras somos persistentes y tratamos de evadir en la ruta, la vía, la intención de Dios en nuestras vidas. La intención de Dios es llevarnos a que disfrutemos de una vida abundante. Pero a veces Dios nos tiene que dar... así en la cabecita, ¿verdad? y nos dice: "¡Ay, qué tú eres cabecidura!"
¿Han oído esa expresión? Nosotros los puertorriqueños la decimos mucho. Es que somos cabeciduros y Dios nos tiene que dar y llamar a cuentas y decirnos "Vente a tomar de mi fuente, vente a tomar, no del pozo, sino de la fuente, de donde se origina el agua de bendición que tengo para ti". Podemos decir que en este pasaje a pesar de la terquedad de esta mujer Jesús es persistente.
Y yo tengo que decirles que a pesar de nuestra terquedad Jesús es persistente con nosotras. Insiste e insiste e insiste e insiste para alcanzar de nosotros lo que quiere hacer. Esta mujer por fin, "dejó su cántaro y se fue a proclamar la verdad de lo que había ocurrido en su vida". El cántaro puede representar esos cuestionamientos que ella había tenido. El cántaro para nosotros puede representar esos peros o preguntas, interrogantes que tenemos ante el Señor, esos peros. El cántaro puede representar algo en tu vida que te detiene o que nos detiene ¿de qué? de alcanzar tomar el agua viva que Dios tiene para nosotros.
Deja tu cántaro, deja lo que te preocupa, deja lo que te detiene, deja lo que tengas en la mano que dejar con tal de proclamar la verdad de Dios en tu vida y con tal de tomar de la verdadera agua que tenemos que tomar diariamente.
Ahora bien, aunque ya hemos mencionado la importancia de tomar del agua viva, quiero que sigamos dialogando o hablando un poco de por qué se necesita tomar constantemente de esta fuente. Ya mencionamos para vivir vidas abundantes, saciadas en Dios y bajo el favor de Dios. Recordemos que mencioné el agua estancada, no está en movimiento y no sirve. Pero Jesús nos ofrece de un agua que es viva, que está en movimiento, que es la fuente de vida. Esa es la que tenemos que tomar, del agua que está corriendo, porque el agua que está corriendo nos hace bien. Nos bendice. El agua que está corriendo es el favor de Dios que corre hacia nuestra vida. De esa es el agua que hay que tomar. Cuando tomamos de esa agua, hay sanidad emocional, hay sanidad espiritual y aún física en la fuente del agua de vida que es el agua que Dios nos da.
¿Por qué más se necesita tomar de la fuente? Necesitamos tomar de la fuente constantemente para ser transformadas y crecer. No podemos vivir la vida cristiana, o no debemos vivir la vida cristiana en la misma etapa siempre. Ya es tiempo de crecer.
Nosotras las mujeres somos muy emocionales, ¿verdad? Y Dios, papá Dios también es emocional. Jesús lloró ante Jerusalén; Jesús lloró cuando Lázaro se murió. No hay ningún problema con ser emocional. No hay ningún problema con verter nuestras lágrimas ante el Señor.
¡Yo lo he hecho veinte mil veces! y lo seguiré haciendo. Pero hay veces que nos derramamos en tanta lágrima y en tanta emoción que nos quedamos en ese estado y no avanzamos hacia la madurez que Dios desea de nosotros.
¡Hay que llorar! Pero hay que secarse las lágrimas, levantarse y seguir caminando. Hay que llorar, pero también hay que madurar y crecer. Y dentro de ese madurar y crecer llegará otro día en que lloraremos nuevamente, en que nos preocuparemos, en que tendremos dolores de cabeza por diferentes circunstancias pero también avanzaremos mientras nos mantengamos tomando de la fuente.
¡Hay que tomar de la fuente para ser transformadas y crecer! Hay que crecer y mejorar en nuestro carácter, en nuestras actitudes. A veces tenemos actitudes negativas aún dentro del mismo trabajo en la iglesia. ¡Ay, hermana! ¿De qué usted habla? Eso no se da aquí. ¡Ay! Perdone.
Si, a veces tenemos actitudes negativas aún en el trabajo en la iglesia y Dios desea que corrijamos en nuestra vida lo que sea necesario corregir. Para eso hay que tomar de la fuente.
Yo les quiero decir algo. Hay veces que se le da tanta importancia a los dones espirituales... Estoy hablando ahora, especialmente de los que se habla en Primera de Corintios que últimamente se le llaman dones espirituales -y la gente le da mucha importancia a la Profecía- eso es bueno, es para edificación, don de discernimiento, de conocimiento, sanidad, milagro, etc. ¡qué bueno!, pero ¿saben qué? un día yo le dije al Señor: "Señor, yo quiero el fruto de tu Espíritu fluyendo en mi vida. Yo quiero eso primero. Yo se que Tú me has dado esto dones y que Tú me quieres usar en esto, yo lo voy a seguir haciendo. Pero Señor ¿de qué vale que yo ministre este don, el otro y el otro y que el fruto de tu Espíritu no esté en mi?".
¡Porque el fruto del Espíritu Santo, Gozo, Paz, Benignidad, Fe, Mansedumbre, Paciencia es el que me ayuda a vivir la vida diaria en victoria!
Así que hubo un momento en mi vida que yo le dije al Señor: "Dame todos los dones que Tú quieras. Yo estoy dispuesta a obedecerte. Pero, Señor, yo quiero el fruto de Tu Espíritu fluyendo en mí". Y para que el fruto del Espíritu de Dios fluya en nuestra vida tenemos que mantenernos bebiendo constantemente de la fuente. Así que a esta mujer samaritana se le confronta con su verdad; a esta mujer samaritana se le corrige lo que era necesario corregir para que fuese transformada y entonces podemos decir ¡Ay, hermana pero esta mujer sí que estaba en una condición crítica moral!
Y Dios a nosotros nos puede decir lo siguiente en nuestro caso para aplicarnos estas verdades. A ella se le dijo: "Cinco maridos has tenido. El que tienes ahora no es el tuyo". Pero ¿saben qué? a nosotros se nos puede decir: "Cinco veces le hablaste malcriadamente a tu esposo y lo que estás pensando decirle ahora es una malacrianza". "Cinco veces no has perdonado a tu hermana por la falta cometida y lo que hay todavía en tu corazón, es falta de perdón". Oh, my God! No somos samaritanas. "Tres veces te he hablado de ministerio y tú sabes que te estoy llamando a la tarea y siempre tienes un pero y un no, ¡ah! pero no somos samaritanas como esta mujer que estaba en este tipo de pecado. No, no somos samaritanas. ¡Oh, no!
Pero también por otro lado Dios nos puede decir "Te llamé y me respondiste", "te llamé y has estado tomando de mi fuente y hoy te Bendigo. Y en lo poco has sido fiel y en lo mucho te pondré, por cuanto has estado tomando de mi fuente mi favor está sobre tu vida, mi Bendición está sobre ti".
Cada una de nosotras sabemos donde estamos. Este mensaje es para todas. Y yo les digo, Dios me habla a mí igual que les está hablando a ustedes. Por mi mismo mensaje. Este mensaje es para todas nosotras, independientemente de las circunstancias que nos rodeen procuremos vivir constantemente tomando de la fuente para poder vivir vidas abundantes, para poder ser transformadas y crecer. Para poder madurar y crecer en el Señor, para poder avanzar en el Señor. Cuando tomamos de la fuente, también somos bendecidas en la obediencia. Porque cuando se está cerca de la fuente, ¿sabes qué pasa? uno está tan enamorado del Señor que no quiere hacer otra cosa que obedecerle. Pero cuando estamos lejitos de la fuente, ¿qué pasa? ¡Ay, como que me da lo mismo! Sí, Señor yo quiero obedecerte, pero más adelantito. Déjame resolver estos asuntos.
Pero cuando estamos pegadas de la fuente, estamos tan enamoradas del Señor que lo que queremos es agradarte, Señor. Lo que queremos es complacerte Señor; lo que queremos es bendecirte, Señor; lo que queremos es bendecir Tu nombre; que de nuestros labios sale una adoración genuina en espíritu y en verdad. Ser Bendecidas en la obediencia. Israel fue un pueblo que Dios le prometió lluvia fresca y rocío sobre la Tierra y eso implica bendición en la Tierra, ¿verdad? frutos, crianza de animales, etc., etc. Bienestar y Bendición.
Si se mantenían ¿qué? sirviendo a Dios. Pero si se apartaban y miraban a otros dioses, entonces ¿qué faltaría? faltaría la lluvia, faltaría el rocío, faltaría la bendición. Así que cuando estamos tomando de la fuente, representa que estamos procurando ser obedientes a Dios para tomar de su Bendición.
Dios tiene Bendición en su fuente.
En la fuente de Dios no hay maldición para nosotros. Hay veces que podemos vivir vidas engañadas y el diablo -a mí no me gusta estar mencionando mucho al diablo. Me gusta hablar del Señor, pero la realidad es que existe un enemigo que- muchas veces quiere engañarnos y tapar y ocultar y disfrazar la verdad de Dios en nuestras vidas. Dios quiere Bendecirnos. Dios no desea maldición sobre nosotros. Las circunstancias difíciles vienen pero Dios se propone tornarlas a bien si nos mantenemos ¿qué? tomando de la fuente. Dios quiere visitar la tierra de nuestro corazón. En cierta ocasión -en el Salmo 64 - la Escritura dice:
"Visitas la tierra, y la riegas;
En gran manera la enriqueces;
Con el río de Dios, lleno de aguas,
Preparas el grano de ellos, cuando así la dispones.
Haces que se empapen sus surcos,
Haces descender sus canales;
La ablandas con lluvias,
Bendices sus renuevos".
Dios desea dar bendición a la tierra de nuestro corazón. Dios quiere bendecir y regar ese terreno de nuestro corazón. Si en algún momento ese terreno se ha secado, si la tierra está árida, Dios te ha traído hoy para decirte: "Es tiempo de que el terreno de tu corazón se ablande y permitas que yo lo remueva nuevamente, y me permitas trabajar en ti y darte la bendición de mi agua viva".
¿Qué nos impide a nosotros a veces tomar de la fuente? A veces experiencias negativas de la infancia. ¿Saben que a veces arrastramos experiencias negativas de la infancia que impiden, interfieren en nuestra relación con Dios en el presente?
No sé si lo he contado aquí, pero en otros lugares he contado la experiencia de un hermano que él me escuchaba orar a Dios aún en público en los cultos; y yo decía "Papito bueno" y hablaba con el Señor así de "Papito", esas expresiones así de cercanía. Y él un día se acerca a mí y me dice: "Hermana yo quiero preguntarle algo. Esa confianza que usted tiene en el Señor y yo no me atrevo a decirle a Dios "Papito". Y yo le pregunté: "¿Cuál fue tu experiencia con tu papá en tu infancia? ¿Cómo te trataba él?" "No," -me dice él- "mi papá me trató muy duro, muy fuerte. Mi papá no me daba expresiones de cariño. Mi papá siempre fue mano fuerte conmigo". "Por eso por la imagen que tuviste de padre de pequeño te ha afectado en la imagen de padre que tenemos de Dios".
Aunque mi padre no me crió a mí, mis papás se divorciaron desde que yo tenía 6 meses de nacida. Mi experiencia también era otra. Pero mi experiencia, quizá, por faltarme un padre cuando tengo al Señor es "mi papito bueno" y la experiencia de él fue una de que por causa de que su padre lo trataba tan y tan duro y no recibió expresiones de cariño no se atrevía a acercarse al Señor con ternura y con confianza como el papá que está dispuesto a abrazarnos. No se atrevía a tomar esa fuente como le hemos de tomar, con toda confianza.
¿Qué nos impide tomar de la fuente? Cosas como estas. Apenas di un ejemplo y podría dar muchos más ejemplos, pero quiero avanzar.
¿Qué más nos impide tomar de la fuente? Nosotras mismas. Dios nos ha perdonado, inclusive cosas del pasado. A esta mujer, Jesús la perdonó. Imagínense que ella luego de ser perdonada y de mantener una vida íntegra delante de Dios tuviese recordando el pasado como "¡Ay, Señor, pero es que lo que yo hice...! ¡No! En el momento en que tomó del agua viva, Dios la perdonó.
A veces nosotras mismas persistimos en recordar cosas que Dios ya perdonó desde hace tiempo. Y nosotras las traemos a la memoria, pero Dios no las trae a la memoria. O a veces nosotras queremos -entendiendo que somos muy inteligentes- preparar nuestra vida y nuestro camino a nuestra manera y nos pasa lo que pasó al pueblo de Israel que el profeta Jeremías en cierta ocasión declara:"Porque dos males ha hecho mi pueblo. Me dejaron a mi fuente de agua viva y cavaron para sí cisternas", cisternas rotas que ¿qué? que no retienen agua.
El agua viva es una fuente que constantemente fluye dijimos. Las cisternas rotas, ¿qué pasa? Corre el agua pero ¿qué? no hay beneficio en esa agua, porque la cisterna está rota. Las cisternas no se benefician, se preparan para guardar agua para suplirse de esa agua. Pero cuando la cisterna está rota no hay ningún beneficio porque el agua no se puede utilizar, se va. Por un lado la echas y se escapa.
Y a veces nosotras, en vez de estar tomando de esa agua fresca día a día comenzamos a cavar cisterna. Pero son cisternas huecas que lo que entra sale y se va y no nos bendice y el favor de Dios no está en ello, porque pensamos en nuestro propio parecer. Decidimos en nuestro propio criterio, no en el criterio de Dios entonces estamos levantando o creando cisternas rotas que no son de bendición.
¿Qué más nos puede impedir tomar de la fuente? Dar prioridad a otras cosas. ¡Ay, Señor, pero yo te amo! Si, tú sabes que yo te amo. Si, pero es que esto, lo otro, lo otro, la agenda de hoy está llena.
Sí, Señor yo tengo que orar yo tengo que buscar esto otro. Si, Señor Tú sabes que te amo. Yo te adoro en espíritu y en verdad pero me voy Señor, al rato hablamos.
Dar prioridad a otras cosas. Dios tiene que ser lo primero en nuestras vidas. Podemos tener el mejor deseo del mundo pero no nos podemos quedar en deseo de estar cerca de la fuente. Tenemos que ir a la fuente.
¿Qué más nos puede impedir tomar de la fuente? Excusas, sí también. Vagancia, ¡oh sí también! Falta de compromiso, también. A veces estamos comprometidas con la tarea de la iglesia. ¡Ay, sí! Se necesita ayuda en esto o lo otro. Claro que yo... apúnteme hermana que voy a ayudar. Pero, ¿comprometidas con qué? Con mi relación personal. Con el acercarme a esa fuente día a día, ¿eso lo dejamos para cuando? Para después y después y después. Excusa, vagancia, falta de compromiso. Las excusas que sean, tantas cosas que a veces ponemos y le damos prioridad a tomar de la fuente.
¿Qué tenemos que hacer? Debemos proteger los canales de agua en nuestra vida espiritual. Israel, el pueblo de Israel, cuando iba a construir ciudades uno de los factores más importantes que tenían que tomar en cuenta o consideración era que la ciudad fuese construida cerca de fuentes… ¿de qué? De agua, de fuentes naturales de agua y se construían canales para llevar el agua, ¿hasta dónde? Hasta la ciudad. Esos canales también se protegían, se levantaba protección en esos canales de tal manera que si venían pueblos enemigos no fuesen a envenenar las aguas, etc., etc. Así que nosotros también si aplicamos ese principio de como Israel construía y como cuidaba el agua que tenía que ser conducida hasta la ciudad podemos decir que nosotros tenemos que cuidar los canales de agua espiritual de nuestra vida. Tenemos que poner murallas de protección, de tal manera que esa agua viva, que esa agua que Dios tiene para nosotros, que esa agua que ya está en nosotros no se contamine. Tenemos que levantar muros de protección, tenemos que cuidar lo que tenemos dentro de nosotros, ese Espíritu Santo que mencionamos es el agua de Dios en nosotros.
Tenemos que cuidar lo que tenemos dentro de nosotros. "¿No sabéis que sois templo de Dios?" dice la Escritura en Corintios. "¡Que el espíritu de Dios habita en nosotros!". Hay que cuidar esos ríos de agua viva que nos habla la Escritura, que es el espíritu de Dios que habita dentro de nosotros.
A veces contristamos hasta el Espíritu Santo. El Espíritu Santo se entristece dentro de nosotros y no permitimos que pueda hacer en nosotros lo que es llamado a hacer. A veces vivimos vidas en el Señor, donde entramos y salimos y estamos como la mujer samaritana, preguntando y no preguntando y desviando al Señor de por donde Él nos quiere llevar. Dios desea que afirmemos en nuestra vida lo que sea necesario afirmar, que corrijamos en cierta medida -no quiero utilizar mucho esa palabra, pero la realidad es esa también- que corrijamos lo que sea necesario corregir pero que nos mantengamos tomando de la fuente. Que no permitamos que nuestra agua se contamine. Dios es un Dios Santo y espera que vivamos en Santidad.
En Proverbios se nos dice cuando el justo da lugar al impío "es como una fuente contaminada" y Dios nos dice "el tomar del agua viva también implica cuidar esa agua viva que está en nosotros". No contaminarnos, no contaminarnos con lo que quiere venir a través de la compañera de trabajo o la vecina o esto o lo otro; o circunstancias en la vida que nos quieren llevar a… ¿qué? A dejar de tomar de esa agua viva.
Túneles o canales espirituales por donde el Espíritu Santo fluya en protección. El Espíritu Santo nos ha sido dado, nosotras tenemos la responsabilidad de proteger y cuidar lo que ya tenemos dentro de nosotras. Somos llamadas a tomar constantemente de la fuente para vivir bajo la cobertura de Dios, para vivir bajo el favor de Dios.
Isaías, capítulo 12 -no voy a discutirlo, sólo lo voy a leer- versículo 1 al 6 dice de la siguiente forma: "En aquel día dirás: 'Cantaré a ti, oh, Jehová; pues aunque te enojaste contra mí, tu indignación se apartó y me has consolado. He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová, quien ha sido salvación para mí. Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación. Y diréis en aquél día: Cantad a Jehová, aclamad su nombre, haced célebres en los pueblos sus obras, recordad que su nombre es engrandecido".
Versículo 5: "Cantad salmos a Jehová porque ha hecho cosas magníficas; sea sabido esto por toda la tierra. Regocíjate y canta, oh moradora de Sión; porque grande es en medio de ti el Santo de Israel".
Decía el versículo 3: "Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación". De las fuentes de la salvación del agua viva que Jesús le ofreció a esta mujer.
Este pasaje es un pasaje escatológico que nos habla a nosotros hoy, que nos dice hay fuentes de agua viva. Tenemos que regocijarnos tomando de esas fuentes de aguas vivas.
Y este no lo tienen que buscar, lo voy a leer yo directamente. Escúchenlo solamente. Dice Isaías, 41: "En las alturas abriré ríos, y fuentes en medio de los valles; abriré en el desierto estanques de aguas, y manantiales de aguas en la tierra seca. Daré en el desierto cedros, acacias, arrayanes y olivos; pondré en la soledad cipreses, pinos y bojes juntamente, para que vean y conozcan, adviertan y entiendan todos, que la mano de Jehová hace esto, y que el Santo de Israel lo creó".
Este pasaje describe toda una bendición, toda una tierra fructífera, toda una bendición de Dios en medio de la tierra. Aún en el desierto, Dios lo hace florecer, aún en el desierto Dios levanta sus cedros, Dios levanta sus arrayanes, Dios levanta sus olivos. Aún en tu desierto Dios te levanta si te decides a tomar de la fuente.
Puestos en pie, por favor.
Te adoramos, Señor. Te adoramos, Dios. Te adoramos Señor, bendito eres Dios. Bendito eres Señor. Señor aquí estamos delante de Ti y te decimos nosotras también somos mujeres samaritanas. Un día Tú nos rescataste de nuestra Samaria. Un día Tú nos rescataste de nuestra condición y aún hoy nos hablas para rescatarnos o nos has hablado para afirmarnos en lo que estamos haciendo en Ti Pero te has preocupado, Dios, de decirnos que necesitamos mantenernos tomando de la fuente. Que necesitamos mantenernos tomando de Tu Bendición, porque en esa fuente de agua viva, encontramos Tu favor, Señor. En esa fuente que Tú nos das, esa fuente es equivalente a Tu bendición y a Tu favor, Señor.
Hoy te decimos 'Aquí estamos, Señor, delante de Ti'. Y te invito a que continúes con tu corazón abierto. Continúes con tu corazón abierto porque el Espíritu Santo de Dios está aquí, está ministrando, o sigue ministrando, no ha dejado de hacerlo. Y está ministrando en esta hora, mientras esta melodía está sonando, el Espíritu Santo está trabajando en cada uno de nuestros corazones.
A unas de nosotras Dios nos ha hablado para que volvamos a la fuente o para que aumentemos la intensidad. A otras, Dios, nos ha corregido de condiciones aún hasta extremas, aún hasta extremas que atentan contra la relación íntima contra el Señor y aún contra la Salvación. A otras Dios nos ha dicho "Te has conducido y te has mantenido tomando de mi fuente. Entra en mi gozo, gózate en mí aún más, porque he visto tu caminar, he visto tu cercanía, he visto como me buscas día a día".
A cada una Dios nos ha hablado dependiendo de nuestra necesidad y en esta hora yo declaro palabra de bendición ¡oh Dios sobre tu pueblo! Padre, yo en esta hora, yo declaro palabra de bendición sobre tus hijas, Señor. Yo declaro, Señor, tu frescura. Yo declaro Tu visitación, yo declaro esa lluvia fresca que viene del Cielo. Esa lluvia de bendición de esa agua viva fresca que Tú ¡oh Dios! determinaste darnos hoy porque Tú ¡oh, Dios determinaste este día para bendecirnos! Tú determinarte separar este día para traer bendición fresca sobre Tu pueblo; bendición fresca sobre nuestras vidas y en esta hora te decimos 'Aquí estamos, Señor' y recibo.
Dile al Señor, 'Señor, levanto mis manos y mi corazón a Ti y aquí donde estoy recibo lo que Tú tienes para mi'. Dile al Señor, 'he entendido lo que me has dicho'. Dile, 'me has hablado a mí. Lo he tomado, Señor, he tomado lo que has tenido para mí en este día y te digo: "Aquí estoy Señor".
Recibo Tu Bendición, recibo Tu Bendición, recibo Tu favor, recibo Tu favor. ¡Aleluya!
Dios te bendice hoy mientras las hermanas entonan un cántico, desbórdate ante el Señor porque el Señor se desborda para bendecirte hoy. ¡Aleluya! El Señor se desborda.
He aquí que se ha desbordado el Señor, he aquí que ha derramado, aún antes de llegar a este lugar, ya el Señor había derramado de su presencia.
Ya la fuente de Dios, estaba fluyendo. He aquí que el Señor este en este lugar y esté derramando bendición. Te está visitando ahí donde tú estás, te está visitando el Señor.
Recibe donde estás, ahí donde estas te visita el Señor. Se derrama sobre ti. Se derrama sobre ti. Derrama tu corazón porque Él se está derramando sobre ti, se derrama el Señor sobre ti.
Bendito eres Dios. Bendito eres Señor. Gracias Señor, Gracias Señor.
Retiro de Mujeres en Video
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Prédica mañana (Gonzalez-Tejera)|Leer|Oir (32K)|Ver (100K)|Ver (400K)
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Prédica tarde (Gonzalez-Tejera)|Leer|Oir (32K)|Ver (100K)|Ver (400K)
Querida hermana, En una ocasión Jesús inició una conversación con una mujer en Samaria. Para ella era un día como cualquier otro. Pero su encuentro con Jesús en la fuente lo tranformó en un día extraordinario.
Al igual que la samaritana tú y yo necesitamos acercarnos a esta Fuente para tomar de Su Agua. Todas tenemos que hacer altos frecuentes en la jornada para refrescar el alma.
El agua que Cristo te ofrece te renueva por dentro y por fuera Te prepara para lo que tienes por delante. Según las propias palabras de Jesús esta agua que Él te da “será en ti una fuente que salte para vida eterna.”
TEMA: TOMA DE LA FUENTE
FECHA: sábado, 6 de junio del 2009
HORA: 9:00 a.m. a 3:30 p.m.
LUGAR: Congregación León de Judá,
Acerca de la predicadora invitada
Durante los últimos veinticinco años, la doctora Awilda Gonzalez-Tejera ha desempeñado el pastorado junto a su esposo Raúl Tejera en Puerto Rico, Boston y Dallas, Texas. Obtuvo su doctorado en Divinidades de la Escuela de Teología de la Universidad de Boston, y recientemente publicó su primer libro. Ha presentado en conferencias para mujeres y temáticas bíblicas en Estados Unidos, El Caribe y América Central. Más que nada, la doctora Tejera es una genuina sierva del Señor, con un don prófetico comprobado, una palabra muy ungida y sabia, y una gran capacidad para ministrarle a las almas por medio de la predicación. Es un privilegio tenerla como predicadora para nuestro retiro.
Los desafíos de Dios
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Hermanos, Dios nos ha bendecido hoy con un mensaje precioso de parte de nuestra hermana, la Doctora Olga Martínez, ella está con nosotros hoy. Denle un aplauso a la Doctora Martínez que esta aquí y yo sé que Dios tiene palabra para nosotros en esta tarde.
Olguita -como cariñosamente la llamamos- es una amiga querida de muchos años; ha venido a León de Judá varias veces. Siempre que viene deja un depósito, deja un depósito de Dios, un depósito del Espíritu y ella ha Bendecido Lorens este fin de semana.
El Señor dirigió a nuestra hermana Carolina León Barrutia que también trabaja aquí como Secretaria Ejecutiva de nuestra Iglesia para bendecir a Lorens, abrir brecha allí.
Lorens es una ciudad que necesita mucho, hablamos de Puerto Viejo, Ecuador. Pero Lorens esta aquí mismo a 30 minutos al norte de Boston y necesita mucho de Dios y allí estuvo Olguita y la hermana Carolina y su esposo José estuvieron encabezando un esfuerzo para bendecir la ciudad de Lorens y declarar el Señorío de Cristo allí en Lorens la hermana Olga Martínez llevó la Palabra de Dios.
Gran Bendición esta mañana nos bendijo aquí y yo sé que Dios tiene una Palabra fuerte para nosotros. Den un aplauso de bienvenida a la Hermana Olguita y vamos a preparar nuestros corazones, vamos a abrir nuestros espíritus, porque Dios tiene algo muy especial que darnos este día.
Olguita bendecida y bienvenida a la casa del Señor.
Dra. Olga Martínez: Muy buenos días. Es un gusto para mí estar aquí, ver rostros y abrazar personas a las que les tengo mucho cariño, de las veces anteriores que hemos estado en este lugar. Inclinen sus rostros un momento, cierren sus ojos y vamos a orar:
“Padre, te damos gracias en esta mañana por permitirme de nuevo estar aquí en este país y estar en Tu casa. Gracias Padre por cada una de las personas que puedo volver a ver y por las personas nuevas que estoy conociendo.
Padre, en esta mañana ponemos este mensaje delante de Ti para que seas Tú quien tome el control, que seas Tú el que hable a nuestros corazones. Tomamos autoridad sobre toda fortaleza mental que quiera impedir lo que Tú tienes para nosotros en esta mañana.
Gracias Padre, Gracias Hijo y Gracias Espíritu Santo. Amén”.
Estamos en épocas de desafíos, los gobiernos tienen desafíos. Los bancos, las instituciones tienen desafíos y el pueblo de Dios tenemos fuertes desafíos.
Si usted mira la Palabra de Dios va a encontrar que todos los escogidos de Dios han tenido desafíos, si usted y yo somos escogidos de Dios tenemos desafíos. Un desafío de Dios tiene ciertas características. Una de ellas es que parte de una necesidad: la necesidad de resolver algo para beneficiar a otros, para beneficiar a muchos.
Otra característica es que un desafío de Dios es mucho más grande que lo que las personas podemos hacer. En Lucas 18:17 dice: ‘Lo que es imposible para el hombre es posible para Dios’.
Otra característica es que cuando Dios da un desafío, da exactamente las especificaciones de lo que se tiene que hacer. Cuando Dios le da a Noé el desafío de construir un Arca, le da específicamente cómo debe de hacerla. En Génesis 6:14 dice: ‘Hazte un Arca de madera de Gofer, harás aposento en el Arca y la calafatearás con brea por dentro y por fuera’. Luego le sigue dando todas las especificaciones del material que debe de usar, el tamaño, el número de compartimientos, las ventanas, las formas de las ventanas, qué debe de hacer con el Arca, quienes deben de introducir en esa Arca porque en los desafíos siempre hay involucradas varias personas.
Y luego, en Génesis 6:22, vemos que dice: ‘Y así lo hizo Noé conforme a todo lo que Dios le había mandado’. Conforme a TODO, no a una parte, no a lo que le gustó, no a lo que quiso, no a lo que le pareció, conforme a todo lo que había mandado.
Cuando Dios le da a Josué un desafío, que lo podemos ver en Josué 1:2 le dice: ‘Mi siervo Moisés a muerto ahora pues levántate, cruza este Jordán tú y todo este pueblo a la Tierra que Yo les doy a los hijos de Israel’. Y más adelante vemos que le está diciendo que lo que él tiene que hacer es esforzarse y ser valiente o sea hacer las cosas bien hechas, seguir las instrucciones que Dios le está dando y que sí hace eso todo le saldrá bien, en todo va a ser prosperado. ¿Por qué razón? Porque tenemos que entender que otra de las características del desafío de Dios es que es de Él, no es del hombre, es de Dios.
Él da al desafío, Él está en el asunto y la victoria es de Él.
En el momento que da el desafío ya tiene la victoria. Cuando Dios le da a Josué el desafío para que le va a entregar la ciudad de Jericó, primero se la entrega, le dice en Josué 6:2: ‘Mira yo he entregado en tu mano a Jericó y a su Rey con sus varones de guerra’. Primero se la entrega después le da todo lo que tiene que hacer usted ya sabe: dar una vuelta, cada día por seis días el último día dar siete vueltas, siete varones van a tocar las trompetas y al final esta ahí la victoria. Josué 6:16, 'y cuando los sacerdotes tocaron las bocinas la séptima vez Josué dijo al pueblo: “Gritad porque Jehová os ha entregado la ciudad”’, ya está la victoria.
Si a usted y a mí Dios nos da un desafío, tenemos que saber que Dios está en control de ese desafío y que si nosotros hacemos lo que Él nos dice y lo hacemos bien hecho y nos esforzamos, la victoria ya está dada. ¿Qué se necesita para recibir un desafío? Para recibir un desafío lo primero que necesitamos es estar cerca de Dios.
Cuando Moisés recibe el desafío de Dios lo recibe en el momento en que se acerca a la zarza, no lo recibe cuando está lejos, lo recibe cuando está cerca. Dice en Éxodo 3:4: “Viendo a Jehová que él iba a ver lo llamó Dios de en medio de la zarza y dijo: ‘Moisés, Moisés’ y él respondió: ‘Heme aquí’”. Él oyó la voz de Dios, estaba cerca de Dios, tenía su corazón dispuesto.
Lo segundo que tenemos que hacer para recibir un desafío es creerle a Dios. A veces los desafíos que Dios nos da son tan grandes, mucho más grandes que lo que nosotros podemos hacer, que cuesta creerle. Y en Éxodo 3:10 dice: “Ven por tanto ahora y te enviaré a Faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel”. El desafío era grande, el desafío era poderoso, el desafío era de importancia.
Otra de las cosas que se necesita para recibir un desafío es ser persona de compromiso. Dios da desafíos a las personas de compromiso. Si Dios le está dando a usted desafíos es porque sabe que usted es una persona de compromiso. Dios le da el desafío a un líder para que las personas de compromiso lo sigan.
Y, ¿cómo enfrentar un desafío?
Lo primero que tenemos que hacer al recibir un desafío para enfrentarlo es lo que hizo Nehemías. Nehemías cuando recibió el desafío que tenia que reconstruir los muros de Jerusalén, lo primero que él hizo fue orar. No podemos enfrentar un desafío si no tenemos oración. En Nehemías 1:4 dice así: “Cuando oí estas palabras me senté y lloré e hice duelo por algunos días y ayuné y oré delante del Dios de los Cielos”.
Luego, lo segundo para enfrentar el desafío tenemos que ver que tenemos, con qué recursos contamos, qué es lo que tengo yo en mí poder, qué es lo que Dios ya me ha dado para poder enfrentar ese desafío.
En Éxodo 4:12 vemos lo siguiente: “Entonces Moisés respondió diciendo: ‘He aquí que ellos no me creerán ni oirán mi voz, porque dirán: ‘No te ha aparecido Jehová. Y Jehová dijo: “¿Qué es eso que tienes en tu mano?”, y él respondió: “Una vara”’.
¿Sabe, usted sabe? La vara representa la autoridad y cuando Dios le da a usted y a mí un desafío junto con el desafío nos da la autoridad, porque no nos manda solos, nos manda con la victoria y nos manda con la autoridad de Él. Si usted tiene un desafío ya tiene la victoria, ya tiene la autoridad de Dios para cumplir el desafío, lo que tiene que hacer es hacerlo bien, esforzarse y cumplir las especificaciones de Dios.
¿Qué hace un desafío? Un desafío hace cosas en nuestra vida.
Lo primero que hace un desafío es que cambia la manera de pensar. Nos hace pasar del “No puedo”, al “si puedo”. Nos hace pasar del “no sé cómo se hace” a “sí sé cómo se hace”; nos hace pasar de “no tengo” a “sí tengo”. Porque Dios cuando da un desafío da las instrucciones, sabemos como hacerlo y da también los medios para lograrlo.
Mire lo que dice en Éxodo 4:10: “Por favor Señor”, dice Moisés, “Nunca he sido hombre elocuente, ni ayer ni en los tiempos pasados, ni aún después que has hablado a tu siervo. Porque yo soy tardo en el habla y torpe de lengua” y Dios le dice: “Ahora ve y Yo estaré en tu boca y Te enseñaré lo que debes de hablar”. No lo mandó solo, no le dijo: ‘¡Ay! a ver como te va, a ver que haces’. No, le dio todo lo que tenía que hacer; le dio los medios, le dio la forma, le proveyó lo que tenía que decir, lo que tenía que hacer.
Un desafío, cambia nuestro destino.
David enfrentó muchos desafíos de Dios y su destino fue totalmente cambiado. Pasó de ser un pastor de ovejas, pasó a ser un Rey. Y, ¿sabe que si nosotros aceptamos los desafíos de Dios, nuestro destino cambia? Nos lleva a lugares que nunca nos hemos imaginado, nos lleva a niveles que nunca habíamos sospechado que llegaríamos. Nos pone con personas que nunca habíamos conocido.
El desafío de Dios cambia nuestro destino para bien porque Él siempre nos lleva de Gloria en Gloria, de victoria en victoria.
¿Sabe que un desafío nos saca de la comodidad? ¿Le gusta la comodidad? ¿Le gusta estar sentado en la banca, ahí cómodo? Prepárese.
Dios con el desafío lo va a sacar de la banca porque la comodidad hace que nos estanquemos. Siempre hago lo mismo, siempre hago lo cómodo, lo que ya sé hacer, donde no me esfuerzo. Vengo a la iglesia y me siento en la misma silla y que nadie me la vaya a quitar porque es mía. Y ahí me siento yo.
Y, ¿sabe qué los desafíos de Dios nos sacan de la comodidad? Nos sacan de lo conocido a lo desconocido, nos mandan a niveles donde no sabemos cual es el siguiente paso, a niveles donde tenemos que confiar en Dios por lo que no sabemos lo que viene adelante.
Hace que el potencial que tenemos ahí sea sacado. Ese potencial que tenemos guardado ¡por quién sabe cuantos años!
Pero cuando viene el desafío descubrimos lo que somos capaces de hacer en el poder de Dios. El desafío trae nueva revelación de quién es Dios; conocemos a Dios de cerca, conocemos la magnificencia de Dios, el poder de Dios, lo que Dios puede hacer en nuestras vidas; cosas que antes nunca nos había revelado nos empieza a revelar Dios cuando entramos al desafío.
Mire lo que dice Éxodo 13:14: “Dijo Moisés a Dios, ‘he aquí que llego yo a los hijos de Israel y les digo “El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros”. Si ellos me preguntaren “¿Cuál es su nombre? ¿Qué les responderé?” y respondió Dios a Moisés: “Yo soy el que soy,” y dijo así: “Dirás a los hijos de Israel ‘Yo Soy, me envió a vosotros’ “.
¿Sabes qué? Nosotros entonces en el desafío conocemos el poder de Dios y podemos decirle a la gente yo voy en nombre de Dios porque Él es el que es y conozco mayor que nunca antes la revelación de Dios y la magnificencia de Dios y el poder y la soberanía de Dios sobre todas las cosas.
Y un desafío tiene otra cosa muy hermosa: nos hace conscientes de la necesidad que hay alrededor nuestro. ¿Sabe qué es muy fácil no darnos cuenta de la necesidad que hay alrededor nuestro? Nos volvemos cómodos, tenemos cierta seguridad, cierta tranquilidad y se nos olvida que alrededor nuestro, muy cerca aún muy cerca en nuestra propia familia hay mucha necesidad.
En Guatemala, mi país, Dios ha dado grandes desafíos en los últimos años. Los desafíos que Dios a dado para Guatemala son el de hacer templos. ¿Por qué razón? Porque teníamos un problema. Había una necesidad y el problema que teníamos allá en Guatemala es que somos demasiados y no cabíamos en los Templos.
A mí me gusta este tipo de problemas. ¡Ojalá todos los problemas fueran así! ¡Qué no cabemos en un Templo!
Y allá en Guatemala mire, habíamos cumplido al pie de la letra el mandato de Génesis 1:22 que dice: “Creced y multiplicaos”. Habíamos crecido y nos habíamos multiplicado y Dios es un Dios de crecimiento, Dios no es un Dios de estancamiento, Dios es un Dios de proyectos.
Un proyecto es algo que está en la mente; puede estar en un papel, es una idea que se va a llevar a cabo; es algo que se tiene que realizar. La antítesis de un proyecto es el estancamiento: no hay ideas, no hay proyectos, no hay nada por realizar. Pero mire lo que dice Hebreos 3:4: “Porque toda cosa es hecha por alguno, pero el que hizo todas las cosas es Dios”.
Y mire en Hebreos 11:10 dice: “Porque esperaba la ciudad que tiene fundamento”, pero el arquitecto y constructor es Dios y como Dios es Dios de proyectos le dio a la Iglesia donde yo estoy ‘Fraternidad Cristiana de Guatemala’, le dio un desafío. El desafío se lo dio al Pastor, el Doctor Jorge. H. López.
Nosotros somos una Congregación que tenemos un Templo para seis mil personas, hay un colegio a la par y bueno, el Templo tiene todos los servicios que ya conocemos en una iglesia. Y teníamos cuatro servicios y de pronto Dios le da el desafío. Le dice las palabras de Isaías 54:2: “Ensancha el sitio de tu tienda y tus habitaciones sean extendidas, no seas escasa, alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas”.
Y el Pastor viene y plantea a la Congregación el desafío. El desafío consistía en un Templo para doce mil personas. Tenía que tener un espacio para tres mil vehículos, escuela dominical para tres mil niños, más todos los demás servicios. El desafío tenía un costo de 30 millones de dólares. Para un país con una economía en desarrollo eso no es un desafío. Para un país como Guatemala que no es que vayamos a entrar a la crisis, no es que hayamos entrado a la crisis, en Guatemala vivimos en crisis todo el tiempo. ¡Es la realidad!
Y ahí se le ocurre a Dios hacer el desafío. Cuando nosotros oímos aquello, de inmediato -nosotros nuestra moneda es el quetzal- y es un equivalente al 8 por 1. De inmediato hicimos la multiplicación: 30 millones por 8. Es esa cantidad que usted ya multiplicó, es esa misma. En millones de quetzales, que es nuestra moneda y lo que nosotros ganamos.
Cuando oímos ese desafío, las respuestas de la Congregación fueron variadas.
Ustedes saben que hay diferentes gustos, diferentes opiniones. Hubo quien se ofendió, y se fue de la Congregación; hubo quien pensó muy cómodamente: "Pero si lo que quieren es más espacio para más gente, ¿por qué no hacen otro servicio?". Usted sabe que siempre hay gente que quiere que otro haga las cosas, pero no hacer nada.
Y hubo quien dijo: "¿Y cómo gastar en un Templo cuando pueden hacer escuelas, pueden hacer un hospital, pueden hacer tantas cosas?" Pero el desafío era de Dios, la orden era de Dios y la mayoría sí entendimos que el desafío era de Dios. La mayoría sí entendimos que era un PRIVILEGIO que Dios nos estaba dando: escoger a una Congregación para hacer un Templo grande que lo que iba a demostrar era la grandeza de Dios. Iba a ser el reflejo de la magnificencia de Dios.
La mayoría sí entendimos que era un privilegio que Dios nos estaba dando; poder entrar en un desafío de Él. Y miren lo que dice aquí en Lucas 14:28-30: “¿Porque quién de vosotros queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después que haya puesto el cimiento y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él diciendo, ‘este hombre empezó a edificar y no pudo terminar.’ “
Porque lo importante es empezar, continuar pero también terminar los desafíos de Dios.
El Pastor nos presentó la situación, el terreno que teníamos ya estaba pagado, ya se había pagado al contado, no se debía, ni se había hecho préstamo. El terreno estaba. La cantidad de dinero con la que se contaba era el 30 por ciento del total. O sea que teníamos un 30 por ciento y el 70 por ciento restante tenía que venir por Fe.
Hebreos 11:3 dice "Por la Fe entendemos haber sido constituido el universo por la Palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía". Hebreos 11:6 dice: "Sin Fe es imposible agradar a Dios," y en el Versículo 7 dice: "Por la Fe, Noé cuando fue advertido por Dios acerca de las cosas que aún no se veían con temor preparó el Arca para que su familia se salvara".
Y el grupo que entendimos que el desafío era de Dios y lo vimos como un privilegio entramos a caminar en él. El desafío implicaba muchas cosas; implicaba que saliéramos de la comodidad de nuestra silla y nos involucráramos mucho más en la Iglesia. En todos los Ministerios de la Iglesia. Había que preparar personas para que sirvieran en un Templo de 12 mil personas, personas para que estuvieran en los seis niveles de parqueo; personas que atendieran a 3 mil niños en la escuela dominical, nuevos líderes de células que pudieran cubrir a todos los nuevos convertidos y muchas de las personas cómodamente en una banca salieron de la comodidad, enfrentaron el desafío y empezaron a prepares.
Y toda la Iglesia como equipo entramos en la parte económica. Porque usted sabe que la Iglesia somos un equipo, somos un cuerpo. Mire lo que dice Génesis 1:26: "Entonces dijo Dios, hagamos al hombre a nuestra imagen conforme a nuestra semejanza". Dios dijo 'Hagamos' no dijo 'Hago'. Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.
En Génesis 2:18 dice: "No es bueno que el hombre esté solo, le haré ayuda idónea para él", forma un equipo. Romanos 12:5 dice "Así nosotros siendo muchos somos un cuerpo en Cristo y todos miembros los unos de los otros," un equipo grande. Y en Mateo 18:19-20 dice: "Otra vez os digo que si dos de vosotros se pusieran de acuerdo en la Tierra acerca de cualquier cosa que pidiesen les será hecho por mi Padre que está en los Cielos. Porque donde están dos o tres en mi nombre ahí estoy Yo en medio de ellos".
Acuerdo, equipo, unidad para trabajar juntos. Y en Nehemías 2:17 vemos que Él dijo: "Venid y edifiquemos el muro. No estemos más en oprobio". No dijo 'Yo lo voy a edificar'. Reunió a todos y les dijo "Venid y edifiquemos todos juntos." Y en Eclesías 3:4-9 dice: "Mejores son dos que uno porque tienen mejor pago de su salario".
Los que entendimos que éramos el equipo de Dios para trabajar en él. Les voy a decir algo: los que entendimos que no éramos el equipo del Pastor, éramos el equipo de Dios, porque el desafío era de Dios a través de un hombre que era el líder que nos iba a guiar, el que Dios había escogido. Pero el desafío era de Dios.
Y empezó la labor de hormiga, ¿por qué le digo labor de hormiga? Porque para la construcción nunca se hizo un préstamo bancario, nunca se le prestó dinero a nadie, nunca se debió un centavo. Los materiales se compraron siempre al contado, nunca recibimos una donación de un país extranjero, nunca ninguna institución privada, pública o estatal nos dio un centavo. Los aportes para los 30 millones de dólares en un país en crisis fueron única y exclusivamente las ofrendas y las promesas de Fe de la Congregación.
El Templo estaba contemplado para una construcción de cuatro años, sin embargo nos tardamos seis porque íbamos al ritmo que íbamos ofrendando y dando nuestras promesas. Si eso se aligeraba todo marchaba rápido; si eso se detenía un poco, pues la obra también se detenía un poco.
A medida que se fue viendo la construcción del Templo nos sucedió lo mismo que le sucedió a Nehemías, que cuando empezó a verse que estaba reconstruyendo el muro, aparecieron los Ambalath enojados, con oprobio para Nehemías. Así nos pasó a nosotros. Sólo empezaron a ver el tamaño del Templo y aparecieron los comentarios.
Los comentarios venían de la propia Iglesia, de otras Iglesias y de cualquier Institución. Los comentarios al principio eran en relación al origen del dinero. “¿A saber de dónde había sacado la Iglesia el dinero?“ Ya se imagina usted de dónde decían que había sacado la Iglesia el dinero.
Después los comentarios eran en relación a que la Iglesia se estaba hundiendo, el terreno se estaba partiendo en dos porque no habían hecho estudio de suelos. ¡Y lo decían con una firmeza, qué usted no se imagina! Para que se ría un poquito: El arquitecto que estaba construyendo el edificio se juntó un día con unas personas y le dijeron, '¿sabes tú que a la construcción de la MegaFrater se está hundiendo el suelo?', '¡Ah!, ¿sí?' les dijo él '¿De veras? y ustedes ¿cómo lo saben?’ 'Y nosotros hemos pasado por ahí y vemos que se está hundiendo'... '¡Ah! Les dijo. ‘Pues qué raro porque yo soy el arquitecto que la construye, voy todos los días y no veo que se está hundiendo'.
Después la problemática que decían era que el techo se estaba cayendo. Y, ¿saben qué nos ayudó a subsistir todos esos comentarios? Dos cosas: la primera sabíamos que el desafío era de Dios; lo segundo sabíamos que eran nuestros aportes, nuestras ofrendas que Dios nos estaba proveyendo para el Templo, y lo tercero era que siempre nos habían mantenido informados del proceso de la construcción.
Cuando la gente decía, "se está hundiendo, no hicieron estudio de suelos", nosotros habíamos visto las gráficas porque se nos presentan en la pantalla, todas las fases: la fase que terminaba y la fase que empezaba, los problemas que se estaban encontrando en la construcción. Nosotros sabíamos, habíamos visto que, sí se había hecho un estudio de suelos. Habíamos visto quienes eran las personas que habían llegado para encargarse de ese estudio de suelos. Nosotros sabíamos que el techo se estaba deteniendo un poco en la aceleración de terminarlo porque era demasiado alto y tenían que ir muy lento por la seguridad de las personas que lo estaban haciendo.
Sabíamos también que un huracán había detenido que los materiales llegaran a tiempo. Nosotros sabíamos cual era la verdad de nuestra situación.
Después de seis años, se llegó el momento del proyecto terminado. Y así fue como un día pudimos ver el desafío de Dios cumplido. Y cuando Dios nos da el desafío de construir un Templo tenemos que tomar en cuenta varias cosas. Lo primero que tenemos que tomar en cuenta es que ese Templo es para la Gloria de Dios. ¡Qué Él es el desafío, Él fue el que lo construyó y es para Su Gloria!
Si lo va a aplaudir, ¡apláudalo bien!
Mire, tenemos que saber que no es para la Gloria ni de un grupo, ni de una Iglesia, ni de un nombre, ni de un país... es para la Gloria de Dios. Tenemos que entender también que es para que nos lo gocemos, para que nos los disfrutemos nosotros y otras personas.
No es para que digamos: '¡Ay! ¡Tener que dar las ofrendas y las Promesas de Fe!'. ¡No!, es para saber que vamos a tener un lugar que nos lo vamos a gozar y disfrutar nosotros y otras personas.
Hoy día los cuatro servicios que teníamos antes en el Templo anterior, siguen vigentes. Tienen la misma cantidad de personas que antes asistían; y yo me atrevería a decirle que el Servicio de las 12 aún tiene más que antes. Tenemos también el Servicio de la Megafrater o sea el Templo Grande a las 9 de la mañana en el cual todos los domingos se llena con un 80 por ciento. Cuando son servicios extraordinarios se repleta, no caben las personas, hay personas que han tenido que quedarse afuera porque ya no pueden entrar.
Para la Semana Santa tuvimos una obra teatral que se presentó tres veces, ahí en la MegaFrater, tuvimos más de seis cientos nuevos convertidos.
¿Por qué? Porque para eso fue que Dios nos dio el Templo... para alcanzar mucho más almas.
El día de la inauguración pudimos decir como dice Efesios 3:21: "A Él sea la Gloria en la Iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por todos los siglos de los siglos, amén".
Y pudimos decir también como dice Lucas 18:27: "Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios," y pudimos decir también como dijo Nehemías: "La mano benéfica de Dios estuvo sobre nosotros".
Yo quiero que en este momento podamos ver algunas tomas de la Iglesia el día de la inauguración. Quiero que por favor cuando lo vea piense en un desafío de Dios, en un país llamado "País del Tercer Mundo" en el que siempre se vive en crisis…
[Interrupción]
Esas son las cosas que Dios hace. Lo que es imposible para el hombre es posible para Dios. A Él sea toda la Gloria y a Él sea toda la honra.
Como usted puede ver, si usted llega a Guatemala y nos quiere llegar a visitar y no quiere llegar en carro puede llegar en helicóptero. Ahí hay espacio para que usted aterrice.
Póngase de pie y vamos a orar, porque cuando Dios da un desafío, si nosotros le obedecemos, si nosotros lo tomamos como un privilegio que Dios nos da de escogernos para ese desafío, porque cuando Dios escoge a un grupo para un desafío, es porque sabe que a las personas que les está dando el desafío, son personas de compromiso.
¿Se recuerda qué vimos que es una de las características del desafío? Entender que es más grande que lo que nosotros podemos hacer. Entender que cuando lo da, ya está la victoria, sólo es cuestión de seguir lo que Él ordena que se haga. Entender que Él está con nosotros todo el tiempo del desafío; entender que está cambiando nuestro destino y el destino de muchas personas más.
Está cambiando nuestra manera de pensar y nos está sacando de la comodidad, y si nosotros nos esforzamos y somos valientes y le creemos a Dios y entramos como equipo a trabajar en el desafío el resultado es la Gloria y la Victoria de Dios.
El resultado es que el mundo pueda ver, a través de un Templo, la grandeza y la magnificencia de Dios. El resultado es que podamos tener muchas personas más que conozcan a Cristo y que podamos decir, ¡qué bueno y qué hermoso es habitar los hermanos juntos en armonía! Porque ahí envía bendición Dios.
Yo sé que ustedes tienen el desafío de construir un Templo. Yo le voy a pedir que cierre sus ojos y vamos a orar y le vamos a clamar a Dios, porque todos como Congregación juntos, podamos entender el privilegio que Dios le ha dado a esta Congregación, de llamarlos para un desafío. El privilegio que Dios les ha dado como Congregación de tomarlos en cuenta y decirles: “este es mi equipo”.
Porque no es el desafío de una persona, es el desafío de Dios y usted es el equipo de Dios que Él ha escogido y que Dios le dice en esta mañana: “Mira que te mando, que te esfuerzo, que seas valiente.” Lo que Dios quiere en esta mañana es que usted le crea a Dios en ese desafío que no es una casualidad ni un capricho que los haya escogido a ustedes como Congregación.
Lo que Dios quiere es que entendamos que si Él quiere un Templo mayor Dios es soberano, Dios es sabio, Él sabe por qué lo quiere y que no es cosa de que a mí me gusta o no me gusta. Creo que debe de ser o no debe de ser. Dios es soberano y si yo he rendido mi vida a Dios yo tengo que rendir mi voluntad a la de Dios y si esa es la voluntad de Dios yo tengo que entrar en la voluntad de Dios.
Dios quiere que entendamos que somos un equipo, que tenemos que pasar a un nuevo nivel de trabajo, a un nuevo nivel de servicio, a un nuevo nivel de credibilidad, a un nuevo nivel de unidad y de apoyo los unos por los otros y qué cuando nosotros seguimos las especificaciones de Dios el resultado ya está logrado. ¡Porque grandes maravillas ha hecho Jehová!
Padre amado, ponemos a esta Congregación delante de Ti. Primero te damos gracias, Padre, Gracias por el privilegio que Tú les das de haberlos escogido para hacer algo más grande, algo que pueda mostrarle al mundo la magnificencia Tuya.
Gracias, Padre, te damos por esta Congregación que Tú has escogido porque sabes que son personas de compromiso. Por eso es que Tú los has escogido porque sabes que son personas de compromiso que están con su oído cerca a Ti y que cuando Tú los llamas como los estás llamando ahora como llamaste a Moisés ellos te dicen: ‘heme aquí, aquí estoy, Señor, para lo que Tú me quieras’ Gracias Padre, Gracias Padre.
Gracias, Padre, por esta Congregación, Padre, que está entrando como equipo; el equipo Tuyo a Tu servicio. Gracias, Padre, porque sus talentos, su potencial va a ser desarrollado como nunca se ha visto para Tu obra. Gracias Padre por la involucración de toda la Iglesia en Tu servicio y Gracias, Padre, porque Tú proveerás todos los medios necesarios para que todo todo, todo el monto total de lo que se necesita, Padre amado, yo me atrevo a declararlo sea como Tú lo hiciste con nosotros: con Guatemala -un país sin recursos.
Para que sea sin préstamo; para que sea sin deuda; para que el pueblo pueda ver lo que son Tus finanzas. Para que la gente conozca que los Cielos están abiertos para nosotros los hijos de Dios. Gracias, Padre.
Gracias, Padre, porque pronto podremos ver las maravillas que Tú vas a hacer. Si nosotros somos obedientes a Tu mandato, obedientes a Tus especificaciones, nos unimos todos y todos de lo que Tú nos das, porque sabemos que entre más damos, más Tú nos das. Y todos de lo que Tú nos das vamos a aportar nuestras Promesas de Fe y nuestras ofrendas para que Tu Templo, Tu Casa sea construida.
Gracias Padre, Gracias Hijo, Gracias Espíritu Santo. ¡Gloria a Dios!
Pastor Dr. Roberto Miranda: Gloria Señor.
Hermanos, ¡Qué más puede uno decir! Sólo quiero aclararles una cosa para que entiendan bien el contexto de esta Palabra. Es que yo no había hablado con Olguita desde que ella llegó de Guatemala.
Yo hubiera podido decirle bien fácil: “Olguita estamos en construcción. Trae tu mensaje de ánimo para la Iglesia y etc.”. Pero no, no había podido conversar con ella y hace años que no hablaba directamente con Olguita. Así que yo creo que eso le da un poquito más todavía de peso y de validez al reto que Dios nos emite o que refuerza en esta tarde.
Esta mañana yo compartía con los hermanos lo que Dios puso en mi corazón al escuchar eso.
Me vino inmediatamente las palabras de Pablo citando un Versículo del Antiguo Testamento en Romanos 10:19 donde Pablo citaba este Versículo y decía que Dios le decía a los judíos, “yo les voy a provocar a ustedes a celos con un pueblo que no es pueblo.” Queriendo decir los judíos habían recibido la revelación de Dios, el llamado de Dios, los dones de Dios, la tierra de Dios y habían desperdiciado el don de Dios y lo habían despreciado inclusive y entonces Dios dijo: “Yo les di a ustedes ese don, les di ese llamado, les di Mí recurso, les di Mi tierra. Se la quité a otros y se las di a ustedes, ustedes lo despreciaron. Está bien, yo voy a llamar a otro pueblo”.
Y llamó entonces a los gentiles –nosotros- y les dijo: “Yo les voy a dar a ellos el don que yo les había dado a ustedes originalmente.” Y por eso Pablo habla de ese versículo donde, “yo los voy a provocar a celos con un pueblo que no es pueblo”.
Esta nación recibió el llamado de Dios. Hace 400 años aquí se fundó una nación sobre fundamentos Bíblicos, cristianos. Esta nación fue luz e inspiración y fuente de evangelización a Guatemala, a Asia, África. De aquí fueron muchos de los primeros misioneros a esa nación.
Esta nación impactó naciones con el Evangelio. Hoy en día esta nación ha renunciado, se ha revelado contra Dios. El presidente Obama hace poco cuando le preguntaron si Estados Unidos era una nación cristiana, se apresuró a decir que “Estados Unidos no es una nación cristiana”.
Pues eso es una declaración espiritual y por esa esta nación y la iglesia de esta nación… porque hay que confesar algo, hermano, los cristianos en Estados Unidos, nos hemos empobrecido hemos carecido de visión, nos hemos acomodado, nos hemos vuelto cómodos y medimos cada centavito, cada esfuerzo, cada iniciativa. Somos muy conservadores, no somos conservadores para otras cosas, pero somos muy conservadores cuando se trata de darle a Dios y de esforzarnos para Dios. Esa es la verdad.
Y cuando un pueblo pierde la visión, cuando un pueblo pierde la capacidad para sacrificar y darle al Señor, cuando un pueblo pierde la pasión por Dios, cuando un pueblo se vuelve tímido y conservador y mide todo con una cucharita de medir, el Espíritu de Dios se retira, se estanca, se contriza y deja de moverse. Esta nación debiera estar construyendo Templos como ese, por donde quiera hoy en día. Cientos de Templos como ese y más grandes todavía porque los recursos de esta nación son prácticamente ilimitados.
Por eso es que yo digo que Dios está provocando a celos a un pueblo.
No es que Guatemala no sea pueblo, es más pueblo de Dios sabemos que los Estados Unidos. Pero ese pueblo subdesarrollado nos da ejemplos como ese.
Yo creo que detrás de eso no solamente estaban los dignatarios que estaban allí, había invitos y gente pobre que había dado de su dinero para que se construyera ese Templo. Porque muchas veces en las grandes inauguraciones, pues, viene la gente hermosa pero detrás de eso también hay gente pequeña que dio sacrificialmente. Esos son los que verdaderamente Dios… yo creo que, ¡guau!
Hermanos, lo que les quiero decir es que para un pueblo que tiene visión y un pueblo que le da al Señor con Fe y atrevimiento, no hay límite lo que Dios puede hacer y Dios me provoca celos sentado allí, me provoca celos. Yo digo, “Oye, Señor, ¿qué es lo que nosotros estamos haciendo comparado? Pero es un celo Santo. Yo se que eso es lo que Dios quiere por ahora y eso es lo que viene lo demás.
Yo siempre he dicho: “Ese templo no es simplemente, no es ni siquiera para que podamos poner más gente allí”. Para mí es un símbolo, es una declaración profética, es un abrir la matriz, es forzar la matriz romperla para que quepa más.
Es una pedrada al diablo que dice que el cristianismo se esta muriendo en América y es algo que yo quiero que hagamos para inspirar, motivar, despertar a tanto cristiano evangélico norteamericano en esta área de Nueva Inglaterra que no hay Templos. Se están muriendo los templos, el cristianismo está decayendo y nos quejamos de que la gente no quiere creer de que el mundo esta duro.
Mire, el que está duro es la Iglesia. La Iglesia es la que está durmiendo. El día que la Iglesia se despierte, el día que la Iglesia tome visión, el diablo tiene que mandarse a huir, el diablo ocupa el terreno que la Iglesia le permite ocupar. El diablo es una entidad que no existe en si mismo, excepto cuando nosotros le damos espacio. Él no tiene poder en sí mismo, no tiene vida, no tiene capacidad para nada. Sólo lo que él ocupa: el espacio negativo que nosotros le abrimos, le permitimos. Eso es así. Nosotros tenemos la autoridad, nosotros tenemos el poder.
¡Quiera el Señor usar esto para apuntalar el propósito en nosotros de ser fieles al Señor! Dar una declaración de Fe. Cristiano, cristiana yo te motivo en el nombre del Señor, sella tu promesa delante de Dios, no permitas que el diablo te robe el privilegio de darle al Señor en esta empresa de Fe.
Y algunos de ustedes, yo…, todavía quizá no han hecho su promesa. No lo digo acusativamente sino lo digo para que usted no se pierda el privilegio de ser parte de algo que está en el corazón de Dios.
No deje de hacerlo por cobardía o por racionalismo o lo que sea. Hágalo por Fe y déle al Señor. Uno de los lemas de nuestra campaña ha sido: 'Cada uno dé, cada uno dé, que no se quede nadie sin dar'.
Yo aprovecho esta oportunidad santa para decirle, mire, conciba un sueño grande, una misión grande en Dios, atrévase en el nombre del Señor.
Estos son actos proféticos que abren la matriz, estos son actos proféticos que le dan el mentís al diablo que dice que el Cristianismo está decayendo en Estados Unidos y que está muerto, ya.
Vamos a creerle a Dios. Si estos guatemaltecos subdesarrollados lo pueden hacer, ¿por qué nosotros no? y lo digo con respeto porque hablamos del tercer mundo y todas estas cosas. Toda esta gente está más desarrollada que nosotros. Nosotros tenemos que aprender de ellos.
Así que, hermanos, vamos a creerle a Dios, vamos a renovar el fuego de Dios. Yo creo que hay un celo Santo que dice, "¿cómo es posible? Tenemos nosotros que ponernos al día", eso es lo que Dios provoca hacer, Dios nos está provocando a celos, vamos a creerle a Dios.
Recuerde esta Palabra que es una Palabra profética de Dios. Yo no la solicité, no la pedí, pero Dios la trae desde allá con autoridad de Dios. Créanle al Señor.
Levante su mano, dígale, "Padre, yo me comprometo con Tu Espíritu, me comprometo con la visión, me comprometo con Tu llamado para darte, para derrotar al diablo; para darle esa pedrada central a Goliat y derribarlo de una vez por todas y abrir espacio para una conquista. Para la reconquista de la Tierra."
Nosotros somos el pueblo de Dios, declaramos, somos los Hijos de Dios, somos los dueños de la Tierra. Tú nos has entregado la Tierra, Padre. No importa que gigantes se presenten, nosotros somos autoridad y declaramos esa autoridad y nos moveremos en Fe, Señor. Conquistaremos, llegaremos a la meta y la sobrepasaremos, Padre, para Gloria exclusiva del nombre de Jesús. ¡Aleluya! Gracias Señor, Amén, Amén. Gloria a Dios.
Vamos a declarar algo: 'aquel que la buena obra empezó será fiel en completarla'. El que comenzó esta obra, el que la declaró no fue Roberto Miranda, no fue el Diaconado de León de Judá, fue el Espíritu Santo y nosotros tenemos que llenarnos de esa autoridad.
Vamos a ser un pueblo feroz, un pueblo concentrado, un pueblo peligroso para las huestes del infierno.
Vamos a decir: 'Señor, Tú comenzaste esta obra, Tú la vas a terminar'.
Los desafíos de Dios
Transcripción
Hermanos, Dios nos ha bendecido hoy con un mensaje precioso de parte de nuestra hermana, la Doctora Olga Martínez, ella está con nosotros hoy. Denle un aplauso a la Doctora Martínez que esta aquí y yo sé que Dios tiene palabra para nosotros en esta tarde.
Olguita -como cariñosamente la llamamos- es una amiga querida de muchos años; ha venido a León de Judá varias veces. Siempre que viene deja un depósito, deja un depósito de Dios, un depósito del Espíritu y ella ha Bendecido Lorens este fin de semana.
El Señor dirigió a nuestra hermana Carolina León Barrutia que también trabaja aquí como Secretaria Ejecutiva de nuestra Iglesia para bendecir a Lorens, abrir brecha allí.
Lorens es una ciudad que necesita mucho, hablamos de Puerto Viejo, Ecuador. Pero Lorens esta aquí mismo a 30 minutos al norte de Boston y necesita mucho de Dios y allí estuvo Olguita y la hermana Carolina y su esposo José estuvieron encabezando un esfuerzo para bendecir la ciudad de Lorens y declarar el Señorío de Cristo allí en Lorens la hermana Olga Martínez llevó la Palabra de Dios.
Gran Bendición esta mañana nos bendijo aquí y yo sé que Dios tiene una Palabra fuerte para nosotros. Den un aplauso de bienvenida a la Hermana Olguita y vamos a preparar nuestros corazones, vamos a abrir nuestros espíritus, porque Dios tiene algo muy especial que darnos este día.
Olguita bendecida y bienvenida a la casa del Señor.
Dra. Olga Martínez: Muy buenos días. Es un gusto para mí estar aquí, ver rostros y abrazar personas a las que les tengo mucho cariño, de las veces anteriores que hemos estado en este lugar. Inclinen sus rostros un momento, cierren sus ojos y vamos a orar:
“Padre, te damos gracias en esta mañana por permitirme de nuevo estar aquí en este país y estar en Tu casa. Gracias Padre por cada una de las personas que puedo volver a ver y por las personas nuevas que estoy conociendo.
Padre, en esta mañana ponemos este mensaje delante de Ti para que seas Tú quien tome el control, que seas Tú el que hable a nuestros corazones. Tomamos autoridad sobre toda fortaleza mental que quiera impedir lo que Tú tienes para nosotros en esta mañana.
Gracias Padre, Gracias Hijo y Gracias Espíritu Santo. Amén”.
Estamos en épocas de desafíos, los gobiernos tienen desafíos. Los bancos, las instituciones tienen desafíos y el pueblo de Dios tenemos fuertes desafíos.
Si usted mira la Palabra de Dios va a encontrar que todos los escogidos de Dios han tenido desafíos, si usted y yo somos escogidos de Dios tenemos desafíos. Un desafío de Dios tiene ciertas características. Una de ellas es que parte de una necesidad: la necesidad de resolver algo para beneficiar a otros, para beneficiar a muchos.
Otra característica es que un desafío de Dios es mucho más grande que lo que las personas podemos hacer. En Lucas 18:17 dice: ‘Lo que es imposible para el hombre es posible para Dios’.
Otra característica es que cuando Dios da un desafío, da exactamente las especificaciones de lo que se tiene que hacer. Cuando Dios le da a Noé el desafío de construir un Arca, le da específicamente cómo debe de hacerla. En Génesis 6:14 dice: ‘Hazte un Arca de madera de Gofer, harás aposento en el Arca y la calafatearás con brea por dentro y por fuera’. Luego le sigue dando todas las especificaciones del material que debe de usar, el tamaño, el número de compartimientos, las ventanas, las formas de las ventanas, qué debe de hacer con el Arca, quienes deben de introducir en esa Arca porque en los desafíos siempre hay involucradas varias personas.
Y luego, en Génesis 6:22, vemos que dice: ‘Y así lo hizo Noé conforme a todo lo que Dios le había mandado’. Conforme a TODO, no a una parte, no a lo que le gustó, no a lo que quiso, no a lo que le pareció, conforme a todo lo que había mandado.
Cuando Dios le da a Josué un desafío, que lo podemos ver en Josué 1:2 le dice: ‘Mi siervo Moisés a muerto ahora pues levántate, cruza este Jordán tú y todo este pueblo a la Tierra que Yo les doy a los hijos de Israel’. Y más adelante vemos que le está diciendo que lo que él tiene que hacer es esforzarse y ser valiente o sea hacer las cosas bien hechas, seguir las instrucciones que Dios le está dando y que sí hace eso todo le saldrá bien, en todo va a ser prosperado. ¿Por qué razón? Porque tenemos que entender que otra de las características del desafío de Dios es que es de Él, no es del hombre, es de Dios.
Él da al desafío, Él está en el asunto y la victoria es de Él.
En el momento que da el desafío ya tiene la victoria. Cuando Dios le da a Josué el desafío para que le va a entregar la ciudad de Jericó, primero se la entrega, le dice en Josué 6:2: ‘Mira yo he entregado en tu mano a Jericó y a su Rey con sus varones de guerra’. Primero se la entrega después le da todo lo que tiene que hacer usted ya sabe: dar una vuelta, cada día por seis días el último día dar siete vueltas, siete varones van a tocar las trompetas y al final esta ahí la victoria. Josué 6:16, 'y cuando los sacerdotes tocaron las bocinas la séptima vez Josué dijo al pueblo: “Gritad porque Jehová os ha entregado la ciudad”’, ya está la victoria.
Si a usted y a mí Dios nos da un desafío, tenemos que saber que Dios está en control de ese desafío y que si nosotros hacemos lo que Él nos dice y lo hacemos bien hecho y nos esforzamos, la victoria ya está dada. ¿Qué se necesita para recibir un desafío? Para recibir un desafío lo primero que necesitamos es estar cerca de Dios.
Cuando Moisés recibe el desafío de Dios lo recibe en el momento en que se acerca a la zarza, no lo recibe cuando está lejos, lo recibe cuando está cerca. Dice en Éxodo 3:4: “Viendo a Jehová que él iba a ver lo llamó Dios de en medio de la zarza y dijo: ‘Moisés, Moisés’ y él respondió: ‘Heme aquí’”. Él oyó la voz de Dios, estaba cerca de Dios, tenía su corazón dispuesto.
Lo segundo que tenemos que hacer para recibir un desafío es creerle a Dios. A veces los desafíos que Dios nos da son tan grandes, mucho más grandes que lo que nosotros podemos hacer, que cuesta creerle. Y en Éxodo 3:10 dice: “Ven por tanto ahora y te enviaré a Faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel”. El desafío era grande, el desafío era poderoso, el desafío era de importancia.
Otra de las cosas que se necesita para recibir un desafío es ser persona de compromiso. Dios da desafíos a las personas de compromiso. Si Dios le está dando a usted desafíos es porque sabe que usted es una persona de compromiso. Dios le da el desafío a un líder para que las personas de compromiso lo sigan.
Y, ¿cómo enfrentar un desafío?
Lo primero que tenemos que hacer al recibir un desafío para enfrentarlo es lo que hizo Nehemías. Nehemías cuando recibió el desafío que tenia que reconstruir los muros de Jerusalén, lo primero que él hizo fue orar. No podemos enfrentar un desafío si no tenemos oración. En Nehemías 1:4 dice así: “Cuando oí estas palabras me senté y lloré e hice duelo por algunos días y ayuné y oré delante del Dios de los Cielos”.
Luego, lo segundo para enfrentar el desafío tenemos que ver que tenemos, con qué recursos contamos, qué es lo que tengo yo en mí poder, qué es lo que Dios ya me ha dado para poder enfrentar ese desafío.
En Éxodo 4:12 vemos lo siguiente: “Entonces Moisés respondió diciendo: ‘He aquí que ellos no me creerán ni oirán mi voz, porque dirán: ‘No te ha aparecido Jehová. Y Jehová dijo: “¿Qué es eso que tienes en tu mano?”, y él respondió: “Una vara”’.
¿Sabe, usted sabe? La vara representa la autoridad y cuando Dios le da a usted y a mí un desafío junto con el desafío nos da la autoridad, porque no nos manda solos, nos manda con la victoria y nos manda con la autoridad de Él. Si usted tiene un desafío ya tiene la victoria, ya tiene la autoridad de Dios para cumplir el desafío, lo que tiene que hacer es hacerlo bien, esforzarse y cumplir las especificaciones de Dios.
¿Qué hace un desafío? Un desafío hace cosas en nuestra vida.
Lo primero que hace un desafío es que cambia la manera de pensar. Nos hace pasar del “No puedo”, al “si puedo”. Nos hace pasar del “no sé cómo se hace” a “sí sé cómo se hace”; nos hace pasar de “no tengo” a “sí tengo”. Porque Dios cuando da un desafío da las instrucciones, sabemos como hacerlo y da también los medios para lograrlo.
Mire lo que dice en Éxodo 4:10: “Por favor Señor”, dice Moisés, “Nunca he sido hombre elocuente, ni ayer ni en los tiempos pasados, ni aún después que has hablado a tu siervo. Porque yo soy tardo en el habla y torpe de lengua” y Dios le dice: “Ahora ve y Yo estaré en tu boca y Te enseñaré lo que debes de hablar”. No lo mandó solo, no le dijo: ‘¡Ay! a ver como te va, a ver que haces’. No, le dio todo lo que tenía que hacer; le dio los medios, le dio la forma, le proveyó lo que tenía que decir, lo que tenía que hacer.
Un desafío, cambia nuestro destino.
David enfrentó muchos desafíos de Dios y su destino fue totalmente cambiado. Pasó de ser un pastor de ovejas, pasó a ser un Rey. Y, ¿sabe que si nosotros aceptamos los desafíos de Dios, nuestro destino cambia? Nos lleva a lugares que nunca nos hemos imaginado, nos lleva a niveles que nunca habíamos sospechado que llegaríamos. Nos pone con personas que nunca habíamos conocido.
El desafío de Dios cambia nuestro destino para bien porque Él siempre nos lleva de Gloria en Gloria, de victoria en victoria.
¿Sabe que un desafío nos saca de la comodidad? ¿Le gusta la comodidad? ¿Le gusta estar sentado en la banca, ahí cómodo? Prepárese.
Dios con el desafío lo va a sacar de la banca porque la comodidad hace que nos estanquemos. Siempre hago lo mismo, siempre hago lo cómodo, lo que ya sé hacer, donde no me esfuerzo. Vengo a la iglesia y me siento en la misma silla y que nadie me la vaya a quitar porque es mía. Y ahí me siento yo.
Y, ¿sabe qué los desafíos de Dios nos sacan de la comodidad? Nos sacan de lo conocido a lo desconocido, nos mandan a niveles donde no sabemos cual es el siguiente paso, a niveles donde tenemos que confiar en Dios por lo que no sabemos lo que viene adelante.
Hace que el potencial que tenemos ahí sea sacado. Ese potencial que tenemos guardado ¡por quién sabe cuantos años!
Pero cuando viene el desafío descubrimos lo que somos capaces de hacer en el poder de Dios. El desafío trae nueva revelación de quién es Dios; conocemos a Dios de cerca, conocemos la magnificencia de Dios, el poder de Dios, lo que Dios puede hacer en nuestras vidas; cosas que antes nunca nos había revelado nos empieza a revelar Dios cuando entramos al desafío.
Mire lo que dice Éxodo 13:14: “Dijo Moisés a Dios, ‘he aquí que llego yo a los hijos de Israel y les digo “El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros”. Si ellos me preguntaren “¿Cuál es su nombre? ¿Qué les responderé?” y respondió Dios a Moisés: “Yo soy el que soy,” y dijo así: “Dirás a los hijos de Israel ‘Yo Soy, me envió a vosotros’ “.
¿Sabes qué? Nosotros entonces en el desafío conocemos el poder de Dios y podemos decirle a la gente yo voy en nombre de Dios porque Él es el que es y conozco mayor que nunca antes la revelación de Dios y la magnificencia de Dios y el poder y la soberanía de Dios sobre todas las cosas.
Y un desafío tiene otra cosa muy hermosa: nos hace conscientes de la necesidad que hay alrededor nuestro. ¿Sabe qué es muy fácil no darnos cuenta de la necesidad que hay alrededor nuestro? Nos volvemos cómodos, tenemos cierta seguridad, cierta tranquilidad y se nos olvida que alrededor nuestro, muy cerca aún muy cerca en nuestra propia familia hay mucha necesidad.
En Guatemala, mi país, Dios ha dado grandes desafíos en los últimos años. Los desafíos que Dios a dado para Guatemala son el de hacer templos. ¿Por qué razón? Porque teníamos un problema. Había una necesidad y el problema que teníamos allá en Guatemala es que somos demasiados y no cabíamos en los Templos.
A mí me gusta este tipo de problemas. ¡Ojalá todos los problemas fueran así! ¡Qué no cabemos en un Templo!
Y allá en Guatemala mire, habíamos cumplido al pie de la letra el mandato de Génesis 1:22 que dice: “Creced y multiplicaos”. Habíamos crecido y nos habíamos multiplicado y Dios es un Dios de crecimiento, Dios no es un Dios de estancamiento, Dios es un Dios de proyectos.
Un proyecto es algo que está en la mente; puede estar en un papel, es una idea que se va a llevar a cabo; es algo que se tiene que realizar. La antítesis de un proyecto es el estancamiento: no hay ideas, no hay proyectos, no hay nada por realizar. Pero mire lo que dice Hebreos 3:4: “Porque toda cosa es hecha por alguno, pero el que hizo todas las cosas es Dios”.
Y mire en Hebreos 11:10 dice: “Porque esperaba la ciudad que tiene fundamento”, pero el arquitecto y constructor es Dios y como Dios es Dios de proyectos le dio a la Iglesia donde yo estoy ‘Fraternidad Cristiana de Guatemala’, le dio un desafío. El desafío se lo dio al Pastor, el Doctor Jorge. H. López.
Nosotros somos una Congregación que tenemos un Templo para seis mil personas, hay un colegio a la par y bueno, el Templo tiene todos los servicios que ya conocemos en una iglesia. Y teníamos cuatro servicios y de pronto Dios le da el desafío. Le dice las palabras de Isaías 54:2: “Ensancha el sitio de tu tienda y tus habitaciones sean extendidas, no seas escasa, alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas”.
Y el Pastor viene y plantea a la Congregación el desafío. El desafío consistía en un Templo para doce mil personas. Tenía que tener un espacio para tres mil vehículos, escuela dominical para tres mil niños, más todos los demás servicios. El desafío tenía un costo de 30 millones de dólares. Para un país con una economía en desarrollo eso no es un desafío. Para un país como Guatemala que no es que vayamos a entrar a la crisis, no es que hayamos entrado a la crisis, en Guatemala vivimos en crisis todo el tiempo. ¡Es la realidad!
Y ahí se le ocurre a Dios hacer el desafío. Cuando nosotros oímos aquello, de inmediato -nosotros nuestra moneda es el quetzal- y es un equivalente al 8 por 1. De inmediato hicimos la multiplicación: 30 millones por 8. Es esa cantidad que usted ya multiplicó, es esa misma. En millones de quetzales, que es nuestra moneda y lo que nosotros ganamos.
Cuando oímos ese desafío, las respuestas de la Congregación fueron variadas.
Ustedes saben que hay diferentes gustos, diferentes opiniones. Hubo quien se ofendió, y se fue de la Congregación; hubo quien pensó muy cómodamente: "Pero si lo que quieren es más espacio para más gente, ¿por qué no hacen otro servicio?". Usted sabe que siempre hay gente que quiere que otro haga las cosas, pero no hacer nada.
Y hubo quien dijo: "¿Y cómo gastar en un Templo cuando pueden hacer escuelas, pueden hacer un hospital, pueden hacer tantas cosas?" Pero el desafío era de Dios, la orden era de Dios y la mayoría sí entendimos que el desafío era de Dios. La mayoría sí entendimos que era un PRIVILEGIO que Dios nos estaba dando: escoger a una Congregación para hacer un Templo grande que lo que iba a demostrar era la grandeza de Dios. Iba a ser el reflejo de la magnificencia de Dios.
La mayoría sí entendimos que era un privilegio que Dios nos estaba dando; poder entrar en un desafío de Él. Y miren lo que dice aquí en Lucas 14:28-30: “¿Porque quién de vosotros queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después que haya puesto el cimiento y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él diciendo, ‘este hombre empezó a edificar y no pudo terminar.’ “
Porque lo importante es empezar, continuar pero también terminar los desafíos de Dios.
El Pastor nos presentó la situación, el terreno que teníamos ya estaba pagado, ya se había pagado al contado, no se debía, ni se había hecho préstamo. El terreno estaba. La cantidad de dinero con la que se contaba era el 30 por ciento del total. O sea que teníamos un 30 por ciento y el 70 por ciento restante tenía que venir por Fe.
Hebreos 11:3 dice "Por la Fe entendemos haber sido constituido el universo por la Palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía". Hebreos 11:6 dice: "Sin Fe es imposible agradar a Dios," y en el Versículo 7 dice: "Por la Fe, Noé cuando fue advertido por Dios acerca de las cosas que aún no se veían con temor preparó el Arca para que su familia se salvara".
Y el grupo que entendimos que el desafío era de Dios y lo vimos como un privilegio entramos a caminar en él. El desafío implicaba muchas cosas; implicaba que saliéramos de la comodidad de nuestra silla y nos involucráramos mucho más en la Iglesia. En todos los Ministerios de la Iglesia. Había que preparar personas para que sirvieran en un Templo de 12 mil personas, personas para que estuvieran en los seis niveles de parqueo; personas que atendieran a 3 mil niños en la escuela dominical, nuevos líderes de células que pudieran cubrir a todos los nuevos convertidos y muchas de las personas cómodamente en una banca salieron de la comodidad, enfrentaron el desafío y empezaron a prepares.
Y toda la Iglesia como equipo entramos en la parte económica. Porque usted sabe que la Iglesia somos un equipo, somos un cuerpo. Mire lo que dice Génesis 1:26: "Entonces dijo Dios, hagamos al hombre a nuestra imagen conforme a nuestra semejanza". Dios dijo 'Hagamos' no dijo 'Hago'. Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.
En Génesis 2:18 dice: "No es bueno que el hombre esté solo, le haré ayuda idónea para él", forma un equipo. Romanos 12:5 dice "Así nosotros siendo muchos somos un cuerpo en Cristo y todos miembros los unos de los otros," un equipo grande. Y en Mateo 18:19-20 dice: "Otra vez os digo que si dos de vosotros se pusieran de acuerdo en la Tierra acerca de cualquier cosa que pidiesen les será hecho por mi Padre que está en los Cielos. Porque donde están dos o tres en mi nombre ahí estoy Yo en medio de ellos".
Acuerdo, equipo, unidad para trabajar juntos. Y en Nehemías 2:17 vemos que Él dijo: "Venid y edifiquemos el muro. No estemos más en oprobio". No dijo 'Yo lo voy a edificar'. Reunió a todos y les dijo "Venid y edifiquemos todos juntos." Y en Eclesías 3:4-9 dice: "Mejores son dos que uno porque tienen mejor pago de su salario".
Los que entendimos que éramos el equipo de Dios para trabajar en él. Les voy a decir algo: los que entendimos que no éramos el equipo del Pastor, éramos el equipo de Dios, porque el desafío era de Dios a través de un hombre que era el líder que nos iba a guiar, el que Dios había escogido. Pero el desafío era de Dios.
Y empezó la labor de hormiga, ¿por qué le digo labor de hormiga? Porque para la construcción nunca se hizo un préstamo bancario, nunca se le prestó dinero a nadie, nunca se debió un centavo. Los materiales se compraron siempre al contado, nunca recibimos una donación de un país extranjero, nunca ninguna institución privada, pública o estatal nos dio un centavo. Los aportes para los 30 millones de dólares en un país en crisis fueron única y exclusivamente las ofrendas y las promesas de Fe de la Congregación.
El Templo estaba contemplado para una construcción de cuatro años, sin embargo nos tardamos seis porque íbamos al ritmo que íbamos ofrendando y dando nuestras promesas. Si eso se aligeraba todo marchaba rápido; si eso se detenía un poco, pues la obra también se detenía un poco.
A medida que se fue viendo la construcción del Templo nos sucedió lo mismo que le sucedió a Nehemías, que cuando empezó a verse que estaba reconstruyendo el muro, aparecieron los Ambalath enojados, con oprobio para Nehemías. Así nos pasó a nosotros. Sólo empezaron a ver el tamaño del Templo y aparecieron los comentarios.
Los comentarios venían de la propia Iglesia, de otras Iglesias y de cualquier Institución. Los comentarios al principio eran en relación al origen del dinero. “¿A saber de dónde había sacado la Iglesia el dinero?“ Ya se imagina usted de dónde decían que había sacado la Iglesia el dinero.
Después los comentarios eran en relación a que la Iglesia se estaba hundiendo, el terreno se estaba partiendo en dos porque no habían hecho estudio de suelos. ¡Y lo decían con una firmeza, qué usted no se imagina! Para que se ría un poquito: El arquitecto que estaba construyendo el edificio se juntó un día con unas personas y le dijeron, '¿sabes tú que a la construcción de la MegaFrater se está hundiendo el suelo?', '¡Ah!, ¿sí?' les dijo él '¿De veras? y ustedes ¿cómo lo saben?’ 'Y nosotros hemos pasado por ahí y vemos que se está hundiendo'... '¡Ah! Les dijo. ‘Pues qué raro porque yo soy el arquitecto que la construye, voy todos los días y no veo que se está hundiendo'.
Después la problemática que decían era que el techo se estaba cayendo. Y, ¿saben qué nos ayudó a subsistir todos esos comentarios? Dos cosas: la primera sabíamos que el desafío era de Dios; lo segundo sabíamos que eran nuestros aportes, nuestras ofrendas que Dios nos estaba proveyendo para el Templo, y lo tercero era que siempre nos habían mantenido informados del proceso de la construcción.
Cuando la gente decía, "se está hundiendo, no hicieron estudio de suelos", nosotros habíamos visto las gráficas porque se nos presentan en la pantalla, todas las fases: la fase que terminaba y la fase que empezaba, los problemas que se estaban encontrando en la construcción. Nosotros sabíamos, habíamos visto que, sí se había hecho un estudio de suelos. Habíamos visto quienes eran las personas que habían llegado para encargarse de ese estudio de suelos. Nosotros sabíamos que el techo se estaba deteniendo un poco en la aceleración de terminarlo porque era demasiado alto y tenían que ir muy lento por la seguridad de las personas que lo estaban haciendo.
Sabíamos también que un huracán había detenido que los materiales llegaran a tiempo. Nosotros sabíamos cual era la verdad de nuestra situación.
Después de seis años, se llegó el momento del proyecto terminado. Y así fue como un día pudimos ver el desafío de Dios cumplido. Y cuando Dios nos da el desafío de construir un Templo tenemos que tomar en cuenta varias cosas. Lo primero que tenemos que tomar en cuenta es que ese Templo es para la Gloria de Dios. ¡Qué Él es el desafío, Él fue el que lo construyó y es para Su Gloria!
Si lo va a aplaudir, ¡apláudalo bien!
Mire, tenemos que saber que no es para la Gloria ni de un grupo, ni de una Iglesia, ni de un nombre, ni de un país... es para la Gloria de Dios. Tenemos que entender también que es para que nos lo gocemos, para que nos los disfrutemos nosotros y otras personas.
No es para que digamos: '¡Ay! ¡Tener que dar las ofrendas y las Promesas de Fe!'. ¡No!, es para saber que vamos a tener un lugar que nos lo vamos a gozar y disfrutar nosotros y otras personas.
Hoy día los cuatro servicios que teníamos antes en el Templo anterior, siguen vigentes. Tienen la misma cantidad de personas que antes asistían; y yo me atrevería a decirle que el Servicio de las 12 aún tiene más que antes. Tenemos también el Servicio de la Megafrater o sea el Templo Grande a las 9 de la mañana en el cual todos los domingos se llena con un 80 por ciento. Cuando son servicios extraordinarios se repleta, no caben las personas, hay personas que han tenido que quedarse afuera porque ya no pueden entrar.
Para la Semana Santa tuvimos una obra teatral que se presentó tres veces, ahí en la MegaFrater, tuvimos más de seis cientos nuevos convertidos.
¿Por qué? Porque para eso fue que Dios nos dio el Templo... para alcanzar mucho más almas.
El día de la inauguración pudimos decir como dice Efesios 3:21: "A Él sea la Gloria en la Iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por todos los siglos de los siglos, amén".
Y pudimos decir también como dice Lucas 18:27: "Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios," y pudimos decir también como dijo Nehemías: "La mano benéfica de Dios estuvo sobre nosotros".
Yo quiero que en este momento podamos ver algunas tomas de la Iglesia el día de la inauguración. Quiero que por favor cuando lo vea piense en un desafío de Dios, en un país llamado "País del Tercer Mundo" en el que siempre se vive en crisis…
[Interrupción]
Esas son las cosas que Dios hace. Lo que es imposible para el hombre es posible para Dios. A Él sea toda la Gloria y a Él sea toda la honra.
Como usted puede ver, si usted llega a Guatemala y nos quiere llegar a visitar y no quiere llegar en carro puede llegar en helicóptero. Ahí hay espacio para que usted aterrice.
Póngase de pie y vamos a orar, porque cuando Dios da un desafío, si nosotros le obedecemos, si nosotros lo tomamos como un privilegio que Dios nos da de escogernos para ese desafío, porque cuando Dios escoge a un grupo para un desafío, es porque sabe que a las personas que les está dando el desafío, son personas de compromiso.
¿Se recuerda qué vimos que es una de las características del desafío? Entender que es más grande que lo que nosotros podemos hacer. Entender que cuando lo da, ya está la victoria, sólo es cuestión de seguir lo que Él ordena que se haga. Entender que Él está con nosotros todo el tiempo del desafío; entender que está cambiando nuestro destino y el destino de muchas personas más.
Está cambiando nuestra manera de pensar y nos está sacando de la comodidad, y si nosotros nos esforzamos y somos valientes y le creemos a Dios y entramos como equipo a trabajar en el desafío el resultado es la Gloria y la Victoria de Dios.
El resultado es que el mundo pueda ver, a través de un Templo, la grandeza y la magnificencia de Dios. El resultado es que podamos tener muchas personas más que conozcan a Cristo y que podamos decir, ¡qué bueno y qué hermoso es habitar los hermanos juntos en armonía! Porque ahí envía bendición Dios.
Yo sé que ustedes tienen el desafío de construir un Templo. Yo le voy a pedir que cierre sus ojos y vamos a orar y le vamos a clamar a Dios, porque todos como Congregación juntos, podamos entender el privilegio que Dios le ha dado a esta Congregación, de llamarlos para un desafío. El privilegio que Dios les ha dado como Congregación de tomarlos en cuenta y decirles: “este es mi equipo”.
Porque no es el desafío de una persona, es el desafío de Dios y usted es el equipo de Dios que Él ha escogido y que Dios le dice en esta mañana: “Mira que te mando, que te esfuerzo, que seas valiente.” Lo que Dios quiere en esta mañana es que usted le crea a Dios en ese desafío que no es una casualidad ni un capricho que los haya escogido a ustedes como Congregación.
Lo que Dios quiere es que entendamos que si Él quiere un Templo mayor Dios es soberano, Dios es sabio, Él sabe por qué lo quiere y que no es cosa de que a mí me gusta o no me gusta. Creo que debe de ser o no debe de ser. Dios es soberano y si yo he rendido mi vida a Dios yo tengo que rendir mi voluntad a la de Dios y si esa es la voluntad de Dios yo tengo que entrar en la voluntad de Dios.
Dios quiere que entendamos que somos un equipo, que tenemos que pasar a un nuevo nivel de trabajo, a un nuevo nivel de servicio, a un nuevo nivel de credibilidad, a un nuevo nivel de unidad y de apoyo los unos por los otros y qué cuando nosotros seguimos las especificaciones de Dios el resultado ya está logrado. ¡Porque grandes maravillas ha hecho Jehová!
Padre amado, ponemos a esta Congregación delante de Ti. Primero te damos gracias, Padre, Gracias por el privilegio que Tú les das de haberlos escogido para hacer algo más grande, algo que pueda mostrarle al mundo la magnificencia Tuya.
Gracias, Padre, te damos por esta Congregación que Tú has escogido porque sabes que son personas de compromiso. Por eso es que Tú los has escogido porque sabes que son personas de compromiso que están con su oído cerca a Ti y que cuando Tú los llamas como los estás llamando ahora como llamaste a Moisés ellos te dicen: ‘heme aquí, aquí estoy, Señor, para lo que Tú me quieras’ Gracias Padre, Gracias Padre.
Gracias, Padre, por esta Congregación, Padre, que está entrando como equipo; el equipo Tuyo a Tu servicio. Gracias, Padre, porque sus talentos, su potencial va a ser desarrollado como nunca se ha visto para Tu obra. Gracias Padre por la involucración de toda la Iglesia en Tu servicio y Gracias, Padre, porque Tú proveerás todos los medios necesarios para que todo todo, todo el monto total de lo que se necesita, Padre amado, yo me atrevo a declararlo sea como Tú lo hiciste con nosotros: con Guatemala -un país sin recursos.
Para que sea sin préstamo; para que sea sin deuda; para que el pueblo pueda ver lo que son Tus finanzas. Para que la gente conozca que los Cielos están abiertos para nosotros los hijos de Dios. Gracias, Padre.
Gracias, Padre, porque pronto podremos ver las maravillas que Tú vas a hacer. Si nosotros somos obedientes a Tu mandato, obedientes a Tus especificaciones, nos unimos todos y todos de lo que Tú nos das, porque sabemos que entre más damos, más Tú nos das. Y todos de lo que Tú nos das vamos a aportar nuestras Promesas de Fe y nuestras ofrendas para que Tu Templo, Tu Casa sea construida.
Gracias Padre, Gracias Hijo, Gracias Espíritu Santo. ¡Gloria a Dios!
Pastor Dr. Roberto Miranda: Gloria Señor.
Hermanos, ¡Qué más puede uno decir! Sólo quiero aclararles una cosa para que entiendan bien el contexto de esta Palabra. Es que yo no había hablado con Olguita desde que ella llegó de Guatemala.
Yo hubiera podido decirle bien fácil: “Olguita estamos en construcción. Trae tu mensaje de ánimo para la Iglesia y etc.”. Pero no, no había podido conversar con ella y hace años que no hablaba directamente con Olguita. Así que yo creo que eso le da un poquito más todavía de peso y de validez al reto que Dios nos emite o que refuerza en esta tarde.
Esta mañana yo compartía con los hermanos lo que Dios puso en mi corazón al escuchar eso.
Me vino inmediatamente las palabras de Pablo citando un Versículo del Antiguo Testamento en Romanos 10:19 donde Pablo citaba este Versículo y decía que Dios le decía a los judíos, “yo les voy a provocar a ustedes a celos con un pueblo que no es pueblo.” Queriendo decir los judíos habían recibido la revelación de Dios, el llamado de Dios, los dones de Dios, la tierra de Dios y habían desperdiciado el don de Dios y lo habían despreciado inclusive y entonces Dios dijo: “Yo les di a ustedes ese don, les di ese llamado, les di Mí recurso, les di Mi tierra. Se la quité a otros y se las di a ustedes, ustedes lo despreciaron. Está bien, yo voy a llamar a otro pueblo”.
Y llamó entonces a los gentiles –nosotros- y les dijo: “Yo les voy a dar a ellos el don que yo les había dado a ustedes originalmente.” Y por eso Pablo habla de ese versículo donde, “yo los voy a provocar a celos con un pueblo que no es pueblo”.
Esta nación recibió el llamado de Dios. Hace 400 años aquí se fundó una nación sobre fundamentos Bíblicos, cristianos. Esta nación fue luz e inspiración y fuente de evangelización a Guatemala, a Asia, África. De aquí fueron muchos de los primeros misioneros a esa nación.
Esta nación impactó naciones con el Evangelio. Hoy en día esta nación ha renunciado, se ha revelado contra Dios. El presidente Obama hace poco cuando le preguntaron si Estados Unidos era una nación cristiana, se apresuró a decir que “Estados Unidos no es una nación cristiana”.
Pues eso es una declaración espiritual y por esa esta nación y la iglesia de esta nación… porque hay que confesar algo, hermano, los cristianos en Estados Unidos, nos hemos empobrecido hemos carecido de visión, nos hemos acomodado, nos hemos vuelto cómodos y medimos cada centavito, cada esfuerzo, cada iniciativa. Somos muy conservadores, no somos conservadores para otras cosas, pero somos muy conservadores cuando se trata de darle a Dios y de esforzarnos para Dios. Esa es la verdad.
Y cuando un pueblo pierde la visión, cuando un pueblo pierde la capacidad para sacrificar y darle al Señor, cuando un pueblo pierde la pasión por Dios, cuando un pueblo se vuelve tímido y conservador y mide todo con una cucharita de medir, el Espíritu de Dios se retira, se estanca, se contriza y deja de moverse. Esta nación debiera estar construyendo Templos como ese, por donde quiera hoy en día. Cientos de Templos como ese y más grandes todavía porque los recursos de esta nación son prácticamente ilimitados.
Por eso es que yo digo que Dios está provocando a celos a un pueblo.
No es que Guatemala no sea pueblo, es más pueblo de Dios sabemos que los Estados Unidos. Pero ese pueblo subdesarrollado nos da ejemplos como ese.
Yo creo que detrás de eso no solamente estaban los dignatarios que estaban allí, había invitos y gente pobre que había dado de su dinero para que se construyera ese Templo. Porque muchas veces en las grandes inauguraciones, pues, viene la gente hermosa pero detrás de eso también hay gente pequeña que dio sacrificialmente. Esos son los que verdaderamente Dios… yo creo que, ¡guau!
Hermanos, lo que les quiero decir es que para un pueblo que tiene visión y un pueblo que le da al Señor con Fe y atrevimiento, no hay límite lo que Dios puede hacer y Dios me provoca celos sentado allí, me provoca celos. Yo digo, “Oye, Señor, ¿qué es lo que nosotros estamos haciendo comparado? Pero es un celo Santo. Yo se que eso es lo que Dios quiere por ahora y eso es lo que viene lo demás.
Yo siempre he dicho: “Ese templo no es simplemente, no es ni siquiera para que podamos poner más gente allí”. Para mí es un símbolo, es una declaración profética, es un abrir la matriz, es forzar la matriz romperla para que quepa más.
Es una pedrada al diablo que dice que el cristianismo se esta muriendo en América y es algo que yo quiero que hagamos para inspirar, motivar, despertar a tanto cristiano evangélico norteamericano en esta área de Nueva Inglaterra que no hay Templos. Se están muriendo los templos, el cristianismo está decayendo y nos quejamos de que la gente no quiere creer de que el mundo esta duro.
Mire, el que está duro es la Iglesia. La Iglesia es la que está durmiendo. El día que la Iglesia se despierte, el día que la Iglesia tome visión, el diablo tiene que mandarse a huir, el diablo ocupa el terreno que la Iglesia le permite ocupar. El diablo es una entidad que no existe en si mismo, excepto cuando nosotros le damos espacio. Él no tiene poder en sí mismo, no tiene vida, no tiene capacidad para nada. Sólo lo que él ocupa: el espacio negativo que nosotros le abrimos, le permitimos. Eso es así. Nosotros tenemos la autoridad, nosotros tenemos el poder.
¡Quiera el Señor usar esto para apuntalar el propósito en nosotros de ser fieles al Señor! Dar una declaración de Fe. Cristiano, cristiana yo te motivo en el nombre del Señor, sella tu promesa delante de Dios, no permitas que el diablo te robe el privilegio de darle al Señor en esta empresa de Fe.
Y algunos de ustedes, yo…, todavía quizá no han hecho su promesa. No lo digo acusativamente sino lo digo para que usted no se pierda el privilegio de ser parte de algo que está en el corazón de Dios.
No deje de hacerlo por cobardía o por racionalismo o lo que sea. Hágalo por Fe y déle al Señor. Uno de los lemas de nuestra campaña ha sido: 'Cada uno dé, cada uno dé, que no se quede nadie sin dar'.
Yo aprovecho esta oportunidad santa para decirle, mire, conciba un sueño grande, una misión grande en Dios, atrévase en el nombre del Señor.
Estos son actos proféticos que abren la matriz, estos son actos proféticos que le dan el mentís al diablo que dice que el Cristianismo está decayendo en Estados Unidos y que está muerto, ya.
Vamos a creerle a Dios. Si estos guatemaltecos subdesarrollados lo pueden hacer, ¿por qué nosotros no? y lo digo con respeto porque hablamos del tercer mundo y todas estas cosas. Toda esta gente está más desarrollada que nosotros. Nosotros tenemos que aprender de ellos.
Así que, hermanos, vamos a creerle a Dios, vamos a renovar el fuego de Dios. Yo creo que hay un celo Santo que dice, "¿cómo es posible? Tenemos nosotros que ponernos al día", eso es lo que Dios provoca hacer, Dios nos está provocando a celos, vamos a creerle a Dios.
Recuerde esta Palabra que es una Palabra profética de Dios. Yo no la solicité, no la pedí, pero Dios la trae desde allá con autoridad de Dios. Créanle al Señor.
Levante su mano, dígale, "Padre, yo me comprometo con Tu Espíritu, me comprometo con la visión, me comprometo con Tu llamado para darte, para derrotar al diablo; para darle esa pedrada central a Goliat y derribarlo de una vez por todas y abrir espacio para una conquista. Para la reconquista de la Tierra."
Nosotros somos el pueblo de Dios, declaramos, somos los Hijos de Dios, somos los dueños de la Tierra. Tú nos has entregado la Tierra, Padre. No importa que gigantes se presenten, nosotros somos autoridad y declaramos esa autoridad y nos moveremos en Fe, Señor. Conquistaremos, llegaremos a la meta y la sobrepasaremos, Padre, para Gloria exclusiva del nombre de Jesús. ¡Aleluya! Gracias Señor, Amén, Amén. Gloria a Dios.
Vamos a declarar algo: 'aquel que la buena obra empezó será fiel en completarla'. El que comenzó esta obra, el que la declaró no fue Roberto Miranda, no fue el Diaconado de León de Judá, fue el Espíritu Santo y nosotros tenemos que llenarnos de esa autoridad.
Vamos a ser un pueblo feroz, un pueblo concentrado, un pueblo peligroso para las huestes del infierno.
Vamos a decir: 'Señor, Tú comenzaste esta obra, Tú la vas a terminar'.
Los procesos de la Fe
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Hemos hablado sobre poner la Fe en práctica y usar los principios de las enseñanzas de Fe que hay en las escrituras. Quiero dirigir, ahora, sus miradas hacia el Capítulo 15 del Evangelio según San Mateo, comenzando con el Versículo 21.
Hay allí una mujer que para mí es una mujer de Fe. Así como hemos hablado de Ana, hemos hablado de las Parábolas de Cristo del amigo a media noche, hemos hablado acerca de Bartimeo y muchos otros personajes de Fe: Mozafath, etc. Quiero hablarles acerca de la mujer Siro-Fenicia.
Ese no era su nombre, gracias a Dios; no sabemos su nombre pero era del área de Fenicia, de Tiro, de Sidón, una región pagana al norte de Galilea. Ya esta región no pertenecía a Israel, todavía no pertenece a Israel. Es en la parte de Siria ahora mismo, que son enemigos como lo fueron en estos tiempos también.
Esta mujer pertenecía a una nación enemiga, como todavía dos mil años después, es enemiga de Israel. Enemiga acérrima, de paso, de Israel, así como lo era en ese tiempo, también. Así que esta mujer no tenía derecho a recibir nada de parte de Jesús, porque pertenecía a una nación espiritualmente enemiga de Israel.
Pero el Señor fue en esa dirección y se encontró con esta mujer.
¡Qué interesante! que muchas veces en la Escritura, la gente que recibe de Dios, como la viuda de Sarepta, eran personas que no eran de adentro, era de afuera. Gente que no tenía… como el joven, el hijo pródigo, como la mujer samaritana, como Zaqueo, Bartimeo, eran gente de afuera, no estaban dentro del círculo, no eran gente religiosa. No eran gente que parecería que tenían derecho a recibir nada de parte de Jesús. Y el corazón de Jesús siempre se fue hacia esa gente que era como dudosa en términos de capacidades para recibir.
Algo que nos recuerda de que no es por merecimiento, ni justicia propia, sino que es por Gracia, Amén, que nosotros recibimos cualquier cosa. Y en el nombre de Jesús yendo a la persona correcta y por los méritos de Jesucristo.
Mateo 15:21. Esta mujer de Fe, enfoque la Fe de esta mujer, busque dónde está la Fe en este relato. Dice: 'Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón y he aquí una mujer Cananea que había salido de aquella región, clamaba...'
"Clamaba", ¿recuerdan a Bartimeo que clamaba, también? Al Señor le gusta la gente que grita, le gusta la gente gritona, le gusta la gente que toma en serio su necesidad. No vienen allí con una petición, ahí, de pañitos de agua tibia, sino, verdaderamente han definido su necesidad, saben lo que quieren, saben lo que buscan, saben a donde tienen que ir y no van a aceptar "NO" como respuesta. Están decididos, están claros. Al Señor le gusta la gente clara.
¿Qué dice la Palabra en Santiago? Dice que: 'El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos,' dice, 'No espere quien pide así que va a recibir nada del Señor, pero pida con Fe, no dudando' -dice Santiago- 'porque el hombre que duda es semejante a las olas del mar, que es llevado de un lado para otro' y dice 'no piense quien pide así que recibirá nada del Señor'.
Al Señor le gusta la gente clara, decidida, enfocada y que sabe que el Señor es galardonador de los que le buscan, como dice la Palabra. Y esta mujer 'clamaba', es una mujer decidida. Clamaba diciéndole: "Señor, hijo de David, ten misericordia de mí. Mi hija es gravemente atormentada por un demonio". Ahí está la petición específica de esta mujer.
Ella le dijo claramente al Señor cual era su condición e implícitamente lo que ella necesitaba de Él: que tuviera misericordia, que sanara a su hija; e inclusive por qué su hija estaba afectada y cual era la intervención que ella requería de parte de Jesús.
Pero surge algo interesante, Jesús no le respondió. Interesante.
Yo les invito a mirar como tres niveles de obstáculos que esta mujer encontró en el camino hacia su respuesta; que necesitaba. Tres etapas de obstáculo, conflicto, impedimento que ella tuvo que sobrepasar para poder recibir.
Hemos dicho muchas veces que la Fe no entiende de obstáculos, la Fe persiste, la Fe se mantiene enfocada en el objetivo, la Fe continúa, la Fe atraviesa los tiempos de desierto, la Fe se impone sobre las negativas, se impone sobre la duda inclusive, para llegar a su objetivo.
Pero miren aquí tres niveles de objeción y de dificultad que esta mujer tuvo que superar para poder recibir la respuesta que ella necesitaba.
Lo primero es que el Señor no le responde. ¿Cuántos de nosotros nos hemos encontrado con el silencio de Dios alguna vez en nuestra vida? Le hemos pedido al Señor y no hay respuesta. Los Cielos son de bronce, rebotan nuestras oraciones y caen inertes al piso. Pasan los días, las semanas, le pedimos al Señor y no parece haber respuesta y ¿cuál es nuestra tentación? A decir "¿Sabes qué? Aquí termino, este Dios no es un Dios fiel, no responde y nos "quiteamos" como dicen los portorriqueños. Nos olvidamos, nos vamos, y buscamos, quizá, otra oración que sea más fácil de alcanzar y dejamos de persistir.
Nosotros tenemos que recordar, hermanos, muchas veces el silencio de Dios tiene intención detrás de él. Y eso es lo que yo quiero que ustedes entiendan.
Esta mujer me impacta porque es algo interesante acerca de la Fe. La Fe es un proceso. Digan conmigo "Proceso"
La Fe es un proceso, la Fe tiene etapas, la Fe tiene zigzagueos, la Fe tiene complejidades. Muchos cristianos pecamos de un simplismo trágico con respecto a los asuntos de la Fe. La Fe es un drama muchas veces. Nosotros queremos muchas veces, "pedí y okay, enseguida queremos la respuesta y déjame ir a otra cosa"; pero Dios tiene otras intenciones, Dios es un Dios intencional.
Lo que yo quiero es que ustedes miren aquí que la oración es un proceso y en la oración hay dos, por lo menos dos protagonistas. A veces hay tres, el diablo, también es un protagonista en el proceso de oración. Pero por lo menos hay dos: la persona que pide y el Dios que escucha la oración.
A veces nos olvidamos de eso y así como nosotros hablamos, Dios también a veces habla y nosotros tenemos que estar atentos a las intenciones de Dios; que Dios a veces quiere sacar algo de nosotros a través de la espera. A Dios no le interesa simplemente darnos, porque Él puede hacer eso en cualquier momento, una respuesta Él te la puede dar en un instante.
Pero a Dios le gusta que a través de nuestras oraciones, nosotros aprendamos cosas. Siempre recuerda que cuando tú vienes ante el Señor, no solamente tú estás pidiendo y dirigiéndote a Dios, sino que Dios también quiere decirte cosas a ti. Y a veces su silencio es parte de su respuesta.
A veces, ¿sabes cuál es la respuesta de Dios? "Espera", esa es la respuesta de Dios. A veces te va a decir: "¿Sabes qué? No". Pero a veces te va a decir, "no, pero te voy a dar otra cosa". Hay muchas formas en que Dios responde, no es solamente dándote la paleta que tú quieres.
A veces Dios dice: "¿Sabes qué? No te voy a dar la paleta pero te voy a dar un platito de espinaca con un poquito de aceite verde porque eso es lo que tú necesitas". Depende. Dios es un Dios intencional, Dios no quiere niños malcriados que abren la boca y ahí viene la comidita a la boca y se crean parásitos. No, Dios quiere gente interactiva, gente que sepa bregar con sus principios, gente madura.
Y muchas veces la oración es el proceso que Dios usa para intervenir en nuestro interior y operar quirúrgicamente en nuestra sensibilidad espiritual y de sus silencios, sus esperas, sus "No", sus sustituciones, sus premios de consolación Dios nos enseña a que Él es Soberano, Él es Señor.Él sabe lo que Él hace. Nuestra parte es someternos a Su voluntad.
No ser niños malcriados que "Yo te pedí eso y no me lo diste, pues, no quiero nada". Esa no es la actitud. Y a veces Dios decide en el corazón y Él sabe que esa es la actitud con la que venimos y dice: "¿Sabes qué? Hasta que tú no aprendas tu lección no te voy a dar nada" Y nos aguanta allí.
Entonces la oración es proceso, la oración es una interacción entre Dios y la persona que pide. Y a veces hay un tercero que es el diablo que está forcejeando para impedir inclusive que nuestras oraciones lleguen al Trono de Dios; y a veces o para impedir que la Bendición de Dios llegue a nosotros.
Usted dirá "¡Guau! Eso es escandaloso. Ya el Pastor Miranda se volvió hereje". No, es Bíblico.
¿Recuerdan una oración de Daniel, cuando Daniel oró? y ¿Qué pasó? Veintiún días estuvo orando al Señor por su pueblo y nada sucedía. Hasta que en el día veintiuno se le apareció un ángel, no cualquier ángel... un Arcángel... el Arcángel Miguel creo que era... y el Arcángel le dijo: "Daniel, siervo de Dios, desde que tú te dispusiste para orar y ayunar tu oración fue recibida en el Trono de Dios. Pero se me interpuso el Príncipe de Grecia y hasta ahora he podido llegar a darte la respuesta a tu oración".
La Biblia no nos dice todos los detalles, pero hay una implicación aquí de que hubo una batalla espiritual en los aires entre los ángeles de Dios y los espíritus demoniacos que querían impedir que una Revelación muy poderosa le fuera dada a este hombre de Dios. Pero le llegó al final. Daniel persistió, había que resolver algunos asuntos en la dimensión espiritual pero finalmente vino la respuesta.
Muchas veces no entendemos que en nuestras oraciones, detrás de ellas, hay guerra espiritual. Hay muchas cosas.
La Palabra dice por ejemplo: 'Si vas a pedir algo y tienes algo contra tu hermano'... ¿Qué pasa? ¿Tienes primero que arreglar con tu hermano? ¿Verdad que sí? Antes de pedir al Señor -porque no vas a recibir nada mientras tienes resentimiento con tu hermano o con tu hermana- por eso es tan importante el perdón, la reconciliación. Cuando hay nubes, cuando hay resentimientos, interferencias entre nosotros y nuestros semejantes eso impide que la Bendición de Dios venga.
Hay procesos; y a veces tenemos que arreglar una cosa con la otra. Dice: 'Si tú tienes algún problema con tu hermano y vienes a ofrecer tus sacrificios al Señor,' pon tu sacrificio "on hold", aguántalo, arréglalo con tu hermano y luego ven y ofrece tu sacrificio. ¿Cuantos saben que eso es Bíblico? Amén.
También hay otro, a los hombres les dice: 'Varones no sean ásperos con sus mujeres, para que sus oraciones no tengan impedimento' ¡Guau! Otra razón para... muchas veces nuestras oraciones tienen impedimento porque estamos siendo abusivos, opresivos con nuestras esposas.
Me imagino que también será con las esposas, porque hay esposas que también son opresivas. ¿Cuántos saben eso? ¿Cuántos pueden decir amén entre los varones? Amén. Es decir que no solamente las mujeres, aquí, no crean que el Pastor Miranda solamente tiene un azote que dice "hombres" aquí, no, eso va a los dos lados, para que todos estén molestos conmigo.
El caso es que la actitud opresiva, la actitud abusiva muchas veces puede también establecer... y hasta que esas cosas no se resuelven puede haber impedimento y va a haber proceso, va a haber controversia, va a haber contorsión en el proceso de la oración.
Es decir, la oración es una ciencia, la oración es muy compleja y aquí vemos algo interesante porque esta mujer se encuentra con proceso. El Señor no le responde, el Señor se queda callado y continúa su camino. No es la primera vez que Él hacía eso. Con Bartimeo igual, Él seguía caminando y Bartimeo seguía insistiendo "Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí". No se daba por vencido. El silencio.
Esta mujer pudo decir, "¿sabes qué? Este tipo es un descortés, no voy a seguir orando, este es un Evangelista que se cree el mejor de todos y no está poniendo atención", así que ella se hubiera podido dar por vencida allí, pero ella insistió. Ella sabía que el Señor tenía la respuesta.
Sigue insistiendo aunque tú no recibas una respuesta inmediatamente, sigue, persiste, sigue, día tras día… día tras día hasta que tú recibas del Señor una respuesta.
Entonces 'Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos le rogaron diciéndole: "despídela pues da voces tras nosotros" '.
Segundo obstáculo: los discípulos.
¿Saben que muchas veces hasta los hijos de Dios pueden ser un obstáculo en tu vida espiritual? Muchas veces tu familia, muchas veces la gente en la iglesia cuando no comparte tu visión, cuando una persona no sabe lo que Dios ha puesto en tu corazón, muchas veces lo que ven es locura, fanatismo, obstinación, falta de entendimiento y te van a decir: "Deja eso, no sigas, ya, está bueno".
Pero uno tiene que discernir verdaderamente "esto que yo siento, este llamado, este impulso, esta necesidad, este reto que yo siento en mi corazón, ¿es de Dios o es del hombre? ¿O es de la carne?" Si es de Dios, entonces yo tengo que persistir, no importa que.
Porque muchas veces bien intencionadamente gente que no entiende la visión que Dios te ha dado... va a imponer... porque muchas veces las cosas de Dios parecen locura a los que no comparten.
¿Recuerdan a Ana orando? Porque necesitaba, quería un hijo y Elí -un hombre que carecía de entendimiento a pesar de que era Pastor, Sacerdote- le dijo: "tú estas borracha, mujer, vete de aquí y digiere tu vino". Le dijo: "No, Señor, es que yo tengo una pasión en mí, yo quiero un hijo".
La gente que no entiende, muchas veces se va a oponer a tus visiones y donde tú ves oportunidad ellos va a ver peligro, van a ver obstáculos, va a ver obstinación, falta de discernimiento. Ahora cuando tú hayas discernido que las cosas son de Dios, miren, aún si es el Pastor -de vez en cuando, una que otra vez yo me he equivocado en mi vida, hermanos, muy raro pero me he equivocado- aunque sea el Pastor, usted persista en su visión. Aunque sea la persona que usted más ama, el anciano más sabio espiritualmente, si Dios te ha hablado y tú sabes que es de Dios, sigue adelante y pídele al Señor sabiduría y confirmación.
Es todo lo que te pido.
Pero hay veces que uno tiene que ser desesperado, ¿sabes? Aquí los discípulos se opusieron a ella, le dijeron, "señor, ya, deshazte de ella, nos tiene hartos ya. Está gritando demasiado esta mujer" y ella hubiera podido decir, "¿sabes qué? Mira, si estos son los discípulos de este hombre, si esos son los que Él escogió, este hombre no puede ser un Profeta verdadero. Así que no voy a seguir. Si estos son los cristianos yo no quiero saber de ellos".
¿Cuánta gente se va de las iglesias porque un cristiano hizo algo y perdieron la bendición? El problema es de ellos, claro, el cristiano también que se portó mal va a ser enjuiciado. Pero no se crean, la persona que se va por razones ilegítimas también va a tener que pagar las consecuencias.
No deje que la gente le quite su Bendición, no importa lo que usted vea; oiga, experimente en la iglesia... siga adelante. La gente que va a la iglesia a veces pueden ser los mayores obstáculos al crecimiento espiritual de una persona.
Con dolor de mi alma lo digo. Pero usted, ¿a quién usted ha creído? ¿Usted le ha creído a Dios, al Pastor o a la gente que está...? Ponga su mirada en Cristo, siga enfocado, no importa lo que la gente le diga, no importa lo que hagan, usted ha creído en Jesús y la iglesia es para todo el mundo, yo digo.
Muchas veces la gente dice "¡Ah! Qué fulanito me hizo esto, y yo me voy de la iglesia," y yo digo "Bueno, ven acá. Si porque fulanito te lo hiciera... bueno si te lo hubiera hecho el Pastor quizás podría entender y aún así ni siquiera. Pero ¿quién es fulanito? Fulanito no es Cristo, Fulanito no es la Iglesia. ¿Por qué te dejas escandalizar por una persona más de la Congregación?".
Eso es raíces de amargura que hay en el corazón y por eso la persona así no puede recibir, va a ser inconstante. Si Dios le ha dicho: "Este es tu lugar, tú sigue" y sigue buscando de Dios, pon tu mirada en el Señor, pon tu mirada en Jesucristo. No permitas que te quiten la Bendición. Persiste. Sigue buscando de Dios.
Y, entonces, finalmente viene un tercer obstáculo y esta vez este sí que es peligroso porque viene directamente de Jesucristo. Él respondiendo le dijo: "No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel." Entonces ella vino y se postró ante Él. Insiste. Aquí vino como un "subirle el volumen" a su Plegaria. Primero le dijo "Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí", pero ahora se le tira al frente, se postra.
A veces hay que ayunar, hay que clamar, hay que buscar esa entrada final al corazón de Dios. El ayuno es importante, el clamor a Dios, a veces hay que tirarse al piso y echar una perreta delante de Dios. A veces hay que echar lágrimas delante del Señor, a veces hay que venir desesperadamente, si Dios no te escucha sigue tocando a su puerta. Tócale más duro, grítale más duro, clama, llora, ayuna. Haz lo que tengas que hacer, ponte de cabeza tres días, lo que sea, pero subráyale a Dios lo urgente de tu necesidad. No te dejes acobardar, sigue adelante, persiste en el nombre del Señor.
A Dios le gustan esos gestos desesperados.
Ana: "Si no me das un hijo, yo me muero". Dios honra a veces las peticiones desesperadas. Se postró ante Él diciendo: "Señor, socórreme," respondiendo Él le dijo un insulto: "No está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos". ¿Qué le estaba Él diciendo? Tú eres una perrilla, una perra, perdonen ustedes la expresión tan fuerte, que ni siquiera quiero decirlo.
Esta mujer era de Tiro y de Sidón, era Cananea, enemigos de Dios. El Señor está diciendo, "¿Sabes qué? Mi misión no es a los gentiles, es a los hijos de Israel."
Ahora yo sé que...
¿Hay alguien por aquí que tenga un teléfono? Si me pudieran ayudar con los celulares por favor. Me sacan la concentración. Apáguelo o póngalo en vibración o pida perdón. A veces se le olvida a uno pero, por favor...
Okay, hermanos, de nuevo, ¿dónde estaba? Si, esta mujer no merecía recibir nada. El Señor hasta en un sentido la insulta diciéndole "Mira, yo no soy llamado sino a los judíos".
Ahora yo creo que eso era ¿cómo dijera yo? Era para probarla. ¿Saben por qué? De nuevo proceso.
Muchas veces Dios te da respuestas a ver que vas tú a hacer con ellas. Muchas veces Dios está en silencio para ver si tú te vas a dar por vencido. Muchas veces Dios inclusive te sale, con algo totalmente escandaloso en tu vida para ver si tú lo sirves por los panes y los peces o porque Él es Dios y porque ¿a dónde iremos si sólo Tú tienes Palabra de Vida Eterna?
Yo pienso en esos jóvenes sobre los cuales oramos esta mañana, nosotros pedimos para que Dios los retenga aquí, pero, ¿qué si esos jóvenes se tienen que ir a su país? Yo espero que no sea así.
¿Qué pasa si son deportados? ¿Qué pasa? ¿Cuál es la actitud que esos jóvenes tienen que tener? Hermanos, después de orar, de clamar de pedir al Señor, si tienen que regresar a su país -algo que ellos absolutamente sería una tragedia para ellos- ¿podrán ellos servir al Señor allí donde están? ¿Podría yo en una situación...?
Yo siempre tengo que preguntar al Señor: 'Padre, si Tú me das una respuesta escandalosa en mi vida a una petición, ¿tendría yo el valor para seguir amándote, besar Tu mano, seguir orando a Ti, seguir clamando, seguir creyendo en Tu Misericordia y en Tu Bondad? No importa qué. ¿Para seguir, entonces, pidiendo una respuesta cuando todo parece haberse cerrado? ¿Estamos nosotros preparados para las respuestas escandalosas de Dios? ¿Las respuestas insultantes de Dios en nuestra vida? ¿Estas tú dispuesto para escuchar de parte de un médico que te diga: 'Tienes una enfermedad terminal'? ¿Estas tú dispuesto para escuchar de una oficina de emergencia de un hospital, 'un ser querido tuvo un accidente y está aquí en su lecho de muerte’?
¿Estamos nosotros dispuestos para una carta que dice: "Lo sentimos, no ha sido aceptada a la Universidad de sus sueños"? ¿Está usted dispuesto para las respuestas escandalosas de Dios y para tú continuar hacia adelante en tu vida de oración? Tenemos que prepararnos porque nadie sabe donde, que tiene Dios.
Muchas veces, recuerda, sin embargo, que las respuestas escandalosas de Dios son temporeras, después viene la Bendición, después viene la consolación, después viene el crecimiento. Dios nunca nos da simplemente una palabra destructiva para destruirnos. Muchas veces depende de qué hacemos con esa palabra, qué hacemos con ese decreto de Dios. Lo podemos tornar en gloria, lo podemos tornar en un escalón para ir a otro nivel de crecimiento y de madurez espiritual. Nadie creció jamás a menos que haya pasado por situaciones donde Dios le da respuestas escandalosas. Donde Dios nos dice: "No, y vete de aquí," y entonces Él espera ver si nosotros decimos: "Está bien, Señor" y besamos su mano y decimos "Yo esperaré a otro día".
Ese es el corazón que Dios ama y responde.
Quiera el Señor en nuestros corazones, nosotros estar dispuestos a decir, "Padre, aunque me mates yo seguiré amándote y creyendo" como le dijo Job al Señor, "aunque me mate yo se que mi Redentor vive y que yo le veré," y Dios escuchó y Job derrotó al diablo y Job se ganó la bendición de Dios y pudo ser de Bendición a multitudes y generaciones a través de la historia porque la respuesta escandalosa de Dios, la recibió con mansedumbre. Importante que nosotros estemos dispuestos a recibir las respuestas escandalosas de Dios con humildad, sujeción y entrega total a lo que él quiera.
Eso, hermanos, tiene un poder absolutamente arrollador y esa es la marca -yo diría- verdadera de un cristiano. Sigue orando, sigue pidiendo, sigue insistiendo pero en última instancia sabe que Dios es soberano. Dios es Señor y Él sabe porque hace las cosas que hace.
Esta mujer, cuando el Señor le da la respuesta escandalosa ella dijo -27-: "Sí Señor, si Señor". Nosotros tenemos que decir así "Sí Señor, si señor". "Pero aún los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos". ¡Guau!
Ella tomó el insulto del Señor y lo tornó contra Él en un sentido. Usó judo espiritual, usó el judo, usa la fuerza del contrincante para tumbarlo y vencerlo. Ella tomó la palabra de Cristo y dijo: ‘¿sabes qué? Voy a coger esa palabra. Pero, ¿tú dices que no es bueno echar la comida de los niños a los perrillos? Pero, ¿sabes qué? Aún un perrito, los niños a veces sueltan una migaja y eso es suficiente para ellos.’
Así que ¿qué le estaba diciendo?: "Señor yo creo en ti tanto que aunque Tú no me des la comida central, una migajita tuya es suficiente para sanar mi situación". Lo glorificó, lo alabó, tornó la palabra de Él en una oportunidad para adorarlo y para declarar su Fe en Él y no darse por vencida.
Y esa Palabra que ella declaró fue suficiente y, dijo entonces el Señor, “entonces respondió Jesús y dijo: ¡Oh mujer grande es tu Fe! Hágase contigo como quieres y su hija fue sanada desde aquella hora.” Ella tomó la palabra del Señor.
Yo quería compartir algo con ustedes -y con esto voy a terminar- acerca de ese aspecto de nuestra vida de oración: de tomar una palabra de Dios y de pararnos sobre una palabra de Dios. Pararnos sobre algo que Dios dice y usar eso como un argumento legal ante su presencia.
Yo estoy escribiendo un libro sobre la vida de Josafat y hay muchas cosas en este que Dios me ha abierto sobre la vida de Josafat. Cuando Josafat se ve invadido en Israel por una multitud de ejército terrible que viene a invadir Israel, Josafat se para ante la multitud, convoca a todo Judá y hacen una oración poderosa. Oran al Señor, claman a Dios y dicen que entre la multitud estaba Haziel un profeta de Dios, que se para cuando ha terminado Josafat de orar y le dice una palabra que para mí fue bien reveladora y que yo escribo sobre esto en el libro y Haziel le dice: "Paraos, paraos, estad firmes y ved la Salvación de Jehová". "Paraos, estad firmes y ved la Salvación de Jehová".
Yo digo, hermanos, que muchas veces nosotros tenemos que pararnos sobre la palabra de Dios. Ese 'paraos' tiene muchas implicaciones. Pero una de las implicaciones acerca de pararnos es lo que esta mujer hizo: ella se paró sobre la palabra que Jesús dijo y ella se paró sobre una palabra que esa palabra de Jesús la inspiró a ella.
Escuche esto, hay otra forma de interpretar este llamado de Dios a "pararse". En la jornada de Fe hay ocasiones en que el creyente tiene que buscar lo que yo llamo 'el eje espiritual', el punto de apoyo escritural, desde donde sea posible afincarse para desde allí emprender la batalla que esta por delante.
Puede ser un texto de la Palabra de Dios, puede ser una promesa que hayamos recibido, puede ser una palabra profética. De todas maneras, como hemos dicho antes con respecto a la oración, es importante que el creyente busque y descubra la declaración específica de Dios para cualquier batalla que haya de librar y que aprenda a pararse sobre lo que Dios ha dicho concerniente a su situación particular.
Fíjense que aquí el Señor dice -en otro pasaje que está en Marcos, Capítulo 7- el Señor le dice a esa mujer: "Por esta palabra que tú has dicho, ve. El demonio ha salido de tu hija".
Cuando esa mujer le dijo a Jesús: "Si los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa." Esa palabra fue la que sanó a su hija. No fue siquiera el Señor Jesucristo. Esa palabra dicha a través de Jesús sanó la hija de esta mujer.
Es importante eso de encontrar esa palabra para pararnos. Esa declaración, ese impulso profético que Dios ha puesto en nuestro corazón y pararnos sobre eso. Y hacer palanqueo con esa palabra que a veces Dios nos da. Entonces, continúa aquí diciendo: "Por eso es tan importante que aprendas bien la palabra de Dios y que cuando seas confrontado con un reto en la vida o asumas una lucha, una jornada, una aventura espiritual, puedas encontrar esa palabra específica en la Biblia que tiene que ver con el drama personal que estas viviendo.
Y cuando Dios dé esa palabra, rema a tu espíritu, recíbela y haz de ella tu bandera. Conviértela en lema de tu batalla. Medita en ella constantemente, presenta tus peticiones en términos de su contenido. Satura tu espíritu con las imágenes que de ella emanan. Repítela una y otra vez hasta que tu espíritu se haya empapado de su mensaje y haya extraído de ella todos los nutrientes espirituales que encierra".
En ocasiones Dios me ha hablado así, mientras he estado leyendo la Biblia, un texto particular como que ha cobrado relieve en mi ser interior y ha adquirido tres dimensiones dentro de mi espíritu. Y Dios me ha dicho: "Ese es el texto que quiero que uses para desatar y canalizar el poder de Mi Espíritu en esta jornada especifica que has emprendido".
La mujer Siro-Fenicia se le acercó a Jesús con una petición desesperada: su hija estaba gravemente afectada por un espíritu inmundo. ¿Podría Él liberarla de su aflicción? le preguntó. El Señor le respondió para probarla con una Palabra descorazonadora y hasta levemente insultante. Su nacionalidad la descalificaba, no era bueno dar la comida de los hijos, los judíos a los perrillos gentiles como ella y su hija. "Si, Señor", respondió ella muy humildemente "Pero aún los perrillos debajo de la mesa comen de las migajas de los hijos". Impactado por esa respuesta tan astuta, tan específica y tan llena de Fe, el Señor le dijo: "Por esta palabra, ve. El demonio ha salido de tu hija".
La mujer encontró la palabra específica que desató el poder sanador de Jesús. Se paró sobre esa respuesta y reformuló su caso empleando la misma imagen que el Señor había utilizado para rechazarla.
El Maestro no tuvo otro remedio que premiar con una respuesta afirmativa el contundente argumento espiritual que ella le planteó.
Los procesos de la Fe se asemejan en muchos aspectos a los procesos legales que conocemos en el mundo secular. En un proceso judicial el abogado defensor investiga cuidadosamente el Código Legal para encontrar el argumento específico, el ángulo de defensa más apropiado para extraer de parte del Juez el veredicto deseado. De igual manera, en ocasiones, el Espíritu nos depara la forma especifica que debemos emplear para acercarnos a Dios".
¿A cuantos de nosotros nos ha pasado que en un momento de oración hemos formulado una petición con palabras tan inesperadas de nuestra boca que nos dejaron sorprendidos? ¿Les ha pasado a ustedes alguna vez eso? ¿Ha usted orado y algo ha salido de su corazón? y dice, ¿De donde salió esto?
Sin embargo, entendimos oscuramente que esas palabras extrañas y desacostumbradas eran precisamente las que se requerían para que nuestra oración diera en el blanco y desataran la respuesta que estábamos necesitando. Quizás esta sea la mejor manera de explicar las misteriosas palabras del Apóstol Pablo en Romanos 8:26, concerniente al Ministerio intercesor del Espíritu Santo a favor nuestro. Dice el Apóstol Pablo allí: "Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Pues ¿qué hemos de pedir como conviene? No lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Más el que escudriña los corazones sabe cual es la intención del Espíritu. Porque conforme a la voluntad de Dios, intercede con los Santos."
En otras palabras, a veces nosotros no sabemos con seguridad ni lo que debemos pedir, ni cómo debemos pedirlo. Nuestra mente no sabe como formular apropiadamente nuestra petición ante la Corte Celestial y se requiere la guía experta del Espíritu Santo para ayudarnos a emplear el lenguaje específico del Cielo; para proveernos de la palabra específica sobre la cual podamos pararnos cuando presentemos nuestra petición delante de Dios.
Como un buen abogado, el Espíritu nos manda a guardar silencio mientras él se sustituye por nosotros y presenta nuestra petición ante el Juez Celestial, conforme a la voluntad de Dios.
En otras palabras, empleando el lenguaje que Dios necesita escuchar y armonizando nuestras peticiones con la voluntad de Dios.
Cuando el joven Samuel -en un pasaje de la Biblia- escucha por primera vez la voz de Dios es totalmente inexperto en discernir las cosas del Espíritu. Dios lo llama tres veces en medio de la noche y tres veces Samuel piensa que es él, Elí, quien lo esta llamando. A la tercera vez, Elí, entiende que es Dios quien está tratando de comunicarse con el joven profeta. Elí instruye a Samuel acerca de la forma específica de responderle a Jehová y le dice: 'Ve y acuéstate. Y si te llamare otra vez, dirás: "Habla Jehová porque tu siervo oye"'. Elí le dice exactamente lo que tiene que decirle al Señor.
En otras palabras, hay veces en que nosotros somos espiritualmente torpes y no sabemos en que términos comunicarnos con el Señor. En esos casos necesitamos el Espíritu Santo que nos instruya y que nos provea con las palabras precisas sobre las cuales hemos de pararnos para presentar nuestras peticiones delante de Dios.
Esta mujer se paró sobre lo que el Señor le dijo y lo que ella le respondió: ‘¡Ah! ¿Tú me dices esto?’ Una palabra que salió inspirada por el Espíritu Santo de ella, la negativa de Cristo estaba diseñada para sacar de ella una palabra especifica, contundente, certera que movilizara la gracia de Dios y ella encontró esa palabra: "Sí, Señor, pero aún los perrillos comen de las migajas" y Él le dijo: "¿Sabes qué mujer? Por esa palabra la sanidad se ha de dar en la vida de tu hija".
Y eso es lo que yo quiero que enfoquemos, hermanos, los procesos de la oración están diseñados para extraer de nosotros ese nivel de especificidad, de poder, de exactitud para que podamos recibir lo que Dios quiere darnos. Tenemos que perder el "baby fat" como dicen en inglés, la inocencia en cuanto a la oración y tenemos que saber cuan profundo, cuan complejos son los procesos de Dios.
Hace tiempo cuando iniciamos el esfuerzo para construir un nuevo Santuario para nuestra Congregación me vi involucrado en un arduo proceso de negociación con diversos grupos y organizaciones de la comunidad, con mucha influencia para determinar si la ciudad nos daría o no los permisos necesarios para la construcción. Eso hace un par de años atrás. En ocasiones hubo resistencia, cuestionamiento de nuestras motivaciones y hasta abierta hostilidad de parte de individuos que no querían ver una iglesia cristiana expandirse en el vecindario donde nos encontramos.
Nuestra comunidad está muy politizada y es extremadamente liberal y muy contraria a todo lo que representa nuestra iglesia moral y teológicamente. Hubo reuniones tensas y desagradables. El futuro de nuestro proyecto estaba en peligro. Durante ese proceso, Dios me dio -yo lo llamo así- el Salmo 144 y en esa página de mi Biblia yo escribí una nota que dice -miren yo la tengo aquí-: 'Salmo de mi batalla por la construcción del nuevo Templo'.
El Salmo 144. Entre otras cosas ese Salmo declara:
"Bendito sea Jehová mi roca,
Quien adiestra mis manos para la batalla
Y mis dedos para la guerra.
Misericordia mía y mi castillo.
Fortaleza mía y mi libertador.
Escudo mío en quien he confiado.
El que sujeta mi pueblo debajo de mí"
El Espíritu Santo me estaba guiando a enmarcar mi esfuerzo en términos de una guerra espiritual. Adoptar una postura de batalla y a declarar la fortaleza y capacitación del Señor sobre mi vida, que son los Versículos 1 y 2. Ese Salmo continúa declarando que los hombres y las agencias sociales y gubernamentales están bajo el dominio de Dios.
Dice aquí: "¡Oh, Jehová, ¿qué es el hombre para que en él pienses? O ¿el hijo del hombre para que lo estimes? El hombre es semejante a la vanidad, Sus días son como la sombra que pasa."
El hombre está sujeto a lo que Dios quiere hacer. Invita además al Señor a tomar control y afirmar su dominio sobre los asuntos humanos. Versículos 5 al 8: "¡Oh Jehová inclina tus Cielos y desciende, Toca los montes y humeen, despide relámpagos y disípalos, envía tus saetas y túrbalos, envía tu mano desde lo alto. Redímeme y sácame de las muchas aguas, de las manos de los hombres extraños."
Continua empleando la alabanza como una manera de afirmar la protección de Dios sobre su siervo mientras él emprende la batalla. Versículos del 9 al 11: "Tú, el que da victoria a los Reyes, Él que rescata de maligna espada David su siervo, rescátame y líbrame de la mano de los hombres extraños cuya boca habla vanidad y cuya diestra es diestra de mentira.
Y finalmente ese Salmo culmina con una declaración profética del Shalom y la prosperidad de Dios, descendiendo del pueblo de Dios que habita seguro y confiado bajo la mirada generosa de su Padre Todopoderoso.
“Sean nuestros hijos como plantas crecidas en su juventud, nuestras hijas como esquinas labradas como las de un palacio, nuestros graneros llenos provistos de toda suerte de granos. Nuestros ganados que se multipliquen a millares y decenas de millares en nuestros campos.”
Estas palabras me dieron fortaleza y confianza durante ese tiempo difícil. Estas palabras, en realidad, me animaron a seguir adelante en la batalla. Me encontraba peleando una ardua y desgastadora guerra, pero sentía que Dios me estaba diciendo: ‘Aprópiate esa declaración y ve con ella al campo de guerra.’ Yo hice mío el contenido de ese Salmo y lo convertí en el lema de mi pelea.
Ya terminó con esto.
Evidentemente ese texto captaba todos los aspectos de mi drama en ese momento. Se constituía en una hermosa imagen de mi jornada espiritual con poderosos elementos que podía usar para darle cuerpo a mis oraciones y obtener ánimo y esperanza en momentos de lucha y fragor. Dios me dio la victoria finalmente, en ese aspecto de la batalla, y cada vez que me encuentro con ese Salmo en mi Biblia y la nota que escribí en esa página me gozo y le doy gracias a Dios por su dirección, su amor y su fidelidad para conmigo.
En ocasiones cuando Dios activa un texto de la Escritura para aplicarlo de alguna manera en mi vida, yo marco ese texto con algún comentario y una Fecha a fin de recordarlo y usarlo como fuerza orientadora durante los diversos procesos de mi peregrinaje espiritual personal.
Ese recurso ha sido de gran bendición para mi vida sobre todo cuando he visto el contenido de alguno de esos textos realizarse a lo largo del tiempo y he podido constatar que no se trataba de una mera impresión emocional o de una proyección de mi carne.
Hermanos, yo comparto esto con ustedes, porque de nuevo quiero dejarles ver como a veces en las escrituras nosotros tenemos que apropiarnos... en la jornada de Fe, una de las cosas más importantes -yo he descubierto- es encontrar la palabra específica, encontrar el punto de apoyo, encontrar la imagen de Dios adecuada.
A veces Dios se va a presentar ante ti como un guerrero con una espada poderosa de fuego en su mano y tú tienes que usar la imagen del guerrero que está delante de ti. A veces se presentará como el pastor que dice:"Nada me faltará mientras yo camine con Él". A veces Dios se presentará como una nube que cubrirá tu vida en tiempos de sol y quemazón en tu vida.
A veces Dios se presentará como una madre que te va a querer arrullar en sus brazos cuando estás asustado, triste o derrotado. A veces Dios se presentará como el que te ilumina, el que te da sabiduría en tiempos de confusión y de necesidad y de no saber qué hacer.
Hay diferentes maneras, Dios tiene diferentes nombres: Jehová Rafa, Jehová Giré, Jehová Nissie, muchos nombres que representan diferentes encarnaciones de Dios. La Biblia está llena de promesas, está llena de puntos de apoyo y por eso es importante que tú y yo conozcamos la palabra de Dios para usar esos puntos de apoyo.
¡Qué la palabra de Dios nos hable, escuchar de Dios! A veces Dios va a querer decirte: "Mira, deja de pedirme y escucha algo que te estoy diciendo".
Pero nosotros estamos tan metidos en lo que estamos pidiendo que no estamos escuchando lo que Él.... "Mira yo quiero que tú te me acerques de esta manera." Los Reyes tienen formas de que la gente se les acerque a ellos, hay protocolos. Y Dios es un Dios que le gusta que nosotros nos acerquemos a Él en ciertas maneras, pero Él quiere que le pidamos al Espíritu Santo: ‘Espíritu Santo, enséñame como acercarme al Padre. Enséñame como formular mis oraciones. Enséñame la palabra de apoyo sobre la cual yo me pare y Dios diga: ¿sabes qué? Por esa palabra que tanto me halagas, recibe lo que has pedido,’ y eso solo lo puede hacer el Espíritu Santo iluminándote y tú dispuesto a escuchar.
La oración es proceso, la Fe es proceso. Dios no solamente quiere darte lo que tú le pides, Dios quiere enseñarte a ser un guerrero, un hombre, una mujer más profunda, más entendida con respecto a su corazón.
Esta mujer Siro-Fenicia nos enseña ese principio tan importante de buscar, buscar, tocar, argumentar hasta que encontremos la palabra precisa que pueda abrir el corazón de Dios.
Vamos a ponernos de pie. Vamos a pedirle al Señor: ‘Padre ayúdame a ser un hombre, una mujer sabia, entendida, un hombre discernidor del Espíritu, que yo entienda que esto no es Aritmética, esto es cosas muy profundas, muy vastas.’ El Universo del Espíritu, de la oración de la Fe y Dios quiere hombres y mujeres sabios. Padre en el nombre de Jesús, pedimos, ilumínanos, danos tu entendimiento, Señor. Haznos hombres y mujeres entendidos en las cosas del Espíritu.
Enséñanos a encontrar la palabra precisa, enséñanos como desatar Tu poder, como hablar a Tu corazón de Padre, como llegar temprano hasta donde Tú estás sentado y escuchar de ti la próxima etapa de la jornada, Señor. Queremos ser gente del Espíritu, gente entendida, gente que conozca Tu corazón y que sepa como abordar tu Gracia, Señor.
Gracias, porque Tú no solamente nos llamas a orar sino que nos enseñas como orar, a través de esos gemidos que da el Espíritu Santo. Yo pido que este pueblo sea guiado, Señor, cada día hacia lugares más profundos en su caminar contigo.
Gracias, porque Tú eres un Dios que siempre contestas, siempre contestas, Señor, aunque sea con silencio pero siempre contestas. Te adoramos y te Bendecimos. Gracias Señor. En el nombre de Jesús. Amén y Amén.
Que el Señor les continúe bendiciendo, mis hermanos. Amén, amén.
El divorcio y la disfuncionalidad matrimonial
Parte 22 (final) - [Conclusión de la serie 'Iglesia Siglo 21' - reflexiones de Dr. Miranda tomado del libro 'En la tierra de los peregrinos'] Otro reto importante que confronta la Iglesia hispana tiene que ver con la salud y estabilidad del matrimonio en nuestra comunidad. Es cierto que la cultura hispana valora la familia en una forma que no es común entre muchas otras culturas en este país. Pero también se hace cada día más evidente que tanto la sociedad moderna como los efectos de la vida migratoria conspiran contra la solidez del matrimonio en el pueblo hispano. Tanto las estadísticas de los censos más recientes como diversos estudios sociológicos muestran que esa concepción entre los hispanos del matrimonio como algo sagrado y duradero decae cada día, a medida que nos vamos adaptando a los patrones que predominan en la cultura moderna.
Es cierto que los hispanos tenemos una tasa de divorcio menor que la de los demás grupos étnicos principales en Estados Unidos. Pero también se hace evidente que esa diferencia se va reduciendo cada año, que las cifras de separación matrimonial son más altas entre los hispanos que en cualquier otro grupo étnico, y que las anulaciones de matrimonios entre los católicos hispanos en Estados Unidos han aumentado astronómicamente en los últimos años. Según algunos sociólogos, si se toman en cuenta las parejas separadas entre los hispanos, y se suma esta cifra al número de divorcios, desaparece la diferencia entre los hispanos y los demás grupos en lo que respecta a la salud y durabilidad de sus matrimonios.
SANANDO EL MATRIMONIO CRISTIANO
Como pastor, otro elemento que me resulta muy preocupante es la baja calidad de muchos de los matrimonios cristianos que observo, tanto en mi iglesia como en otras congregaciones hispanas en este país. Mucha de nuestra gente llega al evangelio después de años de tensión e insatisfacción matrimonial. Cuando finalmente entran a la iglesia, ya los patrones de abuso emocional o físico, mala comunicación, adulterio o formas deficientes de resolver el conflicto han hecho sus estragos, y resulta muy difícil rectificar esas distorsiones. Sólo cuando los principios éticos del evangelio se arraigan muy hondo en la vida de estos creyentes, o por medio de intervenciones profundas y a largo plazo de parte de pastores o consejeros cristianos, se pueden observar cambios significativos entre esas parejas. Si no, lo que se da más comúnmente es matrimonios insatisfechos y débiles, languideciendo debajo de una capa de religiosidad, a penas sanados a medias por los efectos positivos del evangelio, pero carentes de verdadero amor e intimidad.
Muchas veces, los resentimientos de los abusos y las ofensas del pasado permanecen debajo de la superficie en estos matrimonios, no reconocidos ni tratados, ejerciendo sutilmente su efecto contaminador, impidiendo verdadera sanidad entre las parejas. Desgraciadamente, hay que admitir que muchos hombres cristianos, a pesar de su innegable conversión y amor por el Señor, continúan con patrones destructivos de comportamiento. Como hemos señalado antes, frecuentemente las heridas emocionales y los malos ejemplos de su propio pasado familiar no les permiten entrar en una nueva forma de relacionarse con sus esposas. Continúan manifestándose los mismos patrones de abuso emocional y verbal, la crítica continua, la desconsideración en el área sexual, y el distanciamiento emocional. El triste resultado de todo esto es matrimonios cojeando perpetuamente, sangrando debajo de la superficie religiosa, desmintiendo en efecto los reclamos de victoria y poder del evangelio.
Todo esto nos recuerda la importancia creciente del ministerio de la consejería cristiana en la Iglesia hispana. El trabajo de consejeros que combinen un llamado espiritual con conocimientos adecuados de la dinámica matrimonial y familiar se hace cada vez más indispensable en nuestras iglesias. En mi propia congregación, en los últimos años he podido constatar cuán impactante este tipo de ministerio puede llegar a ser. Aparte de la consejería pastoral que los pastores de la iglesia podemos proveer, nos hemos beneficiado de los aportes de laicos muy ungidos y capacitados en el área de la consejería cristiana. Uno de ellos, el Dr. Luis Vallés, pediatra de profesión, junto a su esposa Ada han llevado a cabo una tarea admirable de cuidado y atención a incontables parejas con serios problemas a través de los últimos años. Mi esposa, quien ejerce su propia profesión en el área de la terapia ocupacional, trabaja en este dedicado equipo proveyendo consejería matrimonial, individual y prematrimonial.
Estos dedicados consejeros cristianos han ido desarrollando y puliendo sus destrezas de consejería a través de muchos años de estudio, lectura, reflección y práctica. Nuestra iglesia ha reconocido sus dones y les ha provisto la oportunidad de continuar desarrollándose profesionalmente. Además, les ha provisto espacio de oficina para las sesiones de consejería, y ha reconocido su ministerio como parte formal de los servicios que ofrece nuestra congregación. En todo lo posible, los hemos animado y apoyado para que obtengan entrenamiento adicional, y continúen puliendo sus destrezas de consejería. Estamos conscientes de que se trata de un esfuerzo a largo plazo, y que se toma tiempo desarrollar este tipo de recursos hasta llevarlos a un nivel de máxima efectividad. Además, es necesario ir creando un ambiente congregacional donde la gente se sienta cómoda buscando este tipo de ayuda, en vez de sentirse de alguna manera deficientes en su espiritualidad por tener que reconocer que tienen un problema, y verse obligados a abrir su intimidad ante otra persona a fin de encontrar sanidad.
Nuestro único problema con este ministerio ha sido que una vez que la gente de nuestra congregación se ha dado cuenta que existe este recurso, las peticiones para citas de consejería han aumentado considerablemente, excediendo la capacidad de nuestros consejeros laicos para mantenerse al día. Actualmente, la demanda para consejería pastoral de todo tipo en nuestra iglesia es lo suficiente como para justificar por lo menos dos posiciones ministeriales a tiempo completo, y aún así probablemente no serían lo suficiente. Inclusive, hemos recibido muchos pedidos para consejería de parte de parejas e individuos de otras congregaciones, las cuales en ocasiones hemos tenido que atender a expensas de las necesidades de nuestra propia gente, dada la severidad de las situaciones que confrontan.
Todo esto ha hecho evidente la necesidad imperiosa de desarrollar sistemas de consejería pastoral en nuestras iglesias. Como hemos reconocido anteriormente, la familia hispana experimenta continuamente los estragos y el estrés de la vida migratoria. El desempleo, los bajos salarios o las largas horas de trabajo, condiciones de vivienda muy pobres, el desarraigo cultural, las inevitables tensiones entre hijos y padres que habitan diferentes mundos culturales, la independencia mayor de la mujer hispana en esta sociedad y sus expectativas mayores con respecto a la salud de sus matrimonios—todo esto hace del matrimonio hispano una jornada muy frágil e incierta. Se requieren ministerios capaces de dirigirse a esos puntos de presión en la familia hispana, a fin de fortalecerlos y nutrirlos con los principios transformadores de la Palabra de Dios.
EL ROL DE LA CONSEJERÍA PREMATRIMONIAL
No sólo los matrimonios existentes requieren el cuidado pastoral de la Iglesia, sino que además se necesita proveer instrucción preventiva a nuestros jóvenes antes del matrimonio. Dadas las barreras culturales y lingüísticas que existen entre adultos y jóvenes en la comunidad hispana en Estados Unidos, la juventud latina carece de modelaje saludable para orientar sus matrimonios. Desgraciadamente, los únicos modelos que tienen muchos de nuestros jóvenes en al área matrimonial le vienen de la cultura secular o los medios de comunicación, los cuales, sabemos, no son los más saludables. Además, como hemos visto, muchas veces los patrones de relación matrimonial que observan en sus propias familias cristianas tampoco representan una alternativa muy atractiva. La única esperanza en este caso reside en la Iglesia, proveyéndole consejería prematrimonial en una forma sistemática a las parejas que estén considerando matrimonio.
Hace varios años, nuestra iglesia determinó firmemente requerir de toda pareja que fuéramos a casar el participar en un proceso sostenido de consejería prematrimonial. Sólo en casos muy excepcionales estiramos las reglas un poco, pero siempre hacemos todo lo posible para que cada pareja que se casa bajo nuestros auspicios reciba algún tipo de preparación previa para el matrimonio. Los resultados que hemos visto a través de estos últimos años en los matrimonios que han recibido este tipo de consejería han sido muy alentadores, y nos convencen más que nunca que la Iglesia tiene una gran responsabilidad en asegurarse que nuestras parejas jóvenes entren al matrimonio con todos los recursos posibles para asegurarse de una vida matrimonial exitosa.
MÁS QUE TERAPIA
En el mejor de los casos, el tiempo invertido en el proceso de la consejería cristiana termina siendo una mezcla compleja de liberación espiritual, estudio bíblico, oración, indagación psicológica, catarsis, y discipulamiento, produciendo en los individuos y familias que participan en él transformaciones duraderas y profundas. Se trata de un proceso de formación espiritual intensivo, el cual va mucho más allá de las intervenciones relativamente superficiales que se dan a través de los demás aspectos de la vida congregacional. Por medio de esa indagación profunda y sistemática en las estructuras de un individuo o una familia que es la consejería pastoral, los principios sanadores de la Palabra de Dios pueden ser llevados a dimensiones del alma que normalmente permanecen sellados e inaccesibles a su influencia iluminadora. Sin duda alguna, la consejería cristiana es uno de los ministerios más estratégicos y poderosos que se puedan cultivar en la Iglesia hispana del siglo veintiuno.
Hoy les quiero hablar de sexo
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Quiero compartir una Palabra que el Señor ha puesto en mi corazón, que el Señor me ha inquietado mucho al respecto, obviamente yo sé que no es un mensaje muy fácil a dar pero definitivamente en el nombre de Jesús nos encomendamos a Él y pedimos que este mensaje pueda ser de bendición a todos y cada uno de nosotros.
Pero una cosa en la cual yo he estado reflexionando, claro está, en estos primeros meses del año nosotros hemos querido reflexionar acerca de como Dios nos está llamando a vivir en una dimensión nueva de Fe. Dios nos está estimulando como Iglesia, que nosotros podamos reconocer, que nosotros somos una comunidad de Fe, que somos una comunidad que vivimos no tan solamente mirando las cosas que tenemos delante de nosotros sino que hay una dimensión de nosotros que se enfoca en lo que no se puede ver necesariamente con nuestros ojos físicos. Hay una dimensión a la cual el Señor nos llama y que Dios nos reta a que nosotros podamos aprender a mirar las cosas de la perspectiva de Dios. Eso es uno de los aspectos que yo he podido ver y entender de lo que Dios quiere hacer con León de Judá en estos tiempos, en estos días. El que nosotros podamos ser una comunidad de Fe que sí mira hacia lo sobrenatural pero ha perdido la perspectiva a la realidad tangible que tenemos a nuestro alrededor.
Y precisamente pensando en esa realidad que nos rodea, el mundo en el cual estamos, el mundo en el cual vivimos, las situaciones, los dramas por los cuales pasa cada persona, cada mujer, cada hombre, cada joven, cada niño que tenemos a nuestro alrededor.
Dios me ha inquietado a reflexionar sobre un tema que me ha causado pensar en cómo nosotros como una comunidad de Fe podemos restaurar a las personas que han caído en distintos aspectos de su vida por la causa del pecado. Yo creo que Dios nos está llamando a nosotros como Iglesia a que seamos esa comunidad de Fe que pueda servir de fundamento y bálsamo para poder restaurar a personas que llegan con un bagaje de historia que muchas veces no saben ni qué hacer con una cuarta parte de esas historias.
Yo creo que la mayoría de nosotros podríamos estar de acuerdo que la naturaleza humana es bien frágil, la naturaleza humana es bien frágil y que las fallas del pecado se pueden manifestar en múltiples formas. Para algunas personas las fallas de su pecado se ven en una forma interior, ya sea con aspectos o rasgos de carácter que tienden a ser un poco dañinos o destructivos; para otros la manifestación de su pecado se ve en formas más externas donde ya se comete un daño más directo a las personas que tienen a su alrededor y sea en la forma en que eso se pueda manifestar.
Pero en mi jornada de meditación Dios me ha llamado, me ha llevado a considerar un aspecto bien particular de nuestra naturaleza humana que tiene gran influencia y poder sobre nosotros. Mayormente pienso en esto cuando a lo largo de toda mi vida y aún recientemente he recibido tantas noticias de personas, amistades, pastores que yo tengo en muy alta estima que han fallado en alguna forma u otra, debido a este aspecto del cual les quiero hablar.
Y hoy, mis hermanos, le pido al Señor que me cubra con su Gracia porque yo quiero hablar en una forma bien clara y bien abierta acerca de como nosotros debemos guardar el frente de nuestra sexualidad en todos los aspectos de nuestra vida.
Sí, mis hermanos, hoy les quiero hablar de sexo.
Y quiero poner una nota aclaratoria antes de decir una palabra más. Yo quiero, mis hermanos, que podamos tener bien claro que con este mensaje yo no estoy apuntando a nadie, yo no quiero que esto se convierta en un mensaje farisaico en donde se apunta a la genta para juzgar... Dios me libre de que esa sea la intencionalidad. Y Dios sabe muy bien que eso no es.
Si éste mensaje tiene alguna medicina amarga yo creo que yo sería uno de los primeros que me la tragaría la medicina. Pero Dios sabe muy bien que yo me acerco a esta temática con mucho respeto, me acerco a esta temática con un temor delante de Dios, porque yo sé lo que Dios pide de nosotros como seres humanos, como hombres y mujeres, con respecto a nuestra sexualidad; yo respeto las experiencias que cada persona haya tenido o no haya tenido con respecto a este tema. Yo tengo un nivel de respeto muy afinado con respecto a esto.
Pero también yo quiero que este mensaje sirva de ánimo a todos los que estamos aquí, yo quiero que también sirva de exhortación porque hay una creciente urgencia de que nosotros como Iglesia podamos hablar abiertamente de esta temática ya que hay tanta gente desde niños hasta jóvenes hasta personas adultas que sufren porque no han sabido como defender bien esos frentes de su sexualidad en su vida.
Así que, como diría el Apóstol Pablo en Primera de Corintios 10:12 "Si alguno de ustedes se cree estar firme con respecto a esta temática, mire bien que no caiga”. Y conviértase en un restaurador.
Pero si alguno de ustedes por alguna razón este tema toca alguna fibra particular en su vida, en su corazón, en su alma… yo le invito entonces a que vaya conmigo al libro de Gálatas Capítulo Seis... comenzando en el Verso Uno, el pasaje dice lo siguiente: " Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta…" -o en algún pecado como diría algunas traducciones- "… ustedes que son espirituales…" o en otras palabras ustedes que son maduros, "… en su vida de Fe, deben restaurarle con espíritu de mansedumbre considerándose a sí mismo, no sea que usted también vaya a ser tentado. Sobrellevad los unos las cargas de los otros y cumplid así la ley de Cristo".
Esta ley de Cristo está hablando de 'amar al prójimo como a uno mismo' "Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña. Así que, cada uno someta a prueba su propia obra o su propia conducta y entonces tendrá motivo de gloriarse sólo con respecto a su propia historia y no en otro…” -o sin compararse con otra persona- “… porque cada uno llevará su propia carga. El que es enseñado en la Palabra haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye".
Miren como dice el Verso Siete: "No se engañen, Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre siembra eso también segará; porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu del Espíritu segará vida eterna".
Verso nueve, que este se quede bien grabado en nuestros corazones. Verso nueve, vamos a leerlo todos juntos, "No nos cansemos, pues, de hacer el bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos."
Oigan, hermanos, yo voy a decir algo que tal vez va a sonar un poco fuerte para muchos, pero yo quiero decir algo. El sexo como creación de Dios es algo bello, es algo hermoso, es algo rico, es algo placentero, es algo orgásmico... lo tengo que decir así. Pero solamente cuando es practicado dentro del contexto para lo cual Dios lo intencionó, esto es, el matrimonio.
Quiero empezar desde esa premisa porque para mí esto es crucial que lo podamos entender. Esa belleza y placer que fue intencionada por Dios, el pecado lo tergiversó y hasta puso en ello un sentido de vergüenza por la entrada que tuvo a través de la persona de Adán y Eva. Sí, todavía al día de hoy por causa de Adán y Eva nosotros sufrimos estas cosas. Hoy día, algo que en su estado original tenía, y yo entiendo que aún tiene, unas cualidades que lo hacían maravilloso, la sociedad ahora en la cual vivimos la ha tornado en algo morboso.
El sexo, en sí como tal, podrá parecer algo que es meramente físico.
Pero yo entiendo que es un evento mucho más complejo y misterioso que eso. Si nosotros vemos cuando la Escritura dice en Génesis Capítulo Dos, Verso 24: " El hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne", esa frase, en sí como tal, ‘que serán una sola carne,’ presenta una dimensión del sexo que muchas veces, o la mayor parte de las veces no se toma en consideración por los estándares por los cuales se rige la sociedad del día de hoy.
Miren, científicamente hablando, es imposible que dos objetos similares puedan ocupar el mismo espacio, es imposible. Por lo tanto si usted está hablando de dos cuerpos humanos que puedan hacerse en una sola carne, eso es algo que físicamente o científicamente no es posible. Por eso es que esa frase trae una dimensión espiritual, mis hermanos, que no podemos perder de perspectiva.
Cuando un hombre o una mujer se unen en el acto sexual hay una transferencia de energías que se está dando en ese mismo acto. Ciertamente hay una energía química que se está transmitiendo de un cuerpo al otro, pero a la misma vez hay una serie de virtudes e incapacidades que se están transmitiendo de un cuerpo a otro. En palabras más sencillas, cuando un hombre y una mujer se unen en el acto sexual, las cosas buenas que tenga esa persona se les transmiten al otro y las cosas malas que tenga la otra persona también se cuelan por ese mismo acto.
Yo creo que por algo es que la Biblia es tan intencional cuando dice que,"aquél que se va a casar tiene que buscar una ayuda idónea", porque cuando está hablando de una ayuda idónea, cuando uno entra en ese acto las cosas buenas que tenga la otra persona se me van a pegar a mí y de alguna forma u otra van a complementar las cosas buenas que yo tengo para yo poder convertirme en el tipo de hombre, en el tipo de persona que Dios quiere que yo sea. Y a la misma vez si hay algún defecto en la otra persona que se me peguen a mí y que las mías se le peguen a esa otra persona, entonces la intención de Dios es que esas defectuosidades puedan ser corregidas entre ambas personas con la ayuda y la Gracia de Dios, para entonces, poder llegar al plano original que Dios tenía intencionado para esa pareja.
¿Están conmigo?
Pero ahora, hay obviamente unas realidades que tenemos que enfrentar y mis hermanos, yo quiero ser bien claro, la sexualidad hoy día tiene tantas ramificaciones. El sexo hoy es uno de los temas más complejos. Hay gente que ha tenido tantas y tantas experiencias que yo no espero abarcar todas y cada una de ellas en este mensaje, pero sí quiero tocar algunos puntos claves. Porque yo creo que hoy día más que nunca el enemigo está buscando por cielo, tierra y mar de como denigrar la creación de Dios en el ser humano usando la sexualidad.
Hace muchos años, yo me crucé con un libro de este autor Richard Foster que es el que escribió 'Las disciplinas espirituales'; él también escribió un libro que se titula 'Sexo, dinero y poder', las tres fuerzas de esta humanidad que más influyen sobre el ser humano. Y obviamente pone el sexo como la primera, porque es una de las más fuertes, que tiene una influencia bien sólida sobre la creación del hombre y la mujer.
Pero tenemos que estar al tanto, mis hermanos, que por muchos años la Iglesia ha vivido con unos parámetros -y cuando estoy hablando de Iglesia me refiero a la Iglesia con "i" mayúscula, no me refiero a esta iglesia y eso se refiere a la Iglesia de los países de donde nosotros venimos, sea de Puerto Rico, Guatemala, Bogotá, Colombia, de donde quiera que vengamos- y muchas veces la perspectiva es que el sexo se le mira con este tipo de tabú que no podemos hablar de ello en la iglesia y lo único que se dice es que el sexo es únicamente para la procreación de los hijos y después de eso ya nada más.
Pero no, mis hermanos, el sexo como creación de Dios tiene unos propósitos, unas intenciones mucho más fuertes que esas; mucho más específicas que esas, pero de nuevo, el mundo en el cual vivimos ha tergiversado tanto las cosas que hay veces que la iglesia tiene que competir con el tipo de enseñanza que la sociedad hoy día le transmite a la gente que tenemos que buscar como podemos que unir esos puentes que han sido quebrantados a lo largo de toda la historia.
Hoy día la Iglesia no se puede dar el lujo de dormirse en sus laureles y solamente proseguir con el tema de la sexualidad como si fuera un tabú. Porque allá afuera ahora mismo nuestros niños de 8, 9, 10, 11,12 años están recibiendo un tipo de educación que yo estoy seguro que la mayoría de nosotros si nos exponemos a eso nos vamos a quedar.... "¡Ave María purísima!" Perdónenme los evangélicos conservadores, si mencioné el Ave María, pero esa es la expresión típica como quien dice.
Nosotros tenemos a nuestro alrededor mucha gente que ha sufrido y que tienen heridas bien marcadas en el área de su sexualidad. En distintas formas, mis hermanos, la comunidad de solteros hay veces que ese aspecto de lo que es la fornicación es algo que está ahí bien centrado en ellos, pero como mucha gente se ha dejado llevar por la corriente del mundo y la sociedad en la cual vivimos hay veces que hasta ha perdido la sensibilidad de lo que es eso, y de la seriedad que tiene eso delante de Dios. Aún dentro del contexto del matrimonio, muchas veces, hay tantas y tantas parejas que han sido dañadas porque no tienen un entendimiento claro, concreto, bíblico, dirigido de Dios de lo que es el sexo en medio de la pareja y más una pareja cristiana.
Yo creo que el mundo le ha robado mucho a lo que Dios quería intencionar para la pareja cristiana, lo ha robado de ese contexto del matrimonio y lo ha tergiversado en formas demasiado morbosas y Dios quiere restaurar aún ese aspecto de nuestra vida.
Dios quiere restaurar el que las parejas puedan disfrutar de una sexualidad sana, bella, preciosa, todos esos adjetivos que yo mencioné hace unos momentos. Dios quiere que las parejas hoy en día puedan disfrutar eso; que los solteros que están ahí luchando con su sexualidad en alguna forma u otra, que sepan cómo... como dice el pasaje de Gálatas que no se cansen de hacer el bien, que no se cansen de hacer lo que está correcto delante de Dios, para que cuando llegue el momento de la cosecha... ¡Uh! exploten las villas y castillas.
Yo creo que Dios quiere, y lo creo fielmente, mis hermanos, que nuestros jóvenes, que nuestros adolescentes, que aún nuestros niños, mis hermanos, puedan aprender de todo lo que sale de este lugar, que puedan aprender que la sexualidad es algo bello y precioso pero que tiene su punto y tiene su lugar. Pero a la misma vez vivimos en un mundo caído y Dios nos está llamando a nosotros como una comunidad de Fe, que pueda restaurar al caído, que pueda restaurar a la caída. Y es por eso que yo quiero que nosotros analicemos este pasaje de Gálatas que acabamos de leer.
Ese verso Primero que leímos, voy a leerlo de la Versión Internacional que dice: "Hermanos, si alguien es sorprendido en algún pecado, ustedes que son espirituales deben restaurarlo con una actitud humilde pero cuídese cada uno porque también puede ser tentado o tentada."
Miren, la comunidad de fe, una comunidad de fe genuina y madura, tiene la responsabilidad y el llamado -voy a usar esas palabras bien intencionalmente- de restaurar aquellos que han caído en alguna falta y puede ser cualquier falta, ustedes llenen el blanco. Pero ahora nos estamos enfocando en esa área de la sexualidad. Yo creo que nosotros debemos resistirnos a esa actitud farisaica de apuntar los dedos y acusar diciendo: 'Mira para allá, y eso que se cree la más cristianita o el más cristianito, y eso que con las mismas manos que alaba a Dios, con las mismas manos las usa para otra cosa'.
Yo no creo que esa es la Iglesia que Dios está buscando hoy día.
Dice el Verso Dos: "Ayúdense los unos a otros a sobrellevar sus cargas y así cumplirán la ley de Cristo".
Yo estoy convencido más que nunca, mis hermanos, que hoy más que nunca se necesita una Iglesia que pueda promover un ambiente donde la gente se sienta libre de poder expresar y desahogar sus luchas y debilidades sin el temor a ser juzgados, sin el temor a ser criticados y en el peor de los casos a ser rechazados. Dios nos libre a nosotros de ser ese tipo de iglesia.
Yo creo que Dios quiere que nosotros podamos ser una iglesia, como predicaba el Pastor unos días atrás, que le pongamos al Evangelio carne, que sepamos que el Evangelio se encarna como la persona de Cristo Jesús, que aún después que resucitó y vino a esta Tierra, tenía su cuerpo, tenía sus agujeros, tenía todos los órganos de su cuerpo bien puestos en su lugar. Y es ahí donde el mensaje del Evangelio llega, llega a la gente, no es solamente aquí, ni aquí, el mensaje del Evangelio llega a todos los aspectos del ser humano y nosotros como iglesia tenemos que responder a ese llamado de poder restaurar a las personas que luchan con ese aspecto en su vida.
Dice el Verso Seis: "El que recibe instrucción en la Palabra de Dios, comparta todo lo bueno con quien le enseña". ¿Saben lo qué significa ese verso? Ese verso está promocionando que si usted recibe algún tipo de enseñanza, sea de este púlpito, sea en una clase discipular o sea en una célula en un hogar, sea en un servicio de oración, sea donde sea, la persona la cual le instruye esa persona usted debe sentirse en toda libertad de venir a esa persona y compartir las luchas que usted tiene también. Comparta sí las cosas buenas, pero también aquellas cosas que son un poco medio... ¡ugg!, atrévase a compartirlas.
La Palabra de Dios en Primera de Pedro dice: "Confesaos unos a otros vuestras ofensas…” ¿Para qué? ¿Para que sean juzgados, para que sean rechazados, para que se les dé una patada por detrás y se vayan de aquí? No. La palabra dice, "Confesaos unos a otros vuestras ofensas para que sean sanados." Y esa es una sanidad que Dios nos está llamando a nosotros como iglesia poder transmitir hoy día.
Pero tenemos que entender, mis hermanos, que en el momento que nosotros asumamos el rol de poder restaurar al caído, yo quiero que usted este preparado porque 'all hell is going to break loose against you', en otras palabras 'el infierno entero se va a tornar en contra de usted'. Para buscarlo a usted, hacerlo caer en la misma forma o en una forma distinta.
Pastor Omar ¿de dónde usted se inventó esto? El Verso Uno ¿Qué es lo que dice? "Considérese a usted mismo, no sea que usted también sea tentado".
Hermanos, es bien importante que nosotros podamos entender esa dimensión. Ese llamado de nosotros poder restaurar a la gente, nosotros poder restaurar al caído, es una guerra espiritual donde nosotros nos estamos metiendo, porque no tan solamente son luchas con esa parte física del ser humano. Pero que es una parte física que tiene una dimensión psicológica, tiene una dimensión espiritual y por ende si el enemigo está buscando como destruir a la gente, el que se quiera meter para servir como la Cruz Roja y restaurar a esas personas, esa persona de alguna forma u otra va a estar expuesto a las balas y a los cañones también.
No hay forma de que eso se pueda evitar. Pero esto debe servirnos de ánimo, mis hermanos, porque al nosotros obrar en esa forma considerándonos a nosotros mismos de que yo puedo caer en las mismas cosas que estas otras personas han caído y de que así como Dios puede restaurar mi vida, también Dios puede restaurar la vida de otros.
Ese es el llamado que Dios nos da a todos nosotros como iglesia. Y tenemos que estar bien alertas de todo esto, mis hermanos, tenemos que estar bien conscientes que Dios tiene un llamado sólido sobre cada uno de ustedes como personas, y muchas veces esa restauración dependiendo el caso, comienza también desde el núcleo de la familia. De como todas estas cosas se dan a nivel del núcleo de la familia; de como un esposo trata a su esposa y viceversa como la esposa trata al esposo; como se buscan satisfacerse el uno al otro y de que haya una apertura y un nivel de genuinidad de que eso es un tema que en ese núcleo familiar están dispuestos a enseñar y a educar a sus hijos en una enseñanza sana, basada en las Escrituras de la palabra de Dios.
Que de ahí es de donde proviene una enseñanza que pueda realmente forjar en nuestros niños, en nuestros adolescentes, un hombre y una mujer que sepan como vivir a ese nivel de integridad. Y tal vez, usted me dirá 'Omar eso es fácil decirlo pero es difícil hacerlo', créanme, yo tengo un hijo de dos años y dos meses y si hay un tema en el cual yo ya estoy mirando para hablar con él en el futuro es acerca del tema de la sexualidad.
¿Cómo lo voy a hacer? ¡Qué Dios me ilumine! Yo me encomiendo a la Gracia de Dios.
Porque si hablar con la juventud hoy día acerca del sexo es una de las cosas más difíciles que uno pueda hacer, yo me imagino ¡guau! en diez, trece años cuando Lucas tenga todas sus hormonas corriendo a todo lo que da... ¿Cómo yo voy a hablar con este muchacho? Definitivamente que los tabús no van a resolver el problema.
Y yo sé, mis hermanos, que Dios nos está retando a nosotros también a poder buscar hacer lo mismo hoy día, a poder hablar abiertamente así con nuestros niños, con nuestros jóvenes pero también en los núcleos de los matrimonios que están aquí representados.
Dios quiere que nosotros podamos luchar una buena batalla a ese nivel, Dios quiere que nosotros podamos proteger esos frentes de batalla de nuestra sexualidad. Sea usted un adulto, un joven, un casado, un soltero… esto es un reto que cada uno de nosotros enfrentamos día tras día.
El mundo en el cual nosotros vivimos, mis hermanos, sus valores se han tergiversado de tal forma que uno ya no sabe lo que es bueno ni lo que es malo, lo que es permisible de lo que no es permisible. Es bien difícil poderlo distinguir.
El pensamiento postmodernista -si usted no sabe lo que significa esa frase, pero el postmodernismo es como un tipo de filosofía que se ha engranado en la mentalidad de la nación norteamericana- que una de las cosas que más promueve es que cada ser humano, cada persona, tiene el privilegio y la libertad y el derecho de hacer su propia realidad y de edificar su propia verdad, y que su vida se rija de acuerdo a esa verdad.
Así que si yo me encuentro con una persona que me dice 'Para mí la verdad es que yo me pueda acostar con cualquier mujer que yo quiera y así es como yo rijo mi vida'; pues esa persona se va a acarrear sus consecuencias de acuerdo a esa verdad.
Si hay una persona que se rige bajo la verdad de que 'no existe ninguna autoridad, que no existe ninguna persona como Dios" y que el Dios es el aire, el poder del Universo y tienen la mente allá pensando en pajaritos preñados, pues así va a ser la vida de esa persona.
Pero precisamente, por ese tipo de pensamiento es que se ha escabullido maquiavélicamente bajo una fachada de tolerancia en las iglesias ese tipo de pensamiento también, causando entonces que se pierda la sensibilidad para poder discernir lo que Dios quiere hacer en las vidas, se pierde esa capacidad de nosotros poder verdaderamente reconocer la autoridad sobre la cual nosotros estamos parados, para entonces poder traer un sentido de restauración y libertad a aquellas personas que tienen su entendimiento totalmente nublado.
Yo creo que Dios nos llama a que nosotros podamos vivir a ese nivel, que ese discernimiento que Dios ha puesto en nosotros pueda recibir su vitalidad una vez más, para saber cómo restaurar a los hombres y las mujeres que sufren en ese aspecto de su vida.
Miren, el Verso Siete dice: "No se engañen, no se engañen, nadie se burla de Dios. Cada uno cosecha lo que siembra. El que siembra para agradar…" -o allí diría yo para satisfacer- "… su naturaleza pecaminosa, de esa misma naturaleza cosechará destrucción. Y el que siembra para agradar y complacer y satisfacer al Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna".
Miren, hay una ilustración que yo quiero traerles. Yo comparto mucho con mi hermano Toño, él es mecánico de carros así foráneos, Antonio Díaz. Yo comparto mucho con él, y hubo un día que él me estaba compartiendo una historia de una persona que llega a su taller y llega porque el carro le estaba humeando así por el bonete, y la persona esa le dice: ‘¡Ah! Toño yo no se que fue lo que pasó con el carro, si ayer el carro estaba corriendo lo más bien’, y Toño comienza a hacerle preguntas y le dice: ‘Pero ¿cuando fue la última vez que usted le hizo el mantenimiento al carro? y ¿Cómo usted guía este carro?’
‘Bueno tú sabes como son las calles de Boston, llenas de agujeros por todos lados…’ y, ‘¿Usted esquiva todos los hoyos o se tira por los hoyos como si estuviera en un carro o un Humvee por la luna o algo así?’ Y cuando Toño sale me dice: ‘Omar muchas veces la gente se puede evitar esos dolores de cabeza con los carros si supieran cómo mantener sus carros y cuidarlos y tratarlos bien.’
Y eso a mí me hizo pensar como que ¡guau! hay veces que los Pastores nos sentamos al cruzar la mesa con otra persona y estas personas vienen a contarnos los achaques de vida que tienen, los dramas de vida que tienen: ‘¡Ay Pastor! ¿Si usted supiera el problema que tengo? ¡Ay! qué si no se que hacer con esto! ¡y no se que hacer con aquello, y no se que hacer con lo otro…’ Y todo es “¡Ay!” Y uno tiene que sacar la cajita de Kleenex y ponerla ahí en el medio de la mesa y 'no se apure, límpiese la nariz,’ y, ‘no se apure, aquí estamos para escucharle’.
Pero hay veces que yo me pongo a pensar y yo me digo ¡guau! si tan solamente entendiéramos el misterio de este verso que muchas veces las cosas que nosotros vivimos hoy día son las consecuencias de las acciones y decisiones que nosotros hemos tomado en años pasados. Que si esas acciones en el pasado fueron basadas en decisiones alocadas, en impulsos descontrolados, ¡pues mira! Es imposible que yo no vaya a evitar el que yo me vaya a meter en un problema en el futuro. Porque cada una de esas decisiones va a tener una consecuencia.
‘¡Ay! Pastor ¿qué voy a hacer ahora?’ ¡Ayayay!
Miren como diría el Apóstol Pablo en Romanos Capítulo Siete, yo creo que este Verso fue inspirado por Dios, Romanos Capítulo Siete versos 24-25 Pablo dice: “Miserable de mí, ¿quién me podrá salvar de este cuerpo de muerte?” Y entonces, viene esta declaración única en la historia, “Gracias a Dios por Cristo Jesús, porque Él es el único que puede restaurar mi vida.”
¿Saben qué, mis hermanos? Yo creo que Dios nos está llamando a que nosotros seamos un pueblo sobrio. Dios nos está llamando a que nosotros, verdaderamente, seamos un pueblo que busquemos alinearnos con su verdad, que busquemos alinearnos con los principios de su Palabra. Hay veces que nosotros nos podemos ahorrar tantos dolores de cabeza si verdaderamente nos metiéramos y nos sometiéramos al trato de Dios. Pero hay veces que nuestra mente está tan empedernecida por seguir la corriente del mundo en la que estamos, de escuchar otras voces que no necesariamente son voces inspiradas por Dios y entonces nos acarreamos esta serie de cosas.
Pero estos son frentes, mis hermanos, que Dios hoy más que nunca nos está llamando a que nosotros podamos defender y que nosotros podamos pelear por cada uno de ellos.
Ese Verso Nueve dice: "Miren, no nos cansemos de hacer el bien. Porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos"
Óiganme mis hermanos, ¡si tan solo pudiésemos entender la profundidad de esta Palabra! Porque muchas veces el sexo tiene este poder que está ahí seduciendo, seduciendo, seduciendo a la gente, y seduce por aquí y seduce con distintas formas.
Mira tal vez antes… unos diez, veinte años atrás lo más grave que una persona podía ver era una mujer en un bikini completo que le llegaba a la mitad del muslo y que cubría sus hombros.
¡Ay qué aberración! cuando veían eso.
Hoy día las revistas que uno ve en los estantes, es como que... todo está allí expuesto.
Es más te dan consejos y todo: '10 formas para mantener a tu hombre en la cama', '10 formas para que tu cintura se vea bien sexy', o a los hombres le dicen: 'Haz estos ejercicios y veras cómo la vas a tener en la gloria'.
Y uno dice ¡guau! ¿A dónde estamos llegando? O sea las cosas se han ido por unos rumbos que son medio oscuros y uno tiene que aprender, mis hermanos, a saber como controlarse, como uno ponerse en línea con lo que Dios verdaderamente pide y lo que Dios busca que nosotros vivamos.
Hay tanta gente que se pone a ver esas revistas y empiezan a decir como que: 'Mmm, verdaderamente si hago esos ejercicios, ¿podré hacer eso?' o 'si me comporto de esta forma, ¿voy a alcanzar esto?'
Pero no nos damos cuenta que las intenciones detrás de esas palabras son intenciones que están bien tergiversadas, mis hermanos, y nosotros tenemos que buscar vivir sin cansarnos de hacer el bien.
Hay unos estatutos, unos mandatos que Dios nos ha dado y tal ves usted me va a decir, ‘Si, pero Omar es difícil vivir de acuerdo a eso.’
Pero ¿Sabes qué? Por más difícil que sea, si uno se mantiene firme de lo que Dios pide de uno vas a ver la Gloria cuando llegue tu momento. Y hay que saber, mis hermanos, que si hay personas que han caído y que se han raspado bien duro en el piso, entonces mira acá está la iglesia para poder restaurar a esas personas.
Yo creo que Dios nos está llamando a no cansarnos de vivir de acuerdo al estándar que Él pide para nosotros. Que si usted es un soltero o una soltera y lucha en alguna forma con esa área de esa sexualidad, mira qué usted se puede encontrar con alguien que le puede decir: ‘Ven acá, vamos a hablar, no lleves esta carga tú sólo o tú sola, vamos a hablar al respecto!’
Que si tal vez uno se cruza con una persona que se masturba compulsivamente usando pornografía y que esa persona se siente totalmente culpable, mira, que esa persona se puede encontrar con alguien en la iglesia que le diga: ‘Mira,¡ no te comas esa paleta tú solo, ven yo te ayudo a restaurarte! 'No cargues con eso tú solo!’
Que si hay personas que no tienen su identidad sexual muy bien definida y luchan en alguna forma u otra, que esas personas puedan venir en libertad y puedan decir: ‘Mira, estoy luchando con esto,’ y que se puedan encontrar con alguien que les diga: ‘Ven acá, vamos a ayudarte con eso, vamos a caminar contigo. Yo no estoy aquí para juzgarte, yo estoy aquí para ayudar a levantar tu vida, que tú puedas alcanzar el propósito de Dios en tu vida.’
Oye, en el círculo de los matrimonios, mis hermanos, que si hay problemas en el matrimonio y que muchas veces se ven afectados en esa área de la sexualidad, y que entonces una de las partes -porque esto es algo que se ve en ambos géneros, no es solamente en los hombres y "no" en las mujeres, pero que si hay algo que se está llevando a cabo y una de las partes se siente tentado a buscar al vecino/a para que los satisfaga, ‘¡mira! no te metas en la casa del vecino, ¡ven acá! vamos a hablar, vamos a buscar restaurar este matrimonio, hay oportunidad, hay esperanza.’
Que si tal vez hay una persona que estuvo en una relación abusiva, y estas yo creo que son de las más difíciles, si hay personas que han estado en relaciones abusivas en las que el sexo se veía como algo abusivo, esas personas son las que más necesitan una iglesia que pueda extenderles la mano. Que no tan solamente puedan ayudar a restaurar sus emociones, sino que también puedan ayudar a restaurar su mente, su corazón y su cuerpo en alguna forma u otra.
Ese es el llamado que Dios nos está dando a nosotros, mis hermanos.
¡Oye! Yo creo que hoy Dios quiere equiparnos a todos, mis hermanos, a que nosotros podamos ser una comunidad que restaura al caído en esa área de su sexualidad.
Que si usted es un maestro, una maestra discipulado, y que tal vez usted se encuentra con un joven o una joven que le cuenta acerca de su historia, de su sexualidad y para usted eso suena como ‘¡Pero, ay, Dios mío, esta persona está en el Infierno!’ Mire, no acuse a esa persona, más bien mantenga sus oídos y su corazón abiertos y permita que el discernimiento de Dios permee todo su corazón para saber como ayudar y edificar la vida de esa persona.
A la primera que nosotros apuntemos el dedo, perdimos a esa persona.
Y yo no estoy diciendo, mis hermanos, que le pasemos la mano por encima al pecado, yo no estoy diciendo eso.
Porque si hay alguien que se ha beneficiado de corrección, yo sería uno de los primeros que diría eso. Pero sí, es una corrección que viene cargada de amor, que viene cargada de cariño pero también hay una firmeza y una autoridad en eso. La autoridad que el mundo ofrece es flácida, es algo que no tiene sustancia, es algo que se cae, se permea en sí sola, a cada rato tienen que estarla cambiando para -como quien dice- darle validez.
Pero la verdad que se encuentra en la palabra de Dios es una verdad sólida, eterna, que no hay cambio, que no hay sombra de variación en ella y cuando nosotros nos paramos en esa verdad y cuando yo reconozco que yo soy un humano y que soy frágil también y que mi dependencia está totalmente en Dios; si yo me agarro de eso, entonces puedo agarrar a otro por acá, a otra por acá y decirle, ‘vente, yo entiendo esa lucha, yo entiendo esa prueba, pero vente. Vamos a ayudarte, vamos a levantarte y vamos a caminar juntos en esto.’
Oigan mis hermanos, yo creo que Dios desea una iglesia que sea una comunidad restauradora, una comunidad sanadora. Gracias.
Ya esos tiempos de estar… ‘¡Oh! Mira lo que hizo este… Hmm, en el infierno te veré.’ Si lo verás en el infierno, es porque tú también vas para allá.
Hermanos, miren, yo creo que el pueblo cristiano, y me quiero enfocar en el pueblo cristiano ahora, el pueblo cristiano ha sufrido mucho de ataques en esta área de la sexualidad.
Yo creo que en estos últimos dos meses, yo he recibido noticias de Pastores muy allegados a mí que yo guardo en muy alta estima, que han sufrido por alguna falta en ese aspecto de su sexualidad. Un matrimonio de mucho tiempo que ha sido quebrantado por una falta, un adulterio, que fue bien dañino. Una práctica en un Pastor que era demasiado morboso para yo poderlo decir. Pero son cosas que han afectado a la comunidad cristiana.
Y yo sé que hay mucha gente ahí afuera que están acusando a la iglesia diciendo, ‘Mira, y eso que se creen cristianos…’ o tal vez son personas que dicen, ‘por eso es que yo no voy a la iglesia, si lo que hay ahí son todos un chorro de hipócritas.’
Pero saben que, mis hermanos, cuando la gente tiene la perspectiva correcta de lo que Dios verdaderamente está llamándonos nosotros a hacer, si nosotros queremos ser una comunidad madura, una comunidad de Fe madura en los principios de Dios, aquí es donde se prueba nuestra madurez. La madurez cristiana no se prueba en el que yo pueda acusar a alguien, la madurez cristiana no se prueba en el hecho de que, ‘¡Ah! mira tú tienes una pajita chiquitita allí en tu ojo, pero no me estoy dando cuenta de una viga de cemento así que yo tengo en el mío.’
La verdadera madurez cristiana se ve en el nivel de que yo veo a alguien que está herido, yo veo a alguien que ha sufrido, yo veo a alguien que se ha caído y yo puedo ir y acercarme a esa persona y levantarlo, levantar, restaurar a esa persona, darle una palabra de ánimo, una palabra de sustento, darle una palabra de esperanza.
Decirle, ‘mira no te olvides, esto es lo que Dios pide de nosotros en esa área de la sexualidad. Pero yo no te voy a dar por la cabeza con la Biblia, al contrario yo quiero darte palabras de ánimo.’ Tú veras que a medida que tú vayas buscando restaurar tu vida en tu relación con Dios, cada una de estas otras cosas van a ir cayendo en su lugar.
Le hemos dejado demasiado espacio al diablo, mis hermanos, que se salga con la suya en ese aspecto de la sexualidad. Le hemos dejado demasiado terreno, nos hemos dormido en nuestros laureles y está ahí carcomiendo todo como una gangrena.
Yo creo que hoy más que nunca nosotros como iglesia tenemos que levantarnos y decir: No más, no más.
Pero también tenemos que saber mis hermanos de que va a haber una lucha rampante que se va a levantar en contra del pueblo de Dios, que quiera restaurar a la gente en ese aspecto de su vida. Es una lucha espiritual y tenemos que estar preparados para eso y yo quiero que nosotros podamos salir de aquí con esa convicción en nuestras mentes y en nuestros corazones.
Oigan, mis hermanos, Dios quiere, Dios quiere que nuestros matrimonios sean unos matrimonios saludables. Dios quiere y anhela que un hombre pueda mirar a su mujer y que diga, ‘No tengo ojos para ninguna otra, solamente esta que Dios me ha dado,’ y viceversa que también una mujer pueda mirar a su hombre y que aunque tenga una pancita y todo que pueda decir, ‘bajo esa pancita, me deleito en ella.’ Que si tiene los chichitos aquí, pues mire agárrelo por ahí bien fuerte y deléitese en ello también. Por algo le dicen los "love handles".
Mire, Dios quiere que nuestra población de jóvenes solteros, Dios quiere que estos jóvenes vivan una sexualidad sólida, saludable, que cuando llegue el momento de consumir toda esa energía con la persona que Dios ha establecido para ellos, mira, que vean la gloria de Dios abierta y mucho más.
Dios quiere que nuestros jóvenes adolescentes también crezcan en una sexualidad sana, saludable, no tan tergiversada como lo que están recibiendo allí afuera y aún a nuestros niños, mis hermanos.
Hay niños -yo he escuchado historias, he visto reportes de niños- que a sus 9 ó 10 años ya están activos sexualmente. Yo lo lamento, pero eso no está bien y Dios nos llama para que nosotros como iglesia podamos trabajar, podamos restaurar esas personas de tan temprana edad, hasta el momento que les llegue llegar a la tumba.
Yo creo que es por eso que Dios ha movido esta iglesia a implementar programas como el de "Vale esperar" y personas que están ahí recibiendo ataques constantemente de que el mejor mensaje para evitar embarazos en la adolescencia es la abstinencia.
Yo recuerdo, yo escuché un Pastor una vez, mira esto; yo escuché una vez un Pastor que dice que, “la mejor forma de evitar los embarazos es una pastillita que es así chiquititita y esa pastillita cualquier persona la puede coger over-the-counter. Pero que en vez de tomársela es una pastillita para que se la ponga entre medio de las rodillas y la aguanten así bien fuerte y que no la dejen caer esa pastillita.”
Oigan, mis hermanos, les hemos dado demasiado espacio al enemigo, no podemos, no podemos. No nos podemos dar el lujo de dormirnos en ese aspecto.
Dios quiere que nosotros podamos ser transformados, Dios quiere que nuestros matrimonios sean matrimonios felices, sólidos en respecto a esa dinámica de la sexualidad.
Dios quiere que ustedes jóvenes puedan disfrutar cuando llegue su momento, de usted entrar en el matrimonio y de disfrutar su vida con una mujer o un hombre que sea algo placentero, sólido, bello, bonito, que usted pueda mirar atrás y decir: ¡guau! esa pastillita verdaderamente funcionó.
Yo los invito, mis hermanos, póngase de pie. Yo creo que Dios nos quiere ministrar en esta área y de nuevo, no es que yo esté apuntando a nadie, pero yo se que muchos han sufrido de alguna forma u otra en ese aspecto y Dios quiere restaurar las vidas y así como Dios quiere restaurar, Dios también quiere depositar en su pueblo ese don de poder restaurar a las personas que han caído en ese aspecto de la sexualidad.
Dios quiere restaurar a la gente. Dios llora con aquellos que lloran porque no saben como lidiar con esas luchas, con esas presiones y Dios nos está llamando a nosotros como iglesia. Si hay un mensaje que yo quiero que usted salga de aquí con él, es eso: que usted es un instrumento para la sanidad y restauración de vidas que han sufrido en ese aspecto de su vida.
Y que a la misma vez, Dios quiere restaurar su propia vida, Dios quiere restaurar su propio corazón. Así que la gotita de agua le ha caído a alguien, yo le invito a que usted, a que en usted está que podamos orar en línea con esto.
Cierre sus ojos ahí donde está.
Señor Jesús, ahora mismo nosotros reconocemos que nuestra naturaleza humana es bien frágil, Señor, y que caemos en muchas formas, Señor Jesús. Pero dado el tema de hoy, Señor, yo te pido que Tú nos ayudes a saber como defender esos frentes de la sexualidad en medio de nuestra vida, Señor.
Padre, como dice Tu Escritura, que si hay personas que se creen estar firmes, pues mira, Señor, yo pido que Tú Bendigas esa firmeza, Señor, y que ese aspecto de esa tentación, mi Dios, que Tú los libres por completo, Señor de eso.
Y que esas mismas personas se puedan convertir en personas que puedan restaurar la vida de otros, pero aquellas personas que han sufrido y que han padecido, sea ya por decisiones alocadas que han tomado o por decisiones que otros tomaron en contra de ellos, en contra de su voluntad... Padre, yo te pido que Tú deposites un bálsamo de Tu Espíritu ahora mismo, y restaures esos corazones, Señor.
Que como sólo Tú sabes hacerlo, Espíritu de Dios, que Tú traigas un sentido de convicción a cada corazón que está aquí hoy. Qué Tú quites el velo de la mentira y el engaño y que Tú traigas esa convicción que nos ayude vernos, Señor, a través de Tus ojos, que nos ayude a vernos, Señor, como Tú nos ves, que somos creación tuya. Somos joyas, Señor Jesús, somos joyas en Tus manos que Tú estás formando, mi Dios.
Y hacemos guerra espiritual mi Dios, reprendemos cualquier artimaña del enemigo, Señor, cualquier engaño de Satanás, lo cancelamos en Tu nombre, Señor. Y yo te pido que cada día podamos ponernos nuestra armadura desde la cabeza hasta los pies para saber como defender esos frentes de nuestra batalla, Señor.
Para que sepamos proteger nuestros matrimonios, para que sepamos proteger a nuestros hijos, para que podamos proteger las relaciones que tenemos con las personas del sexo opuesto, mi Dios. Padre, ayúdanos, te necesitamos, Señor. Trae convicción. Tú no traes culpas, Señor, Tú traes convicción al corazón.
Así que Padre, sé Tú depositando Tu Gracia sobre cada uno de nosotros, mi Dios. Deposita Tu Gracia sobre niños, sobre jóvenes, sobre jóvenes adultos solteros, aquellos que están casados, los que llevan años de matrimonio, Señor. Yo te pido que ellos puedan experimentar la intencionalidad que Tú tienes para el sexo del origen que Tú lo formaste, Señor.
Padre, permite que esta iglesia pueda ser una casa de restauración y que nosotros podamos ser tus instrumentos para restaurar esas vidas, Señor.
Llena tu pueblo, Señor, llena tu pueblo. En el nombre de Jesús lo declaramos así, Señor.
Gracias, Jesús, gracias, Señor.
Homenaje a las madres solteras
Transcripción
Yo estaba pensando esta mañana mientras bendecíamos a las madres, y hoy mismo también cuando veía ese hermoso grupo de mujeres pasar aquí al frente, pensaba en cómo las hermanas bendicen nuestra Iglesia, bendicen nuestra comunidad y pensé también en un sector de nuestra iglesia que a mí a través de los años me ha sido de tanta bendición y son esas madres que las llamamos a veces madres solteras.
Pero no son necesariamente y únicamente madres solteras porque muchas de ellas han sido casadas y quizás por una razón u otra su matrimonio se quedaron fragmentados, algunas sí son madres que tuvieron sus hijos en otra etapa de sus vidas y no tienen un marido, un esposo pero que en cualquier forma son esas mujeres esforzadas y valientes de nuestra iglesia que son mamá, son papá, son proveedoras de sus casas, son tutoras, a veces son guerreras de sus hijos y le dicen al diablo: "Por aquí tú no vas a pasar". A veces son guerreras que luchan con sus hijos y les dicen, "de aquí tú no vas a salir". Pero lo que sean son mujeres que nos bendicen con su dotación espiritual y su bendición.
Yo en el libro que acabo de escribir puse algo que quiero leer, para bendecir a esas mujeres que de tanta bendición son a nuestra Iglesia. Esas "madres solteras" -entre comillas- que no son solteras nada, porque tienen un esposo que es su Padre, su Dios celestial que les ama y que es su guerrero. No están solas, mis hermanas, y les bendecimos en el nombre del Señor.
Pero quiero a manera de señalar lo que ustedes son para nuestras vidas y en reconocimiento también de que nuestras Iglesias necesitan saber como administrarles a ustedes. Necesitamos aprender como iglesia latina en Estados Unidos, cómo bendecirles.
Yo creo que los valores que están ejemplificados aquí van para todas las mujeres de nuestra Iglesia, casadas, no casadas, madres, no madres, solteras o lo que sean, ustedes son un ejemplo y son mujeres ejemplares.
Digo aquí: 'relacionado con el reto de la juventud, la Iglesia Hispana también confronta el reto de la madres solteras que abundan en nuestras iglesias. Algunos de los líderes más poderoso en nuestra Iglesia son precisamente esas mujeres esforzadas y valientes que cada día tienen que jugar el papel de mamá y papá, proveyendo materialmente para sus hijos, sirviendo como mentores espirituales, manteniendo la disciplina sobre adolescentes conflictivos y con frecuencia sirviendo fielmente a sus Congregaciones.
Admiro su valentía, su voluntad feroz de vivir con gracia sin perder el buen humor o el gusto por la vida. Son un ejemplo elocuente para mí de fe y persistencia en medio de retos y pruebas abrumadores, de increíble generosidad y capacidad para perdonar, de amor feroz que no se deja vencer por la ingratitud o la desconsideración.
Frecuentemente estas mujeres ejemplares luchan con la depresión y el desaliento, el cansancio físico o el sentido de soledad e impotencia. A veces se sienten incapaces de defender a sus hijos de la influencia dañina que emana de la cultura juvenil en que se mueven. Muchas veces se desesperan cuando sus hijos varones entran en esa edad difícil en que se sienten obligados a afirmar su masculinidad e independencia y no saben cómo manejarlos o aconsejarlos, cómo balancear la tolerancia con la disciplina.
Muchas de estas mujeres, sostienen trabajos demandantes y agotadores, los cuales les dejan muy poco tiempo para cuidarse a sí mismas, para apartar unas horas de descanso y recuperación o simplemente para dialogar con sus hijos. Frecuentemente luchan en su interior con las heridas del pasado, con recuerdos del abandono de sus maridos o de abuso sexual durante su niñez.
Desean una figura paternal para sus hijos varones o, sencillamente, anhelan el calor y la compañía de un esposo para llenar su vida emocional.
A veces luchan por un tiempo con la tentación de una relación romántica que saben instintivamente que no será buena ni para ellas, ni para sus hijos, pero a veces terminan sucumbiendo ante la poderosa necesidad de romper con la soledad y el vacío que tanto las persigue.
Muchas madres solteras llegan a nuestra Iglesia y encuentran allí el refugio que tanto necesitan para ellas y sus hijos. La renovación espiritual que experimentan y el hallazgo de una comunidad que le provee apoyo y consejo para navegar las difíciles situaciones que frecuentemente confrontan, le imparten un nuevo significado a sus vidas. Muy pronto muchas de ellas crecen y prosperan como una plantita sedienta de agua y luz que sólo esperaba las condiciones idóneas para alcanzar todo su potencial.
Reciben el Evangelio con gozo y avidez y como la mujer samaritana, después de conocer a Jesús, muy pronto se convierten en evangelistas efectivas y contagiosas. Estas mujeres traen consigo un tesoro de potencialidad humana y espiritual. Cuando reciben los nutrientes requeridos, frecuentemente se convierten en valiosos recursos para sus congregaciones. Son expertas en dar y servir, sus dolorosas experiencias del pasado y las demandas que la vida las ha puesto sobre sus hombros la han convertido en seres espiritualmente dotados, sensibles a las necesidades de los demás; sabias mucho más allá de su capacidad intelectual.
Muestran una exquisita sensibilidad a las cosas del espíritu y reaccionan fácilmente a las enseñanzas del Evangelio, como los creyentes de Verea en el Libro de los Hechos han recibido la Palabra con toda solicitud".
Hermanas, les Bendecimos en nombre del Señor a esas mujeres esforzadas y valientes.
Oraremos por ustedes siempre.
Y lo que yo continúo hablando en el libro es que nuestras iglesias hispanas en Estados Unidos, necesitan encontrar la manera de administrarle a ese segmento, a ese sector de nuestras Congregaciones, como ayudarlas a ustedes y yo creo que podríamos referirnos a todas las madres, sea como sea. Ser madre no es fácil en este tiempo, pero ayudarlas a sobrellevar esas cargas, proveerles ánimo, sanidad emocional, consejería, ayuda con sus hijos, programas juveniles que les provean sana enseñanza a sus hijos también y también programas que impidan que en el futuro haya tantas madres que tienen que confrontar la vida ellas solas.
Yo creo que necesitamos hablarle a nuestros jóvenes, los varones, muchas veces, cuyas inseguridades sexuales por no tener a veces padres modelo en sus casas los lleva a buscar afirmar su sexualidad y su masculinidad en maneras inapropiadas. Y a veces ahí vienen situaciones que son dañinas para nuestra comunidad.
Gracias a Dios, éste programa que tenemos aquí, que se llama "Vale la pena esperar" a través de COPANI y el Gobierno Federal, estos fondos que estamos usando ahora mismo, ya a la una comenzó una clase que está recibiendo docenas de nuestros jóvenes aquí en León de Judá en el área de la sexualidad.
¿Por qué? Porque necesitamos educar a nuestros jóvenes en todas esas cosas y prepararlos para ese mundo feroz que ésta allá afuera.
Pero mientras tanto hoy, en el día de las madres les saludamos en el nombre de Jesús.
Madres sean bendecidas, y esas madres solteras, que yo digo no son solteras porque tienen a su Dios con ellas, les bendecimos y reconocemos la labor extremadamente especial que ustedes hacen. Que sea ese nuestro tributo a ustedes en este día.
Homenaje a las madres solteras
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Yo estaba pensando esta mañana mientras bendecíamos a las madres, y hoy mismo también cuando veía ese hermoso grupo de mujeres pasar aquí al frente, pensaba en cómo las hermanas bendicen nuestra Iglesia, bendicen nuestra comunidad y pensé también en un sector de nuestra iglesia que a mí a través de los años me ha sido de tanta bendición y son esas madres que las llamamos a veces madres solteras.
Pero no son necesariamente y únicamente madres solteras porque muchas de ellas han sido casadas y quizás por una razón u otra su matrimonio se quedaron fragmentados, algunas sí son madres que tuvieron sus hijos en otra etapa de sus vidas y no tienen un marido, un esposo pero que en cualquier forma son esas mujeres esforzadas y valientes de nuestra iglesia que son mamá, son papá, son proveedoras de sus casas, son tutoras, a veces son guerreras de sus hijos y le dicen al diablo: "Por aquí tú no vas a pasar". A veces son guerreras que luchan con sus hijos y les dicen, "de aquí tú no vas a salir". Pero lo que sean son mujeres que nos bendicen con su dotación espiritual y su bendición.
Yo en el libro que acabo de escribir puse algo que quiero leer, para bendecir a esas mujeres que de tanta bendición son a nuestra Iglesia. Esas "madres solteras" -entre comillas- que no son solteras nada, porque tienen un esposo que es su Padre, su Dios celestial que les ama y que es su guerrero. No están solas, mis hermanas, y les bendecimos en el nombre del Señor.
Pero quiero a manera de señalar lo que ustedes son para nuestras vidas y en reconocimiento también de que nuestras Iglesias necesitan saber como administrarles a ustedes. Necesitamos aprender como iglesia latina en Estados Unidos, cómo bendecirles.
Yo creo que los valores que están ejemplificados aquí van para todas las mujeres de nuestra Iglesia, casadas, no casadas, madres, no madres, solteras o lo que sean, ustedes son un ejemplo y son mujeres ejemplares.
Digo aquí: 'relacionado con el reto de la juventud, la Iglesia Hispana también confronta el reto de la madres solteras que abundan en nuestras iglesias. Algunos de los líderes más poderoso en nuestra Iglesia son precisamente esas mujeres esforzadas y valientes que cada día tienen que jugar el papel de mamá y papá, proveyendo materialmente para sus hijos, sirviendo como mentores espirituales, manteniendo la disciplina sobre adolescentes conflictivos y con frecuencia sirviendo fielmente a sus Congregaciones.
Admiro su valentía, su voluntad feroz de vivir con gracia sin perder el buen humor o el gusto por la vida. Son un ejemplo elocuente para mí de fe y persistencia en medio de retos y pruebas abrumadores, de increíble generosidad y capacidad para perdonar, de amor feroz que no se deja vencer por la ingratitud o la desconsideración.
Frecuentemente estas mujeres ejemplares luchan con la depresión y el desaliento, el cansancio físico o el sentido de soledad e impotencia. A veces se sienten incapaces de defender a sus hijos de la influencia dañina que emana de la cultura juvenil en que se mueven. Muchas veces se desesperan cuando sus hijos varones entran en esa edad difícil en que se sienten obligados a afirmar su masculinidad e independencia y no saben cómo manejarlos o aconsejarlos, cómo balancear la tolerancia con la disciplina.
Muchas de estas mujeres, sostienen trabajos demandantes y agotadores, los cuales les dejan muy poco tiempo para cuidarse a sí mismas, para apartar unas horas de descanso y recuperación o simplemente para dialogar con sus hijos. Frecuentemente luchan en su interior con las heridas del pasado, con recuerdos del abandono de sus maridos o de abuso sexual durante su niñez.
Desean una figura paternal para sus hijos varones o, sencillamente, anhelan el calor y la compañía de un esposo para llenar su vida emocional.
A veces luchan por un tiempo con la tentación de una relación romántica que saben instintivamente que no será buena ni para ellas, ni para sus hijos, pero a veces terminan sucumbiendo ante la poderosa necesidad de romper con la soledad y el vacío que tanto las persigue.
Muchas madres solteras llegan a nuestra Iglesia y encuentran allí el refugio que tanto necesitan para ellas y sus hijos. La renovación espiritual que experimentan y el hallazgo de una comunidad que le provee apoyo y consejo para navegar las difíciles situaciones que frecuentemente confrontan, le imparten un nuevo significado a sus vidas. Muy pronto muchas de ellas crecen y prosperan como una plantita sedienta de agua y luz que sólo esperaba las condiciones idóneas para alcanzar todo su potencial.
Reciben el Evangelio con gozo y avidez y como la mujer samaritana, después de conocer a Jesús, muy pronto se convierten en evangelistas efectivas y contagiosas. Estas mujeres traen consigo un tesoro de potencialidad humana y espiritual. Cuando reciben los nutrientes requeridos, frecuentemente se convierten en valiosos recursos para sus congregaciones. Son expertas en dar y servir, sus dolorosas experiencias del pasado y las demandas que la vida las ha puesto sobre sus hombros la han convertido en seres espiritualmente dotados, sensibles a las necesidades de los demás; sabias mucho más allá de su capacidad intelectual.
Muestran una exquisita sensibilidad a las cosas del espíritu y reaccionan fácilmente a las enseñanzas del Evangelio, como los creyentes de Verea en el Libro de los Hechos han recibido la Palabra con toda solicitud".
Hermanas, les Bendecimos en nombre del Señor a esas mujeres esforzadas y valientes.
Oraremos por ustedes siempre.
Y lo que yo continúo hablando en el libro es que nuestras iglesias hispanas en Estados Unidos, necesitan encontrar la manera de administrarle a ese segmento, a ese sector de nuestras Congregaciones, como ayudarlas a ustedes y yo creo que podríamos referirnos a todas las madres, sea como sea. Ser madre no es fácil en este tiempo, pero ayudarlas a sobrellevar esas cargas, proveerles ánimo, sanidad emocional, consejería, ayuda con sus hijos, programas juveniles que les provean sana enseñanza a sus hijos también y también programas que impidan que en el futuro haya tantas madres que tienen que confrontar la vida ellas solas.
Yo creo que necesitamos hablarle a nuestros jóvenes, los varones, muchas veces, cuyas inseguridades sexuales por no tener a veces padres modelo en sus casas los lleva a buscar afirmar su sexualidad y su masculinidad en maneras inapropiadas. Y a veces ahí vienen situaciones que son dañinas para nuestra comunidad.
Gracias a Dios, éste programa que tenemos aquí, que se llama "Vale la pena esperar" a través de COPANI y el Gobierno Federal, estos fondos que estamos usando ahora mismo, ya a la una comenzó una clase que está recibiendo docenas de nuestros jóvenes aquí en León de Judá en el área de la sexualidad.
¿Por qué? Porque necesitamos educar a nuestros jóvenes en todas esas cosas y prepararlos para ese mundo feroz que ésta allá afuera.
Pero mientras tanto hoy, en el día de las madres les saludamos en el nombre de Jesús.
Madres sean bendecidas, y esas madres solteras, que yo digo no son solteras porque tienen a su Dios con ellas, les bendecimos y reconocemos la labor extremadamente especial que ustedes hacen. Que sea ese nuestro tributo a ustedes en este día.
La oración ejemplar de Ana
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Quiero invitarles a ir a la Palabra del Señor rápidamente. Hablar de una madre, una mujer que quería ser madre y que tenía una avidez tremenda. El Pastor David Marrero hace poco nos habló de esa matriz que dice "Dame, dame, dame", ¿Recuerdan eso? Y Ana en el Primer Libro del Profeta Samuel era una mujer así. Tenía un deseo voraz de ser madre y canalizó ese deseo, ese anhelo de maternidad en una forma constructiva. Dios en su misericordia le concedió las peticiones de su corazón.
Quiero leer para ustedes este pasaje primero de Samuel, Capítulo 1, porque Ana yo la considero una mujer ejemplar cuya vida, valores, comportamiento en medio de prueba y necesidad nos anima a nosotros y nos da razón también para emular su comportamiento.
Capítulo 1 de Primero de Samuel dice: "Hubo un varón que se llamaba el Cana y tenía él dos mujeres…” -versículo 2- y, hermanos varones, no cojan esto como un ejemplo para ustedes ni nada, esto era simplemente él hace como 3000 años. Estamos en el Siglo XXI por sí acaso, 2009.
"Y tenía él dos mujeres. El nombre de una era Ana y el de la otra Penina. Penina tenía hijos, más Ana no los tenía y todos los años aquel varón, el Cana, subía de su ciudad para adorar y para ofrecer sacrificios a Jehová de los ejércitos, en Siloh donde estaban dos hijos de Elí: Ofni y Fines sacerdotes de Jehová".
Es decir todos los años este hombre subía con toda su familia con Ana y con Penina y con los hijos que ella tenía y como se acostumbraba en Israel antiguo pues en esos tiempos del año de Festivales Sagrados ellos iban a Jerusalén, probablemente, a ofrecer allí sacrificios en el templo y presentar su ofrenda al Señor. Iba toda la familia, era un gran evento familiar, me imagino y allí tenían que convivir si no lo hacían antes Ana y Penina y se encontraban allí en esa jornada. Iban ellos a adorar allí en ese lugar donde estaba el sacerdote Elí y dos hijos que él tenía que también eran sacerdotes.
"Y cuando llegaba el día" -versículo cuatro- "en que el Cana ofrecía sacrificio, daba a Penina su mujer, a todos sus hijos y a todas sus hijas a cada uno su parte"
Quizás les daba a cada uno su prenda de ropa, un sweater o les daba un dinerito para la merienda o lo que fuera, les daba su parte para su sostén, o un regalo especial.
"Pero a Ana él le daba una parte escogida, porque amaba a Ana, aunque Jehová no le había concedido tener hijos".
Esa expresión es muy importante: "aunque Jehová no le había concedido tener hijos". Yo creo que es muy intencional de parte del escritor poner eso allí.
Pero Ana a pesar de no tener hijos, que en esa cultura hebrea tan dada a esperar hijos, y como que si usted era una mujer y estaba casada y no tenía hijos, eso era como… se veía en esa cultura como un fracaso. Porque la cultura hebrea exaltaba los hijos y como que la razón de vivir de una mujer era llegar a ser mamá, llegar a tener hijos y una mujer estéril que no podía llegar a tener hijos, el papá o el esposo se sentía como que "no ha cumplido su misión".
"Pero el Cana a pesar de que Ana no le había dado hijos, amaba a Ana".
Pregúntese por qué, y vamos a ver probablemente, y yo espero que me de el tiempo aunque sea para señalar algo que había en el carácter de Ana que se había ganado el amor de Cana.
"Y su rival", una palabra muy deliberada escogida por el escritor, "su rival, Penina, la irritaba, enojándola y entristeciéndola porque Jehová no le había concedido tener hijos".
De nuevo allí está esa expresión, "Jehová no le había concedido tener hijos".
Yo creo… le pregunto, ¿piensa usted que esa expresión es puramente poética, metafórica o es en realidad que era así? El Espíritu Santo escribió esto en última instancia.
"Y Dios no le había concedido…", había una decisión allí yo creo. Lo que está implicando es que había una decisión de parte de Dios de no haberle concedido tener hijos. Yo no necesito defender a Dios, y eso es lo que dice allí. Yo no voy a buscar adornar al muerto con algo, ni nada, eso es lo que dice allí, "Dios no le había concedido tener hijos", dos veces.
Voy a explicar por qué insisto en esto. "Así hacía cada año, cuando subía a la casa de Jehová, la irritaba", se burlaba de ella, "por lo cual Ana lloraba y no comía". Ana sufría en carne viva ese hecho de no poder ser madre.
Y el Cana, su marido, le dijo: 'Ana ¿por qué lloras? ¿Por qué no comes? y ¿por qué está afligido tu corazón? ¿No te soy yo mejor que diez hijos?". El Cana parece que tenía una alta estima, ¿no?, no sufría de baja autoestima: '¡Ey! Me tienes a mí, ¿para que tú necesitas hijos?'. Yo me imagino que Ana… ‘Mmm… quisiera responderte pero voy a darte una respuesta diplomática aquí'- Ana quería un hijo, amaba a su esposo y se gozaba en el amor de su esposo, pero en su corazón había una necesidad de ser mamá y eso es lo que más le preocupaba a ella.
Versículo 9 dice: "Y se levantó Ana, después que hubo comido y bebido en Siloh", ya están allá en el lugar del Santuario "y mientras el Sacerdote Elí estaba sentado en una silla junto a un pilar del Templo de Jehová"... y esto es importante.
¿Quién era Elí? Elí era un Sacerdote llegado ya a la ancianidad, y... después le voy a explicar quizás un poquito más acerca de él; pero es un personaje interesante en los primeros años de la vida de Samuel de hecho y Elí está sentado en uno de esos pilares, mucho más grande que uno de estos pilares aquí; yo me imagino a Elí y por su forma de ser y por el carácter que nos perfila la Biblia, yo me lo imagino sentado con una silla recostada del pilar este indolentemente mirando al Santuario, que quizás en ese momento como no parece que era un momento de culto formal, estaba quizás vacío o semivacío.
Y él… quizás sus ojos estaban recorriendo el espacio del Santuario y ahí llegó Ana y Elí está sentado junto a un pilar del Templo y dice el Versículo 10 que "Ella con amargura de alma", esa es una expresión bien fuerte, "con amargura de alma oró a Jehová".
¿Cuántos saben que a Dios no le ofende que ustedes a veces lloren delante de Él, derrame la bilis que tiene allí, derrame sus lágrimas y eche una perreta delante de Él?
Eso es bueno, yo lo he hecho y he salido bendecido de eso, ¿saben? A veces hay que clamar delante de Dios. A Dios no le molesta que usted se haga frágil delante de Él, a Dios no le molesta que inclusive usted le hable en palabras sentidas. Al contrario, yo que a Dios hasta le agrada, porque usted no le hablaría fuertemente a alguien a menos que usted no creyera en él y no creyera que es capaz de recibir lo que él está diciendo.
Ahí nos dice que nos "acerquemos confiadamente al Trono de la Gracia", confiadamente para mí quiere decir que yo también le puedo explayar al Señor todas mis debilidades, mis molestias a veces, mi sentido de duda, temor, cuestionamiento, lo que sea, hermano siéntase libre para soltar su humanidad delante de Dios.
A Dios no tenemos que venirle con pretensiones ni con fórmulas, ni pantalleo como decimos nosotros.
Venga ante el Señor abiertamente, confiadamente, humanamente y derrame su necesidad delante del Señor. Al Señor le encanta eso.
"Entonces Ana lloró con amargura de alma y oró a Jehová y lloró “abundantemente” e hizo voto diciendo: 'Jehová de los Ejércitos si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva y te acordares de mí y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón…" Hay que serle específico al Señor, no dijo, ‘dame ahí lo que tú quieras, si tiene dos cabezas está bien’, sino que dijo, ‘dame un hijo varón’.
¡Qué importante es ser específico delante de Dios! Amén.
Dígale al Señor con nombre y apellido lo que usted necesita, si tiene un problema descríbaselo con lujo de detalles, si está buscando algo en su vida, tómese tiempo, elabórelo delante de Dios. Dios sabe ya lo que usted necesita, pero a Él le gusta cuando nosotros se lo dejamos saber, cuando entramos en conversación con Él. Eso indica intencionalidad de nuestra parte, indica que creemos en Él.
Tómese tiempo para elaborar sus necesidades.
Hizo su petición delante de Dios: "Si me dieres un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida y no pasará navaja sobre su cabeza". Eso no quiere decir que Ana no quería gastar dinero en un barbero de paso.
En el contexto judío, ¿ustedes han oído hablar de los nazareos? ¿Alguien sabe lo que es un nazareo? ¡Ah! Yo creo que aquí hay un nazareo, porque aquí alguien dijo "Amén" con tanta fuerza. El hermano, Roberto Naranjo, allí. Usted es un nazareo aunque se ha cortado el pelo, aunque se ha cortado el pelo, mi hermano, porque vive dedicado al Señor, él y su esposa.
El caso es que los nazareos eran un grupo de gente muy escogida dedicada completamente al Señor, había.... y a veces una persona podía hacer un voto de un año, que se llama el "nazareato", creo era; donde uno podía decir este año yo lo voy a dedicar al Señor... mi vida... y lo distintivo de los nazareos era que no se cortaban el pelo. Su pelo largo era una señal de su consagración al Señor.
¿Alguien me puede decir el nombre de alguien que nunca se cortó el pelo hasta que llegó una mujer allí que le metió una zancadilla? Sansón.
¿Recuerdan que Sansón nunca se cortó el pelo? Y, hasta que el pobre cayó en una trampa allí y entonces perdió la unción que Dios le había dado. Pero era una señal de consagración al Señor.
Y Ana dijo: "Señor, si Tú me das un hijo, yo lo voy a dedicar a Ti, lo voy a dedicar a Tu servicio".
¿Cuántos saben que los hijos son del Señor? No son suyos, no son míos, son de Dios. Dios nos los da para que los cuidemos, para que se los pastoreemos y para que los dirijamos hacia Él, su corazón, pero los hijos no nos pertenecen ni a usted, ni a mí. Dios tiene una carrera con ellos, Dios tiene un propósito, Dios tiene un llamado, Dios tiene un destino, Dios tiene un curso de entrenamiento para ellos y será mejor que nosotros no nos metamos en el camino de Dios cuando quiera hacer algo.
Muchos padres son demasiado posesivos y queremos controlar a nuestros hijos, queremos guiarlos minuciosamente, nosotros, y a veces ahogamos el propósito de Dios en sus vidas. Y es un arte, uno saber hasta donde apretar y hasta donde soltar para que Dios sepa lo que Él tiene que hacer y haga lo que tiene que hacer en la vida de nuestros hijos. Eso requiere una fe tremenda, ¿saben? pero necesitamos hacer eso, necesitamos abrir espacio para que Dios pueda obrar en la vida de nuestros hijos y lo que tenemos que hacer es encomendárselos al Señor, entregárselos a Dios, confiárselos a Dios y esperar que sean hombres y mujeres de Dios. Ese es el propósito más grande que nosotros podemos concebir para nuestros hijos.
Antes de que queramos que sean astronautas, ingenieros, médicos o políticos influyentes, que sean hombres y mujeres de Dios. Lo demás es crema sobre el pastel, lo demás es secundario. Gente de carácter. Y por eso es que tenemos que entrenar a nuestros hijos, como dice la Palabra en el temor de Dios, en el conocimiento de la Palabra, darle énfasis a la formación espiritual de nuestros hijos.
Por eso hermanos y hermanas, y lo que estoy haciendo es hilvanando el Sermón con la lectura misma, tan importante que como padres es que nosotros invirtamos en la educación espiritual de nuestros hijos. Muchas veces en la Iglesia se estarán ofreciendo programas y tenemos los servicios de jóvenes y hay actividades.
Miren, hermanos y hermanas, en vez de gastar $15 en llevarlos al cine a comer jelly beans y a ver una película que no les va a servir de nada muchas veces, si hay una oportunidad de invertirlo en un buen libro, en una conferencia para jóvenes, en una experiencia espiritual que los marque, no escatime en todo lo que pueda bendecir a sus hijos.
Muchas veces requerirá que en invierno usted tenga que llegar a su casa, comerse algo y montarse en su carro para soltar al muchacho o la muchacha en la Iglesia para la clase de viernes en la noche o para otra cosa, alguna experiencia en algún sitio espiritual, un retiro, lo que sea. Mire, hágalo en nombre del Señor, invierta y diga “Padre, eso lo hago como una inversión en el carácter de mi hijo o de mi hija”. Usa este gesto que yo estoy entregando para bendecir y crea un hombre, una mujer que te sirva y que te amen por sobre todas las cosas.
¿Cuántos pueden decir Amén a eso? Denle un gran aplauso al Señor y afirme eso en su vida.
Tenemos que saber cuales son nuestras prioridades, hermanos, ser madre, ser padre no es un trabajo part-time. Es una cuestión intensiva, requiere dedicación. Es el Ministerio más importante que ningún hombre o ninguna mujer pueda ejercer: ser madre. Y es una de las cosas más exaltadas. Hoy en día se enfatiza mucho la mujer profesional, la mujer que se lleva el mundo por delante, la mujer exitosa y a veces como que se minimiza el papel de una madre.
Mis hermanas, yo quiero afirmarles y decirles: No hay nada más importante que ser una madre en el nombre del Señor, con valores espirituales que infundamos en la vida de nuestros hijos. Esa es la labor más noble, más digna, más influyente que puede haber en la Tierra. Nunca deje que nadie le diga lo contrario. Esa mano que mece la cuna, es la influencia más poderosa del mundo, no es la política subida allá arriba en una tarima nacional. Es esa mano que arrulla, que bendice, que infunde valores, que ora por esa criatura y crea hombres y mujeres que aman a Dios y que están bien fundamentados en el Señor.
¿Qué dice la Palabra? Dice: "Instruye al niño en su camino y cuando viejo, no se apartará de él".
Madres y padres, también, muchas veces nosotros invertimos en nuestros hijos y pensamos: "¡Ey! Esta semilla está cayendo en tierra yerma. Está cayendo en tierra estéril. No veo resultados". Mire lo que usted está haciendo al educar a sus hijos es poner bombas de tiempo espirituales en sus corazones. Quizás usted no las vea inmediatamente, usted está sembrando semillas a largo tiempo.
Pero un día cuando esos niños rebeldes o toscos de oído lleguen a cierta edad y sientan la presión y el peso de la vida, cuando comiencen a tener que ganarse el pan de cada día, o tengan su primer fracaso cuando soliciten a la universidad y no los reciban o cuando les deje la primer noviecita o novia que sientan el primer ahincamiento en sus corazones, o tengan que ganarse el pan de cada día, o se casen y sientan los problemas del matrimonio... esas bombas de tiempo comenzarán a estallar dentro de sus corazones.
Y ¿saben qué? Buscarán una iglesia, buscarán la oración, buscarán de Dios y lo que usted sembró allí saldrá a la luz. Siembre, siembre, siembre, siempre y deje el resultado al Señor. Amén.
El Apóstol Pablo dice: "Yo sembré, Apolos regó, pero el crecimiento lo da Dios". Nuestra parte es sembrar la semilla y asegurarnos de que sea buena semilla en la tierra de nuestros hijos y regarla con oración, con amor, con desvelos, con declaraciones de confianza en el Señor y creer que Dios dará el crecimiento en su momento. Lo que usted siembre para sus hijos no quedará sin resultado, no dejará de tener éxitos.
Así que hermanas y hermanos, les animo a sembrar en el Señor.
Y cuando digo hermanos, quiero recordar que el trabajo de sembrar y educar a los hijos no es solamente de las mujeres, por si acaso.
Padres, yo creo que una de las necesidades más grandes que tiene la cultura en este tiempo de cualquier nacionalidad pero en la latina, en la afro-americana y también, yo creo, en la anglosajona yo creo que mucho, mucho hay una necesidad grande de padres comprometidos, de hombres ejemplares, de hombres con la Palabra de Dios brotando de su boca, porque su corazón está lleno de ella.
Hombres de oración, hombres defensores de sus familias, hombres que de mañana y de noche están al frente como sacerdotes encabezando la vida espiritual de su familia. Hombres que están dejándose quebrantar por el Señor, hombres tiernos de corazón, hombres que se tracen la tarea de ser padres y esposos ejemplares, de ganarse el corazón de sus mujeres, de ganarse el amor y el respeto de sus hijos y de sus esposas y de sus familiares. Hombres que estén dispuestos a dejar cosas que ellos aman y no piensan que tienen que dejar para que sus familias puedan seguir adelante y progresar y para que sus matrimonios puedan seguir al próximo paso. Una de las grandes ausencias, que yo creo tiene nuestra comunidad es, precisamente, la falta de sacerdotes en los hogares. Y yo les animo, varones vamos, incluyéndome a mí mismo, vamos a trazarnos la meta de crecer cada día más y más en el Señor. Amén.
Déjenme decirles que eso es bien importante, porque muchas veces en la oficina, en tiempos de consejería, vienen a mí hermanas que sangran porque ellas están creciendo, están recibiendo la Palabra, están siendo bendecidas, están entregándose, son tiernas, dejan que el Señor les forme y son como blanda cera que El Señor solo tiene que imprimir muy levemente su dedo para que tomen la configuración que Dios quiere en sus vidas.
Pero están sangrando porque sus esposos no están caminando al lado de ellas y se sienten que están dejando atrás a sus esposos. Están creciendo, están avanzando, están recibiendo la bendición de Dios y muchas veces los varones no estamos dando todo. Y esto es una palabra amorosa y pastoral para mis hermanos, no para ponerlos en problemas con sus esposas, ¿saben?
Pero es importante que los varones nos pongamos las pilas. Dios quiere sacerdotes. Hermanos, yo adoro la obra de las mujeres en nuestra iglesia y en la iglesia de Jesucristo. Yo creo que, bueno no tengo palabras suficientes, para decir cuanto yo le doy gracias al Señor por cada una de las hermanas.
Pero ¿saben qué? Yo siempre insisto que hay algo muy especial, hay un rol sacerdotal que Dios tiene para el hombre. Yo sí creo, contrario a lo que se predica hoy en día, que el hombre es la cabeza de la mujer. Ahora, no la cabeza para oprimir, controlar, abusar, sino para encabezar en el sentido de la palabra.
Por ejemplo, con ejemplo y con comportamiento, hermanos. Amén.
Y para eso necesitamos sabiduría de Dios, para eso necesitamos entrega al Señor, no le deje la carga a su esposa en la oración, en la lectura de la Palabra, en el crecimiento espiritual.
Sea usted el primero, ahí delante. Gánese el derecho a dirigir, porque usted ejemplifique el carácter de Jesucristo y pasión y amor por las cosas de Dios.
Y cuando tengamos parejas “parejas”, nuestros hogares van a ser bendecidos. No disparejas; sino cada uno ahí al lado del otro, caminando paso a paso, conquistando tierra, bendiciendo a sus familias, ejemplificando unidad, recibiendo ambos del Señor y creciendo juntos como dos plantas frondosas, nutridas por aguas corrientes y frescas. Dios va a bendecir nuestros hogares.
No tendremos hijos por ahí dando vueltas, queriendo afirmar su masculinidad indebidamente porque no tienen ese calor de padre y tendremos mujeres confiadas que habitarán seguras porque tienen buen respaldo. Amén.
Así que, esas son algunas de las cosas, y yo creo que mi tiempo casi se está acabando, pero déjenme continuar un poquito porque si usted tiene tiempo, hermano, hermana, use esta semana para meditar en esos primeros dos pasajes de Primero de Samuel. Son pasajes bellos, muy nutridos y con mucha enseñanza extraordinaria.
Enfoque el carácter de Ana, mire todo lo que Ana puede enseñarnos y también Elí. Elí, de paso, no fue un buen padre. Elí era la antítesis de Ana y pagó un precio muy alto por su descuido y su falta de disciplina e integridad y en como manejó a sus hijos que eran Pastores, eran Sacerdotes. Y Dios lo condenó fuertemente. El final de su vida, fue un final deshonroso, porque no desempeñó su labor de padre.
Así que lean estos dos capítulos, primordialmente. Es más, los primeros tres son tremendos capítulos y usted va a aprender mucho de ellos. Use esta semana para meditar sobre estos capítulos y para crecer en el conocimiento de esta parte de la vida cristiana.
Entonces, continuemos... Ana está allí en el Santuario, está orando al Señor, llorando amargamente, pidiéndole a Dios que le conceda un hijo. Le dice: "Señor si Tú me concedes ese hijo yo no lo voy a controlar, no lo voy a poseer, no voy a pretender que es mío, te lo consagro a Ti, para que Tú hagas de él lo que Tú quieras. Va a ser un instrumento en Tus manos".
Esas son las oraciones que Dios honra. Las oraciones que pedimos no para halagar nuestros propios apetitos sino para Glorificar al Señor. Ese tipo de oración usted puede casi ir al Banco pensando, que va a ser contestada. La oración que es pedida para glorificar al Señor y para avanzar su Reino, esa oración a Dios le encanta sobre todas las demás oraciones, honrarlas.
Entonces dice que: "mientras ella oraba" -versículo 12- "largamente..."
¿Saben qué? La oración debe ser apasionada, persistente y detallada y tomarse uno su tiempo. Allí tiene cuatro cualidades de la oración.
¿Cuántas veces hacemos oraciones vapor, no? Mientras nos estamos poniendo la corbata para irnos decimos: 'Señor bendíceme este día y la familia, en el nombre de Jesús. Amén'. Salimos por ahí disparados, ¿no?
Mientras nos estamos comiendo el plato de avena o las tostadas: 'Señor Gracias por este día. Bendíceme....' y salimos de una vez a trabajar.
A Dios le gusta que usted se siente, tranquilo, tome su capuchino, su tacita de café, busque su mejor asiento, saque tiempo, en el mejor momento del día. ¿Saben cuál es mi mejor momento? Quizás yo ya lo he compartido con ustedes. Temprano en la mañana antes de que salga el sol. Muchas veces si ha salido el sol, yo me siento que desperdicié el día.
Oiga, ¡pero que lindo en invierno! cuando usted sabe que afuera el frío está rugiendo y el viento está zumbando por todas partes, usted está en su casa sentado en un rinconcito en su sofá o asiento favorito tomándose una taza de té o de café, conversando con el Señor, antes de que comience el día.
Ese tiempo en que su mente está limpia después de unas horas de descanso y usted no está todavía contaminado con las noticias o las conversaciones del día o el ruido de la calle y usted puede sentarse a hablar con su Señor. Consagrar su día a Dios, hablarle con lujo de detalle, porque usted se ha tomado el tiempo y bendecir su familia, bendecir los temas de su vida, presentar al Señor los anhelos de su corazón, ponerse al día con Dios y también escuchar de Él.
Porque muchas veces, en esos momentos, Dios va a poner impresiones en su espíritu y le va a hablar acerca de lo que Él quiere con usted, también. Porque a Él le gusta un diálogo, no le gusta un monólogo.
Tómese tiempo para escuchar de Dios, también. Cierre los ojos y deje que Dios le hable y usted verá que comienza a experimentar pensamientos, impresiones, anhelos que usted ni siquiera sabrá de donde vinieron. Cuando los reciba conságreselos al Señor y dígale: "Padre, gracias por hablarme. Voy a actuar sobre eso. Voy a santificar y te lo voy a entregar a Ti".
Saque tiempo, tome tiempo para orar al Señor. Las oraciones deben ser así: apasionadas, persistentes y detalladas y específicas. Todas estas cosas están aquí.
Miren la oración de Ana, de paso, es una de esas oraciones ejemplares que hay en la Escritura. Yo la pongo al lado de la oración de Daniel en su libro, al lado de la oración de Nehemías en el Primer o Segundo Capítulo de su Libro, la oración de Salomón antes de consagrar el templo y ésta oración es una de las grandes oraciones de la historia. Y es un ejemplo de los valores y los elementos que deben ejemplificar una oración que Dios escucha y honra.
Dice que: "mientras ella oraba largamente delante de Jehová, Elí estaba observando la boca de ella".
Óiganme, hay gente que lo que miran es solamente lo de afuera, no miran lo de adentro. Nunca se deje influenciar por gente que no tiene visión. Nunca deje que gente carnal, mediocre, tibia, arrastre su vida hacia abajo. Porque eso es lo que van a querer hacer. Si Dios pone en usted pasión, entrega, ánimo, deseo de servir al Señor, inquietud. Si Dios pone una ofrenda escandalosa de algo para Él, no deje que los mediocres me lo arrastren. Las águilas no deben dejarse llevar de los consejos de las gallinas, eso es todo lo que les digo.
Busque águilas que le aconsejen. Y si usted no es águila, al escuchar los consejos de las águilas se va a convertir en águila. Amén.
Pero Elí era un hombre que ya había perdido la visión, es más, yo creo que en un momento la perdió física y la perdió espiritualmente. Elí había vivido una vida que ya es como ... desgraciadamente hay gente que sirve al Señor cuando llegan a la edad media o a la vejez... hermanos ya son como una espada bota que nadie se tomó el tiempo para afilarla.
Hermano, si usted quiere crecer en el Señor, ¿cuál es su meta? Mi meta es llegar a la vejez con tanto amor y pasión por el reino de Dios como cuando tenía 25 años. Es más, más, con tanto entusiasmo por Dios y la mirada brillosa y deseosa de darle al gigante otra pedrada más para asegurarme que está muerto.
Pero hay gente que es como... no podemos vivir de la inercia, en otras palabras. Muchos cristianos vivimos de la inercia, recibimos al Señor y vamos a la Iglesia para que nos den un tune up cada semana y que nos inflen la goma otra vez y creemos que eso es vida cristiana, vida discipular. Hay que vivir, hermanos, con la espada desenvainada, 24 horas al día, 7 días a la semana.
Hay que orar, clamar, leer, buscar, pedir, conversar, clamar al Señor. Eso es lo único que crea a un hombre, una mujer que llegan a la meta igualito o mejor que cuando comenzaron, con la misma pasión, el mismo gozo.
Muchos hombres y mujeres de la Biblia terminaron derrotados y comenzaron bien porque no se dieron a las disciplinas del espíritu.
Si usted ha entrado en los caminos del Señor, no quite su mano del arado, no quite su mano de la espada. Diga, yo voy a vivir cada día amando más a Dios, buscando más de Él, clamando más a Él, leyendo más su Palabra.
Elí no fue así y cuando llega a viejo ha perdido la visión espiritual, sus hijos son un desastre, su familia es un desastre. Ya lo que él está esperando que le llegue la edad para colectar el social security e irse a algún por allá a crear... y cuando él ve a Ana, él no puede entender lo que Ana está procesando.
Dice: "… pero Ana hablaba en su corazón y solamente se movían sus labios y su voz no se oía y Elí la tuvo por ebria". Dijo, esta mujer tiene que estar borracha porque él ve esta mujer no está diciendo nada abiertamente, está moviendo los labios; me imagino que su cara estaba contorsionada de pasión y de dolor, lágrimas corrían por sus ojos, su rostro quizá estaba rojo por todo lo que estaba sintiendo en ese momento. Quizás estaba haciendo gestos raros. Hermano, mire, si la gente piensa que usted es raro en el Señor, déle gracias a Dios. Yo prefiero que los inconversos y la gente que no entiende de Dios crean que yo soy loco, pero ser loco para el Señor.
Quiera Dios que nuestra vida de oración y de servicio al Señor provoque escándalo en los demás que no conocen a Dios y que tengan que decir '¿Qué es lo que está pasando con esta persona?
Pero Elí ve a Ana clamando al Señor en esa manera y la tuvo por borracha y entonces le dijo Elí: "¿Hasta cuando estarás ebria mujer? Digiere tu vino." Y Ana le respondió diciendo: "No, señor mío."
Óiganme, hermanas, sean honestas, ¿cuántas de ustedes le hubieran respondido así si le dicen "mira yo creo que tú ...? Yo creo que le hubieran arañado la cara de una vez, esas uñas hubieran estado encima. Sean honestas, no levanten la mano, pero allí en su corazón confiesen. ¿Cuántos de nosotros, no?
Una de las cosas acerca de Ana es su mansedumbre. Era una mujer mansa. Yo sé que algunos hermanos dicen, "Amén, Pastor, siga por ahí que va bien". Les di bastante, ahorita, a los varones, así que...
Pero hay algo especial en la mansedumbre tanto para el hombre como para la mujer. Hoy en día la mujer dice: "Si me tira un plato, yo le tiro diez". "Si rompe algo de la vajilla, yo le voy a romper toda en la cabeza, no encima de..." Yo creo que hoy día los matrimonios no pueden llegar a nada porque todo el mundo está con cincuenta cuchillos y puñales esperando a qué... como los pistoleros que tire uno y el otro de una vez dispara, ¿no?
¿Sabe lo que va a sanar nuestros matrimonios? Es alguien que esté dispuesto a decir: "¿Sabes qué? Yo esta vez me voy a quedar callado yo. Esta vez voy a orar, voy a remitir mi causa al Señor". Usted espere a que Dios provea el momento o lo que sea pero es tan importante. No dispare desde la canana, como somos muchos de nosotros, nosotros somos expertos pistoleros; no tenemos ni siquiera que sacar el revólver. De una vez disparamos y resolvemos lo que tenemos....
La mansedumbre, dice la Palabra de Dios que: "La blanda respuesta quita la ira". Y a mí me ha impactado mucho la reacción de Ana y tenemos todos que aprender mucho de ese carácter de Ana.
¿Por qué usted cree que el Cana amaba tanto a Ana? Yo creo que era por su carácter. Penina era todo lo contrario, era una arpía.
¿Hay alguna hermana aquí llamada Penina? Levante su mano por favor.
¿Hay alguien llamada Ana? Levante su mano.
¡Miren! Esa es la diferencia, hermanos. Penina cuando se murió, yo creo que nadie lloró, dijeron "Gracias a Dios que se fue esa arpía". El mundo está mucho mejor sin ella.
¿Saben qué? La mansedumbre, el buen carácter, la ternura, la humildad, la generosidad de corazón... eso tiene un poder increíble, hermanos. Pidámosle al Señor que nos ayude.
¿Qué dice la Palabra? "Si alguien te golpea en la mejilla, voltéale la otra". No la mejilla de él, sino la tuya.
Dice: "Si alguien te maldice, bendícelo. Los que te persiguen, ora por ellos porque ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza". Queriendo decir, le vas a poner encima como si fueran carbones encendidos, para que se sientan tan calientes que tengan que huir de ti, o tengan que pedir perdón. Los vas a avergonzar.
Hermanos, hay algo poderoso en ese carácter de Cristo, ese fruto del Espíritu Santo, ese amor, bondad, paz, mansedumbre, gozo, confianza en el Señor, benignidad. Ese fruto del Espíritu, que tiene más poder a veces, yo creo, que los dones del Espíritu. Los Pentecostales nos enfocamos tanto en los dones, pero ¿saben qué? El fruto del Espíritu es más poderoso para bregar con el diablo.
Al diablo le gusta forcejear y bregar con la gente violenta, pero con la gente que tiene el carácter de Cristo, no sabe qué hacer con ellos. Menea la cola y no sabe como entrarles porque no tienen nada que se parezca a él.
Entonces, cultivemos el fruto del Espíritu Santo. Pidámosle al Señor que nuestros hogares, sean hogares donde reine la paz, donde no haya palabras abusivas, hirientes, penetrantes. Antes de usted decir una palabra que maldiga o que hiera o corte el corazón de su hijo o de su esposa, pídale al Señor que la lengua se le aguante. Cuente hasta cien, cuente hasta trescientos, lo que sea.
Quiera el Señor que en nuestros hogares haya como un techo que impida que las emociones y las palabras fuertes vayan más de cierto nivel de intensidad. Que sean hogares donde los problemas se resuelvan con una buena conversación, donde se espere el momento adecuado para tratar un tema candente, donde se tomen turnos para esperar y remitir la causa al Señor, donde la paz de Dios esté presente. Porque eso permite que el Espíritu Santo more en un hogar. Que cuando la gente entre a su casa, sienta, "aquí hay algo diferente, aquí está la Paz de Dios".
Pidámosle al Señor que cultive... Ana tenía ese carácter hermoso y Ana respondió diciendo: "No señor mío, yo soy una mujer atribulada de Espíritu. No he bebido vino, ni sidra sino que he derramado mi alma delante de Jehová. No tengas a tu sierva por una mujer impía porque por la magnitud de mí congoja y de mi aflicción he hablado hasta ahora".
Elí respondió amansado y le dijo: "Ve en paz y el Dios de Israel te otorgue la petición que le has hecho".
¿Ven como Él transformó este hombre? Uno de los pocos momentos de nobleza que él tuvo en su vejez fue ese momento cuando entró en su función sacerdotal. Porque la respuesta de ella lo restauró espiritualmente y ella dijo "Haya tu sierva. Gracias delante de tus ojos" y se fue la mujer por su camino y comió y no estuvo más triste.
Yo lo voy a dejar allí y voy a pedir que los músicos pasen por aquí un momento.
Hermanos, qué hermoso. Allí usted tiene como el inicio y el fin de una oración ejemplar, de un proceso de fe, hermoso. Hermosamente concluido. El Señor ha querido que nos enfoquemos en este aspecto del sermón. Si usted quiere otros aspectos del sermón busque el sermón de la mañana porque hay otras cosas muy hermosas en la vida de Ana que enriquecen mucho nuestro entendimiento de esta gran mujer.
Pero ¿cómo deben ser nuestras oraciones? ¿Cómo debe ser nuestro caminar delante de Dios? ¿Cómo debemos encarar las crisis, las carencias, los vacíos de la vida? Hay que pelearlos en Dios, hay que pelearlos con Dios a nuestro lado. Hay que santificar y consagrar nuestras peticiones delante del Señor. Hermanos quiera Dios hacer de cada uno de nosotros gente apasionada para con Dios. Gente que viva su vida delante de Dios. Si Dios no te da algo que tú anhelas grandemente, como en el caso de Ana, trae tu causa delante de Dios pero no te amargues. Mantén tu postura dulce, sujétate a la voluntad de Dios y trae al Señor tu causa, preséntale al Señor tu necesidad día tras día y pídele a Dios que torne el derrotero de tu vida. Y si Dios se toma tiempo en contestar a tu necesidad, mientras tanto disfruta de la vida y no permitas que las cosas negativas te amarguen y te quiten tu fe del Dios que tiene su tiempo para todo.
Dile al Señor: 'Padre, aunque Tú no me concedas lo que yo te he pedido, pero yo voy a pedir todos los días de mi vida hasta que Tú me entres. Y yo sé que cuando Tú me entres a Tu Reino, yo tendré todo lo que te pedí y mucho más".
Pero mientras tanto goce de la vida, disfrute de la vida. Si Dios no le ha contestado todas sus peticiones y no le ha llenado todos sus vacíos, sea como Ana. Ana no dejó que eso la amargara, contaminara su relación con Dios, le permitiera ser apasionada para con Él, buscar respuesta en su Templo, vivir sujeta al Señor.
Entrégale al Señor tu causa, no te reveles, no te amargues. Dios tiene su tiempo, Dios sabe lo que tú necesitas. Dios está deseoso de responder a tu necesidad y a tu petición.
Quiera Dios bendecirnos en este día con el ejemplo de una mujer ejemplar, Ana, que nos bendice y habla a nuestra vida a través de los siglos y los siglos.
Pónganse de pie y de nuevo nuestras madres reciban la Bendición del Señor. Váyase afirmada y también, mire, esa es otra tela que cortar que ni siquiera me voy a meter allí. Las que no son madres, las hermanas solteras les bendecimos y les decimos: ustedes son una corona o una joya en la corona de esta iglesia. No piensen en ninguna manera, jamás cometan el error de pensar que ustedes están incompletas en alguna forma. Y nosotros como Iglesia jamás cometamos el error de hacer pensar que una mujer tiene que tener un hombre para estar completa.
Dios tiene propósitos en tu vida, mujer, sea cualquiera que sea tu estado, tú eres una hija preciosa de Dios. ¡Tienes tanto que dar, tienes tanto que disfrutar, tienes tanto que aprender y experimentar! Que yo te animo a abrazar la vida y tomarla completamente y entrar en el juego de la vida con tu Dios al lado tuyo enseñándote el camino delante.
Nunca vivas pensando: 'no tengo esto, no tengo lo otro'. Enfócate en todo lo que tienes, todo lo que Dios te ha dado, todo lo que tú puedes hacer, todo lo que puedes lograr en el Señor. No estés por ahí buscando crear Ismaeles y salir del paso en cosas que no son para ti, que lo qué van a ser, van a ser tropiezos en tu vida.
Espera el tiempo del Señor y mientras tanto disfruta de tu vida. Goza de lo que Dios te ha dado y crece en el Señor, dale al Señor, cultiva hijos espirituales, cultiva amistad con gente afín a ti, viaja, lee, aprende, contribuye, sirve. Todo eso te hará una mujer realizada en el Señor. Lo demás Dios sabe sus momentos. Amén.
Vamos a vivir vidas fructíferas en el estado en que Dios nos llame, donde estemos, allí demos frutos en el Señor. Les bendecimos en el nombre de Jesús.
Padre Gracias, Gracias, Gracias.
Gracias porque donde quiera que estemos, cualquiera que sea nuestra situación, porque te tenemos a Ti, estamos sentados en tronos de reyes y de reinas. Estamos en un jardín florecido, Padre. Estamos en posiciones de autoridad, podemos vivir vidas fructíferas teniéndote a Ti, la palanca perfecta, podemos mover el mundo Señor. Podemos accionar sobre nuestra realidad, podemos cambiar destinos, podemos obtener y hacer proezas, Señor, porque te tenemos a Ti como nuestro Dios.
Gracias porque Tú tienes buenas intenciones para nosotros y gracias porque Tú has dicho que nuestras familias serán bendecidas y prosperadas. Nuestros hijos serán como plantas, nuestros hijos heredarán las naciones, restaurarán ciudades arruinadas, levantarán los muros en lugares de caídos y diseminarán Tu Palabra. Una generación bendecida.
Nuestros hogares Tú los quieres bendecir, Padre.
Yo bendigo mis hermanos y hermanas donde quieran que estén, cualquiera que sea su estado lo bendigo. Gracias por Tu Palabra, Señor.
Llévanos a nuestros hogares, permítenos disfrutar de este día. Bendice a nuestras madres donde quiera que estén y bendícenos a nosotros aquí en este país donde Tú nos has traído para hacer de Bendición. Gracias.
En tu nombre, Señor Jesús oramos. Amén y amén. Dios les bendiga mis hermanos.
Prosperar en el exilio
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Yo quiero leer ahora el último capítulo del libro. Es como un resumen hasta cierto punto. Y a través de él usted va a poder ver un poquito de lo que yo trazo a través de todo el libro.
De nuevo, aquí hablo mucho de paso de la Congregación León de Judá, hablo mucho de nuestra Iglesia, personajes, familias de nuestra congregación. La historia de León de Judá está aquí en un capítulo, como Dios nos inició allá en Cambridge, nos trajo aquí a Boston. Muchas cosas acerca de la comunidad latina aquí en Nueva Inglaterra, hablo acerca de la inmigración hispanoamericana en Estados Unidos, de como los indocumentados están siendo de bendición a esta nación. Como Dios está usando la inmigración latina -entre otras inmigraciones- para fortalecer los cimientos que establecieron los peregrinos, los puritanos aquí en el Siglo XVII cuando fundaron esta nación.
El título del libro se refiere al hecho de que los hispanos que venimos aquí a esta nación, que fue fundada por los peregrinos, tenemos más en común con esos peregrinos del Siglo XVII que los mismos descendientes de ellos ahora que han abandonado la fe Cristiana y se han ido detrás del secularismo y del humanismo y se han apartado de la fe que esta gente vino a establecer aquí cuando vinieron de Europa.
Nosotros en un sentido somos los continuadores de esa visión espiritual que ellos fundaron. Estamos en esta tierra de los peregrinos, pero también nosotros somos peregrinos, porque este es un país de inmigrantes. Estamos tratando de encontrar nuestra identidad como una una nueva nación aquí en este país que bendiga a esta nación.
Así que yo voy a leer un poquito del último capítulo donde hablo del tesoro que nosotros representamos para esta nación.
Digo aquí: "En Jeremías Capitulo 29, uno de los textos importantes de la Biblia, el profeta Jeremías le dirige una carta de aliento y esperanza al pueblo de Israel exiliado en Babilonia por el pecado de la idolatría y la desobediencia.
Durante siglos Dios había tolerado la dureza de corazón de los hebreos, los había disciplinado por medio del acoso y la invasión de naciones vecinas. Por momentos había suprimido su cobertura y protección para que se dieran cuenta de que su seguridad nacional y su prosperidad dependían exclusivamente de Él y no de sus débiles fuerzas como nación. Les había enviado jueces y profetas para que los sacaran de sus crisis cuando se arrepentían y clamaban a Jehová. Como un esposo traicionado pero dispuesto a perdonar una y otra vez, Jehová da expresión constante a través de las Escrituras a su ira y su sentido de dignidad ofendida. En una ocasión Dios le ordena a uno de sus Profetas que se case con una mujer adúltera para que encarne simbólicamente su propio drama Divino con respecto a su relación con ese pueblo idolatra e infiel que era Israel.
Y cito aquí de Oseas: 'Me dijo Jehová: 'Ve, ama a una mujer amada de su compañero aunque adúltera, como el amor de Jehová para con los hijos de Israel los cuales miran a dioses ajenos'. Finalmente Dios cumplió su amenaza de siglos de desterrar al pueblo hebreo y llevarlo cautivo a otra nación.
Ahora nos encontramos en Babilonia, exiliados y deprimidos, lejos de la tierra que tanto amaban. Están seguros de que Dios los ha abandonado para siempre. Sus inequidades, piensan, los han separado irrevocablemente del amor y de la misericordia de Jehová. Descorazonados, se sienten inclinados a dejar de luchar, a resignarse a su triste destino y a asumir la autoimagen del esclavo y el oprimido, a asumir el rol de una comunidad pasiva e invisible.
En medio de su penosa situación, Dios les envía una carta de amor y de ánimo a través del Profeta Jeremías quien ha permanecido en Jerusalén con un débil remanente. Les anima a no perder la esperanza, a no darse por vencidos, sino todo lo contrario: a emprender una vida normal y dinámica, a negociar y prosperar y asumir un rol activo en la comunidad en la cual Él los ha hecho transportar".
Y cito aquí en Jeremías 29: "Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: 'A todos los de cautividad que hice transportar de Jerusalén a Babilonia. Edificad casa' -y ese es el mensaje de Dios para nosotros- 'Edificad casas y habitadlas, plantad huertos y comed del fruto de ellos, casaos y engendrad hijos e hijas. Dad mujeres a vuestros hijos y dad maridos a vuestras hijas para que tengan hijos e hijas y multiplicaos ahí y no os disminuyáis y procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar y rogad por ella a Jehová porque en su paz tendréis vosotros paz'. Eso es Jeremías 29 del 4 al 7.
Ahora el hecho de que Dios se identificara como Dios de Israel, Él les dice Dios de Israel, Jehová, dice así: "Esto debe haberles infundido esperanza a esos hebreos exiliados. Quizá Jehová no se había desentendido completamente de ellos después de todo. Quizá todavía podían contar con su ayuda y respaldo en esa tierra inhóspita a la cual habían sido exiliados". No sólo eso, sino que Dios los estaba invitando a asumir un estilo de vida pleno y optimista, a invertir en la nueva tierra en la cual se encontraban, a echar raíces y negociar, a trabajar y multiplicarse. Lo más sorprendente de todo quizás era que Dios les estaba pidiendo que fueran de bendición activa para esa nación enemiga que los había cautivado y apartado violentamente de su tierra amada. Dios los llama a procurar la paz de la ciudad a la cual los ha hecho transportar y a rogar por ella a Jehová. Palabras fuertes e intensas que sugieren una postura activa y comprometida a favor de la nación a la cual Dios los ha llevado. Dios espera que ellos se involucren entusiastamente en los asuntos de esa nueva nación y que oren para que Dios la bendiga y prospere, que envíe su "Shalom", su bienestar pleno y abarcador a esa nueva tierra de residencia.
En los Versículos 8 y 9 Dios les advierte implícitamente contra la tentación, a resistirse a los planes que Él tiene para ellos. Deben aceptar el destierro, la disciplina espiritual que Él les ha asignado por los próximos setenta años y no ceder a la tentación de buscar una salida prematura por medio de las maquinaciones políticas y militares con otras naciones. Deben entrar obedientemente en en plan específico que Dios tiene para ellos y beber plenamente de la copa que Él les ha asignado hasta que Él levante su juicio al cabo del tiempo determinado.
Mientras dure el exilio, se supone que ellos sean un agente evangelístico en medio de esa sociedad profundamente pagana, deberán bendecirla con su conocimiento del Dios verdadero y pedirle activamente a Jehová que la bendiga y prospere en todas las dimensiones de su vida nacional.
Al analizar este texto me impacta descubrir cuán aplicable es a la tesis central de este libro. Como los hebreos exiliados en Babilonia, Dios ha traído el pueblo hispano, lo ha hecho transportar a Estados Unidos con un propósito profundamente espiritual. Nuestra presencia en este país no es simplemente el producto de fuerzas geo-políticas o económicas, ciegas. No estamos aquí en última instancia por las acciones de dictadores opresivos, terratenientes avaros u oligarcas opresivos. A fin de cuentas, no son las guerras civiles, ni la pobreza consumidora o la violencia terrorista las que nos han exiliado a esta nación tan ajena. Nos encontramos aquí en realidad porque Dios quiere bendecirnos y porque quiere bendecir a esta nación cuyas raíces espirituales históricas están tan profundamente insertadas en el suelo de su Palabra. Los pactos y oraciones de esos piadosos puritanos que echaron los cimientos espirituales e intelectuales de esta nación todavía retienen su vigencia y Dios ahora envía refuerzos: nosotros, para reavivarlos en este tiempo.
Babilonia fue simplemente el instrumento físico que Dios usó para ejecutar su disciplina paternal sobre Israel. Detrás de las acciones imperialistas de esa poderosa nación estaba la mano bondadosa de Dios ejecutando su voluntad para en última instancia bendecir a su pueblo. Por eso extrañamente se refiere a Nabucodonosor, Rey de Babilonia, como “Mi siervo” en Jeremías 25:9. Como bien aclara este pasaje Dios estaba usando a Babilonia como su instrumento disciplinario aunque después también ejecutaría su disciplina sobre Babilonia por su crueldad y su falta de misericordia para con el pueblo de Dios.
Como decíamos, Dios tiene un propósito doblemente benévolo al traernos a este país. Él quiere bendecirnos al permitirnos participar de las oportunidades y recursos que esta próspera nación ofrece pero también quiere bendecirla a ella fertilizándola y renovándola con la riqueza espiritual que nosotros encarnamos.
El libro de Daniel ofrece un fascinante ejemplo de como se desarrolla ese misterioso proceso de fertilización mutua. Daniel se educa en Babilonia y asciende a un alto nivel de influencia política y social en su nación adoptada. Pero de igual manera bendice él a esa nación dando testimonio de su fe en el Dios verdadero, mostrando una integridad ejemplar en el desempeño cotidiano de su espiritualidad. El mismo Rey Nabucodonosor se beneficia por medio de su contacto con la profundidad espiritual que ofrece el hebreo exiliado. Después de su humillante confrontación con el Dios vivo que adora Daniel, el orgulloso Rey confiesa: "Ahora yo, Nabucodonosor, alabo, engrandezco y glorifico al Rey del Cielo, porque todas sus obras son verdaderas y sus caminos justos y Él puede humillar a los que andan con soberbia".
Seguramente la vida de Daniel no fue la única que Dios usó para introducir su mensaje en el seno de la vida nacional de Babilonia. Esa palabra profética de Jeremías 29 se habrá realizado en miles de formas minúsculas y notorias durante toda la estadía del pueblo judío en Babilonia.
De paso en el libro yo hablo mucho de familias de esta iglesia como están bendiciendo a Nueva Inglaterra. Hablo por ejemplo de la familia López, los López que han bendecido en muchas maneras a nuestra Iglesia a través de su liderazgo alfa y otras cosas.
Hablo también de otra familia que le cambio el nombre pero es de nuestra Iglesia también y como Dios la tomó de ser una familia paupérrimamente pobre cuando llegaron a Cambridge y como Dios ha bendecido esos hijos ahora de esa familia, que todos son profesionales y están haciendo un trabajo increíble aquí en Estados Unidos ahora. Hablo de las contribuciones que han hecho familias e individuos de la Congregación León de Judá.
Entonces continúo diciendo: "Dios quiere que el pueblo latino asuma un rol visible y positivo en la vida física y espiritual de esta nación. Como en el caso de los hebreos en Babilonia, Dios nos llama a multiplicarnos y a no disminuir". Ese no es problema para nosotros, nos está multiplicando a diestra y a siniestra. "A abrazar gozosamente el llamado, a trabajar, a negociar y a celebrar. Los judíos desterrados debían concentrarse en echar raíces en su nueva tierra mientras durara el exilio y no permitir que su nostalgia por la patria abandonada les robara la energía que necesitaban para vivir exitosamente en su nuevo lugar de residencia".
Nosotros también, hermanos, debemos mirar resueltamente hacia adelante, debemos resistir la tentación a vivir una vida dividida con un ojo aquí y otro en la patria que dejamos atrás. Desterrados en un limbo emocional que nos impide abrazar plenamente el reto que tenemos por delante. Nos movemos en la voluntad activa del Dios creador, nuestros tiempos están en Sus manos y Él sabe precisamente cuanto ha de durar y como se ha de desarrollar el proceso histórico que vivimos. Nuestra parte es discernir Su voluntad, aceptarla obedientemente y entrar plenamente en esa aventura espiritual que se abre delante de nosotros.
Jeremías dirige su carta a los ancianos que habían quedado de los que habían sido transportados y a los sacerdotes y profetas y a todo el pueblo que Nabucodonosor llevó cautivo de Jerusalén a Babilonia y ciertamente ahora esto es para los líderes. Hay una parte importante de la carta de Dios al pueblo latino en Estados Unidos que tiene que ver con las autoridades espirituales que lo dirigen, Pastores, los líderes, los Ministros. Como hemos visto anteriormente esa parte tiene que ver con la responsabilidad de educar el pueblo hispano acerca de su llamado espiritual, a ser un canal de la Bendición de Dios a esta nación. Debemos levantar la conciencia de que tú y yo, nosotros somos una presencia profética en esta nación. Estamos aquí para bendecir, para enriquecer esta nación y tenemos una responsabilidad de vivir la mejor vida posible para ser una semilla de vida para esta nación. Pero también tiene que ver con el reto de concebir una visión clara y definida para guiar efectivamente a nuestra comunidad durante su peregrinaje en este país.
Yo hablo mucho en el libro de que la iglesia hispana, los Pastores, los líderes tienen que aprender a funcionar en una manera mucho más alta. Debemos desarrollar iglesias prósperas, iglesias bien administradas, iglesias con involucramiento comunitario, Pastores bien entrenados teológicamente con la Unción de Dios pero también con capacidad para predicar, para administrar, para educar y usar a nuestros jóvenes adultos como esa segunda generación ahora de líderes, para llevar la iglesia hispana a otro nivel que la capacite para servir efectivamente a la comunidad latina aquí en Estados Unidos.
Finalmente, está relacionado con el deber de ayudar a los Pastores y líderes Ministeriales y las Congregaciones Hispanas de este país a entrar en un nivel más alto de desempeño de la tarea evangelística y pastoral.
Para que nuestro pueblo hispano logre convertirse en un agente del Shalom de Dios en esta nación, se requerirá una iglesia capaz de preservar sus distintivos espirituales y de capacitarlo para llegar a ser esa comunidad ejemplar e influyente que Dios quiere que seamos.
En Jeremías 29:11 al 13 Dios subraya su propósito de bendecir a su pueblo con una afirmación inequívoca de su buena voluntad para con ellos. Dice: "Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros", dice Jehová." Pensamientos de paz y no de mal para daros el fin que esperáis. Entonces me invocaréis..." dice el Señor "... y vendréis y oraréis a mí y yo os oiré y me buscaréis y me hallaréis porque me buscaréis de todo vuestro corazón y seré hallado por vosotros..." dice Jehová. Esa es la promesa de Dios para nosotros, hermanos.
Estas palabras deben haber sido como un bálsamo espiritual para un pueblo que se sentía culpable y justamente abandonado por el Dios que tan abiertamente habían desobedecido y ofendido. Dios les estaba prometiendo que sus intenciones para con ellos no eran de destrucción y abandono como se merecían sino todo lo contrario. Tenía el firme propósito de bendecirlos, de escuchar sus oraciones y de tener Comunión con ellos. Trataría con ellos y los llevaría a un nuevo nivel espiritual de manera que lo invocarán y buscaran de todo corazón. De igual manera, la idea de que como comunidad en este país nos movemos en el buen propósito de Dios, que tenemos el viento del Espíritu detrás de nosotros en todo lo que emprendamos debe infundirnos ánimo para vivir vidas optimistas y para concebir grandes sueños. La voluntad de Dios es que prosperemos y que nuestra prosperidad se desborde para bendecir a otros. Un pueblo arraigado en la Palabra de Dios en los valores del Reino no tiene límites en lo que puede alcanzar. La riqueza espiritual y cultural que encierra el pueblo hispano es un hermoso don que puede aportar para la renovación y enriquecimiento de esta nación. Sólo se requiere una iglesia ungida, capacitada para preservar, fortalecer y desatar esa dotación profunda que yace dentro de nosotros.
Específicamente, ¿en qué consiste esa riqueza que Dios ha infundido en nuestro pueblo para bendecir esta nación? Ya hemos señalado alguno de esos atributos a través de este libro, pero conviene ahora mencionarlos y resumirlos en una forma más sistemática y específica. Como hemos visto la profunda espiritualidad de nuestro pueblo hispano, nuestra sensibilidad profundamente cristiana se ofrece inmediatamente como un elemento enriquecedor. Aún en el caso del hispano nominalmente cristiano se puede distinguir un sano temor de Dios, un reconocimiento de su existencia y gobierno sobre el Universo que late en el corazón y guía las principales decisiones de la vida.
En la gran mayoría de los casos aún aquellos hispanos que no asisten a ninguna iglesia y viven en el marco general de una cosmovisión cristiana, pero que reaccionan con respeto y reverencia a la mención de los símbolos y temas del Cristianismo. En el caso del gran y creciente número de hispanos en este país que tienen una fe apasionada y personal, la importancia de los principios cristianos para la vida cristiana es aún mayor. En el caso de los católicos y evangélicos hispanos que se consideran creyentes comprometidos como hemos señalado anteriormente, su espiritualidad y concepción del mundo es muy similar a la que caracterizó a los peregrinos que fundaron esta nación. Esa sensibilidad cristiana, clásica y ortodoxa de tantos cristianos en este país representa un elemento espiritual con gran potencial regenerador.
Voy a saltar un poco porque el tiempo avanza.
O sea que la diversidad de nuestra composición racial es otra cosa. Nuestra espiritualidad, nuestra diversidad racial y étnica se ofrece como otro elemento de gran valor potencial para esta nación profundamente dividida racialmente. Las sangres y culturas de muchas naciones corren por las venas del pueblo hispano.
A través de los siglos diversas razas han chocado violentamente y se han fundido en el continente Latinoamericano. Ciertamente el racismo todavía existe y se manifiesta en nuestra cultura, estamos muy lejos todavía de una utopía racial en Latinoamérica. Pero la mezcla de razas que se ha dado en nuestros países, reflejada entre otras cosas en nuestra música, nuestra espiritualidad, nuestras comidas es algo verdaderamente excepcional. África, Asia, Europa y el Medio Oriente se expresan libremente en nuestra cultura y lenguaje aunque lejos de ser ideal el grado de comunicación y armonía que existe entre los diferentes grupos raciales que componen nuestro pueblo es mucho mayor que el que se manifiesta en este país.
Nuestro pueblo latino con su larga experiencia histórica en el cruce de las razas y su identidad profundamente multiétnica puede servir como un puente y un elemento facilitador para la reconciliación racial en este país. La belleza de los rostros y los delicados matices raciales que se pueden observar en mucha de nuestra gente latina es un elocuente testimonio que cuán superior es el abrazo amoroso de las razas a la esterilidad social que resulta del racismo, los resentimientos históricos y la discriminación. Esperemos que el cruce de razas y culturas que encarna nuestro pueblo latino resulte contagioso para esta nación de comunidades separadas y que nuestro ejemplo desate una nueva cultura de acercamiento mutuo a través de las fronteras étnicas y culturales de este país.
Yo hablo también de la importancia de la familia, pero quiero saltar un poco porque no quiero extenderme demasiado. Pero hablo acerca de la importancia que tiene la familia y la familia extendida para nuestra cultura y la importancia de que la Iglesia mantenga en este tiempo que se está experimentando tanto con la sexualidad y con la familia es muy importante mantener nuestra cultura enfocada sobre la importancia de la familia. Entonces añado aquí: paradójicamente nuestra pobreza y nuestros sufrimientos históricos representan un don que los hispanos podemos ofrecerle a esta nación. Una comunidad sufrida como la nuestra tiene mucho que enseñarle a esta nación. Sin romantizarlos demasiado nuestros padecimientos como pueblo a través de la historia indudablemente han contribuido a nuestra riqueza espiritual como comunidad.
Siempre que viajo a Latinoamérica me conmueve la belleza espiritual de los pobres. En mucha gente pobre de nuestros países se observa muy poco del efecto deformante y deshumanizador que tiene la vida en los ghettos de este país. Sin duda alguna la miseria en nuestros países es siniestra y es necesario eliminarla a cualquier costo pero también produce unos ejemplares humanos con unos atributos espirituales muy hermosos. La dulzura y calidez humana que tanto abunda en los barrios de nuestros campos y ciudades latinoamericanos es verdaderamente impresionante. La capacidad de sacrificio y la generosidad de nuestro pueblo sufrido es un holocausto que en alguna manera debe agradar el corazón de Dios.
Mucha de esa gente emigra a las urbes hostiles de Estados Unidos y trae consigo esa visión trágica pero noble del mundo. En alguna manera misteriosa, su manera humilde y poco exigente de abordar la vida, su profundo aprecio y agradecimiento por los placeres pequeños que les permite la vida en este país tiene que bendecir las calles y vecindarios de las ciudades donde viven y trabajan estos pobres de la tierra.
Voy a leer así una ilustración breve que hago, porque en el libro hago muchas ilustraciones de personas y de individuos que ilustran estos principios. Yo creo que para que tengan una idea de muchas cosas y que en el libro ustedes pueden encontrar en esta dirección, quiero entusiasmarlos para que vean que esto no es solamente algo puramente evangélico sino que mucha gente se puede beneficiar a nivel puramente literario y cultural de este libro. Digo aquí: "El domingo pasado en la mañana viajaba con mi esposa hacia una Iglesia donde me habían invitado a predicar. Cruzábamos un barrio de Boston el cual recientemente ha experimentado un aumento considerable de la población hispana".
De hecho, iba a predicar en la iglesia Tiempo de Dios. "Me tuve que detener en un semáforo y por unos instantes pude observar a un hombre de apariencia humilde, posiblemente centroamericano..." hubiera podido ser dominicano o lo que fuere, no importa, "...que acababa de salir de una licorería en una mano llevaba una bolsa plástica de comestibles. Su rostro reflejaba el mestizaje de tanto latinoamericano, líneas suaves de dolor y quebrantamiento, quizá demasiada familiaridad con el alcohol a través de los años. No parecía particularmente inteligente o educado. Su cara manifestaba sutilmente los estragos de la pobreza y el sufrimiento.
Me impresionó, sin embargo, la leve expresión de contentamiento en su rostro, como si anticipara el placer de encerrarse en su apartamento protegido de esa mañana fría y lluviosa. Me lo imaginé pasando ese día domingo viendo televisión o conversando con algunos amigos mientras se daba unos cuantos tragos. Manteniendo a raya el día lunes, el cual llegaría demasiado rápido. Evidentemente hubiera sido mejor si se hubiera estado dirigiendo hacia alguna iglesia, sin embargo, me enterneció la imagen de ese pobre obrero, muy posiblemente indocumentado, disfrutando inofensivamente en su día libre de las comodidades sencillas que le deparaba la vida en este país. En su tierra natal, probablemente, no hubiera tenido acceso a un día como ese." No puedo dejar de pensar que esta nación es bendecida al darle albergue a gente como ese humilde trabajador.
De alguna manera que no podemos entender el favor que él recibe lo devuelve a esta sociedad con su mera presencia, con su extremada humildad, con toda la historia y el drama humano de una raza oprimida que arrastra consigo. Estoy seguro que los inmigrantes contribuimos muchas cosas más a la ecología humana y espiritual de esta sociedad. Algunas difíciles de justificar en términos meramente racionales o económicos; los elementos que nutren a una comunidad y la preservan del decaimiento y la auto destrucción no siempre se muestran accesibles al escrutinio superficial y materialista. Podríamos mencionar formas evidentes en que los hispanos hemos enriquecido a esta nación. Muchas de nuestras comidas y especies ya han pasado al repertorio culinario. Boston, por ejemplo, disfruta de un impresionante surtido de restaurantes caribeños, brasileños, colombianos, argentinos, peruanos, centroamericanos. Somerville, la ciudad donde vivo, se ha poblado de buffet brasileños. ¿Cuántos han comido un buffet brasileño alguna vez? Con sus ricas carnes a las brasas, concurrido por parejas mixtas y sombríos obreros anglosajones durante su hora de almuerzo.
Los ritmos y acordes de nuestra música, nuestra artesanía enriquecen cada vez más y más el panorama artístico de esta nación. Las bodegas que se han abierto en tantas esquinas de vecindario donde han llegado latinos introducen al anglosajón a las virtudes del plátano, el cilantro y la malta Goya. Humildes pero diestros albañiles y carpinteros entrenados en nuestros países hacen excelente trabajo en nuestros barrios por un precio razonable, etc., etc.
Hay muchas cosas, voy a tener que saltar ya. Voy a saltar ya a los últimos dos párrafos.
Quiero decir aquí: el pueblo evangélico hispano verdaderamente es un pueblo del espíritu, hablo acerca de los evangélicos, específicamente, hispanos, gente como ustedes, como yo. El pueblo evangélico hispano es verdaderamente un pueblo de espíritu. En su inmensa mayoría reconoce que no es con el ejército ni con fuerza sino con el espíritu. A dicho Jehová de los ejércitos: "Nuestro pueblo evangélico se goza en darle libertad al mover del espíritu en sus reuniones". Reconoce que su futuro en este país, el provecho que derive de su estadía aquí y la contribución que haya de aportar al bienestar de esta nación que lo ha acogido depende de la Gracia de Dios y de la Unción del Espíritu que pueda acumular por medio de la alabanza, la santidad, el servicio, la guerra espiritual y la oración.
Y esta es la conclusión de todo el libro. El reto que confronta el pueblo cristiano anglosajón para traer a esta nación de nuevo a los caminos del Señor parece insuperable a estas alturas. La sociedad norteamericana se ha sumido demasiado en las profundidades de la razón, la tecnología y la búsqueda de espiritualidades alternas. Si Dios todavía tiene trato con Estados Unidos, si los pozos espirituales cavados por los peregrinos, cegados ahora por el orgullo y las rebeldías espirituales de esta generación han de ser abiertos de nuevo, esto sólo se realizará por medio de un poderoso ventarrón del Espíritu.
Ni las mega-iglesias con su impresionante prosperidad y recursos, ni los flamantes conceptos que actualmente se aplican en las áreas de liderazgo, administración y el crecimiento. Ni el esfuerzo de tanta iglesia urbana para presentar una cara más simpática, tolerante y sofisticada de los evangélicos en este país podrán volver el corazón de este pueblo ultra sofisticado hacia la humildad y sencillez que se requieren para entrar en el Reino de los Cielos.
La poderosa iglesia evangélica norteamericana requerirá de los refuerzos espirituales que le pueda proveer gente humilde que conozca el poder desnudo de Dios. Ella misma, esa iglesia norteamericana poderosa, tendrá que humillarse y abandonar su apetito de control, orden y elegancia y abrazar armas más sencillas y menos atractivas pero mucho más poderosas para la destrucción de fortalezas espirituales. En el tiempo más oscuro de la historia espiritual de esta nación, Dios prepara las condiciones para el avivamiento más poderoso que jamás se haya visto. Es muy posible que Dios en su ironía acostumbrada, haya resucitado a los peregrinos de antaño, esta vez con piel más oscura -nosotros- y con la sangre de los ocupantes originales de esta tierra corriendo por sus venas para venir a este país y ayudar a reconquistar la tierra y devolverla a la visión espiritual que la engendró originalmente.
Esta es la Palabra del Señor. Dios me ha dado, hermanos, esa es la visión que Dios me ha dado para nosotros, para nuestro pueblo. Yo espero que esta Palabra, que yo creo es una Palabra profética de Dios para la comunidad latina en Estados Unidos llegue a mucha gente. Mi deseo no es que mi libro se venda o que mi nombre corra por ahí, sino que la Palabra que Dios tiene para fecundar a nuestro pueblo, dar una visión diferente de trabajo, de esfuerzo, de expectativa de la visión de Dios, de una iglesia que evangeliza nuestro pueblo a gran escala se difunda. Yo les pido que oren porque yo creo que hay algo allí que puede ser de bendición para nuestra comunidad latina; pero necesitamos que ese libro llegue a las manos de mucha gente y que sea el primero de muchas otras cosas que Dios ha puesto en mi corazón para compartir.
Así que yo les animo en nombre del Señor, antes de ustedes irse, que pasen por aquí, llévense una bolsa, dos bolsas de ese libro. Si no los puede vender, regréselos; lo único que les pido es que sea un compromiso sagrado. Amén. Qué si usted va a cogerlo, que lo haga y si no puede vender algo lo regrese porque se puede diseminar de otra manera. Pero yo quiero sobre todo que Dios permita que esta Palabra que yo he declarado se cumpla. León de Judá, yo quiero que sea un modelo para Gloria de Dios, de una comunidad siendo bendecida, siendo de Bendición en esta área de Nueva Inglaterra, en esta tierra de los peregrinos. Aquí. Mi deseo es que los norteamericanos digan: "¡Guau! ¿Qué es lo que tiene esta gente? ¡Cómo Dios los está bendiciendo! Nosotros queremos lo que ellos tienen" y que nosotros podamos ser una levadura de bendición para toda esta comunidad.
Vamos a ponernos de pie y vamos a pedirle al Señor; Fanny, yo creo que tú tenías algo... rápidamente pasa por acá bien pronto... y hay un reto que queremos darle y entonces con eso concluimos. Así que quédense un momentito más.
Fanny: Hermanos, solamente quería aclararles que dentro de cada libro hay un sobre como éste donde pueden ustedes colocar después el dinero de los libros que vendan o de los libros que ustedes compren. Entonces les pido el favor de no colocar ese dinero en los sobres de Diezmos o en los sobres de Pro-Templo sino que usen estos sobres que son los de los libros, porque eso es la donación que hace el Pastor para la Iglesia para lo del Santuario.
Entonces si usted va a ir a alguna Institución y va a tratar de hablar con personas a cerca del proyecto del nuevo Santuario puede tomar uno de estos, si usted está planeando, después nosotros, usted nos puede pedir y le podemos dar un folleto de estos con información acerca de la Iglesia para que usted le presente a las personas que quieran hacer un donativo; recibir el libro y dar una cantidad para la construcción del Santuario. Eso es todo, que no se olviden y pueden colocar el dinero en estos sobres. Cada libro tiene un sobre de estos y en las próximas semanas vamos a tener sobres disponibles.
Gracias, Fanny. La idea es que usted va a pensar en gente que usted conoce, familiares, amigos, compañeros de trabajo; gente que usted crea que pueda ver positivamente este proyecto. Que usted le diga: "Mira mi Pastor acaba de publicar este libro, puede ser de mucha bendición para tu vida y además va a ayudar a que nuestra Iglesia construya su nuevo Santuario. Estamos pidiendo donativos de $20 o cualquier cosa adicional que tú puedas dar para bendecir a nuestra Iglesia". Si quieres dar más, pero yo creo que debe ser por lo menos $20 porque es lo que vale el libro en sí; son trescientas páginas y su contenido vale mucho más que eso.
Así que ustedes le dicen a la gente: "Ayuda a nuestra Iglesia y quiero bendecirte con esto" y entonces usted toma ese dinero, que es de la persona, y lo pone en un sobre y lo trae aquí cada domingo. Y si al final no puede vender los libros por favor, regrésenlos y no hay ningún problema. De nuevo lo estamos haciendo así porque creemos en la honestidad y creemos en el compromiso espiritual.
Para mí esto es un proceso sagrado de diseminar esto, hermanos, y mi visión es que nuestra Iglesia reciba de esta forma un gran avance en su proyecto de construcción de este Templo.
Yo quiero orar y bendecir esto, hermanos, y por favor: "Padre en el nombre de Jesús nosotros ahora recibimos este compromiso, lo aceptamos como algo que Tú nos estás dando Señor.
Yo pido, Padre, que nuestros hermanos reciban una Unción especial para hacer llegar este mensaje y que esto se distribuya a través de toda la Comunidad, Padre y sobre todo pedimos Señor gran provecho en nuestro proyecto financiero.
Gracias por lo que Tú ya has hecho, Señor. Ahora pedimos Padre que nosotros podamos recaudar, pon un corazón generoso en la gente allá afuera y pon en nuestro pueblo una Unción especial para presentar este proyecto de una forma simpática y convincente, Padre. Quita todo temor, toda timidez y creemos, Señor, que el provecho será grande y que será una oportunidad para testimonio y que a través de estos gestos que ellos van a hacer se van a abrir oportunidades también para que ellos testifiquen del llamado de Dios para prosperar a todos aquellos que reciben a Cristo como su bandera. Así que Padre bendice esta visión y permite que sea una Palabra profética, fertilizando y fecundando el corazón de esta comunidad, Padre.
Que lo que hemos declarado aquí, de que Tú tienes intenciones grandes para bendecir nuestros hijos, para bendecir nuestros trabajos, bendecir nuestras familias, Señor. Tú nos has traído a esta nación como llevaste a los hebreos a Babilonia. Mientras estuvieran allí para bendecir y proclamar el Shalom de Dios, así nosotros creemos que Tú has llamado a este pueblo; todos los colores Señor que tiene y la belleza que representa para ser una semilla de vida en esta nación y para que ellos mismos sean prosperados y bendecidos. Yo declaro Tu prosperidad, Señor, sobre este pueblo ahora y te doy gracias. Ayuda a que esta Iglesia sea una fuente de bendición y que el pueblo latino sea evangelizado en Nueva Inglaterra por esta Iglesia y otras Iglesias, Señor. Qué acepten el llamado Tuyo. Gracias Padre. En el nombre de Jesús, Amén y amén".
Pedir gracia en tiempo de gracia
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Pastor Miranda: Me gozo en ver al Pastor David Marrero de nuevo aquí, su esposa y asumo que hijos y nietos que están aquí. Ya tú aclararas esta linda familia que está aquí contigo David. El Pastor David Marrero es amigo personal, amigo de nuestra Congregación; lo tuvimos esta mañana, de hecho nos bendijo con esa Palabra apasionada sacada del Libro de Cantares; aunque no fue allí donde él leyó pero en realidad esa Palabra de Pasión por Dios y de deseo y necesidad de Dios. Así que hoy es un gozo para nosotros tenerlo a él, él ha estado de viaje en Latinoamérica y está por aquí.
David Marrero para los que no los conocen y yo creo que hay visitantes, porque yo creo que en el pueblo hispano-cristiano de Boston él es ya muy conocido, pero para los que no conocen de David, él ha sido Pastor durante muchos años de la Iglesia "Defensores de la Fe". Una Iglesia de mucha Bendición aquí en la ciudad de Boston. Su vida ha sido una levadura positiva aquí en la ciudad de muchas maneras. David ha plantado muchas Iglesias y ha dejado todo un semillero de Pastores en muchas partes de Centroamérica, Puerto Rico; gente muy próspera y fructífera en las cosas de Dios. Así que, es un hombre muy especial, un enamorado de Dios.
Hace tiempo salió un libro que se llamaba -creo que es como "God Chasers" o los "Cazadores de Dios"- David es un cazador de Dios, lo persigue por todas partes. Es un hombre que ama mucho al Señor. Así que denle un aplauso de bienvenida a nuestro amigo David Marrero... un placer tenerlo por acá en esta mañana.
Pastor David: Yo no sé cuantos hermanos y hermanas hay aquí que me conocen. ¿Cuántos me conocen? Okay. A los que no me conocen quiero felicitarle, porque tienen el privilegio de conocerme. No, quiero decirle que si usted no me conocía a mí, usted no ha perdido gran cosa, pero si usted no conoce al Señor, usted ha perdido LA gran cosa. Mejor conocerle a Él. Está aquí conmigo Medra, me lo robó León de Judá, está conmigo Felipe -me lo robó León de Judá-, está Maritza Gómez -me la robó León de Judá-, está El Chamo -me lo robó León de Judá y entonces a mí se me ocurrió algo: "Robaron esos Pastores, y me robé al Pastor" y ahora han perdido todos ustedes porque me robé al Pastor, y he quedado adicto del amor y la admiración que tengo por este hombre. A todos los que piensan -y digo que me han robado, no que nunca me lo robaron, pero así ese es el algo portorriqueño cuando se va un alma de la Iglesia, usualmente uno dice se fue porque eran malamañosos. Bueno, los que vinieron para aquí no eran malamañosos, eran muy buenos. Así que les felicito por estar acá pero me robé al Pastor. Es más quiero decirles que como con él y tomo café con él mucho más con él que todos ustedes. "Hello!" ¡Ah! y me invitó a predicar y tienen que oírme. Muchas gracias. No puedo callarme, este Omar, agárrate por ahí un instrumento. Prende el piano o la guitarra, cualquier... lo que desees aquí.
Yo no puedo seguir sin antes decir, esto que llevo diciendo por muchos años. Sois una enorme familia, enorme, veintitrés hermanos y el menor es Medra. Ponte en pie Medra, este es el menor, ponte en pie. Otros de los pequeños, Felipe, ponte en pie, veintitrés.
Pero un día yo estaba en la ciudad de Nueva York y me pasó algo curioso... yo me descarrilé de una forma tan, tan terrible. Imagínense, dieciocho años, yo viviendo solo en la ciudad de Nueva York. Sin nadie que me pudiera poner un freno, y pensé que el mundo era mío, pensé que Broadway era mío, que la 42, las luces, que el casino, que tantas cosas que no valen la pena mencionar eran míos y entonces me encontré un viejito y ese viejito empezó a hablarme. Yo tenía un jarro de agua en la mano y le ofrecí a este viejito y entonces el viejito me dice: "¡Ah! Si conocieras el don de Dios. ¡Guau! Si conocieras el don de Dios y ¿tú le pedirías agua a Él? Él te daría agua que salta para vida eterna". El texto yo lo sabía, lo que no sabía era lo que venía detrás del texto y me dice el viejito: "Te voy a presentar a un hermano que hace tiempo te está buscando". Me sorprendí porque yo conozco a todos mis hermanos, todos, pero tenía uno en Nueva York que no conocía. Me dijo: "Te voy a presentar... pero antes déjame decirte que estás vivo no porque eres guapo, ni porque eres listo, ni porque eres ágil; estás vivo porque tienes una madre que ora en Puerto Rico por ti".
Primera vez en mi vida que miraba a este Señor, primera vez que él me miraba y entonces ya se me habían secado las lágrimas, ya yo no conocía el llanto, ya yo no conocía... yo creo que es por eso que yo lloro ahora tanto, casi todos los Cultos. Se me había secado el deseo de la gente, de ser social y me descuidé en la vida. De momento este señor me refrescó en mi vida y me dijo: "Estás vivo porque tienes una madre que ora por ti. Tienes muchos hermanos". Me sorprendía cada vez más hasta que me dijo:"Te voy a presentar a tu hermano mayor", y ¿quién es? Me dice:"Se llama Jesús. Tiene treinta y tres años. Hace dos mil años tenía treinta y tres años, vive en el Cielo y tiene treinta y tres años y es tu Hermano mayor". Para Él el mejor aplauso de este año.
Por ahí un micrófono que puedan conseguirme. Soberano, hermanos, vamos a darle otro aplauso al Señor... y otro más... otro más. Amén.
David Marrero canta:
"¡Oh cuánto te amo Dios... ohhh yeah! ¡Hm! Oh!yeah!...
Ven a mí. Si estás cansado y agotado yo te haré descansar
Yo te haré descansar. Ven a mí.
Mi carga es ligera, mi yugo es fácil, yo te haré descansar.
Sólo pido que vengas a mí.
Ven a mí… oh! ven a mí, ven a mí.
Si estás agotado y cansado, yo te haré descansar,
Yo te haré descansar. Ven a mí.
Mi carga es ligera, mi yugo es fácil,
Yo te haré descansar. Sólo pido que vengas a mí
Ven a mí... oh!, ven a mí, ven a mí.
Vengo a ti Señor cansado y angustiado. Vengo a Ti
Seguro estoy que tu mano puede traerme ayuda, me ayudará.
Vengo a Ti, vengo a Ti Señor tal como soy
Vengo a Ti
La fuente de mi alegría y mi fortaleza eres Tú.
Vengo a Ti, vengo a Ti
Suelta el volante, déjame guiarte,
Yo quiero conducir tu vida por las calles de justicia
Pasearte en victoria, llevarte de Gloria en Gloria,
Quiero conducir tu vida por las calles de justicia
Suelta el volante, déjame guiarte,
Quiero conducir tu vida por las calles de justicia
Pasearte en victoria, llevarte de Gloria en Gloria,
Quiero conducir tu vida por las calles de justicia
Yo sé Señor que Tu eres piloto y conductor,
De mi vida eres el Salvador
Pero déjame decirte que yo también quiero guiar,
Yo también quiero guiar,
Junto a Ti yo quiero guiar a tu pueblo
A la Eternidad.
Señor déjame guiar ya que tu ojo me cautivó,
Ya que tu luz me detuvo Señor, déjame guiar, contigo
Déjame caminar aunque Tú seas el jefe,
Yo quiero cooperar, Señor
Yo también se guiar, yo también sé guiar... oh!...
Cada paso que Tú das, yo estoy contigo
En la hora oscura yo soy tu Paz,
Soy la Luz y la Verdad
Que alumbre el camino, un fiel amigo hasta el final
No, no temas, no desmayes
Porque Jehová, tu Dios, está contigo.
Del enemigo te guardará,
Con su diestra te sostendrá
Cada paso que tú das
Yo estoy contigo
En la hora oscura, yo soy tu Paz,
Soy la Luz y la Verdad
Que alumbre el camino, un fiel amigo, hasta el final.
Si me llevas Tú que sea a la ciudad,
Si me llevas Tú que sea a la ciudad
Ciudad Celestial, ciudad Celestial
Con calles de oro, y mar de cristal, y mar de cristal
Yo quiero ir allá, yo quiero ir allá,
Yo quiero ir allá
A esa gran ciudad...
Ciudad Celestial, ¡oh!, ciudad Celestial
Ayúdame a improvisar... Mi Padre está presto, el carro llegó ya
Con calles de oro, y mar de cristal
¡Oh cuánto anhelo ir allá!
Apóstoles doce, las puertas también,
Hermanos de León de Judá,
Irán también con Cristo reinará
En esa ciudad
¡Oh cuánto anhelo ir allá!
Ciudad Celestial, ciudad Celestial
Mi Padre está presto esperándome allá
Con calles de oro, y mar de cristal
¡Oh cuánto anhelo ir allá!...
No se ha dicho ni aún la mitad,
No se ha dicho ni aún la mitad
De aquella ciudad tan hermosa,
No se ha dicho ni aún la mitad.
Gracias Omar, gracias.
Pueden sentarse, muy amables. Muy amables.
Mi predicación, simplemente voy a decirles alguito. Hay una ciudad en Estados Unidos, en Nueva York que se llama Búfalo, hay otra ciudad que se llama Rochester. Están aproximadamente a cincuenta, sesenta millas distantes una a la otra. Usted va a la ciudad de Búfalo y usted ve arrabal por todos los lugares. Usted va a la ciudad de Rochester y usted ve una belleza y una limpieza enorme. En Búfalo rechazaron los grandes predicadores, no tenían entrada. En Rochester fue muy Mareen Spellan y toda esa gente que han bendecido la historia. Entonces se queda un ambiente, como dijo el Pastor, se queda un ambiente que no lo puso usted, no lo plantó usted pero que en algún tiempo alguien hizo un parque y quedó allí.
¡Ah! y creo que se puede hacer ambiente en algún sitio, hacer atmósfera, hacer clima, hacer cultura. León de Judá predican, se portan casi todos iguales, hablan con el Pastor, sienten lo que el Pastor siente, tienen la misma visión. Se hace ambiente, se hace temperatura, se puede crear una atmosfera en sitios donde no hay.
Este lugar iba a ser mío. Yo vine aquí para comprar este lugar, de hecho, si hubiésemos estado un poquito más cerca, lo hubiese comprado por un poquito menos de lo que ustedes lo compraron, porque la oferta que hice fue aceptada. Pero este Templo era mío, yo traje a mi hijo aquí. Y mi hijo que estaba estudiando arquitectura dice: "Papi, tremendo, se rompe aquí, se le pone un elevado por acá, se hace... tremendo". Y nos daban en aquel tiempo... barato. Yo tengo en el sótano de mi casa dos leones y noté que aquí había un león dibujado aquí al frente. Entonces pensé: 'Los ricos construyeron hace muchos años atrás para el León de Judá, no para los defensores de la Fe'. Entonces Dios puso un punto, una señal donde se crearía una cultura, una atmósfera, una reunión que eso iba a traer a una Congregación que se llamaría León de Judá.
Así que cincuenta, sesenta, ochenta, cien años tiene este edificio. Quizá ochenta y más años que tiene este edificio Dios dijo: "Voy a poner un sellito allí y lo voy a dejar allá, porque viniendo el tiempo como Yo no vivo en tiempo ni espacio, hoy León de Judá va a mudarse para este lugar". Y lo que ustedes están viendo no es un mero capricho, no es una mera idea, no es un mero laberinto, sino es el sitio que Dios escogió desde antes de la fundación del mundo para ustedes.
Me fascina eso, me fascina cuando se puede reunir el pueblo con un sentido, con un pensamiento, con un espíritu y como una sola persona. Cuando el pueblo puede hacer eso, tenemos la gran Bendición de poder funcionar mejor.
-Vuélvete hijo, no es el mensaje que voy a predicar- ¡Ah!
Pero tengo algo que decirles que va a lucir un poco jocoso; antes de esto yo quiero presentarles a mi Pastor David Hernández, mi Pastor Mananaíta ¿se fue? ¿Está por ahí? ¿Pastora, está por allá? Ellos son mis Pastores y no lo digo, ellos no son muñecos en la Iglesia, ellos son mis Pastores. No son nenes, no son figuras, no fue alguien que yo puse para marionetas, no, ellos son mis Pastores.
¿Saben qué? Yo no tuve que cambiarles el nombre. Por ahí hay gente, que tratando de judaizar un poquito cambian el nombre a la gente. Conocí un Hermano que le cambiaron el nombre a Efraín, a otro Judá a otro que sé yo. Pero yo quería poner a alguien que se llamara David y no tuve que cambiarle el nombre, se llama David también.
Él hoy es de la Iglesia desde que era un niñito, un pequeñito, está con nosotros desde que no sabía caminar y ahora es el Pastor.
David, ponte en pie, y déjenme decirles Mananaíta y la familia, déjenme decirles que se los recomiendo también como un tremendo Predicador. Se los recomiendo, porque me fascina como predica y me tocaba predicar en Defensores hoy. Él me había anunciado yo estando en Latinoamérica pero ya, León de Judá, hacía tiempo se había adelantado.
Gracias por venir. Gracias familia de Omar. Está conmigo la primera dama, mi Hermana Ida. Está con la nieta ahí, póngase en pie hermana Ida, no importa. Lo lindo hay que exhibirlo. Y Martiza y la familia póngase en pie, stand up people want see you.
Omar es un Ministro que estaba bajo entrenamiento y yo lo llevo conmigo y entre David y yo estamos entrenándolo, es un gran compositor, es un improvisador, él toca la guitarra, toca el piano. Está estudiando Teología, es un buen maestro, pero sobre todo un buen discípulo, un buen discípulo; y que bueno es saber que hay gente que son buenos discípulos.
No sé de usted, pero me imagino que usted hace falta en la Iglesia, porque cada miembro como Dios repartió como Él quiso tiene una función: no hay miembros inútiles en la Congregación, no lo hay. En el cuerpo de repente sí y lo sacan y ya no le hace falta, pero el resto del cuerpo hace falta.
Yo siempre soñé con tener un carro convertible del cincuenta y siete Chevrolet. El clásico en buenas, buenas condiciones, el más barato vale setenta y cinco mil. Hay por ahí de cuarenta y cincuenta mil pero están maltratados pero setenta y cinco, cien mil, ciento cincuenta mil vale un carro Impala del cincuenta y siete convertible, asientos blancos de leather.
A mí me regalaron uno, yo lo soñé y me lo regalaron y ¿qué culpa tengo yo de hallar Gracia? ¿A cuántos les gustaría que le regalen un carro así que...? ¿A cuántos les gustaría? El resto yo le diría: "No sea hipócrita”, le gustaría tener un carro que le regalen de setenta y cinco, ochenta mil, cien mil dólares. ¿Verdad que sí?"
Pues mire yo soy un misionero con un carro que unos cuantos amigos se reunieron y me regalaron este carro. Lo tuve ahí en el garaje y después lo subí arriba a la casa y en la cajita decía “Para niños de cinco a siete años".
Pero ¿por qué se ríen? Un Chevrolet... lo tengo... ¿Omar lo viste tú? Lo tengo en video, lo tengo.... Hello! Convertible... decía... pero mira lo que decía: "Hace falta montarlo". ¿Cómo se dice en español? ¿Ensamblarlo, no? Ensamblarlo is necessary. Battery is not included".
Pero, ¿por qué se ríen si es verdad? Entonces este la Iglesia León de Judá es un carro clásico que está hecho en piezas y por ustedes no reunirse en Asamblea le falta una puerta, le falta una llanta, le falta el radio, le falta un bonete, un capot, le falta el guardafangos, le falta el tonel, le falta algo. Porque cada vez que un miembro se ausenta de la Iglesia y cada vez que un miembro deja de funcionar, es una pieza del carro que no se puede montar y la única persona que tiene la capacidad para bregar en ese departamento es usted. Por eso no dejemos de congregarnos como muchos tienen por costumbre sabiendo que la Venida del Señor se acerca. Usa las palabras el que escribió el libro de los Hebreos usa mismo las palabras: "No dejen de juntarse como Asamblea" porque este carro necesita a cada uno de ustedes. Así que cuando quieran ver mí carro yo se los puedo presentar por el Internet, creo que aparece en un Predicación que yo di. La gente aplaudió grandemente y pidió "por favor, manéjeme mi carro". Estábamos en un estadio y maneje mi carro y la gente empezó a aplaudir y metieron el carro en una cajita. Bueno, hermanos, no dejen de congregarse, no dejen de funcionar, no dejen de hacer su labor por más insignificante que sea. Eso es un consejito, ¿Está bien?
Bueno esta mañana estuvimos hablando de un tema y yo no tengo la gracia que tiene aquí los Pastores de poder predicar el mismo tema cuatro o cinco veces en el día. Tienen una gracia única, así que me perdonan los que no vinieron por la mañana... por la mañana, pues hablamos de un amor adictivo, de un amor que te contagia. Pero hoy vamos a hablar de una gracia que también es adictiva, que te contagia. Voy a leerles algunas Escrituras, sean pacientes conmigo, no voy a leer más de diez quizás once, porque sino Villafañe me dice: "¡Ey! lo que te enseñamos no lo estás aprendiendo. Un buen Predicador no lee más de diez versos, más de nueve versos".
¿Villafañe está por ahí? ¡Ah! no está por ahí. Bueno, entonces me excuso. Pero no voy, no voy.
En el Libro de Éxodo Capítulo doce -me fascina el Libro Éxodo, porque está después de Mateo y antes de Juan- buenos hermano si usted es hebreo que empieza de derecha a izquierda. Okey.
Dice así: Capítulo Once, Verso Tres: "Y Jehová dio Gracia al pueblo en los ojos de los egipcios. También Moisés era tenido por gran varón en la tierra de Egipto y a los ojos de los siervos de Faraón, y a los ojos del pueblo". Parece que se contradice porque por causa de Moisés, Dios acabó esa nación y todavía sigue la Gracia de tal manera funcionando que la gente los tenía en gran estima.
El Capítulo Doce y Verso Treinta y seis de Éxodo -Éxodo después de Génesis- "Y Jehová dio Gracia al pueblo delante de los egipcios y le dieron cuanto pedían así despojaron a los egipcios". Parece como que hay una magia en la palabra Gracia, porque se menciona la palabra Gracia y como que la gente se derrite.
Y me da gracia porque se están riendo, pero a cuento de la Gracia yo puedo ir al Banco y cambiar el cheque Celestial, a cuenta de la Gracia yo puedo coger fiado a nombre de Dios. Porque aquí dice `Pídanle a los egipcios lo que ustedes quieran, yo le daré Gracia de tal manera, que ellos le den lo que ustedes deseen´.
Muy bien, ahora, el Libro de los Proverbios -Proverbios ese sí que ustedes saben donde están. El libro Proverbios es fácil de conseguir, está después de Génesis y antes de Apocalipsis y creo que no se va a perder si lo busca poco a poco, detenidamente- el libro de los Proverbios. Mire este texto: Proverbios, Capítulo Dieciséis y Verso Quince: "En la alegría del rostro del Rey está la vida y su benevolencia" -que en inglés es favor o Gracia- "su Gracia es como nube de lluvia tardía". Muy bien. Grábeselo bien. ¿En qué? En la alegría del rostro del Rey hay Gracia y su benevolencia es ¿cómo qué? Como… ¡ajá!
Capítulo diecinueve y Verso doce, el mismo Proverbio: "Como rugido de cachorro de león es la ira del Rey"
¡Qué paradoja! El Rey está enojado, es como un cachorro de león, está furioso y su favor es "como rocío sobre la hierba". Entonces como que cambia de tonalidad el rostro del Señor, como que hay algo que le da un 'switch' que lo cambia, tiene ira, está irado. Dios se levanta con una voz poderosa y hace temblar los montes y quiebra la piedras y como rayo viene, pero entonces hay algo que le cambia el enojo del Rey y lo hace como el rocío por la mañana y el rocío es la forma más sutil, más sexy -yo le llamo- de la lluvia, es la forma más delicada del agua.
Pero entonces como es posible que de un "grrrrr" un león de momento hay algo que se llama Gracia que lo hace "haa" y es como rocío y es que el rocío hace como unas burbujitas encima de las hojas, encimas de las rosas o encima de su cabello y se ve. No es como un torrente, no es como un montón de agua, es como que algo lo cambia, algo como que lo transforma, algo como que lo hace, le da cosquillas y cambia la ira en sonrisa.
Hay un Profeta que también está en su Biblia que dice: "Pida lluvia en tiempo de lluvia y Dios hará relámpagos, hará truenos y mandará lluvia al plantío de cada uno de ustedes". También lo encuentro como paradójico en Zacarías 10:1 que le pida una cosa cuando la hay. ‘Pastor como yo no fui a mucha escuela, es que no entiendo, ¿cómo es que manda orar por lluvia cuando está lloviendo? Yo no entiendo’.
Y luego dice que Él hará relámpagos, así que si no hay relámpagos no hay nubes, no hay truenos, no hay señales de lluvia, pero dice que está lloviendo y que pida lluvia cuando está lloviendo.
Permítanme ser un poco jocoso pero como muy serio porque fue Hermano Medra que me recordó por el camino está historia que le voy a contar y que tengo la primera dama conmigo que me va a respaldar: mi esposa.
Era martes, un martes posiblemente trece de marzo, era un martes de esos terribles martes donde el dolor de cabeza del lunes sigue y no está el David Marrero, no está tan alegre. Yo no soy una persona de estar enojado por la mañana pero tampoco ese día no quería celebrar el cumpleaños entonces mi esposa me dice: "Mira David qué bueno que Masseys mandó un especial de Masseys los miércoles; y David ¿te recuerdas que a ti te hace falta una maleta nueva? Porque tanto que tu viajas y yo con maleta buena”. Y las maletas de mujeres son color rosa o azul turquesa, cosa que uno no puede usarla y entonces me dice: "Pero mira ¡qué especial! 60% descuento en las maletas. ¡Qué bueno para mañana ir a comprar!"
Hermano, a mí no me importaba maleta, ni Masseys, ni salir, no estaba en el buen humor para ir de compras. Pero "David, pero mira David, es 60% y si usas la tarjeta de Masseys, ¡ah! que yo tengo una, te dan un 15 más David. Yo no creo que deba desaprovecharse"; y David como cordero al matadero, ya se le quitó la rabia, ya se le quitó el coraje, ya como que su rostro empezó a cambiarle y ya como que la furia del león empezó como una tonelada de rocío.... bueno porque yo me iba a comprar mi maleta que me costaba barato y me fui con mi querida esposa.
¡Qué bueno que una esposa que no piensan en ellas, que piensan en sus maridos!
Cuando vamos hacia las maletas noto que ella vio una pieza, no sé si fue una falda -me imagino- color Corinto, fucsia, como lila... entonces ella dice: "Mira David, ¡guau! 60% y 15 más y qué sé yo…75 y 15. David mira y tu te acuerdas que el mes que viene se casa nuestro hijo y ¿de qué van a ser los colores de que la gente fuere? Si de ese color, David, mira esto, David". Y entonces David, claro el especial, porque está lloviendo y pida lluvia en tiempos de lluvia y pida un especial en tiempos de especial y cuando el esposo dejó de tener el coraje y está contento pida lo que usted quiera porque ha cambiado y así pasó. Nuestro marido celestial que estaba muy enojado con el pecado, pero algo le pasó que le miró a usted y usted le coqueteó un poquito y se enamoró y le dijo: "Te doy hasta mi Reino, dejo todo lo que tengo por ir detrás de ti porque agarraste el especial de la Gracia. Masseys se abrió"
Porque "he´s a good guy", él es un gran buen, buen marido. La Iglesia debe sonreírle de vez en cuando al Señor. Bueno compramos la chaqueta. Seguimos hacia las maletas, porque vamos hacia las maletas. Ya me encuentro como un héroe. Por diez dólares había comprado algo que valía cien o noventa dólares y me sentía como un héroe con mi esposa. Esta gente lo hace como de maldad, poner las maletas en lo último por allá y todo el departamento primero de perfumes después de mujer y las maletas por allá a lo último al lado de los matresses. Bueno de momento yo veo que ella se para frente de otra pieza y digo: "Ida ¿te gusta?" "Sí me gusta, pero no está en especial, David". "¿Te gusta Ida?”. "Si, David, pero eso es mucho para ti. Vinimos a comprar maletas". "Ida, ¡¿te gusta?!" Es que el Rey se está riendo, es que su rostro ya es como el rocío de la mañana. Pida lluvia en tiempos de lluvia, cuando Dios esté enviando Gracia sobre la Iglesia será un hambriento de Gracia. Pida Gracia en tiempo de la Gracia porque Gracia sobre Gracia vino el Señor a dar y de esa tomamos toda.
Gracia sobre Gracia, especial sobre especial por eso que me fascina servirle, me fascina ser como soy porque Él es un Dios de Gracia, Él es un Dios que si tú lo agarras por el lado débil y el lado débil de Él se llama Gracia y Amor yo no quiero saber sus espaldas y aún esas me sanan. Pero su Rostro está resplandeciente como el rocío de por la mañana.
Bueno, vamos hacia la maleta: "David..." "No te importa, Ida, no te importa, es el día de la Gracia, tú me convenciste, tú me sedujiste y fui seducido". Yo vine como cordero al matadero pero como un cordero que quiere morir. Bueno nos fuimos, ¡Ay! Dios mío hermanos, estoy dando la introducción. Nos fuimos, nos fuimos para las maletas... y de momento miró unos zapatitos… el color si, ese mismo que usted acaba de pensar, ajá, "Ida, ¿te gustan?" "Bueno, David, si pero esto sí que es caro, David. No hay especial ni de noventa, ni de cincuenta ni de treinta..." "Ida, ¿te gusta?" "Mira David, la maleta", "Ida ¡¿te gusta?!"
Es que pidió lluvia en tiempo de lluvia, pidió Gracia en tiempo de Gracia... me pidió sonrisa en tiempo de sonrisa, me pidió amores en tiempo de amores y este es el gran problema que Dios se ha buscado. Yo soy un enamorado de Él como que le coqueteo y ¡le gusta!
Si es un Trono en esplendor y Gloria. Si los ángeles quieren meter la nariz en esto de la Salvación y no pueden, si los ángeles pueden cantar pero nunca pueden improvisar un cántico de Redención. Los ángeles no pueden cantar gracias al cordero que murió por mí y yo sí.
Un ángel puede toda la grandeza, todo el esplendor, guarden la Gloria... pero la esposa es la que va a cantar un cántico que nadie sabe y cuando la esposa empiece a cantar el cántico que nadie sabe todo el Cielo se juntará en silencio esperando que termine un cántico que los ángeles anhelan saber porque fue que la Gracia lo conquistó y ahora nos dio los secretos del Reino la riqueza del Reino, de su poder, de su personalidad de todo el Trono. Es más dice: "El que venciere, le daré que se siente conmigo en mi Trono". Como yo vencí y me senté con mi Padre en el Trono. ¡Aleluya!
Sabe la nueva Jerusalén tiene doce piedras preciosas. Dios se gasta el lujo de preparar el traje de la novia, la casa de la novia y el Diablo lo que tenía eran nueve piedras preciosas. Ustedes lo leen en Isaías y Ezequiel, solamente nueve piedras preciosas. Cuando ve el Diablo un Trono allá y ve tres piedras preciosas que no tiene, que no se las han dado, el Diablo dice: "Me sentaré, subiré, seré igual" y una vocecita de un cordero le dice: "Te queda grande y abombachado. Te queda muy grande porque eso es para una querida doncella que me ha coqueteado. Se llama mi Iglesia". Este es el gran especial de Masseys es para ella. Bueno, compramos una cosa, compramos la otra, compramos la otra y ahora yo tengo una casaquilla aquí, un shopping bag aquí, otro shopping bag aquí. Hermanos, ¡yo no podía ir a las maletas! Estaba como Santa Claus y no era tiempo de Santa Claus. Ahí estaba, ¡ah! "David, vamos a llevar al carro para venir a comprar la maleta" y yo como tratando de llevar al carro.
El asunto es que había gastado demasiado en tarjeta y ¡todavía me gustaba, todavía me reía, todavía la amaba! ¡Todavía por dentro decía: Si pidiera más, si pidiera más, si pidiera más, si pidiera más, le daría todo porque ha cambiado la ira del Rey en risas de rocío!
Sí, también adivinó. No está Walter Mercado aquí pero adivinó: ¡llegué sin maletas! ‘Especial de 9 a 11 o de 8 a 11’. Eran las 2 de la tarde y yo en Masseys. Se había ido el tiempo de especiales y no me había dado cuenta porque la reina estaba conmigo y había dicho "quiero lluvia en tiempo de lluvia, quiero Gracia en tiempo de Gracia".
Me dice: "David, te veo como pálido, el rostro tuyo está como pálido". "Ida, no yo estoy bien". "No tu rostro está pálido". "Ida, estoy bien". "No, David, yo te conozco, tú tienes hambre". Mi esposa nunca me pide nada, por eso tiene todo. Mi esposa sugiere y una sugerencia, un "me gustaría" de ella es un puño al hígado.
"Yo le daré Gracia delante de los egipcios para que cuando ustedes le pidan les den todo lo que ustedes necesitan" acabamos de leer. La Hermana "Fulana" esclava con padre esclavo, con abuelo esclavo, el hermano que lo que sabía hacer era ladrillos, ahora Dios le dice: "Vayan a los egipcios y pídanle a ver que pasa. Yo les daré Gracia. Yo pondré Gracia. Yo cambiaré el rostro de los leones, de las víboras de Egipto por Gracia".
Y de momento una Hermana se fue, se iba a ir, y lo dice la Biblia. En la noche que se iba a ir, fueron donde las vecinas, los hombres donde los vecinos, las hermanas donde las vecinas y le dicen: "Mira hermana me voy esta noche y ¿no tienes tú un poquito de uña perfumada?" Y le dice: "Pues, mira tengo un poquito de uña perfumada". Entonces va donde la otra: "No te vayas, que mi marido vino ayer de Arabia y me trajo un perfume y como que yo sentí dártelo" y le dice la otra: " No te vayas que yo tengo un perfume de la India" y otro dijo: "No te vayas porque yo tengo un perfume que se saca de las algas de debajo de océano que eran las especies que yo iba a usar en tabernáculo". Estaba escondida, había encontrado miles y miles de dólares, miles de millas y ahora estaba porque la Gracia la demandó y cuando la Gracia demanda no importa lo que cueste, aparece porque aparece porque el león se está riendo.
Nos vamos Gracia 400 años y nos dice: "No, no no, ¿400 años de esclavitud? Payday, van a cobrar en un día lo perdieron en 400 años"
Iglesia, León de Judá, yo sé que ustedes son dadivosos, sean más dadivosos, mucho más dadivosos que Faraón. Parézcanse a Dios que dio todo porque Dios tiene riqueza para dársela a la Iglesia para que no viva como mendiga, sino que viva como una verdadera princesa. Y esto es sin predicar la súper economía o la súper Fe o la súper abundancia, no de la barata, de la buena. 400 años sin pagar y Dios dice 'payday'.
Vamos a hacer un templo que no construimos durante 20 años, lo vamos a hacer en un año. ¿Cuántos lo creen? Si lo creen digan Amén, si no digan ¡ay! pero digan algo. Bueno, mi esposa, no se me olvida.
Tengo sesenta y seis años y llevo cuarenta y dos predicando y no se me olvidan. Si se me olvidan ella me jala. Hermanos, le digo "Ida pues aquí esta: comida rápida. Comida del fast food. Entonces vamos ahí y comemos" y entonces me dice: "David, tú no comes hamburguers, tú no comes papas fritas. David, tú lo que comes son cosas buenas. Yo sé la comida que te gusta y aquí hay un un sitio que se llama "Legacy Sea Food" y yo sé que a ti te gusta comer".
Hermanos, la palidez que yo tenía no era, era un invento de ella, yo no estaba pálido. Ella quería comerse una langosta a la cacerola y sabía que diciendo que mi rostro no lucía tan bien, me iba a convencer y ¡me convenció! Terminé yo, llevé los paquetes allá, no compré la maleta y yo como un gran bobo, pero un bobo que le gusta, un adicto que le gusta.
¿Qué tú quieres? Una langostita a la cacerola y después el postrecito y por el heladito y "David, yo sé, comete el pescadito que a ti siempre te gusta" Lo que vale son doce dólares. Y entonces terminé comprando. Ya por la tarde sin fuerzas, pero lleno de entusiasmo y de amor porque alguien supo cambiar la maquinaria de mi ánimo. Toque a Dios, mueva a Dios.
Dios dijo, `Yo tenía deseos de hacerles gran bien, pero ustedes me tornaron', pero por otro lado Él dice: 'Yo tenía deseos de hacerles un gran mal a miles pero ellos me tornaron a hacerle bien".
Usted puede cambiar el reloj de Dios, Dios es soberano pero dentro de su soberanía Él ha dejado una posibilidad de que usted pueda cambiarlo, sin dejar de ser soberano.
Porque Soberano es un Dios que hace lo que le da la gana, aún se puede hacer el débil en su Soberanía para que usted aparentemente usted lo debilita y es que en su Soberanía se debilitaba para que usted dijera: "Yo quiero casarme contigo aunque soy pobre, aunque soy moabita, yo quiero casarme contigo porque se me ha antojado" ¡Qué la Gracia será suficiente para acostarme contigo Rey!
Hermanos, teníamos en ese fin de semana al Pastor Raymond y al Pastor Elizabeth Colón de Orlando, estaban visitando nuestra Iglesia. Ya era domingo. El domingo le digo: "Ida, a los hermanos hay que llevarlos a cenar" y ella dice: "Tú sabes que siempre el Hermano Raymond siempre habla de la langosta de Boston. Tú lo sabes David". "Okey. Y ¿dónde vamos?" "Donde fuimos el miércoles, es que son fresquecitas, tú sabes. Vamos a llevarlos allí”
Hermano, como cordero al matadero, me llevé al Pastor y a la Pastora, mi esposa y yo fuimos a "Legacy SeaFood" otra vez y entonces la emoción fue tan grande que mi esposa dice: "Bueno, ¿qué les gusta? pidan lo que quieran. La más grande que haya".
El Legacy SeaFood tiene la reputación de tener sus propios criaderos y ese día tenían langostas de seis libras. Hello? Yes, el plato era doscientos cincuenta dólares cada uno ese día porque no estamos en season pero como ellos tienen su propio criadero ellos contaban. Tanto fue así, suponte que no sea ética, la muchacha que nos atendió dijo: "¿Usted sabe cuánto cuesta la langosta que ha pedido? Doscientos cincuenta dólares cada una". Hermana Elizabeth una, Hermano Raymond otra, mi esposa que fue humilde y pidió otra y David Marrero como a ti te gusta el pescado de doce dólares... hermano.... -pero déjeme decirle Pastor, de veras, con estos Pastores yo me gasto no eso, me gasto la vida, porque así les amo y así son ellos con nosotros. Tú los conoces a Raymond y a Liz, tú los conoces, son... y entonces Raymond cuando dijo: "Yo no quiero, yo no voy a abusar, yo no quiero. Vamos a pedir de cinco solamente". Bueno hicimos la orden, diez minutos, veinte minutos, treinta minutos, cuarenta minutos y no venía la orden; cincuenta minutos y no venía la orden, sesenta minutos y no venía la orden. Por último yo le dije: "Señorita nosotros hicimos una orden grande, estos son mis invitados" pero cómo ya Dios me había hablado de que la Gracia hace cambiar el rostro de los leones, en vez de ponerme a pelear contra la que me podía ayudar en la Gracia, le dije:"Yo sé que no es culpa suya, pero usted tiene el poder de ayudarnos". Ella no hallaba que hacer, fue que en la computadora se perdió la orden. Ella trajo al Manager y se excusó el Manager. Hermana Ida, ¿estoy hablando verdad? ¿Verdad hermana Ida? Si me dan ofrenda te doy la mitad.
Ella me pide el diezmo cada vez que salgo, ella es mi Sacerdote. Mi sacerdotisa.
Bueno, viene y se excusa. Se fueron. Diez minutos... hermanos, una langosta que cruzaba el plato y cruzaba casi la mesa y de la Pastora otra langosta igual y mi esposa otra langosta igual y yo por bobo el pescadito de... Boston´s crown. El asunto es que cuando pedimos la orden llega la muchacha a atendernos, digo: "¿Cuánto? Deme la orden" y me dice: "No si el jefe dijo que era gratis" "Pero... ¿por qué?" "¡Ah! porque ustedes le cayeron bien. Una hora y ustedes no gritaron ni se escandalizaron, una hora y fueron gentiles". Entonces viene el jefe y dice: "Eso es por la casa". Me dio una tarjeta y me dice: "Mientras yo sea Manager y usted sea cliente, es gratis. Es por la casa"
Pida lluvia en tiempos de lluvia, vaya a Masseys cuando estén es especiales y cuando se esté anunciando un Culto de Sanidad Divina no se quede allá porque es tiempo se especial de Sanidad Divina o de Prosperidad. Hello? o de Liberación o de Bautismo del Espíritu Santo o de Salvación, por favor, no se quede ahí, porque el tiempo, el especial se puede terminar y usted seguirse para allá sin haber gozado del material que el especial le ofrecía.
Bueno, ahora se podía pedir el tiramisu y entonces la Pastora dice: "Yo quiero un tiramisu" y el Pastor también y la hermana Ida. Hermanos, y cuando viene, viene con el Arca de Noé. Una cosa especial, pero especial, especial y yo dije: "¿La cuenta?". "No, si se la hizo el Manager mismo y dice que es Gratis".
Digan conmigo: Gratis. Digan conmigo: Gratis, digan conmigo: Gratis. Gracia. Nunca pelee con la persona que puede ayudar, nunca pelee con la persona que está frente al counter que es la única, no tiene culpa y es la única que le puede ayudar.
Nos vamos al aeropuerto y nos peleamos con los que están ahí al frente que no tienen culpa de nada. Nos vamos a los hoteles y botaron la reservación, peleamos con la señorita: no tienen culpa. La Gracia hace milagros.
Estoy contando yo eso, casualmente con el Hermano Colón y Hermana Elisa, nos ganamos una banquera para el Señor en Florida, completamente nueva pero lleno de gozo. Aguilda se llama, posiblemente la conocen. Yo iba a alquilar un carro que costaba como catorce dólares diarios, ella fue conmigo Pastor, "yo voy a buscar el carro con usted" entonces cuando fuimos a buscar el carro, ella no sabe nada y le dice al attendant: "Consígame un Mustang convertible al Pastor porque tiene Gracia en la cara". Porque como yo identifiqué eso y ella es nueva, ella pensaba que me iba a alquilar un convertible y tan nueva que era y yo dije: "Aguilda eso no funciona así" El muchacho que me atiende dice: "No puedo porque es una tarifa de como ochenta dólares diarios y no puedo, no estar en mi poder". "¡Ah! pero el Pastor dijo que si la Gracia si uno se sonreía y tenía Gracia le daban lo que pedían". "Bueno, lo siento, no puedo, no hicieron el contrato". Fuimos a buscar el carro en Parking Land, el número tres, cuando fuimos... un Mustang convertible amarillo y cuando salí con el Mustang me hace el muchacho.
Pide lluvia en tiempo de lluvia, pide Gracia en tiempo de Gracia que si no hay Gracia, Dios hará relámpago, creará una nube... y lo que me gusta más de la profecía esa: " y yo mandaré lluvia para el plantío de cada uno", significa que es una Gracia privada. Es para ti privada, Dios tiene un especial privado para ti. Pienso que debo callarme. Esta mañana no terminé y hoy tampoco so me deben dos más.
Alcen las manos conmigo al Cielo. Álcenlas. Estaba el pueblo de Israel siendo usado por los asirios, dice el Profeta: "Dios está furioso, dará su voz, su poderosa voz, vendrá Dios con toda la furia". Luego dice: "La doncella que salga con pandero a tocar porque habrá alegría en mi pueblo". El otro verso dice: "Y Dios acabará con los Asirios si la doncella menea la mano una, dos, tres veces", si golpea con la mano si ustedes hacen eso, me aplauden en otras palabras y cuando ustedes me aplaudan yo me luzco peleando por ustedes. Un aplauso para el Señor. Dios les Bendiga.
Amén.
Pastor Miranda: Gloria a Dios. Ese es el poder de las Parábolas, ¿no? que nos enseña esas verdades de Dios profundas: "Pide lluvia en tiempo de lluvia". El Señor tiene lluvia y Gracia para su Pueblo. Este es el tiempo del pueblo de Dios. El Señor dice: "Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de ustedes" Pensamientos de bien y no de mal para darles el fin que ustedes desean y esperan. Vamos a ponernos de pie, vamos a pedirle al Señor.
Una sola historia de redención
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Cuando su corazón está lleno uno quiere derramarlo, y Dios en su gracia hizo fluir, hizo brotar la tierra puso al hombre exactamente en medio del jardín del Edén. Y vamos a mirar hoy a la historia de la redención que comienza precisamente allí en el jardín del Edén y que entonces procede de ahí hasta llegar a lo que celebramos el domingo pasado, que fue el domingo de resurrección. Y es en realidad una sola historia desde Edén hasta la resurrección. Y Cristo está vivo. Amen.
Y vemos que Juan y Pedro corrieron a la tumba donde estaba Jesús pero estaba vacía. Y mientras ellos se preguntaban y volvía a decirle a los demás discípulos, ¿Dónde está el Señor? Buscaban por los campos, por los caminos, y preguntaban dónde está él. Y le preguntaban ¿dónde está el Señor? ¿Saben ustedes dónde está? Pero Jesús le dijo a los discípulos: vayan por todo el mundo y prediquen las buenas nuevas del Reino de Dios.
¿Y quién fue el primero en obedecer a ese mandamiento del Señor? Jesús, el mismo Jesús. Caminando por el camino ve a dos hombres en el camino a Meaux, y les pregunta de qué están hablando ustedes. Y eso lo que un buen maestro hace. Y ellos lo miraron, y le preguntaron no sabes algo, ¿no sabes acerca de Jesús el que fue crucificado? Y dicen que acaba de resucitar de entre los muertos. Y miren lo que el Señor les dice entonces:
“…Él les dijo, oh, insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho, no era necesario que el Cristo padeciera estas cosas y que entrara en su gloria, y comenzando desde Moisés y siguiendo por todos los profetas les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decía….”
Él les dijo que en el libro de los profetas y en todo lo que Moisés había escrito en el Pentateuco hablaba acerca de él, de Jesús. El plan de Dios, el plan de redención divina está incrustado, tejido por todos los libros de la Biblia.
En Génesis 2:16 dice: “… y mandó Jehová Dios al hombre diciendo, de todo árbol del huerto podrás comer más del árbol de la ciencia del bien y del mal, no comerás porque el día que de él comieres, ciertamente morirás…”
Eso es en los comienzos mismos de la palabra. Les dice, de cierto moriréis. ¿Dios estaba hablando en serio cuando dijo eso? Su palabra es verdadera y eso es lo que nosotros creemos. Si nosotros hubiéramos dicho, bueno, no, él no quería en realidad decir eso, pues simplemente cerremos el libro y despidámonos de él. Pero la palabra de Dios es verdadera y en ese mismo día Adán y Eva ciertamente murieron, espiritualmente.
¿Cómo murieron ellos? Su espíritu, la relación que tenían con Dios quedó quebrantada, ahí comenzó a manifestarse la muerte. Se dieron cuenta, estamos desnudos. ¿Y qué les habría cubierto antes de ese momento? Podemos ver solamente lo físico y no ver en los espiritual? Antes de pecar ellos habían estado cubiertos en esa gloria, esa relación íntima con Dios y ese era su cobertura, pero ahora después de pecar esa cobertura espiritual de relación con Dios quedó quebrantada, quedó quitada.
Y Dios no había terminado con ellos. Porque Dios es amor, y el amor no se da por vencido, Dios quería estar en relación con ellos, y Dios insistió en mantener esa relación con ellos. Con Adán también y con su esposa Dios les hizo pieles, túnicas de pieles y los vistió. Túnicas de piel, y esas túnicas de piel eran simplemente cualquier tipo de piel? No, en el hebreo, las letras con que se describen la palabra túnicas de pieles, nos hablan del misterio de la salvación.
Moisés fue instruido para hacer una túnica de piel para Aarón el sacerdote. Y esa vestimenta de Aarón como sacerdote que se suponía que representara a Dios ante los hombres, esa vestimenta era para gloria y para bien. Esa vestimenta representaba ese sacrificio de animales, la piel de los animales que era como una cobertura para aquellos que eran culpables a través del pecado.
Jesús viene para una novia que sea pura y sin mancha. ¿Están ustedes anticipando y deseando esa cobertura de justicia que dice la Biblia que nosotros hemos de recibir un día? Esa cobertura que Dios proveyó aquel día en Edén para Adán y Eva era una ayuda visual de la misericordia de Dios y la justicia de Dios para con Adán y Eva.
Así que inmediatamente vemos que ya Dios en Edén tenía un plan, tenía un propósito que él estaba comenzando a realizar, que era para traer en el futuro a un Salvador a la tierra. Y el Señor miró sobre toda la tierra y escoge a un hombre que se llama Abraham, ¿por qué Abraham? En las Escrituras descubrimos que Abraham posiblemente sabía acerca de las promesas de Dios. ¿Cómo habría sabido Abraham acerca de estas promesas y de estos propósitos divinos? Si seguimos la historia de Noé y sus hijos encontramos que Sem, uno de los 3 hijos de Noé, estaba todavía vivo cuando Abraham nació. ¿Es posible quizas que Abraham hablara con Sem, este hijo de Noé? Y posiblemente cualquiera de nosotros no hubiera ido a hablar con Sem quizas para que nos informara acerca de los propósitos de Dios si sabíamos que él estaba vivo?
Pero lo que sí sabemos es que Abraham fue fiel de ponerse en fe, de lanzarse en fe. Y yo creo también que Dios a muchos de ustedes los ha llamado también en algún momento de su vida para que se lancen a caminar en fe. Y como Abraham usted puede tener la seguridad que Dios llevará a cabo lo que él ha prometido.
¿Y qué fue lo que Dios le prometió a Abraham? Que le daría a Abraham y a sus descendientes una tierra que les perteneciera a ellos. ¿Y de hecho, tienen los descendientes de Abraham una tierra suya que les pertenece? Ciertamente, esa tierra está en el centro mismo de la contienda y del conflicto en los días actuales. También Dios le prometió a Abraham que tendría muchos descendientes y que haría de ellos una gran nación. Podemos preguntar, ¿tiene Abraham muchos descendientes? También en ese pacto con Abraham Dios prometió que bendeciría a sus hijos y al mundo con redención a través de un pacto nuevo hecho a través del Mesías, Jesucristo.
¿Somos nosotros recipientes de ese pacto, de esa promesa? Dice también te daré por luz de las naciones para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra.
Y entonces pasando a través de la historia vemos que esos descendientes de Abraham se encuentran ahora en Egipto esclavos. Pero Dios es fiel a sus promesas y a sus pactos. Dios escuchó el clamor de sus hijos y dijo, yo los voy a redimir, los voy a sacar de la esclavitud. Y comenzó a darle instrucciones a Moisés, y Dios le dijo a los israelitas, este mes será el comienzo de los meses del año para ustedes, este mes en que estamos actualmente, abril, en el calendario de Dios es el primer mes del año para sus siervos judíos. Y ese mes es el mes que muestra la redención de Dios.
Dios le dijo a Moisés, “…habla a los hijos de Israel y diles las fiestas solemnes de Jehová, las cuales proclamaréis como santas convocaciones serán las siguientes, estas…”
Nosotros hablamos de esas fiestas que Dios declaró que como si fueran fiestas judías, pero ¿qué es lo que está diciendo Dios verdaderamente? Dios dice, estas serán mis fiestas. Son los tiempos que Dios ha asignado. Si usted tiene una cita, por ejemplo, con un personaje importante usted se asegura de estar presente. Y Dios dice, estén presentes, lleguen a tiempo. Tres veces les dice, tres veces lleguen a mi santo lugar. Hay tres épocas de cosecha en el año: está el la cosecha de primavera, la cosecha del verano temprano y la cosecha del otoño.
Durante cada uno de esos tiempos, esas estaciones de cosecha, Dios hace citas con su pueblo a fin de mostrarles su gran amor. Y vamos a ver ahora cuáles son algunas de esas fiestas que Dios ha asignado a su pueblo. La primera fiesta es pasak que es lo que se llama la Pascua, en inglés Passover, Pascua en español. Y Dios dio instrucciones muy específicas para la celebración de esa fiesta, dice Levítico 23:5:
“… en el mes primero, es decir en abril, a los 14 días del mes entre las dos tardes celebrareis la pascua de Jehová…”
El 14 del mes de abril, eso fue la semana pasada.
Y la segunda fiesta es la fiesta de los panes sin levadura y en esa fiesta dice en Levítico 23:6, en la misma parte, un poquito más adelante, dice:
“…. Y a los 15 días del mes de abril esta fiesta solemne de los panes sin levadura a Jehová, 7 días comeréis panes sin levadura….”
El día 15, muy específico, se suponía que comieran pan sin levadura.
Y la tercera fiesta, la fiesta de las primicias. Dice aquí, en esa fiesta, la tercera, recuerden, Pascua, sin levadura, primeros frutos, dice:
“.-… habla a los hijos de Israel y diles, cuando hayáis entrado en la tierra, es decir, en Canaan, que yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra siega y el sacerdote mecerá la gavilla delante de Jehová para que seáis aceptos el día siguiente del día de reposo, él la mecerá. Quiere decir, presentársela al Señor al sacrificio…”
Y vamos a mirar, vamos a ver, examinar esas 3 fiestas que Dios declaró para su pueblo con un poquito más de detalle cada una. Dios le instruyó a cada familia que llevara un cordero sin mancha a su hogar el décimo día del mes hasta el día 14, del décimo al 14. esa es la fiesta de la Pascua. Estamos examinando estas tres fiestas más de lleno, en la fiesta de la Pascua se suponía que cada familia tomara un cordero sin mancha y lo llevaran a su hogar el décimo día de abril hasta el día 14. Recuerden, que estas fiestas Dios se las da mientras son esclavos en Egipto.
Y Moisés le dice al faraón, deja salir a mi pueblo y faraón se niega. Y entonces Dios envía las plagas de Egipto porque Dios mismo va a sacar a su pueblo de Egipto. ¿Y cómo iba a Dios a llevar a cabo esa liberación?
Les dice a través de esta fiesta de la Pascua le dice, tome el décimo día de abril y busquen un cordero sin mancha, tráiganlo a su casa y retengan ese cordero allí hasta el día 14 de abril. Y Jesús hizo exactamente ese mismo acto, lo llevó a cabo, porque el Señor les dijo, lleven a cabo este acto como un memorial a través de todas las generaciones y el Señor obedeció.
Así que imagínese al Señor yendo al campo y su Papá diciéndole a Jesús le dice, Jesús es el tiempo de escoger el mejor corderito de la manada. Imagínense a Jesús buscando allí entre los corderitos y Jesús toma ese corderito y lo toma en sus brazos. Y le dice, Papá, este es el mejor corderito que he encontrado. Y le pregunta, lo vamos a llevar a casa de nuevo y debo guardarlo por 4 días y retenerlo? Y su papá le dice, sí, puedes hacerlo. Y entonces dice el Señor, pero papá, después tendremos que matarlo, sacrificarlo? Imagínense a Jesús en su forma humana agarrando ese corderito que iba a ser sacrificado como un memorial, como un recordatorio a ese tiempo en que el Señor había sacado a los judíos de Egipto. Se suponía que antes de ofrecer ese cordero ellos lo examinaran para asegurarse de que no tenía ningún tipo de mancha ni defectos. Se suponía que mataran a ese cordero al atardecer y que tomaran algo de la sangre de ese cordero, en esa época de la Pascua, en esa celebración de la Pascua y que la pusieran en los dinteles de la puerta de su casa. Y los judíos allí en Egipto fueron salvados por esa sangre que pintaron sobre los dinteles de sus puertas. Dice que cuando Dios iba a derramar esas plagas, sobretodo la destrucción de los primogénitos, se suponía que al ellos pintar la puerta de su casa se mantuvieran dentro de la casa. Para los israelitas lo que estaba a su puerta iba a ser una señal, esa sangre pintada en los dinteles de la puerta iba a ser una señal de aquel a quien ellos adoraban. Y cuando entraban a su casa estaban bajo el cuidado del Señor.
Esa misma noche, dice la Escritura, el ángel de la muerte pasó por todo Egipto donde estaban los hebreos pero los primogénitos de los israelitas no fueron matados. Porque Dios ya tenía la señal de la sangre y Dios los sacó.
Dice en Deuteronomio 26:8: “… y Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte, con brazo extendido, con grande espanto y con señales y con milagros…”
El brazo de Dios es el brazo redentor, el Señor siempre realiza sus promesas por medio de su brazo derecho. ¿Dónde está Jesús? Dice, al lado derecho, a la derecha de Dios. Como un niño le dijo a su madre hace un par de años atrás, le dijo el niño, mamá, vi a Jesús en un sueño anoche. Y la mamá le preguntó, ¿Dónde estaba Jesús? Y la mamá le pregunta, ¿estaba sentado a la diestra, a la derecha de su Papá? Le dijo, no, mamá, él es el brazo derecho del Padre.
En el tercer mes cuando los hijos de Israel salieron de la tierra de Egipto ese mismo día ellos entraron al desierto de Sinaí. Y allí en la base del monte de Sinaí algo glorioso iba a suceder. Dios había de revelar otra pieza de su plan redentor. Cuando usted se casa usted entra en pacto con su esposo, o esposa, hace un pacto con él o con ella, y ese pacto implica un compromiso eterno.
Hace poco supe que había habido un programa aquí que se iba a desarrollar con el tema de la sexualidad. Ese matrimonio entre un hombre y una mujer es algo sagrado. Y a través de este pacto en Sinaí podemos ver algunos elementos del pacto matrimonial. Es tan magnífico. Cuando verdaderamente comprendemos que Dios se casó, estableció un pacto matrimonial con su pueblo y se supone que nosotros como pueblo de Dios seamos una imagen de ese pacto matrimonial entre Dios y su pueblo, solamente así podemos verdaderamente mostrar aprecio por lo sagrado que es este pacto.
Dice aquí en Éxodo 19:1: “… En el mes tercero de la salida de los hijos de Israel de la tierra Egipto, en el mismo día llegaron al desierto de Sinaí y Dios les dice, en Éxodo 19:5 y 6, …. He aquí si ustedes obedecen de hecho mi voz, y guardan mi pacto entonces ustedes me serán como un reino de sacerdotes y una nación santa….”
¿Hemos escuchado lo que Dios está diciendo? ¿Hemos dicho en nuestro corazón, ejecutaremos, llevaremos a cabo ese pacto? ¿Hemos obedecido el pacto? En la ceremonia matrimonial se nos pregunta, tomas tu a este hombre, tomas a esta mujer?, hay una pieza hoy en este día, en estos días que se está quitando de ese pacto matrimonial. La gente no le gusta decir ya, yo obedeceré.
Pero aquí mismo Dios está diciendo si usted quiere pacto conmigo usted tendrá que obedecerme.
Y la gente llegó al pie de la montaña, del monte de Sinaí y se vistieron con ropas limpias porque estaban entrando a un terreno santo. Se hicieron ofrendas, sacrificios. Cuando se hace un holocausto esto representa el corazón de la persona entregado en total rendimiento, y lo que vemos aquí es la presentación de un rendimiento total de Jesús en la cruz.
Dice aquí, y él envió jóvenes de los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos y becerros como sacrificios de paz a Jehová, y Moisés tomó la mitad de la sangre y la puso en tazones y esparció la otra mitad de la sangre sobre el altar.
Total rendimiento, total entrega al Señor a través de esa imagen del sacrificio. Ese animal inocente estaba entregando su sangre.
Dice aquí, Dios tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo, haremos todas las cosas que Jehová ha dicho y obedeceremos. Entonces Moisés tomó la sangre y roció sobre el pueblo y dijo, he aquí la sangre del pacto que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas.
Moisés tomó ese pacto que Dios estaba haciendo con el pueblo allí en el Sinaí, roció la sangre sobre ese pacto y también la roció sobre el pueblo hebreo. ¿Estás tu bajo la sangre del cordero? Pero sabemos que Israel no le fue fiel a Dios en ese pacto. ¿Qué va a hacer Dios en ese caso? Él ama a su pueblo y desea tener relación con ese pueblo, él había hecho un pacto con ellos.
Dice aquí, por qué cuando vine no hallé a nadie y cuando llamé nadie respondió. ¿Acaso se ha cortado mi mano para no redimir? ¿No hay en mí poder para librar?
Dios estableció las estrellas en el cielo. Dios estableció el curso del mar. ¿No es Dios capaz de redimir a su pueblo? Él es santo, lo que no es no es santo no puede acercarse a Dios porque Dios es santo. ¿Y cómo podía entonces santificar a su pueblo?
En Oseas 2:19 dice, he aquí yo te desposaré conmigo para siempre, te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y misericordia.
Dios es compasivo. Su amor y misericordia son eternos. Dios ciertamente ha de redimir a su pueblo.
Jeremías 31:31 “… mirad los días vienen, dice el Señor, cuando haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá..”
De nuevo, un nuevo pacto después que Israel quebranta el antiguo pacto en Sinaí, ahora Dios quiere hacer un nuevo pacto con ellos.
Ese nuevo pacto dice no será como el pacto que hice con sus padres, el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto porque ellos invalidaron mi pacto, aunque yo fui como un marido para ellos, dice Jehová.
Este nuevo pacto no iba a ser como el primer pacto que ellos invalidaron.
Este nuevo pacto, dice, será de tal manera que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice, Jehová, quedaré mi ley en su mente y la escribiré en su corazón y yo seré a ellos por Dios y ellos me serán por pueblo.
¿Pero cuándo sería ese nuevo pacto que Dios iba a hacer con su pueblo? ¿Y cómo lo iba a llevar a cabo?
Entonces saltando en el tiempo vemos a Jesús diciendo a sus discípulos, vayan a la ciudad y encontrarán un hombre al cual le dirán, dice el Señor, mi tiempo ha llegado y yo voy a guardar la pascua en tu casa con mis discípulos. El Señor Jesucristo le dijo así a sus discípulos que le dijeran a esta persona. El Señor les dijo, yo voy a guardar esa pascua con mis discípulos.
Y dice aquí, fueron pues y hallaron, como el Señor les había dicho, y prepararon la pascua y cuando era la hora se sentó a la mesa y con él los Apóstoles.
Y dice allí que cuando él tomó el pan y había dado gracias por el pan, él quebró el pan, lo abrió y les dio a ellos diciendo, este es mi cuerpo el cual es entregado por ustedes, hagan esto en memoria de mí.
Este es el pan que el Señor quebrantó en esa celebración de la pascua, la santa cena, o la última cena como se conoce, esa era la señal de ese nuevo pacto que Dios estaba haciendo, ya que el primero había sido quebrantado por los hebreos.
Lo que el Señor puso sobre la mesa cuando celebró esa pascua con los discípulos era pan sin levadura, como lo que Dios había dicho antes. ¿Cuántos de ustedes han ido alguna vez a un Sader? Es una celebración de la pascua judía. Alguno ha estado alguna vez en una celebración de pascua judía? El año que viene deben ir a una celebración de la pascua judía, vamos a tener un Sader, vamos a tener una celebración de pascua. Y en esa celebración de la pascua nuevamente judía, hay vino y hay pan sin levadura.
Y es importante porque cuando el Señor trajo esos símbolos él dijo, yo voy a ser el cumplimiento de esos símbolos que ustedes están participando.
El Señor dijo, y tomen también la copa de igual manera después de cenar, diciendo, esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, la cual es derramada por ustedes. Es decir, ese era el nuevo pacto que Dios había dicho que iba a hacer, una vez que fue el primer pacto quebrantado, a través de la sangre de Jesús. El Señor tomó una copa muy especial, según el orden de la, esa celebración judía esa copa que el Señor tomó se llamaba la copa de redención y el Señor tomó precisamente esa copa que estaba en el ritual judío y el Señor había de realizar ese nuevo pacto a través de su propia sangre derramada en realidad por nosotros.
Cuando ya estaban saliendo, terminando la cena y saliendo del lugar que había sido escogido, dice la Biblia que ellos cantaron un himno. Cantaron salmos, siempre los judíos año tras año cantaban los mismos salmos en esa celebración de la pascua.
Aquí por ejemplo, en el salmo 118, uno de los salmos que usaban dicen, el Señor es mi fortaleza y mi canción y él se ha convertido en mi salvación. La mano derecha del Señor, la diestra del Señor es sublime, la diestra del Señor hace valentías, la piedra que desecharon los edificadores ha venido ser cabeza del ángulo. Este es el día que hizo Jehová, nos gozaremos y alegraremos en él.
Es uno de los salmos que cantaban ellos. Año tras año antes de que Jesús llegara a la tierra los judíos proclamaban eso, dice, la piedra que rechazaron los constructores ha venido a ser la piedra principal, la piedra del ángulo. Estaban proclamando algo que había de venir en el futuro.
Dios reveló ese nuevo pacto a nosotros cuando Jesús estableció el pacto con su Padre a favor nuestro en la cruz del calvario. Como ustedes pueden ver la sangre de Jesús, lo que hizo fue realizar en actualidad lo que la fiesta de la pascua simplemente anunciaba desde tiempos de Moisés y los judíos en Egipto. El Señor realizó todo eso. Y hay otras fiestas también pero por lo menos ustedes pueden ver por lo menos…
Simplemente para que no se pierdan de las otras fiestas también, son parte de… porque Dios había dicho que en el 14 día del mes de abril sería la fiesta de la Pascua, y el Señor es el cordero sin pecado, sin mancha. Él es el pan que no tiene levadura, que no tiene mancha, no tiene contaminación. La levadura era así por la contaminación. Y en el mes de abril en el día 15 era el día del pan sin levadura. La Escritura dice cuando una semilla cae a tierra y es enterrada en la tierra brota, sale y da mucha vida, da mucho fruto. Jesús, el que no tenía pecado, el que no tenía levadura fue enterrado como una semilla en la tierra precisamente en ese día de pan sin levadura. Y el Señor se levantó como ese grano, esa espiga que sale de la tierra precisamente en el día de las primicias, de esa segunda fiesta, para dar vida a la humanidad.
Y cada una de esas tres fiestas: la fiesta de la Pascua, él Señor la realizó, la llevó a cabo; la fiesta de los panes sin levaduras. Lo vemos allí cuando esa semilla cae a tierra y ese pan brota como una espiga, salió de la tierra como el Señor resucitó. En ese tiempo de que Jesús muere, la tierra estaba completamente llena de cereal, y de la misma manera en que los sacerdotes iban a cortar las primeras espigas y para arrancarla de la tierra, en ese mismo momento el Señor también se levantó de la tierra. Él es bueno, y de la misma manera que el sacerdote cogía esas espigas y las llevaba adentro del templo en celebración de esa fiesta y las mecía delante de Dios, las mecía delante del Señor, si era aceptable, si era aceptaba entonces eso quería decir, bueno, toda la cosecha es aceptable y es buena. Y mientras el sacerdote mecía estas espigas delante de Dios el Señor había dicho a María le había dicho, no me toques le dijo cuando ya había resucitado y estaba pasando esto, yo tengo todavía que ascender a mi Padre, todavía no he ascendido a él. Y le dijo a María, ve, y dile a los discípulos que yo me encontraré con ellos más tarde en este día. Dice la Biblia que en ese tiempo, entre el tiempo que habló con María y fue a visitar a sus discípulos, el Señor ascendió al cielo, ese tabernáculo no hecho por manos de hombre y el Señor se presentó como esa ofrenda que iba a ser mecida delante del Padre. Amen.
Y allí el Señor fue aceptado por el Padre, como esas espigas simbólicas del sacerdote, fue aceptado como perfecto, como aceptable por el Padre. Y entonces por lo tanto toda la cosecha, que somos nos, es buena delante de Dios y aceptable también. Usted es parte de esa cosecha de Cristo Jesús y ¿Qué dice? Dice que la cosecha está lista, los trabajadores son pocos y dice, vayan ustedes, vayan. Hay mucho trabajo que hacer pero la cosecha está lista y Dios desea venir y tomar esa cosecha para sí mismo. Gracias. Amen.
Como ven, hermanos, es importante, hay mucho material, tanto material que es difícil uno absorberlo todo, pero yo espero que lo que ustedes saquen de esto es entender que el Antiguo Testamento no está desvinculado del Nuevo Testamento. El Antiguo Testamento es lo que estaba haciendo era como presentando simbólicamente todo lo que el Señor iba a ejemplificar en su propia persona. Es decir, que los judíos sin darse cuenta, toda la Escritura apunta hacia la persona de Jesús. Y esos ritos están allí, esas fiestas están allí y tienen un significado precioso. No podemos entender todo lo que Cristo hizo a menos que no entendamos esas fiestas y esas declaraciones de parte de Dios en el Antiguo Testamento. Así que les animamos a continuar estudiando estas cosas. Porque se aprende mucho de, por ejemplo, eso de la cena que el Señor celebró. Nosotros la celebramos pero no entendemos que eso era lo que los judíos estaban haciendo hace miles de años atrás. Lo que el Señor hizo fue en esa cena él presentarse, ok, hoy, todo los hebreos han estado diciendo se cumple en mi persona. Él fue la copa, él fue el pan quebrado por nosotros.
Es decir, que podemos entender mucho mejor todo el significado de eso. Muchas cosas que no entendemos de Jesús a menos que no entendamos esa parte. Así que les animamos, Gail va a estar dando seis lecciones más adelante, donde con mucho más detalle usted podrá entrar en estas cosas, entenderlas mejor, yo sé que Dios quiere que eso se dé y vamos a ser muy, muy instruidos.
Vamos a orar por Gail. Vamos a orar por ella y por esa pasión que ella tiene por instruir al pueblo de Dios, porque yo creo que este es el tiempo que Dios quiere que el pueblo de Dios entienda estas cosas y que rescatemos muchos de estos…
Y oren también para que yo aprenda a hablar español. Amen.
Bendecimos la vida de Gail, Señor. Gracias por lo que hemos aprendido hoy, Señor yo pido que el recuerdo de esas fiestas, Señor, de la pascua, de las primicias, de los panes sin levadura y cómo el Señor realizó todo eso en su persona, la manera en que tu palabra tiene esa coherencia, Señor, tan perfecta que nosotros podamos entender esto cada día. Y Padre, lo que tu quieras rescatar, lo que tu quieras que nosotros volvamos a integrar, Señor, a nuestra vida de adoración como iglesia, nosotros estamos bien dispuestos a entregarte todo lo que tu desees, Señor. Enséñanos cómo diferenciar entre una cosa y la otra, Padre. Y a ti daremos toda la gloria y toda la honra.
En el nombre de Jesús, amen y amen. Gloria al Señor.
Abriendo pozos de vida
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Libro de Génesis, Capítulo 26. He titulado este mensaje de hoy: "Abriendo pozos de vida". Quisiera que vayan al Verso número doce, ahí en Génesis 26, Verso 12.
Mucho de lo que voy a estar hablando hoy, tiene que ver con como una generación nutre a otra generación con esa semilla de Fe; como los padres pueden nutrir a sus hijos y sus hijos a sus hijos con esa semilla de Fe que ha sido plantada en sus corazones; cómo una generación tiene la responsabilidad de recibir esa semilla y de poder seguir creciendo en ella o ahogarla por completo.
Son unas dinámicas muy interesantes que pueden sonar un poco sencillas, pero a la misma vez tienen su nivel de complejidad y es en esos aspectos que yo quisiera reflexionar hoy con ustedes.
Pero vamos al texto, déjenme leer algo aquí para poner las cosas en su respectivo nivel: Génesis 26 comenzando en el Verso 2, dice así: "Y sembró Isaac en aquella tierra y cosechó aquel año ciento por uno y le bendijo Jehová. El varón se enriqueció y fue prosperado y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso y tuvo hato de ovejas y hato de vacas y mucha labranza y los Filisteos le tuvieron envidia y todos los pozos"... -aquí es donde empezamos a llegar al punto, al meollo de las cosas-..." y todos los pozos que habían abierto los criados de Abraham-el papá de Isaac- los criados de Abraham, su padre en sus días los Filisteos los habían cegado", en otras palabras los habían tapado y llenado de tierra... "Entonces dijo Abimelek a Isaac"...-Abimelek es el Rey de la región de Gerard donde estaba Isaac-..."dijo Abimelek a Isaac: 'Apártate de nosotros porque mucho más poderoso que nosotros te has hecho'"; e Isaac se fue de allí y acampó en el valle de Gerard y habitó allí. "Y volvió a abrir Isaac los pozos de agua que habían abierto en los días de Abraham, su padre, y que los Filisteos habían cegado después de la muerte de Abraham y los llamó por los nombre que su padre los había llamado. Pero cuando los siervos de Isaac cavaron en el valle y hallaron allí un pozo de agua vivas, los pastores de Gerard riñeron con los pastores de Isaac diciendo: 'El agua es nuestra', por eso llamó el nombre del pozo Esek, porque habían altercado con él; y abrieron otro pozo y también riñeron sobre él y llamó su nombre Signa". Ya luego les voy a explicar lo que esos nombres significan.
"Llamó su nombre Signa y se apartó de allí y por tercera vez abrió otro pozo y no riñeron sobre él y llamó su nombre Rehobot y dijo 'Porque ahora Jehová nos ha prosperado y fructificaremos en la tierra'.
Déjenme dejarlo ahí.
Saben, este es uno de esos pasajes que están en la Biblia y uno no sabe por qué están ahí hasta que verdaderamente uno los lee con detenimiento y busca a ver cual es el sentido que está ahí detrás de todas esas palabras. ¿Qué tiene que ver una historia de pozos? ¿Qué tiene una historia de pozos que enseñarme a mí con respecto a mi vida de Fe, con respecto a mi vida personal? ¿Con respecto a mi relación con Dios, con respecto a mi relación con otras personas a mi alrededor? ¿Qué tiene eso que enseñarme? Yo creo que tiene mucho que enseñarnos, mis hermanos. Miren esto, los pozos en aquel entonces eran el recurso principal de vida. En otras palabras, el agua en aquel entonces era el recurso principal de vida. Para aquellos días la forma en la cual Isaac se enriqueció fue por el ganado y por la agricultura que logró cosechar.
Así era una persona que tuviera terrenos de trigo o viñedos o cualquier otro producto de la tierra, una persona que tuviera hatos de ovejas, vacas, cabras y cualquier otro animalito que se pudiera encontrar por ahí, era una persona que era considerada próspera y enriquecida por Dios; y para poder mantener todas esas cosas, todos esos animales, todos esos viñedos, uno de los recursos principales que se necesitaban, era ¿qué?... el agua. Imagínense, estamos hablando de que muchos de estos lugares eran lugares desérticos y muchos de esos otros lugares también eran lugares verdes, pero había que regar ambos para poder mantener ese criado de vacas, ovejas y también las verduras que se cosechaban por ahí la vianda, la batata, los plátanos... todo lo que se diere en aquél entonces. El agua era sumamente importante, tal como lo es para nosotros hoy día. Y aquí vemos que por causa de esa agua se estaba desarrollando una pelea, una riña. Pero yo quiero ponerles algo en contexto porque el personaje de Isaac aquí es bien clave. Muchas veces nosotros escuchamos en la Biblia cuando se dice de Dios que "Dios es el Padre del Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob". Esa expresión implica generación de como Dios es Dios de una generación a la otra y de como la Bendición de Dios se transmite de una generación a la otra. ¿Cuál fue la promesa que Dios le dio a Abraham? Que le iba a dar una descendencia ¿cómo qué? "Como las estrellas que estaban en el Cielo". Esa promesa que recibió Abraham la transmitió a su hijo Isaac. Isaac al principio del Capítulo 26 donde nosotros leímos comienza con un recordatorio de esa promesa de Dios que le dio a Abraham y que ahora se la estaba transmitiendo a Isaac. Isaac al recibir esa promesa estaba viviendo bajo una Bendición generacional.
Usualmente cuando escuchamos esa expresión tendemos a decir que 'la maldición de una generación se transmite de una a la otra', pero la maldición no solamente sino también la Bendición y esa promesa que se transmitió de Abraham a Isaac también conllevó consigo una serie de errores que se estaban transmitiendo a lo largo del camino; ¿a qué me refiero? Abraham en el Capítulo veinte de Génesis cuando él entró en esa tierra de los Filisteos donde Abimelek era el Rey, él tenía a su esposa Sarah y cuando llegó a ese lugar Abraham sintió temor de que los hombres de esa región lo fueran a matar a él por coger a Sarah. Y ¿qué fue entonces lo que Abraham entonces hizo? Abraham mintió y dijo que Sarah era ¿quién? ... su hermana, hasta que en un momento Dios se le reveló al Rey Abimelek y le dijo:"No se te ocurra ponerle ni un dedo en un pelo a Sarah, porque está cogida."
"Pero Dios yo no sabía"... lean la historia, está ahí en el Capítulo veinte. Él dijo: "Yo no sabía, yo pensaba que era la hermana" "Es la esposa del escogido mío, él es un Profeta y él orara por ti para que entonces tú con tu esposa y tu concubina puedan tener entonces la generación que tienen que tener"; y así sucedió pero Abimelek fue donde Abraham y como que le dio una "nalgada" por así decirlo. Se lo dijo a Abraham: "¿Por qué nos vas a traer este mal, este pecado a nosotros mintiéndome así? Si te hemos dejado usar nuestras tierras y fructificar en nuestras tierras, ¿por qué me vas a engañar de esta forma?". Entonces Abraham, obviamente, se disculpa con él pero también hizo lo que Dios mandó: oró por Abimelek para que él, su esposa y su concubina pudieran reproducirse. Pero ese mismo error que cometió Abraham, también lo cometió Isaac.
Así que vemos que esos errores de una generación a la otra se transmiten también porque Isaac hizo lo mismo con su esposa Rebecca cuando entró en esa tierra de Gerard, tuvo el mismo temor y dijo:"¡Ay! Aquí me van a eliminar. Mi esposa es un "cover model" y me van a eliminar así que déjame decir mejor que es mi hermana", y ese fue el acuerdo que hicieron. Pero ¿qué pasó? el Rey Abimelek esta vez no fue que Dios se lo reveló sino que parece que uno de esos días que iba caminando y pasó por la casa de campaña de Isaac y se dio cuenta que Isaac estaba tratando a Rebecca en una forma que no es de hermanos y yo imagino que el Rey Abimelek dijo: "Oye, te tal palo, tal astilla. El papá me vino a mentir y el hijo también me viene a mentir. ¿Qué se creen, que yo soy bobo?" Y fue y le llamó también la atención también a Isaac pero en ese instante había cosas que estaban ocurriendo tras bastidores, mis hermanos.
Porque había una dinámica de Dios con sus escogidos que se estaba moviendo de una generación a la otra, porque Dios puso en favor a estas dos personas que eran considerados los padres del pueblo judío. Los puso en favor delante de una de las tierras que en el futuro vendrían a ser uno de sus grandes enemigos: los Filisteos y en medio de esa tierra Dios permitió que ellos pudieran fructificar. Pero aquí es donde yo quiero traerlos al grano de las cosas, mis hermanos, porque yo creo que hay algo bien importante aquí con respecto a estas dimensiones de Fe.
Hay algo que yo veo en la conducta de Isaac que me llamó mucho la atención. Primero que nada fue su persistencia al él querer proveer para los suyos, para su esposa, para sus hijos; ustedes saben que los hijos de Isaac los principales son Esaú, Jacob -que obviamente está su drama ahí metido también- pero esos son sus hijos. Tenía su esposa, tenía sus concubinas y él tenía que proveer para los suyos. Así que Isaac tenía esta mentalidad de un constante esfuerzo, un constante sacrificio, un constante trabajar para proveer para los suyos y eso lo vemos en esta historia de esos pozos que él buscó abrir. El asunto es que aunque él sabía que él como quien dice estaba en tierra de nadie, solamente le habían dado un permiso para estar allí como forastero, él sabía que él había adquirido un poder, que él había adquirido una autoridad de parte de Dios para establecerse allí pero a causa de eso estaba recibiendo envidia de parte de sus contrincantes. Esos contrincantes comenzaron a altercar con él y lo primero que yo veo en el acto de Isaac fue que él buscó honrar primero que nada, ante todas las cosas la memoria de sus padres; la memoria de su papá en esta instancia.
Si ustedes se fijan conmigo en el verso 18 dice:"... Y volvió a abrir Isaac los pozos de agua que habían abierto en los días de Abraham, su padre, que los Filisteos los habían tapado después de la muerte de Abraham y los llamó por nombres que su padre los había llamado".
¿Saben qué? Yo quiero que ustedes piensen esto, estamos hablando de un pozo de agua. ¿Ustedes saben lo que es un pozo de agua? Yo no estoy hablando de que esto es un hoyito en la tierra de tres pies de hondo y ya, eso no es lo que estamos hablando aquí. Estamos hablando de que estos pozos de agua -me gusta ver mucho el National Geographic, el canal así cuando dan cosas históricas, arqueológicas de la Biblia- y fue bien interesante. Un día yo me crucé de como en aquel entonces se cavaban los pozos y obviamente en aquel entonces no había el tipo de maquinarias que podemos tener hoy: que hoy buscan un taladro inmenso y va penetrando la tierra hasta que llega veinte, treinta, cuarenta hasta cien pies debajo de la tierra alcanzar esa agua.
En aquel entonces iban cavando de poquito a poquito y mientras iban cavando iban sellando las paredes con piedra para que esa tierra no se fuera a caer, y los iban bajando así poco a poco con soga e iban sacando la tierra de cubeta en cubeta, si se encontraban con una piedra a lo largo del camino ellos tenían que buscar la forma de que con sus instrumentos y sus propias manos, la fuerza de sus manos, buscar romper esa piedra para poder seguir penetrando hasta encontrar el agua. No era un trabajo fácil, es más yo les digo, en campamento de jóvenes que nosotros hemos hecho a veces que tenemos que hacer los hoyitos para sacar las piedras o algo así y es con esas palitas chiquitas tipo "Army."
Hay veces que se hace difícil poder hacer un hoyo en la tierra o si usted está haciendo un trabajo de construcción en su casa y tiene que bregar con pico y romper y de repente se encuentra con un... yo le digo un peñón, una piedra así bien grande y hay que buscar la forma de sacar eso porque está interrumpiendo su camino; si uno pasa trabajo haciendo esas cosas ¿cuánto más trabajo abrir esos pozos?. Solamente por el hecho de poder encontrar el recurso que iba a mantener una familia viva, que le iba a dar a una familia la oportunidad de sobrevivir. Y ¿saben qué? Yo veo algo muy bonito en la conducta de Isaac y fue que Isaac buscó honrar a su papá, eso fue lo primero que él hizo, él buscó honrar a su papá. Y ¿saben? en este entonces los Diez Mandamientos no estaban todavía, en ese entonces todavía Dios no había dado esa lista de Reglamentos por los cuales vivir.
Pero yo estoy seguro que los principios de Dios todavía estaban bien presentes, o estaban bien presentes en cuanto a la relación de una generación a la otra. Y yo veo algo muy importante porque así como Abraham buscó esforzarse para proveerles a sus hijos lo mejor y que ellos pudieran disfrutar de la Bendición de Dios, así mismo Isaac los recibió.
Déjenme hacer un paréntesis aquí. Saben, ese Mandamiento del cual habla esta relación de padres e hijos lo sabemos muy bien, ¿verdad?, ese es el Mandamiento, creo que es el número cinco en el Libro del Éxodo, Capítulo 20 donde dice: "Honra a tu padre y a tu madre" ¿para qué? "Para que te vaya bien en la Tierra y vivas largos días". Ese yo creo que es el Mandamiento que tiene una promesa que encierra muchos aspectos de la vida. "Honrad a tu padre y a tu madre" en otras palabras respetarlos, en otras palabras hacer todo cuanto esté en tu poder porque ellos puedan también llevar una vida abundante delante del Señor. Y hay veces que yo me pregunto, mis hermanos, que la experiencia de la Bendición de Dios en nosotros hay veces que se vive a medias, porque no hemos cumplido con principios tan básicos y tan sencillos como éste, que no hemos logrado honrar a nuestros padres en la forma que Dios espera que nosotros hagamos y yo sé que aquí estoy delante de tanto padres como madres, como hijos e hijas.
Todos nosotros aquí, aunque ustedes tengan sesenta años, déjame dejarlo ahí, o que usted tenga quince o dieciséis, usted ha sido un hijo, usted ha sido una hija o sigue siendo todavía, en algún momento de su vida usted está ahí. Y muy bien, mis hermanos, el tipo de vida abundante que nosotros podamos tener, muchas veces está conectado a ese aspecto de como nosotros hemos tenido un trato con nuestros padres... sea para bien o para mal. ¿Hemos sido el hijo o la hija rebelde? o ¿Hemos sido el hijo o hija que se somete a la autoridad de sus padres y busca responder en la forma que Dios espera de ellos? Y tal vez, yo sé que aquí habrá muchos que me van a poder decir a mí, pero "Pastor Omar, es que mi padre era un bandolero, mi padre era un abusador, mi padre no me quería, yo no puedo someterme, yo no puedo honrar un hombre así". Y mire, yo no lo voy a culpar, yo sé que hacer algo así es bien difícil, pero el principio Bíblico está ahí. El principio Bíblico, lo que Dios pide de nosotros, es más, yo hasta me atrevería a decir que cuando uno logra honrar a un padre o a una madre que no se lo merece la Bendición de Dios sobre usted va a ser aún mayor.
Yo me atrevo a declarar eso con toda certeza y yo sé que aquí hay testimonio de esos casos, yo sé que aquí los hay; de que han logrado experimentar la Bendición de Dios en sus vidas solamente porque entendieron lo que Dios pedía de ellos y se sujetaron a la autoridad de Dios por encima de todas las cosas para poder experimentar esa Bendición que Dios quería derramar sobre sus vidas. Ese pozo, mis hermanos, de la relación de Isaac con Abraham nos da mucho que decir a nosotros en cuanto a cómo nosotros podemos mantener esos pozos de vida abiertos en medio de nuestros días. Son pozos que tenemos que mantener abiertos, y yo sé que aquí, obviamente, cada familia aquí representada tiene su drama.
Cada familia aquí presente tiene su drama y nadie lo conoce mejor que usted y que Dios. Y mi deseo hoy es que al yo leer un pasaje como este que nosotros verdaderamente podamos reflexionar en qué es lo que Dios está pidiendo, que es lo que Dios está demandando de nosotros en estos días. Y tal vez usted no me va a decir muchos mas menes, pero después de que yo esté causando que en su mente y en su corazón esté ahí, dando vueltas a millón, yo prefiero que eso suceda. A menos en un momento como hoy. Pero yo hago esta pregunta ¿Cuáles son los pozos para los cuales tenemos que trabajar, esforzarnos y aun pelear para abrirlos? ¿Cuáles son los pozos de nuestra vida que las circunstancias han tratado de anegarlos, han tratado de taparlos con tierra, con polvo, con piedras, con cemento, con varas de acero y nosotros tenemos que hacer un esfuerzo grande por mantener esos pozos abiertos?
Yo he identificado, al menos cuatro principales. Uno de esos es el pozo de nuestra Fe en Dios, el pozo de nuestra relación con Dios, el pozo de nuestra comunión con Dios como el principal, como el centro, como el núcleo de todas las cosas.
Y podrá parecer algo sencillo o trivial, pero no lo es, mis hermanos porque es uno de los pozos que más rápido se puede anegar. Es uno de los pozos que más rápido las circunstancias de la vida pueden venir... pum... sucede algo y ahí se fue. ¿Eh? un metro más que se va llenando día tras día, cada momento al usted levantarse, cada momento al usted abrir sus ojos algo va a suceder que va a querer anegar ese pozo de su relación con Dios. Y esas circunstancias de la vida son muchos otros pozos que yo también voy a identificar aquí. Pero el aspecto es, mis hermanos, que requiere una intencionalidad para mantener esos pozos abiertos.
Miren, Isaac; yo me pregunto ¿por qué él quiso abrir los pozos de su padre? Obviamente, una mente entendida me va a decir: "porque lo necesitaba, tenía vacas, tenía cabras, tenía viñedos, pues necesitaba esos pozos, los tenía que abrir, claro está". Pero yo creo que también estaba ese aspecto de él querer honrar su padre y al hacer eso él iba a estar honrando a Dios. Porque él sabía que su padre se movió en una dimensión que ninguna otra persona se había movido, el sabía que su papá había recibido algo directamente de Dios y ese "algo" se había transmitido a Isaac. Por lo tanto Isaac se estaba moviendo en esa misma dimensión y buscó honrar a Dios al honrar a su padre, pero cuando hizo eso no se quedó ahí, él buscó abrir pozos nuevos. Miren esto, aquí mismo lo dice -Verso diecinueve-
"Cuando los siervos de Isaac cavaron en el valle y hallaron allí un pozo de aguas vivas, en otras palabras hallaron aguas que no se habían encontrado antes- Isaac no se conformó con abrir los pozos de su papá, él buscó seguir promoviendo, seguir desarrollándose, seguir buscando más sí mismo, para los suyos y para aquellos que estaban a su alrededor"; y es en esa búsqueda donde él comenzó a encontrar resistencia. Es en esa búsqueda donde Isaac comenzó a encontrarse con estos contrincantes que estaban impidiendo el que él verdaderamente pudiese avanzar, ese primer pozo que encontraron fue el que se llama Eseq. Eseq en la traducción del hebreo significa contienda, contención, en otras palabras que se riñe, que se pelea, es algo que tuvo que forcejear ahí con los otros. En aquel entonces ese pozo de agua viva era bien importante y se lo estaban peleando pero no logró conquistarlo tal vez porque el otro grupo era mayor que él, pero él dice: "Okay, le voy a poner cruz y raya, Eseq, contención. Ustedes quieren contención, quédense con la contención". Pero es bien interesante que Isaac se movió.
Tal vez si hubiese sido otro le hubiese arrancado la cabeza a esos que estaban peleando por ese pozo de agua -'No era mío, yo lo encontré primero'- y hubiesen estado ahí buscando, peleando, causando más riña y riñas, pero Isaac decidió mantenerse ¿qué? ... en Paz. Okay. ` ¿Tú quieres? Ya, yo le pongo el sello a éste. Me voy a mover a otro lado´. Va y empieza a cavar en otro lado y se encuentra con este otro pozo y va y sale el chorro de agua así de repente y vienen los otros pastores del área y vienen y `No, no no, esto está en nuestra área. Ese es de nosotros también´. ¿Eh? y he ahí el teje maneje de lado a lado de lado a lado hasta que Isaac dice "Okay, yo le pongo el "label" también. Este va a ser Sidna".
Sidna, ¿saben lo que significa Sidna en la traducción de hebreo? Significa enemistad y hay otra palabra que yo conseguí que estaba bien relacionada que significaba odio. Enemistad u odio. Y yo quiero que ustedes observen estas dos cosas, mis hermanos, porque no tan solamente se está reflejando aquí el hecho de que estamos queriendo cavar un pozo, sino que había una maldición que estaba ocurriendo ahí en ese mismo instante: que si Isaac no hubiese tenido la mentalidad correcta de parte de Dios, él hubiese traído todo ese mal de contención, de enemistad, de odio sobre su familia. Pero al él buscar y quererse esforzar por algo mejor por su familia para poder estar en Paz con Dios y con los otros ¿qué fue lo que hizo? `Déjenme ir a cavar a otro sitio’ y fue a otro lugar por otro lado y se fue e hizo otro pozo, cavó su hoyo, sale el agua, se dio cuenta que era buena agua y ¿qué nombre le dio? Rehobot y Rehobot lo que significa es: lugares espaciosos, lugares amplios.
¿Dígame usted, si a usted le dan a escoger entre esos tres pozos, cuál de los tres usted escogería?
.... Obvio, Dios nos libre escoger cualquiera de los primeros dos. Una mente lógica va a pensar eso, pero el asunto es mis hermanos y hermanas que muchas veces yo no sé por qué, es como una mosca que se deja llevar por esa luz azul, como que se ciega por la luz y cuando va.... ¡pzz!... así nos pasa muchas veces que en vez de irnos por el camino de la vida, por el camino de esos lugares espaciosos por alguna razón u otra terminamos en la contienda, en la enemistad. Por alguna razón u otra nos empedernecimos con estar en contienda con otras personas, en estar en enemistad con otros;" ¡ah! porque no quisiste hacer las cosas como yo quiero, pues... Hm... ahí.... cruz y raya para ti.... ahí quedaste".
Esto es algo que se da en mucha dinámicas, esto se da en relaciones muchas veces entre esposo y esposa: "¡ah! no quieres hacer las cosas como yo quiero pues pah, te chavaste, una pared, una muralla de cinco pies de espesor entre tú y yo" y van a la cama y se acuestan y está esta pared así grande entre medio de ellos, necesitan una cama más de King para poder poner esa pared ahí. Se da en las relaciones entre hermanos y hermanas de sangre; ¿cuántas veces no hay historias de hermanos y hermanas que por años y años....? y " ¡oye! ¿Cuántos hermanos usted tiene? Yo tengo como tres, cuatro, cinco, doce, dieciocho hermanos. ¡Guau! esa familia es sí bien extendida y ¿te llevas bien con todos ellos?... ¡ah! muchacho si tu supieras eso es una guerra todo el tiempo"; aún dentro aquí de los mismos hermanos y hermanas hay veces que se dan estas riñas que es como que venimos aquí y "¡ay! hermano ¿cómo estás? mucho gusto. Dios te Bendiga." Pero cuando salimos por esa puerta es como......
Yo espero que se estén riendo, no porque estoy haciendo un show aquí, sino porque los estoy poniendo a pensar. Pero ese es el asunto, mis hermanos, que muchas veces hay algo en nuestra naturaleza que en vez de gravitar a ese lugar espacioso a ese Rehobot como que hay algo en nosotros que gravita hacia el otro lado; que se aísla... "tú te estás metiendo en contra mía, muchacho. Atrévete a pasar esta raya" y nos vamos a ir empedernecida mente en contra de la otra persona. Eso no es lo que Dios quiere y pide para nosotros, eso no es la vida abundante que Dios quiere que nosotros tengamos. Dios quiere que nosotros podamos llegar a esos lugares espaciosos pero para poder llegar ahí, mis hermanos y hermanas, ¿sabes qué? ... tienes que pelear, tienes que luchar, tienes que tener una Fe bien persistente, una Fe empedernecida en poder llegar al lugar donde Dios quiere que tú puedas estar y habitar.
Hoy más que nunca, mis hermanos, en esos pozos, no me di cuenta y mencioné los otros tres pozos que tenía, el pozo de nuestro círculo familiar es uno por el cual tenemos que luchar. El pozo de nuestro círculo familiar es uno que tenemos que estar ahí constantemente cavando, cavando, sacando el residuo que el mundo a nuestro alrededor pone y muchas veces ese residuo viene por causa de nosotros como padres, también puede venir por causa de los hijos, como también puede venir por causa de la sociedad en el cual vivimos que quiere ahogar ese pozo de la familia. Y nosotros no nos podemos dar el lujo de dormirnos en nuestros laureles y dejar que ese pozo se ahogue por completo de basura. No nos podemos dormir.
Yo creo que los padres juegan un rol principal aquí en este aspecto. Los que estaban cavando estos pozos no fueron ni Sarah ni Rebecca. Ellas sí se encargaban de prepararle la torta de harina durante el día, cosa que los muchachos pudieran comer y pudieran seguir trabajando; pero los que estaban ahí SUDANDO FUERTE, que se les sangraban las manos de todos los callos que tenían bregando con los instrumentos que estaban haciendo, eran esos varones que estaban ahí escogidos por Dios. Hoy día es igual. Nosotros padres -y estoy hablando padres, y gracias Señor que puedo hablar en forma de papá- yo nos miro a nosotros mis hermanos y nosotros delante de Dios tenemos la responsabilidad de que esos pozos de agua en nuestro hogar se puedan mantener abiertos, con agua limpia que esté corriendo todo el tiempo.
Sobre nosotros recae que ese filtro que pueda parar cualquier basura que pueda llegar a nuestro hogar recae sobre nosotros para que el pozo de nuestra vida familiar se mantenga nutrido, para que el pozo de nuestra vida familiar se pueda mantener sólido.
¿Saben qué? Yo tengo un testimonio que en algún momento lo voy a poder compartir, no creo que sea el tiempo de... No, no no, créanme, créanme, solamente los hago pensar ahí un poco. Porque yo creo que es un testimonio que Dios todavía está.... ¿cómo puedo decir?.... lo está cocinando todavía en mi vida... pero créanme que yo he visto la Gloria de Dios, mis hermanos. Pero he visto la Gloria de Dios porque he reconocido lo que es tomar el lugar que uno debe tomar dentro de ese núcleo familiar para poder ser de Bendición a las personas que Dios ha puesto en mi vida y por ende al yo hacer eso, poder buscar ser de Bendición al resto de todas estas personas delante de las cuales Dios me pone. Pero todo recae en ese aspecto: que yo pueda reconocer cual es mi rol, cual es mi responsabilidad delante de Dios. Y ¿saben qué? asimismo como un padre tiene esa responsabilidad de cuidar ese pozo de la familia, asimismo los hijos tienen la responsabilidad también de que esa agua se pueda mantener limpia. No te creas que "¡ah! pues como yo soy hijo pues me voy a echar para atrás en la cesta voy y papi y mami que se encarguen del resto". Miren yo escribí una nota aquí, yo escribí: una generación bendice la otra al abrir los pozos y la generación que lo recibe es responsable de mantenerlos abiertos o de cerrarlos por su propia conducta.
Un padre, si yo como padre, me enfoco de que ese pozo se mantenga abierto pero Lucas -Dios nos libre de eso- en algún momento Lucas mientras vaya creciendo se convierte en un hijo irresponsable, rebelde y lo que yo he tratado de abrir él lo está tapando por otro lado, ¿saben qué? delante de Dios yo habré cumplido con mi deber. Pero delante de Dios, Lucas va a tener una responsabilidad de la cual él va a tener que responder. Yo no quiero que él reciba ese juicio, por eso es que yo constantemente me mantengo, me mantengo: "Lucas, ¡no! hay que abrir este pozo, hay que trabajar por este pozo, hay que buscar que esa agua.... `No, papa, eso no es lo que yo quiero, yo quiero otro pozo´", no Señor, lo digo en el nombre de Jesús que eso no llegue a suceder.
Pero ¿ven la dinámica de lo que estoy diciendo aquí, mis hermanos? Hijos, yo les hablo a ustedes ahora mismo, ustedes que son hijos ahora, que tal vez están sentados al lado de tu papá o tu mamá y que si no lo tienes y lo tienes a la distancia, pensemos bien. Por casualidad la Bendición de Dios que nosotros estamos o no estamos experimentando ¿se ha dado por ese hecho de que hemos tapado los pozos que nuestros padres han abierto en nuestras vidas?
Otro de los pozos que tenemos que trabajar, otro de los pozos por los cuales tenemos que luchar y esforzarnos para abrir son los pozos de nuestro trato con el prójimo. Los pozos de nuestro trato con el prójimo, y tal vez me van a decir: "Omar ya aquí lo estas llevando a otro nivel, yo no soy responsable por las relaciones con otras personas. Yo no soy responsable de eso. Ya las personas que se comporten como quieran. Mira, fine, la gente ya se pueden comportar como ellos quieran". Pero si usted tiene en su cabeza el título de que usted es un hijo o una hija de Dios, usted tiene una responsabilidad que cumplir con ese prójimo que está ahí afuera también. Uno de los Mandamientos que el Señor nos deja a nosotros es: "Amar a Dios sobre todas las cosas" y ¿después que pasó? "y amar al prójimo también". Yo tengo una responsabilidad delante de Dios de poder buscar abrir esos pozos que han quebrantado mi relación con el prójimo a mí alrededor. Yo tengo que intencionalmente buscar la forma de que yo pueda volver a construir esos puentes que me conectan con otras personas que tal vez la falta de entendimiento que yo tenía antes ha causado que los rompiera.
¿Ustedes han escuchado esa expresión que dice: "no ensucies el agua porque nunca sabes cuando te la vas a tener que volver a tomar otra vez"? ¡Uhh! ¿Cuántas veces yo he tenido que aprender de eso? que en algún momento de mi vida ensucié el agua y de nuevo las vueltas que da la vida uno se dice "¡guau! ¡Qué pequeño es el mundo!" vuelvo y me encuentro con esta persona y es como que... aj... ahora ¿qué es? déjame ponerle un filtro Britta para ver si me la puedo tomar o algo. Esta filtro Britta se llama Jesucristo mis hermanos, que me permite volver a establecer esas conexiones con la gente que estaban a mi alrededor, con gente que tal vez en algún momento cuando yo estaba cavando ese primer pozo hubo contienda entre nosotros y ahí se quedó la contienda, "no vuelvo a hablar contigo" y tal vez volví y traté de hacer un segundo esfuerzo y reñimos de nuevo en ese segundo y.... ahí quedó... Sidna, enemistad, ahí nos vamos, tú allá y yo acá. Hay veces que mucha gente se quedan ahí en esa segunda instancia pero si yo conozco el humor de Dios, en el humor de Dios, en el drama de Dios de alguna forma u otra, si Dios había intencionado para que usted fuera Bendición a esa persona, Dios va permitir que esa persona vuelva a su vida por tercera, por cuarta, por quinta vez y de alguna forma u otra usted va a tener que reconocer que hay un pozo de vida que usted va a tener que abrir para poder experimentar la Bendición de Dios. No tan solamente en usted sino también en la otra persona. ¿Me siguen por donde voy?
La razón por la cual yo he mencionado estos tres pozos es porque hay un cuarto pozo, y con éste voy terminando, hay un cuatro pozo por el cual nosotros también tenemos que luchar, por el cual nosotros también tenemos que pelear, por el cual nosotros tenemos que esforzarnos intencionalmente para poderlo destapar. Es un pozo que si esos primeros tres no están abiertos este cuarto se va a quedar nulo de alguna forma u otra. Es el pozo de nuestro ejemplo y nuestro testimonio con la comunidad alrededor, de como nosotros como Iglesia servimos como un pozo de agua viva para la gente que está a nuestro alrededor, para nuestro entorno, para la comunidad. ¿Saben?
Yo he estado leyendo un libro por un autor muy reconocido para todos nosotros, que es como quien dice :"Pan acabado de sacar del horno", que pronto van a saber quien es; pero es el libro de nuestro Pastor Miranda que ya, Gloria a Dios, está ahí afuera, está empezando a circular y eso lo vamos a celebrar pronto; pero en este libro el enfoque, el tema principal del Pastor es que la Iglesia Hispana tiene un llamado Redentor de parte de Dios de poder funcionar como agentes para el Advenimiento de Dios aquí en esta área donde nosotros estamos. Eso es uno de los puntos que él menciona. Pero que Dios haya escogido a un pueblo, a una generación que ante los ojos de muchos podrá parecer como poca cosa, que ante los ojos de muchos podrá parecer que son nada, que son nadie, que son forasteros, que son peregrinos, que son inmigrantes aquí en esta tierra, que muchas veces nos miran con asco. Dios ha escogido ese pueblo para recordarle a esta tierra las raíces de donde salieron. Es este pueblo, mis hermanos, el cual Dios ha llamado para abrir esos pozos de vida de la Palabra de Dios, de la Fe en Cristo Jesús, que pueda nutrir de nuevo esta tierra en la cual nosotros vivimos.
Pero eso no es fácil mis hermanos, porque poder abrir esos pozos significa que nos vamos a tener que parar en una forma difícil y una forma firme y proclamar una Palabra que muchas veces no es recibida en la sociedad en la cual estamos. Cuántas historias ya, o cuántas noticias hemos escuchado de Pastores que han sido arrestados porque han predicado un mensaje que ante algunos sectores de la sociedad se reciben como ofensivos, se reciben como homofóbicos o cosas así por el estilo y son Pastores o son personas que han estado sufriendo ahora por causa de sus principios, de su Fe.
¿Saben qué? El miércoles en la noche cuando yo salí del culto de oración, yo salí de aquí con -¿cómo diría yo?- con un sentido de urgencia, una urgencia por orar por el rol que ésta Iglesia estaría jugando en estos próximos meses y años aquí en la comunidad en la cual vivimos. Y mucho de esto provino del mensaje que nuestro Pastor comunicó el domingo pasado.
Yo me estaba diciendo: "Señor yo sé que Tú nos llamas a que nosotros nos paremos firmemente y declaremos los principios de tu Palabra, que seamos fiel a tu Palabra y así entonces tú nos respaldas a nosotros". Esa noche como a las once y media yo estaba escribiendo en mi jornal, en mi diario y por alguna razón recibí esta impresión en mí corazón sobre la Iglesia Hispana siendo como esa nueva generación de mártires que establecieron un decreto en la historia. Esa generación de mártires que por causa de muchos de ellos es que nosotros estamos ahora en el lugar donde estamos, hablando acerca de nuestra vida de Fe. Y por alguna razón yo escribí en mi jornal lo siguiente. Reflexionando en esas cosas que Dios puso en mi corazón, yo me dije: "¿quién sabe, así estas son mis palabras, quien sabe?"
Si el que una multitud de Pastores tengan que ser arrestados por los principios de su Fe, ¿quién sabe si ese sea el mensaje urgente que Dios quiere enviar a la sociedad en la cual nosotros vivimos hoy en día?
Hermanos, yo les digo, esas palabras a mi me cayeron fuertes. Yo no quiero ser arrestado, yo estoy seguro que el Pastor no quiere ser arrestado, pero ¿quién sabe si en algún momento escogidos de Dios tengan que llegar a un nivel de sufrimiento, de esfuerzo por los principios de la Palabra de Dios? para que verdaderamente este mundo pueda abrir sus ojos y decir ¡guau! "Estábamos bien mal en lo que estábamos pensando, porque verdaderamente hay un Dios que existe, que reina por encima de todas las cosas". Verdaderamente hay un pueblo que está bien convencido de los principios que están aquí en esta Palabra, verdaderamente hay un pueblo que ha experimentado un nivel de Bendición porque se han sujetado a esto que Dios pide de ellos y nosotros estábamos siendo faltos de eso o nos estábamos alejando de todo eso. Pero mis hermanos, mucho de esto requiere que el pueblo de Dios pueda esforzarse por abrir esos pozos que la sociedad ha estado socavando, que ha estado ahogando, que ha estado llenando de porquería y de basura, para que esa vida de Dios pueda verdaderamente correr y nutrir la tierra en la cual nosotros vivimos. Pero para que eso se pueda experimentar los primeros tres pozos de los cuales les hablé tienen que estar bien abiertos y nutridos y corriendo con esa agua de vida que solamente proviene de Dios.
Hermanos yo me imagino que tal vez estas palabras que yo he compartido con ustedes hoy no son muy flamboyantes o algo por el estilo; que usted salga de aquí diciendo ¡guau! hoy se estremeció la silla donde estaba sentado. Pero sí hay algo que yo tengo en mi corazón es la intención de todos podamos salir de aquí reflexionando sobre la responsabilidad que nosotros tenemos en estos tiempos, de ser esforzados en no tan solamente recordar las promesas de la Bendición de Dios sino que cada momento de nuestra vida nosotros podamos luchar y esforzarnos porque esos pozos de agua puedan permanecer abiertos para que no tan solamente nosotros sino también nuestra descendencia, las generaciones que salen de nosotros puedan disfrutar de esas cosas, de esa promesa que Dios derrama en nosotros y que a la misma vez nuestro círculo de influencia, los lugares donde nosotros estamos puedan también recibir esa Bendición de Dios que se transmite a través de un pueblo que se para firme en la Promesa de Dios y que no es estremecido de ahí. Yo creo que nosotros, mis hermanos, somos llamados a ser ESE PUEBLO, somos llamados a ser el pueblo que vemos cuando los pozos de nuestra vida están siendo puestos en peligro o en riesgo y nosotros tenemos que esforzarnos no tan solamente en buscar una pala y un pico. Uno tiene que decir: "Mira búscame un digger completo para yo mantener este pozo abierto" y esa responsabilidad recae sobre usted y recae sobre mí.
Isaac fue bien intencional en hacerlo, Abraham fue intencional en hacerlo también; como padre lo transmitió a su hijo y el hijo supo entender y supo transmitirlo también a su generación. Por ende mis hermanos, nosotros aquí hoy, escuchen bien, estoy hablando tanto a padres, a madres como también a hijos que están aquí, yo les hablo a todos hoy.
Si verdaderamente queremos experimentar esa vida abundante de la cual Jesús nos habla, de la cual Jesús nos quiere nutrir a nosotros tenemos que entender que hay una responsabilidad bien grande con la cual hay que cumplir. Hay frentes de batalla, los cuales tenemos que seguir protegiendo, que no podemos bajar la guardia, no podemos dejarnos ahí de manos caídas, sino que tenemos que seguir peleándolos y luchándolos a cada momento, a cada instante.
Si Isaac hubiese sido otra persona, del primer cantazo que empezaron a contender en contra de él por abrir ese pozo, les hubiera dicho: "¡Ay! déjame dejarlo ahí, yo me voy a buscar otra esquinita y ahí me quedo sujeto a lo que está pasando". Pero el era un hombre que tenía una promesa, él era un hombre que sabía que había un llamado de Dios en él y que ese llamado se iba a extender a su descendencia, a su generación. Por ende no se durmió sobre sus laureles sino que continúo peleando, continúo batallando, y eso es algo mis hermanos y hermanas que a cada uno de ustedes, Dios está transmitiendo este mensaje a sus vida, podrá ser un mensaje bien mecánico pero es un mensaje bien real. Hay pozos que Dios ha puesto en sus vidas que hay que mantenerlos abiertos, hay pozos que hay que esforzarse, que hay que luchar, que si se contiende contra ellos, mira Okay, contiende aquí pero me muevo entonces y voy a buscar abrir otro pozo por acá, si se contiende acá Okay, me muevo y busco otro hasta que yo encuentre ese lugar espacioso del cual Dios me ha prometido a mí, a mi descendencia, a los míos, a las personas con las cuales yo me encuentro a mi alrededor.
Miren tal vez, tal vez no llegará un momento donde nosotros podamos decir "estoy libre de problemas, todos está fantásticamente bien", tal vez no lleguemos a ese punto pero sí podremos llegar al punto de poder decir "mira tengo esto, esto y esto pero yo estoy firme en el Señor, yo estoy firme en sus promesas y yo sé que este pozo que yo estoy buscando aquí abrir va a haber agua que va a fluir de ahí, que llegará a mi generación y aún a las personas que están alrededor mío". Pero tenemos que enrollarnos las mangas y esforzarnos. El Reino de Dios lo arrebatan ¿quienes? ... tenemos que ser valientes, mis hermanos, tenemos que ser valientes, no podemos dejar que el enemigo se salga con la suya. Hay que seguir peleando y luchando esto. Y todo esto proviene de un sentido de Fe, mis hermanos, todo proviene de un sentido, una promesa que uno se arraiga a esa promesa en Fe.
Yo quisiera que nos pusiéramos de pie mis hermanos y que verdaderamente podamos pensar en estas cosas, en estas cosas que yo he compartido con ustedes. Yo veo así a mi alrededor, mis hermanos, y yo veo una bella, una hermosa congregación. Historias de personas que son fantásticas, que son geniales, pero que a través de todas esas cosas, han experimentado sus luchas, sus altas, sus bajas. Y ¿saben qué? en medio de tu vida hay un pozo que fluye con agua y no fluye con cualquier agua, fluye con el agua que proviene de Dios, porque cada uno de ustedes que están aquí lo quieran o no, el mero hecho que usted llegue a este lugar, ya usted ha sido expuesto a probar ese tipo de agua que proviene de Dios. Tarde o temprano usted va a tener que dar una respuesta a ese mover de Dios en medio de su vida. Esa respuesta de parte suya puede ser un rechazo o esa respuesta de parte suya puede ser un "Sí Señor lo acepto, lo recibo y trabajo en esa dirección" y esto lo digo tanto a padres como a hijos, adultos como jóvenes, este mensaje va para todos.
Todos tenemos una responsabilidad que cumplir delante de Dios. Si verdaderamente queremos experimentar, si verdaderamente queremos vivir en esa dimensión donde la Bendición de Dios fluye y prospera todo lo que cae en nuestras manos para hacer, yo tengo que hacer un esfuerzo bien intencional, bien premeditado para mantener ese pozo de agua viva, abierto, fluyendo. Si usted no quiere hacer nada, mire ¿sabe lo mejor que usted pueden hacer? es ser totalmente indiferente al llamado de Dios. Sea indiferente al llamado de Dios en su vida, sea indiferente a lo que su esposo o esposa pide de usted, sea indiferente a lo que su hijo o su hija piden de usted. Si usted quiere tapar ese hoyo, la indiferencia es el peor enemigo que puede tapar ese hoyo. Pero eso no es lo que Dios está pidiendo de sus escogidos, Dios lo que pide es un pueblo que intencionalmente usan su libre albedrío para responder a ese llamado de Dios, para decir "Mira Señor, aquí está mi pozo, aquí está este pozo que tal vez mis padres o mis abuelos lo abrieron hace generaciones atrás, pero que por distintas causas de la vida yo he permitido que caiga residuo, yo he permitido que caiga tierra, que caiga polvo, que caigan piedras y se ha tapado”.
Pero esa agua está ahí, está latente todavía, esa agua sigue corriendo y hoy yo necesito hacer un gesto intencional, Señor delante de Ti, delante de mis hermanos y hermanas de poder buscar la forma que ese pozo sea abierto por completo para poder disfrutar la Bendición de sentir esa agua que corra por todo mi ser. Esa agua que pueda limpiar mi ser entero para yo entonces poder pararme firme y decir "Señor aquí estoy. Yo quiero que Tú bendigas mi generación, yo quiero que Tú bendigas mi pueblo, yo quiero que Tú bendigas mi comunidad y yo quiero ser un instrumento de esa Bendición. Yo quiero que ese pozo de agua pueda fluir para otros también. Yo quiero que este pozo se agua se mantenga abierto refrescante, para refrescar la vida de otros a mi alrededor empezando con mi familia, empezando con mi Iglesia y luego al resto de mi comunidad donde yo vivo". Eso es un llamado que Dios tiene para nosotros hoy: “Abriendo pozos de agua viva en medio de nosotros”.
Vamos a abrir esos pozos mis hermanos. Yo creo que estamos a ley de nada, a ley de que Dios tan solamente en un snap de sus dedos, que podamos ver un mover de Dios manifestado en medio de nosotros, que revitalice todo lo que nosotros somos como Iglesia y que a la misma vez se revitalicen nuestras comunidades, se revitalicen nuestros lugares de trabajo, nuestras escuelas, la ciudad en la cual vivimos, que pueda experimentar una revitalización total, y ese es fruto que proviene solamente de Dios.
Saben yo quiero tomar un momento ahora y si alguno de ustedes en una forma bien intencional quiere tomar esa decisión de decir: "Mira Señor yo sé que yo he dejado que el pozo de Tu vida se tape con un montón de porquerías y yo quiero que ese pozo hoy comience a abrirse, yo quiero tomar una decisión para que ese pozo se pueda abrir". Ahí donde tú estás si tú quieres tener o si tú quieres tomar esa decisión yo te pido que tú levantes tu mano en Fe ahí donde tú estás, levanta tu mano en Fe y dilo: "Señor yo quiero que ese pozo se abra, yo quiero que ese pozo en mi relación con mi esposo, con mi esposa, con mi hijo, con mi hija, con mi papá, con mi mamá, con mi hermano, con mi hermana, con mi vecino, con mi vecina, con mi jefe o con mi jefa, con mi colega de trabajo, yo quiero que ese pozo se abra, yo quiero que esa agua tuya pueda fluir. No estoy listo para rendirme, no estoy listo para tirar la toalla, yo quiero seguir luchando, yo quiero seguir peleando por esto. Lo he intentado una vez, lo he intentado una segunda vez y voy a intentarlo una tercera vez, si tengo que intentar una cuarta, una quinta vez en el nombre de Jesús levántate, toma en tu mano lo que Dios ha puesto y ve, abre esos pozos en el nombre de Jesús".
Padre ahora mismo, yo declaro por tu Espíritu Santo, Señor Jesús que esos pozos de agua viva que tu has abierto en los corazones de mis hermanos y hermanas, esos pozos de agua viva, Señor que han sido cavados por tu poder Señor Jesús y que han permitido que esa agua tuya pueda fluir en medio de sus corazones; ahora mismo yo declaro Señor Jesús que a cada uno de nosotros que necesitamos que eso pozos se puedan mantener abiertos, Padre que tu traigas en una forma especial esa unción Tuya, que nos dé esa nueva dimensión, esa nueva fuerza, esa nueva intencionalidad para ver esos pozos abiertos por completo y experimentar esa Bendición que solamente Tú traes cuando Tú estás en el centro de nuestras vidas.
Padre, ahora mismo, yo te pido que Tú traigas restauración sobre los círculos de familia aquí representados, que esa Bendición que se transmite de una generación a otra, Señor Jesús, que Tú la fortalezcas y la nutras aún más y que si una generación está transmitiendo a otra algo que no es bueno, algo que es negativo, sea ya a nivel de carácter, sea a nivel de pensamiento, sea a nivel de ideales, yo te pido que esas generaciones puedan ser restauradas, transformadas por Ti; para que en Ti Señor las próximas generaciones puedan ser nutridas con tu vida, con tu Espíritu, con tu unción Señor, con los ideales y los principios tuyos, mi Dios. Padre trae fortaleza sobre cada uno de tus hijos e hijas. Señor, a los adultos, a los jóvenes que se han expuesto a esta Palabra de hoy, Señor, permite que ellos hayan entendido, Señor, el mensaje que se ha querido transmitir. Somos responsables delante de Ti para mantener esos pozos abiertos, que como hijos tenemos que reconocer que nuestros padres han querido sembrar algo en nosotros, Señor y delante de Ti nosotros tenemos que honrarlo al responder a ellos en la forma que Tú pides de nosotros; que como padres tenemos la responsabilidad de sembrar sobre nuestros hijos, Señor todo aquello que proviene de Ti.
Padre nutre los círculos familiares aquí en esta Iglesia, Señor, que pueda haber restauración, que pueda haber reconciliación, Señor Jesús, que los canales de comunicación se puedan abrir para que así podamos Señor disfrutar de una Iglesia fortalecida, bendecida por ti y a la misma vez poder impartir tu luz a las naciones, tu luz Señor Jesús aquí en la comunidad donde vivimos. ¡Oh! Padre, llena, llena tu pueblo, llena tu pueblo Señor Jesús en tu nombre oramos así mi Dios. Amén y amén. Gracias Señor Jesús, gracias Señor Jesús.
Mujeres ejemplares
Transcripción
Parte 20 - [19 de abril 2009] Relacionado con el reto de la juventud, la Iglesia hispana también confronta el reto de las madres solteras que abundan en nuestras iglesias. Algunos de los líderes más poderosos en mi iglesia son, precisamente, esas mujeres esforzadas y valientes que cada día tienen que jugar el papel de papá y mamá, proveyendo materialmente para sus hijos, sirviendo como mentores espirituales, manteniendo la disciplina sobre adolescentes conflictivos, y con frecuencia sirviendo fielmente a sus congregaciones. Admiro su valentía, su voluntad feroz de vivir con gracia, sin perder el buen humor o el gusto por la vida. Son un ejemplo elocuente para mí de fe y persistencia en medio de retos y pruebas abrumadores, de increíble generosidad y capacidad para perdonar, de amor feroz que no se deja vencer por la ingratitud o la desconsideración.
Frecuentemente, estas mujeres ejemplares luchan con la depresión y el desaliento, el cansancio físico, o el sentido de soledad e impotencia. A veces, se sienten incapaces de defender a sus hijos de la influencia dañina que emana de la cultura juvenil en que se mueven. Muchas veces, se desesperan cuando sus hijos varones entran en esa edad difícil en que se sienten obligados a afirmar su masculinidad e independencia, y no saben cómo manejarlos o aconsejarlos, cómo balancear la tolerancia con la disciplina.
Muchas de estas mujeres sostienen trabajos demandantes y agotadores, los cuales les dejan muy poco tiempo para cuidarse a sí mismas, para apartar unas horas de descanso y recuperación, o simplemente para dialogar con sus hijos. Frecuentemente, luchan en su interior con las heridas del pasado, con recuerdos del abandono de sus maridos, o de abuso sexual durante la niñez. Desean una figura paternal para sus hijos varones, o sencillamente anhelan el calor y la compañía de un esposo para llenar su vacío emocional. A veces, luchan por un tiempo con la tentación de una relación romántica que saben instintivamente no será buena ni para ellas ni para sus hijos, pero terminan sucumbiendo ante la poderosa necesidad de romper con la soledad y el vacío que tanto las persigue.
Muchas madres solteras llegan a nuestra iglesia y encuentran allí el refugio que tanto necesitaban para ellas y sus hijos. La renovación espiritual que experimentan, y el hallazgo de una comunidad que les provee apoyo y consejo para navegar las difíciles situaciones que frecuentemente confrontan, le imparten un nuevo significado a sus vidas, y muy pronto muchas de ellas crecen y prosperan como una plantita sedienta de agua y luz que sólo esperaba las condiciones idóneas para alcanzar todo su potencial. Reciben el evangelio con gozo y avidez, y como la mujer samaritana después de conocer a Jesús, muy pronto se convierten en evangelistas efectivas y contagiosas.
Estas mujeres traen consigo un tesoro de potencialidad humana y espiritual. Cuando reciben los nutrientes requeridos, frecuentemente se convierten en valiosos recursos para sus congregaciones. Son expertas en dar y servir. Sus dolorosas experiencias del pasado, y las demandas que la vida ha puesto sobre sus hombros, las han convertido en seres espiritualmente dotados, sensibles a las necesidades de los demás, sabias mucho más allá de su capacidad intelectual. Muestran una exquisita sensibilidad a las cosas del Espíritu, y reaccionan fácilmente a las enseñanzas del evangelio. Como los creyentes de Berea en el libro de los Hechos, reciben la Palabra “con toda solicitud”.
Por otra parte, presentan un gran reto para la iglesia. Sus necesidades son múltiples, y bastante complejas. Requieren una comunidad de fe que esté a la altura del reto pastoral que representan. Estas mujeres requieren una Iglesia con una mentalidad altamente pastoral. Sus necesidades y las de sus hijos demandan más que un simple sermón los domingos y nuestros buenos deseos y oraciones piadosas. Requieren mentores y asesoramiento académico para sus hijos. Necesitan de grupos de apoyo y ministerios de mujeres que caminen al lado de ellas y les den ánimo durante su jornada solitaria. Necesitan de iglesias sabias, que entiendan su difícil situación, que muestren paciencia cuando luchan con la tentación sexual, cuando se alejan por un tiempo de la iglesia, cuando lidian con la ira o el desánimo. A veces requerirán de ayuda financiera para pagar el alquiler o la calefacción en un momento de crisis. Requerirán iglesias con sólidos ministerios juveniles que les puedan proveer una alternativa social a sus hijos adolescentes, además de ayudarlos a forjarse una vida emocional y una espiritualidad sanas. Se beneficiarán de sabia consejería pastoral para sanarse de las heridas y complejos del pasado, y de mentoría para comenzar a creer en sí mismas, y atreverse a emprender proyectos y estudios académicos tronchados en la niñez o la juventud.
Dadas las condiciones sociales que vive nuestra comunidad, estas mujeres y sus hijos continuarán siendo una presencia importante en nuestras iglesias por mucho tiempo. La Iglesia hispana en Estados Unidos deberá desarrollar la capacidad ministerial para atender a las múltiples necesidades de este importante segmento de nuestras congregaciones. Mirando a largo plazo y en una forma más sistémica, será necesario confrontar los elementos sociológicos que permiten que estas madres solteras continúen siendo un fenómeno tan significativo en nuestra sociedad.
Entre otras cosas, habrá que encontrar maneras más efectivas de fortalecer a nuestras jóvenes adolescentes con respecto a su identidad sexual y su autoestima, de manera que no se entreguen compulsivamente al primer varón que parezca ofrecerles la aceptación y validación emocional que a veces tanto necesitan. Además, habrá que dirigirse a la inseguridad y el falso sentido de masculinidad que hay en muchos de nuestros jóvenes varones. Como es bien sabido, esas fallas estructurales en la sensibilidad juvenil masculina frecuentemente conducen a un comportamiento sexual irresponsable. La Iglesia hispana necesita suplementar la predicación espiritual genérica con enseñanza y discusiones prácticas y específicas que saquen a la luz las influencias culturales y las trampas mentales que conducen al tipo de comportamiento que produce tanta madre soltera en nuestra sociedad.
Una iglesia de carne y hueso
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Lucas 24:36. Y dice la palabra del Señor: "Mientras ellos aún hablaban de estas cosas…” es decir, de la Resurrección de Jesucristo –el revuelo que hubo alrededor del hecho de que Cristo había resucitado, ellos comentaban acerca de estas cosas– “Jesús se puso en medio de ellos y les dijo: ‘Paz a vosotros, Shalom’, les dijo, entonces "espantados y atemorizados pensaban que veían a un espíritu", y eso es muy... o que veían un espíritu, que veían un fantasma en otras palabras. En el griego original la idea es que pensaban que estaban viendo un fantasma –un ghost–, esa era la idea. Pero Él les dijo: "¿Por qué estáis turbados y vienen a vuestro corazón estos pensamientos?" y este versículo es clave para lo que yo quiero desarrollar en este momento. "Mirad mis manos y mis pies que yo mismo soy, que yo mismo soy. Palpad y ved porque un espíritu no tiene carne ni huesos" Lucas 24:39. Este es el versículo clave de todo este pasaje, yo podría inclusive leer solamente ese Versículo como base. "Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy. Palpad y ved porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo".
Fíjense lo que Él dijo allí, ¿no?: no espiritualicemos demasiado las cosas, ¿no? Dice aquí, "un espíritu no tiene ni carne ni huesos, como veis que yo tengo", porque a veces, ¿cuántas veces hemos tratado de espiritualizar un poco el Cristo resucitado? y quizás lo vemos con una túnica blanca, semitransparente como un espíritu; pero miren que aquí dice que tenía "carne y huesos". Nos atrevemos a decir que también tenía intestinos, ¡guau! ¿Se atreven ustedes a pensar eso?, que tenía corazón y esófago, que tenía costillas, ¿hm?, es decir dele carne a Jesús en ese momento, no le quite su carne al Señor. Dice aquí bien claro "un espíritu no tiene carne ni huesos como veis que yo tengo". Él tenía sangre que estaba corriendo por sus venas. Visualizénlo en toda su corporeidad en ese momento, que eso es muy importante.
"Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies. Y como todavía ellos de gozo no lo creían y estaban maravillados, les dijo: ‘¿Tenéis aquí algo de comer?’, así que yo asumo que también tenía dientes, tenía boca, tenía garganta y estómago e intestinos posiblemente, yo no sé, pero yo creo que tenía todo lo que tiene un cuerpo humano. Voy a decirlo: órganos sexuales, ¡ugg! Tenía todo lo que tiene un ser humano y digo eso no para escandalizar sino porque hay un propósito en lo que estoy diciendo y quiero chocarles a ustedes porque eso es bien importante. ‘¿Tenéis aquí algo de comer?’ "Entonces le dieron parte de un pez asado y un panal de miel y Él lo tomó y comió". Digan todos: comió... "delante de ellos". Bendiga el Señor su Santa Palabra.
¿Qué se le metió al Pastor Miranda en la cabeza al leer este pasaje y tratar de sacarle algo de provecho a él? Bueno, siempre me gusta cuando hablo acerca de estos, en estos días que se repiten cada año, no quiero volver con el mismo Sermón todo el tiempo, sino siempre... yo creo que la Resurrección, lo que es la crucifixión, el padecimiento de Jesús, la Navidad; esos eventos que celebramos año tras año, tienen tanta enseñanza que se les puede extraer que hacemos una injusticia siempre predicando los mismos temas una y otra vez.
Hay mucho, muchos ángulos interpretativos acerca de estos eventos y mientras yo pensaba en eso en esta semana y pensaba acerca de la Resurrección, de la muerte de Jesús, su crucifixión y todas estas cosas me vino a la mente este pasaje. De nuevo, como yo decía el viernes pasado hablando de Pedro negando a Jesús, uno a veces como que se tropieza con estos versículos, estos pasajes y uno sabe que hay algo escondido en ellos; el espíritu reacciona a ellos y entonces la mente dice "bueno ¿qué es lo que está sintiendo y qué es lo que está viendo mí espíritu?", entonces la tarea del Maestro, Predicador, Exégeta, estudioso de la Biblia como usted y yo lo debemos ser, nuestra parte es entonces es que nuestro espíritu nos hable y que el Señor comience a pasar a nuestro entendimiento lo que estamos percibiendo espiritualmente. Yo quiero compartir con ustedes lo que yo siento que el Señor me ha hablado acerca de ese versículo donde dice:"Palpad y ved porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo".
Este pasaje, hermanos, nos habla acerca de algo muy importante y es que la Resurrección y su poder, sus consecuencias, el efecto, el impacto –escúchenme bien– que ha tenido la Resurrección han invadido la realidad humana, el ámbito del tiempo y el espacio, el ahora y el aquí. No solamente la eternidad, no solamente el futuro, no solamente el porvenir, sino que la Resurrección fue un estallido de energía, como una bomba atómica pero de una magnitud inconcebible. Cuando la Resurrección estalló, cuando Cristo resucitó de entre los muertos, cuando la vida entró a través de los lienzos de su cuerpo muerto y una energía poderosa desató su cuerpo y... esa energía puso a un lado la roca que se interponía entre la vida de Dios que había explotado dentro de esa cueva y el mundo allá afuera, algo extraordinario, revolucionario, irrevocable, sin precedentes pasó en el ámbito del tiempo y del espacio. La historia nunca más sería igual. El mundo nunca más sería igual, así como el pecado y la caída desataron consecuencias irrevocables en el contexto humano, en el tiempo y el espacio en la materia misma, de igual manera la Resurrección desató consecuencias igualmente radicales y poderosas. Ahora lo Sagrado en una manera como nunca antes en realidad y sus consecuencias habían invadido la realidad humana y de ahí de esa Resurrección se abrió una potencialidad como nunca antes y de ahí en adelante todo hombre, toda mujer que quisiera abrazar lo que Cristo representa y aceptarlo como Señor y Salvador podía entonces entrar en una nueva realidad, en una nueva economía –podríamos así decirlo– espiritual.
Un ámbito donde el poder de Dios se podía manifestar, donde el mismo poder que levantó a Cristo de los muertos como dice Pablo en Efesios 1:17,18 "ahora había de habitar en cada creyente", donde nosotros más no teníamos que vivir encadenados al poder del Diablo y a su reino ilegítimo. Ustedes ven, si Cristo hubiera simplemente venido a la Tierra predicado, proclamado, sanado, libertado de endemoniados pero cuando fue crucificado su cuerpo hubiera sido enterrado y ahí se hubiera quedado todo, yo les aseguro que no ... este asunto del Cristianismo no tendría el poder y el significado que tiene. La Resurrección era absolutamente clave e importante en todo el plan de Dios, era la joya encima de la corona. Por eso Pablo en Primera de Corintios: 15 dice –léalo después cuando usted quiera– que "Si Cristo no resucitó de entre los muertos entonces nosotros somos los más dignos de Misericordia, porque estamos todavía perdidos en el pecado". La Resurrección es lo que confirma, consolida el triunfo de Cristo sobre la muerte y sobre las tinieblas y voy a estar caminado y pisando aquí para celebrar el hecho de que está esta plataforma aquí también. Gloria a Dios.
La Resurrección ha invadido también el vacío de la escalera aquí. Entonces, hermanos, es muy importante decir, entiendan esto, a mí siempre me gusta cuando hablo de la Resurrección no hablar de ella como algo simplemente que nos asegura vida eterna, que nos asegura nuestra propia Resurrección en la Segunda Venida, que nos abre acceso al Paraíso y a la nueva vida en el Cielo; siempre yo he tratado de predicar que la Resurrección tiene consecuencias para el ahora y el aquí, para nuestro tiempo; ¿Cuántos pueden decir...? Okay, para asustarse un poquito digan amén. Tiene consecuencias para la realidad que nosotros habitamos, para tu vida y para la mía, mañana cuando tú vayas al trabajo, tú estarás viviendo en el poder de la Resurrección. Gloria a Dios.
La Resurrección ha invadido el lunes por la mañana, mi hermano, aún esos días cuando hay nieve y hay frío y hay hielo; dice "yo vivo en el poder de la Resurrección" y usted puede caminar con esa autoridad, aún cuando tu cuerpo esté enfermo y tú estés luchando con situaciones difíciles en tu vida, dile a tu carne, dile a la realidad de esa diabólica que quiere destruirte:"yo habito, me muevo y vivo en el poder de la Resurrección". El poder de Dios está en mí y por eso yo soy más que victorioso, todo lo puedo en Cristo que me fortalece y cuando nosotros estamos habitando en esa lucha de la caída del mundo sin la Resurrección, nosotros tenemos que recordar: "no, yo me muevo en una dimensión donde Cristo ha resucitado y ha delegado su Poder en mi vida", donde el poder que levantó a Cristo de los muertos se mueve dentro de mí y yo puedo mirar ese gigante en la cara y decirle: "yo te voy a derribar, te voy a destruir porque el poder de Dios vive en mí.
Eso es importante, hermanos, entiendan, porque muchos cristianos somos como estos discípulos: que Cristo ha resucitado ellos no lo saben y peor aún no lo creen, tanto que sufrieron, tanto que padecieron, tanto que lo oyeron decir que Él iba a resucitar y cuando Cristo resucita no lo saben y no lo creen, no lo pueden... adoptar, digerir y a Cristo le interesa que usted y yo sepamos que Él ha resucitado. Pero más importante que eso, a Él le interesa saber...que usted y yo sepamos cómo el ha resucitado, en qué forma Él ha resucitado. Pero, hermanos, es muy importante que ustedes no se vayan de aquí en este día, por favor recuerden esto: "si usted está en Cristo, usted habita una nueva realidad", usted no puede seguir viviendo bajo el dominio del diablo, usted no puede seguir viviendo bajo la inercia de la vida caída, usted no puede seguir viviendo como si Cristo no hubiera resucitado, usted no puede seguir viviendo como sí la Resurrección no hubiera sido una revolución, usted no puede seguir viviendo como... de la misma manera que usted vivía antes. ¿Qué dice la Palabra? Dice: "Si alguno está en Cristo, nueva criatura es". Las cosas viejas pasaron y he aquí, ¡TODAS! son hechas nuevas, mi vida financiera y económica, mi vida moral, mi vida mental, mi vida emocional, mi vida familiar, mi vida matrimonial, mi vida en todo.... ponga lo que usted quiera allí, es nuevo en Cristo y su... la Resurrección. Eso es lo que yo creo que es importante en el Cristo resucitado se mezclan lo humano y lo divino en una manera nueva y diferente a como se mezclaban en la encarnación meramente.
Yo sé que soy... sé que va a necesitar un poquito de tiempo para digerirlo, pero la encarnación mezcló lo humano con lo divino, ¿Sí o no? En la matriz de María se hizo una química muy especial: lo humano y lo Divino se mezclaron, pero ¿Saben qué? Ahora cuando Cristo resucita lo humano y lo divino han adquirido una nueva forma de mezclarse. Yo sé que me estoy metiendo en aguas profundas aquí teológicamente hablando, pero es importante que entendamos esto. Antes la esencia Divina habitaba el cuerpo de Jesús y sí había una mezcla perfecta de lo humano y lo Divino, pero ahora lo interesante es que como que el cuerpo mismo de Jesús aunque es el cuerpo que Él caminaba antes en la Tierra está saturado con una nueva Gloria. Pero es como que ahora todavía lo divino se ha metido en una manera diferente en lo humano, lo corporal. Ahora es un cuerpo verdaderamente como glorificado, donde el Señor se mueve, se aparece, se desaparece. Lea después de la Resurrección como Él se le aparece a los discípulos y de momento como que se desaparece, lo ven y no lo ven, camina con los discípulos en el camino a Emaus y no lo conocen y de momento Él abre... rompe el pan y ¡oh! lo descubren entonces se desaparece de ellos y aparece en otro lugar...
Hay una nueva forma, es Jesús, pero su deidad y su cuerpo están mezclados en una forma como diferente. Es el cuerpo ahora glorificado, la Resurrección ha operado algo diferente, pero es todavía un cuerpo, y eso es muy importante. Esa es una de las grandes lecciones de la Resurrección, es la siguiente, escuche esto también: "es un evento que afecta el ahora y el aquí de los hijos de Dios." El cuerpo y el Espíritu se mezclan en una forma diferente, cambia completamente el significado de la vida, nuestro sufrimiento, nuestros inconvenientes, nuestras luchas son redimidos y penetrados por la Gloria de Dios. Nosotros ahora podemos vivir en los sobrenatural en una manera diferente, podemos habitar y movernos en una forma completamente diferente a como lo hacíamos antes.
Déjenme preguntarles algo ¿Por qué Jesucristo no ascendió directamente al Cielo después de su Resurrección? ¿Usted se ha preguntado eso? ¿Por qué tenía Él que venir al mundo, por un breve tiempo? Porque fue muy breve el tiempo que Él estuvo en el mundo antes de volver, ¿Por qué simplemente no lo mandaron directamente al Cielo después que estuvo en la tumba y quizá fue al infierno a declarar algo allí? ¿Por qué tuvo Él que venir y entrar en el mundo, en el tiempo y en el espacio hablar con sus discípulos, llevar a cabo ciertas cosas? ¿Por qué? A menos que Dios no quisiera que quedara claro que ahora a lo que su Hijo había experimentado su Resurrección invadía la realidad humana, en una forma preliminar hasta cuando Él viniera que consumara la transformación total en su segunda venida. Pero la Re... el Cristo que caminó sobre la Tierra en el tiempo y en el espacio, por un tiempecito, después de resucitar, quería anunciarle al mundo, a la realidad humana: "Yo he resucitado y el mundo no volverá a ser el mismo de aquí en adelante". Él quiso caminar otra vez ahora en su poder resurrecto, el hombre que había sido resucitado tenía que caminar sobre la Tierra, declarando la victoria de Dios sobre la muerte, invadiendo nuestra vida, dejándonos saber:" ahora tú y yo habitamos en una nueva potencialidad, un nuevo poder, una nueva dimensión".
Hermanos, es bien importante esto, que entendamos que Dios quiere unir el Cielo y la Tierra, el cuerpo y el espíritu, porque este sermón es acerca del cuerpo más que nada, pero ¿cómo se relaciona con el Espíritu? Yo quiero enfatizar que el poder de Dios invade la corporeidad de la vida, invade la materia, invade el cuerpo, invade ... por eso es que yo enfaticé acerca de Jesús, sus órganos, su cuerpo, su corporeidad y a Cristo le interesa que los discípulos sepan que Él no es simplemente un espíritu etéreo, desencarnado, caminando por allí. A Él le interesa que sepan que es un cuerpo, que ese es Él, que ese es su cuerpo, que cuando Él resucitó, resucitó con el cuerpo. ¿Saben qué, hermanos? Yo no tengo manera de probarlo pero ¿Saben? yo creo que Cristo allá arriba en el Cielo no es... ¿Cómo lo imaginamos?
Yo quiero que ustedes entiendan, ¿Cómo se imaginan a Jesús allá sentado a la diestra del Padre? ¿Cómo se imagina usted a Jesús en el Cielo? ¿Usted se lo imagina como un espíritu así meramente etéreo? Es un cuerpo. Mire cuando Cristo... yo no sé lo que Él era antes de bajar, pero creo que sé lo que Él es ahora, después de subir. Es el que caminó sobre… Él que se comió ese pedazo de pan y ese pez fue el que subió arriba y el que vendrá... su cuerpo, es un hombre... Dios. Yo... no me pregunte la química de ese asunto pero es... cuando Cristo se hizo hombre, Él no dejó su humanidad aquí abajo cuando ascendió. Eso es importante. Yo sé que me estoy metiendo en aguas calientes, aquí en eso, pero recuerde eso bien, quizá cuando yo llegue allá me tendrán que dar una lección de teología, pero yo cada día entiendo más y más este asunto de que ... mire yo creo que cuando Cristo bajó a la Tierra, encarnó, se hizo hombre, Él no dejó su humanidad aquí abajo como creo que "ya la usé para lo que necesitaba, ya –buff– la dejó allí y entonces subió un espíritu" No, subió un hombre, Dios, perfectamente unido, glorificado, en un cuerpo glorificado y por eso, yo creo que ese Jesús, miré, eso tiene unas implicaciones terribles, grandes, serias y eso es lo que yo quiero desarrollar en los minutos que me quedan.
La corporeidad, la humanidad de Jesús glorificada eso le permite un contacto con nosotros que usted ni siquiera se puede imaginar. Eso le permite una forma de entendernos y de nosotros relacionarnos... ¿Sabe qué el ser humano, la humanidad necesita eso? Por eso es que, yo creo, que al no entender la corporeidad de Jesús, la Humanidad se ha tenido que inventar a María como esa madre, esa intermediaria humana; porque el ser humano siempre está como necesitando algo con lo cual identificarse, tocar, ver, sentir, identificarse con ello.
Mire... yo... Cristo es de...Cristo es humano, divino, es un cuerpo glorificado, es Dios, pero es también humanidad allá en el Cielo y viene al mundo y Él conoce mis debilidades, conoce mis luchas, conoce mis afanes, conoce mis dolores, yo puedo hablar con Él. Dice la palabra que tenemos un Sumo sacerdote que es capaz de compadecerse de nosotros porque Él sabe lo que nosotros sentimos. Y yo puedo hablarle a ese Jesús, Él es mi hermano, es mi amigo, es mi consejero, es mi cuate –como dicen los mexicanos– y cuando yo le hablo a Él de cualquier cosa que yo siento dice: "claro que sí, yo sé, porque yo estuve allí", sin pecado, pero Él conoce. Su cuerpo, su humanidad redimida se puede identificar y conectarse con esa dimensión de quien yo soy y por eso es tan importante que nosotros enfoquemos ese momento en que Jesús les dice "miren yo no soy un espíritu, señores", le dice, "yo tengo carne y hueso" y si no me creen busquen unas hamburguesas por ahí con un poquito de ‘bacon’ a ver si no le meto mano.
Un espíritu no hace eso, es como los muñequitos... si hubiera sido un espíritu, cuando se la come ¿qué pasa? se le va y se ve ahí mismo la hamburguesa bajando, no, no... Él la digirió, Él se la comió, la masticó por así decirlo, porque era un cuerpo glorificado. Hermanos, miren, eso no es algo vano, eso tiene unas implicaciones que nos tomaría mucho tiempo para desgranar eso... no se asusten no la voy a sacar toda pero simplemente quiero sugerirle que sí, es muy importante que ustedes y yo entendamos esto. ¿Saben que los discípulos siempre estaban tratando de tornar a Jesús en un fantasma?
Mire un pasaje cuando Cristo... cuando estaban en el mar que había una tormenta que los había... los estaba atormentando, habían estado toda la noche bajo la tormenta y dice que el viento les era contrario y dice que al final de la noche en la madrugada vino Jesús caminando sobre las aguas y ¿qué dice el versículo 49? Dice que,:"Viéndole ellos andar sobre el mar pensaron que era un fantasma y gritaron" porque todos lo veían y se turbaron pero enseguida habló con ellos y les dijo: "Tened ánimo, Yo Soy". Lo mismo que dice cuando resucita: "Yo mismo Soy", ego eimi, yo mismo soy. El Señor siempre estaba diciendo eso:"Yo soy", ustedes ven cuando ven a Jesús caminando sobre las aguas ellos dicen: "nadie puede hacer eso excepto un fantasma". Esto es un muerto que se nos ha aparecido aquí, el Señor dice: "no, no señores yo soy que estoy caminando sobre esas aguas, mi poder. No me quieran volver un fantasma". Saben, hermanos, la Iglesia... nosotros en nuestra humanidad y nuestra falta de fe como que siempre estamos tratando de reducir el poder del Cristianismo y de la fe y de la Resurrección y de la promesa de Dios, yo le digo: "Padre ayúdame" porque yo... mi biología... yo tengo como una tela delgada que cubre mi entendimiento espiritual que me impide sentir el poder de Dios como Dios quiere que yo lo sienta. Yo le digo: "Señor, arranca es membranita, que cubre mi fe, para que yo pueda ver y sentir todo el poder que habita dentro de mí por medio de Cristo Jesús; que yo no esté tentado a espiritualizar, metaforizar, poetizar, literaturizar tus declaraciones de poder y de potencialidad".
¿Saben qué? Hoy en día hay muchas iglesias que están continuamente haciendo eso, cobardemente, han dejado de insistir en las declaraciones que Dios ha hecho y han vendido el Evangelio y lo deshonran y han matado el poder de las declaraciones de Dios en la Palabra. Iglesias muertas, iglesias... mucha poesía, mucha teología, mucha declaraciones baratas que suenan muy bien pero deshonran al Dios que las declaró porque le han quitado su poder a las declaraciones y han adormecido el pueblo de Dios y han creado un pueblo endeble, un pueblo cobarde, un pueblo tímido, un pueblo que no vive y vibra bajo las declaraciones de Dios, incapaz de entrar en contacto con el poder de la Resurrección. Y lo han tornado en un fantasma en vez de decir: "No, la eternidad, el poder de Dios, las declaraciones de Dios, el mover milagroso, la vida abundante de Dios existe aquí en el tiempo y el espacio, se mueve en mi vida, se mueve en mi realidad y con Cristo, con ese Cristo resucitado yo puedo hacer cualquier cosa".
Hermanos, yo me moriré, insistiendo en que las cosas son exactamente como Dios las dijo. Y si yo no las puedo ver en mi vida o en mi Iglesia el problema es mío, no de Dios o de la palabra que lo declaró y nunca bajaré lo que dice la Palabra para adecuarlo a lo que yo vivo. No, lo que yo vivo tiene que adecuarse a la Palabra. Cristo está aquí, Cristo vive, Cristo es real. Cristo ha invadido la realidad corporal, el cuerpo, la materia, el tiempo, el espacio. Cristo dice: "Yo no soy un fantasma" ese es el título de este Sermón, es más "Yo no soy un fantasma". Cristo es un ser viviente, real, que ha invadido el tiempo y el espacio y esa realidad invade mi vida, también y a Él le interesa en extremo. Por eso es que Él insistió, ¿Por qué se toma tanta molestia en probarles a los discípulos? Él les dice ‘Miren, toquen mis manos, mi cuerpo. Miren mis manos, miren mis pies. Miren ahí están las marcas de la herida’. Miren ahí están las marcas, si yo fuera un fantasma eso ya estaría cosmetizado, me hubieran hecho cirugía plástica allá en el Cielo. No, todavía tengo las marcas, ahí. Óiganme, si nosotros pudiéramos ver ahora mismo... cuando a una persona le metieron un clavo, de quizá, un cuarto de pulgada de grueso y se lo metieron que le pasara los tendones y el hueso como se le hacía a esos crucificados... ¿Usted cree que en tres, cuatro días iba a estar eso cerrado y bonito? Mire, usted se hace una cortadita, y durante años después le queda la marca, cuanto más que le metan unos clavos. Cuando le clavaron las manos, no eran las manos aquí como pensamos, el cuerpo se hubiera desgarrado. Se lo clavaban en la muñeca, se lo metían, era un clavo fuerte para romper el hueso y que traspasara y se metiera en la madera.
Cristo cuando resucita dice: ‘Miren eso, este soy yo’. Pero ahora mi cuerpo tiene un poder y una cosa muy diferente, y Cristo quiere que tú sepas que Él ya resucitó. Ese cuerpo magullado, ese cuerpo traspasado, ese cuerpo penetrado rompió lo amarres de la muerte y ahora a ese no lo vuelven a crucificar jamás. Cuando vuelva otra vez, viene a poner... dice: "Reinará sobre las naciones con vara de hierro". Nadie podrá resistirse. Ese es el Cristo que yo creo, hermanos, ese es el León de Judá, ese león que está allá afuera rugiendo. Ese es el Cristo que Dios me ha llamado a servir. No es el Cristo que se acobarda, ¿Saben? Es un Cristo de poder, es un Cristo de autoridad.
Miren, déjenme concluir con esto, el hecho de que Jesús comiera y resucitara con un cuerpo físico aunque glorificado, nos enseña varias cosas. Escuchen eso de nuevo... el hecho de que Jesús comiera y resucitara con sus clavos, sus marcas y que les probara a los discípulos que Él era un cuerpo con carne y hueso, estómago y tendones físicos aunque glorificado nos enseña varias cosas.
Número uno –no tengo tiempo para hacerlo, pero apúntelo allí, medítelo después– una de las cosas que le parecerá un poquito rara es esta: los cristianos tenemos que ser campechanos, realistas, de la tierra, accesibles para nosotros, hermanos, no espiritualidad farisaica, barata, esotérica, mística, santurrona... yo renuncio a eso en el nombre del Jesús. Dios quiere hombre y mujeres de carne y hueso. Con desodorante allí, oliendo, no, no, no, que huelan a sudor de vez en cuando, ¿sabes? Sí, señores, que coman carne de pollo y de cerdo y todo lo demás en medio. Gente que sí que sepa ayunar, orar, clamar, buscar santidad, pero también gente que sepan hacer un buen chiste, reírse de sí mismos, disfrutar de la vida, ser accesible a los demás.
Hermanos, esa conciencia culpable que se proyecta en un espiritualidad barata, inútil, inservible, farisaica no le sirve a Dios. Dios necesita hombres y mujeres con cuerpo. ¿Ustedes entienden? Que rescaten su humanidad, gente que sí, que sean santos, que busquen la voluntad de Dios en sus vidas, pero que la gente allá afuera pueda reconocerlos. Esta es una persona como yo, tiene sus luchas, tiene sus dificultades, tiene sus defectos, pero está viviendo una vida glorificada que... de una manera que yo no sé como lo hace. Que cuando la gente venga a nuestras iglesias vea gente que se ríe, que disfruta de la vida, que se da un palmotazo en la espalda, que de vez en cuando tienen sus frotes pero luego se reconcilian, gente que disfruta de la vida, se goza en el Señor. Gente que ha rescatado la materia.
¿Usted entiende? Porque la Iglesia siempre ha querido rechazar el cuerpo. Si usted se remonta a los tiempos del Segundo Siglo allá con el movimiento monástico al inicio ¿no? los monjes estos allá metidos en su celdas, azotándose cada vez que tenían un pensamiento malo o lo que fuera y todo lo esto y rechazando el matrimonio. Luego dicen "no mi creación es buena, y ustedes lo que necesitan hacer es redimirla, pero no me la rechacen porque todo lo que yo hice es bueno". La familia es buena, el matrimonio es bueno, la amistad es buena, el sexo es bueno, hermanos perdónenme, la comida es buena, todo yo lo hice y es bueno en mí Santidad. Y tenemos que entender eso hermanos y celebrarlo, vivirlo, nada de esas santurronerías para esta Iglesia. Yo las reprendo y las rechazo en el nombre de Jesús. Queremos gente real, gente verdadera y eso es lo que Cristo quiso decir, donde,.... denme un pedazo de pan y un pedazo de salmón y yo les voy a probar a ustedes: "Esto que está aquí es un hombre, es un cuerpo, y no me tornen ahí en un Santo de palo o de yeso. Yo soy un hombre redimido o glorificado" Y nuestras iglesias tienen que ser así.
Este mundo no va a venir a otra cosa que no sea eso. Yo creo en la risa, creo en la celebración, creo en el gozo, creo en la fiesta. En el Señor.
Esta semana estaba leyendo una cita que dijo Martín Lutero, el Reformador de la Iglesia, y Martín Lutero dijo: ‘Si en el Cielo no se puede reír, yo no quiero ir allá’ y eso es... pidámosle al Señor que nos enseñe el balance entre nuestra humanidad y nuestra santidad, nuestra eternidad y nuestra temporalidad, nuestro cuerpo y nuestro espíritu. Una Iglesia balanceada. Eso es lo que yo le pido al Señor: "Señor enséñame, enséñanos el balance”. Una personalidad saludable, una Iglesia que represente el gozo del Señor, la vida abundante en Cristo Jesús, la capacidad para disfrutarlo todo pero ahora bajo el poder de la Resurrección. El cuerpo rescatado, preservado, redimido, glorificado, viviendo como Dios lo diseñó que viviera en todo lo posible. Porque nunca alcanzaremos la totalidad de lo que Dios quiere y eso me lleva a otra cosa, yo creo que necesitamos una Iglesia que pueda entender el pecado y que pueda... estas almas que serán cada días más y más destruidas por la guerra que se está desatando allá afuera, por una humanidad que cada día rechaza más y más los valores de Dios; las vidas que lleguen aquí tendrán unas enfermedades espirituales más terribles que nunca antes en toda la historia. Y si tenemos una iglesia aquí que derrama un poquito de sangre y mal olor y de una vez comienzan a hacer muecas y todo eso y "¡uy, uy!" no vamos a poder bregar con esa humanidad. Necesitamos gente que como los cirujanos, como los médicos puedan ver los intestinos explayados y malos olores y puedan decir: “¡Ey! en nombre de Jesús declaramos la vida y la sanidad de Dios".
Si al lado suyo se sienta una persona que no parece, no huele, no habla como usted está acostumbrado, abrácela y bendígala en él nombre del Señor. No se me ponga allí mirando con cosas raras.
Yo les digo, hermanos, en el nombre de Jesús rechazo todo rechazo de la gente que viene de allá afuera de esta Iglesia, no importa como sea. Esta Iglesia está abierta, bendecida a los alcohólicos, al homosexual, al adúltero, al drogadicto a la persona pervertida por la vida, a la persona que ha pasado muchas malas noches. Que vengan que aquí van a encontrar Sanidad, aquí van a encontrar el poder del Cristo resucitado, aquí van a encontrar la capacidad de que el cuerpo se torne en algo que verdaderamente glorifique a Dios.
Porque la Iglesia de Jesucristo tiene que estar a tono con el cuerpo, con la Humanidad, con lo concreto, ¿usted entiende? Hemos tratado de que nuestras iglesias sean antisépticas, como un salón de operaciones quirúrgico en un hospital. Yo les he dicho si ustedes quieren verme molesto díganme: "Pastor en la Iglesia hay pecado" y yo le voy a decir "¿Dónde usted estaba? Claro que sí, que hay pecado, está lleno de seres humanos" ¿Qué es lo que esperamos?
Lo que tenemos que hacer es relacionarnos adecuadamente y bregar con el pecado y declarar la santidad de Dios. Pero mire no se me escandalicen y anden por allí con mucha muecas y muchas cosas. El pecado estará con nosotros hasta que Cristo venga. Acostúmbrese a eso de una vez. Lo que tenemos que hacer es bregar con él adecuadamente, declarar la palabra. Yo nunca voy a sesgar en lo que dice la Palabra de Dios. Bregaré con mi humanidad y bregaré con el pecado hasta el último día de mi vida, pero yo digo, no me voy a poner neurótico por el pecado, ni en mí ni en los demás.
Yo voy a bregar con el pecado como brega el médico con la enfermedad, en la gracia y el poder y la suficiencia y la positividad del Señor. Necesitamos Iglesias así con una teología clara del pecado y de la Santidad. Una mezcla muy adecuada.
Así que eso es balance, tenemos que ser campechanos. El Cristo que comió pan y pescado y que tiene carne y huesos dice "yo quiero una Iglesia con carne y huesos" y que sepa como relacionarse con otra gente con la carne y con los huesos. Muy importante.
Otra cosa, tenemos que... esto de nuestra Iglesia León de Judá y la iglesia de Cristo tiene cada vez más y más que tomar en cuenta el cuerpo y no solamente el espíritu en su ministerio. Por eso que a mí me encanta cada día más y más cuando nosotros, por ejemplo, este ministerio de Crown Financial Ministry –El Ministerio Financiero– esta clase que están tomando como cincuenta personas en el área de las Finanzas. A mí me encanta esa idea de que la Finanzas ya no es algo que se dice en el púlpito espiritualmente hablando así esotérica, abstractamente, no, mire ¿Qué quiere decir Finanzas? Quiere decir crédito, quiere decir ahorrar, quiere decir tener un presupuesto, quiere decir sujetarte tú a cierto orden, quiere decir darle tu diezmo al Señor, quiere decir si tienes deudas pagar tus deudas, quiere decir planificar. La gente necesita que la Iglesia con su sabiduría divina le enseñe como vivir en esa dimensión concreta. Cada día la Iglesia tiene que desarrollar más programas que tengan carne y hueso. No solamente la eterialidad de aquí del púlpito, sino que baje allá y se mezcle con la gente en su día a día.
La iglesia tiene que estar dando más enseñanzas sobre finanzas, trabajar con la gente que está bregando con inmigración, en la consejería. Levantar, ayudar a través del Instituto para la Excelencia Pastoral. Levantar Pastores que puedan bregar con la comunidad, que puedan bregar con las familias, que puedan bregar con la juventud, que puedan bregar con la sexualidad, que puedan bregar con la consejería, para que nuestras iglesias tengan esa corporeidad. Esos Ministerios concretos, esos Ministerios de la lucha cuerpo a cuerpo, el discipulamiento. ¿Cómo encarnan las verdades de Dios en la vida humana? ¿En el día a día? y ¿Cómo tú puedes hacer, darle vida y cuerpo a los valores del Reino de Dios? y cada día yo pido al Señor que nuestra Iglesia pueda más y más tener ese nivel de especificidad en su Ministerio, segunda cosa.
En tercer... bueno, eso va mucho allí... perdónenme hermanos, yo a veces que trato de ser breve y de ser... pero hay tantas cosas y... yo no puedo... es que la palabra de Dios es demasiado... el Evangelio, la Iglesia tiene que involucrarse en las necesidades del hombre total, tiene que incluir lo social, lo político, lo artístico, lo intelectual. Tenemos que buscar afectar e inseminar toda la realidad humana. Que no me hablen de meter el Evangelio en un closet, en un templo, en una casa, tenemos que leudar toda la masa de la humanidad, hermanos.
Leí ayer un artículo, Rupert are you here? Rupert envío un artículo de Times Magazine "La muerte y el declive del Cristianismo en América". Yo reprendo es una mentira del diablo, el Cristianismo va a tener más poder que nunca, yo lo declaro, la Iglesia no va a morir. Y este episcopal confundido, lo voy a decir así mismo, que escribe el artículo dice que es bueno que la Iglesia Cristiana pierda influencia en América y que cada día la Iglesia deje de hablar a la sexualidad, a las leyes, a la política.
El Señor reprenda, esas son las doctrinas de demonio de las cuales habló el Apóstol en su libro que vendría en estos tiempos "falsos cristianos", discúlpenme, hermanos, porque es que la ira de Dios me llena muchas veces. Ya yo no me voy a quedar callado con ciertas cosas. Por una falsa decencia y cortesía que no conviene al Reino de Dios. Yo reprendo cualquier cristiano que esté celebrando la muerte y el decaimiento de la influencia cristiana en esta nación. Y él celebra supuestamente el hecho de que la Iglesia ya no tiene tanta influencia y que el Evangelio va a ser extraído de la política y de la sociedad. Yo sé que los evangélicos aquí en América no han sabido manejar ese asunto muy bien, pero hermanos, déjenme decirles algo, el Evangelio se supone que penetre en la política, en las leyes, en la moralidad, en la educación, en el arte, en el intelecto, en la filosofía, en todas la dimensiones de la vida.
Y el diablo ha querido acobardar a la iglesia y limitar el Evangelio a la casa, a las cuatro paredes del Templo. Eso es lo que a él le gustaría, meter al Evangelio en el closet, mientras otros salen del closet.
Señor, reprenda esa maldad del diablo. La Iglesia tiene que hablarle a todas las dimensiones de la vida. Y por eso es que esa teología es tan importante. Cristo resucitó en carne y hueso y vino aquí a la historia, el tiempo y al espacio antes de irse al Cielo. No se fue directamente, pasó a través del mundo para dejar aquí de los depósitos de su Resurrección.
La iglesia tiene que trabajar eso mucho. ¿Cuáles son las implicaciones de esa corporeidad de Cristo en términos de nuestra forma de hacer el Ministerio?
Tercera cosa, esto es bien importante, por eso perdonen si me excedo un poquito. Escuche esto, la sexualidad, digan todos: sexualidad. La sexualidad está incluida en la Resurrección, en el plan de Dios. Por eso yo celebro este programa que está... gracias Señor... es a través de Copani pero León de Judá está jugando un papel bien importante y este programa se llama : "Vale esperar"– ustedes no sabe, pero ese grant de tres millones de dólares que recibimos a través de Copani, para trabajar con Copani y con los recursos que Dios nos ha dado para enseñarles a nuestros jóvenes a esperar, por eso "vale esperar", a tener una sexualidad sana, una sexualidad... porque este mundo hermanos, está pervirtiendo cada vez más y más a nuestra juventud.
Hasta el punto de llegar a decir que son como animales que no pueden reprimirse, mejor enseñémosle entonces como canalizar su promiscuidad, en vez de decirles, "No, hay que hacer todo lo posible por permanecer en Santidad delante de Dios, aunque fallemos", aunque sea lo que sea, eso tenemos que decirlo una y otra vez. La Iglesia tiene que ser ese muro de contención. Si a nuestra juventud no se le dice por lo menos: "mira esto... a esto es a lo que tienes que apuntar", entonces ¿dónde van a llegar? Si no hay una voz que diga: "Mira esto es lo que Dios espera de ti" por lo menos hay que apuntar a la luna, para que le des aunque sea al techo de tu casa, apunta alto. Si bajamos la guardia, si dejamos de hablarle a la Humanidad de los valores de Dios, ¿qué se espera entonces, hermanos? La Iglesia no puede sacarse del aspecto de la sexualidad y eso cubre todas las áreas. Una sexualidad sana, exuberante, santa, balanceada para los hijos de Dios en este tiempo. Tenemos que hablar claramente con respecto a lo que está pasando en Estados Unidos. Una revisión del concepto de la sexualidad humana, en todas las áreas, en todas las áreas y yo incluyo no solamente la homosexualidad, que es importantísimo, sino también todo lo demás: la promiscuidad, el adulterio, la pornografía –que se está comiendo la Iglesia y el Pastorado– en todas las áreas, hermanos. Hay una sexualidad sana que Dios quiere para sus hijos y la Iglesia no puede bajar el estándar, tenemos que seguir aunque fallemos, aunque luchemos, pero esa es la verdad de Dios y tenemos que declararla y tenemos que amarrarnos a ella y que Dios tenga misericordia de nosotros.
Pero si nosotros bajamos eso y decimos "no eso no podemos hablar, porque la gente se ofende", mire ese es el diablo tratando de acobardar a David para que no le meta la pedrada que le tiene que meter al gigante en la frente.
La iglesia tiene que decir "No, ese es nuestro territorio, también" y eso está haciéndole daño, está destruyendo, está carcomiendo la contextura de esta sociedad y nosotros somos aquí agentes de vida y de la verdad de Dios. Y no vamos a callarnos, eso es lo que el diablo quiere, amordazar a la Iglesia para entonces darle el jaque mate a esta Humanidad, que ya está casi caída completamente.
Lo último, se los prometo, tenemos que cultivar una visión diferente de lo que es el Cielo y de como serán las cosas en la segunda venida. Eso se los dejo allí simplemente para un futuro. Pero muy importante eso, ¿cómo se ve usted en el Cielo? ¿Se ve usted también a sí mismo, cuando usted llegue allí a la puerta le van a dar una bata blanca del mismo tamaño con tres hoyitos, cuatro, uno para la cabeza, otro para los brazos y otro para que simplemente caiga abajo? Con un arpa hecha a la medida, sabe, todo del mismo tamaño y una nubecita para que usted se siente en ella y esté tocando por toda la eternidad. ¿Eso es lo que usted cree del Cielo? Hermanos, yo creo que es otra cosa completamente diferente. Yo creo que en el Cielo vamos a trabajar, vamos a crear, el Cielo habla de las naciones. Va a haber naciones, va a haber gobierno, yo no sé pero yo no creo que... eso no es... esa realidad monocromática, todo igualito.
Tenemos que darle cuerpo y huesos al Cielo. Es un lugar. Además la Biblia habla de Cielos nuevos y ¿qué? y Tierra nueva. Esta Tierra va a ser renovada, esta Tierra penetrada por el pecado, esos Cielos que están contaminados, Dios los va a limpiar todos, los va a purificar y los va a poner "opt to speck" y a nosotros también, como Él nos diseñó originalmente.
Mire el Cielo así, anticipe algo increíble, yo soy como Martín Lutero, si el Cielo es tocar un arpa para toda la eternidad, mire yo no voy a decir que no quiero ir allá pero me decepcionaría muchísimo. Creo que Dios es mucho más creativo que eso. Y por eso es que tenemos que mirar hacia el futuro con gran expectativa, vivir aquí esperando, ¡guau! ¿Qué es lo que Dios tiene al otro lado del asunto? Y anhelarlo y celebrarlo y desearlo.
Pónganse de pie, nuestros músicos, por favor pasen por acá. Hermanos, vamos a hacer una Iglesia que celebre el Cristo, el cuerpo resucitado de Jesús. Una Iglesia que pueda habitar cómodamente en la dimensión del tiempo, del espacio, del cuerpo, del ahora y del aquí. ¡Cristo ha resucitado! y Cristo ha penetrado en la realidad humana. ¡Aleluya! Gloria al nombre del Señor. Padre, enséñanos, enséñanos a ser tu Iglesia, una Iglesia que sirva al Cristo resucitado de carne y hueso. Él no es un fantasma. Señor, en el nombre de Jesús por la Palabra que ha sido proclamada, ayúdanos a vivir de esa manera, enséñanos el balance, Señor de tu perfecta reconciliación del cuerpo y el espíritu, la materia y el Cielo, el tiempo y la eternidad. Y ayúdanos a vivir en ese balance, Padre, como congregación, te damos gracias por la proclamación bella de tu Evangelio en este día.
Bendice a mis hermanos, Padre. Permite que al salir de aquí puedan moverse, en el poder de la Resurrección. Gloria al nombre del Señor. Dele un gran aplauso al Señor. Ada ven por acá un momentito e Iris vengan acá. Vamos a cantar de nuevo ese coro: "Vivo está", por favor y si lo pueden dirigir todos los hermanos, y vamos a declarar eso antes de irnos de aquí. ¡Qué el Señor les bendiga, hermanos! Cristo está en su trono y reina sobre el tiempo y el espacio, el cuerpo y el espíritu. Viva de esa manera. Gloria al nombre del Señor. Amén.
Yo soy Pedro
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Vamos a la palabra de Dios, hermanos, en esta noche preciosa. Quiero invitarlos a ir al Evangelio según San Lucas, capítulo 22; y vamos a ir a los versículos 54 en adelante. En una noche como ésta en donde recordamos, este tiempo de padecimiento. Si en un tiempo como éste - no estamos seguros en que momento específicamente- pero sabemos que fue un viernes, el Señor fue arrestado y entró plenamente en su tiempo de padecimiento y sufrimiento y de crucifixión y todas estas cosas. Y ese aspecto que se llama "La Pasión de Jesucristo" tiene mucho que enseñarnos a nosotros.
Pero en ese tiempo sombrío, en esas horas sombrías que el Señor vivió, una de las cosas terribles que sucedió fue: la negación de Pedro. Y vamos a ver que podemos nosotros extraer, que enseñanza podemos extraer de esto. Dice que: "Prendiéndole -arrestándole- a Jesús le llevaron y le condujeron a casa del Sumo Sacerdote y Pedro le seguía de lejos y habiendo ellos encendido fuego en medio del patio, se sentaron alrededor y Pedro se sentó también entre ellos. Pero una criada al verle sentado al fuego, se fijó en él y dijo: ‘También éste estaba con Él’". Es decir, refiriéndose a Pedro, lo acusó: "Sabes que éste también anda con ese que han arrestado, él es parte de su grupo". ‘También éste estaba con Él’, "pero Pedro lo negó diciendo: ‘Mujer, no lo conozco’. Un poco después viéndolo otro dijo: ‘Sí, tú también eres de ellos’ y Pedro dijo: ‘Hombre, no lo soy’, como una hora después otro aún afirmaba diciendo: ‘Verdaderamente, también éste estaba con Él, porque es Galileo’ y Pedro dijo: ‘Hombre, no sé lo que dices’ y enseguida mientras él todavía hablaba, el gallo cantó.”
Entonces " vuelto el Señor miró a Pedro" -esas miradas que daba el Señor- "vuelto el Señor...", pero no era una mirada... yo sospecho que la mirada de Jesús no era una mirada condenatoria, no era una mirada severa, ¿Entienden? No era una mirada acusadora, era una mirada entendida, yo imagino que el Señor lo miró y se sonrió un poquito, se sonrió un poquito con una mirada como triste y de mucho entendimiento y le caló hondo a Pedro cuando lo miró así. Porque vamos a ver por qué razón. Entonces miró a Pedro, y Pedro se acordó de la palabra del Señor que le había dicho: ‘antes que el gallo cante me negarás tres veces’ y "Pedro saliendo fuera, lloró amargamente". Bendiga el Señor su Santa palabra.
Saben que hace unos días atrás, yo estaba en tiempo de meditación por la mañana y no sé por qué razón me tropecé con ese pasaje de la negación de Pedro y me impactó, e hice una nota en mi agenda para este viernes Santo -para hoy- y yo nunca he predicado un viernes Santo, creo, acerca de la negación de Pedro específicamente. Pero me impactó, así de una manera muy fuerte, ese momento en todos los diferentes momentos que hubo en la Pasión de Jesucristo, el drama. No estoy seguro, porque a veces eso me pasa a mí, que un pasaje me impacta y yo -algo en mi espíritu responde a él y yo no estoy seguro que es- pero entonces tengo que darme a la tarea de escarbar dentro de mi espíritu para tratar de descubrir que fue lo que el espíritu vio y unirlo con mi mente. Y lo puse allí y anoté que iba a predicar acerca de ese pasaje y lo que el Señor me trajo a la mente, así embriónicamente mientras meditaba sobre ello, es que en un sentido Pedro al negar a Jesús de esa manera es un representante de cada uno de nosotros. Y lo que... el título que me vino a la mente es "Yo soy Pedro", concerniente a éste pasaje, "Yo soy Pedro". Y ¿sabes qué? Tú eres Pedro.
En este momento de la jornada dolorosa de Jesús, hay algo allí por lo cual quedó registrado esto, y es para recordarnos algo del drama divino, del drama de Dios en su relación con la Humanidad con su criatura. Yo no sé si ustedes se atreven a pensar conmigo por un momento, si yo dijera: "Yo voy a predicar un sermón acerca de la soledad de Dios"; quizá algunos teólogos se escandalizarían y dirían: "Eso es un disparate, porque Dios no puede sentir soledad", "Dios tiene la Trinidad en perfecta armonía, perfecta compañía, Él es perfecto. La soledad implica, quizás carencia, algo de incompleto. Dios es perfecto, Dios es completo, por lo tanto Dios no puede sentir soledad". Pero yo creo que a veces en nuestro deseo de glorificar a Dios y exaltar su singularidad, nosotros olvidamos que Dios tiene pasiones como nosotros, también. Es más, nosotros tenemos pasiones porque Dios tiene pasiones; porque nosotros hemos sido hechos a la semejanza y a la imagen de Dios. Yo creo que si el hombre padece tristeza, gozo, ira, indignación, amor, pasión, es porque esas emociones en una forma muy pura, muy bella, muy exaltada están en el corazón de Dios por así decirlo. No es que Dios tiene un corazón físicamente como nosotros, pero ese lado que siente de Dios.
Yo no creo en absoluto que hago irreverencia a la grandeza y totalidad de Dios al decir que Dios siente. Yo veo, si yo leo la Biblia, veo a Dios sintiendo ira, ira terrible; indignación, sentido de ser traicionado; veo a Dios sintiendo un amor pero absolutamente -yo creo que si nosotros pudiéramos sentir por un momento el amor que Dios siente por su criatura- nos moriríamos de un ataque al corazón. No podríamos procesar el Amor, es más, yo creo que nos calcinaríamos, nos secaríamos en un instante, porque el amor de Dios es tan consumidor.
Hay momentos en que Dios siente dolor por la traición de Israel y se ve a si mismo como un esposo traicionado, lleno de ira, como buscando a alguien a quién destruir porque está lleno de un sentido de indignación de ser traicionado. Y ¿por qué no decir que Dios puede sentir, quizás en algún momento -yo diría quizás no soledad como nosotros le sentimos- pero sí un sentido a veces de abandono de su criatura? Yo creo que en el corazón de Dios hay un dolor por esa separación que hay entre el hombre, la mujer que Él ha creado y su persona; y Dios quiere tener absoluta intimidad con nosotros.
El pecado se interpuso entre esa intimidad que Dios quiere y nosotros y Cristo vino precisamente a salvar ese abismo y a sanar esa distancia. Pero el corazón de Dios se duele porque esta creación que Él ha fabricado con sus manos, con su aliento, no lo reconoce a Él como lo que Él quiere ser reconocido. La Humanidad no le ha dado a Dios esa reverencia total, esa entrega total y por eso es cuando Dios ve un hombre, una mujer que lo ama -aunque sea imperfectamente- pero que lo ama apasionadamente, el corazón de Dios salta y se vuelca hacia esa persona y la bendice, bendice, bendice aunque tenga sus imperfecciones. Porque es que Dios vive ávido del amor de su criatura y a Dios le gusta tener comunión con nosotros y le gusta tener intimidad con nosotros. Yo creo que es algo... pero verdaderamente es raro pensar que a Dios le gusta cuando nosotros le buscamos en oración y buscamos comunión con Él.
Uno pensaría que ese Ser tan basto, tan infinitamente grande no se inmutaría, porque una criatura tan pequeña como nosotros hiciera gestos de acercamiento hacia Él. Uno dice "¡Ah! entre los billones de personas que quizás están en este momento acercándose a Él de alguna manera ¿Cómo va él a identificar mi acercamiento o mi dejadez?" Pero yo creo que sí, que Dios en maneras que no entendemos, como un padre que aunque tenga muchos hijos o una madre los ama a todos en diferentes maneras, cuanto más Dios es capaz de hacer eso; y Dios desea.
Miren, ahí vemos en Génesis al Señor, supuestamente en una forma -no sabemos cómo- pero bajando a buscar compañía con Adán y Eva, ¿recuerdan? Y, ¿qué pasa cuando Dios entra al huerto a buscar compañía, a tomarse un cappuccino con Adán y Eva a las tres de la tarde, cogiéndose un break de darle vuelta a los mundos en el Universo? ¿Qué pasa? Los encuentra distantes, los encuentra cubiertos con hojas y dice: "Hm, yo nunca he visto esto antes, ¿qué ha pasado aquí? vamos a ver" y descubre que su criatura lo ha traicionado y lo ha desobedecido en una manera fundamental y que ha quebrado la relación entre Él y ellos.
Pero Dios buscando, en ese momento compañía con su criatura, descubre que lo han traicionado. Antes de eso había habido una traición todavía más significativa cuando Luzbel -ese Arcángel maravilloso, la cúspide de las criaturas de Dios- traiciona a Dios y se llena de orgullo creyéndose igual a Dios o queriéndose hacer igual a Dios y traiciona a Dios, se revela contra Dios y Dios también tiene que tomar esa criatura que Él tanto ha amado y me imagino tan orgulloso como padre se sentía de haberlo creado también tiene que separarlo. ¡Qué dolor habrá sentido Dios! y ángeles según dicen -no hay claridad en la Escritura acerca de esto pero -muchos teólogos creen que cuando el Satanás propició una rebelión entre las huestes angelicales y que una parte bastante grande de ángeles se separó de Dios y Dios los arrojó de su Gracia y eso explica la existencia de los demonios. "Ángeles caídos", dice la Biblia, que "han sido reservados en prisiones de oscuridad" pero que de alguna manera tienen acceso a esta dimensión humana pero son ángeles también que traicionaron a Dios y no le dieron la Gloria y el Señorío que a Él le pertenecía y lo traicionaron.
Yo creo que el Señor estaba… ustedes ven esa dinámica: Dios está siempre buscando gente que lo honre, gente que lo adore, gente que le rinda el tributo que Él necesita. ¿Recuerdan de lo qué estoy hablando? La traición de uno de sus discípulos más cercanos, el rechazo, la negación, el abandono de uno de sus discípulos más cercanos: Pedro; y de los otros también que lo abandonaron también, después de caminar con Él todos esos años y de ver milagros y toda una cantidad de cosas. Recuerde eso porque estoy hablando de eso específicamente, y vamos a ver como una cosa empata con la otra. Hay un significado en todo esto. Entonces a través de los siglos yo creo que el corazón de Dios está sangrando porque su criatura no lo ama como Él quiere ser amado. Y ¿sabes qué, mi hermano, mi hermana? Uno podría decir "... y bueno, está bien. Esos son los de afuera: los ateos, los musulmanes, las otras religiones que no conocen a Jesucristo. Nosotros somos diferentes". Pero miren hermanos, yo quiero llevarlo a un punto mayor, llevarme a mí mismo y decir que ¿sabes qué? en última instancia nosotros no somos diferentes. Y eso es terrible de contemplar, pero, nosotros...
Dios quiere en esta noche recordarnos de eso, no para que salgamos de aquí sintiéndonos culpables o diciendo: "Oh, Dios mío ¿qué va a pasar?" No, simplemente para que nosotros sobriamente pensemos: "Okay, ¿qué hago yo con eso?", de qué yo también tengo la tendencia de descuidar a mi Padre y no darle todo lo que Él amerita.
Me vino a la mente otra asociación aquí. ¿Recuerdan ustedes a Simón el fariseo y la mujer que vertió el vaso de perfume sobre la figura de Jesús? Simón, el fariseo, invita a Jesús a la casa para examinarlo y lo trata seca, distante, fríamente; como nosotros muchas veces hemos tratado a Dios. Le damos al Señor a veces las sobras de nuestro día, le damos al Señor lo que nos queda, le damos al Señor lo que no necesitamos. Nos aseguramos primero de atender todas las demás cosas y si acaso quedan unos minutos para orarle ahí rápidamente o para darle un servicio a medias- porque después de todo tenemos que vivir, tenemos que hacer otras cosas- se lo damos. Y el Señor dice: "¿Dónde está la primicia? ¿Dónde está lo mejor? ¿Dónde está lo escogido? ¿Dónde está lo que yo merezco? ¿Dónde está la preferencia? ¿Dónde está la pasión feroz?", que dice primero mi Padre, primero mi Dios, tengo que honrarlo, tengo que darle lo mejor, tengo que asegurarme de bendecirlo y que no haya duda en nadie de que Él es lo primordial, lo primero en mi vida.
Eso lo que toca el corazón de ese Padre herido que a través de los siglos ha sido traicionado una y otra vez por sus hijos y sus hijas; Dios vive ávido de encontrar hombres y mujeres con un corazón que lo honre verdaderamente. Porque esa es la controversia principal que hay en el corazón del Padre, ese el dolor número uno.
Por eso yo creo que la Palabra dice: "los ojos de Dios recorren toda la Tierra buscando a aquellos de corazón perfecto para Él," para mostrar su Misericordia, su bondad para con ellos; para mostrarse fuerte para con ellos.
Yo no sabía de dónde venía ese pasaje. Hace ... pero ahora que he estado estudiando la vida del Rey Josafat, descubrí exactamente el contexto de ese pasaje; y es cuando Josafat antes... no perdón Haza, el padre de Josafat, cuando el Rey Haza entrega los tesoros del templo y también los tesoros de su propio palacio y se lo da a un Rey para buscar una alianza para salir de un problema militar que tiene; y un profeta se le aparece al rey Haza y le dice: "Mira, ¿Cómo es posible que tú primero buscaste ayuda en un Rey humano, y no lo buscaste en Dios? ¿No te acuerdas tú de aquella vez cuando había un ejército de etíopes mucho más poderoso que ese otro ejército del cuál tú ahora trataste de librarte y el Señor te dio una victoria rotunda?" y "locamente has hecho..." le dice, "porque ahora vas a tener guerra todo el tiempo, porque los ojos de Dios recorren toda la Tierra buscando aquellos de corazón perfecto para con Él, para mostrar su favor para con ellos".
El corazón de Dios se sintió denigrado, ofendido. Dios se vio, entonces como un ciudadano de segunda clase, segundo recurso, en vez de buscarlo primeramente. Usted ve... si usted mira continuamente en la Palabra está eso: el corazón del Padre, Dios, que quiere la honra y el respeto, la adoración, la preferencia que Él sabe que Él merece. Porque Él ha creado, Él es la fuente de todo: Él es creador, Él es sustentador.
Entonces yo creo, hermanos, que en el paquete de la Pasión -por así decirlo- esa temática se incluyó allí para recordar ese aspecto del sufrimiento de Dios a través de Jesucristo. Yo creo que si nosotros pudiéramos entender todos los detalles que entraron en la Pasión de Jesús, yo sospecho que si tuviéramos un libro dónde fueran escrito todos los temas y los subtemas teológicos divinos, sagrados que se incluyeron en la Pasión de Jesús, descubriríamos que todos los temas del dolor de Dios estaban incluidos.
No era solamente el padecimiento en la Cruz, los clavos, la sed, la tortura, no, había dolores de Dios también que estaban siendo ensayados a través de la persona de Jesús, mucho más exquisitos que esos. Dolores acerca de la soledad, el abandono, la traición, el pecado que sintió ese Ser perfecto sobre su persona lo cual debe haber aborrecido, el abandono de Jesús de sentirse separado de su Padre, todo eso era parte del sufrimiento. Y parte del sufrimiento no fue en la Cruz, sino también en esos momentos de soledad en que muchas otras cosas del drama de Dios se dieron también, y uno de ellos fue, precisamente, eso, el abandono de la Humanidad, el rechazo de la Humanidad, la traición de los que Dios... aquellos para los cuales Dios ha dado todo. Miren acerca de eso, cuando el Señor les dice a sus discípulos que lo van a dejar.
Vamos un momento, aquí mismo, en Lucas... no he de conseguir el... vamos a Mateo capítulo 26, un momento. Creo que es Mateo:26 donde el Señor le dice: "...y cuando hubieren cantado el himno salieron al Monte de los Olivos" y entonces Jesús les dijo: " Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche", mire "escandalizar" es una palabra bien seria, no quiere decir simplemente: ustedes se van a avergonzar, me van a dejar, me van a abandonar, no, "ustedes se van a escandalizar de mí"; quiere decir: ustedes se van a avergonzar pero en una manera extremada, yo voy a ser un objeto de escándalo para ustedes. Porque escrito está "Heriré al pastor y las ovejas del rebaño serán dispersas". ¿Por qué? ¿Por qué el Señor dijo esta profecía? ¿Por qué tenía que estar eso incluido allí de que sus discípulos lo abandonaran y se escandalizaran de Él y que Pedro lo negara? Porque ese drama estaba allí metido, el drama de Dios, la soledad de Dios. En todo esto de la crucifixión, el padecimiento, estaba ese asunto de la separación de su criatura. Y, miren, entonces respondiendo Pedro le dijo: "Señor, aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré" y Jesús le dijo: " De cierto te digo, que esta noche antes que el gallo cante, me negarás tres veces."
Ahora ¿Fue que esa profecía de Cristo causó que Pedro lo negara? o ¿La profecía simplemente anunció lo que ya estaba predeterminado? No sabemos, pero el caso es que Pedro como un discípulo fuerte de Jesús, que compartió momentos bien íntimos, bien poderosos de Jesús era el que menos debía haberlo rechazado y por lo tanto su escándalo de Jesús, su negación rotunda tres veces era indicio de cuán lejos estaba la Humanidad que él representaba de esa lealtad que Jesús se merecía.
"De cierto te digo que esta noche antes que el gallo cante, me negarás tres veces" y Pedro insiste, le dijo: "Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré" y todos los discípulos dijeron lo mismo; como a veces nosotros decimos. Nosotros decimos: "¡Ah! aunque esta Humanidad empedernida, aunque ahí en el estate house, aunque en Vermont te nieguen, aunque en California te nieguen, nosotros aquí en Congregación León de Judá nunca te vamos a negar. Estaremos contigo Señor hasta la muerte". Y el Señor con mirada triste nos dice: "Hey, ustedes no saben lo que están diciendo, ustedes también".
Por eso es que yo digo que este sermón a mí, yo lo llamaría "Yo soy Pedro", porque aún los más cercanos, nosotros... hermano, verdaderamente examínate tú, en esta semana, como yo lo puedo hacer y lo he hecho. ¿Cuántas veces hemos hecho cosas que sabemos que niegan a Jesús? ¿Cuántas veces? ¿Cuántas veces en nuestra vida después de ser cristianos, después de conocer a Jesucristo, después de conocer su palabra, nosotros hacemos cosas que rotunda, poderosa, radicalmente niegan a Jesús? El Jesús que nosotros conocemos. Yo levanto la mano, hermanos. Okay. Nosotros hemos rechazado, hemos negado, hemos contradicho nuestro voto de Fe al Señor, nuestra confesión al Señor y herimos el corazón de Dios una y otra vez.
Vayamos cientos de años atrás, para que ustedes vean que esto no es un tema aislado. Ya voy arropando esto aquí, vayan a Isaías: 51 que yo leí al principio del servicio, versículo tres, hablando acerca de Jesucristo en profecía del Profeta Isaías: "Despreciado y desechado entre los hombres", "Varón de dolores, experimentado en quebranto y como que escondimos de Él el rostro". Está hablando en el inclusivo, segundo persona plural "nosotros". ¿Quién es nosotros? ¿Nosotros el pueblo de Dios? ¿Congregación León de Judá? ¿Tú y yo? ¿Mi familia, tu familia? "Nosotros, como que escondimos de Él el rostro". Ese "como que escondimos" quiere decir como que nos hicimos que no lo conocíamos, ¿no? Escondimos el rostro de una manera sutil, leve para que no se dieran cuenta pero como que escondimos el rostro del Señor; "como que escondimos de Él el rostro, fue menospreciado y que no lo estimamos", ese es el problema, hermanos. Dios te está preguntando a ti y me pregunta a mí: "¿Cuánto tú me estimas?" "¿Cuánto tú me estimas?".
Hermano, ¿Cuánto refleja tu vida mi vida? ¿Los momentos de nuestra vida, la estima en que debemos tener a Dios? ¿Puedes tú decir, puedo yo decir que yo estimo a Dios como Él merece ser estimado? ¿A Cristo cómo Él merece ser estimado? ¿Puedo yo decir verdaderamente qué yo venero a mi Padre y que lo tengo en el lugar dónde Él merece estar? Yo no puedo decir que sí completamente. Cada día como Pedro, vamos a ver más adelante, yo llego al punto de decir: Señor cada vez que, sólo Tú sabes, yo no estoy seguro. Yo creo que te amo, pero la verdad es que eso sólo Tú lo sabes completamente. Porque cuando nosotros somos sinceros con nosotros mismos y examinamos nuestra vida, paso a paso, vemos que nos falta mucho todavía.
Yo digo esto para animarte, no para condenarte. Para que de ese momento de reconocimiento de que a mí me falta mucho, tú y yo saltemos entonces, a un nivel de mayor entrega al Señor, de mayor compromiso con el Señor, de mayor honrar, preferir, adorar, amar, defender la honra del Señor, estar allí primero para darle los veinte pesos al Señor. Y no sentir como que le hemos dado la gran cosa, si Él lo dio todo por nosotros.
Ese decir "presente" cuando hay una necesidad de alguien que sea la mano o la boca o el corazón de Dios en el mundo y que digas: "No, no es posible que donde hay un hijo de Dios, que está representando el Reino de Dios falte esto o falte lo otro; no se haga esto o no se haga lo otro si yo soy representante del Reino de Dios". Y, que cuando tú estés en algún lugar, o en una situación donde tú vayas a ofender a tu Padre o vayas a negar, tú digas: "Espera, ¿sabes qué?, Pedro, yo soy Pedro. Déjame no caer en eso, déjame yo preferir a mi Padre en ese momento y darle". Eso es una lucha diaria, una decisión que tenemos que hacer diecisiete veces o cincuenta veces al día, no negar al Señor, darle preferencia, amar al Señor, expresar nuestra adoración.
Miren el versículo seis de Isaías, dice: "Todos nosotros", digan: "Todos nosotros." "Todos nosotros nos descarriamos como ovejas. Cada cual se apartó por su camino", ¿Qué dice la Biblia? "Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la Gloria de Dios".
Un último versículo, váyase a Romanos, capítulo uno. Romanos Capítulo uno o dos, déjame ver, por ahí, es el dos en realidad, ahora que lo visualizo aquí. Romanos: 2:1. En el Capítulo uno de Romanos, Pablo acusa a toda aquella gente que ha rechazado a Dios, que ha violado su mandamientos, que no le han reconocido a Dios su señorío por cuanto no le rindieron a Dios la adoración que Él merecía, sino que se las dieron a la criaturas, Dios los desechó y les entregó una mente reprobada, rechazada para hacer cosas que no convienen. Y yo me imagino que había los judíos y mucha gente decía: "Sí, Amén. Eso es cierto. Esos paganos sucios, hay que tirarlos todos al infierno, por sinvergüenzas que son. Como decimos nosotros a veces acerca de la gente, ¿no? del mundo allá afuera.
Pero miren lo que dice en el Capítulo dos: "Por lo cual eres inexcusable oh, hombre quien quiera que seas tu que juzgas", León de Judá, Roberto Miranda, quien sea que juzga. ¿Sabes que? Pues en lo que juzgas a otro te condenas a ti mismo, porque tú que juzgas haces lo mismo. Todos nosotros nos hemos separado de Dios, todos nosotros no le hemos dado al Señor, lo que el Señor necesita y eso es parte de su Pasión, eso es parte de su sufrimiento y necesitamos nosotros identificarnos con eso, decir, Padre perdóname, yo también. Por eso es que cuando Pedro lo niega a Jesús y lo niega tres veces y hay un pasaje paralelo que dice que maldijo en una, digo yo, una palabra... una palabra por allí, ¿Quién sabe qué palabra dijo?, "Yo no conozco a este hombre", como para sellar, como una maldición.
Óiganme, ¡Qué cosa más terrible!, Pedro no podía hacer algo más terrible que eso: negar al Señor así con maldición. ¿Por qué razón se encargó el que quien quiera que fuera que propició eso? ¿Dios usó un espíritu maligno? Yo no sé; ¿Dios usó la carne de Pedro? Yo no sé; ¿Fue el Espíritu Santo para darle una lección a Pedro y a nosotros a través de los siglos? El caso es que Pedro selló con una maldición su negación. Este hombre tan cercano a Jesús, lo negó de esa manera. Y entonces ahí está ese momento, ese momento terrible en que el Señor mira a Pedro con una mirada entendida, compasiva y misericordiosa como quien dice: "Tú ves, Pedro, eso es lo que yo he estado pasando desde Adán y Eva. Eso que tu acabas de hacer, ¿Tú ves?". En esa mirada, que Jesús le dio le dijo todo eso:"Tú ves, Pedro, ese es mi dolor, ese es mi sufrimiento, eso es lo que yo padezco. Y eso es lo que tú y tu Humanidad que tú representas en este momento han hecho conmigo. Y eso es parte de la cruz que yo llevo". Y por eso, todo esto tenía que pasar.
¿Recuerdan el pasaje de Jesús orando y los discípulos durmiendo? "De nuevo me han dejado solo". Cuando Él va a hablar con ellos, a buscar confort en su compañía, están todos rendidos de sueño. Lo han dejado, la soledad. Ese era uno de los padecimientos del Señor, el abandono.
Nosotros tenemos que pedirle al Señor: "Padre ayúdame", y ¿Qué le dice el Señor Jesucristo? "Orad para que no entréis en tentación". Hermanos nosotros tenemos... la única manera que yo creo que nosotros podemos tener la fuerza para amar a Cristo como Él merece ser amado para servirlo con la Pasión, es buscando la fortaleza del Espíritu Santo cada día consagrándonos más y más, buscando el poder de Dios, viviendo una vida de privaciones, de ayuno, de oración, de lectura de la palabra, de estar en la casa del Señor, de buscar la compañía de los Santos, de servir a Dios para mantenernos con ese amor, ese ardor que Dios necesita.
Finalmente, es importante que entendamos esa tendencia humana a abandonar a Dios, a no darle lo que Dios merece, a no darle lo que al Señor le toca. Primero, para redoblar nuestros esfuerzos, para serles fieles y no dejarlo solo, ¿okay?
En esta noche yo lo que quiero es que tú recapacites como yo lo quiero hacer también y que digas: "¿Sabes qué? Yo necesito hacer un voto más fuerte que nunca de yo darle siempre la preferencia a mi Dios. Darle siempre el primer lugar, amarlo por sobre todas las cosas, honrarlo, adorarlo, darle el momento mejor de mi día, servirlo, obedecerlo, preferirlo. Redobla tu esfuerzo, y en segundo lugar es importante que entendamos esa tendencia humana para no enorgullecernos y creernos mejor que los demás.
Es bueno estar siempre nosotros consientes de ese déficit, de esa deuda que tenemos con Dios y saber que "Mira, yo no soy diferente al que está allá afuera", la única diferencia es que Cristo en su misericordia cargó mi pecado por medio de su cruz y yo me pegué a eso; pero sino yo merecería la misma muerte que los que están ahí afuera, a pesar de que estoy aquí adentro. Y que nosotros tengamos siempre esa compasión, esa gracia, esa misericordia para con los demás. Yo imagino que Pedro, el Pedro que dijo: "Señor aunque todos estos cobardes te dejen, yo nunca te voy a dejar" y se lo dijo dos veces. Ah, ahora después de lo que ha pasado, imagino que ya Pedro podía entender mucho mejor aquel que huyó desnudo cuando lo querían agarrar ¿Recuerdan? Pedro ha dicho: "Mira ese cobarde cuando yo lo agarre le voy a dar una paliza bien grande. Mira como se fue corriendo, con el trasero afuera, dejando toda su"... ¿Por qué? Por cobarde que era". ¿Recuerdan el que salió huyendo, ese personaje cómico que hay en el drama de la Cruz, que salió huyendo porque le arrancaron parece la ropa? Y él dijo: "Mejor que se quede la ropa, pero yo me salgo". Yo imagino que cuando Pedro vio eso, dijo:"¿Tú ves ese? Ese no vale nada, a ese hay que crucificarlo también". Pero ahora yo me imagino que Pedro después de haber hecho eso, dijo: "Mira, ¿Sabes qué? Yo no soy diferente a él, yo soy peor que él en un sentido". Y me imagino que habrá tenido mucho más misericordia. Y así, nosotros hermanos, siempre recordemos eso: "No, yo no soy mejor que nadie, tú no eres mejor que nadie" nosotros hemos violado la lealtad y la preferencia que le demos a nuestro Dios y tenemos siempre que encomendarnos a la Misericordia del Señor y ser compasivo con los demás.
Y finalmente, es importante entender esto para buscar la unción de Dios cada día. Para que Él renueve nuestro amor y nuestra pasión por Él, para que podamos amarlo como Él verdaderamente merece ser amado. El Señor es compasivo, hermanos.
Quiero invitarlos a los músicos, que pasen por aquí un momentito, por favor. El Señor quiere comunión con nosotros, Él sabe que lo hemos ofendido. En esta noche eso es parte de la pasión de Dios, yo soy parte de Pedro. Yo soy Pedro, tú eres Pedro o sino eres Pedro eres Petra, pero eres.... somos Pedro y el Señor quiere simplemente que recordemos esto. ¡Qué bendición tan grande cuando Jesús se encuentra con el Pedro escarmentado al final! y Pedro esperaba que el Señor lo iba a rechazar, lo iba a odiar, le iba a decir: "Ya no quiero saber de ti, ya no hay perdón para ti. Ya tú no mereces ser mi discípulo", y el Señor con esa misericordia le dice:" Pedro, ¿me amas?". Me imagino que se estaba casi riendo a carcajadas. "¿Me amas?" "Sí, señor. Tú sabes que te amo," todo agachado allí. "Pedro, ¿me amas?" "Sí, señor tu sabes que te amo". Le dijo tres veces para neutralizar las tres amargas negaciones de antes. Delante de Él.
¡Qué maravilloso! ¡Qué lindo es el Señor, ¿no?! "Pedro quiero borrarte con azúcar lo que tú hiciste aquella vez. Te voy a dar la oportunidad para que me confieses tu amor. Y, ¿Sabes qué? Te lo voy a creer, te lo voy a creer". "Pedro, ¿me amas?" "Bueno, Señor tu sabes todas las cosas. Tú sabes que sí, no estoy seguro ahora mismo, pero tú sabes… tú sabes que te amo". ¡Qué lindo es el Señor, ¿no?!
Así que vete de aquí en esta noche, no sintiéndote rechazado, no sintiéndote fracasado, pero vete más bien con ese propósito. Como Pedro cuando se encontró con el Señor. "Tú ¿sabes qué, Señor?" "La próxima vez voy a tratar un poquito más. Voy a tratar de hacerlo mejor". Quiere el Señor sacarnos de aquí en esta noche, más comprometidos que nunca con nuestro Dios para servirle. Gracias a Dios.
Pedro, dice la tradición, dice la historia que finalmente le llegó su oportunidad de redimir completamente ese momento. Alguien ha dicho que Pedro murió ¿Cómo fue? Fue a... él pidió que lo crucificaran boca abajo porque no merecía morir como su Señor. Eso lo dice la tradición histórica. ¿Eh? Finalmente con el poder del Espíritu Santo yo imagino un Pedro bautizado con el Espíritu Santo tuvo el valor para morir de una manera todavía más noble y más sacrificial.
Así que siempre hay una oportunidad para nosotros, hermanos. Pero salgamos de aquí, deseosos de poder dar nuestra vida al Señor y darle la honra que Él se merece. Y damos gracias a Dios por sus bondades... Vamos a ponernos de pie y vamos a decirle: Señor te adoramos, te bendecimos, te damos gracias por todas tus bondades, todas tus maravillas. Lo bueno que Tú has sido. Pídele perdón al Señor como yo le he pedido perdón al Señor meditando en este pasaje. Por todas las veces que yo lo he negado, he dicho: "Padre perdóname, perdónanos, límpianos, sánanos y derrama Señor tu Gloria sobre nosotros. Te necesitamos, Señor, te necesitamos Jesús. Sigan ahí en oración, hermanos.
Gracias, Señor. A ti sea la Gloria y la honra. Gracias, Jesús. Señor entregamos nuestras vidas a ti de nuevo, entregamos a ti nuestro tesoro de nuevo. Entregamos a Ti todo lo que tenemos, todo lo que somos. Padre ayúdanos, ayuda a esta Iglesia a ser una Iglesia que te prefiera, Señor. Ayuda a esta Iglesia a ser una Iglesia no para nuestra gloria, sino para gloria tuya, de hombres y mujeres radicalmente comprometidos contigo. Radicalmente comprometidos contigo, Señor. Radicalmente deseosos de ver tu Gloria manifestada en esta Tierra, Padre. Dispuestos a entregarte todo. ¡Qué esta palabra cale hondo, Señor, en nuestros corazones en esta noche! Bendigo a tus hijos, Padre. Tráenos de nuevo aquí el domingo para darte a Ti toda la honra y toda la Gloria de nuevo. Gracias, Jesús. Amén y Amén.
Cuando el Señor te pida el burrito
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Lucas capítulo 19 comenzando con el versículo 28. Lucas 19:28. Me encanta oir el sonido del pueblo de Dios ojeando la palabra de Dios. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Dicho esto iba el Señor delante subiendo a Jerusalén y aconteció que llegando cerca de Belfaguet y de Betania al Monte que se llama de los olivos envió dos de sus discípulos con esta encomienda ,diciendo "Id a la aldea de enfrente y al entrar en ella hallaréis un pollino atado en el cual ningún hombre ha montado jamás, desatadlo y traedlo y si alguien os preguntare por que lo desatáis, le responderéis así: "Porque el Señor lo necesita". Fueron los que habían sido enviados y hallaron como les dijo y cuando desataban el pollino -he comments to somebody: Gracias mi hermano- cuando desataban el pollino sus dueños le dijeron: "Hey, ¿por qué desatais el pollino?" y ellos dijeron "Porque el Señor lo necesita" y lo trajeron a Jesus y habiendo echado sus mantos sobre el pollino subieron a Jesús encima.
Espíritu de Dios te pido en el nombre de Jesus que soples sobre esta palabra y lo vivifiques para la gloria de tu nombre.
Hermanos, otro nombre para este pollino en la palabra, otras versiones lo llaman asno, lo llaman burrito pero estamos hablando de este mismo animal y yo se que en muchos de nuestros países aún todavía se usan burritos, todavía se usan asnos. Se ve todavía en nuestras ciudades, en las aldeas que esto es muy común en Centro y Sudamérica por ejemplo y en el Caribe. Y este animal humilde juega, mis hermanos, un papel enorme en la profecía mesianica. Hermanos, desde antes del Señor crear el mundo, hermanos, el Señor ya tenía un plan. El Padre Celestial tenía un plan para glorificar a su hijo Jesucristo e incluía en este plan para exhaltar y engrandecer el nombre del Señor, incluído en este plan ya estaba este burrito.
Ya de antemano el Señor sabía siglos atrás lo que El iba a hacer. El creó este burrito para este proposito. Por ejemplo, mis Hermanos, vayamos a Genésis capítulo 49 comenzando, digamos con el versículo 9. Este texto -Genésis Capículo 49 comenzando con el versículo 9- es la primera vez que nosotros vemos mención del nombre del león de la tribu de Judá. Es la primera vez que el Señor nos introduce a esta frase que ahora por cierto es el nombre sobre el cual, el nombre que lleva esta congregación. ¿De dónde sale este nombre, este título, del león de la tribu de Judá? Cachorro de León, mientras Israel, Judá bendecía a cada uno de sus hijos de los cuales saldrían pueblos, tribus de Judá saldría Jesús el Mesías. El ungido del Señor iba a salir de la vida, iba a salir de la semilla de Juda el hijo de Jacob, el hijo de Israel y él declaró profeticamente sobre su hijo Judá: "cachorro de León, Judá" De la presa subiste hijo mío,se colgó, se echó como leon, asi como león viejo ¿quien lo despertará? No será quitado el cetro de Judá, ni el legislador de entre sus pies hasta que venga Silord y a él se congregarán los pueblos. Atando a la vid ¿qué? Su pollino y a la cepa el hijo de su asno. Lavó en el vino su vestido y en la sangre de uvas su manto. O sea, aún en la primera mención del León de la tribu de Judá está profetizando Israel sobre su hijo que este león de la tribu de Judá llegaría cabalgando sobre un asno, sobre un pollino. Luego en el texto que nosotros conocemos más, el texto que asociamos con la entrada triunfal : Zacharías Capítulo 9, Versículo 9; que declara que en este texto mesianico acerca de la entrada triunfal, vemos el papel clave de este burrito. Y declara que sobre este burrito el Rey de Reyes entraría triunfante en la ciudad de Jerusalen. Declara: "Alegrate mucho, Hijo de Sión, da voces de jubilo hija de Jerusalen. He aquí tu Rey y vendrá a tí justo y salvador, humilde y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna". Gloria a Dios.
¿No es gloriosa la palabra de Dios y esas profecias tan grandiosas? Solo hay un problema, nadie se molestó en compartir estas profecías con los dueños del burrito. Nadie se molestó en contarle esta historia mesianica, estas profecías a los dueños de este animal y.. mis hermanos yo estoy seguro que los dueños del burrito tenían ya sus propositos con él. Los dueños del burrito ya sabían, tenían una idea que iban a hacer con este burrito. Quien sabe, tal vez intentaban moler grano con él, como se hace aún todavía en muchos países.
Tal vez por eso nunca lo montaron porque lo estaban reservando para eso, para la agricultura. Tal vez querían usarlo para cargar compra o mercado, especialmente durante la fiesta judía que precisamente comenzaba ese día. Tal vez era el día más concurrido en toda Jerusalen y le estaban tomando prestado su camión de carga para su negocio. Y ellos tenían su propositos ya, o tal vez ellos tenían un negocio de burritos. Tal vez tenían un taller y este burrito representaba su favorito entre todos ellos. O tal vez los dueños eran unos padres, no sé, y este humilde burrito era el único regalo, el único legado que le tenían a su hijito y lo estaban reservando para su cumpleaños. Yo no sé que historia triste está detrás de esto, pero yo sí sé esto: estos dueños de este animal no anticipaban que alguien se le iba a acercar ese día y desatarle su propiedad. Y desatarle su animal con quien ellos tenían propósitos muy legitimos.
Hermanos, ¿le puede culpar a estos dueños si ellos le preguntan por qué lo desatan? ¿Por qué desatan el burrito? Y ahora le tengo una pregunta a usted, mi hermano. ¿Acaso le ha preguntado eso al Señor de vez en cuando? ¿Ha tenido usted la ocación de preguntarle al Señor, Señor que estas haciendo? ¿Por qué desataste mi burrito?. ¿Por qué me lo desataste?
Samuel ¿de qué estas tu hablando? ¿Con qué desayunaste esta mañana? What are you talking about? ¿Qué burrito? Vivo en Rocksberry. Ni siquiera puedo estacionar mi carro, menos más un burrito!. ¿De que hablas tu?
Mis hermanos ¿cuantas veces nosotros no hemos estado aquí delante de la presencia del Señor y declarando, Señor lo mío es tuyo? ¿Se acuerda?¿Se acuerda haberle dicho al Señor, Señor todo lo que soy: alma, cuerpo, espiritu, dones, tiempo, mente, corazón, pasado, presente, futuro todo eso es tuyo Señor? ¿No lo hemos declarado hermanos?
Saben que, les tengo buenas noticias, el Señor nos toma en serio. El Señor te toma en serio, el Señor te ha escuchado y para algunos, es más hermanos, yo no digo algunos, yo diria para la gran mayoría, más de uno yo les comparto este mensaje de parte de su Dios. El Señor te dice a tí: "yo he visto tu corazón" "yo he visto que me has buscado, que has buscado mi rostro, que has pedido que me glorificaras en tu vida. Tu has pedido que te use, que el nombre del Señor sea exhaltado en el drama de tu vida, y que el Señor se glorifique sobre tí".
Y te tengo buenas noticias, hijo, hija, he decidido bendecirte. El Señor en esta mañana te dice: "He visto tu corazón, he oido tu clamor, sé que quieres que te use, se que quieres que me glorifique sobre ti y ese es mi deseo". "Quiero glorificarme en tu vida, quiero que el nombre del Señor sea exhaltado en tu vida", ha decidido el Señor y te lo declara. Solo necesito usar, tomar prestado, lo único es que solo necesito tu burrito ;para poder glorificarme necesito tu burrito. Y cuando el Señor lo hace, hermanos, la mayoría de las veces te lo toma prestado sin explicaciones, la mayoría de las veces el te dice "necesito tu burrito, lo necesito",ni siquiera te molesta decir por qué. Asi como los discipulos no le dieron ninguna explicación a estos dueños, aparte del hecho de que es que qué le dijo: "el Señor lo necesita". Y en ese momento esa es la unica explicación que el Señor te va a dar. Te va a decir: "hija, hijo ¿confías en mí, me amas?" "¿Deseas que te use entonces?".
Samuel desata el burrito, lo necesito, cuidare de ti y cuidare del burrito y a lo largo todo el mundo gana. Pero si quieres que me glorifique en tu vida, primero tenemos que comenzar con desatar tu burrito. Y hermanos, usted puede confiar en esto que los milagros del Señor son así. Los milagros del Señor requieren un canal, el Señor cuando hace un milagro, cuando usa una vida el requiere un canal, el requiere un medio, una cablería para transmitir su Gloria y transmitir su poder y su virtud milagrosa. El necesita tarros de agua para convertirlos en vino, mis hermanos.
Hermanos, El por toda la Biblia escoge un medio para sus milagros, y casi siempre ese medio es lo más, y tal vez en algunos casos lo único que usted valora, lo más que usted valora, lo único que usted tiene, lo más precioso. No la cosa que usted tiene en abundancia, pero la cosa que usted tiene en escasez es lo que el Señor escoge para montarse sobre eso y glorificarse, no?
Hermanos, este mensaje cae precisamente en este tema que el Pastor ha estado elaborando acerca de la fe. ¿Saben por qué? Este proceso es el proceso que Dios usa para fabricar los héroes de la fe. Todos los héroes de la fe. Hermanos, les doy este reto: busquen a alguien sobresaliente en la palabra, un hombre que ha sobrevivido la historia que ha sobrevidido los siglos y aparece en este texto; y yo les puedo garantizar que antes que el Señor lo escoja, al Señor escogerlo, separarlo, hablarle, antes de entrar en el proceso de glorificarse sobre la vida de este hombre o esta mujer, el Señor le ha pedido algo de valor. Ellos han tenido que desatar algún burrito.
Moises por ejemplo, el Señor le dice: "Moises prestame esa vara, lo necesito" Para usted, para mí ¿qué es una vara? un palo, una estaca, ¿qué vale para nosotros? Si eres un pastor de ovejas en medio del desierto, estas viviendo en la penuria como vivía Moisés en esos días, un anciano de 80 años apacientando ovejas en el desierto, esa vara es lo único que tiene. Es lo que él usa para defender sus ovejas de los animales, es lo que él usa para poder caminar sobre piedras, es su compañero. El Señor le dice: "¿Sabes qué? Damelo". No le estaba pidiendo meramente una vara, El le estaba pidiendo su plan de retiro, El le estaba pidiendo su manera de defenderse, El estaba pidiendo su tranquilidad, El estaba pidiendo los años que le faltaban, los poquitos años que le faltaban sobre la faz de la Tierra que él muy tranquilamente lo iba a pasar con unas ovejas, anonimamente en el desierto de Median. El Señor le dice "dame esa vara". Y en lugar de apacentar ovejas, yo te daré otro pueblo para apacentar. Y con esa vara, mi unción estará sobre ella, yo me montaré sobre eso y abriras el mar con ella. Pero primeramente dame esa vara.
La viuda de Zareta, el pastor ha predicado, tanto el pastor Omar y el pastor Roberto han predicado acerca de la viuda de Zareta. Y que le pidio a ella? Su sostén. "Dame ese ultimo bocado de comida que usted tiene, lo necesito. Lo necesito, y si me lo da, usted verá. Yo te prometo que nadie se olvidará de tí mientras la palabra sea predicada y nunca jamás tendrá hambre su hogar. Me glorificaré sobre eso." "Maria, prestame tu cuerpo" "Prestame tu cuerpo, prestame tu vientre" Mira si para una mujer hay algo más precioso, más intimo, mas cercano. "Prestame tu vientre, lo necesito". Lo unico que tienes tu cuerpo, tu dignidad, tu sueño de tener una familia normal y vivir una vida tranquila, anonima comun, corriente. Yo se que tu estabas reservando ese vientre para que de ahi naciera una familia normal en Nazaret. Pero yo tengo otros planes. No te puedes imaginar los planes que tengo para ese vientre y el ser que saldrá de allí." Cien por ciento Dios, cien por ciento hombre. Pero me tienes que prestar tu vientre. Prestame tu burrito".
"Pedro, prestame tu barca, la necesito. Tus planes de retirarte aquí en Caponahum pescando, pescando, prestame esa barca y te harés pescador de.. hombres."
Pero comienza con una decisión de entregarle al Señor su burrito y hermanos ¿Qué te pide el Señor? ¿Qué es el Señor capaz de pedirte? Hermanos puede ser su tiempo, su salud, como hemos dicho su profesión, tus sueños o sencillamente Tu SUEÑO. No solamente tus sueños, pero para algunos su sueño.
Hermanos, El Señor cuando busca adoradores en espíritu y verdad, El ve lo que usted tiene. Primeramente hermanos les tengo buenas noticias, no hay un ser creado, no hay un ser que está escuchando esta palabra, no hay un ser sentado aquí que no tiene algo que el Señor ha implantado en tí, aun antes de que usted naciera sobre el cual El no se puede glorificar. Hay algo en tí con un código que el Señor, el Señor implantó aún antes de usted nacer, en tu ADN. El Señor, hay un cromosoma que ningun médico podrá jamas identificar. Yo le diría el cromosoma de la Gloria. Ahi el Señor lo implantó desde antes de usted nacer.
El Señor ya llevaba el plan desde antes de El crear el mundo, antes de que usted saliera del vientre de su mamá el Señor sabía como, de que manera y que usaría El para glorificarse en tu vida. Puede ser algo precioso o puede ser algo que usted ni siquiera se da cuenta que el Señor sería capaz de glorificarse sobre ello. Puede ser algo pequeño, por ejemplo, tiempo.
Esta semana, mis hermanos, el Señor me pidió un burrito. Esta semana tuve la oportunidad, muchas veces de las pocas de salir de desatarme yo, mi oficio sea en el Centro de Recursos Académicos o en Copani y llegar a la casa y tal vez las 5 de la tarde y yo estoy mirando que "boom, boom, boom, cha cha cha" "Gloria a Dios", 5 de la tarde "Praise the Lord" ya yo estaba glorificando al Señor: I´m all free! Tal vez puedo ver a Marina antes de que se acueste, tal vez pueda tener yo una cena tranquila en casa con mi esposa. How´s that for a thought? Sería bello, Amén. Y yo claro, glorificando al Señor, salí por el pasillo para recoger mis cosas y me encontré... o me encontraron con un hermano -people laughed- por el cual yo he estado orando por meses, por meses y el hermano, el estaba en un estado urgente. Y yo era el unico que lo podía atender en ese momento. Y de momento vi esa cena quemandose en la estufa,-people laughed- vi esa esa tranquilidad evaporarse, tuve un momento de muerte y le dije: "Dame 5 minutos, te voy a atender, solo dame 5 minutos y tienes toda mi atención" Esos 5 minutos fueron suficientes para yo esconderme en un lugar y decirle al Señor: "me desataste el burrito!!!". Laughter from audience. "¿Por qué me lo desataste?" "Samuel lo necesito para eso te lo cree. Creé esas horas por esto. Tu tenias tus propositos legitimos para ese tiempo, para esas horas. Pero desde antes de crear el mundo ya yo tenía un plan para la vida de ese hombre y yo necesito tu burrito para ejecutarla."
Y a veces es algo más serio todavía. Mis hermanos, esta es una semana importante en la vida de la Congregación León de Judá. Este es el libro de nuestro Pastro Roberto: "En la tierra de los Peregrinos" por el Dr. S. Miranda. Amen. -applause- I´m holding it!. It´s real! Comparto esto con el permiso de nuestro Pastor. Este libro creanlo o no, el Pastor se tardó 25 años en escribirlo. ¿Por qué? No es que él ha estado escribiendo este libro hace 25 años, pero unos 25 años atrás el Pastro Roberto se encontraba en Harvard elaborando su Doctorado y hermanos, lo menos que el tenía en mente era esta Congregación. Y lo menos que él tenía en mente era pastorear una congregación.
Su idea era "me hago un hombre de letras, un profesor, un escritor de libros, un lector y a eso me dedicaré" Y en una el Señor se le acerca y le dice: "Roberto, tengo una idea. Yo me voy a glorificar, yo me voy a glorificar en tu vida. Yo me voy a glorificar en la ciudad de Boston. Es más, oye esto, yo me voy a glorificar en toda Nueva Inglaterra, miles, tal vez ahora a través de la internet, cientos de miles, serán alcanzados por mi gloria y serán transformados. Continentes enteros serán alcanzados a través de este plan que yo he elaborado. Pero para elaborar este plan, y para que yo me glorificare, Roberto yo necesito tu burrito. Esa capacidad que tu tienes de comunicarte, esa mente que tu tienes, esa educación que te he dado. Esos años de preparación. Tal vez tu escribirás tu libro o tal vez no. Confía en mí. Pero sí te digo esto: Prestame tu burrito, dejame desatar tu burrito y yo me voy a glorificar".
Hermanos, gracias a Dios que el Pastor dejó que el Señor le desatara su burrito, sino hoy no estaríamos aquí. Demosle Gloria a Dios por eso. -applause-. No estuvierleramos aquí.
Pero esto si les digo, mis hermanos, el Señor, no tengas pena ni temor porque el Señor no se va a poner a forcejear contigo. Y yo creo que esto es lo más temeroso de este pensamiento. El Señor no se va a poner a forcejear contigo. Hermanos ¿ustedes creen que estos discipulos entre una semanas ellos en el momento que ellos vieron malas y no buenas ellos se desaparecieron? ¿Ustedes creen que estos discipulos se iban a porfiar con el dueño, salen los dueños con una escopeta, hey que hacen ustedes con mi burrito? ¿Ustedes creen que se iban a quedar ahí? No way. Maestro sabe que necesitamos otro plan, tal vez una carreta, tal vez te cargamos nosotros. ¿Ustedes creen? No, y tampoco el Señor va a forcejear contigo.
Hermanos, usted puede escoger. Cuando el Señor te pida el burrito y esto es una transacción, yo diria, diaria. Cuando el Señor te pida el burrito usted tiene para escoger. Usted le puede decir al Señor, Señor lo lamento pero ya yo tengo mis planes para ese burrito,yo tengo mis planes para eso. Yo tengo mis propositos para eso. ¿Saben mi teoría hermanos? Hubieron muchos Moises, tan solo uno respondío al Señor y por eso sabemos quien es él.
Abraham tenía mucha familia. Sabemos de Abraham porque él dejó que el Señor desatara su burrito. Yo creo hermanos que hubieron unos cuantos Robertos Miranda. Gracias a Dios que uno le dijo que SI al Señor. Los otros no los conocemos y lo triste de esto, tampoco ellos lo conocen. Los otros Robertos Miranda estan viviendo la vida que ellos escogieron, muy tranquilos pero hermanos, estamos hablando de la Gloria del Señor y la Gloria del Señor requiere algo mucho más que nuestra respuesta normal.
El ministerio o la Gloria del Señor, hermanos, requiere como dijo David: "No te daré sacrificio, sin ningún valor" ,"Algo te va a costar" y aqui es donde entra la fe, mis hermanos, ahi es donde entra la Fe. Para que esto acontezca en tu vida, usted tiene que creer que si el Señor te pide algo, te pide tu tiempo, te pide tu profesión, te pide tus dones, te pide lo que sea, te pide tu provisión, te pide tu salud, te pide tu cuerpo, te pide tu sueño o tus sueños el Señor a lo largo se va a glorificar sobre eso de alguna manera. Sobre eso el Señor se va a montar y usted sabe que o el Señor te lo devolverá con creces como declara la palabra.
Pedro le dijo: "Señor nosotros te hemos dado todo, nosotros hemos rendido todo, nos quedamos con nada y ¿ahora qué?" El Señor le dice: "No te apures, no hay nadie que me ha dado su tesoro, sus casas, su madre, su padre, sus hijos a quien yo no le de ¿qué? ¿cuanto? cien veces mas" Con persecuciones aquí en la Tierra y en el Cielo la vida eterna. El Señor te lo devolverá con creces o ¿sabes qué? tal vez el Señor te dará algo mejor. Algo que no podemos imaginar.
Ese burrito viene a ser el downpayment, ese burrito viene a ser el primer pago en una inversión en el Reino y sobre eso hermanos viene todo lo que tu le has pedido al Señor, vienen los sueños que tu has tenido para tu vida, viene la salvación, la gracia, la bendición, la sanidad, la liberación. Pero lo tienes que creer antes de la cosa. Lo tienes que creer en el momento que el Señor te lo pida. Porque a lo largo el proposito de Dios, es montarse sobre tu vida. Glorificarse sobre tu vida, que el nombre del Señor sea exhaltado sobre tu vida. ¿Y saben que mis hermanos? Estamos ahorita, aqui en este momento, sentados sobre un burrito. La Congregación León de Judá ¿qué es esto?. Esta combinación de planta física, de staff pastoral, de tecnología, de almas. Hermanos, esta congregación, esta comunidad no es nada menos que un gran pollino, un gran burrito atado esperando que el Señor se monte sobre ella y que haga con ella lo que Él desee. Que haga con ella lo que a El le place.
Padre, he aquí tu pollino. Montate sobre ella. Y asi por el estilo, mis hermanos, si tu deseas que el Señor se glorifique en tu vida El te va a tomar en serio. Pero desde ahora hermanos confiemos, pongamosnos de pie y confiemos que El se ha de glorificar. Silence.
Voy a pedir que los musicos, hablando de fe, voy a pedir que los musicos, hermanos, si ustedes me ven mirando por aca es que yo estoy esperando que el Mesias entre cabalgando sobre un burrito y vendra dentro de poco, no se apuren y cantaremos OH Sana. Hermanos, oremos juntos. Permiteme el grial, I think. Esta oracion.... oh Amen. (Background music)
Yo te aseguro mis hermanos el Dios que te creó no es loco. He´s not crazy. No hay ni una onza de locura en El. El sabe lo que esta haciendo. No hay en El perdida. No hay perdida en El. No hay perdida en El (Background music) Cada inversión que hay en EL, hermanos, yo les aseguro el Señor se va a glorificar.
Toma un momento y lo has dicho muchas veces, digaselo ahora conociendo el peso de lo que esta diciendo: "Vamos Señor, Padre primeramente reconozca el deseo de nuestro corazon. Deseamos ser usados por tí" Deseamos que tu te glorifiques en nuestras vidas, deseamos que nuestras vidas lleven tu marca, deseamos que se conozca de lejos wow la Gloria del Señor se ha reposado sobre esa vida, sobre esa Iglesia. Padre yo declaro que sin excepción ese es tu proposito para cada alma que se encuentra aqui, yo declaro que sin excepcion cada hombre, mujer, niño, cada ser creado, fue creado con el proposito ya desde antes de tu crear el mundo, lo creaste Maestro para que tu Señor se glorifique sobre cada vida aqui. y Padre ahora yo pido que tu Espiritu señale Señor, ilumine Padre, esa parte Señor que tu estas pidiendo de nosotros porque tienes algo grande en mente. Este es el momento Padre, esta es la epoca, Señor. This is the season, Padre de tu desatar tu Gloria sobre cada vida.
Señor, no hay año Señor que nosotros no te demos , que tu no puedas glorificarte sobre ella -stronger background music- Señor los años Padre que la langosta con la cual arrasó, Señor tu lo multiplicaras, nadie sufrira perdida, lo declaramos en el nombre de Jesus. Nadie sufre perdida en tu Reino, nadie sale perdiendo, Padre, nadie sale acreditor de tu Gloria. Padre pues danos, pues Señor Padre toma lo que valoramos, toma Señor lo que necesitas para que tu nombre sea glorificado. Padre sería un honor que tu escogieras lo que atesoramos. Para que tu entraras triunfantemente y para que todo ojo te viera y toda lengua declare que Jesus es el Señor. Ese es nuestro deseo Señor.
Do what you need to do, take what you need to take, Say what you need to say, just bring it to pass. Hazlo Padre. Para la gloria de tu nombre. Amen.
Si oraste esto con fe mis hermanos el Señor te va a visitar, y cuando te visite es para glorificar su nombre en ti. No te apures. Dale gloria al Señor, el te ha escogido. Que el escoja lo poco, el escoge lo necio, el escoge lo de poco valor para glorificar su nombre -applause- en nombre de Jesus.
Fe persistente y repetitiva
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Lucas capítulo 11. Vamos al Evangelio según San Lucas, capítulo 11, versículos 5 al 10. Y en estos d1ías que estamos hablando del tema ¿de qué? De la fe. El tema de la fe. Este año es un año en que vamos a estar meditando continuamente sobre temas y consideraciones que nos orientan hacia la fe, a vivir vidas de fe. Vidas de autoridad en el Señor. Vidas que reflejen el uso de los recursos del espíritu. El uso de las verdades de la palabra de Dios. Eso es una vida de fe, una vida que puede aprovisionarse, aprovechar... agarrarse de los instrumentos que Dios ha dado en su palabra porque cree que son verdaderos, que son útiles, que son confiables, que son reales y que son para este tiempo, que son para mí y para ti. Eso es fe.
Fe es la actitud, la postura... que nos permite conectarnos con los recursos del reino de los cielos. Con las verdades del Reino de los Cielos. Esa apertura a lo que Dios ha declarado y esa sencillez de corazón que nos permite creer que si Dios lo dijo, que si lo dice la Palabra de Dios, es real y que puedo ir al banco con ello. Amén. Eso es fe. Es una actitud de receptividad a las promesas y a las declaraciones de Dios.
Y uno de esos elementos... Yo he hablado hasta aquí, por ejemplo, acerca de, de que en estos tres personajes, el paralítico y sus amigos, Bartimeo, la mujer con el flujo de sangre, hemos hablado acerca de lo que decía… esa fe que es atrevida, esa fe que procede forzosamente como el Reino de los Cielos, esa fe que puede ser a veces violenta y a veces hasta un poquito descortés y como que se impone a las cosas. Esa fe que no admite barreras, esa fe que no obedece al temor, esa fe que no se deja intimidar porque la empresa parece improbable, incierta y hasta imposible. Esa fe que no deja que los obstáculos, no importa cuán grande sean, nos impidan ir detrás de nuestros objetivos porque creemos que Dios es poderoso para allanar las montañas que están detrás de nosotros.
Y estos personajes ejemplifican ese tipo de postura. Hemos hablado también, de paso, acerca del Rey Josafat y su batalla y precioso mensaje –dos mensajes– que yo sé que van a bendecir mucho en su vida, están ahí en el Internet. Mucha gente ha escrito acerca de esos pasajes, esos sermones. Antes de eso, comenzamos con el pasaje de María. ¿Cómo será esto? Siempre la fe pregunta, ¿cómo será posible que se haga este milagro? Dios dice que se va a hacer, Dios dice… Dios me ha llamado. Yo siento en mi vida una, una visión que quiero realizar. ¿Cómo… cómo será? ¿Qué va Dios a hacer para que eso sea posible? A nosotros nos puede parecer imposible pero Dios siempre tiene una solución y las soluciones de Dios siempre son sencillas pero poderosas.
Y ahora, yo quiero entrar en otro aspecto de la fe bien importante y escuche esto, por favor. La fe es… ya hemos hablado acerca de eso un poquito pero quiero ahora aislar ese punto. La fe es persistente, la fe es persistente. Diga conmigo: Persistencia. “Persistencia.” ¿Qué quiere decir la palabra persistencia? Quiere decir mantenerse en el objetivo, quiere decir insistir. Es hermana o amiga de la palabra insistencia –persistencia. Ahí andaba la palabra también repetir. Es repetitiva. La fe es una ametralladora que está disparando, disparando hasta que alcanza su objetivo. Es un martillo mecánico y que está dando, dando, dando hasta que penetra el clavo en la superficie dura.
La fe es esa corriente de agua que va poco a poco lamiendo una superficie con muchas pullas y muchas perezas y que con el paso del tiempo ese poquito de agua que parece que no haría nada, desgasta una superficie y la vuelve lisa. Porque es persistente a través de años y años y años poquito a poquito una… dos o tres átomos por aquí, dos o tres granitos por allí, va pelando una superficie hasta que la deja lisa porque es persistente, insiste. Yo podría llamar este sermón así mismo, la fe insiste, la fe es persistente, la fe sigue insistiendo hasta que alcanza lo que se propone y también voy a usar, en estos días quiero hablar uno poco también acerca de la oración. Es decir, en realidad van a tener ustedes dos temas dentro del gran tema de la fe que es la persistencia y también la oración. Porque la oración es, hermanos, el vehículo que Dios usa para hacer bajar su poder.
La fe se conecta con la oración. Yo diría que la fe... o la oración es fe en expresión. La oración es fe expresándose, ¿okay? Entonces, estos dos temas de la oración y la persistencia van a estar aquí en estos días circulando en mis comentarios y por eso, por ejemplo, el pasaje de Lucas 11, es un pasaje muy apropiado, versículo 5. 11, 5. Ustedes van a ver allí esta parábola de Jesús del amigo a media noche. El amigo a media noche.
Y, entonces, el Señor les ofrece una parábola a sus oyentes y les dice, “les digo también, quién de vosotros que tenga un amigo va a él a media noche y le dice, 'amigo, préstame tres panes porque un amigo mío ha venido a mí de viaje y no tengo qué ponerle delante’. Y aquél respondiendo desde adentro le dice, 'no me molestes, la puerta ya está cerrada y mis niños están conmigo en cama, no puedo levantarme y dártelos.'" Y es aquí donde viene el elemento de la persistencia. Dice, “os digo, que aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo, –” ¿por qué? “Por su importunidad…” “Por su importunidad se levantará y le dará todo lo que necesite.”
Aquí la palabra importunidad, en el contexto de este pasaje, indica eso… es esa insistencia. Ese no me voy a ir, hasta que no me atiendas. Y si tú no te levantas, pues no vas a dormir hoy. Así que mejor levántate y dame lo que necesite así puedes volver a tu cama y dormir el resto de tu noche tranquila, ¿no? ¡Qué interesante!
Muchos de los personajes que vemos en la escritura tienen esa cualidad de persistencia y también de descortesía, por eso es que yo les digo que esto es como una continuación de los temas que hemos tratado hasta aquí, pero con un giro un poquito diferente y es como que esta descortesía que insiste, insiste, insiste hasta que finalmente consigue sus objetivos. Y eso es un principio, hermanos, muy poderoso de la vida cristiana y de la vida de fe. Déjeme decirles, no estoy hablando de parajitos en el aire ni de cosas bonitas, esto es algo muy poderoso para nuestra vida espiritual.
Si usted quiere ser un hombre, una mujer de victoria en la vida cristiana, persista. Aún en relación con sus oraciones y sus peticiones delante de Dios. Y eso fue l oque el Señor quiso aislar aquí, y entonces dice, “por su importunidad se levantará y le dará todo lo que necesite.” Y entonces aquí viene la conclusión, ¿por qué dice el Señor yo le estoy ofreciendo esta parábola? Y, ¿qué pueden ustedes sacar de esta parábola? Bueno, "y yo os digo, pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá…” Nota usted aquí la imagen dinámica. “Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, tocad y se os abrirá…” Y como que uno ve una gente pidiendo, por diferentes partes y pidiendo.
Ve a uno tocando allí para que se le abre y ve a otro buscando como la mujer ésta de la parábola, ¿no? Hasta que encontró la moneda que se le había perdido. Yo veo cuando el Señor dice, pedid y se os dará, buscad y hallaréis, tocad y se os abrirá… yo veo gente insistiendo en esa acción. El Señor quiso proyectar una imagen de dinamismo, de insistencia, de continuidad en la acción. Y, entonces dice, “porque todo aquel que pide recibe y el que busca, halla, y al que llama se le abrirá.” Bendiga el Señor su Santa Palabra.
Pero, ¿sabe qué? Vamos a otro pasaje. Siento que es… remachar el clavo, para que usted vea que esto no fue una enseñanza aislada de Jesucristo aunque hay tantas lecciones a través de la escritura que nos indican lo mismo acerca de la persistencia. Miren el capítulo 18 del Evangelio según San Lucas, comenzando con el versículo 1. Esto no era una idea aislada en la mente de Jesús, sino que era, Él que conocía el corazón del Padre, Él que conocía como nadie más los misterios de la vida en el espíritu. Él que conocía como ninguna otra persona cómo llegar al corazón de Dios y obtener lo que se necesita. Si él es Dios mismo, Él tenía que saber cómo uno consigue cosas de parte de Dios. Así que si Él nos está dando, hermanos, una enseñanza como esta, ¿no haremos nosotros bien en agarrarnos de ella y ponerla en práctica y aislarla en nuestra mente y hacer un bookmark? Hacer como un check y subrayar esta verdad.
Mire aquí, capítulo 18, versículo 1, Lucas. "También, les refirió Jesús una parábola…” ¿Sobre qué? “… la necesidad de orar siempre,” Y, ¿qué más? “… no desmayar.” ¿Ve aquí usted, de nuevo, la relación entre la oración y persistencia? “Sobre la necesidad de orar siempre y no desmayar.” Se recuerdan lo que dice el Apóstol Pablo, ¿orar cómo? Sin cesar, orad sin cesar. Okay, aquí dice la necesidad de orar siempre y no desmayar. Y entonces, Él dice, una… relato en una parábola: “Había una vez un juez que ni temía a Dios ni respetaba hombre. Había también en aquella ciudad una viuda la cual venía a Él…” ¿Ve? 'venía a Él’ ese es el imperfecto en gramática, quiere decir, insistentemente venía una y otra vez, no dice vino a Él, que es el estado perfecto pasado, no. Venía. No se ha cumplido, por eso dice el imperfecto porque no está completamente realizado.
Venía Él diciendo, “hazme justicia de mi adversario…” Como ustedes saben una viuda… todos los días, lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado… a las 9 de la mañana estaba ella a la puerta de la corte. Y cada día le decía al juez, usted no ha escuchado mi causa, usted no ha querido atender a mi caso, usted no me ha hecho justicia y el juez allí con su maletín debajo del brazo seguía para dentro, lunes, martes, miércoles… pasan tres semanas, cuatro semanas y la mujer allí siempre. Y cada vez que ve a la bendita mujer por la mañana se le agria todo el día, se le daña el día al juez, este. ¿No? Y, entonces dice aquí, y “él no quiso entonces por algún tiempo, pero después de esto dijo dentro de sí, aunque ni temo a Dios ni tengo respeto a hombres, sin embargo, porque esta viuda me molesta...” En otras palabras, pa' que me deje tranquilo, para que no me moleste más, “… le haré justicia, no sea que viniendo de continuo me agote la paciencia.”
De nuevo en mi idea, esta mujer por su insistencia, por persistencia alcanzó su objetivo. Venció el obstáculo, venció un corazón renuente que no quería atenderla y de eso vamos a hablar en un momentito. Y dijo el Señor, oíd lo que dijo el juez injusto. Pero aquí está el punch line, aquí esta la clave: “… y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos que claman a Él…” ¿cómo? Día y noche. Bueno no que claman a Él un día y se acuestan a dormir y se olvidan de lo que dijeron ya para siempre y se cansaron porque no recibieron inmediatamente. “… que claman a el día y noche, ¿se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia.”
Ahora una pregunta allí, ¿cuando venga el hijo del hombre hallará fe en la Tierra? Una de las preguntas más terribles que yo creo que hizo el Señor Jesucristo. La verdad es que muchos de nosotros escuchamos estas cosas, pero les aseguro que se nos olvidará a algunos de nosotros. No debo de decir ni siquiera eso porque estoy profetizando negativo. En el nombre del Señor, no se nos va a olvidar y vamos a salir de aquí bendecidos y vamos a salir de aquí… Pero, el Señor entendía cuán difícil muchas veces es para la gente recibir estas verdades, aplicarlas en su vida, cuán fácil la gente se descorazona, cuán tardos somos para poner en práctica las verdades del Espíritu. Y el Señor se pregunto, ¡caramba! Es que la verdad, cuando yo regrese, ¿habrá gente que… que aplique estas verdades?
Hermanos, de nuevo, allí tienen ustedes dos pasajes que nos hablan precisamente acerca de este aspecto de la persistencia. Y mire que en ambos lugares, volviendo digamos al de capítulo 11 de Lucas. Donde este amigo llega a media noche, a donde su amigo, vemos aquí varios elementos que nos recuerdan a nosotros mismos. Lo primero que yo veo en este pasaje es este hombre con una necesidad bien fuerte y parecería algo casi sin importancia, pero para él tenía una profunda importancia. Nosotros tenemos que... el Señor era un maestro en coger temas de la cultura en la cual Él esta administrando, del tiempo que Él estaba administrando y usarlo para ilustrar verdades eternas que hoy en día todavía nos hablan.
Uno tiene que remontarse a la cultura del medio oriente en el siglo I cuando el Señor está hablando, para entender cómo lo que Él estaba diciendo era perfectamente comprensible y ellos se podían identificar con el aprieto en que se encontraba este hombre. Su estado de necesidad muy fuerte porque primeramente en esos tiempos del siglo I no había comunicaciones como las hay hoy en día. No había Internet, no había teléfono, no había celulares… no había ni siquiera telégrafo, simplemente usted sabía que venía un familiar porque alguien vino hace tres meses de la aldea donde él vive y le dijo que su familiar le decía que iba a ir un día a visitarlo allá a su casa. Él se fue cuando ustedes eran chiquitos, se separaron y no se han vuelto a ver durante 10, 15 años y dice que quiere venir a verlo. Pero usted no sabe cuándo va a llegar porque él vive por allá en otra montaña bien lejos y no hay transportación muy buena, no hay…
Y la gente vive allí de esa manera, ¿no? Cuando pueden, pues hacen las cosas. Y un día menos pensado, son las 12 de la noche, usted ya se ha acostado, apagó la vela y está de lo más, allí entrado en el sueño, y pum pum pum un toque bien fuerte a la puerta y allí viene su primo con la esposa y con los siete hijos y con la sirvienta también, y los dos mulos que contrataron para que trajera todas las cosas y vienen a quedarse unos cuantos días y, ¿qué pasa? Es precisamente el día que usted no tiene ni una cucharita de café en la despensa, no tiene azúcar, no hay nada en la despensa. Se le olvidó hacer las compras o la cosa está un poco apretada.
Y usted siente la… invita al amigo a entrar a la casa, o al familiar, lo sienta, comienzan a hablar de las cosas y usted está pensando mientras hablo y está sonriendo, ¿dónde voy a darlo yo café a esta gente que viene de tan lejos? Aunque sea un juguito de naranja o algo para que se duerman tranquilos en lo que yo mañana arreglo la situación. Y finalmente a usted se le ocurre, a ¿sabe qué? Fulanito aquí al lado, mi vecino, yo estoy seguro que él tiene café o estoy seguro que él tiene una lata de jugo congelado allí, marca Minute Maid y allí.... se lo voy a pedir prestado hasta mañana que yo pueda ir al supermercado y comprar algo, ¿no? Entonces, fíjese eso, para mí ese momento de fragilidad de este hombre, ese momento de que no quiere pasar una vergüenza, de que no quiere acostar a esa pobre gente así como vino y tampoco quiere decirle, ‘mira, la verdad es que no tengo nada que ofrecer.’
¿Qué penoso eso? Y yo sé que, a veces, uno sufre más por cosas pequeñitas que por cosas grandes. Y allí estaba el asunto de la honra, tan importante en las culturas del Medio Oriente, de la hospitalidad mezclada de atender a la gente cuando llega a su casa y ofrecerle su cobertura y todo este tipo de cosas. La verdad es que parece algo sencillo pero es un aprieto y es algo tomado de la vida diaria, que la gente que escuchaba en ese momento puede identificarse con ello. Y yo pienso hermanos, que muchas veces este hombre en su necesidad extremada, en su fragilidad, es una imagen de usted y yo en la vida. Que tenemos momentos de fragilidad, de necesidad, nosotros somos gente de la contingencia, no sabemos cuando va a llegar un momento de necesidad y a veces nos encontramos en aprietos, nos encontramos en necesidad. Y no tenemos los recursos con nosotros, no tenemos cómo resolver el problema.
Y eso para mí es la esencia de la oración. Cuando tú reconoces y sabes que tú no tienes los recursos que necesitas para resolver una situación y tú reconoces tu fragilidad y sabes que vas a tener que ir a donde alguien que tiene lo que tú necesitas y ese alguien se llama Dios, se llama Jesucristo, se llama el reino de los cielos. Y tú reconoces tu fragilidad. Hermanos, yo creo que el origen de toda oración es un hombre, una mujer que dice, ¿sabe qué? Yo no tengo lo que necesito para esta situación y tengo que ir a mi Padre Celestial y tengo que humillarme y tengo que reconocer que lo necesito a Él.
Mientras uno está confiado en sí mismo, lleno de sus propios recursos, seguros de que yo puedo salir de esta, yo puedo resolverlo o puedo ir donde un médico o puedo ir donde alguien que me preste dinero... o puedo usar esa técnica que yo usé la vez pasada.... Mientras uno trata de buscar ayuda en el nivel humano solamente, uno está buscando donde verdaderamente no es donde uno tiene que ir. Lo primero, yo creo que la oración nace de un hombre, una mujer que ha reconocido debilidad, ha reconocido insuficiencia.
Yo he estado estudiando mucho el pasaje de Josafat, la vida de Josafat, y uno de los temas que vimos hace un tiempo cuando tratamos de Josafat cuando se encontró en esa terrible necesidad de este ejército que venía a Judá, a destruir a Judá y a quedarse con su tierra y Josafat hizo una oración. Y hay unas palabras de él que como que resumen lo que es la oración y lo que es la postura de la oración, y es en el versículo –no tiene que buscarlo, en el versículo 12 del capítulo 20, Segundo de Crónicas, “y Josafat ya después de describir su necesidad ante Dios y orarle a Él y clamar ante una audiencia nacional, dijo, 'O Dios nuestro, ¿no nos juzgarás tú?" Refiriéndose a esa multitud que viene contra ellos, "…porque en nosotros no hay fuerza...” Escuche eso. "…porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros.” Allí está la raíz de toda oración poderosa delante de Dios, es reconocer que en mí no hay fuerza. Y en mí sí hay una gran necesidad.
Dice, “… no sabemos qué hacer y a ti volvemos nuestros ojos.” “… no sabemos qué hacer y a ti volvemos nuestros ojos.” Eso, hermanos, es la esencia. Si usted me pregunta, ¿qué es la oración? Allí está. Yo le diría esa palabra de… el rey Josafat, “no sabemos qué hacer y a ti volvemos nuestros ojos.” La oración es cuando una persona no sabe qué hacer, vuelve los ojos hacia Dios y le pide al Señor una respuesta. El salmista pregunta, “alzaré mis ojos a los montes, ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová que hizo los cielos y la tierra.” Entonces, recuerde eso hermano, usted y yo siempre dependemos de Dios. Y tenemos que cultivar un sentido de fragilidad. Yo creo que cuando uno cultiva ese sentido de fragilidad uno siempre va a estar orando al Señor. Yo no sé usted, pero yo tengo que orarle al Señor decenas de veces al día y no hago oraciones largas, pero yo creo que a veces, la gente, cuando yo estoy manejando, pensará que yo estoy loco. Siempre estoy diciéndole cosas, Señor… y a veces me tengo que esconder, si miro y hay un carro muy pegado al mío para que... no crean que yo estoy loco.
Porque uno siempre está hablando al Señor, uno siempre está dialogando, a veces una oración, dos frases… eh, dos frases, tres pensamientos, usted está lavando los platos y le ora al Señor, usted hablando en la computadora con algo y de repente recuerda algo y clama al Señor. Usted se levanta por la mañana y tiene su tiempo de buscar de Dios, porque usted siempre está conciente de que usted necesita. Cada día más en vida yo reconozco que soy más frágil y estoy más necesitado de la misericordia y la intervención de Dios en mi vida. Cada día yo cultivo más adrede, ese sentido de absoluta dependencia y fragilidad delante de Dios. Según pasa el tiempo, en vez de sentirme más fuerte y más confiado en mí mismo, es todo lo contrario, me siento más débil, más a la deriva y más necesitado de la gracia de Dios. Pero, sabe una cosa, qué interesante, que cuando soy débil entonces soy fuerte, dice el Apóstol Pablo.
El hombre, la mujer de Dios, cuando cultiva la debilidad en Dios, se hace más fuerte que… porque entonces se vacía de todo sentido de autosuficiencia y es en esa vasija vacía, Dios puede echar su aceite. ¿Cómo le dijo Eliseo a la viuda? Búscate muchas vasijas vacías. Y cuando ella buscó todas las vasijas que pudo, vacías, porque si hubieran estado llenas, ¿qué pasa? Dios no las hubiera podido llenar con aceite, ¿verdad que no?
Entonces, nosotros tenemos que vaciarnos de todo sentido de autosuficiencia y cuando lleguemos a ese punto en que, mire, para cualquier cosa usted sabe que necesita de Dios. Para cualquier gestión en su vida, cualquier diligencia, cualquier situación financiera, su familia, su salud, su estado emocional, una conversación que es difícil que tiene que tener con alguien, el día de trabajo que le espera... Salir a la calle, cuántos saben que es una prueba grandísima muchas veces. No sé, uno no sabe a qué se atiene en esa calle. Qué riesgos uno puede tomar, qué cosas pueden pasar. Y en todo momento uno está como ese hombre, frágil, necesitado de algo. Y eso es bueno, que nosotros entendamos eso, que tenemos que venir delante de Dios, una y otra y otra vez. Por eso es que la palabra habla acerca de eso, ¿no? Orar siempre y no desmayar.
La idea que dice Pablo, orar sin cesar… no está diciendo como que estemos 24 horas al día, 60 segundos por minuto: orando, orando, orando. No, es como la idea es que tú siempre te muevas en una atmósfera de oración. Siempre estés presentando al Señor, repetidamente, insistentemente tus peticiones. Primeramente esa idea de persistir quiere decir que la oración forma una parte continua de tu vida. La oración es lo que tú respiras continuamente, oración es lo que sale de ti desde que tú te levantas por la mañana hasta que te acuestas. Es un continuo hablar con Dios, un continuo repetirle al Señor, persistir ante el Señor acerca de: Te necesito, Padre. Tú eres mi ayudador, Tú eres mi fortaleza, sin Ti no puedo. En esta situación te necesito. Este problema de trabajo, esta crisis financiera, esta fragilidad en que me encuentro en mi vida emocional, con mis hijos, mi esposa, lo que sea, Señor, te recuerdo mi causa.
Y uno está, así, como uno aprende a respirar. ¿Cuántas veces usted respira al día? Miles de veces, y usted ni se da cuenta ya, porque su sistema autónomo ha tomado control de esa tarea. ¿Sabe qué?, yo digo que algo así debe pasar, que aún en la noche nosotros estemos orándole al Señor, aún cuando estamos dormidos. ¿Cuántas veces usted se despierta así, tiene un rato de conciencia en la noche? No. Puede ser unos minutos, a veces no sabemos cuanto tiempo… ¿Sabe qué? Un buen tiempo, aproveche y dispare tres o cuatro oraciones al espíritu santo. En vez de estar allí dando vueltas y estar sudando la gota gorda, con la ansiedad que se le mete a uno. ¡Ey!
Aproveche para darle tres pedradas al diablo allí, con tres o cuatro oraciones bien dadas. ¿No? Y usted verá como usted, ni se da cuenta, ¡uff!, vuelve otra vez a dormir. Cuando viene a ver se le pasó la hora de despertarse más. Porque tú guardarás en perfectamente paz a aquél cuyo pensamiento en ti… ¿qué? Persevera. Amén.
Tú guardarás en perfecta paz a aquél cuyo pensamiento en ti persevera. Oiga, y perseverar quiere decir, ¿qué? Mantenerse pegado. Una persona persevera, ¿cuándo? Se pega a una tarea y no la suelta hasta que no la completa, ¿verdad que sí? Entonces, muchas veces, hermano, para mantener la paz en nuestros corazones tenemos que perseverar en Dios. Tenemos que mover ese animal rebelde y agarrarlo por la soga y volver a meterlo en el camino de la oración; porque, si no, la mente comienza a divagar, a preocuparse, a llenarse de ansiedad y todo, no pues. Vuelve otra vez al camino, tienes que meter, clama al Señor, busca su rostro, pídele a Él. Nosotros tenemos que, de ese sentido de necesidad de Dios que lo cultivamos, pasamos a una vida de oración persistente. Un continuo venir delante de Dios, hacer de la oración tu pan diario, nuestro hábito continuo.
¿Por qué? Porque somos frágiles. Ahora, cuando este hombre sabe que está en una situación de aprieto, va a donde él sabe que tiene lo que él necesita. Eso es una cosa bien importante porque primero está el ser humano tremendamente necesitado. Pero hay un Dios que tiene lo que tú necesitas. Él tiene los recursos. Dios tiene lo que tú necesitas. Este hombre sabía que donde su amigo había la café, había azúcar, había pan, había hasta un poquito de mantequilla inclusive. Y él va donde su amigo. ¡Qué importante es que nosotros conozcamos a Dios! ¡Qué importante que sepamos que Dios tiene lo que yo necesito! Este hombre tenía que haber estado en la casa de este amigo. Este hombre tenía que conocer lo suficiente acerca de su estdo económico coo para saber que ese amigo tenía lo que él necesitaba.
¿Sabe qué? Por eso es tan importante, hermanos, a que nosotros no esperemos a que vengan las crisis en nuestra vida para tener contacto con Dios. Yo les animo a hacer de su vida, una vida de continuo y profundo conocimiento de Dios para que usted sepa lo que Dios tiene y para que usted sepa lo que Dios está dispuesto a hacer para usted; y para que usted sepa cómo acercarse a Dios; y para que usted sepa cómo sacar de Dios lo que usted necesita para su vida. Amén.
Eso es bien importante, que nosotros conozcamos el corazón de Dios, que nosotros conozcamos estas reglas del espíritu como las que el Señor está diciendo aquí. Si usted persiste, si usted insiste, si usted persevera, si usted repite delante de Dios… Dios va a responder a su necesidad. Allí usted tiene un insight, una enseñanza, una intuición en el carácter y los recursos del cielo. Y por eso es que es tan importante que nosotros estudiemos la Biblia, que tengamos tratos con Dios por medio de la oración, que asistamos a la iglesia, tomemos las clases de discipulado. No desperdiciemos oportunidades de estudiar acerca de los secretos del manual del fabricante que es la palabra de Dios.
Porque cuando usted conozca el corazón de Dios, usted va a saber. Cuando vengan las necesidades usted no va a tener que preguntar, y ahora a dónde voy. Su corazón directamente va a ir, iré a mi Padre, como dijo el hijo pródigo, ¿no? Cuando el vio que todo el mundo lo abandonó, “ah, pérate, iré a mi padre porque él tiene lo que yo necesito. Cuántos jornaleros en la casa de mi padre comen todo lo que quieren y yo aquí comiendo algarroba. ¿Qué es eso? Vuelo a mi papa, le voy a pedir lo que necesito.” Entonces, cuando usted conoce el corazón de Dios, cuando usted ha tenido trato con Dios, usted instintivamente va a saber a dónde ir.
¿Sabe que?, un soldado tiene que repetir las mismas acciones tanto que cuando llegue el momento de la guerra y el pánico y el corre-corre y el enemigo esté tirando balas, y estén silbando por su cabeza, el soldado haya practicado tanto las mismas acciones que ya lo haga por naturaleza. Que de una vez sepa si se tiene que tirar al piso o si tiene que disparar, cómo hacerlo. O si el arma se le trancó, cómo desarmarla y volver a armarla rápidamente, porque ya ha repetido, repetido, repetido una cosa tanto de que ya es second nature, es instintivo la reacción. Y yo creo que así tiene que ser nuestra vida, nosotros tenemos que… en los tiempos de paz y de tranquilidad es cuando nosotros, continuamente la palabra del Señor, cuando uno se mantiene en forma, cuando uno continuamente está buscando de Dios, y uno tiene tratos persistentes con Dios y uno ha vuelto a repetir las mismas acciones, una y otra y otra vez.
Uno ha leído los mismos versículos. ¿Por qué yo puedo citar: "tú guardarás en perfecta paz a aquél cuyo pensamiento en ti persevera”? Porque yo he recitado ese versículo más de 450 ó 500, 600 veces a través de mi vida. ¿Por qué yo puedo decir, “por nada estéis afanosos, antes bien sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios con acción de gracias, y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento guardará vuestra mente y corazones en Cristo, Jesús nuestro”? ¿Por qué yo puedo repetir eso? Porque yo lo he dicho como 700 veces a través de mi vida, para recordarme a mi mismo. Roberto Miranda, en vez de tú afanarte y en vez de gritar de pánico cuando viene el enemigo, levanta tu mirada hacia Dios, órale al Señor, clama a Él.
Y ya eso se ha hecho parte de mi vida y parte de mi corazón, está dentro de mis venas, está corriendo por mis poros, y yo no necesito que alguien me venga a decir, Roberto… No, no, eso está allí adentro, yo lo he repetido, lo he dicho tanto. Por eso es tan importante, hermanos, que nosotros repitamos la palabra de Dios. Si vamos a hablar de persistencia, persiste en entender la palabra de Dios. Persiste en repetir esos versículos. Persiste en conocer la Biblia. Persisten en practicar la oración aunque sea así brevemente porque cuando llegue el momento de la prueba, tu súper-ego, tu cerebro no va a poder accionar como tú quieres y tiene que ser una cosa instintiva. Tiene que ser un disparo que salga de lo íntimo de tu corazón porque ya es parte de tu vida, tú te has entrenado en eso continuamente.
Y es importante que nosotros, así, en los tiempos de paz, cultivemos el poder para los tiempos de guerra. No seas un cristiano de crisis, no seas un cristiano de prueba, no… no vayas a donde Dios solamente en esos momentos aislados cuando tienes necesidad. Ve donde el Señor todos los días de tu vida. Hermanos, yo creo en fe preventiva. Yo creo en vida cristiana pro-activa, atesorando allí en tu montón, en tu tienda de almacenaje, en tu almacén para cuando venga el día de la prueba. Tenemos que ser como José, cuando los días de las vacas gordas, hermano, mete trigo, mete harina, mete vegetales y sécalos o congélalos, enlata lo que sea. En los tiempos de bendición y prosperidad, ora al Señor, clama a Dios, sirve a Dios. Dale a Dios. Busca al Señor. Lee la palabra. Atesora para que cuando venga el tiempo de las vacas flacas tú puedas ir a tu almacén y sacar… sacar la bendición para tu vida.
Por eso es que tenemos que ser cristianos que continuamente estemos repitiendo las mismas acciones, preparándonos, entrenándonos, cada domingo, yo creo que no hay vergüenza en decir yo necesito ir a la iglesia. En último caso puede decir, yo puedo en mi casa; pero ¿sabe qué? Que hay algo bello cuando usted viene a la casa del Señor, algo que le fortalece ver a sus hermanos. Usted como que se anima, coge fuerza en verse unos a otros, saber usted que es parte de una familia, usted es parte de un ejército. Estamos todos en la misma cosa, estamos avanzando todos hacia Canaán, Gloria a Dios. Hasta Pentecostal me volví hace un momentito.
Estamos yendo hacia delante y tenemos que… esas cosas hay que repetirlas continuamente. ¿Cuántas veces usted come al día? Más de lo que usted necesita, muchas veces. ¿Cuántas veces se baña? Yo espero que una vez al día por lo menos. Continuamente estamos repitiendo cosas, y, ¿sabe qué? Asimismo, yo necesito continuamente repetir ciertas cosas en mi vida para mantenerme y tengo que ser como un soldado, disciplinado, practicando las mismas disci... ¿Por qué se llama disciplinas espirituales? Disciplinas espirituales se refiere al ayuno, la oración, la lectura de la palabra, el servir al Señor, la comunión de los santos, son lo que se ha llamado a través de los siglos: las disciplinas espirituales. ¿Por qué? Porque hay que hacerlo quiera o no quiera. Le guste o no le guste, tiene que hacerlo en cualquier momento para que su vida se vaya forjando y se vaya haciendo el temple de un guerrero, una guerrera de Dios.
Y, usted, para cuando llegue el tiempo de la prueba será mejor que sea como este hombre que supo exactamente dónde había comida, y cómo ir a esa persona. El último elemento que está aquí es bien importante y es lo siguiente: Hemos hablado acerca de la fragilidad inherente, y tenemos que cultivarla, tenemos que reconocerla. Número dos, tenemos que saber dónde están los recursos. Dios, Él es nuestro proveedor, nuestro ayudador, y saber cultivar una vida que nos permita ir en los momentos de necesidad. Pero hay una tercera cosa, y, ¿sabe qué? Es lo siguiente, tenemos un Dios que quiere responder y que nos invita a venir a Él.
Aquí hay algo interesante, fíjese. En los dos casos del juez injusto y del amigo indispuesto, así podríamos llamar a esta parábola, también, el amigo indispuesto. En las dos parábolas, la gente que tiene la respuesta no quiere ayudar a la persona que viene, ¿verdad que no? Son resistentes; y, ¿qué vence la insistencia del necesitado? Bueno, lo que el Señor estaba diciendo aquí es aún más importante, y es que, ¿sabe? que la diferencia entre Dios y estos personajes, es que Dios sí quiere ayudar. Dios sí quiere responder a tú necesidad. El corazón de Dios está dispuesto pero muchas veces, hermanos, ¿saben qué? Por algún misterio, cuando Dios nos dice, ven a mí. Ora, búscame, pídeme; a veces tenemos que seguir pidiendo también.
Y en algún momento yo voy a seguir hablando de eso también. ¿Por qué se hace la persistencia tan necesaria en la vida cristiana? Si Dios quiere bendecirme, ¿por qué tengo yo que pedir continuamente? Y allí viene algo de la interacción entre lo natural y lo sobrenatural. Pero yo le puedo decir algo, que hay muchas razones por las cuales nosotros tenemos que cultivar el pedirle a Dios persistentemente. Aunque Dios quiere y desea, y nos invita, tenemos que persistir, tenemos que seguir pidiéndole al Señor. Mira, si tú le has pedido al Señor algo y no lo has recibido, vuélvele a pedir. Yo he aprendido que a pesar de que yo sé que Dios me ama y que Dios es generoso y que quiere bendecirme, yo no me puedo llevar solamente de eso; que es lo espiritual, Dios queriendo que yo aprenda ciertas cosas, no es el tiempo apropiado, tengo que aprender ciertas lecciones, antes muchas razones.
Y yo no puedo tratar de second guess, yo no quiero tratar de adivinar lo que hay en el corazón de Dios. Lo único que yo sé es, que la Biblia desde Génesis hasta Apocalipsis dice que Dios honra a los que persisten en sus peticiones. Y que yo tengo que hacer lo mismo, si tú quieres recibir, mira, cíñete los lomos, apriétale bien el cinturón y ora hasta prevalezcas, ora hasta que recibas. Ven ante Dios, Dios quiere dártelo, Dios quiere responder a tu necesidad pero a veces Dios artificialmente se resiste un poquito para sacar de ti ese clamor, ese grito que es lo que se necesita para que vengan las respuestas de oración.
Y a veces ese grito hay que irlo cultivando, ese grito hay que irlo allí amasando. Ese grito hay que irlo calentando, oración a oración. Día a día, hasta que un día tú verás que tu clamor sale con una seguridad y tú sabes que ese día diste en el blanco y Dios recibió tú oración. Y ese día tú te puedes ya, mira, ir al banco porque el dinero va a estar allí. Tú puedes volver a tu casa y saber que ese… ese hijo que estaba hecho un demonio, ya Dios lo sanó y ya comenzó la bendición para su vida y el cambio. Porque Dios ama y Dios honra a la persona que persiste.
Esa es la lección de este pasaje, hermanos, ora hasta que recibas. Persiste en tu oración. Sigue insistiendo delante del Señor. Vive una vida de repetición de las verdades del estudio de la Biblia, del cultivo del carácter del creyente. Sé un hombre, una mujer de Dios que persiste hasta llegar al objetivo. Amén.
Quiera Dios levantar ese espíritu en nosotros. Vamos a ponernos de pie. Gloria al Señor. Gloria a Dios y de nuevo, hermanos, bien claro en esta práctica de la fe, Dios dice: persiste. En esta práctica de la fe, Dios dice: cultiva. La persistencia, no te dejes… no te dejes intimidar porque no recibiste la primera vez. No te dejes acobardar porque has tenido que orar unas cuantas veces. Y no has recibido todavía lo que has pedido. Yo te suplico en el nombre del Señor, haz un pacto con Dios hoy, de que tú vas a mantenerte en tu objetivo. Tú no vas a recibir no por respuesta. Tú vas a ser como Jacob que luchó con el ángel y dijo, no te voy a soltar hasta que no me bendigas.
Y, ¿sabe qué? Dios en vez de sentirse insultado va a decir, ¡guau! Este muchachito, parece que está aprendiendo unas cosas de la palabra. Lo voy a bendecir, le voy a dar su petición. Hermanos, cuántos quieren ser gente de persistencia, Amén. ¿Cuántos quieren ser gentes de fe? En el nombre de Jesús vamos a pedir, así como Padre ayúdanos. Amén, amén.
Guarda eso en tu corazón ahora mismo. Ponle allí una marca, allí. Persistencia. Ahora mismo en tu espíritu, ahora mismo, di: Señor, yo recibo esta enseñanza de mi pastor, yo recibo esta enseñanza que viene de tu espíritu santo y yo te prometo, Padre, voy a ser un hombre, voy a ser una mujer insistente, yo voy a aprender a practicar lo que es una vida de fe. Yo voy cada día a repetir mi oración. Y, Padre, esa oración que descontinué, ¿sabes qué? Ahora te la voy a presentar otra vez, hasta que me respondas. Porque te amo y porque yo sé que tú eres fiel. Y porque yo sé que tú que llamas, tú respondes. Tú que invitas, tú no decepciones. Tú que abres la puerta, no la cierras en nuestras narices. Tú que prometiste, serás fiel para cumplirlo. Amén. Gloria al Señor. Gracias, Padre, gracias. En el nombre de Jesús, por esa palabra, Padre. Nuestras oraciones que hemos presentado delante de ti. Las expectativas que tú has puesto en nosotros, Señor, nosotros declaramos que las veremos, las veremos, las veremos realizadas para gloria de tu nombre. ¡Aleluya! ¡Aleluya! Gloria al nombre del Señor, Amén.
Fe radical que rompe hielo
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Vamos a Marcos, capítulo 10, vamos a ir a los versículos 46 al 52 y, de nuevo, estamos centrándonos en el tema de qué… ¿qué tema estamos tratando, vamos a ver? En estos días… ¿qué tema? Díganlo todos: fe.
Okay. Yo espero, hermanos, que a través de nuestras meditaciones, a través de nuestros sermones, ese concepto de la fe y no solamente un concepto, es una dinámica… es un principio espiritual poderosos que se grabe en nuestros corazones. Yo quiero que ustedes vayan meditando. Yo estoy tratando de ser, por lo menos un poco sistemático en lo que estoy enseñando, y quizás algunos de ustedes van a poder ir al Internet y escuchar de nuevo estos sermones para que se les grabe bien en el corazón y que usted pueda ir adquiriendo esos conocimientos que son tan necesarios para vivir una vida victoriosa.
Sin fe es imposible agradar a Dios, dice la Palabra. Es decir que, la fe es la cosa más esencia que puede haber para un hijo, una hija de Dios. Es como la moneda… la moneda que permite que uno compre, venda, gestione, adquiera… eh, todo tiene su origen en fe. La fe es el vehículo que Dios usa para aterrizar sobre la tierra, para entrar en el ámbito del tiempo y del espacio. Conforme a nuestra fe nos será hecho, dice la Palabra. Y dice también, que “el justo por su fe vivirá.”
Interesantemente no dice por la fe, yo a veces lo he citado y he dicho, el justo por la fe vivirá, ¿cuántos hemos dicho eso alguna vez? Pero no, es “el justo por SU fe vivirá.” Porque yo creo que hay diferentes grados de fe. Diferentes personas adquieren y alcanzan diferentes niveles de fe. Y entonces conforme a la fe que tú logres alcanzar, por medio de tus lecturas de la Palabra del Señor, por medio de tales recursos como la oración, el ayuno, la lectura de la palabra de Dios, ya lo he dicho; el servir al Señor, porque todo eso aumenta nuestra fe, adquirimos experiencia, conocimiento, por el codearnos con otros hombres y mujeres de fe adquirimos energía, nos contagiamos unos a otros… todos estos elementos juntos van levantando nuestro nivel de fe hasta permitirnos ser gente poderosa, gente efectiva en el ámbito espiritual.
Ahora, aquí tenemos un personaje que ejemplifica mucho ese elemento de fe. Uno de mis personajes favoritos, el ciego Bartimeo. ¿Cuántos han oído hablar de Bartimeo? Levante su mano. Okay, como una cuarta parte, quizás una tercera parte. ¡Guau! Bueno, va a ser interesante que ustedes conozcan, les quiero presentar al ciego Bartimeo, es un hombre muy simpático, yo lo encuentro muy simpático, ¿verdad? Es un hombre atractivo, es como Zaqueo hasta cierto punto, hay un aspecto, cómico podríamos decir, de Bartimeo. Pero es simplemente por la situación en la que él se encontró, pero evidentemente como Zaqueo también, era un hombre bien, bien decidido. Y eso lo ayudó mucho. Yo quiero pasar un ratito haciendo un resumen, porque les digo que quiero que ustedes vayan acumulando conocimiento y entendiendo muchos de estos conceptos. Y entonces voy a tratar de entrar directamente en el evento mismo que involucra la vida de Bartimeo. Pero quiero que por lo menos miremos lo general primeramente.
En las últimas semanas, en lo que yo he podido cuando he estado predicando... Hoy yo completo en éstos, digamos un trío de fe, estos tres individuos o personas comparten unos elementos comunes acerca de la fe. He hablado acerca de la mujer con el flujo de sangre: se acercó a Jesús entre la multitud, tocó el borde de su manto y recibió poder sanador de parte de Jesús. Hemos hablado de los amigos del paralítico, ¿recuerdan también? De igual manera estos hombres que cogieron a su paralítico, quisieron entrar a la casa, no pudieron porque estaba llena de gente y se subieron al techo, abrieron el techo, bajaron a su paralítico, lo pusieron allí delante de Jesús y el Señor qué podía hacer. Tuvo que sanarlo.
Y ahora quiero hablar de este hombre, Bartimeo, el ciego, que comparte algunos elementos con estas dos… estos personajes que yo acabo de mencionar. Yo el domingo pasado, creo, ¿fue el domingo pasado o el antepasado? Ya como que uno… el antepasado creo que ha sido, –el domingo pasado tuvimos algo, hermano Pedro Julio Fernández. Yo he dicho que la fe tiene unas cualidades que vemos en este trío aquí de personajes. Uno, he dicho que la fe toma riesgos, como tomaron toda esta gente de la cual estoy hablando. Segundo, la fe vence obstáculos. Recuerde que éstas son características de una persona que tiene fe y usted puede, en su propia vida, piense en algún momento en su vida en el cual alguna de estas cualidades lo llevó a un nuevo nivel de, como de efectividad, o lo ayudó a salir de un problema o a vencer una situación difícil.
La fe toma riesgos, he dicho. La fe vence obstáculos. Tercero, la fe a veces actúa desesperadamente. Hay veces que hay que romper brecha, hay que meterse en algún sitio, hay que tocar una puerta, hay que presentársele a alguien que ha dicho que no tiene tiempo para usted, hay que llamar por teléfono y hacer una segunda o tercera llamada. Debe de paso, se me ocurre algo chistoso, esto es hasta banal, pero sabe qué dicho yo siempre, hay una… digo una de las cosas que yo digo aquí, que estaba relacionado con eso, la fe siempre busca una solución. ¿Cuántos creen que siempre hay una solución en la vida?
Yo digo, hermanos, siempre hay una puerta en la vida que se puede abrir, aunque parezca que está cerrado. Aunque tú tengas una montaña en frente de ti y tu carro llegue y se tropiece con la falda de esa montaña, mira de algo… yo creo que aunque algo, ábrete Sésamo o algo, pero yo puedo pasar por en medio de la montaña. La fe es algo increíble, la fe hace cosas extraordinarias. Pero, hermanos, hay ocasiones en que hay cosas pequeñas en la vida que yo uso para aprender la importancia de la fe. De esto de tomar riesgos, vencer obstáculos, actuar desesperadamente. Déjeme completar, voy a dar una ilustración banal casi, cotidiana.
La fe es descortés y agresiva, a veces la fe es entrometida, a veces la fe se le mete en la cara a las cosas y a la gente y hace cosas que son descorteses. Que la gente como que dice, ¡Oh! y, ¿de dónde salió esta persona y porque hizo eso? La fe también comete lo improbable. La fe tiene esa cualidad de que cuando algo parezca que no tiene posibilidades de tener éxito, la fe se lanza y dice, bueno, el Señor ya… y si fracaso, lo peor es que simplemente me dice que no, pero voy a hacer. Y se lanza a cometer lo improbable. Y la fe siempre busca una solución, lo que decía. Y en último la fe siempre emprende acción.
La fe está asociada con la acción, hacer algo. Muévete haz algo, rompe un vaso pero haz algo. No te quedes sentado allí, aplatanado. La fe siempre hace algo. Ahora, lo que decía, que esas cualidades de fe. Yo siempre aprendo, eso de que hay siempre una solución en la vida, de que uno no debe… –cuántas veces nosotros hemos dejado de hacer cosas, porque cuando se nos ocurrió como que alguien nos tiró enseguida una sábana mojada encima de la idea: “Ah, eso no se puede hacer. Pero eso ya lo trataron, yo he visto que otros lo han tratado de hacer y no se pudo… ah, esa gente no cogen hispanos, o nunca una mujer ha ocupado ese puesto; o ya ese producto muchos han tratado de venderlo y no han tenido éxito. Ah, yo traté hace como 10 años de comprar una casa y fallé y ahora ya están vendiendo esta bien barata, pero ahh… no quiero volver…” etc. ¿no?
Hay muchas veces que, ¿qué pasa? Cuando uno tiene una idea, enseguida se le tira a la mente las razones por las cuales esa idea no va a tener éxito. Y si usted se deja, si usted pierde la batalla en ese milésimo de segundo entre la idea creativa y la idea de que no se puede hacer, si en ese milésimo de segundo usted permite que el NO o el posiblemente no se va a dar, le caiga encima, usted no va a ir al próximo paso de considerarla más a fondo y quizás tratar y ver que sí, que se puede hacer.
Y es importante que usted siempre resista el primer no de la mente, que la mente es así, es muy traicionera. Pero nada, mire, es hasta banal, pero es interesante. Hace años, literalmente… ¿cuántos saben lo que es una greca? Es una de esas cafeteras metálicas, que tú sabes, se destornilla abajo, y tiene una cámara pequeñita donde usted hecha el agua, después tiene un filtro en el medio donde usted hecha el café. Y les dije que era cotidiana la ilustración, ¿verdad? Entonces usted coge la otra parte de arriba y la atornilla, y cuando el agua hierve el vapor… se convierte en vapor, pasa por el café, y al final, pues, usted tiene café para tomar. Ustedes no sabían que era tan compleja la cosa, ¿verdad? Tiene una lección de química allí.
El caso es que hace años, nosotros tenemos varias cafeteras así de diferentes tamaños, y había una que es la que más me gusta y yo no sé pero se perdió el filtro de metal, del medio. Y yo, diez veces quise botarla, porque de qué sirve una cafetera si no tiene filtro en el medio. Pero algo me aguantaba y me decía, no, qué sabe si un día de estos, quién sabe si por allí uno encuentra un filtro y a algún loco se le ocurrió vender filtros para reponerlo cuando se le perdiera a uno. Uno piensa, y oiga, y de nuevo allí está la cosa. A alguien se le tenía que ocurrir, sabe qué, por allí a la gente se le pierde el filtro de las greca, así que yo voy a hacer unos cuantos filtros y los voy a vender. Eso ya es fe también, hasta cierto punto, es una fe secular probablemente hasta cierto punto, pero lo es. El caso es que yo siempre había dicho, no, la voy a dejar allí por si acaso. Pero, siempre pensaba que era absolutamente difícil conseguir un filtro de esos, y a veces hemos pasado por el North End, el bar italiano aquí de Boston. De hecho, si usted quiere comer buena comida italiana, váyase al North End, ese anuncio es gratis.
Y habíamos pasado por un par de sitios, que tenía porque los italianos usan mucho las grecas esas. Y Meches, mi esposa me había dicho, sabe qué, allí posiblemente tengan, y vamos a ir un día. Pero yo, como que le daba la larga, porque empezaba, n'ombre… de todos los sitios, quizás entre los hispanos eso se puede usar, y quizás tengan repuestos para los filtros esos, pero estos italianos por acá, qué se les va a ocurrir a ellos, etc. Y nunca… pero, de nuevo, hermanos, es ese freno, es ese freno subconsciente que te dice, es poco probable que eso se pueda hacer. Y eso es lo que nos impide muchas veces, vivir vidas creativas y hacer cosas que Dios quiere hacer en nuestras vidas. ¿Cuántos entienden a qué me estoy refiriendo?
Es como que hay un freno inconciente, de pesimismo y como de timidez que nos impide concebir ideas creativas y que cuando las concebimos de una vez como que alguien viene y nos apaga la luz. Y entonces, pues así cada día... Pero ayer a Meches se le ocurrió mientras estábamos esperando algo, entrar a la tienda esta. Y, ¿sabe qué? Tenían los benditos filtros esos de metal. Así que desde que llegué a la casa, lo probé, ¡perfecto! Y allí tengo yo una cafetera nueva por dos dólares y pico que costó el filtro ese. Así que gloria a Dios por la fe de Meches.
Pero lo que les quiero decir, hermanos, es que mire, en cosas así sencillas uno puede aprender que puede crecer porque mi filosofía es que uno siempre debe tratar, uno siempre debe buscar una solución. Uno siempre cuando algo te dice, mira yo puedo hacer esto, no lo rechaces enseguida. Ve al segundo paso, ve al tercer paso, y cuando se te cierre la puerta que ya hayas dado golpes, entonces vete a la casa. Pero mientras tanto trata porque donde tú menos espera está la solución y yo muchas veces a través de mi vida he visto eso, que hay que tener fe.
Sobre todo eso, si tú tienes a Dios contigo, dice… alguien ha dicho por allí que, Dios y yo somos mayoría. Y eso es así hermanos. Las personas de fe como que siempre tiene una actitud de positividad en la vida, no se deje llevar por las emociones. Una de las cosas que usted tiene que aprender, si usted es una persona de fe, mire, no se deje llevar por las emociones, las emociones son unos animalitos malcriados, que si usted los deja se adueñan de su vida y le imposibilitan cualquier acción alta.
Las emociones son producto de la caída de Adán y Eva. Nuestras emociones están dañadas y las personas que viven por las emociones, por las heridas del pasado, por los apetitos que lo controlan, por la negatividad o la depresión, o la tristeza o esas cosas que nos quieren controlar. Hermanos, no piense que como dice el Apóstol Santiago que va a alcanzar nada de Dios. Usted no puede llevársele, uno vive por principios, por lo que dice la Palabra de Dios. Por lo que uno sabe que es real y eso es bien importante si usted quiere ser una persona de fe y si usted quiere ser emprendedor, atrevido, ir a ese nuevo nivel de su vida. Tiene que creer que Dios está con usted y que siempre hay una salida. Recuerde eso, esa parte del sermón es gratis, no la tenía totalmente allí en la mente.
Pero, esa cualidad que tiene la fe, hermanos, yo les animo en el nombre del Señor, cíñanse los lomos y digan yo voy a vivir una vida poderosa, una vida creativa y yo siempre voy a buscar una solución. Siempre voy a emprender lo improbable y entrene su mente, y cuando usted vea sugerencia y lecciones en su vida que le indican que funciona, márquela como yo marqué el asunto ese. Yo le aseguro que yo voy a volver a meditar sobre el filtro ese de la greca. Porque allí yo dije, hmm, aquí hay una lección, yo puedo meter eso allí en mi repertorio, aprender, voy a fortalecer, voy a marcar esa lección para crecer en el aspecto de la fe.
Muy importante, ahora bien. Como ven la gente de fe generalmente tiene una cualidad dinámica, esforzada, emprendedora. Eso es lo que yo veo, que la gente de fe no es aplatanada, no es gente que se echa a morir fácilmente, no es gente pasiva, no es gente… la gente de fe es nerviosa, se mueve con gestos un poquito catatónicos y eléctricos y eso es importante porque es que hay algo, no es que tampoco... Entiéndame bien, déjeme matizar eso un poquito. Hay gente que son muy calladas pero son gente de fe, no se crea. Pero yo quiero decir, que si a mí me preguntan una persona de fe, yo lo que veo es una bandera ondeándose, moviéndose. No está caída así, como toda desecha, monga, no, es una bandera que se deja mover por el viento del Espíritu, que recibe el viento de Dios. Ese es para mí la persona clave, de fe.
Bartimeo… Bartimeo es así. Mire cómo él grita, sigue gritando, se tira de que lo llaman, muchas cosas aquí… que eso. Mire la mujer con el flujo de sangre, diligente, emprendedora. Mire los amigos del paralítico, de igual manera. Toda esta gente comparte esa cualidad, esforzada y emprendedora. Qué le dijo el Señor a Josué, le dijo, mira que te mando que te esfuerces y, ¿qué? ¡Seas valiente! Porque yo estaré contigo donde quiera que tú vayas. Esa es la clave, hermanos. La gente de fe se atreve a hacer cosas porque sabe que Dios está con él o con ella. Esa es la clave, pero Dios quiere… a Dios le gusta la gente esforzada y valiente.
Cómo le dijo Él a Gedeón? El Señor está contigo, varón esforzado y valiente.
Recuerden que yo siempre he dicho que esas palabras: esforzado y valiente, Son palabras definitivas para un hijo, una hija de Dios, una persona de fe. Yo les digo, hermanos, yo quiero asociarme con gente esforzada y valiente porque esa gente me inspira a mí, me motiva, me alienta, y yo saco mucho, aprendo mucho de ellas.
A Timoteo, ¿qué le dijo Pablo a Timoteo? Le dijo, te aconsejo que avives el fuego del don de Dio que está en ti. Y que le añadió, porque no nos ha dado Dios, ¿qué? Espíritu de cobardía, sino de, ¿qué? De poder, de amor y de dominio propio. Ese es un mensaje y un sermón completo. Pero la idea es que parece que Timoteo era un poquito así como, medio apagadito, un pastor allí suave, y you know, lo que pase pasará, se ala voluntad de Dios. El ‘ay bendito’ como dicen los puertorriqueños, ¿no? Y Pablo dijo, no, no, no, no, Timoteo. Usted tiene que ser un hombre esforzado y valiente. Dios le ha puesto un don allí en usted, ahora abanique ese don hasta que se prenda en una llama. Sea emprendedor, porque Dios no ha puesto en usted un espíritu de cobarde ni de tímido, sino un espíritu de poder.
Hermanos, déjenme decirles, usted tiene dentro de usted, lo sepa o no, el motor de un tanque de guerra. No es un Volkswagen allí, o uno de esos Smart Cars allí chiquititos, allí todo encogido, no, no. Usted tiene un tanque de guerra dentro de usted, diga amén aunque sea para convencerse a sí mismo. Está allí adentro, lo que pasa es que muchas veces no lo usamos, no lo usamos. Somos como esas viejitas y tienen un carro deportivo, y lo llevan a la iglesia a 10 millas por hora el domingo, y lo parquean allí y vuelven y lo meten a la casa. Y allí está muerto el bendito carro ese, queriendo que lo lleven a un campo y lo aprieten, mire no hay policía y zoom, aunque sea para que él sepa lo que tiene adentro. No cojan ideas ahora, hermanos, no.
Pero, muchos de nosotros somos así. Usamos un uno por ciento del poder de Dios que está en nosotros y el Apóstol Pablo y el Espíritu Santo te dicen, mira, tú tienes dentro de ti todo el poder del reino de Dios, ¡atrévete! Emprende, vive una vida poderosa, no digas no puedo, no digas ohh, yo soy así y eso… eso es del diablo, eso es de la carne. Usted puede en el nombre de Jesús. Usted tiene todo lo que necesita. Quizás ni siquiera voy a poder entrar en el texto de Bartimeo, pero mire otra cosa importante. Este es un principio muy importante que quiero que aprendan acerca del principio de la fe y ese es esto… Es, tiene que ver con la naturaleza del reino de Dios.
¿Cuántos pertenecen al reino de Dios? Levanten su mano. Yo espero que todos, excepto quizás los que están durmiendo que no me oyeron. Pero todos… todos, yo espero que todo el mundo aquí sienta que pertenece al reino de Dios. Y si usted no pertenece al reino de Dios, mire hágase miembro ahora mismo. Levante su mano y yo voy a orar por usted, lo voy a ungir ahora con aceite si no, si usted… Hay alguien que duda, si no, levántese y venga aquí corriendo ahora mismo que lo vamos a zambullir esta misma tarde en el agua del bautismo. Usted es miembro del reino de Dios, ¿verdad que sí?
Entonces… ahora, si usted es miembro del reino de Dios, cómo se va a usted sentir cómoda o cómodo dentro del reino de Dios. Bueno, yo me imagino que será asumiendo las mismas cualidades del reino de Dios, ¿verdad que sí? Porque si el reino de Dios es de una manera y usted es de otra, va haber un choque, va a haber un choque de poder, de naturaleza. Usted se siente a gusto donde hay armonía con lo que usted es. Por ejemplo, ¿cuál es la temperatura del cuerpo más o menos? ¿Quién sabe? 98.6 creo que es o algo así, ¿verdad que sí? ¿Normal? 98… Y porqué es que a la gente no le gusta poner… si un ambiente es 40 grados ó 50 grados, ¿por qué usted se siente incómodo en esa temperatura? Porque no está de acuerdo con su cuerpo, ¿no?
Pero cuando la temperatura esta en 75, 80… es como que usted se siente más… hay armonía entre su cuerpo y el mundo exterior. Ahora si está a 120, de nuevo también lo mismo. Si su cuerpo está pidiendo una temperatura un poco más afín a lo que usted… entonces usted también se va a sentir incómodo en el otro extremo. Si usted es una persona apacible, suave, le gustan las cosas tranquilas y calladas y usted entra a un sitio donde están tocando música rock a todo lo que da… usted también se va a sentir también, porque hay una desavenencia porque hay una falta de afinidad entre lo que usted es y lo que ese ambiente donde usted se encuentra, representa.
Ahora, ¿por qué estoy yo diciendo esto? Porque al nosotros entender cómo es el reino de los cielos, nosotros vamos a tener que pedirle al señor, Padre, adécuame, ayúdame a ser como es el reino de los cielos. Muchos de nosotros venimos y entramos al reino de los cielos, y traemos todas las heridas, los arrastres… las cargas, los problemas, deformaciones del pasado y entramos a un reino que es poder, es paz, es gozo, es vida, es verdad, es justicia, es amor y en nosotros hay todas estas cosas diferentes y hay un choque, y eso tenemos que… Señor, ayúdame cada día a ir ajustándome más y más a la naturaleza de tu reino. Esa es la tarea, es la vida de un hijo, una hija de Dios. Es ir cada vez más y más, a parecerse más y más al reino de los cielos.
Ahora, una pregunta: ¿cómo es el reino de los cielos? Yo he dicho muchas cosas, pero mire Mateo 11, versículo 12. Mateo 11, versículo 12. Es un pasaje que yo encuentro muy revelador. Dice aquí, “desde los días de Juan el Bautista…” Este es el Señor Jesucristo hablando, “desde los día de Juan el Bautista hasta ahora,” y eso puede ser ahora el siglo XXI porque lo estamos leyendo ahora mismo, “desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos…” Aquí hay una problematicidad, un problemita que yo voy a tratar de resolver ahora mismo. Dice, “el reino de los cielos sufre violencia,” –sufre violencia, – “… y los violentos lo arrebatan.”
Okay. Ahora déjeme hacerle una pregunta, ¿qué usted entendería por esto de que el reino de los cielos sufre violencia? Si soy yo leyéndolo, yo interpretaría que eso quiere decir como que el reino de los cielos recibe violencia contra él. Que sufrir es como que aguantar, es como soportar. Soporta violencia… es una imagen pasiva del reino de los cielos. Como que el reino de los cielos siempre está recibiendo violencia de afuera, le están dando… yo veo allí un bate y reventando el reino de los cielos. Sufre violencia. Yo siempre me sentí incómodo con esa idea, y es por eso que es tan bueno ir al griego original y entender un poco de la gramática. No todo el mundo puede hacer eso, tiene la oportunidad, pero yo le voy a hacer el trabajo a usted esta mañana y usted me lo va a agradecer, para eso me pagan.
Pero, yo… busqué en el griego original de ese texto y es interesante allí lo que verdaderamente dice en el griego original que ha sido traducido al español, pero como usted sabe la Biblia ha sido traducido a muchos diferentes idiomas. Y los traductores, a veces, cuando se encuentran con una complicación tienen que decidir, a veces hay dos opciones de interpretar algo y la persona tiene que escoger una u otra opción y la pone allí y descarta la otra alternativa. En el griego original, eso que dice: sufre violencia y los violentos… En el griego original es viasetai kai vastai. Kai quiere decir _____. Viasetai es la palabra que tiene que ver con violencia, y vastai, dicen algunos que era como un juego de palabras: Viasetai vastai son muy parecidos en el griego. Así como hay juego de palabras en el español. Sufre violencia y los violentos. El Señor estaba jugando con el lenguaje.
Ahora, la palabra, viasetai que se traduce: sufre violencia, es un verbo que se puede traducir tanto activamente como pasivamente. ¿Cuántos se me fueron ya a dormir ahora? Están despiertos… okay. En otras palabras, viasetai en el griego original se hubiera podido traducir: sufre violencia o padece violencia. O hace violencia. Procede con violencia, procede forzosamente, forzadamente, procede agresivamente, hace agresividad, es agresivo en otras palabras. Lo que pasa es que yo me imagino algún traductor de esos aplatanados por allí, metido allí en su… ah, sufre violencia el pobre reino de los cielos, porque no le gusto que el reino de los cielos fuera violento. Pero sabe hermano, el reino de los cielos es violento.
El reino de los cielos está en contra, ¿de qué? Del reino de las tinieblas. Cuando Dios entra al mundo viene a quitarle a Satanás lo que el diablo le robó al hombre. ¿Usted sabe eso? Cuando Adán y Eva cayeron en el huerto del Edén, el diablo tomó control y este mundo. ¿Por qué le dice Satanás a Jesús, todos los reinos del mundo me pertenecen y se los doy a quien quiero? Y el Señor no le dijo, mentiroso Satanás. No. El príncipe de este mundo es Satanás, ilegítimamente, pero es. Cuando Cristo viene al mundo y por eso dice, desde los tiempos de Juan el Bautista. ¿Por qué? Porque Juan el Bautista fue el que comenzó a anunciar la venida de Dios, ¿sí o no? Búsquelo, “arrepiéntanse porque viene el reino de los cielos.”
Cuando dijeron eso, imagínese, es como una persona que es dueño de unas tierras en alguna parte lejana del país y hace 20 años que no las visita y allí se han metido una cantidad de gente, y están viviendo y un vecino se cogió la tierra y hace lo que le da la gana con ella y nadie lo ha molestado. Y de momento el dueño de la tierra dice, sabe qué, yo voy a ir, esa tierra es mía y la voy a trabajar, la voy a plantar, la voy a cultivar. Pero cuando llega allí, allí están bien valentonados esa gente que la cogió y se robó la tierra y dice, usted no puede entrar aquí. ¿Ah no? ¿No puedo entrar aquí? Vamos a ver quién manda. Y se inicia una pelea, una batalla, puede ser una batalla legal o si el dueño es un poquito violento hasta con rifles y palas y lo que sea, resuelven el problema. Pero se inicia un conflicto. El que está metido allí atrincherado ilegítimamente y el que es legítimamente el dueño que viene a reconquistar su tierra.
Y así pasó, cuando Cristo entra a la historia, Él viene a reconquistar lo suyo. ¿Cuántos dicen amén? Aunque sea para animarme un poquito, ¡caramba! ¡El Señor dice a lo suyo vino! En otras palabras, el Señor vino a lo que le pertenecía, a reconquistarlo, a agarrarlo, a robarle al diablo las almas, a robarle el mundo, las naciones, quitárselas a Satanás porque se las había robado. ¿Y qué pasa? Se había iniciado una lucha de poder. El reino de los cielos avanza ahora, tenía que hacer violencia. Por qué cree usted que el Señor Jesucristo dice que para que uno pueda saquear la casa de un hombre fuerte, ¿qué es lo que tiene que hacer? Tiene que atarlo primeramente y dice, y entonces usted puede saquear su casa, ¿sí o no? Verdad que sí.
Entonces, en otras palabras, hermanos, usted cree que Satanás va a entregar las almas y las naciones y las comunidades y la juventud y los sistemas de gobierno, así por así. De ninguna manera, es una pelea a brazo partío. Es una pelea dura la que se ha iniciado en el mundo. Y, ¿sabe qué? Usted y yo somos parte de ese reino de Dios. Somos parte, entonces en realidad en el griego original, lo que el Señor dijo, fue: desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos procede con violencia, y los violentos lo arrebatan. ¿Usted entiende? ¿No hace mejor sentido así?
Porque un reino que sufre violencia solamente, pues entonces, yo creo que entonces sería como que los pusilánimes, los tímidos, los sufridos son los que lo toman. No, hace mucho más sentido: El reino de los cielos procede con fuerza. Búsquese por ejemplo la interpretación la interpretación, la Biblia NIV, la New International Version en inglés, y ahora hoy en día los eruditos de la Biblia están mucho más acordes en que la interpretación de ese verbo en el griego original debe ser activa, no pasiva. Y ya las Biblias más modernas, las versiones más modernas, lo interpretan así: el reino de los cielos procede con fuerza, agresivamente. Y la gente fuerte, agresiva, esforzada y valiente es la que lo arrebata.
Es como ese carro –ese bus está corriendo y el chofer dice, móntese y usted tiene que... o salta o se le va el bus. Así es, usted tiene que agarrarse al reino, el reino de los cielos no se va a poner a esperar a que usted bostece, y se vista, no, no. El reino de los cielos va caminando, tiene que correr y tirarse adentro porque si no se lleva y va a buscar a otro. Ese es el reino de los cielos. Por eso es que usted mire la gente que alaba en la Biblia y son siempre así un poco violentas y malolientes. No se quieren panaa como dicen los caribeños, son gente así atrevida, son gente esforzada. Caab, Jacob, David, Moisés, Daniel, Saulo… un guerrillero allí que Dios lo Salva, porque necesitaba alguien así como Saulo. ¿Por qué Dios busca a Pedro? Arrebatado, impulsivo. ¿Por qué Dios busca gente así? Pudiendo buscar gente más pasiva, más tranquila, más suave… porque a Dios le gusta, porque la gente que puede usar, el reino de los cielos es un ejército, es un Army, es un tanque de guerra que se está moviendo y necesita alguien decidido que se meta a operarlo.
Entonces Dios, hermano, hermana, Dios quiere cambiarte tu ADN. Dios quiere cambiarte tu genética. Dios quiere meterte un programa nuevo y diferente. Dios quiere darte el programa del reino de los cielos. Dios quiere darte la genética del reino de los cielos. Yo he dicho, mire, para mí la imagen que yo tengo del reino de los cielos, ¿usted sabe cuál es? No se si usted ha visto alguna vez, un rompehielos, uno de esos barcos que surcan por Antártica, el Polo Norte, donde los mares se congelan y hay a veces hielo de un pie o dos pies, tres pies, diez pies de densidad en el mar, pero por allí tienen que pasar los barcos. Y sabe que los barcos esos rompehielos tienen una coraza en el frente que es de hierro, es de acero, bien pesado. Y yo he visto esos barcos cuando se mueven en el hielo. Mire, hermano, eso es como un cuchillo caliente cortando mantequilla y el hielo va saltando por todas partes, apartándose; y la proa de ese barco es así, es como una V, y va rompiendo, rompiendo, rompiendo. Y él avanza, y todo lo que se le pone en el camino lo quiebra, lo parte, lo echa a un lado, porque él tiene un propósito y él tiene que llegar a su meta.
Mire, hermano, esa es la visión del reino de los cielos. A ese reino es que usted pertenece, a ese Cristo es que usted pertenece, a mí que no me vengan con Jesusito allí, como un corderito todo maltrecho y… esa no es la imagen de Jesús que yo tengo. Para mí, Jesús es un hombre poderoso, fuerte, quemado por el sol, con la piel reseca de caminar los caminos del Medio Oriente predicando el evangelio, que va a delante de sus discípulos a la cruz, no está allí quejándose de por qué tú me hiciste esto. No. Él va directo allí, a la cruz. Vea cómo el Señor va, es delante de sus discípulos a Jerusalén, sabe que allí lo van a crucificar, pero allí va delante de ellos. Para mí, Jesús es un ser decidido, fuerte, es un hombre que hay que respetarlo, su sí es sí, su no es no. Sus palabras son claras, cuando alguien dice algo que no le gusta se lo deja saber.
Y no es que seamos, hermanos, yo creo que todo tiene que estar templado por el amor, la gracia, la misericordia de la bondad del fruto del espíritu. Pero la gente del reino de Dios, aún dentro de esa gracia, esa misericordia, ese amor, tiene una cualidad como de fortaleza y de cierta decisión que tienen en su carácter. El Señor es así, examinen las páginas de la Biblia. Hermanos, un hombre decidido, claro en sus propósitos bien definido; Él sabía a qué vino, y qué le iba a pasar, y a dónde iba y de dónde venía, y quién Él era. Usted no ve al Señor diciendo, bueno yo no estoy seguro si soy Dios o no, si me deben o no… no, no. Él bien claro: Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al Padre si no es por mí. Punto se acabó.
Yo soy la luz del mundo, el que anda en mí no andará en tinieblas. Punto se acabó. Ustedes me dicen Señor, y bien dicen porque Yo Soy dice Él. Ahora también la parte gentil de Él, se ciñó la toalla, lavó los pies de sus discípulos, pero no había en Él duda de quién Él era. Él sabía quién Él era. Es un hombre decidido. Hermanos, Dios quiere que seamos así. Dios quiere que seamos así, el reino de Dios es así, y tú y yo tenemos que ser así. Nada de estar entre dos aguas, a Dios no le gusta la gente tibia. Por qué les dice a los de la Odisea, ojalá que fueras fría o caliente, pero como eres tibia te voy a vomitar de mi boca. Porque a Dios no le gusta la gente tibia, a Dios no le gusta la gente que tiene un pie en el mundo y el otro en el reino de los cielos. Que creen un poquito pero no están seguros y se preparan las cosas por si acaso les va mal para poder salirse a tiempo.
A Dios le gusta la gente decidida, clara, determinada, definida. Si perezco que perezca, pero yo esto me lo voy a fumar hasta el cabo. Yo voy a ser un miembro del reino de Dios, y si me equivoqué por lo menos viví mi vida con propósito. Y yo no sé, hermanos, hay que ser o no ser. Y una cosa que Dios quiere en este tiempo es gente decidida y clara. Que nuestra comunidad sea una comunidad de gente decidida. Dejémonos de estar jugando entre dos aguas, soy o no soy, doy o no doy, tengo o no tengo, vivo o no vivo, decido o no… decídete de una vez por todas. Decídete a tirarte de lleno en las aguas del reino de Dios y ser un hombre, una mujer decidida. Abraza esta Biblia, abraza los valores de ella. No seas simplemente un beato viniendo aquí a escuchar una misa y un sacerdote allí… Déjenme no hablar demasiado, no. Yo respeto. Pero, hermanos eso de venir aquí a una aguita allí tibia, pasada por agua. Eso nunca hizo nada por nadie.
Dios quiere gente radical. Gente comprometida, gente que sea como el reino de Dios. Gente clara, gente definida, gente que haya muerto ya y que sepa que este mundo es simplemente un caminito allí hacia la vida eterna. Somos peregrinos y extranjeros, no tengo nada, esto no es mío. Yo no voy… yo voy directo para el reino de Dios, y lo que vivo aquí lo vivo como dice en la fe del hijo de Dios y que ha muerto ya. Y decidió eso hace tiempo y ahora está aquí para servir al reino de Dios y para hacer todo lo posible para que ese reino avance. Arrancarle almas a Satanás donde quiera que haya una necesidad del reino esa persona dice presente porque todo lo que es, todo lo que tiene, todo lo que piensa, todo lo que vive es para gloria de Dios. Ha determinado ya vivir para Dios, está decidido ese barco va rompiendo oposiciones. Ya está claro su destino. Ese es el reino de Dios.
Y quiera el Señor, hermanos, que mi vida y tu vida respondan a eso. Vamos a ser como Bartimeo, amén. De neuvo, no... no, quizás el domingo que viene, vamos a ver si me da tiempo, voy a tratar. Léase de nuevo a Bartimeo, mire el pasaje y usted va a ver ese ciego, oye a Jesús pasar, le grita ten misericordia de mí. El Señor no le pone atención. Pues dice, más te voy a gritar hasta que me escuches. El Señor se para, la gente le está diciendo no grites tanto, no se oye bien, estás despertando a la gente, él sigue gritando más duro. Finalmente el Señor dice, mándenmelo, tráiganlo. Y el Señor le pregunta, ¿qué tu quieres que te haga? Señor, que recobre la vista, punto. Cinco palabras, o cuatro no se cuantas. Cuéntelo usted. Señor, que recobre la vista. Y el Señor le dice, vete tu fe te ha salvado. Punto y vamos al próximo. Y eso fue todo, cinco ó seis versículos, pero este hombre tenía una necesidad y para mí nada, y los músicos por favor si pueden pasar por aquí… nada ejemplifica el carácter de mi hermano Bartimeo, que mire ese detallito, cuando el Señor lo llamó, ¿qué hizo él? Arrojó su capa… arrojó su capa, y se mandó corriendo detrás de Jesús. ¿Porque el Espíritu Santo puso eso de que arrojó su capa? Porque Él hubiera podido decir simplemente cuando lo llamaron él se fue hacia Jesús. Pero dijo, arrojando su capa, búsquelo si allí está o no. Fue donde estaba Jesús.
Dicen algunos que la capa de un ciego era la cosa más importante. Usted ha visto a la gente homeless, la gente que no tiene casa, ellos llevan generalmente una mochila encima o llevan alguna cosa, ¿verdad que sí? Y que tienen allí, allí tienen su abrigo, allí tienen un cepillo de dientes, allí tienen unas cositas que son para ellos bien importantes. Esa es su supervivencia, ellos tienen su casa literalmente encima de ellos y eso para ellos es bien… eso lo protegen con uñas y dientes. Eso. La capa de un ciego era eso, la capa era lo que le permitía sentarse encima de ella mientras estaba la gente caminando para pedir dinero, la capa cuando llovía lo cubría, la capa le daba abrigo del frío. Esa capa era la cosa más importante que tenía un ciego y cuando el Señor les dice, mándenlo a buscar, él ya dice, yo ya no necesito esta capa. Ya esa capa no me sirve, ahora lo más importante es que yo toque a Jesús, que yo hable con Él. Tira su capa y se manda delante, no la coge, no se la lleva por si acaso no le va bien y entonces volver a tenerla. Él deja la capa allí, eso ya no me sirve.
Mire que siempre la gente cuando Jesús hace algo… ¿qué paso con el paralítico, cuando lo sanaron? Cogió su camilla, la enrolló y se fue con ella cargándola. Hay algo especial, hermanos, un simbolismo en eso, que muchas veces lo que nos ha servido para nuestra enfermedad ya no nos sirve cuando tenemos un encuentro con Cristo. Las muletas las tenemos que dejar a un lado. Esas cosas que te dan a ti seguridad y que tú tienes allí por si acaso, suéltalas, bótalas y decídete de una vez y vete detrás de Jesús. Y vive el reino de Dios según los valores y los principios del reino de Dios. ¿Cuántos pueden decir amén y entienden lo que estoy diciendo, haber? Gloria al Señor.
Gente conforme al reino de Dios, así vamos a titular este sermón, ¿qué le parece? Gente conforme al reino de Dios.
Vamos a ponernos de pie en el nombre de Jesús. Dios quiere gente conforme al temperamento del reino. Gente decidida, gente clara, gente fuerte, gente concreta, gente dinámica, gente emprendedora, gente radical, gente militante, eso es lo que Dios quiere en su reino, hermanos. Y Dios quiere hacer eso, si tú eres una mujer, un hombre de fe, pídele al Señor que te conforme a los valores de su reino. Y quiera el Señor darnos el carácter de Bartimeo. Pídele al Señor ahora mismo que le dé ese carácter. Pídele al señor que fortalezca su temperamento espiritual, que suba su temperatura espiritual. Que lo lleve a cierta dimensión de vida espiritual.
Padre en el nombre de Jesús… está bien, hermano, déjalo allí un momentito.
Padre en el nombre de Jesús desata tu poder en nosotros, desata Señor, ese carácter, ese temperamento del reino de Dios, desata el carácter del reino de Dios en nosotros. Haznos gente decidida, gente llena del espíritu santo, gente poderosa, nosotros renunciamos a la timidez de la carne, pedimos que, Padre, levántate una iglesia que sea conforme al carácter del reino de Dios, levántate un pueblo, Señor, decidido. Levántate un pueblo poderoso, llénanos con tu espíritu Padre. Padre estas palabras que yo he declarado las declaro proféticamente. Yo declaro que ese será el temple de esta congregación Señor y Padre todo lo que tu necesites hacer, comienza conmigo pero padre hemos sido llamados para un tiempo como este. Y necesitamos que Tú, que prepares una iglesia que sea como el reino de Dios.
Una iglesia decidida, Padre, una iglesia conforme al corazón de Dios. Padre, yo te entrego todos los recursos de esta congregación y te pido que nos hagas gente poderosa. Que esta iglesia tú sepas que puedes depender de ella, Señor, para tus causas. Haznos gente evangelística, Padre. Haznos gente agresiva, haznos gente de adoración y de ayuno, haznos gente de santidad, Padre. Haznos gente de fe para que podamos hacer lo que se necesita hacer en este tiempo, Señor. Te damos gracias, te damos gracias.
Recibe la palabra, hermano, hermana. Recibe la palabra de Dios en tu corazón ahora mismo, recíbela y dile, Padre, esa palabra es para mí. Recibe esa semilla y di, Señor, yo la entierro en mi corazón. Di, yo creo que esa semilla va a dar fruto en mi vida. Yo creo que Tú me has impregnado con una palabra hoy que viene de tu boca y es vida tuya que Tú me has dado, Señor. Y yo recibo esa vida, yo voy a vivir así. Ayúdame a ser como el reino de los cielos. Ayúdame a ser un hombre, una mujer conforme al reino de Dios. Hoy yo mato toda indecisión y me entrego completamente a vivir como Cristo quiere que yo vive. Ayúdame, cámbiame, cambia mi temperamento, cambia mi carácter, cambia mi visión, cambia la energía que hay dentro de mí y hazme como tú quieres que yo sea.
Padre, yo declaro esa palabra sobre tus hijos, en el nombre de Jesús. ¡Señor la declaro sobre esta iglesia! ¡Sobre los que están cerca y los que están lejos, Señor! Declaro que esta iglesia, Padre, será un fuerte del reino de Dios, un destacamento del reino de Dios, para gloria tuya, Señor. Levántate guerreros. Gracias, Padre. En el nombre de Jesús y el pueblo de Dios dice: Amén.
Hermanos, ni siquiera voy... le voy a pedir simplemente, salúdense unos a otros y dígale a alguien asimismo, te bendigo y declaro la fuerza y la gracia del señor sobre tu vida. Declare ahora mismo el poder de Dios sobre ese hermano, esa hermana, y váyanse seguros de que tienen todo lo que necesitan allí para ser esa gente que Dios quiere que ustedes sean. Les bendigo en el nombre del Señor. Amén y amén.