SERMONES

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Lucas 16:1

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Vamos al Evangelio según San Lucas, Capítulo 16, comenzando con el primer versículo. Lo voy a leer en español. Vamos directamente allí ahora. Capítulo 16, versículo 1: “... dijo también a sus discípulos, “había un hombre rico que tenía un mayordomo y éste, es decir el mayordomo, fue acusado ante él como disipador (es decir como haciendo mal uso de sus bienes) entonces el rico le llamó al mayordomo y le dijo: ¿Qué es esto que oigo acerca de ti? Da cuenta de tu mayordomía porque ya no podrás más ser mayordomo. Entonces el mayordomo dijo para sí: ¿qué haré porque mi amo me quita la mayordomía? Cavar no puedo, mendigar me da vergüenza, ah! Ya sé lo que haré, para que cuando se me quite de la mayordomía me reciban en sus casas. Y llamando a cada uno de los deudores de su amo, dijo al primero: ¿cuánto debes a mi amo? El dijo: “cien barriles de aceite”, y le dijo: “toma tu cuenta, siéntate pronto y escribe 50”. Después dijo a otro: “¿y tu cuánto debes?”, y él dijo: “100 medidas de trigo”. El le dijo: “toma tu cuenta y escribe 80”. Y alabó el amo al mayordomo malo por haber hecho sagazmente porque los hijos de este siglo son más sagaces en el trato con sus semejantes que los hijos de la luz. Y yo os digo ganad amigos por medio de las riquezas injustas para que cuando éstas falten os reciban en las moradas eternas. El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel. Y el que en lo muy poco es injusto también en lo más es injusto, pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero? Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro? Ningún siervo puede servir a dos señores porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas”. Bendiga el Señor su santa palabra. De sabiduría para exponerla.

La última vez que prediqué inicié casi informalmente una serie de mensajes sobre el concepto de mayordomía. Voy a continuar con esto como parte de lo que va a ser una especie de campaña financiera hacia levantar los fondos para nuestro templo. Lo que queremos por medio de esta campaña financiera, no es solamente obtener un dinero de parte de ustedes, y de nosotros también, porque yo también soy parte de eso, todos los líderes de esta iglesia son parte este proceso. Queremos también enriquecer sus vidas, nuestras vidas con una reflexión acerca de lo que es la mayordomía cristiana, lo que es la administración correcta de los bienes que el Señor pone en nuestras manos.

Queremos poner esto en su contexto bíblico adecuado, no queremos manipular a las personas. No queremos explotar a nadie ni queremos usar las emociones, ni el sentido de culpabilidad. Queremos hacer esto en una forma verdaderamente bíblica. La palabra de Dios tiene muchos, muchos temas en esa dirección.

Sabe que se ha dicho que el Señor Jesús habló más de dinero que de cualquier otra cosa en sus enseñanzas y El lo hizo de muchas diferentes maneras. El Señor no tenía miedo de hablar acerca del dinero. Pero El siempre habló del dinero en relación al Reino de Dios. Y siempre buscó hacer esa conexión entre nuestra identidad como pertenecientes a un reino ultra mundo y nuestra relación con nuestras posesiones y nuestra vida aquí en la tierra. El Señor siempre habló acerca de eso en muchas maneras y alabó a las personas que daban en una forma generosa al Reino de Dios. Recuerden por ejemplo la historia de la viuda pobre que dio todo lo que tenía. Algunos esperarían como que el Señor hubiera quizás hasta visto como inapropiado que esa pobre mujer diera todo lo para tenía, pero el Señor no la criticó sino que dijo: hey, miren ese es el nivel de entrega que debe haber hacia el Reino de Dios. Y siempre que Dios quiere hacer algo en el mundo usa hombres y mujeres, El no obra unilateralmente. Al Señor siempre le gusta trabajar en unidad con su pueblo y en eso hay una enseñanza y es que Dios quiere tratarnos como adultos. El permite eso con un propósito. Nuestra iglesia tiene este gran sueño ahora, esta gran visión de levantar un templo para gloria de Dios. Un lugar donde puedan venir muchas almas a escuchar el Evangelio de Dios, un lugar donde nosotros podamos adorar al Señor cómodamente y con mucho más espacio y más libertad y más comodidades que lo que lo hacemos ahora, y el Señor ha sido generoso con nosotros aún aquí, lo sabemos. Y queremos que sea un lugar también que sea una declaración a la ciudad de que Dios está bendiciendo a su pueblo, de que Dios prospera a hombres y mujeres inmigrantes muchos de nosotros, como somos humildes, pero Dios nos está permitiendo porque hay pasión para el Reino de Dios y eso es un ejemplo para todo el mundo, para toda la comunidad.

Esta semana pasada salió un artículo escrito por un reportero que estuvo aquí visitándonos hace unas semanas, y yo estuve en comunicación con él por varios meses, y él escribe para un periódico local el “Boston Globe”, pero también escribe para Associated Press, para la prensa asociada que los artículos los publica en muchos diferentes periódicos de los EEUU. Y este reportero escribió acerca del avivamiento silencioso que está viendo en la ciudad de Boston, y usó nuestra iglesia como ilustración de ese avivamiento. Hay una foto muy bonita, de hecho, en ese artículo y hay muchos diferentes periódicos. En toda la nación nos han llamado para decir que leyeron ese artículo. Y el reportero vino precisamente el día que yo anuncié que la ciudad nos había dado el permiso para construir el templo. Y él escribe acerca de eso en su artículo como un ejemplo de cómo Dios está bendiciendo a esas congregaciones que están siendo fieles a la palabra de Dios a diferencia de muchas otras iglesias que están decayendo porque se están separando de la palabra de Dios. Dios esa manera el Evangelio ya estaba siendo predicado a personas que leyeron ese artículo por un hombre que su interés no era en absoluto promover una fidelidad a la palabra de Dios. El es simplemente un reportero que está reportando sobre un fenómeno.

Lo que quiero decir, hermanos es que muchas veces las cosas que uno hace no tienen resonancia solamente para unos sino también para otros, y yo creo que este edificio es una de esas cosas. Por eso es que nosotros tenemos una gran nube de testigos alrededor de nosotros. Hay mucha gente que está observando para ver el poder en nuestras vidas y para ver si nosotros verdaderamente somos fieles a lo que decimos, si la retórica se ajusta a la vivencia. Y por eso hermanos yo les animo a ver esta campaña financiera, no como un esfuerzo para sacar dinero, porque en última instancia eso es secundario. Es para llevarnos a un nuevo nivel de fidelidad en el Señor y para llevarnos también a una visión que va a permitir mucha gloria para el Señor que sea realizada.

Es más, antes de continuar yo quisiera que tomara un momentito para orar sobre esto, para poner esta campaña en las manos del Señor. Que sea un acto de adoración al Señor. Padre, ahora mismo ponemos en tus manos, Señor, esta campaña financiera y pedimos que sea para tu gloria. Que tu nombre sea glorificado, que los valores de tu reino, Señor, sean exaltados. Dame sabiduría, danos sabiduría como iglesia. Y Padre, ahora mismo yo pido que tu espíritu santo tome control de cada hombre, cada mujer en nuestra congregación y que seas Tu Señor hablando a los corazones. Corona este esfuerzo, Señor, con éxito, que al final de este proceso digamos: el Señor lo hizo. Padre, que así como pudimos darte gracias por el éxito que experimentamos con respecto a la ciudad de Boston y el esfuerzo que hicimos, así mismo, Señor, al final de esta campaña podamos darte la gloria y la honra a ti y decir: Dios lo hizo, y te daremos a ti Señor todo el éxito, todo el crédito, Padre. Gracias Señor en el nombre de Jesús, amen. Amen.

Ya voy a entrar directamente, pero quiero poner algo en su corazón hermanos. Mire, nosotros hemos considerado traer una compañía que como hacen muchas iglesias norteamericana sobretodo, y que nos guiara a través de esa campaña. Cuesta decenas y decenas de miles de dólares y ninguna está ajustada al contexto latino, a la cultura latina. Y después de considerar todo eso decidimos que no es adecuado para nosotros. Y ¿saben qué, hermanos? Yo creo que nosotros no lo necesitamos, porque yo creo, hermanos que tenemos una congregación comprometida. Yo creo que nosotros podemos hacerlo sin tener que darle 100.000 dólares ó 75.000 dólares a una compañía, nos quedamos con ese dinero nosotros, hermanos. 75.000 dólares es un elevador, por Dios. Nosotros podemos hacerlo. ¿Saben por qué a veces hay que gastar tanto dinero? Porque los corazones son duros. A veces es como que necesitamos una gran fuerza para que esa maquinaria de los corazones comience a moverse, que la gente pueda dar. Pero yo creo que cuando tenemos un pueblo tierno que conoce la palabra del Señor no hay que luchar tanto, no hay que pelear tanto y se hacen las cosas más orgánicamente, mas espontáneamente, sin tanto dolor.

Y el Señor me dio algo sencillo que voy a compartir con ustedes por primera vez así en términos públicos y no vamos a hacer nada acerca de eso por un buen tiempo, pero lo voy a poner allí para que el espíritu comience a trabajar en ustedes, como ya trabajó en mí. Yo creo, hermanos, sencillamente que hay dos partes de esta campaña:

Si nosotros logramos conseguir en una iglesia de más de mil personas como es esta, que se asocian con nuestra congregación en una manera u otra, si nosotros logramos que 200 personas se comprometan a dar en dos años, 24 meses, 5000 dólares, ahí tenemos un millón de dólares que es la meta de esta campaña y yo creo, hermanos, que para algo de esta naturaleza vale la pena. El primero ya que se comprometió con el Señor es este que está aquí, porque yo creo que las cosas comienzan por el liderazgo mayor. De paso este es un proyecto que nos va a costar como 4 millones de dólares, cuando haya terminado, porque tiene que hacerse a través de una compañía y tiene que hacerse rápido. Y a través de los años, hermanos, yo he visto que cuando uno le da al Señor generosamente, Dios bendice más allá de lo que esperamos. Y yo quiero dejar allí en su corazón, ahora mismo, depositar esa visión. Yo le pido al espíritu santo que comience a hablar en mis hermanos y que ustedes allí en su corazón sin afán, sin lucha ni nada, usted le pregunte al espíritu santo si usted puede ser una de esas 200 personas que puede en dos años, en 24 meses. Eso quiere decir, hermanos, si usted da 50 dólares semanalmente son 2500 dólares en un año y son para dos años, porque el proyecto nos va a tomar 2 años para completarlo. Es nuestra meta. Y eso es claro, por encima de los diezmos, porque si usted le saca.... porque si desviste un santo para vestir a otro entonces no tiene sentido.

Déjenme aclarar eso, quise incluir un poquito de liviandad para que respiren. Respiren así, hermanos. Respiren. Respiren. Yo se que la gente se pone un poco tensa cuando se habla de dinero, ¿no? Piensen en eso, deposito esa visión ahí en su corazón. Hermanos, usted yo creo no tendrá la oportunidad de participar en algo tan glorioso, no tendrá mucha oportunidad de participar en algo tan glorioso como en esta visión. Yo le doy gracias al Señor porque yo fui parte de este proyecto aquí, de ver este edificio y muchos de ustedes también lo fueron, dieron tiempo, dieron trabajo, dieron de sus dones. Yo miro aquí, y veo a muchos de ustedes como participaron para ver este lugar que ha traído tanta gloria al Señor. ¡Qué contentos nos sentimos de nuestro edificio! ¿verdad? Nosotros, comunidades étnicas que la gente piensa, son pobres, son miserables, son problemáticas, son disfuncionales, qué bueno es cambiar la mente de la gente cada vez que vienen a un edificio bonito, hermoso, bien preparado, bien arreglado y que vean la bendición que Dios le ha dado a nuestra comunidad, el genio que le ha dado a nuestra comunidad. Y por eso hermanos yo quiero animarles en el nombre del Señor a que desde ya se atrevan porque esto... mire hay congregaciones que dan mucho más que nosotros en esto así que esto no es un esfuerzo tampoco heroico en un sentido de la palabra, esto requiere que empujemos un poco, vayamos un poco más allá de lo cómodo. Y eso es lo que requiere que tu y yo nos esforcemos un poco, estiremos un poco las membranas de nuestra generosidad para darle al Señor, para algo glorioso que lo podremos hacer, y vamos a celebrar, yo puedo ya ver esa celebración ese día cuando estemos en nuestro templo. Lo pongo ahí en su corazón, estaremos hablando acerca de eso pero desde ya yo quiero que ustedes comiencen a orar para ver si Dios no les está llamando a usted para ser parte de esa gran visión de 200 personas que den 5000 dólares en dos años. 200, 5000, 2. 200 personas, 5000 dólares, 2 años. Ahí lo tienen ustedes en su corazón.

Vamos a la palabra del Señor para ver cómo eso se encarna. Primeramente hermanos aquí en este pasaje dice que había un hombre rico que tenía un mayordomo. Oiconomos es la palabra que se traduce mayordomo, de donde viene la palabra economía. Y desde ahí ya comenzamos a ver algoacerca de la palabra del Señor, esa idea de un administrador. Claro, se refiere a nosotros, es una imagen de un hombre, una persona que puede ser nosotros. Este hombre no es el dueño de la riquezas, el le administra las riquezas al que es el dueño, que es el rico y ahí hay una idea ya. Es la idea, hermanos, de que todo pertenece a Dios y ¿quiénes son los administradores? Nosotros. Usted va al libro de Génesis y allí Dios creó la tierra y puso al hombre para que la administrara. Desde ahí en adelante toda la Escritura nos dice, todo lo que hay en este mundo pertenece a Dios y nosotros somos administradores de ello, y por eso Dios tiene derecho a pedirnos lo que El quiera a nosotros.

Miren el salmo 24. ¿Qué dice allí? De Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en él habitan, porque El la fundó sobre los mares y la afirmó sobre los ríos. Así que ahí está la idea, hermanos de que todo lo que usted tiene.... Mire el trabajo que usted hace y el provecho que usted le saca al trabajo es de Dios, ¿saben por qué? Porque el cerebro con que usted hace el proceso y el cuerpo con que trabaja es de Dios, Dios lo creó y por eso lo que usted gana no es suyo sino que es de Dios en ultima instancia. Los átomos que componen tu materia pertenecen a Dios. El piso sobre el cual tu caminas, la salud que tu tienes es un producto de Dios. Es decir que todo lo que tu haces, tu no te puedes salir del señorío de Dios porque todo lo que tu respiras, todo lo que tu haces es un producto de la creación de Dios, el acto creativo de Dios. Todo lo que tu piensas, lo que tu haces, lo que aspiras a ser, tus talentos, tus dones, todo es de Dios y esa es la clave, ese el pensamiento central en el concepto de mayordomía. Y la Biblia está llena de ese principio, no tengo tiempo para desempacarlo completamente. Así que ese es la primera enseñanza.

Aquí hay otra cosa también muy importante y es que fíjese, llega un momento en que el dueño de las riquezas le dice al mayordomo: ven, y da cuenta de lo que tu has hecho con mi dinero. Y eso es también un principio que hay muchas veces en la Escrituras de que un día a todos nosotros se nos pedirá cuenta de lo que nosotros hicimos con lo que a Dios le pertenece que nos fue confiado. Eso, hermanos, la Biblia está llena de eso, de ese principio. El Señor Jesucristo en muchas de sus parábolas habló de que por ejemplo en la parábola del siervo infiel que el Señor de la tierra se va y le dice: trabaja y mientras yo vengo, y entonces regresa y le dice: qué hicieron con sus talentos. Y cada uno tiene que darle cuentas. Y a mi siempre me impresiona el tono de esos momentos no es un tono de favor y de: ¿te gustaría decirme lo que tu hiciste? No, es: Hey, ¿qué hiciste con lo que yo te di? Y la idea es que se espera, se espera que tu uses lo que Dios te da, tu dinero, tu tiempo, tus talentos, para avanzar el reino del que es el dueño de ese talento y que tu hagas algo, que tu inviertas, que tu uses tu creatividad, que uses de visión, que tomes riesgos, pero que de alguna manera tu le rindas lo que el Señor de la tierra te ha confiado a tus manos. Así que eso es algo que a mi me persigue, ese pensamiento. Y yo creo que tu y yo queremos, eso es algo que a mi me persigue continuamente que yo pueda, cuando yo venga ante el Señor y decirle por lo menos con cierta confianza: Padre, yo hice todo lo que pude para avanzar un poco tu reino, mientras yo estuve en el cuerpo y en la tierra.

Yo creo que cada uno de nosotros, si tomamos en serio nuestra identidad cristiana tiene que estar pensando eso. Nosotros nos tomamos tantas libertades, hermanos como cristianos y creemos que esto es algo opcional. Bueno, ¿le doy al Señor hoy o le doy mañana? ¿Tomo parte activa en la vida cristiana o simplemente soy un calentador de banca? Eso no es una opción, tu tienes que producir para el Reino de Dios. Dios espera que tu produzcas. El te ha dado el reino de los cielos, te ha dado la salvación eterna de tu alma y El espera que tu trabajes para su reino y que le rindas lo que El pone en tus manos.

Hay otro punto aquí bien importante y es lo que dice más adelante. Voy a saltar un poco. Dice en el versículo 9, dice: “...y yo os digo ganad amigos por medio de las riquezas injustas para que cuando estas falten os reciban en las moradas eternas”. ¿Qué quiere decir eso? Este hombre cuando se dio cuenta que estaba siendo un mal mayordomo y nosotros no queremos ser un mal mayordomo, diga amen, este hombre cuando se dio cuenta de que iban a despedirlo se puso a trabajar rápidamente para prepararse su salida y le comenzó a perdonar deudas usando el último momentito que le quedaba, perdonándole grandes deudas, porque eso era mucho dinero lo que estaba perdonándole a los deudores del dueño para preparar su salida al final. Y fue astuto, planificó para el futuro. Esto fue lo que el Señor alabó. No es que el Señor está diciendo que es bueno robar y ser deshonesto como este hombre, porque yo se que ustedes a veces cogen las cosas por donde no tienen que cogerlas. No, lo que el Señor alabó fue su astucia en planificar para el futuro, en vez de solamente obsesionarse con lo que estaba pasando en el momento. Hay una gran enseñanza allí y es la siguiente, hermanos: muchos de nosotros los cristianos estamos tan consumidos con las crisis y las necesidades del momento que no planificamos acerca de lo que va a ser el futuro.

Y lo que el Señor está diciendo es: miren, hay una conexión entre cómo tu te comportas con tu dinero y tus pertenencias aquí, y hay una conexión y lo que tu vas a tener en Reino de los Cielos. No estoy diciendo que la salvación depende de las obras y de lo que demos, aclaro eso. Lo que estoy diciendo es, hermanos, que en muchos pasajes de la Escritura misteriosamente se nos dice que en el mundo venidero no es como que todos vamos a tener una batita blanca y un arpa y una nube y eso es todo, el mundo venidero va a ser un mundo de gran dinamismo y de diferentes estados de gloria y de responsabilidad y de acción, no vamos a estar solamente comiendo uvas allí continuamente por toda la eternidad. Yo creo que esto va a ser algo maravillosamente activo, si esto aquí en la tierra es inmensamente creativo y retador, ¿cuanto será la eternidad, hermanos? Piense en eso solamente. La verdad es que yo no quisiera ir con una batita blanca allá, si eso es lo que Dios quiere, amén, no quiero ser hereje tampoco pero yo creo que Dios tiene mucho más para la eternidad y que eso va a depender de cómo nosotros nos comportamos aquí con las riquezas, determinará si te dan un planeta inmenso para gobernar o te dan un pedacito de tierra allí en un planeta de esos fríos e infernales por allá en el final del universo. Yo no se, pero todo dependerá..... es decir la gloria que tu tengas, el nivel de recompensa que tu recibas, el nivel de aprobación, el grado de responsabilidad, algo, tu estado futuro va a depender de cómo aquí tu inviertas para el Reino de Dios. Eso lo dice una y otra vez, lo sugiere en diferentes maneras la Escritura. El Apóstol Pablo habla de diferentes coronas, habla de un trono donde se nos va a dar diferentes grados de recompensa.

Es esta idea de que según nosotros sembremos aquí en el futuro allá, será de igual manera. Miren otro pasaje interesante con respecto a eso, en Capítulo 12 de Lucas. Lucas 12:33: “.... vended lo que poseéis y dad limosna, haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega ni polilla destruya.” La idea es atesora para el cielo porque allá es posible afectar el cielo a través de lo que tu haces aquí en otras palabras. Hay una conexión muy sutil pero muy real entre esas dos dimensiones, la dimensión venidera y esta dimensión. Yo termino aquí. Hay muchas cosas muy importantes en este texto pero lo voy a dejar allí y quizás continúe el domingo que viene. Pero es esta idea, hermanos que no quiero que se pierda, de que en el futuro se nos va a pedir cuentas y que cómo Dios nos trate según lo que hicimos, como el Señor trata al siervo infiel y a los siervos que dieron. Al siervo infiel le dice: sáquenlo fuera, si vamos a ser fieles al texto uno hasta podría decir, bueno, esta persona no usó su bienes así que simplemente no creyó en Jesús. Porque también se podría decir eso, una persona que tiene una experiencia real con Jesucristo le da al Señor, no hay posibilidad de que no le de, y si no le da es porque no tiene una relación personal con Jesús. Uno podría usar ese argumento.

Hermanos Dios nos está llamando a un compromiso, no solamente ahora, yo quisiera hermanos que en el resto de nuestra vida, donde quiera que usted vea necesidad en el Reino de Dios usted diga, eso es para mi, me están diciendo a mi, toma parte en este asunto. Yo quiero que tu te comprometas, mi hermano, mi hermana a una vida de dador alegre, 24 horas al día, 7 días a la semana, 365 días al año. No hay mejor vida que ser un dador alegre. Yo he visto al Señor bendecirme y bendecir a muchos de nosotros podemos decir lo mismo, en lo poquitito que yo le he dado, cada vez que le doy el me da más y más y más, así que comprométete a ser un dador alegre. Yo quiero que seamos bendecidos con este tiempo hermanos, amen.

Vamos a bajar nuestras cabezas un momento. Vamos a abrazar esa visión de una actitud de ser dadores alegres. Dios ama al dador alegre, dice la Biblia. El Señor bendice al dador alegre, se goza en darle más y más y más, los que toman riesgos, los que se atreven, el siervo infiel de la otra parábola no invirtió el don porque tenía miedo de perderlo, se quedó entonces con el don solamente. Nunca dejes que el miedo te impida darle al Señor. El dar es un asunto de la voluntad y de la razón, iluminada por el espíritu santo, no es asunto se emociones ni de circunstancias. Es uno de los principios más poderosos que yo puedo compartir con ustedes en este día. Señor yo quiero ser un dador alegre, dile. Quiero darme a mi mismo primeramente. Cuando tu me tengas a mi lo tendrás todo de mi. ¡Aleluya! Gracias Señor. Gracias. Abrazamos tu llamado. Padre rechazamos la mentalidad afanosa y que se agarra de las cosas. Nos desvestimos de todo lo que amamos y te lo damos a ti solamente, Señor. Te entregamos todo a ti. Padre, todo te lo entregamos. Danos solamente lo que tu quieras dejarnos. Ayúdanos a ser administradores sabios, íntegros. Gracias, Señor. Gracias, Jesús. En tu nombre, en tu nombre, gracias. Amen. Amen. Gloria al Señor. Denle un aplauso al Señor, hermanos. Amen.

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Gálatas 2:20

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Galatas 2:20 y 21. El versículo 20 dice: “Con Cristo, diga.... estoy juntamente crucificado.... y ya no vivo yo...... más vive Cristo en mi.... y lo que ahora vivo..... en la carne..... lo vivo.... en la fe del hijo de Dios, ..... el cual me amó..... y se entregó a sí mismo por mí.....” Dejémoslo ahí.

Este versículo lo escogí como un punto de partida para mi meditación en esta mañana. Como ustedes saben les acabo de decir que vine de visitar la ciudad de Medellín, en Colombia y fue una gran experiencia, una experiencia muy hermosa y le agradezco mucho al hermano Fabio Alsate, a su familia allá, a la familia Alsate, que me auspiciaron y nos bendijeron con su respaldo y mucha ayuda que nos dieron allá. Pero una de las cosas que experimenté..... Medellín es una ciudad quinta esencialmente latinoamericana, es como si fuera una especie de microcosmos del continente latinoamericano. Ahí se pueden ver todas las bellezas de nuestro continente y también todos sus aspectos quebrantados. Medellín es una ciudad que es como si usted imagínese una gran montaña y un dedo viene y aprieta la sima de la montaña y lo mete así, imagínese como una montaña de goma, ¿verdad?, y ese dedo viene, aprieta la montaña en el medio y hace una cavidad en el medio, y ahí está la ciudad e Medellín, en el centro, y entonces a todo la extensión de esa montaña alrededor, grandes montañas alrededor, la ciudad ha crecido y se ha desparramado en todas las faldas de esas montañas, y esa es una hermosa vista de la ciudad de Medellín. En esas faldas de la montaña hay de todo, hay edificios muy caros y muy lujosos, y casas de mucho dinero, con quintas y grandes extensiones de tierra para la gente muy rica, y hay condominios como aquí en EEUU y también hay inmensas extensiones de pobreza. Familias que están amontonados unas con las otras y hay extrema pobreza también como lo hay en todos los países de Latinoamerica. Así como en Latinoamérica, porque en Latinoamérica sabemos que dondequiera, en Brasil tengo entendido que es así, en República Dominicana de donde yo vengo, definitivamente es así. Muchas veces usted está en una calle muy lujosa y cruza a dos cuadras y está en el medio de la pobreza más extrema. Y así es en todos los países de Latinoamérica. Es lo mismo en todas partes. Si usted va a Tailandia, a Indonesia, al Asia, al África es esa mezcla increíble de gran riqueza y gran pobreza.

Otra cosa que me impacta acerca de Medellín es la gran sensibilidad espiritual que tiene la gente, la gente ama a Dios. Y sin embargo también uno nota una gran esterilidad espiritual. Mucha religión muerta, mucha religiosidad muerta, mucho formulismo espiritual, mucha gente que en realidad conoce de Dios pero no conoce a Dios, no han tenido una experiencia personal con Jesucristo. Los taxistas pasan por una iglesia y se hacen la señal, se persignan y todos son muy respetuosos. Y también Medellín como todas las ciudades de Latinoamérica es una ciudad de gran sensualidad también y de mucho pecado como toda ciudad, eso no la distingue en absolutamente nada de cualquier otra ciudad en Latinoamérica. Yo creo que Medellín como ustedes saben ha sido el lugar del cartel famoso de Medellín pero hubiera podido ser cualquier otro país de Latinoamérica, se lo aseguro. El diablo escogió ese lugar por razones que el bien conoce, pero en ese sentido Medellín no fue nada extraordinario, sino que fue el lugar que allí se posó una maldad por un tiempo, pero esa sensualidad que se ve allí en esa ciudad, existe en cualquier otro país de Latinoamérica. Medellín necesita sanidad de Dios. La cultura de la droga y de la muerte ha dejado en los antioqueños un sentido como de dolor y de luto y mucha gente está herida, son como refugiados que pasaron por una guerra, y hablan de la guerra, de la cual acaban de terminar y hay mucho dolor, mucha gente que perdió sus hijos y la ciudad estuvo como bajo un poder maléfico durante muchos años. Gracias a Dios eso ha sido quebrantado hasta cierto punto bastante, pero no se crea que las raíces parece que todavía no se han arrancado completamente, el mal está ahí como agazapado, listo para volver a surgir si se le da oportunidad y hay una gran necesidad de sanidad espiritual.

Y todo eso me hizo pensar, hermanos en la gran necesidad que hay en nuestro continente, incluyendo Brasil, esa gran extensión de tierra de Latinoamérica, en nuestro continente de Jesucristo. Me acordé mucho mientras estaba allí, viendo esas masas de gente. En el hotel donde yo estaba, estaba muy en el centro de la ciudad y yo descubrí un balconcito en un pasillo y ahí cogí una silla, me la llevaba, a veces pensaban que me la estaba robando la silla del cuarto, y la llevaba allí a esa esquina y ahí me ponía a mirar toda la ciudad. Yo creo que Dios me dio ese lugar para observar, tanto las montañas donde estaba la ciudad y la calle donde había todo tipo de vendedores, vendiendo absolutamente de todo allí. Y mientras yo miraba veía una célula de lo que es Latinoamérica con sus almas tan necesitadas del Evangelio. Y me acuerdo de la palabra de Jesucristo que dijo cuando vio las multitudes dice que “tuvo compasión de ellas porque eran como ovejas sin pastor.” Cuando uno habla con los pastores de Medellín y con la gente uno se da cuenta que aunque hay muchas iglesias, todavía faltan muchas iglesias y hay iglesias que, como que, como lo digo sin sonar crítico, pero.... que las iglesias no están haciendo todo lo que se puede hacer. No están dando el testimonio que se debe dar. Hay mucha gente descontenta y muchos pastores que ellos mismos entienden como que, que todavía falta mucho, se necesita una iglesia que de un testimonio creíble, un testimonio sólido del Evangelio para que esas masas que necesitan puedan encontrar a dónde ir. Se necesitan iglesias, se necesitan personas que puedan servir para apuntalar la necesidad que hay en nuestros países, que sean lugares de refugio, que sean lugares donde la gente pueda ser pastoreada, pueda ser enseñada, puedan recibir instrucción de la palabra de Dios, puedan recibir amor, puedan recibir apoyo, donde pueda haber una comunidad sólida, donde ellos se sientan que: Ok, he llegado a un lugar tranquilo y donde puede reposar y puedo enmendar mi vida y seguir adelante con lo que Dios quiere para mí. Y ese es el punto que yo quiero enfatizar hoy en día.

He dado todo ese trasfondo a manera de información, pero también a manera de preparar lo que es la palabra que Dios quiere para nosotros. La esencia de esa meditación es hermanos, bueno, ¿quién irá? ¿quién irá? Dios necesita, Dios necesita hombres y mujeres que vayan a esas ciudades y aquí mismo en Boston. Voy a usar Medellín simplemente como una ilustración, pero ¿quién va a ir sino nosotros? ¿Quién va a predicar el Evangelio sino nosotros? ¿Quién va a ser el recurso para la humanidad sino nosotros?

Dios nos está recordando que hay una gran necesidad y que Dios necesita obreros, Dios necesita iglesias que sean iglesias recurso, que sean iglesias refugio, necesita hombres y mujeres que estén dispuestos a morir y a entregarlo todo y dar sus vidas, y consagrar sus recursos y vivir a lo mínimo en un sentido y todo el exceso que quede dedicárselo al Señor. La manera en que nosotros computamos y calculamos en la vida es: bueno, primero me atiendo yo, primero me aseguro de que toda mis necesidades estén generosamente atendidas, que yo tenga todo lo que necesito para saciarme y para vivir en gran comodidad y entonces lo que me quede yo se lo daré al Señor. Esa es la manera ¿no? La mayor parte para mi y lo mínimo para el Señor, y Dios quiere que nosotros esa pirámide la pongamos de cabeza, que hagamos lo contrario. Yo voy a vivir en lo que puedo, no? Porque tampoco es que vamos a vivir andrajosos y sin nada, pero voy a minimizar las necesidades de mi vida y voy a darle al Señor lo máximo para que su obra avance, para que su obra continúe. Eso es lo que yo creo que Dios quiere. Y por eso cuando yo leía lo que dice el Apóstol Pablo aquí. Pablo dice: “con Cristo estoy juntamente crucificado y ya no vivo yo más Cristo vive en mi”. Pablo era un hombre que había visto la necesidad y le había dicho al Señor: Señor, yo voy a ir. El Señor le dijo a Saulo que lo necesitaba y Saulo lo entregó todo, entregó su carrera, entregó su conocimiento farisaico, entregó su prestigio. El dice que todo lo tenía como por basura, para conquistar lo que Cristo tenía para él. Pablo decía “lo que ahora yo vivo, lo vivo en la fe del hijo de Dios”. En otras palabra ya Pablo no era el hombre queriendo ganar su vida, sino era Pablo el crucificado que vivía como un instrumento de Dios para la salvación de la humanidad, vivía como un medio a través del cual Dios podía llevar su mensaje y canalizar sus recursos para que la humanidad pudiera conocer a Jesucristo.

Dios necesita hermanos, que nosotros hagamos un compromiso que nosotros vengamos aquí como muertos en vida. Que cada uno de nosotros cuando llegue a la iglesia, llegue un fantasma. En otras palabras, nosotros cuando cada uno de nosotros recibe a Jesucristo como Señor y salvador, hermanos tenemos que entender esto, lo que estamos haciendo es estamos muriendo para volver a resucitar en una identidad nueva y ese yo creo que es el problema con muchos cristianos, que no entendemos lo que significa verdaderamente entregar nuestra vida a Jesucristo, que quiere decir que tenemos que morir a las prioridades personales y renacer a una vida nueva en Jesucristo, una identidad nueva, con valores nuevos, con prioridades nuevas. La mayoría de la gente lo que quiere es venir, simplemente pasan, se dan un barnicito evangélico pero siguen igual con sus mismas prioridades, las prioridad es el mundo, yo, el beneficio propio, el dinero, el trabajo, lo que piensa la gente, pero no saben que lo que Cristo nos llama es a morir y asumir una nueva identidad de una persona muerta, que ahora no vive ya para el mundo sino vive solamente para Jesucristo.

Saben los palestinos, los terroristas suicidas muchas veces los meten en un ataúd y los entierran vivos por un rato para que visualicen lo que es morir y para que se preparen mejor para explotar en una bomba porque de esa manera pueden como visualizar y pasar por el proceso. Y así es que nosotros tenemos que hacer cuando morimos en Cristo tenemos que entender que lo que estamos haciendo es ya perdiendo nuestra identidad meramente humana y que estamos resucitando a una nueva identidad.

Miren conmigo en Romanos, un momentito y allí podemos ver eso un poquito más. Romanos Capítulo 6, donde el Apóstol Pablo habla acerca de esto en el bautismo. Dice: “ ... ¿o no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús hemos sido bautizados en su muerte?, porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.” Ese es el significado del bautismo. En el bautismo cuando tu entras a las aguas, tu mueres simbólicamente. Y cuando sales de las aguas tu resucitas a una nueva vida. Ese es el significado del bautismo. El bautismo nos dice: tu has muerto, tu has resucitado a una nueva vida, a una nueva identidad y ahora tienes que vivir en esa manera, con nuevas prioridades. Cristo está necesitando gente así que ya hayan dado ese paso y ahora viven solamente para lo que El los necesite que hagan. Cualquier tipo de existencia cristiana, hermanos que no sea una existencia completamente dedicada a Jesucristo y a las necesidades del Reino de Dios no es autentica. Es falsa, es un cristianismo falso, ficticio. Yo espero que ustedes y yo podamos pedirle al Señor, Señor mátame para que yo pueda vivir solamente para ti.

El Señor me ha estado hablando mucho en estos días acerca de morir, de morir finalmente y de entregar lo que falte para el Señor. Eso es algo muy personal que Dios me ha estado hablando y yo creo que le está hablando a toda la congregación, de morir para que Dios verdaderamente pueda usarnos. Muchos de nosotros creemos que le hemos dado todo al Señor pero ¿saben qué? Quedan todavía pedacitos, quedan raíces que si no las entregamos al Señor todavía entonces Dios no puede hacer lo que El quiere hacer a través de nosotros. El quiere que nosotros le entreguemos todo, todo, todo al Señor para entonces El poder hacer lo que El quiere hacer de nosotros. Tenemos que morir. El Señor Jesucristo dice que si el grano de trigo no cae a tierra y muere queda solo, pero si muere lleva mucho fruto.

Hay muchos pasajes que nos hablan acerca de eso, por ejemplo en Segunda de Timoteo vemos allí en el Capítulo 2, versículo 21, dice allí: “.... así que si alguno se limpia de estas cosas será instrumento para honra, santificado, útil al Señor y dispuesto para toda buena obra”. Tiene que haber un proceso. Dios necesita obreros, hermanos pero necesita obreros santificados, obreros preparados, obreros tratados y trabajados. Dice el Apóstol Pablo que si alguien se purifica, se santifica entonces será útil, estará preparado para toda buena obra. Lo que el Apóstol Pablo dice es que si tu te purificas, te santificas, te entregas al Señor, mueres a El, dejas que tu mente sea conformada a la mente de Jesucristo, entonces tu vas a estar preparado para toda buena obra. Así que Dios necesita hombres y mujeres que se santifiquen, hombres y mujeres que le den al Señor todo su ser para que entonces El pueda usarlos.

Me recordó eso a otro pasaje en Jeremías Capítulo 15 donde el Señor le dice a Jeremías: “.... por tanto así dijo Jehová, si te convirtieres yo te restauraré”, se lo dice a un profeta ya consagrado, un hombres que ha sufrido mucho y que uno pensaría ya no necesita más pero dice: “si te convirtieres yo te restauraré y delante de mí estarás y si entresacares lo precioso de lo vil serás como mi boca, conviértanse ellos a ti y tu no te conviertas a ellos.” En otras palabras hermanos, si nosotros separamos lo santo, lo cristocéntrico, lo bíblico, lo que es de Dios en nosotros y lo separamos de lo cotidiano, lo secular, lo carnal, lo personal, lo meramente biológico, si hacemos una separación de esas dos cosas y nos quedamos con el oro del espíritu entonces dice que Dios nos va a usar de manera que cuando hablemos vamos a ser como su boca que está hablando. ¡qué poder! ¿Por qué a veces no tenemos autoridad como queremos? Porque nos falta esa relación de compenetración con Jesucristo, entonces nos permite hablar con la autoridad del Padre. Y podemos decir como Elías entonces: vive Jehová ante cuya presencia estoy, que no habrá lluvia o lo que sea, o habrá lluvia, sino por mi palabra, porque entonces la boca nuestra viene a ser la boca de Dios. Hay que pagar el precio para que Dios pueda usarnos en una sociedad que necesita de Dios pero necesita hombres y mujeres, instrumentos santificados, preparados, que hayan hecho el duro trabajo de morir y que estén dispuestos a vivir la vida cristiana auténticamente.

El Señor me habló de otros personaje en la Escrituras mientras meditaba en esto y es un personaje que yo estoy seguro que ustedes ni siquiera.... me sorprendería mucho si ustedes saben a quién se refiere el personaje de Baruk, y está en Jeremías también, 45, que viene al punto de lo que estoy diciendo de hombres y mujeres consagrados en un contexto de gran necesidad. Dice, palabras que habló el profeta Jeremías a Baruk cuando escribía estas palabras de boca de Jeremías, versículo 2: “... así ha dicho Jehová, Dios de Israel a ti, oh Baruk. Tu dijiste: ay de mí ahora, ¿por qué ha añadido Jehová tristeza a mi dolor? Fatigado estoy de gemir y no he hallado descanso, así le dirás ha dicho Jehová, he aquí que yo destruyo a los que edifiqué y arranco a los que planté y a toda esta tierra y tu buscas para ti grandezas? No las busques porque he aquí que yo traigo mal sobre toda carne, ha dicho Jehová, pero a ti te daré tu vida por botín en todos los lugares a donde fueres.” Profundo eso ¿verdad? Tenemos que entender que el Señor le escribe este pasaje, Jeremías es un libro escrito en el contexto de una destrucción muy grande que Dios iba a traer a Judá, por su pecado y el Señor envió a Jeremías como un profeta que le dijera, le advirtiera a los hebreos en Judá que El iba a destruir la ciudad, y ya la destrucción estaba inminente y ya los babilonios iban a destruir a Judá y a llevarse cautivos a los hebreos y ese es el contexto en que este pasaje se da.

En otras palabras Baruk era un hombre aparentemente exitoso, un escriba y parece que Baruk estaba pensando en términos de esa destrucción que iba a suceder y pensaba en sí mismo, en lo que él iba a perder, en su propia gloria, en su carrera, quizás en los sueños que él tenía de grandeza y de realización personal y Dios le dice: mira, hombre yo me preparo para destruir todo lo que yo amo y para traer un apocalipsis sobre esta ciudad y tu estás pensando en cosas de grandeza personal. Y hermanos así somos muchos de nosotros, ¿saben qué? Vivimos en un mundo que Dios está preparándose para destruirlo y para cambiar el estilo de vida de la humanidad en una forma radical. Estos son tiempos terribles los que vivimos. Y a la humanidad le espera grandes cosas en este tiempo y mucha destrucción y mucho juicio de Dios y Dios va a quebrantar a la humanidad porque Dios quiere traer arrepentimiento al hombre y hay muchas vidas que necesitan ser salvadas, pero ¿saben qué? Hay muchos de nosotros, que como Baruk, estamos pensando en lo que nosotros necesitamos y en nuestra propia carrera, y nuestro propio dinero, y cuando Dios está diciendo: yo quiero usarte a ti como un instrumento mío. Yo quiero que tu me des tus talentos, tu dinero, tu tiempo y que te prepares porque yo quiero usarte a ti y no estés pensando en grandes cosas porque los tiempos son tiempos difíciles y hay una humanidad en Medellín y en Lima, Perú, y en San Pablo, Brasil, y en Roxbury, Massachussets que necesita del Evangelio y necesita hombres y mujeres que se constituyan en instrumentos para que Dios pueda usarlos.

Dios necesita, hermanos, Dios necesita hombres y mujeres como Pablo y como otros que se preparen para la cosecha.

Voy a pedirle a los hermanos de la adoración que pasen por aquí un momento. Pero hermanos tenemos que dar un paso de fe. Tenemos que dar un paso de fe para que el Señor pueda hacer lo que quiere hacer. Y déjenme darles una última estocada al toro, que es usted, voy a ser bien, bien concreto aquí. Mucha de esta meditación se aplica a este templo que nosotros queremos construir. Hay una dimensión allí, nuestra iglesia, nuestra iglesia va a comenzar una campaña en algún momento porque necesitamos un templo ya, porque yo creo que Dios va a traer una gran cosecha a nuestra congregación y yo se que Dios necesita que nosotros tengamos un lugar más grande porque Dios obra en formas ordenadas, ¿usted sabe? Dios obra en formas ordenadas y El siempre prepara el lugar. Dios no quiere..... ¿dónde vamos a meter las almas? Y por eso yo he estado agonizando en estos meses, peleando con el diablo mismo para que la ciudad nos concediera este permiso y por eso mi alma temía, aunque yo he dicho: Señor, tu sabes todas las cosas, si no es aquí será en otro lugar, pero yo temía porque yo se lo necesario que es que nosotros tengamos un templo mayor preparado para lo que Dios quiere hacer. Y ese templo va a costar una gran cantidad de dinero. No lo estamos haciendo para lujo, ni nada. Ustedes saben que nosotros hemos aguantado aquí, y nunca buscamos nada lujoso n nada por el estilo. No estamos aquí buscando construir un mausoleo para la iglesia León de Judá ni para ningún pastor ni nadie, es un lugar donde puedan caber las almas que Dios quiere traer para este último tiempo y necesitamos hombres y mujeres que estén dispuestos, hermanos a dar lo que se necesita. ¿usted entiende? No estoy aquí manipulando sino estoy trayendo una necesidad delante de mi congregación y quiero que ustedes vayan pensando en eso, porque en algún momento vamos a hablar más a fondo de eso.

¿Ustedes entienden, hermanos? En algún momento... nuestra iglesia nunca ha tenido que sangrar por su construcciones, siempre Dios nos lo ha entregado, nos lo ha regalado prácticamente. Otros han sangrado muchas veces pero es tiempo de que ya nosotros comencemos a pensar en eso, porque nuestra iglesia está madura ya y va a necesitar poder entregar al Señor y cuando ese llamado venga yo quiero que tu recuerdes a Baruk, cuando el Señor le dice, mira, yo necesito, hay una gran urgencia, no pienses en grandezas para ti. Dame. Dios quiere que ese templo sea levantado y Dios quiere que se preparen obreros para discipular a esa gente y que haya gente santificada, lista para ser usada por Dios. Todo eso es parte de un plan que Dios está.... yo conozco algo de los planes de Dios y se que el espíritu del Señor está preparando las piezas porque Dios siempre obra en orden. Primero tienen que estar preparados los soldados, tienen que estar preparados los guerreros, tienen que estar preparado el lugar, las estructuras para que entonces pueda reposar la bendición que Dios quiere traer.

El Señor quiere, hermanos que nosotros nos preparemos, nos consagremos, para El tener lo que El necesita. ¿Cuántos quieren morir para Cristo? Yo espero que tu puedas decir: si, yo quiero, yo quiero entregar mi vida al Señor que lo que el Señor quiera de mi, lo que el Señor pida de mi yo lo pueda hacer en este tiempo.

Vamos a bajar nuestras cabezas y si usted quiere ponerse de pie, póngase de pie y dígale al Señor: Señor, yo me entrego a ti. Yo te entrego mi ser. Te doy mi mente, te doy mi corazón. Entrégale tu vida al Señor como yo quiero hacer ahora mismo y dile al Señor: Señor, mátame. Dile asimismo: Señor, destrúyeme y hazme de nuevo. Entiérrame y levántame otra vez a tu imagen y semejanza. Entrégale tu vida al Señor. Padre nos consagramos a ti. Consagramos esta iglesia a ti. Nos consagramos a tus propósitos. Úsanos, Señor. Úsanos, Señor. Mátanos, Señor. Mátanos para que podamos vivir a una nueva vida. Perdónanos Señor porque es tan difícil morir. Y nos apegamos a la vida, pues, toma tu Señor el cuchillo y has la obra tu, Padre. Conságranos Señor a ti. ¡Aleluya! Gracias, Señor.

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Hageo 1:2-7

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Ya nosotros hemos dado nuestra alabanza y adoración y el Señor ha comenzado definitivamente a ministrar en nuestros corazones, así que vamos a prepararnos ahora para escuchar la palabra y ve como el Señor nos dirige a través de su palabra.

Quisiera que vayan conmigo al libro de Hageo, Capítulo 1. Voy a comenzar a leer del verso 2 al verso 7, Hageo, Capítulo 1. Es tiempo hermanos, ¿verdad? Es tiempo. Esa frase muchas veces nosotros la escuchamos: Ya es tiempo. Y hoy quisiera reflexionar con ustedes algunos aspectos de esa palabra tiempo, y cómo la palabra tiempo la podemos dividir en 3 distintas dimensiones con respecto a nuestra vidas.

Dice así la palabra del Señor, yo voy a leer y ustedes pueden seguir la lectura. Dice en el verso 2: “.... así dice el Señor todopoderoso”, es un oráculo. Ya una declaración como esa demuestra que es un oráculo profético, o sea una palabra profética que está viniendo al pueblo. Dice: este pueblo alega que todavía no es el momento apropiado para ir a reconstruir la casa del Señor. Y también vino esta palabra del Señor por medio del profeta Ageo diciendo: “... acaso es el momento apropiado para que ustedes residan en casas techadas mientras que esta casa está en ruinas. Así dice el Señor todopoderoso una vez más. Mediten sobre sus caminos. Ustedes siembran mucho pero cosechan poco, comen pero no quedan satisfechos, beben pero no llegan a saciarse, se visten pero no logran abrigarse, y al jornalero se le va su salario como por un saco roto. Una vez más así dice el Señor. Mediten bien sobre sus caminos.” Repito una vez más esa frase: mediten bien sobre sus caminos.

Hermanos yo reconozco que muchas cosas en nuestra vida están medidas por tiempo. Tiempo con respecto a nuestras vidas individuales que estamos en un proceso, un tiempo. Tiempo respecto al momento en el cual estamos viviendo en nuestra sociedad del día de hoy. Y tiempo también con respecto a nosotros tomar unas acciones debidas que tenemos que tomar.

Parte de este mensaje yo lo había compartido ya en el retiro de hombres. Otra parte también la compartí en el ministerio de jóvenes, pero ahora yo quiero traer esta reflexión y compartirlas con ustedes, la iglesia por completo. Si ustedes se dan cuenta en el pasaje que nosotros leímos el profeta Ageo le está haciendo un llamado de parte de Dios al pueblo de Israel acerca de sus prioridades en sus vidas. El momento del cual está hablando es cuando el pueblo de Israel había vuelto a la tierra de Jerusalén después de haber estado mucho tiempo en el exilio. Imagínense ustedes cuando ustedes regresan a un lugar que ha sido destruido por enemigos, ¿qué es lo primero que uno va a querer hacer? Uno ve lo que era su casa antes que ahora mismo está echo cenizas y está tirada en el piso por completo, y la tendencia es de reconstruir su propia casa. Obviamente uno necesita un lugar en donde vivir, por lo tanto como un sentido de supervivencia tu vas a querer edificar el lugar donde tu vas a estar morando.

Pero en este momento el pueblo de Israel estaba dedicándose demasiado a sus propias cosas y estaban dejando a un lado lo que era la casa del Señor, el templo. Para el pueblo de Israel el templo significaba el núcleo de su propia sociedad, esto era antes de haber ido al exilio. Alrededor del templo era que se edificaba el resto de toda la ciudad. Ahora, dependiendo de cómo estaban las prioridades organizadas después que el pueblo salió de exilio, parece que aquí habían experimentado un cambio. En vez de darle una atención primaria a lo que era la casa del Señor y lo que esto implicaba en medio de sus vidas, estaban dando una mayor atención a sus propias vidas personales. ¿Y saben qué? Yo no estoy diciendo que es malo el uno prestarle atención a su propia vida y lo que significa su familia y su casa, pero hay un principio que tenemos que entender aquí que está siendo comunicado a través de Dios y es el principio de prioridades. ¿Cómo nosotros tenemos las prioridades de nuestra vida organizadas? ¿Qué es lo que tiene primero, segundo y tercer lugar? ¿Y cómo el tiempo de nuestras vidas está influenciando de alguna manera u otra esas prioridades?

Quiero hablarles de esa primera dimensión, acerca del tiempo de nuestras vidas. La Biblia dice en Filipenses 1:6 que nosotros, de hecho la habíamos cantado, que Dios ha comenzado en nosotros una obra que la va a completar hasta el día en que Jesús vuelva. Cada uno de nosotros somos una obra de arte en las manos del Señor.

Dígale a la persona que está a su lado: usted es una obra de arte. Yo no se si usted es una obra de arte de barro, de hierro o de pintura, o no se, pero es una obra de arte. Pero yo les puedo decir de seguro que el artista que nos está bregando es un experto en todos esos materiales. Así que quédense tranquilos.

Hay artistas que se decían solamente a la pintura, y si le ponen un pedazo de hierro lo que hacen es derretirlo por completo. Pero Dios como nuestro gran artista es un experto trabajando con todo tipo de materiales. Y ustedes son cada uno de esos materiales. Dios está haciendo una obra tan bella en cada uno de ustedes que cuando llega el momento de su perfección yo quiero estar ahí para verlo.

Pero esto implica, mis hermanos que nuestras vidas, todo lo que nosotros pasamos, lo bueno, lo malo y lo bien malo, todo tiene que ver con el tiempo del Señor y cómo El está trabajando en cada uno de nosotros. Y aunque muchas veces cuando uno tiene experiencias negativas uno tiende a ver esas experiencias como si mi vida fuera un desastre: que nuestra vida no vale, nuestra vida no tiene sentido, no tiene dirección, no tiene propósito, solamente por ver toda esta negatividad a nuestro alrededor. Si yo veo que hay alguien que me dice que soy un cero a la izquierda pues entonces voy a estar viviendo toda mi vida pensando que soy un cero a la izquierda. Ahora, pero si hay una persona que me dice: usted es un cero a la mano derecha, y usted le va a dar un valor a toda la ecuación bien grande, pues entonces yo voy a estar viviendo de esa manera también. Yo creo que los contables entienden bien eso, ¿verdad?

Ahora, hermanos yo creo que nosotros tenemos que desarrollar una apreciación bien profunda por todas esas experiencias en nuestra vida. Y yo se que estoy diciendo algo bien radical aquí porque yo imagino como yo le voy a decir a una persona que tal vez su hijo fue asesinado en un accidente, ¿cómo yo le voy a decir a esa persona, sabe que, usted tiene que desarrollar una apreciación por eso que pasó? Y me va a dar una bofetada si yo le digo eso. Obviamente el uno poder decir estas cosas, tienen su momento, tienen su lugar y tienen su tiempo. Yo creo que una persona que haya pasado por eso proceso, en el momento lo mejor que hay que hacer es solamente una presencia silenciosa de compañía. Compartir una oración de fortaleza. No es buscar tan solamente un ensayo entero de cosas para decirle a la persona en esa situación. Pero cuando haya pasado el tiempo oportuno y uno puede con esa persona mirar para atrás y ver como Dios ha estado en acción en distintas etapas con esa persona, entonces uno sí puede decir que hay una apreciación por todo eso. Pero todo esto implica, mis hermanos que nuestras vidas son un proceso completo de formación.

Usted puede tener una lista de estudio, de experiencia, de trabajo, pero con todo y eso su vida todavía está en formación. Todo esto marca un tiempo y dentro de ese tiempo hay uno en el cual nosotros tenemos que reflexionar. Y eso es en cómo nosotros estamos llevando nuestras vidas a cabo en nuestro diario vivir.

Hay una versión en la Biblia que dice que nosotros tenemos que redimir bien el tiempo. Redimir el tiempo tiene mucho que ver con discernir el momento en el cual estamos viviendo y de buscar la manera en que Dios está dirigiendo cada uno de nuestras etapas y decisiones en la vida. Y eso es un proceso que tiene que ser constante en medio de cada uno de sus vidas individuales.

Ese proceso te va a llevar entonces a la segunda dimensión de la cual te quiero hablar con respecto a tiempo. La manera en cómo tu disciernes tu vida personal va a estar grandemente influenciada por el tiempo y momento en el cual nosotros estamos viviendo hoy día en la sociedad. Así que el primer aspecto de tiempo es el aspecto de tu vida personal y el segundo es el tiempo respecto al momento presente que vivimos.

En el libro de Colosenses hay un pasaje bien interesante. Colosenses Capítulo 4, comenzando desde el verso 3. Pablo está hablandole a los colosenses y les dice lo siguiente: “.... al mismo tiempo intercedan por nosotros a fin de que Dios nos abra las puertas para proclamar la palabra. Oren para que yo lo anuncie con claridad como debo hacerlo.” Pablo está pidiendo que la iglesia de los colosenses pueda interceder por él para que él sepa cómo discernir el momento y el tiempo para comunicar la palabra de Dios y hacerlo de la manera más correcta. Entonces Pablo le dice a la iglesia, le dice en el verso 5 “... compórtense sabiamente con los que no creen en Cristo”. Exacto, en otras versiones dice “miren cómo se comportan para con los de afuera”, significando los que no conocen a Jesús.

Miren cómo dice: “...aprovechando al máximo cada momento oportuno. Que su conversación sea siempre amena y de buen gusto así sabrán como responder a cada uno” ¿Saben que mis hermanos? En la medida en que nosotros meditamos sobre nuestro camino, sobre nuestra vida personal y el tiempo en el cual estamos, eso va a influenciar entonces en cómo nosotros meditamos y reflexionamos sobre el tiempo en el cual estamos viviendo ahora. Yo compartía con el grupo de esta mañana que la sociedad en que nosotros vivimos hoy día se distingue por muchas cosas pero hay una que es bien importante y es el aspecto del consumerismo. Yo se que la política es un aspecto bien importante que define como muchas personas rigen su vida. La intelectualidad o la grande educación es otra manera por las cuales otras personas definen su vida, como también hay aquellos que viven por esta filosofía que a mi no me gusta nada que es el “whatever”, lo que venga por ahí voy. Son los que se dejan llevar por todo viento de filosofía en el mundo.

¿Pero saben qué? Hay un gran porcentaje de personas que sus vidas están definidas por un aspecto de consumerismo. Y yo les puedo dar un ejemplo bien sencillo: una persona, yo me refiero mucho al pastor Greg en esto. El pastor Greg tenía una de esas primeras laptop que salió. Creo que él la compró en el ’96 si no me equivoco, algo así. Obviamente es una pantalla en blanco y negro, creo que es como de 13 pulgadas si no me equivoco la pantalla. Pero la cosa es que su computadora ahora mismo mis hermanos está totalmente obsoleta, hay veces que ni le funciona, ni prende tan siquiera. Pero miren como funciona ese tipo de industria que en un mes te dan un producto y en ese momento es lo último en la avenida: yo lo tengo que conseguir. Tres meses después le añaden otro componente que la hace mejor y te vale 300 dólares más. Tal vez es un poquito de memoria o al menos una pantalla color. Y el asunto es que te lo venden como lo último en la avenida cosa que lo que tu tenías ya no sirve para nada, te tienes que conseguir esto nuevo.

Antes una laptop pesaba tal vez como 21 libras, ahora como pesa 5 libras pues te están diciendo: mira, te tienes que conseguir una que pese 5 libras ahora. Ya ahí te están vendiendo 1000 dólares más, solamente porque pesa menos. Pero el asunto es que toda esta dinámica del consumerismo está formando necesidades en nosotros que realmente no necesitamos. Y eso se ve en todos los aspectos, aún en la pasta de dientes. Colgate antes tenía un solo sabor y una sola función que era limpiarte la boca y que no te de caries, ¿verdad? Ahora mismo Colgate tiene como 6 ó 7 distintas pastas supuestamente para o darte mejor aliento, o que no te de sarro, o que no se te infecten las encías, and on and on. Entonces cuando la persona va a comprar tiene un dilema porque lo que quiere es conseguir una pasta para limiparte los dientes y entonces entra en un dilema: ok, ¿qué quiero, que huela bien la boca o que no se me infecten las encías, o que tenga buen aliento por 24 horas, con cuál me voy? Miren esta última, miren esto: yo no se cuantos de ustedes han entrado en un Wallgreens o en un CBS o alguna farmacia, y cuando van a pagar en la caja, yo no se si ustedes se dan cuenta que justamente en frente está la sección de todos los cigarrillos habidos y por haber, y justamente al lado está todas las maneras habidas y por haber para evitar el fumar o dejar de fumar.

Y entonces una persona que tal vez esté lidiando con el vicio o la adicción de fumar, cuando va a pagar y está pensando: “yo quiero dejar de fumar”, y mira de frente se va a encontrar con un dilema. El consumerismo le está poniendo dos alternativas justamente de frente: tienes o nickored en chicle, en parche o en inyección para que dejes de fumar; o tienes Winston, Malboro, y todas las demás que hay por ahí con peppermint y cinamon también. ¿Dónde nos vamos a ir? O sea que la industria de América se decida. Eso es lo que yo me digo. O sea si ustedes están viendo que el cigarrillo, lo que hace dañar a una persona, ¿por qué ponen a una persona en ese dilema? Si van a hacer un producto para que la persona deje de fumar, pues, vendan ese producto nada más. O si van a vender un producto para que una persona se acabe de morir, pues véndalo, pero no le pongan las dos opciones al frente.

Y hermanos ese es el tiempo en el cual estamos viviendo. Cada uno de ustedes tiene una opción por delante. Todo se te presta ahí delante de ti, para que tu decidas que es lo que tu vas a hacer con tu vida. Te lo ponen de todos los colores y todos los sabores para que pruebes todos y entonces puedas tomar una decisión.

Hay un anuncio en la televisión acerca de una pastilla del asma de Avir, creo que es que se llama y la cosa es que la cancioncita que le ponen de fondo, la canción dice: Do what you want, go where you want.... Es como quien dice una pastilla, un anuncio de una pastilla del asma te están poniendo por detrás como un mensaje subliminal que dice: tu tienes el derecho de hacer lo que tu quieres, y de ir a donde tu quieras. Y hermanos sin darnos cuenta esos mensajes se pasan así por desapercibido y se quedan grabados en nuestra mente. Y muchas veces esa mentalidad del mundo en el cual vivimos ahoga la mentalidad que Dios quiere que tengamos que es preguntarnos: ¿Señor, qué es lo que tu quieres y pides de mi?

Pasa en algo bien sutil, poco a poco te va engatusando hasta que uno pierde todas la sensitividad de uno de preguntarse: ¿Señor qué tu pides de mi?

Y como ese es el tiempo en el cual nosotros estamos viviendo yo me dirijo otra vez a ese pasaje de Ageo cuando el mismo Dios nos pregunta a nosotros: tienen que meditar sobre sus caminos. El Señor nos está diciendo: miren, consideren sus prioridades y dónde estoy Yo en todas esas prioridades. Podrá sonar como algo que aprendemos desde kindergarden pero, hermanos sigue siendo un mensaje y un principio tan efectivo como desde aquel momento que lo aprendimos hasta ahora y seguirá siendo.

Eso entonces me dirige a mi a esa tercera dimensión con respecto al tiempo que ya es tiempo de que nosotros tomemos acción. Si una madre le pide a un hijo o una hija: me puedes lavar los platos y tiene que esperar tres horas y después de las tres horas, lava los platos, ¿qué es lo que usted le dice al hijo? Guau, ya era hora, ya era tiempo..... Hermanos es todo acerca de tiempo. Nosotros ahora mismo estamos en un tiempo donde tenemos que tomar unas acciones más firmes y más decisivas con respecto a lo que Dios pide de nosotros. Y sí son acciones que uno tiene que tomar con respecto a sus vidas de familia, acciones con respecto a sus vidas individuales, acciones con respecto a cómo ustedes se van a integrar en la sociedad, pero también acciones con respecto a cómo voy a responder a lo que Dios está pidiendo de mí. Por más difícil que sea ¿cuál va a ser la respuesta que yo le voy a dar a Dios? Yo siempre recuerdo esto otra vez, hubo un momento en que yo lo mencioné, hacer la voluntad de Dios no es nada fácil. Y hay muchas personas que piensan de yo discernir que estoy en la voluntad de Dios es porque tengo paz en mi corazón. Pero ¿saben qué? No siempre la paz va a ser un ingrediente esencial o determinante para yo saber si estoy en la voluntad de Dios o no.

Fíjense en el ejemplo de Jesús cuando estaba en Getsemaní. Cuando estaba llorando ahí tirado en el piso diciendo: Señor, pasa de mi esta copa. ¿Ustedes se creen que Jesús tenía paz en ese momento? Yo creo que lo que Jesús tenía era una angustia bien fuerte que se estaba reflejando en gotas de sangre cayendo a través de su cara. Por lo tanto, hermanos yo reconozco que nosotros como individuos, como familias, como iglesia nos estamos acercando a un momento donde Dios va a comenzar a pedir algo de nosotros. Dios va a comenzar a llamar a muchos de ustedes a llegar a un nivel más allá de lo que tal vez han experimentado hasta el día de hoy. Y, hermanos yo espero que cuando ese momento llegue, nosotros podamos obedecer a su llamado.

Hermanos podrá parecer como un mensaje bien familiar, tal vez usted se está diciendo: Omar, yo ya he escuchado ese mensaje tantas y tantas veces que ya hasta me aburre escucharlo otra vez. Pero yo reprendo ese pensamiento ahora mismo. ¿Saben por qué? Porque yo te estoy hablando principios de la palabra de Dios que no pierden su sentido ni su dirección. Y estos son unos principios que tienen una capacidad para moldear tu vida en una manera que tu solo, tu sola no lo puedes hacer. Solamente cuando uno se somete a esos principios de la palabra de Dios es que verdaderamente uno puede experimentar esa bendición de Dios que de la nada sale y hace algo nuevo en nuestras vidas y uno se queda como que ¡Guau! Esto es verdaderamente de Dios. Ciertamente tenemos que seguir lo que dice en este pasaje, tenemos que tomar tiempo para meditar. Pero que ese tiempo no se quede en una mera meditación sino que me lleve a una acciones de vida que tengo que tomar.

Miren qué interesante. En el Capítulo 2 de Ageo. Voy a cerrar con esto hermanos. El Capítulo 2 de Ageo, en el verso 15, miren cómo dice: “... ahora pues meditad ¿en donde?, en vuestro corazón.” Ya no te está diciendo que medites sobre tus caminos, ahora te está pidiendo que medites en tu corazón. Yo tuve que detenerme a analizar algo aquí. ¿Saben qué? Era una palabra profética ¿verdad? Dios hablando a través de Ageo una palabra profética al pueblo. Y yo no se ustedes, yo me imagino que si, pero cuando a alguien le da una palabra profética usted ¿verdad que uno se emociona? La primera reacción es como que emoción, es como que ¡guau! Dios me habló. Y a uno como que le entra esa corriente, como que los jugos de uno se empiezan a mover en una manera distinta, y es como que uno no se puede contener, es como que ¡guau! Dios me habló. Pero si yo me quedo en ese mero emocionalismo, yo no estoy haciendo nada con esa palabra profética. Una persona que se queda en la emocionalidad, es solamente eso: emoción.

Cuando yo veo al profeta Ageo diciéndole al pueblo: mediten ahora en su corazón. ¿Saben lo que le está diciendo? Es como si le estuviera diciendo: si, sabes qué es bien emocionante cuando Dios te habla, pero no lo dejes ahí, lleva esa experiencia aún mucho más profundo en tu ser para que puedas aprender lo que Dios está pidiendo de ti a través de esa palabra. Si nos quedamos en meras emociones, hermanos, el propósito de esa palabra profética se va a quedar a mitad. Cuando esa palabra se lleva bien adentro, se usa la razón, se usa la lógica que son dones que Dios también nos da a nosotros, usted se va a convertir y ¿saben qué? En un cristiano más balanceado y más preparado para poder compartir la palabra a tiempo oportuno y de la manera oportuna.

Hermanos nuestra vida es acerca de tiempo. Muchas veces muchos de nosotros tenemos una pelea con el tiempo bien grande. ¿Cuándo esto? ¿cuándo aquello? ¿cuándo va a pasar lo otro? ¿Cuándo tal persona va a dejar de ser como es conmigo? ¿O cuándo yo voy a dejar de ser como soy? Pero, hermanos sabiendo que un año nuevo ha comenzado, yo les invito a que ustedes sigan ese consejo del profeta Ageo: mediten sobre sus caminos. Mediten sobre el tiempo en el cual están sus vidas. Y que esa reflexión del tiempo de sus vidas los lleve a discernir cómo ustedes van a interactuar en una manera efectiva y afirmativa con la sociedad y en el tiempo en el cual estamos viviendo. Que no seamos ambivalentes en aspecto de nuestras vidas sino que podamos ser personas de convicciones firmes que saben como llevar una vida basada en los principios de la Escritura de Dios. Y una vez que ustedes hayan reflexionado en eso, mis hermanos, que la tercera dimensión se lleve a su perfección también, que es el tomar acción. Tomemos acción sobre nuestra vida y sobre el llamado que Dios tiene para nosotros. Y así mis hermanos nuestra vidas van a ser distintas. Así yo lo creo y así yo lo profeso. Solamente cuando nosotros obedecemos a Dios en una manera afirmativa es que nuestras vidas tienen la capacidad de poder hacer un impacto a nuestro alrededor.

Vamos a estar puestos de pie y vamos a orar. Gracias Jesús. Hermano tu estás en un tiempo. Dios te tiene en un tiempo. Y en ese tiempo hay propósitos que se van a cumplir. Solamente como nosotros respondamos a ese tiempo es que podremos ver la grandeza del Señor en medio de nuestras vidas. Señor Jesús presentamos a tu pueblo ahora delante de ti. Tu conoces el corazón y la condición de cada uno de ellos: de niños, de jóvenes, de hombres, de mujeres. Padre, yo te pido que en este año 2005 tu vengas a un encuentro con cada uno de ellos, no importa cuanto tiempo llevan en el Evangelio, no importa si son acabaditos de llegar hoy, pero que ellos se puedan encontrar contigo Jesús, un encuentro contigo transforma todas las cosas. Un encuentro contigo hace de nuestras vidas algo totalmente nuevo. Señor y yo presente a este pueblo delante de ti ahora. Así como hiciste con Sorobabel y Josué en el libro de Ageo, despierta nuestro espíritu, Señor. Despierta nuestro espíritu, Señor. Padre que no seamos indiferentes a tu voz. Pero que podamos responder en una manera afirmativa a ti, Señor. Padre yo creo que si han ocurrido grandes cosas en el año 2004 mayores van a ser las que van a ocurrir ahora en el 2005. La gloria venidera va a ser mucho mejor que la pasada. Y esto no tan solamente lo declaro para la iglesia, lo declaro también para cada uno de las familias e individuos que están aquí presentes en este día. Que la gloria tuya sea mayor de lo que ya se ha experimentado, Jesús. Sorpréndenos a todos. Sorpréndenos Jesús. Gracias te damos Señor. Amen, amen, amen. Gracias Jesús.

Hermanos nos preparamos ahora, vamos ahora a participar de la cena del Señor, hermanos. Esto para mi, ¿saben qué? Para mi lo que es un momento de alabanza de oración, lo que son los bautismos y lo que es esto, es cuando Dios está en su máximo potencial. Es un símbolo hermanos, un simple pedacito de pan y una simple copita de jugo de uva, pero ese símbolo tiene un poder transformador. Símbolo del cuerpo de Jesús que fue partido por nosotros para darnos la libertad que hoy muchos experimentamos. Símbolo de su sangre que nos limpia y nos perdona y nos restaura de todo pecado. Señor yo consagro estos elementos a ti ahora, Jesús. Y que tu te hagas presente y real ahora, Señor en medio de nuestras vidas, que esto sea un momento de encuentro contigo, Señor. Amen, Jesús.

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Zacarias 9:9

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En el libro de Zacarías, profeta Zacarías, es uno de los últimos libros del Antiguo Testamento, uno de los profetas menores, no menor por edad sino por el volumen de lo que escribió. Un pedacito así de instrucción bíblica: En la Biblia hay profetas mayores y profetas menores, los profetas mayores fueron los que escribieron gran volumen como Isaías o Ezequiel, fueron profetas que escribieron una cantidad grande de enseñanza, y otros profetas que escribieron libros menores, de mayor extensión que se llaman los profetas menores.

Vamos a leer el versículo 9, de Zacarías. El Señor puso está palabra en mi corazón esta mañana, de hecho mientras le pedía una palabra así específica para nosotros y la comparto con ustedes, sobretodo en el versículo 9. Vamos a leer los versículo 9 y 10 de Zacarías 9. Dice allí la palabra del Señor “alégrate mucho, alégrate mucho hija de Zion, da voces de júbilo hija de Jerusalén, he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador. (Samuel prepáratelo en inglés) justo y salvador, humilde y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino, hijo de asna y de Efraín destruiré los carros y los caballos de Jerusalén y los arcos de guerra serán quebrados y hablará paz a las naciones y sus señorío será de mar a mar y desde el río hasta los fines de la tierra”. Amen.

Saben que ese pasaje fue escrito varios siglos antes de que se cumpliera esa profecía. El profeta Zacarías escribe en una época sombría de la vida de Israel, cuando Israel ha sido llevado a cautivo, ha estado en cautividad muchos años, regresa y ya Jerusalén está destruido y tienen que volver reconstruir la ciudad, y en ese ambiente de opresión y de tristeza por toda la gloria que se había perdido, Zacarías ministra y escribe su profecía.

Ese es el contexto de este llamado a regocijarse. Es un contexto sombrío, es un contexto de tristeza más bien. Israel está bajo la opresión de muchas naciones, sobre todo Persia que es el superpoder de esa época y que tiene señorío sobre Israel. Y hay otras naciones que también quieren destruir a Israel, y tomar posesión de ella. Y en ese ambiente de incertidumbre y de opresión repetida, el Señor envía esta palabra de esperanza, y les habla acerca de un ser maravilloso que ha de venir y que va a arreglar las cosas, y que va a ponerlo todo en su lugar. Por eso es que el profeta Zacarías dice estas palabras. Ahora entendamos, para que veamos algo interesante y es que de nuevo hay que recalcar que esto fue escrito, y eso se sabe históricamente, este libro de Zacarías fue escrito cientos de años antes de la venida de Jesucristo y Zacarías tiene muchos pasajes que hablan acerca de ese Mesías que iba a venir.

Es interesante que muchas veces en el Antiguo Testamento la venida del Mesías se presenta con un trasfondo triste, sombrío, peligroso, de amenaza. Y sin embargo siempre está acompañado de un llamado al regocijo y al gozo. Si usted mira por ejemplo en el libro de Isaías, Capítulo 9, usted puede ver allí esta idea de un llamado a la celebración, Capítulo 9.

Dice en el versículo 2 de Isaías 9 “... el pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz, los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos. Multiplicaste la gente y aumentaste la alegría. Se alegrarán delante de ti como se alegran en la siega, como se gozan cuando reparten despojos.”

Hermanos, tenemos que recordar eso, que muchas veces la palabra nos llamará a regocijarnos y a pensar en lo que Cristo hace posible en medio de tiempos de tribulación y de angustia, en que todas las cosas no nos van bien. Y en ese tiempo el Señor nos dice: mira, aunque todo no está bien contigo, aunque toda tu vida no está perfectamente bien y todas las piezas no están en su lugar, aun así regocíjate porque mi hijo va a asegurarse de que todo salga bien en tu vida. Mi hijo va a traer luz a tu vida y va a traer solución a tus problemas. Es maravilloso hermanos ese llamado de Dios a desafiar las tinieblas, a desafiar la negatividad y nos llama a regocijarnos en una forma como desafiante y militante en medio de la prueba.

Mi hermano, el Señor muchas veces permitirá que vengan tribulaciones y angustias a tu vida para preparar el trasfondo para la liberación que Dios quiere hacer en tu vida. ¿Y tu sabes lo que garantiza la solución, lo que garantiza el descender del poder de Dios a tu vida? Cuando tu, yo lo llamo preventivamente, decides gozarte en el Señor y celebrar al Señor y celebrar la liberación de Dios, aunque todo dentro de ti grite “no lo haga” porque no hay nada que justifique el celebrar y adorar. Y en esos momentos es cuando más tenemos que decir: No, yo voy a adorar al Señor, yo voy a declarar su bondad, yo voy a celebrar porque la palabra dice que “...el gozo del Señor es mi fortaleza”. Y nosotros tenemos que aprender a cultivar como un acto de la voluntad en el espíritu, el gozo del Señor, y celebrar al Señor aunque alrededor de nosotros todo no esté bien.

Hay algo hermanos, que cuando nosotros proféticamente anunciamos las cosas buenas que el Señor va a hacer por nosotros y rehusamos ponernos el manto frío y húmedo de la depresión, que el diablo quiere ponérselo a nuestras vidas, ese es el vehículo que muchas veces Dios usa para traer su salvación a nuestras vidas. Yo pensaba esta mañana, yo tengo autoridad para decirles eso, ¿sabes por qué? Porque yo no soy una persona de temperamento necesariamente muy expresivo y muy gozoso. Yo puedo encontrar diez razones por las cuales las cosas no van a salir bien para cualquier evento de la vida, pero yo he tenido que aprender a regocijarme y a celebrar y para mi eso no es una destreza natural, es una destreza que yo he aprendido y que he descubierto que resulta. Da resultado.

Cuando uno se niega a someterse al temperamento o a las circunstancias, y uno dice: No, con todo yo me voy a gozar en el Señor, yo voy a celebrar al Señor, yo voy a declarar la buena voluntad de Dios en mi vida, yo voy a declarar que El es bueno y que El tiene buenos propósitos en mi vida. Y cuando usted comienza a hacer eso como que se le comienza a calentar el cuerpo y el espíritu y comienza a fluir entonces la bendición de Dios en su vida, porque no hay nada que tenga más poder que derrotar al diablo que la alabanza del hijo de Dios cuando está en medio de pruebas y de tribulaciones, porque ahí es donde verdaderamente la fe se cumple. Hay un corito que dice: alabar a Dios cuando las cosas te salen bien, que bueno es, alabar a Dios cuando no hay problema, que cosa buena, pero si le alabas entre tus quebrantos ese Cristo santo se glorifica dentro de ti. Amen. Puede aplaudir, está bien. No me aplaude a mi, aplaude la palabra del Señor.

Hay que gozarse en el Señor. El profeta Abacuc escribiendo acerca de eso dice en el Capítulo 3 de Abacuc, versículo 17, y ustedes conocen el pasaje: “... aunque la higuera no florezca ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada y no haya vacas en los corrales, con todo yo me alegraré en Jehová, ¡Aleluya! Y me gozaré en el Dios de mi salvación.”

Abacuc está pensando, ¿qué es lo peor que me puede pasar? Bueno, si me falta esto, si me falta lo otro, si me cierran las puertas por aquí, si se me viene el mundo abajo, pero yo voy a ser una determinación de que con todo, a pesar de todo yo me voy a gozar en el Señor, y yo voy a alabar al Señor de todas maneras.

Hermanos, usted sabe que usted tiene que ensayar eso, porque eso no le va a venir naturalmente. Yo muchas veces me pregunto ¿que pasaría si me sucediera lo peor, lo que yo más temo, si yo me quedara como yo más temo quedarme, y si se me fueran todos los andamios de la vida, y se me desprendieran todas las cosas que yo considero como fuente de mi seguridad, ¿podría yo todavía alabar al Señor? Y yo digo, no creo que si, yo voy a confiar en que en ese momento la gracia del Señor me va a permitir alabarlo y glorificarlo y gozarme en El por fe, porque es por fe muchas veces que tenemos que hacer las cosas hermanos.

¿Sabes que hermano? El diablo no puede bregar con una persona que decide alabar al Señor en medio de su tribulación. Porque esa fe destruye, avergüenza y derrota al diablo. Cuando tu estás en situaciones de prueba, lo que el diablo te va a decir es como le dijo la esposa de Job a Job, “Maldice a Dios y muérete”. Eso que Dios dijo es mentira, eso son patrañas de los evangélicos, Dios no es tan bueno como El dice. Pero en ese momento tienes que decir como Job: No, yo creeré, aunque El me mate, yo creeré en El, dice Job, y yo lo veré con mis propios ojos. Y ciertamente Job vio la gloria, la misericordia, la bondad de Dios, su restauración y nosotros tenemos que hacer lo mismo, tenemos que creer y una y otra vez la Biblia nos llama a eso: a creer en medio de las pruebas. Y eso lo hace posible Jesucristo.

Usted ve el profeta Zacarías le está diciendo a los judíos, en medio de su tribulación, en medio de naciones que los están mirando hostilmente para destruirlos y para poseerlos y oprimirlos, el profeta les dice: regocíjense, alégrate mucho hija de Zion, da voces de júbilo. Muchas veces, hermanos lo que va a ahuyentar al diablo son esas voces de júbilo que usted va a dar en su casa y los demonios van a huir corriendo como los ratones a meterse a su escondite porque un hijo o una hija de Dios se atrevió a alabar al Señor en medio de la tribulación y de la prueba. Yo digo que esa es la última carta que se juega un hijo de Dios, cuando todas las demás cartas nos fallaron y no hay más lo único que nos queda es decir: Dios es bueno y para siempre su misericordia. Yo se que El va a traer su liberación, yo no se de donde va a venir pero yo se que la liberación vendrá de algún sitio, como dijo también uno de los profetas. Dios sacará liberación de alguna parte le dijo el tío de Esther, “si no viene a través de ti, vendrá a través de alguien”, y eso es a lo que yo he aprendido siempre en mi vida, ¿sabe? Que yo creo que Dios siempre tiene una solución para mi vida. Dios, aunque todas las puertas se cierren, ya es como un lema de mi vida, que siempre si no es la solución que yo espero, Dios sacará la solución de alguna otra parte y yo lo he visto eso una y otra y otra vez.

Cuando estábamos en esta cuestión del templo y las dificultades estaban allí y la incertidumbre de si íbamos a recibir el permiso o no, y a cada rato pues, salía otro nuevo grupo que quería un pedazo de mi piel y una explicación más y una reunión más y todo esto, y a veces parecía difícil la cosa. Pero yo decía: Bueno, Señor ¿qué es lo peor que puede pasar, quizás que no se construya el templo?, que yo creo que yo apuesto mi corazón que se construya, pero en medio de todo eso yo sabía, bueno si no es allí es porque tu tienes un templo mejor y más grande en algún otro sitio. ¿Entiende?, porque a veces las cosas no suceden como nosotros queremos.

Pero yo se una cosa, que mi Dios es fiel y que lo que El promete se cumple y que si El no saca la solución de un lado, la saca del otro porque El es un experto en milagros. Y nosotros tenemos que confiar eso, siempre asegúrate de que tu sepas eso en tu vida. El hijo de Dios con su poder, con su salvación, siempre está listo para nacer de nuevo en tu vida y para rescatarte de donde quiera que tu estés. Así que por lo tanto regocíjate preventivamente, alégrate preventivamente. Nunca le des lugar a la depresión, a la tristeza. Nunca te quedes en ese lugar terrible donde el diablo quiere meterte, en un escondite allí oscuro y tomándote pena a ti misma. Muévete y levántate y glorifica al Señor y ponte pintalabios si eres mujer, y si eres hombre no te pongas pintalabios, ponte otra cosa, pero celebra. Aquí en Massachussets hay que aclarar esas cosas, ¿sabe? Pero, sea lo que sea regocíjate y vístete bien. Yo creo en eso hermanos, cuando a veces no me siento muy contento o muy alegre es cuando mejor trato de vestirme y para decirle al diablo: Hey, no te vas a salir con la tuya. Este hijo de Dios cree que Dios es poderoso. Es así, hermanos.

Cuando estamos pasando por pruebas muchas veces el diablo quiere que nosotros simplemente nos echemos a morir y que dejemos de vestirnos y dejemos de llamar a nuestros hermanos y de venir a la iglesia y de hacer buenas obras y la palabra les dice: no, no, nunca te canses de hacer el bien. Nunca te canses de glorificar al Señor. Nunca le huyas al diablo, siempre dale la cara al diablo y dale la cara a la vida porque yo estoy contigo y más fuerte soy yo que lo que está en el mundo. Yo te voy a sacar adelante. Esa es la esencia de la vida cristiana.

Alégrate mucho, hija de Zion, da voces de júbilo, hija de Jerusalén. He aquí tu rey vendrá a ti. ¡Aleluya! ¡Qué linda esa promesa! Tu rey vendrá a ti. Sabes que Cristo vino al mundo, no como un rey impersonal y genérico y distante, sino que vino como un rey personal para cada uno de nosotros.

Es una cosa que siempre me impacta acerca de que cada vez que se anunció la venida de Jesucristo se anunció en término personales, muy íntimos. Fíjense como dice en Isaías, dice: “... porque un hijo nos es nacido, hijo nos es dado”. No dice: un hijo es nacido o un hijo ha nacido. No, dice: un hijo nos es nacido. En otras palabras, un hijo ha nacido en el seno de la familia. Cuando Cristo nació, nació en el corazón de cada hombre o mujer que lo recibiera, lo aceptara. Cristo vino como un ser personal. Cristo vino a establecer una relación para que tu no sientas solo más, para que no te sientas desamparado, para que no creas que solamente eres tu y la vida peleando allí, sino que tu tienes a Cristo contigo. El Señor vino a anunciarse a ti y a mi y si tu lo recibes el Señor se hace parte de tu vida también, el Señor entra a tu vida. Un hijo nos es nacido, un rey vendrá a ti. Ahí nos habla del carácter real de Jesucristo. Cristo vino en una forma humilde pero El es rey también, El es Señor de Señores, es el rey de reyes. Nosotros servimos a un gran rey, a un rey todopoderoso. Dice: “justo y salvador, humilde y cabalgando sobre un asno”.

Mire las cualidades que hay aquí: viene justo primeramente, sabe el Señor es justo. Y déjenme decirle algo que estas cualidades son para que nosotros también las imitemos. Estas cualidades son para que nosotros las imitemos. Las cualidades de nuestro Señor Jesucristo son para que nosotros las imitemos. La cualidad de la justicia, el Señor Jesucristo es justo. El vino a enderezar todas las injusticias de la humanidad, todo el maltrato de la gente, la opresión del hombre contra el hombre, la guerra, todas estas cosas, la explotación. El Señor vino a establecer un reino de justicia. Y mientras El venga nosotros tenemos que vivir en justicia unos con los otros, y debemos tratarnos con justicia unos a otros.

El vino para salvar, El es un rey salvador. El vino para rescatarnos de nuestros pecados, para salvarnos de nuestras situaciones difíciles, para traer solución a nuestros problemas, y sobre todo para reconciliarnos con el Padre Celestial. ¿Y sabe qué? En algún sentido nosotros también tenemos que ser salvadores para otros, tenemos también que ser misericordiosos para con otros, y tenemos que ejercer también misericordia para con los demás.

Hay una cualidad aquí que para mi es la más importante de todas. Dice que El vino cabalgando sobre un asno, humilde sobre un pollino, hijo de asna, y eso hermanos es bien importante, para mi esa es la esencia de este pasaje que está ahí: en esa cualidad, humilde de Jesús. Fíjese que uno pensaría: Bueno, el Señor es el rey que viene a salvar a su pueblo, viene a quitar la opresión, el yugo de estas grandes naciones, va a ser un rey poderoso, un rey lleno de fuerza, un rey atractivo, montado en un caballo blanco, con todo un ejercito detrás de El, y con toda una corte que le rinda pleitesía, y de momento como que cambia aquí las cosas. Uno está esperando: bueno, ese rey que va a salvar, va a tener todos esos atributos. ¿Sabe qué? Dice; viene humilde, cabalgando sobre un asno.

Yo leía un comentario de un escritor acerca de este pasaje y este hombre, que es un experto en el idioma hebreo, dice que la palabra que se traduce “humilde” es todavía mucho más fuerte en su implicación que la palabra simplemente humilde en español. La palabra es más bien, humillado, afligido, abatido, pobre, insignificante, es una palabra bien negativa.

¿Y por qué es importante señalar esto, hermanos? Porque muchos hebreos no pudieron entender que Jesús era el Señor porque ¿qué pasaba? Ellos esperaban un rey lleno de gloria, ellos esperaban ese rey como los hombres esperan que sea un rey y en su carnalidad ellos no leyeron, aunque ellos sabían que estos pasajes eran pasajes mesiánicos, pero su carnalidad y su orgullo nacional judío, no les permitió ver ese mensaje que yo les estaba diciendo: mi hijo, mi rey, el que yo voy a enviar a liberarlos, no va a venir como vienen los demás reyes. No va a venir a pelear una pelea física con las naciones y a ponerlos a ustedes a hacerlos el superpoder de la tierra, mi rey va a venir en una manera y en un paquete que ustedes no lo esperan. Va a venir humilde, sencillo y abatido y todo lo contrario de lo que normalmente ustedes esperarían que fuera un rey.

Eso es importante que nosotros lo entendamos, hermanos porque yo veo algo y es que Dios no quiso hacer las cosas como los hombres querían. Hay una controversia que Dios tiene con los hombres, el orgullo. Y nosotros queremos las cosas hacerlas con la fuerza humana, con el vigor y la astucia de nuestra mente y con nuestros recursos y nuestro talento. Y Dios dice: No, lo que yo traigo, la victoria espiritual que yo quiero hacer en este mundo no se va a ganar con armas de hombre. Y yo voy a establecer una forma de hacer las cosas muy diferente a como ustedes están acostumbrado a hacerlas, y mi hijo, mi rey, el que yo voy a enviar va a ganar con armas sencillas y armas de luz y armas de amor, y armas de bondad, armas de humildad.

Hermanos lo más importante de esa revelación es que esa es la forma en que nosotros también tenemos que pelear las batallas de nuestra vida, con armas de luz, no con armas de violencia. Yo le pido al Señor cada día que me ayude a poner a un lado las armas de la violencia, y de la ira, y de la opresión, y de la astucia humana, y de la fuerza humana, porque yo he descubierto que cuando el cristiano acepta a Cristo comienza a moverse bajo unas reglas y una dinámica muy diferente a la que se debaten los hombres, y que ya nuestras luchas tienen que darse con una metodología diferente, es la metodología de la debilidad y de la pobreza.

Yo creo que muchos de nosotros tenemos dificultades en nuestra vida porque todavía no nos ha amanecido esa gran verdad, hermanos, que nosotros tenemos que vestirnos de las armas de la luz. Y como Cristo, pelear con la humildad, la misericordia, la gracia, el perdón y ese es el vehículo a través del cual entonces fluye la gracia y la bondad de Dios en nuestra vida. Hermanos, hagamos un pacto con el Señor de poner a un lado las armas que el diablo usa. El diablo siempre podrá pelear con un hombre fuerte, con una mujer fuerte y lo vencerá porque el diablo es mucho más fuerte que ninguno de nosotros.

Pero lo que el diablo no puede pelear, lo que el diablo no puede vencer es un hombre, una mujer quebrantada y humilde y que dice: Padre, yo pongo a un lado mis armas, pongo mi espada, pongo mi revolver a un lado, pongo el palo que podría usar para golpear a alguien y ahora me visto de tu misericordia, perdono a los que me ofenden, me olvido de lo que me han hecho y pido que tu gracia descienda en mi vida y que tu te manifiestes en amor a través de mí. ¿Y sabe qué? El diablo eso no puede vencerlo, hermanos. ¿Dónde llevó a cabo el Señor Jesús la victoria más grande de todas? En la cruz del calvario. Allí inmovilizado, atado, clavado, derrotado, humillado, allí el Señor derrotó, dice, los principados y las potestades y anuló todas las acusaciones del diablo en nuestra contra.

Y así tenemos que hacer nosotros, en esta navidad, yo creo que la esencia del mensaje navideño es eso: que Dios usa las cosas humildes y sencillas para llevar a cabo sus mayores milagros, y que nosotros tenemos que tratarnos de esa manera. En este año que comienza, hermanos hagamos un propósito de cabalgar la vida humildemente, caminar humildemente, pongamos a un lado la aspereza. Pongamos a un lado la acusación. Pongamos a un lado el odio y la violencia. Y vistámonos del amor y de la humildad de Jesucristo. Caminemos ese camino que Dios nos ha trazado usando la sencillez y la mansedumbre, el amor de Dios. El Señor vino como un niño sencillo. El Señor vino como un humilde bebé, por medio de esa humildad el Señor hizo posible que la gracia de Dios corriera a este mundo y nosotros vamos a recibir bendición en este año, vamos a recibir bendición, pero va a ser por medio de ese caminar como Cristo caminó. Yo quiero, hermanos, que este año más que nunca nuestra iglesia sea una iglesia de armonía, de amor y de misericordia.

Yo quiero hermanos, que en este año si hay entre nosotros alguna pugna, si hay en cualquiera de nosotros algún resentimiento si alguien te debe algo, si alguien no te ha dado todo lo que tu piensas que tu merecías, si alguien no te ha tratado tan bien como tu piensas que debieras haber sido tratado, que no guardes en tu corazón ningún resentimiento contra esa persona. Busca las reconciliación, perdona a los que te ofenden. Camina la vida humildemente. Camina la vida con transparencia. Seamos transparentes unos a otros. Dejemos la ira. Dejemos la discordia. Dejemos las malas palabras. Dejemos la violencia en nuestro trato y cabalguemos humilde como el Señor Jesucristo vino. ¿Y sabes qué? Dios te hará poderoso a través de eso, Dios te libertará de las luchas que tu tienes. Dios humillará al diablo y dirá: Deja a mi hijo tranquilo ya, porque mi hijo ahora está usando las armas de la luz y tienes que respetarlo, tienes que darle libertad. Si nosotros obramos de esa manera Dios va a hacer su obra en nuestra vida. En esta navidad, hermanos yo creo que ese es el mensaje primordial de todo lo demás, la esencia de nuestro Señor Jesucristo hablará paz a las naciones, hablará paz a las naciones. Seamos hombres y mujeres de paz. El Señor Jesucristo vino a destruir los carros y los caballos, los arcos de guerra, dice, serán quebrados. Que Dios nos ayude, hermanos a ser parte de ese ejercito apacible en esta tierra, ese ejercito de paz.

Esa es la navidad. La navidad es paz y nosotros vamos a ser hombres y mujeres que caminemos en la humildad y la mansedumbre de nuestro Señor Jesucristo.

Vamos a ponernos de pie. Vamos a recibir ese llamado de paz a nuestros corazones. Vamos a cantar ese.... imaginemos a ese niño, ese bebé, humilde y sencillo que vino cabalgando en un pollino, un una asna y ese es el espíritu en que nosotros tenemos que caminar y ese espíritu nos da un poder, hermanos increíble. Nos da poder para romper todas las ataduras, para liberarnos de todas la dificultades que hay en nuestra vida. Es en esa confianza en el Señor, en pararnos en la bondad y la misericordia del Señor, no pelear nosotros con nuestras propias armas, sino dejar que el Señor nos liberte, que el Señor nos saque adelante, y confiar en El y tener gracia unos para con los otros. Ese es el origen, hermanos de todo gran triunfo en la vida. Vamos a cantar ese himno.

Vamos a bajar nuestras cabezas un momento, vamos a abrazar ese llamado de Dios ahora a nuestras vidas de paz y de misericordia. Padre, yo soy el primero que confiesa que muchas veces me falta esa mansedumbre que Cristo vino a ejemplificar y en esta tarde, Señor pido junto a mis hermanos que tu derrames una porción especial de la mansedumbre y del amor de Cristo y la humildad de Jesús en nuestros corazones. Señor Jesús el mundo está acostumbrado a la violencia y a la aspereza, a veces nosotros mismo pensamos que si no usamos esas armas vamos a ser abusados y explotados y oprimidos, pero tu nos has enseñado que en esas armas de alabanza y de fe y de declaración de tu bondad y tu fidelidad y de gozo y de celebración y de amor, perdón, nosotros podemos vencer en una manera que ningún hombre con sus armas humanas puede hacerlo. Ayúdanos a abrazar y a adoptar el espíritu de Jesucristo, Señor, en esta tarde. Y a ser como nuestro maestro, gente de paz, gente de amor y de bondad.

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2 Timoteo 3:10

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Segunda de Timoteo, Capítulo 3, comenzando allí en el versículo 10. Dice allí, y este es el Apóstol Pablo escribiéndole a Timoteo, un joven, no tan joven en realidad pero por aquellos tiempos lo consideraban un joven, tenía como 40 años más o menos, dicen los estudiosos de la Biblia. Pero Timoteo tenía el distintivo de haber sido pastor y discípulo del Apóstol Pablo y Timoteo estaba llenando ciertas funciones pastorales y entonces Pablo, el veterano Apóstol le escribe a su discípulo y le está dando consejos acerca de cómo él debe conducirse en su vida, y como debe conducirse en su ministerio también. Así que es una carta de consejo pastoral.

Segunda de Timoteo, 3:10. Pablo está aconsejando a Timoteo y le dice: “...pero tu, Timoteo, pero tu has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, persecuciones, padecimientos como los que me sobrevinieron en Antioquia, en Iconio en Listra, persecuciones que he sufrido y de todas me ha librado el Señor, y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús, padecerán persecución. Más los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor engañando y siendo engañados pero persiste tu en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quien has aprendido y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia a fin de que el hombre de Dios o la mujer de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” Bendiga el Señor su santa palabra.

Estaba pensando así en una de las doctrinas fundamentales de la fe cristiana es este tema de la inspiración de las Escrituras, la inspiración de las Escrituras y eso es uno de los puntos principales que yo quiero tratar esta mañana. Pero además de eso está el asunto de qué debemos hacer a la luz del hecho de que tenemos una palabra, que se llama la Biblia, que nosotros creemos que es la palabra de Dios, inspirada por Dios, escrita en un sentido por el espíritu santo, y qué debemos hacer con ese hecho, cómo debemos comportarnos a la luz de la creencia esencial del pueblo de Dios de que la Biblia es la palabra inspirada por Dios. Yo espero que analicemos un poquito más ese tema. Qué quiere decir esto de la inspiración de la Biblia, la inspiración de las Escrituras. Pero déjenme hacer un recorrido exegético a través de este pasaje para tratar de hacer la misma síntesis que hace la mente del Apóstol Pablo con estos diferentes temas.

En el Capítulo 3 de esta carta el Apóstol Pablo está muy preocupado por lo peligroso del tiempo en que están ellos viviendo pero también a la misma vez da una palabra profética también hacia el tiempo futuro, un tiempo futuro que yo creo que se está cumpliendo ahora en estos tiempos, porque estamos en los últimos tiempos, nosotros creemos, estamos en tiempos difíciles, en tiempos peligrosos y que llenan muy bien la descripción de lo que tanto Cristo como es Apóstol Pablo y otros de los escritores de la Escritura hablan de cómo serán los últimos tiempos.

Si usted mira en el Capítulo 3 de Segunda de Timoteo, en el versículo uno, le dice Pablo a Timoteo: “.... también debes saber esto que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos porque habrá hombres amadores de si mismos, avaros, vanagloriosos, etc”, y el da toda una descripción del tipo de persona que va a haber en esos tiempos y se parecen definitivamente mucho a lo que vemos en estos tiempos donde hay todo tipo de pecaminosidad en el mundo en una manera increíble. El Apóstol Pablo habla inclusive muchos que están aun predicando la palabra y sirviendo al Señor que dicen que tienen apariencia de piedad pero niegan la efectividad, niegan el poder de ella.

Es decir es un tiempo, dice el Apóstol Pablo, en que hay mucha fluctuación, hay mucha maldad, hay mucho engaño, hay mucha imposibilidad de uno saber exactamente quién es quién y quién es qué en las cosas del Evangelio. Es un tiempo de gran pecado en la humanidad y en la sociedad y entonces ahí es donde viene ese “pero”, del versículo 10, a la luz de ese dinamismo negativo que hay en el ambiente espiritual, Pablo le dice a Timoteo, y nos dice a nosotros, a cada uno de nosotros como cristianos “pero tu, y usted puede poner su nombre allí en ese tu, tu has seguido mi doctrina, conducta, propósito, etc...” En otras palabra el Apóstol Pablo está diciéndole a Timoteo: Timoteo, pero tu comportamiento es diferente. Tu eres un hombre diferente, tu eres de una categoría espiritual diferente a la de esas personas que se han ido detrás del pecado y detrás de la rebeldía contra Dios o detrás de la hipocresía doctrinal, religiosa y tu eres una persona diferente. ¿Por qué? Porque tu has seguido mi doctrina, etc., etc. Y ahí se inicia esta idea en la mente del Apóstol Pablo de la importancia de la fidelidad a los valores de la verdad, a los valores de la justicia, a los valores de la doctrina bíblica, verdadera.

La importancia de mantenernos fieles a lo que Dios ha declarado y de no irnos con el resto del mundo. Y entonces él interesantemente Pablo se pone a sí mismo como la norma en este caso. Dice: pero Timoteo, gracias a Dios que tu has seguido, y la palabra en el griego que se traduce “seguir” sugiere la idea casi de un discipulado, de seguir en todas las dimensiones, en la dimensión física, como el discípulo que se pegaba a su maestro y lo seguí dondequiera que iba como los discípulos seguían a Jesucristo. El discípulos que sigue a su maestro mentalmente porque recibe su enseñanza y los conceptos que le está transfiriendo a su discípulo y que lo sigue también espiritualmente porque adopta el espíritu de su maestro y lo absorbe y es un reflejo del espíritu de su maestro también. Entonces todo eso está encerrado en la palabra seguido, que es la palabra casi como el discípulo en el griego original. Pero tu Timoteo has seguido, y hermanos que importante es precisamente que nosotros como creyentes hagamos exactamente eso...

Yo creo que lo que define a un discípulos a un creyente en Jesucristo es esa fidelidad, es ese seguir la enseñanza, seguir la norma que Dios ha establecido. No es tanto el venir a la iglesia y ni siquiera dar esos diezmos que tanto insistimos que ustedes dieran a su momento o en tener una carta de membresía, no es ese adherirse uno en obediencia a la norma de lo que es bueno, lo que es correcto, lo que es verdadero. Eso es lo que Dios nos llama que hagamos. Tiene que haber obediencia. Para mi esa es la clave, yo creo, para una vida cristiana fructífera y feliz es que haya en nosotros esa obediencia, ese seguir, ese pegarnos a la palabra de Dios y pegarnos a la verdad de Dios. Muchos de nosotros no experimentamos toda la vida abundante que Cristo ha venido a darnos porque yo creo que todavía estamos jugando el jueguito, bueno, me entro de lleno o no. Y estamos ahí indecisos, y el Señor lo que pide es esa entrega total, ese seguir de una manera total la norma de la Escritura.

Y qué interesante el Apóstol Pablo, mire otra cosa curiosa es que Pablo se pone a sí mismo en un sentido como la norma. Dice: “pero tu has seguido mi doctrina, mi fe, mi propósito, mi conducta,....” No es que el Apóstol Pablo fuera un hombre orgulloso, no es que él fuera un hombre que se creía la gran cosa porque el mismo decía yo soy el peor de todos los pecadores, yo soy el jefe de los pecadores, una vez se describió Pablo así. Pero Pablo era un hombre que cuando abrazó la enseñanza, cuando abrazó la doctrina del Evangelio, se dedicó completamente. Cedió mente corazón, alma y cuerpo, entregó toda su vida al Señor y se dedicó a servirlo exclusivamente a Él.

Yo creo que no hay nada de malo que cuando una persona ha vivido una vida como la que vivió el Apóstol Pablo que se ponga como un ejemplo y que importante es, hermanos que en la vida cristiana haya hombres y mujeres que puedan servir como ejemplo, ¿verdad? Porque muchas veces podemos hablar de muchas de estas doctrinas, y estas virtudes en abstracto doctrinalmente, teológicamente. Pero qué bueno es cuando podemos ver a alguien que ejemplifica fe, o ejemplifica paciencia, o ejemplifica amor y el mundo necesita ejemplos, el mundo necesita hombres y mujeres que sean encarnaciones de los valores del Evangelio. Ojalá que Dios nos ayude a cada uno de nosotros a tener siempre esa meta de ser ejemplo y de ser una inspiración para alguien. Porque nosotros no vivimos solos, siempre recuerden que hay muchas personas que están atentos a cada uno de nosotros y como cristianos tenemos que estar conciente de eso y asegurarnos en todo lo posible ser modelo para los demás.

Una de las cosas que hay en la visión de nuestra iglesia es ser una iglesia ejemplar. ¿Por qué? Porque creemos que el mundo necesita ejemplos de instituciones o de individuos que están viviendo la vida cristiana en todo lo posible con integridad y en una forma que agrade al Señor. Y Pablo le dice a Timoteo: Timoteo, tu has seguido mi doctrina. Mire la variedad de cualidades que Pablo encarnaba: por doctrina, Pablo está refiriendo a la fidelidad bíblica, la enseñanza, la fidelidad a la palabra de Dios; conducta, su comportamiento, su caminar en el Señor; propósito, Pablo era un hombre de propósito, Pablo era un hombree que tenía una visión clara de a dónde él quería ir. El sabía quien lo había llamado y a qué había sido llamado y era un hombre de propósito. Qué importante es que nosotros, hermanos, seamos hombres y mujeres de propósito, que tengamos una visión que anime nuestra vida.

Yo te pregunto en esta mañana: ¿cuál es la visión que anima tu vida? Si a ti te preguntaran que resumieras en tres frases, tres oraciones el tipo de vida que tu quieres vivir y lo que tu quieres llegar a ser en Dios y adónde te gustaría estar en 5 años en el Evangelio. O qué metas financieras o familiares o personales tu te has propuesto. Tu podrías responder rápidamente. ¿Podrías tu decir mire este es mi propósito, esta es mi visión como hombre o como mujer y esto es lo que yo quiero llegar a ser? Porque muchos de nosotros vivimos la vida improvisando. Simplemente cada día nos levantamos e improvisamos pero no tenemos un sentido de propósito y de meta. Y Pablo era un hombre de propósitos y un hombre también de fe que sabía en quien había creído y que se atrevía a hacer cualquier cosa por el Señor y que no estaba: creo o no creo. No, Pablo era un hombre que sabía. El dice, yo se en quien he creído.

También habla de su longanimidad que es una palabra un poco arcaica. Longanimidad, la palabra más apropiada para nuestro tiempo sería paciencia, aunque aquí luego dice amor y paciencia, pero la palabra paciencia que está traducida aquí al español es esa palabra que ya hemos visto antes Macrotumía que quiere decir persistencia, quiere decir aguante, tener aguante, firmeza en los tiempos de crisis y de necesidad. Entonces era un hombre que tenía todas estas virtudes y Timoteo lo había imitado, lo había seguido en estas cosas y de momento surge algo como sorprendente porque de toda esa lista, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, de momento dice persecuciones, padecimientos. Y uno como que se sorprende, de donde salió eso. Porque todo lo demás son virtudes pero también él habla, Pablo siempre hablaba en muchas ocasiones en sus escritos habla de las persecuciones que el padeció, de los sufrimientos.

Ahí en Segunda de Corintios, Capítulo 9 hay una lista larguísima de todas las aflicciones que el Apóstol Pablo pasó. ¿Y por qué también es inesperado esto? No solamente porque es como una mezcla de cosas que no se compaginan sino como que uno esperaría que un hombre que tiene, amor, fe, paciencia, doctrina, propósito, conducta, como que ese hombre estaría guardado de todo sufrimiento como que un hombre tan valioso como Pablo, el Señor lo protegería de aflicciones y de pruebas. Sin embargo no. Qué interesante que muchas veces cuando tu estás, aunque tu estés en los caminos del Señor y estés siendo fiel y grandemente útil al Señor eso no te exime de pasar por tribulaciones y dificultades. Tenemos que recordar eso siempre, hermanos porque yo se que muchas veces cuando nosotros estamos pasando por pruebas, uno dice: pero Señor si yo te estoy sirviendo, si estoy yendo a la iglesia, si ahora es cuando yo más oro y estoy buscando más de ti, y por qué me vienen estas pruebas. Hermanos recordemos siempre. Es más muchas veces mientras más cerca estemos del Señor a veces más el enemigo querrá venir y más también a veces Dios, porque no solamente el enemigo nos prueba, a veces Dios mismo también permite que vengan ciertas aflicciones a nuestra vida, ¿para qué? Para formarnos. Para fortalecernos. Para crear el carácter de Jesucristo en nosotros. La aflicción no es solamente del diablo para hacerte caer, sino muchas veces es de parte de Dios para fortalecerte.

Y esta semana leía yo un articulo en Christianity Today, una revista cristiana de un escritor cristiano que hablaba acerca de la prueba y él decía que muchas veces Dios inclusive trae la prueba a nuestra vida, ¿sabe para qué? Para que por medio de la prueba y de la consolación que nosotros recibimos en la prueba, nosotros podamos consolar a otros también. La única persona que puede ser de verdadera utilidad en la consejería o en la exhortación y el ánimo, dar ánimo a los demás, es la persona que ha pasado el o ella por pruebas y que Dios le ha mostrado que El es fiel y entonces está preparado para consolar a otros.

Esta misma semana cuando yo comparecía ante el jurado este, el Boston Redevelopment Authority, esta agencia de la ciudad de Boston que tiene que ver con todos los permisos y todas las cosas. De paso les digo hay 2 grandes momentos, digamos así, que hemos tenido que pasar, uno de ellos fue este jueves y el otro va a ser el 14 de diciembre, que les pedimos que oren, ya va a ser el final, este es un proceso de muchos meses que llevamos. Pudimos comparecer allí ante esas autoridades y traer el proyecto de la construcción del nuevo santuario y esto ha sido de mucha aflicción para mi carne porque hemos tenido que bregar tanto con el vecindario y con agencias, y llenar tanto papeleo y la incertidumbre si después de todo este lío, llevamos ya como año y medio, dos años en este proceso del diseño y todo, y uno se pregunta ¿dará resultado o no, al final podremos hacerlo o no? Ha sido de mucha carga y este jueves cuando comparecimos allí ante esa autoridad y que gloria al Señor, nos dieron su aprobación, y doy gracias al Señor por eso, y yo espero que después del 14 de diciembre yo pueda venir ante ustedes en el nombre del Señor y darles una gran noticia de que finalmente.... Pero yo pensaba en mi inocencia que ya para finales de julio yo iba a terminar, este proceso ya iba a estar terminado porque fue la primera vez que comparecimos ante una de esa autoridades. Y no fue así.

Nos han estad posponiendo y hemos tenido que entrar en un proceso que yo esperaba que el Señor me librara del proceso del vecindario, uno dice: Señor tu puedes hacer cualquier, pasa de mi esta copa, Padre, si es tu voluntad. Dijo, no, no, tienes que tomar, tienes que beberla. Me tuve que enfrascar con las fieras del vecindario de por acá y con las fieras también de la ciudad de Boston y uno se pregunta: Señor, pero ¿por qué? Si esto es para tu gloria, si esto es para hacerte un santuario. ¿Por qué tu no me haces la vida más fácil, tu no ves que tengo tantas otras cosas que hacer en el ministerio? Caramba, dame un break.

Pero el Señor dice: No, no quiero. Y yo he entendido en mi corazón claramente que el Señor quiere que yo pase por esos procesos y que aprenda como pastor que está involucrado en los asuntos de la ciudad, y he aprendido, hermanos una tonelada de cosas que usted no se imagina. Y comparecer allí ante ese grupo de gente tan sofisticada, tener que preparar toda una estrategia en el vecindario y pelear ahí con esa jauría de linces que hay ahí en este vecindario, gente profesional que conoce muy bien las leyes de la ciudad y todo eso. Me ha ayudado a formarme mejor como pastor y como administrador y persona que está involucrada en un proceso público. Y el jueves por la mañana les confieso que el corazón lo tenía un poco acelerado, y la incertidumbre de qué va a pasar y todo esto. Después de terminar como siempre pasa, después que me meto en estos líos y Dios me saca de ellos, le doy gracias al Señor. Le digo: Padre, qué privilegio poder uno ser parte de un proceso así y aprender y batallar y ver tu fidelidad. Yo creo que eso me capacitará con la ayuda del Señor para poder hacer otras cosas que Dios tenga para mi ministerio.

Fíjense hermanos, que Dios no siempre nos saca de las pruebas. Dios puede permitir a veces que pasemos por aflicciones bien fuertes, pero todo siempre con un propósito positivo, prepararnos, formarnos, quebrantarnos a veces, humillarnos en otras ocasiones, enseñarnos paciencia, fidelidad, persistencia, pero siempre con un propósito bueno. El propósito de Dios es ese, formar a Cristo en nosotros, y El a veces usa instrumentos bien raros, déjenme decirles, como usó la cruz. La cruz es el instrumento más siniestro que se ha inventado para tortura de los seres humanos, y Dios la usó para traer salvación a la humanidad. Así que no nos sorprendamos. Me salí un poquito del tema pero está bien porque eso es parte.

Pablo un hombre que con todas esas virtudes, fiel al Señor y padeció dificultades, sufrimientos, pero se mantuvo firme. Dice: “... y de todas me ha librado el Señor”. Gloria a Dios.

Déjenme decirle, mi hermano, hermana, si usted está pasando por prueba el Señor es fiel para librarle. No se de por vencido. No deje de clamar al Señor, no deje de servir al Señor. Cuando usted haya salido de esa prueba usted saldrá brillando como el oro, más preparado que nunca. Dios no le dejará nunca. Eso si yo le puedo prometer. No le puedo prometer que lo libre de la aflicción y de la prueba pero le puedo prometer que lo va a sacar victorioso de su dificultad. Gloria al Señor, amen. Conviene un aplauso para gloria del Señor.

Mire lo que dice allí en el versículo 12, dice: “... y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús, cada uno recibirá un cadillac en su marquesina,... no dice: padecerán persecución, padecerán persecución. Toda persona que quiera agradar al Señor, que quiera ser fiel al Señor, que quiera mantenerse firme en los caminos del Señor sepa vas a tener que enfrentarte en algunas manera u otra algún tipo de padecimiento, pero eso será para gloria de Dios y para fortalecimiento tuyo, así que no le coja miedo al diablo, no le coja miedo a las circunstancias, mantente firme en ese propósito de ser fiel al Señor porque Dios tiene buenas cosas para ti. Más los hombres malos y engañosos irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. Ese es el destino de toda persona que quiere jugar el jueguito ese de estoy aquí, y estoy allí, de engañar a los demás. Qué pasa? Al final serán engañados ellos y engañarán a otros y estarán siempre comiendo a otros y comiéndose ellos y siendo comidos también. Porque ese es el destino de la persona que carece de esa fidelidad de esa entereza en el Señor.

De nuevo, mire aquí el llamado a Timoteo y a todos nosotros a la fidelidad, a la obediencia. Dice: “...pero persiste tu en lo que has aprendido y te persuadiste sabiendo de quien has aprendido. Gloria al Señor. De nuevo, ve esa idea de hemos aprendido, todos nosotros hemos aprendido de alguien y yo espero que usted tenga un mentor o una mentora que usted tenga alguien que pueda servirle de modelo. Qué importante es tener la figura de un padre detrás de nosotros o una madre, o una persona mayor que nos ha sido un mentor o una mentora o nos ha sido ejemplo y nos ha bendecido en la vida. Si usted no lo tiene y es joven en la fe, búsquense alguien que tenga más experiencia que usted y péguese a esa persona y aprenda de ellos. Y ustedes, hermanos que tienen más experiencia búsquense una persona más joven y menos experimentada en la fe, y trate de ser mentor o mentora de alguien para que los sigamos llevando hacia delante.

El Apóstol Pablo dice: Timoteo, tu persiste, aguántate. Tu no seas como los demás, mantente firme, persiste. Mucho de la vida cristiana es persistir porque muchas veces en la vida cristiana es cuestión de tener aguante, no es asunto de que nos va a ir bien o que nos vamos a sentir siempre entusiasmado con el Señor. Mire, muchas veces ni el pastor mismo quiere venir a la iglesia, es así, pero si uno se lleva de que no quiero venir, imagínese, cuantos de ustedes por la mañana el lunes se levanta y dice que bueno que tengo que levantarme a las 5 de la mañana y ponerme la ropa y salir a ese frío de 10 bajo cero e ir al trabajo a ponchar la máquina a pasarme todo el día. ¿Cuantos dicen estoy feliz en hacerlo? Pero lo hacen. ¿Por qué? Porque saben que tienen que hacerlo. Porque es una disciplina.

Muchas veces nosotros nos cepillamos la boca, no porque nos guste el sabor de la pasta pero porque tenemos que hacerlo, y asimismo es a veces en la vida cristiana hay momentos de sequía como hay en el matrimonio, como hay en la amistad y uno no puede ser simplemente cambiante, como la veleta al viento. Uno tiene que persistir. Yo amo a la gente persistente en la vida cristiana, la gente que llueva, truene o ventee están ahí firmes. A veces no hablan mucho en lenguas, a veces no se le cae el moño demasiado porque danzan mucho, lo que sea, pero son gente fiel y son fieles en sus diezmos, son fieles en su asistencia a la iglesia, son fieles en el servicio, usted les asignara algo y usted sabe que van a estar allí aunque se estén muriendo, a veces vienen tosiendo, arrastrándose por la puerta, pero llegan porque son gente fiel, persisten. Hermanos no se deje llevar por las emociones. Tenemos que romper la esclavitud a las emociones y tenemos que ser gente persistente en la vida cristiana. Esas son las personas que con el paso de los años usted los ve van creciendo, van desarrollándose, porque son gente simplemente allí, un pasito delante del otro hasta que llegan a la meta. Persiste en lo que has aprendido y recuerda de quien has aprendido. Honremos a nuestros maestros, y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras.

Hermanos que importante es que le enseñemos a nuestros hijos la palabra de Dios. Timoteo fue un joven que aprendió de su abuela inclusive, su mamá le enseñaron la palabra de Dios. Fue un muchacho criado en los caminos del Señor. Pablo dice: Recuerda Timoteo lo que tu aprendiste de la niñez.

 

Que importante hermanos no escatimemos recursos para nuestros hijos para que tengan experiencias que los instruyan en la palabra de Dios. En vez de comprarle un Nintendo o uno de esos juegos raros por allí que lo van a corromper, cómprale un set de libros cristianos o amárrelo a la pata de una mesa y póngalo a ver un video cristiano o algo por el estilo. Hermanos instruyan a sus hijos en los caminos del Señor. Hermanos, mientras podamos traigámoslos a la iglesia y cuando lleguen a adolescentes y le digan a los 13 años, no quiero ir porque estoy cansado el domingo, métale una soga alrededor del cuello y tráigalo. Dígale: si tu quieres comer, vas a tener que venir a la iglesia hoy conmigo. Quizás los psicólogos no lo apoyarán en lo que yo le estoy diciendo, pero..... tómelo de su pastor.

Hermanos, yo creo que hay a veces que ser firmes con nuestros hijos para que beban la lecha de la palabra, después ellos se lo van a agradecer. Llegará un día en que esa palabra va a comenzar a hacer algo en sus vidas. Pasarán muchos años, quizás, se apartarán de los caminos del Señor, pero esa palabra estará allí como una bomba de tiempo que un día cuando venga una crisis en el matrimonio, o una situación de salud o un problema financiero, recordarán esos signos que escucharon cuando eran niños y volverán a los caminos del Señor. La palabra dice: instruye al niño en su camino para que cuando sea viejo, no se aparte de él, o cuando sea viejo no se apartará de él.

Así que es importante enseñar, instruir a nuestros hijos en las sagradas Escrituras. Yo creo que las iglesias deben hacer todo lo posible por instruir a los niños en la palabra. Hoy tenemos tantas cosas que entretienen a los muchachos y todo tipo de procedimientos y cosas para entretenerlos y mantenerlos interesados y esto y lo otro. Eso no es malo, pero yo creo que si no hay una enseñanza de la palabra de Dios, estamos desperdiciando el tiempo. Hay que enseñarles las grandes doctrinas, los grandes eventos de la Biblia, los personajes de la Escritura, los grandes eventos que hay escritos en la Escritura porque estas cosas son las que anclan a una vida a la palabra del Señor. No hay nada como la palabra de Dios entrando al corazón y a la mente de la persona, usted le puede decir historias bonitas y esto y lo otro pero la palabra de Dios alimenta como ninguna otra cosa de este mundo. Así que instruya a sus hijos en la palabra del Señor.

Dice: ... las Sagradas Escrituras las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús, no hay ninguna fuente de sabiduría como la palabra de Dios. ¿Cuántos le gustaría ser sabio? ¿Cuántos están dormidos? Yo creo que todos aquí quieren ser sabios, verdad que si. Hermanos, hay una sola manera de usted hallar sabiduría. Por medio de la palabra de Dios. La Biblia dice: “lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino”. La palabra de Dios es práctica en sus enseñanzas. Dice la Biblia que la entrada de tu palabra ilumina el rostro. Hay algo especial, la persona que ha sido instruida en la palabra de Dios aunque no haya ido a la universidad o a la escuela superior, pero será una persona culta de todas maneras y será una persona que siempre podrá tener una buena conversación. Sin embargo hay personas que tienen doctorados en filosofía y son unos estúpidos con perdón de la palabra, unos ignorantes, y usted los ve que en su forma de vida no reflejan ese gran conocimiento que tienen, porque muchas veces están desprovistos de la enseñanza sabia, milenaria de la palabra de Dios. Yo prefiero en cualquier momento conocer bien la palabra del Señor que cualquier doctorado que me puedan deparar los hombres, se lo digo, porque nos da sabiduría y sabiduría y no cualquiera, sino sabiduría para salvación. Vida eterna.

La Biblia dice de que le sirve a un hombre si se gana todo el mundo y pierde su alma, la palabra de Dios es la única que te puede dar sabiduría para saber cómo relacionarte con Dios, como relacionarte contigo mismo, cómo manejar tus emociones, cómo manejar las relaciones humanas, cómo bregar con las heridas y los traumas del pasado, si tu no te fundamentas en la palabra del Señor eres peor que una nave en medio de una tormenta en el mar, sin las velas de las cuales hablaba nuestro hermano Luis Valles. Estamos a la deriva, a la merced de las circunstancias, pero la persona que ancla su vida en la palabra, en la doctrina del Señor, esa persona aunque vengan los vientos y las tormentas de la vida, sabrá cómo salir de las dificultades de la vida. Por eso es tan importante hermanos que nosotros seamos fieles a esa sana doctrina, a esa palabra del Señor. No nos dejemos llevar por los cambios, no nos dejemos llevar por hoy en día tanta interpretación rara de la Escritura, tanta enseñanza que pretende quitarle su tuétano a la palabra del Señor, mantengámonos fieles a la palabra del Señor.

Mire lo que dice aquí: “... toda la Escritura es inspirada por Dios”. ¿A que se refería el Apóstol Pablo diciendo toda la Escritura? Bueno, primeramente se refería a los escritos del Antiguo Testamento porque en ese tiempo todavía no existían todas las escrituras del Nuevo Testamento pero hay evidencia ya en la Biblia de que ya se estaba comenzando a formar ese cuerpo de escritos del Nuevo Testamento que serían incluidos dentro del concepto de Escritura y que el mimos Apóstol Pablo ya conocía algo de eso, porque el mismo cita pasajes de los Evangelios en un par de pasajes de sus cartas queriendo sugerir que ya estaban circulando ciertos escritos también del Nuevo Testamento que algún días vendrían a ser parte del cuerpo de libros que constituirían la Biblia.

El Apóstol Pablo al decir que toda la Escritura, hermanos quiere decir eso, para nosotros hoy en día que ya hemos pasado por todo el proceso de la elaboración del canon y todo esto, que algún día ojalá tengamos oportunidad de hablar cómo se formaron lo que nosotros llamamos hoy los 66 libros de la Biblia, el Apóstol Pablo al decir toda la Escritura está refiriéndose a todos estos libros de Génesis hasta Apocalipsis.

Repitan conmigo: Toda la Escritura. Amen. Hermanos, no es algunos libros solamente. Si usted oye a alguien por ahí decir que estos libros son más autoritarios que los otros, mire, como cristianos ortodoxos, nosotros creemos que todo texto, toda frase, toda palabra que está en la Biblia es palabra inspirada por Dios. Sea que la escribiera Pablo, la escribiera Pedro, sean palabras de Jesús en los Evangelios, sean palabras de Ezequiel o de Isaías o en Génesis, todas esas palabra son palabras de Dios inspirada por Dios, palabra que es como dice aquí “...útil para enseñar, redargüir, corregir y para instruir en justicia.”

Me voy a detener un momentito porque ya se acaba el tiempo. La palabra inspirado, teo neupstos, quiere decir, teo de teología, Dios y neupstos quiere decir como de neuma, de aire, es como que la Escritura fue soplada por Dios. Cuando los cristianos decimos que la Biblia es inspirada queremos decir que Dios sopló, la idea es que el espíritu de Dios fue soplado como fue soplado sobre Adán y vino a ser ese pedazo de tierra, vino a ser un hombre vivo. Asimismo cuando Dios sopló en el proceso de escribir estos libros, cuando diferentes hombres escribieron estos libros a través de siglos y siglos, cada vez que uno de esos libros fue elaborado, y cada vez que cada uno de esos hombre se sentaba a escribir estas palabras, el espíritu de Dios estaba allí como soplando sobre ellos, infundiéndose en sus palabras.

No quiere decir que Dios los tornó en autómatas que escribieron bajo el dictado del espíritu santo cada palabra. No, porque estos hombres escribieron también reteniendo su individualidad, su carácter, reflejando costumbres de sus tiempos, inclusive su temperamento y otras cosas, pero aun dentro de su originalidad humana el soplo de Dios estaba allí asegurándose de que esas palabras no tuvieran error. De la manera en que lo expresaran pero que fuera verdadero. Usted puede decir la misma cosa en muchas maneras. Usted puede decir por ejemplo: mi madre es muy noble, o puede decir mi madre es muy buena, o lo que sea, pero la idea es la nobleza, la solidez de la madre. Asimismo estos hombres pudieron escribir en muchas diferentes maneras, muchas diferentes expresiones, pero lo que decía, la esencia, el contenido, de esas palabras eso es totalmente firme, verdadero y nosotros podemos confiar en ello.

Hoy en día en este tiempo en que vivimos, hay muchos cristianos que han perdido ese sentido de reverencia de la Escritura y cuestionamos y sobre todo en este tiempo en el área de la sexualidad humana, hay tanto cuestionamiento de lo que dice la Biblia por ejemplo con respecto a la homosexualidad. ¿Cuántos cristianos supuestamente hay por ahí enseñando que está bien que un hombre se case con hombre o una mujer con una mujer en contradicción directa con las Escrituras? Y se sorprenden cuando uno como cristiano ortodoxo dice no, pero es lo que dice la palabra de Dios y dicen pero tu todavía estás creyendo en esas cosas y casi como que se ríen de uno, cristianos con cristianos imagínense. Y la palabra de Dios te dice a ti, pero tu persiste en lo que has aprendido, persiste en aquello de lo cual te persuadiste.

Cristianos esta palabra que se llama la Biblia es confiable, fue inspirada, fue soplada por Dios y debe servir como la norma y la base de tu comportamiento en la vida. Nunca nos salgamos de ella, hermanos y si algún día nos salimos volvamos a entrar en ella. No pretendamos nosotros juzgar la palabra, deje que la palabra le juzgue a usted. Tenemos que tener reverencia hacia las Escrituras y tenemos que persistir en lo que hemos creído. Tenemos que ser obedientes a esa palabra. Toda la Escritura es inspirada por Dios útil para enseñar, redargüir, corregir e instruir en justicia a fin de que el hombre o la mujer de Dios sea perfecto enteramente preparado para toda buena obra. Que el Señor bendiga su santa palabra.

Hermano, si usted quiere ser un siervo de Dios, una sierva de Dios preparada para cualquier buena obra que el Señor necesite, fundamente su vida en la palabra del Señor, seamos estudiantes de las Escrituras. Yo deseo que cada uno de ustedes y yo podamos, hermanos en todo el tiempo que nos quede sobre la tierra ser estudiosos de la palabra del Señor, la Escritura. Si usted no tiene una Biblia asegúrese de comprarse una. Si usted no lee su Biblia, asegúrese de leerla. Llegue a ser un conocedor de la Escritura. Aproveche estas clases. Hay instrucciones que se reciben aquí. Hay tantas enseñanzas buenas que se dan en esta iglesia pero hay que invertir tiempo y hay que esforzarse para estar preparados para toda buena obra para la cual el Señor nos quiere.

¿Tu quieres entendimiento, quieres sabiduría, quieres solución para tus problemas, quieres tener una mente más inteligente más sabia, quieres que tus pensamientos sean iluminados, quieres salir del atolladero en que estás metido? Estudia la palabra del Señor. Deja que la palabra de Dios entre a tu corazón.

Me vino a la mente, me vino así claramente: usted sabe los plomero cuando quieren destapar una tubería, hay una culebra de acero que la meten, es flexible, la meten por la tubería para quitar cuando está tapada la tubería, y esa culebra se mete por un boquete del tubo y va corriendo hasta que encuentra la obstrucción y la rompe y sigue adelante hasta que el agua puede fluir de nuevo. Esa fue la imagen que me vino hace un segundo de la palabra de Dios para destapar la mente de alguno de ustedes. Algunos de nosotros tenemos la mente embotada. Hay algo ahí, hay un tumor en nuestro cerebro, en nuestra mente que nos puso allí alguna experiencia de la vida. ¿Tu quieres que se destape? Deja que la palabra de Dios se meta y comience a obrar y a romper en tu mente y en tu corazón.

Dice la palabra que la palabra de Dios es más aguda que toda espada de dos filos, dice que penetra hasta romper la coyuntura y los huesos, dice que y discierne los pensamientos y separa en las intenciones del corazón y dice que no hay ninguna cosa que esté fuera de su escrutinio y su capacidad para examinarla. Imagínense qué poderosa es la palabra del Señor. Por qué privarte a ti mismo de ese efecto en tu vida. Comienza y deja que la palabra del Señor infunda sabiduría en tu vida y se fiel a ella y obedécela y vive por ella y persiste en ella, y se fiel a sus enseñanzas y obedécela y tu vida será bendecida. Serás un hombre y una mujer útil para cualquier cosa que Dios te quiera.

Vamos a ponernos de pie y vamos a hacer un pacto con la palabra de Dios en esta mañana. Agarra ahí en tu mente la palabra del Señor y di: Padre, yo abrazo tu palabra, yo la entro en mi corazón y en mi mente, yo voy a vivirla, voy a ser fiel a ella, voy a obedecerla, voy a dejar que ella entre en mi mente y posea mis pensamientos y entra a mi corazón y posea mis sentimientos, entre a mis recuerdos y lave mis recuerdos, voy a dejar que la palabra de Dios me instruya en todos los aspectos de mi vida y no voy a dudar de ella, no la voy a negar, no la voy a cuestionar, no la voy a criticar en una forma irreverente, sino que siempre me acercaré a ella con un sentido de gran reverencia y de respeto porque es la palabra de Dios inspirada por Dios a la cual Dios le ha infundido una cualidad que ningún otro libro humano contienen, es la vida de Dios misma moviéndose en esa Escrituras y yo la recibo así, yo la abrazo así, yo me meto dentro de ella y la meto dentro de mi.

Viviré por ella y la estudiaré y la reverenciaré, la respetaré siempre en todo lo posible hagamos un pacto con el Señor de ser obedientes a la palabra de Dios, ser obedientes a la palabra, de persistir en lo que hemos aprendido y de lo cual estamos convencidos. En esta mañana, Padre, esta iglesia declara su intención de mantenerse fiel a tu palabra Padre, no nos permitas jamás apartarnos de ella, que siempre nosotros como congregación evidenciemos esa alta estima en la cual tendremos tu palabra Señor. Que este púlpito nunca sea instrumento para la enseñanza de doctrinas falsas o engañosas o en alguna forma desagradable ante ti, Padre. Que de aquí solo salga sana enseñanza para tu pueblo, Padre. Líbranos de jamás pretender ser tan sofisticados que nos atrevamos a jugar con tu palabra, Señor sino como niños acercarnos a tu palabra, Padre y creer lo que ella dice, Señor y obedecerla de todo corazón. Gracias Padre, te amamos en el nombre de Jesús. Gloria al Señor. Amen. Amen.

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Lucas 17:11

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Lucas 17:11, dice: “...yendo Jesús a Jerusalén pasaba entre Samaria y Galilea y al entrar en una aldea le salieron al encuentro 10 hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos y alzaron la voz diciendo: Jesús, maestro, ten misericordia de nosotros. Cuando Él los vio les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes, y aconteció que mientras iban fueron limpiados. Entonces unos de ellos viendo que había sido sanado, volvió glorificando a Dios a gran voz y se postró rostro en tierra a sus pies dándole gracias, y este era samaritano. Respondiendo Jesús dijo: ¿No son 10 los que fueron limpiados? ¿Y los 9 dónde están, no hubo quién volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero? y le dijo: levántate, vete, tu fe te ha salvado.

Hermanos, qué maravilloso pasaje que nos recuerda acerca de la importancia de ser agradecidos. Yo creo que este pasaje es una de las ilustraciones más hermosas de por qué nosotros debemos de darle gracia al Señor. Nosotros podemos pensar en muchas diferentes atributos y valores. Hay muchos de esos valores que nosotros sabemos que la Biblia nos llama a tener como cristiano, por ejemplo ninguno de nosotros tiene problemas en saber que el amor es un distintivo de la vida cristiana, también sabemos que la misericordia es otro atributo del creyente, sabemos también que la santidad es un atributo de la vida cristiana. ¿Pero qué les parece de la gratitud? Ese es un valor también que la Escritura muchas veces nos llama a abrazar como un valor que debemos también nosotros expresar en nuestra vida. Una disposición de gratitud debe ser una de las cosas que caracteriza al hombre, a la mujer cristiana.

Busquemos por ejemplo en Colosenses Capítulo 3, y este es solamente uno de muchos pasajes. Este pasaje Colosenses 3:15 es solamente uno de varios pasajes que nos llaman al agradecimiento, allí dice: “....y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones a la que así mismo fuiste llamados en un solo cuerpo y sed agradecidos”.

Aquí tenemos dos cosas interesantes, uno es la conexión entre paz y agradecimiento. Yo creo que hay algo allí bien interesante, hermanos, hay una conexión entre una actitud de agradecimiento hacia la vida, hacia Dios y tener paz en el corazón. Porque solamente hay que considerar lo contrario, una persona mal agradecida o que no reconoce las bendiciones que tiene y que solamente mira las cosas negativas de la vida, yo no creo que va a poder tener paz, todo lo contrario, va a tener angustia y ansiedad en su corazón y cinismo y escepticismo hacia la vida. Nos es una coincidencia esa conexión que hacía el Apóstol entonces continua diciendo, “.... la palabra de Cristo more en abundancia en vosotros enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia”.

En realidad en el griego original, y si usted busca la traducción en inglés dice con gratitud, con agradecimiento, caritas, con gracia en vuestros corazones al Señor, con salmos e himnos y cánticos espirituales. Hay una conexión allí entre la gratitud y la adoración porque cuando usted expresa gratitud al Señor usted está en realidad adorándolo y dándole gracias por lo que El ha hecho en su vida. Y pone su rostro a tierra, no es solamente un acto de gracia por lo que hiciste sino que es también un acto de reconocimiento, de adoración al Señor por lo que eso significa. Así que es muy difícil adorar al Señor sin ser agradecido, y ciertamente un corazón agradecido siempre procederá hacia la adoración. Puedo añadir, por ejemplo se me viene a la mente inmediatamente la asociación de María cuando quebró el vaso de perfume. ¿Ustedes recuerdan ese pasaje? Y vertió sus lágrimas y el perfume sobre la cabeza del Señor y lo adoró en una forma tremendamente.... ella había sido librada de un estilo de vida terrible, y sintió tanto amor en su corazón que adoró al Señor.

Es interesante también que el Señor dijo María, esta mujer para mi sepultura me ha ungido. María recibió una intuición profunda de Jesús que no tuvo Simón, el fariseo, porque cuando tu tienes gratitud en tu corazón para con el Señor cuando tu te gozas en adorar al Señor, eso te da un entendimiento mucho más profundo de Jesús que no lo tiene el teólogo, déjame decirte, porque la adoración y la gratitud te llevan intravenosamente al corazón de Dios. Es muy interesante esa conexión.

Y entonces dice también “...y todo lo que hacéis sea de palabra o de hecho hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él”. La gratitud debe estar en todas las cosas que nosotros hacemos. Si nosotros adoráramos al Señor y le diéramos gracias en nuestros trabajos cuando estamos lavando los platos allí, hermanas, o cuando los hombres están trabajando en la fábrica o lo que sea, si nosotros hiciéramos de todo lo que hacemos una expresión de gratitud al Señor los trabajos se irían mucho más rápido. Esos platos volarían solos, hermanas y esa máquinas cantarían y danzarían y cuando vienen a ver, las 5, guau!! Ya terminó el día y gloria a Dios y usted se va a su casa feliz como una lombriz porque eso es lo que hace. Tenemos que darle gracias al Señor en todas las cosas, como dice aquí este precioso pasaje.

Entonces como vemos hermanos la gratitud es algo muy importante en la vida cristiana. Como vemos, hay un mandato allí “...y sed agradecidos”.

Vamos un momentito a este pasaje rápidamente, vamos a analizar allí el pasaje mismo. Una de las cosas que a mi me impresiona de este pasaje es el hecho de que solamente uno de diez vino a darle gratitud al Señor. Y se me ocurre hermanos, que un diez por ciento es quizás una proporción adecuada de cuantas personas sienten esa verdadera gratitud hacia el Señor y practican una vida de gratitud. Yo creo que desgraciadamente hermanos solamente un 10% aún del pueblo de Dios y yo creo que ciertamente en el mundo general. En las iglesias, hermanos yo creo que mucha gente todavía no comprende la importancia de la alabanza al Señor y de la gratitud y que cuando venimos a la casa del Señor, no solamente venimos a llenar un cometido religioso porque es domingo y ya sonó el reloj y tengo que ir a la iglesia, y hacer esto y hacer lo otro. No. ¿Cuánta gente viene con ese deseo de derramar su espíritu delante de Dios en gratitud y agradecimiento? Yo quiero pertenecer a ese diez por ciento agradecido. Y cuando vengamos a la casa del Señor, hermanos seamos agradecidos. Diez por ciento.

Lo otro que me sorprende es que le dio gracias al Señor era un samaritano. El Evangelista Lucas menciona muy deliberadamente que ese hombre era samaritano. Y usted sabe que hay ocasiones en que cuando los samaritanos hacen algo bueno, como que se señala en una manera, se subraya. ¿Por qué? Porque los samaritanos eran parias, eran rechazados del pueblo judío, no eran tenidos como por gente buena o merecedora de nada bueno. Era gente que se había contaminado hacía siglos atrás cuando los sirios expulsaron a los judíos de su tierra,quedaron algunos hebreos que se mezclaron con las tribus paganas, de fuera y crearon una religión mixta y los hebreos cuando regresaron de su exilio los miraron como gente impura, no digna de pertenecer a Israel. Entonces por eso es que nada bueno se esperaba de los samaritanos, era un pueblo impuro, no se esperaría de ellos nada noble.

A la Escritura le encanta señalar que a veces cosas muy buenas salen de lugares menos esperados. Yo creo que al nosotros entender, yo me pregunto por qué este samaritano y no los 9 que asumimos que eran judíos, fue el que vino a darle gracias al Señor. Yo pienso hermanos que era porque este hombre su postura psicológica era una postura de no ser merecedor, de ser frágil en su espiritualidad, como vemos también en la parábola del publicano y el fariseo, el publicano cuando se acercó al trono a adorar decía: ten misericordia de mi, porque yo se que soy pecador, el fariseo estaba muy seguro de si mismo y decía gracias te doy, porque esto, porque yo soy aquí, porque yo soy allá, porque yo hice esto e hice lo otro. No, el estaba muy seguro de si mismo, el publicano sabía que era pecador y por lo tanto en su corazón había gratitud y una fragilidad que lo hacía querer agradar a Dios en una manera diferente. Y los otros judíos, pues se sentían como más seguros de si mismos, y ahí hay algo interesante hermanos y es que yo creo que muchas veces nosotros como que no somos tan agradecidos porque asumimos que las cosas que tenemos nos las merecemos y muchas veces no nos damos cuenta de que lo único de que nosotros merecemos es el infierno, déjenme decirles, lo demás es porque la misericordia y la gracia de Dios.

¡Que importante hermanos es ser quebrantado de espíritu! Hay tanta gente en el cuerpo de Dios que se creen más de lo que son. Por eso el Apóstol Pablo dijo: ninguno piense de sí más altamente de lo que debe pensar, sino que piense de si con cordura, porque solamente cuando nos vemos como Dios nos ve podemos entonces entender cosas más profundas y si quieren una ilustración de esto, volvamos a la ilustración de Simón el fariseo y de María Magdalena. Simón el fariseo se sentía seguro de si mismo y por eso le dio al Señor una recepción cortés. Todo lo que tu recibes, mi hermano, mi hermana, la sangre que corre por tus venas, el corazón que late dentro de ti, esas chispas que saltan en tu cerebro cuando está procesando pensamientos, los sentimientos que hay en tu corazón, el Señor en su misericordia permite que procedan ahí cada día. Sin su gracia y sin su amor ninguna de esas cosas serían posible, por eso hay que darle gracias al Señor siempre por todas las cosas. En todo dándole gracias al Señor. Y eso nos indica algo, hermanos bien importante y es que esas conexiones, la gratitud está conectada con otras verdades muy profundas del Evangelio.

No subestimemos la importancia de la gratitud. No se está hablando aquí de una virtud menor secundaria, sino que se trata de algo muy profundo, muy profundo de la vida cristiana y nosotros tenemos que cultivar la gratitud en nuestras vidas. Y déjenme decir algo más acerca de eso de la gratitud, déjenme traerla al nivel mundano, al nivel común y corriente. He dicho que la gratitud es profunda y es alta pero déjenme bajarla ahora al nivel de la vida diaria. ¿Sabes qué hermanos? Es importante ser agradecidos con otras personas alrededor de nosotros. Algunas veces podemos dar por sentado y asumir como que está bien, hay personas que nos bendicen continuamente y a quienes nosotros muchas veces no les damos gracias y a los jóvenes por ejemplo y también nosotros, ¿cuántas veces descuidamos a nuestros padres y no les expresamos gratitud a ellos porque asumimos que me lo deben? Yo no les pedí que me trajeran. Tenemos que expresarles gratitud a nuestros padres, jóvenes, agradézcanle a sus padres lo que hacen cada día, eso es importante. Los médicos, saben que muchas veces nosotros somos malagradecidos con los médicos y los médicos se matan y arriesgan cantidad de cosas y nosotros decimos: bueno, ese es su trabajo, se está ganando un dineral así que será mejor que me atienda bien y sino le meto una demanda.

Debemos darle gracias al Señor por Dios los usa para bendición y salvación de vida de muchos y que de nuestros maestros. A los maestros debemos darle gracias. Yo creo que esta es una generación ingrata con los maestros. Yo conozco maestros que viven solamente para las vacaciones porque quieren ya salirse de esos muchachos y sanarse las heridas antes de volver otra vez al salón de clases y sufren mucho porque los muchachos son malagradecidos en este tiempo. Padres, asegúrense de que sus hijos sean agradecidos y respetuosos con los maestros, que no les hagan la vida difícil. Nosotros debemos, hermanos expresar gratitud a las personas, dale gracias a la gente cuando tu puedas. Si alguien te atendió bien en un restaurante, afírmalo. No hay nada, hermanos, como ser afirmativo en la vida. Seamos, hermanos, gente que bendiga y afirme a los demás. Cuando tu tengas oportunidad de darle gracias a alguien, hazlo. Eso te va a bendecir a ti y va a bendecir a la persona que recibe tu agradecimiento también porque muchas veces la persona que tu menos piensas necesita afirmación.

Eso me lleva al otro punto aquí, que ya estoy cerrando. Es maravilloso cuando uno piensa en la reacción de Jesús cuando este hombre vino a darle gracias. Metámonos de nuevo en la sicología de este hombre. Este hombre cuando el Señor les dijo, vayan y preséntense ante los sacerdotes para que se certifique su sanidad. Este hombre fue, no sabemos qué distancia tuvieron que ir, tuvieron que ir al centro de la ciudad y allí subieron al edificio y se presentaron y le certificaron, le dieron su carta de ... ok pueden ahora volver otra vez a la sociedad común y corriente y este hombre, los otros 9 no pensaron en su mente: guau qué bendición tan grande, vamos a volver y expresar nuestra gratitud a este ser maravilloso que fue el instrumento para nuestra sanidad. Ellos no pasaron por ese proceso y yo no creo en realidad que es porque eran malagradecidos sino que simplemente yo creo que ellos pensaron: hey, Èl no necesita nuestro agradecimiento. Vamos directamente a nuestra casas y vamos a celebrar con nuestros seres queridos y gloria a Dios, un gran hombre, pero él no necesita nuestra gratitud. Este décimo hombre pensó, yo tengo que ir, tengo que regresar y darle gracias al Señor.

Hay muchas veces hermanos que nosotros pensamos ese pastor no necesita mi agradecimiento porque se ve tan seguro de si mismo o tan cómodo o lo que sea, y usted no sabe a veces las inseguridades que tiene una persona, su jefe o un profesor universitario, o una persona que usted ve.... un policía que usted ve con su seguridad y su suficiencia. Todas esas personas necesitan agradecimiento y necesitan gratitud.

Para mi es un misterio que Dios se goza en nuestra alabanza. El ser más poderoso, totalmente suficiente, que no necesita nada porque habita en su plenitud y en su eternidad, ese Dios se goza en nuestra alabanza y en nuestra gratitud. Yo le decía eso a alguien hace poco: mira, Dios extraña tu presencia, te extraña cuando tu no vas a la iglesia, Dios te extraña cuando tu no oras y cuando tu no le das gracias. Y al Señor le encanta tu particular expresión de gratitud. Este hombre tuvo un momento de intimidad con Jesucristo muy profundo y recibió una palabra de bendición del Señor, le dijo: tu fe te ha salvado. 2000 años después este hombre samaritano todavía está bendiciendo a hombres y mujeres aún aquí en la calle Northampton en Boston ahora mismo, su acción y como María cuando vertió el vaso de perfume, tuvo un momento de bendición especial donde el Señor le señaló algo bien importante, le dijo: tu fe te ha salvado.

Hermano, cuando tu adoras al Señor, cuando tu le expresas gratitud, tu tienes una entrada al corazón de Dios como nadie puede tenerla. Por eso el Señor dijo a María Magdalena: esta mujer no sabe lo que está haciendo, ella me está preparando para mi sepultura. Lo que el fariseo con toda su teología no pudo entender acerca del ministerio de Jesús que iba a venir, esta mujer proféticamente lo estaba entendiendo. Porque la gratitud, hermanos, bendice, abre puertas. Genera gratitud en tu corazón. Vamos a pedirle al Señor que nos de una actitud de gratitud, eso no viene naturalmente, eso viene cuando nosotros reconocemos su importancia y la cultivamos, y le pedimos al Señor y cuando nuestras oraciones sacamos tiempo para darle gracias a Dios. Cuando vemos el vaso solamente medio vacío, mirémoslo medio lleno y generemos la actitud de gratitud. El salmista dice: bendice, alma mía, al Señor y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía al Señor y no olvides ninguna de sus bendiciones. Así que vamos nosotros, hermanos a pedirle al Señor; dame un corazón agradecido.

Si alguien tiene por ahí y puede venir por acá. Gracias hermanos. Vamos a bajar nuestras cabezas. Vamos a abrazar la palabra del Señor ahora y vamos a darle al Señor nuestra gratitud. Dale gracias a Dios por algo que Él ha hecho en tu vida. Dale gracias a Dios por tu mente, dale gracias a Dios por tu corazón, dale gracias a Dios por tu hijo, tu hija, dale gracias a Dios por tu hogar, dale gracias a Dios por tu salud, dale gracias a Dios por ese reloj que tienes ahí puesto que mucha gente no lo tiene, por un vaso de agua que te puedes tomar frío de tu nevera. Gracias por todo lo que tu haces en nuestra vida, Señor. Te bendecimos y te adoramos, Señor. Gracias por tus bondades, gracias por tu misericordia, gracias por tu amor. ¡Aleluya! Gracias, Señor Jesús. En el nombre de Jesús, amen. Amen. Gracias Señor. Amen. Hermanos que la gracia del Señor sea con ustedes, su paz, yo les bendigo en el nombre de Jesús.

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Romanos 12 (Parte 8)

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Vamos a Romanos Capítulo 12. Yo creo que ya ustedes pueden abrir su Biblia con los ojos cerrados al Capítulo 12 de Romanos. Hemos estado ahí, para nuestros visitantes, examinando el carácter de la vida cristiana, el fruto del espíritu, la actitud misericordiosa, amorosa, gentil, que Dios espera que nosotros ejemplifiquemos y también otras áreas de la vida, del servicio cristiano.

En el versículo 12 el domingo pasado discutimos la última parte del versículo 12 que dice que debemos ser cómo, ¿en la oración cómo debemos ser? Constantes. La idea, como para refrescar nuestra memoria, la idea de cómo debemos nosotros comportarnos con respecto a la oración, esa dimensión de la vida cristiana, es que debemos ser insistentes, debemos ser persistentes, debemos ser militantes con respecto a la oración. La palabra constante no lo capta tanto como lo es en el griego original “proscarterontes”, es decir, insistentes militantes. Así que es importante esa idea de ser insistentes y vimos cómo muchas veces, la Escritura, el Señor Jesucristo habló acerca de la necesidad de orar sin desmayar. Esa idea, yo creo, acabo decir en español, como que el Señor luchó con el Padre ahí en el huerto de Getsemaní y me vino inmediatamente la asociación de Jacob luchando con el ángel. Ser insistente, ser militante, Jacob le dijo al ángel: No te soltaré hasta que no me bendigas, pero el ángel lo bendijo ¿no?

Y la insistencia es importante y una de las cosas que quizás no mencioné el domingo pasado es que la oración es.... la insistencia en la oración a veces en particular en situaciones de mucha lucha y de peticiones grandes que tenemos delante del Señor obedece a una regla natural y es que las grandes cosas en el mundo requieren grandes esfuerzos, ¿si o no? Para usted levantar una peña grande tienen que tener o mucha fuerza o mucha gente que le ayude o estar ahí insistentemente hasta que usted canse la peña y la mueva de su sitio. Asimismo es a veces con las grandes cosas que nosotros tenemos que pedirle al Señor. ¿Por qué lo sobrenatural a veces obedece también a reglas naturales? Es un misterio porque estamos en el mundo seguramente, porque lo divino entra en acción en el contexto de lo humano y de lo natural y por eso, así como las grandes cosas requieren grande esfuerzo, grande persistencia, así también el espíritu, las grandes peticiones muchas veces requieren grande insistencia también.

El ejercicio de la oración continuo, insistente, persistente como el ejercicio físico, solo rinde todo su provecho si es llevado a cabo en una forma consistente y con deliberación e insistencia así que es muy importante esa idea, debemos ser constantes en la oración. ¿Cómo debemos ser? Constantes en la oración.

Entonces el Apóstol Pablo continua diciendo: “....compartiendo para las necesidades de los santos”, ese es un nuevo concepto. Compartiendo para las necesidades de los santos. Tais creas tonahon coinontes. En las necesidades de los santos, compartiendo. Ese es el griego, el orden es así, en las necesidades de los santos, compartiendo. O sería casi como participantes o partícipes. Es el subjuntivo, mejor dicho el gerundio: insistiendo continuamente o compartiendo. Es como una cosa que se practica continuamente. En las necesidades de los santos, compartiendo. Y aquí hay muchas cosas que podemos sacar. ¿Qué palabra, alguien puede decirme qué palabra recuerdan ahí? Coinonontes, coinonía. ¿Qué quiere decir coinonía? Coinonía quiere decir compañerismo, compartir, tener intimidad, ser parte de.

Sabe cuando uno le da como una peseta a alguien que le pide una peseta en la calle, y usted a veces nos paran ahí en la calle Albany y bajamos el vidrio para que se salgan de nuestro camino y le damos un dólar o una peseta y seguimos y nos olvidamos del rostro, a veces ni siquiera nos recordamos de quién era esa persona o como era su apariencia. Yo creo que lo que el Señor nos está diciendo es algo más profundo. Yo creo que esa es la forma hermanos el Señor Dios cuando da, no da en una forma genérica, no da en una forma indiferente, no da en una forma despreciativa, Dios da y se da.

Y vemos que en la cruz el Señor, cuando Dios nos salvó, no nos salvó simplemente haciendo un acto mágico desde el cielo sino que El descendió a nuestra condición, dice que se hizo como uno de nosotros, participó nuestra soledad, participó nuestras tentaciones, participó nuestro dolor, supo lo que es la traición, supo lo que es el miedo, supo lo que es la agonía física, supo lo que es sentir el pecado que nos ensucia y nos hace sentir separados de Dios, el Señor participó, tuvo coinonia con nosotros y entonces dio. Y eso es tan importante que nosotros entendamos esta idea, es decir que cuando nosotros demos, demos haciéndonos participe. Y aquí hay tanto material, hermanos que podemos sacar, Yo creo que una de las cosas es que yo creo que tenemos que pedirle al Señor: Padre, haz mi corazón tierno para con el dolor de los demás. ¿Verdad que si?

Es tan importante, hermanos, no se si fue San Francisco de Asís que dijo que ..... no recuerdo quién fue pero que a las cosas que a ti te hieren que me puedan herir mi corazón también. Y yo creo que eso es lo que nosotros tenemos que pedirle al Señor, porque muchos de nosotros ya hemos visto tanto dolor en el mundo que ya estamos indiferentes y el cristiano no puede ser indiferente. Tenemos que sentir y nuestro dar siempre tiene que ser por un compartir.

Vivimos en un mundo donde ya estamos acostumbrados, mataron a 20 en una bomba suicida, murieron 2000 personas en un terremoto, ya como que la humanidad está así y nosotros sabemos que hay tanta necesidad entre nuestro pueblo que ya no nos importa y a veces damos las cosas por compromiso, no: Señor haznos siempre sensitivos. Coinonontes, compartiendo.

Hay otra cosa bien interesante en este pasaje, él dice, en las necesidades de quiénes? De los santos, compartiendo. El amor de Dios es para todo el mundo pero hermanos hay algo interesante que dice la palabra y es que hay un llamado especial para el amor de la familia, el amor hacia los santos, el amor hacia tus compañeros de esta familia cristiana. Tenemos que recordar esto, hermanos de que en todo lo posible nosotros debemos tener un amor y un cuidado particular hacia la familia de la fe. El creyente debe ayudar, particularmente a los de la familia de la fe.

Si usted va conmigo a Galatas Capítulo 6, dice: “.... no nos cansemos pues de hacer bien, porque a su tiempo segaremos sino desmayamos”. Mire lo que dice en el versículo 10, “.... así que según tengamos oportunidad”, recuerda ese pasaje hace rato que hablamos en toda oportunidad, sirviendo. Miren lo que dice “... hagamos bien a todos”. Esa es la regla primordial. “.... y mayormente a los de la familia de la fe”. ¿A quienes mayormente? A los de la familia de la fe. Es decir que eso no es una coincidencia, no es simplemente como un pensamiento, así pasajero, ahí está este llamado de Dios de que la iglesia se preocupe por la familia.

Debemos estar muy atento a las necesidades de los otros, aquí tenemos un cuerpo, un grupo de hermanos, una familia y tenemos que preocuparnos unos de los otros. Digan amen, aunque sea para agradarme un poquito, porque mira a tu alrededor ahí hay hermanos que se sienten solos, hay hermanos que tienen su familiares en sus países lejos y aquí hay gente ahora mismo que está pasando por tribulaciones y dificultades, hay personas que tienen necesidades financieras, hay otras personas que no tienen vivienda y están pasando por un tiempo difícil, se está acercando el invierno y hay cosas que están en su mente allí y dónde está ese cuidar a los de la familia de la fe. Nosotros debemos cuidarnos unos a otros. Si tu tienes un exceso, comparte con tu hermano.

A veces tenemos ahí una cuentas de banco esperando al día que nos retiremos y mire, quizás ni siquiera vamos a llegar allí, nos vamos a morir antes de eso, comparte, comparte con alguien. Ahora yo creo que hay una corolaria con respecto a eso, hay una cosa también que se desprende y es que no debemos abusar de la generosidad de los demás, aquí se mete ya el pastor siempre con sus cosas que le agua la fiesta a la gente, muy bonito lo otro, ¿verdad que si?, pero esto es importante también. Hay que tener cuidado de no cansar a los hermanos más de la cuenta con nuestras necesidades, debemos ser también balanceados. Esto es bien importante porque todo tiene que tener orden en la vida, hermanos.

Miren Primera de Timoteo, Capítulo 5, para que usted vea que esto es algo bien importante. Hermanos esto aplica en todas las leyes de la vida aún en hacer el bien, a veces nosotros, hay personas que son como el ancla de la familia, cuando hay necesidad van a esa persona, y ya esa persona vive cansada, cargada, agotada, resentida porque siempre tiene que estar llenando la necesidad, hermanos aún en el hacer el bien hay que tener orden. Si Dios te ha dado un espíritu de servicio y de amor y de dar a otros, da pero con disciplina, cuídate a ti mismo, no te dejes manipular, hay gentes que son tan dependientes que si tu los amas tienes que dejarles también que ellos encuentren su lugar.

No les des todo porque sino nunca van a desarrollan independencia, hay que ser cuidadoso, hay que ser ordenado. Versículo 3 y 4 de Primera de Timoteo, Capítulo 5, dice, mire aquí por ejemplo con las viudas, dice: “... honra a las viudas”, este es el consejo que Pablo le da a Timoteo, “.... honra a la viudas que en verdad lo son, pero si alguna viuda tiene hijos o nietos, aprendan esos primero a ser piadosos para con su propia familia y a recompensar a sus padres” ¡¡Guau!! “Porque esto es bueno y agradable delante de Dios”. Uno como que a veces no espera que la Biblia sea tan práctica y tan específica, pero es así, hermanos. Porque la iglesia no tiene recursos ilimitados entonces yo creo que lo importante es primero que nosotros allí, atendamos antes de que la iglesia ni siquiera tenga que intervenir. Yo creo que muchas de las necesidades de los santos deben ser atendidas por los mismos santos y nosotros tenemos que hacernos partícipes de las necesidades de los demás y entonces allí hay una mutualidad, con orden.

Entonces más abajo dice en el versículo 8: “..... porque si alguno no provee para los suyos y mayormente para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.” Hay tantos sistemas de apoyo en la sociedad que si nosotros nos preocupáramos por atender a los nuestros, no habría tanta necesidad de todas estas otras cosas en el mundo, de welfare, y todas estas cosas. Hay muchas maneras, yo creo que más humanas de ayudarnos unos a otros y de bendecirnos unos a otros.

Mire lo que dice el versículo 16, “... si algún creyente o alguna creyente tiene viudas que las mantenga y no sea gravada la iglesia a fin de que haya lo suficiente para los que en verdad son viudas.” Mi punto es hermanos, que debemos tener balance en todo. Si, hay un llamado de Dios para que seamos generosos unos con los otros, pero también hay un llamado de Dios del otro lado, de que no le pongamos más carga a la gente de lo que deben llevar.

Y finalmente dice aquí “.... practicando la hospitalidad”. Aquí está la idea con respecto a la hospitalidad, la palabra que se traduce hospitalidad es filo xenian, filos es la palabra amor y xenos es la palabra extranjero de donde viene la palabra xenofobia, por ejemplo, xenofobia es cuando hay miedo al inmigrante, temor al extranjero, aquí es filos xenian, es decir amor al inmigrante, amor al extranjero. La idea es la siguiente, con respecto al amor al extranjero, con respecto al cuidado y atención que amerite el extranjero, se traduce hospitalidad, debemos ser diacontes, de donde viene la palabra diacono de hecho, de servir, de proseguir, pero la idea original en el griego es que tenemos que perseguir esto diligentemente, tenemos que involucrarnos en una forma activa. Si usted va por ejemplo en Corintios, el Apóstol Pablo usa esa misma palabra en Corintios 4, creo que es, dice que estamos perseguidos pero no desamparados, creo que es. ¿Cómo es que dice en Segunda de Corintios, 4:9? Dice el Apóstol Pablo “... perseguidos más no desamparados”, es la misma palabra que usa aquí para diacontes, es la misma raíz. Usted ve que es algo activo, es algo que tenemos que perseguir, tenemos que involucrarnos. Pero es importante hermanos que con respecto a la hospitalidad, nosotros seamos diligentes. La hospitalidad es algo que no es opcional en la vida del cristiano.

Miren a Tito, Capítulo 1:8, entre los requisitos para un obispo junto con irreprensible, como administrador de Dios, no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, sabe qué tenía que ser, ¿qué? “.....Hospedador y amante de lo bueno.” Hermanos, la palabra del Señor nos llama a ser hospitalarios y nosotros debemos practicar eso como una disciplina. La hospitalidad es sobre todo en una comunidad inmigrante como la nuestra, donde hay tanta gente que no tiene una familia extendida, están aquí solos o solamente una pareja comiendo un cable cada uno en su soledad, en su casa, después que llegan del trabajo o salen de la iglesia. Todo el mundo usted ve que, a donde vamos, vamos a ir a tal restaurant y nos vamos a encontrar en casa, y hay unos cuantos hermanitos que no están recibiendo ningún cuidado. Seamos hospitalarios. Atendamos a las necesidades de los demás. Abramos nuestro hogar. Esta es la idea de ser hospitalarios.

¿Cuántos quieren ser hospitalarios en este día? Amen.

Váyase finalmente a Primera de Pedro, Capítulo 4, 7 al 11, vemos aquí, si usted ha leído conmigo este pasaje de Romanos Capítulo 12, usted va a ver como Pedro independientemente del Apóstol Pablo trata los mismos temas que nosotros hemos discutido en una forma bien compacta. Dice allí en el versículo 7, Primera de Pedro, 4:7 dice; “.... más el fin de todas las cosas se acerca, sed pues sobrios y velad en oración”. Tenemos esta idea de velad en oración, la idea de ser insistentes en la oración, de ser sobrios, como decía, ninguno piense de si mismo más grandemente de lo que tiene derecho a pensar sino que piense de si con cordura, y aquí tenemos esta idea, sed sobrios.

Ahora dice: “ .....y ante todo tened entre vosotros, ¿cómo?, ferviente amor”. De nuevo la idea de amor recuerda que hablamos también hay esta idea filos storge, amor de familia, cariño, afecto, y también aquí la idea de entre ustedes, la idea de hacia los santos, practicar el amor y amor ferviente, así como dice en las cosas del espíritu siendo fervientes. Dice, “....porque el amor cubrirá multitud de pecados”. Y mire aquí en el versículo 9 que dice: “....hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones”.

Usted sabe lo que pasa cuando usted hospeda a alguien por un tiempecito, nos quejamos de que se quedó más tiempo de lo que nos dijo que se iba a quedar, o que se metió en el refrigerador y nos tomó todo el jugo por la mañana cuando nos íbamos al trabajo y ellos se quejan de que usted no le da todo lo que usted se supone que le de y que no lo dejó todo el tiempo que ..... es un lío, cuando uno tiene gente en su casa muchas veces termina todo el mundo enemigo, pero aquí dice hospédese sin murmuraciones. “....Hospedaos sin murmuraciones. Cada uno según el don que ha recibido ministra los otros. Sed buenos administradores de la multiforme gracia de Dios”. Ven aquí la idea, según el don que has recibido, recuerdan en Romanos 12 también, según el don que hemos recibido, si de profecía, conforme a la fe; si de servicio, en servir; recuerdan ustedes ahí, toda esta idea, si Dios te dio un don, minístralo conforme a lo que Dios te ha dado.

No estés buscando usar el don de otro, sino el don que Dios te ha dado a ti. Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; en tocar el piano, tocando el piano. Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios, si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo. Diga eso, no se trata de mi, dígalo, no se trata de mi, se trata del Padre. Cuando tu sirvas, cuando tu des algo, dalo para gloria del Señor, no para gloria tuya, ni satisfacción tuya. Oiga hermanos si nosotros pensáramos en eso más a menudo que cuando yo sirvo, yo sirvo es para que Dios sea glorificado, no para yo darme un guille, oh! Mira lo que yo tengo, lo hice porque Dios me dio un don de cantar, y estoy cantando, me dio un don de ministrar y estoy ministrando. No, no, no, tu lo haces para gloria de Dios.

Que el Señor nos ayude, hermanos. Que les parece si nos ponemos de pie y abrazamos este llamado. Vamos a pedirle al Señor que ahora mismo nos ayude, primero a ser insistentes en la oración, segundo a identificarnos con la necesidad de los demás y particularmente con los de la familia de la fe. Dile al Señor: Padre, has mi corazón tierno. Y finalmente que seamos hospitalarios y amantes del necesitado, amantes del frágil, amantes del extranjero, amantes del de afuera, amantes del enajenado, amantes del que no puede dar. Gracias, Señor aceptamos Padre tu reto, aceptamos tu llamado Señor, queremos ser una iglesia hospitalaria. ¿Sabes una forma de tu practicar eso hoy?

Tenemos tantos visitantes, asegúrate de que 3 o 4 reciban un estrechón de manos de tu parte, ok, porque estas cosas no son allá en la luna, no es poesía lo que yo les estoy hablando, es actos, es acción, cada domingo vienen visitas a nuestra iglesia y muchos dicen; Guau, qué congregación más amante, y eso es para gloria de Jesucristo pero tu eres parte de esa familia y debes extender tu amor. No permitas que nadie se vaya sin tu buscar a 2 o3 sin tu buscar extender su mano porque tu eres parte de esta familia, así que saluda, dice la Biblia que nos saludemos unos a otros. Los domingos saludemos unos a otros, expresémonos amor y exprésale amor a alguien, a un visitante, si tu encuentras alguien entrando a la iglesia en el estacionamiento, tu no lo conoces, pues mira, acércate y dale un saludo. Puede que sea aquí ya miembro de la iglesia de muchos años, no importa, que te conozca. Tenemos que conocernos unos a otros. No podemos ser extranjeros aquí, simplemente compartiendo una banca, eso no glorifica al Señor. Glorifica al Señor cuando una familia lo adora y lo alaba en espíritu de compañerismo. Exprésale amor a alguien y deja sentir el calor sobre todo ahora en invierno necesitamos calor, así que estréchale la mano a alguien y que esta iglesia sea una iglesia siempre de hospitalidad, de cariño, de amor, de abrazarnos unos a otros y cuidarnos unos a otros, en vez de criticarnos unos a otros.

Padre, te damos toda la gloria y toda la honra, te amamos, nos gozamos en ti, te adoramos y te bendecimos. Gracias, Señor. Gracias por nuestros hermanos. Te damos a ti Señor toda la gloria y toda la honra en el nombre de Jesús y el pueblo de Dios dice: Amen.

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Una fe persistente (Mateo 15)

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Señor Jesús hemos llegado al momento de la mañana donde compartimos tu palabra, Señor yo me entusiasmo siempre que comparto esta palabra porque trae vida a la nuestra. La alabanza y la oración es importante, nos conecta a ti. Podemos adorarte a través de nuestras ofrendas también, pero ahora es el momento donde abrimos nuestros corazones y nuestras mentes para recibir tu palabra. Ayúdanos a tener un corazón enseñable que aunque sea una palabra que hayamos oído antes que podamos recibir algo nuevo de ella. Tu palabra es viva y eficaz y yo pido que esa vida llegue a la nuestra hoy. En el nombre de Jesús. Amen.

Quisiera que vayan conmigo al Libro de Mateo Capítulo 15. Yo voy a tratar de hacer esto bien rápido ya que quiero aprovechar bien el tiempo. Mateo Capítulo 15, verso 21. Yo entiendo que este es uno de los pasajes que es bien difícil de abundar en ellos ya que tiene ciertas confrontaciones que son bien difíciles de poder entender particularmente cuando envuelve a una mujer. Si nosotros leemos la historia se van a dar cuenta entonces de qué estoy hablando. Solamente voy a leer los versos del 21 al 28, pueden seguir la lectura. Mateo 15 del 21 al 28. Dice así la palabra del Señor: “... saliendo Jesús de allí se fue a la región de Tiro y de Sidón y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región, clamaba diciéndole “Señor hijo de David, ten misericordia de mi, mi hija es gravemente atormentada por un demonio”, pero Jesús no le respondió palabra alguna, entonces acercándose sus discípulos le rogaron diciendo: “despídela pues da voces tras nosotros”. El respondiéndole a ellos dijo: “No soy yo enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel”, entonces ella vino y se postró ante El diciendo “Señor, socórreme, ayúdame” respondiendo El dijo: “No está bien tomar el pan de los hijos y echarlos a los perrillos” y ella dijo “Si Señor, pero aún los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos”. Entonces respondiendo Jesús dijo “oh, mujer, grande es tu fe, hágase contigo como quieres”. Y su hija fue sanada desde aquella hora.”

Saben hermanos para mi siempre me ha parecido un pasaje bien interesante. A mi siempre me ha gustado poder entender bien el contexto en el cual está ocurriendo todo esto. Si ustedes ven desde el principio del Capítulo 15, Jesús estaba discutiendo con los fariseos acerca de comer comida con las manos sucias. Era un ritual acerca de pureza y cómo yo tomar comida sin lavarme las manos podía contaminar esa comida y entonces contaminarme a mi persona. Mas sin embargo Jesús les dio a entender a ellos que los que verdaderamente contaminan no es lo que entra al hombre sino lo que sale de su corazón. Después de haber tenido esta conversación de lo que es puro e impuro vemos a Jesús moviéndose a una región de gente impura.

Ahora, para mi es un contraste bien interesante porque después de haber hablado algo así va a una región donde ciertamente se iba a encontrar con personas que no seguían esos mismos rituales y no tan solamente eso sino que se encuentra con una mujer lo cual tampoco era muy aceptable en aquella época, que un judío tuviera conversación con una mujer y más cuando era una mujer gentil. Pero esta historia tiene un relato bien interesante. Esta mujer gentil se acercó a Jesús con un título mesiánico judío, el título Jesús hijo de David, es un título mesiánico y yo imagino que en este momento ya Jesús le estaba captando la atención algo en esta mujer porque he aquí el fue enviado a los hijos de Israel y los hijos de Israel no lo reconocen como el hijo de Dios, el hijo de David y entonces aquí vemos a una mujer que no era de la casa de Israel, reconociendo a Jesús como el hijo de David, como el hijo de Dios.

El silencio de Jesús se puede interpretar de varias maneras, tal vez uno puede pensar que la estaba ignorando por completo o solamente su silencio estaba causando que esta mujer buscara más. Es como si mientras El estuviese caminando estaba callado pero prestando atención a lo que la mujer estaba diciendo, pero los discípulos también jugaron un rol bien importante. Uno puede decir que tal vez los discípulos estaban incomodados por esta mujer y dijeron: Jesús por favor deshazte de ella rápido. O tal vez uno puede entender que está diciendo a Jesús: Concédele lo que ella quiere para que se pueda ir rápido.

Y aquí entonces es donde entra la polémica de las frases que Jesús expone delante de esta mujer. “No he sido enviado sino a los hijos de la casa de Israel”, y aunque yo reconozco mientras leo este pasaje que Jesús respondió así a los discípulos, la mujer como quiera lo pudo escuchar, y aquí es donde la mujer se postra delante de El. No vuelve a usar un título mesiánico para dirigirse a Jesús sino que ella reconoce que ella es una pecadora y como tal se está hincando delante de El. Es como diciendo “Señor, no tengo agendas delante de ti. Yo se que soy pecadora, pero tengo una necesidad. Ayúdame.” Y aquí Jesús entonces trae esta segunda frase que le choca a uno. “No está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos”

¿Cómo usted se sentiría si a usted le dijeran perrillo o perrilla? Para muchos yo se que esto puede ser un insulto, uno piensa en un perrillo y yo pienso en los perros callejeros que están todos sucios, apestosos, comiendo basura, pero al yo ver eso me incitó a estudiar un poco más a qué Jesús se refería al haber dicho un perrillo. Y esta palabra perro en su griego original significa como si fuera un perrito mascota, no un perro de la calle. Y es este entonces lo que Jesús se dirige a ella llamándola como si fuera una mascota, como si fuera un perrito de casa.

Yo les pregunto ¿cuántos de ustedes tienen o han tenido perritos en su casa? Yo ahora mismo tengo un chiguagua, ya acaba de cumplir un año y es bien travieso todavía, pero nosotros lo hemos aprendido a querer mucho. Yo se que hay gente que tal vez me diría, Omar ¿cómo tu vas a querer a un perro? Pero ustedes que han tenido perro lo más seguro me entienden, uno desarrolla cierto tipo de conexión con esos perritos a veces al punto de que los perritos se meten con uno en la cama y duermen con uno en la cama. Yo se que algunos de ustedes tal vez no lo hacen pero.....

Yo quiero que ustedes imaginen algo, cada vez que mi esposa y yo comemos en la mesa Mailo, así es como se llama mi perrito, Mailo, el viene y siempre se siente al lado de nosotros en el piso y trata de treparse en la falda de nosotros para que le demos algo de comida, yo lo miro y le digo que no, que el tiene su comida ahí en su plato y hay veces yo no se, que el me pone estos ojitos de ternura, como que empieza a llorar un poquito y yo no me puedo aguantar, tengo que coger aunque sea un cantito de carne y dársela. Y cuando yo se lo doy, el asunto es que pide más pero hay otras veces que cuando recibe lo poquito que recibió y ya deja de molestar y se echa a un lado. Esta imagen que yo tuve con mi perro me ayudó a entender este pasaje, hermanos.

Cuando Jesús presentó esta ilustración a esta mujer, la mujer no se echó para atrás, la mujer se hizo parte de esa ilustración. Ella dijo, mira, sí, tal vez yo me podré ver como uno de esos perrillos, pero aun los perrillos de las pocas migajas de la mesa pueden recibir algo. Esta mujer no estaba buscando robarse toda la bendición de la casa de Israel, está buscando aunque sea migajas, cosas pequeñas de esa bendición tan grande y de una declaración tan pequeña nació una fe enorme y esto lo sabemos en cómo Jesús le respondió a ella. “Mujer grande es tu fe. A causa de eso tu hija es sana ahora”. En el libro de Marcos esa misma historia dice que en aquella misma hora la niña fue sanada. A causa de esa declaración fue vista una mujer de grande fe.

Ahora, hermanos yo no puedo evitar hacer una comparación aquí entre esta mujer y los discípulos. Primero una mujer que tenía todas las cosas en contra de ella, tradiciones, era gentil, cananea o siro fenicia, Jesús un judío con un grupo de discípulos que eran 12, ella las tenía todas en contra de ella, no tenía nada a su favor solamente su fe y aún así Jesús la categoriza como una mujer de grande fe. En el libro de Mateo, hermanos, hay distintos ocasiones en las cuales Jesús le dice a gente que no era judía que su fe era grande. Un ejemplo de esto fue el centurión romano, no era judío por lo tanto se consideraba un gentil, su hijo estaba enfermo y el le dijo a Jesús: “Jesús, yo no soy digno de que vayas a mi casa solamente di la palabra y yo se que el va a ser sano” y Jesús lo reconoció también como un hombre de grande de fe y su hijo fue sano a la distancia. Es el mismo caso con esta mujer, una mujer gentil que viene a Jesús y se lo dice: “tal vez yo no soy digna de ti pero mi hija necesita tu ayuda y necesito que hagas algo”. A causa de esa declaración en la distancia fue sanada su hija y ella considerada como una mujer de grande fe.

Miren qué interesante hermanos, un Capítulo anterior al que nosotros estamos leyendo, vemos el relato de Pedro caminando sobre las aguas con Jesús. Es importante reconocer que si Pedro, un discípulo, caminó sobre las aguas con el Maestro pero en medio de su prueba él falló. Cuando llegó al barco una vez más Jesús le dijo: “qué pequeña es tu fe”. Oye, ¡pero qué interesante es esto! A los que Él viene le dice que tienen poca fe o ninguna y a los que el no fue directamente que es la gente gentil, Jesús se encuentra diciéndoles a ellos tienen grande fe o tienes mucha fe.

Saben qué, hermanos, una fe persistente muchas veces viene de los lugares que menos espera. Muchas veces la gente que más uno considera que no tiene nada, son la gente que más fe tiene. La fe persistente, mis hermanos, siempre tiene sus recompensas. Esto es lo que yo puedo ver en la historia, el relato de esta mujer. Esta mujer tenía una fe persistente, no dejó que un rechazo, un supuesto rechazo quitara su fe, no dejó que los comentarios de discípulos apagaran su fe, ella estaba segura a quién ella se estaba dirigiendo y qué El podía hacer. Ella no dejó que nada le quitara su foco, ella sabía que Jesús podía hacer algo por su hija, comparado con Pedro cuando estaba caminando sobre el agua que tenía a Jesús de frente pero puso sus ojos en la circunstancias a su alrededor y se hundió. Esta mujer tenía a Jesús de frente a ella, tenía los discípulos por un lado distrayendo, comentarios de rechazo distrayendo por otro lado, tradiciones también distrayéndola, pero ella mantuvo su foco en Jesús. No hubo nada ni nadie que le quitara esa persistencia. Díganme ustedes esta mañana si nosotros tenemos algo grande que aprender esta mujer, de este relato.

Uno persiste hasta esperar recibir algo y muchos de nosotros hemos recibido lo que esperábamos y tal vez muchos de nosotros todavía estamos esperando y cuando no sucede lo que esperamos muchas veces la fe de uno en el Señor puede decaer. Yo le puedo decir esto, esto es una declaración bien sólida, el yo decir que tu fe al ser persistente va a recibir una recompensa yo me estoy poniendo en riesgo al decirte eso. ¿Sabes por que? Porque pueden haber momentos en los que lo que tu esperas no se de. Lo peor que puede pasar es que la muerte llegue y tu no veas lo que estabas esperando.

Mucha gente puede pensar que si la muerte llega, pues ya se perdió la esperanza no hay nada más que buscar. Pero sabes que? La fe de la cual se está hablando aquí tiene un punto más profundo, es una fe que está bien cimentada en el corazón de una persona, es una fe que no tiene un límite de tiempo sino que es una fe que va a dejar una herencia completa. Si ustedes ven lo grande de la fe como Abraham, Moisés, ustedes saben que muchos de ellos vieron la tierra prometida, en el caso de Moisés, vio la tierra prometida desde lejos más sin embargo nunca la alcanzó. ¿Acaso eso significa que él no tenía fe? ¿Qué él no era persistente? No, él era persistente, tenía fe pero su fe no terminó en la muerte sino que dejó una herencia para los que venían detrás. Los que venían detrás de él fueron los que recibieron toda esa recompensa. Moisés no tan solamente estaba pensando en una manera vana de: oh, fe solamente para mi o una recompensa para mi, Moisés sabía que su fe iba a dejar una herencia para todos los que vinieran detrás de él. Así que aunque él no recibiera lo que él estaba esperando él sabía que los que venían detrás de él, sí lo iban a recibir.

Esta mujer de la cual estábamos hablando, ella dejó una herencia de fe. Esa niña tuvo que haber sido impactada por ese milagro de Jesús. No se habla de la niña en el resto del pasaje pero imagínense ustedes cuando esta madre volvió a su casa y vio a su hija sana. Yo me imagino a su hija preguntándole: Mamá, ¿qué pasó conmigo? Y su mamá contándole todo lo que pasó. La mamá tal vez le dijo, mira puede ser que me hayan rechazado, pero esta persona a quien yo fui que se llama Jesús, yo sabía que El podía hacer algo por ti. He escuchado tanto de El alrededor del vecindario que yo tenía que ir a El y Jesús tan solamente con declarar una palabra ahí fue mi hija amada, donde tu fuiste sana. Tu fuiste sana por Jesús. Yo me imagino que esa niña, esa hija en alguna momento otro quiso haber conocido a Jesús. Tal vez ustedes podrán decir que yo me estoy inventando esta historia pero hay veces que es bueno tener creatividad. Imagínense en una de las veces que Jesús iba caminando por los distintos vecindarios donde El iba y que esta niña de repente lo ve pasar y la mamá le dice: mira, hija, ese es Jesús el que te sanó. Esa madre dejó una herencia en la vida de esa hija. La fe persistente de ustedes no tan solamente va a beneficiar sus vidas personales pero tiene, hermanos, tiene que dejar una herencia para los que vienen detrás de ustedes. La fe no es algo egoísta, la fe es algo que se comparte, si tu tienes fe, si tienes que tenerla en tu vida personal pero tu tienes que procurar que esa fe deje un legado para los que vienen detrás de ti. ¿Por qué? Porque habrán peticiones que tu vas a recibir pero tienes que pensar que esas mismas bendiciones tu no recibirás algunas de ellas pero los que vienen detrás de ti si las van a recibir.

Yo quiero terminar contándoles algo. Muchos de ustedes saben que nosotros hemos estado visitando el Hospital Shriners aquí en Boston, la hermana Marta Garzón y yo visitamos el hospital regularmente para visitar a estos niños y sus familias y en esta semana uno de los niños que yo estaba visitando, un niño de 3 años, un pequeño niño de Honduras vino aquí con su mamá solamente en un accidente que tuvo su cuerpo totalmente se quemó y a causa de todas su quemadura en la sangre desarrolló una bacteria que está afectando sus órganos internos. Ya el miércoles en la madrugada no lo aseguraban porque tuvo un primer paro cardiaco, el jueves en la noche tuvo un segundo y esta madrugada me llaman para dejarme saber que el niño ya había muerto.

Yo me pongo a pensar, Señor fueron tantas las veces que tanto la hermana Marta como yo nos sentamos a orar con la mamá de este niño, es una mujer que si tiene creencias en el Señor Jesús, allá en Honduras ella iba a una iglesia pero estaba apartada por cierto tiempo y al ella haberse conectado con nosotros en esta situación, ella decidió renovar su relación con el Señor. Yo recuerdo que ayer me llamaron de emergencia porque el niño no le aseguraban ayer, y yo fui al hospital, nos dieron permiso para entrar yo con la mamá y que la mamá pudiese agarrar la mano del niño porque el niño está en una incubadora que no se puede tocar. Mientras ella agarraba la mano de su hijo ella comenzó a llorar. Yo lo más que pude hacer fue ofrecer una pequeña oración en ese momento, ciertamente pidiéndole al Señor que hiciera su voluntad en medio de todo eso.

Cuando yo escuché que el niño murió esta mañana yo creo que a uno siempre le cae ese sentimiento de : ¿Señor, por qué no pudiste hacer un milagro y sanar a este niño? Nosotros teníamos una fe persistente cuando yo oraba, yo sabía, yo pensaba que tu podías hacer un milagro en ese niño, ¿por que no lo hiciste? ¿quién soy yo para cuestionar a Dios? Mientras venía en el carro para acá yo entendía en mi espíritu que el Señor me dijo: tu me pediste que yo hiciera mi voluntad y la hice. Tomé una vida pero otra vida fue reconciliada conmigo. Y esa reconciliación va a bendecir al resto de la familia. Hermanos en nuestra fe persistente podrán haber cosas que no veremos pero van a haber otras que si van a suceder, van a haber otras cosas que si van a poder ver. Estarás pidiendo un milagro de vida y tal vez la vida donde tu la esperas no se de, pero en otro lugar va a salir vida. Solamente si tu fe se mantiene persistente en el Señor ahí es donde Dios te va a dar toda la recompensa que tu esperas no tan solamente para ti sino que aquellos a quienes más tu amas.

Hermanos yo entiendo que en esta mañana este pasaje nos reta a que nuestra fe sea persistente, que si hay algo que tu estás buscando, lucha, lucha y lucha hasta alcanzarlo, no dejes que nada te quite el enfoque hasta que tu alcances lo que buscas, ni el rechazo, ni tal vez comentarios o tal vez tradiciones, enfócate en el que puede hacer todo en tu vida, enfócate en que si ocurre en tu tiempo o en el tiempo de los que vienen detrás de ti, la recompensa va a llegar. ¿Dónde vamos a estar nosotros? ¿Cuál va a ser nuestra perspectiva? Yo espero que persistamos hermanos, no importa qué. Que persistamos. Y la recompensa va a llegar a ti o a los tuyos. La recompensa va a llegar. Vamos a estar de pie, vamos a orar.

Hermanos yo no conozco la situación con la cual tu llegaste aquí esta mañana, pero de algo yo si estoy seguro y eso es que el Señor si lo sabe. Jesús sabia cual era la situación de esta mujer, las pregunta y comentarios que Jesús hizo tenían un propósito y era que la fe de esta mujer creciera a su máximo potencial. En tu vida, mis hermanos, podrá parecer que Jesús muchas veces está callado, podrá parecer que hasta ni te está prestando atención pero El sabe lo que hace, El quiere que tu fe crezca. Hoy tenemos un reto de que nuestra fe crezca, hermanos. Yo quiero tomar un tiempo para orar. Para aquel que necesita que su fe crezca o aun que la fe comience por primera vez, aceptando al Señor Jesús en tu corazón. Yo quiero abrir una oportunidad para hacer eso hoy. Si hay alguien que en esta mañana quiere decirle al Señor Jesús: Señor yo quiero que tu entres a mi vida, yo he experimentado rechazo, te necesito a ti, vengo a ti, ayúdame.

Si tu quieres ser una de esas personas que quiera tomar esa decisión hoy yo te invito a que tu levantes tu mano para nosotros orar por ti. Dios te bendiga hermana. Si tu quieres aceptar al Señor Jesús hoy, en esta mañana por primera vez como tu Señor y tu salvador, como aquel que es el autor de tu fe, siéntete libre de levantar tu mano para nosotros orar y si no te es mucha molestia, mi hermanos, quisiera que pasaras al frente para orar. Gracias Jesús, gracias a Dios. Si alguien puede acompañarla a ella también aquí, gracias Dios.

Señor Jesús nosotros venimos delante de tu presencia, Dios como una iglesia, como un cuerpo, presentado a esta mujer que viene hoy delante de ti. Tu conoces sus corazones mejor que nadie más, tu conoces la fibra más profunda en su corazón, tu sabes las cosas con las cuales ellos pelean, y tu tienes la respuesta para cada una de esas cosas. La respuesta eres tu. Jesús cubre los corazones de cada uno de estas personas hoy, perdona sus pecados, lávalos con tu sangre, purifícalos con tu santo espíritu y dales un nuevo comenzar hoy. Como esta mujer que tuvo un encuentro contigo y su vida cambió, la vida de su hija cambió así yo pido que la vida de mis hermanos y hermanas hoy cambie al tener un encuentro contigo. Tómalos en tu mano Señor, declara una palabra de bendición sobre ellos y que su fe, mi Dios, reciba la recompensa que esperan. Gracias te damos Dios. Sus vidas están en tus manos. Amen.

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Gozosos en la esperanza - sufridos en la tribulación (Romanos 12:11) Parte 7

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Hemos estado poco a poco desmenuzando este texto bíblico que ha resultado extremadamente rico para nuestra edificación. Vamos al versículo 9 y de ahí entonces seguiremos. Déjenme hacer una palabra breve de oración para otra vez recoger la mente y enfocarla en lo que Dios tiene para nosotros en esta mañana.

Padre, ahora centra nuestro espíritu en tu palabra y quita toda distracción de nuestra mente y de nuestras emociones. Es bello poder meditar sobre tu enseñanza. Queremos hacerlo con un corazón entendido, Padre, con una mente iluminada por ti dándote siempre a ti la gloria y la honra y sabiendo que no es palabra neutral la que procesamos sino es la vida misma de Dios manifestada por medio de su revelación y así la recibimos con corazones abiertos, humildes, sencillos, sujetos a tu verdad. Guiamos Señor y céntranos en ti ahora y danos reposo para poder estar en el espíritu al escuchar tu enseñanza. En el nombre de Jesús. Amen.

Versículo 9, Romanos 12. “...el amor sea sin hipocresía, sin fingimiento”, el amor sin fingimiento, “...aborreced lo malo, aferraos a lo bueno”, es decir aborrezcan lo malo y agarrense con uñas y dientes a lo bueno, es la traducción más adecuada “... amaos los unos a los otros con amor fraternal”, en otras palabras el amor fraternal sea cariñoso, lo que decíamos, exprésense cariño, exprésense afecto, trátense afectuosamente unos a otros, exprésense calor unos a otros. Tenemos que ser una congregación cariños, una congregación de afecto, una congregación cálida donde el extraño se sienta cómodo, el visitante se sienta acogido que no se sienta como un extranjero que no tiene lugar sino que se sienta amado y recibido, que el enfermo tenga alguien que ore por el o por ella, la persona que tiene necesidad material que sepa que no está sola en su lucha, que la persona que necesita apoyo moral y ánimo reciba una mano en la espalda que la bendiga y que le diga siga hacia delante. Es decir, ámense con amor fraternal, con cariño. En la honra pónganse unos a otros delante, en otras palabras dense preferencia unos a otros.

Parece que me tomaron muy enserio esto porque he ido a un par de comidas últimamente y los hermanos están muy cuidadosos de no ir adelante cuando hay un buffet a servirse primero, parece que escucharon lo que yo dije acerca de poner al otro adelante, en vez de tu ir de una vez a coger tu primero, el primer plato, y doy gracias a Dios porque parece que está siendo efecto. Hay dos o tres que me oyen por lo menos. Que bien, que bien! “....Prefiriéndoos, es decir dándose preferencia, los unos a los otros”. En lo que requiere diligencia no sean perezosos, ok, en lo que requiere esfuerzo no sean lentos sean diligentes. Hablamos acerca del siervo diligente el domingo pasado, en el espíritu sean fogosos. De done viene la palabra fogoso, de fuego, ferviente, ahí está la palabra fiebre, ahí está la palabra hervir, fervor, fuego, y en el griego original en que fue escrito este pasaje la idea es eso, al punto de fogosidad, de fervor, de fuego. Dios no quiere gente tibia, Dios quiere gente apasionada en el espíritu, Dios quiere la pasión de una .... en términos de las causas del Señor, que sean claros, decidida la persona en lo que es en cuestiones del espíritu, que sean animosos, que sean entregados al Señor, que estén al rojo vivo, que tengan pasión por la alabanza, por la palabra de Dios, por los valores del Reino de Dios, por la causa del Reino de Dios, por los valores de la iglesia, es ese fervor en todas esas áreas. La gente apasionada trae gozo al corazón de Dios, en las cosas espirituales seamos fervientes, no tibios nunca ni indecisos.

Entonces hablábamos acerca de esa expresión que es sirviendo al Señor, que es muy problemática, en el griego original se presta a la interpretación de que en toda oportunidad sirviendo, cuando se ofrece la oportunidad servimos al Señor, cuando haya una ocasión para tu ser útil al Reino de Dios, se útil, no dejes que te pase por el lado una oportunidad de servir a Dios, de servir al Reino de Dios, de servir a un hermano, cuando haya la oportunidad el cairos, cuando surja cualquier oportunidad de tu ser de servicio di presente. Diga amen a eso, ok. Dondequiera que usted vea una necesidad llénela usted. Dondequiera que usted vea la oportunidad de tener misericordia de alguien o dar una palabra de ánimo a alguien o bendecir a alguien en alguna manera, o meterle un peso ahí en el bolsillo a alguien que necesita, o darle un plato de comida a una persona hambrienta, hágalo. Cuando hay una oportunidad de algo, tómela en el nombre de Jesús, no sea indiferente, no deje que la oportunidad le pase de lado también en el aspecto positivo decíamos, no? Porque Dios quiere gente que se atreva a hacer las cosas en su nombre, eso quiere decir también oportunidad de estudio, de superación personal, de inversión en algo, atrévase y hágalo y Dios le va sacar adelante. “En toda oportunidad sirviendo al Señor”.

Ahora entramos en el versículo 12 en la materia que nos concierne. Hay dos conceptos aquí muy lindos para nosotros como cristianos. ¿Cuáles son esos dos conceptos? Dice el Apóstol Pablo: “..... gozosos en la esperanza, dice aquí, sufridos en la tribulación”. Lo voy a dejar allí solamente en esos dos y si no tengo tiempo para el tercero, dice “....constantes en la oración”.

Gozoso en la esperanza, sufridos en la tribulación. Tomemos el primer concepto: gozo en la esperanza, en el griego original dice “ te elpidi jairontes” en otras palabras en la esperanza, gozosos, es la idea. ¿Usted conoce alguien que se llama Elpidio? Es un nombre que es de esos nombres antiguos, en la República Dominicana a veces a los muchachos pobres les espetaron el nombre Elpidio. ¿Usted conoce alguien que se llame Elpido? Levante su mano si usted conoce alguna vez alguien. ¿Sabes de donde viene la palabra elpidio? De ahí, elpidi, que quiere decir gozoso. Elpidio viene de la idea de gozo, entonces nuestros antepasados, había una lógica, su locura tenía lógica. Cuando una persona se llamaba Elpidio era una persona que tiene gozo, no es simplemente que querían darle un nombre feo al muchacho. “te elpidi jairontes”, en la esperanza seamos gozosos. ¡Que linda esa idea! Dios nos llama a tener esperanza y a tener gozo, es más a lo que se refiera a la esperanza que seamos gozosos, que seamos alegres. Lo primero que puedo decirles hermanos es lo siguiente: el origen de la esperanza en el creyente.

Déjenme ir un poquito hacia atrás, todo cristiano debe ser una persona, un hombre, una mujer de esperanza. En el cristianismo no hay lugar para la desesperación, reprenda a la desesperación. Cuando la desesperación y el desaliento y el pesimismo quiera apoderarse de su vida, échelo fuera como un perro sarnoso. Aléjelo de su vida. Repréndalo no le de alojo, hospedaje en su mente a la desesperación, al desaliento, a la depresión al negativismo. Hermanos los hijos de Dios tenemos toda la razón del mundo para ser gente de esperanza y de gozo y cuando usted tenga la depresión del lunes por la mañana, repréndala en el nombre de Jesús. Tómese una taza de café extra, ponga a Marcos .... en el radio, haga algo pero no se suma en la desesperación, no se quede sumido en la desesperanza porque eso no es de Dios. Y cuando venga la desesperación a su vida dígale: en el nombre de Jesús, fuera de mi mente. No te recibo, este no es lugar para ti, diablo. Porque Dios nos llama al gozo y a la esperanza. Ahora usted sabe de donde viene.... para mi la raíz del gozo..... Ángela, Dios te bendiga. Ángela Santos que nos está visitando desde Ocala, Dios te bendiga, Ángela. Esta hermana nos bendijo mucho, su esposo también, Miguel, allá en Ocala y nos hospedaron y nos trataron tan bien, y está aquí visitando esta mañana.

Hermanos ¿cuál es la raíz del gozo del creyente? En último caso cuando vamos bien a fondo, ¿cual es la raíz del gozo del creyente? ¿Sabes cual es? Es esto que la han llamado la bendita esperanza, es la esperanza en la segunda venida de Jesucristo. ¿Por qué? Porque hermanos, hay algo que a mi me mantiene alegre y es que el sufrimiento no es para siempre. La agonía de este mundo no es para siempre. Viene un día, dice la palabra en que Dios enjugará toda lágrima de nuestros ojos, en que toda enfermedad desaparecerá, que no habrá que pagar más biles del IRS y de los taxes. Gloria a Dios por eso. No tendremos que preocuparnos de que el bill de la tarjeta VISA va a llegar a fin de mes, o que tenemos que pagar el gas o que va a subir el precio del aceite del petróleo, este invierno. Todo eso, un día se va a terminar. Y Dios traerá un nuevo orden al universo y al mundo y que sabemos que este mundo no es para siempre y que los sufrimientos no son para siempre, que Dios tiene mejores cosas para nosotros un día. Y que aunque en la vida no nos vaya bien, pero que al final de cuentas nos espera una recompensa gloriosa si nos mantenemos firmes en el Señor. Y eso, hermanos, eso relativiza el mundo, le quita su filo a la vida caída en que vivimos y nos permite concebir un lugar mejor, un tiempo mejor que Dios tiene para nosotros. Por eso es que la Biblia nos dice “no pierdan su esperanza, no dejen de anhelar y esperar la segunda venida del Señor”.

En primera de Tesalonisenses, Capítulo 4, el Apóstol Pablo le dice a los Tesalonisenses en el versículo 13: dice “.... tampoco queremos hermanos que ignoréis acerca de los que duermen, es decir los que están muertos, para que no se entristezcan como los otros que no tienen esperanza”. En otras palabras cuando el cristiano llora o se lamenta, no se lamenta como el que no tiene esperanza. Nosotros tenemos esperanza aun en nuestros muertos, cuando desaparece un ser querido sabemos que lo volveremos a ver si murió en Cristo Jesús. Y eso le quita el filo a nuestro dolor y por eso no nos desesperamos cuando lloramos la pérdida de un ser querido o la tristeza de este mundo inclusive, porque sabemos que tenemos a un Dios fiel. Dice “.... porque si creemos que Jesús murió y resucitó así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en El. Por lo cual lo decimos esto en palabra del Señor que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que murieron porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompetas de Dios descenderá del cielo y los muertos en Cristo resucitarán primero, luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire y así estaremos siempre con el Señor.” Y mire lo que dice “... por tanto alentaos los unos a los otros con estas palabras”.

En otras palabra cuando nosotros nos ponemos a meditar en que Cristo viene un día y que va a redimir este mundo caído de toda su locura y toda su distorsión, eso nos debe dar aliento para seguir adelante porque sabemos que no estamos... somos como si fuéramos esclavos que sabemos que un día vamos a recibir nuestra liberación, y anhelamos ese día y esperamos ese día y decimos; ven Señor Jesús, como dice el Apóstol Juan en el Libro de Apocalipsis, y eso creo yo que es como una raíz subconsciente, es el fundamento subconsciente de esa actitud de esperanza cotidiana que nosotros tenemos. La esperanza de la venida del Señor es una esperanza cósmica, sublime, inmensa, abarcadora pero dentro de eso, ese fundamento hay una esperanza cotidiana, diaria. Cuando nos levantamos por la mañana y miramos afuera y la neblina del invierno está encima de nuestra ventana, y sentimos ese friito ya que no nos gusta, pero la esperanza nace en nosotros porque sabemos que en Dios todo es posible y tenemos esperanza y gozo en el Señor, nos animamos.

Hermanos, el amor de Dios en nosotros nos da esa vitalidad emocional para seguir adelante en la vida. Me vinieron a la mente las palabras del Apóstol Pablo en Primera de Corintios Capítulo 13, versículo 7 donde dice “.... el amor todo lo sufre”, es decir todo lo aguanta es la idea, todo lo aguanta, “... todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”. Cuando tu tienes el amor de Dios en tu corazón, cuando el amor ha anidado en tu pecho, tu crees que todo es posible.

Hermanos, hay gente que son cínica por naturaleza y siempre ven el vaso medio vacío, no lo ven medio lleno, lo ven medio vacío y siempre están viendo la paja en el ojo ajeno y siempre están viendo el defecto en la persona, en la actividad, o en la predicación o en lo que sea, y no ven lo bueno. Están tan llenos de lo malo que no ven lo bueno, y a veces en la vida podemos ser así. Dios nos ha dado tantas cosas buenas en nuestra familia, en nuestro matrimonio, en nuestra salud o en algo y estamos tan sumidos en lo que no tenemos que no podemos ver las cosas buenas. Pero la persona que tiene la bondad de Dios, el amor de Dios todo lo cree, todo lo espera, todo lo aguanta, todo lo soporta, cree que todo es posible y que algo bueno puede salir de esa situación que parece que está totalmente negativa. La persona que tiene el espíritu de Dios es una persona esperanzada, cree que hay posibilidad que se puede salir adelante, que hay en esa persona que parece que no tiene nada bueno, si, hay algo de Dios allí. Yo voy a orar para que eso salga a la luz y voy a bendecir lo bueno que hay en un individuo en una situación.

El creyente nunca se desespera, hermanos, el hijo de Dios nunca debe desesperarse, siempre debe estar una semilla de esperanza. Yo recuerdo siempre las palabras de mi papá que decía: del piso yo no paso. Queriendo decir: mira, aunque me pase lo que me pase no voy a pasar del piso, si me caigo ahí terminó mi caída. Y la idea era eso, era una palabra de desafió a la vida, de que aunque pase lo que pase en tu vida, mira, siempre hay posibilidad de salir adelante. Recibe esa palabra en esta mañana, mi hermano. Dios no te deja solo nunca. Y tu tienes que estar gozoso en las cosas que tienen que ver con esperanza, se gozoso.

Busca allí en Segunda de Corintios, Capítulo 4 versículos 8 y 9, aun el versículo 7 dice el Apóstol Pablo que era un hombre de esperanza, si alguien era un hombre de esperanza era el Apóstol Pablo, dice “... pero tenemos este tesoro en vasos de barro para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros que estamos atribulados en todo más que, más no angustiados, en apuros más no desesperados, perseguidos más no desamparados, derribados pero no destruidos”. Usted ve, el Apóstol Pablo no era como el avestruz que mete su cabeza en la arena y dice no hay peligro. No, el reconoce, en la vida hay problemas, hay dificultades, hay luchas, hay cargas, hay retos, sí Señor, hay fracasos, pero sabes que? Que el creyente nunca sin opciones, nunca está sin esperanzas, nunca está sin una puerta de la salida.

Dice la palabra que Dios junto con la tentación, con la prueba da también la salida. Y eso debe alentarnos a seguir adelante. Cuando el dijo por ejemplo aquí “.... estamos atribulados más no angustiado” la idea es estamos en aprietos pero no estamos sin opciones. Esa es la idea del lenguaje original. Puede que estemos en aprietos, si, dice el Apóstol Pablo, pero sabe qué? Que no estamos sin alguna opción de salida. Yo siempre creo eso, yo siempre digo en cualquier crisis en la vida, en cualquier situación de dificultad siempre hay una posibilidad de salir adelante, nunca tires los guantes al piso, nunca te digas ya no hay esperanza para mi, ya no puedo hacer nada, ya todas las puertas están cerradas. Busca que aunque sea por una rendijita te puedes escapar y Dios a veces de una roca hace brotar agua, y de un callejón sin salida, cuando Dios viene sale una grúa inmensa y rompe todo y puedes salir al otro lado. Porque el creyente tiene el valor, el poder de Dios con el o con ella, siempre hay opciones, siempre hay una salida.

Y el Apóstol Pablo dice “... en la esperanza seamos gozosos”. Hay una conexión ahí entre esperanza y gozo, si tu no tienes esperanza no puedes tener gozo. Y el creyente está llamado a ser gozoso, eso es otra cosa. El gozo es la fuente de salud y de salud mental y de vitalidad. La palabra del Señor dice “...el gozo del Señor es nuestra fortaleza” y sabe que? Muchas veces cuando tu mires a tu vida y mires alrededor no vas a encontrar muchas razones para tener gozo porque vas a ver todo negativo, vas a tener problemas por aquí, problemas por allá, dificultades por aquí, dificultades por allá, pero sabes que? Todavía tu tienes al posibilidad de decidir como tu vas a reaccionar a eso.

Alguien ha dicho yo no puedo controlar mi circunstancias pero puedo controlar cómo reacciono a ellas. Fíjese eso, usted sabe donde está la libertad del hombre está en ese hecho poderoso de que tu no puedes controlar quizás que te metan o no te metan en una jaula, pero tu puedes controlar como vas a reaccionar a esa jaula donde tu estás metido. En los campos de concentración nazi en Alemania cuando la Segunda Guerra mundial y Hitler, hubo mucha gente que sufrió terriblemente y fueron oprimidos y abusados en una manera terrible, muchos sucumbieron y murieron o salieron de los campos de concentración amargados, deprimidos para toda la vida. Y sin embargo hay historias de grandeza inconcebible dentro de esos campos de concentración, gente que de alguna manera encontró en ese campo de concentración algo que les dio animo para llegar a otro nivel moral o espiritual.

Víctor Frank uno de los grandes siquiatras del siglo XX habla acerca de eso en su libro, el fue uno de esas víctimas del holocausto nazi y el habla de cómo el veía personas que se daban por vencidos y se tiraban a morir en los campos de concentración o solamente vivían para ellos, para comerse el pedacito de pan que quedaba y no compartían con nadie, y vio a otros que ascendieron a un nivel de nobleza bien alto y que compartían con otros que se preocupaban por los que estaban enfermos, que su fe les dio fortaleza y el dice que notó algo interesante que los que solamente pensaban en ellos mismos, y se centraban en ellos sucumbían muy fácilmente a la enfermedad y a la muerte. Pero los que se preocupaban por los otros y que accedían a su fe y se agarraban esos sobrevivían más exitosamente. Por que? Porque cuando hay esperanza en el hombre, cuando hay nobleza de espíritu, cuando usted controla cómo usted reacciona a la cosa mala que le ha sucedido, Dios le da la fortaleza. Muchos de nosotros cuando tenemos problemas, cuando nos tratan mal, cuando fracasamos, cuando tenemos una derrota, ¿que hacemos? Nos echamos a morir, nos deprimimos, tiramos los guantes, nos metemos en un callejón oscuro y decimos nunca más voy a pelear, nunca más voy a luchar. Pero usted puede en ese momento cuando la tragedia visite su vida decir: No, en el nombre del Señor yo voy a creer que me redentor vive. Yo voy a seguir adelante, yo no voy a soltar la espada, yo voy a confesar la palabra de Dios y usted le dice al alma: alma, gózate, alma mía, bendice al Señor. Y usted le ordena a su mente y a sus emociones que vayan más allá de la depresión y del momento. El Señor Jesucristo dijo: el espíritu siempre está dispuesto, la carne es débil, pero el espíritu siempre está dispuesto. Asegúrese de que su reacción sea primero en el espíritu y no en la carne, cuando venga la tragedia a su vida.

En Filipenses Capítulo 4 versículo 4, el Apóstol Pablo dice: “...regocijaos otra vez os digo regocijaos en el Señor”, y usted sabe que Pablo escribió esa epístola desde una cárcel, desde una mazmorra romana y Pablo no sabía si iba a sobrevivir o no. Había una gran posibilidad de que le iban a cortar la cabeza y sin embargo Pablo escribió una de las cartas más gozosas de toda la Biblia metido allí en esa mazmorra romana y escribió esa carta donde una y otra vez dice: regocíjense, gócense.

Todo está en la perspectiva que usted adopta de los problemas de la vida. Todo está en la manera en que usted interpreta lo que le pasó. Si usted interpreta lo que le pasó como que ah, mira otra muestra más de la injusticia del mundo y de que Dios no me ama y de que yo no sirvo para nada y que la gente toda es mala. Usted sabe de que si usted adopta esa interpretación, usted se va a amargar y se va a hundir y se va a debilitar pero si usted dice: no, en el nombre del Señor yo voy a usar esto para ser más fuerte, para crecer más, para ser más como Cristo, para conocer mejor a mi Dios, para ver como Dios me va a sacar hacia delante, y usted se fuerza a interpretar ese evento de la vida en una manera diferente, usted sale a camino. Se lo digo en el nombre del Señor. Esos son los vencedores, esos son los ganadores, esos son la gente que cuando llegan a los 70 o a los 80 años usted los ve tan saludables y tan fuertes y tan lúcido. Y usted dice por qué esta vieja ha llegado a ese nivel, es decir, está tan fuerte, es por eso, sabe, porque decidió no darse por vencida cuando tenía 50, 40, 30 años y desarrolló hábitos de lucha y de resistencia y de fuerza. Y entonces por eso su mente se mantuvo recogida cuando llegó a la vejez y su cuerpo obedeció a los dictados de su espíritu, de sus emociones y también se mantuvo fuerte porque el espíritu domina al cuerpo y a la mente. Yo estoy ya dándome masaje mentales desde ahora, para que cuando llegue a los 80 años di Dios permite, estar fuerte y vigoroso en el Señor para servirle, pero estoy comenzando a entrenarme desde ahora, sabe? Al diablo le estoy diciendo, no vas a tener ni una pulgada de mi mente, ni de mis emociones, ni de mi cuerpo.

Hay que pelear hermanos.

Hay que luchar, hay que resistir, hay que tomar la espada en la mano y mantenerse fuerte en el Señor porque el espíritu siempre dominará al cuerpo y a la materia. Tu tienes el derecho de escoger lo que tu vas a hacer con la tragedia que te depare la vida. Si vas a dejar que te depriman y te hundan y te derroten y te debiliten o que te hagan más fuerte y más vigoroso y más noble y más capaz de aconsejar a otros y de animar a otros y decirle; mira, muchacha levántate porque yo pasé por eso y aquí estoy viva todavía, así que sigue adelante en el nombre del Señor y cuando usted hable usted va a hablar con la voz de la autoridad, porque usted va a hablar como el que estuvo allí en el campo de batalla y salió victorioso y si yo lo hice, tu lo puedes hacer también, dice el Señor. El venció en la cruz todo lo que le tiraron los hombres y el diablo. Salió victorioso de todo y El dice: tu también lo puedes hacer con mi ayuda, con mi presencia en tu vida. No deje nunca que la derrota lo amargue o lo debilite. Use la lucha de la vida para ser más fuerte y para ir más adelante y más alto en el Señor. En la esperanza como quiere Dios que seamos?, gozosos, seamos agresivos, seamos abundantes y después dice también aquí en la tribulación, como tenemos que ser? Sufridos, fíjese a mi nunca me ha gustado la palabra sufrido porque esa palabra lo que yo veo es una persona con un manto en la cabeza, lloriqueando en el piso, tirando lágrimas, sufrido, oh! Ella es una persona tan sufrida, a mi no me gusta la gente sufrida, porque no es lo que yo veo de la palabra de Dios. Por eso es que es tan lindo uno poder ir al original y entender estos pasajes.

La palabra que se usa para sufrido es upomenontes. Digan todos upomenontes. Di yo soy upomenonte. Es decir, usted es más bien la palabra es resistiendo. Dice en la tribulación, resistiendo. En la tribulación, firmes. Esa es la idea original. Cuando estén en la tribulación, se firme. Es mucho mejor esa interpretación que decir sufrido, porque sufrido es una persona que se tira ahí simplemente a decir, bueno, ay bendito, como dicen los portorriqueños. Esa resignación así sin huesos, sin espinazo. No, Dios quiere que tu seas firme en la tribulación, que seas resistente en la tribulación. Eso es lo que está diciendo la palabra del Señor. En toda tribulación mantente erguido, mantente fuerte en el Señor. Hay un sentido allí activo de desafío. Cuando visite la lucha y la prueba a tu vida, cuando venga la tribulación afírmate en el Señor. Yérguete y levántate en el Señor, busca allí en Efesios, Capítulo 6 y usted verá a qué me refiero. Me vino allí el recuerdo de lo que dice la palabra del Señor cuando viene la lucha en la vida. ¿Cuál es la postura del creyente? Es una postura de guerra, es una postura de resistencia, hermanos. En el Evangelio no hay lugar para los energúmenos, no hay lugar para los microbios, no hay lugar para los insectos espirituales, hay lugar solo para gigantes. Los gigantes son los que sobreviven en el Evangelio porque tenemos un enemigo que es un gigante y que no tiene misericordia.

Dice Efesios Capítulo 6, versículo 10: “... por lo demás hermanos míos, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza”. Por eso hermanos es que tenemos que estar continuamente fortaleciéndonos en el Señor, alimentándonos espiritualmente, leyendo la palabra, adorando al Señor, comiendo proteínas espiritual para poder mantenernos fuertes. “....Vestios de toda la armadura de Dios para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo porque no tenemos lucha contra sangre y carne sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales”.

Hermanos la lucha que nosotros tenemos como hijos de Dios no es cosa fácil. Nosotros tenemos un enemigo demasiado poderoso es el que gobierna todo lo que es, es la mafia espiritual de las tinieblas. Son los que tienen todo el control de toda la maldad, todos los crímenes, toda la violencia, toda la tragedia del mundo, esa mafia demoníaca la controla, y todo tiene que pasar por ese mafioso que se llama Satanás, que el Señor lo reprenda, y todos sus demonios que están debajo de él, y esa es nuestra lucha y por eso es que tenemos que estar fuertes, por eso es que el cristiano que se duerme, como dicen, camarón que se duerme se lo lleva la corriente. El cristiano que no está fuerte en el Señor, olvídese, va a ser débil y va a estar abierto a todo tipo de infección espiritual que venga a su vida y tenemos que estar fuerte porque cuando venga la tragedia a tu vida, cuando venga la tribulación a tu vida ¿que tu vas a hacer? si estás débil te vas a caer, te vas a ir de boca. Entonces dice “...por tanto tomad toda la armadura de Dios para que podáis resistir en el día malo y habiendo acabado todo estar firmes”. Cuando venga el día malo a tu vida, cuando venga la tribulación a tu vida, cuando viniera un diagnóstico de cáncer o tu hija queda encinta, o te dicen que ese dinero que tu tenías para tu retiro se acaba de hacer nada porque la economía cambió y perdiste todo ese dinero. Cuando tu matrimonio esté entrando en crisis o vengan problemas a tu carne, ¿qué tu vas a hacer? Tu tienes que resistir, dice la palabra del Señor, tienes que fortalecerte en el Señor cuando venga el día malo, llénate del espíritu santo, o antes de que venga el día malo, llénate del poder de Dios, llénate de la palabra de Dios para que tu puedas resistir cuando venga la tribulación, para que tu puedas estar firme en medio de la tribulación.

Uno de los valores más bellos de la palabra de Dios es la paciencia. Dios nos llama a tener paciencia, y paciencia puede decir tener paciencia para con los demás, pero hay un tipo de paciencia que es muy importante que es la paciencia cuando estamos en medio de la tribulación.

Busque allí, y ya voy terminando, Santiago Capítulo 5, es uno de los pasajes más bellos acerca de la paciencia en el versículo 8, 5, Santiago 5:8 dice: “... tened también vosotros paciencia y, mire aquí otra vez esta idea, afirmad vuestros corazones”. Tengan paciencia y afirmen sus corazones porque la venida del Señor se acerca. Mire aquí la conexión misteriosa de lo que yo decía antes, entre la venida del Señor y la fortaleza, el vigor, el resistir, en la mente del espíritu santo hay una conexión entre esas dos cosas. Según la venida del Señor se haga una realidad en nuestra vida, eso nos va a dar paciencia y fortaleza. Dice: “... hermanos, no os quejéis unos contra otros, bueno ya eso.... en el versículo 10 dice: “.... hermanos míos tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. He aquí tenemos por bienaventurados a los que sufren, habéis oído de la paciencia de Job y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo. Gloria al Señor”. En la prueba, hermanos hay que afirmar nuestros corazones, dice: afirmad vuestros corazones. Cuando hemos orado, hermanos, cuando hemos ungido, cuando hemos ayunado, cuando hemos reprendido a todos los demonios del infierno, y cuando hemos declarado todo lo que sabemos del poder de Dios en nuestra vida, y todavía sigue la prueba usted sabe la única carta que le queda para jugar, la paciencia y la firmeza y el aguantar en el nombre del Señor y no darse por vencido. No rajarse como dice los mejicanos, no se de por vencido nunca. Simplemente resista, firme, apriete las rodillas y que nadie pase por encima de usted, hasta que pase el día malo. Llegará ocasiones en la vida en que lo único que usted podrá hacer es Señor, dame fuerza hasta que pase la tormenta. Dame firmeza hasta que pase esta racha de maldad que hay en mi vida porque habrá situaciones en la vida que por más que tu ores y hagas todo lo que tu sepas hacer, Dios todavía te dirá, mira, por razones que solo El sabe tienes que aguantarte. No te puedo sacar de eso. El Apóstol Pablo, tres veces dice que vino ante el Señor para que le quitara un aguijón en su carne, tres veces, y qué le dijo el Señor: bastate mi gracia Pablo, lo siento mucho. Te he contestado muchas otras oraciones y te he dado muchas respuestas a tus oraciones, pero en esto, perdóname pero no te puedo sacar, así que mi gracia sea suficiente para ti.

Hermanos hay veces en la vida, hay pruebas en la vida que lo único que nos va a sostener es la gracia del Señor. A mi no me gusta darle a la gente respuestas fáciles, hay predicadores que le dicen a la gente: todo va a estar bien, no te preocupes que si tu estás en el Señor todo te va a ir bien, no vas a tener problemas, no vas a tener prueba financieras, todo va a ser salud y prosperidad y éxito. Eso es una mentira del diablo, a veces en la vida del creyente tienes pruebas y vienen dificultades, viene tribulación, vienen heridas, vienen fracasos, vienen faltas económicas, vienen desalientos y traiciones, habrá momentos, habrá tiempos en la vida del creyente que serán tormentosos y por más que usted ore, Dios en su gracia va a decir: no, no puedo sacarte, necesitas pasar, necesitas tomar esa copa. Como dijo nuestro Señor Jesucristo: “si es tu voluntad pasa de mi esta copa”. Y el padre dijo: “no tienes que pasarla, tienes que tomarla”. Y hay veces que Dios en su misericordia soberana y misteriosa va a decir: hijo mío, hija mía , lo siento mucho pero tienes que pasar por esta tormenta, no te la voy a quitar de encima, y lo único que usted va a poder hacer en ese caso es aguantar, resistir, mantenerse firme, no darse por vencido, no maldecir a Dios, no dejar de orar, no dejar de ayunar, no dejar de leer la palabra, no dejar de venir a la iglesia. Mucha gente se va de la iglesia porque le está yendo las cosas mal, y vuelven supuestamente cuando les va bien. Hermanos, el lugar para estar cuando hay prueba y tribulación es en la iglesia, en la casa de Dios. No te escapes por ahí, porque entonces el diablo te va a dar más duro todavía. No le des la espalda al diablo, al diablo hay que mirarlo a la cara en el nombre del Señor y decirle: tu no me vas a destruir porque el que está en mi es más poderoso que tu.... Hay que resistir es la única solución al problema.

Job, cuando estaba sumido en su tribulación más grande que había pasado más tiempo que lo que el pensaba que tenia que pasar, ¿sabe lo que dijo? Aunque él me matare, en él esperaré. Esa es el bottom line, como dicen en inglés. Aunque Dios me mate, yo voy a seguir confiando en El. El diablo en esa zona no puede entrar. Esa es una zona inviolable, es una zona de invensibilidad. La idea de que aunque no me vaya bien y aunque todo falle aparentemente todavía yo voy a seguir confiando en el Señor porque El es fiel y El sabe lo que El hace en mi vida.

Yo termino con esta palabra, de Abacuk Capítulo 3, versículos 17 y 18, dice “.... aunque la higuera no florezca, es decir aunque la economía se vaya de pique, aunque el petróleo cueste demasiado, aunque el invierno sea demasiado frío o lo que sea, “....aunque la higuera no florezca ni en las vides haya frutos, aunque falta el producto del olivo y los labradores no den mantenimiento y las ovejas sean quitadas de la majada y no haya vacas en los corrales, con todo yo me alegraré en Jehová y me gozaré en el Dios de mi salvación. ¡Aleluya! Jehová el Señor es mi fortaleza el cual hace mis pies como de siervas y en mis alturas me hace andar. Gloria en nombre del Señor”. Aunque todo vaya mal, aunque venga una racha de maldad y de dificultad y de problemas en mi vida, aunque todo parezca negativo y no haya una señal de esperanza, con todo eso yo me gozarse y me alegraré en el Señor. ¿Usted ve la idea? Es que usted tiene la opción de decidir cual va a ser su actitud en la vida, si va a ser una postura de gozo y de esperanza agresiva o va a ser una mentalidad de víctima que se deprima porque algo le anda mal, y usted se da por vencido y se echa a morir enseguida. ¿Cuál va a ser la filosofía que va a animar tu vida, mi hermano, mi hermana? ¿Cuál es la postura de vida que va a gobernar tu reacción cuando vengan los días difícil a tu vida, cuando venga la tragedia, cuando venga la tribulación a tu vida? Vas a dejar que el mundo te pase por encima o vas a decir no, el Señor el más poderoso en mi. Dios me va a sacar adelante, yo se que mi redentor vive, yo se que Dios es bueno y yo se que Dios es fiel. Quizás no puedo explicar lo que ha sucedido pero yo se que Dios sabe y El es coherente y es consistente en sus caminos. El no se contradice. El Señor nos de la fortaleza para ir un paso mas allá, hermanos y ser siempre esa gente que estemos gozosos en la esperanza y firmes en la tribulación.

Bajemos nuestra cabeza, recibamos esa palabra del Señor en esta vida. Abracemos la ética del gozo. Ahí está el título de este sermón: la ética del gozo, la ética del gozo. Yo escojo el gozo. Dite a ti mismo: escojo el gozo. Escojo la esperanza. Escojo la victoria. Escojo la identidad de guerrero y no la identidad de víctima. Escojo la alabanza y rechazo la depresión esta mañana. No voy a dejar que mis recuerdos del pasado, mis experiencias negativas del pasado me debiliten y me distorsionen y me tuerzan. No, el pasado yo lo voy a usar como leña para un fuego más grande todavía. Voy a quemar todas las experiencias del pasado que me han destruido. Si me violaron cuando era niña o mi padres no me afirmaron y no me animaron a seguir adelante, eso va a ser leña para mi fuego. No me voy a dejar deprimir por eso. Si me traicionaron en el pasado, si tuve un fracaso financiero y me tuve que declarar en bancarrota no voy a dejar de añorar algo y de esperar algo bueno que Dios tiene para mi, no voy a dejar de emprender cosas buenas, no voy a dejar de reírme, no voy a dejar de gozar de la vida, sino que escojo el gozo. La ética del gozo, esa es la ética que va a gobernar mi vida. Cuando llegue a la vejez y los huesos me crujan cuando me mueva, aun así me voy a gozar en el Señor. Cuando tenga que tomarme 10 o 12 pastillas cada mañana pero voy a decir: gracias Señor porque estoy viva, por lo menos y porque un día todo eso dejará de tener importancia porque tu me librarás un día de esta condición caída. Gloria en nombre del Señor, Gracias Padre. Recogemos el gozo en esta mañana, Señor, recibimos tu gozo, recibimos tu esperanza, nos afirmamos en ti, gracias porque siempre hay razón para vivir Padre. Mientras tu estés presente, todo lo demás es posible.¡Aleluya! Bendice a mis hermanos y mis hermanas en esta mañana.

Lord we choose hope and we choose joy and we choose victory over depression and defeat and hopelessness. Thank you because you are present in our life and therefore everything is well and we can know that good things are coming right around the corner because you are victorious in us, you are powerful in us.

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Romanos 12 (Parte 6)

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Vamos a continuar, hace ya varios domingos que hemos dejado este pasaje a un lado por diferentes cosas que han intervenido, ausencias, vacaciones, viajes, etc., predicadores invitados, todo lo demás pero queremos retomar este maravilloso pasaje y continuar su estudio hasta que podamos sacarle toda su enseñanza. Usted quizás no lo recuerde pero yo creo que se donde lo soltamos la última vez aquí en el servicio de las 9. Yo he tenido que mantener mucha buena vigilancia porque como tenemos el servicio de las 12 también, a veces no se muy bien donde terminé con uno y donde comencé con el otro. Vamos a ir allí un momentito, al Capítulo 12 de Romanos, en el versículo 9. La última vez con este servicio hablamos acerca de el amor que sea sin fingimiento, sin hipocresía, sin hipocresía decíamos que es una mejor traducción.

12:9 Romanos. Dice: “.... el amor sea sin fingimiento, aborreced lo malo, seguid lo bueno; amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros”. Vamos a dejarlo allí y continuaremos si es necesario con otro versículo.

Pero ustedes recuerdan que yo les dije que hice una traducción, consultando con recursos en el griego original en que está escrito y esta es mi propia traducción que yo haría de esto, aunque no soy un experto en el griego. Pero dice: el amor, sin hipocresía; aborreciendo lo malo, aferrándose a lo bueno, en el amor fraternal, siendo afectuosos, cariñosos; en cuanto a honra poniéndose delante unos a otros. Hay aquí unos 3, 4 principios que podemos sacar un momentito para estudiar lo que quiere decir estas cosas.

Déjenme ir un poquito hacia atrás para que usted vean el fluir de este texto, desde el comienzo del Capítulo 12. Hemos hablado, recuerdan que comenzamos con esta idea del Apóstol Pablo que no tengamos más alto concepto de nosotros que el que debemos tener. Es decir, es el corazón del mensaje y lo que el hace en los versículos siguientes es desarrollar esa idea central. Es decir, la actitud con que nosotros nos vemos a nosotros mismos y que vemos a los demás. Eso determina la conducta del creyente, su conducta ética, su forma de relacionarse con los demás, la forma en que se comporta en la iglesia, la forma en que desarrolla su vida de sacrificio al Señor. Hay tantos conflictos y tantas luchas en la familia, en los sitios de trabajo, en las iglesias, porque las personas que son parte de esas instituciones a veces hay individuos que no piensan de si mismos en la forma humilde, sabia, prudente y exacta, verdadera con que debe pensar. O piensan demasiado alto de si mismo o piensan demasiado bajo. O tienen un ego demasiado grande y un sentido de importancia demasiado grande, o tienen una autoestima muy baja y se echan al suelo. Entonces el Apóstol Pablo dice: Mire, véanse a si mismos como ustedes son, mídanse a si mismos, no se crean más importantes, más sabios, más dotados de lo que son, véanse con sencillez, miren a sus hermanos y vean las cosas que ellos tienen y las cosas que ustedes no tienen y traten de complementarse unos a otros. Esa es la primera parte, entonces hay dos segmentos que siguen donde el Apóstol Pablo desarrolla esa idea con caos específicos.

En los siguientes versículos comenzando en el versículo 4 hasta el versículo 8, el da diferentes cosas. Dice que pensemos en nosotros mismo como un cuerpo, que hagamos las cosas todos con un sentido de equipo, de unidad, y entonces da diferentes ejemplos en el servicio, en la profecía, en la enseñanza, en el compartir unos con los otros cuando tenemos una posición de liderazgo. Fíjense que toda esa parte del 5 al 8 tiene que ver con el servicio, el servir a los demás en la iglesia, o aun también afuera en la comunidad, pero es un llamado a ser prácticos, a ser humildes, a mantener un sentido de equipo, no estar solamente pensando en lo que a mi me interesa, lo que yo quiero hacer o lo que Dios me llamó a hacer, sino pensar en el cuerpo, pensar en la totalidad como lo que yo quiero hacer, o lo que creo que Dios me ha llamado a hacer afecta a los demás, porque mucha gente quiere hacer el bien pero son como bueyes metidos en una tienda de loza fina, dondequiera que se mueven tumban las cosas y rompen a diestra y siniestra. Y eso pasa en el matrimonio, pasa en diferente sitios, un hombre o una mujer no suficientemente consciente de cómo su personalidad afecta a su esposa o a sus hijos, o a su esposo y entonces están tan metidos en si mismos que rompen y destruyen y hacen daño porque son demasiado ensimismado. ¿Saben lo que quiere decir ensimismado? Quiere decir estar metido en si mismo demasiado. Yo creo que uno debe tener conciencia siempre de cómo mi vida afecta a los demás a mi alrededor, como mi comportamiento y mis buenas intenciones, en realidad afecta al cuerpo en su totalidad. Si no tenemos conciencia de eso vamos a hacer daño, y nos vamos a hacer daño a nosotros mismos.

Entonces esa sección del 5 al 8 tiene que ver con el servir y en el actuar en el contexto de una comunidad, sea cual sea. Ahora en el versículo 9 en adelante, yo creo que se refiere más que nada al aspecto de los sentimientos. Tiene mucho que ver con el amor, en todos esos versículos que siguen, y de las actitudes del interior, los sentimientos con que nosotros movemos. Entonces por eso habla de que el amor sea sin pretensiones, el amor debe ser sin hipocresía. Y yo señalé hace semanas, el amor debe ser puro, sin motivos ulteriores, sin agendas escondidas. La palabra aquí en el griego original es ágape, es el amor con que Dios ama, es ese amor sincero, ese amor puro, ese amor que no espera nada, ese amor que se da al que no merece ser amado. Es el amor que perdona, como dice en el Capítulo 13 de Primera de Corintios ese maravilloso pasaje, el amor todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta, es un amor puro. Está relacionado, de hecho, con ese versículo de que el que reparte hágalo con sencillez, en el versículo 8. Es decir que no haya capas allí ni agendas escondidas. El amor debe ser puro, inocente en el sentido de que el amor está sobre la palma de la mano y el que lo ve, sabe lo que está viendo. Cuando nosotros amamos siempre tenemos una agenda escondida, siempre estamos buscando algo para sacar de ventaja, eso no es amor. Eso es más bien, interés, que es muy diferente. Entonces dice, el amor sea sin pretensiones. El amor es así, dijo aquí, generalmente manchado por el egoísmo en muchos de nosotros, pero el amor Dios lo quiere como un diamante puro que brille por su pureza. Dios quiere purificar nuestro amor hasta hacerlo completamente desinteresado, como el suyo. Cristo vino, yo digo, cuando estábamos sumidos en pecados, cuando menos El tenía que venir, vino. Cuando menos nosotros merecíamos ser amados, el Señor se dio por nosotros.

Otra cosa, el amor involucra algo bien importante que es la honestidad. La honestidad debe ser un distintivo del cristiano. En la iglesia no debemos hablar unos de los otros, detrás de las espaldas. Debe haber transparencia, por eso dice el amor sea sin hipocresía. Muchas veces cuando llega el hermano, Oh Dios te bendiga, y le hablamos y luego,... es un sinvergüenza, no sabes lo que hizo, esto y lo otro. Hay que orar por el hermanito porque está haciendo esto, y le serruchamos el palo, le matamos la reputación, le sacamos todos los trapitos al sol y eso es hipocresía. Debemos tratarnos con respeto unos a los otros, hermanos. Debemos hablar la verdad siempre, unos delante de los tros. No debemos murmurar ni criticarnos en una manera destructiva, unos a los otros. Si yo tengo algo que decirle a alguien voy a tratar de hacerlo directamente en todo lo posible.

La Biblia dice: si tu tienes algo con un hermano, llámalo a parte primero para que no le hagas mucho daño a su reputación. La idea es yo creo, protege a esa persona lo más posible, protege su imagen publica, protege su nombre. No le hagas daño primero, anunciando sus defectos a todo el mundo y entonces si acaso queda algo después tu.... no primero llámalo y trata de contener lo más posible el daño al nivel personal. Ahora, si esa persona persiste en continuar en su comportamiento dañoso, dice: entonces llama a dos o tres más, testigos, y yo creo que debe ser gente madura y gente sabia, o una o dos, no tiene que ser mucha gente, gente que tenga capacidad espiritual para ser discretos y para ser maduros, y entonces vuelve a decirle: mira hermano, yo quiero resolver esto. Me está haciendo daño, te está haciendo daño a ti y traje aquí a este hermano para que el sea testigo y que el testimonie entre nosotros cual de los dos está mal. La idea es ya darle un poquito más de seriedad a esto. Ahora, si esa persona persiste en continuar haciéndote daño, o comportándose de una manera no debida, entonces si tienes derecho a hacerlo publico. Dice la Biblia que si una persona persiste así, entonces ya hay que darlo por perdido y hay momentos en que uno tiene que ser claro. El Apóstol dice: vivamos en paz con todos en todo lo posible. Si es posible. Hay momento quizás en que va a tener que haber un rompimiento, pero nosotros tenemos que hacer todo lo posible por resolver las cosas con amor.

La Biblia dice también: si alguien es sorprendido en alguna falta, ustedes que son espirituales, trátenlo con mansedumbre, corríjanlo con mansedumbre, mirándote a ti mismo, no seas que tu también seas tentado en la misma manera. Siempre tenemos que hacer las cosas con amor, con discreción, con gracia, con misericordia. Ese es el distintivo, por eso dice el amor sea sin hipocresías, sin fingimiento, sin cosas. Yo creo que la iglesia digo aquí, debe ser un refugio diferente de cómo el mundo allá afuera maneja las relaciones. Los cristianos tenemos un deber, hermanos, de hacer las cosas como Cristo nos manda, resolver los conflictos como Cristo nos manda. Tratarnos en el amor y en la sinceridad de Jesús. La iglesia no deber un lugar para cabildeos y jueguitos de corte real donde todo el mundo está cuidándose las espaldas porque no sabe quien le va a meter el puñal. Debe ser un lugar donde todos nos tratemos con sencillez y con honestidad y con amor y con ternura unos a los otros.

Finalmente si tienes un conflicto con alguien, apresúrate a resolverlo para que no haya ocasión para hipocresía o murmuraciones. La iglesia no deber ser un sitio donde los conflictos duren demasiado tiempo. Eso es algo que si alguien te ofendió haz todo lo posible por pronto resolver el problema para que el amor no sufra eso. Porque ¿qué pasa? Si tu tienes algo contra tu hermano, y están peleados y no se están hablando, y no se están mirando, ¿qué pasa? Eso hace daño primeramente al cuerpo, porque esa pugna, esa enemistad es como una herida que tiene el cuerpo, es como una cosita y una irritación que hace daño a todo el cuerpo. Quizás tu crees que no porque es solamente el y yo, pero no, eso está afectando porque somos una totalidad. Entonces además te afecta a ti y es importante que los cristianos... a veces tu no vas a querer resolver una pugna con alguien, pero tienes que hacerlo porque eres un cristianos y tu posición cristiana te obliga a buscar reconciliación. No quiere decir que tu tienes que volver a tener la misma amistad que tenías antes con una persona, pero si por lo menos aclarar, que haya un cese de fuego. Usted cogen sus pistolas, le sacan todas la balas y la esconden otra vez en la gaveta. Decimos que vamos a tratarnos civilmente, vamos a tratarnos como hermanos, somos hermanos. Y eso es importante que.... por eso es que el amor es algo bien, bien complejo, pero es algo muy, muy bello, cuando es el amor de Dios. Entonces por eso el Apóstol Pablo dice: el amor sea sin hipocresía, sin pretensiones, sin fingimiento. ¡Que hermosa enseñanza!

Entonces la segunda cosa que dice aquí: aborreced lo malo y seguid lo bueno. Aborreciendo lo malo, siguiendo lo bueno. La palabra que se traduce seguid es coltomenoi y en realidad al español la traducción no dice todo lo que verdaderamente debiera decir. Coltomenoi es una palabra que quiere decir aferrándose. En inglés de hecho la traducción dice cleave to what is good. “Cleave” quiere decir aferrarse. Es pégate con uñas y dientes, esa es la idea. No es lo mismo que decir seguid lo bueno. En el griego original cuando Pablo escribió mas bien es aférrate, agárrate como si tu estuvieras con esos muñequitos está agarrado del ala de un avión y el avión está doblando para poder aguantarte a todo lo que da. Esa es la idea. Aférrate a lo bueno, aborrece lo malo y aférrate a lo bueno.

La idea es dos emociones y dos actitudes fuertes, intensas. Aborrece la maldad y el pecado y agárrate por tu vida al bien. Amárrate todo lo posible. Usted ve que es mejor la idea aquí, y esto tiene implicaciones muy profundas. Se necesitan emociones fuertes, hermanos, para agradar a Dios. La persona tibia no agrada al Señor. Usted recuerda lo que dice una de las cartas a la Odisea en el Libro de Apocalipsis, Capítulo 3 en la Carta a las Iglesias, dice “por cuanto si fuera frío o caliente, dice el ángel a la iglesia de la Odisea, yo te toleraría, pero cuanto no eres frío ni caliente, sino que eres tibio te voy a vomitar de mi boca. Es como el agua tibia. ¿usted ha tratado de tomar agua tibia, qué pasa? No me tienen que contestar. Da nausea el agua tibia, y eso pasa a los cristianos tibios que son indiferentes al pecado o a la virtud, el Señor los mira con distancia. Nosotros tenemos que ser fervorosos en lo bueno. Tenemos que amar lo bueno y tenemos que aborrecer lo malo.

La iglesia se ha acostumbrado al pecado y estamos tan familiarizados ya con el pecado que nos hemos hecho insensibles. Vivimos en una cultura donde hay tanta maldad y tanta corrupción, aún dentro del pueblo de Dios que ya como que decimos: Hey, si yo no caigo en esos pecados peores y más reprensibles, pues, está bien. Y ya vivimos en un mundo que se ha acostumbrado. Y hay tantas cosas que antes la cultura cristiana consideraba totalmente intolerable, que hoy en día, pues nos hemos acostumbrado y las practicamos.

Yo mismo tuve una lucha esta semana porque se me invitó a ser parte de un panel en el Boston Children’s Hospital, el Hospital de Niños de Boston, hace tiempo me invitaron a ese panel, era para esto del mes de la hispanidad. Era un panel sobre medicina alternativa, cómo la comunidad latina usa diferentes medios alternativos de sanarse, aparte de la medicina tradicional. Me invitaron a mi como pastor evangélico para que yo hablara de cómo nosotros los hispanos en el mundo evangélico vemos la sanidad. Creemos en la sanidad sobrenatural, la sanidad de Dios, la sanidad de las emociones, la liberación espiritual, todo esto. Yo creo hermanos que nosotros tenemos que aprovechar todas las oportunidades posibles de testificar. En ese lugar había médicos, había trabajadores sociales, psicólogos, psiquiatras del Hospital Children’s Hospital y yo veo eso siempre como una gran oportunidad para hablar del Evangelio, presentar las cosas, lo único era que los otros del panel, uno era un santero que iba a hablar acerca de cómo la comunidad latina usa la santería para sanidad. Ese era mi colega en la presentación. El fue quien me siguió y el tenía sobre la mesa todas sus cosas que hace, yerbas y todas estas cosas, hasta tenía un pote de “bronquiplos” y toda una cantidad de cosas.

El caso es que yo pensaba después, yo mismo me dije: Señor, verdaderamente habré hecho yo bien. Después me examinaba delante del Señor. Yo creo que me siento tranquilo porque Dios sabe yo estoy allí para testificar, lo que quiera hacer otra persona, eso es asunto de ellos, pero de todas maneras yo pienso esto; lo uso como una ilustración. Hoy en día gente de ciencia y todas estas cosas, y que una persona que representa a la iglesia de Jesucristo y una persona que practica la brujería y el espiritismo, como el habló acerca de su santos y sus espíritus, así mismo fue todo vestido de blanco como usan los santeros, y todo este tipo de cosas. ¿Qué pasa? En la mente de la gente que está ahí sentada, me preocupé porque digo: la gente podría pensar como que, si hay un pastor evangélico allí y está hablando al lado de el, pues eso es una medicina alternativa también. Es legitimo ir a donde el santero, y no saben que lo que están haciendo es endemoniándose. Cuando usted busca a los diablos, a los espíritus para sanarse, usted esta dando una licencia para entrar en su vida. Usted los está reconociendo que ellos pueden hacer algo por usted y el demonio nunca hace nada, ni a su madre misma, por bien, siempre le saca provecho. Y el puede, porque tiene poder, quizás neutralizarle su enfermedad pero después le va a venir algo diez veces peor. Nunca deje que el enemigo jamás le lleve a esa trampa de usar o consultar nada que sea prohibido por Dios.

Pero mi punto este: hoy en día no es nada fuera de lo común ver a un santero y un pastor evangélico hablando en un mismo foro y la gente antes quizás, vería; no, como una brujería, santería, no. Pero hoy en día convivimos y muchas gente nos ve como que somos de la misma calaña, de la misma profesión, solo que uno sana con espíritus y yerbas, y otro sana con religión. Entonces que pasa, que la gente se endurece y la gente se va adormeciendo, se acostumbran al mal. Ven la idea. Porque ya lo ven como algo respetable, ya el mal se mueve en círculos respetables, y la gente va perdiendo ese temor sano del mal y de lo oscuro, de lo demoníaco, de lo tenebroso. Y ya como que se convierte en algo. Y vivimos en mundo así, donde ya se practican tantos pecados como vemos con el matrimonio homosexual y todas estas cosas, y vemos tantas otras cosas también, la promiscuidad, el adulterio, la injusticia, tantas cosas que son dañinas y los practicamos como si no tuviera ninguna consecuencia. Y no nos hinca la conciencia, no vemos nada de malo con estas cosas y entonces, la gente está en la iglesia y poco a poco el mal... vamos siendo anestesiados y vamos perdiendo ese temor y ese odio a la maldad y al pecado. Y entonces, la palabra dice: aborrezcan lo malo. No es que simplemente lo miremos así con un poquito de sospecha, no, dice: aborrézcanlo.

Pidámosle al Señor, hermanos, que nos haga bien sensitivos al pecado. Que si pecamos enseguida sintamos el hincamiento de una conciencia tierna delante del Señor, y que busquemos rápido el perdón de Dios y arreglar las cosas delante del Señor, pero no practicarlo. La ley dice que el que practica el pecado no es de Dios. Tengamos cuidado, hermanos, porque somos cristianos, somos hijos de Dios, somos hijos de la luz. Entonces tenemos que aborrecer. A veces leía a un comentarista de este pasaje, dice que a veces no aborrecemos el mal tanto como las consecuencias del mal. Diferente, aborrecemos lo que nos puede causar cuando hacemos el mal, pero hay un nivel mucho más alto todavía que es cuando el mal en sí independiente de sus consecuencias nos provoca una reacción negativa porque el amor de Dios y la presencia de Dios habita en nosotros. Como Dios aborrece el pecado, así también nosotros tenemos que aborrecer el pecado. Pidámosle al Señor que haga nuestra conciencia tierna. Amen. Y que nos haga gente que aborrezcamos el mal, que no podamos tener comunión ni convivencia con el mal porque simplemente no es para nosotros. Ahora, no seamos negativos, solamente también hay que aferrarse a lo bueno. Porque en nuestra naturaleza humana no es dada a lo bueno. Esa es la verdad. Tenemos una naturaleza caída, solo por la misericordia del Señor podemos amar lo bueno. Y a veces, hermanos, para usted hacer el bien va a tener que apegarse con uñas y dientes, porque su naturaleza no va a querer hacerlo, su carácter, su personalidad, sus defectos, nuestros defectos no nos van a mover hacia el bien. Nadie, ninguno de nosotros, yo creo que por naturaleza personal gravita hacia el bien. Si queremos hacer el bien, tenemos que coger 17 sogas y tirárselas al bien y amarrarnos a ella con todo lo posible para permanecer dentro del bien, porque es fácil uno salirse del marco del bien y por eso es que uno tiene como que hacer un voto a muerte con el bien.

 

Hay muchos pasajes en la escritura que habla de gente así, decidida. Uno de ellos es Daniel. Ustedes recuerdan el pasaje en Daniel, Capítulo 1, creo que es el versículo 8 donde dice que Daniel, cuando estaba en la corte babilónica como un judío joven que había sido llevado a Babilonia, esa corte donde se practicaban todo tipo de cosas, y la comida era ofrecida a los dioses, antes de ser comida por la nobleza, Daniel no quiso corromperse. Daniel aborrecía el mal, aborrecía esa idea de el contaminar su cuerpo con una comida sacrificada a dioses inmundos. Y saben lo que hizo Daniel, dice que propuso en su corazón no contaminarse con la comida del rey. El propuso en su corazón, a mi siempre me ha impactado eso. La idea es que el hizo una decisión firme. El tomó una determinación tajante. El hizo un pacto a muerte con Dios, yo no me voy contaminar espiritualmente. Otros jóvenes judíos no tuvieron ningún problema y comieron de la comida, pero el quiso estar en un nivel mucho más alto, y propuso en su corazón. Y es difícil porque la presión fue grande para que el comiera de la comida. Había presión social, había presión profesional, su futuro como líder de una corte estaba involucrado porque estaba siendo entrenado para entrar en la corte del rey, todas estas cosas, pero Daniel midió el costo, y midió una cosa y la otra y entonces dijo no: no, en el nombre del Señor aunque me digan lo que me digan, aunque me propongan lo que me propongan yo me voy a contaminar. Se aferró al bien. Usted ve la idea.

A veces, hermanos, la única manera en que nosotros vamos a poder sobrevivir en este mundo es haciendo una decisión firme y clara a favor del bien, del bien y agarrándonos a eso con uñas y dientes. Este es un tiempo, en el que estamos viviendo, que es así. La única forma que usted y yo vamos a sobrevivir en esta cultura corrupta en que vivimos es aferrándonos al bien y diciendo no importa que yo voy a mantener mis valores firmes y claros, y si mi botan del trabajo, que así sea. Si tengo que abrir un ventorrillo para vender plátanos y yuca, y pierdo mi profesión, amen. Lo voy a hacer, porque yo prefiero mantenerme pegado a los valores del Reino de Dios. Hay mucha gente que se está deslizando por la pendiente y solamente aferrándonos al bien, podremos mantener nuestra postura.

Dice también aquí: “amaos los unos a los otros con amor fraternal”, y de nuevo la idea original es que el amor.... ámense con cariño, muéstrense afecto, muéstrense afecto familiar como si fueran familias. En el amor fraternal, sean cariñosos. La palabra es filostorgos. Filos es la palabra amor, y storge es la palabra que se refiere al cariño de la familia, de la amistad, el afecto, la expresión externa de amor. Ya el habló del amor sin fingimiento. Ágape, allí la palabra que se usa es ágape. Pero aquí la idea es que también tenemos que ser cariñosos, y esto es algo que varias veces en la escritura surge esta distinción entre amor sublime, amor como el de Dios, un amor puro y perfecto y el cariño y el afecto fraternal. En el español lo traducen afecto fraternal.

Hace tiempo estudiamos un pasaje en Segunda de Pedro, donde había una serie al amor, añadid, la fe, y el conocimiento, al conocimiento, añadid esto y lo otro... bueno, y ahí también habla de eso. Comienza con el amor y en una parte dice también el afecto fraternal. Después de dominio propio y otras cosas.... afecto fraternal. Porque no es lo mismo, y ustedes recordarán que yo decía que una persona a veces puede decir: Oh, yo estoy dispuesto a dar mi cuerpo por la humanidad. Hay tanta gente por ahí que ama en teoría. Mucha gente, muy amorosa por la raza humana, pero que le pisen los cayos para que usted vea como cogen un bate de una vez y le vuelan la cabeza a cualquiera. Que le propongan construirle una iglesia al lado de su propiedad y que le quite un poquito de luz, para que usted vean que no les importa que se vaya medio mundo al infierno porque le están quitando su ventana. Ustedes saben a que me refiero. Hay mucha gente que es tremendamente liberal y usted los ve que hablan de justicia social y de injusticia y todo esto, pero que le pongan al lado un centro de rehabilitación de drogadictos o de mujeres con crisis de embarazo, y no lo quieren porque le va a bajar el precio de su propiedad y eso está más alto que la salvación de la humanidad. Es como que de momento toda su amor teórico se disipa y se vuelve nada. Porque no tienen un amor a ras del suelo, amor práctico. Y hay muchos cristianos que somos así, amamos y estamos dispuestos.... por eso es que Pablo dice “si yo diese mi cuerpo para ser quemado y esto y lo otro” Amamos en teoría, amamos a todo el mundo, amamos a la humanidad pero cuando da el momento de compartir con un hermano en su necesidad o simplemente saludar a alguien que se ve solito al final del servicio, no, porque tengo que irme a cocinar o porque tengo otros hermanos que quiero saludar, en vez de ir hacia esa persona, porque el amor de Cristo, el afecto fraternal le compele. Usted ve hay una diferencia entre amor sublime y afecto práctico. Y nosotros tenemos que pedirle al Señor, Señor hazme una persona que tenga ese afecto.

Sabe de que aquí somos todos hermanos, usamos esa palabra hermanos, hermano para acá, hermano para allá que ya no quiere decir nada. Es como una moneda que ya se desgastó de tanto manosearla, pero tenemos que volver a esa idea de que en esta iglesia nosotros somos parte de una familia. Si Señor, el colombiano, mire al dominicano con afecto, aunque no hable con todas las ies y las eles donde tienen que ir. El guatemalteco ame al panameño, aunque haya habido una guerra hace cien años entre los dos países. Yo no se si la hubo, pero ya ahora en Cristo somos hermanos, somos familia. ¿Usted entiende a lo que me refiero? Somos miembros de un cuerpo y tenemos que el rico, la persona que tiene su dinero y su cuenta de banco debe amar al hermanito que no tiene nada. Debemos expresarnos amor, cariño, afecto unos a otros, y soportarnos, y apoyarnos y saludarnos y mostrarnos afecto, porque somos una familia. Y si hay alguna diferencia la tenemos que resolver como familia. Cuántas veces usted peleó con su hermano, verdad que sí y sin embargo usted no se cambió el nombre, algunos quizás lo han hecho, pero no todos. La mayoría no lo hace, se pelean, se jalan los moños, pero a los tres días están comiendo otra vez en la casa juntos, porque son hermanos y tienen la misma sangre corriendo por sus venas y saben que están endeudados el uno con el otro, por ese pacto de familiaridad y nosotros somos así. Somos una familia, debemos mostrarnos cariño, debemos mostrarnos amor unos a los otros. Debemos cultivar compañerismo y amistad cristiana activamente. No podemos solamente venir los domingos y luego desaparecernos. Una de las cosas buenas y malas de la iglesia Evangélica es que no es como..... yo amo.... no estoy criticando a los católicos, pero usted va a misa y ¿qué pasa? La gente va allí, se persigna y todo el mundo para sus casas, no hay compañerismo, eso quizás está cambiando un poquito, pero a veces venimos al Evangelio y creemos que es la misma cosa. Cada cual viene, nos sentamos aquí, cada uno hace sus cosas, nos enchufamos a la adoración o lo que sea, y después cuando terminó el servicio nos desenchufamos, nos enrollamos nuestra cuerda y nos vamos todo el mundo para la casa. Hasta que vengamos el próximo domingo. Yo creo que la relación de adoración es como más bien como cuerdas que se cruzan, hacemos una red de adoración y de alabanza y estamos intercalados unos con los otros y tenemos que.... yo no creo en esto de venir a la iglesia simplemente y después se va uno y no tener comunidad, para bien o para mal, aunque se pongan desodorante o no, tienes que amarlos. Tienes que saludarlos, tienes que invitarlos a tu casa, tienes que comer con ellos, hermanos, eso es así. Eso es parte del amor cristiano, y eso es uno de los privilegios grandes, en las iglesias a veces, sí hay pugnas y hay murmuraciones y cosas pero yo prefiero eso, a una iglesia donde nadie se habla y nadie se conoce, y entonces no hay oportunidad ni siquiera para pelearnos. Gloria a Dios, hoy nos peleamos entonces quiere decir que estamos teniendo relación por lo menos. Pero lo ideal es que tengamos relación y sea sincera, afectuosa, cariñosa, que cultivemos cariño, unos con los otros.

Finalmente, termino con esto: “poniéndose delante unos a otros”. Aquí dice: “prefiriéndoos los unos a los otros”. Esa palabra prefiriéndoos es muy fino pero en realidad la idea es anteponiéndonos unos a otros. Peleándonos para que el otro esté delante. No es como cuando se dan las comidas aquí en la iglesia, que están peleándose por ir primero al sitio donde se está sirviendo la comida. ¿Usted ha visto eso? De momento a un lado el amor, el cariño, el amarnos unos a otros... uno va como una bala directo a donde está la comida para ser el primero en comer. Y olvídese de los demás y si hay 7 camarones, 6 son para mí, los otros que se la bandeen como puedan. Eso no es, la idea es.... yo le voy a rogar al Señor de que como un milagro inmenso, de que un día los hermanos estén peleándose: no, vaya usted primero hermano, sírvase usted primero. No, no, no, por favor, usted, usted. No, le suplico, usted primero. ¡Qué bueno sería si yo viera eso! Si yo viera eso, hermanos yo diría, Cristo ya viene mañana.

El Señor dice: anteponiéndose unos a otros. Muchas veces en la iglesia esto es todo lo contrario, buscamos más bien la preferencia, lo que me deben a mi, lo que me tienen que hacer a mi, yo soy primero porque yo hice más, etc. Yo estoy aquí desde que la iglesia que se fundó y he dado más diezmo, por lo tanto tengo más derechos a hacer esto o hacer lo otro. Dice pónganse adelante unos a otros. Ustedes recuerdan el caso de los dos discípulos que se acercaron a Jesús, con su mamá de hecho, para que cuando el Señor estuviera en su Reino, ¿qué pasara? Que lo pusiera uno a su izquierda y el otro a su derecha, dos vicepresidentes. Ni siquiera le pedieron “hazme un representante, un senador”. No, ponme a tu derecha y a tu izquierda, y entonces los demás discípulos cuando se dieron cuenta de lo que estaban haciendo, se molestaron, no porque estuvieran haciendo algo malo sino porque ellos también querían lo mismo. Entonces el Señor Jesús viendo sus corazones dijo: miren, vale la pena leer ese pasaje que está en Mateo Capítulo 20. Les dijo, ustedes saben que los gobernantes de las naciones, 20, 25 se enseñorean de ellas y los que son grandes ejercen sobre ellos potestad, más entre ustedes no debe ser así, sino que el que quiera hacer grande entre ustedes tendrá primero que servir a los demás y el que quiera ser el primero entre ustedes tendrá que ser su siervo. Así como yo no vine para ser servido sino para servir y para dar mi vida en rescate por muchos. Hermanos ese es el espíritu que debe gobernar nuestras vidas, es un espíritu de poner a los demás enfrente. No piense tanto en usted mismo como piense en los demás.

Hermanos la mejor manera de usted ser feliz en la vida es pensando en los demás. Piense en los demás y usted verá que será bendecido. Cuando usted solamente piensa en sus derechos y en lo que se le debe y en lo que usted tiene derecho de hacer, ¿sabe qué? usted termina infeliz. Déjenme decírselo inmediatamente, usted puede que gane algo a corto plazo, pero a la larga usted va a perder porque lo obtuvo conforme a practicas ilegítimas delante de Dios y usted lo que está haciendo es engañándose. Eso que usted obtiene violando los principios de Cristo se le va a hacer agua y arena en los dedos. Mejor sufra pérdida y haga las cosas en el amor y la integridad de Jesús que haciendo cosas contrario al espíritu de Jesús, porque eso es una ganancia falsa, ilusoria, no le va a rendir al final. Pero cuando usted pone a los demás frente y usted piensa en el bien de los demás, aunque usted sufra pérdida el Señor le dirá: no te preocupes, yo te lo voy a reponer, tranquilo. Hay más de donde vino eso. ¡Qué bueno es! Vamos a ser felices, vamos a ser saludables.

Hermanos quiera el Señor que nosotros podamos vivir en esa manera. Amando sin hipocresía, siendo afectuosos y cariñosos unos con los otros, poniéndose por delante unos a los otros y perdonándonos unos a los otros si tenemos algo unos contra otros.

Bajemos nuestras cabezas un momento. Al prepararnos para celebrar la santa cena, quiera el Señor que lo podamos hacer en esa actitud, en esa transparencia, en esa humildad. Si tu tienes algo contra tu hermano, ahora mismo te pido perdonalo, ahora mismo, ahí en tu espíritu. No albergues el resentimiento. Si tu amor no ha sido todo lo puro que debiera ser, pídele al Señor que purifique tu amor. Si tu afecto hacia los demás no ha sido todo lo practico que pudiera ser, pídale al Señor que te haga ahora mismo una persona que practique afecto fraternal.

Señor, todos nosotros aquí necesitamos tu trato en esta mañana, necesitamos que tu purifiques nuestra vida, que nos ayudes a amar el bien con pasión y a aborrecer el mal con igual intensidad, que purifiques nuestro amor y lo hagas limpio y sencillo, que nos quites esa excesiva conciencia de nuestro yo y nos hagas tan concientes del valor que hay en los demás de manera que los veamos a ellos quizás hasta mejores que nosotros en un sentido. Perdónanos Padre, queremos ser mejores, sabemos a donde tu nos has llamado, a qué meta y la abrazamos en esta mañana. Y te decimos espíritu santo haznos más como nuestro Señor. Límpianos, purifícanos y haznos más como Cristo. Perdónanos por imponer nuestras agendas sobre los demás. Límpianos. Gracias, Jesús, en tu nombre. Amen. Amen.

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Cristianos y los asuntos del Cesar (Ester 4:13)

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Quiero leer un par de versículos del Libro de Esther. Vamos al Capítulo 4. Vamos al versículo 13. Y es un pasaje que muchos hemos escuchado antes. Es un pasaje que conocemos y se ha aplicado en muchas diferentes maneras, pero quiere aplicarlo en el sentido de este tema que me concierne en esta mañana. Dice aquí:

“... Entonces dijo Mardoqueo que respondiesen a Esther: “No pienses que escaparás en la casa del rey más que cualquier otro judío. Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos; más tu y la casa de tu padre pereceréis, y quien sabe si para esta hora has llegado al Reino.”

Padre nos encomendamos a ti, Señor, en un tema delicado y pedimos tu sabiduría y tu dirección. Guíanos al deliberar, al meditar sobre tu palabra, Señor. Que sea con tu bendición. Guarda nuestra boca, Señor de excesos o de espíritu que no sea conveniente, Señor a tu lugar de adoración. Ayúdanos a hablar en una forma sobria y humilde, Padre para gloria tuya y para bendición de tu pueblo. En el nombre de Jesús. Amen.

Esta es la primera vez en 20 años de ministerio, con esta iglesia que yo hablo sobre este tema de la participación política del hijo de Dios, de la hija de Dios. Y no lo digo sino quizás para mi vergüenza, porque es un tema muy importante para el pueblo de Dios. Porque yo creo que en realidad la participación del hijo o la hija de Dios en el proceso secular es algo que debe permear todos los aspectos de la vida, debe estar integrado a todas las demás cosas. Yo creo que la participación del cristiano en el proceso político es algo que es casi como que se sobreentiende hasta cierto punto y que nosotros tenemos que estar en cada... Yo he predicado sobre eso en muchos diferentes sermones, y yo creo que el envolvimiento de nuestra iglesia en el trabajo comunitario, su creciente involucramiento en diferentes áreas de la vida de la comunidad, expresa ese sentido y por eso quizás nunca le he dedicado un tema específico a este asunto, pero yo creo que los tiempos en que vivimos, es importante que la iglesia tome tiempo para reflexionar sobre estas cosas en una manera específica y deliberada.

Yo creo que el deber de la iglesia, en este caso, en tiempos de mucha polarización y donde hay posiciones claramente definidas y donde hay mucha lucha y mucho conflicto entre diferentes grupos, y también hay tanta confusión en nuestro tiempo, yo creo que el llamado de Dios a su iglesia es que los líderes espirituales le proveamos al pueblo guianza, consejo, por lo menos hasta donde nosotros podemos, donde tenemos luz y eso quiere decir que quizás nos vamos a equivocar.

7:16 Tenemos que hablar, tenemos que hacerlo con humildad. Yo se que ustedes como gente madura en el Señor, se sentirán libres para hacer sus propios pensamientos y discrepar o estar de acuerdo, por eso es que es tan importante conocer la palabra de Dios porque esta sí es absoluta, esta nunca se equivoca.

8:54 Creo que la palabra del Señor no está condicionada a la historia, ni a los eventos, ni al corazón de la gente, contiene elementos sumados pero la palabra de Dios es absoluta y es eterna, y es confiable y una vez que nosotros sabemos que dice la palabra del Señor no tenemos derecho de discrepar de ella. Una vez que nosotros sabemos lo que es la palabra del Señor tenemos que sujetarnos a ellos. En última instancia, yo creo que gran parte de la división que hay en el mundo hoy en día, cristiano y en la sociedad, gira en una manera u otra alrededor de ese elemento básico. ¿Qué vamos a hacer con la palabra de Dios? La vamos a relativizar y la vamos a hacer algo subjetivo abierto a cuestionamiento o vamos a someternos a ella y creer. Esta es la palabra del Señor y por lo tanto callemos y sometámonos a ella.

11:33 ¿Qué hacemos cuando la palabra del Señor nos pide que hagamos algo que no es agradable para nosotros? ¿La echamos a un lado o nos sometemos a ella? Lo primero que quiero decir, hermanos, es que nosotros estamos llamados como pueblo de Dios a participar en los procesos humanos. ¿Si o no?

Cristo dijo que estamos en el mundo aunque no somos del mundo. Cristo dijo que estamos en el mundo y eso quiere decir que mientras estemos aquí tenemos que participar de ciertas cosas. El dijo “dadle al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios”, Algunas veces es interpretado como eso quiere decir que al Cesar que breguen los del Cesar con los asuntos del Cesar y nosotros nos vamos a concentrar en los asuntos de Dios. Yo no creo que eso fue lo Cristo quiso decir, sino lo que El dijo es... Como ese otro pasaje que dice que al que hay que darle honra, dele honra. No le deban a nadie, nada. Al que honra, honra; al que respeto, respeto, etc. Hay cosas que hay que darle al Cesar porque le pertenecen a el y Dios es un Dios que se sujeta, hermanos a sus propios dictados y El ha establecido un sistema social, un sistema político para que la gente se mueva dentro de el. Dios ha establecido orden, ha establecido una sociedad y ha establecido también principios espirituales eternos y nosotros tenemos que saber cuando movernos en un mundo y cuando movernos en el otro.

Entonces a veces nuestra identidad humana nos va a llamar a ser ciudadanos y ser respetuosos de las leyes y participar en los procesos sociales, políticos y en otras ocasiones, como miembros del Reino de Dios, vamos a tener que participar en las cosas espirituales. Pero, hermanos, abandonemos esta idea esquizofrenica de una división rotunda entre una cosa y la otra. Las dos cosas son parte de nuestro llamado y de nuestra identidad.

15:51 Ahora, hay una cosa importante, otro punto importante es este; que cuando los reclamos de Dios y del espíritu están en contradicción con los reclamos de Cesar, ¿a dónde va a estar nuestra lealtad? Con Dios, con la palabra de Dios y con el espíritu.

Cuando nosotros nos encontramos una situación de contradicción entre los reclamos del Cesar y los reclamos de Dios, con temor y temblor nosotros tenemos que decir: no voy a obedecer. Como le dijo el Apóstol Pedro a los miembros del sanedrín que querían que dejaran de predicar, dijo el: Es más importante obedecer a Dios que a los hombres. En todo lo posible hermanos, nosotros como ciudadanos, como gente que se mueve en el reino material humano, nosotros debemos ser muy respetuosos de las leyes, siempre y cuando esas leyes no contradigan leyes superiores que vienen del Reino de Dios. Nosotros tenemos que obedecer siempre los principios del Reino de Dios y por eso es que tenemos que ser gente respetuosa de las leyes. El Apóstol Pablo habla de que nosotros respetemos las leyes. Yo creo que el cristiano escoge la rebeldía solo como una postura de último recurso. Yo creo que la inocencia que Dios nos da es una inocencia que no es estupidez. Nosotros podemos juzgar. Dice la palabra que el hombre espiritual juzga todas las cosas pero el amor de Dios, lo que pasa que el discernimiento del cristiano es un discernimiento sano que está templado por el amor de Dios, no tiene púas, y esa es la diferencia.

21:1 Así que nosotros tenemos que discernir todas las cosas. Otra cosa también muy importante es que hay ocasiones en que nosotros tendremos que, con dolor de nuestro corazón, quebrantar las leyes.

Daniel tuvo que resistir al rey cuando el rey le pidió que no orara al Señor. Este hombre es la parte del sistema pero tenía también mucha, mucha integridad. Nosotros tenemos que votar por eso es que es importante votar. El sistema político en que nosotros estamos es un sistema representativo y si nosotros queremos que ese sistema funcione bien, tenemos que participar en el. Tenemos que dejar saber nuestra opinión, tenemos que participar. Yo creo que eso es parte de respetar las leyes. Yo no creo que sea una cosa opcional, para nosotros respetar el sistema yo creo que dejar saber nuestra posición. No podemos ser neutrales.

23:35 Esto es lo que yo veo aquí en el Libro de Esther, Esther estaba en una situación bien difícil. Era una situación extremada donde Esther tiene que tomar una decisión, ¿participo en le proceso político o simplemente me abstengo de hacerlo? Ustedes saben la historia, había un decreto que había sido dado por el rey sin el saber, lo habían manipulado para que el diera este decreto, de que todos los judíos tenían que ser exterminados. Saben que el odio contra los judíos no es algo del siglo XX, es algo que está hace mil años. Hay principios espirituales involucrados en ese odio contra los judíos.

Era una ley de la tierra. Era un decreto ya que estaba en el sistema, Cesar había declarado que los judíos tenían que morir. Esther al principio no hizo nada sobre el asunto. El tío de Esther estaba orando pidiendo una solución y le envía a Esther un mensaje, que dice: Ester, tu tienes que hacer algo. Y le dice: Mira, Y si tu no haces nada, Dios en su misericordia, el va a encontrar una manera porque el es el Señor. Pero, te habrás perdido una oportunidad de ayudar, y quién sabe en las primeras matanzas que hagan, tu también te vas a ir. No creas que porque tu eres la reina te vas a escapar. Así que es en tu propio interés también que tu participes en este asunto. Y el dice: Y quien sabe si tu has venido al reino para un momento como este. Y el añade estas palabras famosas. ¿Por qué? Porque Mardoqueo vio a esta mujer en una posición de poder, acceso directo al rey, ella puede hablar en una manera que nadie, ningunos de nosotros puede hacerlo. ¿Y quien sabe si Dios la ha puesto ahí para eso?

Hay algo maravilloso en el Libro de Esther, no es un libro de eventos sobrenaturales sin embargo es un libro que muestra la intervención divina en todo momento. Pero la presencia de Dios está ahí trabajando en ese libro continuamente en la historia, porque Dios muchas veces obra naturalmente para llevar a cabo procesos sobrenaturales. Muchas veces nosotros vamos a ser los agentes de Dios en la historia. No creamos que Dios siempre va a abrir el Mar Rojo o va a enviar unas plagas o va a hacer milagros inmensos para llevar a cabo su obra. Muchas veces nosotros vamos a tener que ser los agentes de Dios, vamos a tener que ser la voz de Dios, las manos de Dios, la mente de Dios.

29:16 Mi punto es que tu y yo somos Esther en este tiempo. Es importante esa expresión “en una hora como esta”, “en un tiempo como este”. Era un tiempo de urgencia, era un tiempo de gran peligro, era un tiempo donde todo estaba en juego. Era un tiempo que nadie se podía a dar el lujo de pensar demasiado en esto o en lo otro, buscarle 5 patas al gato. Había que actuar, había que hacer algo. Hay veces en la historia de la humanidad, hermanos en que uno tiene que pararse y decir: Esto es lo que hay que hacer. Y como dijo Martín Lutero “...esto es lo que yo creo, y no puedo creer otra cosa. Dios tenga misericordia de mi”.

Yo creo que nosotros estamos en un tiempo de la historia en este país y yo creo que en toda la humanidad de un cruce de caminos, donde la humanidad tiene que decidir cómo vamos a vivir en los próximos 50 años. Yo creo que nosotros tenemos que discernir los tiempos. Y tenemos que entender que no estamos bregando solamente con el matrimonio homosexual, o el aborto o el clon o estos temas. Estos asuntos son simplemente ilustraciones, son simplemente temas que saltan de una matriz mucho más abarcadora. Yo creo que el discernimiento que Dios quiere de nosotros es que nos preocupemos más por el proceso que estamos viviendo que por este asunto o el otro, o el otro. La pregunta que yo me hago continuamente es: ¿mi participación en el área secular, cómo afecta el proceso que está viviendo la humanidad ahora mismo? Si yo afecto el proceso todas las cosas especificas se van a caer en su lugar en el momento. Ahora mismo yo creo que hay dos visiones del mundo que están en competencia. Una visión del mundo es humana, secular histórica, su Dios es la razón.

35:12 Y la otra visión del mundo es una visión que todavía está condicionada por el espíritu y por la palabra de Dios. Y que busca la revelación divina, y que piensa en términos absolutos y que sujeta el entendimiento humano al entendimiento divino y que tiene temor esencial de Dios. Hay un temor de la palabra de Dios y su orientación es más espiritual que terrenal. Yo creo que eso es lo que está ahora mismo debatiéndose en nuestro tiempo. ¿Por cuales de esas dos opciones nos vamos a ir? Yo creo que cuando nosotros votamos, o nos movemos en el mundo político, tenemos que preguntarnos. Yo no estoy aquí para decirles, vote por este o vote por el otro. Pero estoy aquí para decirles que si usted va a escoger por quién va a votar y cómo va a participar,........ las posiciones de ese candidato o de ese partido, o de ese movimiento expresan el espíritu esencial que yo veo en la palabra de Dios o no.

Nosotros tenemos que preguntarnos: ¿las acciones, las posiciones de esos candidatos avanzan, tienen amor por la iglesia de Jesucristo, tienen respeto por la iglesia de Jesucristo, avanzan los intereses del Reino Dios en última instancia? No se preocupe por otras cosas. No importa cuán preocupado este un candidato por la justicia social, hermanos, si su posición está conflicto con la palabra de Dios, no importa cuantas buenas intenciones tengan, a la larga van a fracasar y no nos vamos nosotros a beneficiar.

Si los principios de los políticos no están fundamentados en la palabra del Señor, no digan, no importa que quieran hacer el bien a los hispanos o a los americanos, a la larga eso no nos va a beneficiar. Cuando un candidato tiene el temor de Dios en su corazón, y está alineado con los principios divinos, aunque cometa graves errores, a la larga Dios va a guiar su corazón hacia lo correcto y nos va a bendecir al final. Nunca elija un candidato porque es para su interés. Quizás usted a corto plazo pierda, pero a largo plazo Dios lo va a bendecir. Eso es importante. No juzgue un candidato tampoco por carisma o por cuan atractivo sea, o cuan bien hable. Júzguelo por los principios. No juzgue solamente por retórica, sino juzgue por la palabra de Dios.

42:55 Gracias Señor, Esther hizo lo que tenia que hacer. Esther usó su posición. Esther le habló al rey, usó su posición. Ella votó en un sentido, confrontó al rey, con respeto, y el rey cambió su posición. Hay veces, hermanos, que tenemos que ser muy confrontativos y al mundo no le va a gustar que seamos confrontativos. Muchas veces, hermanos, en el mundo vamos a tener que estar en conflicto con las gente que amamos. Nos van a decir que odiamos. Cuantas veces me dijeron a mi: “Tu estás lleno de odio”, cuando estuve allí en el State house, continuamente nos decían: Ustedes odian. Pero a veces, hermanos, para hacer las cosas correctas tenemos que confrontar, tenemos que ser decisivos porque los tiempos son difíciles.

Este es un tiempo en que Dios nos llama como Esther, a ser firmes a ser claros y a tomar una decisión clara, pero por sobre todo, hermanos, participemos en el proceso si podemos hacerlo. Queremos ayudarle en todo lo posible. Si usted necesita información vamos a tratar de dársela. Si necesita cualquier cosa, yo quiero que nuestra iglesia se asegure de hacer lo que tiene que hacer.

Eso es lo único que a mi me interesa y la parte suya va a ser dar un paso de fe. Usted va a entrar en algo que quizás nunca lo ha hecho. Usted quizás no habla bien inglés, y quiero ayudarle en todo lo posible en las próximos semanas. Si usted no se siente cómodo pero de un paso de fe, aunque sea regístrese hoy y ya veremos como le ayudamos en todo lo demás.

Queremos ayudarle en eso, hermanos. Vamos a bajar nuestras cabezas un momentito. Si yo les he inquietado eso es bueno, es bueno. Quizás no lo he hecho con toda la gracia que quisiera pero es un tiempo urgente. Padre, pedimos tu sabiduría. Queremos, Señor, como esas masas, ahora mismo atmosféricas que chocan unas con las otras en esos huracanes, que tu nos ayudes a discernir una esencia de la otra y a poner cada cosa en su lugar. Dale sabiduría a tu pueblo. Dale sabiduría a los EEUU en este tiempo. Que tu reino sea avanzado, que tu reino sea afirmado, eso es lo que pedimos, Señor. Que el hombre de tu escogencia sea el que esté en el poder. Señor, pedimos hágase tu voluntad en la tierra como se hace en el cielo, en estas elecciones Señor. Y cambia nuestros corazones. Padre, pedimos que la justicia y el amor y la verdad prevalezcan en esta nación y en estas elecciones y danos sabiduría. Gracias. Te damos la gloria y la honra en el nombre de Jesús y nosotros decimos Amen. Amen.

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Dios no se tarda (Exodo 13:17)

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¿Cuántos han escuchado el dicho que dice que Dios siempre está a tiempo, que nunca llega tarde? Todos hemos escuchado esto, de verdad. Cuántas personas aquí en algún momento habrán pensando, ¿de verdad Dios siempre está a tiempo y nunca llega tarde? Seamos honestos. Ha pasado por algún momento en tu vida que tu piensas, Señor ¿cuándo? Y parece que se detiene mucho, muchas veces. Vivimos en una sociedad en la cual tenemos todo rápido, comida rápida, dinero rápido, tocas unos botones y ya.... se te da dinero en la máquina de dinero. Así de fácil. Pero Dios no es una máquina de ATM. Tampoco le gusta la comida rápida. Nuestro Dios es un Dios que para El un día es como mil años y cuántos sabemos que para nosotros mil años es como diez mil años para esperar. Así que a veces parece que estamos nosotros esperando largo tiempo para que El haga algo en nuestra vida y Dios está ahí, parece que no llega, pero Dios está haciendo algo y quiere que nosotros sepamos que el nunca llega tarde.

Éxodo 13, versículo 17 a 18. Habían salido de Egipto el pueblo y van escapando de sus enemigos y mira lo que el Señor hace en ese momento. “...Y luego que Faraón dejó ir al pueblo Dios no los llevó por el camino de la tierra de los Filisteos, que estaba cerca; porque dijo Dios: Para que no se arrepienta el pueblo cuando vea la guerra y se vuelva a Egipto. Más hizo Dios que el pueblo rodease por el camino del desierto del Mar Rojo y subieron los hijos de Israel de Egipto armados”. Dios no guió a su pueblo a salir por el camino más rápido. Los guió por el camino más largo. Hay veces en la vida que Dios quiere que sepamos que el camino largo es el camino correcto.

2:41 ¿A cuántos le gusta eso? Muy bien, tenemos un pueblo honesto aquí. Tuvimos una cita con las autoridades de la ciudad para aprobar el proyecto que queremos hacer aquí al lado, el proyecto de un nuevo santuario que estamos pidiendo al Señor darnos recursos y permisos para edificar un nuevo santuario sobre el parque o aquí. El pastor va a estar hablando más de eso, y el tuvo una cita con las autoridades para buscar aprobación y yo le digo: Bueno, Señor vamos a orar en el culto, que el Señor te abra la puerta ya. El dice: ¿sabes qué? yo tengo un sentimiento malo en el estómago que el Señor me va a obligar a tomar un camino más largo y que esto no va a ser una victoria rápida, fácil, que por alguna razón Dios quiere hacerme sufrir un poco. Y reunirme con grupos del vecindario para buscar su aprobación, aquí, asociaciones de nuestros vecinos, y así se dio la cosa. Que no va a ser nada fácil, nada rápido, el tiene que tener reuniones con muchos grupos de vecinos que tienen opiniones muy fuertes de lo que quieren en su vecindario y lo que no quieren. El pastor está obligado a presentar la visión a muchos grupos y pasar por un proceso largo y yo quisiera que fuera rápido y fácil, pero Dios no siempre obra de esa manera. Así es que vamos a estudiar por qué es que Dios te obliga a cocinar largo rato a veces, y sufrir. Vamos a orar.

4:26 Padre, en el nombre de Jesús, estamos delante de ti en esta mañana y te damos gloria porque tu sabes lo que estás haciendo en nuestra vida, y Padre hay hijos e hijas tuyos que están aquí delante de ti en este día, que están sufriendo, algunos de ellos están pasando por procesos largos de esperar en ti, de esperar para que cumplas tus promesas en sus vidas y Padre, yo te pido en este día Señor que nos des una palabra fresca que podamos escuchar, no solamente una palabra intelectual, sino la rema de Dios, una palabra viva, Señor, que nos haga saber que tu estás con nosotros en el camino largo. En el nombre de Jesús, amén.

5:16 Así que Israel quería escapar fácil, rápido y Dios dice: ¿Sabes que? Les voy a guiar por un camino extendido porque si tu tomas el atajadero, el atrecho, el camino más corto, te vas a encontrar con unos ejércitos muy fuertes y te va a meter con problemas. A veces Dios sabe mejor lo que nos espera a la vuelta y nos guía por un detour, por otro camino y no sabemos que estamos evitando problemas grandes, pero El si sabe. Pero es más, parece que Dios mismo los metió en problemas, porque terminaron delante del Mar Rojo y ¿cómo va a hacer? Parece que no tiene sentido. Pero Dios si sabe lo que está haciendo.

Quiero que vayan conmigo también a Éxodo 23, 10 Capítulos después. Cuantos sabemos que un trabajo de calidad requiere tiempo. El año pasado compramos un condo, aquí en Dorchester, mi esposa y yo, una casa linda, vieja y la personas que estaban vendiéndolo hicieron el trabajo de renovación de la casa y parece que yo tenía mis pensamientos que no estaban haciendo el trabajo bien, porque hacían todo rápido, todo muy rápido y yo les dije: Mira, tomen su tiempo. Haz el trabajo bien. Y dicen: Oh, si, si, estamos haciendo el trabajo bien. Yo invité unos hermanos de la iglesia que son expertos en tales cosas y un hermano ahí mirando al trabajo, la pintura, los pisos, y las cosas en el baño, the tiles en el baño tenían una mirada de horror. Y uno casi con lagrimas le miró al otro y dijo: chapuceado. Y yo sin saber lo que significa “chapuceado” sabía que no era nada bueno. Y el otro le mira a ese hermano y dice: chapuceado sobre chapuceado. Y yo.... cómo va a ser. Porque así son las cosas rápidas. Dios se toma su tiempo para hacer un trabajo de calidad. ¿Cuántos sabemos que un niño a veces quiere que tu le des la respuesta a un problema de la escuela? Tal vez está haciendo su trabajo de matemáticas, y dice: Mira, quiero tu ayuda papá, mamá. Ok, yo te ayudo. Bueno, házmelo. Do it for me! El padre dice; Mira, tu tienes que sufrir un poco. Yo no te voy a solucionar todos tus problemas. Tu tienes que estar allí, trabajarlo para que tenga un beneficio a largo plazo. Nuestro Señor no hace las cosas a medias, no hace cristianos chapuceados. El quiere cristianos de calidad.

8:24 Sabes que voy a aprovechar. You’ve got to hear Mark’s testimony. Hace 23 años atrás en una noche un amigo mío de echo, en la universidad compartió el evangelio con un joven estudiante. El joven escuchó el evangelio y aceptó la palabra, después oraron juntos y echaron fuera unos demonios, echo fuera los demonios de la persona. Y después ora por el, la persona recibe el espíritu santo y se echa a hablar en lenguas. En tres horas aceptó a Cristo, fue liberado y lleno del espíritu santo, pero costó 23 años para que este joven se preparara para cumplir el llamado que Dios tenía en su vida. Mark Muller ahora es un hombre refinado por el fuego de Dios después de 23 años de orar, de servir, de aprender, de estudiar, solamente ahora está entrando en su llamado. Pero muchos de nosotros no somos así. Lo queremos ya, lo queremos rápido, queremos la victoria hoy, no me hables de mañana, mucho menos de 20 años en el futuro. Queremos dinero rápido. ¿Cuántos sabemos lo que pasa con el dinero que se gana rápidamente? Por lo general se pierde al próximo día, así que está bien, que gane la lotería, queremos esto pero sabemos que las cosas rápidas no duran muchas veces.

10:04 Éxodo 23, 27 a 30: Dios está hablando con Moisés, hablándoles de cómo el va a ganar la batalla por ellos. “Yo enviaré mi terror delante de ti y consternaré a todo pueblo donde entres y te daré la cerviz de todos tus enemigos. Enviaré delante de ti la avispa que echa fuera al Heveo, al Cananeo y al Hetheo de delante de ti. No los echaré de delante de ti en un año, para que no quede la tierra desierta y se aumenten contra ti las fieras del campo.” Dios puede ganar la batalla en un abrir y cerrar de ojos. Puede echar fuera tus enemigos, puede hacer la obra en tu vida, del día a la noche. Y si, El hace ciertas cosas rápidas, pero la obra que dura, la victoria que está establecida es algo que cuesta tiempo para hacerlo. Si los israelitas hubieran conquistado la tierra en un solo año, no hubieran tenido las personas, ni la capacidad para edificar casas y habitar las casas, sembrar campos y hacer crecer comida y en ese tiempo los animales hubieran venido y comenzado a vivir ahí en sus tierras, porque no tenían personas, ni tiempo, ni capacidad para habitar la tierra. Había tiempo si, para conquistar pero no para habitar la tierra victoriosamente. Dios no quiere solucionar tus problemas rápido y después tu caigas y estas peor que antes. La Biblia dice que cuando un demonio sale de una casa busca 7 más feos, demonios más feos que el, y vuelve a la casa, encuentra la casa vacía y llena la casa otra vez y la persona está peor que antes. Dios dice, yo voy a echar los demonios cuarto por cuarto por cuarto. Por esto que la liberación, a veces es un proceso largo porque Dios a veces, echa fuera el demonio, o te ayuda con cierto problema para que puedas hacer cambios que van a durar a largo plazo.

12:40 Yo tengo muchos amigos que están saliendo de los vicios, de la droga, del alcohol y para muchos de ellos Dios hace la liberación en un instante. Vienen, se ora por ellos, son liberados pero después queda la sorpresa de que Dios quiere que ellos sigan un proceso largo de muchos años para que haya cambio permanente en sus vidas.

¿Cuántos sabemos que no aprendemos a ser malos, como somos todos, en un solo día? Cuesta muchos años para aprender a pecar muy bien. Cuesta muchas acciones repetidas para aprender y formar hábitos malos, hacíamos cosas por años y un hábito malo no se deshace en un instante. Requiere muchos años de una forma de vivir diferente para establecer nuevos patrones para que no dure solamente un año en el Señor, sino que dures para largo plazo. Dios no quiere cristianos chapuceados, quiere cristianos maduros y establecidos.

13:57 Pensamos en el rey David, muchos somos como el. El profeta Samuel echó aceite sobre el y le dijo: tu estás ungido hoy, en este día, eres ungido como el rey de Israel. David, un joven de 15, 16 años. Para nosotros muchas veces Dios te da un unción y te da un llamado, te dice que yo tengo grandes cosas para ti y pensamos que mañana nos vamos a parar a predicar y tres mil personas se van a arrepentir como pasó con Pedro. Pero lo que pasó con David fue obligado a pasar por un proceso de 10 a 15 años de guerra contra el rey Saúl, tenía que andar corriendo en el desierto, tenía que estar escondido de sus enemigos. El rey David andaba más como un fugitivo. Tu has visto la película El Fugitivo. David andaba así por mucho tiempo, corriendo como un loco, haciendo guerra, y aún al llegar a ser rey después de la muerte de Saúl, pasaron 7 años más antes de que el tomara autoridad de toda la nación. ¿Por qué tanto tiempo? ¿por que tanto lío? ¿por qué es que Dios te obliga a veces a pasar por procesos largos y duros y difíciles en la vida? Sabemos que el rey David, durante este tiempo de estar corriendo de sus enemigos conoció a otros fugitivos, otras personas que estaban rechazadas de la sociedad y se juntaron a David, personas malas, personas endeudadas, personas escapadas de la cárcel, se juntaron a David y juntamente con David estos hombres llegaron a ser un ejército establecido, un ejército de hombres valientes. Si Dios le había puesto a David de día y noche estar ahí sin ayuda, sin ejército. En estos años el aprendió a hacer guerra, aprendió a ser un líder, aprendió a buscar ayuda de Dios y guianza de Dios, Dios le dirigió y también en estos años Dios le hizo saber a toda la nación que el rey Saúl era malo y rechazado para que el reino de David fuera establecido firmemente. Si nosotros queremos ministerios establecidos, vidas establecidas, tenemos que estar dispuestos a pagar el precio, a ser personas bien echas, personas maduras.

Saben que pensando en comida, yo no se mucho para cocinar, pero yo he observado que la comida hecha al instante como echar agua, que yo hacía mucho de esto cuando era soltero, por lo general no sabe muy bien. La comida rápida no sabe bien. Otro problema, pones un bizcocho en el horno y después tienes hambre y lo sacas antes del tiempo y ¿cómo sabe? In English it’s “half baked”, medio cocinado en español. A mi no me gusta la comida media cocinada y a Dios no le gustan cristianos medio cocinados.

17:35 Primero vamos a decir yo no quiero ser un cristiano medio cocinado. Yo no les obligo a decir muchas cosas pero les voy a obligar: No quiero ser un cristiano medio cocinado. No quiero ser un cristiano chapuceado.

Moisés, ¿qué pasó con Moisés? Un hombre joven llamado por el Señor, un hombre ungido, 40 años, criado en el palacio de Faraón y el sintió dentro de si el llamado de ayudar a su gente, y un día el vio un egipcio maltratando a un hebreo y el entra y mata al egipcio y después lo esconde porque el siente que “yo voy a ser el salvador de mi gente”. “Yo voy a ser un gran líder”. Y después el próximo día el se mete en una discusión entre dos hebreos y les dice: Mira, ¿por qué están discutiendo? son hebreos. La cosa es que Moisés aparece con el ego bien desarrollado, para decir: aquí estoy para salvarlos a todos. Y qué dicen los hebreos a Moisesito: Joven, lleno de vigor y unción, ¿y tu quién eres, quién te crees? Seguramente hay dichos en español para decir: Who in the world do you think you are? No se cómo decirlo pero ustedes saben como decirlo. Moisés se asusta, se va corriendo al desierto, pasa 40 años viviendo en el desierto, un don nadie. He had to live 40 years as a nobody. Una persona desconocida por 40 años y después Dios aparece a Moisés y le dice: Yo te he llamado a liberar mi pueblo de Egipto y ahora Moisés, ¿qué dice? Muy bien, yo se que soy el líder para conquistar al enemigo. El dice: ¿quien soy yo para hacer esto? ¿cómo puedo yo hacer esto? Yo no soy nadie. Y Dios dice: Ahora si estás calificado para la obra. Dios a veces te tiene que cocinar más. A los 40 años Moisés estaba medio cocinado, después de 40 años más en el horno del desierto, salió bien listo para la obra.

¿Cuántos sabemos que Dios nos cocina bien? Pero para hacerlo tiene que prender fuego a veces. Fuego duro, fuego lento, pero prende fuego. Todo es para que estemos bien preparados, bien sabrosos, no medio cocinados.

20:37 El Apóstol Pablo, quiero que vayan conmigo, Hechos, Capítulo 9: El Apóstol Pablo es convertido como ustedes saben, era un hombre bien malo, andaba matando cristianos y un día en su caballo buscando matar más cristianos Dios lo tumba de su caballo y le dice: ¿Por que me persigues? Después de 3 días de estar ciego y todo asustado, el Señor envía un discípulo desconocido, Ananías, no sabemos más de el, ora por Pablo. El recibe su vista, esta lleno del espíritu santo y le dice: tu estas llamado a proclamar mi nombre a los gentiles, así que Pablo hace precisamente lo que cualquiera de nosotros haríamos sintiendo el llamado de Dios: Versículo 20, Hecho 9 dice: “... enseguida predicaba Cristo en las sinagogas diciendo que este era el Hijo de Dios”. Comenzó el próximo día a predicar, gracias a Dios “...y todos los que le oían estaban atónitos y decían: ¿No es este el que asolaba en Jerusalén a los invocaban este nombre, y a eso vino acá para llevarnos presos ante los principales sacerdotes. Pero Saulo mucho más se esforzaba y confundía a los judíos que moraban en Damasco demostrando que Jesús era el Cristo.” Y vamos a ver el fruto de su ministerio.

22:50 Versículo 23: “...Pasados muchos días los judíos resolvieron en consejo matarle.” Bueno, mucho éxito tu primer día de ministerio. Primero, los sorprendiste. Segundo, los confundiste. Tercero, querían matarte. Bienvenido al ministerio, Pablito. Esto no está mal. No es su culpa, pero en el futuro cuando el predicaba multitudes de personas se convertían. Saulo, en ese tiempo tenía el nombre Saulo, tuvo que escapar al desierto y pasar tres años cocinando en Arabia y volvió de ese tiempo listo para predicar el Evangelio y llegar a ser el gran Apóstol Pablo. Con esto no digo que uno no debe comenzar ya. Yo conozco personas aun antes de conocer a Cristo, comenzar a evangelizar. Yo conozco personas así. Fuimos en viajes misioneros, cuando estudiaba en la universidad, y a veces personas inconversas querían acompañarnos, y ellos andaban con nosotros y decían: Mira, yo no soy cristiano pero ellos creen que Jesús es el Señor y que tu tienes que aceptarlo para ser salvo, así que yo todavía no pero... y personas respondieron, así que Dios uso hasta caballos para hablar la palabra de Dios como hizo con los profetas, no. Así que Dios usa a todos desde el primer día de aceptar a Cristo, pero muchas veces esperamos ser la gran cosa del día a la noche y Dios dice: Yo quiero que tu seas preparado, que estudies, que ores, que te prepares, que recibas mentoría y discipulado, que llegues a ser con tiempo un cristiano maduro y establecido. Comienza ya, pero prepárate para toda la vida de ministerio, así que no vamos a ser cristianos medio cocinados.

24:57 Hay una tercera razón que a veces Dios te pasa por situaciones de esperar mucho tiempo. La primera razón es que El no quiere cristianos superficiales; numero dos, a veces lo hace para formarte en formas que no hubieras sabido antes; numero tres, Dios es un gran novelista, escritor de novelas. El escribe nuestras vidas como si fuera una película más interesante que cualquier película en el cine y El sabe hacer las cosas amén, interesantes. Y El sabe escribir una historia linda y a veces Dios te obliga a pasar por líos para después sacarte del lío para que tengas un testimonio pero bien picante que contar. Esto no es solamente para hacer la vida interesante, es para que aprendamos que Dios vive. Si nunca estamos en lío, en problemas, nunca conocemos el Dios que nos puede sacar de toda prueba. Si nosotros nunca pasamos por hambre, no sabemos lo que es Dios alimentarnos con su propia mano.

Yo quiero que pensemos juntos en la historia de Adán y Eva. A veces pensamos que si yo paso por un tiempo un proceso largo, un tiempo de esperar algo, pensamos que estamos mal, tal vez es que estoy en pecado y Dios me está disciplinando o pensamos que tal vez soy inmaduro y Dios me está formando. A veces no es ninguna cosa así. No estás mal, no estás en pecado, pero Dios está haciéndote, obligándote a pasar por un tiempo de esperar algo para enseñarte su poder en una forma especial.

26:48 Pensemos en Adán y Eva. Tenemos Adán sin pecado, fresquito, ni ha tenido tiempo para pecar, y está ahí solito en el huerto de Edén y Dios dice: No está bien que el hombre esté solo. Pero bien Dios ¿por qué no hiciste a Eva ahí al lado? ¿por qué hacerle pasar por un tiempo de no estar bien? No hay pecado, no hay problemas, pero Adán está con algo que el necesita que no tiene al lado. Y yo me pongo a pensar, ¿por qué lo hizo así el Señor? ¿por qué no lo hizo desde el principio? Yo me pongo a pensar que Dios quiere hacer la vida más interesante a Adán. Aun en el huerto de Edén. Yo me pongo a pensar cómo sería después de muchos años, con los nietos preguntando a Adán y Eva, Mira, abuelito, abuelita, cuéntanos la historia de cómo es que ustedes se conocieron. Y Adán, ¿qué va a decir? Bueno, el Señor me hizo, amanecí, yo me desperté y ahí estaba, siempre. Dios dice: sabes qué Adán, yo no quiero que la tomes por sentado. No quiero que tu asumas que esto es automático. Yo quiero hacerte pasar por un tiempo de necesidad así que el anda conociendo animales por mucho tiempo. Poniendo nombres, analizándolos, se da cuenta que no, no, no..... Después Dios le obliga a dormir por mucho tiempo, hay un sentido de ansiedad en el texto que dice: Para Adán no se encontró ninguna compañera idónea, y después se pone a dormir y Dios hace esta cirugía, saca la costilla y .... hace a Eva. Se despierta, se la presenta y en el hebreo dice: Guau! Literalmente en hebreo es: Por fin, guau! Esta es carne de mi carne, huesos de mis huesos.

Por pasar por un tiempo de necesidad el llegó a reconocer que es Dios que suple las necesidades que el tiene, que el no las suple el solo. Muchos de nosotros tenemos que pasar por un desierto y pasar hambre para que Dios saque agua de la roca, pasar hambre para que Dios nos de pan en el desierto para aprender que no es solamente del pan que yo vivo, sino de toda palabra que sale de la boca de Jehová, que yo vivo. Que es El que provee, pensemos en Abraham. Dios les hace promesas, tu vas a ser un gran padre de naciones. El tiene 75 años, parece que en esa época era posible tener bebes a los 75 años, la esposa con sesenta y pico. Pero Dios le hizo esperar 25 años hasta que tenga 100 años y la esposa 90, muchos años, ancianitos, y después Dios dice: ahora están listos para tener un bebé. Dios quería hacerlo claro que eso no es de ustedes. Yo hice esto en tu vida, así que te hice pasar por un tiempo de esperar para que yo haga un milagro para tu saber que yo soy el Dios de la vida.

Como Lázaro que está muerto y Jesús no espera un día, ni dos días, Jesús espera 3 días hasta que esté bien muerto, pero bien muerto y lo levanta diciendo: Yo soy la resurrección y la vida y yo quiero hacerlo bien claro, que yo soy el Dios de milagros, pero para enseñarte mis milagros tengo que pasarte por procesos, para que recuerdes que soy yo el que lo hizo. Después con Abraham, con el bebé, llegó a ser un joven y Dios le pidió a Abraham ofrecer a Isaac y ¿cómo es que el pudo hacerlo? Yo creo que Abraham pudo ofrecer su hijo, Isaac, porque el se decía: Yo sirvo a un Dios que hasta puede levantar los muertos y por esto que yo confío en Dios porque he aprendido a confiar. Pero uno aprende en el desierto para ser bien preparado para estas cosas. Así que hay procesos largos.

31:53 Hermanos, yo pienso en el pueblo de Israel, Dios no solamente los sacó de Egipto, El hizo que el corazón de Faraón se endurezca para ponerles muchos problemas, para poder sacarlos con gran gloria, para darles un testimonio. Dios quiere darte un testimonio. Si tienes un problema en este tiempo, cuan más grande sea el problema así de grande va a ser la liberación que Dios va a hacer en tu vida. The bigger the mess, the bigger the testimony. Más grande el lío, más grande el testimonio de lo que Dios puede hacer en mi vida.

Saben que muchas veces yo pienso que si me está costando mucho tiempo hacer algo, siento que estoy mal, o que estoy fuera de la voluntad de Dios. Pero yo he aprendido que a veces, cuando las cosas son más complicadas, a veces significa que Dios está más involucrado que lo normal. Déjenme explicarlo: yo creo que hay ciertas decisiones en la vida que Dios te guía ya, te enseña qué hacer, pero hay otros momentos, y El dice: Mira, Yo voy a dejar que tu escojas hacer lo que tu quieres, y después Dios te bendice. Pero hay otras veces que Dios tiene un plan tan específico para ti que te hace, y te obliga a vagar un poco en el desierto hasta encontrar el camino correcto.

Por ejemplo: yo hace 7 años atrás andaba buscando iglesia, yo siempre en cualquier lugar donde yo iba, para estudiar o para trabajar o vivir en otro lugar, yo siempre encontraba iglesias rápido. La primera iglesia que yo visito, sentí la bendición de Dios, me quedé y era bendecido. Siempre era algo fácil para encontrar iglesia. Después yo vengo aquí para estudiar en un instituto bíblico por aquí, y yo ando buscando iglesia y por mi vida no podía encontrar una iglesia donde yo me sintiera bien, que el Señor me quería allí. Y me puse a pensar: ¿qué seminarista más tonto no puede encontrar una iglesia? Es que estoy estudiando la Biblia y no puedo encontrar una iglesia, qué problema. Dios tal vez estoy lejos de tu voluntad, tal vez es que no te estoy escuchando bien. Por fin, después de dos años de visitar iglesias diferentes, un seminarista me invitó aquí y yo vine y fijate que yo sentí, qué iglesia interesante. Hay mucha bulla y todo en español, no entiendo casi nada pero muy interesante. Y conocí al pastor en el baño abajo, el pensando que yo venía para registrar el culto en inglés y el me habla ahí en el baño y yo sentí: ¡qué iglesia interesante! Tal vez vuelva a visitarla. Pero no sentí que: esto tiene que ser la voluntad de Dios, solo sentí que era una iglesia muy interesante. Y después de unos meses yo decidí tratarlo otra vez. Y yo sentí: yo me quedo aquí un tiempo, a ver lo que sucede. Y me cayó bien el pastor y la iglesia y aprendí a sentir en casa. Pero aún entonces no sabía con seguridad lo que Dios tenía para mi. Hasta que el Señor me dio una beca para viajar por Latinoamérica, en ese momento yo sentí: Ok, aquí me quedo. Voy a aprender el español, comer comida latina, tal vez me quedo aquí en esta iglesia. Gracias a Dios.

35:47 Fue un proceso largo, no fue un proceso claro, un proceso rápido. Fue un proceso muy como se dice en inglés “it was a hit or miss process”, tratando cosas. Y después yo reconozco que me costo tiempo encontrar esta iglesia porque Dios quería cerrar cada puerta para asegurar de que no me pierda en un lugar donde El no quiere que yo estuviera. A veces El tiene un plan tan especial que El te va a complicar la vida hasta que tu encuentres el camino correcto que El tiene para ti. Y cuesta tiempo!

Un amigo mío para terminar con esto y después vamos a orar, estaba estudiando y el era el mejor estudiante del seminario, sacaba todo “A” y después de graduarse el solicitaba para buscar becas para estudiar su doctorado, y toda escuela lo rechazó. Estaba rechazado por todas las escuelas y me pongo a pensar: Pero, Señor ¿cómo es? El es un estudiante inteligente, está ayunando y orando, ¿por qué es que estás cerrando tantas puertas? El quedó ahí sin nada que hacer y decidió: Bueno, me quedo aquí un año más, no se a qué, a trabajar.... y en ese año el conoció una muchacha en el seminario y terminó casándose con ella. Y después nos dimos cuenta: Ah, por eso que el Señor te cerró la puerta para que tu estés donde tenías que estar. Pero tal vez tu no sabes por qué Dios te está obligando a pasar por un desierto. Tal vez no sabes por qué hay tantas puertas cerradas. Lo que quiero decirte en esta mañana es que Dios sabe lo que está haciendo. El quiere cocinarte, cocinarte bien, esto es bueno no malo. Quiere prepararte para que seas un cristiano establecido, sabroso, preparado. El quiere que tu estés donde tienes que estar y a veces te obliga a pasar por un proceso largo para hacerlo. Nos toca a nosotros perseverancia, no te rindas, se fiel cada día porque está contigo, y El sabe lo que está haciendo, y sabe hacer cumplir su propósito en tu vida.

38:11 Vamos a orar. Los invito a ponerse de pie. Y vamos a cerrar este tiempo con oración. Padre, en el nombre de Jesús, gracias Señor que tu sabes lo que estás haciendo, Señor. Tu sabes, Señor que aún cuando hay complicaciones Tu estás en las cosas, Señor y estás obrando Señor, tal vez no en la forma que nosotros queremos, pero tu estás haciendo una obra profunda en nosotros. Padre, en el nombre de Jesús te pido por tus ciervos que están aquí delante de ti, te pido, Señor por un espíritu de paz, un espíritu de seguridad, Señor porque Tu eres el Dios que haces que todas las cosas te ayuden a bien para los que te aman y son llamados conforme a tus propósitos. Padre, en el nombre de Jesús, yo te pido Señor que estemos seguros de tu guianza en nuestra vida. Yo voy a hacer una oración, puedes orarlo conmigo.

39:19 Padre, te doy las gracias porque tu estás en control de mi vida. Te doy todo el control para guiar mis pasos. Te seguiré, Señor. Pasaré por tus procesos, Señor para ser el hombre o mujer de Dios que tu quieres que yo sea. Gracias, Señor. Oh, espíritu santo consagra a tu gente.

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Que esperas de Jesus? (Lucas 24:13)

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Yo quiero darle las gracias a Dios por el ministerio de jóvenes de esta iglesia, hermanos. Estos muchachos que ustedes ven aquí arriba que ponen toda su pasión para adorar y alabar al Señor, usted tiene que conocerlos a ellos para verdaderamente saber todas las cosas que estos muchachos pasan. Y a través de 3 años, yo he aprendido a apreciar el don y el regalo que estos muchachos son. Yo, por ejemplo, me fijo en Raúl que es un muchacho que está reciente aquí, que acaba de llegar a nosotros, que está cantando aquí enfrente. Raúl salió de ‘Teen Challenge’. Dios lo rescató de las calles, ha transformado su vida y ahora es un muchacho que está encendido por el Señor en una manera que hasta yo mismo me asombro cuando lo veo y es para mi como que un regocijo ver eso, de saber de cómo Dios tiene el poder para tomar a una persona y transformarla por completo cuando esa persona realmente pone su vida en sus manos.

Y no es solamente el sino muchos otros muchachos que estaban aquí, hermanos, muchos de ellos están peleando con llamados ministeriales. Yo tengo una gran carga en mi corazón para orar para que ellos puedan discernir y entender ese llamado que Dios tiene para sus vidas, y yo quiero compartir esa carga con ustedes, para que ustedes también puedan orar por ellos. No tan solamente por ellos sino por toda la juventud que nosotros tenemos en nuestra iglesia. Dios tiene grandes propósitos con la juventud de esta iglesia, tanto adolescentes como jóvenes adultos, y yo se que sus propósitos se van a lograr. Así que pongo esa palabra ahí para honra y gloria de Dios y también para dejarles saber a ustedes, muchachos, que ustedes guardan un lugar bien especial, no tan solamente en el corazón de Dios sino en el corazón de esta iglesia también.

Bueno, vamos a lo que vinimos. Hermanos, yo no se cuántos de ustedes participan en los miércoles en la noche en los tiempos de oración que nosotros tenemos aquí. Yo les recomiendo que si no lo hacen, que lo consideren hacerlo, porque es una gran bendición, sacar tiempo para orar en el medio de la semana. Pero yo recuerdo que hace unos miércoles atrás, yo había compartido una reflexión que era mas bien parte de un estudio personal que yo hice, lo quise compartir con muchos de los hermanos ese miércoles, y hoy quiero traer esa reflexión y compartirla con ustedes en un contexto mayor de aquí en la iglesia. Y yo no se cuántos de ustedes tienen expectativas con respecto a la vida y mayormente cuando estamos hablando acerca de nuestra vida en Jesús.

Hace unos jueves atrás yo recuerdo que yo estaba en la cárcel, en una de las visitas que yo hago para predicar, y uno de los muchachos allí en la cárcel que ha aceptado al Señor, de repente se me acercó a mi y me preguntó: Pastor Omar, yo tengo que hacerle una pregunta. Dime: So what? Esa fue la pregunta que me hizo. After you accept Jesus Christ, so what? Después de que tu aceptas a Jesús, ¿qué pasa, qué más hay? Yo estoy esperando que yo pueda salir de la cárcel para volver a estar con mi familia pero nada de eso ha pasado todavía. Estoy metido en problemas con muchos de los muchachos que están aquí mismo en la cárcel, que son tal vez de otras gangas y yo no quiero buscar problemas con ellos pero ellos si lo buscan conmigo, ¿qué más? ¿qué puedo esperar de esta vida? Y esa mera pregunta me hizo cuestionar a mi algo que muchas veces hay gente que entra en la vida cristiana con las expectativas incorrectas. Y yo entiendo que para uno poder disfrutar la plenitud de lo que es una vida en Jesús, nosotros tenemos que tener una perspectiva correcta de lo que significa tener a Jesús en medio de nuestra vida, de lo que significa el yo decir: Jesús, te acepto en mi corazón como mi salvador personal, que tu eres el que limpia y lava todos mis pecados, me renuevas delante de Dios y eres el que me da la vida eterna. ¿Qué es lo que significa el yo hacer una confesión como esa, y qué implicaciones tiene tanto para mi personalmente como para mi, en vista de otros también? Así que yo quisiera dirigirlos en una reflexión basado en esto pero antes déjame orar. Déjame no decir nada más sin orar.

Dios yo elevo mi corazón ahora mismo delante de ti, Señor porque yo se que estoy delante de tu presencia y compartir tu palabra es una responsabilidad bien grande y yo no lo quiero tomar en una manera mediocre, Jesús. No te pido que me escondas detrás de la cruz porque estoy de frente de ti, Señor, solamente pido que tu tomes el control de mis palabras , de mi corazón, de mi cuerpo, de todo lo que yo soy, mi pasión por ti, mi pasión por tu palabra, toma control de todas las cosas. Tu conoces la necesidad con la cual tu pueblo ha venido hoy delante de ti, te pido que tu palabra como es viva y eficaz puede traspasar a lo más profundo de nuestros corazones, nos inspires, Señor y nos des ese aliento que necesitamos para poder seguir adelante en nuestro caminar contigo. Gracias te doy, Jesús. Hoy llevo cautivo, Señor, todo pensamiento que se revele en contra tuyo, lo llevo cautivo en tu nombre, Jesús, y declaro oídos y corazones abiertos para recibir tu palabra hoy. En el nombre de Jesús, amen.

Quisiera que vayan conmigo a Lucas 24. Es un pasaje que tal vez se usa mucho cuando estamos en el tiempo de Semana Santa, pero yo entiendo que es un pasaje que tiene mucho, hermanos, honestamente hay veces que nosotros leemos la Biblia así a lo loco, y leemos un verso detrás del otro pero no paramos a profundizar en algunas cosas que están allí presentes en la escritura. Y en Lucas, Capítulo 24, versículo 13 hay un relato de dos hombres de camino a la ciudad de Emaús o a la aldea de Emaús, mejor dicho. Solamente voy a leer algunos versos, no lo voy a leer todo porque voy a ir a través de algunos de ellos, pero ustedes me pueden seguir.

Dice así el versículo 13, Lucas, Capítulo 24: “...y he aquí dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús. Estaba a 60 estadios de Jerusalén (más o menos 7 millas y media si lo cambiamos a millas) e iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido, esto es la muerte de Jesús en la cruz, y sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó y caminaba con ellos, más los ojos de ellos estaban velados para que no le conociesen. Y El les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tienen entre vosotros mismos mientras caminan? ¿Por qué están tan tristes? Respondió uno de ellos que se llamaba Cleofás y el le dijo: ¿Acaso eres tu el único turista, forastero en Jerusalén que no ha sabido de las cosas que en ella han acontecido en estos días? Entonces Jesús les dijo: ¿Qué cosas?”. Vamos a dejarlo ahí.

¿Qué cosas? Hablando acerca de expectativas, hermanos, este pasaje demuestra a dos hombres que tenían grandes expectativas acerca de la persona de Jesús. Ustedes tal vez se dan cuenta que el pasaje no identifica a estos dos hombres como el círculo de discípulos más cercano a Jesús, el grupo de los 12, 11 en este caso, porque ya Judas había sido eliminado del panorama. Pero ellos dos no eran parte de ese grupo de discípulos más allegados. De hecho, en mi estudio de este pasaje, muchos de los comentaristas dicen que estos dos pueden estar relacionados al grupo de los 70 mencionados en Lucas, Capítulo 10. el grupo de 70 discípulos cuando Jesús envió el grupo de 70 para ir y predicar, como quien dice, preparando el camino también en nombre de Jesús, ellos volvieron y compartieron con Jesús de todas las cosas que habían pasado, de cómo los demonios salían y enfermos eran sanados. Muchos comentaristas los identifican a estos dos hombres como parte de ese grupo de los 70.

Ahora pero hay algo bien interesante de este pasaje que me llamó la atención, que tal vez uno lo lee por encima y es como que está ahí, pero a mi me llamó mucho la atención que después del acontecimiento de la crucifixión en la cruz estos dos hombres, iban de camino ¿a dónde? A Emaús. Saben yo creo que cuando la Biblia pone algún detalle ahí, por alguna razón es. Si dice que estos dos hombre iban de camino a esa ciudad, Emaús, yo me puse a preguntar, y ¿qué es Emaús, dónde está Emaús? Obviamente nos dice que está a una cierta distancia, a unas 7 millas de Jerusalén, y allá iban caminando, pero cuando me puse a indagar acerca de la ciudad de Emaús. ¿Saben lo que significa Emaús? Emaús significa manantiales tibios o baños tibios. Eso es lo que significa el nombre Emaús. Así que yo en mi estudio yo puedo inferir que estos dos hombres después de haber experimentado todas las cosas que experimentaron en el tiempo de la crucifixión y que tal vez sus expectativas se fueron por el piso, estos dos hombres iban de camino a la tibieza, a lo cómodo, tal vez lo familiar, lo conocido para ellos.

Yo no se si ustedes se recuerdan, pero en Apocalipsis dice que más vale que tu seas frío o caliente porque si eres tibio, ¿qué te pasa? Afuera que vas. Y yo me digo que esto es bien interesante porque para nosotros hay algunas cosa tibias que nos gustan, por ejemplo que yo sepa la mayoría de nosotros si por una muestra de manos, si yo les pregunto ¿cuántos de ustedes se bañan con agua tibia? No levantaron la mano. ¿Se bañan con agua caliente? ¿Se bañan con agua fría? Los que no están levantando las manos me están preocupando, saben, porque entonces la pregunta que tengo que hacer es; ¿se bañan, si o no? Si no quieren responder pues yo puedo asumir que la mayoría de nosotros nos bañamos con agua tibia. O al menos en los días de frió el agua caliente predomina. O tal vez algunos de ustedes se coman una sopa. ¿Cuántos de ustedes se comen una sopa bien caliente? ¿Y cuantos de ustedes le echan un hielito a dos para que se enfrié un poquito y después la puedan comer? Yo hago eso. Pero hay veces que las cosas tibias, cálidas es como que es placentero, es lo mismo que con la temperatura. Si está demasiado frió, oh qué frío hace. Si está demasiado caliente, ay, sálvame de este calor! Ahora, pero cuando la temperatura esta en 70 o 75, bien cálido pues, lo tibio, lo cálido, es familiar, es bueno, es placentero.

Pero cuando yo llevo estos conceptos a la vida espiritual, hermanos, lo tibio es un peligro. Lo tibio es un peligro porque demuestra una comodidad, una estabilidad espiritual que es totalmente opuesta a la espiritualidad que Jesús quiere que nosotros vivamos. Me da gracia porque uno le dice: que significa frío. Frío significa estar con el diablo y caliente significa estar con Dios ¿o es viceversa? Y yo lo que puedo decir es, mira, o tu eres frío o caliente con Dios o eres frío o caliente para el diablo. Las dos se aplican a Dios. Eso era algo que yo pensaba cuando era chiquito. Cuando yo leía ese pasaje me decía, bueno caliente será estar con Dios y frío será estar con el diablo, pero no hace sentido porque si el diablo está en el infierno, el infierno tiene que ser caliente, el cielo tiene que ser más friiito, así que cambiaba la perspectiva. Pero ahora que soy grandecito, pues ya puedo decir, uno o el otro, con Dios, o yo estoy frío con Dios, tenue que nada me vuele las azucenas, o estoy caliente, encendido con el Señor.

Y estos dos hombres iban de camino a un lugar tibio, un lugar cómodo, un lugar placentero, y esto me estuvo a mi tan interesante, hermanos, porque aunque eran hombres que no eran del grupo cercano de los discípulos, ellos como quieran tuvieran la oportunidad de experimentar algún contacto con Jesús, tuvieron esa oportunidad de poder estar o ver cómo ahí mismo el Señor les dio poder a ellos para que ellos fueran a cumplir con una misión y volvieron y tuvieron sus experiencias, las contaron, fue algo que ellos pudieron ver. Tal vez eran hombres que vieron cuando El dio de comer a los 5000, cuando vio cuando sanaba a los enfermos y estaba ahí con ellos. Pero no eran del grupo más intimo, era un grupo más superficial que se quedaba ahí en la superficie. Y yo entiendo, hermanos, que cuando estos dos hombres van ahí de camino a Emaús, una vez más, eran hombres que sus expectativas de Jesús fueron tronchadas, fueron quebradas, fueron rotas y entonces dijeron: Bueno, si este Jesús se murió todo lo que El había prometido, todo lo que El había dicho, se fue al aire pues, me vuelvo otra vez para mi casa. Me voy a lo que yo conozco, me voy a lo familiar.

¿Saben por qué yo digo que estos dos hombres tenían expectativas incorrectas? Si ustedes leen conmigo en el verso 19 dice “... entonces Jesús les respondió: ¿qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obras y en palabra delante de Dios y todo el pueblo.” Miren cómo estos dos hombres identificaron a Jesús, primero lo identificaron como un nazareno, segundo como un profeta, poderoso en obras, muchos milagros hacía, y poderoso en la palabra delante de Dios. ¿Saben lo que ellos fallaron? Que ellos no reconocieron a Jesús como el Mesías, no reconocieron a Jesús como el hijo de Dios, no reconocieron a Jesús como el salvador y el Señor y el redentor, no tan solamente de Israel sino de toda la humanidad completa. Por lo tanto el acercamiento que estos hombres habían tenido a Jesús, no había sido uno tan profundo para ellos conocer la real identidad de Jesús y por eso fue que sus expectativas fueron quebrantadas.

En el verso 21 miren como ellos le siguen diciendo: “....nosotros esperábamos que El era el que había de redimir a Israel, y ahora además de todo esto, hoy es ya el tercer día que ha acontecido todo”, lo de la muerte de Jesús. Ellos pensaban que Jesús iba a ser un gran líder político, que iba a traer orden una vez más a Israel. Ya que estaba haciendo todos estos milagros, todas estas señales, pues ellos pensaban; pues este va a ser el hombre que va a restaurar el orden político de Israel, tenemos esperanza, así que nosotros nos vamos a acercar para poder ser parte de ese reino también. Pero esa no eran las intenciones de Jesús. La intención de Jesús era restaurar el corazón de Israel y reconciliarlo una vez más con Dios, no eran de traer un orden político, era restaurar corazones con su Creador. Pero ahí en medio de ese camino a Emaús, estos hombres iban preguntándose, cuestionándose, la confusión que ellos tenían.

Miren, cuando uno se confunde hay veces que uno piensa, dice o hace cosas que no tiene uno ni sentido ni dirección. Eso pasa a una persona confundida no puede coordinar bien, no tiene la habilidad de poder tener una mente y unas emociones estables para poder tomar decisiones que lo puedan ayudar a seguir adelante. Y en ese caso, estos dos hombres, al menos tuvieron la gran idea de irse juntos y no irse uno por un lado y otro por otro lado. Si se hubiesen ido solos, su confusión hubiese sido aún mayor, pero al menos estando juntos tenía la oportunidad al menos, como quien dice, de desahogarse uno con el otro y estar hablando el uno con el otro. Cuéntame tu tus confusiones y yo te cuento las mías. Uno podrá pensar: Omar, pero eso suena como un ciego dirigiendo a otro ciego. No yo lo digo, eran dos ciegos caminándose sus cosas ellos dos solos. Pero estaban juntos, hermanos.

Voy a punto con esto de estaban juntos. Hay veces que cuando uno se confunde, uno como que se encierra en si mismo. Hay veces que la reacción de la persona es encerrarse en si mismo o en si misma, y desconectarse del resto del mundo. Pero estos dos varones decidieron irse juntos, y fue en ese caminar donde Jesús se apareció a ellos. Miren esto que interesante, hermanos. Presten mucha atención a esto, porque esto tiene un punto aquí. Uno puede pensar que si Jesús tenía su grupo de discípulos, más cercano, que entonces Jesús solamente se iba a revelar a ellos, porque eran sus discípulos cercanos, era su circulo más íntimo y uno puede entonces entender si Jesús se va a revelar, pues El se va a revelar solamente a aquellos que más cerca estuvieron con El. Pero aquí yo puedo ver que Jesús decidió revelarse no tan solamente a un grupo íntimo, sino que se reveló también a aquellos que no eran parte de ese equipo, de ese grupo. Y El se acercó a ellos.

Si ustedes se dan cuenta, hermanos, en la Gran Comisión, en Mateo la Gran Comisión, si ustedes la leen bien, no tan solamente los discípulos eran los únicos que estaban allí con Jesús, había otras personas adicionales a los discípulos y cuando Jesús da la Gran Comisión no se la dio a los doce solamente, se la dio a todos los que estaban allí presentes. La revelación de Dios no esta solamente para un grupo íntimo, selecto, la revelación de Dios es para todos. La revelación de Dios es para alcanzar a todo el mundo.

Y ese es el ejemplo que yo puedo ver aquí, de cómo Jesús se acerca a estos dos hombres y les hace entender cosas que ellos no habían podido entender porque no estuvieron en la cena con Jesús, no estuvieron cuando Jesús les lavó los pies a sus discípulos, pero ahí va Jesús y se acercó a ellos. Y esta caminata es bien interesante, en esa caminata Jesús comienza a revelarle a estos hombres todas las cosas que habían de acontecer con respecto a El desde Moisés hasta los profetas. El comenzó a revelarle la Escritura, si ustedes ven donde dice en el verso 27: “...y comenzando desde Moisés y siguiendo por todos los profetas les declaraba en todas las escrituras lo que de El decían”, todas las cosas que tenían que suceder con respecto a Jesús. Pero tal vez estos dos hombres estaban tan metidos en su propia frustración que no podían entender eso. Cuando este pasaje dice que sus ojos estaban velados hay muchos escritores que dicen que fue Dios el que causó que sus ojos estuvieran cegados y que no pudieran reconocer a Jesús cuando estaba caminando con ellos. Pero hay otros que también dicen que por su propia confusión y su propia frustración no les dejó ver a Jesús, no los dejó reconocer Jesús que andaba con ellos.

Y hermanos, esto es algo bien interesante porque muchas veces nosotros podemos estar metidos en una situación y estamos tan enfocados en eso que no nos damos cuenta que tenemos a Jesús, como quien dice, en nuestras propias narices, y no lo reconocemos. ¿Por qué? Porque estamos metidos en una situación, nuestra mente, nuestras emociones, aún nuestro cuerpo, cada célula de nosotros está tan metido en eso que no puede reconocer la presencia de Dios en medio nuestro. Pero ahí van estos hombres, se iban acercando al lugar donde iba llegando y Jesús hizo como que iba en otra dirección. Miren cómo dice, verso 28: “..llegaron a la aldea donde iban y el hizo como que iba más lejos, más ellos lo obligaron a quedarse diciendo: Quédate con nosotros porque se hace tarde y el día ya ha declinado”. Y a mi me estuvo tan interesante esa acción de Jesús. Primero se apareció a ellos en el camino; segundo cuando ya se iban acercando El hizo como que iba en otra dirección. Y esto me da a entender dos cosas: 1) que Jesús no se impone a ninguna persona. Esa frase que nosotros decimos, que el espíritu santo es un caballero que no va a obligar a nadie, esa frase que nosotros muchas veces oímos de predicadores y aún gente cuando hablan acerca de su experiencia con el Señor, yo entiendo que sí que el Señor no se impone a nadie. El no va a causarte a ti que tu, como quien dice, torcerte el brazo detrás de tu espalda para decirte: Acéptame ahora. No, Jesús no va a hacer eso.

Al contrario en Apocalipsis dice: Estoy aquí, yo estoy a la puerta y llamo. Qué dice después? Si alguno oye mi voz y me da permiso para yo romper la puerta y entrar entonces estamos bien. Yo voy a venir con el equipo de SWAT de la policía, romper la puerta y voy a entrar, voy a ser morada con ellos. No, lo que dice es: si alguno oye mi voz, y abre, yo entonces voy a entrar, voy a morar con ellos, voy a cenar con ellos, voy a compartir con ellos. Jesús entonces entró porque estos hombres lo invitaron a estar con ellos. Miren qué interesante. ¿Qué fue lo que terminaron compartiendo? Terminaron compartiendo una tremenda torta de pan, “...Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió y les dio, entonces les fueron abiertos los ojos y le reconocieron más El se desapareció de su vista”. Y entonces llego al verso que más me gusta de todo este pasaje. Mirem como ellos dicen: “no ardía nuestro corazón en nosotros mientras nos hablaba en el camino y cuando nos abría las Escrituras. ¿Cuál fue el momento donde estos dos hombres pudieron entender que tenían a Jesús delante de ellos? Cuando estaban compartiendo el pan. Pero si ustedes lo ven en una manera más profunda, era cuando estaban reunidos en la hermandad con Jesús. Esa conexión de hermanos, esa conexión de compartir lo que ellos tienen, lo tuyo es mío y lo mío es tuyo, fue ahí donde la revelación de Dios se hizo clara delante de ellos.

¿Saben qué, hermanos? Este pasaje representa muchas cosas de nuestro andar en nuestra vida cristiana con Jesús. Todo, todo este pasaje tiene algo que decirnos a nosotros. Muchas veces, hermanos, nosotros llegamos a aceptar a Jesús con expectativas incorrectas. Llegamos a Jesús porque queremos que El se encargue de nuestra esposa, o se encargue de nuestro esposo. Llegamos a Jesús porque tengo unos hijos que son unos bandoleros y me están causando trabajo y están en la cárcel metidos a cada rato, y llego a Jesús para que El los arregle, para que El se encargue de ellos. Llego a Jesús porque estoy en bancarrota y necesito dinero y yo necesito que el Señor me provea dinero. Llego a Jesús, porque tengo un problema en mi familia, sea en Puerto Rico, en Guatemala, en la Patagonia, allá en Argentina.

Y yo vengo entonces a Jesús para que Jesús se encargue de esa situación, y saben qué, aunque yo se que el Señor se puede encargar de todas esas situaciones y mucho más, pero si eso es lo que te está moviendo a ti a aceptar al Señor, estás haciendo una decisión incorrecta. ¿Por qué? Tu decisión por Jesús es porque quieres tener un encuentro y una relación con El. El propósito principal de Jesús es de restaurar y reconciliar tu corazón con Dios, no es de darte dinero, no es de darte un trabajo, no es de arreglar tu hijo que está en la cárcel. El propósito inicial de Jesús es de limpiarte a ti de todo pecado y restaurar tu condición de una naturaleza caída, a una naturaleza totalmente restaurada y reconciliado una vez más con tu Creador, Dios y Padre de cada uno de nosotros. Ese es el propósito inicial de Jesús. Una persona que viene aquí al altar: Si, yo quiero aceptar a Jesús como mi Señor y Salvador y lo confieso y aquí estoy pero tengo estos problemas y bla, bla..... y por ahí sigue la lista.

Y después se va de aquí, vuelve y se sienta y sigue llevando su vida normal común y corriente. Saben qué es eso? Yo le doy valor a eso, yo se que eso comienza algo en la persona, pero si la persona se queda solamente en esa decisión, se está quedando en la superficie. Le está pasando como a estos dos hombres, conocieron a Jesús solamente de la superficie y no tuvieron la iniciativa de acercarse aún más. No tuvieron la iniciativa de conocer a Jesús mucho más profundo, solamente se quedaron viendo todas estas cosas, ahí lo vamos a dejar. Eso no es suficiente. Yo se que este hombre va a hacer algo y espero entonces que lo haga, pero sus expectativas eran totalmente incorrectas, y si nosotros tomamos una decisión por Jesús, que se queda así en la superficie también hermanos, nuestras expectativas tarde o temprano se van a frustrar. ¿Por qué? Porque estamos esperando que el Señor haga algo, porque la intención de nuestro corazón es: si Señor yo quiero que tu pongas, a, b y z en su orden y eso es lo único que quiero de ti.

Pero el Señor te está mirando y te está diciendo: Tu quieres que yo haga de la A a la z, pero yo quiero de la A a la z en tu corazón. Y que va a pasar con esa parte? Si yo no tengo esa parte primero, el resto no va a caer en su lugar. Y entonces cuando el Señor no obra como nosotros esperamos, ¿qué pasa? Nos rebelamos y para donde corre cada cual? Cada cual se va de camino a su Emaús. Cada uno de nosotros incluyéndome a mi mismo, cuando las cosas que yo estoy orando, las cosas que yo estoy esperando de parte del Señor, no se dan, uno se decae. Bueno, yo esperaba que el Señor hiciera esto, yo esperaba que para este momento en mi vida yo pudiera haber alcanzado esto, esto y esto y todavía no lo he alcanzado. ¿Qué pasa? Que por tener mis expectativas incorrectas, me voy con el rabo metido entre la patas de camino a un Emaús. Me voy de camino a un baño tibio, me voy de camino a lo que parece ser cómodo, a lo que parece ser familiar para mi. En otras palabras me estoy dando a la escapada, me estoy escapando de lo que el Señor verdaderamente quiere para mi.

Cuando el Señor pide tu vida el te está pidiendo algo bien grande. La vida de uno muchas veces, uno la cuida un montón, uno quiere tener control de esa vida y cuando el Señor te está diciendo a ti: No, yo quiero total control de tu vida... Me estás pidiendo algo bien grande. El yo entregarle mi vida al Señor tiene unas exigencias que muchas veces, incluyen o la mayor parte de las veces, incluyen un sacrificio bien grande de parte nuestra, hermanos. Y cuando nosotros no pensamos en nuestro interior que no podemos vivir de acuerdo a esas expectativas que el Señor tiene de nosotros, entonces cogemos la ruta de escape: Ok, esto no es para mi. Hay mucha gente que puede reaccionar de distintas maneras. Hay gente que en su reacción cuando no ocurre lo que esperan del Señor se deprimen y se aíslan y ahí se quedan, se olvidan de que existe un Dios. Hay otras personas que lo hacen aún peor: hay personas que cuando no reciben lo que esta supuesta fe cristiana prometió que le iba a dar, no tan solamente se deprimen y se frustran sino que se convierten en expertos críticos de la vida cristiana y se atreven a decir que no vale la pena vivir para Dios.

Pero también hay personas que aunque tal vez sus expectativas no son llenas, y tal vez experimentan un período de frustración con todo y eso, se mantienen firmes y perseveran hasta alcanzar lo que están buscando. Y este es el ejemplo, hermanos, que yo entiendo que nosotros debemos seguir. Y tal vez ustedes o alguien que ustedes conocen se pueden identificar con esos otros ejemplos que yo mencioné, pero cada una de esas situaciones hermanos cumple un propósito específico en usted. Aun cuando sus expectativas no son llenas, no son satisfechas, eso puede servir para ustedes discernir e identificar que fue lo que los movió a ustedes en primera instancia.

Yo reconozco, hermanos, un pequeño testimonio aquí, que no creo que yo lo haya compartido antes. Cuando yo llegué aquí a Massachussets estaba estudiando en el seminario, a unos 25 minutos al oeste de aquí, yo recuerdo que yo llegué aquí convencido de mi llamado al ministerio y que yo estaba dispuesto a resistir todo y no hizo más que llegar la primera nevada, hablando de frió y caliente, no hizo más que llegar la primera nevada, hermanos, y yo me encontré en mi pequeño cuarto 10 por 10, sentado en una esquinita en el piso, diciendo: Señor esto no es para mi. ¿Qué yo hago aquí? Yo me ponía a pensar a veces, en el campo allá donde mi tío Eldo y mi tía Marisa, pastores y su esposa, una casita de campo allá en Ceiba, yo recuerdo que yo siempre iba para allá, y una parte de mi rutina era subir hasta la punta del monte donde yo podía ver toda la costa este de Puerto Rico completa.

Ese era mi lugar de encuentro, mi pequeño cielo. En esa montaña allá arriba. Yo me ponía a pensar en eso y cuando yo miraba por la ventana lo que yo veía era todo blanco. Y la nieve no caía de arriba hacia abaja, sino que caía de lado también. Yo me decía: ¿Qué yo hago aquí? Yo pude haber estudiado allá en el seminario en Puerto Rico, y yo aquí. Mi novia está allá, mi familia está allá, mis amigos están allá, ¿qué yo hago aquí? Hermanos, no se lo niego, por 3 meses yo caí en una depresión, por 3 meses, una depresión bien fuerte y yo lloraba todas las noches y no se lo decía a nadie, mis notas empezaron a irse de picada. Una noche llamé a mi madre: Mira, prepara las cosas que voy a volver para atrás. Yo recuerdo que ella con lágrimas en sus ojos, al menos yo no la veía pero al menos las escuchaba, con lágrimas en el teléfono ella me decía: Omar, yo quisiera que te vinieras para acá también, pero a ti el Señor te ha llamado para algo y por algo tu estás allá.

Yo recuerdo que esas simples palabras, y ese momento de frustración y depresión en el cual yo estaba se tornó en un momento de discernimiento intenso, hermanos, que ustedes no tienen idea del dolor que a mi me causó eso. Yo estaba en un momento decidiendo: Señor o te sirvo a ti o vuelvo para atrás como era todo antes, o acepto lo que tu tienes para mi aquí, o cojo mis maletas y me voy de camino a Emaús. Digo, no es que Puerto Rico sea un lugar tibio, pero ustedes entienden el mensaje. Al menos el agua es tibia allá.

Esa pelea que yo tenía en mi corazón, hermanos, sirvió para yo poder identificar cuáles eran mis intenciones y las razones por las cuales yo estaba aquí. No ha sido fácil, pero yo me dije: Señor, si tu tienes algo conmigo, yo quiero que eso se cumpla a su capacidad. Si hay algo que tu quieres con este vaso tan vil, hazlo Señor. Si tu a través de este proceso, tu me quieres romper a mi y cambiar mi perspectiva para que yo pueda entender aun más lo que tu quieres hacer conmigo, hazlo. Hermanos desde entonces estoy aquí todavía.

Miren los propósitos que Dios tenía que yo estoy aquí ahora hablando con ustedes. ¿Si he crecido? sí, he crecido, pero ¿saben para qué sirvió eso? Esa experiencia sirvió para el Señor decirme: Omar, no basta con conocerme a medias, tienes que entrar más adentro. Tienes que conocerme más. No basta con lo poquito que tu viste y viviste allá en Puerto Rico, tu tienes que vivir más. Yo te estoy retando a que tu vivas más. Y ese mismo reto que yo recibí, es el mismo reto que yo les extiendo a ustedes hoy. Dios nos reta a nosotros día tras día a no quedarnos en la superficie y hermanos, hay tantos pasajes bíblicos que reflejan esto.

Miren la visión del profeta Ezequiel, cuando el estaba con este varón de Dios que se le apareció y salían estos ríos del templo. ¿Ustedes se recuerdan de esa visión? El ángel midió cierta distancia y el caminó y el agua llegaba a los tobillos, después midió de nuevo y le llegaba a la rodilla, después subía hasta la cintura, después subía más hasta el cuello hasta que no podía hacer nada más sino que nadar. Profundidades, hermanos, no basta con ser del grupo de los 70, hay que ser parte del grupo de los 12. No basta con conocer las señales y milagros de Jesús, hay que conocerlo donde el me puede ver los pies, los cayos que tengo y dejarlo que el me lave los pies a mi.

Y algo que muchas veces la gente pasa por desapercibido, es el mero hecho de cómo Dios se revela a través de su cuerpo, de cómo Dios se revela a través de su iglesia, esa imagen de cómo Jesús se sentó con ellos a la mesa, partió el pan, compartió con ellos y sus ojos fueron abiertos, las confusiones se fueron, pero sus ojos fueron abiertos en ese momento. Eso es lo mismo que pasa cuando todos nosotros nos reunimos domingo tras domingo, miércoles tras miércoles, sábado tras sábado, o en cualquier otra célula o en cualquier otra actividad donde cuerpo y espíritu se reúnen: revelación de Dios se da. Y aquí es donde mucha gente no pueden entender o aceptar esto.

Porque hay gente que por tener la perspectiva incorrecta, llegan a la iglesia y lo único que pueden ver es un grupo de personas enfermizas, con malas mañas, con malas costumbres, con carácter, con actitudes, no me llevo con esta persona, y porque no me llevo con esa persona, no lo quiero ver o no la quiero ver, y por lo tanto ¿cuál es la decisión? No voy para la iglesia,... oh aquí no pasa, eso es en otras iglesias. Pues para que ustedes se lo cuenten a otros que están en otras iglesias entonces.

Hermanos, nosotros nunca podemos equivocarnos que lo que la iglesia significa es un cuerpo, y es el cuerpo de Cristo. Y aquí si habemos un montón de personas con distintos trasfondos, con distintas maneras de pensar, con distintas maneras de acercarse a la vida y de hacer cosas en la vida, pero a través de esa misma diversidad, es que el Señor se revela a cada uno de nosotros. Es a través de yo compartir con hermanos que son de Brasil que yo puedo ver como el Señor se ha revelado a sus vidas y como esa misma experiencia pueden nutrir la mía que soy de Puerto Rico, y estamos aquí en Massachussets los dos. Es a través de esa diversidad que yo puedo ver un muchacho que está metido en la cárcel, que estuvo en un programa que su vida es un desastre, y de repente el Señor lo transforma y el comparte esa experiencia conmigo, y eso me da a entender que el Señor está en acción en medio de su pueblo. Es a través de eso, que aunque tal vez yo puedo tener un problema con alguna persona en la iglesia, pero porque tenemos la perspectiva correcta de que tu eres un hijo de Dios, de que yo soy un hijo de Dios y aunque tal vez yo te falté el respeto y tu me faltaste el respeto, pero porque tenemos a la perspectiva correcta, esas cosas se pueden sanar y restaurar y podemos seguir adelante, viendo la revelación de Dios en medio nuestro.

Yo les quiero dar un ejemplo bien reciente, acabadito de sacar del horno: voy a usar a mi querido hermano Miguel de ejemplo. Miguel, ¿me das permiso? No te apures, no te voy a poner tanto en el spot. ¿Cuántos de ustedes dicen que Miguel tiene un carácter único? Al menos los que conocen a Miguel. Miguel tiene un carácter único. Tengo jóvenes acá arriba que pueden decir lo mismo también. Pero para mi, Miguel, se ha convertido en una parte tan vital en mi vida, la primera vez que yo lo conocí el vino y me saludó con un beso. Me lo plantó en el cachete. Y yo me quedé como que: Aja? O eres portorriqueño o eres de algún lugar en Europa que se saludan con un beso. Yo me quedé medio patidifuso, como ¿que es esto? Pero eso me demostró algo de el. Si usted lo conocen a cualquier persona, el saluda a la persona así. Yo lo empecé a conocer a Miguel y yo pude identificarme mucho con el, pero llegó un momento en que Miguel y yo tuvimos un trueque, tuvimos un pequeño problema y yo: aquí se fue ajuste Miguel conmigo, yo estoy seguro que Miguel decía lo mismo de mi: Aquí se fue ajuste Omar conmigo, olvídate. Pero yo entiendo que el es un siervo de Dios y el entiende que yo soy un siervo de Dios y hubo un día, yo voy y lo visito a la casa, nos sentamos en el sótano de el y empezamos a jugar un poquito de Play Station. Como mi esposa no me deja tenerlo, cada vez que yo voy allá pues, ahí es donde yo me desahogo y me curo un poquito y me voy a jugar Play Station allá con Miguel.

Pero de repente dejamos de jugar y comenzamos a hablar de lo que había pasado. Y, hermanos, no hay nada mejor, no hay nada mejor que uno ser totalmente honesto y transparente con una persona. Yo pensaba que de ese problema que Miguel y yo tuvimos, yo pensaba que íbamos a ser enemigos por siempre, pero cuando nosotros nos sentamos a hablar en el sótano de su casa y hasta terminamos llorando juntos. Hermanos, eso fue un “eye opener”, esa fue una experiencia para abrir nuestros ojos y dejarnos saber que al Señor que el y yo servimos, se va por encima de lo que nosotros dos podamos experimentar. Y ahora hermanos, el se ha convertido en una persona que ha ayudado a que mi vida, mi relación con el Señor, que mi ministerio pueda crecer a un nivel mucho mayor, y yo estoy seguro que de la misma manera, aunque el es mucho mayor que yo, yo estoy seguro que yo también he ayudado a su vida a crecer y a desarrollarse también.

Ahora ¿cuál es el punto, con yo mencionar estas cosas, hermanos? Yo digo, para que nosotros no perdamos de perspectiva, y el nosotros reunirnos como cuerpo de Cristo tiene un propósito bien particular. Ese concepto de nosotros ser la iglesia, el cuerpo de Cristo sobrepasa toda diferencia que usted y yo podamos tener. Que si usted es de una cultura y yo soy de otra, y tal vez digo una palabra que para usted pueda ser ofensiva, pero para mi no, por ese pequeño mal entendido pues ya... polos opuestos, pues no me uno más con Omar por eso que pasó. Eso no puede ser así en el cuerpo de Cristo. En el cuerpo de Cristo si yo dije algo mal yo me tengo que acercar a usted y decir, yo creo que esta palabra que yo dije le cayó mal, ¿verdad? Y yo creo que usted me debe dejar saber: Mire, pastor Omar, esto en mi país significa esto, esto y esto.

Hace poco yo me estaba tomando unas pastillas, y en Puerto Rico nosotros decimos que cuando una persona se toma muchas pastillas, yo digo que voy a sonar como una maraca, por las muchas pastillas que a veces que bebo, entre vitaminas y pastillas para el dolor de cabeza o algo, y hay veces que termino diciendo: Voy a sonar como una maraca. Pero lo dije delante de una persona que su cultura “sonar como una maraca” significaba que era una mujer prostituta, y cuando dije eso la persona se me quedó mirando como que pastor Omar, usted no quiere decir eso de frente a mi, y yo: pero, ¿qué significa eso? es una maraca y ya sea como que: Ay, Omar, no!! En la comunicación pudimos entender, yo pude entender lo que significaba para esa persona y ella pudo entender lo que significaba para mi. Pero si no había esa interacción, hermanos, no podíamos llegar ni a tres y dos. Y es el ejemplo que veo con estos dos hombres, es eso mismo.

No tan solamente estaban compartiendo el uno con el otro, sino que en ese compartir Jesús se hace presente y en esa reunión es donde sus ojos son abiertos por completo para yo poder entender cual es su situación, cual es su condición delante el uno del otro y delante de Jesús también y lo mismo pasa, hermanos cuando nosotros estamos aquí. ¿Tu quieres conocer al Señor? Ah, me voy a quedar en mi casa solamente orando como dice en la Biblia, me encierro en el cuarto y el Señor que me oye en privado me va a recompensar en público. Mira, si está bien, pero eso no es suficiente. Eso no es suficiente, tu tienes que estar aquí también, buscar la presencia del Señor aquí en la Congregación de los hermanos y hermanas. No es suficiente con quedarnos en la superficie es necesario profundizar aun más. No basta con yo venir aquí y orar; Señor te acepto, y ya, ahí se queda. Si te acepto, ¿qué tengo que hacer? ¿cuáles son las implicaciones para mi vida? ¿cómo te tengo que buscar? ¿cómo puedo aprender a orar? ¿cómo puedo aprender a leer la palabra? ¿cómo puedes aprender eso? Conéctate con el cuerpo de Cristo y lo vas a saber.

Los invito a que se pongan de pie, hermanos. Cada uno de nosotros tenemos un Emaús. Escuchen bien, cada uno de nosotros tenemos un Emaús. ¿Que significa eso? Cada uno de nosotros tenemos un lugar cómodo a donde vamos cuando las cosas no salen como nosotros esperábamos. Hay algunas personas que su Emaús, es una botella de ron. Hay algunas personas que su Emaús es un club nocturno. Hay algunas personas que su Emaús es encerrarse en si mismo o en si misma. Hay otras personas que su Emaús es ir y gastar todo el dinero que tienen. Pero sea cual sea tu Emaús, ese no es el camino que el Señor quiere para ti. El sí se puede revelar a ti en ese camino, pero esa no es la dirección final que El quiere que tu tomes. La decisión final que El quiere que tu tomes es el camino que va hacia El, el camino que va hacia Jesús. Es un camino que tiene unos estándares de vida que van por encima de los estándares de este mundo, como son unos estándares tan difícil, muchas veces, la gente no lo puede entender y tienen expectativas erróneas, cuando toman una decisión de entrar en ese camino. Pero, hermanos yo quiero decirles a ustedes hoy que yo prefiero que ustedes vivan ese camino a que vivan el camino de hoy día. Yo prefiero que ustedes estén en el camino de los estándares de Jesús a que estén en los caminos estándares de un mero Emaús.

Dios se revela a ti. Dios, escucha bien, Dios se revela a ti a tu persona, a tu corazón. No tan solamente se revela a los pastores y a los diáconos de la iglesia, Dios se revela a ti. ¿Por qué? Porque tu eres importante para el. Tu, hombre que me escuchas, tu eres importante para el Señor. El Señor quiere algo contigo. Tu, mujer que me escuchas, el Señor quiere algo contigo. Joven que me escuchas, niño que me escuchas, el Señor quiere algo contigo. Hay algo que El ve en ti que El quiere usar. ¿Cómo nosotros vamos a responder? Vamos a tener expectativas egocéntricas donde solamente queremos que el Señor obre en favor de nosotros, o vamos a tener las expectativas correctas del Reino, que si yo me acerco al Señor es para estar cerca de El. Y que una vez yo esté en contacto con ese corazón de Dios, ¿sabes que? Ya lo sabemos, todo lo demás viene por añadidura. Pero, ¿sabes que es lo que está en el centro del corazón de Dios? Tu y yo. Gente, la gente es lo que está en el centro del corazón de Dios, es su creación y el Señor se mueve en nosotros para también ser de bendición a otros.

Muchas veces esto se puede experimentar a través de un calentón en el corazón, muchas veces se puede experimentar en el circo apacible también. Pero de una manera u otra el Señor se revela a tu vida. Y yo quiero invitar ahora, en este momento, si hay alguien que no ha tomado esa decisión de decir: Señor yo no te reconozco a ti como el Nazareno, no te reconozco a ti como un profeta, no te reconozco a ti como a un buen hombre, te quiero reconocer a ti como el Mesías, como el Hijo de Dios, como mi Señor y como mi salvador. Si hay alguien que no ha tomado esa decisión yo quiero abrir esta oportunidad para que tu tomes esa decisión, que tu puedas levantar tu mano y decir Señor, yo quiero que tu seas el Señor de mi vida. Yo quiero dar esa oportunidad para que tu puedas levantar tu mano y tomar esa decisión ahora.

I want to pray for this brother right here in the front. I want to pray for your first.

Yo quiero que todos nosotros como iglesia también podamos orar por el. Toma esa decisión hoy. He’s taking that step today, making the Lord Jesus, the Lord and Savior of his life.

Jesús ahora mismo como iglesia, como cuerpo, nosotros elevamos este hijo tuyo delante de ti, Señor. Padre, James te pertenece, el es tuyo Jesús.

We love you, Lord Jesus. He belongs to you and you come right to his side when he’s on his way to Emaús, Lord Jesus. And it is right there where you reveal to him, you reveal to his life, that you love him, that you care for him and that you want to restore his whole life completely. Father, I pray that your holy spirit may be upon him right now and that You may make him a new creature completely, Lord God. His mind, his spirit, his heart, his body that every cell that is within him, Lord Jesus, may come to know who you are. But that that decision may not stay on the surface, that it may go deep, deep within you, every day, Lord Jesus. I pray that you may move him to the depth of your love, even more every day. God I give you thanks for him and I pray that you may continue to cover and guide him.

Y ahora, hermanos, yo quiero hacer una oración por nosotros también. Yo se que todos nosotros tenemos expectativas de algo que el Señor esperamos, que esperamos del Señor. Muchas veces podrás haber experimentado frustración porque esa expectativas no se han cumplido, al menos como tu esperas, pero yo soy de los que creen que Jesús trabaja tras bastidores también, que aun cuando tu no te estás dando cuenta, el Señor está haciendo algo en tu favor, pero reconocer que el Señor lo que quiere es tu corazón día tras día, noche tras noche. Eso es lo más que el Señor desea, tenerte a ti. ¿Sabes por que? Porque una vez que te tiene a ti, una vez que tiene tu corazón, todo lo demás fluye. No tan solamente las cosas para tu propia vida, sino también para aquellos que están a tu alrededor. No tomemos en vano, hermanos el tiempo de nosotros reunirnos como iglesia porque es ahí donde el Señor también se revela a tu vida en una manera mayor, más profunda.

Yo hago un llamado ahora para todos nosotros, hermanos a no quedarnos en la superficie, a no conformarnos con ser de los 70, sino entrar al circulo más interno de la vida de Jesús. Yo quiero retarlos a todos hoy a esto y si ustedes quieren aceptar ese reto, si ustedes lo sienten así, escuchen bien, yo quiero que tu levantes tu mano, porque yo quiero orar por ti y si quieres venir acá al frente, te invito a que vengas al frente, yo me voy a parar aquí también. Yo los invito hermanos, que si ustedes quieren tener un tiempo de oración, yo creo que es necesario que nosotros tomemos esta oportunidad. ¿Cuántos de ustedes han ido de camino a un Emaús cuando tal vez no recibieron lo que esperaban del Señor? Pero, aun de camino a tu Emaús, el Señor está presente, el Señor está presente en tu vida.

No podemos dejar que nada cegué nuestros ojos, sino que siempre tenemos que mantener nuestros ojos pendientes delante del Señor, a ver como el Señor trabaja muchas veces tras bastidores en nuestros vidas, aún a través de situaciones dolorosas pero el Señor está ahí. Hasta me atrevo a decir esto, si tu quieres también esta oportunidad para reconciliar ese contacto, esa relación que tu tienes con el Señor, yo te invito a que también tu vengas aquí. Yo se que el Señor está aquí, si tu quieres reconciliar esa experiencia, ese primer encuentro que tu tuviste con el, yo quiero invitarte a que tu tomes esta oportunidad para decir: Señor aquí estoy,. Yo necesito renovar mis votos contigo. Yo necesito que tu puedas venir y tocar mi vida una vez más y que abran mis ojos para yo poder ver claramente dónde tu estás en mi, yo pueda caminar firmemente en tu dirección, no en dirección a un Emaús, no como una forma de escape, sino que yo pueda caminar en dirección a ti.

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Romanos 12 (Parte 5)

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Vamos al versículo 9, creo que ahí fue donde dejamos la última vez nuestra meditación sobre este pasaje. A nuestros visitantes, estamos predicando una serie de sermones horizontales, porque se refieren a la vida diaria, no a la vida necesariamente vertical en el sentido de solamente lo espiritual, Dios, las cosas allá arriba, sino también las cosas sobre el suelo, sobre la tierra. Estas cosas que tienen que ver con la vida diaria, la vida de las relaciones humanas, del carácter, de la forma como nos tratamos unos a otros, las actitudes, los hábitos mentales y emocionales que nosotros tenemos, cosas que muchas veces nos hacen tropezar en la vida cristiana y que no permiten que podamos disfrutar plenamente de las bendiciones que Dios tiene para nosotros. Y hemos estado leyendo los primeros 8 versículos. Hemos estado meditando sobre estos versículos y esta mañana vamos a continuar.

Vamos al versículo 9. “El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo. Seguid lo bueno. Amaos los unos a los otros con amor fraternal. En cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros. En lo que requiere diligencia, no perezosos, fervientes en espíritu sirviendo al Señor, gozosos en la esperanza, sufridos en la tribulación, constantes en la oración, compartiendo para las necesidades de los santos, practicando la hospitalidad.” Gloria al Señor. Bendiga Señor su santa palabra.

Hemos hablado, hermanos en los versículos anteriores, hemos hablado de la vida de servicio. Cómo servir al Señor, en qué espíritu? Así que esos versículos nos hablan acerca de servicio. Ahora yo creo que estos próximos versículos nos hablan acerca, más sobre todo actitudes, porque aunque se refiere en parte a servir, pero no es tan obvia el enfoque sobre servir, es más qué tipo de actitudes debemos tener nosotros los unos con los otros. Entonces yo pondría el énfasis en esta segunda sección más sobre actitudes y menos sobre servir.

Y habíamos dicho recuerde que sin embargo, hay unas actitudes que debemos tener de humildad, de conciencia de nuestras propias limitaciones, el espíritu de cuerpo, sobriedad, todas estas cosas que son importante en el servicio. Ahora, piensen que en esta sección como que hay un cambio. Si usted mira parecería que hay un cambio en el versículo 6 y adelante dice: “si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; si de servicio, en servir; el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría”.

Hay un paralelismo obvio, en este sector del versículo 6 al 8. Sin embargo, hermanos, cuando uno va al griego original, aunque parece que la actitud del Apóstol ha cambiado, que es más de consejo, el estilo en realidad, la traducción al español lo cambiaron más bien por elegancia, por asuntos de estilo, pero se pierde algo de ese carácter de dirección y de énfasis y de naturalidad con que nosotros debemos llevar a cabo la vida cristiana, y yo me tomé la molestia de hacer una traducción personal, de cómo yo lo escribiría, y perdone las pretensiones. Esta es la versión León de Juda, saben que hay versión Reina Vallera, etc., para que ustedes escuchen. Yo traté de mantenerme lo más fiel posible a la gramática original según yo la pude discernir, en el limitado estudio que yo pude hacer con ayudas, de esto. Y dice más bien así, el Apóstol continúa de esa manera “... el que reparte con liberalidad; el que preside, con solicitud; y yo diría así: “...el amor, sin hipocresía, aborreciendo lo malo, aferrándose a lo bueno. En el amor fraternal, afectuosos, cariñosos; en cuanto a honra, poniéndose delante unos a otros; en cuanto a diligencia, no perezosos; en cuanto al espíritu, fervientes. Cuando surja la oportunidad, sirviendo; en la esperanza, regocijándose; en la tribulación, resistiendo; en la oración, constantes; en las necesidades de los santos, compartiendo; en la hospitalidad, practicándola”.

Así es que en realidad está esa idea de: Hey, esto es lo que ustedes tienen que hacer, esta es la forma de ustedes relacionarse unos con los otros. Vamos a dejar los adornos y vamos a lo que vinimos, al pan, pan y al vino, vino. La palabra del Señor es muy directa, hermanos. Esta es la forma en que tenemos que vivir la vida cristiana, esta es la forma en que tenemos que relacionarnos unos con los otros. Es bello, esa manera, ese estilo que el Señor le dio. Cuando Dios te manda a hacer algo, hazlo. Cuando tienes que expresar una actitud, simplemente exprésala. No hay que estar dando excusas, sino hay que obedecer al Señor en la forma en que nosotros debemos tratarnos los unos a los otros. Si no nos tratamos así, estamos en desobediencia y nuestra vida está bajo juicio.

Lo que mucha gente no entiende es eso, hermanos, que cuando Dios nos dice; trata a tu hermano en esa manera, si nosotros no lo hacemos así estamos pecando contra Dios y pecando contra nosotros mismos, además de pecando contra nuestro hermano, y nuestra vida cae en juicio delante del Señor y estamos en desventaja. No tenemos alternativa, tenemos que servirle al Señor como Dios manda.

Siempre la mente del Apóstol Pablo va hacia el amor, porque el amor es como que el amor lo abarca todo. El Apóstol Pablo dice, en primer lugar, Congregación León de Juda, el amor que ustedes expresen unos a otros sea, cómo? Sin fingimiento, así es que se tienen que amar unos a otros, nos tenemos que amar los unos a los otros. La palabra original en el griego es fascinante, es anupócritos. Qué palabra suena ahí, hipocresía. La idea “an” es un prefijo negativo, sin hipocresía. De ahí viene la palabra hipocresía,. El amor sea sin hipocresía. Eso es poderoso. Usted ve a veces que bueno es entender el original porque hay pasajes de la Escritura, que si uno puede ir al lenguaje original, se llena de significado. Dice: Congregación León de Juda, cuando ustedes expresen amor entre ustedes, sea sin hipocresía. Padres, cuando ustedes expresen amor a sus hijos, sea sin hipocresía. Esposos, cuando se expresen amor unos a otros sea sin hipocresía.

La palabra que el Apóstol Pablo usa es agape. El agape, el amor que ustedes se manifiesten sea sin hipocresía. Hermanos, por qué es tan importante lo que dice el Apóstol Pablo? Porque el amor es la cosa más bella de todas las emociones que puede expresar el ser humano, pero muchas veces se tiñe y se contamina con otras emociones más bajas. La Biblia dice, purifiquemos nuestro amor. Sabes que tu y yo necesitamos purificar nuestro amor? Nuestro amor es como oro contaminado con otros metales y ese amor tiene que ser sometido al fuego del Señor para ir purificándose y desproveyéndose de esas sustancias menores que afectan y empobrecen el oro de nuestro amor. Cuando nosotros entramos al reino de Dios, Dios inicia un proceso de purificación de nuestro amor para que nuestro amor llegue a ser más y más como el amor de Jesucristo y todos nuestros sufrimientos y ajustes y padecimientos y luchas y experiencias, Dios las diseña a fin de que nuestro amor sea cada vez más y más como el amor de Jesucristo, porque hermanos, es tan fácil uno amar por interés.

El Apóstol Pablo dice en el pasaje anterior, que “el que reparte lo haga con liberalidad, y la palabra fue aplotes que quiere decir con sencillez. Dice que el que reparte hágalo con liberalidad y decíamos que liberalidad quiere decir con sencillez. Cuando uno comparte con alguien que lo haga de una manera sencilla, no buscando como sacar algo, o haciéndolo con un motivo ulterior, sino que cuando usted comparte algo de su vida, hágalo con sencillez. Olvídese después a quien le dio, simplemente como un niño da, con esa soltura, con esa sencillez. La idea era que cuando diéramos, que cuando le demos a alguien, cuando compartamos algo, sea una palabra de aliento, sea el dinero, sea lo que sea, lo hagamos con sencillez. Bueno, aquí yo creo que el Apóstol Pablo está diciendo algo muy similar. Porque, hermanos, muchas veces el amor de esposo a esposa está teñido de interés personal. Yo la amo para que ella me de esto, me de lo otro, me atienda, me limpie mi ropa, me cocine la comida, esto o lo otro. Ella lo ama a el, porque el es un buen ganador de dinero, buen proveedor, ella se casa con el para que el la proteja y la cuide, porque ve enseguida la casa grande, y el carro lujoso, no lo ve a el, ve un carro frente a él.

Cuando nosotros amamos tenemos que pedirle al Señor; Padre ayúdame a amar en el vacío, en un sentido, amar no porque es bonito, o porque levanta pesas y tiene músculos firmes, o porque tiene mucho dinero, o porque tiene un buen sentido del humor y es una persona sociable, amar por amor, amar porque hay algo que sale de nosotros y que necesitamos estar con esa persona. En lo bueno y en lo malo, en la enfermedad o en la salud, en pobreza o en riqueza. El amor tiene que ser ahí siempre, y no podemos andar con secretas motivaciones, con hipocresía.

Hermanos, pidámosle al Señor; Padre ayúdame a amar como tu nos amas. La palabra de Dios dice que Cristo aun cuando estábamos sumidos en nuestros pecados, vino al mundo a morir por nosotros. Dios lo envió, cuando no éramos amables y no merecíamos que Dios nos amara, Dios nos amó tanto que dio a su hijo por nosotros, ese es el amor ágape, es el amor de Dios.

El dice que tu amor sea puro, no lo mezcles con todas las porquerías de deseo personal y de ganancia personal y de manipulación y de opresión y de que el otro haga esto y lo otro, y que sino tiene o no te da o no te dice, hermanos, Dios dice que tu amor sea sin mezcla, que tu amor sea puro, lo más posible. Ama como Dios ama. Ama libremente, sin intereses. Ese es el amor que nosotros tenemos que tenernos con los otros.

Hermanos, que tu ames al amarillo, al blanco y al negro que es diferente a ti. Ama porque el es diferente a ti, no ames porque el es igual a ti. Cuando invitamos a alguien a nuestra casa, no lo invitemos porque me puede dar algo en retorno, invitémoslo simplemente porque el amor te dice, invita a esa persona. Con ese amor sencillo, ese amor puro del Señor.

Yo le pido al Señor, Señor ayúdanos a amar como un ángel, purifica mi amor. Porque no bajamos nuestras cabezas ahora. Vamos a pedirle al Señor ahora mismo: Señor quita todas las impurezas. Lo vamos a dejar ahí. Yo voy a mostrar mi amor para ustedes no aburriéndolos en demasiada meditación esta mañana.

Yo me arrepiento ahora mismo en le nombre de Jesús, de todas las impurezas que afean mi amor hacia mi esposa, mis hijas, mi congregación. A veces yo amo a los que me aman, o a los que me halagan, o a los que me dan. Yo quiero amar simplemente porque la imagen de Dios está estampada en la vida de la gente que viene a mi vida. Purifica nuestro amor, Señor. Ayúdanos a amar como Cristo amó. Perdónanos por las muchas veces que en nuestra vida el egoísmo se mete por delante y las malas palabras y las cosas hirientes, Señor, y no amamos como es debido. Purifica mi amor. Señor purifica nuestro amor, purifica nuestro amor, Señor en esta mañana. Ayúdanos a amar como Cristo ama, como Cristo amó a la iglesia que se dio y se entregó por ella. Gracias, Jesús, gracias, Jesús. Nos arrepentimos del egoísmo, nos arrepentimos de cuando esperamos algo de la gente. Gracias, Señor Jesús, te adoramos, te bendecimos. Gracias, Cristo. Alabado y glorificado sea tu nombre, Señor.

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El Amor todo lo espera

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Primero de Corintios, 13, solo quiero leer unos versículos de este Capítulo y quiero enfocarme en 4 palabras de este Capítulo. La palabra dice: “Si yo hablase lenguas humanas y angélicas y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe”. Saltando al versículo 4: “... el amor es sufrido, es benigno, el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor, no se goza de la injusticia más se goza de la verdad”. Versículo 7: “todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”.

Yo quiero enfocarme en la parte que dice: “...amor todo lo espera”. Saben que leemos estas palabras como palabras poética y yo casi nunca me paro para pensar qué significa esto, que significa el amor siempre todo lo espera. Pues vamos a ver que significa hoy. Oremos juntos.

Padre, en el nombre de Jesús, gracias Señor que tu amor y el amor que tu quieres que habite en nosotros es un amor poderoso, es un amor profético, es un amor que hace una diferencia en nuestras casas, en nuestro lugares de trabajo y en esta ciudad, y aquí en esta iglesia. Tu amor tiene poder para cambiar vidas, así que te pido que nos hables en este día y nos enseñes qué significa Señor que el amor todo lo espera, en tu santo nombre, amén.

Quiero comenzar con una confesión personal. Estamos listos? Yo fui a California de vacaciones por un fin de semana con mi esposa para visitar a la familia y fuimos a ver un partido de baseball, a un equipo, Los Angels, que están ahí Anaheim cuántos son fanáticos de baseball, unos cuantos peloteros tenemos aquí. Fui a ver un equipo que se llama Los Angels, así que hay 45000 personas en este estadio, mucho más grande que Fenway, que está aquí. Saben que resulta que el equipo de baseball que está ahí, es un equipo que está en competencia con los Red Socks, las Medias Rojas, para ganar un lugar en los playoffs. Así que están en competencia aunque no están en la misma división, con el wild card thing.

Bueno, yo ahí con 45000 personas y mi esposa y nosotros nos pusimos nuestra camisa de los Red Socks para estar ahí. Pero estábamos ahí y todo el mundo es muy amable, no son malos, como Bostoniano. Hay mucho sol, todo el mundo alegre. Aquí en Boston te tiran cerveza, y si tu tienes una camisa puesta. Ahí te sonríen y hacen un chiste. Son gente muy buena y tranquila. Yo ahí mirando el juego con unos amigos de mi esposa y míos también ahora, y yo cuando los Angels hacían bien, cuando marcaron o algo así, yo aplaudía con los demás pero tengo una confesión para ustedes: dentro de mi corazón yo quería que perdieran. Y ahí todo el mundo después del juego, yo feliz, porque perdieron. El amor no es así. El amor todo lo espera. Tiene esperanza para la persona que están ahí en nuestras vidas.

Vamos a Lucas, 13. Vamos a aprender de verdad como es el amor y como no es, porque muchas veces somos como yo era en ese juego. Damos la sonrisa a la gente, somos muy amables pero saben qué, a veces muy por dentro queremos que pierda. Dios no quiere un corazón así. Lucas, 13, comenzando en versículo 6, una parábola. Dijo también esta parábola, “Tenía un hombre una higuera plantada en su viña y vino a buscar fruto en ella y no lo halló. Una higuera que no daba fruto. Y dijo el viñador, he aquí hace 3 años que vengo a buscar fruto en esta higuera y no lo hallo. Córtala, porque inutiliza también la tierra. El entonces respondiendo le dijo: Señor, déjala todavía este año, hasta que yo cabe alrededor de ella y la abone, y si diere fruto bien, sino la cortarás después”.

Cuando una planta, nosotros tenemos una planta así delante de nuestra casa que no está dando fruto, estamos pensando, cuándo vamos a matar a esta planta. La persona dueña de la viña decía “Córtala, porque también inutiliza la tierra” que está ahí. Vanos a cortar este árbol porque no sirve, no funciona. Pero había otra persona ahí que dice: Vamos a esperar un años más y dale tiempo, porque yo tengo esperanza que tal vez, todavía pueda dar fruto este árbol y dar higos para nosotros. Esperemos un poco más, sino después de un año, córtala. Pero si da fruto, hemos ganado un buen árbol.

Muchos de nosotros somos los que decimos “Córtala”. Córtala, ya no sirve. Cuando hay una persona que te molesta, una persona que tu crees que tiene defectos, qué dices dentro de ti? Si fueres el rey, el rey de Boston con la corona y todo o la reina de Boston y alguien no te cae bien, ahí en la calle el tráfico te corta algo así, qué dices dentro de ti? En ingles “Off with his head!” “Cortadle la cabeza!” Vamos a decirlo juntos: Cortadle la cabeza. Muchos somos así. Ese tipo no sirve, cortadle la cabeza. Dios no es así, gracias a Dios. Porque el que tiene el poder de cortarte la cabeza cuando tu fallas, no lo hace.

La palabra dice que El es muy tardo para enojarse, dando tiempo, lo que parece miles y miles de años para dar esperanza, para que la gente pueda arrepentirse antes de ser castigado. Muchos de nosotros no somos tan amables. El equipo, ya que estamos hablando de baseball, los Red Socks, están ganando esta semana. Si pierden un solo partido todo el mundo va a estar diciendo del manager: Cortadle la cabeza. El manager del año pasado, un error en todo el año, Cortadle la cabeza y todo el mundo feliz.

En la Biblia había personas así. Un profeta que quería cortarle la cabeza a sus enemigos. Cuántos sabemos que no quería que Dios tuviera misericordia de la gente. Cual profeta era? Jonás. El no quería que Dios tuviera misericordia de los de Nínive. No quería esto. No esperaba en ellos, quería castigo para ellos. Así que el ni quería predicar, por eso se metió en un barco y terminó en el estómago de un pez grande y después ahí predicando y todo el mundo se arrepiente de sus enemigos. Y Jonás alegre, que están bendecidos? Jonás alegre que ellos han cambiado sus vidas? Nada que ver. Jonás, ahí, Señor estoy molesto contigo. Para que tu siempre tienes misericordia con la gente? Por qué no les cortas la cabeza como yo quiero que tu hagas? Jonás como un niño malcriado tuvo que ser enseñado que el amor todo lo espera.

También habían otros discípulos Juan y Jacobo, supuestamente el discípulos de amor, Juan, y ellos después de predicar en Samaria y los de Samaria rechazaron la palabra y qué le dicen a Jesús: Jesús, debemos llamar fuego de los cielos para acabar con todos. Tu puedes sentir que están queriendo eso: fuego. Yo quiero ver fuego, vamos a acabar con la gente que me molesta. Cortadle la cabeza. Jesús le dice: de qué espíritu tu eres? El amor todo lo espera.

Moisés no era así. Qué pasa con Moisés? Había un momento que el pueblo de Israel habían pecado tan fuerte que Dios dijo: Mira, aléjate del pueblo porque yo voy a acabar con todos y voy a hacer de ti una gran nación. Moisés en lugar de decir; Bien, por fin, lo han buscado... Moisés dice: No, ten misericordia de ellos. Si no los perdonas a ellos, bórrame a mi de tu libro que tienes escrito. Porque Moisés era un hombre que había aprendido el amor todo lo espera de la gente. Y quiere misericordia para los demás.

Hay un dicho que tal vez has escuchado: Este nunca cambia. Nunca cambia. Es así, y no cambia nunca. Hay otro dicho que vamos a aprender hoy, el dicho que dice: Todavía hay esperanza para ti. There’s hope for you yet. Yo nunca les pido que hagan cosas tontas aquí, pero hoy les voy a pedir que hagan algo tonto. Yo te invito a mirar especialmente, si estás con un familiar, que mires a la persona de al lado para decirle “Todavía hay esperanza para ti”. Aún hay esperanza para ti. This is a line that could be used at key moments in discussions in the home. Todavía hay esperanza para ti. Funcionó. There’s still hope for you yet. You’re not a totally lost cause. Para este hay esperanza.

Había un hombre del Libro de los Hechos, en el comienzo de la iglesia cristiana que se llamaba José, y el era un hombre tan bueno que le dieron el apodo, el sobrenombre, Animo. En griego, Bernabé, porque el daba ánimo, hijo de consolación, ánimo a los demás. Había un caso, había un malo, un hombre que andaba matando gente, que después un día el está sobre su caballo, y el Señor lo tumba de su caballo y le dice: Porque me persigues? Y hay una conversión impresionante en la vida de este hombre malo. Y el viene a la iglesia, pero el había andado matando cristianos, así que el viene y aparece a la puerta de la iglesia un día de León de Juda, aquí. Mira, tengo un testimonio, yo quiero predicar con ustedes. Y qué dice todo el mundo. Tu? Este nunca cambia. No ha cambiado. No confiamos en ti. Tu no has cambiado para nada. Tu estás haciendo un juego para tratar de engañarnos. Se llamaba Saulo ese hombre. Pero había una persona en la iglesia, José, Animo, Bernabé que le dijo a este hombre: Sabes que, todavía hay esperanza para ti,. Yo no te voy a juzgar por lo que has hecho en el pasado, porque yo se que la gente puede cambiar. Vamos a hablar. Así que Saulo le cuenta su historia y después de eso Bernabé lo trae, lo lleva a los discípulos, lo presenta a los discípulos, dice: Mira, escúchalo. El ha cambiado. Y si no fuera por Bernabé nunca hubiera existido un predicador que se llama Pablo. Si no fuera por alguien que sabía que el amor todo lo espera, este hombre hubiera quedado fuera de la iglesia. Cuántos somos así? Alguien te ha hecho mal en el pasado o era malo antes, años atrás y tu estabas muy molesto con esa persona, y después, años después todavía lo tienes ahí, encajado en tu mente, atrapado en pensamientos malos de esa persona. Este nunca cambia. No voy a confiar en que el Señor ha hecho una obra.

Dios tiene corazones como el corazón de Bernabé. Había otro caso, cuando los gentiles, los no judíos conocieron a Cristo la primera vez, y todos los judíos decían: No puede ser, el Evangelio es para nosotros, el pueblo de Dios. Pero había uno, que se llama Bernabé, dijo: Yo creo que hay esperanza para ellos, y yo voy a conocerlos, voy a animarlos. Gracias a el, aceptaron a los gentiles en la iglesia y todos nosotros, la mayoría de nosotros somos gentiles. Y si no fuera por alguien que tenía amor con esperanza, no estaríamos aquí hoy en este día. Había otro momento que ellos tenían un joven que se llamaba Juan, Juan Marcos, que andaba con Bernabé y con Pablo ministrando ahí en las calles, y Pablo que recibió misericordia antes, no tenía tanta misericordia para los demás a veces, a veces. En un momento ese joven dijo: Ya no puedo mas, eso es mucho trabajo, yo vuelvo para mi casa. No puedo. La gente es dura, me gritan, me tratan mal, yo no quiero seguir predicando. Y los dejó. Después, como un años después, Bernabé y Pablo están al punto de salir de misiones otra vez y Juan Marquitos quiere otra oportunidad. He wants a second chance. Qué dice Pablo: Cortadle la cabeza. Ya nos falló una vez, no me falle dos veces. No confío más. El que había recibido misericordia, no estaba dispuesto a darla. Bernabé que también era primo de Juan Marcos, lo mira y el dice otra cosa: Sabes que, para ti hay esperanza, yo veo potencial en ti y tu tienes mucho que dar. A pesar de tus fracasos y fallas y defectos, yo se que hay posibilidades para ti y yo te voy a tomar. Como se dice en ingles: I’ll take you under my wing and I’ll give a chance to grow and to become the person that you’re meant to be.

Así que el sale con Juan Marcos, y tu sabes donde hemos visto el nombre de ese joven, en algún lado de la Biblia? Hay algún libro donde sale el nombre de este joven, que tu puedes pensar en el Nuevo Testamento? El Evangelio de Marcos. Ese joven temeroso, ese joven que no tenía deseo de seguir adelante al principio, terminó siendo un discípulo que escribió el Evangelio de San Marcos. Si no fuera por Bernabé, si no fuera por un amor que espera en la gente que ve su potencial, nunca hubiera llegado a ser el Evangelista escritor de un libro de la Biblia que el hizo. Nosotros tenemos que ser así.

Pero yo diría que la mayoría de las veces, somos los que hemos recibido el amor con esperanza en nuestra vida, somos menos dispuestos a darlo a los demás. Tu has tenido esta experiencia, de ver a alguien que sirve aquí en la iglesia y el pastor lo deja servir y tu dices: Pero cómo? Se debe cortar la cabeza a este. El no debe estar sirviendo. El pastor con esperanza y amor le da chance a la gente para crecer y ser la persona que debe ser. Podemos ser honestos, dentro de ti, habrá alguna vez que tu pensaste dentro de tu corazón, dijeron: cómo, cortadle la cabeza. El no tiene derecho de estar ahí. Yo diría que nuestra iglesia una de las cosas más fuertes que tenemos es que a través de los años se ha dado chance a la gente, se ha dado una segunda oportunidad, tercera oportunidad y cuarta oportunidad para que nosotros que llegamos todos sucios y quebrantados lleguemos a ser las personas que Dios quiere que seamos.

Cuántos aquí podemos decir que recibimos misericordia en nuestros días de comenzar aquí. Éramos rechazados de otros ambientes, pero Dios nos aceptó aquí. Nos dio oportunidad para crecer y ser las personas que podemos llegar a ser. Y después de ser aceptados y crecer y ya estar floreciendo, decimos de los demás: pero cómo? Dios quiere que tengamos un amor que espere en la gente. No estoy hablando, ahora es importante decir, que no estoy hablando de un amor ingenuo, un amor blandengue. No estamos hablando de esto. We’re not talking about mushy love here. Hay un momento de cortar el árbol que no da fruto. Un buen maestro no va a dar a todo el mundo porque ve potencial en el joven, pero cuántos de nosotros hemos recibido el beneficio de un maestro, un adulto que ve el potencial en nosotros, no nos trata suave, nos trata duramente pero porque el cree en nosotros. Espera en nosotros. Pero no es suave y blandengue y wimpy. Es duro a veces, también no es ingenuo.

La Biblia dice que Jesús veía lo que estaba dentro del corazón del hombre. El no necesitaba otro que le explique cómo es el ser humano. El sabe que nosotros somos pecadores en el fondo, el engaño, el corazón que es engañoso, sobre todas las cosas. Así que no es ser, como han dicho en inglés “Love is blind”. No estamos diciendo que el amor es ciego. El amor no es ciego, el amor ve la persona y ve los defectos pero también ve con ojos de misericordia. El nombre para Satanás, el significado del nombre Satanás es “acusador”, es que el ve los defectos bajo una luz fuerte que está buscando las cosas feas en ti para señalarlas, decir que: Mira, esta persona tiene defectos. Dios mira con luz total, El ve los defectos pero también ve el corazón y ve el potencial que está en la persona. Y nosotros, cómo miramos a la gente? Si tu buscas defectos los vas a encontrar. Si buscas defectos toma cinco minutos y puedes encontrar defectos en cualquier persona. La persona a tu lado, como la persona parada aquí, vas a encontrar defectos. Pero si buscas esperanza en la gente Dios te la va a dar. Porque Dios es un Dios de amor.

Vamos a ir otra vez a la palabra al mismo libro, Lucas 6. Por qué es tan importante esto, 6:37. Y veremos por qué esto es tan importante para tu propio bien, tener un amor que todo lo espera. Versículo 37, de Lucas 6 dice: “No juzguéis y no seréis juzgados. No condenéis y no seres condenados. Perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará. Medida buena, apretada, remecida y rebosando te darán en vuestro regazo, porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir”.

Este texto siempre se usa cuando estamos pidiendo ofrendas. Si tu das, Dios te va a dar una medida grande. Y esto es un principio verdadero, es justo y es verdad que si nosotros somos generosos, Dios nos bendice. Pero el contexto de este versículo no es dinero, es amor y un corazón paciente con los demás. Dice que si tu no juzgas no seréis juzgado. Esto es para nuestro propio bien. Porque hay un principio que lo que tu siembras, tu cosechas. Y es verdad que si nosotros somos muy duros con los demás, sabes que va a pasar con nosotros, cuando tenemos nuestras falla y nuestros defectos? Serán duros con nosotros también. Es verdad que si nosotros somos generosos con los demás, cuando te toca, Dios va a levantar un espíritu de misericordia en los demás para darte a ti una medida generosa, y no una medida bien estricta y dura. Este es un principio, pruébalo. Si tu tratas de ser duro con los demás, tu verás la gente va a decir: corta, corta. Porque no van a dar espacio a uno. Es para nuestro propio bien que tengamos esperanza en la gente. Así que yo quiero dar 3 consejos de cómo mirar a la gente con ojos misericordiosos. Algunos dicen; Gregory, eso es para los buenos. No puedo, la gente me molesta. Me molestan, no puedo hacer esto. Sí, tu puedes y debes hacerlo, porque sino el Señor te va a dar a ti y yo no quiero eso. I don’t want you to have to get spanked over and over again. Yo quiero que aprendamos corazones de misericordia.

1. Podemos adoptar una perspectiva de largo plazo con la gente. Quiere decir que aunque la persona que está delante de mi es un sinvergüenza, no es tan sinvergüenza como antes. Es mejor que antes. Has dicho esto? Mira, tu crees que soy malo ahora, me hubieras conocido 5 años atrás. Estoy mejor que antes, por lo menos esto, estoy en proceso. Cuando uno piensa así es más fácil tener misericordia. Para este hay esperanza, porque ha progresado mucho y el Señor, que ha comenzado la buena obra en el la irá perfeccionando hasta el día de Jesucristo. God’s not done with him yet. Y el está obrando y va a seguir obrando.

2. Adoptar una perspectiva más amplia del contexto de la persona. Considerar el contexto de la persona. Algún día un amigo te ha tratado bien gruñón sin ninguna razón, pero gruñón, gruñón, pero mal, te trata mal y después el próximo día tu aprendes que esta persona tenía un dolor de muela terrible. O acaba de recibir malas noticias de que la mamá está enferma en el hospital. Es que la gente trae su contexto, trae sus situaciones y nosotros no sabemos todo lo que ha sufrido esta persona, todo lo que está viviendo la persona. Si adoptamos una perspectiva que toma en cuenta el contexto de la persona vamos a ser más dispuestos a tener esperanza y paciencia para ellos. Si yo mismo estuviera en su lugar tal vez yo sería aún más malo que el. Si yo hubiera sufrido todo lo que ha sufrido, si me doliera también el diente como le duele a el, yo sería aún más gruñón que el, y saberlo y saber que vamos a dar espacio. Vamos a dar esperanza a esta persona por eso. Parece difícil, es difícil porque cuando alguien te molesta, no es tan fácil tomar un paso atrás y aplicar estas cosas.

3. Recuerda tus propios defectos y fallas. Jesús dice nosotros somos muy rápidos para tomar un pedacito del ojo de otra persona y hay toda una viga en nuestro. Tenemos que recordar; mira, yo no soy nadie para criticar. Yo no soy nada. Dios ha tenido misericordia conmigo. Muchas veces los que hemos sido perdonados mucho, critican mucho. Criticamos mucho. Dios quiere que estemos pendiente. Dios me ha perdonado tanto, voy a dar espacio a esta persona, y saber que para el hay esperanza. Así que de considerar mis propios defectos que tengo y recordar que cuando Dios me llamó yo estaba quebrantado en la calle, emocionalmente destruido y Dios me trajo aquí, así que yo voy a dar esperanza a los demás también.

El amor también, y esto es el ultimo fuerte, el amor ve con ojos de fe. Vamos a saltar a Primero de Samuel, 16. Pero antes de leerlo quiero contar una historia de uno de mis libros favoritos, películas favoritas, voy a ser honesto, vi la película, no leí el libro, pero bueno, vamos a hablar de eso, que se llama Los Miserables, que es un libro muy cristiano que tiene principios muy hermosos. En esta historia hay un sacerdote que creía en Dios, estaba lleno del espíritu santo, todo lo bueno. Un sacerdote que tenía su casa y había un hombre que se le apareció a la puerta un día a este sacerdote, un hombre que recién había salido de la cárcel. Estaba todo sucio, tenía la barba grande, todo feo, no se había bañado, olía a excremento, estaba sucio y feo y aparece a la puerta. El sacerdote lo recibe y lo toma y el se sienta la mesa y cena con el sacerdote y con su criada y después en la noche se le dio una cama en la casa. Ese hombre se acostó ahí y durante la noche ese hombre se levantó y se robó toda la plata de la casa, con los tenedores, las cucharas, toda la plata que estaba ahí en la mesa ese hombre lo robó y salió corriendo a la calle. Después de unas horas la policía busca y encuentra a este hombre. No lo buscan pero lo encuentran en la calle con toda la plata ahí, agarrada y ellos ven, es la plata del buen padre en tal calle.

Así que la policía lo llevan a la casa del sacerdote y el ahí amarrado con las esposas que el tenía y entra a la puerta y ahí sucio y el policía le dice al sacerdote: Mira, padre, encontramos a ese sinvergüenza con toda tu plata ahí en la calle. El sacerdote, y el hombre con temor y horror porque lo iban a meter preso otra vez. El sacerdote dice: Mi amigo, Juan, has olvidado los candelabros de plata y se los da al hombre. Has olvidado, por qué saliste sin esto, era parte del regalo que yo tenía para ti. Y el policía dice: Quiere decir que ese hombre tiene un regalo, que el no te robó todo esto. El sacerdote dice: Si y porque no trajiste el candelabro también. Así que el policía dice: Ay, perdónanos padre. Nos equivocamos mucho. Y el tipo ahí asustado y asombrado mirando con los ojos grandes, “Como va a hacer”. El policía sale de la casa y el hombre allí atónito, en shock. El sacerdote le dice: Con esta plata yo te compré el alma y lo regalo a Dios. Ese hombre llegó a ser un gran cristiano, un gran líder de su sociedad y el resto del libro no te lo voy a contar porque hay mucho más que pasa. Esa es la escena para abrir la película. Dios quiere que tengamos ojos así. Yo veo potencial en ti, yo veo que tiene esperanza, que puedes cambiar, que puedes ser diferente y no me rindo. Yo voy a ser fiel a ti con un amor que todo lo espera.

Pero muchas veces no miramos con el ojo del corazón y los ojos del alma, miramos con los ojos carnales, miramos a primero de Samuel, 16 versículo 6: El profeta Samuel está tratando de elegir o ungir el próximo rey de Israel, así que un hombre hizo que pasara delante de el todos sus hijos: “... y aconteció que cuando ellos vinieron el (Samuel) vio a Eliab y Samuel dijo: De cierto delante de Jehová estás ungido. Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer ni a lo grande de su estatura, porque yo lo deshecho, porque Jehová no mira lo que mira el hombre, pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos pero Jehová mira el corazón.”

En el hebreo, y no me gusta hablar de los idiomas pero en el hebreo hay una construcción muy interesante aquí. Dice que el hombre mira con los ojos, pero el Señor mira con el corazón. Es como una expresión que usaban para mirar lo que está por dentro. Pero la idea es que Dios no mira solamente con los ojos, El nos mira con ojos de fe. El nos mira con su propio corazón, para decir que aunque no se ve muy bien, porque está sucio, pequeño, humilde ahora, yo veo un rey delante de mi.

Cuántos somos así? Cuando tu ves personas aquí en la iglesia o en tu casa, puedes mirar con ojos carnales o con ojos del corazón? Para saber que hay mas aquí. Todos sabemos la historia de Jacob en la Biblia y yo les refiero a esto, no vamos a entrar mucho en eso. Pero el personaje de Jacob en la Biblia en el libro de Génesis, era un tipo malo, un tipo engañoso, un sinvergüenza de verdad que andaba mintiendo, engañando, muy hábil, siempre para robar algo, pero había una cosa que el tenía: el valoraba las cosas de Dios, tanto que robó la bendición de su hermano. Y Dios mira a este tipo, a ese muchacho, que todos los demás dicen: Mira, quiero cortarle la cabeza, porque me robó la plata o me molestó, me mintió. Dios mira: Si, el tiene que sufrir por sus pecados, el tiene que ser disciplinado y castigado pero yo veo en el un corazón que ama a Dios y que quiere las cosas de Dios y le voy a dar espacio para crecer. Y ese hombre Jacob llegó a ser un hombre que se llamaba Israel. Y la nación de Israel sale del nombre de este joven, malcriado que no se portaba bien, y llegó a ser Israel mismo en la Biblia.

Cuántos conocemos un Jacob en nuestra vida? Cuántos conocemos una persona que es difícil de esperar, que haya esperanza para esta persona. Dios nos llama a mirar con estos ojos porque cuando lo hacemos es más que un sentimiento, tiene un poder profético en la vida de la persona que amamos. En esta historia que yo les conté del sacerdote bueno, que el dice: Yo veo esperanza en ti y el amor de este sacerdote transformó al hombre para llegar a ser todo lo que Dios quería que el fuera. Y para nosotros es así: un niño, un joven, un esposo, un amigo, un hermano, un primo, una persona que conocemos muchas veces esta esperando que alguien esperara en ellos. Mirar a ese joven y decir: Yo creo en ti. Hay esperanza para ti.

Yo cuando hago matrimonios, muchas veces cuando hago la ceremonia de matrimonios siempre me gusta decir especialmente a la esposa, pero a los dos, que tengan una perspectiva de fe para la otra persona, que anime a la persona porque el hombre va a llegar a ser lo que es en tus ojos. Porque la esposa va a llegar a ser lo que es en tus ojos. El hijo va a llegar a ser lo que es en tus ojos. Nosotros tenemos que adoptar unos ojos proféticos para mirar lo que esta en las personas y llamarlo para que sea actualizado y realizado en la vida de la persona.

Me gusta lo que dice el ángel cuando aparece a Gedeón. Gedeón en el libro de los Jueces es un hombre lleno de temor, lleno de ansiedad, está escondiéndose de sus enemigos haciendo trabajitos en una cueva y un ángel se le aparece y lo mira y le dice: El Señor está contigo varón esforzado y valiente. Y yo me imagino que ese hombre lleno de temor, ahí agachado diciendo “hombre valiente y esforzado, donde está?” El ángel profetizó, el ángel del Señor que yo creo que era Jesús, profetizó a Gedeón y le dice: El Señor está contigo y tu eres, aunque no se ve ahora mismo, pero tu eres un varón esforzado y valiente. Y yo no veo nada malo, yo veo un rey delante de mi, un líder grande. Así que nosotros también tenemos ese llamado a mirar la gente con ojos de fe y esperanza.

Una historia que me gusta mucho, que yo vi en un programa de estos en la TV de Star Treck. Perdóname Señor, miro a Star Treck. Había un hombre muriendo, un hombre viejo y estaba su esposa ya ancianita, muy ancianita, con el hombre en los brazos. El hombre dice: Ay, mi amor, mi amor con el pelo dorado. Ella dice: Tonto viejito, está todo gris, está todo en canas ahora. Y el dice: Solamente veo oro, y se muere. Dios quiere que tengamos ojos de amor. Amor que todo lo espera.

Esto es fácil de escucharlo ahora, pero esta noche, mañana en la mañana tengo que aplicarlo. Decir dentro de tu corazón, y tal vez a la persona si quieres: Hay esperanza para ti. Todavía hay esperanza, aunque la persona va a saber que ya está diciendo que ya se metió la pata en alguna manera. Todavía hay esperanza para ti.

Yo voy a perder la esperanza porque hemos visto milagros en esta iglesia de esposos que no conocen a Cristo por muchos años, que después de décadas conocen a Cristo y son ejemplo de lo que es ser un hombre de Dios. Hay hijos que han salido del camino y han caminado en la calle y han hecho barbaridades y han terminado en la cárcel, y después de todo terminan alabando a Dios y sirviendo al Señor y predicando la palabra de Dios. Muchas veces, porque había una mamá, un amigo, un maestro que le decía: Todavía hay esperanza para ti. Así que vamos a orar que el Señor nos de tal corazón.

Pongámonos de pie. Yo te invito a cerrar los ojos y piensa en alguien, puede ser un familiar inconverso, puede ser un amigo, puede ser un hijo, un esposo, tu sabes que esto es muy raro pero puede ser tu mismo, si tiene que ser, y quiero que cierres los ojos y que te digas todavía hay esperanza para el, para ella, para mi. Todavía hay. Todavía hay. El amor todo lo espera. Gracias, padre. Padre, en el nombre de Jesús, yo te pido Señor que desates el poder de la bendición en las familias de esta iglesia, de bendecir a nuestros hijos y familiares y amigos, a proclamar palabras de esperanza proféticamente, que sean realizadas en su debido tiempo. Cancelamos espíritu de maldición que dice cosas contrarias. Señor levanta el amor, el amor como tu tienes, el amor que tu, Señor nos mostraste a nosotros, Señor. Cuando tu nos viste, Señor, personas caídas, Señor, con defectos y tu dijiste que hay esperanza para estos. Gracias, Señor que has tenido paciencia con nosotros. Has esperado mucho de verdad, y Señor sigue esperando en nosotros. Yo te pido que desates ese mismo amor aquí entre nosotros. Te pido, Señor que en el nombre de Jesús, que haya testimonios que salgan de este momento profético, testimonios de personas que cambien, que sean salvados, que sean liberados a través de la fe de un ser querido. Gracias, Padre. Confiamos en ti, Señor. Confiamos en ti. Gracias.

Hay esperanza para ti también. Esperanza para ti. Dios no ha terminado contigo, no ha terminado contigo, tiene su plan. El no está desanimado. He’s willing to stick with the long program here and get you where you need to be.

Yo quiero invitar también, a ustedes a cerrar los ojos una vez mas y si tu quieres responder al amor que espera en ti, el amor de esperanza que Dios tiene p ti. Yo te invito en este momento a levantar tu mano y decir Señor Jesús yo te recibo como mi Señor y salvador y yo recibo tu amor por mi Señor. Gracias, Padre. Dios te bendiga, Dios te bendiga. Hay esperanza para ti, hermano. Hay esperanza. Hay esperanza. Dios te ve, hay esperanza para ti. El no dice que El está frustrado ya contigo y se da por vencido. He’s committed tp the whole project. El que comenzó la Buena obra en ti, la irá perfeccionando hasta el día de Jesús.

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Ver no es Creer (Marcos 9:14)

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Cuántos creen que el Señor tiene algo grande y poderoso para la ciudad de Boston? Cuántos creen que el Señor tiene algo grande y poderoso para la Congregación León de Judá. Vamos a Marcos, Capítulo 9, hermanos, comenzando con el versículo 14.

Mi oración en esta mañana, hermanos, es que nosotros crucemos todos una frontera, que nosotros crucemos una frontera invisible. Lo declaro desde de ahora, declarando lo que no es como si fuera, y al final cualquier frontera que tengamos que cruzar para conquistar el terreno que el Señor nos tiene para nuestra vidas individuales, como una iglesia dotada para cosas especiales, en una ciudad precisa, el Señor lo cumpla conforme a su nombre. Y tenemos un largo camino delante de nosotros y una fuerte tarea.

Marcos, Capítulo 9, versículo 14: “Cuando llegó a donde estaban los discípulos...,” llegó de dónde? La porción bíblica que anticipa, esta porción bíblica es el monte de transfiguración. Jesús en su gloria, transfigurado delante de sus discípulos: Pedro, Santiago y Juan.

“Cuando llegó a donde estaban los discípulos en el fondo de este monte, vio una gran multitud alrededor de ellos y escribas que disputaban con ellos, y enseguida toda la gente viéndole se asombró y corriendo a El le saludaron y les preguntó: ¿Qué disputáis con ellos? Y respondiendo uno de la multitud dijo: Maestro, traje a ti mi hijo que tiene un espíritu mudo el cual donde quiera le toma, le sacude y echa espumarajos y crujen los diente y se va secando, y dije a tus discípulos que lo echasen fuera y no pudieron. Y respondiendo El les dijo: Oh, generación incrédula, hasta cuando he de estar con vosotros, hasta cuando os he de soportar. Traédmelo. (Jesus is having a bad day). Y se lo trajeron y cuando el espíritu vio a Jesús sacudió con violencia al muchacho quien cayendo en tierra se revolcaba echando espumarajos. Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace que sucede esto? (lo diagnosticó, lo está aconsejando, un tremendo pastor, Jesús) Y le dijo: desde niño, y muchas veces le echan el fuego en el agua para matarle pero si puedes hacer algo ten misericordia de nosotros y ayúdanos. Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo es posible”. Me gusta este versículo en la nueva versión internacional. Jesús aquí dice: Cómo que si puedo? Al que cree todo es posible. “Y en mediante el padre del muchacho clamó y dijo: Creo. Ayuda mi incredulidad. Y cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba reprendió al espíritu inmundo diciéndole: Espíritu mudo y sordo yo te mando, sal de el y no entres más en el. Entonces el espíritu clamando y sacudiéndolo con violencia, salió y el quedó como muerto. De modo que muchos decían: está muerto. (Tan profunda la paz sobre este muchacho). Pero Jesús tomándolo de la mano lo enderezó y se levantó. Cuando El entró a la casa, sus discípulos le preguntaron aparte: ¿Por qué nosotros no pudimos echarle fuera? Y les dijo: este género con nada puede salir sino con oración y ayuno”. Esta es la palabra del Señor. Padre, gracias porque Tu palabra es viva y eficaz, y más cortante que una espada de dos filos. Creemos Maestro. Ayuda nuestra incredulidad.

Hermanos, imagínense esta escena porque esta escena simboliza mucho. En parte podemos decir, para mí leyéndolo esta escena se puede llamar: la pesadilla del pastor regresando de sus vacaciones. Pero, ¿qué me hicieron a la iglesia? Pastor hubo un demonio, un demonito que se manifestó y lo reprendimos y no nos hizo caso y hubo un pequeño incendio y 30 hermanos más se nos fueron a Florida, y recogimos una ofrenda de 20 dólares. Ay, pastor! Hasta cuando, hasta cuando. No, gloria a Dios. Nosotros vamos a testificarle al pastor, se movió el poder de Dios, almas llegaron al Señor, sentimos su presencia, cadenas fueron rotas, tuvimos un día de victoria, pastor. Te extrañamos. Te extrañamos pero el Señor se apareció de todos modos y nos bendijo con su presencia. Amen.

Pero es otro tipo de pesadilla. Yo creo que es una pesadilla igual. Lo que esto representa, hermanos, y creo que proféticamente lo que representa esta escena es un perfil de la iglesia moderna, un perfil de los días en que nosotros vivimos. Y sepamos, hermanos, que los días en que nosotros vivimos, nosotros podemos tomar el estímulo que no es nada nuevo. Nuestras luchas espirituales, nuestras tentaciones, nuestras frustraciones, no es nada nuevo. En esta tarde al descender el Señor del monte de transfiguración y encontrarse con esta escena, todos los elementos de la lucha de la iglesia en el día de hoy, en el 2004 están aquí.

Primeramente tenemos al Señor triunfante, poderoso, nunca su gloria fue más obvia, nunca fue más obvia que el era el Cristo, el Mesías, nunca fue más obvio. Delante de los ojos de sus discípulos El se transforma en su gloria natural, eso debía de ser algo serio. Ver al vestuario de nuestro Rey transformado de sus trapos, humildes humanos en gloria. Lo que nos espera a propósito a nosotros un día. Una experiencia que nos espera cada uno de nosotros, cada creyente seremos transformados en un abrir y cerrar de ojos, dice la palabra de Dios. Y ellos lo llegaron a ver, y vieron a Jesús dialogando con Moisés y con Elías y Pedro declara: esto está demasiado bueno, no nos queremos bajar de aquí. Hagamos tren ramada, quedémonos aquí. Esta es la gloria de Dios. Jesús poderoso.

Y vemos una iglesia que Jesús llama por nombre y autoriza. Hermanos, sepamos algo de estos discípulos. Cada uno de estos discípulos fueron autorizados para reprender a estos demonios, uno, y dos ya lo habían hecho en este mismo Evangelio, en el Evangelio de Marcos, Capítulo 6, vemos en el versículo 7 que Jesús al llamar a sus discípulos dice: “... después llamó a los 12 y comenzó a enviarlos de dos en dos y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos”, y luego en el versículo 12 declara: “... y saliendo predicaban que los hombres se arrepintiesen y echaban fuera muchos demonios y ungían con aceite y a muchos enfermos y los sanaban”. Estos mismo discípulos que están confrontando esta escena tan frustrante, ya habían sido autorizados por el poder de Dios para echar fuera demonios y para poner sus manos sobre los enfermos y ya habían visto el poder de Dios fluir a través de ellos. No era nada nuevo para ellos, reprender un demonio. No era nada nuevo para ellos ver un enfermo sanado. Me atrevo a decir, no era nada nuevo para ellos, ver un muerto levantarse. Ellos fueron autorizados con el poder de Dios pero aún así lo que vemos no es una escena de una iglesia poderosa, moviéndose en sus dones y, a propósito, el Señor los esparció, los llamó y les ordenó que salieran a los alrededores de Jerusalén de dos en dos.

En otras palabras, ellos estaban armados con el nombre de Jesús, el nombre de Jesús, no la presencia palpable de Jesús, su autoridad. Aquí tienen lo mismo. Están ellos confrontando un demonio pero la escena es muy distinta. En vez de una iglesia poderosa, lo que vemos es una iglesia impotente, lo lindo es que la palabra de Dios no nos protege de esta escena. En su misericordia El nos permite ver esto. El nos permite ver a los discípulos en esta condición para que aprendamos de ellos. Y vemos el Señor bajar después de un retiro espiritual terrible, una demostración del poder de Dios sin igual. Y se confronta con confusión, y se confronta con una iglesia impotente, y se confronta con una multitud que trae a la iglesia, a los discípulos graves problemas. Jesús te traje a ti, te traje mi hijo, le dice. A propósito, los escribas no están muy lejos. ¿Y qué representan los escribas? Nosotros estamos rodeados de un mundo que nos observa, un mundo incrédulo que nos critica, y un mundo presto para señalar cada falta en la iglesia de Jesucristo. Buscando la evidencia más mínima de impotencia en la iglesia de Jesucristo, como para decir: Ajá, viste, ustedes predican tremendo Jesús. Ustedes predican un Evangelio de poder. Ustedes predican un Dios que cambia corazones. ¿Pero, y este, y este otro, y qué me dicen de este demonio, y por qué no lo pueden reprender, ustedes y su gran Jesús, y ahora qué? Y nos velan, hermanos. Nos velan. Están esperando, precisamente esos momentos de impotencia y debilidad. En su vida no ha acontecido, declarando tu, un rey de gloria, declarando tu cambios tremendos, declarando tu que sirves a un Dios poderoso. ¿No tienes tu amigos? ¿No tienes tu compañeros de trabajo? Muchos de ellos anhelan que sea verdad el Evangelio que sale de tus labios.

Yo creo que el mundo que critica la iglesia hostilmente es una minoría. Yo creo que la gran multitud es una multitud que desea a Jesús, que anhela un Dios poderoso, que anhela una iglesia poderosa, que anhela una iglesia capaz de traer cambios, capaz de moverse en el poder de Dios, capaz de usar la autoridad que Dios le ha delegado. Cuando vienen aquí, hermanos, y vienen y vendrán y vendrán y ojalá que vengan en multitudes, vendrán con sus pecados, vendrán con sus cadenas, vendrán con sus vicios, vendrán con sus enfermedades, vendrán con sus líos, vendrán con sus vidas desordenadas, así no llegamos nosotros? Así llegamos. ¿No vinimos así? Vendrán con la esperanza que confrontarán a un Jesús poderoso y le dice Jesús te traigo, te traigo mi hijo, te traigo mi esposo, te traigo mi matrimonio, te traigo mi cáncer, te traigo mi adicción, te traigo mi confusión, te traigo mi necesidad, te traigo mi quebranto, te traigo mi dolor, te traigo mi vida. Haz algo Jesús. Si puedes, ten misericordia de mi y haz algo. Y aquí vemos el contraste de un Dios Todopoderoso y como que todo este poder le está pasando por un filtro contaminado.

Hablando de pasos de fe, este martes vamos a celebrar un asado en mi casa y yo decidí despedir el horno de carbón que tenemos porque francamente no lo se usar. Lo despedí, bueno, Marina, nos vamos a modernizar. Voy a comprar un horno de gas. Tengo yo mis fantasías de tratar con un horno de gas. Me crees que yo no soy mecánico para nada, el Señor no me dio esos dones. Yo dije en el nombre de Jesús, voy a armar, porque llegó en una caja y dice ni siquiera necesita herramientas. La primera mentira, el Señor los reprenda. No se lo creas al hombre de Home Depot cuando te diga no necesita herramientas. Necesitabas un buen destornillador y lo que sea. Abro esa caja y comienzo a sacar piezas y pienso: si yo no armo esto bien, hasta aquí llegó Samuel, hasta aquí llegó la casa, hasta aquí llegó mitad del vecindario. Un paso de fe: ayer en el nombre de Jesús, después de armarlo todo y a ver si todos los alambres estaban donde tenían que estar y todos los tubos donde tenían que estar, en el nombre de Jesús, ¿sabes qué? .... y prendió. Prendió, gloria a Dios. Yo pensé el primer milagro de este fin de semana. Pero, mi confianza en este aparato subió porque dicen que este aparato tiene un filtro. Cada aparato de gas, cada horno de gas está armado con un filtro. Este tanque poderoso de gas, que si uno lo descuida puede resultar en una explosión dramática. Pero ese gas fluye a través de un alfiler finitísimo, todo ese gas pasa por ese filtro. Y si ese filtro no está pegado exactamente como debe ser al tanque de gas, no fluye, no fluye. Todo ese poder, toda energía se queda en el tanque. Y nos quedamos sin carne, nos quedamos sin llama. Algo así más o menos es el poder de Dios.

El Señor ha pegado esta iglesia a un tremendo tanque de energía, el poder de Dios, la misma energía que dio vida al universo, que puso las estrellas en su lugar, que con su palabra nada más creó El el cielo y la tierra. Ese es el poder a disposición de la iglesia. Pero el Señor ha enchufado este poder a un filtro muy finito llamado la fe. Y ese filtro no está limpio, si ese filtro no funciona, ese poder no será transferido a nuestras vidas y a nuestra realidad. El Dios Todopoderoso, el Dios soberano, El mismo se limita. El Señor dice: si puedes creer, al que cree todo es posible. Es al que cree todo es posible.

El problema no es que Dios no es Todopoderoso, en este mismo Evangelio en el Capítulo 10 cuando los discípulos le preguntaron a Jesús, bueno si este es rico, piadoso no puede llegar al cielo, entonces, quién llegará al cielo? Y el Señor declara: “Para los hombres es imposible más para Dios no porque todas las cosas son posibles para Dios”. El declara al profeta Jeremías: “Yo soy Jehová, Dios de toda carne. ¿Habrá algo difícil para mi?” Es una pregunta retórica porque sabemos que no. Para Dios no hay nada difícil, El es el yadae, el Dios Todopoderoso, no hay nada que El no puede hacer.

Pero la llave, el filtro, es el creer. Como le dijo el Señor a Marta, al frente de la tumba de Lázaro, le comparte a Marta y le dice: “¿Crees que tu hermano se levantará de nuevo de entre los muertos?”, y Marta dice: “bueno, yo se que en la resurrección.... El Señor le declara: No te he dicho que si crees, si crees, verás la gloria de Dios. Y creo, hermanos, que aquí encontramos lo que está obstaculizando el fluir. El Señor lo diagnostica en el versículo 19: “... respondiéndole les dijo: Oh, generación incrédula”. ¿Por qué no fluye el poder de Dios como debe fluir? Hermanos, porque somos, y hace tiempo que somos una generación incrédula.

¿Que es lo que queremos decir con esto? Suena escandaloso. Yo estuve el año pasado tuve el privilegio de asistir a una graduación del Seminario de Gordon Conwell y pasaron todos los que acaban de recibir su doctorado en ministerio. Más de la mitad de las tesis hacían alguna referencia a los tiempos postmodernos. Yo nunca había oído ese termino antes de eso, gracias a Dios, quizás me hubiese confundido. Y pregunté, ¿y esto qué quiere decir de una época postmoderna? Y lo que indican con eso, es que ahora estamos viviendo en una época nadie, francamente cree en nada, en que no hay una verdad absoluta, en que pueden existir dos verdades contrarias e igualmente verdaderas. Esa es la idea de la era postmoderna. Y yo lo que digo, es que la palabra de Dios está hablando de una era postmoderna hace años. Esto no es nada nuevo. El Señor está hablando de una generación incrédula. La era postmoderna tiene un comienzo, es en el Jardín del Edén, cuando Satanás le pregunta a Eva ¿y tu lo tomas en serio? ¿tu tomas la palabra en serio? Hermanos, la era postmoderna no creo que es nada distinto a la generación que está indicando Jesús.

Hermanos, tengan en mente antes de Jesús, antes de Juan el Bautista, esta generación bíblica, esta generación del Nuevo Testamento, vivieron 400 años sin un profeta, y 400 años sin ver el mover de Dios de una forma milagrosa. ¿Qué pasó en esos 400 años?¿Qué pasó en ese silencio? Dos modos de pensar surgieron y el Apóstol Pablo lo describe en Primera de Corintios, Capítulo 1. El dice: “... porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría”. Los griegos aquí, hermanos, representan a aquellos que acuden a la ciencia, aquellos que insisten en el método científico. En otras palabras, si no lo puedes reproducir en un laboratorio, si no lo puedo tocar, si no lo puedo medir, si no lo puedo palpar, si no me puedes dar la evidencia, si no me lo puedes describir, si no lo puedo medir, no lo puedo creer. Si no lo veo, no lo creo. Y los judíos buscan señales, en otras palabras, muéstrenme un milagro y te lo creo, muéstrenme una señal poderosa y yo lo creo. ¿Cuántos no han tenido una amistad? Se le habla del Señor y te dicen, bueno cuando Jesús se me presente un día de estos, y me llame por nombre entonces lo creo. Te tengo noticias, El se te va a presentar un día de estos y si lo va a creer y si te va a caer de rodillas, y si va a declarar: Jesús es el Señor. Ahora, espero que no sea muy tarde.

 

Esto no es nada nuevo. En el Capítulo anterior, uno de estos mismos fariseos, estos escribas le piden una señal al Señor. En el Capítulo 8, versículo 11 “... vinieron entonces los fariseos y comenzaron a discutir con El pidiéndole señal del cielo para tentarle”. ¿Sabe dónde cae este versículo? El Señor acaba de darle pan y multiplicar el pan y los peces a 4000 personas. Tu quieres más señal que eso. Multitudes de endemoniados, libres, multitudes de enfermos, sanados. ¿Quieren más señal que eso? Y ellos piden señales para tentarle y gimiendo en su espíritu, dice la palabra, “...ellos gimiendo en su espíritu dijo ¿por que pide señal esta generación, de cierto os digo que no se dará señal a esta generación.” Me encanta esto, lo dejó con la palabra en la boca, “... y dejándolos volvió a entrar en la barca y se fue a la otra ribera”, los dejó con la palabra en la boca. ¿Por qué hizo Jesús esto? ¿Porque es imprudente? ¿Por que los trató de esta manera? Porque El conoce esta generación, hermanos. Esta es la misma generación que anduvo con Moisés en el desierto. No hay una señal del cielo, no hay un milagro que te puede hacer creer. Ellos vieron, esa generación en el desierto vio al Señor partir las aguas y hacer una carretera dentro del mar. Ellos vieron el ejército más poderoso del mundo ahogándose en esas mismas aguas en la misma tarde. Ellos vieron al Señor Jesús caminar por delante de ellos con una columna de fuego, de noche los cubrió con una columna de nubes. Ellos vieron pan caer del cielo para alimentarlos. Ellos vieron el desierto, piedras en el desierto, brotar agua para saciar su sed. Ellos vieron señales y aún así lo dudaban. Aun así lo rechazaron, aún así murieron en el desierto, tanto así que en Hebreos Capítulo 4, declara el escritor que no les fue provecho esas señales por no ser acompañados por fe.

Hermanos, en esta tarde ¿quieren señales? ¿quieren milagros? están a nuestro alrededor. Los milagros y las señales están en este templo ahora, en la quietud de este mensaje pero estoy ahora mirando a esta congregación puedo indicar, y no lo hago para que no se sientan mal, milagros. Aquí hay milagros, aquí en estos asientos están sentados milagros, señales, prodigios. Aquí en estas bancas hay vidas transformadas por el poder de Dios, porque yo los vi ser transformados por el poder de Dios. Aquí en esta banca veo gente que entraron aquí con muletas para nunca andar jamás y están no solamente andando, pero brincando y saltando y gozándose delante de la presencia de Dios. Aquí, hoy, aquí en este templo veo personas encerrados en el manicomio, y el Señor los sacó de allí y ahora con mente clara esta ministrando a multitudes otros. Esos están sentados ahora aquí. Aquí veo madres solteras que han llegado a este templo con sus vidas destrozadas, con lo que le quedaba, sus lágrimas y sus hijos y yo veo, lo he visto, y es más de una, por eso es tan difícil señalar, porque son muchas, muchas que han llegado. Ser transformados, el Señor sanar sus vidas, ahora han graduado de la universidad y sus hijos están asistiendo a la universidad, como dice Gigi Avila, ¿y quien lo hizo? A su nombre. Amen. Eso está aconteciendo aquí, está a nuestro alrededor ¿qué más señal quiere?

You want a sign? Look at the person sitting next to you. There’s a miracle sitting next to you. There’s an addict who was addicted and broken and drunk and slobbering and falling on the floor and now he’s a servant of the living God. That’s a miracle. That’s a miracle. That’s a sign.

Saben lo que es el problema. El problema es que el ver no es creer. El ver no es creer. Hermanos, el Señor nos bendijo con 5 sentidos, dicen, son muchos más, pero saben lo que son nuestros sentidos. Nuestros sentidos son meramente receptores de estímulos electrónicos que nuestro cerebro, que es una computadora, analiza y lo traduce en palpar y sentir, y gustar y oír y ver. Eso es todo. Nuestras mentes, nuestros sentidos sirven meramente para analizar. Pero no nos ayudan a creer. No es con nuestra mente que nosotros creemos, hermanos. La palabra dice que si confesare con tu boca que Jesucristo es el Señor y si creyeres en tu corazón que el resucito de entre los muertos, serás salvo, porque con tu corazón, con el corazón se cree para justicia. Con el corazón....

Hermanos, que más señal queremos. El se levanta después de 3 días de muerto, deja su tumba vacía y aún sus enemigos no echaron en cara que había un muerto todavía en su tumba, 2000 años después. Two thousands years later Jesus is still alive. He is still alive. El sigue viviendo. ¿Qué más señal queremos? El Reino de Dios no se palpa con los sentidos, requiere otros tipos de órganos. El Señor nos hizo conforme a su semejanza. El nos hizo conforme a la misma programación de los Ángeles, y eso quiere decir, hermanos, que dentro de nosotros hay la capacidad de creer y ver y palpar lo sobrenatural, que no se puede tocar con las manos.

Dice la palabra de Dios en Primera de Corintios, Capítulo 2, declara la palabra de Dios: “... antes bien como está escrito, cosa que ojo no vio ni oído oyó ni ha subido en corazón de hombre son las que Dios ha preparado para los que le aman porque Dios nos las reveló a nosotros por el espíritu porque el espíritu todo lo escudriña aún lo profundo de Dios.” Cuando nuestro espíritu se lanza y se une con el espíritu de Dios comenzamos a experimentar lo milagroso del Reino de Dios y comenzamos a ver lo invisible. El no creer es una decisión y el Señor dice que ahora esta generación el mundo se divide entre dos categorías de personas, y el Señor lo declara así, un día se va a ser muy claro: aquí están los que creen, aquí los que dejaron de creer. Y el lo declara en Romanos Capítulo 1 en el siglo XVI, el Apóstol Pablo declara: “porque no me avergüenzo del Evangelio porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree”, al judío al que está buscando una señal primeramente, y también al griego al que está buscando evidencias lógicas. A estos dos también el Señor les tiene salvación. Nosotros aquí que estamos buscando el uno al otro, el Señor nos ofrece el milagro de la fe, porque en el Evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe como está escrito: “Más el justo por la fe vivirá” y por qué el Señor lo hace tan claro, El dice: “ que más evidencias le puedo dar, les amo, qué más evidencias le puedo dar. Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad. Porque lo que de Dios se conoce es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de El, su eterno poder y deidad se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.

Hermanos, no fue hasta solamente el siglo XX que pudieron determinar el genoma humano y contar los cromosomas del DNA y lo que ha resultado es algo increíble. Químicas, que eso es lo que es el DNA, es un experimento químico, que se comunican de una forma matemáticamente como si fueran programados, como si fueran programados por una computadora. ¿Quién me puede decir que Dios no nos creó? ¿Quién puede mirar en la noche y ver las estrellas y ver como el mundo sigue y el universo puede ser creado y no creer en un Dios poderoso? Pues habiendo conocido a Dios no le glorificaron como a Dios, no le dieron gracias, sino que se envanecieron en su razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido, profesándose el sabio se hicieron necios y cambiaron la gloria del Dios incorruptible, en semejanza de imagen del hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos, de reptiles, por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia. Es terrible, hermanos.

En las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos, amen. Hermanos, no es ese el South End. No es ese Boston. No es ese los EEUU. No es ese nuestro mundo. Un mundo que aún tan claro como es la evidencia de Dios decide rechazarlo. Hermanos, nuestras mentes solamente pueden analizar, pero es con el corazón que creemos. Ahora, como podemos llegar a creer. ¿Qué es lo que indica el Señor? ¿Cómo podemos abrir ese filtro? ¿Cómo podemos abrir esa llave para que el poder de Dios fluya de una forma limpia, poderosa y usable?

Hermanos, les sugiero un par de pasos que podemos tomar. Los mismos discípulos le preguntaron al Señor: Señor auméntanos la fe. Eso es lo primero que queremos aclarar. No estamos hablando de un tamaño de fe, no se apure. Ya usted tiene toda la fe que usted necesita para ver el poder de Dios dentro de ti, en términos de cantidades. El dice “si tu fe fuera como un grano de mostaza, puedes declararle a este monte, pides el mal y te obedece. No es un hecho de cantidad de fe pero ejercitar esa fe, acostumbrarse a usar la fe que Dios nos ha dado. Hermanos, sugiero esto, primeramente oremos, es lo que le dice a los discípulos: “¿por qué no pudimos reprender a este demonio, Señor. ¿Por que se nos hizo imposible? Y le dice el Señor: “Este género no sale sino con ayuno y oración”. Es más en los manuscritos más antiguos y en otras versiones de la Biblia, ni siquiera usan la palabra ayuno, aunque hermanos, su ayunito no le viene mal. Enfatiza el orar, y ¿por qué el orar? El orar, hermanos es un diálogo con Dios. En el orar, el mero hecho de orar, es un acto de fe. Usted lo sabe. El que usted se levante media hora antes de lo que usted tenga que levantarse y sacrificar 20 minutos, media hora de sueño y así como un sonámbulo, buscar la taza y buscar el café y cuidado que no saque el veneno de las ratas y tu lo metes en el microondas y lo prende... gracias Señor, gracias, Padre. Dejé mi cama, dejé mi esposa. Es un acto de fe. Sin fe es imposible agradarle a Dios, porque es necesario que el que acerca crea que El es, en otras palabras que El existe. De ahí, en ese cuarto a solas contigo, hay alguien que no solamente que viene, ya te está esperando en la sala, ya El está ahí, El está aguardando su cita contigo, El tiene milagros a su disposición, El ya tiene tus ordenes para tu día, El ya sabe como perfeccionarte. Y El está ahí sentado esperándote, y es un diálogo. Uno abre esta palabra la palabra te comienza a transformar, y la palabra te comienza a redargüir porque El es galardonador, galardonador de aquellos que lo buscan.

You must believe that He is, and that He is a rewarder of those who earnestly seek him.

El te tiene tu galardón. Y quizás, tu galardón no es lo que usted buscaba en principio, hermanos. Y eso viene el próximo paso. Paso número dos: primero, ore. Segundo, comienza a tomar pasos de fe. Hazlo. Comienza a tomar pasos de fe, como cuáles.

Un paso de fe puede ser algo así, hermanos. Al principio es meramente sincronizando tu vida con la palabra de Dios. Ahora, hermanos, esto es un proceso doloroso. Si esto es un comienzo para usted, hermanos, gloria a Dios. Nunca es tarde para comenzar. Esta tarde puedes llegar a tu casa y orar pero sabes qué, en esos tiempos a solas con el Señor, el Señor le va a revelar cosas en la palabra que le van a hincar, le van a doler. En otras palabras, nosotros vamos a confrontar fronteras. Fronteras.... Y el Señor nos puede decir: Honra a tu madre y a tu padre para que tus días sean algo sobre la tierra. Y te sale, “Pero!!” y ese “pero” es la frontera. Ya identificaste la frontera.

Pero, yo ni siquiera conozco a mi padre o sí conozco a mi padre pero nunca fue un padre para mí. ¿Cómo me va a pedir el Señor que yo lo honre? Esposos, amen a su esposa. “Pero, Señor” You’ve got to be kidding. Padre, amen a mi esposa. Esposas, sométanse a sus esposos. “¿Qué, a ese.....?” ¿Cómo voy a hacerlo? Just do it. Just do it. Bueno, Señor, no se siente bien. Me gusta la idea, y nos vamos a ver. Tenemos que aclarar porque aquí, yo te respecto como mi Dios pero aquí, metiste la pata, pero como tu lo dices, como dice el Apóstol Pedro: “Como tu lo dices”, voy a ..... en el nombre de Jesús. Y le dice a esa mujer imposible: I love you. Y le dice a ese amante que el Señor te dice una y otra vez: This is not going to work out. Esta relación te está arrastrando como un ancla al infierno. Córtalo. Esta amistad, aléjate. Ese habito, déjalo. Esa adicción, déjala. Tu conoces mi palabra. Hijo, te amo, es por tu bien que te lo digo. Te hice, te conozco, quiero tu bien, te quiero usar. En ti hay potencial porque te creé, pero cruza la frontera. Believe me, let me use you.

Un paso de fe entonces también puede ser moverte en las promesas del Señor. A menudo que nosotros comenzamos a conocer la palabra y obedecer la palabra vamos a comenzar a ver promesas. El Señor puede ser algo tan sencillo, una palabra que te surge una mañana, a las 6 y media de la mañana, lees el versículo que dice: “... porque si está en Cristo, nueva criatura es”, y un paso de fe puede ser algo que ni siquiera parece espiritual. Un paso de fe puede decir “Bueno, si yo en verdad soy nueva criatura, si el Señor cambió mi mente, si el Señor cambió mi vida, entonces por qué no hila este taller de salud, y ser bendecido allí. ¿Por qué no tomar una clase de inglés y domar ese gigante que ha regido mi vida, ese Goliat, cuál es su Goliat? Hermanos, ¿cuál es el demonio que está retando a su fe? ¿Cuál es la pared que el Señor quiere que usted derribe? Puede ser, en el nombre de Jesús, Gregory habla en inglés, Samuel solo habla inglés, todo el mundo habla inglés, en el nombre de Jesús voy a hablar inglés, porque quiero predicar a mis hermanos anglo parlantes. Voy a tomar una clase de computación, voy a matricularme en la universidad. ¿Por qué? Porque soy hijo de un Rey, soy algo especial, el poder de Dios está en mi. ¿Por qué no? Y el tomar esa clase es un paso de fe. Y uno dice, en el nombre de Jesús, me vuelvo en fe.

Y también es un paso de fe, usted mientras está moviéndose en fe, tomando esos pasos positivos en fe va a comenzar a sentir impresiones espirituales, el Señor te va a invitar a hacer cosas ridículas, que parecen ridículas, impresiones, estímulos que el Señor te va a hacer que hagas en el nombre de Jesús, y sabes que? Usted hermano no tiene que ser pastor o tener un título para moverte en el nombre de Jesús. En este mismo Capítulo los que los discípulos no pudieron hacer, vieron los Apóstoles, Juan entre ellos, uno por allí que ni siquiera el nombre le conocemos, reprendiendo demonios. Parece una factoría, “te reprendo en el nombre de Jesús” “te reprendo en el nombre de Jesús”, ni siquiera conocemos su nombre, y Juan le dice: “Señor, lo reprendemos porque el no está en la banda, el no tiene el título, el no fue al seminario, el no conoce nada de esto”. “Muchacho, déjalos, si el que está con nosotros, no está en contra de nosotros.”

Hermanos, nosotros quizás no conocemos el nombre de este hombre, pero el Señor sí lo conoce. Quizás su nombre no está escrito aquí pero yo les puedo decir, hermanos cada vez que usted toma un paso de fe, el Señor se da cuenta. Cada vez que usted toma un paso de fe, hay celebración en el cielo. Cada vez que usted toma un paso de fe, usted sube en rango en el Evangelio del Señor, en el Reino de Dios. Y un paso de fe, hermanos, solo Dios sabe a donde termina. Ayer el

hermano Johnson me dio el privilegio de ir y visitar la casa del hermano Ronnie. El hermano Ronnie es un hermano que está aquí y es un hermano porque aquí recibió al Señor como su salvador. Es un hombre que tiene un obstáculo mental, vive independiente pero tiene un obstáculo mental. El hermano Johnson me decía que trabajando con el, un hombre con un obstáculo mental, anciano, que habla solamente inglés, el hermano Johnson un hombre de Colombia, que hablaba poco o nada de inglés, cómo se iba a comunicar. Y el dice que el sintió de parte del Señor, saludarlo todas las mañanas con estas palabras: God bless you. Y para decírselo bien, el dice que el escribió en el timón de su carro, esas tres palabra: God bless you. Y ahí lo ensayaba. God bless you, Ronnie. Y dice que después de unos días, Ronnie le saludaba de nuevo: God bless you too. Oh, esto va bien, esto va bien, nos entendemos.

Hermanos, un paso llevó a otro paso, un paso llevó a otro paso, de una forma callada, paulatina, sin mucho ruido. Aquí está Ronnie, aquí está su compañero de cuarto. Aquí ellos bendicen al Señor, porque en el Señor no hay barreras, ni de idiomas ni de experiencia.

Hermanos, la tercera sugerencia es esta: unámonos con gente que profesa y ejerce la fe. Si usted está aquí en esta tarde, puede ser que usted tenga sus luchas, puede ser que usted tenga sus dudas, pero estás aquí y Dios te bendiga. Dios te bendiga. El Señor conoce donde tu estás. El Señor sabe que si tu estás aquí es porque crees a un nivel que hay un Dios poderoso y que El es galardonador de aquellos que lo buscan, y El invita tus luchas, El invita que seas sincero con El y que digas: Señor tu sabes donde estoy, creo. Ayuda mi incredulidad. Creo.

Pongámonos de pie. Estas más cerca al poder de Dios de lo que te puedes imaginar. Pero el Dios de la gloria está aquí. Su poder fluye y la frontera es tu fe. Crees. ¿Cuál es tu frontera? ¿Cuál es tu frontera? ¿Cuál es el milagro necesario? ¿A dónde necesitas el toque de un vivo Dios? No una religión, la religión es meramente el conducto que nos lleva al trono de Dios, es la vía, son los pasos, es la autopista, pero no es el destino. El destino es el trono de Dios. Y les voy a invitar a esto: primeramente si hace tiempo que usted está aquí y nos ha visitado, quizás nos está visitando por primera vez, el Señor te invita a que participes de la generación creyente, de la generación de fe. Tu no necesitas mucha fe, tu ni siquiera necesitas estar aquí o habernos visitado antes, pero sí si usted está dispuesto decir: yo creo en Dios, necesito un Dios y creo que el Señor el galardonador de los que le buscan, y hoy yo le busco y yo necesito a este Jesús y tu nunca has hecho ese paso, tu nunca has dicho: yo soy de El. Quiero recibir a Jesús como mi salvador. Te invito a que ejerzas esa fe y que comiences a tomar pasos. Si ese eres tu, te invito a que levantes las manos. Si quieres recibir, nunca lo has hecho, y quieres hacer una profesión de fe en esta tarde, Dios te bendiga, Dios te bendiga, Dios bendiga esas manos.

Hoy el milagro comienza. Hoy. Hoy. Hoy su vida cambia. Hoy las cosas son distintas.

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Free indeed (John 8:36)

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This is one of the verses that goes by so fast that you blink and you miss it: If the son sets you free you’ll be free indeed.This is the word of the Lord. 

Oh God I thank you, I thank you Father for an amazing exposure to your spirit. I thank you for your word which is living and active and sharper than any two-edged sword, and I thank you for needy hearts, including mine. Lord God thank you, we bless you and we welcome you through your word in Jesus’ name. Amen.

We’re going to talk a little bit about freedom, which is essentially one of defining topics in this verse. Since this ministry is in English today why don’t we really do this in English and why don’t we look at a couple of versions of this in English. It’s so quick and to the point.

What does the Lord mean by this? One of the neatest ways of trying to figure out what God is trying to say through this word is look at different versions of the Bible, and since there are gazillion different versions of the Bible in English, let’s look at a couple of these.

The one that I just read is the New International Version, the NIV, so if the sun sets you free, you’ll be free indeed.

In Eugene Peterson’s version the message reads like this: So if the son sets you free, you are free through and through. What do we mean by that?

The Contemporary English Version reads: If the son gives you freedom, you’re free! That’s one of my favorites.

I think the verse, one of my favorite translations that I think the translation that comes closest to describing the meaning of this verse is actually the Reina Valera, which is the Spanish King James version. That translates: “Así que, si el Hijo os libertare seréis verdaderamente libres”. It translates loosely: If the son should set you free, then you’re truly free, then you’re really free: “… serás verdaderamente libre”. You’re going to be honest to goodness, genuine free.

What do we mean by that? What do we mean by freedom? Sam, as he was going through the worship and inviting into the presence of the Lord, made an interesting comparison, that there’re some kids in DYS who are in lock up. You know, you ask them, are you free? I can’t go to Mc Donalds, can I? I can’t go to the mall today, can I? Would you call me free. But there they are in the afternoon and they’ve got their hands up, and they’re worshiping with all their hearts, and for some reason we feel limited, in a sense ok, we’ll call that free.

For today I’d like us to think of the fact that the word freedom has both spiritual and political implications. Speaking of politics, Boston is going to be one political town in the next couple of weeks, particularly next week with the Democratic National Convention in town. If you can get a cheap ticket to the Dominican Republic, that’s the week to do it. We’re going to be closing down traffic on 95, it’s going to be harsh to try to drive in the church, that is the week to be away.

I want a pause for a moment and explore this. In public, especially a church like Lion of Juda that touches so many lives and in so many different ways and that is so exposed, I’ll look up right now and I see just a beautiful cross action of the Kingdom of God and the church that in many ways it has been able to say: “Welcome, welcome to worship, welcome to the Kingdom of God”. And here we are, African Americans, Anglos, Latinos, pseudo Latinos like me, all of us here worshiping the Lord together. So a church this exposed sooner or later, and this is happening this week, so this is probably one the reasons why we’re getting this word.

Don’t come up to us and say Lion of Juda, are you democrats or are you republicans? Are you conservatives or are you liberals? It reminds me a little bit of that passage in Joshua, chapter 5 where Joshua confronts this angel, a twelve-foot angel with a drawn sword and my brother goes up to this angel and says: Are you with us or with our enemies? And the angel fortunately didn’t lop off his head and said: neither. Ok? That’s his answer: neither. I’m the commander of the army of the Lord, that’s your answer. And Lion of Juda’s answer is neither. Neither. You heard it here.

Sooner or later when you stand with the army of the Lord, you’re going to disappoint somebody. When we’re taking a stand, when we’re taking an excruciatingly public stand to support the Biblical definition of marriage, we’re going to disappoint our liberal friends, and when we take a stand in favor of just immigration laws, so that good kids could go on to college and so that good hard-working men and women could earn a wage and live free of fear, we’re bound to maybe disappoint our conservative friends. We’re going to disappoint somebody. Then there’s going to be those folks who will tell us that we’re not out there enough, we’re not active enough, we’re not in the public discourse enough. Then there’ll be others, and this is what we’ll hear more often, is that we have no business speaking up or being out there, at all. They’ll quote you a twentieth century definition of the First Amendment and they’ll lecture on us on the separation of church and state. Separate church and state, separate church and state. It’s ingrained in my memory.

I think the apotheosis of that phrase: the separation of church and state, is probably best exemplified in what happened just last June in the Supreme Court, where unanimous Supreme Court declared that at least for now, the words, those four controversial words, one nation under God, remain in the Pledge of Allegiance, not just church and state but the idea of nation and God.

I want to propose to you today, are inseparable notions, if you want to talk about freedom and understand freedom in this country. Understand freedom in light of scripture and understand freedom in the light of the history of this nation. Yes, they’re separate, but they’re inseparable. They are interrelated, they feed on one of another, the idea of nation and God work together to provide you freedom and to allow us to be free indeed.

It’s a little bit like being married. Marina and I, we hit a milestone this week. We have been married three years, this July 14th. Isn’t it awesome? Ah,… and counting. In order to understand the relationship between a nation and its God, this idea of one nation under God, I like to think of that ring I gave Marina three years ago, so that I said: “Ok, dibbed. She’s off the market, hands off.” Ok? That ring has really two major components: it has a setting and it has jewel. That single diamond ring. In this metaphor imagine the nation as the setting and imagine God as the jewel. What’s the role of the nation? The nation provides us a democratic republic, unlike many other nations that a lot of us, a lot of my kindred, a lot of these Latino brothers and sisters that you see here, just came running from. This nation provides us the promise of freedom, the opportunity to be free, but it cannot guarantee freedom. It’s role is to provide the promise of freedom. The jewel is God. God is the only one who can deliver on that promise. He’s the only one who can guarantee our freedom. Only God can set you free.

This idea of the nation and its relationship to its God is primordial, as far as this country is concerned. It’s written in the birth certificate of this nation, the Declaration of Independence, written by Thomas Jefferson, signed by Benjamin Franklin and every luminary in the continental congress at that time. Jefferson appeals to the laws of nature and to nature’s God and he writes: We hold this truth to be self evident, in other words, this is obvious, we’re not even spend much time talking about this, as far as we’re concerned this is obvious,… that all men are created equal, and that they’re endowed by their Creator with certain inalienable rights that among these are life, liberty and the pursuit of happiness. Isn’t that interesting?

It’s a primordial notion in this nation that what we were creating was a nation where people would be free to pursuit freedom. We are free to pursuit happiness. We are free to pursuit life in liberty. The interesting thing is that these men who signed this document, they walked out of that hall in Philadelphia and there was no way of knowing how this was going to turn out. It’s a little bit like Belize taking on the United States. It was ridiculous. Where does this come from?

A little bit of history, and something that you don’t hear a lot about in most history classes. This is pretty much the culmination of a one hundred year of Bible that was taking place in the United States starting in 1769, in a little town called Northampton, Massachusetts. An event so remarkable that is known by two words: the Great Awakening, where the word of God was preached on every corner, where people would hear the word of God and you thought this was weird, imagine preaching on the street corner and seeing your neighbors tremble and bark and roll around and people would receive Jesus and run. So this idea of the Creator inhabiting even the norms of our society, were pretty inbred by 1776. It was an idea that these men were prepared to die for, in fact they walked out of the hall in Philadelphia joking that who’s going to be the first one among us that they’re going to hang, not exactly my idea of humor, but that was the idea. This idea of building a nation where people are free to pursuit freedom was worth dying for.

87 years later Abraham Lincoln, standing beside 8000 fresh graves of the Confederate and Union’s dead at Gettysburg, because God takes our covenant seriously. If we’re going to say that all men are created equal you’ve got to make sure that you include all men, including the 7.6 million African Americans who were slaves. And in the middle of that time of judgment, Abraham Lincoln looks out at this audience and he says: “These people that we’ve buried, have given their last full measure of devotion and we here highly resolve that these dead shall not have died in vain, that this nation under God shall have a new birth of freedom and that government of the people, by the people, for the people, shall not perish from the earth”.

It was worth dying for, this idea of a nation where people are free to pursuit freedom, and people continued to die. They died in Saratoga, they died at Camden Yards, they died in Antietam, they died at Gettysburg, they died in the Arden, they died at Hiroshima, they died in Normandy and they’re dying today in places called Fallujah and Baghdad and Basra, because there’s a nation that stands out on this planet where people are free to pursuit freedom, but the one thing this nation can’t do is it cannot guarantee the you’ll be free.

You see the difference? You’re free to pursuit freedom in this nation. Are you free? Yes, you are free to pursuit freedom. But that doesn’t mean that you’re going to obtain freedom. You’re free to pursuit it, which means you’re just as free to fail as you are to succeed. You’re just as free to end your days in despair and loneliness, as you are to end your days in the warmth of your home surrounded by your friends and family. You’re just as free to be haunted by your nightmares, as you are to live your dreams in this country. People are free to live well in this country, and people are free to live broken lives. You’re free to pursuit freedom in this country. But no nation, no law, no political platform, no party, no program, the most benign government that this country can concoct, no one can guarantee you freedom. No nation, no law can guarantee that you’ll be free.

You ever wonder why would our Creator endow us with the longing for freedom? Imagine. That word endow, that means to be programmed. Our Creator endowed us with this pursuit of freedom. He programmed us, He predisposed us with the desire for freedom, this longing, this lust for freedom, and that that freedom should prove so illusive. I believe what the word of God is telling us is that the Lord endowed us with this longing for freedom in order to become our freedom. He gave us this longing, sort of the same way that you would endow somebody with a homing device, tic, tic, tic… This longing, this lust, this desire to be free, and you could end up following that homing device in all sorts of places until you come to, the closer you get to home, the sharper those beeps will be. And you’ll say: Wow, I’m finally home, I’m finally free. Well, the Lord programmed you with a freedom homing device and you’re never going to be at rest until you are free.

That can have some sad consequences. I love that image of the Apostle Paul standing in Athens, in Acts, Chapter 17. Athens. Athens is the birthplace of democracy. Athens is where it all got started. Athens gave us Euripides and Sofocles, gave us Socrates, it gave us Plato. You know that all of those guys lived at the same time. They all shopped together at the local bread & circus, literally, they called it the Agora. They were all contemporaries.

By the time Paul is there, the glory had long departed Athens, the glory days of Athens were over, by this time Athens was just another empty state, its plunder, its glory eluded by the Roman government and there was so much promise to democracy and it had been reduced basically to a dictatorship. History passed the wrong judgment on Athens because, after the fall of Athens no country would attempt a democratic government for another 1700 years, no government would try to do this again until those men assembled in Philadelphia in 1776. Because they figured democracy is a failure.

Well, Paul was standing there, in the Aeropagus which was essentially like the House of Representatives where the president gives the state to the union address, and Paul is telling them: “You know, you guys got it wrong. The problem isn’t democracy, the problem is that you have a beautiful setting but you have forgotten the jewel. You’ve got one but you’re missing the other”. He stands there and he says: “I’ve noticed that you folks have a lot of idols, you worship just about everything, you worship just about everyone, there’s a god for every longing.

It sounds a lot like the United States, you have an appetite? There’s going to be someone who can satisfy that appetite, legitimately or illegitimately in this country. It’s a broad marketplace. And he said: “I noticed an altar to an unknown God and I’m here to share with you who that God is”. He says: the God who made the world and everything in it, the Creator is the Lord of Heaven and Earth and does not live in temples made by hands. He says: He himself gave all men in life and breath and everything else, from one man he made every nation that they should inhabit the whole earth. You see, you didn’t just come on this planet, you’re not an accident. I don’t know everyone’s mom here, I know some people’s mom, I don’t know all of your moms, I’ve met some of your moms, but some moms you haven’t met, some dads you haven’t met and that’s ok, because all of us are guaranteed to have at least one dad and that dad created you. He had you made to his specific specifications and he planted you in this century, on this planet, at this time. He determined the times set for you and the exact place where you should live. That’s how detailed God was when he created you. He set you apart and He molded you just like a jeweler at the exact place in history where you needed to be. Now why did he go through all that trouble? Why did He bother to go that far with your life? God did this so that men would seek Him, and perhaps reach out for Him and find Him for He’s not far from each one of us, for in Him we live and move and have our being. He did it, we were created so that we could find our freedom in Him.

Saint Augustine, before he became saint Augustine, tried it all. Before he wrote the Book of Confessions, cocaine was not around back then or brother Augustine probably would have, I don’t know what he would’ve done, but there was beer back there. He tried some of that, and there were women and he tried some of those, and at the end of his journey he falls at the feet of Jesus exhausted and he prays this prayer, and begins his confessions, he says: “Thou has made us for thyself and our hearts are restless until we find our rest in thee.” You have been made, someone created you, and you were made for a specific purpose, you were made so that God would have you for Himself and that’s where you’re going to find your rest. We’ve been made so that we could come to Lion of Juda on some afternoon in July, so that we could hear some preacher say, Jesus says: I can set you free, I can set you free, I could be your freedom.

Now how does he do that? How does Jesus set us free? Free from what? What is it that He does? Jesus sets us free by allowing us to become the people that God has created us to be. He sets us free to become the people God has created us to be. How does he do that? First of all, you have to realize that this isn’t about religion. It was great greeting many of you and we’re from churches all over town and from no churches at all, that this is as much an experiment for you in church as it is for us preaching and worshiping in English, and that’s ok. The first thing I want to tell you is that this isn’t about following a set of religious dictates.

In fact a couple of verses before Jesus says if the son sets you free you’ll be free indeed. Back in verse 31 He addresses this crowd and He says: … to the Jews who have believed Him, in other words this comments are going to people who say: “Oh, I believe in God, I believe in God, I go to church. I’ve been good”. To say that you believe in God is a little bit like saying you believe in John Carry or you believe in …., you never met the man, or if you have I’d like to speak to you after the service. You’ve never met him, you haven’t had him over for dinner, you have no intimacy with him. What the Lord is saying here is, it goes beyond just believing Jesus. The Apostle James writes letter in his Letter to the church, he says: You know, you say that you believe in one god. Terrific, fine, congratulations! Even the demons believe in God and tremble. You’re not accomplishing anything by saying I believe in God.

What sets you free is a decision to become a disciple, an apprentice, a student, a follower of Jesus. He says to the Jews who have believed in him, he says: If you hold to my teaching, you’re really my disciples, then you will know the truth and the truth will set you free. Now there are going to be a lot of people who actually will decline the invitation just hearing that. Free from what? Free. I’m not a slave and that exactly what they said. “I’m no slave”. We’re Abraham’s descendents and have never been slaves of anyone. How can you say that we shall be set free? Sam, free from what? I’m no slave. And here’s a revelation: I tell you the truth, Jesus replied, everyone who sins is a slave to sin. Now follow me.

His intention is that you live your potential. He knows your potential because He created you. He knows what you cold become, because He molded you. He knows who you are, because He programmed you, and He says you are a slave to patterns of life, to patterns of thinking, to habits of behavior that are inhibiting you from coming into relationship with your Creator who He made you to fall into relationship with, and it erodes your potential for becoming the person God has created you to become. It’s a disease and only Jesus can set you free.

The Apostle Paul writes later the same guy who spoke to the Athenians in Acts, Chapter 17, says: “… you are slaves to the one whom you obey, whether you’re slaves to sin which leads to death, or to obedience which leads to righteousness, but thank thee to God, he writes, that you’ve been set free from sin and it becomes slaves to righteousness, because you wholeheartedly obey the form of teaching with which you were entrusted.

It goes like this: Jesus makes you an invitation and says: “You’re in the land of the free, but there’s no guarantee that you’ll ever be free. There’s no guarantee that you’ll ever satisfy your desire. There’s no guarantee that you’ll ever become the person that you want to become, unless you do it through Me”. Well, Jesus, how do I do that? Follow me. Follow me.

Read this book and as you read this book you’re going to find things about yourself and about your life that you’re not proud of and you’re also going to find out things that the Lord promises you that you can become. All I know is that it works! Only Jesus can make you free for real. Free indeed. Free as a matter of fact. How do I know? Well, I’m an eye witness, He did it for me, ok. He set me free. But if that’s not enough, it’s something that at Lion of Juda we see and I pray that we never, ever, ever, ever Lion of Juda in the house we never, get so used to this that we take it for granted: to see people transformed right before our eyes, to see people changed. How do I know that Jesus sets people free? Because people have walked into this house the way you walked in today, people in pursuit of freedom, people in pursuit of that potential and they find Jesus in their change.

I’ve seen single mothers who saw freedom in the illusive love of some guy, as in the case of the Samaritan woman, a series of guys, and they show up here, broken, abandoned, like some Barby doll on the bottom of some toy chest, forgotten, the little girl in them crushed, the woman in them scarred and they show up with their kids and their tears and they find Jesus here. And I have seen Jesus set them free. They’re going to college, their kids are going to college, they’ve become productive members of society, they are leaders here, they work with pastoral authority. They’re free for real, they’re free indeed. I’ve seen corporate Vice presidents, CEO’s, directors of major organizations here in Boston, show up here, people who have sought their freedom by building crystal palaces inhabited by their…, house in the suburbs, or their car or the applause of their friends, and once they discover how lonely they are, how barren their life is, how empty their life is, they come here, after seeking freedom in those other places, they find Jesus and Jesus sets them free. Their life has meaning, they’re going somewhere, there’s joy. Maybe it’s the first time in their lives that they’ve laughed and actually meant it. They’ll to serve a plate of food to a homeless guy and it as if they were sitting at the head of a board meeting. I’ve seen addicts come in here, alcoholics, who after decades of pumping toxins in their bodies, their bodies are literally desiccated and their minds are warped because they sought freedom by escaping. And they’ve come here and they find Jesus and Jesus sets them free, completely, totally indeed. If the sun should set you free, you’ll be free for real, you’ll be free indeed.

Lion of Juda if it has a model, if it has a purpose, if it has a mission, it’s this. We are in the business of human freedom obtained through the influence of Jesus, ministered through the spirit of God. That’s why we’re in this corner, that’s why we exist. I love this country, it’s a great place to pursuit freedom, but this country cannot do for me what Jesus did for me. Only Jesus can do that.

I’m going to ask you to do something. I’m going to ask you to bow your head and close your eyes. You were created to pursuit freedom and that’s ok. And God sees everywhere you’ve gone, everything you did, everyone you’ve called, everyone who’s touched you, everyone you’ve touched, everything that you’ve experienced in order to be free. And you’ve had one dead end after another, one broken dream after another, one broken promise after another and today Jesus makes you a promise and He says: I am the only one, the only one who can set you free and be sure that you’re free for real. If you want to experience that freedom I’m going to invite you to raise your hand and we’ll pray for you. I see that hand, God bless you. Praise the Lord.

Master, I declare in your holy name that you’re God that breaks chains and I declare in your holy name that you’re the one who holds the charter for our lives and I pray in the name of Jesus, that those souls who have raised their hands, that you provide them with freedom. Lord from this moment on don’t ever be the same, from this moment, dear Lord God they walk out from hear, I declare for your life that you’re never the same, I declare for your life that the Holy Spirit will inhabit you. I declare for your life that the chains of sin by faith are broken. Master, do that. Glorify yourself. Thank you, Jesus, for setting us free, for your sacrifice and …. We appreciate and long for you, Jesus.

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Una Vida Sencilla (Romanos 12:1) Parte 3

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Romanos, Capítulo 12. Ustedes recordarán que estamos predicando una serie de sermones que yo he llamado sermones horizontales refiriéndose a esas prácticas de vida sencillas, cotidianas, no muy sensacionales pero que son parte de una vida bendecida y saludable. Es el segundo domingo y en realidad no hemos entrado todavía en la parte más práctica de todas. Nos hemos quedado en el preludio donde allí en el Capítulo 12, los primeros dos versículos Pablo nos llama, y es como el texto fundamental. Esos primeros dos versículos es la base de lo que el luego va a ir desarrollando en los próximos versículos.

Nos habla de presentar nuestras vidas al Señor como un sacrificio lo cual constituye la verdadera adoración. La adoración que le agrada al Señor verdaderamente es la vida entregada a El, la vida penetrada por sus principios, la vida en obediencia, la vida que refleja el señorío de Jesucristo, y Pablo nos llama a no ajustarnos a las costumbres de la sociedad y de la cultura en que vivimos sino vivir una vida de transformación por medio de la renovación perpetua de la mente y del entendimiento, de los pensamientos. De esa manera el dice ustedes van a poder experimentar la buena voluntad de Dios, las intenciones que Dios tiene para ustedes, las comprobarán y las experimentarán al ustedes rendir sus vidas y rehusar ajustarse a la forma en que el mundo vive la vida.

Pienso siempre en el Libro de Jeremías donde el Señor dice a los cautivos en Babilonia “porque yo se los pensamientos que tengo para vosotros, pensamientos de bien y no de mal para daros el fin que esperáis”. Esas son las intenciones del Señor, El dice yo sé cuáles son, no me digan ustedes cuáles son. Algunos de nosotros vivimos en culpabilidad, vivimos en expectativa de desastre, vivimos sintiendo como que Dios no nos quiere, vivimos tratando de siempre hacer algo para que Dios nos ame. Ya Dios te ama. El dice yo se los pensamientos que tengo para ti, son pensamientos de bien. No te preocupes yo te voy a llevar a donde tu quieres ir y aún más allá porque mis deseos son buenos para contigo.

Y Pablo dice, si ustedes quieren comprobar eso en sus vidas, den su vidas al Señor y entreguen al Señor. Nos hemos estado deteniendo en una manera u otra en estos versículos y dando vueltas como un avión queriendo aterrizar, pero eso es bueno porque la palabra del Señor es tan profunda que uno se puede detener en ella y siempre le saca algo diferente.

Versículo 3, dice: “Digo pues, por la gracia que me es dada a cada cual que está entre vosotros que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de si con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros pero no todos los miembros tienen la misma función así nosotros siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo y todos miembros los unos de los otros. De manera que teniendo diferentes dones según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalida;, el que reside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría”.

Vamos a dejarlo allí en el versículo 8. No se si voy a llegar hasta todo eso pero vamos a desmenuzarlo lo más posible. Yo creo que tocamos algo de esto el domingo pasado pero lo quiero hacer ahora en una forma sistemática. Dice Pablo: “Digo pues, por la gracia que me es dada”. Esa expresión de Pablo es reveladora, significativa porque tiene que ver con lo que el va a seguir desarrollando más adelante, cuando el dice: , por la gracia que me es dada a mi” la palabra esa gracia aquí es carisma o caritas, de donde viene la palabra caridad. Por la gracia, por el don, por el regalo, por la provisión que yo he recibido de parte de Dios, es decir Pablo reconoce inclusive que lo que el está diciendo y su ministerio, su función como Apóstol, como exhortador, al el exhortar a los Romanos lo está haciendo con la energía que Dios le ha provisto, con el regalo de espiritualidad que Dios le había provisto a el.

Pablo sabía siempre que lo que el tenía, no venia de él sino que era un regalo de Dios, una provisión de Dios. Es más el sentía inmerecedor del alto lugar que el ocupaba en el Reino de Dios y el hablaba de que el era el pecador mayor de todos. El era el más inmerecedor porque persiguió a la iglesia y a Pablo siempre le dolió recordar que un día el persiguió a la iglesia y aún así Cristo lo llamó y se sentía inmerecedor de lo que había recibido.

Ese concepto de gracia, de caritas es tan importante en la vida cristiana porque todo lo que tenemos, todo lo que somos lo hemos recibido del Señor y tenemos siempre que manejar los dones y las posiciones que ocupamos con ese sentido de deuda para con el Señor de que lo tenemos porque a Dios le ha placido que así sea. Y eso va a jugar un papel muy importante en todo lo que Pablo desarrolla en el resto de ese texto. De hecho yo llamaría a este sermón “Sirviendo con sencillez”. Servir al Señor con sencillez, con humildad. Todo eso está allí.

Cuando el dice por la gracia que a mi me es dada, yo les digo a ustedes, sirvan y relaciónense unos a otros de la misma manera, también con ese sentido de gratitud al Señor. A cada cual que está entre vosotros, es decir eres tu y yo, todos los que estamos aquí, el se está refiriendo a los cristianos, a la comunidad de fe, a la comunidad cristiana. “A cual que está entre vosotros que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener”.

Lo que se traduce como más alto concepto de sí es sofronein quiere decir con una mente que no piense de si mismo con una mente alta, demasiado optimista. Es tan importante hermanos esta idea de que nos veamos a nosotros mismos con sobriedad, sino que piense de si con cordura, sofronein quiere decir con modestia, con justeza, con exactitud, con sobriedad, en una manera justa, ni más ni menos. A Dios no le agrada la gente que tiene un concepto demasiado alto de si mismo pero tampoco demasiado bajo, no te vendas demasiado bajo. La falsa modestia tampoco es buena, ni los complejos de inferioridad son buenos. Pablo era un hombre que sabía lo que el tenia, era un hombre seguro de si mismo.

Yo creo que para servir al Señor uno tiene que tener un ego saludable. Cuántos dicen amen a eso. Algunos lo tenemos más saludable que otros. Si usted no tiene un ego saludable olvídese que la gente se va a encargar de estrujárselo y pisoteárselo en un momentito. Pero se necesita saber que uno tiene un don primeramente. Como puedo pararme aquí para ser pastor o para predicar si yo no pienso que tengo nada que decir. Sería una contradicción, sería una mentira, es decir que uno debe tener un ego saludable. Nunca permitas que los complejos de inferioridad gobiernen tu vida. Repréndelos y exorcízalos de tu vida en el nombre del Señor porque tu vales algo. Di: “Yo valgo algo” “Yo valgo mucho”.

Si Dios te creó tu vales algo. Alguien ha dicho que Dios no crea basura, las cosas que hace Dios las hace buenas y todos nosotros tenemos algo que nos valida, nos da valor como seres humanos y tenemos que pensar con cordura. Eso me tiró a una serie de pensamientos muy importantes. Una de las cosas que yo saco de esto es que tenemos que conocernos a nosotros mismos. Que importante es que nos conozcamos a nosotros mismos!

En el Areópago griego había una escritura en mármol que decía: “Conócete a ti mismo”. Alguien ha dicho que la vida no examinada no merece ser vivida. Es importante que nosotros nos conozcamos a nosotros mismos, que nos examinemos a nosotros mismos. Yo veo claramente que se necesita lucidez personal en la vida. La gente que no se conoce a si misma va a cometer muchos errores en la vida, y se va a estimar en una forma indebida. Qué difícil es hermanos, ver a una persona comportándose en una manera autodestructiva, destructiva para su familia, para si mismo, cometiendo tropiezos a diestra y siniestra y usted los oye hablando como si fueran unos gigantes espirituales y usted dice donde está la capacidad de esta persona para verse a si mismo.

Una persona que vive cometiendo actos de injusticia con los demás, oprimiendo, engañando y dice “yo soy una persona íntegra”, y uno dice “Dónde están los sesos de esta persona? y cómo esta persona no entiende, no tiene lucidez, y por más que usted le habla tiene un cable zafado en su mente que no le permite pensar con cordura.

Por eso yo, hermanos, les animo en el nombre de Jesús lean la Biblia. La Biblia es una gran fuente de sabiduría y de conocimiento propio. Al usted ver todos los errores que cometieron todos los grandes hombres y mujeres de Dios usted puede aprender. Hay principio allí de vida que nos ayudan a vernos objetivamente y usted poco a poco al leer la Biblia, la palabra de Dios va entrando en su mente y le va dando esa cordura de la cual habla el Apóstol Pablo, entonces usted puede medir a los seres humanos, la vida y a si mismo con justeza, con precisión, con exactitud. Lea la Biblia y hay textos en la Biblia que son excelentes. El Libro de Proverbios es un Libro maravilloso que tiene mucha sabiduría sencilla y práctica. El Libro de Eclesiastés es un libro maravilloso, el Libro de Job, bello también, los Salmos, muy importantes. La Biblia está llena de conocimientos acerca de uno mismo y hay buenos libros escritos por hombres y mujeres de Dios. En las librerías hay muchos de ellos sobre las emociones, sobre las relaciones humanas, consejería, lea libros de sicología. Todas esas cosas nos ayudan a nosotros a ejercitarnos en el arte de discernirnos a nosotros mismos, de medir nuestro pasado familiar, cómo nos afecta.

Muchos de nosotros que vivimos tocando una grabación que se inició en la niñez, padres que nos abusaron o no nos amaron, un novio que nos dejó, una novia que nos traicionó, un sueño que no se dio, un proyecto que fracasó y ya nos cerró la puerta a la visión y al deseo de superarnos y no entendemos cómo esas cosas nos están impactando y cómo afectan nuestro presente, pero al nosotros pedir al Señor sabiduría, entendimiento y ejercitarnos en el arte de conocernos a nosotros mismos y de leer buenas lecturas que de paso renuevan nuestra mente, empatando eso con el versículo anterior, y llevan a la transformación personal, entonces nosotros vamos adquiriendo sabiduría para la vida.

Tenemos que conocernos a nosotros mismos, nuestras fallas, nuestras virtudes, no tengamos miedo de mirar nuestro pasado familiar con precisión. Es algo importante también.

Nuestros padres no fueron perfectos y ellos hicieron lo mejor que pudieron. A veces cometieron terribles errores con nosotros en nuestra formación y tenemos que entender estas cosas y a la vez mirar a nuestros padres para poder superarlos y ser mejor que ellos en nuestro comportamiento. Muchos de nosotros no nos permitimos ver a nuestros padres con exactitud en lo bueno y en lo malo, porque tenemos miedo de ser irrespetuosos e irreverentes. Pero eso no es necesario, usted puede ver a su seres queridos en una manera correcta, lo más y lo menos, lo bueno y lo malo, y aún así seguir amándolos, venerándolos, respetándolos, pero eso le va a ayudar a usted a entender como eso afecta su matrimonio. Como su papá trataba a su mamá es quizás la manera como usted trata a su esposa y la manera en que usted ve a su esposa es quizás la manera en que usted vio a su papá ver a su esposa y su papá lo hizo porque veía a su abuelo o a su padre que es tu abuelo, hacer lo mismo. Entonces esas cosas están allí no examinadas y entonces hacemos ciertas cosas y tenemos un cierto comportamiento y no entendemos por qué lo hacemos, porque creemos que así es la vida. No, es simplemente tu estás siguiendo el modelo más inmediato y más influyente que tu recibiste. Pero al tu detenerte y observarlo y analizarlo, tu puedes decir: Espérate eso está bien pero eso no, así que yo voy a imitar esto pero voy a desechar esto y voy a ir un paso más allá.

Eso es importante que nosotros examinemos el mundo con cordura y que nos examinemos a nosotros mismos, nos conozcamos a nosotros mismos. El conocernos a nosotros mismos es un proyecto de toda una vida. Siempre saldrán esqueletos del closet y seres que usted ni siquiera sabia que usted tenía adentro. Y eso es parte del descubrimiento, y un hombre o una mujer que se conoce a si mismo puede conquistar una nación. Un hombre o una mujer que se conoce a si mismo es una persona superdotada, es muy poderosa. Hay que verse con exactitud, hay que verse con modestia. Hay mucha gente que se ven más altos, no se conocen y creen que tienen más de lo que tienen y es muy importante que nosotros siempre estemos echando agua a la sopa para diluir un poco la cosa. Porque si tu crees que tienes más de lo que tienes, eso te va a llevar a distorsionar la forma en que tu actúas. Es importante que tu veas el mundo con modestia y te veas a ti mismo con modestia.

Una de mis experiencias más dolorosas de la vida pero que me ayudó mucho al yo verme ahí mismo con cierto grado de cordura y todavía tengo mucho que aprender. Hace años cuando yo era estudiante, y esa es la experiencia de casi todo estudiante que va a una universidad como Harvard o Princetown es una experiencia muy dolorosa porque los estudiantes llegan a esas grandes universidades creyéndose que son súper titanes. Uno viene de una escuela donde uno brillaba y resaltaba y todo el mundo lo veía a uno como la gran sensación de los últimos años pero usted llega a esta universidad y usted sabe que todos son súper estrellas y muchos mejores que usted y muchos son atletas y músicos y cerebros de renombre y ya a los 20 años o 18 años ya han llegado a donde muchas personas de 50 años querrían llegar. Y usted se mueve en ese ambiente, usted se siente como un renacuajo. Yo pensaba que yo era la última coca cola en el desierto y ahora descubro que soy uno más. Y le desinfla a uno el ego y muchos estudiantes se deprimen porque el contraste es tan grande. Pero es una gran lección porque usted aprende una cosa que no importante cuan alto usted va siempre hay uno más alto que usted. Y eso hermanos es muy importante que lo entendamos para que podamos vivir la vida con cordura no creyéndonos que somos más de la cuenta. Siempre que usted conozca sus defectos y sus virtudes y que usted se vea a si mismo con esa ecuanimidad, ese balance.

Ahí en el Libro de Eclesiastés, el Señor me guió a un texto bien importante en el Capítulo 5, versículo 8 de Eclesiastés, dice: “si opresión de pobres y perversión de derecho y de justicia vieres en la provincia, no te maravilles de ello, porque sobre el alto vigila otro más alto y uno más alto está sobre ellos, además el provecho de la tierra es para todos, el rey mismo está sujeto a los campos.”

Por eso es que les digo que la Biblia tiene mucha sabiduría. Es tan importante, el Presidente Bush, uno de los hombres más poderosos de la tierra, tiene que saber que hay uno que está más alto aún que Bush y el día que, Dios no lo permita, el bajando de su avión se tropieza y alguien tiene que cogerle y agarrarle del codo para estabilizarlo, el tiene que saber ahí que hay uno más alto que el. Y cada vez que el va al baño tiene que saber que hay uno más alto que el también. Tenemos que entender eso en la vida, y eso es cierto en la iglesia y en todas partes. Tenemos que conducirnos con esa humildad, conociéndonos a nosotros mismo, en lo que tenemos y en lo que no tenemos, en lo alto y en lo bajo. Porque eso nos ayuda a vivir la vida con sobriedad y con sencillez de corazón y no es que seamos humildes, es simplemente que somos precisos y somos honestos. No es ni siquiera humildad, es simplemente que si usted va a ver la vida con cordura usted sabe que usted no es la gran cosa, después de todo y que usted es un ser falible como cualquier otro.

Dice otra palabra que tiempo y oportunidad le suceden a todos. Todo el mundo tiene su tiempo alto y su tiempo bajo y eso es parte de la vida sobre la tierra. Eclesiastés es un libro maravilloso en ese sentido, así que recuerda eso, conócete a ti mismo con honestidad, con cordura, es algo bien importante.

Hay otra cosa que se desprende de esto también y es importante que nos aceptemos tal y como somos. Qué importante es! Acéptate tal y como eres. Si Dios te hizo bajito de estatura, gózate en eso. Cómprate unos tacos si quieres pero mejor que simplemente te muevas en tu estatura. Si Dios te hizo más delgado y no te dio fibras tipo Arnold Schwarzenegger pues está bien, dale gracias al Señor y aprende a tocar el piano. Quizás no vas a llegar a ser futbolista pero hay otras cosas que puedes hacer. Hay seres humanos que viven la vida, hermanos, amargados porque no recibieron tal cosa del Creador y están envidiando a otros que tienen eso, y entonces no pueden disfrutar de lo que Dios les ha dado a ellos.

 

Hermanos, ustedes saben cuántas cualidades configuran un ser humano? Miles de ellas, color de los ojos, tamaño de los ojos, forma de los ojos, largo de las pestañas, solamente en los ojos hay como 50 diferentes categorías y si usted multiplica eso por la nariz y por la boca y los cachetes y todos, cuántas miles de rasgos tiene un ser humano y algunos tienen algunas cosas más buenas y otros, otras, y los que no tienen físico tienen cerebro, los que no tienen cerebro, tienen talento artístico, los que no tienen talento artístico tienen talento deportivo, y hay tantas maneras en que tu puedes encontrar algo bueno que tu tienes ahí adentro. Acéptate a ti mismo. Pero lo que pasa es, hermanos, que nosotros muchas veces nos enfocamos en una cosa, yo quiero eso, y nos convertimos como niños malcriados que queremos eso y entonces perdemos la oportunidad de ver otras bellezas que Dios ha puesto en nosotros y a veces no las desarrollamos porque estamos fijos en aquello. En vez de uno aceptarse a si mismo, esa es la idea de pensar de si con cordura y en el contexto del cuerpo de todos los demás talentos que hay en una comunidad. Si Dios no te dio a ti grandes dones hay otras cosas que tu puedes desempeñar en una comunidad.

El Apóstol Pablo dice en Primera de Corintios, Capítulo 12 que los órganos y los miembros más insignificantes se visten como con más dignidad muchas veces. Hay pedacitos de tu cuerpo que son invisibles, nadie los ve, son pequeñísimos y sin embargo si te faltaran o si funcionan mal te amargan la vida. En el oído hay un huesito tan pequeño y tan recóndito que usted ni siquiera sabe que lo tiene, y sin embargo esa cosita si se desbalancea da lugar a vértigos, a mareos, a desmayos, a golpes y accidentes y cantidad de cosas porque ese huesito juega un balance como de un punto de referencia, un eje de referencia para el organismo. Tan chiquito, tan recóndito que ni se ve, ni se siente, y si funciona bien usted ni siquiera sabe que está allí. Sabe cuándo usted sabe que está allí? Cuando funciona mal. Pero si funciona bien pasa desapercibido y así hay tantas cosas en el ser humano que a veces muchas de ellas no son muy digna, los intestinos, yo no creo que no hay nada bonito, no he oído un poema al intestino y sin embargo que función tan importante juegan. Hay venenos en el organismo que son necesarios para el buen funcionamiento del cuerpo, hay sustancias venenosas que en pequeñísimas cantidades que son necesarias, aún eso tiene una función. En el cuerpo, en la sociedad, en el mundo cada uno de nosotros juega un papel importante en la ecología humana. Si tu faltas en el mundo, el mundo va a estar cojo. El mundo va a estar falto en algo si tu faltas. Dios te puso aquí, no es un accidente, no es un exceso. Dios sabía que tu jugabas un papel importante.

Una de mis películas favoritas es “It’s a wonderful life” con Jimmy Stewart hecha en los años ’50 creo que fue, en blanco y negro, pero una de las grandes películas de la historia americana. Jimmy Stweard es un hombre que decide sacrificar sus sueños de grandeza por atender a su familia y ser fiel a su pueblito en el medio de América donde vive y Jimmy Stewart ve a otros de sus amigos tener grandes éxitos, llegar a logros y riquezas y llega un momento en que todo parece que le va mal a el y llega el momento en que quiere suicidarse, y precisamente antes de suicidarse el tiene un encuentro. Por medio de ese encuentro Jimmy Stewart descubre, porque se le permite ver su vida, que sería el mundo si el no estuviera, que sería su pueblo si el no hubiera vivido. Y de momento Jimmy Stewart, el personaje descubre que su vida es absolutamente esencial porque sin el ese pueblo se hubiera desmejorado y destruido y entonces ahora el entiende.

Muchos de nosotros no podemos entender porque no tenemos el privilegio que tiene ese personaje de ver lo que sería el mundo sin nosotros. Pero sería interesante eso. Dios nos ha dado hijos, yo le decía eso a una madre esta semana. Tu has jugado un papel tan importante, tus hijos son gente hermosa, Dios los está bendiciendo, se están convirtiendo en seres humanos interesantes, respetables, educados, se refleja la gracia de Dios en ellos. Tu eres una bendición para muchas personas que te miran y que ven en ti un ejemplo, y ven en ti una persona que adorna esta iglesia con su presencia, y bendice y es un elemento de estabilidad en esta congregación pero nunca se ha parado al púlpito a dar un testimonio, ni predicar, ni hacer evangelismo, ni orar ni siquiera en público. Sin embargo yo se que esa sustancia le añade a esta comunidad con su presencia. Así hay muchos entre ustedes aquí, que son necesarios y que juegan un papel importante. Nunca han hablado, quizás, una sola palabra pero su presencia bendice esta comunidad. Y ustedes han sido de bendición de alguna manera.

Dentro de poco voy a celebrar aquí un servicio memorial. El único servicio memorial que se habrá celebrado aquí, yo creo, de un hombre dominicano que es una persona que tenía problemas cerebrales, una persona más bien atrasada mentalmente, pongámoslo de esa manera, y sin embargo cuando el murió en su pueblito de República Dominicana todo el pueblo se tiró a la calle y me dicen ni ciudadanos prominentes, ni políticos prominentes recibieron el funeral que ese hombre, sencillo y humilde y atrasado mentalmente recibió. Yo le preguntaba a otra persona que lo conoce por que? Qué fue lo que el hizo? Dice, bueno no estoy seguro pero era una persona que siempre tenía un trato humilde con la gente, que nunca se propasó con nadie, era dulce, era amable y yo creo que el genio de este hombre fue dejarse amar y ser un ser que no pedía mucho y no demandaba mucho y que entonces la gente podía conectarse con el sin mucha amenaza, ni mucha pretensión. Eso despertó en la gente esa capacidad para amar que necesita una comunidad. Amar a alguien en una forma sencilla.

Eso es una virtud, eso es un don. Cuando nosotros, los seres humanos, nos hacemos más sofisticados mentalmente y más complejos salen las puitas en nosotros y entonces la gente para abrazarnos tiene que hacerlo con un poco de cuidado. Aquello que quizás no tienen tanta sofisticación mental, tienen la capacidad para evocar en otros un afecto sencillo, sin defensas y eso nosotros lo agradecemos instintivamente. Yo creo que ese hombre no escribió un tratado filosófico importante ni hizo gran cosa, excepto bendecir una comunidad con su capacidad para evocar amor de parte de otros, y no ser muy demandante. Miren, como decía el Señor Jesucristo: mirad los lirios del campo que ni hilan ni trabajan y sin embargo Salomón no se vistió como uno solo de ellos. Miren los pájaros del campo no tienen gran cosa pero sencillamente Dios les provee su comida, y los bendice. Que bello es un pajarito!

Estaba yo sentado en mi casa y vino un cardenal y se posó como a 10 pies de mi y yo me quedé deslumbrado y bendije al Señor por eso solamente en el resto del día. Lo bello que es un cardenal, ese color rojo con una chispa que sale de momento y alumbra el aire. Eso deleitó mis ojos, ese cardenal no hará mucho más, no va a predicar un sermón, no va a iluminar el mundo con un concepto filosófico, pero tiene un lugar y bendijo ahí por un momento y cuántos otros bendecirá.

Es decir, hermano, tu tienes un valor. Dios te ha hecho. Si Dios cuida de las aves, no va a cuidar de ti que sois la cúspide de la creación. Que maravilloso es un ser humano, con simplemente caminar sobre la tierra, dice gloria a Dios porque no hay cosa más excelsa, más bella que un hombre o una mujer caminando sobre la tierra, porque eso es de una coordinación de tantas cosas a la vez y algo tan complejo que dice Dios existe. Y eso solamente justifica su existencia, así que tu tienes algo que dar, tu vales, tu eres importante, no dejes que nadie te quite ese sentido de valor, tu valor no te lo da un esposo, tu valor no te lo da un novio, una novia, tu valor no te lo da ni siquiera una comunidad, tu valor te lo da Dios que te creó. En eso reside tu valor. Hay jovencitas que viven buscando su valor en un varón que las cubra y las ame, y van de varón en varón esperando uno que las arrope como Boaz arropó a Ruth y que le de validez. Ningún hombre te va a dar valor a ti, ni los hijos siquiera. Es Dios en ti y tu en Dios. Es esa identidad que Dios te dio a ti, eso es lo que te hace valiosa o valioso. Ese verte a ti mismo en lo que tu eres precisamente.

Hay mucha gente, hermanos, que se hace daño en la vida porque no tienen esa aceptación de si mismo. Viven buscando la aceptación en algo que hagan. Por ejemplo piensan si yo adquiero una posición de prominencia en la iglesia o en la sociedad, eso va a matar esta inseguridad carcomiente que yo tengo dentro de mi, y entonces van buscando compulsivamente una posición y matan y deshacen y traicionan y maquinan y siempre viven con una agenda privada por dentro tratando de conseguir eso. Porque creen que con eso van a matar la inseguridad que les está comiendo. Olvídate, cuando la consigas, esta inseguridad volverá a alzarse. Es como esos hongos que están en las alfombras que usted las limpia pero después están abajo y salen otra vez a la superficie a los tres días, porque están en la estructura misma de la cosa. Usted la puede cubrir por encima con cosmético, usted le puede echar mucho desodorante a la carne pero si usted no se baña bien, bien, el olor va a salir tarde o temprano.

Lo importante es que nosotros sanemos nuestro concepto de nosotros mismos y que nos veamos aceptos en Dios. Por eso es que fallan tantos matrimonios porque dos personas inseguras se encuentran y creen que el uno va a satisfacer el hambre de validación del otro. O uno inseguro se encuentra con una persona bastante segura y el inseguro quiere que esa segura lo cubre y le sane su herida y le diga: “Tu vales” y que mire a través de sus ojos y que le traiga las pantuflas al final del día cuando regresa del trabajo, y que le haga su comida favorita todos los días, y quiere convertir a esa persona en su adoradora porque es una inseguridad que lo está matando, porque no se acepta a si mismo.

Para que una pareja sea feliz se necesitan dos personas saludables. Se habla del concepto de mi media naranja, lo que se necesita es dos naranjas que hagan jugo juntas, completas. Porque dos medias naranjas, si usted trata de unirlas, no hay dos naranjas que estén hechas iguales, si usted trata de unirlas se va a ver la juntura. Yo creo que al matrimonio tienen que venir dos naranjas saludables, enteras que se bendigan en su salud una en el otro. Dos naranjas, un hombre y una mujer seguros en Dios, sólidos en Dios, con un ego sanado, saludable de “Yo soy como soy, así Dios me ama así. Soy contrahecho, quizás un poco feíto, más chiquito de lo que quisiera o más flaco pero Dios me ama”, y entonces con su salud bendice a su mujer y su mujer lo bendice a el.

Tenemos que pedirle al Señor, Señor sáname emocionalmente. Que yo me pueda aceptar como yo soy, con mis virtudes y mis defectos, con mi pasado, con mis errores, con mis desperfectos, con las cosas que me hicieron, con mis heridas y decir eso es lo que hace una vida. Nadie en este lugar puede decirme a mi que no ha tenido heridas en su vida, que no ha recibido maltrato, que no ha cometido graves errores, que no tiene defectos físicos o emocionales o espirituales. Todos estamos en la misma situación y la única diferencia está en que algunos encuentran balance en eso y otros viven distorsionados y desbalanceados, porque no han encontrado esa capacidad de aceptarse como Dios los acepta. Por eso entonces, muchas veces nuestras relaciones humanas siempre están siendo heridas y distorsionadas porque un ser desbalanceado y enfermizo daña todo lo que toca y esa inseguridad nos lleva entonces a, en cualquier pequeña ofensa o error de nuestros amigos, enseguida vemos algo de magnitud imperdonables, y somos hipersensibles. Siempre estamos esperando que nos van a meter el cuchillo por la espalda porque esa es nuestra visión de la gente, y eso hace que se cumpla la profecía porque tarde o temprano nos hacen lo que esperamos que nos hagan. Mientras que cuando la persona se acerca a las relaciones con soltura, con salud, con expectativa de bendición, con naturalidad, la gente descubre que hay muchas cosas buenas en los demás.

Por qué hay tanta gente que fracasa en las relaciones humanas? Porque esperan fracasar. O porque hay alguna inseguridad en ellos que los lleva a hacer daño y a hacerse daño. Mientras que hay otros que con naturalidad se acercan a la vida y tratan a los demás y salen ilesos de las peores situaciones porque son saludables dentro de ellos, y cogen la vida y lo tumban y se levantan porque están hechos de goma. Son como esos niñitos fuertes que se meten a jugar y se dan un codazo, se arañan el codo pero vuelven otra vez, y se meten otra vez a brincar tarea porque son saludables.

Acéptate a ti mismo, busca tu salud en Dios. Busca tu validez en Dios, busca tu valor en el Señor. Acéptate a ti mismo, piensa de ti mismo con cordura, es importante que nos aceptemos tal y como somos.

Hay mucho más que pudiéramos hablar pero no quiero que se pierdan esos dos conceptos tan importantes, y seguiremos si Dios nos permite, el próximo domingo y probablemente vamos a tener que volver a este pasaje. Cuántos saben que la palabra del Señor es buena y hay que masticarla y hay que saborearla, y hay que ir hondo en ella porque tiene valor práctico para la vida, tiene muchas enseñanzas importantes para nosotros.

Hermano, baja tu cabeza por favor, y se me había olvidado algo tan importante como es la santa cena. Vamos a dedicar un momento para recordar el sacrificio de Jesucristo esta mañana. Baja tu cabeza, piensa en lo que has recibido en esta mañana y pídele al Señor, como yo le pido cada día, que nos de cordura, nos de sabiduría en la forma en que nos vemos a nosotros mismos, y que nos ayude a aceptarnos tal y como somos, no para quedarnos allí sino para ir hacia donde Dios nos quiere llevar. Pero sabes que Dios te ha aceptado, ya Dios te ha recibido, ya Dios está contento contigo. Si tu estás en Cristo ya toda enemistad entre tu y Dios ya pasó, toda controversia ya cesó.

Tu padre te ha dicho, ven ahora así como estás yo te acepto, te amo, te recibo, te valido y ahora tu y yo vamos a trabajar juntos para continuar en ese proyecto que eres tu. Ese proyecto maravilloso hasta que yo te forme como mi hijo, conforme a la imagen de mi hijo Jesucristo. Pídele al Señor que te sane para mi mismo y para mi mismo y para mis hermanos y mis hermanas. Señor revelamos ante ti, aunque tu ya lo conoces, confesamos nuestras faltas. Yo confieso mis faltas, mis pecados, mis defectos, mis debilidades, mis desperfectos, Señor, los pongo delante de ti. Perdónanos por vivir con esa agenda secreta tratando de servirnos de otros y que otros nos sirvan, que otros nos sanen, que otros nos ministren, cuando eres tu el único que puede llenar ese vacío que hay en nosotros Señor. Ayúdanos a enfocarte a ti, Padre en esta mañana. Si alguien ha venido con complejos, con heridas del pasado permite que hoy las pongamos a tus pies, que no vivamos enfocando lo que la vida nos hizo, lo que otros nos hicieron, Señor, podamos encontrar libertad en Cristo Jesús, en esa nueva criatura que tu has declarado sobre nosotros. Sánanos Señor, sana nuestros matrimonios, sana nuestro liderazgo en la iglesia, sana nuestras relaciones sociales. Te adoramos, Señor, te bendecimos. Nuestro Dios sanador, el que sana todas tus dolencias, el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y de misericordia, el que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila. Ese Dios te dice Yo te amo, Yo te acepto, Yo te quiero llevar a otro nivel. No eres perfecto pero precisamente por eso te amo y por eso estoy trabajando en ti. Pon a un lado tus armas, pon a un lado tu agenda, deja que Yo te lleve e mi tiempo y en mi forma donde Yo te he de llevar. No quieras tu hacer tu negocio, tu vida, tu prosperidad, tu felicidad. Yo la quiero hacer, si Yo la hago será duradera y será mucho mejor de la que tu puedes elaborar. Gracias Señor tu nos aceptas.

Quiero aprovechar si hay alguien esta mañana que quiera dar su vida a Jesucristo a la luz de la palabra que ha sido predicada, quiere entregar su vida a Jesús, si no lo ha hecho antes, me gustaría orar por ti. Dios te bendiga, hermano. Alguien más que quiera entregar su vida a Jesús que quiera decirle al Señor: Señor yo quiere encontrar ese sentido de validación en ti, de pertenencia en ti. Pasen al altar.

Todo comienza cuando tu aprendes a ver a Dios como ese ser benévolo que se acuerda de que tu eres polvo, dice, como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehová de los que le temen porque el conoce nuestra condición. El conoce nuestra condición, es decir, Dios nos ve con cordura, Dios nos ve exactamente como somos, El conoce nuestra condición y se acuerda de que somos polvo y por eso nos ama. El no usa eso para despreciarnos sino todo lo contrario, lo usa para amarnos. Si hay alguien más que quiera encontrar su significado en Jesucristo pase aquí, si no lo ha hecho antes. Vamos a orar por usted, vamos a bendecir tu vida. Gracias Padres, te adoramos. Yo bendigo a estos hombres y a esta mujer que han pasado aquí al frente.

Digan conmigo: Señor Jesucristo te recibo como mi Señor y salvador. Te entrego mi vida, gracias por salvarme y por morir en la cruz por mis pecados. Confieso mis pecados y te pido que me perdones y que me limpies y que me hagas tu hijo. Renuncio a las obras del mal y abraso el Reino de Dios. Gracias en el nombre de Jesús. Amen. Gracias Señor, te adoramos, te bendecimos.

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Una Vida Sencilla (Romanos 12:1) - Parte 2

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Pablo está diciendo, hermanos yo les suplico, este es el llamado general que luego el va a explicar con llamados más específicos acerca de diferentes aspectos de la vida que son los versículos que siguen. Qué es esto de presentar los cuerpos, el sacrifico vivo al Señor. Evidentemente eso no quiere decir que usted haga una pira, que coja leña y le prenda leña y se tire en el fuego. Eso no es lo que quiere decir el Apóstol Pablo, el está hablando de algo simbólico, algo más bien de tipo espiritual, claro haciendo referencia a los sacrificios que los hebreos traían al altar para ser quemados en holocausto y en ofrenda y consagrados al Señor. Esa vida que había sido sacrificada ascendía a Dios simbólicamente en el fuego, porque ascendía hacia el cielo. Ese animal había sido completamente rendido, consagrado, apartado para un solo propósito, era traer honra al Dios que los recibía en ese momento.

Entonces Pablo está haciendo recordatorio de eso al decir ahora hermanos yo les pido que no necesariamente ustedes traigan un cordero al altar cuando vayan al templo sino, vayan ustedes mismos. Preséntense ustedes, en vez del cordero, póngase usted en la mesa del altar y preséntese ante Dios.

Yo busqué la palabra que Pablo usa en el griego original, esta palabra que se traduce “presentar” – parastesai- y se refiere a la idea de presentar, entregar, rendir algo a alguien como su propiedad para su uso exclusivo, convertir algo en objeto, entrar algo bajo el control o dominio de alguien o poner algo a la disposición de alguien. Esa es la idea de presentar. En otras palabras Pablo dice: tomen sus cuerpos y todo lo que ustedes son y preséntenselo al Señor, entréguenselo a El para su control, para su disposición, para su gobierno, para su uso exclusivo. Conságrense a Dios y eso es lo que Dios pide de cada creyente que nuestra vida esté completamente presentada al Señor como una ofrenda exclusivamente dedicada a El y a nadie más.

Cómo estamos nosotros en ese sentido? Hemos hecho nosotros eso? Hemos llegado nosotros a ese punto en nuestra vida en que ya yo se que yo no pertenezco al mundo, yo no pertenezco ni siquiera a mi esposa o mi esposo, yo ni siquiera pertenezco a una nación o a mi posición social. No, yo pertenezco a Dios, mi vida ha sido presentada al Señor para su disposición. Eso quiere decir que Dios me usa, Dios tiene derecho sobre cualquier aspecto de mi vida. ...que presentéis vuestro cuerpo.

Otra cosa interesante en ese llamado de Pablo es la idea de cuerpos, somata en griego, esta carne. Es lo que el dice: presenten su cuerpos. Por qué los cuerpos? Por qué no dice Pablo por ejemplo, presenten sus espíritus o presenten su mente, o presenten su persona al Señor. Por qué los cuerpos? Bueno, primeramente porque eso es lo que se presentaba ante el sacrificio era el cuerpo de un animal, pero hay algo interesante también aquí y es lo siguiente: el cuerpo es como lo que más está en contacto con el mundo y muchas veces también la palabra carne, sarcos, es la parte que muchas veces nosotros no le rendimos al Señor. A nosotros nos resulta fácil decir: mi espíritu se lo ofrendo al Señor, mi mente se la ofrendo al Señor, pero esta carne tan rebelde y que normalmente como que no queremos dársela al Señor porque esta carne con sus apetitos intensos es lo que más se rebela contra Dios, es lo que más resiste la obra del espíritu santo. Y Pablo dice: Miren, presenten sus cuerpos a Dios para bien. Dejen que el Señor trate con su emociones, dejen que el Señor trate con los impulsos de su carne, dejen que Dios vaya poco a poco santificando y sanando este aspecto.

Lo otro que me llama la atención acerca de que Pablo dice “el cuerpo”, leía un comentario de un famoso comentarista cristiano que conoce muy bien la cultura griega, y él dice que para los griegos el cuerpo era algo impuro, el cuerpo era una cárcel que agarraba lo que verdaderamente era bueno del hombre, del ser humano, que es el espíritu y para un griego decir que se le presentara el cuerpo a la deidad, al Dios era como un insulto en un sentido para ese Dios. Pues a Dios supuestamente para la cultura griega no le interesaría el cuerpo, porque el cuerpo se tenía que dejar aquí en la tierra como algo impuro que cuando se quedara, lo que verdaderamente importaba, el alma, podía ascender a Dios. Y Pablo cambia ese sentido y dice: No, los cuerpos de ustedes son importantes también, los cuerpos de ustedes tienen valor para Dios, presenten también. En realidad nosotros tenemos que presentarle al Señor todo lo que somos, mente, cuerpo, alma, espíritu. Todo pertenece al Señor, no podemos dejar una parte. Para Dios nuestros cuerpos son valiosos, la materia es importante para Dios también. Dios nos creó, Dios creó nuestros cuerpos también y por lo tanto todo lo que nosotros somos tenemos que entregárselo al Señor.

Esta idea de presentar parece que trabajaba en la mente de Pablo porque si ustedes buscan el Capítulo 6 de Romanos, en esa misma epístola que estamos leyendo miren el versículo 12 del Capítulo 6 de Romanos. Dice: “... no reine pues el pecado en en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias”.

En otras palabras le dice Pablo a los cristianos que el pecado no gobierne las acciones de su cuerpo, sino que sus cuerpos estén gobernados por otra facultad más poderosa. No obedezcan tanto los apetitos y el dominio del cuerpo de manera que ustedes estén como esclavizados a los dictados y a los apetitos del cuerpo, ni tampoco presenten –ahí está esa misma palabra el original paristemi de presentar, entregar, consagrar- ni tampoco presenten sus miembros, es decir sus brazos, sus piernas, las diferentes partes del cuerpo, ni tampoco presenten o consagren sus miembros al pecado como instrumentos de inequidad, sino preséntense ustedes mismos.

Esa idea de presentar la totalidad de lo que somos. Preséntense ustedes mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros, es decir las partes de su cuerpo como instrumentos de justicia. Ven la diferencia en vez de presentarnos como instrumentos de inequidad, presentémonos como instrumentos de qué?, de justicia. La idea es que nosotros vengamos a estar bajo en control del espíritu santo, que nosotros vengamos a ser como un instrumento que Dios pueda usar para bendición de la humanidad y para fortalecimiento de la sociedad, ...porque el pecado no se enseñoreará de vosotros, pues no estáis bajo la ley sino bajo la gracia.

En otras palabra ningún cristiano está llamado a vivir bajo el dominio de la carne, bajo el control, bajo la esclavitud de la carne. A lo máximo nosotros vamos a estar en lucha con, como habla Pablo en otro pasaje famoso de Romanos, de estar en lucha con el cuerpo y carne pero la idea de que la carne ya haya dominado y que estemos completamente sujetos y abandonados a ella eso es una aberración para el cristiano. Se supone que nosotros estemos en control por medio del espíritu santo en nosotros.

Entonces toda la idea que está ahí circulando en la mente de Pablo cuando dice en el Capítulo 12 que vamos a leer: “... que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios”, y entonces me interesa lo que dice más adelante. Dice “... que es vuestro culto racional”.

A mi por años, esa expresión me ha intrigado, pienso que es vuestro culto racional. No les causa a ustedes como un poquito de curiosidad, qué quiere decir eso. Qué es vuestro culto racional? Porque racional, fíjense aquí yo creo que a los traductores al español les falló la traducción, porque sí, literalmente la palabra que usa en el griego original eslogikh tecnh de donde viene la palabra lógica o lógico, y ellos tradujeron racional en un sentido. Ese entendimiento de la palabra sí existe en el vocablo griego, pero había otro sentido que ellos habrían podido escoger para dar una idea más clara de lo que Pablo quiere decir. La palabra logikh tecnh en el griego original también quiere decir “espiritual”. Para los griegos la razón era tanto espiritual como puramente racional, mental.

Entonces yo creo que una mejor manera y en el griego original no dice que es, sino más bien es como una relación de equivalencia total, que es vuestra adoración, la palabra culto aquí traducida al español, es a treia en griego que quiere decir “adoración”, de donde viene la palabra idolatría en español, adorar ídolos. A treia quiere decir “adoración o culto”. Entonces la idea es “que es vuestra adoración espiritual o también puede ser vuestra verdadera adoración”. Qué diferencia hace eso?

Si usted lee el pasaje de nuevo. “... presenten sus cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable lo cual constituye vuestra verdadera adoración”, lo cual es vuestra verdadera adoración. En otras palabras cuando tu presentas tu cuerpo a Dios como un sacrificio vivo, cuando tu le has entregado al Señor tu vida, los miembros de tu cuerpo, de tu ser, para servir al Señor, para obedecer al Señor, para ser usado como un instrumento de Dios, eso es tu verdadera adoración. Entienden? Esa es la adoración espiritual, la adoración que a Dios le agrada verdaderamente.

Y eso hermanos no es simplemente estar jugando con palabras. Yo me tomo el tiempo porque quiero que entiendan la importancia de lo que estoy diciendo. En otras palabras, qué es lo que verdaderamente agrada a Dios hermanos? Es que nosotros vengamos a la iglesia y nos doblemos de rodillas, y levantemos las manos y hablemos muchas lenguas y dancemos y después nos vayamos al mundo a vivir como nos de la gana, contradiciendo todo lo que nosotros hemos hecho aquí en el culto? Hay mucha gente que así hace, no? Viene a la iglesia, y hay una compartamentalización del ser, en la iglesia todo es dedicado a la deidad, a Dios y todo es muy bonito, muy perfecto, mucha reverencia. Son ángeles en la iglesia pero cuando salen diablitos otra vez. Ya se quitaron el sombrero de cristianos ahora otra vez como los niñitos cuando los sueltan en la playa, vamos a vivir, vamos a gozar, vamos a disfrutar de la vida y ya nos olvidamos de nuestra identidad cristiana. Es esa una forma de agradar al Señor? Es esa una adoración que a Dios le agrada? No, Pablo dice: “... presenten sus cuerpos, consagren su vida al Señor” entréguenle a Dios todos los aspectos de su ser porque eso es la adoración que le agrada al Señor. Es una vida consagrada a Dios, una vida entregada al Señor, una vida donde hemos sido entregados al control del espíritu santo. Una vida santa.

Esa es la verdadera adoración, la adoración razonable –otra palabra que hubiera sido mejor- la adoración que agrada al Señor. A Dios no le agrada tanto los gestos y las cosas que nosotros hacemos para rendirle culto, tanto como que lo obedezcamos. El Señor Jesucristo dijo una vez: “por qué me llaman ustedes, Señor, Señor y no hacen lo que yo les digo que hagan, no me obedecen”. No es que no adoremos al Señor, no es que no vengamos a la iglesia, siempre aclaro no es que no dancemos ni levantemos nuestras manos, sino que además de eso nosotros vivamos una vida que sea consistente con lo que Dios pide, que haya consistencia entre una cosa y la otra, es la totalidad.

De nada nos sirve que adoremos al Señor y esquizofrénicamente vivamos como si fuéramos idolatras o paganos que no conocemos al Señor. La verdadera adoración que agrada a Dios es la adoración que está integrada en todas sus partes. Por eso yo creo que el Señor Jesucristo cuando habló con la mujer samaritana le dijo que llegará el día en que los verdaderos adoradores adorarán a Dios en espíritu y en verdad porque a tales adoradores Dios busca que le adoren. Qué quiso decir el Señor Jesucristo con en espíritu y en verdad, precisamente eso, porque la mujer samaritana le estaba hablando de que había que adorar al Señor. Era en Jerusalén o ahí en Samaria? y ella quería meter a Jesús en una disputa religiosa de quienes tenían las cosas más claras, los samaritanos o los judíos y el Señor dijo: “Mujer, va a llegar el día en que a Dios no lo van a adorar n en Samaria, ni en Judea, ni en Jerusalén sino que va a ser en el interior del espíritu, del alma. Y esa es la adoración que el padre va a buscar y va a querer.

Hermanos, ninguna denominación salva, ninguna religión salva excepto, claro tiene que ser cristiana. Lo que salva es conocer a Jesucristo y tener una vida consistente con Jesús. No es la denominación a la cual tu perteneces, no es que tu vengas a León de Juda o vayas a cosecha o a la iglesia metodista, eso no es lo que agrada a Dios sino que donde quiera que tu te muevas, vaya un corazón que ha sido rendido y entregado al Señor. Tu puedes adorar al Señor en el baño de tu casa y ese viene a ser un templo si tu espíritu está rendido a Dios.

Una cosa mis hermanos que yo me doy cuenta más y más es que Dios es bien sencillo y nosotros lo hemos hecho bien complicado. Hay mucha gente que vive con una paranoia tremenda de que no están agradando a Dios, de que Dios está molesto con ellos, y toda su vida están tratando de hacer a Dios como que es una cosa complicadísima agradar al Señor, y saben que hermanos, creo que agradar a Dios es la cosa más sencilla, no requiere grandes rituales de cultos aparatosos y todo eso, sino que Dios dice una y otra vez: Miren señores yo lo que quiero es que ustedes sean sencillos de corazón y justos y que hagan las cosas bien. Miren como dice Miqueas.

Miqueas es uno de los pasajes más bellos, Miqueas Capítulo 6 sobre lo que pide el Señor. Dice, a mi me encanta este pasaje, Capítulo 6, versículo 6. Dice: “...con qué me presentaré ante Jehová y adoraré al Dios altísimo?” Esta es una pregunta retórica, tiene su propia respuesta. “Me presentaré ante El con holocaustos, con becerros de un año, se agradará Jehová de millares de carneros o de diez mil arroyos de aceite, daré mi primogénito por mi rebelión, es decir por mi pecado, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma.”

El está preguntando con qué puedo yo agradar al Señor? Tendré yo que ir al ATM y sacar todo el dinero que tengo y robar un banco, para darle al Señor dinero? Tendré que coger a mi hija y degollarla para que Dios se agrade de mi, para que perdone mis pecados? Así piensa mucha gente. Cualquier pecadito que cometieron ya creen que cometieron el pecado imperdonable, que ya Dios no quiere saber de ellos, y estamos continuamente con ese temor. Creemos que tenemos que dar todo y estar continuamente, mire el mismo que les ha dicho que hay que entregarle todo al Señor, dice también relájate ante Dios. Tu no puedes hacer nada para que Dios te ame más de lo que ya te ame. Ya Dios te ama. Ahora lo que tu hagas, hazlo dentro del amor de Dios porque por más que tu te estrujes, Dios no te va a aceptar más porque, por más que tu hagas nunca te vas a ganar el amor de Dios porque siempre vas a ser inmundo. Es por la gracia de Dios que tu eres aceptable delante de Dios, ahora ya una vez que tu sabes eso, vive una vida santa, pero no vivas una vida santa para sobornar a Dios, sino que la santidad es producto de una relación establecida con Dios por medio de Jesucristo.

Ahora miren como contesta el escritor su misma pregunta: “Oh, hombre, mujer, El te ha declarado lo que es bueno y que pide Jehová de ti, solamente hacer justicia y amar misericordia y humillarte ante tu Dios”. Qué sencillo es el Señor. El no pide tantas cosas, y tanto torcerse uno sino un corazón entregado al Señor. Eso es lo que agrada al Señor.

Mire otro pasaje que me impactó con respecto al pensamiento del verdadero culto, la verdadera adoración. Está en Deuteronomio Capítulo 10, ahí en las entrañas mismas del Antiguo Testamento. Deuteronomio es un libro que tiene que ver con las ofrendas y los sacrificios y los días de fiesta que debía guardar el pueblo judío, y miren como dice en el Capítulo 10 del Deuteronomio, en el versículo 12:

“...ahora pues Israel, qué pide Jehová, tu Dios de ti?” No les recuerda a lo que dice Miqueas, qué pide el Señor de ti? Qué pide Jehová, tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos y que lo ames y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y toda tu alma, que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy para que tengas prosperidad”.

 

En otras palabra no tenemos que estarnos retorciendo tanto. Dios es un Dios sencillo. A El le agradan cosas bastante sencillas, no tiene que andar buscando 5 patas al gato para agradar al Señor. Dios simplemente está buscando un corazón entregado a El, una mente entregada a El, un cuerpo que viva para El y que quiera agradarlo. Si en el curso de esa entrega tu fallas, Dios dice: Ven, estamos a cuenta, arregla conmigo y estaremos bien y sigamos adelante. Porque a Dios no hay que buscarle demasiadas cosas para agradarlo así que si tu estás pensando que solamente lo que tu haces eternamente agradas al Señor, eso no es lo que Dios busca.

Dios les dijo a los hebreos en el libro de Isaías por ejemplo, otro pasaje importante, dice: “no me traigáis mas vana ofrenda, el incienso me es abominación, luna nueva y día de reposo, el convocar asambleas, no lo puedo sufrir, son iniquidad vuestras fiestas solemnes”. El le decía esto a un pueblo judío que creía que dándole fiestas y guardando días de santos y todo este tipo de cosas y rituales, iban a agradar al Señor y sin embargo estaban viviendo vidas que eran aborrecibles ante los ojos de Dios. Y en el versículo 16 El les dice: “lavaos y limpiaos, quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos, dejad de hacer lo malo, aprended a hacer el bien, buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda”.

En otras palabra no son las fiestas solemnes y los sacrificios lo que agradan al Señor. La verdadera adoración, el culto racional del cual está hablando Pablo, la adoración que agrada al Señor, es adoración consistente, es la adoración que une el rito con la vivencia, el cuerpo con el espíritu, la boca con la mente, todas las partes del ser integradas y rendidas al Señor en sacrificio. Eso es lo que agrada a Dios. Entienden entonces ustedes lo que dice? Presentad vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios porque esto es el culto, esta es la alabanza, esta es la adoración verdadera la que agrada al Señor, vuestro culto racional.

Dice: “No se conformen a este siglo”. Qué quiere decir la palabra siglo – aion en el griego original – es edad o tiempo, o época, era. No se ajusten de la cultura, puede ser también, en la cual ustedes se encuentran. No se ajusten al sistema de cosas, a esta administración de la cultura en la cual ustedes viven actualmente, no se ajusten a ella, no se entreguen a ella, no se presenten ante ella para que ella controle su vida, sino transfórmense por medio de la renovación de su mente, del entendimiento. Qué quiere decir eso? Hermanos, si tu quieres cambiar por dentro tu tienes que comenzar transformando tu mente. Cada día que tu mente vaya siendo expuesta a la palabra de Dios, que tu continuamente estés meditando en las cosas nobles.

Como dice Pablo: “... todo lo bueno, todo lo noble, todo lo justo, todo lo perfecto, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”. Por medio de cada día nosotros, debemos someter nuestras mentes a pensamientos bíblicos, a ideas. Yo creo hermanos, que cada vez que usted prende el radio, o usted abre una revista o ve la televisión o tiene una conversación, algo está pasando en su mente. Usted está sometiendo su mente a un estímulo. Cada vez que usted lee una novela o hace una decisión de pasar su tiempo en algo, usted está en algún sentido renovando su mente. A veces la está renovando para mal, a veces para bien. A veces los estímulos que está recibiendo su cerebro, lo que está haciendo es reforzando la carne, reforzando la animalidad que hay en nosotros entonces por eso es que nosotros cada día tenemos que ser buenos administradores de lo que está recibiendo nuestra mente porque cada día nosotros tenemos la oportunidad de renovarnos un poquito más para Dios. Lo que pasa es que acumulativamente con el paso de los años, si tu eres cuidadoso con lo que tu permites que entre a tu mente y que forme tu mente, tu vas a tener una mente reprobada o una mente aprobada por Dios. Con el paso de los años el cúmulo de los estímulos a los cuales tu sometes tu mente van a producir una persona transformada o una persona que está en carne viva y que está igualita que cuando comenzó los caminos del Evangelio.

Hay que tener cuidado. Hoy en día se habla mucho de tener cuidado de lo que comemos físicamente, guardar el cuerpo, etc. Lo más importante es que tu guardes tu mente también. Renueva tu mente cada día, somete tu mente al trato del espíritu santo. Somete tu mente a estímulos positivos. Piensa que cada cosita que tu permites que entre a tu mente va a colorear aunque sea un poquitito la manera en que tu ves el mundo y que tu sientes y eres. La idea es también, en la expresión original del Apóstol Pablo, en el griego, la idea de renovar es de continuidad, es decir, renovándoos en la mente continuamente. En otras palabras eso es algo que tiene que darse 24 horas al día, muchas veces al día, 365 días al año, tu tienes que estar renovando tu mente. Esto es una cuestión que dura para toda la vida. Transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Qué quiere decir eso? Que si tu renuevas tu mente y transformas tu ser por medio de esa renovación, qué va a pasar, que tu vas a poder comprobar la buena voluntad de Dios, es decir, hablamos al comenzar esta predicación de que Dios quiere que la voluntad de Dios es que nosotros tengamos una vida feliz y todo lo que Dios hace para sus hijos es para bendecir sus vidas y llevarlos a mejorar su existencia, entonces la persona que coopera con Dios al someter su cuerpo y su vida al Señor y dejar que Dios vaya transformando su espíritu, esa persona va a poder experimentar en carne propia la buena voluntad de Dios.

Hay creyentes sin embargo, que no pueden experimentar la buena voluntad de Dios porque no están siguiendo las instrucciones. El miércoles pasado en el servicio de oración Dios me llevó a hablar de Primera de Corintios, 6 ó 7, donde el Apóstol Pablo habla de que en el desierto todos vieron la gloria de Dios, todos experimentaron las bendiciones de la nube y de la columna de fuego, y el maná y la piedra que hizo brotar agua y todas estas cosas, pero dice que de la mayoría de ellos Dios no se agradó, sino que sus cuerpos quedaron en el desierto muertos. Ninguno de ellos excepto Josué y Caleb entraron a la tierra prometida de esa nación original. Por qué? Porque no agradaron a Dios a pesar de que experimentaron todas estas cosas, lo que Dios quería era que esa primera generación que salió de Egipto entrara a la Tierra Prometida y disfrutara de la tierra que fluye leche y miel y que disfrutaran de buenas casas y de una vida próspera que Dios les quería dar, pero casi todos murieron en el desierto. Casi ninguno de ellos entró a la Tierra Prometida, por qué? Porque sus vidas no eran lo que Dios quería, sus actitudes no eran correctas. Tenían la vida de los paganos que habían salido de Egipto y no permitieron que Dios los cambiara y por lo tanto no pudieron entrar en el disfrute de las bendiciones que Dios tenía para ellos. Esas bendiciones las disfrutaron una segunda generación que nació en el desierto y que pudo entrar 40 años después. Los demás se quedaron muertos en el desierto sin poder comprobar la buena voluntad de Dios que era que ellos disfrutaran de la Tierra Prometida. Y por eso yo creo que Pablo dice aquí: Miren hermanos, vivan de esta manera para que entonces ustedes puedan comprobar la buena voluntad de Dios.

Si en tu vida ahora mismo tu no estas experimentando esa prosperidad, esa bendición, ese gozo, ese sentido de pertenecer a Dios, ese compañerismo con el Señor, algo anda allí que tiene que ser ajustado. No se exactamente dónde está porque cada uno de nosotros tiene su propia condición pero en la medida en que tu y yo vayamos ajustando nuestra vida, en esa medida vamos a sentir el gozo del Señor en nosotros, vamos a sentir la paz, vamos a disfrutar de la aprobación y la prosperidad que Dios quiere para sus hijos.

Digo pues por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.

Aquí comenzando con el versículo 3, recuerdan que yo les dije al principio que la primera parte es simplemente una expresión general, un principio general que Pablo quería mencionar, ahora en el versículo 3 en adelante el va a comenzar y vamos a discutirlo más a delante, el comenzará a exponer consejos específicos que tienen que ver con esa vida rendida completamente al Señor. Pablo va a estar elaborando diferentes formas de presentar nuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable al Señor, y una de las cosas que Pablo dice aquí es que hay una actitud bien importante que debe tener el cristiano, es la actitud de humildad con respecto a si mismo. Una de las cosas que más impide, hermanos, que la gente entre en el disfrute de Dios es el orgullo espiritual, la arrogancia, la rebeldía, el creerse que uno es único en un sentido como que nadie se me acerca y gloria! Ese sentido de ser algo mejor que los demás y eso trae juicio a la vida de uno.

Hermanos, déjenme decirles que muchos de nosotros pecamos de eso sin darnos cuenta. Tenemos esa arrogancia y esa idea de que no hay nadie como nosotros, y siempre estamos tratando de expresar nuestro yo, hacer sentir nuestro yo y tenemos un sentido exagerado de nuestro propio valer y entonces eso trae problemas a nuestra vida, trae problemas a nuestro matrimonio, trae problemas con nuestros hijos, trae problema en nuestras relaciones sociales con los demás, trae problema con nuestro trabajo porque es como que esa persona no está conciente de que es parte de un equipo, es parte de una comunidad y el es simplemente uno entre muchos.

Por eso es que Pablo aquí en este pasaje entra en una meditación en lo que sigue, donde dice: “... porque de la manera que en un cuerpo somos muchos miembros pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros siendo muchos somos un cuerpo en Cristo y todos miembros los unos de los otros”.

Eso está vinculado a esa idea de que nadie piense de sí más alto de lo que debe pensar. Porque, hermanos, es importantísimo que nosotros pensemos de nosotros mismos con cordura. Yo busqué la palabra esa “cordura” en el griego original y la idea es que no pensemos de nosotros con más estima de lo necesario, de lo justificado, sino con modestia, con balance, con sobriedad, con mesura, con exactitud. Qué importante es hermanos, que cada uno de nosotros, de hecho están ahí, están vivos. Levanten la mano si ustedes están vivos, amén.

Es importante hermanos que nosotros le pidamos al Señor: “Señor ayúdame a verme a mi mismo en una forma cuerda, no en una forma exagerada como medio alocada.” Yo he descubierto que los seres humanos a veces no sabemos como medirnos a nosotros mismos, ni verdaderamente quiénes somos. Es como que uno se mira en el espejo, a veces uno se mira en el espejo y yo creo que uno en realidad no se está viendo como uno es.

Saben que la persona anoréxica puede estar en el hueso y se mira en un espejo y se ve gorda. Porque su mente está distorsionada y por eso es que la persona anoréxica compulsivamente se está matando de hambre porque cree que tiene que desaparecer. Es una enfermedad de la mente, ellos se ven en el espejo y dicen; “Estoy gordo, o estoy gorda” y entonces dejan de comer porque sus ojos no le están enviando el mensaje correcto, o su mente no está interpretando correctamente lo que están viendo sus ojos. Y nosotros somos así también. Muchas veces nosotros no tenemos una idea clara de cuáles son nuestros defectos y cuáles son nuestras virtudes, cuáles son las cosas que tenemos que cambiar en nuestro carácter. Yo veo eso continuamente. Veo personas que están sufriendo en esta vida continuos problemas y continuos conflictos y sinsabores y fracasos y yo quisiera metermeles dentro para que ellos se vieran así mismos como yo los puedo ver. Pero no tienen la capacidad para verse objetivamente.

Nosotros tenemos que pedirle al Señor: Señor ayúdame a conocerme como tu me conoces. Ayúdame a verme a mi mismo con mis virtudes y también con mis defectos. Ayúdame a interpretarme a mi mismo objetivamente, que yo no soy un criminal pero que tampoco soy Mahatma Ghandi o la Madre Teresa, que yo pueda verme exactamente y entonces que de ahí yo te permita obrar en mi vida para ir mejorando cada día más y más.

Una cosa que necesitamos nosotros, hermanos, es admitir nuestros errores, admitir nuestras fallas, admitir las cosas en que tenemos que mejorar y comenzar de allí. Que dice el escritor de Primera o Segunda de Crónica, dice: “Si mi pueblo se humillare, llorare, buscare mi rostro, yo sanaré su tierra” y muchos de nosotros tenemos que humillarnos delante de Dios, reconocer nuestros pecados, reconocer nuestras faltas, reconocer nuestros defectos y entonces de ahí permitir que Dios vaya obrando en nuestra vida. Y eso va a sanar nuestro matrimonio.

Muchas veces tenemos dejar de echarle la culpa al esposo o a la esposa y decir: No, el problema soy yo, y yo soy el que tiene que cambiar esto. Padre ten misericordia de mi. Ayúdame y perdóname y ahí uno comenzar. Eso es pensar de sí mismo con cordura, en vez de pensar que tu eres un titán espiritual cuando en realidad tu todavía eres un renacuajo que necesita que Dios te sane y te levante y porque dos y dos son cuatro, tu piensas que estás en física nuclear, pero todavía estas en aritmética básica.

Y tenemos que pedirle al Señor: “Señor sácame de esta locura anoréxica en que yo vivo y déjame verme a mi mismo tal y como yo soy”. Como dice el salmista “...examíname, Oh Dios y conoce mi corazón y ve si hay en mi camino de perversidad y guíame por el camino eterno”.

Hermanos, vamos a pedirle al Señor: “Padre, ayúdame a pensar de mí mismo con cordura, con modestia, con balance, ni exagerando más de la cuenta ni tampoco viéndome como que soy un don nadie.” Porque tampoco Dios quiere que tu pienses que tu eres una lombriz. Dios quiere que te veas con cordura, es decir que tu veas las cosas buenas que tienes y las cosas malas, que tu tampoco eres un criminal de serie que necesita ser encerrado en una cárcel. No, tu eres una persona que vale también, tienes cosas buenas. Dios te ha dado quizás la posibilidad de estudiar, y tienes atributos buenos. Dale gracias al Señor por eso, pero también ve lo otro para que puedas pensar de ti mismo en una forma cuerda y balanceada.

Otra cosa que está involucrado en esta manera en que el Apóstol Pablo está pensando aquí, cuando dice “...porque somos un cuerpo”. Pablo le está hablando en este pasaje a la comunidad cristiana con respecto a la vida de la iglesia, a la vida de la comunidad de fe, y es muy importante, hermanos, yo creo que una de las cosas que preserva la armonía en una iglesia es que las personas que componen esa iglesia, comenzando con los lideres principales hacia abajo, todos entiendan y entendamos que todos somos parte de un cuerpo donde cada uno tiene una función, tiene una importancia y tiene una dignidad y cada uno tiene algo que contribuir que es precioso. Yo no puede hacerlo todo ni tengo todo los atributos que esta iglesia para ser una iglesia bendecida. Dios me ha dado algunos dones pero aquí entre ustedes hay otros dones que son necesarios para que nuestra iglesia pueda echar hacia delante. Ahora si yo me creo que yo soy, como dicen por ahí, la última Coca Cola en el desierto, que yo tengo todos los dones, entonces yo trato de hacerlo todo, agarrarlo todo, controlarlo todo pero cuando los lideres de una congregación sabe que cada uno de nosotros tiene algo precioso que Dios le ha dado al otro. Entonces uno se ve a sí mismo con sus dones pero también con sus limitaciones y uno busca a otros para que complementen a uno, y uno aprecia a otros por lo que tiene cada uno, entonces qué lindo es, porque eso requiere humildad de parte de nosotros.

Yo creo que lo que mata muchas veces a muchas congregación y lo que hace daño en la vida de una iglesia y trae división es esa idea de personas que tienen un ego tan grande que piensan que ellos no necesitan a más nadie. Todo el mundo tiene que rendirle pleitesía a ellos pero que lindo es cuando cada uno de nosotros tiene como ese sentido de ser parte de un solo cuerpo, ser parte de un equipo. Cada uno de mis hermanos tiene algo valioso, algo bello que aportar al Reino de Dios y entonces cada uno se trata con preferencia.

Ahí en el versículo 10 el dice: “... amaos los unos a los otros con amor fraternal en cuanto a honra prefiriéndoos los unos a los otros”. En otras palabras dándose preferencia uno al otro: No, hermano pase usted – No, por favor pase usted. Ojalá nos peleáramos por quien va a pasar primero al púlpito, a la oración. No, al contrario lo que hacemos es nos damos empellones para nosotros meternos al frente. Porque no tenemos ese sentido de cuerpo. Cuando usted sabe que otros tienen bendiciones y dones de Dios en su vida, usted los admira y los respeta por lo que Dios ha puesto en ellos, y usted está conciente de que usted tiene dones pero que también tiene sus fallas y tiene sus ausencias y que esas personas complementan a uno.

El rico dice, no se gloríe solamente de su riqueza, sino que recuerde que el pobre tiene mucho que enseñarle también. Y el pobre no desprecie al rico porque el rico tiene cosas que enseñarle a él, como pobre, pero véanse ambos complementarios.

El pastor no denigre al que tiene el don de evangelismo, o de canto o de adoración. Y el que dirige la alabanza o la persona que toca un instrumento no denigre a los que no tienen oído y cantan desafinado porque esa persona que canta desafinado, quizás es buen administrador y puede ayudar al músico que quizás no sea buen administrador y entonces se complementan. Y cada uno ve en el otro lo que el otro tiene. Así es en el hogar. La esposa puede que tenga dones que el marido no tiene, y entonces el marido debe respetar a su esposa y amarla y valorarla porque ella trae a la relación matrimonial y a la familia unas cosas que son muy valiosas. Quizás ella es muy buena en llevar las cuentas y el no sabe ni sumar dos y dos, así que el debe valorarla a ella y debe darle su lugar en la vida de la iglesia. Ahora quizás el es muy bueno, por ejemplo en carpintería, o en arreglar la casa o en otras cosas, o es más prudente que ella en la administración del dinero, pues ella lleva las cuentas y el hace ciertas decisiones de cómo se va a administrar el salario de la semana, y entonces los dos se complementan y son de bendición. Y eso es lo que es trabajar en cuerpo, con sentido de cuerpo. Si nosotros aprendemos eso, hermanos, si pensamos de nosotros mismos con cordura, yo creo que en nuestra vida como iglesia y como familia van a funcionar mucho, mucho mejor.

Quiera Dios que nosotros podamos pensar de nosotros así, en esa manera modesta, cuerda. Y eso nos va a ayudar a vivir vidas más bendecidas. Hermanos, recuerden Dios está llamándonos y en los próximos domingos vamos a estar discutiendo estos pasajes, así. Dios nos está llamando a una vida entregada a El, una vida donde todos los hábitos, el comportamiento, las relaciones que tenemos los unos con los otros, todo esto esté dirigido por la palabra de Dios. Yo les suplico en estos domingos que vamos a estar hablando de estas cosas sencillas que abramos nuestro corazón y veamos en qué medida Dios quiere bendecirnos, Dios quiere hablarnos y estemos bien dispuestos a admitir cuando fallamos, vamos a admitir nuestros errores. Vamos a pedirle al Señor: “Señor en qué área tu quieres que yo siga mejorando? En que área tu quieres que yo cambie? Y esto nos va a ayudar a ser mejores cristianos cada día.

Vamos a ponernos de pie, vamos a orar y darle gracias al Señor por su presencia en medio nuestro. Señor te bendecimos y te damos gracias Padre por la vida que nos has dado, por ese llamado que tu haces en esta mañana a entregar nuestros cuerpos en sacrificio vivo a ti. Derrama Señor sobre nosotros esa cordura de la cual habla el Apóstol Pablo, esta primera cualidad de vernos con humildad, vernos con sana modestia, no ceder al orgullo, a la arrogancia, estar siempre concientes de nuestras fallas y de nuestras debilidades para que tu puedas tratar con nosotros. Bendice este pueblo, Padre. Que esta enseñanza se quede grabada en nuestros corazones. Gracias por tu vida en nosotros. Llévanos a nuestros hogares con tu santa bendición en este día, en el nombre de Jesús. Amen.-

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Una Vida Sencilla (Romanos 12:1) - Parte 1

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Romanos 12, comenzando por el versículo 1: ".... Así que hermanos os ruego por la misericordia de Dios que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. Y no os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Digo pues por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros siendo muchos somos un cuerpo en Cristo y todos miembros los unos de los otros. De manera que, teniendo diferentes dones de acuerdo a la gracia que nos es dada; si es de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir o el que enseña en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.

Que el amor sea sin fingimiento: aborreced lo malo, seguid lo bueno. Amaos los unos a los otros con amor fraternal. En cuanto a honra previniéndoos los unos a los otros.” Bendiga el Señor su santa palabra. Amen.

Bien hermanos, en estos próximos días yo quisiera pasar un tiempo hablando de lo que yo llamo predicando sermones horizontales. Por qué horizontales? Porque muchas veces en la iglesia nosotros predicamos lo que yo llamo sermones verticales que tienen que ver cosas espirituales, obviamente espirituales, por ejemplo cuando hablamos de los dones del espíritu santo. Hablamos de señales y prodigios y milagros. Hablamos acerca de guerra espiritual y hablamos acerca del mundo de los demonios. Hablamos acerca de la necesidad de la oración y el ayuno. Estas cosas son obviamente espirituales. Pero yo creo que lo que le falta muchas veces a los cristianos y a muchas iglesias cristianas que reconocen la importancia de los dones y del espíritu es esa dimensión ética, esa dimensión moral de la vida, esa dimensión cotidiana. Me refiero a esa dimensión de la vida cristiana que tiene que ver con nuestras relaciones unos con los otros, con nuestro carácter, con nuestro comportamiento a diario, con esas cositas pequeñas de la vida que son las que hacen la diferencia.

Muchas veces los cristianos nos enamoramos tanto de los dones y de las cosas del espíritu que nos olvidamos que hay cosas sencillas de la vida. En realidad yo creo que los grandes problemas que nosotros tenemos en la vida es por esas cosas pequeñas que no le hemos entregado al Señor, esas zorras pequeñas que echan a perder las viñas. Y yo creo que los pastores debemos aprender también a darle a la gente sermones así, que son un poquito aburriditos a veces, pero que no se prestan mucho al Gloria a Dios, Aleluya, y a danzar en los asientos, pero que son comida sólida para la vida diaria.

Hermanos, dirijamos nuestra mirada cada vez más y más a esas áreas de la vida. Yo creo que el éxito en la vida depende de ciertas virtudes como lo son por ejemplo, la honestidad, el trabajo, el ser diligentes, el ser disciplinados, el ser persistentes en la vida, el no vivir solamente por las emociones sino por los principios. Estas son las cosas que verdaderamente aseguran una vida exitosa.

Nosotros los cristianos, hermanos debemos asegurarnos de que estas cosas formen parte de nuestra vida espiritual. Déjenme darles un ejemplo de esto. Gregory me informaba que creo que hoy mismo fue a visitar una familia de la iglesia y la familia de nuestros hermanos Brenda y Winston Quant, son de Nicaragua ellos, nicaragüenses muy fieles, muchos años en la iglesia. Yo estoy seguro que el 90% de la iglesia no conoce a Brenda y a Winston, y a Winston definitivamente no lo conocen porque es un hombre muy callado, muy tranquilo. Gregory celebraba el hecho de que ellos acaban de obtener una casa que Dios les ha dado, una casa preciosa. Gregory estaba ahí. Yo hasta vi un poquito de envidia en sus ojos.... De la manera que me la describía, decía “Guau, se la cambio”. Una casa nueva, flamante, grandísima y muy bendecida.

Y cuando Gregory me hablaba acerca de Winston que esta mañana dice que con lágrimas en los ojos le daba gracias al Señor. Inmediatamente, Mario está asintiendo porque el sabe a qué me refiero. Hay una foto de Winston sentado aquí en este edificio hace ya como 10 años, 8 ó 9 años por lo menos, en medio del frío y Winston estaba aquí ayudando a Mario en el trabajo de la construcción. Winston, hermanos yo veo esa foto y yo que fui partícipe de todo ese proceso de lucha de este edificio, yo bendije a ese hombre. Winston no hizo mucho alarde de nada, Winston simplemente venía fielmente y daba de su tiempo a construir este edificio y cuando otras personas quizás se cansaron un poco, y uno entiende, esto no es una crítica implícita ni nada por el estilo. Winston se sacrificó por el Señor y nadie sabe ni siquiera esto. Hoy yo lo estoy diciendo aquí. Pero en mi mente yo pensé siempre, Winston es un hombre tranquilo, callado, no hace mucho ruido pero sirvió al Señor en esa forma persistente, sobria, disciplinada. Entienden a lo que me refiero? Pero fíjense como años después la bendición del Señor viene a la vida de el.

Su hija ahora mismo está estudiando un programa especial, una hija preciosa que se llama Suyen, una hija lindísima de una carácter especial, con una beca que pronto va a estar viajando a Guatemala con un grupo de jóvenes líderes escogidos en toda la nación para sus estudios también. Como ven ustedes hermanos, esta es una familia que yo siempre he visto a través de los años; no muy llamativa, no saltan mucho, no hablan mucho en lenguas, no se tiran al piso y gloria a Dios por los que hacen todas esas cosas, entiéndanme. No estoy criticando a nadie, al contrario yo deseo que todas esas cosas se den en mi iglesia. Gloria a Dios por ellas, Amen.

Hay otros hermanos que a veces saltan y danzan y todo y Gloria a Dios por ello. Es que, como dice Jesucristo, no es que haga una cosa o la otra sino una cosa y la otra. Lo que Dios quiere hermanos es que unamos las dos cualidades en la vida. Unamos la pasión por Dios, el fuego del espíritu santo, la llenura del espíritu santo pero también una vida sobria, trabajadora, disciplinada, excelente y que unamos esas dos cualidades en una.

Eso es lo que va a permitir que nuestras vidas sean de bendición. Escúcheme comunidad latina y también ahora norteamericanos a quienes les hablo aquí. Es importante que ustedes, jóvenes, parejas jóvenes que están, veo aquí a mi hermano Wilson, por ejemplo y su esposa, y veo otras parejas jóvenes, Samuel y Myriam y Omar y Airimar, y tantas otras parejas jóvenes. Hugo y su esposa también, Sofía y otros.

Hermanos, dediquemos nuestras vidas a vivir a valores sólidos porque eso es lo que va a edificar nuestra casa y no. El uno a apegarse a una visión contra viento y marea, contra el desanimo y los altibajos de la vida, uno seguir ahí firme, ponchándo su tarjeta puntualmente todos los días en el trabajo, yendo al baño solo el tiempo que es necesario y dedicando todo el resto al trabajo, ganándose su pan honestamente, que la gente diga: “Mira, si se me va ese empleado se me cae abajo la factoría” porque usted se dedique a hacer una vida íntegra, sencilla, de corazón.

Jóvenes, saquéense las mariposas de la cabeza y las cucarachas también. Eso es lo que es importante, hermano. Es esa cualidad. A lo que tu te dediques, a lo que tu le des importancia eso es lo que va a determinar el éxito en tu vida. Si tus valores son simplemente saber el último episodio de la última novela, vas a tener la cabeza llena de alas de cucarachas. Pero si tu te dedicas a crear valores sólidos en tu carácter, mujer, hombre de Dios, y a ser firme en tu proceder y caminar rectamente en la vida, eso es lo que te va a llevar al éxito.

Ahora, qué tiene todo eso que ver con este pasaje. Me doy cuenta de que lo único que voy a poder hacer es dar la introducción, pero está bien la introducción ya está bien y hay mucho que tu puedes masticar. Este pasaje es un pasaje evidentemente que está compuesto de consejos sencillos. Los Capítulos 12 y 13 de Romanos y hasta el final son capítulos que son muy prácticos. Del Capítulo 1 al 11 en Romanos el Apóstol Pablo se dedica a discutir asuntos muy altos, teológicos, y la Epístola a los Romanos es una de las epístolas más poderosas de la teología cristiana. En Romanos el Apóstol Pablo estableció los fundamentos de la teología cristiana, pero de ahí, del Capítulo 12 en adelante el Apóstol Pablo dirigido por el espíritu santo se dedicó a dar consejos sencillos acerca de la vida cristiana.

Todo lo que el hace en el resto de ese capítulo es darnos consejos prácticos. Por ejemplo vamos al versículo 9, dice: “el amor sea sin fingimiento, aborreced lo malo, seguid lo bueno” “amaos los unos a los otros con amor fraternal”, versículo 10, “en cuanto a honra prefiriendoos los unos a los otros.” Miren el versículo 15 “gozad con los que se gozan, llorad con los que lloran”.

Hermanos, son consejos bien sencillos. No hay nada exaltado, nada muy exótico allí acerca de estos consejos. Estas son las cualidades hermanos, como digo, como introducción yo quiero en esta mañana en el nombre del Señor, llamarlos a todos a mirar esos aspectos sencillos de la vida cristiana. Si nos dedicamos a perseguir esos valores pequeños en la vida pero muy importantes, con el paso de los años veremos como en el caso de la familia Quant, la bendición de Dios reposar.

Por alguna razón veo parejas jóvenes y les digo a ellos. Si ustedes se plantean esa meta ahora en sus vidas de vivir una vida así, que honre al Señor en las cosas sencillas, en las cosas pequeñas, Dios les va a bendecir a largo plazo. Cuando ustedes lleguen a 20 años de casados, 30 años de casado y ustedes puedan mirar hacia atrás y ver cómo ha ido el crecimiento.

La palabra de Dios dice: “... porque la senda del justo es como la luz de la aurora que va en aumento hasta que el día es perfecto.” La jornada del hombre o la mujer de Dios, de la pareja de Dios, es así, ahí firme y la gente que mira a través de los años, se echa para atrás y puede ver el diseño, puede ver el ascenso. Quizás nosotros viviéndolo día a día no lo vemos, pero otros lo pueden ver y cuando nos paramos hacia atrás y vemos nuestra vida, vemos que sí que nuestra vida ha ido ascendiendo. Eso se tiene que hacer día a día, simplemente poniendo un pie delante del otro, firme, valorando la palabra de Dios.

Yo quiero hacer algo ahora mismo. Yo quiero que se levante esta juventud, yo quiero que esa parejita que está ahí se ponga de pie. Y todas las demás parejas jóvenes de 15 años en adelante. De 15 a 22, 23, levántense. No quiero ser muy preciso, por acá también. Rocío y esta pareja levántense. Pónganse de pie. Ustedes dos también. Cualquier otro joven que esté aquí también. Pónganse de pie. Si usted siente que esto es para usted también ahora pónganse de pie, también los demás. Está bien, si se quiere poner de pie, Gloria y Rafael, pónganse de pie. Comprometa su vida al Señor.

Vean lo que dice aquí, dice: “... no os conforméis a este siglo sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento”. Hay mucha juventud, mucha gente que está comenzando en la vida que se están conformando a este siglo. El Señor está diciendo, no le pongan tanto énfasis a las cosas de este mundo, a las modas y a los valores del mundo y a las ambiciones del mundo. No. En vez de eso transfórmense por dentro, cambien su mentalidad, renuévense para que ustedes puedan vivir vidas exitosas. Dice: “... para que podáis comprobar la buena voluntad de Dios”. Tiene que haber un cambio de mentalidad antes de que podamos comprobar la voluntad de Dios para nuestra vida, porque Dios quiere bendecir a cada uno de nosotros pero primero tiene que haber un cambio interior. “Señor voy a poner mi amor en ti, voy a poner mi pasión en ti, voy a quitar los ojos del mundo y me voy a dedicar a honrarte a ti y a buscar tu gloria”, y entonces tu vas a ver la bendición de Dios descender sobre tu vida.

Cuando tu pones tu preferencia en las cosas de Dios. Cuando tu prefieres a Dios y lo pones por encima de todas las cosas, Dios comienza a bendecirte y a aclarar tu camino y enderezar tus pasos y a quitar los obstáculos de tu vida. Tiene que haber una conversión.

Muchos de nosotros estamos en la iglesia pero la iglesia no está en nosotros. Es como lo que dice: algunos pasan por la escuela, pero la escuela no pasa por ellos. Muchos estamos en la iglesia pero la iglesia no se ha metido dentro de nosotros.

La Biblia dice: “... los ojos del Señor recorren toda la tierra buscando los de corazón perfecto para con él para mostrarse fiel a favor de ellos”, pero tienen que comenzar con un cambio de mente y de valores. Y que esos valores los pongamos en práctica día a día. Prueba al Señor. Yo te prometo en el nombre de Jesús, que vas a ver grandes cosas en tu vida. Amen. Aleluya. Gloria en el nombre del Señor.

Ahora mismo levanta tu mano derecha. Póngase de pie todo el mundo ahora y levante su mano derecha en señal de pacto con el Señor. Y dile al Señor “Padre, yo abrazo los valores de tu Reino, yo abrazo la ética de tu Reino, la moralidad de tu Reino. Yo le doy la bienvenida a la excelencia en mi vida”, dile así al Señor. Le doy la bienvenida a la disciplina, a la persistencia, al dominio propio, honestidad, justicia, amor, equidad”, son los valores del Reino de Dios. Pídele al Señor que cambie tu vida: “Señor cámbiame. Cambia mi énfasis, cambia mi actitud, cambia mi corazón, Señor. Cambia la estructura de mi vida por dentro. Cámbiame por dentro. No me cambies por fuera, simplemente hacer cosas externas. No, cámbiame en el interior. Pon una nueva fuerza dentro de mi Señor. Oh, aleluya.”

Gracias, Señor. Te adoramos, te bendecimos. Gracias Jesús. Gracias por tu palabra, Señor, porque tu palabra es la verdad, tu palabra es fiel, Señor. Abrazamos tu palabra, Señor. Vamos a cantar Señor, te damos gracias. Vas a ver cambios grandes y transformadores en tu vida. Atrévete a creerle al Señor y ponlo a prueba por un tiempo como hizo Daniel con su dieta vegetariana. Pon a Dios a prueba, verdaderamente por un tiempo y reta a los otros que vean el cambio en tu vida. Tu vas a ver como Dios va a transformar tu vida.

Gracias Señor. Te bendecimos, te adoramos. Gracias, Jesús. Gracias. Aleluya.

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