Yo tengo una meta en mi vida y nadie me podrá detener

Transcripción

Vamos a la palabra del Señor. Nehemías capítulo 1. Palabra de Nehemías, hijo de Jacalías:

“Aconteció en el mes de quisleu en el año 20, estando yo en Susa, capital del Reino, que vino Janani, uno de mis hermanos, con algunos varones de Judá y les pregunté por los judíos que habían escapado, que habían quedado en la cautividad, y por Jerusalén. Y me dijeron, “El remanente los quedaron de la cautividad allí en la provincia están en gran mal y afrenta y el muro de Jerusalén derribado y sus puertas quemadas a fuego. Cuando oí estas palabras me senté y lloré e hice duelo por algunos días y ayuné y oré delante del Dios de los cielos.

Y dije, “Te ruego, oh Jehová, Dios de los cielos, fuerte, grande y temible, que guardes el pacto y las misericordia a los que aman y guardan sus mandamientos. Oh, esté ahora atento tu oído y abierto tus ojos para oír la oración de tu siervo que hago ahora delante de ti día y noche por los hijos de Israel, tus siervos. Y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra ti, sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado. En extremos nos hemos corrompido contra ti y no hemos guardado los mandamientos, estatutos y preceptos que diste a Moisés, tu siervo.

Acuérdate ahora de la palabra que diste a Moisés, tu siervo, diciendo, “si vosotros pecareis yo los dispersaré por los pueblos, pero si volvieres a mí y guardares mis mandamientos y los pusieres por obras aunque vuestra dispersión fuera hasta el extremo de los cielos, de allí os recogeré y os traeré al lugar que escogí para hacer habitar allí mi nombre. Ellos pues, son tus siervos y tu pueblo los cuales redimiste con tu gran poder y con tu mano poderosa. Te ruego, oh Jehová, esté ahora atento tu oído a la oración de tus siervos quienes desean reverenciar tu nombre, concede ahora buen éxito a tu siervo y dale gracias delante de aquel varón porque yo servía de copero al rey.”

Bendita sea la palabra del Señor. Esa palabra puede ser utilizada hoy, hemos predicado esa palabra muchas veces para hablar sobre liderazgo y sobre los conceptos de liderazgo y cómo establecemos un liderazgo fuerte, un liderazgo inteligente así como Nehemías estableció.

Hemos usado esa palabra para hablar del gobierno, cómo establecemos gobiernos inteligentes, cómo establecemos gobiernos fuertes. Hemos usado esa palabra para hablar de un concepto de liderazgo formado a un nivel que sabemos que Dios el que está instruyendo. Pero hoy yo quiero usar esta palabra para hablar de una vida con meta, una vida con perspectiva.

Y si yo fuera dar un tema a ese mensaje diría que el tema sería más o menos, yo tengo una meta en mi vida y nadie me podrá detener. Cuántos dicen amén? Cuántos aquí tienen una meta en la vida? Aleluya!

Unos mil años después del tiempo de Moisés cuando Nehemías escribe esta carta, o sea, unos 400 más o menos antes del nacimiento de nuestro Jesucristo, la nación de Israel estaba pasando por una gran tribulación y una gran desesperación. Y mis hermanos vemos en la palabra de Dios varias épocas en que la nación de Israel pasaba por desesperación y por tribulación. Esa no es la primera vez, esa no era la segunda vez que Israel pasaba un momento de tribulación.

Y una vez más Israel es probada, sus naciones habían sido destruidas, primero comenzando por la nación norte de Jerusalén y luego la nación sur de Judá. La ciudad de Jerusalén había sido completamente conquistada por el rey de Babilonia. Los babilonios tomaron cuenta de la ciudad de Jerusalén. El templo de Salomón había sido completamente destruido en esta época y había caos, había desesperación, murallas habían sido destruidas, puertas quemadas, pueblo sin esperanza, o sea, Israel vivía una de las mayores crisis de su historia.

Cuando los babilonios conquistaron a Jerusalén hicieron lo que muchos políticos hacen cuando entran en el poder, ¿verdad? Primera cosa que hicieron los babilonios fue deportar a todos, deportaron a casi todas las personas de la región y por casi 70 años Jerusalén parecía más una ciudad fantasma, Jerusalén estaba condenada en la historia a ser una de esas ciudades olvidadas, a no ser por su historia pasada, a no ser por sus hechos poderosos, por sus reyes poderosos en la historia.

Y cuando los judíos fueron deportados para Babilonia empezaron a construir casas, a poseer la tierra. Conforme la instrucción de Jeremías que dice que comenzaron a casarse, a dar sus hijas en matrimonio y prosperaron en el lugar donde estaban. Muchos de ellos pasaron a adorar los dioses de sus padres, pero desde Babilonia y sin ningún deseo de regresar a la tierra prometida a Abrahán, a Isaac y a Jacob.

Algunos de esos judíos fieles fueron constituidos como gobiernos, vemos a Daniel como gobernador, ¿verdad? Vemos a Ester se hizo reina de los peces. Después de 70 años tuvieron la oportunidad de regresar. Sin embargo, de los dos o tres millones, ponga atención, de los dos o tres millones que fueron dispersos de Israel apenas 50 mil volvieron a la tierra prometida. O sea, apenas 2 por ciento de toda la población.

Pero qué hicieron después de terminar el libro de Esdras? O sea, en ese espacio entre el libro de Esdras y las profecías y todo lo que hizo Nehemías, después de todo ese tiempo, más o menos unos 6 años después que los primeros cautivos regresar a la tierra prometida, Dios levanta siempre a alguien. Como dice en toda historia, entonces toda historia Dios levanta un redentor. La historia muestra en la Biblia que Dios siempre levanta su profeta, su hombre, Dios siempre levanta al redentor.

Cuando el mundo está en desesperación Dios levanta un profeta. Y fue exactamente en este momento crucial de la historia que Dios levanta a Nehemías. Nehemías recibe la noticia de que su tierra estaba en desesperación, que el pueblo estaba en desesperación. Las puertas quemadas, los muros derribados de Jerusalén. Nehemías no se contuvo, dice la palabra que Nehemías comenzó a orar, Nehemías comenzó a ayunar delante del Señor. Pero Nehemías tenía en su corazón una meta, dice la palabra que Nehemías era copero del rey y es importante mencionar que el copero del rey era un hombre que cuidaba, que probaba el vino antes que fuera llevado al rey ¿verdad? Por seguridad, puede ser que ese vino estuviera envenenado o algo así.

Entonces lo que hacían, Nehemías tomaba el vino enfrente al rey y el rey quedaba mirando a Nehemías. Si tiemblan las piernas, yo no lo tomo. Pero ese día fue un día interesante, Nehemías probó el vino, el rey lo miraba, Nehemías estaba normal, las piernas no temblaron, el rey toma el vino, y lo mira a Nehemías y dice, “Nehemías, te pasa algo, qué tienes? Nunca estás triste, qué pasa?” y Nehemías relató al rey lo que pasaba con su comunidad, qué pasaba con su pueblo y dice la Biblia que Nehemías hizo un ruego a Jehová, “Te ruego que esté atento tu oído a la oración de tu siervo, - versículo 11, y la oración de tus siervos quienes desean reverenciar tu nombre, concede ahora buen éxito a tus siervo y dale gracia delante de aquel varón.”

Y Nehemías estaba pensando en hablar con el rey Artajerjes, - estaba inaugurando esa palabra por días para pronunciar correctamente ¿verdad? – Yo la entrené, hermanos, pero saben cómo son las cosas. En la caminata alcanzamos nuestros objetivos, nuestras metas, nuestra visión, la visión que tenemos para nuestra vida, para nuestras familias, primero necesitamos conocer la meta de la visión que tenemos.

Nehemías sabía que jamás podría alcanzar esta meta sin oración. La primera cosa que hizo Nehemías fue ponerse a orar y a ayunar. Déjeme decirle no hay victoria sin oración. Una iglesia que no ora es una iglesia que va a ser derrotada. Escúcheme. Necesitamos en los días de hoy una iglesia que ore, que busque el rostro del Señor, necesitamos de creyente que ayunen, que gasten tiempo ayunando y buscando el rostro del Señor. Pero pastor por qué dice eso? nosotros oramos aquí. yo sé que oramos. Esta es una iglesia que ora y adora al Señor y me encanta la manera cómo lo hacemos.

Pero, hermanos, es poco. Necesitamos atender a los clamores de oración, la vigilias, los momentos de intercesión que tenemos en esta iglesia, cómo Dios ha hecho cosas grandiosas, cómo Dios nos ha sanado, cómo Dios nos ha bendecido, cómo milagros han acontecido en familias de personas que vienen y ponen sus causas delante del Señor. Necesitamos orar por esta ciudad, por esta nación. Queremos una nación redimida pero no pagamos el precio de oración, no oramos.

Nehemías sabía que no podría nunca alcanzar el éxito si no tuviera una vida de oración. Nehemías sabía que era sumamente necesario exaltar la santidad de Dios. y vea que el versículo 5, 6 y 7 Nehemías exalta la santidad de Dios y Nehemías declara todo los atributos del carácter divino.

Déjenme decirles, Dios tiene un carácter y el carácter de Dios tiene sus atributos que son verdaderos y son estos atributos que tu y yo necesitamos para el día a día. Cuando tu piensas que Dios es amor, Dios es bondad, Dios es cuidado, Dios es fidelidad, cuando piensas que Dios es todo lo que dice en la palabra, tu estás diciendo facetas de los atributos de su carácter.

Y nuestra oración necesita contener la declaración de los atributos del carácter divino. Cuando tu declaras los atributos del carácter de Dios tu estás diciendo, Dios tu eres por toda la historia y tu siempre serás. Declare los atributos del carácter de Dios. Haga una lista de los atributos del carácter de Dios y déjenme decirle, mis hermanos, si usted piensa, por ejemplo, en hacer una lista de a hasta la z va a encontrar todos los atributos del carácter divino, encontrará que Dios es amor, que Dios es bondad, que Dios es cuidado, y va por ahí adelante y encontrará todos los atributos del carácter divino, atributos morales y atributos naturales de su carácter.

Nehemías reconocía también que el alejamiento de los caminos del Señor fue la razón de su destrucción, la destrucción de su pueblo. Nehemías dice cómo ese pueblo se alejó de los caminos del Señor. Reconocemos que esa nación se alejaba de los caminos del Señor, ¿verdad? reconocemos que nuestras naciones se han alejado de los caminos del Señor. Y por eso toda la destrucción, por eso tantos problemas, por eso tantos gobiernos desequilibrados, por eso tantos impeachements, por eso tantos problemas con corrupción en las naciones, porque las naciones están lejos de los caminos del Señor.

Versículo 5, 6 y 7, Nehemías declara y Nehemías confiesa el alejamiento de la nación. Levítico, capítulo 26, versículo 33 habla de las consecuencias de la desobediencia:

“… Y a vosotros os esparciré entre las naciones y a la espada en pos de vosotros y vuestra tierra será azolada y desiertas vuestras ciudades…”

Cuánto más correcta es nuestra vida, mis hermanos, con Dios más tendremos nuestros objetivos alcanzados. Pero aunque tengamos todas las metas, aunque tengamos todos los objetivos en vista y aunque aprendamos cómo declarar y cómo confesar la bondad del Señor y el carácter divino, hay cosas que nos impiden alcanzar nuestras metas. Y son sobre estas cosas que Dios nos invita hoy a trabajar en nuestra vida, arreglamos en nuestra vida, alinear nuestra vida con el Señor, a poner nuestra vida en línea con el propósito divino, a poner nuestra vida en línea con la voluntad de Dios, [inaudible] del mundo, [inaudible] las propuestas de este mundo y entramos en línea con la voluntad del Señor.

Y hay algunas cosas en nuestra vida que nos impiden que alcancemos estas metas. Y hay muchas cosas en la vida de la iglesia que impiden, hermanos y hermanas, que nuestras iglesias sean iglesias de sanidad para las naciones. Yo he dicho que sillas vacías simbolizan corazones vacíos. Estamos vacíos. No nos llenamos de la bondad de Dios.

Escogemos el domingo como el día de venir a la iglesia, ¿verdad? y es lindo el domingo, pero qué pasa el lunes y el martes y el miércoles y el jueves y el viernes y el sábado? El sábado comenzamos a calentar otra vez. Mañana, mañana, mañana. Y ahí viene el lunes.

La primera cosa que nos impide alcanzar las metas que Dios quiere que alcancemos es cuando aceptamos la acusación del diablo sobre nuestra vida. Y déjeme decirle, hay mucha gente que venía a la iglesia y aún así aceptando la acusación de Satanás sobre su vida. Yo vine a decirle que tu eres libre en el nombre de Jesús. Tu eres libre en nombre de Jesús.

Dios nos ha llamado para asumir posiciones de fortaleza en su reino, de asumir posiciones de victoria en su reino, no somos llamados, mis hermanos, para asumir posiciones de derrota, no somos llamados para asumir posiciones de fracasados o fracasadas en el reino. Dios nos llamó que seamos victoriosos, y déjeme decirle que el diablo está diciendo al respecto es mentira porque la obra de Dios en la cruz del calvario fue completa. Y la palabra de Dios no miente. Lo que Dios dice que tu eres en su reino, tu eres en el Reino de Dios. lo que Dios prometió que tu vas a lograr en su reino, tu vas a lograre en el Reino de Dios. lo demás es mentira de Satanás.

Dios nos ha llamado para alcanzar en su reino, nos ha llamado para vivir la vida de victoria y no una vida de derrota. Cristo nos hace libres de ataduras demoníacas en las cuales muchas veces hemos caído o hemos vivido una vida del pasado, de ocultismo, de brujería, de abusos, de drogas, de acusaciones, prácticas demoníacas que vivimos en nuestra vida pasada y nos convertimos, traemos esto con nosotros y nunca nos liberamos porque nunca pasamos por el proceso de una verdadera conversión en Jesucristo.

Porque si tu eres verdaderamente convertido al Señor tu estás libre de todas esa maldiciones. Jeremías 29.

“así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, a todos los de la cautividad que hizo transportar de Jerusalén a Babilonia: edificad casas, plantad huertos, comed el fruto de ellos, casaos, engendrad hijos e hijas, dad mujeres a vuestros hijos, dad maridos a vuestras hijas para que tengan hijos e hijas y multiplicados ahí y no os disminuyáis. Procurad la paz en la ciudad a la cual os hice transportar y rogad por ella a Jehová porque en su paz tendréis paz vosotros.”

Otra cosa que nos impide alcanzar la meta que tenemos en Dios es cuando no sabemos quiénes somos en Dios. Estamos en el reino pero no sabemos que pertenecemos al reino. Estamos en el reino pero no sabemos vivir los beneficios que Dios tiene para nosotros en el Reino de Dios.

Déjeme decirles cuando venimos al Evangelio, mis hermanos, venimos a un reino lleno de amor, de vida y de sanidad. Y cuando nos involucramos con este reino, nos involucramos con los beneficios que este reino en sí mismo lo tiene. O sea, hay sanidad en el Reino de Dios, entonces en el nombre de Jesús sea sano. Hay alegría en el Reino de Dios, en el nombre de Jesús reciba la alegría de Dios. Quita la tristeza de tu vida. Hay vida sana interiormente en el Reino de Dios por eso se ha sanado en el nombre de Jesús.

Todo lo que Dios tiene en su reino es para que sus hijos lo disfruten, es para que vivamos una vida de poder, una vida de alegría y una vida de éxito delante del Señor. Cuidado con las propuestas de contaminación, con las cosas muertas de este mundo. Hay muchas propuestas ahí fuera. Hay muchas propuestas. Y déjeme decirles, lo que el diablo propone no se ve tan feo, ¿verdad? no se ve tan feo. Se ve agradable a veces. Se ve bonito, con flores, las propuestas del diablo tienen cara bonita. No viva esta ilusión. Cuidado con la contaminación. No se involucre con lo que está muerto en este mundo porque en el reino que usted vive es un reino de vida y un reino de victoria.

Cuando escuchamos la voz del diablo diciendo que nuestra visión, que nuestra vida no tiene éxito, que nuestra vida no prosperará así permitimos que el diablo tome cuenta del propósito que Dios ha establecido. Y eso pasó con la vida de Nehemías. Nehemías estaba construyendo. Dice la palabra en el capítulo 4, Nehemías, que un tipo llamado Sanbalat vino a Nehemías.

“Sanbalat escuchó que nosotros edificábamos el muro sin horror, y se enfureció de gran manera e hizo escarnio de los judíos. Y habló delante de sus hermanos y del ejército de Samaria y dijo, “Qué hacen estos débiles judíos? Se les permitirá volver a ofrecer sus sacrificios aquí? acabarán en un día? Resucitarán de los montones del polvo las piedras que fueron quemadas?” y estaba junto a él Tobías amonita, el cual dijo, Lo que ellos edifican del muro de piedra, si subiera una zorra lo derribará. Oye, oh Dios nuestro, que somos objeto de su menosprecio, y vuelve el baldón de ellos sobre su cabeza, y entrégalos por despojo en la tierra de su cautiverio.”

El tipo escucha la edificación del muro de Jerusalén y empieza a burlarse de Nehemías y de los judíos. El otro dice, este muro es tan débil que si viene una zorra lo derriba, lo tumba. Ese muro no sirve, ¿verdad? ese muro no prospera. Déjeme decirles, hay enemigos de la prosperidad que nos rodean todos los días. Siempre existirán aquellos que van a llegar a usted y decirle que usted no prospera. Siempre existirán aquellos que van a decir que su plan, que su propósito, que su meta no funciona. Siempre existirán aquellos que intentarán derribar sus sueños, destruir con sus propósitos. Y déjeme decirles, esas personas no son enviadas de Dios.

Yo dije a mi esposa recientemente, yo tomé una decisión, yo quiero estar lejos de personas negativas. Quiero estar lejos de personas negativas. Si quiere venir para ser bendecido aproxímese porque tengo bendición para tu vida, pero para echarme negatividad, vaya para allá. no Sanbalat en mi vida, no Tobías en mi vida. Digan, no Sanbalat en mi vida.

Dice la palabra de Dios que por medio de Jesucristo somos libres, todos negativos y derrotistas, actitudes como por ejemplo, yo no puedo, yo no tengo, nadie me ama, nadie me quiere, oh, nadie me mira. Yo no me voy a casar nunca, pastor. Déjeme decirle, así más o menos yo pienso que hace 11 meses que casé una pareja de 71 y 70. A ustedes le gusta la esperanza, ¿no? ¿verdad? 71 y 70… hay esperanza. Hay esperanza.

Los solteros digan amén. Gloria a Dios. Pensamientos negativos y hay algunos que dicen, no pastor, es que la gente es mala. Cuando tu dices, por ejemplo, la gente es mala tu estás generalizando un patrón de vida que no es verdad. Porque la gente no es mala, ¿verdad? las actitudes de las personas a veces no son buenas, pero no podemos decir que la gente es mala, que no se puede confiar en nadie. Esos son pensamientos pesimistas y son pensamientos que no proponen la idea de un hombre y una mujer que está construyendo y que tiene una meta y que tiene un propósito. Si tu estás reconstruyendo, si tu estás edificando, tus pensamientos necesitan ser reconstruidos. Tu vida, tu lenguaje necesita reconstruido. Cambia tu lenguaje. Cambia tu manera de hablar, tu manera de saludar, tu manera de mirar a las personas. Cambia tu vida hoy.

Cambia tu vida. Cambia todo lo que es negativo en tu vida. Mire a la gente con alegría y profetice sobre ellos bendición, alegría, prosperidad. Paremos con la maledicencia. Paremos con la muerte en la casa de Dios. Este es un lugar de vida y no de muerte, y déjeme decirles, hay asesinos en la casa de Dios. Dice la Biblia que aquel que odia a su hermano es un homicida. Oh, oh.

Hay homicidas en la casa de Dios. Pero déjeme decirle que Dios nos hace libres de la maldición, de la pobreza espiritual y de la ignorancia. No nos hizo para ser unos ignorantes espiritualmente. Dios nos hizo para ser hombres y mujeres que miran delante, ven un futuro, que ven una meta y corren hacia ella.

Proclamamos que Cristo es la verdad, que al conocerlo y al recibir su poder nuestras cadenas son rotas y cantamos esto, cantamos que somos libres en Cristo. Bailamos esto, pero la realidad muchas veces no asumimos esta actitud en nuestra vida. Porque cuando vemos los problemas, vemos las luchas, cuando vemos las dificultades, cuando ven la enfermedad en la casa, cuando nos falta el empleo, cuando nos falta dinero, cuando falta la salud en su familia, cuestionamos la grandeza de Dios y su poder.

Número 4. Cuidados con las propuestas del diablo, con la intención de quitar tu mirada de aquel que está restaurando toda tu vida y el proyecto que está en tus manos. En el capítulo 6 de Nehemías pasa algo interesante, dice que el tipo Sanbalat estaba sanbandola desesperado porque el muro estaba siendo construido y escuchó Sanbalat que las puertas estaban siendo edificadas. En el versículo 1 al 4 del capítulo 6:

“…Cuando oyeron Sanbalat y Tobías y Gesem el árabe, y los demás de nuestros enemigos, que yo había edificado el muro y que no quedaba en él portillo (aunque hasta aquel tiempo no había puesto las hojas en las puertas), Sanbalat y Gesem enviaron a decirme: ven y reunámonos en alguna de las aldeas en el campo de Ono. Más ellos habían pensado en hacerme daño. Y les envié mensajeros diciendo, yo hago una gran obra y no puedo ir; porque cesaría la obra dejándola yo para ir a vosotros. Y enviaron a mí con el mismo asunto hasta 4 veces, y yo les respondí de la misma manera.”

Yo hago una gran obra y no puedo ir. Cuando el diablo te invite a las propuestas que destruyan la visión de Dios en tu vida, destruye la meta que Dios estableció para tu vida y para tu corazón, la respuesta es esta, no tengo tiempo, yo hago una gran obra y no puedo ir. Cuando te invite a los bailes carnales, oh, oh, diga, yo hago una gran obra y no puedo ir. Cuando te inviten a las cosas que tu sabes en tu corazón, a los lugares que tu sabes que tu Dios no va a estar allá, diga yo hago una gran obra y no puedo ir.

En estos tiempos es necesario gente, hombres y mujeres, con convicciones como las de Nehemías, con el carácter como el de Nehemías, que tu una respuesta excelente, estoy haciendo una gran obra. Estoy ocupado. Dios en su reino me tiene ocupado con su obra y yo no puedo atender a las propuestas de este mundo.

Algunos consejos prácticos que yo creo que ayudaría a alcanzar a esta meta. Yo estaba pensando ayer en la noche mientras meditaba en el libro de Nehemías, qué consejos daría yo a mi iglesia prácticos en la vida. Primero, no pare la obra, manténgase ocupado en el Señor. Lo que tu estás haciendo siga haciéndolo. Si tiene un proyecto de evangelización siga evangelizando. Si tu estás metido en la oración, sigue orando. Una hermana vino a mí y me dijo, pastor, quiero ayudarte a llevar las vigilias a otro nivel. Yo dije, Aleluya! A otro nivel.

Alcanza a imaginar si todos nosotros aquí decidiéramos llevar nuestras vigilias de oración a otro nivel? Yo le digo esto, hermanos, porque vengo de una iglesia que hacemos vigilias. En mi país hacemos vigilias y comenzamos a las 7 de la noche y terminamos cuando terminábamos. En serio. Les hablo en serio. Y me acuerdo que una vez me invitaron a predicar una vigilia en mi país y yo fui, llevé a dos misioneros conmigo. Los misioneros acababan de llegar de un viaje misionero, estaban cansados, y preguntaban, pastor, hasta qué hora? Yo les digo, no, es solo para predicar este rato. Llegué ahí a las 7, había una alabanza que no quería parar nunca. Y cuando terminó la alabanza eran como las 8 de la noche, los misioneros me miraban con la cara de que querían dormir, ¿verdad?

Y la hermana me invitó, pastor, venga. Y yo fui, ¿verdad? Tenía mi sermón listo para predicar en una vigilia pero se me ocurrió preguntarle algo. Yo no quería preguntar hasta que la vigilia porque yo fui a predicar solamente, pero hice una pregunta subjetiva, pregunté, solo para mi control, qué horas más o menos los otros predicadores acostumbran devolver la palabra? Bien clásico, ¿verdad? y ella miró a mí y dijo, por ahí a las 6 de la mañana! Por ahí a las 6 de la mañana, 6, 6:30 pastor, está bien? Sí. Eran las 8. Qué hacer? Orar. Y comenzamos a orar y déjeme decirles, los misioneros estaban caídos, dormidos por allá, no aguantaron, yo les perdoné porque habían llegado de un viaje misionero, pero ese fuego de Dios y éramos solamente unos 800 más o menos ahí reunidos y ese fuego de Dios, esta presencia gloriosa hasta las 6. A las 6:30 yo devolví la palabra a la hermana, y la hermana dijo, ya? Ya.

Ojala, hermanos, Dios ponga en nosotros esta sed por la oración, ese deseo de orar. Yo sé que a veces venimos a la vigilia y quedamos mirando el reloj. No pare la obra.

Segundo consejo, no pare para atender a las diligencias de sus opositores. Si usted lo hace nunca alcanzará su meta. No los escuche. Escuche al Señor. Escuche las direcciones acertadas en su vida.

Número tres. Aún tus amigos pueden ser peligrosos para alcanzar el propósito que Dios tiene en tu vida, entonces mucho cuidado. Ay, venga, quiero ser tu amigo. Oye a Dios y pídele discernimiento al Señor.

Número 4. No te preocupes con lo que las personas están pensando de ti. A veces gastamos mucho tiempo preocupados en qué piensan de mí, ¿verdad? qué están diciendo de mí? Cuando nuestra preocupación primordial debería ser que Dios está pensando en nosotros. Si tu agradas a tu Dios, si tu andas con Dios…

Hoy por la mañana yo hice una oración al Señor, sabe esa oración que usted hace y sabe que se está metiendo en problemas? Ahora [inaudible] que usted lo hace y sabe que te estás metiendo en problemas. Yo dije, Señor, yo quiero andar contigo de tal manera que desagrade a todos. Me metí en problemas. Pero yo oré, ya oré. Y sé que Dios me va a promover, proporcionar oportunidades de agradarlo, de serle fiel solamente a él, aunque otras personas no estén a gusto. No te preocupes.

Quinto consejo. Cuidado con el pecado en tu vida porque pecado puede ser algo costumbrero. Nos acostumbramos muchas veces con el pecado y hay pecados, yo me doy cuenta, que hay pecados que no son más sentidos como pecado, ya son tan acostumbrados que no sentimos más como pecado. O sea, lo que Pablo dice que la mente se cauteriza, ya no hay más la sensibilidad, la consciencia ya no más prende la luz roja que nos dice cuidado. Hay algo que está malo.

Nehemías 4, versículo 22: “También dije entonces al pueblo: cada uno con su criado permanezca dentro de Jerusalén, y de noche sirvan de centinela y de día en la obra.”

Nehemías dice que estaban los centinelas, por qué? Con qué momento podrían llegar el enemigo e infiltrarse en el medio del pueblo y destruir la propuesta, destruir los objetivos, la meta.

Leemos en Primera de Pedro, capítulo 5, versículo 8, la palabra diciendo, “Sed sobrios y velad por que vuestro adversario, el diablo, como león rugiente anda alrededor buscando a quién devorar.”

Déjeme decirles, el diablo quiere devorarnos. Por eso que la Biblia dice, velad, cuidado. No solamente con los pecados costumbreros, pero con pecados que muchas veces no son confesados. Oh, oh. Pecados ocultos. Pecados que solo nosotros, entre comillas, sabemos. Pero déjeme darle una noticia, Dios todo lo sabe. Otra noticia, Dios todo lo ve. Todo. No hay nada, nada, nada que Dios no vea. Él todo lo ve. Cuidado con los que miran la internet.

Sexto consejo: crea que los Sanbalat y los Tobías de esta vida estarán persiguiendo a un hombre o una mujer según el corazón de Dios. Y a veces pasa eso en las iglesias, estamos corriendo unos contra los otros, estamos mirando más a la situación del otro, a veces pasa en las iglesias, no aquí, en esta iglesia no pasa eso. Gracias a Dios. Yo no sé en la suya, pero aquí no. aquí no pasa eso.

Tengo un amigo que dice, mientras el mundo muere en las tinieblas, la iglesia pelea en la luz. Peleamos unos contra los otros. Miramos más lo que uno está haciendo de equivocado, ¿verdad? La vida ajena, ah, escuchaste a fulano, ah, quiero decirle algo para que ore. Mentira. Chismes. Abajo los chismosos en el nombre de Jesús.

A Dios no le gustan los chismes. Dios es un Dios de verdad. a Dios no le gusta que uno se levante contra el otro. Dios es un Dios que exalta al caído, que levanta al abatido, permita que Dios use tu vida como una vida de bendición para otros. Sea esta bendición, sea esa luz.

Y el último consejo, vive una vida pura y consagre su vida al Señor. Nehemías capítulo 4, versículo 23. Nehemías dice,

“Y ni yo ni mis hermanos, ni mis jóvenes, ni la gente de la guardia que me seguía, nos quitamos nuestro vestido; cada uno se desnudaba solamente para bañarse.”

Porque estaba siempre presente, atento a la santidad divina. Esté atento en su vida a la pureza y a la consagración delante del Señor. Hoy mismo Dios nos da la oportunidad para que viva esa santidad. Mañana en tu trabajo, en la universidad, en la escuela, el Señor te promoverá o te concederá la oportunidad para que vivas esta santidad, para que procures la paz.

Tenemos que santificarnos y bañarnos en la palabra de Dios, limpiarnos todos los días e ir al Señor y pedir perdón todos los días por nuestra vida.

Primera de Juan, capítulo 1, versículo 8 dice;

“Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros. – Versículo 9 – Si confesamos nuestros pecados, Dios, es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y purificarnos de toda maldad. – Versículo 10 – Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso y su palabra no está en nosotros.”

Capítulo 2, versículo 1, “Hijitos míos, estas cosas que les escribo para que no pequéis. Y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo, el Justo.”

No te parece increíble que una carta fue escrita para que no pequemos? Estas cosas os escribo para que no pequéis. Pero si alguno hubiera pecado, abogado tenemos para con el Padre, Jesucristo, el Justo.

Aleluya! Él es tu abogado hoy. él es tu Padre hoy. Hay pecado? Sí, hay pecado. Pero tenemos abogado, tenemos un Dios que te perdona, que te levanta y un Dios que está interesado en tu alma más que tus amigos, más que tus familiares, más que todas las personas que tu conoces en la faz de la tierra. Dios está interesado en tu vida y en tu alma.

Quizás hay una persona que hoy, 2, 3 ó más, que reconocen que ha pecado contra el Señor, reconoce que nunca tuvo un encuentro verdadero con Jesucristo, nunca tuvo un encuentro de salvación a través de Jesucristo. Y hoy tu dices, yo entero ese mensaje, yo deseo ese encuentro verdadero con Jesús hoy.

Hay alguna persona aquí que dice, soy yo, quiero entregar mi vida a Jesús. A dónde estás ahora? En tu lugar ahí, levanta tu mano para que yo te identifique si tu quieres entregar tu vida al Señor. Decir, sí, pastor, yo quiero, reconozco que soy un pecador, una pecadora, como todos somos pero sé que Dios es poderoso y está más interesado en mi vida que cualquier persona en la faz de la tierra y quiere sanarme, restaurarme y quiere hacerme alcanzar las metas de mi vida y nadie, nadie te podrá parar.