SERMONES
Nadie sabe el día ni la hora
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Como ustedes se recordarán yo empecé hace dos miércoles atrás una serie de lo que yo creo que le voy a cambiar el título ahora. Le voy a decir “Abriendo la cajita de Pandora”, eso es lo que le voy a decir a mi serie de mensajes ahora. Digo eso, por obviamente, la naturaleza de esos temas es una naturaleza que es bien conflictiva porque son temas que mucha gente los interpreta de distintas formas y pueden justificarlos en distintas formas.
Pero yo he sentido el deseo o la inquietud de poder hablar de estos temas desde la perspectiva de nosotros como iglesia. Porque hay veces que no escuchamos estos temas como así desde el púlpito de aquí de Congregación León de Judá. Así que yo me he dado a la tarea de coger algunos de estos temas. El primero con el cual yo empecé fue el tema de que si algún cristiano puede perder su salvación ¿o no? Eso fue lo que hablábamos hace dos miércoles atrás. Y el argumento que yo estaba diciendo no es que necesariamente que pierde la salvación sino que es más bien un asunto de que la persona se aparta, renuncia a su salvación.
Y obviamente, al hacer eso, pues es como quien dice está corriendo el riesgo de perder eso entonces. Pero más bien el argumento era ese, que después de haber conocido la verdad y la persona por su libre albedrío decide entonces seguir con su vida vieja. Pues es una personas que está negando de haber disfrutado de esa bendición, de estar en la presencia o de disfrutar una relación con Dios.
Hoy el tema que me estoy atreviendo a tocar tiene que ver con el retorno de Cristo. Por eso es que estoy diciendo, le puse de tema “Nadie sabe el día ni la hora” y pueden ir conmigo a ese pasaje en Marcos capítulo 13. Aquí lo que yo quisiera hacer es más o menos hacerlo como parte de un estudio bíblico acerca de cuales son algunas perspectivas teológicas sobre el retorno de Cristo. Yo espero que no se me pierdan aquí. Créanme, es un tema bien interesante.
Pero a la misma vez lo estoy haciendo con el sentido con el cual inicié esta serie que es la idea de nosotros podernos aferrar a Cristo. Aferrarnos a aquellas cosas en las cuales nosotros creemos, lo que nos une, lo que nos amarra a nuestra relación con Dios. Cuando se dan cuenta si estaba hablando de la salvación, la salvación es la puerta de entrada para nosotros tener una relación estrecha, directa con nuestro Señor Jesús. Eso es una de las cosas que más nos aferra.
Entonces, este tema del retorno de Cristo, estamos hablando de que es un tema teológico, que no es escatología. Esto tiene que ver con los tiempos finales, lo que habla acerca del fin. Pero sin embargo lo estamos hablando a la luz de que es una promesa. Es una promesa que el Señor Jesús nos ha dado a nosotros, de que no nos va a dejar solos sino que Él va a regresar por nosotros en un momento futuro. Pero lo que quiero hacer ahora es más o menos explicar algunas de las perspectivas que obviamente hay allí afuera en el mundo evangélico.
Pero déjenme leer primero el verso de Marcos, capítulo 13. Comenzando con el verso 31. ¿Lo tienen ahí? Muy bien. Dice:
“el Cielo y la Tierra pasarán, más mi palabra no pasará. Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aún los ángeles que están en el Cielo” -y esta es la parte más interesante- “Ni el Hijo. Sino solamente el Padre. Mirad, velad y orad porque no sabéis cuando será el tiempo”.
Este verso a mi siempre me ha cautivado por el mero hecho de que a lo largo de toda la historia de la humanidad la gente se han estado rompiendo la cabeza tratando de descifrar cual es el día, la hora, el año y el mes en que Jesús va a regresar. Pero se van a seguir rompiendo la cabeza porque la misma Biblia dice que nadie lo sabe. ¡Ni el mismo Jesús lo sabe! Imagínate es como si Jesús estuviera sentando al lado del Padre, como qué “¿Ya?” “No”. “¿Ya? ¿Ahora sí, verdad? Mira septiembre 11 pasó”. “No todavía, sigue esperando, sigue esperando”. “Ya el tsunami, el tsunami”. “No todavía”. “Mira, hay bombas escondidas yo no sé donde. Ahora sí, ahora sí”. “No todavía”. ¿Vieron la idea? Ni el mismo Jesús sabe el momento.
Ahora porque la gente trata de descifrar todas estas cosas. Hay un libro que es bien importante en la Biblia que se llama el libro de Apocalipsis. Es el Libro que no mucha gente se atreve a meterle las manos a él obviamente, porque es un libro que tiene muchos simbolismos y cuando uno trata de interpretar los simbolismos, por eso es que hay tantas vertientes y direcciones de cómo la gente percibe como van a suceder estos eventos finales.
Pero miren. Déjenme presentarles algunas cosas. ¿Si me puedes poner el próximo slide? Yo les voy a presentar algunas de estas teologías que hay allá afuera y una se llama la “Post milenial”. Lo del milenial tiene que ver con el año del milenio que si ustedes buscan en Apocalipsis-déjenme leerles esto para que no se me confundan- Apocalipsis capítulo 20 habla acerca de los mil años del reinado de Jesús aquí en la Tierra y obviamente hay unos sucesos que ocurren antes y unos sucesos que ocurren después.
Empiezo con esta perspectiva: la post milenial porque esta es la teología que dice que el rapto, el retorno de Cristo va a suceder después del milenio. Eso es esta perspectiva: que el segundo retorno de Cristo va a suceder después del tiempo del Juicio Final. O sea que si ustedes ven esa gráfica que yo puse ahí arriba miren como lo presenta. Dice que después de la muerte y la resurrección de Cristo la gran tribulación supuestamente comenzó en el año 70 cuando fue la destrucción del Templo de Israel.
La Gran Tribulación, supuestamente, nosotros ahora estamos viviendo en el tiempo del milenio, el tiempo presente –supuestamente- del milenio, pero obviamente ya han pasado más de mil años así que piensen que milenio es un número simbólico. Y que tiene que haber un momento en ese período donde haya una gran conversión de judíos. Eso es lo que la teología post milenial dice. Donde el pueblo de Israel completo va a reconocer a Cristo Jesús como el Mesías y después entonces va a llegar esa rebelión final de la cual habla que el diablo va a ser puesto suelto y va a confundir a todas las naciones y después llegará el juicio final y entonces viene Cristo. Esa no es nuestra teología como Iglesia.
El próximo slide. Les voy a mostrar todas las demás para después enfocarme en todas las otras que son más cercanas a nosotros. Bruce, permiso, next one, please. Thank you. La amilenial. Esta es una que ¡Uh! I wish you … diría yo. Pero tiene su… La amilenial lo que dice es que después del tiempo de la muerte, resurrección y ascensión de Jesús, ellos no creen que va a haber un tiempo de tribulación en sí como tal. Bueno, sí hay un tiempo de tribulación pero que la iglesia está viviendo durante todo ese tiempo de tribulación y que el milenio es algo simbólico donde pueden cien años como pueden ser cinco mil años pero lo que va a decir el regreso de Jesús es ese tiempo de Juicio Final.
Que no hay eventos, así claves a lo largo de él que puedan decir que ya está cerca sino que va a llegar el momento donde así repentinamente llega el Segundo Retorno de Cristo y ahí se van con Él los salvos como los no salvos a ese tiempo del Juicio Final. So, esa no es la perspectiva de nosotros como iglesia. Próximo slide. Aquí ya nos estamos acercando un poquito más porque aquí tiene que ver con la pre-milenial.
La teología premilenial lo que está diciendo es que Cristo Jesús, que esa segunda venida de Jesús va a suceder antes de ser el tiempo del milenio. Pero dentro de la perspectiva premilenial hay como tres sub-categorías. Primero está dentro de la premilenial que está la pre tribulación. La pre tribulación lo que dice es que el rapto va a venir antes de esos 7 años de tribulación que se ven ahí y después de eso van a venir los mil años del reinado de Cristo en la Tierra. Y para eso están los libros de Apocalipsis 19, 20 y 21.
Y que después entonces de ese de esos mil años va a venir ese tiempo de revolución donde el diablo va a ser puesto suelto y Cristo con la iglesia van a pelear y va a haber tremenda pelear y el diablo, finalmente va a ser lanzado al lago de fuego y entonces va a venir el gran juicio del trono blanco donde todas las personas, finalmente, van a ser juzgadas para vivir por la eternidad.
¿Qué es lo que pasa después de ese tiempo del juicio del trono blanco? Que entonces viene la eternidad, eso es Cielo y tierra nueva. Hay personas dentro de esta perspectiva que como que muchas veces confunden la aritmética y cuando están leyendo los textos lo que dicen es que lo que significa el rapto es que la iglesia, nosotros, vamos a ser llevados –imagínense si nosotros tuviésemos un laser, se me olvidó coger el laser, el laser está en mi oficina.
Pero está bien- imagínese que mi dedo tiene un laser pero de ahí del lado del rapto lo que está diciendo es que la iglesia va a ser llevada al Cielo y hay dos perspectivas de esto. Que después de haber sido llevado al Cielo va a pasar el tiempo de la tribulación y después la iglesia va a volver a la tierra para esos mil años de reinado de Cristo. Esto es la perspectiva de que la iglesia va a conducir ese reinado de Cristo.
Y esto habla mucho de que todos los gobiernos, todos los sistemas financiero, educativos, de las artes, todo va a ser elegido por la iglesia de Cristo. Eso es lo que dicen esos mil años de reinado aquí en la tierra. En el rapto la iglesia se va al Cielo y luego llega aquí a los mil años de reinado. Pero hay otra perspectiva que también dice que la iglesia se va en el rapto y entonces entra aquí en la eternidad. Esas son dos perspectivas que están ahí. ¿Puedo cambiar esto aquí? No, Okay.
La próxima porque no los quiero confundir mucho con toda esta palabrería. Está la otra, es la perspectiva pre milenial. Y vuelvo y lo escribo mal. Eso fue la computadora que lo puso así. Okay, está la pre milenial a media tribulación. Y el único cambio que hay aquí, miren esto, miren donde cae el rapto. Vayan conmigo a Mateo capítulo 24 verso 22. Miren como dice este pasaje, miren de donde sale esta idea.
Mateo 24 versos 21 y 22. De aquí es de donde sale esa idea de que la iglesia va a ser llevada a mitad de la tribulación. Dice: “Porque habrá entonces gran tribulación cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados nadie será salvo. Mas por la causa de los escogidos –esto es la iglesia- aquellos días serán acortados”.
Esta perspectiva lo que quiere decir es que la iglesia va a entrar en el tiempo de la tribulación pero va a ser solamente hasta mitad del tiempo de la tribulación. Entonces Cristo va a venir, se va a llevar a la iglesia a mitad de la tribulación y entonces pasa una de dos cosas: la iglesia sube, se encuentra con Él y vuelve y entra en el tiempo del inicio de los mil años del Reinado o entra acá ya directamente en la eternidad.
Próximo slide. Ahí, Okay. Pre milenial post tribulación. ¿Si usted quiere saber donde está León de Judá parada? Es aquí. Aquí es donde nosotros estamos parados. Les voy a explicar por qué. Hay varios textos que indican esto. Déjenme leerles algunos aquí. Si nosotros leemos todo este pasaje de Mateo 24 que es donde estábamos leyendo ahora. Miren, les voy a leer algunos versos. Aquí es donde Jesús comienza a hablar de las señales antes del fin.
Verso cuatro. Comienza diciendo: “Miren que nadie los engañe porque vendrán muchos en mi nombre diciendo ‘Yo soy el Cristo’ y a muchos engañarán y van a oír de guerra y rumores de guerra, pero miren que no se turben porque es necesario que esto acontezca pero aún no va a ser el fin”. ¿Dígame usted si nosotros hasta ese verso nada más, si hemos visto ya eso suceder? Esto son cosas que están sucediendo ya hoy día.
Es bien cómico porque hubo alguien que me dejó aquí un DVD de este personaje allá en Miami, Florida que se llama Ser el Cristo reencarnado. Válgame la cosa que tiene el apellido Miranda también pero no está afiliado con nuestro Miranda. Exacto se llama Jesucristo hombre. Y yo nada más empecé a oír los primeros cinco minutos de esta grabación y yo lo tuve que apagar porque yo me dije “¡Guau! ¿Cómo la gente va a creer esta barbaridad?”
La verdad es que yo me lo tuve que decir así pero puedo ver que el mismo Jesús lo dice. Muchos van a venir hablando en mi nombre pero no son. No son Él, van a engañar a muchos. Y han engañado a muchos a tal nivel que son personas que hasta se han tatuado el número 666 en su brazo y en su frente y es como que “Come on, people! Wake up! Don´t you get it?” Pero el hombre tiene melaza para confundir a corazones débiles.
Pero, anyway, sigo leyendo. Verso 7: “Porque se levantará nación contra nación y reino contra reino y habrá pestes y hambre y terremotos en diferentes lugares”. Cosas que están sucediendo hoy día, corriente. “Pero todo esto va a ser el principio de dolores. Entonces los entregarán a tribulación y los matarán y ….” Verso 12: “Y por haberse multiplicado la maldad el amor de muchos se enfriará” que esto es algo que también acontece hoy día.
Hay veces que la gente se empieza a criticar: “¡Guau! Si Dios es un Dios tan bueno y compasivo por qué Él permite tanto pecado en el mundo?” Esa es una pregunta existencial que tienen muchas personas hoy día. Porque no pueden sumar, porque uno mas uno no les da dos. Es como que “¡Guau! Si Él se dice ser un Dios de tanto amor y de tanto bien por qué Él entonces está permitiendo todas estas cosas?”
Y no se dan cuenta que no es que Dios permita eso, sino que es la misma naturaleza de nosotros como hombres y mujeres caídos que causamos toda esa amalgama de males que se están llevando a cabo hoy día. Obviamente, “por haberse multiplicado la maldad de muchos, el amor de muchos se enfriará” pero –verso clave- “más el que persevere hasta el fin, este será salvo”. Y entonces sigue leyendo “entonces será predicado este evangelio”.
Y ahí llego al verso 22 que ya lo leí. Verso 29 miren como dice: “E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días el sol no resplandecerá, la luna no dará su resplandor y las estrellas caerán del Cielo y las potencias del Cielo serán conmovidas”. Verso 31 “y enviará a sus ángeles con su gran voz de trompeta y juntarán a sus escogidos de los cuatro vientos desde un extremo hacia el otro de la higuera aprender esta parábola”.
De nuevo, verso 35 dice: “El Cielo y la tierra pasarán pero mis palabras no pasarán. Pero el día y la hora nadie lo sabe”. Así que en esos versos ahí, particularmente el verso 29 y 31 da esa connotación de que nosotros como iglesia vamos a pasar un tiempo de tribulación. El otro verso que también les puedo leer está en Apocalipsis. Vayan conmigo a Apocalipsis capitulo 7. Verso 9.
Miren como dice: “Después de esto miré y he aquí una gran multitud de la cual nadie podía contar, de todas las naciones y tribus y lenguas que estaban delante del trono y en la presencia del cordero vestido de ropa blanca y con palmas en las manos. Clamaban a gran voz diciendo ‘La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono y al cordero’. Verso 13: “Entonces uno de los ancianos que estaba en el trono habló diciéndole a Juan -que es el que está escribiendo esta profecía-: ‘Estos que están vestidos de ropas blancas ¿Quiénes son y de dónde han venido?’ Mira la pregunta.
“Yo le dije. Señor Tú lo sabes. Y Él me dijo ‘estos son los que han salido de la gran tribulación y han lavado sus ropas y las han emblanquecido en la sangre del cordero. Por esto están delante del trono de Dios y le sirven día y noche en su templo y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos. Ya no tendrán hambre ni sed y el sol no caerá más sobre ellos ni calor alguno. Porque el cordero que está en medio del trono los pastoreará y los guiará a fuente de agua viva y Dios enjugará toda lagrima de los ojos de ellos”.
Miren este verso que bello y que precioso mis hermanos. Este verso es uno de esos versos que me mantiene a mí corriendo todos los días, todos los días. Porque ahí es donde está mi esperanza enfocada. El mero hecho de que nosotros tenemos una promesa de que el Señor Jesús va a volver una vez más por la iglesia. Y aquí es donde sí, teológicamente, nosotros como iglesia estamos puestos aquí. Esta es nuestra perspectiva como iglesia. Porque entendemos que nosotros estamos viviendo ahora en un tiempo de tribulación, mis hermanos.
Las cosas que nosotros estamos viviendo hoy día son cosas bien fuertes. Vivir o mejor dicho declarar que nosotros somos cristianos, hoy día en el mundo que vivimos y válgame por ende el estado de la ciudad donde nos ha tocado vivir, cada día se hace más difícil poder vivir de acuerdo a esos estándares, a esos estilos de vida que el Señor quiere para nosotros. Tal vez a ninguno de nosotros nos están poniendo una pistola en la cabeza como quien dice.
“Si eres cristiano te voy a matar” “Bueno, pues mátame, vuélame la tapa de los sesos”. Pero hay otros lugares en el mundo donde esto sí está sucediendo hoy día. Hay persecución de cristianos en muchos lugares. En China, miren esto mis hermanos, esto es algo que a mí siempre me ha abrumado. En China que es uno de los lugares donde los cristianos son más perseguidos, sin embargo, uno de los lugares donde la iglesia más y más está creciendo.
Y ¿saben dónde? No en templos así tan bonitos como este. Es en túneles bajo tierra. Ahí es donde se reúnen. Tú sabes, tú vas por la calle y las alcantarillas del subte tú estás mirando así como que nadie te vea, te levantan la tapa y …por ahí te vas y te cierran la tapa por detrás. Y cuando llegas allí abajo hay tremenda fiesta ¡Gloria a Dios, Aleluya! Y está todo el mundo ahí gozoso, fogoso en el Señor.
Suena bien impresionante pero mis hermanos, esto es algo fuerte, esto es algo duro. Los tiempos en los cuales nosotros estamos viviendo son tiempos duros, difíciles. Pero por algo es que el Señor nos dice “El que persevere hasta el final, este verdaderamente va a ser salvo. Esa es la persona que verdaderamente va a disfrutar y a gozar de todo lo que yo tengo guardado allí arriba en el cielo…” Y aquí yo les digo algo, aquí yo soy bien honesto.
Aquí es donde mi teología, yo como que, no sé tal vez yo saque F en esta parte de la clase. De nuevo, yo no pienso en mil años del reinado de Cristo. Hay veces que yo me digo “Señor Jesús por qué Tú vas a querer venir a la tierra si vamos a estar en el cielo?” Hello. No hay nada mejor que estar en el Cielo. Pero si Él quiere venir a la tierra a hacer algo, so be it.
Ahora yo me digo, si son mil años y antes de esos mil años el diablo fue como quien dice aprisionado, mandado al lago de fuego, ¿por qué entonces van a pasar mil años y después de los mil años lo vas a soltar otra vez? Hello? It doesn´t make sense. ¿Por qué lo vas a soltar de nuevo? Yo no se ahí es donde viene la incógnita de estas profecías. Porque de alguna forma, es como quien dice, tengo que amarrar el perro bravo para poder hacer lo que yo quiero.
Y una vez yo tenga a mi pueblo bien formado en esos mil años donde Cristo va a estar reinando, va a estar ejerciendo su fuego, su ejercicio, su mandato y poniendo todas las cosas en orden cosa que cuando finalmente cuando Él le quiera dar el último cocotazo por encima a Satanás Él diga: “Okay, vamos a soltarlo ahora a ver como se mueve el meollo ahora”. Y lo suelta y es como darle la última pescozada porque ya sabe que está derrotado para entonces, me imagino yo, entrar a ese Cielo y tierra nueva.
Si usted me pregunta a mi “ Pastor Omar ¿cómo va a ser? ¿Qué significa eso? ¿Qué nosotros vamos a estar volando entre el Cielo y la tierra y vamos a estar disfrutando de dos residencias, una allá en el Cielo y otra acá en la tierra?” Yo no se. Si usted me dice “¿De verdad que vamos a estar caminando en calles de oro?” Yo no se. “¿De verdad que son mares de cristal?” Yo no se. Yo se que la Biblia lo dice, pero que vaya a ser así perfectamente.
Aquí es de nuevo mis hermanos, donde yo digo lo mismo que dije hace dos miércoles atrás. El que tiene la última palabra es Dios. Yo se que hay una Palabra, yo se que hay una promesa que el Señor dijo que va a preparar mansiones para cada uno de nosotros. Y no son mansiones como las que nosotros vemos aquí. Yo se que es algo totalmente nuevo, distinto. Miren, yo me atrevo a decir que muchos de ustedes han tenido sueños de cómo será ese lugar.
A mí alguien aquí me prestó un DVD que yo lo empecé a ver de una niña, una joven, creo en Guatemala, que tuvo un sueño y en su sueño ella fue al infierno y del infierno fue el Cielo y después volvió otra vez. Y ella relata su testimonio de cómo fue toda esa experiencia. Fue algo bien interesante. Yo he tenido muchos sueños, mis hermanos. Pero yo me recuerdo de uno en particular donde yo me vi en un sitio, que como a mi me gusta la playa, yo me vi que yo estaba en una orilla y la arena era tan blanca y tan sedosa, parecía azúcar la arena.
Y yo recuerdo que yo estaba sentado en una mesa que yo recuerdo era una mesa larga. Había cientos y cientos de personas en esa mesa y toda la gente en esa mesa tenían un gozo, estábamos compartiendo. Estábamos comiendo, pero yo no se que era, yo se que estábamos comiendo pero yo no se que era. Yo se que no eran ni chuletas, ni arroz, yo no se que eran. Quien sabe si esas comidas van a existir en el cielo pero algo estábamos compartiendo.
Yo de repente recuerdo que en ese sueño yo vi a un personaje que era como Jesús. Que él se me acercó y con una sonrisa solamente me dijo “¿Te gusta lo que estás disfrutando?” Y yo solamente en el sueño me vi que estaba abrazando a gente que estaba al lado mío y yo recuerdo que en ese sueño yo pude sentir que eran familiares míos, que yo los estaba abrazando. Y que nos estábamos riendo y que estábamos gozando el momento.
Y ese sueño para mí, mis hermanos, han sido como un vislumbre tan bello y tan pero tan precioso. Pero que vaya a ser así, maye, puede ser que sea así. Tal vez que yo llegue a una esquinita allá en el Cielo que yo llegue a una playa como la que yo vi, donde el azul del cielo y el azul del mar como que no había un horizonte porque todo se veía tan pero tan similar. Pero yo si se lo que yo sentí. Y yo se que yo sentí un gozo, que ni aquí, mis hermanos, yo lo he sentido.
Había algo en ese sueño que yo sentí que me decía “¡Guau! ¿Si eso va a ser así cuando nosotros lleguemos allí arriba? I can’t wait. De verdad. Yo anhelo y deseo ver eso. Ahora, mis hermanos, ¿Cómo nosotros nos aferramos a Cristo después de yo haber hablado toda esta tertulia así? Miren, lo más importante de nuestra fe en Cristo Jesús es que nosotros tenemos esa promesa de que hay una eternidad que nos espera. Hay un Cielo que nos está esperando.
Hay un lugar que el Señor está preparando para cada uno de nosotros que tiene tu nombre, que tiene tu apellido. Hay una piedrecita blanca que tiene tu nombre nombre pero que ninguno de nosotros lo sabremos hasta que lleguemos allí. ¿Se recuerdan de ese mensaje de la piedrecita blanca? ¿Se acuerdan? Bueno los que no estaban aquí vean el archivo del Internet en el 2006 creo que fue. Allí esta ese mensaje.
Pero mis hermanos, yo creo firmemente cuando yo estudio estas cosas así de cuando viene. Miren, ¿saben qué? No trate de romperse la cabeza de cuando va a ser el día. Si alguien se le cruza al lado y le empieza a discutir “No va a ser aquí, va a ser allá. Porque ha sucedido esto, ha sucedido aquello”. Mire, dígale “Cuando Dios quiera”. Lo importante es que usted sea como esas cinco vírgenes que estaban preparadas, que tenían sus candelabros llenos de aceite. Y las que no estaban preparadas “Bendito, sorry for you” pero te quedaste.
Pero usted que está preparado, que tiene su lámpara con aceite y que tiene su aceite adicional al lado por si acaso se tarda un poquito más; pero el asunto es que estemos preparados. Cuando yo leo esas palabras de Jesús “El que persevere hasta el fin, ese será salvo. Y que aún el mismo Jesús dice ‘Miren, muchachos ¿saben qué? Ni yo se cuando se va a dar ese día, pero yo se que se va a dar’. El mismo Jesús, está esperando órdenes. Pues mire, uno tiene que estar listo pues ese día vendrá, ¿Cómo qué? ¿Qué dice la Biblia? Como ladrón en la noche.
Como dice el propio Jesús, ningún ladrón te va a venir a decir “Mira Vanesa, mañana a las 8 de la noche yo me voy a aparecer por la parte de atrás de tu casa y me voy a meter por la ventana que dejaste semi abierta”. Ningún pillo te va a decir eso. Si fuese así, caramba, ¿qué clase de pillo es ese, ah? Mis hermanos, mi deseo, con el yo compartir esto es que su fe esté segura en esto. En que nosotros tenemos una promesa en una vida que está por venir.
Y mire, sea que Dios nos haga como un trip de viene el rato, nos sube, nos encontramos con Él en el Cielo y después volvemos a la tierra por mil años, cincuenta, dos mil años, un millón de años más; es más puede hasta que sea un abrir y cerrar de ojos. Pero sea el tiempo que sea, después que estemos con él, déjame donde Tú quieras, Señor. “Si me quieres llevar a otro planeta, llévame”. Pero después que este contigo, there’s no problem”.
Mis hermanos yo no quiero sonar simplista con esto pero es verdad que hay perspectivas de nuestra fe que es bien difícil poderles dar una respuesta tan y tan concreta como que esto es rojo y ya. No es tan así. La misma Biblia, mis hermanos, si ustedes leen estos temas que yo les estoy diciendo. Hay otras iglesias que pueden coger muchas de otras perspectivas y le pueden sacar verso por verso de cómo ellos justifican esas cosas. Y para ellos eso es ley.
Pero al menos nosotros como iglesia, yo les estoy dejando a comunicar lo que nosotros como iglesia creemos, donde estamos parados. Pero lo más importante es eso –vuelvo y lo enfatizo- saber que tenemos una promesa de que Cristo va a volver por nosotros y que tenemos que estar listos para ese momento. Así que si usted se quiere aferrar a Cristo sea por susto o sea por alegría, manténgase listo. Sea por miedo, susto. No me quiero quedar; que eso es lo que me decían a mi ‘¿Tú no te quieres quedar?’ ‘No yo no me quiero quedar’. Me metían miedo, susto, yo me quiero ir con Él.
Mira, sea como sea. La cosa es que estemos listos para esperarlo a Él, que cuando eso se manifiesta que el sol se caiga, que la luna explote, sea lo que sea; que cuando se empiece a manifestar que venga por ahí ese caballo blanco con su jinete y sus trompetas sonando a todo fuete, en todo estero en high definition y con todas las luces que venga de bengala: mira que nosotros estemos listos y le digamos “Señor, aquí estamos”.
Si se van los que murieron en ti primero, los veré a ellos subir pero yo me voy a quedar así como que “Ahora me toca a mí”. Quiero sentirme así flotando en el aire, ya ahí soy yo. Estoy interpretando la Biblia, eso es. La biblia de acuerdo a San Omar capítulo 5 verso 18. Vamos a ponernos de pie mis hermanos que vamos a orar. ¿Cuál es el mensaje de hoy? Nadie sabe el día ni la hora pero lo importante es que estemos listos. Eso es lo importante, que estemos listos para recibir al Señor Jesús. Gracias Dios.
Padre te doy las gracias, te doy toda la honra y toda la gloria Jesús por las promesas que Tú nos das Señor. Si no fuera por las promesas que Tú nos has dado Señor nuestras vidas no tendrían dirección, no tendrían sentido Señor Jesús. Si no fuera por esas promesas que tú has declarado sobre nuestras vidas, Padre no habría ningún sentido ni ninguna razón de ser. Dios yo no quiero reencarnar en una lombriz. No quiero volver a salir en otra vida, yo lo que quiero es encontrarme contigo cuando Tú lo declares.
Así que yo lo rechazo, rechazamos por completo cualquier otra perspectiva Jesús y nos afincamos en lo que Tú declaras Señor. Sea antes de la tribulación, sea durante, sea después. Lo que queremos es encontrarnos contigo, Señor y esperamos con corazones anhelantes ese momento en que Tú te vas a manifestar. Mientras tanto, Jesús, danos la fuerza para poder perseverar, para poder resistir, para poder dar un buen testimonio de quien Tú eres, de lo que Tú haces en nuestras vidas, de lo que Tú puedes hacer en las vidas de otros.
Sigue dándonos el valor, el coraje, la valentía, Señor para poder seguir anunciando tu palabra Señor porque creemos como también Tú mismo dices, que hasta que esta palabra no sea anunciada en el mundo entero entonces no va a llegar ese día final. Así que si Tú nos quieres seguir usando a nosotros para seguir anunciando tus buenas nuevas en otros lugares. Sea que lo vayamos de aquí a allá, sea que lo hagamos a través del Internet o aquí al cruzar la calle, Señor.
Que podamos seguir anunciando, Señor, con valor, con firmeza, con denuedo, con valentía, con unción Señor tu palabra, tus buenas nuevas. Ayúdanos a redimir bien el tiempo ahora cuando estamos viviendo para poder ser como esas cinco vírgenes que tenían su aceite listo y preparado cosa que cuando llegue el novio que podamos entrar a las bodas y gozarnos contigo. Bendice a mis hermanos y hermanas en esta noche, Señor.
A medida que van a sus hogares, dales un sueño placentero, Señor. Dales revelación. Yo te pido, Señor que les de revelación sobre estas cosas que hemos estado hablando. Permite que ellos puedan tener sueños, Señor, donde ellos se puedan encontrar contigo, Señor. Y que en día de mañana si así Tú lo permites podamos levantarnos con nuevas fuerzas, con nuevas energías para echarle mano a todo lo que pueda venir y hacerlo en tu nombre, Señor Jesús.
Declaramos todas las cosas, Señor, seguras en ti. Nuestras vidas están seguras en ti y a Ti una vez más te damos toda la gloria y toda la honra. Por tu hijo Jesús, hemos orado. Amén y amén. Hermanos y hermanos que el Señor les bendiga. Salúdense unos a otros.
Hoy
31 de mayo del 2010 - Por Raquel De Jesús
Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Filipenses 3:13,14
Hace mucho tiempo emprendí un viaje, un viaje hacia un país que no conocía, donde se hablaba un idioma que no entendía, donde la gente pensaba distinto a como yo pensaba y al llegar pensé que nunca me acostumbraría a su forma de ser y pensar. Pero pasó el tiempo y yo fui cambiando también aprendí a comunicarme con las personas que me rodeaban, no solo en la lengua sino en su forma de vivir y poco a poco fui cambiando. Cambié y ni yo misma me di cuenta, cambié y no recuerdo el momento, cambié y con mi cambio dejé muchas personas detrás de mí.
Mi cambio trajo alegría a muchos, tristeza a otros tantos y tal vez un poco de decepción a otros. Cambié y mi cambio conllevó un sin número de obstáculos, porque con mi cambio tuve que dejar muchas personas detrás de mí. Cambié y mi cambio trajo con el soledad en muchas ocasiones, lágrimas en otras y alegrías muchas tantas otras.
El cambio trajo consigo la amarga despedida, el decirle adiós a muchas personas que ya no iban de acuerdo con el lugar al que yo me dirigía, personas que no podían ir porque todavía no están listos para entrar en ese lugar. No porque sean mejor o peor sino porque el tiempo de ellos no ha llegado para entrar en donde yo estoy entrando.
Hoy le he tenido que decir adiós a aquellas personas que no creyeron en mi, le he tenido que decir adiós a aquellas personas que pensaron que nunca lo lograría, le he tenido que decir adiós a esas personas que aunque quisieran no pueden alegrarse por mí.
Hoy tomé la decisión de decirle adiós a todos aquellos que me retienen en el pasado y no se dan cuenta que ya yo viví ahí y que no quiero volver. Hoy le tengo que decir adiós a aquellas personas que nunca aprendieron a mirar al futuro y abrazar lo que está en frente de ellos y luchar hasta alcanzar aquellas cosas que están allí.
Hoy le tengo que decir adiós al temor a ser diferente, hoy le digo adiós al temor a que las personas no me entiendan porque no todos van a entender de donde vengo y hacia dónde voy. Vengo de la tristeza, de la soledad y de la desolación y voy hacia un lugar donde nada de eso cabe ya. Yo no sé cuantas veces en mi camino he mirado hacia atrás con remordimiento por lo que no hice pero hoy le digo adiós al remordimiento y no miro hacia atrás sino hacia el frente ya lo que no hice no hay forma de cambiarlo pero si puedo cambiar en la forma que vivo mi vida desde hoy en adelante.
Yo hoy decido vivir mi vida al máximo, luchando por lo que quiero sin miedo al que dirán, hoy decido vivir mi vida como una mujer victoriosa y no importa lo que venga(pruebas, dificultades, desafíos) yo los enfrento y los venzo porque no estoy sola.
Yo tengo de mi lado al mejor amigo, no importa cuantos amigos me fallen él nunca me va a fallar, no importa cuantos amigos me dejen él nunca me va a dejar, o decepcionar él es el único amigo que pase lo que pase él va a estar ahí conmigo.
Lo que Dios hace EN nosotros es mejor que pasa A nosotros
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Quiero compartir algún tema que está en mi corazón, que he tenido ahí desde estos últimos domingos que hemos estado escuchando todos estos distintos mensajes que están basados en el libro de los Hechos de los Apóstoles.
Bien sabemos que el pastor ha estado predicando una serie de mensajes de esa vida llena del espíritu, lo que nuestras vidas pueden llegar a ser cuando dejamos que el espíritu de Dios opere en medio de nuestras vidas y cómo nos puede impulsar a hacer grandes cosas para la gloria y la honra de Dios.
Pero hoy lo que yo quiero hablar es este tema, y yo quiero que pensemos bien en esto, que reflexionemos en esto. Piense esto, lo que está sucediendo en usted es mayor de lo que le sucede a usted. Déjenme decirlo otra vez: lo que está sucediendo en usted es mayor de lo que le sucede a usted.
Entendieron? Pueden decir amén a eso? Más o menos. Yo espero que al final de este mensaje salgan convencidos de aquí. Miren esto, vamos al libro de los Hechos, capítulo 4 y voy a estar comenzando en el verso 29. Una de las cosas más interesantes del libro de los Hechos es ver cómo Dios puede tomar a personas como quien dice totalmente comunes y corrientes y Dios transforma esas personas y las convierte en agentes de su reino, de su mensaje, para transformar la vida de muchos.
Si usted lee a través de todo el libro de los Hechos se va a encontrar con una historia atrás de la otra, de cómo por el poder del Espíritu Santo vidas fueron transformadas, vidas fueron confrontadas, vidas fueron sacrificadas, pero todo por un gran propósito. Y eso es el propósito de dar a conocer la grandeza de Dios. Pero hay un texto en el cual me voy a enfocar y está en el verso 29 del capítulo 4 de los Hechos, y dice así, esto sucede después que Pedro y Juan, después de haber sido puestos en libertad, que estaban en la cárcel, ellos volvieron una vez al aposento donde se encontraban el resto de los discípulos y comenzaron a hablarle acerca de lo que las autoridades les habían dicho, y cómo los habían amenazado para no compartir el mensaje de Jesús con nadie. Más sin embargo cuando ellos van y hacen este reporte, miren cómo los discípulos comenzaron a orar. Ellos comenzaron a orar diciendo:
“… Y ahora Señor, mira sus amenazas y concede a tus siervos que con todo denuedo podamos hablar tu palabra mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades, señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo, Jesús….”
Ese texto para mí es clave de yo poder entender el tema de este mensaje de hoy. Porque solamente una persona que logra estar en sintonía con el poder de Dios puede hacer ese tipo de declaración. Cuando otras personas se dejan llevar o influenciar por las cosas que les suceden a ellos y pueden perder el ánimo, y pueden perder todo sentido de esperanza con respecto a sus vidas y su futuro, aquí vemos un grupo de personas que aún en la cara de esas amenazas tienen las agallas, tienen el poder, tienen la autoridad de poder orar y decir, Señor, no nos importan esas amenazas. Queremos que tu nos cubras con tu espíritu que nosotros poder seguir viviendo el tipo de vida que tu quieres que nosotros vivamos.
Por lo tanto, si yo digo entonces en esta tarde, lo que te sucede a ti, lo que está sucediendo en ti es mucho mayor de lo que te puede suceder a ti, para nosotros poder internalizar, entender esto, tenemos que estar en total sintonía con Dios y lo que él está haciendo en medio de nuestras vidas.
Saben por qué digo eso, mis hermanos? Porque muchas veces nosotros estamos en sintonía con tantas otras cosas que no tienen ni son ni ton. Me siguen por dónde voy? Hay veces que podemos estar en sintonía con la Mega, la estación de radio de la Mega, ¿verdad? Qué otra estación de radio hay por ahí? Cuál? Bachata 16.7. hay veces que estamos en sintonía con una serie de cosas, mis hermanos, que tal vez que el mensaje que transmite es un mensaje que en vez de levantarnos, en vez de subirnos la moral, lo que hace es otra cosa. Hay veces que nos produce una serie de pensamientos ideales que muchas veces no son los mejores.
Hay veces que estamos en sintonía con las voces de otras personas a nuestro alrededor. Tenemos amigos, tenemos a familiares y miren, ¿saben qué? muchas veces esas voces nos pueden hablar a nosotros con las mejores intenciones, pero cuando usted ve su vida, su experiencia y cómo han tenido sus altos y bajos, uno se tiene que preguntar, caramba, cuánto caso le puedo hacer a lo que me está queriendo decir?
Hay veces que estamos bien en sintonía, saben con qué? Con todas las cosas que suceden en la sociedad, en el mundo en el cual vivimos. Y cuando escuchamos de un revolú que ocurrió por allá en la India, o algo así, entonces todos nos paniqueamos acá porque no vaya a pasar eso aquí. Y así por el estilo, muchas veces la sintonía de nuestras mentes está por ahí flotando en el aire, divagando sin ningún tipo de sentido ni dirección.
Pero si nosotros verdaderamente queremos vivir bajo la sintonía y poder decir como que guau, a pesar de todas esas cosas que puedan suceder a mi alrededor, yo sé que lo que está sucediendo en mí es mucho mejor. Es mucho mejor de lo que la Bachata, en la Mega pueda decir, o lo que mi amigo o mi amiga en la esquina me pueda decir. Lo que Dios está haciendo en mí es mucho mejor. Cuántos podemos decir eso?
Ahora, miren, hay 5 cosas que yo quisiera hablar, y voy a tratar de ser bien económico con el tiempo, aunque tengo tiempo todavía. Pero me voy a chupar el tiempo completo.
Miren esto: cuáles son aquellas cosas que te suceden a ti, que nos suceden a nosotros que pueden ser contrarrestadas con lo que Dios está haciendo en nosotros? Síganme el trabalenguas, por favor. Por ejemplo, algo que nos sucede a todos nosotros es cuando alguien te dice o hace algo con lo cual tu no estás de acuerdo.
Muchas veces podemos tener conversaciones con personas y de repente en esa conversación sucede algo que te tocan tus botones, o te pisan los callos y ya uno está como que, hmmm, como que ya uno se pone a la defensiva, ya uno empieza a prejuzgar lo que la otra persona está diciendo, y uno empieza como que a establecer su distancia, su categoría, como que, con esta persona no puedo hacer esto.
Y si te tocan los botones demasiado, pues, ya uno se empieza a agitar, y uno empieza entonces y entra en una discusión, en un argumento y las cosas se pueden poner un poquito coloradas, en una situación como esa. Claro está, cómo se contrarresto esto? Porque lo que Dios hace en nosotros es que en vez de tener un carácter volátil que lo que quiere hacer es cortarle la cabeza a alguien, lo que Dios hace en nosotros es todo lo contrario. Dios nos da un espíritu de paz, Dios nos da un espíritu de mansedumbre y no tan solamente eso, sino que también nos da la sabiduría para saber cómo proceder con la gente, cómo hablar, cómo resolver las situaciones donde ambas personas salgan ganando y que no tan solamente uno me use a mí, como quien dice, de alfombra para limpiarse los pies y el otro sale con la suya.
Eso es lo que Dios hace en nosotros. Dios forma un carácter en medio de nuestras vidas donde nos permite por un lado reconocer nuestro orgullo, reconocer cuando nuestro ego se está queriendo intervenir en alguna situación para entonces saber cómo lidiar con otra persona.
Miren, les voy a dar un ejemplo y lo compartí esta mañana, y me siento libre de compartirlo ahora también. Esto es recién sacado del horno. Hacen dos miércoles atrás yo empecé una serie de predicaciones y lo más seguro no voy a decir que cometí un error pero yo sé que me metí en un, como quien dice, abrí una caja de pandora. Porque quise comenzar a predicar sobre temas teológicos, doctrinas que pueden ser bien conflictivas muchas veces, doctrina que han causado divisiones en muchas iglesias y yo quise coger algunas de estas doctrinas y empezar a predicar de ellas a la luz de lo que nosotros, León de Judá, creemos con respecto a esas doctrinas.
Y hacen dos miércoles yo comencé hablando acerca de esta pregunta de que si un cristiano puede perder su salvación o no. Y el asunto es, obviamente, si quieren oír que fue lo que yo prediqué sintonicen el website y cítenlo, véanlo porque no lo voy a decir todo. Pero lo que pasó fue que al final del servicio se me acerca un hermano y empieza a discutir conmigo porque no estaba de acuerdo con mi perspectiva.
Y el asunto fue que, imagínense esto, dos puertorriqueños discutiendo, la cosa se puso un poco caliente. Y yo tengo que reconocer que mi lado pastoral se fue a un lado y mi lado puertorriqueño surgió también y yo confieso mi falta, yo confieso mi falta. Y hablé con este hermano, se lo dije, estamos súper cool ahora, estamos esperando el próximo tema teológico para discutir de nuevo. Pero el asunto fue, mis hermanos, que nosotros salimos de ese argumento un poco calientes los dos. Pero al próximo día este hermano me mando un mensaje de texto y él se estaba disculpando conmigo y dejándome saber que me respeta y cosas así. Digo, yo lo recibí y amén, gloria a Dios. Y ayer yo me encontré con él aquí. Mira, fue tan bello y tan precioso, poder ver a este hermano y darle un abrazo y dejarle saber que yo lo amo, que yo no puedo permitir que un argumento como ese me vaya a quitar el amor que yo siento por él. El amor que Dios ha puesto en mi corazón por él y que Dios ha puesto en su corazón por mí también.
Y eso es algo, mis hermanos, que solamente una mente, una persona que está bien sintonizada a lo que Dios está haciendo en medio de ellos, puede lograr hacer eso. Si hubiese sido otro puertorriqueño de los que vienen directo de la isla, que no tienen ni papa de amor por Dios, ¿saben qué? Aquí hubiese habido un blood bath, lo más seguro, en la iglesia. Y salí en el vocero después y en León de Judá se mataron dos a pescozadas y sale así, tremenda noticia en Puerto Rico.
Pero el asunto es que cuando uno reconoce, by the way, por favor, no es que estoy proyectando una mala imagen de los puertorriqueños, ok? Dios ama a los puertorriqueños así como ama a los guatemaltecos y todos los demás, pero cada grupo étnico tiene su pasión y su carácter apasionado también, y hay veces que ese carácter puede salir en muchas formas. ¿Verdad? Los dominicanos ni se diga, también. Los cubanos también, los colombianos también, así que todos tenemos eso.
Pero el asunto es que eso fue lo que surgió de esta situación. Pero de esa conversación, mis hermanos, de ese argumento, miren lo que salió? Salió algo tan bello de poder reconocer que yo estaba permitiendo que mi orgullo se interpusiera a una relación y él reconoció también lo mismo y juntos pudimos hablar y decir, mira, vamos a resolver esto. Estas discusiones… pusimos en práctica lo que dice Pablo a Timoteo, mira, no te enredes en discusiones que no tienen ni ton ni son y que no llevan a nada. Si tu crees en Cristo y yo también, tu eres mi hermano, tu eres mi amigo y por ahí lo seguimos.
Y ese fue el punto clave de todas las cosas. Dios nos dio la sabiduría para poder enmendar lo que había sucedido. Y eso es lo que pasa con esa situación que yo estaba presentando, mis hermanos. Cada uno de nosotros, usted plantee el escenario que usted quiera: esto se da a nivel de matrimonio, esto se da a nivel de colegas de trabajo, esto se da con sus amigos en la calle, esto se da con el extranjero en la calle que le hizo un corte de pastelillo y usted quiere decirle dos o tres, eso se da en cualquier forma, en cualquier forma.
El asunto es que lo que Dios está haciendo en nosotros es mucho mayor de lo que nos sucede. Porque lo que Dios está haciendo es formando en nosotros un carácter que va de acuerdo con el carácter de él y no con el carácter de lo que esta sociedad quiere proyectar en nosotros. Así que ese es el primero.
El segundo, miren, hay veces que cosas que nos suceden a nosotros es que somos víctimas de injusticias en la sociedad en la cual vivimos. Y las injusticias se pueden dar en muchas formas, en muchas formas. Hay veces que si usted en el lugar de trabajo donde usted está, hay veces que le están sacando el jugo con unas horas ridículas de trabajo y la paga que le dan es nada. Y hay veces que esos pueden ser injusticias que suceden con uno.
Que tal vez si usted es un estudiante en la universidad y usted de repente quiere proceder con el profesor o la profesora y le quiere hacer una pregunta y usted ve que ese profesor o profesora lo evade un poco, y a otra persona le da mucha más atención de lo que le da a usted, usted puede sentir que eso es una injusticia que se está haciendo en contra de usted.
Y así mismo en tantos otros escenarios que uno puede experimentar injusticias. Pero cómo Dios contrarresta eso, mis hermanos? La justicia de Dios no es lo mismo que la justicia de este mundo. Cuando otros quieren, como quien dice, pisarte, qué es lo que dice la Escritura? Que Dios hará que tu justicia brille como la luz del mediodía. Dios es el que se encarga de hacer justicia en tu vida. Y lo que Dios hace entonces es que a la luz de esas injusticias que suceden en tu vida, Dios te convierte a ti en un agente de su justicia para que tu puedas hacer justicia en otros y en favor de otros.
Eso es como Dios contrarresta estas cosas. Pero ese tema de justicia también tiene un reto en el día en el cual vivimos hoy. Porque nosotros vivimos en un tiempo, mis hermanos, donde esa palabra justicia es tan manipulada por tantos grupos dentro de la sociedad. Mucha gente puede decir que me tienen que hacer justicia porque yo creo en esto, o porque yo vivo de esta forma. Y hoy día hablar de justicia es bien duro, es bien difícil.
Pero el reto que tenemos es de nosotros podernos convertir en esos agentes de la justicia de Dios, de poder seguir los estándares que Dios ha establecido para cada uno de nosotros y que nos dejemos regir por eso y ver cómo Dios, al nosotros ser fiel a ese aspecto de lo que él quiere hacer a través de nosotros, cómo él puede traer justicia en medio de todas las cosas en las cuales nosotros nos involucramos. Me están siguiendo?
Miren otra situación que nos sucede a nosotros: cuando por casualidad nos diagnostican con algún tipo de enfermedad. Muchas veces si va usted al médico y te dicen, mira, es una cosa bien distinta a cuando te dicen lo que tienes es un catarro por las alergias del polen, versus, que te digan, lo que tienes es un cáncer terminal. Pero el asunto es que te están diciendo algo que está afectando a tu salud. Sea lo que sea, puede ser que te dijeron que tienes cataratas en los ojos y no son las del Niágara, puede ser que te digan que tus coyunturas obviamente están desarrollando artritis porque estás entrando en edad y ya la empiezas a sentir y no te puedes doblar como antes, puede ser cualquier cosa que te diagnostiquen. Y ¿saben qué? a pesar de eso lo que Dios hace en ti es mucho mayor de esas cosas que pueden suceder en nuestra vida.
Saben, yo compartí un ejemplo esta mañana de dos personas de que yo conocí, de nuevo, en Puerto Rico, y esta es una pareja que yo la conocí cuando yo estaba en escuelas intermedias. Ella se llama Rafaela Vega y ella era mi maestra de educación cristiana, y el esposo de ella, Luis Alberto, él era el pastor de una iglesia allá en Puerto Rico. El asunto es que ella era una mujer tremenda, era una mujer alta, más alta que yo, era fuerte, tenía una constitución bien fuerte, bien activa, bien dinámica, una mujer llena del espíritu de Dios y esa mujer, mis hermanos, yo la llevo en mi corazón porque ella sembró en mí esa semilla de la palabra de Dios, me instruyó, me retó, me corrigió, me dio nalgadas, me hizo todo lo que necesitaba hacer para que yo pudiera llegar al punto donde estoy ahora.
El asunto es que llegó un momento en su vida donde la diagnosticaron con cáncer. Y en cuestión de meses murió, en cuestión de meses. Eso nos cogió a todos por sorpresa. Todos estuvimos perplejos. Que si oramos? Claro que oramos. En la iglesia oramos, ayunamos, la ungíamos con aceite, pedíamos milagros. Pero miren, ¿saben qué? falleció como quieran. Lo sentimos, lo lloramos, la lloramos. Hay veces que yo me recuerdo de ella y mi corazón se compunge por eso.
El asunto es que varios, yo diría, como unos dos años después del fallecimiento de ella, su esposo, Luis Alberto, él era un hombre bastante ancho. Y a mí me daba gracia porque él no tenía vergüenza de eso. Como buen puertorriqueño había una canción, un merengue que se cantaba allá que decía, la pipa es lo de menos, el gordo baila bueno, alegre y divertido, es un gordito simpático. Él cantaba esa canción a cada rato. Cada vez que le decían algo de su peso, él salía con esa canción.
Pero el asunto es que también, igual que su esposa, era un hombre lleno del espíritu de Dios, un hombre apasionado por el Evangelio, por Dios, por su Reino, por ver vidas transformadas. Y él dos años después que falleció su esposa, él tenía diabetes y su diabetes comenzó a empeorar. Al punto de que sus riñones comenzaron a fallar, aún así dentro de esa condición él seguía viniendo a la iglesia, seguía pastoreando, desde el hospital él daba llamadas, desde el hospital él hacía oraciones, pero llegó al punto donde él también falleció.
Esas dos personas que eran tan claves en mi vida, de repente murieron ambos. Y una vez más, no es cuestión de que nosotros como iglesia no hayamos orado, porque nosotros también oramos, ayunamos, intercedimos por sanidad en la vida de este hombre de Dios también, pero también llegó su punto donde él falleció. Ante todas esas cosas, mis hermanos, ¿saben qué? hay algunos que pueden decir como que todo fue en vano, pero no, porque yo estoy seguro de que lo estaba sucediendo en ellos era mucho mayor de lo que les sucedió a ellos.
Saben por qué, mis hermanos? De esa pareja han salida tantas personas que yo conozco que ahora mismo están en ministerio pastoral. Esa iglesia que ellos fundaron en Río Grande es una iglesia creciente, es una iglesia llena de energía, llena del espíritu de Dios que siguen alcanzando a muchas vidas allí en el pueblo de Río Grande y aún más allá y todo por el testimonio de esta pareja. Que su enfermedad no fue situación para que ellos como quien dice, echaran a perder todo, o que se rindieran a mitad de camino, sino porque ellos estaban tan y tan conscientes de lo que Dios estaba haciendo en sus vidas que esa enfermedad no los podía parar, no los podía parar. Por más trágico que sucedió, de lo que sucedió, ellos como quieras, siguieron ministrando, ministrando, aún desde la cama del hospital seguían ministrando a la gente porque sabían el llamado que Dios había puesto sobre sus vidas. Ellos sabían que lo que Dios estaba haciendo en ellos era mucho mayor de lo que les sucedía a ellos.
Déjenme terminar diciendo este punto: todas las circunstancias que nos pueden suceder a nosotros, ¿saben qué, mis hermanos? Todas las circunstancias que nos suceden a nosotros lo que quieren hacer es quitarnos el gozo que Dios ha puesto en medio de nuestras vidas.
Usted puede mirar su vida ahora mismo y usted se puede reír? Es una pregunta retórica pero yo quiero que lo piensen. Si usted mira su vida ahora mismo, todo lo que usted está viviendo, todo lo que usted está pasando desde la a hasta la z, usted se puede reír? Si no nos podemos reír entonces qué es lo que pasa con Nehemías, capítulo 8, verso 10? Que el gozo del Señor es vuestra fortaleza. El gozo del Señor es vuestra fortaleza.
Saben, esto es bien particular, este texto es bien particular porque no significa que es el gozo del Señor, ah, porque él está allá en el cielo y porque nosotros en la tierra. No significa que es el gozo del Señor porque él Dios y nosotros no. Sino que es el gozo del Señor porque él es nuestro creador, él es nuestro Padre, y él se goza en cada uno de nosotros que somos su creación.
Cuando dice el texto que el gozo del Señor es porque él está contento en lo que está sucediendo en cada una de nuestras vidas, porque él sabe que cada uno de nosotros estamos esculpidos en sus manos y la obra que él está haciendo en nosotros él la va a perfeccionar.
Miren este texto en Filipenses, vayan conmigo a Filipenses, capítulo 1, verso 6 dice:
“… Estando persuadido de esto que el que comenzó en nosotros la buena obra la perfeccionará hasta el día de Jesucristo…”
En otras palabras, el día que Jesucristo regrese una vez más. Puede decirle a la persona que está al lado tuyo, es más, vamos a cantar Tanto Tanto. Estoy viendo dos o tres cabezas por ahí que están cabeceando, ahí está. Ok, dile a la persona al lado tuyo, el que comenzó la obra en ti la va a perfeccionar. Hamáquelo, dele, para que se despierte bien.
Miren, mis hermanos, yo no tengo duda de algo, yo estoy tan convencido en esto que de verdad puedo apostar en esto y yo sé que Dios lo va a hacer. Digo, aunque no es que yo apueste, perdón, ilustración incorrecta. Me tiro de pecho en esto, mejor dejarlo y decirlo así.
Pero el asunto es este, mis hermanos, saben cuando yo pienso y yo medito en todas las cosas que nosotros vivimos en el diario vivir, y yo tan solamente puedo imaginar algunas, las que yo he vivido, las que ustedes pueden vivir y entonces yo trato de reconciliar muchas veces lo que dice la palabra del Señor, trato de reconciliar lo que hemos estado escuchando del libro de los Hechos de tantas vidas que fueron transformadas, personas que hablaban en lenguas, milagros que se hacían, Dios rompiendo cadenas, abriendo puertas de las cárceles y Pedro y Juan salían en libertad, Pablo y Silas también, yo empiezo a leer todas esas cosas y miren, ¿saben qué? hay veces que si yo me dejo llevar por las presiones del mundo, yo voy a decir, esto no hace sentido. Esto es como que está muy foráneo, esto fue allá en un tiempo, esto como que no hace sentido ahora. Pero obviamente a mí se me hace difícil decir eso porque la experiencia que yo he tenido corresponde cada vez más y más, confirma cada vez más y más que lo que Dios ha hecho back then, todavía lo sigue haciendo ahora, que ese Dios que estuvo en acción dos mil, tres mil años atrás, todavía sigue en acción hoy día.
Miren, mis hermanos, todos estos niños que ustedes vieron aquí, díganme ustedes o no si Dios está en acción en la vida de esos niños. Y por ende, por estar en acción en la vida de esos niños, está en acción en la vida de esos padres. Dónde están los padres de esos niños? Déjenme ver las manos. Los padres, mira, yo veo todas esas caras tan bellas y tan hermosas por ahí y yo me atrevo a decir que ninguno de ustedes son igual de lo que ustedes eran cuando empezó el semestre. Y si me dicen lo contrario, pues, hablamos después, ok? Podemos orar por usted ahora mismo.
Pero el asunto es, mis hermanos, que cuando nosotros abrimos esa puerta para que Dios empiece a orar en nosotros, cuando nosotros nos atrevemos a ponernos en sintonía, en la frecuencia de lo que Dios quiere hacer, óigame, no hay nada que suceda en este mundo, no hay nada que pueda apagar el gozo de lo que Dios puede hacer en medio de su vida, no hay nada que pueda aguantar el propósito que Dios quiere hacer en medio de usted, o que Dios quiere cumplir en medio de usted, mejor dicho.
Todas las cosas sin embargo, lo que dice las Escritura es qué, que todas las cosas obran para bien para aquellos que aman a Dios. Todas las cosas operan para bien. Oye, si tu eres un novio, una novia, y la novia o el novio te dejó por otro, por más malo que eso se pueda ver, eso obra para bien. Yo no sé por qué me salió eso, Señor, pero amén.
Oigan, mis hermanos, yo quiero tomar un momento para reflexionar en esto e ir cerrando aquí. Yo sé que nosotros hemos escuchado mucho de que nosotros estamos en un vislumbre de ver un mover grande de parte de Dios en medio de nosotros, y yo lo creo eso, y yo lo creo con todas las fuerzas que hay en mi corazón, en mi vida. Yo lo creo, lo anhelo, lo deseo. Deseo verlo, quiero ser parte de eso. Pero no significa que Dios no está en acción ahora. Dios sí está en acción ahora. Dios está obrando en medio de cada una de sus vidas, en distintas facetas, en distintas formas, por eso es que yo me atrevo a decir que lo que está sucediendo en nosotros es mucho mayor de lo que nos pueda suceder a nosotros así en el diario vivir.
Yo veo así, al menos las personas que yo conozco, y las historias que yo conozco y yo no puedo dejar de asombrarme de lo que Dios está haciendo en la vida de tantas personas aquí. Hay algunos que yo no conozco todavía pero me imagino cómo será su historia. Y si al menos, si en su vida usted no ha estado todavía en esa sintonía correcta para poder ver con toda exactitud lo que Dios está haciendo en usted, mire, yo creo que hoy hay una buena oportunidad para que usted pueda entrar en esa sintonía y que usted pueda comenzar a confesar con todo su corazón, mira, sí, yo creo que lo que Dios está haciendo en mí, lo que está sucediendo en mi corazón, las palabras que yo he recibido en mi corazón, yo sé y creo que son mucho mayor de lo que sucede en mi entorno a mi alrededor. Porque Dios lo hace posible.
Así que yo quisiera tomar un momento, mis hermanos, para orar por esto. Y yo quisiera tomar la oportunidad para orar por aquellas personas que tal vez se sienten que están fuera de esa frecuencia, la frecuencia de Dios, que tal vez usted siente que la influencia que usted ha tenido por las cosas a su alrededor han sido mayores y se ha dejado llevar por la corriente de esas cosas en vez de estar verdaderamente en la sintonía de Dios. Para nosotros poder ver con claridad lo que Dios está haciendo tenemos que estar en sintonía con él. Si yo salgo fuera de esa sintonía puede ser que vea algunas cositas, pero me voy a perder de la totalidad, el entorno de todo lo que Dios quiere hacer. Y ¿saben qué? Dios quiere bendecir tu vida, Dios quiere hacer grandes cosas en ti. Yo estoy seguro que él las ha hecho, las está haciendo y las quiere seguir haciendo. Y yo miro aquí alrededor ahora y yo quiero tomar ese momento para orar por ti, si tu entiendes en tu corazón que tu necesitas estar en esa frecuencia correcta, no en la frecuencia de cualquier estación de radio, sino en la frecuencia de la radio de Dios, yo creo que hoy puede ser un momento en el cual podemos comenzar una vez más, comenzar una vez más y creer que esas cosas que Dios ha comenzado a hacer en medio de su vida, que Dios las puede y las va a completar, las va a completar a su perfección. Por más que se oponga la situaciones a su alrededor, Dios lo puede completar.
Yo lo invito a que cerremos nuestros ojos ahí donde están. Vamos a orar. Amado Dios, yo te doy las gracias por las cosas que tu haces en medio de nuestras vidas, las cosas que tu has hecho, que estás haciendo ahora y lo que seguirás haciendo y es por eso, mi Dios, que la solemnidad de este momento, Padre, yo te pido, mi Dios, yo sé que aquí hay muchos corazones que han escuchado esta palabra y yo sé como tu puedes redargüir a cada corazón. Así que, Señor, por tu nombre Jesús yo te pido que la obra que tu has comenzado a hacer en muchos de los corazones que están aquí, yo estoy seguro que tu la puedes completar, pero si hay algunos aquí que en alguna forma u otra se han salido de la sintonía de lo que tu quieres para sus vidas, yo te pido que con tu Espíritu Santo, mi Dios, tu traigas convicción a esos corazones para que esos corazones puedan ser capaces de abrir sus ojos y ver, mi Dios, lo que estás haciendo en medio de ellos.
Padre, te ruego que a todas las personas que están aquí hoy, a cada corazón, mi Dios, en cada familia, en cada hogar, sobre cada hombre y cada mujer, cada joven, cada niño, Señor, yo te pido, mi Dios, que seas tu impartiendo esa gracia sobrenatural que solamente tu puedes dar para que cada uno de nosotros, mi Dios, podamos ver y comprender que lo que tu haces en nosotros es mucho mayor, Jesús, pasa cualquier circunstancia, sobrepasa cualquier situación. Yo te pido por un sentido de fe y convicción en el corazón de mis hermanos y mis hermanas, Señor, que si por alguna razón estas palabras que yo he dicho, Señor, se les hace difícil asimilarlas, por la intensidad de lo que están viviendo, yo te pido que tu con tu Espíritu Santo puedas llegar a cada uno de esos corazones, mi Dios, para que ellos puedan comprender, Señor, en toda su plenitud el poder que tu tienes para obrar en medio de sus vidas, cuando nosotros verdaderamente te damos el permiso de nuestros corazones para que tu puedas hacer como tu quieres, Señor.
Have your way, Lord. I pray. Yo te pido, Señor, que tu tomes el mando de nuestras vidas, el comando de nuestros corazones, Jesús, y que sobre cada uno de los corazones de mis hermanos y hermanas que están aquí hoy, Jesús, que seas tu impartiendo, mi Dios, la bendición que solamente tu puedes dar. Yo les dejo a cada uno de ellos en tus manos, Señor, y confío, Señor, que esta palabra va a dar su fruto. Gracias te doy, Padre, en el nombre de Jesús. Amén.
Por la gracia de Dios, somos "hermanos"?
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Hermanos, ¿a cuántos les ha pasado que, tal vez ustedes han leído y re-leído, y re-releído un pasaje en particular pero llega un momento en que lo lee de nuevo y el Espíritu Santo te revela algo que nunca has visto antes?
Aunque sea una palabra o dos, pero de momento algo acerca de ese pasaje como que resalta y de momento, no lo ves igual. Y tal vez, mientras usted viva no leerá ese pasaje igual. Eso me pasó a mí con este pasaje. Sabemos que el Señor le ha puesto en el corazón del Pastor, el Espíritu Santo le ha puesto en su corazón que juntos estemos estudiando el Libro de los Hechos. O como él dijo el domingo pasado, debería decir, los Hechos del Espíritu Santo. En vez del Libro de los Hechos de los Apóstoles, los Hechos del Espíritu Santo. Y leyendo, Hechos capítulo 9. Yo no sé en su traducción, pero en la traducción que tengo aquí, los editores de la versión Reina Valera escribieron esta nota, con versión de Saulo. ¿Lo tienen allí?
Y bien debería tener este título. Y vamos a hablar un poco acerca de esto en esta noche. Pero, dos palabras que siempre lo había leído, de momento resaltaron que yo lo había leído antes, pero me conmovieron de momento. Y se encuentran en el versículo 17, de Hechos capítulo 9. Vamos a leer el contexto en un momento, pero estas dos palabras, fíjate, y son éstas – no les voy a hacer adivinar. Las palabras, “hermano Saulo.” “Hermano Saulo.” Lee igual en inglés, “Brother Saul”. De momento leí ese versículo como siempre, pero esta vez el Señor me detuvo en esas dos palabras.
Hermano Saulo – y me conmovió. Y de momento escribí en el margen de mi Biblia, “bello.” Y la palabra, “mercy” – misericordia. Hermano Saulo - ¿qué significa ser hermano, mi hermano? Sabe, aún antes de… lo que nos dice el libro de los Hechos, que aún antes de que se inventara la palabra Cristiano – porque la palabra Cristiano no se inventa hasta años después en la ciudad de Antioquia. Comenzaron a llamarnos Cristianos. Pero desde el primer día que el Señor empezó a tratar con su iglesia, nos llamábamos “hermanos.” ¡Qué poderoso, hermanos! ¿Cómo es que nosotros llegamos a ser eso -hermanos-, y por qué importa? ¿Qué significa?
Padre, venimos, estamos delante de tu presencia. Declaramos, Señor – hemos declarado tu belleza y hemos declarado tu bondad. Hemos traído nuestras necesidades delante de ti, hemos sentido tus cercanías. Gracias por ministrarnos. Yo declaro, Señor, que tu has oído cada oración que se ha levantado en esta noche. Yo declaro, Señor, que no ha habido una necesidad que se ha traído a ti, que tú has pasado por alto y declaro que tu mano aún se extiende para sanar, para liberar, para levantar al caído y para hacer milagros, Señor. En este momento, posa sobre esta palabra, Espíritu de Dios y vivifícala. Te lo rogamos en el nombre de Jesús.
¿Por qué me conmueven mucho estas palabras? Porque son dichas por el hermano Ananías, ven allí Ananías? Y a Ananías el Señor le dio un encargo, le dio una misión, le dio una obra y fue esta. Ananías – es más vamos al versículo 10. El Señor le dijo, “había entonces en Damasco, un discípulo llamado Ananías a quien el Señor dijo en visión, ‘Ananías.’ Y él respondió, ‘heme aquí, Señor,’ como un buen discípulo. El Señor le dijo, ‘levántate y ve a la calle que se llama derecha y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo de Talso porque he aquí el hora. Y ha visto en visión a un varón llamado Ananías
Había entonces un discípulo en Damasco llamado Ananías, al cual el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor. Y el Señor le dijo: Levántate, y ve á la calle que se llama la Derecha, y busca en casa de Judas á uno llamado Saulo, de Tarso: porque he aquí, él ora; Y ha visto en visión un varón llamado Ananías, que entra y le pone la mano encima, para que recobre la vista. Entonces Ananías respondió: Señor, - este hombre tiene fama – yo he oído mucho - muchas, a muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho á tus santos en Jerusalem: Y aun aquí tiene autoridad de los príncipes de los sacerdotes de prender a todos los que invocan tu nombre.”
Y él podría decir, incluyéndome a mí y mi familia. “Y le dijo el Señor le dijo ve, porque instrumento escogido me es éste, para que lleve mi nombre en presencia de los Gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel: Porque yo le mostraré cuánto les es necesario padecer por mi nombre. Fue entonces Ananías, y entró en la casa, y poniéndole sobre él las manos, dijo…,” Esto es lo primero que oye Saulo después de tres días de soledad y quebranto, “Hermano Saulo – Hermano Saludo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.”
Pónte en ese lugar ahora, no meramente lo lea, transpórtate en ese momento. What do you see? ¿Qué ves? Ananías le impone las manos sobre Saulo, y al momento le cayeron los ojos de Saulo como escamas, y recibió al instante la vista, y levantándose fue bautizado.
Hermanos, pero leyéndolo esa mañana, tal vez yo vi otro drama. No ves tú, entra Ananías a este cuarto. Está este hombre sólo, orando, como hemos visto tantas veces aquí. El Señor usa a su siervo, le impone manos y lo llama, “hermano.” Saulo sabe – uno de aquéllos que Saulo venía a aniquilar, lo llama hermano, y le dice: yo he venido para interceder por ti. Yo he venido para poner manos sobre ti, bendecirte, para que veas. Y para que seas lleno del Espíritu Santo.
¿Tu no ves a Saulo – tú no ves las lágrimas en los ojos de este hombre? Yo me imagino un quebranto, yo me imagino a este hombre hasta… the way I see it, versión Samuel, pero yo me imagino este hombre, hombre a hombre, me imagino a este hombre agarrando esa mano, que él pone sobre él – conmovido de la Gracia y de la misericordia y el amor que fluye como… como una catarata sobre el corazón de este hombre. Y yo me imagino, eso fue lo que tumbó las escamas de los ojos de este hombre.
Ahora, ¿cómo llegamos a esto? Este milagro, porque para mí, yo dije, ¡guau! esa es la belleza de ser cristiano y siempre ha sido así. Esta aventura de ser cristiano es su esencia. Se reduce a momentos así. Tal vez la doctrina ha cambiado aquí y allá, tal vez esta denominación adora de esta manera, esta otra se llama otra cosa y adora de esta manera, pero este fluir de este amor y del Espíritu Santo cuando es la Iglesia de Jesucristo, es uno de los elementos esenciales.
Ahora, ¿qué es lo que prepara la escena? Francamente este hombre, Saulo, tuvo un encuentro con Jesucristo. Y eso lo cambió todo. Ahora, ¿qué es lo que queremos decir con esto? Yo no quiero, hermanos, al oír esa frase “encuentro con Jesucristo” – yo no quiero que caiga duda en esta congregación, en esta noche, en el corazón de nadie. ¿Qué es lo que quiere decir eso? No quiero que aquí nadie dude jamás.
“Pastor Samuel, qué es tener un encuentro con Jesucristo? ¿Cómo puedo tenerlo yo? ¿Cómo sé que he tenido genuinamente un encuentro con Jesucristo? Y, ¿cómo entro yo en esta hermandad?”
Hermanos, y toda la evidencia de esto está en esta historia. Hermanos, por eso yo creo que está perfecto este título. La conversión de Saulo, porque la receta no ha cambiado para nada. Por ejemplo, vamos al versículo 3 – es más, comenzando con el versículo 1: “Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este Camino…” A propósito, este Camino, con c mayúscula porque no tenían otro nombre para esta gente. En ese momento, nosotros éramos parte de ese camino, pero estamos hablando de cristianos.
Dice, “Mas yendo por el camino,” en el versículo 3, “aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeo un resplandor de luz del cielo y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo,” interesantemente lo llamó por nombre, “¿por qué me persigues? Este ser conocía a Saulo bien, pero Saulo responde, ¿quién eres Señor? Y le dijo, yo soy Jesús, a quien tú persigues. Dura cosa es dar coses contra el aguijón.”
Punto número uno, ¿cómo sé yo que he tenido un encuentro con Jesús? ¿Qué es lo que es esto. Punto número uno, primeramente, si has tenido un encuentro con Jesús, usted se ha convertido a él y no al revés. Parece obvio, pero pensemos en esto. Saulo en este momento – si usted hubiera parado a Saulo, en ese momento, antes de que él tuviera cinco minutos antes de que él tuviera este encuentro con Jesús, esta revelación – si usted le hubiese preguntado, ‘Saulo, tú que tienes en tus manos una orden de muerte para esta gente que están proclamando el nombre de Jesús, ¿tú te consideras un hombre temeroso de Dios?
Saulo se hubiese caído insistiendo, ‘¡Claro que sí! Claro que temo a Dios, por eso es que hago lo que estoy haciendo’ Si le hubiese preguntado, ‘¿Tú amas a Dios? - ¿tú crees que eres un hombre bueno?’ ‘¡Claro que sí!’ Este hombre tenía sus ideas de Dios. Y no cualquier idea. Este hombre tenía ideas apasionadas de Dios. Este hombre era un hombre sinceramente apasionado en su idea de Dios. El único problema es que él estaba completamente, ciento por ciento, 360 grados equivocado. Sus ideas de Dios no caían con lo que era Dios, lo que es Él, lo que es Jesús, la imagen del Padre. El único Dios verdadero, las primicias de nuestra redención.
Y, hermanos, y por qué es esto tan importante? Estamos viviendo en un momento, en una era de la historia, que se está predicando de púlpitos, especialmente yo diría en Nueva Inglaterra y estoy hablando aún de algunas iglesias evangélicas. Estuvimos en una sesión de pastores hace poco en que no de los pastores, el orador en ese momento, dio un discurso explicando a los otros pastores, que si queremos ganar a Nueva Inglaterra tenemos que permitir que la gente pregunte más. No seamos tan cerrados, no transmitir el hecho de que el Evangelio es una lista de reglas que Dios es tan cerrado. Sino dejar a la gente correr por su jornada y en su jornada, Dios lo iba a encontrar y Dios se acoplaría a su verdad o a su existencia. El problema con eso es esto, como Saulo hay mucha gente que están determinadamente caminando en un camino que lo está llevando totalmente en el lugar opuesto a la verdad de Dios.
Hermanos, no es suficiente tener buenas ideas acerca de Dios. Es necesario llegar a un punto en que dejamos que el Señor nos confronte. Sabe, el Señor te ama, te conoce, te hizo, tiene propósitos para ti, ya mitad de la batalla se ha ganado. Él te conoce, Él te ama, Él tiene una eternidad preparada para ti, Él tiene para ti un arsenal de milagros que te va a volar la tapa de los sesos, Él tiene el nudo que usted le trae al Señor, y el Señor ya lo ha desenvuelto.
He’s ready! Te conoce por nombre, por nombre te llamó, por eso estás aquí! Amén. Él te llamó por nombre. Él ha conspirado, por así decirlo, para que antes de que usted naciera, llegara en esta noche y oyera ese mensaje. Amén. Te conoce por nombre, esa es mitad de la batalla. Ahora la otra mitad es, si la verdad está en él, si la solución está en él, si el poder mana de él. Él declara y yo sé que eso es lo escandaloso de la fe cristiana, pero no tengo otra alternativa sino predicarlo. Porque es la verdad.
Él declara, “Yo Soy.” Jesús declara, “Yo Soy la verdad, el camino, la vida. Nadie llega al Padre sino es por mí.” Amén.
Ahora, conéctate con él y algo empieza a suceder y en ese momento, ¿cómo reaccionó Saulo al oír esto? ¿Quién eres, Señor? Fíjate, se consideraba un hombre temeroso de Dios, y ahora él se da cuenta, yo ni lo conozco. Todo lo que yo pensé que yo conocía de Dios, todo lo que yo traía – todo lo que yo pensé que yo era, para qué yo vivía, era un error. Y el temblando y temeroso… hermanos, ¿saben qué? Nuestros cuerpos y nuestras mentes, y nuestras almas y nuestros espíritus reaccionan a un encuentro con Dios. No es emocionalismo. No es emocionalismo.
Lo que ustedes han visto esta noche no es emocionalismo, es un pueblo, es la reacción de un pueblo llegando delante de la presencia de un Dios vivo, bueno y que lo ama y es poderoso para actuar. Y eso le pasó a Saulo, y temblando y temeroso dijo, Señor, ¿qué quieres que haga? Levántate y entra en la ciudad y se te dirá lo que debes hacer.
Punto número uno – nos convertimos a Él y no Él a nosotros. Punto número dos – él hace una acción de obedecerlo.
Ahora esto puede ser en su corazón, pero al menos una vez en voz alta, y nosotros oramos, nosotros oramos en alta voz por cada ser que viene y hace una decisión de recibir a Jesús. Yo diría que como parte de esa oración, se debe incluir esta frase, “Mi Señor, yo me comprometo a obedecerte. Yo me comprometo a obedecerte. Mi bendición vendrá de ti.”
Como dijo el Señor, si me amas, obedece mis mandamientos. Y no hay otro mandamiento mayor que esto, que se amen los unos a los otros. Pero que me obedezcan. Interesantemente, dice aquí, y “los hombres que iban con Saulo se pararon atónitos, oyendo a la verdad, la voz, más sin ver a nadie.”
Y, hermanos, hay muchos que tal vez oyen la voz, esto es interesante – oyen la voz del Señor, pero no lo llegan a ver. Cuando usted hace en su corazón este compromiso, y aunque perfectamente… yo no digo que usted no se va a equivocar, no digo que será un proceso, no digo que el Señor – así son los procesos del Señor. El Señor te lleva a un lugar y dice, obedéceme hasta aquí y desde aquí te voy a instruir y eso… eso fue el proceso de Saulo mientras él vivía. El Señor nunca le entregó el manual completo. El Señor le dijo ve a Damasco, y allí él recibió sus instrucciones. De Damasco, él lo envía a Jerusalén, allí él recibe otras instrucciones – él espera en el Señor. Allí el Señor lo lleva a Tarso, por unos años. Esperando instrucciones del Señor. De allí el Señor lo mueve a Antioquia, o sea ese es el trato del Señor con sus hijos.
Ahora usted lo puede ver como algo que le impaciente, usted dice, ¿por qué el Señor no me dice de una vez, qué quiere conmigo en mi hogar? O usted lo puede ver así, el Señor está escribiendo su propio Libro de los Hechos sobre Su Vida y usted está viviendo una gran aventura con Él. Pues primeramente nos convertimos al Señor. Vemos al Señor como él es y no como nosotros queremos que él sea. Porque de la imagen de Dios que él es siempre será mayor que la que nosotros le inventemos a él.
Segundo, hacemos una decisión de obedecerlo. Y tercero, mis hermanos, entramos en gracia. Entramos en gracia. Dice el versículo 8, “entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos, no veía á nadie.” Fíjate, por tres días, la última imagen que él vio, sus ojos retrataron esta imagen. La imagen de la Gloria de Jesús – lo último que él vio, no se qué fue lo que el vio de Jesús. No sé si el Señor llegó a permitir que Saulo vea su rostro o su espalda como con Moisés. Algo de la Gloria de Jesús vio él y luego el Señor le apagó los ojos. Como quien dice, ahora medita sobre esto por un par de días. Medita sobre… mírame a mí y a mi gloria por un buen tiempo y le cerró los ojos.
Y, llevándolo por la mano lo metieron en Damasco donde estuvo tres días sin ver. Y no comió ni bebió. Usted no se ha puesto a pensar, ¿qué pensaría Saulo en esos tres días? ¿Cómo serían sus oraciones en esos tres días?
Otra versión Samuel del Evangelio, ustedes lo pueden recibir, lo pueden rechazar. ¿Sabe lo que yo me imagino? Yo me imagino, que por lo menos una que otra vez en esos tres días, él diría, ¡qué necio he sido yo! ¡Qué equivocado he sido yo! Tengo sangre inocente sobre mis manos. Hermanos, hay muchos – y por eso es que necesitamos gracia – hay muchos hermanos en nuestros medios que llegan así. Tenemos una revelación de parte del Señor, el Señor nos muestra algo de su gloria, podemos ver lo que es él comparado a lo que somos nosotros. Y de momento nos damos cuenta, ¡guau, yo no soy nada! Comparado a lo que es él, no soy nada.
¿A cuántos les ha pasado así? Hermanos, bienvenido al club. Comparado a Dios, a su belleza, a su santidad no somos nada. Pero no te apures, Dios tiene un propósito con esto y Dios no nos deja allí.
Y yo estoy… otra cosa, versión Samuel, Segunda de Corintios, capítulo 12, dice Pablo que una y otra vez, él le rogó al Señor, quítame este aguijón de encima. Él describe que Satanás – a propósito, la palabra Satanás es hebreo para eso, “acusador”. El acusador había enviado un mensajero, y él rogándole al Señor, Señor, quítame eso. En todas las cartas de Pablo, él nunca se olvidó del hecho de que él había derramado sangre inocente, y el Señor le dice, ¿sabe? Yo no voy a borrar eso, por más que tú has visto, por más que tú has experimentado, por más que tú has pasado, eso pasó, eso pasó. Eso pasó. Pero Pablo, tú no te vas a quedar así. ¿Sabes qué? Cuando venga el acusador, hijo, bástate mi gracia. Porque mi poder se perfecciona en tu debilidad. No te apures por eso porque tú tienes hermanos, todito está así, que yo he rescatado en el camino, que me encontrado con ellos, todos en el camino, les he revelado mi gloria, en el camino. Tú no estás solo, bástate mi gracia.
Pongámonos de pie. Amén.
Si usted no está seguro que en un momento u otro has tenido un encuentro con Jesús, yo quisiera en esta noche, darte la oportunidad. Esto es automático. I really don’t even want to do this Jesus, but I’m going to do this tonight. Te voy a dar la oportunidad de estar seguro esta noche. El Señor te llama por nombre y te ama, usted ha tenido un encuentro con su gloria y lo que te espera es una aventura y Él pide ahora francamente una oportunidad, de mostrarte lo grande y lo poderoso que es Él.
Pero requiere una decisión de rendirte y decir, Sí, Señor, tú eres Dios y no yo. De ahora en adelante tú eres el que maneja mi vida, sin condiciones, sin reservas, sin mirar hacia atrás, sin lamentar lo que ha pasado. Yo me comprometo a seguirte, me comprometo a obedecerte, te invito a llenarme. Si ese es usted, le invito a pasar o levante su mano. Si hay alguien aquí, que eso le describe. Dios le bendiga.
Dios te bendiga, amén. Mi hermano, si alguien puede acompañar a este joven, yo te invito a pasar. Está bien? Te invito… ¿Usted estaba levantando su mano? ¿No? Maybe not. Amen.
Si alguien está tomando esa decisión por primera vez, yo le invito, levante su mano, okay. Si no, amén, en el nombre de Jesús. Padre, gracias por Jesucristo y gracias por el milagro de la Cruz y por llamarnos por nombre y mostrarnos su gloria. Y, Señor, gracias por hacernos hermanos, gracias por el milagro que es seguirte. Y, Padre, pido que tú lleves a la perfección la obra que tú has comenzado en cada uno de mis hermanos.
Yo declaro, Señor, que lo que está delante de cada vida aquí, que te conoce y clama por nombre, es una aventura y que tiene buenas cosas por delante. Te bendecimos.
Ahora, Señor, recibe nuestras vidas, recibe nuestra ofrenda de adoración y declaramos, maestro, que sobre todas las cosas que necesitamos esta noche, te necesitamos a ti, tú eres necesario y tú eres suficiente. Y te amamos Así declaramos en el nombre de Jesús. Amén.
Acto de amor
24 de mayo del 2010 - Por Betsy Behan
"...Y comenzó a lavar los pies de los discípulos..." Juan 13:5a
Antes de Jesús ser entregado se reunió con los discípulos y cuando cenaban, se levantó de la cena, se quitó su manto, tomó una toalla, puso agua en un lebrillo y comenzó a lavar los pies de los discípulos; después de terminar les dijo: pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis (Ver Juan 13). El hecho de que El Señor Jesús lavara los pies de los discípulos, sin duda fue un "Acto de Amor" el cual debemos imitar.
La mañana del pasado miércoles me levanté sintiendo una molestia la cual sentía por ratos y era desde la garganta, el pecho hasta el inicio del estómago; en todo el día trate de no comer nada pesado, pero no fue hasta la media noche que la molestia aumentó, después de Paul orar por mi me llevó al hospital; me tomaron la presión, me hicieron un electro, me tiraron placas y gracias a Dios todo salió bien; me dieron una pastillita y dos cucharadas de una emulsión blanca la que continué tomando en la casa. En la tarde cuando Paul llegó del trabajo me trajo más medicamentos y una linda tarjeta con un mensaje especial; las recomendaciones del doctor y las medicinas me estaban ayudando, pero les diré que el efecto de la tarjeta fue maravilloso en mi recuperación. Ese fue un "Acto de Amor".
“Si te he dicho que te amo por lo menos una vez al día de todos estos años maravillosos que hemos compartido...si te he dado las gracias por cada vez que tocas mi corazón con tu sonrisa y por demostrarme con amor tu cuidado para mi...si te he dado mi atención en miles de maneras todavía no he expresado todo el amor en mi corazón para tí. Eres mi mundo mi felicidad.”
Hay muchas maneras de bendecir a los demás con "Actos de Amor", los detalles, las acciones de atención, las palabras de motivación causan un efecto especial en nuestras vidas. Vanemos con "Actos de Amor" a nuestros abuelos, padres, esposos (a), hijos, hermanos, amigos, pastores, compañeros de trabajo, vecinos, tíos, primos, el marchante, con esto hacemos un mundo mejor e imitamos a Dios.
Querido Dios: Gracias por tu ejemplo de amor y bondad. Queremos imitarte, queremos que en nuestras acciones reinen el amor, el gozo, la paz, la paciencia, la benignidad, la bondad, la fe, la mansedumbre y la templanza, queremos actuar en y con amor. ¡Amén!
Porque lenguas, fuego y viento en el día de Pentecostés?
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Estamos estudiando acerca del Espíritu Santo y el libro de los Hechos es el mejor recurso que tenemos en la Escritura. Capítulo 2, volvamos a ese pasaje que hemos estado meditando sobre la venida del Espíritu Santo, versículo 1, capítulo 2, Hechos.
“…Cuando llegó el día de Pentecostés, un día como hoy, cuando llegó el día de Pentecostés estaban todos unánimes, juntos y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba el cual llenó toda la casa donde estaban sentados. Y se les aparecieron lenguas repartidas como de fuego asentándose sobre cada uno de ellos y fueron todos llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas según el espíritu les daba que hablasen…”
Tenemos ahí el comienzo formal, por así decirlo, del ministerio activo del Espíritu Santo dentro de los hijos de Dios. El Espíritu Santo evidentemente estuvo ahí en la fundación misma del mundo, se movió en las páginas del Antiguo Testamento. Pero el Señor Jesucristo había dicho, esperen hasta que reciban poder de lo alto, la promesa del Padre.
Juan dijo, Juan el Bautista dijo, yo bautizo con agua, pero viene detrás de mí uno que bautiza con Espíritu Santo y con fuego. Y eso fue el inicio. Esta fue la inauguración de ese ministerio activo del Espíritu Santo en la vida de los hijos de Dios, cada creyente.
Antes la unción del Espíritu Santo se manifestaba específicamente en gente escogida y privilegiada, excepcional como lo eran los reyes que eran ungidos con aceite para recibir la sabiduría y el poder y la unción de Dios para desarrollar su ministerio específico. Los sacerdotes eran ungidos con aceite también como símbolo de la unción del Espíritu Santo. Los profetas eran ungidos con el Espíritu Santo para desempeñar su función sobrenatural.
Pero la gente común y corriente tenía que bandeársela como podían para hacer la voluntad de Dios. Y Cristo dijo, ¿saben qué? ahora yo quiero que ustedes todos, mis hijos, mis seguidores, mis creyentes, tengan un recurso. El Espíritu Santo va a vivir dentro de ustedes. Antes estaba con ustedes, pero ahora va a estar dentro de ustedes.
Cuántos saben que el Espíritu Santo está dentro de usted? Usted es un hijo de Dios, usted tiene el Espíritu Santo de Dios. El Espíritu Santo es la fuerza motriz, es el motor, y es la gasolina que usted debe usar para todos sus esfuerzos y todas sus transacciones en la vida cristiana. Y aquí ese día de Pentecostés lo que vimos fue como que Dios dijo, ok, hoy, comienza una nueva dispensación en la vida de mi pueblo. Yo me voy a mover en ellos y yo quiero que cada uno de ellos busque esa experiencia pentecostal, esa experiencia de recibir poder para llevar a cabo las tareas de la vida cristiana.
Y el domingo pasado vimos que cuando eso sucede en el capítulo 2, entonces se desata una obra que vemos en todas las páginas del libro de los Hechos: en la vida de los primeros cristianos. Vemos el Espíritu Santo bautizando a otros, dándole poder a Pedro para predicar con unción extraordinaria, dándole valor a los cristianos para testificar ante las autoridades, para soportar la persecución que se desata. Lo vemos testificando, los vemos recibiendo revelación, como Ananías que el Espíritu Santo le dice, ve donde Saulo que este hombre es instrumento escogido, úngelo, imponle manos porque yo lo voy a usar grandemente.
Vemos a Felipe recibiendo instrucción de ministrarle al eunuco. Vemos a Pablo y a Bernabé recibiendo revelación del Espíritu Santo acerca de donde ir y predicar. Vemos sanidades que se dan, liberaciones de espíritus demoníacos que son expulsados bajo el poder del Espíritu Santo. Vemos muchas cosas que suceden porque el Espíritu Santo está allí.
En realidad el libro de los Hechos debiera llamarse el Libro de los Hechos del Espíritu Santo, no el libro de los Hechos de los Apóstoles, como se llama, o le dicen así. ese nombre se lo pusieron. En realidad es el Espíritu Santo orando.
Y la idea es en ese libro que así como el Espíritu Santo se movió en aquel tiempo, se debe y se puede mover también en la vida de la iglesia hoy en el siglo XXI también y se debe mover en la congregación León de Judá de esa manera.
La Biblia nos dice que las mismas obras que hicieron estos hombres y mujeres las podemos hacer nosotros también, por eso ese libro está allí y por eso nosotros también tenemos que buscar la unción del Espíritu Santo.
Ahora, hay tres elementos que aparecen en este evento que nos podemos preguntar por qué Dios escogió estos elementos distintivos en ese momento tan especial. Qué significado tienen? Y qué propósito tenía ese Dios que nunca hace nada sin tener una razón y sin tener un propósito. Qué tenía Dios en esos tres elementos que quería decirnos? Qué mensaje quería él darnos?
Mire, aquí habla de que, vino del cielo un estruendo como de un viento recio, un viento recio. Por qué era esto? Es como que de momento se veía como si fuera un huracán que se había desatado. No sé cuántos han oído a veces lo que es un viento cuando está soplando como un huracán. Eso es terrible. Eso le mete miedo a cualquiera. Era un viento recio, un soplo, un rugido como de un huracán que de momento se desató donde ellos estaban. Un viento recio que soplaba.
Número dos, dice que se le aparecieron lenguas repartidas. Lenguas, eran como unas llamitas que reposaron sobre la cabeza de cada uno de los Apóstoles, o de las personas que estaban en el lugar donde se encontraban. Y esas lenguas repartidas eran como de fuego, eran llamitas, como dije hace un momento. Entonces, vemos aquí viento recio, viento, vemos lenguas que parecían como unas llamitas, así como prendidas, de fuego. Es decir, el elemento de fuego en realidad es lo más importante. Esas lenguas repartidas, dice, comenzaron a hablar en otras lenguas. Es decir, esas llamitas eran como símbolos también de unas lenguas que iban a ser distribuidas.
Entonces vemos que la gente habló en lenguas, hubo viento recio y hubo fuego involucrado. Por qué esos tres elemento? Lenguas, fuego y viento. Dios tenía un propósito en estas tres cosas. Por qué lenguas? Tomemos esa parte principalmente. Por qué esta gente habló en lenguas? No tengo tiempo ahora, ustedes saben lo que es hablar en lenguas. Lenguas es un idioma sobrenatural, inspirado por Dios. Es hablar en un idioma que no es el suyo. Ahora, ese idioma puede ser un idioma no de esta tierra, un idioma angelical, un idioma espiritual, que usted no conoce y que no existe en la cultura humana. O puede ser un idioma humano que tampoco usted conoce pero que Dios le da la facultad para hablarlo, de otra tribu, de otra nación.
El Apóstol Pablo dice que si yo hablara en lenguas humanas y angélicas. Entonces, eso es la lengua. Esta gente comenzó a hablar en otros idiomas, en este caso en particular porque Dios tenía un propósito en ello, esta gente habló en idiomas reconocibles, idiomas humanos, idiomas que pertenecían a todos esos hebreos que estaban en ese tiempo en Jerusalén celebrando precisamente el festival de Pentecostés y que venían de diferentes naciones y hablaban diferentes idiomas de las naciones de donde venían.
Y el Señor le dio a esos discípulos la facultad de hablar en ese idioma, esos idiomas diferentes porque él tenía un propósito en ello, un propósito simbólico. Él quería declarar algo acerca de eso para toda la historia.
Ahora, qué significaban? Esas lenguas, el hecho de que hablaran muchos idiomas de diferentes naciones, se refería al carácter universal y mundial del Evangelio. El hecho de que ahora el Evangelio iba a correr por toda la tierra y que iba a llegar a todas las naciones, que ese anuncio de que Cristo es el Señor y el salvador, era para toda la humanidad y no solamente para los hebreos. Con eso Dios estaba diciendo, este idioma será llevado a todas partes del mundo y es para todas las naciones.
En segundo lugar, yo creo que las lenguas hablan de algo importante y es que el lenguaje es clave para comunicar el Evangelio. Nuestra boca comunica la verdad de Dios. Y era como una consagración del lenguaje humano para predicar el Evangelio y para anunciarlo. Dios estaba diciendo, este lenguaje que los hombres usan para tantas diferentes cosas, yo ahora lo consagro para anunciar mi Evangelio. Dios estaba ungiendo la boca de sus discípulos en una manera sobrenatural.
En tercer lugar, muchos eruditos han dicho que en un sentido Dios estaba neutralizando la obra negativa de Babel. Saben lo que pasó en la torre de Babel? Qué sucedió? Los hombres trataron de glorificarse a ellos mismos y Dios, dice, que confundió. Antes, según dice la historia bíblica, la humanidad hablaba un solo idioma. Es interesante que los lingüistas hoy en día que no creen en la luz eléctrica, muchos de ellos, dicen que ciertamente los diferentes idiomas de la humanidad vienen de un solo lenguaje. Y siempre están buscando, tratando de buscar cuáles son las palabras en común que tienen todos los idiomas de la tierra. Ellos saben que los idiomas del mundo vienen de una lengua materna y de ahí se fueron desarrollando y dividiendo en los idiomas indoeuropeos, los idiomas germánicos, los idiomas romances, etc. pero vienen de una raíz común. Ellos entienden esto independientemente de la Biblia.
Ahora, cuando Bable dice que Dios confundió los lenguajes del hombre como un castigo para que no avanzaran en su idea de glorificarse a sí mismos. Y de ahí en adelante hubo una Babel, es decir, una cantidad de idiomas diferentes. Ahora, en este momento en que Dios está creando un pueblo escogido, él unifica en un sentido los lenguajes permitiendo que se hablen en todos los idiomas diferentes para que el Evangelio se anuncie y que la gente pueda comunicarse unos con los otros.
Es decir, era como que Dios estaba diciendo, ¿saben qué? Babel dividió a los hombres pero mi Hijo ahora los une y permite que se comuniquen unos con los otros.
Además de eso, yo creo que las lenguas son una forma sobrenatural de alabar y glorificar a Dios con un idioma sobrenatural. Es una forma de comunicarse directamente con Dios en un lenguaje recién hecho, sacado del horno, un idioma fresco que no tiene los elementos destructivos y caídos del idioma humano. Con una lengua sobrenatural inspirada por el Espíritu Santo usted puede comunicarse directamente con Dios. Ahora, usted quizás no sabe cerebralmente lo que usted está diciendo, pero su espíritu sabe. Y es una comunicación directa con Dios.
Dios quería comunicar sobrenaturalmente una experiencia sobrenatural. Yo creo que al esta gente hablar ese idioma sobrenatural Dios le estaba diciendo a la iglesia, ¿saben qué? la comunicación de mi palabra siempre tendrá que ser algo misterioso, espiritual, sobrenatural, hecho en el poder del Espíritu Santo.
Cuando usted comunique la verdad del Evangelio, hermano, hermana, piense en su corazón y en su mente, yo estoy hablando a la gente no en mi fuerza, sino en el poder del Espíritu Santo. Yo estoy comunicando este idioma del Reino de Dios en una manera diferente.
Yo diría también que Dios quiso hacer otra cosa y es que, si usted mira, el idioma es la cosa más fundamental, yo creo, que hay. El hombre se distingue por poder hablar. Los chimpancés y los monos en general tienen una capacidad para comunicarse muy básicamente y se ha descubierto, por ejemplo, que los chimpancés tienen un lenguaje bastante complejo pero comparado con el idioma humano, es absolutamente primitivo. El ser humano se distingue por hablar y hablar en una forma extremadamente complejo.
Mire todas las cosas que yo estoy comunicando ahora mismo a través del idioma humano. Entonces, como que Dios quería sellar ese elemento tan esencial de la raza humana con el toque de su espíritu. Y eso que es tan esencial para el hombre, Dios quería sellarlo con su espíritu.
Y yo creo que por eso, esta idea de las lenguas. Era algo tan especial lo que estaba pasando en ese momento que Dios quería que fuera marcado, tocando algo que era tan integral, una parte tan esencial de la raza humana como es el lenguaje. Y Dios quiso tocar su pueblo en ese sentido y por eso las lenguas. Ahora, después vamos a tener más tiempo para hablar acerca de las lenguas y su significado y su importancia.
En segundo lugar, el viento. Dice que fue como un viento recio, un estruendo que hubo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados. Por qué viento? El viento siempre ha sido símbolo del espíritu de Dios. Los hebreos hablan de ‘ruaj’. Mire la palabra aliento, la palabra aliento se refiere a el soplo, el aire que sale de nuestra boca, el aire que respiramos, el oxígeno. Pero también se refiere al ánimo. Me dejó sin aliento, muchas veces no quiere decir solamente que me dejó sin respirar, pero me dejó como sin ánimo, me dejó sin fuerzas. El aliento es la marca de la fuerza.
En el Antiguo Testamento, en las Escrituras, ‘ruaj’ es como eso, aliento, el viento de Dios, el aire de Dios, que es también el espíritu. Yo estaba leyendo algo acerca de eso en el internet. Dice aquí, en el Tanaj que es la Escritura hebrea, la palabra ruaj generalmente quiere decir viento, aliento, mente, espíritu.
En una criatura viviente, ruaj es el aliento, la respiración, ya sea de animales o de la raza humana. Dios es el creador de ruaj, de aliento. En las manos de Dios está el ruaj, el aliento de toda la humanidad. En la humanidad ruaj además de nota, indica el principio de vida que posee la razón, la voluntad y la conciencia, lo que llamamos el alma también. Ruaj imparte la imagen divina al hombre de Dios. Y constituye el elemento dinámico que resulta en el hombre siendo un ser viviente.
Recuerde que cuando Dios crea a Adán de la tierra, sopla sobre su nariz y le comunica vida. Pero yo creo que también Dios le comunicó su espíritu a través de eso. Entonces, siempre el viento se ha asociado con el espíritu de Dios y con el espíritu del hombre, el alma, la fuerza motriz del hombre.
Y entonces yo creo que aquí el viento estaba refiriéndose a muchas cosas. Es el ánimo, es la fuerza de Dios moviéndose. También yo creo que ese viento recio aludía a algo que el espíritu es poder, es dinámico. El viento puede romper, puede destruir cualquier cosa, mueve montañas. Entonces, ese viento recio aludía al carácter dinámico y poderoso del Espíritu Santo. El Espíritu Santo viene para bautizarnos con poder de lo alto.
Habla también, yo creo que el viento sugiere, el carácter impredecible e incontrolable del Espíritu Santo. Nadie puede controlar el viento. Cuando el viento sopla hay que echarse a un lado. Cristo dijo que el viento sopla por donde quiere. El Espíritu Santo hace lo que quiere. Nosotros nos sometemos al Espíritu Santo. Nosotros no controlamos el espíritu, el Espíritu Santo nos controla a nosotros.
Como el viento se mueve por donde quiere y asimismo yo creo que ese viento quería decir, yo me muevo como yo quiero, como me da la gana. El carácter soberano e impredecible del Espíritu Santo también.
Otra cosa, eso de que como un viento recio sugería algo misterioso, algo amenazante y sobrenatural. Si usted oye un viento soplando es como algo de otro mundo. Y yo creo que ese viento recio era como que, yo vengo de una región que ustedes no conocen. Se refiere a lo que yo llamaría la otredad de Dios. Que Dios pertenece a otra dimensión, es algo misterioso, es algo que no es de esta tierra. Ese viento sugería, yo vengo aquí, vengo de otro mundo y vengo a hacer cosas que ustedes no entienden y no pueden controlar.
Entonces, hablaba acerca del aspecto misterioso, sobrenatural, amenazante casi de Dios. También ese viento recio, poderoso sugería la dotación de poder y capacidad para obrar y transformar que tiene el Espíritu Santo a través de la vida de los hijos de Dios. El viento se usa para cosas productivas, por ejemplo, para mover un molino de viento y producir entonces energía. Y asimismo entonces el viento quiere decir energía para llevar a cabo cosas, para llevar a cabo tareas y eso es lo que hace el Espíritu Santo en nuestras vidas, nos capacita para llevar a cabo las tareas de la vida cristiana.
Y finalmente la venida de Dios en el Antiguo Testamento, muchas veces la aparición del Espíritu Santo en un ambiente se asocia con el viento. Recuerdan, Elías cuando está allí que Dios le da esa visión, dice que venía un viento que rompía las piedras. Elías pensaba que ahí estaba Dios porque Dios se aparece en el viento, pero en ese momento Dios escogió no aparecerse a través del viento, pero sí está esa idea de que cuando está la presencia de Dios hay un viento que rompe y que destruye cosas.
Entonces, todo eso era. Yo creo que ese viento recio quería decir, mi espíritu poderoso, capacitador, dinámico, misterioso, amenazante, de otro mundo, todo eso era sugerido por ese viento que venía, era el aliento de Dios, ese soplo de Dios que iba a invadir y que iba a meterse en nosotros como se metió a través de la nariz de Adán, el soplo de Dios, de la boca de Dios y le dio vida para ser un ser viviente.
Y lo último, el fuego. Lenguas de fuego se aparecieron sobre sus cabezas. Por qué fuego? De nuevo, lo mismo, fuego sugiere entre otra cosas el poder consumidor de Dios, el fuego consume, el fuego derrite. Dios es todo poderoso. Así que Dios quería sugerir por medio de su fuego también de que échense a un lado porque yo vengo poderosamente.
La Biblia habla de Dios como un fuego consumidor. La Biblia habla de que al final de los tiempos los elementos, la tierra arderá. Todos los elementos, todo lo que compone la tierra se derretirá, se consumirá y Dios creará cielos nuevos y tierra nueva. Entonces esa idea de Dios como fuego consumidor.
En segundo lugar, fuego sugiere vida, energía y calor. No tenemos que enfatizar mucho eso. Si no hubiera el fuego… sabe que el sol es fuego, el sol es una bola de fuego y si el sol se apagara no podría existir la vida. Así que fuego sugiere la vida de Dios, la energía de Dios, el calor que Dios imparte cuando está presente como el Espíritu Santo nos da vida, nos da energía, nos da calor para llevar a cabo las tareas de la vida cristiana.
Fuego también habla de pasión y compromiso para testificar del Evangelio. Cuando la persona tiene el fuego del Espíritu Santo dentro de ella o de él, tiene pasión. Mucha gente es indiferente, mediana, tibia porque no tienen el fuego de Dios en sus vidas. Y por eso mucha gente le da lo mismo ir a la iglesia o no ir a la iglesia, cantarle al Señor o no cantarle al Señor, leer la Biblia o no leer la Biblia, orar o no orar.
Ahora, cuando una persona está llena de ese fuego del Espíritu Santo tiene necesidad de estar en la presencia de Dios. Es una persona comprometida con Dios, tienen energía del espíritu. Por eso yo le digo, Señor, ayúdanos, llénanos con el fuego de tu Espíritu Santo porque si tenemos tu fuego vamos a ser gente comprometida.
Entonces, el fuego sugería esa vida, esa energía, ese calor del espíritu que venía al pueblo de Dios. Y esa pasión, y ese compromiso para testificar del Evangelio. Fuego también sugiere esa convicción de que Cristo es Señor y salvador y que nos lleva a testificar de él también. Ese fuego que nos consume, que no nos permite estar callados, que uno de los profetas dice, traté de callarme y era como un fuego en mis entrañas, en mis huesos, no podía dejar de anunciar la palabra de Dios.
Fuego es lo contrario, evidentemente, de frialdad, formalismo, muerte espiritual. Donde está el fuego de Dios esa religiosidad rutinaria, barata huye. Ya la gente no puede estar en la rutina de la religión, simplemente venir y mostrarse allí y hacer algunas cosas raras y entonces irse a la casa igualito que como entraron. No, ya entonces la vida del pueblo de Dios se torna en algo activo, dinámico. Es todo lo contrario del formalismo y de la frialdad y la estructura rígida que mata.
Ya voy terminando. Fuego sugiere el juicio de Dios también. Un día el juicio de Dios se va a manifestar en fuego en la humanidad y la destrucción de este mundo. Y yo creo que también esta sugiriendo esa parte de Dios como juicio.
Y finalmente, fuego también sugiere conflicto, persecución y guerra que se desataría contra la iglesia de Jesucristo. Es decir, también estaba sugiriendo guerra. El fuego sugiere guerra, sugiere conflicto, sugiere también persecución.
Así que como ustedes ven, solo quería que ustedes vean que en este elemento esa venida del Espíritu Santo a través de las lenguas, a través del fuego y a través del viento, Dios estaba dando un mensaje subliminal acerca de todo lo que iba a componer la vida de la iglesia de Jesucristo, y lo que era verdaderamente la naturaleza del Espíritu Santo. Y ese fuego, esas lenguas, esa capacidad para comunicar cosas sublimes, sobrenaturales, espirituales y esa capacidad para movernos dinámicamente como se mueve el viento poderoso de Dios, es lo que Dios quiere en nuestra vida. Amén.
Ese es Pentecostés. Esa característica tan importante, cuando usted lea acerca del fuego, del viento recio y de las lenguas que se aparecieron, entienda lo que Dios estaba diciéndole, que Dios espera de su propia vida también a través de la presencia del Espíritu Santo en usted. Amén.
Hermanos, vamos a ponernos de pie y darle gracias al Señor. Hemos empacado mucho hoy, ¿verdad? Están cansados? Gloria a Dios. Si están cansados eso es bueno, porque eso quiere decir que trabajaron. A la iglesia de Dios hay que venir a trabajar. Si usted vino a dormir, mejor quédese en su casa. No, venimos a trabajar. El próximo domingo traiga sus majones, traiga unos jeans. Ok? Y una camisa de trabajo. Vamos a trabajas, si puede traiga un martillo también señal de que venimos a trabajar a la casa del Señor.
Vamos a bajar nuestras cabezas y darle gracias al Señor por todo lo que hemos recibido hoy. Váyase a su casa a vivir en el poder del Espíritu Santo. Padre, gracias, te hemos alabado, te hemos adorado tu nombre, nos hemos gozado de estar aquí en tu casa y queremos que tu sigas con nosotros el resto de este día. Bendice a mis hermanos, tanto los de habla inglesa como los hermanos hispanos que están aquí.
Gracias porque somos un solo pueblo. Gracias porque el fuego del Espíritu Santo derritió las barreras que dividían a la humanidad. Gracias porque las lenguas nos unieron, Señor, para poder comunicarnos como hermanos y hermanas en un idioma misterioso que solo tu sabes dar. Gracias porque tenemos el fuego transformador y el viento transformador del Espíritu Santo en nuestras vidas.
Gracias por Pentecostés, Señor. Queremos que cada día esta iglesia sea una iglesia animada, fortalecida y dinamizada por el poder del Espíritu Santo. Te bendecimos. Despido a mis hermanos y declaro sobre cada uno de ellos la presencia y la bendición del Espíritu Santo.
Bendigo sus hogares, Señor, sus vidas, sus finanzas, sus cuerpos, su salud, sus sueños, sus luchas. Fortalece a los que están, Padre, débiles en este tiempo, los que están en crisis, Señor, llénalos de una nueva unción en este día, Padre. Y pedimos milagros, Señor, en la vida de tu pueblo. Padre, pedimos soluciones para los que tienen graves problemas ahora mismo. Padre, pedimos que tu abras las ventanas de los cielos y hagas milagros financieros en la vida de tus hijos, Señor.
Desatamos prosperidad en la vida de tus hijos. Los que necesitan trabajo, Señor, nosotros pedimos milagros y puertas que se abran. Los que necesitan su documentación, Señor, pedimos una solución a este problema también. Los que tienen problemas matrimoniales, hijos que necesitan un toque de tu espíritu, Padre. Problemas de salud en nuestros cuerpos, oh Señor, envía tu espíritu ahora mismo, Padre, y sácanos de aquí con esperanza y con gozo en nuestros corazones.
Gracias por tenernos delante de tu presencia hoy y por el privilegio de adorarte, Señor. Despídenos ahora con tu bendición en el nombre de tu hijo Jesucristo. Amén.
Edifica primero tu casa
17 de mayo del 2010 - Por Vanessa Santos Mirabal
“Si Jehová no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican”. Salmo 127:1
Amada hermana, he querido compartir esta palabra que Dios me dio recientemente y que la recibí en una forma especial y distinta que otras veces. Venía conduciendo mi carro del trabajo a la casa, un poco apresurada porque tenía que preparar comida para mi familia, hacer unas tareas pendientes y luego ir a la iglesia a un compromiso que tenía. Me la había pasado así casi toda la semana. Mi esposo y yo somos un matrimonio joven con dos niños pequeños, y desde muy niños servimos en la alabanza y en otros ministerios en la iglesia. Cuando conducía iba planeando lo que iba a hacer cuando llegara a casa, pero de momento quise poner una emisora cristiana que acostumbro a escuchar y el Señor me ministró con una reflexión que hacía un anciano pastor que me estremeció y me confrontó a la misma vez. Desde pequeña he sabido de la importancia de sacar tiempo para la familia y de la prioridad que esta tiene en el orden de todas las cosas. Mi esposo y yo siempre hemos tratado de darles lo mejor de nosotros a nuestros pequeños, pero muchas veces los compromisos que cada ministerio nos pide asumir, y que lo hacemos con tanto amor, nos quitan la oportunidad de darle la prioridad a nuestra familia.
Lo que más me impactó de este mensaje era que si yo no edificaba mi casa primero, todas las demás cosas que yo hiciera por el reino de Dios, iban a ser en vano y les confieso que eso me asustó, porque uno se envuelve sin darse cuenta en cultos, retiros, servicios especiales, reuniones, ministerios, talleres, clases, y tantas cosas buenas que ofrecen las iglesias para nuestro crecimiento personal, pero muchas veces descuida lo más importante: nuestra casa, nuestro hogar, nuestros hijos, nuestra familia. Me dio miedo sólo la idea de pensar que pudiera ser en vano todo lo que hacemos con amor para el Señor, si primero no edificaba mi casa. ¿Se imaginan? ¿Todo ese esfuerzo, todo ese tiempo invertido, toda esa entrega y dedicación… en vano? La palabra de Dios nos confronta.
Con tristeza he observado esta realidad en muchas personas que sirven en la iglesia y me pregunto porqué hemos asumido que Dios es el que va a cuidar de nuestra familia mientras nosotros nos dedicamos al ministerio, cuando en realidad el Señor delegó esa responsabilidad en nosotros (padres y madres) y aunque podemos contar con Su ayuda siempre, no nos podemos desligar y asumir que Dios hará lo que nos toca a nosotros hacer. Si Dios nos dio la bendición de tener una familia, cuidémosla. Nadie puede sustituir ese tiempo de calidad dedicado a nuestros hijos y esposos: Comer juntos, salir al parque, jugar juntos, salir a pasear y divertirse, ver una película, conversar como amigos, orar juntos, leer la palabra, tratarse con respeto, aconsejar cuando es necesario, darse cariño y muestras de afecto, leerle un buen libro si tiene niños pequeños, hacerles cuentos o historias, en fin…dedicarles tiempo, no dejarlos en un segundo plano…edificar primero nuestra casa.
A través de los años me ha inquietado tanto el ver cómo algunas de mis maestras de infancia tenían hijos que no les gustaba estudiar… cómo muchos de los que dirigían retiros de pareja o matrimoniales terminaban en divorcio… porqué tantos hijos de pastores se revelan contra el evangelio o llevan una vida desordenada… En mi país hay un refrán que dice “en casa de herrero, cuchillo de palo”; suena jocoso pero es seria la cosa y una triste realidad, porque muchos de esos hermanos que enfrentan esas situaciones son personas bellas, buenas, dignas y aman al Señor de corazón, pero déjenme decirles que cuando nosotros no atendemos con diligencia lo que está bajo nuestra responsabilidad, no solamente es en vano todo lo demás que hacemos, sino que le permitimos al enemigo entrar a nuestra casa y asumir el rol que nosotros por estar tan ocupados en el ministerio no hemos podido asumir. Debemos entender que hay un orden para todo y que trabajar por nuestras familias es trabajar por el reino de Dios también. Nuestra casa es nuestro primer ministerio, sino en vano hacemos todo lo demás. Nuestro testimonio tendrá poder para traer vidas a Cristo cuando nuestra casa ha sido edificada primero.
Pasos a dar: 1) Pídale dirección al Espíritu Santo para que le muestre formas creativas sobre cómo pasar tiempo de calidad junto a la familia. 2) Pídale también que le muestre el orden y la prioridad que tienen cada cosa 3) Saque de su mente que la única forma de servir a Dios es yendo a la iglesia. 4) Comience a apartar tiempo para los suyos, a ponerlos en su agenda y aprenda a disfrutar de ese tiempo juntos. 5) Sea afectuoso en su casa y muéstreles lo importantes que son. 6) Ore en todo tiempo… y encontrará dirección.
Oración: Amado Padre Celestial, muéstrame cómo hacer de mi hogar un refugio seguro que edifique mi familia; un lugar donde fluya la creatividad y la comunicación sea continua. Haznos mujeres y hombres prudentes, que sepamos edificar nuestra casa sobre la roca, para que cuando descienda la lluvia y los vientos soplen, nuestra casa no caiga, porque ha sido fundada sobre la roca que eres Tú. En el nombre de Jesús. Amén.
Mantener limpio el fluir del espíritu
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Vamos a la palabra del Señor en el libro de los Hechos en el capítulo 2. Para los que nos visitan y los que no han estado por un tiempo recordemos que en todos los momentos en que yo pueda, que no intervenga otro tipo de situación, visitante, un viaje o lo que sea, yo voy a estar caminando a través del libro de los Hechos, como ustedes bien lo han escuchado pero lo voy a seguir repitiendo hasta que se les grabe. Mi deseo a través de este estudio es infundir en nosotros como congregación y como individuos, lo que yo llamo una mentalidad sobrenatural, un sensibilidad a las cosas del espíritu, un entendimiento de que la vida cristiana no se procesa en la manera en la manera en que se procesan los demás fenómenos de la existencia humana, sino que es algo que se navega en el espíritu.
El Apóstol Pablo dice que los que son del espíritu piensan en las cosas del espíritu. Habla del hombre espiritual o la mujer espiritual. Y para eso hay que renovar la mente y una de las maneras en que nosotros renovamos nuestra mente es meditando en la palabra de Dios, meditando en esos paradigmas, esos conceptos que nos registra la palabra de Dios y al nosotros ver esos textos, esas narrativas, estudiarlas, escucharlas expuestas en los diferentes momentos en que estudiamos la palabra del Señor, en nuestra mente va grabándose esa idea: yo soy un hombre, soy una mujer del espíritu, soy de la eternidad, no camino, no pienso, no hablo, no proceso los eventos de la vida en la misma manera que lo hace la persona natural, el hombre natural, la persona que procesa las cosas en la carne según la razón meramente.
Entonces al estudiar el libro de los Hechos que es un libro eminentemente sobrenatural, porque es los Hechos del Espíritu Santo en realidad a través de los Apóstoles, nosotros podemos entender mejor cuáles son esos patrones, esos hábitos del espíritu, esas formas en que el espíritu obra en la vida de los creyentes, y cómo nosotros interactuamos y nos relacionamos con ese Espíritu Santo.
Y uno de los pasajes claves en toda la Escritura está ahí en el capítulo 2, es el momento como yo decía hace unas semanas atrás, es el momento cúspide del proceso del Evangelio y también es el punto de partida de muchas cosas que vemos en el resto de la Escritura.
En el capítulo 2, comenzando con el versículo 1 se nos describe la venida del Espíritu Santo. El Señor Jesucristo les dice a sus discípulos:
No salgan de Jerusalén hasta que no hayan recibido poder de lo alto, hasta que no hayan recibido la promesa del Padre, por qué? Porque él los enviaba a aprender una tarea sobrenatural, una tarea humanamente imposible para un puñado de hombres y mujeres ignorantes, pobres, sin ningún tipo de influencia social, intelectual o política, conquistar el mundo, hacer discípulo a todas las naciones, conquistar Roma, ir hasta Egipto y las otras partes del mundo que ellos ni siquiera conocían, que ese Evangelio tenía que llegar. Cómo iba esa bandada de gente asustada, impotente, como eran ese puñado de creyentes, cómo iban ellos a cumplir esa tarea excepto que Dios los capacitara en una manera sobrenatural?
Y por eso el Señor Jesucristo le dijo, No se vayan de Jerusalén hasta que no hayan sido ungidos con poder de lo alto. Entonces aquí es el momento esperado, ellos han estado orando, han estado tramando, han estado juntos en espera de esa visitación que el Señor le dijo que vendría y llega el momento. Cuando llegó el día de Pentecostés estaban todos unánimes, juntos. Recuerde de nuevo Pentecostés no es el nombre que se le dio a este fenómeno, a esta experiencia, Pentecostés ya era un día de fiesta solemne judía. Es como decir que el Espíritu Santo cayó el 4 de julio o Memorial Day, o cualquier otro día de esos de fiesta. Pero este era un día de fiesta solemne judío, religioso, espiritual, marcaba la culminación de la cosecha. Que lindo que el bautismo del Espíritu Santo sobre la iglesia, la iniciación del funcionamiento del Espíritu Santo vino cuando se completaban los 50 días de la cosecha. Guau! Iba a ver una cosecha mucho más hermosa, cosecha de almas.
Y ese día que se marcaba la culminación, y que había comenzado el día de resurrección, 50 días después que Cristo resucita se da. Es decir, ese período que culmina con Pentecostés comienza un domingo que fue el domingo en que Cristo se levantó de entre los muertos, primicia, dice, y la primicia era precisamente el día que iniciaba los 50 días hacia Pentecostés. Cuando se cortaba el primer grupito de espigas de trigo o de cebada o lo que fuera, el sacerdote lo cortaba iniciando el tiempo de la cosecha. Y 50 días después se concluía en el día de Pentecostés.
Es decir, la primera cosecha, Jesucristo resucitado, primicia de entre los muertos. Una nueva creación de Dios, 50 días después de cumple ese tiempo y se inicia la cosecha de la humanidad entera, se inicia la nueva era de la iglesia. Cuando llegó el día de Pentecostés estaban todos unánimes, juntos como tu madón epito auto, repitan eso, por favor todos: como tu madón epito auto. Estaban todos juntos, dice en un mismo acuerdo, en el mismo lugar más o menos la idea. Estaban con una idea clara, fija, todos estaban unidos.
Hermanos, qué importante es que las iglesias cultiven la unidad. Porque allí envía Jehová bendición y vida eterna, que hermoso es habitar los hermanos juntos en armonía.
Hermanos, sabe usted que la pre condición para cualquier visitación del Espíritu Santo es la armonía? Que la armonía presupone humildad, presupone ajustarnos unos a otros. Ayer, viendo yo esos hombres, hermana lamento decirle mujeres que estos hombres se la comieron. Sabe ya ustedes no son el único show en el pueblo, saben? Lamento decirle que hay otro vaquero ya aquí en Dodge City. Las hermanas dice, amén, gloria a Dios. No, esos hombres están poniendo las pilas, hermana. Que bueno, verdad que sí, las mujeres están deseosas que los hombres se levanten, no para oprimirlas sino para caminar junto con ellas. Amén.
Pero yo creo que una de las razones por las cuales se dio esa bendición, porque estos hombres están aprendiendo a trabajar en armonía, saben? Eso es bien importante. Cuando los hombres se sujetan unos a otros, es que hay demasiado vaquero por ahí de dos pistolas en el mundo y por eso es que los hombres a veces no podemos hacer nada y las mujeres están viajando a la velocidad de la luz y nosotros ahí con una carretilla más o menos y es porque no nos sujetamos, no nos dejamos quebrantar. La mujer aunque aparentemente la llaman el género débil, pero de débil no tiene nada. Esas mujeres nos envuelven en un solo dedito. Pero yo creo que es porque la mujer se sujeta al espíritu, la mujer es frágil ante el Señor, la mujer es como una niña, las mujeres son más sensibles al espíritu y como que pueden sujetarse más fácilmente. Nosotros los hombres, Dios nos ha hecho fuertes, líderes y a veces eso también se pervierte, es el lado oscuro del don y entonces no nos sujetamos y siempre estamos con esa violencia y esa actitud de que no nos sujetamos a nadie y queremos que nuestra agenda sea…
Y yo siempre le he dicho a los hermanos, recuerdan cuando yo fui a predicar allá el martes, hace tiempo, al grupo le decía, hermanos, tenemos que sujetarnos unos a otros, tenemos que amarnos, tenemos que ser mansos y humildes. Yo le doy gracias al Señor, porque estos hombres al trabajar juntos y al llegar allí y amarse como hermanos y poner a un lado las agendas, Dios ha permitido que se vaya levantando un grupo muy bello y que esa bendición de ese sábado, yo creo que fue por eso, así que varones, les animo, sigan en ese espíritu, que no se oiga aspereza en el ambiente.
Yo estaba pensando en eso los otros días, perdonen, tienen tiempo? Y si no, too bad. Yo estaba pensando, hablando con alguien, sabe que cuando se hizo el templo, el primer templo el Señor dijo que en el espacio donde se iba a hacer el templo no se debía oír el golpe de martillos. Cuando Dios dice las cosas, él es un detallista increíble, él no quería que se oyera en el lugar del santuario, mientras se construía el templo jamás golpes de martillos, sino que las piedras tenían que ser talladas en otro lugar y traídas y ajustadas unas con otras. No les vuela eso la tapa de los sesos? Que interesante, no?
Primero, yo creo que en la casa de Dios no debe haber violencia, en el sentido de la gente golpeándose unos a otros, criticándonos unos a otros, atacándonos unos a otros, debe haber armonía, paz, amor, gozo, bondad. Miren el fruto del Espíritu Santo, mansedumbre. Entonces es muy importante eso, escúchenme, hombres, esto es un freezbee, eso es gratis para ustedes. Mujeres, congregación León de Judá, unánimes, juntos, en unanimidad, en armonía. Por qué? Dios dice, yo no quiero violencia en este lugar porque mi espíritu va a morar en él. Reverencia. Y nosotros tenemos que ser como esas piedras del templo talladas por Dios para que podamos pegarnos unos a los otros, vamos a encajar. No era con cemento, ni con clavos, ni nada, no, era que las piedras ajustaban tan bien que podían…
Usted ha visto las piedras del muro de las lamentaciones? Esa es la fundación del templo. Son unas piedras gigantescas y esas piedras han permanecido siglos y siglos. Las otras fue porque las destruyeron los romanos, pero esas piedras, que eran la fundación están simplemente encajadas unas con las otras y así nosotros tenemos que ser.
Yo le tengo que pedir al Señor, Señor, moldéame para que yo pueda encajar con los demás hermanos. Hay que morir. En el matrimonio es igual. En el matrimonio… alguien me preguntó el otro día, bueno, que hay que hacer para tener un buen matrimonio? Yo le dije, morir mucho. Se lo dije inmediatamente. Es cierto. Por qué? porque hay cosas en tu vida que quizás si tu vivieras solo, tu no tendrías que cambiarlas. Están bien, no tienen nada de malo, pero como tu vives ahora a la luz de otro ser con el cual tu tienes que emparentar y empatar, hay cosas que si tu fueras una piedra solitaria en un pedregal, no habría problema, pero como tienes que ajustar muy bien con otra piedra, tienes entonces que tallarte, dejarte tallar por el Espíritu Santo para tu poder encajar con tu pareja. Digan gloria a Dios. Eso me salió tan bueno que quisiera grabarlos. Grábenme por ahí y déjenme oírlo otra vez. Eso es del Señor.
Hay que morir, hay muchas cosas que uno tiene que dejar atrás para que el matrimonio pueda funcionar bien. Y entonces dicen, pero por qué yo tengo que dejar eso si eso no es nada? No, no es nada en sí, solo, pero a la luz de tu pareja y de tu matrimonio, si tu quieres tener un matrimonio feliz y sólido y bendecido, sí es algo. Y si lo sacrificas Dios te va a bendecir por ello. Y si te dejas cortar ese pedacito Dios te va a dar otro pedacito mejor, porque eso es lo que hace que te hace tropezar. Unánimes juntos, estaban unánimes juntos.
Para que el Espíritu Santo se pueda manifestar en una congregación tiene que haber armonía. Yo le doy gracias al Señor, no somos perfectos, de vez en cuando nos jalamos los moñitos allí, pero normalmente esta es una iglesia, gloria al Señor, que hay armonía, hay sus cosas, dónde no las hay? Y yo les digo hermanos, protejamos eso hasta el último segundo. Cultivemos la armonía, cultivemos el amor. Si hay algo, alguna aspereza, con alguien apresúrate a reconciliarte con tu hermano, no lo dejes ahí languideciendo y desangrándote, busca sanidad. Perdona y pide perdón y arregla las cosas con tu hermano para que pueda fluir la unción del espíritu en la congregación.
Porque cualquier cosita es como… la iglesia es como una vena, una gran vena y el conflicto es como crecimiento de grasa que crean arterioesclerosis en la vena, cualquier conflicto entre dos hermanos es un pedacito de grasa que impide un poquito del fluir del espíritu. La iglesia que no tiene un pedacito de grasa, la tubería está casi tapada 80%, necesitan una operación de esas que le hacen… le meten una zonda por ahí para rasparle todo lo que está ahí adentro. Tenemos que mantener limpio el fluir del espíritu.
Yo amo el Espíritu Santo, hermanos, como nunca en mi vida. Yo deseo que el Espíritu Santo descienda sobre esta congregación. Y yo le doy gracias a Dios porque mucha gente viene aquí y dice, pastor, su congregación es amorosa. El profesor Eduardo Ramírez que estuvo aquí en estos veintipico de jóvenes de Eastern University el domingo pasado, me escribió, como siempre lo hace cada año que viene, me dijo, pastor, su congregación es una congregación excepcional, el Señor la gloria. Estos jóvenes dice, se fueron tan animados y tan agradados del calor de esta iglesia, se sintieron como en su casa. Yo le dije, hermano, esta iglesia es suya cuando quieran venir. Para mí lo más importante es manifestar el amor de Cristo sobre todas las cosas. Todo lo demás es secundario, hermanos, el amor de Cristo por eso es tan importante.
Por eso es que yo creo que el escritor puso esto aquí: “… estaban todos unánimes juntos…” por eso yo digo, esperen, por qué? porque mientras oraban juntos, mientras clamaban al Señor, mientras derramaban lágrimas pidiendo la unción del espíritu cada día venían, se reunían, sus espíritus eran hermanados, purificados y entonces cuando la vasija estaba preparada vino el Espíritu Santo sobre sus vidas. Estaban unánimes y juntos.
“…Y de repente, dice, vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba el cual llenó toda la casa donde estaban sentados, y se les aparecieron lenguas repartidas como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas según el espíritu les daba que hablasen….”
Yo decía, por eso hermanos, yo cada día me enamoro más y más del Espíritu Santo. Por eso en este tiempo… yo creo que estamos en un tiempo clave en que vamos a ver un derramamiento del Espíritu Santo increíble.
De paso, el próximo domingo es día de Pentecostés. El próximo domingo, ya llegamos a la conclusión de los 50 días que marcan. Así que el próximo domingo es día de Pentecostés y yo creo que esta estación, esta época en que estamos entrando es una época como nunca otra. Yo tengo grandes expectativas de ver la manifestación de Dios en una manera sin precedente en la historia de la humanidad. Muchas cosas que Dios ha hablado en mi corazón que yo pienso, bueno, me la está harbando a mí? No, se la está hablando a otros dondequiera. Esta mañana yo leía una carta que me habían enviado hacía como 3 semanas y yo no la había leído. Estaba allí en un sobre que me enviaron con unas grabaciones, una gente que tiene un don profético muy bello. Y yo pude leer esa carta y muchas de las cosas que esta gente decía acerca de esta época en que estamos viviendo ahora de la historia de la humanidad y de la iglesia, hacían resonancia en mí corazón. Yo creo que estamos entrando ya a los últimos tiempos y vamos a ver una gloriosa visitación del Espíritu Santo y yo quiero que mi iglesia se prepare, que mi iglesia esté lista para esa venida del espíritu de Dios.
Y yo quiero, yo mismo, estar listo y prepararme más y más para procesar esa presencia de Dios en mi vida y en mi ministerio y en el ministerio de esta iglesia. Es importante, hermanos, que nosotros entendamos esto.
Ayer mismo yo tuve una experiencia con respecto a eso. Yo iba a predicar, tenía la segunda predicación en el congreso de hombres y yo llevaba un sermón muy diferente, me había preparado para predicar, y había meditado y había orado, y de momento cuando llegué allí y fue más o menos cuando se paró el pastor Osorio a predicar, que algo me dijo, olvídate ese no es el sermón que tu tienes que predicar. Predica otra cosa y me dio exactamente el texto. Y yo prediqué sobre otro texto y creo que fue de bendición.
Pero mire esto, esto no es tanto la cosa. Yo le he dicho que muchas veces he tenido que hacer eso, más en esta etapa de mi vida, y yo creo que es por eso, porque según uno se va dejando guiar por el Espíritu Santo, el Espíritu Santo dice, ok, me estás escuchando, que bueno, te voy a dar más, te voy a dar más. Y a mí no me gusta pararme allí así sin preparar algo, pero cada día me encanta más fluir en el espíritu porque yo sé que si es de Dios, Dios va a proveer. Eso es lo bello y no hay nada como un pan recién horneado del espíritu, sacado del horno.
Después que yo terminé de predicar, al final de día, vino el hermano Héctor. Héctor, ven acá un segundito, por favor. Héctor es un hombre de Dios, es un hombre que ha estado muchos años en nuestra iglesia callado, un hombre respetable y respetuoso, muy especial, una familia muy bella. Y el hermano Héctor no es dado a estar con… yo nunca lo he escuchado a él hablar de estar con muchos alardes del espíritu ni nada por el estilo, pero si pueden poner un micrófono por favor. Pero Héctor vino y compartió conmigo algo al final y yo quiero simplemente… porque esto es acerca de cómo vivir nuestra vida fluyendo en el espíritu, lo importante es escuchar del espíritu y cuando el espíritu se está moviendo…
Héctor, dime algo de lo que tu compartiste conmigo ya al final del servicio? Dios les bendiga. Dios me les bendiga, queridos hermanos. Para mí la primera vez venir a hablar a petición del pastor frente a ustedes y resulta que en el día de ayer cuando nos preparábamos para asistir a la actividad de hombres saliendo del baño Dios me habló, me dijo, abre tu Biblia y vete a Lucas 5 y léelo.
Permítanme leerlo primero como el mandato que él me dio.
“Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesareth el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios….”
Así mismo, queridos hermanos, cuando llegamos a la actividad junto a mi hermano Félix, yo abrí la Biblia en el mismo capítulo Lucas 5 y le manifesté a él, mira, Dios me habló esta mañana de que abriera en mi Biblia Lucas 5, pero antes de manifestárselo a él se lo había manifestado a un hermano, el hermano Andrés que es ujier acá, a la entrada del edificio, y le dije, siento que aquí se va a hablar sobre esto. Y él me dijo, espera confirmación. Y así mismo dejé la Biblia abierta en la mesa, cuando el pastor dijo que había cambiado el sermón y que abrieran Lucas, capítulo 5, yo me quedé boquiabierto. Yo no tuve que hacerlo, ya estaba ahí. Y eso fue una confirmación y es algo de que no es casual. Eso quiere decir que Dios se está moviendo alrededor de nosotros y que el pastor está siendo grandemente usado por Dios para manifestarnos a nosotros a través de él, el mensaje. Queridos hermanos para mí fue una gran confirmación el día de ayer.
Gracias Héctor. Amén. Amén. La razón por la cual yo le pido a Héctor mismo que comparta es simplemente para ilustrar esta idea de que bello es cuando nosotros aprendemos a navegar en el espíritu y escuchar. Yo creo sin embargo, hermanos, que el Espíritu Santo siempre nos está hablando lo que pasa es que a veces no lo escuchamos, somos torpes, no somos diestros en discernir la voz de Dios. Porque cuando me vino eso, no fue como un ángel que me dijo verbalmente. No, fue algo, una impresión bien clara. Ese pasaje como que se me sembró en la mente. Yo dije, bueno, yo no sé por qué pero… y entonces yo conozco el pasaje comencé a pensar, claro que sí perfecta coincidencia con este momento de hoy.
Es bueno dejarse guiar por el Espíritu Santo. Es bueno, yo podría darle varias ilustraciones, pero me tomaría todo el sermón, pero ojalá, porque son ilustraciones. Esta misma semana, yo compartía una ilustración muy larga, pero no la voy a hace ahora mismo con los hermanos ayer, de como Dios me llevó a hacer una llamada telefónica estratégica y abrió una puerta extraordinaria. Simplemente escuchando su voz y accediendo a él.
Ahora, uno tiene que tener mucho cuidado con eso. No toda impresión es de Dios, hay que tener mucho cuidado con Dios, sabe. Yo he visto gente cometer serios errores, serios errores con respecto a eso. Uno tiene que tener mucho cuidado y experiencia, confirmación y sobre todo cuando son cosas muy delicadas en la vida. Uno tiene que buscar una seguridad y caminar muy cuidadosamente y sobriamente en el Señor.
Pero Dios quiere que aprendamos a fluir en el espíritu, a escuchar del espíritu, que nuestra vida está lubricada continuamente con el aceite, el ungüento del espíritu. Por eso él quiere bautizar las congregaciones. Y por eso en este tiempo yo estoy hablando tanto del Espíritu Santo y yo les animo, mis hermanos, mis hermanas a buscar esa llenura del espíritu en su vida, buscar ese bautismo del Espíritu Santo.
Si tu no has tenido todavía esa experiencia gloriosa hemos orado muchas veces aquí por los hermanos y las hermanas, seguiremos haciéndolo y tu también ahí en tu propia vida busca y espera y anhela y pídele al Señor ese bautismo del Espíritu Santo porque no podemos simplemente, bueno, yo acepté a Cristo un día y ya soy evangélico, tengo mi carnet para comprobarlo y no necesito más nada. No, hay una segunda experiencia, esa que el espíritu a través de Jesucristo le dijo a los discípulos esperen hasta que sean bautizados con poder de lo alto, investidos con poder de lo alto.
Entonces vino el Espíritu Santo sobre los discípulos y de ahí en adelante, desde ese momento en adelante vemos al Espíritu Santo manifestado en las páginas del Nuevo Testamento en muchas diferentes maneras.
En el libro de los Hechos lo vemos llenando muchas funciones, desde que cae sobre los discípulos. Cuáles eran algunas de esas funciones? Que son las mismas funciones que el Espíritu Santo quiere llenar en nuestra vida hoy, en tu vida y en la vida de la iglesia. Mire, yo veo que los discípulos recibieron denuedo. Digan denuedo. Es una palabra muy rara. Yo podría decir que recibieron valor, recibieron pasión, recibieron atrevimiento, coraje, podría decirse también, para testificar de Cristo Jesús.
Ahí está Pedro cuando en ese mismo momento cuando cae el Espíritu Santo mucha gente afluye a donde están los discípulos porque los están escuchando hablar en otras lenguas y hablar en lenguas, en ese momento el Espíritu Santo se manifestó con lenguas humanas. Eran las lenguas de todos esos judíos que habían venido a Jerusalén de diferentes países donde se encontraban, precisamente para celebrar Pentecostés. Los judíos siempre han estado esparcido por todas partes del mundo y como aquí en Estados Unidos, por ejemplo, que los judíos hablan inglés, o en Europa donde hablan francés, o alemán o cualquier otro de los idiomas europeos, o en Latinoamérica donde hablan español, todos esos judíos que vivían en diferentes partes del mundo, trabajando en comercio, en las diferentes cosas en que siempre han trabajado los judíos, habían llegado a Jerusalén para celebrar ese festival. Y cuando oyen a estos hombres y mujeres indoctos hablando en todos esos idiomas que ellos entienden, se quedaron boquiabiertos. Y entonces llegó una gran multitud alrededor de ellos, y ese Pedro que se acobardó ante una sola sirvienta que le dijo, tu eres de los discípulos de Jesucristo y él dijo, quién yo? Le dijo no conozco a ese hombre. De momento ahora se para como un general y les predica acerca del Cristo resucitado. Y los confronta, les dice, ustedes crucificaron al autor de la salvación. Y esa gente cayó y dijo, varones, hermanos, qué tenemos que hacer? Y él les dijo, recibid a Cristo y sed llenos del bautismo del Espíritu Santo.
Pedro tuvo un coraje, un valor. Y una de las cosas que el Espíritu Santo hace cuando nosotros somos llenos del Espíritu Santo, nos da valor para testificar, nos da efectividad, nos da denuedo para testificar. Y vemos a los discípulos de ahí en adelante testificando en diferentes situaciones ante autoridades, multitudes, funcionarios, como Felipe, ante el etíope, funcionarios del gobierno, diferentes personas con denuedo.
Otra cosa que vemos, vemos al Espíritu Santo dando efectividad y elocuencia en el ministerio. Estos hombres y mujeres se convirtieron en grandes instrumentos del Señor dondequiera que iban. Eran efectivos. No eran perfectos pero eran efectivos.
Yo he visto eso en las iglesias que cultivan la llenura verdadera balanceada del Espíritu Santo son iglesia bendecidas. Crecen, testifican y hablan con efectividad acerca del Señor Jesucristo como Señor y salvador. Tenemos que pedirle al Señor, Señor, lléname de esa efectividad por medio de tu Espíritu Santo.
Otra cosa, vemos al Espíritu Santo por dondequiera facilitando milagros. Donde está el Espíritu Santo hay milagros, hay señales, hay prodigios, surgen cosas sobrenaturales sobre las que hablaba el hermano Héctor.
Vemos por ejemplo, poco tiempo después que se derrama el Espíritu Santo están Pedro y Juan en la puerta de la hermosa, hay un cojo de nacimiento allí, y el Señor viene sobre Pedro, él testifica, declara sanidad sobre ese paralítico y este hombre que llevaba años y años ahí cojo, paralítico, sentado mendigando, de momento se para, salta y glorifica a Dios y crea toda una sensación, porque el Espíritu Santo facilita milagros. Donde se cultiva la presencia y el mover del Espíritu Santo hay una atmósfera donde Dios puede obrar. Se genera fe en la gente y entonces Dios puede hacer las cosas que él quiere hacer.
Otra cosa que vemos también aquí. Vemos al Espíritu Santo disciplinando y castigando. Sabe usted que el Espíritu Santo no es solamente para pasarle la mano a la gente y decirle Dios te ama, Dios te acepta como tu eres. Yo creo en todo eso, yo creo en la gracia de Dios, yo creo en la iglesia de misericordia, he hablado de amor y todas estas cosas, pero ¿saben qué? El Espíritu Santo también es siniestro, sabe. Le da una bofetada al más bonito. El Espíritu Santo confronta. El Espíritu Santo castiga.
Ananías y Safira, eso no pasó en el Antiguo Testamento con Elías, eso pasó en el Nuevo Testamento. Donde está el Espíritu Santo con poder hay confrontación, hay temor de Dios. Se requiere santidad. Amén, hermanos. Esa vida laxa en que vive tanto cristianismo hoy en día cuando está la llenura del Espíritu Santo verdaderamente la gente tiene temor de hacer ciertas cosas. Hay que hablar la santidad, hay que hablar la verdad de Dios, hay que confrontar las cosas que no están bien. Y cuando está el Espíritu Santo en medio de una congregación el Espíritu Santo puede castigar y disciplinar.
Yo he oído gente decir, no, eso de que Dios puede enfermar a una persona, Dios no enferma a nadie, mire, eso suena bonito pero no es bíblico, no es verdad. Ahí está en Primera de Corintios, dice, aquellos que comen de la cena del Señor y no disciernen el cuerpo del Señor, dice, por eso están muchos de ustedes enfermos y algunos hasta duermen. ¿Sí o no? Quién los hace dormir en otras palabras le corta el pescuezo? El Espíritu Santo porque no están….
Hermanos, donde está la presencia de Dios moviéndose hay que tener cuidado. Camina ligerito, sabe? Eso es algo que a mí me molesta en extremo hoy en día con tanto evangélico en esta nación norteamericana sobre todo. Los amo y lo saben tremendamente, pero veo muchas iglesias donde todo es amor y aceptación y gracia y que Dios te ama, Dios quiere prosperarte, Dios quiere hacerte un millonario, Dios quiere darte tres carros y 4 perros de raza, etc. y cantidad de cosas y nada de, sí, pero Dios espera que tu hagas ciertas cosas, tienes responsabilidad, tienes que comportarte de cierta manera, tienes que caminar rectamente delante de Dios, tienes que darle al Señor, tienes que dejarte confrontar, tienes que morir a muchas cosas.
No se oye esa parte. Todo es la mermelada y nada de comerse el pan, como los niños. Lamben la mermelada y entonces te dan el pan para que le pongas más mermelada. Cómete el pan también. Hay que buscar la otra parte también, la responsabilidad, lo que Dios espera de nosotros. Donde está el Espíritu Santo, hermanos, hay una expectativa de parte de Dios, que su pueblo va a regirse por los principios y los conceptos de la palabra de Dios. Señor, ayúdanos a ser una iglesia de santidad, una iglesia que te agrade, comienza conmigo, yo le digo al Señor. Padre ayúdanos a tomar muy en serio las cosas de tu palabra. Líbranos del mal. Líbranos de la tentación y ayúdanos a nosotros mismos a caminar de manera que tu te agrades de nosotros.
Yo veo aquí un llamado a la santidad. Ananías y Safira para mí, son una muestra. Donde está el Espíritu Santo hay seriedad. Hay que tener cuidado. Se habla claro. Se confronta el pecado, la gente es confrontada en sus comportamientos, hay expectativa de que tu te vas a regir por los caminos de Dios en todas las dimensiones. Yo creo en una iglesia profética, yo creo que en este tiempo el ministerio de Elías se va a hacer más y más fuerte. Ese último tiempo en que vendrá el profeta Elías a la tierra, o su encarnación, o su espíritu va a haber mucha confrontación en la iglesia.
Vamos a comenzar con la iglesia, hermanos, la iglesia tiene que arreglar muchas cosas. Hay que hablar claro. Yo creo en ese espíritu confrontativo. Yo sé que ustedes nunca lo han visto en mí pero…. se supone que se rían. Yo sé que muchas veces puede parecer un poquito áspero, pero hermanos yo creo que hay que tener cierta seriedad en las cosas de la vida, hay que caminar de cierta manera delante de Dios.
La iglesia de Jesucristo es una iglesia que tiene que reflejar el orden de Dios. Si queremos ser bendecidos tenemos que reflejar el orden de Dios. Por eso, entonces veo al Espíritu Santo disciplinando, castigando.
Otra cosa, veo al Espíritu Santo dando conocimiento profético, entendimiento, como al hermano Héctor a quien le habló y le dijo, yo quiero que se predique este pasaje en mi iglesia hoy. Es intuición profética.
Los discípulos entendieron que Ananías y Safira no habían vendido todas las propiedades que ellos decían. Se habían quedado con parte del dinero. El Espíritu Santo les dio entendimiento profético. Muchas veces a Pedro le dio entendimiento profético para que fuera a la cosa de Cornelio, conocimiento profético.
Vemos al Espíritu Santo también bautizando a mucha gente y llenándolos con su energía, a los 120 los bautiza, a Cornelio y sus amigos y familia los bautiza, a los efesios, los discípulos en Efesios en el capítulo 19 los bautiza, a los samaritanos los bautiza con el Espíritu Santo. Y el mismo Pedro cuando predica su primer sermón a 3000 personas habla acerca de que conviértanse y reciban la llenura del Espíritu Santo. Por eso es que yo creo, hermanos, que eso del Espíritu Santo no es solamente para la gente súper espiritual es para todo el que cree, todo el que ha recibido a Cristo como su Señor y salvador.
Hay un pasaje, no lo voy a buscar, bueno sí, aquí está, dice:
“Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados y recibiréis el don del Espíritu Santo porque para vosotros es la promesa y para vuestros hijos y para todos los que están lejos, para cuantos el Señor nuestro Dios llamare…”
La experiencia del bautismo del Espíritu Santo es para todo creyente, no es solamente para los súper espirituales. Todos tenemos que buscar esa experiencia y vemos al Espíritu Santo de ahí en adelante bautizando mucha gente.
Otra cosa, vemos al Espíritu Santo dando revelación. Hablé de conocimiento profético y revelación es más o menos lo mismo. Pedro tuvo su visión al respecto de Cornelio. A Ananías el Señor le haba y le dice, Ananías, ve a tal calle allá hay un hombre que se llama Saulo, yo tengo propósitos con ese hombre, ve, ora por él, ora para sanidad y para el bautismo del Espíritu Santo. Y Ananías se sorprende al principio porque ha oído hablar de Saulo, que es terriblemente anti cristiano, pero va en obediencia y Dios hace una obra maravillosa allí. Recibió revelación.
A los Apóstoles cuando iban a predicar en cierto lugar le dice, no, y después van a otro lugar, tampoco allí, después van a otro lugar y les dice, ahí es donde tienen que ir. Que bello es navegar las tareas de la vida cristiana con dirección y revelación de parte del Espíritu Santo. Cuantos errores nos evitaríamos y cuanto trabajo innecesario. Hay revelación.
Otra cosa, vemos al Espíritu Santo dirigiendo la obra evangelística. El Espíritu Santo coordina los movimientos y las decisiones de la iglesia. Uno de mis pasajes favoritos es Hechos 13 cuando están allí esos Apóstoles y profetas, perdón, profetas y maestros, dice, reunidos para ministrarle al Señor y mientras están ministrándole al Señor, dice que vino el Espíritu Santo y les dijo, apártenme a Saulo y a Bernabé para la obra para la cual yo los he reservado.
Que lindo es cuando los que ministran en el ministerio son gente verdaderamente llamada por Dios. Saben que hay mucha gente que se ha invitado a sí misma al ministerio y no siendo llamados por el Señor? Yo creo que hay una parte muy grande de gente en el ministerio ahora mismo que a veces bien intencionados tienen amor por las almas, tienen amor por el Reino de Dios, Dios les ha dado ciertos dones y ya por eso creen que Dios los ha llamado al ministerio pastoral, por ejemplo. Y Dios no los ha llamado al ministerio pastoral, Dios los ha llamado quizás para que apoyen a su pastor, sean maestros en una iglesia, hagan obra de evangelismo, pero no necesariamente para que encabecen una iglesia. Y yo creo que hay mucha gente hoy que se ha invitado pero no han sido llamados.
Entonces por eso viven a veces vidas infructíferas e infelices en el ministerio. Yo veo a veces personas que me da pena en el sentido más respetuoso de la palabra porque ellos mismos se quejan, no ven fruto, están amargados en el ministerio, su vida es una retahíla de tragedias y de fracasos y yo quisiera tener el valor a veces de decirle, hermano, quién soy yo para decir eso quizás, no me atrevo, decir, hermano, Dios no te ha llamado al ministerio pastoral. Como se atreve uno a decirle a una persona algo así?
Yo creo que cuando Dios te llama Dios te prospera y te bendice. No es posible que tu puedas llevar 20 años en el ministerio apretando el acelerador y nunca arranca. Eso no es de Dios. Cuando te bendice, Dios te respaldo. Va a haber pruebas, definitivamente pero también va a haber bendición, va a haber crecimiento, va a haber confirmación de que tu ministerio es de Dios. Pero mucha gente están enamorados del ministerio, no enamorados del Dios del ministerio.
Pero cuando hay palabra de Dios, Dios confirma y entonces viene la bendición. El Espíritu Santo dijo, apártenme a Saulo y a Bernabé para la obra para la cual yo los he reservado, y dice que los ungieron e impusieron manos y comenzó la obra más poderosa de toda la historia evangelística y apostólica. Todo un ala del ministerio nació porque el Espíritu Santo mismo appointed, asignó, estableció. Dice que él mismo estableció Apóstoles, profetas, pastores, maestros y evangelistas.
Cuando una iglesia se mueve en el poder del Espíritu Santo Dios habla, confirma, establece y la gente fluye en el don para el cual Dios le ha llamado. Es muy importante, pidámosle al Señor, Padre, danos sabiduría, danos el mover de tu espíritu para que nosotros podamos discernir dónde es que tu nos quieres, qué piedra yo soy. Soy piedra de fundación, piedra de pared, piedra de columna, piedra de techa, cuál es la parte que tu quieres que yo juegue? Porque todos somos parte del cuerpo y todos somos importantes.
Y pedirle al Señor, Espíritu Santo háblanos, enséñanos cuál es la función que tu quieres que nosotros desarrollemos. Es decir, esa visitación, esa venida del Espíritu Santo entre otras cosas desató todo esto que el Espíritu Santo hace y debe y tiene que hacer en nuestras vidas y en nuestros ministerios también.
Otra cosa, veo aquí el Espíritu Santo desató toda una ola de sanidades y liberaciones y milagros extraordinarios. Lo sobrenatural tomó control de la vida de la iglesia. Ángeles se aparecen, cadenas se caen, temblores inducen gente a convertirse al Señor, como el carcelero de Filipos. Extraordinarias sanidades se hacen, gente queda ciega por el juicio del espíritu, muertos son resucitados, todo porque se ha desatado un ambiente de milagros.
En Hechos, capítulo 5, versículo 12 al 16 veo por ejemplo, dice:
“… Y por las manos de los Apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón, de los demás ninguno se atrevía a juntarse con ellos más el pueblo los alababa grandemente, y los que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres….”
Miren que ambiente más eléctrico había en ese lugar. “… tanto que sacaban los enfermos a las calles y los ponían en camas y lechos para que al pasar Pedro a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos. Y aún de las ciudades vecinos muchos venían a Jerusalén trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos y todos, digan todos, todos eran sanados….”
¡Aleluya! Oigan hermanos, me encantaría ver eso. Yo quiero ver eso aquí en la ciudad de Boston. Tenemos que pedirle al Señor, Padre envía una bomba atómica aquí a Nueva Inglaterra que ese mismo ambiente sobrenatural se manifieste en medio de tu pueblo. No queremos business as usual, no queremos las cosas comunes y corrientes, queremos la gloria de Dios. Tenemos que estar inquietos pidiéndole al Señor más y más de esa atmósfera sobrenatural.
En último lugar vemos al Espíritu Santo facilitando el esparcimiento del Evangelio por medio de ese ambiente milagroso. Vemos los viajes de Pablo, vemos a Felipe encontrándose con el eunuco. Y algo interesante, ¿saben qué? otra cosa que yo creo que hace la presencia y la obra del Espíritu Santo, yo nunca lo había puesto así de esa manera, y yo creo que les va a ser difícil a ustedes decir amén a esto, persecuciones, persecuciones. Cuando el Espíritu Santo se mueve, hermanos, los demonios se molestan. Hay mucha gente endemoniada que cuando ven la cruz y el poder del Espíritu Santo comienzan a manifestar toda esa porquería que tienen adentro. Cuando la iglesia comienza a predicar a Cristo, como Señor, como salvador, y los valores del Evangelio y toda esa gente que no se conforma a esos valores, le crujen los dientes porque hay mucha gente…. Cuando una iglesia está moviéndose hay persecución. Sabe que nosotros hemos sido objeto de persecución? Y últimamente ha habido… el diablo se ha estado moviendo por ahí: críticas en la comunidad gay, homosexual, lo voy a decir asimismo, que el diablo se moleste si quiere, es su problema. Hay salió un artículo esta misma semana acusando a la senadora Chan Díaz, voy a hablar, que importa, de haber asistido a una de nuestras cenas, la cena de Alfa y porque ella asistió a la cena, y como ella ha sido apoyada por la comunidad gay aquí en South End, por eso le salieron, como dicen, de centellas, rayos y centellas le cayeron encima porque asistió a una iglesia que es discriminatoria contra los homosexuales.
Y que hay de nuestros derechos, la primera enmienda de los Estados Unidos, que dice que tenemos derecho de nuestras creencias espirituales? Somos nosotros una secta falsa por ahí comiéndose a los niños? Somos una iglesia, hay millones de gente que cree como nosotros en esta nación, la mayoría de esta nación, y sin embargo quieren marginarnos y meternos en una esquina porque hablamos la palabra de Dios.
Yo no voy a dejarme acobardar por el diablo, hermanos. Escúchenme bien. Y si están escuchando ahora mismo, que lo escuchen claramente, esta iglesia no va a dejar de predicar la palabra de Dios claramente. Si quieren ladrar, intimidar, amenazar, todo lo que quieran, pero no vamos a comprometer el Evangelio. No es que yo voy a estar en una guerra activa, para qué? yo amo esa comunidad, se lo he dicho en tantas maneras ya cuando he podido y eso para mí es simplemente un punto de muchas otra cosas que me preocupan en la vida cristiana en general.
Pero cuando llega el momento de decir eso, hablamos de tantas otra cosas, como hay que hablar contra el adulterio y como hay que hablar contra el rencor, como hay que hablar contra el latrocinio y todas las demás, la promiscuidad y la pornografía, y el divorcio y todas cosas que dañan la vida del ser humano. También hablamos en el momento adecuado de ese aspecto, ese fenómeno. Eso es todo. Pero habrá persecución, hermanos, habrá persecución para los que hablan el Evangelio.
Cuando una iglesia está llena del Espíritu Santo está buscando la santidad de Dios, se molestarán los principados y las potestades. Cuando se declare que Jesucristo es el Señor, el diablo no quiere aceptar eso y se molestará y usará diferentes maneras de intimidar, pero nosotros tenemos que mantenernos firmes, porque eso es lo que está matando esta nación, cristianos acobardados, que están cada día callando más y más la verdad de Dios para no molestar a la gente, para que no molesten con ellos porque creemos que con esa simpatía falsa vamos a ganar a la gente. El diablo nunca se va a convertir, hermanos, por más que usted dance delante de él y se cambie el moño y se pinte los labios de diferentes colores, él seguirá siendo diablo.
Él quiere que usted se convierta a él, él no se va a convertir a usted. Así que será mejor, de la cara simplemente y sea frontal. Y predique el Evangelio y sea claro.
Entonces lo voy a dejar ahí, hermanos, hay muchas cosas que podemos sacar de este capítulo 2. Yo quiero que la próxima vez hablemos acerca de las lenguas, el viento y el fuego que se manifiesta aquí en este maravilloso pasaje. Lenguas repartidas como de fuego y también un viento recio. Qué quería decir el Señor con estas cosas? Pero vemos aquí, donde está el Espíritu Santo moviéndose hay denuedo para testificar, efectividad y elocuencia en la predicación, milagros, disciplina y castigo, conocimiento profético, bautismo del Espíritu Santo, revelación para la obra, dirección pormenorizada del Espíritu Santo, sanidades y liberaciones frecuentes y el esparcimiento del Evangelio por diferentes maneras incluyendo la persecución.
Que el Señor te bendiga, mi hermano. Enamórate del Espíritu Santo. Ponte de pie. ¡Aleluya! Vamos a decirle al Señor, Señor amamos tu espíritu. Amamos la energía de tu espíritu, Señor. Amamos la electricidad, el calor, la calefacción que da tu espíritu y queremos ser calentados por ti, Señor. Toma tu iglesia, Señor, toma control de este espacio, Espíritu Santo. Señor, toma control de cada brasita que está en cada asiento, comienza con la mía, Señor.
Estamos enamorados de ti y queremos ver tu gloria. Queremos ver tu gloria. Espíritu de Dios, Espíritu Santo apodérate de esta iglesia. Posesiónate de esta congregación. Señor, amamos tu espíritu y pedimos que nos bautices y nos llenes cada día más y nos ayudes a caminar, Señor, como tu quieres que caminemos. Guárdanos del mal, guárdanos de errores, guárdanos de entusiasmos excesivos, no autorizados por ti, Señor. Guárdanos de excesos. Ayúdanos a caminar dirigidos específicamente, balanceadamente por ti, Señor, paso a paso. Amamos tu presencia espíritu de Dios.
Dile al Señor, te amo y te necesito y te deseo, te requiero espíritu de Dios. Queremos más de ti. Queremos más de ti. Queremos que nuestras reuniones, Señor, sean reuniones donde tu presencia manifiesta esté en medio de nosotros, Señor. Queremos que nuestra adoración, Padre esté caracterizada por esa presencia tuya, Señor. Bendecimos estos músicos, Señor, y declaramos sobre ellos esa mentalidad de la cual hemos hablado, Padre, en el nombre de Jesús.
Comienza conmigo, Padre. Pon en nosotros apetito de adorar, de estar en tu presencia, tener intimidad contigo, Señor. Oh espíritu de Dios, queremos más de ti. Queremos de tu gloria. Bautízanos, llénanos, bautízanos, radicalízanos, Señor. Radicalízanos, Señor.
¿Porqué a mí?
10 de mayo del 2010 - Por Miriam Carrasquillo
“Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido...”
1 Pedro 4:12
Hay momentos en la vida en que pasamos por pruebas muy difíciles que nos llevan a hacernos éstas preguntas. ¿Porqué a mi? ¿Por qué me están sucediendo estas cosas? Cuando el momento de la desesperación llega siempre tratamos de encontrar un “porque”, y esto, aunque parezca raro, es algo normal, y digo normal porque en nuestra desesperación simplemente estamos tratando de encontrar una salida al problema.
Sabes… muchos de nosotros, los cristianos, hemos pasado por el mismo dilema, nos hemos hecho las mismas preguntas: ¿Porqué si soy hija de Dios y sigo sus principios? Les diré algo que quizás les parezca un poco extraño. Dios si permite que situaciones adversas lleguen a nuestras vidas; y sabes ¿porqué? Porque nos ama y tiene un plan perfecto para ti y para mí. Dios no nos mira como lo que somos, sino como lo que podemos llegar a ser. Quiere formar en nosotros la criatura que él ha predestinado.
A veces estamos tan desentendidos de Dios y tan lejos que él tiene que permitir pruebas difíciles para tornar nuestra mirada hacia él. Pensamos muchas veces, erróneamente, que por ser cristianos todas las cosas nos tienen que salir como las deseamos.
Algunos dicen, solo basta una oración y problema resuelto, la prueba se va y todo vuelve a la normalidad. Entonces cuando no sucede así se sienten mal y aun su fe empieza a titubear: ¿Será que Dios no oye mis oraciones? ¿Será que estoy mal delante de él? Permítame decirle que no creo que sea ni una cosa ni la otra. Nosotros como hijos de Dios tenemos que ser enseñados por él, y muchas veces por medio de situaciones difíciles. Lo que si debemos tener siempre presente es lo que él nos dice en Romanos 8:28 “…A los que aman a Dios TODAS las cosas les ayudan a bien”, aunque en el momento no lo parezca.
Oración:
Padre, enséñanos a ser agradecidos por todo y a entender que tú estás en control siempre. En Jesús tu hijo. Amén.
Una exhortación a los padres
Transcripción
Esta mañana yo quiero hablarles, hacer una exhortación acerca de la paternidad y la maternidad. Yo sé que hoy es el día de las madres, pero vamos a incluir a todo, mamá y papá, porque el mensaje es para ambos. Y para empezar yo quiero que comencemos leyendo un pasaje en Marcos 10, del versículo 13 al 16. Este es un pasaje conocidísimo. Yo creo que prácticamente todos ustedes lo conocen, es el pasaje donde se dice que Jesús bendecía a los niños, un pasaje muy conocido por muchos de nosotros.
Y yo quiero que nos imaginemos la escena, algo que ayudar a darle vida a la palabra de Dios es imaginarnos, es cerrar nuestros ojos e imaginarnos que estamos allí, ponerlo a todo color. A veces nosotros leemos la palabra en blanco y negro, pero la podemos leer la palabra tridimensionalmente con high definition, con colores preciosos, así es que Dios quiere que nosotros leamos la palabra. Así que vamos a imaginarnos esa escena. Está Jesús posiblemente era un campo, un campo abierto. Yo me lo imagino a él sentado en una piedra grande, imagino que hay gente a todo su alrededor pero que hay un espacio que los mismos discípulos y quizás el mismo Jesús ha dejado abierto para que vengan a él. Así que está él rodeado de gente, yo me lo imagino mirando a la gente, haciendo contacto visual con ellos, y deseando darles las palabras de vida que ese pueblo necesitaba escuchar.
Así que vamos a leerlo así, y quiero que lo vean desde la perspectiva de padre y madre este pasaje. Dice así la palabra en Marcos 10 13 al 16:
“… y le presentaban niños para que los tocase….” Eso era una costumbre en aquel tiempo, cuando había una persona de cierta importancia, fuera espiritual, política, los padres muchas veces deseaban traer a sus hijos a esas personas para que los tocasen, simplemente un toque, ustedes han visto los políticos hoy, ustedes han visto en la televisión pasa a cada rato, especialmente en el tiempo de elecciones, que la gente está las barreras para que la gente no pase de cierto punto para que los políticos tengan su espacio y su seguridad y están los papás ahí muchas veces con sus hijos pequeños y lo que quieren es que el político, aunque sea toque un poquito al hijo. Pero obviamente en este caso ellos quieren que alguien que tiene obviamente tenían conocimiento que tenía una profundidad espiritual, un mensaje que esa persona tocara a sus hijos.
Los discípulos reprendían a los que los presentaban. Los discípulos se tomaron la prerrogativa de decirle a estas personas que estaban presentando a los niños, les decían, no, no, no. Yo me imagino que la razón es el Maestro está ocupado, esto no es para niños, su tiempo es limitado así que tiene que dedicárselo a los adultos no a los niños, esto es una pérdida de tiempo, los niños total qué van a recibir con eso, es mejor que él pueda declarar sus palabras, su mensaje sin esas interrupciones que los niños proveen. Y evidentemente no habían escuchado los mensajes de Jesús acerca de la humildad.
Y entonces decía, cuando él vio esto, Jesús obviamente siempre estaba pendiente de todo, tenía ojos por todos los lados de la cabeza, ¿verdad? Como hacemos muchas mamás y papás que sabemos, tenemos ojos por atrás de la cabeza también. Pues Jesús estaba pendiente de todo el cuadro y cuando vio esto, cuando vio que los discípulos estaban reprendiendo a las personas que presentaban a los niños, qué dice la palabra en el próximo versículo? Dice:
“….viéndolo Jesús, qué dice?, se indignó y les dijo…”
Se indignó. Qué quiere decir indignarse? Estamos hablando es un enojo fuerte, ¿verdad? Y es un enojo que la palabra aquí lo que quiere decir es que se enojó pero a la mismo vez había dolor en su espíritu por lo que él estaba viendo, por lo que los discípulos estaban haciendo. O sea que no simplemente cuando nos enojamos porque estamos frustrados, algo superficial, no, cuando habla que el Señor se indignó fue que él vio que esto no podía pasar, que él tenía que hacer algo en el momento, tenía que dar una lección de que eso estaba incorrecto. Y le causó dolor en su espíritu ver lo que los discípulos estaban haciéndole a estos niños. Y dijo Jesús:
“… dejad a los niños venir a mí y no se lo impidáis…”
Muchas veces yo he escuchado personas leyendo este pasaje, lo dicen, dejad a los niños venir a mí y no se lo impidáis, como un tono así como de…. Cuando uno está indignado, uno no usa ese tono, uno usa un tono categórico, fuerte. Así que yo creo que el Señor dijo aún quizás más fuerte que esto:
“… dejad a los niños venir a mí y no se lo impidáis….”
Se lo dice dos veces, por si no entendiste, dejar a los niños venir a mí, te digo, no se lo impidáis. Es una orden doble para darle más énfasis. Entonces miren por qué?
“…. Porque de los tales es el Reino de Dios, entonces sigue añadiéndole a este concepto de que los tales es el Reino de Dios, dice, de cierto os digo que el que no reciba el Reino de Dios como un niño no entrará en él…”
En otras palabras, los niños son modelo para todos nosotros. Si ustedes miran, cuando leía este pasaje vi un viaje unos cuantos años atrás cuando yo era niña y recordé momentos en los que yo todavía los recuerdo donde yo sentía la presencia de Dios en mi vida, donde había un deseo de conocer a Dios y tener hambre de Dios y servirle. Estamos hablando de una niña de 3, 4, 5, 6 años. Yo recuerdo que a mis hermanitos yo los sentábamos y jugábamos a la iglesia; yo era la pastora y ellos eran los congregantes. Y yo les enseñaba la palabra y oramos juntos y digo de dónde salió eso? Es que los niños, si ustedes traten de hacer ese viaje mental para que ustedes vean la sensibilidad que hay en los niños. Los niños obviamente también hay una mancha de pecado en los niños también, eso lo vemos en el egoísmo que tienen. Los niños no son perfectos así que yo no creo que a eso apunta la palabra sino más bien lo que está diciendo es que ellos son ejemplo para nosotros porque tienen una confianza en su mamá y en su papá como nosotros debemos tenerla en nuestro Padre celestial.
Los niños, si usted le dice a un niño, siéntate ahí que yo te voy a traer una galletita ya mismo. Qué hace el niño? Ahí se queda y está pendiente a donde está la jarra de galletas porque sabe que de verdad si mamá dice te voy a traer la galletita ya mismo, es porque lo va a hacer. Es una confianza. Y el niño no está preguntándose, me lo dará, no me lo dará? Qué motivaciones tendrá mi papá de darle la galleta, será que quiere otra cosa, será que….? No, el niño simplemente confía y no solamente eso, sino va a su padre y pide.
Nuestro nietecito viene a nuestra casa y él ahora tiene un truquito nuevo, él siempre dice tita, tita, es galletita, él sabe dónde están y todo y señala para las titas, entonces ahora, como a veces le decimos que no hay galletita porque no es tiempo, ahora dice, una. Y obviamente quién se va a resistir que te dice así con la carita una? Nadie. Así que él tiene la confianza de que va a obtener lo que él quiere ya que los que proveen para él, de los que le aman. Así que a eso yo creo que a esa cualidad del niño se refiere el Señor. El niño cree sin cuestionarlo.
Nosotros vivimos en una época donde todo lo cuestionamos. El niño cree sin cuestionar. Simplemente si usted le dice, sí papito, o mamita, esto es rojo, aquello es azul, el sol se pone a las 5, a las 6, él lo cree, no tiene problemas con eso. No está cuestionándolo. Así que esa cualidad es la que tenemos que tener nosotros para entrar al Reino de Dios. Y ellos son modelo para nosotros.
Y después en el versículo 16 dice; “… y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos los bendecía…”
Tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos los bendecía. Eso me dice a mí que Jesús en este caso hizo mucho más allá de lo que estaban esperando los que traían a los niños a Jesús. Porque fíjense que en el primer versículo 13, qué les dice? Y le presentaban niños para qué? para que los tocase. Estos padres, o estos quienes fueran, se conformaban con que Jesús los tocase. Pero Jesús no solamente los tocó sino que, no puso su mano así levemente, algo superficial sino que los tomó en los brazos, puso las manos sobre ellos y los bendecía.
Imagínense la escena, él está sentado en esta piedra grande, coge a cada niño individualmente o quizás dos a la vez, es posible que hayan sido…. No, pero no puede ser dos porque necesitaría muchas más manos. Así que cogía uno a la vez, así que si ahí había no sé cuántos, 30, 50, 100 niños, él hizo eso con cada uno de esos niños, los tomó en los brazos, puso la mano sobre ellos y los bendijo.
O sea que usó muchas maneras de llegar al espíritu de ellos. El contacto físico es tan importante para nuestros hijos, es esencial aún biológicamente está comprobado que el contacto físico ayuda aún a la digestión, así que algo tan sencillo que uno ve, y por eso no ve que los niños están en orfanatos o en hogares donde hay negligencia en el cuidado, en el cariño, esos niños sufren en todo, emocionalmente, físicamente, en todas las áreas de su ser sufren. Así que el contacto físico es importante. Jesús los tomó en los brazos, ellos sintieron la presencia del Señor, puso la mano sobre ellos. Yo no sé, yo me imagino quizás se la puso en la cabecita que es lo que muchos hacemos, ¿verdad? Ponemos la mano sobre la cabecita de un niño, lo bendecimos, y los bendecía. Así que también declaró palabras de vida sobre cada uno de ellos.
Y cuando uno ve eso entonces uno tiene que preguntarse, bueno, quiénes llevaban a los niños? Uno asume que eran los padres, ¿verdad? Los hermanos mayores quizás, podría ser, pero yo asumo que mayormente serían los padres los que trajeron a los niños a Jesús. Esa es uno de nuestras funciones principales en la vida, o la principal, no una sino la principal, es traer a nuestros hijos a Jesús.
Y esto es un modelo para nosotros. Lo que Jesús hizo con estos niños es un modelo para cada uno de nosotros. El tomar a nuestros hijos en nuestros brazos, poner las manos sobre ellos y bendecirlos. Bendecirlos es declarar palabras de bendición. Muchas veces palabras proféticas de lo que Dios nos ha dicho acerca de lo que ese niño es o va a ser.
Yo creo que sinceramente si yo les pregunto a cada uno de ustedes, padres, abuelos, tíos, hermanos mayores, cada uno de ustedes quieren que los niños en su vida tengan una relación personal con Jesús ¿verdad que sí? Eso no hay duda. Y cada uno de nosotros de ver un peligro, si usted ve que viene un carro acercándose a un niño, qué usted hace? Está en peligro. Usted corre y deja lo que sea y usted se pone en medio para proteger a ese niño ¿verdad? O si vemos cualquier peligro, un perro que se abalanza sobre ellos, cualquier cosa, nos ponemos en alerta enseguida y accionamos. Esa es parte de nuestra función como padres es precisamente proteger a nuestros hijos. Lo que pasa es que hay muchas cosas. El carro es evidente, el perro es evidente, muchos otros peligros para nuestros hijos son evidentes, pero hay otros que no son tan evidentes.
Así que lo que yo quiero hacer en esta mañana es exhortarlos en diferentes áreas acerca de la crianza de nuestros hijos para que expandamos nuestra visión. Digamos, son cosas que yo he aprendido, ese es el beneficio de la edad. Cuando vivimos en el Señor y aprovechamos el tiempo como Dios quiere, eso nos da sabiduría. Le pedimos sabiduría, las experiencias vividas en el Señor, nos traen más sabiduría.
Así que hoy lo que quiero es de lo que yo he aprendido compartir con ustedes. Y una cosa que yo creo que es muy importante es entender que Dios creó al ser humano con mente, cuerpo y espíritu y esto no es diferente en la vida de un bebé recién nacido o de un niño pequeño. En otras palabras, el espíritu de un niño no es más pequeño que el espíritu suyo, que ya es adulto, no es más pequeño. Es igual, está lleno de potencial en el Señor, es un espíritu vivo, ya definido por el Señor desde antes de la fundación del mundo.
Yo creo que eso hace una diferencia, porque si nosotros entendemos con qué material estamos trabajando, eso nos debe motivar a ser más responsables y más intencionales en cómo criamos a nuestros hijos. Eso es bien importante. Eso para mí fue una revelación cuando yo me di cuenta, yo no puedo descuidarme, yo no puedo perder el tiempo con otras cosas. Yo tengo que enfocarme en criar, en nutrir el espíritu de mi hijo o de aquellos niños pequeños y aún adolescentes. Los niños en mi vida tienen que ser nutridos y hay que hacerlo desde pequeños.
Nosotros tenemos a veces una tendencia a pensar que los niños se entretienen cuando son chiquitos, y entonces después más adelante nos ocupamos de enseñarles las verdades espirituales. No es así, yo creo que desde el vientre nosotros debemos empezar a bendecir la vida de ese niño, a declarar proféticamente sobre el espíritu del niño.
Fíjese los niños son tan sensibles. Hay estudios que han comprobado que un niño oye música y que un niño que escucha música dentro del vientre de su madre, cuando nace va a ser más sensible a la música, así que si eso es verdad, y estamos simplemente de mecanismos de oído, mecanismos cerebrales, cómo no va a ser verdad también que el espíritu también recibe desde que está dentro del vientre de su madre. Así es esa es la primera verdad que yo quiero compartir con ustedes: ver a ese niño y entender el potencial y determinar desde temprana edad a precisamente nutrir ese potencial.
Yo tuve una experiencia, y perdonen otra vez que saque lo del nieto, es que sabe que esas etapas, a veces uno se ríe de los abuelos que todas las historias son de los nietos, pero cuando uno llega ahí uno se da cuenta por qué es. Es que es otra etapa. Ya ustedes, las que no han llegado a ella verán. Pero de todas maneras, un día yo estaba cuidando a Caleb en la casa y tenía 5 meses, se había dormido en mis brazos y yo simplemente me había quedado disfrutándolo, me había quedado con él así agarrado, y de momento el espíritu del Señor me llevó a profetizar sobre su vida.
Y así empecé, bien calladita, en una voz bien callada, o sea que no iba a despertar a nadie, muy calladamente empecé a declarar el favor de Dios sobre su vida y lo que Dios va a hacer en su vida, lo que el Señor me iba diciendo, yo lo declaraba sobre él en una voz muy calladita. Saben, ese niño estaba profundamente dormido. Ustedes saben que los bebés a los 5 meses duermen y duermen. Y él de momento tan pronto yo empecé a profetizar sobre él, él abrió los ojos bien fijos, me miró fijo a mis ojos, me miró tan pronto yo terminé dije la última palabra, dije amén, él cerró los ojos y siguió durmiendo. Podemos decir, es casualidad, yo sé que no fue casualidad, yo sé que él estaba respondiendo al espíritu de Dios que le estaba hablando por medio de mí. Eso me enseñó una lección que yo no desaprovecho ninguna oportunidad ahora sobre la vida de él, sobre la vida de otros niños, y sobre la vida de los adultos también. Si Dios me dice algo, vamos a bendecir a la persona en el momento.
Así que en la palabra también tenemos muchos fundamentos para saber que el espíritu de un niño, el llamado de Dios sobre su vida está ahí desde temprano. Fíjese, vamos a las Escrituras, no tienen que buscarlo, solo tienen que apuntar, en Isaías 49, versículo 1 dice:
“Oídme Costas, este es Isaías hablando, y escuchad pueblos lejanos, Jehová me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria…”
Y si vamos al versículo 5 de ese mismo pasaje del capítulo 49 en Isaías, dice:
“Ahora pues dice Jehová, el que me formó desde el vientre para ser su siervo...”
Qué nos dice eso? Llamado los ojos de Dios ya puestos sobre Isaías desde el vientre, no cuando Isaías tenía 50 años, ni 40, ni 30, desde el vientre. No les cambia eso la perspectiva de cómo tenemos que creer acerca de los niños aún desde el vientre?
En Jeremías que es otro ejemplo, y en la palabra hay muchos más ejemplos pero estos son los únicos que vamos a ver hoy, en Jeremías en el primer capítulo, versículo 4 dice:
“… vino pues palabra de Jehová a mí diciendo, antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones…”
Guau! Así que ya un llamado, pleno sobre la vida de Jeremías. Dice antes de que te formaras en el vientre, o sea que no estamos hablando de vientre, aún antes, ya Dios puede tener planes y propósitos para nuestros hijos porque Dios no solamente llama a los adultos. Como nos dice en esos versículos en Isaías y Jeremías, Dios llama aún antes de nacer.
Y yo creo que parte de los privilegios que nosotros tenemos como padres es preguntarle a Dios qué él tiene para cada uno de nuestros hijos? Si no le preguntamos él no nos va a contestar, así que tenemos que preguntarle a Dios, Señor, qué tu tienes para este chiquitito que solamente dice, gu, gu, gu y llora, y que tengo que cambiarle el Pampers cada dos horas, qué tu tienes para este bebé?
Yo lo sé por experiencia que yo desconocía esta verdad cuando tuve a mi primera hija, pero ya cuando llegó la segunda ya yo había aprendido. Y el Señor me habló acerca de mi hijo. Después me habló acerca de la mayor también cuando ya era un poquito más grande. Pero en el momento en que ella nació Dios me dio el llamado de ella. Así que Dios si nosotros tenemos la disposición, el entendimiento para entender cómo son estos asuntos espirituales sobre nuestros hijos, Dios nos lo va a revelar. Él nos va a revelar lo que él tiene para cada uno de nuestros hijos y cómo es él quiere usarlos.
Así que nosotros como padres somos observadores, todo el tiempo viendo cómo es mi hijo, qué tendencias tiene, cómo es su temperamento, qué veo que a él le gusta, qué sensibilidad espiritual tiene. O sea, todo eso nosotros tenemos que verlo y nutrirlo, igual que nosotros nutrimos la mente de nuestros hijos, vamos a nutrir el espíritu igualmente.
Si volvemos al pasaje de Jeremías, el primer capítulo de Jeremías, el verso 6 entonces, nosotros vemos la respuesta que Jeremías le dio a este llamado, a las palabras de Jehová de que iba a ser profeta de las naciones y que lo había conocido aún antes de nacer. Fíjese lo que Jeremías le contesta en el versículo 6, dice:
“… y yo dije, ah, Señor Jehová, he aquí no se hablar porque soy niño… y qué le dice Jehová? Oigan la respuesta en el verso 7, dice “… no digas soy un niño porque a todo lo que te envíe irás tu y dirás todo lo que te mande…”
En otras palabras, el mismo Señor, el mismo Dios qué hace? Jeremías se auto limita dice, pero yo soy solamente un niño. Y qué le dice Jehová? Que no tome en cuenta su niñez, que eso no es un factor el hecho de que sea niño. Claro, sabemos que el llamado de Jeremías se fue desarrollando con el tiempo. Nosotros entendemos eso. Un niño que ha sido llamado a ser profeta no es necesariamente profeta desde los 3 meses ni los 10 años, a lo mejor, pero está en preparación. Entonces nosotros tenemos que nutrir eso, tenemos que ser partícipes de ese proceso de limitación.
Y otro ejemplo en cuanto a esto está en el primer capítulo de Lucas, en el versículo 76, ahí encontramos cuando Zacarías da unas palabras proféticas sobre su hijo Juan, que sabemos que después sería Juan el Bautista. Miren las palabras que declara Zacarías, este padre, sobre su hijo en Lucas 1:76, dice:
“… y tu niño, profeta del Altísimo serás llamado porque irás delante de la presencia del Señor para preparar sus caminos….”
Esto es un padre profetizando sobre la vida de su bebé y este bebé en ese momento estaba recién nacido. Así que eso es lo que Dios nos llama a profetizar sobre la vida de nuestros hijos, a estar observando cómo está el espíritu de ese niño, cómo yo puedo ayudar a nutrirlo. Y como una parte yo les animo a escoger el nombre que Dios quiere para sus hijos.
Mucha gente pone nombres sin discernimiento y escogen, bueno, yo voy a mirar el nombre de la abuela tal con la tía tal, acá, y voy a hacer un nombre nuevo, y no nos preguntamos…. Si usted quiere hacer eso, usted tiene todo el derecho de hacerlo, yo sé eso, pero busquen, busquen qué es lo que Dios les está diciendo acerca de ese niño, esa niña para que usted pueda poner el nombre de acuerdo. Los judíos practicaban eso y hasta el día de hoy lo practican. Yo creo que es una buena práctica y yo me gozo, yo veo dentro de nuestra congregación hemos a través de los últimos años cómo la gente está haciendo precisamente eso. Yo no sé si ustedes se han dado cuenta pero estoy pendiente de los nombres de los niños pequeños de nuestra congregación y me he hado cuenta que hay un deseo de honrar a Dios con el nombre y de estampar una personalidad proféticamente en la vida de los niños.
Así que si usted tiene algo que ver con eso, por favor busque del Señor para saber qué nombre ponerle a los niños, especialmente si son los suyos, los ajenos no se los ponga, pero los suyos sí. Sí, porque hay gente que también quiere poner su nombre y hay que respetar lo que los padres quieren. No hay nada más importante que la salvación de nuestros hijos. No hay nada más importante que su vida espiritual.
Muchas veces nosotros tenemos metas muy específicas en cuanto a la educación de nuestros hijos, todo el mundo quiere que sus hijos estudien una vocación o una carrera, queremos que crezcan en diferentes áreas, en el deporte, pero también tenemos metas en cuanto al carácter de Dios que nosotros queremos ver formados en ese niño, en cuanto a la profundidad de su relación con el Señor. Eso es importante, igual que tenemos metas para lo demás, tenemos que tenerlo para eso. Tenemos que ser bien consecuentes y diariamente trabajar en esas metas.
Yo recuerdo, cuando yo mi hija mayor tenía 2 añitos Dios me confrontó con la realidad de que yo no tenía muy claras mis metas en el sentido espiritual sobre su vida. Yo recuerdo que entré a su cuarto, iba a orar por ella y Dios me redarguyó, me dijo, tu tienes que ser más específica en cuanto a lo que pides sobre la vida de tu hija. Ya después aprendí, con la segunda fue diferente, fue un proceso de aprendizaje. Así que yo les estoy dando perla de sabiduría a ustedes.
Desde ahora empiece, pregúntele a Dios, Señor, qué metas yo tengo que ponerme? Qué prácticas yo tengo que incorporar en mi vida para que mis hijos crezcan espiritualmente desde que son niños, no esperando a que sean más grandes, sino desde que son niños. Una trampa en este mundo es pensar este asunto de, ellos tienen que escoger. Cuando mi hija o mi hijo sean más grandes, pues ya escogerán cómo sirve al Señor, qué dones Dios le va a dar. Eso no es así, imagínese qué tonto sería que nosotros escogiéramos libros de texto, libros de matemática, de ciencia, de lenguaje, de literatura, los tiramos ahí al piso, se los tiramos en el cuarto al hijo, y le decimos, hijito, cuando a ti te plazca, cuando tu crezcas, cuando tu sientas la inclinación de estudiar matemáticas, pues ahí está el libro. Tu lo coges cuando tu quieras. Eso sería tonto ¿verdad que sí? Ninguno de nosotros haría eso. Hay un orden y hay que hacer las cosas, hay que hacer las tareas, hay un orden y una disciplina. Eso mismo tenemos que llevarlo a lo espiritual. Claro, sin rigidez. No estamos hablando de rigidez ni de legalismo. Porque las lecciones mejor aprendidas son las que se aprenden en el ambiente natural y en el momento natural. Esas son las mejores lecciones, no las que se nos imponen con tablazo, o un biblazo en la cabeza. Esa no es la idea. Pero estemos pendientes y guiemos a esos chiquitos desde el comienza y aún… no importa la edad que tengan, nunca es tarde para sembrar en la vida de nuestros hijos. Pero si empezamos temprano en la vida mucho mejor resultado.
Y fíjese vamos a leer un pasaje, ese pasaje está en Deuteronomio 6, vamos a leer los versículos 1, 2 y del 5 al 7, porque es un versículo clave acerca de cómo el hogar es el verdadero lugar de discipulamiento para nuestros hijos. Y son palabras de Moisés al pueblo de Dios, Deuteronomio 6 dice:
“… estos pues son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová, vuestro Dios, mandó que os enseñase para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para tomarla…”
El pueblo estaba pronto a entrar en la tierra prometida, así que está ahí Moisés dándole las últimas encomiendas de parte de Dios al pueblo.
“… para que temas a Jehová, tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando…” Y fíjese lo que dice ahora, dice: “… tu, tu hijo, y el hijo de tu hijo…”
O sea, estamos hablando de que esto no es solamente para ti, es para tus hijos, tus nietos y todos los demás.
“… todos los días de tu vida para que tus días sean prolongados y amarás a Jehová, tu Dios, de todo tu corazón y de toda tu alma y con todas tus fuerzas, y estas palabras que yo te mando hoy estarán sobre tu corazón y las repetirás a tus hijos y hablarás de ella estando, díganlo conmigo, en tu casa y andando por el camino y al acostarte y cuando te levantes…”
Ok, así que a quién le corresponde discipular a los hijos en las cosas del espíritu? A los padres, es a la familia en todo momento. Fíjese todos esos son momentos cotidianos de la vida, en la casa, andando por el camino, llevándolos a la escuela, recogiéndolos de la escuela, llevándolos al dentista, llevándolos a la práctica de soccer, lo que sea que usted haga y al acostarte. Esos momentos tan lindos que el niño ya está en la cama tranquilito, ya es como que uno lo ve diferente, ese alivio. Yo no sé qué es, yo no sé si es por amor al hijo o es por alivio. Ya se va a acostar, ya puedo seguir, ya puedo tener un rato de tranquilidad. Yo creo que parte es eso también. Pero en tu casa, andando por el camino, al acostarte y cuando te levantes. O sea, en todo tiempo nosotros tenemos que hablarles de las maravillas de Dios, declararle los estatutos y los decretos de la palabra de Dios a nuestros hijos. Y como decía antes en maneras orgánicas y naturales.
Y yo quiero decirles que la iglesia no es la que tiene la responsabilidad de discipular a los hijos, a nuestros hijos. Alguna gente cree eso. Pero no es la iglesia. Claro, sí es importante, es esencial que una iglesia tenga programas de discipulamiento para todas las edades, en particular para niños y jóvenes. Eso es esencial en una iglesia, es parte de la vida de una iglesia. No es que yo no estoy subestimando la importancia de eso. Pero esos ministerios caminan a la par con nosotros como padres o como abuelos, o tíos, lo que sea, están a la par, son recursos para nosotros enriquecer lo que ya estamos haciendo en nuestra casa. No es un sustituto. No es que aquí es que vienen a leer la Biblia, o aquí es que vienen a orar. No, no es así. en la casa los guiamos, los discipulamos y entonces la iglesia viene a ser otro recurso que nosotros podemos aprovechar, y es bueno que lo aprovechemos para enriquecer aún más la vida de nuestros hijos.
Porque en realidad los niños que necesitan son los modelos diarios, el modelo diario de una fe en acción. La fe nuestra en nuestras bocas, en nuestras manos, en nuestros pies, una fe en acción, es lo que los niños necesitan ver cada día. Nosotros somos colaboradores de Dios en ese sentido, en el aspecto espiritual. Y nosotros le modelamos la vida cristiana, los niños van a aprender, van a imitar lo que ven que nosotros vivimos. Así que tenemos el inmenso privilegio, la responsabilidad de enseñarle a nuestros hijos cómo es que se vive la vida cristiana.
Cada uno de nosotros es un libro abierto para nuestros hijos, un libro abierto y nuestros hijos van a leer cada hoja aún las que usted se cree que están ahí pegadas y que nadie las puede ver. Nuestros hijos tienen una visión más allá de 20 20 y van a leer esas hojas también. Así que por eso nosotros tenemos que seguir creciendo, tenemos que tener cuidado con nuestra integridad y tenemos que tener cuidado cómo nosotros tratamos a nuestra esposa, nuestro esposo, como manejamos nuestro dinero, como manejamos nuestro comportamiento porque los niños van a aprender mucho más con eso que con lo que nosotros le hablamos. Así que tenemos que tener muchísimo cuidado con eso.
Y en Timoteo hay otro ejemplo de la palabra donde Pablo le habla a este nuevo pastor, este pastor joven, Timoteo, que ha estado bajo su cobertura. Él lo ha estado mentoreando y el Apóstol Pablo le comenta a su discípulo que lo recuerda sin cesar en sus oraciones y en el versículo 5 dice:
“… trayendo a la memoria no fingida que hay en ti….”
O sea eso es lo que dice Pablo acerca de la fe de Timoteo, que es no fingida, es natural, es genuina.
“… la cual habitó primero en tu abuela Loira, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también…”
Eso es lo que hace una vida familiar sana, una fe vivida en integridad, no en perfección. Mire, yo sé que aquí no hay nadie perfecto, empezando conmigo, no hay nadie perfecto, pero tenemos siempre que hacer lo mejor que podamos con lo que sabemos, con lo que tenemos, lo mejor que podamos y siempre estar creciendo y mejorando, desechando todo aquello que nos impida vivir la vida cristiana como nosotros debemos vivirla. Porque nuestros hijos van a ver eso también, van a ver al antes y el ahora y van a estar contentos de los cambios que ven. Así que eso es un ejemplo más: Timoteo, que la fe que él aprendió, primero estuvo en su abuelo, luego estuvo en su madre y entonces llegó a él y una fe genuina, que eso es lo que nosotros queremos que nuestros hijos logren.
Nosotros no tenemos que enseñarles a nuestros hijos religión. Religión es algo, eso está pegado con tapes del barato, o sea se pega ahí y ahora mismo viene una humedad, un agüita, un viento y el tape se despega. Eso no es lo que nosotros queremos. Nosotros queremos que la relación que nosotros modelamos con Dios, ellos la imitan también y esté impregnada en su espíritu, no pegada con tape sino impregnada en su espíritu como pasó en el caso de Timoteo.
En el hogar se presentan montones de oportunidades, yo les llamo momentos enseñables, en inglés es teaching moments, momentos enseñables que nosotros tenemos que aprovechar. En la palabra hay un versículo bien conocido que creo que todos los domingos se pone aquí cuando es hora de que los niños suban a sus clases, dice, Proverbios 22:6 dice:
“…Instruye al niño en su camino y aún cuando fuere viejo no se apartará de él….”
Así que otra vez leíamos antes en Deuteronomio que esto es asunto del camino, de la casa, de la entrada, de la salida, al acostarse, al levantarse. Y eso es lo que quiere decir instruir. Instruir quiere decir que el que instruye, el instructor lo hace con propósito, con discernimiento, con orden, con disciplina, con intencionalidad. O sea, no es al azar, sino es algo que pasa que nosotros planeamos, que nosotros buscamos de Dios y entonces instruimos al niño.
Instruimos no por sermones de estar a veces papapapapppa, hablando y los niños después de 30 palabras apagaron el cerebro. No es solamente por las palabras, que las palabras son importantes obviamente, sino también con la manera que los afirmamos, que los corregimos, por el tiempo que pasamos con ellos, preguntándole acerca de sus sueños, viéndolos juntos, compartiendo cosas agradables, hablando de las situaciones en su vida, de sus preocupaciones, trayéndolos con nosotros a adorar, haciéndolos partícipes de nuestra vida espiritual. O sea todas esas son maneras bien… momentos enseñables. Nosotros tenemos que buscar ese momento donde el espíritu de nuestros hijos está poroso, está dispuesto a recibir, mirarlos, aprovecharlos y entonces impartir vida en nuestros hijos.
Nosotros vivimos en un ajoro tan grande, ¿verdad? Muchos de ustedes, el trabajo, la casa, los deportes, las otras cosas que permitimos que entren a nuestra casa, que quitan tiempo, tantas cosas, ese ajoro que vivimos que muchas veces nos impide hacer precisamente eso, estar presente y discernir cuáles son esos momentos enseñables y aprovecharlos.
Yo quiero darles dos ejemplos de mi vida cuando mis niñas eran pequeñas donde yo vi eso claramente, aproveché el momento enseñable para que ellos hicieran su decisión por el Señor. Mi hija mayor a los 6 años, un día estábamos…. Algo totalmente cotidiano, yo estaba alimentando a la chiquita que tenía menos de un años, tenía meses, estaba en su sillita de comer, y yo le estaba hablando de la maravilla, mira que lindo que tenemos ahora una hermanita, una hijita, un miembro más de nuestra vida, tenemos que estar tan agradecidos a Dios por eso, y ella estaba… ella misma añadió sus palabras de felicidad porque ella estaba feliz, ella no sabía que hacer con el hecho de que tenía una hermanita. Y entonces la llevé en ese momento a hablar acerca de Jesús, de la bendición de Dios sobre nuestras vidas, sobre la vida de ella y la guié para que ella pudiera hacer su decisión por Jesús en ese momento, que su espíritu estaba abierto y poroso en ese momento para recibir al Señor.
Sé que después al tiempo ella tuvo que hacer otra decisión, ¿verdad? Porque van madurando, pero es importante uno buscar esos momentos cuando son pequeños e infundirles eso en ese momento. Con la pequeña fue una situación parecida, estábamos de camino, yo estaba llevándolos a la escuela, ellas estaban en una escuela lejos de nuestra casa y en el camino yo prendí el televisor en una estación cristiana y había una canción que a ella le gustaba, una canción acerca de verdades espirituales. Y yo vi cómo ella reaccionó a la canción y empezó a cantarla y empezamos a hablar de la canción, y yo le pregunté, tu quisieras ahora mismo aceptar a Jesús como tu salvador? Y yo recuerdo su carita, así moviéndose, que sí, que ella quería hacerlo y yo dije, bueno, ahora es el momento, así que paré, iba manejando. Paré el carro debajo de un árbol, hasta el día de hoy ella recuerda donde está ese árbol. Y ahí ella hizo su profesión de fe.
A eso me refiero con buscar esos momentos así donde el espíritu del hijo está abierto a recibir para nosotros enseñarle algo o impartirle alguna palabra de vida. Y si estamos con tanto ajoro todo el tiempo a veces vamos a desaprovechar esos momentos. Así otra vez, busque los momentos enseñables.
Y otra vez, usted no tiene que tener hijos, a lo mejor es su vecinito que vino a su casa, o su sobrina que vino de visita. No importa, sus nietos, no importa quién sea, usted puede ser una influencia en la vida de ese niño.
Otra cosa que yo creo que es bien importante es que nosotros le regalemos una comunidad de fe a nuestros hijos. Muchas personas vienen a la iglesia, vienen como que ponchan la tarjeta los domingos, vienen, llegan muchas veces tarde, se sientan en su asiento, participan, escuchan, pero luego, antes que se termino a veces el servicio, ya está corriendo saliendo. Eso no es vida de comunidad, eso es mejor que nada, nos alegramos y si eso es solamente lo que usted puede hacer por ahora, gloria a Dios, estamos felices de que usted venga y no participe de nada más. Pero eso no es lo que es la vida cristiana. La vida cristiana también se vive en comunidad. Así es bien importante que usted le cree el deseo en el niño de venir a la iglesia, de que aquí estén sus amigos, sus madres y sus padres espirituales. Es tan bonito uno ver niños que siempre quieren venir a la iglesia porque saben que es un fun place, es un sitio donde yo disfruto, es un sitio agradable, donde recibo, donde soy parte de una comunidad, donde tengo un nombre, donde me conocen y me aman. Y eso no se hace corriendo, entrando corriendo, estar aquí hora y media o dos horas y salir corriendo. Hay que dedicarle un poquito más de tiempo a eso.
Y a la misma vez entonces que usted trae a sus hijos, lo importante es que usted los supervise durante estas actividades de adoración y de discipulamiento que usted viene. A veces nosotros tenemos esta mentalidad de que venimos a la iglesia por nosotros, el adulto es el que recibe, el niño se entretiene. Y eso es una mentira del diablo. Los niños no vienen a la iglesia a entretenerse, vienen a ser discipulados por el Señor, y por los recursos que aquí hay, aparte de lo que ya reciben en su casa. Así que es bien importante eso que ellos vengan sabiendo a lo que vienen. Que ellos entiendan que este es un lugar de reverencia donde la presencia del Señor está aquí, donde hay poder en el hecho de que se reúnen los hermanos y adoran juntos. Eso nosotros tenemos que interpretárselos a ellos como padres, no simplemente vienen ahí, los traemos así corriendo, a veces los tiramos aquí, nosotros seguimos y usted no sabe lo que está haciendo el niño, qué esta recibiendo, no le preguntamos qué aprendiste hoy en la escuela bíblica. Tenemos que darle seguimiento. Si nosotros le estamos proyectando a ellos que eso no importancia, ¿saben qué va a aprender el hijo? Que no tiene importancia, que eso es simplemente es algo que hacemos los domingos y estamos cometiendo un error y desaprovechando un recurso muy importante.
Miren, hace como tres meses yo bajé al sótano, cuando ya había pasado media hora del servicio, había comenzado el servicio hacía media hora, y en el sótano en una mesa redonda había 8 jovencitos preteens y early teens ahí ellos tenían una fiesta oyendo ipod, conversando, riéndose. Ya había empezado el servicio y era media hora en la alabanza, la alabanza ungida en la presencia del Señor y ellos allá abajo con su propio asunto riéndose. Y lo peor de todo fue que cuando yo les hablé con respeto les pregunté qué hacían ahí, que era hora de irse, que tenían que buscar cada uno a sus padres, lo peor fue que ninguno de ellos se movió. Tuve que levantarles la voz para que ellos reaccionaran. Guau, qué estamos haciendo? Un recurso tan precioso.
Y eso, miren, no es trabajo de los ujieres, no es trabajo de los maestros, eso es trabajo de los padres, tener que buscarlos, tiene que estar pendiente de dónde están, qué está haciendo, si no hay clases, dónde tienen que estar ellos? Tienen que estar al lado de usted sirviendo también.
Hay una señora joven que pasa muchos domingos aquí al frente, ella pasa con su jovencita, una niña de edad elemental y un niño y eso me parece tan bonito, danzan juntos, oran juntos, es muy especial ver como ella viene.
Y otro día, volviendo a los ejemplos no tan agradables, eran las, otra vez ya había comenzado el servicio, había 4 jovencitos, uno de ellos con un aparato de videojuegos, muy conectado. Había buscado conectarlo en la pared allá arriba, por ahí detrás, muy conectado él, muy inteligente, y ahí jugando videojuegos, eran 4 en total. Y yo digo, y los papás no saben que este nene trajo un videojuego, que lo está usando en la iglesia? Yo creo que tenemos que poner un letrerito que dice, Son las 9, va a comenzar el servicio, sabes dónde está tu hijo?
Parece que it struck a chord, eso es trabajo de los padres más que nada. Ok, yo sé que …. Tenía mucho más que hablar pero unos minutitos más. Una cosa importantísima es aprovechar los recursos que la iglesia ofrece, venga, traiga a sus hijos. Vaya a la inconveniencia de traerlos, haga otras cosas. Cómprele materiales cristianos, videos cristianos, música que a ellos les guste cristiana, haga algo por nutrir a su hijo en ese aspecto. Ore con sus hijos y por sus hijos. Pídale a Dios que le de el discernimiento para saber cuáles son las necesidades espirituales de su hijo.
Miren, todos nosotros tenemos grietas en nuestra armadura, empezando por los adultos, tenemos grietas. No somos perfectos, tenemos inconsistencias. Y la paternidad es un lugar muy importante, nosotros tenemos que ver cuáles son mis inconsistencias y cómo afectan la manera en que yo crío a mis hijos.
Un ejemplo es por ejemplo, ser demasiado permisivo, dejar que los hijos hagan todos. Muchas veces es porque nos hemos criado en un hogar tan rígido que queremos entonces compensar con nuestros hijos, dándoles todo lo que ellos quieren. Eso obviamente no va a conducir a nada bueno. Hay muchísimos ejemplos que nosotros podríamos dar de cosas en nosotros que nos limitan en la manera en que nosotros ejercemos nuestra paternidad.
Y entonces miremos también cuáles son las grietas en la armadura de mi hijo. Aún desde chiquito, muchas veces puede ser excesiva timidez, niños que no se quieren relacionar con nadie, que tienen miedo a la gente, pues, ore por el niño, provéale experiencias naturales para que supere eso. Pueden ser niños que a lo mejor tienen la tendencia a ser enojados, un poco egoístas, poco generosos. O sea, vamos a ver cuáles son esas cosas que tiene nuestro hijo, las grietas en su armadura y vamos a ayudar a discernir y en oración, ora acción, como dice Roberto. Orar y acción para ayudar al hijo a superarla.
Y también vean, vamos a observar cuáles son los rasgos que ese niño tiene de sensibilidad espiritualidad y vamos a guiarlo más y más por eso. Puede ser un niño que sea muy sensible a las necesidades de los demás, pues entonces vamos a proveerle oportunidades para que ese niño crezca en su liderazgo respondiendo a una necesidad por los demás.
Así que hay tanto que uno puede hacer con un niño, cosas prácticas. Otra cosa es discernir qué influencias están compitiendo por el corazón de nuestros hijos. Eso es tan importante. Nosotros tenemos que ver qué nosotros estamos permitiendo que nuestros hijos reciban. Usted no permitiría que viniera un camión de la basura a descargar su podredumbre en su sala, ¿verdad que usted no permitiría eso? Que entrara un camión de basura a su casa y plum, le depositara toda esa basura maloliente en su casa, esa contaminación. De ninguna manera, haríamos todo lo posible por poner barreras, por impedir que eso sucediera.
Sin embargo, como padres, nosotros muchas veces no nos ponemos en la brecha y permitimos que entren influencias a nuestros hijos que son dañinas. Y obviamente es fácil pensar en muchas. No estoy hablando, fíjese no es droga necesariamente, ni otras cosas, a veces son cosas como el televisor, como el uso del internet, como el ipod, como todos esos aparatos. No es que yo esté en contra de eso, todo lo contrario, yo los uso diariamente, pero muchas veces nosotros no ponemos reglas, no enseñamos a nuestros hijos a usar esos recursos, permitimos que ellos tengan acceso libre.
Y yo quiero, sé que estamos corriendo con el tiempo, pero permítanme solamente para abrirles su entendimiento a esta realidad, quiero compartir con ustedes unas estadísticas pequeñas, no las voy a poner todas las estadísticas que tenía preparadas por falta de tiempo, pero una cosa importante es por ejemplo, que en los últimos 5 años ha aumentado dramáticamente el uso diario de los jóvenes de 8 a 18 años lo que es los medios de comunicación. Tenemos que los niños 8 a 18 años usan diariamente por lo menos 7 horas y media de los medios de comunicación. Y eso incluye todo, incluye televisión, incluye el uso del internet, el ipod, no incluye el teléfono celular para hacer llamadas y recibir textos. Dicen que diariamente los niños de 8 a 18 en promedio reciben y dan mensajes una hora y media diariamente. Solamente en text messaging, usted se imagina lo que es eso: una hora y media. Y 7 horas y media de los medios de comunicación.
Eso, no se ustedes, pero a mí me alarma bastante. Y dicen 30% de los niños que se entrevistaron en este estudio que solamente la tercera, que 30% de los entrevistados, de estos niños que participaron en este estudio, solamente el 30% de esos niños sus padres le ponen algún límite en el uso de los medios de comunicación. En otras palabras, el 70% están usando su ipod como les parece, donde les parece y cuando les parece, la computadora sin ningún tipo de restricción y viendo toda la televisión que ellos quieren ver.
Eso es, me parece, bastante alarmante. 64% dicen que el televisor está prendido durante la cena. 45% dicen que el televisor está prendido casi todo el tiempo. Yo he ido muchas cosas donde el televisor… no hay nadie viendo el televisor pero el televisor está prendido, es como que les da confort, llena el espacio de algo, no sé de qué es, el asunto es que obviamente los niños donde el televisor está prendido la mayor parte del tiempo, ven más televisión que los demás.
En una más adelante vemos que los niños hispanos ven 5 horas y media de televisión diaria más que los niños blancos. Así que eso nos toca a nosotros. Y saben, yo creo que parte de eso son novelas y quién prende las novelas? Ok, nada más, vamos a decir nada más acerca de eso.
El asunto es que el ver televisión, los medios de comunicación, todas esas cosas, eso lo que trae es daño a nuestros niños. Pudiéramos hacer una lista muy larga de las cosas que traen. Traen aumento en la agresividad, en la violencia, el aprovechamiento escolar se reduce, porque obviamente tienen el cerebro embotado, está lleno de todo lo que ven. No tienen espacio, no les queda espacio para entrar la matemática y la ciencia. No hay espacio, todo está embotellado con cosas que no se deben.
Y así por el estilo. Otra cosa, uno de los daños es falta de tiempo de la familia. Ustedes han ido a familias donde todo el mundo está en lo suyo? Hay uno por acá, viendo televisión para no molestar a los demás, a veces tiene un headphone. El otro está por allá, haciendo asignaciones con un ipod prendido. Cada uno en lo suyo. En otras palabras, tenemos medios de comunicación bombardeando nuestra casa pero no hay comunicación. La comunicación en la familia se está erodando y está despareciendo, es casi como un animal extinto.
Pero usted puede hacer algo por eso. Usted puede poner límites en no regalarle un celular a su hijo, no le de ese privilegio sin darle una lista de reglas de cómo debe ser usado. Y una de las cosas que a mí más me preocupe, es la última, la estadística de la página enough is enough. Una de las cosas que más me preocupa es que el 79%, dice otro estudio, de los niños están siendo expuestos a la pornografía en el hogar.
Estamos hablando, no es niño necesariamente que están buscando activamente la pornografía, sino que usando el internet, sin reglas, sin ningún tipo de provisión de cómo lo usan por sus padres, están entrando a estos websites por error. Yo recuerdo una vez yo puse, yo estaba buscando acerca del fruto del espíritu en la computadora en un website, y puse algo de amor, no sé qué fue lo que puse en la computadora, el asunto es que saben lo que me salió? Un web pornográfico para mujeres… por si acaso, no miré, no busqué, pero lo encontré sin estar buscándolo, totalmente inocentemente.
Así que imagínense, son niños usando estos medios en su casa, solos, qué están haciendo? Tienen todo tipo de acceso. Así que eso se lo digo para que usted tenga discernimiento y establezca orden en su hogar. La mayor parte de los niños de los que están adictos a la pornografía, eso comienza en la casa, es en nuestros hogares, en los hogares cristianos. Y entonces si ven el televisor que está prendido en programas que son dudosos, donde hay mujeres con escasa ropa, y escenas que los niños no deben estar viendo con los padres presentes, pues qué dice el niño? Esto no es malo, mi papá y mi mamá ven esto durante el día. Así que yo se los digo como mamá, como una mamá, por favor tenga cuidado. No permita que la basura entre a la sala de su casa. Haga algo, póngale un no a esto, es por el bien de sus hijos.
Sus hijos son como un esponja, si están llenos de basura, si eso es lo que están absorbiendo no hay espacio en la esponja para que absorban las verdades del espíritu y lo que Dios quiere hacer con ellos. Esas dos esencias no mezclan. Así que es nuestra responsabilidad, nosotros impedir que eso suceda.
Y lo último que quiero decirles es animarlos a no subestimar todo lo que ustedes hacen por el crecimiento espiritual de sus hijos. Es posible que hoy usted no vea resultado de lo que usted está haciendo, pero no se preocupe que un día eso que usted está haciendo por sus hijos va a dar fruto. Yo sé, lo sé por mi vida, todavía hoy en día yo disfruto de los beneficios de lo que recibí de mis padres espiritualmente hablando y tengo el ejemplo de mi hermana, mi hermana Sonia es 16 años menor que yo, así que yo fui como figura de mamá para ella, teníamos a nuestra mamá pero yo fui figura maternal para ella. Yo recuerdo que desde chiquitita, cuando ella iba a dormir yo me acostaba cerca de ella y le leía lecturas de la Biblia, historias de la Biblia y ella dice que cuando ella se convirtió después al tiempo, como a los 27 años que ella se convirtió, que Dios me permitió a mí el privilegio de traerla a los caminos del Señor, ella después de haber vivido una vida, pues difícil, con muchas luchas, malas decisiones, ella finalmente aceptó al Señor, como a esa edad, a los veintitantos, y ella dice que una de las cosas que ella más le ayudó finalmente a tomar su decisión, es recordar las historias que yo le leía de niña. Eso parece que es algo como que no tiene tanta importancia, pero aún ahí. Y hoy en día ella se casó con un pastor, ella u su esposo pastorean, tienen 3 hijas preciosas que están levantando para el Señor, así lo que nosotros pensamos que era imposible que se lograra, por la trayectoria de vida que ella llevó en su juventud, ha sido todo lo contrario. Dios ha usado todo lo que se invirtió en ella.
sí que no tenga usted temor aún puede ser que usted tenga un hijo que ya pasó de la niñez, no tenga temor, siga invirtiendo en la vida de su hijo, orando por él, bendiciéndole. Hace poco yo le decía a una mamá que tiene 4 hijos, yo le decía, bendice, estábamos hablando de esto, de este tema de hoy, yo le decía bendice a tus hijos y ella se quedó así, nunca se me había ocurrido, y es una mujer cristiana. Nunca se me había ocurrido que yo puedo bendecir en el momento conmigo presente puedo declarar palabras proféticas y de bendición sobre mi hijo. Y de hecho lo hizo con uno de sus hijos y estaba feliz, dice, guau, qué hermoso, yo sentí la presencia del Señor mientras yo declaraba estas palabras de vida sobre mi hijo. Y beneficio, no solamente yo creo que lo recibió mi hijo sino que lo recibí yo.
Así que nosotros como padres estamos posicionados en el mejor lugar, en el lugar más estratégico para impactar la vida espiritual de nuestros hijos. Nadie más tiene ese privilegio, nadie más, solamente nosotros.
Así que discierna lo que el espíritu le está diciendo. Ponga barreras donde tiene que ponerlas en maneras bien prácticas. La vida cristiana no es solamente orar por nuestros hijos, a veces es disciplinar, es confrontar, pero vamos a hacer todo eso en el espíritu del Señor, sabiendo que con fe él va a hacer lo que nosotros queremos que él haga. Sean bendecidos.
Vamos a terminar orando por todo esto que hemos hablado y si quieren ponerse de pie, yo sé que han estado sentados un ratito.
Señor te damos gracias, Padre, por tu presencia en este lugar. Yo te doy gracias por la presencia tuya en la vida de todas las madres y padres aquí presentes, Padre. Yo te pido, Señor, que tu bendigas la vida de cada uno. Señor, yo sé que desde lo alto tu pones tu mano de amor sobre cada uno de los padres y las madres presentes. Señor, yo sé que tu abrazas a cada uno, yo sé que tu los bendices, yo sé que tu declaras palabras de afirmación y de amor sobre cada uno.
Señor, yo te doy gracias porque en tu palabra está la respuesta a todos los dilemas de la vida, Señor, en especial en esta área de la crianza de nuestros hijos. Padres, yo te pido, Señor, que tu obres de una manera poderosa. Yo te presento a los hijos, a los niños, aún a los que no han nacido, Señor, a los niños pequeños, a los de todas las edades, a los jóvenes de esta congregación. Padre, yo te pido que ni uno se pierda, Señor, que cada uno de ellos, Señor, tenga una experiencia personal contigo. Yo te pido, Padre, que en especial uses a cada persona aquí presente, sea madre o padre, o no lo sean, Señor, para ser instrumental en la vida de un niño, de un joven, para traerlo a tus caminos, Señor, y guiarlos.
Padre, además de ser padres y madres biológicas, de hacer todo lo demás que un padre y una madre hace, yo te pido, Señor, que en este lugar tu levantes padres y madres espirituales, Señor, hombres y mujeres llenos de tu presencia con tu unción, Señor. Yo te pido, Señor, que esa sea la manera en que esta tierra se sane, Señor, que estos niños sean criados en hogar donde padres y madres estén enfocados en presentar los hijos a ti, Señor.
Yo te pido Señor, que ningún impedimento, que nada que el mundo pueda inventar, nada que Satanás pueda pensar, nada, nada, nada, se interponga en la obra que tu quieres hacer en la vida de cada niño de esta congregación, Señor. Gracias por el privilegio de ser mamá y papá, en tu nombre Señor, yo bendigo ese ministerio, esa vocación de ser madre y padre, Señor. Gracias por tu amor, Señor. En el nombre de Jesús. Amén.
Una exhortación a los padres
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Esta mañana yo quiero hablarles, hacer una exhortación acerca de la paternidad y la maternidad. Yo sé que hoy es el día de las madres, pero vamos a incluir a todo, mamá y papá, porque el mensaje es para ambos. Y para empezar yo quiero que comencemos leyendo un pasaje en Marcos 10, del versículo 13 al 16. Este es un pasaje conocidísimo. Yo creo que prácticamente todos ustedes lo conocen, es el pasaje donde se dice que Jesús bendecía a los niños, un pasaje muy conocido por muchos de nosotros.
Y yo quiero que nos imaginemos la escena, algo que ayudar a darle vida a la palabra de Dios es imaginarnos, es cerrar nuestros ojos e imaginarnos que estamos allí, ponerlo a todo color. A veces nosotros leemos la palabra en blanco y negro, pero la podemos leer la palabra tridimensionalmente con high definition, con colores preciosos, así es que Dios quiere que nosotros leamos la palabra. Así que vamos a imaginarnos esa escena. Está Jesús posiblemente era un campo, un campo abierto. Yo me lo imagino a él sentado en una piedra grande, imagino que hay gente a todo su alrededor pero que hay un espacio que los mismos discípulos y quizás el mismo Jesús ha dejado abierto para que vengan a él. Así que está él rodeado de gente, yo me lo imagino mirando a la gente, haciendo contacto visual con ellos, y deseando darles las palabras de vida que ese pueblo necesitaba escuchar.
Así que vamos a leerlo así, y quiero que lo vean desde la perspectiva de padre y madre este pasaje. Dice así la palabra en Marcos 10 13 al 16:
“… y le presentaban niños para que los tocase….” Eso era una costumbre en aquel tiempo, cuando había una persona de cierta importancia, fuera espiritual, política, los padres muchas veces deseaban traer a sus hijos a esas personas para que los tocasen, simplemente un toque, ustedes han visto los políticos hoy, ustedes han visto en la televisión pasa a cada rato, especialmente en el tiempo de elecciones, que la gente está las barreras para que la gente no pase de cierto punto para que los políticos tengan su espacio y su seguridad y están los papás ahí muchas veces con sus hijos pequeños y lo que quieren es que el político, aunque sea toque un poquito al hijo. Pero obviamente en este caso ellos quieren que alguien que tiene obviamente tenían conocimiento que tenía una profundidad espiritual, un mensaje que esa persona tocara a sus hijos.
Los discípulos reprendían a los que los presentaban. Los discípulos se tomaron la prerrogativa de decirle a estas personas que estaban presentando a los niños, les decían, no, no, no. Yo me imagino que la razón es el Maestro está ocupado, esto no es para niños, su tiempo es limitado así que tiene que dedicárselo a los adultos no a los niños, esto es una pérdida de tiempo, los niños total qué van a recibir con eso, es mejor que él pueda declarar sus palabras, su mensaje sin esas interrupciones que los niños proveen. Y evidentemente no habían escuchado los mensajes de Jesús acerca de la humildad.
Y entonces decía, cuando él vio esto, Jesús obviamente siempre estaba pendiente de todo, tenía ojos por todos los lados de la cabeza, ¿verdad? Como hacemos muchas mamás y papás que sabemos, tenemos ojos por atrás de la cabeza también. Pues Jesús estaba pendiente de todo el cuadro y cuando vio esto, cuando vio que los discípulos estaban reprendiendo a las personas que presentaban a los niños, qué dice la palabra en el próximo versículo? Dice:
“….viéndolo Jesús, qué dice?, se indignó y les dijo…”
Se indignó. Qué quiere decir indignarse? Estamos hablando es un enojo fuerte, ¿verdad? Y es un enojo que la palabra aquí lo que quiere decir es que se enojó pero a la mismo vez había dolor en su espíritu por lo que él estaba viendo, por lo que los discípulos estaban haciendo. O sea que no simplemente cuando nos enojamos porque estamos frustrados, algo superficial, no, cuando habla que el Señor se indignó fue que él vio que esto no podía pasar, que él tenía que hacer algo en el momento, tenía que dar una lección de que eso estaba incorrecto. Y le causó dolor en su espíritu ver lo que los discípulos estaban haciéndole a estos niños. Y dijo Jesús:
“… dejad a los niños venir a mí y no se lo impidáis…”
Muchas veces yo he escuchado personas leyendo este pasaje, lo dicen, dejad a los niños venir a mí y no se lo impidáis, como un tono así como de…. Cuando uno está indignado, uno no usa ese tono, uno usa un tono categórico, fuerte. Así que yo creo que el Señor dijo aún quizás más fuerte que esto:
“… dejad a los niños venir a mí y no se lo impidáis….”
Se lo dice dos veces, por si no entendiste, dejar a los niños venir a mí, te digo, no se lo impidáis. Es una orden doble para darle más énfasis. Entonces miren por qué?
“…. Porque de los tales es el Reino de Dios, entonces sigue añadiéndole a este concepto de que los tales es el Reino de Dios, dice, de cierto os digo que el que no reciba el Reino de Dios como un niño no entrará en él…”
En otras palabras, los niños son modelo para todos nosotros. Si ustedes miran, cuando leía este pasaje vi un viaje unos cuantos años atrás cuando yo era niña y recordé momentos en los que yo todavía los recuerdo donde yo sentía la presencia de Dios en mi vida, donde había un deseo de conocer a Dios y tener hambre de Dios y servirle. Estamos hablando de una niña de 3, 4, 5, 6 años. Yo recuerdo que a mis hermanitos yo los sentábamos y jugábamos a la iglesia; yo era la pastora y ellos eran los congregantes. Y yo les enseñaba la palabra y oramos juntos y digo de dónde salió eso? Es que los niños, si ustedes traten de hacer ese viaje mental para que ustedes vean la sensibilidad que hay en los niños. Los niños obviamente también hay una mancha de pecado en los niños también, eso lo vemos en el egoísmo que tienen. Los niños no son perfectos así que yo no creo que a eso apunta la palabra sino más bien lo que está diciendo es que ellos son ejemplo para nosotros porque tienen una confianza en su mamá y en su papá como nosotros debemos tenerla en nuestro Padre celestial.
Los niños, si usted le dice a un niño, siéntate ahí que yo te voy a traer una galletita ya mismo. Qué hace el niño? Ahí se queda y está pendiente a donde está la jarra de galletas porque sabe que de verdad si mamá dice te voy a traer la galletita ya mismo, es porque lo va a hacer. Es una confianza. Y el niño no está preguntándose, me lo dará, no me lo dará? Qué motivaciones tendrá mi papá de darle la galleta, será que quiere otra cosa, será que….? No, el niño simplemente confía y no solamente eso, sino va a su padre y pide.
Nuestro nietecito viene a nuestra casa y él ahora tiene un truquito nuevo, él siempre dice tita, tita, es galletita, él sabe dónde están y todo y señala para las titas, entonces ahora, como a veces le decimos que no hay galletita porque no es tiempo, ahora dice, una. Y obviamente quién se va a resistir que te dice así con la carita una? Nadie. Así que él tiene la confianza de que va a obtener lo que él quiere ya que los que proveen para él, de los que le aman. Así que a eso yo creo que a esa cualidad del niño se refiere el Señor. El niño cree sin cuestionarlo.
Nosotros vivimos en una época donde todo lo cuestionamos. El niño cree sin cuestionar. Simplemente si usted le dice, sí papito, o mamita, esto es rojo, aquello es azul, el sol se pone a las 5, a las 6, él lo cree, no tiene problemas con eso. No está cuestionándolo. Así que esa cualidad es la que tenemos que tener nosotros para entrar al Reino de Dios. Y ellos son modelo para nosotros.
Y después en el versículo 16 dice; “… y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos los bendecía…”
Tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos los bendecía. Eso me dice a mí que Jesús en este caso hizo mucho más allá de lo que estaban esperando los que traían a los niños a Jesús. Porque fíjense que en el primer versículo 13, qué les dice? Y le presentaban niños para qué? para que los tocase. Estos padres, o estos quienes fueran, se conformaban con que Jesús los tocase. Pero Jesús no solamente los tocó sino que, no puso su mano así levemente, algo superficial sino que los tomó en los brazos, puso las manos sobre ellos y los bendecía.
Imagínense la escena, él está sentado en esta piedra grande, coge a cada niño individualmente o quizás dos a la vez, es posible que hayan sido…. No, pero no puede ser dos porque necesitaría muchas más manos. Así que cogía uno a la vez, así que si ahí había no sé cuántos, 30, 50, 100 niños, él hizo eso con cada uno de esos niños, los tomó en los brazos, puso la mano sobre ellos y los bendijo.
O sea que usó muchas maneras de llegar al espíritu de ellos. El contacto físico es tan importante para nuestros hijos, es esencial aún biológicamente está comprobado que el contacto físico ayuda aún a la digestión, así que algo tan sencillo que uno ve, y por eso no ve que los niños están en orfanatos o en hogares donde hay negligencia en el cuidado, en el cariño, esos niños sufren en todo, emocionalmente, físicamente, en todas las áreas de su ser sufren. Así que el contacto físico es importante. Jesús los tomó en los brazos, ellos sintieron la presencia del Señor, puso la mano sobre ellos. Yo no sé, yo me imagino quizás se la puso en la cabecita que es lo que muchos hacemos, ¿verdad? Ponemos la mano sobre la cabecita de un niño, lo bendecimos, y los bendecía. Así que también declaró palabras de vida sobre cada uno de ellos.
Y cuando uno ve eso entonces uno tiene que preguntarse, bueno, quiénes llevaban a los niños? Uno asume que eran los padres, ¿verdad? Los hermanos mayores quizás, podría ser, pero yo asumo que mayormente serían los padres los que trajeron a los niños a Jesús. Esa es uno de nuestras funciones principales en la vida, o la principal, no una sino la principal, es traer a nuestros hijos a Jesús.
Y esto es un modelo para nosotros. Lo que Jesús hizo con estos niños es un modelo para cada uno de nosotros. El tomar a nuestros hijos en nuestros brazos, poner las manos sobre ellos y bendecirlos. Bendecirlos es declarar palabras de bendición. Muchas veces palabras proféticas de lo que Dios nos ha dicho acerca de lo que ese niño es o va a ser.
Yo creo que sinceramente si yo les pregunto a cada uno de ustedes, padres, abuelos, tíos, hermanos mayores, cada uno de ustedes quieren que los niños en su vida tengan una relación personal con Jesús ¿verdad que sí? Eso no hay duda. Y cada uno de nosotros de ver un peligro, si usted ve que viene un carro acercándose a un niño, qué usted hace? Está en peligro. Usted corre y deja lo que sea y usted se pone en medio para proteger a ese niño ¿verdad? O si vemos cualquier peligro, un perro que se abalanza sobre ellos, cualquier cosa, nos ponemos en alerta enseguida y accionamos. Esa es parte de nuestra función como padres es precisamente proteger a nuestros hijos. Lo que pasa es que hay muchas cosas. El carro es evidente, el perro es evidente, muchos otros peligros para nuestros hijos son evidentes, pero hay otros que no son tan evidentes.
Así que lo que yo quiero hacer en esta mañana es exhortarlos en diferentes áreas acerca de la crianza de nuestros hijos para que expandamos nuestra visión. Digamos, son cosas que yo he aprendido, ese es el beneficio de la edad. Cuando vivimos en el Señor y aprovechamos el tiempo como Dios quiere, eso nos da sabiduría. Le pedimos sabiduría, las experiencias vividas en el Señor, nos traen más sabiduría.
Así que hoy lo que quiero es de lo que yo he aprendido compartir con ustedes. Y una cosa que yo creo que es muy importante es entender que Dios creó al ser humano con mente, cuerpo y espíritu y esto no es diferente en la vida de un bebé recién nacido o de un niño pequeño. En otras palabras, el espíritu de un niño no es más pequeño que el espíritu suyo, que ya es adulto, no es más pequeño. Es igual, está lleno de potencial en el Señor, es un espíritu vivo, ya definido por el Señor desde antes de la fundación del mundo.
Yo creo que eso hace una diferencia, porque si nosotros entendemos con qué material estamos trabajando, eso nos debe motivar a ser más responsables y más intencionales en cómo criamos a nuestros hijos. Eso es bien importante. Eso para mí fue una revelación cuando yo me di cuenta, yo no puedo descuidarme, yo no puedo perder el tiempo con otras cosas. Yo tengo que enfocarme en criar, en nutrir el espíritu de mi hijo o de aquellos niños pequeños y aún adolescentes. Los niños en mi vida tienen que ser nutridos y hay que hacerlo desde pequeños.
Nosotros tenemos a veces una tendencia a pensar que los niños se entretienen cuando son chiquitos, y entonces después más adelante nos ocupamos de enseñarles las verdades espirituales. No es así, yo creo que desde el vientre nosotros debemos empezar a bendecir la vida de ese niño, a declarar proféticamente sobre el espíritu del niño.
Fíjese los niños son tan sensibles. Hay estudios que han comprobado que un niño oye música y que un niño que escucha música dentro del vientre de su madre, cuando nace va a ser más sensible a la música, así que si eso es verdad, y estamos simplemente de mecanismos de oído, mecanismos cerebrales, cómo no va a ser verdad también que el espíritu también recibe desde que está dentro del vientre de su madre. Así es esa es la primera verdad que yo quiero compartir con ustedes: ver a ese niño y entender el potencial y determinar desde temprana edad a precisamente nutrir ese potencial.
Yo tuve una experiencia, y perdonen otra vez que saque lo del nieto, es que sabe que esas etapas, a veces uno se ríe de los abuelos que todas las historias son de los nietos, pero cuando uno llega ahí uno se da cuenta por qué es. Es que es otra etapa. Ya ustedes, las que no han llegado a ella verán. Pero de todas maneras, un día yo estaba cuidando a Caleb en la casa y tenía 5 meses, se había dormido en mis brazos y yo simplemente me había quedado disfrutándolo, me había quedado con él así agarrado, y de momento el espíritu del Señor me llevó a profetizar sobre su vida.
Y así empecé, bien calladita, en una voz bien callada, o sea que no iba a despertar a nadie, muy calladamente empecé a declarar el favor de Dios sobre su vida y lo que Dios va a hacer en su vida, lo que el Señor me iba diciendo, yo lo declaraba sobre él en una voz muy calladita. Saben, ese niño estaba profundamente dormido. Ustedes saben que los bebés a los 5 meses duermen y duermen. Y él de momento tan pronto yo empecé a profetizar sobre él, él abrió los ojos bien fijos, me miró fijo a mis ojos, me miró tan pronto yo terminé dije la última palabra, dije amén, él cerró los ojos y siguió durmiendo. Podemos decir, es casualidad, yo sé que no fue casualidad, yo sé que él estaba respondiendo al espíritu de Dios que le estaba hablando por medio de mí. Eso me enseñó una lección que yo no desaprovecho ninguna oportunidad ahora sobre la vida de él, sobre la vida de otros niños, y sobre la vida de los adultos también. Si Dios me dice algo, vamos a bendecir a la persona en el momento.
Así que en la palabra también tenemos muchos fundamentos para saber que el espíritu de un niño, el llamado de Dios sobre su vida está ahí desde temprano. Fíjese, vamos a las Escrituras, no tienen que buscarlo, solo tienen que apuntar, en Isaías 49, versículo 1 dice:
“Oídme Costas, este es Isaías hablando, y escuchad pueblos lejanos, Jehová me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria…”
Y si vamos al versículo 5 de ese mismo pasaje del capítulo 49 en Isaías, dice:
“Ahora pues dice Jehová, el que me formó desde el vientre para ser su siervo...”
Qué nos dice eso? Llamado los ojos de Dios ya puestos sobre Isaías desde el vientre, no cuando Isaías tenía 50 años, ni 40, ni 30, desde el vientre. No les cambia eso la perspectiva de cómo tenemos que creer acerca de los niños aún desde el vientre?
En Jeremías que es otro ejemplo, y en la palabra hay muchos más ejemplos pero estos son los únicos que vamos a ver hoy, en Jeremías en el primer capítulo, versículo 4 dice:
“… vino pues palabra de Jehová a mí diciendo, antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones…”
Guau! Así que ya un llamado, pleno sobre la vida de Jeremías. Dice antes de que te formaras en el vientre, o sea que no estamos hablando de vientre, aún antes, ya Dios puede tener planes y propósitos para nuestros hijos porque Dios no solamente llama a los adultos. Como nos dice en esos versículos en Isaías y Jeremías, Dios llama aún antes de nacer.
Y yo creo que parte de los privilegios que nosotros tenemos como padres es preguntarle a Dios qué él tiene para cada uno de nuestros hijos? Si no le preguntamos él no nos va a contestar, así que tenemos que preguntarle a Dios, Señor, qué tu tienes para este chiquitito que solamente dice, gu, gu, gu y llora, y que tengo que cambiarle el Pampers cada dos horas, qué tu tienes para este bebé?
Yo lo sé por experiencia que yo desconocía esta verdad cuando tuve a mi primera hija, pero ya cuando llegó la segunda ya yo había aprendido. Y el Señor me habló acerca de mi hijo. Después me habló acerca de la mayor también cuando ya era un poquito más grande. Pero en el momento en que ella nació Dios me dio el llamado de ella. Así que Dios si nosotros tenemos la disposición, el entendimiento para entender cómo son estos asuntos espirituales sobre nuestros hijos, Dios nos lo va a revelar. Él nos va a revelar lo que él tiene para cada uno de nuestros hijos y cómo es él quiere usarlos.
Así que nosotros como padres somos observadores, todo el tiempo viendo cómo es mi hijo, qué tendencias tiene, cómo es su temperamento, qué veo que a él le gusta, qué sensibilidad espiritual tiene. O sea, todo eso nosotros tenemos que verlo y nutrirlo, igual que nosotros nutrimos la mente de nuestros hijos, vamos a nutrir el espíritu igualmente.
Si volvemos al pasaje de Jeremías, el primer capítulo de Jeremías, el verso 6 entonces, nosotros vemos la respuesta que Jeremías le dio a este llamado, a las palabras de Jehová de que iba a ser profeta de las naciones y que lo había conocido aún antes de nacer. Fíjese lo que Jeremías le contesta en el versículo 6, dice:
“… y yo dije, ah, Señor Jehová, he aquí no se hablar porque soy niño… y qué le dice Jehová? Oigan la respuesta en el verso 7, dice “… no digas soy un niño porque a todo lo que te envíe irás tu y dirás todo lo que te mande…”
En otras palabras, el mismo Señor, el mismo Dios qué hace? Jeremías se auto limita dice, pero yo soy solamente un niño. Y qué le dice Jehová? Que no tome en cuenta su niñez, que eso no es un factor el hecho de que sea niño. Claro, sabemos que el llamado de Jeremías se fue desarrollando con el tiempo. Nosotros entendemos eso. Un niño que ha sido llamado a ser profeta no es necesariamente profeta desde los 3 meses ni los 10 años, a lo mejor, pero está en preparación. Entonces nosotros tenemos que nutrir eso, tenemos que ser partícipes de ese proceso de limitación.
Y otro ejemplo en cuanto a esto está en el primer capítulo de Lucas, en el versículo 76, ahí encontramos cuando Zacarías da unas palabras proféticas sobre su hijo Juan, que sabemos que después sería Juan el Bautista. Miren las palabras que declara Zacarías, este padre, sobre su hijo en Lucas 1:76, dice:
“… y tu niño, profeta del Altísimo serás llamado porque irás delante de la presencia del Señor para preparar sus caminos….”
Esto es un padre profetizando sobre la vida de su bebé y este bebé en ese momento estaba recién nacido. Así que eso es lo que Dios nos llama a profetizar sobre la vida de nuestros hijos, a estar observando cómo está el espíritu de ese niño, cómo yo puedo ayudar a nutrirlo. Y como una parte yo les animo a escoger el nombre que Dios quiere para sus hijos.
Mucha gente pone nombres sin discernimiento y escogen, bueno, yo voy a mirar el nombre de la abuela tal con la tía tal, acá, y voy a hacer un nombre nuevo, y no nos preguntamos…. Si usted quiere hacer eso, usted tiene todo el derecho de hacerlo, yo sé eso, pero busquen, busquen qué es lo que Dios les está diciendo acerca de ese niño, esa niña para que usted pueda poner el nombre de acuerdo. Los judíos practicaban eso y hasta el día de hoy lo practican. Yo creo que es una buena práctica y yo me gozo, yo veo dentro de nuestra congregación hemos a través de los últimos años cómo la gente está haciendo precisamente eso. Yo no sé si ustedes se han dado cuenta pero estoy pendiente de los nombres de los niños pequeños de nuestra congregación y me he hado cuenta que hay un deseo de honrar a Dios con el nombre y de estampar una personalidad proféticamente en la vida de los niños.
Así que si usted tiene algo que ver con eso, por favor busque del Señor para saber qué nombre ponerle a los niños, especialmente si son los suyos, los ajenos no se los ponga, pero los suyos sí. Sí, porque hay gente que también quiere poner su nombre y hay que respetar lo que los padres quieren. No hay nada más importante que la salvación de nuestros hijos. No hay nada más importante que su vida espiritual.
Muchas veces nosotros tenemos metas muy específicas en cuanto a la educación de nuestros hijos, todo el mundo quiere que sus hijos estudien una vocación o una carrera, queremos que crezcan en diferentes áreas, en el deporte, pero también tenemos metas en cuanto al carácter de Dios que nosotros queremos ver formados en ese niño, en cuanto a la profundidad de su relación con el Señor. Eso es importante, igual que tenemos metas para lo demás, tenemos que tenerlo para eso. Tenemos que ser bien consecuentes y diariamente trabajar en esas metas.
Yo recuerdo, cuando yo mi hija mayor tenía 2 añitos Dios me confrontó con la realidad de que yo no tenía muy claras mis metas en el sentido espiritual sobre su vida. Yo recuerdo que entré a su cuarto, iba a orar por ella y Dios me redarguyó, me dijo, tu tienes que ser más específica en cuanto a lo que pides sobre la vida de tu hija. Ya después aprendí, con la segunda fue diferente, fue un proceso de aprendizaje. Así que yo les estoy dando perla de sabiduría a ustedes.
Desde ahora empiece, pregúntele a Dios, Señor, qué metas yo tengo que ponerme? Qué prácticas yo tengo que incorporar en mi vida para que mis hijos crezcan espiritualmente desde que son niños, no esperando a que sean más grandes, sino desde que son niños. Una trampa en este mundo es pensar este asunto de, ellos tienen que escoger. Cuando mi hija o mi hijo sean más grandes, pues ya escogerán cómo sirve al Señor, qué dones Dios le va a dar. Eso no es así, imagínese qué tonto sería que nosotros escogiéramos libros de texto, libros de matemática, de ciencia, de lenguaje, de literatura, los tiramos ahí al piso, se los tiramos en el cuarto al hijo, y le decimos, hijito, cuando a ti te plazca, cuando tu crezcas, cuando tu sientas la inclinación de estudiar matemáticas, pues ahí está el libro. Tu lo coges cuando tu quieras. Eso sería tonto ¿verdad que sí? Ninguno de nosotros haría eso. Hay un orden y hay que hacer las cosas, hay que hacer las tareas, hay un orden y una disciplina. Eso mismo tenemos que llevarlo a lo espiritual. Claro, sin rigidez. No estamos hablando de rigidez ni de legalismo. Porque las lecciones mejor aprendidas son las que se aprenden en el ambiente natural y en el momento natural. Esas son las mejores lecciones, no las que se nos imponen con tablazo, o un biblazo en la cabeza. Esa no es la idea. Pero estemos pendientes y guiemos a esos chiquitos desde el comienza y aún… no importa la edad que tengan, nunca es tarde para sembrar en la vida de nuestros hijos. Pero si empezamos temprano en la vida mucho mejor resultado.
Y fíjese vamos a leer un pasaje, ese pasaje está en Deuteronomio 6, vamos a leer los versículos 1, 2 y del 5 al 7, porque es un versículo clave acerca de cómo el hogar es el verdadero lugar de discipulamiento para nuestros hijos. Y son palabras de Moisés al pueblo de Dios, Deuteronomio 6 dice:
“… estos pues son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová, vuestro Dios, mandó que os enseñase para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para tomarla…”
El pueblo estaba pronto a entrar en la tierra prometida, así que está ahí Moisés dándole las últimas encomiendas de parte de Dios al pueblo.
“… para que temas a Jehová, tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando…” Y fíjese lo que dice ahora, dice: “… tu, tu hijo, y el hijo de tu hijo…”
O sea, estamos hablando de que esto no es solamente para ti, es para tus hijos, tus nietos y todos los demás.
“… todos los días de tu vida para que tus días sean prolongados y amarás a Jehová, tu Dios, de todo tu corazón y de toda tu alma y con todas tus fuerzas, y estas palabras que yo te mando hoy estarán sobre tu corazón y las repetirás a tus hijos y hablarás de ella estando, díganlo conmigo, en tu casa y andando por el camino y al acostarte y cuando te levantes…”
Ok, así que a quién le corresponde discipular a los hijos en las cosas del espíritu? A los padres, es a la familia en todo momento. Fíjese todos esos son momentos cotidianos de la vida, en la casa, andando por el camino, llevándolos a la escuela, recogiéndolos de la escuela, llevándolos al dentista, llevándolos a la práctica de soccer, lo que sea que usted haga y al acostarte. Esos momentos tan lindos que el niño ya está en la cama tranquilito, ya es como que uno lo ve diferente, ese alivio. Yo no sé qué es, yo no sé si es por amor al hijo o es por alivio. Ya se va a acostar, ya puedo seguir, ya puedo tener un rato de tranquilidad. Yo creo que parte es eso también. Pero en tu casa, andando por el camino, al acostarte y cuando te levantes. O sea, en todo tiempo nosotros tenemos que hablarles de las maravillas de Dios, declararle los estatutos y los decretos de la palabra de Dios a nuestros hijos. Y como decía antes en maneras orgánicas y naturales.
Y yo quiero decirles que la iglesia no es la que tiene la responsabilidad de discipular a los hijos, a nuestros hijos. Alguna gente cree eso. Pero no es la iglesia. Claro, sí es importante, es esencial que una iglesia tenga programas de discipulamiento para todas las edades, en particular para niños y jóvenes. Eso es esencial en una iglesia, es parte de la vida de una iglesia. No es que yo no estoy subestimando la importancia de eso. Pero esos ministerios caminan a la par con nosotros como padres o como abuelos, o tíos, lo que sea, están a la par, son recursos para nosotros enriquecer lo que ya estamos haciendo en nuestra casa. No es un sustituto. No es que aquí es que vienen a leer la Biblia, o aquí es que vienen a orar. No, no es así. en la casa los guiamos, los discipulamos y entonces la iglesia viene a ser otro recurso que nosotros podemos aprovechar, y es bueno que lo aprovechemos para enriquecer aún más la vida de nuestros hijos.
Porque en realidad los niños que necesitan son los modelos diarios, el modelo diario de una fe en acción. La fe nuestra en nuestras bocas, en nuestras manos, en nuestros pies, una fe en acción, es lo que los niños necesitan ver cada día. Nosotros somos colaboradores de Dios en ese sentido, en el aspecto espiritual. Y nosotros le modelamos la vida cristiana, los niños van a aprender, van a imitar lo que ven que nosotros vivimos. Así que tenemos el inmenso privilegio, la responsabilidad de enseñarle a nuestros hijos cómo es que se vive la vida cristiana.
Cada uno de nosotros es un libro abierto para nuestros hijos, un libro abierto y nuestros hijos van a leer cada hoja aún las que usted se cree que están ahí pegadas y que nadie las puede ver. Nuestros hijos tienen una visión más allá de 20 20 y van a leer esas hojas también. Así que por eso nosotros tenemos que seguir creciendo, tenemos que tener cuidado con nuestra integridad y tenemos que tener cuidado cómo nosotros tratamos a nuestra esposa, nuestro esposo, como manejamos nuestro dinero, como manejamos nuestro comportamiento porque los niños van a aprender mucho más con eso que con lo que nosotros le hablamos. Así que tenemos que tener muchísimo cuidado con eso.
Y en Timoteo hay otro ejemplo de la palabra donde Pablo le habla a este nuevo pastor, este pastor joven, Timoteo, que ha estado bajo su cobertura. Él lo ha estado mentoreando y el Apóstol Pablo le comenta a su discípulo que lo recuerda sin cesar en sus oraciones y en el versículo 5 dice:
“… trayendo a la memoria no fingida que hay en ti….”
O sea eso es lo que dice Pablo acerca de la fe de Timoteo, que es no fingida, es natural, es genuina.
“… la cual habitó primero en tu abuela Loira, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también…”
Eso es lo que hace una vida familiar sana, una fe vivida en integridad, no en perfección. Mire, yo sé que aquí no hay nadie perfecto, empezando conmigo, no hay nadie perfecto, pero tenemos siempre que hacer lo mejor que podamos con lo que sabemos, con lo que tenemos, lo mejor que podamos y siempre estar creciendo y mejorando, desechando todo aquello que nos impida vivir la vida cristiana como nosotros debemos vivirla. Porque nuestros hijos van a ver eso también, van a ver al antes y el ahora y van a estar contentos de los cambios que ven. Así que eso es un ejemplo más: Timoteo, que la fe que él aprendió, primero estuvo en su abuelo, luego estuvo en su madre y entonces llegó a él y una fe genuina, que eso es lo que nosotros queremos que nuestros hijos logren.
Nosotros no tenemos que enseñarles a nuestros hijos religión. Religión es algo, eso está pegado con tapes del barato, o sea se pega ahí y ahora mismo viene una humedad, un agüita, un viento y el tape se despega. Eso no es lo que nosotros queremos. Nosotros queremos que la relación que nosotros modelamos con Dios, ellos la imitan también y esté impregnada en su espíritu, no pegada con tape sino impregnada en su espíritu como pasó en el caso de Timoteo.
En el hogar se presentan montones de oportunidades, yo les llamo momentos enseñables, en inglés es teaching moments, momentos enseñables que nosotros tenemos que aprovechar. En la palabra hay un versículo bien conocido que creo que todos los domingos se pone aquí cuando es hora de que los niños suban a sus clases, dice, Proverbios 22:6 dice:
“…Instruye al niño en su camino y aún cuando fuere viejo no se apartará de él….”
Así que otra vez leíamos antes en Deuteronomio que esto es asunto del camino, de la casa, de la entrada, de la salida, al acostarse, al levantarse. Y eso es lo que quiere decir instruir. Instruir quiere decir que el que instruye, el instructor lo hace con propósito, con discernimiento, con orden, con disciplina, con intencionalidad. O sea, no es al azar, sino es algo que pasa que nosotros planeamos, que nosotros buscamos de Dios y entonces instruimos al niño.
Instruimos no por sermones de estar a veces papapapapppa, hablando y los niños después de 30 palabras apagaron el cerebro. No es solamente por las palabras, que las palabras son importantes obviamente, sino también con la manera que los afirmamos, que los corregimos, por el tiempo que pasamos con ellos, preguntándole acerca de sus sueños, viéndolos juntos, compartiendo cosas agradables, hablando de las situaciones en su vida, de sus preocupaciones, trayéndolos con nosotros a adorar, haciéndolos partícipes de nuestra vida espiritual. O sea todas esas son maneras bien… momentos enseñables. Nosotros tenemos que buscar ese momento donde el espíritu de nuestros hijos está poroso, está dispuesto a recibir, mirarlos, aprovecharlos y entonces impartir vida en nuestros hijos.
Nosotros vivimos en un ajoro tan grande, ¿verdad? Muchos de ustedes, el trabajo, la casa, los deportes, las otras cosas que permitimos que entren a nuestra casa, que quitan tiempo, tantas cosas, ese ajoro que vivimos que muchas veces nos impide hacer precisamente eso, estar presente y discernir cuáles son esos momentos enseñables y aprovecharlos.
Yo quiero darles dos ejemplos de mi vida cuando mis niñas eran pequeñas donde yo vi eso claramente, aproveché el momento enseñable para que ellos hicieran su decisión por el Señor. Mi hija mayor a los 6 años, un día estábamos…. Algo totalmente cotidiano, yo estaba alimentando a la chiquita que tenía menos de un años, tenía meses, estaba en su sillita de comer, y yo le estaba hablando de la maravilla, mira que lindo que tenemos ahora una hermanita, una hijita, un miembro más de nuestra vida, tenemos que estar tan agradecidos a Dios por eso, y ella estaba… ella misma añadió sus palabras de felicidad porque ella estaba feliz, ella no sabía que hacer con el hecho de que tenía una hermanita. Y entonces la llevé en ese momento a hablar acerca de Jesús, de la bendición de Dios sobre nuestras vidas, sobre la vida de ella y la guié para que ella pudiera hacer su decisión por Jesús en ese momento, que su espíritu estaba abierto y poroso en ese momento para recibir al Señor.
Sé que después al tiempo ella tuvo que hacer otra decisión, ¿verdad? Porque van madurando, pero es importante uno buscar esos momentos cuando son pequeños e infundirles eso en ese momento. Con la pequeña fue una situación parecida, estábamos de camino, yo estaba llevándolos a la escuela, ellas estaban en una escuela lejos de nuestra casa y en el camino yo prendí el televisor en una estación cristiana y había una canción que a ella le gustaba, una canción acerca de verdades espirituales. Y yo vi cómo ella reaccionó a la canción y empezó a cantarla y empezamos a hablar de la canción, y yo le pregunté, tu quisieras ahora mismo aceptar a Jesús como tu salvador? Y yo recuerdo su carita, así moviéndose, que sí, que ella quería hacerlo y yo dije, bueno, ahora es el momento, así que paré, iba manejando. Paré el carro debajo de un árbol, hasta el día de hoy ella recuerda donde está ese árbol. Y ahí ella hizo su profesión de fe.
A eso me refiero con buscar esos momentos así donde el espíritu del hijo está abierto a recibir para nosotros enseñarle algo o impartirle alguna palabra de vida. Y si estamos con tanto ajoro todo el tiempo a veces vamos a desaprovechar esos momentos. Así otra vez, busque los momentos enseñables.
Y otra vez, usted no tiene que tener hijos, a lo mejor es su vecinito que vino a su casa, o su sobrina que vino de visita. No importa, sus nietos, no importa quién sea, usted puede ser una influencia en la vida de ese niño.
Otra cosa que yo creo que es bien importante es que nosotros le regalemos una comunidad de fe a nuestros hijos. Muchas personas vienen a la iglesia, vienen como que ponchan la tarjeta los domingos, vienen, llegan muchas veces tarde, se sientan en su asiento, participan, escuchan, pero luego, antes que se termino a veces el servicio, ya está corriendo saliendo. Eso no es vida de comunidad, eso es mejor que nada, nos alegramos y si eso es solamente lo que usted puede hacer por ahora, gloria a Dios, estamos felices de que usted venga y no participe de nada más. Pero eso no es lo que es la vida cristiana. La vida cristiana también se vive en comunidad. Así es bien importante que usted le cree el deseo en el niño de venir a la iglesia, de que aquí estén sus amigos, sus madres y sus padres espirituales. Es tan bonito uno ver niños que siempre quieren venir a la iglesia porque saben que es un fun place, es un sitio donde yo disfruto, es un sitio agradable, donde recibo, donde soy parte de una comunidad, donde tengo un nombre, donde me conocen y me aman. Y eso no se hace corriendo, entrando corriendo, estar aquí hora y media o dos horas y salir corriendo. Hay que dedicarle un poquito más de tiempo a eso.
Y a la misma vez entonces que usted trae a sus hijos, lo importante es que usted los supervise durante estas actividades de adoración y de discipulamiento que usted viene. A veces nosotros tenemos esta mentalidad de que venimos a la iglesia por nosotros, el adulto es el que recibe, el niño se entretiene. Y eso es una mentira del diablo. Los niños no vienen a la iglesia a entretenerse, vienen a ser discipulados por el Señor, y por los recursos que aquí hay, aparte de lo que ya reciben en su casa. Así que es bien importante eso que ellos vengan sabiendo a lo que vienen. Que ellos entiendan que este es un lugar de reverencia donde la presencia del Señor está aquí, donde hay poder en el hecho de que se reúnen los hermanos y adoran juntos. Eso nosotros tenemos que interpretárselos a ellos como padres, no simplemente vienen ahí, los traemos así corriendo, a veces los tiramos aquí, nosotros seguimos y usted no sabe lo que está haciendo el niño, qué esta recibiendo, no le preguntamos qué aprendiste hoy en la escuela bíblica. Tenemos que darle seguimiento. Si nosotros le estamos proyectando a ellos que eso no importancia, ¿saben qué va a aprender el hijo? Que no tiene importancia, que eso es simplemente es algo que hacemos los domingos y estamos cometiendo un error y desaprovechando un recurso muy importante.
Miren, hace como tres meses yo bajé al sótano, cuando ya había pasado media hora del servicio, había comenzado el servicio hacía media hora, y en el sótano en una mesa redonda había 8 jovencitos preteens y early teens ahí ellos tenían una fiesta oyendo ipod, conversando, riéndose. Ya había empezado el servicio y era media hora en la alabanza, la alabanza ungida en la presencia del Señor y ellos allá abajo con su propio asunto riéndose. Y lo peor de todo fue que cuando yo les hablé con respeto les pregunté qué hacían ahí, que era hora de irse, que tenían que buscar cada uno a sus padres, lo peor fue que ninguno de ellos se movió. Tuve que levantarles la voz para que ellos reaccionaran. Guau, qué estamos haciendo? Un recurso tan precioso.
Y eso, miren, no es trabajo de los ujieres, no es trabajo de los maestros, eso es trabajo de los padres, tener que buscarlos, tiene que estar pendiente de dónde están, qué está haciendo, si no hay clases, dónde tienen que estar ellos? Tienen que estar al lado de usted sirviendo también.
Hay una señora joven que pasa muchos domingos aquí al frente, ella pasa con su jovencita, una niña de edad elemental y un niño y eso me parece tan bonito, danzan juntos, oran juntos, es muy especial ver como ella viene.
Y otro día, volviendo a los ejemplos no tan agradables, eran las, otra vez ya había comenzado el servicio, había 4 jovencitos, uno de ellos con un aparato de videojuegos, muy conectado. Había buscado conectarlo en la pared allá arriba, por ahí detrás, muy conectado él, muy inteligente, y ahí jugando videojuegos, eran 4 en total. Y yo digo, y los papás no saben que este nene trajo un videojuego, que lo está usando en la iglesia? Yo creo que tenemos que poner un letrerito que dice, Son las 9, va a comenzar el servicio, sabes dónde está tu hijo?
Parece que it struck a chord, eso es trabajo de los padres más que nada. Ok, yo sé que …. Tenía mucho más que hablar pero unos minutitos más. Una cosa importantísima es aprovechar los recursos que la iglesia ofrece, venga, traiga a sus hijos. Vaya a la inconveniencia de traerlos, haga otras cosas. Cómprele materiales cristianos, videos cristianos, música que a ellos les guste cristiana, haga algo por nutrir a su hijo en ese aspecto. Ore con sus hijos y por sus hijos. Pídale a Dios que le de el discernimiento para saber cuáles son las necesidades espirituales de su hijo.
Miren, todos nosotros tenemos grietas en nuestra armadura, empezando por los adultos, tenemos grietas. No somos perfectos, tenemos inconsistencias. Y la paternidad es un lugar muy importante, nosotros tenemos que ver cuáles son mis inconsistencias y cómo afectan la manera en que yo crío a mis hijos.
Un ejemplo es por ejemplo, ser demasiado permisivo, dejar que los hijos hagan todos. Muchas veces es porque nos hemos criado en un hogar tan rígido que queremos entonces compensar con nuestros hijos, dándoles todo lo que ellos quieren. Eso obviamente no va a conducir a nada bueno. Hay muchísimos ejemplos que nosotros podríamos dar de cosas en nosotros que nos limitan en la manera en que nosotros ejercemos nuestra paternidad.
Y entonces miremos también cuáles son las grietas en la armadura de mi hijo. Aún desde chiquito, muchas veces puede ser excesiva timidez, niños que no se quieren relacionar con nadie, que tienen miedo a la gente, pues, ore por el niño, provéale experiencias naturales para que supere eso. Pueden ser niños que a lo mejor tienen la tendencia a ser enojados, un poco egoístas, poco generosos. O sea, vamos a ver cuáles son esas cosas que tiene nuestro hijo, las grietas en su armadura y vamos a ayudar a discernir y en oración, ora acción, como dice Roberto. Orar y acción para ayudar al hijo a superarla.
Y también vean, vamos a observar cuáles son los rasgos que ese niño tiene de sensibilidad espiritualidad y vamos a guiarlo más y más por eso. Puede ser un niño que sea muy sensible a las necesidades de los demás, pues entonces vamos a proveerle oportunidades para que ese niño crezca en su liderazgo respondiendo a una necesidad por los demás.
Así que hay tanto que uno puede hacer con un niño, cosas prácticas. Otra cosa es discernir qué influencias están compitiendo por el corazón de nuestros hijos. Eso es tan importante. Nosotros tenemos que ver qué nosotros estamos permitiendo que nuestros hijos reciban. Usted no permitiría que viniera un camión de la basura a descargar su podredumbre en su sala, ¿verdad que usted no permitiría eso? Que entrara un camión de basura a su casa y plum, le depositara toda esa basura maloliente en su casa, esa contaminación. De ninguna manera, haríamos todo lo posible por poner barreras, por impedir que eso sucediera.
Sin embargo, como padres, nosotros muchas veces no nos ponemos en la brecha y permitimos que entren influencias a nuestros hijos que son dañinas. Y obviamente es fácil pensar en muchas. No estoy hablando, fíjese no es droga necesariamente, ni otras cosas, a veces son cosas como el televisor, como el uso del internet, como el ipod, como todos esos aparatos. No es que yo esté en contra de eso, todo lo contrario, yo los uso diariamente, pero muchas veces nosotros no ponemos reglas, no enseñamos a nuestros hijos a usar esos recursos, permitimos que ellos tengan acceso libre.
Y yo quiero, sé que estamos corriendo con el tiempo, pero permítanme solamente para abrirles su entendimiento a esta realidad, quiero compartir con ustedes unas estadísticas pequeñas, no las voy a poner todas las estadísticas que tenía preparadas por falta de tiempo, pero una cosa importante es por ejemplo, que en los últimos 5 años ha aumentado dramáticamente el uso diario de los jóvenes de 8 a 18 años lo que es los medios de comunicación. Tenemos que los niños 8 a 18 años usan diariamente por lo menos 7 horas y media de los medios de comunicación. Y eso incluye todo, incluye televisión, incluye el uso del internet, el ipod, no incluye el teléfono celular para hacer llamadas y recibir textos. Dicen que diariamente los niños de 8 a 18 en promedio reciben y dan mensajes una hora y media diariamente. Solamente en text messaging, usted se imagina lo que es eso: una hora y media. Y 7 horas y media de los medios de comunicación.
Eso, no se ustedes, pero a mí me alarma bastante. Y dicen 30% de los niños que se entrevistaron en este estudio que solamente la tercera, que 30% de los entrevistados, de estos niños que participaron en este estudio, solamente el 30% de esos niños sus padres le ponen algún límite en el uso de los medios de comunicación. En otras palabras, el 70% están usando su ipod como les parece, donde les parece y cuando les parece, la computadora sin ningún tipo de restricción y viendo toda la televisión que ellos quieren ver.
Eso es, me parece, bastante alarmante. 64% dicen que el televisor está prendido durante la cena. 45% dicen que el televisor está prendido casi todo el tiempo. Yo he ido muchas cosas donde el televisor… no hay nadie viendo el televisor pero el televisor está prendido, es como que les da confort, llena el espacio de algo, no sé de qué es, el asunto es que obviamente los niños donde el televisor está prendido la mayor parte del tiempo, ven más televisión que los demás.
En una más adelante vemos que los niños hispanos ven 5 horas y media de televisión diaria más que los niños blancos. Así que eso nos toca a nosotros. Y saben, yo creo que parte de eso son novelas y quién prende las novelas? Ok, nada más, vamos a decir nada más acerca de eso.
El asunto es que el ver televisión, los medios de comunicación, todas esas cosas, eso lo que trae es daño a nuestros niños. Pudiéramos hacer una lista muy larga de las cosas que traen. Traen aumento en la agresividad, en la violencia, el aprovechamiento escolar se reduce, porque obviamente tienen el cerebro embotado, está lleno de todo lo que ven. No tienen espacio, no les queda espacio para entrar la matemática y la ciencia. No hay espacio, todo está embotellado con cosas que no se deben.
Y así por el estilo. Otra cosa, uno de los daños es falta de tiempo de la familia. Ustedes han ido a familias donde todo el mundo está en lo suyo? Hay uno por acá, viendo televisión para no molestar a los demás, a veces tiene un headphone. El otro está por allá, haciendo asignaciones con un ipod prendido. Cada uno en lo suyo. En otras palabras, tenemos medios de comunicación bombardeando nuestra casa pero no hay comunicación. La comunicación en la familia se está erodando y está despareciendo, es casi como un animal extinto.
Pero usted puede hacer algo por eso. Usted puede poner límites en no regalarle un celular a su hijo, no le de ese privilegio sin darle una lista de reglas de cómo debe ser usado. Y una de las cosas que a mí más me preocupe, es la última, la estadística de la página enough is enough. Una de las cosas que más me preocupa es que el 79%, dice otro estudio, de los niños están siendo expuestos a la pornografía en el hogar.
Estamos hablando, no es niño necesariamente que están buscando activamente la pornografía, sino que usando el internet, sin reglas, sin ningún tipo de provisión de cómo lo usan por sus padres, están entrando a estos websites por error. Yo recuerdo una vez yo puse, yo estaba buscando acerca del fruto del espíritu en la computadora en un website, y puse algo de amor, no sé qué fue lo que puse en la computadora, el asunto es que saben lo que me salió? Un web pornográfico para mujeres… por si acaso, no miré, no busqué, pero lo encontré sin estar buscándolo, totalmente inocentemente.
Así que imagínense, son niños usando estos medios en su casa, solos, qué están haciendo? Tienen todo tipo de acceso. Así que eso se lo digo para que usted tenga discernimiento y establezca orden en su hogar. La mayor parte de los niños de los que están adictos a la pornografía, eso comienza en la casa, es en nuestros hogares, en los hogares cristianos. Y entonces si ven el televisor que está prendido en programas que son dudosos, donde hay mujeres con escasa ropa, y escenas que los niños no deben estar viendo con los padres presentes, pues qué dice el niño? Esto no es malo, mi papá y mi mamá ven esto durante el día. Así que yo se los digo como mamá, como una mamá, por favor tenga cuidado. No permita que la basura entre a la sala de su casa. Haga algo, póngale un no a esto, es por el bien de sus hijos.
Sus hijos son como un esponja, si están llenos de basura, si eso es lo que están absorbiendo no hay espacio en la esponja para que absorban las verdades del espíritu y lo que Dios quiere hacer con ellos. Esas dos esencias no mezclan. Así que es nuestra responsabilidad, nosotros impedir que eso suceda.
Y lo último que quiero decirles es animarlos a no subestimar todo lo que ustedes hacen por el crecimiento espiritual de sus hijos. Es posible que hoy usted no vea resultado de lo que usted está haciendo, pero no se preocupe que un día eso que usted está haciendo por sus hijos va a dar fruto. Yo sé, lo sé por mi vida, todavía hoy en día yo disfruto de los beneficios de lo que recibí de mis padres espiritualmente hablando y tengo el ejemplo de mi hermana, mi hermana Sonia es 16 años menor que yo, así que yo fui como figura de mamá para ella, teníamos a nuestra mamá pero yo fui figura maternal para ella. Yo recuerdo que desde chiquitita, cuando ella iba a dormir yo me acostaba cerca de ella y le leía lecturas de la Biblia, historias de la Biblia y ella dice que cuando ella se convirtió después al tiempo, como a los 27 años que ella se convirtió, que Dios me permitió a mí el privilegio de traerla a los caminos del Señor, ella después de haber vivido una vida, pues difícil, con muchas luchas, malas decisiones, ella finalmente aceptó al Señor, como a esa edad, a los veintitantos, y ella dice que una de las cosas que ella más le ayudó finalmente a tomar su decisión, es recordar las historias que yo le leía de niña. Eso parece que es algo como que no tiene tanta importancia, pero aún ahí. Y hoy en día ella se casó con un pastor, ella u su esposo pastorean, tienen 3 hijas preciosas que están levantando para el Señor, así lo que nosotros pensamos que era imposible que se lograra, por la trayectoria de vida que ella llevó en su juventud, ha sido todo lo contrario. Dios ha usado todo lo que se invirtió en ella.
sí que no tenga usted temor aún puede ser que usted tenga un hijo que ya pasó de la niñez, no tenga temor, siga invirtiendo en la vida de su hijo, orando por él, bendiciéndole. Hace poco yo le decía a una mamá que tiene 4 hijos, yo le decía, bendice, estábamos hablando de esto, de este tema de hoy, yo le decía bendice a tus hijos y ella se quedó así, nunca se me había ocurrido, y es una mujer cristiana. Nunca se me había ocurrido que yo puedo bendecir en el momento conmigo presente puedo declarar palabras proféticas y de bendición sobre mi hijo. Y de hecho lo hizo con uno de sus hijos y estaba feliz, dice, guau, qué hermoso, yo sentí la presencia del Señor mientras yo declaraba estas palabras de vida sobre mi hijo. Y beneficio, no solamente yo creo que lo recibió mi hijo sino que lo recibí yo.
Así que nosotros como padres estamos posicionados en el mejor lugar, en el lugar más estratégico para impactar la vida espiritual de nuestros hijos. Nadie más tiene ese privilegio, nadie más, solamente nosotros.
Así que discierna lo que el espíritu le está diciendo. Ponga barreras donde tiene que ponerlas en maneras bien prácticas. La vida cristiana no es solamente orar por nuestros hijos, a veces es disciplinar, es confrontar, pero vamos a hacer todo eso en el espíritu del Señor, sabiendo que con fe él va a hacer lo que nosotros queremos que él haga. Sean bendecidos.
Vamos a terminar orando por todo esto que hemos hablado y si quieren ponerse de pie, yo sé que han estado sentados un ratito.
Señor te damos gracias, Padre, por tu presencia en este lugar. Yo te doy gracias por la presencia tuya en la vida de todas las madres y padres aquí presentes, Padre. Yo te pido, Señor, que tu bendigas la vida de cada uno. Señor, yo sé que desde lo alto tu pones tu mano de amor sobre cada uno de los padres y las madres presentes. Señor, yo sé que tu abrazas a cada uno, yo sé que tu los bendices, yo sé que tu declaras palabras de afirmación y de amor sobre cada uno.
Señor, yo te doy gracias porque en tu palabra está la respuesta a todos los dilemas de la vida, Señor, en especial en esta área de la crianza de nuestros hijos. Padres, yo te pido, Señor, que tu obres de una manera poderosa. Yo te presento a los hijos, a los niños, aún a los que no han nacido, Señor, a los niños pequeños, a los de todas las edades, a los jóvenes de esta congregación. Padre, yo te pido que ni uno se pierda, Señor, que cada uno de ellos, Señor, tenga una experiencia personal contigo. Yo te pido, Padre, que en especial uses a cada persona aquí presente, sea madre o padre, o no lo sean, Señor, para ser instrumental en la vida de un niño, de un joven, para traerlo a tus caminos, Señor, y guiarlos.
Padre, además de ser padres y madres biológicas, de hacer todo lo demás que un padre y una madre hace, yo te pido, Señor, que en este lugar tu levantes padres y madres espirituales, Señor, hombres y mujeres llenos de tu presencia con tu unción, Señor. Yo te pido, Señor, que esa sea la manera en que esta tierra se sane, Señor, que estos niños sean criados en hogar donde padres y madres estén enfocados en presentar los hijos a ti, Señor.
Yo te pido Señor, que ningún impedimento, que nada que el mundo pueda inventar, nada que Satanás pueda pensar, nada, nada, nada, se interponga en la obra que tu quieres hacer en la vida de cada niño de esta congregación, Señor. Gracias por el privilegio de ser mamá y papá, en tu nombre Señor, yo bendigo ese ministerio, esa vocación de ser madre y padre, Señor. Gracias por tu amor, Señor. En el nombre de Jesús. Amén.
Ajustar nuestras expectativas a los planes de Dios
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En Isaías capítulo 43 hay un verso que yo he leído en otras ocasiones pero que esta vez lo estoy leyendo con un nuevo ángulo, con una nueva perspectiva que quiero compartir con todos ustedes. Pero si yo les preguntara por señal de manos, ¿cuántos de ustedes están en la expectativa de algo que Dios hará? ¿Cuántos están en la expectativa de algo? Okay y ¿cuántos no están a la expectativa de nada? Si quieren levantarse, ¿cuántos de ustedes no están esperando absolutamente nada? Siéntanse libres, no los voy a culpar ni nada.
Miren esto. Isaías 43 el verso 18. Dice: “No se acuerden pues de las cosas pasadas ni traigan a memoria ninguna de las cosas antiguas porque he aquí que yo hago cosas nuevas y pronto saldrán a la luz”. ‘He aquí yo hago cosas nuevas y pronto saldrán a la luz’. “¿Acaso no las pueden percibir?”. Es verdad que el texto dice ‘¿No la conoceréis?’ pero hay otra versión que también dice ‘¿No la pueden percibir?’ como quien dice ‘Don’t you get it?’. ¿No lo pueden ver que ya se está acercando?
“¿No la pueden percibir? ¿No lo pueden ver que se está acercando? Otra vez abriré camino en el desierto y ríos en la soledad”. Déjame dejarlo ahí. Mis hermanos, lo que quiero compartir con ustedes es un simbolismo que está envuelto en la Biblia, está envuelto en las Escrituras y obviamente yo creo que cada mujer que ha dado a luz se puede identificar muy bien con esto. Y los hombres, tal vez, se les hace difícil identificarse con eso porque nosotros no damos a luz como lo hace una mujer. Pero si usted ha presenciado, si usted ha sido parte de su esposa en ese proceso usted se puede identificar muy bien con que significa dar a luz.
Pero, miren esto que interesante: nueve meses de total expectativa pueden ser bien interesantes. Nueve meses de total espera donde uno tiene sus propias expectativas de qué será, como va a ser. Al menos una de las expectativas que nosotros teníamos era ¿como van a ser sus narices cuando nazcan? Ese es mi trademark por así decirlo. La nariz. Mi suegra siempre me relaja porque ella siempre me dice: “Si sale con tu nariz le voy a poner un palillo para que se le perfile la nariz”. Esa nariz, ahí redondita. Y uno siempre está a la expectativa. ¿Cómo serán las cosas? Uno se pone a pensar en el día del alumbramiento y obviamente mi esposa y yo hablábamos y estábamos diciendo ‘¡Guau! Qué sea natural, que yo pueda empujar sin mucho dolor y que salga ahí en cuestión de dos o tres horas y ya para afuera’.
Uno se pone a hacer todas esas expectativas. Un sonograma nos dijo que era un varón pero en varias ocasiones yo soñé que yo me veía cargando una niña y yo me decía ‘Señor, ¿será confusión del sonograma y lo que viene es una nena en vez de un nene?’ Y están todas esas expectativas ahí. Yo comenté eso con una persona y me dice “Eso lo más seguro es la tercera”. Y yo, ‘¡No, no! Déjame con el segundo por ahora. Déjame ver como me va con dos, no me tires a tres todavía. Por favor. ‘El asunto es que en ese proceso hay tantas expectativas que uno tiene. Es como que uno está en un mar de emociones. Hay veces que uno se siente bien contento y otras veces una preocupación que abruma a uno y es como que ‘¿qué será de esto?’
Y entonces cuando uno llega a ese punto que uno está ahí esperando y uno empieza a sentir esos dolores que muchas veces hacen a uno llorar, que desesperan. Son dolores que hasta muchas veces hasta frustran por así decirlo. Como que ¿Cuándo se va a acabar esto ya de una vez y por todas? ¡Sal ya muchacho! Pújalo. Y hay veces que requiere la mano de otras personas para que eso pueda también salir y llevarse a cabo y concretizarse. Y una vez, si ya está afuera y uno lo tiene en las manos es como que ‘¿Y ahora qué?’.
Es como que “reality sets in” y le cae a una así encima ese peso y uno lo tiene en las manos y por un lado es un gozo, un vislumbre que uno pueda ver en una forma tangible lo que ha estado escondido pero que se estaba formando delante de tus propios ojos y ahora lo tienes en tus manos y puedes disfrutarlo, te puedes reír, te pueden bautizar también cuando le estas cambiando y cosas así por el estilo. Pero el asunto es que disfrutas eso en tus manos. Y yo me puse a pensar, mis hermanos, créanme que en estos días pasados yo he estado pensando “Señor ¿cuántas veces Tú no haces eso con cada uno de nosotros?
Qué hay promesas, hay cosas que Tú has sembrado ahí en cada uno de nuestros corazones hay deseos, hay anhelos, hay expectativas que tenemos con nuestra relación con Dios, expectativas que tenemos que tenemos con seres queridos a nuestro alrededor, expectativas que tenemos de otros, expectativas que tenemos de nosotros mismos. Expectativas que podemos tener de una iglesia y como cada una de esas expectativas se llena o no. Cómo cada una de esas expectativas van formando o formulando un vislumbre de lo que será pero que no es todavía y muchas veces los que será que nosotros formamos en nuestro interior cuando lo vemos concretizarse para muchos puede ser como que ‘¡Ah! Eso no es lo que yo esperaba’.
Para muchos puede ser como que un proceso de frustración porque es como que ‘¡Guau! Yo esperaba otra cosa de otro tamaño y con otros olores, más sin embargo recibí esto otro’. Y hay veces que hay personas como que no lo logran asimilar esa transición de las expectativas de lo que uno puede tener aquí dentro versus lo que está real delante de uno. Y muchas veces en esa transición perdemos algo. Más sin embargo si yo reconozco que de lo que yo pude haber formulado aquí y lo que Dios trae y me permite disfrutar en mi mano. Si yo reconozco que eso es algo que proviene de Dios, no importa el color, no importa la forma, no importa los olores que tenga. Si proviene de Dios es algo bello y es algo hermoso.
Y mi responsabilidad entonces es poderme asimilar a lo que Dios quiere con eso que está ahí tangible delante de mi. Con lo que está tangible delante de usted. Estas expectativas, mis hermanos, forman un sentido de esperanza en nosotros. Yo no se usted, pero a mi me gusta vivir con esperanza. Yo tengo esperanza en muchos sentidos. Yo tengo esperanza, usted también tiene esperanza. Hay personas aquí que tienen esperanza que van a ver sus hijos llegar a los pies del Señor y que usted lo dice. Que usted en su vida antes de que usted se muera, usted va a ver a su hijo y a su hija a llegar a conocer al Señor. Hay muchos aquí que tal vez dicen lo mismo con respecto a su cónyuge, a su esposo o a su esposa: que antes de que usted llegue hasta siete pies bajo tierra, usted va a ver a su esposo o a su esposa reconciliado o reconciliada con el Señor.
Hay personas aquí que tienen la esperanza que su estatus migratorio, tarde o temprano, se va a llevar a cabo. Por más impedimentos que puedan salir, usted tiene la esperanza de que algo va a suceder que va a beneficiar a su vida. Hay muchos aquí que tienen la esperanza que tal vez están luchando con un problema de carácter o de actitud que es algo como que sigue ahí revelándose una y otra vez. Y en algún lugar profundo en su corazón usted tiene la esperanza de que ese carácter puede cambiar, puede dar un giro de 180 grados. Y usted tiene esa esperanza. Usted tiene la esperanza de que llegará el día que usted va a salir de todas sus deudas. Usted tienen la esperanza de que tal vez algún día usted va a conocer a su príncipe verde o a su princesa violeta. Digo otro color porque me estoy saliendo como quien dice de lo común y corriente por así decirlo.
Yo no creo que haya tal cosa como príncipe azul o como, ¿cuál es el color de la mujer? ¿Una princesa blanca? Usted tiene la esperanza de que la sanidad que usted está esperando en su cuerpo, usted tiene la esperanza de que la sanidad que usted está esperando por algún ser querido que esa sanidad va a llegar. Y mire, ¿sabe qué? Aún si llegara el punto de la muerte, en el Señor tenemos la esperanza que hay una vida que nos espera más allá todavía. La muerte no termina en las cosas, esa no es la palabra final de la vida. La palabra final la tiene el Señor. Pero esa esperanza está ahí. Y miren como dice la Escritura en Romanos 5:5 “Esa esperanza que nosotros tenemos no avergüenza”.
“Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones sabiendo que la tribulación produce paciencia y la paciencia produce prueba y esta prueba esperanza. Y la esperanza no avergüenza porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado”. Mira eso, mis hermanos, esa esperanza que nosotros tenemos… si yo combino esa esperanza con mis expectativas y me encierro en mis expectativas y mi esperanza se basa en que mis expectativas sean cumplidas puede ser que yo me frustre al final con el resultado.
Ahora, pero si mis expectativas basadas en la esperanza de ese amor que Dios me ha dado a través de su Espíritu Santo se ciñe y se cimenta a lo que Dios pueda hacer en medio de Él en las cosas, en medio de mi vida, aunque no suceda como yo lo esperaba, con todo, yo se que voy a estar bien. Porque es algo que Dios lo permite, es algo que Dios lo hace. Es algo que Dios lo trae a nuestras vidas. Para muchos ¿saben qué? La prueba que produce esa esperanza es bien dura y yo no lo puedo negar. Yo se que para muchos ese proceso de espera y de expectativa para ver lo que Dios hará es un proceso bien duro y bien doloroso.
Que muchas lágrimas se han botado, que muchas lágrimas se están botando y que muchas lágrimas se seguirán botando quien sabe en los días por venir. Pero cuando llegue el tiempo en el que ese período cese y que el Señor diga “Ya hasta aquí llegó. No más”. Llega la recompensa de tu esperanza. Entonces lo que eran lágrimas antes se va a convertir en lágrimas de gozo, en lágrimas de canto, en lágrimas de regocijo. Porque uno puede ver el fruto final de lo que uno esperaba y como Dios lo llevó a su cumplimiento final, a la expectativa de lo que Dios hará.
¿Saben qué? Yo los miro a ustedes y yo miro sus caras y yo los veo mirándome y yo me digo ‘Señor, are they getting it? ¿Lo estamos entendiendo esto?’. Yo me digo a mi mismo, ‘Señor ¿verdaderamente yo entiendo lo que estoy diciendo? ¿Entiendo lo que esto significa?’ Y yo se que mi mente en parte es bien fina: yo logro comprender tan solamente una parte de. Pero cuando tengo eso en mis manos, cuando llega ese nuevo momento, ese nuevo suceso, cuando veo que eso que estaba creciendo iba creciendo y el Señor me iba diciendo ‘¿No lo percibes? ¿No lo conoces? Ves que está ahí. Ya mismo llega, ya mismo llega’.
Como que lo puedes ver, puedes ver a veces los roces cuando se mueve eso ahí adentro. Y cuando llega el momento de que sale y está ahí ese es otro punto en el proceso porque ahí es cuando nos encontramos con lo que decía hace unos minutos: y ahora ¿qué? Cuando tus hijos llegan a conocer al Señor y ¿ahora qué? Cuando tu esposo o tu esposa llega a reconocer al Señor y es restaurado por el Señor y ¿ahora qué? Cuando te dan el aumento de trabajo que tú esperabas y ¿ahora qué? Cuando tú logras ver que en ti hay un cambio en tu conducta, en tu carácter, y ahora ¿qué? ¿Sabes por qué hago esa pregunta de “¿y ahora qué?”? Porque muchas veces nos acostumbramos a vivir con –como puedo decir en una forma respetuosa- hay veces que nos acostumbramos a vivir con nuestros “achaques”.
Nos acostumbramos a vivir con nuestras vainas. Somos bien complacientes. Gracias. O mejor dicho, déjame ponerlo en contexto. Estamos como que viendo hacia lo que Dios va a hacer pero seguimos comportándonos y pensando y viviendo y mirando en una forma que no se asemeja a lo que eso otro trae. So, entonces cuando eso otro llega si en este proceso por el cual yo voy no hay un ajuste de mente, no hay un ajuste de espíritu, no hay un ajuste de las células de mi cuerpo para poder entrar en esto nuevo, pues me voy a quedar en el ahora y aquí y ahí me voy a quedar estancado. Voy a estar viviendo como quien dice a la deriva por el diario vivir y no me hago un plan.
No me tracé un plan para que cuando esto se manifieste pues que yo pueda correr con eso y navegar esas aguas. La gente me dice ‘¿Te estas preparando para no dormir cuando llegue Sebastián?’ y yo ‘Mira, sí, me estoy preparando. Ya estoy preparado’. Pero ¿saben qué? Mi esposa y yo, yo creo, que esto es lo que pasa cuando uno se casa con una mujer que es bien logística. Una mujer que le encantan los números y si los números no suman y restan como ella quiere, no se da, pues hay que ajustarnos así. El asunto es que, y eso es una virtud bella en mi esposa yo lo digo así, cuando vemos que ese hijo va creciendo allí adentro, nosotros empezamos ya a ver que vamos a hacer cuando llegue el tiempo de dormir. Mucha gente nos decía “¡Ah! Duerme con él en la cama para que sienta tu calorcito” o “Cárgalo todo el tiempo para que lo añoñes bien. Los bebes necesitan ser añoñados”.
Mira ¿sabes qué? Yo le doy gracias a Dios por esto. Porque cuando vemos el “¿ahora qué?” que lo tenemos ahí, cuando estábamos en el hospital ella me decía ‘Nos quedamos con él aquí en el cuarto con nosotros para que duerma’ y yo le dije ‘¿Sabes qué? Me encantaría tenerlo aquí pero tú necesitas recuperarte así que vamos a mandarlo al nursery y cuando empiece a llorar que te lo traigan. Pero tú y yo necesitamos descansar porque si no descansamos no vamos a tener energía para poder atender el chico’. Así que miren, desde el momento que eso nuevo se revela uno empieza a hacer ajustes. Desde el momento que eso nuevo llega uno empieza, como quien dice, ese tango: ‘It takes two to tango’.
Se necesitan dos y uno da un paso aquí y otro da un paso allá y uno se va ajustando aquí y se va ajustando allá. Los caracteres se tienen que ir ajustando y pensando como vamos a hacer para que el otro hermano no se sienta celoso y que se pueda sentir atendido también. ¿Cómo vamos a hacer esas cosas y ajustarnos a esa nueva vida juntos? Mis hermanos yo estoy hablándole de ilustraciones que estoy viviendo ahora mismo arriba de mi carne y sangre pero a la misma vez eso se da en las cosas que Dios quiere hacer con nosotros. Eso se da en nuestro diario vivir con el Señor. Cada día que nosotros podemos abrir nuestros ojos es un día que hizo el Señor y con cada día que tiene el Señor, Dios tiene algo nuevo que puede aparecer ahí.
Pero nosotros tenemos que estar pendientes y ver esas cosas cuando salen a la luz. Cosa que cuando Dios lo hace que yo pueda responder. ‘¡Ah! Sucedió esto. ¿Cómo me puedo mover por aquí entonces?’. ‘¡Ah! ¿Sucedió algo pequeño que me acerca un poquito más a lo que yo esperaba?’ Mira ahí está la recompensa a mi esperanza porque poco a poco voy viendo vislumbres aquí y allá que me van acercando cada vez más y más. Y cuando yo veo eso si yo los resiento no estoy asimilándome a esas cosas nuevas que yo deseo ver en mi vida. Y entonces de nada vale que yo este orando por eso nuevo si desde aquí yo no estoy haciendo ajustes para eso.
Por lo tanto, mis hermanos, esas expectativas que nosotros tenemos –voy a cerrar aquí- miren mis hermanos, nuestras expectativas en vez de nosotros ajustar las expectativas de Dios a las nuestras, ajustemos nuestras expectativas a las expectativas de Dios. Yo se que es un proceso duro, es un proceso difícil porque eso requiere, como quien dice, el uno bajarse uno mismo pero eso es lo que Dios quiere. Cuando yo leo la Escritura “deléitate a ti mismo en Jehová y Él concederá las peticiones de tu corazón”, ese deleite significa eso: Señor mi deleite está en ti, mi deleite no está en yo tener lo que yo quiero. Mi deleite está en Ti y cuando yo me deleito en Ti entonces Tú concedes las peticiones de mi corazón que van en línea con las cosas que Tú quieres para mi.
Así que hermanos me voy a callar. Tengo mucho más que decir, pero me voy a callar porque mi voz no me deja. Así que vamos a orar, vamos a orar con esto en mente. ¿Saben qué? Yo puedo imaginarme cuales son algunas de sus expectativas porque tal vez son expectativas que compartimos en alguna forma u otra. En esencia las compartimos pero también yo se que Dios tiene expectativas con cada uno de ustedes. Así como usted desea ver algo nuevo de Dios, así también el Señor desea ver algo nuevo de usted. Así como yo deseo que Dios se comporte y proceda con mi vida en una forma u otra, Dios también anhela y desea ver algo en mi vida que se mueva en dirección a Él.
Así que todos estamos a la expectativa de lo que Dios va a hacer. Todos estamos a esa expectativa. Que esa expectativa no muera. Escuche bien: que esa expectativa no muera, que esa esperanza no muera, que esa esperanza no se ahogue por las circunstancias de la vida sino que esa esperanza pueda permanecer porque esa esperanza, ¿sabe qué? No te va a dejar caer en vergüenza. Otros querrán que tú caigas en vergüenza pero si tú esperanza está basada en lo que Dios quiere para ti, tú no vas a caer en vergüenza jamás. Ni tú ni los tuyos caerán en vergüenza y cuando tú veas la revelación, la manifestación de eso que tú estabas esperando que tú puedas entonces fluir en esa nueva corriente que Dios tiene para ti. Que no te quedes como que en el “y ¿ahora qué?” sino que puedas fluir de lleno.
Vamos a orar. Gracias Jesús. Gracias Señor. Padre yo te doy las gracias por tu pueblo que está aquí hoy. Gracias por cada uno de tus hijos e hijas, gracias por las expectativas que Tú tienes concernientes a nosotros porque eso nos da esperanza, Señor, de que Tú tienes interés en medio de nuestras vidas. Por cada uno de nosotros Tú te interesas y nos amas. Así que Señor, yo te ruego que cada uno de mis hermanos y hermanas que están aquí, ellos también tienen expectativas. Nosotros tenemos expectativas concernientes a Ti Yo te pido que nos enseñes a vivir de una forma, Señor, en la cual nosotros podamos alinearnos a las tuyas porque Tú eres mayor que nosotros, Tú eres más grande que nosotros, Tú eres más fiel que nosotros.
Tú tienes más de lo que nosotros podemos ofrecer. Así que te pido que Tú nos ayudes a alinearnos a ti Jesús. Y Padre en la misma forma que por el amor que Tú tienes hacia nuestras vidas nosotros podamos ver cumplidas las expectativas y esperanzas que nosotros tenemos también en esta vida que tenemos hoy día. En cualquier forma que eso se pueda manifestar. Sea a nivel de familia, sea a nivel de trabajo, sea a nivel personal, sea a nivel de finanzas, sea a nivel de provisión material, sea a nivel de paz interior, sea lo que sea Señor. Sea a nivel de salud física, emocional, espiritual. Señor yo te pido que Tú desde lo más profundo de Tu corazón Tú traigas en nosotros esta convicción de que Tú quieres llenar nuestras expectativas.
Y que a la misma vez deseas que nos ajustemos a las tuyas para que una vez y estas se manifiesten sepamos como vivir con esos cambios, Señor. Sepamos como vivir con esos nuevos ajustes. Enséñanos mi Dios, enséñanos el camino que debemos andar. Tu Palabra es lámpara para nuestros pies, lumbrera a nuestro camino, Señor. Permite que Tu palabra siga alumbrando cada paso de nuestras vidas para que cuando llegue la manifestación de esas cosas que Tú tienes guardadas, Señor, que podamos disfrutarlo, que podamos gozarnos y que sepamos como vivir segundo a segundo, minuto a minuto, hora tras hora, día tras día Señor.
A la luz de lo que Tú tienes para cada una de nuestras vidas. Te bendecimos Señor. Gracias te damos Padre por las bendiciones que Tú nos das, que nos has dado y nos seguirás dando, Señor. Bendice a cada uno de mis hermanos y hermanas en esta noche, llévalos con bien hasta sus hogares y que Tú les concedas a cada uno Tu Paz. Gracias en el nombre de Jesús. Amén.
La mano que mece la cuna es la mano que gobierna el mundo
3 de mayo del 2010 - Por Meche López-Miranda
En 1865 el poeta norteamericano William Ross Wallace publicó un poema titulado Lo que gobierna el mundo. Este poema elogia la labor insustituible de la mujer como madre. La frase “la mano que mece la cuna es la mano que gobierna el mundo” se repite al final de cada una de las tres estrofas. Evidentemente, esta frase ha hecho eco en la mentalidad colectiva ya que por muchos años se ha mantenido como un dicho popular.
Por diseño del Creador las madres están posicionadas estratégicamente desde la concepción para nutrir al hijo. En la tierra no hay otra relación tan cercana y tan incondicional como la que existe entre una madre y su hijo.
El éxito de la maternidad se fundamenta en gran medida en las actitudes que reinan en nuestro corazón con respecto a ella. ¿Has tomado tiempo para pensar en cuáles son las actitudes que guían tu estilo maternal, las actitudes que determinan cómo “tu mano mece la cuna”? Podemos tener actitudes, aún escondidas, que pueden impactar negativamente a nuestros hijos. Una actitud peligrosa que permea la sociedad moderna feminista, y que frecuentemente pasa desapercibida, es el menosprecio sutil, y a veces no tan sutil, de la vocación de madre. Muchas mujeres hemos colocado el rol de madre como una actividad más en la que invertimos nuestro tiempo. Muchas hemos caído en la tentación de permitir que muchas ocupaciones le roben consistentemente tiempo y calidad a esta gran empresa.
Permíteme ilustrar esto con una experiencia de mi propia vida. Un día sábado de hace muchos años cuando era una joven mamá de dos preciosas niñas de siete y dos años Dios me habló unas palabras, a la vez dulces y categóricamente firmes. Mientras transfería la ropa de la lavadora a la secadora le hacía comentarios de queja y reclamo a El. Me quejaba de lo rutinario de la vida, del mucho trabajo que era atender a todas las cosas relacionadas con ser mamá. Además le expresaba mi frustración de no poder dedicarle al ministerio más tiempo como yo estaba segura que El quería.
En el momento en que cesé mi monólogo quejumbroso mi Padre me dijo: Meche, ahora tu misión más importante es tu hogar y las hijas que te he dado. Eso fue todo. Comenzaron a brotar las lágrimas y el arrepentimiento del corazón de una madre. Esa lección de vida se impregnó en mi alma para siempre. Mentiría si te dijera que de ahí en adelante fui una madre casi perfecta. Continué necesitando sus correcciones y ajustes pero nunca más subestimé el valor de la maternidad.
Ser una mamá “en equilibrio” en esta época es verdaderamente una hazaña. Es una aventura cuesta arriba que vale la pena emprender para el beneficio de tus hijos. Manténte vigilante en cuanto a las actitudes de tu corazón. Después de todo, tu tarea de mecer la cuna es de importancia trascendental, y el tiempo para impactar la formación de tus hijos es muy corto. Dios se agrada de que cumplas tus responsabilidades como mamá. Pero se agrada aún más cuando lo haces con deleite y paciencia creciendo en el proceso. ¡Qué hermoso es oír a una mujer gozarse en ser madre!
Oración
Padre, que tus hijas siempre veamos la maternidad como Tú la ves. Que nunca subestimemos el valor de los que has puesto en nuestras manos.
Un tesoro en vasos de barro
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Acompáñenmen en oración, mis hermanos. Señor, declaramos como acaba de declarar Jesus Nevitas que eres tres veces Santo. Es un privilegio estar en tus atrios, es un privilegio oír tu voz, es un privilegio estar donde tú nos puedes tocar, a donde tu gracia puede alcanzar neustras vidas. Espíritu de Dios, donde puedes identificar nuestra necesidad y ahí pueda fluir tu virtud. Es un privilegio estar en un lugar donde podemos recibir y experimentar milagros, verdaderamente vivir una vida sobrenatural. Maestro, eso es mi deseo, que tu espíritu vivifique esta palabra y que tu nos llenes esta tarde, y que todos, Señor Dios, hagamos aquí, experimentando, una vida y una eternidad sobrenatural. Te lo pedimos en el nombre de Jesús.
Mis hermanos, les dirijo a Segunda de Corintios, capítulo 4, comenzando con el versículo 5. Hermanos, ¿cuántos estuvieron aquí para el servicio de las doce la semana pasada? Amen. El servicio de las doce. Si usted estuvo para el servicio de las doce, la semana pasada, usted se acuerda que era del privilegio de recibir la palabra y la ministración del profeta, y son muy pocos hermanos, hermanas, que verdaderamente, yo diría, que tienen un oficio así, que se les puede llamar Profetas del Señor a tiempo completo. Pero este es el ministerio del hermano, el profeta, el Pastor Emile Samule, que tuvimos con nosotros la semana pasada.
Y si ustedes se acuerdan, y si usted estuvo aquí, vimos lo que puede parecer una contradicción, a la vez vemos un hombre – como cualquiera – un hombre usado, yo diría, incontrovertiblemente como un canal del Espíritu de Dios. Nosotros que llegamos a oír la palabra a través de él y quedamos para ver una parte de la ministración pudimos ver, que Gloria a Dios, el oficio del profeta está en videncia y que lo llegamos a ver. Me encantó ver que este hermano que no conoce esta gente, no conoce esta congregación, llamando a personas a – desde atrás, cerca de las ventanas, en las partes más extremas del Santuario, llamándolos, indicándolos individualmente. Personas francamente, que prácticamente, ni siquiera nosotros los Pastores los conocemos muy bien. Que los pasamos por alto, pero Dios no los pasa por alto.
Amén.
Y Dios ve sus vidas y el Señor le dio palabra a este hombre extranjero, no es que este hombre no esta iglesia, no es de este país o de esta cultura y que le comparta una palabra. Vi evidencia aún en los hermanos que sí tengo el privilegio de conocer. Que por lo general, el Señor les habló, y les habló con una claridad asombrosa.
Pues, vimos esto – esta demostración de la gloria de Dios y a la vez llegamos a ver la escena de un hombre, ya llegando a anciano, afligido por diabetes y otros achaques, tan dolorido que se le hacía difícil aún caminar. Temiendo que por su condición de diabetes, tomara algún sostén en medio de su ministración. Su cafecito y su alimentito, para poder él terminar su tiempo de ministración
Yo diría, ¿qué contradicción no? El poder de Dios fluyendo de una forma tan clara – tan indebatible a través de esta vida, y a la vez un hombre lleno de achaques. Y yo diría el Señor tiene un buen sentido de humor. Hace una semana que el Señor me puso esta palabra en mi corazón, y aquí estoy hablando un poquito como Hermit the Frog, uno de los héroes de sus hijos y tomándome un tecito para también poder pasar la jornada de esta tarde. Y aún así estoy dispuesto a declarar, como declaré ahorita. Jesús es un Dios sanador.
Amén.
Jesús es un Dios que liberta y lo digo con toda sinceridad y lo digo con todo mi corazón. Jesús es un sanador. Es mi sanador. Que contradicción, ¿no? Es más, mis hermanos, no lo es. Todo lo contrario. En lugar de ser inconsistente, esto es precisamente la manera en que la vida sobrenatural opera. Sépalo.
Hermanos, la vida sobrenatural no significa, que por lo menos aquí en la Tierra, dejamos de ser humanos. La vida sobrenatural no significa que dejamos de ser frágiles, mortales y abiertos a equivocarnos. Todo lo contrario. La vida sobrenatural significa que un Dios poderoso se glorifica a través de nosotros, a pesar de nuestra fragilidad y nuestra humanidad. Un Dios extraordinario, haciendo milagros a través de gente ordinaria. Esa es la esencia de la vida sobrenatural.
O como declara esta palabra que vamos a compartir hoy. Es la gloria de Dios – es la gloria de Jehová en vasos de barro. Es esta iglesia. Es más, esa es la iglesia de Jesucristo, es más esa es la iglesia de Jesucristo desde el día de Pentecostés. La esencia de la vida sobrenatural es la gloria de Jehová morando y transmitido a través de vasos de barro que declara la palabra del Señor.
Segunda de Corintios, capítulo 4, versículo 3. “Porque no nos predicamos a nosotros mismos sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor a Jesús. que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros.”
La gloria de Dios en vasos de barro. ¿Qué quiere decir esto?
Primeramente mis hermanos, qué quiere decir esto porque lo dije ya y lo repito. Mis hermanos, para mí explorando la vida sobrenatural, es una verdad esencial. Tal vez la verdad esencial. Qué es la vida sobrenatural? Es una manifestación desde Génesis hasta el día que los Santos son recogidos en el Apocalipsis – una manifestación de la gloria de Jehová en vasos de barro.
Yo diría, mis hermanos, que este es el tema que sostiene toda la sinfonía de la vida de Dios. Este es el balance, el poema de nuestras vidas, el contraste, la inconsistencia y aún la raíz del poder y el resultado de la gloria del Señor. Y es que, sin excepción, somos vaos de barro usados como vasijas para la gloria de Jehová.
Ahora, ¿qué quiere decir eso? Sencillamente quiere decir esto. Como declara – es más, el versículo 6, hace esta declaración: “Porque Dios –,” y yo añadiría con temor, pero yo creo que con certeza, esto es lo que quiere decir el apóstol. Porque el mismo Dios, usted podría decir, el mismo Dios que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz – el mismo Dios que separó la luz de las tinieblas, el mismo Espíritu Santo que caminó sobre las aguas.
El mismo Dios – la palabra es muy clara aquí, que no estamos hablando de un sustituto a Dios, no estamos hablando de una sombra a Dios, no estamos hablando de una manifestación secundaria de Dios. Vea, Primera de Corintios, capítulo 12 – estamos hablando del uno y el mismo Espíritu de Dios. Romanos, capítulo 8, “Si el mismo espíritu que levantó a Jesucristo de los muertos, está en vosotros.” Estamos hablando de Dios.
De ese Espíritu de Dios, infalible, eterno, incomparablemente bello, todopoderoso, supremamente amable, bondadoso y temible. Ese Dios – estamos hablando de la voz de muchas aguas, estamos hablando de las rosas, estamos hablando del lirio de los valles, estamos hablando de la mano que puso las estrellas en su lugar. Ese Dios habitamos – habitándonos.
Escribe el apóstol Pablo en esta misma carta, en el capítulo 6, “que vosotros sois el templo del Dios viviente.” Imagínese, ese Dios habitándonos, viviendo dentro de nuestros cuerpos mortales, junto con nuestras flaquezas. Eso sí – eso no cambia. Junto con nuestras flaquezas, nuestra vulnerabilidad, nuestra mortalidad y yo diría, aún más importante, compartiendo nuestra conexión con la raza humana. Porque somos seres sociales.
Hermanos, su vida está pegada a otra vida y eso lo sabe Dios. Es más, el Señor te envió, te puso – declaró a Pablo en Hechos, capítulo 17, el Señor declaró en los tiempos y la hora para su existencia. Y como una bombilla en un pasillo oscuro, el Señor te puso en un lugar preciso y estratégico, contectado a una red familiar y una red social, y el Señor sabe lo que eso implica. Nuestros líos, los pecados de esa red – sus complejidades, sus complejos, sus quebrantos. El Señor sabe que estamos conectados a otras vidas, y ¿sabes qué? Ese es el punto.
Este es el plan divino, es de esta manera, mis hermanos. Es precisamente a través de esto, que la gloria de Dios se esparce para conquistar la humanidad a través de un vaso de barro a otro. De una vida a otra. Y, mis hermanos, tenemos las primicias de esta gran aventura. Lo tenemos en nada menos que Jesucristo.
El Señor declara – la palabra declara, que Jesús es la primicia para aquellos que creen. Jesucristo en su encarnación representa esto mismo, cien por ciento hombre, cien por ciento Dios. Sujeto, declara la palabra, a las mismas tentaciones, a las mismas limitaciones a la cual somos nosotros sujetos, pero sin pecar. Y lleno del Espíritu de Dios. Y el Señor insistió a sus discípulos – no se atrevan, comenzad sus ministerios. No se atrevan dar un paso sin primero que ustedes como vasos de barros sean llenos del Espíritu Santo.
Y en ese día, en el aposento alto – en el capítulo 2 de Hechos – no fue el comienzo de una religión, fue el comienzo de todo otro género de raza humana. Toda otra especie de humanidad. Jesús, dando el primero paso y nosotros siguiéndolo como él – siguiendo este patrón bello de humanos, cien por ciento humanos, lleno de algo que es cien por ciento divino, cien por ciento poderoso, cien por ciento Dios.
Esa palabra, esa palabra, cristiano, es mucho más – representa mucho más que meramente la expresión de su religión. Hace mucho más que distinguir que usted es cristiano porque no eres budista o musulmán. Cuando ese nombre, cristiano, fue aplicado a la iglesia, por gente que nos observaron.
Los griegos llamaron a los primeros discípulos – los primeros seguidores de Cristo – cristianos, indicando que esta gente eran para ellos pequeños Cristos. Pequeño Cristo – usted, cristiano, eso es lo que usted es. Usted, cristiano, eso es lo que usted representa. Usted es un reflejo, una reflexión – usted es parte de esta raza divina que el Señor está creando, llamado cristiano. Pequeño Cristo.
Que ahora, también, como Él tenemos el privilegio de sí, vivir en este cuarto pero servir como la habitación para un Dios vivo a través del Espíritu Santo. Ahora, ¿qué implica eso? Primeramente, la gloria de Dios en vasos de barro, ¿qué implica? Implica primeramente que nuestra declaración debería ser este, mis hermanos. “Yo soy barro, Señor, pero tú eres Dios.”
Hermanos, si usted quiere crecer – lo poderoso de conocer estas verdades, es que las podemos usar, utilizar, para avanzar en el crecimiento del poder de Dios en nuestras vidas. Si sabemos manejar las verdades del Señor, y lo primero que el Señor requiere de nosotros es un nivel de humildad, y eso no es difícil mis hermanos. Hermanos, es importante que nosotros conozcamos la patita sobre la cual cojeamos, perdonen. Es importante y todos lo tenemos – todos lo tenemos.
Y yo hice algo, ¿verdad? Un modelo Pentecostal – okay, perdón. Un gesto – is it working, are you hearing me? Good. Amén.
Hermanos, deberemos – sepa esto, mis hermanos, sin la obra del Espíritu Santo dentro de nosotros, somos incapaces, somos incompetentes para lograr la obra divina que el Señor nos ha delegado. Y a cada uno de nosotros el Señor le ha delegado parte de la obra divina. Pero para poder cumplir con la obra que el Señor tiene en usted necesitamos el poder del espíritu de Dios.
Sabe, el pastor compartía la semana pasada que el Señor le ha puesto a cantar a media noche. Imagínese nuestro pastor a las dos, tres de la mañana. Ofreciéndole al Señor este cántico. Y, ¿sabes qué? Se pega. Porque yo también he estado morando en ese cántico. Yo quiero menguar, yo quiero menguar para que crezcas tú.
Mis hermanos, eso no es meramente un gesto lindo. Nuestro pastor está deseando ser usado más por el poder de Dios y hay una ruta para eso. Hay una condición – una pre-condición para eso, hay un paso, un requisito para eso para que podamos nosotros crecer en el Señor, es necesario que mengüemos. Es necesario que mengüemos.
Hermanos, una y otra vez. Trece veces – en el libro de los Hechos aparece esta frase, lleno del espíritu. Y donde primero aparece es en el aposento alto. En el capítulo dos. Que estuvieron ellos unánimes, orando, pidiendo que esta promesa del Espíritu Santo les llegara y de momento, dice la palabra, dice que ellos fueron “llenos del espíritu”, una y otra vez, esta frase aparece.
El apóstol Pedro se levanta y la palabra declara, que él habló con autoridad, lleno del espíritu. Declara que los diáconos que fueron escogidos en Hechos, capítulo 7, que los – que esos siete hombres, todos fueron llenos del espíritu. También declara que Esteban, cuando estuvo delante de, tenía el rostro de un ángel, y que este hombre era en ese momento, lleno del espíritu. Declara en Hechos, capítulo 10, cuando Pedro va y está compartiendo con Elio, que este hombre, un gentil, un romano, un centurión, comenzó a creer en Jesucristo y de momento se derramó el bautismo del Espíritu Santo en ese hogar y que con Elio y todo su hogar, fueron llenos del Espíritu.
¿Qué querrá decir? Esa frase implica dos cosas. Para que algo sea lleno del espíritu, o lleno de cualquier cosa, implica un envase, ¿no? Algo – el espíritu tiene que llenar algo, no puede llenar un vacío, ¿verdad? Algo lo tiene que contener – eso es lógica. Esto es mera física. Y aquí el envase que el Señor escoge para llenar con el espíritu, son estos vasos de barro. Estos cuerpos mortales, pero más que eso, su vida, sus experiencias, sus flaquezas, su trasfondo, de dónde viene, a dónde vas – eso es lo que el Señor pretende hacer lleno con el Espíritu.
También implica esto. Primeramente, la llenura del espíritu implica un envase. En este caso son los vasos de barro que el Señor llena de su gloria. ¿Entendemos? Segundo, implica esa frase, lleno – llenar, implica en sí, niveles de llenura, ¿no? Porque si algo es lleno del espíritu, implica en contraste, que otra cosa puede ser menos de lleno. Puede ser que algo contenga, que tenga evidencia del espíritu, que el espíritu more en un envase. Pero que ese envase no esté lleno del espíritu, ¿también entienden?
Llenura, implica niveles de llenura. ¿Cómo es que se gradúa, que se mide? ¿Cuál es la llave que se abre para que seamos llenos del espíritu? Primeramente tenemos que vaciar esos vasos, vaciar esas vasijas para hacer lugar, para que podamos contener más del espíritu. O sea, vaciarnos más de nosotros. Menguar para que crezcas tú. Implica niveles.
Y por más que nosotros crecemos en el Señor – los cristianos más maduros que yo conozco, son los cristianos que son más concientes de sus flaquezas, y el área al cual el Señor los arroja. Y eso, irónicamente, da lugar para más gloria, y para más unción. Y eso nos lleva a la segunda implicación, y es esta, mis hermanos, sólo estamos rodeados, en el mejor de los casos – en el mejor de los casos – sólo estamos rodeados por vasos de barro.
Sólo estamos rodeados por vasos de barro. Estoy mirando los rostros de una congregación, muchos de nosotros – algunos aquí tal vez nos conocemos por más de diez años, algunos nos conocemos por más de veinte años. Hay otros que acaban de llegar. Tenemos distintos trasfondos, hemos vivido – hemos experimentado distintas aventuras. Hemos llegado de distintos lugares y a la vez están en camino a otros lugares, en camino a una aventura, en camino a un lugar que el Señor les tiene, pero siempre, por lo menos en esta tierra, todo lo que somos es vasos de barro – eso y nada más.
Somos vasos de barro. Y, ¿qué implica eso, mis hermanos? No juzguemos por las apariencias. Amén.
Yo creo que uno de los sub-temas que se está oyendo aquí – que se ha predicado de distintas maneras es que el Señor al oír nuestras oraciones, y al traer el avivamiento, traerá de todo tipo de personas aquí. Todo tipo de barro, pero todos somos vasos que el Señor ha moldeado por su mano y sobre el cual él ha soplado con su hálito. Algunos estudiados y otros no, algunos con dinero y con una casa y una hipoteca y un carrito – y otros sin un chele. Algunos que huelen bien y algunos que no huelen tan bien. Todo tipo de vaso.
Y el Señor nos sigue diciendo como le dijo a Samuel, por poco pasan por alto a David – por poco lo pasan por alto, a David. Y el Señor le dice, muchacho míralo de nuevo, yo no juzgo por las apariencias, yo miro el corazón. Amén.
Y, ¿sabes qué? Tal vez la persona que está sentada – ¡usted no tiene idea! Hermanos, usted no tiene idea del tesoro que está encerrado dentro de usted o dentro del hermano que está sentado a tu lado. You have no clue. No tienes idea qué es lo que ve Dios ahí.
¿De dónde sale esta frase, vasos de barro? En el mundo antiguo, los tesoros más preciosos – en el mundo judío del primero siglo, se guardaban literalmente en envases – en vasijas hechas de barro, altas – muchas veces más altas que este púlpito. Y no parecían gran cosa pero allí escondían tesoros.
En el año 1942, unos arqueólogos investigando unas cuevas en Qumrán, cerca de – en Israel, encontraron cientos de rollos bíblicos que ningún ojo había visto por casi dos mil años, el Libro de Isaías, el Libro de Daniel – casi el Antiguo Testamento completo y otras escrituras. Encerrados allí por casi dos mil años. ¿Por qué nadie lo había descubierto antes? Porque nadie – a nadie se le había ocurrido investigar en una cueva. Y tal vez si miraron en esa cueva, vieron un muro de vasos de barro - ¿para qué sirven?
Hasta que alguien miró adentro de esos vasos y ver el tesoro que había – que estaba encerrado allí, la revelación que estaba encerrada allí. Hermanos, así nos ve Dios, hay tesoros en esta congregación. Muchos de ustedes tienen que pedirle al Señor, tal vez piensen “yo no valgo nada, yo no tengo un don, no me imagino qué puedo añadir al reino de Dios.” Hermano, yo te garantizo, el Señor ha encerrado un tesoro dentro de ti.
En el momento que el Espíritu Santo llega a ti, mora en ti, te invade, ya allí hay propósito eterno. No subestimemos y tampoco, mis hermanos, subestimemos el proceso por el cual estos vasos de barro se están madurando para que el Señor los pueda usar y la palabra que debe operar en esta comunidad de vasos de barro, esta pequeña ciudad, comenzando con los pastores, porque somos vasos de barro – Gracias a Dios. Cada vida aquí, hermanos – la palabra que debe operar es esta: Gracia. Grace. Grace.
Ahora, la gracia no significa que pasemos por alto el pecado, porque eso sería menospreciar el mismo tesoro de Dios que está en nosotros. Eso no es lo que quiere decir la gracia. La gracia no quiere decir que hábitos pecaminosos, una vida pecaminosa no debe ser identificada y repudiada y rechazada por el mismo hecho que disminuye lo que eres, el tesoro que eres. Pero a la vez, el Señor pide que nosotros tengamos gracia los unos a los otros, porque usted no ve lo que ve Dios.
Usted no tiene idea de lo que ve Dios. Usted no ve el valor que ve Dios. You don’t know. No eye has seen, no ear has heard – ni ojo ha visto, ni oído ha oído, ni corazón ha comenzado a sentir lo que Dios ha preparado para aquellos que lo aman. You don’t know. Y también implica esto, tenga usted un poco de gracia con usted mismo ¿oyó?
Sepa que usted es un vaso de barro, sepa que Dios – que tú estás en la escuela. Estamos siendo entrenados, cada uno de nosotros. Cada uno de nosotros estamos siendo moldeados, estamos siendo preparados para un propósito bello y eterno. El apóstol Pablo, también en esta carta, en el capítulo 12, en un punto muy famoso – una crisis en su ministerio, él lo admite. Le dice, Señor, quítame esta cosa, tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí, y me ha dicho, “bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad.” Se perfecciona en la debilidad. Por tanto, escribe Pablo, de buena gana me gloriaré más en mis debilidades para que repose sobre mí el poder de Cristo.
Otra manera de decir yo quiero menguar para que crezcas tú, pero nos trae a la tercera implicación: debilidades. Mis hermanos, la tercera implicación del hecho de que somos vasos de barro es que no somos exentos de quebrantos o luchas en este mundo. No somos exentos. Es más, es parte del drama. Es más, acostumbrémonos porque ésta es precisamente la vida sobrenatural.
Allí describe en el versículo 7, del capítulo 4, “pero tenemos este tesoro en vasos de barro para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados.” El hecho, hermanos, de que usted es un vaso de barro, permite que usted sea atribulado – van a llegar momentos de atribulación, van a llegar noticias que les va a chocar, van a llegar retos en sus vidas. Pero no angustiados, la angustia es una condición de mente y de corazón. Es una condición – es una reacción a ser atribulados.
Podemos decir, escogemos reaccionar a la tribulación con angustia. Angustia es decir esta cosa va a acabar conmigo y tomarnos auto-lástima, auto-pena. Y abrazar como un estilo de vida la depresión, abrazar como un estilo de vida la mortandad, eso no es lo que quiere Dios para un hijo de Dios, como vasos de barro seremos expuestos a tribulaciones, pero como vasijas de la gloria de Dios, no seremos angustiados.
También declara, “desesperados pero no desesperados.” Bienvenido apóstol a donde no se puede beber el agua hoy. Vi los hermanos del Distrito Federal, “Ah, qué bueno que le pase.” La venganza de Moctezuma llega aquí a Boston. Good for us. ¿Cuántos ayer se vieron en Stop-and-Shop comprando dos o tres galones de agua? Eso está bien, también me encontraron a mí – estábamos en apuros, teníamos que buscar agua fresca. Me dijo Marina, es como si estuviéramos en la República Dominicana. Welcome home – comprando agua.
Eso está bien, hermanos, fue mayordomía, pero desesperación es otra cosa. Y yo le comenté esto a Marina, no viste, tal vez, alguien llenando pero el carro de cuanta agua había, con los ojos – la luna llena, y eso era, olvídate. Esto era el Apocalipsis lo que venía. Nos vamos a envenenar, corre a los montes, ya! Will Smith. Y ese pánico – la palabra es pánico.
El Señor – mira, nosotros como vasos de barro seremos expuestos a apuros, pero como vasijas de la gloria de Dios nunca deberíamos experimentar desesperación o pánico. Hermanos, sigue: “perseguidos, más no desamparados.” Y sí, eso incluye los Estados Unidos. Los hermanos que me escuchan en países donde tienen que esconder sus Biblia, o en donde es un crimen que se llame cristiano, conocen bien lo que es ser perseguido.
Pero yo les puedo garantizar esto, si usted toma ese nombre en serio, si usted toma ese nombre en serio, cristiano, en Boston en el año 2010, si usted toma ese nombre en serio, tarde o temprano en su caminar, estudiante universitario, en una clase donde Jesús es una metáfora y la cristiandad es una superstición. Varón en su trabajo, donde está rodeado de hombre que te persiguen porque crees que es un honor para un hombre ser fiel a su esposa y es honor para un hombre no tomar más de lo que su patrón le paga. O el hermano que está rodeado de familiares, y has sido el único en toda su familia que representa lo que es ser un cristiano.
Hermanos, tarde o temprano seremos perseguidos por ese nombre pero nunca, nunca, nunca desamparados. ¿Cómo te va a desamparar? Él vive dentro de ti, Él mora dentro de ti. Él no te va a desamparar. “Derribados, pero no destruidos.”
Vendrá el momento, dice el libro de Proverbios, que el justo caerá siete veces. Cada vez se levanta. “Derribados, pero no destruidos.” Aquí estoy, aquí estoy de nuevo. Hermanos, precisamente es a través de la vida sobrenatural, es viviendo como un vaso de barro que el Señor demostrará su gloria a través de ti. Este es el forro que permite que el Espíritu de Dios fluya a través de ti.
Eso es precisamente la oportunidad que tiene Dios, no solamente para mostrarte que su palabra es verdad. Hermanos, no deje – Gloria a Dios, una frase que dijo el Dr. Elden Villafania que se me pegó una vez. Una cosa es estudiar la Biblia, otra cosas es que la Biblia te estudie a ti.
Y es en estos momentos de angustia, es en estos momentos de apuros – es en estos momentos de persecución, son en estos momentos como vasos de barro, que el Señor nos estudia. Y que tenemos la oportunidad de crecer en el Señor, y no solamente eso, su gloria y su faz y su poder fluye a través de las reglas a nuestro alrededor y somos testigos de la gloria de Dios.
Es precisamente a través de nuestras aflicciones y retos que la gloria sobrenatural de Dios se manifiesta. Y esto nos trae a la última implicación, vaso de barro, sepa esto, estamos siendo transformados. Estamos siendo transformados día en día. De una forma que usted tal vez ni idea, ni esté conciente, pero el Señor tiene una agenda contigo. Tiene una agenda contigo.
Declara la palabra en el versículo 18, de este capítulo, “no mirando nosotros las cosas que se ven sino las que no se ven.” Hermanos, es muy fácil mirar lo que se ve, es muy fácil mirar estos cuerpos que se desgastan. Es muy fácil mirar la cuenta de banco, que la cuenta de ahorros que están sujetos a la economía. Es muy fácil ver las circunstancias y no ver el propósito eterno y lo que Dios está haciendo dentro de ti a través de estas circunstancias porque, hermanos, cristiano que me oye, su meta debe ser mucho más que meramente sobrellevar la vida. Su meta debe ser mucho más que vivir día en día.
El Señor te ha hecho para algo superior a esto. El propósito de Dios contigo es superior a eso. Usted tiene una meta. Su meta debe ser una meta eterna, ¿sabe? No es meramente, me levanto en este día, vamos a ver cómo me va en el trabajo, vamos a ver cómo me va en esta experiencia… Eso no es suficiente. Pido que el Señor despierte en usted una revelación eterna y sepa qué es lo que el Señor está haciendo a través de ti. Sólo así su vida y su experiencia como un vaso de barro, tiene sentido. Sólo así somos protegidos de sufrir por sufrir. Ningún cristiano vive así, Dios tiene algo.
Hermanos, llegará un día en que todo esto y lo que ahora no se ve, se verá y el resultado de la obra de Dios en ti, cuando se desgasten estos envases – cuando los echemos a un lado. Cuando guardemos los vasos de barro y delante del trono de Dios es derramado el tesoro que él dé, en ese día, hermano, usted sabrá en un instante que todo valió la pena y para qué fue eso. En ese día usted se dará cuenta que todo fue orquestado de una forma poética y perfecta y divina y deliberada – intencional, por un Dios eterno morando dentro de ti, cumpliendo un propósito eterno a través de ti. It will all make sense in that day, in the name of Jesus! It will all make sense.
Declara la palabra en el versículo 16, “por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. Porque esta leve tribulación,” y comparado a la gloria que nos espera, todas las tribulaciones son leves. “Esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria.”
Hermanos, aún en la ley de la física, cualquier cosa que llene un vaso, tiene su peso. Y por más que tu tengas, que esta cosa sea lo que sea, dentro de un envase. Por más que usted añade a este vaso, de tal sustancia, más pesa ese vaso. Y el Señor te está diciendo que con cada experiencia, que usted tiene como vaso de barro, con cada batalla ganada, con cada decisión de creer al Señor, y obedecerlo – con cada tribulación sobrellevada, con cada alabanza elevada en medio de su angustia, el Señor añade peso de gloria a su vaso.
Con cada circunstancia que usted sobrevive y usted en lo natural tal vez no ve el peso de la gloria, pero sí hay evidencia, sí se manifiesta porque esta tribulación usted no la trata como la última. Ahora usted está entrenado, ahora sus oraciones son más directas, son más efectivas. Ahora su unción es más profunda – yo he visto esto ya. El Dios que me rescató de lo último, también me ha rescatado de otro. El Dios que me sanó de esto, también me sanará de eso.
El Dios que me escuchó la última vez también me escuchará ahora. Y eso hace mucho más que meramente ayudarte a sobrellevar esta carga. Eso añade peso a su vaso de barro. Peso de gloria. No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven. Pues las cosas que se ven son temporales. Pero las que no se ven son eternas.
Pongámonos de pie, mis hermanos. Hermanos, habrá un día en que estaremos delante del trono de Dios. Habrá una asamblea así, pero exageradamente más grande. En ese día los vasos de barro los vamos a guardar. Dice la palabra que lo conoceremos como Él nos conoció. También nos conoceremos como Él nos conoció. Nos vamos a conocer aún con estos envases porque dijo el Señor, que sabrán que son mis discípulos porque se aman.
Este amor que nos une. Eso es lo que hará que yo te voy a conocer. Te voy a encontrar en la asamblea, delante del trono de Dios. Pero ya no con estos vasos, tendré el privilegio de ver lo que veía el Señor, tendremos el privilegio de esta transformación bella que está haciendo Dios. Esta metamorfosis que se está llevando a cabo en este lado de la eternidad. Nosotros veremos el resultado de la obra de Dios en nuestras vidas.
Tal vez el hermano o la hermana más frágil que está a su lado, usted la verá o lo verá, rodeado de una gloria incomparable, indistinguible a los ángeles, indistinguible – dice que somos uno menos – un poco menos que los ángeles. Una gloria.
Y cada día, mis hermanos, el Señor está añadiendo por su amor por ti, peso a esa gloria. El Señor está añadiendo peso a la obra de Dios en usted. Eso es lo que es usted. Eso es lo que es usted, es un honor ser llamado un vaso de barro. Saber que a través de nuestras flaquezas somos envases para la gloria del Señor.
Es un honor, un honor saber lo que Dios tiene en mente. A dónde, cómo va a terminar esto. ¿Cómo va a terminar esto? ¿Sabe cómo? La gloria de Jehová en todo su reinado y nosotros delante de su trono creados a su imagen, creados a su imagen, moldeados por su mano y hermanos, no sé lo que estás pasando, qué persecución, qué mortandad, pero yo les suplico, tenga una vista eterna porque vale la pena. Vale la pena.
Gloria a Dios. Gloria a Dios. It is worth it! It is Worth it! That day will be worth it, in His presence. That momento befote him will be worth it, it will all be worth it as we are transforming.
Mi hermano, vamos a cantar este coro, este coro que el pastor ha estado cantando y por la misma razón, queremos ser llenos. Llénanos, Maestro. Y, hermanos, si eso quiere decir sobrellevar una experiencia que te está menguando, amén. Si eso quiere decir vivir con una flaqueza que te obliga a menguarte, amén.
Si eso quiere decir una realidad que te achica y te mengua delante de Él. Amén. Yo quiero menguar para que crezcas tú, Señor. Gloria a Dios.
Señor, Espíritu del Señor Jesús, he aquí vasos, frágiles, mortales, creados a tu semejanza. Señor, ninguno de ellos, Señor, ninguno de ellos menospreciado por ti, preciosos delante de ti. Ahora pido Señor, que a menudo tu pueblo declare tu nombre y a menudo que tu pueblo se abre a ti, y a menudo, Señor, que clamemos a tu nombre, Espíritu de Dios, llénanos, llénanos, llénanos, llénanos, llénanos, llénanos Espíritu de Jehová. Llénanos con tu gloria.
Llénanos, Maestro, llénenos. Padre, hay lugar para más, Señor, hay lugar para más. Nuestros vasos tienen lugar para más. Señor, hay lugar para más en nuestras vidas. Lord, there is room for more. Jesús, there is room for more. We want more of you, Lord Jesús, what we have isn’t enough, Master. What we have isn’t enough, God.
Derrama más poder, derrama más de tu gracias. Derrama más de tu unción, Señor, derrama más. Derrama más.
La integridad, presentación del cristiano
26 de abril 2010 - Por Fanny Rodríguez
Felipe buscó a Natanael y le dijo: Hemos encontrado a Jesús de Nazaret, el hijo de José, aquel de quien escribió Moisés en la ley, y de quien escribieron los profetas. ¡De Nazaret! replicó Natanael. ¿Acaso de allí puede salir algo bueno? Ven a ver, le contestó Felipe. Cuando Jesús vio que Natanael se le acercaba, comentó: Aquí tienen a un verdadero israelita, en quien no hay falsedad. ¿De dónde me conoces? le preguntó Natanael. Antes de que Felipe te llamara, cuando aún estabas bajo la higuera, ya te había visto. Rabí, ¡tú eres el Hijo de Dios! ¡Tú eres el Rey de Israel! declaró Natanael. ¿Lo crees porque te dije que te vi cuando estabas debajo de la higuera? ¡Vas a ver aun cosas más grandes que éstas! Y añadió: Ciertamente les aseguro que ustedes verán abrirse el cielo, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre. Juan 1:45-51
Te pasó alguna vez que tu mami preparó un pastel lo sacó del horno y lo colocó en la mesa mientras se enfriaba para después repartirlo. Entonces tú o alguno de tus hermanos le metió el dedo para probarlo. Cuando ella vio el pastel preguntó: “¿Quien metió el dedo en el pastel?” y el o ella dijo yo no fui, sin saber que tenía la boca untada de chocolate. Bueno todos se rieron. Pero esto es lo que hacemos en nuestro caminar con el Señor, le fallamos y después ignoramos lo que pasó.
Desafortunadamente la sociedad posmoderna niega la importancia de principios y valores. Hoy el carácter de una persona no es importante para ocupar una posición de liderazgo; lo importante son las credenciales que lo han preparado para desempeñar ese cargo. Sin embargo la Biblia nos insta a cultivar el carácter de Jesús:”hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.”
En el pasaje de Juan, hay un diálogo entre Felipe, Natanael y el Señor. Cuando Natanael se acercó al Señor, dijo: “He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño.” La integridad debe ser la cualidad que resalta en nuestras vidas. Este es un testimonio que impacta la sociedad donde la mediocridad, el engaño, la mentira, el disimulo son imperantes. Cuidemos la imagen de Jesús que estamos llevando a nuestros trabajos, y hogares. Que dirá de mí el Señor cuando me acerque.
Oración:
Padre celestial hoy queremos reconocer que por nuestras fuerza no podremos llegar a la estatura de Cristo, pero te pedimos que el Espíritu Santo nos redarguya y exhorte y fortalezca para vivir vidas dignas de ser llamados hijos de Dios. En el nombre de Jesús amén.
No rechaces el don de Dios
TRANSCRIPT
Segunda de Timoteo capítulo 1. Ya el Señor nos habló de este versículo en el tiempo profético que tuvimos aquí. Y yo siento que todo lo que hemos escuchado en términos de palabra profética está completamente en unión a la Palabra que Dios me ha dado para que comparta. Ahí en Segunda de Timoteo Capítulo 1 versículos 6 y 7. Versículos famosos, conocidos.
‘Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía sino de poder, de amor y de dominio propio’. En realidad quisiera tener más tiempo de lo que tengo para desarrollar el pensamiento central que Dios ha puesto en mi corazón. De hecho que cuando estuve ahora en Puerto Rico predicando en una conferencia en el pueblo de Arecibo usé este mismo versículo en otro contexto para tratar con lo que Dios me dio para esa Congregación, el viernes en la noche.
Esta mañana, y desde que vine de Puerto Rico he estado pensando en el tema inclusive de la palabra profética y del mover del Espíritu Santo y por qué a veces se hace tan difícil para las Congregaciones y los individuos entrar en el mover del Espíritu Santo. Y una de las razones muchas veces es porque los dones vienen a veces empacados en unas envolturas muy poco atractivas. Muchas veces vemos el mover de la iglesia de Cristo en el mundo y vemos cuan contaminada está la energía de Dios cuando encarna en hombres e instituciones humanas. Desde el momento que el Espíritu Santo sale del mundo perfecto de la eternidad y entra en el tiempo en el espacio tiene que estar en contacto con la carne y las imperfecciones de los seres humanos.
Eso lo vimos en el ministerio de la Encarnación en que toda la totalidad de la deidad de Dios tiene que meterse dentro de un cuerpo humano que está sujeto a tentaciones y que probablemente tuvo todos los procesos que cualquier ser humano manifestó. Lo vemos aquí en esta Biblia, que es la Palabra de Dios, también. Es un texto que contiene todo tipo de complicaciones y expresiones históricas, pero nosotros creemos que ahí está la perfecta revelación de la voluntad de Dios. Vemos que los héroes de la Biblia que vemos en las páginas de la Biblia estaban llenos de imperfecciones. Yo me temo que si tuviéramos oportunidad de tomarnos un capuchino con Elías saldríamos un poco desilusionados.
Si nos mostraran un video de Jesús caminando por las calles de Jerusalén nos sentiríamos decepcionados y quizás diríamos “¡Guau! ¿Eso es todo?”. El profeta Isaías dice que el Mesías sería sin atractivo para que lo deseáramos. Es decir no iba a ser atractivo sino humilde, sencillo. Por esa razón de que la eterna revelación de Dios, el poder de Dios a veces se manifiesta en formas bien poco atractivas. Muchas veces nos sentimos impulsados a rechazar las cosas que vienen de Dios.
Yo he tenido que aprender que si voy a aprovechar el poder de Dios en mi vida tengo que ser bien humilde y aprender a coger las cosas que a veces vienen en paquetes muy poco atractivos. Eso me recuerda una de las Palabras del Apóstol Pablo y voy decirles por qué este versículo que relación tiene. Por ejemplo en Segunda de Corintios capítulo 4 versículo 7 el Apóstol Pablo dice: “Pero tenemos este tesoro”. Digan todos “tesoro”. “En vasos -¿de qué?- de barro”. Es como si cogiéramos un diamante de 3 mil quilates y lo pusiéramos en un engaste de aluminio. ‘Tenemos este tesoro en vasos de barro’. Miren el contraste entre tesoro y vasos de barro. Uno no pone un tesoro en vasos de barro.
La idea es poner un tesoro en un envase que esté a la altura del tesoro. Y el Apóstol Pablo está hablando aquí del Evangelio, la revelación máxima de Dios a la humanidad. Dios la ha puesto en ‘vasos de barro’. Ese es el contexto de este versículo en el capítulo 4. Y ¿para qué? Dice “para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros”. Cuando uno mira todos los escándalos y todos los fallos de la iglesia de Jesucristo, todas las atrocidades que se han cometido a través de la historia, la imperfección de la iglesia universal de Jesús y de la iglesia en estos mismos tiempos, uno se pregunta ¿Cómo se le habrá ocurrido a Dios meter el sublime Evangelio, la tarea de evangelizar al mundo en gente como usted y como yo? ¿En instituciones tan imperfectas como es la Iglesia?
Si usted tiene su mirada puesta en los hombres, en las instituciones y eso es lo que le va a convencer a usted buscar de Dios, olvídese que esto está destinado al fracaso. Si usted sólo va a recibir una palabra profética que venga de una persona, de un cuerpo perfecto, de una personalidad perfecta emitida en una forma perfecta olvídese de la profecía y no busque que Dios le hable a través de la Palabra. Muchas veces la Palabra de Dios viene en vasos de barro, en formas imperfectas, en formas en que no las esperamos. Y uno tiene que estar dispuesto a pagar el precio, ser humilde, ser complejo y entender que hay una interacción entre la humanidad del hombre y la deidad de Dios y que Dios ha querido que así sea siempre en todo lo que nos da a nosotros.
Ninguno de los dones que la Biblia dice que Dios le ha dado a su iglesia, yo los he visto expresándose en formas perfectas. Siempre los he visto en formas que a veces, yo me he sentido tentado a rechazarlos y decir ‘Si eso es lo que es ese don, no me interesa’. Pero yo he descubierto que cuando recibo lo que Dios me da y recibo esa adivinanza, cuando recibo esa cosa rara que yo me siento en carne tentado a rechazar y trato de buscar y preguntar ¿qué es lo que Dios tiene para mi allí?’ y discernir el contenido divino en ese paquete raro, hay bendición. Siempre hay bendición para mi vida, en alguna manera que yo no puedo explicar. Cuando yo pongo en entredicho mi mente, cuando la sujeto a la verdad mayor de Dios, siempre esa humillación de mi intelecto genera bendición de parte de Dios.
Por eso es que Cristo dijo “a menos que no seamos como niños no podemos entrar en el Reino de los Cielos”. Muchas veces nuestro intelecto y nuestros valores estéticos de cómo se tienen que hacer las cosas nos hacen tropezar y nos impiden entrar en contacto con la energía misteriosa de Dios. Muchas veces las bendiciones más grandes que yo recibido en mi vida han venido de gente que yo no invitaría a comer a mi casa. Gente con mal olor en la boca, mal vestidos, te escupen cuando te dan la profecía, gente a veces que no son los más desarrollados espiritualmente, tienen defectos obvios de carácter. ¿Cuántas veces la gente que más me ha bendecido a mí en esta misma iglesia son personas que yo he tenido que pelear con ellos por otras razones aparte? Siempre están peleando conmigo y yo con ellos. Pero no se preocupe que ese no es usted. En el segundo servicio. Es cierto.
Pero, ¿de dónde me sale todo esto? Y estoy compartiendo con ustedes. ¿De dónde viene? Es que alguien me dio para que mirar un video de un predicador que tiene cierta popularidad. Un predicador carismático, ultra pentecostal, y la persona que me lo dio siente que eso que este hombre ejemplifica no es de Dios. Y quizás usted espera que a la luz de los que yo estoy diciendo, yo le diga que ‘No, yo sentí que este hombre verdaderamente tiene un ministerio bíblico’. Pero fue todo lo contrario, yo estoy de acuerdo que esa persona no hizo resonancia en mi espíritu. Su forma de ministrar no resonaba con mi espíritu, yo no siento que eso es lo que Dios quiere para la manifestación de los dones.
Un misticismo falso, emocionalismo, falta de fundamento Bíblico, expresiones de falta del carácter del siervo de Dios. Por lo menos por lo que yo puedo juzgar así a groso modo y simplemente ásperamente. Inclusive vi cosas peligrosas para la salud de la iglesia. Hay toda una rama del Pentecostalismo que va en crecimiento hoy en día que como que es simplemente como que ‘metete a experimentar, emborráchate y metete la droga del Espíritu y olvídate de la Palabra y de la doctrina y de la teología y simplemente goza del mover del Espíritu’. Historias de ángeles gorditos que se te aparecen y te dan mensajes. Cosas raras.
Cosas, que verdaderamente, es como que yo creo que es peligroso porque tú te emborrachaste y experimentaste algo y ya eso valida que es Dios, verdaderamente. Pero precisamente cuando yo veo esas cosas entro en lucha. Porque yo no digo ‘Señor yo no quiero rechazar algo simplemente porque no es lo que yo creo que debe ser la forma en que Tú te manifiestas’. Y eso me hace preguntar “Bueno, ¿por qué Dios ha hecho tan difícil la cosa? ¿Por qué no manifiesta sus dones en una forma perfecta? que uno pueda decir definitivamente eso es y no hay duda de eso. ¿Por qué tenemos que estar siempre ejerciendo juicio y juzgando a la luz de la Palabra y preguntándonos será esto del Señor o no? ¿Por qué simplemente Dios no manifiesta las cosas puras perfectas y ‘ya resolvemos el problema’?
Y sin embargo vemos en la Biblia que así es. Porque si usted lee Primera de Corintios capítulo 14 el Apóstol Pablo está bregando allí con falsas manifestaciones aún en medio de la Congregación cuando el espíritu se manifiesta. De hecho Primera de Corintios 14 se escribe para corregir algunos de los excesos que se estaban dando en medio de esa Congregación Pentecostal. Y el Apóstol Pablo escribió para corregir y para establecer un orden bíblico, coherente con los principios de la Palabra de dios. Y por eso en el capítulo 14 verso 27 él dice “Hágase todo para edificación”. Muchas veces yo me pregunto cuando veo tantas manifestaciones y tantas cosas en un servicio o en algunos ministerios dicho”Bueno, que edificación hay; ¿qué queda?; ¿Cómo está la gente siendo fortalecida, avanzada, transformada en sus vidas” ¿qué de valor queda después que el polvo se ha aquietado y todo ya está normal?
¿Dónde está el sedimento permanente del ministerio? En el versículo 27 dice: ‘Si habla alguna lengua extraña sea esto por dos o lo más tres y por turno”. En el versículo 27 dice: “Si habla alguno lengua extraña sea esto por dos o lo más tres y por turno y uno interprete”. En el versículo 29 dice “Asimismo los profetas hablen dos o tres y los demás juzguen. Esto de juzgar quiere decir, como dice ahí en la traducción en inglés, midan cuidadosamente lo que esa persona ha dicho. La idea es no hacer tan indiscriminadamente todo lo que ustedes oigan simplemente porque parezca atractivo o interesante o impresionante. El diablo hace milagros. El diablo habla en lenguas. El diablo sana, claro sana para enfermarte más, porque no sabe hacer.
No podemos, simplemente llevarnos por las manifestaciones. Pero por otra parte, porque porque algo sea feo, imperfecto o poco atractivo, porque no sea lo que tú esperas o porque no esté dentro de las definiciones que tú quieres que sea, eso no quiere decir que no sea de Dios. Es más yo creo que por eso mucha gente como muchas veces los dones de Dios se manifiestan a través de formas poco atractivas y de gente común y corriente con sus imperfecciones, rechazan y no entran en la vida del Espíritu porque no se conforma a lo que ellos esperan que sea grandioso y perfecto. Tiene que haber un balance, en otras palabras. Porque sea feo, no quiere decir que no es de Dios y porque sea bonito, no quiere decir que sea de Dios.
Porque el profeta mida 6 pies con 8 y tenga ojos azules no quiere decir que sea de Dios. O porque mida 4’3 y esté arrugado no quiere decir que no sea de Dios. Dios usa lo que quiere, cuando quiere, como quiere y nosotros tenemos que discernir las cosas en el Espíritu. Hay una parte que Dios quiere que nosotros hagamos y cuando nosotros entramos en cualquier encuentro con la manifestación de los dones tenemos que pedirle al Señor que nos dé esa capacidad para juzgar, no conforme a los ojos y la carne, sino conforme a la palabra y el Espíritu.
Pero ciertamente, el énfasis de este sermón es esto: ‘No rechaces el don de Dios porque se manifieste en formas poco atractivas’. Ese es el énfasis que yo quiero dejar en este día. Lo otro es muy cierto y por eso lo señalo. Pero mi parte es, no rechacemos el don de Dios porque venga en un atuendo, una vestidura humilde, sencilla e imperfecta. ¿Qué conexión tiene esto con lo que le dice Pablo a Timoteo? Porque Pablo le dice “Timoteo aviva el fuego del don de Dios que está en ti”. En otras palabras, había una parte activa que Timoteo tenía que jugar para que el don de Dios se manifestara en su vida. Dios no lo hacía todo, simplemente por él.
Así como hay una parte que nosotros tenemos que juzgar para que los dones se manifiesten en nuestros medios, en nuestras vidas. A veces Dios quiere que seamos alertas y estemos juzgando mientras interactuamos con el don que estemos vigilando y viviendo con el don de Dios. Y es una parte que a nosotros nos toca. A veces cuando tú te sientas menos disponible y menos dispuesto a manifestar el don de Dios, quizás ese es el momento en que por fe, tú vas a tener que entrar en orar por alguien o dar una palabra profética o comenzar a suscitar el mover de Dios en algún ambiente en que tú te encuentres.
A veces en un momento en que todo parece tranquilo en el servicio y no hay nada que promete como que Dios se va a mover, tú por fe comienzas a hacer tu parte, ya sea el Pastor o quien sea y tú comienzas a procesar la energía de Dios y eso hace entonces que el Espíritu comience a manifestarse y a moverse. Es como este tiempo que tuvimos aquí, donde el Señor se manifestó tan lindamente, es un proceso. Eso va poco a poco y como que hay un momento en que alguien hace algo y uno ve algo o siente algo y entonces uno toma por fe que eso es Dios y todo comienza de ahí. De ahí otro hace otra cosa, entonces uno declara algo y entonces Dios comienza a moverse y uno entra a moverse en el poder de Dios.
El mover de Dios es como una locomotora y hay que romper la inercia de esa masa grande que hay que comenzar a mover. Mientras más se mueve, más impulso gana hasta que ya es una máquina que es irresistible, se mueve hacia adelante. Y ¿saben lo que pasa? Muchas veces lo que impide que mucha gente en el mover del Espíritu Santo en sus vidas es que no entienden que a ellos les toca una parte bien importante. Y también que el don de Dios, sobre todo al comienzo, se va a manifestar en formas muy a veces, pequeñas, humildes y sencillas y lo que tienen que hacer es insistir y persistir ejercitando el don por fe hasta que ese don comience a cobrar calor y se manifieste entonces en todo su poder y en toda su perfección.
Muchas veces, hay gente que está buscando ‘Señor, bautízame con tu Espíritu, lléname con tu Espíritu’ y Dios está allá arriba diciendo: Pero si yo ya te lo entregué hace tiempo, muchacho. Simplemente úsalo y muévete en él. ‘Señor yo quiero el don de lenguas’. Abre tu boca y habla. Hay veces que la gente cree que para hablar en lenguas tienen que venir dos angelitos y comenzarles a mover la lengua a uno. Piensa que tiene que entrar en un estado místico y caer al suelo suavemente y elegantemente y entonces comenzar a hablar.
Si tú tienes un don, si tú conoces un idioma, tú simplemente abres tu boca y hablas. Yo no tengo que sentirme emocional ni romántico para hablar en francés. Y así mismo pasa con el don. Yo creo que todo creyente puede hablar en lenguas. Toda persona bautizada en el Espíritu Santo, pero a veces se rehúsan a abrir la boca y dar esa palabra rara y tonta que le va a salir la primera vez cuando hablen en lenguas. Y por eso, no es que Dios no quiera, es que nosotros decimos ‘No, hombre, yo esperaba algo mucho más hermoso que esto. Yo esperaba una voz de trueno que saliera de mi boca’. Y lo que salen son dos o tres palabritas humildes o quizás un ruido raro. Pero Dios dice ‘atrévete y cuando tú hayas procesado eso yo te voy a dar más’.
Y cuando entonces tú en tu tiempo de oración, cuando nadie te está escuchando tú abres tu boca y hablas al Señor, tú ejercitas tu don. En tiempos de alabanza cuando tú sientes que el Señor está moviendo tu espíritu, tú abres tu boca y comienzas a verbalizar lo que Dios pone en tu espíritu. Así es que tú vas ejerciendo el don y se va soltando tu lengua y tú entras en la plena manifestación de la lengua que Dios te ha dado. Pero mucha gente quiere como que desde que abre la boca la primera vez, comenzar a hablar un idioma total y perfectamente; con toda la sintaxis y toda la gramática y todas las elocuciones de un idioma. ¿Cómo aprendió usted a hablar un idioma que usted no conocía? ¿Cómo empezó a hablar su propio idioma? ¿Usted comenzó hablando oraciones perfectas? No.
Pasa con el don de profecía. Viene una persona que tú sabes medio neurótica y con dificultades en su matrimonio y te da una palabra del Señor y tú dices ‘No, ¿Cómo puede esa persona hablar la profecía de Dios si yo conozco quien es y lo imperfecta que es? Si tú rechazas esa palabra, y cuidado que quizás estás contristando al Espíritu Santo. Por eso Dios dice ‘Mi tesoro está en vasijas de barro. Para que nadie se gloríe’. Si Dios estuviera buscando a alguien perfecto en la Tierra para darle su Palabra, nadie calificaría. Yo creo que precisamente lo glorioso está cuando nosotros aprendemos a recibir y respetar lo que Dios da. Y decir: ‘Padre aunque yo no entiendo la vasija pero lo que estoy escuchando hace sentido a la luz de la Palabra y de mi vida. Así que yo lo recibo y lo demás yo te lo dejo a Ti.’.
Eso puede pasar por ejemplo con el don de sanidad. Dios te dice: ‘Mira –y tú sientes en tu espíritu- yo he puesto en ti un don de orar por los enfermos para que sanen’. Y quizás la primera vez que tú oras por una persona con resfriado coge pulmonía y se muere. Y piensas que ya no vas a más. O quizás una persona tiene ese mismo resfriado y está estornudando y le están cayendo lágrimas por los ojos y tú oras por ellos y simplemente dejan de estornudar pero todavía tienen lágrimas en los ojos. Es una sanidad parcial. Y tú dices ‘¡Ah, no! Si hubiera sido Dios esa persona hubiera quedado sanada inmediatamente, rotunda y perfectamente. Así que no puede ser de Dios’.
Pero yo he descubierto que muchas veces la sanidad es de Dios, por misterios que solamente Dios conoce, a veces son parciales y solamente con el uso del tiempo como un médico usando su don se van haciendo más y más sólidas, más y más perfectas, más y más obvias. A veces oramos por una persona y creemos que inmediatamente que oramos por esa persona, tiene que quedar sanada. Pero yo he visto muchas veces que la sanidad es de Dios, que somos medios imperfectos, pueden ser graduales –poco a poco- y mientras persistimos orando por esa persona y esa persona ora también, peleando por su propia sanidad, Dios puede traer esa sanidad a largo plazo.
Yo creo que por eso hay tanta genta allá afuera y aún evangélicos que como ven que las manifestaciones de los dones de Dios son tan imperfectas y que requieren esfuerzo, proceso, tiempo y que son manifestadas a través de la imperfección por eso las rechazan y se mantienen afuera del mover de Dios. Yo conozco Pastores y Congregaciones que quieren ver el mover del espíritu en su vida congregacional. Pero como el mover de Dios cuando encarna en vidas humanas es tan imperfecto y ellos no quieren bregar con el desorden y la imperfección. Ellos se quedan simplemente como gente sedienta pero que no se tiran a las aguas. Y siempre están celebrando la teoría y la teología del mover del Espíritu pero necesitan entrar en la práctica. Pero como digo toda práctica es problemática y difícil muchas veces.
Déjenme preguntarle algo: Si usted estuviera en un desierto muriéndose de sed su boca está seca completamente y sus labios están cuarteados por la sed tan grande que tiene. Usted sabe que le quedan unas pocas horas de vida si usted no bebe agua. Y de momento usted se encuentra una cantimplora, una vasija con agua. Pero hay un problema, hay unas tres moscas encima del agua allí. ¿Qué usted va a hacer? ¿Usted va a decir ‘¡Ah! Esa agua tan desagradable, esas moscas? Yo voy a esperar a encontrar agua que tenga una nevera, bien tapada con un plástico y bien pura para beber. ¿Usted seguiría de paso y dejaría esa agua ahí sin tomársela? Mire yo creo que usted se traga el vaso con el agua y todo lo que usted pueda. Las moscas también se las come. Una mosca no le habría sabido tan bien en su vida como esa mosca.
Y así somos nosotros. Nosotros somos sedientos, tenemos sed, tenemos necesidad del Espíritu. Y porque el Espíritu tenga sus imperfecciones no vamos a dejar de buscarlo y de procesarlo y de trabajar con él. Porque esa es la realidad del Espíritu, eso es lo que yo he visto en 25 años de práctica Pastoral y lo que todos hemos visto a través de los siglos. Siempre hay imperfección mezclada con la manifestación del don de Dios. No podemos dejar, hermanos, que el miedo de errar el blanco y de meternos en algo que no sea de Dios nos impida entrar y comenzar a movernos en el camino al cual Dios nos llama. No podemos dejar que porque la manifestación del don no sea perfecta la rechacemos y digamos ‘no la quiero porque no es lo que yo esperaba’. No dejes que el temor y la complejidad te impida entrar en interacción con el don de Dios.
¿Ve usted por qué este versículo? Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía. Aunque tú no tengas todas las respuestas y todo esté explicado y justificado no esperes para meterte en el agua de Dios. Aunque la manifestación de los dones que tú veas no sea perfecta y completamente como tú la piensas que debe ser, no la rechaces, entra y mientras entres pregunta. Será de Dios, pero interacciona. Deja que te lleve, cuando no encuentres algo más pues te apegas, pero usa lo poco que puedes sacar de la experiencia. Yo quisiera tener más tiempo para explicar todo esto. Se que nos hemos excedido pero de nuevo los dones cuestas. Queremos a veces la bendición de Dios pero no queremos pagar el precio.
Dios nos ha dicho muchas veces que los servicios iban a comenzar a las nueve, un servicio iba a meterse en el otro y yo no se, pero muchas veces hay que… Esa es una de las razones por las cuales muchas iglesias no entran en la manifestación del poder de Dios. Le dicen a Dios: ‘Queremos que te manifiestes pero que ser entre las 9 y las 11. Ya a las 11 y uno ya nosotros nos vamos para la casa’. Y ‘Pastor queremos que usted profetice pero tiene que ser en 15 minutos porque luego de 15 minutos tengo que almorzar. Tengo una cita allá en el restaurant’. Yo creo que eso es todo, yo no creo que hemos desperdiciado el tiempo.
Pero, miren, una cosa aquí. Ya con esto ya termino. Yo estaba pensando en Naamán. Después cuando usted pueda lea la historia que se encuentra en Segundo de Reyes Capítulo 5. Naaman tiene una lepra que se lo está llevando quien lo trajo. [Risas] Y le dicen que hay un profeta en Israel que puede sanarle su lepra. Y Naamán que es un general segundo del Rey prácticamente él tiene todo un escenario de cómo se van a dar las cosas cuando él llegue a Israel. Él está esperando que cuando él llegue allí el profeta lo va a estar esperando con toda una comitiva del Rey detrás de él.
Va a haber gente con trompetas y armas esperando para darle la gran bienvenida al general sirio. Y el profeta vestido en sus ropas sacerdotales, fluyentes, le va a decir ‘¡Oh gran Naamán! Bienvenido, Dios está esperándote para sanarte’. Y el profeta con una gran liturgia y muchas cosas bombáticas le va a imponer las manos y aceite va a fluir de sus dedos y Naamán quedará sanado inmediatamente. Pero cuando llega allí ni siquiera el profeta se aparece. Y la casa del profeta es una casita toda destartalada por allí por una calle que ni nombre tiene si quiera. Lo recibe el sirviente del profeta y le dice ‘Naamán dice el profeta que vayas al río Jordán y te zambullas 7 veces y que ya con eso vas a quedar sano’.
Dice aquí que: “Cuando Naamán oyó esto se fue molesto y respingando y quejándose por todas partes” porque no era lo que él esperaba de ese momento. Dice el 5:11 “y Naamán se fue enojado diciendo ‘He aquí yo decía para mi, saldrá él luego y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios y alzará su mano y tocará el lugar y sanará la lepra’. Y para colmo de las cosas el río al cual él manda a Naamán que se zambulla es un río que está sucio y es un río pequeñito y hay mejores ríos allá en su país. Naamán pregunta a Abana y Farfán el río de Damasco ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? ¿Si me lavare en ellos no seré también limpio? Y se fue para su casa. Pero ¿qué quería Dios hacer? Dios no solamente quería sanar a Naamán.
Porque muchas veces lo que nosotros queremos es que Dios nos de lo que yo quiero y que no trabaje en mi carácter, en mi mente, en las cosas que yo asumo. En mis premisas intelectuales y académicas. Queremos simplemente que Dios me de la cosa rápida y lo demás es asunto de Él. Yo lo que quiero es lo que necesito en este momento. Y yo veo muchas veces que en esa lucha que nosotros tenemos con la forma en que los dones se manifiestan, lo difícil que es discernir la intención y la presencia de Dios hay un proceso de crecimiento espiritual y personal que Dios quiere que atravesemos por eso para llegar a conocerlo mejor.
Muchas veces aprendemos fe, humildad, paciencia, tolerancia, mirarnos a nosotros mismos, creer por fe y no por vista. Muchas otras cosas que Dios quiere que aprendamos y por eso envía su tesoro en una vasija de barro. Gracias a Dios que había ahí un hombrecito que seguramente ni sabía leer ni escribir que era sirviente de Naamán y le dijo ‘Pero padre si él te hubiera pedido una cosa grande y difícil lo hubieras hecho. Te está pidiendo algo sencillo. Hazlo y prueba’. Sí porque Dios usa, cosas pequeñitas, personas humildes. No fue un ángel que le habló a Naamán. No fue un profesor universitario, fue un sirviente que le dijo ‘¿ Por qué no haces?’ y tenía una lógica perfecta en la situación.
Gracias a Dios que Naamán se humilló y se tiró en ese río sucio sin haber hablado directamente con el profeta. A pesar de que tuvo que quitar un poquito de cosas sucias en el río y buscar un lugarcito ahí que pareciera más o menos limpio, mirando por todas partes –‘espero que YouTube no me agarre aquí en esto y que me tomen una foto y que mi esposa allá me vea’. Él dice la Palabra que “descendió” y eso es lo que tenemos que hacer nosotros, tenemos que descender de nuestras expectativas, nuestro intelecto, nuestras dudas razonables, nuestros temores comprensibles. Dice que “se zambulló siete veces”.
Mira zambúllete en las aguas del Espíritu 7 veces hasta que se te llene el espíritu. Si a la primera vez no te funciona, zambúllete otra vez, si a la segunda no te funciona hay una tercera vez, si a la tercera no te funciona una cuarta vez, fue a la séptima vez que se hizo el milagro. Todos llevamos años metiéndonos en el Espíritu, tratando y esforzándonos y todavía no es perfecto pero seguimos buscando la manifestación perfecta del don de Dios en nuestras vidas. Dice que lo hizo conforme a la palabra del Varón de Dios. Ese hombre que no lo recibió que le dio una receta imperfecta, pero dice que su carne se volvió como la carne de un niño y quedó limpio. Ni el jabón Ivory hace un trabajo tan limpio como el que hizo ese río sucio del Jordán.
Hermanos, no dejemos que la imperfección de la manifestación del don nos impida entrar en las aguas y comenzar el proceso de sanidad y de crecimiento en nuestras vidas. No te estoy diciendo que dejes de juzgar y de comparar con la palabra. No te estoy diciendo que aceptes todo lo que venga y simplemente… No te estoy diciendo que porque sea raro y salvaje sea de Dios. Lo que estoy diciendo es que así mismo porque sea un poquito imperfecto y raro no lo rechaces. Entra y deja que el Señor te dirija y comienza. Hazte como un niño, sencillo, ejercita el don. No dejes que el temor o la complejidad te mantenga fuera del Señor. Comienza con lo que tienes a la mano. Si Dios te dio una palabrita de lenguas usa esa palabrita y después vendrá más. Si Dios te dio un solo pensamiento, un fragmento de pensamiento profético obedece y dale gracias por ese pedacito y Dios te dará más la próxima vez. Si Dios te sanó el dolor de cabeza parcialmente y tuviste que tomar Efedrina también, pues, dale gracias a Dios por la parte que te sanó y la próxima sigue orando. Quizás la segunda se sane solamente con oración.
Dile al Señor ‘perfecciona mi unción, Padre. Yo voy a seguir ejerciendo el don, ejercitándolo hasta que se haga perfecto. Hasta que yo vea la manifestación plena de tu don’. Usa el don con humildad y recibe el don con humildad. Gloria a Dios. Amén, amén. Vamos a ponernos de pie y darle gracias al Señor. Espero que no haya arruinado tu cita de almuerzo esta mañana. Pero yo creo que la palabra de Dios es más alimenticia que cualquier comida. No rechaces el don. Si quieres un título para este sermón es ese: ‘No rechaces el don’. Ejercítalo, no dejes que el espíritu de cobardía te impida entrar en el uso del don. Aleluya. Gracias Señor. Te adoramos. Recibimos tu palabra, Padre todo lo que Tú has dado en esta mañana te damos gracias. Te bendecimos y adoramos. Perdona nuestro orgullo y perdona a veces las exigencias que te ponemos, Señor.
Ayúdanos a ser humildes como niños. Recibir lo que Tú nos das y usar el don que Tú has provisto humildemente, ejercitarlo hasta que se vaya manifestando con más poder. ¡Oh, te adoramos! Gracias por tus dones Señor. Perdónanos por no ser vasijas más adecuadas. Nosotros declaramos que tus dones sí son perfectos y nos humillamos ante el misterio que Tú has escogido. Que Tú has escogido vasijas imperfectas pero para que te demos a Ti la Gloria y la Honra, Señor. Señor, queremos ser una Iglesia que use tus dones y se mueva en tus dones. Enséñanos como usar los dones. Te adoramos y te bendecimos, Señor. Aleluya. Dale gracias al Señor. Ponte a trabajar el don, ponte a procesar el don, vive en el don. No rechaces el don. Aviva el fuego del don que está el don que está en ti y di conmigo ¡Yo lo tengo! Lo voy a ejercitar, lo voy a avivar hasta que se manifieste perfectamente en mi vida.
Aleluya. Dale un gran aplauso al Señor. Gracias Dios. Aleluya, aleluya.
Un llamado a agarrar la mente del espíritu
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El Dr Riad es de Egipto, es médico en Cape Cod y es un hombre que apasionadamente ama las cosas del Señor y un hombre balanceado y ungido de Dios, siempre buscando más del espíritu en su vida. Él no ha permitido que su intelecto le robe las bendiciones del espíritu. Y su familia es una familia maravillosa que nosotros nos alegramos tanto de contarlos como amigos y de ser compañeros en las luchas y en las batallas de bajar la unción de Dios o manifestar, poner en manifestación la unción de Dios aquí en Nueva Inglaterra. Gozamos de tenerlos a ellos en esta tarde aquí en nuestra congregación para que oremos juntos.
El Dr Riad ha sido instrumento para invitar al pastor Emille Samuel que es un pastor también de Egipto, actualmente reside en Canadá y lleva muchos años allá moviéndose entre diferentes grupos étnicos y es un hombre que Dios usa mucho en el don profético específicamente. Es un profeta de Dios, genuino profeta de Dios. Hemos teneido oportunidad de participar con él, de escuchar la palabra de Dios a través de su vida, es un hombre de mucha experiencia en el camino del Señor. Ha ministrado en muchos diferentes países. El Señor le dijo a una edad muy joven cuando estaba en Egipto, apenas conociendo al Señor que Dios lo iba a llevar a Asia a ministrarle a los chinos y a los asiáticos. Y él se preguntó, bueno, cómo será eso posible? Cuándo en la vida, yo aquí en una aldea de Egipto voy a yo a ministrarle al Señor, a los chinos allá en Asia? Bueno el Señor lo ha llevado no solamente a diferentes países de Asia sino a muchos otros países del mundo también ministrando su palabra. Y es un hombre que ama a Dios en una manera muy poderosa.
Y cuando Mandu me dijo que él iba a estar aquí, ya nosotros lo conocíamos a él personalmente, al pastor Emille, yo dije, bueno, que buena oportunidad, hemos estado hablando todas estas semanas y meses acerca del mover del espíritu y de cultivar una mentalidad sobrenatural y de levantar una iglesia que se mueva en los dones cómodamente, y de aprender a procesar la energía del espíritu y crecer. Y conociendo yo al Dr Mandu Riad y sabiendo su balance en las cosas de Dios y su recomendación acerca del pastor Emille, decidimos invitarlo a él para que venga hoy y ministre según el Señor le dirija.
Cuántos están dispuestos a recibir del Señor lo que el Señor quiera? Yo creo que vamos a poner una silla. Le puedes ayudar, él prefiere mejor mantenerse aquí en la parte de abajo así que simplemente ábrase al Señor ahora mismo. Esta mañana yo prediqué acerca de que nosotros tenemos que estar abiertos al Señor según el Señor se manifieste. No podemos pedirle precondición al Señor. Cuando nos acercamos al Señor tenemos que acercarnos con humildad, con total humildad dejando que él hable en la manera que él quiera.
Otra cosa, cuando el Señor se manifiesta él no quiere espectadores, usted… diga, yo no vengo a ver un show, diga eso conmigo. Yo no vengo a ver un show. Yo quiero que usted participe en esto, en su espíritu y que usted esté orando, no esté curioseando, hay una diferencia entre curiosear y ver lo que Dios quiere hacer y participar. Yo quiero que seamos participantes, no espectadores. Ok? Porque esto no es show, es el mover de Dios que queremos. Amén. Así que si usted participa no será frío en su manera de ver las cosas, ni tampoco sea crítico sino juzgue en el espíritu las cosas de Dios. Ok? Pero esto es una manera de nosotros aprender y crecer más en las cosas del Señor y atizar el fuego y entrar más en la expresión del espíritu. Así que dejemos que Dios nos dirija.
Denle un aplauso de bienvenida al pastor Emille. Yo voy a estar traduciendo de hecho para él.
Están contentos, animados, en la presencia de Dios? Estás anticipando la nube de gloria de Dios? Que sea manifestada esta mañana. Dale alabanza al Señor.
Esta mañana el Espíritu Santo anima a mi espíritu humano a compartir un mensaje específico titulado ‘Un llamado a agarrar la mente del espíritu’. Hermanos y hermanas, la Biblia nos enseña que la mente del espíritu es transcendente y nadie puede abarcar la mente del espíritu a menos que él sepa cómo ser muy sensitivo, muy sensible al espíritu. Y hay grados de sensibilidad espiritual y yo creo que el Espíritu Santo está restaurando de nuevo la gloria de la iglesia primitiva apostólica de los primeros tiempos y la manera en que esos gigantes espirituales a través de esa sensibilidad de la cual estamos hablando del espíritu podían conquistar el mundo entero. Y yo creo que el Espíritu Santo está restaurando de nuevo aquellos que están obsesionados por el trabajo, la obra del Espíritu Santo, los que tienen pasión y obsesión por el Espíritu Santo.
Si buscamos en Romanos, capítulo 8 allí el Apóstol Pablo menciona. Romanos 8 comenzando en el versículo 26: “… de la misma manera el espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, de manera que cuando las cosas están mixtas y mezcladas y confusas y es difícil saber cuáles son las directrices específicas que vienen de parte de Dios, cuando se nos hace difícil determinar esto y yo conozco a muchos de los hijos de Dios que se encuentran en una encrucijada, en un momento de decisión sea en su trabajo o en sus relaciones humanas, en el ministerio y no pueden percibir exactamente qué es lo que está diciéndoles el Espíritu Santo acerca de esas decisiones y situaciones. ¿Saben qué? es porque no conocemos los caminos, las maneras, las formas en que el Espíritu Santo opera y se manifiesta.
Está más allá de nuestra compresión muchas veces y requiere primeramente que entreguemos, pongamos a los pies del Señor nuestra propia sabiduría, poner a un lado nuestros propios pensamientos, nuestra sofisticación y entonces cuando hacemos esto el Espíritu Santo comienza a expresar una luz, a dar luz y uno comienza a reconocer el misterio de su manifestación, su expresión, dirección. Dale alabanza al Señor.
El Espíritu Santo conoce nuestras debilidades que nosotros queremos trabajar a través de nuestra propia mente, queremos trabajar nuestras mentes, hemos buscado, nos hemos esforzado en encontrar una respuesta a nuestros problemas. Dice el Apóstol Pablo porque no sabemos cómo orar, cómo hemos de orar como debiéramos. Qué quiere decir esto, que no sabemos cómo orar en la forma en que debemos hacerlo? De acuerdo con la mente natural, a través del intelecto natural humano nos encontramos perdidos, muchas veces cuando tratamos humanamente no llegamos, tratamos de administrar las cosas, tratamos de hacer algo, tomar alguna iniciativa pero lo hacemos a través de nuestras percepciones personales. Y después de un tiempo descubrimos que hemos fracasado, somos un fracaso. Hemos tratado muy sofisticadamente de arreglar las cosas, de hacer nuestros propios esquemas a fin… hemos tratado de hacerlo a través del proceso natural, humano.
Aún hay ocasiones en que no sabemos ni siquiera acerca de qué orar, qué pedir según debiéramos. Pero dice la palabra que el Espíritu Santo intercede y lo que hace que nos sostiene nuestra parte humana, nos sostiene ayudándonos para nosotros corregirnos primeramente a nosotros mismos y separarnos de nuestro intelecto humano, natural. Es difícil uno negar sus propios pensamientos, apartarse, pero yo quiero decirles a ustedes que solamente a través de la intercesión del Espíritu Santo puedes poner tu a un lado tus pensamientos superficiales y llanos, solamente a través del Espíritu Santo apartarte de esa sofisticación llana y superficial.
Y al tu permitirle libertad al Espíritu Santo para que ore a través de ti entonces el Espíritu Santo podrá intervenir y tomarte y llevarte por la dirección correcta para que puedas orar acorde a la dirección del espíritu. Pero dígame cómo puedo yo hacer esto? Quizás es algo inescrutable, inexplorable, cómo puedo yo saber la voluntad de Dios? Cómo orar en la dirección correcta conforme a la voluntad de Dios?
De acuerdo a Primera de Corintios, capítulo 14 dice la palabra, “si yo hablo en lenguas oro en el espíritu, dice cuando oramos en lenguas, oramos en el espíritu y cuando oro en el espíritu yo edifico mi espíritu humano, lo fortalezco cuando oro en lenguas en el espíritu, mi espíritu humano se fortalece. Y en esta manera el Espíritu Santo entonces el espíritu me revelará de esa forma su trabajo, su palabra. Quizás usted me puede preguntar esto es algo difícil para la mente descifrarlo porque si yo hablo en lenguas estoy hablando un lenguaje desconocido para mí personalmente pero cómo puedo yo saber la voluntad de Dios entonces. Lo que pasa es cuando tu espíritu humano es fortalecido y edificado, es levantado, construido, fortalecido entonces el Espíritu Santo va a comenzar a dirigir tu espíritu humano en una manera maravilloso, asombrosa, cuando se une con el espíritu humano el Espíritu Santo. Es algo sobrenatural y sobrepasa las fronteras meramente humanas.
Y cuando tu eres entonces llevado a una especie como de trance, de estado misterioso verás una visión, vas a agarrar algo, se te va a pegar algo totalmente diferente a lo que tu mente natural es capaz de percibir normalmente. Y entonces dice, el espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos demasiado profundos para ser expresados en palabra, gemidos indecibles. En otra traducción es con gemidos inexpresables, indecibles, con suspiros. Cuando tu le estás dando al espíritu entonces generosamente, libremente, ese derecho total de interceder a favor de ti, cuando le das esa libertad plena al espíritu para hablar tu vida y a través de ti y orar por ti, ese tipo de gemidos entonces, ese tipo de suspiros del espíritu entonces el Espíritu Santo interpretará lo que tu necesitas, estás diciendo, y entonces lo traducirá a palabras y expresiones que convencerán a tu espíritu personal humano. Y cada vez que yo hablo en lenguas extensivamente, me tomo tiempo para hacerlo, por una hora…
De paso, cuando yo primeramente fui bautizado con el Espíritu Santo yo hablé en lenguas por 3 horas.
Y es por eso que Dios me dio ese don profético en una manera muy rápida, me dotó con un don profético instantáneamente. Mi trasfondo es muy conservador, yo vengo de un trasfondo religioso muy ortodoxo, muy conservador, la iglesia ortodoxa, lo que el Espíritu Santo hizo es una revolución en mi vida. Cuántos de ustedes quieren que el Espíritu Santo revolucione su vida, a cuántos les gustaría que el Señor haga una revolución en su vida?
Y el que busca, explora el corazón de los hombres sabe lo que está en la mente del espíritu. Así que no se preocupe, el que conoce e investiga profundamente las profundidades de los seres humanos tiene su espíritu y tiene la capacidad de su espíritu para interceder sostenidamente, también para fortalecer y sostenerte a ti para que llegues a ser lo suficientemente maduro para poder percibir y recibir, aprehender la mente del espíritu.
Debido al hecho de que el espíritu intercede a favor de los santos no de una manera al azar e indisciplinada, no en una forma confusa pero dice según, de acuerdo con el espíritu de Dios. Hermanos y hermanas, no estamos detrás de un mero emocionalismo, no estamos simplemente buscando manifestaciones baratas, estamos detrás de, buscando la voluntad de Dios, la voluntad de Dios.
Denle alabanza al Señor. Si vamos al libro de los Hechos, capítulo 16 allí podremos ver una frase, una expresión, esas vasijas de Dios a través del poder del Espíritu Santo se puede percibir la voluntad definitiva, clara, específica de Dios. Capítulo 16 del libro de los Hechos vemos allí al Apóstol Pablo camino a Asia y dice fueron a través de la región de Frigia, Asia, habiéndole prohibido el Espíritu Santo hablar la palabra a esa región de Asia porque no era la voluntad de Dios que ellos fueran específicamente a Asia en ese tiempo, no era lo que Dios quería para ellos en ese momento. Y se les prohibió en ese momento al Apóstol Pablo y sus compañeros que fueran a esa región de Asia.
Por qué el Espíritu Santo me prohíbe predicar la palabra de Dios a cualquier nacionalidad? Por qué? ha tenido usted una experiencia parecida alguna vez? Que uno tiene el entusiasmo y el celo y el deseo de llevar a cabo algún tipo de ministerio específico, algo que tu sientes que Dios quiere que hagas y te prohibió llevarlo a cabo. Pongan atención, no solamente se trata de barreras o impedimentos de cualquier tipo. Fue específicamente el Espíritu Santo interviniendo que les prohibió que fueran a Asia en esa ocasión. Por qué? porque el Espíritu Santo tenía una voluntad específica y un pueblo específico al cual él quería que ellos fueran en ese momento cairos, ese momento específico que él tenía destinado para ellos.
Pero cómo recibieron ellos ese impedimento del espíritu, esa prohibición del espíritu, cómo supieron o experimentaron? Yo les digo, dice que cuando llegaron entonces a Misia, cuando llegaron a ese punto, quisieron predicar allí pero el Espíritu Santo tampoco en esa segunda ocasión les permitió predicar en ese lugar. Me parece a mí que los Apóstoles no tenían experiencia en ese tipo de prohibiciones del espíritu, no sabían como interpretar eso. Así que trataron entonces como de probar otra vez, bueno, si nos impidió aquí vamos a otro lugar, y a ver si funciona allí, ir en algún lugar allí en Asia donde ellos sentían que tenían que predicar pero el Espíritu Santo no les permitió que fueran a ese lugar una segunda vez.
El Espíritu Santo te protege, te cuida porque si tu haces algo que no está de acuerdo con la voluntad específica de Dios y según el momento y el tiempo de Dios vas a perderte, vas a perder el derrotero. Y es por eso que muchas veces muchos ministros sinceros, bien intencionados, confrontan fracasos en sus ministerios porque no son muy sensibles al Espíritu Santo son orgullosos. Cuantos de ustedes están dispuestos a ser obedientes aún si se le cerraran las puertas? Si tu tratas con tus propias innovaciones y tus propias iniciativas de abrir la puerta. La puerta se te cierra, entiende que esa puerta se te cierra porque no es la voluntad de Dios para tu vida en ese momento específico y tienes que esperar un tiempo o seguir de paso, seguir de largo o esperar hasta que el momento de Dios llegue a tu vida y entonces el Señor abrirá las puertas en una manera amplia.
Esto ya profetizando. Quizás. Pero ¿saben qué? el Señor recompensó la obediencia de los Apóstoles y el Señor entonces hizo algo que estaba mucho más allá de sus expectativas. Qué pasó? Dice que pasaron entonces a Troas después de pasar Misia se le apareció una visión a Pablo de noche. Un varón macedonio se le puso de pie frente a él rogándole y diciéndole pasa a Macedonia y ayúdanos a través de esta visión. Entonces vemos que en el tiempo de Dios, el tiempo preciso de Dios una vez que habían sido probados para ver si obedecían incondicionalmente como una recompensa de su obediencia de momento vino la revelación de Dios y vieron esa visión de ese varón en Macedonia diciendo, vengan, pasen y entonces fueron completamente convencidos que el Señor tenía un llamado específico para ellos, que Dios verdaderamente les había llamado a Macedonia. Amén.
Entonces vemos que en el curso de tu obediencia, en el proceso de obedecer a Dios aún cuando las cosas no estén lo suficientemente clara para ti siempre y cuando tu obedeces ese estímulo del espíritu, esa dirección del espíritu específica, el Señor entonces te bendecirá con una revelación clara, una visión clara de qué debes hacer, dónde ir. Dale alabanza.
Ahora, para la iglesia congregación León de Judá están ustedes dispuestos a levantar el estandarte de su madurez? Amén. Están dispuestos de pedirle a Dios esa sensibilidad al Espíritu Santo, ser sensitivos a su mover, discernir, el discernimiento sobre el Espíritu Santo? Ustedes están dirigiendo, simplemente por el hecho de ser una iglesia en este estado, ser una iglesia cristiana ya están siendo líderes. Yo me deleité mucho escuchando de ustedes profetizando y yo oro al Señor que ustedes lleguen a ser una iglesia profética. Diga amén. Gloria a Dios.
Así que no se dejen guiar ni dirijan ustedes saliendo de su propio entendimiento, no se apoyen en su propio entendimiento, no dirijan basados en su propia sabiduría personal, pidan la crucifixión de Dios, que Dios crucifique sus pensamientos naturales, su mente meramente humana natural, para que el Señor revele su camino. Amén.
No estoy exhortando a la generación joven, a los jóvenes, la generación joven, no se conformen a este mundo, este siglo, porque van a ser engañados. Pregúntele al Señor primero, pídanle que les revele a ustedes tanto el llamado que él tenga para sus vidas, el llamado que te tenga como su destino también, su destino personal. No se inclinen, no se reposen ni apoyen sobre las enseñanzas o intuiciones de los hombres. Yo creo que el Señor va a revolucionar tu entendimiento.
No corrompan su vida espiritual con opciones, decisiones males, mal hechas. Busquen primero al Señor. Busquen al Señor. Esperen hasta que él revele su voluntad. Amén.
Una noche más con las ranas
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Hubo una meditación que yo hice esta mañana, hay veces que yo siempre les digo que hay a veces, estoy haciendo una confesión yo aquí, a veces yo saco mi tiempo por la mañana y me busco un librito de meditaciones diarias que yo tengo que se llama, El aposento alto, y esta mañana yo me crucé con una meditación que me llamó la atención el titular de esa reflexión y la quería compartir con ustedes. La meditación de ese día se llamaba “Una noche más con las ranas”, así mismo, “Una noche más con las ranas”.
Vayan conmigo al libro de Éxodo, capítulo 8. Yo creo que algunas personas me miran como que, hmmm…. A dónde va esto? Voy a ir a “Una noche más con las ranas”. Esto yo creo que fue una predicación que yo también escuché hace mucho tiempo de Dante Gebel, yo no sé cuántos de ustedes conocen a Dante Gebel, pero Dante Gebel predicó de esto uuuuf, hace mucho que yo escuché eso. Pero esta mañana me crucé con esa meditación que es del día de hoy y no sé cuando yo leí el texto, hubo varias cosas en este texto que me hincaron así, no que hincaron perdón, que resaltaron, no sé las voy a compartir con nosotros hoy.
Dice en el verso 1, “Entonces Jehová dijo a Moisés, ‘entra a la presencia de faraón y dile, Jehová ha dicho así, deja ir a mi pueblo para que me sirva y si no lo quieres dejar ir he aquí que yo castigaré con ranas todos tus territorios y el río criará ranas las cuales subirán y entrarán en tu casa, en la cama donde duermes, y sobre tu cama y en las casas de tus siervos en tu pueblo, en tus hornos y en tus artesas….”
Qué es una artesa? Yo me quedé medio perdido. Eso es como una olla, ¿verdad? Ok, como una olla. Ok.
Verso 4, “… y las ranas subirán sobre ti, sobre tu pueblo y sobre todos tus siervos’, y Jehová dijo a Moisés, ‘di a Aarón, extiende tu mano con tu vara sobre los ríos, arroyos y estanques para que haga subir ranas sobre la tierra de Egipto’. Entonces Aarón extendió su mano sobre las aguas de Egipto y subieron las ranas que cubrieron la tierra de Egipto, mucho énfasis en la tierra de Egipto, y los hechiceros hicieron lo mismo con sus encantamientos e hicieron venir ranas sobre la tierra de Egipto…”
O sea, que clase de mentes son estos hechiceros del faraón? En vez de haber hecho lo contrario, de sacar las ranas, trajeron más ranas. O sea, eso me…. Voy ya mismo a eso.
“….Entonces, verso 8, faraón llamó a Moisés y Aarón y les dijo, ‘orad a Jehová para que quite todas estas ranas de mí y de mi pueblo y deje ir yo a tu pueblo para que ofrezca sacrificios a Jehová’. Y dijo Moisés a faraón, aquí es donde está la clave, ‘Dígnate indicarme cuándo debo orar por ti y por tus siervos y por tu pueblo para que las ranas sean quitadas de ti y de tus casas, y que solamente queden en el río?’ Y dijo faraón….”
Vamos a decirlo a coro, y dijo faraón, a quién se le ocurre decir mañana? Yo le hubiese dicho, mira ahora mismo, que se vayan ahora. Por qué tu vas a querer quedarte con las ranas toda una noche y que mañana por la mañana se vayan las ranas. En qué cabeza cabe? Pero miren esto, por favor no me hagan reír que me quiero concentrar. Miren esto, esa frase es bien interesante. Las ranas, yo creo, que nosotros podemos identificar las ranas como cualquier cosa que nos estanca a nosotros. Una rana es una cosa fea aunque hay niños que cogen las ranas, que les dan besos a las ranas y yo no sé si usted ha visto fotos así. Pero una rana es algo feo, algo asco, o sea, a menos que sea un coquí puertorriqueño, está bien, eso es otra cosa. El coquí es más pasable. Pero una rana es una rana, pegajosa. Tu te imaginas que tu amanezcan un día y que tu tengas como cinco ranas metidas en tu cama? Que vas a abrir la nevera y de repente sale una rana. Que vayas al baño y de repente te salga una rana del toilet o algo así. Te imaginas una cosa igual? Eso es un asco. Eso es un asco. Mira a Gloria, Gloria se queda como que Pastor Omar, que tu estás hablando? Eso es un asco.
Por qué mañana? Oye, Lucy ven acá, termina tu la predicación. Mira eso, es interesante. Se acostumbraron a tener las ranas por una noche. Ah, yo puedo lidiar con las ranas por una noche. Eso no es nada. Yo las piso, las aplasto. Pero miren eso, mis hermanos, esas cosas feas que no gustan, que apestan, que dan asco, muchas veces son cosas que están en nosotros. Y usted lo puede definir de cualquier forma. Hay veces que son rasgos de carácter que apestan, rasgos de carácter que afean a uno, que son como que …. Por qué tengo que seguir lidiando con esto?
Las personas que sufren de algún tipo de adicción también, eso es otra forma, que esas ranas se pueden manifestar. Personas que pelean con adicción al cigarrillo, o a estar bebiendo, o a estar de fiesta en fiesta, de bar en bar y you name it, exacto, dicen sí, yo voy a dejar de beber mañana. Yo voy a dejar de fumar mañana. Ah, yo no vuelvo a ir a la fiesta mañana. Eeeh, no, no vuelvo a mirar a una mujer con lujuria, sí, mañana. Claro. Tantas cosas, tantas cosas. No vuelvo a decir una mala palabra empezando mañana. No vuelve a salir una mala palabra de mi boca. Las dietas empiezan no tan solamente el primer día del año como una nueva resolución, sino que también empiezan mañana.
Mañana salgo a hacer ejercicios. Y mañana llovió y no sale a hacer ejercicios. Mira, voy a ser responsable, llamando a la gente, tu sabes cuándo? Mañana. Ah, voy a empezar a orar. Mañana. Aunque el orar no es una rana. No, no, no, orar no es una rana. La rana es no orar. Ayunar también, el no ayunar puede ser otra rana. Qué más, qué más podemos identificar como una rana? Ah, voy a pagar todas mis deudas, mañana. Mañana, empiezo a ahorrar dinero, mañana. Me voy a buscar un analista financiero que me ayude a pagar mis deudas. Cuándo? Mañana. Ah, voy a dar el diezmo mañana. Voy a llamar a mi abuela que hace tiempo está llamándome y yo no le contesto la llamada. Cuándo? Mañana. Ven la idea? Ven la idea?
Qué es lo que dice este refrán bien conocido: no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Déjenme seguir leyendo el texto porque queda algo bien interesante. O sea, la meditación de hoy lo dejaba ahí en el verso 10 pero yo seguí leyendo y descubrí algo bien interesante. Dice:
“… y él dijo, tomorrow, y Moisés respondió, ‘se hará conforme a tu palabra para que conozcas que no hay como Jehová nuestro Dios. Y las ranas irán se irán de ti, de tus casas, de tus siervos, y de tu pueblo y solamente quedarán en el río’. Entonces salieron Moisés y Aarón de la presencia del faraón y clamó Moisés a Jehová tocante a las ranas, Dios mira ve si puedes por favor saca estas ranas de aquí, e hizo Jehová conforme a la palabra de Moisés. Miren esto, … y murieron las ranas en las casas de los cortijos y de los campos y las juntaron en montones y, mira esto, y apestaba la tierra.”
Oiga, yo no sé, pero esa frase me cogió. Sabe por qué me agarró esa frase, porque muchas veces cuando empezamos a lidiar con esas ranas y empezamos a buscar la forma de matarlas, eso puede ser un proceso que apeste mucho y muchas veces cuando empezamos a sentir ese mal olor como que nos intimidamos y nos echamos a un lado y lo dejamos ahí. ¿Verdad? Hay veces que esa es la tendencia, que cuando hay algo que apesta si es un olor que le da nauseas a alguien, qué es lo que va a decir? Brega tu con eso, yo no puedo. O ve y límpialo tu. Porque hay veces que ni lo limpiamos y lo dejamos ahí tirado, que el sol lo consuma solo, el sol y el aire y la lluvia y el sereno y cosas así que lo consuma solo. Pero mientras tanto la peste sigue ahí.
Y yo creo, mis hermanos, que en este proceso de deshacernos de las ranas hay que ser un proceso bien intencional. Yo creo que hay que orarle a Dios para que le de a uno un estómago fuerte para poder soportar esos malos olores.
Sabe cómo se pueden manifestar esos malos olores muchas veces en la vida? Estaban hablando ahorita de la dieta y del ejercicio. Saben cómo se puede empezar a manifestar ese mal olor? Cuando usted empieza ha hacer ejercicios después de años que tal vez no hacía, qué es lo que primero con lo cual usted va a tener que lidiar? Los dolores. El cansancio, el cuerpo que está tieso y la primera semana se quita y no vuelve a hacer ejercicios. Le apestó tanto la cosa que ahí lo dejó.
Lo mismo pasa con la dieta. Se empieza a sentir flaquito, así chiquitito, chiquitito, y ensaladita con tomatitos y huevito y una pechuguita de pollo bien chiquitita, bien flaquita, y de repente me ve a mí al laso suyo que me empiezo a comer una pizza bien grasosa y es como que esa pizza de Omar se ve como Gloria ahora mismo y me quiere sacar la pizza. Entonces la pizza mía se va a convertir en esa peste que los va a distraer de lo que verdaderamente usted tiene que hacer.
Cuando empezar a lidiar con esas ranas que están bien engranadas en uno, que causan tanto asco pero cuando uno empieza a matar esas ranas, que uno se empieza a encontrar verdaderamente con esos aspectos de carácter que están bien centrados en uno, que uno dice, como que guau, esto está peor de lo que yo pensaba. Yo pensaba que esto era algo así bien superficial, pero esto va más profundo. No, pero oigo todavía. Hasta que haya vida en la batería seguiré hablando. Mañana cambiaré la batería del micrófono. Gracias por el esfuerzo. Ahora empieza a apestar este micrófono.
Pero miren esto, mis hermanos, porque yo creo que intencionalmente Dios quiere que tratemos con esas ranas que están en nuestra vida y van a haber momentos donde esas ranas van a empezar a apestar. Cuando Dios empiece a darnos la fuerza y la autoridad para saber cómo destruirlas y eliminarlas de nuestras vidas muchas veces vamos a tener que lidiar con situaciones que va a causar dolor, que va a causar asco, que va a causar incomodidad, que es como que yo no quiero lidiar con eso ahora. Yo estaba muy cómodo como estaba antes.
Ese fue el problema de faraón, cuando dijo eso de mañana, eso significa como que mira, no, ahora no, hay muchas cosas, tal vez era la hora de tomarse un te y prefirió tomarse un te en la compañía de una rana que tomarse un te con su mesa totalmente limpia. Y yo creo, mis hermanos, que muchas veces ese mañana se sigue convirtiendo en el otro mañana, y pasado, y pasado, y pasado y nosotros seguimos como que lingering around, cómo se dice eso en español? Lingering, como que dándole vueltas al asunto y se queda ahí, se queda ahí, y no lidiamos verdaderamente con lo que hay que lidiar. Se requiere valor, mis hermanos, se requiere como que un espíritu verdaderamente comprometido para echar esas cosas a un lado que dejen de apestar, que dejen de molestar y que dejen de incomodar, para verdaderamente entonces uno abrirse a lo que Dios quiere hacer en medio de nuestras vidas.
Obviamente en esta historia las ranas eran una plaga, de las muchas otras que Dios envió, sabes por qué? por la terquedad de faraón y hay veces que nuestras ranas se convierten en muchas otras plagas porque somos tercos en no querernos abrir al trato de Dios en medio de nuestras vidas. Y estamos peleando y luchando con lo mismo, lo mismo, la misma vaina para aquí, para allá, de un lado para el otro y estamos ahí, ahí, y ahí.
Hay veces que uno mismo sin querer queriendo uno permite y atrae esas plagas a la vida de uno. Pero la intencionalidad de Dios es una totalmente distinta. La intencionalidad de Dios en toda esta historia es poder traer libertad a un pueblo, poder libertar a un pueblo de su esclavitud, poder libertar a un pueblo de su situación de opresión en la cual se encontraba. Y acaso eso no es lo que Dios quiere hacer en medio de nuestras vidas? de traer libertad a nuestros corazones, de podernos sentir que estamos llevando una vida totalmente abundante de acuerdo a las cosas que él quiere para nosotros. Pero entonces nos encontramos en esta encrucijada que empezamos como que a juzgar, ok, o me quedo con esta rana o me quedo con esto que Dios tiene para mí.
Yo no sé si me están siguiendo, mis hermanos, pero esto es algo que es bien profundo. Yo no estoy diciendo que este sea el caso suyo, pero tal vez usted conoce a gente que están bien acostumbrados a vivir con sus ranas y apesta, apesta. Y yo creo que nosotros tenemos que tanto a nivel personal como que nivel de nuestro servicio y nuestro ministerio con otros, tenemos que estar bien pendientes a esas áreas donde puedan haber ranas escondidas por ahí y no esperar a mañana para lidiar con ellas sino que hoy, en el momento, empezar ya desde hoy y empezar a decir, mira, Señor, saca estas cosas, vamos a matar estas cosas, aunque apeste por un tiempo pero el mero hecho de que las vamos a sacar y las vamos a quemar o las vamos a enterrar o lo que sea, pero después que se vaya ese olor, lo que va a quedar es los olores de Dios por así decirlo, la gloria de Dios, lo que Dios quiere hacer en medio de nuestras vidas.
Pero esto no nos viene fácil o natural a nosotros. Esto no lo podemos hacer por nuestra propia fuerza, no lo podemos hacer por nuestro propio valor o esmero. Esto requiere una intervención de Dios. Obviamente aquí en esta historia Moisés tuvo que interceder para que fuera Dios el que sacara toda esa plaga de esa región. Y ahora mismo Jesús intercede por nosotros para que los propósitos de Dios se cumplan en nuestras vidas y que esas imperfecciones que están en nosotros nos podamos deshacer de ellas con el poder de Dios, la ayuda de otros hermanos y hermanas que puedan orar por nosotros, que nos puedan aconsejar, que puedan darnos la mano, que me puedan ayudar a cargar esa bolsa de ranas y sacarlas de mi vida por completo.
Dios obra en todas esas formas, mis hermanos, pero aquí la clave de este chiste de mañana, tiene que ver con ese aspecto de la terquedad que muchas veces nos ciega a nosotros, terquedad, torpeza, ignorancia pero en este caso se ve la terquedad de un rey, de un faraón que tal vez él pensó que él podía lidiar con eso por su propia cuenta, pero al fin y al cabo se dio cuenta de que no. Y mire, yo no sé cómo usted define terquedad, pero la terquedad nos puede apartar a nosotros de lo que Dios verdaderamente quiere hacer en medio de nuestras vidas. Y hay veces que lo hace en formas sutiles y escondidas, que muchas veces nos acostumbramos tanto a esas cosas más sin embargo son cosas que están impidiendo que el fluir de Dios pueda verdaderamente correr en nosotros y a través de nosotros para bendecir a otros también.
Así que, miren, yo les dije que en diez minutos yo iba a terminar, cumplí mi parte. Pero yo quiero tomar un momento para orar por esto. Digo, no estoy diciendo que usted se confiese si tiene ranas o no en su vida, no es eso. Pero yo quiero que oremos, mis hermanos, porque tal vez la rana más grande con la cual nosotros lidiamos es la terquedad. Que bárbaro, estoy diciéndoles tercos, Señor, perdóname. Pero entienden por dónde voy?
Hay veces que la rana más grande con la cual lidiamos es nuestra propia necedad. Gracias. Que hay veces que nos cegamos con las cosas que parecen bien comunes a nuestras vidas, más sin embargo son esas mismas cosas las que a veces nos limitan, nos detienen, nos roban de lo que Dios quiere hacer en nosotros.
Es decir, que yo le animo a que en esta noche nosotros podamos orar y podamos orar con esto en mente. Sea lo que sea que haya en mí, primero que nada que Dios me de el discernimiento para poderlo identificar y una vez que lo identifique que Dios me de entonces el valor para saber cómo enfrentarlo y deshacerme de eso, aunque sea un proceso que coja tiempo, aunque el mal olor perdure, pero que nos de como quien dice la fuerza interior que necesitamos para sea que tenga que limpiar con cloro, y tirar free breeze en el aire, para despejar los malos olores, pero que Dios nos de la firmeza y la consistencia de que no tengan que esperar hasta mañana para hacer algo sino que yo empiece hoy y que mañana continúe y pasado y continúe y así, así por el estilo.
Eso es lo que Dios quiere hacer en medio de nuestras vidas. Una vez que nosotros lo logremos hacer en nuestras vidas, nosotros nos convertimos entonces en testimonios vivos para otras personas a nuestro alrededor, otras personas que tal vez están lidiando con otras ranas y quien sabe si más ranas de las que usted tenía y que entonces Dios nos pueda usar a nosotros como ese Moisés de ponernos en el medio, de interceder para que Dios quite las ranas de esa otra persona. O que ayude a esa otra persona a deshacerse de sus ranas también.
Así que mis hermanos, yo les invito, yo no intencionaba así traer un mensaje demasiado extenso, pero entendieron la idea ¿verdad? No es mañana, es hoy. Es ahora. Es en este mismo segundo. Sea lo que sea, mis hermanos, usted póngalo nombre y apellido a sea cual sea esa ranita que esté por ahí molestando, aunque sea un canto tan lindo como el coquí, pero sigue siendo una ranita.
En el nombre de Jesús, Señor nos acercamos a ti. Padre hay veces que esas ranas están tan y tan escondidas en nosotros que hay veces que no nos damos cuenta de ellas, más sin embargo están por ahí escondidas. Hay veces que esas ranas están cantando y bien fuertes, y nosotros sabemos que están ahí pero no nos atrevemos ni tan siquiera ni agarrarlas para echarlas fuera y es por eso que necesitamos una intervención de parte tuya, Señor.
Padre, yo te pido que a cada uno de mis hermanos y hermanas que están aquí hoy y aún aquellos que nos están escuchando por el Internet, Señor, que tu nos des a cada uno de nosotros el poder, la gracia, la firmeza para saber cómo lidiar con esas áreas tan feas en medio de nuestra vida, Señor, y podernos deshacer de cada uno de ellas, Señor, aunque en el proceso nos tengamos que enfrentar con malos olores, aunque en el proceso nos tengamos que enfrentar con situaciones conflictivas, aunque en el proceso nos tengamos que enfrentar tal vez con lidiar con un sentido de vergüenza o de culpabilidad, Señor, pero que todo eso funcione para nosotros llegar al cumplimiento de tu propósito en medio de nuestras vidas.
Tu palabra dice que todas cosas obran para bien en las vidas de aquellos que te aman, Señor, en las vidas de aquellos que están buscando que tus propósitos se cumplan en medio de nosotros. Así que, Señor, yo te ruego ahora mismo aquí en compañía de cada uno de mis hermanos y hermanas que tu nos des esa sabiduría y ese discernimiento para saber cómo lidiar con esas imperfecciones en nosotros, Señor.
Padre, yo la verdad es que tal vez yo no sé el propósito completo con el cual estoy comunicando este mensaje pero yo sé que hay algo en esto, Señor, y tu conoces cada uno de las personas que están aquí escuchando y recibiendo esta palabra ahora mismo. Así que yo solamente te suplico que tu palabra cumpla el propósito con el cual está siendo enviado ahora mismo, Señor. Si tal vez ese asunto de las ranas no se identifican con ellos, pero la idea del posponer las coas para mañana sí, Señor, cosas que tal ve tu estás buscando que nosotros nos decidamos ya, hoy, en una forma crasa, Señor, y no seguir posponiendo las cosas para mañana, o pasado o pasado, Señor, sino que hoy estás buscando que tomemos una decisión firme por ti, Señor. Mira, aún por eso, Padre, yo te ruego, Señor Jesús que tu nos ayudes a discernir tu voz, que tu nos ayudes a discernir tu voz, Señor, para saber cómo responder al trato tuyo en medio de nuestras vidas.
Y ¿saben qué? se me ocurre algo ahora, esto fue algo con lo cual estaba leyendo esta mañana y es el mero hecho de tal vez personas que tienen que reconciliarse con Dios directamente, personas que necesitan reconciliar sus vidas con Dios en una forma bien directa, bien intencional, personas que tal vez siguen diciendo, mira, ¿saben qué? Mañana yo voy a seguir haciendo lo mío, y lo seguimos posponiendo, esa restauración de una relación con Dios. Yo no sé si este es el caso suyo en esta noche, o tal vez alguna persona que me esté viendo por el Internet, que tal vez usted necesita reconciliar su vida con el Señor pero hay una rana ahí que usted sigue diciendo mañana, mañana, mañana, mañana. Mire, hoy, como dice la palabra, hoy es el día de salvación, hoy es el día donde podemos reconciliarnos con el Señor, donde podemos empezar de nuevo. Hoy es el momento donde las misericordias de Dios se hacen nuevas y podemos comenzar una vez más, una vida de relación estrecha con Dios. Así que si eso es algo que llega a su corazón dondequiera que usted se encuentre yo solamente pido ahora mismo que esta palabra llegue y cumpla el propósito.
Señor, si hoy ahora mismo tu estás tocando una vida que necesita reconciliarse contigo, Señor, o una vida que necesita aceptarte a ti por primera vez y entregarse a ti por completo por primera vez, Señor, yo te pido que esta palabra llegue ahora mismo a cada uno de sus corazones y que tu traigas con tu Espíritu Santo la convicción de tu presencia en medio de esa vida ahora mismo Señor, que ese hombre, que esa mujer, que ese joven, que ese anciano que está recibiendo esta palabra ahora mismo, Señor, pueda tomar la decisión de reconciliarse contigo, de restaurar su comunicación contigo, de restaurar su amor contigo, de pedirte perdón por sus faltas, Señor, y de buscar la forma de comenzar de nuevo bajo tu gracia y bajo tu misericordia, Señor. Yo bendigo a esa persona, Señor, dondequiera que se encuentre, sea aquí en este salón o sea a través del Internet, si me está viendo ahora, y yo lo creo así, ahora mismo que hay una persona que se está reconciliando contigo, Señor, a esa persona la bendecimos y declaramos la cobertura de tu Espíritu Santo sobre él, Señor Jesús, ahora mismo.
Gracias te damos por este tiempo, Señor. Gracias porque tu palabra nunca viene vacías, Señor, sino que cumple el propósito con el cual tu la envías. Gracias te damos, Señor, en el nombre de Jesús. Amén y amén. Gracias Señor. Gracias.
El dinero
19 de abril del 2010 - Por Betsy Behan
"El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad" Eclesiastés 5:10
Todos sabemos que el dinero es necesario, sin el no podríamos subsistir ya que con el compramos los alimentos, pagamos por un techo, estudios, etc. El dinero es una bendición que si no sabemos administrar, fácilmente se puede convertir en todo lo contrario, y el querer tener, y tener puede llegar a ser el mal de nuestras vidas "Porque la raíz de TODOS los MALES es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores" (1 Timoteo 6:10). Quizás te preguntes: ¿Dios no quiere que tengamos dinero? No, pero prueba nuestros corazones, la muestra está con Abraham, hombre sencillo al cual Dios le dio riquezas.
El amor al dinero, y todo lo que él representa no respeta principios, moral, relaciones, familias, y ha sido motivo de dolor, muerte, la cual viene desde los primeros tiempos. Uno de esos hechos fue el de Judas de entregar a Jesús por unas monedas. Hoy día el amor al dinero, y el querer tener se ha expandido como una epidemia.
También está la herencia, la cual he bautizado como la esposa del dinero. Ésta en lugar de bendecir en muchos casos, trae con ella división, rencor y al igual que su esposo el dinero no respeta principios de ninguna clase. "…los llamados reciban la promesa de la herencia eterna" (Hebreos 9:15c).
Mejor es un bocado seco, y en paz, que casa de contiendas llena de provisiones (Proverbios 17:1).
El dinero es necesario, igualmente el tener, pero La Palabra dice: el amor al dinero es la raíz de todos los males, y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. El recibir una herencia es una bendición, pero el que traiga con ella división, y rencor es perdición. Superémonos sin olvidarnos que aquí estamos de pasada, y vivamos "Sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís" (Colosenses 3:24). Nuestro Padre Celestial nos da el mejor regalo, el cual no se compra con dinero "La Salvación", y la mejor herencia "Vida Eterna".
"Cápsula de Inspiración"
El dinero puede comprar una cama pero no el sueño. Libros pero no la mente; una casa pero no un hogar. Medicina pero no salud; lujos pero no felicidad. Imagen pero no carácter; religión pero no la salvación.
“Cápsula bíblica"
Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa;
Tú sustentas mi suerte
Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos,
Y es hermosa la heredad que me ha tocado
Salmo 16:5-6
Una iglesia sin murallas
TRANSCRIPT
Hay algo que el Señor ha puesto en mi corazón que quiero compartir con ustedes y es algo que está bien reciente en mi corazón, es algo que he sido inspirado –como quien dice, este fin de semana- para compartir esta palabra. Y créanme que no es un mensaje que no sea espiritual, yo creo que es súper espiritual este mensaje, pero quizás no voy a escuchar muchos “amén” o muchos “aleluya” pero sí yo espero que cada una de sus mentes, sus corazones y sus espíritus salgan de aquí con una convicción diferente.
Es mi deseo que usted pueda salir hoy con un sentido de estar más abierto a lo que Dios está haciendo en medio. Como nosotros hemos escuchado mucho en los últimos meses, se está hablando de esta Palabra profética de que Dios quiere hacer algo en medio nuestro, que Dios va a traer un mover nuevo aquí al área de Nueva Inglaterra. Y siempre que escuchamos esa palabra decimos “Amén”, ¿verdad? ¿Podemos decir amén a eso? ¿Qué queremos ver un mover de Dios en medio nuestro? Un mover que cubra niños, que cubra jóvenes, que cubra adultos; pero también un mover que sin duda alguna va a cubrir a toda la iglesia con “I” mayúscula por así decirlo. El cuerpo de Cristo donde quiera que se reúna sobre la faz de la Tierra.
Este fin de semana aquí en la ciudad de Boston se estuvo llevando a cabo una conferencia que se llama “Ethnical American Summit” que se estaba dando un capítulo aquí en Boston. Y esta conferencia es una conferencia donde distintos ministerios multiculturales de toda la nación se dieron cita aquí en Boston. Habían distintas personas que estaban hablando, que estaban compartiendo sus experiencias, sus perspectivas en lo que significa tener un ministerio multicultural en sus lugares de ministerio.
Y yo participé el viernes de esta conferencia. Yo se que había distintas personas de aquí de la Iglesia que también estuvieron por ahí. Yo se que mi hermana Patricia, mi hermana Damaris estuvieron bien involucradas en la combinación de este evento. Yo se que nuestro hermano Eldie Villafañe también estuvo ahí. Pero hubo algo que yo saqué de esa conferencia que yo siento una responsabilidad delante de Dios de poderla compartir con ustedes como mi Iglesia también.
Yo creo que es una revelación tangible de lo que Dios está haciendo en medio de nosotros. Hay veces que nosotros hablamos de revelación de que ha estado durmiendo y tuvo un sueño y vio esta visión así. Pero lo que yo voy a compartir con ustedes fue una visión literalmente tangible, en vivo y a todo color. Algo que se pudo tocar, algo que se pudo experimentar. Y esta conferencia estuvo basada en el texto que se encuentra en Zacarías Capítulo 2. ¿Capítulo Dios dije? [Risas] Bueno, ese capítulo es nuevo. Bueno todos los capítulos tienen a Dios ahí en el corazón. Zacarías Capítulo 2, perdón. Yo no se si ustedes han conocido a Zacarías piedras del río pero ese no es el Zacarías que estoy hablando aquí ahora.
Okay. No cogieron el chiste, ¿verdad? “Sacarías piedras del río” ¡Ah! ¡Ahora! [Risas] Libro de Zacarías en el Antiguo Testamento en el Capítulo 2. Voy a comenzar a leer en el verso 1, voy a leer los primeros 5 versos nada más. Dice: “Alcé pues mis ojos y miré y he aquí un varón que tenía en su mano un cordel de medir. Y le dije ‘¿A dónde vas?’ y él me respondió ‘Voy a medir a Jerusalén para ver cuanta es su anchura y cuanta es su longitud. Y he aquí salía aquel ángel que hablaba conmigo y otro ángel le salió al encuentro y ese otro ángel le dijo “Corre, habla a este joven y dile que Jerusalén va a ser habitada sin muros o sin muros será habitada Jerusalén a causa de la multitud de hombres y de ganado en medio de ella”.
“Yo seré para ella –dice Jehová- muro de fuego en derredor y para gloria estaré en medio de ella”. Si yo fuera a parafrasear este verso lo que este verso está diciendo es que Jerusalén va a ser una ciudad sin paredes, sin murallas. Que Dios va a estar protegiendo esta ciudad como si fuera un muro de fuego alrededor de ella y que la Gloria de Dios estaría viviendo justamente en medio de esa ciudad. Tres puntos bien importantes aquí en este pasaje. Ahora déjenme ponerles en contexto del por qué quiero compartir esto hoy con ustedes.
El viernes yo tuve la oportunidad de compartir un taller en esta conferencia de Ministerios multiétnicos donde me pidieron que yo pudiese hablar de mi perspectiva pastoral y de nuestra experiencia como Congregación León de Judá en lo que han sido nuestros retos en poder tratar de levantar un Ministerio multicultural y como desde una perspectiva pastoral nosotros hemos logrado lidiar con esos retos en alguna forma u otra. Para mi eso fue un reto. Yo me dije “¡Guau! Yo creo que eso el Pastor Greg lo puede hablar mejor que yo o tal vez el Pastor Roberto Miranda”. Pero obviamente el Pastor Miranda está en Puerto Rico y el Pastor Greg tenía una conferencia ese mismo día también. Así que yo me dije “Bueno, pues me va a tocar a mí el vellón. Así que vamos a prepararnos para eso”.
El asunto es que cuando yo llego a mi salón y me dijeron que tal vez iba a tener un grupo como de 15 personas. Pues yo me preparo para un grupo de 15 personas y cuando veo que se empieza a llenar el salón y termino con 35 personas en mi salón. Y yo empiezo a notar la gente que yo tengo en el salón. Tengo un Pastor anglicano que viene de Castleberry, ¿es que se llama esa ciudad allá en Ámsterdam si no me equivoco? Viene de allá él pero que está localizado acá en Nueva Inglaterra. Tenía otro Pastor que llegó de la India también para estar en esa conferencia, tenía una pareja joven –tal vez ellos se encontraban en sus mid-twenties- que llegó de Hawaii. Tenía como nuestro querido Pastor Greg, tenía dos gringos confundidos allí también. Bueno, dos gringos y dos gringas confundidos que estaban allí que entendían muy bien el español y lo hablaban muy bien.
Uno de ellos era de San Francisco, California; otro venía de Arizona y también había un Pastor original de Méjico que está ministrando en Texas ahora. So, tenía, claro está había como unas cuatro personas afro-americanas en el salón. So, miren la amalgama de personas que yo tenía en medio de este salón. Y claro está yo un Puertorriqueño en medio de todos ellos. Cuando yo me encuentro de frente a todas estas personas, yo me dije “Señor ayúdame”. Porque yo se que el tema que me toca hablar es bien difícil y yo estoy de frente a personas que tienen experiencias y perspectivas totalmente distintas a las que yo traigo a la mesa. Así que solo te pido que me pongas en gracia para poder comunicar lo que tengo que hablar.
Miren mis hermanos, cuando yo empecé a hablar… a mi siempre me gusta la interacción y gracias a Dios, desde el principio la gente empezó a interactuar. Pero hubo un momento que yo sabía que había un comentario que yo iba a decir que en algún momento u otro iba a abrir una caja de Pandora y así mismo sucedió. Porque yo estaba hablando en un momento acerca de que muchas veces las relaciones que se dan entre hispanos y afro-americanos que en algunos momentos creemos que tenemos muchas cosas en común y sí las tenemos. Pero son cosas en común que se experimentan con historias totalmente distintas.
Por ejemplo, el comentario que yo estaba hablando tenía que ver con el tiempo de la esclavitud. Y cuando yo saqué este comentario las personas afro-americanas que estaban allí, yo se que toqué un nervio en ellos. Y aunque estas personas reaccionaron y como que levantaron la mano e hicieron un comentario y yo como que “¡Guau! Déjame ver como arreglo esto ahora”. Pero al final estas personas se me acercaron y comenzamos a profundizar un poco más el comentario que yo había hecho. Ellos entendieron que yo no lo hice con ninguna intención de ofender pero si lo que sucedió fue algo que yo entiendo que fue milagroso. Porque en esa conversación se llevó a cabo un entendimiento que si yo no hubiese dicho ese comentario, jamás nos hubiésemos podido entender.
Y tal vez usted se está diciendo, ‘Pero Pastor Omar, ¿qué fue lo que usted dijo?’ Obviamente no voy a entrar en detalles pero in a nutshell lo que yo dije fue: “Que hay veces que yo –porque yo estaba hablando de mi- puedo percibir que cuando tratamos de hacer esfuerzos de ministerio combinado con estos dos grupos particulares hay veces que nuestras historias se interponen al nosotros poder ejercer un ministerio efectivo y productivo. Porque siempre estamos con ese prejuicio: ‘Okay, si yo me envuelvo contigo, what am I going to get out of it?’ ‘¿Qué voy a sacar de esto yo?’
Y es como que viene de un prejuicio ya de los tipos de historia que nosotros tenemos. Pero no fue hasta que yo hablé con estas personas que entonces me comenzaron a decir: “Mira tú tienes que entender que que esto es una historia que está bien cercana a nuestro corazón, que está bien cercana a nuestra experiencia”. Yo lo entendí así también. Pero a la misma vez me dieron el permiso de yo poder decir que si nosotros queremos alcanzar un tipo de ministerio que sea productivo, fructífero y de acuerdo a lo que Dios quiere y lo que Dios intenciona tenemos que aprender a mirar por encima de esas historias por más dolorosas que estas puedan ser. Para verdaderamente lograr hacer conexiones entre nuestros grupos, para nosotros verdaderamente poder definir que nuestra etnicidad está medida por los valores del Reino de Dios y no tan solamente por los grupos culturales de donde nosotros venimos.
Para nosotros poder reconocer reconocer que nuestra nacionalidad está en el Cielo y no tan solamente aquí en la Tierra aunque es una nacionalidad bien real. Pero si nosotros pertenecemos al Reino de Dios y queremos ver el Reino de Dios establecido aquí en la Tierra tenemos que pensar entonces con esa mentalidad. Porque si yo sigo juzgando las cosas con lo que tengo de frente a mi los alcances que yo pueda hacer van a ser bien limitados. Porque siempre va a haber un prejuicio a través del cual yo voy a estar mirando ese tipo de experiencias. Y eso no es lo que Dios intenciona y yo he salido de esta conferencia bien convencido de eso. Estaba convencido antes pero ahora aún más.
Miren unos puntos que quiero compartir con ustedes. Cuando yo leo ese texto que dice “Jerusalén va a ser una ciudad sin muralla, que Dios va a estar en derredor de ella como un muro de fuego y que su propia gloria va a estar viviendo en medio de nosotros…” miren alguno de los puntos que yo logré sacar de toda esta conferencia y de leer o interpretar este texto. Este texto, créanme este fin de semana ha sido evaluado en muchas formas, teólogos han hablado de este texto, pastores han hablado de este texto, lideres laicos han hablado de este texto; así que yo solamente quiero compartir con ustedes hoy la porción que me tocó a mi: uno de sus pastores compartiendo esto con ustedes.
Pero el primer punto yo lo tomé del Doctor Al Padilla cuando en su presentación el viernes por la mañana él estaba diciendo que ser parte de una ciudad sin murallas- y para esto consta, vamos a hacer un cambio aquí- ser parte de una iglesia sin murallas. Lo voy a decir así. Ser parte de una iglesia sin murallas significa o implica un nuevo aprendizaje al cual todos nosotros nos tenemos que enfrentar. Un nuevo aprendizaje al cual todos nosotros nos tenemos que someter de alguna forma u otra. ¿Por qué un nuevo aprendizaje? Imagínense ustedes que si ustedes viven en una ciudad fortificada que tiene murallas a su alrededor y dentro de esas murallas hay un sistema de gobierno. Un sistema social a través del cual todo el mundo se rige y cada cual está acostumbrado a vivir de esa forma, esas murallas proveen un sentido de protección, proveen un sentido de seguridad. Todo el mundo está bien cómodo con su propia esquinita y todo el mundo vive de esa forma.
Ahora si quitamos esas murallas, ya la cosa es totalmente distinta. Porque lo que se entiende que es el sentido de protección, lo que era seguro ya no es más y tenemos que empezar a lidiar entonces con que somos una comunidad totalmente abierta, que cualquier persona puede llegar a donde nosotros estamos. Si yo les doy un ejemplo bíblico el profeta Isaías habló de esto en un momento. Isaías en el capítulo 54 los versos del 14 en adelante. Miren algunas palabras que él dice inspirado de parte de Dios. Él dice “Con justicia –hablando de Jerusalén- serás adornada y estarás lejos de opresión porque no temerás y lejos de temor porque no se acercarán a ti.
Si alguno conspirare en contra tuya lo hará sin mí. Y el que contra ti conspire delante de ti caerá. Ninguna arma forjada en contra tuya prosperará y condenarás toda lengua que se levante en contra de ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová y su salvación de mi vendrá”, dijo Jehová. Aquí Dios está hablando de esa dinámica de Él ser ese muro de fuego que protege a la ciudad. Qué Él es el que protege de cualquier influencia que trate de venir de afuera para destruir lo que está ocurriendo adentro. Ahora si yo leo más adelante en el capítulo 60 el verso1. Miren esto que interesante.
Dice: “Levántate y resplandece porque ha venido tu luz y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti porque he aquí que tinieblas cubrirán la Tierra y oscuridad las naciones más sobre ti amanecerá Jehová y sobre ti será vista su gloria”. El verso 3, aquí está la clave. “Y andarán las naciones a Tu luz y los reyes al resplandor de Tu nacimiento. Alza tus ojos alrededor y mira. Todos estos se han juntado y vinieron a ti. Tus hijos vendrán de lejos y tus hijas serán llevadas en brazos”. Obviamente Isaías está hablando de un tiempo de exilio donde está diciendo que todo el pueblo de Jerusalén va a ser reunido una vez más pero a la misma vez cuando él habla de que naciones y reyes vendrán a esta nueva luz que ha amanecido sobre Israel, está hablando precisamente de ese plan nuevo que Dios está estableciendo con esta nación.
Que va a ser una nación donde otras naciones van a llegar a ella para explorar, para disfrutar, para aprender de lo que está sucediendo en medio de esa nación. Ahora, cuando nosotros vemos esto a la luz de la Iglesia, cuando nosotros vemos esto a la luz de lo que Dios está queriendo hacer aquí en medio de Nueva Inglaterra, esto tiene muchas implicaciones mis hermanos. Porque eso significa que cuando nosotros oramos y pedimos que Dios traiga avivamiento aquí en este lugar, que Dios traiga avivamiento en esta reunión o en esta región y nosotros decimos “Amén” a eso, ¿verdad? Siempre que oímos esa palabra es como que “¡Sí, amén! ¡Que venga avivamiento!” y todo se va en fiesta cuando decimos eso. Pero es bien importante entender, mis hermanos, que el avivamiento de Dios no viene a una iglesia local tan solamente. Lo que Dios quiere hacer no es tan solamente con una iglesia local. Lo que Dios quiere hacer es con un cuerpo mayor. Lo que Dios tiene intencionado abarca a mucho más de lo que es León de Judá.
León de Judá es tan solamente una milésima parte de lo que Dios quiere hacer en una región aún mucho mayor. Y eso tiene grandes implicaciones para nosotros como iglesia. Porque eso implica que para nosotros poder ser parte de ese plan mayor tenemos que entender primero como se aplica esa idea de ser una iglesia sin murallas. De ser una iglesia cuyo sistema está abierto a una total revolución y renovación de parte de Dios para nosotros aprender lo que significa vivir dentro de ese sistema. Y esto es algo bien difícil porque a ninguno de nosotros nos viene natural el ajustarnos a esos cambios. A ninguno de nosotros se nos sale natural exponernos a personas que no conocemos. Personas de distinto color de piel, personas con un acento distinto en su voz, personas con olores a gardenia y personas con olores a basura.
Se nos hace bien difícil ajustarnos a todas esas dinámicas. Más sin embargo si somos una iglesia sin murallas vamos a ser expuestos a eso. De alguna forma u otra van a llegar personas aquí a este lugar que Dios las va a traer, mis hermanos, yo lo tengo que decir así, Dios las va a traer. En alguna forma u otra esas personas van a empezar a llegar aquí y nosotros como iglesia tenemos que estar listos y preparados para saber como lidiar con esas nuevas multitudes que llegarán aquí.
Miren, yo les doy un ejemplo. Esto es acabadito de sacado del horno. ¿Cómo quieren el pan? ¿Lo quieren francés, lo quieren italiano? ¿De qué sabor lo quieren? Miren esto. Yo se los tiro y ustedes le ponen la mantequilla o la jalea como ustedes quieran. Miren esto, yo comparto esto, mis hermanos no porque es que me las quiero echar pero comparto esto porque yo creo que fue una respuesta de Dios inmediata a lo que yo prediqué esta mañana. Cuando yo me bajo del altar voy arriba me empiezo a comer mi guineo o mi banana, como mejor ustedes entiendan. Voy allí y de repente llega esta hermana, corriendo a mi oficina: “Pastor tenemos un muchacho allí abajo que necesita ayuda, que necesita coger un taxi y no tiene dinero. A ver si usted puede bajar y ayudarlo”. Y yo “¡Guau! Okay” y cuando voy así bajando con ella, ella me dice: “Parece que el muchacho le dieron, alguien lo golpeó, el muchacho no se ve muy bien”. Y yo me imaginé tal vez tenía un tajito o algo, el muchacho.
Entonces cuando llego aquí a la escalera me encuentro con un muchacho que tenía el ojo totalmente apagado, un tajo aquí en la frente, sangre por la nariz, sangre en la oreja y solamente tenía una camisita de hospital azul de plástico. Y él estaba ahí sentado. Cuando yo me le acerco y lo toco el muchacho estaba frisado porque estaba loco allá afuera tratando de conseguir una guagua y la guagua no lo dejaba entrar. Estaba tratando de conseguir un taxi pero nadie lo ayudaba a conseguir un taxi. Y esta muchacha de la iglesia lo vio allá afuera medio desorientado y que fue lo que hizo: “Déjame traerlo a la iglesia para ver si alguien lo puede ayudar”. Y ¿quién es el primero que la muchacha encontró? El Pastor Omar.
Aquí entonces, mira a mi me estuvo bien curioso esto, la muchacha me dice “Pastor lo dejo ahí entonces para que practique lo que predicó hoy”. [Risas y aplausos]. ¿Verdad que sí Fabio? Mira que interesante esto, mis hermanos, yo creo que Dios tienen un sentido de humor y la gente también. Yo amo a mi gente, definitivamente. [Risas]. El asunto es que yo estaba hablando con Bruce entonces y yo “Bruce, ¿tienes el dinero para ayudar a este muchacho? A ver si hacemos un serrucho entre tú y yo”. Yo tenía como ocho dólares y Bruce me dio uno de 20 y yo le di los 8 y yo cogí el de 20 y voy para allá abajo a hablar con el muchacho [Risas].
Cuando estamos ahí que yo me acerco, yo no se, hubo algo que me compungió mi corazón. Yo empiezo a hablar con este muchacho, le pregunto su nombre se llama César, así que oren por César. Estoy ahí hablando con él y le empiezo a preguntar “César, ¿qué pasó contigo?” Y él me explicó que anoche después que salió del trabajo salió con unos amigos a darse un par de cervezas y cuando salió una ganga le cayó encima y le agolpearon y le dejaron tirado en la calle y después de eso él no se recordó que más pasó. So, él estaba aquí tratando de coger un taxi porque él estaba bien cansado, bien adolorido y quería llegar a su casa. Yo le dije “Bien, pues vamos a ver, ¿Cómo consigo un taxi?”. Busco un número y empiezo a hablar y de repente me puso con Fabio y le digo “Fabio, ayúdame a ver si podemos conseguir a alguien que viva en East Boston que lo pueda llevar allá”.
So en el ínterin de tiempo, yo cojo al muchacho y lo traigo aquí a la antesala y sigo hablando con él, sigo hablando con él y yo me doy cuenta que el muchacho estaba como que temblando de frío. Obviamente, imagínense una camisita de hospital, así de plástico finita. Y yo de repente me digo “¡Guau! Señor, ¿Qué yo puedo hacer con este muchacho ahora?” Y yo tenía, los que se recuerdan esta mañana, yo tenía un sweater verde por encima de esta camisa, y es uno de mis sweaters más favoritos. Era, era uno de mis sweaters favoritos. Tengo que recalcar eso. Era. [Risas]. Alguien lo está disfrutando ahora. Pero, mis hermanos, fue eso de verdad. Yo honestamente, yo voy a hacer esta confesión. Desde la primera vez que yo vi al muchacho me pasó esto por la cabeza “Pásale tu sweater” y yo “No”. ¿Saben por qué yo dije que no? Porque eso ya me había pasado aquí en esta iglesia anteriormente cuando yo empecé.
En mi primer año aquí en la iglesia yo recuerdo que mi esposa me había regalado un jacket de lluvia bastante chévere. Deportivo como a mi me gusta. Y yo recuerdo que hubo un día que se acabó el segundo servicio y llegó una persona una persona de afuera de la calle y yo se que estaba borracho y como que se empezó a poner medio violento. Y el tipo se me acercó y miró mi jacket y me dijo “Oye, me gusta ese jacket”. Y yo “¡Ah! ¿Te gusta? Toma”. Me lo quité y se lo di y después me arrepentí. [Risas]. Como tres días después veo al muchacho por ahí por la calle caminando con mi jacket cubriéndose. Y yo “Señor, fíjate, Señor, que lo disfrute”.
Pero la cosa fue que cuando me encontré con César aquí también me pasó lo mismo, mis hermanos. Y yo quiero que entiendan lo que estoy diciendo porque yo me sentí incómodo. Hubo una parte mía que se sintió incómoda. Yo sabía que era Dios el que me estaba inquietando a yo poder hacer eso con una persona que lo necesitaba. Y estaba diciendo “O le doy el sweater o le doy la chaqueta, ¿cuál de los dos le va a funcionar más?” Miren, pregúntenle a Fabio. Fabio estaba conmigo. “Mira, toma el jacket”. Se lo pusimos, lo ayudamos porque él casi ni podía mover las manos, los vestimos, le traemos un cubo. En lo que entonces llegaba mi hermano Salomón, mira como funciona el cuerpo de Cristo, que él se ofreció para llevarlo allá. Lo llevó hasta allá, hasta East Boston. [Aplausos]. Pero miren como funciona. Miren como funciona este mensaje que yo estoy comunicando ahora mismo con cada uno de nosotros mis hermanos.
Que las cosas que Dios quiere hacer, no necesariamente es un avivamiento espiritual de “¡Ah! ¡Qué rico se siente! Y los pelos se esmorusan y uno habla lenguas por allá, y el otro profetiza por allá, y uno es sanado por aquí y de repente se oye de un milagro por allá. Amén. Gloria a Dios por eso que suceda”. Pero las cosas sobre naturales que Dios también quiere hacer es precisamente eso que pasó esta mañana. Que llegue gente adolorida, que llegue gente dañada por la sociedad. Gente que ha sufrido injusticias de la sociedad y que lleguen aquí y que puedan encontrar un tipo de refugio y que se encuentren con un hombre o con una mujer que está dispuesto a quitarse su camisa y dársela o que está dispuesto a faltar a parte del servicio por llevar al muchacho allá a East Boston y volver otra vez. De eso es lo que se trata lo que Dios quiere hacer en medio de nosotros. Ahora estoy hablando del contexto hispano nada más. Pero lo que Dios quiere hacer trasciende culturas. Trasciende grupos étnicos.
Y aquí es donde yo también entiendo que muchas veces se pone difícil para nosotros. Cuando hablamos de avivamiento, Dios quiere avivar a su iglesia. Dios quiere avivar a hispanos, Dios quiere avivar a afroamericanos, Dios quiere avivar a asiáticos, a brasileños, a españoles. Dios quiere avivar a todas las naciones y culturas representadas alrededor del mundo entero. Y para eso nosotros como iglesia tenemos que estar preparados. Porque eso no nos va a venir, así, demasiado fácil. ¿Saben qué? Esas injusticias es uno de los prejuicios que nosotros también tenemos que sobrepasar. Porque muchas veces aunque estamos hablando de grupos minoritarios, nosotros mismos hemos tenido tertulias o percances con esos mismos grupos hispanos. Particularmente en la comunidad más joven. Hay veces, jóvenes hispanos que están en peleas con jóvenes afroamericanos o jóvenes asiáticos que también están en peleas con jóvenes afroamericanos.
Y muchas veces para poder tratar de edificar esos puentes hay que sanar las heridas que las injusticias han causado a lo largo de esos y cada uno de esos grupos. Y eso no es nada fácil, mis hermanos. Cuando hablamos de un nuevo aprendizaje, significa precisamente eso. Como me pasó en ese taller el viernes. Que podamos tener conversaciones difíciles con aquellos que tal vez nos han herido o tal vez nosotros hemos herido y poder tratar de aclarar esos malos entendidos para entonces podernos identificar como una etnia, con un mismo sentido, con un mismo valor que es el valor del Reino de Dios.
Es posible llegar ahí pero va a requerir sacrificio de ambas partes o de todas las partes. Porque si esto no es algo que está en la visión comunal de nosotros como cuerpo, de nosotros como iglesia, entonces no vamos a poder llegar muy lejos. Miren esto. Este es otro punto que les quiero decir. Parte de vivir como una iglesia que no tiene murallas y la gloria de Dios viviendo en medio de ella, tenemos entonces que depender aún más que nunca de esa nutrición, de esa alimentación que recibimos del poder de Dios. Si esa gloria de Dios está viviendo en nosotros, esa misma gloria de Dios es la que nos enseña a saber como vivir los unos con los otros dentro de estas cuatro paredes. Y miren que eso hace falta también.
Porque si queremos buscar unidad con otros grupos étnicos y culturales tenemos que aprender lo que es la unidad dentro de nosotros mismos como iglesia. Y eso es algo que es bien intencionado mis hermanos. De nada vale que nosotros gastemos esfuerzos y energía en buscar la unidad con otros grupos, con otras iglesias si nosotros aquí como iglesia no aprendemos lo que significa vivir en unidad. Y tal vez usted dice “Pero Pastor eso se da aquí en la iglesia. Mire”. Sí se da en la iglesia, sí se da en la iglesia. Pero si son un ministerio peleando con otro ¿a quién le dan más atención que quien? O que si llega una persona nueva y uno entonces empieza a defender su territorio cuando verdaderamente no es su territorio. Pero es como si “¡Guau! Cuidado, espérate, esta persona me va a quitar el puesto ahora. Cuidado ahora, entonces” Y uno empieza como que a actuar así como que defensivamente.
O si aquel que no me saludó y se cree que es una iglesia de mucho amor y de mucha paz y… ¡Eh! Ni Walter Mercado hace eso. Pero miren mis hermanos, es bien importante que nosotros podamos entender que ese espíritu de unidad tienen que estar bien activo y bien genuino en nosotros primero que nada para entonces nosotros poder nutrir ese mismo mover con otros grupos a nuestro alrededor. Déjenme seguir poniendo otra cosa aquí en contexto. Otra de las personas que hablaron este viernes fue el Pastor Bishop William Thompson que es el Pastor principal de la iglesia Jubile. ¿Cuántos de ustedes conocen la iglesia de Jubile aquí? ¿La conocen verdad? Una iglesia predominantemente de afroamericanos pero es una iglesia multicultural también.
El asunto es que mientras él estaba hablando precisamente acerca de este pasaje de Zacarías una de las cosas que él sacó de ahí es que para nosotros lograr ser una ciudad sin murallas, gobernada y protegida por el Señor y donde la gloria del Señor se manifieste en medio de ella nosotros tenemos que aprender a como compartir necesidades comunes que tengamos un grupo con el otro. Me explico y lo voy a hacer bíblicamente. ¿Se recuerdan? Ya que hemos estado predicando del Libro de los Hechos. En el Libro de los Hechos, capítulo 2. Una de las cosas que se menciona en el verso 44 dice: “Y todos los que habían creído estaban juntos y tenían en común todas las cosas”. Eso es clave: ‘tenían en común todas las cosas’.
“Vendían sus propiedades y sus bienes y los repartían a todos según la necesidad que tenía cada uno”. Un poquito más adelante. Capítulo 4, verso 32. Dice: “Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y de un alma. Y ninguno decía suyo nada de lo que poseía sino que tenían todas las cosas en común”. Una vez más, está enfatizando el hecho de que todos tenían todas las cosas en común. Cuando yo estoy escuchando al Pastor Thompson hablar y él dice que nosotros como iglesias tenemos que aprender a como suplir nuestras necesidades. Esas necesidades que están en común unos con los otros. Él mencionó algunas. Y la primera que él mencionó es como nosotros como iglesia podemos ayudar a reducir lo que es la violencia de jóvenes en nuestras calles. Las calles de nuestros vecindarios.
Que muchas veces nos limitamos a orar y orar y orar aquí dentro de la iglesia pero es bien poco lo que hacemos cuando nos vamos allí afuera y tratamos de involucrarnos más con la comunidad para buscar la forma de reducir esos casos de violencia que se da entre nuestra juventud y nuestra juventud hispana con la juventud de otros grupos culturales, también. Otro punto que él mencionaba también es como juntos podemos trabajar en el mero hecho de poder impactar los sistemas políticos de esta nación para que puedan haber leyes que sean mucho más justas, que puedan alcanzar a una población inmigrante que sigue creciendo, creciendo y creciendo en medio de esta nación.
Inmigrantes minoritarios que se dividen en distintos grupos culturales. Ahora eso no implica que al nosotros envolvernos con otras iglesias, con otros grupos y ministerios, eso no implica o significa que nosotros dejemos de ser el tipo de iglesia que somos. Que nosotros, entonces, descuidemos el grupo hispano solamente por atender a otros grupos. ¡No, no, no! Yo entiendo que el propósito de Dios es que nosotros seamos una iglesia hispana y que podamos atender a las necesidades de nuestra comunidad hispana. Pero también yo entiendo que Dios nos está moviendo a hacer un poco más allá de eso y nosotros poder reconocer que somos parte de un grupo mayor que está ahí afuera. Y no es cualquier grupo. Estamos hablando que es la iglesia. Y Dios quiere que nosotros trabajemos con esas otras partes del cuerpo de Cristo, también.
Que podrán ser de un color distinto, que podrán tener un tono de voz distinto al suyo, que tal vez uno es más alto, otro es más bajito. Pero ¿Saben qué? Eso lo tenemos aquí ahora mismo así que hemos tenido una buena práctica para podernos conectar con esos otros grupos. Yo entiendo, mis hermanos, y estoy totalmente convencido de esto: que hoy más que nunca Dios está llamando a la iglesia. A que nosotros podamos aprender a estrechar nuestros lazos aún más. Yo decía esta mañana, compartía con el grupo esta mañana, donde yo vivo en Randolph en mi calle. Es bien interesante porque al frente mío yo tengo un policía de la ciudad de Hamilton que es anglo, totalmente blanco él. Le gusta ir de cacería, obviamente es policía. A cada rato me dice “me voy a ir allá a mi cabaña en Maine y me voy a trepar en un árbol a esperar que pase un venado por ahí”.
Él me dice que pasa horas trepado en ese árbol esperando que pase un venado y hay veces que no pasa ninguno. Ese es mi vecino que tengo justamente al frente. Un poquito más adelante tengo una familia de afroamericanos también que los tengo ahí, al lado mío tengo una familia colombiana que hemos establecido muy buenos lazos con ellos. Los amamos mucho. Ahí va para los colombianos. Entonces detrás de mi tengo una familia puertorriqueña. Allá de Mallagüé, de los jibaros de Mallagüé y en el verano la verdad que es interesante porque prenden el radio, acogen de él con salsa y yo tengo salsa ahí de gratis. Y hay veces que yo me digo, que no es que no me guste la salsa pero tú sabes “escucha tu música allá y yo escucho la mía acá, bajito, acá… cada cual” pero esos son mis vecinos en la parte de atrás.
Al otro lado, tengo una familia asiática que creo que son coreanos y yo no se pero cuando Estados Unidos estaba celebrando el 4 de Julio el Día de la Independencia, tres semanas después a ellos les dio por celebrar la independencia de Corea. Y de repente a las 9 de la noche yo oigo fuegos artificiales ahí que salen y yo “Rayos, se acabó el mundo. Llegó Cristo y yo me quedé”. Y cuando yo salgo y me asomo a la parte de atrás tenía esta familia de asiáticos que literalmente había como 100 personas en ese patio allá detrás. Y estaban tirando fuegos artificiales y había un dragoncito por ahí corriendo, y tantas cosas. Y yo lo único que podía decir era “Señor que no se levante Lucas, por favor”.
Y un poco más abajo también, tengo una familia de jamaiquinos que cuando a ellos les da con hacer fiestas, ellos se tiran la fiesta con todos los pavos. Hasta alquilan un Moon Walking y lo ponen allí y eso música con altoparlantes, no es un radio, es música con alto parlantes. Así que eso es una descripción de mi vecindario. ¿Saben lo que a mí una vez me cruzó por la mente? Qué interesante sería pedirle a la ciudad de Randolph un permiso para cerrar la calle y hacer un barbacue entre todas esas personas. [Aplausos] Suena bien romántico, yo se que eso suena bien romántico pero ¿saben qué difícil sería poder hacer eso? Sería algo bello y hermoso, pero ¿saben lo que es que cada cual contribuya algo al plato, al barbacue? Que los jamaiquinos traigan algo, que los afroamericanos traigan algo, los puertorriqueños traigan algo, los colombianos, el americano que traiga un canto de venado y lo ponga en el barbacue.
Sería algo bien interesante, mis hermanos. Pero miren, todo esto lo estoy diciendo porque de nuevo, mis hermanos, yo veo cada vez más y más que si nosotros queremos recibir ese mover de Dios en medio de esta región. Si nosotros queremos verdaderamente ver la mano de Dios obrando nosotros tenemos que aprender no tan solamente a como vivir nosotros como iglesia local sino aprender nosotros a vivir como iglesia local en relación con otras iglesias. Martin Luther King creo que fue el que dijo –no voy a decir ‘I have a dream’ ahora, no voy a decir eso- pero quien sabe yo también tengo un sueño. Pero Martin Luther King en uno de sus discursos, él dijo una vez que el domingo a las 11 de la mañana es el momento cuando el cuerpo de Cristo está más segregado. Miren eso. Eso duele, mis hermanos, eso duele. Yo oigo una frase como esa y me pincha el corazón por así decirlo.
Porque el cuerpo de Cristo si verdaderamente quiere estar unificado pues tiene que hacer precisamente eso. La palabra segregación no puede caber en el vocabulario del cuerpo de Cristo. Y de nuevo yo vuelvo y digo: aunque cada grupo cultural tiene el llamado de ministrar a su grupo en particular, yo creo que Dios llama a eso a cada grupo cultural aquí en medio de esta nación porque funciona como un refugio también para nosotros, también que estamos aquí. Nuestras experiencias compartidas, podemos ser ministrados dentro de este cuerpo. Pero a la misma vez la visión y el plan que Dios tiene sobrepasan a todas esas cosas. Para nosotros poder aprender a trabajar con otras partes del cuerpo. Lo hemos predicado aquí, Primera de Corintios 12, cuando estamos hablando de que ninguna parte del cuerpo le puede decir a la otra “no te necesito” o “tú no eres parte del cuerpo”. ¡No! Todos somos parte del cuerpo. Por más grande o más pequeña que sea.
Por más importante o insignificante que sea su función es todo parte del cuerpo y nos necesitamos los unos a los otros. En la misma forma ocurre con la iglesia, el cuerpo de Cristo aquí en la región de Massachusetts, de Nueva Inglaterra y también alrededor de toda la nación y aún alrededor de todo el mundo. Y esas otras partes del cuerpo de Cristo, mis hermanos, tienen colores y olores y sabores que tal vez a nosotros no nos van a gustar. Pero yo se que Dios nos llama a poder a trabajar, interactuar con esos colores, con esos sabores y con esos olores.
Si queremos verdaderamente ver el mover de Dios en medio de nosotros tenemos que abrir nuestros horizontes a esas dimensiones también. Al yo poder reconocer los dones que Dios tiene en Jubile y que nosotros no somos más que ellos, al yo poder reconocer los dones que están en el Boston Evangelical Chínese, Boston Chínese Evangelical Church, que yo pueda ver los dones y los talentos que Dios ha puesto en ellos y como esos dones y esos talentos se complementan los unos a los otros para traer ese mover de Dios en medio nuestro y que entonces juntos nos podamos mover en lo que sea que Dios quiere hacer en medio de esta región. Yo no se ustedes pero yo a eso le digo un “Amén” bien grande.
Déjenme cerrar con esto, mis hermanos, voy a cerrar con esto: yo creo que la parte más bella y más hermosa de todo esto, aunque hay una parte que es bien difícil, claro está, el mero hecho de tener que lidiar con esa incomodidad del momento, del proceso; pero esa incomodidad trae esperanza y la esperanza nunca avergüenza, como dice la palabra de Dios. Y esta esperanza lo que me da a entender a mi es que al nosotros aprender a hacer eso, el nosotros aprender aprender a vivir con otros grupos culturales, con otras iglesias, el nosotros aprender a rozarnos los hombros con ellos, el nosotros aprender a adorar con ellos. Yo no estoy diciendo adorar como ellos, estoy diciendo aprender a adorar con ellos. Porque no significa que ahora mis hermanos hispanos empiecen a actuar como los afroamericanos o que los afroamericanos empiecen a actuar como los coreanos.
Yo no estoy diciendo eso. Yo lo que estoy diciendo es que aprendamos a reconocer quienes somos pero a la misma vez ver que lo que Dios quiere para nosotros sobrepasa cada una de esas cosas. Y el nosotros aprender a vivir eso, ¿saben qué? Nos da un vislumbre de lo que nosotros vamos a experimentar en el Cielo. ¿Se recuerdan de la Palabra de Apocalipsis libro 7 verso 9? Voy cerrar aquí. Dice: “Después de esto miré y he aquí una gran multitud la cual nadie podía contar de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas que estaban delante del Trono y en la presencia del cordero vestido de ropas blancas y con palmas en las manos clamaban a gran voz diciendo: ‘la salvación pertenece a nuestro Dios que está sentando en el Trono y al cordero’.
¡Que bello y precioso va a ser ese momento en el Cielo cuando todos nosotros nos encontremos junto a esa multitud aclamando, bendiciendo y adorando a ese Rey de reyes y Señor de Señores! ¡Qué lindo será, ¿verdad?! Pero por qué esperar al Cielo cuando lo podemos hacer aquí. ¿Por qué mejor no traemos un cantito de Cielo y lo hacemos presente aquí con nosotros? Voy a cerrar con esto: I have a dream, por así decirlo. I still have. Pero hace unos meses atrás nosotros los Pastores aquí fuimos a participar en un Pastors Prayer Summit, una convocatoria de oración que sucede todos los años de distintos pastores de aquí del área de la región. Pastores anglosajones, afroamericanos, hispanos, asiáticos, jóvenes y viejos. Habían allí, no se, como tal unas 80 casi 100 personas que llegaron allí más o menos.
Estaba ese grupo y el asunto es que yo estoy allí sentado y yo empiezo a prestarle atención a las oraciones que están diciendo. Y empiezan a orar bien intenso diciendo “Señor trae avivamiento a la región de Nueva Inglaterra, trae avivamiento a nuestras iglesias, trae avivamiento a nuestros jóvenes, a nuestros ancianos. ¡Oh! Que nuestros ancianos tengan sueños y nuestros jóvenes visiones”. Pero el asunto es que en medio de todas estas oraciones yo estoy así sentado en la parte de atrás y yo recibo esta impresión, esta palabra que me dice “Mira lo que mi Padre está pidiendo yo lo quiero dar, pero no están listos para recibirlo. Porque no están unidos”. Una vez al año sacan tiempo para venir reunirse y orar pero después de esto cada cual por su lado otra vez.
¿Cómo yo puedo traer lo que yo quiero hacer verdaderamente si todavía no está esa cohesión, esa fusión de todas esas energías en una forma bien genuina y constante que se pueda mantener? Que no sea algo por un mero evento de un día nada más y después el resto del año cada cual por sus esquinas. Y mientras yo estaba como que reflexionando en esa palabra, de repente vino otra cosa así a mi mente que me dijo: Imagínate un día –y yo comparto esto con usted- Imagínense un día donde todos los templos estén vacios pero la iglesia esté llena. ¿Entendieron? Un día donde todos los templos, edificios, estén vacios pero que la iglesia esté llena, reunida, unánime en un mismo lugar. Óigame, yo no se usted, pero eso es como revivir ese momento cuando Martin Luther King logró reunir a todas esas personas de todos esos lugares con ese mismo discurso diciendo “Yo tengo un sueño”.
Donde todos los hombres y mujeres, no importando el color de su piel o su trasfondo cultural puedan ser considerados como uno solo. Yo me puse a pensar Señor el Kiddy Garden no me puede aguantar, no puede aguantar esa iglesia. El Gillette Stadium ¿Qué capacidad tiene? 60 y pico de mil personas, no puede retener a esa iglesia. El Boston Common, maybe. Pero van a tener que cerrar un par de calles para poder aguantar a la Iglesia. Yo no se ustedes mis hermanos, pero y deseo y anhelo ver ese día cuando Dios verdaderamente derrame todo su poder porque su iglesia está verdaderamente unidad, preparada para recibir lo que Él tiene.
Ese momento se acerca. Yo estoy seguro que ese momento está más cerca ahora que nunca. Pero nosotros tenemos que concientizarnos en una forma mucho más intencional y mucho más profunda de verdaderamente poder ver a través de esos paradigmas de vida que muchas veces nos han separado el uno del otro por demasiado tiempo. Y pedirle a Dios que nos de la gracia para saber como sanar las heridas de las injusticias que se han causado a lo largo de todos estos grupos y poder ministrar con la paz que solamente Dios da. Que no nos miremos los unos a otros de acuerdo a las historias de vida que nosotros hemos tenido sino que nos veamos cada uno de nosotros a la luz de la historia que Dios está haciendo con cada uno de nosotros.
Esa historia tiene mucho más peso que cualquier otra. Y consta que no le estoy quitando valor a las historias individuales de cada cual pero la historia de Dios se da por encima de cada una de ellas. Yo les animo, yo les exhorto a que cuando usted salga de aquí, tal vez usted no sale hoy con su pelo emborrizado o no sale brincando en una patita pero yo quiero que usted salga de aquí con un sentido de convicción. Que cuando usted salga de aquí salga orando pidiendo al Señor: “Señor enséñanos a como ser ese tipo de iglesia que Tú quieres que seamos. Enséñame a como yo poder intencionalmente conectar mejor con mi prójimo como Tú pides. No importando su color de piel, o la música que oye o la comida que come. Pero que yo pueda buscar la forma de conectar con ellos en una forma más intencional y directa.
Ayúdame Señor a que cuando se me aparece alguien así al frente que está necesitado, que esta dolido, que esta sangrando literalmente, ayúdame a no echar mi mano para atrás. Sino a poder dar y contribuir a esa necesidad. Ayúdanos a ser ese tipo de iglesia que cuando Tú nos muevas a hacer esfuerzos en conjunto con otras iglesias con otros grupos, mira que no nos quedemos atrás como que ‘¡Ah! Pero eso es mucha cosa. No, hay mucho tráfico, no va a haber parking’. Mire por encima de esas cosas y vea las posibilidades de lo que Dios puede hacer. Yo lo creo mis hermanos, que Dios está al borde de hacer algo grande pero nosotros nos tenemos que poner las pilas. No tan solamente ponernos las pilas a nivel personal, de como nosotros podamos responder al llamado de Dios en nuestras vidas, que como que nos tenemos que ajustar. Tiene que haber un aprendizaje a nivel interno de como los valores y los principios de Dios se cimentan en nosotros.
Pero también tiene que haber una transferencia de cada una de esas cosas a nuestro exterior y como Dios nos llama a conectar con esas otras personas que tenemos a nuestro alrededor. Que Dios nos ilumine, mis hermanos, a saber como tener conversaciones difíciles con otros. Aun con la misma comunidad homosexual, porque esto está en el meollo. Que hay veces que los tratamos como que ¡Ah para afuera con esa gente! Pero mire que Dios nos ayude a nosotros a tener la gracia y la sabiduría de sabernos sentar en una mesa y no necesariamente back down de nuestros principios pero sino saber como hizo Jesús que se sentó con un saqueo, que dejó que una prostituta le lavara sus pies con lágrimas y los secara con sus cabellos y él seguía siendo Jesús.
Que Él nos enseñe a nosotros a como hacer eso. Que nos podamos sentar con otros que son diferentes, que piensan diferente a nosotros. No bajándonos de los principios y los valores que dominan en nosotros. Esos valores del Reino del Dios pero si aprendiendo a compartir una comida con ellos. Aprendiendo a como tener una conversación, aprendiendo a que lo mas seguro es que tiene que haber un momento donde yo tenga que callar para poder escuchar la historia del otro, la perspectiva del otro y también pidiéndole a Dios la gracia donde ese otro lado va a tener que callar y poder escuchar mi perspectiva y mi historia. Para que al fin de todas las cosas, mis hermanos, podamos vivir a la luz de la historia que Dios está haciendo con cada uno de nosotros.
Vamos a ponernos de pie y vamos a orar. ¡Oh, Señor Jesús te damos la gloria y la honra solamente a ti Padre! Yo te doy las gracias por Tu palabra, yo te doy las gracias por lo que Tú estás haciendo en medio de esta región, Señor. Yo te doy las gracias por esta iglesia, Congregación León de Judá, por las cosas tan bellas y tan hermosas. Lo que Tú has hecho, lo que Tú estas haciendo y lo que Tú vas a seguir haciendo en medio de nosotros. Pero a la misma vez, Señor, yo ahora en conjunto con cada uno de mis hermanos y hermanas te rogamos Jesús que Tú nos enseñes a ser esa iglesia sin murallas. Enséñanos a ser esa iglesia donde Tú eres quien nos protege como un muro de fuego alrededor de nosotros.
Ayúdanos a ser esa iglesia donde Tu gloria está tan activa y tangible en medio de nosotros que podamos entonces conectar con esas otras personas a nuestro alrededor que llegarán a esta luz. Que llegarán a experimentar esta gloria Jesús. No es una gloria que Tú tienes limitada para nosotros nada más, sino que es una gloria que Tú quieres invertir sobre Tu iglesia, Tu cuerpo, Señor. Sobre esta ciudad, sobre este estado, sobre esta región, sobre esta nación y aún alrededor del mundo entero donde se reúna ese mismo cuerpo, Señor.
Padre me llena de sumo gozo el poder saber que a la misma vez que nosotros estamos esta oración hay otras personas, hay otras iglesias en otras partes del mundo que están orando por lo mismo, Señor. Precisamente en este mismo momento, Señor. Que están orando por nosotros en Australia, que están orando por nosotros en Italia, que están orando por nosotros en Sudáfrica o en India, o en Corea y así mismo nosotros estamos orando por cada uno esas partes del cuerpo allá en esos otros lugares. Pare enséñanos, abre nuestros ojos, ayúdanos a concientizarnos a como es que Tú quieres que podamos vivir. Que si podamos fomentar la unidad entre nosotros mismos aun más y que Tú abras nuestros ojos para poder ver los momentos que estamos siendo injustos los unos con los otros.
Podernos perdonar, mi Dios y podernos abrazar para poder seguir trabajando juntos en el llamado que tú tienes para nosotros como iglesia. Como iglesia local y a la misma vez, ayúdanos, Señor, danos el discernimiento para saber también como sanar esas injusticias que se han dado con otros grupos culturales, con otros grupos minoritarios para saber entonces como vernos a la luz de los valores de tu Reino, Señor. Que podamos medir nuestra historia con la historia que Tú estás haciendo en medio nuestro, Señor. ¡Oh Padre! Queremos ver tu gloria manifestarse aquí en esta regió, Señor. Que tu gloria se manifiesta en todos los ámbitos, Señor, de nuestras vidas, de nuestras familias, de nosotros como iglesia. Enséñanos Jesús a responder a tu llamado. De ser una ciudad, de ser una nación, de ser un cuerpo sin murallas cubierto, protegido y ungido por Ti, Señor.
Bendecimos a nuestras iglesias hermanas aquí en esta comunidad, aquí en esta ciudad, Señor. Sean del color que sean, sean del trasfondo que sean y pedimos que tu gracia y poder se manifieste en cada uno de ellos también. Enséñanos a vivir juntos en armonía como Tú intencionas para este tiempo, Señor. En tu nombre Jesús oramos y te bendecimos y te damos toda la gloria y toda la honra solo a ti, Señor. Amén y amén.