No nos cansemos de hacer lo que Dios pide de nosotros

TRANSCRIPT

Dios es tan bello y es tan hermoso, tan misterioso, tan complicado que hay veces que uno no tiene palabras ni cómo expresarlo. Hay veces que uno no tiene ni formas de poder comprender todo lo que Dios puede hacer en medio de nuestras vidas cuando nosotros decidimos verdaderamente confiar en Él, cuando decidimos rendirnos a sus planes, a sus propósitos para con nosotros. Que hay veces que a nivel humano uno dice como que wow, ¿de dónde va a venir esto, o qué va a suceder con aquéllo, o qué va a pasar con esto que me dijeron, con esta noticia que recibí?.

Pero miren hermanos, Dios está por encima de todas esas cosas. Dios está por encima de todo eso. Y yo les digo, yo comparto esto con ustedes los hermanos que nos ven por el internet, yo no sé cómo Dios va a seguir obrando, interviniendo en medio de nuestras vidas pero yo sí me atrevo y me atrevo a pensar que lo que Dios tiene va a ser algo grande y hermoso. Que aún a través de las circunstancias de la vida que nosotros podamos estar cruzando, por más difíciles, por más confusas que puedan ser, Dios de alguna manera u otra va a hacer su camino, su camino y el camino que usted también necesita, hay algo que Dios va a hacer.

Yo creo que de parte de nosotros lo que queda mis hermanos es que no perdamos nuestro enfoque, no perdamos nuestro norte que se encuentra en Él. Es muy fácil para nosotros enfocarnos en la circunstancia, pero hay algo que yo he comprobado y lo sigo comprobando, que cuando nosotros quitamos nuestros ojos de las circunstancias y fijamos nuestros ojos en Él, las cosas cogen un rumbo totalmente distinto.

Personas que antes no tolerabas de repente empiezas a sentir una gracia amor especial por él o por ella, o por ellos. De repente una situación que te tenía totalmente confundido, confundida y que tú no sabías cómo ibas a proceder, de repente tu mente se abre y tú dices como que wow, esto definitivamente ya vino de Dios. Un negocio en el cual estás involucrado que parecía algo complicado, que parecía que no iba a tener una salida, de repente Dios se encarga de poner todas las cosas en su lugar y todo corre.

La pérdida de un ser querido que es algo que has estado cargando durante mucho tiempo y que te duele, y sientes ese vacío todavía. Y cuando nosotros sacamos nuestros ojos de esa situación y los ponemos en el Señor, de una manera misteriosa que yo no sé explicar Dios se encarga de llenar ese espacio. Porque estamos encontrando nuestra fuerza en Él y no en las circunstancias. Escucha bien, las circunstancias te roban la fuerza, te roban la energía. Pero cuando nosotros ponemos nuestra mirada en Dios y nos miramos como Él nos mira a nosotros, como sus hijos, como sus hijas, Él entonces nos da fuerza para poder echarle mano a lo que tengamos adelante.

Así que yo les animo mis hermanos, no se rindan, no se cansen, yo me estoy diciendo a mí también, le estoy predicando al predicador. No nos rindamos, no nos cansemos, como dice la Escritura, no nos cansemos pues de hacer el bien. No nos cansemos de hacer aquéllas cosas que Dios pide de nosotros. Aún las cosas más sencillas mis hermanos, aunque sea cinco minutos por la mañana, si estamos así en el ajoro del día aunque sea cinco minutos que podamos centrarnos, enfocar nuestra mente en el Señor y decir: Señor, te entrego mi día, te entrego mis planes, ayúdame a verte a Ti Señor en medio de esta situación.

Mire en momentos como esos pueden hacer la diferencia. Aún cuando usted se acueste a dormir, acuéstese como bien dice el Salmo: "En paz me acostaré y así mismo dormiré porque Tú Señor me haces vivir confiado." No te acuestes pensando de dónde va a salir el dinero. No te acuestes pensando en cuándo tu hijo va a hacer las cosas que tú estás pidiendo que haga. No te acuestes pensando en cuándo tu esposo, tu esposa va a entender los secretos de tu corazón porque tal vez no los va a entender, pero acuéstate pensando en que Dios está contigo, y que en Él puedes estar confiado, que en Él puedes estar confiada.

Toda oportunidad mis hermanos, toda oportunidad que tengamos de conectarnos con Él de alguna manera u otra, no miremos con bajeza esos momentitos tan sencillos. Si de repente un hermano, una hermana te llama, solamente por saber cómo estás, ve a Dios en esa llamada, no es tan solamente fulano o fulana que te llamó, ve a Dios ahí en esa llamada. Una canción que de repente salió en la radio y esa canción como que te dió algo, ve a Dios ahí. Momentos como estos mis hermanos.

Miren, lo hago sí porque estoy promoviendo los servicios de los miércoles, soy honesto. Estos momentos mis hermanos marcan la diferencia. Cada momento que tengamos la oportunidad de reunirnos como cuerpo, mire aprovechemos esas oportunidades. Los lunes cuando se reúne el Ministerio de intercesión, si usted tiene un don de intercesión mire, hierro con hierro se afila. Roce sus hombros, sus codos con otras personas que tienen el don de intercesión también para que esos dones en usted sigan corriendo.

Si usted necesita renovar su copa los miércoles por la noche, mire, aproveche, aquí estamos, aquí estamos. Corra la voz si usted conoce otra persona que está ahí deshuañangado de vez en cuando, dile oye ven conmigo un miércoles por la noche. Y mire, no desperdicie momentos como estos. Sea que te pongan la mano encima o no, el mero hecho de que tú vienes aquí y te acercas al Señor, recuerden que cuando hacemos eso lo estamos como una declaración de fé, como una declaración de entrega.

Míralo de esta manera. La silla es tu condición, tu naturaleza, tu realidad, lo cotidiano. Cuando tú te sales de tu silla y pasas al frente, mira eso como un paso de fé donde tú te estás moviendo. Mira Señor, me estoy moviendo en Tu dimensión, quiero entregar estas cosas en Tus manos. Oren por mí, no oren por mí, me de un rayo, no me de un rayo, me pongan aceite, no me pongan aceite, Señor yo estoy poniendo mi confianza en Ti.

Miren, no menospreciemos eso mis hermanos, Dios se mueve en cualquier manera. Dios quiere que tu copa, mi copa reboce. Dios no quiere personas con lámparas medio llenas o medio vacías, Dios quiere personas, Dios quiere hijos, Dios quiere hijas, con lámparas llenas, rebozando. Porque Él sabe muy bien tu condición, Él sabe muy bien lo que tu vives día tras día, Él sabe muy bien aquéllas cosas que te quieren robar la energía, y porque Él sabe bien esas cosas Él sabe cómo hacer tu copa rebozar.

Cada oportunidad que tengas de conectarte con Él aprovéchala. Sácale, sácale el jugo a Dios. Dios tiene jugo para darte, sácale el jugo a Él, Él quiere que tú lo hagas.

Ajá, ¿tú quieres compartir algo?. Ajá, ese jugo le cayó mucho hoy aquí definitivamente.

Mujer: Buenas noches, esta tarde me he pasado un día en el mering, en mi local 615 donde estabamos haciendo la renovación del contrato, y tenía un dolor en la espalda, me sentía un dolor tan fuerte, tan fuerte, y así me fuí a la tienda con mi dolor fuerte y llegué aquí y dije, bueno esto es del Señor. Cuando estábamos ahora ahí agarrados de manos, sentí que la bendición del Señor llegó a mí y el Señor me dice: tengo que mirar hacia arriba y así me llevó, me mantuvo así para atrás, y todo eso fue en el nombre de Jesús.

Pastor: Amén, amén amén, gracias Señor. Gracias Jesús, gracias Dios, gracias Señor por esas cosas que Tú haces en nuestras vidas mi Dios. Padre esta noche ha sido una noche única mi Dios, Tú lo haces único, Tú lo haces diferente. Y Padre, nos vamos de aquí hoy en esta noche con Tu bendición, nos vamos con Tu cobertura, nos vamos fortalecidos, renovados, repletos en Ti Señor. Padre que esta bendición no se escurra de nosotros rápido Señor si no que dure, que perdure Jesús, que permanezca ahí bien profundo en nuestro ser, en nuestro corazón y siga dándonos energías para nosotros poder sacarle el máximo a la vida Señor, para Tu Gloria y Tu honra Señor.

Porque sabemos que cuando lo hacemos así para Ti Dios, Tú te encargas de traer Tus bendiciones a nuestra vida Señor. Así que Padre, no estamos solamente aquí por los beneficios de estar en contacto contigo Señor, estamos aquí porque te anhelamos a Ti, te deseamos a Ti Señor, tenemos hambre y sed de Ti Jesús. Y Tú eres nuestro todo, Tú eres nuestro centro, Tú eres nuestra razón de ser.

Así que Padre, estamos confiados en Ti. Y una vez más te damos las gracias. Gracias otra vez por todo lo que has hecho y todo lo que harás. Bendice a cada uno de mis hermanos y hermanas Jesús, guíalos con bien hacia sus hogares Señor y que Tú les concedas un descanso profundo, reparador en esta noche, y que en el día de mañana si así Tú lo permites Jesús podamos enfrentar todo lo que el día traiga Señor y ver Tu mano obrando en una manera poderosa. Gracias te damos Señor y en Tu nombre oramos y cerramos este tiempo, amén Señor Jesús, gracias Dios, gracias Señor.