Mi concepción personal de Jesús - el León de Judá

TRANSCRIPT

Es un placer estar con ustedes esta noche, y también de concluir esta serie de meditaciones sobre la persona de Jesús, y donde cada uno de los pastores, pastoras de la Iglesia, tienen la oportunidad de expresar su propia versión, su propio sentimiento de Jesús. Yo creo que muchas veces cuando nosotros expresamos lo que Jesús quiere decir para nosotros específicamente ya como que estamos revelando mucho sobre nuestra psiquis y nuestra personalidad, porque según lo que uno ve en Jesús uno expresa ciertos aspectos de su personalidad y de su forma de ver la vida y ver cosas espirituales, así que yo creo que voy a revelar ciertos aspectos de mi personalidad al compartir con ustedes el Jesús que yo sirvo, en mi concepción de Jesucristo.

Cuando yo miro a Jesús no veo necesariamente al Jesús tierno y accesible que algunos han presentado durante estas semanas, aunque evidentemente esa parte de Jesús existe, es real, muy importante, y tenemos que siempre tenerla en mente, absolutamente, Jesús es ese ser tierno, cordial, amable, compasivo, que ve el tesoro escondido en las personas y que aprecia, persona que nadie apreciaría, que las redime y las levanta, les dá su dignidad que han perdido, yo creo que ese Jesús muchas veces hay que hablar de la gracia, la misericordia, el amor, la compasión, la tolerancia, la paciencia, como parte esencial de nuestra ética como Iglesia, como congregación, y es muy importante que no olvidemos eso, tenemos que presentarle al mundo un Cristo real, por eso Cristo encarnó, se hizo hombre, para entrar en nuestra dimensión, sentir lo que nosotros sentimos, identificarse con nosotros y poder hablar a una dimensión de nuestro ser, podemos identificarnos con ese Jesús humano, y conoce como dice la Biblia, nuestras tentaciones, nuestras enfermedades, nuestras luchas, como Él conoce eso dice la Biblia que entonces puede ser un sacerdote que le presente a Dios.

Así que nada de lo que yo quiero decir esta noche por favor se interprete como una negación de ese Jesús. Ahora, habiendo dicho eso y habiéndome curado en salud, quiero hablarles acerca de mi concepción de Cristo, y yo creo que esto también puede ser inclusive normativo para nuestra congregación, y muchos de ustedes me han escuchado a través de los años compartir en momentos apropiados el sueño que yo tuve hace unos 20 años más o menos, con el León de Judá. El León de Judá no era para mí una imagen muy importante cuando yo tuve ese sueño, conocí a la imagen porque la había leído en la Biblia, en las Escrituras, pero no era algo que predominaba en mi mente, no era algo que yo le daba mucha atención. Cuando yo tuve ese sueño donde yo ví, lo voy a repetir así para todos los que son nuevos en la Iglesia, no me escucharon quizás, en ese sueño yo ví los rascacielos de la ciudad de Boston, como si lo vieras en una pantalla como esa, esas fotos que se presentan en la ciudad con sus skylines, los rascacielos, los edificios grandes, el río, yo ví algo parecido, y recuerdo bien claro que la parte era específicamente la área financiera, el vecindario financiero donde están los grandes bancos, muchas de las instituciones financieras de la ciudad de Boston, y yo ví esa serie de edificios y encima de los edificios comenzaron a surgir de la parte derecha de la pantalla y a deslizarse calladamente y lentamente como si fueran aviones inmensos, una manada o un enjambre de arañas venenosas, en nuestro país se dice cacatas, eran tarántulas, no sé que otro nombre, negras peludas, grandes, inmensas, y se deslizaron por encima de los edificios y se establecieron como una nube oscura, sobre todos los edificios, con una altura quizá de en ese caso sería como, no sé, mil pies de altura por encima de los edificios más altos.

Y al hacer esto estaban como ejerciendo influencia sobre la ciudad. Yo pude ver estos animales, estos seres y entender que eran demonios, porque podía sentir la inteligencia que había en ellos. No recuerdo si tenían ojos pero recuerdo que eran seres inteligentes, y una cosa que me impresionó es que estaban llenos de veneno, ponzoña, eran ponzoñosos, llenos completamente de veneno, hasta el punto de que su piel estaba como tesa, brillosa, de la cantidad de veneno que tenía dentro, y se posaron así por encima de la ciudad, y yo entendí en el sueño que eran seres demoníacos que ejercían influencia, controlaban lo que sucedía en la ciudad de Boston.

Ahora de momento encima de ellos, a una altura mucho mayor, en el lado izquierdo de la pantalla, arriba bien arriba, de momento apareció el rostro de un León, y era como plato plano, y miraba sobre esta escena de las arañas y debajo la ciudad, y yo estaba como a nivel del suelo mientras miraba todo eso a cierta distancia. Entonces esta cara era la cara de un león pero no era una cara animal, ¿qué es lo que digo?, yo trato de no representar a Jesús del león de Judá como un león, aunque es un león, de ese león lo que más me impresionó fueron los ojos, eran ojos poderosos, ojos firmes, ojos muy humanos, ojos de autoridad que resaltaban de la cara, y que al mirar sobre esa escena yo entendía, y fué como que me dieron un close up de ese rostro, yo entendía que ese león al mirar esa escena estaba ejerciendo una autoridad máxima, un control, una influencia total, los ojos del león no se inmutaban, no eran ojos de temor, de exaltación, de molestia, eran ojos que miraban simplemente serenamente, pero con suma autoridad sobre ese escenario.

Yo entendí también en el sueño que ese león era el León de Judá, y al ver esa escena desde yo estaba, yo levanté mi brazo derecho hacia donde estaba el León y dije tres veces Tú eres el Señor, y al declarar eso ahí terminó mi sueño. Cuando yo me desperté por la mañana sentí que esto no había sido un sueño común y corriente, y que Dios me había dado una visión por así decirlo de Jesús y de una realidad que existía en la ciudad de Boston, pero que yo creo que existe en todas las ciudades del mundo de todas partes del mundo, donde seres demoníacos que gobiernan todo lo que tiene que ver con el mal, el crimen, la violencia, desaforo sexual, rebeldía contra Dios, la opresión del hombre contra el hombre, de la explotación de los pobres, todas estas cosas están gobernadas por esos seres demoníacos, como dice el apóstol Pablo, nuestra lucha no es contra sangre ni carne si no contra principados y potestades, contra seres que están en los lugares celestiales y gobiernan las tinieblas.

Y eso es lo que es el origen de todas la maldad y de todo el sufrimiento, y el pecado y la negatividad en el mundo. Entonces yo entendí que Dios me estaba diciendo, esa es la ciudad de Boston gobernada por esos seres demoníacos, pero también después del sueño, yo entendí que el Señor nos estaba llamando como Iglesia, en ese tiempo estabamos en la ciudad de Cambridge, a venir a la ciudad de Boston cambiar de residencia, para hacer una presencia transformadora, y una presencia como de guerra y de lucha contra esa realidad que yo ví en el sueño. Y eso dió lugar y desató en mí esa inquietud que luego compartí con la Iglesia de transferirnos a la ciudad de Boston y de cambiar todo, dejar allá un lugar muy cómodo que teníamos, dejar una realidad decente y venir a esta ciudad que en ese tiempo era un desastre, lleno de crimen, lleno de violencia, calles destruídas, hoyos donde quiera, edificios derrumbados, y había un basurero, esa era esta área llena de drogadictos y todo tipo de maldad y de disfuncionalidad.

Es larga la historia, por eso estamos aquí, y Dios puso también en mi corazón el llamado de cambiar el nombre de nuestra Iglesia, llamarla Congregación León de Judá, y nuestro nombre original era Iglesia Bautista Central, un poquito más manso el nombre, Congregación León de Judá, esto es realmente por pura decoración, si alguien tiene un poquito de agua se lo agradecería infinitamente. De paso Raquel, gracias por hacer todas estas decoraciones, un aplauso para ella porque todas las semanas ha estado preparando estos sets y se ha graduado como decoradora interior (aplausos).

Hermanos, yo les quiero hablar precisamente acerca de esta mi imagen, mi entendimiento de Jesús como el León de Judá. Yo veo en mi psiquis, mi entendimiento espiritual, yo creo que la imagen que Dios me ha dado personalmente de Jesús, mi estilo pastoral, mi entendimiento del ministerio, lo que yo creo que Dios ha llamado a nuestra Iglesia a ser, lo que llama a la Iglesia de Jesucristo con I mayúscula tiene que ser en este tiempo está relacionado con esa imagen de Jesús como el león, el guerrero, de la selva, el león es feroz, el león es militante, el león no tolera cuestionamiento a su autoridad, el león no se atemoriza por nada, no huye de los cazadores, el león es fuerte, el león demanda reconocimiento de su autoridad y de su poder, el león cuando se enfoca en su presa no descansa hasta que la derriba y la devora. Ese es mi entendimiento de Jesús.

Fíjese que muchos dirían huy, que feo ese entendimiento de Jesús, los que les gusta ver ese Jesús tierno, manso, humilde, sencillo, el Jesusito rubio de ojos azules con un corderito en la mano, yo sé que se van a sentir ofendidos con este concepto de Jesús. Sin embargo en la cruz el Cristo resucitado, esa es la imagen que nos presenta. Fíjense por ejemplo no voy a leer los pasajes, pero cuando Juan en el libro de Apocalipsis ve a Jesús en el capítulo 1 lo ve con su pelo blanco dice, y su vestido brillaba, sus ojos refulgentes, era como de bronce bruñido, era un Jesús amenazante, dice que de su boca salía una espada, y Juan al ver esa imagen tan terrible de Jesús como pasó con Daniel cuando vió una imagen de Dios también, como pasó con Ezequiel cuando vió la imagen de Dios, como pasó con Pedro cuando vió a Jesús después de la pesca, experimentó el mismo terror, todos esos seres cuando vieron a Dios experimentaron el mismo terror que experimentó Juan cuando ve a ese Cristo terrible, poderoso, siniestro para usar esa palabra, y ese es el Jesús que a mí más me interesa.

De nuevo, el otro Jesús también es importante, pero que yo veo que esa visión de Jesucristo como el Señor, el guerrero, el ser real, noble, el Rey que demanda pleitesía, reverencia, hay que andar con Él con cuidado, alrededor de Él como se anda al lado de un Rey muy muy poderoso. Es interesante que yo les he dicho también la historia que cuando terminamos de negociar acerca de este edificio, que yo me paré un día acá afuera poco tiempo después de conocer este edificio que lo conocí de una manera poco confidencial, cuando yo me paré al frente, no sé cuántos lo han visto, en la puerta de enfrente que era la entrada original del edificio, esta entrada después se añadió más adelante, pero la entrada frontal era esa, que ahora casi no se usa, arriba cuando yo miré así la fachada descubrí un león en relieve que había sobrevivido el cambio de fachada, esa es la fachada original, ese león rugiente.

Imagínese, ¿qué hace un león pegado ahí de un edificio, cuantos leones ha visto usted así como ese en el mismo centro arriba de una entrada?. Uno ve muchas cosas sí pero un león, ya yo le había dicho a la Iglesia acerca del sueño, el sueño fué lo que nos trajo a Boston, cambiar el nombre de la Iglesia Congregación León de Judá, y de momento yo me paro aquí y veo este bendito león rugiendo, con sus fauces, es un león feroz que está rugiendo ahí afuera, y eso fué para mí la confirmación de que esto era de Dios. Y ahí está todavía ese león rugiendo todavía diciendo como que tengan cuidado. Y esa imagen de Dios a mí me persigue, yo creo que hay algo llamado de Dios para nosotros como Iglesia, mi vida, es algo personal, yo no espero que mucha gente necesariamente comparta esa imagen de Jesús, pero yo creo que Dios me ha llamado a proclamar en mi ministerio, y yo creo que en el futuro ese temperamente del león va a ser más y más real en nuestra Iglesia, lo está siendo ya, pero yo creo que es como un código genético que Dios ha implantado en nuestra Iglesia, de esa parte, el señorío de su poder, su majestad, su militancia, su carácter guerrero, su necesidad de adoración y sujeción y reverencia, y que se le reconozca su poder en todas las dimensiones porque Él no tolera un descuido de su gloria, y eso es lo que yo creo que nosotros hemos sido llamados a declarar como Iglesia, en un mundo donde el Señor está siendo descuidado, contradicho, resistido, irrespetado, se requiere un ministerio, gente llamados que exalten el nombre de Jesús, y que llamen a las naciones y a la Iglesia a reconocer el señorío, el poder, como diría yo, la severidad y la seriedad del Cristo que nosotros servimos.

Así que recuerde bien lo que estamos diciendo, si usted me pregunta ¿y cuál es su visión de Cristo?, yo diría que el León, el ser militante, poderoso, lleno de autoridad, que tiene que ser servido, al que hay que sujetarse, ante el cual hay que caminar con suma reverencia y temor y temblor, porque las otras cosas son buenas, son complementarias, pero ese Jesús yo creo que en nuestra cultura no sé cómo diría yo, informal, que enfatiza necesidades, enfatiza cuidado y ternura y atención, y sanar a la gente de sus debilidades y de sus problemas, ese Jesús severo, ese Jesús poderoso, real, majestuoso, muchas veces como que no pega mucho. Yo creo que ese descuido de esa dimensión de Jesús ha sido detrimental, ha sido dañino para la vida de la Iglesia y para nosotros también, tenemos que recuperar esa imagen de Jesús.

Otro pasaje que me ayuda a recordar eso, hay muchos pasajes que me ayudan, pero otro pasaje es Lucas capítulo 19, la parábola del Señor que ustedes recordarán esa imagen donde en esta parábola un señor llama a sus siervos, un hombre dice de buen nacimiento, un hombre noble, y los llama, los pone en línea y les dice yo voy en un viaje, y distribuyan una parte de dinero a cada uno, y les dice negociad entre tanto que yo regreso, y él se vá y se fué a un lugar lejano, pasa el tiempo, y una imagen clara de Jesús ascendiendo al cielo, dejando a su Iglesia una tarea de negociar y de moverse, y de hacer diferentes cosas, les dá dotaciones de poder, autoridad, dones, y entonces les dice en lo que yo estoy fuera ríndanme esos dones, pónganlos a trabajar.

Cuando él regresa dice que llamó a sus siervos y los llamó a cuentas, y les dijo ¿qué hicieron?. Cada uno de los siervos le entrega el talento que les dió multiplicado excepto uno, le dice señor, yo tenía miedo, tuve miedo porque sé que tú recoges donde no siembras, y que tú eres un hombre severo dice, y este hombre que es una figura de Jesús no lo contradice, y es más entonces le dice, y por eso tuve miedo, y cogí mi talento y lo envolví en un pañuelo y lo escondí, y él le dice ¡ajá!, siervo infiel, ¿por qué aunque sea no lo metiste al banco para que cogiera intereses?. Entonces quítenle el talento y dénselo al que tiene, los siervos como que temblorosos dicen ¿pero señor, cómo es eso, le vas a dar el talento lo poquito que el tiene al otro?, y el señor dice no porque lo poquito que uno tiene se le dará al que tiene y al que guarda le será quitado, y después manda a matar a todos aquéllos a los que se resistían a que él volviera, que él regresara, dice también, es un hombre severo, es un hombre terriblemente serio, ese Jesús a veces a nosotros no nos gusta hablar de Él, y sin embargo yo creo que ese Jesús tiene que ser rescatado por la Iglesia sin perder al otro Jesús, porque la cosa acerca de Jesús es que Jesús es Señor y es siervo, porque Él le dijo una vez a los discípulos ustedes me llaman Señor, está bien, que lo soy, pero entonces ese mismo Señor sirve a sus discípulos, les lava los pies con agua, y les seca los pies con una toalla.

Así que Jesús tiene esa doble vertiente de Señor y siervo, para los que lo aceptan, lo reciben, lo aman, Él es tierno, pero para los que lo resisten tengan cuidado porque Él es severo y terriblemente peligroso también, entonces yo creo que la Iglesia necesita rescatar esa imagen de Jesús como ese Rey también severo.

Entonces yo creo que tenemos una y otra vez ver eso, por ejemplo en Apocalipsis capítulo 5, búsquenlo allí, versículos 11 en adelante, dice hubo que una imagen del Señor Jesucristo siendo adorado por los 24 ancianos y los 4 seres vivientes y miré dice Juan y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono y de los seres vivientes y de los ancianos, y su número era de millones de millones que decían a gran voz "el cordero que fué inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza, y a todo lo creado que está sobre el cielo y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar y a todas las cosas que en ellos hay oí decir al que está sentado en el trono y al cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder por los siglos de los siglos". Wow esa es una imagen poderosa de Jesús.

Yo creo que de nuevo, ese Jesús digno de alabanza, adoración, poder, honra, gloria, que los mares, la tierra, las estrellas, los planetas, declaran y reconocen su señorío, ese Jesús yo creo que en este tiempo de la historia de la humanidad está esperando revelarse de nuevo y necesita ser rescatado y nosotros hemos sido llamados a ese tipo de ministerio. Esa es mi concepción de Jesús, yo lo veo así, las demás concepciones son ciertas y complementarias, pero la mía yo creo, esa es la que Dios me ha llamado a realizar. Al venir a Boston hemos venido para realizar los elementos de ese sueño original que yo tuve.

Creo que nosotros tenemos una epidemia de simpatía en los Estados Unidos. Todos los ministerios queremos ser simpáticos y agradables a la gente, tenemos miedo de ofender, nadie se atreve a señalar la verdad y decir las exigencias de Dios. Cómo eso que tú te sientes llenar necesidades, hoy en día todo el mundo evangélico norteamericano, hay mucho de esa idea de iglesias que quitan la cruz, quitan el nombre de la demoniación o cristiana, ponen nombres neutrales, Iglesia de Esperanza, Iglesia Restauración, Iglesia del Camino, porque no quieren sonar religiosos, porque tienen miedo de que la gente si escucha algo que no sea genérico y accesible no van a venir, y entonces también muchos pastores no les gusta ya, no queremos, nos han amordazado literalmente, y ya no podemos hablar de cosas que les ague la fiesta a la gente, o les dañe el almuerzo cuando vayan a su restaurante favorito, entonces en muchas iglesias todo es Dios te ama, Dios quiere sanarte, Dios tiene tus necesidades en mente, Dios es amoroso, tierno, misericordioso, es una Iglesia terapéutica la que tenemos hoy día, y yo creo en todo eso, yo creo que la Iglesia tiene que hablar de la familia, del matrimonio, todas estas cosas son necesarias, pero la otra dimensión también, la dimensión de la obediencia, de la santidad, del señorío de Cristo, el Dios terriblemente santo, el entrar a la iglesia casi con temor y temblor, el temor de quien es Dios, cuando lo vemos en su realidad es terrible, el que viene es un Cristo de poder, un caballo blanco, dice que su vestidura está cubierta de sangre por toda la guerra que Él desata contra sus enemigos, ese es un Cristo que muchas veces no hablamos acerca de Él, y tenemos que rescatar a ese Jesús, y en nuestras vidas tenemos que reflejar esa dimensión de Jesús, y esta Iglesia tiene que ir más y más en esa dirección de rescatar ese aspecto de Jesucristo en nuestras vidas tenemos que reflejar eso, ese es el Cristo que a mí me gustaría proclamar algún día, y yo sé que eso está en espera, para desatarse completamente, y eso va a ser un ministerio de confrontación, de guerra, de persecución, de denunciamiento de muchas cosas, eso está ahí esperando mis hermanos.

Si mi intuición es correcta, eso es algo embriónico que está en este ministerio esperando a desatarse, y no está muy lejos de desatarse completamente, porque es algo que Dios quiere hacer en este tiempo de la historia, y que se necesita ministerios que confronten dos cosas, que llamen a la Iglesia a tomar cuenta de ese Dios terriblemente santo y serio, y que tenemos que caminar muy cuidadosamente con Él y que requiere todo de nosotros para que esa Iglesia llena del poder y del don de Jesús tenga entonces los dones para poder rescatar el mundo y recuperar el mundo para Dios. Y un ministerio que confronte al mundo y que le anuncie que Jesucristo es el Señor, y que tienen que doblegarse ante Él y que tienen que obedecerlo, quiéranlo o no, porque Dios no comparte su gloria, ni permite que se le reduzca su gloria, y yo creo que Dios está llamando a la Iglesia a ese tipo de iglesia y yo creo que a otras congregaciones, a prepararse para emprender ese tipo de ministerio.

El Salmo 2, con esto ya voy terminando, hoy mirando esto yo me dí cuenta que es un Salmo para nuestro tiempo, es un Salmo mesiánico de hecho, y este Salmo, dice: "¿Por qué se amotinan las gentes y piensan cosas vanas?, se levantarán los reyes y príncipes contra Jehová y contra su ungido diciendo, rompamos sus ligaduras, y echemos de nosotros sus cuerdas". Está hablando de una humanidad, naciones, reyes, que se rebelan, dice, sabes que vamos a librarnos de esta tontería, ¿por qué tenemos que odebecer al cristianismo?, vamos a buscar nuestros propios métodos éticos y morales en nuestra vida, entonces rompamos su ligadura, dice, entonces se levantarán reyes y dirán rompamos su ligadura, y echemos de nosotros su cuerda, una humanidad de rebeldía, gobiernos, naciones de rebeldía, como está esta nación hoy en día, sus gobernante principal, una persona aparte de ser una persona decente con buenas intenciones pero para mí personalmente perdónenme, yo no veo nada de cristiano en su comportamiento, ni en sus prioridades, ni en su forma moral de dirigir esta nación, ni en nada, perdonen pero esa es la verdad, eso es lo que digo, muchas veces los pastores no nos atrevemos a decir la verdad, y muchos hermanos se molestan, too bad, lo siento mucho porque yo tengo el micrófono ahora mismo.

Perdónenme pero es la realidad. Yo creo que la Iglesia tiene que ser advertida y gente como nuestro amigo Obama, lo voy a mencionar, por qué no, un día van a tener que ser confrontados por apóstoles y profetas de Dios, y van a tener que ser llamados a cuenta por el León de la tribu de Judá.

Ahora miren lo que dice, "El que mora en los cielos se reirá, el Señor se reirá de ellos, luego les hablará en su furor y los turbará con su ira". Yo creo que estamos en unos tiempos donde Dios se está preparando para hacer eso precisamente, Él vá a, su molestia con estas naciones, estos gobernantes, que han adoptado principios seculares y humanistas, y han querido zafarse de el tutelaje del cristianismo muchas veces en parte porque la Iglesia ha fallado en su forma de vivir, pero dice que el Señor se vá a reir y a decir ¿quiénes son ustedes renacuajos para rechazar mi gloria y cuestionarme?. Y los turbará, yo creo que en este tiempo de la historia vamos a ver desastres, vamos a ver situaciones terribles en el mundo financiero, en la naturaleza, en el mundo cósmico, tragedias de guerras como vienen a los Estados Unidos por su rechazo al señorío de Cristo, de Jehová, y el Señor los vá a turbar más, los vá a confundir, y van a ver que no pueden resolver los problemas, y Dios los vá a llevar contra la espada y la pared prácticamente.

Y entonces dice el versículo 6: "Pero yo he puesto mi rey sobre Sión, mi santo monte". Este es un Salmo que fué escrito cientos y cientos de años antes que viniera Cristo, esto es un Salmo de David creo, y él está hablando proféticamente. Yo creo que cuando David escribió este Salmo no sabía mismo que estaba profetizando acerca de la venida del Hijo de Dios. Pero miren como dice: "Yo publicaré el decreto, Jehová me ha dicho mi Hijo eres Tú, yo te engendré hoy, pídeme y yo te daré como herencia las naciones y como posesión tuya los confines de la tierra, los quebrantarás como vara de hierro, como vasija de alfarero los desmenuzarás." Eso no me suena como un corderito manso y apacible, tierno, bonito. Este es un Jesús terrible, esas naciones no quiere aceptar su señorío, Él las vá a obligar con una vara de hierro.

Yo creo que estamos yendo hacia un punto en la historia de la humanidad en que por un tiempo yo no sé cuánto, antes del juicio final, creo que el Señor y la Iglesia de Jesucristo van a recuperar poder terrible sobre las naciones, va a haber conversiones inmensas terribles de naciones enteras, algo va a pasar en la tierra que va a ser como que el gobierno de Dios por un tiempo va a estar sobre la tierra. Yo todavía les digo no estoy para llenar la tarjeta de crédito y comprarme mi arpa para irme al cielo, todavía falta mucho trabajo por hacer, yo creo que en los próximos 20, 30, 40 años hay mucho trabajo por hacer.

Así que prepare sus espadas, fortaleza su vida, afile sus armas, apriete las tuercas, prepárese como un soldado que mañana vá a ir a una misión élite como hacen estos navy seals, los hombres rana de Estados Unidos cuando fueron a atacar por ejemplo a Osama Bin Laden, yo creo que la noche anterior estaban aceitando sus rifles, contando las granadas que tenían, asegurándose que todo estaba perfectamente en su lugar, ensayando todos los movimientos, estudiando los planes de la mansión de él, sabiendo exactamente lo que iban a hacer si algo fallaba, si esto, preparándose para la misión, y cuando ellos se montaron en esos helicópteros ellos habían ensayado cientos de veces y estaban en perfecta forma, para hacer lo que tenían que hacer.

Y nosotros estamos en un tiempo en que el llamado de Dios para que la Iglesia entre en su verdadero poder para su identidad está a la vuelta de la esquina. Y usted tiene que irse preparando, esta Iglesia tiene que irse preparando, apretando las tuercas, fortaleciéndose, adelgazándonos, Dios nos está llamando a mayor concentración, mayor vigilancia, más estudio de la Palabra, más entrega de nuestras vidas, de todo, porque estamos casi a punto de entrar en la misión para la cual Dios nos tiene preparados, y es una misión de guerra, de rescate, es una misión de confrontación, y se requiere un pueblo lúcido, fuerte, claro, decidido, con poder, que pueda hacer lo que Dios quiere que el haga para restaurar el poderío de ese León de Judá.

Dice "Los quebrantarás con vara de hierro, ahora pues oh reyes, sed prudentes, admitid amonestación jueces de la tierra, servid a Jehová con temor y alegráos con temblor, honrad al Hijo para que no se enoje y perezcáis en el camino, pues se inflama de pronto su ira, bienaventurados todos los que en Él confían". Ese Salmo 2 yo creo que es un Salmo para las naciones hoy en día, y ese es el Cristo que se prepara para eso que nosotros tenemos que estar sirviendo, yo veo a Jesús como el guerrero, el que dice Juan capítulo 3 que vino a deshacer las obras del diablo, nuestras ciudades tienen que ser rescatadas, tienen que ser rescatadas primero de esos poderes demoníacos horrorosos que están tras bastidores controlando las dinámicas de las ciudades como titiriteros, que están gobernando los títeres.

Nosotros vemos los títeres ahí abajo del escenario pero encima hay unas manos demoníacas que están gobernando sus movimientos, tanto de gobernantes como de agencias sociales, de universidades, de movimientos filosóficos y culturales, detrás de eso hay poderes demoníacos que tienen que ser arrebatados y controlados, y sujetos a la voluntad y al señorío de Cristo. Debemos servir al Señor con temor y temblor. León de Judá ha recibido un gran llamado y tenemos que vivir a la altura de ese llamado. Este es el tiempo que tenemos que comenzar a vivir como que servimos a un gran Rey y Señor, que espera que toda rodilla se doble y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor. Nuestra misión a la luz de ese Cristo poderoso, Señor Rey, guerrero, es establecer el señorío de Jesús en la ciudad de Boston, mucho más allá.

Nosotros tenemos que usar nuestros dones al máximo, preparar nuestros dones, tenemos que servir al Señor con todas nuestras fuerzas, tenemos que hacer guerra espiritual y proclamar el señorío de Jesús en nuestras reuniones, nuestros tiempos de oración, cuando la Iglesia se reúne por ejemplo como en estos domingos hemos visto la gloria del Señor, tenemos que ir más y más en esa dirección, proclamar el poder de Cristo, habrá tiempo en que tendremos que declarar el señorío de Jesús, declarar la derrota de los principados, las potestades, Dios creo que un día nos va a dar una manifestación más clara y poderosa de los dones del Espíritu Santo, sanidades, señales, prodigios, liberaciones, impartición del bautismo del Espíritu Santo, todas estas cosas vienen y tenemos que prepararnos porque Dios nos ha llamado a establecer el señorío de Cristo en la ciudad.

Y nuestro servicio tiene que tornarse en servicio más militante. Por eso es que a veces ustedes me ven que yo pido disculpas por el tiempo que se está tomando la reunión, francamente yo no soy tan gentil, yo lo hago para pretender y para que ustedes piensen que yo soy cortés. Pero en realidad más y más yo quiero entrenar a nuestra Iglesia y lo haré poco a poco, nuestros servicios tendrán que tornarse tan largos como el tiempo que tenga que tomarse y yo los llamo a ustedes mis hermanos, yo anticipo el día en que la gente venga y diga no sabemos qué va a pasar hoy, ¿ok?, y si hay que quedarse 4 horas, amén, si hay que quedarse 5 horas, yo sé que hay que tener cuidado con los nuevos creyentes, hay un balance, como ustedes me han dicho muchas veces, pero yo creo también que sea como un lugar de entrenamiento, que el que venga aquí que sepa que esta es una Iglesia que es un lugar para guerreros tiernos, las dos cosas, ¿no?. De un lado tienen una vara de autoridad y de otro lado tienen también un poquito de unguento para los heridos y sanarlos también.

Pero si usted viene aquí, sepa que vá a entrar en un lugar diferente, Omar, hay un coro que yo quiero que cantemos, pero el Señor, me puso allí y me dijo, sentado en su trono vestido de luz, me parece que ese coro para terminar y concluir es apropiado, entonces tenemos que ejercer guerra espiritual en nuestras reuniones. Tenemos que santificar nuestras vidas, tenemos que definirnos, francamente cuando yo vine aquí la noche de Año Nuevo, yo no estaba pensando que Dios me iba a dar ese mensaje de definición, pero yo creo que tenemos que pensar más y más en enfatizar la definición, porque eso es lo que Dios quiere que nosotros hagamos, en este año y todos los días de nuestra vida, servir a ese Cristo, tenemos que organizar nuestras vidas, nuestros hogares, matrimonios, nuestra Iglesia como congregación a fin de servir a ese León de Judá, ese gobernante con más y más efectividad.

Yo espero que esto en vez de quitarles el sueño les llene de una expectativa del Cristo que nosotros servimos, es tan maravilloso, son tiempos preciosos los que le esperan a la Iglesia, y yo creo que iglesias como la nuestra tienen que estar siendo un lugar de preparación y de entrenamiento, una de las cosas que nuestra visión es ser una Iglesia ejemplar que represente los mejores valores del Reino de Dios que inspire a otras iglesias tanto norteamericanas como hispanas, mucha gente en esta ciudad ve al León de Judá como una Iglesia excepcional, para la gloria de Dios, que tenemos una síntesis de muchas cosas que la Iglesia necesita, trabajo social, misericordia, evangelismo, adoración fuerte, guerra espiritual, una visión sobrenatural, buena administración, un pueblo que dá y se entrega, y el mundo, la Iglesia de Cristo necesita una Iglesia como la nuestra, llegará el día en que la gente no pensará en León de Judá como una Iglesia hispana, pensarán en León de Judá como una iglesia simplemente que encabeza, que bendice.

Yo no estoy glorificando esta Iglesia porque sé que tiene tantas cosas defectuosas comenzando con su pastor pero aún así Dios nos ha dado algo muy especial y no es para que nos enorgullezcamos y digamos ay yo soy León de Judá, Dios a veces llama a los menos capaces para glorificarse, pero tenemos que vivir a esa altura, servir a un Cristo poderoso, guerrero, militante, soberano, y hacerlo con amor y misericordia, y presentarle al mundo ese Cristo que necesita que se sujeten a Él y que reconozcan su señorío.

Espero que esté claro y que esa sea, yo creo que esta es la conclusión de este tiempo, gracias a Omar por iniciar esta serie, y cada uno de ustedes debe rescatar a ese Cristo que Dios quiere que usted vea, porque Cristo tiene muchas facetas diferentes, y quizás tú te preguntes bueno ¿cuál es el símbolo si tú tuvieras que hacer una estatua de Jesús que fuera como que el símbolo de mi vida y mi relación con él, como se vería esa estatua?, ¿sería un cordero, sería un león, sería un guerrero, sería un abogado, sería el rubio de Galilea, sería el camino, la verdad, la vida, muchas maneras en que podemos ver a Jesús, qué significa Cristo para ti?. Así que póngase de pie un momento, declaramos el señorío de Cristo. Señor declaramos a través de esta palabra desatamos, esa imagen tuya, guerrero, Rey, Señor Todopoderoso, irresistible, santo, digno de reverencia, digno de temor, digno de admiración, reina sobre toda autoridad, todo principado, toda potestad, nadie puede resistir Tu nombre, queremos serte agradables y queremos ser apropiados para ti.

Comienza con cada uno de nosotros Señor y que el mensaje, que el contenido cunda y se distribuya a través de toda esta congregación, los que están cerca, los que están lejos, y aún más allá a través de toda tu Iglesia en este tiempo de la historia. Te adoramos y te bendecimos en el nombre de Jesús, amén y amén.