SERMONES

español christian De Santiago español christian De Santiago

El privilegio de ser informado antes que las cosas ocurran

TRANSCRIPT

Vamos a escuchar lo que Dios tiene para nosotros a través del pastor, Reverendo Pedro Julio Fernández, es un hombre de Dios, lo conocemos hace muchos años, él junto a su esposa Belkis han venido a la iglesia varias veces ya a través de los años, siempre han sido fieles en amarnos, en compartir con nosotros, él ha escrito varios libros porque es un hombre que ama la Palabra y Dios le ha dado esa capacidad para reflexionar sobre ella y escribir sobre ella. El trae alguno de esos libros con él así que al final del servicio bendígalo también y bendígase usted sobretodo, participando en el caudal que Dios ha puesto sobre su vida al final del servicio estarán disponibles. Hay un par aquí que yo tengo, Se Oye un Rumor y también está el libro sobre el evento en la vida Cades Barnea, y son libros para la vida cristiana, el crecimiento devocional, el desarrollo espiritual de los hijos de Dios. Yo sé que va a ser muy útil para ustedes y para nosotros. Ellos pastorean una hermosa iglesia en Toronto, Canadá donde hay muchos latinos allá en Toronto. Y es un privilegio para nosotros unirnos hoy a su ministerio y tenerlos aquí a ambos, a su hijo Naún también que está por allí. Así que... pero Julio, denle un aplauso de bienvenida al Reverendo Pedro Julio Fernández.

Dios te bendiga, hermano. Bienvenido. Amén.

Gloria a Jesús, aquí como somos deudores, gloria a Dios. Mucho es lo que hemos recibido en León de Judá y yo soy un miembro virtual de la iglesia porque me envían mi correo electrónico y también yo me meto como se dice, ¿no? En el Internet y es mucha las bendiciones que he tomado de aquí, las pongo en el contexto de Toronto y ellos nos saben que es de aquí que yo las he tomado, eso se lo digo a ustedes nada más. No vaya ninguno a decir eso por allá cuando les toque ir, pero... es mucho lo que hemos llevado de aquí para allá, y ¡qué bueno es el Señor! Gloria en Jesús, agradezco mucho al Pastor Miranda por esta brillante oportunidad que nos brinda de estar aquí en la Casa del Señor y bueno ya él ha presentado a mi familia y entonces me gustaría que vayamos de una vez a la palabra del Señor al libro de Apocalipsis, capítulo 1.

Apocalipsis, capítulo 1.Vamos a leer los primeros tres versículos. En esa misma posición, hermanos, vamos a leer y ojalá que esta palabra rápidamente entren en el mismo contexto en el cual ellas se dijeron y el motivo y la razón por la cual el Señor permitió que esto se escribiera. Así dice la palabra, "La Revelación de Jesucristo, que Dios le dio para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan que ha dado testimonio de la palabra de Dios y del testimonio de Jesucristo y de todas las cosas que ha visto. Bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de esta profecía y guardan las cosas en ella escritas porque el tiempo está cerca. Oh, gloria a Dios. Más bendiciones puede agregar el señor a su santa y bendita palabra, gloria a Jesús. Yo pienso que esta introducción al libro de Apocalipsis era muy necesaria de parte del Señor porque después que todo está escrito, todos los libros de la Biblia, el enemigo de la justicia como que le tiene algo a este libro en particular; y le ha hecho una fama muy mal, incluso dentro del pueblo de Dios llegando a haber cristianos que ellos pueden leer cualquier libro de la Biblia y en Apocalipsis se detienen.

Entonces, lo que la propaganda del enemigo dice, ellos lo han tomado muy en serio y no quieren tocar el libro del Apocalipsis porque han vendido la idea de que eso no se entiende, que es un lenguaje muy figurado y que eso solamente habla de dragones, de bestias, de animales y no hay quien pueda… gracias, Hermana… quien pueda comprender lo que aquí está escrito. Pero qué pasa, nosotros no podemos llevarnos de la opinión de él, mucho menos podemos llevarnos de la opinión que tengo el mundo de la palabra de Dios, puesto que lo que acabamos de leer aquí, primeramente nos informa cuán fidedigna es la palabra del señor, cuál ha sido el canal utilizado por Dios para que algo tan maravilloso llegue hasta nosotros.

Es algo de Dios puesto en la mano de Jesús, Jesús envía un ángel para que le lleve esto a Juan y Juan nos lo hace llegar a nosotros y pasando por tantas manos, esto no fue alterado en absolutamente nada. Entonces, una cosa tan grande como el libro de Apocalipsis, Dios ha confiado en que Su Iglesia esté bien enterada del porvenir. Sabe lo que nosotros tener algo seguro, seguro que nos hablan del destino humano completamente aquí en la tierra, el libro del Apocalipsis.

La introducción dice a quienes se le envía, a los siervos de Él. Esto es un libro escrito para nosotros, es algo enviado a nosotros. Dios quiere que usted como Iglesia esté bien informado de las cosas del presente pero también de las cosas del futuro puesto que nosotros somos los llamados para decirle al mundo qué es lo que está pasando. No es el mundo que tiene que entrar aquí a decirnos esto. Yo les aseguro hermanos que aún en cuestiones de economía y de finanzas, nosotros le podemos decir al presidente de la Reserva Federal qué es lo que está pasando.

Miren que los amines son pocos, por lo menos los aquí presentes, porque tal vez por el Internet la gente está diciendo más. La Iglesia tiene una capacidad tan grande que ella es la llamada para decirle al imperio qué es lo que está pasando. Ella es la llamada para decirle al imperio qué es lo que tiene que hacer porque los que saben están diciendo qué es lo que hay que hacer pero ellos mismos dicen: hay que salir de esto pero no sabemos para donde vamos; pero la Iglesia sí sabe qué es lo que está pasando y sabe para dónde vamos. Oh, gloria a Dios.

El solo hecho de recibir esto, lo hace a usted y a mí, personas comprometidas con un mensaje que es altamente fidedigno. Dios nos ha honrado con hacernos conocer el porvenir; el presente y el porvenir, para que la Iglesia esté claro por donde va en su jornada hacia la tierra prometida. No debe sorprendernos nada, nosotros estamos plenamente informados de qué es lo que tiene que suceder. Yo no sé, pero en esta Biblia todavía dice que los malos hombres irán de mal en peor, eso no lo han quitado de aquí. Todavía dice que los malos hombres irán de mal en peor, engañando y siendo engañados, que es lo que nosotros hemos visto en los últimos años cuando se destapan estas crisis porque había confianza primero en el sistema, segundo en gente.

Nosotros no confiamos en ninguna de esas cosas, nos movemos en niveles de confianza porque aquí vivimos, pero la Iglesia alza sus ojos a los montes, no, a Dios que hizo los montes, a Dios el creador de todas las cosas y seguimos confiando plenamente en Él, porque a la Iglesia Él la mueve, Él la protege, Él la cuida, Él es que la va llevando. Entonces, nosotros tenemos una información de parte de Dios que tenemos que salir de este lugar y tenemos que decirle a la gente qué es lo que está pasando. Pero también debemos decirle qué es lo que hay que hacer. Alabado sea el nombre de Jesús.

En estos últimos tiempos, yo pienso que el Espíritu Santo del Señor me ha motivado mucho como a re-estudiar los consejos apostólicos de Pablo, de Pedro, de Judas, de Santiago porque son como muy pertinentes para lo que ahora está pasando, no solamente en el mundo pero también dentro de la Iglesia del señor Jesucristo donde, aunque usted no lo crea, hay personas pero muy desorientados… pero muy desorientados, concerniente a las cosas que están sucediendo en el primer mundo, en el primer nivel, en el nivel que se consideraba excelente, sabelotodo, y dueño hasta de sí mismo.

No, hermanos, para nosotros esto está demasiado claro. Lo que está pasando es una lección después la Bíblica para cualquiera de nosotros porque la Iglesia tiene que saber qué es lo que está pasando. Y aquí claramente, la Palabra nos está diciendo cosas que deben suceder pronto; está hablando la Palabra manifestar a sus ciervos. Oiga, cuánto se humilla nuestro Dios. Porque yo pienso que es un acto de humillación de Dios soberano, Dios todopoderoso, develar un poco de la historia y hacernos saber a nosotros qué es lo que va a ocurrir. Pero también hacernos ver qué es lo que está ya ocurriendo, dentro y fuera de la Iglesia que va para el Cielo. Gloria a Dios.

En uno de los consejos apostólicos del Apóstol Pedro, yo encontré este hombre, un hombre muy humilde también, porque Pedro pasó unos procesos que posteriormente él no lo esconde, caídas tremendas que tuvo, que cualquiera de nosotros probablemente no quiere ni que le toquen ese tema del pasado de uno y más un pasado dentro del Evangelio ya. Pero el hombre cree que contando su historia hace bien, hace bien para que otro no caiga en donde él cayó; y él está escribiéndole al pueblo y le está advirtiendo de cosas que ocurrieron en el Antiguo Testamento y que probablemente ocurrieron en su tiempo y en el nuestro también… de personas con falsas ideas que iban a penetrar círculos de confianza como es el de la Iglesia para alterar o trastornar una cosa buena, pura y verdadera como la Palabra de Dios.

Él le dice: mira, nosotros como cristianos tenemos que saber medir la experiencia espiritual que tenemos y no hay experiencia espiritual que se pueda medir fuera de otra cosa que no sea la Biblia; si nosotros medimos una experiencia espiritual con otros parámetros fuera de la Biblia hay mucho peligro. Entonces, él dice: miren, lo que les estoy diciendo del poder de Dios, de la venida de Cristo Jesús, de la primera, no es conforme a fábulas artificiosas. Una fábula artificiosa, una persona con toda la premeditación del mundo, se sienta a diseñar algo que él sabe que es falso, que él sabe que es una mentira, que el único que está seguro que eso es una mentira es él. Esa es la única verdad dentro de la fábula artificiosa: crear un escenario que no tiene sustento en las Escrituras para caer bien o para conseguir algo de alguien.

Dice: “nosotros no damos a conocer el poder de Dios ni su venida de acuerdo a fabulación de acuerdo a un testimonio poderoso.” Dice: “nosotros estuvimos en el monte…” y ahí comienza él a contar su experiencia. Y estando en el monte santo, Moisés, Elías, Jacobo, Juan, Pedro, Jesús. Estando en ese lugar la gloria de Dios, la majestad de Dios, allí se manifestó pero a mí se me ocurrió interpretar lo que estaba pasando de una manera privada. Es un hombre sincero, yo se los dije, es un hombre que está lleno de la presencia de Dios porque la vida lo que dice la majestad de Dios, en ese monte que lo llaman santo porque fue apartado para Dios. Una cosa trae linda mi hermano, Cristo se transfigura delante de estas personas, Elías y Moisés, personas que ellos lo conocían por las Escrituras pero nunca personalmente porque ya habían desaparecido del escenario terrestre.

Ahora aparecen allí, hablando con Jesús, los planes de Cristo, su partida de Jerusalén, hablando. Él, sin nadie decírselo, decide interpretar lo que está pasando. Qué cosa seria mi hermano cuando uno no le da chance al Espíritu Santo que él termine de hacer lo que tiene que hacer, uno medio se desespera y a uno se prende en el Espíritu y uno comienza por un lado, hermano, que no es la dirección de él; como que hay que esperar, decantar un poco como se dice, para saber qué es lo que nos está pasando. Entonces, allí dice, mira Jesús aquí hay que hacer tres pabellones. Esa es una persona que lo invitaron al monte santo y ya él está tomando dominio del asunto, diciendo hasta lo que hay que hacer.

Dice: “aquí hay que hacer tres pabellones, uno para ti, uno para Moisés y otro para Elías.” El Doctor Lucas que era un hombre muy investigador, averiguando todos los detalles que otro no dijo pues lo dice. Y el Doctor Lucas en su evangelio dice que Pedro decía lo que no sabía, que Pedro estaba diciendo lo qué el no sabía, en otras palabras, Pedro estaba diciendo un señor disparate pero estaba diciendo un señor disparate un hombre que está con la gloria de Dios porque cómo se le ocurre a este hombre igualar a Jesús con Moisés y con Elías. Quiere decir que la experiencia él no la está evaluando con las Escrituras.

Oh, bendito sea el nombre del Señor, tiene que aparecer el Libro de Hebreo, tiene que aparecer este libro interpretando toda la narración del Antiguo Testamento, que tiene que ver con esa persona de Cristo Jesús para decir que Cristo es más grande primero que los ángeles, segundo que Moisés, que Aarón, que Josué, que La Ley, que El Pacto, que La Creación, que Jesús es más grande que todo.

Oh, gloria a Dios. Bendito sea el nombre del Señor, que Moisés fue un gran siervo de Dios, que Elías también pero Jesús no se puede comparar con ellos. Y noten ustedes que cuando Cristo mismo pregunta: ¿qué opinión tiene la gente de mí? ¿Quién creen ellos que soy yo? Nadie la pegó, como decimos, nadie, todo el mundo mantuvo a Cristo al nivel de un profeta más. Y, probablemente, esa sea la opinión que todavía tenga la gente fuera de este lugar. ¿Quién es Jesús? Cualquier cosa dicen. Elías, Moisés, Mengá, un profeta más. Esa es la opinión que la gente tiene de Jesús.

Quiere decir que a ese punto de Jesús haberse presentado, de Juan el Bautista haber dicho dos o tres veces: “he ahí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo,” al tiempo de Jesús haber ido a la sinagoga, tomar el Libro de Isaías capítulo 61 decir: “el Ungido soy yo,” todavía la opinión que la gente tiene es que es un profeta más pero la Iglesia no puede tener esa opinión, una persona como Pedro no puede tener esa opinión porque él mismo fue el que dijo tú eres el Cristo, el hijo del Dios viviente.

Oh, bendito sea el Señor. Pero también Jesucristo le aclaró y le dijo: mira, Pedro, lo que tú estás diciendo no es ser humano que te lo ha revelado, aunque tu hermano Andrés me conoció primero y él te trajo, no fue a través de él que vino la revelación. Lo que tú estás diciendo, lo estás diciendo porque Dios te lo está revelando. Ciertamente yo soy el Hijo de Dios, ciertamente yo soy el Ungido, yo soy el Cristo. Para después, venir con el proyecto de hacer tres ramadas y hasta quedarse ahí arriba en el monte santo y, dije, no bajar de ahí.

Pues, yo les dije al principio que el hombre fue muy sincero, en serio hermanos, él está contando en dónde se equivocó porque es que uno lleno del Espíritu Santo es algo tan grande, la gloria de Dios en vaso de barro, que hay momentos que hasta uno abusa de la confianza. Lo bueno del caso es que él dice, “nosotros tenemos también la palabra profética más segura a la cual la Iglesia le hace bien en poner atención…” y allí mismo está diciendo porque la cosa está en oscuridad. Esto está oscuro, mi hermano, y un mundo en oscuridad, yo no sabe para donde van. Pero usted y yo sabemos, mire sabemos para donde vamos usted y yo y sabemos para donde van ellos si no arreglan su camino.

Dice: hasta que el lucero de la mañana resplandezca la palabra profética más segura, la palabra escrita, es una palabra viva, es una palabra vigente, es una palabra pertinente para este tiempo dicha por el señor que cobra vida en el contexto en el cual estamos usted y yo, hermanos. Quiere decir que el buen consejo de él, es que nos remitamos a las Escrituras, como ancla segura, como palabra que no puede fallar, que nosotros estamos llamados a evaluar lo que está pasando solamente con la palabra de Dios.

Yo recuerdo en el… por lo menos en diciembre del ‘99, diciembre de 1999, yo sé que fue todo el ’99, los debates era primero que si el siglo XX terminaba ahí, el 31 de diciembre del ’99, y estaban los teóricos y la gente contando y dándole para atrás y recogiendo historias porque esto no sabe nadie, hermano, por donde estamos en sí, decimos 2009 pero nadie está seguro de que eso sea así. Comienza la gente que si el siglo XX termina ahora o el 31 de diciembre del 2000. Bueno, debates van y debates vienen, muchos de ellos ni siquiera edificantes fueron.

Luego vino el siguiente debate con las computadoras, el 31 de diciembre del ’99. Y se lo digo, mi hermano, sin ofender a nadie pero hasta los pelagatos opinaban de computadoras, de informática, de cualquier cosa como si fueran expertos de la materia. Que los aviones, que los elevadores, que aquí, que aquí. De momento llega todo eso a la Iglesia y los hermanos ya preocupados, una Iglesia desorientada… que el conserje del edificio dijo que los ascensores no van a trabajar esa noche… que los aviones todos se van a caer porque las computadoras van a leer el 2000 como si fuera un cero, que hay males en los últimos dos dígitos.

Hermanos, se levantaron expertos, no sé si aquí se levantaron algunos. Hermano, como me pasó a mí una vez en un trabajo que fui a solicitar en Santo Domingo y me llamaron a esa compañía industrial, me llevan al departamento de recursos humanos y con la primera pregunta yo tuve para irme de ahí. Yo pensaba que calificaba en ese trabajo, me dice la encargada: ¿usted sabe operar una computadora? Le dije: yo no sé ni encenderla, yo no sé ni por dónde se prende eso. Hasta ahí llegó la entrevista. Pase buenas tardes y que venga el que sigue.

Si yo no sé de eso, hermanos, qué es lo que voy a decir que yo no sé de eso. Entonces, personas que no saben absolutamente nada, usted los ve opinando; pero lo grande del caso es según el apóstol Pedro que el problema no es que esta persona se levante, ese no es el problema. El problema es la gente que siguen a esta persona, entonces, quedan tan desorientados como la misma persona que los está orientando porque no tiene ningún fundamento.

La palabra escrita de parte de Dios es un legado que vale oro. Mire todo el esfuerzo que ha hecho Dios, solamente miramos nosotros el final del siglo XV o el siglo XVI con la reforma protestante y que este libro, tanto Juan Gutenberg como Martín Lutero, poder comenzar a traducir esto, hermano. El privilegio que tenemos los hispanos de que ya bien cerca de ahí Casiodoro de Reina nos tenía la Biblia en español.

Y como Dios, a través de hombres, de mujeres, de agencias... Hermanos, que la Biblia sea traducida, traducida, traducida, hay un empeño generalizado para que la palabra escrita esté en todo idioma, todo dialecto, toda nación… que sepan de fuente segura cuál es la voluntad de Dios, qué es lo que Él quiere para nosotros.

Todo el Apocalipsis, todo este preámbulo, todo este prólogo, hermanos, es conducente para que nosotros estemos claros y amantes de la lectura bíblica, de oír la palabra, de guardar la palabra, de practicar la palabra porque mientras más la practicamos, más se ejercitan nuestro sentidos. Yo entiendo que es muy bueno cuando nosotros les decimos a las personas anhele la palabra de Dios como la leche, como un niño anhela la leche. Eso está correcto, una leche no adulterada, pura, de la madre a la criatura. ¿Pero nos vamos a quedar siempre de ese tamaño? ¿Vamos a ser siempre unos inexpertos dependiendo siempre del seno de mamá?

La palabra de Dios aspira a que uno crezca en conocimiento que uno ejercite la palabra del Señor para que sea diestro para que tenga experiencia y todo este tipo de cosas las pueda manejar como un experto en la palabra del Señor. Usted mañana va a llegar a su trabajo o al centro de estudio y usted es el que tiene la razón, hermano, usted es el que puede opinar con base, porque la opinión tuya, tiene que sanar al que te esté oyendo. Oh, gloria a Jesús.

Este señor que era un emperador muy grande, el tal Nabucodonosor. Ese hombre tuvo muchas revelaciones de parte de Dios. Dios en su infinita misericordia hablándole a este hombre para que cambiara, y en una ocasión Dios le dio un sueño y como siempre Dios hace se lo bloquea a los astrólogos y adivinos para que no digan lo que no es porque son expertos diciendo lo que no es y quedar bien con el rey. Entonces, el hombre cuenta el sueño y nadie, nadie da con la interpretación pero Daniel que tiene la interpretación correcta le dijo a este hombre: mire, este sueño es esto, esto, esto, esto lo otro y ese eres tú. Ahora, después de contarte la interpretación del sueño ahora te voy a dar un consejo: arrepiéntete de tus pecados, arrepiéntete Rey de tus pecados, humíllate delante de Dios.

Porque hermano no podemos quedarnos callados cuando previamente somos informados de parte de Dios de lo que va a ocurrir. Usted y yo tenemos que ponernos en la brecha, en el centro de estudio, en el centro de trabajo, en el vecindario, en el hogar… donde Dios lo permita para decirle al mundo cuál es el nivel, qué es lo que está pasando.

Digo, yo te recomiendo que te arrepientas. Decirle eso a ese hombre; el no tenía que escribir, nomás tenía que hacer señas y le cortaban la cabeza a Daniel, fácilmente. Y el hombre no tomó en cuenta el consejo divino a través de un hombre y pasó 12 meses haciendo lo mismo y a los 12 meses vino la sentencia de Dios, el cumplimiento y el hombre se quedó loco de remate por siete años… peor que de remate. Informados ya nosotros tenemos que hablar pero siempre en base a la palabra de Dios. Nosotros tenemos que ver cualquier mover del Espíritu Santo de Dios, que no estoy hablando doctrinas raras ni espíritus raros sino del Espíritu Santo de Dios, aún ese mover, hay que evaluarlo por lo que ya está escrito porque Dios no se va a violar a sí mismo, su palabra de mano Dios no la va a corromper. Entonces, si no puedo medir eso a la luz de la palabra del Señor, lo menos que puedo hacer es quedarme tranquilo y esperar que el mismo Dios tal vez con el tiempo me explique qué experiencia fue que yo pasé. Oh, gloria a Jesús.

En el Libro de los Hechos, hay también otra experiencia que la narra Lucas porque era un hombre muy observador, por la formación misma, profesional que tuvo más el Espíritu Santo en su vida, era un hombre que podía observar y podía escribir lo que él observaba experimentalmente como se le quiera llamar. Y la Biblia dice que él y Pablo y otros más llegaron a un lugar llamado Tesalónica y los hermanos de Tesalónica recibieron la Palabra de Dios en medio de una gran tribulación, problema terrible. Y Pablo siendo perseguido, acusado, apedreado, pero ahí Dios lo ayudó para que por más o menos tres semanas Pablo pudiera pasar un tiempo con ellos y explicar la palabra del Señor, lindos los hermanos de Tesalónica.

Luego, Pablo tuvo que salir huyendo y de ahí llegó a un lugar llamado Berea y aquí es que viene la observación del Doctor Lucas porque en Berea él vio que los hermanos igual recibieron la palabra con solicitud pero estos era distintos de los de Tesalónica porque escudriñaban en lo que estaba escrito probablemente el antiguo testamento nada más, para ver si lo que Pablo estaba diciendo era así o no era así.

Lucas no es ningún protagonista allí, Lucas está observando las cosas y observando el perfil de estos hermanos me parece ver hablar con el Apóstol Pablo diciéndole: noto la diferencia; los hermanos de Tesalónica son amorosos, tienen fe, tienen esperanza, se mueven sin mandarlos, hacen esto, esa gente son increíble, se ganan a Macedonia, acá y a todo para Cristo. Pero veo cierta diferencia entre aquellos y éstos, los de aquí son más nobles, aquellos son nobles pero los de aquí son más nobles porque estos están día a día escudriñando las escrituras para comprobar que lo que Pablo está predicando o enseñando está de acuerdo con lo que está escrito.

Y aquí viene entonces hermano de parte de uno, la inquietud, muy probablemente, ¿por qué Pablo nunca le mandó una carta a los hermanos de Berea? ¿Por qué no se le escribe a ellos? Y ¿qué ustedes creen que puede ser la respuesta? ¿Qué a un hermano así no hay que mandarle cartas? ¿Con gente como la de Berea no hay que enviarle cartas? Los Tesalonicenses mírenlo ahí, Pablo sale, se va, luego mandan una pregunta. Dice, ahora estamos nosotros turbados no sabemos bien esto de arrebatamiento, quién viene primero si el anticristo, la apostasía, no, que estamos turbados. Y Pablo dice: yo no se los decía a ustedes cuando estaba allá.

Pablo lo dice Primero y Segundo a Tesalonicenses. Dice: ¿pero cuándo yo estaba con ustedes yo no les decía esto? Sí, tú lo decías pero nosotros no pusimos mucha atención. El típico caso del que pregunta por una dirección bien difícil, el otro se lo explica y después dice: ¿tú entendiste? Y dice, no, nada. Dice, yo le dije a ustedes como eran las cosas, ¿saben por qué les pasó eso? Miren hasta se levantaron unos tipos allí diciendo que no había resurrección y ellos le creían eso. Ven, hermanos, como la Iglesia puede quedar desorientada completamente sin esa brújula que es la palabra de Dios. Hermanos, cuando es quitada la intensión de leerla, de escucharla, de practicarla, de guardar la palabra de Dios.

Miren, hermanos, los sentidos espirituales se ejercitan, cualquier cosa que pasa dondequiera uno rápidamente los filtra por la palabra de Dios pero en fracciones de segundo recibe aprobación o eso no está bien, pero rápidamente. Y si no tiene la capacidad mental para eso no tome ninguna decisión, espere llegar a su casa, abra su Biblia, llame al pastor, un maestro o alguien que te oriente porque si los reyes llamaron a los profetas, llame usted a su pastor, llame usted a su maestro. No le quiero poner más trabajo, hermano, pero... Oh, gloria a Dios.

O los que están cerca porque el pastor debe tener mucho trabajo. Gloria a Dios. Pienso que nos pasa lo mismo, hay mucha gente que me acerca a mí o a mi esposa y nos dice, ay, no hicimos tal cosa porque usted siempre tan ocupado. Y yo: no, no, espérese un momento hermana, nosotros siempre estamos ocupados pero siempre estamos disponibles. Siempre estamos disponibles porque por eso uno está en esto y uno no está en esto porque uno quiso, fue porque de ahí arriba metieron a uno en esto porque nadie con juicio normal se mete en esto.

Uno está en esto porque Dios confió y puso a uno en este asunto pero, de lo contrario, uno estuviera como está el grupo también. Gloria a Dios. Pues yo siento que la sanidad de esa Iglesia, radicó en tener las Sagradas Escrituras como autoridad máxima, como palabra infalible, como la palabra de mando y reconocer que es Dios a través de estas personas.

Hermano, y entrando a la parte ya concluyente de esta presentación yo encuentro por ejemplo en el caso de Daniel y traigo un poco a Daniel para acá para que nos oriente un poco concerniente a la situación que Daniel dice dos veces en el capítulo dos… Él está hablando de una situación escatológica, un poco también confusa. Dice, mucho mover de la gente de un lugar para otro, las migraciones por cualquier razón, al momento, ahora mismo yo estoy hablando y tiene que haber más de tres millones desplazándose o desplazados en algún lugar del mundo que estamos en un lugar que no somos de ahí, que llegamos porque alguien no trajo o lo que fuera pero que no somos. Habla del aumento de la ciencia de una forma desorbitante y tantas cosas como ocurriendo muy rápido, ocurriendo como muy rápido entonces él dice, mira, los entendidos van a entender, los entendidos comprenderán, los entendidos van a comprender qué es lo que está pasando y, ¿quiénes son los entendidos?

Yo no me encuentro esto aquí en la Iglesia, yo no hallo que la Iglesia es la entendida, la conciencia de la humanidad. Dios ha tenido, hermano, confianza en nosotros, nos ha dicho ahí está mi palabra, ahí está la revelación entiéndela, compréndela, sal y explícale a la gente qué es lo que está pasando, hazlo fundamentado en la palabra de Dios no en ningún libro del pastor Pedro Julio, en lo que diga la Biblia.

Usted lo puede leer los libros también. Pero tiene que ser la autoridad bíblica, la palabra del Señor. Dice, “los entendidos van a comprender, lo entendidos.” ¿Quién es el entendido? Aquél que previamente informado de parte de Dios de las cosas que están sucediendo en el presente y de las cosas que van a ocurrir en un futuro no muy lejano. Gloria a Dios.

De ahí de Daniel, capítulo 12, caemos una vez más donde el Apóstol Pedro segunda carta capítulo tres, donde él dice, hermano, esta es la segunda vez que yo le escribo y para mí no es ninguna molestia escribirle para despertar su limpio entendimiento… su limpio entendimiento; y vuelve otra vez a llover sobre mojado para explicarle las cosas que están dentro de la agenda escatológica de Dios. Esto debe suceder de esta manera, por lo tanto, volvamos al capítulo 14 del Evangelio de Juan y no se turbe nuestro corazón, creámosle a Dios, creamos también a la palabra de Cristo Jesús que es el logos eterno, que es la palabra que se humanó y habitó entre nosotros.

Nos clarificó las cosas para que ahora de una forma cómoda, solamente tengamos que pisar donde él pisó. ¡Oh, gloria a Dios, qué lindo es tener la palabra escrita como ancla segura! ¡Qué bien hacemos nosotros en seguir esa palabra como antorcha ardiendo en medio de un mundo que está en tinieblas y tenemos que poner atención a esa escritura hasta que Cristo aparezca. Gloria a Dios. Entonces le diremos a Dios Escritura, porque ya Cristo llegó, el consumador de todas las cosas.

Iglesia de Jesucristo que está aquí presente en León de Judá y los que están oyendo a través de Internet este es un tiempo de oro para la Iglesia. Este es uno de los mejores momentos de la Iglesia de Jesucristo, el dormir se terminó para nosotros. Nosotros tenemos ahora que ocupar el puesto al que Dios nos ha llamado, mírese como un vigilante en la ciudad, mírese como un instrumento de Dios en el lugar donde usted está, nosotros no estamos llamados a propagar rumores. Creo que el lenguaje nuestro ha sido dañado un poco en los últimos meses y hemos cambiado una realidad por otra. No digo que escondamos una cosa por decir que no hay si hay, pero hermano, Dios sigue ahí, él no ha cambiado. No sé qué le pasa a mucha gente, Dios está ahí, hermanos.

Jacob lo dejó por 20 años y volvió y lo encontró en el mismo sitio donde él estaba. Dijo: mira, yo estoy aquí, yo no me he movido de aquí. Tú me hiciste una promesa aquí en Betel y aquí te estoy esperando. Dios no cambia, parecen absurdas las cosas de Dios pero cuando las creemos, eso es claro. Elías muévete. Oh, gloria a Dios, santo es el Señor. Muévete Elías. Después de estar en un hotel cinco estrellas, mi hermano, Dios alimentándolo, hermano, agua pura y comida dos veces al día. Se seque el arroyo y para afuera Elías. ¿Y para dónde voy? Donde una viuda. Adónde, en Sarepta de Sidón, fuera de país. Ya yo hablé con ella para que ella te mantenga. Llega Elías, saluda a la doña y dice. Doña, dígame lo que hay en su casa. La señora le dice: comida para un día y dos personas. Oh, gloria a Dios.

Y Elías mira para arriba. ¿Tú me mandaste aquí? ¿Tú hablaste con esta señora? Porque hay comida para un día y dos gente y conmigo somos tres y no voy a durar un día aquí. Hermano, Dios está en el mismo lugar, Dios no se ha movido. Oh, gloria a Jesús. Sí señor en el nombre de Jesús para bien, Dios desata bendición para su pueblo y Dios prueba nuestra disposición, hermanos. Dios observa si estamos dispuestos o no estamos dispuestos a nosotros servir y a obedecer su bendita palabra. Dios comienza a medirnos desde aquí desde el interior viendo la disposición nuestra. Dios está en el mismo lugar, nuestro vocabulario no puede ser alterado, debe ser mantenido igualmente, hermanos.

Tenemos que reconocer lo que está pasando, nosotros ya fuimos informados. Gloria a Dios. En otra ocasión yo pienso que podemos seguir hablando porque esto se terminó el tiempo y bueno y hay tantas cosas que decir de las palabras del Señor que el tiempo no basta, nunca alcanza porque uno habla y habla y esto fluye y fluye como un panal pero de miel pura. Gloria a Dios.

Pero vamos a usar de la prudencia y vamos a detenernos en este punto hermanos, pidiéndole por favor que incline su rostro y cierre sus ojos. ¡Oh, bendito sea tu nombre! ¡Padre cuánto te amamos! ¡Cuánto te queremos! Qué dichosos somos nosotros la primera bienaventuranza del libro de Apocalipsis, leer tu palabra, oír tu palabra, guardar tu palabra Señor, pertinente a toda la Biblia pero bien enfatizado en la revelación del Apocalipsis.

Gracias Señor por el privilegio de ser informado antes que las cosas ocurran, no para apropiarnos de esta información, no para interpretarla de manera privada, para salir, para comenzar por casa, para hablar con nuestros parientes y decirle bíblicamente lo que está ocurriendo. Gracias porque somos los José de este tiempo. Gracias, Señor, porque esperamos no defraudar la confianza que tú has puesto en nosotros como Iglesia.

Oh, Dios, retira de nuestros corazones, retira de nuestras mentes inquietudes que no vienen de parte tuya y afírmalo en la esperanza, en la confianza, en la paciencia y en la fe. Dios agarrado de esa ancla segura, tu palabra escrita. Gracias te damos Señor. Mira Dios si hay algún corazón tocado, dispuesto a nacer de nuevo, entrando Dios mío en esa sala de operación con tu Santo Espíritu, Dios para producir esa redención. Bendigo esa decisión, Señor, la bendigo por el Internet, la bendigo aquí presente, mi Dios. Que tu palabra nos cubra, que tu palabra nos oriente Dios claramente. Oh, Señor gracias te damos, en el nombre de Cristo Jesús, amén y amen.

Read More
español christian De Santiago español christian De Santiago

No te lleves de regreso tu paralítico

TRANSCRIPT

Lucas, capítulo 5, versículo 17. Voy a ser juicioso en el nombre del Señor con el tiempo también, pero por lo menos plantar una palabra una semilla de fe allí en su espíritu, en su corazón. Dice la palabra, el Señor, Lucas 5, 17, "aconteció un día, que él, Jesús, estaba enseñando y estaban sentados los fariseos y doctores de la ley, los cuales habían venido de todas las aldeas de Galilea y de Judea y Jerusalén. Y el poder del Señor estaba con él para sanar,” nota por favor, Meches, gracias. Y sucedió que unos hombres que traían en un lecho a un hombre que estaba paralítico, procuraban llevarle delante de él, pero no hallando como hacerlo,” aquí está el obstáculo, “pero no hallando cómo hacerlo a causa de la multitud, subieron encima de la casa y por el tejado," es decir por el techo, “le bajaron con el lecho poniéndole en medio, delante de Jesús.

Al ver Él la fe de ellos, les dijo, hombre…” –en los dos otros pasajes dice hijo; en los pasajes paralelos de Mateo y Marcos, “hombre tus pecados te son perdonados.” Entonces los Escribas y los Fariseos comenzaron a cavilar,” es decir a hacerse… a cuestionar en sus mentes, diciendo, ¿quién es este que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios? Jesús entonces, conociendo los pensamientos de ellos, respondiendo, les dijo, que caviláis en vuestros corazones, qué es más fácil decir, tus pecados te son perdonados, o decir, levántate y anda. Pues, para que sepáis que el hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados, dijo al paralítico, a ti te digo levántate, toma tu lecho y vete a tu casa. Al instante, levantándose en presencia de ellos y tomando el lecho en que estaba acostado se fue a su casa, glorificando a Dios. Y todos sobrecogidos de asombro glorificaban a Dios y llenos de temor decían, hoy hemos visto maravillas.” Bendiga el Señor su Santa Palabra.

Hermanos, como ustedes saben, estas semanas estamos predicando sobre el tema de la fe y nuestra meta es que todo este año 2009, nos llenemos de esos principios de fe escarbemos allí en lo profundo de la Palabra de Dios, vayamos hondo minemos, hagamos trabajo de mineros para extraer de lo profundo del suelo de Dios esas verdades que tienen que ver con el tema de la fe.

Yo siento que Dios quiere ungir y preparar nuestra congregación. Cuando Dios quiere hacer algo, siempre prepara primero los instrumentos que va a usar. Cuando el Señor iba a comenzar a hacer milagros en medio de Israel, para entrarlos a la Tierra Prometida, llamó a Josué y le dijo, mañana yo voy a comenzar a hacer milagros entre ustedes, y entonces dijo, manda a los hombre a ser circuncidados, que se purifique todo el pueblo, que se purifique todo el pueblo.

Cuando Dios quiere hacer algo, primero tiene que trabajar en los instrumentos, tiene que limpiar las vasijas, tiene que preparar los instrumentos que él va a usar, y él quiere que tú te prepares, que yo me prepare, que nos purifiquemos… que busquemos la unción de Dios, Que permitamos que Dios transforme las estructuras de nuestra mente, nuestra sensibilidad espiritual, porque cuando nuestras estructuras no están preparadas, no van a poder contener la unción de Dios.

Lo primero que tiene que ser preparado, y yo por eso siento que este año es un año de preparación de enseñanza en el área de la fe. Dios me dio esa palabra la víspera de año nuevo acerca de un año para hablar, para meditar, para vivir principios de fe y todo comienza precisamente preparando nuestra mente, nuestro concepto, nuestro entendimiento... Yo les decía a los hermanos, esta mañana, en el servicio de las 9, primera vez en muchos años que me pasa esto, se me olvidó cambiar el reloj. En cuanto se le olvidó esto… ajá… aún a las 12 todavía no sabía, eso quiere decir que estaba durmiendo, y a las 11:45. Pero, se me olvidó cambiar el reloj, que lo tenía muy presente. Y sabe lo interesante, bueno… llegué aquí con la lengua afuera, llegué aquí a las 9 :14, 9:15... Rogándole que no me viera un policía de esos de los troopers de Boston. Y sabe qué, yo miré mi computadora como cuatro o cinco veces y vi el reloj, porque tú sabes que las computadores tienen... y se ponen al día, es decir, no es como el reloj de mano de uno, que uno tiene que cambiarlo, no. Lo que es el celular y los relojes de las computadores se ponen enseguida en la nueva hora, pero yo lo miré como cuatro o cinco veces, porque estaba trabajando allí en ella, etc. Y sabe qué, lo miré pero no vi la hora verdadera.

Y a las 7:57 yo estaba de lo más feliz porque me quedaba un tiempecito y terminar, y venir a la iglesia, no sabía que eran las 8:57. El gran pánico cuando sentí que me di cuenta de la verdad terrible, pero sabe, lo que quiero decirle es lo siguiente ve, ¿por qué yo no vi la hora en el reloj? Porque yo, en mi mente, estaba en la hora antigua. ¿Usted entiende? Digan, hmm, sonó bien… Yo estaba en la hora antigua, es decir, mi mente estaba pegada… yo todavía no había echo el ajuste, la hora había cambiado, la realidad había cambiado pero mi mente no había cambiado. Entonces, cuando su mente no cambia, usted ve lo que usted quiere ver y lo que usted cree que tiene que ver. Es así, esa es la mente. Usted proyecta lo que usted cree, lo que usted piensa, los paradigmas, para usar una palabra filosófica grande. Según los paradigmas que usted tenga así va a suceder en su vida. Si su mente no está preparada, no se ha anchado para que quepa el vino nuevo de Dios en su vida, usted no va a poder recibir lo que Dios quiere hacer porque usted va a estar viendo las cosas… las va a estar mirando, pero no las va a estar viendo. Y esto fue lo que pasó con esos Fariseos, y de paso estos hombres teólogos que tenían una teología fallida, no estaba preparada para entender toda la verdad mágica y poderosa que Dios tenía a través de la persona de Jesús.

Uno de los problemas precisamente en la fe es eso, hermanos, que nuestra mente tiene que cambiar y nosotros tenemos que ser lo suficientemente humildes muchas veces para que cuando Dios quiere hacer algo que no cabe dentro de los parámetros que nosotros tenemos establecidos, tener la humildad de decir, sabe qué, voy a anchar un poquito las paredes para que quepa la verdad de Dios en mi vida.

La mente tiene que cambiar, y es por eso que estas enseñanzas yo las lanzo como una forma de anchar nuestros parámetros, de expandir nuestra visión, nuestra capacidad de ver, porque estos hombres, estos fariseos, como usted ve aquí, cuando el Señor estaba allí en ese momento. El Hijo de Dios, el enviado de Dios, el Dios mismo delante de ellos, pero ellos no podían entender lo que Dios quería hacer y estaba haciendo en ese momento, porque sus parámetros teológicos no incluían la idea de que fuera Dios mismo que descendiera en forma de hombre, y que hiciera lo que Jesús había venido a hacer. Sus enseñanzas teológicas eran diferentes, su saco teológico era muy pequeño para que cupiera todo lo que Dios tenía encerrado en la persona de Jesús, por eso es que cuando el Señor Jesucristo dice, tus pecados son perdonados, era como cucleándolos a ellos, porque Él sabía… Él quería ver lo que ellos hacían cuando Él dijera eso, ¿por qué? Porque en su teología decía, solamente Dios puede perdonar pecados. Y el Señor decía, saque, exactamente.

Y por eso Él dijo tus pecados son perdonados, para ver qué ellos pensaban. Y claro, de momento se le fundieron los fusibles, la teología farisaica, porque ellos no podía… la computadora empezó a echar humo. ¿Qué hace con eso? Cavilaron en sus corazones, porque no estaban preparados, su mente no estaba preparada para recibir la presencia misma de Dios hecha hombre. Eso no estaba en la... usted busque en Isaías, está allí, pero de nuevo, los lentes que usted se pone le permiten ver o no muchas cosas en la vida. Yo le pido al Señor, Padre, ancha mis conceptos mentales, espirituales.

Hermanos, mire, esto no es ni siquiera donde yo iba a comenzar, pero si esto es lo que Dios quiere para ti, amén. Sé humilde y deja que Dios… ¿cómo lo pondría de esta manera? Dios quiere hacer algo nuevo, diferente, inesperado y necesita gente flexible y gente que esté dispuesta a dejarse moldear. Nosotros cantamos muchas veces, “toma mi vida y hazla de nuevo, yo quiero ser por tu poder un vaso nuevo.” ¿No? Es decir, el barro blando que en las manos del alfarero… cuando el barro se seca y se endurece ya no se puede hacer nada con él. Y Dios necesita gente que esté dispuesta a ir a otro nivel, que estén dispuestos a… mire, lo que Dios te pida, dáselo, si Dios tiene algo nuevo para tu vida, algo que tú no esperabas, algo que es inclusive escandaloso, no te pero.... mira, dáselo al Señor, vale la pena. Si Dios está hablándote en este tiempo en tu vida, si Dios quiere que tú le entregues lo que sea, una relación, una profesión, un sueño, unos planes acerca del futuro, un entendimiento de lo que Él quiere para tu vida y l oque tu piensas que él va a hacer en cinco, diez años, pónselo todo en las manos al Señor. Dile, Padre, lo que tú quieras de mí eso es lo que yo voy a hacer.

Si tú quieres que yo camine por un pordiosero por todos los caminos de la tierra predicando tu palabra, heme aquí, como dijo María, he aquí la sierva del Señor, haz de mí como tú quieras. Esa es la palabra del hijo de Dios... la hija de Dios, siempre. Porque a menos que tú no tengas esa visión abierta, sencilla, suave, maleable, Dios no va a poder hacer lo que Él quiere hacer con tu vida.

Yo le pido al Señor, Padre, haznos como niños verdaderamente, que podamos creer cualquier cosa que salga de tu boca. Pidámosle al Señor que cree una congregación de niños espirituales aquí, en el sentido bueno de la palabra. Gente moldeable, gente enseñable, gente inocente en el espíritu, gente que esté allí con el espíritu abierto para ver lo que Dios quiere, para que Él pueda hacer la obra que Él quiere hacer… Yo siento que él quiere trabajar en esta iglesia y hacer cosas verdaderamente grandes. Yo veo gente joven, jóvenes adultos, veo gente madura ya, cronológicamente y también en el Señor, veo profesionales, veo gente trabajadora, veo gente que no ha tenido muchos estudios y otros que tienen muchos estudios… mire Dios quiere convertir a cada uno de ustedes en un obrero poderoso, un evangelista, un guerrero, un profeta, una predicadora, una maestra, pero necesita que estemos abiertos a lo que él quiere hacer.

Que seamos esos odres nuevos, capaces de que cuando el vino se expanda dentro de nosotros tengamos la sutileza para expandirnos, porque si somos como el cuero viejo ese de los odres, ¿qué pasa? El cuero viejo ya está seco, no se puede expandir, cuando el vino... con la efervescencia del vino y los procesos químicos del vino nuevo comienza a expandir… no puede. No encuentra donde anchar, entonces muchas veces Dios tiene revelaciones a nuestras vidas, Dios quiere mostrar a un Jesús poderoso, un Jesús maravillosamente nuevo que es el mismo, sin embargo. Y nuestros esquemas son tan pequeños, nuestros esquemas están dentro de los esquemas religiosos, venir a la iglesia los domingos, ponchar la tarjeta e irnos otra vez para vivir como paganos el resto de la semana. Y Dios dice, no, yo quiero todo, yo quiero la totalidad de la vida, yo quiero que vivas como un levita, como una sacerdotisa metida en mi casa aunque esté en la calle pero metida en el espíritu en mi casa, adorándome, sirviéndome, cambiando tus paradigmas, cambiando tus patrones para yo poder usarte. Cambia tu mente, cambia tu actitud porque si no, no vas a poder entender.

Dios quiere una visión basada en fe, porque la fe es la plataforma, como hemos dicho, sobre la cual Dios puede llevar a cabo sus procesos milagrosos. La fe es lo que está aquí… hombre tus pecados, te son perdonados. Estos hombres ejemplifican ese elemento de la fe que Dios quiere impartir a nuestras vidas, Ese elemento de valor, de atrevimiento de audacia, que caracteriza. Una de las características de la fe… una de las características que usted va a ver a través de toda la escritura, que señala a las personas como gente de fe, es que son audaces, son atrevidos. Son incorrectos, son políticamente incorrectos muchas veces también. Y estos hombres como la mujer con el flujo de sangre, ejemplifican esa acritud de falta de corrección. Es una falta de ortodoxia en un sentido, de lo que se espera. Ellos operan fuera de la caja, como dicen en inglés.

Y esto… mucho de la fe se refiere a vencer obstáculos. Mucha de la gente que usted ve a través de la escritura, que son gente de fe, vencen obstáculos, vencen dificultades, las montañas son muchas veces símbolo del obstáculo, y por eso yo creo que el Señor dijo, si tuvieres fe como un grano de mostaza, ¿qué pasaría? Le dirías a ese monte muévete y échate al fondo del mar, y obedecería. Eso fue una hipérbole que el Señor usó, pero hey, yo creo que antes de que el mundo pase, va a tener que venir alguien para poder cumplir esa palabra del Señor y va a tener que mover un monte, yo no se cómo Dios lo va a hacer o quizás Dios ya lo hizo y nosotros ni sabemos. Pero, el Señor Jesucristo dijo, si tienes fe como un grano de mostaza, cualquier obstáculo, ese monte representa los obstáculos, las dificultades. La fe se especializa en quitar obstáculos. Como estos hombres quitaron el obstáculo, una multitud impide que ellos lleguen a Jesús, la casa está llena de gente, ellos tienen este paralítico que quieren exponer al poder de Cristo y no saben cómo hacerlo.

La fe siempre confronta y vence obstáculos, mucho de la fe tiene que ver con vencer deficiencias, vencer deficiencias. Si usted mira a través de la escritura, esa es una de las áreas. Por eso es que muchas veces la fe se identifica con gente débil, demasiado débil para la tarea que tienen por delante. Porque la fe tiene mucho que ver con debilidades que son sobrepuestas y vencidas por medio de la creencia en que Dios es poderoso para reponer lo que falta. Por eso es que siempre cuando usted ve fe, usted probablemente va a ver deficiencia que es esa igualizada o igualada o contrapesada por la fe. El caso clásico, la imagen gráfica clásica es la imagen de David y Goliat. David, muchachito jovencito, inexperto en la guerra, tierno, no tan tierno porque él le dijo a Saúl que cuando él era pastor y venía un oso a querer matar una oveja él lo cogía por la quijada, así que no era tan tierno tampoco, pero no era un guerrero experimentado. Fíjese, que cuando Saúl quiere ponerle la armadura de él, que era una hombre de guerra, fuerte y grande, ¿qué pasa? Le bailan la armadura al pobre David porque no era un hombre muy grande aparentemente. Y David le dice, sabe qué deja eso mejor aún lado porque yo tengo otras armas que tú no conoces. ¿Qué dice la palabra? Dice que nuestra armadura no es… dice que las armas de nuestra milicia no son carnales sino que poderosas en Dios, diga, en Dios. Para la destrucción de fortalezas.

Pero David en su pequeñez, y Goliat en su sobresuficiencia ejemplifican eso, ¿no? Que Dios iguala la diferencia. Recuerdo que yo les dije el domingo pasado acerca de la mujer con flujo de sangre y Jairo. Jairo era el hombre exitoso, influyente, poderoso con relaciones sociales influyentes. Esta mujer anónima, impura ceremonialmente sin recursos ya porque se lo había gastado todo, pero cuando su fe entra en acción ella se salta a la línea y se pone a la cabeza de la línea, porque la fe iguala deficiencias.

El gigante entonces es reducido a su tamaño real y el pequeño es subido a un nivel mucho más que suficiente, Porque la fe es lo que iguala los términos de la lucha en el mundo del espíritu, así que la fe es vencer deficiencias. La fe es atreverse a lo improbable. Hay cosas que parecen imposibles a los ojos del hombre, pero para Dios dice que todo es posible, todas las cosas son posibles para aquél que cree. Eso le dijo el Señor a Marta. Parecía imposible que un hombre que había estado muerto cuatro días, creo que era, ya olía en ese calor de medio oriente. Imagínese metido en una tumba, en una cueva envuelto en cuanto trapos había por allí, el pobre Lázaro. Cuatro días muerto y el Señor le dice, tu hermano va a resucitar. Y lo único que da la fe de Marta es para decirle, sí Señor, yo sé que resucitará en el día de la resurrección de los muertos. Y el Señor dice, no, no. Él va a resucitar ahora, aunque no parezca posible, aunque no parezca probable, ahora es que yo lo voy a resucitar. Es más, a veces el Señor permite que las cosas lleguen al nivel de lo improbable para entonces hacer el milagro, porque Él necesita que parezca imposible para que sea fe. Si fuera posible, entonces no sería fe, sería vista, sería otra cosa. El Señor permitió que se cocinara bien el pobre Lázaro allí en la cueva, que se madurara bien, perdone la expresión, no quiero dañarle la comida… para entonces hacer el milagro.

Porque el Señor se mueve en el terreno de lo improbable, y sabe qué, que muchas cosas Dios permite que los asuntos en nuestra vida lleguen a ese terreno y Él está allí madurando las cosas, y nosotros allí clamando, mira Señor ya me está llegando al cuello, me está llegando a la nariz. Padre, haz algo y el Señor espera a veces, hasta el último segundo, para intervenir, para mostrar que es él quien está obrando. No te dejes vencer por el tiempo ni por porque hayas clamado o esperado mucho. A veces Dios quiere precisamente que las cosas parezcan color de hormiga para entonces hacer la obra en tu vida. Entonces, la fe vence deficiencias, la fe se atreve a lo improbable. Este paralítico, imagínese, un hombre paralítico, no puede moverse, cuadriplégico en una camilla. Jesús no los conoce, la casa está llena de gente, está llena de dignatarios, dice aquí que de todas las ciudades de alrededor habían venido, sacerdotes, escribas, levitas, gente de conocimiento teológico para examinar a Jesús. Estaban allí ellos. Esta gente era del pueblo, no tenía educación teológica, no tenía una tarjeta de representación que los llevara donde Jesús. La casa está llena de gente, no hay por donde entrar.

Si hubiera sido yo me llevo mi paralítico otra vez, le digo otro día, tratamos, tú viste que tratamos, ¿verdad? Bueno, vamos a ver lo que pasa. Quizá venga otra campaña y entonces te podemos llevar. Era improbable que nada iba a pasar. Era improbable porque físicamente no podían, pero ellos se sobrepusieron a eso y buscaron una salida, buscaron una respuesta, la encontraron en el techo de la casa. Ahh, okay, vamos a quitar unas cuantas tejas y vamos a ver qué pasa.

Siempre, yo les decía a los hermanos, siempre hay una salida en Dios. Yo soy de los que creen que siempre hay una opción, siempre hay una solución. Siempre hay una respuesta que Dios tiene, nunca te des por vencido. Winston Churchill, creo que lo dije hace un tiempo atrás, ¿no? En el tiempo más oscura de la vida de Inglaterra, esa islita pequeña que es Inglaterra, porque la gente cree que es un país inmenso –es una isla. Y en esa isla, estaba la vista puesta de toda la maquinaria de guerra nazi con toda su potencia, con todo su poder Parecía imposible, todo Europa estaba arropada por el ejército nazi, parecían invencibles. Y Winston Churchill le dijo las famosas palabras a los ingleses en uno de sus discursos, les dijo, nunca, nunca, nunca se den por vencidos. Y se pararon en su fe y en su creencia y esa maquinaria nazi tuvo que caer de bruises ante la fe del pueblo inglés y de los aliados. Porque es que, hermanos, miren, El enemigo a veces parece que viene como agua, que viene como río impetuoso, irresistible. Pero en ese momento lo único que puede sacar a un hombre, una mujer del aprieto es pararse firme sobre lo que Dios ha declarado, y creer que aunque parezca improbable, imposible, para Dios siempre hay una salida.

Por eso yo digo hermanos, este tiempo financiero económico de esta nación y del mundo entere, parece como los muros de Jericó, cerrados, bien cerrados. Quién saca de este lío en que se ha metido el hombre, a la humanidad en este tiempo. Solamente un milagro de Dios. ¿Cómo vamos nosotros a pasar estos tiempos? Mire, agarrándonos de los cuernos del altar y clamando a Dios, y creyendo que Dios siempre tiene una solución, Dios siempre tiene una salida. A veces, las cosas parecen imposibles, todo cerrado, pero por eso están esos ejemplos allí en la escritura. No hay muro que Dios no pueda derribar, no pueda hacer caer, y ¿con qué cayeron los muros de Jericó? Con la alabanza, con la adoración, con la declaración profética, con el sedio, con el asedio… con el circulamiento del pueblo de Dios dando vueltas allí, dando vueltas hasta amarrar eso y hacerlo caer a pedazos.

Dios tiene siempre una respuesta, Dios tiene algo que puede hacer en tu vida. Yo le digo, Señor, ayúdame a creer en ti, porque yo me doy cuenta que mi fe es insuficiente, hermanos, para lo que Dios necesita hacer. Necesitamos una transformación, una operación quirúrgica de parte de Dios. Que Dios mismo nos meta su bisturí en nuestro cerebro y haga lo que tenga que hacer. Que haga unas conexiones nuevas, para que nosotros podamos tener la suficiente fe para creer que Él puede hacer lo que Él quiere hacer. El milagro es grande, hermanos, que Dios quiere hacer. La cosa es grande, hay algo en la Biblia que dice así, que la cosa es grande. En algún momento voy a pensar en eso, pero sí la cosa es grande, lo que Dios tiene es grande. Y, se necesita prepararse. El bebé pesa 14 libras hermanos, y hay que pedirle al Señor que le de fuerza a la mujer. La iglesia tiene que dar a luz, la iglesia tiene que dar a luz, la iglesia está lista para dar a luz, pero le falta fuerzas, es como una mujer que tiene que dar a luz pero está agotada, y no hay fuerzas para sacar al bebé y si se pasa el bebé, la va a matar a ella y va a morir el bebé.

No va a pasar eso, porque Dios es más poderoso que eso. Pero, hermanos, necesitamos pedirle al Señor darnos fuerza, ancha nuestras estructuras, nuestra mente, nuestra estructura espiritual para que podamos a dar a luz la vida de Dios, es importante que nosotros estemos a la altura de lo que Dios quiere hacer y que creamos que lo que parece imposible, lo que parece improbable, Dios lo puede hacer y que clamemos al Señor, paguemos el precio.

La fe siempre arriesga cosas, hermanos. En toda la escritura usted ve siempre que la persona que va a hacer algo, una hazaña de fe, tiene que arriesgar algo. Ustedes recuerdan lo que yo dije en una de las predicaciones anteriores, toda esa gente que arriesgó algo. Siempre hay que arriesgar algo, la fe es hermana del riesgo. Si no hay riesgo yo diría que no hay fe en alguna manera u otra. Allí está de nuevo la historia de Ester, por ejemplo. Ester tuvo que arriesgar algo para ser usada por Dios. Cuando llegó el momento de la verdad, nadie le había dado derecho para entrar en la recamara del Rey, ella no tenía un appointment, una cita, aunque era la concubina principal, la esposa del Rey. Y la ley decía, el que entra allí a ese lugar sin ser invitado, pena de muerte. Pero, había una necesidad, Dios quería hacer algo y el tío de Ester le dijo, mira, quién sabe si a ti te han puesto para este momento, y tú vas a tener que decidir, si tú no lo haces otra persona lo va a hacer probablemente. Pero te vas a perder la gloria de ser tú.

Así que mira a ver lo que hace. Y ella se atrevió, dice, puso a sus amigas a orar tres días y ayunar. Tres días. Ayunó ella y ayunaron sus amigas, sus compañeras. Tres días. Hermanos, hay veces que las cosas que Dios quiere hacer requieren un ayuno sostenido, una oración sostenida. Que digamos para, al mundo a la realidad, a los afanes, a los compromisos y a las cosas de la vida, que abramos espacio. Para mí, el ayuno es símbolo de abrir espacios, sí o ¿no? Porque el ayuno es cuando tú abres espacios en el tiempo porque sabes cuándo tiempo uno pasa a veces comiendo, es increíble el tiempo que sentado a la mesa, hablando y esto y lo otro, tres veces al día. A veces, muchos más que eso, mucho más al día de lo que debiéramos. Lo primero que pasa cuando usted saca tiempo para ayunar es que usted aparta el tiempo para el Señor y segundo, usted abre el tiempo adentro, también. Yo creo que se abre, es decir, se abre espacio. Ese espacio que iba a estar lleno de comida ahora está vacío.

Y Dios puede hablar a veces en esos vacíos que le abrimos al Señor. Y, ciertamente, hay algo también que se ha comprobado. Médicamente, experiencialmente que cuando hay ayuno hay lucidez mental, hay una apertura de la mente. Hay hambre, muchas veces, pero la mente está clara. Yo se lo puedo decir por experiencia propia. El Señor hace muchos años, hace 20 años me puso en un ayuno que yo no lo busqué, no lo pedí, no lo deseaba, era contrario a mi naturaleza y por casi un año yo estuve ayunando de todo tipo de carne, excepto así mariscos de vez en cuando, y yo… una persona más carnívora del mundo, no carnal, pero carnívora –es una diferencia. Y Dios me puso, me frenó en eso de comer carne y era porque yo tenía que hacer mi tesis doctoral y estaba pastoreando, trabajando y no tenía tiempo para parar ninguna de esas cosas. Y necesitaba una comida como Elías, poder seguir trabajando y además escribir una tesis doctoral sin consejero de tesis, ni nada, yo solito allí. Dios y yo solamente.

Y Dios me puso un ayuno, y a raíz de comenzar ese ayuno que me salió de la nada, comenzó entonces la vitalidad mental que yo necesitaba para escribir, escribir, escribir. Meches está allí, ella sabe, ya estábamos casados. En seis meses Dios me permitió hacer una tesis de 500 páginas y someterla a un jurado implacable y Dios permitió que saliera airoso. Y también completar otros requisitos, también, en menos de un año para gloria del Señor porque Él, y la lucidez mental y claridad que yo tenía en ese tiempo, y la claridad mental increíble. Porque el ayuno hace eso, el ayuno abre espacios para que Dios pueda obrar, limpia el panorama. Por eso es que el ayuno tiene tanto poder, es algo misterioso. Pero a veces tenemos, hermanos, si queremos… conforme a lo que queremos que Dios haga, a veces tenemos que pagar un precio, la salvación es gratis pero todo lo demás… ni eso es gratis, porque el Señor tuvo que pagar un gran precio. Dios pagó un gran precio por la salvación, siempre hay algo que pagar.

Ahora si tú quieres entrar en mayor nivel de unción paga el precio, ora, ayuna, busca el rostro de Dios. Ester tuvo que clamar a Dios, y tuvo que decirle a sus amigas... únanse a mí, vamos a orar, vamos a clamar. Es más, y dijo, dile a todos los judíos en la zona que oren y ayunen también porque la cosa era grande, lo que tenía que hacerse era grande. El milagro que se requería era cambiar un decreto del rey, que era en el sistema de esa época Medo Persa, eso era imposible. Una vez que el rey daba su palabra, y él había decretado que en tal día los judíos tenía que ser exterminados. Sabe que la guerra contra los judíos no es solamente del nazismo en el siglo XX, eso ha sido a través de todos los siglos porque el diablo odia al pueblo de Dios. Y también, porque el pueblo de Dios no ha hecho su parte, ha sido cabeciduro, siempre. Ya voy terminando, pero el caso es que ella dijo, pongan a todo el mundo a orar y ayunar y yo voy al cabo de ese tiempo, yo voy a entrar a la corte del rey. Y cuando ella hizo eso, Dios hizo lo que tenía que hacer. Y ella arriesgó algo.

Nosotros tenemos que arriesgar algo, hermanos. Según el milagro que tú quieres que suceda, tú tienes que arriesgar algo. Si no te cuesta nada, no es adecuado. Tienes que arriesgar algo muchas veces para que Dios pueda hacer la obra que Dios quiere hacer en tu vida. A veces, hermanos, la fe es imprudente. La fe está mezclada con la imprudencia muchas veces. Es interesante eso de que muchas veces hay una descortesía afiliada con la fe, o hay una falta, a veces, de sabiduría según los hombres estiman la sabiduría. A veces la gente de fe es una gente poco cortés. Son atrevidos, son impulsivos, son emprendedores, son guerreros y hacen cosas que no son. Mire estos hombres aquí. Ellos tenía que traer a su paralítico ante el Señor, no había entrada, ellos rompieron el techo, se expusieron a que les metieran una demanda por daños a la propiedad. Se impusieron sobre la predicación de Jesús, fueron descorteses con toda la gente que habían venido a escuchar un sermón de parte del Señor. Pero ellos dijeron, nosotros tenemos una necesidad. Hemos venido y no nos vamos de aquí sin ver a ese hombre cargando su camilla.

Fueron imprudentes. Fueron poco corteses. Muchas veces hay que ser así para recibir algo de parte del Señor. Mucha de la gente que recibió de Dios, fueron descorteses, fueron imprudentes. Incluyendo esa mujer del flujo de sangre, incluyendo Bartimeo que gritó y gritó y gritó, y todo el mundo decía ya cállate que estás molestando a los vecinos, y él dijo, no, Señor, hijo de David, ten misericordia de mí. El Señor se detuvo y lo atendió, ese hombre salió sanado de allí, porque fue insistente. Piense en el vecino que viene a media noche a donde su vecino. Le llegó gente a la casa, no le mandaron un e-mail diciéndole vamos a llegar a las 11:45 de la noche o las 12. Se aparecen, como se han aparecido así en nuestros países, ¿verdad? Cuántas veces no le ha llegado gente a la casa, cuando usted menos lo espera. Porque están acostumbrados a eso. Cuántas veces no llega gente y le dice, mira voy a visitarte este verano, pero no le dicen cuando y le aparecen allá con todos los motetes a quedarse dos semanas en la casa. ¿Le ha pasado eso a alguien alguna vez en su país? Confiéselo, claro que sí.

Y en esos tiempos de Israel, era así. La gente no tenía forma de comunicar cuándo llegaba así que se podían aparecer, si el caballo se les quebraba una herradura, llegaban a la hora que llegaban. Se le aparece gente inesperadamente a media noche, él no tiene azúcar, no tiene café para darles en ese momento y no quiere pasar la vergüenza de no tener nada que ofrecerles y dice, pérate Agapito aquí al lado, claro que sí. Déjame ir a ver, él tiene café, yo sé porque lo olí el café esta tarde cuando lo estaba colando. Va allá, le toca la puerta, Agapito está rendido, roncando a pierna suelta y no quiere abrirle. Ya lo escucha pero se hace de cuentas de que no le oye. Pero la premura de este hombre es tan grande, la presión que él tiene encima es tan grande de no pasar la vergüenza que él sigue tocándole, tocándole, tocándole hasta que finalmente Agapito dice, sabe qué para no cogerlo de los moños y darle una buena bofetada le voy a dar el bendito café ese. Le abre la puerta, le entrega lo que quiere y el hombre se va lo más risueño a atender a sus invitados, y el Señor dice así es que tenemos que ser para recibir de Dios.

Tenemos que ser persistentes, tenemos que ser insistentes. A veces tenemos que ser importunos, tenemos que ser imprudentes. Hay veces, hermanos, hermanas, que Dios va a pedir algo de ti, esperar algo de ti, y tú vas a tener que decir, mira aunque piensen los vecinos lo que pienses, aunque mi familia diga que estoy loco, lo voy a hacer porque eso es lo que el señor ha puesto en mi corazón. Y muchas veces usted se sale con la suya, o con la de Dios, depende como usted lo mire. Porque usted se atrevió a ser imprudente en el Señor. La locura de Dios es más sabia que la sabiduría de los hombres, dice la palabra del señor. Dios necesita gente, mire a veces nuestro problema es que somos demasiado prudentes. Hay personas que yo les digo, mira, tú definitivamente necesitas crear prudencia en ti. Hay otros que yo les digo, tú tienes que ser imprudente. Algunos somos tan corteses, tan apropiados, tan correctos, tan sabios en nuestro proceder, tan conservadores, tan planificadores, que Dios no puede moverse a través de nosotros, porque estamos –e iba a decir estreñidos… estamos restringidos… y necesitamos que Dios nos haga más fluidos.

Por eso, esta tarde, hermanos lo que hicimos aquí, de vez en cuando ustedes saben. Sacamos tiempo y decimos, sabe qué, el programa, ese coro… lo tiramos, el otro por acá, el plan que teníamos… y decimos, Señor, haz tú lo que tú quieras. Porque eso es, no solamente glorifica al Señor, no solamente permite que Dios sea glorificado como Él quiere, pero yo pienso también que es un ejercicio para esta Congregación, mental y espiritual, de decirnos a nosotros mismos: somos un pueblo que fluye conforme al espíritu de Dios. Y cuando el Espíritu Santo dice, yo quiero que me adoren y que saquen tiempo para estar conmigo… los niños están aquí, hermanos.

Llegaron los niños. Déle, cómo es que dicen por allí… quién que está aquí… El caso es hermanos, mire déle gracias a Dios que ellos están allá arriba la mayor parte del tiempo. Lo que pasa es que nos excedimos, pero gloria a Dios.

Lo que estoy diciendo hermanos, mire, necesitamos a veces romper el molde. Necesitamos salirnos de lo correcto. Okay. Son las dos y media, se supone que a las dos estamos afuera, pero de vez en cuando hay que darle al Señor un poquito más. Amén. ¿Sí o no?

Esa es una manera de mantener esta iglesia en sus paradigmas pentecostales, carismáticos, espirituales. Porque muchas veces, sabe, con el tiempo, las iglesias y los pastores nos vamos acostumbrando al programa, a la elegancia, a la mentalidad de clase media, burguesa. No hamburguesas, sino burguesas. Sabe, y entonces, ¿qué pasa? Que el programa se convierte en una camisa de fuerza que estanca el fluir del Espíritu Santo, entonces todo es el programa, el minuto, el terminar a la hora que dijimos que íbamos a terminar, y cantar el corito que dijimos hace una semana y media que íbamos a cantar. Y, hermanos, el pueblo de Dios es un pueblo guerrero, es un pueblo beduino, es un pueblo peregrino, es un pueblo que como los hebreos cuando se levanta la nube el pueblo se mueve, cuando se establece la nube el pueblo se queda. Eso es un paradigma que Dios estableció para que recuerde, el pueblo de Dios siempre fluye cuando un Espíritu fluye, no conforme a lo que usted quiere o yo.

Y a veces nosotros tenemos, que de vez en cuando, yo mismo tengo que tomar una pastilla pentecostal para recordar… ¿Por qué? Porque cuando uno se acostumbra… a nosotros nos gusta, gente como yo y como otros, nos gusta estar como al momento, al día, planificar, hacer las cosas que nos propusimos, seguir el plan, ser estratégicos y ¿sabe qué? A veces, eso se convierte en orgullo. Hay una arrogancia, allí, espiritual. Hay un espíritu de control, que toma control, y entonces Dios quiere a veces que recordemos, yo estoy en control y que le ofrezcamos al Señor ese apetito de control. Digamos, Padre, hoy quiero reconocer, yo te quiero dar este holocausto a ti, que el diablo menee la cola todo lo que quiera, pero te vamos a dorar a ti y vamos a darte a ti gloria y honra. Y eso es lindo hermanos.

Hay veces que hay que anchar los paradigmas, hay que ser imprudente, hay que ser un poquito desorganizado, mire, no hay organización más bella que la del Espíritu Santo. No hay adoración más hermosa y armoniosa que cuando el espíritu lo cocina, cuando el espíritu pone esa sazón que nadie más sabe. Eso glorifica, eso es bello, bello, bello. Así que, a veces hay que ser imprudentes, estos hombre fueron imprudentes, se impusieron sobre la agenda y sobre la propiedad de los demás.

Lo último, esta gente, muchas veces la fe requiere acciones desesperadas. A veces la fe requiere acciones desesperadas y que lo pongamos todo, todo sobre la mesa. Y que digamos, mira, si lo pierdo todo que perezca, pero eso… Dios no pide eso muchas veces, pero habrá ocasiones en tu vida en que tú vas a tener que hacer una decisión desesperada y que Dios te ayude y tenga misericordia de ti, para tu poder entrar en lo que Dios tiene para tu vida. A veces vas a tener que sacrificar lo que más amas, y vas a tener que ser radical y vas a tener que arriesgarlo todo. Todo por el todo. Jugártela el todo por el todo, para que Dios pueda hacer lo que quiere hacer en tu vida. Dios ama a la gente desesperada que no tiene nada que perder. El problema es que muchos de nosotros tenemos mucho que perder. Y por eso, a veces Dios no puede trabajar con nosotros y hacer lo que Él quiere hacer en nuestra vida.

Somos como el joven rico, que cuando viene ante Jesús desesperado porque tiene una depresión que lo está matando a pesar de ser un hombre muy religioso. Y le dice, Señor, ¿qué tengo que hacer para ser salvo? Y el Señor sabe ya de que pie cojea, y le dice bueno, nada, guarda los mandamientos… Ah, pero si eso yo ya lo he hecho, yo soy un experto en guardar mandamientos. Dice ah bueno, entonces mira, una cosita te falta nada más. Coge todos tus bienes, toda tu riqueza, véndelas, entrega el dinero a los pobres, despójate de todo lo que tienes y entonces ven y sígueme. Como quien no dice nada.

Y dice la Biblia que este hombre se deprimió, se puso triste. ¿Por qué? Porque tenía muchas posesiones, y el Señor dijo, ah qué difícil es para la gente rica entrar en el reino de los cielos. Y sabes qué, tú no tienes que ser un millonario para a veces ser rico. A veces somos ricos en otras cosas, somos ricos en relaciones humanas, somos ricos en dormir, somos ricos en un sentido del humor que no agrada al Señor, somos ricos en hábitos que empobrecen el fluir de Dios en nuestra vida, somos ricos en rencor, somos ricos en una boca que no debiera decir las cosas que decimos…. Somos ricos en muchas cosas, y Dios dice, entrégame eso y tú vas a ver como yo obro en tu vida. Entrégame eso y tú vas a ver cómo yo me muevo con poder en tu vida. Y sabe qué, muchas veces secretamente, hacemos como el joven rico y nos escurrimos y decimos, otro día volveremos a hablar Señor. Quizás un día de estos tú bajes el precio y quizás tú y yo podamos hacer el trato.

Hay muchas cosas… riqueza es lo que tú amas. Riqueza es aquello a lo cual tú estás apegado. Riqueza es aquello que tú piensas que si no lo tienes no puedes vivir sin ello. Eso es riqueza, no es solamente dinero. Y el Señor muchas veces requiere que tú te despojes de todo y que tú hagas un Ejercicio mental de perderlo todo para que entonces Dios te lo pueda dar todo. A veces nosotros tenemos que hacer un ejercicio mental, yo digo que es uno de los ejercicios más fructíferos de todos, tú vas a hacerte de cuenta que lo perdiste todo, y si lo perdiste todo, lo que quede es bendición, crema sobre el pastel. Tenemos que vivir así como que lo perdimos todo, todo es del Señor, y cuando tú está así que no tienes nada, Dios te puede usar.

Como esos cuatro leprosos que cuando había el hambre esa terrible en Israel, no tenía nada que perder. Y dijeron, sabe qué mira, vamos al campamento este de los Sirios, si nos matan somos unos leprosos viejos que no servimos para nada. Y nos vamos a morir de hambre de todas maneras, porque hambre hay en toda la tierra y así que si nos quedamos adentro nos morimos, y si vamos donde los Sirios, quizás tengan misericordia de nosotros y nos den de comer, y después nos cortan la cabeza pero nos morimos con el estómago lleno. No tenía nada que perder y sabe qué, cuando llegaron allí, ¿qué paso? Encontraron que el campamento estaba vacío completamente. Habían huido el ejército enemigo, porque Dios los había puesto a huir la noche anterior. Lo habían dejado todo. El resto del pueblo estaba metido en los muros allá, y ya Dios había resuelto el problema. Pero esa gente desesperada fueron los que pudieron descubrir lo que Dios había hecho.

Porque se necesita gente así, gente imprudente, gente desesperada, gente que no tiene nada que perder, como estos hombres. Ellos dijeron, bueno qué, si nos meten presos no importa. Vamos a hacer lo que tenemos que hacer. Hermanos, eso es lo que el Señor quiere. Pongámonos de pie. Samuel pasa por aquí un momento. Fe es vencer deficiencias, fe es atreverse a lo improbable. Fe es arriesgar cosas por Dios. Fe es a veces ser imprudente. Fe es ser desesperado y no tener nada que perder, porque ya tú lo has perdido todo, ya tú se lo entregaste todo al Señor. Esa es la plataforma que Dios quiere usar para hacer sus milagros.

Quiere el Señor levantar un pueblo así, comenzando con el que les habla. Padre, te lo entregamos todo, lo ponemos todo a tus pies, Señor. Todo lo que tengo, todo lo que soy te lo entrego en este día. Padre, yo predico esto y no sé de lo que estoy hablando, pero tú puedes iluminarnos, darnos entendimiento, créate un pueblo Señor, un pueblo, un pueblo, un pueblo que te agrade, un pueblo digno del tesoro que tú has confiado a nuestras manos. Señor, estamos cansados de la normalidad, estamos cansados de la respetabilidad. Estamos cansados de lo predecible, estamos cansados de la religión, estamos cansados de la rutina, estamos cansados de lo predecible... y queremos, Señor, que el viento del Espíritu Santo irrumpa con poder y trastorne toda la casa, Señor.

Espíritu de Dios, te entregamos todas nuestras riquezas, todas las cosas que amamos, incluyendo nuestros patrones mentales, la forma de pensar en la cual estamos atrapados, te la entregamos… los hábitos, Señor. Las actitudes autistas que frenan el libre fluir de tu espíritu, las rechazamos, renunciamos a ellas, renunciamos a lo que pensamos que es imprescindible para nosotros, te lo entregamos, Señor. Te lo entregamos. Créate un pueblo Padre, diferente. Señor, si tú tienes que sacarnos a nosotros y poner otro pueblo, pero que se haga tu voluntad, Señor. Cúmplase tu voluntad, vénganos tu reino Señor, vénganos tu reino Padre.

Tu reino es más importante que cualquiera de nosotros pero, Padre, te ofrecemos las vigas de este edificios, te ofrecemos su fundación, te ofrecemos sus salones, Señor. Te ofrecemos su techo, te ofrecemos cualquier recurso que tenga esta iglesia, te ofrecemos las almas, Señor, que pertenecen a esta comunidad. Te ofrecemos los talentos que tú has creado y que has testado, Señor, en esta familia. Todo lo ponemos a tus pies. Toda riqueza, toda corona, todo talento, toda posesión, Señor, a tus pies. Todo el tesoro a tus pies y no nos dejes caer de tu gloria, Señor, no nos dejes caer de donde nos has puesto, Señor, en este día. Amárranos a tu verdad, amárranos a tus principios, Señor, amárranos a tu gloria y a tu presencia Señor, por favor, no nos dejes apartarnos de tu gloria, Padre. Glorificamos tu nombre, bendecimos este pueblo, Señor, cada hondo, cada hondo, Señor, en nuestras vidas.

Te entregamos, Señor, todo lo que tenemos. Yo te suplico que si no has recibido a Jesús, como tu Señor y tu Salvador hasta hoy, hoy hazlo, allí donde tú estás, allí donde tú estás ahora mismo dile a Jesús, Señor Jesús, yo te entrego mi vida. Entrega tu vida al Señor, ahora mismo. Entrégale lo que más amas al Señor, di, Padre, entrego mi vida a Jesucristo ahora mismo. Díselo así con autoridad, convicción, con fe, dile al Señor, entra a mi vida, Jesús, ahora mismo. Entra a mi vida y lléname. Porque el Señor dice que si tú abres tu corazón Él entrará y cenará contigo y tú conversarás con Él. Así que en el nombre de Jesús, ahora mismo, entrega tu vida al Señor, y confiésalo como Señor y Salvador. Sal de aquí renovado, sal de aquí transformado, sal de aquí confrontado, quien quiera que sea que necesita hacer su pacto con Cristo, hazlo ahora mismo al Señor tu vida, Él va a escuchar, Él va a saber lo que tú estás haciendo allí en tu corazón ahora mismo. Y después lo harás públicamente, pero por ahora te reto a darle tu vida al Señor, y te aseguro que si tú lo haces no vas a hacer el mismo, o la misma, de hoy en adelante.

El Señor está aquí, el Señor está hablando con autoridad, con claridad, entrégale tu vida al Señor. Dile, Señor Jesús, entra a mi corazón, entra a mi vida y establece tu trono dentro de mí. Seas joven, seas mujer, hombre, lo que sea, entrégale al Señor, entrégale al Señor ahora mismo tu vida. Gracias, gracias, gracias Señor, te adoramos. Yo te entrego mi vida, yo te entrego esta iglesia, ministerio, todo es tuyo Señor,. Gracias, gracias Jesús, bendice esta iglesia, y que estas palabras hagan su efecto en nuestras vidas, te adoramos Señor, te bendecimos. Alabado sea tu nombre, Señor, gracias.

Read More
español christian De Santiago español christian De Santiago

Vencer obstáculos en comunidad

TRANSCRIPT

La mente es una cosa, si tienes una mente negativa tu no esperas nada de Dios, tú no estás convencido de que Dios no obra de una manera, eso es lo que va a pasar en tu vida porque tu mente es poderosa. Lo que tú piensas, según lo que tu pienses así eres. Según lo que tú esperas ver recibir así va a suceder en tu vida. Por eso es que debemos pedirle al Señor ancha mi fe, ancha mi expectativa de lo que tú puedes hacer, ancha los parámetros de lo que yo creo que tu eres capaz de hacer. Para que entonces tú puedas hacerlo porque si tu fe es pequeñita así va a ser tu realidad. Si tu fe es grande y poderosa así van a ser tus posibilidades también. Apúntate eso allí, te lo doy gratis.

Capitulo 5, Lucas, versículo 17.

Él famoso pasaje bien conocido de la sanidad recibida por un paralítico que fue traído a Jesús. Dice, “aconteció un día que Él estaba enseñando y estaban sentados los fariseos y doctores de la ley los cuales habían venido de todas las aldeas de Galilea y de Judea y Jerusalén…” y aquí está algo bien, bien importante: y el poder del Señor estaba con Él para sanar. ¡Aleluya!

Esa era la diferencia entre Jesús y los demás maestros que había en ese tiempo en Israel. Él poder del Señor estaba con Él para sanar, “y sucedió que unos hombres que traían en un lecho a un hombre que estaba paralítico, procuraban llevarle adentro y ponerle delante de Él, pero no hallando como hacerlo a causa de la multitud subieron encima de la casa y por el tejado le bajaron con el lecho. Poniéndolo en medio, delante de Jesús. Al ver Él...” ¿que fue lo que vio Él?

Al ver Él la fe... digan otra vez,¡la fe! Al ver la fe de ellos, “le dijo al hombre,” -al paralítico-, “hombre tus pecados te son perdonados. Entonces los escribas y los fariseos comenzaron a cavilar diciendo, ¿quien es este que habla blasfemias? ¿Quien puede perdonar pecados sino solo Dios? Jesús entonces conociendo los pensamientos de ellos, respondiendo les dijo, ¿Que caviláis en vuestros corazones? ¿Que es mas fácil, ¿decir tus pecados te son perdonados o decir levántate y anda? Pues, para que sepáis que el hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados, dijo al paralítico: a ti te digo, levántate, toma tu lecho y vete a tu casa.”

“Al instante levantándose en presencia de ellos y tomando el lecho en que estaba sentado se fue a su casa glorificando a Dios. Y todos sobrecogidos de asombro, glorificaban a Dios. Y llenos de temor decían, hoy hemos visto maravillas.” Bendiga al Señor su santa palabra. Amén, amén.

Seguimos, seguimos hablando acerca de la fe.

Ese es otro sermón también a cerca de cómo Dios a veces limpia nuestros pecados y cuando llega allá nuestra oraciones están en estéreo están perfectas porque la gracia del Señor lo hace posible.

Estamos hablando a cerca de la fe, hermanos, estamos hablando en este tiempo que queremos… y yo, y mi meta es que este año 2009, meditemos continuamente sobre temas que construyan, fortalezcan, edifiquen nuestra fe y nos hagan una congregación cada vez más poderosa, más efectiva en las cosas de Dios así que este sermón también es una ilustración a través de este pasaje de principios de fe que nosotros podemos usar para nuestra vida.

Y este pasaje como el pasaje anterior que discutimos sobre la mujer con el flujo de sangre, ¿recuerdan ese pasaje? La mujer con el flujo de sangre que tenía una enfermedad, doce años... Ningún médico pudo sanarla, muchos obstáculos se presentaron delante de ella para llegar a Jesús, pero ella se esforzó, se sobrepuso a los obstáculos, tocó el borde del manto de Jesús, altero la agenda de Jesús y fue sanada. Y no solamente fue sanada sino que fue consolada, también al final, el Señor le dijo, “hija tu fe te ha salvado, vete en paz.”

Y es interesante porque este pasaje a pesar de que relata un evento muy diferente al de esa mujer; en este caso son cuatro hombres, uno de los pasajes paralelos en Mateo, y en Marcos señala que son cuatro hombres, aquí solamente dice que unos hombres. En el caso era una mujer solitaria aquí hay una comunidad de gente. ¡Qué lindo es, hermanos, cuando la vida cristiana se vive en comunidad! Ahí te viene una primera enseñanza que se me ocurre ahora, no se me ha ocurrido cuando estaba relatando, o meditando sobre este sermón.

La verdad que las batallas de la vida como que pasan mejor cuando lo hacemos en familia, cuando lo hacemos con familia de otros creyentes, cuando nuestras cargas las compartimos con otros. Qué bueno es tener un compañero de trinchera, ¿verdad que si? Cuando las cosas arrecian usted tiene alguien ahí que aunque sea por vergüenza usted dispara para que no piense que usted es un cobarde, ¿no? Es bueno tener gente ahí detrás de usted apoyándolo, orando por usted, compartiendo las cargas, adorando al Señor juntos; es el principio detrás de la iglesia. Él Señor Jesucristo dice que donde están dos o tres reunidos en su nombre, ¿que pasa? ¡Allí Él está!

Hay un principio de comunidad muy importante, nunca pretenda llevar sus cargas sola o sólo, amén. Porque, ¿sabe lo que pasa? Él diablo quiere aislarnos muchas veces.... ¿saben? Él diablo quiere que usted cuando está pasando por un problema se mete en una esquina allí solo, ¡ay de mí! Nadie me ama, yo soy el único que está sufriendo en el mundo y entonces que le pegue un buen batazo para derribarlo completamente. Al diablo le gusta la gente que se aísla, y es importante, hermanos, cuando estamos pasando por problemas... busquemos a alguien, busquemos un hombro adicional. Busquemos a alguien que entienda nuestros problemas con el cual orar, llorar, clamar al Señor y compartir las cargas de la vida.

No pretenda vivir la vida solo o sola, búsquese siempre la comunidad de fe; por eso a mí me encanta las células en la iglesia, esos grupos familiares que se reúnen en los hogares. Me encanta cuando yo oigo por allí que un grupo de hermanos esta reuniéndose para compartir juntos y orar y buscar de Dios.... y que están haciendo comunidad. Yo les digo hermanos, yo… me encantaría ver a nuestra iglesia, con el paso de los años, formarse en grupos de gente que tengan afinidad unos con los otros y que están reunidos aunque sea una vez por semana o una vez por mes para compartir un libro, para orar juntos, para compartir en sus problemas o lo que sea, eso es lindo.... Hay que vivir la vida en comunidad. Busque a alguien, busque un buddy, busque un compañero, gente que esté con usted para compartir las cargas.

Este hombre, este paralítico, tenía una comunidad; no sé si eran familiares de él, probablemente eran amigos de él, quizás eran vecinos, gente generosa, de corazón generoso, que vieron la oportunidad aquí de ayudar a este varón; y traerlo ante ese hombre poderoso, que ellos no sabían exactamente quien era pero tenía poder y lo trajeron, se incomodaron para ayudar a este hombre y traerlo.

Otra enseñanza, qué importante es, hermanos, que nosotros seamos generosos con los demás. A veces vemos la gente sufriendo, comiéndose un cable, como decimos por ahí. Nosotros decimos: oh yo estoy demasiado ocupado, yo tengo mis propios problemas, yo no puedo sacar tiempo para ayudar a esta persona, o llamar… sé que fulanito está deprimido o está enfermo y no lo hemos visto por la iglesia durante mucho tiempo, pero tengo demasiado trabajo, demasiadas cosas que hacer. Hermanos, hermanas, comparte tus recursos con otros. Creo que este es un tiempo en la vida de la humanidad y de la sociedad en que se necesita gente generosa que comparta con otros. Espero que en estos tiempos de prueba, de dificultades financieras, es importante que si tú sabes que alguien necesita una ayuda mira... comparte tus recursos.

Si puedes extender la mano alguien con un par de pesos o invitar a alguien a una comida a tu casa, hazlo en el nombre del Señor. Si las cosas siguieran poniéndose más difíciles, vamos a necesitar de ayudar a otros extendernos hacia otros, vamos a necesitar más y más vivir la vida en comunidad. Saben, y eso es muy bueno, en un sentido habría hasta que darle gracias a Dios por las pruebas y dificultades. En nuestros países la gente a veces es pobre pero son más felices que nosotros que tenemos mucho aquí. ¿Es así o no?

Yo veo eso donde quiera, hermanos, cuando uno visita otros países… usted ve que la gente como que son alegres, les encanta la amistad, llegan a la casa y n un momentito están haciendo un cocinado o como decimos nosotros allí, con un poquito de arroz dos pedacitos de salchichón y lo echan allí con un pedacito de ají que les queda ahí en alguna parte; cuando van a ver están compartiendo una comida y gozándose todo. Nosotros aquí con tanta comida y tantas cosas vivimos deprimidos, ansiosos, tristes, no dormimos, tomamos pastillas por donde quiera y estamos demasiados ocupados para entretener gente en la casa, para recibir gente. Óigame, hay que romper eso, si la pobreza nos lleva a ese tipo de vida gloria a Dios, ¿sabe? Porque a veces es bueno cultivar los valores bellos de la vida y no hay nada como la generosidad, no hay nada como el compañerismo, no hay nada como la amistad.

Hermanos, la iglesia de Jesucristo está creada para que haya amistad, para que haya compañerismo. Yo le pido al Señor, Señor, has que nuestra iglesia, cada día más y más, sea una comunidad de gente que se amen unos a otros. Amén. Gente que se busquen, que se visiten, que se inviten, que se ayuden, que oren juntos, que les guste estar juntos. Yo no quiero una iglesia donde la gente venga aquí, se persignan cada uno por su lado y después se van pa’ la casa todo el mundo como desperdigados. Quiere el Señor que cada día vayamos, más y más, haciéndonos una comunidad estrechamente unida uno con los otros y que cultivemos eso. Eso requiere esfuerzo, la verdad es que, muchas veces no vamos a querer hacerlo, pero tenemos que hacerlo por principio. Hay mucha gente que dice, bueno yo no soy dado a estar buscando a los demás. A veces es orgullo, a veces es temor de ser rechazado, a veces es que no nos crecimos en esa manera.

Hay que hacer un esfuerzo, hay que esforzarse, hay que hacerse frágil. Lo peor que puede pasar es que si tu invitas te digan que no que no van a venir. Bueno men, se lo pierden ellos comete tú la comida y dale gracias a Dios que tienes más para mañana. Hay que hacerse frágil, para que haya amistad, para que haya compañerismo, uno tiene como que arriesgarse a veces, sí, exponerse. A veces fracasa pero a veces le pega de vez en cuando y te ganas un gran amigo para toda la vida, una gran amiga para toda la vida. Hay que hacerse frágil para que haya comunidad, para que haya compañerismo, así que vamos a hacer un esfuerzo.

Estos cuatro hombres con su amigo paralítico, que no podía darles nada excepto problemas, son un ejemplo de esa vida vivida en comunidad. Él principio de compañerismo, que es el principio esencial de la iglesia. No hay llaneros solitarios en el Reino de Dios. La vida cristiana tiene que vivirse en comunidad. Y es cierto, algunos de esa gente en la comunidad, no son la gente más a veces más agradables, te van a fallar, te van a herir. Hermanos, en el Reino de Dios hay de todo, ¿sabe? Pero es lo que tenemos y Dios ha hecho su iglesia y tenemos que vivir con ella, tenemos que amarla, tenemos que amar esa familia de fe; es una familia neurótica y disfuncional a veces, es cierto, pero es lo que tenemos. Mire, a veces usted porque su hermano o su hermana es problemático usted dice, bueno, no te quiero ver, ya no eres mi hermano… La sangre esta ahí adentro, la sangre de Cristo está adentro de usted y está en los suyos, usted quiera o no compartimos la misma sangre y por eso estamos obligados aquí a fumarnos esa comunidad de fe que se llama la iglesia hasta que Cristo venga. Y entonces venga algo mejor, ya todos estamos santificados, no tenemos problemas, no tenemos defectos… pero mientras tanto tenemos que convivir aquí juntos. Amén. Gloria al Señor, eso es gratis.

Pero es cierto esta gente, esto estos hombres estaban en comunidad y eso hizo una gran diferencia. Así que la primera lección de este pasaje es eso: vivamos la vida en comunidad tanto recibiendo y buscando amor y también dando amor, siendo generosos compartiendo nuestros recursos con los demás, sacando a alguien de un apuro en un momento dado. Entonces, lo segundo que yo veo aquí, es esto acerca de la fe específicamente, mucho de la fe se refiere a vencer obstáculos. Una de las cosas que caracteriza a la persona de fe es que es una persona, un hombre, una mujer, que se sobrepone a los obstáculos. Cuando vienen los obstáculos, en vez de echarse a morir y de colgar los guantes, como que se crecen y le dice, como le dijo David a Goliat, ¿quien es este…? Cómo fue que le dijo… este pagano, está incircunciso para que rete e insulte al ejército de Dios vivo. Cuando vienen los problemas a tu vida, mira, crécete y hazte fuerte y entonces es cuando tienes que tomar tu fe más que nunca, y decir, de aquí no me muevo yo. Tú te tienes que ir, pero yo me quedo donde yo estoy, porque esto nos lo dio Dios.

Entonces, mucha de la fe se refiere a vencer obstáculos, como vimos con la mujer del flujo de sangre: ella venció obstáculos, todo se interponía entre ella y Jesús; pero ella dijo, no, yo quiero mi bendición, yo quiero mi milagro e hizo lo que tenía que hacer y agarró poder de Jesús porque venció obstáculos. Mucho de la fe tiene que ver con vencer deficiencias, vencer dificultades que vienen a tu vida, vencer problemas, inercia que se pone entre tú y lo que Dios quiere darte.

Es como esas tribus enemigas que Dios les dijo a Israel esta tierra es de ustedes, Canaán es de ustedes. Pero había allí tribus que poseían esa tierra y que ya Dios los había desechado, los había maldecido por su pecado y su inmundicia y su impureza; ya esa tierra no les partencia. Esas tribu eran símbolo de del esas fuerza enemigas que quieren interponerse entre la herencia que Dios te ha dado y tu. Y tú tienes que decidir si tu vas a dejar que esas tribus enemigas, esos poderes enemigos se planten en tu tierra y te arranquen lo que es tuyo o si tu vas a crecerte como hicieron Josué y Caleb y decir en nombre del Señor nosotros vamos a tomar esa tierra porque es nuestra Dios nos la ha dado. Así va a pasar, Dios quiere bendición para tu familia, Dios quiere bendición para tus hijos, Dios quiere bendición para tus finanzas, Dios quiere bendición para tu salud, Dios quiere bendición para tus emociones; y tú eres… tu fe va decidir si tú vas a dejar que el diablo y la carne se interpongan o tú vas a vencer y vas a salir adelante y tú vas a guerrear por tu milagro, vas a guerrear por tu salvación, vas a guerrear por tu bendición, vas a guerrear por esa vida abundante que Cristo te ha prometido.

Vencer obstáculos, no dejar que lo que Dios ha declarado… Dios tenía sanidad para este hombre, pero había obstáculos. Mucha de la fe tiene que ver con atreverse a emprender lo improbable, lo que no tiene muchas posibilidades de historia, pero hay que atreverse. Estos hombres confrontaban la improbabilidad de lo que ellos querían hacer en mucha maneras. Mucha de la fe requiere arriesgar cosas. Piense en Ester cuando tenía que presentarse ante el Rey Azuero para eh interceder en favor de su pueblo que lo iban a exterminar, y no había posibilidad de que ella… porque el rey no la había invitado y para ir ante el rey, aún cuando ella era la concubina principal del rey, la esposa del rey, la ley impedía que ella pudiera acerarse al rey al menos que lo fuera por una invitación previa del rey. Pero ella tenía una imperiosa necesidad y entendió que Dios la había puesto para que ella fuera la que hiciera esto y ella se atrevió y dijo mira si me matan que me maten pero yo voy a entrar allí. Y entró y el rey le concedió su petición y más.

La vida de fe es eso, hay que arriesgarse; a veces hay que jugarse el todo por el todo, hermanos, y poner todas cositas que tu tiene, tu montoncito de cosas ponerlas todas sobre la mesa y decir aquí esta todo Señor, me voy a tirar por allí, y si perezco que perezco. Yo no les consejo eso todas las veces, ¿sabe? Pero de vez en cuando, hermanos, a veces en la vida hay una o dos ocasiones en el que usted tiene que jugarse el todo por el todo, ¿sabe? Y usted tiene que… va a llegar un día en tu vida aunque sea una vez, quizás, que tú… que Egipto… el faraón esta detrás de ti, están todos los ejércitos del infierno detrás de ti y esta delante de ti el mar rojo y tú tienes que dar un paso de fe simplemente y pensar que el mar se va a abrir, porque si no te van a comer los egipcios o algo va a pasar.

Hay que atreverse, hay que arriesgar cosas. Y hay otras ocasiones en al vida en que hay que arriesgar cosas menores pero siempre la fe involucra riesgo. Como estos hombres se arriesgaron al rechazo de Jesús y hasta una demanda de los dueños de la casa porque le rompieron el techo. Es así hermanos, la fe arriesga cosas, a veces la fe parece imprudencia. Mucha de la gente que alaba la Biblia es gente imprudente, gente afrentada…

… statement dice que yo tengo que atender a los judíos primero y tú eres una pagana. Sí, señor, pero recuerda que aunque sea una migajita ahí que caiga de la mesa eso para los paganos también es… hacer grande tu fe, por esas palabras tu hija ya es sanada inmediatamente se fue con su milagro inmediatamente porque se atrevió a ser un poquito insistente, descortés. El amigo a la media noche recuerdan la historia vamos a discutir todas esa historias, el amigo a la media noche que viene familia, viene visitantes, no había teléfono en ese tiempo, no había Internet para decir la gente llego a tal hora de tal día, ¿no? Se le aparecen ahí, tocándole la puerta como a veces en nuestros países, ¿no? La gente llega a la hora que se le da la gana y la hora que usted está listo para acostarse llegan tres o cuatro amigos bien risueños a hablar con usted y a pasar la noche allí y usted listo para dormir, ¿no?

Y así pasa en esa historia de Jesús, llega visita a la casa, el amigo el abre la puerta a la gente a media noche, no tiene azúcar, le falta café y no tiene nada que servirle a la gente; entonces, espérate mi vecino de aquí al lado le voy a pedir un poquito hasta mañana que yo voy a la bodega y se lo regreso ahí, ¿no? Y le toca a la puerta y el otro está rendido durmiendo a pierna suelta y no le abre, y le toque y le toque y le toque y no le abre, hasta que finalmente dice el vecino bueno pa’ que me deje tranquilo le voy abrir la puerta y le voy a dar lo que necesita. Y el Señor mismo dio esa historia diciendo, a veces hermano cuando tú tienes una necesidad tienes que tocarle al cielo hasta que te abra. Y de nuevo, al Señor le gusta eso, ¿sabe? Al Señor le gusta gente que cree en Él lo suficiente como para importunarlo, ¿entiende? A Dios le gusta a esa gente afrentada que le tocan al Señor, hazme mi milagro, necesito algo de ti.

Yo creo que hay más gente que no recibe por ser tímido que por ser descorteses con Dios. Yo prefiero arriesgar ser descortés con Dios que ser mas tímido de la cuenta, porque yo se que a Dios le gusta le gente atrevida. La gente que cree en Él lo suficiente como para decir que Él es galardonador de los que le buscan. Entonces a veces hay que ser como estos hombres, hay que ser imprudentes, hay que ser descortés porque hay una necesidad. Y ese paralítico era más importante que cuatro tejas en el techo de esa gente. Ellos se atrevieron y Dios honra ese tipo de gente. La fe muchas veces consiste en acciones desesperadas, acciones de gente que no tienen nada que perder porque ya lo perdieron todo de todas maneras, si le cortan la cabeza ya se la cortaron mil veces antes… y ya no tiene nada que perder. Perdieron la casa, perdieron la mujer, perdieron los hijos, perdieron el carro, las ropas ya se la van a llevar en cualquier momento y ellos no tienen nada que perder así que hacen cosas desesperadas.

Se tiran a la misericordia de Dios, Bartimeo, el ciego no tenía nada que perder si era un mendigo y se atrevió a gritarle a Jesús, Señor, hijo de David ten misericordia de mí… Y todo el mundo diciendo, cállate, suave que Él es un hombre muy importante, no tiene tiempo… y el seguía insistiendo hasta que el Señor se paró y lo atendió y le dio lo que le estaba pidiendo. No tenía nada que perder, ¿qué podía perder ese hombre? Su oficio de mendigo, lo único que tenía que perder.

Y a veces, hermanos, nosotros… Dios honra la gente que no tiene nada que perder. Yo creo que uno de los problemas que nosotros tenemos mucho que perder por eso no nos atrevemos a hacer cosas para Dios. Tenemos muchas ropas, muchas casa, mucha nevera con mucha comida, esto y lo otro y estamos… estamos, ¿cómo dijera yo? Espiritualmente, fofos, es una palabra de cinco huecos, débiles. Pero cuando usted se mantiene allí al fuego, al rojo vivo en el Señor, allí es donde Dios bendice a la gente desesperada, esta gente estaba desesperada porque necesitaba un milagro y sabían que Jesús era el único que lo tenía. Es decir, sí, la fe es eso, vence obstáculos, vence deficiencias, se atreve a lo improbable, arriesga cosas por Dios, a veces es imprudente, a veces es desesperada, la fe tiene esa cualidad de intensa… Y sabe algo interesante también acerca de eso, ¿sabe porque Dios tiene una afinidad especial con al gente así? Porque el reino de los cielos, escúchenme, el reino de los cielos es así. El reino de los cielos es atrevido, forzado, violento, ¿si o no? ¿No dice eso la Biblia?

Mire, mire ahí lo que dice en Mateo 11, 12. Dice, “Desde los días de Juan el Bautista ahora, el reino de los cielos sufre violencia y..." ¿Qué? “…y los violentos,” –eso no lo dice Roberto Miranda para justificarse a sí mismo, no. Dice, “y los violentos lo arrebatan.” Ahora mire algo interesante, es decir en otras palabras, déjeme, déjeme… El reino de los cielos, es decir, el sistema de Dios, la economía divina, la encarnación de Dios en la tierra, la relación de los principios del reino con el mundo se basan en oposición y en fuerza y en conflicto. Dice la Biblia que en este mundo hay un príncipe ilegítimamente establecido aquí que se llama Satanás, que ha tomado control de este mundo ilegítimamente, porque Dios le dio a su criatura el mundo, pero su criatura se ha dejado engañar por el diablo y el mortgage se lo robó el diablo y ahora lo tiene él, y es un reino ilegitimo. Entonces, el reino de Dios viene a arrebatarle lo que pertenece al Hijo de Dios, al diablo. Y por eso el reino de Dios es en violencia, es en conflicto; la naturaleza misma del reino de Dios es violencia y conflicto con un reino oscuro, destructivo, maligno, mortífero que se llama el reino de las tinieblas.

Y cuando Dios aterriza en el mundo, aterriza en poder y en guerra, en oposición a las huestes de las tinieblas. Ahora es interesantísimo esto que, en el griego original la traducción esta dice, “desde los días de Juan el Bautista el reino de los cielos sufre violencia,…” usted ve eso allí, sufre violencia. Usted sabe, ¿en qué idioma fue escrito el nuevo testamento? ¿Alguien sabe, ah? En griego –en griego… digan todos, griego. Fue escrito en griego y cómo… ¿por qué lo estamos leyendo ahora en español? ¿Qué pasó? Alguien lo tradujo, ¿verdad que sí? Ahora, a veces en la traducciones se pierde su cosita aquí y allí, eso es muy largo de explicar; pero en el original está y por eso es importante a veces uno ir al original griego para entender esa palabra que se traduce al español, esa expresión: ‘sufre violencia’. En el griego original es “viasetae”, digan todos “viasetae”. Ya todos ustedes son unos expertos en griego aquí toditos. Vaya mañana a la fabrica y digan a la gente “viasetae” y usted verá como lo llevan inmediatamente a un hospital de locos… “Viasetae” esa palabra que traducen aquí, ‘sufre violencia’, “viasetae”, es un verbo que se puede traducir tanto en una forma activa como en una forma pasiva. Puede ese verbo en griego puede decir sufre violencia o procede con violencia, se mueve con violencia.

Y hoy en día la mayoría de los eruditos que ya conocen mucho mejor, por muchos estudios que se han hecho del idioma original de Jesús y todo eso, entienden que la forma correcta de traducir eso es 'hace violencia’, ‘procede con violencia’. De hecho la New International Version, en inglés, dice: proceeds with violence or proceeds forcefully, dice, moves forcefully, se mueve con fuerza. Así que es mucho mas mucho más apropiado traducir, “desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos se mueve con violencia y los violentos lo arrebatan.” ¿Usted entiende? Es decir, que el reino de Dios se mueve con violencia, el reino es para la gente fuerte, el reino de Dios no es para los cobardes, hermanos. No deje que nadie me lo engañe para decir que los evangélicos son gente que están cayéndose muertos, que son gente poca de ánimo, no. El reino de los cielos es para la gente heroica, fuerte, atrevida. Porque el reino de los cielos es así.

Entonces por eso es que Dios tiene como una afinidad especial con la gente atrevida, con la gente que es de fuerza, la gente agresiva, la gente militante, la gente que cree que Dios es más poderoso que cualquier situación y se lanzan a buscar su bendición. La gente que no reciben no por respuesta y están ahí tocando la puerta hasta que le hagan justicia y le abran la puerta y le den lo que necesitan. A Dios le gusta ese tipo de gente porque su reino es así. Entonces por eso es que usted va a ver a través de la Biblia la gente así, activa, dinámica, emprendedora, atrevida, agresiva, es la gente que Dios honra y bendice. Ahora no en el sentido, déjeme aclarar eso un poquito, porque cuando viene a ver algunos de ustedes necesitan ser menos agresivos pero con los demás. Agresivo en la forma correcta, no agresivo con su esposa, con su hermano, con su compañero de trabajo, no; pero agresivos en Dios, agresivos en las cosas del espíritu, agresivos en lo que Dios ha dicho y yo me agarro de lo que Dios dijo y con eso yo voy al banco y me tiene que dar porque yo tengo la llave de la palabra de Dios.

Esa gente agresiva recibe de Dios y entonces por eso es que estos hombres, gente como Raab, gente como Jacob, gente como Ester, gente como Ruth y su suegra Noemí, gente como Pedro, gente como Pablo, son gente así… gente atrevida. A Pablo lo apedrearon y lo dejaron por muerto y a al otro día estaba predicando el evangelio otra vez. Óigame, si a mí me tiran una sola piedrecita y me dan en la cabeza, ya yo estoy tres días o una semana en al cama quejándome, ¿por qué Dios permitió eso en mi vida? A Pablo lo apedrearon, lo dejaron por muerto y a al otro día estaba predicando el evangelio y, ¿cuántos de nosotros haríamos eso?

Hermanos, esa es la gente que… por eso Dios escogió a un hombre como Pablo. Esa es la gente que a Dios le gusta, que se caen y vuelven y se levantan. Ah me quitaron la casa, pues no te preocupes que ahora le voy a dar doblemente al diablo pa’ que no lo vuelva hacer. Y se levantan nuevamente y siguen adelante y sirven al Señor y aman a Dios y oran más que nunca y dicen la próxima va a hacer más grande que la otra. Se atreven. Pierden el trabajo y entonces, está bien, se lo pierden ellos -y comienza a buscar otra cosa mejor y creen que Dios va abrir una puerta y se mantienen allí hasta que Dios da la respuesta, da la bendición.

Él reino de los cielos es violento y los violentos lo arrebatan, hermanos es una de las cosas y muchos de nosotros tenemos que llenarnos de esa fe agresiva, tenemos que perder la grasa esa de bebé que tenemos nosotros y hacernos atrevidos en el Señor, atrevidos en la oración, atrevidos en el ayuno, atrevidos en el servicio, atrevidos en dar, atrevidos en confesar , atrevidos en alabar y glorificar al Señor porque al Señor le gusta esa gente atrevida, esa gente agresiva, que no se dejan quedar en el piso caídos sino que se levantan.

Dice la palabra siete veces cae el justo pero de todas ella se levanta porque su fe lo levanta. Y eso es importantísimo, el reino de los cielos procede con fuerza y la gente esforzada lo arrebata, lo coge, lo recibe, su esencia, sus nutrientes. Entonces, vemos aquí que estos hombres son ejemplo de esto. Allí tenemos al Señor enseñando, la agenda de Jesucristo no era sanar a nadie ese día, como tampoco su agenda era sanar a la mujer con el flujo de sangre, pero estos hombres y su fe… se impuso en un sentido sobre la agenda de Jesús. Cuando vieron que el techo era un impedimento que había demasiada gente adentro de la casa, ellos rompieron el techo se bajaron con una soga al pobre hombre ahí, que habrá dicho, ¿por qué me metí yo en este lió? Bajando, pero lo bajaron… ¿Dónde lo pusieron? En frente de Jesús. Y dice que lo pusieron en medio, delante de Jesús; es así, hermanos, se lo pusieron allí como quien dice, bueno vamos a ver qué vas a hacer ahora, no lo puedes ignorar. Usted se imagina, se abre el techo, comienza a caer paja por donde quiera, el Señor allí hablando y se lo ponen ahí… ¿usted cree que el Señor iba a poder seguir predicando con un muerto ahí tirado enfrente de Él? Tenía que hacer algo.

Es lo que yo digo, que el reino de los cielos es así, es violento. Y esta gente se impuso y el Señor, dice que, “viendo la fe de ellos…” Viendo la fe de ellos… Cuando usted tiene fe, hermano, es imposible, Dios no le puede, Dios no lo va a ignorar porque Él no quiere ignorarlo porque su fe honra a Dios y Dios responde a la fe de la persona atrevida. "...y entonces recibieron su milagro.” Hermano, este es un pasaje riquísimo, yo no lo… yo no lo voy a exponer todo porque tiene tantas cosas, simplemente ya estoy terminando… antes de que aquí mi hermano Samuel pase por aquí, lamento quitarte a tu preciosa bebe ahí de las manos, se ve tan linda y tan cómoda con su papi ahí…

Pero hermanos, la fe –es importante que nosotros nos atrevamos a créele al Señor. Hay momentos en que la enseñanza va a tener que ponerse a un lado para que la fe tenga su propósito y se cumpla lo que tiene que hacerse. Hay tiempos muy buenos para aprender y leer la Biblia y estudiar la Biblia y estudiar teología pero hay tiempos en que se necesita la acción de Dios, gente que haga algo, que se mueva, que haga una decisión, que se atreva en el nombre del Señor. Y, yo no sé cuál es tu obstáculo en la vida, yo no sé cuál es tu necesidad en la vida… Hay un paralítico que tu estas cargando encima ahora mismo, yo no sé cómo se llama problemas financieros, problemas de trabajo, problemas matrimoniales, una lucha emocional, una carga emocional que hay en ti; cada uno de nosotros tiene un paralítico montado encima y cada uno de nosotros tiene una multitud que se interpone entre lo que necesitamos y Jesús. Yla decisión que tenemos que hacer es, ¿voy a dejarme… voy yo a echarme a morir? ¿Voy a coger a mi muerto y me lo voy a llevar otra vez a la casa porque había un obstáculo, una dificultad? O voy a persistir, voy a buscar, voy a tocar, voy a indagar.

Estos hombres cuando vieron al gente, la casa llena de gente y no podían entrar, yo me imagino que pasaron 10 ó 15 minutos diciendo, bueno, ¿cómo vamos a resolver este problema? Porque no nos vamos a ir con este tipo otra vez porque ya estamos cansados de él, hoy tenemos que hacer algo con este hombre. Y ellos buscaron y exploraron hasta que, ah, el techo, claro que sí, el techo, eso es. Vamos a subir este pobre hombre, vamos a subirlo por el techo.

Siempre hay una solución hermanos, saben, yo siempre digo… miren, mi lema en la vida es siempre hay una solución. Yo no me doy por vencido, hermanos. Si se me cierran las puertas yo busco un hoyito por allí que dejo un ratón para meterme por allí, digo algo… algo para… Hay que, hay que siempre hay algo, yo creo que en Cristo siempre hay esperanza, en Cristo siempre hay una solución, en Cristo siempre hay una salida, siempre hay una posibilidad. Gloria al Señor. Y cuando se te cierran las puertas es porque Dios tiene una puerta más grande que quiere abrir en tu vida. Sí, señor, cuando Dios te quita algo es porque tiene algo mejor para ti.

Siempre hay una solución. Siempre hay una puerta, siempre hay esperanza. Siempre hay una respuesta, quizás no venga antes que termine la noche, quizá va a tener que pasar otro día mas, otra semana más, otro mes más pero tu respuesta viene mi hermano, hermana, tu puerta se va a abrir. Hay un techo que tienes que abrirse para que tú pongas tu problema enfrente de Jesús. Esto es lo último que te digo, pon tu problema delante de Jesús, tiene que orar, hay que clamar a Dios. Muchos… si nosotros pasáramos más tiempo orando al Señor y quejándonos menos, tendríamos más respuestas de Dios. El problema está en que cuando tenemos problemas, ¿qué hacemos? Entonces dejamos de orar, dejamos de clamar, dejamos de ayunar, dejamos de adorar, dejamos de venir a la iglesia, dejamos de servir al Señor porque tenemos un problema. Y cuando se resuelve el problema, entonces, después de las vacaciones yo vuelvo a la iglesia.

Señor reprende al diablo, eso no es de Dios. Mientras más problemas tenga, más órale al Señor, más clama al Señor, más ayuna, más levanta tus manos como decíamos en ese coro, más recuérdale al Señor sus promesas. Oh, hermano, hermana, eso es lo que a Dios le gusta, esos hijos de Él que se crecen cuando viene el problema y dicen yo voy a encontrar la salida. Órale al Señor, clama al Señor, presenta al Señor tu necesidad. Dice la palabra, por nada estéis afanoso sino… digan todos: sino, sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios. Hay que poner las cosas delante de Dios, hay que ponerlas delante de Jesús, hay que ponerlas en el medio de la sala y decirle, ahora Señor yo te lo dejo a ti, ¿que tú vas a hacer con eso? Eso es tu problema, no es mío, el problema es tu problema Señor, ahí los tiene vamos a ver que tu vas hacer con tu problema, con tú problema… ahora es tú problema. ¿Que tú vas a hacer con tú problema, Señor?

Hermano, ponle tu necesidad delante a Jesús y el Señor… yo nunca vi a alguien venir ante Jesucristo y pedirle una sanidad, una provisión una respuesta y el Señor decirle vete pa’ tu casa porque no tengo tiempo para ti. Siempre el Señor atendió las necesidades que vinieron delante de Él. Él es misericordioso, es más, ¿cómo si lo ha hecho por otros como no lo va a hacer por mí que soy la niña de sus ojos? ¿Huh? Dice la palabra que el que no escatimó ni aún a su propio hijo como no nos dar justamente con el también todas las cosas. Si Dios no escatimó a su hijo único, no te va a escatimar un trabajo, una provisión, una respuesta a tu necesidad, una sanidad, una… una salida… Oh , hermano, hermana, hay muchas sutilezas a lo que estoy diciendo pero a la larga lo importante es que Cristo dice, tráeme tu problema, esa es tu responsabilidad traerle el problema a Jesús. La responsabilidad de Él es hacer algo con ese problema y lo que Él haga es bueno por definición. Cree.

Vamos a ponernos de pie, vamos a hacer como esos hombres que trajeron al paralítico; durante la semana tome ese pasaje, Lucas 5, 17 y léalo, medítelo, deje que sus enseñanzas que no hemos podido extraer todas, deje que este pasaje le hable esta semana, haga de este pasaje su pasaje de meditación, mastíquelo ahí, ruméelo, yo no sé si se dice así, como las vacas que cogen las yerbas no y las mastican ahí, deje que este pasaje suelte todas su enseñanza y promesa. En su vida esta semana haga una meta, esta semana yo voy a meditar en este pasaje y aunque crea que ya lo agoté, voy a volver a leerlo para que su mensaje se me meta en el corazón, se me meta en mi mente, se me entre en mi espíritu y suelte todo lo que tiene para mi vida. A veces eso es bueno, la escritura, hermanos, hay que masticarla ahí, hasta el día… hasta que lleguemos al tuétano. Chuparse el tuétano de los huesos de la escritura para que recibamos todos los nutrientes que Dios tiene, así que le animo en el nombre de Jesús, coja ese pasaje allí y deje que le hable en esta semana y que llegue hasta donde se necesita. Así que, vamos a cantar ese coro que está cantando…

Read More
español christian De Santiago español christian De Santiago

Elements of faith

TRANSCRIPT

Children are experts at the illogical and the counteraction or the counterintuitive, they can enter into the magic of play and belief. That’s why it’s easier for them. It’s easier also for an artist to enter into the lane of faith and for a scientist because, you know, that’s the way it is. If faith is countercultural, counterintuitive and counter rational.

Six: Faith leads you to take risks based on your beliefs. Taking risks is the essence here of what I’m saying. The emphasis is there: taking risks. You have to take risks. Many times the walk of faith will ask you to take risks. Like, you know, Esther, the classic example: she has to come before the king and the law of the land said the king has to give you and appointment, he has to invite, never enter into the king without being invited. But she needs to because she has a pressing need. And what are her famous words? If I perish, I perish, but I’m going to go in. there’s a need and I have to… and faith is like that, you have to take risks.

Many times in Scripture people of faith needed to take risks. If you play it saint you’ll never get into the zone of power. Many times we have to risk everything in order to get what you need. Faith is not for the timid. Many times in Scripture you see faith if for the strong.

Nietzsche the great German philosopher, I don’t think he was so great by the way, he was an atheist. I don’t think that’ll be great, to be an atheist. But Nietzsche said that Christianity was a faith of weak and of slaves. He didn’t know what he was talking about. By the way, he died totally mad. I think that only a Hebrew can truly be a Christian and live by the Christian etos. It requires a great strength, great courage, because faith does take a lot of risk taking. So, faith needs you to take risks. Faith in your beliefs.

Number 7, I believe, is faith always leads to some sort of action. Here the word is action. It does not remain theoretical for long. If you have faith you will always act upon your faith. You know, light cannot exist without spelling darkness. I mean, noise cannot happen without asserting itself of the silence. Faith cannot exist and just remains kind in the theoretical realm, it always impels you to do something, decide something, say something, think something. Faith is always action as well, that’s what Apostle Paul said, he said, faith without actions is nothing, it’s empty.

Eight, faith impacts life, conduct, relationships, moral beliefs, world view, destiny, both temporal and eternal. You know, faith impacts all those areas. You cannot faith and not have your moral life impacted, your relationship, social relationships, your conduct, your world view, your destiny, everything, faith covers every aspect of one’s life. I mean, you cannot be a part time believer, you cannot be a part time Christian, you cannot sort of keep your faith compartmentalized, that’s the word I was looking for. Faith permeates every area of the human existence. You cannot be a Christian and have faith, Christian faith without having every area of your life colored and impacted by your faith. That’s what makes it so hard many times. That’s why people are always looking for cop outs and ways and playing all kinds of games, particularly in our modern time to escape the absolutely dominant role of faith in human life. We try to find all kinds of intellectual excuses. No, faith is absolutely resistant and it colors everything, it just you know, it’s like those moles, it just penetrates everything until it settles, every area of its influence.

Nine, whatever it is. Faith can be costly and leads you to risk or give up things that are precious to you. It can be costly. Abraham, give me your son, says God, and sacrifice him for me. And Abraham is willing to kill his own son and yet, when he’s going to do that, God says, stop. I just wanted to check on you, just to see wheter you truly are committed to me.

But, you know, faith can be costly. He was giving what he adored and loved most and many times faith, don’t believe anybody who says to you, well, that is you believe in Christ you’re going to have a great life, you’re going to have two cars in your garage, a beautiful house, three kids and a dog. It just doesn’t work that way. Many times, your faith will lead you to pay a big price and in those moments you have to assert your faith. Your faith that should carry you to that stormy time and hold on to it.

Ephesians, chapter 6 speaks about when the evil day comes, strengthen yourself, arm yourself with all the armor of God so that after you have gone through that evil day, you can remain standing. After the storm has passed you still are on your feet because faith has carried you through that time. It can be costly.

Ten, faith remains despite uncertainty, lack of clarity, contradiction, delay or unexpected results. The key here is remaining. Faith remains despite uncertainty. Faith is hardy, faith is resistant, faith is obstinately strong. It just remains. You know, many times in life your life is not going to go the way you expected. You’ll get to age of 60, or 70 or 50 and you thought that by then you’d have a million bucks in your account, and you’d be retired and then a recession comes and you lose all your money. And what are you going to do? Faith, true faith remains despite all of that, despite all the complexities of life. Faith is a journey, is a zigzagging journey, multifaceted, indefinable, many times, unpredictable, uncontrollable. And if you just to get what you want, and to get where you want and to get the result you expected, forget about it, just get off the bus right now because that’s not the way it is. God will not be a controlled, God’s purposes are unfathomable, complex many times and it takes you to a risk where you didn’t want to go many times, and you to choose to believe and stand firmly on your faith.

Also, faith can be obstinate, desperate, focused, persistent, forcible, confrontative and violent. Memorize all of those things. The point here, you know, faith is a forcible thing, faith is a violent thing, faith is sometimes aggressive, faith is militant, faith is dynamic. The Bible says that the kingdom of heaven proceeds with violence, forcefully, and forceful men and women lay hold of it. The Kingdom of God is something that is irresistible. If you want a nice, happy, smooth ride, again, get off the bus.

You see, many times in Scripture you see obstinate people get what they need, like this woman. Desperate people like this woman, 12 years with the disease, she gone to every doctor in the land and nothing, she has spent all her money and she still has this debilitating sickness that is also humiliating and isolating, and renders her ceremonially impure and unclean. She’s desperate, she has nowhere to go, she has nothing to lose. What if they kick out of the crowd? They’d done that ten times before. She has nothing to lose.

Bartimaeus screaming, Jesus, son of David, have mercy on me. He screams, he screams, he screams. People say, shut up, don’t disturb the master. He screams even louder, he knows he has one opportunity in his whole life. He hears that Jesus is passing by, he keeps screaming and Jesus finally hears this. Stop, bring him to me. And he leaves that day with his healing, because he was desperate.

Zacchaeus gets up on top of the tree, he’s desperate to see Jesus and he gets what he needs. Desperate, obstinate, insistent, persistent people. Faith has that quality, wherever you see that often faith is there. You know, please, do not give up, you tried once, try again. You know at a door, know again. You tried something and it didn’t work, get back on the horse, try a different perspective, try it again, tweak it. If God has spoken to you, if you believe that there is a God keep at it. If God has given a call in your life and you did something and it didn’t work the first time, keep at it. It is one of the qualities of our faith. Jesus said, knock and it shall be opened to you, seek and you shall find, ask and you shall receive.

The Bible speaks about insistence, the man in the midnight who knocks on his friend’s door. I have friends who have come and I don’t have sugar, can you let me a little bit? Now, I don’t have mustard, do you have any? Yes, you know, the guy doesn’t open, two hours he knocks and then finally he says, let me open the door for this guy so I can go to sleep. Jesus says, that’s what faith is. Faith is persistent, insistent, obstinate, focused, desperate. You know, all these things, it’s that quality in your life? How dynamic are you? How insistent are you? How focused are you? How pressing, pressing are you in your goals in your life? God doesn’t like passive life, but he loves them anyway. But he doesn’t appreciate them as much. And he doesn’t do as much through them, God likes people who are a little bit pushed, you know, in your faith kind of people, those are the people that God uses.

I’m serious, I mean, over and over again. You know what? What does he say to Joshua? He says, ¿cómo es que le dice en español? En English, be strong and, be courageous and what else? Ok, whatever, you heard. It’s this idea, you know, I know it in Spanish but even that is not coming to me right now, but mira que te mando que te esfuerces y seas valiente. I am commanding you this day, be strong and be of courage.

You know, and over and over again, what does he tell to Timothy? He says, Timothy, I encourage you to stow the fire of the gift that is in you because God has not given us a spirit of weak, of timidity, or call it weakness or fear, many words that go in the Greek word, of timidity, but a spirit of what? Power, of love and of self control. There’s a whole sermon there, we don’t have time to dwell on that, but it’s this idea. You know, don’t be timid, don’t be shy, don’t be passive, you know, take hold, take authority as believers we need to do that.

What are your goals? What has God spoken to you in your life? What do you envision for yourself in the future? Well, stay on that thing until it comes through. Or God gives you something different and you realize that it was better than what you wanted in the time, because sometimes that happens as well.

I’m coming to the end here. Say amen and thank you God. The last one I think is number 12: faith is the only way to get to God and to receive anything from him. Faith is what provides access to God. It is as I said, that conduit par excellance of access to God and his power. If you don’t have faith, if you are doubtful, if you are kind of wavering the Apostle James says that a double minded person is inconstant, in all the ways do not expect that you’ll receive anything from God if that’s the way you are. God appreciates clarity and decision and faith, a faithful attitude.

Ok, now, you know, I could stop there and that would be it. But how does this apply? Give me ten more minutes, how does this apply to this woman here? You will recognize many of these qualities in the way that this woman acted, and you will recognize it in the way that David and Abraham, and Moses, and Esther, and Ruth and Daniel, and Paul, and Peter, and well, all the Apostles, wherever, I mean, any person in Scripture that is somehow elevated and commended for their walk and their action bears some of these qualities.

And our life has to incorporate some of these qualities if we are going to be truly people of faith. But you know, take a look at this woman for a moment: number one, this woman believes that Jesus can heal her, there’s a element of belief and conviction here. Faith is belief in something. What it says? The conviction, it is the hope that you have that something is going to work, something that you’re waiting for, you’re seeking, you’re expecting that is going to come true. It is conviction.

And this woman has a conviction: this man has the answer to my problem. I don’t think that this woman understands all the theological complexities of Jesus’ person, we don’t even today with all the Scripture that we have, she had nothing except a raw belief that this man, I don’t know if her faith was a little bit occulted, I believe that she had a magical attitude to Jesus. It’s like, you know, many people who go to see Benny Hinn and others’ campaigns. Many of them, they don’t even know, you know, they are not even Christians as a whole, but they feel this man has power and I don’t care, if they get from the demon or from whoever, I need to get healed so they go.

I think this woman, she knew that Jesus was a good man, he was a rabbi, but I don’t think that she knew that he was the Son of God, etc. but she believed that Jesus could heal her.

Number two, she believes that he is so powerful that even a slight touch from him will heal her. I mean, she’s convinced of this, she says, if I can only touch the hem of his garment I will be healed.

Also, she takes action; you see what I’m talking about? Faith never remains in the realm of pure theory and belief. She takes action and doesn’t remain at home wondering, oh, man it will be great to see this guy. Maybe I’ll send him an email and maybe he’ll read it or something. Maybe if I put my hand on the television, you know, he’ll heal me. Whatever. No, she takes action, she plots, she plans, she knows that he’s going to come to the city and she calculates where’s the best place in the street where she can kind of get herself into the crowd and what her methodology is going to be. She has a plan and she takes action. One day she dresses herself to go out there and there’s a vast realm of uncertainty that opens up to her, but she’s going to do it.

You know, sometimes I found that the most difficult moment to undertake anything great in life is when you break the absolute inertia of zero, you know, I remember years ago the day that I started my carpenter career, the first I did anything of carpentry in my life and it was a big thing, it was actually putting together a room for our second daughter, and I had to break a whole wall. It was too expensive at that time for us to pay the carpenters to do it, some several thousand dollars and we didn’t have that money. And I remember the shear terror that I felt when I took that hammer in my hand and I hit that wall the first time, and I knew there was no going back, it was a big hole out there, and I knew man, I sweat like crazy, I said my wife will never forgive me, she’ll never let me live this down. My whole self esteem is implicated in this moment here. You know, but then as I went along things got better and surely enough there was a room there for our daughter to be born and to come into our house and be there for many years, but you know, just at that moment you have to take action, at some point you have to take the hammer and hit the wall and begin the journey and the process.

And you know, this woman took action. Don’t let inactivity and just fear, keep you, many people want to change a job, they want to change a profession, they want to travel to another country, whatever, they want to speak to a friend about something and they always remain in the realm, should I do it, should I do it? And days pass and they never take action. At one point you got to just commit yourself, take the jump in the name of the Lord and say like Esther, if I perish, I perish but at least I tried.

So, this woman takes action, doesn’t remain at home wondering what would happen if. Also, she goes through a lot of effort to get to him. Faith usually asserts herself by overcoming obstacles, dangers, opposition. There’s whole element, people, you know, throughout Scripture overcoming obstacles and going through a lot of efforts, she had to plot, she had to get through the people, she had to.. I think she touched the hem of the garment of Jesus, not because that’s what she wanted to touch, I think she would have wanted to embrace him and grab on to him, but her circumstances only allowed for that, I think that she kind of stretched through 3 or 4 people and they were kind of complaining, what are you doing woman? And she just, ….., there it is, she touched, she knew that that’s about all she could get, but she felt if I can only do that, that’ll be enough. So you know she had to overcome obstacles.

In life if you’re a man, a woman of faith, you got to believe that with God all things are possible as the word says. Don’t let anything deter you from pursuing great goals, even in your Christian life or in your secular life just because it’s difficult, because there are obstacles. Persist, that’s the whole thing, get through the difficulties and grab on to Jesus grace and power.

Also, she risks censure by mingling with the multitude. Remember what we said about risk? We said we had to take risks. You know, a woman with a flow of blood was ritually impure according to Jewish law. Anybody that she touched by definition became ceremonially impure. So, a woman like her, just like a leper was prohibited from having contact, physical contact with other people. it was a terrible experience for this woman, 12 years of her life totally isolated, looked down upon, the reputation that probably run through her neighborhood and she was not supposed to be there, religiously speaking and yet she decided, I’m going to go anyway, I mean, this people don’t know what I’m suffering. I’m going to break through that difficulty. She took a risk.

And you know, as I said, risk sometimes implies that you look to take risks. She risks censure in this case. Sometimes you’ve got to commit yourself to the shear grace of God. If you are not willing to sacrifice your reputation, your good name, your self image, or your public image in the wake of some impulse that God puts in you, don’t try, don’t live a life of faith. You won’t be able to, you have to take risks many times and you have to just commit yourself to the grace of God.

Another thing, reason and prudence dictated that she stayed home. You know, think about it, she had been sick 12 years, number one, number 2, she had tried through many physicians and none of them could cure her. Actually she had tried and lost all her money. She could get directly to Jesus to speak to him, she had no connection. She didn’t have an insider to tell her, hey, come and I’ll put you in the head of the line, I’ll connect you. Yes, I know him, he’s a good friend of mine and I’ll tell him about you and you know, come. She had no way, she was just a nobody. She was just an outcast.

You can imagine if it were me and I started thinking about all those things I tried before, nothing happen, I’d gone to the best doctors and nothing happen, I’d been around for 12 years with this thing and it’s gotten worse. I’m poor, I’m a woman, I’m ceremonially unclean, all of these obstacles that she was facing and you know, I think the reasonable there for her to say, hey, you know, forget about it. It’s not going to happen; I might as well just stay home. Why submit myself to possible disappointment and more suffering and failure in my life? I think the reasonable thing for her to have done is to just become used to her condition and to try to live the best way that she could and she just threw all of that to the wind. That’s why I say, faith can sometimes be unreasonable.

Many times I’ve undertaken things in my life and in my ministerial journey that I fell like a fool, and I said, Father, I just pray that I just won’t break my head, you know, and that people won’t laugh at me at all, but I just learned that you got to do sometimes foolish, risky things in order to obtain things from God, because sometimes there’s a crucifixion that takes place, when you sacrifice your reason, when you sacrifice your self image, when you sacrifice your pride. These are many of the things that prevent us from doing great things in the Kingdom of God that prevent us from becoming powerful men and women. You got to break all of that.

I think one of the biggest things that need to break is our need for everything to make sense and to be perfectly explainable before we do something, and there’s a crucifixion, there’s a breaking that takes place, and the more you do that, the more supple, the more agile you become in the walk of faith. That’s what Jesus said, if the grain of wheat doesn’t fall to the ground and break and die, it remains alone, but if it breaks it bears a lot of fruit. Why? Because that external covering of human self sufficiency, pride, need to everything be correct and accountable and explainable, it’s a crust that prevents the life, the inner life of God from expressing itself to you. That has to crack in order for the life of God in you to emerge and go out and bless others, and also bless you.

Reason and prudence, in this case, needed to go by the way side. Despite thousand obstacles she took action and made every effort to get to Jesus, you’ve seen that already.

There’s 3 more and then I’ll stop here. Her faith opened access to the power in Jesus. Remember what I said? Faith is the conduit, when you believe in God despite everything you just break through into the realm of the divine.

Also, it made her different from everyone. Faith is what differentiates each and every Christian from a Christian of power and effectiveness. This woman touched Jesus and there were hundreds of people touching him and Jesus felt the difference. And he said, who touched me? Now, when he said touched me, I think he meant, who Touched me? with a capital T, because this woman touched him with a quality that was her faith and that’s why among all the touches, among the wide noise of touching that was around him, her touch penetrated Jesus consciousness and he felt somebody touched, and you know, people looked around, they waited, nobody said, I touched you. And then this woman finally, who expected to just leave kind of quietly and scurry out of there with her victory in her hand and then go back to her life of anonymity. No, she had to stop, she said, ok man, I don’t want to risk this healing to go away. No, ok Jesus, I did it. All right. This woman, her touch was unlike any other touch.

What differentiates her from the multitude? What differentiates her from all the people who come to church and who try to get something from God? It’s your passion, your need, your humility, your persistence, your risk taking, your willingness to break, to fail, and you believe that God will honor your faith if you undertake something. That’s what makes her different from the crowd. 90% of believers in the Christian faith will not get very much from God, except a religious warm feeling, fuzzy feeling when they come to church. That’s about it. Only people who have true faith would be differentiated.

And then finally, it overcame all obstacles, all the obstacles were overcome by her faith. So let me just stop here, there’s a few more things, but maybe some other time we’ll be able to get through all these other things.

The dynamics of faith, they’re so beautiful. Faith is the most absolutely complex sophisticated thing that you can image. We have made it something very superficial. But the Bible is just full of beautiful teaching and if we apply these principles in our lives, I tell you, our lives will be revolutionized; each one of us can become someone very powerful. It doesn’t matter whether you are a new believer, it doesn’t matter whether you are a woman or a man, it doesn’t matter whether you are Latino or Anglo European, it doesn’t matter whether you come from a family that has had several generations of college graduates or whether you are the first high school graduate in your generations. It doesn’t matter whether you speak well or not, whether you have great gifts or not, and the only important question is how great is your faith, what is the quality of your faith. There are many diamonds in the world but there are diamonds that are so pure and so crystal like in their ability to reflect light that they are unique and precious beyond mention. This is what you, how’s your faith, how pure is it? What point of clarity have you brought your faith to in your life? That will make all the difference whether God acts in you and through you to others.

So, I pray this morning that these words of the Lord will dwell in your life and become powerful, powerful presences in your Christian walk.

Madeleine, I know that we are recording these things, they will be in the Internet, right? In the page, the web page. So, if I was going too quickly for you and I mentioned some things and you were unable to take note and you’d like to come back and dwell on those things, go to the church web page which has an English component as well, León de Judá.org and in a couple of days, 3 days or so, you will be able to have a transcribed version of this message. So, I bless you in the name of Jesus Christ.

Father, we pray now for wisdom, many things that were mentioned some of them perhaps not totally what you wanted to, they may not be perfectly able to correct in our spirit anything that needs correcting and also to affirm anything that needs to remain there, and I pray that your understanding Lord would be upon your people, right now, your full understanding, your blessing upon your people, Father. Greater and mini, mini communities among this nucleus and that will bless this city. We pray your joy, your power, your energy to fill our lives, make us powerful men and women of love so we can serve you, we can be effective servants for the Kingdom of God.

We thank you, we bless in the name of Jesus. Alleluia! Amen. Give the Lord a big hand clap. Let’s just stand for a moment. Alleluia! Praise the Lord. Praise the Lord.

Read More
español christian De Santiago español christian De Santiago

No tire la toalla!

TRANSCRIPT

Vamos al libro de Daniel, capítulo 1. Florecitas de nieve en marzo, pero hermanos no se desanimen, dentro de poco la primavera vencerá el invierno. No tire la toalla. Y en una manera, hermanos, de eso se trata este mensaje. Daniel, capítulo 1. Daniel, chapter 1. Gloria a Dios. Glory to God. Especialmente si usted se crió en el Evangelio, si se crió en un hogar cristiano, yo no dudo que usted, tarde o temprano, ha leído este texto, tal vez en un grupo de jóvenes. Pero hace poco lo leí de otra manera, el Señor me quebrantó revelándome algo y aprovecho en esta mañana de compartir esa revelación con ustedes. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

“En el año tercero del reinado de Joacim rey de Judá, vino Nabucodonosor rey de Babilonia á Jerusalén, y la Sitió. El Señor entregó en sus manos” –en manos de Nabucodonosor, “a Joacim rey de Judá, y parte de los utensilios de la casa de Dios; y los trajo a tierra de Sinar,” –o sea Babilonia– “a la casa de su Dios, y colocó los utensilios en la casa del tesoro de su Dios. Y dijo el rey a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que trajese de los hijos de Israel, del linaje real de los príncipes, muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idóneos para estar en el palacio del rey; y que les enseñase las letras y la lengua de los caldeos. Y les señaló el rey ración para cada día, de la provisión de la comida del rey, y del vino que él bebía; y que los criase tres años, para que al fin de ellos se presentasen delante del rey. Entre éstos estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías, de los hijos de Judá. A éstos el jefe de los eunucos puso nombres: puso a Daniel, Beltsasar; a Ananías, Sadrac; a Misael, Mesac; y a Azarías, Abed-nego. Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey…”

¿Cuántos han leído este versículo antes? “Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, i con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse.” Hermanos, reflejemos por un momento este versículo que usted tal vez ha leído muchísimas veces. Y ahora en el contexto de cómo abre el libro de Daniel, ¿no te parece absurdo hermano, este versículo, esta actitud de Daniel? Piénsalo bien. ¿No te parece una locura, algo absurdo? Este libro comienza describiendo lo que parece ser una derrota total para el pueblo de Israel. Hubo una invasión, hubo una conquista. Hermanos, por qué insistir en no contaminarse, en guardar la ley de moisés, en guardar kosher como hacen los judíos hoy día, si Jerusalén ya está destruida, si la guerra se ha perdido y si no hay esperanza de victoria.

Por qué insistir bajo ese ambiente en no contaminarse… parece una locura. ¿Y la respuesta, hermanos? Y esta es la respuesta para todos de ustedes que tal vez se encuentren en Babilonia en esta mañana. La respuesta hermanos es que la guerra nos e ha perdido todavía, la respuesta es que la esperanza no se ha perdido todavía, la respuesta es que el enemigo no se ha salido con la de él, aunque todo alrededor diga lo contrario. Y hermanos, esa es una especie de fe. Y pido al Señor, que el Señor despierte esa fe en usted, esto es una fe que no se deja vencer. Pídele al Señor esta fe que te asegura que saldrás ganando aunque toda la evidencia alrededor de ti te diga lo contrario. Aunque todo lo que usted vea, aunque tus circunstancias te aconsejen niega a tu Dios y muérete.

Hermanos, esta es la fe que te asegura que tu redentor vive y que tus ojos lo verán aunque todo alrededor te diga todo lo contrario. Hermanos, esta especie de fe es la que ha asegurado que el reino de Dios ha sobrevivido. Gracias. El reino de Dios ha sobrevivido imperios, ejércitos, reyes, dictadores, gobiernos, ateos, generales, invasores, como este, crisis económicas y morales, lo que declara el libro de Hebreos, capítulo 36, versículo 33, cuando declara, “que por la fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filos de espadas, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros…” En pocas palabras es una fe que tiene por seguro en el centro de los huesos uno vive seguro que a lo largo el reino de Dios siempre gana. Pase lo que pase, llámelo Babilonia, llámelo Persia, llámelo Grecia, llámelo Roma, llámelo la Unión Soviética, llámelo Cuba, llámelo lo que lo llame… parezca lo que parezca. A lo largo el reino de Dios gana y sus hijos salen triunfando.

Y hermanos, yo llamaría a esto una fe que no se deja vencer. Y hay un lugar para una fe de corto plazo sólo para distinguir una especie, por así decirlo, una fe de otra. Y qué es una fe de corto plazo, bueno que es una decisión, es una emergencia y necesita una respuesta en este momento. Padre, provéeme por esta necesidad, Señor sáname de este flujo, de este dolor de cabeza, Señor tengo que llegar a la gasolinera. Padre, ahora y no es gran cosa. You can handle this, God, tú puedes, esto es poca cosa para ti. Y literalmente, poca cosa para ti. Pero, ese tipo de fe, la fe de corto plazo no es de gran ayuda para ti en Babilonia… cuando usted se encuentra en Babilonia. Cuando usted se encuentra en Babilonia usted necesita una fe invencible, una fe que no se deja vencer. Y hermanos, tarde o temprano el Señor permite que sus hijos confronten una Babilonia.

Yo no sé si usted está en Babilonia, ha experimentado una Babilonia, una Babilonia ha visitado sus familias. ¿Por qué no hacemos un examen aquí rápido? ¿Cuándo sabemos que estamos en Babilonia? Hermanos, no estamos hablando de un día fuerte en el trabajo, no estamos hablando de que te rayen el carro en el parqueo, por más que eso nos molesta. No estamos hablando de esos retos, estamos hablando hermanos… uno está en Babilonia como Daniel cuando confrontas una situación y esto puede acontecer en un momento. Una llamada, un e-mail, un texto, de momento tu vida cambia. De momento confrontas una situación tan abrumadora que de una vez pone a prueba todo lo que usted ha aprendido acerca de Dios y todo lo que usted ha aprendido acerca de quién es Dios para ti y tú para Él. Pone en tela de juicio toda tu relación con Dios y todo lo que tú has aprendido hasta ese momento acerca de Dios. Te borra de un momento los linderos espirituales, te daña tu brújula espiritual. Eso es lo que hace una Babilonia. Uno sabe si está en babilonia, si como David en esa situación, toda la vida que usted conoció –en su caso el templo, los sacerdotes, las viñas de Judá, los rostros de su familia, sus vecinos, en un momento desaparecen, no la vemos, una vida totalmente desconocida, totalmente otra. Job es otro ejemplo hermanos, que en un momento en un par de días pierde hijos, provisión, salud.

Hermanos, ¿el libro de Job no es tan exagerado? En un momento, en un abrir y cerrar de ojos, su… –todo lo que usted conoce de su familia, no es ni siquiera su familia, esto es lo poderoso. Es la imagen que usted tiene de su familia es reconfigurada en un momento. Ese esposo que ayer tú lo conocías como un hombre responsable, sobre el cual descansaba tu confianza y tu corazón va y se corre con otra, guau, tu vida es diferente de ese momento en adelante. Esos hijos, esos niños que tú cargabas, de un momento sea un embarazo inesperado, sea una llamada de la escuela, o peor del cuartel, y ya es otro hijo. Ya es otra situación. Ya esto es otra vida, esto no es lo que usted esperaba. Tu provisión. En un momento, en par de días, este es el drama que los Estados Unidos ha estado vivienda, fortunas se pueden perder en un abrir y cerrar de ojos… fortunas, casas desaparecer, carreras de 20, 25 años, 30 años, desaparecer. Una Babilonia.

Su salud, hermanos, nuestros cuerpos son la cosa más frágil que se ha inventado, y un diagnóstico, una pelota que sale, un dolor de cabeza que no se explica y de momento ya tu vida es otra. Bienvenido a Babilonia. Bienvenido a Babilonia. Y la cosa de Babilonia es esto, cuando esa nube pasa, cuando ese choque inicial pasa y la experiencia emocional inicial pasa y te secas las lágrimas, aún así te quedas con la realidad de los escombros de esta nueva vida. Y esta es la cosa, hermanos, uno no sabe una crisis de este tamaño puede ser de un día, pero más bien uno sabe de antemano que esto no va a pasar en un día o dos. Cuando uno está en Babilonia uno sabe que aquí estaremos tal vez meses, tal vez años, tal vez toda su vida. Hermanos, entonces, primeramente, ¿por qué Dios permite algo así? Un Dios justo, un Dios bueno, un Dios que te ama, un Dios que tú has confesado como tu Dios, un Dios que tú has adorado, un Dios que tú has servido fielmente. ¿Por qué Dios permite algo así sobre su vida? ¿Por qué?

Bueno hermanos, le doy por lo menos dos razones, primeramente hay implicaciones personales para su fe. Hay implicaciones personales. Francamente hermanos, cualquier fe que vale la pena será probada, tarde o temprano. Any faith worth having is a faith worth testing. Cualquier fe que vale la pena a lo largo será probada. Como declara la palabra en el libro de Santiago, la fe sin obras es muerta. ¿Y qué quiere decir eso? Su fe, antes de que sea probada, antes de que pase por una Babilonia… su fe es una profesión, usted lo que tiene es una profesión de fe, eso es importante. Usted lo que tiene son declaraciones de fe, es teología y eso es precioso. Pero, hasta que usted no pase, hasta que el Señor no permita que usted pase por el fuego refinador, esa fe no se activa en una vida ferviente y dinámica y poderosa en el Señor. Imagínate… su vida antes de que pase esta prueba de fe es una colección de talentos y dones y promesas de parte del Señor. Elementos inertes, allí juntos que hasta que el Señor no prenda la llama y comience a derretir esos talentos en mezclarlas con lágrima y quebranto y ahora sí está sacando la Palabra, y ahora sí está comenzando a ejercer ciertos dones, ahora eres un hombre, una mujer de fe. Y ahora brillarás porque en ese fuego el Señor separa las impurezas, el Señor separa la escoria del oro. Y hermanos cuando usted pasa por esto su fe brillará.

Hay implicaciones personales. Pero, hermanos, yo quiero enfatizar esta otra implicación. Otro tipo de fuego refinador y purificador, y es las implicaciones que hay de su sufrimiento y su prueba sobre el reino de Dios. ¿Qué quiere decir con eso? El Señor te ha invitado a un drama eterno. No pierdas de vista eso. Hermanos, mientras usted esté viviendo su vida, mientras usted esté caminando sobre esta tierra no pierda de vista su drama en relación al drama espiritual que se está librando en lugares invisibles. ¿Qué quiero decir con esto? Preguntémonos, ¿qué necesidad tenía Nabucodonosor de tomar de rehén la crema de Judá? –estos muchachos y llevarlos allá. Él ya había hecho lo que le dio la gana con Jerusalén, ¿verdad? Destruyó sus muros, quemó el templo, mató los sacerdotes, de remate toma los instrumentos de adoración del templo del Señor forjada con oro de las ofrendas del pueblo, él toma estos utensilios del templo del Señor. ¿Cómo te sentirías tu, hermano? Y de momento él lo lleva a Babilonia y lo entrega a sus Dioses paganos como un símbolo gráfico, culminante, de una victoria completa –de una conquista.

Qué necesidad tenía él de llevar a estos muchachos de rehén e incorporarlos a su corte, y adoctrinarlos a su cultura y en su manera de pensar y su política. ¿Qué necesidad hay? ¿Sabe por qué? Y aprenda esto bien, aprenda esto bien. Cuando estés en Babilonia. ¿Sabes por qué era tan necesario que hiciera esto? Porque no hay… –la conquista no es completa hasta que uno no se rinda voluntariamente. La conquista no es completa hasta que el enemigo provoca que usted diga, hasta que él oiga de tus labios, ¿ya para qué? Ya no hay esperanza, ya la guerra terminó, ya mi Dios ha muerto y con mi Dios sus promesas. Como declara Pablo en 2ª de Corintios, mira si Cristo –en el contexto de la resurrección del Señor–, si Cristo no ha resucitado en vano es nuestra fe, en vano es nuestra fe. Comamos, dancemos, vivamos, ¿para qué? Ustedes ven lo absurdo que es la declaración de Daniel de no contaminarse en este trasfondo, si es que uno está convencido que la guerra está perdida ya. Pero el Señor sabe, en esta controversia con Satanás, desde antigüedad, Él siempre ha mantenido algo. El Señor ha mantenido. Es más yo, –forgive me God–, Él ha apostado que una minoría, un remanente, tal vez hasta un alma is enough for God. Una alma rehusará, se negará a rendirse. Okay, venga la prueba. El fuego arrasa con todo lo Santo, con todo lo divino, con toda la religiosidad, con todos los aparatos, con todo. Y Él mantiene que cuando ese fuego, esas llamas mueran, quedará por lo menos un Noé. Quedará por lo menos un Abraham. Quedará por lo menos un Josué, un Caleb. Quedará por lo menos un Job. Quedará por lo menos un Daniel.

El Señor permite esto, permite estas Babilonias en esta controversia espiritual porque Él dice ahora en este contexto veremos haber quién me ama, en este contexto tan negativo veremos quién todavía me llama, quién aún me busca… quién aún confía en mí y de esa persona, aunque sea un alma, de esa vida yo puedo crear esa nación. De esa vida yo puedo crear toda una generación inconquistable. Satanás no tiene estrategia con alguien así. Y en este fuego refinador, el Señor está buscando almas con ese ADN espiritual. That’s you. A eso el Señor nos ha llamado. Entonces, hermanos, no te olvides hermano que esto es guerra. No solamente que esto es guerra, pero como decía Louis, nosotros somos parte de un ejército de resistencia. Nosotros vivimos, como él declaraba, en terreno ocupado por el enemigo, this is occupied territory. El enemigo ha usurpado este terreno, esto no es de él. Y tú eres parte del reino legítimo y nosotros vivimos aún, aunque todo alrededor parece que el enemigo se ha apoderado de todo, nosotros vivimos con esperanza… –es más, la certeza, la certeza entre poco habrá una invasión.

Como en la segunda guerra mundial, tú estás en Francia es el año 1944, los alemanes se han replegado de París por más de cuatro años y tú estás seguro que cualquier día tu redentor llega, Y habrá una liberación. La fe es la certeza de lo que no se ve, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Y hermanos en este contexto lo que se espera y no se ve es la victoria, esa victoria y tú la abrazas, tú la esperas, tú la besas… aunque todo a tu alrededor te diga esto es absurdo –esto es absurdo. ¿Entonces cómo lo hace? ¿Cómo lo hace en Babilonia, hermanos? Are we going to make it out of Babylon, ¿cómo nos formamos en un ejército de resistencia debilitando al enemigo y abriéndole paso a nuestro rey que nos viene a redimir. Sabe qué, tres consejos. Primeramente, hermanos, en Babilonia busca al Señor, por decisión y no emoción. En Babilonia busca al Señor por decisión y no emoción. Qué quiero decir con eso, usted puede reducir este punto en esta palabra: disciplina, discipline… disciplina espiritual.

¿Qué quiero decir con esto, hermanos? Esta declaración de Daniel, que él propuso la fuerza de esa palabra, proponer, habla de determinación, eso implica disciplina. Eso implica venga lo que venga, ve alo que yo vea, yo me propongo mientras el Señor me de vida hasta que el Señor restaure Israel, yo me propongo no contaminarme. ¿Y cómo hace esto? Hermanos, en campos de guerra, en campos de prisión de soldados de guerra o soldados en un campo de concentración, tienen la costumbre de mantener ciertas disciplinas aún mientras ellos están presos, que parece un poco ridículo. Usted ha oído esto, ellos se saludan como soldados, ellos respetan su rango aunque ya para ellos se supone que la guerra ha terminado porque son presos. ¿Qué hacen ellos? Poniéndose su uniforme. ¿Qué hacen ellos? Arreglando su uniforme. ¿Qué hacen ellos? Desfilando todas las mañanas. ¿Qué hacen ellos? Haciendo ejercicio y manteniéndose en forma. ¿Qué hacen ellos? Saludando la bandera si les permiten. ¿Por qué? Estas son disciplinas que los ayuda a sobrevivir aún cuando todo a su alrededor le dice, véncete. Y esto es lo que hacía Daniel, no vamos a ir a este texto, pero ustedes conocen la historia de Daniel y la fosa de leones, hermanos. Allí declara la palabra que él solía llegar delante de la presencia del señor, tres veces al día, como un reloj por años. Esto fue un reloj, esto es una disciplina, con ganas o sin ganas abría las ventanas hacia Jerusalén y allí buscaba el rostro de Dios.

Y hermanos les voy a decir, –les voy a advertir–, en Babilonia, especialmente Babilonia, te van a faltar las ganas, te van a faltar las ganas. Te van a faltar las ganas de alabar al señor, te van a faltar las ganas de buscar su rostro, te van a faltar las ganas de oír de Él. En Babilonia eso es especialmente peligroso, porque como Daniel descubrió, él estaba rodeado. El reino de Nabucodonosor, Babilonia estaba donde quiera, donde quiera. Él estaba rodeado de la comida, de las normas, la cultura y la inmoralidad de Babilonia. Hermanos, él nadaba en aguas de conquista como un pez. Y así es tu vida. Si usted se deja, hermano, esas aguas de depresión, esas aguas de mira ya tira la toalla y negatividad, esas aguas que tal vez usted confrontará aún en el camino de su casa al trabajo, del trabajo al hospital, o del hospital a tu hogar. Eso te va a agotar. Tarde o temprano, a menos que usted con disciplina llegue delante del señor, y dice Señor yo tal vez no entienda esta situación, tal vez yo no sé qué hago en Babilonia o qué hice yo para merecer eso, pero yo declaro aunque mi corazón no lo sienta, yo confieso que tú estás en tu trono, que tú estás en control y Padre, mi corazón te busca y pido Señor que tú espíritu, ese espíritu que intercede con gemidos indecibles… Padre que tú espíritu viniste a mi espíritu, que yo soy aún incapaz de ministrarte a ti, ni siquiera te puedo dar la adoración en este momento que tú mereces, pero tu recíbela.

Hermanos, esas son las oraciones que más honran a Dios. Esas oraciones que vienen de decisiones y no de emoción. Esas oraciones que nacen de principios y disciplina. Él oraba tres veces al día. Hermanos, no dejen ir por lo menos una vez al día, antes de su primera decisión, antes de su primera conversación esté delante de la presencia del Señor. Enchúfate con el Señor antes de que salga a Babilonia, punto número uno. Punto número dos, hermanos, le voy a pedir que pasemos a Jeremías, capítulo 29. Punto número dos. En Babilonia, y esto es más difícil que lo del principio, primeramente guarda disciplinas espirituales; segundo, en Babilonia hermanos sirve, en Babilonia ama, en Babilonia construye, en Babilonia determínate ser sal y luz.

El joven Daniel conocía el libro de Jeremías. En Daniel capítulo 9 está esta escena donde Daniel abre este rollo y está leyendo las promesas del libro de Jeremías, específicamente Jeremías 25 y Jeremías 29 que declara que dentro de 70 años el Señor levantaría el exilio de Jerusalén –de Judá de Israel, y que volvería el pueblo del Señor de toda la tierra y regresarían allí. Pero, Él también conocía el contexto de esa promesa. Declara la palabra: "así ha dicho Jehová,” versículo 4 mis hermanos, “así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, á todos los de la cautividad que hice trasportar de Jerusalén a Babilonia, en Babilonia edificad casas, y habitadlas; y plantad huertos, y comed del fruto de ellos. Casaos, y engendrad hijos e hijas; dad mujeres a vuestros hijos, y dad maridos a vuestras hijas, para que tengan hijos, y para que tengan hijas; y multiplicaos ahí, en Babilonia, multiplicaos y no os disminuyáis. Y procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar, y rogad por ella a Jehová; porque en su paz tendréis vosotros paz.”

Daniel tomó esto de corazón, él fue… el libro de Daniel para un líder es imprescindible, hay que leerlo porque habla de un hombre libre de corrupción, habla de un hombre que servía sin negligencia, es un tremendo líder. Un tremendo líder. Y hermanos, él servía de todo su corazón, bendecía a estos hombres, servía rey tras rey aún cuando hubiera golpes de estado, y hubieron unos cuantos en los 70 años que estuvo Daniel allí, próximo reinado el lo sirvió con el mismo, con la misma excelencia que él servía el anterior y hermanos mientras él hacía eso el Señor lo bendecía, mientras usted haga eso sobre la marcha, usted se levanta y tú dices bueno aquí va, estoy en Babilonia y yo me puedo dar, yo me puedo entregar a la depresión, yo me puedo quedar en casa con mis pantuflas y mi bata y puedo hacer… dejar que mi barba crezca y me puedo convertir en un ermitaño…

O puedo salir por esa puerta y declarar que soy un hijo de Dios y es aquí que el Señor va a florecer mis dones, es aquí que el Señor –fue en este contexto, sin Babilonia las revelaciones que el Señor le dio a Daniel no hubiese sido posible. Sin Babilonia los dones que el Señor le había… que estaban inertes en él no hubiesen florecido. Este hombre se convirtió en un profeta del Señor, un instrumento en las manos del Señor. Pero, hermanos, vino de una decisión de primero obedecer la palabra del Señor, de orar por el Shalom, la paz de todo su alrededor. Hermano, ame aún en Babilonia, ame aún a aquéllos que son responsables por su Babilonia, ame, sirva, bendiga a aquéllos que son responsables por su cautividad aún. Se oye radical, se oye radical, pero esto es guerra de resistencia. This is a resistance warfare, a lo largo tu fe sólo se aumentará, y a lo largo como pasó con Daniel, el nombre del Señor será exaltado y glorificado sobre tu vida.

A lo largo reyes paganos, esto es lo que te va a acontecer, los que son testigos de tu vida, los que son la gente que están mirando tu drama de lejos… estoy hablando de ángeles, sí, estoy hablando de demonios, pero tus vecinos y por así decirlo los reyes paganos se verán obligados a declarar no hay un Dios que salve como el Dios de Daniel. No hay un Dios que salve como el Dios de ese muchacho. No hay un Dios que salve como el Dios de esa hermana. Yo no me explico cómo ella se levanta por la mañana, yo no me explico cómo ella se viste, yo no me explico cómo ella como ella va y hace sus cosas con diligencia, yo no me explico esa sonrisa, yo no sé, pero no hay un Dios que salve como el Dios de esa hermana. Jehová sea glorificado aún en Babilonia, mis hermanos. La resistencia del enemigo cae y es corrompido aún de adentro por fuera.

Finalmente hermanos, no dejen esto, en Babilonia viva, en Babilonia viva esperando su redención. En Babilonia viva esperando su redención, viva como un peregrino, un extranjero, sabiendo de dónde usted salió. Hermanos, y yo creo que esto es el secreto de Daniel, él pudo entrar aún como un jovencito en esa corte y confrontar esta realidad y mantener su integridad y mantener su santidad y hacer lo que le pidieran que haga porque detrás de él... él se amarró esta promesa. En el versículo 10, de Jeremías 19 el Señor le promete, “porque así dijo Jehová, cuando en Babilonia se cumplan los 70 años, yo os visitaré y despertaré sobre vosotros mi buena palabra para haceros volver a este lugar.” Hermanos, de gratis porque estamos ya en ese vecindario, me encanta este versículo, y tú recibe esto también. Porque en Babilonia es muy difícil creer esto, más que en otro lugar, tu Dios te promete, hermano. Aunque todo tu alrededor te diga lo contrario, aunque todas las circunstancias te digan otra cosa. Aunque usted se crea que tu Dios te abandonó, que no hay solución, que todo está perdido, que no hay razón porque despertarte en la mañana, el Señor te promete yo sé los pensamientos que tengas dentro de vosotros, pensamientos de paz no de mal para daros el fin que esperáis. Daniel se levantaba cada mañana y se acostaba cada noche marcando los días… marcando los días. Abrazando esta promesa.

Hermanos, conozcan las promesas del Señor. Conozca las promesas del Señor, indaga, nade en las promesas del Señor, bébelas, digiérelas, escríbalas, memorízalas, amárralas sobre tu corazón, escríbelas, como dice la palabra, sobre las tablas de tu corazón, escribe tu nombre en ellas, personalízalas. Hermanos, sueños que no se han realizado, pero marca los días. Promesas del Señor que aún no se han cumplido, pero marca los días. Oraciones que aún el Señor no ha contestado, que han pasado un año, han pasado cinco años, han pasado diez años, han pasado quince años… marca los días, márcalos –márcalas. En esta controversia el Señor te va a mostrar que Él es fiel. A los 80, 90 años Daniel aún iba delante del Señor, y cuando mira como un reloj cuando se cumplió los 70 años él vino delante del Señor y dice Padre, ¿y ahora? ¿ahora qué? Yo he esperado toda mi vida, yo he esperado, yo he confiado en ti, cumple tus promesas. Hebreos, 11. Declara que en versículo 13 de Hebreos 11, conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido. La ironía hermanos es que Daniel –la tradición es que Daniel nunca regresó a Jerusalén pero que Dios lo usó para ser de influencia con el Rey Sido de Persia, porque estaba en su corte... y esa liberación -él fue el vaso que el Señor usó. Y aunque él no llegará allí, dice allí, “sino mirándolo de lejos y creyéndolo y saludándolo y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra, porque lo que éstos dicen ciertamente dan a entender que buscan una patria pues si hubiesen estado pensando en aquellos a donde salieron, ciertamente tenía tiempo de volver.” Pero declara el Señor, anhelaban una mejor. Anhelaban una mejor. Anhelaban… esto es lo celestial, por lo cual Dios, y hermano recibe esta palabra, Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos, porque les ha preparado una ciudad.

Hermanos, aunque los saludemos, aunque usted salude su redención de lejos, tome a sus… si tiene hijos, tome a sus hijos, si tiene nietos, tómelos… ponle las manos, pásale la promesa a ellos, pásale esa herencia a ellos, pásale ese ojo de guerrero a ellos. Creemos, hermanos, una generación invencible. Pongámosle.

Esta fe que no se deja vencer, es una fe que declara aún en Babilonia 'grande es nuestro Dios, grande es nuestro rey, aleluya, Cristo vivo está’ esto es fácil hacerlo aquí en León de Judá con este equipo, luce allí, mis hermanos y es súper difícil declarar esto en Babilonia, sin el templo, sin todo lo que usted conoce. Pero yo te digo esta promesa, hermano, Dios sigue en su trono. El cielo y la tierra pasarán, su palabra jamás pasará. Hermanos, no hay una promesa que el Señor le haya hecho a usted que ha caído a la tierra, es más Babilonia solamente lo hace más precioso. Babilonia solamente nos hace anhelarla más, nos prepara más para ella.

Padre venimos delante de tu presencia con la certeza, primeramente Señor agradeciéndote por hacernos miembros de tu reino que es un privilegio que es incontable, Señor, primeramente afirmamos eso. No lo cambiaríamos para nada, no lo cambiaríamos para nada, Señor. No cambiaríamos esta salvación, no cambiaríamos el conocerte a ti, no cambiaríamos el privilegio de estar delante de tu presencia. Señor, no cambiaríamos ni siquiera para ganar mil años, no cambiaríamos un día en tus atrios, porque eso es precioso. Señor, venga lo que venga no podemos imaginar el mundo sin ti. Señor, el sol se apagará y tú sigues siendo Dios, Señor el cielo y la tierra pasarán, tú sigues siendo Dios, tú sigues siendo rey, tú sigues soberano, Padre y nosotros declaramos porque somos tu pueblo y somos pueblo de tu palabra y aquí tu palabra es ley, Señor.

Y aquí tu palabra en este espacio, tu palabra tiene autoridad, en este lugar y así declaramos a aquél que murió sobre una cruz y fue sepultado y aún sobre la muerte venciste y saliste conquistador. Señor, a lo largo, a lo largo toda lengua confesará que tú eres Señor. A lo largo, Padre, toda rodilla se doblará delante de ti, a lo largo, Padre, todos los reyes de la tierra, Señor, desde los días de Abel y Adán, Señor, hasta el día presente todos arrojarán sus coronas delante de ti y declararán, Señor, quién eres tú. Verán quién eres tú. Lo que nosotros hemos sabido dentro de nuestro corazón, con los ojos de la fe …… Padre, yo amarro esas promesas, yo amarro a mis hermanos a esas palabras ahora en el nombre de Jesús, yo amarro sus vidas a esas promesas ahora, Señor, en el nombre de Jesús. Yo amarro sus corazones, su economía, sus amistades, su familia, su generación, sus esperanzas, sus sueños a esas promesas, Padre. Yo declaro, Padre que no hay uno que te invoque como Dios, no hay uno aquí, no hay uno en este espacio que te invoque como Dios y rey que será avergonzado aún. No hay uno Señor que confíe en tus promesas que será avergonzado. No hay uno, Señor, que confiese, mi Dios vive y será avergonzado, Padre. You are alive, your kingdom rules, it isn't over, it isn’t over –no ha terminado, Padre, tu reino es establecido por una eternidad y a lo largo tuya es la victoria, tuyo es el honor. Tuya es la gloria.

Read More
español christian De Santiago español christian De Santiago

Tu fe te ha salvado

TRANSCRIPT

Lucas 8, versículo 40. Quiero hablarles acerca de la mujer con el flujo de sangre. Este personaje muy interesante que Cristo tuvo un encuentro con ella, o ella tuvo un encuentro frontal con el poder de Jesús. Y es muy inspirador ese texto y quiero que ustedes y yo podamos recibir enseñanza de parte del Señor acerca de este texto.

La mujer que tocó el manto de Jesús. 8, 40, Lucas.

Dice allí, “cuando volvió Jesús le recibió la multitud con gozo porque todos le esperaban. Entonces vino un varón, llamado Jairo, que era principal de la sinagoga y prestándose a los pies de Jesús le rogaba que entrase en su casa,” porque tenía una hija única, como de doce años que se estaba muriendo. Y mientras él iba, la multitud le oprimían, es decir, le presionaban físicamente, “pero una mujer,” y allí deténgase un momentito. Y dice, pero una mujer. Mire esa conjunción, 'pero’ una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía 12 años y que había gastado en médicos todo cuanto tenía y por ninguno había podido ser curada, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto. Y, al instante se detuvo el flujo de su sangre.

Entonces, Jesús dijo, “¿quién es el que me ha tocado?” Y negando todos, porque era una sola persona que le había tocado no, y negando todos, dijo Pedro y los que estaban con Él, “Maestro, la multitud te aprieta y oprime y dices, “¿quién es el que me ha tocado?” Pero, Jesús dijo alguien me ha tocado. Porque yo he conocido que ha salido poder de mí. Entonces, cuando la mujer vio que no había quedado oculta vino temblando, postrándose a sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa ella le había tocado y cómo al instante había sido sanada. Y Él le dijo, hija tu fe te ha salvado, ve en paz. Amén.

Escuche esas palabras, tu fe te ha salvado. Se me ocurre en este momento que si me pidieran un título para este sermón yo tendría que decir, ese mismo, tu fe te ha salvado. Digan todos conmigo, tu fe te ha salvado. Todos, tu fe. Amén. Porque recuerden que en este año que Dios ha puesto en mi corazón compartir el tema de la fe. Impartir a la congregación un espíritu, una mentalidad, una actitud de fe. Yo tengo un compromiso, en todo lo posible que el Señor me ayude a cumplirlo, de que los sermones, las meditaciones de este año, en alguna manera u otra nos inclinen a pensar en ese concepto tan profundo, tan necesario de fe. Y yo declaro en el nombre de Jesús, que al final de esta jornada de fe, nuestra iglesia va a quedar marcada. Va a quedar cambiada en una manera muy poderosa. Amén.

¿Cuántos creen eso? Y que estas palabras van a ser palabras proféticas que van a impactar la vida de ustedes y que Dios va a ser muchas cosas poderosas. Yo creo que Dios quiere marcar nuestra congregación, yo creo que Dios quiere cambiar la constitución misma de esta iglesia y llevarla a otro nivel más poderoso. Cambiar nuestra forma de pensar, de ver las cosas y esa es una de las cosas más importantes acerca del concepto de fe. ¿Sabe donde comienza la fe? La fe comienza en la mente en la forma de pensar. La persona de fe es una persona que piensa y ve la vida y concibe los eventos y los asuntos de la vida en una forma muy diferente a como lo hace la persona que no es de fe. La persona que piensa solamente en términos racionales, humanos, materiales. Se necesita experimentar un cambio de mentalidad para poder pensar en términos de fe.

Por eso el Apóstol Pablo, en Romanos 12, 2, creo que es. Él dice, no se acostumbren a la manera de pensar de esta cultura. Él dice, las palabras son, “no os conforméis a este siglo,” pero lo voy a traducir en lo que realidad quiere decir en términos contemporáneos. No se acostumbren a pensar como piensa el mundo sino transfórmense por medio de la renovación, ¿de qué? De su mente, su forma de pensar, su entendimiento. Cuando usted entra en los caminos de Dios, mire usted tiene que coger la mitad de todo lo que usted cree que hace sentido y dejarlo en el safacón antes de entrar a la Iglesia. Porque en el mundo de la fe las cosas funcionan muy diferentes a como funcionan en el mundo material. En el mundo de la fe, más es menos, y menos a veces es más. En el mundo de la fe los niños son los que entran al reino de los cielos, y los adultos y los muy maduros y sofisticados se quedan afuera. En el mundo de la fe el débil es el que es fuerte. En el mundo de la fe hay que morir para vivir. En el mundo de la fe hay que servir para recibir y para ser servido. En el mundo de la fe hay que dar para tener. En el mundo de la fe hay que hacerse pequeño para que Dios levante a uno, etcétera, etcétera.

Es una cosa rara. La visión de fe es muy diferente a la visión humana. Y desgraciadamente mucha gente en el mundo, o mejor dicho en la iglesia, cuando vienen del mundo y entran a la economía del evangelio no hacen ese cambio en su mente. Se quedan todavía pensando como piensa el mundo y Dios quiere que cuando entremos al evangelio que nuestra mente sea transformada, sea cambiada. Y eso es proceso de toda una vida, pero muchos de nosotros ni siquiera lo comenzamos nos quedamos todavía, no somos ni chicha ni limonada, como dicen los guatemaltecos, no somos ni una cosa ni la otra. Y entonces, somos como parte humano, parte espiritual y es una confusión terrible y no recibimos nada porque sabe que el hombre de doble ánimo no espere que recibirá nada del Señor. La persona que es así indecisa, insegura, indefinida, nosotros tenemos que definirnos como hombres y mujeres de fe. Amén. Gente que computa las cosas del mundo conforme a las leyes del espíritu y no a las leyes de la razón.

Entonces, yo quiero que a través de estas meditaciones nosotros podamos fortalecer la forma de ver la vida que Dios quiere que tengamos que es a través de los principios, los conceptos de la fe y estos pasajes que hay en toda la escritura –usted verá que una de las cosas que Dios quiere hacer a través de toda la escritura es que nosotros aprendamos a pensar en términos de fe. Que nosotros aprendamos a vivir la vida como gente de fe. Y por esos están esos pasajes aquí, y por eso al final el Señor le dice a la mujer, “hija, vete en paz. Tu fe te ha salvado.” ¿Por qué? Porque la fe es como el hilo conector, es el alambre que permite que la energía divina corra y llegue a uno y vaya la petición de uno hacia Dios.

La fe es el hilo conector entre Dios y el mundo del espíritu y el mundo humano y el ser humano. Si no hay fe no hay conexión hermanos, si no hay fe ese teléfono no tiene dial-tone el cual cantaba María Alejandra hace un momentito. Si no hay fe no hay conexión con Dios. Dice la Biblia que el que se acerca a Dios es preciso que crea que él existe y que Él es galardonador de los que le busquen, ¿recuerdan? Dice la Biblia que sin fe es imposible agradar a Dios. Si usted quiere acercarse a Dios, si usted quiere recibir algo de Dios, si usted quiere ser premiado, galardonado por Dios, tiene que creer que Dios es y que Dios es como Él dice que es. Y que Dios es el mismo ayer, hoy, por los siglos. Que el Dios que sanó a esta mujer con el flujo de sangre, puede hacer lo mismo en tu vida. Porque ella tenía un flujo de sangre que la debilitaba, era como un continuo derrame allí, gotita a gotita en su cuerpo que le daba una anemia terrible probablemente.

Sabe qué, en nuestra vida hay situaciones que nos están desangrando a veces, ¿sí o no? Hay preocupaciones, un hijo malcriado o que está en caminos indebidos, un matrimonio que está allí cada día en resucitación, en respiración artificial, un esposo que no da pa’ lante ni que lo halen con una grúa; una situación financiera, una depresión que no quiere irse, recuerdos que nos atormentan. Hay tantas cosas que son como gotitas de sangre, ¿no? Que se van saliendo de nuestra vida, que nos mantienen débiles, inefectivos e imposibles de dar fruto para el Señor. Entonces, ¿qué hace uno con ese flujo de sangre? Yo creo que lo único que uno puede emplear es los principios y los recursos de la fe para que se resuelva el problema. ¿Puede decir amén?

Cualquier situación, yo creo, hermanos, tiene solución en Cristo, en el poder de dios y tu fe es lo suficiente. Ahora, yo no te puedo garantizar que va a ser de la noche a la mañana. ¿A esta mujer cuántos años le tomó para llegar a su solución? 12 años. Yo no voy a decir que te va a tomar tanto tiempo, no te desesperes así tampoco, pero puede que sea un año, dos años, tres años. Mire, hay batallas que se van a tomar… hay a veces unos demonios que son más tercos que una mula y hay que darles batazos en la cabeza hasta que finalmente se van y se desalojan. Hay veces que no, que tú clamas y antes de que tú clames ya Dios ha respondido, también. Pero todas esas transacciones, siempre se darán a través del proceso de la fe. Esta mujer tuvo fe y por eso Dios pudo hacer el milagro en su vida y la fe cambia las circunstancias.

Hermanos, la fe… –yo le pido al Señor, Padre ayúdame a tener fe. Alguna gente pensará 'oh, pero que el Pastor Miranda no tiene fe por esto que está haciendo.’ Hermanos, si mi fe fuera como tuviera que ser yo estaría montado en una loma de millones de dólares, porque la fe es muy poderosa. Mi fe es muy pequeñita y yo agonizo cada paso que doy, pero trato. Por eso cuando los discípulos le dijeron al Señor, Señor… ¿cómo fue? Enséñanos acerca de la fe. Y el Señor les dijo, si tuvieras fe como un grano de mostaza, ustedes le dirían a este monte muévete y échate al mar y lo haría. ¿Qué les quiso decir? Ah no, ellos dijeron auméntanos la fe, Señor auméntanos la fe. Y el Señor, como que se rió, y dijo, ¿qué fe? Si tuvieran una fe tan chiquita como un grano de mostaza, ustedes le podrían decir. Otra palabra, ¿qué les voy a aumentar si no tienen? Nada. A veces nosotros queremos, hermanos… –la fe es tan poderosa, que una chispa de fe en nosotros puede hacer montañas y lo que tenemos que pedir al Señor es aumenta o infunde fe en mí, cambia mi manera de pensar, dame la actitud para que yo pueda vencer los gigantes que hay en mi vida. Sabe qué, las luchas y los problemas de la vida no son problemas de Dios, el problema es nuestro en última instancia, cuán grande es mi fe, cuán grande es mi capacidad para pedirle a Dios. ¿Cuán grande es mi capacidad para hacer lo que tiene que hacerse para que Dios se mueva en mi vida?

Yo creo que cuando ustedes vean a través de los diferentes casos y temas y capítulos que vamos a discutir en estas próximas semanas y meses, ustedes van a ver cuán variada es la dinámica de la fe. Cuántos diferentes caminos llevan a la solución. Algunos caminos son zigzagueantes y largos, otros caminos son instantáneos, algunas intervenciones de Dios son explosivas y destructivas, otras son allí a largo plazo; algunos tuvieron que morir y fueron aserrados y nunca vieron lo que estaban buscando pero en el futuro Dios se lo dio a otra generación. Otros recibieron todo lo que necesitaban en el momento. Léase el capítulo 11 de Hebreos, que es el gran capítulo de la fe, y usted verá allí la diversidad de experiencias y de personajes y de eventos que caracterizan la dinámica de la fe. Pero lo importante es que todos tuvieron fe, todos ejercieron fe y sin fe nadie puede agradar a Dios, sin fe usted no puede desatar el mover del poder de Dios. Usted necesita fe, órele al Señor, ayune, clame a Dios todas esas cosas son formas de uno ir aumentando los músculos de la fe.

Esta mujer es un perfecto ejemplo de algunos aspectos de la fe y de nuevo yo decía que la fe puede cambiar la historia. La fe puede… –yo no voy a decir que la fe cambia la mente de Dios, porque Dios sabe todas las cosas etcétera, pero mirándolo desde esta perspectiva humana, temporal, yo me atrevería a decir que la fe puede afectar el corazón de Dios. Yo no sé cómo, porque en última instancia, en términos absolutos, eternos –no. Porque Dios sabe todo. Pero, desde la perspectiva temporal, humana, yo creo que sí y le podría dar casos pero no tengo el tiempo ahora mismo, en el futuro lo haremos. Pero, lo que yo quiero decir es que aquí yo veo un cambio que se dio en la historia, un cambio en el fluir de ese texto que acabamos de leer. Mire, y es por eso que la fe cambia las cosas. La fe puede alterar la historia, la fe ciertamente puede alterar el estado de tu vida.

Mire cómo comienza el texto, dice que el Señor estaba administrando a la multitud y se le acercó un hombre, se llamaba Jairo. Es decir, en la agenda, en ese momento, la agenda de Cristo cambia un poquito porque un hombre que se llama Jairo que es un hombre religioso, bien conocido en la comunidad es como el pastor de una iglesia, es el principal de una sinagoga. Digamos, el equivalente sería un sacerdote de una iglesia, un pastor de una congregación, un hombre respetado en la comunidad, un hombre con influencia en la comunidad, conexiones sociales en la comunidad, se acerca a Jesús y le pide que sane su hija que está muy enferma. Y, el Señor escucha la petición de Jairo, y dice está bien Jairo, voy a ir a tu casa y voy a sanar a tu hija.

Entonces, la agenda del Señor es ir a la casa de Jairo y sanar a la hija de Jairo, este hombre importante, principal, que es un hombre noble y religioso. Porque dice aquí que mientras Él iba, en otras palabras, la agenda del Señor es ir a sanar esta niña. Ese es su propósito y ese es su misión en ese momento, pero fíjese qué dice en el próximo versículo. "Pero, una mujer," ese pero, hay que poner un círculo alrededor de él, pero, una mujer. Para mí eso es bien significativo. Porque, ¿qué paso en ese momento? La fe de esta mujer se inyectó en la trayectoria de Jesús, y le cambió el programa a Jesús. ¿Sí o no? Usted ve lo que yo quiero decir que la fe puede afectar la historia, puede afectar la agenda de Dios, por así decirlo, desde la perspectiva humana no desde la perspectiva divina.

Puede cambiar el curso de las cosas porque el Señor no está en su programa en ese momento, sanar a nadie, excepto a Jairo. Pero, esta mujer llena de fe y que tiene una convicción que Dios puede sanar su vida a través de este hombre misterioso que ella no sabe –ella ni siquiera entendía totalmente quién era Jesús, yo no creo. Pero había en ella una chispa de fe y de confianza, y de impulso. Porque fe es muchas cosas, fe es emocional, mental, físico, espiritual. Es una mezcolanza de energías que construyen esa esencia que se llama fe. Entonces, esta mujer afecta la vida, el ministerio de Jesús porque se inyecta en la trayectoria de Jesús, su fe es como una flecha que se mete en el programa de Jesús. La fe hace eso, la fe cambia tu vida.

Entonces, a mí siempre me ha fascinado el contraste entre esta mujer y Jairo. Jairo es como la gente debe ser. Y yo diría que en los primeros dos versículos que yo leí, las cosas están sucediendo como se supone que suceden en el mundo. ¿Qué pasa? ¿Quién es el que se supone que se sale con la suya, que recibe lo que necesita? La gente importante, ¿verdad que sí? La gente con conexiones sociales, la gente que se porta bien, la gente que respeta la ley, la gente que tiene recursos, que tiene dinero, que tiene influencia… la gente que ha estudiado, esa es la gente que recibe las cosas en el mundo. Y hasta ese momento vemos que las cosas están marchando como se supone que marchen en la vida normal. Un hombre importante, un sacerdote que conoce la ley, conoce la Biblia por así decirlo. Tiene acceso a este hombre importante que se llama Jesús, y quizás hizo una conexión con uno de los discípulos y le dijeron, no te preocupes, te vamos a meter primero en la línea para que tú le preguntes.

Eso es lo que pasa, cómo se hace en nuestros países cuando usted quiere buscar una visa o algo, usted habla con alguien y lo ponen al frente de la línea, ¿verdad que sí? O lo meten por la puerta de atrás para que vea al cónsul o lo que sea. Entonces, en este caso, Jairo, tiene acceso directo a Jesús y le presenta su caso al Señor y Jesús le dice, está bien voy a ir. Y Jairo es como digo, es la imagen de lo respetable, de lo bien conectado, lo que se porta bien, lo aceptable a la sociedad, todo. Virtualmente es puro, respeta la ley. Esta mujer es todo lo contrario a Jairo. ¿Usted ve por qué yo decía que la fe pone las cosas patas arriba o boca abajo y cambia todo? La gente pobre, generalmente, no recibe lo que necesita en el mundo. No tiene acceso a lo importante, no tiene acceso a los recursos, no sabe cómo meterse en la línea, no sabe cómo llamar al teléfono necesario para conectarse con la persona que tiene la solución. Pero, cuando tú tienes fe hermano, esa es la clave. Cuando tú tienes fe eso te pone al frente de la línea, en muchas ocasiones, eso te da acceso directo al poder de Dios.

Allí ya la fe es el great equalizer, la fe iguala el terreno de competencia. En el mundo de la fe, en la dimensión de la fe el rico es tan poderoso –o el pobre es tan poderoso como el rico, es más, a veces más poderoso que el rico. El no educado a veces puede saber más y tener más acceso al corazón de Dios que el educado por medio de la fe, porque la fe es lo que permite que la revelación de Dios, el poder de Dios llegue a la conciencia humana. El hecho de que esta mujer tenía fe igualó el terreno de competencia con Jairo, por así decirlo. Y le dio acceso a Jesús y ella hizo muchas cosas.

Esta mujer era todo lo contrario, mujer dice primeramente, pero una mujer. Y es interesante, ¿no? Y esta mujer yo no sé si llamaba, Gapita o Juanita. Yo no sé, no tiene nombre, pero ganó acceso a Jesús y se fue con lo que necesitaba. Se fue con el galardón, Dios es galardonador de los que le buscan. Ella se fue con su galardón antes que Jairo, se le metió adelante a Jairo. Sabe que dice la Biblia que el reino de los cielos se hace fuerte y los valientes lo arrebatan. Otra expresión, los violentos lo arrebatan. Pero yo no quiero animarlos a ser violentos porque ya bastante violentos que son ustedes, así que no, yo quiero que sean mansos y humildes más bien. Así que me voy a quedar con el politically correct term, valientes. Pero muchas veces, hermanos, hay que ser atrevido, ¿sabe? Hay que arrancar las cosas, hay que lanzarse en el nombre del Señor. Dios honra a la gente atrevida.

Y a mí me encanta eso, que al Señor Jesús le encanta cuando uno de sus hijos viene y le arrebata algo. A mí me critican allí en mi casa porque yo mi nietecito yo dejo que me arranque los lentes, y me dicen que le estoy dando mal ejemplo a él y que lo estoy malcriando, pero a mí me gusta. Yo no se lo permitiría a otra persona, pero cuando él me quita los lentes yo me siento contento, Me bendice porque es un gesto de confianza y de intimidad entre él y yo. ¿Y sabe qué? Al señor le gusta cuando nosotros, entre comillas, le arrebatamos las cosas. La mujer fenicia le arrebató poder al Señor, ¿ustedes recuerdan? Ella vino y le dijo, Señor sana a mi hija tiene un demonio, el Señor le dijo yo no le puedo dar la comida a los perrillos –la insultó casi, se puede decir. Ella le dijo, sí señor pero aún los perrillos comen de la comida que cae de la mesa. Y el Señor, dijo guau me pillaste me agarraste, sabes qué mujer por esas palabras tu hija ha sido sanada. Sabe qué, no es que la iba a sanar, cuando esa mujer dio esa palabra se sanó e inmediatamente a larga distancia a su hija. La palabra de fe de esa mujer sacó el poder de Cristo. Guau, eso es tremendo. Y un día quiero hablar de la mujer fenicia. Es lo que pasa, hermanos, que nuestra fe, nuestros actos simbólicos tienen un poder increíble para afectar el corazón de Dios. Y al Señor no le molesta que algunos de nosotros vayamos frente a Él siguiendo sus principios y le arranquemos, dice, ¡guau, qué lindo! Está aprendiendo mi hijo, está convirtiendo en una guerrera, está creciendo en el conocimiento de la dinámica. Al Señor le gustan cuando sus hijos le hacen cosas extraordinarias y raras, diferentes.

No tenga temor de hacer cosas desesperadas para que Dios haga algo en su vida. Es más, a veces somos cobardes y por eso Dios no nos bendice más, nos quedamos allí como el siervo infiel que metió su talento en un pañuelito y lo metió allí debajo de la cama y no hizo nada porque tenía miedo, de qué pasaba si perdía el talento y lo invertía en lo que no era. El miedo a veces nos frena de tantas bendiciones que Dios quiere darnos, pero cuando tenemos valor, cuando tenemos fe cuando operamos bajo fe. Y decimos como dijo Ester, si perezco que perezca, si me muero, que me muera; si me cortan la cabeza, por lo menos hice algo, un esfuerzo por salvar a mi pueblo. Y el Señor la bendijo y la honró. La Biblia está llena de gente que hace actos desesperados, Bartimeo, Zaqueo, los amigos del paralítico, toda esa gente los vamos a discutir, y todos tuvieron fe, y se salieron con la suya.

Pero, esta mujer anónima, es todo lo contrario de Jairo, es mujer, no tiene nombre, no tiene dinero porque lo ha gastado todo en los médicos, se lo han robado todo los médicos, Algunas cosas no cambian nunca, pero no, no debo decir eso. No es verdad, no es verdad. Si hay algún médico aquí, ustedes son diferentes, son médicos santificados. Pero, lo había gastado todo en los médicos, era ritualmente impura, sabe que en el judaísmo una mujer que tenía flujo de sangre era como si fuera una mujer menstruosa, perdonen la expresión, pero es normal. Y en la Biblia, si una mujer cuando estaba en su flujo de sangre, era ritualmente impura. Entonces, esta mujer técnicamente, médicamente, era ritualmente impura y no debía, según la ley Judía, estar en contacto con gente alrededor de ella, porque al tocarlos los hacía a ellos ritualmente impuros también.

Sabe que esta mujer violó la ley religiosa para conseguir su milagro, imagínese si tenía fortaleza y valor. No voy a decir otra palabra, tenía pantalones, por así decirlo, ¿no? Esta mujer tenía agallas y violó una cantidad de cosas para conseguir su milagro. Entonces uno no esperaría que ese tipo de individuo recibiera de Dios nada. sin embargo, su fe hizo la diferencia y entonces ella. Por eso es que dice allí, “pero una mujer.” La fe iguala el terreno de la competencia, la fe hace que las cosas cambien alrededor de ti y de tu vida. Ella padecía de flujo de sangre hacía 12 años. Hermanos, como yo digo, a veces los procesos de fe se toman tiempo.

Uno de los principios de fe que tenemos que aprender es eso, que a veces los milagros de Dios se toman tiempo. Y si usted es de esos, como esos récords antiguos, no que yo los haya visto, yo era un bebito cuando esos récord de 45, de corta duración de 45 revoluciones por minuto, ¿se acuerdan? Esos ustedes los conocen, yo no. No, que era una sola canción, ¿no? Muchos cristianos, somos así como esos récords de 45 revoluciones por minuto, nos acabamos en un momentito. Se nos quita la gasolina, se nos acaba en un instante, y oramos dos o tres veces, si no viene el milagro pasamos a la otra petición y se nos olvida y dejamos las cosas así a medias. Y en la Biblia hay que perseverar hasta el fin, hermanos. Si hubiera una lucha o una batalla, y Dios no te responde inmediatamente, sigue clamando, sigue esperando, sigue tocando a la puerta hasta que el Señor responda.

Hay personajes en la Biblia, la viuda ante el juez injusto. Otros así, el amigo que viene a media noche y le toca la puerta a su amigo y no requiere despertar y finalmente para que lo deje tranquilo, le abre la puerta y le da lo que necesita. Hay ejemplos en la Biblia de persistir, uno de los grandes principios de la fe es que hay que persistir, hay que mantenerse hasta el último momento, hay que seguir hasta que Dios te dé lo que Él te ha dicho que te va a dar. Esta mujer tenía 12 años allí con su serio problema, pero no dijo bueno, me voy a quedar en mi casa, aquí me voy a morir, no voy a salir más, no voy a ver a nadie, me voy a deprimir, no. Ella seguía, fue a donde un médico, fue a donde otro, esto y lo otro, hasta que un día vio en el periódico que había un nuevo predicador en el ambiente y leyó en el Internet que había un hombre que se llamaba Jesús que sanaba gente y que tenía un ministerio preciosos, investigó más y vio que sí era un hombre de Dios, y dijo, allí está mi respuesta, voy a probar con Él.

Hermanos, hay que ser persistentes en la vida, hay que tocar las puertas. Yo siempre creo que hay una solución en el mundo para todo problema. Si tú estás buscando algo, lánzate y pide y busca y toca y pregunta hasta que alguien te responda algo, pero no te des por vencido rápidamente. Hay que seguir, porque a nosotros Dios nos ha echo como animales de presa, no somos un pavito allí con la cabeza siempre para abajo, somos águilas, tenemos alta duración, podemos ascender a altas alturas y volar largas distancias. Porque ese es el ADN, esa es la genética que Dios ha puesto en ti. El Señor Jesucristo ha dicho a través del Apóstol Pablo, porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía sino de poder, de amor y de dominio propio. Lo que tú tienes dentro de ti es poder puro, así que no te des por vencido en un momento, no tires la toalla porque no te contestaron inmediatamente, sigue adelante Dios está contigo, el tanque de gasolina que ha puesto es para largas distancias. No subestimes lo que Dios ha puesto en ti.

Atrévete a seguir adelante, siempre hay una solución. Siempre hay una posibilidad, si no tuviste éxito la primera vez, trata, móntate al caballo y trata la segunda vez. Si te caíste, límpiate las rodillas, remiéndate el pantalón y sigue para la próxima y en una de esas vas a pegar, vas a llegar a donde necesitas. Doce años estuvo esta mujer y finalmente entendió que su solución estaba en Jesús. Oh, que los cristianos primero fuéramos a Jesús antes que las demás cosas, no al final. Muchos de nosotros vamos a Jesús como último recurso. Bueno cuando ya los médicos me dijeron que me quedan tres días de vida, entonces comienza a orar. Mira, ora cuando estés en salud por salud. No esperes a que te digan tienes un cáncer, no, ora cada día. Si estás en salud, sabes qué, ese es el tiempo para orar para que el Señor te preserve en salud. Tú tienes que poner todas las cosas en las manos del Señor siempre, bañar todos los aspectos de tu vida con oración de fe para mantenerlos saludables.

Yo creo mucho en la fe preventiva, no en la fe curativa, no en la fe remedial. Muchos de nosotros solamente venimos cuando ya todo ha fallado y cuando estamos ya comiéndonos un cable, lo que sea. Hay que comenzar temprano. Ora por tu salud, ora por tu vigor. Ora por tus finanzas, ora por tus hijos. Mantén tu vida bañada en una sopa de oración continuamente, ¿no? Todas las cosas que naden en un ámbito de oración en tu vida. Satúralo todo en oración, que tu mente esté saturada con la presencia de Dios. Tú vives una vida de fe, tú te mueves en un ámbito de fe, tú pagas el precio, tienes que ser un gigante. No busques al Señor a última hora, no busques al Señor cuando las cosas están malas. Siempre ora preventivamente, para que el Señor bañe tu vida con la vitalidad del Espíritu Santo, que tu mente esté abierta, porosa, comprensiva de los misterios de Dios y que tú puedas procesar los eventos de la vida, la luz del espíritu. Mantente siempre con el Señor primero en tu vida.

Ella esperó 12 años y todo lo había gastado en médicos, todo cuanto tenía y nadie había podido resolver su problema. No hay problema que Dios no pueda resolver. Dios no conoce de grande pequeño, para Dios todo es igual, todo es posible, todo es fácil. Es más Dios no sabe qué es eso de qué es fácil, porque para Él todo es simplemente natural. Él puede hacer lo que a Él le da la gana, y Él no conoce de distancia, esto está lejos, esto está cerca, esto es difícil, esto es fácil, esto es ahora, esto es después. Dice que Dios mora en su eternidad, Dios no conoce de tiempo, espacio, colores, diferencia. Él es todo. Él lo define todo. Todo es definido por Él. No, Él definido por ningún elemento de la realidad humana. Eso es bien, bien profundo, bien poderoso.

Entonces, nadie había podido pero el Señor tenía la solución, Cristo tenía la solución. La fe dice no importa cuán grande mi problema, yo sé que Dios puede resolverlo. Yo sé que aunque todos los demás estén por allí padeciendo de hambre y de necesidad, y hay una crisis económica gigantesca y todo parezca imposible, hay una rendijita por donde yo me voy a colar y voy a recibir mi milagro. Eso es lo que la fe dice, no importa cuántas veces hayas fallado, cuántos hayan fallado, yo puedo recibir porque tengo fe en el Señor y mi Dios es grande.

Entonces ella se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto. Dos cosas negativas que ella tenía en su contra, no tenía un acceso frontal a Jesús, no podía acercarse para que él le diera una palabra de sanidad como le dio a tantos otros. Y no tenía, por lo menos me le voy a pegar bien fuerte para que el Poder salga de Él, ¿no? Ella nomás pudo entre la multitud, me imagino que tal vez entre una o dos personas, estirar la mano y tocar un hilito de la ropa de Jesús, porque había una gran multitud alrededor de ella. Obstáculos, obstáculos, obstáculos por donde quiera. Hermanos, la bendición de Dios muchas veces va a tener que estar al final de muchos obstáculos. La fe siempre tiene que vencer obstáculos, mire toda la Biblia y usted verá obstáculos delante de cualquier persona que quiera conseguir algo de parte del Señor.

Pero, nosotros tenemos que sobreponernos a eso, ir más allá de los obstáculos y esta mujer tenía que acercársele a Él por detrás y tenía que tocar apenas el borde de su manto. Hermanos, déjenme decirles algo, esto es importante. Yo creo que en esta mujer había, quizás, hasta un poquito como de superstición, esto de tocar el manto, pero que sabe que a veces la fe nos lleva a hacer cosas locas. Yo creo mucho en el poder de las acciones simbólicas. Porque uno piensa bueno, tocar el borde de su manto. ¿Qué estaba ella pensando? Ella pensó bueno, la energía de Él se transmite a través de su manto, yo tengo que tocarlo para yo recibir. Eso es una mentalidad mágica. La mentalidad mágica del hombre es así, opera en esa manera. Una palabra, un contacto, una puesta de manos, un aceite.

Pero, yo no creo que esta mujer conocía todo de quién era Jesús, ella no había estudiado teología, ella sólo pensó eso, y es una conexión. Este hombre tiene energía y si yo me meto, en nuestra vida moderna, usted sabe que si usted le mete el dedo a un enchufe usted va a sentir algo, electricidad. Ella dijo, si este hombre tiene poder y si yo lo toco, el poder de Él va a salir a través de de mi dedo y va a sanar. Hay allí algo como un poquito de brujería y de magia yo creo, y yo no dudaría que esta mujer estuviera operando, no sobre una mentalidad teológica o bíblica, sino sobre una mentalidad mágica. Pero sabe qué, muchas veces hermano, Dios obra a través de la imperfección si hay fe. Es que la fe es así, es tan poderosa que muchas veces, tú no vas a tener todas las cosas bien planchaditas pero si tienes una energía de fe eso va a hacer que todo lo demás sea secundario. Hay veces, que en nuestra vida, no está todo como Dios quisiera pero tenemos fe y esa fe neutraliza porque lo que Dios busca es fe. Y eso no es una excusa para vivir vidas pecadoras o lo que sea. Pero, ¿sabe qué? A Dios le encanta la gente que tiene fe y mucha veces esa gente es muy básica en su entendimiento de Dios, son imperfectos y esto y lo otro. Pero tienen fe, y a Dios le encanta la gente de fe. Con esa gente Él hace algo.

Hay veces que hay gente que lo tienen todo planchadito, van a la iglesia todos los domingos, se ponen su traje y su corbata, dan dinero, hacen lo otro pero su corazón está lleno de orgullo y el Señor dice a ti no te voy a mirar, a ti no te voy a dar nada. Y a veces viene otro, un adicto, una persona que ha hecho veinte mil cosas por allá, y tiene fe y se inclina ante Dios y busca de Dios, y Dios dice eso es lo que yo necesito. Es que es increíble, la fe es muy misteriosa. Dios siembre responde a veces a los outsiders, no a los insiders. Dios le responde muchas veces a la gente de afuera no la de adentro. La gente de afuera muchas veces son los que reciben, porque los de adentro muchas veces están tan seguros de sí mismos que su seguridad es un impedimento para su bendición.

A Dios a veces le encanta la gente imperfecta en su hechura pero que tienen fe. Por eso el publicano recibió lo que necesitaba cuando fue a orarle al señor, y el Fariseo que estaba muy seguro de sí mismo no recibió nada. El publicano estaba lleno de pecados, y decía simplemente, Señor ten misericordia de mí porque soy pecador. Pero tenía fe. La fe que Dios necesitaba y esa fe hizo que Dios lo bendijera y lo perdonara. El fariseo muy correcto, todas las calificaciones pero su fe era una fe impura y Dios le dijo a ti no te toca nada hoy, te vas a ir igualito que como llegaste. Esta mujer quizá no entendía quién era Jesús, yo no creo que ella supiera que Él era el Mesías, el hijo de Dios con sustancial con el Padre, esto y lo otro, pero tenía fe. Y esa fe desató el poder de Jesús, esa fe se impuso al hecho de que el Señor no le dio permiso para tocarlo. Esa fe estuvo por allá por encima del hecho de que ella no pudo pedirle su milagro en una forma adecuada, fue simplemente un acto desnudo de fe lo que abrió el poder de Dios.

Cuando tú tengas un problema en tu vida, una necesidad, aunque tú no sepas todo acerca del problema y tengas todas las cosas bien planchaditas, simplemente clama al Señor, pídele al Señor y tírate a los pies del Señor y dile tu problema y tu necesidad en palabras balbuceantes. El Señor lo que ve es el corazón de la persona y dice aquí que al instante se detuvo el flujo de su sangre, al instante. Inmediatamente que ella por medio de su fe se conectó con el poder de Jesucristo, se dio el milagro y ella sintió… es decir, el Señor Jesucristo no fue el único que sintió un estremecimiento dentro sí, la mujer sintió también un estremecimiento. Y es lo que pasa muchas veces, si en una transacción eléctrica, si usted mete algo en un enchufe, sabe qué muchas veces hay una descarga y puede que se vayan los fusibles, se funde la luz, ¿sabe? Y usted también siente algo del otro lado, un corrientazo. Porque hubo un fluir demasiado rápido de energía y todo se tira patas arriba y los dos extremos sienten el cambio. Eso pasó aquí, el Señor se estremeció y ella también se estremeció y sintió que la habían sanado, que estaba lista.

¿Cómo supo ella que había sido sanada? Porque ella sintió algo dentro de ella, sintió que eso que la estaba afectando, se secó. Que la apertura que tenía se cerró y ella dijo, recibí lo que necesitaba. Y el Señor también. Hermano, esos son los misterios. A veces yo veo que la gente teológica se pone con tantas complicaciones, yo les digo hermanos, mientras yo más conozco el poder de Dios, veo que más sencillo tengo que ser, menos teológico. Dios hace lo que da absolutamente la gana y muchas veces los misterios de Dios, estos de la energía y los toques, y las acciones simbólicas y todo eso, eso tiene un poder increíble. Por eso es que a veces la gente criticó a Guille Ávila por los pañitos que oraba y se los enviaba a la gente por el correo. Mire, Dios hace lo que le da la gana. Hay gente muy teológica y dice, eso de poner las manos al radio, que eso es brujería. Mire a Dios si se la pone en la boca del perrito que tiene, y lo hace con fe, quizás Dios use eso para sanar, quién sabe. El Señor hace lo que le da la gana si hay fe, si hay fe, si hay fe. Esa es la diferencia, porque aquí, esta mujer –eso fue una cosa de poder, una cuestión eléctrica. La vida… –el mundo del espíritu, el mundo de la fe tiene aspectos así raros, misteriosos, que son casi como electrónica. ¿No? Aquí eso fue una transacción eléctrica lo que hizo que ella sintiera lo que sintió. Es fe desnuda, esto es la fe en su forma más básica.

Pidámosle al Señor que aumente esa energía en nuestras vidas. Pequémonos más a Jesús. Porque eso es una cuestión. ¿Cómo dice el señor Jesucristo? Permaneced en mí y yo en vosotros y llevaréis mucho fruto porque apartaos de mí que nada podéis hacer. Es una cuestión eléctrica. Mi computadora, si yo la desconecto de la carga eléctrica nomás dura tres horas y a las dos horas ya la bateriíta esa que tiene dice me estoy muriendo, me estoy muriendo, pégame otra vez porque ella necesita estar enchufada al poder. Es algo eléctrico. La fe es algo eléctrico, usted tiene que estar enchufado a Jesús, enchufado a la palabra, enchufado a la oración, enchufado a la adoración, enchufado a la a las declaraciones verbales de poder, enchufado a la a la comunidad de Dios, enchufado a la a la iglesia. Usted necesita venir a la iglesia, no me diga que usted es tan sofisticado que no necesita venir a la iglesia. Aquí Dios hace cosas, hay que pegarse a las cosas donde está el poder. Hay que estar con gente de poder, hay que hablar con gente que tiene unción. Si usted habla con gente que solamente todo es negativo y pesimista, usted va a ser igualito que ellos en 10 días, se los garantizo. Péguese a gente que tiene unción, poder, positivismo y optimismo y usted también va a recibir lo mismo porque es energía.

Hay energía y nosotros tenemos… eso es uno de los grandes detalles y verdades acerca de la fe. Hay una dimensión de energía y hay que estar donde está la energía. Jesús es la máxima expresión de eso pero también hay otros lugares, hay otras transacciones, cuando tú te pegas a la palabra y tú estás leyendo esa palabra, esa palabra está transmitiendo energía divina. Ahora, pégate al televisor y ya tu sabes, lo que va a salir de allí más loco que un reloj de a peso, como decimos nosotros. Porque esa energía que está allí adentro, ¿qué es lo que te va a dar? Problemas, dificultades, adulterios, sensualidades, locura, violencia, esa energía es la que se va a pegar a ti. Hay que pegarse donde está la energía buena, quien quiera que tenga energía, un ambiente con buena energía, una enseñanza, una iglesia con buena energía, ve a allá y pégate a ella y recibe de ella. Y eso te va a dar fuerza para que tu vida cambie y seas diferente y puedas hacer otras cosas. Ella se pegó a Jesús y vino lo que ella necesitaba.

Último pensamiento. Ella tocó a Jesús, salió poder de Jesús. Bueno, ella dijo, ya tengo lo que necesitaba, ahora me voy a mi casa y ya. Ve por qué, porque ella tiene una mentalidad primitiva, básica. Pero las cosas de Dios son mucho más complejas, a veces Dios tiene tratos con nosotros que van más allá de nuestra necesidad o nuestro drama inmediato. A veces Dios quiere sacar mucho más provecho de la luchas de tu vida, que simplemente tu dramita pequeño que estás viviendo. Tú no sabes qué cosas están pasando a través de ti que tú crees que tú eres el único que está comiéndote un cable y cociéndote en tu propio jugo de sufrimiento, pero hay gente que está mirando tu drama y están aprendiendo y están mirándote a ver qué tú vas a hacer en tu trabajo, en tu familia, en diferentes partes. ¿Qué hablé demasiado? Ya he visto ---. No eso es bueno, eso es bueno. No dejen de hacerlo, eso me gusta. Yo prefiero que estén aquí, keep doing that, that's good. Eso es bueno. Hermanos, ya hasta se me olvidó lo que iba a decir.

Hermanos, de nuevo. A veces Dios tiene cosas que están pasando en nuestra vida personal y Dios quiere glorificarse y por eso a veces Él alarga las cosas porque quiere sacarle el millaje. El milagro Él lo puede hacer en un instante, pero Dios a veces Él le gusta sacarle provecho a las cosas para que otros sean bendecidos. ¿Cuántas personas han sido bendecidas a través de la historia con el dramita de esta mujer? Millones de personas, yo me atrevo a pensar, que han leído este pasaje y han recibido ánimo y estímulo y enseñanza. Mire aquí, dos mil y pico de años después, una comunidad de inmigrantes aquí en Boston está recibiendo bendición de lo que le pasó a esta mujer hace dos mil y pico de años. Ella pensó que este era solamente mi drama, mi problema, mi dificultad. Nosotros tenemos siempre una gran nube de testigos alrededor de nosotros y usted no sabe qué Dios está haciendo. Porque esta mujer qué creyó ella, bueno toco a Jesús, saco lo que necesito, thank you very much, me voy para mi casa y ahora puedo volver otra vez a hacer toda mi vida normal, etcétera.

Pero había algo más que Cristo quería hacer, cuando Él experimenta esa descarga de poder Él dice quién me ha tocado. Ella llega escurriéndose. ¿Quién me ha tocado? Y ella tuvo que detenerse en ese momento porque el Señor… yo creo que el Señor sabía todo lo que estaba pasando. Él quiso hermanos, que esta mujer no se fuera como ella siempre había vivido, anónima, despreciada y deprimida. Él quiso bendecirla un poco más todavía, Él quiso ponerle el toque final a ese drama que él había permitido que se diera y quiso ponerle punto y aparte a lo que había sucedido.

Porque, de nuevo, Dios es así. Dios es complejo en sus cosas y entonces Él quiso que esta mujer fuera, que tuviera un momento de comunicación con Él. Fíjese qué interesante, hay tanto, pero ya no me va a dar oportunidad. Y dice aquí, mire una de las cosas, y es que el Señor quería hablarle a ella y comunicarle algo y ella solamente quería su milagro, su situación. Pero, muchas veces hermanos, la fe quiere enseñarnos algo más. Quiere tratar con nosotros, quiere que crezcamos a otro nivel, quiere desarrollar carácter en nosotros, quiere quebrantarnos, quiere formarnos en hombres y mujeres más poderosos en Dios. Y todo eso el Señor quiso hacer. Esta mujer… cuando el Señor dice, ¿quién me ha tocado? Los discípulos dicen, bueno, todo el mundo te esta tocando. Entonces, ella dice a la gente okay, me tengo que confesar. El Señor no quería que ella se fuera con un sentido de ilegitimidad. Él quería que ella se fuera con un sentido de lo que recibiste, lo merecías y vete bendecida.

Dios es tan misericordioso, tan generoso, tan amoroso con nosotros. Entonces, Él la llama y ella le cuenta su historia. Otros escuchan su historia, son bendecidos por su testimonio, son edificados. El Señor es glorificado, se hace un récord de lo que sucedió, muchos son bendecidos y Él le dice a la mujer estas palabras que la despiden en paz. Y le dice a ella, mujer tu fe te ha salvado. Le dice, hija. Escuche eso, porque era un drama de amor, el Señor es amoroso. El Señor no quería que esta mujer se fuera como una ilegítima, ilegal, indocumentada. Él quería que ella sintiera que hiciste bien, se hizo lo que tenía que hacer, obtuviste lo que tú merecías. Le dijo, hija tu fe te ha salvado, ve en paz. Ese es el Dios que yo conozco hermanos, el Dios de misericordia, el Dios de amor, el Dios de compasión, el Dios que me ama, el Dios que no espera que yo tenga todas las tes cruzadas y todas las íes con su puntito arriba.

El Dios que dice, sabe qué quizás no mereces todo lo que te voy a dar, pero tú ere mi hijo y yo te amo y te lo voy a dar de todas maneras. Es el Cristo que dice, sabe qué, has cometido algunos errores en tu vida, pero yo te amo porque tú me amas y tu corazón está en el lugar correcto. Nunca pienses que tú tienes que tener todo bien arreglado para acercarte a Cristo. Al contrario, a veces mientras más problemas tienes y más dificultades tienes, más el Señor quiere que tú te acerques a Él. Eso te califica más todavía para acercarte al Señor. Quiere el Señor que en esta mañana, la fe de la mujer que tocó el manto de Jesús se haga nuestra fe, amén.

Vamos a bajar nuestras cabezas un momento, yo te pido que recuerdes estas dinámicas de la fe para que en tu próxima lucha, en tu próxima tribulación tú puedas tener acceso. Mira ese Cristo, mira ese Jesús que ha hecho lo que describe este pasaje y pégate a Él y entiende que eso no está allí para que simplemente veamos algo arqueológico que pasó hace dos mil años, eso lo pusieron allí para que tú entiendas que eso es lo mismo que Dios puede hacer por ti hoy en tu situación, por eso está allí. Es un ejemplo, es un paradigma, es un llamado a que tú ejerzas esa misma fe y obtengas ese mismo resultado en tu vida. Que tú uses esa mentalidad y que veas ese mismo poder fluir de Jesús. ¿Qué drama tienes tú? ¿Qué lucha tienes tú? ¿Cuál es tu problema? ¿Cuál es tu situación? Ese problema, esa situación puede obedecer al poder que hay en Jesús y cambiar tu vida, cambiar tu dinámica. Cristo tiene la solución, Cristo tiene la solución a tu problema. No lo sueltes hasta que no hayas recibido todo lo que Él tiene para ti.

Read More
español christian De Santiago español christian De Santiago

Para que abunde toda gracia

TRANSCRIPT

La verdad de los principios que yo estoy estableciendo aquí no son solamente para esta campaña financiera sino son para toda la vida. Eso es bien importante que lo recuerden.

Yo he dicho en el espíritu creo que este año es un año de enseñanza sobre fe para la Congregación León de Judá, que todo lo que vamos a estar enseñando de una manera u otra va a ser orientado a restablecer la fe de este pueblo, para que sea un pueblo agresivo, un pueblo militante, y un pueblo efectivo con respecto a las cosas del reino de Dios.

Así que, esta enseñanza que yo voy a compartir con ustedes, les aseguro, es para toda la vida. Y conlleva uno de los principios grandes de la vida cristiana que es como dar una fe para desatar la bendición de Dios, tanto alrededor de nosotros como en nuestra propia vida. Y tengo dos textos que quiero compartir con ustedes, uno se encuentra en Marcos, capítulo 12, versículo 41 al 44. Así que, quiero invitarlos si es niñito lo pueden tomar y llevarlo a su clase, se los agradezco, por favor para que tengamos, hablando de usar los servicios de la Iglesia, sería muy bueno y el puede ser bendecido también.

Marcos, 12, 41 al 44. Y quiero orientar su mente hacia esta imagen, esta escena del evangelio. El título de este mensaje es, 'Para que abunde toda gracia.' Nos dice allí este pasaje, que Jesús una vez estaba sentado delante del arca de la ofrenda. Había un lugar en el templo donde la gente venía, era como un lobby digamos, era una plaza grande en ese santuario inmenso que era todo un complejo de edificios, el templo. Y allí venía la gente a entregar sus ofrendas, sus diezmos, sus ofrecimientos para el templo. Y el Señor estaba allí sentado, nadie sabía que él era el Hijo de Dios, en ese momento, me imagino, pero él estaba allí viendo la escena.

Y así pasa muchas veces en nuestras vidas, que nosotros le damos al Señor y no entendemos que tenemos una gran nube de testigos alrededor de nosotros en el Espíritu que están viendo. Yo creo que hay ángeles, hay demonios, hay principados, potestades, arcángeles y el mismo Dios está mirando sobre este drama que se está desarrollando en esta congregación en estos días. Dios está mirando y muchas veces no sabemos cuán importante es lo que yo hago, lo que yo doy al Señor, y pienso "yo no soy nadie, yo simplemente estoy dando mecánicamente" y no sabemos lo sublime que es ese momento de dar.

El Señor estaba mirando esa escena de la gente dando cotidianamente, dice "y miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca y muchos ricos echaban mucho," primer detalle, ¿no? venía esa gente con todas sus grandes vestiduras, sus hermosos trajes, evidentemente gente de afluencia y de recursos y echaba dinero en abundancia. Algunos de ellos quizás lo hacían ostentosamente, y el Señor observaba discretamente, pero qué pasa, segundo detalle, "vino una viuda pobre," cuántas veces vemos en la Escritura gente pobre de escasos recursos que son los que Dios escoge para que le den. Haga un recuento de la Escritura y usted verá cuántas veces se repite eso.

No había nadie menos provista que una viuda en esos tiempos, era la imagen misma de la pobreza y de la incapacidad para dar, sin embargo, viene una mujer así, evidentemente el Señor la identificó como una viuda pobre, y esa mujer echó dos blancas, o sea, un cuadrante- yo no sé, cuánto exactamente equivalía dos blancas o un cuadrante, yo me imagino que era el precio de una taza de café o quizás hasta menos, 50 centavos, un dólar, no sabemos. Pero, era muy poco en comparación con la gran cantidad de dinero que daba aquella gente muy rica. Entonces, el Señor, observó, marcó esa escena y como Él siempre estaba buscando formas de edificar, instruir y preparar a sus discípulos para el ministerio, Él entendió que era importante que ellos supieran el principio espiritual que estaba detrás de ese momento. Muy importante, porque hermanos uno de los principios más poderosos de la vida cristiana es el dar y servir al Señor.

Busca tal vez en toda la escritura, cuando Dios quiere bendecir a alguien, cuando quiere algo de alguien le pide que dé, llama a alguien para que dé algo, y piensen en Abraham cuando Dios le pide que le dé a su único hijo y que se lo entregue en sacrificio. Dios siempre se impresiona y quiere que nosotros aprendamos a dar y a servir. Entonces el Señor llamó a sus discípulos y quiso compartir con ellos una lección. Fíjense, que a veces, la gente se molesta cuando tocamos los temas de dar y de dinero, y la gente dice, 'Oh, eso no es para la iglesia.' Mire aquí al mismo hijo de Dios separando tiempo de su enseñanza, para compartir acerca de dar, y si usted mira el ministerio de Jesús, muchas veces el Señor habló acerca de dinero, generosidad, darle a Él.

Entonces, él llamó a sus discípulos y les dijo, "de cierto les digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca.” Matemáticamente eso no era cierto, matemáticamente eso no era cierto- físicamente los ricos dieron mucho más en términos de cantidad total que ella. ¿Por qué dijo el Señor que ella dio más que los demás? Bueno, aquí está la respuesta, dice, "porque todos han echado de lo que les sobra, pero ésta” -esa viuda- “de su pobreza, echó todo lo que tenía, todo su sustento." En otras, palabras, en la economía divina, en la economía espiritual la ofrenda de esta mujer tenía más poder y más valor que la de los que dieron mucho cuantitativamente, ¿por qué? Porque esta mujer dio en la zona de la incomodidad. Esta mujer dio con fe, dio sacrificialmente y eso fue lo que movió el corazón de Dios.

Hermanos, yo les digo que siempre en toda la escritura, lo que verdaderamente toca a Dios es cuando nos salimos de lo predecible, lo cómodo, lo confiable, lo razonable y entramos en la zona de lo que solamente Dios puede hacer posible. Allí es donde verdaderamente se activa el concepto de fe, mientras usted se mantiene en lo natural, entonces no hay fe. Cuando usted sale de lo natural y entra donde sólo Dios puede proveer, allí usted ha entrado en la zona de fe. Toda vida de fe presupone sacrificio, riesgo, si no hay sacrificio, si no hay riesgo, si no hay estiramiento, si no hay déficit en alguna manera, escuchen lo que les estoy diciendo, no hay fe. David entendió esto muy bien.

En un evento de la historia del pueblo de Dios, al rey David Dios le marcó sobrenaturalmente el lugar exacto donde se había de construir templo para Él. El primer templo. Dios por medio de una escena de un ángel parado en un solar, una era de un hombre de Israel, Dios marcó ese es el lugar donde yo quiero que se construya mi santuario. Porque hay lugares así, lugares sagrados, yo le decía a la congregación esta mañana, yo realmente no comparto esto, pero yo creo que esta iglesia, este lugar está en un lugar sagrado. No lo digo así porque es una iglesia simplemente, no, pero este lugar específicamente.

Y yo le decía a los hermanos, mire esto es importante que entendamos estas cosas, porque yo siempre he sabido que geográficamente el León de Judá está en un lugar céntrico, está céntricamente ubicado en la ciudad de Boston. Hace 2 ó 3 sábados atrás, Linda Clarke, que es una intercesora afro-americana, muy conocida aquí en el área de Boston, en Nueva Inglaterra, en una reunión de oración y alabanza que teníamos aquí con hermanos de diferente áreas de la región, dijo algo que yo pensaba que yo era el único que en realidad entendía esto. Pero no es así, ella dijo, esta iglesia que abre sus puertas para que aquí se de oración y alabanza y Dios dijo, ella tiene un propósito especial para este lugar y dijo, este lugar está y uso las palabras 'en el epicentro de la ciudad de Boston.’

Geográficamente, si usted mira un mapa del área de Boston, usted va a ver esta área es céntrica geográficamente a la ciudad de Boston. Inclusive se ha echo más céntrica todavía cuando se hizo esa salida 18 de la ruta 93, este lugar es absolutamente accesible. Uno de los lugares más fácilmente accesible de iglesia en toda la ciudad de Boston. Y Dios tenía un propósito, cuando esta iglesia era apenas escombros y apenas habíamos entrado a comenzar a trabajarla yo tuve un sueño una noche, Dios me dio varios sueños alrededor de esto, esta iglesia de echo es el origen de un sueño con el León de Judá, por eso se llama Congregación León de Judá y yo lo he compartido con ustedes.

Pero al inicio de la construcción yo tuve un sueño donde yo me veía en el basement de la iglesia que en ese tiempo era una mazmorra, feísimo, oscuro, tétrico, usted lo ve hoy y no se imagina lo terriblemente feo que era ese lugar allá abajo. Y es más los arquitectos ni querían que nosotros tratáramos de construir nada allá abajo, dijeron simplemente cierren eso porque no hay mucho que hacer. Dios nos permitió habilitarlo. Pero yo me veía allá abajo en el sueño y en mi mente yo sabía que no había nadie, era así porque yo tenía una de las pocas llaves en ese tiempo para entrar en el santuario o para entrar en el edificio completo. Entonces, yo había entrado en el sueño solo, sabía que era el único en el edificio, pero en el momento me percaté de que había alguien más adentro en el basement conmigo.

Yo me pregunté, pero ¿quién puede estar aquí? Porque yo soy el único que he entrado aquí, en un momento se materializó en mi visión, en mi vista, una mujer alta, delgada, todavía la recuerdo bien, con una mirada de locura en sus ojos, una mirada así vacua y distante, y con el pelo todo enmarañado, como cuando los deambulantes no se han bañado en mucho tiempo, y la barba y el pelo se le pone como pastoso, como una paja, así pegajosa y estaba todo así pegado su pelo; y ella me miraba pero no me veía, miraba a través de mí y comenzó a caminar, yo recuerdo el terror en el sueño cuando yo sentí cuando ella se acercaba hacia mi persona, y mientras más se acercaba más aumentaba mi terror porque yo sabía que en ella había un espíritu de locura. Esta mujer estaba desaforada, su mente ida y yo entendí que era un espíritu de locura y por eso mi terror, porque se acercaba hacía mí el espíritu de locura. Cuando yo pensé que ella iba a chocar contra mí ella simplemente pasó a través de mí y siguió caminando como si yo no existiera.

En el momento en el sueño, en el mismo basement, vi otra persona, un hombre sobrepeso, extremadamente sobrepeso, anglosajón, sentado en un lazy sofa, un lazyboy, un sofá de esos grandes, acolchonados de una sola persona de esos que se reclinan, reclinador, sentado allí también con una mirada así lejana, todo mal vestido, simplemente así bien, bien extremadamente sobrepeso, pero sin hacer nada. Y yo lo que sentí era que esta persona era un fracaso en la vida, estancado, no tenía a donde ir, simplemente estancamiento fue lo que yo sentí y en mi espíritu yo sentí que este hombre me presentaba un espíritu de estancamiento y de fracaso en la vida. Y de momento todo el lugar se iluminó y se llenó de gente, de espíritus que traficaban a través de el espacio de allá abajo, y yo entendí entonces en el sueño que esos, todos esos espíritus malignos, eran los que poseían a mucha de la gente en esta comunidad y que los afligían con diferentes males y que esos espíritus simplemente no sabían ni les interesaba que aquí había un edificio, para ellos era simplemente una zona espiritual y ellos cruzaban de un lado para otro y traficaban aquí como se haría en una gran plaza, moviéndose como a ellos les daba la gana.

Yo entendí desde ese día, apenas comenzando la construcción aquí que Dios nos había puesto en un lugar de mucho mal espiritual, de mucha necesidad. En ese tiempo teníamos Blancher's Liquors, esa deparadora de maldad y de vicio que ahora se ha convertido en una farmacia deparadora de medicina, gloria Señor teníamos allí este sitio aquí que era una barra de mala muerte también abiertas, oramos y Dios los ha ido cerrando uno tras otro. Y esta ciudad que es una de las grandes concentraciones en todo Estados Unidos de servicios sociales, aquí está el centro más grande de deambulantes, de tratamientos de ambulantes, allí en Boston Medical Center, que en, yo creo que en uno, sino en todos Estados Unidos, en un tiempo lo fue. Pero usted sabe los cientos y cientos de persona deambulantes, aquí está Rosy's Place, aquí está Pine Street Inn, uno de los grandes, grandes centro de deambulantes en toda la región, está el Salomon Carter Fuller Center aquí a un tiro de piedra, que es uno de los manicomios más grandes que hay aquí en toda la región.

Fue un área de tanto mal, de tanta violencia. Antes de nosotros llegar a este edificio, meses antes mataron a dos personas en ese callejón que está allí detrás de ustedes, una prostituta y un hombre deambulante. Este era un lugar terrible aquí, y yo entendí que Dios nos había movido a este lugar. Y Dios ha ido bendiciendo y limpiando este lugar, no solamente porque nosotros estamos aquí, pero yo creo que nuestras oraciones, nuestra presencia aquí ha ido limpiando mucho hasta el punto de que hoy en día el South End y esta avenida por aquí es una de las áreas más cotizadas de toda la ciudad de Boston.

Pero Dios me dijo que este lugar era así magnético, era un lugar espiritual y a ese lugar Dios nos había traído para hacer guerra espiritual en el nombre del León de Judá, no en el nombre del pastorcito de ovejas, el León de Judá que es una encarnación de guerra de Jesucristo. Es el temperamento que Dios le ha dado a esta iglesia hermanos, esa es la encarnación profética que ustedes tienen. Ustedes tienen el ADN de León de Judá como congregación y yo espero que ustedes se levanten a esa altura del llamado que ustedes y yo hemos recibido.

Porque eso es lo que Dios quiere, un pueblo guerrero y aguerrido, como esa guatemaltequita que se paró aquí con corazón de gigante, sabe, yo se la hecho de cualquier mujer de 6 pies con 8, sabe esta allí. Y si tengo que ir a la guerra me gustaría con 1 o 10 como Delmi, y eso es un crédito para nuestra iglesia, sabe. Pero, Dios quiere eso para hombres y mujeres de esta congregación.

Entonces lo que yo les decía es que cuando David se acercó a ese dueño de esa era, de ese solar, para comprarle esa tierra el hombre entendiendo que era una oportunidad para él dar esa tierra al Señor, porque cuando uno le da al Señor hay bendición, sabe lo que le dijo David, cuando David le dijo mira, te quiero comprar esta tierra y pagártela por su precio justo. El hombre éste, que creo que su hombre era Arauna si no me equivoco, sino no importa. El caso es que el hombre dueño de la tierra le dijo, sabe que Rey, yo te la entrego, yo te la doy, no me pagues por ella es más sabe qué yo te voy a dar bueyes y madera para que hagas un sacrificio al Señor en este lugar y consagres este sitio al Señor, yo te lo regalo todo, no me des nada.

Y sabes lo que David le dijo, sabes qué muchas gracias, pero yo no le ofreceré al Señor sacrificio que no me cueste nada. Famosas palabras. Aquí se dio un duelo entre dos dadores. Cada uno quería la bendición de darle al Señor y los dos sabían que para desatar la bendición de Dios hay que dar. Y David dijo, no, tú no me vas a quitar ese privilegio, yo no le voy a dar nada al Señor que no me cueste. Y por eso es que siempre en los textos de la Biblia va haber gente dando que le cuesta. Si a usted no le cuesta, no le dé al Señor. Si usted no siente una pullita de duda y de temor, no le dé al Señor. Si usted no se siente un poquito incómodo cuando usted da, no le dé al Señor.

Yo le digo, yo le suplico en el nombre de Jesús, en este gran momento de la historia de esta congregación, déle al Señor así, como esta viuda. Déle al Señor en la zona de lo incómodo, déle de su pobreza, déle de su desempleo, déle de su temor a quedarse sin empleo, déle de su mirar este tiempo raro y nefasto que estamos viviendo en la economía de esta nación, déle al Señor de allí. Métase allí en ese lugar incómodo y déle al Señor desde allí. Déle al Señor desde su duda, de que si yo en estos tres años verdaderamente soy capaz de dar esto y atrévase en el nombre de Dios. Sabe que cada vez que esta iglesia ha tenido que darle al Señor, siempre se ha estirado espiritualmente y siempre ha quedado más fuerte que antes. Y yo sé que esta vez va a ser diferente, veo un aquí que está asintiendo con su cabeza cuando yo digo esto, ese hombre se me acercó a mí el domingo pasado y me dijo, 'Pastor, yo quiero decir, yo prometo 7,000 dólares para esta iglesia, quiero decírselo ahora mismo. Y yo voy a tratar de dárselo al Señor lo más pronto posible, y ni siquiera voy a esperar 3 años.’ Y yo me sentí tocado por esa ofrenda y esa promesa de ofrenda. Sabe, y esta iglesia está poblada de gente así, hermanos, yo sé que a esas personas no les sobra el dinero, pero, guau, qué bendición.

Y uno se siente, y yo creo que Dios sobretodo se siente agradecido y agradado por un pueblo así que se pegue a David y a Arauna y diga yo quiero ser como ellos que dieron de manera que les costara algo. Esa viuda dio de esa manera y esa es la manera en qué nosotros estamos dando en este tiempo. Hay otro texto con lo cual quiero ya completar este estudio que se encuentra en 2a de Corintios, capítulo 9, versículo 6 al 8, que ilustran de nuevo ese tipo de experiencia de la cual estamos hablando. Yo he dicho ya que en muchos pasajes de la escritura resalta el tema de la fe, y de paso Gregory, mis gráficas no son tan cool como las tuyas, él hizo una presentación allí con muñequitos y pintura, todo esto es bien básico, yo cuando crezca voy a ser como él y ya voy a dar más... Pero, ésta aquí lo máximo que pude meter un poquito de color, eso es todo.

En muchos pasajes de la escritura resalta el tema de la fe. Estamos hablando de fe en este año, ¿no? Y la iniciativa del individuo, la agresividad espiritual que ustedes vivieron desplegada aquí esta mañana. La fe es agresividad, es una lanza que se mete y se incrusta en una pared. Vemos que Cristo reacciona positivamente ante la acción de fe que arriesga cosas confiando en su fidelidad y poder. Y hemos dicho que cuando nosotros damos como Hijos de Dios, damos mirando hacia el Dios del cual nace nuestra provisión y nuestra seguridad. Damos con un ojo mirando hacia dios y un ojo mirando hacia la necesidad.

Porque esa mano que se extiende hacia Dios dice, ‘Señor yo voy a recibir de ti y voy a canalizar tu provisión y tu bendición hacia la necesidad.’ Entonces usted no dé por si misma o por sí mismo, creyendo solamente en usted, dé creyendo en el Dios que lo respalda. Y la Biblia está llena de gente que arriesga, la fe presupone riesgo. Ya lo he dicho, Bartimeo es uno de esos ejemplares, usted recuerda la historia de Bartimeo, el ciego que cuando clamó y le gritó al Señor, "Señor hijo de David, ten misericordia de mí," la gente decía cállate, no molestes al Maestro. Y finalmente su fe prevaleció, el Maestro lo escuchó y dice que cuando lo mandó a llamar, a Bartimeo, dice que dejando su capa, fue hacia Jesús. ¿Por qué el espíritu Santo animó al evangelista, dejando su capa? Porque la capa era la capa era la fuente de seguridad de un mendigo, la capa lo cubría de la lluvia, lo abrigaba, servía para que él se sentara sobre ella, para que él pusiera sus ofrendas cuando se iba hacia la casa. La capa era esencial.

Cuando Jesús lo llamó, Bartimeo dejó su capa y se fue hacia el Señor. Y yo digo eso, que cuando nosotros vamos a un milagro a una bendición, en alguna manera tenemos que dejar la capa de seguridad, de arriesgarnos, meternos en la zona del riesgo. Esa es la fe. Ahora otro punto que quiero señalar a ustedes, es lo siguiente hermano, porque esto es también bien importante. Un principio de fe que nos va a ayudar en todos los aspectos de nuestra vida es que Dios es un Dios de pactos. Digan conmigo: Pactos. Si usted mira siempre a Dios haciendo Pactos, en la escritura, con Abraham hizo un pacto. Le digo yo, tú vas a ser mi hijo, tú vas a servirme a mí, a través de ti las naciones serán bendecidas, si tú me eres fiel yo multiplicaré tu descendencia, yo te haré tan numeroso como la arena del mar, etc. etc. y bendeciré tu descendencia. Pactos. Ahora les dijo, ustedes sírvanme a mí.

A los Hebreos, hizo pacto con el pueblo de Israel a través de Moisés, y les dijo hoy yo pongo delante de ustedes la vida y la muerte, escojan una cosa o la otra, si ustedes me sirven yo los haré prosperar, los bendeciré, les daré salud, nunca habrá estériles, su familia habrá riqueza, ustedes harán prestadores y no gente que pida prestado, serán cabeza y no cola. Una cantidad de promesas, les dijo, hizo un pacto con ellos. Dios siempre quiere hacer pactos, y por medio de su Palabra, Dios establece pactos también con nosotros, y nosotros establecemos pactos con Dios. Ahora qué quiere decir cuando Dios hace un pacto con un hombre, una mujer, eso quiere decir que lo toma en serio.

Usted nunca hace un pacto, un contrato, con un niño. Usted lo hace con una persona que usted cree en su palabra y usted traba un trato con ellos, si usted cree que esa persona está conciente, madura y sabe lo que está haciendo y que se atiene a las consecuencias del contrato y del pacto. Dios nos trata como adultos, los pactos tienen una cualidad legal, hay consecuencias si los rompemos y hay recompensas si los cumplimos. Según los violemos o los obedezcamos. Ahora recuerde eso, yo estoy aquí como un abogado, estoy montando un caso. Dios ama el riesgo y el sacrificio, Dios hace pactos con sus hijos. Un tercer elemento muy importante es esto, la importancia de la Iglesia de Jesucristo. Este trato que estamos haciendo de esta campaña financiera, lo hace la iglesia con sus feligreses. La iglesia es importante, mucha gente dice, bueno yo le doy a Dios, pero cuándo se vio a Dios tendiendo su mano para que alguien le diera algo, nunca. Usted siempre le da a una causa, una institución, un ministerio, una empresa del reino de Dios. Siempre es algo humano, concreto, personal, físico, ¿no?

Y la iglesia, Dios ha hecho un pacto con nosotros en cuanto a sus negocios aquí en la Tierra. Dios le ha dado al hombre autoridad -a la iglesia-, y funciona a través de esos canales de autoridad. Recuerden que hemos hablado mucho acerca de autoridad, Dios delega a su iglesia la autoridad. Su iglesia es autoridad en al Tierra, la iglesia vela por los asuntos de Dios aquí. El Señor Jesucristo le dijo a su iglesia, lo que ustedes aten yo ataré en el cielo, lo que ustedes desaten en la Tierra yo lo desataré en el cielo. Es más dijo, a los que ustedes les perdonen sus pecados, yo se los perdonaré. Eso es inconcebible. Dios le da a la iglesia la autoridad para derribar y para construir. Para juzgar. Dice que un día juzgaremos a los ángeles mismos de Dios, y que por lo tanto tenemos autoridad para juzgar cosas menores aquí en la Tierra. La iglesia es algo muy poderoso, entonces, cuando usted le da a su iglesia, entienda, usted le está dando a Dios, si esa iglesia fluye en conformidad con los principios bíblicos. Si la iglesia está manipulando, explotando, engañando, no. Pero si la iglesia está moviendo la Palabra de Dios, al usted darle a su iglesia usted le está dando al Señor. Porque ella es la autoridad que él ha constituido aquí, Ahora por eso, hermanos, por esa autoridad que tiene la iglesia el estado de la casa de Dios, los recursos de los cuales dispone la iglesia, son importantes para Él, porque según su iglesia tenga recursos así podrá hacer su voluntad.

Qué dice el libro de Ageo, capítulo 1, versículo 7 y 8. Dice allí, "así ha dicho Jehová de los Ejércitos, meditad sobre vuestros caminos, subid al monte y traed madera y reedificad la casa” -hablando de su templo-, “y pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho Jehová.” Usted ve, cuando usted construye la casa de Dios, el ministerio, la misión de la iglesia, pasan dos cosas: Dios entonces puede poner en ella su voluntad, es decir, puede desarrollar sus propósitos redentores aquí en la Tierra y también Él es glorificado. Yo sé que Dios está siendo, y va a ser glorificado, por esta empresa que nosotros hemos emprendido. Porque todo esto va a redundar en gran manera para la gloria de Dios. Entonces, por eso que el estado de la casa de Dios es tan importante. Entonces vemos una y otra vez, Dios promete que si nos preocupamos por el estado de su casa, Él se preocupará de nuestras necesidades. Él proveerá. Recuerden eso siempre, cuando tú le das a Dios tú estas dando a un Dios que dice, no te preocupes no te va a faltar. Como le dijo a la viuda de Sareta. Yo me aseguraré de que no te falte lo que tú necesitas para tu existencia, para tus necesidades. Malaquías, 3, 10 al 12 es el pasaje clásico en este sentido, donde Dios le dice al pueblo, traed todos los diezmos al alfolí.

Nunca se quede con una parte del diezmo de Dios, nunca se quede con lo que a Dios le pertenece, tráigaselo todo. Dice, “traed todos los diezmos al alfolí, es ir a la casa mía, que haya alimento en mi casa,” y mire lo que dice el Señor, “y probadme ahora en esto, dice Jehová de los Ejércitos. Si no os abriré las ventanas de los cielos y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.” Dios ha sido generoso, cuando nos llama a darle nos dice, no se preocupen yo les voy a bendecir. Y miren Él añade, dice, “reprenderé también por vosotros al devorador y no os destruirá el fruto de la Tierra, y vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejército, y todas las naciones os dirán bienaventurados porque seréis tierra deseable dice Jehová de los Ejércitos.” Sabe cuál es mi gran deseo como pastor, que esta Congregación de León de Judá se convierta en una tierra deseable, nuestros hijos sean prosperados, nuestras finanzas sean prosperadas, ver cada día más matrimonios bendecidos, más gente arreglando sus asuntos con Dios, gente que son buenos trabajadores, un crédito para nuestra comunidad que representen bien el reino de Dios, gente que Dios está prosperando y bendiciendo y nuestros hijos siendo hombres y mujeres funcionales, exitosos, llenos del Espíritu Santo, bendiciendo a su comunidad, y que toda la gente mire esta congregación, esta comunidad, como cuando miraron a los peregrinos, puritanos, llegaron a esta nación y la convirtieron un jardín florido y digan guau, verdaderamente, Dios está con ellos, que nos llamen bienaventurados. ¿Por qué? Porque le estemos dando al Señor esa parte sacrificial que desata su bendición y su vida, ¿entienden? Que estemos muriendo para tener vida, el grano de tierra, cayendo a la tierra- el grano de trigo cayendo a la tierra, quebrándose, abriéndose y dando vida, mucho, mucho fruto. Porque el que pierde su vida la ganará dice el Señor.

Entonces, no olvide nunca, si usted se preocupa por el estado de la casa de Dios, Él se preocupará por usted. Ahora bien, la casa del Señor lo representa a Él, su gloria, su poder, su capacidad para proveer y, hermanos, debemos ser celosos de contribuir nuestra parte al estado y la gloria de la casa de Dios. ¿Por qué estamos queriendo construir un nuevo santuario? No solamente porque ya hay una necesidad, si miramos alrededor, arriba, abajo, todas partes, está lleno esto- la segunda vez que se llena en este día. No nos damos abasto ya, pero sobre todo hermanos en nuestro corazón está ofrecer al Señor algo aún más digno de su gloria. Ese santuario, cuando esté allí lleno de gente, y se llenará dos veces, escúchenme que se lo prometo en el nombre del Señor. Usted sabe que nosotros no vamos a simplemente tener un solo servicio allá. Desde el primer día vamos a tener dos servicios. Yo no estoy buscando que se nos haga más fácil el trabajo a nosotros, sabe. Parece que una hermana, alguien me contaba que pensaba que íbamos a hacer servicio porque ya el pobre pastor está cansado de dos servicios, todavía no, quizás dentro de 10 años, 15 años, todavía me queda un poco de fuerza, sabes. Pero no, no, yo lo que quiero es más espacio para más almas salvadas, eso es lo único que me interesa, sabes.

Así que nosotros estaremos siempre abriendo este lugar para la gloria de Dios, para que haya más espacio, para que más vidas sean salvadas, para que haya más gloria para el nombre del Señor. Yo no me conformo, simplemente, okay ya tenemos este pacito aquí, no piense como pobre, hermano, no piense como una persona miserable. Tire la mentalidad miserable al piso, y pisotéela. Sálgase de ese hueco pequeño y crece en una mentalidad de prosperidad, bendición, excelencia, grandeza, ambición del Señor, no te conformes con algo chiquito, ya qué más. Mire, Dios tiene más y más bendición para su pueblo. Entonces, vamos a contribuir para el estado, para la gloria de esa casa del Señor. Hay unos principios universales que encarna, Segunda de Corintios, 9, este pasaje que acabamos de leer. Dios establece principios universales, ¿cuáles son algunos de esos principios que vimos allí en ese pasaje que leímos? En la segunda de Corintios, 9. Rápidamente, primero vemos una advertencia, dice, “pero esto digo," ese pero, es un pero como de advertencia, no, pero esto digo, el que siembra escasamente, también segará escasamente. Hay una advertencia allí. La palabra de Dios a veces es bien seria, no todo es melcocha, y jalea. Hay veces que hay que mirarlo serio también, ese Dios nos toma en serio y nos dice, sabe qué yo voy a hacer un trato con ustedes, hagan su parte yo haré la mía. Dice, “si tú siembras escasamente tú vas a segar escasamente.”

Muchos no reciben más de Dios porque no siembran más. Dios nos trata como adultos, dependiendo de nuestra inversión así cosecharemos los intereses. Yo voy a aclarar eso un poquito más, más adelante, lo voy a matizar un poco más. Si usted mira en Ageo, capítulo 1, versículo 9 al 11. Dice aquí, “buscáis mucho y halláis poco, y encerráis en casa y yo lo disiparé en un soplo." Cuántos trillones de dólares ha perdido esta nación en un soplo, ¿cuántos trillones de dólares se han perdido en este país de riqueza en un soplo desde octubre para acá? Trillones, varios trillones- yo leía en un artículo de periódico los otros días, el encabezamiento decía, es el trillón el nuevo billón, is the trillion the new billion in America? Porque hoy en día se habla de trillones, ya no se habla de billones, las pérdidas han sido de trillones y las inversiones son de trillones y no se sabe ni siquiera si van a surtir efecto. En un soplo se ha perdido en esta nación y en Europa y en todos los países del mundo, ya son no sé si más de trillones de dólares, se ha perdido una cantidad inconcebible.

Dice, “encerráis en casa y yo lo disiparé en un soplo, ¿por qué? Dice Jehová de los Ejércitos, por cuanto mi casa está desierta y cada uno de vosotros corre a su propia casa.” Cuando una nación, una familia, un individuo hace de su propia comodidad, su propia riqueza, su Dios, sabes qué y se descuida de los principios de la casa de Dios y de Dios y sus propósitos, eso es efímero. Su riqueza, su comodidad es efímera, se va en un soplo. Porque si esta nación pusiera su mirada en Dios y en los principios de justicia de la palabra de Dios y de generosidad, no estaría pasando por la tragedia por la cual está pasando. “Por eso se detuvo de los cielos sobre vosotros la lluvia, y la tierra detuvo sus frutos, y llamé la sequía sobre esta Tierra y sobre los montes, sobre el trigo sobre el vino, el aceita, sobre todo lo que la tierra produce, sobre los hombres y sobre las bestias, y sobre todo trabajo de manos.” Esta nación ha sembrado en los últimos años escasamente y está segando escasamente, está cosechando. Cuando los puritanos y los peregrinos en esta nación sembraron generosamente para con Dios, Dios los bendijo, multiplicó esta nación increíblemente, ahora está escaseando porque ha escaseado la fe y el amor hacia las cosas de Dios.

Noten, hermanos, simplemente el papel directo que juega la fe en activar o desactivar el poder de Dios. Hay principios de siembra y de cosecha en todo proceso de fe. Si tú siembras generosamente, dice aquí, vas a segar generosamente. Note algo, muchas veces a la gente no le gusta este vocabulario de siembra y yo creo que hoy en día se ha abusado un poco el principio de sembrar. Y mucha gente usa eso para manipular a las personas para su propia ganancia, aún en la iglesia. Y yo reprendo ese espíritu, no somos parte de eso en absoluto, pero hay que rescatar una verdad espiritual que es bíblica. Esto de sembrar, ¿qué implica la palabra sembrar? Se siembra siempre con intención de cosechar. Sembrar en el Señor es como invertir, siempre hay que esperar rendimiento. Aún una mujer que siembra flores, por ejemplo, porque se puede decir, bueno un agricultor siembra para cosechar fruto, pero sabe que una mujer o un hombre que le gustan las flores, las flores quizás no tienen mucha utilidad pero es un fruto. Usted siembra y espera aunque sea una flor, nadie siembra una mata que no produce algo que sea bueno o provechoso. Y siempre se siembra para cosechar algo, entonces hermanos, saben qué, que uno tiene siempre que esperar rendimiento de sus inversiones.

A Dios no le da problema con que le demos con cierta expectativa de recibir. Hay gente que quiere ser más católica que el Papa, más santa que San Pablo o San Pedro, y dice no yo le voy a dar al Señor pero yo no espero nada y yo reprendo aquellos que dicen que Dios te va a dar si tú le das, etc. Pero mire usted no puede ser más generoso que usted mismo, y Dios es quien le dice a usted, da y yo te voy a bendecir. No tengas vergüenza de esperar una bendición, yo creo que hay un momento en que la santidad pasa a ser necedad. Y yo les animo hermanos, déle al Señor y mire entonces espere una bendición, usted no sabe cuándo va a llegar, pero espere bendición porque Dios se lo ha prometido. Creanlo. Eso es bíblico, entonces Dios no tiene problemas con que le demos esperando recibir sabiendo que Él ha prometido, él ha sido quien dice probadme ahora en esto. Si Él le dice, pruébame, deje al hombre allá arriba que lo pruebe. Y pruébelo.

No esté tratando de hacerle la vida más fácil a Él, Él no necesita esa ayuda. Espere recibir bendición. “Probadme en esto, yo abriré las ventanas en el cielo y yo daré bendición hasta que sobreabunde,” dice el Señor. Ahora, la aclaración que hago es que no se trata de algo mecánico, si usted me oye a mí diciendo dale al Señor $1,000 y Dios te va a dar un BMW mañana, entonces sí, allí yo me aparto de esa gente. O, dadle al Señor tu anillo de matrimonio, dame la llave de tu carro y ven que mañana Dios te va a dar un humvee o lo que sea. No se trata de eso. Ahora lo que yo sí creo, es que cuando usted le da al Señor hay una esperanza que se genera bíblicamente de que si usted es generoso con Él, su vida y aún sus finanzas en su totalidad van a reflejar la bendición y la aprobación divina.

Puede decir amén a eso. Porque yo lo he visto en mi vida, en la vida de mi familia, la vida de mi madre, que por ejemplo mi madre conoció al Señor hace 50 y pico de años en la pobreza de República Dominicana y yo he visto cuatro generaciones desde que ella hizo ese acto de fe, de entregar su vida al Señor, bendecida. Porque lo vi en ella y su generación, su familia, lo vi en sus hijos, de los cuales yo soy parte, lo vi en sus nietos, y lo he visto en sus bisnietos. Todos han sido bendecidos financieramente y son gente que han estudiado, han progresado y tienen todo lo suficiente. Yo creo que si hubieran dado más a buscar dinero más dinero tendrían, porque Dios los hubiera bendecido. Pero muchos de ellos se han dado a servir al Señor. Y allí ha sido su gozo y Dios los ha prosperado en eso, y los ha bendecido y seguirá bendiciendo. Ves, cuando tú le das al Señor hay un soplo de prosperidad y bendición que cae sobre ti y tu descendencia.

Eso es así, el Shalom, la paz de Dios se esparce a través de tu vida y tu vida fluye en una palabra de bendición. Podrán venir momentos de prueba, ciertamente, como nuestra hermana Delmi hablaba, claro que sí, pero la curva siempre va a ser en ascendencia. Eso es lo importante. Que la vida vaya como la luz de la aurora que va en aumento hasta que el día es perfecto. Así que no tenga temor de esperar bendición, porque la bendición va a venir a su vida. Lo último es que Pablo dice, cada uno dé como propuso en su corazón. “Cada uno dé como propuso en su corazón.” Cada uno, un principio de la Biblia, todo hombre, mujer, miembro de una congregación debe darle al Señor.

Yo espero que en esta campaña no se quede nadie sin dar. Si usted tiene una ardilla en su caza, sáquele una nuez de la boca y tráigala aquí, no importa lo que sea. Pero dé, que dé todo lo que respira, que alabe y que le dé a Jehová. Voy a usar ese versículo, allí. Hermanos, esto es para todo el mundo. Mire, yo no quiero que nadie se me quede el domingo que viene porque vamos a tener la campaña. No se quede en su casa, venga y aunque sea eche una promesa allí, lo que sea. Pero prométale al Señor algo, el gozo del Señor va a ser, hermanos, que toda familia que se considere miembro de esta iglesia, parte de esta congregación que esté recibiendo. Si usted nos visita, si usted todavía no se identifica con León de Judá no se sienta aludido, pero si usted come de esta casa espiritualmente hablando, mire yo le animo en el nombre de Jesús, atrévase y déle al señor. Amén. Prepare una ofrenda.

Por eso dice, cada uno dé, por que yo separé dé. Porque sabe qué muchas veces son muy generosos con decir padre yo te amo, mi vida es tuya, cantamos coritos, ¿no? Yo lo entrego a ti, que se yo qué cuando, pero cuando viene el momento de dar, óigame, desarrollamos una tortícolis allí, un dolor se nos entra y se frena la palanca y no quiere saltar pero pa' nada, ¿no? Hay un momento en que tiene que salir uno de las promesas y de lo romántico y hay que dar, simplemente. Cada uno dé, como dice, como propuso. Yo pongo énfasis en propuso, como propuso en su corazón. Proponer quiere decir hacer una decisión consciente y hacer un propósito, tomar una deliberación y decir, yo voy a dar.

Esta semana órele al Señor, y proponga en su corazón una ofrenda generosa y de fe para con el Señor. Dice, “no dé cono tristeza ni por necesidad” Hermanos si el domingo que viene, cuando usted esté viniendo a dar su ofrenda, yo quiero que sean lágrimas de gozo, no de tristeza, ¿okay? No venga nadie aquí a dar, sabe cojeando y rengueando allí, no, No. Dé con gozo en su corazón. Venga riéndose a carcajadas. Porque Dios ama al dador alegre. Dé con soltura, generosidad, espontaneidad, dé con fe sabiendo que Dios ha de recompensarle. Entonces, lo último, ya así. Dice, "dé cada uno, dé como propuso su corazón, no con tristeza," dice, lo tercero una promesa. Vimos una advertencia, vimos un llamado, dé, y ahora vemos una promesa. “Porque poderoso es Dios,” déle al Señor sabiendo que Dios es más poderoso que la recesión, la inflación, la depresión, lo que sea. Dios es más poderoso. Dios es poderoso “para que abunde en vosotros.” Note el lenguaje abundante, sobrecogedor de este pasaje. Imágenes de abundancia. Dice, “para que abunde en vosotros toda gracia.”

Es decir, la gracia de Dios es el combustible que hace posible toda buena cosa en la economía humana. Y dice, Dios es poderoso para que en tu vida, tu negocio, tu salud, tu vida familiar, tus emociones, tu trabajo abunde toda esa esencia que se necesita para que haya bendición en tu vida, Abunde de toda gracia. “Teniendo siempre en todas las cosas,” cualquier transacción, cualquier situación de tu vida haya gracia, todo lo suficiente “para que abundes tú en toda buena obra.” Sabes qué, Dios te va a dar no solamente para ti sino para otros, cuando Dios te dé, no almacenes solamente, no amontones como el mísero de la parábola, da. Sé una fuente de bendición, en estos tiempos vamos a tener que aprender a darle a otros. Dios va a bendecir a alguno y entonces esos deben bendecir a otros. Van a ver y Dios va a bendecirlos a todos al final. No faltará, dice, el que tuvo no le falto, ni el que no tuvo lo que sea. Hubo bendición. El caso es que hubo bendición y hubo provisión para que abundéis en toda gracia. Una promesa, un llamado, una advertencia, una promesa. Bueno, eso va a ser la ilustración. Entonces, hermanos.

Yo estaba sentada así, yo vi algo precioso así, como algo brillante… yo siento que es el Espíritu Santo, llena de gente todavía más que ahora, yo dije Señor, pero qué será que tú vas a hacer. Vamos a romper esas paredes pero no hay espacio, porque yo veo que hay algo atrás. Y yo dije, será que me estoy volviendo loca, pero no. Sabes con Dios no se juega, ¿verdad? Pararme en frente a todos ustedes.

Estoy un poco nerviosa porque no me gusta hablar en público pero el Señor me ha tocado y el Señor quiere que ustedes lo sepan, desde el primer momento que vine a esta iglesia, yo sentí algo especial, el pastor es un elegido de Dios. Tengo viniendo a la iglesia desde que tengo 7 años de edad, mi abuelita sembró la semillita en mí y nunca he podido separarme de Dios, he tenido momentos bien difíciles en mi vida como el que ahora estoy pasando pero tengo a Dios en mi corazón. Tengo una visión en esta iglesia, hace un año y medio, más o menos. Yo venía aquí pidiéndole al Señor un hogar hermoso como el que tengo ahora. Y lo vi aquí orando, el Señor me lo dio así mismo como yo lo vi. Y no recuerdo de qué tema estaba predicando el Pastor, yo sé que estaba hablando del Espíritu Santo y yo tuve una visión que vi el Espíritu Santo encima de todos nosotros como algo brillante, grandísimo que nos arropaba a todos. Yo vi esta iglesia más grande, con más miembros, y no es el Pastor que quiere esta iglesia llena de gente, es el Señor. Yo dije dentro de mi corazón, Señor, será que esas paredes se van a romper y van a ser más amplias para atrás. Porque yo no tenía conocimiento que iban a ser otro templo más grande al lado, de hecho yo vine, estoy otra vez en los caminos del Señor y quiero seguir buscando más de Dios.

Y el Señor, cuando el Pastor empezó a decir, creo, 5 domingos atrás a decir que a cada uno podíamos dar $2,000 $3,000 en dos años, yo dije en mi corazón, cómo yo lo doy si tengo la economía super-mal, I dunno, no sé, en septiembre fue a Santo Domingo traje una cantidad de dinero para atrás. El Señor no ha permitido que ese dinero se vaya de mis manos, y yo hace dos domingos el pastor volvió a decir otra vez lo mismo, que podemos darle al Señor y me vino a la mente ese dinero y yo dije, “Señor, lo único que yo tengo, ¿cómo lo voy a dar? Pero seguí escuchando al Pastor. Y el domingo que pasó dije en mi corazón, ese dinero no es mío ese dinero es para el Señor. Y eso lo único que yo tengo ahorrado pero no es para mí. Es para el Señor. Y el domingo tuve una inquietud bien fuerte en mi corazón de hablarle al pastor, pero vi que estaba muy ocupado. Lo sentí tan, queriendo convencer a la gente de que le diera al Señor y yo sentí en mi corazón que el Señor iba a seguir tocando gente como me tocó a mí, que ese dinero no es para mí, es para el Señor. Y el Señor va a seguir tocando, pastor, porque yo lo vi, yo sé que es así. Porque el Señor ha hecho cosas grandes en mi vida. Nadie se puede imaginar las maravillosas cosas que el Señor ha hecho en mi vida.

Y hoy que vi a la hermana aquí parada con todas las necesidades que ella tiene, trayéndole lo que es del Señor. Yo dije, Dios mío tú eres maravilloso, y esta iglesia así se va a construir con el poder de Dios. A lo que yo quiero venir es que yo sentí que solamente fue a mi que el tocó mi corazón estos dos domingos atrás, que lo diera porque no es mío eso es del Señor, cuando yo vi a la hermana yo dije increíblemente el domingo, que el Señor iba a tocarlos para que den, mira la hermana que se paró aquí a darlo. Y así van a venir más personas que el señor va a seguir tocando porque lo que dios quiere así se va a hacer.

Gracias, gracias. Amén.

Saben, yo creo que hay mucho que decir. Gracias Señor por esa manera. Normalmente no hago eso pero sentí de Dios que había que hacerlo. La conclusión, hermanos, de todo esto es así. Lo voy a leer, en una iglesia como la nuestra, hermanos, con muchos inmigrantes, muchos de escasos recursos, este texto que yo acabo de discutir adquiere mayor significado. Aquí en esta iglesia, en el León de Judá, como en el caso de la viuda que discutimos que dio todo lo que tenía, tenemos la oportunidad de probar cuán grande verdaderamente sea nuestra fe en este tiempo. Podemos ver cuando Dios nos prospere y bendiga por medio de nuestra fe sacrificial, cuán fieles y confiables son las promesas del Señor. Amén. Gloria a Dios.

Gracias Padre, gracias por la manera en que tú concluyes tus enseñanzas, porque sólo tú haces posible estas cosas, Señor. En este tiempo profético que estamos viviendo como congregación, te pedimos solamente que nos sostengas de la mano Padre, y que tengas misericordia de tus hijos que quieren honrarte y quieren aplicar tus principios. No nos dejes caer de esta gloria ni permitas que una sola palabra caiga a tierra, Señor. De todo lo que hemos declarado, bendice a tu pueblo, fortalece sus manos, fortalece sus corazones y espíritus, Padre, para que podamos honrar tu propósito en este tiempo en la vida de nuestra congregación y te daremos a ti toda la gloria y toda la honra cuando tu voluntad haya sido cumplida, Padre. En el nombre de Jesús. Amén y amén.

Read More
español christian De Santiago español christian De Santiago

¿Tú, qué quieres?

TRANSCRIPT

Isaías 61. Hermanos, yo quiero comenzar compartiendo un testimonio. En mi casa yo tengo un niño de dos años y él aprendió una nueva palabra en esta semana, yo estaba allí haciendo mis cosas y escuché una vocecita detrás de mí, una voz de ángel que clamó diciendo "I want milk!" '¡Yo quiero leche!’ Yo no quiero enseñarle la palabra "now" –ahora, porque seguramente lo hubiera usado. Saben que él aprendió la palabra I want, y él lo usa bien.

Y sabe qué me puse a pensar, el señor muchas veces hizo esta pregunta al pueblo, Jesús le dijo a las personas, ¿tú, qué quieres? ¿De verdad quieres ser sanado? Personas que le estaban siguiendo y él les dijo, ¿Qué buscas? Y yo sentí al Señor decirme Gregory, ¿qué quieres? ¿Qué quieres de mí?

Dios te hace la pregunta, y muchas veces nosotros no sabemos qué decir. Así que yo quiero leer por lo menos en el largue de discipulado, ¿qué queremos? ¿Qué queremos lograr en todo lo que hacemos? Discipulando y sirviendo al pueblo de Dios.

Isaías 61, lo dice. Jesús lo dijo. Él dijo, "el espíritu de Jehová, el Señor, está sobre mí, porque me ungió Jehová, y me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos. A vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos y a los presos. Apertura de la cárcel. A proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, el día de venganza del Dios nuestro. A consolar a todos los enlutados, a ordenar que a los afligidos de Sión se les dé gloria en lugar de ceniza. Olio de gozo en lugar de luto. Manto de alegría en lugar del espíritu angustiado, y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya. Reedificarán las ruinas antiguas y levantarán los azoramientos primero y restaurarán las ciudades arruinadas, los escombros de muchas generaciones. Extranjeros apacentarán vuestras ovejas, y los extraños serán vuestros labradores y vuestros viñadores, y vosotros seréis llamados sacerdotes de Jehová, ministros de nuestro Dios seréis llamados, comeréis las riquezas de las naciones y con su gloria seréis sublimes. En lugar de vuestra doble confusión y de vuestra deshonra os alabarán en sus heredades por lo cual en sus tierras poseerán doble honra y tendrán perpetuo gozo."

Señor, yo quiero esto. Yo quiero personas y quiero destacar una palabra que dice allí al final del versículo 6, "… y con su gloria seréis sublimes" ¿Sabe qué? Yo no soy experto en español, ustedes lo saben muy bien, pero a mí me gusta la palabra sublime. Sublime significa que algo es precioso, es algo trascendente, algo tan bello que ni hay palabras para describirlo. Como cuando se pone el sol en el mar, tal vez tú estás en una isla muy lejos de Boston y ves una noche preciosa, y tú dices es sublime este anochecer. O tal vez tu eres fanático, aficionado del arte y estás mirando una pintura hermosa y tú dices, "sublime". Tal vez a ti te gusta la música, escuchas algo de Juan Luis Guerra, y dices, ésta canción es más que chévere, es sublime.

Sublime es algo excelente, algo que tiene dignidad, algo que tiene majestad.

Sabes que yo he visto a veces personas ancianas en sus últimos días de vida y están allí preparándose para ir al otro mundo, al próximo mundo. Y yo mirándolos y yo pienso, son varias, y yo las miro y me viene la palabra ‘majestad’. Se siente casi blasfemo decir majestad de una persona, ¿no? Pero nuestro Dios nos ha hecho reyes y sacerdotes. Nuestro Dios toma de su gloria, de su corona y lo pone sobre nuestras cabezas. Y nos hace reycitos y reinas en Dios.

Nuestro Dios nos hace brillar con la dignidad del espíritu en nuestras vidas, y yo creo que Satanás quiere lo opuesto, él quiere humillar a la humanidad, él quiere degradar a la humanidad y hacernos sentir pequeños y sucios, peor nuestro Dios dice, "ah, ah, ésta es mi hija ella es preciosa, él es mi hijo y yo lo he llamado a ser un sacerdote en el reino de Dios."

Y yo creo que Dios nos llama a reedificar vidas, personas, para que conozcan el poder del Evangelio, para que lleguen a tener la gloria sublime que Dios quiere para ellos. Dice que el pueblo tiene vergüenza, tiene vergüenza, el deseo de esconderse, ¿no?

Sabe que mi hijo, hablando de vergüenza, lo encontré el otro día con un lápiz y con un libro haciendo eso y cuando yo entré él me vio y puso el lápiz, y me vio. Así que ya se está poniendo un poquito inteligente, ¿no? Vergüenza... muchos andamos con vergüenza. Pensamos, no me miren, no, nos escondemos. Nuestro Dios dice, tú puedes quitar el velo y tú puedes brillar en mi presencia. Yo te voy a dar en lugar de vergüenza, doble honra. Doble honra y tú te vas a poner allí parado firme con la cabeza en alto. No de orgullo sino de la dignidad de ser un hijo de Dios.

En lugar del espíritu angustiado Dios va a sanar el corazón y darte el manto de alegría. Hemos hablado del efecto de poner un traje elegante, ¿no? Poner un saco bueno, como uno mira a uno de esos maestros aquí, que se ve como puede ser precedente de la nación, ¿no? Dios quiere darnos manto de alegría en lugar del espíritu angustiado. Dios quiere poner en libertad a los cautivos.

Nosotros creemos que el mundo viene, muchos vienen con ataduras, ataduras espirituales, ataduras mentales, ataduras morales en su vida. Cosas que no pueden soltar porque tienen cadenas allí y no pueden dejar de hacer ciertas cosas, están atrapados en la vida y nuestro Dios viene y dice, "tengo buenas noticias para ti, yo he venido para romper esta cadena." Nosotros hablamos de la imagen de un pajarito que está en el jaula, el pajarito del jaula y después tú abres la puertecita y el pajarito sigue allí dentro del jaula y no sale de la puerta porque no sabe que está libre. Nuestro Dios en el nombre de Jesús viene y agarra esta jaula y le da un buen sacudón, sacudida. Y dice, 'ya fuera de allí, es tiempo de volar.'

Volviendo a lo que dije al principio, estrellas en aumento, estrellas que se están levantando. Hermanos, muchos venimos tan cargados, venimos con tantas cosas. Nuestro Dios viene y dice, 'el espíritu del Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová, me ha enviado a predicar nuevas a los abatidos.' Nosotros creemos que el evangelio tiene poder, el espíritu tiene poder, por eso, ¿sabe qué? Una clase no cambia a nadie. Es el espíritu de Jehová que te cambia. Por eso lo que nosotros queremos lograr en esta iglesia es una combinación del poder y la unción del espíritu Santo combinado con estudio de la palabra de Dios.

Queremos que en los cultos la gente venga para orar, para buscar de Él durante la oración, queremos ver a todos aquí en el altar, clamando y orando, lágrimas saliendo. Y después del culto tomando una clase para hablar de cómo voy a poner en práctica lo que estoy aprendiendo. ¿Cómo de verdad voy a cambiar? Combinando la unción con el estudio y el diálogo, es una combinación potente para cambio de vida. Hermanos, esto funciona... funciona. Y yo personalmente soy adicto a ver este proceso, a mí me encanta ver personas ser glorificadas delante de nuestros ojos. Revestidas de alegría, del Espíritu Santo.

Y yo no sé lo que tú buscas en la vida, y vuelvo al comentario del principio, Jesús te pregunta, "¿Qué quieres? ¿Qué buscas?" Y yo te dejo con esta pregunta, porque a veces Dios no nos da por que no pedimos. No recibimos porque no sabemos cómo buscar. Dios te pregunta hoy, ¿qué tu quieres de mí? ¿Qué buscas en la vida? Nuestra visión es muy pequeña, es tiempo de decir yo quiero ser un árbol de justicia, yo quiero tener el manto de alegría, yo quiero ser rey sacerdote para ti y no me voy a conformar con menos, Señor. Te busco hasta que me des lo que necesito, así Dios honra la persona que le busca con ese ruego. Así que pongámonos de pie y vamos a cerrar este tiempo orando, ¿no?

Padre, en el nombre de Jesús, venimos delante de ti, Señor, y te damos gracias, Señor, que tú eres poderoso y majestuoso. Y yo te doy gracias, Señor, que a ti, Señor, te gozas en compartir tú gloria, tu majestad con la humanidad. Yo te doy gracias por cada persona que tú has llamado, Señor, que ha venido a buscar de ti, quien se ha atrevido a creer en el evangelio y entregarse a ti aquí y la manera que tú, Señor, has quitado las sombras y lo has reemplazado con una luz que brilla en los ojos y en el rostro.

Padre, yo te pido que tú vengas revistiéndonos, Señor, de este manto de alegría, yo te pido por la transformación de vidas y la transformación de la ciudad, Señor. Te pido que sea una realidad, Señor, que podamos tener testimonios de sanidad y que tú levantes sacerdotes y siervos en esta iglesia. Señor, gracias que no hay ni uno que no tiene propósito, gracias que tú tienes plan para cada uno en esta iglesia. Te pido por las estrellas escondidas, ¡que se levanten, Señor! Que comiencen a brillar en ti, Señor, os entregamos a ti una vez más.

Así que en este momento de tranquilidad, en este momento de paz, lanzamos la pregunta, ¿qué quieres? ¿Qué quieres del Señor? ¿Qué buscas de él? Estamos tan enfocados en los problemas, que buscamos soluciones solamente, sin saber que Dios quiere no solamente solucionar problemas sino transformar la vida. ¿Qué quieres? dile al Señor en tu corazón, qué es lo que tú quieres de Él, si quieres más de Él. Si quieres ir al otro nivel con Él.

Padre, descansamos en ti en este día. Sabemos, Señor, que tú que nos llamas eres fiel para perfeccionar la buena obra que tú has comenzado, que tú eres fiel para poner esta corona sobre la cabeza. Recibimos esto en el nombre de Jesús, amén. Amén. Amén. Gracias a Dios, hermanos que el Señor te bendiga, que el Señor multiplique su poder en vida. Vaya en paz, Dios le bendiga.

Read More
español christian De Santiago español christian De Santiago

Estrellas escondidas

TRANSCRIPT

Deutoronomio, 8. Y sólo vamos a leer un texto sencillamente, y reflexionar por unos momentos. Es algo que yo sentí que el Señor puso en mi corazón, ahora mismo de hecho, que yo sentí que Dios quería que leyéramos juntos, ¿no? Yo dije antes que la mejor escuela del Señor no es un salón de clases, es y lo hablamos antes, el desierto.

No sé si alguien ha vivido en un desierto, yo no, pero me imagino que no es un lugar tan lindo. Dios llama a sus siervos allí, es un lugar donde tú no sabes de dónde viene la próxima comida, es un lugar donde no hay sombra para protegerte del sol, es un lugar donde tú no miras a nadie, te sientes completamente solo a veces. Es un lugar que parece ser eterno, que tú no miras el final porque hay horizontes por todas partes y sólo ves arena y todo seco. Y nuestro Señor dice, 'allí, mi escuela perfecta de la fe' Y él llamó a Abraham, Jacob, Isaac, José, Moisés y todo su pueblo, Jesús mismo al desierto para ser formados.

Pero allí vemos que Dios no es cruel, cuando Dios nos pasa por el desierto es porque Él tiene un plan para nosotros y esto es no solamente para nosotros individualmente, es para nuestra iglesia. Dios nos ha llamado a ser atrevidos en el desierto y ver si vamos a serle fiel en este tiempo, para que veamos su gloria manifestada.

Deutoronomio, 8, comenzando en versículo 1. Dice, "cuidaréis de poner por obra todo mandamiento que yo os ordeno hoy para que viváis y seáis multiplicados y entréis y poseáis las tierra que Jehová prometió con juramento a vuestros padres. Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios, estos cuarenta años en el desierto para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tú corazón. Si habíais de guardar o no sus mandamientos y te afligió y te hizo tener hambre y te sustentó con maná, comida que no conocías tú ni tus padres la habían conocido. Para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre más de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre. Tu vestido nunca se envejeció sobre ti ni el pie se te ha hinchado en estos 40 años, reconoce asimismo en tu corazón que como Dios castiga el hombre a su hijo, que como castiga el hombre a su hijo así Jehová, tu Dios, te castiga."

Padre, en el nombre de Jesús sabemos que tú eres un Padre que castiga con propósito, que tienes tu plan para nosotros, te pido que nos hables en el día de hoy en el nombre de Jesús, amén.

Castigar... eso no es una palabra que yo quiero escuchar. ¿Quién quiere castigo? ¿Alguien? Castigo en la Biblia, en este uso no es un cocotazo, porque te has portado mal. En este caso, castigo es entrenamiento, es disciplina, es el castigo del sargento. ¿Cuántos han vistos esas películas de boot camp? ¿No? O, ¿cuántos tal vez han servido de militar? Y sabe que el sargento se pone en la cara, y te grita… te trata mal, no para humillarte, aunque te humille en el momento, sino para que tú seas duro y fuerte para cuando venga el momento de la batalla, tú seas preparado para luchar y para ser exitoso y para sobrevivir.

Y nuestro Dios es un padre que sabe muy bien cómo levantar a sus hijos y Él usa de todo en la vida, especialmente los tiempos de escasez y prueba para formarnos. El mejor oro, ¿dónde se purifica? En el fuego. Se aprieta el carbón para hacer el diamante que Dios tiene para nosotros, que seamos estos diamantes. Dios hizo a Israel pasar por el desierto, no por ser cruel, no por ser malo, sino para enseñarles algo.

Yo quiero que tú sepas que ‘no solamente de pan vivirá el hombre, sino de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre.’ Yo quiero que tú sepas muy bien de dónde viene tu sustento, para que cuando tú entres en la tierra prometida y ya tienes el trabajo y el dinero y la casa, y ya estás prosperado que no te olvides de dónde viniste, que no te olvides de dónde vino la provisión en tu vida, ¿no?

Nosotros hemos visto prosperidad en esta iglesia, hemos visto personas llegar con nada, sus vidas en un desastre, en escombros. Conocen al Señor, vienen al frente y lloran aquí y se ora por ellos y se vuelan los demonios, se liberan, reciben unción del Espíritu Santo y comienzan a decirse, ya no soy víctima, todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Yo soy una nueva criatura en Cristo y comienzan a sentirse, no sé… fortalecidos, no orgullo, pero se sienten bien de ellos mismos. Caminan más firme, tienen una sonrisa más confiada porque saben que son nuevos en el Señor. Y se ponen a pensar quién dice que yo no puedo tomar una clase de discipulado, sí se puede, yo voy a tratar de hacerlo. Y se hace y se gradúa. ¿Quién dice que yo no puedo aprender inglés? … y se lanza a aprender inglés. ¿Quién dice que yo tengo que conformarme con el nivel educativo que tengo? … y se echan a estudiar y sacan su GED, su bachillerato y su maestría. Y compran casas y su vida se mejora en todo aspecto, porque lo espiritual resulta en transformación material también.

Pero después de toda esa transformación, ¿qué es el peligro? Que se olvida.

Y que comenzamos a pensar, ‘guau mira lo que hice yo,' y nosotros como iglesia estamos en pañales, hermanos, bueno, no diría pañales, I would say we are pre-adolescent, you know, maybe pre-teen. Tenemos 25 años pero estamos, no somos bebés pero tampoco somos jóvenes adultos todavía, estamos como teenager, pero Dios quiere entrarnos en la madurez, quiere prosperarnos, quiere bendecirnos. Pero, para eso, quiere probarnos.

Y nosotros somos parte de una generación especial en la vida de Congregación León de Judah. Somos parte de una generación que en el desierto Dios nos va a probar y ver si nosotros confiamos que Él sí puede sacar agua de la roca. Que Él puede poner una columna de fuego para guiarnos en las noches y una nube en el día para darnos sombra. Si la ropa no se va envejecer, si va haber maná cada mañana, sin nosotros guardar para mañana. Dios nos va a probar y cuando entremos en la grandeza de lo que Dios tiene para nosotros sabremos que no es por nuestras fuerzas, es porque nuestro Dios es fiel y que es Él que nos da el sustento, es Él que toma personas pequeñas y nos hace caminar grande en Él.

Dios nos llama, dios nos prueba y hermanos, si usted está viviendo un desierto personal y creo que todos lo viven en un momento u otro, puede ser algo en términos de las finanzas y provisión financiera. Podría ser una relación en la vida que está seca y tú no ves la solución de dónde va a llegar la resolución en tu familia o vida emocional. Puede ser un problema personal que tú tienes y tú no sabes cómo vas a salir de eso. Has tratado mil veces de dejar de fumar o no sé qué y es difícil. ¿Sabes qué? Dios quiere decirte algo.

El desierto parece ser eterno pero no lo es. Es una antesala como esta vida es una antesala, el desierto es antesala a la tierra prometida. Lo que pasa en el desierto sigue con nosotros el resto de la vida. Es allí que vemos que nuestro Dios es grande y fuerte y poderoso y hay testimonios para compartir. Y allí entramos conquistando en la tierra prometida sabiendo mi Dios ha sido fiel conmigo.

Tú sabes que yo anoche saliendo de un evento vi en el cielo, no sé si han visto esta estrella que está en el cielo desde diciembre, yo soy tonto con astronomía, así que no sé. Me imagino que no es estrella, es planeta o algo así no sé. Pero qué hermoso, mi hijo dice "Star! Moon! Star!" Él lo mira, está allí es una estrella bella, una estrella impresionante y yo sentí al Señor decirme, hay estrellas escondidas en esta congregación que van a comenzar a levantarse en esta época, están todavía opacadas tal vez por unas nubes, pero no va a seguir así se va aclarar los cielos y hay algunas estrellas que ahora tú no miras, tal vez pasaron por aquí pero no los conoces, que van a comenzar a brillar en Cristo. Pero ahora están opacados, están pasando por el desierto, pero saben qué, nuestro Dios los mira y los conoce por nombre. Él mira no solamente lo que son sino el potencial que ellos tienen para el futuro.

Y por allí vamos, por allí vamos hermanos. Estrellas guiando muchos a justicia como dice Daniel, como estrellas brillando en el firmamento. Hermanos, Dios te llama a ti a brillar así. Te llama, pero tenemos que decirle que sí. Señor, yo estoy dispuesto a pasar por tu entrenamiento que es mucho más que una clase, es todo el desierto que tú quieres para mí y yo voy a salir de eso un marine, un marinero con el uniforme bien puesto con esas medallas y voy a caminar con orgullo sano porque yo habré pasado por el fuego y saldré al otro lado. Hermanos, esto es para ti. Dios te llama, te conoce por nombre, sabe lo que estás viviendo y llegarás al otro lado porque nuestro Dios camina con nosotros. Amén.

Pongámonos de pie, vamos a orar. Yo invito al Pastor Omar, u otros van a administrar la oración así que adelante.

Yo, presento delante de ti a todo este pueblo, Señor. Te doy las gracias por cada uno de los hombres y mujeres, Señor Jesús, que celebramos el que hayan pasado de un nivel a otro en su discipulado, Señor, y gracias por todos aquellos que vendrán aún más. Y también, Señor Jesús, en una forma especial te damos las gracias por los desiertos de nuestra vida, Señor. Padre, porque aunque sabemos que son tiempos difíciles, podemos declarar con fe y certeza de que tú no nos abandonas, Señor Jesús, sino que tú estás allí como una nube de día guiándonos, y con una columna de fuego también en la noche, en las noches oscuras de nuestras vidas.

Tú estás allí para marcar el paso que debemos seguir, tú eres el que hace que brote agua de la peña, tú eres el que manda maná del cielo, Señor, en los momentos que menos los esperamos, Señor Jesús, cuando pensamos que más solos estamos, de alguna forma u otra tú nos dejas saber y nos dejas entender que tú estás allí, que tú estás en control, que tú estás guiando cada uno de nuestros pasos, Señor. Que si hay dos huellas que vemos que quedan en la arena, son las tuyas porque tú nos llevas cargados en tus brazos, Señor Jesús.

Así que mi Dios, yo te ruego que ninguno de nosotros olvidemos la forma en la cual tu obra se ministra en medio de nuestras vidas. No permitas que al alcanzar la riqueza, que al alcanzar el poder, que al poder alcanzar los trabajos, la educación, los grados que podamos tener, Señor, líbranos de nosotros pensar que lo hemos podido lograr alcanzar por nuestras propias fuerzas. Sino que con toda humildad podamos reconocer que lo hemos hecho por la fuerzas que tú nos das, por la sabiduría que tú nos das, por los recursos que tú has traído a nuestras manos para nosotros poderlo alcanzar así.

Así que, Señor, yo declaro tu bendición sobre cada uno de tus hijos e hijas en este momento, Señor, en esta tarde. Cualquiera sea su desierto, cualquiera sea su situación, Señor, yo declaro tu bendición sobre cada uno de ellos, sobre sus familias, sobre sus trabajos, sobre sus escuelas, mi Dios, sus universidades, en sus hogares, mi Dios, donde quiera que ellos vayan. Donde quiera que ellos estén, yo declaro tu bendición, la bendición tuya como Padre, la de tu hijo Jesús, la de tu Espíritu Santo nuestro consolador que nos guía a toda verdad. Declaro tu bendición sobre tus hijos e hijas en esta tarde.

Llévanos con bien Señor Jesús, a donde quiera que vayamos después de aquí de este lugar, llévanos con bien, con tu bendición Señor Jesús, y que podamos seguir meditando en estas palabras para poder seguir creciendo a la altura que tú nos llamas a que podamos alcanzar. Te doy las gracias por este pueblo, Señor, y sobre ellos dales tu paz, tu Shalom, tu bendición. En el nombre de tu hijo Jesús. Amén. Y Amén. Salúdense unos a otros mis hermanos, extiéndanse la paz de Dios, adelante el Señor, a los hermanos que nos ven por Internet, muchas bendiciones, adelante todos en el nombre de Jesús.

Read More
español christian De Santiago español christian De Santiago

Dando en la zona de la incomodidad

TRANSCRIPT

Quiero partir de un texto de Primero de Reyes, capítulo 17, versículo del 8 al 16. Y saben por qué, porque yo siento que este texto, y este episodio en la vida del profeta Elías como que representa el emblema mismo, la temática misma espiritualmente hablando, la unción, la energía, el propósito de Dios en el cual este tiempo que estamos viviendo se está desarrollando. Es bajo esta señal, bajo este signo espiritual que nosotros estamos emprendiendo lo que estamos emprendiendo, y usted, yo creo que va a ver eso rápidamente. Y por eso lo he escogido, porque yo quiero… recuerde que esto que estamos viviendo es simplemente un ejercicio para algo mucho más amplio que Dios quiere hacer en tu vida.

El templo es en última instancia hasta secundario y terciario comparado con el tema mayor que Dios quiere desgranar dentro de ti. Y por eso es que este texto yo quiero que sirva como la bandera, sirva como el tema de darle a Dios extraordinariamente en tiempos de escasez para ser bendecidos extraordinariamente. Darle a Dios extraordinariamente en tiempos de escasez para ser bendecidos extraordinariamente. 17, 8 dice, “vino luego a Él, a Elías, palabra de Jehová, diciendo: Levántate, vete a Sarepta de Sidón y mora allí. He aquí, yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente. Entonces él se levantó y se fue a Sarepta. Y cuando llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña, y él la llamó y le dijo: Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso para que beba. Y yendo ella para traérsela…” y usted vea, esa parte la podía hacer ella bien, tenía agua suficiente, aparentemente.

Pero el profeta la detiene y mete el drama en un nivel mucho más profundo y tenso, y él la llamó y le dijo, “ven acá un momentito, te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso” y yendo ella para traérsela, él la volvió a llamar y le dijo, “¿sabes qué?, te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu mano.” Y ella respondió -aquí fue donde ella comenzó a resbalar y a responder en una manera negativa, “dile a Jehová, tu Dios, que no tengo pan cocido, solamente un puñado de harina tengo en la tinaja y un poco de aceite en una vasija y ahora recogía dos leños para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo.” Mire esa imagen de dos leños, si usted fuera un estudioso de literatura usted entendería que esos dos leños querían decir ni siquiera había leña para hacer comida.

Me imagino que un tiempo de sequía todos los árboles los habían cortado, los habían convertido en carbón, todo lo que pudiera, y aún para cocinar una cosita pequeña había que estar buscando por donde quiera para encontrar algo, ella tenía dos leños, esos dos leños son símbolos de la total escasez y carencia, sequía que había en la tierra. Ahora recogía dos leños 'para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos y nos dejemos morir'. Tiene allí usted una imagen muy clara de la devastación que había en la tierra, la total sequía y carencia que había, una mujer preparando su última comida para echarse a morir. Pero Elías le dijo, “no tengas temor, ve, haz como has dicho, pero hazme a mí primero.” Usted ve, allí está la clave.

Y de paso, estoy consciente, se me olvidó decirlo al principio, estamos usando el mismo texto que Omar predicó el domingo pasado, pero esto es diferente, la palabra de Dios es multifacética, sabes, tiene diferentes niveles, diferentes… yo le he pedido a Omar que lo predicara y él lo predicó en su estilo, su enfoque y yo quería predicarlo en este enfoque y es muy largo de explicar, pero le aseguro, no crea que el pastor tuvo un senior moment, se le olvidó que lo predicaron el domingo pasado. No. Este es el mismo texto, pero estamos haciéndolo diferente.

“No tengas temor, ve, haz como has dicho, pero hazme a mí primero.” Eso es bien importante, una de las leyes primordiales, de la buena mayordomía, del buen uso del dinero, del tiempo, de todo es que al Señor hay que darle siempre primero. Y entonces, todo lo que tú deseas después de eso, eso vendrá por añadidura. Esa es la ley esencial de toda buena mayordomía de la vida. “Hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de las cenizas y tráemela. Y después harás para ti y para tu hijo.” Y después harás para ti y para tu hijo. A mí primero, y después para ti. Mis hermanos, mis hermanas, allí está el razonamiento loco de Dios, el razonamiento trascendental, contraintuitivo de Dios. Hazme a mí primero y después harás para ti y para tu hijo. ¿Por qué? Porque Jehová, Dios de Israel, ha dicho así. La harina de la tinaja no escaseará ni el aceite de la vasija disminuirá hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la Tierra. ¿Cuántos pueden recibir eso para su vida, en este día? La harina no escaseará, el aceite no disminuirá hasta el día en que Jehová haga llover otra vez. Vuelva la prosperidad, vuelvan los tiempos de normalidad, no faltará.

Entonces, ella fue e hizo como le dijo Elías y, ¿sabes qué pasó? Que comió él, y ella y su casa muchos días. Note el contraste entre él, estoy haciendo un poquito de comida ya lo último que me queda para que nos muramos, comió ella, su hijo, su casa, toda su casa. ¿Qué quiere decir su casa? Yo me imagino que los sirvientes estaban metidos allí, los perros que había en el patio de la casa también comieron, quien sabe si los vecinos también les pudo llevar comida, ella y toda su casa. Sus nietos… comió ella y su casa muchos días. Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó. Conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías. Bendiga al Señor su Santa Palabra.

Hermanos, este texto es un texto ilustrativo, es un texto que nos enseña uno de los principios más profundos; Meches, pásame ese texto que está allí de la mayordomía. Lo pone todo en un contexto de crisis, de urgencia, pero también de claridad de extremo. ¿Ustedes recuerdan, yo les hablé hace unos días del caso de Josafat? Y yo les decía que el caso de Josafat, donde Dios le dijo, “paraos, estad firmes y ved la salvación de Jehová”, que no siempre es tan clara la cosa, de que a veces hay que dar duro y hay que pelear, pero que Dios había escogido ese texto porque ilustraba la esencia misma de lo que es el mover de fe. Una crisis una palabra profética que sale de en medio del pueblo, un pueblo que cree esa palabra y se lanza a hacer algo que parece loco como simplemente ir a encontrar un enemigo mucho más numeroso, y lo único que se va a pelear es con alabanza y adoración. ¿Locura? Pero cuando ese pueblo cree lo que Dios le ha dicho, Dios pone los armamentos del enemigo en contra unos de los otros y al final de esa crisis hay grandes… -ojo-, gran provisión, gran llenura y el pueblo regresa convencido como cuando comenzó en crisis.

Y yo les decía que esa es la trayectoria esencial de la fe en la vida de un hombre y de una mujer de Dios. Y estos textos son así, son textos ilustrativos, este texto es igual en un sentido quita toda la complejidad, la quita toda y lo que deja es una situación extremadamente clara. Donde los procesos de la fe se pueden ver en una forma muy, pero muy, paradigmática. Muy precisa, muy clara. Y lo que esto texto manifiesta es eso, lo que es la mayordomía, lo que es darle al Señor en una manera bíblica y lo pone todo así, un contexto de crisis extrema, urgencia extrema, claridad extrema.

Dios ha dado la orden para que Elías sea sustentado, pero esa orden se va a realizar a través de un proceso complicado y zigzagueante. ¿Qué hemos visto aquí? Elías está huyendo de un rey que lo quiere matar, Dios lo ha estado sustentando, proveyéndole comida a través de los cuervos, un arroyo que le provee agua, pero llega un momento en que el agua se seca, los cuervos ya no vienen y Dios le dice, ¿sabes qué Elías?, ahora hay una nueva etapa. Te voy a mandar a otro lugar para que tú seas provisto. Cuando usted mira la vida de Elías, usted ve continuamente pasa de victoria a persecución y prueba, a victoria, a más persecución y prueba, primero el gran momento culminante de los profetas de Baal cuando Elías delante de toda la nación destruye a los profetas de Baal. Tiene que huir porque lo quieren matar, prueba. Depresión, se deprime. Provisión, Dios se le aparece por medio de un ángel, le da comida, lo recuesta a dormir, lo fortalece, lo manda a caminar. Es continuamente ese proceso de prueba, sufrimiento, cuando está en la casa de la viuda después de la gran victoria, se le muere el hijo a la viuda, crisis. La viuda dice, tú me has traído mala suerte aquí, pero Elías resucita al hijo de la viuda, victoria. Es una vida, y así es la vida de fe.

Dios permite cosas en la vida, y eso no quiere decir que su mano se ha apartado de ti. Simplemente, que él está proveyéndote otra experiencia para tu crecimiento espiritual, porque a Dios lo único que le importa es producir hombres y mujeres experimentados en los procesos de la fe, gente llena del espíritu, gente conocedora de los principios espirituales, Dios no quiere niños espirituales, y siempre que hay un hombre o una mujer de fe viviendo la vida cristiana como Dios quiere que la viva, va haber zigzagueo, va haber complejidad, pero Dios siempre va a proveer. Va a venir momentos y tu vas a tener que preguntarte y ahora de dónde va a salir la próxima provisión, Dios ya la tiene en su mente, Dios ya sabe exactamente donde va a venir.

Tú quizás no lo sepas pero en el momento preciso Dios te va a decir de dónde va a venir. Con cuántos de nosotros Dios ha bregado así en la vida, que a veces estamos allí en el momento preciso y no sabemos y Dios saca las respuestas. Increíblemente, de alguna manera. Y eso pasa aquí Dios le provee a su siervo Elías, y siempre nos dice cuando estamos entrando en una nueva etapa de fe, de crecimiento, de trato de Dios. Dios te dice, no temas porque allí viene el temor muchas veces. El señor le dice al pueblo en Lucas 12, 32, “no temáis, manada pequeña, porque a Dios le ha placido daros el reino, a vuestro Padre le ha placido daros el reino.” Esa es la base de todo caminar en el camino de Dios. Hay zigzagueos, hay complejidades como este tiempo que estamos viviendo, pero Dios dice no temas. Mis hermanos, ese ‘no temas’ es el fundamento de nuestra generosidad para con Dios. Él es nuestro proveedor, la persona que le da al Señor tiene que creer que Dios es su proveedor y que no importa cuál sea el momento que está viviendo, Dios le va a proveer. Porque si tú le das al Señor creyendo que depende de ti solamente y que si tú no haces lo que tienes que hacer, te va a faltar, y que es tu inteligencia la que te da para dar lo que tú necesitas… ¿sabes qué? Nunca le vas a dar al Señor. La gente de Dios, el hombre, la mujer de fe le da a Dios porque cree que Dios es quien le provee y que si le da a Dios, Dios enseguida va de alguna forma va a manifestar su fidelidad en su vida.

Nosotros le damos generosamente a Dios desde una postura de confianza en que Dios proveerá para nosotros en toda situación y por eso podemos darle a Dios con gozo. “Jehová es mi pastor, nada me faltará”, dice el salmista. “Aunque mi padre y mi madre me dejaran con todo, Jehová me recogerá. Joven fui y he envejecido y no he visto justo desamparado, ni descendencia que mendigue pan.” Ese es la Palabra continua, es esa provisión divina y la mujer, el hombre que conoce a Dios, cuando tiene que darle a Dios le da porque ha entendido eso. Si usted no cree que Dios provee en toda circunstancia y que Dios es generoso para con su pueblo, usted nunca va a entrar en una medida de fe. En un mover de fe.

Dios proveyó para Elías, en todo momento hemos visto, nunca le faltó nada a Elías. ¿Por qué registra la historia bíblica ese episodio… esa vida de Elías? ¿Simplemente para que supiéramos que hubo un hombre que se llamó Elías, que caminó sobre la tierra y que Dios hizo cosas grandes con él? O es porque él quería que usted y yo entendiéramos que lo que hizo con Elías también lo puede hacer con usted.

Por qué escogió no solamente a Elías para proveerle, como le proveyó en el desierto, sino que también escogió una viuda y un hijo -que ninguno de los dos tiene nombre. Porque Él, Dios quiere que entiendas que los milagros de provisión de Dios, no son solamente para los ungidos, los apóstoles, los profetas, los pastores, los líderes grandes, no, eso es para toda persona que cree. Y Dios quiere mostrarle a su pueblo desde Génesis hasta Apocalipsis, 'Yo soy tu proveedor.’ Cuando usted ha muerto verdaderamente a su voluntad y a su intelecto, esa verdad puede amanecer a su vida.

Mire el ministerio de Jesús, dos ejemplos tenemos allí, uno cuando envió a los 70 a predicar el Evangelio, les dijo, “no lleven bolsa, ni alforja, ni bordón, ni nada. Deje la tarjeta de ATM, la MasterCard, la Visa, la American Express, dejen todo, la chequera, déjenla y váyanse simplemente con lo que tienen puesto. ¿Por qué? Porque Él quería mostrarles a ellos que cuando ellos emprendieran algo en su nombre, Él siempre les iba a proveer, quería ejercitarlos de fe. Dios quiere siempre ejercitar a su pueblo en fe. Y a veces artificialmente nos quita todos los andamios alrededor de nosotros, toda la seguridad, para que al quedarnos en el aire solamente entendamos que sí, que Él puede proveer. Dios a veces se construye escenarios artificiales alrededor de nosotros porque Él quiere mostrarnos que Él es lo único que importa a la larga. ¿Por qué Dios escogía el sábado? ¿Por qué Dios escogió que al séptimo día no se trabajara? Porque Él quería dejarle a la humanidad un paradigma. Que si tú dejas de trabajar por un día a la semana, un 14%, muy cerca del diezmo de paso, si tú dejas de hacer una vez a la semana, tu mente y todo tu ser te van a decir, me va a faltar. Pero si tú honras al señor con ese ejercicio tú vas a ver que no te falta y Dios te bendice.

¿Por qué Dios escogía que cada 50 años, creo que era así, cada 50 años se dejara un año libre, o era cada 7 años la tierra se dejaba un año, verdad? Y el 50 el año de jubileo, pero cada 7 años se dejaba la tierra un año sin tratar, sin trabajar. Y Dios le decía yo le voy a proveer a ustedes por ese año y por el año siguiente en lo que plantan, porque siempre había una espera, Dios le iba a proveer por dos años si ellos dejaban la tierra tranquila. ¿Por qué? Porque Él quería un pueblo de fe y les integró en su vida comunal ese principio de depender de él y no de ellos mismos. Porque nosotros estamos tan entrenados por la mente a que si yo no hago no voy a recibir, y si yo doy me va a faltar. Y Dios quiere que nosotros, el pueblo de Dios, entienda que eso no es así, que nosotros nos movemos en el poder de Dios, la provisión de Dios, y que si yo honro a Dios y pongo mi vida en riesgo por Dios, Él es poderoso para hacer todo lo que parece que no se haría si yo no lo hago.

Y entonces para que nosotros refresquemos ese principio continuamente y a los 50 años, en el año 50 lo volvía todo y decía todas las tierras se devuelvan a los que las perdieron, todo el dinero se redistribuya, todos los esclavos sean libertados, todos los siervos sean libertados, todas las deudas sean perdonadas y vamos a comenzar de cero otra vez. Guau, si Israel hubiera tenido el valor para vivir así, no tendrían todos los problemas que tienen hoy. Pero es que a nosotros nos falta la fe, pero eso es lo que Dios, Jesús envía estos hombre y mujeres para que aprendan fe, y cuando llega el momento de proveerle a 5,000 personas al final del día, y ellos le dicen, “Jesús envía esa gente ya para que se busquen comida.” “No, ustedes, denles de comer.” “Nosotros, ¿de dónde? No tenemos dinero, es más por aquí no hay supermercados, no hay nada, a esta hora del día, ¿cómo le vamos a dar de comer?” Y él les dice, “no, busquen entre ustedes.” ¿Por qué? Porque Dios quiere siempre, hermanos, sus procesos llevarlos a cabo con su pueblo. Y Él les dice, “busquen allá dentro.” Y regresan 5 panes, 2 peces, y Él entonces toma ese depósito que ellos dan. Los 5 panes y los peces eran totalmente inmateriales, secundarios. Él podía hacerlo con 5 piedras y 2 palos, pero Él quería que sus discípulos entraran en función, que se sacara algo de la multitud porque Dios siempre busca un depósito de parte de nosotros. Sus milagros él siempre los hace en sociedad con sus hijos, hermanos, entiendan esto, siempre.

¿Por qué Dios no hace llover ahora mismo 3 millones de dólares del cielo para que esta iglesia construya su edificio? ¿Ustedes creen que él no puede hacerlo? Él puede hacer eso y mucho más. Dios podría despertar un filántropo de algún sitio que dijera, ‘¿sabes qué Roberto…?’ Y, ¿sabes qué? Si él lo quiere hacer no estaría malo tampoco, yo lo recibo. ‘Quiero evitarte estos líos, ¿sabes qué? Allí tienen el dinero, no se preocupen.'

¿Saben qué? A Dios le interesa a esta iglesia mostrarle lo que es vivir por fe. A Dios le interesa levantarse gigantes, hombre y mujeres, llenos del Espíritu Santo, gente de fe. Y nos dice, ¿qué tienen? ¿Qué hay entre ustedes…? Denme un depósito. Denme su demostración de que ustedes me creen, y yo voy a hacer algo estruendoso, estrepitoso. Yo sí creo, estamos viviendo ese tiempo increíblemente profético, en que Dios como en este caso de la mujer de Sarepta, nos está diciendo yo quiero hacer algo en sus vidas, pero primero denme a mí, aunque parece que ustedes me están dando escandalosamente, locamente, irresponsablemente, denme a mí primero y no les va a faltar nada a ustedes. Ese es el lema del hombre y la mujer de Dios, “nada me faltará.” Y, ¿sabes? que la resistencia de muchos a darle al señor con generosidad, viene precisamente de su falta de confianza en que él proveerá.

Nosotros a veces decimos en nuestra mente, si yo le doy al señor me va a faltar a mí. Pero la gente de fe dice, “Jehová es mi pastor y nada me faltará.” Esa es la base de todo lo que el Señor quiere para nuestra vida. Lucas, Capítulo 12, dice, “vosotros, pues, no preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud; consideren los cuervos que ni siembran, ni siegan, no tienen despensa ni granero, y Dios los alimentan. ¿No valen ustedes más que las aves? Y quién de vosotros podrá afanarse añadir a su estatura un codo, no estéis en ansiosa inquietud, todas estas cosas buscan las gentes del mundo, pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas.” Elías había confirmado esto una y otra vez. Sin embargo, aún así hubo momentos de duda en él, como ese momento cuando él salió huyendo de Jezabel, se metió al desierto y dijo sabes qué señor yo ya estoy cansado de este ministerio. Es demasiado sufrimiento, demasiada zozobra, demasiada pérdida. Yo sé que ya mi tiempo llegó, mátame, sácame de este mundo porque yo, ya no tengo más nada que hacer. Elías era un hombre agónico, por eso es que el Apóstol Santiago, siglos después dice, “Elías era un hombre sujeto a pasiones similares a las nuestras, sin embargo, él oró y Dios escuchó y paró el cielo y no llovió.” Hablar de la eficacia de la oración, porque Elías evidentemente era un hombre muy sicológico, era un hombre con unas emociones inestables, quizás. Y, él dudó en momentos. Pero uno pensaría, una persona que así como Elías dudando, imposible, si yo hiciera una fracción de lo que Elías hizo yo estaría siempre seguro.

Miren, nosotros siempre vamos a tener que luchar con la duda, la vida de generosidad para con Dios siempre involucrará la duda. La lucha contra la mente natural eso es parte del proceso de fe, si no hay duda, lucha en usted, titubeos, zigzagueo, no es un proceso de fe. A veces nosotros vamos a creer, y a veces vamos a dudar. Y tendremos que sobreponernos a la duda y obrar estrictamente por principios objetivos y no por emociones. El darle al señor generosamente es asunto de disciplina. En última estancia, es uno aprender como el soldado, como el corredor del maratón cuando se pone y dice yo voy a llegar a la meta, y llega las 25 millas y no le queda nada excepto aliento, voluntad y disciplina. Y eso es lo que lo lleva a la meta. Y muchas veces nosotros vamos para darle al señor como Él quiere, vamos a tener que ir más allá de las emociones. Yo les digo, le decía a los hermanos esta mañana, este es un tiempo en que yo hago todo lo que hago, prácticamente lo hago por disciplina, por fe y por creer en los propósitos y los principios de Dios. Si yo fuera un hombre más sabio y prudente, yo ya hace tiempo que hubiera cerrado este proceso porque los tiempos no son buenos.

Hay alguna gente que se pregunta, por ejemplo, por qué el pastor Miranda espera dos o tres años para que esto se defina mejor y entonces emprender esto. Confiese, algunos de ustedes han pensado quizás así; yo lo he pensado. Pero, yo sigo porque creo que este es el tiempo, y porque me muevo por fe. En estos tiempos yo digo soy como un piloto que está a 30 mil pies de altura en una noche cerrada, sobre el mar, a su alrededor no hay ningún punto de referencia y lo único que tengo delante de mí, son los instrumentos del avión, las agujitas y los instrumentos que me dicen por dónde tengo que ir. Y tengo que confiar en los instrumentos porque en mi propia vista no puedo confiar, ni mis emociones ni nada, sino simplemente en los instrumentos. Y así es el diezmo, y así es el darle al Señor. Si esperamos a sentir siempre deseos de diezmar, nunca lo haremos. Diezmar es una disciplina por ejemplo, darle al señor es una disciplina. Es como pagar los impuestos. Yo sé que se habla mucho de darle a Dios con alegría, pero mire al final de cuentas, cuando yo tengo que darle al Señor, yo no me pregunto si estoy contento o no, yo simplemente le doy al Señor, porque tengo que darle porque eso es lo correcto y eso es lo que dice la biblia y eso es lo que me bendice.

Y es así como usted le va a pagar al IRS, cuando llega el momento de pagar los taxes, yo no conozco a nadie que diga, gloria a Dios, qué bueno llego abril, llegó marzo, ahora puedo pagarle al IRS lo que le debo. Pero usted lo hace porque hay que pagarle al IRS y sabe que la biblia habla en esos términos de darle al señor en esa manera. Busque por ejemplo Salmo 76, versículo 11, dice allí, “prometed y pagad a Jehová, pagad a Jehová, vuestro Dios, todo lo que están alrededor de él traigan ofrendas al temible.” Pagad a Jehová, vuestro Dios. Saben, Dios es temible, Dios es sublime, Dios es poderoso, grandioso. Al Señor hay que pagar. Por qué la biblia habla, esta mañana se me hizo absolutamente claro, aún cuando escribí estas palabras, cuando las predicaba nunca me había atrevido a entender claramente eso de que cuando nosotros damos el diezmo le estamos pagando al Señor algo que le debemos a Él. Miren lo que dice Hebreos, siglos después el escritor de Hebreos habla en los mismos términos. Porque la gente a veces dice, bueno estas son cosas del Antiguo Testamento, miren lo que dice el escritor de Hebreos, 7, 9. Dice, hablando de cuando Abraham pagó el diezmo, etcétera, “y por decirlo así en Abraham pagó el diezmo, también Leví…” -un descendiente- “que recibe los diezmos.“ En otras palabras, hay una transacción allí puramente legal, cuando Abraham dio el diezmo a ese sacerdote, Melquisedec, estaba pagándole a Dios el diezmo. Cuando la gente, los subalternos, los súbditos le daban los diezmos a los reyes en la economía antigua, le estaban pagando al rey, tenían que pagarle. Y el diezmo obedece ese principio de que al soberano se le paga por los servicios que él rinde, y eso es una señal de subvención a él. Y entienda esto hermanos, porque muchas veces yo les quiero decir, Dios no les va a tirar un rayo, como dicen algunos por allí, si usted no diezma. Pero sí le puedo decir que usted está involucrado en una transacción cuando usted entra en la economía divina, espiritual, usted entre en unos tratos, en un sistema legal terriblemente fuerte, y hay cosas que pasan y no pasan en nuestra vida. Hay cosas que están cerradas en nuestra vida porque hay un lean, hay una deuda, hay un documento legal que impide que algo suceda.

Ha habido gente que ha querido vender una casa y cuando va a venderla, descubren que no pueden venderla porque hay un documento metido allí en el título que le impide venderla porque tiene que pagarle algo a alguien primero. ¿Cuántos saben eso? Eso se llama un lean, y yo creo que hay muchas veces en el mundo del espíritu que hay cosas atadas que no se sueltan porque hay otras cosas que tienen que ser resueltas. Y el diezmo es interesante porque una y otra vez es asunto de, es como que a Dios se le debe, y hay que pagarle eso. Y cuando no se le paga uno está en un sentido hay cosas que están agarradas. ¿Por qué Dios dice en Malaquías, vosotros me habéis robado? Y la gente le pregunta, extrañada, nosotros en qué te hemos robado, dicen. Me habéis robado porque no me habéis dado el diezmo. Cuando es que ustedes le roban a una persona, cuando le debe algo y no se lo paga. Si usted mira una y otra vez el lenguaje del diezmo está acompañado en esa idea de es una transacción legal, es una acto. Y yo creo hermanos que muchos no están recibiendo más porque legalmente no están, el mundo del espíritu se mueve legalmente, es una cosa que claramente, el mundo de los demonios y de lo divino se mueve por principios legales. Observen ese lenguaje de pagar y de robarle a Dios. Es muy importante.

Ahora qué pasa, Elías llega a Sarepta. Dios le dice, ve allá porque hay una mujer que te va a alimentar allá. Quizás Elías pensó bueno, me pegué la lotería, esta mujer va a tener mucho dinero, una gran casa, un cuarto especialmente para mí. Toda la comida que yo necesito y me voy a desquitar finalmente esta hambre que he estado viviendo con estos benditos cuervos que no me traen suficiente comida. Y qué pasa, cuando llega a Sarepta plaza, allí en la ciudad de Sarepta, lo que encuentra es una mujer pobre, andrajosa, lista para echarse a morir. Y él dice, oye Señor tú me estás jugando una mala aquí, es un chiste cruel lo que me estás haciendo. Pero Dios le habla a Elías, y le dice, “esa es la mujer que yo he escogido para que me dé." Quién sabe si Dios ha escogido una comunidad de inmigrantes, no próspera o no rica para hacer algo extraordinario y excepcional en este tiempo. Quién sabe si Dios está escogiendo esta comunidad pobre, entre comillas, para dar una lección a los ricos de Lexington y de Newton y de otras partes. Quién sabe si Dios ha escogido esta comunidad para que a través de ella Dios traiga bendición y avivamiento y comida a muchos de su pueblo, esa es una pregunta, simplemente la dejo allí.

A veces, Dios tiene sentido irónico del humor, Dios siempre escoge lo pequeño, lo débil, lo poco prometedor para avergonzar a los fuertes y para proveer. Y Dios tiene un drama en esto, Dios nunca… a Dios no le interesa tanto el resultado como el proceso. Por eso siempre los procesos de Dios son multinivel, multifacéticos. Dios siempre embute todo lo posible de los procesos para sacarle el máximo de provecho y por eso escoge esta viuda, este jovencito, por eso escoge a Elías, porque Él quiere fortalecer a la viuda, bendecirla a ella, por quién sabe qué hubo en el corazón de esa mujer que Dios la escogió a ella para que fuera la protagonista de este drama. Y quería también bendecir a Elías y proveerle a él. Y, ¿sabes qué? También quiere glorificarse. Porque en última instancia, todas estas cosas a lo que apuntan es a la gloria de Dios. Todo esto que nosotros estamos viviendo es solamente, Dios está allí sentado en su trono aspirando este holocausto que nosotros estamos elaborándole allí. En última instancia todo esto, si se da como yo creo que él quiere, va a redundar en absoluta gloria para Él. Porque hay muchas cosas que nosotros vivimos y las vivimos a un micro-nivel, pero Dios lo está viviendo y hay ángeles hay demonios, hay principados, hay arcángeles, mirando, está Dios, está Jesús, una multitud de testigos mirando nuestros procesos, privados muchas veces. Y ni esta mujer, ni siquiera Elías, sabía que él estaba viviendo un drama que iba a servir de alimento espiritual para generaciones, generaciones, generaciones, naciones, culturas, siglos. Y lo que él estaba viviendo era puramente secundario, Dios estaba simplemente montando un drama para que se escribiera, para que le diera comida a generaciones, a través de la historia como nos da hoy en el siglo XXI porque Dios quiere glorificarse y todo esto hermanos apunta a los procesos complejos de Dios.

En todo proceso de fe y de dar está involucrada la gloria de Dios. A la misma vez Dios también estará tratando con nosotros, estirando nuestra fe además de probarnos, y cuando su pueblo le cree y arriesga, Dios es glorificado. Nosotros hemos llegado a un punto ya, Dios nos ha bendecido, Dios nos ha avanzado, Dios nos ha dado mucho hermanos. Dios ha bendecido esta congregación. Yo sin orgullo digo, muy pocas congregaciones pueden adorar al Señor como nosotros lo hicimos hace un rato, y esta mañana, a las 9 de la mañana. Y yo decía, no se puede repetir esa misma intensidad, pero Dios lo hizo posible, ustedes han sido bendecidos, Dios nos ha dado muchas cosas. Y nosotros venimos aquí, y yo creo que a veces no estamos conscientes de todo lo que Dios le ha dado a este grupo de inmigrantes. Y no, no ha sido con tanto dolor, miren nosotros no hemos sido estirados, pero sabe qué, Dios está diciendo, ya ahora ustedes han recibido mucho y yo quiero que su fe se anche y yo quiero que ustedes hagan algo que les va a doler y que va a ser… quiero que se estiren, quiero que me den una ofrenda que les cueste verdaderamente. Y quiere estirar nuestra fe. Dios quiere que después de este proceso de fe, nosotros no volvamos a ser como antes, sino que lleguemos a otro nivel.

Cuando León de Judah entró en este proceso para venir aquí y estuvo luchando para hacer este edificio y levantarlo y hacer todas las cosas, León de Judah nunca volvió a ser lo que era antes de eso. Es más, ni siquiera el nombre, éramos Iglesia Bautista Central, hoy en día es Congregación León de Judá, hasta nos cambió el nombre, nos cambió identidad, nos cambió el ministerio, nos cambió todo. Lo multiplicó ingresos, población, impacto, nivel de ministerio, alcance, perfil en la ciudad, notoriedad, todo lo cambió, hermanos, nunca volvimos a hacer lo que éramos antes de venir aquí. Y ahora yo sé que Dios quiere hacer lo mismo. Dios quiere ahora poner esta iglesia a otro nivel, pero para la gloria que Él quiere, hay que pagar un precio, siempre antes de la resurrección viene la cruz, antes de recibir hay que dar, antes de ser resucitado hay que morir, antes de crecer hay que menguar como decía en ese coro, y siempre el crecer cristiano viene a través de la muerte y del despojo. Un pueblo generoso glorifica a Dios. Un pueblo encogido y cómodo es una vergüenza para Dios. En todo proceso de darle al Señor hay profundos principios espirituales en juego. Y miren cómo se desarrolla esto, Elías le pide a la mujer un poquito de agua, ella tiene agua parece que todavía se puede encontrar agua en la ciudad. Y como es poco lo que él le pide, ella inmediatamente se lanza a buscarlo porque es muy fácil darle al Señor dentro de lo razonable, lo posible ¿no? Pero eso no es suficiente, después Elías le pide algo que sí le va a costar.

¿Por qué el drama divino se da en esa manera? En dos etapas, allí. De nuevo, porque Dios es un dramaturgo muy deliberado. Primera etapa, dame algo de beber. No hay problema, cómo no, pero sabes qué, dame de comer. Allí viene el problema, ella no tiene para darle de comer. Y es allí donde Dios quiere probarla. Tiene que dar comida de lo cual tiene muy poco y aquí ella se resiste, como nos resistimos nosotros muchas veces. ¿Qué podemos aprender de esto? Lo siguiente: Dios nos pide hermanos que le demos a él en la zona de la incomodidad. Yo muchas veces he hablado de esa zona de la incomodidad. Donde nos duele. ¿Dónde prueba Dios a sus siervos? ¿Dónde gradúa Dios a sus siervos? ¿Dónde entra Dios a sus siervos en un nuevo nivel de poder espiritual? En la zona de la incomodidad.

Dónde probó él a Abraham, y le dijo dame tu hijo, tu único hijo. A los ciento y pico de años, el único hijo que tenía Abraham, su única esperanza de preservación y de extinción, y Dios le dice te voy a meter en la zona de la incomodidad. Y le dice, dame a tu hijo, tu único hijo. Y lo pone en un viaje. Tres días. Sudando, cociéndose en su propia humanidad. Sabiendo que en un momento le espera un monte, donde allí va a tener que meterle el cuchillo a lo que él más ama y adora para mostrar que hay algo para él más valioso que su hijo, que es el Dios que se lo dio. Y que si él sacrifica a ese hijo y se lo da al Señor, hay millones de hijos en las entrañas de Dios que él puede darle. Porque eso fue lo que dice el escritor, después en la escritura, que en la fe de Abraham había suficiencia para creer que Dios era poderoso inclusive para resucitarle a Isaac. Porque de nuevo, Dios es mi proveedor, yo sé que Él es, aunque yo le de algo que yo amo, Él me lo va a regresar.

Sabes, déjenme decirles algo de eso. Ustedes sabe, algunos saben, yo acabo de terminar de escribir un libro que yo espero que va a salir dentro de poco tiempo, ya está escrito, ya estamos trabajando en la portada y todo eso. Déjenme decirles algo, un drama, algo personal mío. Cuando Dios me llamó a ser pastor en el año ’84, yo, como ustedes saben, estaba haciendo mi doctorado en la universidad, mi deseo era escribir y ser profesor universitario, moverme en el mundo intelectual, ese era mi anhelo, mi deseo profundo para lo cual yo desde niño había querido y lo que quería ser. Y Dios me dijo conviértete en el pastor de una iglesita pequeñita en una esquinita de Cambridge, y yo tuve que morir a mi sueños, no le digo eso para que me admire o me respete. Olvídese de eso, Dios me ha dado mil veces más. Pero, yo tuve que sacrificar algo que yo amaba, quería. Y yo vi que esos libros que yo quería escribir, cobraron alas y se me fueron, pero ¿sabes qué? Yo dije en mi corazón, si yo estoy haciendo lo que Dios quiere y si esto es de Dios que yo no estaba seguro que lo fuera, porque podía ser simplemente que yo estaba en un momento en que esta iglesia necesitaba un pastor, y yo podía hacerlo y como yo siempre he resuelto necesidades pues estaba recibiendo una necesidad. Yo no estaba seguro de que fuera Dios activamente, aunque Dios me había dicho ya que Él quería que yo pastoreara esta iglesia. Pero yo por fe se lo entregué a Él, y dije, “Señor, tú quieres que yo pastoree esta iglesia, yo lo voy a hacer,” y tuve que poner mi deseo de escribir durante 25 años y yo dije siempre, Señor, si tú quieres hacerlo en algún momento tú lo vas a permitir. Y quizás me voy a morir y nunca lo voy a poder cumplir, pero yo creo que tú eres poderoso para hacer posible esas cosas. Y este año pasado, con dolor en mi alma, porque ese libro nació de un dolor, una espina en el corazón. Dios me dio la facultad en medio de tanto tiempo de trabajo y tanta cosa, de escribir ese libro. Que yo sé que es el inicio de muchos otros que Dios me va a permitir hacer para gloria de Él, porque cuando tú le das al Señor lo que tú más amas sin garantía de que vas a recibirlo, pero porque tú crees que Dios es tu proveedor. Pero me tomó 25 años, hermanos, para yo comenzar a ver la fidelidad de Dios en ese punto. Y hay otras cosas asimismo que Dios me ha dicho y todavía no las veo, pero yo sigo caminando. Si me muero sin verlas Él sabrá cómo me responde cuando yo llegue allá al cielo, pero yo sí creo que las voy a ver.

A veces dudo y agonizo, porque cuando tú le das al Señor, tú sirves al señor, simplemente espera, espera la Salvación de Jehová, porque vendrá en su momento. Y es esa zona donde dios nos prueba, esa zona donde Dios nos gradúa, hay que primero resolver controversias con el diablo, con los demonios, con la ironía, el cinismo de Satanás y la controversia que tiene con la raza humana y con Dios, y hay cosas que primero hay que resolverlas con él porque por alguna razón él tiene algún derecho aquí por un tiempo, y hay cosas primero que sólo se resuelven muriendo, sangrando y siendo crucificado. La sangre paga precios que usted no entiende, ni yo. Y no solamente Jesús tuvo que ser sacrificado. Y hay cosas que hay que hacerlas, primero hay que pagar un precio, hay que sangrar, hay que morir, hay que disminuirse para que se puedan cumplir contra el diablo que es el legalista más terrible que hay. Algo tiene que pagarse, misterios de las cosas de Dios, hay que dar en la zona de la incomodidad donde le duele.

La viuda dio todo lo que tenía, y Jesús dijo, ésa ha dado más de quien diera millones de dólares, por eso tantas viudas en la biblia porque es que las viudas eran símbolo de todo lo que se da cuando no hay nada, sólo muerte y carencia. Dios alaba esas mujeres, alaba esas figuras que dan de la nada, de lo vacío, de lo pobre, de lo mínimo, de lo negativo. La conclusión es esa y cuando le damos al Señor en esa zona de lo incómodo, de lo sacrificial, es allí donde somos verdaderamente bendecidos, hermanos. Ese tipo de ofrenda glorifica a Dios grandemente, desata la gran bendición de Dios. La viuda opone una objeción racional y lógica a la petición de Elías. Si usted tuviera que darle la comida de su hijo a un hombre que llega a la plaza de la ciudad, sin usted saber quién es, que le dice yo soy un siervo de Dios dame a mí comida, mire hermano, usted lo mandaría a freír papas por allá, este es un charlatán. Este es un sinvergüenza. Y a qué madre se le puede acusar de no ser sabia y prudente cuando dice, mira yo no te puedo dar la comida de mi hijo, de mí misma. Y en cualquier situación eso sería lo razonable, pero mire muchas veces cuando Dios quiere hacer algo extraordinario, te pide algo extraordinario a ti. Te pone a veces a prueba, hay veces que hay que darle a Dios irresponsablemente, escandalosamente.

Sabes cuando dice la Palabra, Dios ama al dador alegre, la palabra alegre en el griego original es una palabra más bien quiere decir como loco, hilarious, esta es la palabra, hilarious –es la palabra de la persona que da a carcajadas, la persona que da en una locura. A Dios no se le da ni siquiera con una sonrisa, se le da con carcajadas. O que llegara el día en que nosotros le diéramos al Señor riéndonos a carcajadas, laughing all the way to the bank, en realidad. Esta mujer le opone una objeción racional. Quién puede culpar a alguien que diga, mira en este tiempo yo no puedo dar, yo prefiero mejor esperar un tiempo en que las cosas estén mejores para yo ser generoso, para dar. Y que yo tenga a alguien un poco más confiable que este mero hombre, pastor Miranda, pidiéndome, si viene un angelito por allí y me lo dice yo, entonces, quizás voy a dar. Pero es un hombre, común y corriente, que está diciendo, dame a mí primero, al Señor, y no le opongas lógica. Cuando nosotros damos frecuentemente, así, a veces nosotros oponemos ¿no? Esas razones, razonables, valga la redundancia.

Por qué la viuda le responde, “mira no puedo ahora. Me voy a morir, ya no me queda nada.” Todo lo que ella le dice a Elías es una imagen de negatividad, la viuda le responde a Elías lo que yo llamo una mentalidad de carencia. Ustedes recuerdan cuando predicamos el sermón hace un tiempo atrás, de Josué y Caleb. Josué y Caleb y los diez espías. Había una división. Yo decía que hay dos mentalidades en el pueblo de Dios. Una es una mentalidad de suficiencia y posibilidad y otra es una mentalidad de carencia y de imposibilidad. Y que el pueblo de Dios siempre se divide entre esas dos dimensiones, Josué y Caleb representaban el pueblo que cree, que mira lo positivo, que mira al Dios que está allí, que mira al que los ha llamado, mira al que ha prometido, no mira los obstáculos. Los que viven conforme a carencia, miran los obstáculos, miran al enemigo, miran la altura del monte, miran lo cerrado del camino, miran lo seco del desierto, miran lo imposible de la empresa y miran lo grande del gigante. Miran lo pequeño de ellos mismos y esa gente nunca recibe lo que Dios tiene para ellos. Esos diez espías se quedaron en el desierto, sus esqueletos se quedaron allí y ahora son parte del polvo, de la tierra seca del desierto. Josué y Caleb, solamente dos de doce entraron a la tierra prometida, porque había en ellos un espíritu diferente dice la biblia.

Qué interesante, dos de doce, sabe cuánto es, es 1 de 6, lo cual quiere decir, 16.6 -17%, casi 20% Y esta mañana, yo compartía con los hermanos algo interesantísimo, y es lo siguiente. Con todo esto de los bancos y las negociaciones nos han pedido una inmensidad de cifras y de detalles, increíble. Cantidad de cosas. Y gracias al Señor, nosotros hemos mantenido récords muy preciso que nos han permitido darle a los bancos todo lo que ellos nos han pedido, peor una de las cosas que ellos nos pidieron fueron cifras de mes por mes, semana por semana, tres meses, cuánta cantidad y cuántas personas dan cierta cantidad de dinero y tuvimos que proveerles todo eso. Por primera vez, tuvimos que ponernos a examinar esas cosas de esa forma y miren qué interesante lo que descubrimos, y de paso les digo hermanos, sabe qué, yo nunca miro quién da diezmos de iglesia. Durante 24 años, 25 años de ministerio, yo nunca me he puesto a mirar una planilla, y esta vez tenía las planillas frente a mí y obvie, no miré quien diezma en esta iglesia. Porque yo siempre he dicho yo no quiero que eso impacte ni influya sobre la manera en que yo trato a nadie, ni quiero que eso contamine mi mente en absoluto y no miré, pero sí tomamos números y cosas, y es interesante lo que salió a la luz. Porque tenemos que hacer muchas gráficas.

Siempre los expertos en mayordomía de las iglesias dicen que el 20% de las congregaciones, el 20% de la gente de una congregación, generalmente da el 80% del dinero. Y saben lo que sucedió cuando nosotros miramos los números, que el 20% de esta iglesia da el 80% del dinero. El 20% da y yo dije guau, y qué predecibles somos los seres humanos. Ahora yo sé que esto es apretado lo que yo estoy diciendo, hermanos, pero relájese. Yo quiero bendecirlo a usted. Es que así mismo como 2 espías, 2 solamente tuvo la visión de ver que Dios quería hacer y de creerle a la promesa de Dios y 10 no tuvieron esa visión, y 2 fueron bendecidos, nuestro nieto se llama Caleb por alguna razón. Y, esas son la gente que marcan la historia, esas son la gente que marca el pueblo de Dios. Cuántos Josués hay en esta iglesia ahora misma, y cuántos hay que tienen los nombres de los diez espías, quién sabe, porque nos sabemos siquiera los nombres de ellos. Se murieron en el desierto hermanos. Pero 2 de 12, y 2 de 10, se atreven a creerle. Ese es como un número paradigmático que divide al pueblo de Dios.

A través de la historia, y eso todavía qué misterioso son los procesos de Dios, los procesos del espíritu. Hermanos, yo les quiero decir, si esta iglesia, por ejemplo si en esta campaña todo el mundo que puede dar, diera modestamente, nadie tendría que sacrificarse. Déjenme decírselo así sencillamente. Si todo el mundo que tiene que diezmar, diezmara, hermanos nosotros seríamos una de las congregaciones más poderosas y ricas de toda la región. Y una de las cosas que a mí me preocupa como pastor, aprovecho para decirles, es que nuestra iglesia sigue creciendo numéricamente pero no necesariamente sigue creciendo a la manera que debe crecer financieramente. Ahora, qué quiere decir eso, que cada vez hay más presión sobre los servicios de la iglesia porque tenemos que hacer mucho más con relativamente menos. Las bocas espirituales aumentan pero no la provisión. Y eso entonces hace que mucha gente se sienta, ‘oh no me visitaron, no me llamaron, no me hicieron…’ no hay, aunque entra mucho dinero, pero así sale, son muchas las propiedades que Dios nos ha dado, muchos los ministerios, muchas las cosas y nosotros hacemos rendir cada centavo, aquí no se gasta nada de que no sea absolutamente necesario, se lo puedo decir. Pero, qué pasa, si seguimos así si más gente no crece espiritualmente y se une a las filas del creerle a Dios, y darle a Dios, la iglesia va a crecer en cierto sentido, pero va a en calidad de su mantenimiento, de su planta física, de sus servicios, de su pastorado, todas estas cosas, y por eso es que ustedes tienen que crecer. Muchos de ustedes tienen que crecer rápidamente, porque lo que Dios quiere hacer es grande. Muchos de ustedes tienen que romper el cascarón, están metidos en una camisa de fuerza, de incredulidad.

Y yo les animo en el nombre de Jesús, eso se los digo proféticamente, estoy hablando ahora en palabra profética, rompe el cascarón, ese cascarón te está asfixiando, no te está protegiendo, te está asfixiando, es una camisa de fuerza, te está impidiendo que tus alas se expandan para que tú puedas volar como Dios quiere que tú vueles. Créele al Señor, párate sobre la Palabra de Dios, la Palabra profética, muere a tu razón, muere a tu comodidad y Dios te va a bendecir. No vivas en la mentalidad de carencia, no mires lo feo, lo siniestro del ambiente, mira al Dios que dice, “Yo soy igual en la tormenta, soy igual en el día de sol, soy igual en el desierto y soy igual en la tierra fértil, yo no cambio, para mí no hay difíciles, no hay imposibles, todo es sí, todo es posible, todo es fácil, todo es presente.” Ese es el Dios que tú sirves.

Elías le dice a la mujer, -ya voy terminando- “no tengas temor, no tengas temor.” Ese 'no tengas temor’, es una palabra como yo decía al principio, es una palabra para nosotros, esa es la respuesta divina, una y otra vez para el pueblo de Dios. “No tengas temor, recuerda eso, no temáis manada pequeña, a vuestro Padre le ha placido daros el reino, todo es de ustedes.” Dios te dice no temas, si me das a mí por fe no te faltará más adelante. Al contrario tendrás más de lo que tenías antes de darme. La pregunta es, ¿le vamos a creer a Dios? ¿Le vamos a creer a Dios? Esa es la pregunta siempre.

Elías le dice ‘no temas, hazme a mí primero’ yo les decía que ese es un principio de la vida de mayordomía, a Dios hay que darle primero. Proverbios, 3, 9. Honra a Jehová con tus bienes y con las primicias de todo tu fruto, primicias, primicias… lo primero, lo primerizo, y cuál será el resultado, serán llenos tus graneros con abundancia y tus lagares rebosarán de mosto. Cuando tu le dabas primicia, si usted tiene una concordancia, de esas concordancias completas, busque cuántas veces aparece la palabra primicia en la biblia, para que usted entienda que ese es un principio absoluto usted tiene que decirle a Dios, buscar primeramente el reino de Dios y todas estas cosas que la gente se mata tratando de conseguir serán añadidas. Busque después, Deutoronomio 26, versículo 2, “entonces tomará de las primicias, de todos los frutos que sacares de la tierra y que Jehová tu Dios te da y las pondrás en una canasta e irás al lugar que Jehová, tu Dios, escogiere para hacer habitar allí su nombre.” Qué dice el señor, mira toma de lo que tú has recibido, coge lo mejor, coge lo escogido y llévalo al lugar donde tú te nutres, donde está la presencia de Dios, donde tú estás militando, donde estás recibiendo y entrégaselo al sacerdote que está allí, hoy soy yo, mañana puede ser otra persona no importa, entrégaselo porque esa persona me lo va a rendir a mí. Y el sacerdote tomará la canasta de tu mano después que tú hayas dicho, declaro hoy a Jehová tu Dios, que he entrado en la tierra que juró Jehová, nuestro Padre, que nos daría. Cuándo usted le da al señor, cuando usted reconoce que lo ha bendecido a usted y que ha sido fiel. Muchos de nosotros hemos venido a una tierra que no es nuestra, y aquí Dios nos ha bendecido, aquí muchos de nosotros hemos comprado casas, hemos conseguido trabajo, el otro día, yo he visto un hermano centroamericano con un tremendo aparatito que se pone aquí, pajareando, como decimos nosotros. Aquí con uno de esos celulares, aquí verdad, se veía bien bonito, bien grande, hasta creo que una joyita tenía allí, y yo jocosamente le dije a Meches, ‘¿sabes qué? Ese en su país te aseguro que no tendría uno de esos hoy en día.’ Se lo dije así de juego solamente. Sabe qué y es así hermano, muchos de nosotros hemos sido bendecidos en esta tierra. Nacimos, ya usted sabe, con una mano delante y otra atrás y Dios nos ha bendecido, nos ha prosperado. Y cuando nosotros reconocemos todo lo que Dios nos ha dado, es por eso que nosotros tenemos que darle al Señor, porque no nos ha faltado en el camino. Y por eso Dios les dice, cuando tú lleves tu primicia a donde el sacerdote, di, “declaro hoy…” declaro es una palabra legal, documental, “declaro hoy a Jehová, tu Dios, que he entrado en la tierra que juró Jehová, nuestro Padre, que nos daría.” En otras palabras, cada vez que usted le dé al señor, cada vez que usted le dé su diezmo, que usted le entrega al Señor una ofrenda, diga, ‘Señor, yo declaro y reconozco y confieso que yo he sido bendecido por ti, y por eso te doy.’ Dígaselo en su corazón, no diga pensando, ‘oh qué lata tengo que dar otra vez.’ No. Reconozca por qué usted está dando, que usted ha sido bendecido, y continúe, mire ese texto, yo no me voy a detener contra mi alma, porque hay tanto allí, léalo, 26, todo lo que le dice esa persona cuando le da al Señor, hay allí un principio de seriedad, de integridad, Dios me dio, Dios me llamó yo estoy dando según Él me ha pedido. Notar la generosidad de Dios, el agradecimiento que presupone el diezmo, y el darle generosamente al Señor.

Voy a saltar, voy a saltar simplemente. Hay mucho, mucho, pero quiero… ya voy a terminar. El resultado de todo esto, el resultado de todas estas cosas, y hay mucho que en otro tiempo, busque el sermón de la mañana, donde pude terminarlo. Cuál es el resultado de este proceso, que involucra riesgo, muerte al yo, muerte a los razonamientos, dar por fe, reconocer la generosidad de Dios, dar en la zona de la incomodidad, atreverse a creerle al Señor. El resultado de este complejo proceso revela un principio espiritual universal con relación a darle generosamente al señor. Y es el siguiente, póngase de pie yo quiero que lo leamos todos lo que sigue. Cuál es el resultado de todo esto que estamos diciendo. Usted lo puede repetir, y ustedes lo van a confesar conmigo porque yo creo que nada de lo que yo he dicho aquí se sale de lo bíblico, si yo he predicado algo, si yo he declarado algún principio que no está respaldado por la Escritura, yo les suplico que no me escuche y que cierre su corazón contra lo que yo he dicho. Pero si a todo lo que yo he dicho usted no puede encontrar un contraargumento biblicamente, entonces abra su corazón a lo que yo le estoy diciendo, porque es de Dios, y esto lo está impregnando, lo está secundando, lo está llenando para el resto de su vida. Si yo he predicado un sermón en la palabra de Dios es éste, si lo he predicado en el espíritu de Dios es éste, si lo he predicado en el espíritu profético es éste.

El resultado de este complejo proceso que vemos aquí, revela un principio espiritual universal con relación a darle generosamente al Señor y es el siguiente, diga conmigo: "Cuando nos arriesgamos para darle a Dios, cuando damos en la zona de la incomodidad, cuando damos más allá de nuestras posibilidades, cuando le damos a Él primero, no importa cuán escandaloso sea este acto a la razón.” Confiéselo, “Dios nos bendecirá.” Dígalo duro, “Dios nos bendecirá en una forma generosa, más allá de nuestras expectativas, y nuestra fe será fortalecida.”

Esa es la palabra del Señor para congregación León de Judah en estos tiempos nuestros hermanos. Señor te adoramos, te bendecimos, te exaltamos, te glorificamos Señor. Padre, yo sé que tú quieres marcarnos, Señor, con esta Palabra. Tú quieres marcarnos con esta vivencia, tú quieres graduarnos a un nuevo nivel de potencia como congregación, como individuos, como siervos tuyos en tiempos proféticos, Señor. Ahora entra esta Palabra en lo hondo de nuestro ser, Señor, y que sea un faro que dirija nuestra vida, nuestra relación contigo. Quebranta Señor, todo lo que no sea de ti. Y pon solamente lo que obedece a los patrones que tú has establecido en tu Palabra. Bendice este pueblo Señor. Yo entrego esta Palabra a ti para que dé fruto para gloria de Tu nombre exclusivamente. En el nombre de Jesús oramos. Amén, y amén, y amén. Gloria al Señor. Gloria al Señor. No deje que el enemigo le arranque esa Palabra.

Read More
español christian De Santiago español christian De Santiago

Cada crisis es una oportunidad

TRANSCRIPT

Anoche yo estuve compartiendo en la Iglesia del Pastor Alan Juárez, la Iglesia Cristiana Nueva Vida allá en East Boston. Anoche estuvo predicando el Hermano Rigoberto Rojas, que no sé si se recuerdan, él estuvo aquí predicando en el mes de noviembre, él es este Hermano de allá de Costa Rica, que Dios usa grandemente a ese nivel profético y mientras estábamos allí yo me impacté mucho con las primeras palabras que él usó para comenzar su mensaje porque él estaba diciendo que hay algo que Dios está haciendo con la Iglesia alrededor del mundo entero, hay algo que Dios está haciendo con su pueblo alrededor del mundo y sí obviamente se oye en términos de un gran avivamiento que Dios va a traer en medio de las vidas, pero los medios a través de los cuales ese avivamiento se dará, es lo que Dios está trabajando en particular, y Dios se está valiendo de cada una de las necesidades, de cada una de las circunstancias, de cada una de las situaciones que sienten y padecen sus hijos alrededor del mundo entero para glorificar su nombre.

Y eso anoche fue algo que resonó tanto en mi corazón, porque viendo yo el tiempo el cual nosotros estamos viviendo, yo puedo decir con una gran fe y certeza de que algo Dios tiene en sus planes para la Iglesia suya hoy Día… Algo Dios tiene en sus planes para usted que está aquí sentado hoy, algo Dios tiene en los planes que tiene para usted que me está viendo a través de esa computadora, algo Dios tiene para los planes en la Iglesia en España, en Italia, en Roma, en Argentina, en Costa Rica, sea donde sea, Dios tiene planes para su pueblo.

Ahora hay una clave bien esencial para nosotros verdaderamente recibir ese tipo de Palabra, y eso es el elemento de la fe. Si no tenemos fe mis hermanos, esa Palabra va a sonar como una bobada a los ojos- a los oídos de muchos, si yo no tengo fe mi experiencia cristiana se queda corta, si yo no tengo fe yo puedo estar escuchando por mil y una formas de que Dios quiere traer un avivamiento pero si no tengo la fe para creerlo, ese avivamiento no va a llegar a mi vida, podrá llegar a otro pero a mí no. Si yo no tengo la fe para creer que Dios tiene todas las cosas bajo control y que todas las cosas obran para bien de aquellos que aman a Dios, esa Palabra no va a funcionar para mí. Por lo tanto, mis hermanos, yo puedo comprender y yo puedo entender, que hoy más que nunca Dios está llamando a su pueblo a que pueda vivir en una dimensión de fe sobrenatural. Que sí podamos tener nuestros pies en la tierra pero que nuestra cabeza, nuestra mente, nuestro corazón, nuestro espíritu, estén enfocados en la Gloria de Dios.

Yo quisiera hablarles hoy acerca de un tema que para mí, me está, como diría, quemando mucho en mi corazón. Y eso es la idea de vivir con una fe sin límites. Vivir con una fe sin límites. Tengo la presentación allí, gracias. Esto es algo que el Señor a mí lo ha puesto en mi corazón y yo entiendo que él me está retando tanto a mí como a cada uno de nosotros como pastores aquí en la Iglesia, muchos de los líderes en la Iglesia están recibiendo este reto de parte del Señor y nosotros creemos firmemente aunque las circunstancias parezcan ser adversas a nosotros, nosotros creemos que Dios va a hacer algo en estos días en medio de la Iglesia. Que no tan solamente va a hacer algo a nivel de los procesos de construcción por los cuales nosotros estamos pasando como Iglesia, sino que Dios va a hacer algo en cada una de sus vidas. Porque ustedes son la Iglesia, ustedes componen la Iglesia. Cada uno de ustedes con sus altas y sus bajas, con sus pros y sus contras, con sus buenas sonrisas, y su mala sonrisa, ustedes son parte de la Iglesia. Y algo Dios quiere hacer en medio de nosotros. Y para probarles esto yo les quiero contar la historia de un niño que se llama Juan Sebastián de Sidón. ¿Ustedes han escuchado la historia de Juan Sebastián de Sidón? Me imagino que no.

Como se lo traen al Pastor pues, me aprovecho yo y bebo yo un poco.

Miren, Juan Sebastián de Sidón es un personaje bíblico. Lo que pasa es que no le ponen nombre, yo le tuve que poner nombre a Juan Sebastián de Sidón. Y la historia de este niño para mí es bien particular, porque aunque muchos no le prestan atención, esta vez yo me enfoqué en la historia de este niño. Y este niño vivía con su mamá, una mujer viuda, y en aquél entonces diría yo que este niño tal vez tenía como unos 10, 11, tal vez 12 años. Este niño vivía con su mamá, y en el lugar donde estaban viviendo estaban pasando una gran necesidad. Había una gran sequía por ende si no estaba lloviendo los terrenos no estaban dando su fruto, y si los terrenos no estaban dando su fruto, eso significa que había una gran hambruna ocurriendo en el área también. La gente estaba viviendo en una escasez total. Y aquí yo me encuentro con la historia de este niño, de como él podía ver a su mamá que día tras día se levantaba, buscaba atenderlo, buscaba satisfacer sus necesidades más esenciales como poderle proveer un techo, poderle proveer alimento para que él pudiera comer, y a lo largo del tiempo, mientras que esta madre se iba dando cuenta que sus recursos se iban reduciendo, reduciendo y reduciendo, esta mamá ya iba pensando como que llegará el momento en que no vamos a tener suficiente ni para mi hijo Juan Sebastián ni para mí, sin embargo, poco a poco, ella iba racionando sus porciones. Y tal vez habían noches en las cuales Juan Sebastián le decía, “mamá, mamá puedo comerme una tortita de pan porque tengo hambre," y tal vez la mamá le decía, “Juan sabes qué hoy no te puedo dar esa tortita porque la vas a necesitar mañana.

Así que tomate un poquito de agua y trata de controlarte durante la noche y mañana entonces nos comemos la torta de pan.” Y así este muchacho, y él iba creciendo y con todas esas cosas, y yo me imagino que hay veces que él sí apreciaba los gestos de su mamá, pero que tal vez a veces los resentía porque tenía hambre, “hello mamá, quiero comer.“ Pero un día, llegó un hombre a la casa de esta mujer. Este hombre yo me lo imagino ya un hombre entrado en edad, su cara tal vez arrugada, tostada, por el sol candente del desierto, él lo más seguro llega con una capucha así tratando de cubrirse, con su bastón para poder caminar y llega a donde esta mujer y este niño comienza a ver la interacción entre su mamá y este hombre. Y tal vez desde su cuarto o del lugar donde este niño esté sentado él empieza a escuchar la conversación que se da entre ellos dos.

Primero él escucha que el hombre viene así bien confiado se quita su capucha y le dice, “mujer puedes traerme un vaso de agua.” Y ella, “sí como no,” va y le busca su vaso de agua. Mientras va caminando, el niño escucha que el hombre dice “oh, by the way, me puedes traer un pedazo de pan también, que tengo hambre.” Yo me imagino que este niño como que… “pero, ¿qué se cree éste? Si es un extranjero, viene aquí y pasa y no se da cuenta que nosotros la cocina está casi vacía ya y no tenemos suficiente y viene y se atreve a mi mamá que le dé, no tan solamente un vaso de agua sino que le de también una torta de pan. ¡Caray! ¿Qué se cree este hombre?” Y yo me imagino que este niño salió y fue donde su mamá y le dijo, “Mamá, ¿tú no estás pensando darle mi porción de pan a ese hombre verdad?” La mamá no le responde nada, y el niño como que se queda perplejo, “Okay, mamá no me respondió. ¿Por qué?” Y mamá sigue allí trabajando, en la cocina preparando la torta de pan, y vuelve y le dice, “mamá, ¿tú estás segura de lo que vas a hacer?”

Y yo me imagino que la mamé en ese momento dejo de hacer lo que estaba haciendo y miró a su hijo, y le dijo, “hijo, ¿sabes qué? Esta mañana yo me levante con una impresión en mi corazón, de que alguien iba a venir y yo tenía que hacer algo por esa persona. Yo no sé por qué, pero a mí me está, que este hombre que ha llegado es la persona a la cual nosotros tenemos que ayudar.” “Pero mamá, ¿por qué le vas a dar la torta de pan que queda para nosotros? Si eso es para nosotros, lo hemos estado racionando, no me dejaste comer anoche porque no tenías suficiente y, ¿se lo vas a dar ahora a él?” “Hijo, tranquilo. Vamos a hacer esto.” Y yo me imagino que el chico se quedó refunfuñando allí en la cocina y la mamá fue donde este hombre que si ustedes no han entendido todavía, les voy a decir su nombre, su nombre es Elías. Y la mamá va donde Elías, y le entrega no tan solamente el vaso de agua sino que también le entrega la torta de pan. Y yo imagino que este niño de repente se queda así asomado en la puerta y ve a Elías saboreándose la torta de pan. Y tal vez el niño se quedó salivando... “la torta de pan que yo me iba a comer”

Quién sabe si de repente se empezó a llorar y como que no puede ser posible y va y se encierra en la cocina y cuando el niño va a la cocina se encuentra con algo que él jamás se había esperado. De repente la tinaja de harina que estaba vacía estaba repleta desbordándose. La tinaja de aceite que solamente quedaba una gotita estaba también llena hasta el tope. Y el niño sale y grita, “¡Mamá, mamá! ¡Pasó algo!” Y yo me imagino la señora, “guau, pero, ¿qué pasó?” Y viene y trae a la señora, “mamá, ¡mira, las tinajas están llenas!” Y allí fue donde este niño reconoció que hubo una visitación de un poder sobrenatural sobre ellos dos como familia por la visita de este hombre. ¿Por qué? porque había una promesa de Dios en medio de todo este panorama.

Ahora la historia no se queda allí. Porque tal vez dos meses después a este niño le pasó algo. A nuestro querido Juan Sebastián le dio un dolor de barriga, que empezó a contaminarse con dolor en su pecho, de repente se estaba quedando corto de respiración y en cuestión de par de horas el chico expiró. Y nuestro querido Juan Sebastián dejó de respirar. Y allí va esta mujer, y va al aposento donde estaba Elías recostado, y le dice Elías, tenemos un problema y no se lo dijo tal vez así de calmado, lo más seguro estaba super desesperada. Y va y le dice a Elías, “Elías, qué he hecho yo contigo. O sea me pediste una torta de pan y sí hubo un milagro, se repartió ahora hasta le he podido dar a mi familia, y hemos podido comer. Pero mira, mira a mi hijo ahora, se me ha muerto,” y mira al muchacho allí tendido en la cama. Y yo me imagino que Elías, se compungió en el momento, lleva agarra este muchacho y se lo lleva arriba a su aposento y allí empieza a hablar con Dios.

Y dice, “Dios, ¿qué tú tienes con esta mujer? ¿Qué tú tienes con esta mujer que en media necesidad sí tu le proveíste, pero ahora su hijo, qué hizo el muchacho?” Pero Elías sabía en la dimensión en la cual él se estaba moviendo, que era una super, sobrenatural, y Elías hizo algo que tal vez para muchos de nosotros será algo raro, pero el texto dice que él se tiró tres veces sobre este muchacho llorando por él, a medida que se tiraba sobre este muchacho, el muchacho de repente… cogió aire, abrió sus ojos, y “ujh, ¿qué pasó?” “Nada, Juan Sebastián, no te preocupes, tú estás superbien, nada ha pasado, otro milagro, ven acá. Déjame llevarte donde tu mamá y vamos a hacer otras tortas de pan y nos las vamos a tomar con agua.” Y hubo un gran fiesta en el momento.

Saben qué mis hermanos, con una historia como esa, yo puedo decir que cosas así son las que Dios quiere hacer en medio nuestro ahora y aún mucho mejores. Hay muchos Juan Sebastianes en medio de nosotros, que Dios quiere ver y demostrarse en medio de ellos para que puedan ver el poder de Dios obrando en acción en medio de sus vidas. Pero para esto hace falta un elemento de fe que no podemos pasar por alto. Saben que hay algo bien interesante de esta historia. ¿De dónde era Juan Sebastián? ¿No es que dice el nombre de él? Juan Sebastián… ¿de dónde? De Sidón. El pueblo de Sidón. ¿Saben otro personaje bien importante que salió del pueblo de Sidón? Si nosotros leemos el capítulo anterior, de Primera de Reyes, Capitulo 16, ustedes se van a dar cuenta que hay un personaje que tal vez muchos cuando oyen el nombre de esa persona tiemblan, pero este personaje salió de allí. Primera de Reyes, 16, yo lo puedo leer, empezando en el verso 30, dice “Y reinó Acab hijo de Omri sobre Israel en Samaria veintidós años. Y Acab hijo de Omri hizo lo malo ante los ojos de Jehová, más que todos los que reinaron antes de él. Porque le fue ligera cosa andar en los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, y tomó por mujer…” ¿A quién? A “Jezabel, hija de Et-baal rey de los…” ¿Rey de quién? De los sidonios.

Jezabel era del pueblo de la tierra de Sidón también. Y a mí me está tan interesante, que mientras que Jezabel se estaba dando la tarea de eliminar por completo a los profetas de Jehová, Dios por otro lado estaba enviando a uno de sus profetas a bendecir la tierra de donde ella misma salió. Cuando yo trato de pasar esta historia el contexto en el cual nosotros estamos, yo puedo pensar en un Estados Unidos de América que día tras día está buscando la forma de eliminar todo lo que tiene que ver con Dios, sin embargo, yo sigo viendo que Dios sigue escogiendo sus siervos y siervas para traer bendición sobre esta nación. Mientras que otros no están reconociendo el rol de Dios, Dios está reconociendo su rol con ese pueblo, con esa nación para seguir trayendo bendición aún cuando ellos no lo reconozcan. Y en el jamón del sándwich aquí se encuentran usted y yo. Porque usted y yo somos esos instrumentos de Dios para traer bendición en medio de esta nación. Amén.

Miren algo Hermanos, esta historia que yo les conté me da tres cosas. Que yo aprendí. Y las quiero compartir con ustedes. Lo primero que yo veo es que no importando las circunstancias de nuestra vida, las circunstancias que nos rodean, Dios es soberano, poderoso, y Él está en control. Podrá sonar bien simple, podrá sonar bien sencillo, pero estas son palabras que son bien profundas. Porque para yo poder declarar eso, significa que hay un nivel de fe interior, que me permite decir precisamente esas palabras. Saben qué, anoche mientras el hermano Rigoberto predicaba, a mí me gustó algo que él dijo en un momento, y lo voy a coger los créditos de él y lo voy a compartir con ustedes. Pero él anoche, él estaba diciendo que en ningún momento de su predica el mencionó la palabra crisis. En ningún momento. Y cuando la mencionó la mencionó para decir lo siguiente.

Él dijo que en el vocabulario de Dios la palabra ‘crisis’ no existe. Y él hizo una ilustración que me pareció tan particular, él se imaginó que Dios estaba así en su trono porque él está escuchando muchas oraciones de gente, “Señor estamos en crisis, ¡ayúdanos!” “esta crisis, esta crisis, y crisis, y crisis aquí y crisis allá, y crisis debajo de la bocina, y crisis debajo del asiento, y crisis con la nieve,” y el Señor como turbado, sale y dice, “pérate, pérate, déjame buscar mi diccionario un momento.” Y Dios coge y abre su diccionario... y Él empieza a buscar, “la C, Cr…“ y como que Dios tiene esta cara así perturbada y de repente llama al Arcángel Gabriel, “Gabriel, ven acá un momento, yo necesito que me ayudes aquí, ¿dime tú, si en este diccionario, tú ves la palabra ‘crisis’?

Y Gabriel se asomó, y “es que Dios, ¿tú sabes qué es lo que pasa?” le dice Gabriel, “lo que pasa es que como tú eres soberano, esa palabra no existe.” Pero, entonces, a ese relato yo le quiero añadir otra cosa, y el asunto fue que entonces a Dios se le ocurrió, “perate, déjame buscar mi libro de sinónimos,” y va y se saca su libro de sinónimos y lo abre… y él empieza a decir: “Crisis, crisis, crisis; no encuentro la palabra ‘crisis’” pero de repente se encontró con un sinónimo para Dios de crisis.” Y ese sinónimo significa, ¿sabe qué? Oportunidad. Y yo confundí el español de ustedes allí, bien feamente, pero en el vocabulario de Dios, crisis significa oportunidad.

Eso es lo que una crisis significa para Dios, y ¿saben qué? Yo quiero explorar algo con ustedes, porque yo entiendo que hoy más que nunca Dios nos está llamando a nosotros a vivir en ese nivel de fe, que donde nosotros podamos percibir una crisis que se nos ha designado a nuestras vidas, o que estemos en medio de una, que podamos decir: No, es todo lo contrario, es un sinónimo perdón, es una oportunidad. Miren, muchos de nosotros o algunos de nosotros tal vez nos hemos enfrentado o nos vamos a enfrentar a que tal vez cuando usted llegue a su trabajo le digan, “no podés trabajar aquí más.” Y usted se encuentra con eso y a usted se le va a caer el mundo, le van a arrancar la alfombra debajo de los pies y va a caer en el piso. Tal vez algunos de ustedes, y me voy a asegurar de que no repita lo mismo que dije esta mañana, algunos de ustedes, puede ser que mañana usted tenga una cita en el médico y cuando le vienen a dar el diagnóstico le dicen, “mira hemos encontrado un nódulo en tu pulmón y te tenemos que hacer una biopsia,” lo dije esta mañana fue una autopsia. ¡Ya maté a la persona! dije… exacto, sí, ya estaba poniendo a la persona allá como que muerta. No, no, no, no. “…le tenemos que hacer una biopsia para asegurarnos de que no sea nada malo,” y usted recibe esa noticia, y ya usted se pone en un ámbito de crisis, así como, “guau, espérate, aquí está sucediendo algo que yo no me esperaba.”

Va por allí en la calle y Dios no lo permita y yo reprendo al Diablo, pero de repente usted pega los frenos y su carro resbala y va a parar en contra de un poste y lo digo de nuevo reprendo al Diablo eso no va a suceder, no va a suceder, pero eso puede ser una crisis que de repente usted diga, “yikes, ¿y ahora qué hago?” Lleva tanto y tanto y tanto y tanto y tanto tiempo, tanto tiempo, esperando para que sus papeles de inmigración se cuadren de una vez y por todas y cuando usted va a su próxima cita le dicen, “guau, tienes que esperar 3, 4 años más porque ahora no tenemos solución.” Arrgh, una crisis allí en la cara de nosotros. Pero Dios lo que nos está diciendo es que en vez de ver una crisis que veas una oportunidad para que su poder se pueda manifestar en medio de tu vida.

Miren mis hermanos ustedes me ven que yo estoy hablando bien animado de esto pero a mí se me está haciendo bien difícil compartir este mensaje, porque yo mismo tengo mis luchas muchas veces con esos mismos principios de la Palabra de Dios. Suena bien bonito, suena bien inspirante, pero cuando, como se dice en inglés, ‘when the rubber hits the road,’ cuando el fuego quema, por así decirlo, uno se dice, guau, o sea, ¿qué puedo hacer para poder vivir en ese nivel? Y yo quiero animarte diciendo, mis hermanos, que esta dimensión de fe no se puede vivir en tus propias fuerzas, las tienes que vivir con las fuerzas que te da el espíritu de Dios, porque cuando estamos hablando de una fe sobrenatural, es precisamente sobrenatural. No estamos hablando que es una fe natural que, que sale de nosotros, digo, sale de nosotros pero sale a través de la fuerza y el poder el Espíritu Santo obrando en nosotros.

Y miren qué interesante porque a Dios le da con moverse en esos niveles cuando más feas se nos ponen las cosas. Cuando todo estaba de color rosa, peaches and carrots, todo está bien, ah pues estamos tranquilos, pues sí yo tengo fe, la vivo y todo tranquilo pero cuando las cosas se ponen difíciles, entonces es cómo que “argh, Dios, ¿por qué estás tú trayendo esto a mi vida ahora? Yo soy un hijo tuyo. Yo soy una hija tuya, ¿por qué tu me permites vivir esto ahora? Mi esposo me dijo que se quiere ir de la casa porque no me soporta más, ¿por qué después de 8, 10, 15 años de matrimonio? ¿Por qué esto tiene que salir ahora? Y allí es mis hermanos, es allí en ese punto, es allí en ese nivel, es allí donde uno se cree que ya no hay esperanza, que esa fe, que esa fe sobrenatural, que emana del corazón de Dios tiene que tomar acción en nosotros. Es allí cuando uno se está sintiendo que está siendo abarrocado con todas estas presiones que uno tiene que sacar la fuerzas de donde uno no las tiene, y poder decir Señor esto es lo que me dicen las circunstancias pero yo creo en lo que tú me dices a mí.

Y esto me lleva a mi segundo punto, mis Hermanos, porque Dios se mantiene fiel a sus promesas y él se va a encargar de proveer a cada una de las necesidades de sus hijos e hijas. ¿Sabes qué? A mí me gusta que cuando yo digo que Dios se mantiene fiel, es como si Dios se atreviera a retarnos a nosotros, bueno, no se atreve, él lo hace, nos reta. Si usted ve el pasaje, Malaquías 3, 10. Que es un pasaje que nosotros conocemos muy bien. Malaquías 3, 10… se me perdió Malaquías. ¡Ay, mirá! Okay. Malaquías 3,10. “Traed todos los diezmos al alfolí y hay alimento en mi casa,” y, ¿qué es lo que dice después? “Probadme mis Hermanos.” Miren esa palabra del mismo Dios, pruébame, es como si Dios te dijera ‘provócame, tú quieres ver, do you want to see if I'm from real, go ahead, make my day.’ ‘Tú quieres ver si yo soy real, ven provócame, hazme el día.’ Es como si Dios trazara una línea en el piso y se para en esa línea, y te dice de aquí yo no me muevo, yo te di una promesa y yo voy a cumplir con esa promesa.

Ahora, pero es bien interesante mis hermanos, que cuando Dios da una promesa yo no puedo encajonar a Dios en mis propios parámetros mentales y humanos que son tan limitados, tan chicos y tan imperfectos. En mi capacidad humana, yo no puedo concebir el que Dios se limite a lo que yo quiero y en la forma en que yo lo quiero, y cuando yo lo quiero. Si yo hago eso yo estoy ofendiendo a Dios. Digo yo, yo le puedo decir a Dios sí me gustaría que hicieras esto, y esto, y esto, pero en último caso él es el que tiene la última palabra no soy yo. Así que yo debo de reconocer mis hermanos, que cuando yo me acerco a él y cuando yo veo que mi capacidad humana ha llegado a su límite, que es cuando ya no logro entender por qué de las cosas, el por qué de las cosas, allí entonces es donde la fe sobrenatural, esa fe que no tiene límites se activa. Y empieza a llevarte a ti a otro nivel.

Esa es la fe que cuando tú te encuentras delante de esas crisis, que yo mencioné hace un minuto, o tú te enfrentas delante de ellas es que tu fe entonces puede decir, tengo esto delante de mí, estoy bien claro al respecto, no estoy siendo irrealista si las ignoro. Yo las reconozco, pero yo también reconozco que yo tengo un Dios que se mantiene fiel, yo tengo un Dios que tiene control de todas las cosas, yo tengo un Dios que aunque yo tenga que pasar por un período de prueba por un momento, yo sé que tengo un Dios que me va a sacar de allí y me va a poner en un lugar que es más alto que yo mismo. Me va a poner en esa roca que es más alta que yo. Saben qué mis hermanos, hoy más que nunca, el Señor quiere que nosotros aprendamos que no podemos ponerle límites a nuestra fe, ¿saben qué? Aunque cueste, esa es una de las partes más difíciles.

Si queremos ver a Dios obrando en nuestras vidas como nunca antes lo habíamos visto vamos a tener que pasar por episodios donde va a costar, donde va a costar tener que tener que sacrificar de lo nuestro para que Dios verdaderamente se pueda manifestar. Como la mamá de Juan Sebastián, que ella reconoció en su corazón que algo estaba ocurriendo y estaba tomando un sacrificio bien grande de dar todo lo que tenía para entregarlo a este siervo de Dios, porque de alguna manera u otra Dios iba a proveer. Hubo una palabra que Elías le dio a esta mujer, y ella decidió creer esa Palabra. En la misma forma Dios nos da a nosotros una Palabra de que él se va a mantener fiel y de que él va a proveer, usted tiene la opción si va a creer esa Palabra o no, si no la cree pues se va a perder la aventura, si decide creerla, get ready for the ride. Yo lo digo una vez más, mis hermanos, Dios está haciendo, ha hecho y va a seguir haciendo cosas grandes en medio de su pueblo. Y nosotros nos tenemos que preparar para verlo.

Pero para poderlo ver nos vamos a tener que preparar y hacer sacrificios. Sacrificios no por hacer un sacrificio, sino un sacrificio de fe para ver a Dios obrando en una forma poderosa. Yo lo creo mis hermanos, que a nivel de iglesia nosotros como iglesia, como cuerpo de Cristo, yo estoy seguro que nosotros vamos a ver a Dios obrando en una forma grande y poderosa en medio nuestro. Que tal vez cuando el mundo está diciendo esa iglesia está loca en tirarse a construir un edificio ahora, sabes qué nosotros nos reímos delante del mundo porque es una promesa que se nos ha dado y nosotros nos estamos moviendo al nivel y al estándar de esa promesa. No nos movemos al estándar de este mundo, sí maquinamos y hacemos las negociaciones que se tienen que hacer pero sabemos que nuestra fe esta puesta en otro nivel, y es a ese nivel en donde nosotros nos movemos.

Te dicen te quedaste sin trabajo, Okay, tú reconoces que vas a tener un tiempo de presión, que vas a tener que buscar otro pero tú sabes que tu fe está puesta acá arriba, y es esa fe que te mueve. Tuviste una pelea con tu esposo, con tu esposa, sea como sea y tu sabes, reconoces el trauma, reconoces el problema, pero también sabes que por encima de esas cosas hay una fe que te está moviendo. Puedes tener una persona por la cual tu hayas estado orando por años y no ves ningún cambio todavía y tu reconoces eso que está delante de ti pero también tenemos que poner nuestra fe acá arriba, de que Dios, Dios, Dios, Dios va a obrar algo en medio de esa persona, en medio de esa vida, en medio de esa circunstancia.

Dios no quiere que le pongamos límites a nuestra fe. Dios quiere que nosotros veamos... que lo que podrá parecer imposible, para Dios es bien chévere, que posible. Saben qué mis hermanos, hay algo que yo quiero hacer, una de esas locuras que se me ocurren a mí a veces, bueno no se me ocurren, sino yo entiendo que Dios pone en mi corazón. Lo hice esta mañana y lo quiero hacer con este grupo otra vez. Esta mañana cuando yo me desperté, que estaba repasando mis notas, Dios puso una impresión en mi corazón, que yo me quedé como que, “guau, Señor, ¿tú estás seguro?” Esto podrá parecer algo ilógico para muchos si lo hago, pero el Señor lo seguía poniendo allí en mi corazón. Y yo sentí que el Señor me dijo, mi Dios- mi pueblo quiere ver milagros, y yo lo quiero dar, pero ellos tienen que tomar acción, ellos tienen que tomar acción. Así que haz, y yo, “fine.”

¿Cuántos de ustedes tienen su celular con usted ahora mismo? ¿Tienen su celular? sáquenlo por favor. Y ustedes que nos están viendo por el internet también saquen su celular. Y si los músicos pueden pasar por aquí también que me ayuden por favor, venid. Saben, hay algo, si usted lo cree hermano dígame, ¿usted cree que Dios está haciendo algo en medio de esta iglesia? ¿Usted cree...? Ahora, exacto. Si lo tiene apagado, préndalo, porque lo vamos a usar. Si lo tiene en vibrador, quítele el vibrador, sea lo que sea, sáquelo. Saque su celular. Y yo quiero que usted vaya pensando en una persona que usted sabe que las palabras que hemos discutido, que hemos hablado aquí, que esa persona necesita escuchar esas palabras. Yo quiero que usted piense en una persona que necesita escuchar. Por favor, si me pueden poner la computadora de nuevo. Una persona que necesita escuchar que alguien le diga lo siguiente: “que Dios está en control, que Dios va a proveer y que esa persona no le ponga límites a su fe.” Así que yo quiero que ahora mismo usted tome un momento para pensar en esa persona, piense en esa persona, y vamos a orar antes de hacer esa llamada. Yo quiero que de aquí hagamos esa llamada ahora mismo.

¿Saben por qué lo estoy haciendo así? Porque el Señor puso en mi corazón esta impresión, que de aquí es como si fuera el efecto de una bomba, que cuando explota algo aquí se riega, su efecto va a llegar a donde quiera que esas llamadas se estén enviando. Y esa llamada la vamos a hacer en fe, la vamos a hacer en fe, aún si usted tiene que gastar minutos de su plan, bueno no minutos, le voy a pedir 30 segundos nada más. Bueno es domingo, verdad, so no se preocupen por los minutos. Miren se lo voy a poner en la pantalla para que no se les olvide. Por favor no me miren con caras como que a Omar se le fue un tornillo de la cabeza, no, no, no, no, no voy a aceptar esa mirada, reciba esto con fe mis hermanos. Porque usted va a hacer una llamada a una persona que necesita un toque, una visitación por parte de Dios, y yo creo que a través de esa llamada Dios va a tocar el corazón de esa persona. Si usted no lo quiere hacer, si usted no se siente seguro, segura, fine no lo haga, piérdase la bendición de no ser parte de algo que Dios quiere hacer con esa persona, pero si usted cree que Dios tiene el poder para conmover el corazón de una persona por algo tan simple y sencillo como una llamada de teléfono, agarre ese teléfono entonces.

Yo quiero que usted haga lo siguiente, llame a esa persona, si la persona le contesta hable con la persona y dígale, mire estoy en medio de la iglesia, estoy en medio de servicio, y tal vez la persona, “peor y tú estás loca, me estás llamando en medio de un sermón,” sabes qué, dile, “mira te quiero decir algo rapidito. Dios está en control, Dios te va a proveer. No le pongas límite a tu fe. Te quiero mucho, bye bye” enganchan, ya. Si te sale la máquina del mensaje, le dejas el mensaje. Le dejas el mensaje, que esa persona reciba el mensaje después. Pero el asunto es que nosotros en fe vamos a expandir Bendición a esas personas que usted tiene en su mente ahora mismo. Así que coja su teléfono en su mano y ore conmigo, ore conmigo ahora mismo.

Padre yo estoy haciendo esta acción en fe, Señor Jesús, porque hay personas que necesitan un toque tuyo, y esas persona, Señor Jesús, las tenemos como un contacto aquí en nuestros teléfonos pero tu las tienes en el contacto de tu corazón, así que Padre ahora mismo, esta llamada que vamos a hacer, yo la consagro a ti Señor Jesús. Que estos próximos 30 segundos, estas palabras, este mensaje que vamos a enviar a estas personas, Señor, lleguen a lo más profundo de su corazón, Señor Jesús, y que puedan hacer un cambio grande señor, que traigan un sentido de esperanza, que traigan un sentido de paz a sus corazones. Así que bendice a mis hermanos y hermanas, a medida que marcan esos números, Señor Jesús, y que tu gracia y tu poder esté en medio de esa conversación. Por tu Hijo Jesús. Amén. Y amén. Hermanos, hagan esa llamada. Yo me voy a mantener aquí orando, haga esa llamada en fe.

Read More
español christian De Santiago español christian De Santiago

El poder de la fe (Parte 2)

TRANSCRIPT

Quiero invitarlos a buscar de nuevo en Segundo de Crónicas, Capítulo 20. Recuerdan ustedes que ahí estuvimos el domingo pasado en ese texto y dijimos que como no lo pudimos terminar íbamos a continuar hoy con él porque tiene todavía muchas enseñanzas que darnos y se me quedó la mitad del sermón en el tintero, como dicen por allí, y quería terminarlo porque es un sermón muy, cómo dijéramos, fructífero, tremendamente ungido, mucha enseñanza. Recuerdan que en este año Dios nos ha dicho que él quiere que caminemos por fe, caminemos en fe, que aprendamos a ser un pueblo de fe, un pueblo que le crea a Dios. Y yo, mi promesa y mi compromiso es en todo lo posible tener una serie de sermones que nos ayuden a entender esos principios de fe.

Dice la Biblia, el justo por la fe vivirá o por su fe vivirá. Es decir, la estructura esencial del Reino de Dios es fe, esa es la energía básica, es la mentalidad básica, es el fundamento básico, es el paradigma para usa una palabra dominguera básico del pueblo de Dios, es la fe. El hombre, la mujer de Dios no vive la vida y no procesa los eventos y las circunstancias de la vida como los procesa la persona que no conoce a Dios. El hombre, la mujer de Dios, el hijo de Dios tiene que ir haciendo un cambio en su mente, tiene que cambiar de forma de pensar y entonces vivir la vida a la luz de principios muy diferentes a los principios que se usan en el mundo. Y por eso requieren lo que la Biblia llama una renovación de la mente, una transformación, un cambio de forma de pensar.

En la Biblia se habla de metanoia, eso es en el griego original, meta noia, meta en griego quiere decir cambio, y noia es mente, entonces una de las cosas esenciales, cuando uno entra en los caminos de Dios uno tiene que cambiar de mente. Es como si a una computadora le sacan el hard drive antiguo que tenía y le ponen otro hard drive. Es como, la gente que usa computadoras PC, personal computers, y las personas que usan Apple, son como dos naciones diferentes. La gente que le gusta la computadora Apple juran que son mejores y es como una cultura diferente y así la gente que usa las PC, las computadoras Dell o Hewlett Packard o todo esto, tienen otro programa, otra forma. Las dos hacen prácticamente lo mismo pero son como dos culturas diferentes. Y así pasa con el pueblo de Dios, el pueblo de Dios tiene una computadora diferente y procesa los asuntos de la vida en una forma diferente, un programa diferente. Y ese programa se llama fe. Ahora fe, es una cosa muy compleja. Fe tiene muchas capas y muchos elementos dentro de ello. Pero lo principal es eso que tenemos que cambiar de mente.

¿Cuánta gente entra a los caminos de Dios y no cambia de mente? Se quedan igualitos como eran, son dementes pero no cambian de mente. Y Dios quiere que cuando entremos a sus caminos aprendamos a funcionar y pensar en una forma diferente. Y uno de los textos más poderosos en ese sentido es Romanos, Capítulo 12, creo que es, no tiene que buscarlos, si quiere búsquelo pero, dice allí que no se conformen, no se acostumbren a esta época en que ustedes viven, sino, dice, transfórmense por medio de la renovación de su mente. En otras palabras, mucha gente, muchos cristianos nunca cambian de actitud y de manera de pensar, están en la iglesia pero la iglesia no está en ellos. Entonces, cuando viene el problema en la vida, cuando viene la oferta de trabajo, cuando viene la oportunidad de escoger un compañero de matrimonio, cuando viene la oportunidad de definir su forma de hacer negocios o de finanzas usan lo que la cultura les dice que deben hacer y conjugan la vida conforme a los patrones seculares racionales, mentales de la humanidad que no conoce a Dios.

Ahora, el hijo de Dios, la hija de Dios se supone que cuando entra a los caminos del Señor entienda que está entrando como a otra dimensión donde hay leyes diferentes, donde algo parece que es un animal pero es un ave, y otra cosa parece que allá en ese mundo dos y dos son diez, no son cuatro. Y entonces uno tiene que aprender una matemática diferente, una aritmética diferente, una ciencia diferente y mucha gente no hace esa transición entonces es importante que ustedes entiendan, hermanos, que al ustedes entrar a los caminos de Dios hay un cambio que se espera. Usted ya no piensa como piensa la gente común y corriente, hay una matemática diferente y esa matemática está basada en fe. Hay matemáticas que están basadas en el principio de decimal, otras son binarias o lo que sea, nosotros usamos una matemática basada en el número diez, uno a cero, uno, dos, tres, cuatro, nueve, diez, y ahí se repite. Hay diferentes matemáticas, así pasa también, hay diferentes modelos. Hay un modelo que es el modelo bíblico, el modelo espiritual y Dios quiere que usted aprenda. Y mi deseo en esta serie es ayudar aunque sea un poquito en su vida y compartir con ustedes principios que les ayuden a pensar en otra manera y que sea esa manera bíblica. Y al examinar estos textos yo espero extraer de ellos verdades que se pueden aplicar a cualquier situación universal.

Una larga introducción, ¿verdad que sí? Vamos al texto ahora, Segunda de Crónicas, Capítulo 20, y les voy a resumir simplemente. Usted puede irlo leyendo mientras me escucha. ¿Qué vimos allí el domingo pasado? Una crisis: el rey Josafat, un hombre que es, como yo decía, un hombre común y corriente, normal, es un rey pero no es un gigante espiritual, no es un hombre tremendamente espiritual y consagrado, tenía sus errores. Pero era un hombre que le creía a Dios y tenía eso, que tenía fe. Y Josafat recibe una terrible noticia de que viene un ejército muy poderoso contra Judá y que están a unas millas de distancia y se van acercando poco a poco y ese ejército es tan poderoso que Israel no tiene fuerzas para resistirlo, se requiere algo sobrenatural porque humanamente no hay posibilidades.

Y Josafat, ¿Qué hace Josafat? Clama al Señor, convoca a una gran reunión de parte del pueblo. Llama a todo el mundo a reunirse en la plaza de la nación y allí oran al Señor y claman a Dios. Y en la reunión de momento al clamor del pueblo Dios responde hablándole a un hombre que está allí, un hombre de Dios que se llama Jaaziel, y Jaaziel recibe el espíritu de Dios. Yo decía el domingo pasado, que importante es que en nosotros haya fe para recibir el espíritu de Dios cuando viene a nuestras vidas y que podamos discernir lo que Dios nos está diciendo, y que haya un pueblo que crea en los dones del Espíritu Santo que son para todos los tiempos. Porque si en una iglesia no se cree que Dios habla en forma sobrenatural, ¿saben qué? Dios no va a hablar. Pero donde hay un pueblo de fe como este pueblo que le creyó a Dios y se reunieron para orar y un líder, o líderes que creen en Dios, hay oportunidad para que el Espíritu Santo hable.

Dios habló a través de Jaaziel, Dios le dio a Jaaziel en ese momento una palabra profética, y eso es muy importante para lo que voy a decir. Le dio una palabra profética donde Jaaziel le dijo al pueblo, ¿saben qué? no miren a esta multitud, no le teman por grande que sea, que viene contra ustedes, miren hacia Dios y crean que Dios está con ustedes. No tienen que pelear porque la batalla es de Dios y no de ustedes, les dijo Jaaziel. Que importante es, hermanos, que nosotros las luchas de la vida las emprendamos creyendo que no estamos solos.

Estos son tiempos difíciles. ¿Cuántos saben que estamos viviendo tiempos difíciles? Las estadísticas económicas son negativas, y hay intimaciones de sequía y carencia en el aire y si usted cree que solamente está usted contra el mundo hay toda la razón para desesperarse. Pero si usted cree que usted no está solo y que la batalla es de Dios y no solamente suya, eso le va a dar fuerza y ánimo para seguir adelante.

Y yo espero que ustedes, mis hermanos, sepan que ustedes no están solos. Y el Señor ha dicho, yo estaré contigo dondequiera que tu vayas. Y eso no se lo dijo Dios solamente a Josué sino que se lo dice a cada hijo de Dios. El Señor Jesucristo dijo, hoy aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.

Estos son tiempos, hermanos, para que cada hijo de Dios cuando vea esa multitud que viene en contra de uno, sepa que la batalla no es suya sino que es de Dios con usted y que usted le crea al Señor. Estos son tiempos para que el pueblo de Dios aprenda a vivir por fe, aprenda a vivir conforme a los principios de la Escritura. Dios nos está dando el privilegio, hermanos, que no tienen muchas otras generaciones de vivir en tiempos donde se va a hacer más importante que nunca que nosotros pongamos en práctica los principios espirituales y que se ponga a prueba nuestra fe y que nos veamos obligados a vivir por fe. Porque ¿saben qué? muchas veces nosotros como que vivimos por fe, pero por si acaso reservamos también otro recurso, por si nos falla la fe y como que somos binarios y bicamerales y somos un poquito de fe y un poquito de carne y de mente humana. Eso se llama ser de doble ánimo y el Señor dice, mire, el que sea de doble ánimo no espere que va a recibir nada del Señor.

Pero yo creo que estamos viviendo unos tiempos que van a poner a prueba a la gente y yo no creo que solamente con respecto a las finanzas, yo creo que estamos entrando en tiempos difíciles de la humanidad y en esos tiempos verdaderamente se va a decir el justo por su fe tendrá que vivir. Donde vamos a tener que poner a prueba los principios espirituales y donde la gente va a tener que decidir si es de Dios o si es del mundo, donde no va a ser suficiente tener una capa de espiritualidad y de religión sino que va a tener uno que ser genuino y auténtico. La espiritualidad va a tener que ir hasta la raíz misma.

Usted ha visto esas maderas hoy en día que tienen una capita de madera buena y abajo es cartón, hay pisos hoy en día que usted los pone, los que son carpinteros saben eso, hoy en día hay pisos que tienen un milímetro de buena madera y abajo es plywood o madera bien barata. Pues ¿saben qué? Dios, y así son muchos cristianos, tenemos una capa evangélica por encima, pero debajo lo que hay es cartón o plywood. Y Dios nos va a probar por fuego.

Y dice la Biblia que cuando seamos probados por fuego se va a ver si hay paja, si hay madera o si hay acero y joyas preciosas. Y Dios no quiere gente con una capa evangélica, Dios quiere gente que se le mete un tornillo hasta abajo es madera buena. ¿Cuántos pueden decir amen a lo que estoy diciendo? No sé, a mí me gusta esa comparación, no se si le gustó a usted, a mí me gustó. Porque muchas veces, como les digo, vivimos con una capa religiosa por encimita nada más pero por debajo lo que tenemos es carnalidad y humanismo. Y Dios quiere que nosotros, estos tiempos que estamos viviendo que aprendamos a ser gente de fe ciento por ciento.

Esta gente que estaba aquí estaba en crisis. No les podía salvar su ejército, no les podía salvar su estrategia, no les podía su economía, no tenían aliados que pudieran venir a sus recursos, se vieron obligados a tirarse a los pies del Señor y decir, Padre, ten misericordia de nosotros.

Óigame es bueno a veces estar contra la esquina porque ahí a veces salen cosas que ni siquiera sabíamos que teníamos. En tiempos de prueba es donde el pueblo de Dios verdaderamente saca lo que tiene. Dice la palabra de Dios que vuestra fe siendo probada como el oro redunde en bendición y en gloria para el Señor.

Y yo creo que como Josafat y el pueblo de Israel nosotros vamos a tener que creer que Dios está con nosotros porque sino vamos a desmayar y nos vamos a deprimir. Mire, y esto quizás no era lo que estaba en mi sermón pero es parte del sermón y es parte de ese concepto de vivir por fe.

Hermanos, mire, yo le decía alguien antes de ayer, tenía una conversación por teléfono, esta persona perdió su trabajo, es una persona trabajadorísima, yo lo conozco de varios años, una persona muy diestra en su trabajo manual que hace, y ha sido muy bendecido y prosperado. En estos días se ha quedado sin trabajo y está bajo presión económica, y en nuestra conversación nos dimos ánimo y yo le decía a él que en última instancia, hermanos, la carta final que se juega el hijo de Dios, usted sabe que hay una carta que nadie le puede quitar a usted, aunque todo el mundo se despedace sobre usted y encima y al lado de usted, hay una carta y es que usted sabe que su alma nadie la puede tocar, su espíritu el diablo no lo puede tocar y que usted es un ciudadano de la eternidad, usted no es de este mundo. Y dice la palabra que teniendo sustento y abrigo debemos estar contentos con eso.

Y ¿saben qué? cuando yo pienso en nuestra vida, hermanos, mire, nosotros estamos tan llenos de tantos juguetes en nuestra vida que no son necesarios para la vida, tenemos tostadoras que te cantan cuando terminan de tostar, tenemos camas que uno se mueve y el otro no lo siente, tenemos teléfonos con 17 diferentes sonidos que usted le puede poner el que usted quiera, y carros que prácticamente nos abren la puerta y nos invitan a entrar y nos la cierran después, y tenemos tantas cosas que en realidad no son necesarias para la vida. Y a veces Dios nos quita todos esos andamios y nos deja en centro nada más para que aprendamos que mire, yo no necesito tanto juguete, yo no necesito comer chicken cordon bleue con aceite de oliva virgen y que esto y que lo otro. Mire, si Dios me ha dado un plátano vacío con un poquito de aceite, una cebollita con vinagre, yo estoy feliz con eso. Uno no necesita tanto para.. quien sabe si Dios quiere que por un tiempo aprendamos a ir al centro nada más de la vida y a estar contento con eso hermanos. Uno no necesita tanto para vivir.

Mire, tres cuartas partes del mundo vive con un quinta parte de lo que nosotros tenemos. Y a veces nosotros vivimos como allí que si pierdo esto, si pierdo lo otro me voy a morir, me voy a pegar un tiro. Mira, tu vas a descubrir que no lo necesitabas después de todo y que algunos de nosotros necesitábamos menos calorías de todas maneras y qué bueno ahora ya no tenemos que preocuparnos de que tengo sobrepeso.

Mire en última instancia dice el Señor es sustento y abrigo, usted necesita un techo sobre su cabeza, una comidita para comer y una ropa que vestir, eso es todo. Lo demás eso es icing on the cake, como dicen, eso es crema sobre el bizcocho. Y esa es la carta que yo al final digo, mira, al final de cuentas yo soy un hijo de la eternidad, al final de cuentas nadie me puede arrancar la bendición de ser un hijo de Dios. Mi destino está asegurado.

Ahora, dentro de eso yo sí voy a pelear por mi bendición aquí en la tierra, pero no me voy a aferrar a ella. Así que yo le digo a los hermanos, miren, lo que tenemos que hacer es hacer un ejercicio mental y es pensar en la peor situación que pueda suceder en mi vida y pensar, ok, bueno, digamos si yo pierdo mi casa y pierdo mi carro, ¿puedo yo seguir viviendo? Y usted se va a sorprender que la respuesta es sí. Usted puede seguir viviendo. Ok, haga ese ejercicio en su mente, entrégueselo todo al Señor, y diga, Padre, lo que tu me quieras devolver devuélvemelo y lo que te quieras llevar, llévatelo. Eso es tuyo de todas maneras, y ¿saben qué? Dios le va a decir, no te preocupes, perdiste eso pero te voy a dar como Job diez veces más de lo que tenías. Uno siempre puede volver a comenzar.

Si pasara lo peor, que no tiene que pasar, no tiene que pasar, no estoy diciendo que va a pasar, pero si pasara lo peor tu vas a descubrir que aún así todavía tu tienes todo lo que tu necesitas para ser una persona feliz. La palabra del Señor dice, aunque mi padre y mi madre me dejaran con todo Jehová me recogerá.

Y yo creo que es importante que nosotros desprendamos de nuestro corazón la avaricia, la vanidad, el materialismo, el apego a los juguetes y que aprendamos a vivir en el Señor. La Biblia dice, no solo de pan vivirá el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Es una invitación al hijo de Dios a vivir en los principios del espíritu y no en las cosas de la carne. La persona que ama la materia nunca va a ser libre, va a estar encadenada y esclavizada a la materia. El cristiano que se despega de la materia entonces es el único ser que puede disfrutarla verdaderamente porque los demás son esclavos de la materia.

Ahora, cuando tu puedes vivir sin la materia entonces puedes disfrutar de la materia. Eso es que te estoy diciendo es muy profundo, escúchalo y medítalo bien. Cuando tu te has liberado de las cosas materiales y de los objetos y del dinero, entonces cuando Dios te da el dinero y te da los objetos tu puedes disfrutarlos, y si te los quitan vendrán otros mejores todavía. ¿Cuántos de nosotros vivimos pobres en nuestros países y llegamos aquí y Dios nos ha bendecido y nos ha prosperado? Y miren a veces éramos más contentos antes que ahora porque ahora todas las cosas que tenemos nos mantienen despiertos de cómo las vamos a retener.

Dice la Biblia que dulce es el sueño del trabajador, coma mucho o coma poco, dice, pero al rico no le dejan dormir las ganancias, dice la Biblia y a veces nosotros tenemos tantas ganancias que no dormimos bien. Y sin embargo la gente pobre se acuesta y pone la cabeza sobre la cama y a veces se quedan dormidos inmediatamente. Se levantan por la mañana, cogen una hierbita, hacen un te y un pedazo de pan con un poquito de mantequilla si acaso y están felices. Y los niños crecen saludables y aman a sus padres y no es que yo esté glorificando la pobreza, le estoy diciendo, yo amo las comodidades, pero no quiero depender de ellas.

Y por eso es que yo digo que en este tiempo quizás Dios está llamando a muchos de nosotros a aprender verdaderamente dónde reposa tu felicidad, en qué. Es una invitación a visitar lo esencial y a vivir por lo esencial. Nos están quitando todos los andamios para que entendamos que tenemos que vivir por fe. Y gloria a Dios. Después quiero hablar sobre eso, de cómo uno puede vivir en tiempos de sequías y ser feliz.

Y una de las cosas que voy a decirle aquí, aunque de nuevo, me estoy apartando un poquito, pero no, esto es parte del sermón. Mire, una de las cosas que vamos a tener que aprender es aprender a vivir en comunidad más. Esta es una sociedad individualista, cada uno, válgasela como pueda, sálvese como pueda. Everybody on his own y cada cual independiente. Es una sociedad atomizada donde no hay verdadera comunidad compasión, compañerismo, espíritu de familia, de amistad, de apoyo mutuo. Y en estos tiempos de sequía Dios quiere que nosotros nos apoyemos mutuamente.

Mire, si usted ve alguien que necesita y usted tiene, compártalo. Ojalá llegara un día en que tuviéramos que hacer una reunión aquí en León de Judá por la mañana y traer todo el mundo un poquito de comida y compartirlo todos aquí como se pueda. Gloria a Dios si es así, mire, amen, es un privilegio vivir en comunidad. Es un privilegio si usted sabe de un trabajo, pues refiere a su hermano. Estas ocasiones son ocasiones para que las comunidades se estrechen lazos, que cada uno se convierte en guarda de su hermano, que nos invitemos a comer a la casa, que nos refiramos de recursos que sabemos, que nos demos ánimo unos a otros, que apreciemos más los momentos de compañerismo y de conversación, que amemos más nuestras familias, que compartamos nuestros temores unos con los otros. Que lindo es eso.

Sabe que en las sociedades industrializadas y ricas lo que primero se pierde es ese sentido de compañerismo, la gente se convierte en gente egoísta, gente materialista, gente que piensa en ellos, en lo suyo. Por eso es que esta crisis ha venido a esta nación, porque el egoísmo ha cundido en las corporaciones, las finanzas, el gobierno, por eso estamos como estamos, porque eso no es un buen fundamento para una cultura y una comunidad. La comunidad se nutre donde hay compasión, donde hay amor, donde hay compañerismo, donde hay compartir recursos, donde el fuerte ayuda al débil y cuando el débil se fortalece entonces ayuda al fuerte que quizás entonces está débil. Eso glorifica a Dios.

Y cuando una sociedad fluye conforme a principios de gracia, misericordia, amor, verdad, justicia, compasión, esa sociedad es bendecida. Pero cuando fluye conforme a principios del fuerte comiéndose al débil, el que sabe más engañando al que sabe menos, el fuerte explotando al débil, el pobre sufriendo cuando el fuerte lo explota y lo engaña, esa sociedad está maldecida y tarde o temprano termina perdiendo. En esta crisis se han perdido trillones de dólares. ¿Por qué? es que cuando usted edifica sobre arena tarde o temprano se desploma todo. La gente se engaña creyendo que está ganando cuando engaña a los demás, pero no saben que es simplemente están posponiendo el desastre, y cuando venga el desastre van a pagar con intereses lo que ganaron.

Sabe que esta crisis no ha sido solamente los pobres, mucha gente rica, millonaria y que se hizo rica a expensas, han perdido también muchísimo. Este país ha perdido casi la mitad de su riqueza en estos últimos meses y es que Dios es muy claro en sus cosas. El mundo procede conforme a principios espirituales en última instancia, no es conforme a principios materiales, racionales. Y nosotros que somos los hijos de Dios tenemos el privilegio de entender eso y la oportunidad de vivir conforme a esos principios de fe, del espíritu.

Y yo les suplico, hermanos, que vean este tiempo como un privilegio en que Dios nos dice, ¿saben qué? te voy a dar el privilegio de de morir a tu yo y a tu carne y de vivir verdaderamente una vida legítima y auténticamente cristiana. Y eso es un privilegio. Aunque haya guerra es un privilegio. ¿Por qué? Para qué vive un soldado en última instancia? Es para esos pocos tiempos en que viene guerra. Cuando viene la guerra un soldado se ve obligado a poner en práctica todo lo que aprendió. Hasta que llega el momento de guerra ese soldado no es un verdadero soldado, es simplemente una persona que se está entrenando. Pero cuando llega el momento de la guerra, que es un momento de agonía y de lucha, ahí es donde él entra en su destino y en su identidad verdadera.

Nosotros, como cristianos, tenemos la oportunidad de vivir aunque sea por un corto tiempo como verdaderos cristianos. Y yo les animo en el nombre de Jesús, no se atemoricen, por favor, estos son tiempos para que usted se ponga toda la armadura de Dios como dice el escritor de Efesios: Cuando venga el día malo, vístase toda la armadura de Dios y habiendo pasado el día malo que se le encuentre a usted parado firme.

Estos son tiempos para que no aloje en su corazón la ansiedad, no le de cabida en su espíritu a la depresión, no deje que las circunstancias le quiten el ánimo, no deje de conversar, de reírse, de decir chistes, de leer la palabra, de gozarse en las cosas importantes de la vida. Dígale que no al diablo cuando le venga a susurrar depresión o ansiedad o miedo.

Mire, hoy yo estoy aquí por esa razón, yo siempre digo, mira, aunque sea en un trineo pero yo voy a llegar a la iglesia, si puedo, porque yo tengo guerra, mire, yo tengo guerra a muerte contra el miedo, la depresión, las circunstancias adversas. Yo quiero darle la gloria a Dios y vivir por el espíritu no por la carne. No siempre lo logro pero en todo lo que yo pueda yo quiero vivir en esa forma la vida y como dice la Biblia, todo lo puedo en Cristo que me fortalece. El Señor no sabe de circunstancias difíciles o de dificultades, para él todo es sí y amen.

Y nosotros somos sus hijos y tenemos la misma genética espiritual que tiene Dios la tenemos nosotros, porque él sopló de su esencia y de su naturaleza en nosotros. Así que como él vence con la fe que él tiene, que es infinita, nosotros vencemos con la fe que él nos ha dado a nosotros también. Cualquier situación que tu estés confrontando a mí no me importa cuál sea hay poder en la palabra de Dios, hay poder en los principios espirituales. Aprende a vivir por fe. Aprende a vivir conforme a los principios de la fe. Y eso es lo que yo quiero compartir con ustedes.

Josafat fue un hombre que cuando vino la prueba a su vida él no se metió en una esquina a deprimirse sino que dijo, vamos a convocar una gran reunión, vamos a reunir a toda la comunidad y vamos a orar juntos y vamos a clamar a Dios porque él es la única esperanza que tenemos, y en ese contexto de fe llovió y descendió el programa de Dios. Y Dios usó a Jaaziel y Jaaziel dio la palabra y vino esa palabra y miren el versículo 17, es un versículo que yo digo es un versículo preñado, es un versículo lleno de enseñanza. La palabra profética de Dios fue esta:

“… No habrá para que peleéis vosotros en este caso, paraos, estad quietos y ved la salvación de Jehová con vosotros. Oh, Judá y Jerusalén, no temáis ni desmayéis, salid mañana contra ellos porque Jehová estará con vosotros….” Gloria al Señor.

Mire, escriba ese versículo y póngalo en su refrigeradora, búsquese un imán y péguelo ahí en la nevera. Cada vez que usted abra la nevera lea ese versículo porque está lleno de enseñanza.

Lo primero que dice, hay muchos principios espirituales aquí, como les digo, voy a estar compartiendo esos principios espirituales de fe. Dice, no habrá para que peleéis vosotros… a mí me resulta revelador, en este caso. Digan todos, en este caso. ¿Por qué dijo el profeta en este caso? Porque en este caso Dios iba a hacer un milagro rotundo, claro y tajante. Era un milagro donde Israel no iba a tener que dar un tajo, como dicen los portorriqueños, no iba a tener que disparar un solo tiro. Dios lo iba a hacer todo. Lo único que ellos tenían que hacer era adorar al Señor y presentarse allí al campo de batalla. Y todo lo demás Dios lo iba a hacer él.

Y yo les digo que muchas veces, hermanos, en la vida de fe hay veces en que Dios va a actuar así, en que lo único que tu tienes que hacer es adorar al Señor, reclamar la palabra de Dios, declarar con tu boca que Dios es fiel, y Dios va a hacer la obra. Pero ¿qué pasa? En otras ocasiones, en otros casos, Dios va a requerir que tu te ciñas los lomos, te remangues la camisa y te fajes a trabajar duro. Y él va a trabajar a través de tus esfuerzos.

A diferencia, digamos, una persona que necesita un trabajo y está ahí en su cama con las frisas hasta el cuello, por la mañana, oh Señor envíame un trabajo, yo creo que tu eres milagroso, Dios, tu eres fiel. Y Dios dice, mira, levántate y busca un periódico, léelo y llama por teléfono y yo voy a bendecirte en ese esfuerzo y vas a conseguir lo que necesitas.

Hay casos en que Dios dice, mira, créeme y declara mi bendición y muévete por fe. En otros casos, Dios va a querer que tu te fajes a trabajar duro y que tu creas que en esa exersión de energía el poder de Dios va a estar contigo. Hay dos modelos de vida y a veces va a ser uno y a veces va a ser otro. Muchas veces Dios ha trabajado en mi vida a través de mis esfuerzos, ahora, yo siempre le doy gloria a él porque yo sé que mis esfuerzos fueron simplemente el vehículo que Dios usó para encarnar su poder a través de mí, porque él quiere que yo sea un varón esforzado y valiente así como quiere que tu seas una mujer esforzada y valiente. Es más, yo diría que en la mayoría de los casos Dios quiere que tu te esfuerces y seas valiente y él dice, yo te voy a bendecir en lo que tu emprendas. Si tu lo que necesitas es educarte, yo te voy a bendecir, pero vas a tener que pelar pestañas y vas a tener que estudiar, y vas a tener que fajarte, porque yo no te voy a dar esa A así por así simplemente, tienes que poner tu parte y yo te voy a bendecir y te voy a dar esa profesión que tu buscas. Yo te voy a dar esa bendición pero tienes que escarbar, buscar, tocar y pedir.

Y en otras ocasiones, sin embargo, Dios escoge, mira, hay veces que antes que tu abras tu boca ya Dios te ha bendecido. En este caso Dios le iba a dar una bendición casi gratis, en otros casos va a requerir esfuerzo. Un primer principio espiritual.

Segundo, el profeta dice, paraos, estad quietos y ved la salvación de Jehová con vosotros. Mire donde aquí hay la otra parte de eso que yo acabo de decir. Hay veces que, y es más, yo diría que siempre, el creyente tiene que aprender a encontrar lo que yo llamo, es como the fulcrum, es, como dijera, es el eje, es el punto central, es el punto de apoyo donde tu te puedes parar. Puede ser una palabra de Dios, puede ser una promesa, puede ser alguien que te da una palabra profética, pero como que nosotros los cristianos tenemos que aprender a pararnos sobre lo que Dios ha dicho y lo que Dios ha declarado. Por eso es tan importante que nosotros aprendamos bien la palabra de Dios y que cuando Dios te da una palabra para tu vida, o para una lucha, o un quest, una jornada, una aventura, que tu encuentres esa palabra en la Biblia que tiene que ver con tu drama que estás viviendo. Y cuando Dios te de esa palabra tu la recibes y como que haces una bandera de esa palabra y esa palabra va a ser el lema de tu batalla.

Muchas veces Dios me habla así, mientras yo estoy leyendo la Biblia como que un texto hace así como que cobra relieve y adquiere tres dimensiones y Dios me dice, ese es el texto que yo quiero que tu uses.

Cuando nosotros estábamos batallando aquí en el vecindario por recibir el permiso de la ciudad para comenzar el proceso de la construcción del santuario, había tantas luchas allá afuera y el vecindario estaba hostil porque Boston no es un lugar muy bueno para las iglesias tratar de construir, y no lo tengo por aquí, no me voy a detener a menos que lo encuentre muy rápidamente pero Dios me dio un salmo y yo puse en ese salmo una nota que, de nuevo déjeme ver si es el salmo 144. Yo escribí, esto yo lo escribí hace varios años, esa cosita aquí y la tengo ahí en el lugar, en el salmo 144 dice esta notita dice, salmo de mi batalla por la construcción del nuevo templo. Yo lo guardo allí donde está el salmo 144, ahí lo tengo porque fue un tiempo de mucha lucha.

Y mire uno de los versículos que Dios me dio en ese tiempo porque teníamos que ir a la ciudad a las agencias sociales de la ciudad, a los grupos de vecindario que no ven nuestra postura teológica con buenos ojos, y ellos tenían que soltar la bendición y dejar de pelear contra los permisos que la ciudad tenía que darnos. Ese salmo 144 en uno de los versículos dice, bendito sea Jehová mi roca quien adiestra mis manos para la batalla y mis dedos para la guerra. Dice misericordia mía y mi castillo, fortaleza y mi libertador, escudo mío en quien he confiado el que sujeta a mi pueblo debajo de mí.

Estas palabras me dieron a mi fortaleza porque yo estaba peleando una batalla y yo sentí que Dios me dijo, mira, coge esa declaración y ve con ella al mercado y ve con ella a la pelea. Y yo recibí eso e hice ese salmo el lema de mi pelea.

En otra ocasión de crisis en mi vida Dios me dio hace tiempo otro texto, creo que es el salmo 40, si no me equivoco, o el 37 donde dice, usted me ha oído citarlo, pacientemente esperé a Jehová y se inclinó a mí y escuchó mi clamor y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso, puso mis pies sobre peña y enderezó mis pasos, puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios, verán esto muchos y temerán y confiarán en Jehová.

Y yo entré en un tiempo de prueba, duró meses pero yo me agarré de esa palabra y cada parte de ese texto me decía algo y me prometía algo y lo último que ese texto decía puso en mi boca cántico nuevo, y yo sentí que Dios me estaba diciendo, cuando tu hayas pasado por esta prueba tu vas a ser un hombre diferente, tu ministerio va a tener otras cualidades y yo voy a poner un cántico nuevo en tu boca. Y los que sepan de tu batalla y hayan visto el antes y el después, como dice aquí, verán esto muchos y temerán y confiarán en Jehová. Porque sabes lo que pasa, después que tu has pasado por las pruebas hay mucha gente mirando a ver si tu te vas a hundir y hay mucha gente esperando a ver si Dios lo va a sacar del aprieto, o si se va a hundir. Y hay otros que quieren que tu te hundas y tenemos una cantidad de testigos siempre alrededor de nosotros y Dios dice, no te preocupes que cuando hayan visto tu proceso y hayan visto como yo te puse en tierra firma, en roca segura, verán esto muchos y temerán y confiarán en Jehová.

Porque cuando la gente te ve pasar por la prueba y que tu sales oliendo a rosas y azucena dicen, guau, verdaderamente Dios está con él, Dios está con ella, y temen a Dios y confían en el Señor, y tu eres una fuente de aliento para otros. Por eso es que hay que encontrar esos textos y así yo les podría decir, Dios me ha hablado en este tiempo, por ejemplo, me ha dado textos para esta etapa del proceso de la construcción del templo y yo creo que estoy moviéndome en esas palabras. Esos textos me hablan a mí y me dan fuerza y yo me paro sobre ellos. Ese es mi punto de batalla.

Cuando yo uso la espada la uso parado en ese territorio porque los golpes de espada que tu das cuando estás parado sobre la palabra de Dios son diez mil veces más poderosos que cuando tu lo estás simplemente parado en otras cosas.

Entonces, el profeta dice, paraos, estad quietos. Mire, muchas veces, hermanos, el lugar más poderoso de un hombre, una mujer de Dios es la quietud, el descanso, porque cuántas veces la agonía y la angustia nos agota. Y yo le pido al Señor, Padre, yo no quiero vivir mi vida en agonía y en angustia, yo quiero vivir siempre renovándome como el águila, en el aire, cobrando nuevas fuerzas para poder seguir la batalla.

Muchos hombres y mujeres cuando trabajan y sirven al Señor se queman y mientras pasan los años, más se debilitan. Yo creo que el hijo de Dios debe ser lo contrario, mientras más se mueve en el poder de Dios y la palabra de Dios, y mientras más procesa los principios del Evangelio más fuerte debe ser. Y debe encontrar más quietud, y debe ser más económico en el uso de sus energías, y puede hacer mucho más desgastándose menos porque gasta menos gasolina, su motor, su transmisión se hace más eficiente y entonces consume menos gasolina y puede hacer más porque está cultivando quietud.

Mucha de la gasolina que nosotros gastamos es por ansiedad y preocupación. No dormimos bien, gastamos energía mental preocupándonos y anticipando el desastre y nos desangramos gotita a gotita, como una mujer con flujo de sangre: gotita a gotita se desangra y se debilita. Y así pasa con los hijos de Dios. Muchos de los decaimientos es por preocupación, ansiedad, no porque Dios quiere que así sea. Cuando uno aprende a estar quieto en el Señor eso es tu punto de poder.

¿Qué dice la palabra? Tu guardarás en perfecta paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera. Estad quietos y sabed que yo soy Dios. Y tantos otros textos que nos hablan de la quietud.

Dice, en descanso y quietud seréis salvos, en reposo y descanso será vuestra salvación. Hay algo en la quietud, no quietud como cualquier quietud, es una quietud en Dios, es una quietud donde el diablo está rugiendo alrededor de ti, las tormentas están rugiendo alrededor de ti, te están susurrando destrucción que viene y tu estás tranquilito en el Señor, y tu aquietas como un maestro de budismo zen, como un samurái espiritual, tu te centras y dejas que el mundo gire alrededor de ti y tu te olvidas y te metes en el centro de Dios y encuentras ese lugar de quietud. Eso tiene un poder increíble.

Mire a Jesús en la barca, la tormenta alrededor rugiendo, la barca parece que se va a hundir, los discípulos se están volviendo locos de miedo y creen que la barca se va a destruir y está el Señor allí roncando a pierna suelta. Y se acercan a Jesús y le dicen, Señor ¿tu no ves que nos estamos hundiendo, qué te pasa, tu no nos amas? ¿Cómo te descuidas así? Y el Señor se despierta y ve alrededor y ve la tormenta y dice, paz, eso es todo lo que él dijo, estate quieta. Dicen que enseguida el mar se tornó como un vidrio, se tranquilizó todo y ellos se asombraron. Y el Señor les dijo, por qué temisteis hombres de poca fe.

¿Qué le permitía al Señor estar tranquilo en medio de la tormenta? El sabía quién él era, él sabía que él tenía una misión que cumplir, él sabía que él era Dios mismo y que esa tormenta no tenía poder. Mientras él estuviera en esa barca, esa barca absolutamente no se podía hundir porque él estaba parado en su identidad como Hijo de Dios.

Y es asi en la vida, hermanos, nosotros tenemos que decir, Señor, ayúdame a encontrar paz en medio de la tormenta, ayúdame a pararme en lo que tu has declarado, ayúdame a callar las voces del miedo y estar quieto.

Y sabe lo que pasa? Cuando usted se para sobre la palabra que Dios le ha dado, cuando usted se está quieto y encuentra el eje de su vida, usted tiene entonces ocasión de ver la salvación del Señor. Y entonces viene la bendición a su vida y puede que se tome meses, semanas, años, pero usted va a ver la salvación de Jehová y mientras tanto usted está tranquilo en el Señor, están rugiendo las voces pero usted está tranquilo. No ve lo que dice, ved la salvación de Jehová con vosotros, oh Judá y Jerusalén, no temáis ni desmayéis. Hay veces que uno tiene que decirse a sí mismo, no temas y ni desmayes. Hay veces que la ansiedad viene de tal manera a su vida que si usted no se cuida usted se va a romper en pedazos de tanto temblor que tiene por dentro.

¿algunos de ustedes ha pasado por tiempos de esas horas de la madrugada en que viene la ansiedad y se le mete adentro como un demonio y usted dice, cómo voy a pasar yo el día hoy, qué me espera en este día? ¿Qué hace uno en ese momento, qué hace uno? Va a donde el médico para que le llene de pastillas la cabeza a uno y lo ponga como un zombi y busca refugio….? Mire, yo le digo si eso es lo único que usted puede hacer según su fe, si eso es lo que hay que hacer hágalo, no voy a decirle que no porque hay personas que quizás necesitan esa ayuda, pero yo diría que hay una mejor manera. Tómese una pastilla de fe y de poder de Dios y de bendición y promesa de Dios. Pruebe a Dios primeramente.

Hay muchas veces que lo único que usted necesita es aprenderse dos o tres o cuatro buenos salmos y recitarlos y usted va a ver cómo las aguas bajan de nivel enseguida, unos cuantos versículos que usted puede tirarle al diablo en la frente para destruir al gigante. Por eso es importante, memorice la palabra de Dios, tenga acceso a la palabra de Dios.

Hay mucha gente que el único tiempo que tienen contacto con la Biblia es cuando vienen a la iglesia y el resto de la semana nunca meditan sobre la Biblia. Yo creo que el hijo de Dios, la Biblia es su rifle, la Biblia es su espada, la Biblia es su weapon of choice y el cristiano guerrero tiene que, es como un soldado que si no aprende a usar el weapon, el arma, para qué sirve, y ¿cuál es el arma del cristiano? Es la palabra de Dios, es el recurso número 1 pero muchos de nosotros no hemos aprendido a usar la palabra.

Y yo creo que mire, I speak to you Young people, young adults, please learn, the old people, I’m going to use that term respectfully, they have learned the word of God by heart, many of them, they know it, they have memorized it. Their bibles are full of markings and the pages are weathered and broken up because they use it. Please, learn the word of God.

Estudien la palabra del Señor, jóvenes, métanse en una dieta de bible y memorícense la Biblia porque cuando la palabra de Dios vive dentro de ti tu puedes sacarla en momentos de necesidad y entonces puede venir la bendición. Hay momentos en que si tu sabes un versículo o dos o tres, eso es todo lo que tu necesitas para que venga la paz a tu vida. Y hay muchas veces que una palabra va a surgir en un momento de crisis y va a salir de tu boca, y tu no sabes dónde estaba esa palabra pero sale de momento y esa es la palabra que tu puedes ir al banco con esa palabra y va a haber bendición para tu vida.

Es necesario que estemos yenos de la palabra del Señor y que le digamos a nuestra alma, alma, tranquila, descansa. Para mí hay textos que me dan paz, me dan descanso. Por qué te abates, oh alma mía y por qué te turbas dentro de mí, espera en Dios porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío.

Ve, cuando yo recito ese salmo, si hay tiempo de ansiedad yo puedo tomar la palabra del Señor y meterme dentro de ella y pronunciarla como si fuera yo, mi alma, hablándola, dice, como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan diciéndome cada día dónde está tu Dios. Hay muchas veces que la mente y la gente te dice así, aha, mira, tu que dices que Dios es tan fiel y que es tan bueno, ahora, por qué estás en esa situación? Entonces ahí usted tiene que decirle al alma, ¿por qué te abates oh alma mía y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios porque aún es de alabarle salvación mía y Dios mío.

Hay un momento en que usted tiene que hablarle a sus emociones con la palabra de Dios para que esas emociones se domen y asuman su verdadera postura, que es la postura de fe. Entonces, dice, no temáis ni desmayéis, salid mañana contra ellos. Hay que salir contra el problema. No esperes que el problema venga a ti.

Los hebreos estaban esperando a que viniera el ejército y Dios le dijo, no, salgan ustedes y encuéntrenlos en el camino. Ese principio, yo creo que lo mencioné el domingo pasado, no deje que los problemas ganen el control de tu vida. Cuando venga un problema a tu vida, sea familiar, matrimonial, salud, finanzas, emociones, lo que sea, no le dejes el problema tener soberanía y señorío sobre tu vida. No dejes que el problema te controle a ti. No te metas tanto dentro del problema que todo lo que tu veas es el problema, sino que en ese momento tu tienes que salir contra el problema, tienes que determinar una estrategia, tienes que ayunar, orar, clamar, buscar, tocar, recordarle al Señor lo que él te ha prometido, recordar los tiempos en que él te bendijo, si hay algunos ajustes que hay que hacer en tu vida, hazlos.

Si hay alguien a quien tienes que pedirle perdón, pídele perdón. Si hay algo en tu estilo de vida que tiene que cambiar, cámbialo. Si necesitas fuerza para romper una atadura, ve y búsquela del Señor. Si tienes que confesar algo, búscate a alguien discreto y dile, mira, yo hice esto y esto y esto y quiero que ores conmigo y que pidamos perdón juntos. Lo que sea, si necesita un trabajo, ora para que el Señor te oriente a donde tienes que ir. Si vas a perder algo, entrégaselo al Señor y ya, como yo decía antes, brega con tus emociones. Es decir, siempre hay algo que uno puede hacer porque lo que el diablo quiere que tu hagas es que tu simplemente te eches a morir, que temas y desmayes.

¿Qué quiere decir desmayar? Bajar la guardia, dejar que los brazos se caigan y decir, ya yo no puedo más, no hay solución, ya viene la destrucción a mi vida. Dios dice, no, sal contra el problema. Métete a pelear contra el problema y no te des por vencido. El hijo de Dios nunca se debe dar por vencido. Eso fue lo que dijo Churchill, Winston Churchill, cuando venían los alemanes y parecía que la maquinaria nazi era irresistible completamente y en el momento más terrible de la historia de Inglaterra, una islita pequeñita comparada con esa maquinaria inmensa, esa mole nazi, alemana que venía a destruir a los ingleses, él le dijo al pueblo inglés, nunca, nunca, nunca, nunca se rindan, nunca se rindan y si eso lo podía decir un hombre humano, carnal, secular, cuánto más lo debe decir el hijo de Dios.

Dice la palabra, ni la muerte ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo futuro, ni lo pasado, ni lo por venir, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús. Esas son palabras que están allí por eso nosotros no nos podemos dar por vencidos. Dice, antes en todas estas cosas somos más que vencedores, en todas las situaciones que puedan venir a la vida, el cristiano dice, ¿saben qué? Yo voy a pasar a través de esa lluvia de meteoritos y voy a salir al otro lado con mi nave. Y cuando haya pasado la lluvia y la tormenta yo simplemente voy a quitar las maderas que puse sobre las ventanas, voy a abrir para oír los pajaritos cantando otra vez porque yo no me voy a desmayar, no voy a darme por vencido nunca porque Jehová estará conmigo, con nosotros.

Dios está con nosotros. Les voy a pedir que los músicos pasen por aquí rápidamente. Hermanos, les dejo con un último pensamiento porque esto es tan importante, esto es quizás el core, el centro de esta palabra. Cuando Josafat escuchó la voz de Dios a través del profeta animó al pueblo a creerle al profeta que había dicho esa palabra porque la estrategia que venía a través de la boca del profeta era tan increíble y tan difícil de aceptar que Josafat tuvo que decirle al pueblo, crean esto que ustedes han oído. Porque a quién se le ocurre contra un ejército inmenso primero exponerse, abrir las puertas de la ciudad para ir y encontrar al ejército enemigo, cuando tu lo que tienes es un grupito de gente. Lo natural, lo racional, lo militarmente correcto hubiera sido trancar las puertas y quedarse adentro y resistir. Pero en este caso el profeta le dice, no, salgan ustedes y entonces les dice, mire, ni se preocupen por llevar armas, lleven más bien a los sacerdotes y lleven a los adoradores y pónganlos enfrente. Y cuando venga el enemigo, adoren y glorifiquen al Señor.

Mire, si usted no me cree, vaya allí, mire el versículo 21,dice, y habido consejo con el pueblo, puso algunos que cantasen y alabasen a Jehová vestidos de ornamento sagrados mientras salía la gente armada y que dijesen, glorificad a Jehová porque su misericordia es para siempre. Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza Jehová puso contra los hijos de Amón, Moab, y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá y se mataron los unos a los otros.

La estrategia era alaba, glorifica, bendice al Señor y usa los músicos, los cantores, los sacerdotes y la palabra de Dios y ese va a ser el arma que tu vas a usar contra el enemigo. Era una estrategia loca. Mire hermano, la mayoría de las veces las estrategias del Señor son locas y Dios generalmente usa la debilidad contra la fuerza.

¿Qué usó con Gedeón? Cuando Gedeón fue contra los…. Bueno, después veremos, no se preocupen, lo que sea, eran enemigos, los madianitas creo que fue. ¿Cómo ganó Gedeón la batalla? Dice que cogieron cosas vasijas de barro y metieron antorchas dentro de ellas y rodearon al enemigo unos cuantos hombres, 300 de ellos, y en un momento quebraron todos a la misma vez los cestos de barro y gritaron, por Jehová y por Gedeón y eso hizo que el enemigo se confundiera y se mataron todos, unos a otros, y se ganó una gran batalla.

En otro caso los muros de Jericó estaban total….. ¿Quién se atreve a hacer eso hoy en día? Y una y otra vez uno ve que las estrategias de Dios, por eso es que yo decía, recuerden comencé esta serie preguntando ¿cómo será esto? Uno siempre se pregunta, ¿cómo se hará esto? Porque cuando Dios te dice yo voy a hacer un milagro en tu vida y uno a veces piensa en la magnitud del milagro, uno se rasca la cabeza pensando cómo, de dónde va a salir esa bendición que Dios dice que va a salir.

Pero ¿saben qué? Gloria a Dios que la estrategia no es tuya, es de Dios. Dios siempre tiene una estrategia y su estrategia es bien sencilla, bien fácil porque Dios es totalmente económico. Él no tiene que ponerse a elaborar una matemática bien completa y compleja, él tiene una respuesta sencilla. Uno se ríe a veces de las soluciones que Dios inventa. Y lo único que nosotros tenemos que hacer es caminar por fe, movernos por fe.

En este caso yo Dios le dijo, esto es lo que ustedes tienen que hacer, vayan, vistan a los sacerdotes, pónganlos delante y adórenme y yo me voy a encargar de lo demás. Ahora, a esto es que yo venía hermanos, cuando Josafat escucha él anima al pueblo a creer. Porque yo estoy seguro que la gente, hmmm, eso no es tan fácil así, eso no va a suceder de esa manera, comenzaron y entonces Josafat les dijo, miren, miren lo que dijo en el versículo 20, segunda parte:

Oídme Judá y moradores de Jerusalén, creed en Jehová vuestro Dios y estaréis seguros, creed a sus profetas y seréis prosperados. Se lo voy a leer una segunda vez: creed en Jehová vuestro Dios y estaréis seguros, creed a sus profetas y seréis prosperados.

Mis hermanos, esto que nosotros queremos hacer en medio de un enemigo económico muy poderoso no solamente quedarnos tranquilos y confiar en el Señor, sino proceder agresivamente a construir y a dar. En medio de esa crisis económica yo les estoy diciendo proféticamente, no solamente economicen, le estoy diciendo, denle al Señor.

Ahora, yo sé por ese silencio yo sé que muchos de ustedes no creen en lo que yo estoy diciendo en este momento. Por ese silencio yo sé que muchos de ustedes reciben lo que yo estoy diciendo con cierto temor, y es natural, y hasta con cierto escepticismo. Este es un vendedor de sirup raro diciéndome que lo compre que el pelo me va a crecer si yo lo uso. Mire, yo le estoy hablando, hermanos, esta mañana lo dije y vuelvo a decirlo, la construcción de este templo yo no la estoy prosiguiendo como pastor, la estoy prosiguiendo como profeta. Se lo digo así en esa manera, no tiene que aplaudir. Yo creo que estoy moviéndome en una energía profética. Yo creo que me estoy moviendo en algo sobrenatural porque yo les aseguro que lo que yo quisiera es quedarme callado y esperar, y simplemente decir, vamos a cerrar esta tienda y olvidémonos de ese sueño y vamos a pasar esto así nadie piensa que yo estoy obsesionado o que estoy explotando a la gente o lo que sea, y yo quisiera estar tranquilo en este tiempo, pero ¿saben qué? El fuego dentro de mí no me deja hacer eso. Yo pienso que si yo no hiciera todo lo posible por propiciar esto yo les estaría robando a ustedes la mayor bendición que Dios tiene para esta comunidad. Yo siento sinceramente que Dios ha escogido este tiempo para probarnos a nosotros como la viuda de Zarepta de la cual voy a predicar.

Esto que nosotros estamos viviendo lo estamos viviendo en el texto de la viuda de Zarepta. Yo les dije hace un momento que a veces hay textos que Dios me dice, este es el texto que tu tienes que usar para la batalla. Bueno, la batalla de la construcción de este templo es en la modalidad de la viuda de Zarepta, Elías y la viuda de Zarepta. Ese es el texto lema donde esta viuda tenía casi nada que comer, se iba a morir, dijo, yo lo único que me queda un poquito de harina y un poquito de aceite y Elías va donde ella y le dice, escandalosamente, dame a mí primero un poquito de comida y después coman tu hijo y tu y yo te prometo que no te va faltar comida ni aceite todo el tiempo de esta hambruna.

Óigame, con qué corazón le dice a una persona que no tiene casi nada, dame a mí primero de comer. Me meterían preso, me sacarían de la ciudad como un charlatán. Pero Dios le dice a esa mujer, dame a mí de comer primero a través del profeta y yo te prometo que a través de ese sacrificio, ese acto escandaloso yo voy a desatar la bendición en tu vida.

Esta mujer le creyó al profeta y dice que nunca le faltó comida a ella y a su hijo mientras duró toda el hambre en ese tiempo en Zarepta. Porque hay veces que Dios pide que tu hagas algo escandaloso para soltar la bendición en tu vida. Yo siento, hermanos, que si nosotros pasamos esta prueba la bendición va a venir a esta comunidad de León de Judá como nunca antes y que Dios nos está probando como hace tantas veces en la Escritura y te pone una adivinanza y te dice, si tu la resuelves yo te voy a bendecir después de ella. Si tu me das lo que tu más amas, le dijo a Abraham, si tu me das tu hijo, tu único hijo, es más, no le dijo que le iba a dar nada, le dijo simplemente, dame tu hijo, tu único hijo. Y Abraham se lo iba a dar, le iba a meter él mismo el cuchillo y Dios le dijo, aguántate, cada tu me negaste lo que yo te pedí te voy a dar hijos en abundancia, te voy a dar descendencia, te voy a enriquecer y vas a ser de bendición a otros.

Mis hermanos, cuando Dios le pide algo y ese algo es de él y es profético, métase en esa palabra y usted va a ser bendecido. No sé si me estoy haciendo claro. Créanle al Señor y créanle a sus profetas y serán prosperados. Vivan en la fe y vivan en la palabra de Dios.

Óigame yo les dije que este es un tiempo en que usted tiene el privilegio como pocas veces en su vida de vivir la palabra puramente. En estos tiempos que estamos viviendo de escasez la única gente que va a ser prosperada y bendecida serán los que encuentren la rendija de la palabra de Dios. Los que encuentren esa palabra para sus vidas, los que se muevan genuina y auténticamente en el espíritu, los que le quiten todo el polvo a la madera de encima, y la brillen, la pongan a brillar otra vez y saquen la espada mohosa que hace años que no la usan y la brillen y le pongan aceita, la pongan a brillar otra vez y comiencen a usarla. Esos son los que van a ser prosperado y bendecidos. Yo les planto en el nombre del Señor una semilla, viva en fe en este tiempo de su vida. Créale al Señor y usted verá que va a ser bendecido y prosperado.

Pongámonos de pie, hermanos, vamos a darle gloria y honra al Señor por todo lo que hemos recibido en este día. Internen su corazón allí, lo que usted ha recibido y dígale, Padre, lo meto bien hondo, esa semilla bien hondo en mi tierra y la declaro vivificada y despertada dentro de mí. Ayúdame a ser un hombre, una mujer de fe, ayúdame a ponerlo todo sobre la mesa y a vivir por tu palabra en el nombre de Jesús. Levanta, Señor, un pueblo poderoso, un pueblo de fe, un pueblo que le crea a su Dios y gracias porque tenemos el privilegio de aprender a vivir por fe, Señor.

Te adoramos y te bendecimos. Te entregamos nuestra vida, todo lo que tenemos, todo lo que somos lo ponemos, Señor, a tu disposición. Se glorificado, alabado sea tu nombre. Gracias Jesús. Amen y amen. Gloria a Dios.

Read More
español christian De Santiago español christian De Santiago

El poder de la fe

TRANSCRIPT

Segundo de Crónicas, Capítulo 20, comenzando con el versículo 1. Yo voy a estar en estos días hablando mucho acerca de esta dinámica de fe, la dinámica de la fe porque queremos engendrar fe en el pueblo de Dios y en mi propia vida también porque hay luchas grandes, hay tareas grandes, hay circunstancias alrededor de nosotros que exigen esa postura de fe y la Biblia dice que sin fe es imposible agradar a Dios. La fe es el conducto esencial para la vida del hijo, de la hija de Dios. No se puede ir mucho por debajo del elemento de la fe. No se ponen las cosas más simples ni más sencillas en la vida cristiana que hablando del concepto de la fe. Y este es un pasaje maravilloso porque para mí ilustra en una forma muy sencilla, muy escueta, muy gráfica la dinámica de la fe. Hay situaciones en la vida que son mucho más complejas en términos de cómo la fe y el poder de Dios se manifiesta y muchas veces en nuestra propia vida los elementos de fe se hacen más complejos junto con los elementos de la participación nuestra de los principios de la cruz y de la prueba en la vida del cristiano y otras cosas que ese mezclan y que hacen mucho más complejo el elemento de la fe.

Pero aquí tenemos el poder de la fe y los conceptos del espíritu expresados en una forma tremendamente clara, muy sencilla y por eso este pasaje es muy bueno. Porque aquí tenemos una crisis, tenemos gente que le cree a Dios, tenemos una oración y un clamor a Dios y tenemos un Dios que responde a esa fe y a ese clamor y tenemos una victoria sobre la crisis. Esos son los elementos claves de la vida de fe, están aquí retratados en una forma muy, muy clara y en una forma en que el pueblo de Dios no hace casi nada, excepto simplemente constituirse en un canal del poder de Dios por medio de su fe.

Es decir que lo que vemos aquí es fe como dijera yo, encarnada, fe gráficamente descripta, los procesos de la vida espiritual expresados en una forma tremendamente claros y sencillos. Este evento en la vida de Israel se dio durante el reinado del rey Josafat y habla acerca de una crisis nacional que viene a la vida de Israel. Un ejército inmenso ha salido de su país y se acerca hacia los muros de Judá, vienen a conquistar, vienen a destruir, vienen a poseer la tierra del pueblo de Dios. Es un ejército sin misericordia, violento, viene a matar, a robar y a destruir. Se desata una crisis nacional y Josafat entra en acción al respecto y al nosotros ver cómo se desarrolla esto vamos a poder entender un poco mejor cómo nosotros también podemos lidiar en la situaciones de la vida que nos vienen.

Ahora, yo les animo a pensar que fe no es solamente para resolver crisis, fe no es solamente para salir de apuros, fe también es para vivir la vida proactivamente, para vivir la vida positivamente, para impedir y prevenir las crisis, para vivir teniendo al enemigo en jaque mate, manteniéndolo a raya, manteniéndolo sujeto para que nuestra vida pueda prosperar y ser bendecida. ¿Hay alguien por lo menos que entiende lo que estoy diciendo aquí? ¿Cuantos pueden decir amen a lo que estoy diciendo? Amen.

Es decir, la vida cristiana no es solamente para ser vivida a la defensiva y para resolver crisis por medio de la fe, sino que sobretodo es para vivir en la bendición y la prosperidad de Dios porque Cristo ha dicho, yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia. Él no dijo, yo he venido para que sobrevivan, sino para que tengan vida en abundancia. Amen. Y la fe es el canal, es el instrumento, es el conducto por medio del cual Dios puede realizar y ejecutar los buenos propósitos que él tiene para nuestra vida.

Entonces digo aquí, este pasaje es importante porque exhibe la dinámica de la fe en una forma clara y escueta. Ya dije, crisis, primero, después clamor, después intervención divina, y finalmente victoria. Cuatro elementos que son las cosas básicas de la fe, una situación de necesidad en nuestra vida, una petición a Dios, Dios entonces interviene y vemos un cambio, una transformación. Esa es la dinámica de la Escritura, desde Génesis hasta Apocalipsis, esa es la dinámica esencial, cambian los personajes, cambia la trama, cambian las circunstancias, pero la dinámica de fe y de espiritualidad es la misma desde la vida de Daniel, la vida de Moisés y el pueblo de Israel, la vida de José, la vida de Gedeón, la vida de Ester, de Ruth y su suegra, de Pedro y sus luchas, Pablo y su ministerio, María cuando recibe la promesa de Dios y su situación, el Dios que interviene respondiendo a una necesidad y que da victoria a través de aquellos que creen en él. Esencialmente esa es la dinámica de la fe, de creerle a Dios y de ejercer fe en los asuntos y las situaciones de la vida.

Ahora, generalmente yo digo aquí, las cosas no son tan claras como lo vemos presentado en este pasaje en la vida cotidiana. Pero para aprender hay que ir de lo sencillo a lo complejo y por eso este pasaje es tan bueno porque quita muchas complejidades y deja la dinámica de la fe esencialmente aquí. En otras palabras, usted no comience enseñándole a un niño cálculo o física, sino que usted comienza con aritmética y entonces poco a poco va entrando a geometría, a trigonometría, hasta que termina en cálculos y otra cosas. Pero lo esencial es simplemente las cosas básicas.

Ahora bien, a pesar de esa sencillez artificial aquí, es así esencialmente que se pelean las batallas de la vida, así es que se viven las situaciones de la vida, así es que se lleva la vida en la dinámica de la fe. Lo primero que vemos aquí, hermanos, es bien interesante: el rey Josafat, que Dios usa para liberar a Israel de su crisis, era un hombre común, espiritualmente hablando, Josafat no era un gigante espiritual, no era un hombre digamos profundamente espiritual, como hubiera sido David quizás o algo así. No, Josafat era un hombre con pies de barro. No tengo tiempo para desarrollarlo pero lea el Capítulo 19 y el Capítulo 21 y usted verá que Josafat fue un hombre que cometió errores. De hecho, el relato del reinado de Josafat comienza con una gran crisis que él mismo se ha acarreado juntándose con un rey impío, Acab, y casi pierde la vida, pero porque era un hombre que amaba a Dios, Dios tuvo misericordia de él. Pero era un hombre con pies de barro.

¿Y por qué digo yo esto? Porque no tenemos que ser gigantes espirituales nosotros para ver la gloria de Dios en nuestra vida. Ahora, es importante claro, ir hacia lo mejor, ¿verdad que sí? Es importante uno querer crecer cada día más y más, pero a veces nosotros creemos, bueno, yo tengo que ser un gran hombre o mujer, un misionero, un genio espiritual para que Dios se mueva en mi vida, y eso es para los grandes, los poderosos. No, mire, a Dios le encanta moverse a través de gente común y corriente, gente con pies de barro, gente que está todavía peleando sus batallas y que está en proceso de mejoramiento. Quién de nosotros puede decir, yo estoy ya perfeccionado. Si lo digo, estoy ya cometiendo el primer pecado: estoy mintiendo. Pero todos nosotros tenemos necesidades, pero Dios en su misericordia usa la fe para romper barreras. Así que tu no tienes que ser un gigante, una gigante espiritual, tu puedes ser una persona con luchas, con inconsistencias, y estar en proceso, pero Dios puede usar la fe para romper las barreras. La fe es para todo aquel, toda aquella que cree. Eso es lo importante.

David, Abraham, Gedeón eran gente con pies de barro, cometían sus errores, violaron la ley de Dios en situaciones, pero eran gente que amaban al Señor, amaban la palabra de Dios, creían en Dios y eso permitió que vivieran a un nivel más alto. Así que el primer principio que está aquí es que Dios usa tu fe, no tu perfección para moverse. Que lindo sonó eso. Dios usa tu fe no tu perfección. Muy importante eso.

Ahora, vemos aquí en este pasaje, surge una gran crisis, un gran enemigo viene contra Israel. Capítulo 20 dice:

“… Pasadas estas cosas aconteció que los hijos de Moab y de Amón y con ellos otros de los amonitas vinieron contra Josafat a la guerra y acudieron algunos y dieron aviso a Josafat diciendo, contra ti viene una gran multitud del otro lado del mar y de Siria, y he aquí están en Hazezón Tamar, que es en Guedi….”

Hay una crisis que desata, un problema, cuántos de nosotros hemos visto un problema, una crisis, una necesidad, una situación apremiante venir, un momento de sufrimiento en nuestra vida. La pregunta es no si vamos a tener esos momentos, sino, cuándo vengan esos momentos qué vamos a hacer y cómo vamos a lidiar con la situaciones de la vida. En el mundo, dice la palabra, hallaréis aflicción. Pero Cristo dijo, pero confiad, ahí está el concepto de fe, porque yo he vencido al mundo.

Surge una gran crisis, un gran enemigo viene contra Israel. Ahora, la manera en que Josafat confronta la situación, la manera en que él reacciona a la situación es lo que tenemos que mirar aquí. Vamos a analizar cómo Josafat confronta esta situación y vamos a aplicar esas verdades y esos principios a nuestra propia vida. Amen.

Se me ocurre, English speaking brothers and sisters you have your translation, you’ll have access to your listening ok, you have earphones and so on? If you don’t please, raise your hands and we’ll get one for you.

La manera en que Josafat confronta la situación, número 1: lo primero que hizo Josafat fue que reconoció la situación, reconoció el peligro, vio claramente lo que estaba confrontando. Fue específico en definir y reconocer su situación. Es importante que nosotros sepamos lo que estamos viviendo, que no vivamos como pensando en pajaritos en el aire como el avestruz con la cabeza metida en la arena. A mí me gusta reconocer mis gigantes, me gusta reconocer mis problemas, mis limitaciones, mis luchas, la circunstancia de mi vida. Tengo que nombrarlos. Dios quiere un pueblo realista. Mucha gente está viviendo una vida artificial, disfrazan sus defectos, ignoran los problemas financieros hasta que les dan con un bate en la cabeza. Y ahí está la pobre mujer diciéndole, mira, paga el bill de la luz, y uno va, pues no te apures, que Dios es misericordioso y cuando viene a ver un día, prende la luz y nada sucede. No, mire su situación, sea específico en definir sus problemas.

Hermanos, la especificidad es clave en la vida cristiana, el ser específica, es uno de los principios más poderosos que hay en la vida cristiana. Y yo se los voy a señalar más adelante, pero él reconoce el peligro, define y reconoce su situación.

En el versículo 2 él ve que viene contra él una gran multitud, vienen del otro lado del mar y de Siria, están en una ciudad vecina, en una región vecina y vienen contra él. Él está claro en lo que está sucediendo. Se informa bien sobre lo que está pasando y experimenta temor en su corazón.

Por ejemplo, en este tiempo de la cuestión de la construcción del templo, y esta es una de las grandes tareas que yo tengo por delante como pastor, es la principal de este año, que me he planteado. Yo tengo que medir exactamente lo que conlleva esta tarea. Ya yo he hablado con consejeros financieros, tenemos una estrategia para negociar con los bancos y presentar claramente nuestras finanzas. He identificado los aspectos de este proceso, está el financiamiento a través del banco, está la campaña financiera, hemos estado planificando durante meses todas estas cosas, está el aspecto de la contratación de una Compañía de construcción, está el encaje entre los recursos de construcción que nosotros podemos aportar y la dirección que se necesidad muy profesional, altamente profesional de parte de Compañías de construcción dada la naturaleza compleja de lo que vamos a emprender. Yo he tenido que reconocer la economía en que estamos viviendo y saber que es un tiempo difícil para ajustar mis expectativas y para ajustar también la forma en que yo les presento a ustedes la tarea que tenemos por delante.

Es decir, todas estas cosas, el elemento de fe no obvia, no impide que nosotros veamos estas cosas y que, como hizo Moisés, espiemos la tierra antes de poseerla. Es decir, la fe no niega la lucidez, las dos cosas tienen que ir juntas. Tenemos que pedirle al Señor sabiduría e inteligencia. La Biblia habla de ciencia también. Pídele al Señor que te de inteligencia, sabiduría, estrategia. Yo les decía ahí en el video de que este es un tiempo en que como hay tanta carencia y tanta esterilidad en la economía, se necesita gente dotada con sabiduría especial para encontrar los recursos donde otros no lo vean. Así que por eso tenemos que pedirle al Señor, dame sabiduría, dame estrategia para yo escarbar y encontrar donde otros no encuentran nada. Se necesita una estrategia de parte de Dios.

Entonces, él reconoce el peligro, eso es lo primero que veo aquí, con lucidez, con claridad, define la situación. Tu tienes que definir tus problemas, ponle nombre y apellido y un segundo apellido también si es necesario y preséntaselo al Señor claramente.

En segundo lugar, algo muy importante que hizo, se humilló y consultó al Señor. Mucha gente sufre porque prefieren hacer las cosas con su inteligencia, buscan a Dios ya como último recurso y no se llevan de consejo y no buscan sabiduría de Dios. Aquí dice en el versículo 3 “…que entonces él tuvo temor y Josafat humilló su rostro para consultar a Jehová…”

Hay que pedirle al Señor sabiduría. El Apóstol Santiago dice en Santiago Capítulo 1, si alguno tiene falta de sabiduría, ¿Qué hace? Pídala a Dios, el cual da abundantemente y sin reproche y le será dada. Lo primero que yo busco cuando tengo necesidad o una tarea en mi vida es, Señor, dame sabiduría, dame la estrategia. Porque yo creo en un Dios que habla, un Dios que ilumina, un Dios que nos dice por dónde tenemos que caminar. El Espíritu Santo es el instructor, dice la Biblia que él nos llevará hacia toda verdad. Cree, pídele al Señor sabiduría y humíllate. Dile, Señor, la verdad es que yo no tengo lo que necesito. En este tiempo yo tengo que decir, Padre, esto es un milagro solamente. Solamente tu moviéndote en una manera extraordinaria podemos llegar a la victoria. En debilidad hay gran poder, hermanos, en reconocer nuestra debilidad, en cultivar un sentido de debilidad hay poder. ¿Por qué? Porque el hombre sin Dios, la mujer sin Dios, el cultivar debilidad lleva a depresión y lleva a fracaso, y lleva a inacción. Pero el hijo de Dios, la mujer de Dios cuando cultiva debilidad en el espíritu, lo que hace es reconocer, yo no tengo la victoria pero Dios sí la tiene, yo no tengo la respuesta pero Dios sí la tiene, yo no tengo el poder pero Dios sí lo tiene. Yo no tengo las armas, pero Dios sí las tiene.

El Apóstol Pablo dice que cuando soy débil entonces soy fuerte por tanto, dice, me gozaré en las debilidades para que el poder de Dios se manifieste más poderosamente en mí. Un hombre, una mujer tiene que vaciarse primero de sus suficiencia y de su capacidad, y de su autosuficiencia y decir, ¿sabes qué, Dios? Me vacío de todo eso, lléname ahora con tu espíritu.

Josafat se humilla, reconoce. Esto es demasiado grande para mí, no podemos, no tenemos las armas, no tenemos la victoria. Ahí comienza, hermanos, el poder de un hombre, una mujer de Dios, en reconocer, yo no puedo hacerlo solo, necesito la gracia de Dios. Entonces, vas y buscas sabiduría.

Reconoció el peligro, número dos, se humilló y buscó sabiduría consultó al Señor. Número 3, pregonó ayuno y oró. Dice aquí:

“… e hizo pregonar ayuno a todo Judá y humilló su rostro para consultar a Jehová…”

Ahí está la oración y el ayuno. Y no solamente oración y ayuno, sino que es interesante porque dice aquí que “… e hizo pregonar ayuno a todo Judá, y se reunieron, dice en el versículo 4, los de Judá para pedir socorro a Jehová….”

¿Qué principio hay aquí también? Oración pero también hay otro principio, oración en comunidad. En la oración mientras más gente tenemos en la trinchera, más poderosos podemos ser. El Señor Jesucristo que donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo. Dijo, si dos o tres se pusieren de acuerdo….

Yo creo en la oración individual y yo digo que la oración individual no es sustituto para la oración colectiva. Pero hermanos, hay situaciones que tu tienes que búscate un buddy, búscate un compañero de trinchera y dile, mira, ayúdame a orar porque lo que tengo es tan difícil y tan grande que solo lo que voy a hacer es que me voy a decaer en mi ánimo. Y cuando usted se amarra con dos o tres, eso le da ánimo para seguir adelante. Así que, ore con hermanos, búsquese gente de fe, viva la vida en comunidad con otras personas, hermanos, no pelee la batalla solo. No sea como Elías que cuando se deprimió se fue solo al desierto y allí casi se suicida. Porque cuando estamos solo el diablo nos puede dar el batazo más fácilmente, únase con gente de fe y órele al Señor y clame a Dios.

El Apóstol Pablo dice, por nada estéis afanosos sino que sean conocidas vuestras peticiones en toda oración y ruego. En otras palabras, en vez de llorar, ora; en vez de que te tiemblen las rodillas, dobla las rodillas. Que lindo sonó eso. En vez de que te doblen las rodillas, doblas las rodillas. Si están dobladas no van a poder temblar porque van a estar sobre el piso.

Así pregonó ayuno, oró en comunidad, buscó apoyo, dijo hermanos, esto es grande necesito oración, necesito que ustedes me apoyen en esto. Hay que orar, las batallas de la vida hay que pelearlas en oración. Yo creo mucho en oración preventiva. No esperes a que el diablo esté a la puerta para destruirte, para comenzar a orar. Ora para mantenerlo alejado por allá, en otros países. Que se vaya detrás de otro, de los impíos pero que te deje a ti tranquilo. Y la manera es que hay que orar.

Dicen por ahí, an apple a day keeps the doctor away. Bueno, a prayer a day keeps the devil away.

Una oración diaria mantiene al Diablo a raya. Ahí está otro, que bonito, me están saliendo hoy. Está bueno esto. Oración diaria mantiene al diablo a raya. Está muy bueno. Dígalo 100 veces bien rápido ahora y usted verá lo que pasa. Oró en comunidad.

Cuarto: tomó tiempo para orar y clamar al Señor y le dio importancia nacional a la oración. Mire, cuando el rey mandó a toda la nación a orar y a ayunar, y a reunirse con todas las cámaras de televisión allí, CNN, y CBS y todo allí enfocando ese momento, se estaban amarrando a su dependencia de Dios, estaba comprometiéndose espiritualmente, estaba diciendo yo creo en el poder de la oración, y yo creo en el Dios que ha prometido intervenir a favor de su pueblo.

Yo le digo a la gente, mire, comprométase, amárrese a sus metas espirituales, declárelas, compártalas con dos o tres gentes que crean y recuerden lo que yo dije, que llega un momento para cultivar las visiones de Dios en silencio, en quietud y en privado, pero llega un momento para anunciar la visión y declararla, y hablarla, y profetizarla y uno amarrarse y comprometerse para no echar para atrás cuando la cosa se ponga dura y difícil.

Entonces él no solamente oró sino que le dio importancia, valor público, hizo esfuerzos claros para mostrar su confianza en la oración y declaro su fe públicamente en el Señor. Así que vemos allí, primeramente este asunto de cuál fue la manera en que Josafat confrontó la crisis.

Ahora, vamos un poquito más hondo y yo quiero hacer otra pregunta, ¿en qué consistió la oración de Ezequías? Podemos aprender cómo orar al Señor, podemos aprender cómo clamar al Señor porque eso es importante. Vamos a hacer una entrada honda específicamente en la oración de Ezequías, porque no solamente oró sino cómo él oró, nos puede ayudar a nosotros también, cómo podemos nosotros bañar y sazonar, recuerden que yo dije que hay que adobar los problemas en oración, hay que ablandar esas habichuelas y esos frijoles en oración antes de comérselos, hay que orar en una manera bien específica.

Pero mire lo que dice aquí en el versículo 5, “… entonces Josafat después que vinieron la gente de toda Judá a pedir ayuda, se puso en pie en la asamblea de Judá y de Jerusalén en la casa de Jehová delante del atrio nuevo y dijo, y aquí viene la oración que él hizo públicamente y en esa oración hay unos principios de fe muy importantes, tenemos aquí un modelo para nuestra vida de oración y de presentarle al Señor nuestras necesidades.

Número 1, lo primero que hizo fue que alabó al Señor y señaló sus poderosos hechos históricos, alabó al Señor y al señalar lo que Dios había hecho en la vida histórica de Israel estaba implícitamente glorificando al Señor y glorificando sus poderosos hechos.

En el versículo 6 y 7 dice aquí, “..y dijo, Jehová Dios de nuestros padres, ¿no eres tu Dios en los cielos y tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones?….”

Hay allí alabanza porque es una pregunta retórica, es una declaración más bien, pero también está ya oponiendo el principio espiritual a la circunstancia material. Sí, viene un ejército poderoso y todo, pero Señor, tu eres Dios en los cielos, y tu tienes poder sobre todos los reinos de las naciones.

“…¿no está en tu mano tal fuerza y poder que no hay quien te resista?...”

Hermanos, a veces una pregunta es más poderosa que una declaración. Si es una pregunta que está preñada de fe como esta. ¿No está en tu mano la fuerza y el poder de manera que no hay quien te resista?

“…. Dios nuestro, ¿no echaste tu los moradores de esta tierra delante de tu pueblo, Israel, y la diste a los descendientes de Abraham, tu amigo, para siempre?....”

Hay una alabanza allí, es un recordatorio, por así decirlo, al Dios todopoderoso. Señor, tu interviniste antes en la vida de tu pueblo, y este es el mismo pueblo a favor del cual tu te moviste hace siglos atrás. Y ese amigo, Abraham, nosotros somos descendencia de él. Entonces hay una alabanza allí pero también hay una declaración del poder de Dios y de los hechos poderosos de Dios.

Esa acción tiene una triple virtud, eso de recordarle al Señor sus hechos poderosos tiene una triple virtud. Número 1, glorifica a Dios y señala su fidelidad, sus atributos, sus hechos poderosos, primeramente. Número 2, fundamenta la petición que se está haciendo en la palabra y en la promesa de Dios.

Ustedes recordarán que yo les decía antes que una de las cosas que tenemos que hacer cuando estamos bañando y cultivando un milagro es orar en la palabra de Dios y ver si lo que estamos pidiendo encaja y fluye en afinidad con la palabra de Dios. Esto es importante. Cuando nosotros fundamentamos nuestras peticiones en la palabra y en las promesas de Dios le estamos recordando a Dios. Somos como abogados viniendo ante un juez y diciéndole, Señor juez, la ley dice tal y tal cosa. Y Dios se sujeta a su ley. Dios se sujeta a sus principios. Entonces, cuando nosotros conocemos la palabra de Dios, conocemos los principios de la vida espiritual podemos venir ante el Padre con mayor autoridad, ¿sí o no? Me entienden lo que estoy diciendo? Y es importante, por eso es importante conocer y estudiar la palabra. Si usted estudia esa oración usted verá cuántas veces Josafat le recuerda a Dios la palabra, las promesas, los actos poderosos de Dios.

Y entonces en tercer lugar, la triple virtud de alabar al Señor y señalar sus hechos, está en que fortalecen nuestra fe al mencionar estos hechos. Cada vez que Josafat le decía, Señor, tu hiciste esto, Padre, tu hiciste aquello. ¿Qué está pasando? Que su fe se está fortaleciendo. Que importante es que nosotros cuando estemos orando y el enemigo esté allí respirando con su olor, con su aliente maligno sobre nosotros, nosotros le recordemos al Señor, Padre, mira lo que me está haciendo aquí, métele mano, Señor, tu hiciste eso hace años atrás y tu me sacaste de aquello. Tíratele encima. Es importante, hermanos, y uno como que se crece entonces.

Hay que recordar, Señor, tu me sacaste de aquel aprieto hace cinco años cuando parecía que todo estaba cerrado, y tu lo puedes hacer otra vez, Padre. Y como que de momento el gigante este va haciéndose más pequeñito, más pequeñito, más pequeñito y nuestra fe va creciendo, creciendo, se va fortaleciendo.. son técnicas bien importantes, bien reales.

Entonces, él primero alabó al Señor, señaló sus hechos poderosos y a través de eso glorificaba a Dios, fundamentaba su oración en las realidades divinas y en segundo lugar, se fortalecía en su fe y fortalecía al pueblo de Dios también.

Tercer concepto aquí en este modelo de oración: describió claramente, presentó claramente cuál era la situación específica que ellos estaban confrontado. Recuerdan que yo dije que la especificidad es muy importante en la vida cristiana, en la vida de fe. Aquí tenemos ese principio una vez más. Miren el versículo 11 y el versículo 12, él dice aquí:

“… he aquí ellos ahora….”, estas naciones con las cuales ellos habían tenido antes, y le habían hecho bien de hecho Amón y a Moab, los amonitas y los moabitas, y dice, “…. Y ahora esta gente mira cómo nos pagan Señor, he aquí nos dan el pago viniendo a arrojarnos a la heredad que tu nos diste en posesión, oh Dios nuestro…”

Que buena es la pasión, es importante es una de las cosas, hermanos, la oración debe tener jugo, debe tener intensidad. A veces Dios está esperando a que lleguemos al rojo vivo, a veces estamos comiendo un plato de cereales, y decimos, Señor, recuérdate que necesito esto. No, Dios quiere la oración cuando ya te quitó el hambre y solamente estás pensando en tu problema y estás enfocando al Señor. Y Dios a veces espera que tu te cuezas bien hasta que llegue ese punto de la desesperación, que tu definas lo que quieres, lo que necesitas y que digas, Señor, no puedo seguir viviendo si tu no me das esto. Que importante es la pasión aquí, el signo de exclamación.

Versículo 11, “… he aquí ellos nos dan el pago, mira oh Dios nuestro, no nos juzgarás tu porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros, no sabemos qué hacer y a ti volvemos nuestros ojos….”

Que oración más bella, hermanos. Ve, aquí esto de la debilidad llevada a su punto de hervor, de definición total. La conciencia, Señor, mire, coja eso, escríbalo y póngalo en su refrigerador si tiene uno en la casa, hermanos. No sabemos qué hacer y a ti volvemos nuestros ojos.

Hermanos, esa es la esencia de la oración allí, esa es la esencia de la vida. Yo siempre le digo al Señor, Padre, yo soy un niño torpe, tómame de la mano y llévame a través del camino de la vida. Porque si Dios me abandonara a mis propios recursos sería un desastre inmediatamente. Y hasta que usted no cultiva ese sentido de impotencia total, usted no está preparado para orarle al Señor como conviene.

Entonces él dice aquí, no sabemos qué hacer, la situación es compleja. Se la describe, vienen a destruirnos, el enemigo es grande, un enemigo con el cual hemos tratado históricamente. Hay una definición de la situación, una especificidad de su propia debilidad e insuficiencia. Presentó claramente y describió la situación que confrontaba.

En tercer lugar, así como presentó la situación así también presentó claramente la petición. En el versículo 12, de nuevo, como acabo de leer, “no sabemos qué hacer y a ti volvemos nuestros ojos…”

No tenemos fuerza, es una gran multitud. Hermano, cuando tu le ores al Señor preséntale con lujos de detalles lo que tu necesitas y lo que estás confrontando. No seas escaso, preséntale a Dios parte por parte, en qué consiste tu situación, descríbesela, no para que te desesperes sino para que tu bañes aspecto de tu situación en el poder del Espíritu Santo. Es muy importante ser claro en la petición y en la descripción de la situación.

Y finalmente, en su oración se mostró expectativa de que Dios obraría. No le ores al Señor simplemente para ventilar emociones, órale al Señor con una expectativa de que él va a obrar. Amen. Órale pero entonces ponte a buscar de dónde vendrá la bendición y la solución al problema. Cuando tu ores levántate de tu asiento diciendo, de dónde va a venir la respuesta. Y yo esperaré hasta que yo vea la visión realizada, como dijo Habacuc en el Capítulo 2. Aunque tarde yo voy a buscar, voy a espiar, porque yo sé que esa solución viene.

Si tu le vas a orar al Señor, espera una respuesta, cree. Hay mucha gente que viene aquí adelante, ora, lloran, claman y todavía están caminando al asiento y siguen llorando y clamando y sufriendo. Hermanos, yo creo que hay un tiempo para orar y hay un tiempo para decir, ¿saben qué? ya. Creo y entonces crea y láncese a esperar la bendición del Señor. Ore y crea que Dios va a ser la solución. Vamos a ser un pueblo que cree, hermanos, nuestro sí sea sí, nuestro no sea no. Dios llama a las cosas que no son como que son. Ora con integridad y si tu le pediste al Señor algo, cree. Bueno, tu puedes seguir orando y buscando y clamando pero no ores como que Dios no te oyó porque entonces lo que estás es simplemente es ventilando tu desesperación y eso no honra al Señor. Si vamos a clamar a Dios clamemos con propósito, no seamos como que, ay Señor ahí vienen. Y entonces uno está en pánico. Eso no honra al Señor. No, háblale al Señor claro, define tu situación. Si vas a definirlo, defínelo con propósito, con orden, con aplomo. Un soldado camina con aplomo. Un soldado guerrea, no está dando golpes al aire como dice Pablo, sino que golpea como un boxeador tratando de noquear al enemigo. Hay que ser con propósito, hermanos, en la vida cristiana.

Entonces, ¿cómo veo yo que mostró expectativa? Porque mire lo que dice allí en el versículo 4, “… se reunieron y también de toda la ciudad de Judá vinieron a pedir ayuda a Jehová…” y dice, “… se puso en pie en la asamblea de Judá y de Jerusalén en la casa de Jehová, delante del atrio nuevo….”

Había una congregación nacional esperando. Se reunieron, había un propósito nacional, y había una expectativa: qué va a hacer Dios, qué va a pasar. La expectativa es la matriz dentro de la cual se pueden gestar los milagros del Señor. Tiene que haber una matriz abierta y expectante para que la vida de Dios pueda engendrarse en nuestras vidas. Así que es importante que haya expectativa.

Entonces este modelo de oración alaba al Señor y señala sus hechos poderosos; presenta claramente la situación; presenta claramente la petición; y muestra expectativa de que Dios obrará.

Ya se me durmieron o todavía están un poquito más de energía. Ya voy acabando, ya voy aterrizando así que aguántese ahora mismo.

Otra cosa, como ustedes verán, para que recuerden lo que estoy haciendo aquí, hemos analizado la manera en que Josafat confronta la situación, hemos descrito antes de eso la situación, la reacción a la situación, y entre esas reacciones una cosa importante es la oración y cómo él ora y cómo clama al Señor.

Ahora yo quiero que finalmente miremos, no finalmente sino casi finalmente, cómo se manifiesta la intervención divina, porque eso es importante para reconocer cuando Dios se está moviendo en nuestra vida; cómo vino la intervención de Dios, cómo se expresó, cómo se manifestó.

Mire lo siguiente, esa manifestación del poder de Dios se dio en un ambiente de fe, en un ambiente donde operaba una mentalidad sobrenatural. Por eso es que yo digo que estos sermones son importantes así como los sermones sobre los dones del espíritu que predicamos un tiempo atrás, porque es importante generar en el pueblo de Dios una expectativa de fe, un ambiente de fe, cuando el pueblo de Dios se ejercita en la fe y bate las aguas de la fe Dios puede moverse entonces.

A veces la gente tiene fe pero es como un lago plácido y callado. A Dios le gustan las aguas que saltan. Río de agua viva, dice, saltarán de vuestro interior.

We have to stoke our faith.

Tenemos que llevarla al rojo vivo, tenemos que moverla. Te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti. Este era un pueblo que le creía a Dios. Es importante, hermanos, que congregación León de Judá comience y viva en fe, que sea una congregación que compute la vida, que conjugue la vida en términos de fe, de sobrenaturalidad. No un pueblo que crea solamente en las acciones y en las iniciativas humanas, sino un pueblo que se mueva en el poder sobrenatural, porque si hay un ambiente de fe Dios puede hacer cosas. ¿Entienden lo que le estoy diciendo?

Este pueblo creía que Dios podía hacer algo por eso se movilizaron de esa manera. Tiene que haber un ambiente de fe. Busque enseñanza, busque ambientes, busque gente, busque iglesias donde se predique fe, una fe inteligente sin embargo, no una fe tonta y a veces superficial como hay tanto de eso hoy en día en el pueblo de Dios, una fe compleja, profunda, bíblica, matizada, multifacética, eso es importante, pero fe de todas maneras. Una mentalidad sobrenatural.

Había un ambiente donde Dios podía obrar. Había una apertura a los dones del espíritu y estaban en función, esto es diferente a lo que acabo de decir, es una forma más específica de decir. Los dones del Espíritu Santo estaban en manifestación allí y había gente que creía, por ejemplo, en el don profético.

Mire lo que pasa aquí cuando ellos oran dice, y todo Judá estaba en pie delante de Jehová con sus niños, y sus mujeres y sus hijos. Mire aquí eso de la expectativa, había una expectativa, lo describe como que la gente estaba, qué va a pasar, cómo Dios va a obrar, de dónde va a sacar el conejo del sombrero, de dónde va a salir la respuesta. Había expectativa, los ojos estaban abiertos, qué va a pasar.

Yo me imagino que cuando Josafat terminó de orar hubo como un silencio y la gente dijo, y ahora qué? ¿Cómo será esto? ¿Cómo se hará? Había una expectativa. Yo me imagino que en un silencio sepulcral, ya Josafat termina su oración y dice, bueno, y ahora cómo despido a esta gente, qué hacemos. Dice, “… y estaba allí Yajaziel, hijo de Zacarías, hijo de Benaías, hijo de Jeiel, hijo de Matanías, levita de los hijos de Asaf, sobre el cual vino el espíritu de Jehová en medio la reunión…”

Hubo una visitación del poder de Dios, hubo una manifestación de los dones del espíritu, hubo un desatar por medio de la oración de fe del mover y el poder divino, espiritual. Se desató el poder de Dios. Había allí un profeta, un levita, podría haber sido un pastor, un evangelista, lo que sea, pero el rayo de Dios vino y usó ese hombre como canal de la solución, la intervención divina. En un pueblo que creía y un pueblo que esperaba y un pueblo que no le ponía trabas a Dios, Dios usó un hombre y desató su poder.

Hermanos, si nosotros creemos, que los dones, eso era para cuando Martín Lutero o para cuando Pablo y que ya se cerraron los dones, como tanta gente predica, ¿Qué pasa? Le matamos la fe a la gente y la gente dice, ¿saben qué? Dios no puede obrar así porque eso era antes de que se escribiera la Biblia, eso fue antes de que …….. escribiera su Biblia o lo que sea, y entonces la gente, hay tanta gente en el mundo cristiano hoy en día, en esta nación por ejemplo que le han matado la fe, le han adormecido la expectativa de que Dios se mueve en el poder del Espíritu Santo, le han adormecido la idea de que los dones todavía están en manifestación. Y esa pobre gente entonces cuando viene la crisis, la necesidad, no saben a qué apelar, no saben qué esperar. Vienen las situaciones y no tienen recursos. Por eso es importante hermanos, cree que los dones de Dios son para ahora, para aquí y para ti y que Dios todavía habla en sueños, visiones, profecía, que todavía los dones proféticos de sanidad, los milagros, las señales, los prodigios de Dios todavía están en función, es para ahora, es para los que están lejos y para los que están cerca, dice la palabra del Señor. Hay que creerle a Dios.

Y hay que creer que así como Dios abrió el Mar Rojo con Moisés lo puede abrir hoy en el siglo XXI también, aunque vengan los egipcios detrás de mi y parezca que no hay salida, Dios todavía puede abrir el Mar Rojo delante de mí, aunque haya crisis económica, aunque todo esté cerrado, Dios todavía puede abrir una puerta para mí. Dios puede hacer que los cuervos me den comida, dice la palabra del Señor, así como lo hizo con Elías lo puede hacer contigo también.

Los dones son para nuestro tiempo. Y entonces en ese mover poderoso de Dios viene el Espíritu Santo y habla específicamente a través de un hombre y viene el espíritu sobre él y dijo, ahora ese ‘dijo’ es una declaración profética, es un ‘dijo’ no como cualquier dijo, este es un dijo preñado, este es un dijo lleno del poder y la autoridad del Espíritu Santo y “….dijo Yajaziel, oíd Judá todo y vosotros moradores de Jerusalén y tu rey Josafat, Jehová os dice así, no temáis ni os amedrentéis…” gloria al Señor, óigame, dígale a su corazón no temas ni te amedrentes, no importa lo que esté pasando alrededor tuyo no temas ni te amedrentes. Si te amedrentaste perdiste la batalla, ¿sabe? Si le diste la espalda al diablo te va a dar con todo gusto, no se puede uno amedrentar ni atemorizar, puede venir el temor pero destiérralo, sácalo enseguida antes de que venga, azótalo con algo pero que se vaya. No dejes que ese animal se pose sobre tu vida.

“… no teman ni se amedrenten delante de esta multitud tan grande porque no es vuestra la guerra sino de Dios….”

Ahí está una dinámica poderosa de fe. La batalla en última instancia no es tuya, es de Dios. Tu no eres el que tiene que ganar la batalla en última instancia, es Dios quien lo hace, nosotros sembramos otros riegan, pero el crecimiento lo da Dios, dice la palabra del Señor.

Entonces, invita en esta intervención divina donde hay un ambiente de fe, donde hay una apertura a los dones de Dios, una mentalidad sobrenatural, el Espíritu Santo invita a poner los ojos en Dios y no en el enemigo, en sus propias debilidades. Esto es bien importante como vimos en el versículo 15.

No te amedrentes delante de esta multitud tan grande, no enfoques, hemos dicho eso varias veces a través de estos sermones, no enfoques el enemigo, no enfoques lo difícil de la tarea, no enfoques lo grande de la circunstancia, no enfoques lo poco de tus recursos, enfoca el poder de Dios a través de tu vida. La batalla en última instancia no es tuya, sino es de Dios.

En cuarto lugar, invita a no ceder al temor sino a mantener una postura de fe. El temor es el peor enemigo, la ansiedad, la fijación en el problema, eso debilita y congela al hijo de Dios. Mira, después que tu definas tu situación, se la entregues al Señor, no estés todos los días mirando al gigante ese, y oyendo lo que él te está diciendo y reensayando lo difícil, lo imposible que parece la cosa y ¿qué pasa? Cuando uno se cuece allí, se mete en lo difícil y está continuamente mirando al enemigo es como esos conejos que se fijan en los ojos de la serpiente que los hipnotiza y se congelan y viene la serpiente y se los come. O el siervo ese que en la noche cuando viene el carro con las dos luces se le pega y lo enfoca y el conejo que queda atrapado y viene el carro o el siervo lo que sea y le pasa por encima.

Yo recuerdo que estaba en Chile con el hermano Gonzalo Álvarez y estábamos caminando un camino de esos apartadísimos de campo y Gonzalo me estaba diciendo cómo ellos cazaban a los conejos, le echaban el carro encima en la noche, esta gente era peligrosa, esos chilenos son terribles, tengan cuidado con ellos. Pero ¿saben lo que hacían? Cuando encontraban un conejo en el camino le prendían la luces y enfocaban al conejo, y de hecho así pasó, había un conejo que estaban corriendo en el camino en la oscuridad de la noche y se metió uno en el camino nuestro y lo enfocamos y el pobre conejo corriendo detrás del carro y no se apartaba porque cada vez que miraba para atrás se fijaba en las luces y estaba atrapado en las luces, y no se podía salir del camino sino que seguía con la lengua afuera y el carro detrás de él.

Y así pasa con nosotros, el diablo detrás de nosotros nos prende las luces, nos enfocamos en el problema y nos quedamos allí y nos agotamos y viene él y nos pasa por encima. Pon el problema a un lado, después que lo definiste no estés todos los días pensando en la situación, lo difícil, lo terrible porque sino te vas a debilitar. Pon los ojos en Dios, pon los ojos en la palabra, concéntrate en la palabra. Muchos cristianos dejan de orar, de leer la Biblia, de ir a la iglesia cuando no tienen problemas, es el tiempo en que más debe buscar de Dios , más debes poner alabanza en tu casa, más debes poner todos los buenos predicadores que tu consigas por allí, lee buenos libros, mantén tu mente enfocada en Dios porque eso te va a dar fuerza. Si te pones a hablar con gente negativa y a pensar en el problema vas a quedar frito en el camino, concéntrate en Dios.

No temas ni te amedrentes, dice el Espíritu Santo, no temas a esta multitud tan grande.

Quinto, invita a tomar la iniciativa y no estar a la defensiva. Tomar la iniciativa y no estar a la defensiva. En otras palabras, invita a llevar la batalla al enemigo, a ser proactivo. Aquí hay una tensión y yo creo que voy a, hay una parte que posiblemente el domingo que viene la termine, porque no quiero cansarles demasiado pero mire, el versículo 16, dice:

Está el Espíritu Santo hablando, la estrategia de Dios “… mañana descenderéis contra ellos, he aquí que ellos subirán por la cuesta de Sis y los hallaréis junto al arroyo antes del desierto de Jeruel…”

Que les parece eso para instrucciones específicas. Mire, ellos hubieran podido estar todo el tiempo esperando a que esta gente viniera. Venían acercándose, venían con sus tanques de guerra, con sus aviones, con sus barcos y con toda su infantería para encima de Israel. Y la tendencia hubiera sido esperar a que ellos llegaran y resistirlos. ¿Y qué dice Dios? ¿Saben qué? No, no, llévenles la batalla a ellos. Vayan y métanle manos directamente a ellos, encuéntrenlos en el camino.

Hermanos, yo veo al Señor siempre diciendo, mira, no esperes a que el problema esté a la puerta. Identifícalo y diseña una estrategia con la sabiduría del Espíritu Santo y mete mano y sé proactivo en la vida. Yo amo a la gente que es esforzada, valiente, agresiva en el espíritu. No espere a que el enemigo esté ya destruyendo tu vida antes de entrar en acción. No, cuando tu veas un problema inmediatamente cíñete los lomos y lánzate a resolver el problema, lánzate a diseñar una estrategia, lánzate a orar, lánzate a tirar el poder de Dios y las armas del Espíritu Santo sobre el problema.

Muchos de nosotros no tenemos soluciones para nuestra vida y es porque no identificamos, no actuamos, no emprendemos, no somos más agresivo y el Señor está allí mordiéndose los nudillos diciendo, cuándo tu me vas a meter en el asunto para que yo haga hechos poderosos a favor tuyo. No es que Dios no obra, es que nosotros no lo estamos animando a que obre. No recibís porque no pedís dice la palabra del Señor.

Entonces, le dice, vayan ustedes y encuéntrenlos en el camino, no esperen a que vengan aquí para que hagan daño sino vayan a ellos. Sea proactivo en su vida, hermano, hermana, busque solución a los problemas mientras tienen solución. Desde que usted los vea que se levantan como una matita pequeñita, métale mano enseguida, no espere a que sea una mata llena de animales y de comegén y todo eso que destruya la casa y que las raíces se le metan por donde quieran. No, córtela a tiempo.

¿Cuándo es el mejor tiempo para sacar la nieve de la casa? Lo tengo muy fresco en mi memoria: desde que cae. Si usted espera que la gente lo pise, olvídese perdió la batalla. ¿sí o no? Cuando la gente pisa la nieve se le pega a la acera, eso es gratis. Ese consejo es gratis para ustedes. Que difícil es sacar la nieve después que la gente la ha pisado y que los carros han pasado por encima y todo eso y que ha caído lluvia o lo que sea, se pone una melcocha pero si usted la saca fresquerita eso es ufff, ni lo siente si quiera, una pajita en la mayoría de los casos.

Pero entonces sea proactivo, lleve la batalla al enemigo. Y finalmente, ese versículo 17 es un versículo preñado espiritualmente, el versículo 17, mire léalo conmigo, dice:

“… no habrá para que peleéis vosotros en este caso, paraos, estad quietos y ved la salvación de Jehová con vosotros, oh Judá y Jerusalén, no temáis ni desmayéis, salid mañana contra ellos porque Jehová estará con vosotros….”

Gloria al Señor. Amen. Amen. ¿Saben qué? voy a terminar aquí, voy a pedir que los músicos pasen por acá, ni siquiera lo voy a exponer porque quizás el domingo que viene puedo hacer el resto del sermón. Pero note ahí en el versículo 17, en este caso, vamos a ver que hay. Hay una enseñanza muy profunda, paraos, estad quietos y ved la salvación…

Mire, este sermón yo lo titutlo así, “Paraos, estad quietos y ved” la salvación del Señor.

Tercero, no temáis ni desmayéis y cuarto, salid y quinto, Jehová estará con vosotros. ¿Cuántos pueden decir amen a eso?

Póngase de pie en el nombre de Jesús. ¿Por qué en este caso? Porque hay situaciones diferentes, pero en ese, esa era la estrategia que Dios quería. En otros casos puede ser diferente, pero estos son principios de fe, principios de ciencia espiritual, principios que te pueden servir en tiempos de escasez y de necesidad, en tiempos difíciles se necesita un pueblo sabio, complejo y entendido en los principios de la palabra del Señor.

I want you to really let the word of the Lord simmer in your spirits. God wants a people of faith, a people who clamour, a people who are open to the supernatural, a people who believe in the gifts of the spirit, a people who know how to pray, a people who have expectation that God will answer prayer according to our faith. God needs a people who move in faith. God needs a people who will look not so much at the difficulty and the seriousness, and the critical nature of the circumstances that they’re facing but rather upon the great God who has said, I am with you. And God wants a people who are aggressive, who will go towards the enemy rather than wait for the enemy to come to them and who will take the battle to the enemy, who will pray in community, who will come together in prayer and seek the blessing of the Lord. Alleluia! Praise the Lord.

Gloria en nombre del Señor. Pídele al Señor que te recuerde estos principios y que tu vida sea una vida de fe. Vamos a repasar estos principios en la próxima ocasión y yo sé que Dios tiene, como yo decía en esa grabación, Dios quiere que nuestra iglesia aprenda a vivir en fe.

God wants us to live faith. He wants us to mature. He wants us to discover the principles of faith.

Que aprendamos a vivir una fe compleja, una fe poderosa, una fe a la altura de la palabra de Dios. Señor, crea en nosotros fe. Crea en nosotros convicción. Crea en nosotros seguridad y confianza. Danos sabiduría, danos la estrategia, danos estrategia, danos entendimiento, danos instrucciones claras, Señor. Enséñanos a vivir en el poder de tu palabra. Gracias, porque no nos has dejado inermes, no nos has dejado sin armas. Nos has dado la directiva, la instrucción, Señor, que necesitamos. Bendice a tu pueblo. Implanta esa semilla, Señor, en sus corazones. Implanta tu verdad, Señor, esa semilla viva, oh Dios, tu palabra dice que tu palabra no caerá a tierra sino que ni siquiera volverá a ti vacía, hará aquello para lo cual tu las has enviado. Te adoramos. Bendice a tus hijos, bendice a tus hijos. Gloria al nombre de Jesús. Denle un gran aplauso al Señor, amen.

Read More
español christian De Santiago español christian De Santiago

Ministerio de Matrimonios : Testimonio de Cesar y Liliana Deossa

Un pequeño testimonio de una de las maravillosas bendiciones que Dios nos ha dado. Todas las parejas cuando forman un hogar, su primer sueño es tener una casa, y nosotros no somos la excepción. Por años éste fué un objectivo y tratamos por todos los medios, pero en nuestra propias fuerzas y nunca lo logramos. Después de llegar a este país esto se convirtió en un sueño que cada día estaba más lejano, pero ahora nuestras esperanzas y fortaleza estan en la voluntad de nuestro Señor Jesucristo. Estamos seguros que todo lo que somos y tenemos le pertenece a EL, nosotros somos solo sus mayordomos.

En el momento en que nuestro Padre Celestial nos regaló la oportunidad de tener una casa sabiamos que era un regalo de Dios y por esta razón hicimos un pacto con El, de entregarle nuestro hogar para servirle, que sea casa de oración y una pequeña extención de la congregación León de Judá. Nuestra visión principal es poder ser un puente que DIOS pueda usar para que las parejas tengan una relación estrecha con Jesucristo y puedan tener hogares fundamentados en la palabra de DIOS, bendecidos,fortalezidos y prosperados. Como también parejas Cristianas que quieran crecer y fortalecer sus matrimonios teniendo familias aprobadas por DIOS. Cesar y Liliana Deossa.

Read More
español christian De Santiago español christian De Santiago

Sin amor nada vale

TRANSCRIPT

En este año más que nunca Dios me ha guiado a meditar sobre el amor. Es posible que sea que uno llega a cierta a edad ya empieza quizás a revaluar su vida y ver cómo está en las cosas importantes de la vida. Fue el año que también cumplimos 25 años de casados, y fue el año que una de nuestras hijas se casó. Y fue el año donde por primera vez estamos experimentando lo que es ser abuelos. Y todas esas cosas hacen que uno medite con profundidad cómo ha llegado ahí y cómo puede mejorar para el futuro.

Y he descubierto que el mayor tesoro que yo tengo es el amor de mi Padre celestial. Es la conciencia de su presencia en mi vida el hecho de que él es el que pilotea mi avión y que todos los aspectos de mi vida están bajo su control y que a él nada se le escapa, aún lo que yo no veo él lo ve. Y yo le quiero decir en esta noche que el amor de Dios es invariable. Siempre ha estado y siempre estará sobre ti. Ninguno de nosotros es un error y ninguno de nosotros escapa a los ojos de amor de nuestro Padre.

Nuestro Dios es un Dios que busca, él busca a sus hijos con celo y con pasión y desea tener un trato personal e íntimo con cada uno de ustedes. La palabra dice en Jeremías, con amor eterno te he amado. Es un amor que nunca termina. El amor de nuestro Padre se manifiesta en todos los aspectos de nuestra vida. Comienza con la visión y el futuro, el destino que él ha puesto en cada uno de nosotros. Se manifiesta en su perdón, en la atención a todos los detalles de nuestra vida, al proveer a todas nuestras necesidades, y aún en su consuelo y ne la afirmación sobre quién es cada uno de nosotros.

Y yo he aprendido que a Dios le agrada mucho lo que hacemos por su Reino, pero que aún más le deleita quiénes somos en él, le importa quiénes nosotros somos en nuestra privacidad, cuáles son nuestras motivaciones y nuestras actitudes. Y los momentos donde yo siento más el amor de Dios y la presencia de Dios no es en los momentos de hacer sino en los momentos de ser, cuando soy su hija y en esos momentos en que me concentro en saber quién soy en él y recibir sus tiernas palabras de amor y su abrazo amoroso y aún su palabra de corrección. Así que esos son los momentos más importantes, más significativos en mi caminar cristiano.

Esta es la primera vez yo creo que hacemos este dúo. Tenemos que hacerlo más a menudo como te digo. Siempre le estoy diciendo que debe predicar más, ¿verdad que sí? Amen. Así que yo estoy dispuesto a traducir cuando tu quieras.

Y quiero que vayamos a la palabra en el pasaje por excelencia sobre el amor, sería obviamente Primera de Corintios 13 y vamos primero a leer del primero al versículo 3 que dice así:

“… si yo hablase lenguas humanas y angelicales y no tengo amor vengo a ser como metal que resuena o címbalo que retine. Y si tuviese profecía y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado y no tengo amor, de nada me sirve….”

Así que eso es una confirmación de lo que estaba compartiendo anteriormente que por más grandioso que sea lo que nosotros hagamos no vale absolutamente nada si no está gestado y bañado en amor. Y seguimos leyendo en el mismo pasaje, Primera de Corintios 13, versículo 4 a la primera parte del versículo 8 y ahí dice:

“… el amor es sufrido, es benigno, el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor, no se goza de la injustita más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta….”

Y la última parte que vamos a leer dice, “… el amor nunca deja de ser…”

Este es el amor que yo aspiro tener en mi vida. Quizás muchos de ustedes han oído acerca de que el amor no es un sentimiento, ¿verdad? Aunque parte es sentimiento sino que es más bien una decisión. El amor tiene que estar fundamentado en un genuino deseo de honrar a Dios y cuando proviene de esa fuente del amor inagotable de Dios es cuando entonces se convierte, tiene un poder sobrenatural. Nunca subestimes el poder de los actos de amor que tu haces en el nombre del Señor.

Y en este final de año yo quiero extenderle tres retos con relación a lo que es el amor. El primero es dedícate a conocer a tu Padre como él es. Trata de desechar la imagen mundana que tu has adquirido en tu vida acerca de quién es Dios. Todos tenemos que hacer eso porque no conocemos a Dios como él es de verdad y actuamos muchas veces y reaccionamos contra Dios en maneras que, como hemos aprendido en nuestra vida, en base a nuestras experiencias en la vida.

Así que yo quiero animarles a que abra su corazón a Dios como el corazón de un niño. Greg estaba haciendo alusión a ese mismo principio. Cómo un niño pequeño se acerca a su padre amoroso; lo hace con libertad, con abandono, con confianza. Se trepa en la falda de su papá y se aprieta al regazo de su papá, busca la protección cuando la necesita, el consuelo cuando lo necesita, le trae su juguetito dañado para que su papá se lo arregle, y muchas veces hemos aprendido a tratar a Dios con mucho formalismo, aunque lo que él desea es que vayamos a él como un niño.

Así que ese es el primer reto que quiero hacer, dedícate a conocer a Dios, los atributos de Dios como él es, porque en eso vas a tener libertad.

Ahora me vino a la mente cuando yo recibí el bautismo del Espíritu Santo lo que el Señor me repitió una y otra vez era la frase, amor de padre, amor de padre es. Como por una hora Dios me repitió eso, amor de padre, amor de padre es. Y fue cuando comencé a tratar a Dios como mi papá de verdad porque antes de eso para mí era un Dios formal, lejano, un juez. Y de ahí en adelante todo cambió, ahí tuve la libertad de acercarme a él como su hijita y de llamarlo por primera vez mi aba, mi papá. En mi mente yo sabía que esa era la imagen que yo debía tener y desde ahí pues Dios ha seguido revelándose a mí y ha puesto en mí hambre de buscar de él como mi papá y me ha hecho una persona mucho mejor por eso porque me ha completado y me ha libertado.

El segundo reto que quiero extenderles es que no te conformes en cómo tu amas hoy. Aspira a crecer en el amor. Evalúa dónde tienes que cambiar, ¿amas como esa descripción que acabamos de leer de Primera de Corintios 13? Reconoce tus faltas. Sabes que muchos de nosotros nos quedamos estancados y nos conformamos con un amor mediocre cuando en realidad tenemos todos los recursos del cielo para poder amar como Dios ama, y seguir creciendo en el amor de Dios.

Así que eso sería, pídele a Dios que transforme tu corazón de manera que puedas aprender a amar como un niño. Un principio de la consejería es que si no hay cambio, no hay cambio. Así que si tu quieres mejores relaciones con tu cónyuge, con tus hijos, con tus hermanos, con tus compañeros de trabajo, vecinos, cualquier persona que sea, entonces tienes que hacer cambios. Así que ese es el otro reto.

Y dentro de eso también, no esperes a que otros cambien para que tu cambies. Muchas veces nos quedamos estancados en la misma situación porque señalamos al otro como el primero que tiene que hacer el cambio, cuando en realidad nosotros podemos empezar. Y lo maravilloso es a veces cuando hacemos aquello, incorporamos cambios positivos en el amor, en el trato con los demás, vemos que eso libera una disposición quizás de Dios para él obrar en la situación porque estamos siendo obedientes a Dios de hacer lo que él ha mandado a hacer.

Así que el primer reto es dedícate a conocer a Dios como él es, a tu Padre como él es. Aspira a crecer en el amor, y el tercero es crece en tu demostración de amor hacia otros. Cada uno de nosotros es un embajador de amor del Señor. Un hogar donde reina el amor, donde impera la gracia es el mejor testimonio que puede haber del poder transformador de Cristo y es el lugar donde estos niños que estaban aquí al frente y tantos más van a aprender a amar.

Así que, querido hermano, querida hermana, no importa tu edad, tu estado civil ahora mismo tienes dentro de poco tiempo, 365 días de oportunidades delante de ti para demostrar amor genuino.

Así que yo te animo a que aproveches al máximo cada día. Amen. Pues vamos a orar para que así sea. ¿Por qué no nos ponemos de pie? Pedimos que el Señor haga eso posible, crecer en el amor genuino de Dios, manifestarlo y también expresarlo.

Gracias Señor, nos presentamos Señor delante de ti, tal como somos y te pedimos, Señor, que tu nos ayudes a entender mejor cómo llegar a conocerte a ti como tu verdaderamente eres. Padre, nos presentamos delante de ti como somos y te pedimos que tu hagas cambios en este año en nuestra vida de manera que podamos ser más sensibles a tu amor.

Señor, abre nuestro corazón para ser más sensibles a tu amor. Padre, ayúdanos a crecer en ser como niños para llegar a ti como tu quieres que lleguemos a ti, con abandono, con entrega, con alegría, con amor. Yo te pido, Señor, que en cada hogar haya una transformación primero por el poder de tu amor, por la eternidad que tu pones en el ser humano, por la gracia tuya sobre cada vida. Y Señor, por los cambios que cada uno de nosotros va a establecer en su hogar, en todas nuestras relaciones, de manera que verdaderamente demos testimonio de tu amor.

Ayúdanos a amar, Señor. Padre, cuando se nos hace difícil ayúdanos a amar. Ayúdanos a amar a aquel que nos ha herido, y te pido también, Señor, que tumbes toda barreras que nos impide amar como tu quieres que amemos. Padre, que tu amor sanador sea la marca de cada persona aquí, de cada familia, Señor, enséñanos, Señor. No podemos en nosotros mismos, en nuestra fuerza, dependemos de ti, como niños nos sentamos en tu regazo, te pedimos, Señor, tu amor y nos refugiamos en tu amor, nos deleitamos en tu amor y nos preparamos para amar también a otros. Gracias, Padre, amen, en el nombre de Jesús, amen, amen. Gloria al nombre del Señor. Buen fundamento para comenzar el año recordando el más básico de los principios espirituales: el amor de Dios en nuestra vida manifestándolo, sintiéndolo y aprendiendo el amor de Dios y de ver a Dios como él es. Gloria al Señor.

Read More
español christian De Santiago español christian De Santiago

¿Cómo será esto? (Parte 2)

TRANSCRIPT

Yo quiero concluir el estudio que inicié la semana pasada, o la meditación y recordarán que la meditación la fundamentamos en una pregunta que hizo María cuando el ángel Gabriel le anuncia que va a ser madre y que el ser que va a nacer de su vida va a ser llamado Hijo del Altísimo que es un ser maravilloso que Dios ha escogido para sanidad de la humanidad, el Mesías prometido. Y María hace una pregunta clave y dice, ¿Cómo será esto? ¿Qué va a pasar? ¿Cómo se va a dar esto?

Ahí en el versículo 31, Lucas 1:31 el ángel le dice, “… y ahora concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, llamarás su nombre Jesús, este será grande, será llamado Hijo del Altísimo y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre,….” Y le dice una serie de cosas maravillosas que van a surgir de la vida de ese ser sobrenatural. “… Reinará sobre la casa de Jacob, su reino no tendrá fin…”

Pero al escuchar todas esas promesas, grandes, que va a salir de su vientre, María hace esa pregunta, “…. María dijo al ángel, ¿Cómo será esto pues no conozco varón?...” Entonces el ángel le da la respuesta y le dice, “-… el Espíritu Santo vendrá sobre ti, engendrará en ti la vida de Dios y como resultado de ese trato de Dios sobre ti nacerá un ser santo que será llamado Hijo de Dios..”

Pero lo importante de ese pasaje es la pregunta que le hace María, ¿Cómo será esto? Y ustedes recuerdan que también antes de eso, 5 meses antes, Dios se le había aparecido a Zacarías, sacerdote, mientras preparaba el incienso que había de ser ofrecido al Señor y estaba solo él en el lugar santo. El mismo ángel se le había aparecido a él y le había dicho algo similar pero en menor escala, le dijo, Zacarías, tu y tu esposa van a tener un hijo también. Y ese hombre, ese niño, va a ser algo maravilloso, va a ser un profeta de Dios. Dios lo va a usar grandemente, él va a ser preparado para abrir el camino del otro ser que ha de venir que es el Mesías.

Y se me ocurre al decir esto que Dios siempre tiene un plan. Era un plan que estaba bien concebido, primero, iba a anunciar, segundo, el que iba a ser anunciado, de dar la palabra y tenía su manera de preparar todo, en el tiempo propicio. Dios siempre tiene un plan y el problema es que nosotros muchas veces no sabemos cuál es el plan. Él simplemente nos dice va a suceder esto, pero nosotros no sabemos cómo va a suceder.

Ahora, miren lo siguiente que cuando el ángel le anuncia a Zacarías, tu vas a tener un hijo con tu esposa que ha sido llamada estéril toda su vida, y ya ellos son entrados en edad, son gente ya bastante avanzada en edad, nunca han tenido hijos y Zacarías le sale con una pregunta similar al ángel. En el versículo 18 “… dijo Zacarías al ángel, ¿en qué conoceré esto?...”

Cuando Dios trae un anuncio a nuestra vida, como decíamos el domingo pasado, cuando Dios genera en nosotros algo de vida y de creatividad y de transformación, y de estación de algo nuevo, en nosotros siempre surge una pregunta. Ahora, hay una diferencia cualitativa en estas dos preguntas. Zacarías pregunta con incredulidad, ¿Cómo va a ser eso? ¿Qué señal tu me vas a dar? El Señor Jesucristo dijo que los judíos siempre estaban pidiendo señales, siempre estaban pidiendo señales para que Dios le confirmara las cosas. Y había una semilla como de duda y de resistencia al mover de Dios, de dureza de corazón en esas preguntas y esas peticiones de señales. Y Dios discernió, el ángel discernió que en la pregunta de Zacarías había duda y cuestionamiento. Y por eso la reacción del ángel a esa pregunta de Zacarías es diferente a la reacción que tiene a María.

Zacarías, el ángel le dice, como tu dudaste del Señor vas a quedar mudo, vas a ser disciplinado, y Dios la señal que te va a dar es que tu vas a quedar mudo hasta que nazca el hijo que te hemos prometido. Y cuando nazca entonces tu vas a poder volver a hablar. Hay una disciplina que se le impone. ¿Por qué? Cuando María hace la pregunta, ¿Cómo será esto? La pregunta de María nace de una sana curiosidad, bueno ¿y cómo va a ser eso posible, qué va a hacer Dios en mi vida? No hay en ella necesariamente un cuestionamiento, pero en Zacarías lo hay y yo he dicho que siempre cuando Dios quiere hacer algo en nosotros va a surgir algo de cuestionamiento o de pregunta y todo depende de cómo nosotros preguntamos, cómo nosotros reaccionamos a la oferta de Dios de hacer algo diferente en nosotros.

Pero la dinámica es similar, por eso está aquí en la Escritura. Yo he dicho que lo que sugieren estos dos relatos que es aplicable a todas las generaciones es que Dios siempre quiere tornar nuestra esterilidad en creatividad. Dios quiere tornar nuestros vacíos en presencias. Dios quiere tornar nuestros callejones sin salida en avenidas para el fluir de su espíritu. Dios quiere tornar nuestro anonimato en noticia y algo sobresaliente que sea visible a todos. Dios quiere tornar nuestra mediocridad en excelencia.

Y esa es la esencia de este pasaje, porque tanto María como Elizabeth y Zacarías, reflejan lo estancado, lo vacío, lo que no tiene potencialidad. María no había tenido contacto con su prometido, no podía concebir. Elizabeth era estéril, toda su vida y ambas representan los vacíos que hay nuestra propia vida, la potencialidad que está allí sin activarse. Y así como Dios quiso activar la vida suya en María y en Elizabeth y Zacarías, Dios quiere hacer lo mismo en nuestras vidas.

Usted ve, porque los relatos de la Biblia son paradigmas, son modelos, son ejemplos que cuando extraemos la estructura que está debajo de ellos podemos aplicar eso a nuestras vidas. Y Navidad es en parte ese mensaje de que hay un Dios que está dispuesto a descender a nuestra realidad y depositar su poder en la vida humana que está atrancada, cerrada, vacía y activarla con su poder para que demos vida. Esa es la encarnación, ese es el advenimiento, eso es Navidad.

Por eso nosotros damos, sin saber, los regalos. La humanidad da instintivamente entendido, sí, los reyes magos trajeron regalos, pero detrás de eso había algo de la gracia de Dios, de darnos cosas que no merecemos, que no tenemos, de enriquecer nuestra vida, de aumentar nuestro caudal. Para mí la Navidad es aumento, la Navidad es vida que nace de la nada, vacíos que se convierten en fuentes que fluyen. Y eso es lo que Dios quiere hacer en nuestras vidas. Y Dios siempre, hermanos, nos está animando a creer que un milagro se va a actualizar en tu vida y en la mía y tenemos que adoptar una mentalidad de que la bendición está a la vuelta de la esquina, de que Dios quiere darme vida abundante, de que yo no he sido llamado a vivir del plato a la boca, como dicen. Muchos de nosotros venimos de trasfondos de pobreza, de familias disfuncionales, de matrimonios que quizás inexistentes en nuestros padres, fracasos que hemos tenido, carencia, falta de educación. Vemos tanta gente afuera disfrutando de carros y de casas, y de familias estables, y de profesiones productivas, y nosotros decimos, bueno, eso es para ellos, a los blancos, a los que tienen ojos azules, a los que hablan inglés o alemán o francés, pero no es para mí.

Hermanos, Dios quiere tornar tu vacía en fruto. Dios quiere tornar tu matriz inactiva en una matriz que de a luz la vida de Dios. Y todo depende de que tu creas eso, de que tu cambies tu modelo mental y que creas que para él no hay imposibles, que para él no hay de que, ah, bueno, tu vienes de una familia disfuncional o que nunca tuvo un profesional, o lo que sea. No, Dios puede activarte, Dios puede activar tu mente, Dios puede activar tu vida y eso de esterilidad convertida en productividad está a través de toda la Escritura.

Uno de mis pasajes favoritos es Isaías 54: “… regocíjate oh estéril…” Usted ve ahí ese mismo patrón: “… regocíjate oh estéril, la que no daba a luz, levanta canción y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto porque más son los hijos de la desamparada que los de la casada, ha dicho Jehová…”

Y en preparación a ese milagro dice, “… ensancha el sitio de tu vientre y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas. No seas escasa, alarga tus cuerdas, refuerza tus estacas, porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda y tu descendencia heredará naciones y habitará las ciudades azoladas…”

¿No le da gozo a usted escuchar esa promesa de parte de Dios? Pero ve usted le mismo patrón que se realiza en la vida de Zacarías y su esposa Elizabeth, y en la vida de María, y en la vida de Sara y Abraham, cientos de años antes, y en la vida de los padres de Sansón, que también no podía tener hijos. El mismo patrón del Dios que torna matrices cerradas en matrices abiertas que dan a luz vida.

Hay algo en la mente de Dios que le gusta tornar lo humilde, lo mediocre, lo sin sentido en algo positivo, coherente, bello, creativo, productor de vida. Y eso suena muy alto, muy altisonante, muy poético, muy simbólico pero esa es tu vida, hermano, mi vida. Dios puede hacer cosas en ti para fecundarte también como fecundó a María. Todo está en que tu creas como creyó María, que no seas incrédulo.

Yo he dicho también, recuerdan que, hay anuncios, nosotros cuando Dios quiere hacer algo en nuestra vida no va a venir un ángel o un arcángel como Gabriel para decirte, he aquí así te dice el Señor, hija mía o hijo mío. Muchas veces el anuncio de Dios va a ser como un impulso dentro de ti, una inquietud, un pensamiento, algo que nace y que tu dices, guau, de dónde vino eso. Que interesante, la primera vez que te surja ese pensamiento por tu mente. Ese es el anuncio de Dios. Y tu tienes la misma opción que tuvo María o que tuvo Zacarías, tu puedes despedir el anuncio de Dios y decir, bueno, esos son sueños vanos, y no volver a pensar en eso. O tu puedes decir, hmm, espérate un momento, déjame pensar un poco, quizás es Dios que me está hablando. Y tu puedes entonces entrar en una acción, en una relación entre el anuncio divino que se ha gestado dentro de ti, la inquietud de fe que Dios ha puesto, la vida esa embriónica que Dios ha puesto en tu mente, en su sensibilidad y comenzar a activarla y comenzar a trabajar en ella.

No ves tu lo que le dijo Pablo a Timoteo? Le dijo, te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por medio de la imposición de mis manos, en uno de los dos pasajes donde Pablo le dice así a Timoteo. En otras palabras, Timoteo había recibido una palabra profética de parte del Apóstol Pablo y Pablo había proferido un don en la vida de Timoteo, era un don quizás un don pastoral, un don de maestro. Pero ese don estaba allí, el anuncio de Dios, el germen de vida de Dios estaba ya en Timoteo, ahora a Timoteo le tocaba avivar ese fuego y convertirlo en una realidad. Se habrá tomado muchos años, pero la vida de Dios así viene a nuestra vida y como una criatura que se toma 9 meses para nacer dentro de la madre, así a veces nuestros milagros que Dios quiere hacer se tomarán tiempo.

Y la pregunta que tu tienes que hacerle a Dios cuando viene ese gesto de vida dentro de ti es, Señor, ¿cómo tu vas a hacer esto, qué tu quieres que yo haga, cuál es la labor que tu y yo vamos a hacer juntos?

Y ahí fue que nos quedamos en ese, yo quería, voy a ir rápidamente, darles a ustedes una serie de sugerencias que no pude hacerlo el domingo pasado. Mire aquí, este es el tema esencial de mi meditación: la pregunta es esta, cuando Dios anuncia un milagro en la manera en que sea, cuando Dios anuncia su intensión milagrosa en nuestra vida, cómo debemos nosotros reaccionar, qué hacemos con esas inquietudes creativas que Dios pone en nosotros. Cuando Dios quiere fecundarnos, cuál es nuestra reacción o nuestra labor. Y yo quiero darles a ustedes algunas ideas sobre eso, así que si usted tiene su lapiz apúntelo allí o tome nota porque esto es bien importante.

Bueno, ok, Dios me ha tocado, Dios ha puesto una semilla de vida en mí, una inquietud, algo de fe que ha nacido en mí, un anuncio que ha venido de alguna manera, alguien me ha dicho, tu puedes hacer esto, un pensamiento ha cruzado mi mente, un pastor ha orado por mí, alguien ha profetizado en mi vida. Mientras yo lavaba los platos vino una inquietud a mi espíritu y a mi corazón, ok, ¿Qué hace usted con eso, qué hace usted con ese anuncio de Dios en su vida? Si el ángel le ha dicho tu puedes, tu debes, tu vas a, ¿qué hace usted con eso? Quiero darle algunas ideas aquí.

Una de las preguntas, cómo se yo si esto es de Dios o no. Muchas veces, cómo se yo que esto no es simplemente algo carnal en mí, o lo que sea. Bueno, lo primero que uno hace es discernir si viene de Dios o no. Yo creo que mucha gente me pregunta siempre, bueno, pastor, cómo se yo discernir la voluntad de Dios en mi vida, cómo puedo yo escoger entre esto o lo otro, si me mudo a tal ciudad, si me quedo aquí, si escojo una profesión u otra, si me caso con fulanita o con fulanita, si me compro una casa o no la compro, si comienzo este negocio o no lo comienzo. Una pregunta que la gente siempre hace es, bueno, cómo se yo, cómo puedo yo discernir.

Déjenme decirle, nunca va a haber una respuesta ciento por ciento cierta porque yo creo que las jornadas de Dios siempre son unas jornadas de fe, siempre va a haber cierto grado de incertidumbre y eso es parte de la jornada de fe. Yo no puedo decir que voy a aquietar toda duda o todo temor en ustedes y que no va a quedar cierta inquietud, pero puedo ayudarlos, yo creo en algunas cosas.

Bueno, ok, discernir si viene de Dios o no. ¿Cómo, qué elementos podemos usar para discernir si es de Dios o no?

1). Usted puede hacer una pregunta y es, está esta inquietud de acuerdo a la palabra de Dios. Porque yo creo que los impulsos que nosotros tenemos a lo mínimo deben fluír en armonía con la palabra de Dios. Si está de acuerdo con la palabra de Dios entonces hay una buena posibilidad de que tu estás en buen camino. No seas tu como una señora que me dijo alguien aquí de la iglesia, que se acercó a un pastor que conocemos en Puerto Rico y en una sesión de consejería le dijo, pastor, el Señor me ha dicho que usted tiene que divorciarse de su esposa y casarse conmigo. Probablemente eso no era de Dios.

Las inquietudes tenemos que examinarlas a la luz de la palabra del Señor, tienen que fluir primeramente y habiendo dicho esto también digo algo más concerniente a la palabra de Dios y es que por eso es bueno conocer la palabra de Dios, porque muchas veces cuando oramos es bueno entre comillas, recordarle a Dios lo que él nos ha prometido. Y usar la Biblia para apuntalar y respaldar nuestras oraciones. Que lindo es cuando uno le dice, Padre, tu dijiste tal cosa en tu palabra, tu prometiste darle vida al que está muerto, generar en la estéril vida. Tu prometiste que nos has venido a dar vida en abundancia, tu dijiste que oraríamos por los enfermos y sanarían. Óigame, eso le fortalece su fe y también es una bendición para el Padre que escucha su palabra siendo devuelta a él. Y eso apuntala nuestras oraciones.

Así que nuestros deseos, nuestros impulsos de fe tienen que fluir conforme a la palabra. Y por eso es tan importante que nosotros leamos la palabra para que Dios tenga más como pistas de aterrizajes para sus impulsos milagrosos. ¿Me doy a entender? Cuando la palabra está fluyendo y bullendo dentro de ti eso permite que el Espíritu Santo tenga más material para prender el fuego de la fe dentro de tu vida. Es decir, que para el propósito de discernimiento siempre hay que preguntarse, bueno, fluye esto conforme a la palabra de Dios.

2). Tu puedes preguntarte, esto que yo siento, que deseo, que estoy buscando glorifica a Dios o más bien me está satisfaciendo a mí y glorificándome a mí? Porque muchas veces hay peticiones que nosotros le hacemos al Señor pero en realidad es nuestra carne la que la está pidiendo o hay orgullo en nosotros u otras cosas, pero yo creo que si glorifica a Dios y estamos buscando la gloria, la honra de Dios y aún por ejemplo, si tu quiere digamos, ok, yo quiero ir a estudiar. Bueno, ¿por qué quiero ir yo a estudiar? Simplemente para tener `más dinero y tener un título que le voy a estrujar a la gente en la cara, mira yo el licenciado tal; o es para yo poder servir mejor a Dios, para bendecir a mi familia, para bendecir a mi iglesia, para glorificar al Padre que puede hacer cosas imposibles en vidas estériles. Yo creo que el impulso principal debe ser la gloria de Dios y entonces nosotros tenemos que examinar nuestros impulsos para ver qué hay allí que pueda glorificar a Dios o glorificar a mi propia persona.

3). Y eso me lleva a una tercera cosa en el discernir el propósito de Dios y es que también es bueno preguntarse asimismo, bueno, coincide este impulso, esta inquietud con alguna debilidad o cualidad de mi carácter; o si coincide con alguna debilidad o va contrario a debilidades que hay en mi vida. ¿Por qué eso es importante? Porque muchas veces hay cosas que Dios pone en nuestra mente o en nuestro espíritu que son tan contrarias a lo que nosotros normalmente haríamos que tiene que ser de Dios, porque no puede haber otra alternativa.

Hay cosas que Dios pone que uno dice, bueno, si esto me vino a la mente, hay que ponerle atención por lo menos porque puede que sea de Dios porque yo soy una persona tímida o nunca he estudiado o siempre he pensado que no podía aprender un nuevo idioma, o tener un ascenso en mi trabajo y usted al discernir que es contrario al fluir natural de su carne puede decir, mira, déjame darle un poquito más de mente a esto. Por otro lado, muchas veces hay deseos incursos en nosotros que son más bien expresión de defectos de nuestro carácter. Hay personas que dicen, oh, yo me voy a mudar a otra ciudad o voy a comprar un carro nuevo y muchas veces hay impulsividad en su carácter, más bien es una personalidad materialista, consumerista, impulsiva que no ha pensado bien las cosas. Hay que meditar bien, que muchas veces lo que nosotros sentimos que es Dios no lo confundamos con lo que más bien es de la carne y hay que pedirle al Señor de nuevo, Padre, dónde estoy yo con respecto a eso. Hay que buscar, discernir una cosa con la otra.

Por ejemplo, les confieso, en este asunto de construir un nuevo santuario, yo le he tenido que preguntar a Dios varias veces, Señor, ¿es eso un sano deseo de avanzar el destino de esta congregación y tu reino sobre todo o es Roberto Mirando con un complejo faraónico de construir nuevos edificios y esto y lo otro? Yo he tenido que examinar mi propio corazón y en este tiempo de dificultades financieras he tenido que volver a examinarme y preguntar, ¿ese soy yo, Señor o eres tu que estás hablando? Y me parece algo tan, precisamente, tan difícil y tan contrario que mira, tiene que ser Dios porque el tiempo no es para pescar. La hora no es para pescar como dijo Pedro. Toda la noche hemos tratado de pescar y no hemos cogido un solo pez pero en tu nombre yo echaré la red.

Yo le dije a los diáconos recientemente, cuando nos reunamos otra vez vamos a analizar de nuevo si este proyecto es de Dios, si estamos seguros de que es de Dios, porque si es de Dios se hace. ¿Usted entiende? Hay que ser sobrio, hermanos. La vida de fe es una vida también de prudencia y de sobriedad y hay que usar estas coordenadas para tirarlas para tener una idea clara. Eso no está en conflicto con la fe.

Entonces, que coincide con otra debilidad. Otra forma de discernir si es de Dios, y esto es muy importante, lo voy a leer como lo escribí. Resiste la oración, la consulta con gente sabia y madura y sobretodo la espera y el paso del tiempo. Cuando usted recibe de Dios algo, muchas veces, mira póngalo en remojo allí, póngalo a ablandarse un poco como las habichuelas, métalo en oración enseguida y comience a gestarlo en oración y métale la luz de la oración encima. Padre, he recibido esto, confírmalo, acláramelo, dame seguridad. Si no es de ti te lo entrego ahora mismo y quítalo de mi mente. Y si cuando usted ora así, ahora, si es de ti, confírmalo y pon en mí una imperiosa necesidad de llevarlo a cabo. No permitas que ni mi carne ni nada me aparten de ello.

Entonces usted lo somete al horno de la oración. Y si con el tiempo resiste y usted todavía tiene ese impulso y lo siente en su corazón, mire, siga a del en el nombre del Señor. Y si usted al consultarlo con una persona madura, no consulte sus sueños y sus visiones con todo el mundo, porque le van a echar agua muchas veces y se lo van a dañar en un momento. Yo he aprendido ya que hay cosas que yo tengo que pelearlas con Dios solamente directamente, él y yo, porque si se las digo a otra persona puede que no entienda y entonces no es el momento, hay que tener, pero busque, hay un pastor sólido, una persona madura en la fe, alguien que usted sabe que puede resistir su consulta. Consúltelo con esa persona y someta su visión a un nuevo cedazo, porque de nuevo hay que buscar todos estos recursos.

Otra cosa, espere. Hay cosas que se puede esperar y que es bueno a veces esperar que pase un ratito y usted se enfríe, y si cuando usted se enfrió todavía está ahí eso, eso entonces posiblemente sea de Dios. Porque a veces somos impulsivos y, ah, Dios me habló, venimos en la tarde y le decimos a la mujer, cojan todas las cosas, empáquenla porque nos vamos para Chicago. Dios me dijo que llegamos allá y Dios dice quién te mandó aquí, yo no te dije nunca eso, muchacho.

Tenemos que esperar, tenemos que madurar. Ahora, si tu impulso espiritual, si lo que está dentro de ti resiste la oración, la consulta con gente madura, la consulta con la palabra de Dios, la espera en el espíritu y el paso del tiempo, mira, muy posiblemente esto es de Dios.

Y por último en términos de discernimiento, todavía estamos allí, te puedes preguntar, ¿obedece este impulso, este santo propósito, si lo quieres llamar así, obedece a los patrones milagrosos de la palabra de Dios? Porque hay formas en que Dios obra.

Por ejemplo, yo les he dicho uno ahora mismo: el Dios que torna matrices vacías en matrices fructíferas. Eso es un patrón. Bueno, ahí está una manera y esto posiblemente, mi vida nunca ha habido, yo nunca he estudiado, nunca ha habido un profesional, bueno, mira, eso posiblemente es de Dios. Es tan loco que tiene que ser de Dios. Rompe un patrón carnal y establece uno espiritual. Formas de discernir.

Entonces, aquí usted tiene, lo primero, cuando Dios pone un impulso en su vida usted siente algo nuevo, algo diferente, algo creativo, algo de fe, disciérnalo primeramente conforme a estos patrones.

Ahora, segundo, pensaban que ya terminé? No, Ahora estoy comenzando. Estábamos hablando de discernimiento, pero segundo lugar, voy a ir rápido. Ese fue el que más tiempo va a tomar.

No se detenga mucho a pensar que es demasiado difícil, que no es posible. No se pierda en las tecnicalidades del asunto porque si usted se enmaraña en lo difícil, que cuantos años, que con quién va a hablar, que dónde va a conseguir el dinero, que quién lo va a ayudar. Mire, se va a volver un mar de imposibilidades y no va a hacer nada. No se detenga demasiado en lo difícil del asunto.

Recuerden a Josué y Caleb. Los 10 espías pensaron: imposible, gente grande, gente con armas de guerra, experimentadas en la guerra. Nosotros no sabemos ni cómo usar un palo si quiera. No vamos a poder entrar en esa tierra prometida. Josué y Caleb dijeron, miren, si Dios está con nosotros nos los vamos a comer como pan y mantequilla. Yo añado la mantequilla para hacerlo más fácil todavía. Ellos pensaron en el poder de Dios no pensaron en los obstáculos. No se pierdan en cómo.

Mire, cuando viene el gesto de Dios, el impulso, el anuncio de Dios deténgase allí solamente, si es de Dios, Dios sabe, Dios tiene la técnica, Dios tiene la solución, Dios tiene el procedimiento como lo tenía con María, como lo tenía… Dios siempre tiene la salida, Dios tiene siempre el conejo dentro del sombrero y lo va a sacar. Usted no sabe cómo pero él lo va a sacar de alguna manera. No se complique la vida demasiado, todavía, después habrá tiempo para esa parte, habrá tiempo para eso. Pero en el momento no se concentre demasiado en lo difícil que va a ser, porque sino va a perder inmediatamente el impulso. No se detenga mucho a pensar cómo será posible.

Tercero: bien interesante esto. Cuando venga la duda a su corazón y yo digo que vendrá, si es algo de Dios, de escala divina, la carne se va a resistir un poco a ello. Cuando venga la duda a tu corazón no te dejes dominar por ella, sino aquí está la clave, continua dando pasos de fe. No cedas a la crítica, al temor, a la oposición, a las dificultades del proceso, sino simplemente ve conforme al manual de operaciones. Sigue caminando en fe. Has lo que dice el manual y deja que Dios abra el camino delante de ti. No cedas al temor y a la duda, o a las críticas de la gente, o los que te van a decir, eso no se hace, no se puede, no se hizo nunca. Si Dios te lo confirmó aunque tu mente y tus emociones se rebelen diles, hey, sujétense. Yo voy detrás de lo que Dios ha dicho en mi vida.

Lo que yo decía el domingo pasado, cuando yo iba allí, ya me habían dicho, no es posible que, están cerrados los estacionamientos, ya dijeron que no, fue rotunda la negativa. Pero yo dije, Señor, tu puedes hacer algo y cada paso que yo daba en medio de esa nieve y bajo ese granizo con lluvia que estaba cayendo, yo pensaba, yo voy a hacer el ridículo. Me van a decir otra vez, no le dijimos ya pastor que no se podía estacionar allá. Dios hizo el milagro, hermanos. Y vino de la manera en que yo no esperaba. La gente me estaba viendo por la ventana a 3 cuadras de distancia y vieron mi cara destruida y dijeron, a este hombre hay que ayudarlo. Vamos a sacarlo de su miseria, vamos a darle un estacionamiento allá para su gente. Yo no sabía cómo iba a ser la respuesta, pero mire que fácil Dios lo hizo.

Ahora, si yo me pongo a pensar en mi temperamento, las dudas, el temor, la negatividad ya recibida, no hubiera hecho nada. Uno tiene que imponerse sobre los sentimientos. Hermanos, la gente madura de Dios, la gente creativa en el mundo es gente que vive por principios y no por emociones. Recuerde eso. Sus emociones son unos animalitos malcriados. Si usted los deja se adueñan de la casa y lo sacan del sofá y se sientan ellos y hasta prenden la televisión ellos si quieren y dicen, váyanse para su cama o lo que sea. Mire, las emociones son irredentas, las emociones son biología, carnalidad.

Dice la Biblia que el corazón humano es la cosa más engañosa del mundo. Nosotros los cristianos tenemos que aprender a poner el corazón y las emociones en paréntesis y obrar por lo que dice la palabra de Dios, aunque su carne le grite, no lo hagas, te vas a despeñar. Si Dios le ha dicho, se puede hacer, mire, camine adelante y el diablo tendrá que echarse a un lado para que usted pase. Hay que creerle al Señor. Y no le de demasiada atención a la carne.

Recuerde a Ester. Ester dijo, mira, nadie jamás ha entrado ahí sin autoridad, al salón del rey. Los han matado a todos por atrevidos pero yo voy a entrar porque hay una necesidad y si perezco que perezca. Y mandó a sus amigas a orar por ella, a ayunar 3 días, todos los judíos que pudieron encontrar, y cuando ella entró el rey le extendió su cetro, ha hallado gracia delante de mí.

Hay que atreverse, hermanos. El temor nunca… mire, si yo me pusiera a obedecer el miedo yo no haría nada. Estaría metido en un rinconcito de mi casa con la luces apagadas temblando de miedo porque siempre lo siento, siempre que me paro aquí a predicar tengo temor y tengo dudas de si Dios va a bendecirme, si me voy a bajar en ridículo de la plataforma. Pero lo hago porque creo que Dios es proveedor, hermanos.

Nunca te dejes dominar por el miedo. Nunca te dejes dominar por lo que no ha pasado en tu vida y lo que no se dio, lo que no te dijeron, lo que no te permitieron. Confía que Dios tiene algo nuevo para tu vida. No le pongas atención a la carne porque eso nunca fue buen vehículo para los milagros de Dios. El único vehículo para los milagros de Dios, la única pista de aterrizaje confiable es el espíritu. Dice el Señor Jesucristo, la carne es débil pero el espíritu siempre está dispuesto. Las emociones las procesa el cerebro, la razón, el sistema nervioso. El espíritu tiene otro canal. Conéctate con tu espíritu, vive conforme al espíritu, no conforme a la carne. Los milagros de Dios se darán cuando aprendamos a movernos por lo que Dios ha declarado. No te pierdas demasiado en la crítica, el temor, la oposición, las dificultades.

Cuarto: has tu parte. Di conmigo, has tu parte. Muy importante, has tu parte para que el milagro de Dios se complete. Generalmente hay una parte, cierto esfuerzo que tenemos nosotros que ejecutar para que el milagro de Dios se confirme en nuestra vida. Si no participamos el milagro posiblemente no se dará.

Recuerden hay muchos de estos paradigmas en la Escritura, ¿Qué pasó cuando el Señor le dice a los discípulos, denle ustedes de comer a la multitud? ¿Recuerdan la historia? Más de cinco mil personas al final del día sin comida en un lugar desierto y el Señor les dice a los discípulos, hey, no los manden al market basket, denle ustedes de comer. Y ellos le dicen, pero Señor si aquí ni siquiera una bodeguita latina hay en ninguna parte en todo este vecindario. Esto es el desierto aquí, el campo abierto. Aún si tuviéramos dinero no hay para comprar. Ve, esa es la mentalidad de estrechez. Recuerdan la diferencia entre mentalidad de abundancia y mentalidad tímida, de estrechez. Los discípulos pensaron, no tenemos, no hay, no hemos, no se puede, y el Señor tenía algo ahí en su mente que estaba ya pensando. Y entonces qué les pregunta, ¿Qué tienen entre ustedes? Ellos van y buscan, porque el Señor siempre te hace esa pregunta, ¿Qué hay?

Cuando Dios pone un impulso milagroso en tu vida, mira, generalmente hay cosas en tu ámbito de acción, en tu área de influencia, o en tu mundo relacional que hay cositas allí que Dios ha puesto como semillitas para que tu puedas caminar y encontrar la salida. Tu puedes siempre en tu iglesia va a haber alguien, tu puedes consultar con un pastor, con un anciano, con alguien de discipulado, con tu líder de célula, hay quizás en tu familia alguien que fue a la universidad y tu puedes decirle, cómo tu lo hiciste; quizás hay alguien que trabaja en un programa como Herk o una persona que es un consejero profesional, vocacional. Hay gente en tu ámbito que Dios ha puesto como ángeles secretos esperando a que tu vayas. Yo creo que la potencialidad de Dios está entre nosotros lo que pasa es que nosotros a veces no tenemos ojos para ver y no estamos buscando porque creemos que si Dios me lo va a dar él va a venir en un lacito, una cajita bien envuelta con papel de regalo y una cinta bien bonita y un moño encima y Dios me lo va a bajar del cielo y me lo va a poner en la mano. Mire, generalmente Dios da milagros prefabricados, por así decirle, te los da como a mitad de hacer. Y él dice, ahora termínalo tu. Hay una parte que tu tienes que hacer.

Recuerdan ustedes esas estatuillas que las venden por allí y las compran la gente de artesanías y las terminan de pintar? La estatuilla ya está hecha pero está en yeso y entonces la persona la termina con su pinturitas y sus detallitos. Yo diría que así es como Dios obra, por lo menos así ha obrado en mi vida y yo lo veo obrando en la Escritura muchas veces, es que él te da el 80% pero hay un 20% que él quiere tu hagas. Y eso es porque él quiere que tu aprendas a guerrear, que tu aprendas a usar los principios del reino, que tu desarrolles músculos espirituales, que tu desarrolles fe, paciencia, humildad, dependencia de él, hábitos de oración, persistencia, todos los elementos que son necesarios para una vida victoriosa en el mundo. Y si Dios te diera las cosas cien por ciento hechas cada vez que tu abres la boquita nunca desarrollarías madurez espiritual, nunca desarrollarías músculos espirituales. Dios quiere formar guerreros, Dios quiere formar gente de poder, Dios quiere formar gente de carácter y por eso él nos pone a trabajar muchas veces y nos da los milagros semi trabajados para que nosotros los terminemos y nos dice, ponte a buscar ahí en tu mundo hay cosas que ya yo he puesto. Yo las he depositado como uno de esos juegos de Semana Santa que dónde está el huevo y los ponen a los niños a buscar en el jardín hasta que encuentran el regalito escondido por allá. Mira así es, Dios tiene sus juegos con su pueblo y a veces nos dice, mira, yo quiero que tu te esfuerces un poquito, suda un poquito, busca el depósito, tráeme el germen y yo eso lo voy a bendecir.

Le trajeron 5 panes y dos peces, cuando encontraron la multitud, cinco panes y dos peces y se los trajeron, mira Señor, lo único que encontramos. Ramajeamos por todas partes, como dicen los dominicanos, y lo único que encontramos fueron 5 panes y dos peces. Mira, eso es lo único. Te lo dijimos, no se podía hacer nada. Dénmelos, los cogió, los levantó al cielo, oró, lo bendijo, se multiplicaron, miles de personas comieron. No me pregunten cómo se dio eso, el video lo vamos a ver cuando lleguemos al cielo. Pero miles de personas comieron y sobraron 12 cestas llenas para que no hubiera duda de que cuando Dios bendice hay suficiencia. Pero se requirió un depósito. Hay una parte que tu tienes que hacer.

Así que cuando tu sientas que Dios te dice, mira, yo te voy a bendecir, yo te voy a hacer profesional, yo te voy a hacer el primer graduando de universidad, el primer pastor o pastora en tu iglesia, la primera persona que yo voy a usar en evangelismo en toda tu familia. Yo te voy a dar un aumento en tu salario, esa casa tu la vas a tener, ese negocio tu lo vas a abrir, entonces hay una parte que tu vas a hacer en tu vida y entonces tu vas a meter tu brazo en el brazo de Dios y van a decir, juntos papá lo vamos a hacer y Dios va a decir, vamos muchacho, yo estoy contigo. Da el primer paso, es más, el primer paso lo dio Dios ya, da el segundo paso. Y tu te agarras de Dios hasta que tu veas ese milagro hecho, no dejes de hacer tu parte. Has tu parte. Ese es otro patrón bíblico, has tu parte y Dios completará lo que él ya ha puesto en ti.

Otra cosa, baña el milagro con oración. Me quedan dos nada más. Baña el milagro en oración hasta que se de. Adóbalo en oración. Yo no sé si eso está en algún concepto teológico pero hay que adobar los milagros. ¿Qué pasa cuando una mujer o un hombre adoba una carne, lo sazona? Coge el adobe, coge el marinade ese, como dicen, y meten la carne allí para que se compenetre con el sabor de las especies. Bueno, nuestros milagros tenemos que adobarlos con oración. Hay que ablandarlo. Esa piedra dura métela en agua hirviendo de oración y se va a ablandar aunque no parezca posible.

Mire, cuando tu recibes la vida de Dios dentro de ti comienza a orar y tu no sabes cuánto tiempo tu vas a tener que esperar pero bendice ese milagro y mientras el milagro se está convirtiendo en una vida completa, báñalo con la vida de Dios, declara victoria, declara recursos, pide influencias que vengan, pide puertas que se abran, pide sabiduría de tu parte, pide disciplina para llevar a cabo las cosas, pide circunstancias milagrosas que vengan a tu camino, pide energía física, pide persistencia, pide humildad, pide espíritu de oración, pide entendimiento, lo que sea pero comienza a bañar el milagro con todas las cosas que tu te imaginas que pueden necesitar para convertirse en realidad. Y báñalo en oración día tras días y así como te cepillas los dientes por disciplina, órale al Señor para que haga el milagro, preséntale todos los aspectos del milagro, visualízalo en diferentes maneras y declara la vida de Dios y báñalo en oración y eso te va a fortalecer a ti también. Baña el milagro en oración.

Penúltimo, muy importante esto. Decláralo con tu boca. Llegará un momento en que el milagro tendrá que salir del proceso de gestación al proceso de declaración. Todo milagro tiene, yo diría, dos partes: una parte es la parte de la matriz o debajo de la tierra. Una mata primero crece debajo de la tierra, se rompe el grano, echa raíces, se compenetra con los químicos y las nutrientes de la tierra y nadie ve nada por unos días, pero debajo de la tierra hay vida que se está formando y cuando Dios pone un milagro en tu vida recíbelo y muchas veces es mejor quedarte callado por un tiempecito. Géstalo en oración, báñalo con la vida de Dios, medita, has estas cosas que yo dije con respecto al discernimiento, preséntaselo que Dios, examínalo y déjalo allí cultivándose en la oscuridad, como el niño en el vientre de su madre antes que aparezca.

Ahora, llegará un momento en que Dios te dirá, mira, ya llegó el momento, comienza a anunciarlo porque viene. A Elías, o fue Eliseo, cuando llegó Dios dijo, va a llover sobre la tierra, fue Elías, va a llover sobre la tierra y va a venir una nubecita allá y la vas a ver y Elías mandó a su criado varias veces para que viera si venía la nube. En una el criado le dijo, aquí está la nube, ya la vi, una cosita chiquitita. Él dijo, mandémonos a correr porque viene la lluvia. Muchas veces Dios ha dicho algo y no se ve nada en la superficie, pero debajo de la tierra, tu tierra, Dios está preparando todo para que el milagro salga a la luz y tu vas a sentir dentro de ti una presión que va creciendo, va creciendo, va creciendo y llega un momento en que tu espíritu te va a decir, ahora comienza a anunciarlo y mándate a correr porque el milagro ya viene detrás de ti.

Es así hermanos. Como las contracciones en el vientre de la mujer se hacen más intensas y más frecuentes: eso quiere decir el niño va a nacer pronto. Comienza a declararlo con tu boca. Hay veces que hay que abrir la boca y decir cosas que después que tu las dices te asustas y te quieres mandar a correr porque te coge miedo a ti mismo, pero hay momentos que la palabra anunciada, proferida, declarada, confesada rompe la matriz para que salga el bebé, rompe fuente. Y a veces Dios te dice, habla ahora y di, Dios me va a fecundar, yo me voy a graduar, esa casa la voy a comprar, ese negocio es mío, esa profesión es mía, ese aumento Dios me lo prometió, habla como un loco, una loca y deja que Dios se encargue. No serán avergonzados cuantos en él confían dice la palabra del Señor.

Y si tu has sometido tu milagro a todos esos procesos y has esperado, si has orado, si has consultado, si has discernido, si has pagado el precio, si has hecho tu parte y el milagro todavía resiste, y el bebé está dentro de ti, anúncialo, decláralo, el Señor se tomó tiempo antes de decir, yo soy el Mesías, porque siempre los milagros de Dios se toman tiempo y hay que esperar el momento preciso para disparar. Pero cuando Dios te dice ahora, comienza a declararlo en el nombre de Jesús aunque no te sientas ciento por ciento seguro, decláralo en el nombre del Señor.

Y finalmente, esto es bien importante, aunque se tarde el milagro, aunque el proceso sea más largo de lo que tu pensabas, espéralo, no flaquees, no te des por vencida, no digas, bueno, yo ya esperé bastante, Dios me dijo esto y no ha venido así que me voy para mi casa. Los milagros de Dios…. Yo he aprendido hermanos que Dios no tiene la misma agenda que nosotros tenemos. Dios piensa en términos eternos y cósmicos, la escala del pensamiento de Dios es infinitamente más grande que la nuestra así que lo que a Dios le parece un instante, un segundo, a nosotros nos parece una eternidad. Lo dijo el profeta, un día para Dios es como mil años y mil años como un día. Y nosotros, nuestra mente es corta, las escalas nuestras son bien pequeñitas. Dios nos dice algo y creemos que mañana tiene que darse y si no se dio, pues vamos a buscar otra cosa.

¿Saben qué? a veces Dios te dice algo y mira, eso es simplemente un comienza, ahora viene lo bueno, ahora viene el viaje. Porque nosotros somos impacientes y queremos las cosas. Pero mire, yo siempre he dicho a Dios no le interesa tanto el resultado como el proceso y Dios se toma tiempo para las cosas. Yo le pido al Señor, Padre, siempre alarga mi visión para que yo pueda pensar en la magnitud en que tu piensas y no acobardarme prematuramente. Porque muchos de los procesos que nosotros vemos en la Escritura los leemos y se toma una página o dos pero es algo condensado. Si pudiéramos vivirlo con esa gente que lo vivió descubriríamos que muchas veces se tomó décadas. Lo que pareció tres días, cuatro días, eso fue décadas. Y Dios se toma su tiempo, él va haciendo las cosas.

A Abraham le ofreció un hijo a los 75 años, saben qué edad tenía Abraham cuando finalmente vio al hijo que Dios le había prometido? 100 años, 25 años estuvo el pobre esperando el milagro ese que Dios le ofreció. Y se impacientó en el camino y mire todos los líos que ha causado Ismael, todavía los está causando allá en el Medio Oriente. 25 años.

A David mandó a Samuel que lo ungiera y algunos piensan que entre la unción de Samuel sobre David y el día que él ascendió al reino, hay como 15 años. Y usted sabe todo lo que tuvo que huir David de Saúl para llegar al reinado y todas las cuevas que tuvo que visitar, y todos los líos y humillaciones que tuvo que pasar antes de que lo coronaran rey, mucho tiempo.

Saulo fue encontrado en el camino a Damasco y dice la Biblia que después de eso él estuvo un tiempo escondido por ahí en el Medio Oriente, no se sabe exactamente cuánto tiempo, pero pasaron años antes de que Saulo se convirtiera en el Apóstol Pablo. Muchos años. Uno se pregunta, bueno por qué simplemente Dios no esperó un poco más y cuando lo llamó pues ya lo envió enseguida? Procesos.

Y nosotros somos gente que somos cortos de atención, si Dios no lo hace en las próximas 24 horas que se olvide de mí porque… y por eso es que no hay más riqueza en nuestras vidas. Yo he aprendido una cosa, la gente madura, la gente creativa, la gente de poder es capaz de pensar a largo plazo. Para mí es una de las grandes destrezas del líder, la líder de Dios, puede pensar a largo plazo, como ustedes aquí que se han tomado un sermón a largo plazo ahora.

Pido que los músicos pasen por acá por favor. Vengan. Pero, se va a tomar tiempo, hermanos, si se toma tiempo espérelo que vendrá. Les termino con las palabras de Habacuc en el Capítulo 2, versículo 1, palabras de toda visión, dice Habacuc:

“…Sobre mi guarda estaré y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré para ver lo que se me dirá y Jehová me respondió y dijo, escribe la visión…”

Hermano, cuando tu recibes algo de Dios, un impulso, una inquietud, un pensamiento preñado o lo que sea, escríbelo, apúntalo, señálalo, pon un bookmark en tu mente, como sea, pero señálalo, subráyalo, pon algo, coloréalo, lo que sea pero escribe la visión.-

“…..decláralo en tablas dice, para que corra el que leyere en ella…”

Nosotros necesitamos esas visiones que Dios ha puesto en nosotros para guiarnos a través de la vida, para darnos un derrotero a seguir. Dice aquí, esta es la clave:

“… aunque la visión tardará aún por un tiempo, dice, más se apresura hacia el fin…”

Que contradicción. Se tarda y se apresura. Hermanos, no trate de descifrar el corazón y la mente de Dios. Cristo viene pronto y se ha tomado dos mil años para llegar. Por eso es que usted no puede estarle poniendo relojes a Dios. Si Dios puso algo en ti, deja que esa vida, los partos de Dios no son nuevemecinos, a veces son cuatro añinos, o diez añinos o lo que sea. No le ponga tiempo, cultívalos, géstalos en la oración, en la espera y deja que Dios use esa visión para ir formándose un hombre, una mujer llena del Espíritu Santo, lleno de la palabra de Dios, capacitado para hacer cosas grandes más allá del milagro inmediato.

Aunque la visión tardara aún por un tiempo, se apresura hacia el fin y no mentirá. Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. Los dones de Dios son irrevocables, las promesas, los llamados de Dios son inviolables. Si Dios puso algo en ti, una vida, una promesa de vida enamórate de ella y pégate a ella hasta que tu la veas realizada aunque se tarde espérala. Aunque tardare espéralo porque sin duda vendrá. No tardará, dice el Señor.

Pongámonos de pie, hermanos. Pongámonos de pie. Y recordemos esas lecciones: discierne, no te detengas a pensar en lo difícil, cuando venga la duda sigue el manual, sigue adelante, has tu parte para que el milagro se de, baña el milagro con oración, decláralo con tu boca y finalmente aunque se tarde espéralo porque Dios no miente. El milagro vendrá.

¿Cuántos creen eso en esta tarde? Recíbelo, pon ahí lo que sea, pon ahí lo que Dios te ha dicho, pon ahí los sueños de tu vida, pon ahí los impulsos del liberación, pon ahí la necesidades que tu has tenido, los sueños que has tenido, los gigantes con los cuales todavía estás peleando, los demonios que no se han querido ir de tu familia, las luchas en tu hogar, la creatividad que tu has querido ejercer en tu vida, los sueños profesionales, ministeriales, escribe lo que sea. Si Dios te ha dicho algo, bautízalo con el nombre de Jesús y báñalo en oración y no te safes de esa rama hasta que tu veas frutos en tu vida, aunque seas un anciano sigue saludándolo al milagro, sigue señalándolo, sigue esperándolo, síguelo confesando con tu boca como hicieron esos grandes hombres y mujeres de Hebreos 11, saludaron de lejos el milagro. Dios les dio sus milagros, se sanaron de enfermedades, sanaron enfermos, revivieron muertos, derribaron muros, o resistieron el mal pero Dios les dio lo que necesitaban para la victoria. Dios quiere una vida fructífera para ti, hermano, hermana. Dios quiere una familia bendecida, Dios te quiere un profesional resaltante, Dios te quiere una mujer llena del Espíritu Santo, Dios quiere para ti una familia bendecida, Dios quiere para ti salud física, Dios quiere para ti consejo para otros y palabras evangelísticas para otros. Dios quiere hacerte una sanadora de vidas. Todo lo que Dios ha dicho, él te lo va a dar pero créelo en el nombre de Jesús. Celébralo, visualízalo, óralo, actúalo y Dios te va a dar esos bebés santos, esos seres maravillosos que él ha dicho, tu matriz lo va a producir. Créelo en el nombre de Jesús ahora mismo, vive en ese espíritu, vive en ese espíritu.

Padre, yo declaro sobre tu pueblo ahora mismo gestos milagrosos, acciones milagrosas en el nombre de Jesús, sus matrices, Padre, las preñamos con la vida de Dios, Señor. Envía tu espíritu, Padre, comienza conmigo, Señor, desata tu vida sobre esta comunidad. Los que están cerca y los que están lejos, Señor, sobre esta comunidad de León de Judá, sobre la comunidad latina, afro americana, blanca ahora mismo estéril, Padre, fructífica, multiplica, pon la estéril a cantar, pon la estéril a tener más hijos que las casadas, Señor, en el nombre de Jesús. La desamparado, Padre, el desamparado sean más prominente y más próspero que el que tiene riquezas porque tu eres el dueño de la bendición.

Padre, ese es el Dios que servimos, esos son los patrones que tu nos has puesto a esperar en tu palabra. Señor, tu mismo has abierto en nosotros esa hambre y esa sed y te recordamos, Padre, que tu nos has dicho que si creyéremos veremos la gloria de Dios. Nosotros creemos en milagros, creemos en algo grave, grande, terrible, Padre, que tu vas a hacer en este tiempo, Señor. Creemos en mares que se van a abrir delante de nosotros, rocas que van a manar agua, Padre, maná que va a caer del cielo, Señor, casas que no hemos construido que vamos a habitar, Señor, pozos que no hemos cavado del cual vamos a beber agua. Señor, profesiones que no trabajamos pero que tu vas a hacer posibles en nuestras vidas, inteligencia que va a venir, Señor, que no sabemos de dónde va a venir, pero tu nos vas a dar la respuesta, tu nos vas a dar la salida, tu nos vas a dar el detalle, tu nos vas a dar la solución, Señor en el nombre de Jesús. Dios poderoso, gracias, Señor, gracias, recibimos. Preña a tu pueblo, Padre, y fertiliza a tus hijos, Padre, en el nombre de Jesús, en el nombre de Jesús. Recibimos tu vida, Señor, por esta palabra que ha sido proferida, Señor, nosotros declaramos vida en esta nación que tu estás levantando, esta familia sagrada, Padre, gracias, Señor, gracias.

Dile gracias a Dios por su propósito en tu vida. Dile gracias al Señor. Recibe la vida de Dios. Amen y amen. Gloria a Dios. Gloria al Señor.

Read More
español christian De Santiago español christian De Santiago

¿Cómo será esto?

TRANSCRIPT

Hermanos les invito a ir a la palabra de nuestro Señor Jesucristo en el Evangelio según San Lucas, vamos al Capítulo 1, uno de los relatos más famosos, más bellos de toda la historia del universo. Y vamos a comenzar, hay dos anunciamientos podríamos llamarlos en el Capítulo 1, de nacimientos imposibles. Los dos anunciados por un ángel del Señor, los dos prometiendo vida donde no se suponía que hubiera vida.

Vamos a comenzar con el versículo 11 del Capítulo 1 de San Lucas, dice allí:

“…Y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso y se turbó Zacarías al verle y le sobrecogió temor, pero el ángel le dijo, Zacarías, no temás porque tu oración ha sido oída y tu mujer, Elizabeth, te dará a luz un hijo y llamarás su nombre Juan. Y tendrás gozo y alegría y muchos se regocijarán de su nacimiento porque será grande delante de Dios. No beberá vino, ni sidra, será lleno del Espíritu Santo aún desde el vientre de su madre, y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos, e irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías para hacer volver los corazones de los padres a los hijos y de los rebeldes a la prudencia de los justos para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto….”

Ahora, aquí viene lo importante de este pasaje y es el punto alrededor del cual ha de girar el sermón y hay un punto similar en el próximo relato también. Miren cómo reacciona Zacarías a esta promesa abundante y hermosa de un ser sobrenatural que va a nacer de él y de su esposa.

“… Dijo Zacarías al ángel, ¿en qué conoceré esto porque yo soy viejo y mi mujer es de edad avanzada?...”

Pensó en el obstáculo, ¿ve? ¿Recuerdan lo que decíamos el domingo pasado? Este sermón, de paso, está muy vinculado con muchos de los principios que elaboramos el domingo pasado.

“…¿en qué conoceré esto porque yo soy viejo y mi mujer es de edad avanzada? Respondiendo el ángel le dijo, yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios y he sido enviado a hablarte y darte estas buenas nuevas, y ahora quedarás mudo y no podrás hablar hasta el día en que esto se haga, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo. Y el pueblo estaba esperando a Zacarías y se extrañaba de que él se demorase en el santuario, pero cuando salió no les podía hablar y comprendieron que había visto visión en el santuario. Él les hablaba por señas y permaneció mudo y cumplido los días de su ministerio se fue a su casa…”

Primer relato. Una pregunta ante un anunciamiento de un evento milagroso que habría de tornar una vida estéril en una vida fructífera y abundante, ante lo complejo de esa promesa y esa operación hay duda, hay cuestionamiento, hay una pregunta. ¿En qué conoceré esto?

Entonces vamos ahora al segundo relato en, bueno, ustedes conocen la historia, el ángel, les voy a relatar una parte de ella, el ángel se le aparece a María, le dice, María no temas, hay hallado gracia delante de Dios, vas a dar a luz un hijo, su nombre será Jesús, será grande, hijo del Altísimo, reinará sobre la casa de Jacob para siempre. En el versículo 34 ante esa segunda promesa, recuerden María es virgen, no se ha casado todavía, está desposada con su prometido, José, no han tenido ningún tipo de relación física, no es posible que ella conciba, la biología dice una mujer concibe cuando hay un encuentro físico con su esposo, con un hombre, pero María no ha tenido ningún tipo de encuentro físico. Y entonces María le dijo al ángel, versículo 34:

“….¿Como será esto?.... – otra pregunta, la primera pregunta, ¿en qué conoceré esto? Y aquí María pregunta, ¿Cómo será esto? Por la magnitud de lo que se le anuncia se supone que ella conciba en condiciones imposibles y entonces ella pregunta, bueno, “….¿cómo será esto pues no conozco varón? Respondiendo el ángel le dijo, el Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra por lo cual también el santo ser que nacerá será llamado Hijo de Dios. Y he aquí tu parienta Elizabeth, ella también ha concebido hijo en su vejez y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril que nada hay imposible para Dios…”

Yo quiero que repita usted eso conmigo, porque nada, otra vez, porque nada hay imposible para Dios.

“….Entonces María dijo, he aquí la sierva del Señor hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia…..”

Bendiga el Señor su santa palabra. Gracias Señor, ayúdanos a creer, Padre, en lo que expresamos, Señor porque tu eres grande, tu eres poderoso y para ti no hay imposibles, Señor. Solo te pedimos que nos des la capacidad sobrenatural para creer que lo imposible contigo es posible. Ayúdanos a creer en cuentos de hadas, Señor. Ayúdanos a creer en mitos, ayúdanos a creer en cuentos de niños, Señor, ayúdanos a creer en cosas que solo los niños pueden creer. Ayúdanos a tener una imaginación, una sensibilidad de niños para que creer esta palabra, Padre, tan difícil de creer pero solo tu iluminando nuestro espíritu, Señor, puedes hacer esto posible. Gracias. Amen y amen.

Yo quiero titular mis sermón en esta mañana ¿Cómo será esto? Porque eso fue lo que el Señor puso en mi pensamiento esta semana mientras yo pensaba en algún texto para compartir con ustedes que fuera relacionado con el relato navideño. Y quería algo diferente a lo que uno siempre toca con respecto al tiempo navideño. Me vino ese pensamiento, la pregunta de María ¿Cómo será esto? me ha estado persiguiendo a mí durante toda mi vida prácticamente. Muchas veces a través de mi ministerio, y aún antes del ministerio cuando Dios ha puesto en mi espíritu una promesa de algo que él quiere hacer en mi vida o a través de mi vida, muchas veces la magnitud de lo que Dios me dice en mi espíritu es tan grande y tan diferente a las circunstancias que yo estoy viviendo y a mis capacidades que yo siempre pregunto ¿Cómo se va a dar eso? ¿Cómo será posible que esto se de?

Yo recuerdo cuando estaba haciendo mi doctorado en la universidad y habían pasado años y yo me había metido en el ministerio, en el pastorado y había perdido todo contacto con la universidad y con mi tesis doctoral y tenía una cantidad de cosas que todavía estaban sueltas y no había podido trabajar. Y habían pasado como tres años y yo no había pisado un salón universitario. Mi profesor de tesis se había ido a otra universidad. Yo no había tocado un libro de literatura en todo ese tiempo, me había desconectado emocional, mentalmente de mi doctorado y yo me preguntaba cómo voy yo a poder volver a rescatar esa inversión que yo había hecho, cómo será esto.

Y el Señor les puedo decir que cuando yo decidí una mañana que bien recuerdo todavía desesperado porque sabía que si pasaba un año más o unos días más sin yo emprender mi doctorado lo iba a perder, y yo desesperado cogí un bulto que yo usaba, recuerdo bien, sábado por la mañana metí tres lápices dentro de él, una hoja de notas como esa que está ahí en mi asiento y me fui desesperado a la biblioteca de Harvard y me metí en el basement donde yo tenía un cubículo pequeño, y dije, yo voy a comenzar a escribir y lo primero que yo escribo aunque sea garabato lo voy a escribir. Y esa fue la primera oración de mi tesis doctoral que completé 6 meses después. Y unos 8 meses después yo me estaba graduando de la universidad con mi doctorado en mano. Y Dios hizo milagros en ese tiempo.

Yo recuerdo, tenía un requisito de latín al nivel de maestría que tenía que cumplir y yo no podía tomar las clases así que tuve que coger un libro de latín, ponerme al día y tomar un examen dificilísimo que cuando lo tomé yo estaba seguro que lo había quemado, no lo había pasado. Y eran dos o tres nada más candidatos al doctorado que lo tomaron ese año, y cuando yo llegué unas semanas después a la oficina del profesor que Dante Della Tersa, lo recordaré toda mi vida, para que me diera las noticias, yo estaba seguro que me iba a decir, lo sentimos, Señor Miranda tiene que tomarlo otra vez. Y él con una sonrisa pícara me dijo, lo pasaste. Y yo todavía creo que Dios puso gracia en el corazón de ese hombre para que me pasara porque dijo, esto no es esencial y él ha trabajado y ya que el pobre, vamos a librarlo de su agonía y vamos a sacarlo. Yo creo que Dios me dio gracia ante esa persona.

Y yo recuerdo sueños que yo tenía, esos sueños obsesivos, compulsivos, donde yo llegaba el día de la graduación y alguien decía, hay un requisito que tu no hiciste, y yo ni me recordaba eso y ese sueño lo tuve varias veces, porque uno siempre se pregunta cómo será esto. Yo estaba terminando este doctorado, no tenía ni siquiera un consejero de tesis, hice mi tesis creyendo que Dios iba a hacer algo y se la presenté completa, no seguí el proceso y Dios se glorificó y me dio mi doctorado que yo tanto lamenté que si lo perdía iba a ser una gran pérdida en mi vida. Y yo creo que el temor simplemente de yo pasar por esa universidad y saber que había mancado, había perdido esa oportunidad no lo hubiera soportado. Y Dios en su misericordia, cada vez que yo paso por la universidad de Harvard y camino por ese campus y paso sobretodo donde está el edificio de mi facultad yo le digo, gracias Señor porque fuiste fiel y tuviste misericordia de mí y me bendijiste.

Hermanos, cuando Dios promete algo a veces parece tan difícil y a veces imposible, que si uno se pone a pensar, cómo será esto, uno se congela de miedo y no va hacia adelante. Y precisamente esto es lo que yo veo en estos dos, un hombre viejo con una esposa anciana, nunca han dado a luz, ella es estéril y se le aparece un ser milagroso un día que él está haciendo su rol de sacerdote en el santuario y le dice, tu mujer va a tener un hijo y tu vas a tener un hijo con tu esposa. Y él, qué, está loco si ella es estéril. Yo soy viejo, ella también y cómo va a ser eso.

Aquí está una cosa, que cuando Dios te dice algo así que va a suceder en tu vida milagroso, tu tienes que preguntarte cómo vas a reaccionar. Pero déjenme ir un poquito hacia atrás ahora. Qué tiene esto que ver con el relato navideño? Evidentemente es un relato concerniente al nacimiento, a navidad, a la encarnación y navidad nos habla, hermanos, de un Dios presente, un Dios activo que desciende entre los hombres, interactúa con ellos, se interesa en si situación y obra milagros entre ellos. Esa es la esencia del relato navideño. Un Dios activo, presente, milagroso, que obra prodigios en la humanidad. Navidad, hermanos, es sinónimo de milagros. Imagínese, reyes magos viniendo desde lejos guiados por una estrella, milagro. Pastores que ven y escuchan ángeles y que son guiados a un pesebre donde reposa el Hijo de Dios en forma de frágil bebé. Milagro. Dos mujeres que no pueden, ni deben concebir son fecundadas milagrosamente por el poder de Dios. Navidad nos recuerda que los milagros nos pueden suceder en la persona de María y de Elizabeth y de Zacarías y de José, nos pueden suceder a nosotros, a cualquier de nosotros, porque esos son seres comunes y corrientes a quienes les sucede algo absolutamente extraordinario y sin precedentes. Y por lo tanto, por extensión, esos milagros nos pueden suceder a cualquiera de nosotros como a María, esa humilde doncella de una aldea minúscula, en un país insignificante como es Israel.

Hermanos, cuando Dios quiere hacer un milagro en nuestra vida, generalmente hay un anuncio, generalmente hay un anuncio, como vemos aquí en estos dos relatos, hay un anuncio de milagro. El anuncio no se da generalmente por medio de un ángel como en este caso, en la mayoría de los casos se da por medio de una vocecita, un impulso, una inquietud, una cosquilla que nace y casi imperceptiblemente en el interior de nuestro ser y que comienza a crecer como el bebé creció en el vientre de María y de Elizabeth. Se da un destello de vida, una concepción, una impregnación del Espíritu Santo y uno sabe como la mujer sabe que algo ha cambiado dentro de nuestro ser. Hay un anuncio, hay un presagio de algo mágico que se ha gestado dentro de nosotros.

Y cuando viene ese anuncio a nuestra vida, porque muchas veces Dios te va a decir algo a ti, te va a decir en alguna manera, yo quiero fecundar tu vida, yo quiero ponerte a dar a luz, yo quiero preñarte con algo, puede ser, el deseo de ir a la universidad después de años de no haber estudiado; puede ser un ama de casa decidir yo quiero aprender inglés o quiero emprender mi profesión que dejé cuando me casé y tuve hijos; puede ser una persona que dice, ¿saben qué? yo estoy cansado de oír a la gente hablando alrededor mío y no entender lo que me están diciendo, así que voy a ponerme a aprender inglés y voy a ir al centro de recursos académicos, me voy a anotar y voy a comenzar a tomar clases de inglés aunque yo creo que no sirvo para aprender ningún idioma y ese deseo nace dentro de ti un día, puedes estar mirando por la ventana, escuchando una pieza de radio, cambiando al bebé o lavando platos y ahí te nace ese impulso. Un pensamiento que cruza fugazmente por tu sensibilidad. Es un anuncio, es una declaración de la intensión de Dios en tu vida.

Y cuando hay un anuncio en tu vida tu tienes que preguntarte cómo vas a reaccionar ante ese anuncio. El anuncio viene y nos toca reconocerlo o no reconocerlo, obedecerlo o no, ignorarlo o no, dejar que transforme nuestra vida o seguir con nuestra situación normal de esterilidad y de normalidad, cómoda pero sin vida. Como María pudo haberle dicho al ángel, no thank you. Gracias, pero yo no me he casado todavía. En esta aldea hay una cantidad de gente bochinchera y cuando yo les diga que el Espíritu Santo, me van a decir, oh, sí claro que sí. Y voy a estar en vergüenza con todo el mundo y no thank you. Dile al Señor, que mira, allí al lado vive Juanita y yo creo que ella es lo suficientemente loca como para creer eso, así que ve allá mejor. Pero María decidió reaccionar a ese milagro.

Dios quiere llegar a nuestra vida, hermanos, Dios quiere llegar a tu vida, a la mía y tornaa nuestra esterilidad en abundancia, nuestra carencia en fruto. Hermanos, esa es la esencia del mensaje navideño: una humanidad sumida en pecado, oprimida por la bota del diablo, sin relación con Dios porque no tiene un intermediario, condenada a la misma cosa que han sufrido durante milenios, sin esperanza, dando vueltas alrededor de la nada, sin salida, condenada al fracaso e irrumpe una luz y un anuncio de que esa humanidad frustrada puede dar a luz, puede cambiar su destino, puede dejar de ser estéril y comenzar a dar fruto para Dios. Esa es la esencia de la navidad: Esterilidad convertida en fruto. Dos mujeres estériles dando a luz.

Dios, hermanos, quiere redimir nuestra condición limitada y ponernos a dar fruto. Dios quiere que vivamos vidas ricas y abundantes. Cuando el Espíritu Santo llega a tu vida, quizás tu estás lleno de pecado, ataduras, pobreza, fracaso, tu familia nunca ha dado a luz, no hay esperanzas que sugieran que algo puede suceder en tu vida, y Dios viene y te dice, ¿sabes qué? Yo quiero cambiar tu esterilidad en fruto. Yo quiero que te regocijes porque de aquí en adelante con Cristo tu ahora vas a ser algo completamente diferente. Antes era un ser anónimo, deprimido, sin posibilidades y ahora cuando mi Hijo entre dentro de ti te va a preñar y el Espíritu Santo te va a fecundar y tu esterilidad va a ser convertida en fruto. Esa es la dinámica esencial de la navidad.

Yo yo veo eso continuamente en la vida de nuestra gente. Durante años que hemos estado aquí en esta congregación yo he visto gente como Wilson y su ……, perdone que lo ponga en aprietos aquí, estos dos jóvenes están aquí, los conocemos hace muchos años y ustedes conocen a estos jóvenes, podrían estar por allí ahora mismo vidas destruidas, vidas como tantos jóvenes latinos desgraciadamente viviendo en un callejón sin salida, sin dar fruto. El destino de ellos era un destino de fracaso probablemente y sin embargo Dios los ha bendecido. Cuando yo veo a nuestros hermanos aquí casados con su hijita, ya otra por venir en el camino, y cada uno con sus estudios y trabajando como consejeros y bendiciendo vidas y bendiciendo su iglesia, con los niños, con los diáconos. Guau, yo digo, esos dos representan vidas que Dios ha fecundado, milagros que Dios ha hecho. Dios ha tornado el desierto en jardín florido y yo puedo señalar a muchos.

Pienso en Ana Andujar que quizás no me está oyendo, estaba aquí arriba. Ana llega a nuestra iglesia hace años atrás, triste, amargada, frustrada, un pasado infantil triste, y trágico hasta cierto punto, y Cristo entra a su vida y su temperamento cambia, su mirada hacia la vida cambia, Dios endulza su relación con su familia que fue una relación tortuosa y conflictiva y difícil. Está estudiando, tiene su buen trabajo, ha aprendido inglés, está embellecida y Dios está bendiciendo la vida de ella. Y cada vez que yo la veo, veo un milagro, Dios fecundando lo estéril.

Margarita Brito que no está aquí. Margarita, endemoniada, literalmente cuando la conocemos. Un pasado oscuro y con muchos problemas. Dios la liberta el día de Halloween de sus ataduras demoníacas, la primera parte porque después la segunda parte se dio en el basement de la iglesia allá en Cambridge, todavía lo recuerdo. Y esta joven que no ha estudiado, tronchó sus estudios, después entra otra vez a la universidad y con un inglés deficiente termina su primer título y consigue su maestría también y está trabajando para el departamento de escuelas y para un centro de recursos sociales aquí en Boston. Y yo la veo, y la veo casada, sus hijos yendo hacia adelante, con su casa, su esposo que la ama, y digo, he ahí una María que Dios fecundó. Cuando Cristo entra hizo un anuncio, yo no quiero que tu vivas una vida de ocultismo y de fracaso como tantas dominicanas, yo quiero que tu seas feliz, que tu des fruto, que tu seas bendecida, quiero borrar tu pasado, quiero fecundarte, quiero dar vida a través de ti, mi espíritu se va a posar sobre ti y lo que nazca de ti va a ser algo santo, algo maravilloso.

Y yo quiero decirte a ti, y a ti, y a ti, que Dios puede hacer lo mismo en tu vida, que Dios quiere fecundarte. Dios ha dado un anuncio en tu vida de que él no quiere que tu vivas una vida de anonimato y de normalidad y de mediocridad. A mí no me importa quién tu seas, mientras más difícil y menos prometedora sea tu vida, más yo me atrevo a decirte que Dios quiere cambiar esa situación y que ya Dios ha puesto un anuncio, un ángel ha venido a ti sin que tu lo identificaras como tal y te ha dicho, yo quiero fecundarte, y yo no quiero que tu vivas una vida anónima, te quiero sacar del anonimato y quiero infundir mi poder dentro de ti.

Esta gente que yo acaba de señalarle le han creído a Dios y Dios los ha puesto a dar fruto y todavía lo mejor está por delante. El mensaje de la navidad es el mensaje de la encarnación que Cristo ha venido para que tengamos vida y vida en abundancia. Nos ha puesto, como dice Juan 15:16 para que llevemos fruto y para que nuestro fruto permanezca.

En la vida de cada creyente, en el vientre de cada creyente, la matriz de cada creyente, y usted tiene una matriz y es un hijo de Dios, fructífera, hay un anuncio de vida allí, hay una vida de Dios que está por salir, quiere salir y todo depende de cómo reaccionamos a ese anuncio. Cada creyente en Cristo Jesús existe para vivir una vida rica, productiva, creciente, creativa, bendecida. Ese es el destino que Dios tiene para ti. Para eso has sido llamado, para eso has sido creado, como María y Elizabeth fueron creadas para una sola cosa: para dar a luz la vida de Dios y enriquecer el mundo por el resto de la historia porque caminaron sobre la tierra.

Cuando Cristo viene a nuestra vida nos dice, tu vas a dar fruto, vas a dar a luz la vida de Dios. Y hermanos, se supone que nuestra vida sea una vida de milagros y como en el relato navideño todo depende de cómo reaccionamos a esa promesa de que han de acontecer milagros con relación a nosotros.

Yo quiero que tu en tu mente comiences a cultivar una perspectiva de abundancia, como yo decía el domingo pasado, una perspectiva de que Dios me ha llamado a algo bello, a algo diferente, algo creativo, algo inmenso. Van a venir dificultades, como en el caso de Josué y Caleb. Claro que sí, hay gigantes que hay que pelear con ellos, hay tiempos de desierto. Claro que sí. Hay tiempos de guerra, batalla, imposibilidades que hay que confrontar. Hay que tomar la espada y hay que batallar pero el destino de Dios para ti es que tu entres a la tierra prometida y comas de la tierra que fluye leche y miel y que bebas de pozos que tu no cavaste y que vivas en casas que tu no edificaste. Eso es lo que Dios quiere.

Ahora, hay un terreno en el medio de lucha y de complejidad. Pero que novela hermosa no lo tiene, que historia de aventura no tiene un villano que vencer y dos o tres indios por allí con lanzas que te quieren comer. Pero eso es lo que hace hermoso el relato y es necesario para que el relato sea un relato noble y de aventura.

Ahora, es interesante que tanto María como Zacarías reaccionan extrañados cuando el ángel les dice que van a tener un hijo. Y las promesas y los milagros de Dios, como yo he dicho, siempre causan extrañeza en nosotros, siempre surge la pregunta, cómo será esto. Esa ama de casa que yo decía que de momento un día mientras lava los platos siente que quizás sería bueno que yo aprendiera a hablar inglés, la pregunta, bueno, cómo lo voy a hacer? Y entre ese momento de quiero aprender inglés, que es la visión, a cómo lo voy a hacer, hay una trayectoria. Entonces, hay que comenzar a caminar ese camino. Si ella, cuando dice, quiero aprender inglés, dice, hmm, que va, yo no puedo, no debo, no tengo tiempo, a dónde voy a ir, se van a reír de mí, estoy demasiado ocupada en la casa, los muchachos quién los va a atender mientras yo voy. Ya, si comenzó a pensar en todo eso, perdió la batalla antes de comenzar, murió en la película, al comienzo mismo. No hay película, es más, su héroe, la heroína murió. El anuncio, vino un anuncio pero cómo voy a hacerlo, cómo será esto. El momento del anuncio es el más peligroso de todos. Cómo reaccionamos ante el anuncio determinará lo que siga en la película.

Ahora, miren estos dos seres: María y Zacarías. María hace una pregunta técnica, esto es importante. Ella hace una pregunta técnica, una pregunta neutral y hasta cierto punto legítima y recibe una explicación que satisface su curiosidad. Bueno, cómo será esto. Bueno, el espíritu del Señor reposará sobre ti y te va a fecundar con su vida y el ser que nazca va a ser Hijo de Dios, así que no te preocupes, esa es la manera. María, porque mucha gente se ha preguntado, bueno, por qué María hizo una pregunta y Zacarías hizo una pregunta y al pobre Zacarías le tocó la java, como dicen, le pegaron a él con el mazo y a María la dejaron libre. Yo creo que hay una diferencia entre las dos preguntas y eso es muy importante también.

Cómo uno le pregunta al Señor, si le pregunta con incredulidad o si le pregunta como buscando un poquito más de respuesta, de elaboración, dame una idea de cómo hacerlo, dame la estrategia, dame cuál es el plan que tu tienes. Eso es lo que tu tienes que hacer, cuando viene a tu vida un deseo de hacer algo grande, diferente, imposible, difícil, complicado, pregúntale al Señor, ok, Padre, cuál es la estrategia que vamos a seguir? Siéntate y desarrolla el plan. Pídele al Señor iluminación. Pídele al Señor sabiduría, claridad, eso no está malo. Hay que espiar la tierra. Espiar la tierra no tiene nada de malo. Lo importante es que cuando la espías no vuelvas con incredulidad como los diez hicieron.

Ahora, Zacarías sí pregunta con incredulidad y por eso el relato dice que el ángel le dijo, como tu no creíste, ahí está la cosa. El ángel tenía un entrenamiento psicológico bien fuerte. Tomó unas clases de psicología allá en el cielo, son mejores que las de aquí abajo. Y él entendió que la pregunta de Zacarías era una pregunta incrédula. Ah, pero que va, como va a ser eso si yo soy viejo, ella también. Hubo un discernimiento diferente. La pregunta de María es una pregunta técnica, neutral, bueno, cómo será esto. La pregunta de Zacarías es, cómo será, cómo voy yo a saber que eso es verdad y quién eres tu, dónde están tus credenciales de ángel. Enséñame tu posición angelical o si eres ángel o si me están jugando un chiste malo estos sacerdotes compañeros míos. Zacarías pregunta con incredulidad, a pesar de que conoce las Escrituras y pide una señal. Y la señal que le dan es una señal de que va a quedar mudo y humillado hasta que compruebe la fidelidad de Dios.

Zacarías que era un sacerdote, otra cosa, al que mucho se le da mucho se le demanda. María es una mujer sencilla, es una doncellita, no ha estudiado la Biblia, probablemente no sabe ni leer ni escribir. No conoce los relatos bíblicos excepto así, de paso. Zacarías es un hombre educado, un sacerdote, debiera, he should know better. Él debiera saber que allá atrás hay un relato de otra vieja que concibió, se llamaba Sara, que interesantemente le pasó algo parecido. Porque a Dios le encanta fecundar a la gente que no puede dar a luz, ¿sabe? Ese es uno de los relatos grandes de la Escritura, uno de los constantes, los paradigmas grandes de la Escritura. Dios le encanta fecundar a gente que no puede dar a luz, por eso él siempre escoge las personas más claramente marcadas como imposibles de dar a luz. Y cuando Dios quería que otro profeta suyo bien poderoso, Abraham, fuera una señal para toda la humanidad de su hijo, de paso, porque la vida de Abraham sigue ciertos paralelos con la vida de Jesucristo y Dios, se le aparece y le dice, tu y tu mujer van a tener un hijo.

Y miren que interesante este otro relato en Génesis, cientos de años atrás, donde vienen dos ángeles a la casa de Abraham y le dijeron, dónde está Sara, tu mujer? Y él respondió, aquí en la tienda. Entonces uno de los ángeles le dijo, de cierto volveré a ti. Este es el ángel del Señor, y según el tiempo de la vida, es decir, los 9 meses que una mujer tiene para dar a luz, he aquí que Sara, tu mujer, tendrá un hijo. Y miren que interesante esto, y Sara escuchaba a la puerta de la tienda que estaba detrás de él y Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada, y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres, y qué hizo Sara? Se rió pues Sara entre sí diciendo, después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo, ja, ja, ja. Entonces Jehová dijo a Abraham, ¿por qué se ha reído Sara? Diciendo será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja. ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti según el tiempo de la vida Sara tendrá un hijo y Sara se asustó porque el ángel se molestó de su incredulidad. Y Sara negó diciendo, no me reí porque tuve miedo, y él dijo, no es así sino que te has reído.

En otras palabras, el Señor no le gusta que le digamos, no, no me vengan con esa, tu sí te reíste y ten cuidado la próxima vez. Y estas son, veo el tiempo, que rápido se ha ido el tiempo, pero amen. Yo voy a cortar porque quiero ser prudente. Ya he sido imprudente, ni siquiera me he dado cuenta de la hora que es. Pero we’ve had a good time, lo hemos pasado bien, ¿verdad que sí?

Pero hermanos, se me quedó el sermón a mitad pero quizás lo voy a continuar el domingo que viene. Pero mire, váyase hoy de aquí con esa cosa, bien importante que Dios quiere fecundarte primeramente. Dios quiere que tu vida sea una vida de poder y de fruto, de abundancia, de riqueza, de creatividad. No te conformes con esos relatos y esos esquemas de infertilidad y de anonimato y de mediocridad. Renuncia a eso, renueva tu mente. Llénate, imprégnate con los paradigmas de la Escritura. Cree que el Señor tiene algo para tu vida y cuando tu sientas que Dios te llama a hacer algo o que algo suceda grande en tu vida, no te pongas a pensar cómo será esto, imposible. No, si le haces una pregunta al Señor, pregunta más bien, ok, Señor ahora dame el plan, cómo va a ser esto. No albergues la duda porque el milagro sea tan grande, tan imposible que parezca que eso es tu imaginación. Créele al Señor. Espera cosas grandes en tu vida. Vive tu vida con la expectativa de que Dios va a hacer algo grande y vive a la luz de esa visión. Atrévete a dar pasos de fe, lánzate en el nombre del Señor. Cree que Dios te ha llamado a hacer proezas y renuncia a la idea de que tu has sido llamado simplemente a vivir una vida normal, común y corriente. Tu no eres normal, tu eres un hijo de Dios. La vida de Dios vive dentro de ti. Ese es el anuncio, lo que hace posible eso es la navidad, la encarnación, la venida de Jesús que nació bajo un signo de milagro rotundo, de la nada a la vida.

Y eso es el milagro reducido a su estructura más básica de todas, de cero a infinitud. Ahí está lo esencial de un milagro y eso es para ti y para mí y es para esta iglesia. Al Señor le encanta hacer con cosas pequeñitas cosas estrepitosamente grandes. Que el Señor te bendiga.

Ponte de pie. Y cree que la navidad es todos los días para el que cree. La navidad no fue algo que sucedió hace dos mil años, la navidad es hoy para ti y para mí. Padre, imprégnanos con tu vida y ayúdanos a ser hombres y mujeres que no pongan trabas a tus intensiones de fecundarnos y bendecirnos. Ayúdanos a ser como María, abrir nuestra matriz para que tu hagas lo que tu tienes que hacer en ella, tu operación, tu extraña operación, Señor.

Yo bendigo a mis hermanas y mis hermanos, los fecundo con la bendición de tu espíritu en esta mañana. Declaro sobre ellos milagros, milagros, milagros. Sácalos de aquí con tu bendición. Señor, sella esta palabra en nuestros espíritus y comienza conmigo.

Father, bless us with the absolute certainty that you are the same yesterday and forever and that you want to do miracles of fertility and blessing and creativity in our lives, that you have incredible things ahead for each of us. You want to impregnate us with your glory, your life and let us be like Mary, like Elizabeth, men and women whose womb is ever ready for you to come in and bring the life of Christ in us and through us. We thank you this morning, Father. Lead us now in safety and joy into our normal lives, to live lives that are not normal. We bless you, we glorify you.

Gracias por lo que has hecho posible en este día, Señor en el nombre de Jesús y el pueblo de Dios dice, amen. Están bendecidos.

Read More
español christian De Santiago español christian De Santiago

Adoptar una mentalidad de abundancia

TRANSCRIPT

Vamos al libro de Números, el Capítulo 13, versículos, comenzando el versículo 17 y voy a saltar a otros versículos también. Dice la palabra del Señor: "Los envió pues Moisés a reconocer la tierra de Canaán diciéndoles, subid de aquí al Neguev y subid al monte y observad la tierra cómo es y el pueblo que la habita, si es fuerte o débil, si poco o numeroso, cómo es la tierra habitada, si es buena o mala y cómo son las ciudades habitadas, si son campamentos o plazas fortificadas, y cómo es el terreno, si es fértil o estéril, si en él hay árboles o no, y esforzaos y tomad del fruto del país. Y era el tiempo de las primeras uvas…"

Vamos al versículo 25 ahora, “… y volvieron de reconocer la tierra al fin de 40 días…” en otras palabras, Moisés los envió para que fueran, miraran la tierra donde iban a entrar, Dios les había prometido la tierra de Canaán y los envió para que observaran, espiaran, reconocieran la tierra y que trajeran un reporte de cómo era esa tierra a la cual Dios los había de entrar.

Entonces “….volvieron de reconocer la tierra al fin de 40 días y anduvieron y vinieron a Moisés y a Aarón y a toda la congregación del hijos de Israel en el desierto de Parán, en Cades y dieron la información a ellos y a toda la congregación…”

Cuando dice congregación está diciendo todo el pueblo, toda la nación. “… y les mostraron el fruto de la tierra y les contaron diciendo, nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel y este es el fruto de ella…” – eran unos racimos bien grandes los que habían traído, se dieron cuenta de que sí, la tierra era de hecho muy fértil. Pero miren lo que dijeron ellos, “…más – ese más es un más bien grande como vamos a ver dentro de un momento – “… pero el pueblo que habita aquella tierra es fuerte y las ciudades muy grandes y fortificadas y también vimos allí a los hijos de Anak… - eran gente muy alta, eran unos gigantones, eran gente hoy en día serían jugadores de basketball, estarían en mucha demanda porque eran gente bien alta, de una altura bien considerable - …. Amalek habita en Neguev y el eteo, y jebuseo y el amorreo habitan en el monte, y el cananeo habita junto al mar y a la ribera del Jordán…”

En otras palabras, esa tierra que Dios les había prometida estaba llena de gente bien fuerte, bien grande y que no iba a ceder su tierra así tan fácilmente y eran muy capaces en la guerra, y estos hebreos no tenían ninguna experiencia en la guerra. Entonces están diciendo, mira, fuimos allá, sí, es cierto, la tierra es tremendamente fértil y hay mucha comida pero la gente que está allí y que han dicho de aquí no nos saca nadie, son gente muy poderosa, muy fuerte.

Entonces, Caleb, había entre los 12 que fueron enviados por Moisés a hacer un reconocimiento de la tierra donde Dios les había prometido que los iba a llevar, entre los 12, 10 son los que dan este reporte negativo, pero hay 2, Josué y Caleb, entre esos 12 espías que fueron enviados, que tienen una actitud diferente. “….Uno de ellos, Caleb, hizo callar al pueblo delante de Moisés…., les dijo, shshs, un momentito, un momentito, …..subamos luego y tomemos posesión de ella porque más podremos nosotros que ellos. Más los varones que subieron con él dijeron, no podremos subir contra aquel pueblo porque es más fuerte que nosotros, y hablaron mal entre los hijos de Israel de la tierra que habían reconocido diciendo, la tierra por donde pasamos para reconocerla es tierra que traga a sus moradores, y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura, también vimos allí gigantes, hijos de Anak, razas de los gigantes. Y éramos nosotros a nuestro parecer como langostas y así le parecíamos a ellos….”

Los gigantes decían, hey, quiénes son estos renacuajos que nos van a sacar aquí de esta tierra. Vengan para que ustedes vean lo que les vamos a hacer.

Vamos al Capítulo 14, comenzando con el versículo 4, y qué pasa. ¿Cuál es la reacción del pueblo? Cuando escuchan a sus soldados que fueron enviados para reconocer esa tierra donde Dios los había llamado a que la habitaran, ellos escuchan esto y se descorazonan, se sienten defraudados, se sienten desalentados completamente. Se les cae el ánimo completamente:

“… y decían el uno al otro, designemos un capitán y volvámonos a Egipto….”

Egipto, por si acaso usted no sabe, es de donde Dios los había sacado originalmente. Habían sido esclavos allí, habían sido oprimidos allí, habían tenido que trabajar duramente en Egipto y Dios los sacó de allí en su misericordia, pero ahora están diciendo, ¿saben qué?, volvamos busquemos un líder diferente y vámonos a Egipto de nuevo.

“…Entonces Moisés y Aarón se postraron sobre sus rostros delante de toda la multitud de la congregación de los hijos de Israel y Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jephone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rompieron sus vestidos….”

Esta era una señal de luto, de escándalo espiritual, de sentir que algo terrible había sido hecho espiritualmente por esta gente que estaban diciendo, volvámonos a Egipto. Ellos se escandalizan de escuchar eso y el hebreo tenía una señal de luto extremo, cuando sentía un dolor bien grande, cuando moría alguien muy amado, ellos se desgarraban la ropa. Eso todavía se puede ver un poquito en Palestina y el Líbano, cuando hay un ataque terrorista o alguien muere, las mujeres gritan y se tiran al piso y se rasgan los vestidos. Es una manera de enseñar gran sentido de escándalo. Ellos sienten que Dios ha sido ofendido con esa actitud negativa de esta gente.

“… se rasgaron los vestidos y hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel diciendo, la tierra por donde pasamos para reconocerla es tierra en gran manera buena, si Jehová se agradara de nosotros, él nos llevará a esta tierra y nos la entregará. Tierra que fluye leche y miel, por tanto no seáis rebeldes contra Jehová ni temáis al pueblo de esta tierra, porque nosotros los comeremos como pan. Su amparo se ha apartado de ellos y con nosotros está Jehová. No los temáis, no los temáis, con nosotros está Jehová….”

¿Por qué no dicen conmigo ahora mismo? Con nosotros está Jehová. Una vez más, con nosotros está Jehová. Gloria al nombre del Señor. Mire, si usted puede entender eso, y usted lo recibe, usted se puede parar ahora mismo y no me voy a ofender, váyase para su casa, porque usted ya no necesita sermón, porque esa es la esencia misma de la vida de un creyente. Ahí es donde nosotros nos paramos siempre. Por eso es que el salmista declara, aunque yo ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno porque tu estarás conmigo. Ese sentido de la presencia permanente de Dios en nuestra vida, la compañía de Dios. Dios quiere que nosotros sepamos que él está con nosotros.

Y cuando nosotros sabemos que él está con nosotros, eso nos debe inspirar confianza, fe, quietud, por eso el Señor Jesucristo antes de irse y ascender al cielo, después de su resurrección le dijo a los discípulos, toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra, por tanto id, haced discípulos de todas las naciones, etc. y dice, he aquí yo estoy con vosotros. ¿Cuándo? ¿El domingo a las 12 del día cuando termina el servicio? He aquí yo estoy con vosotros todos los días. ¿Hasta cuándo? ¿Hasta que me canse y ya no quiera saber de ustedes? Hasta el fin del mundo.

Ese sentido de la presencia permanente de Dios con nosotros es la esencia de la postura de una hija de Dios, un hijo de Dios y eso debe llenar nuestra visión continuamente aún en medio de pruebas, tribulaciones, tiempos difíciles, nubarrones alrededor de nosotros, anuncios de desastre. Nosotros tenemos que decir, el Señor está conmigo, el Señor está con nosotros.

Y eso es lo que debe gobernar el sentido de nuestra vida en todas las situaciones en que estamos pasando. Nosotros como hijos de Dios tenemos dos opciones, dos actitudes, lo que yo llamo, dos mentalidades posibles para vivir la vida: podemos vivir la vida con una mentalidad de escasez y de timidez y de poquedad. Esa es una alternativa, y muchos seres humanos viven la vida así, y aún muchos cristianos viven la vida desde una perspectiva de escasez. Hay otra alternativa, sin embargo, para el hijo de Dios, que yo creo que es la única posible si usted va a vivir su vida bíblicamente y es una postura de abundancia y de suficiencia en el Señor porque Dios está con usted.

Y esas son las únicas dos posibilidades: una posibilidad de timidez, pusilanimidad, o una postura de fe y de confianza en el Señor y hacer de esa postura como un imán que atrae la bendición. Y la Biblia es bien clara, que conforme a lo que tu piensas así será tu vida. Conforme a lo que tu crees, así será tu vida. El Señor le dijo a, no recuerdo si fue a la mujer sirio fenicia, conforme a tu fe te sea hecho. Y varias veces vemos al Señor decir, hágase conforme a tu fe, hágase conforme a lo que tu crees.

Porque la fe de uno, la confianza, la mente, hermanos, tenemos que siempre estar examinando nuestra mente, tenemos que siempre estar examinando y asegurándonos que de nuestra mente esté en la sintonía correcta porque en la mente es, podría decir, en el corazón, donde está la esencia de nuestra personalidad, allí conforme al clima, conforme al ambiente de tu interior, de tu ser interior, así va a proceder tu vida. Por eso es que usted siempre tiene que estar examinando, ok, ¿Cómo está mi mente hoy? ¿Y cómo está mi actitud esta mañana que me voy a levantar? ¿Está mi mente como una esponja preparada para recibir la bendición de Dios o está esa esponja seca y dura que no puede recibir la lluvia que Dios ha de enviar a mi vida? Y usted tiene que chequear eso, y si su mente no está completamente sintonizada con la palabra de Dios, con lo que Dios ha declarado, entonces usted tiene que alinear otra vez su mente, usted tiene que recondicionarla. ¿Cómo se recondiciona la mente? Bueno, a mí lo único que me ayuda es, antes de comenzar el día, comenzarlo en oración, porque eso me obliga a mí al yo hablarle al Señor y al poner mis necesidades y mis luchas en un contexto espiritual, eso recondiciona mi mente y hace que mis pensamientos se orienten de nuevo a la realidad espiritual en la cual yo habito.

Y eso usted tiene que hacerlo continuamente. Déjenme decirle, no tiene que contestarme pero, ¿Cuántas veces usted se baña a la semana? La mayoría de nosotros nos bañamos todos los días, yo espero. Y si no aunque sea un baño de gato nos damos, pero algo tiene que darse. ¿Cuántas veces nos cepillamos, cuántas veces nos peinamos? ¿Por qué? Porque el orden del mundo es caos, usted arregla las cosas y siempre tiene que volver a arreglarlas. Usted barrió la casa y a los 3, 4 días, a la semana tiene que volver otra vez a barrerla porque viene el polvo, se desorganizan las sillas, los platos se ensucian, todo, el mundo, la vida humana es una lucha continua contra el caos. El caos siempre está ahí a la vuelta de la esquina esperando para posesionarse de nuevo de la vida humana. Y así pasa con la mente también.

Por más que nosotros confesamos las verdades de Dios el orden natural de la mente es como volver otra vez a la duda, a la desconfianza, al temor, y entonces uno tiene que volver, y esa vaca silvestre, hay que volver a amarrarla y jalarla otra vez, y traerla otra vez a la verdad de Dios. Hay que amarrarla otra vez, porque la mente siempre está devaneando y entonces lo único que a mí me ayuda, es cuando yo oro, sabe, yo oro sí, para presentarle al Señor mis necesidades específicas, pero también oro para realinear mi mente con la mente de Dios. Y al yo confesar la verdad de Dios, al yo decirle, Padre, yo sé que hay necesidad pero yo creo que tu eres fiel y yo te necesito y probé y bendice y te doy gracias, y esto y lo otro, y al yo decir estas cosas en un ámbito de fe, mi mente va otra vez, como que algo pasa, como que un sirup baña mi interior y yo como que vuelvo otra vez a recordar, hey, Dios está en control. Y eso me orienta y me prepara para mi día y me bendice y mi mente entonces vuelve a alinearse otra vez. Porque la mente siempre está dudando y entonces yo creo que nuestra postura debe ser siempre, si mi mente está centrada en lo que Dios ha dicho, si mi mente está concentrada en los principios de la Escritura, porque como digo, de eso van a depender muchas cosas.

Y en este pasaje y veo dos mentalidades, dos actitudes, dos tipos de mentalidad que gobiernan y que determinan qué va a pasar en tu vida, como resultado de eso. Si la bendición de Dios va a correr a través de tu vida, si vas a cruzar las montañas que se presentan delante de ti, si vas a atravesar los ríos tormentosos que pueden venir en la vida, si vas a destruir a los gigantes que van a ponerse en tu camino para que no llegues a la bendición que Dios tiene determinada para ti, o si vas a sucumbir y te vas a ir escurriéndote en una esquinita a quejarte y a vivir una vida en derrota y no habiendo alcanzado la plenitud que Dios necesita que tu alcances.

El destino de estas dos mentalidades es bien claro en la Escritura. De esos 12 espías que fueron a ver la tierra que Dios les había prometido al otro lado del río Jordán y que regresaron, dependiendo de las actitudes que ellos evidenciaron determinó qué pasaría con ellos. De esas 12 personas que entraron a ver la tierra prometida solamente 2 lograron entrar en ella al final. ¿Sabe quienes fueron? Josué y Caleb. Los otros 10, ¿sabe dónde terminaron? Sus cuerpos en el desierto. No pudieron pasar a la tierra prometida.

Es más, mire el poder de la fe que ni siquiera Moisés tuvo el privilegio de pisar la tierra prometida, solamente Josué y Caleb porque dice la Biblia que había un espíritu diferente en ellos. Lo que ellos creyeron, lo que confesaron, lo que sostuvieron determinó su destino final.

Y yo quiero decirte, mi hermano, mi hermanas, que cuando vienen los tiempos de pruebas y de dificultades, según la mentalidad que tu adoptes, una mentalidad de escasez y de insuficiencia y timidez, o una mentalidad de abundancia, de poder que tu puedas decir, como dijo el Apóstol Pablo, todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Antes en todas estas cosas somos más que vencedores.

Dice que por lo tanto, ni la muerte ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo futuro, ni lo por venir, ni ninguna otra cosa creada podrá separarnos del amor de Dios que es Cristo Jesús.

Ese tipo de confesión es la que nosotros tenemos que estar continuamente ensayando en nuestra mente y manteniendo nuestra mente atada en los tiempos de prueba y de dificultad, en los tiempos de nubarrones, en los tiempos de anuncios de destrucción. Esa mentalidad de suficiencia en Cristo Jesús, es tan importante eso, porque sino vamos quedar en el desierto. Y en estos tiempos de gran incertidumbre en las naciones, no solamente en Estados Unidos, en las naciones, como yo decía también el domingo pasado, nosotros vamos a tener que más que nunca alimentarnos con una dieta espiritual muy fuerte, muy poderosa. Estos son tiempos para volver a las verdades de Dios y vivir a la vida cristiana a un nivel muy, pero muy maduro.

Ahora bien, estas dos mentalidades, la mentalidad de Josué y Caleb, o la mentalidad de los 10 espías, se reflejan en la forma en que ellos confrontan la situación que tienen por delante. Cuando ellos entran a la tierra que todavía, visualice esto, visualice los hebreos están, llevan 40 años casi dando vueltas en un desierto prácticamente, Dios no les ha dado permiso para que entren. Hay un río que es el río Jordán que actúa como una línea divisoria entre ese lugar donde ellos han estado todo este tiempo y un lugar que se llama Canaán que es una región grande, fértil, hermosa y Dios los sacó de Egipto, donde eran esclavos, décadas atrás, y les dijo, yo los voy a llevar a esa tierra. Esa tierra está ocupada por gente fuerte y que ha habitado esa tierra mucho tiempo, pero esa gente se ha corrompido, esa gente ha pecado contra mí, esa gente ha hecho barbaridades, y yo he estado esperando hasta que se cumpla el nivel cúspide de su maldad y su pecado para yo entonces sentir que puedo sacarlos sin ningún sentido de que estoy cometiendo una injusticia. Así es que Dios obra. Y Dios esperó hasta que se colmara la copa de la maldad de ese pueblo en Canaán antes de decir, ok, ya ahora ya los puedo sacar legítimamente y voy a entrar a mi pueblo, para crearme una nación nueva y diferente.

Y Dios los saca de Egipto, y ahora entramos nosotros en el relato cuando Moisés está cerca de entrar ya y les dice, vayan y vean la tierra y díganos qué es lo que ustedes ven allá. Cuando estos hombres vienen, vienen con un reporte negativo. O sí la tierra es muy fértil, dicen ellos, es tremenda pero hay un pequeñito problema es que hay gigantes allí, que viven allí, que dicen que nos van a cortar la cabeza si nosotros entramos allá a quitarles la tierra. Y entonces ahí se traba. Es decir, ¿qué pasa hermanos cuando se le pone la piña agria a usted? ¿Qué hace usted? Ahí está la pregunta. Entonces la manera en que estos dos grupos de personas reaccionan ante un reto, ante una situación negativa que viene inesperadamente a sus vidas, va a determinar su destino final.

La manera en que nosotros afrontemos las situaciones que vienen a nuestra vida, quizás alguno de ustedes ha perdido un trabajo, por ejemplo, quizás algunos de ustedes está posiblemente confrontando la posibilidad de perder su casa o de perder su trabajo, o quizás hay enfermedad en tu vida, o estás pasando por una situación difícil familiarmente, de salud, quizás estás pasando por un tiempo tormentoso de tu vida y hay situaciones difíciles con las cuales tu estás lidiando en este tiempo y siempre nosotros tenemos la opción de confrontar las situaciones de la vida conforme a una de estas dos mentalidades. La mentalidad que dice, mira, yo no firmé para esto, esto no estaba en el contrato. Cuando yo me metí a esto de evangélico no me dijeron que esto iba a ser así y así, me dijeron que orara y Dios me iba a dar un Cadillac y una casa grande y una novia bonita, y es todo lo contrario.

O usted puede decir, ¿saben qué? yo creo que Dios dijo me va a bendecir, y aunque pase por tiempos difíciles yo creo que cuando haya pasado el día malo, Dios me va a dar bendición, que después de la tormenta viene la calma, viene la paz, que viene la fortuna de Dios, la bendición de Dios. Yo creo eso y yo voy a mantenerme allí y me voy a amarrar a un árbol para que aunque ruja la tormenta, yo me agarre bien. Y ese árbol ¿Qué es? La palabra de Dios. Todo lo que Dios ha dicho con su boca, hermanos.

Dios no te ha prometido ni a usted ni a mí un jardín de rosas. Ahora, Dios nos ha prometido la gracia y el poder para atravesar cualquier cosa que venga a nuestra vida. Eso sí yo lo puedo decir. Y me ha dicho a mí y le ha dicho a usted también que aunque venga cualquier prueba en su vida, aunque vengan tiempos de dificultad Dios le va a sacar hacia adelante. El Señor dice, aunque pases por el fuego no te quemarás y aunque por la llama no arderá en ti, aunque pases por los ríos no te anegarán. En otras palabras, vamos a pasar a veces por los ríos, vamos a pasar a veces por el fuego, vamos hasta a oler un poquito ahumado al final pero ¿saben qué? el Señor dice, pero yo voy a estar contigo y yo te voy a atravesar, yo te voy a sacar adelante. Gloria al Señor.

Y ¿saben qué? las personas que han experimentado esos tiempos y que han salido de esas pruebas son las personas que luego pueden testificar de la fidelidad de Dios a otros. Son las personas que cuando llegan ya a la adultez o a la vejez, pueden aconsejar a los jóvenes y a los nuevos en la fe y recordarles que sí, que Dios es fiel, y van a decir, oh, sí, yo me acuerdo cuando en el año 2008… pero Dios nos sacó adelante y nos bendijo, etc. Y podrá hablar con seguridad, podrá hablar con confianza porque ese es el Dios en que yo he creído y primero tenemos que ganarnos las bendiciones que después vamos a usar para seguir adelante.

Y yo estoy pensando aquí, estoy buscando porque, sí, aquí está el mensaje, vino a mi mente mientras decía esto lo que dice el Apóstol Pedro en su Primera Epístola y quizás, me voy a salir un poquito pero es todo lo mismo, es la palabra de Dios llamándonos a mantenernos en nuestra confesión.

El Apóstol Pedro en Primera de Pedro, Capítulo 1 habla aquí de que Dios nos ha llamado, versículo 4, “….para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible reservada en los cielos para nosotros que somos guardados por el poder de Dios mediante la fe….”

Somos guardados por el poder de Dios ¿mediante qué? Mediante la fe. “…. Para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero…”

Es una bendición preciosa lo que él dice allí: promesa, Dios te va a guardar, Dios te va a fortalecer, Dios tiene una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible. Y uno podría decir, bueno, que bueno, gloria a Dios, que bien. Todo va a salir bien. Pero mire lo que añade, dice:

“…. En lo cual vosotros os alegráis aunque ahora… - ahí está la otra parte del proceso - … aunque ahora por un poco de tiempo…. – ese poco de tiempo puede ser una semana, puede ser un año, puede ser 3 años, hermanos, yo no te puedo decir cuánto tiempo porque todos nosotros hemos pasado por situaciones y pruebas en la vida y hemos estado un tiempo allí en la olla de presión, cociéndonos a fuego lento en nuestro propio jugo muchas veces, y uno dice, Señor, óyeme, mira ya me está llegando al cuello el agua, Señor, no queda mucho más antes de la nariz. Y usted está pensando, cuándo va a llegar la caballería para salvarme y todavía el Señor lo… ese poco de tiempo uno nunca sabe.

El Apóstol Pablo en Efesios, Capítulo 6 habla del día malo. No es un día de 24 horas, es una época un tiempo. No sabemos. Pero dice:

“… aunque ahora por un poco de tiempo si es necesario…. – déjenme decirles, lo que estemos pasando en este tiempo yo creo que es necesario. Esta nación y las naciones han estado viviendo impíamente, creyéndose que ya son adultos y se pueden desprender de Dios y de su gracia, hay mucha injusticia en la sociedad, hay mucha impiedad, mucha corrupción, y Dios muchas veces ve que es necesario para preservar vidas darle una bofetada al hombre, al ser humano y dejarlo sin aliento para que cuando esté en el piso mire hacia arriba y mire hacia Dios.

Porque de qué le sirve a un hombre, dice la palabra, a una mujer, si se gana todo el mundo y pierde su alma lo que a Dios más le interesa es el alma, recuerde eso, y muchas veces hay gente que se va a ir al infierno con anillos de diamantes y trajes de tres piezas, y carros, que de nada le van a servir cuando lleguen allá al infierno. Y Dios quiere dar vida a la humanidad, y Dios quiere a su iglesia purificarla también y todas estas cosas a veces es necesario pasar.

Dice, “… para que sometida a prueba vuestra fe mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo…”

Es decir, hermanos, Dios quizás muchas veces te va a pasar por un tiempo de prueba, y ¿Qué tu vas a hacer en ese tiempo? Es necesario que tu determines, ¿Cómo voy yo a pasar la prueba en mi vida? ¿Cómo voy yo a atravesar? ¿LO voy a atravesar con una mentalidad de escasez, con una mentalidad de abundancia?

Déjenme darles rápidamente unos principios bien básicos y con eso termino:

1. ¿Cómo se manifiesta esta diferencia de mentalidades? Miren lo siguiente, en primer lugar, estos 10 espías, los primeros 10 espías miran, ponen su mirada sobre el enemigo, sobre el opositor mientras que Josué y Caleb ponen su mirada, y voy a explicar esto: ellos, Josué y Caleb miran hacia sí mismos, no en el sentido de que ellos son la gran cosa, pero ellos miran a lo que ellos tienen dentro de ellos. Ellos miran a quiénes ellos son en Dios. Ellos ponen su mirada en su identidad como hijos de Dios mientras que los 10 espías ponen la mirada en el enemigo.

¿Dónde veo yo esto? Miren en el Capítulo 3, 28 y 29, los espías dicen, más el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, las ciudades muy grandes y fortificadas y también vimos allí a los hijos de Anak, etc. y menciona a todas las tribus que están esperándolos allí para darle palos. Miran al enemigo. Sin embargo, Josué y Caleb miren lo que dice en el versículo 30 del Capítulo 13, dice, “… entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés y dijo, subamos nosotros luego, tomemos posesión de ella porque más podremos nosotros que ellos…”

Caleb y Josué ponen la mirada en nosotros, vamos a subir. No, vamos a subir, vamos a tomar la tierra, nosotros somos más poderosos. Es decir, mira hacia… ¿por qué miraban ellos hacia sí mismos? Porque ellos sabían que Dios estaba con ellos.

Y es importante, hermano, que tu entiendas que en tu vida tu tienes algo muy poderoso. Tu caminas con toda la presencia de Dios dentro de ti. El Espíritu Santo de Dios mora dentro de ti. Los recursos del cielo caminan donde tu vas. El poder de Dios puede cambiar circunstancias en tu vida. Dios puede tornar cosas difíciles en cosas totalmente positivas y prósperas.

En segunda de Timoteo, vamos primero a Efesios, Capítulo 1, el Apóstol Pablo ora, un pasaje que yo siempre cito, Capítulo 1, versículo 17, Pablo ora para que el Señor le de a los efesios un espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de Dios, alumbrando los ojos del entendimiento de los efesios. ¿Para qué? Para que ellos sepan cuál es la esperanza a la cual Dios los ha llamado y cuál es la riqueza de la gloria de la herencia que ellos tienen, y cuál la supereminente grandeza del poder de Dios para con ellos que creen. En otras palabras, Pablo está diciendo, hermanos, yo estoy orando para que ustedes se den cuenta de cuán grande es la herencia y el poder que ustedes tienen en Dios. El mismo poder que levantó a Crisot de los muertos, dice Pablo, a los efesios, está dentro de ustedes y yo oro para que ustedes estén concientes de eso.

Hermano, cuando hay situaciones difíciles en tu vida no mires tanto a los gigantes, mira el poder de Dios dentro de ti, mira la dotación que tu has recibido, mira la gracia que Dios ha hecho habitar en tu vida.

En segunda de Timoteo, Capítulo 1, versículo 6 y 7 el Apóstol Pablo le dice a Timoteo, creo que es primera de Timoteo. Siempre me confundo entre uno y otro. Capítulo 1, 6 y 7, alguien que me ayude allí.

“… por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía sino de poder, de amor y de dominio propio….”

En otras palabras, hermanos, hermanas, no te aminores, no decaigas en tu ánimo, no mires tanto lo negativo en la vida, no mires al enemigo, mira el poder de Dios que está dentro de ti y deja que ese poder te guíe y usa ese poder, usa el poder de Dios, el poder de la alabanza, de la oración, del clamor para destruir los gigantes. Eso te va a permitir entonces tu, como en este caso decir, ¿sabes qué? voy a poseer esa tierra. Ese trabajo que yo estoy buscando, perdí el trabajo, pero está bien, hay otros. O Dios quiere otra bendición de otra manera, Dios quiere fortalecerme porque Dios está conmigo y yo sé que yo voy a salir adelante. Eso es diferente. Tu estás mirando la dotación de Dios dentro de ti y vas a buscar una alternativa, una salida, una diferente forma de actuar en vez de simplemente tirarte en la cama a deprimirte porque Dios se ha apartado de ti.

2. Los 10 espías miran a los peligros y miran los obstáculos. ¿Qué pasa? Ellos dicen, hay gigantes, nos van a matar, nos van a destruir, hay gente muy fuerte entrenada en la guerra, las ciudades que tienen son muy fuertes, muy grandes, muy fortificadas. Ellos miran a los peligros.

Josué y Caleb miran la bendición potencial, la promesa, lo que ofrece esa tierra. Miren el Capítulo 14, versículo 7:

“… hablaron a toda la congregación Josué y Caleb diciendo, la tierra por donde pasamos para reconocerla es tierra en gran manera buena…”

En otras palabras, no nos detengamos tanto en los gigantes y las ciudades fortificadas y el número de guerreros que tienen, miremos, esta es una oportunidad tremenda. Miren que bendición, miren que tierra más linda, más fértil.

Hermanos, y asimismo nosotros tenemos que mirar siempre las bendiciones, mirar siempre la promesa de Dios en nuestra vida. Dios nos ha llamado. Cristo dice, yo he venido para que ustedes tengan vida y la tengan en abundancia. Concéntrate en la bendición que Dios te ha prometido. Concéntrate en el hecho de que Dios tiene algo bueno para ti. Si tu te mantienes firme en las promesas del Señor, la bendición ha de venir. No te preocupes por estos tiempos que están pasando, no te preocupes por las dificultades. Mucha gente a veces piensa solamente en lo negativo y por eso nunca llegan a la bendición que Dios tiene para ellos.

En el libro de Eclesiastés en el Capítulo 11, en el versículos 4 y 6, el escritor dice, “… el que al viento observa no sembrará y el que mira a las nubes no segará…”

En otras palabras, mira, si tu te pones a pensar en los obstáculos de por qué algo no va a tener éxito y no va a resultar va a encontrar 27 razones para no hacerlo. La gente que no sale a nada y que no hace nada en la vida es la gente que siempre está pensando en por qué no se puede hacer algo. Concéntrate en esta bendición tan grande es importante, esto es lo que va a hacer la diferencia.

Viene a mi mente una ilustración de dos vendedores de zapatos que lo enviaron a un país lejano, no voy a decir cuál, ponga el que usted quiera allí. Su Compañía los envió a abrir un mercado de zapatos y uno de ellos envió un reporte a la Compañía, dice, la gente en este país nadie usa zapatos, así que esto no hay posibilidades, vamos a cerrar, no vale la pena que nosotros estemos aquí.

El otro envió una carta diciendo, aquí nadie usa zapatos, es una oportunidad tremenda para venderle zapatos a todo el mundo y hacer una millonada. Uno vio lo negativo, otro vio lo positivo. Y así pasa muchas veces en nuestra vida, si nos concentramos solamente en el por qué y los obstáculos, y qué sucede si pasa esto y lo otro, uno nunca va a hacer nada. Concéntrate en lo positivo y Dios va a usar eso para que tu salgas adelante.

Yo le pido al Señor, Padre, siempre ayúdame a pensar en la bendición que puede venir. Yo piense en ese santuario que Dios quiere que construyamos y yo pienso, mira, Padre, las vidas que pueden entrar al Reino de Dios. Esta mañana en el servicio que tuvimos allí, mire, yo tenía veinte mil razones para no hacer eso, no tengo mucho tiempo para explicarle, pero hasta el último momento que yo llegué allí y comenzamos, yo estaba, qué va a pasar? Es un servicio en inglés, porque yo siento que el Señor, yo creo que hay una gran bendición en un ministerio en inglés aquí y yo creo que Dios quiere eso y que eso puede ser de gran impacto en la ciudad. Y yo veo la bendición posible pero mire, yo pienso, no tengo tiempo, no hay los recursos, no tenemos los recursos pastorales, dónde está el espacio, que esto y que lo otro, y uno se vuelve un mar de negatividad.

Yo digo no, esto, yo siento que Dios me lo ha dicho, puede ser de gran bendición. Yo me voy a concentrar en eso y aunque pase sustos y no todo quede bien, yo voy a seguir adelante porque eso es de bendición y Dios lo quiere.

Piense en lo positivo y les puede decir que fue una tremenda bendición, mucho más de lo que yo esperaba, se los digo sinceramente. La gente salió de allí contenta, feliz y yo digo, llevo tantos meses diciéndole a mucha gente, vayan a los servicios en inglés, los suspendimos por un tiempo. Y ¿saben qué? es que a veces es difícil que la gente vea lo que uno ve. Y yo puedo ver que si la gente se atreve, uno empieza, no, que si ahora comenzamos a las 9 de la mañana; oh, que tengo que dormir un poco extra, que esto y que lo otro. Mire, el dormilón no sale para ningún lado. La bendición viene cuando usted se despierta por la mañana y va a la casa de Dios. Busque al Señor, temprano yo te buscaré, dice ese coro. Busque temprano al Señor.

Y jóvenes, adultos y otros, la gente se queja, oh, que no hay nada en inglés. Bueno, la iglesia está ofreciendo algo, busca la bendición y Dios te la va a dar. Atrévete a buscar la bendición, no busques el obstáculo, busca la bendición.

3. Mentalidad de positividad. Los 10 espías confiesan con su boca negatividad tras negatividad. Miren el versículo 31 de ese mismo Capítulo 13:

“… más los varones que subieron con él dijeron, no podremos subir…. - ¿usted ve ahí? Primer error. Ya ellos están condenándose al fracaso. - …. no podremos subir contra ellos, contra aquel pueblo porque es más fuerte que nosotros y hablaron mal entre los hijos de Israel…. Y dice, … la tierra traga sus moradores, todo el pueblo que vimos en medio de ellos son hombres con grande estatura…. Y hacen una retahíla de razones negativas por las cuales no pueden entrar.

Y yo he dicho, hermanos, lo que nosotros confesamos con nuestra boca tiene mucho poder. La boca es una fuente de vida o de muerte. Yo le digo a la gente, por ejemplo, mira, si estás pasando por un tiempo de depresión tu quizás no puedes cambiar las emociones que tienes por dentro, pero puedes cambiar lo que dices con tu boca, y puedes cambiar tu comportamiento también, puedes cambiar las acciones externas. Las acciones externas son más fáciles de manipular que los sentimientos internos. Y ¿saben qué? muchas veces cuando nosotros cambiamos nuestra confesión las emociones se ajustan a la confesión. Eso es un misterio de la vida.

Les remito a Isaías 54 donde le dice a la mujer estéril, “…. Alza voces, levanta canción, tu que eras estéril, que no tienes hijos….”

¿Por qué se le dice a una mujer estéril que levante la voz y cante al Señor? Porque ¿saben qué? cuando usted canta al Señor en la esterilidad, muchas veces viene la fructificación, viene el fruto, viene la bendición.

“… porque tu cambiaste tu confesión…”

Cuando estés en prueba alaba al Señor, cuando estés en dificultades glorifica el nombre del Señor, cuando te sientas mal pon un coro y llena tu casa de música y ponte el mejor vestido que hay en la casa y sal y tómate un café, un capuchino en algún sitio y celebra.

Declara las bondades del Señor, no te amilanes como decimos nosotros, no te eches a morir, confiesa con tu boca lo positivo. Dios crea con su boca y el pueblo de Dios, hecho a la imagen y semejanza de Dios también crea con su boca.

Estos son tiempos no para estar confesando, oh, Dios tenga misericordia de nosotros, el mundo, etc. no, está bien si usted lo dice, pero diga también, pero Dios nos va a guardar, Dios es poderoso, Dios nos va a sacar adelante, Dios tiene buenos propósitos. Confiese positivo con su boca. Hermanos, cambie su confesión y cambiará su situación. Escriba eso allí en algún sitio. Cambie su confesión y cambiará su situación. Eso es palabra del Señor para este pueblo. Declare que Dios tiene buenas cosas para usted. En su vida acostúmbrese a hablar positivamente y cuando usted de una confesión negativo, por lo menos neutralícela con una de esperanza y de positividad. Eso es un hábito que usted se puede crear. Y eso va reconfigurando el interior. Usted va a descubrir poco a poco que su mente y sus emociones se van ajustando a sus confesiones.

4. Los 10 espías cometieron un error, y fue que confiaron en su propia fuerza. Es decir, ellos pusieron su enfoque en su propia fuerza y también en los principios racionales que les dictaba su propia fuerza. Ellos miraron su capacidad versus la situación en la cual estaban. Y claro, había un déficit muy grande.

Capítulo 13, la segunda parte del versículo 32, “… la tierra por donde pasamos es tierra que traga a sus moradores, allá los hombres son de gran estatura y nosotros, dice, a nuestro parecer éramos como langostas…”, éramos como insectitos pequeñitos “… y así también nosotros les parecíamos a ellos…”

Es decir, claro, ellos miraron, los hebreos, los judíos no son gente muy alta por raza y no tenían entrenamiento en la guerra. Esta gente era genéticamente bien alta y eran gente de huesos, me imagino, fuertes y largos y había una desigualdad increíble. Todavía la hay en Israel, si usted mira el mapa de Israel, Israel es un puntito. Y a mí siempre me impacta eso, cuando yo miro un mapa del mundo y yo miro lo que es, ¿saben que Israel, hermanos, es del tamaño de Rhode Island? La gente escucha tanto del poder que tiene Israel para determinar el estado de las naciones y del mundo y cree que Israel es una tierra inmensa. Israel es un puntito, hermanos, en la tierra, y está metido allí, rodeado de naciones inmensas, Irak, Irán, usted mira, Irán es una nación increíblemente grande comparada con ese terroncito que es Israel. Y los judíos no son gente muy alta ni muy fuerte tampoco, sin embargo, tienen a todo el mundo en jaque mate alrededor, todo el mundo árabe los tienen agarrado y no han podido destruir esa nación, todo lo contrario. Esa nación ha prosperado. ¿Por qué? porque la gracia del Señor en su misericordia Dios tiene misericordia de los hebreos, porque son gente dura de corazón pero tienen un propósito con ese pueblo.

Y cuando usted mira muchas veces hermanos, su condición negativa, su vida, yo le digo siempre a los hermanos, mira, no mires tu situación pasada, no mires tu pedigrí académico, no mires tu herencia familiar, mira que Dios ha dicho que si estás en Cristo eres una nueva criatura. Hay que borrar todo lo del pasado, ahora es simplemente Dios y tu yendo hacia adelante con toda la dotación del poder de Dios dentro de tu vida. Y mira, no mires el déficit porque si miras el déficit nunca vas a hacer nada. A los jóvenes hay que decirles eso, no mires el hecho de que los estudios son difíciles y que tu no estás saliendo adelante o lo que sea, comienza a creer confesando positividad en tu boca, trabajando duramente y arduamente y haciendo tu parte y no mirando tu propia fuerza.

¿Qué fue lo que miraron Josué y Caleb? ¿Dónde pusieron ellos su enfoque? Lo pusieron en el Señor. Los otros pusieron su enfoque en su falta de fuerza. Josué y Caleb lo pusieron en el Señor y en los principios del espíritu.

Miren el Capítulo 14, versículos 8 y 9, ¿Qué dijeron ellos? Esa tierra es buena y si Jehová, es la primera vez que mencionan a Jehová en todo este diagnóstico que se ha hecho, “… si Jehová se agradare de nosotros él nos llevará a esta tierra y nos la entregará…”

Pusieron un principio espiritual contra el principio racional y eso es lo que nosotros tenemos que hacer en nuestra vida. Busca el principio espiritual, busca la promesa de Dios, busca dónde está el principio que aplica a tu situación y como un abogado usa ese principio para traérselo al Señor y decir, Padre, tu me dijiste en tu palabra que tal y tal situación tu tenías una respuesta para ella. Ahora, conforme a tu palabra aquí está, haz lo que tu has prometido. ¿Saben qué? eso es una manera muy poderosa de uno orar. Usando la palabra de Dios, por eso es importante conocer la palabra porque así usted sabe cuál es el principio que aplica a su situación y usted puede recordárselo al Señor, entre comillas recordárselo.

¿Recuerdan la historia de la mujer sirio fenicia? Viene donde Jesús, le dijo, mi hija está oprimida por un demonio. Sánale. El Señor le vino con una respuesta displicente y la quiso despedir diciendo, ¿sabe qué? No es legítimo darle, hasta insultante, la comida de los hijos a los perrillos. Esa mujer se hubiera podido ir toda molesta, maldiciendo, echando pestes de Jesús, que mal la trató, esto y lo otro, pero ¿saben qué? ella dijo, ah, sí tu dijiste que no se le debe dar comida a los perrillos pero ¿sabe qué, Señor? Aunque sea los perrillos pueden comer de las migajas que caen de la mesa y ahí lo pilló al Señor, lo agarró. Ella le dijo, bueno está bien, Señor, pero por lo menos que sea un gajito, una cosita dame. Y el Señor dijo, mujer, grande es tu fe, sea hecho conforme a tu fe.

Y dice la palabra que en ese mismo momento la hija de ella, que estaba a distancia, fue sanada de la contaminación demoníaca, fue sanada. ¿Por qué? porque esta mujer encontró el principio, y usó el principio para meterle una llave inglesa a Jesús y decirle, sí pero, y agarra al Señor y el Señor se rió. ¿Saben qué? a Dios le gusta a veces que nosotros lo atrapemos en su propia palabra y que pongamos el principio espiritual que aplica a nuestra situación.

Y eso fue lo que Josué y Caleb hicieron. Dijeron si el Señor se agrada de nosotros no importa lo que pase, nosotros vamos a entrar a esa tierra, él nos la va a entregar. “…. Por tanto, dice, no seáis rebeldes contra Jehová y temáis al pueblo de esa tierra, nosotros los comeremos como pan….”

Miren la confesión positiva, “… su amparo se ha apartado de ellos…” Ellos se están dando fuerza, están confesando. Dios los ha abandonado, ya ellos no están con el Señor ni el Señor con ellos, pero está con nosotros así que nosotros tenemos toda la razón para vencer.

“… y con nosotros está Jehová…” Tres veces Jehová, Jehová, Jehová. Los otros, nosotros, nosotros, nosotros. No podemos, no está buena la situación, la ciudad es grande, esto y lo otro.

Hermano, viva los principios de la palabra de Dios. No te orientes por lo que tu ves alrededor. Lo que está alrededor es bueno para guiarte y para orientarte y para darte unas coordenadas, pero el principio que debe guiar tu vida es el principio espiritual. ¿Qué dice Dios? Los médicos dicen esto, los economistas dicen lo otro, pero qué dice Dios. Hasta que Dios no ha dado su fallo no te rindas. Es muy importante.

5. Y el último principio es que estos hombres, los 10 israelitas se enfocaron en lo que yo llamo el desorden del proceso, la confusión, lo complicado de los procesos de Dios. Y se enfocaron en el tiempo que se tomaba, en las dificultad de las cosas, en los factores inesperados, en el desierto y en estos datos que ahora surgían de que había gente fuerte y un ejército poderoso. Y ellos se enfocaron en eso y qué pasa con eso? Que confiesan de nuevo, vámonos de aquí. ¿Cómo le dicen ellos?

“… ¿por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa, no sería mejor volvernos a Egipto?...”

Cuando se le puso la cosa difícil y complicada, cuando las cosas no fueron tan rápidas como ellos esperaban y vino la confusión y la complejidad, se dieron por vencidos. Pero ¿Qué hacen Josué y Caleb? Ellos lo reducen todo, toda esa confusión la reducen a un principio central, si Dios está con nosotros, si el Señor se agrada de nosotros.

Hermanos, miren, la vida es complicada, los procesos de Dios son complicados, las promesas de Dios a veces se toman años para cumplirse, a veces la bendición que Dios ha declarado sobre tu vida tu no la vas a ver hasta 20, 25 años ó 15 años después. ¿Cuánto tiempo lleva la humanidad esperando la segunda venida de Cristo? Y ¿Cuántas cosas han pasado en el interino? Muchas dificultades, pero por eso es que nosotros no nos podemos concentrar en las fluctuaciones de la vida. La aguja de la vida humana sube y baja mercurialmente. Hoy tu puedes estar en victoria y en prosperidad, mañana viene un tiempo difícil. Hoy tu hogar puede ser un dechado de virtudes y de bendición, mañana puede que todo esté patas arriba y venga la dificultad. Si tu te concentras en las fluctuaciones, en la vicisitudes, en los cambios de la vida y cuando las cosas están bien, pues tu estás contento, cuando están mal, estás sumido en la depresión; cuando viene una nube te paniqueas y cuando está el sol abierto pues, eres completamente animado y contento y positivo. Nunca vas a hacer nada. El hijo de Dios, la hija de Dios se concentra en lo que Dios ha declarado, se concentra en la fidelidad de Dios, se concentra en el hecho de que Dios ha dicho, yo no te dejaré ni te desampararé y se agarra de eso aunque venga lo venga, aunque vea lo que vea, aunque oiga lo que oiga, se mantiene concentrado en una sola cosa: si Dios está conmigo nadie puede contra mí. Si Dios está conmigo yo saldré adelante. Si la promesa de Dios está conmigo yo no paso del piso. Usted se mantiene allí, en eso, y usted sigue adelante y usted le dice a sus emociones, sujétense, a su mente, sujétate, a las circunstancias, sujétense. Y usted se mantiene centrado en lo que Dios ha dicho. Esas son las personas que salen adelante, esas son las personas que son bendecidas.

He aquí hermanos, algunos de los elementos que componen esa mentalidad de abundancia y esa es la mentalidad que te va a atravesar a ti y a mí a través de estos tiempos y que te va a llevar a una vida de frutos, de bendición.

Pido que los músicos pasen por acá, por favor. Repito, no mires al enemigo, mira al Dios que está dentro de ti. Número dos, no mires los obstáculos y los peligros, mira la bendición que Dios te ha prometido. No confieses negatividad sino confiesa positivamente. No enfoques tu mente en tu propia fuerza sino enfócala en el Señor y en los principios espirituales. Y finalmente, no te dejes ofuscar por la complejidad del proceso sino que simplifica las cosas y concéntrate en lo que Dios ha dicho y en su presencia en tu vida y su fidelidad.

¿Cuántos pueden decir amen a estos principios? Póngase de pie conmigo. Gloria al Señor. Y vamos a vivir esa vida positiva, vamos a creer que el Señor está con nosotros, que el Señor nos va a sacar adelante. Yo te animo a poner tu mirada en esa positividad. Pídele al Señor que transforme tu mente. No te conformes a la mente del siglo, de este mundo, transfórmate por la renovación de tu entendimiento.

Yo pido al Señor que le de a este pueblo un entendimiento diferente. Como decía el domingo pasado, Dios nos está llamando a que tomemos en serio lo que leemos en la palabra y que vivamos unas vidas consistentes. Estos son tiempos para o creemos o no creemos, o vivimos o no vivimos lo que hemos confesado. Son tiempos para que tu vivas la vida cristiana en todo sentido, no bajes la guardia, ponte la armadura, dice el Señor, cíñete los lomos, no te lleves por tu mente, no te lleves por tus emociones, no te lleves por las circunstancias, no te lleves por lo que otros digan, si es necesario, mira, ni veas las noticias, olvídate. Si te vas a deprimir no las leas, concéntrate en el Señor. Lee más tu Biblia que las noticias.

Se me ocurre algo ahí, mire eso, hermanos, es importante. La gente habla de la diferencia entre un termostato y un termómetro: el termómetro solamente lee y registra lo que hay afuera. Si está caliente el termómetro sube, si está frío baja. Él no controla nada, el termostato controla la temperatura, ¿verdad? La Biblia es el termostato, las noticias son el termómetro. ¿De cuál de esos dos instrumentos quieres tu pegarte más bien y con qué quieres tu llenar tu mente, con lo que puede cambiar las circunstancias o con lo que simplemente las registra?

Entrega tu mente, llénate de la palabra del Señor, llénate de los principios de Dios. Fortalécete con la palabra de Dios. Enfoca tu mente en lo que Dios ha declarado. Estos son tiempos que los valientes lo arrebatan. El que tenga la fortaleza del Señor sobrevivirá y triunfará inclusive. Yo le doy gracias a Dios por poder vivir tiempos como este porque aquí podemos ver la gloria del Señor manifestada.

Quiera el Señor en esta tarde renovar tu mente y renovar tu espíritu. Sal de aquí fortalecido, sal de aquí confiada, venga lo que venga el Señor está con nosotros y él es fiel. Padre, te damos gracias porque tu no eres un termómetro, eres un termostato, Señor, tu controlas la temperatura del universo inclusive, Padre, tu determinas los eventos de la historia. Tu no te atemorizas por nada, nada de coge de sorpresa, nada está más allá de tu control, nuestras vidas están en tus manos. El corazón de los reyes es como agua en tus manos, tu lo llevas por donde tu quieres y te damos gracias porque servimos a ese Dios todopoderoso y nuestra vida está segura en él y bendecimos a tu pueblo, Señor, yo pido que renueves el ánimo, la mente de tu pueblo, que sea un pueblo todo poderoso porque tienen un Dios todopoderoso, que sea un pueblo vencedor, porque tienen un Dios vencedor, que sea un pueblo lleno de fe porque su Dios tiene toda la fe del universo, que sea un pueblo vencedor de circunstancias porque Dios controla las circunstancias, que sea un pueblo próspero porque Dios es el dueño del oro y de la plata. ¡Aleluya!

Read More
español christian De Santiago español christian De Santiago

Vende todo lo que posees

TRANSCRIPT

Marcos Capítulo 10. Hermanos, mientras buscamos ese texto, no se si ustedes han notado que nuestro pastor ha estado trayendo una serie de mensajes que enfatizan entre otros temas algo que francamente yo he oído al Señor y yo he oído al Señor en mi espíritu una y otra vez. El Señor me ha estado redarguyendo con este mensaje. Yo le doy gracias al Señor por esta serie que está trayendo el pastor y está influyendo no solamente la manera en que vivo, también en la manera que trabajo en centro de recursos académicos. Está aún perneando la manera en que trato con el mundo que rodea la congregación León de Judá y la obra de Dios en nuestros medios.

Y yo creo que uno de estos temas, el que más me agarra, es este: hermanos, la economía de Dios es distinta a la economía del mundo. La economía de Dios es distinta a la economía del mundo. En la economía de Dios uno gana aunque lo pierda todo. Amen. En la economía de Dios los hijos de Dios son prosperados y sus necesidades son atendidas aún cuando en el mundo hay escasez y ansiedad. En la economía de Dios, mis hermanos, podemos dormir tranquilos sabiendo que nuestros tesoros están seguros en el cielo aún cuando en el mundo los tesoros están expuestos al ladrón, a la polilla y al descuido. Y la pregunta clave hermanos en esta mañana es cómo entramos en la economía de Dios, cómo entramos a esa vida de contentamiento, de prosperidad, de unción, de discernimiento, de confianza, ese mundo que permite que como Jesús durmamos tranquilos en la barca aún cuando hay una tempestad a nuestro alrededor. ¿Cómo entra uno a este mundo?

Y hermanos, la respuesta del Señor nunca ha cambiado, y es la misma respuesta de la semana pasada, es la misma respuesta este domingo, será igual la semana que viene, y esta: para entrar en la economía de Dios el precio es vendiendo todo lo que posees. Hermanos, para lograr lo más que deseas es necesario que vendamos todo lo que tenemos, todo lo que poseemos. Hermanos, ese siempre ha sido el precio, siempre será el precio y esta fue la nueva, este fue el mensaje le compartió a este joven rico que deseaba entrar en la economía de Dios.

Padre, bendice tu palabra. Gracias Señor por el amor que nos tienes, por el Dios poderoso que eres, y por tus promesas que son inviolables. Señor, declaro, Padre, un ambiente listo para que vidas sean transformadas y para que tu bendición sea derramada sobre cada hogar, Señor, aquí, Señor, y al otro lado del Internet, y dondequiera que alcance esta palabra, en el nombre de Jesús.

Veamos juntos hermanos, Marcos Capítulo 10 comenzando con el versículo 17, el joven rico.

“…Al salir él para seguir su camino vino uno corriendo e hincando las rodillas delante de él le preguntó, Maestro bueno, ¿Qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo, ¿por qué me llamas bueno? Ninguno es bueno, sino solo uno, Dios. Los mandamientos sabes, no adulteres, no mates, no hurtes, no digas falso testimonio, no defraudes, honra a tu padre y a tu madre. Él entonces respondiendo le dijo, Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. Entonces Jesús mirándole le amó y le dijo, Una cosas te falta, anda, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres y tendrás tesoro en el cielo y ven sígueme tomando tu cruz..”

Y ustedes saben cómo termina esta historia. “….Pero él afligido por esta palabra se fue triste porque tenía muchas posesiones….”

Primeramente, hermanos, me gusta esta imagen de este primer encuentro entre el joven rico y el Señor porque para mí esto representa un encuentro gráfico entre la economía del mundo, lo que el mundo llama prosperidad, lo que el mundo considera como una vida fructífera, y la economía de Dios.

Hermanos, ¿Qué tenía, con qué contaba este hombre, con qué contaba este señor? Y permítanme, mis hermanos, si ellos van a tener un experimento, vamos a tener un experimento, por lo menos yo voy a experimentar con un ….. presentation. Vengan mis hermanos.

Elizabeth, get ready, this is going to be interesting.

Ojalá no salgan retratos de mi niñez. Amen. Bueno, dentro de poco sabrán. Bueno, ¿Qué tiene este joven? Por eso lo llamamos un experimento, espero que su experimento salga mejor. Amen.

Primeramente, ¿Qué tenía este joven a su favor, este hombre a su favor? Yo no sé de usted pero tal vez los editores de tu Biblia lo llaman, lo titulan el joven rico. ¿Cómo sacamos esto? Porque ni siquiera en el texto en el libro de Marcos indica que el hombre era un joven. Bueno, en Marcos, en Lucas y en Mateo, todos relatan este encuentro entre este señor, esta persona y el Señor Jesús.

Primeramente, Mateo 19:20 nos que era un hombre primeramente joven. ¿Con qué contaba él? Primeramente era joven. O sea, él contaba si era joven, ¿Qué implica eso para ti? Juventud, energía, toda su vida por delante. Hermanos, entre los valores de este mundo, entre la economía del mundo este mundo, yo no sé si usted se ha dado cuenta, pero nuestra sociedad tiene un alto valor en la juventud. Nuestra sociedad valora la juventud tal vez en una manera exagerada. Es más, yo diría que es más que valorar la juventud, se acerca a un tal, a un adorar la juventud.

Hermanos, a menos que no sea un anuncio de AARP, un plan de retiro, es duro, es muy difícil conseguir un modelo que represente menos de 35 años en un anuncio de televisión. ¿No es cierto? Aún si están vendiendo llantas de carro, es un joven, una jovencita que está haciendo esto, que lo está representando. Este hombre tenía toda su juventud.

¿Qué más? El Libro de Lucas, Capítulo 18 declara que él es un principal, un líder, un principal. Ahora, ¿Qué te dice eso, qué implica eso? Para mí eso implica que este hombre también, encima de su juventud, tenía autoridad, o sea, tenía influencia en su comunidad, tenía poder político. Y hermanos, así como en nuestro, yo no sé de su país, en mi país, en este país gente que tienen conexiones, gente que conocen a gente, gente que te pueden presentar a gente son muy valorados, ¿no? Hermanos, él tenía la capacidad, en otras palabras, de ejercer su influencia sobre otros. Él era en algún nivel un cacique, un jefe de algo, un líder de algo, lo trataban de usted.

Era joven, tenía autoridad y los tres evangelios están de acuerdo que era rico. ¿Qué implica eso? En verdad, no se necesita mucha explicación: recursos financieros, dinero, lana, plata, cuartos, lo que él tenía muchos lo valoraban. Y cuando uno habla de alguien rico, eso implica meramente que él tiene dinero suficiente para cubrir sus necesidades, especialmente.

En el primer siglo hablar de alguien rico quiere decir que tenía la capacidad de adquirir no solo lo necesario pero también aún lujos y antojos. Él tenía la capacidad de cambiar su carro cada dos años. Él tenía la capacidad de comprar esta casa y ni siquiera recordarse de dónde era la dirección, tal vez regalársela. Él tenía sus dos o tres laptops, él tenía su wi. Él tenía estas cosas: era joven, tenía autoridad, y era rico.

Hermanos, con todo y eso este hombre, me encanta lo que dice el Evangelio de Marcos, no se acercó a Jesús, no envió un mensajero, no lo invitó a cenar, él se tiró a sus pies, hincándose delante del Señor. Este hombre le pide, Maestro bueno, por favor, qué haré para heredar la vida eterna.

¿Y por qué se tira este hombre joven, rico, con autoridad? Se supone que tiene todo lo que él necesite y más, cómo es que este hombre se tira a los pies de Jesús. Usted sabe la respuesta, por favor, usted bien sabe que nada de eso llena el vacío de nuestras vidas, ¿verdad? Nada de eso llena ese espacio en nuestras vidas. Tal vez por eso es que usted está aquí. Si usted está mirando en el Internet, por eso usted está sintonizando. Usted que me está viendo en su oficina, usted que en su hora del break se está escondiendo con su laptop y mirando a ver qué más tiene Dios para mí.

Por eso es que usted está aquí. Por eso es que ustedes participan. Por eso es que ustedes están en discipulado. Por eso es que estamos buscando el rostro de Dios y hermanos, esto no es un secreto que ni la juventud que tanto valoramos, ni la autoridad, que tanto respetamos y estamos detrás de ella, que ni el dinero que tanto lo valora esta sociedad, nada de eso es suficiente.

Hermanos, si quieres más evidencia de esto, vea hermanos, los escándalos que se ven aún en el mundo político entre gente que son jóvenes y ricos con autoridad. ¿Qué necesidad tenía el gobernador de Illinois de violar la ley y así desperdiciar su carrera, desperdiciar su matrimonio, desperdiciar, tal vez, su libertad?

Hermanos, si él estuviera sola, Eliot Spitzer, el gobernador de Nueva York con tanta influencia, un hombre que muchos lo nombraban como un candidato tal vez a la presidencia, ¿por qué por un pecado tan bajo y vacío lo desperdicia todo, todo? Aún aquí en el estado de Massachussets, aún aquí en los recintos de Roxbury, vemos la gente joven, ricos, con autoridad desechándolo todo, desperdiciando lo que tienen, ¿por qué? porque tienen más y aún lo que tienen no es suficiente.

Y hermanos, por lo menos este joven tenía la integridad de reconocer que aún lo que él tenía no era suficiente. Y algo vio él en Jesús que lo atrajo y dijo, yo no sé lo que él tiene pero si hay un hombre bueno en todo este mundo que yo he visto, lo es él. Este hombre sencillo.

Hermanos, porque no era meramente lo que decía Jesús, era lo que él era, lo que manaba de él. El Señor sanaba porque virtud fluía de él. El Señor al entrar, gloria a Dios, el Señor al entrar en escena las reglas del universo cambiaban con él, meramente su presencia cambiaba la escena, daba esperanza, llenaba a uno de gozo, había vida en él, había algo que lo atraía.

Hermanos, por eso las multitudes le seguían, por eso los enfermos estiraban sus manos para tocar el borde de su manto, por eso se inclinaban la gente a la orilla de la sociedad solamente para oír dos o tres palabras de sus labios, porque había vida en él y por eso usted está aquí, porque hay vida en Jesús, la vida fluye, mana, corre de él como manantiales.

Jesús es bello. Es una belleza que nos atrae. Es una belleza que nos deja queriendo más. Y si fuéramos nosotros honestos y comparáramos, esta es mi vida, y esto es lo que veo cuando lo veo a él, y eso es lo que siento cuando estoy en su presencia, y esto como él me deja cuando tengo algunos momento a solas con él, no hay comparación. Y queremos más. Y queremos más.

Y este joven viendo que el Señor iba de camino, ya salía de su aldea, antes de perder esta oportunidad, antes de perder la oportunidad de la intervención de Jesús, no pensó en su reputación o cómo le iban a ver en el concilio, corrió, se tiró a sus pies y dijo, Maestro bueno, yo quiero lo que tu tienes. ¿Cómo puedo hacer para que mi vida valga para algo? ¿Cómo puedo heredar la vida eterna?

El Señor, como un buen pastor, lo aconseja y lo primero que le pregunta es acerca de los mandamientos. Esto no es Santa Claus preguntando si te estás portando bien. El Señor le dice, ¿tu conoces los mandamientos, no? Tu conoces los mandamientos y así como el pastor Gregory les dio un examen que él sabía que iba a pasar, le dijo, ¿tu conoces no adulteres, no mates, no hurtes?

A propósito, mis hermanos, todos estos mandamientos dense cuenta que son todos los mandamientos acerca de cómo nos tratamos los unos a los otros. No habla nada de los mandamientos que nos comprometen con nuestro Dios, por ejemplo, no te inclines a dioses ajenos, no harás una imagen de nada sobre la tierra o debajo de la tierra y te inclines a ella.

Interesantemente el Señor no le preguntó acerca de esos. Pero sí le preguntó acerca de estos. Creo, me imagino que conociendo su vida de lejos, y conociendo su corazón le preguntó, ¿conoces estos mandamientos? Y el joven dijo, sí, sí, mis vecinos hablan bien de mí, no pierdo un día en la sinagoga, siempre saco la basura cuando la tengo que sacar, sí, sí, todos hablan bien de mí, yo me porto bien. Y aún así me siento insatisfecho, aún con todos mis esfuerzos religiosos me siento vacío.

Hermanos, no tienen que responder, pero ¿no se han sentido muchos así? Pastor, yo desde que he entrado a esta iglesia he tratado de servir, estoy involucrado en la célula, estoy tomando cursos de discipulado, estoy haciéndolo todo.

¿No conoce usted a un inconverso así? Gente buena. Hermanos, gente buena. Gente noble, gente con un corazón muchos de ellos, de oro. Y si fuéramos a indagar aún así se sienten vacíos, aún así se sienten incompletos, aún así en la presencia plena del Señor, si fueran sinceros, como fue este hombre, tienen que admitir que todavía no han entrado en una vida plena de bendición como que no se identifican con la unción y la bendición y la plenitud de la vida de Dios. No le ha amanecido esta economía del Señor.

Las promesas del Señor todavía, es como si fueran estuvieran hablando en un idioma extranjera. El Señor dice que lo miró, y mirándolo lo amó. Hermano, ¿saben qué? no dudes de que Cristo le ama hoy. No dudes de que Cristo le ama. Hermanos, el hecho de que usted viene delante del Señor sinceramente y le dice, Señor, yo quiero más, yo sé que todavía no he llegado a dónde tu quieres para mí. Hermanos, no hay nadie que quiera que usted crezca, que seas próspero, que seas bendecido, no hay nadie que anhelo eso para su vida más que él. No hay nadie que lo anhela más.

Pero hay algo, hay cosas que ni él puede hacer por usted. Hay pasos que solo le corresponden a usted tomar. Hay cosas que por más cerca que estemos del Señor solo le corresponde a usted cruzar la línea y el Señor amando a este muchacho le dice, sabes, solo te falta una cosa, solo una cosas. Estás cerca, estás cerca pero solo te falta que hagas esto: vende ¿Qué? todo lo que tienes, dale a los pobres y tendrás tesoros en el cielo.

Ustedes ya a estas alturas, hermanos, esto debe responder en nuestros corazones lo que ha estado predicando acerca de hacer tesoros en el cielo y dice el Señor, “…y ven, sígueme, tomando tu cruz….”

Y este joven al oír el precio, considerando este trato, ahí el vendedor cruza sus manos porque por mejor que el vendedor presente el producto él no te puede arrancar el dinero. Eso tiene que salir de usted. Usted tiene que entrar en ese trato. Usted tiene que pagar ese precio. Solo usted tiene la autoridad de hacerlo y este joven se fue triste porque tenía muchas ¿Qué? posesiones.

Y yo creo, hermanos, que él no fue el único que se fue triste. Yo oigo lamento en la voz del Señor. Yo creo que el Señor, el mismo Señor se entristeció. Guau, y que pena tan cerca, tan cerca, por poco. Que difícil, dijo el Señor, que difícil es que entre en el Reino de los Cielos alguien que confíe en sus riquezas, dijo. Que difícil.

Next. Y en eso los discípulos oyendo esto ellos entendieron perfectamente lo que quería decir el Señor. Espero, hermanos, que nosotros entendamos porque ellos exclamaron, ¿Quién pues, Señor, puede ser salvo? Si es así, si es así, ¿Quién puede ser salvo? ¿Y sabes por qué ellos exclamaron de esta manera? Porque, hermanos, entendieron desde un comienzo que todos tenemos posesiones, todos, hermanos, todos tenemos posesiones, todos nosotros poseemos algo. Es más, poseemos algo o alguien. Todos tenemos posesiones.

¿Saben por qué, mis hermanos? Una posesión no describe con un título legal. Uno no posee de esa manera. Sus posesiones no están archivadas en la oficina de su abogado. El título de sus posesiones están archivados en su corazón. Uno posee con el corazón.

¿Sabes cuándo tienes una posesión? Una posesión es esa cosa a la cual usted se acerca y dice, mi identidad está mezclada en ti, mi x posesión, mi seguridad depende de ti. El autor A W Tosers, escribió una vez, identifique sus posesiones y estará muy cerca de identificar su Dios. Esa cosa por la cual fácilmente usted daría su vida porque no puede imaginar su vida sin eso.

¿Y qué poseemos nosotros, mis hermanos? Bueno, obviamente nosotros poseemos cosas, stuff, oh el servicio de inglés es allá, stuff posesiones físicas. En otras palabras, todos nuestros cachivaches, todas nuestras cosas, en el buen chapin, todos nuestros chunches, everything. Todas nuestras cosas, sea su casa, sea su carro, sea su trabajo, sea su carrera, sea su iphone, sea su wi, sea lo que sea, hermanos, qué es un wi, ni yo lo sé pero está. Yo sé que es electrónico, yo sé que es caro, y yo sé que acompaña el plasma TV, eso es lo único que sé.

Sus posesiones, ahora hermanos, como compartió el pastor algunas semanas atrás, la gente ha andado, darán y seguirán dando sus vidas cuando pierden sus casas, cuando de momento se encuentran sin trabajo por 25 años, 30 años en el mismo lugar, como que eso reconfigura su manera de pensar.

Hermanos, nosotros somos capaces de poseer nuestras cosas y también somos capaces de poseer gente, gente. La gente en nuestras vidas también constituyen posesiones: sus padres tal vez, sus hijos, sus amigos, su esposa, su esposo, su novio, su novia. Hermanos, sus Isaacs, sus Isaacs.

Hermanos, eso fue la confrontación entre Dios y Abraham por más que él amaba a Abraham, por todas las promesas que él le dio a Abraham el Señor vio, y estamos hablando de rendir no la gente en sí, no los hijos en sí, sino el lugar, oigan bien, el lugar ilegítimo que ellos ocupan en nuestros corazones.

Y esto, hermanos, cuando nosotros poseemos, cuando un ser humano posee no puede bendecir. Cuando uno posee, detrás de esa posesión viene control, viene el título, viene el apretar y controlar y desconyuntar y afear. Hermanos, toda la gente que nosotros poseemos son presa fácil del enemigo. Velo de esta manera, Dios no es el único y tu no eres el único que sabe a dónde usted ha escondido sus posesiones. El enemigo es muy capaz de tomar a nuestras posesiones, aún la gente que nosotros amamos y tomarlos de rehén. ¿Tu quieres servir a Dios? ¿Quieres pagar el precio? Yo sé a dónde están tus posesiones. Y hermanos, nadie los puede bendecir y proteger mejor que nuestro Dios, decidamos entregárselos de una vez en este día.

Y también, hermanos, nosotros poseemos cosas intangibles, cosas que no son medibles: así como sus ideas y su manera de ver el mundo. ¿Cuánta gente sigue al Señor muy felices hasta que tropiezan con algo de la palabra que los escandaliza, algo que trastorna su manera de ver el mundo, algo que cambia toda su filosofía de cómo es Dios, qué es lo que Dios espera de nosotros, sus ideas sacras acerca de la santidad o la adoración, o etc.? se confrontan con una idea y ellos tienen que escoger, o abrazo la palabra de Dios como es y vendo esta idea y se la entrego al Señor por más que a mí me conviene saber estas cosas o hago un lío ahí tratando de retener a mi Dios y a la vez ideas que no tienen que ver con el Reino de Dios.

Yo conozco muchos así, muchos así. Intangibles: su orgullo, su reputación, su buen nombre. Hermanos, hay un momento de entrega precioso en la historia de la Navidad: cuando María, después de oír el anuncio de que este niño Jesús iba a ocupar su vientre, cuando ella declara al ángel Gabriel, sabe he aquí la sierva del Señor, hágase conmigo conforme a tu palabra. Ella está diciendo, aunque yo sé que esto es imposible explicarlo a mami, y a mis vecinos en Nazareth.

Hermanos, no porque usted esté siguiendo al Señor quiere decir que todo le va a caer bien a todo el mundo. Es más, prepárense desde que la iglesia es iglesia hay gente que han perdido su reputación, su buen nombre por heroicamente vender sus posesiones y seguir a Cristo. María pagó ese precio. Aún hasta el sol de hoy hablan cosas escandolas de esa sierva de Dios.

That’s ok. Hermanos, y también intangibles incluyen: nuestro dolor y resentimientos. Hay muchos que prefieren abrazar resentimientos, dolor, raíces de amargura, traumas, antes de venderla de una vez, venderla de una vez, dejársela al Señor, seguirlo.

Hermanos, la gran mayoría de la gente que no siguen al Señor, no lo siguen precisamente por la misma razón que le fue difícil que el joven rico lo siguiera. ¿Por qué? se nos hace difícil vender nuestras posesiones. El precio es muy alto. Ellos te dirán muchas cosas, ellos te pondrán muchos pretextos, ellos lo pueden poner de una forma teórica, pero al fin y al cabo su pretexto es este: esto es muy caro para mí.

Yo creo, me encantaría tener la vida eterna, pero el precio, esta cosa o esta persona, o esta idea que yo poseo es demasiado de precioso para mí, esto en verdad lo quiero más que a Dios, o a lo que tiene. Y tal vez esperan que la semana que viene haya un baratillo, ahora en la época de Navidad que salen gangas, que vengan la semana que viene y que hay una ganga sobre la salvación, un baratillo, el Señor bajó el precio. Amen. Praise the Lord. Vi un flash de vida ahí. Amen. Gloria a Dios.

Pero el precio no cambia. Hermanos, noten lo semejante de lo que el Señor le declara a este joven rico en el siglo XXI a lo que él le dice aún a sus propios discípulos. Este es el precio. Entonces Jesús dijo a sus discípulos, lo sabemos de memoria porque está en el curso de discipulado, si alguno quiere venir en pos de mí, ¿Qué? niéguese a sí mismo, niéguese a sí mismo, tome su cruz.

Hermanos, para muchos de nosotros el rendir lo que poseemos es una cruz y sígame porque todo el que quiera, ¿Qué? salvar su vida la perderá y todo aquel que pierda su vida por causa de mí, la hallará. ¿Porque qué aprovechará el hombre si ganare todo el mundo y perdiere su alma? O ¿Qué recompensa dará el hombre por su alma? Hermanos, la semana que viene cuando usted venga, de nuevo, pidiendo al Señor, Padre, yo quiero más, yo deseo plenitud, yo quiero que virtud fluya de ti, inunde mi vida, inunde mi estado. Padre, yo quiero una bendición que corra de generación a generación. Yo quiero ver a mis hijos salvados. Yo quiero ver mi familia entregada a ti. Padre yo quiero verme escrito en las páginas de la palabra y habitando los salones de tus promesas. Quiero que tu Espíritu Santo more en mí como un templo. Yo quiero participar de tu gloria y de tu resurrección. Yo quiero estar contigo en lugares exaltados y saber que mi oración toca el fondo del corazón de mi Padre y que al inclinarme a ti, Señor, puedo aún sentir la batida de las alas de los ángeles, y saber que estoy en tu presencia. ¿Cómo lo adquiero? Quiero eso. Más que la vida lo deseo, Señor.

Y la semana que viene el Señor te va a decir, el precio no ha cambiado. El precio no ha cambiado. Pero detrás de este precio hay una promesa. Es más, hay dos. El Señor dice, saben, mis hermanos, lo que parece imposible, lo que para ti parece imposible en este día, hermanos, cómo puedo yo vivir sin esa posesión. ¿Sabe? Aún sin saber lo que está diciendo, tal vez, aún con temor y temblor, aunque te tiembla la mano, se lo entregas al Señor y le dices, Señor, ni siquiera sé lo que estoy haciendo, esto me parece una locura. Tómalo. El Señor te lo toma, te lo guarda porque él es un buen dueño, y él te declara el mayordomo de esa cosa, te lo multiplica y te dice a ti, yo no me quedo deudor de nadie, de cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa o hermanos o hermanas o padre, o madre, o mujer, o hijos, hermanos, o tierras, o pasado, o trasfondo, por causa de mí y del Evangelio que no reciba cien veces más ahora en este tiempo, casas.

Hermanos, bienvenido a la familia de Dios. Hermanas, madres, el Señor pone a los hijos huérfanos en hogar. Y tierras, con persecuciones, él no te está ofreciendo color de rosa, pero lo bueno es que cada persecución para mí es como un interés, y surge de allí como obra de magia una bendición más, una multiplicación más, aún las persecuciones sirven para bendecirnos y para multiplicar la gracia del Señor. En este siglo venidero y en este siglo venidero la vida eterna, él te hace esa promesa, cien por uno, cien por uno. Yo veo las sonrisas de muchos así que han conectado su chequecito del Señor, que han visto lo imposible. ¿Cómo estudian mis hijos? No me explique. ¿Cómo es que tenemos casa? No te sé decir. ¿Cómo es que mi matrimonio sobrevivió? No sé. ¿Qué hago yo vivo? No te sé decir, pregúntale a Dios. ¿Cómo fue que se desapareció esa enfermedad? La gloria es de Papá. Ustedes saben lo que es esto y si no lo saben lo desean. El Señor te dice, bien, esto es tuyo si pagas el precio.

Y el Señor te dice, y esto es también bien buenas nuevas, otra promesa más, yo lo veo esto como una promesa, no es una amonestación, pero muchos primeros serán postreros y los postreros primeros. Saben lo que eso me dice a mí? En el Señor no hay seniority, no hay antigüedad. Usted puede estar aquí 15 años, 20 años, 25 años, si usted no está listo para pagar el precio, el Señor esperará hasta que estés listo. Estarás en remojo hasta que estés listo. La semana que viene el Señor te va a ofrecer la misma oferta. La semana que sigue igual. No te apures, él te ama y él te espera. Pero si tu acabas de llegar, si no me conoces, mejor todavía para ti, I think, ¿sabe qué? Hoy mismo el Señor está dispuesto, si tu vendes tus posesiones, usted pasa a la cabeza de la cola, usted es primero.

Hermanos, en el momento en que usted venda sus cachivaches usted va a sentir una soltura, usted va a sentir un gozo, usted va a sentir una unción, usted va a volar. Esa cosa fue un ancla. Hermanos, y estamos viendo tantos hermanos volando, vendiendo sus posesiones y uno se da cuenta porque de momento algo surge en sus vidas.

Hermanos, estos hermanos que ustedes ven llegaron los otros días, ya están en liderazgo, son de bendición, muchos de ustedes, cómo pasó eso? Porque algo temprano en su relación con el Señor tomaron en serio y ellos vendieron sus posesiones.

Y no sé, hermanos, hablando de pagando el precio, el día 24 de octubre los hombres de esta iglesia tuvimos una vigilia y a las 3 de la mañana ya que nosotros estábamos cerrando esto se me acerca un hermano con este documento. Es algo que él escribió en una página de su agenda y este hermano que conoce un poco de documentos legales le puso su fecha, y al final que no vemos aquí, para proteger su confidencialidad, hubo un espacio para unas firmas y me dijo, pastor Sammy, por favor, usted me firma esto. Son las 3 de la mañana! Apenas puedo leer a esa hora. ¿Qué estoy firmando entonces? Esto es un contrato que elaboré entre Dios y yo. Y el Señor me está llamando a hacer esto. Hermanos, esto puede ser su oración de entrega en esta mañana.

Hermanos, de esto que hablamos, día 24 de octubre de 2008, este hermano escribo, y yo, hermanos, yo hallo este documento, un documento santo, sagrado. Para mí esto es muy especial.

Señor, quiero darte gracias primeramente por la vida, por todas las bendiciones que me ha dado y por la oportunidad de ofrecerme a ti, Señor. Quiero escuchar de ti lo que quieres que hagamos con la vida que me has dado, Maestro bueno, quiero la vida eterna.

Luego escribe, Señor, te entrego con esta carta todo lo que me has dado incluyendo mi vida para que la moldees y le des uso a este cuerpo, esta alma, este corazón y hagas tu voluntad. Te adoro, Señor, y quedo dispuesto a ti.

Luego lo firma y pidió la firma de dos o tres hermanos allí como testigos. Algo que él había hecho en su corazón, pero él lo quiso hacer de una forma gráfica.

Hermanos, pido que los músicos suban. Pongámonos de pie. Hermano, si usted no lo ha hecho el Señor hace tiempo que te está hablando que lo hagas, esto sí le voy a, como un buen doctor, le voy a avisar de antemano acerca de este proceso. Si no has vendido todas tus posesiones y hay una cosa que te está limitando, que experimentes la plenitud del Señor, primeramente si lo estás tomando en serio y quiere usted, estás listo de firmar tu propio pergamino con el Señor, lo primero que te quiero avisar es esto: this is gonna hurt. Esto va hincar.

Esta primera inyección de rendimiento es Isaac, que tu tomas, acompañas con la leña y el fuego al monte Moriá, amarras al altar confiando que el Señor que te lo ha pedido te ama a ti, te lo dio, porque no hay nada que él pide de nosotros que primero él no nos lo ha dado ya y lo puede cuidar mejor que tu. Tu no pierdes en esto, no te apures por esa cosa, no te apures por esa gente, no te apures por tu nombre, no te apures por tu bienestar, no te apures por tu reputación, no te apures por tus hijos, no te apures, el Dios que te dio tu cobertura, tu casa, tu vida, te toma muy en serio. El Señor mirándolo lo amó. El Señor mirándolo lo amó. El Señor mirándolo lo amó. El Señor te ama. El Señor quiere verte bendecido, el Señor quiere ver que el año 2009 sea irreconociblemente bendecido comparado con años anteriores. Pero tal vez hay una posesión o dos, que el Señor nos está llamando a vender. Confiar. Trust him. Trust him. Confía en él, en quien te ama.

Señor, desnudos salimos del vientre de nuestras madres y al Señor descenderemos desnudos. We have nothing that you have not given us already. No tenemos nada que tu no nos hayas dado ya. Señor, solo queremos que tu seas nuestra posesión. Yo no quiero una posesión aparte de ti, yo no quiero una herencia aparte de ti, yo no quiero una esperanza que no nazca de ti, yo no quiero nada que no sea creado por ti, yo no quiero nada que no me corresponda primero por tu misericordia, tu virtud porque quiero comer de tu mesa, quiero gustar de tu presencia, quiero llamarte aba y que me adoptes, ser tu siervo, Señor, sin nada que me limite, sin nada que me estorbe. Padre, el enemigo no tiene acceso a nada en mi vida porque transfiero el título de mi vida a ti. El enemigo no puede alcanzar mi nombre porque yo estoy muerto contigo, muero, Señor, y mi nombre conmigo para que vivas tu.

Padre, mi casa, Señor tu eres el dueño del oro, de la plata. Señor, el ganado sobre mil coyados, ¿no es tuyo? Padre, mi carrera, Señor. Tu tienes el curso de mi vida. Esta mente con que trabajo, estas manos, estas imaginación, Señor, todo eso es una sombra de tu gracia, no tengo nada aparte de eso, mis hijos, Padre, el título te lo paso a ti. Mis seres queridos te los paso a ti, el enemigo no tiene nada que ver con ellos, mis seres queridos son tu posesión, son tu posesión, son tu posesión. Tu sabrás cómo cuidarlos, tu sabrás cómo criarlos, tu sabrás cómo vestirlos, tu sabrás de dónde vendrá su comida. Oh, Señor, alzamos nuestros ojos a los montes de donde vendrá nuestro socorro. Solo danos a ti, solo danos a ti, solo danos a ti de posesión, Padre, como los levitas y los sacerdotes. Renunciamos a toda posesión, renunciamos a toda tierra sobre este mundo. Renunciamos, Señor, a esta mente, a esta cultura, Padre, renunciamos a nuestras posesiones porque más bello es un día en los atrios de Jehová que mil fuera de ellos, Señor. Nada se compara a ti, nada se compara a ti, nada se compara a ti. Tómalo todo, Señor, y en cambio toma todo lo que soy, todo lo que espero ser, todo, todo, todo, todo. Tómalo Señor, tómalo Señor, tómalo Señor. Soy tuyo, todo tuyo. Soy tuyo, todo tuyo, soy tuyo, todo tuyo, Padre. Recibo tu puesto como mi dueño, mi amo.

Y si es la primera vez, si usted no está seguro de haber hecho una oración así estás buscando todo esto y tu dices, Señor, yo no quiero que haya ni una duda, que mi vida te pertenece. Si tu estás orando eso, si esa es tu petición, te pido que levante su mano en esta mañana, si es la primera vez en particular. Amen.

Hermanos, por qué no de una forma simbólica traiga sus posesiones al Señor, tráigalas, si levantas la mano le invito, pase, le invito a que pase, hermano. Esto es un contrato que estamos firmando, esto tiene significado en el reino de los cielos, los ángeles son testigos, el Señor es testigo, el espíritu de Dios es testigo, la sangre del cordero es la tinta que usamos para firmar este contrato y el Señor lo tomará en cuenta.

Señor, yo te doy gracias porque cuando nos amas nos alivianas la carga y eso es lo que estás haciendo tu con mis hermanos. Yo declaro una carga liviana, el Señor te dice esta mañana, mira, tomad mi yugo, tomad mi yugo que es ligero, que es liviano y ligera mi carga. Mi yugo es fácil, mi yugo es fácil, mi carga es ligera y yo te tomaré. Yo tomaré lo que está entregando, Señor, en esta mañana, Señor, tómalo y si estas es la primera, si tal vez usted está pasando por el altar y es la primera vez que está entregando su vida al Señor, yo te invito a que compartas esta oración conmigo.

Señor Jesús, tu me has dado la vida y yo vuelvo y te la entrego, tómala, tu eres mi dueño, tu eres mi salvador. Cubre mi vida con la sangre del cordero. Espíritu Santo te invito a morar en mi vida y declaro que todo lo que soy, todo lo que espero ser es tuyo, y mi nombre está escrito en el libro de la vida. Señor, yo declaro que tu eres nuestra seguridad. Padre, cuando el mundo habla de temblores y de ansiedades, tus hijos duermen tranquilos, cuando hay pestilencia en Egipto, tus hijos están cubiertos, cuando hay mortandad tu declaras sobre tus hijos bendición, cuando hay confusión tus hijos andan en la confianza que su Padre celestial está en control y entramos, Maestro, entramos, yo entro, Señor, con mis hermanos en el centro Señor, de tu zona de voluntad y esperanza.

Read More