pastora igna de suárez

¿Qué dice el cielo de tu vida?

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Me encanta porque hay tanto colombiano. Gloria a Dios. Eso hace que nos sintamos mucho más en casa. Vamos al Evangelio de Mateo, capítulo 16, versículos 13 en adelante.

“…Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos diciendo, “¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?” Ellos dijeron, “Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros Jeremías, o alguno de los profetas.” Él les dijo, “¿Y vosotros quién decís que soy yo?” Respondiendo Simón Pedro dijo, “Tu eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.” Entonces, le respondió Jesús, “Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.”

Y aquí tenemos una escena muy hermosa. Jesús está con sus discípulos y él hace dos pregunta a sus discípulos, la primera es, ¿qué dicen los hombres afuera, en la calle, por donde ustedes caminan, quién soy yo? Y fue tan fácil responder esta pregunta, ellos dijeron, “Unos dicen que tu eres Elías, otros dicen que tu eres Jeremías, otros que eres alguno de los profetas.” Pero luego el Señor les miró a ellos y les dijo, “¿Y ustedes quién dicen que soy yo?” era otro concepto, porque ellos habían caminado con el Señor 3 años, habían comido con él, habían vivido con él, habían recibido sus enseñanza. Lo conocían no como lo conocían las multitudes, lo conocían de cerca.

Y hubo un silencio y al poco tiempo solo una voz, la de Pedro, se levantó e hizo la declaración más hermosa que podemos encontrar, “Señor, tu eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.” Y Jesús le dijo, “Eres bienaventurado porque lo que tu acabas de decir, no te lo reveló ni tu carne ni tu sangre, fue una revelación de mi Padre que está en los cielos.”

Él estaba pidiendo la opinión de afuera y él estaba pidiendo la opinión de adentro. Y ese es el título de mi mensaje para esta tarde, ¿Qué dice el cielo de tu vida? Jesús no estaba preguntando una opinión porque tuviera una crisis de identidad. Cuando vivimos en una crisis de identidad vivimos una vida de mucho estrés, porque queremos mostrar a otros lo que realmente no somos.

No había crisis de identidad en él, no había crisis de propósito, él sabía quién era y sabía a lo que había venido y en esto cuando tu y yo llegamos al punto en nuestra vida cristiana de saber quiénes somos, no lo que hacemos, sino quiénes somos, y qué es lo que Dios nos ha encomendado para hacer, es lo que llamamos una vida de éxito. Saber para qué existo, quién soy y para qué estoy en la tierra.

Y es tan hermoso porque no había crisis de identidad en él. Él sabía quién era, sabía a lo que había venido, pero vivimos en un mundo donde realmente las opiniones de otros nos esclavizan. Hay gente que vive esclava del qué dirán, entonces se vive una vida para querer agradar a otros. Usted ve las campañas políticas, se habla de un experto de imagen para poder proyectar una imagen en la campaña de alguien que la verdad no es. Y esto se ha permeado en la vida cristiana. Yo entiendo las luces, yo vi iglesias donde antes de yo salir acá me tienen que maquillar. Y digo, pero si yo lo hago bien, me conozco, sé qué usar, sé qué me queda bien.

Y se ha permeado de tal forma que vivimos en la vida cristiana en una dimensión de apariencia, proyectando una personalidad y personalidad es lo que yo quiero que otros crean que yo soy, pero la realidad es el carácter lo que yo soy. Por eso alguien dijo, si quieres conocer a Inés camina con ella un mes. Por eso creo que se los dije a las mujeres, novio viene de dos palabras, uno de novio no ve nada. Es el hombre perfecto, la mujer increíble, esa es la mujer maravilla, ese es el hombre y la mujer de mi vida, nos casamos y alguien dijo que el matrimonio era milagroso porque devuelve la vista. ¿Alguien está de acuerdo conmigo?

Causar una primera buena impresión a otros es fácil, mantenerla si esa buena impresión no es verdadera, es bien complicado. La opinión es el concepto que otros tienen de usted y de mí y ese concepto puede ser acertado o no acertado, puede ser bueno o puede ser malo, puede estar basado en hechos reales o en suposiciones. Ese concepto le puede a usted favorecer o le puede desfavorecer.

Pero se ha preguntado alguna vez, ¿cuál es la opinión que Dios tiene de su vida? Siempre estamos pensando y dando y proyectando y haciendo para que otros tengan buena opinión de nosotros, y a veces caemos en un orgullo religioso, y por eso tomamos posturas religiosas.

Hay un video en Cristianos al Horno sensacional, de un niñito que entra a pedirle a su papá algo. Su papá está sentado en un sofá y el niño tiene como 5 años, y el niño llega y se para frente al papá y empieza a temblar y dice, “Oh, amantísimo padre, vengo ante tu divina presencia para apelar a tu corazón misericordioso porque yo sé que tu sabes lo que yo necesito pero hoy vengo delante de ti, oh…” y así sucesivamente. Y él sigue diciendo, “Y tu que me amas, tu que todo lo puedes, tu que no hay nada que se te esconda que yo necesito,” y el papá lo mira y todo raro, y él sigue diciendo, “Vengo ante ti para que tu me des unas monedas para ir a comprar un helado.” Dice, “Basta, basta ya. ¿Y por qué no dice, ‘Papi, dame para comprar un helado,’ y se acabó tanto aspaviento?” “Ah, como yo te veo pedirle así a Dios yo creo que esa es la forma.”

Y, amados, queremos impresionar a la gente, queremos que la gente sienta que somos tan espirituales. Conceptos, opiniones que otros tienen de nosotros. Pero, nos preguntamos ¿qué dice el cielo acerca de tu vida o de mi vida? ¿Qué opinión tiene Dios de ti? Te has detenido a preguntar ¿qué opinas tu, Dios, de mí? Porque eso realmente es lo que nos debe importar, porque esa opinión que Dios pueda tener de mi vida, determinara cómo voy a vivir mi vida, determinará cómo voy a vivirla, si voy a vivirla agradando a la gente o voy a vivir agradando a Dios.

Pero si yo camino agradando a Dios voy a terminar agradando a mucha gente y desagradando a algunos, pero no importa. Lo que importa es la opinión que Dios tiene de mí.

Y he tomado algunos personajes, son muchos, pero solo voy a hablar de algunos personajes de los cuales Dios opinó, dio su opinión. Y vamos a ir al primero del cual Dios opinó, dijo algo, el cielo habló de esa persona, y voy a comenzar con Abrahán. ¿Qué dijo el cielo de Abrahán? ¿Qué dijo Dios de Abrahán? Cuando usted va a Génesis capítulo 18, usted encuentra que Dios va a la tienda de Abrahán, Dios va a visitar a Abrahán, primeros versículo, 1 en adelante, dice:

“Después se apareció Jehová a Abrahán en el encimar de Mamré, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día. Y alzó sus ojos y miró y he aquí 3 varones que estaban junto a él, y cuando los vio salió corriendo a la puerta de su tienda a recibirlos y se postró en tierra y dijo, “Señor, – esto es una teofanía, aquí estaba la Trinidad – si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo, que se traiga ahora un poco de agua, lavad vuestros pies, recostaos debajo de un árbol, traed un bocado de pan, sustentad vuestro corazón y después pasaréis, pues por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo.” Y ellos dijeron, “Has así como has dicho.” Entonces, Abrahán se fue de prisa a la tienda y le dijo a Sara, “Toma pronto la medida de flor de harina, amasa y haz panes cocidos debajo del rescoldo.” Y corrió Abrahán a las vacas y tomó un becerro tierno y bueno…” y usted ya sabe el resto.

¿Qué opinión tenía Dios de Abrahán? Era que Abrahán era su amigo. Un amigo llega así a la casa de otro amigo. Un amigo no está llamando, aunque sean culturas diferentes, yo no llamo a Susan y le digo, “Amiga, ¿será que puedo ir a visitarte en este momento?” yo llego y timbro y si está abre la ventana y dice, “Ay, qué bueno que llegaste.”

La noche que llegamos de viaje fue tan hermoso, para nosotros fue algo muy especial. Siempre que viajamos a ministrar en iglesias comemos en restaurantes. Me encantan los restaurantes, pero yo soy una mujer muy de hogar. Si tu sabes que eres muy cercano a mi corazón y que tengo confianza contigo, no te vamos a invitar a un restaurante en Bogotá, te invitaremos a mi casa. Y esa noche Meche y su pastor nos invitaron a comer a casa. Esto fue increíble. Su pastor preparó la comida. Eso fue mejor. Disfrutamos mucho porque para mí tiene mucho significado, tiene un significado de cercanía, no que me disgusten los restaurantes, no, no se van a limitar por eso, pero esa noche fue muy especial. Fue como la tarde que llegó Dios a la tienda de Abrahán y es increíble que llegó en el calor del día. Habla de un tiempo difícil para Abrahán. Había esperado mucho tiempo, habían pasado casi 25 años de la promesa y Dios llegó.

Un amigo llega en el momento que más tu lo necesitas. Un amigo entra a tu casa como Pedro por su casa. Un amigo puede abrir tu nevera. Un amigo es aquel a quién tu le confías todo, le abres tuy corazón, sabes que jamás te traicionará, sabes que es leal. Puedes compartir con él. Y la opinión que Dios tenía de Abrahán era que Abrahán era su amigo, por eso Dios llegó a cualquier hora. Dios no le puso un What’s App, no le mandó un email, Dios no lo puso un mensaje de texto, Dios llegó.

Y cuando llegó, este capítulo 18 es tremendo, no solamente comió con él, no solamente compartió con él, le traía dos noticias, una buena, el año que viene Sara concebirá y dará a luz a un hijo y nacerá el hijo de la promesa. Pero la segunda, la encuentras en el verso 16. Terminan de comer, salen de la tienda y dice:

“… Y los varones se levantaron de allí y miraron hacia Sodoma, y Abrahán iba con ellos acompañándolos. Y Jehová dijo, “¿Encubriré yo a Abrahán lo que voy a hacer?”

¿Le podré ocultar a Abrahán lo que voy a hacer con Sodoma? Si es mi amigo. Yo quiero que Dios diga que yo soy su amiga. Eso es lo que yo quiero, que me vea como su amiga. Sabe, Josafat lo declaró en su oración cuando vino todo un ejército alrededor de él, cuando tuvo temor, cuando se arrodilló, cuando clamó, en Segunda de Crónicas 20:7, en su oración intercesora él dijo:

“Dios nuestro, ¿no echaste tu los moradores de esta tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste a la descendencia de Abrahán tu amigo para siempre?”

Josafat, cientos de años después está clamando y dice, esta tierra tu se la diste a Abrahán tu amigo para siempre. Guau! en el Nuevo Testamento Santiago lo menciona en el capítulo 2, versículo 23 lo dejó registrado y Santiago dice:

“…Y se cumplió la escritura que dice, Abrahán creyó a Dios y le fue contado por justicia y fue llamado amigo de Dios…”

Pocos en el Antiguo Testamento fueron amigos de Dios, muy pocos. En el Nuevo Testamento el Señor dice, ya no les llamaré siervos sino que les llamaré amigos. En sus 12 discípulos él tenía 12, de 12 tenía 3, y de 3 tenía uno, y Dios quiere que tu quieras ser su amiga y su amigo, que el cielo pueda decir, Roberto es mi amigo. Manuel es mi amigo, es lo que yo quiero. Yo quiero tener cada día una relación tan maravillosa. A veces me río sola porque hace unas bromas increíbles, una relación cercana, de amistad con Dios.

Yo tengo una gran amiga, tengo muy buenos amigos, en cada nación Dios me ha dado el regalo de la amistad. De hecho es una herencia en mi casa. La mejor amiga de mi mamá, tuvieron 75 años de amistad, de hecho, mi segundo nombre es Leonor en honor a su mejor amiga. La mejor amiga de mi hermana mayor tiene 50 años de amistad, y la mejor amiga de mi hermana segunda tiene 53 años de amistad. Sus hijos son mejores amigos y sus nietos son mejores amigos.

Pero yo les gano a todos mis hermanos porque yo tengo el mejor amigo que es Dios. ¿Qué dice el cielo de ti? ¿Qué opina el cielo de ti? ¿Qué dijo Dios de Abrahán? Dijo, él es mi amigo, pero dijo algo más, en el mismo capítulo 18 él declaró otra cosa importantísima de Abrahán, él dijo, tengo en Abrahán una confianza generacional. Versículo 17;

“… Y Jehová dijo, ¿Encubriré yo a Abrahán lo que voy a hacer, habiendo de ser Abrahán una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra? Porque yo sé – quédese ahí, diga, porque yo sé…

¿Quién estaba hablando esto? Dios. Dios dijo, yo sé. Qué contundencia.

“…yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio para que haga venir Jehová sobre Abrahán todo lo que ha hablado…”

Dios estaba convencido. Yo sé. Yo sé. Yo sé en quién he puesto mis promesas. Yo sé. Y no había tenido todavía a Isaac. Sara era estéril. No había descendencia, pero él dijo yo sé que el día que nazcan sus hijos, él les enseñará mi camino, él los llevará a tener temor de Dios, él les enseñará mis estatutos, él les enseñará, él marcará sus generaciones.

Amados, estamos en un tiempo tan peligroso. La iglesia necesita despertar. Usted y yo necesitamos despertar. Este es un tiempo generacional, el infierno ha desatado contra las generaciones todo su armamento. El mundo lo ha desatado. Este país, nuestros países están luchando por las generaciones, las están realmente tratando de exterminar.

¿Sabe una cosa? Si usted estudia la palabra de Dios usted sabe que una generación judía consta de 40 años. Los cambios venían cada 40 años. ¿Sabe lo que los expertos dicen hoy? no la iglesia, los expertos dicen hoy que una generación está cambiando cada 7 años. ¿Qué tiempo le invierte usted a sus hijos? Oh, ellos van a la escuela dominical. Solo una hora, 45 minutos, ni siquiera estudian en colegios cristianos, están en escuelas públicas. Es el tiempo de marcar nuestras generaciones. Es el tiempo de hacer un trabajo de poner los principios y los valores de esta palabra para que el cielo diga, yo sé, yo sé. Y el día que nuestros hijos tengan que estar en las universidades del mundo, en el río de este mundo, hay una convicción plena en su corazón. Podrán vivir alrededor del humanismo, del materialismo, de hedonismo, de todos los ismos pero ellos sabrán quién es su Dios y sabrán en quién han creído y lo que nosotros no podemos hacer lo hará él. Él pide que haga lo que tengo que hacer y Dios hará lo que yo no puedo hacer.

Cuando nació nuestro primer nieto, los que son abuelos saben de qué hablo. Mi pastor dice, “Si yo hubiera sabido lo hermoso que eran los nietos, los tengo primero, antes que los hijos.” Los nietos, como dice una canción colombiana preciosísima, son la prolongación de nuestra existencia. Los nietos son nuestras coronas, como lo dice la Biblia, los nietos son tu trascendencia generacional y cuando nacieron los nietos, bueno, uno aprendió a ser padre con los hijos, por eso es tan buen abuelo con los nietos.

Cuando nació Jonathan yo tuve el privilegio de recibirlo. El Señor sabe cómo hace sus cosas. Porque estábamos mi esposo, mi yerno y yo esperando ya que nos salieran y en eso tuvieron que mi yerno y mi esposo ir a firmar unos papeles, se demoraron como 10 minutos y en esos 10 minutos sacaron a Jonathan. Y entonces dicen, “El papá de Jonathan Frigerisi.” Y yo dije, “No está, pero está abuela, pásemelo.” Había muchos esperando niños y yo nunca olvido, yo tomé mi nieto, yo no pensé, yo lo levanté antes de besarlo y yo dije, “Dios te entrego esta tercera generación. Lo consagro desde hoy a ti para que te ame todos los días de tu vida y te sirva todos los días de tu vida.” No sé qué más dije, lloré, lo tenía levantado y hablé de su nombre, del significado, lo marqué.

Cuando bajé mi nieto, los que estaban ahí estaban llorando, inconversos. Y una me dijo, “Será que usted se puede esperar hasta que me pasen. ¿Qué significa el nombre que le vamos a poner?”

Un día gozándome, pensando en ese primer nieto, tuve temor, pensando en lo que viene sobre el mundo, en la oscuridad de este mundo, en toda la degradación moral, en todo lo que hoy estamos viendo, y tuve miedo. El Señor qué va a hacer. Y Dios habló a mi vida, me dijo, “Yo cuidé tus hijos, el mismo Dios que cuidó tus hijos cuidará tus nietos.” Han pasado 20 años, hoy ese Jonathan predica con su abuela.

Yo sé que Abrahán mandará. ¿Puede decir Dios de ti, yo sé, yo sé que Ana Sofía está marcándolos, yo sé? Los ángeles te dicen, mira, el mundo… no, no importa. Yo sé, yo sé. Dios dice, yo sé. ¿Puede Dios decir eso de tu vida y de mi vida? ¿Podemos ser coherentes en casa? ¿Nuestros hijos pueden ver a papá y a mamá en la iglesia o a mamá en la iglesia y ser coherentes con lo que ministramos en la iglesia, con lo que hablamos de Dios en la casa? Pero la vivencia que tenemos, ¿hay respaldo en mis palabras con mi vida?

En el derrumbe de matrimonios hoy, ¿podemos nosotros ser realmente el reto para ellos? Hoy que nadie quiere casarse, hoy que todo está distorsionado, ¿será que nuestros hijos y nuestros nietos pueden decir, queremos matrimonio como el tuyo? Queremos ser como tu. Queremos vivir la clase de vida que usted vivió, porque han visto coherencia entre lo que hablamos, predicamos y lo que vivimos.

Te estoy hablando a ti, papá, mamá. ¿Qué dijo Dios de Abrahán? Que era su amigo. ¿Qué dijo Dios de Abrahán? Que tenía una seguridad, confianza generacional, pero dijo algo más. Cuando usted va al capítulo 22 de Génesis, ya había nacido Isaac, ya había crecido Isaac. Los expertos dicen, los comentaristas dicen que para este capítulo 22 Isaac ya debería haber tenido unos 17 años. Mac Arthur dice que debía haber tenido unos 20 años. Bueno, ya era un muchacho. Y Dios viene y en los primeros versículos dice:

“… que Dios probó a Abrahán, y le dijo, “Abrahán, heme aquí. Toma tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah y ofrécelo allí en holocausto…”

Se aseguró, le dijo, “Isaac, a quien tu amas.” Porque si él le dice, “Dame tu hijo,” Abrahán habría sacrificado a Ismael y se había quitado el problema y nos había quitado el problema. Pero Dios sabía y se aseguró y Dios dijo, “Dame tu hijo, tu único, Isaac, a quien tu amas tanto.” Porque no me volviste a hacer ningún sacrificio, desde que nació Isaac, sembró un árbol tamarisco pero no levantó altar. Y Dios le dijo, “Quiero que me lo des.” Y luego le dice algo durísimo:

“…Ofrécemelo en holocausto,” no le dijo sacrificio, porque si hubiera sido sacrificio por lo menos le corta una pata, le corta un brazo, y dice, “Esto te lo ofrezco.” Parcial. Holocausto era total, era todo, … a la tierra que yo te mostraré, y usted conoce la historia. Abrahán sube la cuesta con su hijo, su hijo lleva la leña, llevan el fuego, llevan el cuchillo, llegan arriba e Isaac dice, “Papá, llevamos la leña, llevamos el fuego, ¿dónde está el cordero, papá?” Dice, “No te preocupes, Dios se proveerá.”

Está esa canción tan linda que cantaron, Jehová Jireh, tu eres mi proveedor. Dios te lo proveerá. Llegaron arriba, consiguieron la madera, hicieron el altar e Isaac seguro volvió a preguntar, “Papá, ¿y el cordero?” “Dios se proveerá.” Pero dónde está, hijo. Tu eres el cordero. Tuvo que haber no una lucha de correr, no corrió, no era un niño, pero tuvo que haber una explicación. “Papá, tu has dicho que Dios no quiere vidas humanas.” “Yo sé, hijo.” “Tu has dicho que en mí sería llamada descendencia, ¿cómo Dios va a pedir?” “No sé, no lo entiendo, pero te pidió y lo único que tengo que hacer es entregarlo. Hijo, no te preocupes, Dios va a cumplir su promesa, o él lo impedirá o te resucitará, pero yo sé que sé.”

Porque entonces cómo te explicas que un muchacho de 17 años con un hombre que ya tenía casi 120 años, ese muchacho no se fue corriendo. Isaac subió al altar, después de que lo entendió. Isaac se acostó sobre el altar. Isaac extendió sus brazos. Isaac le dijo a su papá, “Amárrame,” porque Isaac era un tipo de Cristo, usted lo sabe. Cargó la leña, Cristo cargó su cruz. Se fue voluntariamente a la cruz, Isaac fue voluntariamente al altar. Y allí Isaac conoció y oyó la voz de Dios y oyó el carnero, cuando ya lo iban a degollar, oyó el meee, y la voz de Dios, “Detente.”

Pero oyó la voz de Dios y Abrahán oyó el tercer concepto que el cielo tenía realmente de Abrahán. En el capítulo 22, versículo 12:

“…En aquel momento dijo Dios, “No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada, porque ya conozco, sé, estoy convencido de que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo…”

Yo hablé ayer a las mujeres acerca de lo que Dios pide. En el libro de Deuteronomio capítulo 10 y lo primero que pide, que dice Moisés que pide Jehová de ti, que le temas al Señor, que tengas temor de Dios y Abrahán sabía que sabía que si Dios se lo pedía a su hijo, él se lo iba a dar, pero Dios sabía que sabía, que Abrahán tenía temor de Dios.

Déjenme preguntarle algo, ¿puede Dios decir lo mismo de tu vida y de mi vida? ¿Puede decir ese hombre y esa mujer camina en el temor a mí? No el miedo, en la reverencia, en la determinación de no hacer lo que a Dios le desagrada. Una vida de temor de Dios es una vida victoriosa, es una vida de olor fragante a Dios. ¿Qué dijo el cielo de Abrahán? Guau. ¿Puede decir lo mismo el cielo de nosotros?

Permítanme ir a otro personaje. ¿Qué dijo el cielo de Job? Capítulo 1 del Libro de Job. Usted sabe que el capítulo 1, versículo 1 se abre hablando de Job y dice:

“…Hubo en la tierra de Uz un varón llamado Job, recto, perfecto, temeroso de Dios y apartado del mal…”

Cuando usted va al versículo 6 al 8 dice:

“…Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios entre los cuales vino también Satanás. Y dijo Jehová a Satanás, “¿De dónde vienes?” Respondió Satanás a Jehová y dijo, “De rodear la tierra y de andar por ella.” Y Jehová dijo a Satanás, “No has considerado a mi siervo Job – miren lo que dijo Dios, y ¿sabe a quién se lo dijo? A Satanás. – ¿No has considerado a mi siervo Job que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto, recto, temeroso de Dios y apartado del mal?”

Se lo dijo a Satanás. No se lo dijo a los ángeles, se lo dijo a Satanás. ¿Lo has visto cómo es? No hay otro como él en la tierra. Él le estaba mostrando su trofeo. Qué hermoso! Y Satanás le responde, “¿Cómo no va a vivir así Job si tu le has dado todo, si aun lo que tiene se lo has rodeado? Mis demonios han ido contra sus propiedades, han ido contra sus negocios y han regresado con los dientes rotos porque hay un cerco que lo protege, pero quita ese cerco y verás si no reniega de ti.”

Y yo te voy a decir mientras tu vivas en esta dimensión, habrá un cerco alrededor de tu vida, y solamente se puede romper el cerco cuando Dios lo permita, pero cuando Dios lo permite Dios estará allí y Dios te sacará de la aflicción y de la prueba y te sacará en victoria al otro lado.

Y el cerco fue abierto. Usted conoce la historia, pero Dios sabía que sabía lo que Job iba a responder. Dios dice en su palabra que él no te dejará ser probado más de lo que tu puedes resistir, sino que juntamente con la prueba él mandará la salida. Él sabe a quién le entrega ciertas dimensiones de tribulación y de prueba, él sabe que sabe en quién ha creído, como lo supo Job acerca de él. Qué tremendo es cuando pierde todo en un día, cuando pierde sus hijos, cuando pierde sus hijas, cuando pierde su ganado, cuando pierde sus obreros, cuando recibe la noticia y vienen a decirle, entonces versículo 20:

“…Entonces Job se levantó y rasgó su manto, rasuró su cabeza, se postró en tierra, con todo el dolor, y adoró, y luego habló y dijo, “Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré allá. Jehová dio, Jehová quitó, sea en nombre de Jehová bendito. Alabado sea el Señor,” y con todo eso no pecó Job, ni le atribuyó a Dios despropósito alguno.”

No fue un hijo, fueron 10 hijos. Se quedó sin nada. Adoró. ¿Puede usted adorar en medio de la prueba? Dios puede decir desde el cielo, “Yo sé, yo sé que adorará.” Los ángeles dirán, “No es muy duro.” “Ella y él adorarán. Yo lo sé, yo sé, yo lo conozco, yo la conozco, aunque pierda todo me adorarán, aunque pierda todo.”

Hay una canción, un himno que es glorioso que es de los himnos antiguos, se llama “Todo está bien con mi alma, todo está bien.” Y lo escribió Horacio Stafford. Ese hombre realmente vivió pruebas tras pruebas, perdió su único hijo varón cuando le dio una fiebre escarlatina, vivía en Chicago. Después de que muere su hijo viene un derrumbe económico y él pierde todos sus negocios y luego vino el incendio de Chicago y acabó con todo. Y cuando quedó sin nada, solo con su esposa, y sus 4 hijitas mujeres, él envió a su esposa y a sus hijas a Inglaterra. Él acabaría de organizar algunas cosas y partiría en 15 días para encontrarse con ellas.

El barco que llevaba a su esposa y a sus 4 niñas llegando a las costas de Inglaterra, chocó con otro barco a las 12 de la noche y el barco se hundió en 10 minutos. Sus 4 niñas se las llevó el mar, sobrevivió su esposa. Cuando él recibió la noticia él salió para Inglaterra para encontrarse con su esposa. En el barco que él iba haciendo su luto como lo hizo Job, ya llegando, recordó la porción de Segunda de Reyes con la mujer de Sonen cuando su hijo muere, cuando va a buscar al profeta, cuando su esposo le dice, ¿”Lo vas a buscar? Está bien, todo está bien.”

Y cuando llegó al profeta, “¿A qué vienes?” “Todo está bien.” Y ahí Dios le inspira ese himno y lo canta. El barco para en el lugar donde sucumbieron sus hijas y allí nace ese himno que hasta el día de hoy no ha perdido su unción. Dice, “cuando el mar tempestuoso y cuando las olas vengan y se lleven lo que más aman, solo podrás decir, todo está bien con mi alma, todo está bien.”

“Desnudo salí del vientre, desnudo volveré, Jehová dio, Jehová quitó, bendito sea su nombre y no le atribuyó a Dios despropósito alguno.”

No dijo, ¿por qué? Dijo, Señor, tu sabes. Una declaración hecha realidad, una declaración que continuó cuando él perdió su salud también. Capítulo 2, versículo 9 y 10, una mujer que tenía su esposa le dice:

“… ¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios y muérete, estás sarnoso.” Y él le dijo, “Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué, mujer? ¿Recibiremos de Dios el bien y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.”

Dios conocía la lucha y el dolor de Job. Dios conoció la lucha de su corazón pero Dios se maravilló con las respuestas de este hombre. Más adelante en el capítulo 13, versículo 15 y 16 él dice:

“… He aquí, aunque él me matare, en él esperaré, no obstante defenderé delante de él mis caminos, y él mismo será mi salvación…”

Y en el capítulo 19, versículo 25 al 27 él se paró y él dijo:

“… Yo sé que mi Redentor vive, y que al final triunfará sobre la muerte, y cuando mi piel haya sido destruida todavía veré a Dios con mis propios ojos, yo mismo espero verlo, espero ser yo quien lo vea y no otro, este anhelo me consume las entrañas…”

Ese era un hombre que había perdido todo en la vida, pero que podía estar en pie. ¿Qué dice el cielo de ti cuando pasas por las pruebas, cuando pasas por el fuego, cuando te toca una enfermedad, cuando hay una pérdida, cuando no hay trabajo, cuando la economía se te acaba, cuando los conflictos familiares fluyen, qué dice el cielo de ti? Porque el cielo conoce tu corazón y conoce tus quejas y conoce todo.

Déjenme ir rapidito a otro personaje. Lo encontramos en Juan capítulo 1, versículo 43 en adelante, y es la vida de Natanael, dice:

“… Al día siguiente quiso Jesús ir a Galilea, y halló a Felipe y le dijo, “Sígueme.” Y Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y Pedro. Felipe halló a Natanael y le dijo, “Hemos hallado a aquél de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret.” Natanael responde; “¿De Nazaret puede salir algo bueno?” Le dijo Felipe, “Ven y ven.” Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba dijo de él, “He aquí un verdadero israeliita, en quien no hay engaño.”

Jesús dijo de él. He aquí un hombre con integridad, es un verdadero israelita, en su espíritu no hay engaño, no hay falsedad, no hay hipocresía. Voy a ponérselo en nuestros términos de hoy. he aquí un verdadero cristiano, ese es un verdadero cristiano. Ese es coherente entre lo que vive y lo que habla, entre lo que vive y lo que ministra en la iglesia, entre lo que vive y habla en la iglesia y habla en la casa. Es íntegro.

Natanael significa regalo de Dios. Y el concepto que Dios tenía de Natanael era un concepto increíble. Ahora, no solamente Jesús tenía el concepto de Natanael, porque mire usted que cuando Jesús le dice, “He aquí un verdadero israelita, en cuyo espíritu no hay engaño,” Natanael dice, “¿Cómo lo sabes?” me asombra eso. No tenía un espíritu religioso. Ay, no, es por la gracia de Dios. Por supuesto que es por la gracia, pero tu decidiste vivir para él, esa es la diferencia. Y Natanael dijo, “¿Cómo lo sabes? ¿Cómo me conoces? ¿Cómo sabes que soy verdadero israelita? ¿Cómo sabes que odio la mentira? ¿Cómo sabes que no vivo una vida hipócrita? ¿Cómo lo conoces? ¿Cómo sabes que me he determinado a vivir correctamente de tal manera que agrade a Dios?”

¿Puede Dios decir lo mismo de tu vida y de mi vida? He aquí un verdadero cristiano. He aquí una verdadera cristiana. ¿Qué significa ser cristiano? Es uno que vive como Cristo. La primera vez que llamaron a los discípulos cristianos fue en Antioquía. Estaban tan familiarizados, se hablaba de los cesareanos, se hablaba de los herodeanos, ¿quiénes eran? Los que vivían como César, los que seguían a César, los que obedecían a César, los que obedecían a Herodes, pero cuando vieron a los discípulos dijeron, “Esos son cristianos, uno que vive como Cristo, habla como Cristo, camina como Cristo, mira como Cristo, ama como Cristo, perdona como Cristo.”

Hoy en día hay tanto cristino pero no cristiano. Nosotros venimos de un país de mega iglesias, le voy a decir iglesia de 30 mil, 40 mil. Hace 3 semanas yo estaba predicando en una de las que amo, que es una iglesia lindísima, 8 cultos. A veces nos dicen, “Pero mañana les tocan dos cultos.” Le digo, “Ay, Meche, a nosotros nos tocan 7 el domingo, 8 el domingo.” Son miles de personas y la pregunta que yo me hago… Iglesias de 70 mil, y la pregunta que yo me hago, ¿seremos de verdad cristianos?

En un momento de prueba, de persecución, podremos pararnos, como los 21 coptos en el mes de enero, los mártires que decapitaron frente a las aguas y les dieron la oportunidad, niegan y les conservaremos la vida. Los 21 levantaron sus manos y dijeron mirando al cielo, “Nuestro Señor Jesucristo, él es nuestro salvador.”

¿Puede el cielo decir y determinar que de verdad somos cristianos? ¿Nuestros negocios son limpios? ¿Nuestras respuestas son sinceras adentro porque aquí afuera yo puedo decir algo, pero lo que siento es otra cosa? Por eso David dijo en el Salmo 51, versículo 6: “Él ama la verdad.”

En lo íntimo, si queremos ver el cambio en esta ciudad, si queremos verdaderamente una transformación tendremos que convertirnos como lo dice la palabra, usted y yo en medio de la oscuridad, una luz en la universidad, una luz en su oficina, una luz donde usted trabaja, en la casa donde usted trabaja, en el bus, en la tienda, en el caminar diario. ¿Podemos responder de la manera correcta, podemos hacer la diferencia entre el mundo y nosotros?

Y cierro mi mensaje con el último, el más grande, acompáñeme a Mateo capítulo 3 y el versículo 17 y con esto cierro mi mensaje. ¿Qué opinión tenía Dios de Abrahán? ¿Qué opinión tenía Dios de Job? ¿Qué opinión tenía Dios de Natanael? Pero déjenme terminar, ¿qué opinión tenía Dios de su Hijo? Este fue el día de su bautismo, voy a leer desde el 13:

“…Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. Más Juan se le oponía diciendo, “Yo necesito ser bautiza por ti y ¿tu vienes a mí?” pero Jesús le respondió, “Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia.” Entonces le dejó. Y Jesús después que fue bautizado, subió luego del agua, y he aquí que los cielos le fueron abiertos y vio al Espíritu que descendía como paloma y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía, “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.”

Si solo te puedo dar este mensaje que determinará la clase de vida que tu y yo debemos vivir. ¿Qué dijo el Padre del Hijo? Este es mi Hijo amado. Otra versión dice, Mi alma se complace en él, él agrada mi corazón, él camina una vida de obediencia, él camina para darme a conocer. Su pasión es dar a conocer a su Padre. Esto es lo que yo quiero. Esto es lo que anhela mi corazón, que Dios pueda decir de mi vida, ella es mi hija amada, mi alma y mi corazón se complace con ella.

Cada mañana cuando despertamos solo quiero mirar hacia arriba y poder ver a Dios en cada mañana y en cada noche cuando tenemos la cara hacia arriba, “Vas bien.” ¿Sabe cómo animamos los niños cuando hacen algo bueno? Lo has hecho súper. Lo estás haciendo bien. Estás agradando mi corazón. Estás agradando mi corazón. Caminas como yo he querido que camines. Me honras por dondequiera que vayas. Lo que haces para mí lo haces con una pasión extrema.

Eso me lleva a recordar y con esto termino, cuando Dios hace 36 años comenzó a levantar mi vida al ministerio en aquel tiempo empezábamos ya a ver los brotes de violencia en nuestra nación, y comenzó un despertar de orar por la nación, como ustedes van a orar el 22, no el 29. Y uno de los jóvenes que dirigía a nivel de la nación, un mover de jóvenes muy lindo, él lideró un movimiento que se llamó SOS por Colombia, era el clamor por una nación diferente. Hoy ese joven es uno de los buenos concejales de la ciudad de Bogotá y un abanderado en la defensa de todos los valores y los principios y le ha costado mucho. Y él en aquel tiempo estudiaba periodismo, y él era quien grababa los programas de la única emisora cristiano que se llamaba La Nuevo Continente, y mi pastora y yo teníamos un programa los domingos. en aquel tiempo yo solo presentaba el programa y mi pastora daba todo y luego yo cerraba el programa y eso para mí era el deleite más grande.

Pues allí me empezaron a conocer y Marco Fidel me invita para esa vigilia de oración, SOS por Colombia, y en una de las iglesias más grandes que había en la ciudad que tendría una capacidad de alrededor de 1500 personas y entonces era toda la noche. A mí me tocaba a las 2 de la mañana. No saben lo que yo oré, lo que sudé, momentos de gozo donde decías, ay, qué privilegio; otros momentos que yo decía, ¿pero para qué me metí en esto? Y nunca olvido, esa noche yo llegué al lugar desde temprano, iba con una de las discípulas que comenzaban pero no me la dejaron sentar adelante, me la pusieron atrás. Y todo estaba hermosos, oración, alabanza, pero antes que yo predicara iba un pastor, el pastor Eduardo Cañas, un hombre a quien yo respeto muchísimo y honro mucho. Es un hombre de Dios, un Apóstol de verdad, trabajamos hoy día juntos con la Coalición Apostólica de Colombia, pero en aquellos pilinos, y yo estaba allí y el pastor Eduardo iba a predicar antes que yo, trágame tierra, en qué me metí, Dios mío, un veterano. Yo decía, Dios del cielo, todas mis noticas que había llevado yo las veía horrorosas. No saben lo que yo sufrí.

Él predicó un mensaje preciosísimo, un maestro de la palabra, y yo era hundida en esa silla. Él termino, ora y todo lo están transmitiendo por la Nuevo Continente y pasan 2 canciones y me pasan a mí. Y yo no imaginas el temor y el temblor, sola, por allá veía a mi discípula que en lugar de estar orando estaba… y yo comencé temblando el mensaje, pero eran las 2.30 de la mañana cuando veo entrar por esa puerta al hermano Lizi Kristi, Director del periódico Desafío, y de Club 700, con su esposa, los sentaron aquí adelante, un hombre muy respetado, pero Lizi Kristi era mi padre espiritual y cuando él se sentó y miró hacia arriba y pasaron 10 minutos y desde ahí abajo comenzó a hacerme… se me fue el miedo, se me fue el susto, el poder de Dios vino sobre mi vida por una aprobación de un padre espiritual.

Créanme que esa noche yo ni supe lo que pasó. Dios tocó por la radio. Dios tocó por todas partes. Y fue el inicio de una apertura puertas abiertas para este ministerio en la nación. Un dedo de aprobación, un padre espiritual cuánto más, cuando el padre te puede decir, eres mi hijo amado. En ti mi alma tiene complacencia.

Póngase de pie, por favor. Gracias Señor, no hable con nadie. Quiero que por un momento cierre sus ojos y por un momento usted mire su corazón adentro. No es una rutina religiosa, es que cerramos los ojos para no entretenernos, es cada uno de nosotros con Dios. Y mi pregunta es ¿cómo está tu vida con Dios? Mi pregunta es, ¿Qué dice el cielo de tu vida? ¿Qué es la opinión que Dios tiene de ti? ¿Cómo has caminado, cómo es tu conducta, cómo es tu comportamiento?¿Como caminan en esta tierra? ¿Caminamos sabiendo que la misma presencia de Dios está en nuestro corazón?

¿Que el espíritu de Dios habita dentro de nosotros? Que el templo no es este lugar, esto es un lugar físico, que la presencia la traemos nosotros. Pero que yo necesito caminar, como dijo Elías y como dijo Eliseo, el Dios en cuya presencia yo vivo. ¿Puede decir Dios de nosotros él es mi amigo? Tengo con él y ella una relación de intimidad tan profunda, me ama y yo le amo. ¿Puede decir que tiene una confianza generacional de que nosotros podremos instruir los hijos que él nos ha dado, las generaciones que él nos ha dado estableciéndolas en esta verdad?

Tomaremos tiempo para ellos. ¿Podemos tener la seguridad de caminar en el temor de Dios? De que en medio de las pruebas y de las luchas Dios tenga la seguridad de que no importa por el fuego o el agua que tu pases, él sabe que sabe que tu le serás fiel. ¿Podemos creer que en caminar diario podamos agradar de tal forma el corazón de Dios que él pueda decir como le dijo a Natanael, ‘he aquí un verdadero cristiano’?

Y por sobre todo, que la voz de Dios la puedas oír diciéndote hoy ‘este es mi hijo muy amado, mi vida, mi alma, se complace contigo.’ Señor, ayúdanos a vivir una vida de tal manera que solo te podamos agradar a ti. Señor, ayúdanos a entender que no es causar una buena impresión en otros sino en vivir de tal manera que nuestra vida te impresione a ti.

Perdónanos, Señor, las tantas veces que no hemos sabido vivir como tu lo mereces. Perdónanos las veces que te hemos negado con nuestras conductas, nuestros comportamientos, nuestras acciones, nuestras respuestas. Perdónanos las tantas veces que hemos sido un tropiezo para otros, que nos han mirado diciendo, ¿y esto es ser cristiano? Perdónanos cuando hemos traído vergüenza a tu nombre Señor.

Hoy, Señor, queremos levantar nuestras manos delante de ti, rendirnos delante de ti. Señor, entendemos los tiempos que estamos viviendo, donde tu estás demandando a tu iglesia una verdadera vida de consagración. Esto no es un juego, esto es una vida y vida para ti. Ayúdanos Señor a vivir de tal manera que tu puedas expresarlo, que complace nuestra vida tu corazón. Gracias te damos, Señor. Muchas gracias en el en el nombre de Jesús. Amén. Amén.

Revelar a Jesús

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Evangelio de Marcos capítulo 7 versículo 24 dice: "Levantándose de allí se fue a la región de Tiro y de Sidón y entrando en una casa no quiso que nadie lo supiese pero" dígalo conmigo "pero" dígalo más duro "no pudo esconderse, dígale a la persona que está al lado "no pudo esconderse."

Una de las características hermosas del Ministerio del Señor Jesús cuando tú lees Sus Evangelios tú vas a encontrar una característica que marcó Su Ministerio y fueron las multitudes. Donde el Señor estaba las multitudes llegaban, eran los días en que la gente tenía hambre y tenía sed. Los sistemas políticos del imperio romano no habían podido resolver sus necesidades y los sistemas religiosos tampoco.

La gente estaba tan cansada de tanto sacro, de tanta religiosidad que cuando Jesús aparece en escena todo cambia. En Él había una gracia, en Él había una unción, Él vino a romper muchas cosas con Su sola Presencia y por eso usted ve que los Evangelios de Marcos, de Juan y de Lucas describen de una manera hermosa cómo los niños corrían detrás de Jesús. Las mujeres, las ollas en casa cocinaban solas, las carpinterías quedaron desocupadas y los campos de juego de los niños también porque cuando Él aparecía la gente corría, lo que Él hablaba les llenaba, lo que Él expresaba les tocaba. Había un despertar espiritual.

Y aquí vemos la primera vez que Él va para la región de Tiro y de Sidón se va con Sus discípulos, posiblemente quería tener un tiempo a solas. Yo no sé si a usted le ha pasado pero cuando uno está en el Ministerio es una bendición yo amo a la gente, me encanta la gente; yo diría que no podría vivir sin la gente porque un ministerio sin gente es una desgracia, bendito sea el Señor por la gente.

Y más cuando tenemos la gente latina que ahí somos, que nos gusta, que no ¡ay! beso va abrazo viene y es hermoso y me encanta pero hay momentos que yo quiero estar sola. Me encanta estar con mi esposo 47 años de casados, tranquilos me casé muy joven (risas) 47 años de casados los disfrutamos al máximo y me encanta estar con mi esposo pero hay momentos que yo quiero estar sola, sola con Él y son mis mejores momentos ¿no?

Cada mañana yo tengo que levantarme muy temprano para estar con Él antes de que suenen los celulares y todo y yo tengo un encuentro con el Señor a las 5 a 5 y media de la mañana, yo el mejor café del mundo; Él me dijo: tráete dos cafecitos de lo mejor que Yo he hecho en el mundo café colombiano, perdón (risas) los costarricenses me dicen: ¡no! y yo les digo: hable con Dios eso fue lo que Él me dijo.

Y no hay mejor tiempo para mi vida que el poder estar a solas con Él. Y yo entiendo: Él quería estar a solas, cuando el ministerio y Dios te ha dado la gracia no vas a poder tener privacidad a veces en ninguna parte porque la gente te conoce; eso equivale también a que tienes que caminar derechito ¿no? que a veces en la ciudad de Bogotá el tráfico es espantoso y a veces un carro te pasa rozando y uno dice en sus propios argumentos: ¿y este qué cree que porque soy mujer viene a atropellarme? bueno voy a demostrarle y levantas el pie, y el Espíritu Santo te dice: cuidado ese hombre puede estar en el próximo servicio que vas a predicar y yo digo: oh sí Señor perdóname.

Y queremos estar a solas con Él. Y Jesús estaba aquí y dijo: Vamos a Tiro y a Sidón, buscaron una casa entraron en esa casa, un tiempo de intimidad y lo hermoso en que termina este versículo 24 es que termina diciendo: "Entró a la casa pero no pudo esconderse." Y este es el título de mi mensaje: No podemos esconderlo.

Cada uno de los que hemos tenido una experiencia con Él que hemos hecho una decisión en nuestra vida de amarle y de rendirle nuestro corazón pero más que una decisión cada uno de los que hemos podido experimentar que Él es vida, que Él es real y que tu conocimiento de la gnosis pasa a ser el ginosco un conocimiento llevado a una experiencia real.

Y cada uno de los que hemos tenido experiencias con Él, no estoy hablando de emocionalismos por favor no me malentienda, estoy hablando de convicción, estoy hablando de una realidad porque se habla de una vida cristiana no de una religión cristiana sino de una vida, aquéllo que late todos los días, aquéllo que es real que amamos cada día más apasionadamente que es Él y si hemos tenido una experiencia con Él no podemos esconderle.

Dígale a la persona que está al lado: no podemos esconderle donde quiera que vayamos jamás podremos esconderle. Y voy a hablarle por qué no podemos esconderle y voy a hablarle acerca precisamente del por qué tú y yo no podemos esconderle a Jesús. Número uno: no podemos esconderle porque el Padre jamás lo escondió, el Padre lo reveló.

Cuando usted lee el Evangelio de Juan usted se va a dar cuenta que hay que yo llamo dentro de mí ese anhelo por querer presentar el uno al uno y el otro al otro Jesús vino con el próposito de redimirnos, de salvarnos, de pagar nuestra deuda, de derramar Su sangre por nosotros pero también Él vino con el propósito de que tú y yo le pudiéramos conocer al Padre.

El Evangelio de Juan en el capítulo 14 cuando Él está hablando de que va a preparar morada para nosotros Él en el verso 6 dijo aquéllas palabras que nosotros conocemos muy bien, dijo: "Yo soy el camino, Yo soy la Verdad y Yo soy la vida y nadie viene al Padre sino por mí" y si usted va al Antiguo Testamento son muy pocas veces que el nombre de Padre se conoce en el Antiguo Testamento; Isaías lo menciona algunas veces y el pueblo lo describe en algunos momentos pero no como se conoció el Shaddai, el Shalom, Elion, todos los nombres que tenemos de Dios porque los profetas no podían darlo a conocer, tenía que venir el Hijo para poder dar a conocer al Padre.

Y es por eso que en ese capítulo 14 tan hermoso cuando Él dice: "Nadie viene al Padre sino por Mí" Felipe pregunta: Señor ¿muéstranos al Padre? y Jesús le dijo: Felipe tanto tiempo Yo he estado con ustedes y ustedes no han conocido al Padre, el que me ha visto a Mí Felipe ha visto al Padre porque el Padre y Yo somos uno.

Y usted mira en esa trayectoria el Hijo quiere revelar al Padre pero a la vez el Padre revela a Su Hijo y por eso nosotros no podemos esconderlo porque el Padre lo reveló, déjeme mostrarle los procesos como lo reveló. El Padre lo reveló de una manera hermosa el día de Su bautismo a las multitudes cuando estaban, cuando usted va a Mateo capítulo 3 versículo 16-17 Juan estaba bautizando a Jesús y dice el versículo 17: "Cuando subió el agua el Espíritu de Dios descendió en forma de paloma y luego se abrieron los cielos" dice la Escritura "y se escuchó una Voz desde el cielo que dijo: Este es Mi Hijo amado en quien tengo toda Mi complacencia."

Y la gente lo escuchó, no vió nada pero lo escuchó. Y allí el Padre estaba presentando después del bautismo a los 30 años Su oikos, Su Hijo que lo estaba como decir nosotros lo presentamos a la vida social y Él lo revela a las multitudes que estaban allí y las multitudes escucharon la Voz del Padre que estaba diciendo: "Este es Mi Hijo amado en quien Mi alma tiene complacencia." No sólo lo reveló a las multitudes, el Padre se lo reveló a Pedro porque Pedro fue el discípulo que fue llamado a abrir la puerta a los gentiles y su misión también fue llevar el Evangelio a los judíos y yo no puedo hablar ni dar a conocer lo que no conozco.

Por eso el Padre tenía que revelárselo a Pedro y cuando usted ve, esa revelación ocurre en Mateo capítulo 16 del versículo 13 al 17 Jesús está con Sus discípulos y Jesús hace a Sus discípulos ya no está con las multitudes está con los discípulos y Jesús le dice a Sus discípulos porque Él estaba preparándolos, entrenándolos les hace dos preguntas. La primera pregunta les dice: "¿Quién dicen los hombres que soy Yo?"

Y fue rápido responder eso. Unos dijeron: Bueno Señor en las calles la gente dice que Tú eres Elías, que Tú eres Jeremías, que Tú eres Juan, que Tú eres alguno de los profetas. Y luego Jesús les lanza la segunda pregunta ya no de lo que la gente decía sino: ustedes en una palabra se lo voy a parafrasear "Y ahora ustedes los doce que han caminado Conmigo, hemos dormido en la misma habitación, hemos comido, hemos caminado juntos ¿quién dicen ustedes que soy Yo?" Y hubo silencio.

Y uno puede imaginar a cada discípulo buscando las palabras más hermosas para poderlas expresar y no podía es lo que nos pasa a veces para hablar de Él, es como que nuestras palabras se limitan como dice la canción: "♪ Hay momentos que las palabras no alcanzan♪" no alcanzan "♪para decirte lo que siento por Ti mi buen Jesús♪" y hubo silencio pero luego Pedro le dice: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente" wow.

Y Jesús se voltea le dice: "Bienaventurado eres Simón hijo de Jonás porque lo que acabas de decir no te lo reveló ni tu sangre ni tu carne sino Mi Padre que está en los cielos" bendito sea el Señor "Sino Mi Padre" "Sino Mi Padre" el Padre lo revela a las multitudes pero el Padre se lo revela a Pedro, Pedro sería la punta de lanza. Pedro tenía que hablar a los judíos pero Pedro en el capítulo 10 llega por primera vez a la casa de Cornelio y no quería: "No, no puede ser a los gentiles" pero Jesús lo lleva allí, lo envía y ahí por primera vez los gentiles son tocados con la revelación del Hijo de Dios.

Yo no puedo dar a conocer lo que no conozco. El Padre lo revela a las multitudes, el Padre se lo revela a Pedro pero el Padre se lo revela a Pablo porque Pablo era el apóstol a los gentiles, Pedro abrió la puerta a los gentiles pero Pablo sería quien llevara ese mensaje. Cuando usted va al Libro de Gálatas capítulo 1 y el versículo 15 y 16 él mismo habla de esta experiencia y mire lo que dice: "Pero cuando agradó a Dios que me apartó desde el vientre de mi madre y me llamó por Su Gracia" y luego dice "le agradó revelar a Su Hijo en mí para que yo le predicase entre los gentiles."

El Padre se lo revela a Pedro pero el Padre se lo revela a Pablo ¿por qué? porque Pablo debía llevar este mensaje a los gentiles. Él no fue de los discípulos de Jesús, él fue un discípulo posterior por eso las Cartas de Pablo tienen tanta vida cuando usted lee sus epístolas; son vida, son madurez, son profundidad, son una sustancia increíble porque el Hijo se le sentaba y el Hijo le dictaba y pudo conocer al Hijo porque el Padre le reveló al Hijo para que Pablo pudiera dar a conocer al Hijo de Dios.

Así es que nosotros no podemos esconderle porque el Padre te lo reveló, porque hoy lo conocemos porque el Padre nos lo ha revelado por medio de Su Espíritu Santo usted y yo que estamos aquí que hemos tenido una experiencia con Él no podemos esconderle.

Déjeme decirle ahora los medios que el Padre usa para revelar a Su Hijo y el primer medio que Él usa para revelar a Su Hijo es la creación misma. El Salmo 19 escrito por David comienza diciendo de esta manera: "Los cielos cuentan la gloria de Dios y el firmamento anuncia la Obra de Sus Manos, un día emite palabra a otro día y una noche a otra declara sabiduría."

Luego dice: "No hay lenguaje ni hay palabras ni es oída Su Voz" y si usted sigue ese Salmo usted se encuentra que lo primero que Dios establece para darnos a revelar a Su Hijo es la misma creación. Si usted ha visto un atardecer, si usted ha visto cuando el sol está cayendo usted va a saber que ese atardecer le habla de Su Creador que es el Hijo de Dios. Si usted ve un amanecer y usted tiene un corazón romántico usted va a caer rendido adorando. Las montañas.

Yo estaba extasiada y eso que ya está pasando porque me hablaron que el otoño de Boston es hermosísimo y estoy por captar la fotografía de un árbol rojo y no he tenido tiempo, pasamos así -zshck-. Quiero llevarme unas hojas rojas y unas amarillas y luego unas verdes después para tener el proceso. Todo lo que nos rodea: el cielo, la Tierra, lo creado Dios lo establece para revelar a Su Hijo.

Ahora ¿por qué le digo esto? porque si usted va al Libro de Colosenses capítulo 1 y el versículo 15 al versículo 19 Colosenses habla de ese Creador que nos revela el Padre. Versículo 15 hermosísimo dice Él hablando de Cristo, léalo conmigo está en pantalla, diga: "Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación." El texto que sigue dígalo más duro: "Porque en Él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos" dígalo duro "y en la tierra visibles e invisibles, sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades" dígalo "todo fue creado por medio de Él y para Él y Él es antes de todas las cosas y todas las cosas por Él subsisten" bendito sea Su Nombre.

Él fue el Creador de esta Tierra, Él hizo las montañas, Él hizo los valles, Él hizo las llanuras, Él estableció los ríos, Él puso todo esto hermoso que lo hemos acabado y lo hemos dañado pero toda la creación proclama, proclama la existencia del Hijo de Dios la revela y cuando tú vas a ver de aquí en adelante esa creación no la puedes ver como la veías antes; Él la creó para ti y para mí y el Padre usa la creación para a gritos dar a revelar a Su Hijo.

Pero la segunda cosa que el Padre usa es Su Palabra. Si usted tiene Su Palabra levántela por favor, diga: esta Palabra desde Génesis hasta Apocalipsis me habla del Hijo de Dios, esta Palabra está enmarcada en el Hijo de Dios desde Génesis hasta Apocalipsis.

Capítulo 1 del Evangelio de Juan versículo 1 y 2 dice: "En el principio era el Verbo" y el Verbo es la Palabra "y el Verbo era con Dios y el Verbo era Dios, éste era en el principio con Dios" y si baja al versículo 14 "Y aquél Verbo fue hecho carne y habitó entre nosotros y vimos Su Gloria, gloria como del unigénito del Padre lleno de Gracia y de Verdad" bendito y alabado sea Su Nombre.

Esta Palabra desde Génesis hasta Apocalipsis declara la existencia del Hijo de Dios, esta Palabra te revela al Hijo de Dios. Cuando tú vas a Génesis encuentras el proto Evangelio, cuando tú vas a Génesis capítulo 3 te habla allí de la simiente de la mujer. Cuando tú recorres cada parte cuando habla del Arca de Noé es un tipo de Cristo. Cuando tú miras al pueblo de Israel saliendo aquélla noche de la esclavitud ese cordero pascual que tuvieron que sacrificar en cada casa y que cada familia tenía que comerlo y que no ponía de carnada y que fue comido y que allí no podía quedar nada habla del Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

Él está por todas partes, cada cosa en el desierto fue un tipo de Cristo una sombra de lo que habría de venir. El maná te habla de Cristo, la roca te habla de Cristo, la serpiente levantada te habla de Cristo, el tabernáculo te habla de Cristo; tú lo ves al ángel de Jehová: es una manifestación de Cristo en el Antiguo Testamento.

Cuando Melquisedec se le aparece a Abraham está hablando de Cristo; toda la Palabra, la puerta del tabernáculo era Cristo. El Padre usa no solamente la creación, Él usa la Palabra. Detrás de las palabras está la Palabra.

Cuando usted lee esta Palabra usted se va a dar cuenta cuando el Espíritu Santo le lleva y usted comienza a marcar. Porque si usted está en esa dimensión del Espíritu usted lo va a ver por toda esta maravillosa Palabra. No es solamente en el Nuevo Testamento, no fue cuando vino y se encarnó en el vientre de María, no no no. Todos los profetas hablaron de Él: Zacarías habló de Él, Isaías habló de Él, todo el Antiguo Testamento.

Por eso el Antiguo Testamento es de una riqueza incalculable. El Padre usa la creación para revelar a Su Hijo, el Padre usa la Palabra para revelar a Su Hijo y el Padre usa las obras de poder para revelar a Su Hijo.

En Lucas en el capítulo 5 versículo 12 al 15: "Sucedió que estando Él en una de las ciudades se presentó un hombre lleno de lepra, el cual viendo a Jesús se postró con el rostro en tierra diciendo: Señor si quieres puedes limpiarme. Entonces extendiendo Él la mano le tocó y dijo: Quiero, se limpio y al instante la lepra se fue de él" y mire esto "y Él le mandó que no le dijese a nadie."

Si no ve le dijo: "Muéstrate al sacerdote, ofrece por tu purificación según mandó Moisés para testimonio de ellos. Quiero que lean el versículo 15 bien fuerte conmigo: "Pero" dígalo duro "pero su fama se extendía más y más y se reunía mucha gente para oírle y para que les sanase de sus enfermedades."

Él insistió muchas veces ese no es el primer pasaje, en muchos pasajes Él hizo el milagro y dijo: "No se lo digan a nadie." Qué diferente hoy ¿no? Hoy yo veo que en las grandes cruzadas es bombo y maraca.

Examínese, corran acá a la plataforma, el poder de Dios. Jesús hacía las sanidades y las hacía de tal manera que en las cruzadas que Jesús hacía siempre terminaba diciendo: "Y todos eran sanados." Cuando los discípulos comenzaron a ministrar en el Poder del Espíritu también dice: "Y todos eran sanados." Hoy algunitos son sanados y hacemos bombo y maraca con batería y todo, tenemos manifestaciones nuevas que no sé si en el cielo están pero se habla por ejemplo de la unción dominó.

Suena la batería y: brrr el predicador dice: y va a venir una unción dominó y cuando caiga uno todos caen y todos se comen el cuento y todos: brrrrr. Si es dominicano dice: ya ahora párese y va del otro lado: brrr.

Amados: lo que te quiero decir es que Jesús nunca, nunca hizo tanta bulla la gente era sanada, el Padre era glorificado. Cuando Dios te use Él va a sanar, Él será glorificado, Él recibirá la gloria, la honra, el poder y la alabanza porque sólo como cantábamos Él es digno, no hay nadie más.

Así es que el Padre revela al Hijo y el Padre usa la naturaleza y el Padre usa Su Palabra y el Padre usa las obras de poder que fluían alrededor de Jesús pero voy a mi tercer punto que es confrontativo para usted y para mí. El Padre quiere revelar a Su Hijo, nosotros somos los únicos que obstaculizaremos que Él sea revelado y que Él sea dado a conocer a otros.

Estamos viviendo un tiempo muy difícil pero muy maravilloso. Yo vengo de un país donde te voy a decir: creo que esto está pasando en todas partes de Latinoamérica; nosotros viajamos por muchas naciones, tenemos muchos compromisos y usted puede tener una visión de su Iglesia, esta Iglesia una hermosa Iglesia, yo he podido observar a sus Pastores en las veces que vengo y yo dije al Pastor Roberto y no lo digo por echarle flores porque ya yo me gané sus dos corazones ya no tengo necesidad de eso, pero yo dije: si yo viviera en Boston yo estaría en esta Iglesia y estaría bajo esta cobertura, seguro, no lo dude.

Y yo he podido ver cosas hermosas en los dos porque Dios los puso a los dos. Meche ha sido un regalo y yo puedo ver ese complemento, la puedo ver a ella una mujer súper organizada, no es que tú no seas organizado (risas) todo todo, cuando tú llegas todo estaba listo a nosotros nos tenían listas hasta las sombrillas por si llovía ¿no? y salimos al centro comercial como buenas mujeres al día siguiente y cuando salimos del centro empezó a llover y yo dije: Susan tu sombrilla, "ay se me quedó en el hotel" bueno venga con la mía porque Meche dijo que hay que cargarlas en la cartera.

Pero todo estaba, teníamos todo. Ni siquiera fuimos a hacer el check-in en el hotel porque cuando llegamos ya nos tenía las llaves pero también lo he observado a él, jeje (risas). Y yo, no hemos hablado esto con Susan pero es el sentir de mi corazón y seguro que el de ella: no pasa siempre, vamos a un lugar, predicamos, ministramos con toda la pasión que hay en nuestro corazón porque no es un trabajo más es una responsabilidad muy grande para nosotros; eso sigue siendo igual como al principio que comenzamos, temblamos para saber.

Sabemos que Dios bendijo pero él hizo algunas cosas. Por ejemplo: anoche estábamos comiendo con Meche y él llamó y llamó para bendecirnos, llamó para decir que nuestra trabajo había sido edificante, que las mujeres habían sido bendecidas. Es un Pastor que te entrega para predicar y ahí está porque hoy en día los Pastores te contratan para un tiempo, te entregan y se van y después viene y los salmistas iguales.

Pero yo he visto en este hombre un corazón pastoral verdadero y un padre, él y ella son padres. Lo ví en el video cargando la alfombra, le alcancé a ver la calvita atrás y supuse que era él pero eso me gusta ¿sabe por qué? porque hoy hay tanta sofisticación de los ministros. Hace un tiempo llegó un hombre súper ungido a Colombia, tenía una reunión con los Pastores de los campos gente que usted sabe que ellos pasan mucho trabajo y cuando terminó su primera sesión después de orar uno de los Pastores campesinos fue a acercarse; los guardaespaldas lo sacaron: no toque al Ungido, está bajo la unción puede morir y aquél Pastor campesino de una manera tan linda dice: tan raro, cuando Jesús vino el que lo tocaba vivía esta unción yo no la conozco (aplausos).

Esta unción no la conozco, yo tampoco la conozco yo conozco a aquél que vino que se dejó tocar, aquél que vino que se metió entre la gente, aquél que vino que se metió entre la gente, aquél que vino que amó a la gente y que dió Su vida hasta el último suspiro.

Y nosotros tenemos una cosmovisión porque andamos por muchos lugares de cómo está la Iglesia hoy y una de las cosas que me da duro es que hemos perdido la visión de cómo revelarlo a Él. Hemos perdido la prioridad de darlo a conocer. En los años 70 yo me convierto al Señor y cada momento habían campañas, acaba de morir un gran hombre de Dios Gigi Ávila fiel hombre de Dios, aquél hombre que echaba las redes y simplemente exaltaba al Señor con su mensaje: Cristo viene pronto que nos llevó a vivir una vida de santidad porque no sabíamos si esta noche venía.

Ya no hay campañas evangelísticas. Yo vengo de un país donde quiero decirte: la gente, literalmente nos ha pasado, la gente se acerca y dice: ¿qué tiene usted? yo quiero lo que usted tiene, así, así; donde si tú te descuidas no lanzas tus redes porque hay tanta gente que busca de Dios y hay tanta lucha por la que está viviendo que está buscando una solución a sus problemas, usted y yo tenemos la solución y hemos olvidado la evangelización, hemos olvidado de darlo a conocer a Él.

Y usted y yo somos los únicos que podemos ser el obstáculo para que Él sea revelado a otros. Acompañeme a un pasaje en el Libro de Mateo capítulo 26 versículo 69 al versículo 74 y escuche esto, verso 69 dice: "Pedro estaba sentado fuera en el patio y se le acercó una criada diciendo: Tú también estabas con Jesús el Galileo mas él negó delante de todos diciendo: no sé lo que dices." Versículo 71: "Saliendo a la puerta le vió otra y dijo a los que estaban allí: también éste estaba con los que estaban con Jesús el Nazareno pero él negó otra vez con juramento: no conozco al hombre."

"Un poco después acercándose los que por allí estaban dijeron a Pedro: verdaderamente tú también eres de ellos porque aún tu manera de hablar te descubre. Entonces él comenzó a maldecir y a jurar: no conozco al hombre y enseguida cantó el gallo. Entonces Pedro se acordó de las palabras que Jesús le había dicho: "Antes que cante el gallo Pedro me negarás tres veces" y saliendo afuera lloró amargamente" éste fue uno de los doce pero más que uno de los doce fue uno de los tres.

Los más cercanos para Jesús fueron Pedro, Juan y Jacobo. Ese fue el discípulo que subió con Él al Monte de la Transfiguración, lo vió transfigurarse. Este fue el único discípulo que caminó sobre las aguas. En medio de la tempestad en la noche oscura cuando lo vieron creyendo que era un fantasma el mismo Pedro dijo: Señor si eres Tú ordéname, mándame que yo vaya a Ti caminando de la misma manera que Tú pareces venir a nosotros, Pedro sal de la barca y ven y Pedro caminó y venció la ley de la naturaleza de la gravedad porque Jesús estaba allí.

Este fue el discípulo que acaba de decir esas palabras que leí yo en Mateo 16: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente." Pedro fue el que poco antes en la Última Cena él le dijo: Señor aunque todos te nieguen yo jamás te negaré. Yo estoy dispuesto a ir Contigo y por Ti hasta la muerte." Fue el discípulo que vió la multiplicación de los panes y los peces, vió los paralíticos levantarse. Vió los mudos hablar, los sordos oír, vió lo sobrenatural que había en Jesús y aquí tres veces y con maldición dijo: no conozco al hombre y el gallo cantó y su corazón se entristeció. Reconoció que lo estaba negando.

Dice que la mirada de Jesús retornó el corazón de Pedro a él este fue el mismo discípulo. Posteriormente a esto encontramos a un Pedro diferente en Hechos capítulo 2 cuando el Espíritu Santo descendió en Pentecostés y lo vemos transformado. Vemos a un Pedro levantarse en el Poder del Espíritu, en la valentía y a esa multitud darle a conocer y revelarle al Hijo de Dios de una manera sobrenatural, tomar las Escrituras, confrontar las Escrituras de los profetas.

Poner el dedo en la llaga: "ustedes lo crucificaron" y tocarlos de tal manera que compungidos se arrepintieron y aquél primer día tres mil personas llegaron a conocer. Ese fue el hombre que posteriormente en Hechos capítulo 4 versículo 12 y 13 después de salir de la cárcel le dicen: les vamos a dar la libertad pero ustedes jamás vuelven a predicar en ese Nombre y Pedro se levantó y les dijo: juzguen si es justo obedecer nosotros a los hombres antes que a Dios; jamás nos pidan eso porque jamás podremos dejar de decir lo que hemos visto y lo que hemos oído.

Y yo te tengo que decir algo: tú y yo somos las únicas personas que podemos realmente esconderlo. Necesitamos revelarlo no sólo hablando, tu vida tiene que ser una revelación de Cristo en tu casa porque muchos esposos no llegan a los pies de Cristo, o tú puedes venir a la Iglesia y servir todo lo que quieras pero ¿cómo es tu conducta como esposa en casa?

¿Cómo es tu conducta como hijo, joven que has conocido al Señor, que vienes a la Iglesia, que estás feliz tal vez aún en un ministerio de alabanza y adoración? ¿cómo pueden conocer tus padres con una mentalidad tan religiosa tradicional de nuestros países latinoamericanos, cómo pueden conocer? no les prediques el sermón del domingo, no lo entienden. No les digas que están adorando las vírgenes y los santos, no entienden, no lo entienden el Espíritu Santo tiene que traerles una revelación para que entienda. No les quemes sus estatuas. Vive a Cristo en tu vida como joven, lo que tienes que hacer cuando veas a mamá allí lavando la loza allí organizando dile: madre yo te quiero honrar déjame yo lo hago.

Cuando mamá llegue a tu habitación la encuentre reluciente y diga: ¿qué le pasó a este muchacho? no veo los calzoncillos colgados en la pared, no veo las medias; no que algo pasó ¿dónde está yendo? no hay palabras, hay Presencia.

Yo conocí el testimonio de una mujer alcohólica metida en un alcoholismo espantoso. Y dice que una noche regresaba de las cantinas, todavía se daban los cultos en la noche y una Iglesia tenía sus puertas abiertas tipo la de León de Judá y la mujer creyó que era una cantina con música guapachosa. Se paró en la puerta borracha como estaba y oyó las canciones y Dios comenzó a tocarla y luego vino el Pastor, predicó un mensaje evangelístico, hizo el llamado; fue la única persona que pasó de la puerta, tambaleándose cayó de rodillas llorando en el piso. Esa noche esa mujer recibió a Dios en su corazón.

Los Pastores después oraron por ella la sentaron, le tomaron sus datos, prometieron irla a visitar. Ocho días después los Pastores fueron a visitarla. La casa quedaba en un taller de mecánica, atrás estaba la casa el taller estaba como en una parte del garaje y cuando llegaron allí el hombre que los atendió estaba todo sucio, lleno de grasa y le preguntaron por la mujer, él se asustó y dijo: ¿y ahora qué hizo?

Entonces el Pastor dijo: no mire somos Pastores de una Iglesia, hace ocho días en la noche ella recibió a Jesús en su corazón y hoy queremos venir a discipularla, a orar por ella y el hombre furioso los sacó: ¡lárguense de aquí, no quiero saber nada! ¡yo soy ateo no creo en Dios! y sacó corriendo a los Pastores.

Aquélla mujer iba los domingos. Seis meses pasaron y una tarde a la Iglesia llegó este hombre preguntando por el Pastor y cuando el Pastor lo hizo seguir a su oficina le dijo: siéntese ¿en qué le puedo servir? esto fue lo que le dijo el hombre quebrantado: Pastor yo he sido ateo toda mi vida, yo he refutado todos los libros cristianos que han llegado a mi mano; me he burlado de su Dios, del Libro de Dios pero hace seis meses Pastor tengo en mi casa un libro abierto que no he podido refutar. Es un libro silencioso Pastor.

Y empezó a llorar y dijo: hoy en casa mis niñitos están bañados y cambiados. Hoy en casa tengo una comida caliente que nunca había tenido, jamás se oyeron más las vulgaridades en mi casa, no volvimos a pelear, mi ropa está limpia; mi mujer me cuida y me ama, ese libro abierto Pastor es la vida de mi esposa y estoy aquí porque yo quiero conocer que ella conoció.

Jamás podremos esconderlo. Si usted ha tenido una experiencia con Él no lo puede esconder. Déjeme decirle esto: hace 38 años yo conocí al Señor, no lo conocí en una Iglesia, no se vaya a escandalizar. Muchos evangélicos golpearon la puerta de mi casa para traer un mensaje y nosotros cerrábamos nuestra puerta y decíamos: somos católicos, apostólicos y romanos y no queremos que nos cambien de religión.

Estábamos en un matrimonio con mi esposo que éramos padrinos y en ese matrimonio estábamos en una fiesta, matrimonio es fiesta y nos presentaron una pareja de la armada nacional que venía para ocupar un cargo de capitanía de puerto en mi ciudad que es un puerto marítimo. El esposo era rotario en otra ciudad y ahora venía a esta ciudad y entonces querían conectarlos: mi esposo en ese tiempo era presidente rotario, se acercaron nos los presentaron, mi esposo se puso a hablar con el esposo de ella y yo me puse a hablar con esta mujer y empecé a preguntarle, a hacerla sentir en casa, darle la bienvenida a la ciudad y bueno muchas cosas.

Estábamos charlando y esta mujer comenzó a hablarme, no sé por qué comenzó a hablarme de este Cristo maravilloso. Pero no me habló en maneras religiosas, me habló con una pasión que para que yo hubiera dejado dos horas de bailar esto estaba muy bueno. Y yo me embobé. Ella habló de manera sencilla no teológica, escuche: sencilla, fue maravilloso. Cuando mi esposo viene yo dije: ya vámonos. Entonces los invitamos a comer al día siguiente a nuestra casa, llegaron en la noche; después mi esposo se fue con el esposo de ella a la sala, yo me quedo con ella y yo le digo a ella se llama Huester porque ya partió con el Señor, le digo: Huester: sígueme hablando de lo que me hablaste ayer, sígueme hablando de Jesús.

Y ella me dijo: no ya no te puedo hablar, ahora tienes que hacer una decisión y yo le dije: ¿qué es eso? y ella dijo: ahora tienes que recibirlo en tu corazón. Yo le dije: ¿cómo puedo hacerlo así, qué tengo que hacer? nunca me olvido: ella sacó un folletico así de este tamaño y ella dijo: mire la Biblia dice número uno que todos somos pecadores, número dos la Biblia dice que el pecado hizo división entre nosotros y Dios, número tres la Biblia dice que de tal manera Dios amó al mundo que envió a Su Hijo unigénito para que Él muriera por ti, por mi y por nuestros pecados.

Número cuatro: la Biblia dice que Él vino para reconciliar al Padre con nosotros. Y número cinco me dijo, la Biblia dice en Romanos que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor y que Dios le levantó de los muertos serás salvo porque con el corazón se cree para justicia pero con la boca se confiesa para salvación.

Y yo estaba llorando en ese momento. Eso que ella me estaba leyendo había quebrantado mi corazón y yo le digo: ¿y cómo hago? y yo cerré mis ojos y ella comenzó a hacer una oración sencillísima: "Señor Jesucristo: reconozco que soy pecador. Vengo a Ti porque necesito un Salvador. Te pido que hoy perdones mis pecados, que Tu sangre preciosa me lave y me limpie y hoy te rindo mi vida por siempre y para siempre, amén y amén."

Y yo estaba llorando y casi no podía expresar lo que ella decía y entonces ella me dice: amén y yo seguía llorando: amén, amén decía y amén y amén y ella me decía: abra los ojos. Y yo abrí los ojos y ella me dijo: ya, y yo le digo ¿ya qué? ya Jesús entró ¿y cómo sabe? porque aquí dice ¿sabe por qué? porque esa mujer que me llevó a los pies de Cristo sólo tenía ocho días de haber recibido a ese Cristo del cual ella me estaba hablando. Ocho días.

¿Y sabe qué amados? yo le dije esa noche: présteme el librito y ella me dijo: no, es el único que tengo, yo le dije: le prometo que mañana, ¿sabe qué horas me dieron? yo lo copié a mano y lo puse con grapa, no habían fotocopiadoras en ese tiempo. Le quiero decir: el 24 de Diciembre a las 6 de la tarde yo había hecho lo mismo y había llevado a los pies de Cristo a mis dos mejores amigas.

Y quiero decirte algo más: han pasado 38 años, nunca he hecho ni el evangelismo explosivo ni el dinámico ni el reactivo ni el nuclear porque siempre decimos: es que yo no, no. Yo lo único que hice a partir de ese día fue contarle a otros qué grandes cosas había hecho Dios con mi vida.

Yo no sé cuántas miles y miles de almas he llevado a los pies de Cristo, no desde un púlpito lo puedo hacer pero quiero decirte: en un avión, en un carro, en un taxi, en el mercado, pagando el mercado en la caja jamás podré dejar de hablar de Él, jamás, jamás. Se lo he llevado a generales de la nación como a gente supremamente sencilla. Experiencias maravillosas y con Susan donde vamos, donde caminemos, donde paremos esta nación necesita que el Cristo de la gloria sea revelado otra vez.

Esta nación nos dió a Latinoamérica la más maravillosa cuota misionera que se ha visto. Conocimos a Cristo porque esta nación envió a sus misioneros y dieron su vida, hoy Dios nos ha traído para que nosotros les impartamos a ellos la revelación del Hijo de Dios.

No me diga que no sabe el idioma. Usted escuchó el testimonio esta mañana Susan habló de cómo compartimos con gente marroquí. En Rusia le compartimos a una niña en el tranvía, no sabíamos sino decir: niet, dah, spasiva y no más. ¿Cómo? no me pregunte pero esa niña recibió a Cristo siendo rusa.

El Espíritu Santo va a venir y te va a capacitar, el Espíritu Santo va a venir y te va a ungir pero lo más importante es que lo que tú compartas lo compartas con la pasión de ese Cristo maravilloso que ha tocado nuestras vidas. Jamás podremos dejar de decir y de contar lo que hemos visto. Cada persona que se atraviesa en tu camino es una oportunidad.

El infierno me conoce a mí porque el infierno sabe que donde yo paso le arrebato las almas que van para el infierno y las desvío para el cielo. Nuestra familia, nuestros hijos. Hace unos cuatro años atrás Jhonatan y Stephanie nuestros nietos más mayores nos dijeron a Susan y a mí: queremos aprender a evangelizar ¿cómo lo hacemos? y yo dije: camina con nosotros, escúchanos, míranos y aprenderás.

Regresábamos de México con Jhonatan en el mes de Julio y cuando bajamos del avión a mí me habían mandado a primera clase él iba y venía allí y Jhonatan mi nieto me dice: ¡ah! ¡le compartí a la que iba al lado! y le digo: ¿y se convirtió? me dice: no mejor que eso, había sido cristiana, estaba desviada, estaba fría y se reconcilió con Dios.

Es una pasión maravillosa. Venía yo de la ciudad de Chihuahua muy cansada, había tenido una agenda muy congestionada y llegando tenía que hacer Chihuahua-México y México-Bogotá y venía muy cansada y le dije: Señor Tú sabes que me encanta hablar de Ti pero voy cansada. Tengo que preparar tema para otra conferencia que se daba a dos días y tenía que salir de viaje voy a aprovechar estas dos horas Señor, por favor: Tú sabes que me encanta hablar de Ti pero no me pongas a nadie, no quiero hablar con nadie; quiero estudiar, quiero preparar dos horitas.

Yo llegué, a mi puesto estaba un niño de ocho años en la ventana y una joven en la mitad con sus audífonos y yo dije: amén quédate con tus audífonos no quiero nada. Así que cuando el avión ya arrancó y cuando pudimos abrir saqué mi iPad, saqué mi Biblia y empecé a pasar unas anotaciones que tenía de un mensaje cuando veo que la chica, una chica muy bonita se quita sus audífonos, se da la vuelta y me dice: ¿le puedo hacer una pregunta? sí le dije, ¿usted es escritora? y yo le dije: bueno no tanto escritora, sí ya escribí un librito le dije y estuve escribiendo otro pero más que escritora soy conferencista.

¿Ah sí de qué? y yo sé que el cielo me mandó ahí mismo la señal: olvídalo yo respondo por ti pero arregla esto. Dos horas, dos horas con una niña de escasos 24 años con un hijito de 8 años con una vida muy triste, dos horas ministrándola, dos horas maravillosas. Dos horas en que Dios llevó a esta niña a Sus pies, que Dios restauró su vida, que Dios cambió muchas cosas.

Llegando y aterrizando dice: no, no puedo perder esta oportunidad y le dice al niño: tómanos una foto y yo dije: y yo otra porque esa va para mi colección de todos los que hemos ganado. Recibí correo que había enviado a una Pastora de Playa del Carmen porque iba a Playa del Carmen a hacer su trabajo y las conecté y tú vas a creer; ella escribe allí: esas dos horas fueron maravillosas. En esas dos horas aprendí a amarla, en esas dos horas mi vida cambió, en esas dos horas marcaron y desde que la dejé de ver hasta ahora usted no sabe cuántas cosas maravillosas han sucedido y han cambiado mi vida.

Jamás podremos esconderlo. Póngame en pantalla por favor esta Escritura y con esta cerramos. Primera de Juan capítulo 1 es nuestro reto versículos 1 hasta el 4, jamás puedes esconderlo jamás. Primera de Juan capítulo 1 versículo 1 y léalo bien fuerte que está en pantalla: "Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida. Porque la vida fue manifestada y la hemos visto y testificamos y os anunciamos la vida eterna la cual estaba con el Padre y se nos manifestó" dígalo fuerte el 3 "lo que hemos visto y oído eso os anunciamos para que también vosotros tengáis comunión con nosotros y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre y con Su Hijo Jesucristo."

"Estas cosas os escribimos para que vuestro gozo sea cumplido" jamás podemos esconderlo. Si usted lo ha visto, si usted lo ha contemplado, si usted lo ha palpado, si usted lo ha amado, si usted ha tenido una experiencia con Él déjeme decirle: jamás puede esconderlo; dígalo allí: jamás podré esconderlo, jamás.

No son nuestros temores, necesitamos pararnos por encima de eso. Necesitamos hablar de Él a tiempo y destiempo con nuestras palabras pero también con nuestras actitudes. La gente tiene que verlo a Él en nosotros, lo tiene que ver en tu vida. Tú tienes que provocar una pregunta: ¿qué tienes que eres diferente? y tú contestas: no qué, a quién tengo que soy diferente, lo tengo a Él. Él cambió mi vida, Él transformó mi vida, Él puede transformar tu vida.

Dígalo conmigo: jamás podemos esconderlo. Quiero que se ponga de pie un segundito. Oh sí Señor. Permítanme antes de orar por toda la Congregación hacer una pregunta y mi pregunta es si hay personas aquí que fueron invitadas a este servicio por algún familiar, algún amigo o amiga que te invitó para venir es primera vez. Debemos conocerlo como yo lo conocí hace tiempo. Levántame tu mano allí y permíteme orar por ti.

Dios te bendiga téngame su manito levantada, Dios te bendiga. Y quiero pedirles que pasen aquí adelante, permítame orar por usted y démosles un aplauso mientras están pasando. Venga aquí adelante, venga aquí adelante. Dios te bendiga, Dios te bendiga sígale aplaudiendo al Rey de la Gloria venga, bienvenidos, bienvenidos, bienvenidos. Venga aquí adelante, venga aquí adelante. Wow qué lindos, wow, alábele jamás podremos esconderle. Lo hemos visto, lo hemos palpado, lo hemos oído.

Es para que vuestro gozo con el nuestro sea uno. Camine hacia aquí adelante y permítanme orar mire familias enteras qué hermoso Señor gracias te damos ¿hay alguien más, hay alguien más, hay alguien más? no es un cambio de religión es un cambio de vida es una vida transformada cambiada, jamás y nunca volveremos a ser iguales como éramos. Hoy es su día, qué bendición, qué bendición y gracias por darme el privilegio hoy de llevarlos a los pies del Señor.

Quiero que hagan lo mismo que yo hice hace 38 años. Por favor por un momento cierre sus ojitos y quiero que repita en voz bien alta: Señor Jesucristo reconozco que moriste en la cruz del calvario por mis pecados. Hoy yo vengo a Ti Señor porque necesito un Salvador y necesito pedirte perdón por todos mis pecados y abrirte las puertas de mi corazón, invitarte a que entres a mi vida y gobiernes desde este día mi vida para siempre. Gracias Señor por Tu muerte en la cruz por mis pecados. Hoy te confieso públicamente como mi Dios, como mi Señor y como mi Salvador personal. Amén.

Quiero que extiendan sus manos hacia ellos, los que están cerca ¿pueden poner sus manos sobre ellos por favor? y Padre te damos gracias por esta cosecha hermosa que nos has dado en cada reunión Señor, gracias Señor por la vida de cada uno por las familias. Te pedimos que Tu bendición venga sobre ellos ahora. Padre yo no conozco sus necesidades pero Tú las conoces y yo te pido Señor que Tú seas tocando cada necesidad, cada familia, cada hombre, cada mujer, cada niño y que Tú seas llenándoles en este momento de Tu paz y de Tu amor.

Les damos hoy la más gloriosa bienvenida a la familia de Dios y te damos gracias por ellos en el Nombre de Jesús amén.