SERMONES
La vida del espíritu es una vida que fluye
TRANSCRIPT
Quiero ahora invitarles a ir a la palabra del Señor. No creo que se me olvida nada de momento. Vamos a continuar, yo había determinado ya terminar esta serie dentro de una serie mayor que quizás ustedes ya se hayan olvidado cuál era la serie mayor, sobre verdades fundamentales de la vida cristianos, y entramos en este asunto del Espíritu Santo y ahí nos quedamos.
Estaba mirando mis notas y comenzamos en septiembre a hablar del bautismo del Espíritu Santo y la vida del Espíritu Santo, la llenura y todo esto. Y entonces me invitaron a Puerto Rico donde estuve predicando en la iglesia Barbara Anne Rossler y me invitaron a hablar acerca del bautismo del Espíritu Santo y la vida llena del Espíritu Santo, porque ellos habían visto algunos de los programas de León de Judá y les gustó ese tema para su congregación. Y en realidad como tenía que apretar todo en 5 intervenciones, creé cosas nuevas, diferentes, empacando algunas cosas de las que había tocado ya, pero en una manera diferente y siento del Señor compartir con ustedes esto que va a ser material nuevo de todas maneras.
Y yo creo que Dios está usando este tiempo en la vida de León de Judá como para sellarnos y apuntalar esta doctrina del Espíritu Santo para que toda nuestra congregación quede muy, pero muy grabado en sus corazones de la importancia de ser un pueblo lleno del Espíritu Santo, del poder de Dios, un pueblo con una visión sobrenatural, que es tan importante. Y yo sé que no va a haber redundancia en lo que voy a compartir con ustedes en este mañana. Le animo a preparar su corazón para lo que Dios tiene para nosotros.
Recuerden, voy a leer un par de versículos para enmarcar lo que estoy diciendo. Ese bien conocido versículo de Efesios 5:18 donde se nos recuerda que tenemos que, en vez de embriagarnos con vino, dice:
“... no os embriaguéis con vino en lo cual hay disolución antes bien sed llenos del espíritu hablando entre vosotros con salmos, himnos, cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones, sed llenos del Espíritu Santo....”
Pero en realidad el pasaje que más me interesa se encuentra en Juan, Capítulo 4, el conocido pasaje de la mujer samaritana. Juan, versículo 4, comenzando con el versículo 7. Voy a leer salteadamente unos cuántos versículos. Ustedes recuerdan la historia. Viene una mujer de Samaria. Samaria, una ciudad que era enemiga del judíos y los judíos enemigos de los samaritanos. Eran primos raciales lejanos, pero tenían diferentes religiones, religiones que se parecían y compartían ciertos elementos pero que por larga historia los samaritanos no eran de la religión hebrea judía, habían estado con otras doctrinas y otras cosas. Y los judíos los consideraban gente impura, y los samaritanos evidentemente no agradecían el favor sino que todo lo contrario, sino que también detestaban, había enemistad entre samaritanos y judíos. Pero el Señor está en Samaria y viene una mujer de ese pueblo a sacar agua, versículo 7 y Jesús le dice:
“... dame de beber, pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer. Y la mujer samaritana le dice, ‘¿Cómo tu, siendo judío me pides a mí de beber que soy mujer samaritana? –porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí-. Entonces Jesús le responde, y le dice: “... si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice, ‘dame de beber’, tu le pedirías y él te daría agua viva....”
Aquí el Señor está entrando en materia y está intrigándola y está hablando en un lenguaje espiritual.
“... y la mujer le contesta, ‘Señor, no tienes con qué sacar... – ella está pensando que él le está hablando literalmente de agua física - .... no tienes con qué sacarla y el pozo es hondo. ¿De dónde pues tienes el agua viva? ¿Acaso eres tu mayor que nuestro padre Jacob que nos dio este pozo del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados? Respondió Jesús y le dijo, ‘Cualquiera que bebiere de esta agua volverá a tener sed, más el que bebiere del agua que yo le daré no tendrá sed jamás sino que el agua que yo le dará será en él una fuente de agua que salte a la vida eterna’. Y la mujer le dijo, ‘Señor, dame esa agua para que no tenga ya sed ni venga aquí a sacarla’. Jesús le dijo, ‘Ve, llama a tu marido, y ven acá’. Respondió la mujer y dijo, ‘no tengo marido’, Jesús le dijo, ‘bien has dicho, no tengo marido, porque 5 maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido, esto has dicho con verdad’. Y la mujer le dice entonces, ‘Señor, me parece que tu eres profeta’.... – él le está diciendo algo que ella sabe que es cierto y quizás no tan conocido por todo el mundo - ..... nuestros padres adoraron en este monte y vosotros decís que es en Jerusalén que es el lugar donde debe adorar. Jesús le dijo, ‘mujer, créeme el ahora viene, cuando ni en este monte, ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros los samaritanos adoráis lo que no sabéis, nosotros, los judíos, adoramos lo que sabemos porque la salvación viene de los judíos. Más la hora viene y ahora es cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque también el Padre tales adoradores buscan que le adoren. Dios es espíritu y los que le adoran en espíritu y en verdad es necesario que adoren’. Le dijo la mujer ‘sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo, cuando él venga nos declarará todas las cosas’. Y Jesús le dijo, ‘Yo soy el que habla contigo’....”
Bendiga el Señor su santa palabra. Hermanos, yo quiero hablar de nuevo y enfatizarlo desde una perspectiva un poquito diferente, acerca de la vida llena del espíritu, que es la vida que cada uno de nosotros, si estamos en el Reino de Dios se supone que vivamos. Y yo quiero trazar una diferencia entre la vida llena del espíritu y la vida cristiana vivida no en el espíritu, una vida más bien religiosa, institucional, pero no una vida vital como Dios quiere que la vivamos.
Y para entender la vida en el espíritu hemos estado enfocándolo de diferentes perspectivas y para entender la vida en el espíritu primero hay que entender lo contrario de esa vida en el espíritu, es decir, esa vida meramente formal, religiosa.
Y yo podría resumir la diferencia y lo voy a hacer hoy desde esta perspectiva. Yo podría resumir el contraste entre las dos vidas como una diferencia entre una vida orientada hacia lo externo y una vida orientado hacia lo interno. Yo creo que la vida llena del espíritu es una vida cuyo asiento, cuyo punto de partida es interno, como que me ayuda a pensar en lo interno como el fundamento de una vida llena del espíritu.
Mientras que la vida religiosa, la vida que no conoce de la fuerza del espíritu es una vida orientada hacia el exterior, hacia lo externo. Podríamos por otra parte también enfocarlo de esta manera: la vida del espíritu es una vida orgánica, es una vida que fluye, es una vida hecha de partes que están perfectamente unidas y no se sabe cuándo termina una y comienza la otra, como el cuerpo humano, fluido completamente. Hay una totalidad aunque tiene una estructura, pero la vida es así. La vida es orgánica, se mueve con facilidad.
Mientras que la vida religiosa es una vida mecánica, es de movimientos angulares. La diferencia entre un cuerpo humano bien concertado y un robot de la Toyota tratando de hacer los movimientos de un ser humano. ¿Usted ha visto esos robots que están tratando de inventar hoy en día para que hagan diferentes cosas, que se mueva como se mueve un ser humano? Muy lejos todavía de poder captar la fluidez del cuerpo humano, de un ser viviente.
Entonces, diferencia entre externo y mecánico por una parte, la vida religiosa, formal, que no conoce el espíritu; y una vida de interno y de algo que es orgánico y fluido. Lo religioso está orientado generalmente hacia afuera, lo espiritual generalmente tiene que ver con lo interior, lo de adentro.
Entonces yo podría mencionar ciertas palabras: robótico, rígido, cuadrado, vida religiosa, versus, orgánico, fluido, redondo, vida en el espíritu.
Estas son cosas que nos ayudan como imágenes que nos ayudan a entender algo que es extremadamente complejo.
Cuando el Nuevo Testamento habla de la vida en el espíritu, la vida llena del espíritu recuerden algo, me ayudó pensar el contexto en que el Nuevo Testamento habla a la gente acerca de la vida llena del espíritu. es un contexto en que le está hablando a judíos que hasta entonces solo conocen la religión judaica, farisaica, externa, y la palabra de Dios quiere establecer para esa gente y para nosotros que lo que Cristo representa y lo que trae la nueva economía del Evangelio es algo totalmente diferente a esa vida que conocían estos judíos.
Mire algunas cosas, por ejemplo, en el judaísmo había que ir al templo para encontrarse con Dios. Allí estaba el lugar santísimo, supuestamente, donde estaba la gloria shekina de Dios. Ahí solamente podía entrar el sumo sacerdote una vez al año bajo condena de muerte si estaba en pecado. Y ahí se suponía que estaba la gloria de Dios, la presencia condensada de Dios en ese lugar santísimo, en un templo físico.
En segundo lugar, en el judaísmo había que ejecutar rituales externos para todo: lavarse manos, matar animales, hacer diferentes tipos de rituales, buscar la levadura en toda la casa, ritos externos que apuntaban hacia una realidad espiritual, pero esa realidad espiritual está basada en cosas externas, actos mecánicos.
En tercer lugar, el judaísmo dependía de intermediarios humanos. Ahora, fíjese algo que todas estas cosas aplican a un cristianismo formal, religioso que no conoce la vitalidad de Dios y del Espíritu Santo. Es posible en el cristianismo, tanto evangélico como católico de paso, estas cosas también, la gente pensar que hay que ir al templo para encontrarse con Dios, todo depender de rituales externos y cosas externas, actos mecánicos, y depender de intermediarios humanos para que nos lleven a la presencia de Dios. Está uno sentado allá y aquí arriba está el pastor o el sacerdote ejecutando cosas que conectan a la zona del espíritu pero tu estás allá, el sacerdote está aquí y Dios está allá. Y el sacerdote o el pastor es el intermediario. Y eso no es lo que necesariamente la Escritura presenta como el estado ideal de cosas.
Y en cuarto lugar, Dios está afuera y no dentro del individuo. Dios, en el judaísmo, Dios estaba allá afuera y en el mejor de los casos, un sacerdote, un profeta, un rey por medio de una unción especial podía disfrutar de intimidad con el espíritu pero era para llevar a cabo una tarea muy excepcional y sobrehumana. La mayoría de los seres humanos no podían tener intimidad con ese Dios totalmente otro en el exterior. Era una religión de afuera. Y por eso se depende de intermediarios humanos para que nos conecten con ese Dios que está fuera de nosotros.
Y en último lugar, la ley era externa basada en mandamientos, la vida moral está basada en mandamientos, en declaraciones que hay adherirse a ellas en una forma muy, muy rígida para poder tener contacto con ese ser sobrenatural.
Ven ustedes, entonces, que es una religión basada en lo externo y eso no es, eso fue bueno por un tiempo, pero Dios ha querido sobrepasar eso y Dios quiere sobrepasar eso en nuestras vidas. Dios no quiere que nosotros sintamos que tenemos que ir a la iglesia porque ahí es donde está Dios y ahí me tengo que encontrar y me tengo que dar mi inyección de religión hoy domingo. Y tengo de depender del pastor para que me entre a la presencia de Dios, y si no es un pastor, un diácono, un anciano, una persona ungida, yo no tengo contacto con Dios.
Dios no quiere que tu dependas de los rituales, de cantar o de saltar aunque esas cosas son buenas, pero eso no es donde está necesariamente la presencia de Dios. Y es fácil caer en esas cosas, aún, yo diría, en sectores cristianos que se autodenominan pentecostales y carismáticos, se puede caer en el mismo tipo de rutina, porque lo externo de la religión siempre está ahí listo para atraparte si tu no te cuidas y no usas el discernimiento del Espíritu Santo.
Ahora, todo eso que yo estoy diciendo aquí lo ilustra este texto de la conversación entre Jesús y la samaritana. Vemos aquí en un sentido en esa conversación implícitamente, el contraste entre el Viejo Testamento que representa esta mujer, que todavía está en los profetas, aunque su religión es una religión mixta, pero ella todavía está pensando en términos del Antiguo Testamento. Y Jesús representa lo nuevo de lo que Dios trae a la humanidad, una revelación nueva y diferente.
Y es como ver el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento hablando cara a cara entre estas dos personas. Y nosotros tenemos que preguntarnos de cuál de esas dos dimensiones represento yo, y dónde estoy yo en mi fe. ¿Tengo yo una vida verdaderamente en el espíritu?
El Apóstol Pablo siempre está enfatizando la vida en el espíritu. por ejemplo, él dice, “.....ahora ninguna condenación hay para aquellos que están en Cristo Jesús, los que no viven conforme a la carne sino conforme al espíritu...”
Dice, “... andad en el espíritu y no en la carne....”
Continuamente Pablo está trazando ese contraste entre esos dos estilo de vida. Miremos por ejemplo, hay unos 8 efectos que voy a pasar rápidamente porque lo que quiero es que ustedes entiendan esta dimensión, cuando hablamos del espíritu como algo interno, algo individual, íntimo, persona. Esa es la vida espiritual que Dios quiere para ti. Es bueno venir y gozarnos colectivamente, es muy importante, pero la necesidad primordial es que tu vivas una vida de intimidad con Dios, que tu sepas dónde ir a buscar agua tu mismo. Es más, que tu sepas que tu tienes el agua ya contigo. Y eso es importante, hay que cambiar de mentalidad, hay que cambiar de enfoque. Mucho de la vida del espíritu tiene que ver con un cambio de mentalidad.
Por eso el Apóstol Pablo dice, en romanos Capítulo 12, versículos del 1 al 3, entre otras cosas, “... no os conforméis a este siglo sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento.....” porque ahí comienza todo, es en la renovación del entendimiento.
Ahora bien, mire por ejemplo, la samaritana representa el agua externa. Ella está sacando agua de un pozo externo. El Señor le dice, ‘hey, si tu supieras quién te pide de beber, tu le pedirías a él y él te daría agua que salte para vida eterna’. El Señor se está refiriendo al agua del espíritu, esa agua que dice que yo le daré a todo el que me siga.
El Señor dijo, “el que creen en mí, ríos de agua viva correrán de su interior”. Al Señor se le asocia muchas veces con agua, eso es muy interesante. La vida del espíritu en muchas religiones la asocian, de paso, con agua. El río Ganges en la India, otras Escrituras de otros, el hombre sabe instintivamente que hay algo en el agua, asociado con la presencia de Dios, con lo divino. Y el Señor aquí se asocia con el agua.
Esta mujer representa esa religión que necesita continuamente, con mucho trabajo, ir. ¿Cuántos de nosotros hemos visto o quizás nosotros mismos, cogimos una lata de agua? Esas mujeres en nuestros países, con una lata de agua y una tela enrollada en su cabeza caminando para ir a su casa con una lata de agua. Admítalo. Usted quizás alguno de ustedes aquí tuvieron la bendición de cargar alguna vez una lata de agua. No hay nada de qué avergonzarse de eso. Todo lo contrario.
Pero ella representa el agua externa versus el agua interna que el Señor..... nosotros se supone, hermanos, que la vida de Dios esté dentro de nosotros refrescándonos, en vez de tener que ir continuamente afuera. Por otra parte, también está en ella esto de el efecto temporero de la religión.
El Señor le dice, tu vas a tomar esta agua pero vas a volver a tener sed. Pero si yo te doy del agua que yo sé dar, tu no volverás a tener sed jamás, es una metáfora lo que el Señor le está diciendo aquí. Pero hermanos, es así, la religión externa, la persona que no tiene una verdadera vida del espíritu, que no tiene un a conexión íntima, personal con Dios va a la iglesia, y mientras dura el show se sienten cerca de Dios, pero cuando se terminó la música y todo el mundo se fue para la casa y se mete otra vez en su carro, el decaimiento otra vez. La vida cotidiana, el tiempo y el espacio vuelve otra vez a caer como una cortina sobre la conciencia del individuo y ya no vuelve a ser un cristiano vital, hasta que vuelve otra vez al servicio.
Agua. La gente saca agua, la tiene por un rato y después se va. Como ir a una discoteca, por un rato muy bien, muy contentos todos, o la persona que se embriaga, se le van sus problemas, pero la mañana el dolor de la cabeza y la dura conciencia de que tus problemas están ahí tan fresquitos como antes de que tu te emborracharas.
Porque el hombre es así, el hombre puede tomar agua aún de la religión brevemente pero a menos que no tenga una relación personal no sabe cómo nutrirse cuando vienen los problemas, cuando vienen las dificultades, cuando está solo, cuando se siente deprimido, cuando hay enfermedad, cuando hay problemas financieros. Esa agua no está ahí porque el efecto de la religión es solamente temporero. Mientras tu te puedes intoxicar en el ritual, el símbolo, los vitrales, el incienso, el color oscuro de la madera, la vestidura del sacerdote o el pastor, por un momento tu puedes habitar lo sagrado, pero cuando todo se desaparece, estás otra vez en la realidad cotidiana del tiempo y del espacio.
Y eso no es lo que Dios quiere. Dios quiere que tu cargues lo sagrado dentro de ti. Amen. Dios quiere que tu cargues la eternidad dentro de ti. Dios quiere que tu, el Espíritu Santo lo puedas sacar en cualquier momento para revitalizarte cuando tu necesitas. Muy importante esta diferencia entre efectos temporeros y efectos, el Señor le dice, ‘no vas a tener sed’. Cuando tu tienes a Cristo en tu corazón, tienes una relación vital con Jesús, tu puedes resucitar a Cristo continuamente, por así decirlo, cada día, 24 horas al día, cuando tu lo necesitas él está ahí listo para surgir otra vez y para sanar tu herida, traer una conciencia de la presencia vital de Dios en ti, renovar tu visión, lo que sea. Tu no necesitas a un pastor o a una persona que te recuerde que Dios existe. No, tu sabes porque él está dentro de ti, está contigo. No es un efecto ficticio, temporero, dependiente de los símbolos, sino es dependiente de la presencia ininterrumpida de Dios dentro de ti.
Otra cosa que yo veo aquí en esta mujer es esto del esfuerzo. La religión formal está asociada con trabajo. Para mí la religión del espíritu está asociada con descanso, “estad quietos y sabed que yo soy Dios”. “...En descanso y reposo seréis salvos, en quietud y confianza será vuestra fortaleza...”, dice el Señor. “... tu guardarás en perfecta paz a aquel cuyo pensamiento en ti permanece...”
Descanso. “... venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados que yo os haré descansar....” dice el Señor. “... llevad mis yugos sobre los otros, porque mi yugo es fácil y ligera mi carga, hallaréis descanso para vuestras almas....”
La vida del espíritu está asociada con descanso, aún cuando hay dificultades también. Hay una dimensión, de paso, agónica para la vida cristiana también, pero es porque hay ser, es porque hay conquista, es porque hay ganancia, es porque estamos avanzamos, es porque Dios nos está trabajando y nos está puliendo, y nos está disciplinando y en eso hay cierto nivel de trabajo, pero es un trabajo que no mata, sino que revive y fortalece.
Dice la palabra de Dios que cuando la disciplina de Dios se ha cumplido en nosotros deja un permanente dulce y apacible de paz y de vida en nosotros.
Entonces, esta mujer está con su lata, metiéndola en el pozo, sacando agua. Se lo tiene que poner en el hombro o en la cabeza y volver a su aldea para usar esa agua. Y Cristo le dice, ¿sabes qué, mujer? Yo tengo un agua que tu no tienes que meter esa lata ahí para sacarla. Esa agua está dentro de ti y salta para vida eterna, te va a refrescar continuamente.
Usted ve, la persona religiosa tiene que... es una vida de afán. Marta estaba cerca de Jesús pero estaba afanada, y el Señor le dijo, ‘Marta, Marta, tu estás afanada con muchas cosas y eso no es....’
Usted ve, la persona puede tener a Cristo muy cerca pero está afanada, está viviendo en sus propias fuerzas, sus propias energías, se quema continuamente, se frustra. Es un esfuerzo tremendo.
Hay que hacer promesas y eso fue lo que cansó a Martín Lutero. El afán terrible de la religión formal de la Edad Media y toda la terrible economía que se había creado de santos y de promesas, y de artículos supuestamente sagrados que tenían el poder de que yo que sé, las bulas y el caminar hasta Roma de rodillas, y todo ese aparato de trabajo que había que mantener continuamente dándole vueltas para que la gente se mantuviera hipnotizada con la religión porque la religión no se podía sostener por sí misma.
Los hombres cuando no tienen el Espíritu Santo tienen que estar continuamente barriendo las cosas para mantener la gente entretenida y con un sentido de lo sagrado. La religión sin Cristo en el interior es una religión de trabajo, hermanos, en vez de descanso. Yo creo a veces, yo me he rehusado mantener a mi iglesia entretenida. Hay iglesias que dependen de 27 campañas al año y 40 sanadores y 17 sesiones de reprensión de demonios, y 8 conciertos, y esto... y la cosa es mantener a la gente siempre activa, entretenida, algo nuevo, algo diferente. Y yo digo, y qué pasa cuando no podamos tener eso, todo se viene abajo, porque la gente se ha acostumbrado al aparato. La religión sin Cristo, sin el Espíritu Santo es una religión de externalidades, de objetos, de acciones, de esfuerzo.
Por eso es que Pablo, en Primera de Corintios, Capítulo 2 dice, “.. hermanos, cuando yo fui a vosotros me prometí no conocer a nada sino a Cristo y a este resucitado, y fui a vosotros, no con excelencia de palabra de sabiduría humana, sino con el poder de Dios para que vuestra fe no esté basada en la sabiduría de los hombres sino en el poder de Dios...”
Pablo no quería entretener a la gente, él no quería ir allí con una declamación, una retórica, unos movimientos orquestados y reensayados, él dijo, yo fui allí así, humilde, sencillo pero con el poder de Dios, porque yo no quiero que ustedes estén dependiendo de mucho griterío, mucho aparato, mucha cuestión. Eso no es la fe. La vida cristiana es un asiento donde está la presencia del Espíritu Santo dentro de uno.
Usted no necesita estar continuamente dándole vuelta a la manigueta para sentir el Espíritu Santo. La vida sin Cristo es una vida religiosa, afánica, carnal, continuo hacer, buscar por aquí, buscar mantenerse uno siempre atizado e hipnotizado con algo nuevo, algo diferente porque necesitas eso: un nuevo predicador, un nuevo programa, un nuevo libro, un nuevo lugar. Yo veo gente así continuamente afanosa en las cosas. Están por aquí, están por allí, un profeta nuevo, un movimiento nuevo, una iglesia nueva, y usted los ve allí corriendo, y yo digo, ‘hey, el espíritu está dentro de ti’.
Tu no puedes depender ni de mí, ni de esta iglesia, ni de los diáconos, ni de nadie. Cristo tiene que estar en tu vida. Y si no está en tu vida tienes que buscarlo y estar buscándolo hasta que sientas que él entre y se posee de tu vida, que el Espíritu Santo está dentro de ti. La persona que tiene una experiencia vital con Cristo, se puede desplomar el mundo, se pueden caer abajo veinte mil iglesias, se pueden desplomar ministerios y esa persona se mantiene firme en el Señor porque Cristo está dentro de ellos, no en el pastor, no en la iglesia, no en la institución, no en la denominación. Es importante vivir enfocado en Cristo porque sino vas a estar continuamente, se va a caer uno y vas a tener que levantar otro, otro santo por acá, se rompió ese tienes que buscar otro más: afán, trabajo continuamente.
Y tu dices, no, no es afán, no es lucha, esa lucha carnal, ese afán no es lo que Dios quiere para ti. Hay tantos ejemplos que podríamos usar. Piense en el paralítico de Betheesa, el agua, hay que removerla y cuando se remueve el agua, el primero que salta es el único que puede ser sanado. Y ahí viene Jesucristo silbando, tranquilito y ve a ese hombres que lleva años y años ahí al borde del estanque y le dice, ‘oye, qué te pasa, por qué estás allí’, ‘bueno es que llevo años y lo que pasa es que una vez, de vez en cuando viene un ángel y remueve el agua y el primero que salta es el que se sana y yo soy paralítico, imagínate, no puedo hacer nada’. Y Jesús le dice, ‘¿te gustaría ser sanado?’. El Señor le da una palabra de sanidad, el hombre se levanta y es sanado inmediatamente.
Y ahí quedó una imagen, hay algo gravado. Fíjese, agua, pero hay algo cuando usted tiene al Cristo resucitado dentro de usted, usted tiene la vida llena del Espíritu Santo, su vitalidad, su bendición no depende de competencia. Hay agua para todos, hay sanidad para todos. Y la sanidad te encuentra a ti, tu no la encuentras a ella. tu tienes acceso a la vitalidad de Dios, no es un asunto del primero que salga disparado cuando el revolver dispara, la vida de Dios se manifiesta espontánea, fluidamente dentro de ti. Eso es la diferente. Para mí más claro, la diferencia entre el fariseísmo y la vida religiosa evangélica con la vida fluida del espíritu que es orgánica, que se dan las cosas en una forma mágica, bella, hermosa, espontánea.
Otra cosa, la vida religiosa es una vida de enemistades, controversias, competencia. Un Dios limitado que si le da a aquel no me puede dar a mí y viceversa, mientras que la vida en el espíritu es una vida de gracia, es una vida de aceptación, es una vida de amor, es una vida de tolerancia, es una vida en que tu ves la vida de Dios en otros y te gozas y eso no quiere decir que tu estés más empobrecido porque Dios está bendiciendo a esos otros. Es una vida en que tu respetas la diversidad en el Reino de Dios, todo el mundo no tiene que creer lo mismo que tu crees siempre y cuando haya ciertas creencias fundamentales, pero dentro de eso hay libertad para respirar también.
Y si la hermanita se pinta, gloria a Dios, si tu no te pintas, no te preocupes, deja que el Señor tratará con ella en su momento. Si la hermanita tiene 2 cm menos de ruedo de lo que a ti te gustaría, déjala tranquila, ya el Señor en su momento, no le envíes una carta anónima. Y tantas otras cosas.
Esta mujer trata de involucrar a Cristo en una controversia. Ah, nosotros adoramos aquí y ustedes dicen que es allá. Mira mujer, la vida del espíritu no tiene que ver con esta cuestión de que allá en Jerusalén, aquí en Samaria, o el templo o lo que sea. Eso no es. Dice, viene el día y ya es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad.
La zona del espíritu es donde se adora al Señor. Y hay libertad. Hermanos, la vida religiosa formal es la madre de todas las grandes guerras religiosas que ha habido en el mundo. Mire Irlanda, mire las guerras del siglo XVI en Europa, miren las guerras internas de los árabes. Ahora, yo creo que cuando hay una verdadera vida del espíritu, una relación con el Espíritu Santo y la palabra de Dios esas trifulcas, esas luchas entre hermanos es muy difícil que se de, porque lo que impera es el espíritu de Cristo.
Cuando los Apóstoles vienen a donde Jesús y le dicen, mira, por ahí hay uno que está predicando en tu nombre y no nos sigue, quiere que le mandemos a callar. El Señor les dice, déjenlo tranquilo porque ninguno que predique en mi nombre o sane a alguien en mi nombre puede ser mi enemigo. El que no está contra nosotros es con nosotros.
Dijo algo ahí que había que yo creo, matizarlo mucho, pero se los dijo, no se preocupen tanto por eso. Otra vez, hay uno por allí que le predicamos y no quiso aceptarte, quieres que hagamos que caiga fuego sobre ellos. El Señor le dijo, ustedes no saben de qué espíritu está... el espíritu que lo está moviendo ahora mismo es el espíritu del diablo, les quiso decir. Porque no tenían una experiencia vital con el Cristo resucitado.
Eso les vino, de paso, esa verdad les vino cuando tuvieron el encuentro con el Espíritu Santo el día de Pentecostés. Yo creo que ahí entendieron muchas cosas. Pero el hombre robótico formal, religioso siempre está tratando de trazar líneas bien definidas, en alta definición entre nosotros y ellos, los que creen y los que no. Mientras que yo creo que la vida del espíritu es una vida de unidad, donde está Cristo hay unidad.
Esa actitud de que yo soy, yo tengo, y ellos no, eso es del diablo, eso es de la carne, eso no es del Espíritu Santo, del verdadero Espíritu Santo. Hay gente que cree que tiene el Espíritu Santo pero no tienen el Espíritu Santo. Pero donde está el espíritu de Cristo con todo su amor, su bondad, su visión unitiva, armoniosa, ahí hay unidad, hay paz, hay gozo, hay bendición, hay benignidad, hay gracia del Señor.
Mientras que donde hay religiosas hay competencia, hay controversia, hay desunidad, hay conflicto, hay yo que todavía que todavía no está redimido tratando de ocupar su propio espacio y que se siente probrecito, porque otro está siendo bendecido, como si Dios tuviera medida. Dios puede bendecirte a ti mil por ciento y al otro también mil por ciento, y no se le acaba ni una sola gota de su gloria en su bendición.
La vida cristiana es una vida de amor, es el fruto del Espíritu Santo, es la bendición de Dios, no es una vida de controversias, enemistades, dificultades, conflictos, acusaciones, divisiones, preferencias, todo eso es de la carne y del diablo. Pidámosle al Señor que nos haga una iglesia verdaderamente de unidad, amor, armonía, tolerancia, gracia, que nos podamos bendecir unos a otros. Porque donde está la vida del espíritu es una vida hermosamente unitiva y armoniosa.
Otra cosa también, yo veo aquí que la vida formal religiosa es una vida de edificios y de lugares sagrados. Todo esto está aquí, este templo, este lugar, la gente religiosa está atada a una arquitectura, a una configuración física y el hijo de Dios tiene el templo 24 horas consigo, él es el templo del Espíritu Santo. Usted carga el templo con usted 24 horas al día, mi hermano. Y lo que usted viene a hacer aquí en este lugar ahora es simplemente, aquí hay ahora mismo dos, 300, 400 templos unidos en un solo templo adorando al Señor. Hay un templo místico que se erige cuando todos los templos de Dios se unen en el momento de la adoración. Y eso es lo que estamos haciendo ahora. Aquí hay templos, todos habitados por el Espíritu Santo, dentro de un templo físico en contacto con el templo supremo que es el templo eterno, infinito de Dios, allá arriba, algo místico, algo completamente sin forma. Y nosotros venimos a la iglesia pero no es para que nos inyecten con religión y fe, y espiritualidad, es simplemente para hacer un gran concierto de adoración a nuestro Padre y tomar cada uno nuestra braza pequeña y unirla y hacer un gran fuego que llegue hasta el trono de Dios. Esa es la diferencia.
Se matiza y se relativiza la experiencia de adoración dentro de un lugar, y usted sabe que usted puede adorar a Dios donde sea, en el cuarto de baño de su casa usted puede adorar al Señor allí, porque el templo está con usted, en usted y alrededor de usted. Usted camina en la calle y está en el templo. Usted trabaja en la máquina de coser y está en el templo. Usted hace la comida y está en el templo. Gloria al Señor. No hay distinción. Usted trabaja y usted adorando al Señor, usted está en el templo.
Y está en la iglesia y está en el templo también. Y está alabando y está en el templo. Y está escribiendo una carta en la computadora o a mano y está en el templo también. No hay distinción, es todo sagrado en un sentido. Cuando entendemos eso es algo revolucionario.
Mientras que esta mujer habita, la religión la habita a ella en lo físico. Ella está atada todavía a Samaria, su controversia con los judíos, el templo y el Señor le dice, ‘mujer, yo te estoy hablando de algo muy cualitativamente diferente.’
Lo otro también que yo veo aquí es que la religión cristiana espiritual, la religión verdadera del espíritu es una vida de gracia y no de condenación. La vida formal religiosa es una vida de condenación y no de gracia. y por eso es que el Apóstol Pablo dice, ‘.... ahora pues ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús...”
¿Por qué? Mire, esta mujer está todavía en ese lugar, algunos dicen que ¿por qué escogió esa hora del mediodía? Es una mujer pecadora, y está bajo la condenación de Dios. Su pecado está dentro de ella. Ella lo carga todos los días. Su sensualidad, su vida desordenada moralmente, y está aislada de las otras mujeres, no puede sentir la gracia de Dios, está atada, está aislada, está sola, porque la vida religiosa es eso.
La vida religiosa no te puede dar un sentido de reconciliación con lo eterno. Tu siempre tienes que estar viviendo de sustitutos y símbolos que te dan por un momento sentido de conexión con lo eterno. Pero cuando tu tienes a Cristo en tu corazón tu sabes que tu has sido perdonado. Tu tienes libertad.
En el Capítulo en Hebreos, no tengo tiempo para leerlo, habla de eso de que nos acerquemos confiadamente al trono de la gracia abierto por Cristo por medio de su cruz. La vida cristiana es una vida de bendición y de paz con Dios, reconciliación con el Padre. Mientras que la vida religiosa es una vida de condenación: no hagas, no toques, no bebas, no hagas, no vayas, no comas, no te vistas, no hagas esto, no hagas lo otro. Es una vida de esperando en cualquier momento que te va a caer un rayo de arriba porque Dios se levantó de malhumor hoy y lo ofendiste.
Mientras que en la vida cristiana, la vida espiritual es una vida de gozo. A Cristo lo llamaban un comelón y un bebedor porque le gustaba estar en los lugares donde había celebración, donde había paz y lo acusaban de que sus discípulos comían y que no ayunaban, y que cogían espigas el sábado, y lo acusaban de que él sanaba en el sábado y todas estas cosas, porque la religión formal es una religión de condenación. No te puede dar verdadero descanso, verdadera paz con Dios. Eso solamente lo puede hacer cuando Cristo entra a tu corazón y tu sabes que tu eres una hija, un hijo de Dios y que tu vida no depende de lo que tu haces, aunque es importante lo que tu haces, pero que Dios te ama porque Cristo murió por ti en la cruz. Se relaciona contigo a través de Cristo Jesús y tu tienes acceso al Padre, tu tienes la libertad de un niño que puede entrar a la oficina de su papá aunque su papá sea un gran hombre de estado y tu papá se recibe porque tú eres un hijo de Dios.
Dos cosas más, la vida formal religiosa es una vida de ataduras, no te puede dar libertad porque el diablo siempre va a tener formas de mantenerte atado. No hay esperanza de tu ser liberado. Esta mujer está atada a una vida sensual, está atada a un estilo de vida que la tiene encadenada y Cristo dice, ‘mira, yo te puedo libertar de eso, yo te puedo dar descanso de tu atadura’.
Y por eso la confronta para hacer un exorcismo. Dice ‘tu tienes 5 maridos has tenido’, porque antes de ser libres tenemos que ser limpios, tenemos que ser confrontados, tenemos que sacar las cosas a la luz a través de un encuentro con Cristo. Y cuando tu tienes a Cristo en tu corazón, ahí es donde yo creo que puede comenzar el tiempo de una verdadera liberación en tu vida. Nunca tengas vergüenza de traerle al Señor todo lo que está dentro de ti. No te avergüences jamás de decirle jamás tus pecados más íntimos, profundos y aterrorizantes. Él ya los conoce de todas maneras y él no se escandaliza de nada. Lo que él quiere es tomar eso y levantarlo y ponerlo a volar y transformarlo en una paloma blanca que te bendiga tu vida y que tu puedas entonces encontrar descanso.
Y si estás en lucha el Señor dice, yo te voy a dar la victoria, sigue la lucha porque la victoria va a ser tuya. Nunca vivas en esclavitud. El hijo de Dios no puede vivir en esclavitud. Cualquier atadura que tu tengas mental, emocional, lo que sea tráela una y otra vez al Padre hasta que el Padre conteste con una liberación total. No importa cuál sea tu atadura: depresión, miedo, conflictos interiores, complejos de inferioridad, heridas del pasado, lo que sea, el Señor es poderoso para libertarte.
Esta mujer no podía ser libre por la religión. Estaba viviendo una vida esquizofrénica, dividida, compartamentalizada y Cristo la unifica y la deja libre entonces para ir y servir al Señor y traer a otros al conocimiento de Cristo.
Y finalmente, la vida religiosa es una religión muerta, versus una persona viva. La vida religiosa está hecha de un sistema de creencias, un aparato externo, una teología, un aparato teológico, una cantidad de enseñanzas, rituales, hombres, edificios, constituciones, declaraciones, como era el judaísmo con todos sus decretos y cosas puntillosamente guardadas.
Cristo le dice, mira, tu tienes que conocerme a mí, fíjese que el momento culminante de este encuentro es cuando Cristo dice, ‘Yo soy el que habla contigo’. El ha estado llevando a esta mujer hasta ese punto de mostrarse a ella como el Hijo de Dios. Cuando ella tiene un encuentro con él entonces queda liberada para ir y buscar a sus compañeros y traerlos para que conozcan a Jesús, porque cuando tu te encuentras con un ser vivo, como es Cristo, entonces tu tienes vida espiritual verdaderamente.
Entonces tu estás libre para una vida de servicio, una vida de bendición, una vida de fruto, no una vida anónima, de pelear con tus demonios por dentro y ellos a puño limpio. Siempre vas a perder. Pero cuando Cristo entra a tu vida, entonces tu tienes un abogado, un ayudador dentro de ti, paracletos que te ayuda en todas tus luchas y que te deja libre para poder ser de bendición a otros.
Vida religiosa, vida espiritual. Todo eso ilustrado por el encuentro de Jesús con esta mujer samaritana. ¿Cuál es la vida que tu estás viviendo verdaderamente? Si tu enfocas tu vida ahora mismo, tu vida llamémosla espiritual, ¿dónde encajas tu mejor? En estos dos sistemas digamos, que yo estoy tratando de elaborar torpemente, ¿dónde está tu vida, más o menos? ¿Dónde tu te ubicarías? Yo no puedo decir todas las cosas con detalle finísimo porque esto no se presta a eso, sino estoy tratando de esbozar una zona y en cuál de esas dos zonas tu crees que tu cabes ahora mismo, en cuál de esas dos descripciones te encuentras tu.
Nosotros a veces les tiramos muchas piedras a los católicos, pero nosotros los evangélicos podemos ser más religiosos que los católicos mismos, déjenme decirles, y es más traicionera la religiosidad evangélica que la católica, porque pensamos que ya la trascendimos pero caemos otra vez de nuevo. Así que podemos hacer la espiritualidad pentecostal también, podemos caer en la misma roboticidad religiosa y nos creemos que todavía estamos más lejos y estamos metidos todavía en lo mismo. Es algo muy traicionero. Pero en esta descripción, en qué camino estás tu, hacia qué religiosidad, hacia qué espiritualidad te diriges tú en tu vida.
El Señor quiere agua que salte para vida eterna, relación, templos que habitamos y nos habitan, relación personal con un ser vivo, mirada amoroso, armoniosa, reconciliadora, poder para romper ataduras y cadenas, efectividad para traer a otros al conocimiento de Jesús, consuelo, sanidad y frescura en el desierto. No tener que ir a intermediarios, aunque es bueno de vez en cuando pero tu tienes tu propia agua y la cargas, y aunque estás en el desierto abres tu canequita y te refrescas y puedes continuar porque el agua está dentro de ti. Tu no tienes que ir a la iglesia para que te bombeen otra vez la goma, que se comienza a desinflar en el momento que pasas por la puerta del atrio de la iglesia, hasta que vuelvas otra vez ahí, como esos carros sin aire, la goma dando vueltas a la iglesia para que otra vez te llenen con un sermón más en el tiempo de alabanza.
Esa no es la vida que Dios quiere para ti. Dios quiere una vida interna, fluida, orgánica, continua, esa es la vida que Dios quiere. Si no estás viviendo esa vida el Señor te dice, hoy, pídeme que te de agua y yo te la voy a dar, hermanos. Dios está diciéndole al pueblo de Dios, yo quiero agua para ti, el agua de mi Hijo, agua viva.
¿Cuántos les gustaría tener esa agua en esta mañana? Amen. Gloria al Señor. Perdónenme si me he extendido demasiado pero esto es palabra de Dios que hay que completar. Y hay mucho más todavía para nosotros en ese texto.
Hermano, yo te invito a una vida de interiores, una vida de frescura interior, una vida de la habitación del Espíritu Santo dentro de ti. Ahora mismo, ahí en tu corazón di, yo renuncio a la vida religiosa, renuncio a la vida externa meramente, y abrazo la vida del espíritu. Enséñame Dios cómo vivir esa vida del espíritu en el nombre de Jesús, te invito a abrir tus ojos a una vida que Dios quiere que tu vivas. Quizás ya tu aceptaste al Señor pero eso simplemente es un comienzo, eso estableció un punto de partida pero hay zona, sobre zona, sobre zonas que Dios quiere que tu vayas continuamente abriendo puertas, compartimentos más profundos de llenura, de unción, de visión, de entendimiento. La vida cristiana es una vida de continuo crecimiento, la hemos empobrecido tanto haciéndole creer a la gente que sentándose en una banca evangélica van a tener contacto con Dios. Es terrible, terrible robo y la gente se deja engañar porque quieren ser engañados, porque no quieren darse cuenta de su pobreza y dejar que Dios les rompa y les quebrante. Tienen miedo.
Yo hablaba con una persona hace poco precisamente, necesita de Dios, está en la iglesia, ha aceptado a Cristo pero tiene miedo de tirarse a las aguas, porque tiene miedo de lo que le pueda pasar y es difícil hay que morir, hay que romper. Dios quiere que nosotros rompamos la corteza externa de la religión, que seamos apasionados, que haya risa, que haya llanto, que haya sudor, que haya lágrimas, que lo interno se comunique con lo externo, que haya compenetración con lo sagrado, lo cotidiano, el tiempo, la eternidad, lo divino, lo humano, lo banal, y lo sublime. Todas estas cosas unidas en una sola sustancia, esa es la vida del espíritu. No hay diferencias. Todo es una sola cosa. Todo en él es sí y amen, dice el Señor.
Hermano, yo te invito en el nombre de Jesús. Abraza la vida del espíritu en esta tarde, dile al Señor, entra Espíritu Santo, entra y envía tu unción a cada poro de mi piel, cada segmento de mi ser, envía tu ungüento y toma el cuero endurecido y hazlo respirar de nuevo y adquirir flexibilidad, Espíritu Santo. Te necesitamos, Señor. Queremos esa vida del espíritu para nosotros, vida que refresca, vida que salta para vida eterna.
Yo quiero invitar, si hay alguien en esta tarde que no ha conocido a esa Jesús. Piensa que tú eres como la mujer samaritana y tu ni siquiera has conocido a Cristo todavía. No has entregado tu vida a él, al Señor le gustaría en esta tarde que dijeras, ¿saben qué? Hoy encontré al Mesías y que vayas a donde tus compañeros y tus familiares y digas, ¿saben qué? Encontré al Mesías, vengan, vamos a verlo. Amen.
Yo quiero invitar que no haya recibido a Cristo todavía en su corazón a levantar su mano porque yo quiero orar, me gustaría orar por ti en esta tarde y ponerte en la mano del Señor de Señores y Rey de Reyes. ¿Habrá alguien que no ha entregado todavía su vida a Jesucristo y lo quiera hacer en esta tarde? Abrimos un momento para orar por ti. ¿Habrá alguien que quiera levantar su mano y decirle al Señor, Señor, yo quiero entrar en esa dimensión?
Abrimos un momento aquí. Dios te bendiga hermana, gloria al Señor. ¿Alguien más? Una mano allí que se levanta también, esa jovencita. Gloria al Señor. ¿Alguien más? Vamos a ver. Hay otros como la samaritana. Tú eres como la samaritana, yo soy como la samaritana. Necesitamos tener un encuentro con el Mesías y tenemos que ir y entonces decirle a otros.
¿Habrá alguien más? Vamos a ver, alguien más que entregue a Jesucristo en esta tarde, quiera entregar su vida al Señor. Sí, ya la reconocimos a ella. Pasen por acá, hermano, me gustaría orar, alguien que venga y acompañe a esas personas. Acompáñele aquí ahora y vamos a orar por ellos. Vengan por aquí y queremos iniciarte en una vida interna, una vida orgánica, una vida fluida.
Joven, Dios tiene grandes cosas para ti y Dios te va a bendecir y Dios te va a dar eso que tu necesitas y que estás buscando, lo puedes hacer en esta tarde, vas a recibir algo. Dios te va a tocar. Gracias, Señor Jesús.
¿Habrá alguien más todavía? Si hay alguien más que quiera entregar su vida al Mesías que es Cristo Jesús y vivir una vida uuuf, una vida atómica en el espíritu, pase por acá. No se preocupe si todo no está claro en su mente, hay algunas dudas, Cristo lo que quiere es que tu vengas, donde tu estás y que tengas un encuentro inicial con él, él te irá aclarando el camino después. Él te dirá lo que hay por delante. No te apures, ahora es simplemente dar ese primer paso de fe, ese primer paso de fe. ¡Aleluya!
¿Alguien más todavía que quiera pasar aquí para que oremos por ti? Venga adelante y entrega tu vida al Señor. si hay alguien todavía que está batallando, yo siento que quizás hay una o dos personas más que todavía están batallando y se preguntan, ¿no se, lo hago o no lo hago? Este es el momento, todavía se puede hacer. Venga por aquí y vamos a resolver esto de una vez por todas.
Gloria a Dios. Amen. Amen. Pasen por acá, hermanos, les bendecimos en el nombre del Señor. La joven, qué bueno es ver jovencitos que vienen a los pies del Señor. Tienen toda una vida por delante y Dios los va a bendecir grandemente. ¡Aleluya! Tienen un encuentro vital con Cristo Jesús esta tarde. Amen. Amen. Gloria al Señor. Gloria al Señor.
Hermanos, digan conmigo, ustedes que están ahí que han recibido al Señor en esta tarde, repitan conmigo: Señor Jesucristo, ..... como mi Dios y como mi salvador. Yo reconozco que en ti tengo perdón de mis pecados y vida eterna. Entra a mi espíritu y siéntate conmigo y vive la vida conmigo. Perdona mis pecados y lávame y séllame.
Y ahora di lo siguiente también, quiero que.. el Señor me dice cada día más y más que invite a la gente también a recibir el Espíritu Santo porque el Espíritu Santo es Cristo pero humanamente hablando es otra cosa también, aunque son la misma cosa pero el Espíritu Santo quiere entrar también para ser una fuente de poder en tu vida y para permitirte caminar la vida cristiana con más energía y más efectividad.
God wants you to walk the Christian life with power and effectiveness and with the capacity to deal with anything that might come your way, whether it’s crisis or difficulties or attacks from the enemy of your life, that you can fight back and you can live a victorious Christian life. And so you want to receive the Holy Spirit as well and you want to ask the Holy Spirit to come into to you and to walk with you because that’s what the Christian life is all about, it’s life in the spirit, life with the spirit of God running and jumping and moving inside of you for victory and for life.
Quiero por lo tanto que tu invites al Espíritu Santo también a entrar y di conmigo: Espíritu Santo te invito a entrar a mi vida. Lléname y bautízame y sumérgeme en ti. Dile al Señor, sumérgeme en ti, éntrame en ti y entra en mi y lléname hasta que reboce mi vida.
Imagínate que las aguas del río de Dios están entrando en tu corazón ahora mismo y te están lavando por dentro e invita al Espíritu Santo. Yo le invito a abrir su boca y yo se que es difícil esto que les voy a pedir, pero invita al Espíritu Santo a entrar. Di Espíritu Santo entra a mi vida, y di, te recibo, y di, gracias por entrar. Dile así y alaba al Señor.
Dile, gracias, Padre. Ahora, alaba al Señor. Alábalo, no tengas vergüenza. Dile, gracias Señor, gracias por estar conmigo. Bien quedo, bien suavecito, porque si tu vas a entrar ahora en la vida del espíritu tienes que comenzar a hablar, a moverte, a actuar, a tomar riesgos, a actuar en el espíritu. Ya tú lo tienes, el espíritu ha entrado en tu vida porque Cristo dice que si me invitas yo voy a entrar. Y si tu le pides al Padre el Espíritu Santo él te lo va a dar, y si tu se lo has pedido, él te lo ha dado. El Espíritu Santo está dentro de ti.
The Holy Spirit is inside of you and he will walk with you every step of the way. Know that you have the spirit of God in you.
El Espíritu Santo está con tu bebé, el espíritu está contigo y va a caminar contigo toda la vida. Créelo y sabe que lo tienes dentro de ti, no tienes que venir a la iglesia, aunque es bueno que vengas, pero esl Espíritu Santo va a estar contigo todos los días de tu vida, de aquí en adelante. Habla con él y pídele lo que tu necesites, háblale y él te lo va a dar.
Gracias Señor. Bendecimos estas vidas, las sellamos con el Espíritu Santo. Reciban el Espíritu Santo.
La excelencia del poder
TRANSCRIPT
Vamos a escuchar a nuestro hermano, el pastor Gilberto Samano, que está con nosotros. Gilberto y su esposa Carmen, sus hijos asisten a nuestra iglesia. Ellos han sido pastores en California y en diversos países de Europa. Lo hemos escuchado predicar y ha sido de gran bendición escuchar la palabra de Dios a través de él. Ellos están aquí en Boston por un tiempo y mientras tanto vamos a aprovechar las bendiciones que Dios ha puesto en su vida y en su ministerio. Así que en esta mañana yo le pido al hermano Gilberto que nos bendiga con una palabra de Dios, y ¿cuántos esperan bendición? Amen. Denle un gran aplauso de bienvenida al pastor Gilberto.
Bendiciones a todos en esta mañana. ¿Cuántos están contentos de estar en la casa de Dios? Voltee a su hermano ahí a un lado y dígale, estoy contento de estar en la casa de Dios.
Tell somebody you’re happy to be in house the Lord.
Hermanos, nos hemos gozado con la primera parte de este culto, y quiero agradecer a Dios por esta oportunidad y a nuestro pastor y a todos los pastores ancianos de esta iglesia por esta oportunidad que ustedes me dan para poder vocear la santa palabra de Dios.
Y hermanos, nos hemos gozado... ¿Cuántos han gozado sintiendo la presencia de Dios? Yo creo que es algo muy importante poder sentir su presencia y hermanos, nos hemos gozado al sentir su presencia y creo que todavía el Señor quiere bendecirnos.
¿Cuántos traen una necesidad? Levante su mano si usted trae una necesidad delante de Dios. Creo que todo los que estamos aquí tenemos necesidad de alto. Y hermanos, yo quiero inmediatamente entrar en la palabra de Dios para aprovechar el tiempo y no ser muy extenso. Pero, queremos dejarles en su corazón lo que Dios ha puesto para que sea su palabra la que nos edifique, nos santifique y nos dé nuevas fuerzas para seguir adelante.
Quiero, hermanos, en esta mañana seguir el hilo de que hemos estado escuchando las hermosas predicaciones y enseñanzas en estos últimos meses de nuestro pastor y los diferentes pastores, sobre el Espíritu Santo. Y yo quisiera unirme en ese mismo sentir de parte de Dios, hablar un poco sobre este tema de la importancia del Espíritu Santo en nuestras vidas, en nuestra iglesia, en nuestras actividades.
Y creo, hermanos que lo estamos viendo, lo estamos experimentando y estamos sintiendo a cada día, más y más su presencia en nosotros. Quiero hacer in hincapié, o enfatizar enfáticamente que es importantísimo entender lo que es el Espíritu Santo en nuestras vidas.
¿Cuántos dicen amen a esto?
Sin embargo, creo que con todo respeto, digo esto, ya que el Señor nos ha permitido viajar un poco y hemos visto que a veces no se aprecia el Espíritu Santo, el movimiento, los dones y quisiera, hermanos, felicitar a nuestro pastor porque yo sé que Dios ha puesto en su corazón con mucha eficacia, ha estado desarrollando un tema muy, muy importante.
Y en esta mañana quisiera leer dos Escrituras para poner la base. Les invito que abran su corazón juntamente con su Biblia o si nos pueden mostrar Hechos 1:8, será la primera Escritura. Una Escritura muy conocida, muy clásica y hermanos, de aquí vamos a comenzar y luego hermanos, estaremos leyendo Segunda de corintios 4:7 al 9.
Quisiera, hermanos, si ya lo tienen digan amen, que Hechos 1:8 es una Escritura muy conocida que dice:
“... pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra....”
la siguiente Escritura que quisiera, o versículo que quiero leer es en Segunda de Corintios 4:7 al 9. la Escritura que el Apóstol San Pablo nos da un gran revelación, dice:
“... pero tenemos este tesoro en vasos de barro....”
Voltea y dile ‘somos barro’. Dos pies cúbicos de barro somos. Somos tierra.
Dice, “.... para que la excelencia del poder....”
Todos digan, la excelencia del poder.
“... sea de Dios y no de nosotros que estamos atribulados en todo pero no angustiados, en apuros pero no desesperados; perseguidos pero no desamparados; derribados pero no destruidos...”
Para gran gloria del Señor quisiera hablar del tema, la excelencia del poder. Díganlo conmigo, la excelencia del poder.
Veo que el Apóstol San Pablo usa esta palabra para enfatizar la grandeza, la hermosura del poder del Espíritu Santo. Y lo trata de hacer en una manera tan eficaz para que podamos entender que es algo excelente, es algo maravilloso, esl algo hermoso, poder sentir el poder del Espíritu Santo, hermanos.
No poder explicar muchas cosas que el Espíritu Santo hace, no se pueden explicar con la sabiduría humana. A veces el Señor hace cosas que nosotros no pudiéramos ni escribir, ni explicar, pero cuando Dios las hace él tiene un propósito divino y perfecto en su voluntad. Alguien diga, gloria a Dios.
Y hermanos, la excelencia del poder del Espíritu Santo es algo muy importante. Creo que muchas personas les gusta hablar del Espíritu Santo, a muchas personas les gusta ver el Espíritu Santo pero muy pocos en verdad le han abierto la puerta de su corazón para ser llenos del Espíritu Santo o ser bautizados con el Espíritu Santo.
Y a veces, hermanos, como que falta algo en la vida de un creyente cuando todo está bien, pero es que todavía no ha podido alcanzar lo que es la excelencia del poder del Espíritu Santo. Canta bien, sabe muchas cosas, sabe la homelética, la hermenéutica, la teología, la claseología, la escatología, sabe muchas cosas. Sabe levantar sus manos, sabe toda la rutina pero como que le falta todavía algo en su vida. Llega un problema, llegan vientos, llegan situaciones y a veces aquel cristiano busca algo y no lo puede hallar. Es que le falta conocer la excelencia del poder del Espíritu Santo.
En la Biblia tenemos tipos y figuras que representan el Espíritu Santo como la paloma, como el aceite, como el vino, como el viento, como el fuego, como ríos de agua viva. El que creyere en mí, como dicen las Escrituras, de su interior correrán ríos de agua viva.
Yo no sé cuántos conocen los ríos de agua viva, aquí ya no se ven muchos ríos, pero un río activo, un río vivo se está moviendo, no está estancado sino que se mueve en la fuerza, la excelencia del poder, es algo que cada actividad, hermanos, podemos sentir la presencia de Dios.
¿Cuántos dicen amen a esto? No importa lo que esté haciendo, puede estar en el carro, puede estar en la casa, puede estar en el trabajo, puede estar en muchos lugares y ahí puede sentir el poder del Espíritu Santo. Sin embargo, muchas personas, hermanos, como digo, se olvidan de ser llenos del Espíritu Santo, de buscar más y más de esta excelencia del poder del Espíritu Santo.
¿Por qué necesito el Espíritu Santo? Hágase esa pregunta. Por qué hizo el pastor hincapié, la hace casi en cada reunión, seamos llenos, busquemos, seamos bautizados, ¿por qué es necesario? Y se habla, y se habla, y se habla del Espíritu Santo, ¿por qué necesito, hermanos, ser lleno del Espíritu Santo?
Vamos a tocar algunos puntos rápidamente. El primero es que se encuentra en Juan 3, Capítulo 3, versículo del 3 al 5, una Escritura también muy conocida donde le dijo:
“... respondió Jesús y le dijo, ‘de cierto, de cierto te digo, el que no nace de nuevo no puede ver el Reino de Dios, y luego dice, y Nicodemo le pregunta, ‘¿cómo puede un hombre nacer siendo viejo? Puesto que acaso entrará por segunda vez en el vientre de su madre y nacer....”
“...Y luego respondió Jesús y le dijo, ‘De cierto, de cierto te digo que el que no nace del agua y del espíritu no puede entrar en el Reino de Dios...”
Dos cosas, primero, ver el Reino y allí se quedan muchos creyentes, ver el Reino, pero no entran en el Reino porque no han experimentado la excelencia del poder de Dios, o no han abierto la puerta de su corazón para poder sentir lo que es el poder del Espíritu Santo.
Y, hermanos, yo no sé cuántos de ustedes comen viendo la comida nomás. Yo me acuerdo, creo que el pastor se acuerda, allí en Francia hay muchas pastries, pastelitos, panaderías donde hay dulces.. yo miraba cuando llegaba y miraba por la vitrina estos pastelitos, hermosos con piña, con fruta, y hermanos, pasaba por allí y los miraba, pero no los saboreaba, nomás los miraba y mi esposa se enojaba porque le decía, no puedo resistir, tengo que entrar a probar.
Looks too good! Se veían muy bien y entraba y entonces sí podía uno saborear lo que era que estaba viendo. Así es el Reino de Dios, hay muchos cristianos que vienen a la iglesia, y de afuerita, de lejecitos, están viendo el Espíritu Santo pero todavía no han entrado a esa dimensión de sentir lo que es el Espíritu Santo en sus vidas, y por a veces llega el enemigo, llegan vientos, llegan problemas, y aquel cristiano no sabe qué hacer porque todavía no ha entrado en el Reino de Dios para sentir el Espíritu Santo.
Alguien diga gloria a Dios o amen. Y dígame si me están entendiendo hermanos, porque yo pienso en muchos idiomas y yo tengo que traducir al español y mi español no es muy correcto. Si sale italiano, inglés o algo más, perdonen, pero quiero que me entiendan hermanos, la palabra de Dios es clara.
Número dos, necesitamos el Espíritu Santo para tener el fruto del espíritu. Gálatas 5:21 dice, “... pero el fruto del espíritu es amor....”
Todos digan amor. Amore, en italiano.
“... gozo.... – todos digan gozo, - paciencia, dignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza contra tales cosas no hay ley...”
Se necesita el fruto del Espíritu Santo pero necesitamos el espíritu en nuestras vidas que para que ese fruto se desarrolle en nuestras vidas.
¿Cuántos quieren más del fruto del espíritu en sus vidas? ¿Cuántos necesitan más del espíritu?
y luego, número tres, hermanos, Gálatas 5:16 dice:
“...pues andar en el espíritu y no satisfacéis los deseos de la carne...”
Número tres, para qué necesito el Espíritu Santo, para caminar en el espíritu. ¿qué significa esto? Algunos piensan que es una dimensión donde van flotando en el aire y a veces hermanos, no entendemos, tratamos con la mente humana poder entender esto. ¿Qué significa andar o caminar en el espíritu?
Pero, hermanos, aquí el Apóstol San Pablo está hablando de una dimensión tan profunda que el hijo de Dios pueden en verdad entender, que cuando él está lleno del Espíritu Santo, pase lo que pase en su vida, él tiene la fe basada en la palabra de Dios, él sabe que su redentor vive, él sabe que Jehová es su pastor y que nada le faltará. Él sabe que Jehová es un sanador, él sabe que Dios no lo va a dejar en el valle, en la sombra, no importa lo que pase, aquel cristiano camina, camina porque está fundado en la palabra de Dios y está caminando según el espíritu.
Llega a mi mente, hermanos, cuando estuve yo de misionero por allá en Italia, me tocó ver en el sur de Italia muchos pastores que cuidaban ovejas porque allá se vende mucho el fromaggio pecorino, el queso de cordero y había rediles, había lugares donde había muchas ovejas. Y, hermanos, yo en mi vida no conocía mucho este tipo de vida, pero llegó a mi mente, hermanos, cuando en una ocasión visitando un rancho, decimos nosotros los mexicanos, había muchas ovejas, y hermanos, miré que el pastor estaba muy atareado esa mañana, sacando cada oveja y haciendo algo muy importante y me dijo, fui y lo saludé, comenzamos a platicar, y me dijo, ¿sabes lo que estoy haciendo en este día? Tenía como cien o más ovejas y dice, tengo que a cada una de las ovejas, ungirlas con aceite. Y hermanos, llegó a mi mente, ese salmo, ungiste mi cabeza con aceite.
Y le pregunté, ¿y por qué las tienes que ungir? Y dice, es que ya viene el verano y las ungía con aceite de oliva puro, virgen, verde. Y dice, tengo que ungirlas porque hay enfermedades, hay plagas que atacan a las ovejas y no pueden las ovejas resistir ciertas plagas, pero con el aceite, cuando su cabeza, y las estaba bañando, orejas, ojos, boca y todo con aceite. Dice, pero cuando las unjo con aceite, los mosquitos, las plagas, dice hay una plaga muy grave que destruye a muchas ovejas, es que hay un mosquito que entra por la nariz y pone sus huevitos y nace un gusano y mata la oveja por medio de destruir su mente, su cerebro.
Y llegó a mi mente, hermanos, qué importante es entender que a veces las Escrituras, por eso el salmista, yo creo que él sabía esto, que cuando escribió el salmo 23 dijo, ungiste mi cabeza con aceite para protección, el Espíritu Santo nos protege de las acechanzas del enemigo. El Espíritu Santo nos protege de las plagas, de las enfermedades que el diablo quiere usar para destruir nuestras vidas, pero gracias a Dios que hay poder en el nombre de Jesús para resistir todo eso que viene contra nosotros.
Voltee a su hermano y diga, hay que caminar en el espíritu.
Y luego, hermanos, el número 4 dice, “.... para ser guiados a toda verdad y toda justicia”, Juan 16:13 dice, “... pero cuando venga el espíritu de verdad os guiará a toda verdad porque no hablará de su propia cuenta sino lo que había de todos y es saber las cosas que habrán de venir, os guiará...”
¿Cuántos necesitan a veces, hermanos, guía en su vida? Levanten su mano los que necesitan guía. No sabemos a dónde ir, qué vamos a hacer, qué me va a pasar y a veces cuando uno entiende la excelencia del poder del Espíritu Santo es guiado por el espíritu. Usted que está aquí, amigo o amiga que nos visita en esta mañana, no es una casualidad, es que Dios quiere tratar con su vida, Dios es un Dios bueno, es un Dios de amor, que él desea ayudar a la humanidad, él desea sanar al enfermo, él desea levantar a aquél que está caído, él desea ayudar al pobre.
Necesitamos, hermanos, ser guiados por el espíritu.
Número 5 dice, para tener poder, fuerzas y quiero quedarme unos minutos en esto hermanos. Poder, regresando al versículo que leí, “... pero recibiréis poder...”
Todos digan poder. ¿Por qué necesitaban los Apóstoles poder? Habían estado ya con Jesús tres años y medio, habían visto milagros, habían escuchado enseñanzas, sabían del reino, sabían todas las promesas. El Señor les había instruido, pero el Señor les decía, vayan a Jerusalén y esperen allí hasta que sean bautizados y reciban poder. Dicen, ¿para qué? ¿Para qué necesitaban ese poder?
Y luego algunos dicen para ser testigos, pero no, dice, seréis testigos a causa de recibir este poder. En Mateo 3:11 nos dice:
“... y en la verdad, dice, os bautizo en agua para arrepentimiento, pero el que viene tras de mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo....”, habla Juan el Bautista. Y luego dice “.... que los bautizará con Espíritu Santo y fuego”
Alguien diga fuego. Dígalo más fuerte, diga fuego. ¿Cuántos se han quemado con el fuego? ¿Cuántos se han quemado un dedo, una mano? Yo no he visto ninguna persona que cuando siente el fuego se queda muy calmado y tranquilo, es un anormal si no se mueve, o no tiene sentimientos, pero normalmente cuando alguien se quema, ¿qué hace, hermanos? Grita, aaaaaaah u otros dicen otras cosas que no se deben decir.
Pero verdad que cuando se siente el fuego hay una reacción y esa reacción, hermanos, a veces no la entendemos. Hay personas que gritan, otros lloran, otros se agarran el dedo, otros se ponen los remedios caseros, el hielo, el huevo, la harina, y otros remedios, pero el fuego es algo que en esta representación del Espíritu Santo es algo poderosos, hermanos, el fuego es una explosión.
Esa palabra griega tunamis, que quiere decir poder, ¿poder para qué? El Señor sabía que sus hijos, sus discípulos íbamos a necesitar poder para tomar decisiones, poder para orar, poder para ofrendar, poder para levantar nuestras manos, poder para poder servir a Dios, se necesita poder para poder, hermanos, sentir la presencia de Dios, para resistir al diablo se necesita poder.
Entonces, este poder, la excelencia del poder del Espíritu Santo es algo que necesitamos, hermanos, buscar en nuestras vidas para poder ser victoriosos. Y dice el salmo 84, dice, “...bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, en cuyo corazón está sus caminos atravesando el valle de lágrimas lo cual lo cambia en fuente como la lluvia que llena los estanques....”
Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas. Todos digan fuerzas. ¿A cuantos se les ha acabado las fuerzas? A ver, levanten las manos. Yo creo que todos hemos pasado por a veces ese valle que hay algunos que dicen, no es muy temprano para ir a la iglesia. Otros les falta fuerza para, hermanos, alabar a Dios. El enemigo es tan astuto que nos quita la fuerza, nos roba la fuerza, para creer se necesita la fuerza, para abrir la palabra de Dios a veces, para escuchar la palabra y hay tantas distracciones, hay tantas cosas que nos roban a veces esas fuerzas que Dios nos quiere dar.
Pero en esta mañana quisiera que todos entendiéramos que la excelencia del poder del Espíritu Santo es tan grande que Dios por medio de su Espíritu Santo quiere ayudar a cada uno de nosotros para ser más que vencedores. No solo vencedores sino más que vencedores.
A ver digan, más que vencedores. No, nomás un vencedor, no nomás uno que levanta las manos, no nomás uno que dice yo siento a Dios o ve a otros y dice, ‘que bonito aquel hermano alaba a Dios, qué bonito canto, qué bonito que habla en lengua. Qué bonito Dios lo usa’ y nomás de afuera lo está viendo. Oh, no hermanos, es tiempo de entrar en el poder del Espíritu Santo y sentir ese poder en nuestras vidas.
Oh es algo hermoso cuando se siente el poder del Espíritu Santo porque se da cuenta uno, como dijo el Apóstol San Pablo, que nosotros somos barros, no merecemos esto. Los ángeles nos ven con envidia, que siendo ellos seres celestiales sí están delante de la presencia de Dios, pero nosotros somos el templo del Espíritu Santo.
Voltéese hermanos y dígale, yo soy el templo del Espíritu Santo. Despiértelo si está dormido.
Quiero terminar diciendo algo muy importante. En Isaías 40:31 dice, “... mas los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas...”
Algunos necesitan nuevas fuerzas para decirlo. ¿Cuántos no desayunaron? A ver dígalo, nuevas fuerzas. No, no se oye. Estoy sordo o no los oigo, hermanos. Dígalo otra vez, nuevas fuerzas, nuevas fuerzas, tendrán nuevas fuerzas. ¿Cuántos están esperando al Jehová, hermanos? ¿Cuántos saben que estas promesas de Dios tendrán nuevas fuerzas?
No importa lo que esté pasando en tu vida, tendrán nuevas fuerzas. Tendrán nuevas fuerzas. Tendrán nuevas fuerzas. El poder del Espíritu Santo, hermanos.
Pero eso fuerza la tenemos que recibir, no nomás verla. No nomás decir que bonito se siente, qué bonito. Hay personas que me han dicho, hermano, ¿por qué usted se emociona? Y algunos dicen y se mueve mucho. Ahorita estoy limitado a ..... scare anybody. Y es que les he dicho yo, por allá en Lucca, Italia, estaba predicando en un auditorio muy grande y pasó una ancianita italiana, los italianos son muy expresivos, muy artículos. Y estaba yo predicando la miré que la ancianita se quedó por allá en la puerta, lejos, y me estaba viendo. Y miré que fueron los hujieres a atenderla. Y corrió un hermano, corriendo y me dijo, hermano pastor, dice la ancianita que se calme porque le va a dar un infarto, le va a dar un infarto, que se calme, porque lo mira muy nervioso. Y cuando regresó le dije al ujier que le diga, dígale a la ancianita, que qué es lo que ella hace cuando siente fuego. Y corrió para atrás y se levantó sus manos y comenzó a decir, y de repente ella también comenzó a moverse, comenzó a sentir lo que yo sentía, y ya no me dijo que me iba a dar un infarto, sino que ella comenzó a pasar adelante, y comenzó a alabar y glorificar el nombre del Señor porque comenzó a sentir el fuego del Espíritu Santo.
Después se acercó y me dijo, perdóname, yo no sabía que dentro de ti este fuego está tremendo. Dice, yo me olvidé que tenía 80 años, y allí su bordón llegó y ya menos se caía pero Dios la levantó.
¿Cuántos saben que Dios levanta, hermanos? ¿Cuántos saben que Dios nos sana, hermanos? ¿Cuántos saben que hay poder en el nombre de Jesús?
Y luego, hermanos, quiero terminar como digo diciendo, que hay necesidad del gozo del Señor. ¿Cuántos necesitan gozo en esta mañana? Hermanos, la vida está llena de sinsabores. ¿Cuántos tienen problemas? A ver, hermanos, yo pensaba que yo era el único que tenía problemas. Yo pensaba que los problemas estaban en California. Usted tienen problemas con el clima, este frío está tremendo. Fíjese que ya estamos en abril, hermanos, y yo pensé ya ......... quité los termos y hermanos tuve que sacarlos otra vez, pero gracias a Dios que hay fuego del Espíritu Santo.
Gozo, todos digan gozo. Isaías 35:10 dice, “... y los redimidos por Jehová volverá a Sión con alegría y habrá gozo perpetuo....”
A ver, alguien diga, gozo perpetuo. “... sobre sus cabezas, tendrán gozo y alegría y huirán la tristeza y el gemido...”
Gozo perpetuo. Es un gozo que no se acaba. Todos digan, un gozo que no se acaba. ¿Será posible ser felices siempre, hermanos? ¿Será posible de veras ser felices? Algunos no pueden ni sonreír. A ver enseñen los dientes, si no tienen, no le hace. Voltéense y denle una sonrisa, hermanos. Denle una sonrisa a alguien, enseñen los dientes. Sáquese si los tiene postizos.
Gozo, gozo. Mucha ceremonia a veces, hermanos, no dejamos que el espíritu se mueva. Óigame bien, hermanos, hay mucha ceremonia y tenemos todo calculado. A las cinco y media pasa esto, y hay hermanos, que ya saben, hermanos, y están ya calculando, y va a decir el pastor esto, va a decir del diezmo, va a decir.... ya lo tienen bien programado. Pero ¿saben por qué, hermanos? Porque a veces nos falta el gozo perpetuo.
Cuando hay gozo, cuando hay alegría, hermanos, se ve, se nota. Dijo un grande hombre, si predicamos el Evangelio hay que demostrarlo, hermanos, hablamos del amor, hablamos del gozo, hablamos del poder, hablamos del fuego, hablamos que Dios es victorioso en nuestras vidas y a veces andamos con una cara de limón, con la cabeza caída, arrastrando los pies. Nadie me quiere, nadie.... pobrecito yo, soy muy grande. Alguien me va a ayudar pero no me han ayudado.
Eso no le costó nada, hermanos. Pero quiero decirles que a veces nuestras acciones hablan más que nuestras palabras. Gozo perpetuo. Joy unspeakable. Y la magnificencia, la excelencia del poder es cuando usted puede sonreír cuando no debe sonreír. A ver hermanos, otra sonrisa, sáquese los dientes.
Some of you don’t know how to smile. La iglesia nos ha hecho muy almidonados. Soldados de madera dicen algunos, estamos muy..... no nos podemos arrugar. Algunos .... zapato.... no nos quiere..... a acabar. Pero cuando hay gozo del poder del Espíritu Santo no le importa de los zapatos, no le importa del saco, de la corbata, lo que usted quiere es sentir a Dios, usted quiere que Dios le hable, usted quiere que Dios le levante, que sabiduría, quiere sentir el poder de Dios.
Hermanos, yo soy cristiano victorioso. Y hermanos, yo sirvo a Dios y allí voy a León de Judá y todo está bien hermoso y a veces los amigos dicen, yo no quiero ir allí porque en adelante yo también voy a andar así. ¡Aleluya!
Pero, qué hermoso es cuando usted siente alguien y es contagioso. Va y mira a esa persona y viene y lo saluda. Hermano pastor, cómo está, Dios le bendiga, Dios me ha bendecido.............. oh, hermano, yo siento es el poder de Dios. oh hermano, qué bueno es servir a Dios...... el poder, el gozo, no estamos muertos, servimos a un Dios vivo, servimos a un Dios vivo.
Ese Evangelio es para valientes, hermanos. Los valientes arrebatan el reino de los Cielos. Bendiciones. Hello. Y aquel hermano está lleno del poder y sirve a Dios y .... Señor ayúdame, porque a veces no entendemos que la magnificencia del poder de Dios es tan grande.... pero hermano, usted no sabe lo que yo estoy pasando, hermano. Tengo problemas y algunos hermanos viven en el problema pero no ven la solución.
Óigame bien, yo tengo algunos años caminando en esto y a veces hermanos, no crea que siempre ha estado todo color de rosa. Ha habido valles y yo me acuerdo hermanos, cuando comencé esto. Me acuerdo que estaba recién casado.
¿Cuántos se acuerdan cuando se casaron? No cansados. Dios bendiga a mi esposa que me ha aguantado más de 25 años, pero gracias a Dios que Dios nos ha conseguido hacer cosas. Yo le dije cuando me conoció, te voy a llevar por todo el mundo y le dijo mi suegro, no le creas nada. Pero gracias a Dios que ella siempre tenía el deseo de ir a Venecia y le gusta mucho la pizza italiana, y la comida italiana. Y yo le dije, un día vamos a vivir en Italia y ustedes saben que cuando uno está joven y habla estas cosas, pero es que nuestras palabras son vida. Gracias a Dios que Dios me ha concedido todo lo que le he pedido, tengo miedo de decir porque hay una responsabilidad cuando usted le pide a Dios algo.
La llevé a Vendencia, no una sino muchas veces, pero quiero decir esto para gloria de Dios, hermanos, cuando estaba preparándome para el ministerio, usted saben nos casamos y bien contentos, ya había estado yo preparándome para un año en un colegio. Estaba en una universidad estudiando teología, preparándome bien contento y estábamos esperando nuestro primer hijo o hija, lo que Dios nos iba a dar, todo contento, todo color de rosa, alegres, felices, Dios nos estaba bendiciendo. Y hermanos, pasaron los 9 meses, un día recibo la telefonada, yo estaba en San José, California, ella estaba en Fresno. Corrí para Fresno que estaba dando luz y llegué hermanos feliz, contento. Iba todo el camino cantando.
¿Cuántos de ustedes saben cantar cuando todo está bien? Verdad, que el canto viene hermoso con una sonrisa, esa alegría. Qué hermoso ese canto cuando todo va bien. pero llegué al hospital y me dieron las malas nuevas, Señor Samánolo, hubo complicaciones, su hija nació pero tiene un problema muy grave, una niña Marisela Ruth le pusimos, una niña blanca, así guapa como yo, ojos azules, mi abuelo era español y Dios nos bendijo con sus ojos azules. Yo bien contento, orgulloso y me dijo el doctor, agarre su niña porque está muy grave.
Me acuerda que pesaba 8 libras, bien sana, bien fuerte. La agarré, la miré y hermanos, murió en mis brazos. Hello! Así me pasó como a ustedes. Aterricé. Y de repente dije, ¿qué pasó? Y luego llegó el diablo y me dijo, ¿dónde está tu Dios? Y luego me convenció, ¿estás estudiando para el ministerio y acabas de perder tu hija? Y hermanos, allí mismo, cuando le entregué la hija mía al doctor, dijo, no se puede hacer nada, ya perdió su respiración.
Hermanos, allí comenzó el diablo a atacarme fuerte. Y la primer cosa que me dijo el diablo fue, ‘cómprate una botella de tequila’, como buen hispano. No se rían ustedes, en Puerto Rico usan el ron, ron, ron, la grapa, otras cosas, pero a nosotros los mexicanos nos gusta la tequila con un gusano adentro.
Pero le dije, no, no, no, yo creo que Dios está conmigo y comencé una reflexión tremenda, una lucha, una guerra. ¿Cuántos saben de lo que estoy hablando? Esa guerra, donde tu mente y tu corazón te dicen que hagas todo lo contrario a lo que la Biblia dice. De repente, hermanos, el Señor me dio nuevas fuerzas.
Todos digan, nuevas fuerzas. Y me llevó a aquel gran patriarca Job, dije él perdió no solo sus hijos, sino no una, sino todos sus hijos y comencé a agarrar un poco de fuerza pero con mucho temor, hermanos, y temblor. Estaba temblando y llorando, y estaba hasta enojado con Dios.
¿Cuántos están enojados con Dios? Sean sinceros. Levanten la mano todos los que se han enojado al menos una vez en su vida con Dios. Como somos mentirosos, algunos no han levantado la mano. Pero sí nos enojamos.
Yo me enojé y corrí, hermanos, ¿saben qué? Busqué una capilla ahí en el hospital, salí, busqué una capilla. Me acuerdo que llegue a Coliba con el chany como dicen aquí, y todo cubierto. Corrí a una capilla y comencé a platicar con Dios.
¿Cuántos saben de eso? No orar, porque a veces usamos unas oraciones muy largas, sino a platicar, Dios mío. ¿Cuántos saben de lo que estoy hablando? Esa oración íntima donde uno necesita paño, le está saliendo lágrimas y otras cosas, pero no le importa porque usted está platicando con Dios. ¿Cuántos saben de lo que estoy hablando? Y comencé a decir, ‘Señor, ¿qué pasó? Y como que el diablo, te dice, te está castigando Dios. A veces cuando pasamos por algo la primer cosa que el diablo te dice es, te está castigando Dios pero no es lo que Dios hace.
Me acuerdo que me hinqué y le dije, Señor, no se qué está pasando, acabo de perder mi hija. Yo no sé por qué, Señor, pero algo tengo que aprender. Ayúdame. Y allí platicando con Dios solo, porque la intimidad con Dios debe ser solo. Ya no había las masas, ya no había los templos, ya no había las luces, los micrófonos, era solamente yo y Dios. Tu y Dios. Usted y Dios.
Levante su mano si usted sabe de lo que estoy hablando. Allí en su lugar íntimo. Y le dije Señor, no sé qué está pasando, pero ayúdame. Y con mis lágrimas en mi boca, comencé a decir, gloria a Dios. Gracias, Jesús. Gracias por haberme quitado a mi hija. Algo no lógico.
Y estaba un señor allí, un doctor, se acercó y me dijo, necesitas medicina. You’re crazy. Le vas a agradecer a Dios porque te quitó tu hija. No estás bien, estás en luto. No, le digo, estoy platicando con Dios. y me miró, movió la cabeza y salió corriendo. Al rato llegaron unas enfermeras, me querían dar una inyección para calmarme los nervios y unas píldoras y que esta.... no, les dije, no, quiero platicar con Dios. Denme unos momentos. Y allí en esa capilla yo y Dios, no había una iglesia, no había amigos, no había pastores, no había nadie, pero ahí estaba el poder de Dios. Sentí la presencia de Dios y luego le dije, Señor, ¿por qué? ¿Por qué? Y pasaron los momentos y el Señor me comenzó a habar a mi corazón. Me dijo, ‘¿Tu quieres ser usado de Dios? ¿Cómo vas a poder consolar si no sabes lo que es dolor? ¿Cómo vas a poder ayudar a alguien si tu nunca has pasado por lo cuando se pierde.
¿Cuántos saben qué es lo que se siente cuando se pierde un ser querido, un hijo, una hija? Y luego me dijo el Señor, te estoy dando una lección y tu no la quieres recibir, como que me tuvo que.... de repente como que dentro de mi boca comenzó a salir más la adoración, la alabanza y la magnificencia del poder de Dios se comenzó a manifestar en mi vida algo que nunca lo podía imaginar, como gozo y alegría, nuevas fuerzas. Y gracias, Señor. Levanté mis manos y comencé a decir, Señor, todo el imperio, todo el Reino es tuyo, hágase tu voluntad, Señor. Dios dio, Dios quitó. Sea el nombre de Dios glorificado.
Y hermanos, pasaron unos días y pasó esa prueba tan grande y mi esposa decidió, como era nuestra primer hija, y los hermanos nos ayudaron y tuvimos un funeral, pesaba 8 libras. Tuvimos un funeral, se la entregamos a Dios y todo muy bonito, fuimos y dijo mi esposa, que ella quería ir al cementerio una sola vez, porque Marisela ella estaba allí pero que su cuerpo, pero ella sabía que estaba con Dios. Y yo, hermanos, como un buen esposo quise acompañarla. Dije, voy a ir y llegamos al cementerio a buscar como acababan de sepultarla, enterrarla, no hallábamos, estábamos buscando y pasamos por allí y vimos una señora que estaba gritando a grito alto y sacándose los cabellos, gritando hermanos, gritando y jalándose los cabellos y nosotros estábamos buscando los resto, dónde había puesto, no habían marcadores y mientras caminábamos esta señora se nos queda viendo, estaba gritando y jalándose los cabellos y gritando, y cuando pasamos por ahí gritó, ¿sabe lo que es perder un hijo? Y volteó y le digo yo, sí, nosotros también acabamos de perder nuestra hija.
Rápidamente me comentó que ella había perdido su hijo en un accidente en México, un hijo de 5 años, en una cacuneta había rodado, había aplastado, lo había matado instantáneamente. Y ella estaba amargada, gritando. De repente el Señor me dijo háblale de mi amor, háblale de mi poder. Ahí en el cementerio, ella se llama Yolanda, le dije, Yolanda, Dios es el único que te puede consolar.
Comencé a presentarle a Cristo, ella después me confesó que su esposo era maestro de la universidad de Fresno de francés. Ella era maestra en la universidad de español y comenzamos a platicar. Era una persona muy educada pero que había perdido sy hijo. Le presenté a Cristo, hermanos, y ella me dijo, yo soy católica, yo no necesito eso. pero le dije, mire Cristo la ama y le va a ayudar en esta situación.
Hermanos, comenzamos a hablarle de Cristo. En dos o tres días trajo a su esposo, le presentamos a Cristo. Aceptaron a Cristo los dos, pero no solo ellos, sino comenzaron a hablarle a toda su familia. De repente, hermanos, doce de ellos, de su familia inmediata aceptaron a Cristo. Hoy la mayoría de ellos son pastores o misioneros en otras partes del mundo. Mis caminos no son nuestros caminos, mis pensamientos no son nuestros pensamientos.
La excelencia del poder de Dios. Dios hace cosas en su voluntad perfecta que nosotros no entendemos. Ahora, cuando veo para atrás sí me duele, hermanos, pero enseguida después de esta conversión, de esta familia, de esta pareja ahí en el cementerio, Dios usó a ella para traer muchos ahora son pastores en California, tiene un hermano en Tejas, otro en México. Dios usó según lo que yo pensaba la pérdida de mi hija para salvar a muchos.
Después llegó palabra profética que Dios me daría otra hija. Gracias a Dios que tengo aquí mi chaparrita Diana, ponte de pie, hija. Estoy muy orgulloso de mi hija, hermanos. .... Dios en mayo se gradúa aquí de Boston University, BU, para comenzar su carrera para estudiar para médica. Ella quiere ser cardióloga. Ya acabó sus primeros cuatro años.
¿Cuántos saben que Dios es grande hermanos? Dios no te da nada, no te quita para darte algo, sino que él te ama tanto, hermano, que necesitamos entender la excelencia del poder de Dios.
yo no se cuántos de ustedes en esta mañana han venido buscando algo de Dios. yo pudiera decirte otras cosas pero lo que Dios puede hacer en un segundo, yo no lo puedo hacer en una media hora.
Los voy a invitar que se pongan sobre sus pies. La excelencia del poder del Espíritu Santo es algo tan grande, tan maravilloso. Yo siento en mi espíritu que hay personas que están pasando por cosas difíciles. Quiero que corran a este altar rápido. Si usted está en una situación, no, no problemitas, problemotes. Algo serio, corra para este alta. Si usted quiere que Dios le de una solución, quiere poder para vencer su enfermedad, sus hijos, siento que hay madres que están perdiendo sus hijos, tienen una enfermedad.
Dios me está enseñando otra persona que esta batallando porque alguien en su familia alcohólica. El alcohol está destruyendo la vida de alguien. Pase, preséntalo, intercede por él. Hay enfermedades, hay cáncer, siento que hay cáncer en la familia de alguien. Oh ¡Aleluya!
La magnificencia del poder de Dios es que Dios es el que hace las cosas. Hay problemas matrimoniales, veo una pareja que está por separarse, ya están por ir al divorcio, la voluntad de Dios es lo que Dios unió el hombre no lo separe. Si tú eres esa pareja, pasa. Yo no quiero saber quién eres, Dios ya sabe.
Hermanos, hay una persona, Dios me está enseñando que tiene problemas al corazón, ha estado llorando mucho. No sé quién es esa persona, ha estado llorando mucho. Oigo tus lágrimas. Veo alguien que un hijo que está en las drogas, aquí por aquí estás en una pandilla, veo a un hijo de alguien en una pandilla. Tu estás preocupado, piensas que lo van a matar.
La magnificencia del poder de Dios te va a dar la solución. Hay alguien que tiene problemas en los huesos, artritis. Siento artritis. ¿Cuántos saben que Dios puede sanar las enfermedades? Él es el que sana tus dolencias. Oh, Jesús. Yo no sé cuántos de ustedes han venido en verdad buscando a Dios pero yo lo siento que él está aquí en esta mañana.
Oh ¡Aleluya! Veo una esposa que está muy preocupada por su esposo. Se está alejando de Dios. Dios te lo puede traer para atrás a tus pies. Entrégalo en las manos de Dios. oh hermanos, Dios está haciendo ya cosas grandes.
Miren hermanos, nadie se preocupe, el espíritu de Dios está tan fuerte aquí ahorita, las personas están cayendo, no se preocupen, es el espíritu de Dios. Yo quiero que usted comience a decirle nuevas fuerzas. Dígale, Señor, necesito nuevas fuerzas. Dígale, necesito nuevas fuerzas.
Yo no sé qué hacer. I don’t know what to do. Pero, ahí viene la excelencia del poder de Dios, hermanos. Yo siento llorar con alguien. Alguien necesita llorar por alguien. Ya no puedes llorar. Hay tratado de llorar por años, estás amargado y tienes amargura de raíz. Llora, sácala y Dios te va a dar algo muy grande en tu vida. Yo necesito algo diferente alguien está diciéndole a Dios, y es.... la excelencia del poder es esto hermanos.
Que a lo mejor pensamos que nadie sabe de nuestra necesidad pero Dios sí sabe. No le has dicho a nadie tu problema, pero antes que salga la palabra de tu boca, ya Dios la sabe. Quiero que alguien levante manos en señal de victoria.
Pero no puedo, tengo problemas, pero levántela. Están pesadas, ahorita. Levante manos en señal de victoria. Ahí va, ahí va la presencia de Dios. Yo no lo puedo hacer, pero Dios sí lo está haciendo.
Yo no sé cómo lo vas a hacer, hay problemas económicos en una familia, alguien está perdiendo su casa. No te preocupes Dios da y Dios quita pero el nombre de Dios será glorificado.
Para mañana recibirá respuesta que una financiera te va a refinanciar tu casa. Dios te prosperará. Nuevas fuerzas.
Hay incertidumbre. Hay alguien que tiene mucha incertidumbre para hacer una decisión. Y yo no sé quién pero alguien está batallando para hacer una decisión. No sé si es para escuela, para estudios, para alguna operación, alguien está esperando una noticia muy importante en el correo. Dios te la va a dar. Ahí viene.
La excelencia del poder de Dios es tan grande que no lo podemos explicar. Quiero abraces a alguien que necesita un abrazo. Dios te está enseñando que abraces a alguien. Abrázalo. Abraza a alguien. A veces en la unión está la demostración del espíritu de Dios. A veces se necesita sentir el amor, a veces se necesita sentir el dolor de otra persona.
Algo está pasando en este altar hermanos, que usted no lo puede explicar. Hay lágrimas que salen de un corazón y ahí va el espíritu de Dios. En el nombre de Jesús, en el nombre de Jesús, en el nombre de Jesús, glorifícate Señor.
Dios es tu consolador. Dios es tu salvador. Jehová es mi socorro. Jehová es mi socorro.
Alguien necesita su cabeza ungida con aceite, hay plagas, hay pensamientos malos, impuros, pero Dios te quiere limpiar en esta mañana. ¡Aleluya! oh hermanos, la dulce presencia de Dios se pasea.
Quiero que alguien levante su mano y la mueva un poquito nomás si usted siente. A ver levante la otra mano y muévalo un poquito. Se siente en el aire la presencia de Dios. la lluvia del Señor está cayendo. Jesús.
Nuevas fuerzas, saldrá victoria, reconciliación, perdón. Alguien necesita perdonar a alguien. El diablo ha puesto la raíz de amargura, tú lo perdonas, para prosperar tienes que perdonar, aquel que tu ofende, amenaza a tus enemigos. En esto conocerá el mundo que sois mis discípulos y que se aman los unos a los otros.
El Espíritu Santo está obrando en alguien ya, hermanos. Hay una persona que necesita trabajo, levante sus mano quien está buscando trabajo. Muévala así, no sé dónde está esa persona. Usted quiere un trabajo mejor.
La magnificencia, la excelencia del poder de Dios es esto que antes que nosotros pidamos Dios ya sabe nuestras necesidades. Voy a pedirle al grupo que cante hermanos, algo, una alabanza a Dios y ya voy a terminar, pero yo sé que no hay mucho tiempo y quiero terminar solamente diciendo esto:
Congregación, iglesia León de Judá, el Señor dice si me buscas me hallaréis, si pides recibiréis, si tocas se te abrirá. La excelencia del poder del Espíritu Santo. Mientras el grupo canta algo yo quiero terminar solamente pidiendo consolación para alguien, alguien está con mucha necesidad de ser consolado. Veo un corazón con muchas heridas, veo un corazón con muchas heridas sangrando. Dios quiere curar tus heridas.
El diablo te ha robado ya por mucho tiempo. Quítale con el poder que Dios te ha dado por medio de su Espíritu Santo. Quítale el terreno que el diablo te ha robado. Palabra profçetica para alguien. Take back what the devil has taken from you.
Quítale al diablo lo que él te ha quitado en el nombre de Jesús. La exceelcnai del poder de Dios, mientras se alaba a Dios manos levantadas, alguien que necesita algo diferente de Dios, tu ya sabes, tienes mucho tiempo sirviendo a Dios pero quieres entrar en otra dimensión espiritual, Dios quiere usar, Dios quiere levantar misioneros, apóstoles, profetas. Esa es la excelencia del poder de Dios.
Por la locura de la predicación salvad a los perdidos en el nombre de Jesús Señor te presento tu pueblo. Señor, yo no los conozco pero tu sí conoces cada corazón, cada familia, cada matrimonio, cada hijo, cada padre, cada madre, cada problema, te lo presentamos en este momento.
Oh, hermanos, hay victoria en esta mañana. Alguien diga victoria. Cuantos le pueden dar un aplauso de victoria al Señor.
¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya!
oh Jesús, yo quiero hermanos, terminar mientras los hermanos sigan tocando, sigan alabando a Dios, hay un hermoso espíritu de convicción. Habrá alguien que quiere renovar sus votos con Dios, óigame bien hermano pastor, I’m going to step up by faith. Habrá alguien que quiere ser misiones en otro país, no levante su mano porque se va a cumplir, quiere que Dios lo lleve a otro país para predicar su palabra. Levante su mano, una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez.
Diez misioneros para la gloria de Dios, palabra profética de Dios. Habrá alguien que quiere ir a Sudamérica. Levante su mano y muévala. Habrá alguien que quiere ir a Centroamérica y el Caribe, el África, Europa, esta mañana recibí un email de una mexicana que está en Ravigna, Italia abriendo una iglesia. Dios la llevó de México a Italia. No sabe italiano y me escribió diciéndome, hermano pastor, no sé por qué Dios me trajo de México, extraño la tortilla, los tacos, pero Dios me tiene aquí abriendo una iglesia y Dios nos está abriendo puertas.
Quiero decirles hay diez personas que pude contar yo, si alguien escribirá a esta profecía, van a salir 10 misioneros o más de este lugar para predicar su Evangelio. Oh hermanos, yo siento a Kenia, Dios me está enseñando Kenia ahorita. Quién quiere irse para Kenia.
Última cosa que quiero hacer, hermanos, quiero que se ......
¿Cuántos están casados? Levanten sus manos los que están casados. ¿Cuántos tienen a su esposo, su esposa aquí presente en este culto? Corra y vaya y tome la mano de su esposo, o de su esposa. Corra. Dios me está enseñando una bendición especial para las parejas. Corra, acérquese a su esposo a su esposa. No le importa los que estén viendo, usted necesita es tu esposa, es tu ayuda idónea que Dios te ha dado. Hay una bendición para algunos matrimonios necesitan reconciliarse. Abrace a su esposa, abrácela, abrácela, pídale perdón, hermano. Pídale perdón a su esposa porque a veces las ofendemos sin saber.
Oh Jesús. Something is happening. Siento una unión familiar hermanos, gracias Señor. Esta es la excelencia del poder de Dios. Tu esposo no está aquí o tu esposa no está aquí tu también puedes interceder, tráelo a la presencia de Dios. Dile, Señor bendice a mi esposo, bendice a mi esposa a dondequiera que ella esté, ayúdala, únela, únela a mí que pueda sentir lo que yo siento por ti Señor.
Reconciliación, perdón, limpia, Señor. Alguien diga, nuevas fuerzas. Alguien dígalo más fuerte, nuevas fuerzas.
La excelencia del poder de Dios. Voy a invitar a nuestro pastor que tome este lugar. Dios les bendiga hermanos, y sigan orando.
Gracias por esas nuevas fuerzas, Señor, que tu nos das en esta mañana. Recibimos tu bendición. We receive that new strenght, Father that comes from your Holy Spirit. Thank you for you word.
Gracias por tu palabra, Señor. Gracias por la inspiración. Recibimos todo lo que tu pones en nuestros corazones. Te damos gracias. ¡Aleluya!. Gracias Señor Jesús. Gracias Señor Jesús. ¡Aleluya! Gracias.
Vamos a cantar un coro antes, vamos a cantar un último coro y con eso somos despedidos. Siga ahí recibiendo.... siga recibiendo lo que el Señor ha puesto en su corazón ahora y échelo ahí dentro en lo hondo de su ser y regrese a su casa sabiendo que ha escuchado palabra de Dios y que Dios tiene bendición para su vida, lo que él ha prometido, él lo ha de cumplir. Agarre ese milagro que usted ha recibido, esa palabra, esa promesa y váyase de aquí segura, seguro de que Dios es fiel para contestar todas sus oraciones.
Gloria al nombre del Señor. amen. Amen. Gracias Jesús. Gracias Señor.
Las resurrecciones cuestan
TRANSCRIPT
Filipenses Capítulo 3, versículos 13 al 11. Léalo conmigo de alguna manera, creo que está puesto. Pues escúchenlo o léalo en su Biblia. Dice la palabra del Señor, y estas son palabras del Apóstol Pablo hablando a sus lectores en la ciudad de Filipos. Dice el Apóstol Pablo:
“... Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado –en otras palabras, las he considerado-, como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente aún estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por amor del cual lo he perdido todo y lo tengo todo por basura para ganar a Cristo y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo. La justicia que es de Dios por la fe....”
ahora ponga su atención en este versículo 10, dice, “... (todo esto que él acaba de explicar), ....a fin de conocerle y el poder de su resurrección y la participación de sus padecimientos llegando a ser semejante a él en su muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos....”
Bendiga el Señor su santa palabra. Amen. Hermanos, hoy celebramos, como ya hemos dicho en tantas maneras, la resurrección de Cristo, un evento de gran importancia en toda la cristiandad. En este día se han dado, y se darán celebraciones sobre el evento más transformador y más poderoso que se ha dado en toda la historia de la humanidad: en Asia, en África, en Australia, en Nueva Zelanda, en el Pacífico, en el Atlántico, en Norte América, en Sudamérica, en todos los países y continentes del mundo hay gente ahora mismo como nosotros, celebrando la resurrección de Cristo Jesús.
Eso es algo maravilloso. Es uno de los eventos más sagrados del calendario cristiano, junto con su nacimiento, junto con su crucifixión. La resurrección ocupa un lugar absolutamente esencial.
Ahora bien, hay por lo menos 3 dimensiones que se desprenden del hecho de la resurrección. Hay por menos 3 consecuencias muy grandes teológicas y prácticas que se desprenden del hecho de que Cristo ha resucitado.
Primeramente, el hecho de que Cristo ha resucitado es una promesa para nosotros de vida eterna. ¿Cuántos entienden lo que estoy diciendo? Quiere decir eso que como Cristo resucitó nosotros también vamos a ser resucitados. Gloria al Señor. Así lo dice el Apóstol Pablo en Primera de Corintios, Capítulo 15, que él es hecho primicia de entre los muertos. Muchos lo han seguido a él en su resurrección desde que él resucitó y nosotros, si él no viene antes, le seguiremos también.
Para el Hijo de Dios no hay muerte sino simplemente pasar de una vida inferior a una vida eterna y perfecta en Cristo Jesús porque él abrió el camino, él resucito y nos garantiza a nosotros también nuestra propia resurrección, primera consecuencia.
Segunda consecuencia: la resurrección de Cristo valida el carácter, la naturaleza mesiánica, divina de Jesús. Los Apóstoles en sus primeros sermones registrados en el Libro de los Hechos, empleaban la resurrección de Cristo como una tarjeta de validación de su carácter como Mesías, como el Hijo de Dios. Ellos decían, como Dios lo resucitó de entre los muertos, eso es prueba de que él es aquel que Dios ha enviado para intermediar entre él y la humanidad.
La resurrección de Cristo es algo único. Ninguna otra religión basa sus creencias en un fundador resucitado. Los demás fundadores de las grandes religiones, sabemos dónde está su tumba o sabemos del día en que murieron, pero no se habla de resurrección, se habla de otras cosas, pero resucitado corporalmente de entre los muertos, históricamente, como lo vimos ahí en un pequeño momento de una de las presentaciones, resucitado en cuerpo, cuando le dijo a Tomás ‘mete tu mano mi costado y mira las heridas de mis manos’, comiendo pescado con sus discípulos al final de uno de los Evangelios, eso no lo reclama ninguna otra religión.
Nuestro fundador, Cristo Jesús, es el Hijo de Dios y por eso Dios lo levantó de entre los muertos. Muy importante, segunda consecuencia. Y hay todavía una tercera consecuencias muy práctica y es que como Cristo resucitó de entre los muertos, cada uno de nosotros podemos vivir en el poder de la resurrección ahora en esta vida. Gloria al Señor.
Eso quiere decir que Dios ha desatado un poder, al resucitar a Cristo y vencer la muerte, él también venció todo lo que la muerte representa en este mundo: enfermedad, pobreza, tristeza, depresiones, derrotas, ataduras espirituales y mentales; todo eso Cristo rompió las ligaduras, y al resucitar él nos delegó a nosotros el poder para vivir vidas victoriosas. Lo más importante es eso, yo puedo vivir una vida victoriosa sobre la enfermedad, la depresión, la pobreza, los problemas, el pecado en esta vida por medio del poder que resucitó a Cristo Jesús.
Puedo vivir una vida resurrecta, en otras palabras, aquí en la tierra mientras espero mi resurrección definitiva y eterna. Y eso es una consecuencia muy importante y la voy a aclarar un poquito más por lo importante que es. Porque muchos cristianos no nos percatamos al entrar en la vida cristiana que estamos entrando en una dimensión de poder, de victoria, de promesa, de luminosidad, de esperanza, de rotura de ligaduras por medio del que la derrotó todo, en la cruz y en la resurrección.
Les doy dos ejemplos de esto. Uno de ellos, ya lo vimos aquí con estas dos hermanas que cantaron ese precioso himno y que elaboraron dramáticamente el encuentro de las dos Marías con el Cristo resucitado.
Usted ve a estas dos mujeres que van fielmente a ungir el cuerpo de su Maestro, que ellas piensan que está muerto. Para ellas no hay esperanza de que él ha resucitado, ellas piensan que él ha sido derrotado, pero todavía tienen sano deseo de bendecir y honrar el cuerpo de su Maestro.
¿Cuántos cristianos hay que aman a Dios y tienen un sano deseo de honrar a Dios? Pero como estas mujeres no saben que ya Dios ha desatado un poder a través de Cristo resucitado, Jesucristo no está muerto, está vivo como dice una canción por allí. Entonces, ellas están asustadas y preocupadas diciendo ‘¿quién nos removerá la piedra?’ Porque hay una piedra que cubre la tumba de Jesús. Fue puesta una gran piedra, era cueva y ponían un piedra, la rodaban para cubrirla. No había puertas en esos tiempos como nosotros las conocemos.
Ellas están preocupadas, quieren ungir el cuerpo de su Maestro y están caminando por fe pero se preocupan porque no tienen la fuerza. Pero ¿qué pasa? Dice la Biblia que cuando ellas llegan allí un ángel poderoso desciende del cielo, hay una luminosidad tremenda, el ángel quita la piedra y se sienta sobre ella, en señal de la victoria, de la resurrección, sobre la muerte y sobre todo obstáculo que se interpone entre nosotros y el Cristo resucitado.
Y el Señor sale y les dice, ‘Yo he resucitado, vayan y testifiquen de mi resurrección’. Ya los obstáculos de la vida no se ponían interponer entre esas mujeres y la gloriosa resurrección de Jesús. Y así nosotros, hermanos, podemos saber que todo problema en nuestra vida, toda dificultad en nuestra vida está vencida por la gloria de la resurrección.
Otro texto que nos afirma esto, yo lo encuentro en Efesios, Capítulo 1, versículo 17 al 21, donde el Apóstol Pablo ora, dice él:
“... para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo nos de a nosotros espíritu de sabiduría y de revelación, nos de entendimiento en otras palabras, para que sepamos cuál es la esperanza a que él nos ha llamado, y cuál es la riqueza de la gloria de la herencia que Dios nos ha dado a nosotros, y cuál la supereminente grandeza, es decir, aquí hay palabras repetitivas, la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos....”
Fíjese, esperanza, riquezas, poder, todas esas cosas, según dice la operación del poder de su fuerza. ¿Qué es lo que hace posible la riqueza, la esperanza, el poder? La operación del poder de su fuerza. Dice;
“... el cual operó en Cristo resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales....”
En otras palabras, Dios quiere que tu sepas, mi hermano, mi hermana que el mismo poder que resucitó a Cristo de los muertos está dentro de ti ahora, y que tu puedes confrontar toda situación en tu vida porque el poder de la resurrección de Cristo se mueve en ti ahora, aquí y siempre. Recuerda eso. Es muy importante esa tercera consecuencia de la resurrección de Cristo.
En esta mañana, hermanos, resumo, tenemos que recordar que Dios quiere que vivamos vidas victoriosas por medio del poder que levantó a Cristo de los muertos. Su victoria sobre la muerte hoy nos garantiza victoria sobre la vida. Esta vida imperfecta donde la muerte asoma su cabeza por todas partes en el sufrimiento, en la enfermedad, en el pecado, en los conflictos, en los problemas económicos y familiares. Hermano, yo quiero decirte que todas esas piedras han sido removidas por medio del Cristo de la resurrección.
Ahora nosotros podríamos terminar aquí, yo podría cerrar este sermón, hacer un llamado, y ya ustedes podrían irse a comer jamón allá en su casa de Easter y a celebrar el resto del día, pero no tienen tal suerte se los voy a decir. Todavía queda un poquito más. Falta en realidad la parte más importante de este sermón, falta lo que yo llamaría la parte profética de este sermón.
Así que amárrense los cinturones ahí, póngase cómodo. Hermanos, Dios me ha dicho, lo voy a poner de esa manera, que les diga a ustedes en esta tarde lo siguiente, escuche bien, y este es el título de este sermón: ‘Las resurrecciones cuestan’.
Y Dios me dio ese texto de Filipenses 3:7 al 11 para fundamentar esta declaración y esta enseñanza que quiero dejar con ustedes. Y en la vida del Apóstol Pablo, en las palabras del Apóstol Pablo, tenemos ese llamado a da uno de nosotros en esta tarde a considerar el precio de vivir en el poder de la resurrección. Porque yo no puedo solamente declarar, ‘oh, sí tenemos el poder de la resurrección’, ¿cómo accedemos a ese poder? ¿Cómo aprendemos a usarlo? ¿Cómo nos convertimos en instrumentos de ese poder? ¿Cómo puedo yo aprender a usar la gloria de la resurrección? ¿Y qué tengo yo que hacer para que ese poder pueda caber dentro de mí y correr libremente a través de mí?
Pablo nos enseña tanto en sus palabras como en su vida. el Apóstol Pablo era un hombre que sabía vivir en el poder de la resurrección. Pablo muestra esto por su conducta victoriosa en su encarcelamiento. ¿Saben ustedes que Pablo escribe esta carta a los filipenses mientras está en una cárcel romana? Algunos historiadores dicen que estaba atado 24 horas al día por una larga cadena, siempre a un soldado romano. Y si iba al baño tenía que ir con ese soldado. Si comía tenía que comer con ese soldado. Si dormía, relevaban, siempre había un soldado pegado a él. Estaba en una mazmorra romana y por sus escritos sabemos que él no sabía si iba a salir con la cabeza encima de los hombros cuando terminara su prueba, no estaba seguro de su vida. Estaba allí esperando ser visto por el emperador y podían darle un fallo sí o no. Y de paso su vida sí terminó siendo ejecutado, no sabemos cuándo. Posiblemente no fue esta vez, pero en algún momento de vida Pablo sí terminó siendo ejecutado por su fe.
La mayoría de nosotros nos hubiéramos deprimido en circunstancias similares, pero de ese encarcelamiento de Pablo sale una de las cartas más hermosas y más llenas de gozo y de gracia que se han escrito en la Biblia y yo creo que en toda la literatura humana, la Epístola a los filipenses, de la cual yo estoy leyendo. Que se haya llamado la epístola del gozo, porque Pablo dice una y otra vez ‘regocijaos, otra vez os digo regocijaos, por nada estéis afanosos....’ dice el Apóstol Pablo, el Señor está cerca.
En otra parte dice, ‘vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres, gloria al Señor...” Y en otra parte dice, “... en vez de estar afanosos, dejen conocer sus peticiones ante el Padre, dice, y el Dios de paz guardará vuestra mente y corazón en Cristo Jesús, Señor nuestro..” Gloria a Dios.
Pablo escribió una carta llena de ánimo, gozo, paz, mientras estaba en una cárcel romana. Ese es, hermanos, el triunfo de la resurrección, ese es el poder de la resurrección. La mayoría de nosotros se hubiera deprimido y hubiéramos tirado la toalla y hubiéramos dicho, bueno, I didn’t sign up for this. Yo no firmé para este tipo de sufrimiento.
El poder de Dios también se manifestó elocuentemente en la vida de Pablo a través de un ministerio glorioso y poderoso, una palabra luminosa, una revelación como ningún otro hombre recibió revelación en toda la historia, sanidades. Pablo caminaba, dice la Biblia, a veces en la calle y su sombra caía sobre alguien y esa persona era sanada, paños.
Sabe que Yiye Ávila no inventó lo de los paños esos, de orar por los paños para que la gente se sane. El primero que lo hizo fue Pablo, si lo hubiera hecho otro hubiéramos dicho, oh, eso es una locura, eso es oscurantismo. No, Pablo lo hizo, él oraba y pañuelos que él había usado tocaban a la gente y eran sanados. Un hombre poderoso, el poder de la resurrección, un evangelista tremendo.
Profecía salió de su boca, dones se manifestaron en todas las dimensiones. Pablo decía, ‘yo hablo lenguas más que todos vosotros...’ y no lo decía de una manera arrogante. El poder de la resurrección se manifestó en el Apóstol Pablo, tanto en su victoria sobre las adversidades y los problemas de la vida, y los sufrimientos como también en una vida poderosísima sobre el mal, y sobre la muerte y los demonios, y las enfermedades.
Pero ¿saben qué? hermanos, el poder no le llegó a Pablo fácilmente, tuvo que padecer mucho. Y aquí me voy adelantando en la materia que les estoy presentando. Pablo pagó un alto precio en sufrimientos, adversidad y todo tipo de pruebas que él tuvo que pasar a través de su vida y su ministerio.
Ahí tenemos en Segunda de corintios, Capítulo 11, versículos 23 y 29, un largo recuento, 7 versículos largos le tomó a Pablo enumerar todas las cosas que él tuvo que padecer en su ministerio:
“... azotes, persecución de los judíos, naufragios, encarcelamientos, lo apedrearon varias veces y lo dejaron por muerte...”
a mi me tiran una sola piedra y ya yo digo, ‘renuncio, me voy para mi casa.’ A Pablo lo apedrearon varias veces. Un hombre que padeció en carne propia lo que es la lucha del Evangelio. Él tuvo que pagar un alto precio. Yo me imagino que la gente habrá visto, ‘oh los enfermos se sanan por la sombra de Pablo y habrán dicho, oh, yo quiero eso’. oh, Pablo impone manos y la gente recibe el bautismo del Espíritu Santo como Simón el mago, que quería pagarle al dinero, y Pablo dijo, ‘tu dinero perezca contigo, tu no sabes lo que estás pidiendo’.
Muchas veces vemos el poder de Dios correr a través de una vida, vemos gente llena del Espíritu Santo, vemos gente viviendo vidas victoriosas, vemos gente reflejando el gozo del Señor en medio de los sufrimientos y los padecimientos y decimos, ‘guau, yo quiero eso’, pero a veces que detrás de eso hay un precio que se ha pagado. Hay mucho padecimiento, hay mucho sufrimiento, hay mucha prueba, hay mucho dolor que se ha pasado, hay mucho trato de Dios, hay mucho cortar sobre la mesa de operaciones para que esa persona llegue a la libertad, a la ligereza de espíritu, a la liviandad que le permite caminar victoriosamente la vida cristiana.
Hay mucho que sufrir en la fe, hermanos. ¿Saben lo que más le costó a Pablo? lo que más le costó a él fue el tener que despojarse de sí mismo, de su ilustre pasado, de su bagaje personal, de todo lo que él consideraba valioso e importante en la vida. En Filipenses 3:4 al 6, versículos anteriores a los que leímos, Pablo de su pedigrí, habla de sus logros y credenciales según la carne, humanamente hablando.
Pablo hubiera podido decir, ‘yo me gradué de la mejor universidad en EEUU, yo me gané un salario de 6 cifras, yo enseñé en el mejor seminario de todo EEUU. Yo era conocido como una persona de autoridad y los presidentes consultaban mi sabiduría’.
Pablo hubiera podido decir, ‘yo nací en una familia ilustre, la mejor familia de mi ciudad y pertenezco a un linaje familiar de gente noble con grandes títulos a su nombre’. Todas estas cosas Pablo podía decirlas porque fueron una realidad en su vida. él estudió con el mejor maestro de su tiempo. Él fue miembro del Sanedrín, se cree, el grupo más selecto de rabinos judíos que tenían autoridad civil además de autoridad espiritual. Él era un hombre de gran autoridad y tenía cartas para perseguir a la iglesia y encarcelar a la gente, porque tenía poder y tenía autoridad.
Y en Filipenses 3:7 al 8, esos versículos que nosotros acabamos de leer, él dice, hermanos, que ha tenido que dejarlo todo y considerar todo eso que para él era sus credenciales de grandeza, ha tenido que considerar todo eso como basura para ganar a Cristo. Estiércol es la palabra en el griego original, todo eso que tanto placer le da a un hombre, Pablo tuvo que despojarse de todo eso y considerarlo que como si eso fuera nada y peor que nada, como si fuera algo de lo cual había que huir porque era desagradable.
Pablo tuvo que echar a la basura toda su educación, su teología, su posición social, su familia para poder ser cristiano y entrar en un llamado apostólico. Si Pablo se hubiera aferrado a todo eso, hubiera vivido una vida entre comillas, normal, pero se hubiera perdido la gloria de su apostolado.
Hermanos, ¿cuántos de ustedes les gusta vivir una vida normal? A mí me encantaría vivir una vida normal. Yo les decía a los hermanos esta mañana que a veces cuando yo veo a esa gente despreocupadamente, leyendo una buena revista en Starbucks un domingo por la mañana mientras yo voy manejando hacia la iglesia para predicar y para servir al Señor durante el día, les confieso que a veces a mí me gustaría vivir una vida normal, de vez en cuando, aunque sea 8 domingos al año, poder levantarme por la mañana con unas pantuflas y leer todo el New York Times, desde la primera hasta la última página, y disfrutar de una vida, entre comillas, normal. Y cuando yo los veo a ustedes allí tan bonitos sentados, con su esposa, o su hermano, o su hija o lo que sea, tan relajados mientras yo estoy aquí sudando la gota gorda predicándole a ustedes, a mi me gustaría vivir una vida normal también.
Pero ¿saben qué? Yo he entendido muy claro que el que quiere moño alto tiene que aguantar jalones, dicen por allí. El que quiere gloria en Dios tiene que pagar el precio. El que quiere ser usado por Dios tiene que abandonar la idea de vivir una vida normal y cómoda, hermanos. El que quiere que el poder de Cristo corra a través de su vida, tiene que estar dispuesto a sangrar, tiene que estar dispuesto a sudar, tiene que estar dispuesto a derramar lágrimas, tiene que estar dispuesto a pasar noches en vela, tiene que estar dispuesto a buscar la unción de Dios, tiene que estar dispuesto a dejar cosas que ama y que no son malas en si pero que son un obstáculo para que la gloria de Dios corra a través de su vida.
El camino al poder, a la victoria, a la grandeza moral que le permite escribir la luminosa carta a los filipenses en la cárcel, es el haberse despojado de cosas atractivas que eran un impedimento para entrar en el poder del Cristo resucitado.
Si Pablo, cuando Cristo se le revela, hubiera dicho, ‘no Señor, si yo te acepto a ti mis colegas me van a dejar, mi familia me va a desheredar, mis hermanos judíos me van a perseguir, yo voy a ser un don nadie, voy a perder mis títulos, voy a perder mis credenciales, voy a perder mi salario, voy a perder mi posición social’, Cristo hubiera dicho, ‘está bien, Pablo, no te preocupes, sigue adelante nos veremos por allá en algún sitio, no creo que va a ser bueno pero nos veremos de todas maneras en un momento.’
Y Pablo hubiera podido vivir su vida normalmente pero se hubiera perdido esa gloriosa victoria de ser un hombre usado en una manera extraordinaria por el poder de Dios. Mire que los fariseos, los judíos en general prefirieron el confort de su religión y su cultura a la gloria de conocer y recibir al Mesías.
Pero ¿Qué pasó? Se quedaron en estériles. Su religión no tuvo el poder y de hecho vino la gran persecución romana que destruyó a todo Jerusalén y los judíos vagaron por el mundo por casi 2000 años antes de poder volver a su patria porque cuando usted se aferra a la vida ilegítimamente y usted prefiere su vida a la vida que Cristo da, paradójicamente usted pierde su vida.
Por eso Cristo dice, ‘el que pierda su vida la ganará y el que gane su vida la perderá’. El que quiere preservar su vida, el que quiere preservar su normalidad, el que quiere preservarse tal y como es y no está dispuesto a ceder su vida y las cosas que valora a Cristo, nunca llegará a conocer e valor de la resurrección.
Cristo dice que si el grano de trigo no cae a tierra y muere se queda solito, un solo grano, pero si muere, lleva mucho fruto. Ese es el misterio de la vida cristiana, hermanos, y yo quisiera tener lengua de poeta o lengua de ángel para decirles una y otra vez, hermanos, ese es el corazón de la vida cristiana. El hecho de dejar cosas que amamos y que son importantes y ponerlas sobre el altar para que nosotros podamos experimentar el poder de la resurrección en nuestras vidas. Lo que amamos, lo que valoramos, lo que nos importa, tenemos que estar dispuestos a dárselo al Señor para que la gloria de Dios pueda moverse en nosotros.
Cuando Dios le pidió a Abraham que le entregara a su hijo, su único hijo a un hombre de ciento y pico de años, que tiene un solo hijo que ha esperado toda su vida y Dios se lo ha dado, y al final de su vida Dios le dice, ‘entrégame ese hijo y sacrifícamelo’. Abraham le hubiera podido decir, ‘No, Señor, gracias yo amo a mi hijo demasiado, tu me lo diste, ahora me lo voy a disfrutar hasta el último día’, y hubiera podido hacerlo. Pero Abraham no le negó a Dios su único hijo, y ¿saben qué? Dios le dijo ‘Abraham, está bien’. Cuando Abraham ya iba a meterle el puñal a su hijo, Dios le manda un ángel que le diga ‘No, Abraham, ya, y por cuanto no estaba dispuesto a negarme tu hijo, como estabas dispuesto a dármelo, yo te voy a bendecir de manera que tu descendencia va a ser tan numerosa que si el mar con su arena no se puede contar, sus granos de arenas, así tampoco se podrá contar tu descendencia’.
Y durante miles de años toda una humanidad ha descendido espiritualmente de ese hombre de fe que se llama Abraham. Porque estuvo dispuesto a despojarse de lo que amaba.
Filipenses 3:7 al 9, los primeros 3 versículos que yo leí son un preámbulo al versículo 10 que es el más importante todos. El versículo 10 dice aquí:
“... a fin de conocer a Cristo, a fin de conocerle, dice, y el poder de su resurrección y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte.’
Tres o cuatro cosas importantes: a fin de conocerle, el poder de su resurrección, la participación de sus padecimientos, y llegar a ser semejante a él en su muerte.
Mire esto, a fin de conocer a Cristo. Para conocer a Cristo hay que caminar el mismo camino que él anduvo, dice la palabra del Señor. ¿Y cuál fue el camino que Cristo anduvo? Léase Filipenses Capítulo 2, versículo 5 al 11, donde dice allí que Cristo, siendo igual a Dios no se aferró a ser igual a Dios sino que se despojó a sí mismo, se vació a sí mismo en obediencia al Padre, para salvar a la humanidad y vivió una vida de humildad, de obediencia, de sujeción a la voluntad del Padre. Y eso es lo que nosotros tenemos que hacer, si queremos tener el poder, si queremos conocer a Cristo, tenemos que conocerlo en lo que él anduvo, en el camino que él anduvo y eso quiere decir que tenemos que vivir de la misma manera, en humildad, en sujeción al Padre, en obediencia, en santidad, en darle al Señor todo lo que él quiera de nosotros.
Jesús decía que él no hablaba nada sino lo oía primero de su Padre, y no hacía nada si su Papá no se lo mandaba. Oh que nosotros podamos andar en esa obediencia en nuestra propia vida. Hermanos, mi deseo y tu deseo debe ser siempre darle al Señor todo lo que él nos pida, entregarle al Señor todo aquello que se interponga entre él y nosotros. ¿Cuántos pueden decir amen a eso? Hermano, que tu vida sea un continuo desangrarte, un continuo despojarte, que tu camino y el rastro que tu dejes en tu vida sea simplemente soltando cosas, que la gente pueda seguir tu camino y sepas donde tu estás porque detrás de ti, tu vas dejando cosas que no agradan al Señor, porque tu estás comprometido a que tu vida sea una vida de entrega total al Señor, de despojo continuo para que tu puedas conocer a Jesús. Si queremos conocer a Jesús tenemos que andar como él anduvo.
Y entonces Pablo añade, dice, “... y quiero conocerle a él y el poder de su resurrección....
Para conocer el poder de la resurrección hay que despojarse de muchas cosas que amamos pero que son obstáculos. Al poder de la resurrección no se llega sino por medio de someternos a la disciplina divina y al entrenamiento del soldado cristiano. Si tu quieres el poder de la resurrección, hermano, dale al Señor cosas.
Muchas veces nosotros decimos ‘oh sí yo quiero conocer a Cristo’, pero nos aguantamos cuando podemos hacer algo a favor del Reino de Dios. Yo veo a estos hermanos aquí hermosos adorando al Señor y bendiciéndonos con su música y su presentación pero ¿sabe usted que detrás de este momento glorioso hay horas, y horas de ensayo? Hay mucho trabajo, se han invertido literalmente, si usted suma las horas, yo diría, cientos de horas en ese momento glorioso. Gente ha tenido que preparar cánticos, músicos han tenido que venir en la noche a ensayar, y ha tenido que invertirse dinero y tiempo y muchas otras cosas. Óigame, pero qué gloria se desprende de esa inversión. Y yo digo, oh, si el pueblo de Dios entendiera eso, si el pueblo de Dios entendiera que dentro de ti hay un depósito de gracia, de poder, de energía que Dios quiere usar, pero te vas a tener que desangrar, vas a tener que pagar un precio, vas a tener que incomodarte, vas a tener que sacrificar tu privacidad, vas a tener que salir de tu casita deliciosa a una temperatura sub-congelada para venir a la casa del Señor.
Vas a tener que ir a tus clases de discipulado, vas a tener que levantarte media hora antes por la mañana para leer la palabra de Dios y tener un tiempo devocional. vas a tener que llevar a tu hijito, tu hijita al culto de los jóvenes cuando tu querrías quedarte en tu casa porque es viernes en la noche, ya tu has pagado el precio toda la semana trabajando y eso es lo que quieres hacer, pero tu dices, ‘no, buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia, las demás cosas vendrán por añadidura. Y yo quiero que mi hijo, que mi hija reciba la palabra de Dios, yo voy a invertir en eso, que cuando tu iglesia tiene una necesidad financiera, tu das porque tu sabes que tu Padre celestial es más que fiel para reponerte todo lo que tu inviertas en el Reino de Dios, que en vez de tu deleitarte con cosas que no agradan al Señor, en lecturas indebidas y en entretenimientos que te empobrecen espiritualmente, tu dices, ‘no, yo voy a ayunar de esas cosas para que la unción de Dios pueda correr con más poder y más libertad a través de mi vida’. Y tu vives una vida de perpetuo ayuno porque están siempre entregándole cosas al Señor porque tu quieres conocer a Jesús y conocerlo en el poder de su resurrección.
Yo he aprendido que en la medida en que yo me vacío y le doy al Señor cosas que yo amo, el Señor corre con más poder y más facilidad a través de mi vida, y yo experimento más el gozo del Señor, y corro la carrera de la fe con más ligereza, y Dios me puede usar más, y disfruto más del poder de Dios que corre a través de mi. Y veo el privilegio de servir al Señor en vidas que se salvan.
Todos nosotros queremos dar fruto, todos nosotros queremos ver la bendición de Dios correr a través de nuestra vida. Hay un precio que pagar, hay que vaciarse, hay que despojarse, hay que sufrir, hay que confesar, hay que abandonar, hay que dejarse cortar sobre la mesa de operaciones del cirujano divino, hay que vivir como un muerto en vida, hay que despojarse de cosas. La vida cristiana debe ser una vida de perpetuo despojamiento, de perpetuo ayuno, pero ¿saben qué? Pero aún mientras tu te eximes de disfrutar esas cosas, hay un disfrute espiritual que tu sientes en tu corazón y que tu te ves ser un padre, una madres espiritual y tu ves el poder de Dios manifestarse en tu vida, y tu puedes decir, ‘yo conozco a Cristo y lo conozco en el poder de su resurrección, porque yo veo su resurrección manifestarse a través de mi vida’. A la vida de fruto, de efectividad, de victoria, de poder no se llega sino por medio de entrega continua.
Y Pablo añade finalmente, “....y la participación de sus padecimientos...”
Nosotros podemos decir Amen a conocer a Cristo, podemos decir amen al poder de la resurrección, ¿pero cuántos podemos decir amen a la participación de sus padecimientos? Ahí es como que calladitos nos vamos separando de esa declaración. Pero Pablo dice quiero conocerlo en la participación de sus padecimientos. ¿Por qué? Porque para conocer el poder de Cristo de la resurrección, hay que conocer los padecimientos del Cristo de la crucifixión.
Termino con una ilustración de Romanos, Capítulo 6 versículos 5 al 8. El mismo Apóstol Pablo que escribe lo otro, dice:
“...porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección....”
¿Usted ve aquí hermano, unido la muerte con la resurrección? ¿Sabe usted que cuando nosotros nos bautizamos en las aguas, y nos sumerge el pastor en las aguas, y hace así, nosotros entramos bajo las aguas, y por un instante nos perdemos al mundo.
En la teología cristiana ese instante de inmersión en las aguas es como morir y cuando el pastor lo saca de nuevo es el momento de la resurrección: muerte y resurrección están unidos en la vida cristiana.
Y Pablo añade, “... sabiendo esto que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él para que el cuerpo del pecado sea destruido a fin de que no sirvamos más al pecado...”
Hermanos, Pablo dice nuestro viejo hombre, nuestra vieja naturaleza, nuestros viejos pre requisitos, y privilegios y preferencias, todo eso ya fue crucificado, fue neutralizado, fue matado, en otras palabras, por lo menos en el espíritu y el pecado que nos ataba, tenemos que cada día someterlo más y más al cuchillo de Dios, todo lo que impida que la naturaleza divina se manifieste en nosotros.
Dice, “... porque el que ha muerto ha sido justificado del pecado y si morimos con Cristo creemos que también viviremos con él....” ¡Aleluya! Dice, “... así también vosotros consideraos muertos al pecados pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.”
En otras palabras, hermanos, hay que morir para vivir, hay que ser crucificado para ser resucitado, hay que vivir el viernes de la crucifixión para participar del domingo de la resurrección.
Voy a pedir que los músicos vayan pasando por acá. Hermanos, en un día como hoy, domingo de resurrección se predican muchas superficialidades en las iglesias, se levanta mucho polvo, se hacen muchas declaraciones, se celebran muchos privilegios de la resurrección pero muchas veces no se aclara el principio que hay detrás y por eso hay mucho creyente que no está viviendo en el poder de la resurrección aunque nos dicen continuamente que ese es nuestro domicilio espiritual. Porque no se nos aclara que hay un camino al poder de la resurrección y es el camino del auto despojo, vivir una vida consagrada al Señor, no más gracia barata, no más querer ser gente de poder y de prosperidad, si no somos gente de crucifixión, si no somos gente de santidad, si no somos gente de consagración, si no somos gente de servicio, si no somos gente de devoción, si no somos gente de lectura de la palabra, si no somos gente de ayunar, si no somos gente de entregarle al Señor los hábitos que amamos y las prerrogativas y los privilegios que amamos, si no somos gente que cuando el Señor me dice, o te dice, ‘mira, eso no me agrada’, enseguida decimos, ‘Claro Señor, tómalo, tómalo, no te preocupes. ¿Qué más, te puedo dar algo más? No importa que sea la cosa que más amamos, el que vive así vive una vida de poder y todos nosotros tenemos cosas que tenemos que entregarle al Señor.
Diga amen. Yo soy el primero. Usted me ve aquí arriba predicando esto y yo digo, ‘Señor, me escandalizo de lo que estoy diciendo’ porque el primero que es cortado por lo que predico soy yo.
A mi me asusta predicar muchas veces de esta manera porque yo digo, ‘Padre, me he subido bien alto, si me descalabro de allí no me pueden recoger los pedazos. Es una alta enseñanza, es un gran mensaje que nos corta a todos nosotros.’
Hermanos, yo tengo una palabra profética y se la voy a leer, un párrafo: hoy Dios nos dice, congregación León de Judá, escucha esto bien, escucha esto bien. Esta es la palabra de Dios para ti y para mí. Hijos, yo quiero soltar el poder de la resurrección de mi Hijo sobre ustedes pero necesito que me entreguen sus vidas, que se sometan a mi trato, que me dejen operar sobre ustedes y cortar muchas cosas que no son de mi agrado. Estas cosas impiden que mi poder corra libremente a través de ustedes y que ustedes puedan experimentar el poder, el fruto, la victoria continua de una vida resurrecta. Anden por el mismo camino que mi Hijo anduvo, el camino de la obediencia, la santidad, la auto entrega, el despojo de sí mismo, la consagración total a mi voluntad. Si están dispuestos a hacer esto entonces yo entraré con todo el poder de la resurrección y haré posible que ustedes puedan vivir en ese mismo poder por el resto de sus vidas.
Esa es la palabra del Señor para ti y para mí en esta tarde, palabra del Señor, palabra profética del corazón de Dios. Yo quiero que tu bajes tu cabeza y ores conmigo. Lo primero que tenemos que hacer es confesarle a Dios que no estamos viviendo a ese nivel, pero queremos hacerlo. Así que dile:
“Padre, aunque no he vivido a ese nivel, pero quiero vivir a ese nivel, ayúdame. Yo reconozco que es allí donde tu me necesitas. No más cristianismo barato, no más cristianismo religioso, no más cristianismo simbólico. Yo quiero vivir un cristianismo auténtico, un cristianismo de batalla, de trinchera. Yo quiero vivir un cristianismo como mi fundador, quiero vivir a la altura del supremo llamado en Cristo Jesús. Quiero ser un soldado que pelee la batalla legítimamente con las armas de Dios, en el estilo de Dios, en la trinchera de Dios padeciendo como mi fundador, pagando el precio, caminando como él anduvo’.
Dile así al Señor y dile ‘yo sé que no he estado a la altura pero quiero estar a la altura, y declaro mi vida sometida a Cristo. Me arrepiento de aferrarme a lo que me gusta, pero que impide que yo entre en todo el poder de la resurrección. Me arrepiento y lo entrego.’
Y ahora Padre, te pido ayúdame a vivir una vida victoriosa, a ser un hombre, una mujer luminosa, a ser una persona íntegra, ética, que refleje el carácter de mi fundador, de mi Maestro, mi rabino, mi Señor, que yo honre a mi Maestro con la vida que yo viva. Entrego todas mis prerrogativas al Señor ahora.
Y por último yo quiero invitar a cualquier persona que haya venido en este día y que todavía no ha entregado su vida al Señor. Esta oración que acabamos de hacer es para todos los que están en la fe, que necesitan ir a un nivel más alto. Pero hay algunos que todavía no están en la fe y necesitan entrar en la fe del Hijo de Dios y necesitan entregar su corazón a Jesucristo y decir, ‘Yo también me uno ahora a esa vida cristiana’.
Y yo quiero invitarte a ti a reflexionar un momento. Si todavía no has entregado tu vida a Jesús yo quiero que tu salgas de aquí habiéndolo hecho, porque es un gran privilegio y es una gran bendición y va a soltar una vida y un poder y una transformación maravillosas, nunca vas a ser el mismo o la misma después de eso. Así que yo quiero invitarte en esta tarde, si eres joven, si eres adulto, si eres anciano, hombre, mujer, a considerar entregar tu vida al Señor y como Pablo lo hizo en el camino a Damasco, cuando el Señor lo llamó él dijo, ‘¿qué quieres que yo haga?’ Y el Señor le dijo, ‘Vete a un tal sitio, allá se te dirá lo que tienes que hacer’.
Y cuando tu aceptes a Jesús el Señor te va a decir, ‘Mira, yo te voy a esconder por un tiempo y yo te voy a decir lo que tu tienes que hacer de aquí en adelante. Vamos a tener tratos tú y yo, y yo te voy a enseñar el camino que debes andar, y yo te voy a ceñir y te voy a llevar donde tu quizás no quisieras ir, pero confía en mí porque yo te voy a llevar a un lugar seguro y mis tratos contigo van a ser buenos y yo te voy a bendecir más de lo que podrías ser bendecido sin mí.’
Así que yo quiero invitar, yo quiero hacer un llamado en esta tarde, si hay alguien en este lugar que no ha recibido a Cristo como Señor y salvador, quiero pedirte que tengas el valor de levantar tu mano ahora mismo y ofrecer tu vida al Señor Jesús.
¿Habrá alguien que quiera entregar su vida? Yo bendigo esa mano que se levanta aquí a mi izquierda. ¿Habrá alguien más? Yo se que hay algunos más aquí y quiero invitarles. Dios te bendiga, mi hermana, alguien más. Este es un tiempo precioso, qué mejor día para recordar que hoy yo le entregué mi vida al Señor, que el día de resurrección. Te marcará por el resto de tu vida.
Levanta tu mano y entrega tu vida al Señor. Tenga el valor. Muchos no entregan sus vidas.... este jovencito aquí también, muchos no entregan su vida.... allí detrás también, a Cristo porque dicen, ‘me da vergüenza, no quiero hacer esto delante de tantos extraños. Ah, eso es para evangélicos’, pero quieren hacerlo, en su corazón sienten un toque del Espíritu Santo, quieren hacerlo. Hay una lucha. Ahí comienza, hay que sacrificar cosas. Hay que entregar la dignidad, el sentido de elegancia, privacidad, autoridad que uno tiene. Todas esas cosas hay que ponerlas a los pies del Señor.
Humíllate, entrégate al Señor. ¿Habrá alguien más? Levanta tu mano. Yo te bendigo hermana, aquí. ¿Hay alguien más? Yo se que atrás también, reconozco esa mano. ¿Hay por aquí alguien? Allí detrás también, Dios te bendiga. ¿Alguien más? Yo sé que hay otros aquí.
Hermano, esto es serio y es un tiempo precioso, una oportunidad preciosa, no se lo pierda. No se pierda esa bendición. Aquí alguien creo que levantó la mano. Qué bendición. Yo sé que hay otros más que quieren entregar sus vidas al Señor. Gloria a Dios.
El Señor los ve, yo quizás no los veo pero el Señor los está viendo, no se preocupe. Si hay alguien. Quiero comenzar a invitarles, pasen aquí adelante y quiero que alguien de los que están cerca de ellos, un cristiano ya entregado venga y los acompañe. Venga por acá. Todas esas manos que se levantaron, vengan ustedes por acá un momentito. Eso es parte del morir, parte de entregar, parte de sangrar, parte de atreverse. Hermanos, y en eso hay bendición. Ahí comienzas tú a morir ya, ahí comienzas el camino de la obediencias, ahí comienzas el camino de conocer lo que es despojarse de cosas que tu amas.
Ven aquí al altar. Vengan aquí muchos al altar de Dios. Vengan aquí ahora y entreguen su vida al Señor. Y quiero que, hermanos, oren con ellos. Hermanos y hermanas en la fe, vengan y oren con ellos, oren con ellos y declárenlos miembros del Reino de Dios. ¡Aleluya!
Si hay alguien más, ven corriendo aquí y entrega tu vida al Señor. Y quiero que este sea un momento precioso de solidaridad con aquellos que entregan su vida al Señor. Que no se quede alguien sin cobertura espiritual ahora mismo.
Praise the Lord. Gloria al Señor. Venga por acá rápidamente. Venga por aquí y ore por su hermano, o venga usted y reciba a Cristo y entregue su vida al Señor Jesús. La unción de Dios está aquí para salvar, para sanar, para liberar y para hacer cosas transformadoras, así que hay tiempo. Pasen por acá.
Let the spirit touch your life. Commit your life to the Lord. Let him walk with you and you walk with him and let him do his work. Don’t try to do his work for him. Let him do the work. You may have too many doubts in your mind as to what’s going to happen, how it’s going to take place. Don’t worry about that. Just come and yield your life before Jesús.
¡Aleluya! ¡Aleluya! Entrega tu vida al Señor. Y yo quiero que ustedes, hermanos y hermanas, oren conmigo esta oración. Escuchen y repitan conmigo calladamente. Di conmigo:
Señor Jesús, entrego mi vida a ti y abro mi corazón y te recibo como mi Señor, mi dueño, y mi salvador. Reconozco que tú eres el Hijo de Dios y que tienes poder para salvarme. Y reconozco que tu resucitaste al tercer día y que estás sentado a la diestra de Dios y hoy yo declaro que mi vida te pertenece y me arrepiento de mis pecados y pido perdón por ellos. Quiero caminar contigo y que tu camines conmigo. Entra a mi corazón, entra a mi corazón y siéntate en el trono de mi vida.
¡Aleluya! hermano, Cristo dice que si alguno le abre la puerta él entra y él va a cenar contigo y tu con él. Recuerda eso. y quiero pedirte otra cosa más ahora, escucha. Invita al Espíritu Santo a entrar a tu vida, porque cuando entra Cristo también el Espíritu Santo quiere entrar. Cristo quiere bautizarte con Espíritu Santo y fuego, dice la palabra. Él quiere instalar dentro de ti el poder de la resurrección. Él quiere que su Espíritu Santo corra a través de ti para que tu puedas vivir una vida victoriosa.
Él no quiere que tu vivas a la defensiva, comiendo de cucharita. Él quiere que tu te sirvas con la cuchara grande. Él quiere matar el becerro gordo y celebrar fiesta contigo. Él quiere que tu caminar cristiano sea un caminar abundante, y por eso pídele al Señor que te bautice con el Espíritu Santo ahora mismo. Di, Espíritu Santo, dile, Espíritu Santo bautízame. Di, Espíritu Santo lléname. Espíritu Santo entra en mi vida y corre a través de mí como ríos de agua viva.
Ahora yo digo, recibe el bautismo del Espíritu Santo. Y di conmigo, lo recibo. Di conmigo, recibo el bautismo del Espíritu Santo. Di conmigo, recibo la llenura del Espíritu Santo. Y ustedes oren por ellos para que reciban esa llenura del Espíritu Santo.
Yo declaro que al ustedes decirlo, declararlo y recibirlo, eso se hace una realidad ahora mismo, en el nombre de Jesús, yo declaro cristianos victoriosos, cristianos poderosos, cristianos transformados, cristianos electrificados por el poder del Espíritu Santo.
Así que tienes dos personas dentro de ti: tienes el Hijo y tienes el Espíritu Santo y el Padre también se mete allí contigo. Tienes la Trinidad completa. Recuerda eso, el Espíritu Santo está dentro de ti para que salten ríos de agua viva de tu interior, para que haya entendimiento de la palabra de Dios, para que haya poder para servir al Señor. Declaro la llenura y el bautismo del Espíritu Santo. Recíbelo y adora al Señor ahora. Dile gracias y profetiza y adóralo. Dile gracias al Señor, tienes autoridad ahora para hacerlo. Ya no eres un novato, no eres una persona que se está allegando, tú eres un miembro fidedigno del Reino de Dios así que puedes adorarlo. Comienza a adorarlo, estrena tus nuevas armas ahora y dile, te adoro, Señor, te bendigo y te doy gracias. Me declaro libre, me declaro sano, me declaro lleno del espíritu. Gloria, glorifica al nombre del Señor. ¡Aleluya! Gloria al nombre de Jesús. Dios es bueno y para siempre su misericordia, están llenos del Espíritu Santo y están llenos del espíritu de Jesucristo. Hermanos, sean bendecidos en este día y llénense ustedes también de la gloria de Dios en esta tarde. Amen y amen.
Llamados a conocer al Señor en sus padecimientos
TRANSCRIPT
Esta es una noche de lo que llamamos sentimientos encontrados. Eso quiere decir, sentimientos en conflicto. En esta noche he estado, mientras escucho las alabanzas y el gozo que hay aquí, la adoración yo sé que para personas que vienen de una tradición más litúrgica, es la palabra más que se adhieren al calendario formal de la iglesia, por ejemplo, los que vienen de tradiciones católicas o episcopales por el estilo, puede parecer un poquito extraño que en una noche de viernes Santo haya tanto gozo y la manifestación de tanta alegría y aplausos, y música movida y todo esto, porque estamos acostumbrados a que Viernes Santo es una noche en que la gente no va a ningún baile, por lo menos las personas que son piadosas, y es más, yo creo que ni se come carne.
Yo he estado tan alejado de esa tradición, ¿verdad que sí? Y hasta la gente ayuna y se aflige y todo esto en recordatorio del Viernes Santo que es el día en que recordamos el padecimiento extremado de Jesús en la cruz y su arresto y su azote y todas las cosas que componen esa pasión que llamamos así, usando esa palabra de Jesucristo, y yo creo que hay algo muy bello en eso definitivamente, déjenme decirles. No estoy yendo en contra. Yo creo que hay un lugar para la solemnidad en la vida del pueblo de Dios, hay un lugar para afligir el alma en un sentido, no como un estado permanente, sino para recordar como hacer recordatorio, yo creo que a veces los evangélicos somos un poquito superficiales en ese sentido y hemos perdido la bendición también como de pasar por esos procesos y ensayar en nuestro espíritu lo que costó verdaderamente nuestra salvación y como que a veces tendemos a saltar apresuradamente al gozo y a la celebración y perdemos el beneficio de atravesar un poco por el proceso y recordar el precio que pagó nuestro Señor Jesucristo.
Pero yo creo que también podemos cometer el error de quedarnos demasiado en ese lugar de sufrimiento y de padecimiento y amarlo tanto por su producto y lo que ha alcanzado, que como que congelamos la historia y nos quedamos congelados en ese momento de la cruz y del padecimiento y la aflicción y la sangre. Y entonces como que nos olvidamos de que la vida cristiana, como resultado de ese proceso, es una vida ahora de celebración también y de gozo.
Entonces como que tenemos esas dos energías viviendo, o tratando de convivir dentro de nosotros. y es bueno que no perdamos esa tensión muchas veces, es bueno que vivamos en la tensión del Viernes de crucifixión, el sábado del Señor estar debajo de la tierra, o no debajo de la tierra, pero en el sentido, hoy en día lo hacemos así, él estuvo en una cueva, pero estuvo encerrado, y dice la Biblia que descendió a los lugares más profundos espirituales.
Hay un lugar para eso y hay un lugar también para la celebración y la resurrección, y estas dos cosas tenemos que mantenerlas en tensión a través de nuestra vida cristiana y no olvidar una cosa ni la otra. Sin la cruz Cristo sería un gran Maestro y un gran expositor de los principios espirituales, pero no habría salvación. Y sin la resurrección hubiera sido un gran mártir, un genio espiritual, una persona entregada completamente al bienestar de la humanidad pero hubiera sido simplemente una figura más. Tampoco hubiera habido sanidad para la humanidad ni la esperanza de nuestra propia resurrección, porque él es el primero, el primogénito de entre los muertos. Eso quiere decir que nosotros lo seguimos a él, ¿verdad?
Entonces hay esa tensión y ese habitar entre el dolor y la oscuridad de la crucifixión, del Viernes Santo, y la luz, la victoria, el gozo evidente del domingo de la resurrección. Y muchas veces nuestras vidas se mueven entre esos dos extremos, ¿verdad que sí? Y nosotros también somos llamados a, en un sentido a efectuar ese mismo proceso en nuestras vidas como creyentes.
El Apóstol Pablo habla de que quiere conocer el poder de Jesucristo y dice también ‘y conocerlo en sus padecimientos’. Y nosotros, hermanos, estamos llamados también a conocer al Señor en sus padecimientos, pero también en su victoria, y nuestra vida, si el Espíritu Santo se está moviendo entre nosotros va a manifestar esas dos dimensiones: la cruz, el Viernes, y también el levantarnos de la tumba, el domingo. Y en el medio, a veces la oscuridad de los infiernos, el valle de sombra de muerte, la espera de la resurrección, el depender absolutamente del Dios que nos va a levantar de nuestras crisis, de nuestros padecimientos y el preguntarnos, ‘¿se hará el domingo? ¿Vendrá el domingo de resurrección?
Porque muchos de nosotros pasamos y estamos pasando y hemos pasado por esos procesos, ¿sí o no? Amen. Y ese es el misterio de la vida cristiana, y por eso en esta noche se mezclan las dos cosas: se mezcla la mención de la cruz, se mezcla la mención del sufrimiento de nuestro Señor, pero también hay gozo, y hay alegría y hay celebración y hay exaltación y aplauso y regocijo en lo que el Señor ha conseguido por nosotros.
Y yo veo esa tensión en Isaías, Capítulo 53. Quizás el texto más misterioso y maravilloso que hay en la Escritura porque fue escrito cientos de años, cientos de años antes de que Cristo apareciera sobre la tierra y llevara a cabo su sacrificio en la cruz. Esto es uno de los textos que yo creo que si uno se acerca a ese texto, sin prejuicios ni resistencia previa a lo que dice y lo que el misterio que ese texto encarna e implica, yo creo que es muy difícil no salir de una lectura de este texto, sea uno evangélico, sea uno católico, ... sin decir, ‘guau, esto es misterioso’, porque hay demasiado paralelo entre lo que el profeta Isaías, cientos de años antes de que se diera el drama de la cruz, de la crucifixión, establece y lo que se da en efecto, a través de la vida de Jesucristo.
Ahora, mirando este texto con dos mil años de experiencia y de lectura del Nuevo Testamento y de la lectura de lo que Jesús alcanzó en la cruz escrito por diferentes hombres del los Evangelios y los textos de Pablo, de Pedro, de Juan, Santiago, el escritor de Hebreos, uno se da cuenta que esa gente no podía haber conspirado para escribir el Nuevo Testamento de manera que encajara tan bien con lo que Isaías declara. Ellos no se reunieron y dijeron, ‘bueno, ya tenemos a Jesús, él es nuestro patriarca y vamos ahora a escribir de manera que eso que escribió Isaías quepa dentro de la vida de él’.
No fue así. Ellos no se comunicaron entre sí. Estos textos fueron escritos, del Nuevo Testamento, en diferentes épocas. No había email, no había televisión, no había teléfono, esta gente no se podían comunicar entre sí, y sin embargo su interpretación de la vida de Jesús y el ministerio de Jesús es como una realización de lo que el profeta Isaías declara que alcanzará un ser que se llama, en la teología ‘el siervo sufriente’, cientos de años antes. El propio Isaías no sabía, me imagino, cuando estaba escribiendo que esto se refería a una persona específica que iba a venir. yo estoy seguro que él simplemente estaba escribiendo bajo la unción del Espíritu Santo y pone estas cosas aquí, pero él no pudo jamás imaginarse cómo es que eso se iba a realizar. Inclusive, los mismos fariseos y teólogos del judaísmo no entendieron que ese texto se aplicaba a Jesús.
Ahora, lea conmigo el versículo 4, este texto me vino esta mañana así como un ‘puf’, me lo pusieron en la mente, me lo implantaron allí, y yo dije, eso es lo que tengo que señalar ante el pueblo esta noche.
Isaías 53:4 dice, “... ciertamente llevó él.... – recuerde, esto es un judío de siglos antes de Jesús, antes de que nadie se imaginara la cruz y que un hombre iba a ser crucificado, y que ese hombre se iba a llamar el Hijo de Dios y que su muerte y su sangre iban a... nada de eso, eso no existe en nada de la teología hebrea y no existe en ningún mito, aunque hay mitos que admiten la muerte de un héroe, y todas estas cosas, pero de esta manera específica jamás.
Entonces el profeta Isaías dice, “.... ciertamente llevó él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores, y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido, más él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados, el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados....”
Dice, todos nosotros, la humanidad entera, “... nos descarriamos como ovejas desperdigadas por todas partes, cada cual se apartó por su propio camino más Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros....”
Imagínese esa intuición teológica espiritual del profeta Isaías, del Padre, Jehová, el Dios de los hebreos, el Dios de la humanidad según la teología judía, cargando, cogiendo todos los pecados de todos los hombres, recogiéndolos con una aspiradora espiritual, los hombres desde el pasado, el presente en que escribe Isaías y el futuro, cogiendo todos los pecados de cada individuo, haciendo una masa terriblemente grande, en términos espirituales, poniendo todo eso sobre los hombros de un ser misterioso.
Jehová cargó en él el pecado de todos. Digan ‘todos’. Eso es tu pecado, el mío, el de nuestros hijos, nuestros nietos, antepasados, los aztecas, cuando estaban en Tenochitlán, allá en México, y los asiáticos, en sus áreas por allá, cientos y cientos de años, los romanos, todos. El pecado de todos nosotros él lo cargó. Dios, Jehová, lo cargó. ¿Cómo lo cargó? Lo cargó administrativamente, espiritualmente, místicamente, no me pregunte cómo se dio esa transacción espiritual, pero Dios lo hizo. Él se aseguró de que todos los pecados de la humanidad fueran tomados, arropados y tirados sobre él.
Y de ahí se iba a determinar qué iba a pasar con esos pecados más adelante, según lo que cada uno de nosotros haga con esa transacción divina, ese misterio divino.
“...Angustiado él y afligido no abrió su boca, como cordero fue llevado al matadero, y como oveja delante sus trasquiladores enmudeció y no abrió su boca. Por cárcel y por juicio fue quitado, y su generación quién la contará, porque no la hay, porque fue cortado de la tierra de los vivientes y por la rebelión de mi pueblo fue herido y se dispuso con los impíos su sepultura, más con los ricos fue en su muerte aunque nunca hizo maldad ni hubo engaño en su boca....”
Ahí hay un misterio que nos tomaría días en dilucidar y desmontar en todas las piezas que lo componen. Pero lo que yo veo aquí en este pasaje brevemente son tres cosas: veo un precio, veo un proceso, y veo un premio. Precio, proceso y premio. Y estas tres cosas son lo que Isaías quiere que nosotros entendamos acerca del ministerio de Jesús en la cruz del calvario.
¿Qué fue lo que estaba pasando allí? ¿Qué estaba sucediendo? ¿Qué estaba Dios llevando a cabo y cumpliendo por medio de esto? ¿Qué es la cruz? ¿Qué es la crucifixión? ¿Qué alcanza? ¿Por qué es necesario? ¿Cuál es su resultado? Judicialmente en la mente de Dios ¿por qué era necesario que esto necesario? ¿Por qué era necesario que Jesús, el Hijo de Dios, muriera en la cruz y derramara su sangre? ¿Para qué?
Tenemos que entender primeramente el pecado de la humanidad. Tenemos que entender la mente de Dios, tenemos que entender la naturaleza divina. Tenemos que entender una ley que Dios dictó cuando creó al hombre y le dijo ‘no comas de ese árbol porque de cierto, el día que comas de él vas a morir’. Y Adán y Eva eran representantes en sus lomos, en su persona, ellos tenían la autoridad como padres biológicos de los que habían de venir, ellos le delegarían a todos sus descendientes por los siglos de los siglos el mismo germen, la misma consecuencia espiritual, como los padres muchas veces le legamos a nuestros hijos nuestro temperamento y nuestra herencia espiritual y biológica, nuestras características.
Cuando el hombre allí, ese hombre prototípico en el Edén viola los mandamientos del Señor y rompe esa esencial obediencia al Padre, se desata un mal un toda la humanidad. El virus del pecado correrá y las consecuencias del pecado también correrán. Cada uno de nosotros peca, ofende a Dios, viola las leyes de Dios de maneras pequeñas y grandes, eso es una consecuencia del mismo mundo en que habitamos. Nadie puede no pecar y por lo tanto nadie puede no morir eternamente a menos que algo suceda desde afuera que cambie ese curso. Y eso fue lo que pasó.
Dios dictó una ley y desde ahí en adelante Dios tuvo que resolver su propio dilema. La humanidad ha pecado y yo no quiero matarlos, yo no quiero que mueran eternamente, esta criatura yo la amo. Y entonces Dios idea una solución y es que su justicia sea satisfecha. Tiene que haber muerte por medio de alguien que pague el precio, alguien que sea los suficientemente grande, lo suficientemente puro, lo suficientemente todopoderoso para que su vida tenga un precio tan y tan grande, tan infinito que sea capaz de cubrir todos los pecados de toda la humanidad, que no haya déficit.
Y el único ser que podía alcanzar eso era un ser divino y ese es el Hijo de Dios. Y Dios entonces lo hace, esto es todo un proceso judicial, lo hace entrar en forma humana, lo hace encarnar en hombre, adquirir la naturaleza humana, vivir como hombre, vivir perfectamente porque si peca, entonces ya su muerte no es una muerte judicialmente satisfactoria, ya es otro pecador más muriendo como tiene que morir. Cristo no podía pecar, tenía que vivir una vida pura y entonces subir a la cruz y simbólica, judicialmente derramar sangre.
Él no necesitaba derramar más que una gota de sangre y eso era suficiente. Hace poco unos abogados, no voy a entrar en mucho detalles por razones de privacidad, es interesante cómo piensan los abogados y cómo piensan los jueces. Los abogados pidieron tratando de defender a una persona, una condena de un año y un día. ¿Por qué un día? Porque ese día ponía a la persona en una categoría judicial que le era ventajosa. Ese día, 24 horas, soltaba una serie de consecuencias legales que eran importantísimas.
Uno que no sabe de leyes puede decir, ‘uy, qué pedante, un año y un día’. Ese diíta era bien importante porque en el mundo judicial lo que valen son los precedentes, los símbolos, cosas así.
Entonces, el Señor solo necesitaba derramar una gota de sangre y morir y ya eso era todo lo necesario judicialmente para que se satisficiera la justicia de Dios. y esa gota de sangre derramada por un hombre perfecto que también era un Dios perfecto, por su humanidad el Señor puede empalmar con nuestra humanidad y representarnos a nosotros y sanarnos a nosotros. Y por su divinidad él tiene suficiente poder y suficiente valor para pagar el precio de todos nosotros. ¿Usted entiende?
Eso estaba Dios resolviéndolo. Por eso es que yo digo que hay un proceso en todo esto. Y todo eso se está resolviendo allí en la cruz. Y por eso cuando leemos dice, ‘él llevó nuestras enfermedades...’
Hay un proceso y hay precio también, el precio es que él tenía que pagar por nosotros y el precio era tremendo sufrimiento para el Señor. El precio fue él en su cuerpo llevar nuestras enfermedades. Por eso es que nosotros oramos por sanidad, porque la Biblia dice judicialmente que en la cruz él también arrastró nuestras enfermedades. ¿Por qué? Porque las enfermedades son consecuencia del pecado.
Si el hombre no hubiera pecado no hubiera enfermedad y no hubiera muerte en la tierra. Entonces, el Señor al morir por nosotros también judicialmente lleva nuestras enfermedades. Dice también, “.... lleva nuestros dolores...”
¿Sabe que el precio fue que el Señor, no me pregunte cómo, ahí en la cruz él padeció todo el dolor de la humanidad como solamente Dios podía hacerlo? Sus hombros tenían que ser infinitamente poderosos. El marco de sus emociones tenía que ser tan y tan grande que pudiera resistir el dolor de la humanidad. El Señor llevó nuestras enfermedades físicas, nuestros dolores emocionales, fue azotado por nuestro..... Nosotros merecíamos ser azotados, él fue azotado por nosotros. Fue herido de Dios, fíjese eso, el Padre mismo lo hirió. Dios hirió a su Hijo. Dios puso en agonía a su Hijo para que nosotros no fuéramos heridos. Ese fue el precio y el proceso allí juntos. Él fue abatido, él sintió en ese momento una máxima depresión.
“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”
Ese proceso y ese precio, herido por nuestras rebeliones. Sabes que tus rebeliones del siglo XXI, y lo que te costaba eso, el Señor lo llevó en el siglo primero, el gasto, el precio de tus rebeliones, tus pecados. Él fue molido, su cuerpo fue triturado por tus pecados.
Y dice, “... el castigo de nuestra paz fue sobre él...”
¿Sabes tu que Cristo padeció tremenda agonía para que tu y yo podamos tener paz? Y paz dentro de nosotros, y paz con Dios, y paz unos con los otros. Todas esas cosas, el Señor, su castigo alcanzó nuestra paz.
Dice, “.....antes éramos enemigos de Dios y ahora somos amigos de Dios por su castigo. Y por su llaga fuimos nosotros curados....”
Fíjate, dice fuimos nosotros curados, fuimos sanados, fuimos salvados, y todo este proceso está allí. Yo veo algo, por una parte nosotros. Hay dos enfoques aquí; nosotros, los beneficios que recibimos, lo que causamos que el Señor tuviera que sufrir. Por otra parte está el enfoque sobre él, lo que él está sufriendo y lo que él está alcanzando por medio de su sufrimiento.
Dice, “... todos nosotros nos descarriamos como ovejas...”
Eso es algo bien importante. Sabe, mi hermano, mi hermana, que hasta que tu no reconoces eso el Evangelio comienza cuando cada uno de nosotros reconoce que ‘mira, yo soy un pecador y yo merezco la muerte y yo por más bueno que yo sea, más honesto, más trabajador, más filantrópico, más generoso, más buen padre, más buen esposo, eso no me hace nada. Yo soy pecador.
Dice la Biblia “... por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios....”
Es necesario eso. hay un pasaje en la Escritura, en el Libro de los Hechos, no tenemos tiempo para elaborarlo, cuando el eunuco que viene de Etiopía está leyendo el libro de Isaías, está leyendo precisamente eso, “...todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino...”
Es el pasaje que leía el eunuco en Isaías cuando Felipe es enviado por el Espíritu Santo para predicarle el Evangelio. Y dice la Biblia que comenzando con ese pasaje Felipe le explicó todo lo que había sucedido con Jesús y el Evangelio se lo explicó de allí.
Por qué el Espíritu Santo iluminó al eunuco para que leyera, uno de los primeros gentiles. Ese eunuco se fue para Etiopía y de hecho, históricamente los etíopes han sido una raza que ha estado muy en contacto con el Evangelio y con el judaísmo. Hay un misterio allí. Este hombre era un alto oficial, y nos imaginamos que él regresó a su país llevando el Evangelio.
Pero interesantemente, mire dónde comienza la exposición de Felipe, una de las primeras exposiciones del Evangelio a un hombre es con ese pasaje. ¿Por qué? Porque ahí es donde comienza el Evangelio es cuando yo reconozco que yo, personalmente, hay un drama, hay una controversia entre Dios y yo y solamente Cristo la puede resolver. Y yo tengo que reconocer que soy pecador. Yo tengo que reconocer que por más esfuerzo que yo haga yo no puedo justificarme delante de Dios. Yo tengo que humillarme delante de Dios. yo tengo que pedirle perdón a Dios. Yo tengo que reconocer que si no fuera por Cristo, yo sería un pobre diablo destinado al infierno.
Ahí es donde comienza la salvación y si en esta noche hay aquí una persona que todavía no ha entendido eso en su corazón, yo te suplico que te obligues a ti mismo a pasar por ese proceso de reconocimiento. Yo he pecado contra Dios, yo he ofendido a Dios. si yo no tengo a Cristo yo estoy en déficit con Dios y solamente por medio de Cristo, yo puedo pagar ese déficit y recibir salvación y reconciliación con Dios. Porque todos nosotros nos descarriamos.
Pero sin embargo, el Señor cargó en él ese pecado y eso es lo que nosotros celebramos en esta noche: todo eso, su angustia, su aflicción, el hecho de que no abrió su boca, fue llevado mansamente. Sabes, el Señor dijo una vez cuando estaba ahí dijo, yo podría mandar legiones de ángeles que vinieran y me salvaran de esta crucifixión, pero no lo hizo. Le dieron vinagre, una mezcla que se cree que era como un tipo de droga que daban a los crucificados para aminorar un poquito sus sufrimientos. Aún ese imperio cruel romano que sometía a la gente a la crucifixión tenía un poquito de misericordia y les administraba una mezcla de hierbas que los drogaba un poco y aminoraba un poquito su dolor. ¿Y sabe lo que hizo Jesucristo? Él no quiso tomarlo. ¿Por qué? Porque él sabía que él tenía que pagar hasta el último centavo. Él tenía que sentir el dolor en plenitud, él tenía que sufrirlo todo. Él tenía que pasar absolutamente ese momento sin ninguna ayuda de ningún tipo. Él no podía protestar, él no podía quejarse, él tenía que reconocer que lo que él estaba padeciendo era absolutamente justo, necesario y efectivo. Y no podía haber intervenciones de ningún tipo que interfirieran con eso. Por eso fue que él no abrió su boca, fue manso, se dejó azotar, se dejó poner la cruz, la cargó. Hizo todo lo que le pidieron que hiciera porque era necesario que se cumpliese toda la ley.
Y todo eso lo describe: no se abrió su boca, fue quitado por juicio su generación, quién la contará. Usted ve ahí el precio y ve el proceso. Eso es lo que nosotros reconocemos en una noche como esta: el precio y quién fue que lo llevó a la cruz. Fuimos nosotros, fuimos esa raza que se apartó, que se rebeló, que hirió a Dios. Somos nosotros, cuando nosotros pecamos, cuando hacemos las cosas que sabemos que no debemos hacer. Cuando nuestra humanidad y nuestros pecados nos arrastran a hacer cosas, nosotros estamos ahí ejemplificando este pasaje. Por eso es que cuando yo hago algo que no está conforme a la voluntad de Dios yo tengo que recordar, ah, yo entiendo por qué Cristo tuvo que pasar lo que pasó.
Él estaba cubriendo ese momento ahora, en que yo estoy haciendo algo contrario a la voluntad de Dios, una gota de sangre por así decirlo de Jesús, viene y cae sobre ese momento y lo cubre, si yo estoy en Cristo e impide que yo tenga que ir al infierno porque ya él administrativamente allí, hay una vasta reserva de gracia que siempre está cayendo, salpicando momentos, acciones, circunstancias, individuos, cada vez que hay una infracción de la ley y una persona está administrativamente bajo el sacrificio de Cristo, una gota de sangre de Jesús se suelta para cubrir ese momento, siempre y cuando nosotros nos mantengamos unidos a lo que Cristo hizo en la cruz.
Precio, proceso judicial, pero también un producto, un premio, hay un premio para nosotros y un premio para él. El premio para nosotros es salvación, vida eterna, reconciliación con Dios, acceso al Padre, acceso al trono de la gracia, no hay más condenación.
Dice el escritor de Hebreos que nos acerquemos confiadamente al trono de la gracia por ese camino ancho y despejado que Cristo abrió por medio de su cruz. Ese es el premio, el premio es que tu yo ahora no tenemos que acercarnos al Padre con miedo, con nauseas de terror y de incertidumbre, no tenemos que estar ahí begging, suplicando en un sentido barato a Dios. No, podemos venir con humildad, con mansedumbre, pero podemos venir con plena confianza al trono de la gracia, y sabemos que estamos cubiertos con la sangre de Jesús. Podemos celebrar, podemos gozarnos, podemos alabar, podemos pedirle al Señor cosas buenas, podemos esperar bendición para el futuro, podemos aprender de Dios, podemos besar su nombre y esperar bendiciones, sanidades, milagros y que sus dones van a correr en nuestra vida, todas esas cosas las podemos esperar porque él se dio en la cruz del calvario.
Hay un premio para nosotros y ¿saben qué? Un premio para él también. Con esto terminamos. Miren el versículo 10 en la segunda parte de ese versículo dice, “... cuando haya puesto su vida en expiación....”
Recuerde, esto lo está escribiendo Isaías, un hombre de siglos antes de Cristo, un profeta antes de que todo eso se de. Él también sabía que algo iba a pasar con ese ser sufriente.
Dice, “...cuando haya expuesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada...”
Fíjese, a veces los profetas profetizan y no saben las plenas consecuencias de lo que están diciendo. Él solamente dice, “... vivirá por largos días...” ¿Saben qué? That’s an understatement. That’s the understatement of the ages, “... vivirá por largos días...” Cristo vive por toda la eternidad.
Dice la Biblia en Filipenses, Capítulo 2, que por cuanto Cristo se hizo sufriente y esclavo y dio su vida, dice, “... por lo cual Dios le dio un nombre que es sobre todo nombre para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla de lo que está en los cielos, en la tierra, y debajo de la tierra....”
Es decir, Dios lo exaltó hasta lo sumo, lo levantó otra vez, esa muerte, ese precio, ese sufrimiento, todo ese aspecto judicial, todo ese padecimiento era para que se cumpliese la Escritura, pero cuando se cumplió la Escritura, cuando Cristo dijo, ‘consumado es...’ ya comenzó el proceso de ya no es más el siervo sufriente, ahora tu eres mi Hijo amado, ahora yo te levanto otra vez, yo te devuelvo tu gloria, toda tu divinidad sin ningún tipo de ambivalencia, ni ambigüedades, ni complejidades y te pongo otra vez en tu trono donde tienes que estar.
“... vivirá por largos días, la voluntad de Jehová será en su mano prosperada, verá linaje...”
Óigame, ¿qué linaje tiene Jesús? Billones y billones de almas redimidas y salvadas por su sangre derramada en la cruz. Ese que nunca se casó, que nunca tuvo hijos tiene hijos espirituales por todas las edades, una humanidad salvada por su sangre en la cruz.
“... verá linaje, vivirá por largos de días, la voluntad de Jehová será en su mano prosperada...”
Hermanos, dice la Biblia que un día toda la autoridad en esta tierra que ahora está tan resistida, le será entregada en las manos a Jesucristo. Los que no lo quieran aceptar van a ser destruidos y completamente apartados y sacados de la economía humana y solamente quedarán los que doblan su rodilla ante Cristo Jesús y reconocen su señorío. Y toda la autoridad le será entregada en su mano de manera que ya no haya resistencia a la voluntad de Dios aquí en la tierra. Aún el diablo y sus ángeles serán atados y echados al lago de fuego y azufre. No habrá resistencia a la voluntad de Dios ya. Y la voluntad de Dios será prosperada en sus manos por medio de él, y entonces el Hijo tomará esa autoridad que le es entregada a él sin cuestionamiento de ningún tipo y se la entrega al Padre. Eso dice la palabra.
Un día se dará esa transacción administrativa también, y la voluntad del Padre entonces, en esta tierra no tendrá resistencia de ningún tipo, será perfectamente canalizada en los mares, en los aires, en los árboles, en los peces, en los cuadrúpedos y en la humanidad, en los planetas, en las galaxias, en el átomo, en el cosmos, y el micro y el macro cosmos, todo, la voluntad del Señor correrá perfectamente porque Cristo hizo la obra en la cruz del calvario.
Dice la Biblia que él verá el fruto de la aflicción de su alma y quedará satisfecho. Gloria al Señor. Usted se imagina cuando el Señor mira aún ahora, en esta imperfección que se llama la iglesia, y en una noche como esta, él ve hombres y mujeres y jóvenes como los que están aquí, ancianos, gente de todas las culturas, los grupos étnicos, los colores, los géneros, todo eso, aquí reunidos, adorando el nombre del Señor y él mira desde su trono así sobre la tierra y ve a congregación León de Judá y dice, ‘guau, valió la pena, valió la pena, valió la pena mi sacrificio’.
Verá el fruto de la aflicción de su alma y quedará satisfecho, pero más que eso, un día él verá a toda una humanidad redimida, cantando el cántico de los salvos y dirá ‘valió la pena, valió la pena’. Y verá una humanidad recreada, una naturaleza nueva, nuevos caminos, nuevos átomos que compondrán una materia totalmente redimida de su enemistad ahora mismo y su humillación, una naturaleza sanada, ríos que no tendrán contaminación, pájaros que cantarán con lenguajes que no podremos jamás imaginar sus notas, nosotros sanados de todas nuestras distorsiones, deformaciones, pecados, ataduras.
Hermanos, y el Señor mirará todo eso y dirá ‘Valió la pena’. Quiera el Señor en esta noche que cada uno de nosotros que está aquí esté seguro de que nosotros estamos dentro de ese plan. Quiero pedir que los músicos pasen por aquí. Quiera el Señor que cada uno de los que están aquí, tu y yo, no haya duda de lo que yo he declarado en esta noche y lo que la palabra de Dios ha declarado se aplica a tu vida porque tu hayas reconocido tu pecado, hayas reconocido tu parte en este proceso, hayas atado tu vida y tu destino y el proceso de tu vida al drama cósmico de Jesús y su cruz y que tu puedas decir ahora, ‘Yo me ato, me uno, no pongo barreras entre el drama de ese siervo sufriente y mi propio drama, su carrera y mi carrera, su destino y mi destino, su precio y mi beneficio. Y que tu digas, ‘ok, yo voy a escribir mi nombre sobre ese contrato que Dios ha descrito en el Libro de Isaías, y yo pongo mi voluntad, mi corazón y mi destino lo ato a ese drama que describe el profeta Isaías.’
Si tu no has hecho eso, por qué no hacerlo en esta noche. Yo quiero asegurarme. Voy a peinar esta iglesia ahora mismo con un peine bien fino, lo vamos a pasar por aquí, por allá arriba también, de manera que nos aseguremos que nadie se quede sin haber entrado en este maravilloso proceso que describe el profeta Isaías. Si tu no lo has hecho por qué no lo haces esta noche, por qué no recibes lo que yo he estado declarando aquí. ¿Por qué no dices, yo entiendo el proceso, yo entiendo el precio y yo entiendo el premio? Y yo me uno a eso, y yo digo, sí Señor, creo que esto me aplica a mí y pongo mi nombre y digo amen y levanto mi mano y salgo de esta noche con mi nombre escrito dentro de ese drama.
Bajemos nuestras cabezas un momento. Yo quiero invitarte en esta noche a unirte al drama que elabora el profeta Isaías. Quizás tu no lo habías entendido bien antes y estabas ahí a medias, pero esta noche tu vas a querer afirmarlo, si no lo has hecho antes, y quizás nunca lo has hecho, has estado resistiendo porque no entendías exactamente qué es lo que Dios esperaba y por qué lo hizo y qué quería alcanzar, pero esta noche tu lo has entendido y tu quieres entrar en eso. Cualquiera que sea tu situación, tu condición yo quiero darte una oportunidad en esta noche para que entres plenamente.
I want to give you a chance, young person, whoever it is. I hope everyone is paying attention to me right now. This is a very important moment and I really want you to pay attention. This is very serious. If you have not given your life and you have not acknowledged the seriousness of what we are elaborating here, I want to ask you to really take a step of faith and unite yourself to this drama that has been presented here.
Yo quiero que des un paso de fe en esta noche, si no lo has hecho antes y que oremos contigo y que todos oremos para unirnos a esta situación que describe aquí el profeta Isaías. Si hay alguien esta noche que siente que quiere dar ese paso de fe y que necesita darlo, quiero que levantes tu mano para orar por ti. Amen.
Esa jovencita allí detrás, también.
Yes, that’s fine. No, lift your hand. That’s beautiful, that’s beautiful.
Aquí hay una mano que se levanta también. Allí atrás hay otra mano que se levanta. No sé si arriba también, levante su mano, aquí, este varón, este joven aquí también. Gloria al Señor.
¿Alguien más? Levante su mano sin temor. Recuerde, es importante que nosotros entremos en estos dramas y que recordemos la importancia de ellos. No subestimemos la importancia de estas cosas. Levantar la mano puede parecer algo raro y sin consecuencia, pero es bien importante en términos espirituales.
Y no te preocupes, poco a poco Dios irá llevando tu vida hacia un entendimiento pleno de lo que esto quiere decir, pero yo te invito en esta noche a hacerlo. No te preocupes, no es con León de Judá que tu estás haciendo el compromiso, recuerda eso, es con el Evangelio que ha sido predicado, de donde sea que tu vienes, eso es importante. Hay una diferencia entre esta iglesia y el drama de Cristo. Tu te estás uniendo al drama de Cristo. Muy importante esa diferencia.
¿Alguien más que quiera unir su vida al drama de Jesús y al proceso de Jesús? Yo te bendigo, mi hermana, allí también. Eso está bien, no temas, no hay que avergonzarse. Oh, Señor Dios nos libre de tener miedo. Amen. Gloria a Dios. Mire qué lindo esta joven aquí mismo, cantando y quiere asegurarse de confirmar eso en su vida. Eso es bello, eso es bello.
Quiero que den otro paso de fe. Pasen por aquí adelante, esas manos que se han levantados. Hermanos, vengan con alguien, que alguien le acompañe. Vengan por aquí, alguien que esté cerca de ellos que sea de León de Judá, acérquese a ellos. Vengan acá un momentito.
Pase por aquí hermano, venga aquí. No tema y alguien que venga con ellos de la iglesia y les acompañe y ore con ellos en señal de solidaridad, solidaridad con estos hermanos, diciéndole te acompañamos y te bendecimos.
Vengan por acá y que haya alguien al lado de estas personas para orar por ellos en esta noche. Si hay alguien más que quiera dar ese paso de fe, venga por aquí, nunca es excesivo dar este paso, yo creo.
It’s never too much to acknowledge our unity with the drama of Jesus Christ and his crucifixion. There’s something always very beneficial when we declare that. So, just come forward.
Ven por aquí y adora al Señor y declara tu afiliación con lo que Cristo ha hecho.
I’m so glad to see this young lady right here who’s coming forward. I’m glad.
Me alegro que hiciera eso y te bendigo en el nombre de Jesús, niña. Para el Señor es bien importante tu mano que se levantó también. Gloria a Dios.
Te adoramos, Señor, te bendecimos.
I’m so glad to see these young children coming forward as well, it’s very powerful, very important, very important.
Gloria al Señor. Gracias padre, te adoramos. Entrega tu vida al Señor y dile ‘Señor, yo reconozco que yo me he descarriado como una oveja perdido. Yo me he descarriado. Yo he contribuido a tu crucifixión. Tu moriste por mí, tu moriste para cubrir mis pecados, mis ofensas, mis excesos, mis deslices, mis fracasos. Tu hiciste eso por mí y yo lo causé porque si yo no lo hubiera hecho, tu no hubieras tenido que hacer lo que hiciste.
Yo reconozco esto. ¿Tu entiendes? Ahí en tu corazón di, ‘Señor, yo reconozco que te ofendí aunque no lo había hecho, no había nacido cuando tu moriste en la cruz, pero tu sabías que yo lo iba a hacer, pero ahora en esta noche, yo reconozco que tu sangre me cubre, tu sacrificio me justifica, me sana, me bendice, mis pecados son perdonados, mi vida es cambiada. El diablo no me puede seguir acusando. Los pecados que yo he cometido en el pasado de hoy en adelante ya no cuentan en tu relación conmigo, ya ningún demonio puede venir a decirme, ‘mira, tu robaste, tu mataste, tu adulteraste, tu hiciste algo indebido,’ Ya eso no tiene importancia ahora al tu reconocer que Cristo murió por ti y que trajo sanidad y perdón a tu vida.
Ahora tu estás bajo una administración diferente. El diablo no puede acusarte. El fiscal espiritual de la humanidad no puede venir ante el trono de Dios y decir, ‘él ha pecado, tiene que condenarlo’, porque hay un defensor que dice, ‘sí, pero yo pagué con mi sangre el precio de su pecado, así que él está justificado, ella está justificada, está sanado’.
Puede pedir sanidad, puede pedir felicidad, puede pedir perdón, puede pedir gozo, puede pedir paz, puede esperar bendición, puede esperar un futuro brillante, puede esperar que mi espíritu, dice Dios, va a morar en el corazón de él o de ella, porque ya estamos bien, estamos reconciliados.
Eso es lo que tu estás ahora mismo experimentando en tu vida.
God is touching you. God is blessing you. God is doing something beautiful in your life. He is entering into your heart and he is blessing you in very beautiful ways and you’re going to grow up to be powerful men and women of God because he is with you and he is blessing you right now. ¡Aleluya!
Dale gracias al Señor por lo que él ha hecho, y dile, ‘Señor Jesús, te recibo en mi corazón’. Dile, ‘Señor Jesús, te recibo en mi corazón y yo reconozco que tú eres Dios y reconozco que tu eres Señor de mi vida y que también eres salvador de mi alma. Y reconozco que he pecado contra ti y que te he ofendido y he quebrado tus leyes pero hoy reconozco que tu me has perdonado y me has sanado y has cancelado mi deuda con tu sangre en la cruz y te doy gracias y te invito a entrar a mi corazón.’
Invita a Cristo a entrar en tu corazón. Di, ‘entra a mi corazón, Señor Jesús. Entra a mi corazón, Señor Jesús’, dile ‘y entra con tu Espíritu Santo, entra con tu Espíritu Santo’. Pide al Espíritu Santo que entre en tu vida ahora mismo.
Y yo voy a pedir que los que están orando allí. Impongan sus manos sobre esas vidas y di ‘declaro sobre ti el Espíritu Santo’. Diga eso, ‘declaro sobre ti el bautismo del Espíritu Santo’. Dilo, ‘declaro la llenura del Espíritu Santo’, dilo. ‘Declaro la llenura del Espíritu Santo en ti’. Di ‘declaro el bautismo del Espíritu Santo’.
Y esos que han aceptado a Cristo, digan ‘Recibo el Espíritu Santo’. Diga eso, ‘Recibo el Espíritu Santo’. Diga conmigo, ‘recibo el bautismo del Espíritu Santo’. Dígalo así, ‘recibo el bautismo del Espíritu Santo en mi ahora.’ Dígalo así. ‘Recibo al Espíritu Santo dentro de mí’.
Y dígale al Espíritu Santo ‘Lléname, Espíritu Santo, lléname Espíritu Santo, bautízame Espíritu Santo’, porque él entra a bautizarte ahora también, él entra a ocuparte y entra a bautizarte. Recibe el Espíritu Santo también. ¡Aleluya!
Recibe el bautismo del Espíritu Santo. Yo declaro la llenura del Espíritu Santo dentro de ti. Y recíbelo, recíbelo, recibe el bautismo, la llenura del Espíritu Santo. Se está moviendo dentro de ti, ¡Aleluya! Te está bautizando con fuego del espíritu de Dios. Alaba al Señor ahora. Glorifica al Señor.
Dile, ‘gracias, Señor, te alabo, te bendigo, te glorifico’.
Pónganse de pie, hermanos. Declaren la llenura del Espíritu Santo sobre estos hermanos. Gloria al nombre del Señor. Declare la llenura del Espíritu Santo sobre ellos. Oh, en el nombre de Jesús ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya! Gloria al nombre de Jesús. Alaba al Señor, alaba al Señor. Tienes autoridad para hacerlo, tienes autoridad. Alaba al Señor. Glorifica al Señor. ¡Aleluya!
Tú eres un hijo de Dios, una hija de Dios. Tienes el espíritu de Dios dentro de ti ahora. Usa ese espíritu y glorifica el nombre de Jesús. Gloria al nombre de Cristo. ¡Aleluya! Fuego del espíritu, bautismo del espíritu, llenura del Espíritu Santo sobre el pueblo de Dios.
Oh, lo declaramos en el nombre de Jesús. Unge, Señor, unge con tu espíritu, unge con tu espíritu, Señor. Gracias, Jesús, gracias, gracias, gracias, Jesús. Alaba al Señor, dile, estoy libre, soy libre, soy libre. Decláralo con tu boca en esta noche. Eres libre en el nombre de Jesús. ¡Aleluya! Gracias Señor Jesús, te adoramos, te bendecimos.
Eres libre, eres libre. Camina como una persona libre y llena del Espíritu Santo. Camina como una persona que tiene autoridad en esta noche. El Espíritu Santo está entrando en tu vida y te sana, dice el Señor, te libera, te da un nuevo corazón, una nueva mente, te da gozo en tu alma para alabar al Señor y servirlo. ¡Aleluya!
Lo declaro así en el nombre de Jesús. El pasado no tiene ya importancia en sus vidas. Están libres en el nombre de Jesús. Alabado sea el nombre del Señor. Declaramos unción de Dios en este lugar. Deje que el espíritu corra dentro de usted también, alabe y glorifique al Señor. Somos libres por su cruz, somos libres por su sacrificio, somos libres por el precio que él pagó. ¡Aleluya! ¡Aleluya! Hay libertad en el pueblo de Dios.
Hay sanidad, hay esperanza, hay gozo, hay vida, hay triunfo, hay victoria, porque Cristo ganó esa victoria en la cruz del calvario por nosotros. ¡Aleluya! Alabado sea el nombre, alabado sea el nombre, alabado sea el nombre de Jesús. Glorificado sea el que vive y reina para siempre. A él la gloria y la honra.
Santo es el nombre del Señor. Santo es el nombre del Señor. Pueblo, llénate del poder de Dios, llénate de la gracia de Dios en esta noche. Gloria al nombre de Jesús. Denle un gran aplauso al Señor. Santo es el nombre del Señor. ¡Aleluya!
El don de lenguas (parte 2)
TRANSCRIPT
Vamos a la palabra del Señor. Les invito a abrir sus Biblias en Primera de Corintios, Capítulo 14. ¿De qué habló el pastor la semana pasada? Me gusta preguntar, solo para estar seguro que no hemos olvidado de semana en semana de lo que se habla. El pastor está haciendo una serie de predicaciones y enseñanzas de los dones del Espíritu Santo. Y él estaba hablando del don de lenguas la semana pasada y vamos a hacer la parte dos a esta enseñanza.
Así que una vez más, sabe que hay algunas iglesias que solamente hablan de lenguas. ¿Tu crees que es la salvación misma que hablan en lenguas tanto? Yo creo que no es problema aquí, decir la verdad, a mis 13, 14 años aquí, el sermón fue para mí fue el primero que yo escuché al pastor hablar de eso y yo sospecho que todavía hay mucha confusión y preguntas y desacuerdo y muchas cosas aquí. Tenemos una congregación bien variada, hay mucha gente nueva y yo he sentido al Señor seguir con ese tema, hacer la parte dos, así que nosotros a veces nos llamamos, somos bautistas aquí.
¿Alguien sabe cuál es nuestra denominación? Saben que, yo diría que por lo menos la mitad no sabe que somos bautistas americanos. ¿Por qué? Porque nos portamos más como pentecostales en el sentido del Espíritu Santo y la adoración y los dones del espíritu. Nos llamamos a veces bauticostales, por eso, ¿no? Bautistas confundidos, como yo soy un gringo confundido, somos bautistas confundidos, nos creemos pentecostales.
Es lindo, tenemos de los dos trasfondos: lo bautista enfatiza mucho la palabra, estudiar, pensar. Los pentecostales enfatizan el mover del Espíritu Santo juntamente con el estudio de la palabra. Nosotros creemos que podemos hacer ambas cosas, estudiar la Biblia, ser gente sobria y pensadora y también ser personas locas para Jesús, llenos del Espíritu Santo, que mueven en los dones. Así que por eso quiero hablar otra vez de ese don.
Y quiero comenzar con un testimonio de cuando yo tenía 16 años. Yo era católico, un joven, crecí en la iglesia católica, una familia linda, gracias a Dios. Mi mamá me llevó a la iglesia y unos primos me invitaron a pasar el verano con ellos. Y ellos eran pentecostales. Mi tía, buena católica, mi tía cuando yo era bebé me decía, ‘tu serás sacerdote, tu serás sacerdote’, así que algo se confundió en la transmisión, casi salió, casi, algo así.
Así que fui a estar con ellos. Ella me dice, ‘tu no te vas a poner pentecostal este verano. Tu eres católico, pero para jugar en el equipo de softball tenés que asistir a su iglesia’. Dios usa sus manera de entrarnos en su casa. Así que yo, 16 años, me congregaba en esa iglesia donde la gente gritaba, ¡Aleluya! Levantaban las manos, predicaban de la palabra y hablaban de una relación personal con Jesús.
Y a mí me gustaba mucho, fíjate, los sermones porque me gustaba escuchar enseñanza directa de la palabra, pero estaba un poquito incómodo con todo el revolú durante los cultos. Pensaba que esa gente estaban medio loca. Y yo recuerdo un día, durante ese verano, el pastor estaba predicando, fue un sermón lindo de sufrimiento en la vida cristiana y cómo Dios está con nosotros. Y al final, había un tiempo de oración, y yo sentía algo pero medio raro, algo diferente. Fue como si fuera como un tingling, no sé la palabra en español, como una agüita comenzando a fluir. Y yo me puse ahí mirando al piso y había un momento de tranquilidad, todo el mundo callaba por un momento y una señora latina, no era una iglesia latina, pero una señora latina se puso de pie y comenzó a hablar en otro idioma y yo, 16 años, pensé ‘será español’. Y no era, ‘será francés’, no era, ¿qué será? Será suahili. Yo no sabía, ella hablaba, hablaba, y mientras ella hablaba yo sentía algo, guau, eran palabras que entraban a mi corazón.
Y después había otro momento de paz y tranquilidad. Y otra persona se levantó y dio un mensaje en inglés, esa vez, un mensaje poderosísimo que hablaba como agregaba al sermón que Dios está con nosotros en las aflicciones. Y yo me quedé, me encontré como medio llorando un poco, y yo pensó ‘¿pero qué estará pasando conmigo?’ Yo no entendí eso.
Después yo pregunto a mi primo, que me había invitado a la iglesia. ‘Pero Mateo, ¿qué fue eso? ¿Y por qué habló en ese idioma, era español?’ Él dice, ‘no, no era español’. Y Yo le pregunto, ‘¿qué idioma era?’ Él dice, ‘ay, no sé, tal vez un idioma angelical’. ¿Un idioma angelical? ¿Pero cómo? No sabemos, ella habló en un idioma desconocido, un don de lenguas. Y era un idioma y yo le pregunté a mi primo, y ella entendía lo que decía. Y él dijo, ‘oh, no, no, no, por eso tuvimos que esperar una interpretación del Espíritu Santo para darnos un mensaje’.
Y él abrió la Biblia, libro de Corintios, vamos a leer el texto. Y yo como, ¿pero qué? ¿Pero por qué? Si Dios, ¿pero por qué no nos habló en inglés, por qué todo ese lío y en un idioma que ella no entiende? Pero, no entendí. Pero te digo, esa experiencia me chocó, porque para mí Dios era.. yo creía en Dios, yo rezaba mis rosarios, tenía mi fe en Dios, creía en Jesús, pero para mí él era alguien lejos, lejos. No era tan presente que pudiera dar la capacidad de hablar en un idioma desconocido. Para mí eso no era parte de mi entender de la vida cristiana. Así que esto me chocó y comenzó un proceso para mí de aprender que Jesús estaba muy, muy cerca y que yo podía aceptarlo como mi Señor y salvador. Y después encuentro que algunos católicos creen lo mismo que hablan en lenguas, que han aceptado a Jesús; se llama la renovación carismática y todo eso.
Pero después yo acepté a Cristo, llegué a ser cristiano y esto me transformó la vida. Y era observar en acción el don de lenguas. Y yo quiero hablar más de eso hoy, porque yo siento que hay confusión todavía. La cosa es que hay personas que creen que los que tienen cierto don del Espíritu Santo son mejores que otras personas. ¿No sé si tu has sentido esto alguna vez, que un amigo tuyo comienza a hablar en lenguas y te hace a ti sentir como si fueras un cristiano de segunda clase? ¿Tu has estado en estos aviones que tienen la sección de primera clase, y después todos los otros, los normales tenemos que ir atrás en el avión y estar apretado e incómodos. Solo son los especiales que pueden estar al frente del avión.
Hay algunos que hacen sentir a los demás como si los que hablan en lenguas son cristianos de primera clase y los que no, son ciudadanos del Reino tal vez, pero ahí en la puerta nomás, no son de verdad, los especiales del Señor. Y por eso tenemos nuestras defensas a veces.
Hay otros que insisten que todos tienen que experimentar exactamente lo que uno mismo ha experimentado. Para mí pasó que yo comencé a hablar en lenguas cuando estaba en mi carro manejando, así que tu también te tienes que meter en el carro, comenzar a manejar y el Señor te va a dar ese don también, y sino, falta la fe. No tienes suficiente fe. Así que hay estas malas concepciones.
Hay otras iglesias, y yo tengo amigos fíjate que han experimentado eso, que hasta enseñan cómo hablar en lenguas, enseñan. Dicen, ok, solo diga conmigo babbabababa hasta que se te salga la palabra. Y fíjate, yo tengo amigos que han recibido el don de esa manera, así que no voy a .... Dios puede hacer lo que él quiera, pero no hacemos eso aquí.
El don de lenguas para definirlo. Hay algunos nuevos que están pensando, ‘¿y por qué está hablando b de lenguas? ¿Por qué, qué es eso? Don de lenguas es la capacidad dada por el Espíritu Santo para orar, adorar o profetizar en un idioma desconocido al mismo hablante.
Don de lenguas es la capacidad dada por el espíritu de orar, adorar o dar un mensaje en profecía en un idioma que la persona misma que está hablando no entiende lo que está diciendo. Eso es el don de lenguas y nosotros sí creemos que es un don especial en el sentido de que es un don más generalizado en el cuerpo de Cristo.
Sabemos que hay muchos dones, pero no todo el mundo tiene cada don. Y es así con el con de lenguas también. Pero el don de lenguas parece ser algo diferente en el sentido de ser un don más generalizado, un don que es más para la iglesia total. No es que todos los van a recibir en la misma manera, pero significa que más van a hablar en lenguas, que los que van a ser llamados no se qué, a tener un ministerio apostólico, o de enseñanza. Es algo un poquito más general.
Lo otro que creemos es que es para la edificación, que ayuda a la gente a ser cristianos más cercanos al Señor, que hubieran sido si no tuvieran el don a veces. También hemos visto que es un don que funciona a veces como el portal a un lugar ambiente espiritual para la persona y por eso hablamos de eso mucho. Amen.
Así hay mucho, sabe vamos a orar primero y después vamos a seguir adelante. Padre, en el nombre de Jesús yo te doy gracias que tu quieres estar bien cerca con nosotros. Señor, gracias que tu nos amas tales como somos, gracias que tu no quieres ser un Dios lejanos sino un Dios cercano. Yo te pido por claridad en este tiempo que vamos a compartir, Padre, que puedas contestar algunas preguntas y darnos paz en este asunto. Y yo te pido que sea para la transformación de muchos de nosotros. Háblanos hoy, te pido. Háblame a mí. Yo quiero escuchar de ti, en el nombre de Jesús. Amen.
La semana pasada hablamos de bebés hablando en lenguas. Yo creo que tengo uno que lo hace. Pero te digo, hay una palabra que sí tiene significado. Él ha comenzado a decir ‘dada’, oh, oh. Siento la unción cuando él dice así. él dice ‘dada’ lo demás es baba. No tiene ningún significado.
Algunos piensan que hablar en lenguas es hablar idioma de bebé. Y puede ser, en el sentido de que es esa misma ternura que inspira en Dios cuando hablamos en lenguas. Pero es diferente porque es un idioma conocido. Como estaba diciendo, yo creo que hay una variedad de perspectivas que tenemos en la iglesia, somos si no te has fijado, una iglesia bien diversa. Tenemos personas de muchos países diferentes, de muchos trasfondos diferentes, de muchos trabajos y niveles socio económicos muy diferentes. Tenemos aquí entre nosotros algunos que eran pentecostales, que están en recuperación, ellos dirían. They’re recovering pentecostals. Porque tal vez estaban en iglesias que eran tan y tan a rajatabla con ellos que dicen, ‘ah, nunca jamás, quiero estar libre de eso’. Algunos reaccionan y van al otro extremo y dicen, ‘Gregory, no me hables de lenguas porque esto me trae malos recuerdos’.
Fíjate que amamos a los pentecostales, tenemos mucho compañerismo con ellos. Pero hay algunos que tienen defensas, tal vez cuando eran niños pusieron manos sobre ellos y clamaban en lenguas por ellos, y trataban de obligarlos a hacerlo. Y eran experiencias tan negativas que la gente queda con defensas puestas.
Hay otros que han venido de iglesias más conservadoras que enseñan mucho la palabra y se les ha enseñado a la gente a tener mucho cuidado de emocionalismo, que en iglesias carismáticas pentecostales, que la gente está loca, no se basa en la palabra, así que cuidado con eso. Nosotros somos pueblo de la palabra, dicen. Y por haber salido de este trasfondo muchos tienen también sus defensas puestas, dicen ‘ah, ah, me han enseñado a tener cuidado de eso, así que no digo que no es de Dios pero mn, no es para mí’, tienen sus defensas puestas.
Hay otros que son nuevos aquí que en este momento piensan que yo estoy medio loco. Gregory parece tan normal, vives aquí en Boston, eres normal y aquí estás hablando de hablar en otro idioma.
Hay algunos que tal vez tu crees que es de Dios pero es algo tan raro que jamás pensarías que sería para ti. Porque no quiere hacer las cosas raras, no quiere violar la dignidad personal y piensan, no es para mí.
Y hay otros que tienen mucha fe en el Señor y han buscado del Señor por muchos años, oran por horas cada día, y nunca experimentaron ese don, y dicen ‘¿y Gregory, a mi qué? ¿Qué pasa, por qué Dios no me da ese don a mí?
Dondequiera que tu estés yo te animo a abrir el corazón un poco y saber que Dios tiene algo para ti. Y saber que va a escuchar lo que Dios tiene. Tal vez no es para hablar en lenguas hoy o mañana, pero Dios quiere que escuchemos. Así que yo te animo a abrir el corazón y recibir lo que él tiene. Dios siempre ha estado en el negocio de derramar su espíritu sobre su pueblo. Esto no es nada nuevo, y no es solamente para el Nuevo Testamento. En el Antiguo testamento había hasta artesanos que edificaron el tabernáculo y Dios derramó su espíritu sobre ellos con un espíritu de sabiduría en diseño, en la gráfica, para hacer cosas, para edificar el mismo tabernáculo del Señor.
¿Quién sabe el nombre de ellos? ¿Alguien sabe? Lo puede gritar. Los hombres ungidos para edificar el tabernáculo con el Espíritu Santo, Ojaliab, tenemos un erudito y Besaleel. Hermanos, esto es lindo. Tu sabes que el espíritu te puede ungir hasta para poner flores. El espíritu te puede ungir para pintar una pared, para diseñar un edificio. Puede pasar.
Después el espíritu ungió a Moisés y Moisés llegó un punto de sentirse muy solo en el ministerio, ya no pudo más. y él dice, ‘ya Dios no puedo bregar con toda esa gente, ¿quién soy yo? ¿Su mamá?, él dijo. Lo mismo, él lo dijo así, what am I their mother? Como un buen judío, un buen hebreo. Y después Dios dice ‘Aparta 70 de ellos y yo voy a tomar el espíritu que está en ti y yo voy a poner a estos espíritus sobre ellos’. Y Dios lo hizo.
La misma unción se transmitió de Moisés a los ancianos y profetizaron cuando sucedió. Hay un principio en eso. Muchas veces la llenura, unción del Espíritu Santo es contagiosa, por eso me gusta pegarme a personas ungidas, me gusta hacerlo, porque yo quiero contagiarme de lo que tienen. De verdad, yo me pongo a veces al lado de personas, enséñeme con quién andas y .... Es así, más con espíritu porque se te pega esta unción. De ahí entra el mentoreo, uno se acerca, se ora por uno y se transmite.
Después en el Viejo Testamento teníamos jueces. Sabemos los nombres del algunos jueces: la mujer jueza, Deborah, ese hombre que tocó la trompeta, ¿tu sabes quién tocó la trompeta, no? Shofar. Gedeón.
La palabra dice que el espíritu se vistió de Gedeón, el espíritu se arropó de Gedeón. También con uno que también tenía sus complicaciones, un hombre que tenía sus tentaciones en la vida, Sansón, que la palabra dice que el espíritu inquietó a Sansón para liberar su pueblo, aunque tenías sus defectos también tenía una unción muy especial.
Y después, dice la palabra que el espíritu se apoderó de él para matar un león y después tener fuerzas para la batalla. Había unción para hacer la obra del Señor. Dios derramaba su espíritu sobre personas para cumplir su ministerio.
Y después sucedió con los reyes. ¿Cuántos saben de dónde viene la palabra ungido o unción? Viene de los profetas que se acercaban a los reyes con un frasco de aceite y derramaban el aceite sobre el rey, la persona designada como rey, pero no era un poquitito de aceite, era suficiente aceite para mojar la barba del sacerdote, cuando lo ungieron a él. Así que lo ungieron y era el ungido del Señor, y cuando derramaban el aceite era símbolo de la unción del Espíritu Santo sobre él.
Sabe que hay una palabra en griego para la palabra ‘ungido’, es la palabra ¿quién sabe? ¿Alguien sabe eso de discipulado, la palabra griega para ungido, el ungido? El Cristo. Saben que Jesús tienen, no un apellido, Cristo. Algunos piensan que Cristo es el apellido de Jesús. Jesús Cristo, José Cristo, María Cristo. No era así. Es Jesús el Cristo, Jesús el ungido rey, ungido por el Espíritu Santo para ser el rey. Es el Mesías que es la palabra en hebreo para unción.
Así que siempre en el Antiguo Testamente hablaba de la unción del Espíritu Santo hasta llegar a Juan el Bautista, en el Nuevo Testamento. Y Juan predicaba, yo estoy aquí bautizándote con agua, pero viene uno después de mí que te va a bautizar con el Espíritu Santo y en fuego. Y la gente decía, ‘bautizarnos con el Espíritu Santo’. Y él dice, ‘la persona que yo te señalo, que yo veo el espíritu cayendo sobre él, es la persona que va a bautizar con el Espíritu Santo’.
¿Y cuántos sabemos lo que pasó con Jesús cuando fue bautizado? Él sube de las aguas y el Espíritu Santo cae sobre él como paloma. Y él y una voz de los cielos, ‘Este es mi hijo amado’, es un juego de palabras para David. Es mi hijo amado, mi David, mi rey. Escúchalo a él, haz caso a él. Y él fue ungido con el espíritu y salió al desierto para ser tentado y después predicó e hizo milagros y cumplió su ministerio.
La unción, cuando él terminó su ministerio.... ahora, si te das cuenta, estamos haciendo un recorrido de la Biblia un poquito. ¿Están conmigo? Yo sé que hay que usar... ¿saben qué? Hay que usar el cerebro, hay que concentrarse un poquito en eso porque quiero que entendamos el contexto de todo eso.
Así que llega al final. Jesús es crucificado y después como vamos a celebrar este fin de semana, se levanta de los muertos y aparece a los Apóstoles y les dice, ‘antes de salir a predicar yo los envío, pero antes espera en Jerusalén un tiempo, espera porque yo les voy a enviar lo que he prometido. Todavía no es tiempo, yo no quiero que tu salgas en tu propias fuerzas para hacer las cosas a tu manera, espera porque algo viene que va a darte poder.’
Y la palabra dice, y me encanta como dice eso, que ellos preguntan ‘¿Y ahora tu vas a ser el rey? Y él dice, Juan ciertamente bautizó con agua, más vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días, y recibiréis poder cuando haya venido sobre ustedes el Espíritu Santo, me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra’.
Tu vas a recibir poder. No vas a tener que hacer esto en tu propias fuerzas. No les voy a dejar huérfanos. Yo tengo algo para ti, que esto va a dar un viento detrás de ti.
¿No se cuántos han tratado de remar en el agua cuando no está solo en un kayak o algo así? Y cuántos han podido tener el lujo de estar en un sail boat, un velero con un viento detrás moviéndolo. Él dice ‘mira, viene un viento que te va a soplar, que te va a dar poder para hacer lo que yo te he mandado’.
Así que se cumple y vamos juntos al Libro de Hechos, y vamos a hacer un estudio rápido, a vuelo de pájaro, de Hechos 2. Yo necesito don de lenguas en español, necesito, Señor, dámelo. Hechos 2. Jesús ya les dijo, ‘tiene que esperar, no salgan a lo loco. Espera’. Y dice en Hecho 2 versículo 1:
“....Cuando llegó el día de Pentecostés estaban todos unánimes juntos y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la cosa donde estaban sentados y se les aparecieron repartidas como de fuego asentándose sobre cada uno de ellos, y fueron todos llenos del Espíritu Santo y comenzaron a habar en otras lenguas según el espíritu les daba que hablasen. Y moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos de todas las naciones bajo el cielo y hecho este estruendo se juntó la multitud, estaban confusos porque cada uno les oía hablar en su propia lengua, y estaban atónitos y maravillados, diciendo ‘Mirad, no son galileos todos estos que hablan, ¿cómo pues les oímos nosotros hablar cada uno nuestra lengua en la que hemos nacido? Partos, medos, elamitas, mesopotamia, después todo un listado de naciones y después el versículo 11
“... cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios. y estaban todos atónitos y perplejos diciéndose unos a otros ‘¿qué quiere decir esto?’ Más otros, burlándose decían, ‘están de mosto’
Mosto, tengo entendido, significa vino. Así que el día de Pentecostés viene un viento que sopló sobre ellos, fuego apareció un poquito de fuego sobre cada uno. Sabe que en discipulado tenemos una ilustración de los discípulos, Apóstoles en el día de Pentecostés y cada uno tiene un fueguito sobre su cabeza y nunca olvido una hermana que se asustó con eso y ¿por qué tiene toda esa gente quemándose aquí en esa foto? No sabía la historia y piensa, ¿pero qué terrible por qué se están quemando cada uno? Pero era fuego que no quema, como el fuego que estaba en la zarza ardiente, que no consume pero está ahí. Fuego, viento, comienzan todos a hablar en otras lenguas, otros idiomas, los entienden todos los que están ahí. Algunos están confundidos, los demás están volando y piensan que están locas, o que están borrachos.
Fíjate, esto sigue hoy en día. Cuando Dios derrama su espíritu y hay manifestaciones hay algunos confundidos, hay otros que piensan pero esta está loca de verdad. Y tal vez sí está loca pero también está llena del Espíritu Santo y bendecida. Y esto es lo que pasa.
Así que Tenira se pregunta ¿el Apóstol Pedro dice ‘esto que estás observando es lo que habló el profeta Joel que los últimos días derramaré mi Espíritu Santo sobre todas carne, ya no más solamente un profeta, ya no más solamente un sacerdote o un juez, ahora, como Moisés el espíritu fue transmitido de él a sus ancianos, ahora Jesús puede derramar el espíritu pero no solamente sobre líderes, sino sobre carne, ancianos, niños, esclavos, reyes, presidentes, todos serán recipientes del Espíritu Santo, en los últimos días. Así que era algo especial, una época de la unción del Espíritu Santo que era una señal que el rey Mesías ha llegado y está derramando el espíritu de Dios para extender su Reino.
Así que la gente se asustaba y dijeron, ‘¿qué hacemos?’ Y Pedro les predica el Evangelio tres mil son convertidos, tres mil ese mismo día, ese mismo Pedro que estaba atemorizado por una sierva que le pregunta ¿y tu estabas con Jesús? Dice, Yo no, yo, no. Un hombre asustado, tímido, guau, no era tan tímido, pero asustado, sí. Y después era un predicador ungido, tres mil personas convertidas en un solo día.
Después esto seguía pasando, cuando los discípulos se esparcieron en cada lugar donde iban predicaban el Evangelio y ese mismo espíritu fue derramado sobre la gente. Vamos a saltar a Hechos 10. El Apóstol Pedro llegó a la casa de Cornelio, un gentil, un no judío y Pedro está predicando el Evangelio a él y mientras él le está predicando, en versículo 44,:
“... Mientras aún hablaba Pedro esas palabras el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso y los fieles de la circuncisión que han venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo...”
Porque los oían que hablaban en lenguas y que magnificaban a Dios. Entonces respondió Pedro, ‘¿Puede acaso alguno impedir el agua para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros. Y mandó bautizarse en el nombre de Jesús y rogaron que se quedase por algunos días. ”
Mientras él predicaba fffff.. una ola del Espíritu Santo sobre ellos, se desató un revolú santo. Comenzaron a hablar en lenguas todos los que estaban ahí. Recibir el don del Espíritu Santo. Así que esto no sucedió solamente en el día de Pentecostés, sino que se repitió cuando ellos seguían predicando el Evangelio. Lo mismo en Éfeso, y es más en este versículo Hechos 1:8, dice que ustedes serán testigos en Jerusalén, en Samaria, en toda Judea, y hasta los fines de la tierra.
Si tu estudias el libro de los Hechos, en cada uno de estos lugares hay otro Pentecostés. En Jerusalén hay Pentecostés, predican. Después van a Judea y el espíritu se derrama cuando predican el Evangelio. En Hechos 8, Felipe va a Samaria, el Espíritu Santo se transmite a los convertidos. Después llega hasta los fines de la tierra en Éfeso en Hechos 19.
Sabe que hay algunos que creen que esta época del Espíritu Santo ya ha terminado, que ya no sigue más. Sucedió una vez los dones del espíritu, y ellos tienen buena lógica, fíjate. Algunos maestros que yo quiero mucho creen eso, así que yo no lo digo para criticarlos, pero ellos dicen que Jesús murió una vez para siempre. Se levantó una vez para siempre, salió a los cielos una vez para siempre, y derramó su Espíritu Santo Pentecostés una vez para siempre. Amen.
Yo estoy de acuerdo con eso. Lo único diferente es que Jesús se levantó una vez para siempre y derramó el Espíritu Santo una vez siempre, pero lo derramó en una manera que se repetía, se repetía. Pasó en Pentecostés, pasó otra vez en Samaria, pasó otra vez con Cornelio y la gente en su casa, pasó otra vez en Éfeso, y el Libro de Hechos si tú lo lees, termina con una frase casi incompleta. Termina que tu estás esperando el fin, cuando tu lees una historia termina normalmente diciendo, ‘the end’, ya terminó, se terminó la historia. Si tu lees el libro de los Hechos tu verás que está predicando pablo unos días abiertamente sin impedimento, y ¿qué? No termina, él sigue predicando, predicando, predicando, y después nosotros seguimos predicando, predicando, predicando. El libro de los Hechos no ha terminado, hermanos.
Está escrito, no quiero que nadie me escriba otro Capítulo más, pero fíjate, yo vi un t-shirt que me gustó, que dice ‘Yo estoy viviendo Hechos 28:29’. Y el último versículo de los Hechos es Hechos 28:28. Lo que él estaba diciendo con esa camiseta que me gustó mucho, es que vivimos la aventura del Libro de los Hechos está siguiendo con nosotros. Se derramó el espíritu ahí y sigue derramándose más y más y más y cada vez que se predica el Evangelio se repite Pentecostés en otra manera.
Y hermanos, nosotros somos parte de eso. Somos parte de eso. Y somos una parte muy especial de eso porque estamos viviendo en una época de renacimiento de ciertos dones del Espíritu Santo en una manera especial. Comenzando, durante toda la historia habían movimientos de avivamiento, pero sabemos que la iglesia se apartó un poco y después Dios lo ha renovado en cada generación lo renueva más y más, en la reforma lo renovó. Después había movimientos de avivamiento, después en el año 1900 había un fenómeno, algo misterioso que comenzó a suceder, no solamente en una parte del mundo sino en varios países a la misma vez. Pasó en un lugar que se llama Armenia, pasó en un lugar en Kansas, pasó en India, personas comenzaron a recibir el don de lenguas otra vez, sin comunicarse entre sí habían movimientos de personas recibiendo ese don y hablando en lenguas. Había un hombre, un predicador pobre, afro americano en Kansas que estaba con un grupo de su gente, oraban en la vísperas de año nuevo, 1900, en Topeca, Kansas, y ahí entre su grupo una señora comenzó a hablar en lenguas. Ella impuso manos sobre él y él comenzó a hablar en lenguas. Toda el grupo que estaba ahí comenzó a hablar en lenguas.
Él, su iglesia creció, creció, creció, después él fue a Tejas, abrió una escuela y un hombre con el apellido Seamore también recibió este don. Él fue a la ciudad de Los Ángeles y comenzó un tiempo de oración, fue en 1906 y comenzó un tiempo de oración con su pueblo. Y en abril 9, 1906 se derramó el Espíritu Santo sobre este grupito en una manera tan especial que se derrumbó la casa donde estaban orando. Es que si tu crees que nosotros somos alborotados, esto no es nada. Gracias a Dios, todos vivos, nadie fue herido, gracias a Dios. No sé cómo sucedió.
Así que tuvieron que abrir otro lugar en una calle que se llamaba Azuza Street y comenzó un avivamiento de ese don de lenguas. La gente de Armenia vinieron, inmigrantes a Los Ángeles, y dijeron ‘pero esto nos pasó a nosotros 10 años atrás’.
Se escuchó que la gente en India con unos misiones ingleses, bien tradicionales, bien organizaditos comenzaron a hablar en lenguas en su misión en India entre un grupo de niñas en una escuela que tenían. Y ellos también dijeron, ‘mira está pasando en Los Ángeles lo que está pasando con nosotros’.
Y fue tan impresionante que vinieron reporteros de todo el mundo para reportar qué estaba pasando. Porque también se desataban cosas escandalosas. Había no solamente los líderes no eran gringuitos blanquitos, sino afro americanos. Y habían afro americanos y blanquitos y chinos que estaban ahí en Los Ángeles, todos ahí recibiendo el Espíritu Santo juntos y abrazándose y pasándola bien como si fueran hermanos o algo así. Qué escándalo que el Espíritu Santo hizo.
Vino un reportero, se dice, judío que para desacreditar todo eso, para poner mal todo ese movimiento y alguien se pone ahí a hablarle en lenguas y se le sale un hebreo, pero perfecto, diciéndole su nombre, el nombre de su familia que él tenía que ver en Los Ángeles. Él se convierte a Cristo y escribe un artículo ‘pero mira esto es de Dios’.
Después algunos de ahí fueron a un lugarcito en Sudamérica que se llama Valparaíso, en Chile, y se desató lo mismo. ¿Es contagioso? La cosa hablamos,... pum, el mover ahí. Unos misioneros fueron al sur de China ahí se desató el mover del Espíritu Santo con ese nuevo don.
Ahora, no salió de la nada. Fíjate hay toda una historia de avivamiento. Aquí en este mismo país, aquí in Massachussets había avivamientos. El primer gran despertar, the First Great Awakening, con los puritanos, con gente todo el pueblo conociendo a Cristo. En esa época había gente que podía pasar que toda una región aceptara a Cristo, se cierran las cárceles, se cierran los bares, porque ya no hay negocio para ellos.
Como ese pueblito en Guatemala, Molonga, pero esto pasaba en toda la región. Tu no podías escapar del Evangelio en esa época. Pasó otra vez en el siglo XIX, todo el movimiento anti esclavitud fue fruto de avivamiento, de oración, y el mover del Espíritu Santo que la gente comenzó a decir, ‘mira, cómo podemos tener un país con esclavitud, si somos un país que cree en Jesús’.
Así que esto lleva todo un trasfondo y se desató en el siglo XX el don de lenguas otra vez. Porque Dios está en el negocio de madurar su novia y de perfeccionar su novia para prepararla para su venida. Así que por eso, no es nada nuevo, es tan viejo como el libro de Los Hecho, pero está renovando lo que Dios hacía en esa época y va reponiendo dones que se han perdido.
Y después por muchos años este grupo fue marginado hasta que en los años.... pero abrieron muchas denominaciones pentecostales. Pero era la mayoría de la gente en ese país los miraban como medio locos, hasta los años 50 que comenzaron unos avivamientos con sanidad y evangelismo.
Después en los años 60, hace poco, con los hippies comenzó un movimiento, lo que se llama el renovar carismático, Charismatic Renewal, cuando no era solamente pentecostales hablando en lenguas, sino también presbiterianos, metodistas, bautistas, católicos. Un mover del espíritu que ya.... quién era, no es para algunos pocos, sobre toda carne derramaré mi espíritu en los últimos días. No eran solamente gente sin mucha escuela, sino algunos profesores de seminario comenzaron a recibir el Espíritu Santo en esta manera y el don de lenguas. Comenzaron algunas personas más respetables a hablar en lenguas y comenzó a crecer y crecer.
En estos años, yo creo que Dios está reponiendo otros dones. En los años 80, el don de sanidad creció en su uso y práctica con todo es movimiento de la iglesia de la viña. En los años 90 un levantar de nueva gente profética, con un don de profecía, más acertado, más desarrollado, más común. En nuestra época, yo creo, Dios está reponiendo el don apostólico, de personas, no para escribir nuevos libros de la Biblia sino para mover en una unción parecida a los Apóstoles, para cubrir regiones y ministrar a ese nivel.
Dios está en el negocio de reponer sus dones y de madurar su iglesia. Y hermanos, nosotros somos parte de eso, somos parte de eso. Somos parte de la historia, estamos viviendo los últimos días. Jesús viene pronto y nosotros tenemos un papel que jugar en eso. Así que quiero hablar un poquito del don de lenguas y otra vez ¿por qué el don de lenguas?
Si yo hablé de todo eso para ponerlo en perspectiva, para veamos el trasfondo bíblico, el trasfondo histórico de lo que estamos hablando. Pero el don de lenguas, fíjate, muchas veces funciona como, yo aprendí una nueva palabra anoche, el corcho para una botella de champagne. Y cuando tu quieres tomar el champagne tienes que descorchar la botella.
El corcho no es la gran cosa, pero destapa todo una bebida linda, rica, pero que no sea adicto a eso, pero ya, esto es bueno. Destapa toda una vida nueva. El don de lenguas funciona así muchas veces, no siempre, pero muchas veces es el corcho, es la entrada, el portal a toda una nueva conciencia del ambiente sobrenatural en la vida cristiana. Y por esto queremos hablar más de eso.
Primera de Corintios 14. ¿Todavía están conmigo? Listos para estudiar un poquito más. Se fija que lo que hablamos en lenguas, no estudiamos. ¿Los corintios eran gente espiritual o gente no espiritual? ¿Quién se acuerda? Los corintios era gente súper espiritual y súper carnales a la misma vez. ¿Cómo puede ser eso? Era una iglesia, pero si tu crees que nosotros tenemos problemas, no hay nada nuevo bajo el sol. En esa iglesia había chismes, había grupitos en conflicto el uno contra el otro, había gente quejándose contra Pablo porque él sufre demasiado. Si él fuera ungido de verdad como nosotros él no sufriría, no estaría preso, l sería un súper Apóstol con todo eso. Era gente orgullosa, gente rebelde, tenían conflictos entre sí, había abusos en el lugar de trabajo y pleitos que llegaron a las cortes, había inmoralidad sexual, pero grosera, peor de lo que está en el mundo. Era un lugar con problemas, una iglesia carnal, pero eso es la paradoja, que ellos también tenían muchos dones del Espíritu Santo.
Hablaban mucho en lenguas. Hermanos, algo que tenemos enfatizar y destacar: los dones del Espíritu Santo no indican que una persona sea madura en Cristo. Una persona puede hablar en lenguas y ser un cristiano inmaduro, feo, doble vida. ¿Saben qué? Jesús dice que algunas personas que van a tener dones del Espíritu Santo, que ni llegarán a entrar en el Reino de los Cielos. Jesús dice, habrán algunos, muchos, que dirán, ‘Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, no levantamos muertos, no hemos hecho toda clase de milagros en tu nombre?’ Y Jesús va a decir, ‘apártate de mí, no te conozco hacedor de maldad’.
La madurez cristiana no se mide con los dones del Espíritu Santo. Los dones son dones. Dios los derrama pero no indica que una persona es más madura en Cristo que otra persona. Hay algunas personas que no hablan en lenguas que son más ungidas y más maduras en Cristo que lo que yo jamás seré con cualquier don que yo tenga. Así que los dones y la madurez no necesariamente van juntos, deberían, pero no siempre es así.
El rey Saúl, en un momento profetizó, se derramó el espíritu, profetizó y él estaba en rebelión, así que no es que todos están bien. Así que los corintios tenían problemas que durante sus cultos había muchos problemas durante sus cultos: faltaban el respeto a la santa cena, vamos a celebrar ahora, ellos también tenían como competencias de hablar en lenguas. Aquí, alguien aquí se echa a hablar en lenguas, pa, pa papapa, y alguien aquí dice, ‘mira, yo soy más espiritual que ella, qué piensa ella ahí hablando en lenguas, papapapapap’, más gritona que la otra. Después otro comienza a profetizar, ‘ay, mira, yo soy espiritual aquí, déjame a mí profetizar un poco, prurururm le da un mensaje hablando de estas cosas.
Era un revolú y no un revolú santo. Era un caos. Y Pablo le dice a los corintios, Dios no es Dios de confusión sino un Dios de paz. Así que vamos a habar un poco del don de lenguas. Vamos a aprender cómo usarlo en el culto público, en una manera ordenada, pero te fijarás que él toma por sentado que muchos están hablando en lenguas, que muchos practican ese don. Se tomaba por sentado que era un don común en todas las iglesias. No les enseñan, que ‘mira, eso es un don que deberían considerar’. Se toma por sentado que están haciéndolo, lo que necesitaban era enseñanza en cómo hacerlo en una forma apropiada.
Así que él escribe el libro de Primera de Corintios, Capítulo 14 para enseñarles. Y en eso nosotros aprendemos mucho de las lenguas. Vamos a leer el versículo 1 al 6, que dice:
“... Seguid el amor y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profetices porque el que habla en lenguas no habla a los hombres sino a Dios pues nadie le entiende aunque por el espíritu habla misterios, pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación. El que habla en lengua extraña a sí mismo se edifica pero el que profética edifica a la iglesia. así que quisiera que todos vosotros hablasen en lenguas pero más que profetizaseis porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a nos ser que las interpretara que la iglesia reciba edificación....”
Vamos a dejarlo ahí. Cuando yo fui a esa iglesia una mujer se puso a hablar en lenguas en voz alta y después la iglesia, ordenadamente, esperó la interpretación. Y esa palabra me chocó, me ayudó a llegar a ser cristiano. Era un punto clave en mi progreso espiritual. Así que esto está enseñando que en la iglesia deberían hacer las cosas ordenadamente. Pero en esto también aprendemos del don de lenguas, aunque él está haciendo otro punto.
Quiero aclarar algunas preguntas que la gente tiene, que yo he escuchado. Algunos me han preguntado, ‘Gregory, ¿en el día de Pentecostés hablaban en muchos idiomas conocidos a los que escuchaban, pero tu y otros en la iglesia oran en lenguas y no sabemos que es el idioma, así que será lo mismo o qué, qué está pasando aquí? Eso es importante aclarar.
En Pentecostés era un momento especial cuando Dios estaba derramando el Espíritu Santo de esta manera por la primera vez, y estaba también haciendo el punto que cuando los idiomas,.... ¿los idiomas dividen a la gente, no? ¿Cuándo comenzó a dividir la gente los idiomas en la Biblia? En Babel, todos comenzaron a hablar diferente. Ahora, Dios está diciendo, ‘te acuerdas que toda la humanidad estaba separada por el idioma, ahora yo estoy uniendo la gente en el Espíritu Santo, una nueva nación está naciendo, una nación multi étnica, una nación de chinos y africanos, y latinos y gringuitos, y hay de todo ahí, uno en el Espíritu Santo. Amen.’
Así que eso era un mensaje que Dios daba. Pero en otros momentos en el Libro de los Hechos, cuando se ora por la gente, reciben el don, comienzan a hablar en lenguas, no dice la palabra que era un idioma conocido. Y aquí en Primera de Corintios, quiero que miren conmigo que dice en el versículo 2, 14:2, “... porque el que habla en lenguas no habla a los hombres sino a Dios pues nadie le entiende aunque por el espíritu habla misterios....”
Así que esto dice que aunque a veces el don podría ser usado para evangelizar o para reprender como la historia que les conté del hebreo en Azuza street, normalmente es un idioma que no se entiende, que la persona está hablando a Dios y no a los hombres. Aunque fíjate, yo creo, hay muchos testimonios y me imagino que alguno de ustedes han escuchado historias de alguien orando en lenguas y otra persona al lado escucha, y dice, ‘pero dónde aprendiste a hablar el chino mandarín tan perfecto, qué pasa’. Esto sucede, hay muchos testimonios de eso.
Pero lo normal, y por lo menos en mi vida, es que es un idioma que uno mismo no entiende lo que está hablando. Tal vez es un idioma conocido, tal vez alguien de África me va a decir, ‘Gregory, estás hablando suahili perfecto, podemos hablar.’ Qué lindo, ¿no?, pero ahora, yo no sé qué estoy hablando. Y normalmente es así. Es un idioma desconocido.
Así que por hablar un idioma desconocido esto significa que somos anti intelectuales. ¿Somos anti intelectuales? ¿Creemos que la mente es algo malo, que no se debe usar? Tu has escuchado al pastor Roberto decir esto alguna vez, que no uses tu cerebro. No estudies. No progreses en la vida. No, no. Dios hizo mi mente, la mente es algo bueno. Hablar en lenguas, y fíjate, no es accidente que los intelectuales más exitosos del mundo en la historia casi siempre han sido cristianos, si te fijas: Novelistas, poetas, científicos, los compositores de la música más bella, Bach y otros así, cristianos, Pascal, un filósofo francés, cristiano. Galileo, un científico, cristiano, aunque la iglesia en esa época no estaba de acuerdo con él. Cristianos pueden ser intelectuales y deberían serlo. Amen.
Hablar en lenguas no es anti intelectual. Sabe que si yo escucho, anoche preparando este sermón había personas a un lado hablando algo de China o Vietnam, no sé, un idioma asiático. Había personas detrás hablando en un idioma europeo, creo que era ruso. Otro lado portugués, yo sí entendí un poquito de eso, gracias a Dios. Así que 3 idiomas, estaban hablando. Para mí hablando baba, hablando griego, como se dice, ¿eso significa que no tiene lógica lo que están diciendo? ¿Significa que es algo anti intelectual? No, tiene mucha lógica, es un idioma lógico, conocido. Lo único es que yo no lo entiendo.
¿Yo tengo que entender todo en esta vida? Hay mucho que yo no entiendo, yo no entiendo mi mente limitada, no entiendo la grandeza del universo. Yo no entiendo el concepto de la infinidad. Hay mucho que sucede en la vida. Anoche yo pensaba, yo todavía no entiendo cómo perdieron los Patriots el Superbowl, no me explico, no me explico. Mi cerebro es limitado. I had to say that, I was just thinking about it. No tiene razón, no es esperado.
Pero el hecho de que yo no entienda algo no significa que no tiene lógica. Ahora, mi espíritu tal vez parece tiene la capacidad de hablar con Dios en un idioma que yo no entiendo. No significa que no tiene sentido, solo es que yo no lo entiendo el sentido que sí tiene. Pero hermanos, créanme, tiene sentido.
Los lingüistas han hecho estudios de eso. Han puesto personas expertas en la lingüística, a escuchar grabaciones de lenguas de mucha variedad de lenguas y ellos tenían que analizar lo que escuchaban. Y ellos mezclaron en este estudio que yo leí en un libro excelente que se llama ‘Hablarán en otras lenguas’ que yo recomiendo, también pusieron gente hablando baby talk y pusieron a alguna persona inventando, hablando disparates, cosas que no tenían sentido, y los lingüistas pudieron distinguir entre los que estaban hablando en lenguas y los que estaban hablando baba inventada. Ellos sabían, habían patrones diferentes, ellos pudieron reconocer en las lenguas patrones lingüísticas que tenían coherencia como idioma. No se entendía el significado pero tenía los patrones y repeticiones normales para un idioma.
Los que estaban hablando baba no era así. y hermanos, yo sé la diferente porque yo hablo baba con mi hijo todos los días y es diferente a lenguas, hermanos, es diferente, es muy diferente. Y se nota la diferencia, porque él me mira diferente cuando es lenguas. It’s really funny. I hope I’m not messing with the poor kids head.
Así hablando en lenguas, no entendemos pero no es anti intelectual.
Otra pregunta: ¿por qué hablar en un idioma que no entiendo? ¿Para qué orar en un idioma desconocido? ¿Por qué hacer algo tan raro? Hay respuesta aquí en la Biblia. Quiero que miren el versículo 4 de Primera de corintios, 14, que dice, “... el que habla en lengua extraña a sí mismo se edifica, el que profetiza mejor edifica a la iglesia..”
Pero el que habla en lenguas está edificándose a sí mismo. uno se edifica físicamente comiendo tus vegetales, haciendo ejercicios, durmiendo bien, casi ninguno de nosotros lo hacemos. Pero si fueras a hacerlo, te sentirías mejor, ¿no? Te edificas bien físicamente. En el espíritu hay disciplinas espirituales.
¿Cuántos aquí escuchan alabanzas en la casa o en el carro? ¿Cuántos lo hacen? ¿Cuántos aquí tienen una cita con Dios que tu apartas todos los días para leer la Biblia, orar un poco y cantar? ¿Cuántos se congregan? ¿Cuántos han tomado una clase de discipulado? Amen. ¿Por qué lo hacen? Para edificarse. ¿Cómo tu te sientes diferente cuando estás escuchando las alabanzas? Sientes más la presencia de Dios, es más fácil pensar como cristianos, es más difícil pecar. Si estás escuchando alabanza en el carro, es menos probable que digas una... you know.... porque hay alabanzas ahí, estás más en la onda espiritual. Es más fácil decir que no al pecado, es más .... tienes más paciencia.
¿Cuántos saben cuando dejas de hacer estas cosas la mecha se acorta, como hablamos? Es así con el hablar en lenguas. Ayuda, ayuda al cristiano a estar más en la onda, más edificado, más cerca de Dios. Es como un don diferente a otros dones en este sentido, en que sirve como una disciplina espiritual, sirve como eso para edificación, funciona. ¿Por qué funciona? Yo no sé por qué funciona el ayuno, ojalá que no funcionara. Yo quisiera comer siempre, pero funciona. Yo sé que si apartamos tiempo, me siento mejor, más edificado, más unción, mejor. Lo mismo con hablar en lenguas. Funciona, no sé por qué, es un ejercicio espiritual que ayuda.
Así que uno podría decir que uno se siente mejor en Cristo por eso. Muy importante la humildad con eso. Yo escuché una frase que me gustó mucho: un hermano me dijo a mí, no es que soy mejor cristiano que nadie por hablar en lenguas, pero soy mejor cristiano de lo que yo hubiera sido si no lo hiciera, yo sé que me ayuda. Todavía me falta tanto, pero mejor de lo que yo sería si no fuera a hacerlo. Pero no soy mejor que nadie. Y esto es importante.
Como yo he dicho, hay algunas personas que nunca han recibido ese don, que son... y créanme ustedes conocen algunos, que son gente respetada universalmente en la iglesia, como los intercesores que oran, que ayunan, que reciben profecía, que echan fuera demonios, que no hablan en lenguas. Así que no es necesario pero sí ayuda y yo no sé ustedes, pero I need all the help I can get. Yo necesito mucha ayuda, mucha ayuda.
Otra pregunta que se hace. Algunos hacen la pregunta, y sabemos de la palabra, aunque no entiendo, dice la palabra, vamos un poquito adelante. ¿Todavía están conmigo? Yo sé que esto es largo, esto es un estudio pero somos guerreros en el Señor. Quiero que lean conmigo versículo 13 que explica cuáles son algunas cosas que se están diciendo cuando alguien ora en lenguas.
“... Por lo cual el que habla en lengua extraña viva en oración poder interpretarla porque si yo oro en lenguas desconocidas, mi espíritu ora pero mi entendimiento queda sin fruto, qué pues, oraré con el espíritu pero oraré también con el entendimiento, cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento, porque si bendices solo con el espíritu el que ocupa el lugar de simple oyente, cómo dirá el amen a tu acción de gracias pues no sabe lo que has dicho. Porque tu a la verdad bien das gracias, pero e otro no es edificado. Doy gracias a Dios que yo hablo en lenguas más que todos vosotros, pero en la iglesia prefiero hablar 5 palabras con mi entendimiento para enseñar también a otros...” Amen.
Así que cuando uno está orando en lenguas puede ser que estés dando gracias, puede ser que estés intercediendo, puede ser que estés alabando al Señor. ¿Cuántos aquí saben lo que es el cántico nuevo? ¿Ha escuchado del cántico nuevo? Cuando uno solo comienza a cantar en el espíritu, es como jazz espiritual porque no tiene música definida, está fluyendo en el espíritu, hablando en lenguas, hablando en inglés, hablando en español, hablando lo que quieras. Está fluyendo en el espíritu.
Así que hablando en lenguas decimos muchas cosas. Pero dice que en la iglesia es importante hablar en idioma conocido. Así que tengo la pregunta ¿está mal si alguien te escucha hablando en lenguas? ¿Es pecado? Qué pasa si un día durante el culto estás ahí orando en lenguas y después al lado alguien te escucha y dice, cállate, te escucho. No debes hablar en lenguas.
No, no, no. Pablo no está diciendo que nadie puede escucharte nunca. Mira hay tiempos en la iglesia, de clamor, cuando todos estamos gritando a la vez al Señor, es guerra espiritual. Algunos en inglés, algunos en español y algunos en lenguas. Está bien. A veces en la intercesión puedes estar ministrando a una persona y no sabes cómo orar y oras en lenguas un poquito para después tener más sabiduría. Cuidado que no estés distrayendo a la persona.
Yo he tenido pastores y una vez, mira, no distraigas, habla español aunque sea malo. El pastor me dijo esto una vez. Pero hay que tener cuidado de no ser un impedimento para los demás. Se han fijado que a veces cuando el espíritu está moviéndose, a veces alguien experimenta el poder de tal forma que pierde el control y casi todos los demás han dejado, a veces de pensar en el Señor, y solo están pensando en el hermano que está ahí teniendo la manifestación. Esos son los momentos que a veces el pastor dice, ok, vamos a sacar a la persona aparte para ministrarla, porque las lenguas no deben ser un show, no deben ser para distraer. Pero esto no significa que nadie puede escucharte hablar.
Algunos tienen la pregunta, ¿cómo te sientes cuando hablas en lenguas? Hay una emoción fuerte que no puedes decir en otra palabra. A veces puede ser pero hermanos, les voy a decir la verdad, para mí, 90% del tiempo cuando yo oro en lenguas, no siento nada, nada. Yo no soy muy.... yo no sé. Cuando yo oro en inglés o español la mayoría del tiempo yo no siento todo lindo, a veces sí, y lloro y guau y me siento bien. Pero si nosotros esperamos sentimientos nunca vamos a orar, ni en lenguas, ni en griego ni en chino.
Es decir, lenguas es un don que no necesariamente tiene un sentimiento. Puede ser, y muchas veces sí tiene, muchas veces se usa como una bomba que tu tienes que you’ve got to prime the pump, tu tienes que calentar el motor un poco y alguien habla en lenguas y después de unos minutos de eso, ya, siente la unción, gracias a Dios. A veces funciona así, pero a veces no.
Algunos hacen la pregunta, ¿para hablar en lenguas uno pierde el control y tiene que entrar como en un éxtasis? Bababababb, y pierdes control y el espíritu comienza a mover tu cuerpo. Sabes que esto no es bíblico. Ahora, yo no digo que nunca, podría ser. El espíritu puede hacer lo que a él le dé la gana, él es el Señor no yo. Pero lo normal, el Apóstol Pablo enseña, es que el espíritu del profeta esta sujeto al profeta. Y es lo mismo con las lenguas.
Las lenguas, uno las controla. Uno piensa ¿pero si tu estás controlándolo, cómo puede ser de Dios? Bueno, si tu tienes el don de enseñanza, cuando estás enseñando es que tu estás cerrando los ojos y dejando que la enseñanza salga de ti, que no tienes que preparar nada. No, uno prepara y hace su trabajo pero después hay una unción que bendice lo que tu haces. Lo mismo con la profecía. Tu puedes abrirlo o cerrarlo como una llave de agua. Puedes comenzar o parar. Así que por eso hay muchos que están esperando que el espíritu se apodere de ellos, el espíritu tome control de ellos y mueva su propia lengua. Y esto no va a pasar.
Muchas veces uno tiene que comenzar a moverse y después se da cuenta que es de Dios lo que están haciendo. Hermanos, yo quiero terminar este tiempo con un testimonio. Hablamos de eso porque yo conozco algunas personas que el don de lenguas ha revolucionado sus vidas. Yo conozco algunas personas que no fue la gran cosa.
¿Cuántos aquí se acuerdan del hombre amigo mío desde la universidad, súper alto y delgado que es misionero en Irak, se acuerdan, Peter? En la universidad él oraba todos los días, dos horas, por los árabes, dos horas, no importa exámenes finales, no importaba lo que tenía que hacer, dos horas en oración. Un hombre de Dios, un hombre entregado al Señor, 18 años fíjate. Y yo le hablé del don de lenguas. Él mucho más maduro que yo en el Señor, pero yo le hablaba de ese don.
Él dice, ‘sabes que yo ya oro mucho, ya siento que tengo una relación muy fuerte con Dios’, pero él dice, ‘mira, yo quiero todo lo que Dios tiene para mí, si Dios quiere que yo hable en lenguas, yo quiero hablar en lenguas. Si Dios quiere que yo coma helado, voy a comer helado. Yo quiero lo que él tenga para mí por tonto que sea.’
Así que una noche él tenía gripe y estábamos orando ahí, orando, por la tarde, en la noche, y yo oro, Señor, sánalo, sánalo. Y él dice, ‘mira, Gregory, ora por mí que yo pueda hablar en lenguas y ser bautizado con el espíritu’. Así que yo impuse manos y babbag, oré por él en lenguas y nada pasó.
Después de una hora, él viene, ‘Hey Greg, oraste por dos cosas antes, una de las cosas fue contestada y una no’, y dice, ‘todavía tengo gripe’. Estás hablando en lenguas y dijo, yeah, guau. It’s great.
Pero fíjate, para él le ayudó pero no fue un cambio drástico en su vida. él ya tenía una vida muy espiritual, pero esto fue como otro instrumento más. Y él pasaba horas en oración. Si tu quieres pasar toda la noche orando de verdad tu tienes tantas cosas que decir. Se me acaban las palabra. Yo sé algunos de ustedes sí pueden hablar, yo sé, y no hay nada malo con eso de hecho. Pero, la mayoría de nosotros se nos acaban las palabras y hay tiempo que tenemos que solo dejar que el espíritu ore.
Pero hermanos, hay otras personas, yo quiero compartir otro testimonio y después el mío y terminamos con eso. Yo tengo otro amigo que también era un cristiano muy, muy fuerte, oraba mucho, creía en la palabra, tenía 16 años, fíjate, un joven, pero entregado al Señor. Y él era un hombre súper reservado, súper tímido. No hablaba con casi nadie. Leía mucho, tenía muchos, muchos libros. Él leía, leía, leía. Era un hombre muy recatado. Un día se oró por él y él recibió el don de lenguas. Y comenzaba a hablar en una voz muy baja y después lo mirábamos y estaba todo, todo rojo, pero más que yo, hermanos, mucho más que yo. Pero como un tomate, y una sonrisa. And he was like, guau, como borracho, borracho. Fue como si algo hubiera destapado en su personalidad. Fue una transformación total en su vida, y él llegó a ser grandes cosas para el Señor. es más él fue a Irak como un médico y estuvo ahí, y también él ama la naturaleza, hasta escribió un libro de los pájaros en Irak, se llama ‘Birding in Babylon’. Tiene su esposa, tiene varios hijos, adoptó a otros, es líder en su iglesia. Fue como si se quitara el corcho de su vida espiritual.
Así que yo no sé qué va a pasar con usted, si usted recibe ese don tal vez va a ser otro instrumento más en tu vida de oración, pero tal vez te va a revolucionar la vida, tal vez te va a hacer un loco por Jesús y yo quiero que perdamos esa posibilidad, hermanos.
En mí vida, yo escuché eso y como un buen joven de 16 años yo dije, sí, yo quiero eso, por qué no. Así que oraron por mí, todo el mundo orando, clamando, bien pentecostal. Y yo ahí orando, orando, orando. Nada. Nada. No sentí nada, absolutamente nada, nada pasó. Y yo dije, ¿pero qué pasa, estoy mal? ¿Por qué a ustedes y no a mí? Después, la siguiente semana, en el tiempo de oración y alabanza y mis amigos se me cayeron encima otra vez, orando por mi, y yo orando y clamando y ayunado el día anterior. ¿Y qué pasó? ¿Qué crees tu? Nada, nada, absolutamente nada.
Pasaron varias semanas pero yo, Señor, yo quiero eso. This looks like fun, yo quiero tener ese don también. Un día, después de oración, un pastor episcopalian carismático estaba ahí, me puso a mí, a otra hermana del grupo del jóvenes y oraron por mí y esta vez era todo muy calladito, no había mucho revolú. Algunos piensan que el mover del Espíritu Santo tiene que ser alborotado. Hermanos, no es así. el Espíritu Santo cayó sobre Jesús como ¿qué? Como paloma. Así a veces es fuego, a veces... pero a veces es una paloma. Así que muy apacible, muy tranquilo, y una hermana dijo, ‘Gregory, siento que tengo una palabra para ti’, y me hablaba cosas muy personales, de mi vida y de mi llamado. Y otro también me habló, y yo sentí bien fíjate, nada tan espectacular, pero comencé a decir una palabrita por ahí, otra palabrita, y yo pensé, no, esto no será de Dios. Estaré inventando eso. no, eso no, porque no siento nada, un fuego, ni nada. Y después la señora me dijo que me profetizó, dijo, Gregory, mira, yo escuché algo. Mira, no espera que el Señor vuelva a tu boca, comienza a hablar. Si es baba, el Señor te va a perdonar, no es el pecado imperdonable, pero trátalo, lánzate.
Manejando a mi casa. Yo decía, ok, voy a hablarlo. Comencé a hablar esas palabras, y yo pensé que Dios ahí en los cielos mirando como, quién este loco aquí, ¿por qué me estás hablando baba? Yo pensé. Era tan natural que yo sentí que estaba inventándolo. Pero ya al llegar a la casa, diez minutos, yo sabía que no estaba inventando nada, que estaba fluyendo ya.
Y yo entro a mi casa ensayando el inglés, para saludar a mi mamá, para que no me botara de la casa. Hi mom, hi mom, llego a la casa, mi mamá me mira y me pregunta ¿y ustedes qué hacen en esas reuniones? Ella era católica creyente, pero católica. Y yo digo, nada. Yo subí a mi cuarto y estaba fluyendo, fluyendo el lenguaje. Después yo bajo otra vez, y ella mirándome, ‘Gregory, estás todo rojo otra vez. ¿Qué pasa?’ Y yo dije, ‘mamá, he comenzado a hablar en lenguas’. Y mi mamá dice, ‘no le digas a tu papá que te va a enviar al psicólogo de niños que conocemos’. En serio ella dijo eso, ‘te va a enviar al psicólogo de niños que conocíamos’. But mom, es de Dios. Y ella, oh Gosh, este loco joven.
Pero les digo, que fue por un tiempo como estar enamorado. Hay razón que se compara vino, y la gente me preguntaba y ¿qué está pasando? Yo en esa época hice un listado de todo los pecados que yo podía pensar que había hecho, y lo quemé en el baño. ¿Qué estás haciendo ahí en el baño, Gregory?’ Nada. ‘Huelo humo’. Nada. Y yo quemando mis pecados. En la biblioteca evangelizando amigos y.... pero me transformó la vida, fue algo muy especial.
Pero, fíjate, después de dos o tres semanas, se me fueron los sentimientos. Y yo comencé a pensar, ‘¿será todo esto inventado?’ Hasta que este pastor que oró por mí, me enseñó, después de ser bautizado y recibir el Espíritu Santo Jesús como paloma, ¿dónde fue? NO fue a predicar, él fue al desierto y fue tentado.
Así que no significa que siempre vivamos en las nubes, que andamos como borrachos siempre. Hay altos y bajos todavía, pero es un don que está ahí, que ayuda.
Hermanos, yo quiero animarles, los de ustedes que tienen defensas, porque tal vez alguien te hizo sentir como un cristiano de segunda clase, por no tener ese don, yo quiero animarte. Perdona, perdona, sánate, no dejes que la mala actitud de una persona te quite la bendición. Tal vez tú eres una persona muy cautelosa o piensas, ‘pero no soy tan alborotado, yo soy muy intelectual, eso no puede ser para mí’. ¿Saben qué? No es para un tipo de personalidad, es espiritual, no es natural.
Así que no todo el mundo va a gritar y clamar, pero para algunos el dejar que eso suceda va a ser el primer paso a romper algo en tu vida. Yo he visto que hay ciertas cosas que desatan bendición en la vida, en la vida emocional. Cuando perdonamos a alguien que nos ha ofendido, a veces se desata sanidad en nuestra vida. En la vida de discipulado a veces comenzar a diezmar, esta primera vez, cuando comenzamos a hacerlo se desata una entrega nueva en nuestra vida. El don de lenguas es así.
A veces cuando dejamos que este don sucede se abre todo un nuevo mundo para nosotros en el espíritu. Tal vez para ti no va a ser lo mismo. Sabe que hay algunos que ya han pedido por eso, una vez tal vez y después dice, si Dios quiere que yo hable en lenguas, bueno que venga y que me lo de, y después tu estás esperando que suceda. No hay nada en la vida espiritual que viene a los pasivos, hay que buscarlo.
Jesús dice que tenemos que ser como este vecino que toca la puerta, que molesta a su amigo hasta que ni por ser su amigo, sino por su inoportunidad, por ser tan sinvergüenza el amigo se levanta y le da lo que quiere. Jesús dice, es así, tu Padre celestial quiere dar el Espíritu Santo a los que se lo piden.
Así que si has buscado, sigue buscando, espero que no estés conforme. Tal vez ya tienes el don de lenguas. Espero que tu no estés conformes. Todos necesitamos más, más de Dios, más de los dones, más de la unción. No te conformes con poco ni con mucho, siempre debemos estar buscando más.
Pero si tu has buscado, has orado, has dejado que la gente ore por ti y no se ha dado, bueno, relájate. It’s ok. No significa que Dios está enojado con uno, que está en pecado, ni nada por el estilo, solo significa que no ha pasado todavía.
El Espíritu Santo es como el viento, yo no puedo controlar el viento. El viento sopla donde quiere y es así con el espíritu. es nuestra parte buscar y abrirnos y es la parte de Dios hacerlo, pero no esperes que él te mueva la boca. Hay que a veces movernos.
Una cosita más que quiero decir de eso. el pastor de mi esposa en California, él un día conoció a un hombre en la calle que vivía cerca de él, que estaba orando en lenguas, en la calle. Y entonces él le pregunta, ‘yo quiero hablar en lenguas también’, y el hombre le dijo, ‘mira, te voy a enseñar’, y él le dio unas palabras para decir, y él lo dijo y después comenzó a orar. Y fíjate, que funcionó. Él comenzó a orar en lenguas, y él es un pastor bendecido y muy intelectual y muy sobrio también.
Así que Dios obra en maneras inesperadas a veces. Ahora, no te voy a enseñar, no te voy a dar palabras para repetir, pero yo te animo a estar abierto a lo que Dios tenga para ti. No te conformes con poco, diga, Señor, yo quiero que todo lo que tu tienes para mi, y si no se da hoy, that’s ok, pero no voy a dejar de buscar. Amen.
Vamos a orar. Pongámonos de pie. Amen. Vamos a orar. Padre, en el nombre de Jesús, estamos delante de ti, Señor. Y yo te pido por mi vida y por mis hermanos y Señor tu dices que el Reino de cielos es para los pobres del espíritu que saben que no son ricos. Y Señor, yo te pido que tu nos des más de tu Espíritu Santo y yo te pido por tus hijos aquí, Señor, yo te pido por nosotros, que como congregación en León de Judá que nunca estemos conformes. Señor, que siempre busquemos más de ti, más de tu unción, más de tu palabra, Señor en nuestra vida. Y yo te pido que desates este don entre nosotros cada vez más. te pedimos por avivamiento en esta semana, Señor. Padre, yo te pido que este pensamiento comience un proceso en nuestras vidas que sea para mucha bendición, en el nombre de Jesús. Amen.
El don de lenguas
TRANSCRIPT
Hoy, yo termino esta serie sobre los dones del Espíritu Santo específicamente, los dones del Espíritu Santo. De paso, mañana salgo para Puerto Rico. Voy a estar predicando allá en la iglesia Barbara Anne Rossler. Es la segunda vez que voy. Estuve allá hace como un año, más o menos, un año y algo, fue de gran bendición. Me invitaron a predicar otra vez y de hecho algunos de los hermanos allá, los pastores han estado viendo esta serie sobre el bautismo del Espíritu Santo, los dones del Espíritu Santo y me pidieron que predique allá también sobre este tema.
Así que oren para Dios use estas enseñanzas y que puedan ser de bendición para nuestros hermanos en Puerto Rico. Y quiero terminar en esta mañana con estos dos últimos dones que se registran aquí en el Capítulo 12, versículo 10. Hemos hablando últimamente entre otros dones: el hacer milagros, profecía, la última vez hablamos del discernimiento de espíritus, diacriseis neumaton, como dice en el griego original, discernimiento, separación de espíritus.
Y finalmente el Apóstol Pablo cita dos otros dones que entre todos los dones, porque recuerden que no son solamente estos dones los que señala la Biblia. Hay muchos otros dones en diferentes textos bíblicos, pero de esta lista que el Apóstol Pablo señala, hay dos más que dice:
“... a otro diversos géneros de lenguas....”
Gene gloson. Gene quiere decir géneros o familias o clases de lenguas. A otro diversas clases, o tipos o géneros de lenguas
“..... y a otro interpretación de lenguas...”
Hermeneia gloson. La palabra hermeneia de donde viene la palabra hermenéutica, que es interpretar, interpretación de lenguas.
Estos dos dones van como juntos, por eso el Apóstol Pablo, porque uno es el hablar en lenguas y otro interpretar esas lenguas. De nuevo, para los hermanos que son nuevos en la iglesia, los que no han estado siendo parte de esta serie que yo he estado predicando. Yo estoy hablando de este texto donde el Apóstol Pablo dice que el Espíritu Santo da a la iglesia diferentes aptitudes o dones o destrezas espirituales, podríamos llamarlas, para que se desempeñe la vida espiritual de la iglesia.
Son provisiones de poder específicas que Dios da y distribuye entre su pueblo para que su pueblo pueda moverse en una dimensión sobrenatural y que la iglesia pueda llevar a cabo las tareas que Dios le encomienda, para que la iglesia de Jesucristo pueda moverse como un ejército poderoso, un ejército dotado con poder sobrenatural. Y para que la iglesia pueda dirigirse a ciertas situaciones que puedan encontrarse en el desarrollo de su vida corporativa. Que la iglesia pueda a veces en situaciones de crisis o de necesidad, tener estos recursos espirituales para poder salir exitosamente de ellos. Para que la iglesia pueda impactar el mundo con manifestaciones específicas del poder sobrenatural de Dios. Para que la iglesia pueda en un sentido dar muestras al mundo de que sí ella tiene el respaldo divino, de que sí el espíritu de Dios se mueve dentro de ella, de que sí ella hace cosas que humanamente, si la iglesia no tuviera a Cristo y su espíritu dentro de ella, de otra manera no podría hacer. Para que la iglesia pueda competir efectivamente en un mundo donde tantos otros grupos, otras iglesias, otras religiones, otros dioses reclaman ser ellos los verdaderos, y entonces Dios ha provisto este poder espiritual que se manifiesta en diferentes maneras: en milagros, sanidades, revelación, profecía, sabiduría, conocimiento, todas estas diferentes cosas, discernimiento espiritual o discernimiento de espíritus. Y todos los demás dones que se mueven en la vida de la iglesia.
El Señor Jesucristo dijo, ‘.... pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo....”
Y estos dones no se manifiestan en una persona a menos que no haya poder del Espíritu Santo, eso es bien importante que lo entendamos. Que estos no son cosas simplemente que se dan así por así. Hay una unción que se necesita en nuestra vida. De esa abundancia de unción, de esa abundancia del poder de Dios en nosotros, afloran estos dones y se manifiestan estos diferentes dones.
Ahora bien, el Apóstol Pablo señala estos últimos dos dones que dice que son diversos géneros de lenguas, es decir hay personas, hay ocasiones en la vida de la iglesia en que el don de lenguas se puede manifestar.
¿Cuántos han estado, de nuestras propias reuniones o en otra congregación, donde en un momento dado de la adoración, generalmente al final de la alabanza, alguien puede ponerse de pie y dar un mensaje en una lengua extraña que nadie entiende, y a veces puede haber un silencia y entonces puede haber un tiempo de espera? Y en otra parte de la congregación alguien surge e interpreta lo que esa persona acaba de decir y habla el equivalente, no el equivalente exacto, pero sí el mensaje contenido en lo que esa persona declaró. Y esto se supone que tenga el efecto de bendecir a la congregación, de fortalecer su fe, de edificarla en alguna manera.
Yo recuerdo hace más años de los que quiero recordar, hace específicamente 30 años, guau, 30 años en París, Francia, yo era estudiante. Estaba viviendo allá por unos meses en una casa de una familia francesa y estaba buscando una iglesia allá en París a la cual asistir y era una iglesia pentecostal, Asamblea de Dios, y en esa iglesia, en esa ciudad ultra sofisticada como lo es París, yo fui el primer domingo y para mi sorpresa durante el tiempo después de adoración alguien se puso de pie y habló en otra lengua, no era francés, habló en otra lengua. Hubo silencio en la congregación y después de eso hubo un ratito de espera, y otra persona habló en francés citando el equivalente del mensaje que la otra persona había expresado.
Yo recuerdo mi gran sentido de asombro y de sobrecogimiento cuando vi esto porque uno había crecido en un hogar cristiano, pero nunca había visto el don de lenguas manifestándose con esa elegancia, y con ese orden y en esa forma tan efectiva. Y eso me sirvió a mí de confirmación, porque hasta entonces yo en realidad no había visto las cosas de esa manera, manifestándose así. Recordaba sí, iglesias donde yo había ido y no era lengua tanto como lenguaraje. Había mucho ruido, mucho desorden a veces, muchas cosas pero esto fue algo diferente.
Yo, como conocía la Biblia, en mi mente hice una nota mental de que ¡ah! esto es lo que quiere decir el Apóstol Pablo cuando habla de las lenguas. Y yo fui tocado, fui impactado, fui bendecido. Mi espiritualidad fue fortalecida a través de esa experiencia en esa iglesia francesa. Y después seguí asistiendo allá mientras estuve en Francia con esos hermanos hermosos de esa congregación pentecostal.
Eso es lo que se supone que las lenguas tienen un propósito. Cuando se manifiestan como es debido, cuando se manifiestan en el contexto debido, en el orden adecuado, en la forma adecuada, hay una gran bendición. Y se supone que produzca un sentido en la congregación de que sí, Dios está con nosotros. Dios está en medio de nosotros y se ha manifestado la presencia de Dios y ha habido algo que resulta en edificación para su pueblo.
El Apóstol Pablo en el Capítulo 14 de Primera de Corintios habla bastante extensivamente acerca de cómo se deben manifestar los dones de lenguas en el contexto congregacional, en este contexto así, cuando la iglesia se reúne para adorar juntos. Y si usted nota en ese Capítulo 14 el Apóstol Pablo escribe más bien como para corregir ciertos excesos.
Uno nota que él no está escribiendo en una forma neutral, simplemente para instruir, sino que lo está haciendo para rectificar ciertos errores, para aclarar ciertas cosas que no están claras entre los hermanos concerniente al don de lenguas. Es como que había un poco de controversia y los hermanos quizás, le escribieron un email al Apóstol Pablo pidiéndole que les aclarara, ¿será esto así o no? Quizás el pastor de Corinto mismo quiso remitir su pregunta a alguien con más autoridad y más conocimiento y le preguntó al Apóstol Pablo cómo manejar esta situación en su iglesia. Y entonces el Apóstol Pablo escribe y es interesante, me gusta mucho a veces leer como el Apóstol Pablo escribe, no solamente para conocer lo que él está diciendo en sí, sino cómo él está razonando, porque según yo veo la forma en que él razona yo puedo aplicar entonces su razonamiento a otras situaciones de la vida cristiana también. Y eso es muy instructivo.
Pero antes de entrar directamente en este Capítulo 14 de Primera de corintios, que nos va a aclarar un poquito qué es en realidad el don de lenguas en el contexto de la vida de la iglesia, déjenme decir algo. Una pregunta sería, ¿por qué lenguas? ¿por qué ese fenómeno extraño de las lenguas? Y es más, antes que eso uno podría preguntar ¿qué es el fenómeno de las lenguas?
La Biblia nos habla, la primera manifestación de lenguas clara que nosotros tenemos en la Biblia se encuentra en Hechos, Capítulo 2, cuando el Espíritu Santo se derrama sobre los 120 que están en el aposento alto en el día de Pentecostés. Y dice que le fueron distribuidos lenguas como de fuego. Había como unas lenguas de fuego, pero también hubo lenguas, los discípulos fueron llenos del Espíritu Santo y de esa llenura, de esa sobreabundancia del Espíritu Santo dentro de ellos afloraron unas expresiones verbales que ellos mismos no entendían.
Pero como había en Jerusalén ese día judíos que venían de diferentes países, que habían llegado a Jerusalén para celebrar la fiesta de Pentecostés y que hablaban idiomas de los países donde ellos vivían, escucharon a estos cristianos por primera vez hablando lenguas, y descubrieron que los que venían de África podían entender a algunos de ellos, porque estaban hablando en ciertos idiomas africanos. Los que venían de otras partes del imperio Greco romano y tenían otros idiomas, descubrían que podían entender a algunos de ellos que estaban hablando su idioma. Y ellos decían, ¿pero cómo es esto, esta gente no ha salido jamás de Jerusalén, no son gente educada, y están hablando en nuestros idiomas? Y eso fue una gran señal de que el Reino de Dios había descendido con poder sobre la iglesia.
Ahora, fíjese, que eso fue una situación absolutamente excepcional, fue como para abrir las puertas de la comunicación divina a través de las lenguas. Y yo creo que eso requería como una señal muy especial, muy poderosa y por eso, yo creo, fue tan claro que lo que estaban hablando estos hombres eran lenguas humanas, porque Dios quería dar una señal en ese tiempo de que ‘Yo he venido a caer sobre toda carne, toda nación, toda nacionalidad, todo grupo étnico y por eso voy a dar mi mensaje en diferentes idiomas’.
De momento se dio allí unas Naciones Unidas donde toda la gente estaba hablando el mismo idioma. Es interesante, eso nos recuerda una cosa, ¿saben ustedes que en la torre de Babel, cuando Dios quiso confundir el orgullo del hombres, qué pasó? Antes los hombres hablaban un solo idioma y Dios confundió los idiomas, dice la Biblia, para que no se comunicaran entre sí bien.
Ahora, cuando viene Pentecostés, cuando el Espíritu Santo cae iniciando una nueva era, una nueva época en la historia de la humanidad, Dios hace lo contrario, como que unifica a los hombres para que puedan entenderse todos bien.
Entonces yo creo que hay lenguas que Dios da sobrenaturalmente a una persona o a personas que pueden ser lenguas de algún país de la tierra. El Apóstol Pablo habla de lenguas humanas y lenguas angélicas. En Primera de Corintios, Capítulo 3, él dice “.. si yo hablase lenguas humanas y angélicas y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe...”
Entonces, yo diría que entre otras cosas las lenguas son como una señal de parte de Dios de que él está comunicando algo en un idioma especial, está comunicando un mensaje especial sobrenatural, en un envase sobrenatural. Y Dios puede escoger hablar a través de una persona en un idioma reconocido humano, de una nación o puede ser un idioma sobrenatural, un idioma inventado por Dios en ese mismo momento.
¿Cuántos saben que Dios no tiene límite acerca de los idiomas que él puede inventarse? Y muchas veces Dios escoge como un idioma sacado de la caja, sacado del paquete, recién estrenado para comunicar un mensaje divino, un mensaje espiritual y Dios decide, ‘Yo no quiero usar un idioma ya usado, sino que voy a usar un idioma nuevecito’.
Cuando Cristo entra a Jerusalén él le dice a sus discípulos que consigan un pollino, ¿recuerdan ese pasaje? ¿Y cuál era uno de los distintivos de ese pollino? Que nadie lo había montado antes porque era especial. Ese pollino iba a tener al Hijo de Dios encima de él, y ese pollino iba a quedar retratado para el resto de los siglos, como que sobre ese pollino, ese asno había montado el Hijo de Dios y para tal jinete se necesitaba un caballito especial, no estrenado, ¿Verdad que sí? Porque donde Dios se monta tiene que ser nuevo. Dios no le gustan los carros usados.
Ahora, si usted tiene un carro usado, dele gloria a Dios por ello. Y si no lo quiere, regálemelo a mí que yo lo voy a coger. Pero algo tan importante como es Dios yo creo que a veces requiere un envase nuevo. Y yo creo que una de las cosas acerca de las lenguas es que cuando Dios quiere comunicar un mensaje espiritual, dice ¿saben qué? ‘Voy a usar un idioma que no sea el que tú usas vernacularmente, comúnmente’. Ese idioma que muchas veces, de vez en cuando de pillaste un dedito ahí con un martillo y se te salió algo, ¿te acuerdas? Así que no quiero que uses ese idioma, ahora quiero que uses algo que yo te voy a dar.
Entonces yo creo que muchas veces una lengua angelical, una lengua espiritual puede ser una manera en que Dios escoge una vasija nueva, única, consagrada para llevar a cabo su comunicación con un ser humano.
En segundo lugar, esto es bien importante, hay experiencias del corazón humano y del espíritu humano, hay sentimientos, hay impulsos y necesidades y sentimientos que son tan complejos que tratar de envasarlos en el idioma humano los empobrecería y los limitaría y se requiere un idioma que no esté atado a la razón, a la mente y a los vocablos que existen, que tienen sus propias limitaciones.
Yo quisiera que ustedes entendieran un poquito más, quizás algunos de ustedes, en términos de la lingüística, el estudio de los idiomas, y los que han estudiado lingüística, y los que han estudiado la naturaleza del idioma humano, de los idiomas humanos, y los que han estudiado por ejemplo poesía o literatura, pueden entender esto un poquito mejor y es que los poetas y los estudiosos de las lenguas, y hoy en día de hecho, el estudio de los idioma y de su naturaleza misma ha llegado a un nivel muy alto de sofisticación. Hay toda una rama de la filosofía hoy en día, es más, mucha de la filosofía moderna, por eso les digo, uno puede entrar tanto en estas cosas. A mí me fascinan porque ese es mi doctorado en literatura hispanoamericana y todo esto, y he tenido que estudiar mucha acerca de las lenguas y todo esto.
Pero hoy en día una buena rama, una buena parte de la filosofía moderna tiene que ver específicamente con lenguaje, con la naturaleza del lenguaje. De hecho, que eso hace que mucha de la filosofía moderna sea bastante estéril hasta técnica porque tiene que ver mucho con la naturaleza del lenguaje, simplemente cuáles son los términos, cuáles son las palabras, cómo se definen, y si el lenguaje es adecuado para decir las cosas o no. Y hay mucha duda, hoy en día, acerca de la capacidad del lenguaje para expresar verdaderamente la naturaleza de la vivencia humana.
Y por ejemplo, los grandes místicos también, los grandes místicos del pensamiento oriental, dicen que si tu puedes nombrar algo, ese algo no es lo absoluto. Si tu puedes nombrar a Dios, si tu puedes decir algo acerca de Dios, ya perdiste a Dios porque Dios es innombrable, Dios no puede ser expresado. Según algunos de los místicos lo único que cabe ante la presencia de lo divino es el silencio, porque el lenguaje humano no puede hacerle mella a la inmensidad de lo que es Dios.
Entonces, yo creo que hay experiencias, hay comunicaciones, hay interacciones del espíritu que para uno poder expresarlas plenamente entre yo y Dios, lo único que puede servir de intermediario es un lenguaje que pase por encima de la razón y que comunique directamente lo que está uno sintiendo. Y la mente no puede entender eso, ni el lenguaje lo puede hacer caber dentro de él.
Cada vocablo es simplemente una aproximación, es una vasija con una forma específica. La palabra casa es una palabra que dentro de esa palabra caben ciertas cosas, ciertas imágenes, ciertos objetos que se asemejan a una casa. Pero hay cosas que puede que sean parecidas a una casa, pero no son una casa, y entonces hay que usar otra palabra: hogar u otras palabras así por el estilo. Pero son vasijas que ya tienen una forma pero hay otros objetos que quizás son diferentes y no tenemos la palabra adecuado.
Hay sentimientos que quisiéramos expresarlos y no podemos. Vemos una puesta de sol con una belleza extraordinaria o una caída de agua en medio del bosque y quisiéramos.... ¿Cuántos han experimentado....? Yo quisiera tener la lengua de un poeta para expresar esto que estoy sintiendo, ¿no? Esto que estoy viendo, esto que estoy experimentando. Pero usted no lo tiene. ¿Saben qué? Ahí es donde las lenguas pueden, usted no tiene que preocuparse de qué palabras usar, usted simplemente abre su boca y deja que una cascada de sonidos exprese lo que usted está sintiendo por dentro.
Y esos sonidos expresan lo que su corazón siente. Desgraciadamente ese sonido es para usted solamente porque es un lenguaje privado. Desgraciadamente, es más, es tan privado ni su mente misma lo entiende, pero su corazón lo entiende, sus emociones lo entienden, su espíritu lo entiende. Facultades que usted ni siquiera conoce de usted mismo, lo entienden. Usted está verbalizando. Porque el lenguaje es eso, es simplemente sentimiento vertido en sonido, eso es, con la conveniencia adicional que con el paso de los siglos se ha hecho ya entendible a otros porque se han hecho ciertas equivalencias, se ha establecido una moneda que todos podemos usar y por lo tanto todos estamos de acuerdo en el valor de esa moneda.
Pero cuando uno quiere hablar en un lenguaje solamente puro, uno pone a un lado la moneda y simplemente suelta el sentimiento que está adentro a través de palabras. Eso, en mi opinión, es las lenguas. Son sentimientos y experiencias interiores expresados en un lenguaje privado, recién estrenado, sacado de la caja por el Espíritu Santo y todos nosotros podemos hacer eso en nuestra adoración.
Cuando usted esté ahí en su asiento y usted sienta algo que usted no quiere tener que estar buscando una palabra en español, mire, suelte su boca y hable en el idioma de Dios, hable en el idioma del espíritu y no se preocupe de que el hermano al lado suyo piense que va a llamar una ambulancia para que se lo lleven en una camisa de fuerza. Suéltelo en el nombre de Jesús. El que está loco es él o ella si duda que eso es de Dios.
Si usted tiene el Espíritu Santo dentro de su vida, y si usted ha recibido el toque del espíritu de Dios en su vida, usted tiene esa capacidad, lo que pasa es que tiene que simplemente dejar la vergüenza a un lado.
¿Sabe mucha gente dice, oh, yo no puedo hablar en lenguas? No es que usted no pueda hablar en lenguas, es que no puede soltarse. Ese es el problema. Pídale al Señor que usted pueda soltarse, es más, simplemente suéltese, tírese al agua. Hay mucha gente que está mirando el agua allí, ¿me tiro, no me tiro? Ojalá que viniera alguien y le diera un empujón y que se metiera de todas maneras. Yo quisiera darle un empujón a muchos de ustedes para que se soltaran y aprendieran lo que es soltarse y adorar al Señor. Abra su boca.
Yo veo a tantas personas a veces allí trinco, como decimos nosotros en buen dominicano, tan... no pueden ni siquiera alabar al Señor. Suelta tu boca. Glorifica al Señor, cántale al Señor pero también tu puedes hablar, tienes que ser como un niño y eso es lo más difícil para nosotros, comenzar a hablar en un lenguaje que no sabemos, no conocemos, no tenemos control.
Eso es otra cosa, yo creo que las lenguas ayudan porque nos obligan a soltar el control mental. Nosotros dependemos demasiado de la mente y las lenguas yo creo que son un ejercicio ideado por Dios para que el cristiano se ejercite en el uso de otras facultades, que no son la facultad mental. Y cuando usted aprende hablar en otro idioma espiritual, eso le hace también más ágil, es como un ejercicio espiritual que le estira un poco los músculos para que usted no sea tan rígido y que aprenda a fluir en el espíritu.
Se necesita un espíritu lúdico. Esa palabra quiere decir, es latina y quiere decir un espíritu de juego. Usted sabe que para moverse uno adecuadamente en la zona del espíritu uno tiene que tener un espíritu de juego, uno tiene que ser.... Cristo dijo, “... sin no os hacéis como niños no entraréis al Reino de los Cielos...”
El que no se hace como un niño no puede entrar en las grandes experiencias del Señor. ¿Quién puede danzar en el espíritu si no es una persona que tiene un espíritu de niño? Porque el que no tiene un espíritu de niño, el que tiene un espíritu demasiado adulto va a decir, ‘oh, me están mirando y estoy haciendo el ridículo, y qué van a decir; y ¿el Internet estará poniendo mi foto por ahí?’ O algo por el estilo ¿no? Usted tiene que ser como un niño, tiene que soltarse en el espíritu.
Mire, para cantar hay que ser como un niño, para pensar a un ser amado hay que ser como un niño. ¿Qué cosa más extraña que un beso? Dígame sí o no. Piense en eso. ¿Sabe cómo de dice, de hecho, beso en árabe? Mójame la bemba. Un beso es la cosa más extraña. De paso, en Iraquí, beso es, saliva va saliva viene.
Hermanos, hay tantas cosas que nosotros hacemos que si usted mira no tienen sentido y sin embargo cuánto placer deparan al ser humano. Mire el reírse, mire el llorar y verter lágrimas, qué cosa menos lógica que eso y sin embargo cuánto descanso le da al alma humana estas cosas. Mire el baile, la danza. Usted ha visto dos personas digamos, si usted las ve a través de una vitrina y no oye la música, bailando, qué cosa más ridícula: dos personas allí a todo lo que da, usted no escucha la música. Sin embargo la raza humana continuamente ha declarado la danza como uno de sus relajamientos más hermosos, más importantes. Hay millones y billones de dólares que se dedican a la danza de tantas maneras, al baile.
Son cosas que requieren un espíritu suelto, un espíritu juguetón, un espíritu de niño, y asimismo pasa con las lenguas. Dios quiere que tu sueltes tu espíritu interno y que tu hables en ese idioma. Eso está dentro de ti. El Apóstol Pablo dice que todos podemos profetizar, y yo diría también que todos podemos hablar en lenguas, eso está dentro de ti, pero tienes que soltarla. Hay gente que cree que para hablar en lenguas dicen, bueno, yo sí, yo estoy dispuesto a hablar en lenguas pero esperan como que venga un angelito chiquitito y le mueva la lengua y ellos puedan hablar en lenguas de esa manera. Y eso no es así.
Si yo quiero hablar en francés yo ahora mismo puedo comenzar a hablar en francés, o en español o en inglés. Yo no necesito una emoción para ponerme a hablar en esos idiomas. Simplemente en un acto de mi voluntad, una decisión que yo hago y asimismo es con las lenguas. A veces la gente cree que para hablar en lenguas uno tiene que estar en una especie de éxtasis y no es así.
La lengua es un recurso que Dios ha puesto en tu disposición para que tu puedas hablar y comunicarte con él en un idioma diferente, en una forma diferente, en una forma más suelta, más espontánea, más fluida, sin los límites de la razón y del lenguaje humano, y que tu puedas expresarle a él tu adoración, tu alabanza, y que en medio de una reunión congregacional si tu sientes que el Señor te está dando un mensaje espiritual o una expresión para él, que haya el espacio en la congregación y que esa persona pueda ponerse de pie y en orden y en control, porque la Biblia dice que el espíritu de los profetas está bajo el control de los profetas, esa persona pueda expresar claramente, y esa persona quizás no entenderá lo que está expresando.
Ahora, dice que si se habla en esa forma pública y deliberada entonces debe esperarse a que alguien interprete. Interpretación de lenguas quiere decir, la capacidad espiritualmente dada por Dios para interpretar, no traducir, palabra por palabra, pero interpretar lo que esa otra persona ha dicho en el espíritu.
Ni la persona que habla en el espíritu posiblemente entienda lo que está diciendo, ni la persona que interpreta en el espíritu posiblemente entienda racionalmente lo que está diciendo el otro, tiende espiritualmente.
Déjenme ponerlo de esta manera, cómo es esto de una interpretación que no es lo mismo. Muchas de las piezas de la música clásica expresan sentimientos y fenómenos específicos. Por ejemplo, hay piezas de la música que expresan la primavera, digamos ‘Las 4 estaciones’ de Vivaldi, que es una de las piezas preciosas de la música clásica mundial. Esa pieza de Vivaldi que es famosísima expresa primavera, verano, otoño e invierno. Cada uno de los 4 movimientos de esa pieza expresan cada uno una de las estaciones.
Ahora, usted escucha esa pieza y Vivaldi lo que hizo fue tomar lo que él entiende, por ejemplo, como el invierno, una nevada, y un viento fuerte y musicalmente él trata de poner en sonido musical lo que es el invierno.
¿Cómo expresa usted por medio de la música lo que es el invierno? Bueno, se puede hacer, es una interpretación del invierno vertida a la música. Y así es con la interpretación de lenguas. Lo que la persona está intuyendo cuando escucha la lengua es un sentimiento, es una impresión, es una energía que está emanando de la persona que está hablando en lenguas. Y esta persona que está interpretando está tratando de poner el equivalente de ese sentimiento que está siendo expresado entre Dios y esa persona a palabras humanas que la congregación entonces pueda atestiguar y ser edificada por ella.
¿Me estoy dando a entender? No es que esa persona está traduciendo palabra por palabra, está interpretando el sentimiento, está interpretando la esencia de la comunicación que se está dando entre Dios y ese individuo. Eso es lo que el Apóstol Pablo habla de que algunas personas reciben la capacidad para interpretar las lenguas, otros reciben la capacidad para hablar en lenguas.
Y, hermanos, yo les digo de nuevo, yo me he beneficiado a través de mi vida del don de lenguas. Ahora, yo comparto con el Apóstol Pablo, ni siquiera tuve tiempo de entrar en lo de Primera de Corintios, Capítulo 14, quizás en otro momento. Hay tanta tela que cortar de estas cosas, hermanos.
Pero, yo me he beneficiado a través de los años de hablar en lenguas y comparto con el Apóstol Pablo su entendimiento de que, sí, las lenguas son hermosas, son importantes, pero mire, no es que tampoco sean la última Coca Cola en el desierto. No es como que es absolutamente...., hay iglesias como que ponen las lenguas por allá, como que es lo último y lo más importante. Es algo bueno, hermoso, bello, útil, importante, pero hay otros dones también que son igualmente importantes.
El Apóstol Pablo dice que él prefiere hablar 5 palabras en español, entendible a nosotros que mil palabras que nadie pueda entenderlo. Fíjese, ¿por qué? Porque a Pablo lo que le interesaba era lo que edifica a la iglesia y yo creo que siempre, cualquier uso de cualquier don debe estar regido por eso: no es el guille de profeta que me da a mí, ni lo impresionante que yo sueno cuando estoy usando el don. No, es si eso redunda en bendición para el pueblo de Dios, si eso redunda en beneficio de alguna manera para alguien. Eso es lo que nosotros buscamos a través de los dones. Eso es lo que Dios quiere, no es simplemente uno hacer un show, es simplemente cómo bendice, cómo edifica.
La palabra edificación es bien importante con respecto a cualquiera de los dones. Dios ha dado los dones para edificación de la iglesia, y los dones tienen que edificar a la iglesia. Y los dones que más edifican deben ser los más valiosos de todos.
Por eso es que Pablo dice, si yo hablase lenguas humanas y angélicas y no tengo que amor, no me visto que no voy. Lo más importante es lo que bendice. ¿Qué bendice más que el amor? Dice Pablo.
Entonces, nosotros tenemos que ser.... por eso también ese pasaje, Primera de Corintios, Capítulo 14 dice, “....Hermanos, seamos niños para la malicia pero maduros en el entendimiento y en la sabiduría....”
Porque muchas veces la gente se come la cáscara del guineo y bota la carne del guineo, bota la fruta. Y hay iglesias que ponen tanto énfasis en lenguas y en esto y en lo otro que se olvidan de el carácter, del fruto del espíritu, de la edificación, de la doctrina, del crecimiento espiritual, de la transformación del yo, del evangelismo, de la belleza, de tantas otras áreas de la vida cristiana que son más importantes.
Pero las lenguas tienen su utilidad. Yo me he beneficiado. ¿Cómo me he beneficiado, cómo me he beneficiado y cómo se benefician? De nuevo, cuando hay expresiones en mi vida, hay momentos en que yo quiero hablarle a mi Dios libremente y simplemente él y yo estamos hablando. Yo no tengo que preocuparme de si suena bonito, de si no, simplemente suelto mi boca y suelto el hilo del lenguaje. Es como cuando uno se pone un pantalón ancho para estar en la casa y uno ruega que no entre visita ese día, ¿no? Y una camisa ancha porque uno quiere.... no voy a entrar en más detalles, uno quiere estar suelto completamente ¿verdad? Y simplemente uno está suelto.
Así pasa con el idioma. El idioma es una limitación y un día nosotros soltaremos nuestras alas y hablaremos con Dios directamente sin dificultades, sin limitaciones humanas y nada. Será un idioma angelical, divino sin ningún tipo de limitaciones. Mientras estamos aquí en la tierra podemos hacer eso mínimamente, sacando momentos para hablar con Dios en un idioma angelical, nuestro propio idioma. Nos ponemos una pantuflas lingüísticas y hablamos con el Señor libremente. Gloria a Dios.
Y eso usted lo puede hacer en su tiempo de adoración también, por fe, abra su boca. Quizás le saldrá una palabrita simplemente, pero poco a poco... ¿Cómo se desarrolla un idioma? ¿Cómo aprenden los niños a hablar? Comienzan, gu, gu, da, da y cuando usted viene a ver usted tiene que amarrarles la boca porque no quieren dejar de hablar. ¿Verdad? Y así pasa.
Nosotros tenemos que comenzar en el nombre del Señor dando balbuceos, solamente quizás saldrá un sonido, una palabrita, ratatata y cuando viene a ver estás hablando completamente, hasta hablando poemas en el espíritu porque Dios ha soltado tu lengua. Los dones se desarrollan usándolos.
Así que, comienza ahí en tu vida privada, pido a los músicos que pasen por favor.... en tu vida privada o simplemente ahí en tu tiempo de adoración, mientras la música está fluyendo y hay suficiente sonido alrededor que nadie se puede dar cuenta, en ese momento comienza a hablarle al Señor, comienza a desarrollar tu don, comienza a hablar palabras indecibles, dice el Apóstol Pablo, un lenguaje que solamente tu vas a entender, pero vas a encontrar gran beneficio de ello.
Yo he encontrado descanso para mi alma, he encontrado la capacidad para decirle a Dios cosas que de otra manera yo no podría decirle. He encontrado formas de orar por personas que a veces yo no sé si pedirle al Señor que le dé esto, le dé lo otro, lo saque de aquí, lo ponga allí, y lo que hago es simplemente, ‘bueno, Señor voy a orar en lengua y tu sabrás cómo interpretarlo.’
Muchas veces, la palabra dice que el espíritu ora con gemidos indecibles. En otras palabras, hay cosas que tu no sabes cómo expresarlas pero el Espíritu Santo dentro de ti va a expresar estas cosas en formas inusitadas, desacostumbradas. Y Dios que es el traductor por excelencia y el que conoce todos los idiomas va a poder interpretar lo que tu espíritu está orándole a él y podrá a entender.
Las lenguas hacen todas estas cosas. Es un ejercicio para el espíritu, es una forma de fortalecer nuestra mentalidad sobrenatural. Es una forma de deshacer esa dependencia que tenemos sobre la mente y la razón y es una forma de tener un pedacito del cielo cada uno de nosotros con nosotros, usando las lenguas.
Y si lo hacemos en contexto público, entonces debe pedirle al Señor la congregación que alguien pueda interpretar. Y de nuevo, esa interpretación será algo impresionista, que por fe también será ejercido.
¿Cuántos quieren que Dios manifieste ese don de lenguas en su vida? Eso es para ti, eso es para ti. Todo cristiano tiene derecho a usar el don de lenguas. Y yo les animo en el nombre de Jesús. Si usted ha recibido la llenura del Espíritu Santo en su vida, yo le pido en el nombre de Cristo, atrévase a usar su don y comience a fluir en ese don.
Vamos a ponernos de pie en el nombre de Jesús en esta mañana. Úselo en el contexto de la adoración. Eso es precioso. Cuando, por favor hermanos, comiencen allí un poquito a fluir, déjenme ustedes también. Vamos a ver si ustedes también pueden fluir ahora mismo, no practiquen nada, simplemente toquen ahí entre ustedes, todos, todos vamos a ver qué sale de ahí.
Porque también se puede hacer eso de muchas maneras. Sabe, los músicos hacen eso en el jazz, en la improvisación. Simplemente ellos se dejan llevar... eso lo entienden, todos los artistas saben lo que es esto de dejar hablar en un idioma que no está ensayado y simplemente seguir un guión, una cosita allí, un apoyito mínimo y entonces fluir y dejo. Eso es lo mismo, los hombres entienden, los artistas entienden eso de fluir, de hablar y soltarse. Nosotros podemos hacer lo mismo con nuestra boca ¿sabe? Usted puede cantar en el espíritu, usted puede hablar en el espíritu, usted puede orar en el espíritu, usted puede profetizar en el espíritu simplemente soltando, y usted puede escuchar, va a ser una melodía entre Dios y usted, como estos hermanos aquí están tocando así.
Si ellos lo hacen en fe, lo que ellos están tocando es una melodía que Dios y ellos entienden y que glorifica al Padre, ¿sabe? Cuando se consagran las cosas a Dios, y uno dice, ‘Padre, esto es para ti, este sonido es para ti, este cántico es para ti’, y cuando el alma dentro lo está consagrando al Señor, Dios sabe que está siendo consagrado a él y lo recibe como un incienso de olor suave ante su presencia.
Eso es lo que ellos están haciendo y tu pueden hacer lo mismo en tu propia lengua, calladito ahora mismo te pido, abre tu boca y pronuncia sonido, el sonido que te venga a la mente, conságraselo al Señor. Conságraselo ahora mismo al Señor.
Rabashanda aquí nia mosterebequirianantala. Oh, rebeshinia, Oh, querebe irrorronte terre bequí mashanala ra. Oh, requenderebe bequindia masu reantarabá. Uniala rayaba....
Quinamasó realcarabayínia macanda tara.
Pronuncia esas palabras en el idioma que te salga, los sonidos, dos, tres sonidos lo que te salga de tu boca. Atrévete en el nombre del Señor. Y cada dele la privacidad a cada cual que se merece, y suéltate en el nombre de Jesús y pruébalo ahí en tu casa mientras te estés bañando, mientras estés en tu cama antes de dormirte, cuando tengas un problema serio, cuando tengas una situación que no sabes cómo orarle al Señor, cuando haya una situación difícil en tu vida y no sabes qué pedirle al Señor, órale en una lengua especial.
“Abre tu boca, dice el Señor, y yo la llenaré.” Atrévete, just dare to pronounce the spirit. Let the spirit flow in you. Dare to flow in that spirit right now. And use those tongues in the name of Jesus. It is for you.
Puede que te sientas abochornado en un momento dado, pero eso es parte del proceso, porque si no eres como un niño, no puedes entrar en el Reino de los Cielos, si no te atreves a jugar como un niño no puedes recibir todo lo que Dios quiere.
Atrévete en el nombre del Señor. Pierde esa vergüenza y deja que el Espíritu Santo tome control de tu boca en esta mañana y practica esto hasta que te sueltes completamente. Y eso será un gran recurso para tu vida.
Oh Señor, te alabamos.
Arrabashalaco de raquírria a monte teirebe. Tenamashundere quereme sí corobajasorreante. Y na norea shalacaderrabacurria manta.
Oh, te adoramos, Señor. Glorifícate, Padre. Te bendecimos, Señor. Recibe este lenguaje, oh Dios. Recibe esta alabanza, Señor. Recibe esta adoración que te ofrecemos, Padre. Es para ti, Señor. Tu mereces lo mejor, tu mereces lo nuevo. Tu mereces lo no estrenado, Padre. Tu mereces las palabras de nuestra humillación. Tu mereces nuestro quebrantamiento, Señor, en esta mañana quitamos a un lado nuestra dignidad falsa, nuestro orgullo de hombres y mujeres y nos hacemos como niños delante de ti, Padre, y dejamos que tu espíritu nos inspire, y que tu espíritu nos dirija, Señor.
Se glorificado, se glorificado, se glorificado en nosotros, Señor, en esta mañana. Te adoramos. Eso es también, las lenguas ayudan mucho también a la sanidad emocional. Una persona que aprende a hablar en lenguas va a ser más sana emocionalmente. Si tu tienes problemas emocionales y tensiones en tus emociones, fluye en una lengua y háblale al Señor en una lengua desconocida y eso te va a traer sanidad también en el nombre de Jesús.
Gracias, Señor. Escucha esa melodía. Ellos están ahora mismo fluyendo en el espíritu y eso es para gloria del Señor. Ellos están tocando en su idioma musical y yo espero que nosotros hagamos más y más de eso, que haya música inspirada por el Espíritu Santo en medio de nosotros, que podamos fluir en el espíritu, que nuestros músicos, nuestros adoradores puedan fluir en el Espíritu Santo porque eso es lenguas, son lenguas musicales también que glorifican el nombre del Señor.
Oh, te adoramos, Señor. Te ofrecemos nuestra adoración. ¡Aleluya! Adora, profetízale al Señor, alaba el nombre del Señor, glorifícalo en cualquier idioma, incluyendo el español ahora mismo. Dale gloria a Dios. Démosle una alabanza al Señor, que fluya ese espíritu.
Let our spirit flow. Let the spirit of the Lord flow, right now, just express your words of blessing and praise and glory on to the Lord. We glorify you, Lord. We honor you, Jesus. We declare your lordship today. We declare that you are the King of our lives, that you are in control of all that we do and that we are, that you are the Master of every crisis, of every situation that we are facing, that you are in control, Father, that there is nothing in our life that happens out of your provision and your control and that we are secure in you, Jesus.
Te adoramos, Señor y te levantamos nuestra alabanza a ti, oh Dios, porque tu mereces toda la gloria y toda la honra, porque tu moriste en la cruz por nuestros pecados, y tu ganaste victoria para nosotros, y tu has muerto por las almas de este mundo y has puesto a tu iglesia para ser madre de las naciones y para proteger vida, y para sanar a los necesitados, y para proclamar la voluntad de Dios sobre la tierra, y nosotros hacemos eso, Padre en esta mañana. Y nos constituimos en tus portavoces.
Esta iglesia, Señor, se constituye en un instrumento para tu gloria. Nos convertimos, Señor, en herramientas que tu puedas usar para tu gloria en las naciones, en el nombre de Jesús declaramos que ningún poder humano, angelical, demoníaco está por encima del poder de Dios, que ninguna voluntad humana jamás podrá establecerse sobre lo que Dios ha declarado y que tú eres el Señor todavía y que tu avanzas irresistiblemente hasta llevar a cabo tus propósitos sobre la historia de la humanidad y te damos la gloria y la honra y te alabamos, y te bendecimos y declaramos que tu eres el Señor, que tu eres el Señor.
We declare that you are the Lord over all your creation. Alleluia! Yes.
Profetiza en el nombre del Señor y declara las grandezas de Dios. Dale gloria y honra al Señor. Profetiza delante de Dios en esta mañana. Profetiza delante del Altísimo y declara que él es, sobre toda autoridad, sobre todo nombre que se mueve en la tierra, sobre nombre que se nombra, él es el Señor, él es el Señor, él es el Señor. ¡Aleluya! ¡Aleluya!
Te glorificamos, Padre. Te alabamos, te bendecimos. Entregamos nuestras vidas a ti, Señor.
We yield our lives to you, Lord. We yield this church to you, Father in the name of Jesus. We declare that we are your property, oh Lord.
Somos tu propiedad, Señor. Somos tuyos, Señor para hacer de nosotros lo que tu quieras, oh Dios. Te rendimos nuestras vidas, Señor, las rendimos a tus pies, Padre, como un sacrificio vivo, nos entregamos a ti, Señor. Oh, te adoramos.
Bendito el que vive y reina para siempre. Gloria al nombre de Jesús. Pueblo de Dios, pueblo de Dios, muévete en el poder que Dios te ha dado, muévete en lo que Dios ha declarado, muévete en los dones, los recursos que Dios ha puesto a tu disposición. No desperdicies lo que Dios ha puesto en tu mano, no subestimes la importancia de ser un hombre, de ser una mujer llena del Espíritu Santo. No desperdicies esos regalos preciosos que Dios te ha dado, no dejes de usarlos, no dejes de moverte en ellos, no dejes de practicarlos por fe, no dependas de tu mente, no dependas de tus emociones, depende del espíritu que está dentro de ti, el espíritu de Dios siempre está dispuesto aunque tu carne quiera frenarte, recuerda que tu espíritu siempre desea estar en comunicación con Dios.
¡Aleluya! ¡Aleluya! Gracias, te adoramos, oh te bendecimos, Señor. Tú eres grande, tú eres digno de toda alabanza, de toda gloria. Oh gracias, gracias, Señor. Te alabamos, te glorificamos.
Oh, we worship you, Father. We revel in your presence, Lord. We cast ourselves into your waters, right now, Father and we swim like little babies, Father, like little children without any kind of restraints, with all abandon, Lord we submerge ourselves in your waters and we rejoice as we swim in your seas, Father, in your depths and we glory in your greatness, in your goodness. Heal us, Father. Heal us inside, heal us inside, Lord and we shall serve you always. Glory to the Lord. Alleluia!
Gloria al nombre del Señor. Santo es el Señor. ¡Aleluya! Denle un gran aplauso al Señor. Él es digno de toda alabanza, toda gloria, todo honor.