Lo sobrenatural y la comunidad

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Vamos a la Palabra del Señor en Isaías Capítulo 58. Y usted se preguntará, ‘Bueno, ¿por qué la Iglesia León de Judá dedica tanto tiempo, tanto esfuerzo y tanto dinero al trabajo social, comunitario? Y yo quiero simplemente establecer unas bases bíblicas y teológicas para el trabajo comunitario o social que nosotros hacemos.

Porque para muchos cristianos, muchas veces el trabajo social se ve como algo totalmente secundario y quizás hasta innecesario. Quizás en la comunidad hispana no ha habido a veces tanto esa tradición del involucramiento de la iglesia en la ciudad. Y nosotros queremos que nuestra Congregación se sienta que entiende por qué estamos haciendo lo que estamos haciendo al nivel comunitario.

Porque sería contraproducente si los líderes de la iglesia están en un lugar y la Congregación está en otro lugar bíblicamente hablando. Por eso queremos estar en la misma página bíblica y teológicamente. Así entonces, vamos al Capítulo 58 de Isaías. Dice aquí: “Clama a voz en cuello. No te detengas, alza tu voz como trompeta y anuncia a mi pueblo su rebelión y a la casa de Jacob su pegado. Que me buscan cada día y quieren saber mis caminos como gente que hubiese hecho justicia y que no hubiese dejado la ley de su Dios. Me piden justos juicios y quieren acercarse a Dios”.

Y vamos aquí en el Versículo 3 donde Dios comienza a unir lo que nosotros llamamos comúnmente espiritual con lo social, comunitario. Dios comienza a unir lo que es la piedad espiritual con la parte social ética. Aquí dice: “Ustedes preguntan por qué ayunamos y no hiciste caso, humillamos nuestras almas y no te diste por entendido. He aquí que en el día de vuestro ayuno buscáis vuestro propio gusto y oprimís a todos vuestros trabajadores”.

Usted ve aquí, la idea es ‘Sí, ustedes ayunan algo espiritual pero por otra parte su comportamiento en términos de justicia no está de acuerdo con esa espiritualidad’. Esa es la parte ética de la vida cristiana. Entonces en el Versículo 4 dice: “He aquí que para contiendas y debates ayunáis y para herir con el puño inicuamente. No ayunéis como hoy para que vuestra voz sea oída en lo alto”. Ven ustedes aquí algo tan profundamente espiritual como es el ayuno, Dios lo está uniendo al comportamiento social, las relaciones humanas.

No es suficiente venir a la iglesia. No es suficiente hablar en lenguas o adorar al Señor entusiastamente. No es suficiente ayunar, no es suficiente diezmar, no es suficiente –ni siquiera- dar mucho tiempo y esfuerzo a la iglesia en diferentes actividades. Para ser completa y significativa esa actividad espiritual, esa actividad eclesiástica tiene que estar complementada con una vida, un comportamiento que refleje la calidad espiritual que estamos declarando.

Las declaraciones espirituales tienen que estar completadas con acciones éticas. Entonces Dios pregunta retóricamente en el Versículo 5 “¿Es tal el ayuno que yo escogí que de día aflige el hombre su alma, que incline su cabeza como junco y haga cama de silicio y de ceniza? ¿Llamareis esto ayuno y día agradable a Jehová?

En otras palabras, ¿es suficiente simplemente limitarnos al aspecto meramente espiritual? O ¿hay algo más que es lo que Dios verdaderamente considera agradable a Él? Entonces mire como el Señor aclara una parte que nosotros tendemos a ignorar pero que es muy importante para Él en términos de la acción de la iglesia sobre la Tierra. Miren el versículo 6.

Dice: “¿No es más bien el ayuno que yo escogí desatar las ligaduras de impiedad, soltar las garras de opresión y dejar ir libres a los quebrantados y que rompáis todo yugo?” “¿No es que partas tu pan con el hambriento y a los pobres errantes albergues en casa? ¿Qué cuando veas al desnudo lo cubras y no te escondas de tu hermano?”. Y dice el versículo 8, y esta es la consecuencia de ese tipo de comportamiento abarcador y completo.

Dice: “Entonces nacerá tu luz como el alba y tu salvación se dejará ver pronto e irá tu justicia delante de ti y la gloria de Jehová será tu retaguarda”. Y no voy a leer el resto de los versículos, aunque son muy hermosos en sí, pero si usted lee verá que las bendiciones que vienen como consecuencia de esa vida consistente y balanceada son muy, muy grandes. Lo que Dios nos está prometiendo como culminación de su Palabra es que si nos preocupamos por las necesidades mayores de la comunidad, si nosotros nos preocupamos por la parte espiritual, sobrenatural, pero también la complementamos con la parte ética, social.

Si nos preocupamos por la espiritualidad pero también por la misericordia y el amor; si nos preocupamos por lo sobrenatural; si nos preocupamos por la gloria de Dios pero también nos preocupamos por la comunidad, de sus necesidades básicas entonces veremos la gloria de Dios manifestada. Dele una gloria al Señor. Amén.

Y ese es el balance al cual nos llama la palabra de Dios. ¿Saben? Uno podría leer este pasaje y pensar que Dios está diciendo: ‘No me importa la parte espiritual, a mí no me importa que ayunen o que busquen mi rostro en oración’. Pero no es cierto. Esto es lo que se llama una falsa dicotomía. Al Señor le importa el ayuno y le importan las cosas espirituales. Pero lo que Él dice es ‘No se concentren solamente en eso, si no además de eso piensen en la otra parte, también y unan las dos partes en una forma totalmente integrada’.

Esa ha sido la tragedia de la iglesia a través de los siglos, que no hemos sabido como mantener ese balance en nuestra vida eclesiástica. Históricamente las iglesias y los grupos cristianos se han ido o a un extremo o al otro extremo. Hoy en día hay tantas iglesias que todo es espiritual, espiritual, sobrenatural. Se habla de guerra espiritual y de ayuno y de alabanza. Se habla de santidad y de la segunda venida de Jesucristo pero nada de preocuparnos de las necesidades de nuestros jóvenes, de mejorar la calidad de los matrimonios en la comunidad, de mejorar las condiciones económicas, financieras de nuestro pueblo, de ser una voz moral y ética por la justicia y la equidad en el mundo.

Y para ser una voz que mantenga a los gobiernos, nuestros gobiernos conscientes de que estamos mirando su comportamiento. Porque la iglesia es la voz moral de la sociedad. Sin la voz de la iglesia no hay verdadera moralidad en el sentido estricto de la palabra. Si la iglesia no aboga por las necesidades de los que no tienen voz, de los que no tienen poder, de los que no tienen acceso a los recursos de la sociedad, entonces los pobres y los necesitados están siempre en desventaja.

Están tratando de salir de la inercia pero no tienen los recursos para salir y por eso se requiere la mano generosa de la iglesia. Por eso la iglesia tiene que invertir sus recursos y tomar ese amor teológico, bíblico y manifestarlo a través de obras de generosidad y de justicia social. Y tradicionalmente ha habido otro sector de la iglesia que desgraciadamente se ha enamorado tanto del amor social y de justicia social que se ha olvidado que como dice el Apóstol Pablo “Nuestra lucha no es contra sangre y carne sino contra principados y potestades”. Amén

Y que por más esfuerzos sociales que hagamos, si no tenemos el poder del Espíritu Santo de nada van a valer nuestras buenas intenciones de justicia. Y que si nos olvidamos de la moralidad y la santidad a la cual nos llama la Palabra de Dios y de la parte espiritual del Evangelio entonces nuestros esfuerzos están destinados al fracaso. Lo que tendremos es simplemente acción social como la acción que emprenden los que no conocen a Dios con una capa muy fina de espiritualidad y religión encima para, como dijéremos nosotros, como un desodorante espiritual. Eso es todo.

Se necesita una visión balanceada. Ambas cosas, una con la otra. Den un aplauso al Señor. Amén. Y yo creo que esa es la tensión a la cual la palabra nos está llamando a través de ese texto. ¿Saben? Es bueno que este texto esté en el Antiguo Testamento porque mucha gente piensa que fue como que cuando vino Jesucristo, Dios se acordó que había que hacer justicia social y ser generoso con los demás. Otra falsa dicotomía es esta idea de que el Antiguo Testamento es como balanceado y completado por el Nuevo Testamento.

En realidad el amor de Dios en todas sus dimensiones está manifestado desde el principio mismo de la creación. A Dios siempre le ha preocupado que nosotros cuidemos y tratemos responsablemente la creación que Él ha puesto en nuestras manos y eso incluye el medio ambiente. Eso no es solamente para los liberales, de paso. Tenemos que cuidar de la creación. Y sobre todo tenemos que cuidar de la máxima manifestación de la creación de Dios que son los seres humanos.

A veces pensamos en el Libro de Deuteronomio como un libro solamente de leyes estériles acerca de comidas y bebidas y cosas por el estilo. Pero si miramos cuidadosamente vemos que Dios en Deuteronomio está también muy preocupado. No solamente de los aspectos rituales sino también de los aspectos éticos.

Mire, por ejemplo, en el capítulo 10 de Deuteronomio versículo 17 dice: “Porque Jehová, nuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores. Dios grande, poderoso y temible”. Usted ve, esa es la parte espiritual. No podemos quitar nuestros ojos de ese Dios todopoderoso que necesitamos. No podemos descuidar la adoración, la alabanza y la búsqueda del poder de ese Dios. Pero tampoco podemos descuidar el carácter justo y compasivo del Dios que alabamos.

Dice “Dios grande, poderoso y temible que no hace acepción de personas”. Tenemos allí, para Dios el pobre y el rico son lo mismo delante de sus ojos. La persona altamente educada y la persona analfabeta, para Dios son dos espíritus que Él ama de la misma manera y los valora de la misma manera. Entonces dice: “Ni tampoco toma cohecho”.

En otras palabras ahí está el llamado que tenemos que hacer a los gobiernos y a las instituciones de que tampoco se corrompan ni hagan distinción entre un grupo y otro. Sino que mantengan una mirada ecuánime y justa. ¿Sabe que la iglesia tiene en ocasiones que alzar la voz, su voz profética y denunciar la injusticia de los gobiernos? Hermanos, inclusive, y ¿saben qué? La injusticia se manifiesta en muchas maneras.

No puedo reprimir que nosotros mismos en estos días y doy gracias a Dios antes de continuar, porque el Señor ha sido poderoso con nosotros y creo que estamos avanzando. Hemos hecho un gran avance esta semana. Pero la verdad es que muchas veces aún la iglesia puede ser objeto de injusticia en una sociedad que cada día se va más y más hacia el humanismo y el secularismo y que descuida las cosas espirituales y entonces los gobiernos reflejan ese secularismo y ese humanismo.

Entonces también hay injusticia hacia las cosas espirituales e instituciones espirituales y estamos en unos tiempos que van en esa dirección, yo me temo. Y por eso la iglesia tendrá también que levantar su voz y decir ‘Por aquí ustedes no pasan’. En el nombre del Señor. Es decir, tiene que haber un balance en ambas direcciones. Y de paso si la iglesia no se involucra en las cosas sociales, políticas y económicas entonces lo que va a pasar es que nos van a pintar en una esquina y de allí no podremos salir.

Si la iglesia no deja sentir su presencia proactivamente y si la iglesia no afirma sus valores morales y espirituales además de su amor por el pobre y el débil y el que no tiene voz, entonces la culpa de que la iglesia pierda sus derechos es nuestra y no de nadie más. Y por eso tiene que haber un balance y por eso nosotros participamos en todas estas cosas sociales.

Por eso, por ejemplo, el ministerio Alfa estaba en Washington abogando por los derechos de los inmigrantes y por una reforma inmigratoria justa y compasiva.

Y por eso ‘Vale esperar’, está tratando de contrarrestar la influencia de una sociedad extremadamente sexualizada que les arranca a nuestros jóvenes su inocencia a través de los medios de comunicación y un consumerismo desenfrenado. Victimiza a nuestros jóvenes muchas veces en nombre de cierto tipo de libertad y pluralidad. Y entonces la iglesia tiene también que contrarrestar esa influencia destructiva con su acción moral, ética, social.

Por eso también el Centro de Recursos Académicos hace todo lo que puede en todas las diferentes dimensiones de su acción académica porque tenemos una juventud hispana, afro-americana que no está funcionando adecuadamente al nivel educativo. No está recibiendo los estímulos y los nutrientes que necesita un joven para entusiasmarse con el el conocimiento y el estudio. Porque esta es una sociedad confundida y metida en una contradicción de la cual ella no sabe como salir.

Los gobiernos de nuestra sociedad han perdido la capacidad para ayudar a nuestros jóvenes a salir del atolladero en que se encuentran. Y de nuevo se necesita el entendimiento iluminado de la iglesia de Jesucristo que vaya más allá de las cuatro paredes de la iglesia. Y que se involucre en ayudar a nuestros jóvenes a salir adelante y ser gente productiva y que se pueda hacer culta y tener una vida balanceada y de bendición para ellos.

Entonces, de nuevo, terminar con este pasaje dice aquí “El Dios que hace justicia, en versículo 18, que hace justicia al huérfano y a la viuda que ama también al extranjero”. Digan todos “extranjero”. Nosotros somos extranjeros y se supone que se refleje el amor de Dios al extranjero, sobre todo si esos extranjeros están siendo de tanta bendición como estamos siendo nosotros. And by the way these aliens are being a great blessing to this nation if I may say so myself.

Okay. “Le están dándole pan y vestido”. El Versículo dice “Amareis pues al extranjero pues extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto”. Entonces dice el versículo 20 “A Jehová tu Dios temerás. A Él solo servirás, a Él seguirás y por su nombre jurarás”. ¿Ven de nuevo ese balance entre acción social, misericordia y compasión? Y una conciencia de el Dios que es el fundamento de todo lo que hacemos y la necesidad de mantenerse pegados a la fuente de poder y el objeto de la adoración que es ese Dios todopoderoso.

No es una cosa o la otra sino una cosa Y la otra. Así que amor al extranjero, amor al huérfano y a la viuda. Pero dice también “A Jehová tu Dios temerás, a Él solo servirás, a Él seguirás, y por su nombre jurarás”. Y el versículo 21 dice “Él es el objeto de tu alabanza y Él es tu Dios que ha hecho contigo estas cosas grandes y terribles que tus ojos han visto”.

No voy a insistir más y lo voy a dejar aquí. Digan ‘Gloria a Dios’, todos. Hermanos, hay muchos textos en la Escritura que podríamos usar para enfatizar la preocupación tan grande que Dios tiene por un ministerio balanceado. Mientras más pasa el tiempo, mientras más la sociedad pierde su sentido de dirección, mientras más víctimas caen en resultado del alejamiento de Dios en este mundo confundido más se necesitará el involucramiento y la voz de la iglesia.

Para decirle a los refugiados de este mundo perdido: “Miren, es por ahí por donde tienen que seguir”. Y si los encontramos desnudos, los vamos a vestir. Si los encontramos sin casa vamos a tener que conseguirle o por lo menos decirles “Allí hay un lugar donde pueden vivir”. Si los encontramos ignorantes y deseosos de estudiar e iluminar sus mentes tenemos que ayudarlos y decirles “Mira te vamos a dar la mano para que puedas educarte y salir adelante”.

Si los encontramos adictados a una sustancia o a un estilo de vida destructivo nosotros le vamos a ayudar y vamos a ayudar a su restauración y a su liberación. Y si los encontramos, sobre todo, necesitados de una relación con Cristo Jesús les vamos a decir “Nosotros lo conocemos y te podemos decir donde Él está esperando”. Una vida balanceada, eso es lo que Dios espera de nosotros. Y por eso es que este centro de transformación social que tenemos. Y por eso todas las cosas que nosotros hacemos día a día en esta Congregación.

Porque queremos ser obedientes a esa visión balanceada da la cual Dios nos llama en su Palabra. Vamos a ponernos de pie y darle toda la Gloria y toda la Honra a ese Dios todopoderoso que tenemos. Amén, amén. Gloria al nombre del Señor. Damos gracias a Dios. Tome un momento y reflexione allí sobre lo que usted ha escuchado y pídale a Dios que le haga a usted un agente de justicia y de compasión y de amor aquí en la Tierra. Y que pueda usted expresar el amor y la compasión de Dios.

Padre, hemos escuchado tu llamado a ser una congregación que sea un agente de transformación en la ciudad. Y hoy de nuevo nos comprometemos a ser obedientes a ese llamado. Reconocemos que Tú eres la fuente de toda justicia y de todo amor. Reconocemos que Tu palabra es la que provee las normas que definen lo que es la justicia verdadera y lo que es el amor verdadero.

Y hoy nos consagramos a cualquier esfuerzo que emprendamos. Nos haremos a la luz de tus mandamientos y tus enseñanzas. No nos desviaremos ni a la izquierda ni a la derecha. Te estaremos mirando y escuchando a Ti Ayudanos a ser agentes de transformación. Envía más recursos a esta iglesia para que podamos darles más a los que necesitan más. Consagramos nuestra Congregación, las vidas que sirven en ellas, nuestras finanzas y nuestras energías para ser tus manos, tu voz y tus pies en esta cultura. Envía tu espíritu sobre nosotros otra vez en esta mañana. Sella esta visión balanceada en nuestros corazones y gracias por todo lo que hasta aquí nos has permitido hacer.

Te damos a ti toda la Gloria y toda la honra. En el nombre de Jesús. Amén y amén. Gloria al nombre del Señor. Un gran aplauso, Señor. Amén.