SERMONES

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Los Cristianos - listos para gobernar las naciones?

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La palabra de Dios, Dios tiene todavía cosas que decirnos. Vamos al Libro de Levítico, Capítulo 10, comenzando con el versículo 1, pero antes de entrar en ese pasaje, déjenme a los hermanos que nos visitan, los que no han estado aquí anteriormente o los que estuvieron ausentes. Estos sermones forman parte de una serie que estoy predicando sobre el tema de la autoridad, por lo menos hay 4 ó 5 por ahí que recuerdan.

El tema de la autoridad. Esto es parte de una serie que hemos iniciado comenzando con el primer sermón que hablé sobre la obediencia y después entramos en el tema de la autoridad porque una cosa como que llevó a la otra. Porque están vinculados estos temas. Y yo decía que yo siento que el Señor primero ha hablado a mi vida.

Cuando yo comencé esta serie en realidad yo ni sabía en qué me estaba metiendo y obedecí simplemente a un pensamiento inicial que Dios puso en mi corazón acerca de la obediencia y como ustedes recuerdan hablé sobre obediencia al Señor, obediencia al Padre, y de que obediencia es mejor que los sacrificios. Esos sermones, de paso, están en el website, en la página del Internet, si usted quiere buscarlos y así poder tener una idea de todo el recorrido que hemos hecho.

La obediencia al Padre está vinculada a la obediencia a las autoridades humanas también. Una cosa está vinculada a la otra. Y por eso lógicamente yo me vi impulsado a continuar con el tema de la autoridad. Y en este proceso de compartir con ustedes y de meditar sobre ese tema se me ha abierto toda un panorama de meditación sobre un área que yo creo que es de absoluta importancia para el pueblo de Dios en este tiempo que estamos viviendo porque mi impresión y no solamente la mía, sino la de muchos que observamos el mover de la iglesia de Jesucristo en este tiempo, y que meditamos en lo que Dios quiere hacer con la iglesia en estos próximos años y quizás décadas, dependiendo de cuánto se tarde el Señor por venir, todo eso depende mucho de que la iglesia se aliñe, se sincronice con la palabra de Dios, se sincronice.

Esa palabra la voy a usar en una manera muy deliberada y cuando digo la palabra se me ocurre una comparación que puede ilustrar esto. Hace poco yo entré, di un paso más al mundo de la tecnología y me lo recordó el aparatito que estamos usando en la semana de promisa, con los iPods, no sé si es un iPod lo que estamos usando. Los iPods, yo había resistido mucho eso hacía tiempo y finalmente Sonia, nuestra hija mayor nos regaló un iPod y yo comencé a aprender a usarlo, etc. Estoy feliz con mi aparatito iPod. Lo único que no me van a ver por ahí corriendo con un aparatito de esos en los oídos, ni nada de eso, pero es muy interesante lo que puede hacer.

Y una de las cosas que usted hace con un iPod, digamos que usted graba música en su computadora. La música pasa a su computadora y está ahí almacenada en la computadora y la computadora le pone los títulos de cada canción que ella está almacenando. Entonces usted coge su aparatito, el iPod, lo enchufa a la computadora, y la computadora te pregunta ¿quieres tu sincronizar, es la palabra, lo que está en la computadora con el aparatito? El aparatito es simplemente un aparato para almacenar información, en este caso, música. Entonces, ella le dice, ¿quieres compaginar el contenido musical que está en mí, la computadora, con el aparatito que tu estás conectando? Entonces yo le digo, sí, y aprieto el botoncito que dice sync, entonces la computadora hace sus cosas ahí, raras, que yo no voy a poner a pensar qué es lo que hace, pero misteriosa, mágica, maravillosamente la música baja al aparatito y yo le conecto una bocina, o lo que sea, y puedo escuchar exactamente lo que estaba en mi computadora en el aparatito. ¿Por qué? Porque se sincronizó. En otras palabras, se puso en línea el aparatito con el contenido que estaba en la computadora.

Y hermanos, yo creo que eso es lo que Dios quiere hacer con cada uno de nosotros y con su iglesia en este tiempo. ¿Cuál es la computadora? La palabra de Dios, el Espíritu Santo. Y Dios quiere que tu y yo y que la iglesia sobretodo, en general, se compaginen, se sincronice, se aliñe con el corazón de Dios, con la mente de Dios, con el contenido de la palabra de Dios, de manera en que la forma que Dios piensa, siente, razona, obra, su forma de ver el mundo, pase a tu corazón, a tu mente y que entonces tu puedas sincronizar el contenido del corazón de Dios con el contenido que está en tu corazón. ¿Entiende? Nunca lo vamos a hacer totalmente pero yo sí creo que podemos compaginar, yo creo que ahora mismo la iglesia de Jesucristo está desalineada completamente.

Interesante me pasó algo, otra cosa que puede ilustrar esto un poquitito más, ya estoy en el contenido del mensaje. Miguel, mi yerno, yo vi unas canciones que estaban en su iPod que yo quería tener en el mío. ¿Saben qué? Él es más hip, más moderno y tenía un contenido que yo aquí bien atrasado en eso, no tenía. Yo digo, guau, yo quiero esta, y quiero esta y quiero lo otro, y quiero ese CD completo. Había uno de jazz ahí muy bueno, que se los voy a recomendar después, santo todo, no se preocupe. El caso fue que no se supone, es decir, el programa del iPod no está hecho para que se baje canción de esa manera. Pero me dijo, no te preocupes, yo conozco de un programa que permite que se baje el contenido. Entonces a través de otro programa, que no era el contenido legítimo de la computadora, el iTunes.

Él usó otro programa para poder bajar el contenido de su computadora a mi iPod y así lo hizo y yo feliz con mi… pero ¿Qué pasó? Que cuando yo volví a querer bajar otras canciones en mi computadora, la computadora reconoció que en mi iPod había contenido que ella no me había dado permiso para yo bajar a mi iPod. Y me dijo, hay canciones aquí que no están autorizadas para ser bajadas. Ella reconoció que el programa que había metido esas canciones no era el mismo que ella tenía y que Apple, para mantener su monopolio, muy bien ha controlado. El punto es el siguiente que muchas veces así pasa.

Hay veces que hay contenido en la mente de la iglesia, hay contenido en el corazón del pueblo de Dios que Dios no ha autorizado que baje a nosotros. Hay contenido en mi mente, hay patrones en esta iglesia de gobierno y actitudes, y comportamientos, hermanos, en nosotros, maneras de pensar y razonar que Dios cuando nos examina para ver si estamos sincronizados con él, dice, ese programa no lo puse yo allí. Ese contenido no es mío y Dios lo rechaza. Y cada uno de nosotros, comenzando con el que les habla, tenemos contenido que no viene del corazón de Dios y tenemos que sacar ese contenido porque no puede haber conexión íntima y perfecta con el espíritu de Dios y ese contenido que está en nosotros. El espíritu de Dios lo rechaza y la información de Dios no puede pasar y correr adecuadamente entonces a través de nosotros.

El programa de Dios no se puede cumplir y manifestar con toda la plenitud que quiere manifestarse en nuestras vidas. Hay mucho contenido en el corazón de la iglesia, en el programa de la iglesia, en el gobierno de la iglesia, en la enseñanza de la iglesia, en el programa evangelístico de la iglesia, en el discipulamiento de la iglesia, en la forma en que los líderes se comportan en la iglesia, que no ha bajado del corazón de Dios o de su palabra, sino que ha bajado del programa de la cultura, del programa de la mente moderna, del programa del intelecto, del programa de la historia, el punto de la historia que estamos viviendo o del programa del propio corazón del hombre y de razonamientos carnales que nada tienen que ver con la cosmovisión, la visión de mundo que manifiesta la palabra de Dios.

Y yo creo que el corazón de Dios está diciendo en este tiempo a la iglesia, a la humanidad, yo necesito que ustedes aliñen su programa con mi programa, que ustedes aliñen su corazón con mi corazón. Hermanos, yo siento en mi espíritu que Dios está buscando, Dios quiere como nunca antes en la historia reconciliación con sus criaturas. Dios quiere reconciliarse con la humanidad, más bien, yo diría que en un sentido, es más, la humanidad necesita reconciliarse con Dios porque el Padre siempre está deseoso y dispuesto. Dios no quiere destruir a su criatura. Dios no quiere que nadie se pierda sino que todos procedan a vida eterna, dice la palabra.

Pero ¿saben qué? Al mundo le queda muy poco tiempo antes de que Dios conmueva como Dios me dio en mi corazón a leer en Hebreos 12, los otros días, 25 al 27 o al 29, dice, aún una vez, dice el Señor, y yo conmoveré los cielos y la tierra. Y yo creo que el corazón de Dios está preparado para conmover los cielos y la tierra en cualquier momento. Y Dios no quiere destruir, Dios quiere preservar su criatura.

Hermanos, Dios es un Padre. Imagínense a Dios como un hombre muy rico y muy poderoso que tiene millones y millones de dólares a su disposición y gente tiembla ante su persona. Y puede coger el teléfono y llamar a cualquier cabeza de estado en cualquier parte del mundo y lo van a conectar con ese presidente, pero tiene un hijo rebelde que insiste en meterse droga y a cada rato llaman a ese padre para decirle que su hijo lo arrestaron, y él usa su influencia para sacarlo de la cárcel. Y él se sienta con su hijo y trata de razonar con él y le dice, hijo, yo quiero protegerte pero tu estás camino a la destrucción. Y ese hijo persiste en desobedecer a su padre y en vivir en una forma autodestructiva.

Y hay algo en el corazón de ese hijo, una herida, un orgullo, algún impulso maligno que lo lleva a patrones de comportamiento que son autodestructivos. Ese hijo es inteligente, ese hijo tiene gran potencial, ese hijo tiene grandes talentos, ese hijo tiene un llamado, ese hijo lleva en su carne las células y los genes de su progenitor, y podría ser casi tan grande como su padre y tener tanto éxito y hacer más bien inclusive que su padre aquí en la tierra. Pero ese hijo está empecinado en vivir conforme a sus principios y sus deseos y ese padre, su corazón se lamenta y llora y sangra porque ese padre dice, mírame, a mí con tanto poder que tengo si yo cojo el teléfono el presidente de Estados Unidos me responde, si yo quiero enviar un millón de dólares a una persona yo lo hago, si yo quiero comprar y vender con mi dinero yo lo puedo hacer, pero no puedo meterme al corazón de mi hijo y en su mente y cambiarle lo que hay adentro. No puedo sacárselo porque no tengo el poder, la autoridad, no el poder pero la autoridad para… no puedo meter mi mano en su corazón y arrancárselo y limpiárselo. No puedo abrirle la cabeza y buscar dónde está el problema en su cerebro y compaginarlo. No puedo ir a donde está el asiento de sus emociones y coger una tuerca o un martillo o lo que sea y sacar la impureza.

Todo mi dinero y todo mi poder no me sirve para cambiar el corazón de mi hijo y solamente puedo contemplarlo camino a la destrucción. Y un día me temo que me van a llamar y me van a decir, su hijo falleció en un accidente de tráfico, o se metió una sobredosis de droga, o lo agarraron en una discoteca y le pegaron un tiro y yo no tengo la facultad de proteger a mi hijo de esa dirección autodestructiva en que él está.

Y hermanos, ese es el dilema de Dios en este tiempo con respecto a la humanidad. Dios tiene total poder, si él quisiera él podría tornarte a ti y a mí en un robot que hiciera exactamente lo que él quiere. Si él quisiera él podría meterse un instante en el seno de la historia y controlar y tomar el timón del universo y del mundo y cambiar el curso de la historia y convertir esta raza humana en una raza completamente obligada a obedecerlo a él, pero él está impedido de hacerlo por su propia justicia y su propio respeto a sí mismo. Y entonces necesita que el hombre se aliñe, que el hombre se humille, que esa criatura que él ha creado se ponga en sincronía con él para él poder hacer lo que él quiere hacer. Esa criatura está destinada a cosas inmensas. Dios lo hizo un poquito menor que los ángeles, en el corazón del hombre, en los genes del hombres de la raza humana hay potencialidades que usted y yo no nos podemos ni siquiera imaginar, pero tenemos que sincronizarnos con el Padre.

Esto que yo les estoy diciendo a ustedes, yo no sé de dónde me salió porque no es eso pero yo sé… todo eso está vinculado, se lo aseguro. Pero Dios está poniendo en mi corazón en este tiempo, hermanos, hay algo que está naciendo dentro de mí que ahora solamente me estoy atreviendo a comenzar a hablar de estas cosas y es que estamos en un tiempo clave donde Dios va a comenzar a hacer cosas grandes en el mundo, el curso de la historia va a cambiar y estamos al borde de un precipicio en el sentido positivo de la palabra, yo creo que se abre un tiempo de los tratos de Dios con la humanidad que yo mismo no estoy seguro lo que estoy viendo, pero yo sé que es grande. Y eso va a implicar, y aquí está la conexión, que la iglesia de Jesucristo, porque Dios quiere reconciliación con la humanidad, Dios le va a dar una última oportunidad a la humanidad, el Padre no quiere destruir a su creación. Antes de él terminar con esto y de enviar su juicio sobre la tierra, él está desesperadamente deseoso de que su criatura, que él ama por razones que no nos podemos jamás imaginar, por qué Dios escogió crearte a ti y a mí, por qué Dios hizo este experimento artístico tan increíble de formar con su boca un pedazo de tierra que se llama, la tierra, el planeta tierra, y plantar como se ponen pasas en un pastel, hombres y mujeres a caminar sobre él para que lo miren a él como él se mira a sí mismo. Y puso algo de él en esa criatura para que lo mire a él, casi con la misma lucidez con que él se ve a si mismo y para dialogar con esa criatura a través de siglos y siglos y resolver algo que tu y yo no podemos imaginarlo, qué es lo que hay en el corazón de Dios, en su relación con esta criatura que se llama el hombre, la mujer, la humanidad.

Y Dios ama a su criatura como un papá ama a sus hijos y eso hijo rebelde hiere el corazón del padre. Yo a veces siento el dolor del corazón de Dios en este tiempo con su criatura. Él quiere reconciliación. Su corazón está quebrantado. Él no quiero destruir al hombre pero necesita que el hombre se aliñe con él porque Dios no va a cambiar su forma de ser, él es alto y sublime. Los términos de la reconciliación entre Dios y el hombre van a ser conforme a lo que Dios ha establecido, no conforme a lo que el hombre quiere. ¿Usted entiende? Dios desea desesperadamente alinearse con su criatura pero ella se tiene que alinear con él. Él no va a cambiar sus términos, él quiere, desea ardientemente, su corazón sangra por reconciliación, no quiere destruir y le está suplicando a su criatura, no me dejes destruirte porque te amo y él no quiere que ninguno se pierda. Cada uno de nosotros es precioso para el corazón del Padre.

Y sin embargo, las naciones, los gobiernos, los países, los individuos, los sistemas se empecinan en decir no, yo quiero hacer las cosas a mi manera. Y el corazón del Padre sangra, sangra, sangra. Ese Dios, no me diga nadie a mí, que Dios es impasible y totalmente autosuficiente, que se mueve allá en absoluta otredad. No, Dios siente, hermanos, el Dios que yo veo en la Biblia es un Dios que sangra su corazón, un Dios que es capaz de sentir ira, celo, dolor, es un Dios apasionado.

Si usted siente pasión es porque Dios lo hizo a su imagen y porque él es apasionado y por eso usted siente sentimientos. Y ese Padre está sangrando por sus hijos y quiere reconciliarse con sus hijos, quiere que sus hijos se acerquen a él, le besen la mano y para él decirles, vengan hijos, estaba esperando. Como el hijo pródigo.

¿Usted ve la historia del hijo pródigo? El hijo estuvo por allá haciendo de lo suyo, dame mi herencia, su orgullo, fracasa y vuelve, y ¿Qué pasa? Desde que hizo el primer asomo de acercamiento al padre, ¿Qué hizo el papá? Se quitó la chancleta que tenía, ni siquiera se vistió, se fue con la bata de baño y salió a buscar a su hijo cuando lo vio a la distancia, y lo abrazó, lo besó, no le mencionó lo sinvergüenza que había sido, lo mucho que había herido su corazón, la vergüenza que le había traído a la casa. Simplemente, el hijo solo necesitaba hacer un gesto de quebrantamiento y de acercamiento y el corazón del padre se derritió enseguida.

Y ¿saben qué? Eso es lo que Dios quiere que haga la humanidad, que la humanidad mire los siglos de tragedia que se ha acarreado a sí misma, las guerras terribles, los genocidios, las muertes prematuras, los defectos de nacimiento, la libertad que ha tenido el diablo para destruir lo que Dios ama y que diga, guau, ¿saben qué? Regresaré a mi padre. Si cerca de mi papá hay todo lo que yo necesito, si los que están más alejados allá con mi papá, comen, y beben y gozan y mírame aquí, yo soy el hijo y estoy comiendo algarrobas, lo que comen los cerdos.

Y Dios está esperando que la humanidad cobre conciencia y diga, guau, que vuelva en sí, porque la humanidad está encantada, hipnotizada por los ojos de la serpiente. Y que la humanidad vuelva en sí y diga, ¿saben qué? Voy a regresar a la casa de mi padre y me voy a humillar a él. Y ¿saben qué? Dios no va a esperar ni siquiera que abramos la boca, él va a sentir el corazón de su criatura que se vuelve a él y enseguida, a la velocidad de la luz o más rápido, va a buscar reconciliación y va a decir, aquí estoy para bendecirte.

Pero, eso es lo que Dios quiere y yo sé eso viene y este es mi punto, porque como que no salgo de allí, y es lo siguiente, es que cuando ese momento llegue Dios va a necesitar una iglesia, una iglesia que opere conforme a su corazón para ella ejercer la autoridad que él necesita que ella ejerza sobre el mundo. Porque déjenme decirles, que en esa dispensación, voy a llamarlo así, que Dios abre y que se prepara para abrir para la humanidad, la iglesia, su iglesia, va a tener un rol administrativo, gobernativo bien importante que jugar.

Yo creo que la iglesia de Jesucristo en esa era, esa época que Dios quiere abrir, y primero va a venir juicio y entonces la apertura de eso y yo no estoy seguro, estoy siendo un poco vago porque no entiendo toda las concatenaciones y las relaciones de una cosa con la otra, pero, en esa nueva época que se va a abrir, la iglesia de Jesucristo va regir sobre las naciones y va a regir sobre sistemas intelectuales, gubernamentales, médicos, leyes, todas esas cosas, la cultura, la iglesia va a tener mucho que decir, va a ser una iglesia verdaderamente madre, una iglesia apostólica, una iglesia que las naciones van a venir para preguntar el consejo de los siervos del Señor. Y si esa iglesia no está gobernando conforme al corazón del Padre, va a fallarle al Padre, no va a poder ejercer la autoridad que ella tiene que ejercer, en la manera en que Dios quiere que la iglesia ejerza la autoridad. Y entonces por eso es que Dios está diciendo, iglesia mía, alíñense con los principios de mi palabra. Yo quiero restaurar los lineamientos de mi palabra a la iglesia para que ustedes puedan entonces gobernar en mi nombre y conforme a los principios de mi palabra, conforme al corazón de mi Hijo, para que no dañen lo que yo tengo para ustedes y para el mundo. ¿Me doy a entender?

Y por eso es que nosotros tenemos que aprender estos principios de la palabra de Dios: cómo se usa la autoridad legítimamente y cómo se somete uno a la autoridad legítimamente. La iglesia actual no está preparada, no está capacitada para ejercer la autoridad que Dios quiere poner en sus manos. Y por eso nosotros nos pasamos todo el tiempo diciéndole al Padre, Señor, trae avivamiento, Señor, envía a tu Hijo, Señor, restaura el gobierno de la iglesia, quita la afrenta de nuestra cabeza, dale la autoridad a tu iglesia que tu palabra promete. Y Dios dice, pero si se la doy ustedes va a hacer, como decimos nosotros en buen caribeño, un tollo, van a hacer una tontería, van a dañar la cosa. Yo no puedo darles autoridad hasta que ustedes no aprendan a usar la autoridad, y hasta que no aprendan a sujetarse a la autoridad.

Yo creo también que en esa época en que Dios quiere entrar a la iglesia, la autoridad apostólica va a ser muy importante, la autoridad apostólica. Eso quiere decir que yo creo que Dios quiere restaurar al gobierno de la iglesia ese tipo de ancianato, gente escogida por él, ungida por él, comisionada y dotada por él, en contacto muy profundo con su corazón y con su revelación que ejerzan autoridad en su nombre sobre la iglesia y sobre el mundo, y que la iglesia pueda ir a esa autoridad apostólica, recibir sus directivas, recibir revelación del Padre, esa autoridad y transmitirla a la iglesia para que la iglesia entonces ejecute las ordenes del Padre. Y la iglesia entonces tiene que aprender a llevarse de la cabeza, que Dios ha constituido.

¿Creen ustedes que esta iglesia fragmentada, denominacional, rebelde, cada uno como dice Gregory, como un chivo sin ley, todo el mundo por su lado, usted cree que esa iglesia está preparada para gobernar esta tierra, hermanos? Usted cree que esa iglesia está preparada para sujetarse a autoridad apostólica. Si hermanos, entre 5 cristianos hay 7 opiniones, siempre. Si cualquier cosa que uno determina aquí, como decía aquí en esta iglesia, gracias Señor, ese problema no existe, la iglesia de la hermana de Promisa, sí tiene esos problemas, pero nosotros no. Pero aquí, hermanos, cualquier determinación que se hace por tímida que sea genera muchas veces resistencia, crítica, segundas y terceras y quintas opiniones.

Usted cree que nosotros estamos listos para gobernar las naciones? De ninguna manera. De ninguna manera. Tenemos primero que aprender a sujetarnos a autoridad. Por eso es que, como les digo, Dios me ha metido en una trampa con estos sermones porque yo no entendía muchas cosas hasta que no comencé a profetizarlo y a predicarlos, de que nosotros, Dios dice, iglesia mía, pueblo mío, dice el Señor, si quiere reciba esto como profecía, yo me preparo para restaurarte y para ponerte en autoridad y yo necesito que tu te prepares porque el tiempo es poco, iglesia, queda poco tiempo, tenemos que ir a la guerra.

Se avecina el tiempo, no hay demasiado tiempo para prepararte largamente como quisiera, ya el tiempo ha pasado, el tiempo de la acción llegó, la mañana está por despertarse y ya solo quedan minutos para tu entrar en lo que tienes que hacer y tienes que alinearte conmigo, tienes que aprender a hacer guerra conforme a mí metodología, tienes que aprender a vivir conforme a mí modelaje, mí espíritu, mí corazón, mí mente, mí forma de pensar, tienes que aprender a razonar como yo razono, tienes que aprender a moverte como un ejército bien formado, bien concertado que se mueve conforme a las directivas que salen del cerebro, la cabeza que es Cristo, baja por la autoridad apostólica, sigue a través de sus pastores, sus maestros y baja hasta el líder congregacional y sigue y llega hasta el hogar, y pasa por el hogar al hijo y corre a través de las corporaciones, las universidades, los centros de salud, las escuelas, el asiento de gobierno, todo del padre, al hijo, a la autoridad apostólica, a los pastores maestros, profetas, Apóstoles, a la iglesia, a la familia, a los directores de corporaciones y de diferentes instituciones, todo un sistema y la iglesia tiene que aprender, y en todo eso está implicado el tema de la autoridad. Hasta que la iglesia no aprenda a someterse a autoridad no puede ejercer autoridad.

Y eso es, yo ni siquiera voy a tocar el texto ni nada porque yo creo que bastante tienes tu allí y yo ahora para pensar en lo que hemos escuchado. Pero esto es serio, hermanos, es bien serio. Yo o me estoy volviendo loco, o Dios me está hablando, no hay alternativa. Estamos entrando en un tiempo serio en la vida de la iglesia de Jesucristo y yo les digo hermanos, quítense los pañales porque la cosa más fea es un adulto con un pañal y vamos a vestirnos con la ropa de la adultez cristiana, vamos a aprender a lo que es ser el cuerpo, la iglesia de Jesucristo, vamos a tomar en serio la vida cristiana.

Lo que la hermana Carolina compartía con ustedes, y Dios como que lo coordinó todo muy bien, es eso, de que estos son tiempos serios, esto no es planchar la ropa el sábado en la noche porque voy a ir a la fiesterita esta que me dan en León de Judá, de 12 a 2 de la tarde. Esto es mucho más importante, más serio que esto, más sublime que esto. Hay ángeles que están escuchando esta predicación. Quien sabe si el ángel ese que vio Carina no se ha ido y está todavía allí mismo parado allí, escuchando lo que yo estoy diciendo, mirando hacia acá ahora mismo. Quien sabe. Y también hay un que otro demonio por ahí sentado con un cachimbo en la boca también sentado por ahí escuchando todo esto. El Señor lo reprenda en el nombre del Jesús.

Porque es serio, es serio pertenecer al Reino de Dios. Yo le pido al Señor, Señor, quémame con el sentido de reverencia por tus cosas, consúmeme con el sentido de lo serio del terreno que yo estoy pisando. Como le dijo Dios a Moisés, quítate las sandalias de tus pies porque lugar que pisas santo es. Y donde camina un hijo de Dios hoy es lugar santo. Tu casa es lugar santo, tu televisión es santo, tu iPod es santo, tu cama es santa, tu cocina es santa, la máquina donde tu trabajas del lunes al viernes es santa, tu carro es santo, tu ropa es santa, entiende dónde estás caminando.

Iglesia, el Señor te dice, la cosa se pone seria y le voy a pedir a los músicos que pasen por aquí. La cosa se pone seria. Dios le ha dado una vuelta al volumen bien grande. Estamos en tiempos importantes. A mis hermanos músicos yo les digo, sus instrumentos son santos, el tiempo es santo. Ese tres y medio por 25 santo, santo, serio, serio, serio, serio, serio, escúchame. Serio, serio, serio, serio.

Es así que dice el Señor y tenemos que, yo le pido al Señor, no nos dejes bajar de esa revelación. Do not let us go back to business as usual, please, Father. Have mercy on us.

Todo se pone mucho más serio, las bendiciones pueden ser millonésimamente más grandes y también el juicio y las consecuencias, todo se aumenta proporcionalmente, todo, todo. Quiere el Señor abrir nuestros corazones y nuestra mente para que entendamos lo que estamos diciendo, que yo primero, ruéguele a Dios que me ayude a mí a entender lo que yo estoy diciendo en esta tarde y vamos a pedirle al Señor, Padre, danos lo que tu vas a dar, dánoslo y prepáranos para recibirlo sobretodo. Lo que tu vas a hacer, hazlo si quieres hacerlo, pero nos dejes mancillar, manchar, malusar lo que tu pongas en nuestras manos.

Yo le pido al Señor, Padre, no me permitas jamás, jamás, jamás si tu pones algo en mis manos yo ensuciártelo. Lo único que le pido al Señor, si él nos va a usar en alguna manera que nos permita estar a la altura de lo que él ponga en nuestras manos, que nos limpie por dentro antes y nos prepare para ser el pueblo que él necesita que seamos y podamos usar su autoridad en una forma adecuada, que lo glorifique a él, que sea conforme a los principios de su reino, sincronizados al corazón de Dios, sincronizados al programa de Dios, sincronizados a la mente de Dios, sincronizados al sistema del Reino de Dios.

Ayúdanos Señor, ayúdanos, ayúdanos, Padre, ayúdanos. Pon tu santo temor en nosotros, pon tu santa mente en nosotros, Señor y has lo que vas a hacer, Padre. Te pedimos, Señor, queremos ver tu gloria, no es tanto que tu restaures a tu iglesia, no es tanto que tu le devuelvas su dignidad a su iglesia, no es tanto que tu iglesia reciba autoridad o poder, es que queremos ver la gloria de Dios manifestada, queremos ver el nombre del Jesús puesto en alto, queremos que el Hijo reciba toda la gloria en la tierra que él se merece, queremos que los principios del reino gobiernen esta tierra por el tiempo que tu quieras, queremos darle gloria al Hijo, queremos levantar al Hijo para que todo aquel que mire hacia él y en él crea, no se pierda, sino que tenga vida eterna. Queremos ser una señal en el mundo, queremos ser un pueblo humilde y quebrantado, sencillo y manso que camine esta tierra con ropas sacerdotal recordándole a la humanidad que su Padre les ama y que quiere reconciliación con ellos.

Ayuda a tu iglesia, Señor, a estar a la altura de lo que tu la has llamado a moverse. Y hoy te damos gloria y honra Señor, hoy te decimos, Padre, reconocemos tu gloria y tu grandeza. Perdónanos por no ser más útiles, perdónanos por permitirnos libertades que no tenemos derecho a permitirnos. Perdónanos por ser descuidados con tu gloria. Perdónanos por ser torpes y poco entendidos en lo que significa caminar en el lugar santo donde están los candelabros con los siete tubos a través de los cuales corre el aceite de la unción de Dios, la llama de la adoración, la cercanía del lugar santísimo, el sonido de la ropa de los sacerdotes cuando rozan su cuerpo, el silencio del lugar santo, la belleza de las grabaciones en las paredes que tu mismo mandaste y diseñaste, el olor del incienso. Perdónanos por no discernir, Señor, dónde nos movemos.

Ayúdanos a caminar como sacerdotes tuyos en esta tierra, Padre. Quebrántanos, humíllanos, moldéanos, haznos de nuevo, Señor. Reconstituye tu iglesia, trabaja en esta iglesia, cámbiala, Señor. La ofrenda que te ofrecemos es tan pobre, tan débil, padre, te pedimos perdón. Es lo que tenemos, ayúdanos a darte más. Te adoramos, te bendecimos, Señor, te exaltamos, exaltamos, exaltamos, te exaltamos, exaltamos, Señor, exaltamos. Te bendecimos, Señor Jesús. El es Dios, el es Señor y él necesita que su pueblo ejemplifique lo que es una relación verdadera con él ante la humanidad. Que el Señor nos ayude a ser la iglesia que él necesita que seamos. Estamos muy lejos de serlo pero vamos a seguir esforzándonos, vamos a seguir trabajando para que así sea.

Quisiera pedirle, ustedes se atreven a cantar ese himno otra vez alto y sublime, lo pueden hacer, vamos a escucharlo hermanos, a la luz de lo que hemos recibido esta tarde, si puede, la tercera de Promisa, pasar por acá. Vengan, vamos a escucharlo y escúchelo allí en meditación y si puede, cierre sus ojos, baje su cabeza, reciba del Señor esta… mire ese ser alto y sublime, es el Dios que nosotros servimos y ese es el Dios que nosotros tenemos que tratar con sumo cuidado.

Señor me ayude a mí que predico este mensaje, vivir a esa altura hermanos, estoy muy lejos, pero voy a seguir tratando y tratando hasta que yo sincronice mi vida con lo que él necesita.

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Fuego extraño = Buenas intenciones no son suficientes

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Vamos a la palabra del Señor. ¿Cuántos recuerdan el tema que estamos tratando en estos días. Yo sé que no estuve aquí el domingo pasado, pero ¿Qué tema es? Sobre la autoridad. Digan todos autoridad, esa es la palabra clave, y yo he insistido en este tema porque siento del Señor que es un tema que es un tema profético, es un tema clave para nuestra iglesia en este tiempo de su desarrollo, es algo que Dios está hablando, yo creo, para toda su iglesia con I mayúscula, universal. Yo creo que Dios tiene grandes cosas para los próximos tiempos. Nosotros vamos a ser testigos de un mover del espíritu en esta tierra y en la historia como nunca antes en toda la historia de la humanidad.

Yo creo que Dios está preparándose para abrir una nueva época en la historia de la humanidad y por eso es que los tiempos se están poniendo tan cerrados y el conflicto entre el bien y el mal y el bien se ha hecho cada vez más definido, más gráficamente claro y el diablo está haciendo todo lo posible por acelerar y fortalecer su agarre sobre la humanidad porque él sabe que su tiempo está corto y Dios está preparando algo que, yo no estoy seguro exactamente de cuáles van a ser las proporciones o como eso encaja en todo el plan cronológico de Dios en la historia, pero yo si sé que un mover grande de Dios se prepara y Dios le va a regresar un nivel de autoridad a su iglesia universal que quizás jamás ha tenido sobre la tierra, sobre los gobiernos , sobre las instituciones, sobre las relaciones internacionales y una cantidad de cosas, las artes, el intelecto, las universidades. La iglesia va a recibir una autoridad sin precedentes y para que la iglesia de Jesucristo pueda ejercer apropiadamente la autoridad que Dios va a entregar en sus manos, necesita entender los principios de la autoridad y la iglesia va a necesitar primeramente saber cómo usar la autoridad en el espíritu manso, humilde y servicial de Jesucristo que fue un líder siervo, un líder que sirvió y sirve a aquellos que están bajo su autoridad, no se sirve de ellos, no se aprovecha de ellos, los sirve con humildad, con amor, con generosidad, pero también la iglesia va a necesitar gente que sepa someterse a la autoridad.

¿Cuántos pueden decir amén a eso? Gente que sepa someterse a la autoridad, primero del Padre, de la palabra y también de sus líderes. En esa iglesia que Dios está levantando, iglesia poderosa al nivel amplio, se va a necesitar autoridad apostólica. Repitan esa palabra, apostólico. Si usted va a la Biblia en el libro de los Hechos usted ve allí que dice la palabra, que el Señor Jesucristo delegó autoridad a 12 Apóstoles y ese concilio original estaba en Jerusalén y cuando había una disputa, una controversia, algo que resolver concerniente a los asuntos de la iglesia que estaba creciendo y expandiéndose, ¿a dónde iba el pueblo cristiano para recibir sus directivas y para resolver cualquier asunto que no estuviera claro entre los seguidores de Jesucristo, ¿ dónde iban? Mandaban a Jerusalén donde estaban los Apóstoles para que ellos dieran el fallo judicial acerca de cuáles iban a ser los lineamientos que se iban a seguir. Era una autoridad casi militar la que había, era una autoridad central.

Ahora, estos hombres estaban ungidos por el Espíritu Santo, habían recibido autoridad de parte de Jesucristo, habían sido tratados por Jesucristo. Mire a Pedro como fue tratado y humillado en preparación para ejercer autoridad. Entonces, cuando los Apóstoles daban un fallo por esa dirección se iban. Cuando hubo el problema de si los nuevos conversos judíos tenían que circuncidarse o aún los gentiles, sobre todo los gentiles, si los gentiles tenían que circuncidarse o seguir las leyes del antiguo testamento para ser cristianos fidedignos, o si simplemente podían continuar con su cultura pero aceptando la autoridad de Jesucristo, ¿adónde fueron para determinar cuál era la directiva? Fueron a donde los Apóstoles y los Apóstoles escucharon a Pedro, escucharon a Pablo, escucharon a todo el mundo y de ahí dijeron, está bien, ¿saben qué? Le mandaron una carta a todos los cristianos, les dijeron, le ha parecido al Espíritu Santo y a nosotros, escuche eso, en la misma voz dijeron, le ha parecido al Espíritu Santo y a nosotros, porque ellos tenían la autoridad de Dios con ellos. Nos ha parecido a nosotros y al Espíritu Santo que no se le moleste a los gentiles con asuntos de la ley judaica, sino que simplemente se eximan de esto y de lo otro, y que se sometan a las enseñanzas de Jesucristo. Y ahí de una vez todo el mundo tomó sus lineamientos y problema resuelto, no había eso de que eso no nos gusta porque nos sentimos mal los judíos, porque no se está guardando nuestrso principios y nada. Nos ha parecido bien a nosotros y al Espíritu Santo y todo el mundo se tuvo que alinear.

Usted ve, ese es un pueblo que sabe. Y eso no esta en el viejo testamento, porque cuando yo hablo de autoridad muchas veces hay gente por ahí que podría decir, pero el pastor se apoya siempre en relatos del Antiguo Testamento. Mire el concepto de autoridad corre a través de todas las páginas de la Biblia, Antiguo Testamento y Nuevo Testamento. La matriz misma de las Escrituras dependen de un marco de referencia de autoridad y desgraciadamente hoy en día la iglesia se ha dejado contaminar con los principios de la cultura moderna que es contraria a la autoridad.

La postura de la cultura moderna es mientras menos autoridad haya con que bregar, mejor. La autoridad debe ser reducida la mínimo que permita el funcionamiento básico de la sociedad o de las instituciones porque hay un escepticismo esencial hacia el concepto de autoridad, la cultura moderna, la mentalidad moderna está basada en todo lo contrario, es el escepticismo hacia la autoridad, la rebeldía hacia la autoridad. Más bien lo que rige en la cultura moderna, en la mentalidad moderna es el principio de la democracia y de que todos.. y fíjese yo soy el primero que dice amén a eso, pero aún en la democracia, déjeme decirle hay mucho, mucha autoridad por donde quiera. Métase usted en la ruta 93 y que lo pare un policía de esos estatales con su sombrero smoky y que lo pare, lo eche a un lado, y dígale usted, no yo no tengo respetar las leyes de la carretera porque esto es una democracia. Cuando vienen a ver, va a estar usted con dos cositas de metal en las muñecas camino hacia un precinto de la policía estatal. Hay autoridad, hay autoridad.

Dígalo usted al IRS, ¿saben qué? A mí mis principios morales no me permiten pagar los impuestos al gobierno de los Estados Unidos, no hay problema pero necesitamos tu casa mañana así que sálgase de allí. Hay autoridad, hermanos, la autoridad está por donde quiera. El principio de autoridad asoma, y usted se preguntará ¿y dónde está la Biblia que el pastor se supone lea antes de comenzar los sermones? No se preocupen, eso viene también, estamos dentro de la Escritura ya.

Las cosas más insospechadas funcionan conforme a principios de autoridad. Yo estaba sentado allí y se me ocurrió uno de esos ejemplos; una orquesta, el arte, miren el arte. El arte como que se nutre de la idea de lo que parecería lo contrario de autoridad, que es la creatividad, la libertad del artista, ¿sí o no? Los artistas toda su cosa es la expresividad, la originalidad, la libertad para jugar con las leyes y con los principios de la música, para crear nuevas cosas, el artista es el ejemplo fundamental de la libertad y sin embargo, el arte no puede funcionar si no es dentro de marcos de autoridad y leyes y reglas, sea la de los colores, los matices, las proporciones, las reglas que le impone la sensibilidad de la cultura dentro de la cual opera el artista, su propio entrenamiento, muchísimas cosas que ciñen y limitan la libertad que tiene un artista.

Pero aún más allá, una orquesta, una orquesta sinfónica que está compuesta de artistas, de músicos por ejemplo, una orquesta para que pueda producir una música hermosa y halagadora a los oídos tiene que estar absolutamente ceñida a principios de autoridad. Mire, por ejemplo, el conductor. El conductor tiene una autoridad casi absoluta sobre esos músicos que están ahí. El conductor, antes de que esa orquesta toque esa noche, por ejemplo, se habrá reunido muchas veces con esos músicos para ensayar la obra que van a estar ejecutando, y les habrá dicho a esos músicos, yo quiero que cuando lleguemos a ese punto de la sinfonía novena de Beethoven, los violines toquen sottovoce, bien bajito, mientras que las percusiones se levantan con más fuerza, o van en un crecendo, lo que sea, y en ese momento la pieza aquí dice que los vientos, los instrumentos de viento tienen que quedarse callados porque eso es lo que dice el score, no sé como se dice en español, lo que está escrito, lo que escribió el compositor. Y yo quiero que esta parte se interprete de esta manera.

Ahora, fíjese el conductor, aunque tiene bastante autoridad interpretativa, no puede ir más allá de las notas que el compositor escribió. El conductor tiene que ceñirse a la autoridad del compositor mientras que el compositor, se ha ceñido a la autoridad de la música, y las leyes de la música. Y a la vez los músicos se ciñen a la autoridad del conductor. Y todo es una cadena de autoridad. Y cuando llega el momento de ejecuta la pieza, el violinista no puede decir, ¿saben qué? Siento una inspiración entrando en mis venas y voy a comenzar. Él tiene que ceñirse al patrón establecido y todo el mundo tiene que funcionar dentro del marco de autoridad que ha sido establecido. Si ese músico se rebela muy pronto se va a encontrar en la línea de buscar trabajo porque tiene que ceñirse a la autoridad.

Entonces, usted ve a aun en las áreas más insospechadas el mundo funciona conforme a principios de autoridad, y la iglesia de toda las instituciones del mundo es una que tiene que aprender a funcionar en autoridad y necesita gente que sepa ceñirse a principios de autoridad. Cuando yo veo nuestros músicos aquí, y yo espero que ellos escuchen esto a las 12 con amor, les amo, les bendigo, son gente preciosa. Pero los músicos tienen que ceñirse a la autoridad de su director. Gonzalo tiene una autoridad delegada de mi parte como pastor, y esos músicos tienen que ceñirse a la autoridad de él. Esos músicos no pueden decir, bueno, que esto que yo quiero… no, no, no, ellos tienen que obedecer la autoridad delegada. Mientras que Gonzalo también no se va a enseñorear de ellos sino que los va a tratar con el respeto que ellos merecen. Pero esos músicos para que puedan ser de bendición a la iglesia tienen que estar ceñidos a la autoridad, si están en rebeldía en su corazón y no se ciñen a la autoridad la bendición de Dios no corre a través de ellos.

¿Cuántos entienden lo que estoy diciendo? Podrán tocar mucho técnicamente pero no habrá unción, porque la unción solo corre a través Dios hombres y mujeres quebrantados y humildes. Esa es la paradoja de la autoridad y es que hay mucha gente es dura de servis. Yo conozco mucha gente en las iglesias, en esta no, porque todos son santos, yo sé, pero en otras iglesias de donde vienen las hermanas de Plomiza, por ejemplo, hay gente que no sabe ceñirse a la autoridad, tienen problemas, tienen issues con la autoridad y por eso muchas veces tropiezan continuamente, no progresan, no entran a otros niveles y otras alturas espirituales de conocimiento del Señor, de ser usado por Dios, de entrar en intimidad profunda con la palabra de Dios. En sus vidas no progresan muchas veces porque están en rebeldía, están en lucha. Dice la palabra, dura cosa te es dar coces contra el aguijón. Dura cosa cuando usted en su corazón está, es como el niñito que su mamá le dijo, se lo puso de rodillas de castigo y le dijo a la mamá de donde estaba, sí, estoy de rodillas físicamente, pero estoy de pie adentro. Hay gente que es así, ellos hacen las cosas pero a regañadientes, pero mientras están refunfuñando como decimos nosotros los dominicanos, por dentro, siempre quejándose, mascullando que esto, que lo otro, que el pastor, que los líderes, que esto, y hay raíces de amargura en su corazón que impiden que la gracia de Dios fluya libremente a través de sus vidas. Como dice, Gige Avila, sonríe Cristo te ama. Hay que sujetarse a la autoridad, hermanos, y hay que recibir la autoridad con agrado.

A mi me bendice tanto gente en mi congregación que yo veo en su corazón esa sujeción a la autoridad y ¿saben qué? No es porque eso halague mi ego ni nada por el estilo. Al contrario, cuando yo veo eso, yo lo que quiero es echarme a sus pies y decir, mira, has lo que tu quieras con esta iglesia porque veo su corazón humilde y sencillo y líbreme Dios de yo abusar de esa gentileza y esa sujeción a la autoridad que ellos manifiestan. Al contrario, eso lo que hace es que me humilla a mí, porque yo sé que yo no merezco ese tipo de respeto.

Ahora, yo le transfiero inmediatamente la gloria a Jesucristo a quien yo represento, yo sé que ellos se sujetan, no a mí, Roberto Miranda, se sujetan a la autoridad que yo represento y a los valores que yo estoy encarnando en ese momento, porque si no los encarnara no me respetarían. Así que para mi no hay nada, eso pasa por mí y llega hasta Jesucristo inmediatamente, yo le hago un cheque inmediatamente transfiriéndoselo a quien lo merece. Dios me libre retener yo la gloria, nada de eso. Y la gente no entiende esto, hermanos, que mientras más humilde uno se hace, mientras más quebrantado uno es, mientras más sencillo de corazón uno es, para gloria del Señor más uno es bendecido, más corre la gloria de Dios a través del individuo. Es una paradoja del reino y en eso está involucrado la paradoja de la cruz, que mientras tu más te dejas crucificar y tu yo se muere más y se seca más ese orgullo humano que hay en nosotros, más lugar hay para que habite el espíritu de Cristo dentro de nosotros. Porque ese es el espíritu que él manifestó cuando se sujetó al Padre.

Mire, por ejemplo, lo que dice en Hebreos, vayamos a Hebreos un momentito. Miren cuál era la actitud de Jesucristo hacia la autoridad, Hebreos 5:7 y 8. Búsquelo allí para que no piense que yo estoy hablando aquí simplemente de mi carne. Yo siempre me gusta fundamentar las cosas que digo y razono en la palabra de Dios porque esa es mi autoridad principal. De paso, no importa cuánto le pueda molestar o inquietar a usted lo que yo estoy diciendo acerca de autoridad, la única pregunta que usted tiene que hacerse es la siguiente, ¿está el pastor Mirando razonando conforme a las Escrituras? Porque si yo estoy razonando conforme a las Escrituras, aunque a usted no le guste, ya usted no tiene que pelear conmigo sino que tiene que pelear con la Biblia, ¿sí o no?, ¿Verdad que sí? Porque muchas veces la gente escucha cosas que le molesta y yo sé que estas cosas molestan. Es más, si yo fuera más inteligente no predicaría sobre esto, pero como soy cabeciduro me obligo como pastor a predicar cosas que yo sé que enajena a mucha gente.

Déjeme decirle, nuestra iglesia podría tener mucha más gente si comprometiéramos un poco más el Evangelio pero que engaño más grande sería ese. Yo le digo al Señor, Padre, yo solamente quiero el número de personas que tu permitas que vivan en esta congregación dentro del marco de tu palabra, no quiero a nadie que esté aquí bajo pretensiones equivocadas. Yo nunca voy a comprometer con la ayuda del Señor, la palabra de Dios para tener gente con corbata y saco aquí en esta iglesia. Lo siento mucho, yo tengo que predicar la palabra del Señor y yo sé que cuando uno paga el precio al antes, Dios los bendice después. Esta iglesia si va a crecer tiene que crecer sobre fundamentos sólidos, duraderos, principios porque el día que yo me muera, Dios me lleve o lo que sea, si hay principios establecidos en esta iglesia, esos principios los van a mantener poderosa y próspera siempre. Cuando una iglesia se fundamenta en un hombre o en show, mientras dura el hombre o dure el show la iglesia se mantiene, pero qué fundamento más movedizo es ese, qué arena más traicionera es esa. Una iglesia tiene que construirse poco a poco, como dice la canción, de paso, solidamente, día a día, semana a semana, año a año bajo principios de la palabra de Dios.

Entonces cuando usted me escucha hablar de estas cosas que son a veces, yo pienso, para mucha juventud, para mucho profesional este tipo de enseñanza es difícil, para gente que viene del mundo anglosajón, o europeo, esta idea de autoridad suena a edad media, eso suena a medieval, eso suena a cavernícola, pero yo creo que esa interpretación es para mí, cavernícola, la interpretación sofisticada e intelectualmente sólida es una que respeta el principio de autoridad porque todo el universo como hemos demostrado, se rige por principios de autoridad. Entonces no pelee conmigo, pelee con la palabra de Dios.

La pregunta es ¿cree usted que esta Biblia es la palabra, la revelación de Dios para todos los tiempos? Si lo es, entonces, su única pregunta es, ¿está la persona que está predicando, razonando conforme a principios bíblicos? Si usted no encuentra manera de escabullirse de que sí está interpretando bíblicamente, entonces, usted tiene que hacer así, bajar la cabeza y decir, Padre, me voy a tomar a esa medicina amarga y cuando te la tomes va a ser amarga en tu boca pero dulce en tus entrañas. Diga amen, su vida va a ser bendecida. Ya hasta se me olvidó lo que iba a leer, no se me ha olvidado.

 

Hebreos, Capítulo 5, versículo 7 dice, ah, bueno es más, vamos hacia atrás, vamos al 5 que me parece lindo ahora que lo veo, dice:

“… así tampoco cristo se glorificó asimismo haciéndose sumo sacerdote….”, mire primero allí, acerca de ejercer autoridad en el espíritu de Jesucristo. Jesucristo nunca se glorió asimismo ni se ensañó en ser igual a Dios como dice Filipenses Capítulo 2:5 al 11. El Señor siempre dio la gloria al Padre, el Señor Jesucristo siempre apuntó hacia su Padre, quien tenía en última instancia toda la autoridad y él no se ensañó sobre la gente sino que los sirvió. Dice:

“… así tampoco Cristo se glorificó asimismo haciéndose sumo sacerdote sino el que le dijo tu eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy, como también dice en otro lugar, tu eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec. En otras palabras, el Señor nunca se glorificó asimismo sino que glorificó al que le dio autoridad de sumo sacerdote en su forma humana, siempre se sujetó al Padre. Y es una de las cosas, el que quiere ejercer autoridad, sujétese a autoridad. El que quiere ejercer autoridad en el Reino de Jesucristo use la autoridad conforme al espíritu manso, humilde, sencillo, servidor de Jesucristo para que la gente entonces encuentre dulce el sujetarse a su autoridad.

Entonces en el versículo 7, “.. y Cristo en los días de su carne ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente…”

Esa actitud de humildad al Padre fue su garantía se de ser escuchado en tiempos de crisis y necesidad en su forma humana, lo aclaro para bien, porque en su forma divina él es Dios también como el Padre, pero en su manifestación humana él se ciñó a las mismas leyes que deben regir el movimiento humano aquí en la tierra.

Y miren lo que dice el versículo 8, porque esa es el punch, el punch line, dice, “… y aunque era hijo, en otras palabras, aunque era de la misma sustancia del Padre, aunque tenía una gran autoridad, una gran gloria como hijo de Dios, aunque era hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que obedecen y fue declarado por Dios sumo sacerdote, según el orden de Melquisedec.

Este tiene para masticar para las próximas 168 horas de esta semana que viene porque lo que está diciendo allí, es que aunque el Señor era hijo de Dios se sometió al Padre, aprendió obediencia por medio de los padecimientos y las luchas en su forma humana. ¿Cómo es que uno aprende, hermanos, en la vida a sujetarse a la autoridad? ¿Saben qué? A través de los tropezones, escúcheme, a través de los quebrantamientos, los sufrimientos de la vida, los fracasos, los dolores, cuando se te muestra que tu no eres, después de todo, la última Coca Cola en el desierto como tu pensabas que eras. Y cuando usted sufre y padece, y es disciplinado por Dios usted va aprendiendo a sujetarse a las autoridades humanas.

Que altaneros son los jóvenes a veces, con todos sus bríos, su fuerza, su belleza física, se creen que se comen el mundo, se lo llevan por delante y cuantos tropezones dan. Perdónenme los jóvenes pero es cierto. Pero cuando uno va pasando el tiempo, y vienen ya los dolorcitos artríticos de la adultez y usted ha pasado por dos o tres dificultades en la vida y ha perdido un par de trabajos, y ha sido humillado unas tres o cuatro veces, y les han metido 18, 19 tickets for speeding en la carretera, y ha tenido tres o cuatro problemas en el matrimonio que lo han un poquito humillado, y las hermanas han tenido uno o dos o tres hijos, que le han reducido un poquito su belleza y sus curvas y los hombres han criado un poquito de barriga y han tenido sufrimientos de otros tipos. ¿Qué pasa? La persona va a aprendiendo sujeción. Y ya cuando se va a parquear mira 17 veces los signs para asegurarse de que se puede estacionar allí, como yo, que ya me tienen mansito cuando voy… sabe cuando yo encuentro un espacio, aunque he orado por él y encuentro un espacio grande y amplio yo entonces me salgo y busco unos binoculares y comienzo a mirar todos los signs para asegurarme de que está bien allí donde me voy a estacionar porque ya me han pegado tantos tickets en todos los años que ya me tienen suavecito y así es que la gente aprende humildad.

Oiga, y que lindo es cuando la gente llega ya a esa edad madura, ya de la adultez, de la ancianidad, hijo, pero cógelo suave, si te dice que hagas esto por qué no lo haces, está bien, no, ya el abuelo, la persona madura, que bella es que suave camina un hombre sometido a autoridad y que atractiva es una persona que sabe sujetarse a las autoridades. Pero a eso se llega, ¿sabe cómo? Padeciendo muchos dolores de cabeza, siendo tratado uno por Dios y eso es lo que dice la Biblia, que el Señor Jesucristo a través de sus padecimientos aprendió obediencia, y habiendo sido perfeccionado, después que tu aprendes a sujetarte, después que tu bregas con todas esas amarguras que hay en tu corazón hacia la autoridad y cuando tu has sido ya pulido y tratado por Dios entonces tu puedes ejercer autoridad legítima sobre los demás y el poder de Dios puede correr libremente a través de tu vida.

Por eso dice que habiendo padecido todas estas cosas y habiendo sido perfeccionado, entonces fue constituido sumo sacerdote según el orden de Melquisedec. Eso es un misterio, el mismo Hijo de Dios tuvo que sujetarse a esos principios.

Oh, hermanos y jóvenes, yo les estoy dando bistec ahora mismo, sirloin espiritual, si usted está dispuesto a escuchar esto se va ahorrar por lo menos doce boletos de parking, tres despedidas de trabajo, cuatro sinsabores sentimentales, muchas cosas se va a economizar años de dolor si usted toma en serio al que le está hablando, porque no estoy hablando en mi carne, sino en la palabra de Dios, se puede agilizar mucho su proceso de crecimiento si se somete a…. lo que yo le estoy hablando es directamente del espíritu del corazón de Dios para este tiempo, hermanos, y eso está en todas partes de la Escritura, voy a empatar, porque en realidad es otro sermón lo que he predicado a lo que tenía en mente, pero es lo mismo, es autoridad, pero de nuevo estas cosas como que se van extendiendo, pero gloria a Dios por eso, porque todo esto es parte de los principios.

Vamos a un pasaje que yo tenía en mente, por ejemplo, vamos a Levítico, de los muchos pasajes que podemos usar, Levíticos 10 1 al 7. Está por todas partes, vamos a hacer un recorrido bíblico y al final de esto yo creo que vamos a tener una mejor iglesia, por eso digo, vamos a tener una mejor iglesia si nosotros nos atrevemos a funcionar en estos principios de autoridad. Vamos a Levíticos, Capítulo 10, versículos del 1 al 7, un caso extrañísimo de la Escritura, un caso extrañísimo de la Escritura que ilustra uno de los principios acerca de la obediencia, la autoridad y los protocolos que hay que seguir en la Biblia y lo peligroso que es cuando uno por más buenas intensiones que tenga si no está funcionando conforme a principios de autoridad, puede meterse en serios problemas, que hasta le puede costar la vida a uno. Estos son los tipos de pasaje que hace que la gente tenga mucha dificultad con leer la Biblia y aceptarla como la palabra de Dios. Mire aquí el caso de dos jóvenes, se llamaba Nadab y Abihu, no le aconsejo que le ponga ese nombre a ninguno de sus hijos por si acaso, pero Nadab, dice:

“… Nadab y Abihu, hijos de Aarón, eran hijos del sacerdote Aarón, sumo sacerdote Aarón, el primer sacerdote constituido en el judaísmo, era un hombre de prestigio, un hombre que servía al Señor, un hombre de gran autoridad, un hombre que Dios amaba y que amaba a Dios. Dice:

“… Nadab y Abihu, hijos de Aarón tomaron cada uno su incensario…” ¿Qué es un incensario? Era un receptáculo, me imagino que de metal, plata u oro, y ahí se echaba ciertas especies que al quemarse emitían un olor, el incienso, se metía incienso y se quemaba y ese olor era un olor que Dios había establecido que era para su adoración, entonces dice:

“… cada uno tomó su incensario, de incienso, y pusieron en ellos fuego sobre el cual pusieron incienso,…” digamos que eran brazas que pusieron y entonces sobre eso pusieron el incienso, esas especies aromáticas, lo echaron encima, “… y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño…” esa palabra es bien importante, fuego extraño. ¿Qué quiere decir fuego extraño? Quiere decir, fuego ajeno, fuego no autorizado, fuego fuera de los lineamientos que Dios había establecido para cómo los adoradores en el templo y en el santuario se debían acercar a él. Dios había dicho, el que se acerque a mí con incienso tiene que ser de esta manera y solamente tiene que ser una persona, escuche eso.

Pero estos dos jóvenes, en su necedad dice, “.. ofrecieron delante de Jehová fuego extraño que él nunca les mandó…” Tenga mucho cuidado, hermano o hermana con hacer nada para Dios que Dios le haya dicho que usted haga. Yo creo que hay mucha gente que se mete a servir a Dios, que Dios nunca los llamó y por eso viven con los ojos amoratados todo el tiempo, porque el diablo les vive dando palos y puñetazos por dondequiera y dicen que Dios es infiel. ¿Saben qué? Dios nunca los llamó. Guau, eso es difícil de tragarse, ¿sí o no? Yo ahora mismo lo acabo de decir y digo, guau, qué es lo que he dicho.

Eso es una de las cosas que meditando sobre esto de la autoridad en estos días, yo me he estremecido con esa idea de que hay mucha gente hoy en día y siempre a través de los siglos, que están en el ministerio inclusive, y no necesariamente porque Dios los llamó sino porque nació de su corazón, de su psicología, de sus necesidades emocionales que necesitan satisfacer ellos, de heridas que tienen que los inducen a hacerse ministros o pastores, o lo que sea, pero Dios no los llamó al ministerio, no les emitió un llamado y por lo tanto a pesar de sus buenas intensiones pero por sus motivaciones mixtas, con las cuales ellos mismos no están en contacto porque son subconscientes, se están moviendo en un última instancia en desobediencia y cuando Dios no te llama, tu no puedes gozar de su respaldo.

Ahora, cuando Dios te llama, entonces tu tienes su respaldo y su bendición. En el Reino de Dios las buenas intensiones desgraciadamente no son todo, hermanos. Me tomaría mucho tiempo para yo desempacarlo y déle gracias a Dios que soy un hombre a veces prudente y no lo voy a hacer esta mañana, pero en un futuro quizás porque se tomaría tiempo, pero eso es algo que le estoy dando algo muy duro para masticar. Hay mucha gente hombres y mujeres, en la iglesia hoy en día que están ofreciendo fuego extraño al Señor. No tienen, escúcheme bien, no tiene el respaldo de Dios, no tienen la autoridad de Dios, en su corazón creen que están agradando a Dios pero Dios no les ha dicho, tu tienes permiso para acercarte a mí y ministrar en mi nombre a mi pueblo, y por lo tanto están en última instancia desprovistos de la protección, del respaldo, de la iluminación, del poder que necesitan para llevar a cabo lo que ellos han concebido en su corazón. Dios no les ha dicho, yo quiero que tu hagas eso.

Hay que tener mucho cuidado. Mucha gente quiere liderazgo en el Reino de Dios, quieren hacer esto, quieren hacer lo otro, se imponen, se meten en el medio, le dicen al pastor, si usted no me da ese puesto me voy de la iglesia con mi diezmo y mi familia o lo que sea y muchas veces nosotros los pastores, les hacemos daño poniéndolos en situaciones donde ellos no deben estar. Por cobardía nuestra y por manipulación emocional nuestra y por deseos de tener cuerpos sentados en los asientos, y estamos haciéndole daño a la gente porque no estamos funcionando conforme a los patrones espirituales que Dios ha establecido. No tenemos el valor moral para ceñirnos conforme a ellos y por lo tanto ponemos a nuestra gente en la línea de fuego y ponemos a nuestra iglesia en la línea de fuego y viene desastre. Dios nos libre, Dios me libre de hacer eso, hermanos.

Pero en el caso de Nadab y Abihu ofrecieron fuego extraño a Jehová que él nunca les mandó. De paso, recuerdo que dice el Apóstol Santiago, dice, no os hagáis maestros muchos de vosotros sabiendo que recibiremos mayor condenación.

¿Usted recuerda esas palabras? Por qué dijo Santiago eso, precisamente por esa razón, mucha gente se hace maestro, se hace pastor, se hace evangelista, se autodenominan profetas, y están ministrando en una autoridad que Dios no les ha dado y cuando usted maneja los instrumentos divinos con manos no comisionadas por Dios, cuídense.

Entonces, Nadab y Abihu ofrecieron fuego extraño que Dios nunca les mandó que ofrecieran y ¿cuál fue el resultado? Dice, “… salió fuego de delante de Jehová y los quemó y murieron delante de Jehová..”

Dios no dijo, ah, estos muchachos, ah caramba, que cabeciduros, pero está bien, los voy a bendecir porque tienen buenas intenciones, así que, muchachitos, no vuelvan a hacer eso, por favor, no, fuego salió de Dios y los consumió ahí mismo, en el altar porque estaban haciendo algo ilegítimo.

Ahora, saben por qué estaban desobedeciendo el protocolo que Dios había establecido. En su corazón ellos dijeron, nosotros somos igual que nuestro papá, nosotros también podemos ofrecer fuego a Dios. ¿Quién es él? Nosotros somos iguales que él, etc. etc. Había orgullo originalmente en sus corazones. Hay que tener cuidado de que las cosas que nosotros estamos haciendo para servir no nazcan de la carne sino del espíritu.

Muchas veces no es deseo de servir al Señor sino orgullo disimulado, o rebeldía contra las autoridades. Hay muchas razones por las cuales la gente quiere servir. Pero entonces, dice:

“… salió fuego y murieron delante de Jehová. Entonces dijo Moisés a Aarón, esto es lo que habló Jehová diciendo, en los que a mí se acercan me santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado, y Aarón dice, calló…”, es decir, se calló la boca. El papá de estos dos muchachos calló.

Dios le mandó a Moisés revelación y le dijo, esto pasó por esta y esta razón. Dile a Aarón por qué sus dos hijos murieron delante de mí. Y Moisés le dijo a Aarón, dice Jehová, que cualquiera que se acerca a él será mejor que tenga cuidado, porque está ante la gloria misma de Dios y la gloria de Dios hay que tener cuidado con ella. Y el que se acerque a Dios tiene que acercarse a la luz de lo que Dios es, su extremada santidad, su extremada gloria, su extremada peligrosidad. Dios es peligroso, hermanos, cuando nos acercamos a él. O si tuviéramos la reverencia que necesitamos para con Dios, nos evitaríamos muchas de las cosas que hacemos hoy en día.

Me glorificaré en los que se acercan a mí. Miren, mientras más la iglesia se acerque al poder del Espíritu Santo más peligrosa se va a poner la cosa. Si hoy en día no vemos grandes movimientos peligrosos de Dios en la iglesia es porque la iglesia está muy lejos de Dios, no porque está cerca de Dios. Mientras, cuando el Espíritu Santo se manifiesta con más poder en medio de su iglesia, más derechito hay que caminar. Lo que pasa es que como Dios está tan lejos, la gente hace lo que le da la gana y Dios, él está por allá en otro planeta haciendo otras cosas, pero cuando Dios se manifiesta en su poder, hay que acercarse con más cuidado a él, aún dentro de la dimensión de la gracia de Jesucristo. Nos permitimos muchas libertades con Dios.

Entonces Dios le dijo a Moisés, dile a Aarón lo que pasó, el que se acerque a mí tiene que acercarse conforme a mis principios, conforme a mi gloria, conforme a mi santidad y ¿saben qué? Qué tuvo que hacer Aarón, tuvo que ponerse tape en la boca y callarse, no se pudo quejar con Dios. Que doloroso habrá sido para ese padre tener que callarse y someterse a la autoridad de Dios.

Yo me imagino que como padre, hermanos, si eso le pasara a sus hijos, ¿Cómo usted se sentiría con Dios? Eso es lo que hace difícil la Biblia, le digo, eso es lo que hacen textos como esos tan difíciles que no los predicamos porque son peligrosos y difíciles para la cultura absorberlos. Pero Aarón tuvo que callarse la boca y tragarse su luto y someterse a la autoridad y a fallo de Dios.

“… y llamó Moisés a Misael y Elzafán hijos de Uziel, tío de Aarón y les dijo, acercaos y sacad a vuestros hermanos de delante del santuario, fuera del campamento. Y ellos se acercaron y los sacaron con sus túnicas…”

Que triste debe haber sido ese escenario, fuera del campamento como dijo Moisés. “…Entonces dijo Moisés a Aarón y a Eleazar y Tamar, sus hijos, no descubráis vuestras cabezas, ni rasguéis vuestros vestidos en señal de duelo para que no muráis y se levante la ira sobre toda la congregación…”

Guau, que terrible es Dios, hermanos, a veces. Les impidió, les prohibió que guardaran duelo y luto por esos muchachos, y les dijo, y si se atreven también a ustedes les va a caer la misma suerte.

Yo quisiera hermanos que nosotros como seguidores de Dios, como iglesia nos metiéramos dentro de la visión de mundo que este tipo de texto encarna, dentro de la mentalidad que esto encarna para poder entender quién es Dios verdaderamente y cuáles son los misterios de caminar en los caminos de Dios y que nosotros aprendiéramos a funcionar conforme a esos patrones profundos de vida que hay en las Escrituras para ser un pueblo más poderoso, más profundo a través del cual corra más libremente la gracia de Dios porque nosotros hemos abaratado el Evangelio, lo hemos hecho barato, superficial, casual y Dios es un Dios extremadamente puro, santo, que no cambia sus modelos.

Mire a Ananías y Zafira porque la gente podría decir, ah, sí pero eso es en Levítico, es por allá cuando Dios estaba todavía medio molesto y era un viejo difícil, y ahora se endulzó en el Nuevo Testamento, mentira. Dios es el mismo ayer, hoy, por los siglos. Nunca cambia, su personalidad nunca cambia, sus patrones nunca cambian.

Ananías y Zafira en el mover más poderoso en el Espíritu Santo en el Nuevo Testamento cuando violaron ciertos principios también cayeron muertos los dos. It’s not that God was having a bad day, it’s just that that’s the way he moves always, eternally and we many times take liberties that he has not given us, freedom to take.

Y por eso es que yo hablo estas cosas hermanos porque mientras nosotros más sobrios, más humildes seamos, más sujetos, más entendidos de la palabra de Dios seamos, más poderosos vamos a ser como iglesia. Dios quiere hacer correr su poder a través de su iglesia pero necesita una iglesia que sepa hacer cálculo, calculus, y física nuclear espiritual en vez de la iglesia que solo sabe hacer aritmética, sumar y restar, y eso es todo. Hay principios más profundos en la Escritura que tenemos que aprender y compenetrarnos con ellos para que el poder de Dios pueda correr a través de nosotros, y esa idea de sujetarnos a autoridad.

Porque aquí no era solamente de unos jóvenes que violaron la santidad del padre, sino también de unos jóvenes que violaron la autoridad de Aarón, el sacerdote a quien Dios había dicho, él es el único que se puede acercar a mí con incienso. Él es el único que tiene la licencia, la franquicia de ofrecer incienso ante mí, cualquier otro que lo haga está fuera de legitimidad. Y ellos dijeron, no, si nosotros podemos hacerlo también, y al hacer eso estaban violando tanto la autoridad divina como la autoridad humana que Dios había constituido, porque es que las dos cosas están unidas, ¿usted entiende? Por eso que mi meditación inicial sobre la obediencia me llevó inevitablemente a la meditación sostenida sobre autoridad porque las dos cosas están implicadas, una con la otra.

Hay muchos pasajes que yo podría ofrecer para respaldar esto que estoy diciendo. No es solamente un pasaje. Este mismo universo que yo acabo de compartir con ustedes ahora, lo puedo apoyar con otros textos de la Escritura también que no tenemos tiempo para hacerlo, pero es la misma idea y quizás si Dios permite vamos a continuar con esto. Usted dirá, bueno, cuando va el pastor Miranda a terminar con este tema, porque cada vez más se extiende pero es bien importante, bien importante que entendamos esto, porque si lo entendemos vamos a ser un pueblo mucho más bendecido, mucho más sabio.

¿Me explico? ¿Están recibiendo lo que estoy diciendo, hermanos? Amén. Que el Señor nos bendiga. Que su gracia sea con nosotros.

Ahora, habiendo dicho eso puedo decirles, hermanos que tenemos un Dios de gracia y de misericordia. Eso es lo que me mantiene apegado a este Dios tan bello que yo sirvo, un Dios extremadamente santo y puntilloso en la manera en que nos acercamos a él, pero un Dios misericordioso y amable, paciente y perdonador que nos tolera todas nuestras cosas si nos arrepentimos y venimos ante él humildemente. Estamos cubiertos, hermanos, por la gracia de Cristo Jesús. Asegúrese que usted venga ante la presencia de Dios como venían los judíos con su manto sobre la cabeza.

¿Sabe cuál es el manto que cubre su cabeza cuando usted se acerca al padre? Cristo Jesús. Venga ante el Padre en el amor de Cristo y en la sangre de Cristo y usted no tiene que temer. Él le dice, acerquémonos confiadamente ante el trono de la gracia. Dios ha hecho las cosas muchos más fáciles. Nos podemos acercar mucho más cerca que lo que acercaron Nadab y Abihu al trono de Dios por medio de Jesucristo y no tenemos que temer que va a caer fuego, pero sí hay otros principios que funcionan todavía que tenemos que respetar para poder tener comunión plena con Dios y así estamos cubiertos y podemos ser usados grandemente por el Señor.

Vamos a ponernos de pie. Tome un momento allí para recibir eso que usted ha escuchado y entrarlo en lo profundo de su corazón. Recíbalo en el nombre del Jesús. Te adoramos, Señor, te bendecimos, te damos gracias, exaltamos tu nombre Señor, pedimos que tu palabra descanse en nuestros corazones. Abre nuestro entendimiento, permítenos discernir y digerir estas cosas, Señor, que hemos recibido. Dale espíritu de sabiduría y de entendimiento a tu pueblo y danos la capacidad para vivir a la altura de lo que estamos declarando, Señor. Gracias por tu misericordia y por tu amor, créate un pueblo poderoso, un pueblo humilde y sencillo, un pueblo que sepa caminar en la humildad que tu quieres que caminemos. Te adoramos, te bendecimos, te exaltamos, Señor. Gracias, Jesús, gracias, Jesús. Te entregamos este tiempo a ti, Padre.

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Ministerio de Matrimonios : Testimonio de Nelson y Eliana Mesa

Damos gracias a DIOS por la bendición con la que nos permite gozarnos al compartir con los demás las diferentes experiencias que a lo largo de nuestra relación hemos adquirido, ya que siendo una pareja joven nuestro años juntos ya suman dos decadas, permitiendonos así tener cada día un concepto más claro de los que es el matrimonio. Atravéz de todo este tiempo hemos hemos podido ver la mano de DIOS siempre en dirección hacia el ministerio con las parejas es por esto que en los diferentes lugares que DIOS nos ha querido llevar nuestro testimonio lo hemos compartiendiendo tratando de utilizar pocas palabras. Anexó a esto en esta oportunidad nos regocijamos en el hecho de ser parte de la gran obra que DIOS esta haciendo atravez de la célula de parejas de nuestra iglesia El León de Judá. Nuestro objetivo aprender de lo mucho que DIOS tiene cada día para darnos y apoyar en el trabajo para el fortalecimiento de las relaciones matrimoniales fundamentadas en DIOS y vivificadas por el Amor. (Nelson y Eliana Mesa).

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Ministerio de Matrimonios : Traducción del poema 'The Committed Marriage'

Estaré contigo no importa qué nos suceda o suceda entre nosotros.
Si mañana te quedaras ciego ahí estaré.
Si no lograras éxito ni estatus deseado en nuestra sociedad ahí estaré.

Cuando nos enojemos y discutamos como inevitablemente ocurrirá, buscaré reconciliación.
Cuando estemos en total oposición y ni tú ni yo sienta alivio en su necesidad, persistiré en tratar de entender y restaurar.
Cuando nuestro matrimonio parezca estéril y que no adelanta
Creeré que si puede funcionar, y querré trabajar en él, poniendo en él intencionalidad.

Y cuando todo parezca maravilloso, y sintamos felicidad,
me deleitaré en nuestra vida juntos, y me enfocaré en que crezca aún más.

Por Elizabeth Achtemeier: The Committed Marriage

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Una fe atrevida recibe su recompensa

TRANSCRIPT

Esta mañana compartí una palabra con los hermanos del servicio y quisiera hacerlo también con ustedes. Quisiera que ustedes puedan buscar en sus Biblias en el Libro de Marcos, Capítulo 5, hay una historia que quiero compartir con ustedes. Es una historia que cada vez que yo la leo, que cada vez que me cruzo con ella me toca bien profundo en mi corazón, siempre encuentro algo distinto en ella entremedio de sus líneas. Y hoy pues, el Señor puso una inquietud en mi corazón y compartir esto también con ustedes y que ustedes puedan llevar esa bendición consigo en sus vidas también.

Y solamente quisiera leer algunos versos para poderlo contextualizar, que podamos entender por dónde estamos yendo. Yo sé que es una historia que muchos de ustedes conocen, pero que quisiera resaltar algunas cosas en la misma para la edificación de nuestras vidas hoy.

Libro de Marco, Capítulo 5, comenzando en el verso 21, dice así: “... Pasando otra vez Jesús en una barca a la otra orilla se reunió alrededor de él una gran multitud. Y él estaba junto al mar. Y vino uno de los principales de la sinagoga llamado Jairo y luego que le vio se postró a sus pies y le rogaba mucho diciendo, ‘mi hija está agonizando, ven y pon las manos sobre ella para que sea salva y vivirá.’ Fue pues, Jesús con él y le seguía toda esta gran multitud y lo apretaban. Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre y había sufrido de muchos médicos y gastado todo lo que tenía y nada había aprovechado. Antes le iba peor...”

Déjenme dejarlo ahí. Esto es una historia mis hermanos, que yo creo que tiene mucha relevancia para el día de hoy. Y yo sé que tal vez muchas mujeres de las que están aquí se pueden identificar con esa historia, pero yo creo que también los hombres tenemos mucho que aprender de la misma. Y lo primero que yo logro identificar es que Marcos habla acerca de cierta mujer. Es una mujer que no sabemos su nombre, es una mujer que no conocemos su identidad, no conocemos de su trasfondo, de su familia, no conocemos nada de esta mujer, lo único que sabemos de ella es que tiene un problema. Muchos de nosotros nos podemos nos podemos identificar al menos con ese aspecto. ¿Quién de ustedes no tiene problemas? Déjenme ver sus manos. Ok, estamos en el mismo barco entonces.

Esta mujer, su problema era único, por así decirlo, era un problema único. La Biblia, el relato lo describe como un flujo de sangre, muchas formas esto se puede interpretar que tal vez tenía una hemorragia o que tenía un problema con su ciclo menstrual. Pero el asunto es que por doce años esta mujer estaba sufriendo de eso, estaba padeciendo de esto. Ahora yo me pregunto, nosotros ahora si yo me pongo a pensar qué le pasa a una persona cuando tiene un problema de esta forma con su sangre. ¿Qué le pasa? Se debilita por un lado, la hemoglobina le baja y por ende se mamonea, una palabra bien portorriqueña, se me zafó ahí, se le quitan las fuerzas, las energías.

Ahora, si una mujer se pone moody cuando está en esos días, yo sé que las mujeres se pueden identificar muy bien con esto, y sus moods pueden variar de distintas formas, yo me pregunto, cómo variarían los moods cuando ha sido un problema de 12 años, cuán difíciles serían los moods con esa persona. Así que no tan solamente se sentía débil, no tan solamente tenía poca energía, encima de eso puede ser que estaba totalmente deprimida también y deprimida por qué. según lo que dice el relato había gasto todo lo que tenía en médicos y me gusta cómo lo dice, había sufrido por los médicos, o sea, los médicos en vez de traerle alivio le habían traído más sufrimiento y eso hay veces que uno lo ve hoy día, que uno va al médico para que le quiten el dolor y hay veces que uno sale con más dolor de la clínica del médico. Hay que orar por los médicos de hoy en día y si tengo algunos aquí, créame que estamos orando por usted.

Así que no tan solamente estaba débil, no tan solamente podría ser que estaba deprimida y que no había encontrado todavía esa sanidad que necesitaba, sino que también por los estándares y los patrones de esa sociedad en la cual ella vivía, una mujer que tenía esa condición se consideraba inmunda y al considerarse inmunda tenía que aislarse por completo. No podía entrar en contacto con nadie, ella tenía que vivir apartada de la gente. Si ella salía a la calle tenía que salir en un momento donde no se encontrara con la gente y donde ella tuviese que hacer las cosas que tenía que hacer por sí sola.

Así que yo me pongo a pensar en esto, mis hermanos, y yo quiero, yo les invito a que ustedes usen su imaginación conmigo en esta historia. Yo quiero que usted se traslade siglos atrás y que usted se imagine que usted está en el cuarto de esta mujer. Póngase en el cuarto de esta mujer. Tal vez esta mujer está acostada en su cama, tal vez está hastiada de la vida ya, no tiene esperanza, está tan agotada, tan angustiada que ya no sabe qué va a pasar con ella. Pero de repente, en ese cuarto ella empieza a oír un bullicio, desde su cuarto ella empieza a oír un bullicio que era totalmente distinto y así entre palabra y palabra lograba escuchar, ahí viene, ahí viene, ahí viene.

Y como que ese ahí viene, ahí viene, como que le causó algo a ella. ¿Quién viene? Y si somos bien pentecostales diríamos, Cristo, pero obviamente esa no es la idea. A medida que ella seguía escuchando comenzó el bullicio que empezaba a decir, Jesús, viene. Jesús está pasando por el vecindario. Ahí viene Jesús. Vamos a ver a Jesús.

Y esta mujer, yo me imagino, que de repente se puso a pensar; y ahí tal vez tendida en su cama, ella empezó a recordarse tal vez de los recuentos de esa persona que se llama Jesús, de cómo Jesús había sanado a muchos, de cómo Jesús había puesto su mano sobre ciegos y terminaban viendo, de cómo Jesús había puesto su mano sobre aquellos que eran cojos y salían brincando, porque no podían caminar y salían brincando, de cómo Jesús había libertado a un gadanero que estaba poseído por completo de legiones y terminó limpio y salió para servir y comunicar y anunciar las grandezas del Señor también.

Así que ahí está esa mujer acostada, yo me imagino que esta mujer de repente comienza a pensar: he tratado médicos, ninguno me ha podido curar; he gastado todo lo que tengo, todo mi dinero, y todavía sigo con este flujo, ¿podrá este Jesús hacer algo por mí? ¿Podrá este Jesús en el cual la gente está saliendo a correr detrás de él, podrá él verdaderamente hacer algo por mí ahora?

Y yo me imagino que dentro de esta mujer comenzó una batalla interna. Tal vez ahí acostada como que se levantaba y se sentaba en el borde de su cama y como que se mecía en la cama y como que pensaba, voy o no voy, me muevo o no me muevo. Y en su inquietud tal vez se levantaba y se asomaba por la ventana y comenzaba a ver el bullicio de la gente que venía, que venía, que venía, y tal vez ese bullicio como que le aumentaba su vigor hasta que de repente empezó a ver la silueta de Jesús así a lo lejos, a la distancia caminando. Y tal vez ella pensaba, tal vez esta es mi oportunidad, tal vez aquí es donde yo voy a poder encontrar lo que estoy buscando.

Y yo me imagino que ella se atavió, se puso su ropa rápido, se trató de tapar porque sabía que si iba a salir la gente la iba a criticar, porque se supone que no saliera, que no estuviera en medio de la multitud. Pero yo me imagino que ella sale y entonces está a la puerta de su casa, ahí a la entrada, y está todo el bullicio ahí, moviéndose de un lado para otro, y quien sabe si ya tal vez Jesús ya había pasado y estaba viendo a Jesús allá en la distancia y quizás si en ese momento como que se fue mi oportunidad, por allá va, voy a entrar de nuevo. Ella pudo haber dicho eso, pero no. ¿Qué es lo que dice el pasaje?

Ella se metió en el medio de la multitud y buscó llegar a Jesús. ¿Saben qué? Yo quiero hacer algo para despertarlos. ¿Me dan permiso? Tengo tiempo, mucho tiempo. Yo quiero voluntarios que vengan acá arriba conmigo un momento, por favor, rápido, rápido, no perdamos tiempo. Vengan, vengan, vengan. Venid, venid, venid.

Edy tu vas a ser el personaje de Jesús, párate allá. Yo quiero una multitud aquí en el mismo medio, una multitud bien grande, bien grande. Algún otro voluntario por favor. Yo quiero ilustrar algo para que ustedes puedan ver la dinámica de este pasaje. Ok, Jesús está allá pero miren allá hacia Jesús. Yo voy a ser esta mujer, yo estoy bien seguro de quien yo soy, conste.

Pero yo me imagino esta mujer que se tuvo que haber tapado para que nadie la reconozca, y tengo toda esta multitud en el mismo medio y mi respuesta está al otro lado. Y yo sé que de alguna forma u otra esa persona que está en el lado de allá, Jesús si te puedes acercar porque estás lejos todavía, ayúdame Jesús, por favor. Yo me imagino esta mujer que se tuvo que empezar a meter entre medio de... gracias.

A Jesús se le olvidó decir, alguien me ha tocado. Oh mi Dios... ahora entiendo a la mujer más todavía. Miren, ese gesto le pudo haber costado a esa mujer su vida. Pero ella estaba tan y tan y tan segura. Si usted ve en el relato donde ella dice, con tan solo yo tocar el manto, el borde del manto de Jesús seré salva, seré sana. Y en ese momento que ella se metió entre toda la multitud, y cuando vio una esquinita para poder agarrar el manto de Jesús, y lo tocó, algo sucedió ahí, algo sucedió en ese momento que le hizo una pausa a la caminata.

Yo me imagino que esa mujer cuando alcanzó a tocar a Jesús, que sintió lo que pasó, se fue, pero en esa ida ella sabe que lo que estaba ocurriendo en su interior paró, cesó. Y en ese momento Jesús no sintió cosquillas salir de él, Jesús no sintió un airecito que lo sopló, Jesús sintió algo salir de él. Y ahí es donde todo para. Y viene esta pregunta: ¿quién me tocó?

Entonces viene este dilema, los discípulos como que Jesús, pero, what are you talking about, man? Todo el mundo te está oprimiendo, todo el mundo quiere coger un cantito de ti como si tu fueras un pie de manzana. Todo el mundo quiere un cantito tuyo y tu vienes a decir que alguien te tocó. Pero miren, aquí es donde yo veo esa dinámica tan bella de Jesús porque Jesús, yo me imagino que él estaba teniendo una comunicación de corazón a corazón con esa mujer, no se veía donde estaba ella, pero él sabía que ella estaba por ahí, él sabía que esa mujer estaba tal vez por ahí escondida, con temor, pero que a la misma vez estaba contenta por lo que había sucedido con ella.

Y yo me imagino que Jesús en su corazón estaba diciendo, ven, ven, dondequiera que estés, no juegues a esconder. Cuantos de nosotros el Señor nos dice, no juegues a esconder conmigo. Por aquí te veo, yo sé dónde estás. Hasta que esta mujer, yo me imagino, que en su corazón ella sentía ese clamor del corazón de Jesús, ella sentía ese llamado de Jesús diciendo, ven, dónde estás, hasta que de repente la multitud se partió en dos como si hubiese sido el Mar Rojo, y sale esta mujer y yo me la imagino a ella que venía, como dice el pasaje, temerosa y temblorosa y tal vez tenía una risa de nervio, pero llegó hasta Jesús y se postró ante él y dijo a Jesús, yo fui, yo fui la que te tocó.

Y mire cómo Jesús le dice, si vemos el texto Jesús le dice, “...hija, hija..” Marcos la identificó como una mujer cualquiera sin nombre y Jesús le dijo hija. “... tu fe te ha sanado, tu fe te ha hecho salva...”

¿Saben qué, mis hermanos? Yo puedo decirte que aquí hoy en medio nuestro hay gente que se creen como si fuera uno más en medio de la multitud. Hoy aquí hay alguien que puede pensar o creer que tu identidad nadie la conoce, tal vez tu estás aquí hoy, estás ahí sentado o sentada, me estás escuchando pero en tu interior estás como que qué diferencia hace esto, quién verdaderamente se interesa por lo que yo vivo, por lo que yo tengo. Who cares?

Tal vez el problema por el cual tu estás pasando, tu has gastado de lo que tu tienes por tratarlo de resolver, tal vez has gastado dinero, si es una condición física la que te está dañando, atribulando. Tal vez has gastado energías físicas, energías emocionales, energías mentales, tratando de buscar una solución a ese problema con el cual estás lidiando y usted llene el blanco, puede ser un problema con tu hijo, con tu hija, con tu esposo, con tu esposa, con el jefe gruñón en tu trabajo, puede ser un problema contigo mismo, con tu propia actitud, con tu ambivalencia, que hoy quieres hacer una cosa, pero mañana no, que hoy le hablas bien a tu gente, pero mañana les estás bajando los santos del cielo, y esas son las cosas con las cuales uno pelea. Y puede ser que hayas estado luchando por meses como puede ser que hayas estado luchando por años con esa situación. Puede ser que como esta mujer ya tu estás tirado en la cama, vencido, vencida, sin energías, sin fuerzas, deprimido y nada pasa, te has entregado a la corriente a ver qué sucede contigo. Puede ser que como esa mujer tu estés como quien dice, me paro de la cama o no me paro, podrá verdaderamente suceder algo conmigo o no. Puede ser que como esa mujer tu estés tal vez asomándote por la ventana y viendo el gentío, puede ser que estés escuchando lo que otros están diciendo de Jesús pero que tu todavía no has experimentado.

¿Me siguen? Puede ser que estás en el proceso de ponerte todas tus cosas y taparte lo más que tu puedas para que nadie vaya a decir, ah, mira este se metió a cristiano ahora, y estás como que ahí, en el tire y jala, salgo o no salgo, me meto en la multitud o me quedo acá, busco lo que tanto necesito al menos en esta persona de la cual estamos hablando, o me quedo aquí metido en mi cuarto sufriendo, desangrándome. Me quedó aquí botando toda mi sangre. Quien sabe si tu propia fe se está desangrando y tu no lo has querido reconocer.

La historia no se queda ahí. Hay otro personaje en la historia, ese personaje se llama Jairo. ¿Saben quién era Jairo? ¿Quién era? El que dijo que su hija se estaba muriendo, pero ¿quién era él? El principal de la sinagoga. Saben lo que era un principal de la sinagoga. Se lo voy a poner en términos bien de nosotros ahora mismo. Esta mañana yo entrevisté a un principal de escuela y a un principal asistente de otra escuela. En otras palabras, entrevisté al hermano Miguel Prieto y al hermano David Díaz, los entrevisté a ellos dos. Y yo les hice una pregunta, usted cómo principal de escuela qué es lo que usted tiene que hacer. Y lo primero que me dicen, obviamente velar por el cuidado y la educación de los muchachos que vienen ahí. Segundo, ¿cuál fue? Uno tiene que estar evaluando a los maestros, velando que ellos estén impartiendo una buena educación. Tercero en la lista, bregar con los padres, con todos los issues que ellos puedan tener con sus hijos también, bregar por la seguridad, atender la administración de esa institución, que toda pueda correr de acuerdo a las leyes del estado, y otro sinfín de cosas que yo sé que no me mencionaron pero que como quiera las hacen.

¿Saben lo que hacía el principal de la sinagoga? El principal de la sinagoga era el que se encargaba de estudiar todo lo que los maestros rabinos iban a enseñar. Él era el que se encargaba de poner en orden, quién le toca cuándo, a qué hora y en qué lugar dentro del templo. Era el principal de la sinagoga el que se encargaba de todo ese tipo de administración. Así que yo no estoy hablando de un Juan Pancho de las Casas, yo estoy hablando de un hombre que tenía una posición de autoridad, que tenía un lugar de influencia, que lo que él decía eso iba, ese es el tipo de persona de quien yo estoy hablando.

Y miren qué interesante porque si yo sigo el relato, qué es lo que dice, que este hombre se acercó a Jesús, lo saludó, vaya Jesús, cómo estás. Se ve muy bien tu toga. Ese hombre se olvidó que era principal, se olvidó de su estatus, se olvidó de los diplomas que tenía lindando en su pared, él se olvidó tal vez del efot que el hombre iba usando, y él lo único que tenía en la mente eran dos cosas: uno, que tenía una necesidad porque su hija se estaba muriendo, y segundo, porque la única respuesta que él tenía a su problema estaba en Jesús.

¿Quién sabe si él igual que la mujer probó con muchos médicos, llevó a su hija a muchos médicos, a curanderos en aquella época? Hey, mira, mi hija se está muriendo, mira si puedes hacer algo con ella. Pero ninguno, ninguno, ninguno, ninguno pudo hacer algo con ella. Es bien interesante porque este pasaje de Lucas, esta historia en Lucas que la mujer había sufrido de su flujo de sangre ¿por cuántos años? Por 12 años. Si ustedes ven la misma historia en el pasaje de Lucas, ¿cuantos años tenía la niña? 12 años. Este padre presenta a su hija, le da a una identidad, Jairo le dio identidad a su hija, sin embargo la mujer se presenta como si fuera una más en la multitud, pero ¿qué fue lo que hizo Jesús cuando ella se le acercó a él? Le dio identidad. Le dijo, tu eres mi hija.

 

 

Oigan, mis hermanos, yo quiero, yo me pregunto cuando yo busco la forma en que esta historia me hace sentido en el día de hoy, una de las primeras cosas que yo pregunto es, ¿dónde estamos nosotros? ¿Dónde estás tu? ¿Estás tu como la mujer tal vez tirada en la cama, que ya te has rendido y has entregado tu vida a merced de lo que vaya a pasar? ¿Tal vez te estás asomando por la ventana a ver por dónde viene el bullicio y escuchando lo que están diciendo, pero que tu no has experimentado todavía? ¿Tal vez te estás vistiendo y preparándote para salir y tirarte a ver si algo funciona? ¿O estás metida en el mismo medio del bullicio abriendo espacio para poder llegar a donde tienes que llegar?

Tal vez eres como un Jairo que ha decidido despojarse de todo título y posición que tenía por venir y presentarse a los pies de Jesús y poder encontrar en él la respuesta que tanto anhelaba. Y yo me pregunto cuál será el bullicio que se pone entremedio de nosotros y de Jesús. Cuál será el bullicio que está en tu vida, cuál será la multitud que se está interponiendo entre ti y la persona de Jesús, la respuesta que se encuentra en Jesús para que tu puedas llegar.

Como mencioné hace un minuto, puede ser que sea algo, una manera de pensar en ti, que no quieres ceder a eso y estás tan empecinado con esa forma de pensar que no hay nadie que te saque de ahí. Puede ser que la crisis en la cual está viviendo la nación entera ahora mismo haya puesto a tantos con los pelos de punta que no se sabe qué va a pasar ni qué va a suceder. Estas personas en el relato bíblico habían puesto su esperanza en lo que tenían de frente, pusieron su esperanza primero en un médico, pusieron su esperanza en los recursos materiales que tenían, pero nada de eso funcionó. Hoy día, en el sistema en el que vivimos hay gente que pone su esperanza en Wall Street, hay gente que pone su esperanza en Main Street, y todas esas instituciones, ¿qué está pasando con ellos? Se están desmoronando por completo. Es una crisis que está afectando a la nación en tantas formas y entonces ¿dónde estamos buscando esperanza? Estamos buscando ahora esperanza en dos personas: digo, no estamos, están, porque nosotros sabemos dónde está nuestra esperanza. Pero la gente gravita todo eso, las preguntas que le hacen: cómo usted piensa resolver el problema de la economía? Y ¿saben qué? Puede sonar bien articulado lo que dicen, pero yo me imagino que a los oídos de Dios se oye como bla, bla, bla, bla, bla.

Y al otro le preguntan y ¿qué piensa hacer usted con la guerra? Y puede sonar bien, bien articulado lo que dicen, pero a los oídos de Dios se oye como bla, bla, bla, bla. O tal vez Dios dice, oh, muy bien el discurso, pero ¿tu sabes qué? Yo soy el que tiene la última palabra.

Y mis hermanos, ¿saben qué? Esto yo lo digo como un paréntesis aquí, porque yo creo que es bien importante que nosotros podamos entender esto. Esta historia ¿saben qué? En ese personaje de la mujer yo veo el personaje de la iglesia representado ahí, porque la iglesia de alguna forma u otra, por todas las circunstancias que están ocurriendo alrededor del mundo que han oprimido y que han presionado de alguna forma u otra a la iglesia, la iglesia puede sentir que ha estado sufriendo de una hemorragia también. Pero yo entiendo que la iglesia como hizo esa mujer en la historia es el recurso que Dios quiere y va a usar para que haya una manifestación de su poder en estos tiempos, para que el tumulto que hay en medio de la algarabía de la muchedumbre, de la gente, se pare por un momento y que se oiga escuchar esas palabras que digan, alguien me ha tocado. Y ese alguien es la iglesia.

Estamos viviendo en tiempos críticos donde es necesario que los principios de esta historia se vean hoy día. Es necesario que la iglesia se levante de su cama de sangramiento, es necesario que la iglesia se asome a la ventana y que pueda ver lo que está sucediendo ahí afuera, pero eso no es suficiente. Es necesario que la iglesia se atavíe, se vista, y rompa por ahí y se meta en la muchedumbre hasta poder llegar al punto que se desate ese poder de Dios.

¿Sabe a quién le toca hacer eso? A todos ustedes. El mensaje es este: cómo usted se va a levantar del lugar donde está para hacer todo lo posible por romper todos los patrones de esta sociedad y meterse en la algarabía, aunque te critiquen, aunque te empujen, aunque te den patadas, aunque te hagan tropezar y caer, pero que tu puedas hacer todo lo posible por llegar y alcanzar tocar a todo lo que significa Jesús, puede ser el borde de su manto, puede ser su chancleta, pueden ser los pelos de la pierna, puede ser todo lo que usted quiera. Y la idea es que usted se mueva con una fe atrevida, mis hermanos. Yo creo que Dios está buscando que nosotros tengamos una fe atrevida verdaderamente poder ver su fuerza, su majestad moviéndose, obrando en formas que ni usted ni yo habíamos visto antes.

Y ¿saben qué? Es bien interesante porque digo fe atrevida con intención, porque cuando yo era chiquito, yo no sé ustedes, pero para mí el ser atrevido era algo malo. Mi mamá me decía, mira muchacho, no seas atrevido. Y eso era algo malo y ahí venía el cocotazo por la cabeza. Pero yo entiendo que lo que esta mujer tuvo fue las agallas y el valor de tener una fe atrevida que se fue en contra de todo lo que le impedía a ella meterse en la gente y poder llegar a tocar a Jesús.

Guau, yo creo que es como si el Señor mismo nos dijera, ¿dónde estamos? ¿Dónde estamos? Yo me imagino que en el cuarto de esa mujer, en el cuarto de Jairo, cuando ellos se enteraron que Jesús, yo me imagino que estas dos personas de alguna forma u otra tuvieron esa guerra, esa batalla interior, ¿voy o no voy? Me atrevo o no me atrevo.

Jairo tal vez por un lado estaba diciendo, pero yo, principal de la sinagoga, sabiendo que Jesús ha tenido tantas peleas con los rabinos en la sinagoga, sabiendo que todos esos rabinos van a estar bien pendientes a mí a ver qué yo hago, qué no hago, yo no puedo ir. Quiero pero no puedo.

Yo me imagino que esa otra mujer también estaba pensando, si voy me van a decir algo, si me asomo me van a dar de codazos. Pero yo entiendo mis hermanos, que hay un Dios que trabaja tras bastidores aún cuando nosotros no lo podemos ver y Dios trabaja mediante su gracia obrando en nosotros. es la gracia de Dios la que nos mueve a nosotros a hacer cosas que nosotros no pensamos jamás que podíamos hacer.

¿Saben qué? En estos días pasados, mi hermana Carolina, ella me dio como unos mensajes que ella recibe usualmente en el email de un ministerio profético, y hay veces que yo los leo, pero hace tiempo que yo no los leía lo que ella me pasaba, y la semana pasada me dio con, ella lo tenía encima del escritorio, yo lo cogí por relajar y dije, vamos a ver cuál es la palabra... bueno, no por relajar, lo tomé en serio. Pero lo cogí y abrí y yo dije, vamos a ver cuál es la palabra de Dios para hoy. y estoy leyendo y de repente me crucé con esta frase que decía, Dios te ha puesto en un momento de gracia inusual. Lo decía en inglés, God has given you a time of unsual grace to get your bearings. Dios te ha puesto en un momento de gracia inusual para que puedas recogerte, ubicarte, y una vez lo hayas hecho que puedas responder a su llamado en ti.

¿Saben qué? La gracia de Dios obra cada día, la gracia de Dios actúa en nosotros cada día, pero cuando dice que hay una gracia inusual, an unusual grace, una gracia inusual, en otras palabras, es una gracia distinta, es una gracia que tiene un propósito distinto, es una gracia que está buscando que se acontezca algo en ti que no había pasado antes, es una gracia que está buscando que lo que sea que está estancado en tu vida, se suelte, es una gracia que está buscando que eso que se está desangrando en ti, se pare de una vez y por todas, es una gracia que está buscando que si el dinero se te está yendo por un roto del bolsillo, esa gracia está buscando que ese bolsillo se cosa completo y que se pueda ministrar bien como Dios manda, es una gracia inusual que está buscando que si tu matrimonio se está desangrando por aquí, por allá, norte, sur, este y oeste, que entonces eso se detenga por completo.

¿Vamos a dejar esa gracia inusual pasar? ¿O vamos a fluir con ella? ¿Vamos a dejar que la muchedumbre impida el que yo pueda llegar? ¿O voy a esforzarme hasta poder llegar a ese recurso de vida y de poder para que todo a mi alrededor pueda ser transformado, para que todo en mi vida pueda ser transformado y a través de mi vida, que todo a mi alrededor sea transformado también?

Oigan, hermanos, esto es algo serio. Esto es serio. Esa mujer lo arriesgó todo por llegar a Jesús. Jairo arriesgó su posición por llegar a Jesús. Y ¿Saben lo que pasó? Adquirieron su recompensa, adquirieron su respuesta. Jesús tenía esa respuesta para ellos. Yo quiero dirigir esta palabra a ustedes para cerrar.

Yo quiero que usted mire el centro de su vida ahora mismo y que usted evalúe dónde usted está, dónde tu estás. ¿Estás escuchando los rumores pero no estás haciendo nada? ¿Te estás asomando por la ventana pero nada todavía? ¿Estás pensando en tu estatus que se me vea bien la corbata y que nadie vaya a pensar nada mal de mí?

Una fe atrevida es la que va a recibir su recompensa. Dios está buscando una iglesia que sea atrevida, hoy más que nunca. Dios está buscando en su pasar, es más, yo sé que a mí me han dicho que uno no debería leer mucho en las Escrituras, pero conociendo lo que se dice de Jesús, que él es soberano, él sabía lo que iba a pasar tan pronto él se bajó de esa barca. Él sabía que Jairo se le iba a presentar. Él sabía que esta mujer se le iba a acercar por detrás y tocar el borde de su manto, él está moviéndose en medio de tu vida.

Hay veces que Dios sí se mueve tras bastidores, pero hay veces que Dios se mueve bien claramente delante de ti. ¿Cómo nosotros vamos a responder a esa acción de Dios? Yo le invito, mi hermano, mi hermana, que se ponga de pie un momento, vamos a orar.

Sabe, yo no conozco tu identidad, yo conozco quién tu eres, yo no conozco lo que tu vives día tras día, noche tras noche, 24 horas al día, los 7 días de la semana, yo no sé, pero hay alguien que sí lo sabe. Y ese alguien está tan y tan dispuesto para obrar en ti, para bendecir tu vida, he’s dying for it, él se está muriendo por bendecir tu vida y hay veces a él se acerca a ti pero hay otras veces que él quiere que tu te acerques a él. ¿Dónde estás?

Puede ser que en tu cama a donde tu puedas estar, tu ni tan siquiera has considerado el seguir a Jesús y yo te puedo decir en esta tarde que si tu quieres ver algo obrando en ti y Jesús no está en el panorama de tu vida, este es el día donde él puede entrar, donde tu puedes permitir que él entre en ese panorama y que las cosas cambien por completo. En un día como hoy, Señor Jesús, viene caminado y hay una multitud, hay una multitud de problemas que tu crees que no van a permitir el que tu puedas experimentar el toque sanador de él, pero él sabe, él sabe que si tu das ese paso y te esfuerzas, él se va a encargar del resto, él se va a encargar del resto.

Déjame terminar de decirte esto, cuando Jesús estaba hablando con esta mujer después de haber sido sana, alguien se le acercó a Jairo y le dijo, Jairo, no molestes al Maestro más, tu hija ya murió. Yo me imagino que para Jairo en ese momento fue como si el ruido que estaba haciendo toda la gente se hubiese apagado y su mundo entero se cayó. Yo me imagino que Jairo dijo, ya, hasta aquí fue, se acabó. Pero Jesús estaba ahí y escuchó lo que le dijeron a Jairo, y rápidamente se volvió donde Jairo y le dijo, Jairo, no temas, solo cree.

Tal vez hay algunos aquí que sienten que su vida se está desangrando y te identificas muy bien como la mujer, pero puede ser que haya otros aquí que te puedes identificar con Jairo y que tal vez te dijeron esa mala noticia y estás diciendo, ya aquí se acabó. Pero Jesús te dice, no temas, cree, cree.

Si tu quieres en esta tarde, si tu quieres tener un momento donde tu te puedas acercar a Jesús y hacer ese gesto de estirarte y esforzarte hasta alcanzar y tocar el borde del manto de Jesús, para adquirir en tu vida la sanidad y la salvación que solamente él puede dar, yo quiero que ahí donde tu estás tu levantes tu mano y yo quiero orar por ti.

Señor Jesús, en una forma, en un gesto de fe, Señor levantamos nuestra mano, estirándonos para alcanzar tocarte a ti, Señor. Padre, y no es una novela, no es algo ficticio, yo creo que es bien real que cuando esa fe que tu has activado en nosotros se pone en acción, en una forma atrevida, en una forma valerosa, tu Señor, permites que poder pueda salir de ti para que nuestras vidas puedan ser transformadas, puedan ser cambiadas, puedan renovadas y ahora mismo tu tienes tus hijos e hijas, Señor, que están extendiendo sus manos hacia ti, pues han intentado todo, han intentado médicos, han intentado su mejor amigo, su mejor amiga, su mamá, su papá, el hijo, la hija, la esposa, el esposo, lo han intentado todo, han intentando su trabajo pero nada todavía, Señor, y este ..... manos a ti porque de ti es que proviene el poder, de ti es que provienen las fuerzas, de ti es que proviene ese toque sanador, ese toque salvador, redentor, solo de ti, Señor.

Yo te pido que ahora mismo tu Espíritu Santo, Señor, alcance las manos de cada uno de mis hermanos y hermanas y que ellos puedan sentir y recibir de ti ese toque de tu poder, Señor, para que su fe pueda recibir, mi Dios, la recompensa que tanto espera, Señor.

Padre, suelta ese espíritu de poder, ese espíritu de fe, tu estás llamando a una iglesia, Señor, que se atreva a moverse entre medio de la multitud para que pueda entonces verse esa manifestación tuya en todo los sectores de esta sociedad en la cual vivimos. Y Señor, como iglesia oramos por esta nación, como cuerpo nos extendemos hacia ti pidiendo un milagro en esta nación, Señor, hay líderes políticos que se están peleando y se están quemando las pestañas tratando de buscar una solución a la crisis en este país pero nosotros como iglesia sabemos y declaramos que la solución se encuentra en ti, Señor.

Hay gente que gravita su esperanza hacia candidatos a la presidencia pero nosotros gravitamos nuestra esperanza hacia ti, Señor. Y no obviamos nuestra responsabilidad como ciudadanos del Reino tuyo, de orar e interceder por los líderes gubernamentales políticos de esta nación, lo más que podemos pedirte Señor, como tu cuerpo es que tu tengas misericordia, Señor y que tu en tu gracia sea quien sea la persona que termine al final, así como tu hiciste con el rey Siro, que no era una persona que tal vez te reconocía en su totalidad, pero tu como quiera lo declaraste que era tu siervo, y tu lo usaste en la misma forma, Señor. Sea quien sea la próxima persona que termine en el poder, que tu demuestres tu gracia, que tu demuestres tu misericordia, Señor, que tu demuestres tu sabiduría y tu poder obrando en esa persona y a través de esa persona.

Decimos esto, Señor, porque nuestra mente es bien finita, pero tu eres soberano, tu ves más allá y pedimos Señor, que tu en tu infinita misericordia operes como tu sabes que mejor pueden ser las cosas. Padre, y aún si la situación se pusiera peor, que nosotros como iglesia no dejemos de movernos a través de la muchedumbre para alcanzar tocar tu manto, Señor, y ver una manifestación de tu poder, que no nos dejemos vencer por las situaciones tirados en una cama, aislados de todos los demás, sino que podamos ataviarnos con tu armadura, Señor, que podamos vestirnos con la fuerza que tu nos das, con la autoridad que tu nos das para poder vivir en una forma que podamos ver ese toque tuyo en medio de nuestras vidas.

Señor, así como esa mujer estaba en la multitud entiendo que hay alguien aquí que se siente como uno más, te sientes que no sabes ni por qué razón estás aquí pero el Señor ahora mismo está teniendo una conversación contigo corazón a corazón.

El Señor te está diciendo que esta es tu oportunidad para experimentar esa gracia inusual y ubicarte en el lugar donde recibirás la bendición que tanto buscas y que tanto esperas. Solo a través de mí, te dice el Señor, escucha bien, solo a través de mi, podrás salir a flote, no es por tus propias fuerzas, no es por tus propios recursos, es por mí. Si Dios te ha hablado hoy y yo sé que así ha sido, por favor recibe esa palabra y en la mejor forma que tu entiendas obedece al llamado de Dios en tu vida.

Padre, yo declaro tu bendición sobre tus hijos e hijas. Señor Jesús que podamos seguir viviendo en una forma donde nuestra fe nos mueva a alcanzarte a ti, Señor, que no nos dejemos llevar por las circunstancias que nos rodean, no nos dejemos intimidar por nada sino que podamos movernos, Señor, como una fe segura, convencida de que tu eres nuestra esperanza, que en ti están nuestras esperanzas, Señor.

Bendice a tus hijos e hijas, Señor, bendice a sus familias, yo declaro tu bendición sobre cada uno de sus familias, sobre sus trabajos, sus estudios, aquellos que están en la escuela, en la universidad, a los solteros, los bendigo, Señor en esta iglesia, declaro tu fuerza en medio de ellos, dominio propio, mi Dios, la certidumbre de que tu los amas y que tu tienes lo mejor para ellos. A la juventud de esta iglesia yo la bendigo, Jesús, a la niñez de esta iglesia, Señor, la bendigo también, a todos los líderes, Señor, los pastores, los líderes de esta iglesia, declaro tu bendición sobre ellos y que todos como tu cuerpo podamos seguir moviéndonos, Señor, hasta alcanzarte a ti, ese llamado al cual tu nos das a cada uno de nosotros poder alcanzar esa meta final. Tu que eres el autor y el consumador de nuestra fe, gracias Señor Jesús. Amen y amen. Gracias Dios, gracias Dios.

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Fluir bajo autoridad

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Quiero concluir la enseñanza que estamos desarrollando concerniente al tema de la autoridad. La autoridad espiritual, la autoridad humana, la autoridad física inclusive también, porque hemos dicho que la autoridad es la misma, tanto en el mundo físico como en el mundo espiritual, como en el mundo humano también, en el mundo de la sociedad.

Quiero que comencemos con un pasaje, hay otros pasajes que quiero tratar con ustedes en esta mañana y les aconsejo que los que puedan, busquen estos sermones en el Internet, los vean, o los compren aquí en la librería de la iglesia cuando estén disponibles, porque yo sé que podemos beneficiarnos de meditar en estos conceptos que son bastantes profundos y que son de provecho mientras más los escuchamos, no porque los predique yo sino porque son palabra de Dios que yo siento que Dios está trayendo en una forma profética a su pueblo en este tiempo.

Bien, en el Evangelio según San Lucas, en el Capítulo 7, versículos 1 al 10, dice la palabra del Señor, hablando de un centurión:

“... después que hubo terminado todas sus palabras al pueblo que le oía entró en Capernaúm hablando de Jesús, y el siervo de un centurión a quien este quería mucho estaba enfermo y a punto de morir. Cuando el centurión oyó hablar de Jesús le envió unos ancianos de los judíos rogándole que viniese y sanase a su siervo....”

Este centurión intercede a favor de un siervo suyo, algo que es raro que un hombre de tanto poder esté interesado tan profundamente que un mero sirviente de él sea sanado, porque en el tiempo en que esto se da no era típico ese tipo de intercesión o de interés.

“... y ellos vinieron a Jesús y le rogaron con solicitud diciéndole, es digno que le concedas esto porque ama a nuestra nación y nos edificó una sinagoga. Y Jesús fue con ellos, pero cuando ya no estaban lejos de la casa, el centurión envió a él unos amigos, diciéndole, Señor, no te molestes, pues no soy digno de que entres bajo mi techo...”

Este hombre se dio cuenta de que el Señor había escuchado su petición y quizás alguien fue a decirle y le dijeron la noticia de que el Señor se dirigía hacia su casa para sanar a su siervo. Pero el centurión le dice:

“...no te molestes, no soy digno de que entres bajo mi techo, por lo que ni aún me tuve por digno de venir a ti, pero di la palabra y mi siervo será sano...”

Simplemente le dice, mira, tu no tienes que venir y estar físicamente aquí en mi casa, yo creo, que con tu palabra es suficiente, simplemente di la palabra de sanidad y eso es más que suficiente. Y miren el razonamiento de este hombre, ahí es donde yo quiero llegar: el origen de su razonamiento, por qué él le dice al Señor, di la palabra simplemente y eso es suficiente, para mí, yo creo que tu lo puedes hacer. Dice,

“.....porque también yo soy hombre puesto bajo autoridad...”

Primero, él es un hombre que está bajo autoridad, él era un centurión, podríamos decir que era como un capitán o un mayor del ejército, y él entendía que él estaba bajo autoridad porque encima de él había coroneles, había generales, inclusive quizás el César que estaba muy por encima de él, él estaba bajo autoridad.

“... yo soy hombre puesto bajo autoridad y tengo soldados bajo mis órdenes...”

Primero, él sabe que él está bajo autoridad pero también él sabe manejar autoridad, él sabe lo que es la autoridad, porque tiene autoridad encima de él y tiene gente debajo de él. Él ejerce autoridad también, así él sabe cómo funciona la autoridad, debajo de él como capitán o mayor hay tenientes, hay sargentos, hay cabos, podríamos decir así en términos de rango. Yo no sé los rangos en el ejército romano, pero había gente que estaba bajo su autoridad también.

“... y tengo soldados bajo mis órdenes y digo a este, ve y va, y al otro, ven y viene, y a mi siervo le digo, has esto y lo hace....”

En otras palabras, mire cómo le está sonando. Cuando yo uso autoridad yo con mi boca le digo al sargento, ven acá, y el sargento enseguida viene, y le digo al cabo, ve allí y él obedientemente va y hace lo que yo le digo. Esa es la naturaleza de la autoridad. Autoridad es influencia valedera para que otros hagan algo o para que algo obedezca, sea humano, sea espiritual o sea material. Todo es lo mismo, es la misma moneda siempre, la moneda de la autoridad la que cuenta. Autoridad es eso, tener bastante peso, bastante influencia, bastante respaldo de manera que cuando uno dice algo a alguien, has algo, ese algo, o ese alguien obedece, porque está en uno la fuerza para hacer valer lo que uno está ordenando que se haga.

Entonces él dice, “....has esto y lo hace. Al oír esto, cuando el Señor oye el razonamiento de este hombre dice que se maravilló de él y volviéndose dijo a la gente que le seguía, asombrado el Señor dijo, ¿saben qué? ni aún en Israel he hallado tanta fe...”

El Señor se maravilló de que un soldado romano, no judío, no entendía la Biblia, nunca había estudiado que sepamos el Antiguo Testamento, no tenía estudios de teología hebrea, ni nada, pero el Señor se maravilló de su introspección teológica, de la sabiduría espiritual que este hombre estaba mostrando por medio de su experiencia como soldado, y cómo pudo transferir esto al mundo del espíritu. Y el Señor dijo, guau, ni en Israel he hallado tanta fe.

Y al regresar a casa los que habían sido enviados hallaron sano al siervo que había estado enfermo. Yo me pregunto inclusive si el Señor ni siquiera dijo, está bien, sé sano, siervo del centurión. Parece que la fe, yo pensaría que la fe de este hombre fue tan grande que activó el poder de Cristo, simplemente por creerle al Señor Jesús, porque sabía cómo se mueve la autoridad.

Y usted ve por qué yo escogí este pasaje. Aquí hay cosas bien profundas que nosotros debemos entender, porque fíjese cuando yo comencé a predicar estos sermones, yo no entendía todo lo que entiendo ahora. El Señor me ha hablado bastante y esta mañana sobre todo dije, guau, verdaderamente ahora yo entiendo muchas cosas.

Uno dice cosas a veces y no sabe todas las ramificaciones de lo que está diciendo, pero yo siento verdaderamente que el Señor me está hablando y nos está hablando para que podemos verdaderamente movernos en el poder que él quiere que nosotros nos movamos. Pero fíjense que yo les había dicho a ustedes al principio, búsquelo si quiere en el sermón antepasado, creo que fue, ni siquiera fue el del domingo pasado, porque este es el tercer domingo que hablo sobre autoridad, que hay diferentes tipos de autoridad.

Dije que el universo, el mundo físico, el cosmos, la creación, los montes, la tierra, los átomos y moléculas, el cuerpo humano biológico, los animales, los cuerpos celestes, estrellas, galaxias, planetas, todo se mueve conforme al principio de autoridad. Y les mostré en el salmo 104 cómo el Señor dio la orden y fue. Por ejemplo, usted busca en Génesis y el Señor dice, sea la luz, y ¿qué pasó? Vino la luz. Surjan el sol y la luna, surgen. Sepárense las aguas de la tierra, se separaron. Haya peces y animales y aves, surgieron todas esas cosas. ¿Qué fue lo que hizo posible que se crearan todas esas cosas? La autoridad de la boca de Dios. El poder, la autoridad que hay en Dios.

Y Dios escribió leyes en el universo que no van a ser violadas. Los planetas funcionan conforme a ciertas leyes eternas. La luz viaja a cierta velocidad. La biología humana funciona conforme a reglas específicas, los mares, la naturaleza del agua es incambiable. Hay diferentes, en el mundo físico, fisiológico, hay leyes que Dios estableció y que Dios profirió el mundo, porque Dios es la autoridad perfecta, total, de manera que cuando Dios dice una cosa su palabra es absolutamente irresistible. Lo que él dice tiene que hacerse y tiene que cumplirse. Si él dijo, sea la luz, surge la luz, porque él lo dijo. Es decir, solamente Dios tiene ese poder absoluto, esa autoridad absoluta para que lo que él dice en cualquier ámbito, físico, espiritual, humano, tiene que obedecerse lo que él dice a la perfección.

Pero entonces vemos que el mundo físico obedece a leyes y a autoridad que viene de parte de Dios. y yo dije también que el mundo espiritual, el mundo de los espíritus demoníacos y divinos, angelicales también se mueve bajo autoridad y vimos cómo hay rangos, hay jerarquías, hay ángeles, arcángeles, hay querubines, hay serafines, el Hijo se somete al Padre, el Padre está sobre el Hijo. En el mundo de los demonios hay principados, hay potestades, hay diferentes rangos de demonios, y diferente autoridades y poderes y el mundo del espíritu también se mueve bajo conceptos de autoridad.

De paso, me vino a la mente esta mañana el caso de cuando los hijos de Heseba, ¿cuántos han oído hablar de los hijos de Heseba en el Libro de los Hechos? Estos eran dos hombres que vieron a Pablo hacer grandes milagros. Veían que por medio de los Apóstoles los demonios salían de la gente. ¿Por qué? Porque los Apóstoles tenían autoridad. ¿Quién les dio autoridad a los Apóstoles sobre los demonios? El Señor Jesucristo. No recuerdan que en Mateo y en Marcos dice que el Señor les dio autoridad sobre los demonios cuando los envió. Y cuando ellos regresaron dice, Señor, aún los demonios se sujetan a nosotros. Estaban boquiabiertos. El Señor les dijo, eso no es nada, las cosas que yo hay aún mayores ustedes las harán.

Y antes de él ir a su padre, dijo, toda autoridad me es dada en el cielo y en la tierra, por tanto id. Les dio autoridad a los discípulos. Entonces, cuando estos dos hombres vieron no sé cuántos eran, supongamos que eran dos, que por medio de la palabra de los Apóstoles los demonios salían, dijeron, bueno, nosotros también podemos hacer lo mismo y entonces se fueron a donde un hombre endemoniado y le dijeron, en el nombre de Jesús, el que predica Pablo, te reprendemos y te ordenamos sal de ellos. Y ¿qué le contestó el demonio? Dijo, bueno, nosotros conocemos a Pedro y sabemos quién es Pablo, pero ¿ustedes quiénes son? Y se les tiró encima y dice que salieron corriendo con toda la ropa deshecha porque no pudieron resistir la fuerza del demonio.

¿Qué vemos aquí? La misma idea. Los demonios dijeron, bueno, nosotros sabemos que tenemos que obedecer a la autoridad de Pablo y de Pedro y de los Apóstoles porque el Señor Dios les dio autoridad, pero ustedes, ¿dónde están sus credenciales? Enséñenme el carné de exorcista, ¿dónde está? Como no lo tenían, los demonios no les obedecieron.

Usted ve que el mundo de los espíritus se mueve también. Cuántas veces vemos en la Biblia esto de que Dios nos ha dado autoridad. La palabra exousía, o exousía en griego quiere decir autoridad. A veces esa palabra se traduce poder, otras cosas, pero es autoridad. Dios nos da autoridad sobre las enfermedades, nos da potestad, otra palabra también que se usa.

Si usted mira en el Evangelio según San Marcos, Capítulo 16, dice, el Señor antes de irse “... id por todo el mundo predicad el Evangelio, el que creyere y fuere bautizado será salvo más el que no creyere será condenada, y estas señales seguirán a los que creen. En mi nombre echarán fuera demonios, hablarán nuevas lenguas, tomarán en las manos serpientes y si bebieren cosa mortífera no les hará daño, sobre los enfermos pondrán sus manos y sanarán...”

¿En nombre de quién? En el nombre de Jesús. ¿Por qué? Porque Jesús tiene autoridad y cuando yo me muevo en el poder del nombre de Jesús en una forma legítima esa autoridad se me traspasa a mí. Entonces los demonios entendían eso y las enfermedades Dios nos ha dado autoridad, como hijos de Dios, sobre la enfermedad, nos ha dado potestad sobre las enfermedades, nos ha dado potestad sobre los demonios, nos ha dado potestad sobre los obstáculos de la vida. Nosotros tenemos esa autoridad, hermanos. Nosotros tenemos la autoridad por medio del nombre de Cristo Jesús.

Ahora, lo que pasa es, les voy a explicar algo. Hay que saber cómo moverse en esa autoridad. La mayoría de los cristianos no sabemos cómo se maneja el tema de la autoridad y por eso.... mire, el hecho de que usted tenga una insignia no quiere decir necesariamente que sus súbditos le van a obedecer. En los ejércitos hay cantidad de oficiales que sus hombres no les tienen respeto, o porque son cobardes, o porque son indisciplinados, o por que no saben moverse como guerreros, o porque no saben ejercer autoridad y hablan y la gente ni les pone atención, porque hay que ganarse la autoridad. En el campo de guerra los soldados no van a seguir a un oficial que no ejemplifica la autoridad que él encarna. Por eso a los oficiales del ejército se le enseña a hablar en cierta manera, a dar órdenes en cierta forma, a moverse conforme a las leyes de la autoridad de manera que su autoridad no sea rebajada y la gente, sus soldados, le pierdan el respeto.

El tener simplemente insignias no quiere decir que usted va a manejar la autoridad adecuadamente. El hecho de que usted tiene autoridad en sí como seguidor de Jesucristo no quiere decir necesariamente que usted va en efecto a tener esa autoridad cuando confronta los problemas de la vida, cuando vienen las enfermedades, cuando vienen las crisis financieras. Hay mucha gente inclusive que está viviendo vidas inconsistentes, entonces cuando quieren ejercer la autoridad descubren que la autoridad se les ha ido por otra tubería, se les ha escapado el aire, y su conciencia les acusa y ellos saben que hay en sus vidas pecados, no confesados, no hay una vida de oración, de ayuno, de santidad, de búsqueda del Señor, no conocen la palabra, entonces qué autoridad van a usar, qué autoridad van a tener, cuando viene un demonio a sus vidas para hacerle daño, cuando viene una enfermedad terrible, cuando viene una crisis financiera, no saben cómo moverse, no han estudiado las leyes de la autoridad.

¿Me estoy explicando bien, hermanos? Porque ese es el problema de la iglesia en este tiempo, la iglesia ha perdido el entendimiento de los misterios del Espíritu Santo, no sabemos cómo funciona el mundo del espíritu, no sabemos cómo funcionan las leyes de la autoridad, no tenemos experiencia en esa área y por lo tanto por eso somos impotentes, por eso hay una iglesia impotente que no manifiesta ese caminar militar, marcial, esa seguridad, ese aplomo cuando habla, cuando testifica, cuando ora, porque esa persona no sabe verdaderamente quién es, no sabe moverse en autoridad o hay en su conciencia un sentido de que él sabe, ella sabe, yo no tengo las herramientas para moverme en autoridad, entonces cuando habla sale más bien una voz afeminada y débil, en vez de una voz de mando. Has esto y tienes que obedecer porque estoy moviéndome en la autoridad de Cristo Jesús.

Ustedes entienden a qué me estoy refiriendo, hermanos, por eso es tan importante que nosotros entendamos cuáles son los requisitos para que un cristiano se mueva en autoridad porque esté funcionando conforme a los principios de la autoridad. Déjenme buscar otro ejemplo, porque quiero que ustedes entiendan esto bien claro y este ejemplo podrá servir como que aquí viene otra vez el pastor hablando del diezmo y las ofrendas. No es así. Pero mire cuando la palabra... hay principios de autoridad que dicen, para yo tener autoridad en el mundo financiero, yo tengo que moverme en las leyes que Dios ha establecido y si yo no estoy obedeciendo la autoridad en el mundo espiritual, yo no voy a tener autoridad en el mundo físico. Entonces si Dios ha dicho, traed los diezmos al alfolí, si Dios ha dicho, tus finanzas me pertenecen a mí, si Dios ha dicho, busca primero el Reino de Dios y su justicia y las demás cosas te serán añadidas. Si Dios ha dicho, el que confía en mí no será avergonzado, si Dios ha dicho, dame la décima parte de tu dinero, sacrifícamele, conságramela, tráemela como un holocausto y yo te bendeciré hasta que sobreabunde. Eso es autoridad espiritual.

Entonces yo obedezco esa ley, yo me sujeto como el centurión, yo sé que hay una ley espiritual que viene de la boca de Dios bajo la cual yo estoy, entonces yo me sujeto a esa ley, yo obedezco al Señor, yo le doy al Señor el diezmo, yo no estoy preguntando, bueno se lo va a coger el pastor y va a usarlo para las vacaciones en el verano, o va a hacer o va a hacer lo otro. No, Dios lo dijo, yo lo doy en el nombre de Jesús, yo cumplo mi parte. Yo cumplí con autoridad encima de mí.

¿Sabe qué? Entonces eso quiere decir que ahora yo puedo usar esa autoridad para bendecir mis finanzas, para defender mis finanzas. Yo puedo orar con autoridad para que Dios bendiga y prospere mi casa, mi dinero, mi propiedad física, bendiga mi cimiente, prospera a mis hijos, prospere mi comunidad, prospere mi iglesia porque yo soy hombre que vivo bajo autoridad y puedo entonces ejercer autoridad. Pero mucha gente viene los problemas financieros y se dan cuenta, nunca dan pie con bola, nunca echan adelante, siempre están haciendo cosas y se les viene abajo el mundo y siempre están perdiendo y volviendo a comenzar otra vez lo mismo todo el tiempo y orar y no pasa nada y están siempre en miseria y en dificultad, y se preguntan, ¿es que Dios no es fiel? ¿Sabes qué? Tus oraciones... primero arregla la autoridad que tienes encima de ti antes de tu poder ejercer autoridad. ¿Ustedes entienden lo que les estoy diciendo ahora?

Cuando usted se mueve en el sentido de autoridad, y hermanos como les digo, yo no entendía esto también hasta hoy podría decir, que estoy comenzando a entender por qué yo comencé a hablar en estas maneras, es que las diferentes dimensiones de autoridad se mezclan una con la otra y el problema de la iglesia, el problema tuyo y mío es que no estamos entendiendo la ciencia de la autoridad y la iglesia misma no entiende las intricacies, como dicen en inglés, las complejidades del concepto de autoridad y por eso tenemos una iglesia endeble, por eso tenemos una iglesia que le habla al mundo y el mundo lo que hace, que se ríe de ella. es una iglesia sin autoridad, es una iglesia que le dice al mundo cantidad de cosas y dicen, donde sea viejo loco, tu no tienes nada que decirnos, tu lo que hablas es tonterías. La gente se ríe de la iglesia.

Miren la diferencia cuando un Elías hablaba, cuando un Eliseo hablaba, los reyes temblaban, cuando la iglesia se mueve en autoridad el mundo, mire, tiene que obedecer porque tiene que obedecer, y tiene que poner atención porque tiene que poner atención, porque una iglesia segura de sí misma, una iglesia que ha pagado el precio, una iglesia que sabe lo que cree, una iglesia que no está... hoy en día sabe cómo está la iglesia hoy en día, en este país por ejemplo, que nosotros primero le preguntamos a la gente cuando vienen a la iglesia, ¿qué te gustaría que nosotros predicáramos? Y entonces le predicamos eso. ¿Qué te ofende, qué no te gusta que yo predique? Y entonces yo tomo un poll, una encuesta y todos esos temas que causan controversia y molestia, yo los saco de mi repertorio de predicación para que la gente no se me moleste y no se me vaya, para que los diáconos o los ancianos no me creen problemas y me boten del puesto del pastor.

Eso es autoridad, eso es pusilanimidad, eso es cobardía espiritual. Eso es ser asalariado, eso no es ser un profeta o un portavoz de la palabra de Dios. la iglesia en este tiempo está así, la gente viene y le dice a la iglesia, inclusive, cómo la iglesia debe adorar, cuáles deben ser sus rituales, cómo debe comportarse en el servicio. Ellos dicen, si ustedes se comportan de esta manera nosotros vamos a ir, y sino no vamos. Y la iglesia muy obedientemente ajusta su repertorio y su forma para que la gente venga, para que vengan y no nos dejen solos.

Sabe, cuando el poder de Dios se mueve en la iglesia, cuando la autoridad de Dios está, la iglesia le dice al mundo lo que tienen que hacer, la iglesia le dice al mundo, nosotros tenemos la palabra de vida eterna para ustedes. Ustedes necesitan venir aquí. Y ustedes tienen que sujetarse al dictado de la iglesia, no la iglesia al dictado de la sociedad, que es lo que tenemos actualmente, porque es una iglesia que no tiene poder, no tiene autoridad, entonces la iglesia le habla al mundo y el mundo se ríe de ella, es una iglesia irrelevante porque es una iglesia que está funcionando conforme a otra cosa. Es como un capitán, un coronel que le diga a los soldados, ¿qué les gustaría a ustedes hacer hoy? ¿Vamos a la guerra o no vamos? ¿Atacamos al enemigo o no lo atacamos? ¿Usamos piedras o rifles o granadas, qué ustedes preferirían hoy que usáramos?

¿Así es que funciona un ejército? Claro que no. el oficial dice, el general da la orden y los soldados obedecen. Y entonces se mueve la cosa en una manera efectiva. Y así funciona el mundo del espíritu también, así funciona la iglesia de Jesucristo. Pero una iglesia cobarde, una iglesia pusilánime, una iglesia que no conoce los misterios del espíritu, una iglesia que no ha visto los milagros de Dios, una iglesia que no le cree a Dios, porque si la iglesia le creyera a Dios diría, nosotros vamos a decirle al mundo la palabra de Dios y si el mundo no obedece, Dios traerá sus juicios o Dios los disciplinará para que vengan y se aliñen con la iglesia y la iglesia se mantiene vertical, clara en su posición.

Y ¿saben qué? Con el tiempo Dios realinea al mundo y el mundo tiene que ajustarse a la palabra de Dios. Este país está buscando y necesitando una iglesia con autoridad. Mire, el asunto este de Sarah Pailin, la gobernadora de Alaska que está como candidata al partido Republicano. Usted sabe todo lo que a esta mujer le han buscado, esto no es anuncio a favor de Sarah Pailin, usted puede creer lo que usted quiera al respecto de eso, pero todo lo que a esta mujer, que si habla en lenguas o no, esto es una cosa que como ella viene de un trasfondo pentecostal, Asamblea de Dios, todos los periodistas de Estados Unidos se fueron para Alaska para ver si podían encontrar un video donde Sarah Pailin estuviera hablando en lenguas para mostrarla como una charlatana, una loca, que no podía dirigir esta nación como vicepresidente, o si algún día muriera McCain como presidente.

Y desgraciadamente ¿saben qué es lo que pasa aquí en esto? Que la pobra mujer misma, yo creo, que si le preguntaran a ella, ojalá que tenga la integridad de decir, sí, yo hablo en lenguas, pero ellos están rogando que no se le haga esa pregunta. Y yo digo, hay millones de norteamericanos y millones de gente en el mundo, decenas de millones de gente que habla en lenguas cristianas. Si el mundo no le gusta que se hable en lengua ese es problema del mundo, no de nosotros. Nosotros no tenemos que estar avergonzados de usar un misterio que viene de la palabra de Dios. Y ¿saben qué? Yo me considero bastante lúcido intelectual y mentalmente aunque hablo en lenguas. Y el hecho de que yo hable en lenguas yo no creo que me descalifica para yo entender lo que pasa en el mundo alrededor de mí y gobernar adecuadamente.

Pero la iglesia está acobardada y personalmente yo sospecho que quizás ella, no sé, cambió de iglesia hace unos años atrás para defenderse de esa acusación, una iglesia que fuera un poquito más quietecita, más callada. Eso pasa en la política norteamericana. Y la gente que cree en el Dios verdadero este país le dice, si tu practicas ciertos elementos de la Biblia, tu eres un fanático, un fundamentalista, un loco y tu no tienes derecho a gobernarnos y por eso nosotros a veces cambiamos nuestra canción para que el mundo nos acepte y el mundo nos deje jugar en su patio.

Y ¿saben qué? Cuando la iglesia hace eso está haciendo transacciones coin el diablo mismo. Sutilmente le está diciendo a Satanás y a la cultura y al mundo, ustedes tienen poder sobre nosotros, en vez de la iglesia ser autoridad sobre las naciones. Y cuando una iglesia hace ese tipo de transacción enseguida pierde autoridad, se sale del problema en el momento cuando el periodista le hace la pregunta, ¿Tu hablas en lengua? Bueno, las lenguas, a qué tipo de lenguas se refiere, lingüísticamente, qué sé yo qué, y dan vueltas y no responden a la pregunta por miedo.

¿Saben qué? En ese momento hay una sutil transacción en el mundo del espíritu, los demonios son testigos. Dios es testigo. El Espíritu Santo es testigo. Todo el mundo espiritual es testigo y según tu te mueves en ese momento tienes autoridad o no tienes autoridad. Por eso es que hay que vivir en integridad en todo lo posible. Yo mismo que predico esto tengo miedo de hablar de esa manera porque yo mismo no estoy a la altura de lo que yo predico a veces, pero sé que tengo que llegar a esa altura. Y eso es lo que le pido al Señor, que me ayude a llegar a ella.

 

Déjenme darle otro ejemplo acerca de eso: Daniel y sus amigos. Daniel está en Babilonia, él sabe que la comida que le dan a estos hebreos jóvenes que están en esta universidad para ser funcionarios del rey de Babilonia es comida que ha sido dedicada a los ídolos, es comida demoníaca, comida entregada a los demonios. Y Daniel entiende el asunto de autoridad y él dice, ¿saben qué? Si yo como de esa comida consagrada a los demonios, eso me dice a mí que implícitamente yo estoy reconociendo la autoridad de los demonios y yo estoy participando con ellos. Y Daniel y sus compañeros dicen, ¿saben qué? No vamos a comer de esa comida. Eso era contra cultural, era algo contrario a lo que la cultura demandaba, era contrario al ethos, a los valores de ese momento en la universidad donde él estaba.

He was not being a team player. No estaba jugando el juego de equipo, se estaba saliendo de los valores. Pero Daniel dice, no, aquí hay un principio espiritual involucrado, aquí hay un principio de autoridad espiritual involucrado y yo voy a mantenerme. Entonces le dice al supervisor de él, ¿saben qué? hay una prueba con nosotros, déjanos comer solamente legumbres y a los diez días y mira a ver qué tal nos parecemos, si estamos saludables o no. Porque el supervisor les dijo, ¿saben qué? Si ustedes no comen esa comida se van a demacrar todos y después van a decir que yo no estoy haciendo un buen trabajo de cuidarlos a ustedes. Así dice, danos 10 días a ver qué pasa, solamente 10 días y pruébanos.

Porque esto es importante, yo les estoy dando aquí bistec, no porque yo se lo estoy dando sino porque es la palabra de Dios. Daniel les dice, vamos a probar, ¿qué dice la Biblia? A los 10 días dice que Daniel y sus compañeros estaban más saludables, sus rostros estaban más saludables y más rollizos que los de todos sus compañeros que estaban comiendo bistec y salmón y toda la comida del rey. Y ellos comiendo solamente vegetales, estaban más fuertes que sus compañeros. Y dice la Biblia que no solamente eso, sino que Dios le dio también conocimiento a Daniel, le dio inteligencia para que sacara todas Aes en la universidad. Y le dio también sabiduría espiritual, discernimiento, revelación. ¿Qué pasó? Daniel se sujetó a la autoridad espiritual, a la autoridad divina, no le preocupó si no era popular la idea o no, él estaba funcionando conforme a principios del espíritu, en el mundo del espíritu y ¿qué pasó? Eso se tradujo a autoridad en el mundo de la materia. Su mismo cuerpo obedeció a la autoridad que Dios le dio, porque cuando uno se sujeta a la autoridad divina, uno recibe autoridad sobre la materia, sobre las relaciones humanas, sobre todo lo demás.

Usted ve, esta es la gran revelación que Dios nos está dando a mí y a ti en esta mañana es para tu ejercer autoridad sométete a la autoridad, sea espiritual, sea humana, sea lo que sea. Respeta las leyes que están encima de ti, fluye conforme a las leyes que están encima de ti y la bendición va a venir a tu vida en otras maneras.

¿Cuántas personas violan las leyes de la materia y por ejemplo están comiendo todo tipo de comidas desaforadamente, sin disciplina, no vigilan lo que comen, no hacen ningún de ejercicio, viven vidas completamente desordenadas en el mundo de la materia, no obedeciendo las leyes que Dios estableció acerca del cuidado del cuerpo y vienen las enfermedades, vienen los problemas físicos, vienen las dificultad muchas veces. No siempre es por desobediencia, pero en muchas casos hermanos, no estamos nosotros respetando las leyes de la materia y entonces no esperemos que vamos a tener autoridad, entonces estamos orándole al Señor, Señor, sáname, ayúdame, y Dios dice, ¿sabes qué? Deja de comer tanta azúcar o tanta sal, deja de comer tanta grasa en vez de comerte esos 4 chicharrones, cómete uno, una vez a la semana, has un poco de ejercicio, ejercita tu cuerpo, usa las partes que no estás usando.

¿Usted entiende, hermano? Es que la autoridad tiene que ver al final de cuentas con todo. Y cuando uno se mueve bajo autoridad la bendición de Dios fluye más fácilmente en uno, en la vida de uno. Un hombre se queja de que su esposa no lo obedece, o que sus hijos no le obedecen, debe preguntarse muchas veces si está él sometiéndose a la autoridad del Padre en la manera en que trata a su esposa y trata a sus hijos.

¿Cuántas hermanas dicen amen a eso? Todas seguro. O una hermana no se está sometiendo a un esposo que la trata bien, conforme a autoridad y hay cosas en su vida que ella ve que no tiene bendición, su matrimonio no está siendo bendecido, sus hijos no están prosperando. Mire, hermana, cuestiónese y examínese a ver si usted está sometiéndose a una autoridad legítima o no. un hijo ve que no le va bien en la vida, está siempre fracasando, no le va bien en esto, no le va bien en lo otro, su mente no puede pensar claramente, no hay bendición de Dios en su vida, los cielos están cerrados, hay fracaso dondequiera que va, puertas cerradas dondequiera que se mueve, traspies por dondequiera. Hijo, pregúntate si tu estás obedeciendo a tu padre y a tu madre, si estás sometido a la autoridad que está encima de ti donde Dios dice, para que te vaya bien, para que te vaya bien, para que te vaya bien, y si no te va bien, es posible, no siempre, pero es pobile que sea porque no estás fluyendo conforme a las leyes de la autoridad, no te estás sometiendo a tu cabeza.

Si eres obediente ante tus maestros, si no le rindes el tributo que merecen tus adultos, tus ancianos, quizás por eso no hay bendición en tu vida y estás en camino de fracaso, porque no estás funcionando conforme a los principios de la autoridad.

Usted ven cómo, hermanos, esto de la autoridad se mezcla una cosa con la otra. Es muy profundo, muy profundo, por eso, ya cierro con esto, por eso el centurión fue bendecido de la manera en que fue bendecido en su propósito. Este centurión, su entendimiento del mundo físico le dio entendimiento sobre el mundo espiritual y por eso tuvo tanto éxito en su propósito de que su siervo fuera sanado. Porque este hombre sabía cómo moverse. Toda su vida respetaba las leyes de la autoridad, en todo lo que él hacía, este hombre parece que se movía impecablemente y la gente así, hermanos, que se mueve en esa manera... mire, su vida, va a ver bendición, va a ver éxito, va a ver influencia, va a tener el respeto de los demás porque es una persona que sabe, a Dios le da lo que es Dios, al César le da lo que es del César, a IRS le da lo que es del IRS, al policía le da lo que es del policía, a su esposa o esposo le da lo que le pertenece a él, a sus hijos le da lo que les pertenece a los hijos, en términos de autoridad y respeto y todo lo demás y no le debe nada a nadie. Recuerden el pasaje de Romanos, no sé si fue aquí que lo discutí o en el servicio de las 12. dice no le debáis a nadie nada, al que tributo, tributo, al que respeto, respeto, al que honra, honra.

En otras palabras, asegúrate de que en tu vida tu le des a cada cual lo que cada cual se merece, que tu te muevas dentro de la ley siempre, ley del espíritu, ley de la materia, ley de las relaciones humanas. Muévete bajo autoridad y examínate dónde está la rebeldía en tu vida, dónde está la falta de alineamiento con la autoridad en tu vida, y alíñate con la autoridad y la bendición fluirá a través de ti y te saldrás con la tuya, en otras palabras.

Este siervo, mire lo primero que hace, él sabe cómo funciona la autoridad y él, ¿a quién manda él para que hable con Jesucristo? Léalo allí, él no va él, él manda a los ancianos de Capernaúm, manda a los escribas, ¿a quién dice exactamente? Ayúdeme aquí, porque esto es importante hermanos, por eso voy a insistir. Dice, “... le envió unos ancianos de los judíos rogándole que viniese y sanase a su siervo...”

¿Por qué hace él eso? Porque él sabe por medio de las leyes de la autoridad que él es simplemente un soldado romano, él no es de la religión judía, él no tiene legal standing, él razona para ir ante Jesús. Él no tiene como derecho legal, él se siente como que yo no tengo credenciales, yo no tengo autoridad, si yo fuera judío, hebreo podría comunicarme con este hombre. Porque así es que funciona en el ejército. En el ejército usted no salta para hablar con el general si usted es un cabo. ¿Dónde usted va? Usted va donde el sargento para que el sargento hable con el teniente, y el teniente con el capitán, y el capitán con el mayor, y el mayor con el coronel. Porque usted sabe que hay una cadena de mando y él sabía que la cadena de mando dictaba que fuera un judío que hablara con él y un anciano espiritual. Este hombre entiende las leyes de la autoridad.

Y finalmente le dice al Señor, ¿sabes qué, Señor? Yo entiendo cómo funcionan estas leyes, tu no tienes que estar presente. Un general no tiene que estar presente para decirle a un coronel o a un teniente que envíe un batallón a tal sitio. ¿Qué hace el general? Coge el teléfono y llama y da una orden y esa orden llega a donde tiene que llegar y se ejecuta, porque el general tiene la autoridad para hacer que se ejecute. Entonces, el siervo dijo, así es que debe funcionar el mundo del espíritu y hermanos, así es que funciona el mundo del espíritu.

Según la autoridad que tu tienes, tu puedes mover montañas o puedes mover un montoncito de dinero o puedes mover un cáncer, o puedes mover un dolor de cabeza, o puedes, que te busque un espacio de estacionar, cuando necesita, esos son los misterios del mundo del espíritu. si tu te mueves en autoridad, si estás en autoridad, esto es bien complejo pero es así. entonces, le dijo, ¿sabes qué? Tu no tienes que venir, Señor, di la orden simplemente. A él le molestó que un ser tan poderoso como Jesús tuviera que desplazarse para ir a su casa. dijo, no, hombre coge el teléfono y llama, envia un email y eso se va a hacer. Y el Señor dijo, guau, la fe que tiene este hombre es grande y enseguida su siervo fue sanado.

Y mira, lo otro, este hombre sabía usar autoridad porque amaba a su siervo. Si hubiera sido otro tipo de persona en autoridad, hubiera pateado en vez de amado a su siervo, pero aquí lo tenemos cuidando a su siervo. Y ¿saben qué? para que se molesten más les voy a predican un último sermón pronto sobre autoridad, porque hay otra parte que se me ha quedado en el.... porque así es que funciona en familia y en todas partes.

Usted va a ver cuando yo enfoque la familia más de lleno acerca de la autoridad, y usted verá que esto va por todas... Dios nos está dando una revelación bien importante en nuestras vidas. Y si usted tiene la sabiduría de escucharla y ponerle atención, su vida va a ser revolucionada, su vida va a ser cambiada, usted va a poder moverse en esa autoridad. Quiera el Señor que meditemos bien: cómo está mi vida con respecto a la autoridad. ¿Hay rebeldía en mi corazón, hay crítica, hay resistencia a la autoridad? Como dicen los dominicanos, yo refunfuño cuando me dicen que haga algo y cuando me aconsejas y cuando me dicen no. Mire, hay gente en esta iglesia y en otras iglesias, cuando yo le digo no a algo, usted lo ve enseguida, usted puede ver casi el humito saliéndole de la nariz y de las orejas. No saben someterse a autoridad y eso no es de bendición.

Cuando usted no fluye bajo autoridad no pretenda que va a tener autoridad. Palabra del Señor para el pueblo de Dios. Vamos a ponernos de pie, nuestro grupo de alabanza como ustedes saben está preparándose, tienen una clase que están tomando, y por eso no están aquí ahora, y eso va a suceder por unas cuantas semanas hasta que ellos terminen su clase, que nosotros decimos que es de gran bendición. Y así sea, pero vamos a nosotros tener una palabra de oración aquí, yo les bendigo en el nombre de Jesús, quiera Dios ayudarnos a entender estas cosas más y más. Padre, gracias, gracias por tenernos aquí en esta mañana, gracias por bendecirnos con tu palabra, Señor, la recibimos. Ayúdanos a predicar estas cosas en el espíritu de Jesucristo, ayúdanos a sujetarnos a la palabra de Dios y yo mismo que predico estas cosas, Señor, ayúdame a moverme conforme a ellas. Dame entendimiento acerca de lo que yo predico, Padre, soy el primero que necesita aprender a moverse bajo autoridad para poder ejercer autoridad, pero en esta mañana te pedimos ayúdanos y bendice a tus hijos, bendice a tu pueblo, Padre.

We bless your people this morning, Father. We declare you blessing on their lives, en el nombre poderoso de Jesús, y el pueblo de Dios dice, amen. Que la gracia del Señor sea con ustedes, mis hermanos, Dios les bendiga. Les amamos mucho. Salude a alguien en esta mañana.

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MINISTERIO DE MATRIMONIOS : Educando a nuestros hijos.

LIMITES CON LOS NIÑOS

BASADO EN EL LIBRO “BOUNDARIES WITH KIDS”- AUTORES DR. HENRY CLOUD Y DR. JOHN TOWNSEND

PARTE 1—POR QUE LOS NIÑOS NECESITAN LIMITES

CAPITULO 1: EL FUTURO ES AHORA

Dr. Cloud narra una visita en la que fue a ver a una de sus amistades. El podía escuchar que la señora de la casa estaba hablando en la alcoba de su hijo de 14 años, el cual acababa de llegar de un campamento.

Ella se encontraba guardando las cosas de su hijo, mientras hablaba con el. Dr. Cloud le pregunta que estaba haciendo, y ella le responde ingenuamente; “¿que crees que estoy haciendo?”

Luego de saber lo que estaba haciendo, le dice: “ Lo siento mucho por la futura esposa de tu hijo.”

Examinemos nuestra presente situación con nuestros hijos:

¿Nos podemos identificar con lo narrado anteriormente?

¿Que estaba sucediendo en esa situación y por qué Dr. Cloud hace esa aseveración?

Ciertamente que el criar a nuestros hijos requiere nuestra intervención en diferentes ocasiones; pero el problema real es este: ¿Lo hacemos a propósito? ¿O lo hacemos por razones que no estamos pensando,tales como nuestra propia personalidad, niñez, necesidades del momento, o temores?

El carácter de una persona principalmente determina como vamos a funcionar en la vida.

Carácter se refiere a la habilidad o inhabilidad de la persona; sus valores morales; su funcionamiento en sus relaciones personales y como desempeña diferentes tareas. Si la manera en que el carácter se desarrolla, determina el futuro de una persona, nuestro énfasis en la crianza de nuestros niños debe de basarse en el desarrollo del carácter, el cual lo conducirá en la vida sin temores, con seguridad, productivos y contentos. Cuando nos damos cuenta de que el futuro de nuestros hijos depende de nuestro modo de criar, haremos todo lo posible por mejorar lo que hacemos.

Medicina Preventiva

Adultos con problemas de límites han aprendido que sus problemas de límites no comenzaron como adultos , sino que fueron adquiridos durante su crianza. Estos adultos han adquirido como jóvenes, los siguientes problemas con límites:

*Inhabilidad de decir no a personas que le hieren o establecer límites a comportamientos de otros que producen dolor.

*Inhabilidad de decir no a sus propios impulsos destructivos.

*Inhabilidad de oir no de otros y respetar sus límites.

*Inhabilidad para esperar en obtener cosas que le gustan y realizar metas y tareas.

*Tendencia a ser atraídos a personas irresponsables o personas que les hieren y luego tratar de arreglarlos o cambiarlos de su manera de ser.

*Tomar responsabilidades que le corresponden a otros.

*Habilidad de ser fácilmente manipulado o controlado.

*Problemas en su intimidad y mantener cercanía con otros.

*Inhabilidad de ser honesto con aquellos cerca de ellos.

*Inhabilidad de confrontar a otros y resolver conflictos productivamente.

*Experimentar la vida como una víctima, en vez de vivir una vida con propósito y sintiendo tener control de la misma.

*Addiciones y compulsiones.

*Desorganizados y falta de terminar lo comenzado.

Esperamos que luego de vernos nosotros representados en lo descrito arriba, podamos ayudar a desarrollar el carácter que nuestros hijos necesitan y que les evitará pelear con los mismos en el futuro.

ES MEJOR QUE UN NIÑO PIERDA SUS PRIVILEGIOS A QUE UN ADULTO PIERDA SU MATRIMONIO O SU CARRERA.

Preguntas a contestar:

¿Cómo enseño límites a mis hijos?

¿Cómo impongo mis propios límites a mis hijos en una manera eficaz?

¿Cómo me aseguro que mis hijos no tendrán los mismos problemas con límites, como los tengo yo?

Los niños no nacen con límites.

Definición: límite es una “linea de propiedad” que define a una persona: define donde el límite de una persona termina y el límite de la otra comienza.

Si nosotros conocemos donde estan los límites de una persona, podremos saber de que cosas esa persona puede tomar control o no. Le podemos requerir responsabilidad en relación a sentimientos, comportamientos y actitudes. Cuando tomamos propiedad de nuestra parte en la relación con otra persona, nuestra relación con esa persona funciona. Los niños no son diferentes: ellos necesitan saber donde estan sus límites y que responsabilidades deben de asumir. Si no establecemos claramente estos límites, crecerán confusos y sin desarrollar auto-control que les ayudará a pasar por la vida en victoria. Si los límites estan claros, los niños aprenderán a desarrollar las siguientes cualidades:

*Un sentido adecuado de quien son ellos.

*De que cosas son responsables.

*La habilidad de escoger.

*El conocimiento de que si aprenden a elegir bien, las cosas iran bien; y si escogen pobremente, sufrirán consecuencias.

*La posibilidad de amor verdadero, basado en libertad.

La esencia de los límites es auto-control, responsabilidad, libertad y amor.

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El lider como siervo

TRANSCRIPT

Ahora vamos a estudiar algo de la palabra del Señor y vamos a continuar con el tema que inicié el domingo pasado sobre la autoridad. Quiero invitarles a buscar en el libro de Romanos, o la Carta a los Romanos en el Capítulo 13, de nuevo, siempre hay tantos textos, hay tantos pasajes que podríamos usar para fundamentarnos en lo que queremos tratar que podría escoger varios, pero este es un pasaje muy apropiado y el Señor puso este pasaje en mi corazón.

Como ustedes recuerdan, y para los hermanos que están visitando hoy o que no estuvieron el domingo pasado, yo emprendí este sermón porque está vinculado con el sermón del domingo antes, es decir, hace dos domingos atrás, prediqué sobre la obediencia como una protección para el pueblo de Dios, ser obedientes al Padre, ser obedientes a la palabra del Señor.

Decíamos que la obediencia no es sustituto, o mejor dicho, la adoración no es sustituto para la obediencia. Es bueno adorar al Señor, es bueno darle al Señor, pero obedecer es mejor que sacrificios, dice la palabra de Dios. y cuando obedecemos los mandamientos de la palabra del Señor, cuando nos ceñimos a los principios de la palabra de Dios todos esos mandamientos hermosos y principios que contiene la Biblia, tenemos vidas bendecidas, prosperadas, tenemos la cobertura, la protección de Dios sobre nuestras vidas.

Y de ahí se me quedaron una cantidad de cosas de ese sermón que prediqué sobre la obediencia, y me llevó hacia el concepto de autoridad, de obedecer también la autoridad. Pero me estoy refiriendo sobre todo a la autoridad humana, a la autoridad gubernamental, la autoridad eclesiástica, la autoridad de los padres, esa autoridad humana bajo la cual nosotros también, como cristianos, se supone que caminemos.

Y yo decía que caminar bajo autoridad es algo precioso, es algo que embellece, no empobrece. Yo creo que en el siglo moderno, en el tiempo moderno, como decía también el domingo pasado, para mucha gente el estar sujeto a la autoridad es casi como humillante. Mucha gente concibe el respetar a la autoridad, y sujetarse a la autoridad como un empobrecimiento de la dignidad de uno. En el siglo moderno se enfatiza más el cuestionar la autoridad, el no confiar en las autoridades, el demandar siempre, deme cuentas de todo, la postura inicial de la gente, o de mucha gente en nuestro tiempo, no quiero generalizar demasiado, de la cultura moderna es más bien cuestionar la autoridad y como que la gente mira la autoridad con sospecha. Las instituciones las miramos con sospecha, mucha gente no quiere saber de la religión, dicen, yo me sujeto a Dios pero no me sujeto a ninguna iglesia, no me sujeto a ningún pastor, no me sujeto a ninguna denominación y eso no es bíblico.

Yo sé que ha habido muchos abusos de la autoridad y los hay, pero no podemos irnos al otro extremo tampoco porque al hacer esto estamos en conflicto con principios muy fundamentales, tanto del universo mismo como de la vida espiritual, del mundo espiritual. Y por eso es tan importante que los hijos de Dios aprendamos a vivir en una postura de respeto a la autoridad humana, porque evidentemente bajo Dios tenemos que siempre vivir bajo su autoridad. Pero hay más eso todavía.

Ahora, yo he dicho también que así como hablo de sujetarnos a la autoridad las autoridades también debemos aprender a manejar la autoridad en una forma Cristo-céntrica, no podemos abusar de nuestra autoridad, no podemos servirnos de los demás y nuestra autoridad Dios nos la da para que seamos siervos más bien, para que pensemos en el bienestar de aquellos sobre los cuales ejercemos autoridad. Por eso la autoridad siempre deberá ejercerse con un espíritu de mansedumbre y de servicio y de consideración y respeto a aquellos sobre los cuales nosotros ejercemos autoridad.

¿Cuántos pueden decir amen a eso? Es decir, que tanto el que está bajo autoridad debe sujetarse a la autoridad como el que está en autoridad, debe ceñirse a los principios del Evangelio de Jesucristo que Cristo era un líder que también era siervo.

En inglés se habla de servant leadership, de liderazgo de siervos, o liderazgo de servicio, la persona que es líder es ante todo un siervo, una persona que sirve a los demás, y eso hace entonces que la gente pueda sujetarse a la autoridad con mucha más facilidad, con mucha más buena voluntad porque sabe que no va a ser abusado, no va a ser oprimido, no va a ser explotado y eso es valedero para cualquier ámbito donde se ejerce autoridad, sea la iglesia, sea un trabajo, sea la autoridad civil gubernamental, lo que sea, siempre esos principios de sujeción a autoridad y de autoridad usada en una forma adecuada.

Y estoy, ante ni siquiera de meterme en el texto, pero me viene a la mente acerca de eso, el pasaje donde, por eso les digo que hay tantos hermosos pasajes en la Escritura acerca de autoridad. Cuando los discípulos, los hijos de Sebedeo se acercan a Jesús con su mamá para pedirle que cuando el Señor esté en su gloria uno se siente a la derecha de él y otro se siente a la izquierda, vienen a pedirle como un favor político a Jesucristo. Señor, cuando tu ya estés allá en tu reino, pues por qué no nos permites a nosotros ser tu vicepresidente y tu co-director o lo que sea, querían, y trataron como de hacer eso encubiertamente para que los otros discípulos no se dieran cuenta. Los otros discípulos se dieron cuenta y se enojaron con estos dos porque seguramente ellos también querían lo mismo. Había un corazón como de mandar, de ejercer autoridad, pero no había un corazón de humildad y de sencillez.

El Señor intuyó esa carnalidad que había en ellos de querer ejercer autoridad espiritual de una manera como carnal y humana. Entonces el Señor les dijo a los que le estaban pidiendo ese favor, les dijo, bueno, primeramente eso no me es a mí el concedérselo a ustedes, eso le pertenece al Padre. Yo no tengo esa... fíjese eso, el Hijo dice, eso que ustedes me están pidiendo no está en mi ámbito de autoridad, el Padre solamente es el que puede hacer eso. Fíjese que el Señor ahí reconociendo la autoridad en su encarnación, reconociendo la autoridad de su Padre que estaba en los cielos. Y en segundo lugar le pregunta, ¿pueden ustedes beber de la copa que yo he de beber? ¿Cuál era esa copa de la cual él iba a beber? La cruz, la crucifixión. Y ellos tontamente le dicen, sí, podemos porque no sabían lo que él estaba diciendo.

Entonces dice, bueno, es cierto, de esa copa ustedes van a beber porque el Señor sabía que ellos iban a sufrir cuando fueran perseguidos, cuando fueran probados en su ministerio más adelante, pero les dice, pero ¿saben qué? Entonces él llamó para que le trajeran una palangana, como una ponchera o lo que sea, y agua y una toalla y le dijo a todo el mundo, siéntense allí y procedió a lavarle los pies a cada uno. Lavar los pies en la cultura hebrea era cosa de esclavos y de sirvientes, gente muy pobre y muy baja en la escala social. Y el Señor le lavó los pies a cada uno de ellos. Cuando llegó a Pedro, Pedro se escandalizó de que su Señor, quien él sabía que era el Hijo de Dios, le fuera a lavar los pies, y le dijo, no, Señor, yo no puedo permitir que tu hagas eso. ¿por qué? Porque Pedro todavía estaba funcionando conforme al esquema humano, donde alguien que está en una posición tan alta no se supone que esté haciendo algo tan bajo. El Señor le dijo, Pedro, si tu no me permites hacer eso, tu no vas a tener parte en mi reino.

Ven, porque Pedro estaba proyectando sus propios conceptos de autoridad. En otras palabras, una persona que está en autoridad nunca debe humillarse ante la persona que está bajo su autoridad y el Señor dijo, en el reino de los cielos no es así. Tu tienes que sujetarte a los principios. Y es otra cosa también, que muchas veces nosotros tenemos que entender que a menos que el líder no se humille a otro que está por encima de él, o se humille inclusive ante aquellos a quien él dirige, él mismo o ella misma no puede ejercer autoridad. Ese es un principio muy bello de la Escritura.

Yo creo que una persona que un día quiera ejercer autoridad debe comenzar siempre siendo muy respetuoso de la autoridad que está encima de él o de ella. Por eso yo creo que muchas veces los hijos, cuando no respetan a sus padres y cuando no se sujetan a sus padres, yo creo que están creando trampas para su vida en el futuro y creando las bases para sufrimiento porque muchas veces un hijo rebelde tendrá hijos rebeldes porque eso es un ciclo. El universo siempre se encarga de ordenar las cosas y establecer balances. Yo creo que un hijo que se ha sujetado a sus padres y que ha honrado a sus padres tiene más posibilidades de tener hijos sujetos, sumisos y obedientes que uno que ha sido rebelde y descuidado con la autoridad de sus padres.

Entonces, vemos que en esa escena que no la he leído pero que ya es parte de nuestro sermón, hay principios de autoridad muy grandes, muy poderoso involucrados. Y es que eso está a través de toda la Biblia, la idea de vivir bajo autoridad. Entonces al final de ese drama el Señor les dice a los discípulos, les dice, miren, ustedes me llaman a mí Señor y bien dicen, porque yo soy el Señor, pero si yo siendo el Señor le he lavado los pies a ustedes, que son mis discípulos, ustedes también tienen que estar dispuestos a hacer lo mismo con los demás. El Señor estableció allí un principio poderoso de lo que es la autoridad en el Reino de Dios, que no debemos abusar de los demás, no debemos tratar de buscar atajaderos para llegar a la autoridad.

Siempre que una persona llega legítimamente a la autoridad es porque habrá sido quebrantada, probada, humillada, escarmentada. Es la única manera legítima de uno llegar a la autoridad a través de la cruz, la crucifixión. No podemos llegar a la autoridad simplemente, bueno porque yo sé, yo soy, yo hago, yo tengo. Mucha gente cree que eso es suficiente para que tengan autoridad. Hay gente que llega a las iglesias y creen que porque yo tengo un título y porque yo en otra iglesia fui esto y lo otro, ya me tiene que poner hacer... nunca he creído yo en eso. Uno tiene que ganarse a la gente. ¿Cuántos pueden decir amen a eso? Uno tiene que adquirir credibilidad, uno tiene que darse a conocer, uno tiene que conocer a la gente que uno va a dirigir. En el mejor de los casos eso es lo que debe suceder y la gente debe decirte a ti, ven, sube acá, sube y dirígenos porque tu te has ganado el respeto y el cariño y la confianza de las personas. Esa es la forma de uno llegar a la autoridad.

Bien, ese sermón es gratis para ustedes. Pero vamos a la palabra del Señor un momento, de nuevo, miren Romanos Capítulo 13. por eso es que yo digo desde Génesis hasta Apocalipsis el principio de vivir bajo autoridad está allí, en todas partes, cuando uno se abre a esa idea de la sujeción a la autoridad uno lo encuentra en todas partes a través de la Escritura. Romanos, Capítulo 13, entre los consejos lindos que el Apóstol Pablo le da a sus lectores, dice aquí;

“... sométase toda persona a las autoridades superiores... “

Fíjese, dice toda persona, no hay allí excepción, es todos nosotros tenemos que sujetarnos a las autoridades superiores.

“... porque no hay autoridad sino de parte de Dios y las que hay por Dios han sido establecidas...”

Ahora, déjenme decirle que ese versículo es bien problemático pero no tenemos tiempo de deshilarlo todo, porque digamos Idi Amin, en Uganda, un hombre terriblemente dictatorial y cruel y sanguinario, yo no creo necesariamente que Dios haya dicho, ya de hecho él está muerto, ya hace años que murió, pero una persona así que es simplemente un criminal que hay tomado poder sobre una nación, en mi opinión, no está puesto allí activamente por Dios. Y yo creo que un pueblo tiene derecho de resistir esa autoridad porque yo no pienso, por eso es que los pasajes de la Biblia hay que tomarlos en su contexto y hay muchos pasajes que se matizan unos a otros, pero Pablo está hablando de una autoridad legítimamente constituida y de una autoridad, porque si nos ponemos a cuestionar toda la autoridad, ¿dónde va a estar el orden? Toda autoridad siempre tiene imperfecciones, tiene defectos, es imposible que haya una autoridad perfecta y que no cometa errores.

Entonces hay que tener cuidado también de trazar un balance. Pero interesantemente Pablo está hablando aquí sobretodo, yo creo, de la autoridad romana. Pablo le está escribiendo a cristianos que estaban bajo la autoridad de Roma, vivían en Roma y el imperio romano era un imperio muy fuerte, muy dictatorial. Sin embargo, es interesante que Pablo no dice que se rebelen contra los romanos, ni tampoco les dice a los judíos que están bajo el imperio romano, en Palestina, rebélense contra esta autoridad que es un imperio.

Es decir, que para mí, es importante si yo creo que esta es la palabra de Dios hablando, que es el Espíritu Santo hablándome y que esto no es un error de un hombre escribiendo a la luz de su tiempo, yo tengo que darme cuenta de que aún a veces cuando hay autoridades con las cuales yo no estoy de acuerdo, yo tengo que someterme y sujetarme a ellas. Ahora, habrá casos extremos en que yo creo que ahí entonces hay que pedir más iluminación de parte de Dios. pero aquí dice:

“... sométase toda persona a las autoridades superiores porque no hay autoridad sino de parte de Dios y las que hay por Dios han sido establecidas...”

Hay ahí un principio que yo creo que todo cristiano debe respetar. Por ejemplo, los patrulleros del estado que están dirigiendo las carreteras federales, la ruta 93, no tiene policías, tiene policías estatales específicamente, esa gente quizás no es la gente más simpática del mundo,¿verdad? y a mi me gustaría que tuvieran un lacito bonito que me inspirara confianza, pero vienen con sus botas y con su traje bien fuerte calculado para inspirar respeto y temor y todo este tipo de cosas. Si yo me pongo de que quién es este hombre para mandarme, y si me paran, o lo que sea, y yo ya comienzo a hablarle mal o en mi corazón tengo una raíz de amargura contra él o lo que sea, qué va a pasar. Más bien me voy a meter en problemas con esa persona y es más, voy a estar operando bajo un principio de rebeldía. Esta persona, sea lo que sea, representa algo que protege la comunidad. Esa gente es necesaria y tienen un trabajo bien difícil que hacer, y yo me imagino que se encuentran con todo tipo de gente rara, hay policías que pierden la vida en las carreteras, y tienen ellos que ejercer su autoridad en una forma fuerte, clara, decisiva y yo no me puedo poner a cuestionar, quizás hay uno que está abusando de su autoridad un poco, o es odioso, lo que sea, pero mi postura como cristiano es, esta persona representa el gobierno, representa el orden, yo debo sujetarme a ella y debo darle gracias a Dios porque esa persona está allí porque sino sería un caos la carretera. Y yo debo, en un sentido, en mi corazón concebir más bien simpatía para ese hombre que está haciendo un trabajo bien difícil y darle el respeto que él merece.

A mí me gusta cuando me acerco a un policía, yo lo trato de officer, lo primero que le digo es, officer, antes de yo dirigirme a él o a ella, porque yo creo en respetar la autoridad y que esa persona está haciendo un trabajo importante, serio, peligroso, y esa persona protege a la comunidad y merece un respeto especial. Y yo me deleito en darle a esa persona su rango y su respeto y como cristiano yo quiero que esa persona se sienta honrada. Y a mí me gusta respetar autoridad y yo creo que eso es bueno. y así un joven, por ejemplo, yo le digo a los jóvenes cristianos, miren, cuando tu te acercas a una persona mayor, a un anciano o un adulto que tiene más años que tu, que bueno es cuando tu saludas a esa persona con respeto y tu le muestras a esa persona joven que tu la respetas, que tu valoras su edad y tu la tratas con un respeto. Eso es bello y eso bendice al joven y bendice al adulto también y hay un orden.

Yo creo que en la iglesia de Jesucristo esos valores deben imperar, eso es hermoso. Y yo, como pastor de esta congregación, hay gente a la cual yo debo rendirle también respeto en autoridad espiritual. Hay gente que está por encima de mí en conocimiento, en experiencia, en ejercer autoridad sobre mayores personas o ámbitos más amplios de la iglesia y yo como pastor debo tener el gozo de a esa persona darle un respeto especial, y reconocer su autoridad. Yo no tengo que decir, no, porque yo soy pastor de una iglesia, que sé yo, que se yo cuanto. No, mentira, uno no es nadie, uno tiene que siempre... cómo puedo yo darle el respeto que una persona se merece, y siempre tenemos que vivir en ese espíritu de respetar la autoridad de los demás, someternos a las autoridades superiores. Todos tenemos autoridad encima unos de los otros.

Yo creo que este mundo tiene tantos problemas, esta sociedad porque hay cambiado el principio de la sujeción a la autoridad por el principio de cuestionar la autoridad y cuando eso sucede todo tipo de problemas comienzan a crearse, comienzan a cuestionarse las cultura, comienza a cuestionarse los valores morales que hemos recibido, comienza a cuestionarse inclusive los mitos que una cultura necesita para inspirar. Usted ve que hoy en día, por ejemplo, en el estudio de la historia los escritores se deleitan en encontrarle defecto a los grandes héroes de la nación. Ah, dicen por allí, una cosa que se le enseñaba mucho a los niños es que esa historia de que, creo que fue Jorge Washington, que se rehusó a cortar un árbol de cerezo cuando era niño porque era un árbol de cerezo, se usaba eso para hablar del carácter de George Washington, que era un hombre respetuoso y que aún cuando niño era un gran líder.

Bueno, hoy en día, ya se ha probado que eso no fue cierto, que eso fue un invento de la gente, que George Washington ni siquiera había un árbol de cerezo que esa es una mentira que se dijo. Y los mitos estamos continuamente destruyéndolos para bajar a los héroes al nivel humano, para convertirlos en meros seres humanos. Eso para mí, eso es espíritu rebelde, diabólico que es lo que llevó a Satanás a ser tirado del cielo cuando se rebeló contra Dios como Lucifer. Y eso se le ha traducido a la humanidad, la rebeldía contra la autoridad.

Y eso, hermanos, mire, no estoy saliéndome del tema, yo espero que ustedes vean eso, porque este tema es tan amplio y me gusta matizarlo con muchas cosas. a través de la historia, las grandes culturas siempre han entendido la importancia de sujetarse a la autoridad. Los griegos tienen un mito, en la mitología griega está el mito de Sísifo, lo puede leer después en su enciclopedia. Sísifo se rebeló contra los dioses en la mitología griega, se rebeló contra los dioses y los dioses lo condenaron a por toda la eternidad rodar una piedra redonda, como una rueda, subirla a una montaña, él mismo con su propio esfuerzo y esa roca siempre se bajaba y él tenía que volver otra vez a subirla y volvía a bajarse, y esa fue su condena. Por toda la eternidad él tenía que subir esa roca y verla bajar y volver. Y yo creo que ahí hay, de paso, hay una enseñanza moral y es que la persona que se rebela contra la autoridad termina repitiendo los mismos errores, siempre, una vez tras otra.

Las culturas cuando se rebelan contra la autoridad y operan bajo un principio de rebeldía termina cometiendo errores continuamente, continuamente porque no aprenden nunca. Siempre están cuestionando la sabiduría que viene del pasado. No hay sabiduría acumulada, siempre están tumbando todos los mitos, tumbando todos los ejemplos morales, como un hijo también, un joven que no respeta las canas, un joven que no se lleva de la autoridad, un feligrés que no respeta la autoridad de sus pastores o sus líderes espirituales no crece. Siempre está cometiendo los mismos errores, subiendo la misma piedra a la cima de la montaña para que vuelva a bajar y comenzar otra vez a construir en la vida. Mientras que cuando la persona respeta los mitos de su cultura, respeta los héroes de su cultura, celebra las canas y los logros de los que han venido de antes de uno, esa es una cultura que va acumulando sabiduría y va siendo bendecida y cada vez es más sabia y mejor, así como también el individuo.

Yo creo que por eso es que el Apóstol Pablo dice aquí en romanos 13, “.,.. sométase toda persona a las autoridades superiores porque no hay autoridad sino de parte de Dios y las que hay por Dios han sido establecidas...”

De nuevo, yo creo que si el Apóstol Pablo hubiera tenido tiempo hubiera escrito mucho más para matizar lo que él estaba diciendo allí. Pero la Biblia no está escrita para abogados, está escrita para gente que entiende lo que está diciendo. La mayor parte de la autoridad está constituida por Dios, el principio de autoridad viene de Dios y nosotros tenemos que ver a nuestros gobernantes, tenemos que ver a nuestros líderes como que están representando un principio que Dios ha establecido. Y nosotros debemos, no solamente sujetarnos al hombre, al policía estatal, por ejemplo, sino al Dios que está por encima del policía estatal que permite que haya el concepto de policía en el mundo. Yo estoy respetando a Dios a través de ese policía ya constituido su autoridad.

Ahora, en el versículo 2 dice, “... de modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste...”

En otras palabras, cuando usted resiste la autoridad de los que están encima de usted, no solamente está resistiendo a esa persona sino que está resistiendo a Dios que lo constituyó. Eso es una afirmación muy fuerte pero la hace la palabra, no yo. Entonces, dice:

“... y los que resisten acarrean condenación para sí mismos....”

Hermanos, eso es muy cierto, la persona que vive cuestionando la autoridad, la persona rebelde, la persona desobediente, la persona dura de servis, la persona que no se lleva de consejo, la persona que siempre está peleando contra las autoridades, siempre murmurando de las autoridades. Usted sabe que siempre en los trabajos hay una persona que siempre está quejándose de los jefes y de las cosas que hacen y siempre está criticando y siempre tiene una mejor opinión y una mejor forma de hacer las cosas. ¿Cuántos se han encontrado con este así en los trabajos?

Ese tipo de actitud es la que Dios condena. Mire, la persona que opera en una actitud de rebeldía en cualquier ámbito que sea, no entiende que se está acarreando mal y fracaso y sí mismo. yo prefiero, hermanos, pecar de ser demasiado sujeto a la autoridad y de no cuestionar lo suficiente la autoridad que de ir del otro lado y de estar en rebeldía y cuestionar más de la cuenta la autoridad. Yo creo que nosotros si vamos a pecar, pequemos del lado del respeto excesivo de la autoridad que del lado del cuestionamiento excesivo de la autoridad, porque cuando nosotros nos rebelamos contra la autoridad acarreamos condenación, estamos bajo juicio.

El joven que no se sujeta a la autoridad paternal, maternal, tiene como una presión en frente de él que no lo deja progresar, siempre va a estar la vida va a estar en contra de él o de ella. Yo he dicho antes, mucha de la gente que yo veo, por ejemplo, en las prisiones, cuando he visitado prisiones, sabe todos los hombres que yo he encontrado en las prisiones que son gente bien atractiva. Hay mucho hombre buen mozo en las prisiones. Yo me he preguntado por qué es eso y yo creo que, mire mi teoría, esto es un poquito enfermizo quizás pero debo decir cuál es mi teoría: y es que muchas veces y también fuertes, es que muchas veces ese tipo de persona se crea, si no tiene cuidado, se puede crear un orgullo de que son mejores que los demás y son astutos y muchos de estos hombres son muy inteligentes. Muchos criminales son muy por encima del promedio de inteligencia de la persona regular. Y al crearse una actitud de rebeldía o de orgullo, la vida entonces se les tira encima y comienzan a dar traspiés, comienzan a cuestionar la autoridad, comienzan a salirse de los linderos seguros del respeto a la autoridad, comienzan a ellos querer cambiar un poquito las cosas y ajustar las leyes a su propia conveniencia, se rebelan contra los padres, se rebelan contra la gente, están engreídos, orgullosos, y qué pasa: termina cayéndoles una piedra de molino encima de la cabeza y muchas veces terminan en la cárcel, terminan en el crimen, terminan haciendo cosas indebidas porque el orgullo nació en ello.

Antes del hecho de la rebeldía viene el orgullo, creerse uno mejor que la autoridad que está por encima de uno. Y uno tiene que tener cuidado con eso. Muchas personas en la calle, cuando yo veo gente a veces, esa pobre gente que yo siempre oro por ellos cuando vengo aquí a la iglesia, que paso por ahí por el Boston Medical Center, muchas de esa gente que están ya caídos completamente en la vida, usted ve que han sido drogadictos por muchos años, o están sin hogar, o están deshechos, pero mire a ver, se le meten a uno, a veces la luz está verde para el chofer y ellos no le importa, ellos se le meten encima y si lo mira mal, si usted le toca la bocina o algo, mucha de esta gente no respeta las leyes, no respetan el orden público, el orden social y esa rebeldía yo creo que les viene desde niños, desde jóvenes y por eso fracasan en la vida.

Mientras que la persona que se ciñe por la verdad y por la justicia y por la autoridad tienen la bendición de Dios encima, si no va a tener la condenación de Dios, va a tener el juicio de Dios, no va a progresar, va a estar peleando contra la corriente. Porque como yo decía el domingo pasado, el universo mismo está constituido conforme a leyes de autoridad y nosotros tenemos que fluir conforme a esas leyes de autoridad y al hacerlo somos bendecidos. En vez de estar luchando contra la naturaleza de la existencia, estamos obrando con el viento detrás de nosotros llevando nuestro barco hacia puerto seguro.

Pueden decir amen aunque sea para mostrarme que están allí. Yo veo sus cuerpos pero quiero asegurarme que están escuchando.

 

“....Los que resisten acarrean condenación para sí mismos porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien sino al malo...”

En otras palabras, si tu estás respetando las leyes tu no tienes que temerle a un policía, pero si estás metiéndote en los carriles y corriendo, ¿cómo está uno? Mirando el espejo a ver si hay un policía detrás o a los lados o escondido, y yo les confieso que a veces caigo en esa categoría. Pero si tu vas por encima del límite de velocidad, ¿qué tu vas a estar haciendo? Mirando a ver... ese carro que está ahí atrás, parece que tiene algo encima, que parece que es un policía, será gris o será azul. Es un volkswagen o será un ford. Uno está temiendo. Ahora, cuando uno está respetando la autoridad uno va de lo más bien tranquilito, un policía ahí parado, cruzando, ah, hola, cómo está usted. Usted sigue feliz. Ahora, qué pasa si usted va por encima de la velocidad, usted ve un policía, el corazón se le quiere salir de la boca, usted pega el freno enseguida, el carro se le echa por un lado del frenazo tan fuerte que pegó porque vio al policía, pero si usted está bien, feliz, usted pasa de lo más bien, el policía no es ningún problema para usted.

Y eso es lo que dice el Apóstol Pablo aquí. Los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. Si yo estoy tranquilo en mi corazón, yo no tengo que temer la autoridad, la autoridad policía que todo esto es contra el caos, es para oponerse al caos, oponerse al mal, pero si usted está en el bien, respete, ame, coopere con la autoridad.

“..Quiere pues, no temer a la autoridad, haz lo bueno y tendrás alabanza de ella porque es servidor de Dios para tu bien pero si haces lo malo, teme, porque no en vano lleva la espada pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo...”

Yo, hermanos, no sé usted, pero yo creo que la policía es de bendición, yo creo que los cristianos pueden servir en la policía, yo creo en los ejércitos, yo no soy pacifista. Yo bendigo al Señor por el ejército de los Estados Unidos, y por los soldados, yo bendigo al Señor por los policías que tienen su buen revolver allí mientras más grande mejor, Dios los bendiga. Yo no tengo ningún problema con eso, no es lo mejor evidentemente, ojalá no necesitáramos policías, ojalá no necesitáramos ejércitos pero mientras haya rufianes en este mundo, y mientras haya gobiernos caóticos, mientras haya gente maligna y ejércitos usados en una forma inapropiada, se necesitarán los ejércitos, se necesitarán los policías y yo creo que un cristiano puede estar en un ejército y lo bendigo en el nombre del Señor y alguno jóvenes de nuestra iglesia están o han estado en el ejército, que bendición, hay que orar por ellos.

Ahora que ejerzan la autoridad correctamente. Porque yo creo que a veces en el mundo cristiano progresista de hoy en día, hay como un desdén de la gente que está en la policía o en los ejércitos. Saben, se ha creado como algo que tener un hijo policía, o un hijo en el ejército es como, no sé, es como tener el que trabaja en una casa de juego o algo así. No, yo creo que eso es parte, es muy bueno, es necesario. En este mundo necesitamos esas autoridades y hay que respetarles, hay que darle gracias a Dios por ellas, hay que orar por ellas, hay que orar para que Dios los ilumine, hay que orar para que ejerzan su autoridad en una forma sana. Es decir, cuidado con que en nuestra mente se meta una raíz de amargura contra la autoridad en sus diferentes manifestaciones. Nosotros tenemos que darle gracias a Dios porque vivimos en un mundo siniestro donde la autoridad es necesaria y Dios la ha constituido para bendición de la humanidad y la gente necesita llevar la espada, por así decirlo. La espada es necesaria y llevan la espada porque Dios se lo permite y hay que entender que eso es parte de la realidad humana que habitamos.

“Es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo por lo cual es necesario estarle sujetos, no solamente por razón del castigo sino también por causas de la conciencia...”

en otras palabras, respete al policía no porque tiene un bastón en la mano que le va a dr sobre la cabeza si no hace. No, respétele simplemente porque es autoridad y porque está bajo la autoridad divina y su conciencia cristiana le dicta que así debe de ser.

“... pues por esto pagáis también los tributos, porque son servidores de Dios que atienden continuamente a esto mismo....”

¿Quién le paga a los policías? ¿Quién le paga a los soldados y los ejércitos? El estado, y ¿quién le paga al estado? Usted y yo. Recuerda, abril 15, lamento dañarles el día, pero viene por ahí en algún momento, cuando uno paga sus impuestos y entonces ahí usted paga por la luz, usted paga por el gas, por la calle, por las aceras sobre la cual usted camina, por los highways, por todas estas cosas incluyendo los policías y las ambulancias y los bomberos, todo esto. Usted paga porque son servidores de Dios que atienden continuamente al orden de la humanidad.

Entonces mire lo que dice el versículo 7, es el resumen de todo lo que él está diciendo aquí, dice.

“... pagad a todos lo que debéis....”

Hermano, no le quede debiendo a nadie nada, si usted le debe dinero a la gente, páguele dinero. Si usted le debe a la gente respeto, páguele respeto. Si usted le debe a la gente obediencia, páguele obediencia, lo que usted deba, y eso es algo bien importante, en general no es solamente autoridad, cualquier área de la vida. Si usted le debe a alguien alabanza, dele alabanza. Si alguien hizo algo bueno, mire, usted dígale a esa persona, óyeme, que bueno lo que tu hiciste, te felicito, lo hiciste bien. Seamos gente que siempre que le demos a la gente lo que la gente se merece, sobretodo lo bueno.

y Pablo resume, “... pagad a todos lo que debéis...”

En otras palabras, sea el jefe en tu trabajo, dale lo que se le debe; sea el anciano en una congregación, o los ancianos en una congregación, dale; sea tu maestro de escuela dominical, págale lo que le debes; sea el maestro en la escuela secular donde tu estás, págale lo que le debes; sea el policía en la calle, págale lo que le debes, sea el presidente de Estados Unidos. Mire, hay gente hoy en día, por ejemplo, perdónenme, yo sé que muchos están en desacuerdo con el presidente Bush y todo eso, lo que ha hecho y usted puede tener su opinión, pero yo creo que nosotros no tenemos derecho de estar riéndonos y haciendo ridiculeces de nuestro presidente. Yo creo que si vamos a criticarlo, critiquémoslo en una manera respetuosa. Esa es mi opinión, no sé cómo usted se siente al respecto, pero yo creo que es importante.

Hoy en día, en Estados Unidos se ha hecho una industria de ridiculizar a este hombre y de usar formas, al americano le encanta como le digo, rebajar a sus líderes. Eso es algo de la cultura norteamericana secular sobretodo que me parece horroroso donde hablamos de nuestros líderes en formas totalmente irrespetuosas. Yo creo que nosotros tenemos que cultivar formas adecuadas. Esas personas están allí, merecen respeto. Podemos criticarlos, podemos estar en desacuerdo con ellos, pero usemos formas adecuadas, porque nosotros le debemos cierto respeto por lo que representan. No es el hombre, ese no es un hombre solamente el que está allí. Ese hombre representa la nación, es una encarnación de la nación y hay que tratarlo con cierto respeto.

Dice la Biblia, fíjese algo interesante, otro concepto de autoridad, dice que cuando el Arcángel Miguel peleaba con Satanás, no sabemos a qué se refiere específicamente, pero en algún momento hubo una lucha cuerpo a cuerpo entre ese ángel poderoso de Dios que es Miguel y Satanás, dice que Miguel no se atrevió a proferir maldición contra Satanás sino que dijo que el Señor te reprenda, y entonces añade el escritor, eso está en Judas, tengamos cuidado, porque hay gente por ahí que está diciendo mal de los principados y las potestades y las autoridades, y no saben que se están metiendo en un lío tremendo.

Sabe que hay cristianos por ahí que el diablo, que se yo qué, que yo lo tengo bajo mis pies, que yo le doy una patada y lo engancho por acá y que se yo que, mire, tenga cuidado y por eso usted ve que andan por allí corriendo con los ojos amoratados y con problemas en la vida y fracasos y cosas, porque ese ser, Satanás, es un ser, sí, ha ofendido a Dios, Dios lo ha echado de su presencia, pero es un general, y es un general que un Dios lo va a poner en su lugar, pero mientras tanto usted trátelo con, no con respeto, pero sí con deferencia. Yo no tengo que estar hablando mal de los principados, si me atacan pues yo veré lo que hago en el nombre del Señor y yo me defiendo, pero yo no tengo que estar allí hablando del diablo en maneras irrespetuosa o lo que sea. No, ese es un ser al que hay que darle su rango y tratar con él conforme a principios bíblicos, remitir la causa al Señor, Cristo. Yo le echo a Cristo, Roberto Miranda no puede pelear con él y hay que respetar la autoridad.

Fíjese eso, ni siquiera el Arcángel Miguel se atrevió a maldecir a Satanás, usó una fórmula apropiada, un protocolo apropiado, que el Señor te reprenda. Es como los ejércitos. Sabe que en los ejércitos un general de un ejército enemigo es tratado con mucha cortesía cuando es capturado, normalmente si se va conforme a las reglas de la guerra, un general capturado tiene que ser tratado conforme a su rango. ¿Por qué? Porque el que usa autoridad sabe como se mueve la autoridad, sabe que hay cierto respeto a los rangos, los símbolos tienen cierto poder y eso lo entiende la gente humana allá, el ser humano en las instituciones humanas, cuánto más nosotros los cristianos debemos entender esos principios espirituales.

Yo creo que muchas de las cosas que sufre la iglesia en este tiempo es porque han perdido el entendimiento de esos misterios de la vida espiritual. Yo voy cerrando esto completamente.

¿Por qué yo estoy predicando estas cosas, hermanos? Porque yo creo que son valiosas, son importantes para su bendición, para su prosperidad, para su provecho. Yo como su pastor, quiero bendecirlos a ustedes, dándole cosas que yo creo que son importantes porque en la iglesia de Jesucristo se ha perdido mucho entendimiento de estos misterios. Hemos mezclado la cultura con la revelación y entonces hemos sacado cosas que están en contra de la cultura en la cual vivimos porque chocan con ella, y entonces dejamos de predicarla para que la gente no se moleste, no se ofenda y esto y lo otro, y saben, no le hacemos bien, le hacemos mal, al contrario, les robamos el conocimiento de cómo es que opera el universo y cómo moverse prósperamente en la vida.

El padre que no le enseña a sus hijos a respetar autoridad y no los disciplina y no los confronta y no les habla claro, además de amarlos y afirmarlos y darles cariño y todo lo demás, pero el padre que no enseña a sus hijos a caminar bajo autoridad y respetar la autoridad y quitarse el sombrero delante de las canas, está robándole a su hijo, y está haciéndole un daño y está estableciendo condiciones para su fracaso en el futuro.

Como pueblo cristiano nosotros tenemos que enseñar a nuestros hijos a ser respetuosos de la autoridad y en la iglesia nosotros tenemos que operar conforme a reglas de autoridad porque las iglesias yo creo que están muy, muy, a veces mal enseñadas con respecto a esto. Se ha perdido ese concepto, ese sano temor de la autoridad. Dios ha puesto en mi corazón, hermanos, en este tiempo un ardor, por así decirlo, un celo por enseñar estos principios que son contraculturales, van en contra de la corriente que yo veo en la iglesia moderna pero que son principios que tiene que ser rescatados y vueltos a poner en el lugar de prominencia para que el pueblo de Dios pueda ser bendecido, para que el Espíritu Santo pueda manifestarse con libertad, para que los dones del Espíritu Santo puedan fluir con libertad porque yo creo que el espíritu de Dios está ofendido por todas las libertades que nosotros nos hemos permitido en la iglesia. Tenemos iglesias laxas, iglesias que han perdido esa vigilancia, ese sano temor de los misterios del Espíritu Santo y por eso el espíritu de Dios se ha alejado y por el Espíritu Santo no se manifiesta con más poder y más libertad en medio de su pueblo porque cada uno está como chivo sin ley, como decimos por ahí, cada uno por su lado, correteando, haciendo lo que le da la gana y no operamos conforme a principios.

Y Dios quiere restaurar los misterios de su reino, Dios quiere restaurar una mentalidad sobrenatural al pueblo de Dios y se necesita ese sano consejo de la palabra de Dios, se necesita esa enseñanza que es como jabón de lejía que raspa cuando se le pone, pero limpia la piel, limpia los poros y permite que haya bendición.

Termino con un sueño que tuve anoche que tiene algo que ver con lo que yo les estoy diciendo aquí y siente al Señor compartirlo, porque he tenido algunos sueños que creo que son del Señor y esta es la segunda vez en estos meses que sueño en esta manera, concerniente al mismo tema. No tengo mucho tiempo para explicarlo pero sí en el sueño vi, era como que yo estaba viendo una calle, como si cogieran esta calle aquí y la abrieran y yo pudiera ver en su interior y lo que vi fue como, era como una tubería que comenzaba a salir de la tierra, venía subterránea pero comenzó a surgir a la superficie. Yo pensé que era un tubo, pero me di cuenta que era más bien el cuerpo de una serpiente, bien larga, bien grande, unas 8 pulgadas o 10 pulgadas de diámetro, bien gruesa. Cuando yo comencé a seguirlo y a seguir su corriente allá al final se veía completamente que era el cuerpo de una serpiente. Cuando llegué a donde estaba la cabeza de la serpiente, era una iglesia, me entro a la iglesia y ahí estaba la cabeza de la serpiente, no era una cabeza de serpiente, era como una cabeza de caballo, era un animalito, pero grande, era grande la cabeza. Y a su lado había otra cabeza, era un macho y hembra y estaban allí los dos acostados durmiendo y cuando yo le pregunté a la persona qué era eso. Era como un pastor, un sacerdote, me dijo, bueno, esto es un animal muy bonito, no sabemos de dónde viene pero lo estamos cuidando y fíjate que bello es, que noble parece.

Evidentemente era un ser siniestro. Estaba allí metido, las dos cabezas, dormidos de lo más cómodos dentro de ese santuario. Y es la segunda vez que yo tengo sueños parecidos a este de una iglesia que el diablo está metido en ella, se le está dando lugar y la iglesia no tiene conocimiento de con qué está lidiando por su ignorancia de los principios espirituales. No entiende que está bregando directamente con algo demoníaco y por lo tanto el espíritu demoníaco tiene libre curso para hacer lo que le dé la gana en el ámbito.

Esos dos seres que estaban allí evidentemente estaban contaminando ese lugar y no les importaba estaba estar muy activos. No se estaban moviendo, estaban dormidos, pero para qué tenían que estar muy activos si con su presencia estaban dominando y contaminándolo todo. Y este pastor, o sacerdote o lo que fuera, ignorante, con su enseñanza mística, no entendía que lo que tenía era la presencia misma del mal dentro de su congregación.

Y yo creo que la iglesia de Jesucristo universal en este tiempo, hermanos, está así. hay doctrinas de demonios en la iglesia, hay presencia demoníaca en las iglesias. Hay dominio de Satanás en muchas iglesias y hay gente, y hay líderes ignorantes de las reglas y las leyes de la guerra espiritual y de cómo se mueve el mal en el mundo y dentro de la iglesia, que no pueden discernir, que no conocen la palabra de Dios.

Y estamos permitiendo que nuestras iglesias sean contaminadas, el espíritu del Señor no se mueve, no hay autoridad, hemos cambiado la verdad eterna de Dios por principios de hombres y entonces no nos extrañe que no haya poder, más bien lo que hay es contaminación y el diablo tiene libre curso para hacer lo que le dé la gana en medio del pueblo de Dios. Lo único que va a rescatar a la iglesia es sana enseñanza, recuperar los principios eternos de la palabra de Dios, poner en su lugar las leyes profundas del espíritu y que nosotros los cristianos podamos caminar como caminaron los primeros cristianos hace dos mil años conociendo los misterios de la palabra del Señor y entonces Dios podrá manifestar su poder en medio de nosotros.

¿Cuántos pueden decir amen a lo que estoy diciendo? Amen. Eso es lo que está detrás de este sermón. Si el Señor me da espacio yo creo que todavía queda un sermón más con respecto a este tema porque es un tema muy importante y quiero ponerle todos los matices debidos y ustedes van a ver, voy a trabajar con otros textos porque yo quiero presentar mi caso como un buen abogado de manera que no quede duda en el jurado de que esto es conforme a la ley de Dios, conforme a los principios del Espíritu Santo. Amen.

Y yo deseo que esto sea de bendición para nuestra juventud, para nuestros líderes, para mí mismo que estoy predicando este sermón, para toda nuestra iglesia, que nuestra iglesia sea bendecida por medio de estos principios que Dios quiere que volvamos a establecer en medio de su pueblo.

Vamos a bajar nuestras cabezas un momento, pedirle al Señor que nos dé sabiduría para poder navegar estas aguas tan profundas. Padre, entregamos este tiempo a ti, ayúdanos Señor a operar conforme a tus misterios, estas cosas tan profundas que muchas veces ni siquiera entendemos aún cuando las decimos. Perdónanos por nuestro espíritu rebelde, perdónanos muchas veces porque nos hemos jugado con tu gloria y tu autoridad, perdónanos por cambiar tu verdad eterna por principios culturales, muchas veces. Ayúdanos a ser un pueblo sobrio, un pueblo sencillo, un pueblo manso, un pueblo sujeto a la autoridad. Entregamos nuestra iglesia a ti, Señor para ser gobernados por tus principios eternos. Te damos gracias, Señor. Gracias en el nombre de Jesús. Amen y amen.

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