Donde está el Espíritu del Señor allí hay libertad

TRANSCRIPT

Quiero invitarles a que abran su Biblia en el segundo libro de Corintios, el segundo libro de Corintios capítulo 3 versículo 17, es una porción bíblica que ha traído impacto a mi vida en este último tiempo, y a pesar que muchas veces he podido leerla y compartirla, y escuchar de otros, el Señor me llevó por una serie de pasajes relacionados con esto. Pero quiero que sepa una cosa y quiero que la muy claro en su corazón, Corintios capítulo 3 versículo 17, "Porque el Señor es espíritu, y donde está el Espíritu del Señor allí hay libertad." ¿Ya se lo aprendió de memoria?, muy fácil, lo decimos fuerte, si usted es libre lo va a decir fuerte, por último mueva la boca bien grande así. Porque el Señor es espíritu, y donde está el Espíritu del Señor ahí hay libertad.

¿Puede mirar a su hermano si tiene cara de libre?, y si se aprendió el texto de memoria, y si su hermano no tiene cara de libre, aproveche para repetírselo ahí. Es uno de los grandes desafíos de la Iglesia. Yo creo que el vivir en el Espíritu tiene consecuencias poderosas en nuestra vida, y una de esas cosas algunas veces la limitamos a solo una experiencia emocional, yo creo que muchos de nosotros aquí hemos tenido una experiencia con el Espíritu Santo, muchos han hablado en lenguas, muchos han danzado, muchos han levantado sus brazos, muchos sienten ciertos servicios donde ojalá pudiéramos correr por la Iglesia porque es tan fuerte esta sensación de visitación del Señor. Pero sabe, muchas veces limitamos esa obra del Espíritu a ese tipo de emociones o experiencias. Y si bien es cierto podemos tenerla, aún el vivir en el Espíritu tiene muchas más consecuencias que las que podemos ver en una Iglesia.

Hay muchos que dejamos la libertad del Señor dentro del templo, porque cuando salimos volvemos a estar atados de las cosas del diablo, de las cosas del mundo. Yo quiero decirle que si usted ha abierto su corazón al Señor, si usted ha reconocido a Jesucristo como el Señor de su vida, el espíritu de libertad, el Espíritu Santo, el espíritu de Verdad, el espíritu de Vida, está en usted. El deseo hermoso de sentirse libre, muchos de nosotros de alguna manera la hemos experimentado. Una de las esencias más grandes del hombre es sentirse libre, no sentirse manipulado por nada. Algunos queremos ser libres, cuando somos hijos queremos ser libres de nuestros padres, cuando somos padres queremos ser libres de nuestros hijos. Cuando somos solteros, de esos límites que la sociedad o el mundo nos quiere poner, y cuando somos casados, prediqué en mi iglesia y alguien dijo de la suegra.

Siempre esta necesidad de libertad la estamos trayendo para cualquier cosa, queremos tener un trabajo independiente para sentirnos libres, ganar nuestro propio dinero, esforzarnos ¿para qué?, para no estarle mirando la cara a nadie, queremos liberarnos de nuestro jefe, queremos liberarnos de las deudas, queremos liberarnos de los prejuicios, pero no hay mayor libertad que sentirse libre por el Espíritu del Señor en nuestra vida.

Mire, cuando el hombre y la mujer son verdaderamente libres por el Espíritu del Señor, no importa que usted no tenga nada en el bolsillo, usted es dueño del mundo, pero hay algunos que tienen el bolsillo lleno, y se sienten pobres, miserables. Sabe, me cautiva la idea de una expresión libre como hijos o hijas del Señor. Pero hay algo más que quiero yo poner en su mente, en su corazón. Génesis capítulo 1, versículo 2, hay una palabra que se usa en medio de este texto. Cuando usted piensa en algo libre, pensamos en algo sin límites, sin restricciones, en ir más allá de lo que muchas personas han pensado que nosotros podemos llegar, mire esta característica del Espíritu. Génesis capítulo 1 versículo 2, y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía.

Una Iglesia que permite que el Espíritu Santo, yo no estoy hablando de una iglesia bajo denominación o grupo de comunidad, usted y yo somos la Iglesia del Señor, estamos en el bus y representamos la Iglesia del Señor, estamos en el trabajo y representamos la Iglesia del Señor, estamos en el hospital y representamos la Iglesia del Señor, por tanto la Iglesia del Señor muestra libertad, muestra movimiento, la Iglesia del Señor no se estanca. ¿Alguien se ha bañado en un pozo de agua estancada?, ¿alguien ha pasado por ahí?, uno pasa bien rapidito porque la cantidad de olores, así que el Espíritu nos da libertad, por esa libertad tenemos movimiento, por el poder del Espíritu de Dios.

Hechos capítulo 1 versículo 8: "Pero recibiremos", así que además de darnos libertad y recibir movimiento del Espíritu, ¿cuántos tienen poder del Espíritu?, ¿cuántos tienen poder del Espíritu?, ¿cuántos se están moviendo por el Espíritu?, ¿a cuántos el Espíritu los mueve a voluntad de Dios, ¿cuántos se sienten libres por este poder del Señor, del Espíritu en su vida?. Debemos aprender a experimentar esa libertad. En el libro de Romanos en el capitulo 8, hay una expresión constante que nosotros deberíamos considerar mirar hacia el futuro, está muy amarrado con el capítulo 7, Pablo expresa algunas cosas en el capítulo 7 de Romanos, en algunos de sus versículos en el capítulo 7 está diciéndonos yo hago lo que no quiero hacer. Si usted lee el capítulo 7 se va a encontrar con muchas de estas confrontaciones de Pablo, pero luego comienza con el capítulo 8 y dice ahí en Romanos 8:1 "Ahora pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne si no conforme" ¿a qué?.

Si el diablo esta semana te hizo sentir condenado, no le hagas caso, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, ¿y cuántos están en Cristo Jesús?, ¿cuántos no están en la carne?. Los amenes fueron pocos (risas). Bueno ¿cuántos intentamos no andar en la carne?, ¿eso lo grabaron bien?, cuando vean la predicación en el internet ojalá salga fuerte. Estamos intentando todos los días dejar esas cosas de la carne para que el diablo no nos haga pensar de que estamos condenados por eso, cuando estamos en Cristo Él va perfeccionando nuestra vida, por el Espíritu al final dice en el versículo 1, si no conforme al Espíritu, así como el Espíritu quiere que sea.

Esa expresión conforme a es como el Espíritu quiere que se haga, no conforme a como nos sintamos, el Espíritu Santo quiere que nos sintamos hoy como hombres y mujeres sin condenación. Quiere que nos sintamos como hombres y mujeres que a pesar del pecado original no andamos bajo los designios de la carne. Pero ¿quién experimenta eso?, aquél que tiene el espíritu en libertad, aquél que tiene el espíritu en movimiento, y aquél que tiene el espíritu que le da poder.

Aún en este capítulo 8 de Romanos, dice que en el Espíritu Santo no nos sentimos condenados. En el versículo 5 del capítulo 8 de Romanos, nos dice es que el Espíritu nos da a conocer que somos hijos de Dios. En el versículo 6 dice que los que viven en el Espíritu tienen vida y paz. Los versículos 8 y 9 del capítulo 8 de Romanos dicen que, el que vive en el Espíritu agrada al Señor, eso está diciendo ahí, así que no sólo con fé y santidad agradamos al Señor, también lo agradamos viviendo en el Espíritu. La necesidad de una Iglesia que muestre los valores del Señor se muestra en su calidad espiritual a través del Espíritu. Si no tenemos experiencia con el Espíritu y nos conformamos con una mentalidad religiosa, no vamos a tener éxito en lo que el Señor quiere y ha propuesto para nosotros.

Dice que el Señor nos selló como propiedad de Él en Efesios. Somos sellados. Cuando recibimos al Señor fuimos sellados por el Espíritu Santo. Así que el Espíritu Santo no se limita solamente a ciertas expresiones en algunos horarios determinados de la semana, usualmente los domingos, si no cada día. No solamente cuando oramos, cuando estamos todos juntos, si no en la manera como nos comportamos cuando estamos solos, en la manera que representamos a Cristo cuando vamos en la calle, estamos haciendo un trámite, o cómo confiamos en el Señor en esos momentos difíciles cuando el diablo dice ya no puedes, o cuando el diablo dice, ya te gané. Pero nadie que es libre deja de moverse, y nadie que deja de moverse tiene poder, el movimiento sin poder no es nada, y el poder sin movimiento tampoco.

Necesitamos esa libertad del Espíritu que nos permita proyectarnos hacia lo que el Señor está proponiendo en nuestras vidas. Usted dirá, es un sermón demasiado subjetivo, ambiguo, depende cómo se mire, pero yo conozco una sola libertad del Espíritu, la que me permite pelear y vencer cada día al enemigo. Yo conozco a ese Espíritu del Señor, de Génesis, dice que el Señor se movía sobre la faz de las aguas. ¿Sabe qué dice luego en el versículo 3 de Génesis capítulo 1?, cuando el Espíritu del Señor comenzó a crear, vamos a traerlo así, en el principio Dios creó los cielos y la tierra, en algún momento estabas desordenado y vacío y las tinieblas estaban sobre ti, hasta que un día el Espíritu del Señor comenzó a moverse, a traer movimiento, y comenzó a pasar sobre ti, y ¿sabe qué creó?, esa gran lumbrera, comenzó a crear en ti lo que Él había diseñado como mente creadora para que fueras su creación, su alabanza, la alabanza de su gloria.

Cuando estamos envueltos en el Espíritu no hay nada que pueda derrotar al hombre, a la mujer de Dios. San Juan, en el capítulo 14, uno de los pasajes más emblemáticos, el libro de San Juan en el capítulo 14, la promesa del Espíritu Santo. Sabe que es tan importante este pasaje porque no solo muestra al Espíritu Santo en una faceta solo, algo místico, religioso, si no que nos hace un todo en nuestra vida. En el versículo 16: "Y yo rogaré al Padre, y os dará otro consolador, para que esté con vosotros para siempre."

También le llama en el versículo 17 el Espíritu de Verdad, el cual el mundo no puede recibir porque no le conoce, pero vosotros le conocéis, porque mora en vosotros. Pregúntele a su hermano si está en movimiento todavía. Pregúntele. Además este Espíritu del Señor, que está nombrado de diferentes maneras, nosotros que nos criamos en cultura pentecostal se llama el Espíritu Santo, pero también se llama el Espíritu de Vida, el Espíritu de Verdad, el Espíritu del Señor, es el mismo Espíritu, es el mismo Dios. En el versículo 16 quiero recalcarle otra característica importante de este Espíritu que necesitamos tener siempre con nosotros, "Mas el consolador, el Espíritu Santo a quien mi Padre enviará en mi nombre", ¿en el nombre de quién?, en el nombre de Jesús, "Él primero nos enseñará todas las cosas."

Le quiero hacer una pregunta, ¿qué significa todas?, ¿qué es todo?, totalidad, ¿qué más?, ¿ah?, absoluto, ¿qué más?. Sabe que esta es una de las expresiones más detallistas de Dios. Mientras para nosotros todo significa algo muy grande general, aquí está diciendo te voy a enseñar detalle por detalle, todo lo que tiene que ver conmigo. Esta totalidad la podemos entender, que para el Espíritu Santo es necesario y es importante, que nos dejemos enseñar detalle por detalle. Así que cuando piense en todo en la Palabra no piense en todo, ya, todo se van, o todos vinieron, ah, todos se fueron, pero nos falta alguien que tiene esta percepción y dice, se fue Pedrito, María, Mario, Jimena, Miriam, los mismos todos pero se fueron, alguien por allí comenzó a mirar los detalles.

Dios en su totalidad, en su señorío, este todo es detalle por detalle, Él nos enseñará todas las cosas, detalle por detalle, para que no te pierdas en nada. Aún sigue más, dice, "Y os recordará", ¿hay alguien que tiene problemas de memoria aquí?, no levante la mano porque ya no vamos a orar por eso, "Y os recordará todo lo que Yo os he dicho." Hoy día no tenemos a Jesús en medio nuestro, es el Espíritu Santo en medio nuestro, dice la epístola porque se quedó para convencernos de pecado, de justicia y de juicio. Está diciendo que está aquí para recordarnos las enseñanzas del Señor Jesucristo, para que nosotros vivamos completos como Él quiere que seamos.

Así que una Iglesia que vive en el Espíritu es una Iglesia que es libre, que está en constante movimiento, que tiene poder, que tiene vida. Si tú sigues leyendo Romanos capítulo 8 te vas a dar cuenta que te vivifica, aún en tu cuerpo mortal, dice que si alguien pasó los 29, si alguien anda buscando el secreto de la eterna juventud, yo le presento al Espíritu del Señor, que lo va a vivificar, que lo va a renovar, te devolverá la vida, el deseo, la esperanza, ese es el Espíritu del Señor.

Si alguien quiere gastarse miles de dólares en un cirujano plástico, pregúntele al Espíritu del Señor qué puede hacer, a lo mejor se los ahorra. Y dice Señor yo te voy a dar esta primicia que se la iba a dar al doctor Michael Mahorovtzki. Deja que el Espíritu del Señor traiga esa vida nueva. Hay una coincidencia bien linda en la Palabra acerca de lo que es el Señor, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, dice que si el Hijo libertare seréis verdaderamente libres, y si está el Espíritu del Señor hay libertad. ¿Cómo no adorarte Señor, cómo no expresar esta alabanza y esta adoración?. Necesitamos una Iglesia que sea apasionada por las cosas del Espíritu, que dejemos de vivir una religiosidad espiritual, botemos ese gigante religioso y comenzemos a introducirnos en el Espíritu del Señor, mire, los milagros van a aparecer de una manera milagrosa.

Aún si alguien piensa que hay situaciones en su vida que no tienen arreglo, pregúntenle al Espíritu, Él está haciendo movimientos en su vida, y si lo estás buscando seguro que Él te va a ayudar a encontrar y a crear algo sobre lo que nadie había creado. Esa es la diferencia de la Iglesia del Señor, esa es la diferencia de la Iglesia que muestra al Señor en la calle, esa es la diferencia de la Iglesia que muestra la vida que llevamos ante los que nos rodean, hay muchos de nosotros que no nos quieren ver ni en fotos. Decimos que el Espíritu es vida y vamos a una fiesta y hasta la luz se va, se para la música, se para todo, en el Señor tenemos vida, y cuando algo tiene vida tiene movimiento, y cuando algo tiene movimiento hay poder, y cuando hay algo que tiene poder tiene libertad.

Cierre sus ojos, vamos a ponernos de pie y cierre sus ojos, vamos a reclamarle al Señor, y si hay alguien que aún no ha tenido esta experiencia de la vida íntegra, el apóstol Pablo nos habla de cuerpo, alma y espíritu. Deja que el Espíritu del Señor traiga libertad, deja que el Espíritu de Verdad te enseñe y te recuerde las promesas que el Señor Jesús dejó para tu vida. Es un desafío movernos a nivel del Espíritu, el diablo no quiere que nos movamos a ese nivel, el diablo no quiere que nosotros busquemos esta libertad del Espíritu, este poder del Espíritu, este movimiento del Espíritu. En nuestra vida el diablo no quiere que lo hagamos. Quiere mantenernos en un concepto, quiere mantenernos en un cajón cuadrado.

Hoy día necesitamos una Iglesia, que sea vivificada cada día por esta experiencia con el Espíritu. No sólo en los niveles religiosos, si no también en los niveles económicos, profesionales, cuando está el Espíritu, el diablo se doblega, el diablo no tiene poder, el diablo huye, el diablo ya no tiene nada que hacer contigo, cuando dejamos que el Señor nos permita vivir en el Espíritu.

Quiero invitarle a levantar sus brazos al cielo. Dile Señor llena mi copa, llena mi vida, Señor llena mi ser, si he experimentado prisiones, dame libertad. Si he experimentado estancamiento Señor, muéveme con tu Espíritu. Cuando me sienta sin autoridad Señor, déjame saber cada día que Tú me has dado poder por Tu Espíritu. Cuando el enemigo quiera acusarme cuando he fallado recuérdame que no puedo ser condenado porque yo te tengo a ti en mi vida. Si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba donde está Cristo sentado a la diestra de Dios, poned la mira en las cosas de arriba y no en las de la tierra dice el Señor, porque vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.

Hay una alabanza que dice ven, Espíritu ven, y vamos a decirle ven, Espíritu, ven. ¿Quiere que el Espíritu Santo venga?, y así como puede gozarse usted va a notar en la calle un día que el Espíritu está con usted. Gracias Señor, gracias Señor, gracias Señor, gracias Señor, reclama tu libertad.